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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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CECILIA PODESTÁ [9042]

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Cecilia Podestá (Ayacucho, PERÚ  1981). Escritora. Estudió literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los poemarios Fotografías escritas (Premio Dedo crítico 2002) reeditado en el 2007 en Lima, Perú; La primera anunciación (2006) reeditado en Paraguay por la editorial Felicita cartonera 2010, Muro de carne (Lima, 2007), Desaparecida (2008) y Vía Crusis en Chepén (2010); las obras dramáticas Las mujeres de la caja (2003), La repisa de los juguetes vacíos y el libro de cuentosDe cabeza sobre el pasto amarillo (2011). Ha llevado talleres de escritura creativa (dramaturgia, poesía, narrativa), de actuación, dirección escénica entre otros. Ha dictado talleres de creación literaria (Anexo Cárcel de Chorillos). Ha obtenido el premio de dramaturgia de la revista Muestra por la obra Cenizo y la mención honrosa en el concurso de libro objeto Carlos Oquendo de Amat, por El libro de cera. Presentó la performance Yo no soy un costo de guerra en el Centro cultural de España, 2011. Ha participado en encuentros nacionales e internacionales de escritores, ferias de libro y seminarios, también como ponente. Dirige el sello editorial Tranvías editores. Artículos suyos en prensa cultural pueden leerse enwww.dinosauriosdelaton.lamula.pe




Sirena

¿Cómo será perderse en un tiempo hecho de agua?
Jugar a ser sirena vieja,
                              tan profunda como un abismo que se ahoga
y sólo el tiempo...

                           entonces sólo agua:
                           el paisaje más vacío
                           hecho de nada
                           l l e n o  d e   a g u a
                           andando como algún tiempo más lento
                           afectando algas imaginarias
                           que se conciben a sí mismas como
                                                    cabellos humanos
                                                                 ondeándose

           al viento, al tiempo y al blanco

rozando ya caído
ese pezón duro
           y ennegrecido
formando en contraste los años suyos
                                 los de ella, claro...

su gesto de adiós avanza con ese
                                           tiempoagua
ella con el cuerpo de viento inmenso
             que sale de su boca
para soplar su cabello:
                              algas blancas y largas.






De La primera anunciación





Yo quiero que ese niño nazca muerto, María,
Poco me importa ser el padre de un salvador
O el santo que acompañe tu vientre
Tocado por las manos ásperas
De un dios egoísta.








Él
Pondrá sobre tu hijo una corona de espinas
Y lo llevará hacia la cruz de los traidores
Lo llamarán:
El Rey de los judíos
Pero antes será arrastrado por su Jerusalén
Y envidiado por Juan, el hijo de tu prima Isabel,
A ser llamado El Bautista
Que tampoco nace aun en esta tierra
Y tiene ya un destino miserable.








El Tuyo se llamará Jesús
Y le pedirá a un hombre que lo lleve a la gloria
Rogará a un tal Judas que lo entregue a los fariseos.
Él venderá su deshonra
Por un lugar en la mesa de los apóstoles
Para la eternidad.








Y en la hora de su muerte
Tu hijo
Partirá hacia los brazos de su padre con dos ladrones,
Tendrá sed
Y morirá diciendo
Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.









María,
¿Quién te perdonará a Ti en la vejez?
¿Quién te dará otro hijo sin una
Muerte o dolor
Que se anuncie en la boca de un ángel perverso?
¿Quién te dará otro hijo que no sea arrebatado
Para el perdón de nuestros sabios pecados?

¿Quién te perdonará a Ti en la vejez?








¿Quién te dará otro hijo sin una
Muerte o dolor
Que se anuncie en la boca de un ángel perverso?
¿Quién te dará otro hijo que no sea arrebatado
Para el perdón de nuestros sabios pecados?

Por eso, joven esposa, yo quiero que ese niño nazca muerto.






Pero será tarde cuando sentada en el infierno
Como una reina virgen e infeliz
Te arrepientas de no haber respirado sobre mi boca
De no haberle dado a mis manos ásperas, pero pacientes,
Tu cuello largo
Tu seno redondo
Tus piernas
Tus pies como racimos.

Será tarde cuando llores la sangre de tu hijo
Por haber negado tus manos
Tu ano
Y tu boca
A mi sexo dulce.






Escribirán que diste a luz sin abrir las piernas.
Los hijos de tus hijos santificarán tu nombre
Y le dirán a las mujeres que también deberán
Llegar vírgenes
A su propio dios.
Sin embargo, ninguna será como Tú
Pura,
Incluso después de parir.







Déjame cambiar tu destino virgen,
Niña esclava de José,
Déjame matarte esta noche entre tanta desgracia
Aquí conmigo
Dentro de Ti
E iniciando una plegaria
Por tu hijo muerto.

No bajes la vista.
No llores, María.
Mírame
Te haré morir para cambiarlo todo
Déjame mostrarte un reino distinto
En el que seas Tú, María la madre de mis hijos
Y te digan todos
Esposa de José el carpintero.

Déjame,
Déjame arrebatar tu vida ese extraño Señor.






Ahora eres María
Mujer de José, que desciende de David.
Eres María esposa del carpintero
Y me debes a mí obediencia.
Olvida a tu falso dios
Y a los profetas que le hablaron de Ti
A los antiguos.






Nuestro hijo
Sabrá que lo elegiste a Él,
No al otro.
Sabrá que nació con la ayuda de una partera
No en un establo esperando oro, incienso y mirra.

Te dirá
Madre, no quiero salvar a nadie.
Y Tú le dirás:
Hijo mío
Fui esposa de tu padre
Como soy madre de un solo hombre.
No salves a nadie,
Nadie merece ser salvado.






DE CUERPOS Y ESPECTROS I

Guarda mis muertos esta noche
mañana volverán a mi piel
mojados con el agualaguna
de tu mirada que observa sombras
haciéndole el amor
a la cal de las paredes
y parir quizá vidas muertas.
Nada habrá cambiado
excepto por los muros de cuerpo
cercándose los dos
... entonces cada cosa ha mutado...







ACUARELA

Imagino mi muerte
(un cuerpo que parece ser el mío entre los
Ecos del tiempo
Sobre esta caja
/encerrado/
tan llena del aire que son recuerdos
y me envuelven
enfriando las pequeñas paredes de madera,
dándoles el viejo sonido
de la nostalgia
que me hace compañía como
un cuerpo capaz de hacer el amor)
estamos él y yo
(mi cuerpo, mi cuerpo y yo)
La piel es suave
Y pronto estos senos blancos estarán cubiertos







CUERPO DESPIERTO

hoy emergen los ojos
como cuerpos ajenos
desnudos
de la música
que los hizo dormir.
lo hacen
temiendo a la magia,
frases,
luces opacas,
inviernos
y ahogos maravillosos.
Han despertado
para ver
un cuerpo muerto y dulce
partido por la mitad
que ya no dice nada más
que alguna nostalgia
lanzada al aire helado.






la Voz de la Manada

Yuo
eterno y feroz animal del tiempo
insomne se arrastra hoy sobre la sal de su ciudad
morador del papel y padre de reos culpables
escribe desde su tétrica morada
para poder devorarlos
los arrebata de otro animal del tiempo
hermano suyo menos salvaje
que retrocede negligente
a estos hombres antes del yerro
a otros los arranca con plena justicia de la misma muerte.
estos reos antes de ser devorados
ofrendan sus propias ciudades inútiles a Yuo.
no servirán para extraviar en ellas
las culpas de la memoria
o aplacar el hambre del temible animal
que suicida su cuerpo comiendo la sal en la que vive
como guardián atrapado de la ciudad de los reos.







CORONACIÓN

Tengo la costumbre de tragar a mis hombres
cuando quedan dormidos sobre el polvo
también de convertirlos en nausea
junto al viejo escenario que regresa a mi cabeza:
                                  los reinos inservibles
                                  de lata y de cartón

que me delatan
como un rey innecesario
que muere inventado
las excusas y hombres que me entierren
y vuelvan a buscarme.

entonces reconozco las latas abiertas y vacías
el cartón que me abriga
y algún animal que a cambio de una caricia
me quiso orinar encima.

No,
no soy un rey,
Sino solamente un juego que se detuvo distraído en la neblina,
el ruido
y el polvo.

Olvidé la coronación.
Respiré la neblina y me quedé dormido.
Perdí una mujer fea de grandes senos
que sonreía para mí y
se desnudaba para que pudiera esconderme del frío
dentro de su cuerpo grande
y de olor a metal oxidado.

Olvidé la coronación
respiré hondo dentro de las latas.
Sumergido,
preferí crear un reino de caparazón,
que se extienda
en cualquier mundo que haya dejado de serlo
para convertirse en algo menos que miseria.





DIANA DEL ÁNGEL [9043]

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Diana del Ángel (México, D.F., 1982). Maestra en Letras Mexicanas por la UNAM. “Concibo la escritura como un trabajo orgánico que implica el tránsito de distintas etapas para llegar a la síntesis máxima del poema y del verso. Se trata de una observación no pasiva, aunque haya mucha espera de por medio, como la del felino que se agazapa hasta que en el horizonte vislumbra a su presa.” Actualmente es becaria dentro del programa de formación para jóvenes escritores de la Fundación para las Letras Mexicanas en el área de poesía. Desde el 2002 pertenece al Taller de Poesía y Silencio. Vasija (2007), fue publicado en una plaquette, algunos de estos poemas se han publicado en revistas. Tiene dos libros inéditos.





Maneras de fijar tu sombra


I

Cuando te conocí llamabas a las cosas
con el idioma hallado en los rincones de tu infancia
donde silencioso añorabas la tibieza prenatal
de la que habías tardado en salir.
Tu madre me dijo que allí te hiciste
la primera grieta
por donde la oquedad te invadiría.
Pero la tarde en que te descubrí
decías las palabras como el viento
forma y deforma las nubes del verano.
Mirabas las piedras como si en ellas
anidaran los verbos que nos harían falta
para comenzar los días por venir;
aprendías de la lluvia insólitos caminos
que marcaban nuestra ruta por las calles.
A tu lado, las botellas rotas fueron esquirlas de la noche,
y la noche un lienzo para plasmar nuestros espantos,
y tú no eras tú, sino los rayos del sol en mis cabellos,
y al amor no lo nombramos con la boca,
sino con los ojos, con la yema de los dedos,
con nuestra humedad sombría.


II

Llevada por el rumor de tu cuerpo era tan fácil
recordar los instantes felices de mi infancia.
Tu respiración era como el rumor
de la locomotora que escuchaba cuando niña.

El tren se aproximaba, poco a poco,
sobre los rieles, su cuerpo de acero
partía en dos la tarde,
vagón tras vagón, rueda tras rueda,
su andar cansino parecía no terminar nunca
y cerraba los ojos para que su respiración metálica
me hablara de otras ciudades, de otros cielos
cuya quietud se había roto
por el rastro del humo en el aire.

Junto a ti también cerraba los ojos
para escucharte desde el sueño,
para imaginar el sitio, donde habitabas libre,
niño por siempre, a la orilla de tu lago.

Al abrir los ojos, sólo podía ver tu cabello crespo,
derramado sobre tu espalda,
y como cuando niña,
las estelas negras me decían
que todo viaje es efímero.


III

Estabas lleno de árbol
desde la mirada oscura
hasta el sabor de tu piel cetrina.
Tu cabello rebosaba
del olor a las tardes de mi infancia
cuando juntaba las piezas del cielo roto
bajo el naranjo alumbrado de azahares.
De árbol tenías también el modo
de quedarte fijo en medio del bullicio,
o de silbar en la hora más profunda de la noche,
y colmada de su amarga corteza
descendía una cicatriz profunda por tu cuello.
Pero tu lado más arbóreo no era eso,
sino las cuatrocientas voces que en ti anidaban:
los dulces trinos con que amanecías,
el murmullo vespertino de tus caminatas,
y detrás de todos los cantos
ese graznido hiriente
que iba marchitando tu ser.


IV

El roce de tus dedos en mi rostro,
volvía el aire tibio y mi epidermis,
más honda, palpitaba como el surco
sediento, a flor de tierra, de semilla.


V

“Más que del fuego, vengo de la lluvia”, me dijiste.
Y supe que así era por tu mirada, oculta
tras el cielo endrino de tus ojos
y por tu beso de agua,
prolongado como un día de verano.
Y te supe lluvia, alegremente,
cuando tu abrazo me envolvía de improviso
en medio de la calle, en las tardes sembradas de promesas,
en las puertas de los salones, de los trenes y de las noches.
Y la lluvia de tus palabras me hacía ver en cada piedra
un tesoro, hallar en el pasto soles mínimos y eternos,
o contar las historias que duermen bajo los pasos de los vagabundos.
Y llovías con esa luz tan tuya, lacrimal desde los párpados,
salival desde tu lengua y desde todo tu cuerpo,
tibia y radiante, tu lluvia dejó en los caminos
una estela de preguntas, un arcoíris perenne en la memoria,
y un cielo escampado ante mis ojos.
Y todo en ti me decía
que no eras para la tierra, sino del instante,
y te fuiste,
lluvia sin remedio.


VI

Me dejaste
la sombra tibia de tus manos en mi cara,
esas tardes sobre la hierba, a la orilla del mundo,
mirando los volcanes falsamente dormidos,
el misterio de tu musgo, se me quedó
entre los dedos el desliz de tu pelo en retirada,
el horror de tu alma rota una noche
lejos del pan y del hogar compartido,
tu historia mutilada y tu locura,
la certeza de que no eras tú,
la memoria de tu cuerpo luminoso.
también algo de nostalgia. Tendido
te dejo en estas líneas
carne sombría, impensable, colérico,
lúcido, sonriente, asombro puro,
desterrado, triste, irónico,
horizontal, telúrico, olvidado.







Viejo bajo el sol

Él no se imagina cómo se alarga el tiempo
cuando acarrea penosamente
fierros y botes a un lado de la obra,
Los albañiles jóvenes, a golpe de pico y pala,
no paran de horadar el viejo pavimento.
El polvo que levantan con su trabajo
se cuela por el pantalón roto
y curte la piel de su cuerpo pétreo.
Se distraen pensando en el baile del sábado
en las muchachas de duros muslos
con su olor a tierra y agua.

Él piensa en que su equipo jugará mañana,
hace años solo pierde,
pero igual beberá una cerveza.
Su cuerpo, alambre retorcido y oxidado,
se tuesta junto a ellos, a la orilla
como un niño no invitado al juego.
Bajo la piel curtida que lo cubre,
aun siente,
la fuerza de su sangre,
que latido a latido, se suma
segundo a segundo, sobrevive
desde hace tantos años.






Nocturno

Oigo una gota, dos gotas, otra más:
al mismo tiempo todas,
se alborotan ignorantes del estruendo que producen.
Gordas, fugaces, cristalinas
notas de agua lanzadas
por un músico enloquecido
forman en el aire veloces hilos de plata
que estallan contra el suelo
en miríadas de estrellas de agua
donde la luz de los faroles se refleja y multiplica.

El aguacero es un muro,
líquido obstáculo entre los demás,
que poco a poco se entregan al descanso, y yo,
aterida contra esta pared, silenciosa.






Vendedora de flores

Quisiera tender como ella
un puesto sobre la calle sucia y sonora,
sumergir las flores en agua, misteriosa,
salpicarlas de rocío.
Rimar pino con margaritas diáfanas,
alhelíes naranjas con amarillos claveles,
blancas azucenas con gladiolos rojos,
astromelias de la selva con simples nubes,
conciliar las espinas de la rosa con delicadas gardenias,
y atarlas suavemente con un cordón
provisto por el acaso.
Transformarme, como ella,
bajo la falda de lana cruda y la blusa percudida
en el vértice de un abanico fragante,
en hacedora de ofrendas, de perdones,
de te quieros vegetales, hacedora
sin prisas, ni modelos.



EDMUND BLUNDEN [9044]

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Edmund Blunden
Charles Edmund Blunden, (Nacidoel 1 de noviembre 1896 en Londres, Inglaterra - Murió el 20 de enero 1974) fue un poeta Inglés, escritor y crítico.
Era el hijo mayor de Charles Edmund Blunden y su esposa Georgina Margaret, quienes eran profesores en una escuela londinense.

Poco después la familia se trasladó a Yalding en Kent. Fue educado en el Hospital de Cristo y la universidad de la Reina, Oxford y se incorporó al regimiento de Royal Sussex en el estallido de la Primera Guerra Mundial y fue condecorado con la Cruz Militar, por su valentía. Su propia cuenta de sus experiencias con frecuencia traumáticas fue publicada, en 1928, bajo el título Undertones of War.

Inicios literarios

Abandona el ejército en 1919 e hizo uso de una beca en Oxford siendo compañero de clase de Robert Graves, con quien desarrolló una fuerte amistad. Luego abandona la Universidad en 1920 para iniciar una carrera literaria, inicialmente trabajando como asistente de John Middleton Murry en la revista Athenaeum, donde conoce a Siegfried Sassoon, con quien entablaría una amistad que duraría por el resto de sus vidas.

Desempeñó diversos cargos académicos en Tokio, Oxford y Hong Kong y trabajó para el suplemento literario de The Times durante varios años.

A partir de 1944, volvió a dedicarse a escribir a tiempo completo, trabajando como editor asistente de The Times Literary Supplement.

En 1947, regresó a Japón como miembro de la misión diplomática británica en Tokio. En 1953, después de estar tres años en Inglaterra, Blunden aceptó un puesto como profesor de literatura inglesa en la Universidad de Hong Kong.

Muerte

Muere de un ataque cardíaco, el 20 de enero de 1974 en Long Melford, Inglaterra. Fue enterrado en el cementerio de la Holy Trinity Church.

Algunas de sus obras

En 1920, publicó un poemario titulado The Waggoner. Además, junto a Alan Porter, editó los poemas de John Clare.

Realizó además numerosas publicaciones, incluyendo varios poemarios como Choice or Chance (1934) y Shells by a Stream (1944) y trabajos en prosa sobre Charles Lamb, Edward Gibbon, John Taylor y Thomas Hardy. Escribió un libro sobre críquet titulado Cricket Country (1944).

También publicó varios volúmenes de poesía: Pastorales (1916), El Waggoner (1920), Poemas de Inglés (1925), Poemas: 1930-1940.

Sus volúmenes de poesía, El carretero (1920), El pastor (1922) y Murmullos de guerra (1928), reciben influencias del conflicto bélico, durante la Primera Guerra Mundial.

Se publicaron otros volúmenes de poesía, los últimos de los cuales fueron Una casa de Hong Kong (1962) y Once poemas en (1965).

Reconocimientos

En 1951, fue nombrado Comandante de la Orden del Imperio Británico
En 1956, recibió la Queen's Gold Medal for Poetry
En 1963, fue nombrado miembro honorario de la Academia Japonesa.
Fue incluido entre los 16 poetas en una placa conmemorativa en la Esquina de los Poetas en la Abadía de Westminster.

Nacido en Yalding, Kent, hijo de profesores de colegio, hijo entre ocho hermanos, con esfuerzo logró obtener una beca para Oxford de la que no pudo disfrutar por el inicio de la guerra. A pesar de participar en batallas como las de Ipres y Somme y permanecer dos años en el frente no fue en ningún momento herido. Pero su experiencia le dejó una profunda huella que expresó tanto en prosa como en poesía que escribió a lo largo de su vida y que compaginó con su actividad como profesor en Inglaterra  hasta jubilarse como profesor de literatura inglesa en Oxford en la que había sustituido  a Robert Graves.

Bluden nos prepara para el día de la victoria, por lo que vistas sus descripciones intuyo un mayor intención crítica, pues desde su propio título ya parece anunciar la contradicción entre el  glorioso día y la realidad. Los sueños, los recuerdos se mezclan con un paseo por el infierno y se respira un enfado lejos de la melancolía de  otros poetas. Él vivió el día de la victoria, pero no parece que para él, tras lo visto,  pudiera existir una verdadera victoria.




Preparativos para la Victoria (1918)

Mi alma,indiferente a la pestilencia que envuelve
El Valle; no te encojas, mi cuerpo joven
Por estos grandes y ruidosos humos y gruñentes juergas
de hierro ardiente; que aún no puede ser arrojado
el dado que te reclama. Como un hombre  se mueve entre
Estas ruinas, y lo que  tengas que hacer, hazlo bien;
Mira, aquí están los  jardines, allí ramas con musgo colgaban
con  manzanas cuyas mejillas brillantes ninguna  excede de las demás,
y hay una casa aún no destrozada por un obús.
Yo lo haré lo  mejor que pueda, el alma responde tristemente,
“Y  marcaré el todavía no asesinado árbol
El símbolo de nuestras queridas casas que corteja la vista
Y sin embargo los veo no como los vería
Deambulando entre, un fantasma enemigo.
Asqueada  luz, y envenenada, mustia, lánguida,
El menos profanado se gira para desesperarme”.
El cuerpo, pobre incomprendido Caliban,
Sediento y suda  y gruñe para ganar el calificativo  de Hombre
Días y eternidades como olas hinchadas
Avanzan,  y todavía caminamos lentamente en el oscuro laberinto;
Las bombas y  cables y latas por cintas de esclavos
Son cargados para servir la llegada de días y días;
Pálidos duermen en viscoso sótanos, escasos aliados
Con sus  breves blancos la carga. Mira, nosotros perdimos;
El cielo se fue, sin luz, empapada bruma
De  tormentas que calan hasta los huesos; tierra, el aire son enemigos
El negro demonio salta el ladrillo rojo mientras la última foto  
de la vida se va.

Traducción Ignacio Pemán Gavín









Preparations for Victory (1918)

My soul, dread not the pestilence that hags
The valley; flinch not you, my body young
At these great shouting smokes and snarling jags
Of fiery iron; as yet may not be flung
The dice that claims you. Manly move among
These ruins, and what you must do, do well;
Look, here are gardens, there mossed boughs are hung
With apples who bright cheeks none might excel,
And there’s a house as yet unshattered by a shell.
“I’ll do my best,” the soul makes sad reply,
“And I will mark the yet unmurdered tree,
The tokens of dear homes that court the eye,
And yet I see them not as I would see.
Hovering between, a ghostly enemy.
Sickens the light, and poisoned, withered, wan,
The least defiled turns desperate to me.”
The body, poor unpitied Caliban,
Parches and sweats and grunts to win the name of Man.
Days or eternities like swelling waves
Surge on, and still we drudge in this dark maze;
The bombs and coils and cans by strings of slaves
Are borne to serve the coming day of days;
Pale sleep in slimy cellars scarce allays
With its brief blank the burden. Look, we lose;
The sky is gone, the lightless, drenching haze
Of rainstorms chills the bone; earth, air are foes,
The black fiend leaps brick-red as life’s last picture goes.










EWART ALAN MACKINTOSH [9045]

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EWART ALAN MACKINTOSH 
Por dos veces  el oficial Ewart Alan Mackintosh  ( 4 de Marzo de 1893 – 23 de Noviembre de 1917) tuvo la oportunidad de evitar el frente pero por dos veces su firme deseo de participar en aquella guerra fue superior al destino. La primera, al iniciarse la guerra y  ver rechazada su solicitud de alistarse en Agosto del 14 por corto de vista, lo que no le impidió  reintentarlo nuevamente y  esta vez con éxito meses más tarde, incorporándose al  5th (The Sutherland and Caithness Highland) Batallón, Seaforth Highlanders

La segunda oportunidad de evitar el frente fue con motivo de su hospitalización  durante 8 meses cerca de Cambrige en Agosto de 1915 por las heridas sufridas en  High Wood en la Somme, donde tras recuperarse de las heridas le ofrecieron un puesto de instructor en Cambridge  que rechazó para volver al frente.

Mackintosh responde  fielmente al perfil de poeta de guerra, murió a los 23 años habiendo publicado su poemario A Highland Regiment and Other Poems 1917-,  perteneciente a  una generación de oficiales ingleses formados en Oxford o Cambridge que supieron compaginar letras y armas, valentía por el día y silenciosa rebeldía por la noche  y siempre  preocupados por los soldados que de ellos dependieron.  

Dos de sus acciones militares  fueron decisivas en su vida. Una, en la Batalla de Arras, en la  llevó a cabo una incursión militar  un 16 de mayo de 1916 por la que recibió la Military Cross. Y en  la segunda donde encontró su propia muerte en el año 1917.

En la tarde de aquel 16 de  Mayo de  1916 Mackintosh y el segundo teniente Mackay llevaron a cabo como oficiales  una incursión sobre las trincheras alemanas en el noroeste de Arras. Fue un éxito de acción pero al final de la noche había dieciséis bajas de las cuales 14 eran heridos y 2 muertos.

En la entrada del Diario de Guerra del Batallón de aquel 16 de  Mayo se lee lo siguiente:

“Bn [battalion] employed in working parties. In the evening at 8.10pm after an artillery preparation 2 raiding parties under Lts Mackintosh and 2 Lt Mackay entered German lines on both sides of Salient at pt 127. 7 Germans were killed by being either shot or bayonetted and 5 dug-outs full of Germans were bombed. Also 1 dugout was blown up by RE [Royal Engineers]. All our party returned except one man who was left dead in German lines. It is estimated that German casualties must have been between 60 and 70. Our casualties were 2 Lt Mackay slightly wounded, 2 men killed and 14 wounded. Two of the wounded have since died.” (1)

Por esta acción  recibió la  MIlitary Cross  el 24 Junio de  1916 pero no solo por el éxito de la incursión sino  sobre todo por su coraje  al recoger  a los heridos bajo el fuego alemán . Así lo relataba en the London Gazette

2nd Lt. (temp. Lt.) Ewart Alan Mackintosh, l/5th Bn., Sea. Highrs., T.F. For conspicuous gallantry. He organised and led a successful raid on the enemy’s trenches with great skill and courage. Several of the enemy were disposed of and a strong point destroyed. He also brought back two wounded men under heavy fire.[8]

Uno de los dos hombres muertos en la incursión fue  David Sutherland, de 19 años como consecuencia de las heridas y  a quien tuvo que abandonar en el regreso al campamento. Su cuerpo perdido en el campo del enemigo le inspiró el poema aquí traducido ‘In Memoriam’.

Sutherland, es ‘David’ en el poema,  (como por cierto era el nombre de su regimiento) y la referencia del diario del Batallón a “the man left dead in the German lines”  puede ser la referencia de “And the Bosches have got his body” del poema.  Y el origen rural y analfabeto de David Sutherland (Achreamie in Caithness, una región rural al norte)  queda reflejado en el tipo de carta que en el poema pudiera escribir a sus padres “Not a word of the fighting, Just the sheep on the hill”.

Poco más de un año después Ewart moría  en la  Batalla de Cambrai, el 21 de  Noviembre de  1917, mientras observaba la acción cerca del pueblo de Cantaing y lo enterraron en el Orival Wood Cementerio cerca de Flesquières en el Norte de Francia. También de esta muerte quedó constancia en el relato improvisado de uno de los soldados sobrevivientes  que contó muchos años después a un nieto -llamado Kenny- cómo fue aquella incursión de observación del enemigo y cómo la  actitud protectora de su oficial –quizás en exceso- hacia los soldados le  ocasionó la muerte. Cuenta Kenni que su abuelo le  había contado:

 “This group continued to come under heavy fire from the German positions. MacKintosh turned to my grandfather and the gunner and told them to keep their heads down. MacKintosh then lifted his head above the parapet to look for targets and was immediately shot – the bullet entering just above his mouth and exiting at the back of his head.  He died instantly.”

En los Jardines de Princes Street,en Edimburgo,  en el monumento en Memoria de los soldados escoceses que participaron en la guerra, bajo la estatua de aquel soldado que mira al frente y que tan expresivamente se llama The Call, aparecen escritos  los versos “If it be life that waits I shall live forever unconquered; if death I shall die at last strong in my pride and free.” de su poema A Creed.




In Memorian

Así que tu eras el padre de David,
Y él era tu único hijo,
Y mientras se pudren las recién cortadas turbas
Y el trabajo se queda sin  hacer,
A causa del llanto de un anciano,
Sólo un anciano doliente,
Por David, su hijo David,
Que no volverá de nuevo.

Oh, las cartas que le escribió,
Y puedo verlas todavía,
Ni una palabra de los combates,
Sólo sobre  las ovejas en el monte
Y cómo deberías recoger la cosecha
Antes de las primeras tormentas,
Y su cuerpo se quedó en los Bosches,
Y yo era su oficial.

Sólo eras el padre de David,
Pero yo tenía cincuenta hijos
Cuando salimos al caer la noche
Bajo el arco de los rifles,
Y volvimos con el crepúsculo -
¡Oh Dios! Podía escuchar sus voces
Pidiendo ayuda y compasión
Pero yo no podía ayudar a todos.

Oh, nunca podré olvidaros,
Eran mis hombres y confiaban en mí,
Más eran mis hijos que de vuestros padres,
Porque ellos sólo pudieron ver
Aquellos bebés indefensos
Y a jóvenes orgullosos.
Pero no pudieron veros morir,
Y  acompañaros mientras moríais.

Traducción: Ignacio Pemán





In Memoriam

So you were David’s father,
And he was your only son,
And the new-cut peats are rotting
And the work is left undone,
Because of an old man weeping,
Just an old man in pain,
For David, his son David,
That will not come again.

Oh, the letters he wrote you,
And I can see them still,
Not a word of the fighting,
But just the sheep on the hill
And how you should get the crops in
Ere the year get stormier,
And the Bosches have got his body,
And I was his officer.

You were only David’s father,
But I had fifty sons
When we went up in the evening
Under the arch of the guns,
And we came back at twilight -
O God! I heard them call
To me for help and pity
That could not help at all.

Oh, never will I forget you,
My men that trusted me,
More my sons than your fathers’,
For they could only see
The little helpless babies
And the young men in their pride.
They could not see you dying,
And hold you while you died





A Highland Regiment and Other Poems 


Cha Till Maccruimein


THE pipes in the streets were playing bravely,
The marching lads went by
With merry hearts and voices singing
My friends marched out to die;
But I was hearing a lonely pibroch
Out of an older war,
"Farewell, farewell, farewell, MacCrimmon,
MacCrimmon comes no more."

And every lad in his heart was dreaming
Of honour and wealth to come,
And honour and noble pride were calling
To the tune of the pipes and drum;
But I was hearing a woman singing
On dark Dunvegan shore,
"In battle or peace, with wealth or honour,
MacCrimmon comes no more."

And there in front of the men were marching
With feet that made no mark,
The grey old ghosts of the ancient fighters
Come back again from the dark;
And in front of them all MacCrimmon piping
A weary tune and sore,
"On gathering day, for ever and ever,
MacCrimmon comes no more."

Bedford, 1915






War, The Liberator, and Other Pieces  (1916) 

To the 51st Division: High Wood, July - August 1916

OH gay were we in spirit
In the hours of the night
When we lay in rest by Albert
And waited for the fight;
Gay and gallant were we
On the day that we set forth,
But broken, broken, broken
Is the valour of the North.

The wild warpipes were calling
Our hearts were blithe and free
When we went up the valley
To the death we could not see.
Clear lay the wood before us
In the clear summer weather,
But broken, broken, broken
Are the sons of the heather.

In the cold of the morning,
In the burning of the day,
The thin lines stumbled forward,
The dead and dying lay.
By the unseen death that caught us
By the bullets' raging hail
Broken, broken, broken
Is the pride of the Gael.




MONTSERRAT CANO [9046]

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MONTSERRAT CANO

Montserrat Cano
Montserrat Cano afirma que se siente ciudadana del mundo. Nació en Vilafranca del Penedés (Barcelona), en 1955. Tres años más tarde, su familia se trasladó a La Pobla de Segur (Lérida) donde vivió hasta 1960, fecha en la que, a causa del trabajo de su padre, tuvieron que fijar su residencia en Madrid. Desde entonces, Madrid ha sido su ciudad, o mejor dicho, la principal de ellas.

Aliaga, un pueblecito de Teruel donde pasó muchos veranos en la casa de sus tíos, es el reducto imaginario de su niñez. Vallehermoso, en La Gomera, el paraíso alcanzado. Venda do Pinherio, cerca de Lisboa, el lugar desde el que, en los últimos tiempos, planea su futuro. Se ha enamorado de casi todos los lugares que ha visitado y desearía vivir lo suficiente para conocer el mundo entero.
Estudió Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid y trabajó durante muchos años en Telefónica. Tiene dos hijos. Amante del cine, la música clásica, la historia, la pintura, los carnavales y las discusiones con los amigos, es una lectora compulsiva y una escritora lenta.

Publicaciones

Antologia ibérica da poesia e conto Arión, Lisboa, 1997 (Colectiva)
Retrato de la Felicidad SIAL, 2002
Cien películas para amar el cine Frutos del Tiempo, 2003 (Colectiva)
Arqueología Universidad de Murcia, 2003
Equilibrio inestableSIAL, 2005
Dios y sus dados Espartaria, 2006
La mujer desarmada SIAL, 2006
La voz y la escritura (Antología poética Ateneo de Madrid, colectiva), 2006
Doce poetas y un pintor El Literonauta, 2006 (Colectiva)
Cielo Abierto UGT Madrid, 2006

Poemas, artículos y críticas en revistas de España y Portugal

Premios literarios obtenidos

Primer premio de narrativa certamen Gabriel Miró
Finalista certamen de narrativa Hucha de Oro
Accesit certamen de narrativa Ciudad de Tudela
Primer premio de narrativa certamen Teodosio de Goñi
Primer premio de narrativa certamen Tomás Fermín de Arteta
Primer premio de narrativa certamen Villa de Benasque
Accesit de narrativa certamen Villa de Benasque
Accesit de narrativa certamen Ciudad de Villa del Río
Primer premio de narrativa Flora Tristán (Perú)
Primer premio de poesía certamen Juan Antonio Torres
Primer premio de poesía certamen Laguna de Duero
Primer premio de poesía Dionísia García

Actividades
Jefa de Prensa de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles
Codirectora del Aula de Cine de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles
Colaboradora del Departamento de Comunicación de las Editoriales Espasa Calpe y Ediciones B
Profesora de Creación Literaria en las siguientes entidades:
- Asociación de Colegios Mayores
- Agrupación Cultural Telefónica de Madrid
- Asociación de Escritores y Artistas Españoles
- Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid
- Universidad de Mississippi (Alcalá de Henares)
Coordinadora del Comité de Escritoras del Club PEN de España durante los años 2005 y 2006
Conferencias sobre temas literarios y cinematográficos
Jurado en certámenes literarios y de teatro
Redactora de la Candidatura ante la UNESCO para la inclusión en la Lista de  Patrimonio Cultural Inmaterial del Silbo Gomero
Colaboradora de la Secretaría de Igualdad de UGT Madrid
Participante en la Campaña contra la violencia de género de la Secretaría de Igualdad de UGT Madrid
Directora y organizadora del I Congreso Internacional de Escritoras del Club PEN de España “La mujer, artífice y tema literario” (Las Palmas de Gran Canaria, 2006)
Más información: www.montserratcano.es




Arqueología
Universidad de Murcia, 2003

Premio de Poesía Dionisia García



Aquí abajo, en lo profundo, 
habita el que por primera vez
enunció la pregunta.
Sabía pocas cosas:
huir de los felinos y cazar los venados,
escoger los frutos, las hojas y las bayas,
olfatear el peligro,
que la mar sube y baja,
que sangran sin morir las mujeres
y que los hombre mueren cuando sangran,
que hay lunas diferentes y no hay luna,
que la luz se va y viene…
Pero mucho del miedo:
temía al oso y a la víbora,
a que el sol no saliera una mañana,
al hambre y a la nieve,
al viento, al rayo,
al desamparo de los suyos,
a los ruidos de la noche…
Es difícil saber si la pregunta surgió de la ciencia o la ignorancia,
del terror o la altivez,
pero aquel ser, que aún no tenía la palabra,
se miró en un estanque
y después vio un abeto y una roca
y una manzana caída sobre el suelo
y preguntó –sin voz, sin auditorio-
quién soy.
Y comenzó lo humano.






Unos metros encima estuvieron las ciudades,
aquellas que configuran las leyendas,
las que añoramos doradas y sabemos de adobe.
Desde arriba hemos visto el perfil de sus reyes,
las tiaras de las reinas,
los pechos de las esclavas,
los delirios convertidos en dioses.
También hubo mazmorras
pero la crueldad deja menos señales.
Dijeron: hágase la luz
y despareció la noche;
ábranse las aguas,
y los abismos entregaron sus secretos;
conozcamos la tierra,
y el planeta se hizo insuficiente;
dominemos el aire,
y se apropiaron del vuelo y del vacío;
que sea nuestro el cuerpo,
y la muerte retrocedió tres pasos.
En esta ocasión,
fabricaron el mundo a medida de sus ansias.






Pero no definen las fronteras
la geografía ni el tiempo.
Aquí arriba hay personas que tienen un solo vestido
y lo lavan a mano,
recogen leña, cuecen su pan,
mueren de diarrea, envejecen sin gloria.
Como en lo más profundo.







LA MUJER DESARMADA

Ser mujer, te dijeron, se parece a volar: es someterse al capricho de los vientos manteniendo, sin embargo, el rumbo fijo. Señalaron la meta: un lecho tibio, las tardes siempre en calma, las ascuas templadas de una hoguera modesta, una caricia plácida…
Tú, que aún no sabías dudar, confiabas en un futuro de manteles bordados. Tú, que aún no sabías ver, mirabas pasar a otras mujeres, altos los pechos, rosadas las mejillas, las faldas señalando el volumen de las piernas, y te preguntabas cuándo y dónde brotarían tus alas.





Despertó una mañana a su lado y lo contempló desnudo. Cien pájaros gritaban y el sol teñía de amarillo la alfombra. Toda la belleza del mundo en el vello oscuro de su torso. Movió una mano para rozar su sexo y él respiró hondamente. Ella cerró los ojos para escuchar mejor las golondrinas y sentir la tibieza de la luz y la carne. Un momento de felicidad destilada y la necesidad de perpetuarlo. Entonces, de pronto, la generosidad: Levantarse y correr a la cocina, preparar el desayuno con bizcochos y flores, untarse los pezones con miel y mordisquearle las orejas... Más tarde, mientras él dormía de nuevo, recogió la bandeja, lavó las tazas, puso una lavadora, limpió el baño y no pasó el aspirador por no hacer ruido.
Debajo de la cama maduraban las cadenas.





Acaban de cerrar el museo. Seguramente las vírgenes flamencas también cierran los ojos, reclinan la cabeza y estiran sus mantos. La luna nacarada de diciembre vigila la ciudad, los magnolios del paseo cantan a lo perdurable. En tardes clandestinas como ésta quisiera saber cegar el corazón al invento cruel de la belleza.


ESTER BUENO PALACIOS [9047]

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ESTER BUENO PALACIOS


Ester Bueno Palacios
(Martínez, Ávila, 1966).
Estudió Historia en la Universidad de Salamanca, aunque su vida laboral se ha desarrollado entre la enseñanza del Español a alumnos de muy diferentes países y la dirección de gabinetes de prensa y relaciones con los medios de comunicación. Coordinó y dirigió el periódico «Ciudades », con presencia en todas las capitales de Castilla y León. Ha vivido en Holanda durante un periodo de su vida, donde escribió el primer poemario, Más que esperas y que también inspiraría el ensayo Los pequeños hitos que nos diferencian. 

Los poemas de Otoño y Tonos Grises componen su inédita obra poética. En la actualidad colabora como articulista en diferentes medios de comunicación y está inmersa en la escritura de su novela Triple Chocolate. 

Esta selección de textos proviene de sus últimas incursiones en el mundo poético del aún inacabado libro Nada es lo que decías. 

Las palabras salvan de la desesperanza y conjuran los miedos. Unirlas, atarlas, ligarlas en un verso, despegarlas del fondo de lo viejo y mostrarlas brillantes, te obligan a seguir el camino que nunca está marcado pero al que de ningún modo podrías renunciar. A veces, si los fantasmas se apoderan de esas noches inmensas del invierno, sentarte sosegado y escribir sin pensarlo, sin presiones ni luces encendidas, te conducen suave al otro día. Si el amor está eterno, por decirlo bonito, o si deja de estarlo y sucumbe a lo absurdo y a la nada, puedes encadenarlo con palabras de adioses o de ahoras. Palabras para siempre, os quiero, nos queremos.

En Cuadernos del Laberinto ha participado en la Antología de poetas contemporáneas ENÉSIMA HOJA.




ESTÁS

Estás ahí hasta cuando no estamos
pero no me doy cuenta.
Con tu paz instalada.
Con tu eterna paciencia.
Con el confiado elenco de cosas por decir.
Hay volutas de humo sobre la cara insomne
que diluyen los rasgos en un dibujo vago.
Te entreveo al bajar de mañana a mañana.
Sé que eres tú, que aguardas
y por eso te olvido al momento de amarte.
Hay hélices de incienso en la casa dormida
que deslíen las horas, macerando los vuelos.
Te distingo al bajar de mañana a mañana.
Sé que eres tú, que aguardas,
y por eso te olvido después de cada noche
Estás ahí hasta si yo me he ido
pero no me doy cuenta.
Con tus ojos valientes.
Con tu almohada de espejos.
Con los adioses breves que me dirás un día.





PIEDRA Y VIENTO

Ciudad de piedra y viento en la cima baldía,
de vencejos volando sobre almas pesarosas,
encontrando los huecos en la muralla vieja.

Ciudad de lunas cortas y largas madrugadas,
entre dos luces sordas se abren paso los días,
uno tras otro henchidos de pesarosas cargas.

Ciudad de pocos sueños y de muchos secretos,
de susurros entrando entre ventanas falsas,
de cortinas corridas y puertas entornadas.

Ciudad azul y ocre de metálicos cielos,
cuando los niños lloran apaciguan tu alma,
separando el futuro de viejas soledades.

Ciudad de campanarios, de cigüeñas de otoño,
de uniformes y rezos, de salmos y mortajas,
de palacios de infantes y de fumatas blancas.

Ciudad de amor prohibido, de amor no retornado.
Calla, silencio, espera, despacio, no te vayas.
Es la hora, lo siento, sin ninguna palabra.






COBARDE

¿Eres tú la que está detrás
escondida en los gestos de siempre?
¿Eres quién dices ser?
¿O respondes a un nombre imaginario?
¿Has sido abandonada por ti?
¿O sólo te has dejado por un tiempo?

No quieres responder, no quieres encontrarte
No quieres asomarte, de nuevo, al vértigo de ahora
¿No cederás ni un día?

Los demás, sin embargo, parece que te miran
como si aún estuvieras

Dos caras, dos sentidos,
dos herrumbres clavadas en el cuerpo
a la altura del torso.
Dos latidos revueltos,
Infectados.

¿Eres tú la que está detrás
De la voz que conocen los pasos de tu casa?
¿Eres quién dices ser?
¿O has matado a quién fuiste?




LAURA LABAJO [9048]

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LAURA LABAJO
Es licenciada en Medicina y trabaja en el Hospital La Paz, de Madrid.

Ha formado parte del grupo de teatro de la UCM y del grupo cultural Ícaro de Alcobendas. Ha obtenido una Beca de Creatividad del Ayuntamiento de Alcobendas por su trabajo literario. 

Partició en las Jornadas de Poesía Última de la Fundación Rafael Alberti en Cádiz en sus distintas ediciones. Formó parte del Grupo Literario Poetas de Grifo y del Centro de Estudios de la Poesía de San Sebastián de los Reyes.

Es autora de dos poemarios aún inéditos: Hierba Alta y Las Luces Azules. Ha sido publicada en varías revistas literarias como el Pájaro de papel y antologada con otros poetas jóvenes en Poesía Capital (Ed. Sial- Contrapunto, 2009). 

Ha publicado su primer poemario para Amargord Ediciones ...Y ser sólo la chica de la gasolinera, 2012. 

Mi poética es siempre igual, soy mi propia e iremediable constante., me ocupan las ausencias, las habitaciones vacías y las piscinas llenas. Me cuesta levantarme por la mañana. Me duermo sobre un alfiler y me despierto en camas gigantes. Lloro todos los días y muerdo bien desde que era pequeñita. Soy corredora de fondo y tengo los gemelos siempre preparados para la próxima huída. Me acicalo las excusas y los contrapesos. Hecha de huecos y aristas. Siempre llevo la lluvia y el sol. Un libro en el bolsillo, otro en la cabeza. El mar me cuida. Escribo porque, para mí, es la única forma de asumir una piel de tormenta.. 

En Cuadernos del Laberinto ha participado en la Antología de poetas contemporáneas ENÉSIMA HOJA.


11. 

La fuga inevitable
pánico a la linde
que te prohíbe táctil
y en rescate
pánico a esta vocación de viento
de palabras
cuestionando las cuadraturas dóciles
los decálogos
escondiendo a la muerte en cualquier carta.





CREO.QUE.TENGO.ALGO.EN.EL.OJO

no es una pestaña -dices
pero mira -dices

creo que tengo algo en el corazón -digo
no es una válvula

poema extraído de Poesía Capital (Madrid, Sial, 2009)





DE "...Y ser sólo la chica de la gasolinera"  Amargord, 2012


Sueños

no estaba despierta, pero gracias




Iniciación al constructivismo básico I

Comenzar



Prueba de vida

buscaré a tientas
como siempre
un trozo en el que habite
algo de sangre o de saliva dónde haya sido
el hueso desnudo al que pertenezco
la resonancia de la caja torácica que me contuvo
algún jirón de piel que lleve mi nombre
o me convierta
en algo que pueda
por fin
encontrarse





La rubia que hay en mí

un día te levantas y comprendes
que ya no van a crecerte más las tetas
que tienes 35
y estás aún más flaca que en los impúberes 14
entonces te levantas
proporcionalmente al hueso que te porta
bostezas
muchos huesos- bostezas
café y cigarro medio tarde
piensas que has asumido
que ya no vas a ser
la rubia de tus sueños
en el atasco matutino, hora y cuarto más tarde
se te rompen las medias y las dudas.




Algún día

Algún día
voy a ir a tu casa a recogerte
voy a decirte- ya estoy aquí, baja-
entonces al minuto, o dos bajarás
abrirás el portal-la anciana puerta lenta, que pesa tanto-
y yo estaré tan loca de contenta
nos brillarán los ojos y la risa
nos temblarán las manos
no nos diremos nada-como la vez primera , subidos a los bancos, en nuestro parque eterno,
tan altos como son, los robles de ciudad, queridos sin remedio por este sol de invierno-
nos sobrará la ropa, sólo querremos piel y pensaré de nuevo en tu jersey de lana , ese jersey-recuerdas? enorme y gris tan suave que sabía venirse conmigo a todas partes
cuando vaya a buscar mis ojos en tus ojos, serás tan generoso como el único hombre que ha pisado esta tierra
y veré que te ríes y
suenas a la música que suena en mi cabeza siempre que me propongo pensar en cosas buenas
-la queridas ausencias, las suertes de hospital, los traviesos desvíos de los transportes públicos, el olor de los libros, los champús de naranja, las botas de volar, senda-
nos buscarán las manos
como buscan después de haber amado mucho
y nos abrazaremos
como la tierra abraza
al agua de tormenta después de una sequía y se transforma en río,
unida para siempre en el olor a lluvia,
en el sabor a hierba, en el cuerpo del cauce                  algún día




Sí.

Te quiero. Y ahora corre





Deseos de oso

es sólo a veces
o a menudo
o con cierta frecuencia
o en cada minuto
o en el intervalo mudo entre dos segundos

me ocurre

que no quiero ocurrirme
por ahora
o en un rato
o tan solo en el intervalo mudo entre un par de segundos

y entonces,
o ahora,
o en un siglo,
o menos
- quizá tan sólo en el intervalo mudo entre dos segundos-

ando buscando un método sencillo
para cambiar de especie
pero es tan complejo
y tan extenuante
quiero hibernar y siempre
estamos en verano






MARÍA ANTONIA GARCÍA DE LEÓN [9049]

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María Antonia García de León Álvarez      (Torralba de Calatrava, Ciudad Real)
Escritora y socióloga (Profesora Emérita de la Universidad Complutense de Madrid).

Es pionera en la bibliografía española por su contribución al estudio sociológico de las mujeres élites profesionales (Género&Poder).

Entre sus numerosas publicaciones al respecto (la autora cuenta con más de veinte libros publicados y más de cincuenta artículos sobre élites femeninas) destacan las siguientes: Elites Discriminadas (1994), Herederas y Heridas (2002), Rebeldes Ilustradas (2008) y Cabeza Moderna/ Corazón Patriarcal (2011). Es Premio Europeo René Descartes por la obra colectiva Gendering Elites (2002). Ha realizado numerosas estancias de investigación en prestigiosas universidades de California (UCSB, UCSD y Berkely), Boston (Wellesley College), Londres (Roehamptom U.), París (Centre de Sociologie Europeénne, Brasil (UNICAMP)…

En el campo de la poesía, ha publicado Poemas al ritmo de las estaciones, de los días y del amor (2011. Prólogo de Nuria Claver), A 300 Km por hora (2012. Prólogo de Margarita Borja) y figura en la Antología de poetas contemporáneas: Enésima hoja (2012. Prólogo de Jesús Ferrero).

Es miembro de la Asociación Clásicas y Modernas, y vocal de su Junta Directiva.

Mantiene una columna periódica («Leer la sociedad») sobre temas de Género, cultura, cine y otros, en el diario Granada Digital.





CHICA ROHMER

Cada verano, la vida empezaba de nuevo.
Yo era una chica Rohmer,
soy una chica Rohmer,
seré una chica Rohmer.
Quien nace con un corazón joven,
vive-muere con un corazón joven.
Encanto y tristeza a un tiempo.
Inocencia, temeridad y un verano sin fin.
Las vacaciones, los viajes, los amigos y un deseo:
¡quemarme-quemarme en el amor!
Hago nuevos amigos,
los pierdo, los tengo que perder:
limpio mi jardín de las traiciones,
corto el desamor de los necios.
Soy Pauline en la playa,
Bérenice en el campo.
Soy Claire, la de la bella rodilla,
la parisina ultraurbana
y las viticultoras de las Côtes du Rhône.
¡Oh, fragmentos de vida!
¿Quién ha dicho ser Una,
cual niño-notario-opositor?
Crezco con este ser-palmera nuestro.
Cada rama una vida, una forma de ser.
¡Abajo la violencia de la horma!
Somos fuertes, plurales, fragmentarias.
No somos la tarjeta de un banquero
ni una placa de médico a la puerta.
Somos eso y mucho más.
Iguales para ser distintas.
¡Nunca más fotocopias vivientes!
Os he visto a través de centurias: las mujeres-masa,
mujeres silenciosas.
¡Se acabó! Nunca más las idénticas.
Yo he sido, soy y seré todas las chicas Rohmer.





Poemas al ritmo de las estaciones, de los días y del amor de María Antonia Gª de León Álvarez
DE Poemas al ritmo de las estaciones, de los días y del amor.


DEL AMOR EN OTOÑO

Otoño anticipado,
«unter den linden»,
la esperanza es la virtud.


El ying y el yang,
tú y yo,
entre hojas rojigualdas.


En Otoño,
florecerán
nuestros haikus.





DEL AMOR EN ENTRETIEMPO

Septiembre incierto,
belleza fugitiva,
máxima transformación.

Engañoso sol
sobre el cadáver del verano:
Septiembre, contraste feliz.

La belleza extraña
de lo que fue y de lo que no es.
Todo lo hago nuevo.




DE "A TRESCIENTOS KILÓMETROS POR HORA"


NOSOTRAS NUNCA ESTUVIMOS ALLÍ

Leo la historia cruel del Siglo Veinte, su barbarie,
Veo hoy, las imágenes de Egipto, Libia y Siria.
Siempre la misma guerra,
siempre los mismos hombres
broncos , agresivos, vociferantes.
De un bando o de otro, siempre el olvido de la vida,
siempre el adiós a la paz.
Nosotras nunca estuvimos allí,
en aquella locura,
en aquella crueldad,
en aquella sinrazón, en aquel desperdicio,
en aquel odio,
en aquella tremenda destrucción,
en aquella ruindad,
en aquel arrasamiento de vida,
en aquella baldía bancarrota del amor.
Nosotras nunca estuvimos allí.
Nosotras, hiedras fuertes,
inmensas enredaderas, salvamos escollos,
trepamos por paredes imposibles,
agarramos clavos ardientes.
Salvamos la Vida.
¡Oh sagrado posibilismo de las mujeres!
Nosotras no apostamos por el todo o nada,
ni al blanco o negro, ni al jaque mate del poder.
Jugamos a la vida,
creemos en la vida,
y la vida no es dogma.
Nosotras, las valientes,
hacemos la vida posible en un mundo de hombres.







JOSÉ MARÍA TORRIJOS [9050]

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José María Torrijos.
Nació en Villanueva de los Infantes (Ciudad-Real), capital del Campo de Montiel, villa que Cervantes conoció mucho antes de que allí expirara Quevedo.
Cursó estudios de Filosofía y Teología en Salamanca y El Escorial, titulándose después en Filología Hispánica en la Universidad Complutense.
Ha publicado estudios y ediciones de Edgar Neville y de José López Rubio, además de colaborar en diversas revistas, congresos, cursos de verano y encuentros, dentro y fuera de España.
Ha sido Director del Colegio Mayor Universitario Elías Ahúja y es Coordinador de la Muestra de Teatro de los Colegios Mayores de Madrid.
Su primera obra de creación es Cuaderno musulmán (2002) y permanece inédito el libro Interior bodega.




AUTORRETRATO

Yo tengo una gavilla de sarmientos
por venas. Mi cadera es un lebrillo.
Soy veintisiete vértebras de anillo
y un tórax que celó enamoramientos.
Lucen el mar azul mis ojos. Vientos
oigo en sueños. El sol como un cuchillo
me apunta. Varias puertas con pestillo
encierran mi arsenal de sufrimientos.
Apasionadamente bebo el zumo
de la noche y un ángel me tutela
(siento su mano leve sobre el hombro).
Se adelgazan mis años como el humo,
mientras yo me transformo en ciudadela
despoblada, mansión en ruina, escombro.









VELETA

Giro sobre mí. Permanezco en la cumbre de tanta
vertical. Más arriba de los siglos, giro. Sobre caminos y
avenidas, giro. Por encima del odio, del amor y de la
muerte, giro. Desconozco la derecha, el número y el
septentrión. Tampoco sé quién soy. Tal vez un dios
menor me hizo, pero no le pertenezco. No soy sino del
aire.






ALGÚN DÍA

Algún día no podrás verme aunque quieras
si no me reconoces en el aire,
ni en el pez que te roza bajo el agua.
No acertarás a descubrirme entre el rescoldo
de tus siete chimeneas.
Tal vez yo sea entonces arcilla o cráter mudo.
Pero ahora estoy aquí,
mientras duermes con paz de nube,
sin soportar el peso de tu espalda,
cual arcángel caído.
Seguro que navegas ya por espirales profundas,
que desciendes por laberintos de cristal
o te deslizas sobre barandas tersas
y recorres galerías idénticas a las circunvoluciones del cerebro.
Seguro que pretendes hallar la caracola anónima
donde una vez guardaste, celosamente,
tu secreto más íntimo.
Yo sigo aquí,
insomne,
descolgado de tu alfombra,
tan digno como un buda junto a una alcantarilla.
Y porque no me oyes
-martillo, yunque, estribo sin afán de onda-,
puedo decirte una verdad muy simple:
regresa.




MANUEL CORTIJO [9051]

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Manuel Cortijo
Nace en Plasencia, Cáceres, bajo el estigma de Capricornio.

Tras una corta andadura en el campo de la realización televisiva y cinematográfica, recala en la poesía.

Cofundador de tertulias literarias, director de la revista «Voceando», colabora en publicaciones literarias y ofrece recitales poéticos. Su obra ha obtenido diferentes galardones: Certamen poético Ayto. de Tetuán de Madrid, VI Premio de la revista Peliart y Premio Zenobia 1986 concedido al libro De un pájaro de amor que anidó primavera al oriente de Capadocia.

Tras largos años de silencio recupera su impulso creativo con las obras Romanza del halcón y el agua, al que siguen Alba espuma y Sutiles territorios de memoria. 

Ha publicado Hazversidades poéticas en Cuadernos del Laberinto. 





HAY UN LUGAR

Hay un lugar donde todo sucede,
donde las arpas despliegan sus más dulces
melodías, tierra del primer canto,
luz sin nombre, sin rostro, claridad envelada.
Mi corazón es ave que desgarra
tu cuerpo de sombras, caminante
que te sueña soy, y roca, y sangre y agua,
también brújula, giróvago, nostalgia,
atrapado en las redes de la araña
me debato, sucede que te busco,
añoro el cielo de mi patria, mi tierra.
Sin aviso te ocultaste, de repente,
como descarriada sin linde
en la bruma la luna lo hace,
estaba yo acuestas con mi soledad
y cerré los ojos para verte,
para acariciarte a tientas si cabe,
para asirte, madre, por las costuras,
para morir espaciado más hacia lo lejos.
La vida se me hizo árbol,
ramas los días y los años.
Muy lentamente, como el ocaso,
fui haciéndome tarde
y la tarde se hizo otoño… de repente.

(De Sutiles territorios de memoria)






EL AZAR ES UN AVE

Cubro de calostros las ubres
de la tierra, dono el sexo.
El azar es un ave,
albatros surcando los cielos
irascibles del magma,
crepitando en el fragor de la sangre,
romper las redes de lo invisible
para llegar a los bordes del mundo
y asomarse a tus ojos,
alborear en tu espacio,
transitar por tus días,
ser árbol centinela de tu nombre,
huella de amor, fiel alfanje.
Rapto la noche para invadir
tu onírica geografía,
emboscado en las sombras
te acecho.
Sueño que muerdo tu blancura,
carne dionisiaca, vid inagotable,
el dulce ramo de tu sexo
ventrílocuo despierta mi lujuria.
Más allá de la ciudadela,
sin el concurso de la placenta,
agrimensoras las manos
aprenden a surcar el trigo,
¡Qué no será tu cuerpo sino certera espiga!
Impertérrita, sobre la sombra del álamo,
la estela de la luna.
Felino cruel
el azar rompe mis músculos,
sin concesión me desgarra la vida.

(De MAREA ALTA marea baja)







I

¿Qué cosa puede la lengua
y su potencia
ante las arcanas puertas
de la noche
donde todo es naufragio?,
¿qué hacer?,
si la belleza es polvo
bajo tanto infinito...


III

¡Cuánta mansedumbre
hacia el olvido!,
¡qué portentoso deseo
el del ciprés!,
¡qué locura inagotable
rompiendo el azul,
claustro de la sangre!

¿Quién soy yo?, ¿quién soy yo?,
mendiga el aire,
tristeza, desventura, sombras blancas
sobre la vieja y serena ciudad gótica,
en tránsito,
ángeles de maíz.

Súbitamente mortal,
destructible,
en la oración postrera
de la tarde,
me redimía,
y fui cuerpo de polen.

Oí nombrarte de nuevo,
junto al brocal de un pozo,
alguien, no sé quién,
calmaba la sed,
llenas de asombro,
mezquitas y catedrales,
postrándose humildes,
ocultaron el rostro.

Alguien,
el mismo Dios,
de las manos de la tierra
recibía el estallido espermático,
¡la vida!

Pleno de savia,
ante el sol se inmola
el ciprés,
¡ese gigante perfecto!,
arpas para el duelo,
desiertos del alma,
en diástole la vida,
hora sexta.

¡Ay, amor!,
despertar para morir;
morir para nacer,
encuentro mi camino.

(Poemas del libro “Romanza del halcón y el agua”, 2008)






SOY HIJO DEL TOMILLO

Soy hijo del tomillo y la retama,
sueño de infante de gozosa cuna,
de su herencia aún conservo la risa.
Como la espiga silenciosa surge
la memoria de mis días, son colores,
aromas, formas, en este continente
de tenues auroras y vientos favorables,
de ríos tranquilos y rosas espigadas.
El otoño es un niño que muere solo.








KOSTAS PSARAKIS [9052]

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Kostas Psarakis nació en 1957 en el pueblo de Járakas, a los pies de Asterusia (en el sur de Creta, a 38 kilómetros de Iraklio), donde vive y trabaja como profesor de matemáticas en el pequeño instituto provincial de Asimi. Ha escrito los libros inéditos Formas del tiempo (Morfés tu jronu, 2006), Los cuadernos de V. K. (Ta tetradia tu B. K., 2010) y El capitán Perdikis y los sentimientos de muerte (O Kapetán Perdikis ke ta syneszímata zanatu, 2012). Algunos de sus poemas se han publicado en antologías como Núcleo poético (Piitikós Pyrinas, http://ppirinas.blogspot.com.es/, una antología de la editorial Endymión, 2012), y en revistas en la red. Estos poemas pertenecen a su libro Formas del tiempo. Mantiene un blog: http://psarakis-k.blogspot.com.es/.



Traducción y nota bio-bibliográfica: Mario Domínguez Parra





tú, viejo amigo

Llegó y me halló mientras miraba el mar
enloquecido
bebía cafés batidos uno tras otro y fumaba
(como hacíamos entonces)
y me decía lo que a los dieciocho decíamos
sobre las mujeres y la muerte.

En lo profundo de sus ojos uno de mis yos
me miraba también olvidado e ignoto
como mi viejo amigo
perdidos los dos en los vórtices del tiempo
y de la preterición

Toda la noche habló y habló, fumó, bebió cafés batidos
vinieron y lo recogieron al día siguiente…






betesda

ya hace cuarenta años
que veo al Ángel
descender del cielo
para agitar las aguas.

Estos últimos años
todos partieron
los viejos se curaron
los jóvenes perdieron la fe
el lugar fue olvidado
me quedé sólo yo.
Yo y el Ángel.

Ya no tiene prisa por irse
está sentado al borde del aljibe
agita por mucho tiempo las aguas
ya nadie tiene prisa
estamos solos
yo paralítico en cama
y él con alas
de águila.

Sus ojos
tienen estrellas dentro
su corazón es el de un niño de ocho años
está hecho
de fuego y amor
un niño me dijo
su nombre
es dice
el León de Dios
en el Sol

Llegó el invierno
hace frío por las noches.
Antes de volar
con precisión
hacia mis pensamientos pecaminosos
que por desgracia
ni siquiera aquí van a abandonarme
me arregla la ropa de cama
y abre las alas
hacia el cielo

Nada me salva
excepto la paciencia.







crónica

Como poetas corremos peligro en los precipicios.
La montaña que normalmente se eleva desde el norte a mil metros
se precipita de golpe en el mar del sur.

Muchos kilómetros escarpados precipicios…
Enormes rocas pétreos arcontes
con la mar cual esclava a sus pies.

Por entre los frisos soplan los vientos eternos
que nos entorpecen confundiendo nuestras cuerdas
Hallamos los antiguos senderos
en mitad del caos
aquí donde aprendieron a no tener miedo
los montañeses.
Encuentro señales de hombres valerosos
que se distinguieron
en estos difíciles parajes, refugios de águilas
que no ensucian sus garras en la tierra.
Hallamos los refugios de los razonamientos
que ya no pueden vivir
con los hombres.

Cuando la luna sale
nos detenemos en las orillas del tiempo.
Mientras nuestro corazón aguante.
No nos quedamos mucho en las fabulosas playas de la memoria
que están hechas
de luz de luna y olvido.

Allí donde se escuchan
las olas del tiempo
en la noche y el silencio.

Este sonido es la canción de la noche.
Las palabras secretas de los vientos en lugares desiertos.
Ésta es la flor de la luna que es a la vez el mañana y el ayer.

Ésta es la canción de la noche.

Las palabras secretas de la belleza insoportable.
Partimos. Nuestro corazón no aguanta.

Tenemos prisa.
Amanece un día laborable.








mientras agonizo

... sumerjo mi mano izquierda en la roca.
Está hecha de tiempo antiguo y fuego.

La muerte es una brizna de seca hierba áurea
en sus riberas.
Algunas voces vuelan despacio de un lado del desfiladero al otro.

Mis tres hijos lloran y me siento tranquilo
la mesa, la casa, las montañas… ¡todo!
todo está hecho de tiempo
como las olas de agua
como las nubes de niebla

No todo
¡Yo soy como un árbol!
ramas ramitas
dibujos bifurcaciones
de algo que no es tiempo
soy algo en el tiempo
frágil como el azúcar
que cristalizó
en una antigua bebida dulce.

Llegaron los fallecidos
para ayudar
es difícil estar muerto.
Estoy lento y perplejo
arrastro
trozos de mi vida
una gran roca
en medio del precipicio meridional
los juncos del patio
mediodías estivales
y un trozo de mar
una pequeña iglesia secreta en el desván
la sangre que se derramó una Primavera.

Todos partieron vivos y fallecidos.
El viento sopla
escucho ladrar a los perros a lo lejos
indignados por la soledad
asciende la noche desde los desfiladeros…

Sólo quedó la luna
para agujerear taciturna

el tiempo sobre la roca



http://lasrazonesdelaviador.blogspot.com.es/






SUSANA CORULLÓN PAREDES [9053]

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SUSANA CORULLÓN PAREDES
Nace en Madrid en 1963, allí vive y trabaja como bibliotecaria en la Universidad Complutense. Sus poemas han aparecido en las publicaciones digitales Matemáticas y Poesía y Crear en Salamanca. Desde 2008 publica el blog Las palabras y los días .
http://palabrasydias.blogspot.com.es/





En parte de mi alma 

Hay días de merengue
muy al principio de la primavera,
en que uno va por ahí
vendiendo
partes de su alma.

El precio es una nota
manuscrita,
o el estar de otro cuerpo,
que comparte la calle
y respira y se asusta
y se vuelve y sonríe.

Luego están los que amamos
y nos aman,
cada cual con su personal
sistema métrico:
unos en yardas,
otros en pulgadas.






Síndrome de abstinencia

El primer día sin ti
será duro,
volveré a nuestro lugar
y a nuestra hora,
y el viento en el solar vacío
me secará los ojos.

¿Será una ausencia casual
o intencionada?
Fingiré indiferencia
y volveré a casa,
con las manos en los bolsillos
y las solapas levantadas.

¿Cuarenta años
de endurecer el alma
bastarán,
para no interrogar mil veces
el espacio sin ti?







Amor

Mejor no elucubrar
sobre el amor,
eso a los veinte años,
cuando hay palabras grandes
para las cosas grandes.

Ahora ya
no te hablo del amor,
porque es como la tela
de mi traje,
lo llevo siempre puesto,
y está descolorido.








Por vanidad
Por vanidad
no le prestaste oídos
a la cháchara.

Buscabas el silencio,
pero el canto de la urraca
era un mantra
divino







Paisaje

El paisaje más bello
está hecho de fragmentos
de otros trajes:
la luz de la salida
del colegio,
ramas verdes de la primera
adolescencia,
el olor de los cuerpos
entregados al sol
o un gigante arco iris
a la entrada de Roma.
El paisaje más bello,
entra sin avisar
en un momento roto
y llena de tierra fresca
las paredes del cuarto.






La playa

Quererse ha de ser
unir nuestras partículas
en el regazo
de la playa.
  





Locura

Tú eres el vacío
y la pregunta.
Nosotros previsibles,
maduros, autosuficientes,
serios,
innecesarios.







Futuro

El futuro es un
blanco desorden,
el blanco es el color
de lo muerto.
Que no haya portales
ni antesalas
y las olas del tiempo
vayan llegando a mis pies.







Cumpleaños

Naces otro año,
vulnerable,
con una parte del alma al descubierto.
Hubo un día en que empezaste
y mucho tiempo sin ti.






El viajero

El viajero lleva
el alma protegida
por los gruesos cristales
de un vagón de tren.
Siempre nueva por fuera
la realidad no duele.
Ningún deseo antiguo
vence al sol 
en otoño.






Sentido

"La diferencia entre la escritura humana y la divina consiste en que el número de signos de la primera es limitado mientras que el de la segunda es infinito; por eso el universo es un texto insensato y que ni siquiera para los dioses es legible"
Octavio Paz, El mono gramático

El sentido es inicio
desarrollo y final.
Intentar encontrárselo
a la vida
es ficción, pura trampa
del lenguaje.
Narración sin final,
un tramo de maleza.







SOLEDAD SÁNCHEZ MULAS [9054]

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Soledad Sánchez Mulas
Soledad Sánchez Mulas (Salamanca, 1964) es administrativa en la empresa privada y estudiante (por puro placer) del Grado de Lengua y Literatura Españolas en la UNED.
Secretaria de la Asociación Cultural PentaDrama y miembro de Salamanca Letra Contemporánea.
http://acpentadrama.blogspot.com

Publicaciones conjuntas:
“El cielo de Salamanca” 2010”, 2011 y 2012
Paseo Poético (ACOM).
Paseo Poético “Nocturnos” (AC PentaDrama).
Paseo Poético “de Tierra y de Sueños” (AC PentaDrama).
ACEN “Bocados Sabrosos” (microrrelatos).

Publicaciones en las revistas de papel:
Revista Pasión 2012
SLC
La movida cultural

Publicaciones en las revistas digitales:
Margen Cero
En sentido figurado
Ágora, papeles gramáticos

Premios literarios:
Accésit Relato Breve Fundación Camino de la Lengua Castellana (abril 2012)
Finalista del Certamen de Poesía María del Villar (diciembre 2010)
Premio de Poesía AC Tierno Galván (febrero 2010)
Premio Búcaro de Poesía (enero 2010)
Certamen Poético Internacional CEAM de Segorbe (octubre 2009)
Premio Ciudad de Cantillana de Poesía (mayo 2009)
Accésit Certamen Relatos Valentín Andrés (marzo 2009)



Jardín secreto I
Aquí y ahora soy signo de dolor.
La carne hollada testimonia el fuego,
la tristeza de las ramas ardidas,
el hambre de la fruta que no fue.
Asciendo
desde el húmedo manto,
goteando silencios
en una savia antigua
que se adhiere a mi piel
y abre el eterno surco
de la muerte.
La altura es solo sed de las últimas lágrimas,
la dureza es mentira,
la raíz, solo polvo debajo de más polvo.
¿No has oído gritar a las nudosas bocas
que sellan mis costados
con su rictus de iglesia?
Huyen dentro de mí,
en mi vacío,
pájaros abrasados de alas córneas,
de oscura envergadura,
de perfumado escombro.






Jardín secreto II

La navaja tatúa
un día —horas de lacerante lentitud—,
y otro día,
y otro día,
y otro día,
hasta acabar en un lugar cualquiera.
Se desclava
—el destello recuerda
que aún es mediodía a pesar del silencio
y de los viejos árboles,
del sol que ya es septiembre,
de este antiguo dolor—
y su golosa y afilada punta
hiende de nuevo
la resignada piel.
Y dibuja un camino hacia la nada
en un ir que es un círculo,
un hábito molesto
de un día,
y otro día,
y otro día,
y otro día,
hasta acabar hallando
las arterias
que nutren el cansado corazón.
Y en una no sorpresa
le entregamos el vino
y los recuerdos,
las horas plenas
y las horas vacías
y por fin,
el dolor.






Solos tú y yo, en silencio

Elevo los ojos al azul
y aspiro el perfume doliente de la tarde.
Has pautado los cielos
para escribir en ellos
la dulce melodía del silencio.
¡Tan pequeña bajo tus claras manos!
¡Tan grande en el dolor
de este imperfecto sueño!
En suspenso
la noche,
con sus pájaros;
tu aliento entre las hojas de los árboles;
la turbia vibración de mis secretos
sobre la oscura agua.
Anocheces y abrigas, como una madre tierna.
La nota de este instante,
en su quietud de estatua,
acompasa el latido, conmueve el corazón.
Anocheces. Me arropas con tu paz.
Ardo de luz
sumida en la penumbra.
Solos tú y yo, en silencio.
Solos tú y yo en la calma
de este concierto azul.





Atardecer en Denver


I

Mis manos se abren
a la delicia dorada de la luz
en esta única tarde.
El regalo de tus ojos
perpetúa el instante,
atrapa en ámbar la dulzura de tu corazón,
la esperanza que late
en el presentido amanecer.
Una única tarde
—baño cálido
en el momento justo, inalterable—
que ahora compartimos
en la ilusión de la palabra
y en la calma belleza de la creación.


II

Esto es el sueño
y la certeza.
Degustar el perfume
de un intenso día que culmina
y fijar,
con cada latido del agradecido corazón,
el último aliento de belleza
en las siempre sorprendidas pupilas.
Como un niño ante la primera luz.


III

Robar el aire,
la luz,
el dulce licor casi nocturno
que embriaga el renacido corazón.
Y regalarlo, luego,
envuelto en tímidas sonrisas
de humildad.






La puerta sin llaves

Dijo el silencio de la puerta sin llaves
que hoy no entrará su risa,
que hoy se han quedado muertos sus tacones
al borde del peldaño de noviembre.
Dijo el silencio de la puerta sin llaves
que su móvil perdió la cobertura
enterrado en la arena;
que su mano no halló, entre tantas manos,
la mano maternal que ya lloraba
en el sueño sin llaves y sin puertas.
Dijo el silencio de la puerta sin llaves
que se acabó la espera,
que se perdió el perfume de vainilla,
que la mirada oscura desde el miedo
al ávido reloj opalescente
ha cerrado los párpados.
Dijo el silencio de la puerta sin llaves
que ha quedado su sombra, para siempre,
de puntillas subiendo la escalera.





PROCRASTINACIÓN

Tus huellas,
el sudor,
el hambre,
el dolor escondido
debajo de las uñas.

Tus pasos son
un largo sacrificio
hacia el profundo olvido.
Mi cuerpo agazapado
tras tu sombra,
tras el perfume oscuro
de tu aura,
tras tu aniquilación.Todo mi ser,
todo mi cuerpo inutil
en la comodidad
de la verguenza,
en el tibio cobijo
del silencio,
en la quietud del no.






Madre de agua

Tus manos escondidas
en la nocturna lluvia de septiembre;
en el oscuro grito solitario
que llama, desde el pozo,
al bálsamo de un lento amanecer.

¿Dónde tu luz ahora?

Oculto entre las ramas el jugo de tus labios,
tus últimas palabras,
la música dormida
de tu desheredado corazón.

Madre de agua disuelta en los silencios,
aura constante
vistiendo las ventanas de mi piel.

¿Dónde mi sombra ahora?

Si tú
—madre de viento dispersa entre otras madres,
madre de fría agua vibrante entre mis lágrimas,
madre de ardiente otoño,
madre de ausente hueso—
lloras,
ya por siempre nonata,
en la negra espesura de la luz.

NIKOS LYGERÓS [9055]

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Nikos Lygerós - La Masacre de los Inocentes II
Tinta china sobre papel satinado (29,7 x 21cm)



Nikos Lygerós (Volos, Grecia, 1968) es profesor de matemáticas, de informática, de epistemología, de  lingüística y de bioética. Ha impartido y sigue impartiendo clases en las universidades de Lyon, de Atenas, de Tracia y en la politécnica de Xánthi. Como científico ha conseguido varios records mundiales  en el sector del álgebra, de la teoría de números y de la combinatoria. Es consejero estratégico y profesor  de Geoestrategia  en la Academia de policía, en la escuela de Seguridad Nacional, en la de reclutamiento, en la de las Fuerzas Aéreas Griegas y en la  de Defensa Nacional en Grecia.

También es escritor, director de teatro, poeta, pintor, profesor de niños dotados, intérprete experto y traductor en los tribunales franceses, consejero científico de la Organización de Caratheodory, cuyo propósito es la distinción de la figura científica  del mayor matemático de la Grecia actual.

Ha publicado más de 8.500 artículos, poemas, textos de literatura sobre los siguientes temas: matemática, intelecto, física,  filosofía, educación, mitología, religión, historia, cine, pintura, música, política, estrategia, administración, economía, sociología y arqueología, entre otros. 





Las cabezas de Ponto

Estábamos todos juntos
con las cabezas bien altas,
sin cuerpo.
Habíamos sido decapitados
por los bárbaros del olvido
pero teníamos todavía
nuestra lengua.
Y ella después de muchos años
rompía nuestros huesos
para escribir la historia.
Así fuimos liberados.

Traducción al español de Olga Raptopoulou


Τα κεφάλια του Πόντου

Ήμασταν όλοι μαζί 
με τα κεφάλια ψηλά 
δίχως σώμα. 
Μας είχαν αποκεφαλίσει 
οι βάρβαροι της λήθης. 
αλλά είχαμε ακόμα 
τη γλώσσα μας. 
Κι εκείνη μετά από χρόνια 
έσπαζε τα κόκκαλα μας 
για να γράψουμε την ιστορία. 
Έτσι απελευθερωθήκαμε.




Nikos Lygerós - "Superviviente Judío"
Carboncillo sobre papel blanco natural (32x41)

MONÓLOGO SOBRE EL GENOCIDIO

¿Quién puede soportar la existencia de un genocidio? Silencio. ¡Nadie! Tiempo. Pero entonces, ¿quién?Tiempo. ¡Los monstruos! Sí, ellos pueden... Si aguantan todas las injusticias humanas… ¿Por qué no las inhumanas también? Claro, ¿por qué no?… Al fin y al cabo, ¿los necesitamos para algo más? Tiempo. Por supuesto que no… Basta con que se resistan a los animales y salven a los seres humanos… Pero ¿esto es vida? ¿Quién podría soportarlo? Silencio. ¡Nadie! Tiempo. ¿Y la alegría? Pausa. Ellos no están destinados para ella… Si no comparten el dolor, ¿para qué compartir la alegría? La alegría es humana, ¿no? No la necesitan. Su existencia se deriva de la necesidad. Si las personas no fueran la fuerza del sistema, si los animales no fueran las herramientas del sistema, ¿quién encontraría útiles a los monstruos? Silencio. ¡Nadie! Tiempo. Una pregunta sólo… Ahora que lo pienso, ahora que estoy solo, ahora que no tengo familia, ¿cómo he conseguido ser un ser humano? ¿Quién me ayudó? ¿Lo he conseguido solo? Ojalá pudiera decirlo con certeza… Sí, ojalá. ¿Acaso los monstruos? Tiempo. Pero es que ellos, como que... ¡no!Pausa. ¿Por qué? Tiempo. Sí, ¿por qué? Los monstruos son así desde el principio. Han nacido monstruos; para ayudar a los seres humanos... Y ¿por qué? ¿Por qué? Silencio. ¿Cuál es la verdadera razón de este papel? ¿Cuál? No sé, sinceramente no sé… Silencio. A menos que… Tiempo. A menos que sea la humanidad. Entonces todo se explica. 

Traducción al español de 
Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou







GENOCIDIO Y COMPASIÓN
Nikos Lygerós - Petite victime du Holodomor
Carboncillo sobre papel blanco natural (41x32 cm)


¿Por qué el genocidio de los ucranianos permanece desconocido en Grecia y en Chipre? Recientemente ha sido reconocido por España y Argentina. Ya ha sido reconocido por 24 estados. En cambio, el genocidio de los Pontios ha sido reconocido sólo por Grecia, Chipre y Suecia. ¿Siete millones de víctimas no son suficientes para un reconocimiento? ¿Qué más queremos? Si no reconocemos por nuestra parte los genocidios que han sufrido otros pueblos, ¿quién reconocerá el nuestro? Mientras hay conspiraciones entre los bárbaros para exterminar pueblos enteros, rara vez las víctimas se apoyan mutuamente. La barbarie se esfuerza por aislar a las víctimas y estas se sienten efectivamente solas. En todo caso tienen que demostrar lo que han sufrido. El genocidio de los judíos y el de los armenios muestran cómo funciona la metodología del reconocimiento. En efecto el genocidio de los armenios nos permite asegurar formas de reconocimiento, incluso en los casos en que el culpable no admite su culpabilidad. Estamos al tanto del desarrollo de los hechos pero no estamos en estado de alerta. Sólo conocemos la fase de espera. Todos y cada uno de nosotros nos ocupamos de nuestro trabajo, que por lo general es nuestra única vida, porque carecemos del alcance y de la grandeza para agacharnos a ver el dolor del otro. Aguardamos que las comunidades lleven a cabo el trabajo del reconocimiento. Sólo que estas comunidades, sobre todo cuando aún están en fase de migración económica, son incapaces e ineficaces considerando estos temas, en los que se necesitan conocimientos técnicos de derechos humanos. En consecuencia, no debemos esperar el uno al otro. El trabajo del reconocimiento es demasiado grande para una persona, incluso si esta persona es un ser humano. Es necesariamente un trabajo colectivo. Por tanto, no debemos esperar sólo que los ucranianos avancen en Grecia y Chipre, donde existen aún complejos económicos debido al reciente desmoronamiento del sistema soviético. Nosotros debemos ayudarles de todos modos: traduciendo al griego material que condene la barbarie, publicando artículos que informen a la población griega, dando charlas que expliquen los acontecimientos históricos de 1933. No podemos simplemente esperar a los demás, porque puede que estos hagan lo mismo y de esta manera podamos encontrarnos en un inútil “equilibrio de Nash”, mientras que podríamos lograr un efectivo “equilibrio Pareto” de tener un marco de cooperación contra la barbarie. Cada genocidio nos enseña algo y nuestra resistencia hace que nuestra compasión crezca. Basta con que lo queramos.

Nikos Lygerós

Traducción al español de 
Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou



LA CONTRIBUCIÓN DEL GENOCIDIO

Por Nikos Lygerós

Tout notre héritage culturel est le fruit des apports de toutes les nations. Nous comprenons ceci d’autant mieux lorsque nous pensons combien appauvrie eût été notre culture si les peuples condamnés par l’Allemagne n’eussent point été capables, tels les Juifs, de créer la Bible ou de donner le jour à un Einstein, à un Spinoza; si les Polonais n’eussent été à même d’offrir au monde un Copernic, un Chopin, une Curie; si les Tchèques n’eussent produit un Huss, un Dvorak; si les Grecs n’eussent donné un Platon ni un Socrate; si les Russes n’avaient offert au monde un Tolstoï et un Rimski-Korsakov; les Français un Voltaire, un Montesquieu, un Pasteur; les Hollandais un Erasme, un Grotius et un Rembrandt; les Belges un Rubens et Maeterlinck; les Norvégiens un Grieg; les Yougoslaves un Negosti; les Danois un Kierkegaard. 
Raphaël Lemkin


Si un genocidio contribuye a algo eso es, sin duda, a la conciencia de la pérdida. Sin embargo, la pérdida tiene que ser perceptible e imaginar su descripción tangible, en el caso de que haya sucedido. Incluso en el margen de nuestra lucha por el reconocimiento del genocidio olvidamos a menudo darnos cuenta de la ausencia de aquellas personas que no nacieron nunca debido a la muerte de sus antepasados. Pensamos especialmente en unas personas, algunas veces personas concretas, siempre y cuando sepamos sobre su obra y su contribución al desarrollo de la Humanidad. Pero ¿quién entre nosotros piensa en las personas que no tuvieron esta posibilidad? La respuesta es muy fácil: Raphaël Lemkin. Se trata del creador de la noción de la palabra “genocidio”. Pero él lo profundiza más. Mediante sus escritos nos muestra el camino humano privado de la voz en la sociedad del olvido. Separa de las naciones sus frutos para donarlos a toda la Humanidad. Por lo tanto, las personas son regalos para la Humanidad. En este margen nuevo, la noción del genocidio obtiene una nueva dimensión que paralelamente incumbe a la negación del genocidio. Los genocidios ya no son unos hechos aislados en el tiempo con impacto local, a pesar de su horror. Se trata de un crimen que se perpetúa al pasar el tiempo siempre y cuando no esté reconocido. Y esta es la razón por la que un crimen tal contra la Humanidad sigue siendo tan abominable. Porque no deja de herir a la Humanidad. Esta se encuentra en la posición de la madre destruida por el bárbaro que le arrebató a su hijo para decapitarlo. El crimen se concibe dejando un estigma indeleble a lo largo del tiempo y por la incapacidad del niño de preservarse en la memoria de su madre eviscerada. Por eso el asesinato cometido es doble. No consigue sólo la herida sino su permanencia. No se limita sólo a lo simbólico, sino que anhela la estigmatización también. La crucifixión no es suficiente para el verdugo porque tiene miedo de la resurrección. La problemática sobre el genocidio estriba en la duración de la acción, siempre y cuando tendamos a considerarlo como un simple hecho. Es que nos olvidamos de los descendientes de las víctimas y sobre todo de su posible contribución a la evolución de la Humanidad. Esto es lo que el texto de Raphaël Lemkin nos recuerda. Al darnos los nombres de los seres humanos que ayudaron a la Humanidad, nos hace comprender de manera tangible la pérdida que representa el genocidio para la misma. Además, nos permite darnos cuenta de que no incumbe sólo a la Humanidad del presente sino a la del futuro, que no tendrá la oportunidad de nacer, vivir, crear. Raphaël Lemkin insiste mucho en este hecho para que podamos comprender la importancia de la condena de este crimen contra la Humanidad. Por otra parte esto nos indica que no podemos limitarnos al reconocimiento. Es necesario pasar a la fase de penalización para condenar a los que querían decapitar al niño aun cuando la madre fue ya eviscerada. Por lo tanto el reconocimiento no puede constituir sino el primer paso en el proceso de reparación, ya que el crimen fue cometido a través del tiempo. Por eso el problema verdadero del genocidio, en dimensiones humanas, no es su historicidad, ya que es indiscutible, sino el rasgo diacrónico mediante el genocidio de la memoria. El crimen contra la Humanidad no tiene lugar sólo en contra de los que fallecieron sino, sin duda alguna, también contra los que vendrán. Esto es lo que siempre debemos tener en cuenta al examinar el genocidio y esta es su contribución. 




Cuando naciste después del genocidio

Cuando naciste después del genocidio
no contaste que tú también
debes luchar
por el reconocimiento de la evidencia
y sin embargo, después de tantos años de lucha
ya piensas en cómo seguir
y mostrar a los demás
que todavía son indiferentes
que es lo debido para la memoria.





No mires a tu genocidio solo

No mires a tu genocidio solo
hay otros también; no te olvides
porque si cada uno reconoce
la memoria de los demás que no se han olvidado
las víctimas se unen
y crean pedazos de humanidad
para soportar juntos los crímenes
de la horrible barbaridad
sin esta acción
cada uno está aislado.


Traducción del texto y de los poemas: 
Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou 












ANTIS KANAKIS [9056]

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ANTIS KANAKIS     (Agastina, Chipre ocupada, 1946)
Publica poemas, cuentos y artículos sobre temas literarios, la crítica dramática y otros temas en revistas y periódicos. Poemas y cuentos fueron incluidos en numerosas antologías y traducida a muchos idiomas






Tres poemas de Antis Kanakis



CON TU SONRISA

Lo trajeron
muerto
a la plaza
con una bala
en la frente.
Labios
marchitos
dientes 
blancos
dibujando
una sonrisa.
-¿Para quién 
la sonrisa?
Lo besó la primera
llena de aflicción
se llevó su sonrisa
con un gemido.
Era para ella
la sonrisa.
Para ella
a quien llevaba en su corazón.
Para ella
que en las noches
reía
en sus sueños.
Los compañeros
pálidos
lo miran 






NO OLVIDAREMOS NUNCA

Llueve
suena 
la música.
Intentamos 
olvidar.
El desastre
y la matanza.
los odios y las pasiones.
El terror
y las bombas
que esparcían la muerte
por todas partes.

Pero la memoria
es un volcán.
Se abre
sin que lo queramos.
Cada nota
y cada escena.
Cada gota
y cada herida.
No olvidaremos nunca.
Nunca.
Con bisturí se grabó profundamente
la tragedia
en nuestra memoria.
Se detiene
la música.
Gota a gota
cae la lluvia.






REFUGIADOS

Estos hombres
perdieron todo lo que tenían
quedaron desnudos
Viven con un bocado de pan
Bajo los sedientos pinos
Y esperan con el alma en la boca
Entre los escombros de la catástrofe
Incierto el mañana.
Se apaga la llama de su esperanza
Y contínuamente le suplican al sol
que queme las nubes negras.




El 20 de julio de 2012, se cumplieron treinta y ocho años de la invasión de Chipre por el ejército turco, que a día de hoy mantiene ocupado el 37% del territorio de la isla.









ARYIRIS JIONIS [9057]

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Aryiris Jionis, cuyos padres eran emigrantes isleños establecidos en Atenas, nació en la capital griega en abril de 1943 y murió el 25 de Diciembre de 2011 víctima de un ataque cardíaco. Estaba considerado como uno de los más importantes poetas de la llamada Generación del '70. En 1966 publicó su primera colección de poemas bajo el título de "Intento de luz". Un año más tarde, con Grecia ya bajo la dictadura de los Coroneles, decidó exiliarse en París para más tarde marchar a Holanda y estudiar filología italiana en la Universidad de Ámsterdam. Regresó a Grecia en 1977.

En 2007 recibió el premio de la revista literaria "Diavazo" por su libro "Siendo y no siendo" (2006), mientras que en 2009 fue galardonado con el Premio Nacional de Relato. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas, entre ellos al inglés, francés, italiano, alemán, neerlandés, serbocróata y rumano.

En 2006 la editorial Nefeli publicó una recopilación de sus diez primeros poemarios con el título de "La voz del silencio: poemas 1966 - 2000".

También fue traductor de importantes obras como "Los Poemas" de Octavio Paz (1981), "Cuando el techo llora" de Russell Enstone (1986) y "Orgullo y prejuicio" de Jane Austen.







Vida-Muerte

Dura mucho
la muerte, dura
toda la vida.





Και μετά...

Nubes
mataron al sol
y después
lloraron su pérdida.


ELÍAS KEFALAS [9058]

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KEFALAS ELIAS


Elias Kefalas nació en 1951 en Meligos, un pueblo cerca de la ciudad de Trikala (Tesalia, GRECIA). Estudió Ciencias Políticas en Atenas, donde vivió durante 23 años (1969-1992). Ahora vive en su ciudad natal, Meligos. 
A menudo contribuye con artículos a revistas literarias y artísticas. Ha aparecido en la radio y, en ocasiones, en programas de televisión. Algunos de sus comentarios sobre autores y textos de la literatura griega moderna se han publicado en las páginas de la revista "Efthini", en el que escribe su propia columna, pero sus puntos de vista sobre la literatura moderna se expresan también en muchas revistas y periódicos. Ha escrito reseñas de libros para las revistas "Tomes", "Nees Tomes", "Diavazo", "Odos Panos".


Obras:

POESÍA 

Ta Mastigia (The Whips), 1980
Metallagi sto Aprosdokito (Change into the Unexpected), 1982, 1984
Ta Filla tou Nerou (The Leaves of Water), 1986
Skoteinos Magnetis (Dark Magnet), 1989
To Erimo Lykofos (The Deserted Twilight), 1992
Logos gia tin Aveveotita (On Uncertainty), 1997, 1999
Ta Mnistra tis Abyssou (Remembering the Abyss), 2003
Siopitirio Chioniou (Snow Taps), 2005

ENSAYOS 

The Age of Private Dream, 1987
The Sunday of Poets, 1993
Dream Windows, 2000
Nikos Pappas, a Presentation, 2002 

NOVELAS 

Mesimvrina Daimonia (Noon Demons), 1997
Fasmata tis erimias (Ghosts of Solitude), 1999
Chioni sta Onira (Snow on Dreams), 2001
Choma, Chomata (Earth, Soil), 2007

FICCIÓN PARA NIÑOS 

The Magic Trumpet (poem), 2003
Blossomed Little Hearts (novel), 2004
The Greedy Little Pig (fairy tale), 2004
Stories that Must Not be Forgotten (fairy tales), 2004

ANTOLOGÍAS 

Anthology of Modern Poetry/ The decade of 1980/ The Private Dream, 1989






Vértigo

En tus ojos se ahogan las aves.
Se estancan las aguas de lejanas lluvias
y se dejan arrastras las canciones
de extenuados recuerdos. 

En tus ojos tiritan bosques
zozobrados.

Extraños aromas se suspenden en el aire
y el profundo murmullo del náufrago
que te busca
resuena de hoja en hoja. 

A tus ojos me encaramo
como caminante de la noche
manteniendo la respiración. 

Completamente solo, desnudo y sin techo. 

Asustado
en tus vertiginosos vacíos.
Por eso no me conoces 
y no te encuentras conmigo

nunca.




HAIKUS


Toca la noche
como una campanilla desierta.
¿A quién estás esperando?




Arbustos oscuros
El aire con horror
golpea las raíces




Silencios de las aguas
envenenan los árboles.
Noches de los otros.




¿Qué negrura
voraz de lo inconcebible
sorbe el mundo?

[Traducción de Charalampos Dimos]







THE SOLDIER

The young soldier is reading
A letter from his sweetheart
Sat on the ground like a silent bird
With the smile of a god at peace
A ravine between his eyes
Dripping salt
And fingers plucking harp strings
Without cease

Up flies his beret and settles
On a pole
Out of his pockets come fags
Matches comb mirror
And a drachma note

(Trad. Yannis Goumas)
ΚUDOS magazine






DREAMS

No, I can do without dreams, murmured my father. Because even in dreams I am unhappy. Even in dreams I feel tired. Besides, dreams are like flowers. With choise earth and regular watering, they blossom and flash in the garden. But lackihg earth and water, what garden can grow? Hence, from our poisoned lives, what pleasant dream can blossom? No, I can do without dreams, stated my father, in his endeavour to get rid of life' s nightmares.






SILENCE

What a deafening void dead silence forms. I beg, beg, for a few secret whispers, a hint of rustling yellow leaves, a far-off breathe its last on me, sending shivers down my back.






AGAIN SILENCE 

I know her window is open, and that the wind is caressing her. Silence that extends. Even as far as here I her shawl waving. And the silk of her stockings creaks, as though a predator has grasped her two legs and is squeezing them. I rub my hands that the crust of silence might crack, for if she calls for help, only I shall hear.

(Trad. Yannis Goumas)





MY FALL

The things that are born inside us
Are in a hurry to go
Only their anger lingers on
Eating silence and love away

I have found my life as I left it
One evening of summer
Since then I have borrowed sensations 
To be conscious of my fall

(Trad. Georges Thaniel)






10 HAIKU

1

The bright morning dew.
Forgotten moon.
Is it Monday?

2

The silence of water
drugs the trees.
Others' nights.

3

Of all the nights
Which one do we know?
The last one.

4

I write again
the minus of absence
in the black pane.

5

Depression with the rain.
Complaints when it snows.
Torments everywhere.

6

Why do you hesitate?
Let it rain and snow
don't let it stop you.

7

"If everyone leaves me
with whom will I be withthem?"
Wonders the poplar.

8

The sleeping earth.
The stream with frogs.
Nothing else.

9

Wise grasshopper
teach me again
haw to be patient.

10

I went out into the street
with a broken umbrella
looking for you.








ANTONI VIDAL FERRANDO [9059]

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Antoni Vidal Ferrando (Santanyí, MALLORCA 1945) es poeta y narrador. Maestro de profesión, su obra poética parte de su identidad isleña para construir un discurso sobre el ser humano contemporáneo. Como poeta ha ganado los premios Ausiàs March (1985), Ciutat de Palma (1985 y 1995), el Cavall Verd - Josep M. Llompart de la crítica (1993), y la Flor Natural en los Juegos Florales de Barcelona (1994), entre otros. De sus libros podemos destacar Calvari (1992), El batec de les pedres (1995) y Cap de cantó (2004). En los últimos años se han publicador diversas antologías poéticas, entre ellas, El jardí de les delícies (2005), en edición bilingüe catalán-castellano, y A cops de ferro i àlgebra (2005), de D. Sam Abrams. En el año 2008 se publicótoda su poesía en un solo volumen, Allà on crema l'herba: Obra poètica (1986-2007). 

Como narrador se ha de recordar su trilogía sobre la Mallorca del siglo XX, iniciada con Les llunes i els calàpets (1994) y completada con La mà del jardiner (1999), premio Sant Joan de novela y L'illa dels dòlmens (2007), premio de la crítica Serra d'Or. También cabe destacar su dietario Amors i laberints (2010). 

Durante un tiempo se ha dedicado a la historia y, como resultado de esta etapa han salido algunos ensayos, el más importante a citar es La població i propietat de la terra en el municipi de Santanyí (1868-1920). 

Actualmente vive en Santanyí, la tierra de sus sueños, donde tuvo como maestro los poetas Blai Bonet y Bernat Vidal i Tomàs. 

Es socio de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana. 






Abuela Magdalena

No te venció la ausencia un nuevo invierno.
La puesta volverá como si fueras
aún esta cansada silueta
que por una sonrisa se da toda
al besarme, la mano que ilumina
con una vela la despensa y saca
con trabajo botellas o cerezas
que sangran o el ataque del terrible
dulzor de confitura.
Vivimos si alguien queda bajo el toldo
que indemne construimos
un día contra el tiempo; y nuestra aurora
es lo que permanece en unos ojos
leales al caer la noche.

Traducción al español de Nicolau Dols y Gabriel de la Santa Sampol





Àvia Magdalena

Un altre hivern no t'ha vençut l'absència. 
La posta tornarà i és com si fossis 
encara la cansada silueta 
que es deixa posseir per un somrís 
a l'hora de besar-se, aquella mà 
que encén l'espelma del rebost i malda 
per treure'n les ampolles o cireres 
sagnants o l’escomesa del terrible 
dolç de la confitura. 
Vivim mentre qualcú roman als porxos 
indemnes que bastírem 
un dia, enfront del temps; i l'alba nostra 
és el present que som a dins uns ulls 
lleials en caure el vespre. 






Belleza

Las cartas que te escriben los amigos; la clara
de la luna, acampada tantos ratos detrás
del visillo con ángeles que hay en la biblioteca;
las balaustradas donde se aparejan, en ebrios
encuentros las palomas; las ígneas chumberas
donde ululan los tonos escarlatas y laicos
de la luz del crepúsculo: la belleza transcurre
contigo hacia las calmas del ser, hacia aquel sol
casual que han de ver pasar las plañideras,
como un rojo camafeo, sobre tu epitafio.

Traducción al español de Jaume Pomar





Bellesa

Les cartes que t'escriuen els amics; el blanc d'ou 
de la lluna, acampat tantes estones rera 
la cortineta amb àngels de la biblioteca; 
els balustres on vénen a aparellar-se, en ebris 
encontres, els coloms; les figures de moro 
ardents, des d'on udolen els tons laics i escarlates 
de la llum del crepuscle: la bellesa transcorre 
amb tu cap a les calmes de l'ésser, cap al sol 
casual que han de veure passar les ploracossos, 
com un roig camafeu, sobre el teu epitafi. 






Desde el Santuario de Consolación

Llego al patio vacío. Juego de fanales, ecos que anuncian el ocaso. 
Ahora todo se torna menos cutáneo. Con la mirada busco 
el incendio, el argot de la llanura. Formaciones de dunas 
y los poderosos territorios de una nube son la tierra y el cielo 
de lugares donde hemos sido felices. 
Pienso tu cintura de hierbabuena, la lejanía, donde reina 
un archipiélago. 
Nos haremos viejos y pánfilos y torpes, amor mío.

Traducción al español de Jaume Pomar




Des del santuari de Consolació

Entr a la clastra buida. Jocs de faroles, ecos que anuncien la 
posta. Ara tot esdevé molt menys cutani. Cerc amb els ulls 
l'incendi, l'argot de la planura. Formacions dunars i els 
poderosos territoris d'un núvol són la terra i el cel d'indrets on 
hem estat feliços. Pens la teva cintura d'herba sana, la llunyania, 
on regna un arxipèlag. Ens farem vells i pàmfils i maldestres, amor meu. 







Estorninos

La tarde se enamora del lugar. Es un patio
lleno de jaulas, pájaros y dibujos con tiza,
que eran soles y grandes navíos a la vela.
Igual que una oración, los domingos, con zumo
de limones, mi madre me abrillantaba el pelo.
Yo tenía en la boca mil estrellas de mar.
Por las calles crecía el abril sin geranios.
El llanto de unos perros evocaba a los muertos.
Las penas del infierno son parte del paisaje,
como de la dialéctica más pura de aquel tiempo.
Aún, al evocarlos, el noviembre convoca
una angustia de alambres y ornamentos litúrgicos.
Diluvia en los rediles de nuestros paraísos.
Bandadas de estorninos me recuerdan los cielos
del Bosco, alegóricos, y el tema literario
de la caducidad de la vida y los sueños.
Me recuerdan las trenzas largas de aquel primer
amor, rosas pudriéndose en tumbas de vencidos
y mi tiempo infantil de arlequín y metralla.

Traducción al español de Jaume Pomar




Estornells

La tarda s'enamora d'aquell lloc. Parl d'un pati 
amb gàbies d'ocell i dibuixos amb guix, 
que eren de sols i grans navilis a la vela. 
Com una oració, els diumenges, amb suc 
de llimona, la mare m'enllustrava els cabells. 
Jo duia dins la boca mil estrelles de mar. 
Pels carrers veien créixer l'abril sense geranis. 
Quan ploraven els gossos enyoràvem els morts. 
Les penes de l'infern formen part del paisatge 
i de la dialèctica més pura d'aquells dies. 
Encara, en evocar-los, el novembre convoca 
un neguit de filferros i d'ornaments litúrgics. 
Diluvia a les pletes dels nostres paradisos. 
Els esbarts d’estornells em recorden els cels 
al•legòrics del Bosch i el tema literari 
de la caducitat de la vida i dels somnis. 
Em recorden les trenes llargues del primer amor, 
les roses que es podrien a tombes dels vençuts 
i la meva infantesa d’arlequins i metralla. 






Isla

Rosa, para trazarte una isla apenas,
con palabras y heliotropos, quiebro los aros del orgullo.
Desde ahora soy epígono del que escucha llover
entre tus muslos. Porque los dioses son magnánimos
como el rostro del agua o igual que las texturas
y el tramo color de berenjena desde donde el día nace puedo 
escribirte este poema. Fuera están los ritmos del silencio, 
los palabreros más adustos, más bíblicos, y un azar poderoso
como la acometida o los dedos de hierro de la soledad; 
hay músicos melancólicos en pósteres que lacera la luna,
el caos que el invierno entroniza: manos muertas
de los insectos, el cuero y las mimosas nevadas de los últimos
combates por la certeza, cementerios
y encantadores de serpientes en la hora carmesí, la del regreso
a casa cuando se abrían los mercados de las flores.
Pero nosotros, Rosa, ya estamos lejos, mar adentro,
y todo tiene el sentido épico de dos cuerpos ingrávidos
-ángel, vino blanco, saliva- desesperadamente
queriéndose sobre los puntos cardinales del ajuar
de cama, hacia la aurora: la belleza y lo efímero.

Traducción al español de Jaume Pomar




Illa

Rosa, per dibuixar-te una illa a penes,
amb mots i heliotropis, trenc els cèrcols de l’urc.
Des d’ara em torn l’epígon d’algú que escolta ploure
entre les teves cuixes. Perquè els déus són despresos
com el rostre de l’aigua o talment les textures
i el tram color albergínia des d’on el dia neix et puc escriure
aquest poema. A fora hi ha els ritmes del silenci, els rondallaires
més adustos, més bíblics, i un atzar poderós
com l’escomesa o els dits de ferro de la soledat; hi ha músics
melancòlics a pòsters que lacera la lluna,
el caos que l’hivern entronitza: mans mortes
dels insectes, el cuiro i les mimoses nevades dels darrers
combats per la certesa, cementiris
i encantadors de serps a l’hora carmesina en què tornàvem
a casa quan s’obrien els mercats de les flors.
Però nosaltres, Rosa, ja som lluny, mar endins,
i tot té el sentit èpic de dos cossos ingràvids
- àngel, vi blanc, saliva – desesperadament
volent-se sobre els punts cardinals de l’adreç
de llit, camí de l’alba: la bellesa i l’efímer.





El invierno y la belleza

Después de arrodillarme devotamente, como
Fray Angélico, antes de pintar aquel cielo 
de la antigua Florencia, no encontré la belleza.
Ni la encontré en el orden noble de templos griegos
o en las extensas playas de la literatura.
Por siempre inalcanzable, es como la distancia
en algún tornavoz; y se hielan los pétalos
rosados del almendro cuando escribo su nombre.

Traducción al español de Jaume Pomar



L'hivern i la bellesa

Després d'agenollar-me devotament com feia 
Fra Angelico, abans de pintar el cel serè 
de l'antiga Florència, no he trobat la bellesa. 
Ni l'he trobada en l'ordre noble dels temples grecs 
o en les extenses platges de la literatura. 
Per sempre inassolible, ha esdevingut distància 
a qualque tornaveu; i tenen fred els pètals 
rosats dels ametlers quan escric el seu nom. 






Nace la escritura

Muchos caminos eran cursos de agua. El hombre escrutaba 
los equinoccios, escrutaba laberintos, y, en lugares sagrados, 
salvaba la memoria de los muertos. Todo era raro y bello: 
la violencia de los abismos, las sombras escarlata, el aroma 
de mejorana del plenilunio, el jadear de dos cuerpos, 
que ocultaba la selva. Todo era raro y bello. De su poder anímico 
sobre el sílex, sobre los secretos de las piedras calcáreas, 
el hombre hizo herramientas, cavernas, las adiposidades y los
ritmos de las venus; hizo de todo ello costumbre como la de tener 
dos manos. Después, levantó salas de hipóstilos, interpretó 
los augurios, estableció calendarios. El hombre era así, 
indómito, épico, naïf. Y, un día, se sometió a una experiencia 
brutal: explicar el ser. Invocó el viento, la claridad súbita, 
malvarrosa de un ángel, trazó su primer garabato.

Traducción al español de Jaume Pomar




Neix l’escriptura

Molts de camins eren cursos d’aigua. L’home escrutava els equinoccis,
escrutava laberints, i, a llocs sagrats, salvava la memòria dels morts.
Tot era rar i bell: la violència dels abismes, les ombres escarlates, la
flaire de morduix del pleniluni, el bleixar de dos cossos, que ocultava la
selva. Tot era rar i bell. Del seu poder anímic sobre el sílex, sobre els
secrets de les pedres calcàries, l’home en va fer les eines, cavernes, les
adipositats i els ritmes de les venus; en va fer un costum com de tenir
dues mans. Després, aixecà sales hipòstiles, interpretà els auguris, va
establir calendaris. L’home era així, indòmit, èpic, naïf. I, un dia, es va
sotmetre a una experiència brutal: explicar l’ésser. Invocà el vent, la
claror súbita, malva-rosa d’un àngel, traçà el primer gargot.





Post Scriptum

Profanamos el tiempo y nos ha herido
de repente este agobio de saberlo.
Lentamente y con el desasosiego
de un perro navegando entre la bruma
transcurren los instantes que vivimos.
Profanamos el tiempo y su venganza
será una singladura irreversible
al estupor de hacernos sus rehenes.
Te evoco, absurdo, como el que reclama
con toda insistencia el beneficio
del sol  o bien un roce de gardenia.

Traducción al español de Jaume Pomar



Post Escriptum

Hem profanat el temps i ens ha colpit 
de sobte aquest desfici de saber-ho. 
Amb lentitud i amb el desassossec 
dels gossos dels llaüts, les nits de boira,
transcorren els instants on ara som. 
Hem profanat el temps i l’escarment 
serà una singladura irreversible
a l’estupor d’esdevenir-ne ostatges.
T’evoc, des de l’absurd, com qui demana
Imperiosament el benefici
D’un ull de sol, el frec d’una gardènia.






Solsticio

Las palabras son ciervas que escapan de la muerte
Tienen frío y se llevan la tarde en los ojos
Toman instantes lilas como el mar de Menorca
Jamás volví de aquellos horizontes con música
Donde sacerdotisas danzaban pie descalzo
Embriagadas de aromas de rosal imperial
Desde un bajel corsario pensaría sus besos
Pensaría un ribete de notas del oboe
A más de laberintos las palabras son ciervas
Beben agua en el último latido del otoño
Se convierten en diosas con flores en el talle
Intentan crecer como la herrumbre y los desvelos
Mientras pasa el perfil malvarrosa del viento
Pasan contrabandistas por desiertos de ausencia
Soy el dueño de su tristeza y un perro viejo
Todo lo que me espera no se nombra en los mapas

Traducción al español de Jaume Pomar




Solstici

Les paraules són cérvoles que fugen de la mort 
Tenen fred i se'n duen la tarda dins els ulls 
Se'n duen instants liles com la mar de Menorca 
Mai no he tornat d’aquells horitzons que eren música 
Ardents sacerdotesses hi ballaven descalces 
Embriagues d'aromes de roser imperial 
Des d'un vaixell corsari pensaria els seus besos 
Pensaria un rivet de notes d'oboè 
A més de laberints les paraules són cérvoles 
Beuen aigua dins l'últim batec de la tardor 
Esdevenen deesses amb flors a la cintura 
Volen créixer com taques de rovell i desfici 
Mentre passa el perfil malva-rosa del vent 
Passen contrabandistes pels sorrals de l'absència 
Som l'amo de la seva tristesa i d'un vell gos 
Tot allò que m'espera no té nom a cap mapa 



MARGARITA BALLESTER I FIGUERAS [9060]

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Margarita Ballester i Figueras nace en Barcelona el año 1942. Es poeta y profesora de historia en la enseñanza secundaria. Se licenció en Filosofía y Letras antes de estudiar psicología en París. Sus padres le transmiten una gran pasión por los libros y por la palabra escrita, pero sólo a partir de los cuarenta años decide que publicar también será uno de los objetivos de su producción poética. Con todo, le agrada dar a conocer sus obras después de largos períodos en que los poemas se dejan inundar por el juicio del tiempo y permiten una revisión crítica. 

Hace públicos los primeros poemas en la revista Reduccions en 1985. Se trata de una selección de su primer libro, L’infant i la mort (Columna), que ve la luz en 1989. Esta recopilación, que había ganado el premio Rosa Leveroni de la Vila de Cadaqués en 1988, atrae hacia su poesía la mirada de la crítica. Muy pronto será considerada como una voz importante dentro de su generación y estudiosos como Manuel de Seabra, Dolors Oller o Carles Camps hablan del nacimiento de una escritora capaz de ofrecer obras de relevancia a la poesía catalana. 

Fiel a su manera de trabajar, tardará más de seis años en publicar un nuevo libro. Así, después de una larga elaboración, los lectores pueden acceder a Els ulls, publicado también por Columna, dentro de la colección Àuria, en 1995. De nuevo, la poeta sorprende por su intensidad lírica y por la impecable factura de sus creaciones. Pero todo este éxito siempre relativo de la poesía no hace que cambie su rumbo. Tanto es así que pasan casi diez años antes que la autora nos muestre una nueva selección de sus versos, dentro de la colección Jardines de Samarcanda de la editorial Emboscall. Por este libro, Entre dues espases (2004), mereció el premio Josep Maria Llompart-Cavall Verd de poesía, otorgado por la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana al mejor conjunto de poemas publicado durante el año 2004. 

En la poesía de Margarita Ballester, tal y como ha dicho la ensayista Lluïsa Julià, se conjugan la enorme capacidad de sugestión de las imágenes con las referencias musicales y pictóricas. Y es en este contexto que se tiene que destacar la colaboración de la escritora con la artista norteamericana June Papineau, que con frecuencia ha creado pinturas y dibujos partiendo de sus poemas. 

Desde hace diez años vive en Maó (Menorca), donde compagina su faceta de escritora y las clases de Historia, con esporádicas incursiones en la crítica literaria. Siempre dice que en eso de la literatura es el lector quién tiene la última palabra. 

Es socia de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana. 

Obra 

Poesia

"Poemes", Reduccions (Vic), 1985.
L'infant i la mort. Barcelona: Columna, 1989.
"Textos de l'autora" [Edició a càrrec d'Àlex Susanna] Serra d'Or (Barcelona), núm. 351, febrer 1989, p. 38.
Els ulls. Barcelona: Columna, 1995. València: Bromera, 2001.
Entre dues espases. Vic: Emboscall, 2004.

Narrativa infantil i juvenil

L'escarabat daurat. Barcelona: Abadia de Montserrat, 1993.




ALFORJA

El amor es conversar con los dioses
en el umbroso paraíso de moras y manzanos
donde los barrancos te traen
los húmedos olores de antiguas lunas
–destilado airecillo de ramas blandas–
sin polvo ni pisadas
fuera del tiempo, fuera del tiempo.

Traducción de José Bru y Jorge Souza



ALFORJA

L'amor és conversar amb els déus 
a l'ombrós paradís de móres i pomeres 
on els barrancs et porten 
les humides olors d'antigues llunes 
–degotadís airet de branques molles– 
sense pols ni petjades 
fora del temps, fora del temps. 






HABLA EL VAMPIRO)

  Homenaje a Murnau

Desconozco las risas de los músicos
y las notas que trae la canción

Ahora no puedo venir y mirarte;
queda la noche retirada del surco
por donde pasan las bestias
y el día empuja por donde sale el sol

Vendrá la urraca a silbar a tu vera
mientras yo duermo.

            Pero algún día huiré de la noche
            y tanta luz no quedará insensible:
            Murnau, el maestro.

Traducción de José Bru y Jorge Souza



(PARLA EL VAMPIR)

                           Homenatge a Murnau

Desconec les rialles dels músics
i les notes que porta la cançó

Ara no puc venir i mirar-te;
queda la nit retirada del solc
per on passen les bèsties
i el dia empeny per on surt el sol

Vindrà la garsa a siular vora teu
mentre jo dormo.

             Però algun dia fugiré de la nit
             i tanta llum no quedarà insensible:
             Murnau, el mestre.






"És el pes mort que no puc dir..."

És el pes mort que no puc dir,
com els germans que moren de petits
sense deixar la veu de la infantesa,
que em té lligada al temps del meu deliri.

I d'això escric, per desvetllar
l'ofensa de l'innocent: aquell recurs
de veure-hi clar. Mentre viatjo paral·lela al fons
d'arenes abissals, i no tinc ulls
només senyals en la tinta extrema dels teus llavis.

De L'infant i la mort (1989)








La dimensió vegetal del temps

La mort s'atura sobre meu;
no m'esparvera, cau més aviat
dins l'àmbit de la nosa.

I s'escola la vida sobrant
de moltes hores, marge avall,
i creix la mort als arbres
que sobreviuen a casa pròpia.
Ressona, en el meu cap, la dimensió
vegetal del temps que no viuré
ni escriuran per nosaltres:
el temps de les tortugues
i els bibliòfils.

De L'infant i la mort (1989)








Oració d'un agnòstic

Llepa'm com una flama
sobre el foc viu de tants amors
no retrobats en Tu sinó en ferides.
Deixa que parli el cor.
Fes-me silenci.

D'Els ulls (1995)
Paraula de poeta. Col·lecció Poemes Essencials, núm. 12 
(Govern de les Illes Balears, 2001)




APE ROTOMA [9061]

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Ape Rotoma (José Alberto Rodríguez Tobes) nació en Aranda de Duero (Burgos) en 1967. En 2002, la Tertulia Literaria Ribereña y Arandina (Telira) edita “149 PCE (Algunos de los poemillas pergeñados entre 1987 y 1998)”, trescientos ejemplares de los que no queda ni rastro. Colecciona libros de poesía, clásicos griegos y romanos, novelas de ciencia ficción, ensayos sobre cine, psicoanálisis, drogas y otras rarezas.




Renglones cortitos (poética)

                         A Luna Lesclauze-Álamo

Mira, Luna,
un buen poema
debe decir
muchas cosas
en renglones muy cortitos
y además debe
dejar espacio en la página
suficiente
y aún de sobra
para todas esas cosas
que no dice.

inédito, 2011





Hace años

Hace años, siendo yo un indudable adolescente,
y no sólo mitad y mitad, como ahora mismo,
las espinillas se cebaban con mi cara.
Eran muchas, las cabronas, y salían por todas partes.
Para librarme de ellas bastaba con aplastarlas
entre índice y pulgar, me lavaba y a otra cosa.
Ahora me salen muy pocas pero escogen el lugar
con mucho mayor cuidado. Tras la oreja, junto al pelo
o en las distintas covachas de que está compuesto el rostro.
Es decir, donde no hay forma de atacarlas, donde,
por más que lo intentes, no puedes meter dos dedos.
Lo peor es que me temo que esto es sólo una metáfora
de todo lo que ha pasado desde que dejé de ser
adolescente indudable, de absolutamente todo.

("149 PCE", 2002)








Los de la limpieza II

Sara entra en la nave vacía
en la que creo estar solo
y silba.

Un silbido atronador
que llena la inmensa sala
y hace huir despavoridos
a cuatro de esos gorriones que se cuelan siempre
por las ventanas abiertas
para cagar en los sitios más inverosímiles.

Naturalmente
me sobresalto
de forma algo teatral
lo que a la buena de Sara
desconcierta.

-Pero si he chiflado
para que no te asustarías…
(sic, sic)

¿Desde cuándo, Dios mío,
desde cuándo
un sonido
repentino
y estridente
sirve para no asustar?

inédito, 2008







A ellos

Me gustan los camellos silenciosos y cautos,
los que no se apresuran, los que cumplen los ritos,
los que te reconocen pero sin aspavientos
ni sonrisas forzadas ni familiaridades,
que no se hacen los duros ni los necesitados,
que no esperan de ti complicidad ni nada
que no sea el precio exacto, el actual del mercado,
y que hablan del producto lo justo, nunca menos,
y te dicen a veces: lo que hoy tengo es muy malo.
En resumidas cuentas, en esto como en todo,
dadme un profesional.

inédito, 2011






SOBRE QUEJAS Y MOLESTIAS 

Todavía sigo en el paro.
Y no me quejo, desde luego.
Llevo ya casi dos años y han sido,
con diferencia, los mejores de mi vida.
Además, habiendo tanta gente puteada
de verdad, mejor no quejarse mucho.

Claro que lo que empezó siendo
casi un chollo, pues cobraba
prácticamente la misma mierda
que trabajando como peón de la limpieza,
dejó de serlo al medio año, al verse
reducidos los ingresos mensuales
a unos seiscientos euros o menos.
Y ahora mismo, concluida la prestación oficial,
gracias al Cielo y a tener cuarenta y cinco tacos,
ésta ha sido reemplazada por una llamada ayuda
de cuatrocientos. Y la verdad, no me quejo.

El caso es que, esta mañana,
andaba contado los cigarrillos liados
y respiré. Bien, son las ocho y media
y me quedan unos cuatro. Liando también
esas colillas, llego hasta con cierto margen
a la hora en la que abren el estanco.
Es día diez y se cobra. Claro que acaban
de subir bárbaramente el tabaco de liar
y no lo digo por quejarme.

Bueno, pues nada, dejo en paz féisbuk
y decido estrenar mi nueva condición
de un-poco-más-pobre-aún
permitiéndome el lujo asiático de tomar
un nutritivo y gozoso desayuno
en mi cafetería favorita. Un día es un día
y no hay más día al mes que hoy
lo mires como lo mires. Así hago tiempo además
y leo un poco alguno de esos libros
que tengo a medias, tranquilo frente a un café.
Como las personas, vamos.

El primer paso es tratar con el cajero.
Como me han vuelto loco a base
de hacer papeles y colas, doy por supuesto
que está en orden todo y cuento
con esa puntualidad tan tranquilizadora
del Estado. De eso sí que no puede uno quejarse.

No quiero perder el tiempo
y pido directamente cuatrocientos, pues sé
que los voy a necesitar hoy mismo.
Me contesta el hijoputa: "Saldo insuficiente.
Operación no autorizada" y sin pausa alguna
para aclaración de ningún tipo: "Retire
su tarjeta, por favor". Sí, sí, mucho por favor
pero me ha echado el cabrón,
con la actitud del que te manda salir del local
por ser un incordio, un broncas o un majadero.
Es una máquina, claro, y no va uno a quejarse.

Vuelvo a meter la tarjeta, ligeramente mosqueado.
"Consulta saldo", capullo, a ver qué es lo que pasa.
Pasa que son realmente trescientos setenta y poco.
Me cago en su puta madre y elimino mentalmente
de la lista los treinta eurillos de costo
que pensaba regalarme. Dado que tengo
vicios tan caros, no creáis que me quejo aún.

Se los pido y me los da y el recibo
y lo que haga falta ahora. Las cuentas no salen, claro,
pero tampoco salían antes y no tengo
ganas de hacerlas sino de ir dando un paseo
a ese bar que hace tanto que no piso.

Es un lugar estupendo para ir por la mañana
y todo lo de él me gusta: las amplias mesas,
la cristalera que te permite ver a las chicas
cruzando el puente, las napolitanas, a elegir
de chocolate o de crema, tan bien hechas ambas
que a veces no me decido, un delicioso café
que tiene color, olor y sabor a café
aunque lo ahogues en leche y azúcar,
que es justo lo que hago yo,
y el camarero, que merece estrofa aparte.

Relativamente joven, tiene un aire a la antigua.
Impasible y educado. Nos conocemos de sobra,
nos decimos hasta luego por la calle,
pero me trata como trata a todos.
Jamás sabré si me aprecia, me desprecia
o le soy indiferente. Y la verdad, me la suda.
Me cae bien. Siempre escudado tras su buenos días,
su gracias, su hasta la vista y su disculpe un momento.
Un profesional, qué coño, que sobrevive
a la actual crisis y lo hará con las que vengan.

Me siento pues a ser feliz la media hora mensual
que apenas se me permite y entra en el local un perro.
Es pequeñajo e inquieto y, claro, se dirige
hacia la única mesa sobre la que hay comida,
que es la mía, y me empieza a olisquear las piernas,
que es una forma suave y exacta de decir
que me empieza a tocar los huevos. Miro
al dueño, entretenido en desplegar
la larga correa extensible con la que espero
que lo ate, y después, entretenido
en llamarlo: Eh, eh, bicho, ven aquí.
Y yo, claro, ni me quejo ni le pateo el hocico
por si los omnipresentes defensores
de derechos animales y en particular caninos.

El perro ni puto caso. Y el dueño ni caso
a mi mirada helada ni al rechinar de mis dientes,
cuando, con un trozo de napolitana inmóvil
en la mano, estoy a un paso de perder
el apetito, el humor y la paciencia.
Por fin se acerca sonriendo (al perro, claro, no a mí )
y lo coge del collar, lo sujeta a una columna,
dejándolo sólo a un palmo de mis pies,
y se encamina a la barra.

Y a mí me da por pensar que, en cuanto
acabe el café, voy a tener que olvidarme
del proyecto de leer a Vila-Matas un rato
y salir de inmediato a la puta calle, donde
hace frío y está lloviendo, si quiero fumar.
Y quiero. De hecho, ahora me hace falta.
Y que se supone que es así, que está prohibido
terminantemente y sin excepción fumar
en sitios cerrados por el sencillo motivo
de no ocasionar molestias a los demás.

Y esta vez sí, claro que sí, mientras dejo
los utensilios usados sobre la barra,
junto al dueño del animal, que sigue
mirando a Cuenca y disfrutando su copa,
empiezo a pensar una vez más que no tengo
derecho alguno a quejarme
porque existen refugiados, torturados
y puteados de verdad, pero que el mundo
es un agujero infecto, este país el Infierno
y todos nosotros, tontos. Y desde luego
y sin duda, yo soy más tonto que nadie.







Los de la limpieza V

No hay que pasar mucho tiempo
en esta fábrica, donde todos te dan órdenes,
para concluir que se trata
de la mayor concentración de analfabetos
imaginable en el mismo sitio.

Pero es que ayer, mientras barría
mi escalera favorita, veo
cómo se acerca una bata blanca,
o sea, uno de los que dan órdenes,
como todos, claro que éstos
sólo dan órdenes.

Al rato, lo identifico.
Pasa por el segundo de a bordo,
es decir, el que está justo por debajo
del otro Gran Jefe Blanco al que sólo
se ve en la tele o cuando vienen ministros,
que acojona por lo tanto
a todo bicho viviente
y cuya nómina no puedo
ni imaginar sin dolor.

Me adelanto: "Buenos días".
"Buenos días -dice él-.
A ver, 'haceros'
el favor de limpiar
de una vez aquella puerta".

Tardé un rato en contestar, como alelado,
y es que me estaba preguntando (en serio)
de qué jodidos aceros hablaba el pavo,
y también, sólo después
de corregir mentalmente
el imperativo en erre, qué favor
pretendía que nos hiciéramos
(¿quiénes?) a nosotros mismos.

Me miró con esa cara
que pone uno al pensar
"este tío está drogado",
así que, bueno, no será un maestro
en el uso de la lengua castellana
pero desde luego
tonto del todo tampoco.






Variación sobre Ni el sempiterno y espeso cielo gris 
de Ape Rotoma (Soneto doble con estrambote)

Maldito apocalipsis: nunca llega
por mucho que lo espere todo el mundo
desde que un Dios enfermo y desganado
le impuso orden ilógico al abismo

-buscando enderezar el despropósito
en el que sin remedio fue enfangándose-
llamando a la luz día y luego noche
a las tinieblas que jamás debió alumbrar

para luego -¿no sabe estarse quieto?-,
del barro en el que él mismo se metía,
crear al hombre a horrible semejanza

y, ya más tarde, -genio del desastre- 
juzgar -sin preguntar- que no era bueno
que el hombre -que sabrá- estuviera solo;

por más que -si prefieres otra absurda
e insuficiente forma de consuelo-
la ciencia -y otra vez no ha habido suerte-
obcecada en la búsqueda arrogante

de algún bosón de Higgs desestimable
se ponga a dar candela a haces de hadrones
teniéndonos en vilo por un breve 
periodo en que pensamos que por fin

podrían realizarse nuestros sueños
ansiosos de que en una negligencia
se les acabe yendo de las manos 

y así nos vamos todos a la mierda.






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