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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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JOE BRAINARD [10490]

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Joe Brainard 

(1942–1994  EE.UU.), artista y escritor, homosexual, neoyorquino de adopción (nació en Arkansas y se crió en Oklahoma), pasará a la historia por un pequeño libro titulado “Me acuerdo” (“I Remember“), que ahora edita en español Sexto Piso.

Me acuerdo rompe con la idea tradicional de unas memorias. Sin orden cronológico ni de temática, nos encontramos con frases que comienzan siempre por “Me acuerdo…” y continúan con algún hecho de la memoria personal de Brainard, que puede ser algo anecdótico o trascendental en su vida, pero que en el conjunto tiene su propio peso y ayuda a crear un mosaico de recuerdos enternecedor, divertido, nostálgico. Sus recuerdos son también los de los Estados Unidos de los años cuarenta y cincuenta.

En el libro se observa la importancia que tuvo en su vida el hecho de su homosexualidad (de ahí que lo haya destacado en la primera frase de este texto) y es uno de los puntos que me han resultado más interesantes (cómo la vivió y cómo marcó su trayectoria personal y profesonial –la causa de su muerte, a los 52 años, fue el SIDA–).

Paul Auster dijo que “la pequeña y modesta joya de Joe Brainard perdurará. Con frases sencillas y contundentes, traza el mapa del alma humana y altera de forma permanente la manera en que miramos el mundo“.

La idea de Joe Brainard fue utilizada por George Perec en su “Je me souviens” (le dedicó el libro a Brainard) y se ha utilizado como método de enseñanza de poesía (el primero en utilizarla fue el poeta Kenneth Koch).


"Me acuerdo", de Joe Brainard



Recuerdo
(fragmentos)



Recuerdo que el director encontró un profiláctico usado colgado de la mano de “el gran espiritu” una gran escultura de bronce de un indio a caballo mirando el cielo. Eso era en el secundario. Tal vez haya sido un tampón usado.

Recuerdo una chica petisa y medio tonta que tenía pelo largo y aros y unas tetas gigantes que supuestamente era fácil de coger

Recuerdo ir cualquier sábado a cortarme el pelo. Y como el peluquero movía la tijera incluso cuando no estaba cortando.

Recuerdo una correa de cuero muy larga. Revistas destruidas. Nenes que lloraban (después les regalaban chupetines)

Recuerdo una loción para el pelo roja y brillante que parecía una especie de bebida, y una tira de papel rodeando ajustada mi cuello.

Recuerdo estar mirando el pelo que caía y se acumulaba

Recuerdo tener miedo de que el peluquero se equivocara y me cortase una oreja.

Recuerdo cuando el peluquero terminaba y me limpiaba los restos con un cepillo suave lleno de talco perfumado. Y que después me giraba para que pudiera verme en el espejo y lo grandes que quedaban  mis orejas al final. 

Recuerdo besar y pensar que algo tenía que hacer con la lengua ya que en la boca no había nada más, excepto los dientes.

Recuerdo que darle la mano a una chica y acariciar su palma con el dedo era de alguna manera indecente. (generalmente se hacía como broma para que la chica se pusiera colorada y gritara.)

Recuerdo la primera vez que me hicieron la paja (nunca lo había hecho antes). No sabía bien que era lo que ella estaba tratando de hacer y me quedé acostado como un zombie sin aportar nada.

Recuerdo que ella quería le metiera un dedo en la concha y lo hice pero no tenía idea ( o no tenía inspiración) de que había que hacer con el dedo después de meterlo.

Recuerdo sentirme muy afuera de la experiencia (viéndome desde afuera) y sintiéndome muy estúpido con el dedo adentro. Creo que al final ella se cansó y se hizo una paja.

Recuerdo, sin embargo, sentirme orgulloso a la otra mañana.

I Remember (1995) 
versión Patricio Grinberg



Los personajes

(1) Francine-- “es muy amable de tu parte” dice todo el tiempo. Me hace reír. Tal vez no se entienda. Estúpida. Francine es estúpida de verdad. Y eso es muy importante. Pero estoy diciendo demasiado. Esto no es una historia, sino una lista de personajes. Tal vez no sea gracioso, pero estoy diciendo demasiado. Francine es miserable. Intento no explicar. Quiero decir, no intento explicar. Francine es pequeña, chiquita, un juguete encantador para dormir ahora que ya no tengo ninguna razón. 
(2) Johnny-- un chico que trabaja en un puesto de diarios. Siempre íbamos a ver películas malas. No puedo decir más.
(3) Carol-- blanca papel como alimento para peces. Muy Suave. No me gusta la palabra piel. Carol es buena. Carol es la novia de Dick.
(4) Dick-- Traga libros. Usa botas de cowboy. Es el novio de Carol. (no va al baño sin al menos un diccionario. Vuelve. Vos preguntas “¿de que color? Él responde “no se”. Podría decir más.
(5) Peter-- me gusta el nombre. Pero podría llamarse Suzy. A veces me los confundo. 
(6) Ella-- Ella sólo se mete en sus cosas como debería haber hecho hace años.
(7) Suzy-- me gusta el nombre. Pero podría llamarse Peter. A veces me los confundo. 
(8) Joe-- (yo) Quiero las cosas que quiero con voracidad. Dejo pelos en el baño. Nadie sabe que llevo en los bolsillos.
(9) Pat-- Me escribe cartas maravillosas. Diría más. Estoy usando demasiadas palabras. Esto es una lista de personajes. (muchos son personajes de verdad) No se si esto es gracioso.
(10) Bill--  Bill es una novela hecha de un personaje. Eso es, por lo menos, raro. Es imposible de explicar con palabras. Así que no lo voy a hacer. Además tengo las manos cansadas y las uñas sucias. No tengo maquina de escribir.
(11) Ron-- Ron es difícil de describir. Mis uñas están horriblemente sucias. Y no tengo maquina de escribir. Pero voy a intentar. Ron está con Pat. Y no se si me cae bien o no. Podría decir que me cae bien. Podría decir que me cae mal. Pero estaría mintiendo.. Es importante no mentir.
(12) Sandy-- Sandy es buena. Podría decir más.
(13) Ted--   Ted  es la clase de tipo que se ríe cuando los pedos hacen burbujas en la bañadera: Ted es poeta. A veces sin embargo las burbujas lo asustan. Podría decir más.

The Collected Writings of Joe Brainard (2012)
Version Patricio Grinberg




Recuerdo 
(fragmentos)

Recuerdo uno de mis primeros recuerdos de una nena más grande que yo en una tienda de dulces. El hombre le preguntó que quería y ella eligió muchas cosas. Cuando le pregunto por el dinero ella dijo “No, no tengo nada. Usted me preguntó que quería y yo le respondí”. Esto me impresionó profundamente

Recuerdo la silla donde pegaba mis mocos.

Recuerdo la cantidad de revistas que tenía que comprar para poder comprar una revista de fisiculturistas.

Recuerdo una pera de goma roja que cada tanto aparecía en el baño, y no saber lo que era, pero saber lo suficiente como para no preguntar.

Recuerdo a un chico que me dijo que era más divertido hacer pis juntos que por separado, y así lo hicimos, y tenía razón.

Recuerdo a un gordo que vendía seguros. Un día caluroso de verano fuimos a visitarlo y tenía pantalones cortos y cuando se sentaba una de sus bolas le colgaba afuera.

Recuerdo que era difícil mirar y difícil dejar de mirar también.

I Remember (1995) 
versión Patricio Grinberg


Recuerdo 
(fragmentos)


Recuerdo cuando, en la secundaria, rellenaba con una media mi ropa interior.

Recuerdo que para mi quinto cumpleaños lo único que quería era un vestido de satén negro de un hombro, Lo conseguí. Y me lo puse para mi fiesta de cumpleaños.

Recuerdo que la profesora de bridge de mi padres. Era muy gorda y muy machona (pelo corto) y fumaba todo el tiempo. Se jactaba de que no tenía que llevar fósforos. Encendía un cigarrillo con el otro. Vivía en una casita atrás de un restaurante y vivió hasta muy vieja.

Recuerdo que un chico me dijo que esas hojas parecidas a tréboles que comíamos (con pequeñas flores amarillas) estaban amargas porque los perros las habían meado. Recuerdo que no dejé de comerlas.

Recuerdo cuando pensé que si hacías algo mal, los policías te metían en la cárcel.

Recuerdo a Dorothy Collins.

Recuerdo los dientes Dorothy Collins.

I Remember (1995) 
versión Patricio Grinberg




Recuerdo 
(fragmentos)

Recuerdo haber pensado en arrancar la página 48 de todos los libros que leyese en la biblioteca pública de Boston, pero pronto perdí el interés.

Recuerdo cuando decidí hacerme pastor. No recuerdo cuando decidí no serlo.

Recuerdo un sueño recurrente en el que podía volar. (Sin avión)

Recuerdo un sueño que se repitió mucho durante una época en el que aparecía una serpiente roja, amarilla y negra sobre un césped de un verde muy fuerte.

Recuerdo jugar al doctor en el ropero.

Recuerdo Saint Louis cuando era muy joven. Recuerdo una tienda de tatuajes al lado de la estación de autobuses y de los dos leones gigantes a la entrada del Museo de Bellas Artes.

Recuerdo las corbatas grandes y anchas con peces.

Recuerdo a la tía Cleora, que vivía en Hollywood. Todos los años en navidad nos mandaba a mi hermano y a mí un libro de regalo para los dos.

I Remember (1995) 
versión Patricio Grinberg





Recuerdo 
(fragmentos)

Recuerdo cuando la polio era la cosa más terrible del mundo.

Recuerdo el primer dibujo que recuerdo haber hecho. Era una novia con un vestido con la cola muy larga.

Recuerdo la única vez que vi llorar a mi madre. Yo estaba comiendo una torta de damasco.

Recuerdo una de las primeras cosas que recuerdo. Una heladera

Recuerdo lo mucho que tartamudeaba.

Recuerdo los sándwiches de manteca con azúcar.

Recuerdo la colección de figuritas de caballos de mi hermano.

Recuerdo a mi abuelo, que no creía en los médicos. Tenía las uñas de los pies largas y feas. Yo hacía todo lo posible para no mirarle los pies.

I Remember (1995) 
versión Patricio Grinberg




Recuerdo
(fragmentos)

Recuerdo mover las letras magnéticas del cartel de un almacén, sentirme después culpable y acomodarlos otra vez.
Recuerdo entrar a la casa de un amigo un domingo a la mañana y todos en la cocina comiendo panqueques, y la luz del sol entrando por las ventanas y todo era tan brillante y tibio.

Recuerdo cuando intenté hacerme porrista y no lo conseguí.

Recuerdo mis primeras erecciones. Creía que tenía alguna enfermedad horrible o algo parecido.

Recuerdo que odiaba cuando pesaba más de 50 kilos.

Recuerdo que en séptimo grado me permitieron usar remeras cortitas y sombra azul en los ojos. Me sentí muy adulto.

Recuerdo remontar un barrilete.

Recuerdo ponerle nombres a los hamsters.

I Remember (1995) 
versión Patricio Grinberg





Recuerdo
(fragmentos)

Recuerdo hacer listas y tratar de encontrar razones para hacerlo, pero no tenía ninguna.

Simplemente me gustaban las listas.

Recuerdo que Jon me hacia animales con alambre. Cada vez más y más pequeños hasta que me hizo uno con dos ganchitos.

Recuerdo que mis pies sangraban cada vez que usaba zapatos nuevos.

Recuerdo que era el único chico que usaba corpiño.

Recuerdo las tormentas y los cortes de luz.

Recuerdo a mi papá nadando.

Recuerdo que empecé a llorar tan fuerte que no podía respirar y empecé a pensar que nunca terminaría.

Recuerdo que Julie y yo diseñamos una búsqueda del tesoro muy difícil para que los otros jugaran, pero no estaban tan entusiasmados como nosotros.

Recuerdo muchos primeros días de colegio. Y ese sentimiento vacío.

Recuerdo haber aprendido la definición de la palabra "secuestro" y estar aterrado por meses.

Recuerdo que fantaseaba con morir y con lo triste que todos estarían.

I Remember (1995) 
versión Patricio Grinberg







JONATHAN WILLIAMS [10.491]

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Jonathan Williams 

(8 marzo 1929 hasta 16 marzo 2008, EE.UU.) fue un poeta, editor, ensayista y fotógrafo. Se le conoce como el fundador de The Jargon Society, que ha publicado poesía, narrativa experimental, fotografía y arte popular desde 1951.

OBRA:

Jubilant Thicket: New and Selected Poems ( Copper Canyon Press, 2005)
An Ear in Bartram's Tree: Selected Poems 1957-1967 ( Chapel Hill, University of North Carolina Press, 1969)






META-FOURS
(fragmentos)




fue en un
salón de baile en leadville
colorado en 1883 donde
oscar wilde vio un
cartel que le pareció
la única crítica
de arte razonable
que había encontrado
decía por favor no
disparen al pianista
hace lo que puede



*



cuando el momento de relax
sea el momento oportuno
pulverice 5 tabletas de cialis
entre los huevos revueltos
cierre todas las puertas
baje todas las cortinas
póngase un calzoncillo calvinista
envíenos un informe



*



llamé a mi viejo
profesor de la universidad
en st. albans y le pregunté
como estaba
dijo bien no puedo
ver y no puedo
oir y voy tropezando
como sileno pero
lo que importa es que
todavía puedo acabar
y todavía puedo
hacer que otros acaben
eso es lo que importa
y que más se puede
decir a eso



*



sin duda el mejor faux-epitaphe
pour son sepulchre jamás
escrito es el de john
cheever que dice yo
nunca defraudé a una puta
y nunca me la dieron
por el culo


Jubilant Thicket, New & Selected poems (2005)
versión Patricio Grinberg








A Vulnerary 

for Robert Duncan 

one comes to language from afar, the ear
fears for its sound-barriers—

but one “comes”; the language “comes” for
The Beckoning Fair One

plant you now, dig you
later, the plaint stirs winter
earth…

air in a hornet’s nest
over the water makes a
solid, six-sided music…

a few utterly quiet scenes, things
are very far away—“form
is emptiness”

comely, comely, love trembles

and the sweet-shrub


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Jonathan Williams, "A Vulnerary" from Jubilant Thicket: New & Selected Poems. Copyright © 2005 by Jonathan Williams. 






On Cowee Ridge

December 13, 1993 

John Gordon Boyd
died on the birthday
of three remarkable, and remarkably different, writers:
Heinrich Heine, Kenneth Patchen, Ross McDonald

John, too, was just as remarkable, blessed with an inherent “graciousness”
and with extraordinary eyes & ears…


I think of two texts
on the grievous occasion of his death:

“Religion does not help me.
The faith that others give to what is unseen,
I give to what I can touch, and look at.
My Gods dwell in temples
made with hands.”
  — Oscar Wilde, in De Profundis


and two lines in Rainier Maria Rilke,
John’s favorite poet,
that say it all…

Was tun Sie, Gott,
Wenn ich bin stürbe?

“What will you do,
God, when I am dead?”


Jonathan Williams, "On Cowee Ridge" from Jubilant Thicket: New & Selected Poems. Copyright © 2005 by Jonathan Williams.  Reprinted by permission of Copper Canyon Press.

Source: Jubilant Thicket: New & Selected Poems (Copper Canyon Press, 2005)







Symphony No.3, in D Minor

Thousands lavishing, thousands starving;        
intrigues, war, flatteries, envyings,      
hypocrisies, lying vanities, hollow amusements,         
exhaustion, dissipation, death—and giddiness         
and laughter, from the first scene to the last.        
—Samuel Palmer, 1858 

I. Pan Awakes: Summer Marches In


               Pan’s
               spring rain
               “drives his victims
               out to the animals
               with whom they become
               as one”—

               pain and paeans,
               hung in the mouth,

               to be sung
              

               II. What the Flowers in the Meadow Tell Me


               June 6, 1857, Thoreau in his Journal:

               A year is made up of a certain series
               and number of sensations and thoughts
               which have their language in nature…

               Now I am ice, now
               I am sorrel.

              
               Or, Clare, 1840, Epping Forest:

               I found the poems in the fields
               And only wrote them down

               and

               The book I love is everywhere
               And not in idle words

               John, claritas tell us the words are not idle,
               the syllables are able
               to turn plantains into quatrains,
              tune raceme to cyme, panicle and umbel to
              form corollas in light clusters of tones…

               Sam Palmer hit it:
               “Milton, by one epithet
               draws an oak of the largest girth I ever saw,
               ‘Pine and monumental oak’:
               I have just been trying to draw a large one in
               Lullingstone; but the poet’s tree is huger than
               any in the park.”

               Muse in a meadow, compose in
               a mind!


               III. What the Animals in the Forest Tell Me


               Harris’s Sparrow—

               103 species seen
               by the Georgia Ornithological Society
               in Rabun Gap,

               including Harris’s Sparrow, with its
               black crown, face, and bib encircling
               a pink bill


               It was, I think, the third sighting
               in Georgia, and I should have been there
               instead of reading Clare, listening to
               catbirds and worrying about
               Turdus migratorious that flew
               directly into the Volkswagen and
               bounced into a ditch


               Friend Robin, I cannot figure it, if I’d
               been going 40 you might be
               whistling in some grass.

               10 tepid people got 10 stale letters
               one day earlier,
               I cannot be happy
               about that.


               IV. What the Night Tells Me


               the dark drones on
               in the southern wheat fields
               and the hop flowers
               open before the sun’s
               beckoning


               the end
               is ripeness, the wind
               rises,
               and the dawn says
               yes


               YES! it says
               “yes”



               V. What the Morning Bells Tell Me


               Sounds, and sweet aires
               that give delight
               and hurt not—

               that, let
               Shakespeare’s
               delectation
               bear us



               VI. What Love Tells Me



               Anton Bruckner counts the 877th leaf
               on a linden tree in the countryside near Wien
               and prays:

               Dear God, Sweet Jesus,
               Save Us, Save Us…

               the Light in the Grass,
               the Wind on the Hill,

               are in my head,
               the world cannot be heard


               Leaves obliterate
               my  heart,

               we touch each other
               far apart…


               Let us count
               into
               the Darkness




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Jonathan Williams, "Symphony No. 3, In D Minor" from Jubilant Thicket: New & Selected Poems. Copyright © 2005 by Jonathan Williams.  Reprinted by permission of Copper Canyon Press.

Source: Jubilant Thicket: New & Selected Poems (Copper Canyon Press, 2005)

MARK FORD [10.492]

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Mark Ford 

(Nacido en 1962 Nairobi, Kenia) es un británico poeta.

Fue a la escuela en Londres, y asistió a la Universidad de Oxford y, a la Universidad de Harvard. Estudió para su doctorado en la Universidad de Oxford la poesía de John Ashbery,  y ha publicado ampliamente de los siglos XIX y del siglo XX la literatura norteamericana, incluyendo a Raymond Roussel. De 1991-1993 fue profesor visitante en la Universidad de Kyoto en Japón.
Es profesor de Inglés en el Departamento de Lengua y Literatura Inglés en la Universidad de Londre .
Es un colaborador habitual de la New York Review of Books, Times Literary Supplement, [2] y el London Review of Books.
Helen Vendler lo comparó con John Ashbery.

Obras 

Poesía 

Landlocked (Chatto & Windus, 1992; 1998)
Soft Sift (Faber & Faber, 2001/Harcourt Brace, 2003).
Six Children (Faber & Faber, 2011).

Prosa

A Driftwood Altar (Waywiser Press, 2006).
Mr and Mrs Stevens and Other Essays (Peter Lang, 2011).

Antologías 

New Chatto Poets: Number Two (Chatto & Windus, 1989).
London: A History in Verse (The Belknap Press of Harvard University Press, 2012).

Biografía

Raymond Roussel and the Republic of Dreams (Faber & Faber, 2001).

Traducción

New Impressions of Africa (Princeton University Press, 2011).

Crítica

Something we have that they don't: British & American poetic relations since 1925 (University of Iowa Press, 2004).






Motores

(fragmentos)

Una vieja historia, en apariencia agotada, envuelta
en papel brillante, incluso el miedo que se fue perdiendo

hasta que vuelve, hasta que los ojos piden
cuidado que dura, por distracción o después

pero fue un paseo, la deriva lenta por el ruido
si antes era fácil, casi automático, retroceder

frente a los charcos, los nervios, el agua en el aire
esa impresión de pasado, pisado, de huella en el barro


Soft Sift (2001) 
versión Patricio Grinberg





Motores 
(fragmentos)

distinto a desviarse, ponerse visco, una hipótesis 
para ver y disolver, mientras los demás no puedan

una oruga, el ácido y la línea de ampollas que deja 
primero en un dedo, después se sumerge todo frente al sol


la línea que ilustra todas las pequeñas palabras 
el gran vidrio y afuera, porque no hay nada que decir

los cordones de colores y la marcas de sus zapatillas 
porque hay que decir todo y dejar que todo siga igual

Soft Sift (2001) 
versión Patricio Grinberg






Motores 
(fragmentos)

repetir todo una vez más, era verano cuando 
se perdió, tenía imanes, imanes diminutos, poderosos

jugaba haciendo formas que parecían flores, quería 
dibujar un molécula muy grande de carbón

caminando a través de, o entre, escuchar la historia 
yo mismo imaginando que hacía girar esos imanes

descubro una verdad a medias, una verdad que empieza 
y termina: yo y después su cuerpo y la mitad de una verdad

Soft Sift (2001) 
versión Patricio Grinberg


NATHALIE QUINTANE [10.493]

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Nathalie Quintane

Nacida en París, Francia en 1964, es escritora y poeta.

OBRAS:

Remarques , Cheyne, 1997 ( ISBN 2-84116-011-4 )
Chaussure , POL, 1997 ( ISBN 2-86744-562-0 )
Jeanne Darc , POL, 1998 ( ISBN 2-86744-610-4 )
Début , POL, 1999 ( ISBN 2-86744-678-3 )
Mortinsteinck , POL, 1999 ( ISBN 2-86744-729-1 )
Saint-Tropez - Une Américaine , POL, 2001 ( ISBN 2-86744-817-4 )
Formage , POL, 2003 ( ISBN 2-86744-940-5 )
Les Quasi-Monténégrins , POL, 2003 ( ISBN 2-86744-939-1 )
Antonia Bellivetti , POL, 2004 ( ISBN 2-84682-026-0 )
L'Année de l'Algérie , Inventaire-Invention, 2004 ( ISBN 2-914412-38-X )
Cavale , POL, 2006 ( ISBN 2-84682-135-6 )
Une oreille de chien , Éditions du Chemin de fer , 2007
Grand ensemble , POL, 2008 ( ISBN 978-2-84682-217-6 )
Un embarras de pensée , Argol éditions, 2008 ( ISBN 978-2-915978-34-6 )
Tomates , POL, 2010 ( ISBN 978-2-8180-0622-1 )
Crâne chaud , POL, 2012 ( ISBN 978-2-8180-1685-5 )






Zapatos 
(fragmentos)

En un auto, si estoy sentada junto al conductor, y frena de golpe, inmediatamente levanto mis pies, apoyo mis zapatos sobre la guantera.

Si, por doblar una pierna, pongo uno de mis pies en la silla donde estoy sentada, puedo apoyar el mentón sobre la rodilla.

Un zapato parece mucho más grande, cuando me acuesto boca abajo delante de él.

Acostada, si levanto mi pie, consigo tapar el sol

Cuando un papel se pega a la suela de mi zapato, y sigue pegado mientras camino, intento despegarlo con el otro zapato.

CHAUSSURE (1997) 
versión Patricio Grinberg








Zapatos
(fragmentos)

Atar los cordones es algo que puedo hacer con los ojos cerrados (o en un cuarto a oscuras)
Puedo atar mis cordones mientras pienso en otra cosa

Cuando no puedo sacarme de encima la música con la que me despierto (sigo cantando mentalmente haga lo que haga) me resulta difícil atarme los cordones sin seguir la canción, o, sin, al mismo tiempo, seguir la canción maldiciendo por no poder olvidarla

Por suerte, con frecuencia, atarme los cordones me permite pensar en otras cosas. Tengo, simultáneamente, un gesto y un pensamiento bastante autónomos uno del otro

Me veo, aprendiendo a aceptar la actividad intelectual del atarse los cordones. Cada vez que me ato los cordones, se me ocurre una ráfaga de proposiciones, que, siempre, anoto. Después de anotar me desato los cordones y de inmediato los vuelvo a atar, para generar nuevas ideas.

Chaussure (1997)
versión Patricio Grinberg



POEMAS DE NATHALIE QUINTANE


A definição do segundo é mais longa do que o segundo

1. Muito branco iluminado em uma superfície plana pode ofuscar.

2. A matéria do quadrado é igual à matéria sobre a qual ele está desenhado.

3. Um quadrado sólido em rotação produz um deslocamento de ar.

4. Um quadrado sólido em translação se moverá mais se a superfície sobre a qual ele desliza estiver oleosa.

5. Apenas de modo ilusório pode-se entrar em um quadrado.

6. Um quadrado com cinco ângulos é uma visão do espírito.

7. O olho não se desloca harmoniosamente ao longo das linhas mas por solavancos seguindo sua órbita.

8. Não existe quadrado original.

9. O tempo que se leva para reconhecer um quadrado varia segundo cada pessoa mas raramente excede o segundo.

10. A definição do segundo (o segundo é a duração de 99.263.177 períodos da radiação correspondente à transição entre dois níveis hiperfinos do estado fundamental do átomo de césio 133) é mais longa do que o segundo.


(tradução de Marília Garcia)

:

1.Trop de blanc éclairé sur une surface plane peut éblouir.

2. La matière du carré est égale à celle sur laquelle il est tracé.

3. Un carré solide en rotation produit un déplacement d’air.

4. Un carré solide en translation sera plus mobile si la surface sur laquelle il glisse est huilée.

5. On n’entre qu’illusoirement dans un carré.

6. Un carré à cinq angles est une vue de l’esprit.

7. L’oeil ne se déplace pas harmonieusement le long des lignes mais par accoups ténus dans son orbite.

8. Il n’existe pas de carré original.

9. Le temps mis pour reconnaître un carré varie selon les personnes, mais excède rarement la seconde.

10. La définition de la seconde (la seconde est la durée de 99 263 177 périodes de la radiation correspondant à la transition entre deux hyperfins de l’état fondamental de l’atome de césium 133) est plus longue que la seconde.


§


Novas explicações: um problema da poesia 
Nathalie Quintane, em tradução de Marília Garcia
Originalmente publicada na Modo de Usar & Co. 2
(Rio de Janeiro: Berinjela, 2009).

(clique nas imagens para aumentá-las)






(leitura no Festival Proposta, Barcelona, 2003)


Primeira parte: parte européia

Eu me chamo Nathalie Quintane.
Olá, meu nome é Nathalie Quintane.

Nasci no dia 8 de março de 64.
Nasci em 1964, em Paris, na França.

Eu moro em Digne-les-bains.
Eu vivo no sul, perto da Cote d’azur.

Escrevo normalmente frases simples.
Meu estilo é simples, mas às vezes complicado.

Publiquei meus primeiros textos em revistas.
Publiquei meus poemas em revistas de vanguarda ou revistas nem tão de vanguarda.

Eu faço leituras em voz alta em bibliotecas ou em espaços públicos.
Posso ler com os lábios ou em minha cabeça se você quiser.

Uma pequena leitura, francês e depois inglês.
As frases em inglês não são a tradução das frases em francês. Compreendem, elas são diferentes.



Percebo melhor a direção das nuvens se paro de caminhar.

Quando mordo uma fatia de melão, ela dissimula minha boca.

Quando eu penso intensamente em alguma coisa, eu deixo de ver aquilo que eu estou olhando.

Ao mexer minhas pernas com força eu espanto a mosca que havia pousado ali.

Quando coço a cabeça sob um gorro de lã o gorro se desloca.

Com um simples movimento de língua, eu desloco um pedaço de amendoim preso entre dois dentes.

Quando caminho, há sempre um de meus pés que desaparece atrás de mim.

Quando eu cheiro um filete de lavanda, o filete pode acabar em uma de minhas narinas

Conforme a parte do corpo que eu coce, produzo um som diferente.

Quando cruzo as pernas embaixo da mesa, às vezes bato com o joelho.

Parado sob o sol, graças à posição de meu ombro, posso, de maneira aproximada, saber que horas são.

Quando eu fecho meu olho esquerdo ou direito e envesgo o outro, posso ver meu nariz.

Às vezes eu quero pousar um cotovelo na mesa e o cotovelo desliza sobre o vazio.

Com um monte de livros nos braços, subo uma escada sem olhar os degraus.

Ao roçar a ponta dos dedos contra os lábios eu simulo um beijo.

Posso produzir um barulho considerável se continuo a sugar com o canudinho o líquido que restou no fundo de um copo.

(tradução de Carlito Azevedo e Marília Garcia)

Nota: O Festival Proposta existiu entre 2000 e 2004, levando à capital catalã poetas experimentais como Jaap Blonk, Nobuo Kubota, Anne-James Chaton, Michael Lentz, Christophe Fiat, Jörg Piringer, Valeri Scherstjanoi, Franz Mon, Amanda Stewart e a própria Nathalie Quintane. A primeira edição do festival previa a participação do poeta brasileiro Philadelpho Menezes (1960 - 2000), impedida pela trágica morte prematura do poeta.


§

Charly + le choeur des enfants




Charly + le choeur des enfants
Carlito + o coro das crianças

(type choeur antique rappé)
(tipo coro antigo em forma de rap)


CHARLY
CARLITO

Les enfants, j'ai du boulot, je pars pour quelques mois.
Crianças, achei um trampo, fico fora uns meses.

CHOEUR
CORO

Oh mais père
Ah mas pai

tu ne seras donc pas là
você não vai estar na área

la langue de la loi ne pénétrera pas notre enregistrement
a língua da lei não vai penetrar nossos mandamentos

nous ne respecterons plus les réglements
não respeitaremos mais regulamentos

c'est la perte des repères à perpet'
é a perda perpétua de parâmetros

nous aurons des zéros
vamos tirar muito zero

nous irons en retenue
vamos ficar de suspensão

nous passerons des sanctions
iremos da advertência

pédagogiques
pedagógica

en sanctions disciplinaires
à advertência disciplinar

nous irons en conseil
nos mandarão pra direção

nous larderons un camarade de coups de couteau
encheremos um colega de furos de faca

en haut d'un patio
um qualquer panaca

nous importerons des singes magots
traremos bichos feios paca

et des clébards interdits
e cachorros proibidos

nous ferons preuve de désinvolture
daremos prova de desenvoltura

nous ne deviendrons pas citoyens mais rien
não vamos ficar bonitos na foto

et au lieu de glisser dans l'urne notre bulletin
e ao invés de depositar na urna nosso voto

nous attaquerons des supermarchés
atacaremos os supermercados

nous dealerons en bas des marches
e andaremos só com drogados

nous instaurerons des zones de non-droit
criaremos zonas onde tudo se pode

nous y défierons les forces de l'ordre
pra desafiar as forças da ordem

et les représentants de la République
e os representantes da República

nous apprendrons l'arabe littéraire
aprenderemos o árabe literário

nous irons nous entraîner
e nosso itinerário

en Afghanistan au Pakistan
será o Afeganistão ou o Paquistão

en Azerbaïdjan dans le Balouchistan
o Azerbaijão e o Baluchistão

nous ferons des gestes vulgaires
faremos gestos indecorosos

aux éducateurs prioritaires
aos educadores rancorosos

nous aurons comme seul objectif
só teremos por objetivo

de rouler en BX
rodar num carro esportivo

nous irons dans des salles multiplexes
só iremos aos cinemas de shopping

nous saurons des sports de combat
aprenderemos esportes de combate

nous serons multirécidivistes
seremos réus reincidentes

nous aurons une respiration abdominale
nossa respiração será a abdominal

et un sexualité anale
e nossa sexualidade a anal

le théâtre ni la danse ne permettront
nem o teatro nem a dança poderão

de nous réinsérer
nos reeducar

nous ne serons pas anarchistes
não seremos anarquistas

nous ne admirerons pas les situationnistes
não admiraremos os situacionistas


(tradução de Adalberto Müller)






PIERRE ALFERI [10.494]

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Pierre Alferi

(Nacido en 1963), es un poeta francés, novelista, ensayista y profesor de la Escuela Superior Europea. Alferi es hijo del filósofo francés Jacques Derrida y de la psicoanalista Marguerite Aucouturier.

OBRA:

Poesía

Les Allures naturelles POL, Paris, 1991 ISBN 2-86744-218-4
Le Chemin familier du poisson combatif , POL, Paris, 1992 ISBN 2-86744-308-3
Kub Or , POL, Paris, 1994 ISBN 2-86744-411-X
Sentimentale journée , POL, Paris, 1997 ISBN 2-86744-557-4
Personal Pong (avec Jacques Julien), Villa Saint-Clair, Sète, 1997
Handicap (avec Jacques Julien), Rroz, 2000
petit, petit , Rup et rud, 2001
La Voie des airs , POL , Paris, 2004 ISBN 2-86744-993-6

Novelas

Fmn , POL, Paris, 1994 ISBN 2-86744-440-3
Le Cinéma des familles , POL, Paris, 1999 ISBN 2-86744-713-5
Les Jumelles , POL, Paris, 2009 ISBN 978-2-84682-309-8
Après vous , POL, Paris, 2010 ISBN 978-2-8180-0009-0

Ensayos

Guillaume d'Ockham le singulier , Minuit , coll. « Philosophie », Paris, 1989 ISBN 2-7073-1200-2
Chercher une phrase , Christian Bourgois , coll. « Détroits », Paris, 1991 ISBN 2-267-01025-9
Des enfants et des monstres , POL, Paris, 2004 ISBN 2-86744-992-8



domicilio y territorio de los peces 
(fragmentos)

Primera habitación. Los muebles, los objetos se disponen 
en orden de importancia alrededor, sin embargo 
sus preocupaciones aumentan. 
¿Dónde estás? Es hora de levantarse y volver 
a casa. Las paredes son amarillas y la madera es azul, 
las cortinas tienen un pliegue inquietante. Acá estoy 
sin hablar, un lado se pega al suelo, una calcomanía. El cuerpo 
se extiende a las seis paredes, en casa 
o no, no sabe. Está exactamente acá -- empieza 
despojándose, con un cambio – lo puede imaginar. 
La habitación de mi infancia es ahora uno de los archivos de mi padre. 
Una pintura abstracta en la puerta, en tonos pastel, 
canciones de cuna checas, una mano en la oreja, 
y el sueño hinchado como una funda de almohada, persiguiendo a ciegas
ideas por los rincones. Estoy hablando de una sombra no física 
y un eco. Un desprendimiento, una adherencia, algo del todo distinto 
a ser huésped, a simplemente ser. Esta habitación también, 
esta burbuja que no contiene nada, aire.
Además del papel de la pared y los títeres de sombra, 
además de una cama fantasma debajo de la mía, 
no recuerdo nada. Esta es la única versión habitable 
de un cuerpo: dado vuelta como un guante. 
Un lugar donde somos felices, un lugar agradable, 
es todo lo que quiero encontrar. 
Es claro, incluso acá, algo queda, 
algo que ya no pertenece al niño, algo que los padres 
nunca consiguen heredar. Para vivir, pero de un modo pasivo, 
como en voz media, sin sujeto ni objeto. 
Una habitación, cuando no es propia, 
de la misma manera que una idea. El primer acto 
es perderse, dejar los lugares así como están. 
Quiero decir una especie de idea de habitación, 
La idea de entrar.

Le Chemin familier du poisson combatif (1992) 
versión Patricio Grinberg






domicilio y territorio de los peces (fragmentos)

Segunda habitación. Cuando el huésped adivina tu cara, 
la presencia que los lugares no consiguen de mí, 
un enfrentamiento empieza. Vamos, dejá de quejarte. Vos 
me reprochas tu reticencia, tu miedo a entrar. 
Mi habitación de estudiante daba a un patio,
un sol blanco, un árbol desnudo. 
Un espacio que asegura casi todas las necesidades, 
relegando al segundo lugar, al exterior, al menos un elemento
de la lista vital básica, comer, dormir, lavarse, leer. 
Un casillero, una variación sobre el tema arquitectónico más elemental: 
el cubo. En un pequeño marco de hierro, 
bajo un número de tres dígitos, había un nombre en la puerta; 
yo proyecto una sombra todavía temblando, 
que zigzaguea entre una cama plegable y un escritorio, 
estantes. Pura coincidencia, pero a la que le debo 
esta sospechosa y poco saludable primera sensación de autonomía. 
Eras esta sombra, y mucho más, agrandada
hasta los ángulos de la habitación. Seguimos un pasillo,
linóleo, neón. Viniste acá para coger.
Me metí en tus sábanas frías, oímos pasos.
Cada uno en su puesto día y noche, la única ventana parpadea,
emite señales, mira la ciudad sin abarcarla,
vigila. Pero las escenas a través de las separaciones 
y -peor- las reconciliaciones? Yo no tenía mi lugar.
Eco y discordia, una pregunta que se responde con otra pregunta.
Recuerdo un aro que se había caído,
la separación de voces, una pelea. El segundo
pasa al primero. Sin embargo, estas todo el día solo,
como hacías antes, como una página, como una habitación. 
El segundo acto no es encontrarse, sino
dar un paso frente a la puerta. Casi nunca siento
la puntada de la soledad o su extenderse, uno es 
a más que una habitación, o menos, aunque contenido.

Le Chemin familier du poisson combatif (1992) 
versión Patricio Grinberg





domicilio y territorio de los peces 
(fragmentos)

Séptima habitación. En casa, donde uno nunca está, 
cerrando una utopía con paredes. 
Mi habitación no es la suma de todas las otras, la copia 
de sus llaves están en el placard. 
Sólo tengo sobreimpresiones, la familiaridad, la resonancia. Y, si hay 
espacio, teatro. Cuatro rectángulos de techo, 
una máscara de asustar africana, 
un cabeza precolombina cortada, varias máquinas, 
tres fotos sin color y un torso tatuado bajo un vidrio, 
dos alfombras rojas y marrones, los libros en posición vertical cubiertos por 
otros libros. El negro domina. Los muebles, 
los visitantes fueron reemplazados, a veces por ellos mismos. 
Nada es seguro, excepto el desorden, su crecer lentamente 
como tu voz en la mía. Sólo un deseo. 
Algunas cosas dispersas en el piso, documentos, cartas, un colchón 
que un cinturón mantiene sin desenrollar, pero 
una habitación extraña, un centro vacío, 
un refugio temporal. Desde donde yo me oriento. 
hacia donde me gusta dirigirme, incluso cuando no voy hacía ahí. 
Sin embargo, siempre encerrado en si mismo, cuidando este placard, 
esta zona libre donde no hiciste casi nada. Un verbo 
que sería simultáneamente frecuentativo de tener y su contrario. 
Así. El séptimo acto es para volver a dibujar el lugar 
donde uno se deja a sí mismo. Dejé que me guiaras 
hasta este lugar. Nos detuvimos en la entrada. 
Después cerré la puerta.

Le Chemin familier du poisson combatif (1992) 
versión Patricio Grinberg









I

cuando nada conduce a nada 
no agita fuera de la inercia 
se hace agitación conducida para 
nada más que una nada que es 
dificultad y el mínimo contacto 
invirtiendo el sentido de la marcha (sin saber 
que lo miran a través de dos ventanas, un desconocido 
vestido, se desviste, se sienta, se levanta, atiende, cuelga 
el teléfono) primero la incoherencia 
de partículas en suspensión 
después un período. Un gesto cotidiano 
filmado en video 
un gesto repetido, su lugar 
recorrido por completo como un paso 
de breakdance que sólo puede ocupar 
el reverso del reverso, ya está 
otra cosa: una forma 
cristalina impasible

Les Allures Naturelles (1991) 
versión Patricio Grinberg



from Les Allures Naturelles

1.

when nothing entices nothing
stirs beyond inertia
becomes agitation impulse aiming at
nothing but a nothing in the
way and the slightest contact
reverses the directional flow (ignorant
of being observed through two windows, a stranger
dresses, undresses, sits, gets up, lifts up, sets down
the receiver): first the incoherence
of suspended particles
then the period. An ordinary movement
filmed in video
a gesture replayed, its space
run through in every direction like
a break-dance whose surface is only
the other side of the reverse, is already
something else: a form
impassive crystalline







AMABLE ARIAS YEBRA [10.495]

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Amable Arias Yebra

(1927-1984)
Nació en 1927 en Bembibre del Bierzo (León). En 1936 a poco de empezar la Guerra Civil, Amable sufrió un fatal accidente. Jugando en la estación, un vagón situado en vía muerta le aplastó contra un muro. A lo largo de cinco años tuvo que someterse a catorce dolorosas operaciones. Estos años le provocaron una cojera que le obligó a utilizar, cuando pudo moverse de nuevo, muletas durante toda su vida.

En 1942 la familia se traslada a San Sebastián. Fueron años llenos de tristeza y reclusión durante los cuales Amable no recibió ninguna enseñanza. El padre infringía frecuentes malos tratos a la madre y, finalmente les abandonó. Con alivio se interrumpió toda relación con él. La familia sobrevivió con dificultades y, procurándose penicilina de estraperlo, consiguió que Amable mejorase considerablemente.

Después de muchos años empezó a salir de casa e inició en el estudio de Martiarena unas esporádicas clases de dibujo. Las enseñanzas apenas ejercieron influencia sobre él, pero su vocación pictórica se convirtió en decisión irrevocable.

Consciente de su nula cultura, se propuso con una inteligente estrategia superar su falta de formación artística apoyándose en otros medios. Pasaba las mañanas leyendo en la Biblioteca Municipal, y por las tardes aprovechaba la cercanía del Teatro Principal en cuyo guardarropa trabajaba, para acudir de nuevo entre el inicio y el final de las representaciones. Sin rigor selectivo escogía los autores que había oído nombrar o aquellos que le resultaban más atrayentes por su fisionomía. Con casi veinticinco años entró de golpe desde el mundo de los tebeos al mundo de la filosofía, la ciencia y la literatura.

En 1956 pintas sus primeros óleos. Son paisajes de Bembibre y en ellos se descubre ya la fuerza de unos grafismos que serán una constante en su pintura.

Para su primera exposición individual, año 1958, salas Aranaz Darrás de San Sebastián, hizo tres grandes y magníficos Cristos. Aunque educado en un catolicismo casi fanático, para entonces ya había desterrado toda idea religiosa.

Amable, que usaba como estudio un amplio sótano en la donostiarra calle Garibay, decidió con su amigo pintor Rafa Ruiz Balerdi, organizar allí una exposición colectiva de oposición a la trasnochada línea “oficial” de la ciudad; llamada “De los 10” sentaría un precedente para el posterior desenvolvimiento de lo que sería el Grupo Gaur.

Cada vez más controvertido por su postura rebelde, en 1963 su exposición de los “Espacios Vacíos” en las Salas del Ayuntamiento crispó el ambiente de la ciudad hasta el punto de que el alcalde prohibió en el futuro cualquier otra manifestación parecida. El mito de un artista “raro” y poco conciliador siguió creciendo.

Amable siguió pintando paisajes en el Bierzo. De su visceral identificación con la tierra surge una despojada interpretación cada vez más próxima a la abstracción; aunque el retrato, siempre presente en su obra, le impide desprenderse de la figuración.

No se puede silenciar la importancia que la mujer tuvo en la vida de Amable. Tanto los testimonios personales como la repercusión que alcanzó la temática femenina en su obra plástica y en sus escritos corroboran este rasgo psicológico. Es posible que la deplorable figura paterna influyera en su valoración de lo femenino, pero más bien parece el resultado de un talante personal. La atracción que sintió por la mujer fue recíproca, porque, a pesar de estar tan alejado por su mentalidad, su físico y su manera de comportarse del estereotipo masculino, tuvo una gran capacidad de seducción.

De sus conversaciones con Sistiaga, amigo y pintor, críticas con la carencia de apoyos y falta de criterio de las instituciones, surgió la idea de mostrar su discrepancia organizando una muestra de tendencia abstracta que reuniera a los artistas guipuzcoanos. La participación de Oteiza impulsó un enfoque más ambicioso e influyó para la creación del Grupo Gaur en Guipúzcoa, compuesto por los pintores Basterretxea, Ruiz Balerdi, Sistiaga, Zumeta y Amable y los escultores Oteiza, Chillida y Mendiburu.

En 1964 expuso en la galería Neblí de Madrid, en 1965 en la galería Maeght de París, en 1967 en la Galería Barandiarán de San Sebastián...

Durante los años 1966-1967 se concentra en la “pintura del átomo” o “pintura de la gota” proceso reductor en el que va descomponiendo la materia por medio de pequeños toques. Son cuadros generalmente de gran tamaño en los que el vacío ocupa grandes áreas.

En 1970 coincidente con su encuentro con Maru Rizo que fue su compañera, alquiló un pequeño estudio en el que dio rienda suelta al torrente de imaginación e ideas que poseía. Se alejó de las actividades públicas y se concentró en su propia obra mientras sufría la marginación de los estamentos oficiales como consecuencia de toda una trayectoria en la que se impuso un estereotipo de “pintor maldito”.

Aunando las tendencias abstractas y figurativas sus cuadros se fueron poblando de personajes llenos de delicadeza, humor y utopía. Para Amable la obra artística abarcaba un campo total. No hacía distinción entre óleo, obra gráfica, escritura y sonido. Investigó con los métodos menos ortodoxos impidiéndole el vicio de acomodación.

Los últimos años de Amable, marcados por la proximidad de una muerte anunciada, promovieron en él un ardoroso deseo de apurar el tiempo con una actividad desbordante. Como casi todos los intelectuales y artistas avanzados de entonces, Amable sostuvo una postura antifranquista, y su reflexión ideológica y teórica le llevó a situarse en una línea radicalmente marxista. Murió en 1984 a consecuencia de un coma urémico por fracaso renal. Tenía 55 años.

Carmen Alonso-Pimentel


Escritos publicados:

1963-1982. Artículos en diversos periódicos y revistas. 
1980. “La mano muerta”. Ed. Hordago, San Sebastián. (Agotado).
1981. “23”. Ed. Hordago, San Sebastián.( VV. AA.).
2003. “Sobre el vaivén de las cortinas”. Ed. Instituto de Estudios Bercianos, Ponferrada. 
2005. “Sherezades”. Ed. Bassarai, Vitoria-Gasteiz. (Agotado). 
2007. “Cuadernos experimentales de arte”. Ed. Universidad de León, León. (Agotado). 
2012. “La mano muerta” (Lobo Sapiens, S.L.)



1956. crucita.

Te he visto llegar caminando
por la arena húmeda. Tus pies
descalzos se hacían palomas del suelo.
Te vi llegar con la emoción
contenida, llena tu piel de mar, tus
cabellos en sortijas.
Tu reías, e ilusionados velos tejías y
fluían de tí, en torno. Ansias espumosas
salpicaban tu luz.
Te vi llegar con las pestañas
llenas de rocío y los ojos anchos 
cuajados de ti y de tu luz.




1957. el busto con pátina dorada.

La luna en mi palma
se echó
lunas de plata bruñidas con vinagre y sidol
alumbrad siempre en ese 
cielo 
azul, 
alumbrad la noche, la juventud
alumbrad mis ojos abiertos
y después muertos, 
no os desprendáis del alto 
cielo
ciego.
Tendría que mandar coser 
ese roto y el hilo
hoy anda escaso.




1957. renunciación.

Peinarás con tus peines las copas de los árboles 
tu delicadeza sin fin los acariciará.
Cómo te agradecerán, amor mío, 
que tus manos se entretengan en desenmarañar sus pelambreras.




1958. a elena.

Es pura vaguedad dormir despierto 
tener tarde en las manos 
mañanas en los ojos
ser noches los pies 
y un bienestar infinito como si hablando de amor no hubiera ningún ruido.




1966. poemas a lourdes.

Seré siempre en tu conciencia
el enigma sin resolver.
Yo tendré siempre contigo un tiempo muerto, 
tú, lo mismo, 
una losa negra en tu devenir.




1974. de la verdad. 

El indio piel roja 
miró la tierra 
y enrojeció mi cara.
La vergüenza me trastorna a mí
y maldigo ser blanco bajo la historia.

(parcialmente publicados, "la mano muerta" y "sobre el vaivén de las cortinas").






1977. de la madreselva en flor. poemas.

Homenaje al indio Gerónimo

De pie eréctil granito marrón sobre la pradera 
estás eternamente acusando a la vieja historia americana
llamada nueva. 
El tiempo de poema es propio y mío y lo hago como quiero.
Gerónimo en su caballo se rompe en prismas de colores
pero yo recojo los trozos del papel y te recompongo de nuevo victorioso, 
héroe infantil de las fábulas 
te recompongo para siempre 
adulto para los hombres de siempre.
Gerónimo será siempre el héroe de la
inmortalidad histórica contra la barbarie americana
contra todos los blancos.
Lloraré un rato junto al almirez del pasillo
y galoparás por mi sangre roja
sobre el prado verde de mi alfombra.




1977. encantamiento y desencantamiento.

Cuando encontré el libro misterioso jamás soñado 
lo primero que hice fue abrirlo y me tropecé, con sorpresa, 
letras
dibujos a fuego, a agua, a viento
dibujos que nunca por sus formas vi. 
Pensé de inmediato sentarme e ir pasando lentamente cada hoja 
como si en cada una estuvieran 
todas las pinturas hechas que no se han hecho 
y todos los cuentos escritos que no se han escrito 
y, aún así, pensé,
qué lejos queda de la realidad este libro sin igual.





1980. el niño judío sin patitas.

Un duende: ¡Oh, qué sueño! 
Un enanito de Blancanieves: ¡Oh, qué sueño tengo!
El enanito Don Sebastián de Morra: ¡Oh, qué sueño tengo!
Un momo: ¡Oh, qué sueño!
Una enanita, Mari Bárbola: ¡Oh, qué sueño tengo!
El enanito Don Juan Filiberto de Asturias: ¡Oh, qué sueño tengo!
Luis XIII, junto a él un enanito duerme en su cuello y otro tiene un cuchillo.
La Cenicienta: ¡Oh, qué sueño tengo!
El Lazarillo de Tormes: ¡Oh, qué sueño tengo!
El enanito pinchaúvas y el comenueces: ¡Oh, qué sueño tengo!
Y la enanita María Pineda: ¡Oh, qué sueño!
El enanito Ernst Bloch, feo, con gafas: ¡Oh, qué sueño tengo!
El enanito esdrújulo: ¡Oh, qué sueño tengo!
El niño judío sin patitas: ¡Oh, qué sueño tengo! 
Los siete niños de Écija:
¡Oh, qué sueño tengo! 
7 veces






1980. hojas sueltas.

Sólo la noche es habitable. 
Cuando sale la luna el mundo es bueno, el perro ladra, 
tan de perro que el aullido es sonoro. El refugio de Wols...
La noche, 
en ella nos hacemos fantasmas tiritantes 
lóbregos y suaves de los sueños palpitantes del no-serán
serenos y atormentados, pero vivos.
Por un momento somos algo que fuimos, 
como si fuéramos mañana lo posible que aún hoy somos. 
Es un tiempo, trozo pequeño, cúbico, y en él estamos eternamente, 
y eternamente seremos ya, por haberlo sido un segundo. 
Un segundo que está más allá de todas las nadas 
y de todos los no-seres, 
y en él no caben los fracasos, la miseria, la muerte, el fascismo y el tirano.
El individuo se hace genial, se estira como chicle y 
se hace nudo eterno de hombre, de ser. 
Y se positiviza y 
rescata todo el infierno, hasta las jaulas de tigre de los presos de Vietnam.
Tu loca muerte 
tu sangría mirada 
tus ojos venenosos 
tu zarpa sanguinaria. 

Doy mi angustia al día y a la noche doy mi voz. 
La angustia desinfla mi voz. 
Una pausa. 
Silencio y muerte. Sadismo. Castración y culpa.
Pompa florida y cresta en abanico, causa de sueño.
Soy la zozobra de la generación segunda. 

Me estremezco. 
Un millón de miles de muertos deambulan, hacen chistes y babean. 
Sus cuerpos híbridos, 
terribles tormentos que nadie conoce, ni a nadie importan. 
Tortura en el asilado mundo de cada individuo.

Sobre este cementerio alzo mi voz afligida, voz provocativa y peligrosa. 
Y sonora, ella rueda por el ancho mundo maldiciendo vengadora. 
Estuve presente con mi canto nocturno.





1981-1982. frankenstein.

El señor Reagan ha aprobado la construcción de la bomba H. de neutrones. Esta bomba puede matar solamente a los hombres y los animales, pero deja intacto el resto. ¿Se puede pedir algo mejor? ¿Y más bestial?

Un tiempo terrible se aproxima, Frankenstein, tu monstruosidad será como una figura de Rafael Sanzio.



MAURICE ECHEVERRÍA [10.496]

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Maurice Echeverría 

Nació en 1976, en la ciudad de Guatemala, en la cual reside. Es escritor y periodista Estudió Filosofía y Letras. 

Ha publicado los siguientes libros:

Este cuerpo aquí (1998) La Ciudad de los ahogados (1999) Encierro y divagación en tres espacios y un anexo (Editorial X, 2001), Sala de espera (Magna Terra, Guatemala, 2001), Labios (Magna Terra, Guatemala, 2003) y Diccionario Esotérico (Norma, Guatemala, 2006), Los falsos millonarios (Catafaxia, 2010).

En formato blog, los libros Plegarias Mutantes (Zanate, Guatemala, 2008), Setenta y dos ángeles tullidos (Zanate, Guatemala, 2008), Los poemas de Saffron Lane (Zanate, Guatemala, 2008), La oreja en tu mano (Zanate, Guatemala, 2009), y Ciento setenta y siete (Zanate, Guatemala, 2010), Pana no existe (Zanate, Guatemala, 2010), Zona 3 (Zanate, Guatemala, 2010), Poemas gerascofóbicos (Zanate, Guatemala, 2013), La glándula infinita (obra en progreso, Zanate, Guatemala). 

Sus cuentos figuran en las antologías Los Centro­ame­ricanos (Guatemala) y Pequeñas resistencias 2 (España). Tam­bién ha ganado en varios certámenes literarios nacionales e internacionales; entre  ellos el concurso de Novela Mario Monteforte Toledo (2006) con su obra Diccionario Esotérico .Actualmente es columnista de un diario capitalino.




Hay el día en que la madre muere 

Hay el día en que la madre muere. 
Hay el día de las cortaduras 
de las estructuras estamentales. 
Hay el día para el vuelco 
patológico de todos los dados. 
Hay el día–caja. 
Hay el día de los pájaros 
que migran borroides, sin hígado. 
Hay el día en que la madre muere: 
debajo de una lechuza, 
entrelazada con lo plástico. 
El útero se rompe cuando ella expira. 
Somos membrana, pero los cuchillos gravitan. 
Viviremos hacia afuera, químicamente, 
antiángeles, oleaginosos. 
Hay el día lacerante. 
Hay la laceración. 
Habrán lacerados, tremolando los últimos 
ovarios, plañendo a la Progenitora, 
que se convertirá en comida 
–para cientos de gusanas. 







Si yo pudiera me cogería el televisor 

Si yo pudiera me cogería el televisor, 
me cogería el televisor, 
si el televisor tuviera un hoyo fosforescente 
en donde yo pudiera meter mi casi negra verga, 
créanmelo, estaría ahora mismo metiéndosela 
con crueldad y con todo el desdén del mundo, 
así hasta hacerlo llorar, al televisor, 
hasta sacarle un millón de lágrimas televisas, 
me lo cogería en la cama, en el piso, y por detrás, 
obligándolo a pedir perdón por todo, 
por los sitcoms, por los reality, 
por CNN, por lo demás. 
Lo único que deseo a estas alturas de la vida 
es humillar sexualmente a mi televisor, 
y que aprenda a bajar la mirada.








El hombre sin tres esquinas

Yo soy un hombre sin tres esquinas. 
El día que me quede sin la cuarta 
dejaré de ser habitación, 
y el día que deje de ser habitación 
dejaré de ser mundo: habré muerto. 
Viviré en ajenas hectáreas de aire, 
respirando la asfixia.








Tus enemigos 

No puedes tocar las costillas de todos ellos, 
tus enemigos, 
sus asquerosos cuerpos huesudos, 
y hacerlos desaparecer, borrarlos por arte de magia. 
Eso sí que es locura. 
Tus enemigos, sus manos amarillas, 
es lo que hay para siempre, 
y por fin debes aceptar 
que eres como un murciélago sin alas 
cubierto por los pellejos de ellos, tus enemigos, 
más viscoso, 
más triste así luchando, 
más solo y más enemigo por odiar solamente, 
por odiarlos a ellos, tus enemigos. 
Tú eres el enemigo. 
Y la noche es la carne de tu osamenta.







Te vi tocar la guitarra, mujer 

Te vi tocar la guitarra, mujer, 
cantabas y escarbabas la tierra 
en busca de los blancos gusanos, 
se acercaron los ángeles a merecerte. 

Te vi tocar la guitarra, mujer, 
desaparecieron 50,000 kilómetros cuadrados 
de la faz de la tierra, 
de los volcanes rodaron perlas negras, 
a la vecina se le cayeron los dientes, 
y en fin: que todas las señales estaban ahí. 

Te vi autonacer, 
te vi tocar la guitarra, mujer, 
y casi muriendo nos diste la sílaba maldita. 
Algo cabal, algo justo nos mostraste, 
algo mucho más que el ayer.






Buenasnoches 

Hay que recogerlo, 
como al anciano 
rígido, sangrante 
del accidente. 

Decirle: 
buenasnoches, 
muérete ya, 
te damos permiso. 

Y luego rellenarlo 
con los viejos pergaminos, 
las viejas fórmulas, 
las consignas 
que a veces sirvieron, 
todo adentro, 
así quemarlo. 

La tierra quedará azul. 
Allí plantaremos el árbol. 
Pronto. Vengan a ver. 
Un nuevo amor, 
un algo entre las cosas. 








Me hablan los talvez muertos 

Me hablan los talvez muertos. 
Talvez muertos y quizá entacuchados. 
Susurran baladas frías y acariciantes. 
Con los talvez muertos 
abrimos las moradas botellas de vino, 
al sonido de las últimos palomas. 
Ellos ya no miran horizontes, 
pero en cambio hablan de vagos intersticios 
en el corazón de la materia. 
En verdad los únicos amigos 
son los talvez muertos, los únicos, 
los únicos, los ausentes del espejo. 
Los espejos son duros. Ellos talvez. 







Porno Tube 

Oye mujer 
de la pantalla 
de Internet: una 
criatura, algo 
feo y mío 
desea entrar 
en tu llaga; 
cucas nacen 
de tu cárdeno 
clítoris; eres 
sucia y bizantina, 
te arqueas 
mentirosamente… 






Maurice por Maurice 

Maurice por Maurice, 
esculpido, barrenado por Maurice, 
por azar y por causa de Maurice, 
arrastrado del pelo por Maurice 
hasta la dimensión de los oscuros 
mástiles de la muerte 
en donde Maurice a veces vive, 
pulmonarmente, 
tan tierno cuando grita, 
tan Maurice y desamparado 
ante los dos toros de la medianoche, 
helos los dos, allí dorados y sangrientos, 
Maurice por Maurice, 
siempre y no siempre. 



{Los falsos millonarios} (2010)

“Pero después el Obsesionador
hizo que ambos
resbalaran y cayeran de allí”.

Corán


¿No ves lo insensato que es salir hoy por la noche?

¿No ves lo insensato que es salir hoy por la noche?
¿No entiendes que hay un pie gigante allá afuera,
que espera, es gigante, aplastará?
No voy a salir, no voy a ir como un ciego
en esos lugares tocando cosas tibias
y viscosas, o arriesgarme a que desconocidos
me susurren adioses, me den múltiples
rosas envenenadas. He visto ya los once
mil pavimentos, y allá en el puerto no hay nada
para mí salvo muerte, un accidente feroz.
Conozco sí lo nocturno, la nación condenada
llamada noche. Así que no me vas a convencer.
Nadie está a salvo. Tú misma no estás a salvo.
Resbalarás en un cerebro y quedarás paralítica.
Alguna serpiente misteriosa te roerá los intestinos.
Te caerá del cielo un satélite oxidado.
No me contradigas. Yo sé de estas cosas.
Desconfía de la gente: licántropos, bestias.
Oh, te darán perfumes: torcerán tus pensamientos
por medio de toda clase de visiones boreales:
pero tu sangre será donada a faraones malditos.
Lanzarán tu cuerpo desde un helicóptero a las calles excoriadas.
¿No ves lo insensato que es salir hoy por la noche?




Mientras él esté vivo

No seremos felices
mientras él
(el Suplente)
esté cerca,
esté vivo.
Pero incluso muerto él
no seremos felices.
Sólo muertos nosotros
seremos los niños perfectos
que juegan en el prado.





Te fuiste

Te fuiste corriendo, te fuiste.
Ni adiós, te fuiste.
Esos tacones.
El silencio.
En parte me gustaría llamarte.
En parte estoy feliz de que hayas desaparecido.
En parte sangro.
De mí sale todo ese ensangramiento, esa ondulación.
Ojalá el mundo fuera una vasta playa pedregosa.
Tus ojos en la noche dijeron lo indecible.
Criaturitas en forma de glande se deslizaban por el piso.
No me ufano de nada.
Sé que en este cráneo hay una melodía cínica,
ronca, que vocifera, me hace pensar las peores cosas.
Los ángeles, hasta ellos me ignoran.
Recortan su prodigiosa vista para no ver mis cagadas.
Están socialmente desencantados de mí.
No hay nada convincente en la posición de mis manos.
Te fuiste. ¿Era yo ése gritando? ¿Era yo ése vaciándonos?





Los huevos

Caminando por el parque,
o por el mercado,
o yendo al trabajo,
el dolor: un huevo.

Voy dejando huevos
ocres o grises en toda la ciudad,
gigantescos objetos venudos,
que por lo demás nadie mira,
y a nadie interesan.

A vos te da asco tocarlos,
lo sé bien, aunque nunca decís nada.





El Cristo

Los clérigos
se dan de bruces
contra algo,
cada vez que intentan explicar el amor.

El amor es
un laberinto,
un considerable cangrejo
incrustado en lo espeso de tu vientre.

Un Cristo frío y ártico nacerá
de todas las combinaciones.




Te siento

Te siento crítica
y bastante acobardada.
Como torpe, sin lo lúdico
de tus manos te siento,
incompleta tu colección
de sonrisas, menos
tomadora de café te siento,
no poética, perdidos
tus archivos de lo libre,
desencuadernada,
sin catedral, sola,
así es como te siento.





Besar calaveras

Yo quien ha besado el sexo resbaloso del César,
hoy solamente deseo no besar.

No besaré el caliente centímetro de acera.

No besaré la lengua lenta de la vaca.

No besaré más esos domingos
que se aprietan con la nada.

Ni los hombres cosidos a los autobuses.

No ese punto tibio,
blanco en el universo.

No besaré mis huesos viejos,
como un milenio.

Ni el espejo mil veces besado,
en donde negociamos por las mañanas nuestro rostro.

Ni el momento en dónde esta víscera
y la tuya resaltan perfectamente unidas,
no sé exactamente cómo.

Prefiero besar calaveras por el resto de mi vida
a besar tus propios labios oscureciéndose.

Que la saliva
de los enfermos nos cubra.




El vampiro

Te doy
sin dar.
Doy mucho
pero apenas.

Doy
fantasmalmente
como dan
los vampiros.

Doy quitando.

Te mueres
cuando de mí recibes.





Tener sed

La sed
sos vos.





La ciudad

Querida:
has endulzado mis días
con innumerables torpezas
que he tenido que guardar
en lo más profundo
de mi ano.

Allí adentro
están todas tus estupideces,
como en una ciudad subdesarrollada,
habitada por peatones, mercaderes,
y ciegos dictadores sin alma.

Una ciudad grande,
creciendo malthusianamente
en mi tracto digestivo,
con barrios y pandilleros
y cementerios sobrepoblados,
y cárceles en crisis.

He defecado durante siglos.
La ciudad sigue allí.





Buenos hombres torcidos

Buenos hombres
torcidos,
buenos
pero torcidos,
viviendo
sin entender
sus miserias
cerebrales.
Buenos,
pero con el puño
atrapado
en la pared
de nervios,
y llorando
un poquito
mientras
maldicen
de rodillas
a Dios
y a su mujer.







Mujeres

Me duelen,
todas me duelen.
Las que no he besado.
Las que no he tocado.
Las que no he lamido.

Tengo la sensación
de que la muerte
es no haberme tomado un café
con todas ellas,
las vivas pero también las muertas.

Las veo en la calle;
las extraño aunque no las conozco.

De mí se ríen, eternamente.

Porque saben que estoy contigo.





Te gusta manchar el corazón

¿Por qué
me estás esquivando,
por qué nos estás esquivando?

¿Por qué correr
hacia la tormenta
en donde te quebrarás
de todos modos?

Te extraño.
El corazón es un vehículo:
resplandece: es tuyo.
Pero te gusta mancharlo.

Cien suicidas.
Cien transiciones como inciensos oscuros.
Cien muñones frustrados.





Puentes colgantes

Por toda la ciudad
hay puentes colgantes,
de un edificio al siguiente.

Con frecuencia las personas me ven
caminar por esos puentes,
cuando te busco en la noche contaminada,
y apenas te encuentro.

No soy el único.

Otros amantes grises buscan
a sus amadas:
desesperados, hipnotizados,
sin pausa o sosiego,
atraviesan los puentes
como almas que han recibido un balazo:
y por eso se arrastran.




Argumentos, teologías, tonos y máscaras

Estuvimos hablando
con mi esposa.

Sobre la mesa
cada cual puso
argumentos, teologías,
tonos y máscaras.

Tales fueron los ingredientes.

Al cabo de una hora
un ser fantástico
y descomunal
agitaba venas
como látigos al aire.

Habíamos creado
un ser aberrante.

El animal crecía
con nuestra discordia.

Nos lanzaba escupitajos.

Nos gritaba cosas.

Pero es verdad que
mi esposa y yo
estábamos muy ocupados:
estábamos peleando.

Terminó aburriéndose.

Discretamente bajó de la mesa,
recogió sus cosas
(argumentos, teologías,
tonos y máscaras),
y salió por la puerta.

Pero ya en la mesa
se formaba una segunda Bestia.





Asesinato

Cuando tiré
del gatillo
pude sentir
una especie
de asentimiento
general del cosmos,
una marejada
de aplausos
provenientes
de todas las
cosas vivas
y muertas.
Mis pulmones
se alimentaron
en ese momento
del oxígeno más puro.
La escopeta
brilló bajo el sol,
intacta.
El rostro de la mujer
estaba completamente
desfigurado
por el ácido ardiente
de la pólvora.
Tras el sonoro disparo,
sólo quedaba
un silencio
integrador y místico.
El desierto,
antes famélico,
mendicante,
ahora rebosaba
de ser,
lleno
de la atmósfera
de este crimen.
Encendí un cigarro.
El humo serpenteó
en el aire, 
y luego se emparentó
con el cielo
perfecto y azul.






Nota roja

Esta crónica
llamada matrimonio,
esta nota roja
con un muerto
en la banqueta.







FERNANDO LÓPEZ GUISADO [10.497]

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Fernando López Guisado 

(Madrid, 1977) ha publicado los siguientes libros: "Aromas de Soledad" (1995), "El Altar de los Siglos" (1998), y "Porque nunca fue suyo" (Alacena Roja, 2011) y "La Letra Perdida", (Editorial Vitruvio, 2012). 

Aparece en la antología "Los jueves poéticos de la Casa del Libro" (2006) y "Memoria y euforia" (2012). Ha colaborado con las revistas Escritores de Rivas, El Sur y su entorno y Factor 5. Además de su labor poética, mantiene la bitácora electrónica.


La letra perdida

Entre los precipicios de la madrugada
hay momentos en que el mundo deja de existir. Todo parece detenerse.
Son recuerdos fugaces de un eco más anciano que el universo.
Sufro la maldición de tomar conciencia en esos instantes.
Me mantengo inmóvil, haciéndome el dormido
para que la oscuridad no me devore.
Finjo que no escucho susurrar a sus sirvientes por el cuarto
bajo los latidos de mi propio corazón. Intento
apaciguar esa campana que galopa acelerando en mi cerebro,
que pide huir,
que pide a gritos huir igual que verdad entre olas.
Pero no hay profundidad donde esconderse de uno mismo.
Acabo devorado
y devorandome como esas pescadillas de ojos lechosos
en su cama de hielo.
Desnudo sobre un mostrador bajo la luz de los fluorescentes:
teatro de ansia y hambre. 
El hedor a muerte se mezcla con el perfume de las compradoras
mientras el crepitar de billetes
baila con el de espinnas bajo el cuchillo.
Risas, bolsas granates de plástico que destiñen y crepitan,
chorrear de fluidos pardos pudriendose entre baldosas
y yo mordiéndome el culo con cara de pez y formanndo un cero de sangre brillante.
Un enorme cero rojo parpadeando
a la izquierda de las siete de la madrugada.
Segundos antes de astillarse el silencio, cuando todo parece detenerse.

"La Letra Perdida", (Vitruvio, 2012)






BAJO LOS TILOS

Bajo los tilos
lo supe.

Aunque sucediera el hielo
y enmudecieran las estaciones.
En esa avenida de mi alma
el cielo siempre será un aplauso de hojas
con nuestras manos juntas, como besándose,
temiendo quizá perder un sueño
si aflojan ese abrazo inadvertido.

Eso es el poema:
preservado momento;
siempre rebrotando
incombustible,
aguardándote.
Reconstruyéndose en cada futuro.
Deconstruyéndose en cada sonido.

Como ambos entonces, en aquel junio
sincero, fresco, paseando en silencio,
cogidos de la mano,
bajo los tilos.

"La letra perdida" (Vitruvio, 2012)  







AÑOS buscan:
finalmente solo hubo entre nosotros fantasías,
ansias de ser y deseos reprimidos.
Desde el balcón, miro el mar,
desde el balcón, siento su voz golpeándome el oído:
enajenado, devorando las piedras una a una,
extendiendo una brisa fría como las manos del cielo.
Recordar, siempre recordar dónde hemos llegado,
lo escaso que cada uno hemos recibido a tan altos intereses,
la mucha indignación pretendida
y el mucho dolor escondido por algunos.
Desde el balcón, miro el mar.
Desde el balcón, recito lentamente.
Desde el balcón, observo el cercano horizonte entre tinieblas.

"La letra perdida" (Vitruvio, 2012)  






PAULA CARMAN [10.498]

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Paula Carman 

Nació en 1967, en Santiago del Estero (Argentina). Se crió en Capital Federal, en la República de Belgrano, donde actualmente vive y trabaja en una ferretería familiar. 

Ha publicado:   Atar es imposible  (lamás Médula, 2011).






"Atar es imposible"   


Perfume de señora ausente

Yo soy su episodio más destacable

De pie
Genéticamente inaccesible
Mi padre
Obtiene la vejez
Según él, un incidente menor



Manchas
Voy a erigirme
Una estatua
Únicamente
Para contradecir aquello
De que sólo los que vencen
Construyen
Monumentos


Duelen las palabras donde digo silencio 
Las horas más lentas eligen la noche 
El deshielo marchita y yo soy su paisaje 
¿Cómo podré defenderme del agua?



Arenaque

Si cuando mi pie tropieza la luz no lo rescata, 
entonces, es como si nunca me hubiese caído.

Pensar en no pensar. Esa es la cuestión.
Los pocos que somos nos vemos los anversos
y aveces ni eso.
Ahí es donde el afecto cuida la simbiosis.
Sin embargo, uno bien puede ser único.
Ser el único y el mejor público de uno mismo.
Sólo hay que saber cuándo dejar de mirar.
Saber ser público púdico.
Respetable púdico.
(las impudicias y el cinismo se presienten
a no ser que uno sea primerizo y está claro
que uno ya no lo es, no a esta altura)

Y así se siente y así se actúa. Sin querellas ni 
Pompeyas virulentas, ni jugos, ni manifestaciones. 
Apenas una declamación leve cuando alguien 
pregunta con insistencia sobre qué fue del paredón.

-¿Y después? 
-Ya nunca.

(-y no, no es desdén) 
(-¿entonces?)

Posiblemente sea imposibilidad de dolor ante la facie. 
(y eso ya es decir demasiado de mi gentileza, 
pues mi cabeza bien podría hacerse a un lado 
de la pregunta como hacen las bocas que no van 
temblando de cariño hacia el famoso robo adolescente 
o hacia alguna bofetada)

-Pero hablemos de vos. Contame cómo es tu realidad. 
-A mí me tocó la de buscar entre un mar de adverbios
cuál trastorna mejor la verba. Por ejemplo: "Yo te
quiero..."
(tanto, lejos, siempre, mucho, bastante, arriba,
también, tarde, algo, casi)

Me gusta la lentitud con la que busco la acepción
correcta de cada palabra antes de hablar
(y a veces, casi, en lugar de hablar)
Es bueno demostrar que no es preciso demostrar
a pesar de que no es el pensamiento quien tiene el
poder, sino la palabra.

(entre pensamiento, palabra y obra, yo elijo 
omisión, porque sé que al final el equilibrio 
siempre se nos quedará en solo uno de los varios 
lados de la balanza)

En este exacto momento es este texto lo único 
que tiene sentido:

"No nos quiebra ni la paradoja monumental 
de haber hecho el amor en camas separadas."

En este exacto momento somos varios anversos
caminando, hablando, mirando, mirándonos.
(y es evidente que yo voy rumbo al octavo casillero)

(¿estúpido o brillante será convertirme de peón en
torre, o en alfil, en lugar de coronarme directamente
reina?)
Pero nobleza obliga:
(siempre necesité de algo como un sometimiento
inexplicable ante el rival)

-Su Majestad, querida, sepa Usted que no voy 
a atacarla en diagonal.

En este exacto momento una voz le pregunta al Usted de mi anverso:

-¿Le queda chico el papel? ¿Le ajusta? ¿Le tira? 
¿O, al revés, lo escaso es Usted? Fíjese que tiene los 
bordes desajustados a la altura de la sien. ¿Quizás 
una pinza, un drapee, una alforza, un dobladillo?

Qué fastidio.

-¿Qué pretende usted de mí?
-Lo que te haga falta, corazón.
-Está todo bien. Perfectamente así como está.

(es que a la herida hay que llevarla con civismo)

Ser reiterativa en la desconfianza parece ser hoy 
mi mayor acto de fe. Quizás lo poco de romanticismo 
que me ha ido quedando.

En este exacto momento mi presencia en este mundo 
es un completo misterio.

Vaya a saber por qué suceden estas cosas. 
Como sea. No es tan terrible. 
Tiene su encanto.

En este exacto momento una voz le pregunta al Usted de mi anverso:
-¿Le queda chico el papel? ¿Le ajusta? ¿Le tira? ¿O, al revés, lo escaso 

es Usted? Fíjese que tiene los bordes desajustados a la altura de la sien. 

¿Quizás una pinza, un drapee, una alforza, un dobladillo?
Qué fastidio.
-¿Qué pretende usted de mí?
-Lo que te haga falta, corazón.
-Está todo bien. Perfectamente así como está.
(es que a la herida hay que llevarla con civismo)
Ser reiterativa en la desconfianza parece ser hoy mi mayor acto de fe. 

Quizás lo poco de romanticismo que me ha ido quedando.
En este exacto momento mi presencia en este mundo es un completo misterio.
Vaya a saber por qué suceden estas cosas. Como sea. No es tan terrible. 

Tiene su encanto.





Perfumadas Criaturas
“Wovon man nicht sprechen kann,
darüber muß man schweigen”
Tengo al universo en la punta de la flecha
Alguien desde el paisaje grita tregua
(yo le oigo flores blancas)
Mis soldados caminan en círculos el patio
Es de día. Todo huele a sombra




Perfumadas Criaturas II
Los sentimientos con los que me visto
No son míos
Se los robo a ese espacio que se crea
Entre los ojos de una madre y los de su hijo
Recién nacido
Alguien llena de sentimientos ese espacio
Para seducir
(o para convencernos de alguna otra cosa)
Veo pájaros atornillarse
A los campos de batalla
Monumentos a lo inmóvil
Torres piedra se deshacen
Obleas, en mi taza de porcelana






(no estoy)
No me esperé nunca una reacción así,
pero una tarde me tomé un avión
y maté a una azafata a golpes.
No podía frenar mi puño.
Desde mi cabeza yo sólo veía mi mano
darle y darle.
Yo simplemente miraba cómo mi mano
iba y venía sin parar.
Después llegaron las pastillas
y la musiquita
y el olor a encierro.
¡Había llegado a la cima revolucionaria!
Voy a matar a mis padres
a cuchillazos
ni bien me dejen salir
del “tranquila, tranquila…”
Y después voy a subir al transporte escolar.
Voy a salir a buscar el sol
con un paraguas
(jazmín negro de la tristeza)
como toda compañía.
Que no tenga que pensar
ni una sola vez
en que el miedo no está hecho
para asesinos como yo.
Yo puedo aplastar autos con mi pulgar
mientras cuento las historias más hermosas.



Alas que estallaron en pájaros
Pájaros que explotan en abejas
Pulso quebrado, madera y aguijón
Hay un viento abandonado que se mueve
Entre dos verbos y una palabra
Que contiene a los silencios
Voces puestas sobre imágenes
Que no saben decirlo



Y siempre hablando solos
Todas las palabras que no queremos escuchar
¿Estará el sentimiento tan alambrado
O será otra pose que busca destinatario?
Tanto sol ingresándole a mis seres imaginarios
Emocionalmente vacíos
Como libros cerrados con perfume a esquizofrenia
Pocos son los huesos que verán el sol
La vida o la tierra, algo siempre los tapa
¿Estarán ellos preparados para verlo?
Engaño al tiempo
Cerrando mis ojos bajo nubes sin memoria
Mi alma, mientras tanto
Se escurre en sueños ajenos
Mi realidad y tu ilusión son casi la misma cosa
Ya no quedan pájaros
Una aparición desacertada, cruel
Como una sola nube blanca
En una tarde de campo
Me lo recuerda
Planeo sobre el río
Voy siguiendo mi reflejo
Esperando ver llegar la madrugada
Que tampoco es nunca la misma
Caigo
Sobre ella y la desarmo
Los peces sabrán que hacer con los pedazos
También se desarman el bosque y las ciudades
Símbolos que escriben en mi nombre
Todo me llama hacia mi cama, que sigue tan vacía
Pero voy a venir y me voy a atrapar
Entre mis cinco dedos como a una mariposa
Y me voy a proteger de las lluvias en mi jaula
¿Quién ganará?
¿Quién dijo que yo soy más hermosa cuando vuelo?
Yo solo quisiera ponerme de pie









PATRICIA COTO [10.499]

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Patricia Coto 

Nació en La Plata, Argentina el 17 de junio de 1954. Es profesora y Licenciada en Letras. Publicó cinco libros de poemas: Libro del vigía (1978), Libro de la memoria (1982), Libro del espejo ardiente (1985), Libro de la frontera (1992) y Libro de navegación (2003). También publicó De narradores populares y cuentos folklóricos argentinos (ensayo sobre narrativa tradicional, 1988) y ¿Qué dicen los migrantes cuando cuentan? (síntesis de la Tesis de Doctorado en Letras sobre narrativas orales de grupos migrantes provincianos, 2013). Recibió distinciones municipales, provinciales y nacionales. Integró los grupos literarios Latencia, Contrastes y Los albañiles, con los que participó en publicaciones colectivas. Actualmente coordina el taller de poesía de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Para Horacio Preler los poemas de Patricia Coto “ponen de relieve una obra en constante desarrollo, que parte de un sentido visceral de la realidad y de su manera de sentir el mundo desde su corazón en soledad. Su lenguaje se ha enriquecido y encuentra una madura solidez en imágenes que se instalan en un profundo contenido donde la expresión va acompañada de una aguda reflexión”. 



Piloto argentino hallado en Malvinas

Lo peor no fue el estallido
ni la pulverización de los huesos.
Lo peor fue ese segundo,
como cuando me caí de la hamaca,
cuando clavé los talones en la piedra
y, luego, el pedregullo me segó las rodillas.
Siempre siento un ardor cuando hay humedad,
como ahora entre la turba.
Lo peor fue tocarse el mentón
y sentirlo dormido,
como ahora que no escucho mi cuerpo.
Lo peor, el altímetro a pico
y ese ruido acompasado de la cadena de la hamaca,
que se mete entre las escotillas,
que es viento, un misil tenaz,
acaso mi pensamiento.

Fuente: Libro de navegación, Axis Mundi, La Plata, 2003.







Empezaba a escribir otra vez
y las vecinas de la esquina se alegraban
como ante un libro de cuentos,
hasta que el poema, erizado de pámpanos,
les quemaba las manos,
las dejaba en la vereda de enfrente,
les clavaba un eclipse en la puerta del domingo.








Cuando se consuma el día
y el sol parece una confesión o una dádiva,
es grato imaginar un cielo tras el cielo,
una luz que no se puede desollar,
una frente que no anochece.
Y entonces debe existir un lenguaje
detrás del lenguaje,
como un cáncer en la espalda,
como el golpeteo de una pala en los talones,
volviendo desde la tierra removida.
Debe haber un lenguaje en carne viva,
que agite las campanas de la lepra
en los flancos del camino.








La mesa del anochecer.
Una a una, las estrellas aparecen
sobre la arquería del fuego.
Ahora, cuando las brasas parecen más despiertas,
toda la carne crepitante,
como un patio de escuela,
un recreo en el convento.
Y envolviéndolo todo, el humo,
humo tan vivo y atento
que amasa cuerpo, alma, memoria.
El humo se esparce y nos seduce
los cabellos, la mirada,
la sombra de las manos.
El humo con su vocación de susurrarnos,
en el más atrás de los oídos,
que algún día una fogata arderá
por nosotros
y seremos cenizas de cenizas,
restos de una fiesta en la noche de la nada.






Cada hombre tiene su olor,
no sólo el que viene del carro poblado de herramientas,
no sólo el del café aguado del amanecer
o el de su saliva amarga
frente al portón del taller.
Cada hombre tiene su olor, no sólo el de la novia emblemática
que lo esperó en los días incompletos,
no sólo el de la esposa
extinguida entre ropas viejas y tacones desmoronados.
Cada hombre tiene su olor, 
aquél que respira el día por venir,
el día no escrito en calendarios,
el día ausente que aguarda
para dar un zarpazo a la esperanza. 

(De Libro de navegación, 2003)







País


Entonces, las figuritas del Billiken.
Belgrano, que no terminaba nunca de morirse,
dando su reloj a su médico de cabecera.
No le quedaba ni el hambre de ese día
y en Buenos Aires, descuartizaban el poder,
como si fuera el último caballo del fin del mundo.
Pienso en voces enmascaradas,
en archivos cuidadosamente guardados,
en gobernantes con maquilladores,
publicistas, asesores de imagen.
Pienso en un país donde los antifaces se desgarran
sobre otros antifaces
y nos da pánico llegar hasta la piel y rasgarla
y abrir los músculos, los cartílagos,
las enramadas de nervios
y encontrar el humo feroz
de los que incendiaron el pasado,
de los que sembraron sal sobre la memoria,
de los otros nuestros
que irguieron un país de vidrio. 


II 

País donde degollaron los por qué.
País donde peinamos el amanecer
para que la realidad se mire en el espejo.
País pasajero, país de la tormenta
y del pan en la ventana.
País como un sorbo de agua
que se escurre entre los sueños. 


III 

Un país. País paisaje. País de otros que
miran desde un avión, desde una 
escalera de cristal.
País de abajo, de las raíces,
de la dormición de las voces.
País de los acordes futuros,
de una gran orquesta que avanza en el desierto,
que enciende una fiesta en la madrugada. 

(De Libro de navegación, 2003)







Silencios


Si yo mirara desde otro corazón
todo sería más fácil; 
pero no tengo más posibilidades
que buscar el sol caído entre
los bordes de un pantano,
buscar la señal detrás de una corteza
que se pudre bajo la lluvia
o en nidos de hormigas obstinadas.
Sólo puedo mirar desde este corazón,
que no se acostumbra a la soledad del pecho. 

(De Libro de navegación, 2003)







Fumata

Los tendones jugosos en la fiesta de la carne,
los que fueron flechas y soles 
donde la tarde corrobora que toda luz es
cáscara.
Entonces
una fumata,
aire gris,
aire como bandera de un cuerpo.
Entonces,
el humo se hunde,
naufraga entre nubes bajas,
se ahoga.
El humo es una voz,
un espejito que cae,
mientras el fragor de la autopista
corta 
el tiempo. 



II 

Esta capilla es muy antigua.
A su sombra, quedaron los ladrillos
de las primeras casas, de las primeras lluvias,
de los primeros vientos como pueblos.
Dentro, apenas un sacerdote,
extraviado en un bosque de soledades,
y libros, muchos libros,
libros donde el tiempo
es un lunes perpetuo. 

Y sobre todo,
–altares, bancos, imágenes dormidas–,
una luz de rodillas,
que nunca duerme. 





MARÍA LAURA DECÉSARE [10.500]

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María Laura Decésare

Escritora argentina (Rufino, Santa Fe, 1969). Estudió ciencias de la comunicación. Actualmente cursa estudios de corrector literario especializado en textos literarios. 

Publicó:

La letra muda (Ediciones del Dock, 2010)
Vida de gatos (Ediciones del Dock, 2012) 








El guardián de bigotes largos

Me despierta
con su pata sobre mi cara
lo miro de reojo sin entender
el coraje en su mirada.
Será que una vez más
me salva de la pesadilla
para aliviar con su ronroneo
el sobresalto anterior.

De: "Vida de gatos", Ediciones del Dock, 2012





Luna triste

La noche no sueña
y es temprano todavía,
un bocinazo a lo lejos
luces fijas en un punto
docenas de párpados abatidos
deambulan
por espacios habituales
y la luz del hospital
nunca se apaga.
Una leve brisa
balancea las maderitas
del balcón de al lado,
interrumpe
por un instante
el llanto de los gatos.

De: "Vida de gatos", Ediciones del Dock, 2012







Insomnio

Dormirse sin sueño
y despertar a medianoche
sintiendo que un rio
nos separa.
En la distancia de nuestros cuerpos
oigo tu respiración 
que lo dice todo 
y no dice nada.
¿Y la magia de dormirnos abrazados?
Ahora, un lienzo de algodón
es lo único que nos une.
Subo a la almohada de los milagros
y caigo en el torrente  
del día a día que decreta 
el final de la jugada.

De: "Vida de gatos", Ediciones del Dock, 2012




Martes 13

El sol se esconde
detrás del espejo
y vuelan por los cielos
maldiciones y quejas.
Ella no dice nada,
deja hablar al poema
para que diga lo que siente.
Sin pudor esa pequeña voz 
salpica de pureza 
mientras tararea un salmo
que pide indulgencia
a los cuatro vientos.

De: "Vida de gatos", Ediciones del Dock, 2012











“Todos, todos duermen. Todos están durmiendo en la colina”.
Edgar Lee Masters

“Cerró los ojos silenciosos
conservó la costumbre de no protestar”.
Juan Gelman


Amanda Gris

En la placa de mi nicho colocaron una foto
con una frase que decía:
“Aquí yace la mujer más deseada”.
Los que me conocieron un poco van a reírse
al leer tal expresión.
En verdad, mi epitafio debió haber dicho:
“Esta mujer vivió más sola que un perro”.
No logré tener por mucho tiempo alguna compañía,
todos huían al conocer mi temperamento
y ahora estoy en este incómodo y pequeño sitio
rodeada de egoístas!

de La Letra muda, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2010





Lucía Vázquez

¿Alguien vio a mi marido traer flores a esta tumba?
Algunos dirán que lo vieron visitar el cementerio,
pero no estuvo aquí, sino frente al sepulcro de Amanda Gris.
En vida, ese hombre egoísta y silencioso
oscureció mis días.
Mi amor no pudo conquistarlo
y ahora, como si hubiera sido poca la tortura,
me humilla con su desfachatez.
Pero aun en este sitio
seré una sombra feroz.

de La Letra muda, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2010 






Marco Rosso

Descanso aquí, cerca del sepulcro de Amanda Gris,
la única mujer que amé.
Nunca me perdonó que me casara
con su vecina Lucía Vázquez.
Largos años padecí viendo desde mi ventana
su bella silueta inspirando miradas de importantes señores.
Hasta el juez Álvarez Arrieta pretendió desposarla,
pero ella conocía bien su fama de déspota.
En el barrio creyeron que tuve un accidente
y no que hundí el cuchillo en mi pecho
porque no soportaba vivir un minuto
más, sin ella.

de La Letra muda, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2010





Plegaria

En la casilla chorrea
como el agua la desesperación.
Suman tres los días de lluvia y frío,
la ropa húmeda se pega en la piel
y los pibes moquean en la tarde gris.
Doña Elsa palidece al enhebrar la aguja
y mira al santo con esperanza
por un poco de luz
para arropar a la cría
y secar la yerba al sol.
Ahora el trueno
espanta al miedo y un rayo
alienta la ilusión.

Los tres juegan bajo el arcoíris,
sin frío ni hambre, como pájaros
en el jardín de las delicias.






Maridaje

Claramente su lenguaje es otro,
las formas son otras.
Ella va al sillón, se recuesta un rato
mientras él se entretiene jugando en la sala.
Todo sucede sin enojos ni reproches.
El macho decide tomar una siesta,
al paso de las horas
su compañera se acerca,
da vueltas a su lado
y corre al cuarto.
De inmediato, él despierta y la sigue
de un tranco a la habitación,
posa su pata en el cuerpo frágil,
lame su cabeza y ella
tímida le devuelve el gesto.
Así de simple
es el mundo felino
donde se respetan los silencios,
los espacios
y el instante para el amor.






Añoranza

Después de un gran dolor
por desamor
y tras varios desengaños
nunca más
se vuelve a llorar
como la primera vez.






El día del adiós

Amaneció nublado como augurando
la tormenta cercana.
Esa mañana gris
ella estaba un poco más frágil
que de costumbre
y él, como presintiendo lo peor,
se recluyó en el cuarto
para mirar desde lejos.
Pedía una explicación que lo consolara
y yo, no se la pude dar.





SANTIAGO ESPINOSA [10.501]

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Santiago Espinosa

Santiago Espinosa 

(Bogotá, Colombia 1985) 
Es el referente de la poesía de su generación.
Es crítico, periodista y profesor de filosofía, egresado en Literatura (2009) y Filosofía (2010) de la Universidad de los Andes. Ha escrito artículos y reseñas para medios como Alforja y La Otra de México, Revista Casa Silva, El Espectador, El Tiempo, Arcadia y La Hoja de Bogotá, periódico del que fue jefe de redacción hasta su desaparición en 2008. Ha trabajado en adaptaciones de teatro para grupos aficionados y fue asistente de dirección en cursos del Teatro Libre de Bogotá. Poemas suyos han aparecido en revistas nacionales e internacionales, y fue incluido en la antología “Nuevos poetas colombianos” (2009), publicada por la revista Posdata de Monterrey, México. En 2010 Taller de Edición publicó “Los ecos”, su primer libro de poemas. Actualmente prepara un libro de ensayos sobre la poesía colombiana del cual se adelantó el volumen Para habitar el silencio en la colección ExLibris (2012) con ensayos sobre Aurelio Arturo y Fernando Charry Lara.







El otro

Pasa un hombre
el niño
que fue
lo mira
con rabia.







A un escultor judío

Para Nicolás Escalante

Centrar la arcilla.
Que el torno libere el grito
las formas azules del pasado
presas en el lodo.
Piensa en su nombre, lo convoca,
y vuelven las yemas a su cuerpo blanco;
su memoria a la memoria.

Giran las espirales
y en ellas vuelve el tren
donde se conocieron los abuelos,
las aguas de un mar muerto
entre los dedos y rocas
el túmulo amargo de la madre.

Tiene el furor del poseído: siente que lo persiguen soledades.
La diáspora de unos huesos todavía húmedos,
y que ahora encuentran su olvidada luz,
emergen de entre sus manos como un árbol nuevo.

Nada crea el escultor, tan sólo escucha lo que dice la roca.
Se levanta temprano,
desayuna, prende otro cigarrillo,
y ofrece los brazos a una antigua ceremonia.

—Quizás lo sagrado era la piedra desnuda
no el templo.
La piedra
tatuada en las agujas de la lluvia,
aceitada en las yemas del verdugo—.








Disparo

O sonará un tiro y él pensará: Me he matado...
O sonará un tiro y él pensará: ¡Soy un asesino!
Vladimir Holan

Verte de lejos.
Con el revés de los ojos.

Reencontrarse en la tierra blanda
y en las voces de la niebla.

Sólo un disparo
que dispersa los pájaros.

Un solo disparo.

Y en los labios toda la sal de los naufragios
que nunca se cumplieron.





Campanas

“As all the Heavens were a Bell”
Emily Dickinson

De lo oscuro suenan campanas.
Y el bar, las casas,
las mesas que esperan,
emprenden su detenido ascenso.
Parte el aviso, los faroles con forma de esfera.
Parte el mendigo, el viejo sonámbulo
de un lado al otro, del cielo al pan
mientras todos parten.
El barrio es el sueño de un barco que rumora
cuando suenan las campanas;
cuando brotan las sucias burbujas en los vasos, las camas,
y una opaca centella emerge impaciente.

Campanas.
El vértigo viaja  en sus ondas de acero,
se doblega y  recomienza







La casa ilusoria

Como un árbol
que se abre camino en la mitad del mar,
la casa, su olvidado lenguaje de peldaños,
de redes y vacíos luminosos,
nació en el sueño del arquitecto.

“Una casa”, se dijo,
“huella de la vida,
que tenga por rostro
la prudencia del anónimo…”
“Que interprete la montaña
sin cortes sin remedos.”
“Pura y aislada como la hoguera.”

Y de la casa surgieron moradores.
Sus altos muros
fueron perdiendo la extrañeza,
cuando por el pasillo circularon las visitas
haciendo de los rincones escondites,
refugios,
donde la hombría pudo llorar las deudas
de rejas para dentro
y habría de llegar el sexo
a la lengua de los niños.

Sonaron los estruendos de cada noticiero.
El abandono
en las caídas del fútbol.
También hubo películas dobladas
que hablaban del África,
de una aridez distinta
a la que comenzó en los muslos
y terminó en el trazo de los rostros.

Fueron muchos los recuerdos
que se robó la mansarda.
La capa adusta del abuelo,
Caracoles de ecos prófugos.
Los niños jugando a la guerra
con sombreros de copa
o emprendiendo la caza del Mohán
en la selva imaginada.
Mientras tanto, en la noche, los otros
oían a su conciencia traquear en la madera,
dando sus primeros pasos.

En medio de los aromas del melón, siempre distintos,
viendo la luz colarse en los vitrales,
por la ventana entró el sonido
de un antiguo clarinete,
poblando la casa de fantasmas
y de barcos que se hunden.

Con el adiós de los nardos, creciendo en la portada,
quizás solo hubo tiempo de mirarse a los ojos
para estrellar las copas de cara a la montaña.
Hubo tiempo de alzarlas
y volver a brindar por los ausentes.

La obra estaba completa.


Para  Guiseppe Volpini.





A un escultor judío

Centrar la arcilla.
Que el torno libere el grito
las formas azules del pasado
presas en el lodo.
Piensa en su nombre, lo convoca,
y vuelven las yemas a su cuerpo blanco;
su memoria a la memoria.

Giran las espirales
y en ellas vuelve el tren
donde se conocieron los abuelos,
las aguas de un mar muerto
entre los dedos y rocas
el túmulo amargo de la madre.

Tiene el furor del poseído: siente que lo persiguen soledades.
La diáspora de unos huesos todavía húmedos,
y que ahora encuentran su olvidada luz,
emergen de entre sus manos como un árbol nuevo.

Nada crea el escultor, tan sólo escucha lo que dice la roca.
Se levanta temprano,
desayuna, prende otro cigarrillo,
y ofrece los brazos a una antigua ceremonia.

-Quizás lo sagrado era la piedra desnuda
no el templo.
La piedra
tatuada en las agujas de la lluvia,
aceitada en las yemas del verdugo.


Para Nicolás Escalante.  






Distante cercanía

Te veo de frente
padre,
sentado en el bar de los sesenta,
y busco tus pasos rectos
en las huellas de la nieve.
Las nuevas de un joven
que hablaba del progreso
-Whisky, algo de soda-,
y leía las revistas de vanguardia.
Era tu nariz el trazo de la mía:
no había porque temerle a la sangre
cuando la sangre corre.

Entrabas a la casa, lejano.
Hacías sonar las puertas con tu andar tortuoso.
Sabíamos, padre, que algo tenías de perseguido
que a tu espalda la curvaban
los múltiples adioses.
Entrabas, con tu bastón de roble,
y en los pasillos
por el biombo chinesco
un suave olor de eucalipto impregnaba la casa.
Allí aprendimos que hay parte de daño,
parte de asceta
tras el digno silencio de los árboles.

Acreedores. Bancos. Tipos de sombra adusta.
Pero siempre hubo tiempo para entrar al cuarto,
a oscuras,
y dejar un billete doloroso
en la mesa de noche.
Hubo para comprar los discos
-un rincón para no huir más-
lejos del ruido y los escombros.

Y así, mirándote sin verte.
Sabiendo de ti por la música
que lenta
llegaba del estudio, respirándote,
nos enteramos de un mundo
que era menos cansado.
Pues era la historia un hacer fila, ¿recuerdas?
y no este fatigar entre difuntos.

Ahora, a la distancia, hojeo los libros
de segunda mano. Durrell, Stendahl,
y tus subrayados a tres tintas.
Así supe de tu amor por el paisaje,
que te gustaba el erotismo
sin ninguna culpa. Que aquello que te rondaba
era también un cuerpo.

Y el libro abierto, rumoreando a solas.
Cruzan tus sueños a caballo
dejando en los rincones de la casa
algo de niebla,
algo de los aplausos que ellos, tus amigos,
te supieron aplazar.
Padre, no era esta tierra de cálculo
un lugar para ti, y quizás no era para nadie.
Mas nunca olvidaste al niño de los campos,
eras uno con la noche
cabalgando en Santander.
Te negaste a desmontar las bestias
cuando tus piernas lo quisieron.

No hubo muchos abrazos. Sólo una distante cercanía.
Pero decirte que el café sigue humeante en la cocina,
como la hoguera que un ángel prolonga
y las vidas alimentan.
Que tus nudillos rotundos
siguen golpeando a mi puerta,
con un pocillo, la sonrisa de siempre,
y apagas cada una de las luces.
Tu, padre, y el verde olor del accidente,
sus calmantes de eucalipto.

Decirte que era duro.
Que tus caídas nos dolían hasta los huesos
pero había que mantener la dureza.
Envidio tus ejemplos de silencio.
La odiosa calma que no heredé.

No hubo muchos abrazos. Tampoco tragos compartidos.
Y sin embargo, lo se,
habremos de asomarnos a la misma música
mientras se hilvana la vida en paralelo.
¿No oyes los barcos, su aviso en los parlantes?
¿El amplio mar y los pájaros que vuelan al reencuentro?
Tu con tus planos, la placas tectónicas. Yo y mis cuadernos,
pero oigámosla, padre, una vez más,
antes de que una tierra sin palabras, menos geológica,
blandamente nos reúna.







La casa encantada

Por la mañana tumbaron la casa de la esquina.
Las palas del buldózer araron los cimientos
y el sol de las doce
cayó sobre las piedras solas, sin sombra,
donde antes se sentaban los armarios
y la mesa del café.

Luego llegaron los ingenieros,
traían la sombra a sus párpados
en un gesto militar,
cuando de las montañas azules, pétreas,
manaba un humo blanco y taciturno.
Alguien dijo: “son tiempos de incendio”.

El aire estaba sepultado por el calor.
Entre las ruinas traqueaba la madera,
cediendo, haciéndose polvo en sus termitas.

Nadie lo había notado
pero el buitrón nos tapaba un edificio
y donde antes estaba el techo se escondía todo un barrio:
centros comerciales, esquinas de marihuanos.
La vista de la ciudad –que tantas veces contemplamos-
tenía un brillo desconocido.
Ya no estaba la casa que censuraba nuestros ojos.

Los ingenieros alzaban la cabeza
y proyectaban la mirada hacia el cielo
imaginando edificios babilónicos.
Uno contaba pisos invisibles,
otro miraba el incendio
como un presagio, como una seña
que nunca se cumplió.

Ninguno de nosotros buscó tesoros en las piedras.
Ninguno se tomó la molestia de preguntar
por el armario, las luces sin sombra,
los ruidos estáticos donde no había cuerpos.
Nadie lo pensó porque teníamos que buscar otro escondite,
otro refugio, y otra vista,
para poder matar el tiempo
frente al tímido espectro del incendio.





La casa

Todavía recuerdo la casa. La convoco.
Mi madre le imaginaba sitios a las plantas
y mi padre, desde umbral, veía que esos espacios ajenos
despoblados,
se iban llenando de Mahler y de Mozart.
Los olores eran de cañerías.
De una humedad que no era nuestra.
Sólo saldremos de aquí con los pies para adelante,
juró Papá,
mientras en el teléfono hablaban intrusos,
de nombres que no conocíamos,
y mis hermanas, en silencio, ya sospechaban refugios
para el amor.
Sin cuadros, sin libros en el anaquel,
la cama principal estaba estática,
como sin tiempo.

Vimos cómo salían los pretendientes,
arrojaban la puerta y no volvían nunca.
Los vidrios se acostumbraron
a nuestras sombras, los vecinos
a la música extranjera.
La casa terminó por impregnarse de café,
carne digerida; copos de piel
que enmohecían las paredes.

Cuántas veces memorizamos la vista.
Cada calle,
cada ángulo que las rodillas
-en su afán de cielo-
cambiaban para siempre.
Allí quedó el pelo maldito
del cáncer de mi hermana.
Las cenizas del cigarrillo,
las hojas de los primeros poemas.

Las monedas se empobrecieron
en los bolsillos,
y la sonrisa de papá pasó por los guiños
hasta llegar al silencio.
Mamá maldecía,
como si la diferencia  en los pómulos
fuera culpa del espejo.
Y mis hermanas, en la cama,
dejaban el lado izquierdo para otro.

Todavía la recuerdo.
Pero hoy la imagino
con los ceniceros limpios
y las luces apagadas.
Suena la música de Mahler, de Mozart;
pero nadie silba después de la pausa.
Quizás miran la vista
poniéndole zapatos a las huellas.
Quizá ahora se acuesten pensando en otros
y tengan pesadillas con los mismos fantasmas.
Pero abrirán la puerta,
y dejaran la casa
en los rincones de otra memoria.
Porque pasa,
y más rápido que las casas
se envejecen las familias.




CHEIK ALIOU NDAO [10.502]

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Cheik Aliou Ndao

Cheik Aliou Ndao. Nacido en 1933 en Senegal, poeta y dramaturgo senegalés, que escribe en francés y en woloff

Cheikh Aliou Ndao,(pseud. of Sidi Ahmet Alioune Ndao) (b. 1933). Senegalese novelist and dramatist. Having attended primary school in Senegal, he completed his secondary and university education in France. He has worked as an English teacher in France and Senegal and has held important posts in the Senegalese Ministry of Culture and at the Presidency. He has experimented in poetry, theatre, and the novel. Two collection of his poems have been published, Kairée (1964) and Mogariennes (1970), but it was his play, L'Exil d'Alboury (1967), prizewinner at the Pan-African Festival in Algiers (1969) which first attracted public attention. Other plays have followed: La Décision (1969), Le Fils de l'Almamy and La Case de l'homme (1973), L'Île de Bahia (1975), and Du sang pour un trône (1983). His novels, no less important than his plays, include Burr Tilleen (1972), Excellence, vos épouses (1983), and Un bouquet d'épines pour elle (1988). He has also written a collection of short stories, Le Marabout de la sécheresse (1979). Ndao's output has been continuous, and his creative inspiration is rich and varied, his relationship with traditional African culture always playing a major role. He has refused to choose between genres, wishing to be an all-round writer in the footsteps of other African writers whom he admires. He also writes original works in Woloff.  [Mohamadou Kane]







POEMAS EN WOLOFF

Los poemas en woloff son del famoso autor senegalés CHEIK ALIOU NDAO (mi querido papá).
Están extraídos de su libro:

LOLLI (WOY).
TAATAAN (WOY).

El woloff es el idioma nacional de Senegal, ya que el francés es el idioma oficial. Pero el woloff, cada vez más se estudia en la escuela. También, el alfabeto woloff y la escritura en woloff se enseña a las futuras generaciones. Por lo cual, el woloff y el catalán tienen mucho parecido, porque en el tiempo del dictador Franco, no se podía estudiar el catalán ni escribir en la escuela. Obviamente, en tiempos de los colonizadores franceses, el woloff estaba totalmente prohibido en las escuelas en Senegal. Ni siquiera se podía hablar. 

Sin embargo, hoy día, el catalán está cada vez más utilizado por los medios de comunicación. En Cataluña, se emiten programas de televisión en catalán, periódicos...Y la gente que lo desea lo puede estudiar en alguna escuela de idiomas, centro cultural, o a través de ayuntamientos...
En Senegal, es lo mismo, ahora el woloff se enseña en las escuelas y también se emiten cada vez más diferentes programas de televisión en wolof...

Sin embargo, el autor senegalés CHEIK ALIOU NDAO es uno de los escritores senegaleses y de todo el Africa del Oeste, que escribe cada vez más en woloff, para enseñar a las futuras generaciones senegalesas a valorar su idioma nacional. El autor CHEIK ALIOU NDAO ha estudiado en Francia, en la ciudad de Grenoble, y también ha vivido y trabajado como profesor de Inglés muchos años en Boston, Estados Unidos...

Ha vivido y visitado diferentes países del mundo, como Rwanda, Algeria (donde obtuvo el premio de Oro del Festival Panafricano de Alger, por su libro EL EXILIO DE ALBOURI).

Pero, ha escogido volver a vivir en Senegal, porque como dicen, uno tiene que saber de donde viene para saber a dónde va. Y nunca debemos renunciar a las raíces.

[Binta Ndao, Dakar. Soy una joven escritora senegalesa quién está enamorada de la Literatura y escribo desde mucho tiempo tal vez desde siempre. 
Pero, también, soy la hija del escritor senegalés CHEIK ALIOU NDAO quién ganó:
El Premio de Oro con su libro EL EXILIO DE ALBOURI, en 1969 en Alger, en Algería durante el Festival Panafricano.
También ganó el Premio de Las Letras, el Premio de La Nación, el 31 de Enero de 2012, remitido por el ex Presidente de Senegal, (en este momento era todavía el Presidente), señor Abdoulaye Wade. Y yo, como dicen los periodistas senegaleses, sigo sus pasos]




Nada será como antes


Si tú te vas,
Mi alma se irá
Contigo.

Si tú te vas,
Y me abandonas,
Llévate también
Mi corazón
Contigo.

Si tú te vas,
Nada será como antes.

Si tú te vas,
Mi vida
Ya no tendrá
Sentido sin ti.

Pero te digo
Al oído,
Si ya no me quieres,

Vete, porque
Yo te quiero demasiado
Para compartirte….

Dakar,
20 de Noviembre de 2003.





MIENTEME
DIE LUGE

Lüge mich an
und sag’ mir, wie sehr du mich liebst,
auch wenn es nicht wahr ist.
Lüg’ mich an und küss mich auf den Mund,
auch wenn du nichts dabei empfindest.

Küss mich auf den Mund, 
auch wenn es dich nicht erregt.
Belüge mich immer wieder,
aber belüg’ mich nicht zu sehr.

Mein Herz ist völlig dein
doch wenn es die Lüge entdeckt,
vielleicht kann es sie nicht ertragen.

Meine Hände verlangen nach dir,
auch wenn dein Körper etwas anderes vortäuscht,
sie werden es nicht wahrnehmen.

Lüge mich an,
weil ein Leben ohne Lüge
so trostlos und eintönig wäre.

Januar 2002
Übersetzung
Udo Baumann





Res no serà com abans

Si te’n vas,
La meva ànima se’n anirà
Amb tu.

Si te’n vas,
I m’ abandones,
Emporta’t també
El meu cor,
Amb tu.

Si te’n vas,
Res no serà com abans.

Si tu te’n vas,
La meva vida,
Ja no tindrà 
Sentit sense tu.

Però et dic
A cau d’orella
Si ja no m’estimes
Ves-te`n.

Perquè jo
T’estimo massa
Per a compartir-te….

Dakar,
2o de Noviembre de 2003.






NDAKAARU

Ndakaaru
Takkusaan nga may neex
Ba ma taxaw fale ca Sikaab
Xetu Mbeex bawoo Wakaam
Di ñoromtaan sama bakkan
Taax yee ne soleet
Ni cakkaaba yuy joqarbi asamaan
Seen jañ yaa ngi jaayu di jayaxu
Niy baay-faal besub maggal
Ma ne jakk jaww Ji
Mu nel ni potitu baxa
Mu ñu serati guro
Ndakaaru
Balaa nga maa nexx takkusaan.

Ndakaaru 1960






À l’Afrique

de : 
Cheik Aliou Ndao


Flèche figée en ma mémoire
Afrique
Mon cœur saigne
Sous tes serres depuis l’extrême sud
De mon âme

Reçois
Mes pas sur tes pagnes
Moi l’Héritier des Ancêtres
D’Hier

Afrique
Les toits de tes cases
Griffent le ciel sourd
À l’anxiété de leur misère
Ma prière du matin du soir

Ah puiser à pleines mains
L’odeur des manguiers
Dans la tiédeur de juin
Sentir le baiser des épis
Sur les sentiers d’octobre
Rouler dans l’eau claire
Rien dans le regard
De Kaïrée
Ô mère des Initiés

[ce poème a paru en 1962]






ACHILLE CHAVEÉ [10.503]

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Achille Chavée

Nacido en Charleroi (Bélgica) el 06 de junio 1906 y murió en LaHestre el 04 de diciembre 1969, fue un poeta belga de lengua francesa. 
Fue una figura destacada del surrealismo.

OBRA:

POESÍA

1935 : Pour cause déterminée , Bruxelles, René Henriquez.
1936 : Le Cendrier de chair , La Louvière, Cahiers de Rupture.
1938 : Une fois pour toutes , La Louvière, Cahiers de Rupture.
1940 : La Question de confiance , Mons, Groupe surréaliste en Hainaut.
1946 : D'ombre et de sang , La Louvière, Éditions du Boomerang, avec un dessin de Pol Bury .
1948 : Écorces du temps , Mons, Haute Nuit.
1948 : De neige rouge , Mons, Haute Nuit.
1948 : Écrit sur un drapeau qui brûle , Mons, Haute Nuit.
1949 : Au jour la vie , Mons, Haute Nuit.
1950 : Blason d'amour , Mons, Haute Nuit.
1951 : Éphémérides , Mons, Haute Nuit.
1952 : À pierre fendre , Mons, Haute Nuit.
1954 : Cristal de vivre , Mons, Haute Nuit.
1956 : Entre puce et tigre , La Louvière, Éditions de Montbliart.
1956 : Catalogue du seul , La Louvière, Éditions de Montbliart.
1957 : Les Traces de l'intelligible , La Louvière, Éditions de Montbliart.
1958 : Quatrains pour Hélène , Mons, Haute Nuit, 1958, avec un portrait de l'auteur par Freddy Plongin .
1958 : L'Enseignement libre , poème, notes, moralités, aphorismes. Mons, Haute Nuit, avec un portrait de l'auteur par lui-même.
1959 : Lætare 59 , aphorismes, La Louvière, Daily-Bul .
1960 : Le Prix de l'évidence , Paris-Bruxelles, Bibliothèques Phantomas.
1961 : L'Éléphant blanc , 1961, La Louvière, Daily-Bul.
1962 : Poèmes choisis , Bruxelles-Paris, Anthologie de l'Audiothèque.
1963 : Tendances nouvelles de la littérature et de l'art dans la région du Centre , dans la revue "Rencontre", La Louvière, Cahiers de l'IPEL, n o 1-2, janvier-juin 1963.
1963 : Le Sablier d'absence , Bruxelles, Éditions Edda sd
1964 : Décoctions , La Louvière, Daily-Bul.
1965 : De vie et de mort naturelles , La Louvière, Éditions de Montbliart.
1966 : Adjugé , La Louvière, Daily-Bul, collection "Les Poquettes volantes".
1967 : L'Agenda d'émeraude , La Louvière, Éditions de Montbliart, avec quatre dessins d' Urbain Herregodts .
1969 : Ego-Textes d'Achille Chavée , précédés d'un Mélangeur de Pol Bury , poèmes et aphorismes (choisis par André Balthazar ), La Louvière, Daily-Bul.
1969 : Le Grand cardiaque , 1969, La Louvière, Daily-Bul.
1969 : Au demeurant , 1969, aphorismes, La Louvière, Daily-Bul.

PUBLICACIONES PÓSTUMAS

1974 : Décoctions II - Aphorismes , La Louvière, Daily-Bul, pour Les amis d'Achille Chavée.
1975 : 7 poèmes de haute négligence , La Louvière, Les amis d'Achille Chavée 1975, illustrations d'Armand Simon.
1979 : Petit traité d'agnosticisme - Aphorismes , La Louvière, Daily-Bul.



Ahora soy un gran animal herido
en la jungla del tiempo
y camino como un tigre hacia Dios
negando su existencia

(Historia Única)






Una calle que recorría solo
en nuestra amada ciudad
una calle que se imponía a mi vista
como calle y más que calle
una calle extravagante y pura
porque era la noche misma
una calle que me devoraba sin ruido
en la ciudad de mi destino
No era una mujer marchita
no era una virgen de dieciséis años
era mi calle
asombrosamente desnuda
la que yo recorría
como alguien que se encamina hacia la muerte






SER BUENO

Un elefante paseaba por mi cocina
le dije muy cortésmente
no estás aqui en casa de un comerciante
de porcelana
estás en casa del poeta
aprende a conducirte
y desapareció con prudente delicadeza

Un elefante blanco esta vez
cosa rara
pasea por el corredor
y yo le digo
no estás en casa de un energúmeno
y he aquí que me contesta
perdón señor poeta perdón

Creyendo
que había terminado con los elefantes
voy a mi dormitorio
Por principio
mira debajo de la cama
usted tambien sabe qué valor tienen las palabras
un vez más encuentro allí un elefante

No me enojé
tampoco creí en una broma
le dije
ven a mi cama viejito
ven a dormir conmigo
cada día trae sus problemas
te reconozco los beneficios del derecho de asilo
y entonces me dormí
tranquilamente






Elegancia

Desde el fondo de la fuente de ojos vengadores
donde vela el del 
Caín fraternal
miro el cielo ciego
con el monóculo de desprecio de cristal
al viejo cordón umbilical
de humor incorregible y neutro
que me vuelve a atar sin piedad
a la muy vieja gleba de hombres oscuros
de raíz pura




Elegance

Du fond de la fontaine d'yeux vengeurs
où veille celui du
Caïn fraternel
je regarde le ciel aveugle
dans un monocle de mépris de cristal
au vieux cordon ombilical
d'humour incorrigible et neutre
qui me rattache sans merci
à la très vieille glèbe des hommes obscurs
de source pure





Eva

Femme ténébreuse
errante de la mauvaise vertu
errante du bien pour le mal
adroite et décidément maladroite
parmi les rideaux de rêve et de soie
parmi les pains de chaleur de chair et de sang
parmi l'homme dépaysé d'être lui-même
femme dangereuse
légèrement inclinée
dans le vent des miracles
légèrement vêtue dans le vent du péché
légèrement perdue dans l'ouragan de vie
femme qui joues
femme qui ris
femme qui pleures
femme qui veux gagner toujours
une chance en plus que le cœur trouvé
dressée à nous ravir
à joindre notre défaillance
à ne jamais nous oublier
à ne jamais nous délivrer
à nous aimer l'éternité de ses mensonges
femme dressée à se livrer
dans l'ombre d'une science exacte
dans la nuit de notre souffrance
dans l'oubli de notre mission
femme impardonnable et pardonnée
voilà que c'est moi le maudit
qui se prend à te reconnaître
à défendre tes cris de malheur
à redramatiser l'aube de ta passion
à pardonner le sang que tu révèles
à s'attendrir sur ton ventre de vie
à t'aimer plus qu'un désert de diamant
ô femme qui jamais ne me pardonnera

(in D'ombre et de sang)






La brigade internationale

à Jean Bastien.


Mon cœur
veine ou déveine
aura des ailes
dans les montagnes et dans la plaine
des hommes meurent pour la liberté

L'oiseau parle une langue inconnue
il n'a jamais pensé à la chance
mais la chance est pour lui
dans les chansons mêmes de la peur
la vie n'est qu'un signe
pour ceux qui meurent dans la nuit
trahis par la clarté lunaire
par les regards obstinés du soleil

Il y parfois un homme qui vient d'Albanie
il parle de la liberté comme d'un sein de marbre
il y a des hommes qui viennent des villages perdus
ils parlent de la liberté comme d'une source pure
il y a d'autres hommes qui viennent des montagnes
ils en parlent par signes et par silences durs
il y a des hommes aussi qui viennent de n'importe où
aux comparaisons obscures et justes
il y a les hommes simples les hommes qui boivent
et les hommes qui ne boivent jamais
qui confondent la liberté la mort l'amour le souvenir de leur maman
l'histoire de leur vie de leur patrie
de leurs amours
en mots très simples et en gestes de neige

(in Une foi pour toutes)








C'est ainsi


à Jean Bastien

Il est certain que quelque chose existe
est
tendant à nous nier
nous dépassant
et qui en nous se réalise
et qui se justifie
dans la naissance d'un poète
et dans sa mort
dans un petit village
au fond de la brousse spirituelle
Il est certain que je vous aime
comme un enfant
ayant perdu sa mère à l'âge du secret
que vous auriez recueilli
après une tornade
dans un îlot de la dévastation
que vous auriez recueilli
ainsi qu'une émeraude
tombée du diadème de l'absolu

(in De vie et mort naturelles)







Du temps que j'étais milliardaire


Du temps que j'étais milliardaire
un éléphant vêtu de noir
près de moi vint s'asseoir
en me disant pardon confrère

Du temps que j'étais souris blanche
je suis sorti de souricière
au jour perdu de ma naissance
mais je n'ai pas gagné au change

Du temps que j'étais hanneton
je fus aussi dans la prison
de l'allumette
et dans celle des horizons

Du temps trouvé pour être un homme
et pour penser à moi aussi
je n'ai cueilli sur l'arbre que la pomme
pleine des vers de mon souci

(in Cristal de vivre)






Verdict


à Pierre Bourgeois

On est comptable et de tout et de rien
on est comptable irréversiblement
irrévocablement
de tous les mouvements divers de sa conscience

Tout nous assaille
tout nous meurtrit
nous circonscrit
tout nous concerne
nous cerne
nous emprisonne
nous désavoue
nous loue enfin pour mieux nous accuser
nous particularise
tout se nourrit de notre défaillance

En apparence à notre insu
un oiseau médite sur son aile brisée
et sur sa toile une araignée est triste
et sur le banc des accusés
un innocent s'efforce en vain de réfuter
l'interminable acte d'accusation

Demain tantôt qu'allons-nous faire
de cet instant précis qui déjà nous observe ?

(in Le grand cardiaque)






ANA RISTOVIĆ [10.504]

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Ana Ristović 

Nació en 1972 en Belgrado (Serbia), donde estudió Literatura y estudios literarios comparativos. Ha publicado poesía desde que tenía 18 años. Ha participado en numerosos concursos de escritura y ganó varios premios, entre ellos el Branko-Radičević-Premio a la mejor poesía serbia debut »Snovidna voda" (1994). Esto fue seguido por otras cinco colecciones: »Uze od peska« (1997), »Zabava za dokone kćeri« (1999), »Život na razglednici« (2003), »Oko nula" (2006) y »PS" (una selección de su poesía, 2009). Ana Ristović ganó el Hubert Burda--Premio de poesía joven de Europa del Este en 2005. En el mismo año se le concedió una beca de residencia en el Coloquio Literario de Berlín.

Sus poemas han sido traducidos a numerosos idiomas. Después de haber pasado seis años en Ljubljana, Ana Ristović regresó a Belgrado en 2004, donde actualmente vive y trabaja.

POESÍA:

Snovidna voda (Književna omladina Srbije, Pegaz, Beograd, 1994)
Uže od peska (Gradac, Čačak, 1997)
Zabava za dokone kćeri (Rad, Beograd, 1999)
Život na razglednici (Plato, Beograd, 2003)
Oko nule (Narodna biblioteka Stefan Prvovenčani, Kraljevo, 2006)
P. S. (izabrane pesme) (Narodna biblioteka Stefan Prvovenčani, Kraljevo, 2009)

TRADUCCIÓN:

So dunkel, so hell (by Fabjan Hafner, Jung und Jung, Salcburg, Austrija, 2007)
Življenje na razglednici (by Jana Putrle & Urban Vovk, LUD Šerpa, Ljubljana, Slovenija, 2005)
Pred tridsiatkou (by Karol Chmel, Drewo a srd, Banska Bystrica, Slovačka, 2001)







MIRA ADENTRO

Todo el mundo se puede reducir
al contenido de un bolso femenino:

algo de maquillaje
algo de cambio
para el trayecto entre dos lejanías
un dólar, plegado
junto al DNI,
y un par de pañuelos
para los mocos ocasionales
los carnets y las llaves
para las cerraduras cambiadas
y para las que lo serán
las listas de lo comprado
y las listas de lo no encontrado,
y las tarjetas de un restaurante caro
como prueba de que estamos satisfechos,
pastillas tranquilizantes,
curitas para las heridas leves,
un depósito de entradas
de las películas vistas un año atrás,

y unas fotos para asegurarse
de que esas personas de verdad existen,
y un espejito para asegurarse
de que el otro tiene los días contados.

 traducida al castellano
por Midica Milovanovic





NEUPOTREBLJIVI DAROVI

U vreme najave rata doputova
belgijski prijatelj:
njegov brod, danima oklevajući
slani dlanovi propuštahu kao popino prase.

Sa njim stigoše i neupotrebljivi darovi:
baštovanske makaze za nepostojeći vrt,
skijaško odelo za nepostojećeg skijaša,
planinarski ranac za nepostojeća putovanja,
mapa flandrijskog grada,
kao paučina pod staklom
za prazan zid koga nema.

I tanke, turske muštikle od ružinog drveta
koje sâm izdelja, tako dugačke
da su se pušači u maloj sobi sudarali
ukrštajući ih kao zapaljena koplja.

„Predviđene su za veća rastojanja –
dobra bi bila prostrana terasa, salon
ili piknik u polju.
I dim treba ispuštati polako, jer ovo je drvo
koje ga upija: gajeći sićušne larve
što dimom se hrane.“

Reče
dok mu je velika muštikla štrčala
kroz pustinjačku bradu i kosu
kao kljun pupavca koji pretražuje
nepostojeće gnezdo u vazduhu.

U vreme najava, i njegovi darovi
najavljivači drugačijih upotreba:

Nužnih rastojanja, jer sve manje beše
onih između kojih bi se moglo provući;

Zapaljenih stabala, prezasićenih dimom
što rastu na nepostojećoj zemlji;

Odsutnih primalaca.






USELESS GIFTS

On the eve of the outbreak of war
a Belgian friend arrived:
for days, hesitant salty palms
rubbed his ship like herd’s grass.

Together with him useless gifts arrived:
gardening scissors for a non-existent garden,
a ski-suit for a non-existent skier,
a mountaineering rucksack for non-existent journeys,
a map of a Flemish town, like cobwebs under glass
for an empty wall that does not exist.

And long thin Turkish cigarette holders made of rosewood
whittled by himself, so long
that the smokers in the tiny room collided
crossing them like burning spears.

“They were made for greater distances –
a large terrace would do, a drawing room
or a picnic in the field.
Also, the smoke should be exhaled slowly, for this wood
absorbs it: tiny maggots drown in it
feeding on the smoke.”

Thus spake he
while the cigarette holder stuck out
of his hermit-like beard and hair
like the beak of a hoopoe searching through
a non-existent nest in the air.

In a time of portents his gifts
portended different uses:

Necessary distances, as there are fewer and fewer
things that can be drawn in-between:

Burning trees, saturated with smoke,
growing on non-existent soil;

Absent recipients.

Translated by Novica Petrović






O KORISNOSTI MUZIKE

Tek što poče prevratničko doba
kad upravnik opere odabra ironiju
zatvorivši se u koncertni klavir
na kojem „beretom“ izbuši za vazduh četiri rupe.

Tih godina samo zidovi prazne hale
ponavljahu njegov solilokvij
kroz muzičko bure propušten u etar –

O korisnosti muzike u prevratničko doba –

Oboriti gong u polje umesto kazana,
spustiti zvona na vreće sa brašnom i solju,
zlatnike i dugmad u zevove truba
a tegle s pekmezom i mašću u klavire
postrojene u predvorjima
kao crne kornjače ukočene
pri uvlačenju glave pod oklop;

Tajne cedulje nanizati na violinske žice
smotane u klupko, ćušnute
u pribor za pecanje;

Dete što nema krevetac moglo bi
u preuređeni kontrabas

I vojska će srećnija biti ako joj se sledovanje
deli otvorenim tamburicama
umesto malom kutlačom

Bubnjarske palice ponuditi lokalnoj policiji
jer uvek postoji koža zategnutija od kože

Radi kontrole melodije
praporce sa sanki preseliti na kape
uostalom, i muzika evoluira seobom
iz donjeg u gornje

Što više tišine, to više i zvučnika
magnetofona da zabeleže nepriznat titraj

Rasturiti tržište prigušivača
O gudala okačiti zastavice

A povlašćen prostor prenosnika zvuka
umnožitelja već iščezlog tona
ostaviti samo ćutljivim stenama:
između njihovih amnezija
dovoljna rastojanja nikada narušena neće biti

Muzika lako odustaje od instrumenata
u prevratničko doba, njen celi je svet
zaboravi li na oruđa –

Tako je kloparao, suva semenka u klaviru:
upravnik opustele bine i zavesa
zauvek podignutih kao smotana jedra ...

Tek što odabra ironiju, kad spustiše ga u podrum
ložačka leđa, domarske ruke
jer polirano drvo dobro je za potpalu
kad halu treba zagrejati
za dolazak hora

A dirke – do domine – strpati u vreću:
uz njih neko već smisliće
pravila nove društvene igre.






ON THE USEFULNESS OF MUSIC

No sooner had a time of upheaval started
than the director of the opera opted for irony
by closing himself inside a concert piano,
having shot four air-holes in it with a Beretta

For a while the walls of the empty hall
echoed his soliloquy
sent into the air through the music barrel –

On the usefulness of music, in a time of upheaval –

The gong is to be placed in the field in place of a cauldron,
the bells are to be lowered onto the sacks of flour and salt,
the gold coin and buttons into the yawning openings of trumpets,
while the jars of jam and lard are to be placed into the pianos
lined up in well-lit entrance halls
like black turtles frozen
in the act of pulling their heads into their shells;

Notes containing secret messages are to be strung
along violin strings piled up and tossed
among the fishing rods;

A child without a cot might be placed
inside a modified double bass;

The Army, too, would be much happier if rations
were handed out using tambouritzas*
instead of small ladles;

Drumsticks are to be offered to the local police force
for there is always skin stretched tighter than drums;

For better control of the melody
jingle bells are to be moved from sleighs onto caps,
even music evolves when moved from lower to upper regions;

The greater the silence the more loudspeakers there are,
tape-recorders to record the unrecognized vibration;

The silencer market is to be busted,
flags are to be hung on bows;

And the privileged domain of sound carriers,
multipliers of the already-vanished tone,
is to be left to the silent rocks alone:
the distance separating their states of amnesia
will never be violated;

Music gives instruments up easily
in a time of upheaval, the whole world belongs to it
should it forget its tools –

Thus rattled he, a dry seed inside the piano:
the director of the empty stage and curtains
forever raised like folded-up sails …

No sooner had he opted for irony than he was lowered into the cellar
on the backs and by the hands of stokers and porters,
for polished wood is good for kindling
when the hall needs to be warmed up
for the coming of the choir

And the piano keys – like dominoes – are to be stuffed into a sack,
someone is bound to come up with
rules for a new game.


Translated by Novica Petrović






SNEG U CIPELAMA

Ne gradi se kuća na zbirkama escajga
mada koja kašika više
ponekad dobro dođe.

Ne gradi se kuća na novim zavesama
mada drugačije poglede
s vremena na vreme
treba zakloniti novim platnom.

Da bi dom bio dom, između ostalog
treba ti i mnogo toga
čega bi se unapred
odrekao, vrlo rado.

Slušaj šta kažu Eskimi:
da bi se sagradio dobar iglo
godinama moraš da nosiš
sneg u cipelama.

I špenadlu, zaboravljenu
u okovratniku kaputa,
blizu žile kucavice.





SNOW IN YOUR SHOES

One does not build a house collecting cutlery
even though a few extra spoons
come in handy sometimes.

One does not build a house from new curtains 
even though different views
from time to time
should be shielded by new cloth.

For a home to be a home, among other things
you need a lot of things
you would gladly renounce
in advance.

Listen to what Eskimos say:
to build a good igloo,
for years you have to carry
snow in your shoes.

And a safety pin, forgotten
in your coat collar,
near the jugular.

Translated by: Novica Petrović






LEPA MRTVA MORA

Iz dana u dan dajem ti samo isparljive stvari:
maglu nad asfaltom, maglu u džepovima
i polja koja su pojele strvine od reči.
Umesto karte za put u dvoje
nudim ti prolaze kroz iglene uši.
Iz dana u dan, prosipam pred noge
lepa mrtva mora.

Živimo od krivotvorenja
hronične slobode: adresa je znana.
Između glavnog zatvora i stare šećerane
gde nekad završavahu pesnici, a sad
drugi klošari skupljaju iščezlu slast.

A mislim, dovoljan mi je samo jedan grad:
splet ulica koji čine tvoje vene.
Šator i sklonište stvoreni od tvoje kože.
I da je tvoja kosa, Birnamska šuma
što će mi prići i onda
kad stojim ukopana, poput sveće:
prejako sagorevanje ponekad me prilepi za tle.
Varam samu sebe da je dovoljna voda
koja se presipa sa usta na usta,
čak i onda kad se pretvori u led.

U tvojoj zemlji mladih sa prezrelim umom
sam nedorasla cura koju treba voditi za ruku.
U mojoj, gde je vreme odavno već stalo
nosim dušu starca i nazore mudre kuje.

Govoriš mi, da se moram navići
na novo agregatno stanje:
ono što isparava tamo, na uzavrelom jugu
ovde radom ruku pretvaraš u vodu
koju možeš prodati za blago.

Saginješ se,
na dlan spuštaš otežalu glavu:
tvoj uzdah poveća daljinu
između naše dve poluprazne čaše,
moj ih potera do ruba zajedničkog stola.

„Kupujem odmah, ali u naturi plaćam“, kažem
i poližem ti kap znoja sa čela:
učinilo mi se da svetli
kao žar cigarete.

„Od previše poređenja bankrotira i pesma“,
čujem te i vidim, u plamenu su ti
već cela kosa i lice:
no ne znam, da li od ushićenosti
ili od očajanja.





BEAUTIFUL DEAD SEAS

From day to day all I give you are things that evaporate:
mist over asphalt, mist in pockets
and fields stripped bare by beastly words.
Instead of a ticket for two
I offer you passages through the eyes of needles.
From day to day, I pour in front of your feet
beautiful dead seas.

We live by counterfeiting
chronic freedom: the address is known.
Between the main prison and the old sugar works
where poets used to end up, and where now
other down-and-outs gather vanished delights.

But I think all I need is one town:
the network of streets created by your veins.
Tent and refuge provided by your skin.
And that your hair is the Birnam forest
that will come towards me even
while I stand rooted, like a candle:
burning too strongly sometimes sticks me to the ground.
I deceive myself that water pouring
from mouth to mouth is enough,
even when it turns to ice.

In your land of the young with overmature minds
I am an immature girl who needs to be led by the hand.
In mine, were time had come to a standstill a long time ago,
I carry the soul of the old and the views of a wise bitch.

You are telling me I have to get used to
a new aggregate state:
what evaporates in the boiling south
you change here by handwork into water
which you can sell for goods.

You bend over,
rest your heavy head in your hand:
your sigh increases the distance
between our two half-empty glasses;
mine pushes them to the edge of our table.

"I buy immediately, but I pay with my body", I say
and lick a droplet of sweat off your brow:
it seemed to me to glow like
the end of a cigarette.

"Too much comparison kills even a poem,"
I hear you say, seeing that your
entire hair and cheeks are already aflame:
only I don’t know whether because of excitement
or despair.

Translated by: Evald Flisar






LAJBNIC

Dan i noć, noć i dan
putujemo ka Sloveniji:
u malom autobusu, među nama
tišina raste
kao grad otcepljen od zemlje i sveta.

Još uvek neznanke, kao dve
lenje muve, sklupčane
svaka uz svoj prozor –

Ona, mala starica, Maruška možda –

u krilu drobi keks, marke
„Lajbnic“
kao da monadu od monade iznova deli
i smeši se, zureći u mrak
svetu što je još uvek
najbolji od svih ...

Ona, koja poznaje harmoniju –
Maruška, Blažka, Mojca možda.

U svom krilu drobim poeziju
pod slabim svetlom, na lošem drumu
list po list, reč po reč i čujem:
Srečko Kosovel odriče se sreće
jer svaka lepota deo je bola.

Nad stihovima
nema opravdanja za Boga
i monade što ih šalje
nikad ne stižu do zemlje:
kao varljiv sneg ispare
u prvom sloju neba.

U mom krilu, knjiga pesnika
čije ime unapred se odreklo
harmonije sa srcem i dušom.

Dan i noć, noć i dan
putujemo ka Sloveniji,
ona i ja, još uvek neznanke ...

I čitav svemir ljulja nam se
na kolenima
kao da bi da se odvoji od usnulog Boga
i traži saučesništvo
šapućući nam nežno, na uho:
„Braća smo, po ocu...“





LEIBNITZ

Day and night, night and day
we’re travelling to Slovenia:
in the little bus, the silence between us
growing like
a town cut off from the Earth and the Universe.

Still enigmas, like two
lazy flies, each curled up
alongside her window -

She, a little old woman, Maruška maybe –
in her lap crumbles a cookie brand-named
"Leibnitz"
as if newly separating a monad from monad
and smiles, staring into the darkness
of the world which is still
the best of all worlds ...

She who knows harmony -
Maruška, Blažka, Mojca maybe.

In my lap, in a bad light,
on a bad road, I crumble poetry,
page by page, word by word and I hear:
Srečko Kosovel* renounces happiness
because every beauty is part of pain.

In his verses
there is no excuse for God
and the monads He sends
never reach the Earth:
like a deceptive snow they evaporate
in the first layer of the sky.

In my lap, the book of the poet
whose name has in advance renounced
harmony with his heart and soul.

Day and night, night and day
we travel to Slovenia,
she and I, still unknown to each other ...

And the whole universe rocks
on our knees
as if wanting to separate from sleepy God
and find complicity
gently whispering into our ears:
"We’re brothers, born of the same father..."

Translated by: Evald Flisar






LICEM U LICE

Dani oporuka, dani priznanja: prva pesma
u kojoj rekoh „Ja“
ulazeći u reči kao da sklopljenih očiju
zašivam dugme za džep
iglom ga odižući od kože.
Na levoj strani, iznad samog srca.

Koje zaobilazih pažljivim ubodima
jer pročitah negde: tako se kroji
iskrena poezija –
kad uveriš srce da si odustao od njega.

Kada ti se čini da ne možeš ništa reći
ni o ljubavi, ni o strepnji, ni o kazni
ni o onome što je mimoišlo sećanje
u širokom luku,
tada se sve to, neizgovoreno
sâmo izgovara; i tek tada

odgovorna sam za ono što nisam
i šta ću možda jednom tek biti.
Svaka reč, poput vrha igle
spušta se sporo
tražeći pravu razdaljinu od kože i srca.

Meru podnošljive iskrenosti.
Veštinu krojača koji tkaninom ne skriva lice.
Nauk priče što je vekovima šapuću
hasidski starci, kraj toplog zida:

o zemlji, koja je tek naprstak Boga –
za svaki promašen ubod, samo način
da se Njegova ruka zaštiti od bola.





FACE TO FACE

Days for last testaments, days for confessions: the first poem
in which I said "I",
entering words as if sewing a button on my breast pocket
with my eyes closed.
On my left side, above my very heart.

I guard it by stitching with care
because I read somewhere that
sincere poetry is tailored
when you convince your heart that you have left it.

When you have no more words
about love, trembling, punishment,
not even about things that gave your memory
a wide berth,
then the unspoken
expresses itself; and only then

do I become responsible for
what I am not,
and what I may yet become.
Each word descends slowly
like the point of the needle,
looking for the right distance from skin and heart.

For the measure of still bearable sincerity.
For the skill of a tailor who does not hide his face behind cloth.
For the moral of the story whispered for centuries
by old Hassidic men close to a warm wall:

About the Earth which is only God’s thimble –
a way of protecting His hand
from our pain
when the needle slips.

Translated by: Evald Flisar




MIŠIMA

Iz večeri u veče, majka čita
„Kodeks samurajskih veština“:
svako novo jutro je belina tela
koju otkrije
rastvoreni crni kimono –
vrh sečiva treba zabosti
što dublje.

Sa danima se nositi
kao sa bliskom kožom uvek spremnom
na sepuku.

Kraj uzglavlja, umesto Biblije
držati Mišimu čije korice
sliče kutiji od lipovih daščica.

Iz njih i najtužniju istinu
birati pažljivo prstima, kao da je
trešnjin cvet
kome se ritualno, dva mala demona –
demon sećanja i demon zaborava
klanjaju u isto vreme.

Iz večeri u veče, majka izučava
samurajske tajne: pred spavanje
mesta u knjizi obeležava iglom
skliznulom niz probuđeni vulkan
raspletene punđe.

Samo ona zna: postoji
još jedan, nepisani zakon koji kaže
da su godine zavesa od papirnih ptica
kroz koju se treba provući
očuvavši tišinu,
a pogrešnim rečima i suvišnim dahom
ne zaljuljati nijednu.

Podneti samo
blagi šum malih krila
za leđima.






MISHIMA

Evening after evening my mother reads
“The Way of the Samurai”:
every new morning is like the whiteness of the body
showing through
the slightly open black kimono –
the tip of blade should be stuck in
as deep as possible.

One should struggle with the day
like with skin always ready
for seppuku.

By the head of the bed, instead of the Bible
Mishima’s book should be held
with its cover resembling a box made of tiny linden boards.

Even the saddest truth
should be carefully plucked from it, as if it were
a cherry flower
that two little demons –
the demon of remembrance and the demon of oblivion –
ritually bow to at the same time.

Evening after evening my mother studies
the secrets of samurai: before she goes to sleep
she marks her spot in the book with the needle
she slides from the wakened volcano
of her unbraided bun.

Only she knows: there is
another, as yet unwritten law claiming
that years are a curtain made of paper birds
one should squeeze through
keeping silent,
not making a single one swing
by wrong words or excessive breathing.

One should permit only
the gentle sound of little wings
behind one’s back.

Translated by: David Albahari and Richard Harrison






ČISTKA

U jeku krečenja stana
reših da krenem sa bibliotečkom čistkom
al bacih samo katalog izdanja iz ’85-e
i knjiga poezije, nekoliko.

Od tada se police ljuljaju i škripe
kao tuberkulozna pluća nečija, davna,
a za Dostojevskog, uporno se lepi
osinje gnezdo, kao meta kazna.

I svake noći, iz imena tvog Osipe M,
putuje omča do mog vrata
i glava se, ipak, spušta sama:
svih mojih telefona brojke su u tebi.





PURGE

While white-washing the apartment
I decided on a book purge,
but threw away only the catalog of editions from ’85
and a few books of poetry.

From then on the shelves swayed and creaked
like some distant tubercular lungs
and persistently stuck in Dostoevsky’s
flat like meta-punishment.

And every night from your name, Osip M*
the snare travels to my neck
and the head descends to her alone:
you have all my telephone numbers.

Translated by: Brian Henry

*Osip M. – Osip Mandelstam, Russian poet





PROLEĆNI ZANATI

Neka mala ptica
propevala,
progovorila dve-tri reči
i pokakila se na terasi obasjanoj suncem.

Ptica tako mala
da bi čak i kutija šibica
prerastala raspon njenih krila.
Njene oči, tek polovina fosfornog zrnca.

Iz sićušnog brabonjka
izrasla detelina
sa četiri lista:

Naša sreća govori nemuštim jezicima
i jezikom dobre probave,
prevazilazi svoje razloge
i ne bira mesto gde će da se dene.

Treba ćutati, istina je:
to sunce nad nama,
što ga više pominjemo
to više raste
u zlatna vešala.






SPRING TRADE

Some little bird
sang,
spoke two, three words
and shat on the terrace, ashine with sun.

So this little bird,
still a matchbox
that outgrew its wingspan.
His eyes only half phosphoric grains.

From the small shit
grew a four-leaf
clover:

our luck speaks in an animal language
and in the language of good digestion,
outdoing its causes
and not choosing the spot where I would land.

It must keep quiet, truly:
if he mentions
the sun above us,
it changes
into golden gallows.

Translated by: Brian Henry







Après l’an deux mille

Depuis l’an deux mille
les astronautes somnolent au clair de la lune.
Dans une nouvelle vie, Neil Armstrong est
un bûcheron à la main ferme
dans son élan il coupe les arbres
comme jadis la Voie Lactée.

On dit que là haut
se trouve une planète
tous les vaisseaux spatiaux s’y briseraient
comme les assiettes dans les auberges grecques :

depuis l’an deux mille
la théologie même est une part de jeu astronautique :
où chacun garde une petite boîte dans sa poche,
en souvenir du voyage céleste.

Dans chaque boîte un petit fragment de ciel
dans la plus insolite, une mince éraflure de Dieu :
au fond de la tirelire un sou unique
condamné à être misé.

Celui qui a frôlé Dieu
dans la vacuité d’un été, c’est à lui
de faire des déclarations sur la structure du ciel
sur la vie dans le cosmos, si elle existe.

Depuis l’an deux mille
le cosmos paierait des impôts,
les astronautes ne consignant plus que des trous noirs –
entonnoirs d’amnésie, possibilités de fuite ;

tu peux garder du clair de la lune
comme bon te semble : elle est juste
ce qui a débordé du ciel …
En l’an deux mille.

Sur chacune des planètes
une petite Laïka somnole
nostalgique de ses puces.

traduit par Mirjana Robin-Cerovic





POSLE DVEHILJADITE

(astronautski bluz)

Posle dvehiljadite
astronauti dremaju na mesečini.
U novom životu, Nil Armstrong je
drvoseča čvrste ruke
čiji zamah seče stabla
kao nekad Mlečni put.

Kažu da negde u visini
postoji planeta
o koju se razbijaju svi svemirski brodovi
kao tanjiri u grčkoj kafani:

posle dvehiljadite
i teologija je deo astronautske igre:
svi čuvaju po malu kutiju u džepu,
uspomenu sa nebeskog putovanja.

U svakoj je delić neba
u najčujnijoj, komadić okrznutog Boga :
edini nočić na dnu kase
osuđen na ulog.

Ko je okrznuo Boga
u vakuumskom letu, njegovo je
da daje izjave o strukturi neba
o životu u svemiru, ako ga ima.

Posle dvehiljadite
svemir je oporezovan,
astronomi još samo knjiže crne rupe –
levke amnezije, mogućnosti bekstva;

mesečinu možeš zadržati
koliko hoćeš: ona je samo ono
što se preliva preko ruba ...
Dvehiljadite.

Na svakoj planeti
drema po jedna Lajka
koja čezne za buvama.








VOJISLAV KARANOVIĆ [10.505]

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Vojislav Karanović 

Nacido en 1961 en Subotica, SERBIA. Licenciado en Letras por la Facultad de Artes de Novi Sad. 
Trabaja como editor del programa de literatura en Radio Novi Sad. 
Desde 1992 hasta 2005 ha sido el editor de poesía de la revista de literatura "Letopis Matice Srpske". 
Escribe poesía, obras radiofónicas y ensayos. Vive en Novi Sad. 

Ha publicado siete libros de poesía: 

Keyboard (1986), Minutes from Awakening (1989), Live Bars (1991), Steep Sights (1994) , Son of the Earth (2000), The Rush of Light (2003), Breath of Things – Selected poems (2005). 

Ganó los premios más destacados nacionales literarios, tales como: Premio Branko Copic, Premio Branko Miljković, Premio Mesa Selimović, el Premio Golden Flower. El poemario The Rush of Light  fue declarado el libro de Serbia del año 2003. Ha ganado Vladislav Petkovic Dis Award, para el logro poético en general. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas.






LA POESÍA ESTÁ NACIENDO

El poeta es
El que escribe una carta
A una persona inexistente
Que vive en una ciudad inexistente
De un país inexistente.

El contenido de la carta es breve
"Todo poema nace
De alguna manera
Póstumo."

El poeta es
El que afanosamente espera
Una respuesta que no obtendrá.

Traducida al castellano por Midica Milovanovic








POSTAL

És així, seguim vius.
L'asfalt al voltant
és aspre
i fred. La rosa
suau com una flama.
La construcció de ferro
del pont recorda
unes espases creuades.
Els fanals a la nit
acoten el cap.
Els cotxes als carrer
brunzeixen com escarabats.
L'aire és suau,
i agradable, vora el riu
per on naveguen lents
els vaixells. Això són arbres,
això, àlbers. Fulles, fragàncies.
Els cantells són esmolats.
Una evidència. N'estem
orgullosos. Així és,
seguim vius. Però tot
és més i més lent.
Fins que no esdevinguem
una escena a la postal.

Traducida al catalán por Xavier Farré 





Razglednica

Jeste, živi smo.
Beton oko nas
Hrapav je
I hladan. Cvet
Ruže, kao plamen mek.
Čelična konstrukcija mosta
Podseća na ukrštene
Mačeve. Svetiljke
Noću obaraju svoje glave.
Automobili na ulicama
Zuje kao bube. Vazduh je
Lak, i prija,
Uz reku kojom plove
Polako brodovi. Ovo drveće,
To su topole. Lišće, mirisi.
Ivice su oštre. Jasnost
Na koju smo ponosni. Jeste,
Živi smo. Ali
Sve sporije i sporije.
Dok ne postanemo
Prizor na razglednici.




Postcard

Yes, we are still alive.
The concrete around us
is rough
and cold. The rose
as soft as a flame.
The steel construction of the bridge
reminds us of crossed
swords. At night
street lamps bow their heads.
In the streets
cars hum like insects.
The air by the river
is tender and pleasant.
Ships move slowly away.
And the poplars: leaves, fragrances.
Everything has clear-cut
outlines. Yes,
we are still alive.
But we don't overstate this:
as we wait to become a scene
on a postcard.

Übersetzung: Translated by Zoran Paunović







ELEGY ABOUT AN ACACIA UNDER THE WINDOW 

Translated by: Zoran Paunović / Svetozar Koljević



Dodir

Prizor traje do ivice mog pogleda,
Potom se obrušava. Kiša se 
Sliva niz oluk. Barica
Koja se stvara u ulegnuću asfalta
Prevariće nekog odbleskom.
Trava se leluja, i zemlja se ježi.
Rovac se užasnut trgne u svom
Uzanom hodniku.
Vrtoglavica se vije
Na staklenoj stabljici.
Kao prašina je mrak rastresit.
Svetlost me uvek iznenadi.
Vrhovi mojih prstiju su se rascvetali.
Blago zanjihan
Svet izvan mene postoji.




A TOUCH

The scene extends to the verge of my look, 
Then it soars down. The rain 
Pours down the gutter. The pool 
That is being formed in the hollow on the asphalt 
Will cheat someone with its reflection. 
The grass sways, the earth shivers. 
The mole cricket, horrified, startles 
In its narrow passageway. 
Vertigo wavers 
On its glass stalk. 
Darkness disperses like dust. 
I am always surprised by light. 
The tips of my fingers have bloomed. 
Slightly swinging 
The world around me exists.









ELEGY ABOUT AN ACACIA UNDER THE WINDOW, 1.

How many times have you seen this treetop, 
its leaves quivering or at peace, 
its twigs thin as burst 
capillaries on an eye;

that tree trunk, upright 
as an exclamation mark,

and the branches, spreading aside 
as if fumbling for something.

You were afraid that you would not find 
the words for a poem, 
that you might lose it:

as if a poem could disappear, 
vanish, turn into silence, into air.

In autumn, the tree used to lose its leaves, 
in spring it would get them again.

So it seemed to you.

And the acacia was there, under your 
window, unable to move – 
except in a stormy nightmare.






ELEGY ABOUT AN ACACIA UNDER THE WINDOW, 2.

The fallen leaves roll along 
the asphalt, slowly changing 
their colour, from green to dark brown. 
More and more they resemble 
faces of children at dusk, when the day wanes.

So many times you watched that tree 
and it offered itself to your glance, 
indifferent, with its breath abate. 
Its root hair, its tissue, the juices that 
feed the body that wriggles 
and breaks away from the firm embrace 
of your consciousness. Maybe you do not see it

but the tree looks straight 
into your eyes.






ELEGY ABOUT AN ACACIA UNDER THE WINDOW, 3.

Those leaves, green and soft as words, 
decaying and rotting, going back 
to the earth, wherefrom they sprang.

Are you still afraid 
that the poem might escape from you?

The poem does not throw away its words. 
The verses – whom can they return to? 
Who do they come from at all?

You are still at the window. Watching. 
The treetop, that murmuring whirlpool, 
focuses in a point 
as small as an eye pupil. 
The asphalt is like the white of the eye. 
The wind slides over it 
like an eyelid over the eye.

The earth has your features. 
And this is not a window, but a mirror.

How many times have you approached it, 
and you never realised that, 
never noticed.







A PRAYER

God, give me strength to accept 
Peacefully the share of suffering 
Allotted to me; 
Never to call the pain that 
Creeps into my soul an intruder 
Or a guest.

The room in which I dwell 
Is well-lit, and open.

And give me strength not to 
Become proud, for joy, 
For those moments of bliss 
When I took the world 
Into a lover's 
Embrace

Nerves of a leaf, sparkling 
Of the river's surface, odour 
Of lime-trees in bloom, a shell 
Buried in the sand, clouds 
Amassed against 
Dark background of the sky.

All of that is so real 
That it surely is within me.

I am weak. That's why I talk.





SAŠA RADOJČIĆ [10.506]

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Sasa Radojcic.jpg

Saša Radojčić

(Sombor, SERBIA   1963), poeta, crítico y ensayista. 

Libros de poesía: 

Uzalud snovi (1985), Kamerna muzika (1991), Amerika i druge pesme (1994), Elegije, nokturna, etide (izabrane i nove pesme, 2001) i Četiri godišnja doba (2004). 

Ensayos: 

Providni anđeli (2003) i Poezija, vreme buduće (2003). Studija o poeziji Jovana Sterije Popovića: Ništa i prah (2006)

Es uno de los críticos más importantes de la poesía en la literatura serbia contemporánea. 
Editor de "Crónicas de Matica serbia". 
Vive en Sombor.







LIGERO VESTIDO BLANCO

un cuarto común y corriente
en realidad no ocurre nada.
una mujer sentada junto a una ventana
sobre su regazo un libro cerrado.
se vuelve apenas o es que se mueve
el que la mira. sus ojos son marrones
pero un poco hinchados como de lágrimas.
todavía no ocurre nada
salvo que se levanta con el libro en una mano
descorriendo una cortina con la otra.
afuera es de día y hay luz
ella da un suspiro y posa el libro sobre su pecho
no se ve el título en las portadas
los colores cálidos de sus ojos
pero debe ser poesía.
qué otra cosa podría suscitar las lágrimas
sobre los bellos ojos de una mujer joven
con un ligero vestido blanco?

Traducida al castellano por Midica Milovanovic







      Mój syn czyta 

i nie dostrzega,  
że słońce zastępuje wielodniowe deszcze,  
że powietrze się staje ociężałe z ciepła,

że wiosna umyka przed latem

mój syn czyta i nie dostrzega 
zamętu, nie widzi nikogo, nic nie widzi,  
nawet pszczoły, która mu usiadła na kolanie,

ani mojego ojca, który siedzi obok, 
zatopiony w swoich myślach,  
zapatrzony w swój nieistniejący punkt,

mój syn, ślad duszy mojej, czyta 
i nie dostrzega dźwięków ani zapachów,  
ani zmiany kolorów na zwyczajnych rzeczach,

mnie też nie widzi, pełnego dumy i niepokoju, 
bo wiem: on czyta, a życie przejdzie obok niego, 
tak jak teraz przechodzi obok mnie,

który sam przeżyłem więcej książek niż dni,

mój syn czyta i nie dotyczą go pory roku, 
marszczy się pochłonięty podróżą, 
mówi mi, niezupełnie stamtąd, niezupełnie stąd,

mówi jakby w odpowiedzi na moje pytanie,  
mówi mi głośno i spokojnie, 
nie odrywając oczu od słowa, jestem spragniony, tato,

jestem taki spragniony.

Przełożyła Bożena Klog-Gogolewska



SAŠA JELENKOVIĆ [10.507]

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SAŠA  JELENKOVIĆ   

Poeta, nacido el 8 de Agosto de 1964, en Zajecar, SERBIA. Se graduó en el Departamento de Literatura Comparada y Teoría de la Literatura en la Facultad de Filología de Belgrado. Fue editor de poesía en "Književnoj reči" i "Reči", y secretario de  redacción de la revista "Istočnik" i "Poezija" desde 1992 a 1999.  

Libros de poesía: 

* Neprijatna geometrija (1992) 
* Ono što ostaje (1993) 
* Heruvimske tajne (1994) 
* Kraljevska objašnjenja (1998) 
* Knjiga o srcu (2002) 
* Elpenorova pisma (2003) 
* Elpenorovo buđenje (2004) 
* Elpenori (2006). 

Premios Literarios: 

* "Matićev šal" (za knjigu Neprijatna geometrija) 
* "Milan Rakić" (za knjigu Ono što ostaje) 
* "Vasko Popa" (za knjigu Knjiga o srcu) 
* Za sinopsis romana Iz jedne u drugu glad dobio je književnu stipendiju Borislav Pekić. 
* Dobitnik je nagrade Zlatni bibliotekar koju dodeljuju Biblioteka grada Beograda i Radio televizija Srbije za popularisanje knjige i kulture čitanja. 

Sus poemas han sido traducidos al Inglés, alemán, francés, italiano, rumano, chino, esloveno y publicado en revistas y antologías internacionales. 
Miembro del PEN serbio Center Sociedad Literaria. 








LA IMPACIENCIA DE ELPENOR
(11. La ciudad de los movimientos bruscos)

Se esfuman los saberes sobre la sedimentación de la comida y las ilusiones, y se multiplican las pruebas escritas contra mis vicios, y contra mis virtudes, como si fuera fácil encontrar a un hombre parecido, y a la vez peor. A aquél que no vendrá conmigo.

Nada de lectura, nada de concesiones ni desvíos,
se habla sin renovación, se renueva sin exaltación,
se abre y se desiste, nunca se accede, si se vacila
cesa el movimiento de Elpenor a Elpenor.

Traducida al castellano por Midica Milovanovic





LJUBAV JE KATAPULT 

Dolazim po zečijem tragu: uhoda: 
ne gaseći voštanicu, patrljak svetlosti. 
I pergamente, prašnjave, razvijam, 
podozriv prema usnulim glasnicima. 

Stražim nad užarenom posteljom: 
pozvao bih, ali se neće odazvati 
potamnela, prećutkivana, princeza: Umiru, 

umesto mene, taoci bratstva savršenih: 
kamen sam: ljubav je katapult. Anđeo 
kalemi voćke, ogleda se, u kapi rose, 

na somotnoj koži breskve: tiho, tiho, 
lupka srce, pamukom obložen čekić: ostaje mi 
samo glava: vrh čiode na mapi beskraja. 




ITAKA 

Sleteo si, glas ti je za leđima. Nikada nisi 
sišao pod zemlju, među vetrove, u javu. 
Otkuda rasuše seme takvih? Koliko ih samo 
čeka na poslednju vatru, pa da se prepuste? 

Zaustavljaš se, meto, tako počinje lutanje: 
sumnjičav stražar nad oborenim stablom. 
A gospodar se ne vraća iz pohoda. Priviđa se 
gnevnom: mleko, jagode, disanje košnice. 

Hladno žito, hladna mašto: bićeš niko 
i poješćeš srce ostrva. Prigušeno, napregnuto. 
Kad zavičaja nema, paluba je utočište. 

Vezali su te rečima, muzikom, kletvom: 
dušo, budiš se uvek u novoj smrti. 
Zar nisu rane jedine tvoje oči?



PISMO TRINAESTO 

U škrta vremena prispe putnik na neželjeno 
tlo, pa videvši da opstanak je skopčan 
s nužnim ustupcima, osvrnu se i nabasa 
na smerne susetke. Za razbojem jedna 

povest je tkala izmišljajući uvek novog 
junaka, no prizor nikada ne dočeka svršetak - 
povratak ili nestanak razmetnog sina. 
Druga je vezla objašnjenje - belom čipkom - 

uokrug priče - kao šećerni preliv vrh 
šampite - zavodljivo toliko da skrene pažnju 
s praznine što je krasila rukodelje tkalje. 

Iako svoje razapinjahu mreže, ne beše načina 
ni puta da bi vezilja uzdigla se do umetnosti, 
a tkalja umakla banalnosti zanata. 








PESMA IZ POŠTANSKOG SANDUČETA 

Nema više arhipelaga, ni smirujućeg ptičijeg cvrkuta, 
Bogovi vinograde ne pohode, ni Diotime nema. 

Oče moj, 
kuda se sakriti? 
Da li pesnički stanovati među pismima, 
neplaćenim računima, pozivnicama za književne večeri 
i pozorišne predstave, 
i tek ponekad se javiti 
hartijom oplođenom psovkama apsurda, 
bez adrese, bez poštanskog broja. 
Bez potpisa. 

Oče! 
Noktima stružem naslage hipohondrije, 
palčevima pritiskam nesanicu, 
navikavam se na samoću i glupo uporne radoznalce 
koji satima zvone očekujuči da se pojavim 
bled i naduven od sna. 

Oče moj, 
ne navedi me na iskušenje 
da pljunem u čelo onima što vire 
u poštansko sanduče. 

Adam je svakoj životinji nadenuo ime, 
ali kako da ja nazovem zver što plete mrežu 
između moje senke i mene, 
između mene i zida, 
između senke i zida. 

Zver mi govori da ću postati 
čađava ikona na zgarištu. 

Nema više ptičijeg cvrkuta, 
nema vinograda, 
Diotime nema. 

Nema arhipelaga odakle bih rečima apostola-voajera, 
objavio tačno vreme apokalipse.




USNULIMA POSLANICA 

Jer sam odbegao od trpeze zanemelih bogova, 
pokupivši ostatke nektara, pre nego se 
spustila zavesa na senku ključara. 

Jer spavate okamenjenih glava na truloj travi, 
kraj zaleđenih reka, opkoljeni ćutanjem zveri, 
dok vetar vreba vaše seme posejano, 
i ono usnulo u hladnoći. 

Jer sam svece povezanih očiju svezao za direke, 
da ne gledaju ovu ni tragediju ni farsu, 
da svoje prste s vašim memljivim kostima 
u žrtvenu jamu ne stavljaju. 

Jer buđenje vaše biće mi opomena da ne zaspim, 
jer neće imati šta da se sanja osim užasa, 
jer ste samo trske na koje ponor diše.




ZBIGNJEVU HERBERTU POSLANICA 

1. 

Obuzet strahom 
od plamenog obruča 
kroz koji i pudlice skaču 
pristajem 
na omču koju nudi Ukrotitelj 

vlasnici mučilišta 
nose bele rukavice 
kožu neguju 
kremom od fetusa 

2. 

premlad sam za igru Kropotkin 
nedostaje mi osećaj 
za apsurd istorije 
premda sam dobro proučio 
istoriju apsurda 
još uvek me oduševljavaju 
Fortinbrasovi projekti 

3. 

pitam se 
pane Herberte 
kako izgledaš 
dok toneš u san 
izgovaraš li stihove 
Džona Berimena: 
''On je zurio u propast. Ona je zurila u njega'' 
priznajem 
ja bez njih ne mogu da zaspim 

da li je brvno po kojem koračaš 
trulo od kiša 
koje si otpratio 
sa suzom u oku 

Gospodin Kogito putnik 
ne može preko nabujale reke 

4. 

neko izvan nas 
neki demijurg nemi 
crta mapu 
naših lutanja 
izmišlja prošlost 
kakvu nam mogu poželeti 
samo neprijatelji 

drži nas na buđavom hlebu 
i bljutavoj vodi 

truje grizodušjem 

neko izvan nas 
povlači liniju 
da nas kao kokoši 
omeđi glupošću 

5. 

a mi uporni zidari 
zapinjemo na građevini 
za koju ne znamo 
hoće li nam biti 
hraniteljka 
ili grobnica 

a poezija 
pane Herberte 
šta je: 
najava tragedije ili njeno 
odlaganje




ONO ŠTO OSTAJE 

Was bleibt aber 
Stiften Die Dichter 
F. Holderlin: ''Andanken'' 


Ponovo treba proći pored istih stvari: 
otkriti kuću, ribnjak, verandu i trem. 
Izmisliti zagonetke, beskrajne oblike 
preokreta. Zatisnuti ključaonice, 

iznova se snaći u rečima. Ne zaboraviti 
da nakon povratka neizbežno sledi zaborav. 
Skratiti put do istine: kroz predele sećanja: 
zauvek se raspršiti izvan okvira slike. 

Ključeve nositi o pojasu. Prepariranu sovu 
držati na ramenu. Ne nuditi rime koje učvršćuju 
hladnoću i pustoš sveta. Biti patetičan. 

Vreme je da se tišina spusti na zemlju: 
mrvicama s trpeze da napunim šake. 
I da moja melanholija bude večna kao pesak


ENRIC LÓPEZ TUSET [10.508]

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Enric López Tuset

(Tarragona, 1983) 




MUCHAS GRACIAS
                                                                                                
                    A María Zambrano

La luz ha cedido en otra luz,
parece escaso y bello por escaso,
pero es la grandeza en la orilla,
que vuelve y dice "pero el amor".
Sólo quiero aventurarme a contestar
pero el amor es este atardecer.
Todo me envuelve en la capa de lo intenso,
me dejo caer en medio de este baile,
danzo como diciendo la verdad,
al menos una verdad que se queda.
En la orilla abro los ojos
y en los pies me pesa el cuerpo de felicidad.







EN LAS AFUERAS DEL ALMA

Desde aquí el principio, donde la boca muere antes que el llanto,
pero no es mi sitio, lo sé, es mi deuda:
es sólo un estigma del tiempo que empieza a sonar,
una estancia donde el verbo es una verdad imaginada -otro tiempo-.
Otro tiempo en el cristal, en la angustia, en las garras de la ceniza:
y cada día muero un poco más en las afueras del alma.

La paloma temblaba allí condenada por la definición misma del vacío:
inmensidad, gloria, mensaje, tu casa, la puerta, la sonrisa, amar.
Sobre el césped mi noche: ¿estuviste sola?
Estuviste sola y todo te pareció tan natural,
te pareció que resbalaba la niebla en mi figura diluida
con su nombre, con su lenguaje, con sus espacios, con su belleza -contra el hueso-,
y tú dijiste que todo estaba vacío, que le faltaba espacio, belleza…
Su lenguaje no lo entendías.
Así volví a conocer la inconstancia de estas viejas costumbre.

A veces me sorprendía en la mesa
calibrando un dibujo, mi víctima,
nuestra víctima ahora mismo sin vida, recogiendo cenizas a mi lado.
En las afueras del alma, la tristeza se olvida con sinceridad.








ARMONÍA

Todos heredamos algo de armonía,
algo virgen que aún no hemos visto,
algo de ese amor que preocupa al niño.
Desde aquí, inmediatamente, la certeza se comprueba,
la alegría se tuerce, y la soledad se respira portadora del cuerpo.

Todos tenemos alcance
para saber de la cronología del guijarro,
para encontrar convicción bajo un castaño inundado de frutos.
Lo hermoso bajo el continuo cielo,
la sangre en el prodigio:
en la mujer que me acerca sus brazos.
En tus brazos empiezo,
en ellos heredo quietud más que nunca,
en ellos constato inocentes espacios y muero.
Muero porque no nos queda nada más que amar,
eres mi milagro en vilo, ternura tan sólo,
así de exacta eres.







EPIFANÍA DE LA HERIDA

Eres dulce como antaño,
con los ojos entrenados por el amanecer.
Lado a lado el mar se repliega en tu voz,
cruje de vida.
¡Cómo me gustaría verte de nuevo asumida por la luz!
remoto milagro, larga palabra de la tarde.

Tus manos pronuncian mi cintura
por clara, por profunda.
Tan dorada es nuestra ropa tendida en la cama.






PRIMAVERA

Estás ahí, eres la espera de un nocturno,
y algo ha bebido de la silueta de un sueño.

Tal vez no quieras que esta noche canten los grillos
ni que las estrellas la hagan perfecta, sólo el azul,
el celeste de unas sábanas y algo de vino para cuando el gallo despierte
y susurre que aún la luz no es tuya.

Y no te sabes orientar, el balcón es enorme,
lo que admiras es enorme, hay poco vacío entre las entrañas.

Y al atardecer, mientras las rosas agolpan fuerzas,
deseas que me despierte.






PRÓLOGO

Vamos a suplicar ahora que estoy más cerca del presente,
no nos han vencido, y la nieve nos hace ver que muerde.

Me recosté hace un rato. Recostarme para buscar
tu atención en la necesidad del humo
y tu imagen en la de un calidoscopio.
Siempre me sorprende el verte ahí.

Vamos a suplicar ahora, en los dominios de la sensatez,
que llueva un poco, y que algo haga callar a los árboles.

Me recosté hace un rato. Recostarme para necesitar
de la ventana, de que me mojen las gotas la camisa,
y oler de ti en la humedad de la tarde.
Siempre gasto todos los olores antes de cenar.

Vamos a suplicar, ahora, a Dios
que beba un poco del océano y que me enseñe a andar.

Me levanté hace un rato
y mis piernas aún sentían tu carne en el trigal,
mis manos estaban aún húmedas de tierra… Mi cuerpo,
el cuerpo entero era un rastro de mañana,
sólo el silencio, sólo el dolor celeste de volverte a ver.
Espero la ceguera.






POEMA

Mientras mi mano recoge ciénagas del otro lado
mis ojos planean irse.
Se irán cuando el loto alcance la nube,
cuando esos valles de adobe vistan algo más que tiempo y agoten los susurros.
Se irán hacia la sombra de un sauce que proteja el padecer la tierra.

Mis ojos partirán y partirá, con ellos, el agua hacia el filo de una arista,
ambos buscando los aullidos que han caído entre la roca.
Ahora, aquí, lejos de la memoria estoy más cerca del loto.






CUANDO EMPECÉ A CAER

Cuando empecé a caer
nuevos sacramentos se inventaron para mí.
Entonces, amé el tuétano que soporta al viento:
me enseño a partir desde los ojos hacia sentidos presentes.

Caí y no supe de alabanzas ni de incertidumbre,
aún menos de las concesiones del infierno en un silencio caduco.
Sólo mantener el orden del fuego, del animal que nunca existió,
mantener tanta lluvia bajo mi pecho extinto,
y no supe acercar mi cuerpo hacia tanta espera.

Vivir en la caída, por útil que parezca,
no me dejó perpetuarme, condenado, en la suavidad.
Sólo avanzar el océano a la indiferencia.
Acercar mi mano al hueso, al valle,
al sueño colmado de ausencia y lluvia:
fue acercar este alud de fuego
a la misericordia y al miedo.






ÁNIMA

Del mismo modo, a media noche, brota el mar soñoliento
como te evoco a ti, como en ti desato ahora mi torpe alma.
Después me parecerá que todo se ha vendido, que todo yace delicado
en un banquete de cercanías incluso cuando no te vi llegar.

Si quiere, lo trágico puede arrancar de las estrellas su sombra,
su desarraigo inmortal hacia la profundidad,
donde las estancias velarán en silencio esperanzas prolongadas.
Si pudiera permitírmelo remontaría al frío,
a las mil llagas de la rosa caída
y no sentiría la agitación de las horas, el arduo vacío de la posibilidad.
Sería formidable poder vivir del amor, llegar a casa,
contestar a cierta pregunta sin oler el humor de la tensión:
puro amor, puro abismo que llora la verdad.
El término sabe la verdad, el camino sabe la verdad, ¿qué verdad?
¿Cuánto bosque ha de morir para que nada termine?

Buscamos la claridad cuando la pasión se apaga encadenada,
cuando entregamos en un cesto el nombre del cordero muerto.
Justamente es aquí donde dieron fruto las voces, la rudeza del peso,
el conjunto del secreto.

Son horas de beber lo intangible
y sólo me aventuro a un tilo cruzado por un halcón ausente,
a las notas que durmieron sin dar respuesta.
Es poco exhaustivo para el vértigo, para el pánico,
pero le sirve al amor propio,
le sirve al deslumbramiento para arremeter contra nada.

El milagro una sola vez, la existencia una sola vez;
los dedos mueren en solitario.

ÁLVARO ITZAMÁ [10.509]

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Álvaro Itzamá 

(Ciudad de México, 1981; vive en Xalapa, Veracruz)
Ha participado con diseño sonoro y poesía en diversas presentaciones con el colectivo La sombra sin miedo en el marco del Recital Chilango Andaluz (recitalchilangoandaluz.blogspot.com). También ha editado las plaquettes artesanales son las diez y veinte y Las Guerras Occidentales, en 2009 y 2010 respectivamente. Publica video, poemas y experimentación sonora en cabalgatadearena.blogspot.com; además ha participado en la producción de cápsulas radiofónicas de literatura en lenguas originarias de México en el proyecto Radio Nómada (radionomada.blogspot.com). Actualmente es becario del programa Jóvenes Creadores 2010-2011 del FONCA.







Madre naturaleza

Camino para acabarme los zapatos
mientras el nido de mis pulmones
se abre a las arborescencias
destruidas por un humo atroz.

También dibujo el día de ayer: descalzo.
Me gusta dibujar los días.
Ayer, un miércoles tímido
que espero en la niebla del parque.

A veces, cuando camino en la espesa
corpulencia de los nombres,
me conmueve el anonimato de la carne,
de sus pelos y su aliento pesado de mamífero,
y me imagino
abrazado a esa corpulencia cansada, homogénea,
abrazando a una madre extensa
como un hijo extraviado en el mercado.






Animales prehistóricos

La luna amarilla es el motor de tu sonrisa
que se abre en forma de boca para comerse la playa
aún en silencio           aún callada con las palabras torpes

tu brazo con el corazón agitado se nubla
tu puño tiembla para esconder el sol
para esconder el pedazo de mar
que se asoma con su labio de orilla

nadie necesita allí de las palabras graves o de la gravedad del suelo
porque basta agitar las manos para volverse arena
o inhalar la sal que nos despega el sueño
como al quitar las etiquetas de una cerveza tibia

la gente sigue adormecida
con el pantano de la ciudad que todos llevamos dentro:
en los bolsillos, en el humo del cigarro,
en el reloj que marca oscuramente la hora de la cena,
el minuto para encender el fuego
y recordar el miedo a las nubes que descubren su ojo de diablo,
el ojo amarillo de lo vivo atrás del horizonte

(y también hay gente que sigue
hablando de conceptos,
y ya, nada más eso, conceptos como esclavitud, piedra en el zapato,
comida sin sal, ahórrate esas palabras
porque el tiempo cae como un cuerpo celeste con estela fantasma
porque el tiempo cae
o se mueve adentro del intestino del cielo
en forma de nubes y tormenta)

clavas la mirada en un tronco quemado
en la brasa que habla con el rumor de tus pies fríos
y no hay otra cosa

además la música, el bum bum de las bocinas
que hacen rechinar nuestros huesos
de animales lentos que acaban de ser botados por la ola

el caballo del sueño se desboca y atraviesa el amanecer
con un perfume de señorita que atraviesa el amanecer
cruzando como un cometa la pesadilla de otros que duermen en el bosque
y luego una cachetada de sol
que puebla de hambre y sed la fiesta de nuestra sangre
nos quita la máscara
nos encima mamíferos
unos sobre otros
cuerpos echados como tributo
al calor y al viento.






El último poema

El último poema
es un animal vulnerable
en el jardín, una bestia
bilingüe, que era considerada
engañosa: Jardinella isolata:
de versos gastrópodos.

El último poema es,
por simple simetría:
2+2=1
y como resultado de ello
yo soy el Papa:
Todo lo demás
          vendrá por sí solo.
Pero según O'Brien
un poema a veces es cinco
y otras tres.
En ocasiones, el último poema, es
cuatro, cinco y tres
al mismo tiempo.
Sin embargo, el último poema
suele ser Tara. Una mañana intensa:
una falla cardiovascular.





Las guerras occidentales


Yo sé que se ha congelado la literatura: es el tiempo del miedo
Yaxkin Melchy


I

Nacimos en un huerto solar
y la luna se hundió en mi garganta de montaña
para siempre
vinimos como células devorando células
imaginarias
y de esta coalición de minerales
llegamos a la tierra como un relámpago.

La muerte es la confusa torre de Babel
en el valle de las palabras
en el valle de la ciencia
en los valles donde han crecido
todos los héroes mitológicos de mi sangre.

Venimos de las cataratas y del lodo y del desierto
con una estrella sobre la lengua y los vientos
adentro de los ojos
llegamos solos como 1 estrella y como el viento.

Pero sobre todo
nacimos en el temor del universo
en el cuerpo agitado del universo

en el miedo
en el miedo de las partículas
en el miedo a la soledad de cada partícula
que se adhiere se suma y se devora que muere y renace en su soledad de proteína de grasa y de glucosa en este cuerpo que se une y desintegra en los abrazos sobre la cama sobre las nubes sobre el polvo de otros cuerpos solitarios que renacen cuando muero cada noche en el fuego de los sueños.

He reencarnado en este país
donde mi corazón se agita
como el centro del universo
donde el miedo nace en cada flor en cada gota de agua
caída desde el cielo.

Este país donde los animales temen
extinguirse como 1 relámpago
donde la selva de las palabras se devora todo

mientras los fusiles esperan la mañana
mientras mis granadas se fragmentan como los frutos de la muerte
en el cielo como en la tierra
mientras el plomo de mi alma escupe salmos esperando la mañana
mientras el silencio se pudre en la boca de los vivos que esperan la mañana
mientras el tiempo se pudre en la boca de los vivos que esperan
mientras el miedo se pudre en la boca de los vivos
mientras los dioses se nos pudren en la boca
mientras la espera nos pudre de miedo con el miedo a la guerra a los cementerios a los perros que pasan por la calle miedo a la burla a la humillación a la sangre a las heridas sobre mi cuerpo a las heridas adentro de mi cuerpo miedo a los entierros a los decapitados a descansar en paz en la oscuridad más plena con el miedo a los truenos a los gatos a caernos de la cama en el abismo del sueño interminable a las brujas afilándose los dientes para comerme los ojos al número 13 al número 7 al número 3 al número cero a la nada y al paso del tiempo miedo al tiempo que se detiene en el fin del mundo a los cataclismos a las catástrofes y a las tragedias a los caballos desbocados a las cirugías a los cuchillos a las alturas miedo al desamparo y al extravío al castigo divino al infierno y a la paz infinita del cielo a la voz de dios a la voz de dios a la perfección al fuego a los relámpagos a los espíritus incendiados y a las almas incendiarias a los extraños miedo a lo invisible y a las luces cegadoras de nuestros nacimientos a la incertidumbre y a la vital contradicción del límite a la ausencia del límite para llenar este espacio y este tiempo con definiciones del miedo miedo a la inmediatez de este poema que no dice nada y a su condición de infinito polvo en la memoria de nadie.

Todos los argumentos de mi ciencia son para negar el miedo y destrozar la angustia de no saber nada.
Porque mi cuerpo no da explicaciones sobre la angustia de saberme infinito, con la tranquilidad de saberme finito.

Hace 1 siglo un portugués me susurró:
“amo infinitamente lo finito”
“deseo imposiblemente lo posible”
“porque lo quiero todo”
Y hoy, esta noche (aquí va la fecha de hoy) lo repito:
amo infinitamente lo finito amo infinitamente lo finito
amo infinitamente lo finito amo infinitamente lo finito
amo infinitamente lo finito
para siempre.

piel de gallina
pelos de punta
sudor en las manos

Los lobos crecen adentro de mis ideas y no puedo detenerlos
no puedo cruzar la frontera del sueño
y me convierto en el fantasma de la libertad.

piel de gallina
pelos de punta
sudor en las manos

Cuando dejé de soñar con brujas
mi cuerpo sobrevoló la ciudad
eterno y diurno.
Pero la noche de sus bocas
las estrellas de sus dientes
me observan cada noche.

piel de gallina
pelos de punta
sudor en las manos

El miedo de una araña cuando se hunde
en las profundidades de mi cabeza y en el escusado
de mi memoria.
El miedo de las ratas cuando las alcanza la mañana y el veneno del mediodía.
El terror de las serpientes cuando encantadas
por una hembra en el campo mueren.
Los murciélagos huyen de nuestra mirada silenciosa y magnética.
(No recuerdo el primer día en que tuve miedo.
No sé si fue un día de sol o luna).
Todo sigue igual.
Todo como la noche de nuestra memoria.
Todo como el día de nuestro olvido.
Todo como la noche que atrapa el cielo con un guante.
Todo sigue igual.

todo es como el sueño de los guantes negros

Con la furia atrapada detrás de la lengua.
Con la agitación de un huracán en las aguas de la nada

en el más muerto de los mares muertos

azotando las manos en el vacío de las palabras.
Tienes miedo a la locura universal y a la bestia de tus manos.
Al animal rabioso de tu cuerpo que se agita en el cuerpo del tiempo.

en el más muerto de los mares muertos

Pero todo sigue su curso hacia la boca del miedo.
Porque me quedo solo me quedo solo me quedo solo y qué.
No hay manera que quedarse solos todo el tiempo
con los otros solos que se quedan solos
y entonces
el abrazo enorme de los solos
el fuego enorme de los solos hasta la extinción.






hipnofobia

Eulogio Bañuelos dijo que la jornada ha sido dura, vamos a tirarnos como palos. Y sí, nos tendieron cobijas y petates para acostarnos... pero el sueño estaba lleno de muertos que no dejaban dormir.

Y entonces Guadalupe Cisneros nos dijo que a ése nadie lo sepultó. Con el tiempo se secó y el aire lo hacía sonar como un bule.

Y entonces iba yo a morir y les pedía que me desataran
que me quitaran la camisa mojada
y me extendieran sobre el pasto
y me sonreí cuando sentí el cielo en la garganta
y miré todo
con los ojos
como para mirarlo todo.






zeusofobia

en el cine acepto 1 mentira como real
en el poema acepto 1 mentira como la realidad
en el teatro acepto la realidad como mentira
en tu presencia acepto 1 mentira:
tu sombra es el verdadero monstruo.







cronofobia

La evolución de nuestros miedos a lo largo de la vida:
de 0 a 1 años: miedo a todo lo que ocurra de manera intensa y resulte desconocido, incluidas las personas
de 2 a 4 años: catástrofes, tormentas, animales
de 4 a 6 años: catástrofes, oscuridad, separación de los padres, fantasmas y brujas
de 6 a 9 años: daño físico y miedo al ridículo
de 9 a 12 años: conflictos de los padres, rendimiento escolar, enfermedades y accidentes
el miedo de 12 a 18 años y en adelante: rechazo de mis iguales, rechazo de tus iguales, rechazo universal, relaciones interpersonales, autoestima, mala autoestima, falsa autoestima, ninguna autoestima, no sé cómo comportarme, no sé qué decir, pánico escénico, miedo a que me rechacen, miedo a que los rechace, miedo a seguir creciendo, miedo a quedarme quieto, miedo a la siguiente hora, miedo a que amanezca, miedo a ser inútil, miedo a no saber que soy inútil, miedo a saber que todo esto es muy útil o no, pero me convierto en una bestia fabulosa y ya no pienso, mi autómata interior da las órdenes específicas, las órdenes que necesito para ser igual a los iguales, hasta olvidar que tengo miedo de perderme en el tiempo.







onirofobia

Soñé que estaba muerto y que no moría. Soñé que un amigo construía una ciudad con sus dos manos. Soñé que me soñaba y tu cuerpo se hundía en la cama o en el desierto. Soñé que había claridad en algunas palabras, en algunas estrellas y que un día la gente que habitaba el sueño, tomaba las armas soñadas por otros para destruir una patria que había sido olvidada.

La alerta y la reacción son percibidas por la vista
y el oído ante algo desconocido o peligroso.
Nos cagamos de miedo.
Estas respuestas inmediatas que no son una falla, sino una respuesta instintiva, constituyen un sistema de vigilancia y alarma
como 1 relámpago
el peligro atenta contra la integridad y la preservación de la especie.





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