Quantcast
Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
Viewing all 7276 articles
Browse latest View live

JUSTO RODRÍGUEZ SANTOS [11.467]

$
0
0
Antonia Ichaso Macías y Justo Rodríguez Santos



JUSTO RODRÍGUEZ SANTOS 

Poeta y periodista cubano, nacido en San Luis (provincia de Oriente) el 28 de septiembre de 1915 y fallecido en Nueva York (en los Estados Unidos de América) el 7 de abril de 1999.

Vida

Hombre de vivas inquietudes humanísticas, marchó en su juventud a La Habana para emprender estudios secundarios, y se graduó de bachiller en el Colegio de La Salle, sito en el habanero barrio de El Vedado. Cursó luego estudios superiores de Derecho Diplomático y Consular -materia en la que no llegó a licenciarse-, y más tarde amplió su formación universitaria con la obtención del título de doctor en Filosofía y Letras (expedido por la Universidad de La Habana en 1941).

Durante algunos años, Justo Rodríguez Santos ejerció con brillantez el periodismo en diversos espacios radiofónicos y televisivos, y triunfó especialmente por sus trabajos publicitarios, merced a su fecunda creatividad; pero su aportación más valiosa en el terreno de los medios de comunicación fue el trabajo que desarrolló al frente de algunas publicaciones culturales como la revista Clavileño (1942) -de la que fue editor- y, sobre todo, la revista Orígenes, órgano difusor de la obra y los postulados estéticos del colectivo homónimo, fundado por el gran poeta José Lezama Lima en la década de los años treinta, y vinculado al poeta norteamericano Wallace Stevens.

En efecto, Rodríguez Santos compartió vivencias e inquietudes estéticas con numerosos creadores integrantes del célebre grupo "Orígenes", en el que figuraban, además del susodicho Lezama Lima, algunos escritores de la talla del poeta y ensayista Gastón Baquero, el poeta y sacerdote navarro -aunque afincado en Cuba- Ángel Gaztelu, el poeta, narrador y dramaturgo Virgilio Piñera, la poetisa, ensayista y crítica literaria Fina García Marruz, el poeta y crítico literario de origen estadounidense Cintio Vitier -esposo de la anterior-, el gran poeta habanero Eliseo Diego y, entre otros autores literarios, Octavio Smith, Lorenzo García y Cleva Solís. Además, el grupo "Orígenes", abierto a todas las disciplinas artísticas, englobaba a músicos -como el español Julián Orbón y José Ardévol-, artistas plásticos -como Mariano Rodríguez y René Portocarrero- e intelectuales -como Bella García y Agustín Pí-. Fuertemente influidos por su fe católica, estos creadores e intelectuales eligieron el nombre de"Orígenes" para recalcar, a partir de la polisemia de esta voz, su intención de fundar una nueva literatura cubana (como habían creado una nueva fe los padres fundadores de la Iglesia). La revista que aglutinó a todos ellos, mencionada en el parágrafo anterior, tuvo una andadura de diez años (1944-1954).

La llegada al poder de Fidel Castro en 1959, así como la puesta en marcha de la Revolución Cubana, despertaron grandes ilusiones en quien ya era por aquel entonces un poeta consagrado. Sus libros de versos, traducidos a varios idiomas, gozaban de numerosos lectores dentro y fuera de las fronteras cubanas, y pasaban por ser obras escogidas entre las lecturas predilectas de Mao Zedong (1893-1976). En 1963, su esposa Antonia Ichaso y sus hijos León y María emigraron a los Estados Unidos de América, pero él decidió permanecer en Cuba al lado de la Revolución, en la que todavía seguía confiando. Sin embargo, tras haber realizado un viaje a China en 1967, regresó a Cuba totalmente decepcionado de los sistemas comunistas y solicitó un permiso para abandonar su país, donde también se había mostrado en desacuerdo con los excesos de la Revolución. A partir de entonces, comenzó a ser perseguido y represaliado por las autoridades castristas, que retiraron todas sus obras de los estantes de las librerías, le expulsaron de la Unión de Escritores Cubanos y le enviaron a trabajar a una explotación tabaquera. Un año después, completamente ignorado en los foros artísticos e intelectuales de su país natal, consiguió que se le permitiera abandonar Cuba para reunirse con su familia en América.

Asentado, a partir de entonces, en Nueva York, Justo Rodríguez Santos continuó cultivando la creación poética y desplegando una intensa actividad laboral que le condujo, en 1972, hasta el cargo de director general de publicidad de la Goya Foods, empresa radicada en Secaucus (Nueva Jersey), en la que permaneció hasta su jubilación (1991). Falleció en el Sant Luke's-Roosevelt Hospital Center, de Manhattan, el miércoles 7 de abril de 1999, a los ochenta y tres años de edad, víctima de una paro cardíaco.

Obra

Respecto a su quehacer poético, Justo Rodríguez Santos se dio a conocer como autor lírico a mediados de la década de los treinta, cuando dio a la imprenta su poemario titulada Luz cautiva (1937), en el que recogió los versos que había ido componiendo desde que empezara a escribir -en 1934, a los diecinueve años de edad- hasta la fecha de aparición de esta opera prima. La crítica especializada se mostró complacida ante la aparición de una nueva voz que aunaba un exquisita preocupación por el acabado formal del poema con una depurada intensidad conceptual, características que habrían de permanecer constantes en el resto de sus entregas poéticas.

En 1942, a través de las páginas de la revista Clavileño, el poeta antillano dio a conocer su célebre Antología del soneto. Pero la auténtica confirmación de la calidad y hondura apuntadas en Luz cautiva tuvo lugar a comienzos de la década siguiente, cuanto Rodríguez Santos dio a la imprenta su poemario titulado La belleza que el cielo no amortaja (1950), obra en la que quedaron bien plasmadas las dos grandes trayectorias recorridas por su inspiración: por un lado, la tradición formal de la mejor poesía clásica española, que halló en el poeta cubano un excelente continuador, siempre atento al rigor métrico y a la musicalidad y sonoridad del verso; y, por otro lado, la apertura renovadora hacia los nuevos modelos estéticos postulados por la Vanguardia, con especial predilección por los aspectos formales y temáticos explorados por el surrealismo. En ambas trayectorias se aprecia, además, dentro de la poesía de Rodríguez Santos, una constante atención hacia ese sentimiento raigal de lo cubano que constituye uno de los rasgos comunes en las variadas producciones de los autores del grupo "Orígenes", y que en los versos del escritor de San Luis se remonta a visiones cosmogónicas a partir de la idiosincrasia insular. No es de extrañar que una de las mayores poetisas hispanoamericanas del siglo XX, la chilena Gabriela Mistral -galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 1945- dedicara a la figura y a la obra de Rodríguez Santos estas palabras: "Su gran decoro, su duro rigor, su respeto acérrimo de la palabra poética, no sabría yo elogiarlos bastante [...]. Hay que seguirlo como a un compañero que lleva consigo un destino poético en Cuba y en nuestra América".

El resto de la producción poética de Justo Rodríguez Santos comprende otros títulos tan relevantes como Los naipes conjurados. 1975- 1976 (1979), El diapasón del ventisquero (1976) y Las óperas del sueño (1981). Además, fue autor de un informe testimonial, en prosa, sobre la Revolución Cubana, publicado bajo el título de La épica de Moncada: Poesía de la Historia (1963).


Lezama Lima y Justo Rodríguez Santos  


PALMERA

BAJO la luz redonda, cuerda pura,
a pulso, vertical, de sol y viento.
Verde fulgor destrenza el movimiento:
crín o penacho libre hacia la altura.

Grito de tierra, vegetal procura
claros silencios de mi pensamiento:
ya en la terraza abierta del momento
delirio de laúd y arquitectura.

De flor y escama lírica sombrilla,
se abre girando a luz que la acuchilla,
vitral del alba, surtidor de pena.

Tenso tallo, columna esclavizada,
dando, sobre la tierra a frente plena,
brújula al viento, norte a la mirada.






NO FUE SU VOZ

NO fue su voz, ni el rumor de la brisa,
ni el pasar de la tarde,
lo que en el canto quiso hacerse eterno.

Yo no quería que su voz supiera
nada de mi instante,
ni el rumor de la brisa,
ni la tarde tampoco.

Yo ignoraba ya tanto mi presencia,
que no pudo ser
ni su voz, ni la brisa,
ni el pasar de la tarde!

Poeta en la ventana, 1937. “Palmera”
Luz Cautiva, 1935. “No fue su voz”,
La Habana. Cuba.

Edición facsimilar, 2007,
Editorial Equilibrista. Ciudad de México.







SONETO

Se me llena de nubes la memoria,
de palomas, del alma se me llena,
ahora que asciende al alma la serena
imagen clara de amorosa historia.

Ahora sé que la ausencia es ilusoria,
ilusoria mi cuita y mi condena,
ahora que se levanta la azucena
a reanudar celeste trayectoria.

Ahora que se alboroza mi elegía
el corazón se transfigura en río
que desemboca en tu auroral bonanza.

¡No es verdad la ceniza!... Todavía
oigo tu voz pacer en el rocío
y heredo tu lenguaje de esperanza.







SUEÑO

Este de larga corza perseguido,
eco de luz, secreto desdoblado,
en árboles de música enredado
y por hilos de luna suspendido;

es de flor azul claro sonido
creciendo en el silencio delicado,
perfil del sueño es, desvinculado
por el aire sin norte de mi olvido.

Ya diminuto cielo ante la aurora,
en riberas que no delada el viento,
en surtidor, en ágel se desflora.

Trino de luz, arrullo, blando acento
que entre la vaga sombra conmemora
de herida, suelta sangre el aislamiento.







RAMÓN GUIRAO [11.468]

$
0
0


Ramón Guirao 

(La Habana, 1908 - 1949). Poeta cubano. Escribió poesía negrista y fue miembro fundador de la Sociedad de Estudios Afrocubanos. De su obra destacan títulos como Bongó, Poemas negros y Órbita de la poesía afrocubana.

Para muchos hoy Ramón Guirao es un poeta desconocido. Un gran silencio, un injusto silencio rodea su nombre. Como si no fuera suficiente infortunio el haber muerto tan joven, a los cuarenta y un años, el 17 de abril de 1949. Guirao figuró entre los primeros autores que publicaron libros acerca del tema negro en la poesía. Su libro Bongó, de 1934, nos alerta sobre el detalle. De él apuntó el crítico y estudioso Max Henríquez Ureña que tenía “una personalidad poética de positiva fuerza original. Era hijo de su siglo. Seguía las corrientes de más acusada novedad, con resonancias eventuales de Rafael Alberti y de Luis Cernuda”. La biografía del vate no es muy extensa. Nació en Cabañas, Pinar del Río, el 11 de octubre de 1908, por lo que se aproxima el centenario de su natalicio y sería una lástima dejarlo pasar entre la vorágine de las rutinas y los olvidos de la injusta desmemoria. El padre y la madre eran españoles, pero el vástago resultó muy cubano.

Su Obra

Estableció romance con las letras desde la adolescencia, dándose a conocer en el suplemento del Diario de La Marina, allá por 1928, con el poema afrocubano “La bailadora de rumba”. También cultivó el periodismo; sus colaboraciones pueden rastrearse en Revista de Avance, La Prensa, Orbe, Carteles, Social, Línea, Revista Bimestre Cubana, Bohemia, Espuela de Plata, Verbum, Orígenes y otras publicaciones, incluidas algunas revistas de Centro y Sudamérica. No fue, como hoy puede llevarnos a creer su ausencia total en los recuentos literarios, un autor desconocido, ni ignorado, ni exento de pujanza en el panorama literario y poético de los años 30 y 40 del siglo XX, donde abundan las voces trascendentes.

En 1937 ganó el premio nacional de ensayo de tema cubano del Concurso de la Secretaría de Educación y, por entonces, fue jefe de redacción de la revista Grafos, un mensuario de temas culturales que editó trabajos de importantes autores de la época. Publicó sólo otro libro:Presencia, pero dejó inéditos los poemarios Cuadrante y Seguro secreto, además de un texto crítico sobre el poeta esclavo Juan Francisco Manzano. Figuró entre los fundadores de la Sociedad de Estudios Afrocubanos y trabajó en las redacciones de Avance y Alerta.

Formación

De formación autodidacta aunque individuo cultivado, se asegura que su vida fue un tanto bohemia y ajena a las comodidades. Lo negro lo apasionó, su modo de hablar y vivir. Hasta la lejana Nigeria viajó en su afán de conocer mejor las raíces yorubas, algo singular en un hombre de la primera mitad del siglo XX que, sin dinero, trabajaba para ganarse la vida. Cintio Vitier llamó a Guirao el poeta pudoroso, testimonio de que fue un hombre para quien el hacer literario, la indagación en las raíces africanas y una existencia consecuente con su modo de pensar, marcaron derroteros.

Premios y distinciones

En 1937 ganó el premio nacional de ensayo de tema cubano en el Concurso de la Secretaría de Educación.



Ramón Guirao publicó el primer poema de tema negro en Cuba, «Bailadora de rumba», una temática que recogió en Bongó: Poemas negros (1939). En 1939 publicó una imprescindible Órbita de la poesía afrocubana, 1928-1937. Su poesía negra acierta en la descripción de los personajes populares y en la reproducción de los elementos fónicos propios de su habla, alcanzando una rica sonoridad y el empleo de valores rítmicos, cercanos al de la guaracha y el son. En su libro Poemas (1947) se aprecia una poesía más íntima y levemente desolada.


BAILADORA DE RUMBA

Bailadora de guaguancó,
piel negra,
tersura de bongó.
    Agita la maraca de su risa
con los dedos de leche
de sus dientes.
Pañuelo rojo
-seda-, 
bata blanca
-almidón-,
recorren el trayecto
de una cuerda
en un ritmo afrocubano
de
    guitarra,
    clave
    y cajón.
    «¡Arriba, María Antonia,
alabao sea Dió!»
Las serpientes de sus brazos
van soltando las cuentas
de un collar de jabón.




MARTÍN JACINTO MEZA [11.469]

$
0
0


Martín Jacinto Meza

Martín Jacinto Meza (Martín Tonalmeyotl), originario de la comunidad de Atzacoaloya, Municipio de Chilapa de Álvarez Guerrero en México. Hablo el idioma Náhuatl y Español.


Estudié la licenciatura en Literatura Hispanoamericana en la Universidad Autónoma de Guerrero. Actualmente estudio la Maestría en Lingüística Indoamericana en el CIESAS México D.F. y he participado con lecturas bilingües en el 1er Festival Guerrerense de la Lectura, en Los Diez Años del Grupo Independiente Ocelotl, en Chilpancingo Guerrero, entre otras. (mattjac@hotmail.com)




NOTLAJTOL 

Pake notlajtol
Uestka niman notlatlaloua ken se masatl
Tsijtsiikuine niman nokuatechkua ika mostle
Nokuatlajtlatsia ika tonajle

Pake te notlajtol kampa aman ilui
Kakalaka ika uetska niman notlaloua
Ken se konetl ken se ajkomalakotl

Ya ke te
Yonoxochitlakente
Okinake iatlatsitn
Sa yektle sa istak
sa chipauak ken teskatl






MI LENGUA

Alegre está mi lengua
Ríe y corre como venado
Brinca brinca hasta golpearse con las nubes
Hasta quemarse los cabellos con el sol

Contenta está porque es su día
Rie a carcajadas y corre como infante
Como alegre remolino 

Además
Ha vestido de gala
Usa los colores del agua
Blanca cristalina
Límpida transparencia 








NOCHANIJKAUAN

Nochanijkauan kinekiya patlanisia se tonajle
Chika okinemilijkej oyejkokej oksekimej
Niman okintsontek tsotekomamej niman ikximej
Yake te okitentsake ajakatsintle ika inteposuan

Aman nochanijkauan
xok kinekej kana kisaskej
ipan se tlayoua
ninse inyakajtsoltsin kuajteketsa
Ipan kaltlatsakuajle 






MI GENTE

Mi gente quiso ser ave un día
pero llegaron los otros
y cortaron pies y cabezas 
y callaron al viento con sus metrallas

Hoy mi gente ha perdido 
la esperanza de viajar
y es tanto su quebranto
que por las noches
no asoman ni una 
nariz a la puerta de la casa






NOTLALTIPAK 

Notlaltipak melauak ueye
Niman noijke ueye inejyamanyo
On yeualtin
Mojmostla notlajtolpatla
ika se tepostlakakalakajle
noso se tepostlatojtoponalistle







MI MUNDO

Mi mundo es diverso y
triste por su ambivalencia
Cada día que pasa
la noche cambia su silencio
por rugidos de autos
y gritos irritados de metralla









INTLAJTLAKOL 

Uan kiminekej amo yajuamej intlajtlakol
Tlajtlakolijkej on uan melauak tenekej
Niman xkimate tlinon kijtosneke
On tetlasojtlalistle
Yajueme te san tenekej maske 
Manopopolokan ipan on tlatemiktin






LA CULPA

La culpa no es de los amados
sino de aquellos que aman
y no conocen el mínimo significado
de la palabra amor
solo aman y se pierden orillados
entre muros de sueños desconocidos

  






NONANTSIN 

Nonantsin te on moxtsintle uan chante ipan nixtololojuan
Siuatototl uan noyejkuikatsia ipan tepeyoj niman koyojka

Yajua te melauak kualtetsin
Tlanesyotl tlacha ken nonantsin
Niman xochimej tlachaj ken nonantsin
Itenxipaliuan melauak yemankej
Tlacha ken ome chipajke atentin
Uan atsotlanej ika itlauil mestsintle

Yajua kuelita ueye kuikalistle 
Niman kuak nokuikatsia 
Inemilis kinyektlalia miyak tlajtoltin
Ajuiyakej niman yemankatsopelikej 

Meluak te kuajle nantle kampa
Imauan temakaj chikaualistle
Itlajtoluan niman iueyetlanemilis 
Kimajuilia xinaxtin san yektin
Uan tlacha ken xohitlanemililtin 

Kamelauak te kuajle nantle
Yajua onechitite 
Kenejke nikimijtsouas on tlajtolnemilistin
Kenejke nikintsopelis xochitlajtoltin







MI MADRE

Mi madre es aquella nube que vive en mis ojos
Ave jilguera que sonoriza melódicas canciones en bosques y montañas 

Ella es muy hermosa
El amanecer se parece a ella
Y las flores se parecen a ella

Sus delicados labios
Son como dos transparentes ríos
Que brillan con la luz de la luna

A ella le apasiona el canto
Y cuando lo hace
Su pensamiento crea cientos de palabras
Perfumadas dulces y suaves

Ella es una buena madre 
Sus abrazos son alimento de vida 
Sus palabras y pensamiento
Son lluvia para la vida de las semillas
Parecidas a las ideas
Por eso ella es una buena madre
Porque me ha enseñado 
Como tejer pensamientos, cosmovisiones
Como endulzar aún, las palabras floridas 





SIUAMESTLE 

Inakastlan itentsin 
kipiya se kuamochiyojle kapostik sa yektle
Iuetskayo
nese ken atsintle posonkej sa istak

Yajua te tlacha ken xaltsintle yemanke xoxoktik 
Itsontsin kokolostik niman kapostik
nese ken tsiotlakiliotl ipan se ueyeatsintle xopaltik

Itenxipaliouan
on tenxipaltin tlapaltikej niman yektin
nolinya ken on ajkokojtin uan chante itempan ueyeatsintle

Itokato kijtosnekej “melauak timisneke” niman itlakayo
ajuiyak niman yemanke ken tlaltsintle

Ixtolojuan pipitikej niman yolyemankej
tlapaliojkej ken atsintle chipauak niman kapostik
Iyoltsin te in siuatsintle nese
ken se michintsin
uan tlakpak tsikuintika







MUJER LUNAR 

En su barbilla izquierda 
se dibuja un caracol adiamantado y negro
Su bella sonrisa
es una ola resplandeciente y blanquecina

Ella es del color arena suave y verdosa
Sus cabellos rizos y negros
se parecen a los atardeceres
en valles de mares azulados
Sus labios
esos labios marcados con retoque en lápiz
se mueven solitariamente como palmas temblorosas

Su nombre es un “tequiero” y su cuerpo
es materia suave y perfumada 

Sus ojos adormilados a veces tristes
tienen un color de mar en blanco y negro
Y su corazón es
un delfín/en pleno vuelo






YAJUA NAJMANA

Kualtsin nese
Maske ixtololojuan kijtoua kampa yajua najmana
Itlapalio nese youak niman uejka kistineme
Tlamo te san itlaken okitlachalispatlak
Tlamo san yajua okinochiuile
Onotlakentle ika se ueye neyajmantle

Yajua kijtoua kampa kuajle neme
Maske ixtololojuan kijtoua okse tlamantle
Sa chojchokatokej, sa ixtlatlakua

Ipan itenxipaluan
On tenxipaltin chilmoltsopelikej
Nese ken tlajtoltin uan kijtoua
Yajua najmana
Kokoua iyoltsin niman najmana

Yaka okualijto
Matikpatlakan ixayak
Matikxochiixauikan

Najua niknankilia
Matikonitej se kafetsin
Matitlajtlajtokan achijtsin
Kana ijkon uelis tikixtekiliskej
Se iuetskayo niman pan in kalpan 
Kan onokej ojtin temojmojtijkej
Tikuajkajteuiliskej on neyajmantle
Chika yajua uetska







ELLA ESTÁ TRISTE 

Linda se ve
Pero triste es su mirar
Su color sabe a distante y seco
Tal vez sea la ropa que ha cambiado
El tono de su piel
Tal vez sea ella misma
Que ha vestido de tristeza 

Ella insiste en mentir
Pero sus ojos lo han traicionado
Cada parpadeo dice que ella miente

En sus labios
Aquellos labios dulces anaranjados
Se pueden leer palabras como
Ella está afligida
Está doliente y desamparada

Alguien dice
Hay que cambiar su semblante
Hay que maquillarla para su bien
Yo contesto 
Mejor salgamos a tomar un café 
Y conversamos un poco con ella
A lo mejor y le robamos una sonrisa
Y entre las calles boscosas de la ciudad
Abandonamos su tristeza
Mientras ella ríe




TLAXKALSIUATSITSINTIN

Siuatsitsintin noxochitlakentsiaj,
noyektiliaj,
nopetsouaj.
Impan inlomoj,
impan imastlakapaluan,
sa nokalanijtiuej insonsaloluan,
sa tsotlantiue intlapalcintas.
Yajuamej te tlaxkalsiuatsitsintin,
yajuamej kipakaj innextamal,
youej ipan molino ontlakuechouaj.

San yejko intlakualkalijtik
peuaj kiyemaniaj tixtsintle.
Kimimilouaj ipan inmetlatsin,
kinyeualchijchiuaj
ken se ayeualmanajle,
ken se mestsintle.
Kema konsouaj ipan sokikomajle,
komajle uan ikxitsitsiuan tekauintokej.
Tlaxkaltsitsitntin peuaj iksej,
sa yejyektin sa uejueimej,
kema nixajokue,
noponatsouaj ken akuakuamej kuak yokualankej.





MUJERES DE TORTILLA

Visten sus atuendos floridos,
se embellecen,
se peinan.
Sobre sus espaldas,
sobre sus hombros
cuelgan trenzas adornadas con cintas coloridas.
Son las mujeres de tortilla,
son las que lavan su nixtamal,
son las que van al molino a hacer la masa.

Al llegar a la cocina
comienzan por ablandarla,
la mueven  y masajean sobre el metate,
hacen círculos con ella,
se parecen a una laguna,
o la redondez de la luna.
Tienden la tortilla sobre el comal de barro,
comal de pies de fuego.
Las tortillas comienzan a formarse
bellas y grandes,
levantan su pestaña,
se inflan como sapos enojados.



JEANETTE HUEQUEMÁN [11.470]

$
0
0



JEANETTE HUEQUEMÁN  

Jeanette del Carmen Huequemán García
- 1965, Puerto Montt, Chile
- Escritora y poeta mapuche

Tertulias en grupo, taller de literatura y teatro.

Es miembro activo en la Sociedad de Escritores de Chile filial Valdivia, participa en los talleres de creación y discusión, sus poemas son a la tierra.

En Bilingüe escribe sus poemas en Mapuzungun y Castellano.


Bibliografía:

En Valdivia, salí en la segunda Antología de Poetas y Prosistas Valdivianos en el año 2008, y en la Antología llamada Hilando en la memoria EPU RUPA en el año 2009, también aparezco en la Antología Poética Mujeres Mapuches (siglo XX-XXI) llamada Kümedungun  Kumerirrin 



Deja


Deja que las olas bañen tu alma
llevarás el espíritu limpio
al comienzo del camino
llorarás mirando atrás
al amanecer das a conocer
olvidando el tiempo
y la sabiduría perdida
busca con tus sueños
el sendero de brotes nuevos
en la mañana de azul primavera
murmura el viento
grita mi corazón desnudo
al sur se levanta flor de fuego
como respuesta
a nuestro juramento.
En Kümedungun/Kümewirin, 2010.



Chaqueo fey calcü ñi mollyün
rahin
kimeltu fey rüpü
mamputun ñi chrahua
huitrán fey duam
culli´n-ven kiñe
vule
pichicuchran fey witran
ñi mapu muller
mamo huitrán umercülen ñi mapu
ina lafquen
i fey wincu
ka inche fey kawellu
rahin chequen wangülen
guidü, guidü chum fey uñ
tañi ñi n´g
fey wilufkelen ñi avüülen
uyew eluney
pillan
oñoquintue quidü
ka nguillatun fey mapu
ñuque cuyen, wenu
ka pacahacama.







Mi sangre.

El árbol de mi sangre
corre presurosa
enseñando su camino
rozando mi piel
arrancando mis ideas
llevándome a un
futuro
donde la libertad
de mi pueblo existe
allí está su tierra
a orillas del mar
hasta las altas montañas
y yo con mi caballo
corro por las estrellas
libre, libre como los pájaros
miro en sus ojos
el brillo de ala alegría
allá regresan
los espíritus de mis antepasados
mirarás atrás libre
y rogaremos a la tierra,
madre luna, cielo
y creador del mundo.






Allkutün.

Allkutün
fachian tu epe afiche
kutral zugun meu
kuifi rayen mew
mollyün wiring
yemey
tripamumu ñi rayen
wentru pelu mew
umawkuley temi piuque welu
chewpüll
rayen mahuida
taiñ mapu
mogey
ñi mapu alüpüa
ulkatün.






Escúchame.

Escúchame
hoy al amanecer
en el hablar del fuego
se parte allí el aliento
la escritura de mi sangre
busca
la flor de mi origen
en la claridad del hombre
solo duerme su corazón
¿En qué lugar?
florece en la montaña
nuestra tierra
vive
mi tierra amada
cantaré.






Cuyen.

Ñi alhue huirán
ngelu weng´k villanguayqui
chege ñi
ng´llüdnentunge mi k´lleñu
kimeltu fey rüpü
yemey fey mapu
wenu ka cuyen
lamnguen elun eime cuq
cuchi umaün fey pewen
ka inche pürun fey uñ.







Luna.

Mi alma arrastra
la tristeza de estar perdido
pobre de mi
seca mis lágrimas
enséñame el camino
busco la tierra
cielo y luna
hermano dame tu mano
las mariposas aún
duermen en el pewen
y yo bailo con la aurora.










MIJAÍL LOMONÓSOV [11.477]

$
0
0


Mijaíl Lomonósov

Mijaíl Vasílievich Lomonósov (en ruso Михаи́л Васи́льевич Ломоно́сов) (19 de noviembre de 1711–15 de abril de 1765) fue un científico, geógrafo, mosaiquista y escritor, polímata ruso que realizó importantes descubrimientos en ciencia, literatura y educación, y fundador en 1755 de la primera universidad rusa, que hoy lleva su nombre. Por sus importantes y decisivos aportes es considerado el patriarca de la geografía en Rusia.

Nacido en Rusia en 1711, en la lejana costa del Mar Blanco, era hijo de un humilde campesino que alternaba las faenas del campo con la pesca. Hasta los 19 años Lomonósov no salió de su pueblo y, si adquirió algunos conocimientos rudimentarios, fue gracias a que su madre era hija del diácono de la parroquia. En diciembre de 1730, en un afán incontenible por estudiar, abandonó su aldea y, uniéndose a una caravana de mercaderes de pescado, se dirigió a Moscú, en pleno invierno y a pie. Sus comienzos fueron duros, pues tuvo que ganarse el sustento y, debido a sus escasos conocimientos, se vio obligado a inscribirse en una escuela para párvulos a sus 19 años y con más de dos metros de estatura. Su inteligencia natural y su capacidad de trabajo asombraron a los maestros y, al terminar el curso, con ayuda de éstos consiguió ingresar en la Academia Eslava Greco Latina de Moscú. En cinco años pasó brillantemente los estudios programados para ocho y, tras superar las pruebas de griego, latín, eslavo antiguo, historia, filosofía y otras, fue becado por la propia institución para proseguir sus estudios en la Academia de Ciencias de San Petersburgo. En agosto de 1736, tras concluir con premio extraordinario los estudios de la Academia de Ciencias, fue becado para estudiar en la Universidad de Marburgo en Hesse, capital del estado de Wiesbaden, Alemania, en donde tuvo como maestro al filósofo Christian Wolff. Entre 1739 y 1740 se trasladó a Freiberg (Sajonia) donde existía una prestigiosa Academia de Minería y tuvo como maestro a Johann Friedrich Henckel, lo que le permitió estudiar Química, Física, Mecánica, Minería y el arte de la fundición. Después regresó a Marburgo donde se casó en junio de 1740 con Elisabeth Christine Zilch, que era la hija de su casera, y empezó a desarrollar con gran intensidad su faceta de escritor y poeta.

Desarrollo en literatura y gramática

Como filólogo fue el creador de la primera Gramática rusa y de la primera Retórica (1748) adaptada a esa lengua. Adoptó el sistema de versificación silabotónico reformando la poesía rusa. Fue poeta oficial, bajo el reinado de la emperatriz Elizaveta Petrovna, y compuso odas, epístolas y tragedias, siendo la más importante Tamira y Selim (1750). En 1741 volvió a Rusia como adjunto a la Cátedra de Física de la Academia de Ciencias y en 1745 fue nombrado catedrático y miembro de la Academia de San Peterburgo. Su carácter engreído y violento y su excesiva afición a la bebida le provocaron algunos problemas, hasta el punto de que permaneció bajo arresto casi un año entero en 1743 y estuvo a punto de ser expulsado de la Academia. Sostuvo una gran enemistad personal con Sumarókov y Trediakovski, pero la emperatriz Isabel le protegió y le concedió grandes fincas, con siervos incluidos.

Teología y estudios geográficos

A mediados del decenio de 1750 comienza a trabajar en el Departamento de Geografía de la Academia de Ciencias rusa, que para aquel entonces estaba realizando una serie de levantamientos geográficos en la zona del Ártico siberiano, donde Lomonósov hace importantes contribuciones al descubrimiento de la geografía ártica. En 1755 se funda por iniciativa suya la Universidad de Moscú, que luego llevaría su nombre. Siendo profesor de las citadas instituciones, promueve el estudio de la geografía y la formación de geógrafos, muchos de los cuales fueron sus discípulos y ayudantes en la exploración del Ártico. Como ferviente cristiano ortodoxo,1 en 1755 escribe una gramática que reformó la lengua literaria rusa combinando el vocabulario sacro de la iglesia eslava con la lengua vernácula rusa. Más tarde escribiría más de 20 odas ceremoniales solemnes, donde destaca «La meditación de la grandeza de Dios».

En 1758 es nombrado director del Departamento de Geografía de la Academia de Ciencias, puesto desde el cual elaboraría una metodología de trabajo para el levantamiento geográfico que guiaría durante mucho tiempo las más importantes expediciones y estudios geográficos en Rusia, sin contar una serie de importantes contribuciones, como la demostración del origen orgánico del suelo o su estudio explicativo sobre el origen de los icebergs en 1760. En el mismo año Lomonósov publicó su propia historia de Rusia. En 1763 compila una serie de importantes contribuciones en su obra titulada Breve descripción de las diferentes travesías en los mares del norte y demostración de la posibilidad de llegar a las Indias orientales atravesando el océano siberiano, donde indica los rasgos esenciales de la dinámica marina ártica, establece una carta hidrográfica señalando las rutas para embarcaciones que recorriesen el océano y descubre una ley general de los movimientos de los hielos. Por sus importantes aproximaciones al estudio geográfico de los hielos y su ley general, se le atribuye ser el padre de la glaciología. En 1764 es designado Secretario de Estado. Muere un año después en San Petersburgo a la edad de 54 años.

Aportaciones en otros campos científicos

Replicó el experimento de Robert Boyle, lo que permitió deducir que la teoría del flogisto era falsa. Asimismo consideró el calor como una forma de movimiento contribuyendo a la teoría cinética de los gases y avanzando el carácter ondulatorio de la luz.

También expresó la Ley de conservación de la materia y del movimiento en una carta fechada el 5 de junio de 1748 dirigida al matemático Leonard Euler. Desarrollada unos 40 años antes que Antoine Lavoisier, por lo que a la ley de conservación de la materia se le conoce también como la Ley de Lomonósov-Lavoisier. Lomonósov descubrió que en una reacción química la materia se conserva, la masa inicial es igual a la masa resultante. Posteriormente, Lavoisier descubrió que los elementos que participan el una reacción química, conservan cada uno de ellos su propia masa después de la reacción.

Otros de sus logros fueron: la medida del punto de congelación del mercurio, la demostración del origen orgánico del suelo, de la turba, del carbón, del petróleo y del ámbar. También publicó un catálogo con más de 3.000 minerales.

En 1762 presentó un telescopio reflector a la Academia de Ciencias en el que había desplazado el foco a cuatro grados del eje, lo que permitía mirar por un tubo separado sin que la cabeza del observador fuese un obstáculo a la visión. Sin embargo, este diseño no se publicó hasta 1827 cuando ya existían los modelos de William Herschel. Otra aportación en el campo de la astronomía fue la suposición de una atmósfera en Venus fundamentada en observaciones del tránsito de Venus.

Otras aportaciones

Lomonósov estaba orgulloso de haber reinstaurado el antiguo arte de los mosaicos . En 1754 , en su carta a Leonhard Euler, escribió que sus tres años de experimentos, en los efectos de la química de los minerales sobre su color, le habían impulsado a involucrarse en el arte del mosaico. En 1763 puso en marcha una fábrica de vidrio que sería la primera en producir mosaicos esmaltados fuera de Italia. Se atribuyen a Lomonósov cuarenta mosaicos, de los que sólo veinticuatro nos han llegado. Entre todos ellos cabe destacar, el Retrato de Pedro I (1754) y la obra titulada Batalla de Poltava (1762-1764) con un tamaño de 4,8 x 6,4 metros.2 3 En 1925, con motivo del 200 aniversario de la Academia de las Ciencias de Rusia, la fábrica Imperial de porcelana es nombrada en su honor como Fábrica de Lomonósov, nombre que conserva hasta el año 2005 donde vuelve a su origen de Fábrica Imperial de Porcelana.







Los pensamientos matinales sobre la grandeza de Dios.

Ya la hermosa luminaria
Extendió su brillo sobre la tierra
Y reveló las obras Divinas.
¡O, espíritu mío, con alegría escucha!
Maravillado por tan claros rayos,
¡Represéntate, como es Creador Mismo!
Si para los mortales tan alto
Sería posible volar,
Para acercándose al sol
Nuestro ojo perecedero pueda ver:
Entonces, de todos lados se abriría
Un océano eternamente ardiente.
Allí olas de fuego se precipitan
Y no encuentran costas;
Allí olas de fuego giran
Contendiendo muchos siglos;
Allí las piedras hierven como agua;
Las lluvias ardientes hacen ruido.
Esta magnitud ardiente
Es como solo un destello ante Ti;
¡O, cuan preclara lámpara
Está prendida por Ti, o Dios,
Para nuestros trabajos cotidianos,
Que Tú nos ordenaste hacer!
De la lúgubre noche se liberaron
Campos, colinas, mares y bosque
Y se abrieron a nuestra mirada
Plenos de Tus milagros.
Allí clama toda carne:
¡Grande es nuestro Creador, el Señor!
La luminaria diurna brilla
Solo sobre la superficie de los cuerpos;
Pero Tu mirada traspasa el abismo,
No conociendo límites ningunos.
Desde la luminosidad de Tus ojos
Se vierte la alegría para toda creación.
¡Creador! A mí, cubierto de tinieblas,
Extiende rayos de sabiduría –
Y lo que es deseable ante Ti
Siempre hacer enseña
Y, viendo a Tu creación,
Alabar a Ti, ¡o Rey inmortal







Pensamientos de la tarde sobre la grandeza de Dios en ocasión de una gran aurora boreal. 

Su rostro esconde el día;
Los campos cubrió la lúgubre noche;
Subió a los montes la sombra negra;
Los rayos se inclinaron de nosotros,
Se abrió el abismo pleno de estrellas.
Las estrellas son incontables y el abismo – sin fondo.
Como un grano de arena en olas del mar,
Como pequeño destello en eterno hielo,
Como un polvo fino en potente torbellino,
Como una pluma en voraz fuego:
¡Así en este abismo estoy hundido,
Me pierdo de pensamientos cansado!
Las bocas de los sabios nos dicen:
Allí hay numerosos mundos diferentes;
Incontables soles arden allí;
Allí hay pueblos y círculo de siglos;
Para la común gloria de la Deidad,
Allí es igual la fuerza del ser.
Pero ¿dónde está tu ley, naturaleza?
¡Desde el norte se levantó la aurora!
¿No sería que el sol fija allí su trono?
¿No tiran el fuego mares helados?
¡Es que una llama fría nos cubrió!
¡Es que de noche, el día sobre la tierra entró!
O, vosotros, cuya rápida mirada
Atraviesa el libro de leyes eternas,
Para quienes el signo de objeto pequeño
Revela la regla del ser, –
Les está conocido el camino de todos los planetas:
Digan ¿qué es lo que nos admira tanto?
¿Qué es lo que manda de noche un claro rayo?
¿Qué es lo que golpea al firmamento con fina llama?
¿Cómo un rayo sin amenazantes nubes
Se dirige desde la tierra hacia el cenit?
¡Cómo puede vapor congelado
Generar en invierno un incendió!
Allí discute la espesa niebla con el agua;
O brillan los rayos del sol,
Inclinándose hacia nosotros a través del aire espeso;
O arden las cimas de aguas espesas;
O en el mar dejó de soplar el zefir.
Y olas lisas golpean al éter.
Vuestra respuesta está de dudas llena
Sobre lo que está alrededor de lugares cercanos;
Digan ¿cuán extenso es el mundo?
¿Y qué hay mas allá de estrellas menores?
Es desconocido para vosotros el fin de las criaturas:
Digan, aunque sea, ¿cuán grande es el Creador?


 Traducidas por Elena Ancibor (E.A.), Doctora en Ciencias Naturales y colaboradora de Iglesia Rusa-Ortodoxa en el Extranjero









GAVRILA DERZHAVIN [11.478]

$
0
0

Gavrila Derzhavin 

Derjavine, Gavriil Románovich (1743-1816).
Poeta ruso, nacido en Karmachi o Sokura (Kazán) en 1743, y muerto en Zvanka (Novgorod) en 1816.

Vida.

Nacido en el seno de una familia de origen tártaro, era hijo de un terrateniente acomodado, lo que le permitió estudiar la carrera militar y, posteriormente, colocarse en la alta burocracia de su país. Fue gobernador de Olonec y de Tambov, y alcanzó incluso el puesto de secretario de Catalina II (1791). Durante el reinado del zar Alejandro I, fue ministro de Justicia (1802). Alternó esta dedicación a la política con una constante vocación literaria que le convirtió en uno de los mayores representantes del clasicismo ruso.

Obra.

La influencia de un clasicismo ruso encarnado en las obras de Lomonosov y Sumarókov orientó en un principio la obra de Derzhavin. Pero, paulatinamente, fue haciéndose con una voz propia, muy original, que dotaba a sus odas de una majestuosidad física o metafísica poco común -hasta entonces- en las Letras rusas. En reconocimiento de esta maestría clasicista, Gógol le llamó "el poeta de la grandeza".

Sus primeras odas le granjearon una temprana celebridad como poeta: En la muerte del príncipe Mercherski (1779) -reflexión desengañada sobre la inanidad de la vida humana- fue muy bien recibida; A Felitsa (1782) -mezcla de adulación y sátira- le reportó el favor de Catalina II; Dios (1784) fue una acogida como una profunda reflexión sobre las diferencias entre las naturalezas divina y humana; La cascada (1791-1791) difundió sus consideraciones filosóficas a partir de un hecho muy concreto y conocido, la muerte de Potëmkin; y Por el retorno del conde Zubov de Persia (1797) puso brillante colofón a este género de poesía.

En sus últimos años de existencia, Derzhavin se volcó hacia la poesía anacreóntica para verter en sus moldes clásicos su predilección por la vida epicúrea. Destacan sus poemas titulados A Eugeni, La vida en Zvanka (1801) y La invitación a la mesa (1811).

Otros títulos salidos de su pluma son Sobre la toma de Ismail (oda triunfal, 1791) y El gran señor (oda satírica, 1794).





Oda Dios

Oh! Tu espacialmente infinito,
Que vives en el movimiento de la sustancia,
Anterior al transcurrir del tiempo,
Sin rostro, en tres personas de la Divinidad.
Espíritu omnipresente y único,
Quien no tiene lugar, ni causa,
A quien nadie pudo comprender,
Quien todo lo llena, abraza, construye y conserva,
A Quien llamamos Dios!
Medir el océano profundo
Contar las arenas, rayos de planetas,
Aunque podría, un intelecto superior,
Tu no tienes ni número, ni medida.
No pueden los espíritus esclarecidos
Nacidos de Tu Luz, investigar Tus destinos.
Sólo el pensamiento osa elevarse hacia Tí,
Desaparece en Tú grandeza,
Como en la eternidad un instante que pasa,
La pretemporal existencia del caos
De las profundidades de la eternidad, llamaste
Y la eternidad, antes de los siglos nacida,
La fijaste dentro de Tí.
Componiéndote de Tí mismo,
Irradiando de Ti mismo,
Tú eres la Luz, de donde la luz provino.
Creando todo con una Palabra,
Extendiéndote en nuevas creaciones,
Tú estabas, Tú eres y Tú serás por los siglos.
La cadena de los seres cabe en Ti,
La mantienes y la vivificas,
El fin unes con el principio
Y regalas la muerte a la vida.
Como caen los destellos y se mueven,
Así nacen soles de Ti.
Como en un claro día de invierno,
Las partículas de escarcha, brillan
Giran, e iluminan,
Así las estrellas están en las cimas ante Ti.
Millones de luminarias encendidas,
Fluyen en lo inconmensurable.
Tus leyes cumplen ellas,
Emiten rayos vivificadores.
Pero lámparas de fuego estas,
O masas de cristales incandescentes,
O hervidero de ondas de oro,
O éteres encendidos,
O todos los mundos de luz, reunidos,
Ante Ti, son como noche ante el día!
Como una gota en el mar
Toda la materia brilla ante Ti,
Y ¿qué es todo el universo, que yo veo?
Y ¿qué soy yo ante Ti?
Si en el océano etéreo éste
Multiplicando cien veces los millones de mundos,
Me atrevo a comparar Contigo
Serían tan solo un punto.
Y yo ante Ti no soy nada!
Nada, pero Tu brillas dentro de mí,
Con la grandeza de Tus bondades
En mí Te reflejas, como el sol
En una gota de agua.
Nada pero yo siento la vida,
Vuelo ávido de las alturas,
Mi alma siente Tú existencia,
Penetra, piensa, discute,
Yo soy! Indudablemente también Tú eres
Tú eres, el orden de la naturaleza lo dice,
Me lo dice mi corazón.
Tú eres! y yo ya no soy nada!
Soy parte de todo el universo,
Puesto, me parece, en un honroso punto medio
Donde terminaste los seres materiales
Y comenzaste los espíritus celestiales,
Uniendo conmigo a toda la cadena de seres.
Yo soy la conexión de los mundos omniexistentes,
El eslabón extremo de la materia,
Centro de todo lo viviente,
La línea inicial de la Divinidad!
Mi cuerpo se deshace en el polvo,
Domino a los truenos con mi mente,
Yo soy rey, esclavo, vermes, DIOS!
Pero siendo tan insólito
De donde vine? no se sabe,
Pero proceder de mí mismo no podría.
Yo soy Tú creación, o Creador!
De Tú Sabiduría, la criatura!
Fuente de la vida, Dador de todos los bienes,
Alma de mi alma y Rey!
A Tú verdad era necesario
Que mi ser inmortal pase
El abismo de la muerte.
Que mi espíritu se vista de mortalidad.
Y que a través de la muerte
Yo vuelva, Padre a Tú inmortalidad.
Inconcebible, Omnipresente, yo sé
Que mi alma no tiene fuerzas
Ni siquiera para representar tu sombra
Pero si es menester glorificarte
Para los débiles mortales es imposible
Honrarte de otro modo
Que elevarnos hacia Ti,
Perdernos en la inconmensurable diferencia
Y derramar lágrimas de gratitud!





Alaben a Dios, D.P.

Alaben al Altísimo las fuerzas celestes,
Mentes presentes ante la Inteligente Luz,
Uno en Trinidad alaben con cántico excelso,
Infinitas huestes de Ángeles gozosos.
Que alaben al Creador, las criaturas materiales,
Al Padre de Luz — luminarias incontables,
Al Inefable — el orden de leyes naturales
Sobre las que El fijó al Universo.
Al Dios Omnipotente — alaben con las ciencias
La corona del conocimiento deponiendo ante él.
Al Padre de la inspiración — con sonidos selectos
Con verso poético, con palabra viviente.
Al señor alaben con servicio leal
Al dador de bienes con trabajo honesto.
Al Señor de las fuerzas - con la lucha contra el mal.
Al justísimo Juez — con juicios justos.
Al que nos llama a la Patria Celestial
Alaben, sirviendo a la patria terrenal.
Al que es todo amor — con amor al prójimo,
Amor hacia los hermanos menores sufrientes.
Alaben al que no tiene sombra alguna
Con la limpidez de corazones sumisos.
A la santidad de los santos excelsos
Alaben con altos pensamientos santos.
Alabemos al Creador con la vida sin pecado.
Con la muerte pacifica — alabemos a Él,
Y nos dará la resurrección a la vida eterna
Tal como para nosotros a Su Hijo levantó.

Traducidas por Elena Ancibor (E.A.), Doctora en Ciencias Naturales y colaboradora de Iglesia Rusa-Ortodoxa en el Extranjero, residente de la Rep.Argentina.





The Bullfinch  (1800) 

by Gavrila Romanovich Derzhavin, translated by Dmitri Smirnov

On the sixth of May, 1800, Alexander Suvorov died in the presence of Derzhavin. Derzhavin, returning home, went into his study. The trained bullfinch fluttered in its cage and, as was its habit, immediately sang one phrase of a military march.

The source document of this text is not known.
Please see this document's talk page for details for verification. "Source" means a location at which other users can find a copy of this work. Ideally this will be a scanned copy of the original that can be uploaded to Wikimedia Commons and proofread. If not, it is preferably a URL; if one is not available, please explain on the talk page.
Why do you strike up song military
Fife-like, o, bullfinch, my friend?
Who'll take the lead in our fight with Hell's forces?
Who will command us? What Hercules?
Where is Suvorov, strong, swift and fearless?
Now Northern thunder lies dead in the grave.

Who will ride fiery, ahead of the legions,
Nag for a steed, and crusts for meal,
Temper his sword in the heat and in ice storms,
Sleep on straw pallets, labor 'til dawn,
Bring down the armies, the walls and the forts
With but a handful of stout Russian men?

Who will excel in unwavering courage,
Conquering fate with a prayer and with faith,
Evil with bayonets, envy with jests?
Capturing scepters, remaining a slave,
Who will keep striving for valor alone,
Live for our Tsars, while consuming himself?

Glorious heroes like this one are gone now
Bullfinch cease singing your songs military!
Music of war brings us no more enjoyment.
Sad laments everywhere sound from the lyres:
Heart of a lion and wings of an eagle
Now and forever gone-how will we fight?

May 1800







God  (1784) 

by Gavrila Romanovich Derzhavin, translated by John Bowring

O thou eternal One! whose presence bright
All space doth occupy, all motion guide.
Unchanged through time’s all-devastating flight!
Thou only God—there is no God beside!
Being above all beings! Mighty One,
Whom none can comprehend and none explore!
Who fill’st existence with Thyself alone—
Embracing all, supporting, ruling o’er,
Being whom we call God, and know no more!

In its sublime research, philosophy
May measure out the ocean-deep—may count
The sands or the sun’s rays—but, God! for Thee
There is no weight nor measure; none can mount
Up to Thy mysteries; Reason’s brightest spark,
Though kindled by Thy light, in vain would try
To trace Thy counsels, infinite and dark;
And thought is lost ere thought can soar so high,
Even like past moments in eternity.

Thou from primeval nothingness didst call
First chaos, then existence—Lord! in Thee
Eternity had its foundation; all
Sprung forth from Thee—of light, joy, harmony,
Sole Origin—all life, all beauty Thine;
Thy word created all, and doth create;
Thy splendor fills all space with rays divine;
Thou art, and wert, and shall be! Glorious! Great!
Light-giving, life-sustaining potentate!

Thy chains the unmeasured universe surround—
Upheld by Thee, by Thee inspired with breath!
Thou the beginning with the end hast bound,
And beautifully mingled life and death!
As sparks mount upwards from the fiery blaze;
So suns are born, so worlds spring forth from Thee;
And as the spangles in the sunny rays
Shine round the silver snow, the pageantry
Of heaven’s bright army glitters in Thy praise.

A million torches lighted by Thy hand
Wander unwearied through the blue abyss—
They own Thy power, accomplish Thy command,
All gay with life, all eloquent with bliss.
What shall we call them? Piles of crystal light—
A glorious company of golden streams—
Lamps of celestial ether burning bright—
Suns lighting systems with their joyous beams?
But Thou to these art as the noon to night.

Yes! as a drop of water in the sea,
All this magnificence in Thee is lost:—
What are ten thousand worlds compared to Thee?
And what am I then?—Heaven’s unnumbered host,
Though multiplied by myriads, and arrayed
In all the glory of sublimest thought,
Is but an atom in the balance, weighed
Against Thy greatness—is a cipher brought
Against infinity! What am I then? Naught!

Naught! But the effluence of Thy light divine,
Pervading worlds, hath reached my bosom too;
Yes! in my spirit doth Thy spirit shine,
As shines the sunbeam in a drop of dew.
Naught! but I live, and on hope’s pinions fly
Eager towards Thy presence—for in Thee
I live, and breathe, and dwell, aspiring high,
Even to the throne of Thy divinity;
I am, O God! and surely Thou must be!

Thou art!—directing, guiding all—Thou art!
Direct my understanding then to Thee;
Control my spirit, guide my wandering heart;
Though but an atom midst immensity,
Still I am something fashioned by Thy hand!
I hold a middle rank ‘twixt heaven and earth—
On the last verge of mortal being stand,
Close to the realms where angels have their birth,
Just on the boundaries of the spirit land!

The chain of being is complete in me—
In me is matter’s last gradation lost,
And the next step is spirit—Deity!
I can command the lightning and am dust!
A monarch and a slave—a worm, a god!
Whence came I here, and how? so marvellously
Constructed and conceived? unknown! this clod
Lives surely through some higher energy;
For from itself alone it could not be!

Creator, yes! Thy wisdom and Thy word
Created me! Thou source of life and good!
Thou spirit of my spirit, and my Lord!
Thy light, Thy love, in their bright plenitude
Filled me with an immortal soul, to spring
Over the abyss of death; and bade it wear
The garments of eternal day, and wing
Its heavenly flight beyond this little sphere,
Even to its source, to Thee, its author there.

Oh thoughts ineffable! oh visions blest!
Though worthless our conceptions all of Thee.
Yet shall Thy shadowed image fill our breast,
And waft its homage to Thy deity.
God! thus alone my lowly thoughts can soar,
Thus seek Thy presence—Being wise and good!
Midst Thy vast works admire, obey, adore;
And when the tongue is eloquent no more,
The soul shall speak in tears of gratitude.







Time's river in its rushing current…  (1816) 

by Gavrila Romanovich Derzhavin, translated by Dmitri Smirnov

The last poem by Derzhavin. Written on 6th of July 1816, three days before his death.

Time's river in its rushing current
Sweeps all the human deeds away,
And fills an abyss of oblivion
With nations, kingdoms and their kings,
But if there is something remaining
Through sounds of lyre or trumpet’s air,
Will enter the Eternal gullet—
And will not flee the common Fate.




VLADÍMIR SOLOVIEV [11.479]

$
0
0

Vladímir Soloviev 

Vladímir Serguéyevich Soloviov (en ruso: Владимир Сергеевич Соловьёв), también conocido con la transcripción de su nombre como Vladímir Soloviev (la trascripción que él mismo uso en sus trabajos o correspondencia escritos en francés o inglés), o Vladimiro Solovief, (Moscú, 16 de enero de 1853 - íd., 31 de julio de 1900) fue un filósofo, teólogo, poeta, escritor y crítico literario ruso.

Biografía y pensamiento

Su abuelo paterno fue sacerdote ortodoxo y profesor de religión; su padre, Serguéi Soloviov (1820-1897), fue profesor de historia en la Universidad de Moscú y autor de una monumental «Historia de Rusia desde la época más antigua» en 29 volúmenes. La madre, Poliksena Vladímirovna (Románova era su apellido de soltera), procedía de una familia ucraniana, y estaba emparentada con el filósofo Grigori S. Skovorodá. Por el mismo lado materno, la familia tenía también ascendencia polaca. Vladímir fue el cuarto hijo de doce que tuvieron sus padres (sólo sobrevivirían ocho). Los primeros años de este pensador, así como su juventud, transcurrieron sobre todo en Moscú y en la hacienda familiar de Pokróvskoe, cerca de la capital. Con tan sólo nueve años tuvo ya su primera visión de una mujer «inundada de azul dorado». Más tarde reconocería en ella a la sabiduría divina, la Sophía.

En 1864 se inscribe en el Quinto Gymnasium Humanista de Moscú, donde realiza sus primeros estudios. Durante unos años, entre los 13 y los 18, pasa por una profunda crisis religiosa, que lo acerca a una cierta especie de ateísmo nihilista.

Superada brillantemente la prueba de madurez, en 1869 ingresa en la universidad. Comienza estudios en la facultad de historia y filología, pasa después un tiempo en la facultad de física y matemáticas y vuelve finalmente a las humanidades, que era lo que más le interesaba. Entre sus primeras lecturas filosóficas destacan Platón y Spinoza, así como Kant, Kuno Fischer, Hegel, Feuerbach y Eduard von Hartmann. Progresivamente, también, se produce durante estos años la evolución religiosa que lo llevará de nuevo al cristianismo, aunque muy mezclado inicialmente con especulaciones místicas y esotéricas (lee también durante estos años y entre otros, las obras de Böhme, Leibniz, Swedenborg y el primer romanticismo alemán).

En 1873 comienza a trabajar en su disertación magistral, «La crisis de la filosofía occidental. Contra los positivistas», que es publicada en 1874. Durante ese mismo curso académico asiste también a las lecciones de la Academia Eclesiástica, donde se inicia en el conocimiento de la patrística y la teología ortodoxa en general, en el neoplatonismo y en la filosofía de Schelling. Con la defensa en San Petersburgo de la mencionada disertación magistral, se gana el apoyo de los círculos eslavófilos conservadores y el rechazo de los círculos liberales occidentalistas. Ingresa a continuación como docente en la Universidad de Moscú. En esta época comienza también su producción poética, que se prolongará hasta su muerte.

En 1875, Soloviov emprende un viaje de estudios que lo llevará, pasando por Varsovia y Berlín, hasta Londres y, de aquí, a El Cairo; después, ya en 1876, irá a Sorrento (Italia), donde escribirá el diálogo esotérico Sophía. Tras una breve estancia en París, vuelve a Moscú, donde se reincorpora a la universidad. Es importante este viaje, porque fue entonces, concretamente durante los días de investigación en el British Museum de Londres, cuando experimenta la gran visión de la sabiduría (Sophía) que tan definitivamente marcaría todo su desarrollo posterior. De hecho, su marcha a Egipto tuvo que ver con este acontecimiento. En el desierto renovará su visión y, de vuelta a Italia junto con su amigo Tsertélev, escribirá el diálogo antes mencionado, una de las obras más herméticas de Soloviov que, afortunadamente, nunca llegaría a publicar (le habría costado la hostilidad de los círculos que tan bien habían recibido su disertación magistral y, además, difícilmente él mismo habría podido aceptar y justificar años después el aire esotérico, medio gnóstico medio místico, de esas páginas).

En el año 1876 es preciso tener presente otro encuentro importante para la vida y la obra (sobre todo poética) de Soloviov: conoce a Sophía Petrovna Jitrovó, de soltera Bajmétieva, esposa de un diplomático, en la cual Soloviov presentirá, encarnada en su concreta feminidad, la claridad de la Sophía eterna (véase Sofiología). Sin duda, se trata de la relación amorosa más importante de la vida de nuestro autor: sufrirá mucho, sobre todo por tratarse de una mujer casada, y su pasión no entrará en una fase de relativa paz interior hasta diez años después.

Durante 1877 trabaja en dos obras importantes, «Los principios filosóficos de un conocimiento integral», que deja inacabada, y la tesis doctoral «Crítica de los principios abstractos», que completará en 1880. Junto con la «Crisis de la filosofía occidental», estos libros constituyen un tríptico gnoseológico importante de la primera época de Soloviov: contra las formas unilaterales del saber, que él ve representadas sobre todo en el pensamiento de la modernidad occidental (racionalismo y empirismo), consumada en el positivismo, Soloviov opone la necesidad de un pensamiento íntegro, ya presente ingenuamente en la grandes obras patrísticas y medievales, pero que él creerá necesario desarrollar «críticamente», liberando las grandes aportaciones de la modernidad de sus parcialidades y, a la vez, incorporándolas. Se trata de la base «formal» de aquello que Soloviov desplegará en parte, pero ambiciosamente, en sus «Lecciones sobre la divinohumanidad» de 1877-78, cima de la primera fase de su pensamiento (la fase teosófica).

Estas lecciones públicas sobre filosofía de la religión fueron impartidas al gran público por el joven profesor entre los meses de enero y abril de 1878 en San Petersburgo. Entre sus oyentes se encontraban muchos de los representantes más importantes del mundo cultural ruso, como Fiódor Dostoievski (quien quedó encantado y con el cual iniciará desde entonces una buena amistad) o Lev Tolstói (que las rechazó con disgusto y con el cual se establecería una relación de hostilidad mutua que duraría hasta la muerte de Soloviov).

En el otoño de 1879 muere su padre. Parece ser éste el momento en que Soloviov abandona definitivamente su interés por los temas esotéricos que tanto había mezclado con sus sentimientos religiosos. Aun así, es evidente que algunos de estos temas, muy purificados, permanecerán por siempre integrados en su pensamiento. Parece, por otra parte, que es también en esta época (entre 1878 y 1880) que, de la mano de Dostoievski, conoce el inmenso libro «Filosofía de la causa común», de Nikolái Fiódorov - considerado el fundador del cosmismo ruso - que lee con entusiasmo, a pesar de sus dimensiones, en una sola noche y parte del día siguiente.

En 1880, y después de la defensa de su tesis doctoral (Crítica de los principios abstractos), estabiliza provisionalmente su situación en la universidad, ahora la de San Petersburgo. Provisionalmente, porque al año siguiente deja motu proprio la docencia universitaria. Vale la pena mencionar algunos detalles adicionales: El 1 de marzo de 1881, el Zar Alejandro II fue asesinado por un grupo revolucionario; el día 28, en una lección pública, Soloviov pide a su sucesor, Alejandro III, que no se aplique la pena de muerte a los asesinos; al no recibir ninguna respuesta, Soloviov opta por presentar su dimisión y abandona la educación universitaria. Esta dimisión nunca le fue exigida por las autoridades, pero la incomodidad que su propio gesto causó en Soloviov (llegó a escribir una carta personal al monarca explicando sus razones) lo impulsó a dejar una carrera que, según su sobrino, tampoco nunca lo llegó a entusiasmar. En cualquier caso, y hasta su muerte, este «accidente» hizo que la situación económica de Soloviov fuera muy precaria. Vivirá en delante de sus limitados ingresos como escritor y, sin residencia fija, llevará una vida itinerante de hotel en hotel, pasando a menudo largas temporadas en las casas y las haciendas campestres de sus amigos.

Dos acontecimientos importantes se suceden en 1881. A finales de enero muere Dostoievski. Soloviov pronuncia un discurso en su memoria, cosa que vuelve a hacer a comienzos de 1882 y 1883, en los dos primeros aniversarios de la muerte del novelista. Estos discursos son importantes para comprender la evolución espiritual de Soloviov, ya que reflejan de forma muy concreta los cambios que se producen en esta época, y que van ligados al segundo de los hechos de 1881: a finales de ese mismo año, Soloviov conoce al rabino Faivel Götz, quien lo introducirá en el hebreo, en la teología judía y, en general, en la cuestión del judaísmo. El tema del antisemitismo, así como el de los polacos (y, por tanto, el del catolicismo), se convertirá para Soloviov en la base desde la cual iniciará su distanciamiento de los eslavófilos «oficiales». En la actitud negativa de la Rusia zarista con respecto al judaísmo y con respecto a la autonomía polaca (y su catolicismo), Soloviov verá el principal «pecado» que impide a Rusia realizar su «idea», que no puede ser otra que la de dar al catolicismo romano un cuerpo secular, pero profundamente fiel al cristianismo, para realizar sin parcialidades ni coacciones una aproximación mundana del Reino de Dios (la «Libre Teocracia»). He aquí la esencia de la nueva etapa (la teocrática) del pensamiento de Soloviov.

Evidentemente, la «idea teocrática» de Soloviov se fundamenta en su convicción, que parece no abandonará en adelante, de la unidad profunda (mística) de las Iglesias latina (romana) y oriental (ortodoxa, sobre todo la Rusa).

A partir de los años 1883-84, estará Soloviov intensivamente ocupado en las nuevas dimensiones de su obra. En los años sucesivos publicará algunos de los libros más importantes de la etapa teocrática: La gran controversia y la política cristiana (1883), El judaísmo y la cuestión cristiana (1884), El desarrollo dogmático de la Iglesia (1886), Historia y futuro de la teocracia (del cual sólo se publicará un volumen y en el extranjero, a causa de la censura rusa, en el año 1887) y, sobre todo, Rusia y la iglesia universal (1889), escrita y publicada en francés. También en esta época conoce algunos personajes que tendrán un peso específico en los siguientes años: profundiza su reciente amistad con el poeta Afanasi Fet (1820-1892) y establece una fecunda relación con el obispo católico croata Josip Strossmayer (a partir de 1885). Este prelado, entusiasmado con los proyectos de Soloviov, llegará a hacerlos conocer al papa León XIII que, al parecer, respondió con realismo: «bella idea, ma fuor d’un miracolo è cosa impossibile». En 1891 el protoieréi (archipreste) Zúbov de la iglesia de la Santisima Trinidad de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la localidad de Zúbovo le niega el acceso a los sacramentos por sus conocidas opiniones procatolicas. No obstante, Soloviov siguió confesándose y comulgando en otras ocasiones. En el año 1896 profesó solemnemente el Credo Tridentino y recibió la comunión de las manos del sacerdote griego-católico N. Tolstói, pero sin considerarse a sí un converso, sino también un fiel a la fe ortodoxa. De hecho, antes de la muerte (18 de julio) se confesó con un sacerdote ortodoxo y recibió la comunión de sus manos. El entierro, que se celebró el día 3 de agosto, tuvo lugar en la iglesia universitaria ortodoxa de Santa Tatiana. En la lápida de su tumba se colocaron dos iconos: uno de la Virgen de Kazán y otro de la Virgen Ostrobramska (en:Our Lady of the Gate of Dawn).

Hasta aquí se han repasado 2 de las 4 grandes fases o períodos del pensamiento de Soloviov:

a. El período teosófico (1873-82). El acento se coloca en el pensamiento, es decir, en la elaboración especulativa de la idea de la unidad integral de todas las cosas. Los temas básicos de esta integración son el de la unitotalidad, el de la Sophía (Sabiduría) y el de la Teandria (literalmente «divinohumanidad»).

b. El período teocrático (1883-89). La unificación de todas las cosas en la divinohumanidad no puede quedar en una mera idea, sino que ha de realizarse concretamente en la historia, en la carne de las relaciones sociales y políticas de la humanidad. Los temas de la etapa anterior, por tanto, no pierden su vigencia, sino al contrario, la amplían al terreno de la praxis.

Las dos fases restantes son:

c. El período teúrgico (1889-99). La realidad de las escisiones mundanas, trágicamente visible aún y sobre todo en la división de las Iglesias, que no parece tener una solución inmediata, impulsa a Soloviov a centrarse principalmente en las realizaciones parciales y particulares de la unidad divino-humana que, a su parecer, tienen lugar en el amor y en el arte (teúrgicamente concebidos).

d. El período apocalíptico (1899-1900). El imperativo, sin embargo, de que aquella integración se lleve a cabo plenamente, como también la creciente conciencia por parte de nuestro autor de la imposibilidad de su realización histórica, hacen que Soloviov quede convencido cada vez más del carácter escatológico y transhistórico que, para el cristianismo, tiene aquella plenitud, así como del combate radical que la Iglesia ha de sobrellevar con tal fin en este mundo contra el espíritu del mal.

Influencia[editar]
La influencia de Soloviov se encuentra presente en los escritos de los simbolistas y de los neo-idealistas de la última era Soviética. Su libro El sentido del Amor es una de las fuentes filosóficas de las obras de León Tolstói de la década de 1880, La sonata a Kreutzer (1889). Asimismo en la novela Doctor Zhivago (1957), Borís Pasternak describe a los jóvenes amigos Yuri Zhivago, Misha Gordón y Tonia Gromeko como "una triple alianza nutrida por la lectura y relectura de El sentido del Amor y La sonata a Kreutzer".

Soloviov fue una influencia en la filosoía religiosa de Nikolái Berdiáyev, Serguéi Bulgákov, Pável Florenski, Nikolái Losski, Semión Frank (en:Semyon Frank), en las ideas de Rudolf Steiner y también en la poética y la teoría del simbolismo ruso, tal como en Andréi Bely, Aleksandr Blok, sobrino de Soloviov, y otros.

En Occidente, en la Iglesia católica, tuvo influencia en pensadores tradicionalistas como Osvaldo Lira o Leonardo Castellani.

Tal como suele sostenerse, Soloviov fue la inspiración que Fiódor Dostoyevski tuvo para el personaje de Alyosha Karamázov, de Los hermanos Karamázov.

Obras poéticas

Tres citas (Tri svidania (poema), 1898)
Versos (Stijotvoréniya, 1891-1900)
Azucena blanca (Bélaya lilia (bufonada), 1893)
Algunas obras filosóficas[editar]
Сrisis de la filosofía occidental (su tesis de máster, 1874)
Crítica de principios abstractos (1877-1880) (su tesis doctoral)
Ciclo de conferencias sobre la humanidad de Díos (Chténiya o Bogochelovéchestve) (1878-1881)
Las bases espirituales de la vida (1882-1884)
La Russie et l'Eglise Universelle (Rusia y la iglesia universal) (1889)
China y Europa (1890)
El sentido del Amor (1892-1894)
Justificación del bien (Biendicea) (1894 - 1897)
Bizantismo y Rusia (1896)
Los Tres Diálogos (1899-1900)

Bibliografía en castellano

Vladimir Soloviev, "La Idea Rusa", en La Idea Rusa. Entre el anticristo y la Iglesia, Marcelo López Cambronero, Artur Mrowczynski - Van Allen (Eds.). Nuevo Inicio, Granada, 2009. ISBN 978-84-936102-5-8.
Vladímir Soloviov. Teohumanidad. Conferencias sobre filosofía de la religión. Sígueme, 2006. ISBN 978-84-301-1609-6.
Vladimiro Soloviev. Los Tres Diálogos y el Relato del Anticristo. Scire, 1999. ISBN 84-931097-1-1.
Vladimiro Solovief. Rusia y la Iglesia universal. EPESA, 1946.





Si! Dios esta con nosotros – no allí en la cúpula celeste.
No mas allá de limites de los incontables mundos.
No en fuego ni en la tormenta.
Y no en la dormida memoria de los siglos.
El esta aquí ahora – entre lo vano y casual
Entre las tribulaciones de la vida.
Tu posees al todogozoso secreto.
El mal es imposible; somos eternos;
¡DIOS esta con nosotros!






EX ORIENTE LUX

"С Востока свет, с Востока силы!"
И, к вседержательству готов,
Ирана царь под Фермопилы
Нагнал стада своих рабов.

Но не напрасно Прометея
Небесный дар Элладе дан.
Толпы рабов бегут, бледнея,
Пред горстью доблестных граждан.

И кто ж до Инда и до Ганга
Стезёю славною прошёл?
То македонская фаланга,
То Рима царственный орёл.


И силой разума и права -
Всечеловеческих начал -
Воздвиглась Запада держава,
И миру Рим единство дал.

Чего ж ещё недоставало?
Зачем весь мир опять в крови?
Душа вселенной тосковала
О духе веры и любви!

И слово вещее - не ложно,
И свет с Востока засиял,
И то, что было невозможно,
Он возвестил и обещал.

И, разливаяся широко,
Исполнен знамений и сил,
Тот свет, исшедший от Востока,
С Востоком Запад примирил.

О Русь! В предвиденье высоком
Ты мыслью гордой занята;
Каким же хочешь быть Востоком:
Востоком Ксеркса иль Христа?

V. Soloviev, 1890






LA VISIÓN DEL ANTICRISTO 
                      EN VLADIMIR SOLOVIEV

FERNANDO CASTELLI 

EN HUMANITAS NRO.33

Vladimir Sergeevich Soloviev moría el 31 de Julio de 1900, en Uzkoe, cerca de Moscú, a los 47 años, en la plenitud de su fervor intelectual y religioso. Todos aquellos que lo conocieron se fascinaron con él. Las Lecciones sobre la Divino humanidad, que impartiera en San Petersburgo, suscitaron enorme entusiasmo. Acudieron a escucharlo hasta Dostoievski y Tolstoi. El autor de Los hermanos Karamazov, gran amigo y admirador de Soloviev, confió a su esposa que el rostro del joven conferencista le recordaba uno de sus cuadros preferidos, la Cabeza de Cristo joven, de Annibale Carracci. ¿Cómo era ese rostro? V. Velichko lo describe así: “En la memoria de todos aquellos que vieron por lo menos una vez a Vladimir Soloviev, su aspecto exterior quedaba impreso para siempre como una visión radiante. Estupendos ojos enigmáticos (...), frente alta claramente marcada por pensamientos y preocupaciones, cejas gruesas y enérgicas, cabellos sueltos, muy canosos y de grandes ondas, un rostro pálido y opaco; una barba larga suave de color castaño oscuro, que cubría las líneas severas de la boca y el mentón”[1]

Si su rostro hacía pensar en el de Cristo, su mente recordaba la de Orígenes. De hecho, fue definido como el “Orígenes de los tiempos modernos”, y Bernard Dupuy explica el motivo: “Como Orígenes, Soloviev se encontró en oposición con el espíritu de su época y debió enfrentar en ella los más profundos problemas metafísicos. Como Orígenes, dejó escritos intuitivos, inspirados, ensayos más que tratados teológicos, y a menudo más bien visiones que discursos. Como Orígenes, hizo frente a incomprensiones y contradicciones. Como él, se fascinó con la idea del bien, de lo verdadero y lo bello, y debió esmerarse por demostrar la trascendencia de la revelación bíblica. Sus intuiciones son con frecuencia brillantes. Tuvo sus ojos dirigidos hacia el tiempo que viene, hacia el porvenir, hacia las realidades eternas”[2].
Dupuy destaca también la fuerza profética de su pensamiento: “Escribió una obra profunda y diversificada, que enfrenta los grandes problemas de los Padres de la Iglesia, y su pensamiento, sumamente marcado por la historia y la escatología, se formó y mantuvo en contacto –como el de Orígenes– con el pensamiento hebraico. Releído en esta perspectiva, en un contexto abierto y no estrictamente confesional, conserva hasta ahora su fuerza de ruptura y plantea problemas apenas entrevistos en sus tiempos”[3].
Quienes han profundizado en su obra no vacilan en considerarlo uno de los pensadores más representativos del siglo XIX. H. U. von Balthasar cita, suscribiéndolo, el juicio de E. Keuchel: la obra de Soloviev es “la creación especulativa más universal de la era moderna”; no sólo “una obra de arte de grandiosa entrega”, sino también “la justificación más profunda y la filosofía más vasta del cristianismo total de los nuevos tiempos”. Von Balthasar afirma además que “el arte y la técnica solovieviana de la integración de toda verdad parcial lo hace tal vez aparecer, junto a Tomás de Aquino, como el artífice más grande del orden y la organización en la historia del pensamiento”[4]. Olivier Clément sostiene que “con Soloviev la tradición espiritual rusa elabora por primera vez una concepción del mundo en la cual se integran el racionalismo de Occidente y la contemplación de Oriente en una síntesis de la ciencia, la filosofía y la religión”[5].
Después de describir a grandes rasgos su vida y sintetizar algunos aspectos fundamentales de su pensamiento, analizaremos su última obra, el Breve relato sobre el Anticristo, considerada su testamento.

Una vida consumada en la especulación
Vladimir S. Soloviev nace en Moscú hace 150 años, el 16 de enero de 1853, siendo el cuarto de doce hijos. Su padre, docente universitario, es un eminente historiador, autor de una monumental Historia de Rusia; su madre, de origen polaco-ucraniano, es una mujer bondadosa, con profundos sentimientos religiosos. Durante los años de juventud, Vladimir, lector encarnizado de ingenio precoz, experimenta una violenta crisis de fe. “No lograba comprender –confiesa– como podían existir personas inteligentes que a pesar de serlo conservasen la fe en Cristo. Me explicaba este hecho extraño suponiendo que era hipocresía o bien una especie de locura propia de los intelectuales”[6]. Supera la crisis “gracias al estudio de Spinoza (que con su visión panteísta del mundo influyó en la futura teoría de la unitotalidad espiritual del cosmos) y del idealismo de Schelling (que admite también los datos religiosos)”[7]. A los 16 años, se matricula en la Facultad histórico-filológica de la Universidad de Moscú y frecuenta simultáneamente la Facultad de Física y Matemáticas.
Una vez graduado en Letras, se matricula en la Academia Teológica, donde completa la disertación para la libre docencia sobre La crisis de la filosofía occidental (1874). En ésta propone «una síntesis de los conocimientos: científico, formal (lógico y filosófico) y teológico o de lo Absoluto. Sólo este último está en condiciones de revelar la razón última de la especulación filosófica y el significado de las ciencias positivas. Para poder alcanzar esta síntesis universal, además de la “perfección lógica” del pensamiento occidental y los datos científicos, es preciso considerar las “grandes contemplaciones llenas de contenidos espirituales propias del Oriente antiguo, y en particular del cristianismo”»[8].
En los años 1874-81 se dedica tanto a las clases universitarias en Moscú y San Petersburgo como al estudio de los Padres de la Iglesia y Platón, así como a numerosos viajes (Polonia, Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Egipto). Cuando en 1881 es asesinado el zar Alejandro II, condena el delito en un discurso público, pero invoca la clemencia para los asesinos en nombre de la moral cristiana, contraria a la pena de muerte. “Debemos salir del círculo de sangre, y el gobierno debería ofrecer a todos el ejemplo de la misericordia”. Por asumir semejante posición, se le prohíbe hablar en público y lo obligan a renunciar a sus cargos universitarios.
Libre de compromisos académicos y abandonando la perspectiva del matrimonio (será imposible para él casarse con Sofía Chitrovo, la única mujer que amó), se entrega a la reflexión sistemática, a las traducciones (Platón del griego, los Salmos del hebreo, Petrarca del italiano), a las conferencias y a la publicación de sus obras de filosofía, teología, literatura e historia. Muere en el año 1900, consumido por exceso de trabajo.
En una carta escrita hacia 1873, define así el objetivo de su vida: “Expresar el cristianismo en una nueva forma”, apartando aquello que “hasta ahora le ha impedido entrar en la conciencia general”>[9]. El impulso de ese objetivo es la convicción de que fe y razón no son realidades antitéticas, sino complementarias[10]: la razón permite profundizar en la fe, y ésta hace comprender a aquélla que las exigencias más profundas de la filosofía son satisfechas por el cristianismo. Filosofía y teología no se confunden; se encuentran y se fortifican recíprocamente. Convencido de la importancia de esta verdad, Soloviev habla de la Trinidad, la Encarnación, la creación y el mal, revistiendo a estas verdades de un lenguaje comprensible y valiéndose del aporte de la filosofía clásica y moderna, bajo la estela de los Padres de la Iglesia.
Moviéndose bajo esa estela, afirma el carácter integral del conocimiento, para lo cual la comprensibilidad de un hecho debe buscarse en sus relaciones con el todo, puesto que la naturaleza constituye una unidad orgánica. Ésta no es tarea de la ciencia, sino de la filosofía y la poesía. Del carácter integral del conocimiento se pasa a la unitotalidad del ser. Todo cuanto existe constituye una unidad; es inteligible si está comprendido en el todo; separado de la armonía de los seres y cerrado en sí mismo, pierde significado. Dios es la unitotalidad. Él “confiere realidad al “todo” que posee en sí, a la multiplicidad infinita, que reducida a la unidad es un organismo viviente, universal e individual, el Cristo”[11].
La cristología de Soloviev tiene algunos puntos fundamentales. El primero de todos es el carácter central de la persona de Cristo. El tema cristológico es tratado sobre todo en las Lecciones sobre la Divinohumanidad. En la Séptima se lee: “El cristianismo tiene su propio contenido independiente de todos estos elementos que entran a formar parte del mismo (la ascética, la existencia de un mundo ideal, el monoteísmo, la Trinidad), y este contenido específico del mismo es única y exclusivamente Cristo. En el cristianismo como tal, encontramos a Cristo y solamente Cristo. He aquí una verdad muchas veces expresada, pero muy poco asimilada”. Y criticando a aquellos protestantes que afirman que la esencia del cristianismo no es la persona de Cristo, sino su enseñanza, precisa: “Si examinamos todo el contenido teórico y moral de la doctrina de Cristo en el Evangelio, vemos que lo único nuevo, específicamente distinto de todas las demás religiones, es la enseñanza de Cristo sobre sí mismo, su declaración de ser la verdad viva encarnada: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; quien cree en mí tendrá la vida eterna”. Por eso, si buscamos el contenido característico del cristianismo en la enseñanza de Cristo, debemos reconocer que este contenido se reduce también aquí al Cristo mismo”[12].
En el organismo divino de Cristo deben distinguirse dos principios: uno activo y unitivo, que es el Verbo o Logos, y otro pasivo, es decir, la unidad producida, que Soloviev llama Sofía. “La Sofía es el cuerpo divino, la materia de la Divinidad impregnada por el principio de la unidad divina. Cristo, que realiza, es decir, lleva en sí esta unidad, es el Logosy la Sofía en cuanto organismo integral divino, a la vez universal e individual”. Precisa luego que “hablar de la Sofía como elemento esencial de la divinidad no significa desde el punto de vista cristiano introducir nuevos dioses”, y recuerda que “la idea de la Sofía ha existido siempre en el cristianismo, si bien es anterior al cristianismo”[13].
Las doce Lecciones sobre la Divinohumanidad son una profundización del misterio cristiano a la luz de la doctrina de la Sofía (la sofiología). Es importante advertir que mediante tal doctrina “Soloviev fue el iniciador de una cristología cósmica “que apunta a explicar la esencia de la creación y revelar su unidad”, en la cual P. Evdokimov identificó la mayor “gloria de la teología ortodoxa actual”. Que este optimismo se justifique es enteramente otra cuestión, tanto más cuanto que muchos teólogos ortodoxos ven sospechosamente la sofiología (...). Con todo, no se puede negar que la visión cósmica de la teandria, capaz de transfigurar en Cristo todo lo creado, introdujo un desarrollo del todo inédito en el pensamiento cristológico ortodoxo”[14]. También en los últimos capítulos de Los Hermanos Karamazov, de Dostoievski, se advierte el eco de las lecciones de Soloviev.
En el volumen Los fundamentos espirituales de la vida, en páginas densas y apasionadas, retoma los temas cristológicos y llega a la eclesiología. En el prefacio, sintetiza su pensamiento: tal como Dios adquiere carácter real para nosotros en Cristo, así Cristo se revela y adquiere carácter real para nosotros en la Iglesia. Fuera de ésta se corre riesgo de ir tras los fantasmas de nuestra imaginación. “Ya no debemos buscar la plenitud de Cristo en nuestro ambiente personal, sino en la esfera que le es propia y es universal, es decir, en la Iglesia”[15]. La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, divino-humana al mismo tiempo. Por consiguiente necesita un vicario de Cristo en la Tierra, es decir, el Papa. A semejante conclusión llega él en la obra Rusia y la Iglesia universal. En ésta se lee la famosa profesión de fe en la cual se encuentra “la quintaesencia de las convicciones de Soloviev”: «Como miembro de la verdadera y venerable Iglesia ortodoxa oriental o greco-rusa, que no habla mediante un sínodo anticanónico ni mediante empleados del poder secular, sino con la voz de sus grandes Padres y Doctores, yo reconozco como juez supremo, en materia religiosa, a aquel que fue reconocido por San Ireneo, San Dionisio el Grande, San Atanasio el Grande, San Juan Crisóstomo, San Cirilo, San Flaviano, el Beato Teodoro el Estudita, San Ignacio, etc., o sea, el apóstol Pedro que vive en sus sucesores y no escuchó en vano las palabras del Señor: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia. Confirma a tus hermanos. Apacienta mis ovejas, apacienta mis corderos”»[16]. El gran sueño de Soloviev es por tanto una Iglesia unida en Cristo, bajo el primado de Pedro.

Breve relato del Anticristo
El Breve relato del Anticristo cierra los Tres diálogos, escritos por Soloviev en sus últimos meses de vida. Inspirándose en los diálogos de Platón, pone en escena a algunos exponentes de la cultura rusa de fines del siglo XIX, que dialogan sobre la guerra, la moral y la religión. Al final del tercer diálogo pasa al problema de la realidad y naturaleza del Anticristo, que el Señor Z. (portavoz del autor) define como “encarnación del mal, encarnación individual, única en su ejecución y en su plenitud”. Al solicitarse explicar tales afirmaciones, él dice estar encantado de dar lectura a un manuscrito de un compañero de estudios llamado Pansofio, que se hizo monje y murió hace poco tiempo, titulado Breve relato del Anticristo. “Si bien tiene la forma y la fisonomía de un cuadro histórico imaginario y de anticipación, en mi opinión esta composición ofrece todo cuanto la Sagrada Escritura, la tradición de la Iglesia y la sana razón permiten enunciar, en la forma más veraz posible, sobre este argumento”[17].
Un superhombre es consagrado Anticristo. Al comienzo del siglo XX, el “peligro amarillo” se convierte en realidad: Europa es invadida por los ejércitos de Japón y China en una tentativa por instaurar el panmongolismo. La dominación de los “bárbaros asiáticos” dura toda la mitad del siglo, hasta el final de la cual por tanto no se lleva a cabo la unión de los estados europeos. En el siglo XXI esa unión trae seguridad y prosperidad; la ciencia y la técnica llegan a altos niveles y resuelven muchos problemas. Únicamente permanecen sin resolverse las cuestiones últimas: la vida, la muerte, el destino final del hombre y el mundo. Junto con el materialismo teórico, entra en crisis también la fe del pueblo, como la creación a partir de la nada. “Y si la inmensa mayoría de los hombres que piensan siguen siendo totalmente incrédulos, por otra parte algunos creyentes llegan a ser hombres que piensan, cumpliendo las palabras del Apóstol: “Sed niños en el corazón, no en la mente”[18]>.
En este trasfondo aparece el Anticristo. Es un joven de treinta y tres años. “El desmesurado amor propio de este gran espiritualista, asceta y filántropo parecía o al menos podía estar suficientemente justificado, además de esta excepcional genialidad, belleza y nobleza, por su elevado desinterés. Estaba de tal manera dotado de dones divinos que difícilmente podía criticarse por no ver en esos dones una señal especial de la benevolencia proveniente de lo alto y por considerarse segundo después de Dios, el único hijo de Dios, único en su género. En suma, él se consideraba a sí mismo lo que en realidad Cristo había sido” (p. 42). ¿Cristo? “El más grande de sus precursores”, enviado para preparar su venida, por cuanto el esperado en la historia era él, enviado por Dios a completar y corregir la obra de Cristo.
Para iniciar su misión, espera una señal desde lo alto. Con todo, un día un estremecimiento lo penetra hasta la médula de los huesos: “Y si... Si no yo, sino aquel... galileo... ¿Si él no fuese mi antecesor, sino el verdadero, el primero y el último? Pero entonces debe estar vivo...”. Sólo la idea de tener que inclinarse ante “Él” como un estúpido cristiano lo hace aullar: “Yo, el genio brillante, el superhombre. ¡No, jamás!” (p. 44). La “tentación” lo induce a transformar el “frío respeto” a Dios y a Cristo en primer lugar en una especie de terror, luego en una incandescente y sofocante envidia, y por último en un odio furibundo que lo deja sin respiración. Diciendo a gritos que Cristo es un fantasma, que se descompuso en la tumba y que la resurrección es una mentira, en una noche oscura sale de su casa, se encuentra al borde de un precipicio y se arroja. Una realidad misteriosa lo sostiene en el aire y lo lanza nuevamente hacia atrás: pierde el conocimiento. Cuando vuelve en sí, se encuentra arrodillado ante una figura espléndida de luz fosforescente que lo escudriña en el alma y le dice: “Tú eres mi hijo predilecto en quien tanto me complazco (...) Yo soy tu Dios y tu padre (...). No tengo otro hijo fuera de ti. Te amo y nada pido de ti. Tú eres bello, poderoso y grande. Cumple tu obra en nombre tuyo y no en el mío (...). Recibe mi espíritu. Como antes mi espíritu te generó en belleza, así ahora te doy nacimiento en poder” (p. 45). Después de estas palabras, el superhombre “sintió entrar en él y penetrar en todo su ser una extraña y fría corriente. Y al mismo tiempo se percató de una fuerza inaudita, valor, agilidad y entusiasmo”. Y además es inspirado para escribir un libro extraordinario: La vida abierta a la paz y al bienestar universal, es decir, el evangelio del Anticristo.

El Anticristo en la obra. El entusiasmo provocado por el libro es inmenso. En éste, el autor enfrenta y resuelve todos los problemas, elimina todas las contradicciones, satisface todas las aspiraciones. Es evidente por tanto que sea considerado el Mesías y elegido en primer lugar presidente vitalicio de la Unión de Estados Europeos y luego emperador romano. Algunos estados lo proclaman su dios. Por el hecho de resultar también muy agradable, se deduce que en él se cumplen las palabras de Cristo: “Yo he venido en nombre de mi Padre y vosotros no me recibís; si otro viniera usurpando mi nombre, le recibiríais”. De hecho, para ser recibido basta ser encantador” (p. 47)[19].
Al cabo de un año logra fundar una monarquía universal y realizar la paz, la justicia social, la propagación del bienestar, la filantropía, el amor a los animales. Llega de Oriente a su corte romana el mago Apolonio y se pone a su servicio. Únicamente el problema religioso permanece sin resolver. Los cristianos, numéricamente reducidos, se mantienen divididos y hostiles. Para restablecer entre ellos la unión y la paz, en el cuarto año de reinado, el emperador dispone la celebración de un Concilio ecuménico en Jerusalén, lugar donde ha trasladado su residencia. Lo presidiría él mismo y disiparía ciertos comentarios sobre el príncipe de este mundo y el Anticristo.
La inauguración del Concilio es imponente: tres mil participantes, varias orquestas, dos regimientos en la plaza. La delegación católica es conducida por el Papa Pedro II (que de Roma se trasladó a San Petersburgo), la ortodoxa por el starez Juan y la evangélica por el profesor Ernst Pauli. La ceremonia tiene carácter laico por cuanto el Concilio está abierto a todos los cultos. El emperador, con los brazos abiertos como para recibir a todos, pronuncia un discurso paternal y generoso. “Cristianos –termina con acento afligido– decidme qué es lo más querido para vosotros del cristianismo para así poder dirigir a eso mis esfuerzos” (p. 57). En el aula resuena un murmullo sordo: desconcierto y preocupación. El emperador toma nuevamente la palabra. Interpretando cuáles pueden ser las cosas más queridas por los católicos, promete la reintegración del Papa a su trono de Roma, con todos los derechos y prerrogativas conferidos por Constantino; anuncia a los ortodoxos la donación de fondos para un museo universal de arqueología cristiana en Constantinopla, “para reunir, estudiar y conservar todos los monumentos de la antigüedad, sobre todo oriental”; hace presente a los protestantes la creación de un Instituto bíblico mundial para la libre investigación de la Sagrada Escritura. A cambio, pide ser reconocido su “único intercesor y protector”.
Cuando invita a la asamblea a aceptar su proposición y ubicarse junto a él, un gran número de personas acepta la invitación. Sólo un pequeño grupo se queda junto al Papa, al starez y al profesor, habiendo permanecido los tres inmóviles en su lugar. “¿Qué es lo más precioso para vosotros del cristianismo?”, repite el emperador. Ha prometido la autoridad perdida, la custodia de las tradiciones, la posibilidad de incrementar los estudios bíblicos. ¿Hay algo más precioso? “¡Gran emperador! Para nosotros, lo más precioso del cristianismo es Cristo mismo”, responde el starez, y le propone confesar la divinidad de Cristo. El interpelado se estremece; quisiera lanzarse sobre él y hacerlo pedazos, pero “una voz bien notoria” lo invita a la calma, mientras una nube negra se condensa en el aula. “¡Hijos! ¡Es el Anticristo!”, grita aterrorizado el starez y cae fulminado al suelo. “Habéis visto el juicio de Dios”, sentencia el emperador, y ordena a los secretarios escribir: “El Concilio ecuménico de todos los cristianos ha visto al fuego del cielo despojar al insano oponente de la divina majestad; por unanimidad reconoció al gran emperador de Roma y el mundo como su jefe y guía supremo” (p. 62). Una voz poderosa resuena en el aula: Contradictur – Me opongo. El Papa Pedro II levanta el cayado hacia el emperador diciendo: “Nuestro único señor es Jesucristo, el Hijo de Dios vivo”. Y le ordena salir de la grey de los cristianos: “Te entrego a tu padre, Satanás. Anatema”. El estallido de un trueno lo echa por tierra y muere. El profesor Pauli confirma las declaraciones de los dos “mártires” y con un pequeño número de cristianos todavía fieles se retira a las colinas desiertas de Jericó, en espera de la venida de Cristo.
Todo parece haber terminado. Después del banquete en la corte, los miembros del Concilio, por sugerencia y bajo la protección del emperador, eligen papa al mago Apolonio, artífice de los portentos que han causado la muerte de Pedro II y el starez. Mientras el recién elegido sigue haciendo prodigios y entusiasmando a la multitud, el profesor Pauli, con nueve compañeros, llega a escondidas a Jerusalén, recupera los cuerpos de los dos mártires, que permanecen incorruptos, y regresa a las colinas. “Tan pronto como depositaron las literas en el terreno, el espíritu de la vida volvió a los muertos”. El starez invita a todos a la unidad: “Por amor a esta unidad, honremos a nuestro amado hermano Pedro y hagamos efectivamente que finalmente pueda ser el pastor de la grey de Cristo”. Y lo abraza. A su vez, el profesor Pauli se acerca a ellos y dice: Tu es Petrus. Jetzt iost es ja gründlich erwiesen und ausser jedem Zweiferl gesetzt (Ahora está probado con seguridad y no hay duda alguna). Y estrecha calurosamente con la mano derecha la de Pedro y da la izquierda a Juan, diciendo: Väterchen, nun sind wir ja Eins in Christo (Así ahora, oh, Padres, nosotros somos verdaderamente uno en Cristo) “Y fue así que tuvo lugar la unión de las Iglesias, en una noche oscura y en un lugar solitario” (p. 68).
El relato de Pansofio termina en este punto. El Señor Z. lo completa, recordando todo cuanto el autor le había dicho verbalmente. El emperador y el antipapa gobiernan en la tierra y ultratumba en medio de orgías místicas y demoníacas, mientras los cristianos todavía fieles se han refugiado, con sus tres jefes, en el desierto de Arabia. Durante un primer tiempo los judíos reconocen al emperador como Mesías, lo apoyan y lo veneran; pero cuando llegan a enterarse de que además de no ser un perfecto judío, ni siquiera está circuncidado, se rebelan. Es la guerra. Antes de producirse el choque frontal (los judíos deberían sufrir la peor parte), ocurre un violento terremoto, la tierra se abre y forma un lago de fuego en el cual perecen el antipapa, el emperador y su ejército. Los judíos, temblando, corren hacia Jerusalén invocando al Dios de Israel. “Cuando estuvieron a la vista de la ciudad santa (...) vieron a Cristo descender del cielo con vestimenta real y con las heridas de los clavos en sus manos extendidas. Al mismo tiempo, una multitud de cristianos, conducidos por Pedro, Juan y Pablo se aproximaba desde el Sinaí a Jerusalén, mientras de todas partes otras muchedumbres de personas entusiastas estaban corriendo, todas las cuales habían sido ajusticiadas por el Anticristo. Habían vuelto nuevamente a la vida y reinaron con Cristo por miles de años”. El monje Pansofio termina su relato precisando que en el mismo “el objeto no es la catástrofe del universo, sino únicamente el final de nuestra evolución histórica: aparición, apoteosis y destrucción del Anticristo” (p. 71).

Fisonomía del Anticristo
Nos hemos extendido en la exposición del Breve relato para ofrecer al lector la posibilidad de captar la originalidad, la profundidad y la actualidad de su contenido. En sus líneas esenciales es una fiction inspirada en algunos textos bíblicos: “¿Quién es el embustero sino el que niega que Jesús es Cristo? Ése es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”; “La venida del inicuo irá acompañada del poder de Satanás de todo género de milagros, señales y prodigios engañosos, y de seducciones de iniquidad para los destinados a la perdición”; “Todo espíritu que no confiese a Jesús, ése no es de Dios, es del anticristo, de quien habéis oído que está para llegar y que al presente se halla ya en el mundo”[20]. Estos textos y otros permiten a Soloviev hacer sugerentes amplificaciones apocalípticas y escatológicas. Bajo el perfil literario, el Breve relato es considerado una pequeña obra maestra por la vivacidad y simplicidad de la representación, por la fuerza y la belleza de la estructura, por la riqueza de significado y por el estilo brillante, claro y expresivo. En el mismo se funden la teología, el profetismo, la inventiva y el lirismo, y alcanzan tonos de gran calidad.
El Anticristo del relato es de origen oscuro[21]: no tiene nombre, es hijo de padre desconocido y su madre es una mujer de vida ligera, conocida en los dos hemisferios. Así, es hijo de la prostitución, puede aparecer de cualquier parte, es ambiguo y misterioso, pero también un portento de inteligencia y energía. Dice creer en Dios, pero su Dios se confunde con una realidad misteriosa, es decir, con el espíritu del mal, que le infunde un “desmesurado amor a sí mismo”. Impulsado por el orgullo, quisiera usurpar el lugar de Cristo y fundar un reino “suyo”, apuntando a ciertos objetivos precisos: ante todo, instaurar “su” paz, basada en el bien común que significa bienestar, satisfacción de los propios deseos, posibilidad de diversión, seguridad y tranquilidad en una Iglesia protegida por el Estado, una Iglesia sin Cristo, sin divisiones, sin libertad.
En esta operación de paz, el Anticristo revela su esencia: falsario e hipócrita. De hecho, el Evangelio de Juan (8, 44) lo define como “mentiroso y padre de la mentira”. En el Apocalipsis (12, 9) es llamado “el que extravía”. Engaña falsificando el concepto de paz: lo declara el Señor Z. en el tercer Diálogo: la paz del Anticristo es “mala y mentirosa” porque se afirma en el sueño de la conciencia, en el cual bien y mal, verdad y falsedad se confunden hasta asimilarse. Cristo “vino a traer a la tierra la verdad; y ésta, como el bien, ante todo divide (...). Existe por tanto la paz buena, cristiana, cuyo principio es esa división que Cristo vino a traer a la tierra, la separación entre el bien y el mal, la verdad y la mentira; y existe la paz en el mundo, la paz mala, cuyo principio es la mezcla o unión externa de aquello que en definitiva está en guerra consigo mismo”[22].
El engaño más peligroso del Anticristo reside en hacer creer que él es el verdadero Mesías, el salvador, que ha venido a perfeccionar, más bien a corregir la obra de Cristo. El profeta de Galilea complicó la vida, la hizo ser dura, violenta, impracticable; él, por el contrario la vuelve fácil y agradable, porque elimina las divisiones y contradicciones.

Las cuatro ideas de fondo
Soloviev construyó el Breve relato a partir de cuatro ideas. La primera tiene relación con la esencia del cristianismo, que no es su doctrina ni su moral, sino la persona de Jesucristo. En el trasfondo de semejante afirmación se encuentra la polémica contra León Tolstoi, ya duramente criticado en el tercero de los Diálogos. Según el autor de La guerra y la paz, Jesús es puramente un rabino que predicó una doctrina simple y revolucionaria, contenida en un pequeño número de preceptos morales. Posteriormente se hizo creer que este oscuro mendicante era Dios. Así nació una de las mistificaciones más fatales de la historia religiosa. En realidad –sostiene Tolstoi– no hubo resurrección alguna, milagro alguno, revelación divina alguna; el cristianismo es sencillamente una doctrina ético-social, que da sentido a la vida, enseña el amor al prójimo y rechaza la violencia. En estas afirmaciones, Soloviev ve la marca del Anticristo; lo rechaza con decisión y lo refuta con tranquilidad en la Carta a Tolstoi sobre la Resurrección de Cristo: “(...) reafirmo la certeza de la resurrección de esta persona, Jesucristo, promogénito de los muertos”[23].
La segunda idea está vinculada con el problema del ecumenismo. En la necrología de Soloviev, el príncipe Sergio Trubetskoi, en cuya casa murió el filósofo, dijo lo siguiente: “Él nunca hacía coincidir el “recinto” de la Iglesia romana con la Iglesia misma y no ponía a ésta por encima de Aquel que vive en ella”[24]. Dicha afirmación es exacta si “quiere destacar únicamente (como creemos que habría deseado Soloviev) que “el recinto, o sea, la unidad visible de la Iglesia Católica, no es toda la Iglesia y que Cristo, como Dios, está infinitamente por encima de la Iglesia, la cual, si bien es “deificada”, con todo siempre sigue siendo una criatura”[25]. Soloviev (que el 13 de febrero de 1896 se adhirió a la Iglesia Católica)[26] sostuvo que la Iglesia de Cristo tiene su fundamento en Pedro y deseó que “Pedro finalmente pueda ser el pastor de la grey de Cristo” (p. 68), es decir, de la Iglesia Católica, ortodoxa y reformada, superando vallas y barreras.
La tercera idea está inspirada en una afirmación bíblica: “La salvación viene de los judíos”[27]. A ellos, los judíos, corresponde desenmascarar la impiedad idólatra del emperador y el antipapa, sublevarse y hacer triunfar al Dios de Israel. Y también son ellos los primeros en ver a Cristo –el judío Cristo– “descender del cielo” para acoger a sus fieles. Así, Soloviev “procuró fundir la escatología hebraica con la cristiana”; y esto no es consecuencia de un simple retorno a las fuentes ni un redescubrimiento de la antigua apocalíptica, por cuanto él intentó hacer justicia a cada uno y honrar las interpretaciones mesiánicas de las dos partes”[28].
Finalmente –última idea–, una interrogante planteada al Señor Z. al terminar su relato: “¿Cuál es el verdadero sentido de todo el drama? Y en suma no comprendo realmente por qué vuestro Anticristo odia tanto a Dios. ¡Después de todo, no es tan malo!”. La respuesta parece banal: “El hecho es que hay algo bueno, pero no en sustancia. Éste es precisamente el sentido del drama” (p. 72). El bien proveniente de Satanás es tal puramente en apariencia. No es generado por el amor, sino por el odio, no por la verdad, sino por la mentira. Por consiguiente altera la mente, deteriora el alma, genera la muerte. La intervención final del Señor Z. es escultural: “No es oro todo lo que reluce. El esplendor de un bien artificial no tiene valor alguno”. En estas cuatro ideas está presente todo Valdimir Soloviev. Por este motivo decíamos que El Breve relato del Anticristo es su testamento[29]

_________________________________
[1] Ver A. MEN’, “L’ereditá di Vladimir Solov’ev” (El legado de Vladimir Soloviev), en Russia cristiana 169 (1980), 14.
[2] B. DUPUY: “Les juifs, l’histoire et la fin des temps selon Vladimir Soloviev”, en Istina 32 (1992) 253.
[3] Id.
[4] H. U. VON BALTASAR, Gloria, vol III, Stati laicali (Estados seculares), Milán, Jaca Book, 1976, 263 y 266.
[5] O. CLÉMENT, “Soloviev” en Encyclopaedia Universalis, vol 15, París, 1980.
[6] Citado por A. ASNAGHI, “Introduzione” (Introducción), en V. SOLOVIEV, L’avvento dell’Anticristo (La venida del Anticristo), Milán, Vita e Pensiero, 1951, 11.
[7] G. PIOVESANA, Storia del pensiero filosofico russo (Historia del pensamiento filosófico ruso), Cinisello Balsamo (MI), Ed. Paoline, 1992, 248.
[8] Id., 249.
[9] Citado por A. MEN’, “L’eredità di...” (El legado de...), op. cit., 17.
[10] En la encíclica Fides et ratio, Juan Pablo II cita a Solviev –junto con Newman, Rosmini, Maritain, Gilson, E. Stein, Florenskij, Caadaev y Losskj- para “proponer ejemplos significativos de un camino de búsqueda filosófica que ha obtenido considerables ventajas del cotejo con los datos de la fe” (n. 74).
[11] P. MODESTO, “Introducción”, en V. SOLOVIEV, Sulla Divinoumanità (Sobre la Divinohumanidad), Milán, Jaca Book, 1971, 59.
[12] Id., 144.
[13] Id., 146.
[14] G. PIOVESANA, Storia del pensiero filosofico russo (Historia del pensamiento filosófico ruso), op. cit., 253.
[15] V. SOLOVIEV, I fondamenti spirituali della vita (Los fundamentos espirituales de la vida), Turín, Marietti, 1949, 12.
[16] Id., La Russia e la Chiesa universale (Rusia y la Iglesia universal), Milán, Comunità, 1947, 44 s.
[17] Id., L’avvento dell’Anticristo (La venida del Anticristo), Milán, Vita e Pensiero, 1951, 79 s.
[18] G. PIOVESANA – M- TENACE, L’Anticristo... (El Anticristo), Roma, LIPA, 1995, 41. Las citas del artículo han sido extractadas de este volumen, que contiene también un Prefacio de Tomás Spidlík y dos ensayos: “Rusia y el Anticristo”, de Luigi Piovesana y “El Anticristo: el relato del falso bien”, de Michelina Tenace.
[19] La cita es del Evangelio de Juan (5, 43): “Yo he venido en nombre de mi Padre y vosotros no me recibís; si otro viniera usurpando mi nombre, le recibiríais”. Jesús quiere decir que la revelación auténtica en nombre de mi Padre no es aceptada por ser molesta y comprometedora. Se creería en cambio fácilmente a quien hablase en nombre propio porque en él se encontrarían satisfechos nuestros deseos mundanos y egoístas.
[20] 1 Jn 2, 22; 2 Ts 2, 8-10; 1 Jn 4, 3.
[21] “El personaje del Anticristo, junto a Lucifer, está vinculado con la cristología, la escatología y ciertamente con la satanología. Si se nos recuerda la importancia de Satanás y el satanismo (magia, ocultismo) en la imaginería del siglo XIX, no puede asombrarnos el hecho de que el adversario, el Anticristo, sea un personaje de importancia, una figura fascinante. Nietzsche enarbola ferozmente su bandera. En su relato terrible y rugoso titulado El infierno reconstruido, que se abre sobre el Cristo abandonado, Tolstoi afirma indirectamente que la Iglesia es el Anticristo”. Citamos por último la célebre evocación de R. H. BENSON, El dueño del mundo..., que impresionó a Teilhard de Chardin (ver X. TILLIETTE, Filosofi davanti a Cristo (Filósofos ante Cristo), Brescia, Queriniana, 1991, 292 s. Tilliette dedica el capítulo séptimo a “Vladimir Soloviev y la teandria”). Sobre el Anticristo, ver M. CENTINI, Il ritorno dell’Anticristo (El regreso del Anticristo), Casale Monferrato (AL), Piemme, 1996.
[22] V. SOLOVIEV, L’avvento dell’Anticristo (La venida del Anticristo), op. cit., 61 s.
[23] V. SOLOVIEV, “Carta a Tolstoi sobre la Resurrección de Cristo”, en Russia cristiana (Rusia cristiana), 1981, n. 176, 38. La carta tiene un tono moderado, mientras en el tercer Diálogo la refutación de las ideas de Tolstoi sobre el origen de los Evangelios, la Iglesia, la divinidad de Cristo, la bondad del hombre y la autonomía de la ética es dura y a veces hasta sarcástica.
[24] Texto citado por B. SCHULTZE, “Vladimir Soloviev y los tres principios en la Iglesia”, en Civ. Catt. 1950 III 403.
[25] Id., 52.
[26] “(...) es justo aludir a la adhesión de Soloviev al catolicismo, que tuvo lugar el 13 de febrero de 1896 ante el sacerdote N. Tolstoi (inicialmente ortodoxo, pero luego convertido al catolicismo de rito oriental), que si bien está documentada no es referida en general por sus biógrafos ortodoxos” (G. PIOVESANA, Storia del pensiero filosofico russo (Historia del pensamiento filosófico ruso), op. cit., 272). Ver también J. MASTYLAK, Fuitne Vladimirus Soloviev catholicus?, Roma (via Merulana, 31), 1942.
[27] Jn 4, 22.
[28] B. DUPUIS, “Les juifs, l’histoire et la fin des temps selon Vladimir Soloviev”, op. cit., 282.
[29] En el mes de marzo del 2000, tuvo lugar en Bolonia una convención sobre la personalidad y la obra de Soloviev, organizada por el Centro Culturale Manfredini y la Fondazione Russia Cristiana. Las ponencias fueron expuestas por el cardenal Giacomo Biffi, el historiador Aleksei Judin, el profesor Adriano Dell’Asta y el teólogo Tomás Spidlík. El cardenal Biffi terminó su ponencia con estas palabras: “Soloviev fue indudablemente un profeta y un maestro, pero un maestro, por decir así, sin actualidad. Y es éste, paradójicamente, el motivo de su grandeza y su preciosidad para nuestro tiempo. Apasionado defensor del hombre y alérgico a toda filantropía; apóstol infatigable de la paz y adversario del pacifismo; defensor de la unidad de los cristianos y crítico de todo irenismo; enamorado de la naturaleza y sumamente alejado de las actuales infatuaciones ecológicas; en una palabra, amigo de la verdad y enemigo de la ideología. Hoy tenemos una necesidad extrema precisamente de guías como él” (ver Humanitas nº 21, p.50).

JOSSUÉ BAQUERO [11.480]

$
0
0

Jossué Baquero Gallardo

(Tena, ECUADOR  1990) Estudiante de Comunicación y Literatura de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, y de Cine en el Instituto de Artes Visuales de Quito. Su libro de poemas, Geografía de un pueblo que se asentó al pie de los Andes (Quito, 2011) obtuvo una mención de honor en el Concurso Nacional de Poesía en Paralelo 0. Estuvo entre los ganadores del segundo concurso de poesía del Taller Cultural El Retorno con su conjunto de poemas Clípeo (Quito, 2011). Ha sido publicado en  revistas nacionales y en el diario Literal de México como parte de una muestra de poesía emergente ecuatoriana. Su conjunto de poemas Más extraños que el paraíso fue publicado en el libro Naipes arreglados, 13 poetas contemporáneos del Ecuador (Guatemala, 2012).


primer tríptico: la ciudad

[1]

propongo levantar un espejo al final de la calle
o construirnos hasta la vera de un lago cristalino
o llevar el concreto hasta los ríos que no hacen espuma
reproducir esos rostros -que se han congelado en las ventanas- en las gotas que se
suspenden sobre las hojas como pastillas
me refiero a la transustanciación del cuerpo quieto en la calle
            hacia la polilla que representa en sus alas muertas lo discreto del quietismo.  




[2]

están las calles llenas de personas como envolturas.
cada niño es una bolsa de huesos y agua arrojando basura por la ventana
arrojando partes de sí mismo
para llenar las calles con algo en dónde reconocerse luego.
ahora hablo de los charcos como filosofía del reflejo propio en el entorno
            del otro que conduce su auto sobre el charco y no lo reduce
            sólo lo dispersa.
describo a los puentes como membranas y a los edificios como panales
            hablo de su discreto frenesí orgánico. 




[3]

registro a la ciudad como cuadro de Francis Bacon.
encerrada.
            sus esquinas llenas con el hedor de la res destazada sobre el hombre 
            de la res que nombra cada crucifixión y decora cada parto.
me refiero a la res que nos hace ver como Cristos sangrantes y malolientes
            como si fuésemos en realidad sólo parte de la carne
                                              y de la sangre.

sin embargo las vísceras vaciadas de la bestia
nos recuerdan un poco a nosotros mismos: a un estudio para autorretratos donde haga falta deformar el grito: el rostro.





De su libro, Geografía de un pueblo que se asentó al pie de los Andes





Crece follaje en los neumáticos

crece follaje en los neumáticos
el tronco del guanto envuelve al volante
y cuelga su flor del retrovisor.
se refleja el desvanecerse
y es posible describir el proceso.
se desbordan arupos por el escape.
las raíces del matapalo colman el interior.
el zapote y la chirimoya
se aplastan contra el parabrisas
y llenan de jugo el panel
la guantera.

el hombre detenido en su asiento
tiene a la naranjilla floreciéndole en la boca.  






corre el río con un canto destemplado

cuando las aguas menguan
dejan al descubierto
una chica sentada
quieta en el fondo seco
una muchacha con apariencia octogenaria
de trenzas largas
dientes cariados
y endeblemente tísica

sentada con los ojos vacíos
zurce  grietas volcánicas
con madejas de pan antiguo
cuelga de hilos plateados
cuentas lunares
se la pasa comiendo las sobras
de los desaparecidos
de los azulados putrefactos
que no pudieron hacerse árbol
ni flores
ni yerba







las flores crujen bajo pies descalzos
(tostados por el sol)
su agonía suena a concierto de ocarina y zampoña
a chulpi reventando en el fondo de un tiesto
al aullar de algún perro perdido
a la muerte de otras flores
que yacen bajo los mismos pasos






[Recuento espacial del lugar]

las siluetas se multiplican. llenan los pasillos y las habitaciones.
numéricamente son el infinito
encerrado en la casa.
eso inentendible reiterado en las ojeras del que arrastra su propio cuerpo
como crónica ablativa   fragmentada.
se repite el cuerpo   el dolor
lo azaroso del yacer de la silueta.

¡rizoma!   lo múltiple sin base. pasillos colaterales sin cuarto central.
las raíces huidizas de lo que nunca llega porque se divide.
el hombre hace siluetas sobre el rizoma.

ri – zo – ma

r                i                z                o                m                a

cada cuarto con su número.
el número que es el cuarto.
lo que no necesita más que de números para construirse.
el seno multiplicado por sí mismo sobre la tangente de las habitaciones equiláteras.
las siluetas  o sea  la casa  es decir  el rizoma.
las siluetas  la casa  el rizoma
lo numérico:




PIERA MATTEI [11.481]

$
0
0

Piera Mattei 

(Roma, Italia, 1950), es escritora, crítica, traductora y editora. Luego de laurearse en Filosofía en Roma, realizó estudios de teoría teatral en Stanford, con el maestro Martin Esslin. 
Sus escritos han aparecido en diversas revistas literarias.

Colecciones de poesía:

-La finestra di Simenon (Zone Publishing 1999)
-Campione di pelle, con dibujos del pintor Pancrazzi (Mazzoli 2001), y posteriormente se inserta en la antología “Poemas del principio del mundo” (Sossella 2003)
-La materia invisible (Manni 2006)
-L’equazione e la nuvola (Manni 2009)
-Le amiche sottomarine (Passigli 2012)

Libros de cuentos:

-Umori regali (2001)
-Nord (2004)
-Melanconia animale (2008)
-I vicini di casa; Guarigioni, Texto en italiano y en Inglés, con ilustraciones de Gianna Gelmetti, cuentos (Sallustiana 2000, 2001)

Ensayos:

-Dalle città e dai libri (2002), Manni
-I poeti e la città (El bisonte 2009)
-L’immaginazione critica (Zone 2009)

Entre las muchas traducciones :

ha traducido y editado para las ediciones Via del Vento (Pistoia, Italia) :

-Sarà estate, poemas de Emily Dickinson (2004)
-Stelle, poemas de Emily Brontë (2005)
-Diario di un pazzo, (2006) del escritor chino Lu Xun,
-Credo in te, mia anima, poemas de Walt Whitman (2006)
-La luna e il tasso, poemas de Sylvia Plath (2010)
-Pietra nera, poemas de César Vallejo (2011)

Viene de traducir y publicar, con su entrevista al autor, para las ediciones Gattomerlino, la colección poética del poeta hondureño Rolando Kattan “Animal no identificado” con el titulo italiano “Animale non identificato”.








POEMAS DE PIERA MATTEI

Traducción: Marco Antonio Campos




LA VENTANA DE SIMENON

Ha cerrado una valija
pequeña, el departamento abandonado
al instante que decidió
su Pompeya, 
las plantas, la ropa, los papeles.

Transcurre los días ante una ventana,
a una hora cierta de la tarde
espera. Pájaros bien torneados
atraviesan en diagonal.
La ventana de Simenon
la llama, que no está en una historia,
está en todas, símil a él,
al autor. Allí se queda para observar
los delitos, para deleitarse con la invención.





CARTA (1)

Me llevé tu libro dentro del recinto
verde de la rue de Babylone
donde se hallaba el huerto de las hermanas
y aún quedan segmentos de manzanos en espaldera,
un emparrado de rosas, una virgen
modesta en la piedra y no atractiva
estilo mitad del siglo.

El sol era tenue,
como el niño solitario
en el abriguito beige abotonado
Jugaba a meditar 
piedras y objetos pequeños, esparcidos 
en el cuadrado de arena
que le fue circunscrito.





CARTA (2)

Vivimos tres fauves  dentro de una madriguera
y fuera el parte meteorológico no promete
la ciudad respira desde la ventana cerrada
pero en el barrio existe
una cariátide graciosa las tetitas
de piedra al viento. Los japoneses
le sacan fotos  luego hacen una reverencia
(no, no los he visto), pero en el Luxemburgo
me sentaba con botes de agua, los papeles, los colores, uno
de ellos espiándome. Cuando lo fijo se inclina
hasta la cintura (esto lo he visto)
y salta sobre las basquettes continuando
cada tres pasos a flexionarse.

En la rue Princesse la poeta americana
enorme en el traje esmeralda
durante el reading se ha puesto a lagrimear
con un solo ojo una esfera negra
redonda como un lunar.
En el cine me gusta el domingo en la mañana
sorprender a la ciudad aún cansada.

He aquí que los cuentos son de acontecimientos
pequeños, creo que ha habido una explosión
aquí en las cercanías, sueño mots
francais, personajes italianos, las cartas
las espero todos los días, la escuela que frecuenta
mi hija dicen que ya fue un teatro
en la Belle Epoque de streep-tease.





CARTA (3)

Dentro del inmueble donde moro, 
desde hace meses, arriba de mí o en el interior,
al lado, han nacido, sin exhibirse
lazos, sin desorden,
si no fuese el pequeño lloro
que atraviesa las paredes, desconsolado.

Igualmente, sin que yo sepa
cómo ocurre (quizá de 
puntillas) alguien hace subir 
a los pisos la guía roja. 
Y, te diré, creo que la misma
persona –no vista- es la que pone
tus cartas sobre el felpudo
delante de mi puerta.





LOS ÁRBOLES DEL MUSEO RODIN

El canto de los volátiles animales
hace seguras a las muchachas
de que aquellos gigantes sean árboles reales
disciplinados, que tiemblan graciosos
juntos desde lo bajo hacia lo alto
y filtran luz
fulgurada por el temporal nocturno.
Demasiado bellos porque gozando ya de sí mismas
no los ignoren las muchachas.
Así a la noche cerrando las verjas
se dejan ir, descomponen
las ramas, piensan de nuevo en
las muchachas que como deberes esbozan
en libretas los desnudos cuerpos viriles.
Susurran:
“¡Oh, nosotros, los árboles,
somos las estatuas más bellas!”,

y mutuamente se lisonjean.





MARCOS REYES DÁVILA [11.482]

$
0
0


Marcos Reyes Dávila 

(Bayamón, Puerto Rico, 1952). Catedrático de la Universidad de Puerto Rico, director de la Revista Exégesis y miembro del Grupo Guajana. Es autor de Pájaros de invierno (1978), Goyescas (1980), Estuario (1981), volúmenes recogidos en Una lluvia tan grande de campanas (2002) junto con Para un día sin réquiem y sin sombras, Los códices secretos y Poemas del auxilio mutuo. Posteriormente ha publicado Del fuego sobre el agua (2012), selección de los libros La llama en llamas, El puerto en el laberinto y Poemas de la luna nueva. En Paraguay apareció una antología general titula Las cuerdas del aguacero (2013) que incluye además poemas del libro El colibrí de piedra.







UN NARDO EN LAS SABANAS

Una misma uña furiosa
parece haber dibujado la Alhambra 
que serías finalmente,
y las estelas de piedra mayas 
que te imaginaron
y el océano agreste donde te encontré.
Un jardín quebrado como los desiertos
se añora y se adivina en sus nostalgias,
y una sed de muerte asida a sus escarabajos
desea todavía 
las flores prometidas
de la estrella ¿cansada? de ser nueva
que creara el mago en nuestro nombre
para perpetuar por todo el orbe de mi vida
tu eclipse de azucena
y el nardo insomne de tu ausencia.
Percibo el aroma de tu vuelo y sus almendras
como una luz que titubea sus manzanas
en la distancia aún sin luna 
donde fuiste amazona de mi alhambra
antes que escaparas del sueño en tus halcones
como un sol de limonero en la mañana
una rosa solitaria en tu incensario
un mito de jade maya que te encubre
y un océano de palmas blancas
--naturalmente caribe-- como tú,
que sacudes todavía con tu olor a las sabanas.







ERES EL VIENTO QUE ERAS
                                            
Has llegado siempre
–y diré que dije siempre–
a este lugar en que habitan 
mis costumbres más mapuches
porque habita aquí mi memoria gastada
y mis medidas más exactas
y cada una de las líneas de mi mano
con su sueño torcido de ónix
y su desvelo todavía suspirando
    la sombra de mis luces
    de casi medio siglo
la acuarela de las piedras
    que recogí al pie de tu pirámide
la cítara y los arcos
    de la mezquita de Córdoba...

Has llegado siempre
como dije que diré
sin residuo ni migaja
y como siempre te encontré
reinita o quetzal
que igual cantabas en lo alto
de las ruinas de Misiones
aquel atardecer de nuevo cielo
que rondaba el río Paraná.

Porque vuelves 
como la línea que se cierra casi
en herradura
y porque vengo a ti 
por la suerte que me das
somos la aguja en el tejido
que rebota y retoza en los minutos
como un colibrí de fuego que no quemas
una fugacidad que no termina
una intermitencia repetida al infinito
un ritmo de alabanza 
    para ellos y para su patria
una red de pentagramas de agua 
que enreda y teje la ternura

Subí a tramos breves 
y a tragos hondos por esa pira
de tu cuerpo en que me quemas
y supe allí, en ti,
en lo alto de tu Pirámide del Sol
que el horizonte era un punto recogido de tus pechos
el horizonte era el punto de lo alto donde estabas
Teotihuacan era la altura enardecida de tu pecho
y que todos los vientos venían hacia ti,
del páramo abierto del norte
del páramo abierto del sur
del este persiguiendo los oestes
del oeste que se escurre hacia el sol que nace.
Decir que vivo en ti y a barlovento
y que llegas siempre
como el viento que desordena los papeles
fluida, ágil, impenitente
algo que derrama el agua en la mesa
algo que se mueve, se inclina, encarrila
y se descubre en la sorpresa
Siempre llegaste a mi vida, 
barlovento,
como ahora
    ahora mismo
estás llegando
Un surco que se abre
una pendiente que arrastra
y ese viento, viento fuerte
que hincha las velas que me llevan
y muestran mi rumbo    a sotavento                                
sobre la mano abierta del océano
y enardece mi bandera
que me recoge el cuerpo debajo del abrigo
o me revuelve, se me escurre
y me lame bajo las ropas mis erizos.
Siempre llegas a mi vida
como el viento aquel de Teotihuacan
un poco entre el susto y la sorpresa
el viento que apaga a veces y a veces enciende
la vela en la tormenta 
la vela en las iglesias
la vela de los sustos
la vela de aquel lecho
    y tantas noches
la vela de la mañana aquélla
    y de mis pasos
la vela de nuestros sábados de gloria
la vela grande de mi vida
de mi vida en pie
que en ti, viento, y por ti, Velita,
encuentra su sentido.







ESE CORAZÓN

La hoja que no cae
         prendida y victoriosa
la rosa encendida en la floresta
el susurro de un beso
    que renace
el sueño que brota de lo oscuro
la ansiedad que sacude sus cenizas
los pasos que animan el camino 
la nuca que se vuelve
los ojos que se anidan
la memoria transparente
    de un abrazo
la sangre de un te quiero
    herido en su ternura...

Pero aún eres más...
la palabra que anula la distancia
la ansiedad de un tiempo eterno
     y sin nostalgia
el salto que se entrega
en el vacío
y ese corazón que canta siempre
al compás del mar
y el sol de la mañana.







COMO SALTA EL AGUA EN LA CASCADA
                                
Nunca se extravía un colibrí 
Busca en el convite del camino
y llama como un dedo desde allá
en la mano de las flores

Me llama con cara de mimo 
y bigote de chaplín 
Me llama desde allá
coqueto y payasito 
Con cara de melo
de trapecista del viento
y flautista de hamelín
cuando atajado en la poza
no hallamos sombra 
para un sueño
y oímos pasar los pájaros
toda la noche
aferrados a la orilla de un desahucio

Sí, el tiempo es humo extraviado
en el archivo fugaz del calendario
Me llama desde allá...
Pero huele a aguacero
en el granero
y los ojos de mis luciérnagas
aún te buscan un cielo mudo
para amarte  
Y aún soy vega y quebrada
y puente
y agua llovida
Y habita en mí el río vivo de los días
sordo a la queja de las sombras
y aferrado a la memoria
del viento
de la luz
y de las aguas 
Pues cuando se ama de oído
cuando se palpa en la vena 
las cuerdas de un madrigal
y mana lentamente el manantial
nada nos roba el sueño de cantar 
como salta
jubilosa
el agua en la cascada

Me llama desde allá
muy pajarito.




MARIO ALEJANDRO SEPÚLVEDA [11.483]

$
0
0



Mario Alejandro Sepúlveda (Chile)

El jurado de los Juegos Literarios Gabriela Mistral 2010 otorgó el primer premio al poemario titulado “Norte Grande”, cuyo autor es el poeta chileno Mario Alejandro Sepúlveda Salas.




LOS  ELEGIDOS  DEL  SOL

Éramos los elegidos del sol
Y no nos dimos cuenta
Fuimos los elegidos de la más alta estrella
Y no supimos responder a su regalo
                                            
(V Huidobro)



El día que Borges murió
Bajaba la cuesta El Melón y me dio por acelerar
Caía por rápidos cuyo torrente era simplemente la vida
Y la espuma la sal que nos faltó para hundirse dos veces
En la orilla y nadar lo suficiente para vivir
En las mismas aguas 
Y nuestros caminos serían como las ramas
De una parra seca en invierno
Y jamás nos veríamos
En la esquina de verdad
Que no es más que el ángulo perfecto
De la calle
Pero estaba como cualquiera
En la carretera

En la recta quemaba bencina
Y los hp y rpm del motor
No eran sino la admisión y escape
Del aire
Y el abrir y cerrar de válvulas
Como respirar
Inhalando en tanto luz y sombra
El cubismo y la sangre azul de toros
Descompuestos en círculos

De verdad iluminados por la marea
Y la rueda de la fortuna y el tiro al blanco
En pistas de arenas movedizas y cumbias 
A la izquierda el mar y una nave encallada más abajo
Recuerdo sí que pensé o algo a lo menos del sur
Y creo o creí que la poesía era para maricones
Que el sur era frío y las carreteras un espejo de agua
La línea férrea una cadena doble para hundirse
El paisaje arriba de camiones y con la mano en alto
Me lleva por favor voy al sur
Sabiduría de sureño:  vuelve a casa y córtate el pelo
Pero a Borges se lo aborrecía en el sur y centro
Ciego buena onda pensé 
O creí
Miré el mar la línea continua del camino la cordillera
 Apagué la radio entonces y escuché mi voz
Gritaba y encendí Pink Floyd y ya estaba ebrio







Viejo cabrón
Neruda mirando el mar nuevamente huyó del sur me dije
Borges no sabía  los extremos de la vida concluí en una bencinera
Si Shell o Esso carece de importancia con el tiempo
Y ya en la puesta del sol
Me arrepentí 
Y me dije
Neruda me importa obra vida y muerte un carajo
A ese tiempo más la partida el deceso de Borges
La puesta de sol
Ya estaba lejos
Pero a medio camino del Norte Chico o 
Todo cuanto un hombre necesita para ser feliz
Y así las canciones rancheras de mi novia
Fue mi obra y revolución
En rodeos fondas y quintas de recreo 
Ni los periódicos leeríamos:
Estábamos en el Norte y talento para pagar
Drogas y otra cantante
Y guitarristas hasta el amanecer
A menudo recordaba la luz de mi casa
Y a mi esposa dormida
Soñaba que olvidaba su rostro

Y que en la pisadera del tren nocturno la luna brillaba
En cada estación del sur
Y que al amanecer estaría lejos 
Y que el sol era la luna
Pero desperté en los lagos del sur
Y sin ganas al fondo del mar
Me miré al espejo
Sin decir palabra caminé a la cama
Y dormí los años suficientes
Para de una buena vez irme al Norte

A la salida de Santiago no pensé nada
Sino tomar la carretera panamericana
Y en la ruta 5 Norte supe que la lluvia 
Sería parte del pasado y que los trastornos de personalidad 
Y la megalomanía y el narcisismo severo
Al kilómetro 100
Sería un espalda mojada y que el río grande
Había cruzado
Y que mi destino no era hablar ingles
Y que el desierto de Arizona o vaya a saber uno
No eran los cactus ni principio alguno
De una idea y el baldío de coyotes
En absoluto una metáfora







Ni siquiera el Norte Grande
Porque para delirios no estaba
Había dejado la etapa presocrática
El ser en cuanto ser
Y asistir a recitales de poetas chilenos
Mayores y menores inéditos o con medallas
Polacos incluso
Vivir la ocupación no era novedad
Había perdido toda esperanza en la liberación
Por cierto este barrizal no era París 
Pero se hablaba por entonces de la democracia
Como del desembarco de Normandía
Y para entonces el Canto General
Era una pared y el océano pacífico
La versión oculta de las alturas
Borges como se sabe había muerto
Y pensé que los celtas o beduinos
Y las mil noches eran como mis sueños
Pero hermosos
Porque cuando se pierde el norte ahí me dije 
Nada importa la revolución y la dialéctica que acompaña
Y también  me dije o imagino
No hay persona que ambicione ser estatua
U obras completas
O tomar el megáfono en serio







Pero estaba por fin en el camino correcto
Chile es una autopista
Oh vanidad de vanidades
EPOPEYA DE LAS NACIONES DE SUR A NORTE
Pero no escribí 
Y estoy vivo y de los perseverantes es el oficio
Que duda cabe
Si el verso con ambición brilla
Pero no escribí
De océanos que se fugan por los ojos
Y cordilleras que se hunden en portaviones
Y es que el verso que no da brillo mata
Ciertamente no dije
A la fecha el creacionismo y los aeroplanos
La antipoesía y la Posada de don Lucho Contardo 
No contaban con luz eléctrica
Pero tradición oral y ollas tiznadas
Tortillas al rescoldo
Corderos degollados
Y otras artesanías
 Rolling  Stone orbitaba alrededor del fuego
Como el cometa Halley que a simple vista 
Perdí para siempre
En tanto
Al desvío de la ruta







En el cruce de Shell y Esso
Y por senderos de espinas polvorientas
Es que llegué a tomar una cerveza
Y bebí tres días y tres noches
Otra vez  me dije
Pierdo los estribos en esta comarca
Y que importa si de la gloria al ridículo
No hay más que un paso
El Norte puede ser Liberia
Y qué decir del Grande 
Y de los salares
Pero como la película decía
Todo cuanto un hombre necesita está al sur de California
Y más abajo del ecuador bailé el limbo
Y otras actuaciones 
Que prefiero olvidar
No importaba 
En tanto uno dice lo que no dice
Y bebí para dormir
Y pagué la cuenta 
Pero bebí
Al desayuno y al almuerzo
En la procesión  de la Patrona
Y bebí pero no dormí
Y sin que nadie me llevara a la cama







Me acosté junto a la vieja del pueblo
Para entonces daba lástima
Y se me dijo algo así como hijo vuelva a casa
Y bebí con afán y pensé estoy seguro
En este caserío 
No llueve y no lloverá por los próximos veinte años
Y fue la fama y prestigio del  Norte Chico
El cuero de las botas tejanas
Y canciones mejicanas que lloro
En el centro del país y a la sombra del poniente
Que me dije no hay futuro
Sin  Norte




Mario Alejandro Sepúlveda

Las vainas de Lagos

Desde el desierto de Atacama, el poeta Mario Alejandro Sepúlveda (Premio Municipal de Poesía 2010), dejó dos poemas en recuerdo de Jorje Lagos. “En la agonía de Jorje escribí un poema que a él le causó agrado, el segundo “los poetas inmortales”, lo escribí anoche en el instante que JALN salía en busca de los dioses, si los encontró o siquiera pensó alguna vez en hallarlos , no lo sabremos. Jamás escuché a Lagos esa búsqueda, al decir de él  son otras vainas”, señala.

No encuentro las imágenes que nos reflejan en Pisagua, quizás el misterio no sea sino la pérdida de esas imágenes como metáfora de la desaparición de Jorje, indicó, al dejarnos estos dos poemas.





                                  PRIMERA VAINA

  (al decir de Lagos)

He visto  la costa del hemisferio sur en el espejo retrovisor de un coche sueco
bosques y praderas y piedras  emerger como alces de un rio de nieve
Persisten emergiendo como un automóvil alces y renos  en un desierto de sal
Será eso posible poeta Lagos Nilsson?
Al parecer, poeta, estás muriendo  dice el coro
Espejuelos refractados por el sol implacable
Destellan oropeles, el famoso oro de los necios
Se muere una vez o se debe consignar en los obituarios se ha muerto en reiteradas ocasiones el poeta Lagos Nilsson
O quizás no cesa de morir el poeta Lagos Nilsson
O bien ha dejado de morir el poeta Lagos Nilsson

En lugar de otro ha vivido y escrito el poeta Lagos Nilsson
Nadie muere dos veces en el mismo río






LOS POETAS  INMORTALES

A   Jorje  Lagos Nilsson

Dónde están los perros de caza, la sangre que congregó animales sedientos del color.
Aúllan  más allá
Dónde está el final del camino, más cerca del principio o en el lecho del enfermo
Aúllan más allá
Dónde se esconde el secreto del bien y el mal en la tumba de San Juan en Lisboa o en yacimiento de un poeta moribundo
Es un paisaje del desierto de atacama una cama con un poeta dormido la muerte
Aúllan más allá
El secreto de las flores muertas y la luz nocturna
Aúllan más allá
Emergen vapores de la corteza terrestre, espejismos de lo real en los desiertos calcinados o simplemente es así
Vaya estupidez la Fata Morgana, hay quienes ven un manantial de sabiduría
brotando como cactús en el pavimento de autopistas y un camino en un sendero de arena, acantílados, rompientes espumosas
O Shangai erigirse con su mercado de cuentas
Es eso la muerte, acaso?
Aúllan más allá
Escucha oraciones por salvación del alma el poeta muerto?
Ha muerto el poeta?
Aúllan más allá
Los perros aúllan, por qué aúllan los perros si por luna grande o por aplausos de Lisboa
Qué saben de fado los animales y las plantas
Se acaba el sol, vaya estupidéz
Comienza la noche y luego viene el día, inmensa imbecilidad






El poeta chileno Mario Alejandro Sepúlveda Salas, quien la conjuga con una capacidad evidente para transmitir al lector las vicisitudes que afronta la sensibilidad ante la hostilidad y el desafío de la vida en una geografía que, no por ardua, deja de evidenciar el hechizo que emana de su condición: es uno de los sitios más singulares del planeta, ciertamente único, tanto por su clima como por las características de aquellos que se animan a aceptar su desafío y aun amar el paisaje que los rodea.

Ese norte mineral que tan magníficamente ha retratado el colosal Pablo Neruda, encuentra nuevos epígonos en poetas como Mario Alejandro Sepúlveda Salas, que dan cuenta de la grandeza y las miserias de un entorno cuyas particularidades enfrentan al hombre que lo habita con su condición más honda, sin concesiones al sentimentalismo ni a las metafísicas mal buscadas.

Como el norte chileno, la poesía de Mario Alejandro Sepúlveda Salas, en su interesantísimo “Norte Grande”, es seca y concentrada, reducida hasta la raíz misma de la palabra, como la quintaesencia de la expresión, gota a gota destilada hasta darnos a sus lectores la imagen misma de esas latitudes. Lo humano, en la poesía de Mario Alejandro Sepúlveda Salas, es todo apretarse en torno a las intemperies, las frugalidades, la paciencia de la esencia misma de la vida que pugna por seguir siendo.

Así, el poeta da cuenta de la presencia de la sensibilidad en escenarios hoscos y bravos, que concentran la atención de la lectura de sus versos en el hilo conductor de “Norte Grande”: el triunfo final de la condición humana sobre sus contradicciones, sus conflictos y sus dramas, tanto subjetivos como objetivos, como evidencia en versos que citaremos ahora:



“Grande ambición como la vastedad de Atacama 
y el agua que faltó al hombre que por aquí pasa.”
“Qué será de nosotros mi vida qué será la vela encendida de nuestro aniversario 
o el nacimiento de los hijos soñados o el cirio encendido de nuestro fin”

“La única certeza es que mañana será otro día 
Día a día subo las escaleras 
de la losa fría del hospital 
y pienso: 
mañana será otro día”



“Norte Grande” es un poemario que ratifica cómo, en ocasiones como ésta, los premios literarios hacen justicia a la mejor calidad de los géneros literarios.




CARLOS CARDANI PARRA [11.484]

$
0
0


CARLOS CARDANI PARRA

Carlos Cardani Parra (Santiago de Chile, 1985): Estudiante de Bibliotecología y Documentación de la Universidad Tecnológica Metropolitana. Participó en talleres de poesía, narrativa y dramaturgia en Balmaceda 1215. Ha sido incluido en la antología del taller de poesía Santa Rosa 57 (Alquimia Ediciones, 2007) y en La Gran Capital (Calabaza del Diablo, 2006). Ha participado en encuentros poéticos como Poquita Fe 2004 y Descentralización Poética, entre otros. 

Publicó su libro "Raso", por Balmaceda Arte Joven Ediciones. Recientemente conocimos su libro "Caldo de Cardán"





(De: En el nombre)

Del enterrador 

Hermosa, como la lápida del enemigo 
Es esa paz de cajón sin deudos y de tierra suelta 
De trabajar sin el llanto de tres días, sin flores entre las paladas 
Esa del murmullo por un rezo, de un arrastrar de zapatos por vez 
Así de hermosa es la vista alzada y perdida entre cruces, mármoles, cristos 
Plena, profunda como la de un campesino mirando su cosecha 





Del bombero 

Todos organizan sus vidas al borde del accidente 
El fuego de los alimentos antes del derrame 
La electricidad antes de perder el cause 
Los fósforos antes de caer en el descuido, en el desquiciado 
Entonces ahí las llamas, el rescate 
Entonces ahí la lucha de elementos contrarios 
Hacha contra madera 
Agua contra fuego 
Hombre contra natura 
Haciendo que el caos no se haga de muertos 
Que la tragedia no sea digna del noticiario 
Que la perdida sea mínima 
Que la gloria siempre sea anónima, local





Del campesino 

La tierra y él se piden descanso 
La tierra avisa como el dolor de rodillas antes de la helada 
Él agotado como la primera fruta cayendo de madura 
Pero no se escuchan 
El hambre de agua, el plato en la mesa no permite 
Ni el cese del arado, ni el tranque del riego 
Ni que la familia niegue alimentar las capitales 
Entonces se espera, se hace la rutina 
De que agua y sol haga de semillas cosechas 
Y de cosechas el dinero para lo que no se siembre





- Del poemario Raso -


Al otro lado de la frontera
Alguien aprende a como matarme
Pienso esto mientras mi teniente
No parar de repetirnos
Es tu lema la paz
Es tu grito libertad





Paracaidistas

Los boinas negras dicen
La muerte cae del cielo
Ellos tienen razón
Aquí ni siquiera llueve





Sin voces

Sé que mi comandante piensa
Cada uno podría ser un revolucionario
Que con tan solo una voz subordinada subversiva
Cientos de fusiles estarían admirando su cabeza
Como decenas de corvos un cariñito en la garganta

Pero también sabe que nos tiene demasiado ocupados 
Como para hacerlo.. .. .. así
Ninguno de nosotros presta atención a todos los gritos de guerra
Que nos parten los oídos
Mientras comemos dormimos o disparamos






Yo me mayo Cardani yo me mato te juro que no aguanto más eso pedir permiso de recibir castigo por nada tener la familia lejos cada vez que me pongo al teléfono solo escucho solo digo llanto solo llevamos tres semanas y esto parece un año ¿te imaginas con este uniforme un año? 
Yo no puedo
Mañana nos pasan los corvos
Mañana entro a enfermería





Cada noche se oye una voz
Entre suspiro y grito gime
Al caer su uniforme 
Al tenderse levantarse
Siempre el mismo ritmo
Cada posición en su lugar y con su tiempo
Cada ejercicio lleno de movimientos cortos
Los gritos siempre terminan acaban en su boca
Lo único que cambia 
Son quienes se dan los relevos
Entre la pantalla y el retrete





Este morro ... este Cristo de la Paz
Ya se acostumbraron a los actos militares
A eso de conjugar el uniforme
Y esa cara de por mi culpa por mi gran culpa
Todo en uno
Escuchando a mi capellán decir cosas
Que en la instrucción teórica ... de tiro de olvidarán
Mientras mis clases musitando ... así como nosotros
Perdonamos a los que nos ofenden

Esta es la primera línea
Solo me dan la espalda mi mayor mi capitán mis tenientes
Es la primera vez que los toco
Es la primera vez que de ellos recibo la paz

Abrir la pampa fusil en mano después de empujada la frontera
Es tan solo hacer desangrar a lo que tanto llama patria
Seguir disparando a los cerros 
Animal echado que servirá de cena
Nuestra única comida 
Una bala norteña directo al estómago
Un corvo altiplánico atascado en la garganta
Merienda de esta guerra
Un Lázaro acunado infinitamente 
Entre los brazos del Cristo de la Paz






INSTRUCCIÓN DE TIRO

Atrás queda el polígono de tiro
De él ... un fusil por cada hombre

Reventándonos los pulmones por las glorias del ejército
Con pie sereno marchamos ... firmes
Perfectos ... solo para nosotros
Esto es cielo y arena ... nada más

Diez carriles de pista atlética 
En cada uno un blanco como meta
Eso es todo el polígono de tiro

Arma y cuerpo al suelo
Blanco ... mira ... ojo en una sola línea
Todo esto mientras se oye la voz de mando
Soldado esos círculos no son su objetivo
Imagine que eso es un peruano 
Que se acaba de violar a su mamá
Piense en eso ... y en nada más.






RASO

(fragmetos)


Yo soy su comandante de escuadra
Sólo se dirigirá a mí diciendo
Permiso para hablar con usted mi cabo Parra
Responderá todo lo que pregunte
Hará todo lo que diga
Todo lo que sale de mi boca
O es una verdad o es una orden
No quiero desertores
No quiero calambrientos
Sólo doce zorros con bozal


*


Aqui no hay nada que libere
Algún tipo de olor
Salvo el tufo de los himnos
Y el de la transpiración
Que se hace barro con la arena

Sin embargo cada uno de nosotros
Respira siente huele ese olor a muerte
Ese que no es de gusanos en las viseras


*


Hoy nos pasaron una tenida de combate nueva
Todos quieren lucirla cuadrados
Marchando lo mas elegantes posibles
No es para estrenarla como mi Mayor manda
Sí, porque ahora se nos hace extraño
Agradable llevar algo limpio sobre el corazón
Aunque sea el EJÉRCITO DE CHILE


INÉS MARÍA LUNA [11.485]

$
0
0


Inés María Luna

Nace en Morón de la Frontera. Es licenciada en Filología Hispánica y profesora de lengua y literatura en Sevilla. 
Recientemente ha colaborado en congresos y revistas literarias con artículos sobre distintos aspectos: el romanticismo de Fernando Pessoa y Juan Ramón Jiménez, el amor en Pedro Salinas y Adolfo Bioy Casares, la mujer como personajes literario, o el flamenco en Antonio Machado y Álvarez. Ha publicado el libro de poemas Día feriado, Ediciones en Huida, 2013. Algunos de sus poemas están recogidos en la antología Femigrama, Poesía con voz de mujer, Sevilla, 2008. En la actualidad realiza estudios de doctorado sobre la poesía y el flamenco. 


Poética

Comencé a escribir hace tiempo, cuando era adolescente y andaba por Morón de la Frontera. La adolescencia y Morón, y las revistas poéticas. Por la poesía estudié filología, por la poesía soy lo que soy, maestra de lengua y literatura. La filología me dio cosas buenas, nombres que son parte de mi vida: Juan Ramón, Vallejo, Juan Rulfo, y otra vez, Juan Ramón. Pero también me dio cierta visión de las cosas, de la que ya no escapa el prejuicio.
No sé bien por qué escribo, supongo que escribo porque leo. Porque de alguna forma tendrá que salir esta manera sensible de andar siempre por el mundo.





Esguince cervical de invierno

La ciudad se ilumina poco a poco.
Lo que ocurre en la noche
descansará con el alba.
Lo que trajo el invierno
quizá no vuelva en primavera.
Nada concierne al lugar
lo que en él se vive, 
ni le preocupa al tiempo
nuestro día pasado.
Nada que ver la soledad
con esta manta eléctrica.





BAEZA

Pensé que la juventud no volvería,
pero he sido joven de nuevo.
Y no quiero decir que tenga edad
como para ir cayendo en la tragedia.
Pero hay una juventud de la sorpresa,
una juventud en el milagro,
en el vivir aquí fuera del tiempo,
que creí que ya me quedaba lejos.
Y ya ves, lo inesperado ha vuelto en estos días,
y estoy aquí,
para esto vivo.






LA PEREZA

Hay personas que lo tienen todo ordenado.
Me llama mucho la atención.
Son personas que cada cierto tiempo
acostumbran a ir al médico,
que trabajan y tienen hijos,
y algunas, un piso en la playa.
Son personas que viajan en avión,
que fueron en grupo a Sudamérica.
Hay personas que no se distraen,
que nada les quita el sueño,
que hablan como si tal cosa,
del ginecólogo,
y del dentista.

*de Poemas para un minuto II





ENDODONCIA

Vivo en un tiempo de vuelos baratos
y de depilación defi nitiva.
Vivo en el tiempo de las endodoncias.
Pero me canso del hilo dental,
me canso mucho del hilo dental.





AMOREIRA

A Miguel Ángel

Pediste que parara el tiempo.
Y el tiempo quedó
varado en una ola.
Te quedaste por siempre
en aquella playa
donde nada malo
podía ocurrirte,
donde no quedarían los recuerdos,
donde sólo, la esperanza.

de Femigrama, Poesía con voz de mujer, 2008









Día feriado, de Inés María Luna





RÍA FORMOSA

El día impone su mirada,
el canto de un verano luminoso
que anuncia ya su despedida.
Todo se va ocultando,
poco a poco,
como se oculta el día,
y poco a poco,
en movimiento lento,
todo volverá a ser.
Yo buscaré el lugar
que cada año me espera.
Será mi cuerpo
donde el mar resucite.




CACELA VELHA

Quizás vivir sea esto,
escuchar con los ojos cerrados,
aquí donde todo es silencio,
este sonido de los pájaros,
y esperar que llegue el momento,
en que como en las tardes de la infancia,
nos sorprenda inesperado el canto del gallo,
o este canto de los hombres 
que en la ría trabajan
su hermoso canto de amor.




ALENTEJO

La lluvia fina cae
asomándose a las piedras.
Todo en esta ciudad
de casas con dinteles amarillos,
permanece callado.
Yo, criatura viva,
oigo mi voz,
sigo siendo pregunta en el silencio.




TAVIRA

Después de todo, el mar,
como si no bastasen las iglesias,
los castillos, y estos árboles,
y escuchar a Mariza,
junto al quiosco de la música,
cantar María Lisboa,
después de todo, el mar,
y un barco que nos lleva.




DÍA FERIADO

Quisiera vivir todo el tiempo,
pero alguien cuenta los minutos.
Que hay que vivir así, 
eso me dicen.
Yo ya lo sé,
lo sé con claridad,
lo sé mejor en el campo,
y en la naturaleza,
lo que algún día sabré,
acaso con certeza dolorosa,
que puede ser la vida 
un poco más de vida,
que puede ser la vida
como un día feriado.





JUAN CHAPPLE [11.486]

$
0
0

Juan Chapple 

(Santiago de Chile, 1972), es periodista de profesión (Universidad de Chile) y Magister en Literatura Chilena e Latinoamericana (U. de Chile).

Juan es coautor del diaporama Hablas en Pena, para el desarrollo del cual obtuvo una beca FUDE en la misma universidad.

En el año 2005 publica su primer libro Vertederos, un texto barroco que conservando una identidad eminentemente narrativa, sin embargo, llevaba alojado en su adn los gérmenes de un vínculo poético insoslayable. El debut literario de Chapple concitó variados elogios de la crítica especializada chilena.

En 2014 acaba de publicar su segundo libro, Un astro umbrío en el pérfido día brillante. Se trata de un poemario sobre Chile (y también sobre el continente y el mundo de hoy y del futuro), que, inversamente respecto al libro anterior, conserva a ratos también cierta “contaminación” narrativa.

Juan fue Finalista del concurso de cuentos Stella Corvalán de la ciudad de Talca, en su versión 2013-2014, con su cuento “Pies”. El cuento será publicado en una antología de los mejores relatos seleccionados en dicho concurso de próxima aparición.




Calabaza del Diablo presentó nuevo libro del narrador y poeta Juan Chapple


Chapple“Un astro umbrío en el pérfido día brillante”, publicado por la ya señera editorial nacional La Calabaza del Diablo, fue presentado por la poeta Malú Urriola y la escritora y grabadora Guadalupe Santa cruz, el 25 de enero pasado, en el bar UVA.

Este libro es un potente poemario sobre Chile, pero también sobre el continente americano y el mundo. El dominio de los monitores se ha enseñoreado en las vidas de los sujetos como con-consumidores: la fe en los anuncios, la oracionalidad frente a las marcas y los dispositivos audiovisuales han hecho de esta ciudad chilena, que podría ser muchas ciudades, una congregación de muchedumbres facturadas para el consumo y fracturadas por él también.

Un vagabundo, y el chico que come basura, se dan cita en un tiempo que podría ser el mañana; un tiempo que se parece demasiado al ahora, en busca del perdido astro que podría constituirse en un signo de identidad, de memoria, la palabra y la boca, es decir, el refugio del sujeto frente al estallido de la bala y la luminiscencia del dios del dinero.

Claramente, el contexto es la guerra, pero una confeccionada solo por armas de destrucción física sino mental, una guerra de exterminio del sujeto, de exterminio de un país, para dar paso un territorio de con-consumidores sumidos en la corrosiva omnipresencia de la publicidad, el alocado consumo y la venta de sangre e identidad.

Un futuro que es ahora en un libro que se deja leer como poemario, pero también como relato profundo de un Chile del siglo XXI, que dialoga al mismo tiempo con la tradición poética y literaria chilena.

FRAGMENTOS DE Un astro umbrío…

Mientras la noche se ennegrece, una más grande y poderosa enmascara a la primera, una noche pavorosa se abate en las calles de Chile, donde el robot inmisericorde y sangriento hunde sus garras metálicas en la cordillera, en la profundidad del mar, en los bosques; en lo profundo de cada mísero ser hunde la zarpa metálica, en la hora paulatina donde perdemos los ojos y nos convertimos en un solo y húmedo can mojado por las nieblas de acero…

Hace unos años conocí a un chico que comía basura y una sonrisa con dientes agudos salía de su boca. Al verme, el chico dejó el tarro de porquería y se abalanzó sobre mí con manos rapaces. El chico no era más que un hueso mal formado y un poco de pellejo, y todo su hueso y su pellejo roedor cayó sobre mí. Parecía un personaje escapado de alguna sociedad subterránea, olvidada y pestilente, y creí que mordería mi cara, pero con labios voraces, rechinando los dientes filosos, susurró al borde de mi oreja derecha, avanzando su voz como al filo del precipicio:



Dios comerá tu lengua,
estás mirando a Dios,
y en toda su magnanimidad te da dos minutos de ventaja…







En el año 2500 y POLVO
al fondo de mi patio
en el lugar de honor de la chatarra
existe un dispositivo de imágenes
donde llora gente de mentira
donde se reúnen parientes de mentira
donde los presidentes
de mentira
prometen
educación, educación, educación
y donde los hijos de los hijos urbanos
son habitados por sueños de muerte








El presente es un gastado monitor
que emite sombras, esperanzas de infantes lisiados
imagen de algún año nuevo e infinitas muertes:








Es el cuchillo por decreto enterrado
es el lápiz y la mano,
el timbre, la pistola y la bota,
es tu madre y la mía,
que lucharon y cayeron
en el año del soldado 1500 y POLVO









¿Cuántas veces son cuántas veces muerte?
le pregunto al tipo
con yelmo de la segunda división blindada
al del estetoscopio de huesos
al de la chequera de piel de hombre
al coleccionista de orejas Ona
y la bala se detiene a milímetros de mi rostro









Pero tan graves y serios no vamos a ser,
a hacer desmanes con la lengua
como con la calle
como con toda la imbecilidad de la democrática máquina
en el año 26 del siglo de acero de Rokha dijera
Antes de la estrepitosa caída de cualquier bolsa
antes de echar en saco roto el wall y la street
de todos los míseros deseos
antes que la wall se nos volviera street
y toda street, wall para urbanos residentes
Streetwalls nos sostienen y detienen
en nuestra fútil radiológica privacía
privados de pan de carne adentro
privados
de la duda crematoria
urbanos
final
teledirigidos
y radiantes
residimos
Habitados por un beso horripilante que ha
llagado nuestra piel
igualmente rogamos
por ese beso en cada esquina
Y así caemos en la ruina del día
en la mina inmunda
que cautela el excelso centinela
para empezar otro y otro sol
Por eso por esto por eso
no hay precio para aquella para aquel
que cava buscando su muerto
¡esa es la hora!
ya no hablemos de la noche del día
si no de esa hora umbría
en que cada cual enfrenta su calavera



SILVIA OSORIO [11.487]

$
0
0


SILVIA OSORIO HERNÁNDEZ

Nace en la provincia de Talagante, Chile.

En poesía ha publicado:

-Aunque se apaguen los faros de neutrones, Editorial Libros de la Elipse,Stgo de Chile,1997
-Baladro, Editorial Libros de la Elipse, Stgo de Chile,2000
-Odas de los amantes al otro lado de la densa bruma, Editorial Libros de la Elipse, Stgo de Chile,2002
-Las pupilas del insomnio, (Editorial Bordes, nov. 2013)


-Sitio público\' Antología de Poetas y Narradores, donde salen publicados poemas de mis libros,\'baladro\' y \'Odas de los amantes al otro lado de la densa bruma\',Editorial, Mago Editores,Stgo de Chile,2005
-Verano Encantado\' Antología de Poesía, Centro de estudios de Madrid, España, España 2006
-Letras de Talagante\' Antología de Poesía y Cuento, donde aparecen los poemas \'De tanto vivir en medio de crepúsculo\',Editorial La Garza Morena,Stgo de Chile, Nov del 2009

PREMIOS:

Primer lugar del concurso de poesía, Talagante 2007







Si esta misma noche/
El cuerpo mental transforma en sutil/
Lo grosero que yace en el abismo de tu inteligencia/
Te será posible escudriñar por sobrel a delgada capa de cielo/
Conque pericia el hacedor de lluvias/
Sentado o de pie en el vértice del abanico de la constelación del cisne/
Desenrolla la cuerda del reloj que marca la hora de tu partida=

Escucha 
Antes de marcharte a tu soledad/
Jirón tras jirón abandona en medio de la espesura del bosque/
El vestido que hilaron para ti con la saliva seca de las orugas/
Luego/
Tranquilo he imperturbable frente a la inminente explosión de un asteroide/
Verás como se diluyen del lente ahumado de la memoria/
La cítara aleve del relámpago convaleciente a causa de su propia música/
El cesto del otoño atiborrado de hojas secas/
La hoguera donde se funde la rígida luz de la preñada luna creciente/
El río que huye debajo del semblante púrpura de la aurora/
De los cardúmenes atrapados por ocultos anzuelos/
Y el viento que carga partículas de arena y moldea extraños hongos





II

Si no existe nada más que esta gran encrucijada/
Continuar caminando bajo un fragmento estrellado de cielo/
Por la ribera de un río que erosiona las rocas y excava un valle profundo/
Mientras el viento que conduce tormentas de polvo/
Vuelve la atmósfera irrespirable/
O permanecer agazapado en un claro del bosque/
Exponiéndote a que tu cuerpo formado por miles de millones de células/
Sea inoculado por el ordeñador de serpientes/

Acuérdate/ 
Una pequeña fisura en el espejo de la imaginación/
Y el lago de montaña dejará de ser un pozo de agua y vapor/
Derritiendo mármol y alabastro/
Una pequeña fisura/
Y en la noche despejada las estrellas azules de vida
breve/
Dejaran de caer en repetidas descargas eléctricas/ 
Violentas y explosivas/
Desde la nebulosa del cuervo





III

Por mas que se eclipse el sol en tus pupilas/
Procura despertar al cochero confuso del incipiente raciocinio/
Hostigándolo hasta que recuerdes el instante/
En que fuiste golpeado por la mano que me sustrajo del
huevo/
Y viste en lo alto el punto del rocío/
Y supiste que empezó tu ocaso/
Pues donde quiera que la luna penetre/
Le ordenara al sembrador de nubes/
Que vacíe sobre las miles y miles de moléculas/
Que palmo a palmo revisten tu esqueleto/
Las miles y miles de moléculas de agua/
Que forman una gota de lluvia/

Créeme/ 
Donde quiera que te ocultes/
Sabrás que si no existe otro cielo que las constelaciones/
Ni más piso que el vacío/
Un meteorito un solo fragmento de roca volcánica/
Bastara para que crepiten tus uñas maquilladas con aceites balsámicos/
La vieja vitrola del colibrí/
El polvo adiestrador del gusano adherido a tus zapatos/
Las linternas de amor de las luciérnagas/
La marmita de tu olfato con aromas rancios de peces o cochayuyos/
Y la cabellera cobriza del atardecer/
Donde holgazanea como un tigre de bengala el arcoiris







Ya de mí no queda más que un pálido reflejo. 
Fantasma  soy, ya no existo para el viento huraño,
Vacía mi mirada, desgarrada la piel. Rota la garganta
Miro a los rebaños en sus tiernos pastizales; miro y recorro
Los infra mundos, y en la llama ardiente
Del infierno: ni un átomo de mí
Es ya más infeliz: mío es el aire rancio del azufre,
Y el lodo hirviendo en el que me revuelco
Mis pedazos palpo: ya no estoy viva: ni lo estuve jamás para ninguno.....







“Las Pupilas del insomnio”, de Silvia Osorio




El hijo del cielo y el infierno

Me cruzaré contigo en una calle del mundo
Cerca de la ribera de un renombrado río
Absorto viendo caer el telón de la tarde
Donde el sol se enrolla como un tigre enardecido
Y te diré adiós con todos los adioses

Me cruzaré contigo y evitaré hablarte
Porque mi garganta está del todo rota
Y la flor de mi boca enmudecida sin los blancos
Y filudos estambres

Sin pronunciar tu nombre cruzaré la acera
Oprimiendo el pañuelo de las amargas tempestades

Y es que ya no soy digno de ninguna musa
Soy solamente un poeta miserable
Llagadas las carnes fétido el tufo
Cariados los colmillos que ayer fueron sables
Despellejado el lomo de tanto golpe artero
Las orejas sordas derramando hilos de sangre
Los zapatos desgastados por las limas del polvo
Y lacerados los pies con los cuchillos de las empedradas
calles

Voy trotando
Trotando con mí paso desgastado detrás de la gente
Consciente de que este sol verá por última vez
Mi piel cubierta con el vello de los estigmas

Sabiendo que no volveré
A contemplar el esmalte de un nuevo atardecer

Giro
Y vuelvo a escuchar al viento de ideas fijas
Que susurra los nombres de mis antepasados
Giro
Debajo del relámpago multiplicado de los pájaros
Giro
Mientras se abren las puertas del cielo vacío
Vuelvo a girar mientras se cierran las puertas
del infierno 
Atestado por los de mi misma raza

de “Las pupilas del insomnio”




SEGUNDO RELATO DE LA CREACIÓN
Reflexiones sobre el libro “Las Pupilas del Insomnio" de Silvia Osorio (Editorial Bordes, 2013)

Por Mauricio Torres Paredes



Entre lo plural y el singular existen una gama de sentidos e intensidades, que por muy distantes o cercanas que se encuentren, muchas veces terminan condicionándose en números, cifras, dígitos, cantidades. Desde tiempos a los que no alcanza nuestra memoria, ya diferenciaban las plantas como la tierra que nada era igual y todo se constituye en la semejanza.

No existe para nuestra vista algo que sea igual a otra cosa, ni nadie semejante a otro u otra ¿Pero a quien se le debe haber ocurrido y pensado que éramos y somos una semejanza? Puede haber sido a aquel que se quiso mirar en otro y se perdió sintiéndose uno. Unidad.

Esto llevó por siglos a pensar que la diferencia era anormal, fuera de norma, sin normalidad y que lo animal y/o lo básico era inmoral. Así por miles de años el miedo, la desconfianza, lo desconocido nos fue sospecho.

Y henos acá nuevamente creyendo, reiteradamente esperanzados en sintonizar esas ondas que nos pueden acercar al principio (singular) que nos haga parte de un todo plural. Tratando de concentrar la vista, de que esta haga el ejercicio de unificar mis manos con estas hoja de papel y mis pies con el techo de esta habitación y mis pestañas con la lengua de la poeta y que miles y miles de cosas, especies, y materia se formen en lo que debiese ser en más y más hallazgos que terminaran siendo una segunda creación.

Las Pupilas ¿Cuántas tienen las algas del fondo del mar? ¿Cuántas son las que ocupan los postes de la luz? Cuántas son las que se ocupan para vigilar la ciudad? Se dice que el ojo humano es el único sentido que está conectado con nuestro cerebro, órgano que no descansa mientras estamos vivos.

Si las pupilas del insomnio son nuestro cerebro, plural=singular, entre el consciente y el inconsciente, singular=plural, nos estaríamos dando cuenta de que la poética no nos pudo convencer de que tenía todas las respuestas, y nuevamente nos entrega el espacio para la poesía.

El libro de poemas de Silvia Osorio, Las Pupilas del Insomnio, Editorial Bordes, año 2013, juega desde el mito en una nueva construcción radicalizadora en la disputa contra el mito religioso. Quien piense que en sus poemas se edifica una metafísica, está muy lejos de la construcción que desarrolla esta poeta. La poesía avanza entre consiente, inconsciente y subconsciente, ya que al utilizar el mito, su mito, lo que hace es, constituir una máquina de guerra contra aquellos que aún prohíben a la mujer en mayor medida con violencia simbólica y física, proyección hacia la semejanza. La poeta Silvia Osorio hace un gran gesto poetico, en este desafío de jugar con una segunda creación.

Cito poesía: 
. . . . . .¿Por qué te escondes de tu MADRE?... ó El macho que me diste por compañero, me dio un trozo…

Cito poesía: 
. . . . . .Casi todos los hombres, desechan el oro del conocimiento, solo buscan la alcancía de la vida eterna.

Mahfud Massis, en su leyenda del Cristo Negro escribe:

Y una mujer de grandes labios, díjole:
has venido a predicar la violencia?
Y replicó Jesús: No predico la violencia,
porque la violencia está en la naturaleza
de las cosas, y yo no soy ajeno a la naturaleza
de las cosas.

Haciendo un ejercicio de destrucción y deconstrucción del mito de Jesucristo, apela al sentido común, y nuevamente a lo básico, que no solo por la comprobación erudita contiene la verdad, reflexión que también la Poeta Silvia Osorio realiza cuando plantea:

. . . . . .“Para separar verdad y poesía tendríamos que entender, en primer término, qué es una verdad”

La verdad no tiene cabida en la creación ya que se ancla en lo posterior a la creación, el llegar a entender el porque de aquella creación y si bien se nos dan explicaciones del porque de muchas cosas, las más importantes como la vida y la muerte aun no están resueltas.

Creo que es allí donde el insomnio posibilita el mito y su configuración, para lograr a través de la poesía que este descomponga la mentira violenta que nace de la verdad.



PILAR ARRATIA [11.488]

$
0
0

PILAR ARRATIA

(Santiago de Chile, 1960) 
Semi finalista en dos ocasiones del concurso organizado por Centro Poético (Madrid, 2005 y 2007). Mención Honrosa Concurso Manuel Guerrero (2005). Mención Honrosa 1er concurso comunal Pablo Guíñez (2008). Ha publicado Secreta piel (2008).


Portada Libro Secreta Piel de Pilar Arratia, escritora Maipucina


SECRETA PIEL; LAS SOLEDADES TAMBIÉN SALEN AL ENCUENTRO DEL TIEMPO

Por Ricardo Sánchez Orfo

Es difícil trabajar unidades temáticas disímiles en un poemario y que, junto con la distribución de ellas quede la sensación de un solo universo posible. Claro, es más o menos evidente que el estilo y la factura poética denuncia siempre la severidad de un autor situando su voz en la polifonía del sujeto poético, pero no resulta para nada obvio, que las tendencias dominantes se hermanen en un conjunto cercano si se mira por sobre el hombro de lo exclusivamente semántico.

En Secreta Piel, Pilar Arratia consigue mostrar una visión destrozada del olvido, no del amor, eso es precisamente lo que le hace ser sugerente, pues, no involucra el tema más común de la historia poética para focalizar desde él, sino que lo hace desde la desolación desesperada que acarrea el olvido, sitúa al sujeto/a en algún vértice de la desesperanza y la memoria, desde esos atalayas erige el discurso poético.

(Arratia: 2008, p.13):

“Para fingir como siempre y reír sobre una delgada lágrima es que me abandono/ es que me escondo en letras desconocidas de ese hombre que escribe también su historia pero sin recordar la mía”

En la segunda temática propuesta por la obra, se retoman, en término de significados, la nostalgia de la unidad antes mencionada y la desolada voz surgente en los pies del olvido, pero esta vez, lo interesante no es sólo lo dicho, si no cómo está construido el discurso. La estética cinematografía se apoya en el ritmo (o viceversa), abundan los recursos líricos, las preguntas retóricas, los ejes transversales de significado en todos los enunciados posibles; el sujeto/a evidencia lo carmínico sin presuponer en ello alguna suerte de elegía llorona. Es, sin duda alguna,  un hablante estático el que moviliza la palabra dentro del enunciado construyendo pequeños dinamismos que entregan mensajes y formas al mismo tiempo.

(Arratia: 2008, p.21):

“Abrazos/ dedo índice recorriendo la barbilla/suavizando gritos de su boca/ el velador enfría/ el pollo reflejado en la pantalla”

Es innegable además, que la formación de un autor lo muestra semidesnudo toda vez que se radiografía su producción, quizá y como siempre, sin querer surge en todo texto esa sombra de lo que antes dijimos, sin negar con ello la actualización que introduzca la voz que profiere. Desde la última parte del siglo pasado, al menos en la poesía chilena, la voz femenina era una patente insoslayable  de erotismo. La vindicación del pudor que se trasgrede, la cama abierta y deshecha dibujada en la poesía, incluso con los rasgos mínimos de cada arruga en la sábana, de cada poro sudante, fueron gritos urgentes en la estética de unas década atrás.

Hoy, lo erótico sigue sumando trazos, varía sólo la disposición artística de los hechos o la destinación de la palabra para el instante justo.

Digo esto, porque otro acierto de Arratia es poner la sombra de lo que fue con un sutil erotismo; el amor pasional, la carne, están aquí al servicio del péndulo autoral que sigue arrastrándose en su soledad.

(Arratia: 2008, p.33):

“Deleites morenos/ muslos/ tus manos y un viscoso latir/ labios/ no alcanzan al beso”

(Arratia: 2008, p.34):

“Mentía por amor a mentir/ mentía para no doblar otra servilleta con lápiz labial ajeno dejándose resbalar a orillas de su cuerpo”

Con qué óptica debiésemos leer la primera obra de un autor. Dicho estado no supone, a mi juicio, alguna exigencia previa, mucho menos la proyección del deseo que implica abrir un libro como si fuera una ventana privada que se reserva para una noche cualquiera. Una primera obra no deja  de ser eso: una obra. Ahora bien, ello supondría bajar el telón crítico y asumir que un producto primero es intocable, como lectores, siempre esperamos algo, más aun, si se conoce medianamente al autor.

Esperaba buena poesía, imágenes rotundas, distintas estructuras, pero no sólo me dejó esta Secreta piel el cálido sabor de un buen poemario con símbolos trabajados y sugerentes, sino que además me queda el sabor de los años que pasan llevándose un poco al deseo, la buena jugada de trabajar distintos temas con un eje de fondo que aparece toda vez que el campo semántico de la nostalgia propone un signo, una imagen mínima del abandono.

Esta primera obra, no es sólo un primer trazo hecho a mano, es también la síntesis poética de una vida en blanco en negro, es también, y sin duda, el aviso de la soledad que ha salido, de una vez por todas, al encuentro del tiempo.



                  QUÉ HACER

Me arrastro a patios
con grafittis ajenos
         en el tuyo
no queda escritura y
otro dìa de manteles teñidos
no resiste utopìa
por que para engaños
es suficiente el cabello
anidando desde algùn tiempo
canas                             y
en cama anudando frazadas
alrededor de tu cuerpo quebradizo

que inviernos tibios
fueron poemas
y cuadernos con rayas del otro
y mejor ortografìa
entendieron en el instante del beso
mi lucha       encadenada .





                 TARDE O TEMPRANO

Es alguien que de cuando en cuando espera
con la olla tiznando preguntas
y el fuego prendido
sentàndose  un rato a esa mesa
llena de rencores
mira haciendo rictus la sonrisa
despuès que en noches espesas
gimiera descaradamente
para lograr placer

es alguien descalzo sobre el piso helado
y montones de ropa desteñida
sobre esa cama       desteñida
es alguien apurando un trago
pensando que la vida
          se repite
bocado a
bocado








GUILLERMO RIVERA [11.489]

$
0
0


GUILLERMO RIVERA 

(Viña del Mar, CHILE   1958): Ha sido finalista del concurso de cuentos Juan Rulfo, Radio Francia Internacional, 1997, y ha obtenido numerosos premios: ganador del Concurso de Poesía y Premio Crítica del Jurado, ambas de Ediciones Gobierno Regional de Valparaíso en el 2002; Premio Adquisición de Libros, Consejo Nacional del Libro y la Lectura, 2003; Ganador del Concurso Nacional de Poesía Juegos Florales de Vicuña, 2003; Ganador de la Beca Fondo del Libro, Consejo Nacional del Libro y la Lectura, 2005; Ganador del Premio Mejor Obra Nacional en poesía inédita con Comedia de Chile, 2007, y merecedor de la Beca de Creación Literaria del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, 2008. Recientemente ha sido distinguido con la primera mención en poesía en el Concurso Internacional Casa de Las Américas 2010, Cuba; con su último trabajo "Las Nuevas Epopeyas". Ha publicado El Tractatus y Otros Poemas (Ediciones Gobierno Regional de Valparaíso, 2002); Ennio Moltedo. Obra Poética. (Ediciones del Chivato, 2005) y Comedia de Chile (Ediciones LOM, 2009).






La Avidez del Autor 
(de Comedia de Chile)



El español es una lengua opaca con gran número de 
palabras fantasmas.

J. L. Martínez


EL VIENTO QUE ARRASTRA TANTAS COSAS

Me hace añorar las baldosas del Sindicato de la Unión Lechera
Añorar los viejos goznes de la maestranza
Y los cuerpos de cada una de las mujeres que amé.
Pero a esa hora en que el alero de la capilla 
Modifica la sombra de los abedules
Y la autoafirmación de los muertos trabaja subterráneamente
Divisé cerca de los tambores a las Meninas de Velásquez.
Ellas pidieron permiso para entrar y bebieron café y se burlaron
Y quisieron instruirse acerca del sueño y la realidad
Y así fue que les hablé.

Vayan hasta el local del Danubio Azul
Sentirán el aire que se confunde al vapor de las hornillas
Verán el brillo de las estanterías y las lentas ondulaciones a la contraluz.
Parados sobre el vacío
Los rostros velados por el humo se relajarán
Y sabiendo que ustedes han caminado en la época dorada
Y pisado las costas del Nuevo Mundo
Beberán coñac y pasarán sus manos sobre las mejillas de la querida del Suaso.
Ustedes no se perderán de nada
Pues ya habrán contado los cuerpos en las veredas
Las luces sobre el asfalto
Y los charcos renovados por la llovizna.






UNO A UNO

Pasaron silenciosos y mientras llegaban se levantó una ráfaga de viento.
Algunas risas. Un constante ventear de sábanas y alfombras.
Y cuando la música y las canciones de los garitos
Transformaban la vida que perdíamos en algo distinto
Las Meninas esperaron que la niebla se levantara
Y el suave resplandor de la luz al amanecer.
Entonces no hubo principio ni fin
Todo estuvo ahí -palpitando
Entre el ruido de los automóviles en marcha
Y el olor de las mantas entretejidas.

Sin embargo
Debí darme cuenta que para las Meninas sería distinto.
No porque habían depilado sus piernas frente al espejo.
Ni por el azúcar quemada. Ni por la sed que marcaba sus labios azules.
Digamos
Que hervirían el agua para las compresas
Que se quitarían el camisón afiebrado
Y luego permanecerían en silencio mirándolo todo
Preguntándolo todo
Llenando de todo sus ojos grandes y oscuros.







PERO AHORA SÓLO PODEMOS CONTAR CON EL PRESENTE

O dejarlo de lado, en otro lugar, boqueando su canción de muerte.
Y aquello que no es así
Aquello que no está para ser visto. Para ser tocado.
Se ha quedado también boqueando su propia canción de muerte.
No habrá sobre sus frentes
Las marcas que suponían del tiempo.
Y cuando no sepan lo que sucede en sus casas será muy duro
Será como estar sentado en un bar con gente que no les importa
Como una extrema crueldad
Que vino a confirmar ese verano que paso tan rápido
Boqueando la misma canción o cualquier otra.

Entonces fue que las Meninas se enfurecieron y chillaron
Y dibujaron las enfermedades que habían padecido.
Pues el corazón se les había llenado de costras
Y esos puntos violáceos que veían en el espejo
Y luego cubrían con cataplasmas de harina 
Eran sus pezones.







Y ASÍ EN LA NOCHE

Entre páginas desperdigadas sobre el piso
Las oí decir
Hemos regresado para que nos digas todo
Para que nos cuentes todo.


Y yo les dije que ha primera vista
Ya no sufríamos propiamente del tiempo.
Ni de la materia de los recuerdos ni de las voces que se escuchaban
Frente a los vagones de carga y en las calles sin pavimentar.
Pero que si otro maldito día hubieran estado aquí
Cuando la luz de los focos se consumía desde temprano
Habrían comprobado que hay cosas que son como símbolos
Como sonidos que lucharan por prevalecer o regresar.
En los últimos tres días no hemos hecho más que caminar
Y a ustedes les agradará imaginar que esas voces
Están en el faro que sostiene al pararrayos
En la caligrafía de las piedras o en la cabeza cortada
Que se balancea como una linterna en la mano del vencedor.







PERO ¿QUIÉNES ERAN ESOS CON LOS ROSTROS PINTADOS?

Que no nos llamaban por nuestros nombres
Que es como se llama a la gente.
Dijeron Campo Lindo y las Meninas corrieron con un grupo
Hacia un costado.
Después dijeron 2 de Abril
Y se desprendieron cuerpos desde el otro lado del galpón.
Y en esa luz plomiza
Dijeron Ranque. El Patahual. Hustilicán.
Y yo recuerdo que quise irme de ahí
Donde fuimos los rostros que esperaron la lluvia
Los cráneos estrechos
Y los músculos que se estremecieron nerviosamente bajo la piel.

Después fue la luz de los focos y la humedad del aire
Sus franjas brillosas de falsos almendros
Que se consumían desde temprano.
Y yo pensé, pensaba, están rezando
Me miran con desprecio y siguen rezando.
Así que dije que iba a buscar a alguien
Y me levanté y salí
Y las Meninas se quedaron en la cama mirando la luna por la puerta.








Y MÁS ADELANTE ELLAS LLENARON LA CASA DE ESPEJOS

Y repitieron
Tú que vas con la máquina de escribir bajo el brazo
Por paraísos y rincones artificiales
Háblanos del orgullo y la bondad.

Y yo les dije entonces que no sabrían hasta mucho después
Que estaban tan aisladas.
Que no vivían como vive la gente ni como viven las sombras
Ni como viven los pájaros.
Que la verdad vendría después.
Que vendría el desarrollo de la idea
La descripción de un viajero y la lluvia cayendo a plomo
Sobre baldosas y tablas.

A esto las Meninas guardaron silencio
Y se elevaron como humo sobre los patios de las lavanderías.
Y luego me miraron con hostilidad diciendo
Deja de farfullar sobre la vida
Sobre las sombras y sobre los pájaros.
Eso lo sabíamos ya desde hace tiempo.







HOY UNA VEZ QUE LAS MENINAS SE HAN MARCHADO

Las olas rompen en los roqueríos
Mientras un hombre con la mano como visera escruta el horizonte
Y las mujeres se vuelven con un gesto interrogativo.







HÒ XUÁN HU'O'NG [11.490]

$
0
0

Hồ Xuân Hương

Hồ Xuân Hương (1772-1822) (胡春香, pinyin Hú Chūnxiāng) poeta vietnamita en chữ nôm nacida al final de la dinastía Lê. Considerada una de las figuras más importantes de la poesía de su país.

Los hechos de su vida son difíciles de esclarecer. Al ser una concubina en una sociedad confucianista, su trabajo le enseñó a ser una mujer de mente independiente que se resistía a las normas sociales a través de sus comentarios políticos y el uso de humor y expresiones que hacían referencia al sexo. Sus poemas son a menudo irreverentes y están llenos de dobles sentidos, pero se consideran eruditos. Su deseo de escribir en nôm en vez de en chino tradicional contribuyó a su prominencia en el siglo XVIII.

Poco se sabe acerca de una de las poetas más valiosas y excepcionales de la historia de la literatura vietnamita. Valiosa por sus inteligentes ironías, dobles sentidos y juegos de palabras; excepcional por su estilo heterodoxo (único en su tiempo), alejado de los rígidos y masculinos convencionalismos confucianos.
Debió nacer en los alrededores de Hanoi. No se conocen con exactitud la fechas de su nacimiento y muerte, aunque algunos estudiosos de su figura creen que pudo nacer hacia 1772 y morir aproximadamente hacia 1822. Sí sabemos que se casó dos veces, ambas como esposa de segundo rango, y que en su época ya fue muy leída y apreciada por su gran cultura. También sabemos que intimó y se relacionó con numerosos poetas, escritores y artistas coetáneos.
Dejó unas sesenta composiciones (cerca de un centenar si consideramos las atribuidas), caracterizadas por su sencillo lenguaje y la originalidad de los temas, de trasfondo biográfico. Su obra revela un profundo análisis de la sociedad que le tocó vivir. La poeta no suele dejar títere con cabeza. Desafía los prejuicios sociales, ridiculiza a personajes influyentes, y muy conocidos en su tiempo, y expresa, con enorme habilidad y sensualidad alusiva, el erotismo de un cuerpo femenino plagado de secretos.
Ho Xuang Huong se erigió en defensora de la independencia de la mujer con respecto del hombre, independencia que para la poeta vietnamita comenzaba en el claro reconocimiento de su sexualidad.






COMPARTIR A UN ESPOSO

Ay, compartir a un esposo con otra,
¡qué destino de perra!
Una duerme bajo bien enguatadas
mantas mientras la otra se congela.
Al azar, le reserva él un encuentro
al mes, una o dos veces, o ninguna.
Se le aproxima para arrancarle un bocado,
pero está el arroz mal cocido.
Se le sirve como una fiel sirvienta,
pero ¡ay!, una sirvienta sin paga.
¡Pobre de mí! Si hubiera yo sabido
que esto iba a ser así, me habría
quedado sola, como antes.







EL COLUMPIO

¡Bravo! para los que plantaron
hábilmente cuatro pilares.
Unos suben para mecerse
y otros miran el balanceo.
Arquea el muchacho sus rodillas
de grulla, y hala y hala sus riñones;
la muchacha flexiona su cuerpo de avispa,
se tiende y tiende los senos arriba.

Cuatro piernas de pantalones
rosados chasquean al viento,
y dos pares de muslos blanquecinos
se extienden paralelamente.
¿Saben acaso aquellos que practican
estos juegos primaverales
que una vez retirados los postes
los huecos quedan en el abandono?






LA CONDICIÓN DE LA MUJER

Hermanas, ¿sabéis cómo funciona esto?
Por un lado el crío desgañitándose; por el otro,
el marido deslizándose sobre vuestro vientre,
su hijito todavía chillando junto a vosotras.
Sin embargo, cada cosa debe ser satisfecha.
Todo ha de despacharse atropelladamente.
Marido y críos, ¡qué obligaciones!
Hermanas, ¿sabéis cómo funciona esto?








1

La que nació sin sexo

¿Qué conflicto entre las doce hadas de los nacimientos
la privó de su joya primaveral para plantarla no sé sabe dónde?
¿Qué más da que sus grititos sean de rata
o que bordonee como el abejorro cuyas picaduras se hinchan?
Desafío a cualquiera a saber si es tubérculo o flor.
¿Quién podrá distinguir si es tallo o es corola?
Ya que es así, así sea, de acuerdo, poco importa;
nunca en toda su vida se oirá llamar nuera.



18

El pastel flotante

Blanco es mi cuerpo, de formas redondeadas.
A ratos sobrenado; otros, me hundo en el agua.
Dura o blanda, no importa qué mano me ha amasado
porque conservo siempre rojo mi corazón.



20

El fruto del árbol del pan

Mi cuerpo es como el fruto que da el árbol del pan,
de corteza rugosa, de pulpa muy espesa;
amigo, si te gusta, hunde en él tu punzón
pero, ojo, si lo palpas te pringarás los dedos.



31

Reproche a Chieu Ho

¿Por qué hablaste de cinco si sólo han sido tres?
Tú, el hombre de palabra, faltaste a tu promesa.
Cuando tus ocios te permitan venir a verme para meterte con la luna,
no se te olvide traer un buen puñado de hojas de baniano.

Réplica de Chieu Ho

Tres monedas de ley son más que cinco falsas;
tuya es la culpa, virtuosa mujer, que echaste mal la cuenta.
Cuando tenga un rato libre y vaya a verte y a meterme con la luna,
te voy a dar la rama entera del baniano con las bellotas incluidas.



32

Desafío a Chieu Ho

Hace mucho que no dejas de avisarme,
avisarme de que piensas ensartarme,
ensartarme, pero no te atreves nunca,
no te atreves porque tú eres un bocazas.

Réplica de Chieu Ho

Mira, niña, ahora te digo que te abras.
Si no te abres, daré golpes con mi verga.
Si mi verga no lo logra seguiré dale que te dale,
seguiré dale que dale y al final tendrás que abrirte.



43

El miembro viril

Al nacer nos lo dieron nuestros padres, ¿qué vergüenza hay en ello?
De noche, aunque sin ojos, luce más que una lámpara.
En la cabeza lleva un sombrero de piel; su copa brilla roja.
Carga a la espalda un saco de pelotas, que cuelga en una funda negra.


HO XUAN HUONG (Vietnam, siglo XIX), Perfume primaveral, Hiperión, Madrid, 1996, 137 págs. Traducción de Jesús Munárriz






ELGAR UTRERAS SOLANO [11.491]

$
0
0


Elgar Utreras Solano

Nace el 25 de febrero de 1972 (10 de Adar de 5732), 20 para las 7 de la madrugada, en la ciudad de Chillán, CHILE.  Es profesor de Castellano y Licenciado en Educación por la Universidad del Bío-Bío, además de Orientador Educacional y especialista en informática. Actualmente se encuentra en proceso de tesis en el programa de Magíster en Educación, por la Universidad La República.Sus primeros pasos en lo literario se remontan a la edad de 9 años, escribiendo su primer poema de amor y, a los 11, una pequeña obra de teatro: "La mujer extraña y el hombre bajo la cama", en homenaje al narrador ruso Fiodor Dostoyevski, de quien ya había leído sus obras completas.Participa como invitado especial en ferias y exposiciones estudiantiles y literarias, en las que destaca la invitación del Grupo Literario Ñuble en FEXPO'86, época en la cual ya había definido su destino de ser poeta.Por los 90's confluye junto a otros jóvenes creadores, tales como Hugo Quintana, Pablo Troncoso y Jorge Rosas, en Pedagogía en Castellano de la Universidad del Bío-Bío. Este encuentro no tan sólo forja una sólida amistad, si no que proporciona al mundo cultural de la ciudad un movimiento de aire fresco, a través de la gestación de instalaciones poéticas, tomas de espacios, creación de revistas como: "Voces", "33""Pliego Laberintus" y "La Ortiga". Es también, la época de las publicaciones en revistas como "Pluma y Pincel", "Capullo", "Pliego Paradiso" de Tenerife, España; entre otras.


 "En la Calle de los Ángeles…", de Elgar Utreras Solano.
Comentario acerca de "En la Calle de los Ángeles…", de Elgar Utreras Solano.
Por Hugo Quintana Q.

Quedarse con gusto a poco, es algo que debiera ocurrirnos con más frecuencia cada vez que se concluye la lectura de un libro, sobretodo si se trata de un libro de poesía, debiera pasarnos más a menudo eso de emocionarse, de remorderse cada vez que el contenido vivencial y semántico de un texto, consigue tocarnos la fibra más recóndita, y más aún en un país como el nuestro, donde las exigencias siempre van a ser mayores, debido a que el peso de la tradición termina -habitualmente- por asfixiar cualquier intento de lectura crítica.Generalmente en Chile, no se tienen muchos perdones con los nuevos libros de los "neos" de nuestra poesía. Se aplica dureza extrema, se repara en los antecedentes de la obra, en su construcción, se hacen ejercicios de pseudo-interpretación con materiales metodológicos cada vez más sofisticados. En síntesis, se mide, se verifica, se escudriña todo, exhaustivamente, menos lo que realmente importa: el valor poético.Lo que se busca en primera instancia, es dilucidar si se trata de un "verdadero" poeta o no, si lo que se ha leído es un refrito de tal o de cual autor o, si acaso sea "más de lo mismo", por sentenciarlo de alguna manera. Y para sortear este difícil prejuicio, muchos jóvenes optan por un presentador de peso, cuya voz avale la calidad y la veracidad del trabajo y del hacer poético, su más prístina e inconfundible poeticidad -y por supuesto que éste, no es mi caso tampoco-."En la Calle de los Ángeles…", es un título delicadamente sugerente, y muy poco pretensioso. No es sensacionalista, ni grandilocuente.Tampoco es un libro farragoso. Las letras impresas no tienen el delirio de ganarle al lector por aburrimiento, en una práctica de forzada insistencia. Este es un libro de pocas páginas, con poemas breves en su mayoría, muy cercanos a una suerte de fórmula epigramática.Incluso más, su autor descarna el verso con el cual diseña cada trazo de la imagen que desea recrearnos, para ganar en cercanía, con significados directos que no se refugian en adornos innecesarios; no barroquiza, no enmascara su mensaje, porque en el fondo sabe que un buen pintor nunca debe renunciar al manejo de las formas y los colores, pero tiene que expresarnos muy bien aquello que habremos de ver en sus trabajos.Y Utreras hizo el ejercicio de una plástica paciente, casi mística, de ir en la búsqueda de cada fragmento, cada trozo que necesitaba para su arquitectura, con el objetivo de sorprendernos y emocionarnos.El suyo, es un libro humanizante cuyas aspiraciones se empinan a pocos centímetros del suelo, pero que ganan en toda la amplia profundidad que debe exigírsele a la poesía actual, donde el deber ser de ésta, es la de oxigenarle los pulmones a la gente, el urgente entendimiento para hacer que esto en que estamos insertos, llegue a tener un sentido más trascendente.En su lectura, bien se nos pueden dilatar los poros, las córneas, los sentidos todos, no ya como lo proponía Rimbaud, si no de una manera menos retorcida, menos alienante. La voz que se escurre desde la página no es la del habitual "tránsfuga" (aquel que huye de sí mismo en el uso de algún alucinógeno), no es el típico hablante lírico que quiere mitigar su dolor interior con vociferaciones y espasmos, tildando a nuestro mundo como la mayor de todas las cloacas.Aunque tampoco observa la realidad con la óptica propia de un positivismo idealizante. Hace lo que tiene que hacer, y ya está. Sin tanto aspaviento. Sin tanto preámbulo:



ÁNGELES ENFERMOS
Ángeles enfermos
Famélicos
Sin sonrisas para el turista
Ángeles malacatosos
Endeudados con la vida
Y la muerte.


O bien:



ÁNGELES
Ángeles de una belleza precaria
Reventados por la sobredosis de dolor
A tientas
Buscando el rostro de Dios.


Y claro que algo de antipoesía fluye desde estos versos, situación que Utreras no desconoce, porque su intención era precisamente rebasar esos márgenes, recuperar una serie de elementos que hasta nos parecían de absoluta exclusividad parriana, para luego reinsertarlos, devolverlos a la literatura con la naturalidad de alguien que posee una convicción a toda prueba.El autor es Profesor de enseñanza media en Castellano, y ha desarrollado su obra de manera silenciosa, en la ciudad de Chillán, alejado de todo el tráfago que significa el escenario de las letras a nivel nacional, esquivando la obsesión de los "encuentros" literaturistas, y sin exagerar el tránsito a través de revistas u otras manifestaciones de literatura que se realizan en la actualidad.En conclusión, uno se queda con la idea de que el tiempo invertido no se ha perdido -cita aparte merece el gran trabajo gráfico desarrollado por el artista visual Máximo Beltrán-, es más, hasta se extraña el hecho de la brevedad, quisiera uno encontrar más poemas, y de inmediato se piensa en una continuación, en otros esfuerzos posteriores que se insertaran en la misma temática. En lo inmediato, el único remedio que podemos recomendar, es cerrar el libro, contemplar con detenimiento la hermosa portada, y volver a leerlo…

Otros poemas:





EPÍGRAFE DE PARED
Desde Roma hasta Wall Street la muerte ha movido
Los hilos
El suicida es el gran trapecista
En el circo de los ángeles
Inútil es la red Inútil también la muerte.




EL ÁNGEL MÁS PEQUEÑO
Después de la lluvia
En el barro de la calle
Juega descalzo
El ángel más pequeño
Del campamento.





EN LA CALLE DE LOS ÁNGELES
En la calle de los ángeles
Una mujer casi transparente de dicha
Se desnuda sin que nadie
Sé dé cuenta.





RECIÉN CUANDO PASEN LOS AÑOS…
Recién cuando pasen los años
Cuando no haya quien recuerde
Mi estúpido nombre
Vendré silbando una melodía
Que puedas reconocer desde lejos
Y con una reverencia
Te besaré una vez más.





ÁNGEL DEL JUICIO
El ángel del juicio
Siempre de pie
Esperando la orden.





EL ÁNGEL QUE ESTÁ CONMIGO…
El ángel que está conmigo
No tiene más que sus cabellos al viento
Y la fragancia de la serenidad
Impregnada
En sus carnes.





DESDE UN TIEMPO…
Desde un tiempo a esta eternidad
Vengo respirando el cuerpo
De un ángel
Urgente y necesario
Tanto que la única luz
Que me va quedando en los ojos
Es la de su transparencia.





EL ÁNGEL DEL OTRO
El ángel del otro
Tiene vocación
De banquete cruel
De oveja desgarrada
Entre los dientes.





A UN ÁNGEL EN BICICLETA
Cuesta abajo
Este ángel
Va dando vueltas y vueltas
A las ruedas
De la eternidad.

*Elgar Utreras Solano, "En calle de los ángeles…"; Ortiga Ediciones, Chillán - Chile, Octubre - 2006.






"La Casa", de Elgar Utreras (poesía) Máximo Beltrán (fotografía)


Pasillo I

Hay un nervio roto en el extremo
De esta casa 
Montón de guijarros
Y las palabras están con la clave perdida
¿Cómo estás hoy? ¿Tienes algo que decir?
Responde una mudez azul
Y la semana ¿Qué tal?
La espera
Es estarse de vacaciones en el infierno
Quizás sea todo una tormenta en la selva
Un par de chicas asustadas
Alguna víctima de robo
Manejemos todas las posibilidades
Mientras el vigor está en la dosis diaria
No recuerdo si pasé por esto antes
¿Ud. Tendría la gentileza de decírmelo?
Aquí es de lo único que se habla
Las rosas no impresionan a nadie
Ni los gatos 
La música estaría bien
Hablar un poco más con los amigos
¿Ya se van? ¿No podrían quedarse un segundo más?
Sin embargo así se va en este avión 
Un nervio hecho trizas
Y este montón de guijarros.





Puerta II

La tribu sin nombre partió cargando los hijos
Que sembró en mi cabeza
Yo los cogí tembloroso
Y sin un peso 
Era mi solaz el verlos alejarse con los ojos cerrados
Todo terminaba con un ojo abierto
La casa era el lugar donde me perdía
Como un cisne de Martínez
Era el perfecto gato de porcelana
Que fugado de sí y de la dama
Miraba por su ventana 
Una ciudad que no le era propia
Llena de tejados ausentes
Luminosos baldíos
Rostros de angustia
Que fueron como viejas compañías
La luz confusa de la luna
Entraba en el cuarto
Según no me engañan los recuerdos
Aunque no son de confiar
Dije algunas cosas para mí
Y me eché a volar.




Salón I

Sin ser santos lloran su propia sangre
Mundanal dolor que se inscribe
En los cromosomas
¿Esperas no salir premiado?
Ojalá tengas suerte
Sería una lástima otro mártir 
Mira que ya conozco varios
Con la tarjeta marcada
Un zorzal se posa ingenuamente 
Sobre el banco del patio de esta casa
En medio de los edificios.






Habitación I

Serafines feroces están de pie junto a mi cama
Para soñar la breve muerte 
No basta que en la mesa se oculten 
Las palabras 
Porque descifrarás bien el truco
En mi representación de Houdini 
Vértigo es todo lo que me dices 
Vértigo de pájaro sin cielo
Vértigo de caer siempre en el mismo lugar
De escuchar la misma cancioncita 
De apostarse a la tarde de esta soledad
Obligada y prescrita con receta retenida.




El Patio

Sentado en la misma piedra
Me hago más piedra
Y preguntan con insistencia por qué
Y no les sé responder
Me brotan musgos
Uno que otro gorrión se posa
Como queriendo buscar conversación
Pero ya no recuerdo como empezar a hablar
Y estos sueños eléctricos 
Que de tanto desaforar la noche 
Me sumen en olvidos primarios
Y allí están otra vez ¿Cómo te sientes hoy?
Finjo responder en su idioma
Mi habla siempre asido al aire 
También sabe de antiguas tardes
De amigos que ya partieron
Donde el vino de ayer es polvo en la garganta
La piedra que me crece asume mis propósitos 
Y ha brotado musgo bajo la lluvia.





NYDIA BONETTI [11.492]

$
0
0

NYDIA BONETTI

Nydia nació en Piracaia Bonetti, São Paulo, BRASIL en 1958, donde reside actualmente.
Ingeniero civil y poeta, publicando su trabajo en "longitudes" y "Cantus Minimus", los blogs antes citada. Tiene poemas publicados en el Diario Zunái, germina Literatura, cronopios Portal y otros sitios culturales y literarias. Cree en la poesía como traducción de "devoción hacia adentro", mucho más allá de cualquier manifestación intelectual. Cultiva la vida sencilla y sigue al pie de la montaña, el río, en busca de la flor. Como bien.


Blogue: http://nydiabonetti.blogspot.com/ 
e http://nydiabonetti.wordpress.com/





El guardián del fuego

hoguera
de palos en el cielo

sopla
el guardián del fuego

conoce
las noches del desierto

sabe
también del sol y la miel

las chispas son estrellas
lamparillas

(porque aún es San Juan)


 Traducción de Santiago Aguaded Landero





o poeta mergulha
no inferno do seu mundo real
e silencia
quando voltar
ao paraíso inventado
(em cápsulas)
o poema retorna
com suas verdades
sempre tão relativas
(precárias)
a durar o tempo do espanto
dos olhos





quero ir para maio
maio já não há
e agora?

espero por setembro
onde a vida renasce
e vive

outra vez para sempre





1.

brancos
os tigres me observam 
não sabem 
se me lambem ou me devoram 
os tigres da memória

2.

fogo apagou — gritava o pássaro
da minha infância
pressagiando as cinzas
que viriam

3.

Bashô Leminski 
- eo meu haicai 
não sai

4.

há muito deixei de contar 
os livros que li 
(vaidades) 
prefiro contar estrelas 
passarinhos no fio 
voares 
lírios e pedras roladas 
na beira do rio 
delírios 
rajadas de vento 
amoras

5.

como uma velha louca 
sai à rua 
todos os dias 
(catadora de papel) 
em busca 
do poema perdido

6.

cava fundo no peito 
tenta encontrar 
a palavra escondida 
é preciso ir além 
da epiderme 
dilacerar a carne 
romper nervos e veias 
ver transpassado 
o bruto 
coração

7.

pretos 
pousam pássaros 
no fio 
desencapado 
dos meus nervos

8.

tenho pena do goleiro 
patética figura (tão humana) 
sempre à espera 
do que não pode ser 
eternamente 
contido

9.

miúda e vermelha pende
pro lado em que o vento
flor

10.

maçãs repousam dentro de nós 
: eo rubro tom na vidraça
e de repente
a paz — das águas do lago
mergulha em mim 
: inteira

11.

assim então, dentro de mim 
nasce um poema 
enquanto outro morre 
moto perpétuo 
roda d'água
que move a lâmina 
que faz serrar a pedra (bruta) 
e faz brotar a flor



Viewing all 7276 articles
Browse latest View live


<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>