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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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JESÚS ALLER [9102]

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Jesús Aller reflexiona sobre indignación y erotismo en su último libro


Jesús Aller Manrique (Gijón, Asturias 1956) es un geólogo y escritor español. Es catedrático de Geodinámica Interna de la Universidad de Oviedo desde 2010 y ha desarrollado su investigación principalmente sobre sobre la geología del macizo varisco del noroeste de la península Ibérica y sobre el análisis cinemático de los procesos de plegamiento mediante modelización matemática. Su actividad literaria es esencialmente poética, aunque incluye también un libro de viajes por Asia. Con ecos dadaístas en sus comienzos, su obra evoluciona después hacia un estilo más personal en el que combina textos poéticos en verso y en prosa notablemente influidos por el budismo.

Su producción abarca los siguientes títulos:

Pájaro sobre el mar, Gijón 1980. Segunda edición, Gijón 1988.
Non serviam, Oviedo 1987.
Teoría del centro, Oviedo 1990.
Asia, alma y laberinto, Llibros del pexe, Gijón 2002.
Recuerda, Llibros del pexe, Gijón 2004.
Subhuti, Llibros del pexe, Gijón 2006.



DE: Los dioses y los hombres. KRK Ediciones, 2012. 


MELANCOLÍA

Teje la noche
su blanca escarcha,
pasan los hombres,
queda el dolor.

Cantan su pena
triste las cosas,
el son del viento
dice un adiós.

Nada se pierde,
todo se encuentra
entre las fibras
del corazón





SUEÑO

Si todos rechazáramos
esta farsa sangrienta
donde robo y mentira
viven entronizados.

Si supiéramos ver
la verdad de lo humilde
que late en nuestras venas
y descifra la vida.

Serían protagonistas
los árboles y el viento
y ararían los hombres
los campos de los dioses.




CNT 1910-2010

Mira la tierra parda,
amasada con sangre
y regada con lágrimas;
ella es tu herencia sólo,
no hay otra patria,
ninguna patria.

Un crimen continuado,
esa es la simple historia,
desposesión y látigo,
condena dura y larga;
no hay otra patria,
ninguna patria.

Los dueños de la tierra
saquean y exterminan
a escala planetaria.
Cambia la faz el monstruo,
extiende sus mentiras,
la llama democracia.

Siguen en las cunetas
los héroes del pueblo;
sobre la infamia crece
la hierba del olvido;
no hay vida sin memoria,
sólo una mueca extraña.

Con patrañas construyen
la cuna de los hombres,
con patrañas la mecen,
patrañas y patrañas.
Curas y militares,
dos caras de la misma
moneda falsa.

Mira el futuro y sueña:
Fraternidad humana.
Mira la tierra parda,
amasada con sangre
y regada con lágrimas.



recuerda-jesus aller manrique-9788496117310

DE:RECUERDA (Llibros del Pexe, 2004)

EL NOMBRE SECRETO

Enfrentado a un sueño tenaz sin despertar posible,
contemplador de millones de siglos de historia que es sólo
extenuación y vértigo,
entregado inerme a la confusa libertad de un instante,
te sentirás tentado a construir mil arrabales de amada identidad,
modelando una fábula de cuerpos y ciudades,
de cifras y ambiciones.
Pero antes de urdir ese desastre
es necesario que recuerdes
que el nombre secreto de este país es: “nada”,
que sus rituales más gloriosos son estiércol y noche,
que existe sólo la sombra de un corazón 
buscando a su gemelo en el añil de una tarde siempre repetida.






EL SABIO

He aprendido a huir de esos hombres que pululan. Suya es mi 
esencia y les amo, pero ya sólo escucho una voz que surge de ellos 
y los descifra, ese aliento inmortal, la prodigiosa idea.
Por eso, en el gris amanecer son los libros mi única compañía 
y mi único afán. Busco en ellos la palabra que iluminará mi espíritu, 
la imagen feliz que descubre los resortes secretos. La naturaleza 
y la vida son libros también en los que trato de leer.
Podrías definir mi existencia como un desasosiego que pugna 
por convertirse en explicación, en armonía que llegue a todos vestida 
de letra impresa.
Sobre el estante, mis obras alineadas dibujan mi retrato, atesoran 
el fruto de esta lucha, de esta frágil pasión por alumbrar 
la escondida belleza del mundo.






CAMINO

Si la vida es un viaje, no lo dudes,
mejor cuanto más lejos.
Pero al final resulta lo más hondo
el latir de un recuerdo.
Cansados del camino, descubrimos
que todo ha sido un juego,
que tras el horizonte sólo hallamos
lo que llevamos dentro.
Si todo es un regreso,
¿por qué tenemos miedo?




II VACÍO

Todos los arabescos desde el origen mismo
adornan este instante en un pálido acorde.

Todas las sensaciones de la muerte y la vida
regresan infinitas a una orilla sin nombre.

Suena en la noche oscura la eterna melodía,
envenenada y dulce, que a sí misma responde.





ÚLTIMAS PALABRAS

Morir escuchando
las lágrimas eternas de Franz Schubert.
Entre árboles y barrancos,
otra vez niño.
Todo perdido.
Un río que suena.
Terminar en la escalofriante belleza.
“Se pasa las horas con el cuaderno entre las manos”.
Ardiente melancolía.
Nada temible.







JIMMY SANTIAGO BACA [9103]

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Jimmy Santiago Baca (Santa Fe, Nuevo México, Estados Unidos, 2 de enero de 1952) es un escritor estadounidense.
Sus padres lo abandonaron a la edad de dos años y vivió con su abuela antes de ingresar en un orfanato, de donde se fugó a la edad de trece años. A los veintiún años fue condenado a cinco años en una prisión de máxima seguridad por problemas con las drogas. En la prisión aprendió a leer y escribir y comenzó a componer poesía. Además de varias novelas y colecciones poéticas, Baca escribió el guion para la película Blood in Blood Out, que fue distribuida por Hollywood Pictures en 1993.




Traducción de Ilan Stavans



Ya
tu idioma de lluvia no desgasta mis pensamientos,
ni tu idioma de aire fresco de la mañana
desgasta mi cara,
ni tu idioma de raíces y flores
desgasta mis huesos.




No longer
does your language of rain wear away my thoughts,
nor your language of fresh morning air
wear away my face,
nor your language of roots and blossoms
wear away my bones.







y yo rezaba en abalorios de grano de maíz azul,
deslizados del pulgar a la tierra,
mientras el tambor de piel de venado de mi corazón
palpitaba suavemente y yo cantaba
toda tierra es sagrada,
toda tierra es sagrada,
toda tierra es sagrada,
toda tierra es sagrada,



and I prayed on beads of blue corn kernels,
slipped from thumb to earth,
while deerskinned drumhead of my heart
gently pounded and I sang 
all earth is holy,
all earth is holy,
all earth is holy,
all earth is holy,






de Martín

I

Pinos Wells — 
ahora un pueblo abandonado.
La presencia de quienes vivieron
en estas casas de adobe que se están viniendo abajo
persiste en el aire
como un cuadro
suprimido
que deja su antigua presencia en la pared.

En el polvo de corral
los frascos de medicina
mantienen la luz solar oxidada
que secó este pueblo
hace 30 años.
Los cobertizos tiznados se oxidan
en púas diablas.
En las vigas del establo cuelgan
telarañas, tan intrincadas como los manteles que
abuelita tejía a crochet para los salones
de los rancheros adinerados de Estancia. 
Ahora ella teje sedosos huevos de araña.

Mi mente rodea las cenizas cálidas de los recuerdos,
las imágenes con bordes oscuros de mi historia.
Sobre ese campo 
barrí a mano
la tierra suelta e hice un fortín en las dunas.
Sonidos de ocio del caballo de Villa
alcé mi cuerpo y relinchaba a mala hierba.

Del orfanato mi tía Jenny
me llevó a Pinos Wells
para visitar a abuelita. Toda la tarde del sábado
sus dedos nudosos
abrían las páginas de los álbumes de fotos
como telones llamando a escena,
los extraños actores de mi familia mestiza
se inclinaban ante mí, vistiendo trajes vaqueros,
overoles de mecánico en los campos con azadones en las manos.

En la misa de las seis
con las manos apretadas cuchicheé
al Cristo encadenado con sangre en la cruz,
suplicándole que me diera la compañía de mi pasado 
— entregándome a Cristo quien nunca diría a nadie
cómo, bajo el sol de la tarde en Santa Fe,
dormía el gallo y las hormigas negras
que formaron rosarios sobre el patio de tierra dura
cuando . . .

El barrio de Sanjo,
los chucos estacionados
frente al puesto de hamburguesas de Lionel
para mirar a Las Muñequitas
paseándose en coche por la avenida Central,
con la emoción cromada de los Chevies ’57
relampagueando en sus ojos.

En el callejón detrás de Licores Jack 
los perros se pelean por un burrito
caído del bolsillo del abrigo de un borracho.
La ambulancia grita por la calle Edith
para entrar en Sanjo donde Felipe sangra whiskey rojo
por las heridas de cuchillo.

En la calle Walter
suenan los teléfonos en los departamentos de ladrillo rojo
mientras al otro lado de Broadway bajo el puente Guadalupe
los gitanos vagabundos y los mexicanos toman Tokay.
Corridos— 
las sillas se astillan sobre pisos de cocina— 
las voces discuten en porches oscuros— 
las puertas se cierran con rabia de un portazo— 
las botellas de Seagrams se hacen añicos en la calle— 

Quedé atrapado
en Sanjo, en mi propio cuerpo moreno,
sin saber cómo nadar
mientras las lenguas azotaban una advertencia de rocío blanco,
de tormentas por venir, 
yo recé.

De niño, en Santa Fe, 
yo miraba los tractores rojos desmoronando la tierra,
el fuego negro de las sierras ovaladas
volteando a su paso una estela de hojas quemadas y tallos de mazorca,
mientras yo recogía comas verdes y rojas
de vidrios rotos en mi jardín, 
y retozaba en barro de troncos-tumbas caídas de álamos
que echaban vapor en el amanecer junto a la zanja.
Entonces,
se detuvo
el cuento de hadas de mi pequeña vida
cuando mamá y papá
me abandonaron, y gritaron los antiguos dioses serranos de mis sentimientos
en las cuevas de mis sentidos,
y la planta de semillero de maíz que era micorazón
se marchitó—como una lombriz fuera de la tierra,
surgí ante el mundo oscuro de la libertad.

Me escapé del orfanato a los diez años,
trabajé en el Taller de Metal en Planchas de Roger. 
Abría la ventana para dejar que la brisa de la mañana
me refrescara mi cuerpo de niño, y espantara
los gorriones de su nido en el alféizar de la ventana.

En el Hostal Conquistador en la South Central
le hice el amor a Lolita, y después de que supo su padre, Lolita
se cortó las venas
sentada sobre el inodoro, la sangre garabateándose
sobre el linóleo amarillo,
mientras su hermano me apartaba de un empujón, la subía, 
y se iba con ella en coche, yo me despedí con la cabeza.

En la adolescencia 
yo buscaba esa conexión oscura
de palabras transformadas en acciones, de sueños hechos realidad,
como la incursión de Tijerina en el juzgado,
de César Chávez y miles de braceros
soportando los cabos sangrientos de garrotes de policía
que les pegaban mientras ellos continuaban su marcha.

Yo saqueaba las tiendas del centro
en busca de abrigos que dar a mis amigos, 
y la Guardia Nacional me asaltó con gas lacrimógeno
en el Parque Roosevelt cuando redujimos a cenizas
una patrulla.
Él le dio de garrotazos a una Chicana por haberles contestado.

En la West Mesa, 
yo tomaba caminatas y estaba atento para ver si oía una canción
que me viniera a mí, una canción de una vida mejor,
mientras una vieja india navajo quedaba sentada en su guacal 
y gemía con labios mojados a la botella de vino vacía,
delante del mercado de Louie 
y los borrachos pegajosos se acercaban al sol al lado de la pared, 
tabaleándose,
gimiendo entre dientes súplicas para recibir dinero.

Los vatos en Barelas
se recargaban hacia atrás en sus chaquetones
contra el viento invernal, las caras templadas
con cicatrices, mientras traqueteaban por los callejones de guijarros
a la casa de su conexión.

En la Universidad de Nuevo México
los chicanos eruditos
arrastraban ideas cargadas de libros a la cama 
y las hojeaban sin reposo
mientras yo dormía bajo los álamos
por el Río Grande 
y me paseaba en coche con Pedro
tomando whisky por las montañas Sangre de Cristo
hasta que nos tirábamos en un cañón
por una curva cerrada y nevada una mañana de diciembre, 
y yo llevaba su cadáver a una casa de labranza.

Meses después, me puse en camino al oeste
por la I-40,
en mi Karmen Ghia abollado.
Desesperado por comenzar de nuevo
la puesta del sol en la cara,
hablé con la Tierra— 

He estado separado ti Madre Tierra.
Ya
tu idioma de lluvia no desgasta mis pensamientos,
ni tu idioma de aire fresco de la mañana
desgasta mi cara,ni tu idioma de raíces y flores
desgasta mis huesos.
Pero cuando yo vuelva, me convertiré de nuevo en tu niño,
dejaré que me tomen tus manos verdes de alfalfa,
dejaré que tus raíces de maíz se metan en mí 
y me entregaré a ti de nuevo,
con la grulla, el olmo y el sol.





Traducción de Manu Berástegui.


TERREMOTOS CURATIVOS

En pequeños jardines fui hechizado por
Monjas cultivado en el orfanato,
Por calles desgarradas y retorcidas como corteza seca
Viví como un insecto,
Por todos los escritores y artistas de América
Que nunca escribieron mi historia,
Por todos los documentos oficiales que engañaron
     a mis ancestros.

Silenciosamente a solas está Terremotos Curativos,
Se acerca por los lados
Por el alcoholismo de nudos negros de mi padre,
Por las frías y profundas entrañas de la esperanza,
Por las palas de los albañiles con sombrero
Y los obreros que extienden el mortero fresco,
Por todos los chicanos en camiseta de trabajo,

A los guardas torvos que se libraron de sus cadenas,
A las casas destartaladas de los pobres,
Por las Mágnums y las carabinas con cola de escorpión
Que empuña un escuadrón de muerte,
Terremotos Curativos surge de las ruinas y los escombros
Escupiendo su propio cuerpo y su corazón,
En un millón de voces y caras,
Musitando por debajo de sus vientos interrumpidos,

Atraviesa despacio mi alma rasgada con una sacudida de furia,
En el centro de su marca se apoya invicto.
Yo soy Terremotos Curativos
No en la ascendente convulsión giratoria de la bomba atómica
Ni en la explosión y el simbólico despegue de un cohete,
Un hombre inferior según todos los libros de leyes,
Un hombre que se despierta al día sobre un suelo firme
Y tierra que defender.








En suelo firme. (Fragmento)



Tenía cinco años la primera vez que pisé una cárcel. Un policía se presentó en la puerta una noche y le dijo a mamá que la necesitaban en la comisaría. Me llevó con ella. Cuando llegamos al mostrador de recepción, el capitán le preguntó:
- ¿Está usted casada con Damacio Baca?
- Sí.
- Está detenido por conducir borracho. Su fianza es de cien dólares. Firme aquí y asegúrese de que se presenta al juicio.
- ¿Qué es eso?
- Los papeles para dejarlo libre.
El capitán analizó su titubeo.
- Entonces se quedará aquí hasta su comparecencia.
El capitán se encogió de hombros, sorprendido por la reacción de ella, y nos acompañó por delante de los calabozos hasta el cuchitril de los borrachos.
Olía a orina y a vómitos de whisky. Me agarré con fuerza a la mano de mi madre. Los pasillos eran oscuros y sombríos, y el menor sonido retumbaba inquietante contra las paredes. Nos detuvimos frente a una celda ocupada por hombres sentados con la mirada fija en la pared de enfrente. Algunos estaban tirados en el suelo, sin conocimiento.

...

Las cosas iban cada vez más deprisa, más enloquecidas y fuera de control. Mi vida no tenía ningún orden. Las complicaciones se presentaban de día y de noche y, tras seis meses, empezaban a crisparme los nervios. Clientes nuevos, cargamentos mayores, llamadas a cualquier hora de la noche, esperas y preocupaciones sobre quién era de confianza; fiar hierba y esperar a que te pagaran; esperar noticias de cargamentos en ruta a sus destinos y otros cien detalles. Para relajarnos, Lonnie y yo nos fuimos un domingo a un lago en las afueras de Yuma. Carey había pillado un poco de PCP en la base. Nos dijo que estaba buena. Lonnie y yo mezclamos un poco del polvo blanco con nuestros refrescos y en menos de una hora estábamos inmersos en la peor pesadilla de nuestras vidas. Duró dos días, y cuando conseguimos salir de ella decidimos dejar el negocio. Después de aquella experiencia Lonnie y yo empezamos a rezar, algo que no habíamos hecho nunca, pero los demonios y los fantasmas que atacaron nuestras mentes durante el viaje nos llevaron a pensar en la suerte que teníamos de estar vivos. Sólo teníamos veinte años. No queríamos pasar el resto de nuestras vidas vegetando en un manicomio.

...

Escribí, volcando toda mi frustración en el diario, hasta que tuve calambres en los dedos. Me senté en la litera para pensar en él y recordé lo meticuloso que era en su trabajo de carpintería. Reconocería hasta la menor grieta del suelo de hormigón de mi celda; sólo con ver la trayectoria de la llana del albañil en la pared habría sabido de la habilidad del obrero. Estudié la oxidación de los barrotes, donde el soldador había aplicado demasiado, o demasiado poco, el soplete; los desconchones de la espesa pintura al plomo; las huellas de unas manos sudorosas que habían quitado el exceso de pintura en algunas partes. Café, sangre y orina manchaban la funda rasgada del colchón; el hormigón de debajo del camastro, donde los presos ponían sus pies descalzos al levantarse cada mañana, estaba ligeramente más descolorido. Contemplé las pequeñas abolladuras redondeadas en las que un hombre había volcado su furia dando un puñetazo en la superficie de acero del camastro; los huecos del colchón donde un hombre se había masturbado noche tras noche durante años. A Mieyo, como a mí mismo, le habría dado náuseas el hedor masculino de los cuerpos encarcelados, el tufo a hombre encerrado, el ruido de los portazos de las verjas de hierro; le habrían estomagado los muros del encierro, las pintadas de desánimo y venganza, las cucarachas entre los barrotes, los presos pendencieros, los guardas arrogantes, las torres de vigilancia y el alambre de espino. En el fondo de nuestros corazones tanto Mieyo como yo éramos buenas personas, sedientas de afecto y ansiosas por llevar una vida decente. Y mientras yo intentaba reconstituir poco a poco mi vida a base de libros y escritura, Mieyo, en el extremo opuesto, se había condenado a sí mismo a un aislamiento cada vez más y más profundo, a un lugar en el que no le podía ayudar como había hecho una vez cuando era su hermano pequeño.


Jimmy Santiago Baca. En suelo firme. Alfaguara, 2002. De la traducción: Manu Berástegui. Fotografía de cubierta: William Scott.





ÁNGEL MUÑOZ [9104]

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Ángel Muñoz Rodríguez   (Madrid, 1977) es licenciado en Historia del Arte. Ha publicado ” Ya no leo tebeos de Wonderwoman”  (Editorial Groenlandia, 2009), ” Como Ulises en una cacharrería” ( Editorial Bohodón, 2010) y ” Amor manual” (Editorial Talentura, 2011). Debido a diversas circunstancias, últimamente, ha decidido volverse escueto en presencia y letra.
Ángel Muñoz es uno de esos poetas modestos, de verso directo, duro e ideas rudas. Un poeta del siglo XXI marcado por la narrativa y por la lírica a partes casi iguales. Su poesía está marcada por los excesos, desde la parte más dura y combativa a la más romántica y dulce. Casi sin estados intermedios. Obsesivo, sonriente, cómplice, fraternal, rítmico. Tiene la facilidad de crear magníficas imágenes con sus versos y hacernos reflexionar sobre todo lo que escribe. Es una de esas personas que se emocionan con todo aquello en lo que se implican y siempre hasta las últimas consecuencias. Gran lector, consume literatura en grandes dosis.





Pensamientos tras la mujer anónima

Eludir la laboriosidad de la cigarra.
                  Un cariño en sepia.

Deshacer la espera
de algo que no quiere llegar

es derrotarse.







Garabateó números en un pañuelo mojado. 

Hallé fracturas en el tórax,
colonia cara de hombre, 

rémoras de gin tonic con limón.

Cartas boca arriba
inhumando los cadáveres de su jardín

con soledad de pala y ella.









A ciegas

Encontrar tus enseres en el baño
consigue en mí 

atestar de arena los relojes.

Es lo que traela novedosa rutina.

La insensatez
de no racionarnos 

hasta que el remedio
sólo nos autorice ver nuestras autopsias.






ARLEQUÍN

Sólida bofetada.
Comprometer un vigor anímico
partido por sendos bordes.

Me es necesario tu hombro al llorar.

Payaso si tú no.






HE QUERIDO APARTARTE CON MI BARBA

Sabes lo casual
de estas discusiones
que se enmascaran
con un muro de vello
entre la horizontal
de nuestras bocas.

Ceder a tu rescate de báscula.

No quiero llegar
solo a ti
por un desvío.







METRO OPORTO

Abonar la esquina.
Reforma del sentido.

Puntualidad del tres.






MUJER ANÓNIMA

Los luminosos de carretera
me sedujeron sin dificultad.

Bregaba en boxes
desde hacía tiempo
por una exigua hucha.

Dos precipicios
grapados a la cara,
pobre envoltorio
de quien no tiene otra cosa
que ofrecer.

No indagar su nombre
por si el cuchillo.





PARECÍA MENTIRA

Tener una buena mano
de segundas.
       Romper retrovisores por
infrecuencia.
                                    Memorizar
baches hasta tu piso.

Excluir cualquier bulto
sospechoso de la araña.

Carecía de medios
para tener vehículo.
Limitar los recursos
al café cosido
de bares en donde la ausencia.

Disponer de tu portal
era adecuado al descanso de nuestras
mandíbulas,
pese al estorbo
de cerradura y vecinos





CÓMO ENMENDAR

En ocasiones durante estos años
nuestra apatía permite la pérdida
de las normas marcadas.

Tabicar el pecho
para no exhibirlo,
clavar alfileres en los ojos
sin apreciar el desorden.
                              Es más fácil.

Reservaré mesa para dos
e iré explicándote
si tomas asiento.




Ángel Muñoz: Amor manual
Talentura Libros, septiembre 2011. 




ROBYN SARAH [9105]

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Robyn Sarah

Robyn Sarah (Canadá). Nació en Nueva York de padres canadienses y creció en Montreal, donde aún vive. Es autora de nueve libros de poesía, dos colecciones de cuentos y un libro de ensayos, Little Eurekas: A Decade’s Thoughts on Poetry: 

“Fugue”, “Nocturne”. From The Space Between Sleep and Waking, (Villeneuve, 1981). “Black Walnut”. From Anyone Skating On That Middle Ground, (Véhicule Press, 1984). “Redoing the Entrance”. From Questions About The Stars, (Brick Books, 1998). “Bounty” and “Tony’s Sharpening”. From  A Day’s Grace, (Porcupine’s Quill, 2003).

Sus poemas han sido antologados en Fifteen Canadian Poets x 2 and x 3, The Best Canadian Poetry in English (2009 and 2010), The Bedford Introduction to Literature, The Norton Anthology of Poetry, Garrison Keillor’s Good Poems for Hard Times (US) and Modern Canadian Poets: An Anthology (UK).  She edited The Essential George Johnston, The Essential Don Coles, and The Essential Margaret Avison for The Porcupine’s Quill.

Actualmente es editora de poesía para Cormorant Books.






FUGA

Las mujeres están en camino
al nuevo país. Los hombres observan
desde altas ventanas de oficina
mientras las mujeres se van.
No llegan muy lejos
en un día. Aún las puedes ver
desde altas ventanas de oficina.

Las mujeres están en camino
al nuevo país. Se lo llevan
todo consigo: mantas,
pianos, niños. O lo dejan
todo atrás: gatos,
plantas, niños.
No llegan muy lejos en un día.

Algunas mujeres viajan solas
al nuevo país. Algunas
con un niño, o niños.
Algunas van en parejas o grupos
o en parejas con un niño
o niños. Algunas en un grupo con
gatos, plantas, niños.

No llegan muy lejos en un día.
Han de parar a hacer pan en la carretera
al nuevo país, y compartir
el pan con otras mujeres. Niños
crecen más allá de sus ropas y las ceden
a niños más pequeños. Las mujeres también
ceden ropas, se ponen las unas

los gatos, plantas, niños de las otras, y en la luna llena
nadie recuerda el camino al nuevo país
en el que habrá espacio para todo el mundo y
será verano y los niños cederán
sus ropas y los panecillos subirán
sin levadura y las mujeres habrán llegado
tan lejos que nadie pueda verlas, ni siquiera desde

altas ventanas de oficina.





Fugue

Women are on their way
to the new country. The men watch
from high office windows
while the women go.
They do not get very far
in a day. You can still see them
from high office windows.

Women are on their way
to the new country. They are taking
it all with them: rugs,
pianos, children. Or they are leaving
it all behind them: cats,
plants, children.
They do not get very far in a day.

Some women travel alone
to the new country. Some
with a child, or children.
Some go in pairs or groups
or in pairs with a child
or children. Some in a group with
cats, plants, children.

They do not get very far in a day.
They must stop to bake bread on the road
to the new country, and to share
bread with other women. Children
outgrow their clothes and shed them
for smaller children. The women too
shed clothes, put on each other’s

cats, plants, children, and at full moon
no one remembers the way to the new country
where there will be room for everyone and
it will be summer and children will
shed their clothes and the loaves will
rise without yeast and women will have come
so far that no one can see them, even from

high office windows.







Nocturne

She sits up late, listening
to the wind in leaves that
may be gone tomorrow: one gust
this time of year, and up they fly,
there is no calling them back, and
it will always happen too quickly:
                                 Midnight;
in the next room the child
stirs in his crib, cries out
without waking — she thinks of sleep
but sits on, unmoving; a moth
flops in the lampshade, the chairs
cast straight shadows. What
keeps her here at this hour, what —
in the plainness of things, the bare floor,
the broom in the corner, the tea stains
on the frayed tablecloth — sharpens her nerve
to the quiver of a flame-end?
She thinks: Alive.

Down the alley a dog begins barking.
The tree shakes with a knowing
the bones soon share.







Black Walnut

We found those funny green balls in the grass,
perfumy as unripe oranges, but hard,
and bleeding rank iodine when cut open,
leaving their stain deep in the palms’ creases.
The stone inside was hard to hack away
from the raw flesh of the stubborn fruit.

Now, heading into winter, one fruit
of the several we picked up that day in the grass
sits on the sill, where I put it away
to see if it would ripen. Blackish, rock hard
though light as pumice, it has dried in ridged creases.
It would take a hammer to break this open.

But who would ever think of breaking it open?
It seems an artifact now, not a fruit.
Its history is sealed into these creases
as ice preserves the lay of the tangled grass.
I have no use for this thing; why is it hard
to decide the time has come to throw it away?

Maybe because the scent has not gone away,
and the faint spice of it has power to open
thought-ways to other things grown soft or hard
with age or their own failure to yield fruit
(though they persist, unkillable as the grass
that, flattened, springs back up from its own creases.)

I think how ice moves over the earth, and creases
the face of it, or grinds the edges away,
leaving a smooth bed for the blanketing grass.
I think how, in the rock, deep fissures open
and endure to become valleys, lush with fruit —
and then, how rotting trees have turned stone hard.

And I think of the passion to preserve, the hard
clear light that loves to register the creases
in a face, or a cloth with an arrangement of fruit:
as if recording these could hold away
the shadow of that chasm we know must open
soon at our feet, in the supple familiar grass.

Hard as its nut, this mummy of a fruit
creases the brow. The mind drifts far away,
open to every current in the grass.







Redoing the Entrance

Today the stairs end in mid-air, halfway down.
I see you at the bottom — pencil in hand,
chewing your lip, assessing with slight frown
the space you’ve opened for the curved stairs planned
in place of straight ones. — You’ve got it figured out,
you tell me — smell of hot sawdust on the air —
you see how you can do it. (Scenting my doubt?)
I gaze down at the sawdust in your hair,
and wonder at the faith that made the cut
before the plans were drawn. The way you are.
The way you made me yours — not asking what
could go wrong — trusting we’d come this far.
And how you’ve placed a table for a landing,
so I can climb down now, to where you’re standing.






Bounty

Make much of something small.
The pouring-out of tea,
a drying flower’s shadow on the wall
from last week’s sad bouquet.
A fact: it isn’t summer any more.

Say that December sun
is pitiless, but crystalline
and strikes like a bell.
Say it plays colours like a glockenspiel.
It shows the dust as well,

the elemental sediment
your broom has missed,
and lights each grain of sugar spilled
upon the tabletop, beside
pistachio shells, peel of a clementine.

Slippers and morning papers on the floor,
and wafts of iron heat from rumbling rads,
can this be all? No, look — here comes the cat,
with one ear inside out.
Make much of something small.







Tony’s Sharpening

A summer evening sound, his silver bell
summoning householders to bring
their scissors, kitchen knives, blunt blades
to sing against his whetstone.

Tony the Sharpener. He used to pass
on a bicycle, years back.
Now it’s a little truck he has,
but the same sweet-toned bell

cling-clings across the evening’s
linden-laden air, the languid games
of after-supper children
granted a stay of bath and bed

for the red hour of afterglow
when robins pipe in the hedge.
Tony, spin your stone again,
give life back its edge.





TERESA RITA LÓPEZ [9106]

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TERESA RITA LÓPEZ 
Nació en Faro en 1937. Licenciada en Filología Románica por la Facultad de Letras de Lisboa. Catedrática de la Universidad Nova de Lisboa. Cultiva el ensayo, la narrativa y la poesía.

 vivió exiliada trece años en París, a donde huyó de la represión salazarista y donde fue profesora de la Universidad de la Sorbona. En ella se doctoró con una tesis sobre Fernando Pessoa et le drame symboliste-héritage et création (Paris, Ed. Fondation Gulbenkian, 1977; 2ª ed., 1985). Actualmente, es Catedrática de Literaturas Comparadas en la Universidade Nova de Lisboa. Siempre escribió poesía. Tiene cuatro libros publicados: Os Dedos os Dias as Palavras (Porto, 1987; Prémio Cidade de Lisboa, 1987), Por Assim Dizer (Lisboa, 1994), Cicatriz (Lisboa, 1997; 2ª ed., 1997, con introducción de Manuel Alegre; Prémio Eça de Queirós de Poesia 1996) y Afectos (Lisboa, 2000). Su poesía está traducida al francés, italiano y español. Es co-directora de la revista de poesía en lengua portuguesa Orion. También escribe regularmente teatro. Ha publicado las siguientes obras dramáticas: Três Fósforos (en el volumen Teatro 62, Lisboa, 1962), Sopinhas de Mel (Lisboa, 1981), Teatro I: Rimance da Mal Maridada e Sopinhas dee Mel (Lisboa, 1994), Andando, andando… (Porto, 1999) y Esse tal Alguém (ficción dramatizable, Porto, 2001). Sus obras se han representado en Portugal y otros países como Francia, Bélgica, Italia, Rumanía o Alemania. La obra Se Mentes (representada en Lisboa por el grupo Bando) fue escogida para representar a Portugal en Bonn en la Bonner Biennale 94. Desde hace más de treinta años se ha consagrado a la obra de Pessoa, con atención particular a su obra inédita. Dirige un grupo de investigadores que trabaja sobre la obra pessoana, y fruto de ese trabajo ha sido la publicación de varias obras del poeta porugués, entre otras una guía turística de Lisboa –Lisboa, o que o turista deve ver- que ya ha sido traducida a varias lenguas.

Su extensa obra ha sido premiada varias veces, tanto en su faceta ensayística como poética y teatral; de especial relevancia es el “Grande Prémio de Teatro da Associação Portuguesa de Escritores” (2001) concedido a su obra Esse Tal Alguém. Se ha dedicado también como investigadora a trabajar sobre la obra de Miguel Torga, acerca de la cual ha publicado varios ensayos y un libro importante en la bibliografía torguiana: Miguel Torga: ofícios a um “deus da terra” (Porto, 1993; Prémio Unicef Letras e Letras 1993).
Obra poética

Os dedos os Dias as Palavras (1987, Prémio Cidade de Liboa 1987)
Por assim Dizer (1994)
Cicatriz (1996, Prémio Eça de Queiroz de Poesia 1996)
Afectos (2000)
Jogos, Versos e Redacções (2001)
A Nova Descoberta de Timor (2002)
A Fímbria da Fala (2002)

Obra dramática

Três Fósforos (1962)
Sopinhas de Mel (1981)
Rimance da Mal Maridada e Sopinhas de Mel (1994)
Andando andando (1999)
Esse tal Alguém (2001, Grande Prémio de Teatro da Associação Portuguesa de Escritores 2001)
As Barbas de Sua Senhoria (2003)
A Asa e a Casa (2004)

Obra en prosa

Estórias do Sul (2005)





Ola a ola
ser a ser
la Vida
            va
y viene
            mar
            sin fin
            de vidas






UN VIEJO RITUAL

Hoy para cumplir 
un viejo 
ritual
                            
                  decreté
                  que era 
                  el día 
                  de mis muertos:

escribí
un poema
quiero decir 
varios 

                  cambié   
                  una planta
                  a un tiesto
                  más grande

Y amamanté
con lágrimas
a todos los seres
del mundo

                  mis hermanos
                  huérfanos
                  en este azar sufrido
                  de nacer


          




La vida de cada uno
tiene dos edades:
antes
y después
de la muerte de la Madre


               




Madre
eras mentira en tu ataúd

Apenas te toqué las manos
vi que no eras tú aquella
Tu cadáver era un extraño
vestido con tu ropa
fingiendo
que eras tú

Lo maldije
como a un impostor.


Cicatriz
El bardo colección de poesía.
Edición bilingüe de Perfecto Cuadrado






La casa que ve pasar los trenes

Viajo a mi infancia en todos los trenes
que pasan
La casa tiembla
y la tierra que soy es un temblor
de júbilo sin edad
pequeños volcanes de risa se abren paso
por cada uno de mis poros
limpian mi respiración
después
es este ser más liviano y más suelto
más primo hermano
del aire





(de "Retrato de familia")

Antes cuando "no había muerto nadie todavía"
Yo tenía Madre cinco tías cuatro tíos varios primos
cuatro abuelos seis bisabuelos
Me acuerdo de un niño
vecino mio que fue a mi cumpleaños y regresó
llorando a casa porque no tenía primos
¡Quería
tener primos y ya está!
Era un niño rico que lo tenía todo
pero su Madre no podía ir a comprarle primos al supermercado
Porque para poder tener primos se necesitan tíos
o tías y su Madre y su Padre eran hijos únicos
Como yo
A veces me aburría tanta familia y tanto
besuqueo (yo me limpiaba siempre la cara con la mano)
¡Poco sabía yo la falta que esos besos
me iban a hacer hoy!
Hoy sé que solo se es feliz
cuando no nos paramos a pensar en ello.








Junto a um muro velho
A uma casa ruída
A velha amendoeira diz que não
À morte
E fica
De repente
Menina e noiva
Ao mesmo tempo
O vento ri-se dela
Arranca-lhe as pétalas
-Mas são tantas que não se nota – 
Escarnece-a:
“És uma velha louca de véu e grinalda!” –
para enxotar os insultos machistas do velho
vento








Dia 
a
dia 
noite 
noite
pedra
pedra 
palha 
a
palha 
tronco 
a
tronco 
cuspo 
cuspo
gesto 
gesto 
passo
passo 
flor 
flor
se faz um ninho
um caminho







Tristeza porque não
mas não
tristeza vidro sujo a cuspir sua vileza
sobre todas as paisagens
não tristeza dente podre 
a proibir qualquer sorriso
não tristeza nódoa de gordura sobre
a seda natural deste mar 
deste ar 
Tristeza ah porque não
avança sobre
mim mas toca harpa
cobre-me de luto 
sem vergar ombros 
sê uma auréola 
de negra luz sobre a minha cabeça
Quando te tinha
Mãe
Não sabia
Havia
De te perder
Nem pensava
Sequer
Que podia
Não te ter
Não parava
Para te saborear
Para te saber
Tão precisa
À minha vida
Tão preciosa
Não gozava
A alegria
De te saber
Mãe







Agora que morreste Mãe
e só em mim te tenho
sou mais que o meu tamanho
porque sou tu também
Tuas mãos afagam as minhas mãos
de quem são estes gestos esta pele?
Nunca me deste irmãos
só contigo reparto o meu farnel
de quotidianos fardos e alegrias
breves e desta brasa em chaga
Que é a tua ausência nos meus dias
órfãos mas sempre ao colo desta mágoa
de não te ter sido esquiva
de não te ter nunca aberto as portas
do meu ser de nunca te ter dado vivas



MIA COUTO [9107]

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Mia Couto.
António Emílio Leite Couto, conocido como Mia Couto, (Beira, Mozambique, 5 de julio de 1955) es uno de los más conocidos escritores mozambiqueños actuales.
En 1972 se instaló en Maputo y empezó a estudiar Medicina al tiempo que se iniciaba en el periodismo. Abandonó los estudios para dedicarse plenamente a la escritura. Más adelante estudió Biología, profesión que ejerce en la actualidad. Ha sido director de la Agencia de Información de Mozambique, de la revista Tempo y del diario Notícias de Maputo.
Su carrera literaria se inicia en 1983, con el libro de poemas Raiz de Orvalho, al que siguió, en 1986, su primer libro de cuentos, Vozes Anoitecidas Ha publicado crónicas, relatos breves y varias novelas. Su producción literaria, ya muy extensa, goza de enorme prestigio en los países de lengua portuguesa, y está traducida a varios idiomas, entre ellos el español, catalán, sueco, francés, alemán e italiano.
En 1999 Mia Couto recibió el Premio Virgílio Ferreira, por el conjunto de su obra.

Couto nació como António Emílio Leite Couto el 5 de julio de 1955, en la ciudad de Beira, la segunda ciudad más grande de Mozambique,donde además creció y estudio. Hijo de emigrantes portugueses que se mudaron para formar un colonia portuguesa en 1950. A la edad de catorce años algunas de sus poesías fueron publicadas en un periódico local, Notícias de Beira. Tres años después, en 1972, se mudó a la capital Lurenço Marques (Hoy Maputo) y comenzó a estudiar medicina en la Universidad Lourenço Marques. Durante ese periódo la guerrilla anti-colonialista y el movimiento FRELIMO estuvieron luchando para derrocar el gobierno colonial en Mozambique.
[editar]Después de la independencia de Mozambique
En abril de 1974, después de la Revolución de los Claveles en Lisboa y el derrocamiento del régimen del Estado Novo, Mozambique pasó a ser una republica independiente. En 1974, FRELIMO le pidió a Couto que suspendiera sus estudios por un año para trabajar como periodista para Tribuna hasta septiembre de 1975 y después como director de la recién creada Agencia de Información de Mozambique (AIM). Más tarde, dirigió la revista Tempo hasta 1981. Su primer libro de poemas, Raíz de Orvalho, fue publicado en 1983; incluia textos dirigidos en contra de la dominación de la propaganda militar marxista.

Obras

Crónicas

Cronicando (1988). Traducido al español: Cronicando, Tafalla, Txalaparta, 1995 (traducción de Bego Montorio)
O País do Queixa Andar (2003)
Pensatempos (2005)

Cuentos

Vozes Anoitecidas (1986). Traducido al español: Voces anochecidas, Tafalla, Txalaparta, 2001 (traducción de Andrés Salter Iglesias).
Cada Homem é uma Raça (1990). Traducido al español: Cada hombre es una raza. Madrid, Alfaguara, 2004 (traducción de Mario Morales).
Estórias Abensonhadas (1994)
Contos do Nascer da Terra (1997)
Na Berma de Nenhuma Estrada (1999)
O Fio das Missangas (2003)

Novelas

Terra Sonâmbula (1992). Traducido al español: Tierra sonámbula. Madrid, Suma de Letras, 2002 (traducción de Eduardo Naval).
A Varanda do Frangipani (1996). Traducido al catalán: El balcó del Frangipani. Andorra la Vella, Límits Editorial, 1997 (traducción de Goretti López Heredia).
Mar Me Quer (1998)
Vinte e Zinco (1999)
O Último Voo do Flamingo (2000). Traducido al español: El último vuelo del flamenco. Madrid, Alfaguara, 2002 (traducción de Mario Merlino).
O Gato e o Escuro (2001)
Um Rio Chamado Tempo, uma Casa Chamada Terra (1ª ed. da Caminho em 2002; 3ª ed. em 2004; rodado em filme pelo português José Carlos Oliveira)
A Chuva Pasmada, com ilustrações de Danuta Wojciechowska (1ª ed. da Njira em 2004)
O Outro Pé da Sereia (1ª ed. da Caminho em 2006)
O beijo da palavrinha, com ilustrações de Malangatana (1ª ed. da Língua Geral em 2006)
Venenos de Deus, Remédios do Diabo (2008) Traducido al español: "Venenos de Dios, Remedios del diablo". México, 2010.
Antes de nascer o mundo (2009)



Morir
después de despedirme
de las palabras, una a una.
Al final,
descontada la lágrima
queda una única certeza:
no hay muerte
que baste 
para dejar de vivir.

                    Trad. Jorge Espina


Morrer
depois de me despedir
das palavras, uma a uma.
E no final,
descontada a lágrima,
restar uma única certeza:
não há morte
que baste
para se deixar de viver.



Poemas traducidos por:  Lourdes Arencibia

  
Números 

Desiguales las cuentas: 
por cada ángel, dos demonios.
Por un Sol, cuatro lunas.
Para tu boca, todas las vidas.
Dar vida a los muertos 
es tarea de infinitos dioses.
Resucitar a un vivo: 
un solo amor cumple el milagro.





Tristeza

Mi tristeza 
no es la del trabajador sin tierra.
Mi tristeza 
es la,  del astrónomo ciego.







Fruta

Lo bueno del mango 
no es la fruta.
Es la sombra.
La terrenal, 
cotidiana
Abnegada sombra: 
Al revés del sudor
Al revés de la mano 
el sudor inversa cosechado, 
almacenado en el dorso de la mano.
No es la temporada de frutas. 
Nadie celebra la temporada de las sombras.
Así que el amor y la pasión: 
una fruta, una sombra.
La dulce y cruel mordida 
de la fruta  en tu boca, 
en lugar de entrar en ti 
quiero ser tú.
Lo que me espanta, 
no es obra del tiempo 
sino el viaje del sol en la savia del árbol
El arte delmango 
y el vestido de sombra 
envolviendo su vientre solar
Para el hombre 
vale la pulpa.
Para la tierra 
sólo la simiente cuenta







El barrio de mi infancia

No son las criaturas quienes mueren
Es al revés 
las cosas sencillamente mueren.
Las criaturas no mueren 
porque a sí mismas se hacen.
Y aquel que nace de sí mismo 
se condena  a ser eterno.
Sale un polvo de las tumbas 
que sofoca  mi  pasado 
cada vez que visito mi antiguo barrio.
La casa murió 
en el lugar donde nací: 
mi infancia 
ya no tiene lugar para dormir.
Pero sucede que, 
desde cualquier patio, 
llega a mí la risa salvaje 
de los niños jugando.
Se ríen y explican 
las mismas locuras 
que ya fueron  soberanas 
de  castillos y quimeras.
Una vez más me tocó la pared fría 
y siento en mí el pulso 
de quien  vive para siempre.
La muerte 
es el abrazo imposible de agua.







Destino

Me estoy acostumbrando a la 
poca ternura
en la medida en que me pospongo
siervo de daños y engaños.
Voy perdiendo morada
En la lentitud repentina 
De un destino
Que me va quedando escaso. 
Conozco mi muerte
Su lugar esquivo
Su acontecer disperso
Ahora,
¿qué más podría vencerme?







Para ti

Para ti
deshojé la lluvia
para ti desprendí el perfume de la tierra
toqué en nada
y para ti fui todo  
Para ti grité todas las palabras 
y todas me faltaron 
en el minuto en que grabé  
el sabor del siempre 
Para ti di mi voz 
a mis manos 
abrí las yemas del tiempo  
asalté al mundo 
y pensé que todo estaba en nosotros 
en ese dulce engaño 
de ser dueños de todo  
sin que tengamos nada  
simplemente porque era de noche  
y no dormíamos  
descendía yo a tu pecho 
para buscarme  
y antes de que la oscuridad 
nos ciñese la cintura 
se nos quedaban los ojos  
viviendo de uno solo 
amando de una sola vida 







Identidad

Necesito ser otro 
para ser yo mismo 
Soy grano de roca 
Soy el viento que la desgasta  
Soy polen sin insecto 
Soy arena que soporta 
el  sexo de los árboles  
Existo donde me desconozco 
a la espera de mi pasado  
anhelando la esperanza del futuro. 
En el mundo que combato muero 
en el mundo por el que lucho, nazco.  








Horario del fin  

Nada se muere 
cuando llega la ocasión 
Es sólo un bache 
en la ruta por donde ya no vamos. 
Todo se muere   
cuando no es el justo momento  
 y nunca es  
ese momento.  








Fui sabiendo de mí

Fui sabiendo de mí
Por aquello que perdía
pedazos que venían de mi
con el misterio de ser pocos
Y de  valer sólo si los perdía  
Me estacioné
En umbrales
más acá del paso
Que jamás crucé
El arbol muerto
Y supe que mentía  





POEMA DA DESPEDIDA

Não saberei nunca
dizer adeus

Afinal,
só os mortos sabem morrer

Resta ainda tudo,
só nós não podemos ser

Talvez o amor,
neste tempo,
seja ainda cedo

Não é este sossego
que eu queria,
este exílio de tudo,
esta solidão de todos

Agora
não resta de mim
o que seja meu
e quando tento
o magro invento de um sonho
todo o inferno me vem à boca

Nenhuma palavra
alcança o mundo, eu sei
Ainda assim,
escrevo.






SER,PARECER

Entre o desejo de ser
e o receio de parecer
o tormento da hora cindida

Na desordem do sangue
a aventura de sermos nós
restitui-nos ao ser
que fazemos de conta que somos.





PARA TI

Foi para ti
que desfolhei a chuva
para ti soltei o perfume da terra
toquei no nada
e para ti foi tudo

Para ti criei todas as palavras
e todas me faltaram
no minuto em que falhei
o sabor do sempre

Para ti dei voz
às minhas mãos
abri os gomos do tempo
assaltei o mundo
e pensei que tudo estava em nós
nesse doce engano
de tudo sermos donos
sem nada termos
simplesmente porque era de noite
e não dormíamos
eu descia em teu peito
para me procurar
e antes que a escuridão
nos cingisse a cintura
ficávamos nos olhos
vivendo de um só olhar
amando de uma só vida.




A Demora

O amor nos condena: 
demoras 
mesmo quando chegas antes. 
Porque não é no tempo que eu te espero. 

Espero-te antes de haver vida 
e és tu quem faz nascer os dias. 

Quando chegas 
já não sou senão saudade 
e as flores 
tombam-me dos braços 
para dar cor ao chão em que te ergues. 

Perdido o lugar 
em que te aguardo, 
só me resta água no lábio 
para aplacar a tua sede. 

Envelhecida a palavra, 
tomo a lua por minha boca 
e a noite, já sem voz 
se vai despindo em ti. 

O teu vestido tomba 
e é uma nuvem. 
O teu corpo se deita no meu, 
um rio se vai aguando até ser mar. 

in " idades cidades divindades"





O Amor, Meu Amor

Nosso amor é impuro 
como impura é a luz e a água 
e tudo quanto nasce 
e vive além do tempo. 

Minhas pernas são água, 
as tuas são luz 
e dão a volta ao universo 
quando se enlaçam 
até se tornarem deserto e escuro. 
E eu sofro de te abraçar 
depois de te abraçar para não sofrer. 

E toco-te 
para deixares de ter corpo 
e o meu corpo nasce 
quando se extingue no teu. 

E respiro em ti 
para me sufocar 
e espreito em tua claridade 
para me cegar, 
meu Sol vertido em Lua, 
minha noite alvorecida. 

Tu me bebes 
e eu me converto na tua sede. 
Meus lábios mordem, 
meus dentes beijam, 
minha pele te veste 
e ficas ainda mais despida. 

Pudesse eu ser tu 
E em tua saudade ser a minha própria espera. 

Mas eu deito-me em teu leito 
Quando apenas queria dormir em ti. 

E sonho-te 
Quando ansiava ser um sonho teu. 

E levito, voo de semente, 
para em mim mesmo te plantar 
menos que flor: simples perfume, 
lembrança de pétala sem chão onde tombar. 

Teus olhos inundando os meus 
e a minha vida, já sem leito, 
vai galgando margens 
até tudo ser mar. 
Esse mar que só há depois do mar. 

in "idades cidades divindades"






Fui Sabendo de Mim

Fui sabendo de mim 
por aquilo que perdia 

pedaços que saíram de mim 
com o mistério de serem poucos 
e valerem só quando os perdia 

fui ficando 
por umbrais 
aquém do passo 
que nunca ousei 

eu vi 
a árvore morta 
e soube que mentia 

in "Raiz de Orvalho e Outros Poemas"


RAY BRADBURY [9108]

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Ray Bradbury
Ray Douglas Bradbury (Waukegan, Illinois, 22 de agosto de 1920 - Los Ángeles, California, 5 de junio de 2012) fue un escritor estadounidense de misterio del género fantástico, terror y ciencia ficción. Principalmente conocido por su obra Crónicas marcianas (1950) y la novela distópica Fahrenheit 451 (1953).

Ray Bradbury nació el 22 de agosto de 1920 en Waukegan, Illinois, hijo de Leonard Spaulding Bradbury y de Esther Moberg, inmigrante sueca. Su familia se mudó varias veces desde su lugar de origen hasta establecerse finalmente en Los Ángeles en 1934. Bradbury fue un ávido lector en su juventud además de un escritor aficionado. No pudo asistir a la universidad por razones económicas. Para ganarse la vida, comenzó a vender periódicos. Posteriormente, se propuso formarse de manera autodidacta a través de libros, comenzando a realizar sus primeros cuentos. Sus trabajos iniciales los vendió a revistas, a comienzos del año 1940. Finalmente, se estableció en California, donde continuó su producción hasta su fallecimiento.

También trabajó como argumentista y guionista en numerosas películas y series de televisión, entre las que cabe destacar su colaboración con John Huston en la adaptación de Moby Dick para la película homónima que éste dirigió en 1956.
Existe un asteroide llamado (9766) Bradbury en su honor.
En 1947, se casó con Marguerite McClure (1922–2003), con quien tuvo cuatro hijos. Como dato curioso, nunca obtuvo una licencia de automovilista.
Murió el 5 de junio de 2012 a la edad de 91 años en Los Ángeles, California. A petición suya, su lápida funeraria, en el Cementerio Westwood Village Memorial Park, lleva el epitafio: «Autor de Fahrenheit 451».

Se consideraba a sí mismo «un narrador de cuentos con propósitos morales». Sus obras a menudo producen en el lector una angustia metafísica, desconcertante, dado que reflejan la convicción de Bradbury de que el destino de la humanidad es «recorrer espacios infinitos y padecer sufrimientos agobiadores para concluir vencido, contemplando el fin de la eternidad».
Un clima poético y un cierto romanticismo son otros rasgos persistentes en la obra de Ray Bradbury, si bien sus temas están inspirados en la vida diaria de las personas. Por sus peculiares características y temáticas, su obra puede considerarse como exponente del realismo épico, aunque nunca la haya definido de este modo.
Si bien a Bradbury se le conoce como escritor de ciencia ficción, él mismo declaró que no era escritor de ciencia ficción sino de fantasía y que su única novela de ciencia ficción es Fahrenheit 451.
“En mis obras no he tratado de hacer predicciones acerca del futuro, sino avisos. Es curioso, en mi país cada vez que surgía un problema de censura salía a relucir como paradigma de la libertad Farenheit 451. Los intelectuales, ya sean de derechas o de izquierdas, siempre tienen miedo a lo fantástico porque les parece tan real ese mundo que creen que estás intentando engañar y, evidentemente, así es. (…) Vivimos en un mundo que nos absorbe con sus normas, con sus reglas y la burocracia, que no sirve para nada. Hay que tener mucho cuidado con los intelectuales y los psicólogos, que te intentan decir lo que tienes que leer y lo que no».
Junto a Leigh Brackett, se le considera como uno de los escritores más identificados con la revista pulp Planet Stories; ambos autores colaboraron en la novela corta Lorelei of the Red Mist que apareció en 1946. Las obras que Bradbury destinó a la revista incluyen a una de las primeras historias de la serie Crónicas marcianas.9 10

Obras

Recopilaciones de relatos

Crónicas marcianas (1950). The Martian Chronicles
El hombre ilustrado (1951). The Illustrated Man
Las doradas manzanas del sol (1953). The Golden Apples of the Sun
El país de octubre (1955). The october Country
Icarus Montgolfier Wright (1956)
Remedio para melancólicos (1960)
Las maquinarias de la alegría (1964). The Machyneries of Joy
Fantasmas de lo nuevo (1969). I Sing the Body Electric
Mucho después de medianoche (1974, 1975). Long After Midnight
Cuentos de dinosaurios (1983)
Memoria de crímenes (1984). A Memory of Murder
El convector Toynbee (1988), también traducido al español como En el expreso, al Norte
La bruja de abril y otros cuentos (1994)
Más rápido que el ojo (1996)
A Ciegas (1997). Driving Blind, traducido al español también como Conduciendo a ciegas
De la ceniza volverás (2001)
Algo más en el equipaje (2003)
El signo del gato (2005)

Novelas

Fahrenheit 451 (1953)
El vino del estío (1957). Dandelion Wine
La feria de las tinieblas (1962). Something Wicked this Way Comes
El árbol de las brujas (1972). The Halloween Tree
La muerte es un asunto solitario (1985). Death is a Lonely Business
Cementerio para lunáticos (1990). A Graveyard for lunatics
El ruido de un trueno (1990)
Sombras verdes, ballena blanca (1992). Green Shadows, White Whale
Matemos todos a Constance (2004). Let´s All Kill Constance
El verano de la despedida (2006)
Ahora y siempre (2009). Now and Forever

Teatro

El maravilloso traje de color vainilla (1972). The Wonderful Ice Cream Suit
Columna de fuego y otras obras para hoy, mañana y después de mañana (1975). Pillar of Fire and Other Plays
[editar]No ficción
Ayermañana. Respuestas evidentes a futuros imposibles (1991). Yestermorrow. Obvious Answers To Impossibles Futures
Zen en el arte de escribir (2002). Zen in the Art of Writing
Bradbury habla (2008)

Adaptaciones cinematográficas y televisivas

Fahrenheit 451 (François Truffaut, 1966), con Julie Christie y Oskar Werner.
El hombre ilustrado (Jack Smight, 1969), con Rod Steiger.
Crónicas marcianas, (Michael Anderson, 1980), con Rock Hudson, Gayle Hunnicutt y Fritz Weaver.
El carnaval de las tinieblas (Something Wicked This Way Comes, Jack Clayton, 1983), Disney, guion de Ray Bradbury.
The Ray Bradbury Theater, serie de televisión, 65 episodios, 1985-1986 y 1988-1992.
El sonido del trueno (Peter Hyams, 2005), Warner Bros., con Edward Burns, Ben Kingsley y Catherine McCormack.





NO HAN VISTO LAS ESTRELLAS

No han visto las estrellas,
ni una, ni una siquiera
de todas las criaturas de este mundo
en todas las edades desde que las arenas tocaron
por primera vez el viento
Ningún animal, ni uno siquiera
entre todos los animales se ha parado
en pradera, en llano o en colina
y ha conocido la emoción de ver esos fuegos;
nuestras almas admiran lo que ellos nunca, nunca conocieron.
Millones de años que giran las esferas
pero ni una sola vez en todos esos años
un león, un perro, un pájaro que hiende los aires
ha mirado eso. ¡Oh, Dios! ¡Las estrellas!
¡Ninguno ha mirado!
Como si el tiempo todo nunca hubiera sido,
ni Universo, ni Sol, ni Luna o simple luz de la mañana.
La tragedia de ellos fue muda y ciega. Aún lo es.
¿Nuestra vista?
Sí, ¿la nuestra? Saber ahora lo que somos.
Pensar en esto y después elegir: y ahora… ¿qué?
Nacer en la áspera Tierra, habitar un escenario, que,
con todo lo que contiene, apenas visto queda borrado, 
obnubilado
como si todos estos milagros nunca hubieran sido.
¿Vastos remolinos de sonora luz, de fuego y hielo,
apenas vistos y ya perdidos?
¿Y nosotros, con nuestra carne frágil y los nuevos ojos de Dios
que se elevan y abarcan e indagan los cielos?
Contemplamos las estaciones sucediéndose en la marea lunar
y conocemos los años, recordando lo que ha muerto.
Oh, sí. Tal vez hubo pájaros que algunas noches
sintieron que Orión se levantaba y afinaron el vuelo
virando al sur,
porque hay mapas de estrellas grabados en sus dulces sueños 
de amor,
y así parece.
Sí, pero ¿ver?  ¿ver y conocer realmente?
Y, al conocer, querer tocar esos fuegos,
crecer hasta que la poderosa frente del alto hombre de Lamarck
domine los terremotos, golpee la Luna,
se extienda hasta Marte y los anillos de Saturno;
y mientras crece aspire a enseñar
a las demás criaturas
a volar con sus sueños y no con viejas alas.
Pensad en esto, pues. ¡Somos los primeros! Los únicos.
a quienes Dios ha honrado con sus soles que surgen.
Para nosotros los dones: Aldebarán, el Centauro,
nuestro vecino Marte.
Despertaos, dice Dios. Mirad eso. Id por ellas.
Las estrellas. Oh, Dios, muchas gracias. ¡Las estrellas!

Traducción de Patricio Canto. Tomado del libro: Ray Bradbury/Aldo Sessa. FANTASMAS PARA SIEMPRE. Luis de Caralt Editor. S.A.








De El ruido de un trueno

De las brasas y cenizas,
del polvo y los carbones,
como doradas salamandras,
saltarán los viejos años,
los verdes años;
rosas endulzarán el aire,
las canas se volverán negro ébano,
las arrugas desaparecerán.
Todo regresará volando a la semilla,
huirá de la muerte,
retornará a sus principios;
los soles se elevarán en los cielos occidentales
y se pondrán en orientes gloriosos,
las lunas se devorarán al revés a sí mismas,
todas las cosas se meterán unas en otras como cajas chinas,
los conejos entrarán en los sombreros,
todo volverá a la fresca muerte,
la muerte en la semilla, la muerte verde,
al tiempo anterior al comienzo.
Bastará el roce de una mano,
el más leve roce de una mano.






Recuerdo
                                                                  
Veníamos aquí, pensé.
Por aquí, por allá, por el césped…
Hará cuarenta años,
regresé y caminé por esas calles.
Vi la casa donde nací,
crecí y pasé mis días infinitos.
Ahora que eran cortos, había vuelto
para contemplar y mirar y observar
mi recuerdo de aquel ilimitado laberinto de tardes.
Pero, sobre todo, ansiaba el reencuentro con aquellos espacios
por los que corría
como corren los perros, por delante o detrás de los chavales;
con las rutas trazadas por los indios o por esos hermanos (prudentes y veloces)
que se creían miembros de una tribu.
Llegué al barranco.
Por poco me resbalo en el descenso.
Ya tenía mis canas,
pero mi corazón era robusto.
Allí no había nadie. Estos chicos de ahora,
¡qué cretinos! Me dije.
¿Acaso no sabéis que hay un abismo que os está esperando?
Los barrancos son de un verde especial, perfecto y agradable.
Son lugares inaccesibles, por donde deambulan pequeños rateros
y abejas bandidas que roban a las flores para dárselo a los árboles.
En las cuevas hay eco, y arroyos en los que meterte en busca de un botín:
una araña de agua, un cangrejo, una piedra preciosa
o una bota de goma perdida hace tiempo.
Son el hogar natural de los tesoros. Entonces, ¿a qué se debe este silencio?
¿Qué les ha pasado a nuestros chicos, que ya no se persiguen,
que contemplan la artesanía del Señor:
su clara sangre brotando como sirope de árboles heridos?
¿Por qué sólo veo abejas y mirlos en el viento y briznas de hierba inclinadas?
No importa. Camina. Camina, mira y recuerda con dulzura.
Llegué al roble que trepé con doce años
y por el que llamé a Skip para que me bajara.
Estaba a miles de kilómetros del suelo. Cerré los ojos y chillé.
Mi hermano, profundamente alborozado, soltó una carcajada
y subió a rescatarme.
“¿Qué hacías ahí?” Preguntó.
No se lo dije. Antes, la muerte.
Pero estaba allí para dejar en el nido de una ardilla una nota
en la que había escrito un antiguo secreto ya olvidado.
Ahora, en el verde barranco de la edad madura, me paré
bajo aquel mismo árbol. ¿Por qué, por qué, Dios mío?
Pero si no es tan alto. ¿Por qué grité?
No pueden ser más de dos metros. Subiré sin dificultad.
Y lo hice.
Y me acuclillé como un simio decrépito, dando gracias a Dios
de que nadie me viese haciendo el payaso
agarrado grotescamente al tronco.
Pero entonces (¡oh Dios, qué desazón!)
el agujero de la ardilla y su nido se encontraban allí.
Me quedé pensando un buen rato apoyado en la rama.
Me embebí de todas las hojas y de las nubes y de las sensaciones
que pasaban de manera mecánica
como los días.
¿Y qué, y qué, y qué si…? Pensé. Pero no. ¡Has transcurrido unos cuarenta años!
¿La nota que dejé? Ya se la habrán llevado.
Un chico o una lechuza blanca la habrán robado, leído y destrozado.
Habrá volado hasta el lago como el polen, como una hoja de castaño
o como el humo del diente de león que atraviesa el viento del tiempo…
No. No.
Metí la mano en el nido. Hundí los dedos.
Nada. Nada. Sin embargo, al seguir horadando
la saqué:
la nota.
Como alas de polilla dobladas limpiamente sobre sí mismas, y plegadas,
había sobrevivido. Las lluvias no la habían tocado, ni los rayos de sol habían blanqueado su superficie. La tenía en mi palma. La reconocía:
papel rayado de un viejo cuaderno de la marca Sioux.
¿Qué, qué, pero qué había escrito
hacía tantos años?
La abrí. Tenía que saberlo.
La abrí y sollocé. Me agarré al árbol y dejé que las lágrimas
me resbalaran por la barbilla.
“Chico querido, niño extraño que conoce la Historia,
que es consciente del tiempo y ha aspirado la muerte en las flores del lejano jardín de la iglesia”.
Se trataba de un mensaje al futuro, dirigido a mí,
sabiendo que alguna vez vendría, volvería, buscaría, retornaría.
Del joven al viejo. De mi yo pequeño e inocente, a mi yo grande y ya no tan ingenuo.
¿Qué ponía que provocó mi llanto?

“Te recuerdo.
Te recuerdo”.

Traducción de Ruth Guajardo y Ariadna G. García






El otro yo

No escribo yo…
el otro que hay en mí
pide aflorar constantemente.
Mas si me apresuro a volverme y mirarlo
él vuelve a escabullirse
al momento y al lugar en donde estaba antes
pues sin saberlo entorné la puerta
y lo dejé salir.
A veces un grito encendido lo llama;
comprende que lo necesito,
y yo también. Su tarea
será decirme quién soy bajo la máscara.
Él es Fantasma, yo fachada
que oculta la ópera que él escribe con Dios,
en tanto yo, ciego del todo,
espero impávido a que su mente
se me deslice brazo abajo,
por la muñeca, hasta la mano
y las puntas de los dedos
y furtiva encuentre
esas verdades que caen de las lenguas
con sonido quemante,
todo surgido de una sangre secreta
y alma secreta de secreto suelo
Con alegría
él se asoma a escribir, y luego corre
a esconderse una semana
hasta que reanuda el juego
en el cual yo finjo, diligente,
que no es mi propósito tentarlo.
Pero lo tiento, mientras simulo mirar hacia otro lado,
para que no se esconda todo el día.
Echo a correr e inicio un juego simple
un salto distraído.
¿Cuál convoca del sueño
la bestia que brilla y acecha?
¿De quién las reservas y el coto de caza?
De mi aliento, mi sangre,mis nervios.
Pero ¿qué lugar de esa materia
habita él?
¿Dónde está su madriguera?
¿Tras esta oreja de goma?
¿Tras esa oreja de grasa?
¿Donde cuelga el sombrero
el joven descarriado?
No hay caso. Ermitaño nació
y vive recluido.
Nada que hacer sino
seguir sus triquiñuelas
dejar que corra y cosechar la fama.
En la cual yo pongo el nombre
a una materia que le he birlado,
y todo porque le atraje
con dulces aromas creativos
¿Escribió R.B. ese poema,
ese diálogo, esa línea?
No: el simio interior, invisible,
fue quien lo instruyó.
Vestido con mi carne,
su alcance es misterioso.
No digan mi nombre.
Elogien a ese otro.

Zen en el Arte de Escribir. Barcelona: Minotauro, 2005






Un poema escrito al saber que Shakespeare y Cervantes 
murieron el mismo día

El gran Shakespeare perdido. Ausente Cervantes.
El sol desciende a la noche. La caída
rechaza todo fulgor. El tiempo contiene el aliento
ante esta coincidencia funesta.
¿Pero es posible? ¿Y es así como
esos dioses gemelos van a la oscuridad?
¡Todo en el mismo día! ¿Y nadie detuvo
la cosecha de este terrible desgranar?
En cada campo y cada luz
ellos, ardiendo, empujados hacia la sombra.
Ya la noche retoma el tamaño que le corresponde,
¿Hace falta un espíritu? ¡No! La muerte arrebatará dos.
Uno primero. El mundo gira hacia el despojo
¡Después dos! Golpes leves para devolver el delicado equilibrio
Dos cometas apagados en menos de una semana
Primero España, luego el inesperado moretón a Inglaterra
El mundo enmudecido por el estupor y el miedo
La Antártida derritiéndose en lágrimas
y las ánimas de los Césares explotaban; alza
ensangrentados ojos la Amazonia.
Una época ha terminado, y atestigua
un día brutal,
cuando la inteligencia divina nos dejó solos
sin el agonizante Will y su par español.
¿Quién osará medirse y valorar cada pluma?
No veremos otras cumbres gemelas como ésas.
¿Shakespeare perdido, Cervantes muerto?
Las venas de Dios se coagulan
y la luz se ha ido, clausúrase el día.
Dos gigantes arrebatados en menos de una jornada,
dos cimas, segados por un certero tajo de la muerte.
Cristo perplejo, reabiertas las heridas. Dios retiene el aliento.
Y nosotros titubeantes por ese par caído.
La aridez del día aterra.
Como si un antiguo Tribunal de Reyes
para Césares o cosas magnas,
en pago a su majestuosidad,
que sean ahogados en una edad obscena
inmutable dictara: “Dos gigantes –muertos”
Primero uno y nuestro otro ojo enseguida
Conmueve Dios con grandeza, luego sueña la inmensidad.
¿Uno no es suficiente? No, podría notarse
el vacío a medio llenar si sólo Shakespeare, abismado
en fuga hacia la ruina y al riguroso crepúsculo.
Así, al principio lamentando, ya luego con risa,
Dios ha medido y colmado esa otra mitad.
Cervantes atravesado fijo en una tabla,
el corazón de cometa pleno y rebosante.
Dios los envió fuera a ambos, par de astros de fuego
nacidos colosales y espléndidos monstruos de océanos para su goce,
tras muchos largos años, desde que suplicábamos por riendas.
¿Dónde Cervantes sumado a Shakespeare esconde su
caída? Resuenan ecos alrededor del escenario
y todavía tratamos de cuantificar nuestra conmoción,
pues dónde queda el sentido de esto.
Nuestra mano derecha y nuestro Derecho perdimos.
¡Cuáles aplaudidos, juntos, aclamaron
a Dios y la Causa Cósmica Primordial!
Mas Cervantes y el Bardo quedan rígidos.
¿Dos sueños indómitos en una muda cápsula subterránea?
Dejemos a todos los ecos fluir en las mareas
donde los cometas son sus puentes colgantes
y a Cervantes y al burlón Will
dar golpes al aire con nuestras esperanzas más ambiciosas
y advertirnos en las pesadillas de la cama.
Llorad: ¿El Quijote y Hamlet muertos?
¿Caídos, en un único día? ¡Expulsados! ¡Abatidos, arrancados!
De ninguno de esos funerales sabré
Sus epitafios, sus lápidas, rechazo.
Déjenme sus libros, muéstrenme a sus Musas.
Hasta por un día, o al menos, una semana
desafío a hablar a Cervantes y a Shakespeare,
a que colmen mi corazón y enciendan mi mente.
¿Con qué? Noble Caballero, íntegro Lear, ¡Muertos no! ¡Muertos no!

Versión de Jorge Lara Rivera / Texto original 



RAFEEF ZIADAH [9109]

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Rafeef Ziadah. Poeta y activista palestina.
Artista de la palabra hablada y activista canadiense-palestina. Su primer CD, Hadeel, está dedicado a los jóvenes palestinos que siguen volando cometas delante de los cazas F16 y que aún recuerdan los nombres de sus pueblos en Palestina y oyen el hadeel (sonido similar al arrullo de las palomas) sobre Gaza.



Escribí este poema mientras estábamos realizando una acción directa en mi Universidad y había ciudadanos palestinos y soldados israelíes y un joven, yo soy muy quisquillosa con estas cosas, así que me dije a mí misma, seré únicamente palestina, rechazando ser colona o soldado, así que, estaba sentada en el suelo y este hombre vino y me dio una patada en el estómago y me dijo... "Te mereces ser violada antes de que tengas hijos terroristas".
En aquel momento no dije nada, pero entonces escribí este poema para este joven caballero:



LAS TONALIDADES DE LA IRA

Dejadme hablar en mi lengua árabe
antes de que sea ocupada también.

Dejadme hablar mi lengua materna
antes de que colonicen su memoria también.

Yo soy una mujer árabe de color y nosotras venimos
en todas las tonalidades de la ira.

Todo lo que mi abuelo siempre quiso hacer
fue levantarme al amanecer,
ver a mi abuela Nil y rezar en un pueblo escondido
entre Jaffa y Haifa.

Mi madre nació bajo un árbol de olivo
en la tierra que dicen que ya no es mía,
pero cruzaré sus barreras,
sus controles militares, sus locos muros del
Apartheid y volveré a mi hogar.

Yo soy una mujer árabe de color y nosotras venimos
en todas las tonalidades de la ira.

Y, ¿escuchasteis a mi hermana gritando ayer
cuando daba a luz en un control militar,
con los soldados israelíes buscando entre sus piernas
la próxima amenaza demográfica?

Llamó a su hija nacida, Jenin.

Y, ¿escuchasteis a alguien gritar detrás
de los barrotes de la prisión mientras la gaseaban?
Estamos volviendo a Falestine.

Yo soy una mujer árabe de color y nosotras venimos
en todas las tonalidades de la ira.

Pero, ¿me dices que esta mujer que hay dentro de mí
sólo te traerá tu próximo terrorista?
Barbudo, armado, pañuelo en la cabeza, negrata...
¿tú me dices que yo envío mis hijos a morir?

Pero esos son tus helicópteros, 
tus F-16 en nuestros cielos.

Y hablemos sobre este negocio del terrorismo un momento.

¿no fue la CIA quién mató a Allende y Lumunba?
¿y quién entrenó a Osama en primer lugar?

Mis abuelos no corrieron alrededor como payasos,
con las blancas capas y con blancos gorros en sus cabezas,
linchando a personas negras.

Yo soy una mujer árabe de color y nosotras venimos
en todas las tonalidades de la ira.

Así que, ¿quién es esa mujer morena
gritando en una manifestación?

Disculpa.

¿no debería gritar?
¿olvidé ser cada uno de vuestros sueños orientales?

El genio de la botella, bailarina del vientre,
chica del harén, voz suave, mujer árabe, sí amo, no amo,
gracias por los sandwiches, de manteca de cacahuete,
que nos lanzáis desde los F-16, amo.

Sí, mis liberadores están aquí para matar a mis hijos
y llamarlos daños colaterales.

Yo soy una mujer árabe de color y nosotras venimos
en todas las tonalidades de la ira.

Así, que déjame decirte que esta mujer, que habita dentro 
de mí, sólo te traerá tu próximo rebelde.

Ella llevará una piedra en una mano y la bandera
palestina en la otra.

Yo soy una mujer árabe de color,
ten cuidado, ten cuidado.

Mi ira.





Escribí este poema cuando las bombas estaban cayendo en Gaza y yo era la portavoz de prensa para la coalición haciendo mucho trabajo de organización y nos quedábamos despiertos hasta las seis de la mañana perfeccionando cada pequeño clip de sonido, y al final como saben muchos palestinos se cansan y acaban pronunciando las “P” como “B”así es como nos convertimos en “Balestinos” al final del día, así que estuve practicando mis “pes” toda la noche y a la mañana siguiente, uno de los periodistas me preguntó:

“¿No crees que todo estaría bien si simplemente dejasen de enseñar a sus hijos a odiar?”

No insulté a la persona. Fui muy educada, pero escribí este poema como respuesta a este tipo de preguntas que a nosotros, los palestinos, siempre nos hacen.





Nosotros enseñamos vida, señor

Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada.
Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada que tenía
que caber en audio digital y límites de palabras.
Hoy, mi cuerpo fue masacre televisada que tenía que caber
en audio digital y límites de palabras con suficientes estadísticas
como para contrarrestar una respuesta mesurada.
Y yo perfeccioné mi inglés y me aprendí mis resoluciones de la ONU.
Pero aun así, me preguntó:
“Señorita Ziada, ¿no cree que todo se resolvería si dejaran
de enseñar tanto odio a sus hijos?”
Pausa.
Miro en mi interior.
Busco fortaleza para tener paciencia, pero
no tengo paciencia en la punta de la lengua
mientras caen bombas sobre Gaza.
La paciencia me ha abandonado.
Pausa;
sonrisa.
“Nosotros enseñamos vida, señor”.
(Rafif, acuérdate de sonreír).
Pausa.
Nosotros enseñamos vida, señor.
Nosotros los palestinos
enseñamos vida después de que ellos
han ocupado los últimos cielos.
Nosotros enseñamos vida después de que ellos
han construido sus asentamientos y muros de apartheid,
más allá
de los últimos cielos.
Nosotros enseñamos vida, señor.

Pero hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada
para caber en audio digital y límites de palabras.

Y danos sólo un reportaje, un reportaje con lado humano.
Verás, esto no es político.
Sólo queremos hablarle a la gente
de ti y de tu pueblo,
así que danos un reportaje humano.
No menciones las palabras
“apartheid”
y
“ocupación”.
Esto no es político.
Me tienes que ayudar
como reportera
a ayudarte a contar tu historia,
que no es un reportaje político.

Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada.

¿Y qué tal si me das un reportaje
Sobre una mujer en Gaza que necesita medicinas?
¿Qué tal acerca de ti?
¿Tienes suficientes huesos rotos en las extremidades 
como para cubrir el sol?
Pásame tus muertos y dame una lista
de sus nombres
en un total de mil doscientas palabras.

Hoy, mi cuerpo fue masacre televisada que tenía que caber
en audio digital y límites de palabras
y conmover a quienes
son insensibles a la sangre
terrorista.

Pero ellos sintieron pena.
Sintieron pena por el ganado en Gaza.
Así que les di
resoluciones de la ONU
y estadísticas
y condenamos
y deploramos
y rechazamos.
Y éstos no son lados iguales,
Ocupadores y ocupados.
Y cien muertos, doscientos muertos, y mil muertos.
Y entre eso,
Entre crimen de guerra y masacre,
Ventilé las palabras y sonreí,
-no exótica-
-no terrorista-
Y cuento:
Cuento cien muertos, doscientos muertos, mil muertos.

¿Hay alguien ahí?
¿Escuchará alguien?

Quisiera poder llorar sobre sus cadáveres.
Quisiera simplemente
correr descalza
por cada campo de refugiados
y abrazar a cada niño;
cubrir sus oídos
para que no escuchen el sonido
de las bombas
por el resto de sus vidas,
como yo lo escucho…

Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada.

Y déjame decirte:
No hay nada que tus resoluciones de la ONU
hayan hecho en absoluto sobre esto.

Y no hay audio digital,
-ningún audio digital que se me ocurra,
no importa cuán bueno mi inglés sea-
no hay audio digital
no hay audio digital
no hay audio digital
no hay audio digital
que los devuelva a la vida.
No hay audio digital que arregle esto.
Nosotros enseñamos vida, señor.
Nosotros enseñamos vida, señor.

Nosotros
los palestinos
nos levantamos
cada mañana
para enseñar
al resto del mundo
vida,
señor.





GYÖZÖ HATÁR [9110]

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Gyözö Határ nació en Gyoma, Hungría, en 1914, y murió el 2 de noviembre de 2006. Estudió arquitectura en Budapest; su obra fue censurada, y estuvo en prisión antes y después de la guerra. En 1956 se mudó a Londres, donde durante 20 años trabajo en la sección de Hungría en la BBC. Su ingente obra comprende muchas novelas (escritas en tres idiomas distintos), teatro, ensayos filosóficos, y algunos trabajos difíciles de clasificar, además de seis volúmenes de poesía.

Sus obras:

Ragyogó szívvel, remete daccal (Versek) Bp. 1945. Vajna és Bokor. [A kötet Hack Győző névvel jelent meg.]
Heliáne (Regény) [Bp. 1948.] Magyar Téka.
Liturgikon (Versek) [Bp. 1948. Antiqua Nyomda.] [Bibliofil kiadásban is.]
Pantarbesz (Bölcseleti tanulmány.) München 1966. Aurora, 94 p. (Aurora Kiskönyvek)
Hajszálhíd Versek versben rímek rigmusok költemények három évtized terméséből Budapest–Párizs–London. (Weöres Sándor útrabocsátójával.) [A szerző jegyzeteivel.] München 1970. Aurora, 592 p. (Aurora könyvek) [Megjelent bibliofil változatban is.]
Sírónevető (Drámák, 1–2. köt.) [A szerző jegyzeteivel és utószavával.] München, 1972. Aurora, 383. 613 p. (Aurora könyvek)[Megjelent bibliofil kiadásban is]
Az Őrző Könyve („Egregor.”) „Regényes elmélkedések” és „Üzenet a jövőből”. Őfelsége a császár legkegyelmesebb Engedelmével és Tulajdonában – az Udvari Könyvtár kézirattárából. A hiányzó részeket kiegészítette és ó-alánról új-hunra fordította – –. Hurpagopolisz 21** Ergasztobolszk. [A kiadó utószavával] München 1974. Aurora, (Aurora Könyvek)
Golghelóghi Rémrettentő Képekkel Gonosz Kalandokkal teljes Csudaságos Históriája Ki Gézengúznak töredelmes volt, Jámbornak elvetemült Herék hergelték hurították Gazok gurultában gurították Törpének királyok nagyolták – óriásnak nép kicsinyelte Mint lett magán-csimpaszkodó Utolsó Szalmaszál és tőn akkoron-és olyan Penetencét, mikoron minek ereje – kihullott-utolsó-fogaiglan – elvásik Lőn megdicsőülése Gyalázatra és nagy Fénylésben sanyaró Újjászületése Magnus Ludus Passionalis Képek Ötvene ez Nagy Érzékeny Titokjáték PROLOGUSÁTÓL Kezdetre EPILOGUSÁVAL Kimenetelig. [Drámaciklus.] [A szerző utószavával és jegyzeteivel.] [London, 1976.] Aurora. . sz. Aurora Ezotéria.
Álomtörténelem (Egyfelvonásos) = Az embernek próbája. (Emlékkönyv) Amszterdam, 1976. Hollandiai Mikes Kelemen Kör. 59–62. p.
Intra muros Tanulmány a véleményről, a hitről – a meggyőződésről. Ellenvetéseit glosszáriumba gyűjtötte és aporematikus kiegészítéseivel ellátta Vincent Geoffry James Hatar, junior. [London, 1978.] Aurora. . sz. Aurora Ezotéria 2.
A rákóra ideje London, 1982. Aurora. sz. Aurora Ezotéria 4 sz. (Aurora Könyvek)[Gerinccím: Szélhárfa I.]
Pepito és Pepita (Regény.) [A szerző előszavával.] [London 1983–1984.] Aurora.
Félreugrók, megtántorodók London, 1983. Aurora. . sz. Aurora Ezotéria 5.. sz. (Aurora Könyvek) [Gerinccím: Szélhárfa II.]
Antisumma London, 1983. Aurora–Aurora Ezotéria 6. sz. (Aurora Könyvek) [Gerinccím: Szélhárfa III.]
Anibel (Regénytrilógia) [A szerző utószavával.] [London 1984.] Aurora.
Éjszaka minden megnő (Archie Dumbarton) (Abszktrakt regény) [A szerző utószavával.] [London 1984.] Aurora.(Aurora Regénytár)
Köpönyeg sors Iulianosz Ifjúsága lélekrajzi regény a Nagyságos Elköltözöttek Lelkei éteri beszélgetéséből kiszűrte a Megváltó és Halhatatlan Isteneknek odafenn és tinéktek itt alant elébocsátja epitomátora – – . [London, 1985.] Aurora. (Aurora Könyvek)
De nobis fabula (avagy Szemelvények egy Non-Person emlékezéseiből.) [München 1985. kn.], 109–130. p. [Különlenyomat az „Önarcképünk sorsunk tükrében 1945–1949” című, a hollandiai Mikes Kelemen Kör által 1984-ben kiadott könyvből.]
Lélekharangjáték messzegurult álmok odalett fülcsengése összecsáklyázott élet-uszadékok a folyamközépről veszett szélfúvásban veszendő évek sallangja-cafrangja bátorságos erőmerítés halálnak eltréfálásában elhajtott jószág találomra-keresgélése tolvajfosztó orgazdálkodás marhavásárterén gazdájuktól elbitangolt ritornellók kínkereszt-rímek – kiművelt galamátyok makámeák és mekegemmák versbeszéd és költeményes kiolvasóka tallózás a líra torkolatvidékén: Lélekharangjáték. [London, 1986. Aurora.] . sz. Aurora könyvek.
Éjszaka minden megnő (Archie Dumbarton) (Absztrakt regény.) Bp. 1986. Magvető.
Pepito és Pepita (Regény.) [A szerző utószavával.] Bp. [1986.] Szépirodalmi.
Angelika kertje (Mesék, nosztalgiák; 1. köt.) [London, 1987.] Aurora. [Borítócím: Angelika kertje és egyéb elbeszélések. A kötetjelzés csak a gerincen olvasható és ezen a címen második kötet nem jelent meg.]
A szép Palásthyné a más álmában közösül és egyéb elbeszélések (2. köt.) [London, 1987.] Aurora. [Ezen a címen első kötet nem jelent meg.]
Az ég csarnokai [London, 1987. Aurora], (Aurora Ezotéria 7.)
Anibel (Regénytrilógia.) Bp. [1988.] Szépirodalmi Kvk..
Görgőszínpad A középkori angol titokjátékokból mutatóba egybeszedett kisded florilégium… egybeválogatója és magyar versekre forgatója… – –. [Misztériumok és a függelékben versfordítások a szerző bevezetőjével és kiegészítésével.] Bp. 1988. Szent István Társulat.
Medvedorombolás. a Tuskólábú versbefoglalt kóborjárásai a kórságos nyavalyák és a halálközelítés Morbid Mappáján (Versek.) [London, 1988.] Aurora.
Bojszintó (Versek, szerk.: Szakolczay Lajos.) Bp. 1989. [k.n.].
Boldogságról szenvedésről (Versek.) Békéscsaba 1989. [Megyei Könyvtár], (Poesis Hungarica)
Csodák Országa HÁTSÓ-EURÁZIA avagy a Hajnali Novellák. (1–2. köt.) [A szerző két előszavával, egy utószavával és két levél hasonmásával.] [London, 1989. Aurora].(Aurora Regénytár 269.)
A fontos ember (Regény.) [London. 1989.] Aurora, (Aurora Regénytár)
A fontos ember (Regény.) Szeged [1989.] JATE Kiadó.
Golghelóghi Rémrettentő Képekkel Gonosz Kalandokkal teljes Csudaságos Históriája Ki Gézengúznak töredelmes volt, Jámbornak elvetemült Herék hergelték hurították Gazok gurultában gurították Törpének királyok nagyolták – óriásnak nép kicsinyelte Mint lett magán-csimpaszkodó Utolsó Szalmaszál és tőn akkoron-és olyan Penetencét, mikoron minek ereje – kihullott-utolsó-fogaiglan – elvásik Lőn megdicsőülése Gyalázatra és nagy Fénylésben sanyaró Újjászületése Magnus Ludus Passionalis Képek Ötvene ez Nagy Érzékeny Titokjáték PROLOGUSÁTÓL Kezdetre EPILOGUSÁVAL Kimenetelig. (1–2. köt.) [A szerző utószavával és jegyzeteivel.] [Szombathely, 1989. Életünk.] (Életünk Könyvek)
Eumolposz avagy A hazudozás zsoltára. (Regény.) [London, 1990. Aurora], (Aurora Regénytár)
Az ige igézetében [London, 1990.] Aurora, (Aurora Regénytár) [Gerinccím: Rólunk szól a történet III.]
Légy minaret! [London, 1990.] Aurora, (Aurora Regénytár) [Gerinccím: Rólunk szól a történet I.]
A léleknek rengése (Válogatott versek 1933–1988. vál., szerk.: Parancs János.) [Bp. 1990.] Orpheusz Kiadó, (Orpheusz Könyvek)
A költészet kiskátéja [London, 1990.] Aurora, (Aurora könyvek) [Gerinccím: Rólunk szól a történet II.]
Halálfej gajdok – klapanciák rigmarolárék átokformulák és bökversek remegő-rímek – hullakamra-áthalások aritmiák – halállátó nyelvgyök-remegések és Példatár a vénkor esdekléseiből [London, 1991.] Aurora.
Heliáne (Regény, 2. kiad.) [Reprint.] Bp. 1991. Magvető.
Intra muros Tanulmány a véleményről, a hitről, a meggyőződésről. [A szerző utószavával.] Bp. 1991. Pannon Könyvkiadó.
Irodalomtörténet (Kritikák, a BBC és a Szabad Európa Rádióban elhangzott könyvismertetések anyagából, vál. és szerk.: Lakatos István.) [Békéscsaba 1991.] Tevan Kiadó.
Filozófiai zárlatok (Epigrammata Profana.) [Szabó Zoltán: Fogódzó. (Bevezetés Határ Győző bölcseletébe.)] [London, 1992.] Aurora. . sz. Aurora Ezotéria 8.. sz. XIII.
Mangún és más hang-, mese-, és színpadi játékok. [Az előszót írta: Csiky Ágnes Mária.] London, 1992. Aurora (Aurora Könyvek) VII.
Az Őrző Könyve („Egregor.”) „Regényes elmélkedések” és „Üzenet a jövőből”. Őfelsége a császár legkegyelmesebb Engedelmével és Tulajdonában – az Udvari Könyvtár kézirattárából. A hiányzó részeket kiegészítette és ó-alánról új-hunra fordította – – . Hurpagopolisz 21** Ergasztobolszk. [Szombathely.] 1992. Életünk, (Életünk könyvek. A nyugati magyar irodalom gyöngyszemei)
Üvegkoporsó ódon versek édes-mindnyájunk felejtőkéjéből előhalászta HGy (Győző bácsi). London, 1992. Aurora. (Aurora könyvek)
Életút I [Kabdebó Lóránt magnetofon-felvételei alapján.] [Szombathely.] 1993. [Életünk.] (A nyugati magyar irodalom gyöngyszemei)[A kötet alcíme a borítón: Oly jó követni emberélet!]
Özön közöny. Elmélkedés az elmélkedésről, mint önmaga tárgyáról – az ismeretről, mint szemléleti formáról. (2. kiad.) [A szerző utószavával.] London, 1993. Aurora, V, (Aurora Ezotéria 3.)
Életút II [Kabdebó Lóránt magnetofon-felvételei alapján.] [Szombathely.] 1994. [Életünk.] (A nyugati magyar irodalom gyöngyszemei) [A kötet alcíme a borítón: Minden hajó hazám.]
A fülem mögött (Karcolatok.) London 1994. Aurora. (Aurora Ezotéria)
Életút III Partra vetett bálna. [Kabdebó Lóránt magnetofon-felvételei alapján.] [Szombathely.] 1995. [Életünk], (A nyugati magyar irodalom gyöngyszemei)
Léptékváltás (Három filozófiai tanulmány.) Bp. 1995. Magyar Írószövetség–Belvárosi Könyvkiadó.
Álomjáró emberiség (Karcolatok.) London, 1996. Aurora, (Aurora Ezoteria)
Bábel tornya (A szerző válogatása életművéből.) [Bp. 1996. Trikolor–Intermix Kiadó.] (Örökségünk)
Köpönyeg sors Iulianosz Ifjúsága lélekrajzi regény a Nagyságos Elköltözöttek Lelkei éteri beszélgetéséből kiszűrte a Megváltó és Halhatatlan Isteneknek odafenn és tinéktek itt alant elébocsátja epitomátora – – . (1–2. köt.) [Szombathely, 1997. Életünk–Faludi Ferenc Alapítvány.] (A nyugati magyar irodalom gyöngyszemei)(Életünk Könyvek)
Medaillon Madonna (Költeményes könyv) Bp. [1997.] Széphalom Könyvműhely.
A Fény Megistenülése (Fejezetek a filozófia abszurd drámájából. Referátum.) Bp. 1998. Terebess Kiadó.
„H. Gy. levelesládája.” (Válogatott versek, szerk., ut.: – –.) Bp. [1998.] Unikornis, (A magyar költészet kincsestára)
Emlékkönyv Határ Győző 85. születésnapjára (Szerk. Kabdebó Lóránt, a bibliográfiát összeáll.: Buda Attila) Miskolc, 1999. Miskolci Egyetem Bölcsészettudományi Intézet Modern Magyar Irodalomtörténeti Tanszék.
Keleti kulisszák (Színjátékok) Bp. 1999. Terebess.
Szélhárfa A rákóra ideje. Félreugrók – megtántorodók. Antisumma. (Szerk.: Somogyi Gréta.) [Bp.], 2000, Argumentum.
A Karkasszban (Versek) Bp. 2000. Littera Nova.
Szentföld a Föld Bp. 2000. Kortárs.
Darályvilág Buzdugániában. Miskolc, 2001, Felsőmagyarország Kiadó.
Antibarbarorum libri. Bölcseleti írások (1–2. köt.) (Sajtó alá rend.: Somogyi Gréta, Tóth Magdolna.) [Bp.], 2001, Argumentum.
Drámák. (Szerk.: Somogyi Gréta, Tóth Magdolna, utószó: Margócsy Klára.) Bp., 2002, Argumentum.
Pepito és Pepita. Bp., 2002, epl.
Alapigazságaink (Nagardzsuna). Műhelyforgácsok egy bölcseleti aforisztikából. [Bp., 2003], Szabad Föld.
A fontos ember Bp. 2003. Serdián.
Vitézlő Tururu nyaktörő kalandjai és szivárványos széphistóriája, melyben merészségén boldogságot nyer Bp. 2003. Littera Nova.
Haza a magasföldszinten […] Bp., 2004, Szabad Föld.
Merengő éjszakák. Bp., 2004, Littera Nova.
A szép Palásthyné a más álmában közösül és egyéb elbeszélések. [Bp.], 2005, Argumentum.
Határ-breviárium. (Összeáll.: Szente Imre.) [Bp., 2005], Serdián.









El gran estafador

El que creó esta Tierra
y no sintió vergüenza
tomándose un descanso el séptimo día
y se tumbó ociosamente 
para deleitarse con su obra porque la encontraba impecable,
tiene que ser un inepto mentiroso o un patético estafador.

Traducción de Lucas Sarasibar





Lenyugvó nap

Csorba Győzőnek, hetvenöt utánra

kazlak ólak kertekalja
lenyugvó Nap fejealja
sövény zsombék elnyugvónak
lombkerítés istenjónap

istenjónap vaskerítés
életútlekerekítés
számadó nap lezárásra
keskeny gödröt mélyre ásva

Déllondonban s messze Pécsett
összenézünk visszanézek
te is gyermek én is csöppség
két halandó egy-öröklét

omlás romlás oszladozvást
merről perceg? mért e mozgás?
sor gödör sűrű setétjén
sorakoznunk nyugton békén

idegenben méla Honban
Pécs alatt vagy Déllondonban
egy a Cél – göröngy a Pálya:
Paradízum Nirvánája







Fejátültetés *1

felhőit terelnem meddig kell még?
meddig – kegyetlen éveit sokallnom?
meddig lesz még hogy így hiszem-s megvallom
a lét nyűgének olthatlan szerelmét?

volna csak orvosom s hozzá hatalmam
elrabolni élőt hogyha mernék
vén fejem más testre átszerelnék
és testről-testre – ahány fiatal van

feltalálnám földi öröklétem
s üdvözülnék újra Szókratészben!
– te százszor-édes kidalolhatatlan

mindétig-élet! tolom-terítem
s öreg testben is: a Menny! az Éden!
…de nem változtat szövegén a dallam






Epitáfium

Nemes Nagy Ágnes emlékének

keresd meg kérlek
parcellámat
pitypangos kicsinyke hely
vagyok ha a szél-
örvény feltámad
abban táncoló pehely

eltáncolt vélem
pihe élet
kergesse pergesse más
arcomra áss le
nincs mit félned
porlása nem koponyás

szavalj helyettem
velem-cserélő
értem-szólalkozó
szárnyalj a szóval
kórusban élő
magasztos égi szó

versemet írtam
tanítottam
pergettem életemet
ma pőre csontlisztre
hanyatlottan
papír gúlája temet

sorok surrognak
rímek rezegnek
sűrűdik lapra lap
s mauzóleumán
az emlékezetnek
megőrzik arcomat







Életváros

nagy az életváros-tolongás
de csupa tavaly-farsangi lárva
– mi jó strandidőben is ráfázunk
hőségre tűzre napsugárra
minket csókáit Thanatosz Úr
úgyan ereszt fel kitanítva
mint madárkofa nagy ünnepen:
„nyitja-ketrec! nyitja-kalitka!”
hej dana tiralira lárom
hej tillárom
hej dana tiralira lárom
hej – – –

az életváros lármazúgás
de tegnap-hangjai már elültek
– mi jó strandidőben is meghalunk
ha kell-s muszáj mi megjelöltek
bennünket barmait Thanatosz
úgyan hajt fel a vágóhídra
hogy jonhunkkal csonttal kifelé
vérkampó-sínen begurítva
hej dana tiralira lárom
hej tillárom
hej dana tiralira lárom
hej – – –




LÖRINZ SZABÓ [9111]

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Lörinc Szabó.  Miskolc-Hungría, 1900 – Budapest, 1957
Lörinc Szabó nació en Miskolc, pero cuando tenía tres años su familia se mudó a Balassagyarmat, donde asistió a la escuela. Después estudió en el ELTE, en Budapest, donde se hizo amigo de Mihály Babits. Sin embargo, no completó sus estudios, y comenzó a trabajar para la revista literaria Az Est en 1921, poco después de casarse con Klára Mikes, hija de Lajos Mikes. Allí trabajó hasta 1944. Entre 1927 y 1928 fundó y editó la revista Pandora.
Sus primeros poemas fueron publicados en los años 1920 en la revista Nyugat ("Occidente"), que dominó la escena literaria húngara durante el primer tercio del siglo. Su primer libro de poemas se publicó en 1922 con el título de Föld, erdő, Isten ("Tierra, bosque, Dios"), y obtuvo un considerable éxito. Recibió el Premio Baumgarten en tres ocasiones: en 1932, 1937 y 1943. Tradujo al húngaro diversas obras de Shakespeare (Timón de Atenas en 1935, Como gustéis en 1938, Macbeth en 1939, Troilo y Crésida en 1948); Las flores del mal de Baudelaire; el Gran Testamento de François Villon; La escuela de las mujeres de Molière; Las cuitas del joven Werther de Goethe, así como obras de Verlaine, Tyutchev, Pushkin y Krylov.
En el congreso literario de Lillafüred hizo énfasis en la belleza de la poesía de guerra. Esto hizo que fuese considerado un autor de derechas, por lo que, terminada la guerra, fue apartado de la vida cultural, y sólo pudo seguir publicando traducciones, pero no obra original. Sin embargo, su importancia fue reconocida poco después de su muerte, cuando recibió el Premio Kossuth.

Poesía

Muchos de sus poemas están dedicados a sus hijos, Lóci y Klári, mientras que otros recuerdan su propia infancia. El ciclo de sonetos titulado El 26º año (1957), por su parte, fue escrito en memoria de su amor de toda la vida, Erzsébet Korzáti, que se suicidó en 1950.

Obras

Föld, erdő, Isten (Tierra, bosque, Dios, 1922)
Kalibán (Calibán, 1923)
Fény, fény, fény (Luz, luz, luz, 1926)
A Sátán műremekei (Obras maestras de Satán, 1926)
Te meg a világ (Tú y el mundo, 1932)
Különbéke (Paz separada, 1936)
Harc az ünnepért (Lucha por la vacación, 1938)
Régen és most (Entonces y ahora, 1943)
Tücsökzene (Música de grillos, 1947)
A huszonhatodik év (El 26º año, 1957)








El sueño de Dsuang Dszi

Hace dos mil años Dsuang Dszi,
el maestro, me mostró una mariposa.
- En mi sueño - dijo- era esta mariposa
y ahora estoy algo confuso.

- Una mariposa - siguió-, sí, era una mariposa,
la mariposa bailaba alegre al sol,
sin sospechar que era Dsuang Dszi...
Me desperté ... y ahora ya no sé,

ahora no sé - continuó pensativo -
cuál es la verdad, cuál puede ser:
si Dsuang Dszi soñó a la mariposa
o la mariposa me soñó a mí-

Yo bién que me reí: - !No bromees, Dsuan Dszi!
¿Quién puedes ser? Eres tú: Dsuang Dszi. !Claro que eres tú!-
Sonrió: - !La mariposa de mi sueño
veía igual de clara su verdad!-

Sonrió, me encogí de hombros. Luego
algo me hizo estremecer,
llevo dos mil años pensando desde entonces,
pero estoy cada vez más indeciso,

ahora ya creo que la verdad no existe,
que todo es imagen y poesía
que Dsuand Dszi sueña a la mariposa,
la mariposa a él y yo a los tres.

(aparecido en el volumen Paz separada/Különbéke, 1936)



Dsuang Dszi álma

Kétezer évvel ezelőtt Dsuang Dszi,
a mester, egy lepkére mutatott.
- Álmomban - mondta - ez a lepke voltam
és most egy kicsit zavarban vagyok.

- Lepke - mesélte - igen lepke voltam,
s a lepke vígan táncolt a napon,
és nem is sejtette, hogy ő Dsuang Dszi...
És felébredtem... És most nem tudom,

most nem tudom - folytatta eltűnődve -
mi az igazság, melyik lehetek:
hogy Dsuang Dszi álmodta-e a lepkét
vagy a lepke álmodik engemet? -

Én jót nevettem: - Ne tréfálj, Dsuang Dszi!
Ki volnál? Te vagy: Dsuang Dszi! Te hát! -
Ő mosolygott: - Az álombeli lepke
épp így hitte a maga igazát! -

Ő mosolygott, én vállat vontam. Aztán
valami mégis megborzongatott,
kétezer évig töprengtem azóta,
de egyre bizonytalanabb vagyok,

és most már azt hiszem, hogy nincs igazság,
már azt, hogy minden kép és költemény,
azt, hogy Dsuang Dszi álmodja a lepkét,
a lepke őt és mindhármunkat én. 





JULIA GIL [9112]

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JULIA GIL
Julia Gil López nació en Santa Cruz de Tenerife.  Estudio Filología Románica en la Universidad de La Laguna.  Hacia los 24 años entró como profesora interina en el Instituto de Santa Cruz de Tenerife y en 1963 saca la oposición de agregada de Lengua y Literatura española en Jaén, donde permanece un curso.  De allí a Las Palmas de Gran Canaria y a Madrid, donde prepara la Cátedra, que obtiene en 1967 para Santa Cruz de La Palma; al año siguiente retorna definitivamente a Tenerife, en cuyo IES. Tomás de Iriarte imparte clases hasta su reciente jubilación.  A partir de los 80 colabora activamente con colectivos pacifistas y de solidaridad, especialmente con pueblos centroamericanos.  Ha escrito en diversas etapas a lo largo de su vida pero es a finales del siglo XX cuando se decide a publicar.  En septiembre de 1999 saca en edición alternativa y a beneficio del proyecto MediCuba, un libro de poemas titulados “Tiempo de Pasión, Tiempo de Destrucción”.  En diciembre de 2000 el Centro de la Cultura Popular Canaria publica “Grabados en mi infancia”, también en versos.  Asimismo figura en la antología publicada por Radio ECCA y el Centro de la Cultura Popular Canaria Poesía de Canarias en viva voz.  La voz de los poetas, 1988-2002.  En julio de 2003 la misma editorial publica un nuevo poemario titulado “Vuelo, posada, remanso” y en diciembre del 2004 otro con el título “De olvidos y de existencias”.  En diciembre del 2006 Ediciones Ideas publica su novela corta “Como tú eres así”.  En Junio del 2007 y publicado por el Ayuntamiento del Puerto de La Cruz, en Tenerife, sale a la luz un nuevo poemario “Ciudad de Espumas”.  En mayo de 2009 presenta en el XIV Festival de Poesía Solidaria en La Habana el poemario “Palestina, al otro lado del dolor”. En septiembre de ese mismo año, Ediciones Idea publica el poemario en haikus “Ruta de las setas”. En 2010 publicó el libro de relatos “Once Trapecios al Trasluz” y en 2011 “Remando travesía hacia la paz” a beneficio del proyecto Vacaciones en Paz de la Asociación de Amigos del Sahara, que fue presentado en mayo de 2012 en el Festival de Poesía Solidaria en La Habana (Cuba). Recientemente ha participado en el libro Poetas en el Hierro, promovido por el colectivo Poetas del Mundo por la Paz (WPM) y en el recital mundial contra los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez (México). 




Del poemario De Olvidos y de Existencias publicado en Diciembre de 2004, sobre la inmigración en pateras.




VII

La caída del sol
fue interminable despedida.
Nos teñimos de cobrizo de rojo de violeta
y la barca también. Petrificados
parecíamos barro vegetal.
Nos serenaron los colores
mientras su lentitud nos inquietaba.
Larga puesta de sol…
¡y teníamos prisa!
Pero el cobrizo se quedaba
y el rojo se pegaba a nuestras ropas
y el violeta se hacía nuestra carne,
salpicada de vuelco a las entrañas.

Poco a poco nos escondimos en la noche
o fue la noche quien nos atrapó.







XVI

He perdido mis montañas mágicas
mis lagos misteriosos
mis cálidos mamíferos
y hasta mis fieras.
Y todos ellos me han perdido a mí.
He desaparecido de mis padres dolientes
hermanos agotados
mujeres tristes parcheando penas
niños de alas heridas.
Ellos también se me esfumaron
en polvaredas de distancia.

Al menos en la prisión tenía un número.
Crecían unas matas
 y algún olivo tras de los barrotes.
Bajo estos plásticos ardientes
crecen las hortalizas
pero mi nombre ya no lo recuerdo.
Puedo morir en este instante
pero no muero porque ya no existo.





XXI

Quiero pasar las arenas
y también las aguas
porque tú me esperas,
algo tristes tus manos azules
en la lejanía.
Pasan charloteando las cigüeñas
por sus altos puentes.
Yo en mi camello blanco.
¡Que iluminen tus ojos mis senderos de luna! 







TE GUSTA EL AGUA DE LA FUENTE,
lanzada a espumas
desde la boca del león.
Te gusta el agua de la piscina,
sus cuatro chorros paralelos
y horizontales
y la pelota que los burla
por el espejo.
Te gusta el niño
que se pone el collar florecido
en la cabeza.
Te encanta columpiarte,
tan diminuta, suavemente,
viendo un rayo carnoso de la tarde
en la verde melena.






La niña y yo. Ediciones La Palma, 
Ministerio del aire, Madrid 2012.


Pájaros en Ciudad Juárez

Ciudad Juárez
en las afueras de sus plazas blancas
sus edificios y sus arrabales
tiene un pozo de llantos
y encima del brocal una ventana
vestida de velero
que abre las alas marazules
para volar por esos mundos.

En Ciudad Juárez
en las afueras de sus miedos grises
y de su rebeldía ensangrentada
hay una cueva de lamentos broncos
que avanzan de salida
por una red de vías
tortuosas y trenzadas
que alcanzan horizontes y confines.

En Ciudad Juárez
hay un pantano atroz disimulado
por los billetes y por las pistolas
y por brazos monstruosos.
Los pájaros del mundo y los juarenses
vamos a tomar tierra de las nubes
y lo estamos secando con velas de firmeza
con canales de cáñamo labrado
con voces claras y de piedra santa
con canciones de viento y corazón




  

GYORGY MARNO [9113]

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Gyorgy Marno (Budapest, HUNGRÍA - 1975)
Cursó estudios de Filosofía mientras trabajaba en la Biblioteca de Budapest. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado varios libros en los que destacan Versos de Nadie y Una mañana descubres...



Creemos saber quienes somos

Creemos saber quiénes somos.
No corremos asustados
después de ver en el espejo
un par de ojos, nariz, labios,
orejas, cabellos…

No miramos con extrañeza
a nuestros semejantes cuando dicen
Buenos días, Buenas noches, Gracias,
De nada, Te amo…

Creemos saber quiénes somos.
Sólo nos permitimos el lujo
de la perplejidad
en la infancia o en los manicomios.





Algún día

Aun no sé cuánto significas para mí;
sobre el carácter de tu espíritu
y tus silenciosos pensamientos, poco
puedo decir; apenas si comprendo
que mi amor por ti es insuficiente,
aunque quizá te haga bien. Algún
día, en los amaneceres de invierno 
cuando Hungría se hiela, tú me mirarás
a los ojos, y me sabrás perdonar.





Eramos niños

Juntábamos las manos
haciendo un cuenco 
para atrapar la lluvia. 
Éramos niños.

Sólo necesitábamos las manos
para saciar nuestra sed.





Deuda

Debemos a un acreedor
orgulloso de su caligrafía.

Ninguna deuda es ignorada,
ninguna falta pasada por alto.

Todo está allí,
escrito con la prolijidad
de quien no conoce otro oficio.

No habrá indulto, condonación, o piedad.
Pagaremos lo debido.

Mientras tanto jugamos, torpes,
en la columna del haber.


Traducción de Lucas Sarasibar 






MAURO FABI [9114]

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Mauro Fabi
(Roma, 23 de septiembre 1959) es un periodista, escritor y poeta italiano.
Periodista, Mauro Fabi colabora con L'Unità e il Monde diplomatique. Dirige las páginas culturales de la Conquiste del Lavoro. 

Obras en italiano 

La meta di Luan (Mursia, 2000)
'Il pontile (Nottetempo, 2006)
Il motore di vetro (Palomar, 2004)
Fiori in pericolo (Avagliano, 2007)

Obras traducidas al francés

Le Domaine des morts, Alidades, Evian, 2010. Edizione bilingua. Traduzione francese di Olivier Favier. Postfazione di Carlo Bordini. 
Olivier Favier, "La Poésie narrative italienne" suivi d'un choix de poèmes de Carlo Bordini, Mauro Fabi et Andrea di Consoli, Décharges n°139.
Alcune poesie sono state pubblicate su Poezibao




LO ESENCIAL, DE MAURO FABI.

Desde hace nueve años, todas las mañanas, tomo el mismo
autobús para ir a trabajar.
También los gitanos que viven en las VPO
toman ese autobús, a la misma hora que yo,
y bajan un poco antes de la última parada, en un cruce
muy transitado. Ése es su puesto.
El autobús tarda casi una hora en hacer seis kilómetros,
un tercio de la distancia que separa mi casa
de mi oficina.
Durante ese tiempo escribo. No siempre,
no cada mañana. Los poemas que escribo mientras el autobús
está inmerso en el tráfico, los copio luego en el ordenador
y los arreglo, los organizo, después los separo,
los reagrupo en secciones y, finalmente, cuando el libro está listo,
cuando hay un libro, se lo mando al editor.
He escrito dos libros sentado en este mugriento
autobús, y un tercero está casi listo.
Por la tarde, cuando regreso, y tengo la cabeza un poco cargada,
no hago nada, intento no pensar, miro afuera.
¿Y qué es lo que veo?
Si me hago esta pregunta no sé qué responderme.
Pues bien, se podría decir que no veo nada.
Pero ese atardecer de color artificial, ese rosa-mercurio
que rebota en el mar, como un incendio,
¿no es tal vez la parte más importante del viaje,
no es lo esencial?

Traducción de Guadalupe Grande.






L’essenziale

Da nove anni, tutte le mattine, prendo lo stesso
autobus per andare a lavorare.
Anche le zingare che abitano nei palazzi IACP
prendono quell’autobus, alla mia stessa ora,
e scendono poco prima del capolinea, ad un incrocio
molto trafficato. Quello è il loro posto.
L’autobus impiega quasi un’ora per fare sei chilometri,
un terzo della distanza che separa la mia casa
dal mio ufficio.
Durante tutto questo tempo scrivo. Non sempre,
non ogni mattina. Le poesie che scrivo mentre l’autobus
è immerso nel traffico le ricopio al computer
e le aggiusto, gli do una sistemata, poi le separo,
le raggruppo in sezioni, e infine, quando il libro è pronto,
quando il libro c’è, lo mando all’editore.
Ho scritto due libri seduto sopra questo lercioso
autobus, e un terzo è quasi pronto.
La sera, quando ritorno, e ho la testa un po’ pesante,
non faccio niente, cerco di non pensare, guardo fuori.
E cosa vedo?
Se mi pongo questa domanda non so cosa rispondermi.
Dunque non vedo nulla, si potrebbe dire.
Ma quel tramonto dai colori innaturali, quel rosa-mercurio
che rimbalza sul mare, come un incendio,
non è forse la parte più importante del viaggio,
non è l’essenziale?








La desgarradora belleza de un árbol
que muere y retiene 
todavía un momento sus hojas
aquella gracia distante que solo 
lo que se abandona parece poseer
los colores implícitos que tienen las cosas
cuando se acaban
la vida que circunda en el bosque
el canto del follaje y el horizonte
el valle,
el espectáculo increíble
antiguo y nuevo de un crepúsculo.

Soñar morir estar muerto 
morir de a poco
en un lecho apenas hecho
con los niños jugando
en la habitación contigua
el sonido afelpado de las pantuflas en la 
escalera
una silla que se desplaza el olor
de las cosas que habrá que abandonar
la prisa del que te ama

aquel paso imperceptible
de una estación a otra
de una vida a la otra que se anuncia
en un golpe de viento
en la mancha de luz que se extiende
sobre el pavimento.





La struggente bellezza di un albero
che muore il suo
trattenere ancora un poco le foglie
quella grazia distante che solo ciò
che si abbandona mostra di possedere
quei colori impliciti che hanno le cose
quando si esauriscono
la vita che gli sta intorno nel bosco
il canto delle fronde e l'orizzonte
la valle,
lo spettacolo incredibile
antico e nuovo di un tramonto.

Sognare di morire di esser morto di
morire a poco a poco
in un letto appena fatto
con i bambini che giocano
nella stanza accanto
il rumore felpato di pantofole sulle
scale
una sedia che si sposta l'odore
di cose che si dovranno abbandonare
la premura di chi ti vuole bene 
quel passaggio impercettibile
da una stagione all'altra
da una vita all'altra che si annuncia
in un colpo di vento
nella macchia di luce che si allarga
sul pavimento.








ILARIE VORONCA [9115]

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Ilarie Voronca (1903-1946)
ILARIE VORONCA, escritor y poeta de vanguardia, nació el 31 de diciembre de 1903 en Braila (Rumanía), en el seno de una familia judía. Realizó estudios de derecho y literatura francesa.
Su primer libro de poemas fue ilustrado por Víctor Brauner.
Se adhirió al movimiento modernista y publicó diversos textos en el magazin “Contimporanul”. Asimismo, colaboró en las revistas literarias “Point” e “Integral”. Con Stephan Roll, funda una revista inspirada en el constructivismo ruso con el nombre de 75 HP, de la cual sólo llegó a publicarse un número.

En 1927, Voronca edita en París un poemario titulado Colomba(ese era también el nombre de su mujer), que va acompañado de dos retratos realizados por Robert Delaunay. Ese texto marca una nueva orientación en el estilo voronquiano: se inspiraba ahí en el surrealismo. Después comenzará a publicar sus obras con cierta regularidad, sobre todo tras instalarse en Francia, en 1933. Es entonces cuando comienza a escribir en francés y publica L´apprenti fantôme (1938), y Beauté de ce monde (1940). Muchos de esos poemarios fueron ilustrados con dibujos de Constantin Brancusi, Marc Chagall y Víctor Brauner.

En la tradición del Zohar –libro del esplendor de la kábala judía–, gritar, rezar y cantar son los tres grados decrecientes de manifestación de la cólera sagrada del hombre. Voronca fue un hombre en cólera: una santa cólera poética e insobornable.

A menudo, los temas del camino, del mito del retorno, de la infancia perdida, de la nostalgia por un paraíso también perdido pero que nunca existió levantan su casa con las palabras. Nostalgia será la palabra clave en el corazón de la poesía de Ilarie Voronca, cuyos poemas son translúcidos y de una belleza líquida. En 1938 pasó a formar parte de la Resistencia. En enero de 1946, con ocasión de un viaje a Rumanía, es aclamado por sus escritos y su actividad antifascista.

Se suicidó algunos meses después, dejando inacabada la obra Manuel du parfait bonheur.

Entre sus obras cabe destacar: Ulysse dans la cité (1933), 
Patmos (1934), Permis de séjour (1935), L´apprenti fantôme (1938) y Nada oscurecerá la belleza de este mundo, poemario inédito hasta la fecha y que MALDOROR ediciones publica ahora por vez primera en España, rescatándolo de un injusto olvido.



Voronca Nada oscurecerá la belleza de este mundo
Título: Nada oscurecerá la belleza de este mundo 
Fecha de edición: 2010
ISBN-13: 978-84-96817-14-2
MALDOROR ediciones


Traducción: Jorge Segovia


BELLEZA DE ESTE MUNDO

para Léon-Paul Fargue

Nada oscurecerá la belleza de este mundo.
Las lágrimas pueden anegar toda la visión. El sufrimiento
puede hincar sus garras en mi garganta. La pena, 
la amargura, pueden levantar sus paredes de ceniza,
la cobardía, el odio, pueden extender su noche, 
nada oscurecerá la belleza de este mundo. 

Ninguna derrota me ha sido ahorrada. Conocí 
el gusto amargo de la separación. Y el olvido del amigo
y las veladas al lado del moribundo. Y el regreso
vacío del cementerio. Y la mirada terrible de la esposa
abandonada. Y el alma tenebrosa del extraño,
pero nada oscurecerá la belleza de este mundo.

¡Ah! Querían ponerme a prueba, apartar 
mi mirada de este mundo. Se preguntaban: “¿Resistirá?”
Todo lo que me era querido me fue arrebatado. Y oscuros 
velos cubrían los jardines en mi proximidad
la mujer amada volvía a lo lejos su rostro ciego
pero nada oscurecerá la belleza de este mundo.

Yo sabía que lo humilde tenía contornos tiernos, 
la carreta en el campo como un sol naciente, 
dicha, río helado, que en primavera
se despierta y las voces cantan en el mármol
en lo alto de los promontorios ondea el estandarte del viento
nada oscurecerá la belleza de este mundo.

¡Vamos! Hay que resistir. Pues quieren engañarnos,
si caemos en la turbación estaremos perdidos.
Cada tristeza está ahí para ocultar un milagro.

Una cortina que corremos sobre el día fulgurante,
recuerda las dulces citas, los juramentos, 
porque nada oscurecerá la belleza de este mundo.

Nada oscurecerá la belleza de este mundo,
hay que arrancarse la máscara del dolor,
y anunciar el tiempo del hombre, la bondad,
y las comarcas de la risa y la quietud.
Dichosos, marcharemos hacia la última prueba
con la frente en la claridad, libación de la esperanza, 
nada oscurecerá la belleza de este mundo. 






LAS CASAS Y LOS HOMBRES

para Auguste Marin

Vi a lo lejos
a hombres conspirando alrededor de una casa en
construcción,
algunos caminaban lentamente cargados con ladrillos,
otros soñaban con las paredes
que aún no eran más que el pálido dibujo de sus miradas,
si hablaban, su voz entre los andamios
tenía un sonido extraño, casi irreal, 
sus gestos eran graves, iluminaban sus caras 
con una luz como de primavera subterránea.

¡Oh! Albañiles subiendo a las escaleras, ajustando 
los materiales, midiendo las formas, al buscar
el equilibrio de la piedra y la madera no hacéis más
que extender la red donde cogeréis en la trampa
la Casa invisible cerniéndose en el aire, la Casa
que es el pensamiento
cuyos ladrillos, puertas y escaleras, son las palabras.

La Casa deviene poco a poco humo, nube.
sus contornos se precisan, desciende 
entre los hombres como un barco que se pone a flote,
los albañiles son, en efecto, magos,
saben escoger el lugar donde se puede poner una trampa
también saben a qué horas pasa por el aire
el convoy de las casas que solo ellos reconocen.

Ellos les quitan los signos demasiado celestes
las hacen parecerse a la tierra
y quizá es a un muerto
a quien ofenden así. Pues las casas que pasan
son veladas por los muertos.

¡Oh! A menudo me ha sido dado
ver como un halo al muerto de cada casa
esperar pacientemente que esta recobre
sus adornos de sombra. Los vivos rencorosos, hoscos, 
discutían, se enfrentaban, 
la angustia, la envidia, daban grandes golpes de cincel
en sus rostros, 
el verdadero trabajo comenzaba cuando la forma invisible era 
atrapada,
entonces se hacían prisiones, cuarteles, fábricas,
tribunales donde se levantaban las actas de propiedad,
palacios, ciudades enteras,
algunos estaban contentos,
orgullosos: No dejaban de decir:
“Todo esto es nuestro.” 

Yo, el vagabundo, el desocupado, 
admirando los escaparates suntuosos
las avenidas de las grandes capitales,
era el único en mantenerme aparte.

Y en el instante en que el día se confundía con la noche,
cuando hasta el hombre más rudo se atreve a soñar
y deja caer su cabeza sobre el hombro de la fatiga, 
cuando las calles como ríos que salen de su lecho
se alargan en la bruma y derraman en el cielo,
yo veía las casas, sobre todo las catedrales, 
soltarse de sus amarras, devenir vastas
cernerse como murciélagos en el espacio
con su vuelo de ceniza y terciopelo.
¿Adónde iban así?
El amanecer las encontraba en sus lugares
como si nada hubiese ocurrido.

¡Ah! Un día, a una señal de los muertos
las casas se convertirán para siempre en humo
empujadas aquí y allá por el viento
por encima de las ciudades desiertas y desoladas.   






AMISTAD DEL POETA

para Jules Supervielle

El cielo un cristal mal lavado en octubre
el viento que se embosca ante mi puerta
un rumor, una orquesta de feria en alguna parte
y el recuerdo: fuego que arde mal y humea.

¿Son estas las exclamaciones de los viñadores, el ruido de los 
toneles que estiban al fondo de un patio vaporoso?
¿Es esta la ciudad donde tú estás prisionero, son estas las calles
tan pesadas como las cadenas atadas a tus pies?

Pienso en ti poeta, en las palabras sencillas
que tú contemplas como huevos a través de la luz.
Los contornos de una vida se dibujan en su interior
tus ojos encuentran la forma secreta de cada cosa.

En este otoño todavía tú me coges de la mano
me llevas al jardín desierto de mi juventud
ahí es donde me emborraché con tu vino
donde me vestí con el abrigo de tus poemas.

Tú has sabido hablarle al pastor que interroga la tormenta
la granizada de tus palabras refrescó también las sienes
del enfermo. Y en lo alto de los acantilados has encendido
grandes hogueras para las barcas perdidas en los mares. 

¡Ah! Tu zurrón está colmado de hierbas mágicas que devuelven 
la vista a los ciegos, la palabra a los mudos
tú no temes los salvajes tapices del hombre
tú sabes retorcerle el cuello al odio, a la envidia y la maldad.

Tú, fiel jardinero: arranca la madera muerta
de nuestras almas. Me gusta verte caminar
con torpeza, la cabeza ladeada sobre el hombro
como un samovar donde fermenta un canto lejano.
Las cosas confiadas te dejan acercarlas,
tú conoces también la lengua de los animales, de los dioses, 
amigos y enemigos te escuchan como los árboles
que se santiguan en torno a la gran encina del bosque. 

Todos están ahí: los muertos, los vivos, tú les hablas
y tu voz se hace lluvia o silencio o helecho
es la punta del compás que traza
desde tu centro círculos más allá de la vida.






NOS PODEMOS MARCHAR

Habéis hecho muy bien las cosas. Encendisteis 
enormes lampadarios en las salas de fiesta, 
supisteis elegir a los músicos, a las bailarinas, 
vuestros cocineros no olvidaron ninguna delicia, 
pero nosotros no le debemos nada a nadie. Nos podemos marchar.

Ninguna fealdad ha herido nunca vuestras miradas,
vuestras casas estaban iluminadas y a través de vuestras ventanas
podíais ver las playas, los bosques, las alamedas,
donde solo vosotros teníais derecho a soñar.
Pero nosotros no le debemos nada a nadie. Nos podemos marchar.

Hombres bajo tierra le arrancaron al carbón
el sol de su muerte, el sol de vuestras vidas,
Púberes muchachas se marchitaron bordando vuestras telas, 
los barcos atravesaron para vosotros las estaciones, 
pero nosotros no le debemos nada a nadie. Nos podemos marchar.

Ni un solo día, ni un solo minuto hemos vivido 
como vosotros. Nosotros estábamos en el office o en la escalera 
de servicio. O más lejos entre la muchedumbre resignada 
que se extenuaba en levantar para vosotros arcos del triunfo
pero nosotros no le debemos nada a nadie. Nos podemos marchar.

Porque todas esas luces, esas joyas, esas coronas,
los muebles de oro, las llamas del placer, las vajillas, 
esas radiantes terrazas donde habéis reído y bailado 
alguien tendrá que pagarlas, alguien lo hará
pero nosotros no le debemos nada a nadie. Nos podemos marchar.

¡Ah! Llegará el día en que os ruborizaréis de vergüenza,
habéis cogido la parte de los otros y ni siquiera
vuestra parte la podéis pagar. Llegará 
el día en que desearéis ser libres, seguirnos
pero nosotros no le debemos nada a nadie. Nos podemos marchar
Nosotros somos los que hemos sido felices, y sabios. Todo tenía
un aire
demasiado tentador. Era una trampa. A la belleza, a las riquezas, 
había que acercarse con prudencia. Para nosotros
eso fue fácil porque vosotros ya lo habías cogido todo
pero nosotros no le debemos nada a nadie. Nos podemos marchar.

Nos vamos con el corazón ligero, el alma tranquila
como de una casa donde nosotros no robamos nada
un reino sereno nos espera. Y vosotros, anegados en lágrimas
veos aquí prisioneros para pagar fastos y glorias,
pero nosotros no le debemos nada a nadie. Nos podemos marchar.





LA MUJER VIVA 

Quiero luchar contra vosotras, fuerzas
de la desgracia, fuerzas tenebrosas de la muerte,
térreas máscaras de la epidemia,
hambres y sed más pesadas que un cadáver.
Angustias
el sudario de vuestras llamas sobre los delirantes cuerpos, 
os convoco aquí, os hago frente,
me acerco riendo al lecho del agonizante,
su boca, sortija de oro en el dedo de la noche, 
su cabellera, temblorosa respiración, sus pupilas,
piedras trazando círculos en el agua de su rostro,
belleza, heme aquí con las manos llenas 
de caricias más perfumadas que un jardín, heme aquí, 
los labios, una alabanza para cada uno de tus contornos,
la muerte nada podrá, abandonará esta habitación.

¡Ah! Voy a someteros, monstruos, voy
a pisotearos,
incluso si adoptáis rasgos humildes: miseria, 
enfermedad, injusticia, fatiga, incluso si
vuestras garras se ocultan bajo el terciopelo de la piedad,
entro en el tugurio, en el patio sofocante,
la prisión, el hospital, el tormento, el suplicio, 
el frío, la sangre, los remordimientos, las heridas,
el vientre de la mujer donde nace un sol
y el hombre que maldice el pan, y el hombre
a quien el sueño ara mejor que un arado,
la garganta, cuando abandona la voz, como un hueco de árbol
el seno cortado en dos por un puñal de leche, 
el fango, el ojo ciego, el agujero de obús, la gangrena 
¡Yo os destierro! Y digo: “levántate y anda” al enfermo
y el enfermo es el rayo que quema sus muletas,
la imagen de lo lejano embellece las palabras
y lo cercano es suave en este apaciguamiento.

Mujeres, he aquí el día, su cetro y su corona, 
vosotras sois los escaparates que iluminan la calle, 
y todos vosotros, muchachos, adolescentes, ancianos, 
ved cómo os acogen en las casas alegres,
he aquí las ciudades orgullosas del amor, de la gracia, 
¡ah! la muerte y la miseria caen extenuadas.








RAYMOND RADIGUET [9116]

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Raymond Radiguet
Raymond Radiguet nació el 18 de junio de 1903 en Saint-Maur-des-Fossés y murió el 12 de diciembre de 1923 en París, Francia. Fue un escritor francés que falleció con veinte años y dos novelas a sus espaldas: El baile del conde Orgel, publicada tras su muerte, y sobre todo El diablo en el cuerpo, que narra los amores entre un adolescente y una mujer casada cuyo marido combate en el frente. Con ello, Radiguet se opone cínicamente al heroísmo bélico oficial, por lo que la novela causó un gran escándalo.

Fue hijo del dibujante Maurice Radiguet. Estudió en el liceo Carlomagno en París. A causa de su gran afición a la lectura, no estuvo muy involucrado en sus estudios, lo cual supuso que no fuese considerado un buen alumno. Leía los escritores de los siglos XVII y XVIII, teniendo especial interés en la Princesse de Clèves de Madame de La Fayette; también leyó escritores como Stendhal y Proust; y poetas como Verlaine, Mallarmé, Rimbaud o el Conde de Lautréamont.

Con 15 años abandona definitivamente sus estudios para hacer periodismo. Se relaciona con André Salmon, Max Jacob, Pierre Reverdy, François Bernouard (el cual sería el futuro editor, en 1920, de sus poemas recogidos en Les Joues en feu); conoce a pintores como Juan Gris, Picasso, Modigliani, Jean Hugp; y se vincula con jóvenes compositores como Darius Milhaud, George Auric, Francis Poulenc o Arthur Honegger. Cuando se fundó el periódico satírico francés Le Canard enchaîné, Radiguet publicaría algunos cuentos bajo el pseudónimo de Rajky. En el año 1918 conocería a Jean Cocteau, el cual quedó admirado por el joven y a quien se refería diciendo: es el alumno que se convirtió en mi maestro.1 Radiguet fue el protegido de Cocteau, de forma que éste se entusiasma con los poemas del joven y le anima a escribir, le aconseja y le hace trabajar, de forma que le ayuda a publicar sus versos en varias revistas, como Sic y Littérature.
Se convierten en inseparables y en mayo de 1920 fundan juntos la revista Le Coq, de carácter vanguardista, en la cual colaboraron, entre otros Georges Auric, el pintor Roger de La Fresnaye, Paul Morand y Tristan Tzara. Así, Radiguet escribe su primer artículo en el primer número de la revistaque comienza con las siguientes palabras escritas en mayúscula: DEPUIS 1789 ON ME FORCE À PENSER. J’EN AI MAL À LA TÊTE (Desde 1789 se me fuerza a pensar. Me duele la cabeza).
A partir de 1921, Radiguet decide abandonar la vida desorganizada que llevaba hasta enconces para pasar a una vida fuertemente disciplinada interiormente. Joseph Kessel diría al respecto: Nada menos ordenado que su vida exterior, pero nada más armonioso, más equilibrado, mejor construido y mejor protegido que su vida interior. Podía ir de bar en bar, no dormir durante noches enteras, errar de habitación en habitación de un hotel; su espíritu trabajaba con una lucidez constante, una maravillosa lógica.
Raymond Radiguet muere el 12 de diciembre de 1923 a causa de una fiebre tifoidea. A su muerte prematura, también el presentimiento de su propia muerte fueron las bases para crear el mito, ya que en las últimas páginas de El diablo en el cuerpo escribe: Un hombre desordenado y que va a morir y que no lo duda suele poner orden a su alrededor. Su vida cambia. Clasifica sus papeles. Se levanta temprano, se duerme a buena hora. Renuncia a sus vicios. Su muerte brutal parece todavía más injusta. ¿Viviría feliz?

Raymond Radiguet por Modigliani (1915).

Obra literaria

Pese a su corta vida, muchos le consideraron como el Nouveau Rimbaud (Nuevo Rimbaud), debida a la comparación que se hacía de los dos por la precocidad de su talento que los dos mostraron. Radiguet publicaría su primera novela en 1920, con El diablo en el cuerpo, y tres años después su segunda y última, El baile del conde de Orgel.
Ganó el premio Nuevo Mundo (compuesto el jurado por Jean Cocteau, Paul Morand, Valery Larbaud, Jacques de Lacretelle, Jean Giraudoux y Bernard Fay), lo cual le permitió vivir desahogadamente y con un gran reconocimiento literario.

Le Diable au corps

En 1918, final de la Primera Guerra Mundial y con apenas 15 años, experimentaría una relación amorosa que más tarde le inspiraría su obra Le Diable au corps (El Diablo en el cuerpo). La muchacha en cuestión se llamaba Emma y era dos años mayor que él, la cual estaba prometida con un militar.
Sería en 1921, en Piquey, lejos de París, cuando terminó la obra, aunque no se publicó hasta el año de su muerte, en 1923. Le Diable au corps es una novela donde se plasma la historia de un romance trágico y cuya publicación formó un gran escándalo, ya que mostraba a la guerra como una condición para la felicidad de dos amantes. Pese a ello, Radiguet recibió muy buenas críticas por parte de escritores de renombre como Max Jacob, René Benjamin, Henri Massis y Paul Valéry.

Le Bal du Comte d'Orgel

Le Bal du Comte d'Orgel (El Baile del conde de Orgel) es su segunda y última novela, la cual fue publicada en 1924, un año después de su muerte.
Radiguet pudo conocer el mundo aristocrático parisino de la mano de Jean Cocteau. Esta nueva experiencia influyó mucho en Radiguet, lo cual se refleja en esta novela, ya que además se dice que los personajes existieron en realidad.
Esta novela la publicó Bernard Grasset, y el prefacio fue escrito por Cocteau, en el que habla sobre la muerte de su compañero:
He aquí sus últimas palabras: "Escuche, me dijo el 9 de diciembre, escuche una cosa terrible. Dentro de tres días seré fusilado por los soldados de Dios." El 12 de ese mismo mes, Raymond Radiguet fallecía.



Poemas
Traducción: Jorge Segovia

MALDOROR ediciones, Primera edición: 2011





COLORES SIN PELIGRO

Amores (en plural; y después
No,el año se hace muy viejo)
              ¿UN BOSQUE
es cobijo más agradable?
La menor de nuestras inquietudes
              EL VIENTO
O bien un salteador de caminos
Se apodera de tu sombrero nuevo
              PARAÍSO DE LAS

              MUCHACHAS EN FLOR
              A la carrera
                          Cinco minutos antes
Todo ocurría al borde del agua
Barquero
                             también
(Cuando me llaman)
                               Ellas
Dos o tres aves del paraíso
Confío en las muchachas en flor






HIMEN 

Un matrimonio de amor, al parecer
El horizonte se enmohece
Una mujer camina sobre el alambre
Ella nunca vio el cielo
Su paraguas es negro

                    Tarifa nocturna
¿Quién sabe?
Azota la noche que se salva sin decir nada
Un caballo la cocea 

                      Hasta mañana







A TONTAS Y A LOCAS

Por debajo de cero
Los rostros son mudos
Mucho mejor no podrías decirlo       Adiós
La Bella estación está en otra parte Así es
Y desde que tenemos los juegos de azar
Hubo que ponerle un larguero a la mesa
A pesar del sentido común,
ese día fue el más corto del año
Diversos nombres
Un bien diferente y más hermoso
En vano deshojo la efeméride
Todavía un año muy corto
Para todas las fiestas a desear






FACSÍMIL

¿Alguna vez supo abril florecer
nuestras porcelanas?
Un pájaro sin domicilio
se instaló en la guitarra.
Reemplaza al despertador
que cederemos a bajo precio.
No busquéis a 
Colombine, está en el mercado.






PRESENTANDO ARMAS

Con ocasión del 14 de Julio, el aduanero Rousseau, 
que volvió del paraíso, hizo distribuir entre los 
soldados Bonos para un retrato.

(De los periódicos)


En formación, los soldados esperan al general que debe imponer 
                            las condecoraciones.
El general es un pintor.
Henri Rousseau, con la punta del pincel,
coloca una estrella en cada pecho. 




MAURUS YOUNG [9117]

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Maurus Young también conocido como Yang Yun-da, nació en 1933 en Wuhan, China. 

Se graduó en la Universidad Nacional de Taiwan, obtuvo una licenciatura en 1957, y de la Escuela de Graduados de Periodismo de la Universidad Nacional Chengchi, obtuvo una maestría en 1959. También obtuvo el título de doctor por la Universidad Nacional de París, en Francia, en 1986. 

Empezó a escribir poemas a los 15 años en Taiwán y sus poemas se publicaron por primera vez en el Chuan Ming Daily News, el ex United Daily News en Taipei en 1949, cuando él era un estudiante de la Escuela Chien Kuo Taipei Junior High. Se matriculó en la Escuela Cheng Kung de alta Taipei Senior en 1950, a los 16 años, siguió a su maestro, el profesor Chi Hsuan, y se convirtió en uno de los miembros fundadores de la Dai Hsien (modernista) Sociedad de Poesía. 

Como poeta, escritor, periodista e historiador, ha publicado 11 libros, a saber: "Cuando regresemos" (1971), "Una mirada a la bella tierra y el pueblo de Etiopía" (1972), "Lover of Rainbow" (1972 ) ", una selección de poemas por Maurus Young" (1972), "Dreams in Paris" (1984), "Coleccionista de estrellas" (1984), "visitas turísticas occidentales" (1986), "Li Jin Fa, Pioneer del simbolismo moderno Poetry in China "(1986)," Una jarra de vino "(1993) y" Cantos de un extraño "(escrito en chino, Inglés y Francés), 1993," La Vie et l'Oeuvre de Li Jin Fa "( Escrito en francés), de 1996. 

Se ha desempeñado como Secretario General del Congreso Mundial de Poetas (WCP) y la Academia Mundial de las Artes y la Cultura (WAAC) desde 1994 y asistió a VIII WCP en Corfú, Grecia 1985; IX WCP en Madras, India, 1986; XI WCP en El Cairo, Egipto, 1990; XII WCP en Estambul, Turquía 1991; XIII WCP en Haifa, Israel, 1992; XIV WCP en Monterrey, México 1993; XV WCP en Taipei, Taiwán, 1994; XVII WCP en Seúl, Corea del Sur 1997; XVIII WCP en Bratislava , Eslovaquia 1998; XIX WCP en Acapulco, México 1999; XX WCP en Tesalónica, Grecia 2000; XXIII WCP en Taipei, Taiwán 2003; XXIV WCP en Seúl, Corea del Sur 2004; 
XXV WCP en Los Angeles, EE.UU. en 2005, y XXVI WCP en Ulaanbaatar, Mongolia en 2006. 

Como periodista, ha trabajado como reportero y corresponsal de la Central News Agency, Inc., de Taiwán durante 40 años y se basa en Addis Abeba, Etiopía (marzo 1965 a septiembre 1969), París, Francia (marzo 1973 - 12 1983, 05 1989 hasta junio 1992), Johannesburgo, Sudáfrica (diciembre 1986 a mayo 1989), y en Ginebra, Suiza (octubre 1994-diciembre 1998). Durante el período de noviembre 1969 a marzo 1973, sirvió para la Prensa Asociada de los Estados Unidos de América como su corresponsal en Taipei, que cubre los emocionantes eventos históricos de la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Japón y Taiwán, la visita de ex presidente de EE.UU. Richard Nixon a Beijing, y la retirada de Taiwán de las Naciones Unidas. Actualmente vive en los suburbios de París, en la orilla izquierda del Sena, escribiendo su autobiografía de 50 años de carrera literaria con satisfacción. 



Perplejidad 

Bien me siento al aterrizar en el aeropuerto de Taipei.
He regresado a mi patria donde crecí
Mas, hoy allí me tratan como extranjero

Cuando el avión se posa en Beijín, bien me siento
He vuelto al lugar de mi nacimiento – hace 70 años.
Mas, hoy me consideran taiwanés.

Bien me siento cuando el avión se posa en París
He llegado en mi casa al borde del Sena 
Aquí, donde chino se me observa 

Que ellos me traten de extranjero
Que ellos me llamen taiwanés 
Yo soy un chino en París

Viajando libre en las ciudades 
Gozando mi libertad 
Sin nostalgia, jamás.

Traducido por Ernesto Kahan








Oda a un Árbol

El árbol es el ángel guardián
Protege a la gente de su miedo
En el calor del verano
Se reposan en su sombra
Los viajeros fatigados

El árbol es un sabio
En el viento otoñal
Sacude sus hojas doradas
No quiere ser objeto del celar

El árbol es fuerte
En el Invierno que lo muerde
Con blanca nieve se recubre
Esconde la vitalidad de sus raíces 
La vida va a recomenzar

En primavera, cuando regresa
En la pequeña mañana que despierta
En el mundo entero
En la tierra
Es él, el árbol

Traducido por Ernesto Kahan









La Montaña y el agua

Tu eres la montaña 
yo soy el agua

Tu te inclinas sobre mí 
yo te envuelvo

Como una fuente cristalina dulce en un valle
desemboco en los brotes de tu amor

Como el torrente rápido en un abismo choco 
y caigo en tus brazos abiertos 

Como una cortina de catarata 
que vierto sobre ti y me vacío

Como un lago 
que refleja la belleza de tu cara

Yo que estaba fuera de ti, en ti quedo
Tu que estabas fuera de mí, en mí te enmascaras 

Soy el agua 
Tu la montaña

Traducido por Ernesto Kahan




Arrullo

El ángel fatigado
sobre las nubes se estira 

Las nubes fatigadas
en las cumbres se detienen

Los pájaros fatigados 
sobre los árboles se encaraman

Yo estoy fatigado
En tus senos me reposo

Traducido por Ernesto Kahan






Mi Nieto en mis Brazos

Al cargar el hijo de mi hijo
Puedo realmente sentir 
Que tengo un nieto
Que soy abuelo

Cargando a mi nieto
Tengo en mis brazos los rayos de sol
Ser abuelo como soy 
Es como ser un árbol lleno de follajes

En sus ojos
Veo mis hijos
En mis ojos
Veo su padre

Él aún no puede hablar
No tiene necesidad
Yo lo comprendo
Él me conoce 

Y si sólo tiene dos meses
Y yo sesenta y tres años
Entre el abuelo y su nieto
No existe desajuste

Le gusta tantear mi hombro
Dormir, soñar
Como hace veintiocho años 
Con los gestos de su padre

Yo porto a mi nieto
Teniendo en mis brazos los rayos del Sol
Me rodea con sus brazos
Como si fuera un gran árbol

Traducido por Ernesto Kahan







Mirror

I am standing
In front of the mirror
Looking from this side
Into the other side

My Childhood
Went into mirror

My boyhood
Went into mirror

My middle age
Went into the mirror

How do I appear 
In the mirror today?
My naivete disappeared 60 years ago
My handsomeness 40 years ago
My pride 20 years ago

In front of the mirror today
Is standing a silver-haired old man
The expression in his eyes
Is so deep, unmeasurable







A Pigeon

From the top
A pigeon
Is raising its neck
Looking downward

It is watching the people
Who are walking with their heads bent down

It is listening to the cars
Which are roaring past so quickly

It is playing with the dust flying in the air
While looking downward

It is smelling the polluted air
From the top

Looking downward 
Raising its neck
A pigeon
From the top



ADA AHARONI [9118]

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Ada Aharoni

La profesora Ada Aharoni, escritora, poetisa, dramaturga y conferenciante, nació en el Cairo, Egipto, y ahora vive en Israel. Ella ha publicado 25 libros hasta la fecha, por los que ha ganado aclamación internacional. Ella escribe en Inglés, en Hebreo y en Francés, y su obra ha sido traducida a varios idiomas. Creyendo en el poder de la palabra, ella está segura que la literatura y la cultura pueden ayudar a curar los males urgentes de nuestra aldea global, tal como la guerra y el conflicto. Los temas del amor, la conciliación, la coexistencia y la paz, son por lo tanto el tema primordial de su obra.

Ada Aharoni recibió su Grado en Literatura y Sociología, en la Universidad de Jerusalén, su Maestría de Grado (M.Phil. de la Filosofía), en la Universidad de Londres, Grado del Doctorado en la Literatura (Ph.D), en la Universidad de Jerusalén. Ella enseñó en el Departamento de Literatura Inglesa en la Universidad de Haifa, y enseñó Sociología (la Resolución del Conflicto), en el departamento de Humanidades, en el Technion (el Instituto de Israel de la Tecnología), en Haifa.

Ada Aharoni dirige varias de las organizaciones más importantes de la Cultura de la Paz. Ella es fundadora y presidente internacional de IFLAC: PAVIMENTA la PAZ, el Foro Internacional para la Literatura y la Cultura de la Paz (establecido en 1999).

Ella dirigió su congreso fundador “El Congreso Internacional de Resolución de Conflictos a través de la Cultura y la Literatura,” en Galilea (junio 1999), el segundo en Sydney, Australia (2001) y el tercero en Londres, Inglaterra (2002). Las conferencias de IFLAC reunieron a escritores, poetas, medios, educadores e investigadores de la paz, de veinticinco cinco países, muchos de áreas en conflicto como Israel y Palestina, la India y Pakistán, Turquía y Grecia, para la elaboración de puentes culturales de comprensión y respeto y para pavimentar la paz entre personas y naciones.

Aharoni ha recibido varios premios y premios internacionales, entre ellos son:

The British Council Award, 
The Keren Amos President Award, 
The Haifa and Bremen Prize, 
The World Academy of Arts and Culture Award, 
The Korean Gold Crown of World Poets Award, 
The Rachel Prize, 
y The Merit Award of the HSJE: La Histórica Sociedad de los Judíos de Egipto “por sus esfuerzos incansables y denodados para promover la literatura visionaria y la poesía proclamando la paz en el mundo.”

En 1998, fue seleccionada como una de las cien Heroínas del Mundo in Rochester, New York, por sus “extraordinarios trabajos literarios para promover a la mujer y la paz.”

Ada Aharoni vive en Nesher, donde ella ha dedicado su vida a pavimentar el camino hacia la creación de un mundo más allá de la guerra, a través de la literatura y la promoción de una cultura de la paz.






Poemas de Ada Aharoni 
(traducidos por María Cristina Azcona)

USTED NO PUEDE BOMBARDEARME MÁS

Escucha pequeño gran hombre
Tú no puedes bombardearme más
Porque no te permito bombardearme más
No podrás ahogarme ni violarme más,
Porque ya tengo mi propia fuente de energía
Y es mi actividad de la Paz creativa

Con la mente de esta mujer
cuerpo de esta mujer
corazón de esta mujer -
no le permitimos a la bomba más
porque nuestras hermanas en Noruega
nos han demostrado la manera
y ahora usted no puede,
no puede, bombardearnos más

Porque era la abuela
quién se tragó al lobo grande
y no al contrario -
por eso ahora
no le permitiremos
bombardearnos, bombardearnos,
MÁS.









LA PAZ ES UNA MUJER Y UNA MADRE

¿Cómo saber
Si la Paz es una mujer?
Yo lo sé porque ayer
La encontré
En mi viaje errabundo
Hasta el confín del mundo.
Su cara estaba tan desolada
Era como una flor dorada
Antes de florecer, ya sin color.

Le pregunté:
¿Porqué estás tan triste?
Me contó que su bebé
Fue asesinado en Auschwitz,
Su hija en Hiroshima
Y sus hijos en Vietnam,
Irlanda, Israel, Líbano,
Bosnia, Rwanda y Chechenia.

El resto de sus hijos, agregó,
Están en la lista negra de los muertos
Por el holocausto nuclear,
Todo el resto, a menos que...
El mundo entero entienda
Que la Paz es una mujer.

De pronto vi miles de candiles encenderse
En su mirada de estrellas, y yo vi que de veras,
La Paz es una mujer en dulce espera,
La Paz es una madre.





MI HERMANA, HIJA DE ISMAEL

“Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, 
y no habrá quien los amedrente” (La Biblia, Miqueas 4.4)

“El que camina en paz, camina con Él” (El Corán, Sura 48)

Mi hermana árabe, hija de Ismael,
Construyamos un puente indestructible
Desde tu mundo aceitunado al mío,
Desde mi mundo anaranjado al tuyo,
Por sobre el dolor que hierve
Por el perjuicio de la lluvia ácida.
Y elevemos las manos humanas
Y hermanas
Plenas de estrellas de libertad
Y de radiante paz.

Yo no quiero ser tu opresora
Tú no quieres ser mi opresora,
Ni tu cárcel,
Ni mi cárcel,
Ninguna de las dos queremos atemorizarnos
Una a la otra.
Debajo de nuestra vid
O debajo de nuestra higuera,
Surgiendo en un horizonte plateado
Sobre la destrucción y el derramamiento de sangre
Sobre los gases venenosos y los mísiles.

Entonces, mi hermana árabe,
Construyamos un puente
De jazmines, de entendimiento
Donde cada una se sentará con su hijo
Debajo de su vid o debajo de su higuera.
Y no habrá quien nos amedrente...
Y NO HABRÁ QUIEN LOS AMEDRENTE.






LOS POBRES
PARA QUE TODOS LOS POBRES COMAN BIEN

Es el sueño de Dryden Mirabilis -
“Todos los pobres con  suficiente comida,”
¿Podremos  ver esto antes del fin de nuestros  propios días?

Madre, madre, oh  la comida no me alcanza
Tengo  ratas de  dientes afilados  en la panza

¿Qué se necesita hoy en día
para que todos los pobres tengan un montón de comida?
¿Será que los  ricos deben dejar caer

algunos bocados jugosos
para que  niños hambrientos lo puedan comer?

Madre, madre, oh  la comida no me alcanza
Tengo  ratas de  dientes afilados  en la panza

¿Será que gerentes de los bancos debieran  obtener

 sólo tres veces más que los sueldos de su personal
Y  no cien?

¿Cuándo los gobiernos van a entender
Que es más noble y más sociable alimentar

a los pobres que a sus armas con bala mortal
Y sus tanques con   cohetes y napalm?

Madre, madre, oh  la comida no me alcanza
Tengo  ratas de  dientes afilados  en la panza

¿Podrá este sueño hacerse realidad hoy en día?
No sea un Don Quijote
Los ricos seguirán siendo ricos
Los pobres seguirán  sin comer
Y los niños hambrientos seguirán
soñando banquetes  cuando van a dormir
con dolor en sus panzas vacías sin final

Madre, madre, oh  la comida no me alcanza
Tengo  ratas de  dientes afilados  en la panza







UNA SEMANA VERDE

Una semana como menta fresca,
una semana verde que esparce su perfume
en las raíces de mi ser.

¡"Tengan una semana verde"!
Mi padre decía para bendecirnos el sábado noche,
"Tengan un año verde" él
emitía, blandiendo un ramito nuevo fresco
sobre cabezas rizadas - y lo devolvía
al mundo completamente florecido.

¿Quién me dará una semana verde
ahora que él está muerto?
¿Ahora que las Puertas del Cielo se cierran,
y descargamos nuestros desechos nucleares grisáceos
en las profundidades de vientre de nuestra tierra verde
inocente?

Sólo ciencia de paz

Sólo tecnología de paz

Sólo paz, hagamos un mundo
más allá de la Guerra.






Tortas de Paz y Poemas


Usted trajo la torta de paz y yo el poema de paz.
               Leemos la torta y comimos el poema.

                     Mis deseos líricos de paz
 pasan por lóbulos perforados.

               Andan a tientas tantos desvalidos
 para conservarnos todos más juntos 

Y caminar más allá de las aceras

               Hacernos un todo -
 para traer en adelante el Génesis.

  Yo veo un mundo de sello donde tus películas
 de paz y postales aún no han llegado.

               A veces combatiendo cálculos biliares verdes,
 a veces una canción de paz anhelante.

                     Magnolias blancas se rompen en mi noche,
 encima de todo esto es la esperanza 
de sonidos de paz que yo veo y oigo 
- bebo el alba prometedora.

              Los  sonidos de paz son un río calmo, 
como besos copiosos, calmantes, sedosos.

Riendo,
nuestro Iflac armonioso  

               Miradas  cerradas a través de Internet.

               Es casi valioso separarse, 
               encontrarse otra vez, esperar otra vez- 

               Hago volar el Shofar. * 

               Usted continuará trayendo las tortas de paz, 
                    y yo los poemas de paz- 
               y pronto respiraremos todos  
                         el Génesis.

* Shofar: El Cuerno de un Carnero, 
hecho volar rápidamente al final del Yom Kippur.            



Translation in spanish by Susana Roberts




Peace Cakes and Poems

               You brought the peace cake
               and I the peace poem.

               We read the cake and ate the poem.

               My lyrical peace wishes pass
               through pierced ear-lobes.

               So much helpless groping
               to keep us all more together,
               to walk beyond the sidewalks.

               To make us whole – 
               to bring forth Genesis.

               I see a postage stamp world
               where your peace films and postcards
               have not yet arrived.

               Sometimes battling green bile stones,
               sometimes a yearning peace song.

               White magnolias break into my night,
               above all it is hopes 
               of peace sounds I see and hear -

               I drink the promising dawn.

               Peace sounds are a calm river
               like copious, soothing silky kisses.

               Laughingly, our harmonious Iflac 
               glances lock through the Internet.

               It is almost worth parting,
               to meet again, to hope again -
               I blow the Shofar.*

               You will go on bringing the peace cakes,
                    and I the peace poems –
               and we will all soon breathe 

                          Genesis.

* Shofar: A Ram’s Horn, blown at the end of the Yom Kippur fast.











MONTSERRAT DOUCET [9119]

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MONTSERRAT DOUCET
Poeta. Nació el 15 de abril de 1962 en Madrid, España.
Licenciada en filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Imparte clases de Lengua y Literatura Española desde 1985. Coordina el taller de poesía y narrativa Trascendentalista (creado por los poetas costarricenses Laureano Albán y Julieta Dobles ). Participa desde 2001 en las Jornadas de Poesía Última de la Fundación Alberti Ha representado a la poesía española en el IV Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, 2005 , en el XIV Encuentro de Mujeres Poetas en El País de las Nubes , México 2006 y en el IV Encuentro Internacional  de Poetas El Turno del Ofendido”, El Salvador, 2007. en elIX Encuentro de escritores “cada poeta es un mundo” en Olanchito, Yoro, Honduras.

Ha publicado los siguientes libros:
Culpable de milagros, Vitrubio, Madrid 2001.
Paisajes hacia lo hondo (hai-kus), C.E.L.Y.A, Salamanca, 2002.
El invierno de la rosa, Diputación Provincial de Cáceres, Institución Cultural “El Brocense”, 2003.
Serie Malevitch, Doce Calles, Aranjuez, 2007
Ha sido incluida en las siguientes antologías:
Quinta del 63, Centro de Estudios Literarios y de Arte de Castilla y León, Salamanca, 2002.
Me chifla la poesía, antología poética y didáctica E.S.O.-Bachillerato, C.E.L.Y.A, Salamanca, 2003. 
Aldea Poética III, Haiku, Opera Prima, Madrid 2005.
Conjuro de Luces, Mujeres Poetas en el País de las Nubes, Centro de Estudios de la Cultura Mixteca, México, 2006.




Obra escogida del Libro "Culpable de milagros":

1

ACERTANDO EN LAS CEREZAS
  
El pais de la lluvia
todavía me sigue llamando
en cada día que se precipita
sobre la sombra permanente de los sueños.
-Horizontal espera de mi alma-

Y lanza su paradójica luz
desde las nieblas que se apartan
inventando de pronto un escenario nuevo.

Quisiera volver pero aún no es el tiempo
más propicio y azul
para acertar en las cerezas,
instantáneas ofrendas casi de amor
en la verticalidad de tus montes.

(Culpable de milagros)


2

BIOGRAFÍA DEL VERANO
  
El verano es una isla cercada por tu ausencia.
En él se detienen el tiempo y sus ayeres,
pero fluye invencible la luna
y vuelan los puentes,
y se rompen la noche y sus signos voraces.

Las estrellas se yerguen:
insistentes alientos sobre mi vida.
Porque también se despiertan
los espejos inauditos del mar
y sus destellos de arena conmovida.

Quiero pasar como quien cruza
desnuda hasta alcanzar
la transparencia de la tarde,
y ser sólo agua de la luz
en el cielo sin tregua del verano.

¡Ay, el verano,
isla acorralada por tu ausencia!

(Culpable de milagros)




3

CAMINANTE DEL CIELO

Todo está insomne por el mundo.
¡Hay tanta transparencia en el cielo,
que parece que el cielo es de verdad!
Y tú... durmiendo.

El caminante del cielo me guía
pero no puede saber, no, no puede,
que atravieso tu noche cuando duermes.

Fluye la luna cómplice de mi alma,
y se despierta la serpiente.
Y todo sigue insomne por el cielo y sus mundos.
Y tú, en ti y en mi,
todavía durmiendo,
sí, siempre amor... durmiendo en mi sin mi.

(Culpable de milagros)




4

EL MAR DEL SUEÑO
  
Sé que en las noches tú me envías
altos, dormidos barcos en pijama,
para que yo sueñe al muchacho
sin orillas que fuiste.

Porque sigues callando
ante todo el cielo sin alas
y sin espumas y casi sin mar.
Porque el único muelle
es la noche del agua.
Y sólo yo canto, ¡Ay!,
desnuda de azul y desnuda de olas.

Y tropiezo con tus grandes barcos - casi brisa -
en las angostas playas de la noche.
Tú aquí: horizontal y casi amado.
Aquí, al borde de las pálidas caracolas
sigues enviando tus nocturnos barcos...

Y...¿Por qué si estás aquí, siempre, siempre,
siguen viniendo
desde el otro silencio del mar?

(Culpable de milagros)




5

CULPABLE DE MILAGROS

La primavera estaba toda
subida por los cielos.
Desde el aire al azul
sólo agua, luna, agua...
Contenidos silencios de la piedra y el tiempo.

Te llamé... Y sólo alas cayendo
como estruendo de las hojas sin viento.
Y a lo lejos el boj,
prisionero en su propio laberinto
tan verde y sólo verde,
ahí tan verde entre el excesivo azul.

Quise besarte y eras sólo estatua
transparente en tu lejana robustez.
¡Líquenes y verdín...y tú callando!

Y Dios abrió sus manos esperadas,
cayó la primavera y quedó todo,
culpable de milagros...

(Culpable de milagros)



Obra escogida del Libro “El invierno de la Rosa”:


6

INVIERNO DE LA ROSA

Para Eugenio de Andrade

La rosa es algo que no vuelve
tan desnudo -quizá- como el invierno,
que retiene el ayer en su belleza
de flor acariciada, sin prisa, por la nieve.

Álgida es su pregunta
como la escarcha,
inquietante pregunta
de tantas soledades:
“ser rosa no inverno de que serve?”

Tu rosa -y cada rosa entre la nieve-
ay, sirve para arder...
También mi alma:
rosa ardiendo de luz
ante el invierno

(El invierno de la rosa)




7

LUZ DERRAMADA

El otoño es arena
derramándose en luz
en las manos siempre abiertas de Dios.

La tierra reclama sus hojas
que creyendo subir,
sólo son barro conmovido
y crujiente en el viento.
Y el cielo lo enreda todo así,
en llamaradas de ocres y oros,
en tierra asombrada que vuela,
en gimientes caminos
donde el verde es hoy
oro lloroso del ayer.

El otoño es luz
que reclama la tierra
ante los ojos tan estáticos
y cerrados de Dios.

(El invierno de la rosa)





8

ÁNGELES FUGITIVOS

Ayer se fueron los últimos ángeles
y me quedé sola en la noche
como Ariadna al borde del mar.

Sus alas, velas sin discordia,
arrastraron tras sí todos los pájaros
y ese silencio de la espuma
que precede invisibles olas.

Ayer... Y digo ayer
como quien no sabe que el tiempo es círculo,
partieron los postreros,
altos ángeles rezagados,
rompiendo el agua de la noche.

Y heme aquí... frente al horizonte
que es como el tiempo y sus silencios,
interrogando al aire,
al agua que burlándose no cesa,
no cesa de besar mis pies.

(El invierno de la rosa)




9

LLAMADA

He llamado a la luz
para que venga
a soltarme el cabello.
Quiero ocultarme en él
para que tú me veas.

He llamado a la luz...
Tengo miedo de la sombra
que todo lo enreda.

(El invierno de la rosa)




Obra escogida del Libro de Hai-Kus “Paisajes hacia lo hondo”



11

HAI-KU
  
Callan los pájaros
y se estremece el aire:
paso de grullas.

Paisajes hacia lo hondo (hai-kus)



12

HAI-KU 

La niebla ondea
como un pañuelo herido
entre los árboles.

Paisajes hacia lo hondo (hai-kus)



13

HAI-KU

Espino blanco,
en el aire de agosto
araña el cielo.

Paisajes hacia lo hondo (hai.kus)



14

HAI-KU

Los robledales
llamean junto al lago
entre la lluvia.

Paisajes hacia lo hondo (hai-kus)



15

HAI-KU

La torre sube
hacia la transparencia
del cielo roto.

Paisajes hacia lo hondo (hai-kus)






Obra escogida del Libro inédito “Arquitectura entre los campos”:



18

CASA DESANGELADA

La llanura de los pájaros muertos
queda muy cerca de la infancia.
En la luz indecisa
de las farolas al amanecer
la suelo atravesar
sin que se me adhieran sus plumas
a los zapatos.

La plaza de los cuerpos ya sin alas
espera cerca de mis sueños.
Es difícil esquivar tanta destrucción,
aunque Virgilio venga a acompañarte
y se convoque a todo el papel por editar.

La casa de esas aves sin cielo
es también mi casa desangelada
y esos acantilados
emergiendo del borde de la noche,
esos acantilados temblorosos
recorridos por trenes que atraviesan
los libros del silencio.

(Arquitectura entre los campos)




19

CIUDAD DEL SUEÑO

Estás ahí, ciudad insomne,
horadada por túneles y por huertas.
siempre tan prisionera de la delgada noche,
siempre tan cerrada por los ángulos del sueño.

Y te abres, a veces, como el misterio
para mostrarte en las madrugadas
diáfana de presagios,
familiar y terca como el abrazo.

(Arquitectura entre los campos)







Serie Malevich, poemas de Montserrat Doucet

 Serie Malevich, poemas de Montserrat Doucet, inspirados en las 42 pinturas de la serie Malevich del pintor Julián Casado.


 Son  21 poemas breves; de dos versos el más corto y de 13 el más largo.

 Los poemas están escritos en verso libre y en hai-ku .
Desde una experiencia de la autora, llena de sensibilidad contempla los 42 cuadros constituídos por "variaciones estructurales".



El libro muestra "las emociones, las vivencias y las reflexiones que despertaron en mí al contemplar los cuadros con la nueva mirada que nos proporciona el paso del tiempo" según dice Montserrat después de haber pasado unos años desde que estudiara la obra del pintor.

  

 El espacio, la luz y el tiempo de los cuadros de Julián  quedan envueltos con los poemas de Motserrat, y la estructura de la imagen crea el espacio bajo el símbolo geométrico.

La luz de los cuadros de Julián viene de dentro y viene a manipular la línea del alma para construir lo eterno.


La obra de arte se vuelve misterio, el constructivismo tiene la esencia del suprematismo.

La luz hace  que el tiempo se inserte en el espacio y se convierte en paradigma de toda la realidad cósmica.
La luz modela las cosas.

SUPREMATISMO, CONSTRUCTIVISMO, TRASCENDENTALISMO.
El Suprematismo de Malevich va más allá del tema o del contenido de la obra, es la "pura sensibilidad plástica". Para llegar al suprematismo el artista debe abandonar todo aquello que sea accesorio es decir debe llegar al arte puro. Solo el cubismo podía ser el vehículo que le llevaría a la pura abstracción y llegar así a las figuras más elementales de la geometría: el triángulo, la línea y la circunferencia.

El constructivismo (1915-1925) parte de una posición teórica que defiende la posición de intervenir en la situación que vivía Rusia en esos años.
Tiene dos tendencias:
-la materialista de Tatlin y la idealista más cercana a Malevich 


La serie Malevich de Julián Casado son 42 variaciones de un mismo espacio plástico a partir de una estructura invariable en la que el rectángulo y el triángulo aparecen en todas las pinturas y bien podrían derivar del cuadro triángulo azul y rectángulo negro de Malevich.
Fueron pintados entre 1978 y 1983, con la técnica del acrílico sobre lienzo.
En este sentido, el constructivismo de Julián Casado sigue al constructivismo ruso en lo formal y en la técnica ya que su pintura tiene un transfondo místico que nos acerca a Malevich.

El tracendentalismo en la literatura intenta mediante la poesía promover en el lector asociaciones internas insospechadas,despertar vivencias adormecidas y vivificar la sensibilidad trascendental del hombre abriendo su conciencia a nuevas realidades internas, profundas y realizadoras del Ser en la plenitud.
Montserrat Ducet coordina este movimiento de poesía trascendentalista en España desde 2001 y llegó a España con los poetas costarricenses Laureano Albán Y Julieta Dobles.

La imaginación creadora es uno de los medios para la realización de la obra pero nunca el fin de la obra.
El concepto trascendental no parte de la especulación propia de la filosofía, sino de la vivencia trascendental que, objetivada en la forma del poema o del relato, logra llegar hasta el lector.


Ya pasó el tiempo de la piedra
de la lluvia en las catedrales
del cabello que oculta al centinela

La hora de la tierra
vien por la quebrada de la luna
y solo el cristal del puente
sabe el camino.

Deprisa, deprisa, más, más deprisa:
que la luz aún no sabe de su sombra,
que la fruta no sabe de la helada,que mi corazón si sabe de la muerte.


Aranjuez, ciudad donde reside el pintor Julián Casado, carece de un Museo de Arte Contemporáneo y en alguna ocasión ha acariciado la idea de albergar el Museo de Arte Constructivista que falta en España; un proyecto que no debiera desecharse con la obra de Julián Casado como núcleo del mismo.

MARIO PERA [9120]

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Mario Pera
(Lima, PERÚ 1981)

Escritor, diseñador y abogado. Ha publicado en poesía Preparaciones anatómicas (2009) y Ruido Blanco (2011), y en ensayo Fare l’America or learn to live in it? Italian immigration in Peru (2012), además, mantiene inédito el ensayo Los apellidos: origen, evolución y significado. Ha sido editor del sello Magreb.



Poemas


De: Preparaciones anatómicas (2009)


Ecos desde la tumba

Te pido ayuda, oh Dios, y no
respondes,
te suplico y no me haces caso.
Job 30:20

Cómo se llama aquella vieja plegaria
vestigio de una nación extinta,
rezo que murió abatido
por el síncope de una retórica baldía.
Debo decir que
mi lacerada boca
intenta deletrear
Kyrie Eleison
Kyrie Eleison,
más aquella suplica
aquel canto al Padre,
se trenza con la decadencia de mi fe
y rueda por mi lengua
hasta deshacerse en mis labios.

Cómo se llama aquella plegaria
eco que repica ronco en una tumba,
y que luego
es elevada al Padre
al Hijo;
rezo cuyo nombre se fermenta en la homilía,
cuya bendición se pudre agria
tras la lectura del evangelio y
como una hostia bañada en vinagre
y hiel,
aceda el credo
durante la eucaristía.
Plegaria de tenue compás
de nombre proscrito,
¿será alguien capaz de decirme
el derrotero de tu desdicha,
o el sepulcro en el que yacen enterrados
los claveles negros que lloran tu muerte?
¡Hijos de la sacra carne, díganme!
¿Por qué huyen de su credo?
¿Por qué le permiten a la angustia caminar
asida de su mano?
¿Son tantos que escuchan mi clamor, y ninguno
que pueda revelarme su nombre?

Kyrie, rex genitor ingenite, vera essentia, eleyson.
Kyrie, luminis fons rerumque conditor, eleyson.
Kyrie, qui nos tuæ imaginis signasti specie, eleyson.

Ahora lo sé,
plegaria sólo eres:
la espuma que descansa tumbada
en la comisura de mis labios,
vagando
a orillas de la muerte.






El emisario de Dyaus Pitar

¿Qué harás, Señor, cuando yo muera?
Soy tu cántaro (¿y cuando me quiebre?)
Soy tu bebida (¿y cuando me agrie?)
Soy tu traje y tu oficio;
conmigo pierdes el sentido.
Rainer María Rilke

Cada mañana,
cada Octubre de feria y procesión
rezos y símbolos sagrados evidencian que
el hambre y la sed no se marchan con una alabanza,
no te liberan
nunca,
del abrazo desnudo de la muerte.

Allí donde la ira de Dios duerme ahíta
y oscila
como una barcaza que muerde las aguas con frenesí,
dejo reposar tímidamente mi cabeza
deseando pausar tanto dolor,
tanta desolación
que con cada crepúsculo
camina a rastras,
encadenada
bajo el dintel de mi pecho.

¡Oh Padre!, tú lo sabes bien
he sido la oveja más obediente del rebaño,
tu hijo predilecto,
el ángel mas pulcro y eficiente;
el canto que arrullaba a los cadáveres
cuando éstos despertaban hambrientos
picoteados por los buitres.
Incluso creé para ti
un paraíso guarecido
al interior de un duro roble,
lavé la sangre que tú esparciste
sobre las baldosas del edén,
¿y qué obtuve?,
¿cuál es mi recompensa?
Una retahíla de nonatos a quienes debo ahorcar
con una cuerda oxidada,
que tensa y estéril
azota las yemas de mis dedos.

Por ello, con cada sol cuento miles de cuerpos
que yacen tendidos en mi patio trasero
clamando venganza,
anhelando ser
la gota de ponzoña que me paralice;
el sable que
me fragmente y esconda
del amor de tus labios.

Es ahora que a ti acudo mi creador,
habiendo rendido mi entereza
permitiéndole descansar
a mi ego de ángel,
¿y cómo te encuentro?,
¿cómo es que me agradeces?
Observándome displicente sobre tu hombro
dándome la espalda y besando
a tu nuevo hijo querido:
Mashit;
y soy yo quien nuevamente
debe decidir la manera de ultimar
a aquellas ánimas sin carne,
y debe ejecutar fielmente
aquello para lo que tú usas finos guantes.
¿Qué he de utilizar entonces?
¿La espada?,
¿la seda?

Tras tantas muertes, ¡Oh Padre!,
puedo decir que por ti soy
hermano de la muerte.






Efecto Nueva Zembla

Provengo
de donde el sol no tiene frontera
y muere rectangular.
He nacido
hijo de un espejismo y un carpintero,
milagro pagano hecho verdad
en los labios agrietados
y el agarrotado corazón
del Holandés Errante.
Mi revés y mi fortuna
es la del peregrino que,
abatido sobre la sábana blanca,
rasga con una pluma
el arpa septentrional.





Roma (S•P•Q•R•)

Camille,
¿estás segura que tras deshojar cinco tréboles,
il Colosseo revivirá su antigua esencia letal?
He advertido,
que soñaremos con extender nuestros brazos
entre la inmensa multitud que exige:
¡panem et circenses!,
y que luego rozaremos
las copas de los árboles cercanos
hasta rasgar nuestras manos asidas
por todas las almas que en la arena perecieron.
Considero,
aunque quizás resulte que únicamente te expongo aquí
un cruel anhelo mío,
que los antiguos arcos del Ponte Sant’Angelo conservan
la forma perfecta de las caderas de una mujer.
Hace dos noches
mientras tus parpados se cerraban
y ponían fin a tu existencia diaria,
escuché el quejido tosco de los cascos de un caballo,
no era un equino cualquiera observéera
misteriosamente
la encarnación y mejor gloria de la cuadriga,
un habitante desconsolado del vecchio Palatino
que ante mí acudió
a suplicar borrase de sus herraduras
cualquier rastro de sangre de antiguas batallas.
J'adore ma belle Camille,
despertar besado por el pico de una paloma hambrienta,
transitar por la Piazza del Popolo
con ambos brazos liados y
los dientes contritos
rezando:
¡sacro popolo romano!,
¡voglio esser il tuo più caro figlio!;
pues ésta es,
la ciudad parida de la traición de Amulio;
la ciudad que vive de lamer
la sangre envenenada del gran Eneas.
Henos aquí entonces mon adorée,
sin un cuarto de denario en el bolsillo
sin historia, norte, cultura o nación
que nos reclame hijos suyos,
no siendo sino bastardos en desamparo
que exigen–o imploran–
ser reconocidos como miembros de la romana estirpe.
A capite ad calcem
alios ego vidi ventos; alias prospexi animo procellas
beatus ille quem vivere in locus amoenus et carpe diem.
Docta ignorantia
reductio ad absurdum
maior sum quam qui mancipium sim corporis mei.
¡Romanus!,
Deus vult
alea iacta est…
morituri te salutant.
Gigni de nihilo nihil
 in nihilum nil posse reverti.
He podido observar,
que de cada ciento cuarenta y dos visitantes,
uno mordisquea levemente el Obelisco Flamineo.
He ahí pues,
el génesis de su inexorable destrucción.
Caminamos ma belle Camille, caminamos
mientras vemos pasar el invierno
entre las grietas de nuestros pechos
con un poco de pasto seco, vino y fango en las botas,
convalecientes de una extraña enfermedad
que ataca únicamente
a los peregrinos romanofílicos como nosotros.
¿Recuerdas que días atrás viajábamos hacia esta ciudad
enredados entre los bosques y la luna?
Mis manos eran plumas que escribían el otoño de tu cuerpo,
y tus labios
dos preciosas rayas de cebra pintadas en tu rostro.
Y fue aquel pordiosero tuerto
quien labró muy quieto,
en el lodazal de nuestra mente,
una frase abandonada al simbolismo:
tutti siamo morti,
pronti per cambiare il corpo
ed esser battezati dal fuoco.
L’ingresso all’inferno non è nella porta seguente,
ma è scolpito negli occhi del gufo.
La nuestra, Camille,
es una historia tempestuosa de amistades predilectas;
de un amor no consumado y mantenido
como una conserva
en una lata de atún podrido.
Pese a todo,
nuestras suelas han devorado juntas, muy unidas,
cada pedazo de la Via del Babuino;
y llegaremos,
sólo hasta donde tú lances los dados.
Pero no me mientas, Camille,
fuiste tú quien dejó de vigilar la Kerkoporta
allá en Constantinopoli,
¿y así planeas ser la guardiana de los sueños de la cristiandad?,
¿la dueña perpetua de las llaves de la Basilica di San Pietro?
Cuán lejano se vislumbra tu deseo si es así,
pues aunque tu sollozo ablande nuestra sentencia
tus lágrimas no hacen sino
ensanchar el cauce ya casi marchito del Tíber;
entonces,
déjalas huir por la ventana
ya que son lluvia que riega un terreno estéril.
No obstante,
tampoco rías con menos esperanza,
ya que tarde
más allá del minuto sesenta,
recogeremos las cruces en las que has sido clavada
y las rocas con las que comenzaron a lapidarte
y las convertiremos todas
en muebles de cocina.
El Viejo Mundo no te condena,
es solo que cada tanto
tu nombre confunde la confianza
con la que los nuevos etruscos te admiran
y pierdes los papeles,
tornándote en una niña que gruñe amargamente
cuando no tiene entre sus manos
su preciado juguete.
No temas, mon amour,
que esto discurrirá lento
como aprender a declamar el mejor poema,
y es que en el fondo, lo sabemos bien,
todos quieren ser como tú o como yo,
brioso Carro de Helios
que se lleva consigo la claridad
y devuelve el ocaso al horizonte.
¿Dejaremos entonces que Roma viva siquiera un segundo sin nosotros?
Belle Camille,
¿permitiremos que la historia nos juzgue como unos malos hijos,
fracaso de una educación inapropiada de estilo luxemburgués?
Lo sabemos bien
puesto que es lección ya aprendida:
ambos somos el cometa que arremete contra la galaxia
y causa el pánico silente en los humanos.
Escucha, mon aimée,
llegan a nosotros aires de antaño,
es el murmullo de los magnos gladiadores
que rezan al filo de sus espadas
mientras sus escudos palpitan,
señal clara de que nos esperan
para iniciar la eterna Munera.
En el Coliseo
aún se vislumbra cómo las galeras ondulan sus maderos;
renace así la naumaquia,
se desatan los nudos del infierno y
despiertan, finalmente,
los demonios de Nerón.
Camille, ¿mi corazón bastará para ser templo de tu amor?
Ne me mentez pas, s'il te plaît.
¿Roma y los romanos serán los inequívocos elementos
cuya grácil conjugación
traerá como resultado
que el territorio baldío que es tu pecho
se deje irrigar copiosamente por la lluvia que,
en acompasado desfile,
resbala de mis angustiados iris?
Estoy seguro,
Roma hallará en sí la fortaleza
para ser la manzana que me ofrezcas a morder
y consolidar, así,
la máxima traición.
El triunfo de la mala vida
ha dado como divino corolario,
que todos los caminos
conduzcan a Roma.
Roma quadrata
ma péniblement belle Camille,
nostra Cittá Eterna.

(Roma)






Teosofía

A Dios
he de observarlo escrito,
pues erguido como está mi cuello,
aún soy diminuto.

(Praga)





Mirmillón: requiescat in pace

Solo soy
uno de los barrotes de tu prisión,
que observa cómo
con el correr del tiempo,
se desgasta tu rostro y
se descascara
tu mirada.

He sido testigo,
de cómo el follaje vasto que eran tus expresiones
se ha arrugado
y ha envejecido
como un anciano
mientras floreció el otoño.

Largos años cautivo
te han deformado el rostro.
Tu triste cosecha
ha madurado y
ha nacido,
entre aplausos y vítores,
seca y sin nombre.





De: Ruido Blanco (2011)



Ausencia de otoño
/giro del destino /

Mi madre no se llama María
no es virgen, ni hubiese permitido que me flagelaran
tolerándolo en sosiego.
Pero
como María
se adhirió a mi flanco con un lirio entre sus labios
y dijo:
Tú eres El Profeta.
El Profeta de la orfandad.
Mi sangre dejó de dar vida
se hizo un río de muerte que corona el Gólgota
tierra donde Adán permanece
entronizado en su vergüenza.

Se extravían mis pasos
por cuarenta noches
y otros tantos días
pues fue crítica la memoria del Levante
una épica justa de orfandad
librada sobre mis huesos de serpiente
que penden como candelabros 
de la higuera donde incógnito
el dedo del limbo muerde la rueca.

Relincho mordiendo las faldas de mi madre
guardo en mi sangre
la sombra de un destino ulcerado
y solo puedo susurrar
la merma de mi odio:
tú no cambias.
Eres oscura.
Oración del clochard moribundo

Tres manchas de mierda
develan mi rostro mejor que cualquier fotografía
al menos ese soy yo, digo
un adorador egocéntrico
la lepra en el culo de mi familia
el rosario de mi madre
que arde bajo mi almohada

y todas las cruces
resbalan de mi cogote desorientadas
mientras oigo caer sus oraciones en saco roto
y en mi sueño más calmo
veo que Lima arde, mi familia arde
este poema entre tus manos
arde
mis huesos se ampollan
y mi sangre adelgaza hasta convertirse
en cuerdas muy delgadas que me ahorcan.


Siempre fui un mal hijo
soy agnóstico y me masturbo, pero
mi sangre jamás nutrió
el ideal de otro cuerpo.

Un buitre viejo me observa
y canta un estribillo alegre
donde se yergue el árbol de Judas
yo también soy un traidor, respondo
vendí mi nombre y mi voz
la enclaustré eternamente
en el llanto de mi madre.

Por primera vez
suda frente a la Cruz
un hombre que ya ha muerto.





Auto de fe

Qué soy que no puedo
separarme de mis huellas
ni despojarme de mi piel
para empezar a vivir en carne viva
este abismo que crece tan ciego
raíz de un arbusto 
que se entierra en su muerte
sin saber que fluye
por los otros caminos del planeta
hundiendo su tiempo
en el tiempo de lo divino.

Extraño la vida.
El Pensativo dirá que me escondo tras la sombra
de un caracol hambriento
o tras el andamio ampliamente cansado
que mantiene en pie mi cuerpo
y avanza hacia atrás
con el corazón infartado de dolor, pero
toda flama arde por mi fuego
por mi ausencia
y besa conmigo este mundo
que ha nombrado con horror
¡mujeres de alegría tan distinta!
Como aquella que terminó por parirme
sin aceptar el consejo de su propia voz.






Oración del clochard moribundo

Tres manchas de mierda
develan mi rostro mejor que cualquier fotografía
al menos ese soy yo, digo
un adorador egocéntrico
la lepra en el culo de mi familia
el rosario de mi madre
que arde bajo mi almohada

y todas las cruces
resbalan de mi cogote desorientadas
mientras oigo caer sus oraciones en saco roto
y en mi sueño más calmo
veo que Lima arde, mi familia arde
este poema entre tus manos
arde
mis huesos se ampollan
y mi sangre adelgaza hasta convertirse
en cuerdas muy delgadas que me ahorcan.


Siempre fui un mal hijo
soy agnóstico y me masturbo, pero
mi sangre jamás nutrió
el ideal de otro cuerpo.

Un buitre viejo me observa
y canta un estribillo alegre
donde se yergue el árbol de Judas
yo también soy un traidor, respondo
vendí mi nombre y mi voz
la enclaustré eternamente
en el llanto de mi madre.

Por primera vez
suda frente a la Cruz
un hombre que ya ha muerto.






Raison d'être

Si es la esquina
donde duerme el sauce escindido
o el ángulo herrumbroso donde sueña la Muerte
dime, entonces, quién canta allá afuera
y obra su muerte a cincel.

Proyección orwelliana:
un perro negro se acerca al sepulcro
un hilo desciende de su boca
y lanza una amenaza:
fulano de tal murió
por ser incapaz de vivir una vida común
(de rutina)
y porque no le impidieron vivir.

Desterrada silba una canción de cuna
en tono maternal
cadencia en que la Muerte nos cobija
como una garza dentro de sus alas
eternamente hambrienta
mientras
el perro negro balancea su sombra 
sobre la tierra del sepulcro
 que como última ofensa
termina por cubrir la semilla.







Después del caos

Jardín tejido en la amplia incertidumbre
Edén desecho a golpe
de palabras enfermas
y epitafios.
Un cuervo habla de cenizas por la mañana
de amenazas que chillan como grillos en la cabeza o de
preces pálidas que recoge la hoguera clerical.

Sin embargo
en el sucio jardín la vida evade la sangre de la hoja
que rancia cae
en la grietas del árbol.
Saber que en el mugroso vergel
un viento pasajero permite robar
un último atisbo al cielo un delirio
nube negra que restriega su forma desgajada
sobre mis ojos de siervo del abismo.

Caravana de casullas y estolas adiestradas
adoban con embustes los cerebros.
He caminado esta calle solo
y me enorgullezco
absolutamente solo he jurado
que no soy el vino agrio de mi especie
que todo mi mareo no es más que la oscilación
de mi alma caída en un cuerpo que nació exhausto.

Ceremonias de la infancia
que urden en la fe
una celda.
Poesía incrustada en un duelo sin memoria
ni resurrección
salmo de una sirena muerta
que hernia la Creencia.

Rehacer la fe y la eternidad
sobre los muros desordenados del Edén
esa es mi pequeña labor.




ELISABETA GALBEN BOTAN [9121]

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Elisabeta Galben Botan
(Rumania)
Vengo de un país coronado por la leyenda y marcado por la tiranía  del régimen comunista, Rumania. Buscando la Tierra Prometida y la libertad en el redondo del mundo, en el año 2002 llegué en tierras de Don Quijote y empecé a hilar mis sueños literarios.

Me enamoré del género lirico desde a una edad muy temprana, cuando la poesía anidó en mi alma sembrando rasgos feministas.

Nota introductoria de Pulso Digital:

La poesía de Elisabeta, tiene una virtud que sobresale por encima de sus palabras, de sus versos: suena sincera, arrastras ecos de  experiencia, experiencia  que solo puede surgir de un estadio de profundo convencimiento y compromiso con lo expresado, lo vivido, que  dicho así, con  sincera sentimentalidad  y sencillez,  desarma.

Otra gran virtud a resaltar en su poesía es su  capacidad para  superar la dificultad que  la creación literaria, y por antonomasia la poesía, ofrece a los que la crean en una lengua no nativa, no materna. Es una poesía que entronca de raíz con la corriente de la poesía de la experiencia tan en boga en España en las últimas décadas del siglo pasado y del presente, que no  debemos dejar pasar sin leer. 
Por Jesús García Moreno






MUJER

Soy una partícula
que no encaja
en la realidad del hombre.
Mi sombra
se quedo en su alcoba
desde la primera vez
que me entregué
en la desnudez del amor.

Voy tejiendo
mi dignidad
con franjas
de dolor y luz,
volando
con alas de luto
sobre los cementerios
de sueños asesinados
por la tortura.

La iglesia
bendice
al hombre todopoderoso,
mientras la mujer
se aminora
por el derrame
de amor
que le pide la vida.








BÚSQUEDA

Huellas de pasos,
sobre la arena de los relojes,
que buscan todavía,
a través de una dimensión,
con recuerdos suspendidos,
sobre el temblor acompasado
de la aorta,
empeñada,
en fabricar esperanzas,
sublevada,
contra la soledad.
Instantes perdidos
en el abismo de las no-palabras,
desembocadas por el viento,
al borde del Mundo.
Sentimientos deformados,
que no pueden ser reciclados
en el taller
del maestro Tiempo.
El milagro del Amor
suplica otra oportunidad,
a la Vida apresurada
de mudarse en el Cosmos.








VUELO ROTO

La muerte
tenebrosa,
se me presentó,
con el semblante
del hombre degenerado,
que lleva sus muslos empaquetados
en la caja craneal…
donde se ocultan:
el complejo de Edipo
y otras frustraciones
y represiones,
amontonados,
como los murciélagos,
en la obscuridad de la caverna.
Estoy luchando con la muerte.
Y me resisto
más de lo posible.
Pero la desesperación
me envuelve,
tras echar mi alma
muy lejos…

Mi cuerpo está desecho
bajo el peso de la oscuridad
en temblor y lágrimas.







La luz del alba
me encuentra descompuesta
en un montón de migas…
¡Dios, cuántas migas!
¡Dios, como duelen!
El dedo pulgar
se me ha quedado entero,
y una parte del alma,
que no han sido lesionados
por la furia desenfrenada
de la muerte.
Y sé,
que podre forjarme
otras alas con ellas.
He recogido las migas
y sigo mi camino,
arrastrando un sueño harapiento,
en un vuelo cojitranco,
por el aire que apesta a tristeza.





EXILIO

Exilio.

Tentación
de la Tierra Prometida.

Salí caminando,
sólo con algunas franjas
de historia,
en mi alforja tejida con sueños,
buscando la libertad,
en el redondo del mundo.

En la loca búsqueda,
me encontré a mí misma,
sedienta de jugar
con la magia de las palabras.




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