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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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SOPHIE MEREAU [11.646]

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Sophie Mereau

Sophie Friederike Mereau (de soltera: Sophie Schubart; Altenburg, 27 de marzo de 1770 – Heidelberg, 31 de octubre de 1806) escritora romántica alemana.

Empezó a granjearse cierta notoriedad en 1791 al publicar sus escritos en la revista literaria Thalia de Friedrich von Schiller, gracias a lo cual pudo interactuar con muchos poetas de su época (Schiller, Schlegel, Goethe...) Se casó en 1793 con el profesor de derecho Friedrich Karl Mereau con quien tuvo un hijo. Pero desgraciadamente este matrimonio acabó en divorcio en 1801. Se volvió a casar en 1803 con el poeta Clemens Brentano y murió tres años más tarde dando a luz.

Obra

1794 - Das Blüthenalter der Empfindung
1798 - Marie
1800 - Elise
1803 - Amanda und Eduard
1806 - Flucht nach der Hauptstadt





(Traducción de Federico Bermúdez-Cañete y Esther Trancón y Widemann)

A las lectoras

Lleva, atrevido, al aire fresco y alto
el árbol orgulloso su cabeza real,
y esparce sus suaves aromas aquel lirio
por el claro jardín de tierna fronda, lejos,
y blancas floraciones susurran por las rocas,
privadas de su adorno por el ligero céfiro,
mientras la alpestre rosa, en ardor sumergida,
exhala en soledad su dulce espíritu.

Y ya todas despiertan, cual place a su sentido,
distinta excitación, dentro del que contempla,
ésta la admiración, suave alegría aquélla,
y ésa el deseo con lágrimas calladas de nostalgia;
en paz parecen todas, sin pelea,
hondamente conscientes del propio valor íntimo,
y están contentas con la hermosa vida
que para sí tuvieron, y la vuelve a dar.

Así forman también figuras ondulantes
que, al conjurarlas el espíritu del tiempo,
se despliegan desde un reino de fantasía,
en palabras y escritos, con vida, ilimitadas;
sólo que nadie intente sujetarlas a todas,
o será perturbado en su propio camino.
Pero todas anuncian el sentir animoso,
de su empuje interior el gozoso comienzo.

Pues todo el que en aquel dichoso espacio
ha osado alguna vez el atrevido vuelo,
devuelve muy gustoso lo que le dice, como
lejano sueño, un eco silencioso, en el alma.
Así os es traída alguna orla callada
de flores, desde el reino aquel de fantasía.
De flor del prado un ramo, multicolor corona
que pronto caerá con la danza de las Horas.

Pero antes que las hojas, temblando, se marchiten,
que consigan tejer dentro de vuestras vidas
un sentido amistoso, dentro de la presión
embrollada y confusa de los aconteceres.
Una dulce intuición me apremia a que me eleve
y me susurra como un lejano presagio:
que las flores que yo para vosotras tejo
más bellas las reencuentre en vuestro pecho.









An einen Baum am Spalier

Armer Baum! – an deiner kalten Mauer
fest gebunden, stehst du traurig da,
fühlest kaum den Zephyr, der mit süßem Schauer
in den Blättern freier Bäume weilt 
und bey deinen leicht vorübereilt. 
O! dein Anblick geht mir nah!
und die bilderreiche Phantasie
stellt mit ihrer flüchtigen Magie
eine menschliche Gestalt schnell vor mich hin, 
die, auf ewig von dem freien Sinn 
der Natur entfernt, ein fremder Drang 
auch wie dich in steife Formen zwang.








Abschied an Dornburg

Du Berg, der frei die hohe Stirn erhebt,
wo oft der Strahl des Morgens mich umwebt,
du Welle, die das Ufer spielend neckt,
wie Menschenstimmen oft mich leicht erschreckt,
du Abendrot, das auf der Welle schwimmt,
ihr Würmchen, die, in Dämmerung entglimmt,
durch Busch und Flur in schnellen, leichten Tänzen,
mir, wie herabgefallne Sterne glänzen,
du ewig unbewegter Tannenwald,
der stillen Sorge trauter Aufenthalt,
der Hain, wo einsam Philomele girrt,
worin ich oft mutwillig mich verirrt,
der Weide Duft, der still die Lüfte küßt,
- seid alle mir zum letztenmal gegrüßt!
Lebt wohl! Ihr habt mit unschuldvollem Scherz,
mit goldnem Traum oft mein Gemüt entschleiert,
und meine Ruhe fühlend mitgefeiert!
Auch ihr vermißt der Freundin leichte Spur,
denn was ist, ohne das empfindungsvolle Herz,
das sie versteht, die lieblichste Natur?








Mitgefühl

Wer nicht, voll reiner Menschenhuld,
mit rascher, schöner Ungeduld,
der Brüder tiefes Leiden sieht,
und tätig es zu lindern glüht;

Der, dessen Herz nicht höher schlägt,
von Mitempfindung süß bewegt,
wenn, von des Glückes Hauch belebt,
die Freude fremde Busen hebt:

Und flög' sein Nam' im Lichtgewand
des Ruhmes über Meer und Land,
und ordnete sein Herrscherblick
von Millionen das Geschick;

Und hätte ihm des Schicksals Hand
der Gaben schönste zugesandt:
das Glück, geliebt zu sein - gebricht
ihm dies Gefühl - ich neid' ihn nicht!

O Mitgefühl, der Menschheit Glück!
was trocknete den nassen Blick
was hielt' an der Verzweiflung Rand
zurück, wär's nicht der Freundschaft Hand?

Sei ewig, ewig heilig mir!
Schon manche Freude dank' ich dir.
Weint einst mein Aug' in Mißgeschick,
so tröste mich dein Engelblick!







Natur

Ein Segensstrom wallt durch die blauen Lüfte;
dem Hain entrauscht die frohste Symphonie.
Vom Liebeshauch des Frühlings sanft bezwungen,
zu neuer Wirksamkeit emporgedrungen,
eint alles sich zu süßer Harmonie.

Ich stimme mit in deine Jubelchöre,
Natur; ich störe deine Feier nicht.
Durch dich bin ich auf ewig dir geboren,
froh hab' ich ew'ge Liebe dir geschworen;
und wehe dem, der diese Bande bricht!

Ich wär' ein Vorwurf deiner Freudenfülle,
ein Sterbeton in deinen Brautgesang? -
und könnt' es seh'n, mit gramerfüllten Blicken,
wie, überstrahlt vom himmlischen Entzücken,
der Frühling dich mit Liebesarm umschlang?

Von deiner Allgewalt, Natur, bezwungen,
bring' ich dir jeden Schmerz zur Opferung.
Hier, wo die Lüfte Segen niederregnen,
wo alle Kräfte freudig sich begegnen,
hier wäre Schwermut feige Lästerung.

Vor dir, Natur - wie fliehen die Dämonen,
durch die ich selbst mir meine Ruhe stahl! -
Bedürfnisse, die dich nicht Mutter nannten,
Begehrungen, die keine Grenzen kannten,
verlöschen all' in deinem Wonnestrahl.

Wer könnte noch dich dumpfer Trauer weihen,
im Hain von sanfter Hellung überwallt,
wo süße Düfte meine Nerven reizen,
nach meinen Blicken tausend Blumen geizen,
und Freude süß aus allen Wipfeln hallt?

Ich stehe da, von Hochgefühl durchdrungen,
und fühle wieder meines Lebens Glück.
Verschwunden waren meine süßen Träume,
und schon versank in lebensleere Räume
der Hoffnung Stern vor dem bewölkten Blick.

Hier fühl' ich mich, von allem Gram entladen,
entflammt, durchbebt von neuer Lebenslust.
Die Welt verheißt, mich wieder zu beglücken;
ich sinke still mit seligem Entzücken,
Natur, geheilt an deine Mutterbrust.



BETTINA BRETANO [11.647]

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Bettina Bretano

Bettina Brentano, de nacimiento Elisabeth Katharina Ludovica Magdalena Brentano (Fráncfort del Meno; 4 de abril de 1785 - Berlín, 20 de enero de 1859) fue una escritora y novelista romántica alemana.

Tras la muerte en 1831 de su marido, el poeta Achim von Arnim, Bettina se instaló en Berlín donde se convirtió en activista de los derechos de la mujer.

Sus escritos más populares son apuntes corregidos de la correspondencia que mantuvo con Johann Wolfgang von Goethe, Karoline von Günderode y su hermano Clemens Brentano, gran parte de los cuales son ficticios pero redactados con un estilo desenvuelto y lúcido.

Obras

Epistolario con una niña. (Briefwechsel mit einem Kinde), 1835
Die Günderode, 1840
Dies Buch gehört dem König, 1843
Clemens Brentanos Frühlingskranz, 1844
An die aufgelöste Preußische Nationalversammlung, 1849



La niña que no se reconocía en el espejo

CLAUDIO MAGRIS 

Bettina Brentano (1785-1859) fue la encarnación del Romanticismo. Vivió una época privilegiada que cambió la sensibilidad occidental. La autora alemana, hermana del también escritor Clemens y que mantuvo correspondencia con Goethe, destaca más por la genialidad de su espíritu que como autora romántica que hizo de su sentirse ajena una de las claves de su personalidad enigmática e indefinible. Éste es un retrato de la Bettina generosa, amante de la libertad, espontánea, prepotente e inspiradora.

A los 12 años, Bettina Brentano, al poco de regresar del convento de Fritzlar a su casa -es decir, a la de su abuela materna, que la había acogido tras la muerte de sus padres-, se mira un día casualmente al espejo, en la habitación donde se encuentra reunida la familia. Ve a la abuela, a sus hermanas y 'una cara pálida, cuyos ojos escrutaban la imagen reflejada', escribió Leonello Vincenti en un viejo libro de 1928 que sigue siendo esencial. A Bettina le cuesta reconocer su propio rostro. En sí misma, no es una experiencia excepcional; la fisonomía de los demás, de las personas próximas a nosotros, siempre nos resulta más familiar que la nuestra, que a menudo nos parece extraña, ajena. Más por la genialidad de su espíritu que como escritora romántica, Bettina hace de ese sentimiento de propia ajenidad -por lo demás, un sentimiento común y corriente; todos lo tenemos, al menos en ciertos momentos- una clave de su personalidad enigmática e indefinible, un autocomplaciente código de su propio misterio como criatura elemental y, por tanto, como la naturaleza, insondable tanto para los demás como para ella.

Siendo ya una viuda de más de sesenta años, ensayó todo un proyecto de educación moral y dominio amoroso con un lector veinteañero. La historia acabó de mala manera
A diferencia de la mayoría de los románticos convertidos en reaccionarios, Bettina combatió por la libertad con un denuedo y ahínco genuinos valiéndose de su inteligencia
Insondable. '¿Quién eres tú, Bettina?', le preguntaba Karoline von Günderrode, una delicada poeta y su amiga del alma, que se suicidó por culpa de un amor desdichado; su hermano Clemens y Achim von Arnim -el que sería su marido- veían en ella una encarnación de lo maravilloso, de lo mágico; y casi todos los que la conocían hablaban de su encanto pueril y diabólico de ondina: fluida como el agua y tan maliciosamente inocente como la infancia, partícipe -según Ladislao Mittner- de 'una vida infrahumana y de una vida superior, ignota la una y la otra como la de cualquier mortal'. Al igual que algunos niños (y Kind, 'niña', era su autodefinición predilecta, como en el título de su libro más famoso, incluso después de tener siete hijos), Bettina se caracterizaba al mismo tiempo por su irrefrenable espontaneidad, que ella misma ejercitaba, y por la cultivada imposición, manipulación e interpretación de su fascinante encanto natural.

Aparte de esta semblanza, lo cierto es que Bettina es la viva encarnación del Romanticismo, aunque en su familia no era ni la primera ni la mejor dotada para representarlo literariamente ya que, a diferencia de ella, su marido Achim von Arnim y, sobre todo, su hermano Clemens fueron dos grandes poetas románticos. Clemens, aunque tan inquieto, vehemente y vibrante como Bettina, era mucho menos capaz de dominar en la vida esta inquietud sensible y musical; pero en cambio sí sabía dominarla y darle forma en el arte, creando no libros sugestivos y agradables como su hermana, sino verdaderas obras de arte complejas y profundas, especialmente Lieder de una lírica ensimismada y absoluta, tan misteriosa como el oscuro fluir de la vida.

Bettina Brentano, nacida en 1785 -ella pretendía que en 1787, iniciando así la mistificación de su existencia ya desde el nacimiento- y fallecida en 1859, se crió en el seno de una familia de gran tradición literaria transformada en experiencia, en vida, y que a veces, conforme al gusto romántico, falseaba la propia vida en la literatura. La abuela Sophia era una escritora vivaracha, sagaz e ilustrada, amiga de Goethe y novia en sus años mozos de Wieland; la madre, Maximiliane, había fascinado al joven Goethe hasta el punto de que éste le dio su sonrisa y el color de sus ojos a la Carlotta de Werther; con un Goethe ya anciano, la propia Bettina tuvo un flirteo platónico, mucho más intelectual que sentimental o erótico, del que extrajo -o que tal vez incluso experimentó para poder extraer- en 1835 un libro delicioso y lleno de frescura que combina inextricablemente realidad y ficción: Goethes Briefwechsel mit einem Kinde (correspondencia de Goethe con una niña).

Dentro del Romanticismo, Bettina personifica el entrelazamiento del abandono quimérico-sentimental y el sofisticado intelectualismo, que planifica y programa la demonicidad espontánea e irreflexiva de la propia existencia; el príncipe trotamundos Pückler-Muskau, uno de sus amores de viudedad, hablaba de su 'sensualidad cerebral'. En aquellos años, el Romanticismo estaba cambiando radicalmente el arte y la sensibilidad occidentales: inauguró un nuevo capítulo en la historia de la creación y del gusto que permanece abierto; un capítulo rico en hallazgos geniales y estrepitosas caídas, que abriría nuevas dimensiones y nuevas vías para alcanzar cimas excepcionales pero que eliminaría también la posibilidad de tener unos valores medios dignos y representativos de toda una sociedad y toda una civilización; un capítulo que destruiría todo canon objetivo, permitiendo de ese modo la combinación de las aventuras poéticas más extraordinarias con las fruslerías más burdas en un cóctel revolucionario y explosivo de creatividad, sublimidad y vulgaridad.

Bettina Brentano, mujer generosa, prepotente y consentida, hizo de la inestabilidad emocional la esencia permanente de su carácter, y de su autodefinición de niña -formulada en público, explícitamente, a los 50 años- la licencia para una libertad que ella misma anhelaba en calidad de irresponsabilidad moral, pero que su propia magnanimidad encauzó hacia nobles y valerosas batallas ético-políticas, como su fervor en defensa de la Revolución Francesa y, en especial, una obra suya de 1843 titulada Dies Buch gehört dem König (Este libro pertenece al rey), con el que sale a la palestra por una gran causa progresiva: convencer al rey Federico Guillermo IV de Prusia de que defendiera la libertad y a siete profesores de Gotinga, injustamente expulsados de sus cátedras por propugnar el liberalismo alemán. Sin embargo, en este empeño también se hace patente el deseo de ser la ninfa Egeria del soberano, aquel deseo -acariciado desde siempre- de dominio por persona interpuesta, de ser la musa inspiradora de poetas o la sacerdotisa del monarca; muy devota de ellos pero, ante todo, de que la escucharan y la obedecieran. Un afán que, además, con el paso de los años, puede fácilmente avivarse y dirigirse más a la libido gubernandi que al eros; al envejecer, las ondinas y las sílfides con frecuencia se hacían pitonisas, y en más de una joven inquieta y rebelde anida una futura doña Práxedes. Bettina habría querido ser la inspiradora -fingidamente esclava, pero en realidad tirana- de su hermano Clemens. Pero lo que cuenta es que Bettina, a diferencia de la mayoría de los románticos convertidos en reaccionarios, combatiese por la libertad con un denuedo y ahínco genuinos valiéndose de su vehemente inteligencia.

En cuanto a Goethe, Bettina no quiso tanto seducirle -y tal vez ni siquiera inspirarle- como ser su oyente por excelencia, esa que comprende perfectamente al genio y es reconocida por éste como un espíritu afín: una actitud que, sobre todo desde el fin de siècle hasta estos últimos años, ha generado una insoportable colección de custodios devotos, quejumbrosos y entrometidos tanto de la Poesía como del Poeta. Pero Bettina, aparte de inteligencia y generosidad, tenía el don de la frivolidad airosa y traviesa; Goethe no sintió por ella ninguna debilidad sentimental, sino una mezcla de aprecio y simpatía afectuosa e irónica, aunque en determinados momentos le pareciese 'un enojoso moscardón'. Bettina, además, cometió un error de cálculo al tratar de identificarse con Mignon, la muchacha que representa la poesía pura y absoluta en el Wilhelm Meister de Goethe, pues el autor la elimina de un modo doloroso y brutal en la novela precisamente por tratarse de un ser puro y exclusivamente poético y, por tanto, patológicamente inhumano.

Dado su genio y su gusto por la mistificación y el intercambio entre poesía y realidad, a Goethe probablemente le habría complacido su 'correspondencia con la niña', que Bettina publicó después de que el autor muriese y tras rescribir en gran parte las cartas, jugando de un modo encantador con la continua transformación que lo vivido experimenta en la memoria; por otra parte, Bettina despertaba en Goethe recuerdos de la niñez al narrarle lo que a su vez le había contado la madre del poeta, contribuyendo así de algún modo a que escribiese su propia autobiografía, titulada precisamente Poesía y verdad.

Siendo ya una viuda de más de 60 años, ensayó todo un proyecto de educación moral y dominio amoroso con un lector veinteañero apasionado por los libros de Bettina y de quien ella deseaba ser su amante, su Pigmalión y su pedagoga, invirtiendo así los roles sexuales tradicionales que ejerce -o al menos han ejercido, si hemos de creer los relatos de Italo Svevo- el señor burgués que pretende educar moralmente a las chicas que seduce. Como era de esperar, la historia acabó de mala manera con la rebelión del protegido, que hasta cometió 'la desfachatez' (según Vincenti) de casarse; y los reproches de la maestra, que hizo que le devolvieran sus cartas para luego retocarlas malignamente, dieron lugar a un libro deplorable.

Todo amor verdadero es conyugal, es pasión encarnada en una existencia compartida, se contraiga o no un matrimonio eclesiástico o civil, según las convenciones y convicciones propias de la época o del ambiente; de hecho, Bettina halló el verdadero amor en su matrimonio y convivencia con Achim von Arnim -notabilísimo poeta, amén de autor y reelaborador de Lieder, descendiente de una familia de nobles terratenientes prusianos-, con quien vivió 20 años escandidos por el nacimiento de siete hijos.

Esposa. La vida familiar no impidió a Bettina cultivar sus intereses y contactos literarios, sobre todo en los círculos culturales berlineses, pletóricos de vitalidad y ardientes del deseo de librar batallas por la libertad política y social y, en concreto, por la emancipación de la mujer, propugnada por intelectuales como su amiga Rahel Levin y por ella misma. Este amor concreto por la libertad no es menos interesante que su misteriosa naturaleza anfibia, que se lamentaba de no conseguir 'abarcar el mundo'. Bettina solía decirle a su marido, no sin complacencia, que en el amor entre ambos existía un 'secreto', indescifrable para ella misma, que era el causante de que a veces estuvieran distanciados. En realidad, su misterio lo compartimos todos, porque todo corazón siente vibrar en lo más profundo de su interior sentimientos contrapuestos y oscuros que no acierta a explicarse. Es el misterio propio de cada cual, incluso -y quizá sobre todo- de quien no se convierte en un portavoz verboso y privilegiado, como Bettina, y no se entrega a ninguna afición perniciosa del tipo de aquel autorretrato en el que Bettina Brentano se representa a sí misma como una bacante ebria que sostiene una antorcha encendida, mientras un pobre león succiona su pecho para extraer el vital sustento que su (supuesto) genio necesita.

Traducción de Pablo Ripollés Arenas.




(Traducción de Federico Bermúdez-Cañete y Esther Trancón y Widemann)




“Quien a la soledad
se entrega, ay, enseguida estará solo;
todos viven y aman, y le dejan
abandonado a su dolor”.

Quien se entrega a la vida
mundana no se queda nunca solo.
Mas lo que él vive y ama
nunca jamás existirá.

Sólo quien a la musa se consagra
permanece gustoso en soledad.
Intuye que ella le ama y corresponde
y quiere ser amada.

Ella le adorna el vaso y el altar
y el placer y el dolor le diviniza.
Lo que ella le da a él es tan real
que otorga eterna vida.

En su pecho florece, clara y pura,
la lumbre de la llama de la vida.
Se le abre la conciencia, en lo divino,
a la pura existencia terrenal.







[Desde este elevación, yo domino mi mundo.]

Desde esta elevación, yo domino mi mundo.
Hacia abajo, hacia el valle, junto al césped suave
que atraviesa la senda que allí leva,
con una casa blanca, colocada en el medio,
¿qué es aquello en lo que se complace el sentido?

Desde esta elevación yo domino mi mundo.
Mas aunque yo trepara a las más arduas cimas,
desde donde podría ver navegar los barcos,
ciudades, cerca y lejos, cercadas por los montes,
nada hay que me mantenga atada la mirada.

Desde esta elevación yo domino mi mundo.
Mas aunque yo pudiera contemplar paraísos,
sentiría nostalgia de aquellos praderíos
donde tú alto tejado se ofrece a mi mirada,
porque sólo él limita mi mundo en derredor.






[Si te quiero...no lo sé]

Si te quiero… no lo sé
Mas si contemplo tu rostro
no sé decir qué me ocurre.
Si te quiero… no lo sé.

Si en ti confío… no sé.
Mas guardo tus enseñanzas
y a mi criterio renuncio.
Si en ti confío… no sé.

Si te conozco… no sé.
Mas doy crédito a tus labios
y me alumbro con tu mente.
Si te conozco… no sé.


Si es fiel tu niña… no sé.
Pero que nunca le falte
tu amor, suplica a los cielos.
Si es fiel tu niña… no sé.





YOLANDA MORAZZO [11.653]

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Yolanda Morazzo       


Escritora. Nació en 1928, en São Vicente, Cabo Verde y murió en Lisboa el 27 Enero de 2009. Vivió durante muchos años en Portugal y Angola. Escribe poesía y relato corto. 
Su poesía, esencialmente lírico, tuvo como uno de sus temas recurrentes de la infancia Cabo Verde, concretamente a su isla natal, St. Vincent.

Su obra:

Cantico de ferro: Poesia de Intervenção (Edições Petra, 1976).[4]
Poesia completa: 1954-2004. Imprensa Nacional-Casa da Moeda, 2006. ISBN 978-972-27-1438-9.




(versión de Estefanía Rodero)


Barcas

En las playas
De mi infancia
Mueren barcas
Desmanteladas.

Fantasmas
De pescadores
Contrabandistas
Desaparecidos
A la deriva
No sé dónde.

Y yo soy la misma
Tengo diez años
Salto en la arena,
Empuño los remos...
Canto y sonrío...
¡Hacia el mar!
¡Hacia el mar!

Y la pobre barca
La barca triste
Cansada y fría
No se mueve.







Barcos

"Nha terra é quel piquinino
É São Vicente é que di meu"

Nas praias
Da minha infância
Morrem barcos
Desmantelados.

Fantasmas
De pescadores
Contrabandistas
Desaparecidos
Em qualquer vaga
Nem eu sei onde.

E eu sou a mesma
Tenho dez anos
Brinco na areia
Empunho os remos...
Canto e sorrio...
A embarcação
Para o mar!
É para o mar!...

E o pobre barco
O barco triste
Cansado e frio
Não se moveu...






CONTRASTE

A minha alma trema em tuas mãos
debruçada na varanda desta tarde

Silêncio da cor em teus contornos
o adeus do mar dentro de mim

Para além do ilhéu dos pássaros da ilha
o sol morre aos poucos devagar

A minha alma treme em tuas mãos
debruçada na varanda desta tarde

Vejo os barcos ao longe na baía
as lanchas negras dos trabalhadores
a torre da capitania ao lusco-fusco

Lentamente uma a uma na cidade
vão acendendo as luzes da cidade

Na fábrica de bolacha do Matos
na padaria do Jonas depois

Só no cemitério ao lado é tudo escuro...

Branqueiam ainda as campas dos mortos
e os nomes vou ler à hora do sol
mas agora fazem medo à minha infância

Em casa dos meus vizinho perto
          nh´ugénia de Sena e nhã Nê Grande
         acenderam os candeeiros de petróleo

(Cambambe, 1969)








DERROCADA

A asa de um morcego transparente
e no canto um olho descaído
de pestanas longas espreitando
o ácido viscoso da loucura
escorrendo pelos telhados do mundo

Viajante incansável do pasmo
no silêncio das órbitas vagabundas
dos mares-mortos delírio-espasmo
do cansaço mole das brisas vazias
que do nada se afirmam nas florestas
do ódio de gigantes e anões liliputianos

Blocos monolíticos tristes quedos
imagens-desespero cancerosos
miasmas-visco cobras moribundas
agonizando em convulsões de magma
lanças setas envenenadas dirigidas
ao coração das virgens e crianças

Sombra parda pálida acutilante
teu vulto de insônia transparente
bóia nas trevas flutuantes
da noite dos espiões pelas estradas
das feras que matam as ovelhas
e apunhalam pastores no caminho

Sombra feroz invernal medonha
destroços e cadáveres pútridos
sugando o seio das madonas
e acalentando monstros nas cavernas
pelas horas taciturnas do medo dos teus passos.

(Luanda, 1977)



AMA ATA AIDOO [11.654]

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Ama Ata Aidoo
Ama Ata Aidoo, nacida como Christina Ama Aidoo (Abeadzi Kyiakor; 23 de marzo de 1942), es una escritora de Ghana.

Christina Ama Aidoo creció en la casa real de Fanti y su padre la envió a estudiar a la Escuela Secundaria para Señoritas de Wesley (Wesley Girls' High School) en Cape Coast de 1961 a 1964. Después se licenció en lengua inglesa por la Universidad de Ghana. En 1964 escribió su primera obra de teatro, El dilema de un fantasma (The Dilemma of a Ghost), que fue publicado un año después por la casa editorial Longman.

Además de su carrera literaria, Aidoo fue designada ministra de Educación en 1982, cargo al que renunció 18 meses después. Ha residido en los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Zimbabwe, ejerciendo como profesora. Actualmente es Profesor Visitante en el Departamento de Estudios Africanos en la Universidad de Brown.

Obra

La obra de Ama Ata Aidoo toca el tema de la tensión entre la civilización occidental y el punto de vista africano sobre ella. Muchos de sus personajes son mujeres que desafían el papel estereotipo de la mujer. Es además una destacada poetisa y ha escrito varios libros infantiles. Ha ganado varios premios literarios, incluyendo el Premio al Mejor Libro de los Escritores de la Mancomunidad en 1992 por su novela Cambios (Changes, 1991).

Obras

El dilema de un fantasma (The Dilemma of a Ghost, 1964)
Anowa (1970), obra basada en una leyenda ghanesa.
No hay dulzura aquí (No Sweetness Here: A Collection of Short Stories, 1970)
Our Sister Killjoy (1977)
Someone Talking to Sometime (1986), colección de poemas.
El águila y la gallina (The Eagle and the Chicken, 1986)
Aves y otros poemas (Birds and Other Poems, 1988)
Cambios: una historia de amor (Changes: A Love Story, 1991)
An Angry Letter in January (1992), poesía.
The Girl Who Can and Other Stories (1997)





 (versión de Estefanía Rodero)


Totems

Akua, mi hermana,
Nadie elige estar
Bajo un árbol
En mitad de la tormenta.

De modo que
Deberás ser tú
Quien me recuerde
Cómo invocar a los antepasados
Y convocar a los sabios de la vieja aldea
Que una vez fue
Hogar de Reyes









For Bessie Head

To begin with
there’s the small problem of address:
calling you
by the only name some of us
knew you by,
hailing you by titles
you could not possibly
have cared for,
referring you to
strange and clouded
origins that eat into
our past our pain
like prize-winning cassava tubers in
abandoned harvest fields…
Some of us never ever met you.
And who would believe
that but those who know
the tragedies of our land
where
non-meetings,
visions unopening and other such
abortions are
every day reality?
To continue a
confession of sorts,
‘Miss Head’ will just not do
‘Bessie’ too familiar
Bessie Head,
your face swims into focus
through soft clouds of
cigarette smoke and from behind the
much much harder barriers erected by some
quite unbelievable
20th. century philosophy,
saying more of
your strength
than all the tales
would have us think.
For the moment,
we fear and
dare not accept that
given how things
are,
poetry almost becomes
dirges and
not much more.
But
we hold on to knowing
ourselves as daughters of
darklight women
who are so used to Life
- giving it
feeding it -
Death
was always
quite unwelcome;
- taking them by surprise -
an evil peevish brat
to be flattered,
cleaned
oiled
pomaded
over-dressed and perfumed…
We fear to remember:
fatigued as we are by so much
death and dying and
the need to bury and
to mourn.
Bessie Head:
such a fresh ancestress!
If you chance
on a rainy night
to visit,
if you chance
on a sunny day
to pass by,
look in to see
- how well we do
- how hard we fight
- how loud we scream
against the plots
- to kill our souls our bodies too
- to take our land, and
- feed us shit.
Come
benevolently,
Dear Fresh Spirit,
that rejoining
The Others,
you can tell them
now more than ever,
do we need
the support
the energy
to create
recreate and
celebrate…
nothing more
absolutely
nothing less.

Angry Letter in January and Other Poems, Dangaroo Press, 1992





RICARDO SÁNCHEZ RIVERA [11.655]

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RICARDO SÁNCHEZ RIVERA

Nació en Mariel, Cuba, el 2 de Febrero de 1923.  Decimista autóctono. Repentista de un talento especial. Desbordaba el octosílabo uno tras otro como agua salida de una fuente. Muchas de sus  décimas,  gracias a su memoria privilegiada, fueron grabadas por el poeta y editor Ernesto R. del Valle (Camaguey, Cuba, 1940) en la voz de su autor y  publicadas en su único libro SIMIENTES PRENDIDAS (Ediciones Glorieta, Miami 2010). Algunas de ellas aparecen en la Revista Literaria Guatiní.  Falleció a la edad de 90 años en Miami  el 16 de Junio de 2013







JOSE MARTÍ

1

Son pobres los versos míos
y es exigua mi oratoria
para cantar a la historia
que hay entre Paula y Dos Ríos.
Para cuántos desafíos
nació ese humano lucero
un 28 de enero.
Lucero que al ascender
concentró en sí más poder
que todo el poder Ibero.




2

Fue abogado, fue poeta,
periodista y orador
y fue como pensador,
hombre de profunda veta.
Pero la clara silueta
de su gran fisonomía
se perfiló más el día
que volvió para pelear
y con los pobres echar
su suerte como él quería.




3

Sigue su idea alumbrando
en América Latina
con su marcial disciplina
de corazón enseñando.
Planteles edificando
en los viejos caseríos
donde niños sin hastío
estudian de otra manera
por el hombre que cayera
de cara al sol en Dos Ríos.






A LA PALMA

1

La palma está en el escudo
y su erecta posición
a mí me da la impresión
de que me oferta un saludo.
Por eso de ella no dudo.
Mueve sus verdes estrellas,
habla de las epopeyas
y por sus firmes raíces
anuncian a los mambises
hijos de mi cuba bella.


2

Hay que tumbar el palmiche
que da la palma cubana
donde libre y soberana
hace nido la rabiche.
Hay que traer al trapiche
la dulce caña criolla
la más importante joya
que nos endulza hasta el alma
Por ello, la esbelta palma
erecta se desarrolla.






A LA EDUCACIÓN


1

El Hombre surgió sin nada
más que su fuerza y su instinto
pero fue siendo distinto
con cada distinta hombrada
Hoy va a Marte en la escalada
mayor de su evolución.
Hoy ciencia y técnica son
la divisa del progreso
y como aprendemos eso?
gracias a la educación.




2

La ley de la educación
nos hace tener conciencia
de la Historia, de la Ciencia
del mundo y su evolución.
El que de igual graduación
óptima la cima escale
será el que más alto cale
ese patrio amor que indica
lo que el himno significa,
lo que la bandera vale.



3

Por qué el hombre primitivo
vivió bajo el matriarcado
por qué alcanzo el patriarcado
en su avance evolutivo?
Qué cambio cualitativo
hubo en su organización
cuando en vegetal fruición
logró el fuego que tenemos?
Eso y mucho más sabemos
gracias a la educación.




4

También por la educación
podemos determinar
en qué mano debe estar
el modo de producción.
Cómo la liberación
del campesino se opera
y cómo la clase obrera
puede tener una fuente
de trabajo permanente
un himno y una bandera.





AUTOBIOGRAFÍA 

En la zona que me vio
crecer pálido y enjuto
si había un muchacho bruto
ese muchacho era yo.
El tiempo al fin transcurrió
buscando una nueva aurora
y ahora que mi edad aflora
a una cifra que ni cuento
soy tan feliz y contento
como los niños de ahora





LA LUNA

La luna durante el mes
presenta cuatro estaciones
y de estas presentaciones
voy a explicarte cómo es.
Llena es cuando la ves
que luce resplandeciente
y luego en cuarto creciente
no deja de ser brillante;
nueva y cuarto menguante
ya está descrito en presente.





DÉCIMA

Ninguna voz llega al alma
de Cuba, como tu voz
cortante como la hoz
guajira como la palma
En esas noches de calma.
afiebrada por Vulcano,
tu voz sale por el guano
volando como si fuera
un pájaro que le huyera
a la jaula del verano






ESTAMPAS  MAÑANERAS

POSTAL I

Cuando se apartan las brumas
del llano y del cañadón
salta el reloj del piñón
con un timbrazo de plumas.
Hace en las viejas yagrumas
sus gárgaras el arriero
y el céfiro mañanero
se abre como un abanico
en las ráfagas del pico
de un pájaro carpintero.




POSTAL II

En Cuba, mi patria, habita
la bijirita rastrera
la paloma sanjuanera
el totí y la tojosita.
Lejos del monte gravita
allá en el inmenso llano
y el sinsonte campechano
abre su canto doliente
ante el asombro inminente
del tocororo cubano






ENSEÑANZAS

1

Mi padre a mí me enseñó
a manejar las manceras,
los  surcos de las riveras
eran más grande que yo.
¡Cuantas veces me ladró
el perro de mi vecino!
Y como era mi destino
andar descalzo y a pie
muchas veces intenté
echarme al hombro el camino. 



2

A veces un aguacero
me hizo apurar el paso
convirtiendo en cielo raso
el ala de mi sombrero
Esperaba en el potrero
que el guayabo floreciera
y como mi cama era
una tabla de varía
por la tarde yo quería
que el sol nunca se pusiera.



3

¿Quieres tú más poesía
que un hombre, azadón a cuestas,
cuando el sol tras de las crestas
se pierde en la lejanía?
Llega lleno de alegría
hasta su casa estimada
y con la mente poblada
de los más felices sueños
besa a sus hijos pequeños
y a su esposa idolatrada






IMPACIENCIA

Yo también pinté la vera
del cansancio y del andén
cuando el retraso de un tren
hizo impaciente una espera.
Y ahora que la primavera
viste su acuarela hermosa
pinto del pino a la rosa
la sociedad libre y guapa
que hace más hermoso el mapa
de mi Cuba jubilosa.







RICARDO SÁNCHEZ RIVERA: 
UN SUEÑO HECHO DECIMAS


ENTREVISTA
 Por:  ERNESTO R. DEL VALLE / Cuba-EUA
________________________________________________________
Quiero que el mundo conozca a este hombre, a este inmenso poeta a quien, según él, un día El Indio Naborí lo llamó "El poeta nacional"
----------------------------------------------------------------------------------------

He conocido aquí en Miami, a todo un personaje, cubano, guajiro "reyoyo" de Pinar del Río. RICARDO SÁNCHEZ Y RIVERA . Este señor es repentista, tiene más de 80 años. Sus manos parecen estar marcadas por las manceras del arado y sus dedos conocer cada piedra y cada terrón de su conuco dejado en Cuba. Sus décimas fluyen tan espontáneamente que te quedas con la boca abierta. No es muy conocedor de la Literatura ha leído lo general, pero maneja unas metáforas que te dejan sin aliento como esta que un día me dijo:

"Y como era mi destino
andar descalzo y a pie
muchas veces intenté
echarme al hombro el camino”

Nació en Mariel, Prov. de Pinar del Río, Cuba. Obtuvo un total de siete premios en Concursos de Repentistas. Guajiro de profunda cultura natural. Naborí lo llamaba Poeta Nacional de Pinar del Río. No tiene nada escrito, nada publicado, pero las décimas que me ha dicho en las diferentes conversaciones que hemos tenido son de una factura clásica y de un contenido humano de largo alcance. Reside en Miami

Ernesto R. del Valle. Ricardo, dónde naciste, ¿en El Mariel?
Ricardo Sánchw\ez Rivera .-  Si nací en el Mariel un pequeño Municipio situado en Pinar del Río, la provincia más occidental de Cuba.
Mi familia no era pobre, era más bien acomodada porque mi padre contaba con una finca de 2 caballería y pico y mi infancia nunca careció de lo indispensable. Todo lo tenía.

ERdelV. .- ¿En qué fecha naciste?

RS.- el 27 de febrero de 1923.

ERdelV..- ¿Tienes hermanos?.

RSR.- Somos 5 hermanos

ERdelV..-¿ A qué se dedicaba tu padre?

RSR.- Mi padre se dedicaba a la finca se llamaba “Las Mercedes”, vendía 70 litros de leche diarios. Sembraba arroz, frijoles… bueno todo lo que se hace en una finca. Cuando chiquito yo lo ayudaba, ya de grande no, porque me fui a trabajar de estibador en el muelle. Me pagaban más, 23 pesos diarios, en un momento en que pagaban 2 y cuando más, 3  pesos el día. Y luego pasé a cultura, donde trabajé siete años

ERdelV..- Tú no trabajaste la tierra, aunque se te ven las marcas de los surcos en las manos.

RSR.- Sí, pero eso fue cuando chico, las manos se me han quedado así, porque trabajé muy duro.

ERdelV..-¿Cómo llegó la decima a ti? ¿o fuiste tú quien llegó a ella o los dos dieron el encontronazo?

RSR..- Bueno, mi papá improvisaba aunque muy mal, asonantaba las rimas, por ejemplo, papel con envolver, era un poeta natural, no conocía nada. Rimaba correr con Mariel, imagínate tú. El cantaba las décimas, sin guitarra, las cantaba pero con muchas faltas, improvisaba con muchas faltas como esa que te digo de la rima. Pero a mí me gustaba escucharlo.

ERdelV..- Me contaste cierta vez una anécdota ocurrida en tu vida a los doce años de edad, yo quisiera que la dieras a conocer ahora de manera pública porque me parece que marcó un hito en tu historia como decimista.

RSR.- Ah sí, yo estaba jugando dominó en una bodeguita de campo; un carnicero amigo mío me viene a buscar porque habían llegado unos poetas de La Habana y yo le dije “como yo voy a ir a cantar  donde están los poetas de La habana si yo soy un guajirito que canta aquí nada más, en la zona”  De todas formas me convenció ese señor  y me fui a cantar. Llegamos a la actividad, frente a una bodega, eran las doce del día, estaban Antonio Camino, Justo Vega, estaba, bueno, los poetas buenos de La Habana y yo a las doce del día estaba temblando, de miedo vaya…los nervios y entonces me subí a la tarima y me pusieron un pie forzado.
La bodega se llamaba El Vapor y estaba situada en la calle Céspedes 29 y me ponen un pie forzado que decía: que hace poco tiempo trajo, entonces yo comencé mi décima diciendo:

El Vapor está situado
en Céspedes veintinueve
todo artículo se mueve
bastante garantizado.
Un surtido abarrotado
de arroz, manteca, tasajo,
de papa, cebolla ajo
chícharos y macarrones
y latas de melocotones
que hace poco tiempo trajo

.Entonces, alguien dijo, “ese muchacho ha hecho una cosa muy grande.”

ERdelV. - ¿Quién lo dijo?

RSR.- El locutor, Tembre de apellido, daban unos premios que yo me horroricé imagínate.
Una lata de galletas El Gozo,  una guayabera de hilo, un pase para la ruta 35, que iba para La Habana y un pase para La Tropical, a tomar la cerveza que uno quisiera. Entonces le puse el pie a todos los poetas buenos y ninguno pudo mejorar mi décima y gané el primer lugar. Esa fue la primera vez que me paré ante un público grande.

ERdelV..- Allí fue donde conociste a Justo Vega,  Colorín.. etc. Y a partir de allí, tú le diste un giro a tu décima o seguiste igual?

RSR.- No, yo seguí cantando, pero me llamaban para participar en los guateques y fiestas, porque ya me conocía una gran cantidad de público. Yo cantaba entre los poetas buenos, no sabía si lo hacía bien o mal, pero yo cantaba.

ERdelV.. Sobre tus lecturas, Ricardo. A esa edad, tuviste acceso a obras fundamentales de la Literatura?

RSR.- Bueno yo leía algún que otro poeta español, por ejemplo a García Lorca, cuyas décimas me gustaban mucho. Conozco a Garcilaso de la Vega,  Góngora, Hilarión Cabrisas, Dante. A muchos poetas de la vez pasada.

ERdelV..- Y de esos autores, cual es tu preferido?

RSR.- García Lorca, quien más me ha gustado, bueno los otros también eran muy buenos, figúrate.

ERdelV. - De Lorca que es lo que más te ha gustado, su Romancero Gitano?

RSR.- No, las décimas.
Tú sabes que ahora mismo vamos  -deja ponerme yo también como poeta, para no quedarme rezagado-  vamos cuatro o seis a una competencia y gana uno, no quiere decir que los demás sean malos, uno tenía que ganar, entonces seguimos siendo buenos pero perdimos, estamos?

ERdelV..- Siempre llevo en la memoria, un fragmento de aquella décima que me dijiste hace un tiempo y que, caramba, ¡cómo voy a olvidar ese final antológico,  ese final de competencia.! Porque verdaderamente me impactó esa metáfora que usas. Me refiero a esa décima donde te echas al hombro el camino. ¿Puedes repetirla para que el la conozca en su totalidad?

RSR.- Sí, claro. Dice así:

Mi padre a mí me enseño
a manejar las manceras
y el surco de las riveras
era más grande que yo.
Cuantas veces me ladró
el perro  de mi vecino
y como era mi destino
andar descalzo y a pie
muchas veces intenté
 echarme al hombro el camino.

ERdelV..- Te lo digo, esa es una de las mejores cosas que he oído decir que me han impactado, ciertamente. Al igual que la decima dedicada a la Palma real cubana.

RSR.- Bueno esa décima la hice en una competencia de pie forzado que hice en Cuba.
Cuando yo trabajaba en Cultura de director de un grupo de diecinueve decimistas. Yo era director de ese grupo y estuve siete años como director allí. Entonces me pusieron un pie  que decía. “con el libro y el fusil”

Yo nací donde la palma
mueve sus verdes estrellas
y el río devuelve aquellas
que le tiemblan en el alma
.Yo nací donde la calma
del cielo enciende un candil
y por la tierra que mil
veces bendigo y prefiero
por esta tierra yo muero
con el libro y el fusil.

ERdelV..- Tu labor en Cuba, cuando entras a trabajar en Cultura, ¿fue netamente administrativa  o cultural?

RSR.- Bueno yo estaba cantando en la radio y la Televisión y entonces como me destaqué y era muy nombrado…


ERdelV..- Disculpa, ahora  que hablas de la radio, ,  se impone una pregunta. Estuviste en el programa Palmas y Cañas?

RS.- Si yo canté muchas veces en Palmas y Cañas, en Radio Rebelde también, en el Teatro Martí, me llamaban a todos esos programas. Y creo que por eso me llamaron para que dirigiera a ese grupo de 19 decimistas en el Municipio de Bauta. Estábamos todo el año en actividades.

ERdelV.. Te voy a hacer una pregunta y no creas que es capciosa.  Fíjate bien:
Angelito Valiente o Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí)?

RSR.- No, el Indio es trescientas veces mejor. Porque Valiente era buen poeta pero tenía sus fallas, con toda la publicidad que tenía, él fallaba mucho. Yo mismo le anotaba la falta muchas veces. Valiente hacía mucha mímica en el escenario, brincaba y hacía mucha mímica.

ERdelV..- Angelito rompe en el escenario con el quietismo de los intérpretes. Se movía mcho y hacía muchos gestos, cosa que antes de él, nadie hacía, al  menos en Cuba. El se robaba al público en la escena. ¿Y el Indio Naborí?
RSR.- No ese era todo un poeta.

ERdelV. ¿Es verdad que un día te dijo que eras el “Poeta Nacional”? ¿ cómo fue eso?

RSR.- Porque yo ganaba casi todas las competencias. Gané 7 Concursos a Nivel Nacional. El iba siempre como Jurado, figúrate y al verme ganar tantos premios, un día me puso la mano en el hombro y me dijo “Poeta Nacional”
Yo le dije,
-Naborí, Ud.  lo dice para burlarse de mí.
Y el me contestó,
-usted tiene cosas que yo no las tengo
Y yo le dije ,
 -esa es una modestia suya.

ERdelV..- Hemos hablado de algunos libros pero ¿tienes alguna otra lectura, algún otro autor que te haya ilustrado?

RSR.- Martí, con sus versos sencillos.

ERdelV..- ¿Por qué no escribes tus décimas.?

RSR.- Yo no sé no me ha dado por eso. Yo tenía muchas escritas pero resulta que cuando me mudé toda se me mojó y tuve que botarlas. No se podían leer. Y me dije, Total, no escribo más ná, total, pa qué voy a estar escribiendo si yo tengo que improvisar, lo improviso de momento, no tengo que estar buscando lápiz ni papel, de momento me pones un pie ahora mismo y le hago así, y ya está. Y no tiene falta, como si estuviera escrita.

ERdelV Estaré en Ave Viajera .
Ese es un pie forzado que te impongo para el final de la entrevista.
Dime primeramente ¿qué piensas de los decimistas e improvisadores que están surgiendo ahora mismo en Cuba?

RSR.- En Cuba hay muchos decimistas buenos. Casi mejores que los que están aquí. (en Miami)
Hay una porción de improvisadores jóvenes que son buenos, pero buenos.

ERdelV.- ¿De dónde crees que sale esa cantera de jóvenes decimistas?

RSR.- Son de Cuba, No? , y están en  Cuba.

ERdelV. Me refiero a ¿qué los impulsa  o los motiva a ellos a ser decimistas? ¿Algún programa que se está ejecutando para descubrirlos?

RSR.- No, no…Es su intuición , el talento de cada cual.

ERdelV.- Sin contar aquellos que  tienen la vocación y no la manifiestan por pena. De esos hay muchos.

RSR.- Sí eso sucede muchas veces.

ERdelV.-.- Mira, conozco el caso personalmente, en los años 66 o 67, en Morón, Tamarindo, en lo más intrincado de la zona rural. Un campesino, un hombre   minusválido, en su silla de rueda te hablo de Lucas Buchillón, escribía unas décimas hermosísimas. Fue descubierto por el entonces Director de Literatura del Consejo Provincial de Cultura Rómulo Loredo –ya fallecido-. Yo trabajaba entonces en el Dpto. Provincial de Literatura y estábamos enfrascados a la sazón en la creación de los Talleres Literarios, y en Morón, creo que Raúl Ferrer nos pone en antecedentes  sobre este decimista y un día lo fuimos a visitar allá, donde vivía. –en medio del campo de su valle de Los Barriles- y allí nos leyó una obra que hoy marca un hito en la décima contemporánea escrita. ELVALLE DE LAS GARZAS. Algo que estoy buscando por la Internet y no he logrado. Hoy, la Casa de la Cultura de Chambas y  el Concurso Provincial de Poesía, en Ciego de Ávila, lleva el nombre de este decimista. Ahora dime tú, cómo un hombre en esas condiciones, en ese lugar tan apartado,  que alternaba la silla de rueda con la cama, podía escribir cosas tan hermosas como:

“Ahora mi valle sí es
verde, de un verde, muy verde
porque jamás se le pierde
el verde, verde que ves.”

RSR.- Eso es así.

ERdelV.-.- De nada vale tanto oropel, tanta falacia, tanta presentación, y tantos guiones de una vaciedad  que aterra, si no hay talento, eso lo vemos con peligrosa asiduidad aquí en Miami. Ahora tú dices que para qué vas a escribir tus décimas, si con decirlas tienes. Pero escucha esto. Son décimas que el viento se las lleva y la humanidad no va recrearse en ellas.

RSR.- Está bien, el viento se las lleva pero se quedan en mi memoria

ERdelV.-. Se quedan en tu memoria…. hablando de esto, ¿qué técnica usas para recordar las letras de tus décimas?

RSR.- Si supieras que no uso técnica ninguna. No pienso en nada de eso. Todas las décimas que he hecho y las que han ganado premio, yo no sé…

ERdelV.-.- Por el camino venías diciéndome una décima, ¿la puedes repetir ahora?

RSR.- Mira esa es de cuando yo era jovencito que la hice así, “a rumbo” como quien dice.

En la zona que me vio
crecer pálido y enjuto
si había un muchacho bruto
ese muchacho era yo.
El tiempo al fin transcurrió
y vino una nueva aurora
y ahora, que mi edad aflora
una cifra que ni cuento
soy  tan feliz y contento
como los niños de ahora.

ERdelV.-.- Tienes algo más que decir?

RSR.-Bueno, qué decir tengo yo todo el día.

ERdelV.-.- Y a la nueva generación de poetas cubanos aquí, en Miami, qué le dirías?

RSR.-Bueno, aquí,  generación nueva no conozco, solamente a los que han venido de Cuba, nada más. 
Aquí han llegado muchos poetas buenos. Está José Antonio Cabrera, está “Candelita” está Soriano,  León,  Tejeda, los otros son “poeticas” de esos que…

ERdelV.-.- Ricardo, se me olvidaba, no sé, por esas cuestiones que uno lleva en la mente, quisiera que volvieras a decirme las décimas que me dijiste días atrás, llenas de añoranzas por el terruño que dejaste al venir para acá, para Miami.
Puedes complacerlos?

RSR.- Dice:

Cuando me fui de Pinar
el bohío me dio un beso
de guano por mi regreso
que no dejo de soñar.
Si un día me han a enterrar
cuando llegue el final mío
llévenme a pinar del río
por el aire o por el agua
y en un ataúd de yagua
entiérrenme en un bohío.

Yo en el bohío dejé
una plancha de carbón
un taburete, un fogón
y un molino de café.
Fue tanto lo que lloré
que hice un lago en el bajío
y yo creo amigo mío
al retirarme llorando
igual que lo hice cuando
me fui de Pinar del Río.

RSR.- Yo cantaba en San Cristóbal, y entonces me pasé para el municipio Pinar del Río, porque pagaban más y un día voy a San Cristóbal a una competencia en representación de Pinar del Río. Me pusieron un pie forzado que decía “del central José Martí.”
Y entonces digo yo.

San Cristóbal pueblo mío
no sabes cuanto te extraño
y ya ves que no hace un año
que canto en Pinar del Río.
Por todo aquel veguerío
siempre me acuerdo de ti
porque cuando estoy allí
en el tabaco que fumo
me parece ver el humo
del Central  “José Martí”.

ERdelV.-.- Para terminar, quiero retomar el pie forzado que dejamos atrás, para que ahora lo trabajes. El pie dice: “…y estaré en Ave Viajera”.

RSR.-
Del valle me entrevistó
y enseguida le respondo
y como sé pensar hondo
nunca le diré que no.
Es razón por la que yo
doy mi décima cimera,
yo improviso a la carrera
como poeta que soy
yo sé bien que ahí no estoy
y estaré en AVE VIAJERA

ERdelV.- Gracias, amigo, por su tiempo y su historia.

RSR.- No, qué va, gracias a ti, por todo.












DAVO VALDÉS DE LA CAMPA [11.656]

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DAVO VALDÉS DE LA CAMPA

Cuernavaca, Morelos, México 1988. Estudiante de Letras Hispánicas en la Universidad Autónoma del estado de Morelos. Forma parte del Colectivo La Piedra. Fue editor de la revista La Piedra durante cuatro años. Columnista de cine en La Jornada Morelos. Beneficiario del Programa de Estímulos para el desarrollo y la creación artística en 2009 con Sopor Aeternus (cuento) y en 2011 con Las mariposas (novela). En el 2010 publicó su primer libro de cuentos Relatos de un mundo depravado (EdicioneZetina). A finales de 2011 fue ganador de la convocatoria para publicación de obra inédita del Fondo Editorial del Instituto de Cultura de Morelos con su libro Ignoto (poesía) que salió publicado en 2013. Su más reciente libro, Despertar fue editado por Astrolabio. Forma parte del Grumo de Escritores de la Barba Naranja y organiza el encuentro Plumas Verdes de literatura para Cinema Planeta: Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente de Cuernavaca.





Cuauhnáhuac City

Vivo en esta ciudad que es como cualquier otra ciudad
 irreal fantástica triste sanguinaria y vulgar

Es una ciudad contradicción     Ciudad marítima que no tiene mar    Ciudad sin rascacielos    

Triste habitación que mira siempre al sur

Espacio configurado por el sexo y los partos     Por las credenciales    Por las ventanas que se abren al mundo     Tierra de grandes estacionamientos y de palmeras atemporales que se rehúsan a dejar el pavimento

Vivo en la tierra de los centauros y de las flores

La ciudad de los fantasmas ebrios    Y los árboles milenarios que acudieron al nacimiento del sol

            Ciudad epicentro  

Dos volcanes dormidos y debajo nosotros agitamos las manos diciendo adiós

 Mi ciudad es una barranca sin forma     Húmeda como el sexo de las buganvilias    Sensual como las piernas de una prostituta sin nombre    Trágica como las ciudades más antiguas del mundo

                                               Tumba de estrellas y signos

Un pájaro inmenso surca el cielo de otoño y debajo nosotros decimos adiós

            Luz solar que incendia el follaje    Mudo silencio que habita las rocas

Hablo sobre mi ciudad que es como cualquier otra ciudad

            en ella transitan automóviles e insectos sobre los mismos senderos

sobre sus calles vamos dando tumbos en busca del amor o de la calidez o en busca de un refugio que nos salve de la lluvia

El trópico nos nutre con el adormecimiento     A través del baile vamos regando semillas    Y el tiempo vuelve a su punto de inicio cuando el hombre cruza el meridiano

No vamos a ningún lado    Hemos anclado sobre esta tierra que anhela el mar    El aroma de las flores nos pudre por dentro    Pero la muerte es orgasmo colorido    Lugar donde de algún modo se vive    Humo rojo sobre los techos

                        Y debajo nosotros decimos adiós


[Porque en Cuernavaca he conocido todo: el amor, la amistad, la tristeza más honda, la maldad de la gente, la desesperanza, a mis perros, a los paisajes más absurdos (urbanidad y prehistoria en el mismo paréntesis) y porque aquí empecé a escribir]



del libro Ignoto (Secretaría de Cultura de Morelos, 2013)




Poema IX

A María Sabina

Soy el hombre que llora
estrella polar en el cielo sin fin
manecilla de reloj invertida
hombre aerolito
tierra mojada
bajo el copal reinvento
la alegoría del tiempo
Soy el cortador de espigas de oro
el que conduce las batalla del mar
mago y perdiz
viajero-niño que decidió regresar a la placenta
hombre de luz opaca
Soy el viento muerto del mono
el árbol que vaga entre las grietas
artesano de la piedra caliza
amaso la piel y la pulo entre mis dedos
Soy hombre que gira porque soy remolino
hombre luna menguante y estrella de la mañana
constelación guarache
por la que subo al cielo
Soy el sendero por el que van mis pasos
calcinado por un veneno incesante
Soy el hombre que pernocta en las arenas inmensas
y hace soñar a los insectos
Soy hombre que truena los cielos de rodillas
la lluvia se detiene en mis hombros
y mis cabellos fl otan frente a la greca solar
Soy un hombre de polvo y vino aguado
de lodo cálido y maíz criollo
Soy el hombre que palpa la gota de rocío
lobo y tambor
musgo y jaguar
Dibujo y escribo con carbón
en la ventana del último limbo






Vaivén

IV

Los barcos olvidan pronto
van fundiendo su proa contra la muerte
y poco a poco se hunden
callados en la bruma
Un barco se detiene a la mitad del mar
cuando dos amantes deciden volver
la mirada de la bóveda del cielo
a las aguas de sus ojos
En el centro de todo
en la parte más turbia y disforme del mundo
ocurre el milagro
dos labios se vuelven cuerpos





VI

Una estrella lánguida flotaba aún en el infinito
                                                   Thomas Mann


La luz había devorado a la sombra en una lucha inútil
y en el mar callado se respiraba un olor a muerte
Escondido entre la niebla y las rocas
afuera del cielo azul cobalto
un viejo barco se lamentaba
La noche cedía a unas nubes
cargadas de lluvia y vapor
y yo inmóvil miraba el sol
rasgar la bóveda celeste
No he visto aves volar este cielo
El aire se movía ferozmente
pero el mar inmutable parecía dormir
eterno
desde el fondo emergía
un grito sin voz
un alarido profundo y ancestral
La oscuridad volvió con la tormenta
y dejó caer su llanto
sobre el horizonte inacabado
Los párpados del cielo se abren




Vía

I

Ahora el mar es tan sólo una evocación lejana Lo escucho atrapado en los montes   En el llano mortecino veo hombres con redes de pescar vacías a sus espaldas   Caminan en círculos como planetas errantes Intentan hacer brotar el agua del suelo con golpes desesperados   Sospechan que bajo las grietas existía una marea   Recuerdan haber olido el océano en sueños   Los recuerdos son pájaros muertos en la arena   Pájaros muertos en la aurora cayendo en espiral   Las aves condenadas a volar hacia dónde va el sol se convierten en el monumento de sí mismas   Volar es ir deprisa hacia la muerte   Frente a la luz la vida se desploma ciegamente en las estepas   Como una flor que se abre se expande el instinto de volar   Y cuando el sol atraviesa el meridiano pliega sus pétalos   Me pregunto qué pasaría si el cielo y el mar se tocaran en el abismo   Me pregunto si todas las barcas encontrarán su rumbo   i todos los amantes cansados de amar la noche volverán a sentir su propia piel   Calla María alada y escucha crujir el cielo una vez más como un hueso roído Ahora lo sabes el mar está oculto en el desierto




V

Este cuerpo contiene todos los mares del mundo y aun así sigue seco   He navegado tanto tiempo durante tanto tiempo que el tiempo ya no es nada   Nunca he necesitado nada más que tus labios para decir algo   Y no importa que los muros tengan ojos y el cauce de las llagas nunca seque Necesito nadar sobre los vértices de tu recuerdo   El recuerdo único de tu piel sobre la mía como una ola inmutable   He despertado convertido en árbol   El océano me recorre   Mis raíces se pierden en los pueblos fantasmas de las profundidades   Tiento las sombras y un agua turbia me alimenta   Riego semillas en las grietas  Soy un árbol   Llevo el mar en mis entrañas




ERIK VARAS [11.657]

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Erik Varas 

Nació en Chillán (Chile) en 1978. Ha publicado DE CONTRABANDO. Ediciones Literatura Americana Reunida (LAR), 2013. Es Poeta, Gestor Cultural y Animador a la Lectura. Ha sido premiado en diversos concursos nacionales e internacionales: Tercer Lugar del Concurso Internacional de Poesía TALLER GREDAZUL y la Sociedad de Escritores de Chile, 2012, Primer Lugar,  concurso “Historias de nuestra tierra” organizado por el Ministerio de Agricultura de Chile, 2012. Primer Premio Concurso literario Gonzalo Rojas Pizarro, Lebu, 2013. Ese mismo año obtiene el Premio Ceres a las Artes Regionales del Biobío en la Categoría Poesía. Ha sido publicado en la Antología Americana: Todas las Voces, por Ediciones Vicio Perpetuo, Lima, y en la  Antología del Mundo Rural 2012 del Ministerio de Agricultura de Chile. Ha hecho presentaciones en el   II Festival Internacional de Poesía ARIQUEPAY 2013, Arequipa, Perú. En agosto 2013 participó en el 2ª Feria del libro y Primer Encuentro Internacional de Escritores de Artistas del Acero en Concepción. Es Diplomado de Fomento a la Lectura y Literatura Infantil y Juvenil de la Pontificia Universidad Católica de Chile, estudia Pedagogía General Básica en Universidad Andrés Bello.



Selección poemas de De Contrabando de Erik Varas
Ediciones LAR, 2013.



CLAUDIA

La abandoné en el Paseo Bulnes:
sentada, no esperaba nada del mundo
y vomitaba juventud a los 30.
Era chilena con un fatal pasado europeo
que no mencionaba por el pudor de los demás,
en ocasiones, cuando se emborrachaba
o tirábamos por varias horas
me decía con dulce agonía
que ella estaba muerta en Bruselas.
Era loca lectora de poesía francesa
encantaba ese vicio suyo por los libros.
Frenéticamente leía a Foucault
pero refulgía como la muerte
entre polvo y polvo
al leer “La casa del incesto” de Anaïs Nin.
Me trasvasijaba hacia ella
cada gemido poema palabra.
Era un manojo atrevido de nervios
que odiaba este país de mierda,
en realidad odiaba todo
en pequeños intervalos de ternura.







EL CONTRABANDISTA

Algún día haré lo que me dé la gana -se dijo-.
Y si algún hijo de puta moralizador se mete, tendrán que sacarlo del río. 
W. S. Burroughs

La encontré en el tiempo en que me zumbaba la muerte
y vivía como pistolero,
apuntándole a la brisa y a la noche
viviendo en una pieza sin ventanas
con un catre de madera, prestado
y un colchón de libros
escritos por muertos.

Se me instaló como humo en los ojos,
como una de mis balas perdidas
asimilada insonora
o inocente dialecto de cárceles.

Aquel tembloroso año
desde la ira hasta la emoción nueva
me volví contrabandista:
Un contrabandista de mí mismo.






EXPLORADOR DE ABISMOS

Ya no seré
explorador del abismo
mi hondura es insuficiente
y el temple, incorregible
apesta a una escala de lutos.

Debimos conformarnos
con la poesía;
nosotros, marginal mezcla
de militancia y ameba
sujetos a la inútil
tentación de decir nosotros.
Pues, de origen y casualidad
se deconstruye el sepulcro
donde se arrojan
nuestros mártires
sobre todo, en estos tiempos
en que la cordura
es un instrumento de cuerdas
desencajado
de tanta música repetida.

 




Palabra, experiencia y territorio en De contrabando de Erik Varas
Ediciones LAR, 2013.

Por Pablo Lacroix


La palabra contrabando hace referencia a la ilegalidad, también a lo prohibido y al concepto de mercancía. La pregunta en este caso es cuál es la mercancía, cuál es lo prohibido y qué es lo ilegal que propone Erik Varas en este libro. Posiblemente, luego de unas cuentas lecturas, el contrabando de Erik sería justamente la palabra, la experiencia de vida y el territorio.

Aquel tembloroso año
desde la ira hasta la emoción nueva
me volví contrabandista:
Un contrabandista de mí mismo.

(De EL CONTRABANDISTA, pág. 16)

De contrabando es un poemario que trabaja la escritura bajo tres perspectivas cruciales; la experiencia del autor con el entorno, con su pasado y con su labor literaria. Podemos observar, que el gesto poético se entrelaza en gran parte con las correferencias de autores guía, como son Baudelaire, Antonio Cisneros, Burroughs, Auster, Luis Badilla, Roberto Bolaño, Pablo de Rokha y Martin Sheen, elementos intertextuales que dirigen la lectura, la complementan y potencian.

Con turbia sed de altares
en el bar donde moran los pobres
o sobre el rumor de bodegas
meaderos y vómitos
naufraga en seco
el lenguaje del vino.

(De EL LENGUAJE DEL VINO, pág. 30)

El territorio y la experiencia de un sujeto acomplejado por el vivir, acomplejado por el habitus, es uno de los temas que más preocupa al sujeto lírico. El vino, en este caso, se transforma en lenguaje y spleen, en melancolía y retórica, en recurso lingüístico para enfatizar un estado barroco, contradictorio y de excesos. De alguna u otra forma, lo líquido en este libro cobra un rol protagónico, como una sustancia sostenedora, como un campo discursivo que sustenta el mundo de las ideas.     

La palabra
al otro lado de la imaginación
es la tierra
al otro lado del mar.

(De PALABRA ROBADA, pág. 32)

La maquinación retórica de Baudelaire sobre el vino en este libro se aplica con agudeza. El brebaje, como fértil instrumento de escritura, aquí se relaciona con el simbolismo cristiano en tanto reflejo de destrucción, de tragedia y extinción de la vitalidad. Como escribió Baudelaire; “No vale todo ello, oh botella profunda, /el penetrante bálsamo que tu fecundo vientre / ofrece al corazón del poeta abrumado”; pero también ofrece, esa clarividencia fulgurante, como en el poema El barco Ebrio de Rimbaud, o como en el poema 7 DE JUNIO 2011de Erik Varas:  

Ayer alcancé a Cristo en su revolución
y como una secante atravieso, prófugo, la edad del mundo.
Ágil engatuso la escritura mural
y la palabra alcohólica
con las que remilgo
el contrato de mi pasado.
Ya no quiero ser el héroe a sorbos de hastío.
Ya no puedo ser Rimbaud en el matadero.

(De 7 DE JUNIO 2011, pág. 33)

El barco como navegación, el Cristo como estaca, la palabra como arqueología del pasado. Sin embargo, esa navegación también circula por los planos de paisaje, por los territorios de la infancia o esa vida ya perdida, la que se guarda en la memoria. Aparecen en este libro, referencias a tres ciudades, una de ellas es Lebu; “te llamó la voz aborigen / hermana del kultrún /que talló su sonido /en la púa del alambre /mordiendo el laurel” (25), a Chillán; “Chillán es el fuego /de los amigos muertos” (37) y también a Pemuco “las huellas digitales de carretas y mitos; /olor a paisaje / atraviesa el cristal /como el dolor de deudos / atraviesa cementerios” (41). Todas bajo una estética melancólica, bajo un foco retrospectivo y suave. Como una brisa que se unde con la memoria, moviendo los hilos, arremetiendo contra la tristeza. 

Sin lugar a dudas, De contrabando es un poemario certero, preciso en su estética, directo y fino. Pulcro en su enunciado, con carácter al momento de fijar el objetivo, el modo en que trabaja la palabra, la experiencia de vida y el territorio. Como golpe Knock Out, el hablante termina con una sentencia, a modo de Epílogo, de finalización de al menos este proceso de escritura, una sentencia que nos remece como lectores y nos define una de las tendencias literarias más poderosas y antiguas de la literatura, la poesía:

“El Poeta es un contrabandista de sí mismo con la realidad”

(De EPÍLOGO, pág. 46)

De Contrabando es, a fin de cuentas, una obra que sitúa al lector en una poderosa corriente de experiencias fúnebres, de amores descompaginados, de retóricas abyectas y figuras que reflejan el habitar de la memoria, como un soporte doble, como un oleaje destructivo y a la vez conciliador.


MARVIN DURÁN [11..658]

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Marvin Durán

Tijuana, México,   año del Dragón. Literatura en la UABC hace varios ayeres. Caza de letras, UNAM. Un poemario: Pecados cafetales. Innumerable cantidad de pasquines. Varias revistas nacionales. Soy muy lento para escribir. Pero lo que escribo va a marvinduran.com. Comida China. Nieve de pistache. Gelatina de frambuesa. 1976 [dragón de fuego]. En todas las historias está escondida una novela.









Poema aeroportuario

Que la gente que pasa
Que camina que habla
Que va y que no viene
Que estorba
Que espera valijas
Que pierde salidas
Que llegan llegadas
Que la gente trajina
Que vuela
Que vuela

Hay gente que vuela y no viaja







MI CUERPO SE ALIGERA

Sabemos estar tan cerca y tan distantes
y a lo largo del tiempo
no encontramos lugar
donde la brisa nos abrace en secreto
donde no nos descubra tu risa
al borde del abismo
al borde de tus labios
de tus pechos
haciendo malabares, equilibrios
amantes que no se ven
amantes que se ven y no se tocan
inmóviles
pasivos

Soy un granito de arena
resoplando en tu boca







Mario Benedetti está en mi alacena
tengo al poeta perdido en la gaveta
el amor ha perdido su camino
encerré por fin esas pasiones
no sabían cuál era mi destino
tengo a don Mario perdido entre las latas
de la sopa de pollo y tallarines
perdí el sabor oculto de los besos
nada sé de damas o catrines
tengo la paz que hace tiempo me faltaba
por haberte metido en la alacena
junto al azúcar quedaste mutilado
nadie sabrá que allí estás escondido
cuando procures escapar me avisas
para dejar la llave en la mesa
ya dejaré que escapen más sonrisas
cuando me libre por fin de ese poeta
que sólo consiguió darme tristezas
antes que me pudiese vender una sonrisa
porque cansado estoy de ser la brisa
que a tus antojos me robaba hasta la fuerza
de conseguir un amor que no endurezca
el corazón más blando de vida







A una mujer de noches interminables

Dulce mujer de noches apacibles
gris tu sonrisa en grises desvelados,
dame a pensar que el cielo oscurecido
quiere creer que sueñas a mi lado
vuelve a soñar con noches dormilonas
vuelve a soñar con días de guardar
sueña que vuelve la paz de medianoche
sueña a volver al sueño del amar
dulce mujer de labios enredados
de letras graves, de poemas precisos
quiero sabernos hoy inseparables
(la amistad, las letras, el amor)
vivir no es un juego de indecisos
dulce mujer de llanto sofocado
quiero en abrazos lavar tu sufrimiento
guarecerte de la lluvia, el viento
cuidarte del noctámbulo, violento
amanecer de ojos deslavados
sabia mujer de precisas expresiones
las noches son de ti interminables,
¿y la cálida mirada que te guardo?
un recurso natural: inagotable






Usted no es de porcelana

Tu piel no es de porcelana
es suave, lo es
es dulce al tacto
dulce a mis ojos
dulce, como el silencio
como el silencio que nos funde
como el momento infinito aquel
cuando el ocaso
se funde con la noche
tu piel no es de porcelana
es cálida, lo es
tibia, acaso
tibia cuando mi lengua
recorre
tus párpados
tibia cuando mi cuerpo
aguarda por el tuyo
tu piel no es de porcelana
porque no sos frágil
sos firme, lo eres
firme de corazón y al final franca
cuando el barullo acaba
y queda sólo tu corazón
pendiente
de escuchar los latidos
callados
del mío.






Géminis

Quién me diría
que llegado el viernes
la botella de merlot que descorché
sería compartida a la distancia

Luego entonces
el silencio absoluto
de las horas
(días)
sin tus letras
se acumula en mis lentes

Charlar contigo
en algún soberbio respiro
dejó de ser suficiente
cuando
pasada la medianoche
tu nombre me despierta
(atormentado poeta soñador)

Supongo
(porque además supongo con certeza)
que todo pasó
si es que pasó
solo en mi cabeza

Preocupa
(porque además me preocupa mi certeza)
la situación distante de los años
¿dónde quedaron los días
donde los días eran más estrechos
respecto de nosotros?

Pasadas las tres
despierto cansado de soñarte
con tu nombre en los ojos
y con tu signo zodiacal en los labios

Entonces
rendido
regreso a la cama
temeroso.







DARIL FORTIS [11.659]

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DARIL FORTIS

05 de enero de 1988, Tijuana BC, México. Escritor. Ha participado en Festivales Literarios y Ferias del Libro. Su trabajo ha sido publicado en revistas diversas y antologías poéticas a nivel nacional e internacional. Cuenta con la publicación de los poemarios Peces Rojos (2011) y Selección natural (2012). Mantiene activo el blog de crítica de arte Voyeur Activo. Actualmente es colaborador en la revista digital DODO Editions (EUA) y estudia la carrera de Artes Plásticas en la Universidad Autónoma de Baja California UABC.







Nuestra muerte 

La muerte es la socialización de la finitud. 
Es el modo inasequible del futuro, del devenir inaplazable. 
Hemos vivido en la muerte y con la muerte. 
Es el comienzo y recomienzo de la sensación corporal. 
La muerte tiene nuestros ojos, 
muerde con nuestra dentadura 
y se lame los restos corporales con nuestra lengua. 
La muerte baila, camina, canta. 
La muerte siente que nuestro cuerpo es sobradero, 
que la carne nos estorba. 
Ella nos llevará a los cielos, 
a los mantos celestes de infinitos colores. 
La muerte es conciencia oscura, 
es perfume de luz, 
es el grito de las plantas cuando se les arranca el suelo. 
Vamos a morirnos poquito. 
Sigamos gozando con esta muerte permanente. 
Disfruta tus altares internos, 
tus ofrendas viscerales, 
los cerebrales rezos de tu cabeza. 
Deja que la muerte cante desde tu cuerpo al mundo. 
Que exista, que se expanda cual perfume de luz, 
inunde los cuerpos vecinos 
las muertes se mezclen y formen un tejido, 
una muerte viva, vivísima y amorosa. 







Posnarcoterrorismo 

Somos nosotros.
Somos las malas compañías,
los niños de los que te alejaron tus padres.
Somos los infantes olvidados por el pensamiento de la urbe.
Somos los cuerpos decapitados,
los cuellos lacerados por los cordones.
Somos los cráneos horadados por las balas de tus ojos.
Somos el producto del mercantilismo,
los zombies del crecimiento económico.
Somos el platillo mexicano hecho hombre.
Somos las manos, el dedo que ajusta el gatillo.
Somos la desesperación del mundo en papeles verdes.
Somos los niños sin letras
las madres y esposas que soportan, que nos portan.
Somos la incredulidad del día.
Somos los machos, los peleoneros.
Somos los niños de blanco con el juramento escapando por las yemas.
Somos la corrupción con nombres y cargos.
Somos el feto del deseo mal logrado.
Somos los sicarios enjutos y marginados.
Somos la sociedad esquizofrénica.
Somos los morfismos de la muerte nueva.
Somos los cuerpos fragmentados
las mentes acribilladas por el miedo.
Somos el tercer cuerpo mutilado.
Somos el simbolismo hecho pedazos.






AMORTAJAR

Uno aprende de cuerpos en movimiento,
de los inertes, de los incompletos.
Uno aprende tanto.
Todo cuerpo enseña. Penetradlos.






DIÁLOGO DEL PENSAMIENTO

Dentro.
La cualidad aromática hace de ellos expansores indetenibles, 
estiran los cuerpos, los rompen.
Nos duelen los pensamientos,
porque se meten en los intersticios.
Entre. Y. Entre.
Ahí donde el espacio es libre, dueño de sus campos.





DIÁLOGO DE LA FE

No caeré en el cliché del amor incondicional.
No amaré la totalidad del ser imperfecto,
del perverso y tierno, del entregado, del débil.
No amaré sus errores y sus aciertos.
No entraré en el círculo de los adoradores del humano,
no me conformo con la imperfección mortal.
Buscaré un semidios. ¡No!
No uno de ellos, algo superior:
un dios exclusivo. Mío.







DIÁLOGO DEL ORGASMO

Digamos que hemos muerto
y que esta sensación al penetrarnos
son los intentos inútiles
de resucitación.







HISTORIA

Al pronunciarte te toco.
Toco tu cuerpo, tu nombre, tu imagen,
toco tu inexistencia en la mente de millones.
Cuán poderosa es la voz,
cuánto poder puede encapsularse en las palabras,
cuántas mentes citadas.
Porque cuando digo
hombre
se desprenden de los cuerpos
millones de representaciones simbólicas,
millones de hombres dismorfes
que se aglutinan en mis labios,
en mi lengua que se contrae y relaja.
Y cuando digo corazón
secuestro a los corazones del mundo
entre mis manos imaginarias
los aprieto, los junto y
creo un corazón con miles de latidos,
un corazón arrítmico
condenado a una vida de muertes espontáneas
y resucitaciones súbitas.
Y cuando nuestras palabras sean erráticas o inconclusas
excitaremos símbolos quiméricos,
de ojos inacabados, de pies mutilados por nuestra lengua
destrozados por nuestras dentelladas silentes.








CÉLULASESPEJO

Habría que realizar implantes
masivos de neuronas espejo.
Habría que dejar los cráneos destapados,
con el cerebro al intemperie,
con el cerebro hermoso de espejo.
Habría  que esquivar los rayos lumínicos del sol
para observar nuestro reflejo en el cerebro ajeno.



HELEN ADAM [11.660]

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Archivo: Helen Adam.jpg

Helen Adam 

(2 de diciembre de 1909 en Glasgow, Escocia - 19 de septiembre de 1993 en la ciudad de Nueva York ) fue una poeta escocesa, participante activa en el Renacimiento de San Francisco, un movimiento literario contemporáneo a la Generación Beat que se produjo en San Francisco durante los años 1950 y 1960. Aunque a menudo asociada con los poetas beat, ella más exactamente sería considerada una de las predecesoras de la Generación Beat.


PREMIOS:

1981 American Book Award

PUBLICACIONES:

The Elfin Pedlar and Tales Told by the Pixie Pool , 1923
Charms and Dreams from the Elfin Pedlar's Pack , 1924
Shadow of the Moon , 1929
The Queen O' Crow Castle , 1958
Ballads , 1964
Counting Out Rhyme , 1972
Selected Poems and Ballads , 1974
Ghosts and Grinning Shadows (a collection of short stories), 1977
Turn Again to Me and Other Poems , 1977
Gone Sailing , 1980
Songs with Music , 1982
The Bells of Dis , 1984
(With Auste Adam) Stone Cold Gothic , 1984.
"San Francisco's Burning", 1985
A Helen Adam Reader . Edited with notes and an introduction by Kristin Prevallet , 2008.




Poemas traducidos por: Ignacio Villaro Gumpert 




LA REINA DE CASTRO CUERVO (fragmentos) 

Negros pendones restallan al embate de la oscuridad 
Desde la torre de Castro Cuervo vuela 
 una chispa roja 
Insensato el hombre, cuando baten las brunas banderas 
que a la Reina del Castro del Cuervo desposa 

[...] 

Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ¡Grazna! 
Baja en picado, trajín de trasgos horrísonos aullando 
 Se abren brechas, crujen cráneos, 
 golpe de badajo, mazazo, polvo y ceniza, 
 muerto al hoyo, muerto al hoyo, 
grazna el grajo, rompe, rasga, 
el ocho eres tú. 





THE QUEEN O’ CROW CASTLE 

Black banners beat in the onrushing dark 
Frae the tower o’Crow Castle there flies 
 a red spark 
Rush is the man, when the black banners blow, 
Wha weds wi’ the Queen o’ the Castle o’ Crow 

[...] 

Ain, twa, three, four, five, six, seven, Craw! 
Swaked doon, bogle bit, caught up skirlin’, 
 brains brackled, skulls crunched, 
 clapper clawed, dunted, dust and ashes, 
 dead gone, dead gone, 
Kra, raw, clap, slap, 
Eight will be you 





APARTAMENTO EN TWIN PEAKS 

Recuerdo, cuando la luna clara brilla, 
cómo a mi esposo al oído le decía 
cual el dentista que indica «abra la boca» 
«¿es que no me vas a dar lo que me toca»? 

«¿No has de ser el anfitrión gentil que tiene 
a gala un hogar brindar como conviene? 
Cuando vengan mis amigas de visita, 
quiero alfombras de la puerta a la salita.» 

Luego en la alfombra sangró, tras formidable 
lid con las fauces de la cama plegable. 
Berreó cuando le engulló la aspiradora 
para en bolsas escupirlo en buena hora. 

Por Twin Peaks rodó su cráneo risco abajo. 
Los chihuahuas de Maud remataron el trabajo. 

[...] 

Otro espectro carcomido, otro hombre ido, 
otro esposo tibio al cuerno: despedido. 
Servidos aún más fríos que sus votos conyugales, 
sacien con sus huesos los chihuahuas otros males. 






APARTMENT ON TWIN PEAKS3

I remember, when the moon shines clear 
How I’d whisper in my husband’s ear 
Like a dentist saying “Open wider” 
“Don’t you want to be a good provider?” 

“Don’t you want to be the gracious host 
In a lovely home of which you’re proud to boast? 
When my girl friends come to call 
We’ve got to have carpeting from wall to wall.” 

After the carpeting he fought and bled 
Trapped in the jaws of the Davenport bed! 
He screamed as he vanished up the vacuum spout. 
In tripled-sealed bags it spat him out. 

We chased his skull across the Twin Peaks stones. 
Maud’s pet chihuahuas ate the rest of his bones. 

[...] 

Another gnawed ghost, another gone man, 
Another mild husband in the garbage can 
Served up colder than his marriage vows 
On his bones let chihuahuas browse. 






COPLAS DE MARGARETTA 

En Ámsterdam, ciudad vieja, 
tañen campanas al vuelo; 
todo el día repicando, 
surca su cháchara el cielo. 

Joven soy en ciudad vieja, 
con el corazón marchito. 
Y las campanas proclaman: 
«Todo ser está bendito.» 

En Ámsterdam, ciudad vieja, 
sola tras una vitrina, 
con mis ligas de lamé por todo atuendo 
y en la mano una bujía. 

Los que pasan por mi vitrina encendida 
me miran de arriba abajo: 
otra bagatela en venta 
de un turístico mercado. 

Allí paso días y noches 
de furia, vergüenza y vicio. 
Joven soy en ciudad vieja, 
practicando un viejo oficio. 

Y en el cielo las campanas 
a mi corazón extinto 
le susurran dulcemente: 
«Todo ser está bendito.» 





MARGARETTA’S RIME 

In Amsterdam, that old city, 
Church bells tremble and cry; 
All day long their airy chiming 
Clavers across the sky. 

I am young in the old city, 
My heart dead in my breast. 
I hear the bells in the sky crying, 
“Every being is blest.” 

In Amsterdam, that old city, 
Alone at a window I stand, 
A spangled garter my only clothing, 
A candle flame in my hand. 

The people who pass that lighted window, 
Looking me up and down, 
Know I am one more tourist trifle 
For sale in this famous town. 

Noon till dusk at the window waiting, 
Nights of fury and shame. 
I am young in an old city 
Playing an older game. 

I hear the bells in the sky crying 
To the dead heart in my breast, 
The gentle bells in the sky crying 
“Every being is blest.” 






ÚLTIMAS PALABRAS DE SU AMANTE 

Graznó el loro tuerto: 
«¡Mejor muerto! ¡Mejor muerto!» 
En la pared murciélagos hallaban acomodo. 
Las sábanas del lecho 
eran plomo, eran plomo en mi pecho 
y en torno el polvo cubría todo, cubría todo. 

Una nube negra, aciaga 
cual mortaja, cual mortaja, 
bañaba un cielo agónico amenazadora 
y bajo mi piel mis huesos 
elevaban un coro lastimero: 
«¡Déjanos salir! ¡Salir! ¡Llegó tu hora!» 
«¿Y dónde iréis vosotros, 
mis huesos quejumbrosos, 
cuando mi cuerpo no sea más que polvo yerto?» 
«Correremos hasta 
tu dama, tan casta,
a prenderla con lujuria de esqueleto.» 

« Sí, esqueleto, aprisa, 
ve a aquella tan altiva, 
tan fría, más fría aún que la piedra. 
La que desdeñó 
los goces de mi amor 
que cate ahora el beso de mi calavera.» 

«Su favor ganaremos 
—bajo mi piel rieron— 
con un requiebro helado que le plazca 
más que el carnal frenesí. 
Sin esperar a un “Sí” 
tumbaremos a tu dama tan casta.» 

«Se merece tal suerte 
—rezongaron—: ¡la muerte!» 
Mas terció el corazón con un suspiro: 
«Concededle el perdón. 
Su belleza bien valió mi dolor, 
pues contemplar su rostro era estar vivo.» 

Me estremecí entonces 
al musitar su nombre 
y abrí los ojos a la luz del día. 
Mas graznó el loro tuerto: 
«¡Mejor muerto! ¡Mejor muerto!» 
Así que los cerré a una noche infinita. 






LAST WORDS OF HER LOVER 

The bald parrot said, 
“Better dead! Better dead!” 
The bats nestled thick on the wall. 
The sheets of my bed 
Felt like lead, felt like lead 
And dust smothered all, smothered all. 

A glum thunder cloud 
Like a shroud, like a shroud, 
Flowed over the vanishing sky, 
While the bones ’neath my skin 
Raised a querulous din, 
“Let us out! Let us out! Time to die!” 
“Oh! where will you run 
In the beams of the sun, 
Snarling bones, when my body is dust?” 
They replied “We will haste 
To your lady so chaste.
And seize her with skeleton lust.” 

“Yes, skeleton, run 
To that arrogant one 
Who is colder, far colder than stone. 
She who refused 
The delights of my love, 
Let her try the embraces of bone.” 

“Her favour we’ll win” 
Laughed the bones ’neath my skin 
“With a chill wooing more to her taste 
Than the fires of the flesh. 
Never waiting for ‘Yes’ 
We will tumble your lady so chaste.” 

“She deserves such a fate.” 
Croaked the bones in their hate. 
But my heart sighed “Forgive her, forgive. 
Her beauty” it sighed 
“Every pang justified. 
To look on her face was to live.” 

Then shaken with flame 
As I whispered her name, 
I opened my eyes to the light. 
But the bald parrot said, 
“Better dead! Better dead!” 
So I closed them on infinite night.

MADELINE GLEASON [11.661]

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Madeline Gleason 

(Nació el 26 enero 1903 - Murió el 22 abril 1979) fue una poeta de Estados Unidos y dramaturga. Fue la fundadora de San Francisco Poetry Guild y, en 1947, directora del primer festival de poesía en los Estados Unidos, sentando las bases (junto con otras figuras como Kenneth Rexroth, Robert Duncan, William Everson, Jack Spicer, James Broughton) y otros, por lo que se conoció como el Renacimiento de San Francisco . Ella era, con Helen Adam, Barbara Guest, y Denise Levertov, una de sólo cuatro mujeres cuyo trabajo se incluyó en Donald Allen antología 's punto de referencia, The New American Poetry 1945-1960 (1960).
Madeline Gleason fue una de las fundadoras de la escuela de poesía de San Francisco de las décadas de 1940 y 1950 y promotora de los recitales públicos en torno a los que se gestaría el movimiento beat. Su obra poética se centró en temas míticos que contrastaban vivamente con la poética de factura libre de sus coetáneos, según se explica en WOTBG. Se subraya también su espiritualidad y su yuxtaposición de lo mundano y lo divino. Ambos polos se ponen de manifiesto en la selección de sus poemas, así como su oscilación entre el verso libre y las formas más clásicas. La misma variedad he querido que se reflejara en las muestras elegidas como ejemplo. 
La propia creación poética, sometida a esa tensión de lo divino y lo profano, es el tema del primer poema, cuyo título, The Interior Castle, nos remite directamente a la poesía mística española.







Traducciones y texto: Ignacio Villaro Gumpert




CASTILLO INTERIOR 

Ese invisible motor propulsado por palabras 
corre veloz, lento, entrecortado, nunca para, 
reuniendo y dispersando según pasa 
los pertrechos del alma. 

La inseguridad del poeta 
es su seguridad. 
El arrastrado paso de su mente 
hacia la máquina móvil 
la atrae para demorarse 
en el umbral 
de lo que ignora: 
el castillo interior. 
Penetra, halla el gran salón desnudo. 
Invoca allí a aquel árbol 
que da perlas por fruto, del tamaño de manzanas; 
se acerca al árbol, 
coge una perla, y canturrea. 

Un buen santo le ofrece instrucción 
para su guía, 
y Belcebú maestros 
en la lengua de la seducción. 
Ambos traen sus tropas y bagajes, 
una compaña de voces 
sonando al tiempo, 
celestes e infernales; 
una hoguera crepitante de palabras 
que se elevan, de incienso en un humo dorado. 
Santo y Lucifer combaten 
por ganar su lealtad. 
Durante la contienda, 
de un muro hace el poeta 
un espejo de invención en el que 
ver al niño que es 
calculando el momento de sus artes 
bajo el árbol perlado. 

El castillo interior 
en que moró Teresa 
y todos los destellos de su espíritu tocaron 
en acompañamiento riguroso, 
ése es lugar mismo 
al que acude el poeta; 
un lugar que es a ratos 
frío y cálido, 
ameno e intolerable. 
Con en su corazón de Venus el influjo 
y su cabeza bajo el de Saturno, 
se da muerte el poeta, para luego 
alzarse de entre los muertos, 
de un árbol escalar hasta la copa; 
mientras en torno a él 
allí, presentes todas, 
subidas al motor ese invisible 
propulsado por palabras, 
una compaña de voces. 
En un arrebato se hace torbellino 
girando en torno al espetón de sus rayos ardientes, 
y su canto encendido prende el salón en llamas.







THE INTERIOR CASTLE 

That invisible engine powered by words 
runs fast, slow, haltingly, never rests 
collecting and dispersing as it goes 
the soul’s furnishings. 

The insecurity of the poet 
is his security. 
His shambling mental movements 
toward the moving machine 
attract it to idle 
at the threshold 
of his unknowing: 
the interior castle. 
He enters, finds the great room bare. 
There he summons forth that tree 
of which the fruit is pearls, large as apples; 
he approaches the tree,
plucks a pearl and hums. 

A good saint offers instruction 
for his guidance, 
and Beelzebub tutors 
in the language of seduction. 
Both bring their troops and trains, 
a company of voices 
rattling together, 
celestial and uncelestial; 
a crackling bonfire of words 
rising in incense of golden smoke. 
Saint and Beelzebub contend 
for his allegiance 
During their contention 
the poet makes of one wall 
a mirror of invention 
to see the child he is, 
timing his wizardry 
under the pearl tree. 

The interior castle 
where Teresa stayed 
and all her spirit’s lightning played 
to rigorous accompaniment 
to that same place 
the poet comes; 
a place that by turns 
is cold, warm, 
pleasurable, intolerable. 
With the influence of Venus in his heart 
the influence of Saturn in his head, 
the poet kills himself, 
then rises from the dead, 
climbs to a tree-top; 
while around him 
there, all there, 
aboard the invisible engine 
powered by words, 
a company of voices. 
In a fury he spins himself 
turning upon the spit of his own burning rays, 
and in a passion sings the room ablaze. 





RENACER 

El valle y las colinas sinuosas 
se convierten en páramo baldío 
como un desierto, e igual de silenciosas. 
Ya no oye a la alondra del estío. 

No ve ya a la ardilla detenida, 
la cárdena ribera ahora se ha hecho 
lívidas lomas, del sol a la caída, 
navegando sobre un colchón de helecho. 

Se ve ahora mudo, ciego y desnortado, 
perdido en las tinieblas de su mente. 
Boca abajo tendido sobre el prado 
plancha las margaritas con la frente. 

No oye al viento tumbar la rama baja 
que se inclina hacia él en un reflejo, 
sólo un mundo que se hunde y resquebraja 
mientras su alma hace añicos el espejo. 





REBIRTH 

The valley and the rolling hill 
Become a landscape flat and stark 
As any desert and as still. 
He does not hear the meadowlark. 

He does not see the squirrel bound, 
The violet bank at sundown turn 
Into a rippling purple mound 
Moving upon a bed of fern. 

Without a compass, dumb and blind, 
Face downward in the field he lies, 
Lost in the darkness of his mind, 
The daisies pressed against his eyes. 

He does not hear the wind that bends 
The low bough towards him in the grass, 
But only his world that cracks and ends 
As his soul breaks its looking-glass. 





EL POETA DEL BOSQUE DE MUIR 

La paz se le ocultaba, 
a él y a su país 
como una estrella 
en un eclipse, 

y abandonó el poeta el lazareto 
del mundo, en que los suyos, 
el alma en bancarrota, se instalaron, 
para seguir su rumbo. 

Vagó durante días 
por el bosque, hasta perder la cuenta 
de cuanto del mundo había aprendido: 
todo era podre y hienda. 

Y atrajo a sí la paz 
de brotes y de helechos, 
de las hierbas en flor, 
de raíces y de brezos. 

Y estando en paz consigo 
le atrapó una ilusión: 
que el mundo estaba en orden, 
sin mal ni corrupción. 

Con hojas de laurel 
se hizo una corona 
y luego contempló 
en torno a sí las lomas. 

Ante el poeta aquel 
ante cuyos laureles 
no se postraba nada 
sino las ramas leves, 

descendida en el viento, 
una figura se aparece y dice: 
«Vuelve con los que temen 
sin saber qué temores les afligen 

»Quítate los laureles 
y vuélvete a tu hogar, 
salva a aquellos que habitan 
la casa del pesar. 

»Y dile a los amigos 
de que perdiste cuenta 
que sólo medio mundo 
es podre y hienda.» 

Se esfumó la figura 
y se quedó el poeta 
solo, pasmado, 
turbado en la maleza. 

Se dio la media vuelta 
pero en cuanto así hizo 
pensó en la roca, siempre cuesta abajo, 
del impotente Sísifo. 





THE POET IN THE WOOD 

Peace hidden from him 
 And his nation 
 Like a star 
 In occulation, 

The poet left the lazar-house 
 Of the world, where his friends, 
 Bankrupt in spirit, were encamped 
 And pursued his own ends 

Days he walked wandering 
 In Muir Woods, forgot 
 What he had learned of the world 
 That was all merd and rot, 

And drew peace to him 
 From ferns, delicate shoots, 
 Flourishing weeds, 
 Herbs, hedges and grass roots, 

And having attained self-peace, 
 Was under the illusion 
 That the world was in order 
 And the wicked no longer in collusion. 

He picked the leaves of a laurel, 
 With a wreath crowned him, 
 And considered 
 The small hills around him. 

Before this poet 
 Whose laureateship 
 Commanded nothing 
 But boughs that dip, 

Weighed down by the wind 
 A figure appeared and said: 
 “Return to those who fear, 
 Yet know not what they dread. 

“Take off the laurel 
 And go home again 
 Save those who live 
 In the lazar-house of pain. 

“And tell those friends 
 About whom you forgot 
 That only half the world 
 Is merd and rot.” 

The figure fled. 
 And the poet stood 
 Alone, stunned 
 And shaken in the wood. 

He turned to leave, 
 But turning thus, 
 Thought of that down-rolling rock 
 And helpless Sisyphus. 





LAWRENCE RAAB [11.662]

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Lawrence Raab

Lawrence Raab (Nacido en 1946 en Pittsfield, Massachusetts) es un poeta americano.
Se graduó en la universidad de Middlebury, en el año 1968 y en la Universidad de Syracuse con un MA en 1972. Fue profesor en la Universidad Americana 1970-1971, Universidad de Michigan, y el Williams College 1976 hasta la actualidad. Su trabajo ha aparecido en The New Yorker y el Virginia Quarterly Review. Vive en Williamstown, Massachusetts. 

PREMIOS:

1992 National Poetry Series , for What we don't know about each other
2007 Guggenheim Fellowship [ 6 ]

PUBLICACIONES POESÍA:

Mysteries of the Horizon . Doubleday. 1974.
The collector of cold weather . Ecco Press. 1976. ISBN 978-0-912946-32-0 .
Other children: poems . Carnegie Mellon University Press. 1987.
What we don't know about each other . Penguin Books. 1993. ISBN 978-0-14-058701-2 .
The probable world . Penguin. 2000. ISBN 978-0-14-058921-4 .
Winter at the Caspian Sea (with Stephen Dunn) . Palanquin Press. 2002. ISBN 1-891508-24-5 
Visible Signs: New and Selected Poems . Tandem Library. 2003. ISBN 978-1-4177-0463-7 .
The History of Forgetting . Penguin Group. 2009. ISBN 978-0-14-311582-3 .



El poema que no puede ser escrito
es diferente al poema
que no ha sido escrito, o a los muchos
que nunca serán terminados, esos barcos
perdidos en la niebla, a la deriva
en latitudes sin vientos,
los mapas inútiles, el agua perdida.
No hay peligro en el poema
que no puede ser escrito,
ni pesadas cargas de significado,
ni siquiera significado. Y en esto
consiste su esplendor
y se convierte en un emblema,
no de un fracaso o una pérdida,
sino de lo imposible.
Entonces, llega el viento. Las rasgadas velas
se hinchan y el aire es más agradable.
Aparece una isla verde
y todos estamos a salvo.

El “Semanario”, publicado en THE NEW YORKER.
Alejandro Oliveros 






Adivinanza

Esa luna, por ejemplo:
recorte de una uña,
la más pálida de las aberturas.
Y esas estrellas:
se están desvaneciendo
pero siempre estaban desvaneciéndose.

Del anochecer tomo
lo que necesito para soportar
el aturdimiento de la mañana y la tarde.

Agua: en beneficio de la compañía.
Fuego en la colina.

Todas las noches te enseño este
blanco cono de ceniza. Todas las noches te digo:

Pero no guardo nada para mí.

Seto y campo,
curva del camino.
Mesa y libro,
ataúd en el suelo.

Todo lo que se asienta
en la tierra
vuelve a la luz
con el tiempo.

Una vez más te digo esto
y lo crees.
Y tomas lo que necesitas,
y crees que es tuyo.

The Collector of Cold Weather, Ecco Press, Nueva York, 1976
Versión de Jonio González






Marriage

Years later they find themselves talking   
about chances, moments when their lives   
might have swerved off
for the smallest reason.
                                     What if
I hadn’t phoned, he says, that morning?   
What if you’d been out,
as you were when I tried three times   
the night before?
                           Then she tells him a secret.   
She’d been there all evening, and she knew   
he was the one calling, which was why   
she hadn’t answered.
                               Because she felt—
because she was certain—her life would change   
if she picked up the phone, said hello,   
said, I was just thinking
of you.
            I was afraid,
she tells him. And in the morning   
I also knew it was you, but I just   
answered the phone
                            the way anyone
answers a phone when it starts to ring,   
not thinking you have a choice.







MARY FABILLI [11.663]

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Mary Fabilli, OPL


MARY FABILLI

Poeta y artista María Fabilli nació Amalia Elisa Fabiilli el 16 de febrero 1914 (el extra "i" fue retirado de su apellido cuando la familia se mudó a Estados Unidos desde Italia). Mientras asistía a la Universidad de Berkeley, se unió a la comunidad de poetas de San Francisco y Berkeley alrededor de Kenneth Rexroth, Robert Duncan y otros. Fabilli se casó con el poeta William Everson en 1949 hasta que acordaron separarse y él se unió a la Orden de Santo Domingo como hermano lego en 1951 tomando el nombre de Hermano Antonius. María Fabilli también se unió a la Orden de los Dominicos en 1953 como miembro del capítulo de San Alberto Priorato de los Laicos Dominicos. Murió en su casa en Berkeley, California, el 2 de septiembre de 2011.





CARTA A ROBERT 

Nosotros que devoramos a nuestros muertos impuros nos alzamos hoy 
andamos por pasillos bajo escaleras de bóveda 
de nuestros bolsillos umbríos nunca ha salido el sol
a estos nuestros intereses conferidos nuestros nobles herederos 
desdeñosos les hemos advertido 
explorando con nuestros dedos sintiendo el frágil hueso 
¿quién expiará nuestro engaño? 
quien consumirá la médula abriendo brecha con una piedra 
escucha y les oirás: los mentirosos los farsantes 
corriendo furtivos a buscar la soledad de rincones umbríos 
dejando el rastro de sus dedos impuros al revolotear escaleras arriba 
Nosotros que devoramos nuestros muertos hemos abandonado su prisión 
hemos olvidado el balanceo del crepúsculo en torno a sus camas 
el crepúsculo los guijarros ardientes los ojos furibundos en la escalera 
pero han retomado nuestra sabiduría 
embusteros todos & creyentes ellos cuerpos muertos sin huesos 
nos han oído gemir por los pasillos 
han atrancado con hilos las puertas 
nosotros los muertos nos hemos devorado & reunido para ver a esos niños 
jugar con nuestras piedras 
con los huesos pulidos de los muertos 
(Esto es lo que opino de la situación internacional; muy lúcido, no es). 

Traducción de Ignacio Villaro Gumpert 






LETTER TO ROBERT 

We who devour our unclean dead are now arisen 
we are walking in the corridors under the vaulted stairs 
from our shady pockets the sun has never risen 
these our vested interests our noble heirs 
in derision we have warned them 
exploring with our fingers sensing the fragile bone 
who will atone for our deception? 
who will consume the marrow breaking through with a stone 
listen and you will hear them the liars the deceivers 
running furtively to be alone in the shady corners 
trailing their unclean fingers as they flutter up the stairs 
We who devour our dead have left their prison 
we have forgotten the twilight swaying about their beds 
the twilight the fiery pebbles the livid eyes on the stairs 
but they have resumed our wisdom 
liars all & believers they boneless bodies dead 
they have heard us groan in the corridors 
they have barred the doors with threads 
we who are dead have devoured us & have gathered to watch these children 
playing games with our stones 
with the polished bones of the dead 
(This is what I think of the international situation—very lucid, it is not) 






HETTIE JONES [11.664]

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Hettie Jones 

(Nacida en 1934 como Hettie Cohen) es más conocida como la primera esposa de Amiri Baraka, (LeRoi Jones en el momento de su matrimonio), pero es también escritora y poeta por sí misma. Tienen dos hijos, Kellie y Lisa Jones.

Si bien conocida por su poesía, ha recibido elogios por sus memorias, Cómo me convertí en Hettie Jones (publicado 1990 por Grove Press ). Habla de su matrimonio y la relación con Baraka y sus amistades con los populares de la Generación Beat figuras como Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Frank O'Hara, Joel Oppenheimer y Charles Olson, entre otros. Un punto central de la obra es también la lucha por encontrar una identidad, como una paria de familia judía y la esposa de un artista negro durante la era de los Derechos Civiles.

Jones ocupó diversos puestos administrativos en Partisan Review y fundó la revista literaria Yugen con su marido. Jones es actualmente miembro de la facultad en el programa de posgrado en escritura creativa en The New School en Nueva York. Desde 1989 a 2002 realizó un taller de escritura en el Fondo para el Estado de Nueva York Correccional para Mujeres en Bedford Hills. Jones es ex presidente del Comité de Redacción de Prisiones del PEN y actualmente es miembro del Consejo Asesor del PEN. 




LAGARTO LAGARTO LAGARTO* 1/2/80 

Tras dejarte esta mañana 
voy a la clínica 
con un libro de poemas 
en el bolsillo 

Mas descubro que no aguanto el dolor 
del amor de otra mujer, ni soy capaz 
de enjugar sus pérdidas 
porque estoy tan llena de placer 
(q le place al señor) estoy 
tan llena que ya no puedo ni 
con el sol en los ojos de camino aquí 
así que me siento y me pregunto 
por qué la mujer que tengo al lado 
tiene tantas arrugas en la cara 
sobre su barriga preñada 
 y si se trata de la misma historia 
 que la de mi libro de poemas 
mientras a nuestro alrededor las enfermeras blancas 
revolotean en chino y español 
e inglés con la médico bollera 

a la que amo, hoy de hecho amo 
a todo el mundo, como de costumbre 
y este chinito vestido de rosa 
se lleva el pastel, 
y eso que quería guardarlo 
el pastel, me refiero, 
para dártelo hoy y que te lo comieras 
con esa dulce boca tuya que no 
quiero perder aún, ay 

no corras, yo no voy 
corriendo por ahí 
arrastrando como un cordel mi vida 

no es más que esto: 
antes estaba contigo 
y ahora aquí 

* Para asegurarse la buena suerte durante todo el mes entrante, 
pronunciar estas palabras nada más despertarse el día uno. 


Traducción: Ignacio Villaro Gumpert 




RABBITS RABBITS RABBITS* 2/1/80 

When I leave you this morning 
I go to the clinic 
with a volume of poems 
in my pocket 

But I find Ican’t suffer the pain 
of another woman’s love, or 

absorb her losses 
because I am so full of pleasure 
(sir what is yr pleasure) I am 
that full I could hardly take 
the sun in my eyes on my way here 
so I sit and wonder why 
the woman beside me 
has a face full of wrinkles 
above her pregnant belly 
 and if that is the same story 
 as my book of poems 
while around us the white nurses 
flit in Chinese and Spanish 
and English to the dyke doctor 

whom I love, in fact I love 
everyone today, as usual 
and this pinkly dressed Chinese baby 
takes the cake 
although that’s what I wanted to save 
for you, the cake I mean, 
for you to have and eat today 
with your soft mouth I don’t 
want to lose yet oh 

 don’t run, I don’t 
run around 
trailing my life like a string 

it’s this simple: 
before, I was with you 
now I’m here 

*To ensure good luck for any coming month, say these 
words immediately upon awakening on the first day 


JOANNE KYGER [11.665]

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Joanne Kyger

Joanne Kyger (Nacida el 19 de noviembre 1934) es una poeta americana. Su poesía está influenciada por su práctica del budismo zen y sus vínculos con los poetas de Cerro Negro, el Renacimiento de San Francisco, y la generación beat.


OBRA:

Just Space: Poems 1979-1989 (1991) Black Sparrow Press . Illustrated by Arthur Okamura . ISBN 0-87685-834-5
Strange Big Moon: The Japan and India Journals: 1960-1964 (2000) North Atlantic Books . ISBN 978-1-55643-337-5 . Originally published in 1981 by Tombouctou Books as The Japan and India Journals, 1960-1964 .
As Ever, Selected Poems , (2002) Penguin. Edited by Michael Rothenberg , Introduction by David Meltzer . ISBN 1-4177-0452-7
About Now: Collected Poems (2007) National Poetry Foundation. ISBN 978-0-943373-72-0




REGRESANDO A LA VIDA DE NAROPA

Es espantoso. Ha estado
pasando durante algún tiempo.
Sentado inmóvil durante un año, tan quieto
como un trueno. Sin hablar.
Sin pensar. ¿qué pasa?
El maestro de Naropa no responde.

Pero al final se levanta y se sube a lo alto
del tejado del templo adornado. Naropa le sigue.
La primera palabra que pronuncia: "¡SALTA!"
Naropa salta al suelo. 
Y roto, se queda ahí sufriendo terriblemente.
Gran Discípulo.
Su maestro le sana instantáneamente
diciendo:
"¡Te lo merecías, vasija de barro!
Por pensar que hay un YO dentro de ese cuerpo
todo nacimiento y toda muerte y las etapas que hay
entre ambos
deben fundirse con la Radiante Luz 
del Vacío."
Y regresa a su meditación silenciosa.








él le hace el amor 
 le habla de 
 después 
 cuando hace unos 
 años 
trabajó 
 para el departamento 
 de asuntos sociales 
de Nueva York 

Ella arma 
 la mari 
 morena 
 ay el dinero, la electricidad 
 dame 
 algún vestido, alguna joya 
 algo de comida, algo de amor 

Traducción: Ignacio Villaro Gumpert 





he makes love to her 
 he talks about 
 afterwards 
 when some years 
 ago 
he worked 
 for the welfare 
 department
 in New York City 

She starts up 
 a hue
 and cry 
 oh the money, the electricity 
 give me 
 some clothes, some jewels 
 some food, some love 








from Joanne

'JOANNE is a novel from the inside out.'

what I wanted to say
was in the broad
sweeping
form of being there

I am walking up the path
I come home and wash my hair
I am bereft
I dissolve quickly

I am everybody 







Night Palace

'The best thing about the past
is that it's over'
when you die.
you wake up
from the dream
that's your life.

Then you grow up
and get to be post human
in a past that keeps happening
ahead of you





MARY NORBERT KÖRTE [11.666]

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MARY NORBERT KÖRTE

Nació en 1934. Poeta americana adscrita a la generación beat.

Mary Nörbert Korte, la monja contestataria

Sor Mary Norbert Körte descubrió que en la calles de Haight Ashbury, en la ciudad de San Francisco, California, había gente que no tenía qué comer y decidió llevarles alimentos que sacaba de la despensa de su convento. Esto sucedió en la segunda mitad de la década de 1960. En ese entonces sor Mary se relacionó con una organización cristiana misericordiosa originada en la Inglaterra medieval, que se llamaba de los Diggers (Escarbadores o Buscadores), y que hacía labor de ayuda al prójimo. Cuando en el convento de Santa Rosa descubrieron a sor Mary sustrayendo mercancías, ella fue castigada. El castigo se repitió varias veces pero la monja seguía convencida del sentido cristiano de su labor de ayuda y seguía actuando en consecuencia.

Entre la gente que comenzó a tratar en Haight Ashbury estaban muchas y muchos de los poetas beats, que comenzarían a ser conocidos por reportajes que crearon escándalos en revistas como Life, Times y Evergreen. Sus primeras amigas fueron las poetas Leonore Kandel, Diane di Prima y Denise Levertov. Para ese entonces Mary Norbert Körte ya escribía poemas y había estudiado un posgrado en latín clásico, y es indudable que esta vocación literaria fue fundamental para su acercamiento con la generación de los nuevos poetas, pero además coincidían en la búsqueda y práctica de una conciencia contestataria. Así las cosas, la monja comenzó a participar en las manifestaciones contra la guerra de Vietnam, contra la contaminación del medio ambiente, por justicia a los grupos minoritarios, etc.

En Berkeley (ciudad gemela de San Francisco) se celebró la Conferencia Poética de 1965, en la cual participó sor Mary, y donde se encontró con muchos otros poetas como Allen Ginsberg, Robert Duncan, Jack Spicer, Gary Snyder, Lew Welch, David Meltzer y Charles Olson. El 1968 se publica el primer libro de Mary Norbert Körte, titulado Hymn to the Gentle Sun (Himno al amable Sol), y esto marca, además, su salida del convento. Actualmente vive en un pueblo al norte del Estado de California y, además de su mucha poesía, es grande su labor en defensa de la ecología.



 Texto y Traducción: José Vicente Anaya





La monja cocinera Eddie Mae soñó que sor Mary
huía con Allen Ginsburg

Los largos pasillos oscuros están bien fuertes
para haber permanecido después del
terremoto de 1906 cuando la sobrevivencia fue
calculada por el sonido que hacían las cuentas
del rosario de la madre superiora
ella soñó eso
la cocinera soñaba a las demás monjas
soñaba imposibles sueños de visiones plateadas
y sonidos océanicos en la
noche quejumbrosa
Soñar fue su misión a la que ella no podía
renunciar. La noche era un lugar para ver
todas las libertades amontonadas en lontananza,
como ver a un dulce dragón que parecía
una cruz moviendo su cola en círculo

Ella huía en los sueños de las demás
haciendo llamados como lumbre explosiva
corriendo corriendo por la escritura de
los bardos y leones amantes y pájaros
corriendo con sus brazos muy metidos en
la brillantez         aleteando         lo oscuro

(La monja cocinera del convento de Santa Rosa, realmente soñó que sor Mary Norbert Körte abandonaba el convento para irse con unos poetas, antes de que esto sucediera, cuando ella formó parte de la Conferencia Poética de Berkeley).









No hay nada como un excatólico

(Buho Moteado y Cadena le vieron un escapulario a Erni Pardini)

Los escapularios puestos sobre el corazón
contienen reliquias de los mártires.
Los mártires vivieron y murieron
con heroica virtud.
La heroica virtud es una condición a la
que somos constantemente llamados
por el abuso de la tecnología.
La tecnología debe ser puesta en su lugar:
el de la vida única que está entre los otros
que comparten este planeta.
este planeta sobrevivirá sólo si todos
reconocen su misión en común.

La misión en común es el mutuo respeto.








Cohetes prendidos que tira por la ventana
mientras el exmarido se va en su automóvil

Le tomó 50 años calcular cómo
emprenderla hasta la carretera,
lograrlo y salir a las lomas y
a las montañas a lo largo de Eel;
eso lo tomó de su abuela
Hermana Madre
Madre Coraje mujeres
ella fue a la escuela con un mito vívido y rezó
para acomodar todos los grandes sucesos
que en la medianoche le acalambraban—
limpiando las mesas durante 50 años
llegó a tiempo de los ruidos cuando
se ponía el Sol y era el tiempo de 2
mujeres caminando entre manzanos otoñales
que platicaban acerca de la tanta quietud
la tanta quietud
del bosque Redwood y de
cómo a veces la quietud es el río congelado
su rapidez detenida entre rocas y carrizos
las furtivas madrigueras de las aves
que cantan bajo un frágil Sol de invierno,
quietud que canta quietud





CONSTANZA MARCHANT [11.675]

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Constanza Marchant 

Nació en Santiago de Chile el 09 de Enero de 1988. Es estudiante de Trabajo Social con mención en Socio - jurídico en la Universidad Alberto Hurtado.  Asistió a los talleres Poesía Cero (2009) con Carlos Cociña, Poesía Chilena (2009) con Paz Molina y Poesía Femenina (2010) con Gabriela Gateño. También ha asistido a diversos conciertos poéticos, dentro de los cuales destaca “CONRIMEL; Encuentro Latinoamericano de Mujeres Poetas” (Santiago – Valparaíso) y “Arte y Poesía Erótica” (La Florida, Santiago). Ha publicado en las revistas virtuales “Rio Negro”, “Cinosargo” y “Absenta”, y en las antologías “Memorias de un Pájaro Asustado” y “Neo Pobreza”. Actualmente es uno de los miembros becados por la Fundación Pablo Neruda, del Colectivo de Poesía Operaciones Secretas y del Taller Moda y Pueblo con Diego Ramírez.





EL CORAZÓN DE SIEMPRE LA MUGRE DE SIEMPRE

Sujetamos el margen de su frente cruzando los brazos para atrapar la pena y esquivar el cosquilleo de un sosiego retenido en la ira. La furia de su pulso, sostuvo el sesgo de mis plegarias arrancando el recelo de nuestros rencores (…) el tambaleo de su fatiga encorvó el chirrido de mis vertebras.





PARA NO CRIAR

El nido está rojo, se queja, dice que no es posible concebir la inutilidad de su vientre sin saturar el agujero quejoso de sus ojales. La vejez le pertenece pero no la quiere para toda la vida. Sus guiños se tuercen en la sombra de una falla que rebota sobre sí misma y oxida la carne del cuerpo que le grita entre las rodillas, sucio de sus propios adentros. Un mapa sin dolencia ni botones de pena. No hay coraje que lo sostenga ni socorro que lo inquiete, le quitaron el perdón, lo sé.  Lleva décadas de misericordia opacando esa angustia, lleva décadas de misericordia no cesa no se detiene, lleva décadas de misericordia esperando que una mano bostece sobre su tono, un tono ausente. Yo lo detesto sin permiso, le obligo a resistir el titubeo de mi nula descendencia y el rencor que se agota. Me resigno, él conmigo (…) en mis grietas su agobio no existe.





EL DOLOR NO

Busco su torpeza en el pasillo de mi espalda pero se vuelca y yace vacía, entonces comprendo que él no está y procuro revertir el ciclo (...) el origen ya no es el inicio y su semejanza me es indiferente. Palpé lo que obtuve, di saltos sobre su amparo burlando la seguridad de sus convicciones e intuí que el daño se situaba en la frustración de los huesos. Su espera no me fue suficiente, le opacaron la voluntad y de entre las entrañas lo boté de mi cuerpo. El consuelo de su reparo derramó hebras de orgullo herido para zurcir el agobio de sus faltas y vertir el interior de una súplica poco juiciosa. Me detuve frente a la insensatez habitual de su deterioro, lo vi arrastrarse sobre sus propias cenizas cargando con otra similar a mí (...) un pozo ceñido al coraje de sus recuerdos.





NOS DEBEMOS LA VIDA

Soy el vértigo que arrebató de él cada trozo de perdón. La desdicha de su entorno calcó el eje de mis absurdos y los sometió al discernimiento de una vía que no perece. Temimos tanto quedarnos solos, incapaces de percibir la negación del otro sin el otro, lanzarnos de sí (…) reducir la corporalidad de nuestras angustias y mantener su alcance en la nuca de un hogar carente de hijos; disipar el calibre de su crueldad y reconocer que la dolencia se perdió en los huesos; abandonar los recuerdos en un patíbulo incómodo y sazonar su carácter huraño con la agonía de una caída; abatir cada secuencia de ésta separación y tender el malestar crónico que acoge la estampa de su apatía. Nos debemos la vida sabiendo que es justamente lo que nos duele.





LA SOBERBIA ES UNA CRIATURA QUE SE PUJA LENTO

Estoy enferma desde el vientre, retenida en un recelo que llora el deceso de sus cavidades y se arquea sobre mi espalda. El centro de su memoria se enrosca en una precariedad mal criada y niega el sollozo de las crías que no existen. No les alcanzó la prudencia para reconocer que el tacto es la ratificación de sus errores, el desconsuelo de un barranco sin furia, la ruina de un espasmo que carece de franqueza (…) somos lo ajeno aferrado al sentido de una cautela irreverente. Sujetamos la insolencia al cauce que separaba el asombro de sus bocas, para entorpecer el pulso del impacto y quitarles la duda con el talón de sus temores. Hemos ido y venido tantas veces, el paso es idéntico al anterior (…) debí comenzar con sus gestos empuñados en el pescuezo.





ESCASA

Te alejas de los nombres
que hilan el silencio de las cosas.
Alejandra Pizarnik


I

Voy a tatuarme un puñado de pájaros por todo el cuerpo, para trenzar las cavidades de su recuerdo y morder de vez en cuando lo que nos resta de miedo.




II

Cedo la cotidianidad, su periferia, mis piernas y voces, dejo que piense que le creo, lo contrario me asusta. La costumbre de sus calles ya no me pertenece, sueño con insectos gigantes, aferrados como costras sobre su espalda, lo muerden, se queja, parece que lo araño pero olvidé como hacerlo. De vez en cuando viro la vista para no mirarlo, poco me seducen las fronteras inestables de ésta casa. Me clavo nuevamente en el drama pasajero de su cuerpo, entonces corro tras la humedad que deja después de arrastrarse por mis pasillos y me transformo en ceniza para ensuciar su rastro.




III

A veces lo quiero tanto que me molesta.




IV

Dejo que me trence el pelo para curvar lo que me sobra, esa desdicha que como llanura plena se duerme entre los dedos de sus pies, dejando que se arrastre perdido, mudo, perdido y mudo. Me falta comprenderlo en su cuerpo escaso, mirar mientras agoniza por la puntada de otra ausencia, una que no es la mía porque suelo estancarme en su puerta como aserrín añejo y cubrir sus agujeros de sucias palabras.




V

Recorro las estampillas con los dedos para sentir el puntazo de sus esquinas, sucias y oscuras, similares al recorrido roto de su reflejo. Soy la “niña ciervo”, madre de objetos muertos.





GASTÓN CARRASCO AGUILAR [11.676]

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Gastón Carrasco Aguilar 

(Santiago, 1988). Profesor de Lenguaje y Comunicación. Autor de Viewmaster (Cuadernos de poesía / Biblioteca de Santiago, 2011). Becario de la Fundación Pablo Neruda 2012. Escribe reseñas y artículos para El desconcierto y  para el sitio www.letrasenlinea.cl. Actualmente colabora en la edición crítica de los cuentos completos de Manuel Rojas.




Nos bajaron a piedrazos de este árbol

En la ley de Newton
verdes, machucados
nos bajaron de ese árbol
a peñascazo limpio
como una manzana en su ley
gravitamos y aterrizamos
de pie, como los gatos que fuimos
y seremos, en nuestras 7 o 9 vidas
a mal traer
pisando fuerte las techumbres vecinas
patadas de gigante en la nocturna de agosto
enmarañados
en algo así como un juego
niños o la animalización de nuestros
pasos, ahora sobre un árbol
luego sobre el suelo
que nos acoge
sobre todo en sus veredas
un poco dolidos
alcoholizados
con algo de rencor
y cansancio en nuestros cuerpos







Creo que oí esa palabra antes

Estamos en el jardín de un tipo extraño.
Le pedimos agua y nos mira como si hubiese sido dinero.

Te veo poner la mano en posición de vasija
y recibir el agua salida de la llave.
Las cañerías tiemblan y tus ojos se estremecen.

El agua cae en los adoquines
moviéndose según cada fisura
fluyendo en consonancia al tiempo
que nos mantiene ahí de pie.

Una canción empieza a sonar en mi cabeza:
recuerdo vago de nuestra infancia juntos.

Esa palabra, la de antes, y tus manos en forma de vasija.

El tipo se queja y más es el derroche.
Nos reímos y jugamos con la libertad de antes.
Todo se trata de ese antes.

Cerrar la llave fue cerrar toda posibilidad de vuelta atrás.








Sudamerican rockers

hablamos español
o cargamos con un muerto parecido
porque vivir es igual a ahogarse
en las calles desoladas de américa latina

el alumbrado in medias res
nos da la sombra por la espalda

los vidrios de las casas están rotos
parchados con cartón o cinta adhesiva
marca scotch

seguimos nuestro travelling

dispuestos a morir en un patio cualquiera
nos arrojamos al juego de las manos

los amigos toman lo suyo de la bomba de bencina
los espero con el motor encendido
con el pie a tientas en el acelerador

un grito y un disparo y un silencio
corren suben acelero y carretera
fugitivos el arranque nuestros muertos

el sonido del motor en la ciudad deshabitada
luego unas luces amarillas en un fondo negro








Las calles ya no están en su lugar

Digamos que estoy algo perdido
digamos
en algo así como un limbo
y este limbo está hecho de asfalto
y la planta de mis pies se raspa
en el concreto
podría incluso decir que estoy algo drogado
algo narcótico
porque la vista se me nubla
o se me pierde la razón
como las llaves en un cuarto vacío
me devuelvo entonces a buscarlas
con la vista más nublada aún
un poco dios para mis cosas
y claro
te veo ahí asomada en el umbral
de nuestra puerta
sonriente
con las llaves en la mano
y una luz que no me canso de mirar.







[Escena de la] Penitencia

Como hijo maldito andaba yo
dentro de un carro fúnebre
o patrulla policial
una noche de septiembre
entre lobos, hienas y bestias
todos malditos, violentos
hijos de la gran santa muerte
residuos parte del sistema
bacterias necesarias
para justificar el engranaje.

Un grupo no menor
intentaba violar
a un joven. Nos avalanzamos
y encaramos a la muerte.
Pudo haber sido peor.
Los rostros desfigurados
el arma blanca opacada
por la sangre de un extraño.
El temblor de rigor en las manos
los ojos al borde de sus órbitas.
Los gendarmes tirando de nuestras chaquetas.








Quema de pastizales

Como niño inquieto el fuego se movió
impredecible hacia nuestras casas.
El cielo parecía avisar el fin de los tiempos
el juicio final o algún absurdo parecido.
La llamada de alerta en el pasaje
sonaba como una alarma de muerte.
Las señoras enrojecidas corrían de lado a lado
como autitos chocadores entorpeciendo el camino
de quienes sabían lo que hacían.

Los espectadores vecinos del barrio
como las cenizas en el cielo
aparecían y se iban.
Sus rostros se iluminaban, prendían
y apagaban: luz y sombra del suceso.
Las nubes de humo borraron una y otra vez
la imagen del hogar en llamas.

No faltó el sujeto que sacó su cámara
y comenzó a grabar el siniestro.

Otro comenzó a fotografiar las cenizas en el aire.
Poeta, de seguro.

Algunos nos alejamos y fuimos a comprar
un poco de vino y vasos de papel.
Los amigos pasaron a buscar a
sus hijos a los colegios y jardines
y nos dirigimos a un cementerio
cercano a la colina -la ciudad otra
donde cada familia tiene su otra casa-.

Una niña, hija de un amigo
se echó a reír y a bailar
en medio del campo de tumbas
como sabiendo que todo
iba a estar bien.







Cruces

Las torres de alta tensión
y esa luna que se cuela
entre los cables.

El vidrio trizado y el metal
enrojecido por el óxido:

algo parecido a un sol
en vías de apagarse.

Cruzamos la línea del tren
tropezamos y salimos adelante.

El tren pasa detrás
ahogando nuestras voces.







Maleza

Como el acto de fotografiar la maleza
que crece entre los rieles
caminamos corroídos por la mano del hombre.
Todo el camino sin vuelta se torna la imagen
de una reja interminable.

Maleza puede ser el eufemismo
para hablar de familiares olvidados
o simplemente no admitidos por la voz padre
la ley de siglos, la cruz crucificada
a la pared del dormitorio.

Puede ser también la ley del menos fuerte
la hermana fea de las calas
o de los dientes de león
y su diáspora semilla.

Hierba cana al aire libre.

Maleza es resistencia
o la insistencia sobre el suelo
la mano del hombre nada puede hacer
es el gesto necesario para seguir en pie
aunque te arranquen los brazos.

Todo el cuerpo pudo ser la semilla al viento
de un diente de león.







Demos gracias por nuestra violencia

Los restos de un bosque
de escombro en llamas

las cenizas al viento
y el suelo ennegrecido:

fiesta de todos nuestros muertos

los cables rendidos
a la gravedad
y el aire enrarecido

el ritmo de ese baile nocturno
la historia reciente
de este suelo negro.






La ciudad rota

Qué nos queda
sino rozar como gatos
o ladrones las paredes

hacer rituales y desmanes
como la única forma
de religión posible.





Al poner el ojo en el lente

Ahí estaban los muertos
esperando su oportunidad
para aparecer en mi memoria.



FELIPE EUGENIO POBLETE RIVERA [11.677]

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Felipe Eugenio Poblete Rivera 

(Viña del Mar, CHILE   1986). Publicó "negro" (Ediciones Altazor, 2013). Además de magíster en historia del arte, es editor del sello "yogurt de pajarito". Ha escrito sobre poesía chilena y argentina en revistas de circulación digital. Fue becario de los talleres de la Fundación Pablo Neruda en dos oportunidades, el 2009 en La Sebastiana y el 2011 en La Chascona. Participó de las "III Jornadas de poesía universitaria" en Bogotá (Colombia), en 2011, y al año siguiente, en un pequeño recital poético en La Habana (Cuba).

Junto a la poeta Catalina Espinoza, realizaron y manufacturaron una antología de Rodrigo Lira, en razón de su trigésimo aniversario de muerte, "Sangre de Lira" (yogurt de pajarito, 2011), de distribución gratuita.




derrama

a sus nidos el teatro de la lluvia
cuando de mañana su viento acusa
al gentil desenfreno de los soles:
en despacio balar de rama en rama
y de calle en calle y de tordo en tordo
van completando de luces los árboles
sus copas. Mientras los barcos navegan
replicando el derrame de los nidos
por la Mar confundiendo pescadores
prosiguen los siete vientos rodando
por entre repetidas dunas hasta
los hogares de quienes marisquean
quejumbrosos. Los frenos de la tarde
caminan sobre  las rutas de tierra
sin ir nunca más allá de la noche
pero no hay luces que ordenen su vuelo
ni hay represas que contengan su llanto:
¡sólo derrámense!   —con sutileza—
como el crecimiento de los naranjos
o el suicidio tan lento de los ríos.

Y estas lluvias: al modo de un fogón
o nubes, al horizonte poblando
derraman edades por las planicies
por la memoria, por los corazones
o cualquier otra casa en que se anida:






la Luz de las velas

de copa en copa la triste huida
hacia veladura en telas de puerto
o como si mi Nombre no pudiera
desde tu boca ser lanzado.
Vamos
compartiendo, amada, las sábanas
de las manos: todos sus verdes pinos
mientras desiertas las zonas nos dan
la bienvenida:
“Extranjeros, en nuestras pieles
hallarán confort y reposo
a vuestros pesares y huidas.”

Arriban las velas hasta el silencio
y nuestro tiempo (guardado en bolsillos)
se desmiembra de su natalidad

P r o n t o
dices sin siquiera mirarme
ni mirarte tú viva, como
si fueras un cine vacío
o fueras promesa de lluvia.

En esta estadía los pastos miden
nuestra permanencia por el pujamen
y cada minuto volcado al Tiempo
es tiempo anquilosado
a la frágil memoria.
Besaré todos tus pasos, amada
de las velas traeré el blanco Blanco
espacio de los fuegos
traeré la Luz de las velas.







Dos soledades

I

tranquilidad antigua, desgastada
de un parque, como un envoltorio
que ha recibido demasiado sol

tranquilidad de sombras
de breves rayos de luz,  confusos por el viento

solo en esta vieja avenida el ruido
de la ciudad es deformado
como la memoria por el olvido

y sin gloria triunfa el roce del aire
con miles de hojas secas.



II

En esta ocasión, incluso la tarde
está moribunda, de color ocre
triste, como una lámpara de lágrimas.

Equivale su voz
a la mirada del ajedrecista
que revela el error de la jugada

¿Qué importa un paseo azul, por un parque alfombrado
de recuerdos y sueños
tras la oración profana de disculpa?







mantra

como escalones lloras los pastos. Una luz plena
arma caudales de aguas que fluyen
dentro del río y el río es grave, va tan repleto:
Aires quemados, sombras partidas y ciegos llantos.

Va desde entonces colmado en penas. El río sube
en escalones suben tus pasos. Uno por uno
rompen las sombras. Suben  maderas, páginas suben.
Este poema si es una Casa
siempre habitada: viven púrpuras todos tus huesos.







triste miedo

De poder silbar viento
cuando el sol es ausencia y mastines son la noche.
De poder silbar, de poder tan solo
abrir las luces en gesto de arcángel
en la inundada espesura del Tiempo.
De poder silbar por miedo y no a causa
de la música triste
madura en el silencio que somete a los fuegos.

De poder tan solo cortar el hilo
que me amarra la garganta a los dedos.






Presentación de "negro", de Felipe Poblete

Por Sergio Muñoz Arriagada
10 de mayo de 2013


Enrique Lihn, en el poema "Para ningún destinatario", del libro Estación de los desamparados, hace una afirmación radical. Dice Lihn:

                        sin la esperanza ni el propósito de influir sobre el curso de las cosas
                        el poema es un rito solitario
                        relacionado en lo esencial con la muerte

El tema es quizás el más complejo, impenetrable, insondable, inefable e indecible que podamos abordar. Y como casi siempre, Lihn tiene razón.

Si las palabras son materias complejas desde su esencia, o más bien, si las palabras son siempre algo distinto de aquello sobre lo cual quieren dar cuenta, y la muerte es también otro espacio relevante de lo indecible, lo inefable y lo incomunicable, entonces el tema del libro "negro" de Felipe Poblete Rivera, se complejiza cada vez más. Pero por más complejo que sea, nunca dejará de ser un rito solitario, y siempre estará relacionado, en lo esencial, con la muerte.

Anna Ajmátova, incluyó en el libro Requiem, poemas escritos entre 1935 y 1940. Sin embargo, el poema no pudo ser publicado en Rusia, sino hasta 1989. En 1957, 9 años antes del fallecimiento de Ajmátova, ella misma agregó un texto inicial al libro, con el título En vez de prólogo. El texto, dice lo siguiente:

Diecisiete meses pasé haciendo cola a las puertas de la cárcel, en Leningrado, en los terribles años del terror de Yezhov. Un día alguien me reconoció. Detrás de mí, una mujer –los labios morados de frío- que nunca había oído mi nombre, salió de la mudez en que todos estábamos y me preguntó al oído (allí se hablaba sólo en susurros):
- ¿Y usted puede dar cuenta de esto?
Yo le dije:
- Puedo.
Y entonces algo como una sonrisa asomó a lo que había sido su rostro.

Por lo general, la poesía es la explicitación de una realidad. Realidad explicitada por medio de palabras, con mayor o menor densidad de tensión y transgresión respecto del tronco germinal del lenguaje. Aunque parezca una contradicción, pocas veces la poesía trata de algo que no es.

Este libro, "negro", traza su tensión y su transgresión, desde la cercanía de la muerte. Y lo hace desde una muerte que tiene nombre y apellido, que tiene circunstancias complejas, y que dentro de su complejidad, tiene un algo que no es. Generalmente las elegías están escritas desde la fractura emocional de una pérdida cercana y sentida. Este libro, está escrito desde un lugar de fractura distinto. Por supuesto la fractura corporal de un ser humano, y lo digo, con el más amplio respeto, pero con la significación dolorosa que esa fractura tiene, la fractura de un espacio irreal, que no alcanzó a ocurrir, y que en el caso de este libro, se nos presenta casi como el detonante mayor de su escritura:

                        no, no se puede, no se puede hablar

no supe tejer lazos
te esperaba con soles
tú turbabas mi voz

El libro, "negro" de Felipe Poblete Rivera, incluye 6 citas de poetas extranjeros, que han escrito su obra en otras lenguas. Porque Valentina García Moggia, la destinataria de la elegía, estudiaba traducción. De ahí el énfasis en su relación con idiomas extranjeros, que Felipe connota como un pilar relevante en la construcción del libro. Los 6 poetas citados en el libro, fueron además, poetas suicidas. Las citas son:

El sol quiere salir negro, de Georg Trakl.
Leche negra del alba, de Paul Celan.
Bajé a bañarme en un sitio mortal, de César Pavese.
La vida que compartimos aquí, de Safo.
Respuestas silenciosas se arrastran, de Hart Crane.
De cosa bella pero que aniquila, de Sylvia Plath.

El libro es breve. Está compuesto de 21 pequeños poemas, que dan cuenta de los 21 años de Valentina. El libro comienza a ser escrito el 2009, de manera tangencial, tras la muerte de Valentina. Y es concluido hace poco, el 2013. El libro está construido mayoritariamente por versos de 5, 7 y 11 sílabas.

                        galopa mi tortura
este esperarte viva:
                        esperarte fantasma
sombra entera y rota, llena de niebla
galopa mi tortura, se acelera

al mencionar tu nombre:
las respuestas silenciosas se arrastran
desde los caminos de mi memoria
escenas inconclusas
retazos de imágenes, ruidos sordos
callados tus callados ojos negros
                        callada tú completa

¿Cuál es la pulsión de este libro, que nace de una muerte no cercana, de una órbita, más bien incidental? No es una muerte de una proximidad afectiva relevante. Más bien, la proximidad se da en el ámbito del lenguaje, con la escritura y con la edición de este libro. 

¿Es esto algo realmente importante? No lo sé. ¿Es relevante, por ejemplo, que la persona que se acerca a Anna Ajmátova y le pregunta si puede dar cuenta de todo esto, sea una desconocida? La pregunta realmente, no es relevante, a mi parecer. La proximidad del deceso, no asegura la escritura de una buena elegía. De igual manera, la lejanía afectiva, no impide que la factura de la elegía pueda ser ejemplar. No en vano, Gonzalo Rojas nos dice, que todos los elegíacos, son unos canallas.

Hans-Georg Gadamer, en el ensayo titulado ¿Qué debe saber el lector?, dice una frase bellísima, que creo, nos puede ayudar a develar, al menos, algo de estas interrogantes llenas de misterio. Dice Gadamer: El poema quiere que se sepa, experimente y aprenda todo lo que él sabe, y que no se vuelva a olvidar jamás.

Lo realmente importante, me parece, más que la cercanía física o afectiva de las personas involucradas, es esta potencialidad del poema, de hacer inolvidable, a través del lenguaje, una porción de la complejidad de la vida y de la muerte que nos toca.

Según el Diccionario de los Símbolos de Jean Chevalier, los colores de La Muerte, el arcano XIII del tarot, son significativos. Dice Chevalier: Esta muerte iniciática, preludio de un verdadero nacimiento, siega el paisaje de la realidad aparente –paisaje de ilusiones perecederas- con una guadaña roja, mientras que el paisaje está pintado totalmente de negro. El arcano XIII prepara el acceso a la vida real.

En 1915, Kazimir Maliévich, presentó su obra Cuadrado Negro, ubicándola en una esquina en la entrada de la exposición, en el lugar donde generalmente se ubicaban los íconos ortodoxos. Robert Rauschenberg realizará luego, en la década del 50, sus cuadros completamente blancos y completamente negros, que empujarán a John Cage a realizar su obra 4’ 33’’.

Los pintores del color field paintig, Mark Rothko, Barnett Newmann, Clyfford Still y Adolph Gottlieb, van a deambular en estas extensas áreas de color, casi sin modular, sin puntos focales potentes o contrastes tonales marcados. Llegando casi inevitablemente al color negro. El cuadro abstracto de Ad Reinhardt, parecía nada más que un cuadrado negro, pero estaba compuesto de diversos cuadrados con modulaciones extremadamente sutiles de tono y textura.

Todas estas obras, nos sitúan en un límite. Por una parte, un estado limítrofe de lo que es posible pintar, y por otra, el límite de lo que es posible observar en la obra de arte. Pero además, todos llegan a la plasmación en negro, por razones de otra índole. Hay una búsqueda estética, pero también hay una búsqueda espiritual, que encuentra en el negro, en su plasmación y en su negación, el contorno de una búsqueda arraigada ya no sólo en un problema de raíces pictóricas, sino más bien, en la condición humana, que nos plantea cada cierto tiempo, un registro sin respuesta, de extremada dureza.

El tema que a mí me obsesiona, en la órbita que este libro congrega a su alrededor, es el relacionado con el primer libro de un autor.

Felipe Poblete Rivera, propone como primer libro, un viaje material hacia la muerte. Complicado y complejo. La poesía hispanoamericana plantea múltiples respuestas a esta búsqueda del sentido de la muerte.

Pensemos en respuestas tan distintas como la de Gorostiza: Muerte sin Fin; o la de Rojas: Contra la Muerte.

Si me hubiese preguntado, le habría sugerido esperar un tiempo. Sin embargo, Felipe publicó el libro, un libro arduo. Espinoso. Que pone en tensión diversas aristas del tema elegíaco. Y donde no se oculta, por cierto, una velada fascinación por el suicidio.

mientras remabas inútiles aguas
muy lejos: detrás de la lejanía
ibas en busca de tu propia sombra
                                   por caminos violetas
que también he querido recorrer

Neruda, en el prólogo del primer libro de Miguel Budnik, publicado en Santiago en 1961, dice lo siguiente:

En la confusión de la primera luz y la última tiniebla siempre la nueva voz de los nuevos poetas. Tienen el rocío sombrío de la primera hora, la ansiedad y la pureza del desamparado nacimiento.
Seguirá  riendo, oyendo,  cantando? Conquistará y ganará la luz de cada día? Robará el fuego? Se decidirá entre noche madura y alba agónica?
Cada joven poeta merece ser oído entre las hojas del Bosque…

Por supuesto, más allá de la primera luz y la última tiniebla, Felipe se ha ganado un espacio en base a dedicación, a esfuerzo, a una constancia difícil de llevar, y que él lleva admirablemente, en el difícil arte de la bitacorización de la vida, a través de uno o varios diarios. Dice Martín Cerda al respecto:

Cada diario inscribe siempre un yo que anota, observa, reflexiona o inquiere. Ese yo no es, sin embargo, el mismo yo que habla diariamente: es un yo que escribe, un sujeto literario, como el narrador novelesco, el relator memorioso, el Ego ensayístico. Es un sujeto, en suma, que escoge, tacha, desatiende, se autocensura y avanza mediante un movimiento único de escritura… El diario, de este modo, no expresa a un sujeto previamente constituido, “lleno”, seguro, sino, más bien, es el camino que recorre alguien para llegar a constituirse como sujeto, como actor de una “historia” personal, en medio de la opacidad y la indiferencia del tiempo que pasa cada día por la calle que transita, el cuarto que ocupa y el cuerpo que anima.    

No sé hoy día, no puedo saberlo, si Felipe será o no un gran poeta. Es difícil apostar por una palabra tan reciente y tan acotada, me refiero, a un tema tan complejo y difícil de tratar.

Sin embargo, tengo la absoluta certeza de que Felipe Poblete Rivera es una gran persona. Un ser humano de una generosidad, de un entusiasmo y una motivación enormes. Un personaje que es un gran articulador de amistades, de objetos, de trueques infinitos. Yo lo he visto, en más de un contexto, quiero decir, con grupos diversos de personas, con una muñeca muy hábil, en términos de fijar una trama virtuosa de amistad, donde la amarra de la buena conversación y el diálogo fecundo, son las principales herramientas.

Envidio, sin vergüenza ninguna, dos de sus múltiples cualidades: primero, su capacidad de bitacorizar el mundo, de pasar por la vida tomando instantáneas notables de la realidad. Y segundo, su habilidad infinita de realizar unas piruetas y saltos mortales, realmente notables. Yo he intentado practicar ambas, pero ninguna me ha dado resultado.

Mis diarios quedan inevitablemente suspendidos a la primera o segunda semana. Y de mis piruetas y saltos, mejor ni hablar.

El poeta Armando Rubio, falleció en 1980. Nunca se aclaró fehacientemente, si su muerte fue accidental o no. Cayó de un sexto piso, en medio de una fiesta aprisionada por el toque de queda.

Dice Armando Rubio, en el poema “Biografía Anónima”:

Soy una ola entre todas las olas,
una ola que se levanta
a las seis de la mañana
porque ya no puede
oler el polvo de su casa,
una ola que se alza, alborozaba
hacia las playas
para un retorno interminable al centro de las cosas
donde las olas todas
se empujan mutuamente
estériles y solas.           

Y dice Rafael Rubio, hijo de Armando, en el poema “Arte Poética”:

                                    Señor, aquí me tienes
pontificando sobre algo que no conozco           
con qué solemnidad, con qué descaro.
(la muerte no perdona a los que viven de ella)
A mí que no me puedo con el peso
de una palabra que supera mi dominio del oficio.

Nací para dar cuenta de la muerte.

Nada he producido todavía
que merezca el prestigio de la muerte.
Pero sé que morir es oír el estruendo producido
por la separación definitiva
entre el hueso y la carne.

Sin embargo, pocos libros, en nuestra tradición poética, tratan el tema de la muerte, con tanta vehemencia y de manera tan dolorosamente bella, como Diario de Muerte, de Enrique Lihn, y Veneno de Escorpión Azul, de Gonzalo Millán. Ambos poetas, vivieron la literatura desde un espacio muy lúcido y murieron relativamente jóvenes, a los 59 años, producto del cáncer.

Y perdona, Felipe, que realice una comparación odiosa. Porque estoy comparando tu libro con dos obras mayores, de dos poetas mayores de nuestra tradición. De hecho son ambos, sus últimos libros, escritos hasta donde les fue posible, con la muerte propia, acechando de manera próxima, sus propios lechos de muerte.

Pero no va a ser posible, que valores de manera cabal, el problema en que te metiste, si no te pones a la altura de estos enormes testimonios que giran en torno a la muerte.

Dice Lihn, en el Diario de Muerte:

                        Entre el blanco y el negro
                        que cesan en el negro y funden en el blanco
el blanco es el no color, lleno de todos ellos
el nacimiento y el negro
la muerte que borra el arcoíris
y libera a los que toca de armonizar y mezclar 

Y, dice Millán, en el Veneno de Escorpión Azul:
            
                                   Verás todos los papeles negros, intentos
                                   como papeleos de calco, libros, volúmenes
enteros con papel carbónico. La sombra
multiplicadora del papel en blanco, los ecos
de una cadena difusora, la misteriosa ancianidad
de donde provienen las fotocopias.

En el comienzo de La Tumba Inquieta, el crítico inglés, Cyril Connolly dice lo siguiente:

Cuantos más libros leemos, antes nos damos cuenta de que la verdadera misión de un escritor es crear una obra maestra, y que ninguna otra tarea tiene la menor importancia. Pese a esta evidencia, ¡Cuán pocos escritores lo admitirán, o, habiéndolo admitido, estarán dispuestos a abandonar la pieza de iridiscente mediocridad que han comenzado.

El libro de Felipe, es un gran libro, porque su tema es arduo y difícil. Porque además, él ha elegido condiciones complejas para su escritura. Y creo, que será interesante ahondar cada vez más en su registro. Ir multiplicando las impresiones de lectura, y los guiños hacia otras obras, en la medida que el tiempo nos permita ahondar en el libro.

Sin embargo, me interesa el espacio que Felipe comenzará a tejer, desde hoy, en cuanto a realizar en su segundo libro, esa obra maestra que Cyril Connolly nos llama a escribir. Pues Felipe tiene la materia prima para hacerlo, y ninguna otra tarea tiene la menor importancia.





MAURICIO VALLEJO MARROQUÍN [11.678]

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Mauricio Vallejo Marroquín

Edgar Mauricio Vallejo Marroquín, fue un prolífico poeta, escritor, cantautor e ideólogo salvadoreño nacido el 28 de diciembre de 1958 en la ciudad de Tonacatepeque al suroeste de San Salvador. Influenciado fuertemente por Salarrué, el joven Vallejo desarrolló una literatura costumbrista de corte urbana propia que incorpora elementos de la vida rural y contenido político-social.

Su implicación como dirigente en las FPL (Fuerzas Populares de Liberación) y otras organizaciones estudiantiles y civiles surgidas durante la década de los setenta en El Salvador, además por su compromiso como intelectual orgánico dentro del contenido de sus escritos le valieron la persecución, el secuestro y desaparecimiento el 4 de julio de 1981 en el municipio de Antiguo Cuscatlán en las cercanías de la capital.

Como literato

Fue miembro de la generación Olvidada y parte del grupo de La Cebolla Púrpura en la que estaban Jaime Suárez Quemain, Rigoberto Góngora, Nelson Brizuela y David Hernández. Formó parte del colectivo editorial de la revista literaria salvadoreña La Pájara Pinta, que era dirigida por José Roberto Cea y otros escritores. Se desempeñó también como parte del consejo editorial de EDUCA (Editorial Universitaria Centroamericana de Costa Rica).

Sus escritos aparecían publicados semanalmente en las columnas de La Prensa Gráfica entre 1976 hasta su desaparecimiento, en la Prensa Literaria de Centroamérica, en revistas y periódicos diversos desde México hasta Argentina.
Se conocen traducciones de su obra al inglés, alemán, ruso, francés, portugués, italiano, japonés, chino y afrikaans.

Trabajos literarios





Revista dirigida por Mauricio Vallejo Marroquín


La mayor parte de sus obras se conservan en hemerotecas a manera de artículos dispuestos en columnas de colaboración, fotocopias, manuscritos y obra mecanografiada. Gran parte de la obra de "el muchacho Vallejo" permaneció enterrada durante casi dieciocho años en el traspatio de una casa cerca de la Universidad Nacional de El Salvador UES y entregada a su familia 1998. Actualmente sus obras se encuentran en fase de digitalización para su pronta publicación (2007).

La obra más conocida de Mauricio Vallejo es la novela Balta, la cual fue prohibida en El Salvador cuando circularon copias en mimeógrafo a inicios de 1980 y que es una novela cuyo protagonista es un joven enfermo de vitiligo, activista de protestas civiles.

Obras 

Poesía 

* Fantasía como juego en el vidente
* Cosita linda que sos
* Oraciones bordadas en el templo
* Volcancito llorón de plumas 

Cuentos 

* Chalatenango nariz de mango
* Pin pirulino
* Siete cuentos y un pecado
* Los pasos del jaguar
* A Lilo Cabrero lo vieron tristón 

Novela 

* Balta





ENGRASANDO MOTORES

No te quiero sólo porque tu sexo nutre mi sexo
ni porque tus piernas y las mías destapan un sol cuando dormimos,
ni sólo porque seas la mamá de Mauricio Antonio y te desvelés dándole chiche o
pacha
y te des cuenta que funciona el baño con hierva del susto y me pongás a sudar
una camiseta para envolver al cipote y quitarle el pujo
que le salió por dejar destapadas las mantillas que fueron lamidas por el cadejo
dice la Rosita de Perulapán
no te quiero sólo porque juntos hicimos un hijo,
ni porque seás una hembra entera o ronqués con música cuando se te ha tapado
la nariz y el frío se haga atol en tu garganta
o sólo porque me digás con los ojos pelados llevándotela de seria
y me caigás simpática cuando lo decís aunque me encachimbe que “por qué
escribo tanta babosada”
y te salga a flote la preocupación pequeño burgués del título,
ni por que me acariciés la frente cuando me salta duro una alegría bien rara y por
nada
y se apelote y se me quiera salir por entre las cejas Sí! Algunas cosas no son de
este mundo.
No te quiero sólo porque compartimos cabal nuestros malos olores, los enojos,
los chambres, los trabajos de estudio,
la falta de pisto, las chiniadas, el cepillo de dientes,
ni porque pensemos chulo del socialismo y de irnos a pasar un día a la orilla de
un río
quebrando intimidades en un verso Sssshshsshsshs! Charros que hay orejas y
oyen!
Bueno pues, como dicen que no hay secretos para Dios, algún día no habrá
secretos para nadie
Y yo me afirmo para ese después cuando ya no esté.
No te quiero sólo porque de mis cosas digás “está bonito”
o que así despeinado me veo guapo,
ni porque a veces me des un beso en el cachete
para que amanezca en la ventana el nuevo día.
No es por esto y un penco de cosas más que nos ahogan chivo
y porque soy capaz de terminar el poema
Y por no saber el absoluto de querer y escribir seguro que para vos, para el cipote
y para Todos
hay una larga lucha que espera, por un mañana más justo,
como espera un motor el aceite, una hoja el rocío y la mariposa, una casa sus tejas
y ladrillos.

(1980)






IV

Nací para desobedecer lo establecido,
para trocar el rocío en un mar.
Nací bajo la tutela
de las canciones del dogma,
de su ceja levantada arriba del ojo de sabueso,
de su boca de flores,
de su pecho invisible.
Nací con las manos abiertas
para apretar cambios,
para abrazar pétalos de estrellas y aromas de luna.
Nací y ya estaba con banderas de paz y sangre.
Arrugado y sin dientes
presto a mudar de piel,
con problemas,
estatutos, símbolos, manifiestos, códices y un río de fragancia.
Al acecho, a la caza y a las recepciones
de horas infinitas en las nubes.








UN POQUITO MENOS DEL ANIVERSARIO

Ya van trescientos treinta y tres días
De que esto que llamamos amor
Comenzó su aventura
Aventura planificada
Que previó
Pequeñas mutaciones cualificadas
Para que cada semana
Supiéramos
Que nos queríamos un poquito más
A costo de leves caprichos
De resistencia comunicativa
Y de esperanzas libertarias
Hemos crecido sin soñar maravillas
Más que la única justa
Y correcta
De seguir amándonos
En la sensata locura del socialismo.






PRIMER ANIVERSARIO

Qué aniversario
Pudo haber sido más emocionante
Pero no
Solo a nosotros se nos ocurre
Celebrarlo simplemente
Sin vino
Sin baile
Sin esas cosas bonitas
Que se acostumbran en los aniversarios
De amor
Nosotros discutimos
Qué bonito
Tan bonito que
No te merecías mi insolencia
Pues la rectitud de nuestro año de querernos
No merecía el casi reclamarte
De ser tan linda
Tanto que
No tengo palabras para explicarte lo bella que
Eres
Y todo por quererte tanto
Te he discutido innecesariamente
Como un galle que se agita en su ruedo
No no
No
Vos tan buena como siempre
Haciéndome percibir
Que sobre lo nuestro
Existen razones
Y la negación de un beso
Cuando no tiene sentido
Y yo al redil como en el Evangelio
Al redil
Mi pasado es tan tosco
Que no te lo mereces
Yo necio
Egoísta
como para que nos compartamos
y vos tan lúcida
como para pedirme explicación
lenta que se yo
por razones que no acabo de entender
pero segura en lo que pretendes de nosotros
Qué aniversario
menos mal fue una evaluación de lo nuestro
mutilada por el tiempo
específicamente las nueve
norma disciplinaria
todo para que después de este año
de construir nuestro costoso amor
sepamos que comenzamos a querernos
y a decirnos que pese a esta sangrienta guerra
nos queremos
para querernos cada día más
Realmente después de este año
de que te quiero casi locamente
te digo
que me aceptés
para quererte poco a poco
más cuerdamente





MICAELA LA DE LOS CIELOS

Micaela
trae un velo
de madera.
Una flor de mimbre
y en el pecho
una azucena.
Los domingos
yo la encuentro
en la Ceiba.
Juega y ríe
y se unta
de horas y lirios.
Micaela
se ha alejado
de los hombres.
No es virgen
y tiene
pureza de agua.
Un domingo
se llevaron
su José.
Su amor, su marido.
Lo mandaron
a traer
Micaela
pudo escuchar
la refriega.
Cayó José
y con él
los de la huelga.
Los domingos
ella escucha
las campanas.
Juega y ríe
y en el pecho una azucena.

(1977)




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