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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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MARÍA COUCEIRO [9062]

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María Couceiro Fernández
A Coruña (1978)
Poeta y diseñadora gallega, autora del poemario La Gran Actuación, ilustrado y maquetado por ella misma. Ha colaborado en la antología Vinalia Trippers. Plan 9 del Espacio Exterior. Y en la revista “Al otro lado del espejo”. 

-"La gran actuación". Glayiu editorial, 2009.





DERROTAS 

No saldrá nada en limpio de esta vulgaridad,
si no vas a sufrir no tendrás jamás océanos en el estómago.
Sin el dolor
siempre más de lo que consideras necesario
no pulirás las piedras a sonrisas.
Cuando camines
tienes que desprender ese olor.






La mayoría de la gente ya no piensa.
Actúan por inercia.
Se levantan,
se visten,
se van al trabajo,
hacen su jornada de 8 horas,
vuelven a casa,
cenan,
dicen tres chorradas
y se van a dormir.
No se acuerdan de la mitad de las cosas
que han hecho en el día.
Ni de abrir los grifos,
ni del sabor de la leche,
ni de cerrar las puertas.

Solo dejan los días pasar
esperando a que pase el siguiente
y cuando se dan cuenta
no recuerdan nada memorable.
Solo esperan.
Ring!!!
8 a.m.

"La gran actuación". Glayiu editorial.






Quiero quedarme así
y gritar hasta el extremo.
Saber que por mucho que diga
nunca lo estoy diciendo todo.

No.
No existe esperanza alguna
en ningún lugar de mi pensamiento
pero mañana volveré a preguntármelo.

A un día lleno de alegría
motivada por nada aparente
le sigue un día lleno de tristeza
motivada por miles de razones.

Es difícil nacer
abandonar el refugio
abrir los ojos
contemplar las cosas desde fuera.
Llorar para que nos amamanten.

Siempre esperando una señal
que de pie a lo absurdo de mi existencia
pero sólo llega el grito
como miedo a la respuesta.

"La gran actuación". Glayiu editorial.




SAFRIKA [9063]

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Safrika (Patricia Rodríguez Calpe): nació en noviembre de 1976, en Valencia. Estudiante de psicología, trabaja en el equipo móvil para la donación de sangre en la misma ciudad. Ha publicado en diversos fanzines y revistas como Vulture, Borraska, Mensaje en una botella, Revista Chichimeca, Radio City Valencia, Perogrullo y The Children´s Book of American Birds. Participó en los libros colectivos Estaciones Desnudas (Editorial Cocó 2007) Poesía para bacterias (Cuerdos de Atar 2007) Qué nos han hecho (Isla Varia 2008), Hank Over un homenaje a Charles Bukowski (Caballo de Troya 2008) y 23 PANDORAS. POESÍA ALTERNATIVA ESPAÑOLA (Tenerife, 2009). 
Su blog: Balas bajo los párpados www.safrika.blogspot.com está disponible en la red desde el año 2004. Coordina junto con Arturo Méndez Cons el fanzine digital Karavana www.karavanazine.blogspot.com. 
Su primer poemario en solitario es PILLS (FÁCIL). POEMAS DE LA ÚLTIMA SEMANA EN CASA (Tenerife, 2008).




PROMISCUIDAD EMOCIONAL

Difusa y con la boca pequeña
te prometo la brevedad y los pestillos
Torpe, verde y erótica como un esmalte de uñas
(de verano)
voceo ofreciéndote todo ventajas.
Pero tú, por favor
Quítame la máscara, se para mi esporádico
descoyunta mis huesos haciendo de ello un arte
y justifica tu violencia con medicación
y decreciente amargura.
Siento.
El desencanto al buscarme en los brillantes poemas
que escupes con la furia del nadador ahogado.
Me maravilla la facilidad para amputar un tequiero
la pereza con la que las palabras se extienden en el diván
la tribulación por las noches, en la cama y sola
y gorda y sobresaliente en 
inteligencia, cortesía e hijaputez.
Me maravilla todo eso, sí, el invento de mi propia belleza
la desolación de la verdad. 
Todo lo que olvido, lo que denuncio.
Las mentiras quejosas de serlo. 
Irritadas, más diminutas que nunca.






ZAMBULLIRME EN EL OPTIMISMO.

Que tú aparecieras en mi vida, holgazán y flaco, 
sacudiéndome como si fuese yo una marioneta infantil. 
Que en mi soberbia abdominal de azarosa chica de lupanar, 
vinieras tú a reposar a mi lado, 
leyendo revistas de divulgación 
impulsándote desde mi interior a tu propio reto. 
Quería yo ser, rabiosa y resuelta, 
el tormento único, la déspota sobresaliente, el beneficio de tu duda. 
Y sin embargo tengo la sensación 
de que me convierto en maceta perversa, 
de nula aplicación a la naturaleza, 
sin descendencia 
y con el vaso 
entre las manos. 
Caduca pero infantil, 
profusa en intentos de acercamiento de resultado nulo. 
Llegando a conclusiones dóciles como perros
que eluden verdades bien entrenadas:
Miedo, pánico, terror, angustia, espanto.
Abofetéame. 
Sólo por esta vez.
Te obedeceré y sabré mirarte sabré decirte
cuánto y cómo
te amo.
Sin ser vulgar sin necesitar después
un centro sanitario.




TODA LA VIDA PELEANDO A LA CONTRA

Este club selecto cercena manos
y redondeles.
Mi precaución y reserva no puede ser 
mencionada parece que de seguir con la 
cintura así estrechándose y de seguir
con todas las notificaciones y emplazamientos
con enemistades y moliendo estos cimientos que 
se lamentan
parece que así uno va a empezar a culminar 
algo que va a seguir corriendo hasta la meta
que va a suceder algo inmediato y fantástico
que le librará de la mediocridad y las 
convocatorias oficiales
pero 
luego
están
estas correas
y las manos quietas
ocultando secretos sentimentales
bebiendo de cierta sociedad que se baña
en perífrasis y perímetros de circo.
Por lo demás
vivimos en lo apagado y lo particular
quemamos las velas vamos al cine 
criticamos tal o cual película, 
yo
me burlo de las citaciones y de 
septiembre
me burlo y me cuelgo
cualquier cosa 
en fin
es suficiente para sentir que de 
todos 
modos
no
estoy
trabajando.






Pereza

Diván, flores frescas, presente tosco.
Ella baila con los diminutos zapatos sobre el mármol
Y él otea la ventana con las manos en los riñones.

El poema se manifiesta entonces en motas de polvo al trasluz.
Con la música inclasificable que ella escucha todo el tiempo.
Y la nevera vacía, ocultando el rastro de cadáveres.

Fuman autocompasivos, se regodean en carne y
Comprenden perfectamente la función del lubricante.

Es más que eso, comprenden
Que hay humo siempre tras la cortina, hay monedas que mueren en
Botes
Y que esos
Botes naufragan, y en su interior grapadoras que grapan aire a los pulmones
Bolígrafos ahogados, crema corporal
y un blister sobre la cómoda.

Muñecas hechas a mano, cartas del tarot, fotografías y firmas.
Agua embotellada, tratamiento homeopático en dosificador.

Ella suspira, ha ganado mucho peso.
Suda apoyada en el quicio de la puerta, los zapatos le aprietan
Y él responde cuando ella pregunta.
- Bien

Parece cansado y pulula por el cuarto, quejándose de la primavera.

- A esto no puede llamársele autopsia- dice ella.
- Nena, ¿vas a empezar con eso otra vez?

Ella toma con sus manos las manos del enemigo.
Y dice
I love you, I love you, I love you

Sólo será un momento.

Todo vuelve después a la rutina escanciada sobre la moqueta
A la consumición de barritas energéticas y píldoras para dormir.
Suena alguna canción de moda en una emisora local.

Las rejas de la ventana parecen rayos de sol.







La fábrica.

En el centro de envasado para carnes un hombre calvo suda
El cráneo es una pista de patinaje, las gotas de sudor resbalan fácilmente
Sobre las hamburguesas.
Una chica malquerida mira a otra que parece lesbiana
Y piensa en flujo y en mareas y en fútbol.
Ganamos el partido.
Algunos hombres debieron ser hermosos, allá por los setenta…
Las botas blancas salpicadas de sangre
El logo de la empresa que es lodo en la camisa.
Oh! y toda esa carne, toda esa carne
Los huesos se amontonan en bidones oxidados, junto a una puerta siniestra.
Son restos y pronto será tarde.
Un tren pasa rápido junto a la fábrica el sonido parece
Una canción perpetua que se inventan los raíles.
Y están esas escaleras metálicas, rojas.
Todo son puertas, pasillos, césped que pretende verde, camiones.
Importación.
Exportación.
La sonrisa maltrecha, todos estos años hurgando amasando oliendo sintiendo
Calando estrechando girando tomando comiendo bebiendo
Toda esta sangre oh! sangre
Oh! cariño hay tanta
Tanta
Tanta
Tanta
Carne.








Cartón cartón cartón

el cartón y la piedra, formando el hueso. Comprometida
con los peces de piscifactoría, inhalando vellosidad y furia
siempre con esa sonrisa casta
.................. Inhalando
Teclas y muertos, macerados y extraños, en sus botes
en susféretros, siempre inalcanzables. Hay un sueño
sueño, con unas niñas, UNA NIÑA SE DESLIZA
esa niña............soy yo
calzo zapatos extraños he venido a acabar con todo.
Brilla una paliza en la punta de mis dedos

La ira es fisura en el cuerpo, van a escaparse

Los demonios, darán golpes en la pared, riendo

confesaré

Yo mentía cuando dije
love cuando dije perro cuando dije suerte
y cuando dije hijos y cuando dije nunca.
Por el pasillo el agua, es un mar y es agua sucia.
ES SIN PRECISIÓN NINGUNA
el ruido de algo al freírse. Mi ruido al reírme.
Patalea la estación, quiere matarme.
Lo he comprobado siempre lo hace así, primavera, primavera
salón húmedo, tengo una ranura. Aquí.
Meta su carta, haga buzoneo.
Los hombres que ocurrentes vienen a decirme
nena, guapa, quedamos, inteligente mujer de
cabello rojo y cálida, cálida
caliente, cálida
v o l c á n i c a
todos esos hombres, ¿sabes? tienen pedazos
trozos de mi en su interior, pedazos de carne
indigerible.
Cuadros fotos teléfonos que suenan, la poesía no es
el abismo, tú eres el abismo.
Tú eres el abismo.
Tú.
Tú.
Tú eres el abismo.
Sácame de aquí, lejos de
los ladrillos en su ladrillera
las viejas en su crimen de patio comunitario
el agua inunda mi casa inunda mi casa inunda mi casa
agua
AGUA
No tengo miedo, sólo tengo anillos que estrangulan mis dedos
y ganas de saltar, de decir NADA.
sólo saltar, saltar. Decir NADA.
Sólo puedo concebir un lugar mejor para ti que esa tumba

De gafas papeles estrechez y búsqueda sinuosa

Sólo puedo concebir un lugar mejor para ti y es

aquí pegado en la suela de mis zapatos, de esos zapatos
Negros.

Ah ! y cómo te quería!

Pero eso era antes.






ESTO NO ES UN POEMA-DIJO ELLA-Y MEJOR ASÍ 

regresar al momento fatal en que vi morir una lagartija
en que vi estallar un caracol enfermo
y vi como un cazador tiroteaba a un perro
y vi morir a mi amigo amarillo como la vainilla de sobre
(esa que se mezclaba con leche para hacer helado)
y vi sangrar a mi padre el dedo gordo colgando de la mano.
Todas esas cosas, ver sangrar ver morir idolatrar a un
muerto, un cantante muerto, y
odiar
la respiración
de alguien más
en la habitación pequeña.

No es abrumador existir.
-pregunto.

Un sombrero pasa girando
por el suelo.

Es el viento.

de Pills (Fácil). Poemas de la última noche en casa 
(Baile del Sol, 2008).






MEDIA NOCHE, MISLATA

Acercarse y hundirse, de algún
modo
fundirlo todo, multiplcar
el riesgo con una caída de ojos
multidisciplinar
con una
mamada
con el viento al salir de la casa
golpeando en la cara ese
viento caliente
la nuca suda, a ese calor
me refiero.
Quién era él así con los ojos tan
abiertos qué trozo de mundo
has tragado para poder
mirar así.


de Pills (Fácil). Poemas de la última semana en casa 
(Baile del sol, 2008).








FRANCESC REINA GONZÁLEZ [9064]

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Francesc Reina González (Barcelona, 1966), hizo estudios de filologia hispànica e la Universitat de Barcelona y es profesor de espanyol y literatura en varios institutos de educación secundaria en Sabadell. Ha preparado ediciones didácticas de El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina y Tres sombreros de copa, de Miguel Mihura y la Edició crítica i anotada de les enquestes i les entrevistes fetes a Salvador Espriu en 1995. Hizo parte del colectivo de poetas Papers de Versàlia, con quienes publicó Los azulejos azules (2004).






Hablar, morir, decir

Hablar, morir, decir
extraños encuentros
del destino con sus nombres.
Repetir, vivir, sentir
que todo es un posible
caso, o un error.
Estar, desear, tener
un pie en el silencio
para las ocasiones del frío,
el frío ocasional.
Prometer, amar, acariciar
el último adiós y la copa
que brinde por la suerte.







El primer asalto

Es siempre el más difícil,
el más duro
y el más exigente.
Con lentitud observas
cómo se mueve el adversario
y amagas los golpes iniciales.
Eres una promesa, sin duda,
pero sabes que es imposible
seguir con la ficción de la fuerza.
Encajas, entonces,
por primera vez y sumas
los segundos, las miradas,
la saliva que cae y notas
las piernas pesadas,
los músculos densos
y el público que fuma.
Cuando suena la campana
crees ya que todo ha pasado.

Y no es cierto.






Quiénes juegan al amor imposible

Quiénes juegan al amor imposible se equivocan
con ese dolor administrativo y azul
que tanto prestigio tiene entre las marquesas del barroco.
Sorprende, incluso a los sorprendidos,
que sigamos esa ruta sujeta al tormento de la miel
y a los gemidos involuntarios del atardecer.
Prende, incluso a los prendidos,
en el aroma de los pocos años un pedir
dificilísimo y secreto que se duerme en la saliva.
Advierte, incluso a los advertidos,
de ese mal milenario, de ese gesto
perdido que se hunde como los barcos de papel.
Pero jugamos y lo apostamos todo.






Una forma absurda de vivir

Sabía que era una forma absurda de vivir,
sabía, aun, que no era ni el modo, ni la condición
que debía cumplir. Y no hacía caso alguno.
Pero también sabía que era fruto del lujo y el capricho.
Se callaba.
Iba a la biblioteca e imaginaba un porvenir dichoso
de largas noches de cetrería y lujuria. A la vuelta,
en el tranvía, miraba las irónicas caderas de las mujeres maduras,
y sonreía en recuerdo de la noche soñada.
Su conocimiento no le permitía ser feliz pero,
a cambio, jamás hizo el ridículo.






Ahora que hemos cambiado

Ahora que hemos cambiado de despacho
que el juez ha dictado sentencia y que la nieve,
tozuda y anémica, nos condiciona los planes
podemos dejar que aquella mujer amable vuelva
a recoger el pedido, ya fuera de horario.
El anochecer nos ayudará con su estilo indeterminado,
un gesto sereno, las manos sobre la mesa y la intención
mamífera, visceral y profunda de tomarla sin más contratiempos.
Será de mutuo acuerdo y el barniz de la estantería
se confundirá con el sudor y ese dolor crónico
que crece después de los cincuenta.





Aforismos de Francesc Reina González


Aforismos neuróticos y estivales.


I.

Que no digan
que la distancia es el olvido
los que no tienen
nada que olvidar
o están muy cerca
de su propio juicio,
porque mienten.


II.

Escribo
para no herir mi temor
a la extinción
ni quedarme solo
ante el mutismo.



III.

Antes,
pongamos en la juventud,
todo tenía una almohada.
Digamos que era fácil acudir,
esperar,
llorar, incluso.
Ahora
(en todo lo que no sea juventud)
los asuntos son bien distintos.


IV.

Creo,
insaciable,
en la estrella perdida.
Y creo por su brillo enamorado,
por el agua incesante,
y por ti.



V.

No tengo mucho más tiempo.
Dos o tres o cuatro líneas
que hagan de mi desaliento
el compás de una noche de verano.




EDUARDO GARCÍA AGUILAR [9065]

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Eduardo García Aguilar nació en Manizales (COLOMBIA) el 7 de septiembre de 1953. Realizó estudios en la Universidad de Vincennes (París VIII) hasta 1979 y luego vivió en México. Actualmente reside en París. Entre otros libros, ha publicado las novelas Tierra de leones (1986), Bulevar de los héroes (1987) , El viaje triunfal (1993) y Tequila Coxis (2003), así como Urbes luminosas (relatos, 1991), Llanto de la espada (poemas, 1992), Celebraciones y otros fantasmas: Una biografía intelectual de Álvaro Mutis (1993), Delirio de San Cristóbal. Manifiesto para una generación desencantada (1998) y Voltaire, el festín de la inteligencia (2005). Libros suyos han sido traducidos al inglés, francés y bengalí. Su poemario Llanto de la espada fue vertido al francés en Lattaquié (Siria) por el poeta Stéphane Chaumet.




Respiración y otoño

Hay respiración, hay viento otra vez.
El devaluado crepúsculo vuelve a tener sentido.
Un primer halo de otoño asoma por la arboleda.






Mirada y hastío

¿Ha desaparecido el hastío?
¿Dónde se esconde ahora?
¿En algún pliegue de la carne
junto a sucias atarjeas?
¿Mira acaso desde el obelisco egipcio
o acecha en el Jardin des Tuileries?
El hastío está junto a los que se besan
o tras perfumadas mujeres cuyas faldas vuelan
seguidas de cabelleras negras
El hastío puede estar escondido en el sol
y en el estupor de palpitar y amar
cualquier tarde de otoño.

Animal sin tiempo, Editorial Praxis, México, 2006






Asalto nocturno

El asaltado grita en la gélida noche
y rueda por escalas nauseabundas
donde un cráneo vierte la sangre de la patria

Sus gemidos ascienden hasta el Hotel del Parque:
en el 604 un hombre tembloroso inhala paranoias
y muerde sus almohadas entre oscuras cenizas

En un mar de cemento tapizado de líquenes
el moribundo extiende su mano hacia la nada
y los amantes lamen los muslos del hastío

Gritos en las esquinas de locos drogadictos
en el espacio de la ciudad maldita
recuerdan al poeta la triste letanía

del ciervo asesinado o la ninfa desnuda
cuyos líquidos solos como muros de llanto
colman huecos parduscos de alegres calaveras.







Regreso a Trocadero

Es 13 de septiembre de 1998
475 días  antes del año 2000
Trocadero está nublado y frío esta tarde
tras de la exposición
                                       ¿explosión?
                                                              de Boltansky
Escalofriantes fotos de adolescentes suizos muertos hace tiempo
adosadas a puertas de sarcófagos uniformes de metal
Camas cubiertas de sábanas blancas como sudarios
bajo el neón de la anestesia
lechos enfermos catres gélidos
Ropas viejas con olor a tiempo ido
                                                         a sudor fiebre muerte
Objetos perdidos cascos sombrillas radios zapatos
paraguas llaveros bacinicas carteras
botas relojes bastones radios
paquetes envueltos en celofán
Cámaras fotográficas muñecas abrigos para niñas
autos de juguete bolsas de dulces corazones perdidos
vidas perdidas tiempo perdido
Es domingo y en lo alto de la Torre Eiffel
parpadea la gigantesca cuenta regresiva
475 días antes del año 2000
Por el oeste sale un breve destello de sol que golpea la mole
y desaparece entre sus hierros como un espejismo de bronce
En el Museo de Arte Moderno
al salir de la exposición de Boltansky
un video muestra a cierto hombre que tose sin cesar
y se ahoga en su sangre
consumido por una agonía interminable








Cardoza y Aragón ha muerto

El sol de septiembre en el poniente
intenso entre las grises nubes
y la llovizna tenue sobre el dulce
el payaso, la novia y la bandera

La vieja melodía del organillero
junto a la Catedral de Coyoacán en vilo
subraya la ausencia de quien sueña
en el río fugaz de Guatemala

En una fecha heráldica y arcádica
Cardoza y Aragón ha muerto
y sus ojos con malicia cantan al viento
que llevará sus cenizas al Ajusco

Cuando muere un poeta muere el mundo
el poeta es de aire y de palomas
más cristal más palabras más misterio
contendrá el anagrama de su natal antigua







                 
Papeles del loco
           
¿Es el poeta una extraña antena superpuesta al volcán
o acaso un payaso solitario derretido entre sus colores
o un caballo enfermo con su mirada grisácea
hastiado de sus palafreneros ebrios entre estiércol
junto a cascadas con canoas lejanas en caída libre
como ocurre con el poema flecha herida bala rayo ruptura?

Todo joven poeta algo disecado espera su busto
en tristes plazas cuyos mendigos ciegos sueñan
castillos espaciosos de cristal de Murano
imaginados en leprosorios asiáticos por budistas
y nada ni la luz de la amada que lo convoca deslíe
la pútrida electricidad cósmica de su propia quimera

En la humedad de estaciones heladas de esquí
o en la primaveral cristalinidad perlática del riachuelo
fluyen estados de ánimo en superficies de flor y lodo
y con palabras incrustadas en cuevas paulatinas
se oye el sonido de las imprecaciones acuosas
la goteante liturgia de la lluvia y su poema

Poeta hombre precipicio violeta flor campo
roca velo de seda cadmio azul arcoíris luciérnaga
¿Qué dicen sino su propia luminosidad antes
del precipicio por donde caen hacia un remolino
o tal vez la radioactividad de una civilización indeseada
presa en la colisión de dos galaxias exhaustas?

Cosas colores paisajes sol noche
ciudades esquinas pozos aljibes torres
adquieren extrañas connotaciones para infectados
si son poetas jóvenes apenas iniciados
al extremo ritual de concretas paredes
cubiertas de líquenes y musgos desleídos

El poeta recién horneado o el que se desmorona
fue extraído de un yacimiento magmático
y los materiales que lo conforman no desaparecerán
con su fin: sólo se diluyen en gemas reales
acumulándose en baúles incrustados en baluartes
como tesoros legendarios para ninfas

Estalactitas musgo veta coral perla malaquita
ónix rubí perfume agua de colonia estrella de mar
reflejan estrellas desaparecidas sobre hojas de otoño
y vuelan en tapices de Damasco o Bagdad o Estambul
hacia sus propios cristales de roca en el paraíso
atraídos por el profeta que nada codicia del velamen

¿Nada busca el poeta? ¿Nada lo llama a su delirio?
¿Ningún oráculo le avisa del peligro ante la hidra?
¿Alguien oculta la verdad cuando ve sus ojos poseídos
y se niega a la revelación junto a desiertos sin oasis?
¿Tan desamparado estará acaso ajeno a su caída?
¿Será el deseo tan espléndido que su codicia lo ciega?



ALBERTO ARVELO RAMOS [9066]

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ALBERTO ARVELO RAMOS (1936-2010)
Alberto Arvelo Ramos, filósofo, poeta y escritor, nació en Caracas, VENEZUELA el 14 de diciembre de 1.936, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), como Licenciado en Filosofía (1969), inicia sus actividades como docente en 1.971 en las Escuelas de Filosofía y Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello, fue profesor de la Escuela de Educación de la UCV, en 1972, así como en la Escuela de Letras, Educación e Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Los Andes (ULA). Posteriormente en el año 1980, se desempeñó como profesor visitante de la Facultad de Humanidades de la Universidad del Zulia (LUZ), Maracaibo; fue profesor de las maestrías en Filosofía y  Ciencias Políticas  en la ULA, dominaba siete (7) idiomas: Español, Inglés, Italiano, Alemán, Francés, Latín y Griego clásico. 
Realizó estudios de posgrado en  Filosofía en la  Universitât zu Kôln, Colonia Alemana (1969-71),  en la Universidad Simón Bolívar en Caracas (1972); Universidad de Los Andes  (1972-74)  y  obtuvo     el Doctorado en Filosofía en la ULA el 31 de enero de 2007. Se desempeñó como Coordinador de la Maestría de Filosofía en la ULA (1994-1996). 

Fue Presidente de la Fundación Orquesta Sinfónica del Estado Mérida (FOSEM), así como  miembro principal del Directorio del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC), en Caracas (2001), formó parte del  equipo del Consejo Nacional de Cine (CNAC), en el período 1999-2003. Recibió la Orden “Andrés Bello” en Primera Clase (1993) y  la Orden “Tulio Febres Cordero” en Primera Clase (1995). El profesor Alberto Arvelo Ramos fue autor de numerosas obras, entre las que destacan: “Poemas de Enero” (1975), “En defensa de los Insurrectos” (1992), “Laguna” (1984), “El Violín de los Andes” (1991); “El Cuatro” (1993), “El Dilema del Chavismo “(1998), “La Bandola Venezolana” (2001), “Honestidad” , novela,  (2005) ; “Y todavía el Viento” (obra poética), de Editorial El otro el mismo, en coedición con la ULA (2010). 

En 1996, fue designado por el Presidente de la República como  Director General de La Zona Libre Cultural, Científica y Tecnológica del Estado Mérida. Estuvo al frente del régimen fiscal especial, adscrito, para ese momento, al Ministerio de Finanzas,  durante un período de siete (7)  años, tras ser sucedido por su colega Silvio Villegas en febrero de 2002. 

Se desempeñó como Secretario Ejecutivo de la Comisión General de Instrumentación de la Zona Libre de Mérida, en el Vice-rectorado Académico de la ULA (1995-96) y asesor especial del Senado de la República para el proyecto “Ley de la Zona Libre Cultural, Científica y Tecnológica del Estado Mérida” (1994-95). Fue director General de Cultura y Extensión de la Universidad de Los Andes (ULA) en  el período 1982-84 y presidente de la Sociedad Latinoamericana de Cinematografía (1985-96) y productor de tres largometrajes; miembro de la Comisión Asesora para Política Cinematográfica, Presidencia de la República (1991) y coordinador del Proyecto Escuela Nacional de Cine y Televisión ULA-CONAC (1991-1993), aprobado como Licenciatura por el Consejo Nacional de Universidades (CNU) en 1995. Durante el período 1989-1992, el poeta y escritor Alberto Arvelo, fue concejal del Municipio Libertador, donde se produce el primer anteproyecto de Ley que impulsó la idea de la Zona Libre de Mérida. 

Quien fuera el primer Director de la Zona Libre Cultural, Científica y Tecnológica del Estado Mérida , cerró sus ojos el 18 de julio de 2010 en la ciudad de Mérida, dejando un legado de incalculable valor a las nuevas generaciones en el ámbito de la Filosofía, la Educación, la Cultura, la Ciencia y la Tecnología en el país.






Digo entonces

Digo entonces:
Me voy a otra tierra que duerme.
Me voy.
Y los muslos del monte
se poblarán de aromas
en la lluvia profunda.

Respondes sin saberme:
Ya no me soy. Soy yendo.
Huelo mis manos
y me huelo a ti.
A río
arado de silencios.

Después por las distantes
hendiduras del mundo
ya no viene la noche
ya no viene la noche como si fuera oscura.






Tu también

Os voy llenando de rincones
donde a veces caminas o te pierdes.
Hay calma en estas noches
cuando espuma
vuelve
lentamente a ser agua.
Fue profunda su muerte.

Tú también de los ojos
le sacaste lo negro
y le metiste piedras
y astillas por los dedos.
Temías que muriera
lejano de tu aquí.
O que tuviera una sola agonía.

En pedazos pequeños al mar
tú también
lo lanzamos.
Y bebimos agua salada donde
cayó hacia el fondo.
Agua suya.
Así lo odiamos, tú también.
Cuando regreso al mar
muerdo arena
porque quedan aún sus pedazos.

Tú también las manos
tú también la roca de sus ojos
(son perlas los que fueron sus ojos)
tú también le comiste los labios
y le pusiste última sed.

Por su larga vara de agonía
tal vez lo amamos tanto.
Tú también
tiemblas cuando pasamos
por sus ríos.






Poema de la inexistencia

En el goce he dejado de existir,
porque existir es recordar algo mejor que hoy.

Estirar de algún modo
alguna muerte que tuvimos
como si uno tuviera un eco.

Pero no tenemos nada más fuerte
que esta sacudida de mordernos.

Tus piernas se llaman
el olvido de Dios.

Tus labios se llaman
la voz que no dice.

Tu pubis se llama
el cielo que murmulla.

Tus senos son los ríos
por donde se meten estas tardes.

Tu aire, el aire tuyo
no es sonido
no es aire
eres tú, transparente.







A Solange

Ni carta ni poema
lo que esta mañana
me amanece.

No huyo de ti
ni te busco.

Andas en los ríos
cotidianos.

No gano nada con tenerte
ni ganas nada con ganarme.

Eres en mí, perderme.
Y yo en ti, perdido, comenzado,
tú sin ti.

Como un vidrio opaco
que no permite mirar
más allá de este gozo.

No es amor.
No es convivimos. No es casa hecha
para que tú y yo la levantemos.
No es historia. No es destino.
Ni hijos.

Es como respiras. Es como
respiras. Es como respiras.






Ars poetica

Minúsculo poema.
Giraba sobre sí
con tentáculos
de hierro luminoso.
Parecía bola viva.

Debajo de los versos era
otra bola pequeña
y durísima,
más azul que la muerte.

Se movía
en la respiración de las palabras.
Se mecía de tristeza.
Era el corazón inhumano
de la voz.

No respeta al decidor.
No lo castiga.
No lo expresa. No le da otra función.
Sólo la única
de constructor de nadas magníficas.

A Orlando Araujo






EDUARDO ESCOBAR [9067]

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Eduardo Escobar
Eduardo Escobar (Envigado Antioquia, COLOMBIA  20 de diciembre de 1943) es un poeta, periodista y escritor colombiano, cofundador del movimiento literario Nadaísta en 1958, junto a Jotamario Arbeláez, Gonzalo Arango, Amílcar Osorio y Alberto Escobar Ángel, entre otros.

Realizó sus estudios en el Seminario de Misiones de Yarumal. Ha publicado varios libros de poemas y ensayos, entre los que se destacan Invención de la uva (1966), Del embrión a la embriaguez (1969), Cuac (1970), Confesión mínima (1975), Correspondencia violada (1980), Nadaísmo crónico y demás epidemias (1991) y Ensayos e intentos (2001).
De sí mismo ha dicho: "No sólo de poesía vive el hombre y menos en Colombia traficando con libros narcóticos. Para sacudir la inopia, como tantos otros antiguos y modernos poetas o simples mortales, recurrí a mil oficios ramplones y actividades prosaicas: fui auxiliar de contabilidad en una pesadilla, patinador de banco todo un junio, mensajero sin bicicleta en una oficina de bienes raíces mientras leí Teoría del desarraigo, fabriqué bolsas de polietileno, joyeros de cartón y terciopelo, fui almacenista, leí a Joyce en una bodega, me desempeñé también como anticuario ambulante, como vendedor de muñecas de navidad fuera de temporada, de diarios y semanarios y mensuarios a la entrada de una clínica de lujo. Artesano de baratijas de cobre. Armador de faroles para barco. Promotor de rifas clandestinas sin premio, por el apremio. Ayudante de cocina por el arroz con chipichipi. Pastor de aves de corral. Maestro sablista del sutil abordaje. Cantinero. Escritor de nimiedades para revistas intrascendentes. Crítico de arte mercenario. Hasta campanero fui de una pandilla de marihuanos. Así aprendí a odiar el trabajo sudando petróleo."1

Como columnista en el diario El Tiempo obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 2000, por su columna Contravía, que publica desde hace más de 20 años. Además ha escrito en el periódico El Espectador, y las revistas colombianas Cambio y SoHo.

Obras

Invención de la uva, 1966
Monólogo de Noe, 1967
Segunda persona, 1969
Del embrión a la embriaguez, 1969
Cuac, 1970
Buen días, noche, 1973
Confesión mínima, 1975, antología
Cantar sin motivo, 1976
Antología poética, 1978
Correspondencia violada, 1980
Escribano del agua, 1986
Vámonos de fracasos por el aire desnudo, poema bolivariano, 1987
Gonzalo Arango. Ensayo bibliográfico, 1989
Nadaísmo crónico y demás epidemias, 1991
Antología de la poesía dadaísta, 1993
Manifiestos del dadaísmo, 1993
Cucarachas en la cabeza, poema, 1993
Las rosas de Damasco, 2001
Ensayos e intentos, 2001
Fuga canónica, 2002
Ejemplos de anamorfosis, novela
Obra poética provisional
Prosa inclompleta, 2003
Poemas ilustrados, Medellín, Tragaluz Editores, 2007. Contiene cuatro poemas y un posfacio: Cucarachas en la cabeza, Homenaje a un anticuario muerto, La flecha inmóvil y Envío





La flecha inmóvil 

Desde estas alturas de mi vida, 
con terror explicable, 
cargado de memorias marchitas, 
imágenes de amigos muertos,  
asuntos que se han ido olvidando pero que siguen ahí, 
pudriéndose en alguna parte adentro 

Lleno de ecos, 
de añoranzas de noches gloriosas, 
y de ruidos de pequeñas hazañas 
y de canciones recordadas a medias, en harapos, 

me parece escuchar detrás de mí, 
los grillos de los caminos que debí seguir, 
el trajín del camino que no tomé, 
el rumor de otros ocios, 
el estruendo de otros oficios afamados, 
y el alboroto de las flautas 
de unas fiestas de las que estuve ausente

Podría ver, delante de mí, si me volviera, ahora, 
lejos y extraño, aquel que rehusé ser hace tiempos, 
de quien me separaron el azar, o la desconfianza,
si volviera ahora el rostro de ahora 
Si diera la vuelta, vería la otra cara de mi vida, 
las sendas que dejé vírgenes, las vías de otros sueños
y de otros propósitos: pero no puedo demorarme, 
ni siquiera para contemplar 
el fulgor apagado de aquellas cosas a las que renuncié 
por necesidad, capricho o desdén,  o por simple descuido

Es demasiado tarde 
Queda poco tiempo para la nostalgia 
Para esos lujos masoquistas
Para esos vanos ejercicios del corazón 

A tientas, en estas costumbres que hice mías, 
que ya son como mis vestidos y son como mis máscaras, 
bajo el cielo incógnito como una burla, 
en estas cumbres yermas,
sin una  estrella o una flor en el horizonte 
en descomposición,  
podría ver, si me volviera, allá, donde jamás iré, 
otros interiores, otras penumbras, 
otros jardines de perfumes igual de rutinarios, 
y otras fuentes soporíferas, 
y el resplandor a medio fuego de las otras vidas 
que me negué a vivir, 
las de mis yoes no gozados 

Oigo en mí el ladrido cariñoso de sus perros guardianes
Los gorgoritos burlones de sus loros en las estacas
Podría ver, si así quisiera, solo tendría que volverme, 
los campanarios de otra risa
los adoratorios de otros dioses distintos de los míos
y unas tabernas y el trepidar de una industrias de males 
y de bienes, 
y otras calles ardientes que jamás pisaré  
y los hijos robustos que no tuve
o que me arrancaron con embrujos 
o me fueron dejando solo 
o que yo abandoné por fastidio 

Detrás de mí presiento ahora la presencia activa de los caminos 
que dejé de lado en una intersección sin referencia, otra 
plenitud del ser que no es la mía, que jamás será mía, pero que 
me pertenece de un modo oblicuo y misterioso 

Pero los arrepentimientos son una pérdida de tiempo, 
a estas alturas,
en el desorden de esta otra forma del mundo que elegí
o adonde mi destino me trajo 
No nos queda más remedio, querida sombra, 
que seguir andando, por estos atajos de perdidos,
detrás de una verdad oscura e improbable del mundo

Regresar sería fatal para los dos
Sin nada confiable, más que las alegres tinieblas
y este impalpable no saber,
insaboro e impuro, 
que se ha convertido en nuestro tesoro 

Olvidemos lo otro, los afectos renunciados,  
las certezas abolidas, 
as satisfacciones intocadas que no tuvieron apariencia para 
nosotros 
Y sigamos andando mientras anochece

Tal vez al final del extravío alguien aún espera







Cucarachas en la cabeza

En el radio reloj japonés sobre la mesa de noche 
han establecido algunas cucarachas enanas una colonia

Herméticas y discretas a su manera 
-cuando quiero sorprenderlas o contemplarlas 
escapan hábilmente como ladronas al parlante de cartón 

-su cautela supera su mutismo
-y misteriosas hasta cierto punto                 
-sólo dejan los huecos sonoros 
cuando decido olvidarlas

Mientras duermo calibran mis fantasmas
interpretan mis pesadillas según la norma freudiana
Y cuando leo miran por sobre el hombro lo que leo 
con un insoportable talante crítico 

Estas espías dotadas de hipersensibles antenas inquietas
con curiosidad científica me interpelan 

Se fuman mis cigarrillos 
Sestean en mis manzanas como si hubieran 
encontrado el paraíso 
Muerden mis chocolates 
Beben mi café
Circulan por mis biscochos
Y calman la hartura con mi antiácido predilecto 

Parecen tan interesadas en conocer 
el sabor de todo lo que como 
(ensayan mi agua)
En probar la textura y la realidad 
lo que pienso y su peso probable
En verificar la naturaleza esencial 
y el color aparente de mis más íntimos 
y hondos y queridos propósitos

A la hora del noticieroesta banda de cucarachas 
esconde bajo mis narices un banquero norteamericano
o planea la toma relámpago de la emisora cultural
para divulgar un manifiesto libertario

En el concierto de la mañana se mezclan 
en los remolinos del piano
con las semifusas como ellas llenas de patas
Pellizcan a destiempo los clavicordios

Al medio día son aplastadas sin misericordia 
por el loco de los timbales 
para redivivas regresar más activas y ansiosas por la noche 
a graznar  en los fagotes de los quintetos a copular desvergonzadas  
en el interior del cuarteto en la viola 

Castas en el clarinete nebuloso de Mendelssohn 
mariposean en el aire de la clara Primavera de Vivaldi
Corderos descarriados triscan en la humedad iluminada de 
lejanías de la flauta del pastor legendario cuando viene El Sordo 
-pero no bobo- con su Pastoral a la casa

Y la sombra hueca del oro falso del oboe 
cuando tiene su turno Tomasso Albinoni acarician

Se peinan o bien toman el sol en las celestas del desdichado 
Bela Bartok En los espejos consecutivos de Arnold Schöenberg 
meditan y              meditan y nadan y nadan y bailan en el Salón 
Méjico de Aaron Coplan 
como turistas gringas con hipos de tequila

Estas cucarachas melómanas se aquerencian en los amores 
de Chopin
Se separan con tormentas demenciales de Schumann
Exhiben sus quejas eróticas con grandilocuencias de Brahms
Arden en el teatral arrebato de Paganini 
Pero asimilan tan mal como yo la melancólica 
o patética música de Tchaikovski 
Y suponen que todo tiempo pasado fue más soportable o 
mejor
cuando suenan Purcell Couperin Cabezón 
las canciones de etiqueta de corte 
O las ingenuas baladas inglesas que desgastaron romeos 
en las ruidosas tabernas y en los altos balcones

Dotadas de unas temibles máscaras de horribles rictus africanos 
hediondas de cola parecen ponerse frenéticas 
con Charles Mingus  
Adoran el lirismo del sombrero catatónico de Thelonius 
Monk  Entonan gospels de manumisos con la gorda Mahalia 
Jackson 
y con Paul Robeson Adquieren un inconfundible cariz marihuano 
con la poesía amorfinada de los Rolling Stones Patalean y 
se despelucan con fragantes ternuras de Janis Joplin -cultivadas 
con punzantes fervores de heroínasY disfrutan de lo lindo 
con las guarachas precastristas del año 50
Y con la nostalgia de los calipsos de la turística Jamaica 
Y con el huracán caribeño del merengue dominicano 
Y con el mapalé salvaje que bailaba mi amiga Sadit Restrepo
-que en paz descanse

Ponen aires compungidos  de compadritos
con los aires  mefíticos de Buenos Aires            
Y desdeñan el limbo batido de don Julio Iglesias 
(Ellas saben lo que hacen)

Pero por la cerrada unción que destilan -inciensos y óleos y 
áloes- durante el Pange Lingua y el conmovedor Stabat Mater 
en la campanuda programación gregoriana del domingo podríamos 
inferir que jamás fueron paganas sus almas que tocadas 
de tocas son las últimas carmelitas descalzas las más humildes 
entre las más humildes discípulas de la Loca de Avila sobrevivientes 
a fuerza de oración en el basural impío de la fantástica 
y miserable era atómica 
-las que rezan por los payasos chilenos  
y los cantantes mejicanos   

 (deben conocer la letra completa 
de la cucaracha ya no puede caminar)
sublimados sus amores por el sin igual Jorge Negrete y por 
don Pedro Vargas de voz de nardo en este templo de plástico 
transistorizado 

Pero quizás son sordas       
Sordas como las celestes nubes 
y las terrestres tapias y las arbóreas hojas

Y solo les importa saber la hora solitaria de cada hora

Las intrigan los problemas del concepto de Tiempo 
A lo mejor son horas vivas estas  pequeñas  bestias sepias 
que se pasean por la mesa y escapan al menor parpadeo

Mientras una trabaja en suceder  las otras 23 descansan 
Y juzgan mi pasado hecho a pedazos como un Todo  

Retozan con cinismo entre mis cosas fragmentarias     
sin unidad aparente
Admiran el turbio espectáculo de mis acciones mundanas 
como si mucho les importara
Se burlan Ironizan  Filosóficas 
Con áridos argumentos de Bergson
Y con reticencias proustianas y retruécanos 
de Martín Heidegger
Roen mi rostro en mi sopor profundo

Soy este gesto ausente que forman como más les conviene
y arrugan a su gusto 

Con las malas artes de su contabilidad estas experimentadas 
auditoras
hacen de mi vida dos masas acuosas de sumas iguales
Me descuentan con alevosía minutos
Me suman pérdidas con ventaja
Amasan  mi alma  Y mi crimen perpetran

O  para preservar su integridad  
son ellas  mismas  las muy zorras brujas 
las mismas que me inculcan  por telepatía 
estos piadosos pensamientos éticos ecológicos 
estos suspiros arrepentidos 
este amor franciscano por todo lo existente esta generosidad 
indiscriminada que me paraliza como a un hindú cada vez que 
pienso en el bendito tarro de insecticida 

Y si fueran y si fueran 
policías  japoneses camuflados de cucarachas para una indeterminada 
misión súper secreta estos enigmas en el Sanyo de Troya 

O por qué hurgan mis papeles con seriedad dubitativa
y constatan mi identidad hechizada
y hacen el censo de mis señas particulares
y me comparan con  mis retratos 
y se meten en mis bolsillos 
y husmean mi huella de barro mortal con lupas    
despistadas
y registran mis llamadas telefónicas 
y fotocopian mi correspondencia 

Tienen gestos ciertos de abrigar sospechas 
acerca del asunto de mi sobresaltado asunto

O por qué rondan por el laberinto 
de mis impredecibles intenciones 
y proyectos para mí mismo inescrutables 
con el celo abusivo de los sabuesos 

Y si fueran japoneses
pero no policías en propiedad sino santos zen 
en su satori sin  koan
y sin búdicos párpados desapegados bajo el árbol sagrado   
fregando el milagro imperfecto del loto vacío 
en el estanque de un jardín de rocas 
que no se cansan de impugnar
Estetas de minucias del rito del te
boddisatvas locos discípulos adelantados del doctor Suzuki
peregrinas en sandalias  por un dharma zurdo 
o por un mahayana reducido a hinayana 
por sucesivas amputaciones 
como prescriben las técnicas del arte del bonsái
                
arqueros 
cuyos blancos
son los deseos exuberantes del corazón  (verdes -y cojo)
desertados del espejo -artífices  de horizontes simulados
con pinceles calvos  kamikazes de tablas coloridas 
de surf mutantes
de las radiaciones perversas de Hiroshima y Nagasaki 

Y si entre todas formaran un kaikú que quiere revelárseme 
pero me cierra mi prosaica torpeza 
de lector  infatigable de novelas enormes 
alemanas  y rusas 

Pueden ser 
quién lo sabe 
mendigos de un novelón romántico  que leí   
la semana pasada     
recién caídos poseedoras de lujosos andrajos
con la opulencia del estilo de Víctor Hugo
O Nada

O quizás          
son ingenieros 
especializados en dispositivos microeléctricos

Expertos en pastillas de silicio 
Diminiturizados genios lelos en superficies azules 
de circuitos lógicos
integrados de alta velocidad cuyos reinos de cobre recubiertos de estaño tienen límites de terminales de oro  -maestros en 
informática y microcomputadores
Me gustaría  -si es así- preguntarles ahora 
por sus variables binarias 
Si dulces les son los pulsos de tensión en las puertas lógicas 
Si sus nanosegundos pueden ser iguales a la razón 
o razón de absurdo
O divisibles todavía 

Pero estas adictas al dióxido de silicio
deben estar borrachas de sistemas 
alucinadas de nitruros de polímeros fotosensibles 
de biones de boro alborotado
de átomos libres de flúor que vienen descargados
 de moléculas de freón
y reaccionan  al silicio policristalizado 
para un patrón más preciso que el método 
de grabado húmedo

Ebrias  deben saber              
que la santidad es imposible y que no es bueno el silicio 
de una pureza absoluta
Que el fabricante del circuito debe llevar 
el silicio que compra 
hasta un nivel de pureza del 99,9999999     
porque en la atmósfera pura del gas inerte
debe  admitir 
impurezas  deseadas mientras se funde 

O simplemente Estas manipuladoras de microcircuitos en 
sus cárceles circuitadas indiferentes a la música la ciencia la 
técnica la informática y la información a la política la mística 
la mecánica y a Basho y al Tiempo y a todo aquello que nos 
incumbe 

no saben siquiera que Einstein no pudo asistir a Como
para ser el perro del Lama en el Tíbet
y no plomero en Washington 
como se dice  que quiso     
Dios no juega a los dados

Aceptaré  entonces y más me vale 
con humildad más que conveniente 
y con cautela más que razonable
contra el escepticismo generalizado que me infunden
e irradian en mi entorno –serenidad y aturdimientocontra 
esta perplejidad contra la pavorosa confusión que me contagian
que esta manada de ortópteros que me circundan y me miran
que esta tropa oscura de cucarachas 
que vigila la mesa y el radio y las manzanas 
no es otra cosa  
                              
nada más  nada menos

que una tropa silenciosa y oscura 
de cucarachas     
        
O tal vez son las ilusiones compensatorias 
de mis desilusiones 
Desórdenes salvajes de la imaginación 
o de la paranoia galopante 
Delirios de la fiebre de un tifo mal curado 

O efectos secundarios de adulterada cocaína 

A lo mejor no hay cucarachas aquí
Ni una sola cucaracha
Y no son más que cucarachas en mí lastimada cabeza 
estas siluetas fugaces como los ángeles que 
a veces creo percibir  
en el nochero 

y que me sueñan para ser en los retorcimientos 
de mis sueños 
y me dictan poemas para divertirse a mi costa








COMBATIENTE

Yo hice mi guerra.
Yo hice mi guerra contra el volcán
mi guerra contra el mar
contra el invierno
contra la necesidad
contra el utensilio.
Yo hice mi guerra huyendo
mi guerra enfrentando
desesperando
mi guerra en el Ártico
en el Antártico
en la China.
Yo hice mi guerra en la Sierra Maestra
en la Sierra Nevada
en la Sierra Madre
en la explanada
hice mi guerra de cien años
de mil días
mi guerra relámpago
mi guerra de un millón de muertos
de dos millones de muertos
de tres millones.
Yo hice mi guerra con mis zapatos
con mis garras
con mis escobas
hice mi guerra de verdad
mi guerra con odio
hice mi guerra en España
mi guerra contra el zar
mi guerra azarosa
ahumada
descarnada
mi genocidio.
Yo hice mi guerra con mi bigote
con mi caballo
con amor
con ametralladora
al amanecer
contra los judíos
hice mi guerra contra los infieles
contra los invasores
contra los brujos
contra los negros
contra los indios.
Yo hice mi guerra en mi ventana
en el automóvil
en la cantina
en el campo
mañana
por la mañana
hice mi guerra en el Bajo Cauca
y en el río Cauca
y en Arauca
hice mi guerra como fusilero
como panadero
como estafeta y
marino
Yo hice mi guerra en los establos
contra las moscas
contra los comunistas
contra los imperialistas
contra los cristianos
hice mi guerra por desconfianza
por amargura
por pobreza
por terror
la hice porque no tenía
más que hacer
porque no me daban trabajo
porque me pagaban mal mi trabajo
porque pasaba hambre
la hice porque no comía
hasta indigestarme
la hice por despistarme
por herirme
por eliminarme
porque sí y no
por defenderme
la hice porque no me la dejaban
hacer.
yo hice mi guerra
hice mi guerra
mi guerra
guerra
pero no todas eran inútiles
y no todas las había de perder.
Yo hice mil guerras.





EL FIN DEL MUNDO

Hoy soy feliz:
el sol se está apagando sobre el mundo.
Todo va a terminar.
La muerte es amarilla sobre el río.
El universo será un puñado de sal para el mar.
La luz se transformará en jabón para la cara.
Los automóviles dormirán en las esquinas
y esperarán convertirse en garzas.
Yo,
esperaré la invasión de las garzas
que vendrán a fabricar sus nidos
en el corazón de los semáforos.
La ciudad de cemento será una caja de cartón,
Sola y empolvada
inmóvil
terminando en todas las calles.
Adquiriendo la hediondez que se acumula en mis
Bolsillos.
Pero yo soy feliz
irremediablemente,
mientras la luz es vieja.

1961

“Invención de la uva” (1966) 







GABRIEL JIMÉNEZ EMÁN [9068]

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Gabriel Jiménez Emán (Caracas, VENEZUELA 1950). Escritor venezolano destacado por su obra narrativa y poética, la cual ha sido traducida a varios idiomas y recogida en antologías latinoamericanas y europeas. Vivió cinco años en España y ha representado a Venezuela en eventos internacionales en Atenas, París, Nueva York, México, Sevilla, Salamanca, Buenos Aires, Santo Domingo, Ginebra y Quito. En el terreno cuentístico es autor de varios libros entre los que destacan Los dientes de Raquel (La Draga y el Dragón, 1973), Saltos sobre la soga (Monte Ávila, 1975), Los 1001 cuentos de 1 línea (Fundarte, 1980), Relatos de otro mundo (1988) Tramas imaginarias (Monte Ávila, 1990), Biografías grotescas (Memorias de Altagracia, 1997), La gran jaqueca y otros cuentos crueles (Imaginaria, 2002), El hombre de los pies perdidos (Thule, España, 2005) y La taberna de Vermeer y otras ficciones (Alfaguara, Caracas, 2005), Había una vez… 101 fábulas posmodernas (Alfaguara, 2009). Ha recibido, entre otros reconocimientos, el Premio Municipal de Narrativa del Distrito Federal, el Premio Romero García de Narrativa del Consejo Nacional de la Cultura y el Premio Nacional de Narrativa Orlando Araujo y recientemente el Premio Solar de Ensayo de la Fundación de Cultura del Estado Mérida (Mérida, 2007) por el libro El espejo lúcido. En el campo novelístico nos ha ofrecido La isla del otro (Monte Ávila, 1979), Una fiesta memorable (Planeta, 1991), Mercurial (Planeta, 1994), Sueños y guerras del Mariscal (Comala, 2001; Ediciones B, Bruguera, 2007), Paisaje con ángel caído (Imaginaria, Yaracuy, 2004) y Averno (El Perro y la Rana, 2007). Sus libros de ensayos literarios son Diálogos con la página (Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1984), Provincias de la palabra (Planeta, Caracas, 1995), El espejo de tinta (Fondo Editorial Ambrosía, Caracas, 2008) y Una luz en el camino. Fundamentos de ética para adolescentes (Biblioteca Básica Temática, Caracas, 2004), Espectros del cine (Cinemateca Nacional, Caracas, 1998) y El Contraescritor (El perro y La rana, Caracas, 2008). Como poeta es autor de los libros Materias de sombra (Premio Monte Ávila de Poesía, 1983), Narración del doble (Fundarte, 1978), Baladas profanas (La oruga luminosa, 1993) y Proso estos versos (Círculo de Escritores de Cojedes, 1998), Historias de Nairamá (Fondo Editorial del Caribe, Anzoátegui, 2007). Ha realizado una amplia labor como investigador y antologista, entre cuyas obras se encuentran: Relatos venezolanos del siglo XX (Biblioteca Ayacucho, 1989), El ensayo literario en Venezuela (La Casa de Bello, Caracas, 1988), Mares. El mar como tema en la poesía venezolana (Banco Unión- Ateneo de Caracas, Premio ANDA, 1990), Ficción Mínima. Muestra del cuento breve en América, (Fundarte, Caracas, 1996), y antologías literarias con sendos estudios sobre Víctor Valera Mora, Luis Fernando Álvarez, John Lennon y Bob Dylan, Brian Patten, Baica Dávalos, José Lezama Lima, Vicente Huidobro, Ludovico Silva, Salvador Garmendia y Adriano González León. Es traductor de poesía de lengua inglesa y editor independiente. Dirige la revista y las ediciones Imaginaria, dedicadas a lo inquietante y lo fantástico y Coordinador General de la Fundación “Elisio Jiménez Sierra”. Ha sido Coordinador de la Plataforma del Libro y la Lectura (Ministerio del Poder Popular para la Cultura) y Director General del Gabinete Ministerial de Cultura en el estado Yaracuy y miembro de la Junta Directiva Nacional de la Red de Escritores de Venezuela.

“En la poesia de Gabriel Jiménez Emán concurre la ciudad 
como lugar de ruinas, inmóvil, radicalmente ajeno; la nostalgia por otros mundos perdidos o desconocidos; el propio cuerpo 
como espacio a escala reducida donde habita el desconcierto, 
o una derrota innombrada pero arraigada como presencia inevitable, fruto de un destino caprichoso y fatal. Y ahí mismo, 
la sombra, la noche, el bar y la cerveza, otro cuerpo de amor 
insatisfecho, la escritura hecha deseo, como refugios cómplices, 
espacios de dolorosa y lúcida conciencia.”

Juan Liscano





EL BANQUETE DEL TIEMPO

A Elisio Jiménez Sierra, in memoriam 

"El gran misterio del tiempo, de no haber otro, es esa cosa ilimitada, silenciosa, llamada Tiempo, que transcurre veloz, especie de marea oceánica que lo abarca todo, en la que estamos sumergidos los seres y el completo universo como exhalaciones, que son y luego no son, habrá de ser siempre un milagro que nos hace enmudecer y porque no disponemos de palabras para definirlo. ¿Qué podía saber de este universo el hombre inculto? ¿Qué podemos saber nosotros?
Carlyle
El tiempo, que todo lo borra.
El tiempo, que pasa frotando su mano sudorosa en los poros abiertos del día
Deja caer su humedad en los músculos trémulos del calendario
Pasa planeando en forma de avión encima de los retoños que nacen cada día sobre la tierra 
Los vigila y ve con su ojo único que no parpadea
El tiempo que apenas se detiene en las puertas de viejos edificios para soplarlas
Y preguntar por familiares idos
El tiempo hinchado de su propia soberbia caza iguanas en los desiertos patos en los lagos conejos en los bosques
Y antes de devorar a los pobres animales que construyen la tierra los perdona por un día más
Va anotando en su arrugada libreta los suspiros de los amantes
Para convertirlos luego en bostezos
Los contabiliza como días o años y entonces se detiene un instante
En el rostro de los ancianos para acariciar sus arrugas

El tiempo pasa su lengua salada sobre las costillas del mar
Pudre el tronco padre de los árboles el hígado el corazón los pulmones
Sólo el cerebro se salva es el único que puede sobrevivir al horrible asalto de sus uñas
El tiempo que se derrama como una inmensa ola de vacío sobre el espacio
Y cubre el todo con la nada llena de todas las nadas
Sólo hay un hueco profundo que cae en otro y no permite más interrupciones
El tiempo entonces inocula células mortales en la espalda de la vida
Y ella responde con un grito seco que se oye en el confín de la noche
Allá donde el mar disuelve ese sonido en sus olas y murmura algo
En el oído de los marineros cuando pescan en alta mar de madrugada

El tiempo más veloz que la luz y que el cuadrado de la luz multiplicado
Por la masa de la luz podría caber en la cabeza de un alfiler
Que desplaza su energía hacia los cuatro puntos cardinales hacia el cubo de las cuatro estaciones
Te hace ganar y perder Cuenta tus pasos en la calle
Con la tenues agujas del reloj
Miras tu muñeca en tu migaja de cotidianidad para comprobar que lo tienes
Pero es sólo una ilusión
Es sólo un espejismo de tu propio sueño
Que te persigue en el día e intenta recobrar tus ojos

El tiempo líquido que se esparce en las persianas de los dormitorios
El tiempo gaseoso que deja su olor de pétalos podridos en las despedidas
El tiempo mineral que te asalta a la salida de los cines 
En donde has intentado matarlo en la infancia
Luego ya hombre en los libros y las mujeres
Y en las interminables bocanadas de humo de tabaco que has aspirado en las fiestas
Y en los tragos de alcohol que te acercan cada día a la locura
Pero no puedes no puedes
El tiempo se mete en tu cama para hacerte su hipócrita compañía
Y apenas logras deshacerte de él durante el espejismo del sueño
Le sacas le empujas le llevas hasta la puerta y lo pateas muy lejos
Y el regresa en forma de sobre de correos deslizándose bajo la puerta
Te sube por los zapatos te lame el tobillo y te da un coscorrón
Para que despiertes de la modorra del espacio
Mantiene una sucia pelea con la eternidad donde luego después terminan abrazados
Y la eternidad llora como una muchacha desengañada cuando lo ve alejarse
Detrás de las nubes del horizonte

Más tarde se vuelve un gas para corporizarse en forma de mujer
Que te invita a que le invites una cena
Aceptas finalmente la invitación y te sientas a la mesa a compartir el banquete
Ves cómo caen los días convertidos en migajas desde el borde de la mesa
Y no puedes contener tu lágrima miserable

Haces la triste sobremesa
Hasta puedes oir un valse de Chopin
Y luego duermes
Duermes para recuperarte del embotamiento de la vigilia
Y los sueños te otorgan esa mínima recompensa
De interpretar algo intraducible
La intuición te conduce por los laberintos de las imágenes
Hasta demostrarte que tu inteligencia no sirve para mucho
Excepto para una cosa: para matar el tiempo
Matarlo olvidar que existe que está ahí
Con su boca presta a lamer el resto de paz que aún te queda
Te llama por teléfono a diario para cobrarte tu cuota de deber
De hacer algo que permanezca para que él te justifique
Para que tu memoria no quede sepultada en el tedio de la eternidad
Tarde o temprano se va a hacer tarde
Temprano o tarde se va hacer demasiado temprano
Temprano o tarde va a ser tarde para llegar a la hora justa
He ahí el dilema
Mientras tanto los aviones se mueven en los hangares como moscas en la mesa del banquete
Los barcos en las bahías parecen cruces en el camposanto
Los automóviles cápsulas ingeridas por los barrancos

Vayas o no tú en ellos da lo mismo 
Has ido y has venido y has aguardado ese instante
En que la amada te abría los brazos como una aurora
Y has visto en los ojos de la hija un resplandor rubio
Que te habla del fragante sueño de la juventud
O bien tu madre te despedía con sus ojos casi ciegos
Y te decía hijo mío aprovecha bien el tiempo

Tu madre tu mujer tu hija y tú mismo que eres tu propio padre y tu propio hermano
Son parte de este gran banquete al que asistimos desde siempre
Sin haber sido invitados






Mi querida cerveza

Siempre sueño ir nadando en una gran cresta de cerveza
desenfundo mi arma en pleno oleaje
y siento la espuma, música plena en mis orejas
pero no soy capaz de disparar
estaría hiriéndome al despertar
como el desesperado cuando la marea se levanta
juntando sus manos en la única súplica
la de entenderse con los muertos
y volar en pedazos el día menos pensado

No he podido encontrar muerte más bella
que la de suicidarme con cerveza
el gran secreto del oro de copas
atravesando mi garganta como una saeta
dulzura de ojos vacíos
Poesía
De noche inmensos chorros de cerveza
salen sin piedad de la tierra
arrastrándome a rincones
donde se pierde toda la vergüenza del mundo
mujeres funerarias salen de los confines 
a besarnos, a morder nuestros labios en camas apagadas
con todo el silencio que destila el amor
en la gentil pornografía
riendo con ganas de la vida, 
como si regresando a nuestra casa
hubiésemos dejado herido el horizonte
varias gaviotas muertas y un lejano sabor a cerveza
que nunca nos humilla






La trompeta culpable

Hace una semana o tal vez más,
quizá hace dos, o un mes
sueño que toco la trompeta.
Una mujer me dice que no puede ser
que ella jamás imaginó un sonido tan sublime.
Pero yo la toco otra vez
y le demuestro que los sonidos salen
como flujo magnético
metiéndose en el almuerzo
y provocando exclamaciones
en los demás asistentes.
Mis dedos en los pistones
son pequeñas serpientes doradas.
Alguien que no veo me aplaude,
después mi mujer me golpea con una cuchara,
luego mi hijo me dice que le duele
el oído.

Yo sigo hasta formar parte de un conjunto
famoso por beber whisky en los ensayos.
después llega mi madre y me reprende
me dice que voy a despertar a los muertos de la cuadra.

Mi trompeta va a dar a su estuche de felpa.

Entonces la primera mujer me vuelve a decir
que ella no lo cree
que yo estoy soñando y que ella sin embargo
me ama.
Yo me despierto cansado,
viendo a mi almohada asustada
arañándome la cara.






A la luna

En el trayecto nocturno de regreso 
miré al cielo y vi la luna. ¡Qué luna!
Largo rato estuve viendo su cara plateada,
sus ojos esfumados, su nariz y su boca
que siempre suspira desde allá, tan lejos,
y sonríe, para que seamos felices.
Qué sería de la noche y de nosotros
sin su luz: unos seres solos, amargos,
sin ese disco que nos acompaña, nos entibia la piel
antes y después de nacer y morir.
No concibo nada sin su presencia,
nada de lo que hacemos puede alcanzarla
ninguna palabra tocarla,
nada de versos, señores poetas de la noche,
nada de este ejercicio cojitranco del verbo,
ella está arriba suspendida, flotando, planeando
sola y muda para nosotros: sólo hay que verla
como uña, hoz, pelota, bola dulce con sus livianos cráteres,
sus valles llenos de nervios secos 
y su aire sin peso que nos deja instalados
en el viejo silencio de los tiempos.







En el parque

A Reynaldo Pérez-So

He llegado otra vez a este parque
y me he sentado a oír el ruido
que hace mi conciencia.
Al pararme y parpadear, al sentarme otra vez,
al registrarme los bolsillos siento que algo
se agrieta en otra persona, vasos y botellas
caen de mesas que nunca he visto
y se rompen sin hacer ruido.
He venido a leer al parque y no puedo adelantar la lectura
si un niño me mira,
pues mis ojos me miran con los suyos
y sólo veo páginas blancas
sobre mis manos.

Si un pájaro vuela cerca de mí
No puedo verlo realmente, sólo presiento su aleteo
¿en mis oídos? ¿en un árbol situado detrás del sol?
Ignoro asimismo por qué hiero la hierba con mis pasos
y de dónde he sacado fuerzas
Para igualarme a las hojas.

El parque está ahí siempre, aliviando mi tentación.
Y ahora no sé si estoy en él.








Las madres

Las madres no existen.

Van de un lado a otro
y no hacen nada preciso
pero bajo sus dedos
todo ocurre.

Nunca están completamente sentadas
o de pie
y cuando se acuestan 
nadie las ve.

Las madres no existen.

Sólo aparecen
o desaparecen.




JOAN SALVAT-PAPASSEIT [9069]

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Joan Salvat-Papasseit
Joan Salvat i Papasseit, más citado como Joan Salvat-Papasseit (Barcelona, 16 de mayo de 1894 – Barcelona, 7 de agosto de 1924) fue un poeta español, máximo representante del futurismo en la literatura en lengua catalana.
Conocido como poeta de vanguardia, desarrolló también una prolífica actividad como redactor de artículos de crítica social en castellano y en catalán, en simpatía con las corrientes anarquistas y socialistas de la época. Su estilo enérgico e impulsivo contrasta con su vida rutinaria y de reposo debida a su precaria salud. Murió de tuberculosis a los 30 años, dejando una obra que permanecería olvidada durante décadas.
Se popularizó su figura a partir de los años 60, gracias sobre todo a los artistas del mundo de la Nova Cançó. Hoy en día, está considerado como uno de los escritores catalanes más importantes del s. XX; la lectura de su libro El poema de la rosa als llavis es obligatoria en la enseñanza secundaria en Cataluña.
Su padre era un marinero llamado Joan Salvat Solanas, natural del Pla de Santa María, y su madre era Elvira Papasseit Orovitx, natural de Miravet. Cuando murió Joan padre en 1901 en un accidente en el Montevideo, barco de la Compañía Trasatlántica Española que hacía el trayecto Barcelona - Cádiz y en el que trabajaba de fogonero, el hijo tenía siete años, y Elvira llevó a éste con Miquel, su hermano pequeño, al asilo naval, de manera que Joan casi no fue a la escuela primaria, salvo una breve temporada con los salesianos, así que aprendería a leer y a escribir a trompicones. Tuvo que trabajar desde muy joven, y lo hizo de aprendiz de droguería en 1906, y también de tallas religiosas. Después de éstas, empezó a ir a la escuela de artes y oficios (la Llotja), pero no le duró mucho la afición:
Su vocación de tallista se desvaneció como por ensalmo. Entonces, de manera instintiva, cogió los papeles que llevaba siempre en el bolsillo para dibujar y se puso a escribir cosas incoherentes, inconexas, con un estilo seco, de mala forja y áspero que sería siempre la tónica característica de su prosa.

El adolescente activista político y cultural

Joan se volcaría en actividades de intención política, o al menos de tinte político, a partir de los hechos de la Semana Trágica de 1909.
Conoció al librero y simpatizante anarquista Emilio Eroles en 1911. Emilio tenía un puesto de libros usados en el Mercado de Santa Madrona que mantendría hasta los años 60. Allí, Joan Salvat y Emilio tenían tertulia con Joan Alavedra i Segurañas (1896 - 1981), Antonio Palau y Dulcet y otros aficionados a los libros y a la política. En esa época e impulsado por estas conversaciones, Joan empezaría a leer obras que, en su diversidad, irían contribuyendo a situar el ideario y los temas de interés del escritor catalán; las obras fueron de autores como Nietzsche, Ibsen y Gorki.
Eroles, Alavedra, Palau y Salvat se afiliaron al Ateneo Enciclopédico Popular, del que Salvat llegaría a ser secretario general, miembro de la sesión de cultura y bibliotecario. Estar en el ateneo le puso más fácil la lectura de obras del ámbito internacional (como las de Tolstoi, Zola y Kropotkin) y del mismo ámbito ibérico (como las de Jaume Brossa, Valentí Almirall, Joaquín Costa, Jacinto Verdaguer, Joan Maragall y el primo de Picasso Dídac Ruiz). También tendría allí la ocasión de conocer a pensadores, literatos y activistas de la época y de asistir a sus intervenciones; algunos serían Ortega y Gasset, Salvador Seguí, Francesc Layret, Marcelino Domingo, Gabriel Alomar, Andrés Nin, Lluís Companys, Peius Gener (Pompeu Gener i Babot), Eugenio d'Ors, Josep Maria de Sucre i de Grau, Àngel Samblancat y Joaquín Torres García. Se considera que fue este último quien lo iniciaría en los movimientos de vanguardia.
Los mismos cuatro amigos, Eroles, Alavedra, Palau y Salvat, formaron en 1911 el Grup Antiflamenquista Pro-Cultura, asociación informal que se dedicaba a repartir panfletos por la calle: como ejemplo, un domingo por la tarde se pusieron a repartir hojas en protesta por las corridas de toros en la Plaza de las Arenas, de Barcelona.
En 1912, Joan Salvat se hizo novio de Carme Eleuterio i Ferrer, una chica de su barrio con la que se casaría en 1918.
En 1913 hizo amistad con Daniel Cardona, que lo introduciría en los ambientes nacionalistas radicales. Años después, en 1923, para el libro de Cardona La batalla, Salvat escribiría un prólogo en el que ya expresaría con claridad su simpatía por la tendencia separatista. A partir de 1914 se introdujo en los círculos independentistas más radicales.

El redactor y editor de revistas

En 1914, ya estaba consolidada su afición a la escritura, y a finales de ese año, Eroles y él entraron en la redacción de la revista libertaria Los Miserables, subtitulada «Eco de los que sufren hambre y sed de justicia». En esta revista, titulada como una novela de Victor Hugo e impulsada por Fernando Pintado, Àngel Samblancat i Lluís Capdevila, trabajaría Salvat-Papasseit hasta 1916. En esa publicación, Joan empezó a firmar como Gorkiano, en evocación de Gorki.
Ese mismo año, empezó a hacer de bibliotecario del Ateneo Enciclopédico Popular. Dio inicio por entonces a la serie de artículos que luego recogería en el volumen Humo de fábrica.
Como esas colaboraciones eran sin remuneración, se puso a trabajar en el puerto, de vigilante nocturno en el Moll de la Fusta (el Muelle de la madera). A ese trabajo se referiría años más tarde en el poema Nocturn per a acordió. Por entonces, ya estaba debilitada su salud, y las noches de invierno en el puerto no le harían mucho bien.
Se afilió a la Juventud Socialista Barcelonesa, y empezó a colaborar en las revistas de Justicia Social, organización de Reus. En la revista Sabadell Federal, publicaría por entregas en 1916 las Glosas de un socialista.
Ese mismo año fue condenado a dos meses y un día de prisión a causa de un artículo suyo, publicado en Los Miserables, titulado «Un pueblo: Portugal». Tras salir de prisión, empezó a trabajar como encargado de la sección de librería en las Galerías Layetanas. Gracias a su trabajo en la librería, se relacionaría con otros poetas catalanes, como Josep Vicenç Foix, Josep Maria Junoy[17] y Joaquim Folguera[18]. La dependencia, que recibiría más adelante el nombre de Llibreria Nacional Catalana, sería convertida por Joan y su hermano Miquel en uno de los lugares importantes de la vanguardia literaria.
Por entonces recibió la influencia del artista uruguayo Rafael Barradas, promotor del vibracionismo, y comenzó a interesarse por la literatura de vanguardia.

En 1917 dio inicio a la publicación de sus aforismos en la revista Un enemic del Poble (Un enemigo del Pueblo), subtitulada Fulla de subversió espiritual; el título de la revista, de la que se publicarían números hasta 1919, es el de una pieza de teatro de Henrik Ibsen. Salvat-Papasseit era redactor jefe de la revista y autor de diversos artículos, escritos ya en catalán. La revista contaba con un equipo de colaboradores bastante regular. Su temática principal era de carácter político, sobre todo acerca del anarquismo y el pacifismo, pero con el tiempo se fue dedicando más atención a los asuntos culturales y a la creación literaria.
También en 1917, debutó como crítico de arte en la revista Vell i Nou.

La proliferación poética y la salud precaria

Su primer poema, Columna vertebral: Sageta de foc, se publicó a finales de ese mismo año: 1917. En él estaba ya clara su concepción de la poesía de vanguardia como instrumento para atacar las convenciones burguesas.
En 1918, Salvat publicó una recopilación de artículos políticos en castellano: Humo de fábrica. La publicación del primer libro de Salvat, con prólogo de Samblancat, se hizo gracias a la ayuda de las Galerías Layetanas. En el epílogo de la obra, Salvat insinúa el paso de la crítica política a la creación poética.
En ese mismo año, editó la revista Arc-Voltaic, de un único número (el de febrero), con evidentes influencias del futurismo. También ese año, contrajo matrimonio con Carme Eleuterio i Ferrer, tras seis años de noviazgo, pero poco después cayó enfermo de tuberculosis. A partir de entonces comenzó un interminable rosario de estancias en sanatorios y casas de salud, que sólo concluiría con su muerte.
En 1919 nació su primera hija: Salomé. Ese mismo año publicó su primer libro de poesía, Poemes en ondes hertzianes,5 que recoge poemas escritos desde 1917. A partir de ese año, 1919, sólo publicaría escritos en catalán.
De ese mismo año es el poema Missenyora la Mort, publicado en el número 5 de la revista La Columna de Foc. Ese poema es la única obra que se le conoce en la que trate de manera directa el tema de la muerte.
Empezó su carrera como editor con la Llibreria Nacional Catalana a partir de 1920, año en que había hecho un breve viaje a París. Colaboró en varias publicaciones, con artículos de exaltación catalanista. En julio de ese mismo año, redactó y publicó el manifiesto Contra els poetes amb minúscula. Primer manifest futurista català. Su ideario de entonces funde catalanismo y vanguardismo; él mismo gustaba de definirse como «poetavanguardistacatalà».
En 1921 inició una nueva revista, Proa, de la que aparecerían sólo dos números. En abril de ese año se publicó su segundo libro de poemas, L’irradiador del port i les gavines, con textos escritos entre 1919 y 1921. En invierno fue internado en el sanatorio de La Fuenfría, en Cercedilla (Madrid); en este tiempo escribió los poemas que formarían su tercer libro, Les conspiracions, que aparecería en 1922. En estos poemas desarrolla sus ideas independentistas más radicales, proponiendo para Cataluña una solución semejante a la de Irlanda, independiente desde ese mismo año.
De carácter optimista hasta el final, Salvat rara vez dejaba traslucir en sus poemas su delicado estado de salud. Sí se entrevé su convalecencia en el poema Tot l'enyor de demà (de L'irradiador del Port i les gavines), que trata el tema del enfermo que tiene ganas de levantarse.
Su segunda hija, Núria, que sólo viviría dos años, nació en 1922. A finales de ese mismo año, Joan publicó su cuarta obra poética: La gesta dels estels.

En 1923 le siguió el que la crítica considera el mejor de todos sus libros: El poema de la rosa als llavis.
Al año siguiente, el 7 de agosto de 1924, sucumbió finalmente a su enfermedad. Muerto de tuberculosis a los treinta años, le encontraron debajo de la almohada unos poemas que serían ordenados por Agustí Esclasans i Folch y publicados por el promotor artístico Joan Merli i Pahissa con el título de Óssa Menor. en 1925.

Obra

Vanguardia y academicismo

Uno de los principales poetas de la literatura de vanguardia, Joan Salvat-Papasseit fue influido por los caligramas de Apollinaire y por el futurismo de Marinetti, sobre todo en sus primeros libros, que son muestra de la atracción que sentían los futuristas por los inventos: el telégrafo, la radio, el tranvía...
Desarrolló una línea lírica que se aproximaba a la poesia popular, a la canción, y que se aproximaba también a la evolución de parte del movimiento catalán novecentista, con el que al final mantuvo más relación de la esperada: si bien comenzó como poeta vanguardista, escribiendo caligramas, más adelante desembocaría en las formas clásicas.
La trayectoria de Joan Salvat-Papasseit invita a hacer conjeturas sobre cuál habría sido su estilo después de 1924. A la colección de sus últimos poemas, Óssa Menor, se le puso el subtítulo «Fi dels poemes d'avantguarda» (‘Fin de los poemas de vanguardia’).

Temas

En su prosa y en buena parte de su poesía, Salvat-Papasseit partía de sus vivencias cotidianas y de las novedades que le llegaban escasa, y hasta elemental; todo lo he visto o lo he vivido’). Su sensibilidad y su pasión insistían en detalles y situaciones de estos elementos cotidianos que convertían un instante en una vivencia única y especial. En el mismo escrito afirmaba: «Encara no he escrit mai sense mullar la ploma al cor, esbatanat» (‘Nada he escrito aún sin mojar la pluma en el corazón, abierto de par en par’).
El tratamiento del amor y del erotismo es un rasgo distintivo de la poesía de Salvat-Papasseit. Hay quienes dicen que el poema La rosa als llavis es el mejor poema erótico de la literatura catalana y uno de los mejores poemas eróticos de la literatura europea, como es el caso de Joan Fuster, o que tal vez Joan Salvat-Papasseit sea el poeta que ha tratado la carne y el erotismo de una manera más clara. Otros pensarán que los primeros se negarán a considerar poesía una manera que sea clara de verdad...
El mar, el puerto, el marino, el pirata y el ambiente marinero pergeñan una línea temática marcada por un espíritu nómada y aventurero. Buena parte de la vida de Joan Salvat transcurrió junto al mar, concretamente en el puerto de Barcelona o junto a él. También lo marcó la figura de su padre, marinero muerto en alta mar.
Mostró un gran amor y respeto por los niños, en los que veía la esperanza de un futuro mejor. Alababa a la nueva generación de pedagogos, la expansión de la escuela pública en catalán y a los artistas que trabajaban para los niños. La mayor parte de los relatos y de los poemas relacionados con el mundo de los niños se publicó en 1921 en la revista infantil La Mainada[28]. También se han conservado decenas de postales que escribió desde los hospitales a sus hijas Salomé y Núria; se han publicado como Postals a les filles.

Idearios y creencias

Joan Salvat era una persona de opiniones marcadas, si bien cambiantes y hasta contradictorias.
Durante un tiempo, militó en las filas del socialismo, pero su naturaleza individualista y el rechazo sistemático a los programas políticos lo llevarían a posiciones anarquistas. De todas maneras, Joan Salvat nunca tuvo ni defendió una línea política unívoca, y osciló entre el cristianismo, el socialismo, el anarquismo y el catalanismo separatista.
Un elemento ideológico común en las etapas de su vida fue la defensa de la educación y de la cultura como instrumentos fundamentales de la revolución y de la emancipación, ya fuera ésta nacional o de clase. En el centro de sus críticas estaban tanto los represores de la cultura como quienes la ignoraban. Sus escritos más viscerales contra España tratan sobre las malas artes de la clase gobernante española con respecto a la cultura: los ataques de que la hacían objeto y la exaltación y promoción que hacían de sus principales enemigos, como son la incultura voluntaria y orgullosa, la propia voluntad de incultura, el analfabetismo funcional, la burricie pertinaz y, en suma, la barbarie que se quiere racial basada en rasgos supuestamente nacionales (lo que llamaban Salvat y sus compañeros «flamenquismo»).

Revistas

Un Enemic del Poble. Fulla de subversió espiritual. 18 números. Barcelona. 1917 - 1919.
Edición facsímil: Barcelona. Leteradura. Col. Ready Mades. 1976.
Arc Voltaic, núm. 1. Incluye "Plasticitat del Vèrtic", "Formes en emoció i evolució", "Vibracionisme d'idees" y "Poemes en Ondes Hertzianes". Barcelona. 1918. Ilustraciones de Joan Miró y Rafael Barradas.
Edición facsímil: Barcelona. Leteradura. 1976.
Proa, 2 números. Barcelona. 1921.
Edición facsímil: Barcelona. Leteradura. 1976.
Joan Salvat-Papasseit redactor en cap: edición facsímil de "Un Enemic del Poble", "Arc Voltaic", "Primer manifest català futurista" y "Proa". Con estudio preliminar de Ricard Mas Peinado. Barcelona. Parsifal Edicions. 1994.

Epistolarios

"L'epistolari de Joan Salvat-Papasseit". Prólogo y estudio de Amadeu-Jesús Soberanas i Lleó. Barcelona. Edicions 62. 1984.
"Postals a les filles". Prólogo y estudio de Amadeu J. Soberanas i Lleó. Barcelona. La Magrana. 1986.

Artículos en español

"Glosas de un socialista". Sabadell. Sabadell Federal. 1916.
"Un pueblo, Portugal". Los Miserables. 1916.
"Humo de fábrica". Colección de artículos con prólogo y estudio de Ángel Samblancat. Barcelona. Galerías Layetanas. 1918.
Reed.: José Batlló (1977) y Galba (1977).

Artículos en catalán

"La ploma d'Arista (o d'Aristarc)". La Publicidad[40]. 1921. Conjunto de cinco artículos sobre el vanguardismo.
"Marianetti: 8 ànimes i una bomba, novel•la explosiva". Proa. 1921.
"L'home i el llibre. Les vint cançons de Tomàs Garcés". La Publicidad. 1923.

Manifiestos

"Sóc jo, qui parlo als joves". Un enemic del Poble. Enero de 1919.
"Concepte del poeta". Mar Vella. 1919.
"Contra els poetes amb minúscula. Primer manifest català futurista". Julio de 1920.
[editar]Ensayo
"Mots-propis i altres proses". Incluye "La nacionalitat i el socialisme" y "Espurnes". Edición preparada por J. M. Sobré. Barcelona. Edicions 62. Antologia Catalana. 1975.

Narrativa breve

"Una nit de Nadal". La Publicitat. 24 de diciembre de 1929.

Narrativa infantil y juvenil

"Els nens de la meva escala" y "Dites d'infant". La Mainada, a partir de 1921.
Reed.:
"Els nens de la meva escala" y "Dites d'infant". Con dibujos de Emili Ferrer. Barcelona. Llibreria Nacional Catalana. 1926.
"Els nens de la meva escala". Barcelona. Conservatori de les arts del llibre. 1972. Con dibujos y grabados originales de Cecília Vidal i Maynou.
"Els nens de la meva escala". Barcelona. Leteradura. 1979. Con dibujos de Emili Ferrer.
"Els nens de la meva escala" y "Dites d'infant". Publicacions de l'Abadia de Montserrat 1979.

Poesía

Podemos encontrar los poemas de Salvat-Papasseit en las siguientes colecciones originales:
"Poemes en ondes hertzianes". Barcelona: Ramón Clapera - Mar Vella, 1919. Con dibujos de Joaquín Torres García y Rafael Barradas.
"L'irradiador del port i les gavines". Barcelona. Atenes. 1921.
"Les conspiracions". Barcelona. Llibreria Nacional Catalana. 1922.
"La gesta dels estels". Muestra de poemas. Barcelona. La Revista. 1922.
"El poema de la rosa als llavis". Con ilustraciones de Josep Obiols. Barcelona. Llibreria Nacional Catalana. 1923.
"Óssa Menor". Últimos poemas de vanguardia, acompañados de otros, de diferentes épocas, dispersos hasta entonces. Barcelona. 1925.

Ediciones integrales

"Obra completa. Poesia i prosa". Barcelona: Galàxia Gutenberg - Cercle de Lectors. 2006. Edición preparada por Carme Arenas Noguera.

Traducciones castellanas

"Antología". Bilingüe. Barcelona. Ediciones Saturno. 1972. Trad.: José Batlló.
"Cincuenta poemas de Joan Salvat-Papasseit". Bilingüe. Barcelona. Lumen. 1977. Trad.: José Batlló.
"Poemas de amor". Bilingüe. Madrid. Visor. 1984. Trad.: José Batlló.
En antologías colectivas:
"Antología de poetas catalanes contemporáneos". Madrid. Ediciones Rialp. 1952. Trad.: Paulina Crusat (1900 - 1981).
"Poetas catalanes contemporáneos: antología". Barcelona. Seix Barral. 1968. Trad.: José Agustín Goytisolo.
"Seis poetas catalanes". Madrid. Taurus. 1980. Trad.: José Batlló.





Nocturno para acordeón

He aquí que yo guardé madera en el muelle.
Vosotros no sabéis qué es guardar madera en el muelle:
pero yo he visto llover a cántaros sobre los botes,
y bajo los tablones guarecerse la angustia,
y las corazonadas, bajo los cedros sagrados.

Cuando los mozos de escuadra espiaban en la noche
y la bóveda del cielo era un gran túnel sin luz,
me he calentado con un fuego de astillas
en las noches más negras.
Vosotros no sabéis lo que es guardar madera en el muelle.
Pero las manos de todos los golfos como una farándula hacían 
un juramento al lado de mi fuego.
Y era como un milagro que desentumecía las manos ateridas y 
en la niebla se perdían los pasos.

Vosotros no sabéis lo qué es guardar madera en el muelle:
ni sabéis la oración de las linternas de los buques,
que son de tantos colores
como la mar bajo el sol:
que no necesita velas.





El oficio que más me gusta 

Hay oficios que son buenos porque son de buen vivir, 
mirad al carpintero, asierra que asierra
haciendo trizas los tablones ;
de cada sudor saca diez ventanas.
Mecida entre virutas acoplan una mesa; 
si quieres, de un nogal harán un cobertizo. 
Y van como si nada
caminando entre aserrines color de mantequilla.

Y los herreros, ah, los herreros! 
Los que nunca se cansan de martillar,
golpe tras golpe, con los dedos sucios, 
haciendo rejas y balcones que encantan
y gallos que en la noche vigilan los tejados
y son hombres fornidos
como los que más trabajan.

¿Y en el dique? ¡Oh, los calafates! 
Enjoyan todo el puerto 
pues sus golpes resuenan
y se dice que un pez nace de cada golpe
un pez cola dorada, de azuladas escamas.
Colgando en la cubierta rodean todo el barco
veréis como las gaviotas les dan su claridad.

Y todavía hay un oficio
que es una fiesta, el pintor de brocha gorda
que no hacen un cenefa si no cantan antes,
y si la canción es bella dejan el piso mas bello
un lugar cuyo techo tendrá las huellas del canto
todos con largas batas de colores chillones.

Y aún más os contaría sobre los albañiles
que saben que lo que hacen construyendo cobijos.
Lo mismo hacen una entrada de casa que una chimenea,
si quieren, sin escalas que suban hacia lo alto,
también hacen balcones donde ver la mar desde lejos
y ventanas que contemplan las montañas
y capiteles y zócalos y arcos de medio punto.

¡Van en mangas de camisa como desocupados!
¡Ah, casas que se levantan en un abrir y cerrar de los ojos!






Navidad 

Siento el frío de la noche y su oscura zambomba. 
Igual que al grupo de mozos que pasan cantando. 
Siento el carro del apio sobre el empedrado 
y los que le adelantan, camino del mercado.
En casa, en la cocina junto al brasero,
ya han dado cuenta del gallo.
Ahora miro la luna, que parece llena
mientras recogen las plumas
y añoran el mañana.
Mañana, sentados a la mesa,
olvidaremos lo pobres que somos.
Jesús habrá nacido.
Nos mirará un momento a la hora de los postres
y luego, de mirarnos, comenzará a llorar.






Mester de amor 

Si sabes de placer no ahorres los besos
que el gozo de amar no entraña mesura.
Déjate besar y besa tú también
que es en los labios donde el amor perdura.
No beses como esclavo o creyente,
omcomo un viajero bebe en una fuente.
Déjate besar –ardiente sacrificioporque cuanto más arda, más fiel será ese beso.
¿Qué sería de ti acaso si murieses apenas
recordando la brisa, en la mejilla, de unos besos?
Déjate besar, en el pecho, en las manos,
amante o amada –alza bien la copa.
Y cuando beses, bebe, 
que el vaso te cure de miedos:
bésame en el cuello, el lugar más hermoso.
Déjate besar y si queda nostalgia
besa otra vez, que la vida acaba.

[Versiones del catalán por Harold Alvarado Tenorio]




ENCARA EL TRAM

A D. Carles

Noia del tram, tens l'esguard en el llibre
i el full s'irisa
en veure's cobejat.
I el cobrador s'intriga si girarás el full:
sols per veure't els ulls!

Que les cames se't veuen
i la mitja és ben fina:
i tot el tram ets tu.
Però els ulls no se't veuen.

I la teva mà és clara
que fa rosa el teu cos de tafetà vermell,
i el teu mocadoret ha tornat de bugada.
Però els ulls no els sabem!

I si jo baixés ara? —Mai no et sabria els ulls...
Té! Ara ja he baixat!






L'ABSURD

El dau d'ivori
virolet de la sort i la malastrugança
i la poma al caliu que esbufega
com més corre el ventall

Els ulls miren els ulls
i la paraula és morta:
el pigat de les xifres parlarà

(Damunt la taula el vas
i la pàl·lida imatge de l'absenta)

I el meu company i jo
de suara perjurats a jugar-nos la vida amb el misteri:
TOTS 2 AL MATEIX NÚMERO DEL DAU





RES NO ÉS MESQUÍ

A Josep Obiols

Res no és mesquí
ni cap hora és isarda,
ni és fosca la ventura de la nit.
I la rosada és clara
que el sol surt i s'ullprèn
i té delit del bany:
que s'emmiralla el llit de tota cosa feta.

Res no és mesquí,
i tot ric com el vi i la galta colrada.
I l'onada del mar sempre riu,
Primavera d'hivern — Primavera d'istiu.
I tot és Primavera:
i tota fulla verda eternament.

Res no és mesquí,
perquè els dies no passen;
i no arriba la mort ni si l'heu demanada.
I si l'heu demanada us dissimula un clot
perquè per tornar a néixer necessiteu morir.
I no som mai un plor
sinó un somriure fi
que es dispersa com grills de taronja.

Res no és mesquí,
perquè la cançó canta en cada bri de cosa.
—Avui, demà i ahir
s'esfullarà una rosa:
i a la verge més jove li vindrà llet al pit.





DIVISA

L'estel d'un esguard
i el d'una senyera,

la guerra i l'amar :
la sal de la terra.

Al llavi una flor
i l'espasa ferma.







CRÍTICA

A Cristòfor de Domènec

—volia enamorar l'avantguardista
amb una lampareta de butxaca

jo no veia la nitra
però veia els seus ulls

—destriava la roba i ensenyava un cosset
de vímets d'alumini

jo veia l'es cireres del seu pit

—li brillaven les dents
tot d'argent viu

però jo mossegava el seu llavi de carn.






HASSAN MUTLAK [9070]

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Hassan Mutlak (1961-1990 حسن مطلك fue un novelista, poeta y pintor iraquí, considerado, por algunos de los intelectuales árabes, como (el Federico García Lorca iraquí), que fue ahorcado por el régimen dictatorial de Saddam Hussein en 1990 por haber participado en un intento de golpe de Estado. Y es el hermano del escritor y poeta Muhsin Al-Ramli.

Entre las obras de Hassan Mutlak

Dabada (Novela)
La fuerza de la risa en Ura (Novela)
El amor es el correr sobre una pared (Cuentos)
Alfa-Hassan-beto (Cuentos)
El libro del amor… las sombras de ellas en la tierra (Memoria de amores)
El ojo hacia dentro (Diario)
La escritura en pie (Ensayo)
Mascaras… Tú, la patria y yo (Poemario)





Traducidos por Abdallah Taouti




Ishtar

Ishtar … hija mía…
desde el exilio lejano
escribo el poema destrozado.
A ti, señora de las orillas bonitas…
y la antigua Babilonia sitiada por el viento y los militares…
A ti, niña mía, añoro
desde que he sido exiliado…
abrazar a tu querida madre “Afrodita”
Ishtar… Ishtar…
se han alejado todos los niños,
ya los niños están lejos,
Oh…Ishtar.





Las máscaras

“El poeta es alguien que escribió un poema prodigioso 
y lo ha hecho perder después.”

Mira:
Hegel es un hombre prodigioso,
porque ha hecho perder la filosofía
y no la encontró Gastón Bachelard
por mirar al techo al revés,
…por pensar en el pensar…
porque la farsa sigue todavía. 

Han muerto todos…
sólo que aquellos sofísticos
son hombres que han perdido el saber,
por no hablar nunca de ello
…son hombres prodigiosos
por reconocer pronto
que el canto del pájaro
está por encima de Aristóteles.







Los nombres de la noche

Creo que te quiero

             ***

Los cielos están elevados,
y los ladridos salen de los alrededores.
Las ranas croan en los estanques,
y cuando aúllan los lobos 
es la hora de que los insectos se despierten.
El mal es una idea,
y el amor es el instinto del pan de la vida.
Y uno no tiene más que llorar entre los dos pilares.
La libertad sabe a negro como los árboles
y la hembra es liberación de la divinidad y del diablo. 
…tú, el frío activo, 
el croar
el dolor en la cabeza
¿Quién de nosotros sabe que el otro está curado?
¿Quién glorifica a su compañero en las oraciones?
La luna ha caído en la ciénaga
donde empieza el canto de las ranas.
Hemos caído en la cama…
cada uno glorifica su herida.
Que: el relámpago,
                     el susurro,
                              el deseo,
                                       y el concierto, 
                         son algunos nombres de la noche.






El cuento del campo

Las langostas aterrizaron sobre el fuego,
sobre las maletas, las contadoras,
las mujeres, las ovejas y el hacha.
Está la hoz con su filo
y Hamdan es una espina ante el televisor
hay arrugas y cuestas…
Ocurre, a veces, que cuando nos saludamos,
nos dividimos por el saludo en dos,
nos prometemos volver después
a nosotros mismos
cada vez que nos pierden las calles...
La mujer es espina
y la cama, huesos de animales muertos
las langostas son queridas como el café
¿y la oveja?

***

Hamdan está en nosotros
los campos se posan sobre sus hombros 
para que luego sueñe con las Amazonas.
Hamdan era aquellos pastos lejanos
Hamdan era huevos de gallinas silvestres





ARTURO TENDERO [9071]

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ARTURO TENDERO
Nacido en 1961 en Albacete
Estudió teatro y es licenciado en periodismo en Barcelona. Colabora en la prensa local y codirige la revista cultural y editorial “La siesta del Lobo”. Actualmente es profesor de Educación Física en el Instituto Bachiller Sabuco (nº1) de Albacete, compagina la enseñanza con la actividad literaria y reside en Chinchilla (Albacete)

PUBLICACIONES:

Poesía:

-Una senda de aldeas cotidianas, Albacete, Diputación, 1991 
-Las aves sin dueño,[fotografías,Juanjo Jiménez], Albacete, La Siesta del Lobo, 2000
-Adelántate a toda despedida (Pre-Textos, 2005) 
-La memoria del visionario (Visor, 2006) 
-Cosas que apenas pasan (Hiperión, 2008)

Prosa:

-Nuestros lugares míticos [con Juanjo Jiménez; fotografías, Juanjo Jiménez],  
       Albacete, La Siesta del Lobo, 2004
-La hora más peligrosa del día, [dibujos, María Dolores Alfaro Cuevas],  
       Albacete, La Siesta del Lobo, 2012

Ha ganado los premios Manuel Alcántara, José Agustín Goytisolo, Gerardo Diego y Jaén.


La poesía de Arturo Tendero está escrita en sordina, con discreción y reserva. Su mirada se inmiscuye en los asuntos de la cotidianeidad –la lluvia, el acto de beber un vaso de agua, la labor de cumplir años, las aventuras infantiles en la memoria, las ciudades conocidas, los gestos reiterados del adulto-, porque lo cotidiano, lo que apenas percibimos que pasa en nuestras vidas es todo lo que nos pasa, nuestra vida al completo. Para dar cuenta de esos milagros diminutos existe la poesía.
                                                                                                             CARLOS MARZAL






La lluvia en el umbral 

Igual que una trampilla que se cierra de golpe
y nos deja en penumbra, prisioneros,
un trueno repentino es la señal
de que el verano acaba.
Es sólo media tarde y ya tenemos
que encender la bombilla
para alumbrar las simples
tareas cotidianas.
Dos moscas aturdidas sobrevuelan
las sobras del almuerzo
y del verano.
De pronto no apetece ya salir.
Miro por los cristales,
recorro las estancias sin fijeza,
como las moscas, con un peso en las alas
que no deja volar el pensamiento.
Estamos de mudanza sin habernos movido.







Alcancía

Igual que una moneda
antigua, diminuta,
también, si así se quiere,
completamente inútil,
aquel cañón de sol
que llegaba a mi infancia
por la persiana rota.
Eternas caravanas
de motas peregrinas
danzaban en su haz.
Sabe Dios desde dónde
vendrían a mi alcoba.
En esta luz de mayo
renace aquel asombro
de la contemplación.
Tú formas parte de ella,
pues se escuchaba,
del fondo de la casa,
tu trajín laborioso
y todo lo tangible
como un aura guardaba
tu olor, tu protección.
Ahora que es infinita
la grieta en la persiana
y que cabéis de sobra
la casa y tú en su espacio,
en la luz que poblasteis,
como en un ascua, soplo
y se reaviva el fuego
dormido de mi vida,
que está ya para siempre
expuesta a la intemperie.







Finis terrae

Despierto y oigo un mirlo
que disputa al silencio su reinado.
Vuelvo a cerrar los ojos.
La mañana es un tren que se avecina
en la estación desierta.
Todos duermen,
nada, sino la voz del mirlo
deja pensar que el mundo está existiendo.
Como si, solos,
el mirlo y yo que escucho,
no muy despierto aún,
mantuviéramos viva
la conciencia del mundo.
Por eso, cuando el mirlo calla más
que de costumbre,
vacila la existencia, se adelgaza,
más leve que el rocío,
se desvanece en humo su fragilidad extrema.



Del libro: Cosas que apenas pasan
XXIV Premio Jaén de Poesía, Madrid: Hiperión, 2008



Emboscada

Regreso conduciendo a la ciudad,
camino de su luz desmemoriada,
cuando me asalta el sol en un recodo
y tan fugaz como una liebre
me encuentro cara a cara con mi infancia.
Es sólo un lametazo de luz sobre la hierba
que no devuelve imágenes,
ni un recuerdo tangible,
pero sí aquel mirar las cosas con holganza,
sin apremio ninguno,
sin culpa ni noción
de estar perdiendo el tiempo.





Dolor de rodillas

Absorto en su poder, qué rey no necesita
la audacia de un bufón que le recuerde
que es humano y mortal.
Maldecirlo ante otros y mimarlo en privado
es el trato corriente.
Del mismo modo yo, monarca
en mi mediana edad, absorto en el vivir,
encuentro esta mañana al despertar
un mensaje punzante de mi yorick:
mis rodillas anuncian que se avecina lluvia.
Duelen lo suficiente; no tanto que no puedas
pensar qué significa ese dolor,
qué ligereza estás perdiendo,
a qué incómoda senda te acercas poco a poco.
Te duelen como el chiste de un bufón
que te conoce. Todos ríen
y sólo tu comprendes.





CUARENTA AÑOS

Cerca de la autovía
un coche se demora en un sendero,
entre cultivos, bajo la mañana
desgreñada y fría de noviembre.
Paso ante él como una exhalación,
camino del trabajo. Y sin embargo
ahí sigue en mi cabeza
su lentitud, su calma,
su vivir en el margen de esta prisa.
Es como si al volante de ese coche
viajara la persona
que siempre quise ser y no he podido.
Desde ahí cómo se verá mi vida.




CARMEN PUERTA [9072]

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Carmen Puerta Extremera (Pamplona, 1963) dirige la asociación cultural Eos Barbarin, da gran número de recitales.

Biografia: 

Carmen Puerta Extremera

Empecé a escribir desde niña; en el año 1980 me nombran miembro honorífico de la revista literaria Clarín y Gema. Publico el poemario ¡Sin libertad no hay amor!, editado el año 1981 por la Editorial de Bilbao. 
En el año 1982 recibo la mejor calificación poética en Rosa de Oro, certamen internacional de poesía con el poemario Poema a un pueblo.
En el 1990 presento mi primer libro junto a José Luis Allo y Manu Ramos: Tres colmenas solamente\'; en el 2002, el segundo: De amores, que no de amor. En el año 2008 junto al fotografo Angel Azcarate una fusión de poesia y fotografia \' Piel de luz y versos\'
Desde 1989 soy miembro del Ateneo Navarro y participo activamente en el grupo de poesía \'Ángel Urrutia\' . Desde esa fecha doy recitales y ciclos de poesía y música junto al cantautor Jorge Sánchez, de la trova cubana. 
Entre ellos un estudio a la obra del pintor Gustavo de Maeztu. 
Imparto ciclos han sido contratados por el Ayuntamiento de Pamplona y varios Ayuntamientos de Navarra, así como por casas de cultura y ONGs. 
Colaboro en la asociación de \'Cantautores Ojalá\', participo en encuentros y ciclos, así como con el compositor Pedro Planillo.
Participo como colaboradora en la revista literaria Luces y sombras.
Publico en mayo del 2009 un cuento dedicado a la vida de Gustavo de Maeztu que se usa como guia del museo para niños.
Presidenta de la asociación socio-cultural Eos Barbarin y colaboradora en radio max F:M con dos programas actualmente que dirijo: \'Cuentame\' magasin de entrevistas y \'La ultima habitación\' Un programa intimista dedicado a la poesía y la música de autor.
Presento en octubre de 2009 una segunda exposicion con Angel Azcarate
\'Refrejos de Haiku\' y participo junto a Jose Luis Allo Falces en un ciclo \' Poesia al desnudo\' como conmemoracion del X aniversario de la publicacion de la obra conjunta \' Tres colmenas solamente\' junto al tambien poeta Manu Ramos.
La poesía el el alimento del poeta sin ella no se puede susistir...
Ejerzo de concejal de cultura y turismo en mi municio Barbarin [Navarra] donde desde 2007 celebramos encuentros culturales , bautizando una plaza con el nombre : Plaza de los poetas y en el 2010 comenzamos un premio literario y jornadas sobre la poesia y las letras.
Presidenta de la asociación socio-cultural Eos, implicandome en la divulgacion de la poesia y de los poetas.

El último libro que ha publicado: La otra orilla (EOS-Barbarin, Colección Cero; Barbarin, 2010)



CARTA PARA UN NO SOLDADO EN UNA NO GUERRA

Muerdo mi lengua antes de pronunciar
palabras con las que no comulgaba.
Mi mente irreparablemente recorre
el mapamundi que tus manos
han conquistado con letras de cobre
haciéndome una doble piel de besos.

Besos húmedos, como los que brotan
de tifones lluviosos en esa catarata
de lágrimas, lágrimas que traspasan
los ojos de un soldado cuando parte
quizás sin retorno.
Kilómetros de sensaciones han bautizado
mi boca proclamando como bandera
tu sabor -entre, por y sobre mi cuerpo.

Pasan las horas -estás tan lejos-.
Es tan dura la batalla que te sumerge
dentro de esa guerra prestada
-mar bautizador de otros hombres-.

Sé que hace frío y mis letras en esta carta
quieren ser el astro que caldee no sólo tus manos
sino el poderoso huracán en que por momentos
se está convirtiendo tu cuerpo, ese cuerpo
que ya me pertenece aun en la distancia,
al que soy capaz de encender dentro del color
arena verde y tierra que es tu ropa
en el ario sonido del desierto.
Hago vibrar en ti cuerdas ausentes
de un instrumento de viento.

Pares el sonido opaco de mis caricias
en tus dunas deseadas -tu fuente de vida-
-Estás tan lejos y tan cerca-
que esta noche libanesa somos capaces de plegar tanto kilómetro,
tanta distancia, ya no existe Beirut, y Francia es mínima.
Puedo sentir con los ojos cerrados el perfume
que en ambos florece al pensarnos…
Arena de amor -no soldado-.

Poema incluido en el libro La otra orilla 
(EOS-Barbarin, Colección Cero; Barbarin, 2010).





Descompongo los lugares
que hayan sido absorbidos
entre los surculosos recuerdos
de un día pasado ya.
Pasas deshilvanando jirones
Cambiándolos por pespuntes
de momentos, dejando el amor
enfermo de ti, tras la puerta.

La ignorancia sucumbe
como niebla arrollando
piel y mente.
[solamente, mente y piel]

Asiento el alma en el suelo
para que tus ojos asciendan
a una realidad fingida.

Logro descomponer el tiempo.






Autorretrato fingido

a Gustavo de Maeztu 

Hipotéticamente hablo de mí,
frente a estos autorretratos
hablo de mí, hipotéticamente.
Cambio de bandera y corazón
con la muerte teñida de violeta,
encuentro en esta Estella que tienta
al pintor y respeta al hombre.
Sombras que describen bellas formas femeninas
deseos in contenidos de una anatomía
frente a mi espejo.
Soy el toro que espera el
ultimo momento del día,
dulce muerte aquella que llega
arropando al indomable
ser que usa pinceles, hiel de buey
en los pigmentos de una vida
dolorida y olvidada.
Es Estella quien hizo de mí
al hombre que detrás del hombre existía 







Perdiendo un lunes

Levanto despacio las sabanas de los vinos y las rosas,
encorcho el resto de la botella que dejaste abierta,
transcribo la forma arrugada de un despertar,
comienzo a buscar la normalidad sin encontrarla.

He rebuscado entre los cajones,
debajo del sofá
incluso, deshojadas las hojas de un cuaderno
donde escribirá el ocaso del domingo.

Pasan los minutos, las horas
y los segundos disfrazados de
estambres amarillos,
sigo sin encontrar el lunes maldito...

Recordando lo que no hice,
lo que quise hacer y lo no prometido,
regrese al mismo domingo,
volviendo sobre los pasos
de tres segundos olvidados.
Fui más lejos,
levante los muebles de madera,
aquellos hechos con robles de momentos,
saque los cajones de la desesperación,
reorganice lo más íntimo
- lo oculto-
y me di por derrotada cuando descubrí
que me faltaba el lunes,
porque me lo había bebido en tus brazos.








FÁTIMA FRUTOS [9073]

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Fátima Frutos  (San Sebastián, 1972)
Estudió Trabajo Social en la Universidad del País Vasco y realizó estudios de Sociología en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid. Asimismo, cursó dos diplomas universitarios de postgrado en la Universidad Complutense de Madrid en “Políticas de Igualdad de Género” y “Atención integral a víctimas de la violencia”. 

Inició su andadura en la Poesía formando parte del Grupo Poético “Ángel Urrutia” del Ateneo Navarro-Nafar Ateneoa en el año 2002. Su poesía al principio fue publicada en Revistas especializadas como Río Arga, Una Vez En Pamplona y Constantes Vitales; Revistas de Humanidades como Bitarte y periódicos como el Diario de Navarra y Diario de Noticias de Navarra o la Revista Trabajadores de la UGT. 

En el 2008 escribe su primer poemario “De carne y hambre” y gana la II edición del Premio Internacional de Poesía Erótica-Amorosa del Ateneo Guipuzcoano. Este libro fue publicado en el 2009 por la editorial Huerga y Fierro.

En el 2011 con su segundo libro de poemas “Andrómeda Encadenada” se alza con el prestigioso Premio KUTXA Ciudad de Irún de Poesía. En él se adentra en la Poesía de corte histórico y filosófico sin abandonar el Eros Lírico. Todo el poemario constituye un homenaje a la cultura germánica, a través de sus poetas y filósofos, y una vindicación de la dignidad de grandes mujeres, invisibilizadas injustamente a lo largo de la Historia de la Humanidad. En el caso de esta segunda obra literaria, la editorial que lo publica es Alberdania.

Actualmente la autora colabora habitualmente en prensa escrita como articulista y se encuentra inmersa en una labor de investigación y documentación, previa a la escritura del que será su tercer libro de Poesía.





SU NOMBRE EN LAS MURALLAS

Mientras que te agradaba
y ningún otro joven preferido
rodeaba con sus brazos
tu blanco cuello,
florecí más feliz que el Rey de los Persas.
Horacio


Cometió impiedad contra Eleusis decís,
quienes apuráis la vida hasta las llagas
y con la infamia del patíbulo la queréis agasajar.

Podéis sentenciar el adiós a Afrodita
sobre Friné, la hetaira de Tespias,
que desde sus confines agónicos
ciñe balbuceante su túnica a la cintura
e implorante exhorta desde su silencio
a los que promueven el olvido de la Belleza.

Ahí está Poseidón custodiando sus velos,
en la playa que ahora se contempla cual desierto,
pues fue su desnudo quién inventó las olas,
los verdes líquenes, las imponentes mareas
y toda Atenas prodigó su brillante Historia
en el mar donde otrora ella sumergiera su cuerpo.


Entre la luz, empieza por decir su nombre:
Mnésareté, la que conmemora la Virtud.
Y la Muerte, indómita y fuerte, como el Amor
se fija en el apasionado discurso de Hipérides.
Se escabulle por el reclamo de los espejos,
haciéndola única ante los idolatrados dioses,
que viva y valerosa la precisan.

¡Cómo mostrar sino a los mortales la ardua soledad,
la infinitud de lo bello y la mísera justicia humana!

Una mujer sola y en pie mira a la vasta audiencia.
Siente en el paladar la frescura del aquel sabor
a tierra mojada, prendido en la boca por sus amantes.
Se yergue digna y coloca sus manos tras los cabellos,
las posa en la nuca, donde nacieron demasiadas estrellas
y se hallan los ardientes alientos de los que la amaron.

Eutias aguarda, abandonado a la voluntad del odio,
porque no hay oneroso océano que anegar pueda
la maldición de su ausencia en el lecho,
sin súplica ni mando que revocase su rechazo.

Enmudecen las sombras y los vetustos jueces,
cuando sus manifiestos senos se muestran hermosos
de entre la ansiedad y el alivio, la espera y la memoria.
Y una lucerna detiene el tiempo de Praxíteles,
que sin ella nunca atrevióse a cruzar la puerta de lo eterno.

Salvadla edades futuras: a vosotras lo reclamo,
a las últimas ágoras, a los pelasgos supervivientes.
Tornad la feroz indiferencia
de cuantos están absortos o muertos.
Alcancen inmortalidad las mujeres
ocultas por la corrupción de los siglos.
Y conceded, aun en este ínfimo latir del Tiempo,
que los dedos del Arte renazcan
para esculpir su nombre en las murallas.

“ANDRÓMEDA ENCADENADA” EDITORIAL ALBERDANIA 2011





DECLARACIÓN PÓSTUMA DE HENRIETTE VOGEL AL PRÍNCIPE 
DEL INFINITO O LA ESTÉTICA DEL DOLOR

1Nun, o Unsterblichkeit, bist du ganz mein.
Heinrich Wilhelm von Kleist

Cada vez que un atardecer cenital
nos dicta que es inútil toda esperanza
y de la frente vuestra vena atrapa el vacío,
volvéis a profesar la implacable sentencia.

Cada vez que el orden inexplicable del mundo
doblega la espléndida rebeldía de la inmortalidad
y de vuestro pecho un dios nace despedazado,
volvéis a prescindir del pletórico numen.

Si acaso en las benditas regiones del sosiego
honrado existir pudierais y el lago de nuestras nupcias
testificara sobre el lacerante pathos que nos fue dado;
tal vez entonces, supiera percibiros henchida de estruendo,
amaros como Pentesilea al Príncipe del Infinito;
aprestándome a que la parte incurable de la Naturaleza
de mí se apoderase, y encarnada en devastadora fuerza,
en amazona, presa ante la desmesura, os devorase la entraña
prendida en el Tánatos, desgarrándola del caos eruptivo.
Tal vez entonces, esta muerte fuera la última gran tragedia.
1 Ahora, ¡oh inmortalidad!, eres toda mía.

“ANDRÓMEDA ENCADENADA” EDITORIAL ALBERDANIA 2011






El póquer y tú

Ese plano transparente entre el caos y tus ojos…
Mario Romero


Te vi entrar en aquel garito de paredes húmedas
traspasando la noche con jadeo de fugitivo,
con esos ojos tuyos, achinados por el torbellino de la tiniebla.
Y te seguí hasta la oscura abundancia de whiskys sin tregua,
como sólo lo saben hacer las hetairas de barra improvisada,
zafada por pinturas de guerra; émula y febril.

Me miraste de soslayo, a través de las rotas vidrieras,
precipitándote hacia el indicio de nuestra corta distancia.
Y diluiste la avidez con un primer trago largo,
mientras yo me acercaba, tentándote suave como el peligro.

“I have nothing” en la voz de la Simone arropaba agonías,
que en otro lugar jamás hubiésemos confesado.
Y me invitaste a renegar del mercadeo del placer,
confundiendo mi deseo con negocio y tus ganas con vicio,
para ir a refugiarnos a la fácil guarida del Averno.

El reservado potenció nuestros olores hasta el dolor
e hizo que masticásemos cada hora de la madrugada.
Exhausta juré por Psique y Eros no revelar
que la mujer excesiva de eternos goces no te era ajena,
y esculpí sobre tu cuerpo, sin dejar sitio a las sombras,
todos los instintos proscritos del espacio y el tiempo.

Desprendiste la trágica alegría líquida de tu cincel
sobre mis lubricidades incandescentes, plenas de besos,
por la feroz argucia de la hembra saciada, muerta en vida,
que ante ti se mostraba como una Eva sabedora de su engaño.

Cubriste mi esbeltez sorprendida, con la perspicacia que detentas.
Y tras un intervalo interminable, en que volví a recordarte
en medio de gemidos panteísticos y pupilas llenas de agua,
regresaste para dejar sobre mi vientre el tributo postergado:
póquer de damas y escalera de color en juego rápido.
Tendida sobre la calidez cómplice del caos de tus ojos
supe que la próxima vez no lograríamos silenciar los paroxismos.


De su poemario De carne y hambre publicado por Huerga y Fierro Editores. 







El ático

Triste est omne post coitum, præter mulierum gallumque.
Galeno de Pérgamo

Bajo la inclinada ternura de esta caverna en el cielo de Gran Vía,
donde te doy mi cuerpo envuelto en las muchas tierras que nunca pisé.
Tan silencioso y tan exánime tu rostro; quedo, vencido,
arrebujado entre horas nacientes, tras las que tres veces me negarás,
yo busco aún los despojos de aquella furia cálida e inextinguible
que antaño no reparaba en las vilezas del mundo.

Porque múltiple y lenta es la forma de la muerte lúbrica,
quisiera antes borrar por un instante la condena a serte infiel,
desterrar este ansia imparable de Fedra nueva, perversa,
que mece arrayán en los ocultos pliegues de su piel hambrienta.

Y si el insólito gallo _que juro_ habita las azoteas de Madrid
no golpea las pausas de tu sueño y marcho penitente, desarmada,
acúsame en tus poemas de haberte deseado vivamente,
de rozar la demencia entre el goce y el desatino.
Distíngueme en tus versos como la Dafne rebelde,
que teniendo a donde huir, siguió cantando su vida
para que obtuvieras laureles con los que cubrirte.
O admite, si crees que así se resarce la verdad,
que más que amantes atronando nocturnidad y alevosía,
hemos sido esos insospechados desconocidos,
merodeando, el uno por el cortejo sagrado del éxito,
y la otra, por la agria gangrena de un amor en ruinas.

De su poemario De carne y hambre publicado por Huerga y Fierro Editores.






QUÉ SERÍA MORIR A TU LADO

Je t’aime pour tous les temps où je n’ai pas vécu
Pour l’odeur du grand large et l’odeur du pain chaud
Pour la neige qui fond pour les premières fleurs
Pour les animaux purs que l’homme n’effraie pas
Je t’aime pour aimer

PAUL ELUARD

Qué sería morir a tu lado…
abandonarse al vacío junto a ti,
compartir en vigilia el peso de mis difuntos
y el hondo aullido que aún la vida me pide a gritos.

Qué sería matar al destino con la razón,
portar en las entrañas el agua de las ciencias,
derramarme en ti cual fuente pura, para cubrirte
y salar tu piel, goteándola de sueños impenetrables.

Qué sería ahondar en el alma para pensarte,
arrebatarse con el principio de lo oculto,
estremecer a la muerte con un final imprevisto,
y contener ese olvido que nunca llevará tu nombre.

Qué sería ir ascendiendo de ti a mí misma,
mostrarte la primera luz que hallé,
acariciando ya imperecedero el futuro,
con las yemas encendidas de mis manos,
en tensión todo nuestro Ser
y saber —en el preciso instante de la traslación,
en la efímera búsqueda que concluye llegado a lo alto—
que ambos hemos vivido para esto.

De su poemario De carne y hambre publicado por Huerga y Fierro Editores.





MARÍA ROSA VICENTE OLIVAS [9074]

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MARÍA ROSA VICENTE OLIVAS
María Rosa Vicente Olivas (Madrid, 1959) pasó su infancia y adolescencia en Don Benito (Badajoz). Ha publicado los libros de poemas Canto de la distancia (accésit del Premio Adonais 1977), Poemas (Salamanca, 1981), Quizá de madrugada (El ombligo de Tarzán; El Puerto de Santa María, 1997), El libro de los bosques (antología; Ayuntamiento de Don Benito, 1997), Salvo el humo (Pre-Textos – ERE, 1999) y En terreno de nadie (Pre-Textos; Valencia, 2009). Actualmente reside en Cádiz.



EL RING

Cuando no han de llegar tiempos mejores
asusta comprender cómo los días
se acortan y contienen
en su raíz el germen del final,
los límites del ring
donde pelean
dos edades distintas que se ignoran.

Porque se vive a oscuras,
no se puede comprar un paraíso
con un acto de fe,
ni fingir un mañana, sino darse
cuenta de los momentos que aún ofrecen
razones para estar en esta lucha
que se sabe perdida de antemano.

En terreno de nadie, Pre-Textos, Valencia, 2009







LARGO ARGENTINA

La máquina que timbra casi ningún billete,
la voz de acordeón,
el revoltijo
de pequeños y rubios
ladronzuelos.

Si se baja en Arénula
recorre
el camino que cruza
entre sombras de gatos que digieren
su comida de rey.

Junto a la librería,
como siempre,
los africanos que le ofrecen libros
y la mujer sentada
con un cartel que grita
-soy pobre, soy feliz-
mientras extiende
su mano pedigüeña.

Los mira como miran los exhaustos
contempladores de lo repetido
y sabe que retornan
por la noche de nuevo al extrarradio,
ese lugar ausente de los planos
que llevan los turistas.

En el libro En terreno de nadie (Pre-Textos; Valencia, 2009).






SEPTIEMBRE

Abrir un agujero
y que la herida sangre su caudal de vacío.

Beber la amarga hiel de unas palabras.

Que lo que asola un corazón no sea
razón de su final.

Que un sitio quede
para encender la luz.

En terreno de nadie, Pre-Textos, Valencia, 2009







LA CASTAÑA

A la memoria de Fernando Tomás Pérez
que creyó siempre en mi poesía

Marrón, lisa y brillante, fue deseo
de tu mano fugaz y persistente
para dejar su huella en nuestra casa.
Llegó de un cementerio con ilustres
perpetuos moradores, la encontraste, 
te acompañó hasta aquí. No hemos sabido
quién la ayudó a crecer, cuál fue su abono
- la tierra de los muertos, tan oscura-, 
o si su carne envuelta guarda el fruto
podrido de la vida, o destrozados
vestigios de las páginas segadas
a un libro o a una voz. Pero jamás
osaremos abrir lo que su cáscara
pueda ocultar de esa feroz ausencia
que germina detrás de los despojos, 
donde una sangre corre transparente
regalando verdor entre los túmulos
de aquellos que al marcharse nos dejaron
su impronta de silencio en el silencio. 

En terreno de nadie, Pre-Textos, Valencia, 2009



PEDRO MAIRAL [9075]

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Pedro Mairal
Nació en Buenos Aires, ARGENTINA  en 1970. Su novela "Una noche con Sabrina Love" recibió el Premio Clarín de Novela en 1998 y fue llevada al cine en 2000. Publicó además las novelas "El año del desierto" y "Salvatierra"; un volumen de cuentos, "Hoy temprano"; y dos libros de poesía, "Tigre como los pájaros" y "Consumidor final". Ha sido traducido y editado en Francia, Italia, España, Portugal, Polonia y Alemania. En 2007 fue incluido, por el jurado de Bogotá39, entre los mejores escritores jóvenes latinoamericanos. En 2011 condujo el programa de televisión sobre libros Impreso en Argentina.



DE TIGRE COMO LOS PÁJAROS, 
(Botella al mar, 1996)



TAN LEJOS DE LOS DIOSES

El hombre, tan omnívoro y callado,
metiéndose en la ropa, atravesando
hileras de botones que se abren
o patíbulos, puertas o tristezas,
bajando en ascensores al invierno,
bostezando, subiendo a colectivos
que pegan coletazos de colores
en todas las esquinas, detestando,
viajando entre sus prójimos lejanos,
tan frágil, vertical, embotellado,
tan buscador, tan lejos de los dioses,
trasnochado mamífero embustero
que emana de la boca de los subtes,
que fuma, tan mendigo del asombro,
tan rey cuando le lustran los zapatos,
tan peatonal y bípedo sin cielo,
regresando con tráfico en las venas,
cautivo en geometrías y bullicio,
soñando alcantarillas, despertando.
Tan asfáltico, el hombre, tan urbano.






LA ESPERA

El tiempo se ha trabado en la herrumbre de mi espera.
La vertical del sol
sin una sola sombra.
Las ansias en el toro que no embiste:
las cuatro patas negras
clavadas en la arena.
Los siglos que ya lleva
sin parpadear la esfinge.
El David sepultado en la cantera
esperando que llegue Miguel Angel.
Calma chicha en un lago de la puna,
el indio masca coca allí en la proa,
la vela desmayada cuelga inerte,
el agua como un vidrio.
Los soldados aqueos respirando
en lo oscuro del vientre del caballo.
El áspero silencio que da el disco
cuando va a comenzar la sinfonía.
Sombreros en el aire.
Un picaporte inmóvil.
El invierno goteando en el pasillo.
El tiempo de las grutas y los zapatos huecos.
Los gestos detenidos en los cuadros.
Y esperarte en esta mesa yerma,
esperar a que se abra aquella puerta
para que entres y gire el engranaje
y entonces sople el viento, embista el toro,
recobren el aliento las estatuas,
y en los cuadros la vida continúe
y caigan los sombreros
y la lluvia,
y el tiempo se destrabe con su música.





PABLO PICASSO

bebo mi sangre y pinto
pero antes bebo mi sangre
roja como la sangre de los toros
como la sangre de las pálidas doncellas
baba roja el cielo rojo
la sangre de los toros de mi sangre
las doncellas de mi sangre
la roja sangre entre los muslos
de la doncella violada por el toro
babeada por el toro
la baba del recuerdo de la doncella
la baba roja todo me bebo
la doncella velando al toro muerto
la doncella galopando sobre el toro
el toro bebiendo de la melena
de la doncella dormida
el sueño rojo el poema rojo todo me bebo
baja por la garganta
el toro con sombra de doncella
la doncella con sombra de toro
soy toro
doncella
sombra de la sangre de la doncella del toro
una doncella negra un toro pálido
sombra roja que me bebo
el toro pariendo una doncella
la doncella devorándose al toro
una doncella atorada en la garganta
un toro adoncellado en la sangre todo me bebo
todo
doncella y toro y pinto
después pinto
cesa la copa la sangre
doncella con menstruaciones de toro
toro con cornadas de doncella
las dos cosas en mí
doncella y toro






DESDE EL CAFÉ

Revuelvo mi café
y le doy fuerza al día con lentas espirales.
Se echan a andar las horas
desde ese sol formado en el impulso.
Gira la espuma tibia del alba de las calles,
gira el amplio fragor en la mañana,
doblan los colectivos de colores
que viajan hacia el centro
del negro remolino,
rodean el azúcar y las plazas,
toman la curva, suben las mujeres
con sus ojos enormes y se bajan
perdiéndose en la rueda de los vientos.
Se desenrosca así la madrugada,
desde la taza arranca
para mezclar las vidas,
los pálidos oficios que pesan en las manos
por la ciudad redonda, gira y gira
y la espiral se expande
desde el café, la luz del movimiento
que enreda la jornada
da vueltas alejando la sombra de la tierra,
hace rodar los astros,
un gesto circular
que inicia la torsión del universo,
revolver el café, dar cuerda a la galaxia.
¿Acaso la cuchara de Dios indiferente
gira en el zumo oscuro del espacio?





FUENTE CON UVAS Y PERAS

La fruta sobre el llano de la mesa.
En la fuente, unas peras, unas uvas.
Las peras amarillas de siestas bajo el cielo,
las uvas casi negras, casi rojas, violeta.
Racimos desbordantes,
colgando en la molicie de los dones.
¿Qué noches de oscuridad espesa,
qué lluvias hay detrás de sus colores?
Al fondo de su aroma,
¿qué dulce peligro se pasea?
Peras del sur con uvas del oeste
reunidas sobre una mesa humana.
Habrá que detener aquí esa vida.
La tierra se hizo fruta
y esa fruta más tarde será sangre.
Pero yacen ahora en el silencio
de su propio milagro.
Irradian el violeta, el amarillo,
desnudas, relumbrando en la vehemencia,
guardando la dulzura voluptuosa.
Qué evidente que se hace en los racimos
su condición de ofrenda:
de vástagos resecos
emanan las uvas populosas,
de la dura madera de unos árboles
las peras surgen blandas y amarillas.
Regalos deslumbrantes, copiosos alimentos,
en la ciudad, qué lejos que se encuentran.
Habrá que detener la vida en versos
y remontar los círculos frutales,
llegarse hasta sus lluvias,
hasta su sangre de cielos y de campos,
morder para aceptar
la pulpa de los dones,
gustar el amarillo de las peras,
hacer sangre el severo
violeta de las uvas.
Habrá que dar las gracias, detenerse,
mirar sobre la mesa los frutos y la gloria.





LA MANSA TRAVESÍA

Los pies, los besadores de la tierra,
hacia la pierna el ángel del tobillo,
tibia ascensión de piel,
perfil de la penumbra
que sube por el muslo hacia la luna,
un territorio incierto,
un suave advenimiento
de cumbre de la mansa travesía,
luego la altura dócil,
reposada cadera del imperio,
maja dormida, venus sin espejo,
y un desbarrancamiento a la cintura,
un resbalar de luz hasta el olvido
para seguir subiendo
la hedónica ladera de la espalda,
torácica prisión, dorso del alma,
después la curva clara,
la música del hombro,
el cuello desvalido
y desde allí fluyendo caudalosa
la oscura cabellera hasta la sombra.






FONDA DEL BAJO

Hay un rumor de voces en la fonda.
Sobre las mesas brazos o botellas,
sueños tumbados.
Y las sillas sentadas como gente.
Acodado en la barra,
de poncho blanco al hombro,
el mozo es el espectro de un caudillo.
Hay diálogos cambiantes como el alto
vapor de las comidas:
verduras, trigo, peces, animales,
traídos hasta aquí para ser sangre,
ser el cuerpo del hombre que mastica.
Se oyen las soledades,
llega el castañetear de platos blancos.
No hace mucho este sitio era una orilla.
Queda sola mi mesa sobre el llano
y las olas me mojan los zapatos,
agita mi mantel la sudestada,
arriba las estrellas, junco y barro,
pero vuelve la fonda nuevamente.
Al amparo de luces amarillas
la gente se ha ensañado en sus cubiertos.
Mi sopa es el naufragio
de un ángel y su larga cabellera.
Cuando se acabe el vino,
voy a pagar con próceres de todos los colores.
Soy simplemente un hombre
que parte con las manos el pan de cada noche
y despacio comulga con la vida.





LIGAZÓN

Ella desnuda y yo desnudo
y no hay mucho más que me importe.
Las cosas caen al suelo
como habiendo estado siempre en ese sitio,
así caigo yo en ella.

Ella apunta sus rodillas
hacia dos constelaciones
y es entonces la pelviana letanía,
la ligazón oscura con la tierra.






POSTA DEL RESUELLO

Yo sé de la luz blanda de tu departamento,
de siestas como un tímido suicidio.
Libros de anatomía con dibujos
de brazos otorgando sus arterias,
con voces como sacro, laringe, línea alba.
O puntos del espacio
donde dormí tranquilo,
pozos de mí cual trampas
en los que caes a veces y me extrañas.
La cola de tu gata dirigiendo
la música barroca de tus actos:
abrir una ventana, hojear un libro,
bañarte con el agua como un río
que baja por la tierra.
Unas monedas dentro de una caja
guardando griteríos entre hermanos.
La tenue aspiradora desmayada
en un rincón detrás de la mañana.
Nostálgicos idiomas, fragores europeos,
que emanan de tus fotos escondidas.
Toda la claridad, toda tu casa,
dulce guarida, posta del resuello.
Pueden llevarme allí como dormido
un colectivo diáfano de barrios,
un místico ascensor, un par de llaves.





Poemas publicados en Consumidor Final, 
editorial bajo la luna, 2003.


CON ADEMÁN ANTIGUO

En el vapor del baño se dibuja
desnuda y luminosa.
Ceremoniosamente,
abre una toalla azul, se inclina
en una reverencia para el dios
de toda su belleza.
El pelo en catarata hacia adelante.
Lleva suave la toalla hasta la nuca,
se envuelve la cabeza,
con ademán antiguo
tuerce diestra la boa de algodón,
la enrosca en espiral
y sin saber siquiera que ha rezado
se yergue tan hermosa con turbante
que el solo gesto alumbra la vida cotidiana.






CUANDO LA LENGUA ECLIPSA

Cuando la lengua eclipsa este presente,
cuando cubre las cosas
con un color grisáceo y nominal,
hay un ácido al fondo de la experiencia fresca,
porque es aquí y ahora pero en el verbo rancio,
en la estructura fúnebre del habla.

La fronda del verano, el aire inédito
atraviesan el viejo pulmón occidental.
La vida inaugurada,
el sol contemporáneo vistos siempre
con el anteojo fijo, mortal, judeocristiano;
o el transcurrir adánico, las moscas,
todo cautivo en este latín erosionado.
El colibrí veloz entorpecido
por este carromato colonial
que rueda lentamente en sus vocales,
esta siesta sintáctica en el polvo del aire castellano.

El cansancio de la filología
espanta la inocencia de esta luz,
agrava los objetos, va imponiendo
la herencia de las manos sobre el tacto,
el andamiaje helénico a los vientos,
fuerza a la sangre a andar en su adjetivo,
a la noche a estrellarse acordemente
con su cosmogonía.

Cayendo como un párpado, el imperio
cae en la voz, ahora, mientras digo
la arena de la piedra de mi nombre.







UN DURAZNO

Morder el verano,
morder el sol entero
por 1,80 el kilo.
Este durazno recién llegado a casa
fue apenas sueño de árbol escondido
alentado por el fertilizante,
después fue flor y fruto verde solo
protegido de plagas y de heladas
por cinco pesticidas,
engordado por lluvias y riego por goteo,
cosechado por Pablo Luis Ojeda
oriundo de Río Negro
que tumba en un colchón de gomaespuma
su cuerpo dolorido cada noche.
Cargado en un camión que avanza bajo el cielo
maduró este durazno con el viaje,
después llegó al mercado,
atravesó las mafias,
fue a parar a una cámara de frío
que le fijó el color
y lo detuvo durante cuatro meses
cerca de San Cristóbal
hasta que lo compró Supermercados Disco,
y lo llevó a la sucursal 14
sector verdulería de autoservice
donde yo lo elegí, lo embolsé, lo hice pesar
lo tiré en el carrito
al lado del pan Fargo, las pechugas,
junto al Skip Intelligent y el queso,
lo llevé hasta la caja, le leyeron
su código de barras,
lo pagué, lo reembolsé con nailon,
lo traje caminando hasta mi casa
cruzando la avenida,
bordeando el hospital,
entre ciegos, cirujas, policías,
lo subí en ascensor
y llegó a la mesada de mármol sin golpearse.
Entonces lo libré de las dos bolsas,
le lavé el pesticida en la canilla,
le lavé todo el cansancio del camión, el humo,
la noche de las manos de Pablo Luis Ojeda,
le saqué la etiqueta de la marca
y lo mordí con ganas de matarlo,
lo asesiné con dientes, mandíbulas y lengua
y a pesar de la química, de la distancia muerta,
a pesar de la larga cadena intermediaria,
me encontré allá en el fondo de su sueño amarillo
con esa flor primera que perfumaba el viento.







PELUQUERÍA

En la luz del espejo
le están cortando el pelo al que yo soy.
La gran tijera que recorta el día
roza la yugular, roza la nuca
con el frío metálico de un arma;
y el que yo soy me mira porque sabe,
porque tiene al revés el corazón.
La voz del locutor
anuncia una jugada peligrosa,
el peluquero mira a la pantalla,
(su equipo va perdiendo)
me hace una pregunta,
yo me miro decir que no me gusta el fútbol,
miro cómo me crecen las orejas
y en el humor helado, la tijera
me susurra su tajo.






LA MARIPOSA

En la ropa colgada, en el yuyal,
atrás de los galpones y la siesta
vuela una mariposa de sangre.
A pique las cigarras
desploman todo el sol dentro un balde.
Sólo la mariposa
escapa a lo monótono que cae.
En el calor volteado
sólo su brillo flota.
Un latido posado sobre un pasto,
las alas encendidas en el aire,
en torno a la humildad de las gallinas,
arriba en el verano,
abajo en la extensión de la culebra,
la brasa de sus solamente alas
circunda las camisas.
Con liviandad de soplo
vuela la mariposa en el cansancio,
vuela con su color de sangre que aliviana
el sueño de las sábanas mojadas.
Todo cae en la siesta.
Salvo la mariposa.





SUPERMARKET SPRING

ella duerme profunda, embarazada
vinculada a los ciclos naturales
a los astros del nacimiento eterno
gira en la luz nocturna de la fertilidad
flota en el mundo, etc
yo no puedo dormir tan planetariamente
tan cíclico y preñado
tan alumbrado y hermoso
tan plácido y redondo
yo soy el expulsado
silencioso en la sombra artificial
en la mediocridad de los productos
los impuestos sanguíneos
la angustia existencial del noticiero
medio enfermo sin perro y sin hermano
deambulo por la casa voy al baño
certifico mi insomnio en el espejo
giro solo en el plano de tres ambientes amplios
con balcón a la calle y lavadero
me siento en la penumbra
entre las lucecitas que titilan
mensajes ceros verdes luces rojas
a.m. stand-by power
una constelación
mis electrodomésticas estrellas
mi primavera de supermercado
mi infancia de ascensor
no crezco no muero
no tengo luz adentro
no voy a ningún lado
respiro en el sonido de la noche
rodeado de taxistas floristas policías
kiosqueros vendedores ambulantes
mozos repartidores carteristas
todos los expulsados a la acidez nocturna
la avenida vacía
la masculinidad y sus desiertos





LA AURORITA

Invierno en la avenida Juan B. Justo
y el viejo pedaleando en la Aurorita
rosada de la nena.
Un pullover y otro y camiseta,
la campera del Shopping Abasto está muy cara,
la motito alemana está muy cara,
la bici con seis cambios japonesa
también y las monedas
no son para ir en micro
sino para el puchero y al destino
hay que llegar igual.
Si caminando es lejos
entonces en la bici rosada de la nena.
Después de veinte años de baulera
vuelve a salir al viento .
Las ruedas chiquititas recién resucitadas.
No hay más vueltas manzana por el barrio,
no hay más chocolatines los domingos,
ahora no es juguete sino tracción a sangre,
segunda vida útil de transporte,
reciclado biciclo, tempranito,
la aurora de otros tiempos,
la infancia convertida en desencanto,
la nena limpia baños en Miami
y el padre, el inmigrante,
pelado y jubilado,
trepado a la Aurorita,
se aleja pedaleando.






LA FAUNA EMBALSAMADA

¿esto es un poema?
¿estar a oscuras sin dormir
puede ser un poema?
¿si no hay nada
puede haber un poema?
¿si digo que respiro en este cubo negro,
no es algo ya? ¿no es demasiado?
¿no es mucho más que esto en realidad?
busco un silencio quieto entre paredes
una sola palabra de penumbra
cualquiera menos noche
porque noche está sólo permitida
a los poetas cósmicos
yo me refiero a este apagón del verbo
la boca ciega en la sombra de este miércoles
yo fui -yo quise ser- poeta natural, poeta cósmico
pero soy un poeta de edificio
poeta de ascensor
y no quiero dormir
quiero estar acostado sin luz en las palabras
por ejemplo:
¿adónde están las manos
de esta pregunta?
¿cómo es un poema en un departamento a oscuras?
yo que llamaba mulata, yegua de tinta a la noche
¿adónde voy a ir?
¿qué voy a hacer con mi fauna embalsamada
a las dos menos cuarto sin imagen
a tientas por el verbo del piso seis sin sueño?
vendo o alquilo mi fiel cosmogonía,
cambio sistema solar
por dos palabras ciertas
que consigan decir toda mi sombra.






JULIO REIJA [9076]

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Julio Reija (Madrid, 1977), licenciado en filosofía, ha publicado el libro de microrrelatos Diecisiete milagros ciertos y una disquisición acerca de la posible santidad de sir Galaz (Madrid, Entonces, 2000), los poemarios "Los libros" (Madrid, Huerga & Fierro, 2003), Perla provocada (Icaria, 2008) y RESPIRACIÓN CONTINUA / DESPIECE PEATONAL (Ya lo dijo Casimiro Parker, 2010). 

Algunos de sus poemas han ido apareciendo en diversas antologías, como Un siglo de sonetos en español (Madrid, Hiperión, 2000), Inéditos (Madrid, Huerga & Fierro, 2002), Veinticinco poetas españoles jóvenes (Madrid, Hiperión, 2003), En pie de paz (Córdoba, Plurabelle, 2003), Antolojaja. Humor en la poesía española joven (Madrid, La Flauta Mágica, 2003), Todo es poesía menos la poesía (Madrid, Eneida, 2004). 

V premio de poesía experimental Diputación de Badajoz (Badajoz, Diputación de Badajoz, 2006), así como en revistas literarias españolas. 
También trabaja como ilustrador y diseñador gráfico, y entre 1997 y 2001 fue miembro del consejo editorial de la madrileña revista de creación y recreación entonces.







OTRO PICNIC EN EL PARQUE

frente a la cámara
de circuito cerrado
crece la hierba

guano en la estatua
del escritor insigne
chicle en mis suelas

mientras la hormiga
asciende por mi calva
contemplo el cielo

sol en los ojos
las agujas de pino
bordan el aire

un par de urracas
investigando a fondo
las papeleras






DE RESPIRACIÓN CONTINUA / DESPIECE PEATONAL 
(Ya lo dijo Casimiro Parker, 2010). 




Llueve sobre no hay
palabra más erótica que nunca
pla
cér
came
y
per
versa tu sintaxis en mi o
ído
lo
cuaz pidiéndote de nuevo tu bis
agra
de
cimiento proverbial polilabial ex
acerba
da
dos de los dedos
que me tamborilean cayendo en
mis amba
ges
tos nuevos de olvid
a
dos
a
dos
is de de
liricos hormonal
es
combros de un altar
erigido tan sólo a un solo sacrificio
a cualquier dios nos vale de
signado a fondo en los superflu(id)o
subli
me subrepticio
yo
y
te entre
gas
eterna interna entera
sobre mo
jad(e)o







Permítame un momento
que tome la palabra mírela
tan rotunda y segura de sí misma
puede aguantarlo todo guerras
quemas
de libros prohibiciones
de hablar tu propio idioma dictaduras
autocracias reinados absolutos
los censores chascando sus tijeras
carteles de enfermeras
con un dedo en los labios rimas malas
retóricas figuras
cegueras y sorderas
locuras y corduras
afasias y dislexias
autismos y otros síndromes diversos
la palabra resiste
nos permea y nos guía
es inminencia de la trascendencia
íntimamente pública








¿Has oído la historia de ese autor
polaco o alemán que dividía
a la gente en tres tipos
espectadores víctimas verdugos?
ah
divina adivinanza
en qué grupo te metería a ti
en mi interrogatorio
de asustos internos
no te quedes así desconcertado
igual que una lechuga
ya sabes que no aguanto
la densidad confusa de tu mente
tiene razón tu padre cuando dice
que no te atienes nunca a tus principios
de progre posmoderno y postatómico
que en sus tiempos todo era más difícil
nada que ver con estos que tenéis
cuanto pueda pagaros la familia
sí ya sé que hace años que trabajas
pero cuánto has ahorrado ni siquiera
logras pensar de aquí a un par de meses
tan sólo fantaseas con todo lo que harías
sin llegar nunca a hacerlo dos cojones
eso es lo que te falta no me vengas
con que el sistema es un cúmulo de mafias
tú ni siquiera sabes qué cosa es un sistema
no te atreves a recordar qué sueñas
ves siempre algún fantasma que te impide
y es tu miedo a vivir y al compromiso
a responder ante otros y te escudas
en que alguien te dé órdenes tu jefe
o tu parienta y mira en lo que estás
escribiendo palabras que son de otros
para lograr tener una maraña que te sirva de espejo y tu mirada
está ya tan cansada de leer
con la nariz hundida en tus librotes
antifaces pero sin agujeros
con los que vas por ahí interpretando
tu papel de comparsa y dejas siempre
todo el protagonismo
al artista invitado es que no ves
que cada vez que hablas es por justificarte
o defenderte y nadie está atacando
aceleracelera que tus tiempos son bíblicos
y nos tienes a todos esperando
ya te has quedado calvo y la barriga
empieza a entorpecer
tu actividad sexual
no te conoce nadie en el mundillo
literario y ya llevas demasiado
esperando un milagro general
que te saque de torpe y pobre diablo
no me contestes que tus argumentos
o dan pena o dan risa piensa un poco
¿no te parece
que bebes demasiado?






Yosoy
reversi(fica)ble
transitivo
(de yo a tú
en menos de un segundo)
int(r)an(si)gible tránsito
(de mí a ti
tramo dorado
por obras de mejora)
atragantando de sazón
creíste verme       aquí
aquí
aquí
aunque afín
de(s)cuentas
tú significas tan sólo para mí
se
ducción
de

Y ahora me pregunto yo: ¿será verdad que ha muerto el verso libre?
el verso libre ha muerto
las for
más cla
sick
 as y los culturalistas
son sólo para pobres
de espíritu el gobierno
 del ritmo se declara
 absoluto y autárquico.






FINAL DE TRABYECTO

lo
que
de
habrá sido tal vez
otro cuento de nadas












VITALIJA BOGUTAITÉ [9077]

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Vitalija Bogutaitė-Keblienė (nacida en 1934, LITUANIA) - poeta, química y educadora. En 1944 se trasladó con sus padres a Alemania. En 1950 fue a los Estados Unidos. Asistió a la escuela secundaria en Baltimore en 1956. Se graduó en los estudios de química en la Universidad de Notre Dame de Maryland, desde 1966 hasta 1995. 
Ha publicado cinco libros de poesía: 
"Veidrodis jūros dugne" (1960), "Lietus ir laikas" (1969), "Po vasaros" (1976), "Kelionė" (1989), "Apmąstymai arba pokalbis su savim" (2000). 




Repartido, el pez;
repartiéndose, el pan.
Mañana repartiremos
la palabra.

Hechas las particiones, nos iremos.
Nos iremos en busca
del espejo
donde estén nuestros ojos.






He quitado las telarañas
de los cristales
para mejor
mirarte.

Trazaré en el cristal una carta
de amor, para que leas
con los labios,
para que sientas
con las manos
el frío del cristal.

Traducción de Biruté Ciplijauskaité.






GRACE PALEY [9078]

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GRACE PALEY (1922-2007)
Grace Goodside, hija de ruso-ucranianos exiliados por orden del zar, nació en el neoyorquino barrio del Bronx en 1922. Firmó sus libros como Grace Paley. Falleció el  miércoles 22 de agosto de 2007 en Thetford Hill (Vermont). Tenía 84 años de edad.


Una guía de escritores elaborada en el año 2000 por la revista digital Salon.com lo dice con las palabras justas y segura de que nadie podrá rebatir semejante afirmación: "Raramente se encuentran lectores a los que les gusta Grace Paley; porque a Grace Paley se la ama". Y punto.



Hija de ruso-ucranianos socialistas exiliados por orden del zar en 1906 y nacida en el neoyorquino barrio del Bronx en 1922 como Grace Goodside (deformación anglo de Gutseit), Paley firmó siempre con el apellido de su primer y efímero marido apenas tres libros de relatos, breves en páginas pero inmensos en logros, que fueron más que suficientes para convertirla en una admirada Gran Dama de las letras de su país: Batallas de amor (1959), Enormes cambios en el último minuto (1974), Más tarde el mismo día (1985) todos reunidos en 1994 en Cuentos completos (Anagrama), que resultaría finalista tanto del National Book Award como del Pulitzer. Un joven Philip Roth fue quien, exultante, reseñó su primera obra en las páginas de The New Yorker. Pronto Susan Sontag, Donald Barthelme, Angela Carter y -más cerca, más jóvenes- Lorrie Moore y A. M. Homes se unieron y seguirán uniéndose al festejo.



Paley gustaba de definir lo suyo, con modestia, como "historias sobre gente normal" y se la puede ubicar sin demasiados problemas dentro de la tradición inmigrante-judeo-americana junto a Henry Roth, Isaac Bashevis Singer, Bernard Malamud y Saul Bellow. Lo que no impide distinguir, sin esfuerzo, sus rasgos más que particulares. Una ácida mirada femenina dentro de un territorio hasta entonces reservado a los hombres y una incansable necesidad de renegar de ciertas tradiciones ancestrales sumada a una pasión por oponerse a poderosos y opresores. Esto la llevó -ya desde la década de los cincuenta del pasado siglo, a propósito de la proliferación de armas atómicas- a convertirse en una respetada activista y "feminista a la que le gustan los hombres", que alcanzó gran renombre durante las marchas contra la guerra de Vietnam. El título de uno de sus ensayos lo dice todo de su carácter: 365 razones para que no haya otra guerra. Paley -que gustaba presentarse como "pacifista combativa" o "anarquista cooperadora"- fue arrestada en 1978 por desplegar un estandarte antinuclear ante la Casa Blanca y siguió protestando hasta el último día contra la invasión de Irak.



Tal vez tanto movimiento atentó contra la quietud de la escritura de una muy esperada novela por parte de sus editores. "El arte es muy largo y la vida es muy corta", se excusó Paley, quien reconocía ser "poco disciplinada" y alguien que supo "desarrollar hábitos de trabajo, pero todos malos". Aun así, lo cierto es que sus ficciones cortas pueden leerse y apreciarse como una suerte de amplia y luminosa saga desarticulada, con personajes que desaparecen y reaparecen (la madre divorciada y de izquierdas Faith Darwin, en varios de sus cuentos, puede ser entendida como un transparente álter ego suyo aunque Paley prefería llamarla "una amiga muy cercana", prosa precisa que anticipa modales posmodernos y finales donde nada parece acabar del todo. Uno de sus relatos más célebres Una conversación con mi padre, en Enormes cambios... funciona como credo estético a la vez que declaración de principios. Allí, un padre enfermo se queja de la vaguedad de los finales de su hija escritora y le pide, casi como última voluntad, "una historia sencilla, como las que escribía Maupassant o Chéjov, como las que solías escribir tú". La hija lo intenta, quiere complacerlo; pero ya no se le ocurren ese tipo de tramas porque ahora "desprecia esa línea absoluta entre dos puntos y porque todos, reales o inventados, se merecen el destino abierto de la vida". Así, el padre pierde y nosotros ganamos.



En lo que a Paley se refiere, ella consideraba que "la única obligación de un escritor pasa por dejar en este mundo un poco más de justicia de la que encontró al llegar". Misión cumplida y -a su padre le habría complacido- final cerrado. 







ES RESPONSABILIDAD

Es responsabilidad de la sociedad dejar al poeta ser poeta
Es responsabilidad del poeta ser mujer
Es responsabilidad del poeta ponerse por las esquinas repartiendo
     poemas y octavillas hermosamente escritas
     también octavillas que casi no se pueden mirar
     por su retórica chirriante
Es responsabilidad del poeta ser perezoso en pasar la vida y profetizar
Es responsabilidad del poeta no pagar impuestos de guerra
Es responsabilidad del poeta entrar y salir de torres de marfil y
     apartamentos de dos piezas en la avenida C y
     en campos de alforfón y en campamentos del ejército
Es responsabilidad del poeta varón ser mujer
Es responsabilidad del poeta hembra ser mujer
Es responsabilidad del poeta decirle la verdad al poder
     como la dicen los cuáqueros
Es responsabilidad del poeta aprender la verdad de los débiles
Es responsabilidad del poeta decir muchas veces: no hay libertad
     sin justicia y esto quiere decir justicia amorosa y
     justicia económica
Es responsabilidad del poeta cantar esto en todos los modos
     originales y los tradicionales de cantar y recitar
     poemas
Es responsabilidad del poeta escuchar las charlas y transmitirlas
     a la manera de los narradores que decantan las
     historias de la vida
No hay libertad sin miedo y valentía. No hay libertad a menos que
     sigan tierra y aire y agua y los niños también sigan
Es responsabilidad del poeta ser mujer para echar un ojo a este
     mundo y gritar como Casandra, pero siendo
     escuchada esta vez.

Traducción de  Isabel Lucio-Villegas y Luis Marigómez.








 It is the responsibility of society to let the poet be a poet
It is the responsibility of the poet to be a woman
It is the responsibility of the poet to stand on street corners
giving out poems and beautifully written leaflets
also leaflets you can hardly bear to look at
because of the screaming rhetoric
It is the responsibility of the poet to be lazy
to hang out and prophesy
It is the responsibility of the poet not to pay war taxes
It is the responsibility of the poet to go in and out of ivory
towers and two-room apartments on Avenue C
and buckwheat fields and army camps
It is the responsibility of the male poet to be a woman
It is the responsibility of the female poet to be a woman
It is the poet’s responsibility to speak truth to power as the
Quakers say
It is the poet’s responsibility to learn the truth from the
powerless
It is the responsibility of the poet to say many times: there is no
freedom without justice and this means economic
justice and love justice
It is the responsibility of the poet to sing this in all the original
and traditional tunes of singing and telling poems
It is the responsibility of the poet to listen to gossip and pass it 
on in the way storytellers decant the story of life
There is no freedom without fear and bravery there is no
freedom unless
earth and air and water continue and children
also continue
It is the responsibility of the poet to be a woman to keep an eye on
this world and cry out like Cassandra, but be
listened to this time.


DANIEL HALPERN [9079]

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Daniel Halpern nació en Syracuse, Nueva York, en 1945 y ha vivido en Los Angeles, Seattle, Nueva York, y Tánger, Marruecos. Es autor de varios libros de poemas anteriores, Halpern es el director editorial de The Ecco Press, un sello de HarperCollins. Ha recibido varias becas y premios, entre ellos becas de la Fundación Guggenheim y el National Endowment for the Arts. Halpern divide su tiempo entre Nueva York y Princeton, Nueva Jersey, donde vive con su esposa y su hija. 

POETRY

Traveling on Credit, Viking (New York City), 1972.
Street Fire, Viking (New York City), 1975.
Life among Others (poems), Penguin, 1978.
Seasonal Rights: Poems, Viking, 1982.
The "Antaeus" Anthology, Bantam (New York City), 1986.
Tango: Poems, Viking, 1987.
Foreign Neon: Poems, Knopf (New York City), 1991.
Selected Poems, Knopf (New York City), 1994.
Something Shining: New Poems, Knopf, 1999.




PASATIEMPO

"Pero eres un genio", dice ella.

Un comentario de lo más natural pensé
mientras pegaba el último borde a mi aeroplano
y empezaba a empapelar el esqueleto.

Podía verla en el sofá,
sus manos repiqueteando con agujas y lana.

"Pero eres un genio", dije.

Ella afirmó con la cabeza
pensando que la observación era de lo más natural
mientras colocaba la última puntada en una manga.

No está mal vivir con un genio
pensamos los dos
mientras seguimos pegando y apuntalando por la vida.






COMIENZO

Estamos en la habitación.
La luz, las lagartijas en el biombo
y el ventilador del techo son reales.
Ahora mientras nos sentamos oscurece.
¿Has venido a llevarte lo que les digo
a otros? Digo poco:
el aire que llena las palabras descansa
en su alcoba.
Enciende las velas -nos quedaremos despiertos
esta noche.
Si estás callada te diré.
Sólo necesito comenzar. ¿Puedes oírme?

Traducción de Claribel Alegría y D. J. Flakoll.





Careless Perfection

According to Lin Yutang,
both Po Chuyi and Su Tungpo
"desperately admired" Tao Yuanming,

a poet of nature who wrote a single love poem,
a poem thought by Chinese dilettantes to be
the one "blemish in a white jade."

Can a poet be faulted for calling a woman
carelessly perfect in beauty?
He chose to long for her by envying

the candle that glowed upon her
beautiful face, the shadow
that followed in her every move.

Yet the nature poet Tao Yuanming, at home
with the sudden turning of seasons,
now feared the shadow in darkness,

a discarded fan that once stirred her hair,
feared the candle at dawn. At last believed
that for beauty he had lived in vain.





MICHELE SERROS [9080]

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Michele Serros
Michele Marie Serros (Nacida el 10 de febrero 1966 en Oxnard, California) es una escritora estadounidense, poeta. Aclamada como "una mujer debe fijarse en el nuevo siglo" por la revista Newsweek, Serros ha escrito varios libros y colabora regularmente con comentarios satíricos en la Radio Pública Nacional.


Obras publicadas:

Chicana Falsa and Other Stories of Death Identity and Oxnard Lalo Press 1994
Chicana Falsa and Other Stories of Death, Identity and Oxnard (reissue) 1998 Riverhead Books 1996
How to be a Chicana Role Model Riverhead Books, 2000 
Honey Blonde Chica (SimonPulse/Simon and Schuster) 2005
¡Scandalosa! (SimonPulse) 2007 

Además de sus libros, Serros ha escrito para Los Angeles Times, Ms. Magazine, CosmoGirl, and The Washington Post y contribuye con comentarios satíricos de la Radio Pública Nacional (Latino USA, Morning Edition, Weekend All Things Considered, Anthem, Along for the Ride, and The California Report)

Fue seleccionada por el Instituto de Investigación Getty y Poetry Society of America para colgar su poesía en los autobuses de la MTA a través de Los Ángeles.




ANNIE DICE

Mi tía, Annie, me dijo:
"Nunca serás escritora,
olvida la poesía.
¿Qué sabes tú?
Quiero decir
¿sobre qué puedes escribir?"

"Aprobaste por los pelos el resumen del libro que entregaste
has de escribir un buen inglés,
utilizar palabras grandilocuentes...
y ni siquiera has salido nunca de Oxnard.
Los escritores viajan
continuamente
Nueva York, París, Roma...
Dondequiera se hace la crema Oíl Of Olay.
Ahí es donde van los escritores,
ahí es donde viven.
Tu familia no tiene dinero para viajar
Tú nunca lo tendrás.
y ni siquiera sabes escribir a máquina.
¿Dime pues cómo vas a ser escritora?
Claro, algunos escritores famosos,
dicen
que escribieron a mano
pero eso fue hace ya mucho tiempo,
y además eran hombres.
Los hombres lo tienen muy fácil
inútiles y perezosos perros.
Pero de eso tú no debes de entender nada
porque nunca has estado con uno.
Nunca
has comido,
ni dormido
ni aspirado
puro amor apasionado.
Los escritores están siempre enamorados,
como en este cuento de Arlequín que estoy leyendo.
Por lo tanto, ¿Cómo vas a ser una escritora?
Ni siquiera te gustan aún los chicos.
Nunca has entregado tu corazón a un chico,
para que te lo coja,
aprese,
agarre,
lo estruje hasta dejarlo seco,
para después arrojarlo,
olvidarlo en el arroyo.

Te hacen llorar
te hieren,
te hacen sufrir.
Los escritores saben mucho de eso,
ahogan sus penas con palabras.
Tú no sabes nada del dolor,
de la angustia
de la infamia
de la protesta.
Mira en la televisión...
A los de las Boinas Marrones,
están desfilando.
Todo el movimiento Chicano
te es indiferente y
ni siquiera de eso sabes.
No naciste en ningún barrio.
No hay ninguna tortillería en tu calle.
Las balas nunca han silbado
sobre la cabeza de tu pequeño.

Chicana sin Causa.
No, mi´ja,
Nadie comprará nunca tus libros,
así pues deja la pluma
y cámbiame de canal,
es la hora de Así Gira el Mundo".

Traducción de Victoria Algarra, Russell di Napoli y Jaime B. Rosa.







PATRICK LANE [9081]

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Patrick Lane (nacido el 26 de marzo 1939 en Nelson, British Columbia, CANADÁ) es un  reconocido poeta canadiense. Ha escrito en varios otros géneros, incluyendo ensayos, cuentos, y autor de la novela Perro Rojo, Red Dog.

Bibliografía

Letters from the Savage Mind - 1966
Separations - 1969
"Calgary City Jail" - 1969
"On the Street" - 1970
Mountain Oysters - 1971
The Sun Has Begun to Eat the Mountain - 1972
"Passing Into Storm" - 1973
Beware the Months of Fire - 1974
"certs" - 1974
Unborn Things: South American Poems" - 1975
"Albino Pheasants" - 1977
Poems, New and Selected - 1978 (winner of the 1978 Governor General's Award)
No Longer Two People - 1979 (with Lorna Crozier)
The Measure - 1980
Old Mother - 1982
Woman in the Dust - 1983
A Linen Crow, A Caftan Magpie - 1984
Selected Poems - 1987
Milford and Me - 1989
Winter - 1989 (nominated for a Governor General's Award)
Mortal Remains - 1991 (nominated for a Governor General's Award)
How Do You Spell Beautiful? And Other Stories - 1992
"Praise" - 1993
Too Spare, Too Fierce - 1995 (winner of the Dorothy Livesay Poetry Prize)
Selected Poems - 1997
The Bare Plum of Winter Rain - 2000 (nominated for the Dorothy Livesay Poetry Prize)
There is a Season - 2004 (nominated for the Hubert Evans Non-Fiction Prize)
published in the US as What the Stones Remember: A Life Rediscovered 2004 (nominated for Barnes & Noble Discover Great New Writers Award for Non-fiction)
Go Leaving Strange - 2005 - (nominated for the Dorothy Livesay Poetry Prize)
Red Dog, Red Dog - 2008

Editado con Lorna Crozier

Breathing Fire - 1995
Addicted: Notes from the Belly of the Beast - 2001
Breathing Fire 2 - 2004




EL PÁJARO

El pájaro que atrapaste está muerto.
Te dije que se moriría
mas no quisiste aprender
de lo que te contaba. Querías
enjaular un pájaro en tus manos
y aprender a volar.

Escucha otra vez.
No debes manosear pájaros.
Ellos no pueden volar a través de tus dedos.
No eres un nido
y una pluma no
está hecha de sangre y hueso.

Sólo las palabras
pueden volar para ti como pájaros
sobre la pared del sol.
Un pájaro es un poema
que habla del fin de las jaulas.







TREINTA BAJO CERO

Los hombres sobre la charca
empujan troncos a través del hielo constante.
Los rostros echan barbas de escarcha.
Nadie se mueve más allá del ritual
del trabajo. Tormento de metal
y el chillido de las sierras.

Todo es duro. El cielo
araña la tierra a treinta bajo cero
y las cosas vivas jalan hasta el dolor
como niños grotescos
arrojados en la estación equivocada.

Alguien maldice.
Arranca su mano de la cadena.
Su piel se ha quedado sobre el acero,
la sangre congelada en bolas.
Es sustituido y el trabajo continúa.

Todo es duro.
El frío alancea la lenta danza
sobre la charca. El hombre nuevo tiembla
fuera de sí.
No puede sostener su barra.
Alguien se ríe,
dice que se romperá el hielo
antes de que cierren este maldito aserradero.

Traducción de Bernd Dietz.






These poems appeared on Salamander Poems in May 2012. Take a look. They do a nice job.



Bonsai

Far off in the cedars the jay screams his morning song.
I hear the words in the twisted trunk of the yew.
The woman before me told the tree to suffer for her sake. 
The old can’t be made young again. The tree can’t be undone.
The wind weaves ribbons through my fingers. Stillness waits.
The winter fish eat the dawn slowly, their bodies consume.
Water has its own way. There is a new silence at the end of a poem.
The jay laughs as he torments the robin. Never mind, I say.




Poets, Talking

I could wish poems happened more, but wanting them
only leads to the impediment of desire and desire
is never equal to the act. It’s much the same as looking back,
expecting a story and finding the characters already dead.
The surprise of that. How the past gets worn down by idle use.
These days the poem comes much as the first bat does
in the false dawn. Its flight the mental stumble that I love.
I have my hungers even as they elude me.
Things are so simple, a bat, and the consequent moth
I create to keep my world whole a little longer. 
The poems come to me now as then, occasions, the good ones rarely. 
The moth, its wings so white they startle me, escapes.
For the moment. I watch the delicate violence of the dance,
the bat, and the moth too, veering.




Dinner

I would like to have dinner with the man
who didn’t follow Christ, the one who,
when Jesus said: Follow me and I
will make you fishers of men, decided
to go fishing instead, getting in his boat,
pushing out from shore, his nets clean
and repaired, thinking I will have to work
even harder now in order to feed
everyone left behind. I would like
to sit on the beach with him
in front of a careful fire,
his wife and children asleep,
sharing a glass of wine, both of us
telling stories about what we’d done
with our lives, the ones we caught,
the ones that got away.



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