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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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EUGENE GLORIA [9627]

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Eugene Gloria (nacido en Manila) es un poeta americano.
Eugene Gloria nació en Manila, Filipinas, en 1957 y se crió en San Francisco, California. Asistió a la escuela St. Agnes, en el Haight-Ashbury y St. Ignatius College Preparatoria. Obtuvo su licenciatura de la Universidad Estatal de San Francisco, MA de la Universidad de Miami, y MFA de la Universidad de Oregon. Es profesor de escritura creativa y literatura Inglesa en la Universidad de DePauw y vive en Greencastle, Indiana. 

Premios

Fulbright Scholar Grant
Poetry Society of America George Bogin Memorial Award
National Poetry Series selection for Drivers at the Short-Time Motel
Asian American Literary Award
Pushcart Prize

Libros:

Drivers at the Short-Time Motel (Penguin Books, 2000)
Hoodlum Birds (Penguin Books, 2006)
My Favorite Warlord (Penguin Books, 2012)




La decapitación de Santiago
y otros poemas

Traducción al castellano por Emilia del Rio Martínez





La decapitación del Apóstol Santiago

Pero era la cabeza la que quería el verdugo.
La cabeza depositada en la cesta como prueba de servicio.

En el cuadro de Zurbarán un perro aparece
en la esquina inferior izquierda del lienzo; los ojos

al mismo nivel que los del apóstol contemplando el acero.
En otra galería un cuadro rectangular alargado

representa un interrogatorio. Cuatro hombres orientales
con los ojos vendados. Detrás de sus labios están diciendo

lo olvidaré todo, olvidaré incluso mi nombre.
El pintor refleja lo que calla el recuerdo enterrado.

Los ladrones alrededor de hogueras en el día de Zurbarán
cuentan en verso la historia de un perro que huyó

con la mano que no cayó en la cesta.
Antes del milagroso barco que transportó

su cuerpo a Galicia, una historia de la mano izquierda
del apóstol alimentó la reunión de los ladrones;

la misma mano que bloqueó el acero
como una visera protegería del sol.

La madre de Santiago, una mujer sencilla,
esperaba un puesto más alto para su hijo:

dirigiendo desde un trono en la plaza mayor.
Hay un culto alternativo

en torno al nudillo de un santo,
Los guardianes de los cadáveres

son un grupo obcecado. Son mis jefes del campo
de la duda deambulando por la maleza como un rumor del fuego.

Una vez un dedo de estrellas apuntaba a un campo
donde el ermitaño Pelayo dormía. Y aquí

han llegado con las caras quemadas,
desconocidos entre sí con postales en las manos.




The Beheading of the Apostle James

But it was the head the executioner wanted.
The head deposited in the basket as proof of service.

In Zurbarán’s painting a dog appears
in the lower left corner of the canvas; eye-level

with the apostle contemplating the blade.
In another gallery, a long rectangular canvas

depicts an interrogation. Four Middle Eastern men
blindfolded. Behind their lips they are saying,

I will forget everything, forget even my name.
The painter records what lapses into buried memory.

Thieves round the campfires in Zurbarán’s day
recount in rhyme the story of a dog that absconded

with the hand that didn’t land in the basket.
Prior to the miraculous boat that transported

his body to Galicia, a story of the apostle’s
left hand fueled a conference among thieves;

the same hand that blocked the blade
as a visor would shield the sun.

James’s mother, a simple woman,
expected a high position for her son:

lording from a throne in the town square.
There is an alternate cult

surrounding the knucklebone of a saint.
The officers of corpses

are a driven bunch. They are my field marshals
of doubt roaming the brush like a rumor of fire.

Once a finger of stars pointed to a field
where the hermit Pelayo slept. And here

they’ve come with sunburnt faces,
strangers to each with postcards in their hands.






La idea del Norte

¿ Y qué esperabas ver
cuando subiste las escaleras
hasta su dormitorio solo para descubrir
que tus padres, todavía jóvenes ,dormían
con la televisión encendida?

No tiene nada que ver con la tristeza
cuando te despiertas y oyes el graznido de los cuervos
en los árboles fantasmagóricos, las ramas nudosas
como tu pelo negro y revuelto por el viento.

La idea del norte significa riesgo
no regresar a lo que has dejado atrás,
saber el momento en el que la silenciosa ventana se oscurece,
y la casa azul desaparece con la luz.
Has aprendido a amar la suave corteza de los abedules,
el círculo exterior de los árboles. Deben saber
que tú no eres nada sin ellos.

Retornas a ese muchacho
de pie en la habitación de los dos durmientes,
con las caras iluminadas
por el parpadeo de la televisión; y qué pena

de color debes sentir al
estar de pie con el inmenso
y solitario cielo azul de agosto detrás de ti.



The Idea of North

And what did you expect to see
when you climbed up the stairs
to their bedroom only to discover
your not-yet-old parents asleep
with the television on?

It has nothing to do with sadness
when you wake and hear crows cawing
in the eerie trees, their gnarly branches
like your unruly black hair in the wind.

The idea of north means to risk
not coming back to what you’ve left behind,
to know the hour when the quiet window darkens,

and the blue house disappears with the light.
You’ve learned to love the smooth bark of birches,
the circle of trees outside. They must know
that you are nothing without them.

You come back to that boy
standing in a room of two sleepers,
their faces illuminated
by the television flicker; and what color

grief must be when you
stand in the open,
vastly alone, blue August sky behind you.







Obediencia

Agustín llena la carretilla amarilla
con las almendras caídas de los almendros
a lo ancho de la carretera desde el caballo de Beatriz Beckett.

Levantando la tierra con sus patas, la yegua mueve
y agita la crin negra como el asfalto fresco.
Pisa fuerte con musculosas zancadas

en el día más caluroso de Andalucía.
Voy vestido de negro como la luna que interpreta
un papel en el drama situado en Nijar.

En la obra, el novio, de nombre Casimiro
trabaja en el campo, después duerme la siesta
como de costumbre.
Es el único hijo de su madre.

En la versión del periódico
la novia es coja y bizca—
pero los detalles aquí no importan,

ya que la luna en la obra interpreta un papel.
¿Quizá la luna carezca de piedad, como el sol
templa a un hombre vestido de negro?

Francisca, la novia (sí, ella también tenía nombre)
podía también haber sido una flor muerta
en la ancha solapa de su hermano.

Si hay algún significado que entender
sobre lo que la luna tenía que decir
el deseo no estaría presente.

En la obra de Lorca,
La novia anónima describe a Leonardo
como un río embravecido y a su novio como una gota de agua.

En la película de Carlos Saura, tienes que imaginar
un caballo llevando a Leonardo y a la novia fugitiva.
Con palmas y guitarras,
dos navajas
oscilan como la espada en la muleta del torero,
luego la sangre brota de pañuelos de seda .

Esta noche enmarco un diminuto planeta
desde mi buhardilla.

El pétalo de un lirio
dirige una mirada a la luna.
La obediencia es el modo de andar lento pero constante de Agustín
cuando dirige sus pasos hacia
el caballo de Beatriz Beckett
para cepillarle y ocuparse de sus cuidados.




Obedience

Agustín fills up the yellow wheelbarrow
with fallen nuts from almond trees
across the road from Beatriz Beckett’s horse.

Kicking up dirt, the mare bobs
and shakes her mane black as fresh asphalt.
She stomps in long muscled strides

on the hottest day in Andalucía.
I wear all black like the moon that plays
a speaking part in the drama set in Nijar.

In the story, the groom named Casimero
labors in the fields, then takes his siesta
as on any ordinary day.
He is his mother’s only son.

In the newspaper account,
the bride has a limp and crossed eyes—
but the details here are unimportant,

since the moon in the play has a speaking part.
Maybe the moon lacks mercy, the way the sun
anneals a man who wears all black?

Francesca, the bride (yes, she had a name)
might as well have been a dead flower
on her brother’s wide lapel.

If there is any sense to be gotten
from what the moon had to say,
desire would have nothing of it.

In Lorca’s play,
the nameless bride describes Leonardo
as a raging river and her groom as a spot of water.

In Carlos Saura’s film, you have to imagine
a horse conveying Leonardo and the runaway bride.
In hand claps and guitars,
two knives
sway like the sword inside the matador’s cape,
then blood flows in silken scarves.

Tonight I frame a tiny planet
from my dormer window.

The petal of an iris turns
a backward glance at the moon.
Obedience is Agustin’s slow but even gait
as he makes his way toward
Beatriz Beckett’s horse
to groom her and tend to her needs.




MARÍA GERMANÁ MATTA [9628]

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María Germaná Matta       Nació en Lima - Perú, estudió en un colegio protestante de mujeres de origen americano donde aprendió inglés, luego fue a parar a la Universidad Ricardo Palma, estudió Económicas por decreto materno, como ella decía, no debía pensar que iba a mantenerse ociosa, (escritora).

Por azares de la vida, la verdad gracias a un novio, trabajó como periodista en un dominical: Sin Calco ni Copia, también fue periodista en la Radio Sol y Armonía y en la revista cultural de la radio. En Lima publicó poesía en algunas de esas revistas que tienen como duración máxima tres números, pero aún las guarda de recuerdo porque es sentimental.

En 1986, marchó a París a cumplir su sueño de aprendiz de escritora, pero la lucha por la sobrevivencia le agarró de sopetón. Estuvo un par de años sin papeles, cuidando niños, minusválidos, limpiando casas, sobreviviendo como podía mientras regularizaba su situación. Gracias a su abuelo italiano, heredó su nacionalidad. Con una nueva identidad se hizo visible y fue así como decidió incorporarse al mercado laboral como secretaria gracias a su inglés.

Se inscribió en la Universidad Paris VII para estudiar Letras Modernas, no terminó, seguía con el chip materno de tener que aprobar todas las asignaturas de un solo round.

Nunca dejó de lado el deseo de retomar la escritura y como la empresa donde trabajaba la deslocalizaron a Irlanda se quedó sin trabajo dando inicio al periplo de la sobrevivencia. Así que desde 1997 fue a parar a Madrid. Se ofreció como voluntaria para abrir una filial en Madrid, siempre como secretaria, mejor dicho, de chica para todo: todas las tareas administrativas, traductora, intérprete e incluso las financieras; su madre por fin respiraba aliviada.

En Madrid, volvió a los talleres de literatura, estuvo en el de Clara Obligado, luego bajo la tutela de María Ángeles Maeso, pero tanta responsabilidad empresarial, le impedía seguir adelante con sus proyectos. Por eso cambió de trabajo y de oficio, gracias a una gran amiga y a su hermana, comenzó a trabajar con ellas como gestora de música clásica, después traspasaron la empresa pero siguió por su cuenta. Con el inicio de la crisis todos sus planes se vinieron abajo, tuvo que cerrar.

Luego de caerse a tantos agujeros negros, está cumpliendo su sueño: escribe poesía, relatos y microrrelatos.

Edita el blog de poesía y algo más, escrito principalmente por mujeres. Además publica poemas relatos y microrrelatos suyos y algunas traducciones inéditas de poesía: http://batalladepapel.blogspot.com.es/

Otros
Exposición de una escultura /poema “Ramillete de Estrellas” a cargo de María Germana, José Carlos Millán, Marcelo Wong: Centro Anabel Segura de Alcobendas y Centro Cultural Príncipe de Asturias.
Finalista del concurso de cuentos sobre Migración a cargo del Consulado peruano en España - Relato: Heros y Leandro

Sus libros no publicados son:

Rumores del Sur, relatos
A la intemperie, poesía

En la actualidad se encuentra escribiendo un libro de poesía y otro de relatos, ambos sin título. También está traduciendo el libro de poesía: "Faire signe au Machiniste" de Joyce Mansour.






Felicidad

Sé que un día de estos
terminaré en la boca de alguna flor
Blanca Varela

La felicidad es una curva
clandestina
emite
ondas electromagnéticas
babea el corazón
y baila 
con tobillos distraídos
de zigzag
se escuchan risas
desde alguna secreta
orilla
ciertas noches
de luna ingenua
sé que la he soñado
sigo el olor de su curva
efímera
la presiento
es tan escurridiza.






La mitad de mí

porque día tras día alguien que se enmascara juega en mí 
a las alucinaciones y a la muerte.
Olga Orozco

Soy la mitad de alguna sombra
no hay rama que me brinde
su cobijo
mi día es una noche
de cementos astillados.
Una raíz perdida
a veces me devora
y muerde
mis fisuras
con apetito de trueno.
De mi angustia
brotan tules amarillos
a arañazos
me abro paso
buscando el aroma
de las flores del viento
pero la función continúa
alborotada de pupilas
redentoras
con sus zapatos de tacón alto
y su discurso de rueda
sin sentido.
El sol a veces brilla
y celebra sus suspiros
de domingo
pero hay algo en mí
que no se mueve
un cansancio repentino
de siglos
que transpira resinas
que no nutren
y retiene entre sus parpados
esa otra mitad
mi mitad
de alguna sombra
un circulo rojo
en la pared del olvido.






A la intemperie

No sé, qué temblor recorre el epicentro
que calibra mis huesos
ni con qué gestos invocar algún ritual
que me proteja de mi sangre
que circula al revés
he perdido la orbita amarilla
que alimentaba
mi esqueleto de sonrisas
recorro la bahía desconocida
de mi epicentro
donde antiguamente giraba
la constelación de mis planetas
voy vestida con el arrojo
de la mañana
y llevo como único maquillaje
el arcoíris del instinto.

Soy el grito del espejo
invocando la belleza del alba
ato mis cabellos
con el lazo marino
de la intuición
pronuncio las palabras
que vibran en la curva
del laberinto de la noche
para guarecerme del miedo
bebo el brebaje
de algún vino sanador
para despojarme del barro
que emerge de mi cuerpo
y me arroja incesantemente
a la tiniebla.





Angustia

Mis ojos llevan el color
de las hojas sacudidas
por algún temporal inesperado
que me ancla a una raíz invisible
no apta para lo posible.

Mis manos ya no intuyen
de flores
tiritando la alegría del rocío
han escarbado en el lodo de la soledad
multiplicando mis huesos
con el polvo del vacío
en mi sueño hay una ciudad
amurallada de escombros
y pájaros que aúllan a la luna
llevo los harapos de la angustia
como único vestido.







La rabia

Pupilas amarillas
encendiendo
huesos mudos
azotados
por tormentas.







Música I

Escuchando a Django Reinhardt

Hay sonidos
que te arrojan al manantial
perplejo de tu sangre
al inconfundible
estruendo de ti mismo.






Después de una llamada

Con voz precipitada
tras el hilo alerta del teléfono
un rayo iluminando
las pupilas
esa chispa aturdida
del instante
palabras a trompicones
y la tonalidad furtiva
anunciando la fortuna
un viaje a su lejano país
la memoria se arropa
con intervalos de jolgorio
un subidón de adrenalina
como la lluvia del verano
cayendo en el momento preciso
del gran sofocón
un guiño de ternura
para ablandar la lágrima
que resbala por el rostro fiero
de la vida.

Al otro lado de la línea
otra oreja comparte el subidón
entre las callosidades acumuladas
por la grieta que acuña la rutina
y unos labios extenuados
de palabras.






Sueños de Crisálida

Para Fátima

Como una larva
con ojos hambrientos de mundo crecía
para desplegar con su silencio
sus vaporosos sueños de crisálida.

Ella caminaba ligera
con apretados pasos
por la acera soleada
de las ecuaciones
del futuro
vestida de pétalos
como joyas audaces
desparramando ilusión.

15 años
con el burbujeante ímpetu
que te arroja
hacia la vida.

Con el rostro
tallado por antiguas creencias
llega el padre
clausura tus campos de violetas
proclamando la sentencia:
Matrimonio
volarás al país
de tus ancestros
a perpetuar
el sino de todas las muchachas.

No puedes
no quieres
llevas un pendiente
de esperazas
en la curva de tu ombligo
y en tu aliento
una cartografía perlada
con promesas
tu piel despliega
un arcoíris
tatuado con los colores
de tus sueños.

A veces la dignidad
se refleja
en el rostro desnudo
de la muerte
cruzando hacia la orilla
de su liberación.





Elegía a una poeta adolescente

Su paso es una llaga contra el rostro del tiempo.
Olga Orozco

A Digna Santiago


Hay grietas en las uñas
de los niños desheredados
por la desembocadura de alguna quebrada
crecen
como abejas bulliciosas
añorando la miel
de un horizonte
de estrellas fugaces
Digna canta
para guarecerse del miedo
por las líneas múltiples de sus manos
manan poemas
rebeldes y cálidos
que dulcifican
el fluido de sus venas.

Desde los cielos impecables
de su montaña
con las mejillas sonrosadas
por el susurro del alba
llega a la capital
meciendo esperanzas
por las corrientes caudalosas
de la gran ciudad.

Lima la contempla
altiva y burlona
sus palabras
como espadas afiladas
sacuden las ideas bailarinas
de su pelo
y perfuman la diadema
de sus ruidosos sueños.

Con Margaritas
zurcidas a su vestido
y con un manojo
de versos frescos
como azúcar de caña
salivando el paladar
Digna vibra
por las cuerdas rotas
de sus ásperos
dieciséis.

En un hospital limeño
y por una dolencia común
Digna cierra los ojos
en los sordos muros
de un país ciego.






Clandestino 

Llora el Ángelus Novus
de sus alas rasgadas brota
la sangre apocalíptica
de la catástrofe.

Son niños, hombres y mujeres en floración
han atravesado la curva árida
de una vida sin tregua
y escalado la sed de todos los abismos
en su pecho 
vibran las cuerdas
de una sinfonía
con los desacordes mudos
de sus cuatro movimientos
el hedor turbio
de la guerra
con sus alaridos de relámpago 
proclamando
el diluvio de los huesos
sus espaldas arrastran
los azotes de una ciudad 
fundida en ruinas
y un rocío
de pétalos marchitos 
le escuece el corazón
en su estomago 
cruje la cigarra del hambre
de sus labios aflora
el charco seco de la sed
y sus ojos recios
añoran semillas 
para un suelo seco.

Sopla el viento
en la huida
y como Orfeo
sabe 
que no puede mirar atrás
y corre
corre 
corre
su aliento rastrea
el vestigio de algún paraíso
su voz no es una voz
es un chirrido de pájaro
volando hacia el ocaso
de todas las incertidumbres.

Ha llegado
deposita sus ojos húmedos
en tierra firme
pero la lluvia
sigue cayendo a chorros
sobre la planta reseca
de sus pies
apenas un soplo
para los harapos 
de sus sueños
¿Cuándo terminará su huida?
¿Existirá algún lugar sin fosas
que lo aguarde?

Detrás de cada huida
hay una luz
un cielo sin escombros 
en la desembocadura de los sueños.
Existe un puerto
de todas las ternuras cobijándolo.
Grita la voz del instinto.

Sueña con la hierba silvestre
brotando a chorros
por su sangre
danzan con furia 
sus parpados desamparados
con la voz de la promesa.

No sabe que en las ciudades
del norte
brillan glamorosos
los carteles
tras los focos luminosos
las sonrisas
espejismos de una dicha
a crédito
que se compra con visa o mastercard
el mundo navega
por las corrientes sin brújula
del gran mercado 
chupando el humus
de sus precarios habitantes.

Soles negros
en los rostros sin nombre
las ciudades del norte
erigen sus torres de acero
amurallando todos los delirios
labios sellados
para sus ruegos sin refugio
paneles sin miel
para la intemperie de sus lágrimas
ellos, los sin rostro
deambulan por el pavimento indiferente
de la gran ciudad.







JESÚS TOMÉ [9629]

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Jesús Tomé
Jesús Tomé (* Ciudad Rodrigo, Salamanca (España); 1 de febrero de 1927 –), poeta español. Reside desde 1963 en Puerto Rico.
Nació el día 1 de febrero de 1927 en Ciudad Rodrigo, una ciudad amurallada de la provincia española de Salamanca. Realizó sus estudios primarios en su pueblo natal. En 1940 inició el estudio de Humanidades. Ingresa en la congregación Claretiana en Segovia. Tomó los cursos de Filosofía a partir de 1945, y los de Teología desde 1949. Fue ordenado sacerdote el 3 de mayo de 1953. En 1961 completó estudios de Humanidades Clásicas, con diploma de capacitación pedagógica, en la Universidad Pontificia de Salamanca. Impartió cursos de Literatura en colegios y seminarios de España. Llegó a Puerto Rico en 1963. Amplió estudios en el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico, donde fue profesor. Dio cursos también en la Católica de Caguas y en el Sagrado Corazón. En Puerto Rico, ha colaborado como crítico literarioa para conocidas revistas de literatura y periódicos locales Zona Carga y Descarga, Reintegro, La Torre, Mairena, El Reportero, Claridad...Desde 1986 es el editor erudito de la Editorial de la Universidad de Puerto Rico. En los medios editoriales profesionales de la isla es una referencia indispensable, ya que además de su participación en la vida cultural del país y de su obra poética ha sido clave como asesor de libreros y editores.

Obras

Mientras amanece Dios (su primer libro de poesía publicado en Caracas) (1955)
Poetas españoles con tonsura cantan a la Navidad (Venezuela) (1957)
Hijo de esta Tierra (premio "Lírica Hispana" de Venezuela) (1958)
Senda del hombre (1959)
Traigo esta tristeza (premio "Ciudad de Barcelona") (1960)
Poemas para un exilio (premio "Luis Palés Matos") (1976)
La ciudad (premio "Julia de Burgos") (1978)
Antología (Ciudad Rodrigo-Salamanca) (1981)
Mitos y Leyendas de Puerto Rico (Ed. Huracán, Puerto Rico) (1985)
Panorama histórico de la Poesía en Lengua Castellana (Ed. Huracán, Puerto Rico) (1987)
Como el caer del agua sobre el agua (1996)
Veinte poemas desesperados y una canción de amor (1996)
Poemas de amor (1996)
Se oye un sueño crecer bajo la arena








Mientras amanece Dios

Qué despacio la flor de la mañana; 
se la siente crecer en tierra y cielo,
se la siente agitar, desperezando 
su luz dormida -su licor sediento, 
donde toda la noche diluida, 
precipita sus posos de silencio. 
Todo empieza a ser calma en sobresalto: 
sin dejar de ser brisa, es casi viento, 
todo empieza a romperse, intactamente, 
sumergido en la luz. Todo es, de nuevo, 
de la lenta mirada que acaricia 
y de los labios que desangran besos.

Porque todo otra vez me va llevando, 
de la mano, a la luz, mientras el cuerpo
 me represa el mirar, como una venda 
de carne; y nada sé, pero presiento 
que camino de todo va esta senda 
que inventan, al andar, mis pasos ciegos.

Porque todo, otra vez, me está pesando, 
transiéndome de gozo hasta el ensueño,
y el alma es el aroma en que se amasan 
las cosas que me salen al encuentro
 para decirme adiós. Y, mientras ando,
 se apenumbra el Señor en mis recuerdos 
haciéndome más sitio en su mirada 
cuando miro detrás de tal deseo 
que me tiembla el mirar en carne viva,
 casi rota la venda de mi cuerpo.
Porque, todo, otra vez, se está nublando 
de claridad, y es todo un libro previo 
que se debe cerrar porque en el alma 
se está escribiendo Dios por fuera y dentro.
 Me está escribiendo Dios, y maniatando 
la carne, desprendida con el peso 
de sus labios que embisten mi alegría 
que se encuentra en el día de su estreno.
Ya no soy mariposa de mis dudas, 
y en este día que se está encendiendo, 
la presencia de Dios me está quemando 
haciéndome ser El a fuego lento.

(Del libro Mientras amanece Dios, 1955)






Mañana será el mar

Mañana llegará nuestro descanso; 
no ceses de latir, corazón mío; 
mañana será el mar, será el remanso 
en que mi afán se tienda como un río.

Mañana será el pan de nuestra hambre, 
mañana a nuestra luz huirá el ocaso, 
no existirá mañana esta cochambre 
de la tierra, que enloda nuestro paso.

Hoy sentimos el peso de lo triste, 
corazón, sobre el hombro balbuciente, 
sobre el hombro infantil que se resiste 
a llevarle a la vida la corriente.

Hoy nos muerden las víboras, nos ciegan 
tenebrosos murciélagos, nos chillan 
mal agüero los búhos que segregan 
presagios ciertos que en la noche brillan.

Muchos ojos atónitos nos gritan, 
con órbitas de pánico, en las venas; 
mil manos erizadas nos crepitan 
debajo de lo que es conciencia apenas.

Pero todo es un día; y el descanso 
ya viene del mañana sin desvío: 
Mañana será el mar, será el remanso 
en que mi afán se tienda como un río.

(Del libro Mientras amanece Dios, 1955)






El cielo baja y se hace otoño

El cielo baja y se hace otoño. Tiemblan 
entre la niebla los castaños. 
La lluvia se deshoja mansamente.
Con prisa humana la neblina cruza 
las detenidas calles. Entra. Sabe 
que encuentra abierto el corazón de todo.
Cuando lejos del mar abra este libro, 
hallaré disecado 
un pétalo de mar entre sus páginas.

(Del libro Hijo de esta tierra, 1958)






Ensoñación en la catedral 
                                                            (Al Doncel de Sigüenza)

...Y, mientras voy conmigo, voy sintiendo  
toda mi vida así como un aroma  
denso y amargo; mientras llevo,  
con resignados pies, mi pesadumbre  
por medio de la sombra y el silencio  
de estos claustros y naves, como nave  
sola en el mar, batida y hecha astillas  
de recuerdos -mis náufragos que, a trechos,  
se pueden ver flotar sobre las olas-.  
Hay un ala volando entre la sombra  
o a punto de llegar, como venida  
a despertar con aletazos ciegos,  
rotos contra columnas y sepulcros,  
todo el sabor de historia que han tenido  
nuestros cansados sueños: la memoria  
de todo lo que fue no más que acaso... 

...Porque acaso he vivido demasiado,  
o demasiado solo, y solo he sido  
mi escultura yacente, y he vivido  
guardando , a solas, mis difuntos sueños  
igual que este Doncel desmadejado  
que parece vivir, aunque  está muerto,  
y que ahora levanta la mirada  
del libro en que leyó su propia muerte  
-cuando el sueño o vivir se le hizo piedra-  
para escuchar atento mis palabras.  
.......................................................  
Hace tiempo que vengo de camino,  
pero sólo mis ojos se aventuran  
a soñar en la piedra en que algún día,  
tal vez, me tienda con las manos llenas  
de mi propio vivir. Para contarlo  
Y ver que no me falta ningún día... 

Cuando me tienda  
sobre la piedra aquella, estoy seguro  
que algún hombre abrirá, para vivirse,  
este libro que yo voy escribiéndome  
y que entonces tendré sobre las manos...  
Igual que este doncel ya derramado  
que pareció morir, pero está vivo...  
                                
(Del libro Hijo de esta tierra, 1958)






Si no viviera triste moriría 

        (Nostalgia de Dios)

Defiende su derecho a la tristeza. 
"Si no viviera triste moriría". 
 A fuerza de tristeza queda ileso 
de su amarga acritud.
 En cales vivas

tapiado su rencor, perdona el mundo 
y puede soportar tanta mentira.

 (si sólo la ternura es lo que salva, 
la ternura es tristeza que adivina...).

¿Dónde tiene los ojos su tristeza? 
Siempre mira detrás de lo que mira. 
 Se ausenta hacia lo oscuro y verdadero. 
 Allí el amor existe. Y se confirma, 
 doliendo, la esperanza.
La tristeza

  Lo que de Dios nos queda todavía

(Del libro Hijo de esta tierra, 1958)






Luz en el pozo

En nuevas oleadas llegan. Hombres.  
Son hombres. Y preguntan. Nunca gritan.  
Caminan en un pozo de tinieblas  
donde la noche se hace y se divisan  
estrellas. La pequeña luz sin brillo  
de la esperanza se desprende y gira.  
Nunca sale del pozo, se empareja  
con el redondo límite. La miran.  
Ella no para. Horada en alta noche.  
(¡Los pies en tierra y el camino arriba!)  


                               II 

-Vosotros los sabréis. ¿Dónde se encuentra  
quien viene a dar la paz? El mundo ignora  
su olivo verdadero. Pero viene  
quien la puede afilar como una estaca  
para clavarla en medio de la tierra.  
Y girará  la tierra en torno suyo.  
En ella apoyaremos nuestra espalda  
para mirar a Dios sin fatigarnos.  
Nuestro dolor de siglos la reclama.  
- Hemos puesto el deseo contra un muro  
condenado a morir a engaño lento.  
¿Quién desea la paz? Su agudo nombre  
en labio de los hombres suena a tiro.  
Con ella fusilamos a los muertos.  
De cada muerto nace un árbol torvo.  
La paz no tiene savia. Su madera  
crece sobre los ojos de los muertos.  
A veces en su tronco dos amantes  
quieren grabar su corazón flechado.  
Pero los muertos crecen y se rasga.  
Debajo de la tierra hasta los muertos  
se buscan y se matan sordamente.  
¿Quienes buscan la paz?  
                                              - Pero nosotros  
hemos visto su estrella desde el pozo.  


                               III 

- Nuestra carne está rota. Paja a paja  
debajo del dolor, como un alero,  
cada pájaro negro hace su nido.  
Ellos hacen la noche con su canto.  
Pero la carne vela. Se desvela, cruje.  
Papel rugoso sobre el pecho de alguien  
que se arropa con todos. Alguien sufre.  
Necesita en su exceso nuestra llaga.  
¿Dónde está que le demos lo que es suyo?  
- No preguntéis por nadie. Sois vosotros.  
Solos. A solas. Solamente.  
                                                                Cada muerto  
que se arrolle en su sombra y se duerma.  
Si no puede dormir mate su noche.  
Desengañe su luz.  
                                                               - Pero nosotros  
hemos visto su estrella desde el pozo.  


                               IV 

- Ha de encontrarse en algún sitio. El mundo  
no puede, sin cimiento, sostenerse.  
Tanto sentido, en surcos tan mal hechos,  
es grande como Dios. Y Dios no basta.  
Necesita su amor. Dios y su amor.  
Lo que vale decirle a Dios dos veces.  
Y nosotros venimos preguntando  
por la piedra sangrante. Preguntamos.  
Porque existe el amor y su respuesta.  
Y todos somos casa. Y lo que pesa,  
para dar solidez es el latido.  
El duro corazón sin argamasa.  
- No encontraréis amor. La tierra es dura.  
Perdura sin sostén Para estar muerta  
no necesita amor sino más muertes.  
Y cada día muere una esperanza. 
Muerte a muerte la tierra está más honda.  
Más hondo el corazón y su gusano.  
Y es poco de Dios lo que devoran,  
cada día, sus dientes voracísimos.  
Ya queda poco Dios. Y está podrido.  
Ya queda poco amor.  
                                                             - Pero nosotros  
hemos visto su estrella desde el pozo.  


                                 V 

- Y vosotros también. Los embotados  
por el placer. Los saturados. Todos  
los que tenéis el corazón al día,  
convidados del gozo a sueño fácil.  
¿Vosotros no sabéis dónde ha nacido?  
Porque viene a dar clases de esperanza.  
A enseñarnos los miedos cardinales  
y a no tenerle miedo a la alegría.  
Cubrirá nuestro amor de telarañas  
donde pueda enredarse su grandeza.  
Florecerá el  temor, y entre sus manos  
hondas madurará en sabiduría.  
Y cumplirán los ojos palpitantes  
con su oficio de lágrimas. Las lágrimas  
encontrarán su cauce verdadero:  
Cada dolor, canto rodado, cante,  
¡Si el alma suena, mucho Dios que lleva!  
Con él valdrá la pena haber nacido:  
Si la vida es un grito a tumba abierta,  
dentro de Dios rebotarán los ecos.  
Hechos de muerte acumulada y honda,  
moriremos a vida verdadera,  
que, si fuerza es morir, encontraremos  
siete palmos de Dios para enterrarnos.  
- Es en vano esperar. Vuestros dolores  
tienen color de Dios que se equivoca.  
Cuando se rompa, cárdeno, el latido,  
Dios manará hecho pus desesperado.  
Porque Dios nunca es más que una gangrena  
lenta. Carcoma voluntaria. Miedo  
de que la sombra llegue tras la sombra.  
Desembocados turbios en la muerte,  
no podréis regresar a maldeciros  
la ignorancia. ¿Qué esperan vuestros ojos  
si la luz es mortal?  
                                                            -Pero nosotros  
hemos visto su estrella desde el pozo.  


                               VI 

Y en nuevas oleadas pasan. Hombres.  
Son hombres. No preguntan. Y se ciegan.  
De tanta luz como en el pozo brilla  
se les colman las manos de tinieblas.  
Y se palpan. Y la herida de que sangran  
es un rasguño de palpar la estrella.  
En sangre caen sus sangres. Y se guían  
por sangriento goteo que tantea  
sobre charcos de amor. Sobre la sangre  
de Dios. Única sangre verdadera.  
Y les crece el amor. Cada latido  
se apresura a invadirlo una Presencia:  
La esperanza es Dios mismo que se esconde  
dentro de la ansiedad de los que esperan. 


(Del libro Hijo de esta tierra, 1958) 







Autobiografía

Aspiro a que digáis tan sólo: Un día 
estuvo aquí de paso; su torpeza 
tropezaba en palabras de belleza 
y llamaba tristeza a su alegría.

Nos revolvió el espíritu; insistía 
que fuéramos de Dios; y con franqueza 
 nos dijo una mitad de su tristeza..., 
 la otra con los ojos la decía.

 No supo nunca administrar su suerte.

 Se arriesgó con los hombres. nunca pudo

ser un niño. Y ser hombre no sabía.

 Y ahora que ya está, vivo, en la muerte, 
 sabemos que un amor ciego y desnudo 
 fue la sola verdad de que vivía. 

 (Del libro Senda del hombre, 1959)






Esta lluvia dulcísima

Esta lluvia dulcísima que cala 
y unge mi corazón por dentro y fuera 
tiene una insinuación de primavera 
o de canción de amor. Cómo resbala

su lentitud herida, como un ala, 
lentamente abatida, que cayera 
dentro del corazón y humedeciera 
de sangre nuestra sangre. Se me exhala

poco a poco la vida porque siento 
que la lluvia me va borrando el nombre 
y la humedad ablanda mi cimiento.

Cuando el agua suavísima me escombre, 
flotará, diluida por el viento, 
esta hermosa locura de ser hombre.

(Del libro Senda del hombre, 1959)







La nieve es verdadera

La nieve es verdadera. Mansamente 
se aquieta su blancura y se reposa. 
Yo también soy verdad, y se me posa 
un ansía de azucenas en la frente.

El aire es tanta luz, tan transparente, 
que siento la unidad de cada cosa: 
palabras de una voz maravillosa 
que a todas las dijera juntamente.

Todo es verdad debajo de la nieve, 
comunión de quietud y de presencia, 
oración hecha a tacto sin antojos;

lo mismo que si Dios con soplo leve 
me atizara la luz de la evidencia 
o estuviera besándome los ojos.

(Del libro Senda del hombre, 1959)







(Homenaje a Antonio Machado)

"Tú me acompañas en la senda fría".
Va cayendo la tarde. Lentamente 
por empinadas calles descendemos 
hacia el río sin voz o hacia la muerte. 
Tú vienes junto a mí. Siento tu sombra, 
siento tu mano de hombre por mi frente. 
Siento a todo callar. Sin asustamos 
el tiempo nos desgasta. Un árbol vierte 
por los caminos de la tarde -no hay  caminos
las hojas de un otoño. Otoño es siempre.
(Las esperanzas caen. Se van haciendo 
recuerdo y pesadumbre). Tú que vienes
de desandar el paso equivocado, 
di si duele vivir, si te arrepientes 
de haber nacido. Pero nada es vano.
Hilos del bastidor en que se teje 
la armonía del mundo, estamos solos;
pero la luz ya tiene nombre, viene 
para llenar el grito y la esperanza. 
Se llama Dios. El corazón lo siente. 
Por eso me acompañas en la senda, 
como ríos al mar, hacia la muerte. 
Tú temiendo dudar, tal vez temiendo
 creer. Yo con mi fe. Vamos. El viene.

(Del libro Traigo esta tristeza, 1960)
     
    




Nos dejó

Nos dejó de recuerdo la tristeza. 
Ausente era su voz. Y su palabra 
parecía mirar. Cuando, a la tarde, 
a luz se hace recuerdo, se quedaba 
tan solo que en sus ojos 
le nacía la niebla. Y escuchaba. 
Quién sabe si la muerte le hablaría…  
De repente a los hombres y a la casa 
 los poblaba un secreto. 
                                     (Una sonrisa 
arrepentida andaba 
pidiéndonos perdón por sonreírse).
Y nadie conocía tanta alma.
¿Pero por qué, de pronto, estamos tristes 

(A veces recordamos su mirada .. )






El suicidado

Cuántos años o siglos suicidado.

 Ignoro en qué ocasión me puse al cuello 
 la soga en que ha crujido mi garganta, 
 ni cuándo fue el momento en que, despacio, 
la tierra fui empujando, hasta quedarme 
suspendido del aire y sin aliento.

Me quedé sin palabras y sin mundo, 
braceando en las sombras, intentando, 
con pavor, hacer pie sobre la roca 
de cualquier esperanza: sólo pude 
apretar más el nudo que me ahoga.

Y así de estrangulado me convivo 
como muerto farol en la desierta 
 plaza del mundo. Sólo el viento a veces 
viene a mecer mis pies. Me sobresalto, 
 me agito levemente, me convierto 
en el pesado péndulo que mide, 
con un ritmo que no tiene sentido, 
 mi eternidad de suicidado.

(Del libro Poemas para un exilio, 1976)






Cielo-Luz

Allí es más alto el cielo y más profundo,
 un hondo pozo azul que se derrama 
en amansada luz.
Y desciende la luz, y espolvorea
sus tenues mariposas que, pausadas, 
se posan y se aquietan y se esfuman 
hasta la linde de su reino, 
porque la luz respeta la frontera 
de su hermana la sombra, 
y se nacen la una de la otra 
para afirmar al mundo en su armonía 
y hacer que cada cosa esté en su sitio, 
presentes en su luz para los ojos, 
ausentes en su sombra para el sueño, 
y eternas en su ser para la vida.

(Del libro La ciudad, 1959)







Paisaje-Reino

Desde aquí todo es mío. 
Pero nada he tenido que robarme; 
en qué tranquila eternidad sin pensamiento
se funden la mirada y lo mirado.


El paisaje que abrazo con los ojos, 
que aprisiono, soñando, con los ojos 
-que esta noche se cierran para hacerse
un espacio vacío que, de pronto, 
pueda ser invadido por el sueño-; 
el paisaje que sueño se confunde 
con el hombre que soy y he sido siempre:
 nunca he logrado ser sino universo, 
.y, si una voz narrara mi leyenda, 
me habrá de describir como un paisaje,
como el paisaje aquel que soy yo mismo
cuando soy de verdad sin las escamas
que de ajeno y falaz me disfrazaron. 
Sería una meseta que han barrido
 los siglos y los vientos, para darle
 más espacio al silencio en que, fundidas, 
 la eternidad del cielo y de la tierra 
crean la eternidad del horizonte. 
No es espacio vacío, ni silencio
desollado. Es el reino instaurado
 por la hormiga y el hombre; donde tiende 
su penumbra el rocío, y las espigas
 preparan la invasión de los manteles, 
bajo la luz del día que se quiebra 
en el sordo rumor de los insecto 
y en el inmóvil vuelo de la alondra.
Sería una hondonada entre las rocas 
que ha suavizado el musgo, hondo barranco
de mis despeñamientos, hendidura 
por donde, gota a gota, la esperanza 
se traza su sendero de serpiente 
socavada y hendida, muchas veces 
vaciada en una rúbrica de polvo. 
Sería la colina que, a lo lejos, 
encrespa su oleaje de visiones 
ganando a cada impulso más espacio, 
y quieta, vigilante, pastorea 
escalonados horizontes.
O solamente el cerro encalvijado
que horadaron los hombres como orugas
 para hallar, en el seno de la madre
germinal, un refugio contra el celo 
tenaz de la otra madre: la que, oculta,
 hacer crecer un muerto en cada vivo
 hasta darle el tamaño de la sombra 
que penetra en un sueño sin fronteras: 
el sueño mineral pulverizado.
(La muerte que he vivido que, de pronto,
me sorprende despierto y me convierte
en vivo que se aterra de estar muerto, 
ha reptado conmigo en las trincheras
entre hierros, estacas y terrones, 
bajo el estruendo atroz de la metralla,
donde el hombre se obstina en darse muerte
a manos de otros hombres, concediendo
más amor a la muerte que a la vida).
Sería la montaña y el secreto 
de la contemplación, la solitaria
 cumbre donde la luz se hace llamada
 mientras la niebla apaga y enmudece
 las solicitaciones engañosas. 
Allí se eleva el corazón y vibra 
con todo lo que vive, y se universa
 fundiéndose en amor y resonancia
 con el mundo al que vuelve renacido


trayéndole la fuerza acumulada 
en la expansión armónica del mundo.
Desde aquí todo es mío y compartido, 
lo mismo que una hogaza que se parte
y centra en comunión a los vivientes, rescatados de todo lo vivido 
bajo el terror difuso en que se teje
la desintegración de la esperanza, 
rescatados también de los recuerdos
 torcedores que un día y muchos días
 hicieron de su pan un pan amargo.
Desde aquí todo es nuestro, recobrado
por el ansia de ver, que se confunde
con la naturaleza contemplada, 
por la urgencia de hacer en que la vida 
y el mundo se hacen obra para el hombre,
por la pasión de amar en que el instante 
se deja visitar por lo infinito, 
hasta que todo esté reconciliado 
en un presente intenso y sucesivo.

(Del libro La ciudad, 1959)







Coda

(hacia el futuro) 

¡Cuánto he peregrinado sin salirme
del rincón de la carne! Sin sosiego,
de visión en visión,
como de cumbre en cumbre, he recorrido
 regiones inauditas, casi siempre
desoladas, pues nunca se entendieron 
el tiempo en que he nacido, ni el espacio
en que quedé afincado, con el tiempo 
y espacio que busqué para refugio 
de unos sueños nacidos a destiempo.

Sólo por un instante, algunas veces, 
de manera imprevista, en el momento
de doblar un recodo en el camino
cansado de la vida, se han alzado,
frente a mis ojos ávidos, paisajes
como sólo en los sueños aparecen, 
y un placer, como en onda repentina, 
recorre las estancias de mi alma, 
los aposentos lábregos del cuerpo, 
y me arrastra el espíritu hacia cumbres
en que se absorbe todo en un instante, 
desbonrdando alegría en el abismo 
de un silencio que clama por la muerte:
 ¡toda la eternidad es presentida 
en este leve roce de su sombra!


Pero igual que se enfría y que se abate 
el entusiasmo que tensó la música 
-cuando cede su espacio a los rumores
que se han hecho costumbre-, los instantes
de alegría inaudita se me extinguen
como el humo en el viento, y me abandonan
en más profundo abismo derribado.
Y entonces, desinflado, más vacío
que nunca, con la boca resentida 
y seca por el áspero y amargo 
sabor de lo perdido, persevero 
buscando una salida al laberinto.

Sólo ausencia y distancia delimitan
 este paisaje abrupto que han barrido
 los desolados vientos, bajo el ojo 
de un implacable sol que centellea
 contra breñas y cardos: el desierto 
se expande, y cada paso que aventuro 
logra que el horizonte retroceda. 
¡No aparece ninguna zarza ardiendo!

y todo será así, tan desolado, 
si no se escuchan las celestes voces
que unirán lo disperso en una rama 
de concordia y plegaria, florecida 
con los himnos sagrados que estimulan
a vivir una vida de piadosa 
fidelidad sin cólera a la tierra, 
y a esperar, avanzando, que la muerte, 
trasmutada la clave, nos conceda 
nueva voz para nueva melodía.

Si entonces los quebrantos persistieran
en extender su tienda entre los hombres
colgarán sus laúdes de los sauces,
 ensancharán los ríos con sus lágrimas
 y enlutarán los soles del desierto; 
pero hallarán la paz en su trabajo 
que los hace crecer, colaborando 
con la promesa fiel en que se esfuman
 las nieblas del futuro: 
  La tristeza 
sólo el nombre será que adopte, a veces, 
la alegría, al pensar que la esperanza
 se cumple en el rodeo de la espera.

Con temor y temblor, con reverencia 
al huésped invisible de los seres, 
se afanarán los hombres en su oficio 
de dar al mundo una apariencia humana,
 porque, tierno y salvaje, nuestro mundo
vive para nosotros, sometido, 
como nosotros, a la ley sagrada 
por la que nadie a nadie le es ajeno: 
y el mundo es compañero que se ofrece, 
que se cede a sí mismo cuando el hombre 
ordena con respeto las potencias 
a las que nunca puede sustraerse 
para entrar libremente en su destino 
y levantar, con piedras inmortales, 
la ciudad en que el sueño abre los ojos.

Una fe vencedora de la muerte, 
desplegará -aunque pálidas- imágenes
de una vida sin bordes en que todos,
 inmersos en la luz, se reconocen 
y se confiesan nota sostenida 
del eterno silencio en que se canta 
la plenitud de todo lo existente. 
y existirá un afán de hallar el ritmo
de esa vida en la vida, reduciendo
los contrarios destinos al destino
 común que nos iguala y nos exige
 edificar sobre el amor un mundo 
en el que el hombre llegue a ser un hombre,
 idéntico a sí mismo, igual a todos, 
servidor y señor al mismo tiempo, 
heredero del mundo, 
y de la vida 
que ha de llenar el hueco de la muerte.

(Del libro La ciudad, 1969)
  






VII

Aunque los claros días se sucedan 
y nuevamente el cielo desenrrolle 
-para escribir la luz- su pergamino,
 no saldrá de la noche quien convive 
la presencia insidiosa de una sombra
furtiva que jamás muestra su rostro
 ni revela su nombre. Todo late 
con acuciosa actividad y vibra 
sintiéndose viviente bajo el halo 
con que la luz anima y da relieve; 
pero la sombra agazapada insiste 
y va tapiando el corazón, sin ruido, 
que se siente caer hacia la noche 
donde la luz tropieza, y se destroza 
el cristal de la dicha.

(Del libro Veinte poemas desesperados y una canción de amor,  1969)


XV

Va llegando el otoño y ya no quedan 
sino escasos adioses en las ramas. 
A punto de volar hacia el olvido, 
¿qué sirve recordar? En la memoria, 
calcinada por soles implacables, 
sólo pudo crecer la lejanía. 
Nada valió, para aliviar ausencias,
 elevar espejismos voluntarios. 
Todo está yerto y mudo. Las estrellas
 clavetean la lámina del cielo 
que han dejado los hombres se oxidara.
 ¿ Quién a nuestro clamor respondería? 
¿ Quién podría llegar hasta nosotros 
si estamos, de tan solos, tan ausentes 
que no nos hallaríamos?


(Del libro Veinte poemas desesperados y una canción de amor,  1969)






TSERING WOESER [9630]

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Tsering Woeser

Woeser
Öser, Woeser o Wei Se, de su nombre completo Tsering Woeser, es una poetisa tibetana nacida en Lhasa en julio de 1966.
Nacida en Lhasa de madre tibetana y padre han, su padre y el padre de su padre fueron oficiales del ejército chino. Cuando era pequeña, se instaló con su familia en Kham y se graduó en literatura china en la Universidad de nationalidades del Sudoeste de Chengdu. Trabajó como reportera en Ganzi y luego en Lhasa y vive desde 2003 en Pekín. Está casada con el escritor Wang Lixiong.

Premios

2007: Premio a la libertad de expresión del Sindicato de autores noruegos.
2007: Medalla a la libertad de expresión de la Asociación de periodistas del Tíbet ref>Tibetan journalists’ body honours Woeser on its 10th Anniversary.</ref>
2010: La International Women's Media Foundation le otorgó el Premio coraje en el periodismo.
2011: Premio Príncipe Claus

Obras

Shājié. Sishi nian de jiyi jinqu 《杀劫》(Memoria prohibida. Tíbet en la Revolución Cultural) (Taiwan, Dàkuài wénhuà 大块文化 2006), ISBN 986-7291-84-0.
Xīzàng Bǐjì 《西藏笔记》 (Guangzhou, Huāchéng chūbǎnshè 花城出版社 2003), ISBN 7-5360-3831-3. Publicado en Taiwán como Míng wéi Xīzàng de shī 《名为西藏的诗》 (Taiwan, Dàkuài wénhuà 大块文化 2006), ISBN 986-7291-90-5.
Bākuò Jiē de cāngsāng 八廓街的沧桑: Jīn Zhìguó 金志国 (ed.): Xīzàng dāngdài lǚxíngjì 西藏当代旅行记 (Lhasa, Xīzàng rénmín chūbǎnshè 西藏人民出版社 2004), ISBN 7-223-01587-X.
Jiànghóngsè de Nímǎ Cìrén 绛红色的尼玛次仁, in: Mǎ Míngbó 马明博, Xiāo Yáo 肖瑶 (eds.): Wénhuà míngjiā huà fóyuán 文化名家话佛缘 (Beijing, Zhōngguó dàng'àn chūbǎnshè 中国档案出版社 2004), ISBN 7-80166-415-9.* Jiànghóngsè de dìtú 《绛红色的地图》 (Taiwan, Shíyīng chūbǎnshè 时英出版社 2003), ISBN 986-7762-04-5; (Beijing, Zhōngguó lǚyóu chūbǎnshè 中国旅游出版社 2004), ISBN 7-5032-2247-6.
Xīzàng zài shàng 《西藏在上》(Xining, Qīnghǎi rénmín chūbǎnshè 青海人民出版社 1999).





DICIEMBRE


1.

¡Escucha! La gran mentira manchará el cielo
Dos gorriones caerán en el bosque
"Tíbet" dice él, "¡Tíbet está bien y floreciendo!"
La muchacha furiosa no morderá su lengua
Por doquier los hábitos monásticos han perdido su color
Ellos dicen: es para salvar nuestra piel

Pero ese… oh…
La sangre humeante derramada, ¡la sangre caliente!
En la próxima vida, ¿quién llorará por él?



2.

Nubes de tormenta… ¡fatalidad!
En el ojo de mi mente veo

Sé que si no hablo ahora
Estaré en silencio para siempre

Silenciosos millones
Levanten sus corazones

Él se sacrificó una vez
Ese hombre de color rojo profundo

Pero así como el árbol de la vida es siempre verde
Un alma es siempre un alma


3.

¡Una derrota peor!
Miles de árboles, arruinados como nunca antes
El pequeño pueblo está en silencio como un grillo en el frío

El par de manos en oración
Fue cortado
Para atiborrarse de cometas y perros callejeros

Oh, ese rosario oculto
¿Quién con una mano firme
es digno de levantarlo del barro de este mundo?

Lhasa, Diciembre de 1995





EL MIEDO EN LHASA

Una despedida apresurada de Lhasa

Ahora una ciudad de miedo

Una despedida apresurada de Lhasa

Donde el miedo es más grande que todos los miedos juntos… los del 59, 69 y 89.

Una despedida apresurada de Lhasa

Donde el miedo está en tu respiración, en los latidos de tu corazón

En el silencio cuando tu quieres hablar… pero no

En el nudo en la garganta

Una despedida apresurada de Lhasa

Donde el miedo constante ha sido trabajado por legiones con sus armas

Por incontable policía con sus armas

Por policías encubiertos más allá de la cuenta

Y aún más por la colosal maquinaria del Estado que se posiciona detrás de ellos

Día y noche

Y no debes apuntar una cámara a ellos porque entonces ellos te apuntarán con un arma a ti

Y tal vez serás empujado a algún rincón y nadie lo sabrá

Una despedida apresurada de Lhasa

Donde el miedo comienza en el Potala y se hace más fuerte si vas hacia el este, a través de los barrios tibetanos.

Terribles huellas reverberan todo alrededor pero a la luz del día ni siquiera puedes ver su sombra;

Ellos son como demonios invisibles de día, pero el horror es peor, puede volverte loco

Unas pocas veces he pasado a su lado y he visto las frías armas en sus manos


Una despedida apresurada de Lhasa,

Donde el miedo es ahora minuciosamente escaneado por las cámaras de las avenidas, los callejones y las oficinas

Y en cada monasterio y templo

Todas esas cámaras, teniendo todo en ellas

Girando desde el mundo exterior hacia una mirada a tu mente

“Zap, zap je”… te lo ruego, cuídate

Ellos nos están vigilando, entre los tibetanos esto se ha convertido en un susurro furtivo

Una apurada despedida de Lhasa,

El miedo en Lhasa rompe mi corazón, tengo que escribirlo

Hay algo que quiero decirles

Ustedes tienen las armas… yo tengo sólo mi pluma.

Agosto  2008


Traducción libre: Aloma Sellanes
Tomado de Ragged Banner Press  http://raggedbanner.com/pTFIL.html


China: impiden recibir premio y colocan bajo arresto domiciliario a Tsering Woeser, defensora de los derechos humanos tibetana

El 29 de febrero de 2012, la Sra. Tsering Woeser, defensora de los derechos humanos y escritora tibetana, quedó bajo arresto domiciliario y se le informó que no podía concurrir a la ceremonia a realizarse el 1 de marzo en Pekín para recibir un premio del Prince Claus Fund, de Holanda.

En el año 2011, Woeser se hizo acreedora del premio Prince Claus Fund Award por su labor en Tíbet y su “coraje al hablar en nombre de quienes están silenciados y oprimidos”. Tsering Woeser es conocida también simplemente como Woeser.

Desde Pekín, Woeser publicó una nota on line en el día de hoy, 1 de marzo, donde detalla que la noche anterior se presentaron en su apartamento dos funcionarios de la Unidad de Escrutinio del Estado del Buró de Seguridad Pública de Pekín. Fueron atendidos por el esposo de Woeser, a quien le dijeron que le estaba prohibido asistir a la ceremonia de premiación a realizarse en la residencia del Embajador de Holanda, en el día de hoy.


Sra. Tsering Woeser



Además, los agentes informaron al esposo de Woeser que ella quedaba bajo arresto domiciliario durante todo el mes de marzo. Se cree que esta decisión podría tener relación con las sesiones de la Conferencia de Consulta Política del Pueblo Chino y el Congreso Nacional Popular, que comenzaron los días 3 y 5 de marzo, respectivamente. Un vehículo con policía quedó aparcado en la calle fuera de su apartamento. Woeser destacó que es la primera vez en que se impide a un chino ir a recibir el premio Prince Claus Award y que en los últimos dos meses ella había sido “invitada a tomar el té” por la policía –eufemismo por interrogatorio- en cuatro oportunidades.

Woeser es una destacada poetisa y bloguera que escribe sobre la identidad tibetana y su cultura y manifiesta sus críticas hacia la política del gobierno de China. Ha dedicado poemas a los/as tibetanos/as que fueron encarcelados o desaparecidos y, recientemente, escribió a las inmolaciones de tibetanos en la China Occidental. Como consecuencia de su trabajo, Woeser ha debido sufrir hostigamiento y restricciones, entre ellas que se le impidió en dos oportunidades salir de China para recibir premios por su labor literaria.

Front Line Defenders entiende que la acción de que la policía impida que Woeser asista a la ceremonia de premiación y el haberle impuesto el arresto domiciliario tienen relación directa con sus actividades por los derechos humanos y constituyen serias violaciones a su derecho a la libertad de circulación.








IMAN MERSAL [9631]

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IMAN MERSAL nació en Mit 'Adlan, un pueblo del delta de Nilo, en Egipto, en 1966, y está considerada como una de las autoras más representativas de las nuevas generaciones de la poesía árabe. Fue cofundadora y editora del periódico feminista egipcio Bint al-Ard ('Hija de la tierra'), que se publicó entre 1986 y 1992. Cuando terminó los estudios de literatura en las universidades de Mansura y El Cairo, emigró: primero a Boston (EE. UU.) y luego a Edmonton (Canadá), donde en la actualidad reside; trabaja como profesora de literatura árabe en la universidad de Alberta.
Como poeta, ha publicado los libros Ittisafat ('Caracterizaciones'), Mamarr mu'tim yasluh lita'allum al-raqs ('Oscuro pasaje que permite aprender a bailar'), Al-mashy atwal waqt mumkin ('Caminar cuanto sea posible') y Yugrafiya badila ('Geografía alternativa'). Una antología de poemas suyos traducidos al inglés por el también poeta Khaled Mattawa se recoge en These are not oranges, my love: selected poems ('Esto no son naranjas, mi amor: selección de poemas'). 
Los críticos suelen adscribir a esta autora a la que llaman Generación de los 90. Se trata de un movimiento literario integrado por jóvenes poetas cuya intención era distanciarse de la cuidada retórica y el carácter marcadamente ideológico de los autores de la generación de sus padres.  Con esta intención, giran la mirada hacia la vida cotidiana y la experiencia personal, que reflejaban con una lengua sencilla y hasta descuidada y un interés por el detalle y lo aparentemente anodino. El poema en prosa, como este que presentamos, fue una de las innovaciones formales más destacadas de este grupo, que lo introdujo en la poesía en árabe. Pese a ello, la escritura de Mersal no elude el desafío a los discursos del poder y la investigación en las contradicciones y las tensiones de nuestro tiempo, sobre todo a través de la exploración (a menudo irónica y en absoluto autocomplaciente) de los mecanismos con los que construimos la identidad.






Poemas en prosa de Iman Mersal

Traducción del árabe: Frank Báez, con la colaboración de la autora



UNA CELEBRACIÓN 

El hilo de la historia cayó al piso, así que me agaché para buscarlo. Era una de esas festividades patrióticas, y lo único que alcanzaba a ver eran zapatos importados y botas militares.

Una vez, sentada en el tren, una afgana quien nunca había estado en Afganistan, me dijo: «La victoria es posible». ¿Es eso una profecía? Le quise preguntar, pero mi persa se limitaba a lo que aprendí en los textos de la escuela, y ella me miró, mientras la escuchaba, como si estuviese buscando en un armario cuyo dueño fue consumido en un incendio.

Supongamos que el pueblo llega en masa a la plaza. Supongamos que el pueblo no es una palabra obscena y que comprendemos el significado de la expresión la masa. Entonces díganme ¿cómo han aparecido todos esos perros de la policía acá? ¿quién los cubrió con las coloreadas máscaras del partido? Y más importante aun, ¿dónde está el hilo que separa las banderas de los paños menores, los himnos de los anatemas, a Dios de sus criaturas - aquellas que pagan impuestos para deambular por la tierra?

Celebración. Como si nunca hubiese pronunciado esa palabra. Como si saliese de un diccionario griego en el que los espartanos victoriosos retornan a sus hogares con sangre persa aun fresca en sus lanzas y sus escudos.

Puede que no haya existido ese tren, ni la profecía, ni la afgana sentada a mi lado por dos horas. En ocasiones, para matar el tiempo, Dios permite que nuestra memoria se descarrile. Lo que puedo decir desde acá abajo, entre los zapatos y las botas militares, es que nunca sabré con certeza quién triunfó sobre quién.







Determinando el punto débil

Naturalmente, a las vigas de hormigón nos les faltaba delicadeza,
y las columnas de las casas viajeras eran en sí la nostalgia.
Agregó que su trabajo consistía en determinar el punto débil;
Para, después, distribuir su peso a los puntos más o menos fuertes;
que los soportes y los apoyos sólo eran obra del amor,
y que, con cariño, eran fijados en el ángulo contrario de las columnas.
Me aseguró también que la restauración era pura cuestión de sexo.
Mi compañero de colegio, ahora arquitecto del servicio de Arqueología;
por un minuto quedó perplejo
porque yo seguía teniendo la mano de una colegiala.
Antes de marcharse me comentó
que él no pudo especializarse en la comprensión de las caídas,
por mí.















Poems


Iman Mersal

Translated from the Arabic by
Khaled Mattawa




I HAVE A MUSICAL NAME

Maybe the window I sat by
foretold an unusual glory.
I wrote on my notebooks:
Iman…
A student at: The Iman Mersal Elementary School.
Neither the teacher’s stick 
nor the laughs that leapt from the back desks
could make me give up on the matter.

I thought of naming our street after me
but only if the houses on it were widened 
and secret rooms were built
for my girlfriends to smoke in their beds
without their older brothers catching them.

Maybe the doors can be painted orange
as an expression of joy.
Small holes can be drilled through them 
to allow anyone to spy on the large families.
Maybe then no one will be lonely on our street.

“Pioneering experiments
are shaped by great minds,”
this is how passersby might describe me
as they stroll the white sidewalks
of a street bearing my name.
But because of an old animosity between us—
its stones had left marks on my knees—
I decided that my old street isn’t worth it.

I don’t remember when I discovered that I have
a musical name suitable for autographing 
metered poems and for flying
before the faces of friends who have ordinary names
and who do not understand the significance 
of being granted a dubious name
that raises suspicions about you
and that makes you want to become someone else
so that new acquaintances might ask:
Are you Christian?
or
Do you have Lebanese roots?

Unfortunately, something happened. 
When someone now calls out my name
I get confused and look around me.
Is it possible for a body like mine
and a chest whose breathing is getting raspier
with each day to have such a name?
I look at myself often
crossing from the bedroom to the bathroom
where I do not have a whale’s stomach
to get rid of what I can’t digest.







THINGS ELUDE ME

One day I will pass in front of the house 
that was mine for years
and try not to measure how far it is from my friends’ homes.

The plump widow whose cries for love woke me
is not my neighbor any more.

I’ll invent things so not to get confused.
Count my steps
or bite my lower lip savoring the slight pain
or keep my fingers busy with tearing a whole packet
of paper tissues.

I will not try short cuts
to avoid the pain.
I will not stop myself from loitering 
as I train my teeth to chew on hate
that leaps from within.
And to forgive
the cold hands that pushed me toward it,
I will remember
that I did not smudge the bathroom’s whiteness
with my own darkness.

No doubt, things elude me.
The wall itself did not enter my dreams.
I did not imagine a color paint 
to match the scene’s tragic lighting.

This house was my home for years.
It wasn’t a student hostel
where I would leave an evening gown
on a nail behind the door
or paste old pictures with temporary glue.
The romantic sentences 
I extracted from Love in the Time of Cholera
must be jumbled up now
making an altogether comic text.






IT SEEMS I INHERIT THE DEAD

After I returned with the grown-up strides
from burying my mother,
leaving her to raise her hens in an ‘mysterious’ place,
I had to protect the house from the neighbors’ spying.
I got used to sitting on the doorstep
waiting for the heroine of the radio soap opera
who was always persecuted.
And on the day my friend got a visa
to test her body on another continent—
though she did not as usual forget
her cigarettes on my table—
I became certain that smoking is a necessity.
I began to have a private drawer
and a secret man
who used to be her old lover.

Also,
when the doctors fail to find a kidney
that Osama’s body will not reject—
Osama
whose kidneys frayed
because he repressed his bitterness to appear elegant—
maybe I’ll start using his firmly raised thumb to assert my presence
in conversation…

It seems I inherit the dead.
One day
after the death of all those I love,
I will sit alone in a café
without any sense of loss,
because my body is a huge basket
where all those who leave
drop things 
that bear their traces.








AMINA

You order beer by phone
with the confidence of a woman who knows three languages
and who weaves words into unexpected contexts.

How did you find this sense of security
as if you’d never left your father’s house?
Why does your presence provoke this destructiveness
that is completely free of intent,
this gravity
that releases my senses from their darkness?
What else should I do
when a shared hotel room offers me
a perfect friend
except to lump my unrefined manners and fling them
at her face as a crudeness I have contrived?

Go ahead, amuse yourself.
I am fair.
I’ll let you have more than half the room’s oxygen
on the condition that you see me beyond comparisons,
you who are twenty years older than my mother.
You wear bright colors
and will never grow old.

My perfect friend,
why don’t you leave now.
Perhaps I’ll open the gray wardrobes
and try on your stylish things.

Why don’t you go
and leave me all the room’s oxygen.
The void of your absence may lead me
to bite my lip in despair
as I look at your toothbrush,
familiar… and wet.







WORTHY OF MY FRIENDSHIP

Rumor mongers
for reasons of self-esteem,
lovers of bango and psychoanalysis,
agitators against the state,
theoreticians of infidelity,
those who search among their ancestors’ names
for memorable titles,
reformers from within,
honest as garbage,
pessimistic from a distance,
and kind because there is no alternative:

Those who resemble me
and are worthy of my friendship,
those whom you create for me
are plentiful this year.
Dear God,
take away your gifts,
and don’t break your promise
about new enemies.







I SCANDALIZE MYSELF

I must tell my father
that the only man for whom “desire shattered me”
looked exactly like him,

and tell my friends
that I have different pictures of myself,
all true, all me,
that I will distribute among them one at a time.

I must tell my lover,
“Be grateful for my infidelities.
Without them
I wouldn’t have waited all this time
to discover the exceptional void in your laugh.”

As for me
I am almost certain
that I scandalize myself
to hide behind it.







RESPECTING MARX

Facing bright storefronts
flourishing with panties
I cannot stop myself 
from thinking of Marx.

Respecting Marx
is the only thing all those who loved me shared
and I have allowed them all, in varying degrees,
to claw at the cotton dolls
hidden in my body.

Marx,
Karl Marx,
I will never forgive him.








SOLITUDE EXERCISES

He sleeps in the next room, a wall between us.
I do not mean any symbols by this,
only there is a wall between us.
I can fill it with pictures of my lover
smoking or thinking.
But I must find a neutral place for them,
respecting the distance between us.

It seems God does not love me.
I am old enough to believe that
God has not loved me for a long time, not since
he loved the math teacher
and gave him sharp eyesight
and colored chalks
and many chances to torture a girl like me
who cannot divine the link
between two unattached numbers.

But it’s not important that God love me.
No one in this world, not even the righteous ones,
can prove that God loves him.

I can open the door and shut it 
softly so my lover does not wake.
A girl who goes out to the street
without a place to shelter her
is not dramatic at all.

When Dostoevsky said,
“One must have a home to go to,”
he was talking about classical people
who wore long sideburns
and overcoats resembling loneliness.

I do not like melodrama
and find no reason to empty a flower of its joy
to match it to a loved one who had died.

If I leave now
I will grab the hand of the first person I meet
and force him to go with me to a side street café.
I will tell him that a man sleeps in the next room
without nightmares,
that his head was not level with my body
and he never became
a garbage pail for me, not even once—he let everything
scatter out into the street. 
I will tell this stranger that I am an orphan,
and that I used to think that was enough to write good poems,
which proved untrue,
and that I did not take good care of myself
so much that a small inflammation in my sinuses
is about to become a tumor. 
Yet I continue to lie—one of course 
is supposed to be angelic for a little while
before dying to make it easy for his friends 
to find good things to say about him—aware 
that if he leaves me, my death will be easier 
than moving my right foot.

At a side street café
I will tell a man I don’t know many things all at once,
and I will press my vocal cords
on his old wish to be useful.
Maybe he will take me to his house and wake his wife.
I will watch her step toward me as she 
tramples a filthy rug like a tractor and as I feign 
shyness to comfort her and make her feel satisfied
with her husband while he advises me to start over
and as I promise him to learn to play a musical instrument that matches my 
small frame 
and that we meet again during the national holidays.

I threatened all who loved me with my death 
if I ever lose them.
Yet I do not think I will die for anyone’s sake.
Surely, suicides must have trusted life more 
than they should have, and must have thought 
it was waiting for them somewhere else.

I will not leave here before he dies in front of me.
I will place my ear to his chest where silence is so clear that 
even a cat 
with the claws of a disappointed woman who tries 
to hysterically topple the pail filled 
with the remains of our evening together (which 
I place at the top of the stairs
to prove to the neighbors that I have a safe family)
will not make me doubt it.

I will hold your fingers
and watch with the precision 
of a surgeon who does not need scalpels to remove 
pustules from a deteriorating body.
I will place them in an ice bowl where there are no tremors…
And I will leave here
clad in loss, and light.

You must die in front of me.
The death of loved ones is a wonderful opportunity to find alternatives.
On the East Delta train I often pick a suitable 
lady who opens the coffers of her sympathy when I tell her 
my mother died when I was six.

The truth is
it happened when I was seven,
but for me “six” seems to have greater effect.
Middle-aged mothers are addicted to sadness
maybe to justify mourning before it begins.
These touch-ups in the telling
have a magic
that cannot be understood by those
who never needed to steal 
from others.

From: A Dark Alley Suitable for Dance Lesson
1995





MIGUEL MARTINÓN [9632]

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MIGUEL MARTINÓN (Santa Cruz de Tenerife, 1945) 
Estudió Filología Románica en la Universidad de La Laguna y Filosofía en Madrid. Desde 1984 es miembro del Instituto de Estudios Canarios y hasta 2011 fue profesor de literatura española en la Universidad de La Laguna, donde dirigió la Revista de Filología y coordinó el programa de recitales poéticos Lecturas en Guajara. Formó parte del equipo de editores del suplemento Jornada literaria del diario Jornada (Tenerife: 1981-1985) y fue cofundador de la colección literaria Espacio El Mar (1982-1983) y secretario de redacción de la revista Syntaxis (1983-1993).

Además de ello, ha publicado los libros de poemas Sitio (1986), Actos (1988), Por esta claridad (1990), Límites (1995), A la sombra de tu nombre (1997; traducido al francés en 2000), Lugar de trasluz (2004) y Desde este otoño (2008). En el volumen Lecture à Brest (2001) se reunían versiones de sus poemas realizadas por distintos poetas franceses. Su actividad crítica ha estado especialmente dedicada a la literatura hispánica moderna y contemporánea.

Muestra de esta actividad son sus ediciones de varios autores vanguardistas y sus diversos estudios, entre los que figuran los libros Poetas  canarios de la generación de 1950 (1986), La poesía canaria del mediosiglo (1986), La isla sin sombra (1987), La escena del sol (1996), Espejo de aire (2000), Novela española del fin de siglo (2001), Antología de la poesía canaria contemporánea (2003), Círculo de esta luz (2003), Literatura española moderna (2003), Poesía canaria moderna: Antología (2009), Poesía canaria contemporánea: Antología (2009) y Poesía canaria actual: Antología (2010). En el volumen Bajo la bóveda del tiempo (2009) se recogen sus declaraciones a Iván Cabrera Cartaya. 




A veces quiere la palabraque
todo quede detenido,
que no cambien las cosas,
para escuchar más claro el tiempo,
el silencio del mundo
creciendo dentro del silencio.

(Penúltimo mar)







Sobre el muro
blanqueado ya
por el sol
la lagartija
se desliza
afilada
en la brisa
ahora
se detiene
contra el triángulo
azul
invertido

Actos (1988)








Cifra de la tarde

Azul viene este viento
que hasta la cumbre llega
y en el borde nos deja
del abismo del tiempo.
Aquí, en este extremo
donde la foresta arde,
perdida en el instante
quiere cantar la piedra
y el aire deletrea
la cifra de la tarde.

Lugar de trasluz (2004)









El laurel y su calma,
el patio del laurel,
la luz del patio,
la calma de la luz:
imagen detenida,
que se abre hacia dentro,
que habrá también de deslizarse
por la ladera de los años.






La lluvia de la madrugada
vino a llevarse
las hojas, las cenizas, las palabras
que ellos me pedían:
las palabras que no llegué a decir.





ELISA BUCH [9633]

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Elisa Buch nació en la ciudad de México en 1949. Se ha dedicado al periodismo cultural desde hace más de veite años. A lo largo de una década dirigió la Sección Cultural del periódico Ovaciones y fue colaboradora en El Financiero. Durante tres años coordinó el Encuentro de Poetas en el País de las Nubes, en Huajuapan de León, Oaxaca. Publicó los libros de poesía Voces alzadas (Instituto Mexiquense de Cultura, 1994) y Quien se atreve (Verdehalago, 2003), y las antologías Casa de los horizontes (Ediciones del Lirio, 2003), Cosecharán tempestades (ediciones del taller de Dolores Castro, 2004), A cuentagotas (Ediciones El Ermitaño. México, 2007).







1. A primera hora

A través de tus ojos cruzo el río
Bravo sólo arroja
un cuerpo olvidado a la orilla
y órganos flotantes como si nada.

Entonces, un emigrado desaparece cual sombra
no vera más las nopaleras

apagada luz de la memoria
golpeteo de palabras y acertijos explican su cometido.

Cuando otro pasa desdibuja el miedo.

A través de tus ojos cruzo el río
sin llegar al muro de los suspiros
enfrento a los cazadores arrogantes

sólo duele 
acordarse de la casa azul añil, del camino de fuego
con ahuehuetes y del calor del verano.








2. Entretiempo

A través de tus ojos mido el llanto
huyes de las negruras
y furia del río.

Franqueas infortunios sin familiares, de prisa
vas por la faena, por el sueño de tener una buhardilla
casi alegre.

Después los sinsabores 
las palabras ilegibles
antes del descanso.









3. Otro modo

No sale de casa ni respira el olor a ropa nueva 
es Domingo y todo cuesta 
sirves poca sopa
mundo enrevesado sin maizales 
sin los vecinos reunidos.

¿Quién comenta asuntos del día?

Apresurado
regresas a lavar sospechas. 
Oyes peroratas, preparas procesiones 
nada como el jardín de la niñez
donde la bruma huele a piloncillo, 
la escuela alcanfor

y tú no regresas 
a calentar la banca ni cuentas cuentos. 
Dejas atrás un soplo, 
aguantas la dolencia de tus padres como si nada.

No encuentras morada en California, 
cierta gracia en los estruendos,
en las camas repletas de desdichados
vas por agua sin saber cuando bajaras de nuevo.










JUAN PEDRO CASTAÑEDA [9634]

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Juan Pedro Castañeda
Juan Pedro Castañeda Febles (El Hierro, 16 de abril de 1945) es un escritor y poeta que nació en San Andrés, El Hierro, Islas Canarias.
En la Universidad de La Laguna estudió Ciencias Químicas. Terminada la licenciatura en el año 1967, continuó el doctorado en el Instituto de Productos Naturales de Canarias, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, bajo la dirección del Dr. D. Antonio González y del Dr. D. Manuel Fraga. Resultado de las actividades de estos años son, entre otras, las siguientes publicaciones: Triterpenos de la E. Segetalis L, 1970, Nuevas cromonas de La Neochamelae pulverulenta Erndt 1972), Oxepino-cromonas y cumarinas de la Neochamelae pulverulenta Erndt,1974. Al finalizar el doctorado decidió renunciar a la elucidación de las estructuras de la materia y adentrarse en los misterios de la naturaleza humana. Tenía 27 años. Abandonó la Universidad y se dedicó a leer y a escribir. Dio clases de Física y Química de Bachillerato. Dirigió la página literaria El Astillero en el periódico La Tarde, así como Ediciones Liminar, donde prologó y publicó La memoria olvidada, último libro de Félix Francisco Casanova y Conjuro en Ijuana de Isaac de Vega. Por esos años fue presidente Ateneo de La Laguna. Publicó sus primeros libros: Poemas horrorosos,1975 y La despedida 1977. En los años siguientes ganaría los dos premios literarios más importantes de Tenerife, el Julio Tovar de poesía en 1976 con ohrrohrrr (Ediciones Nuestro Arte, 1977) y el Benito Pérez Armas de novela en 1984 con En el reducto (Confederación de Cajas de Ahorro, 1986). Ha sido subdirector de la revista Liminar, coordinador de redacción de La Página y miembro del consejo de redacción de Cuadernos del Ateneo. A lo largo de los años ha colaborado con artículos de índole diversa, preferentemente de cine y literatura, en los periódicos de Tenerife La Tarde, El Día, La Opinión, TFPress y Diario de avisos. En `2004 funda con Juan José Delgado, Elena Gámez, José Miguel Díaz y Gonzalo Gónzalez la Asociación Cultural Cabrera y Galdós, que preside desde entonces; fruto de dicha actividad es la colección C y G que coedita Ediciones Idea.

Obras

Novelas

La despedida ACT, 1977; 2ª edición corregida(Cabildo de Tenerife – La Página Ediciones, 2001).
"La obra está montada sobre la biografía rota, suelta y vivaz de cuatro personajes, Juan, Candelaria, María y Fernando, establecidos sus mundos de cohabitación a través de técnicas rigurosamente estudiadas, aunque al parecer se representen atadas de modo muy libre, como si fueran a romper el curso regular de la narración" 
"Digamos en tal sentido que La despedida no desborda considerablemente los márgenes de una narrativa habitual, excepto en los anticipos de montaje que en ella se vislumbran. Castañeda se apropia esta vez del lenguaje para espigarnos la historia de cuatro personajes enfrentados a su realidad social, a sus pasiones y a la insularidad en un doble perspectiva, física y simbólica" 
Muerte de animales (Ediciones Liminar, 1982; 2º ed. Ediciones La Palma, 1993)
"Tengo para mí que Muerte de animales es uno de los textos más valiosos publicados en Canarias en los últimos decenios y también uno de los más sugerentes y atractivos aparecidos en el panorama nacional… Sin entrar todavía en aspectos de más relieve textual, diré que el libro sorprende porque no le sobra nada. No contiene materiales de acarreo, ni guiños de complicidad, si acaso le faltan elementos, pero no porque estén ausentes, sino porque permanecen en estado de latencia para avivarlos en la lectura"
En el reducto (Confederación de Cajas de Ahorros, 1986; 2ª ed. Ediciones Idea, 2006)
“En el reducto es un texto de estructura abierta cuyos capítulos presentan una buscada desconexión formal y argumental. Esta afirmación, no obstante, puede ser engañosa: el novelista cuenta, a su manera, una serie de episodios situados materialmente en el libro entre la llegada de Miguel, el protagonista, a un pueblo y su despedida, comienzo y final de la novela" 
Movimiento y reposo (Ediciones Benchomo, 1995)
"En Miguel se producen dos movimientos. En el presente, describe un movimiento en el interior de sí mismo y dentro de una geografía rural en donde provisionalmente habita; pero además hay una fuerza que lo atrae obsesivamente y por la cual va trazando también un movimiento de evocación hacia lugares, tiempos y personajes pertenecientes a un pasado inmediato y radicado en el ámbito urbano... Juan Pedro Castañeda sitúa en su novela a un personaje para hacerle ver un mundo de sombras proyectadas en donde la vida y la ficción se desenvuelven e intercambian. Y para ello hace de los ojos una cámara cinematográfica que recorre espacios, que recoge luces y sombras o elige encuadres y diversas geometrías por donde transcurren unas cuantas formas humanas.” 
Territorio del padre (Ediciones Idea, 2006)
"La primera condición de un creador es pasearse por el filo de la navaja de lo diferente, intentar encontrar nuevos caminos para decir lo de siempre… Desde Territorio del padre –la memoria hecha novela- a Público y privado –el análisis tiernamente duro de ambiciosos y fracasados-, pasando por la angustia existencial y el aislamiento en Muerte de animales o la querencia del poder y el cambio de chaquetas de En el reducto, está siempre presente la búsqueda de otra forma de decir las cosas”.
“… la aparición de Territorio del padre no solo confirma y aumenta la condición de auténtico novelista de su autor, sino algo más: Territorio del padre es una magnífica novela, una creación artística… la verdadera condición de novelista se demuestra escribiendo, describiendo y contando acciones de unos personajes que por trabajados, estructuras y ‘conocidos’ por el autor nos resultan a los lectores coherentes, vivos, literariamente verídicos y al mismo tiempo imprevisibles…” ”.
Público y privado I. Los amigos de Galdós (Ediciones Idea, 2008)
Público y privado II. Y sin embargo… (Ediciones Idea, 2008)


Poesía

Ohrrohrrr Poesía 1975-1985 (HA Editor, 1991)
"En Ohrrohrrr se manifiesta ya, sin ningún tipo de metáfora más o menos entrañable, la actitud desdeñosa del escritor para con su tiempo; el poema funciona como una pantalla deformante donde se proyecta la imagen de una época muy concreta: el “horror” no está ya en el sucedáneo de la anécdota cinematográfica sino en la misma imagen proyectada. Por eso, el libro se inicia con el desmoronamiento consciente y premeditado de la grandilocuencia poética y de la función taumatúrgica del poeta 



De imágenes poéticas irracionales
está el mundo lleno
pero
por mis inundados ojos
no entran sino inmundicias… 

porque está más que demostrado
que un día de éstos morirá de asco 
con la cabeza bajo el ala



Un manojo de arcilla (Hiperión, 1992
Polen (Colección “Poesía”, Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, 1993)
Reconstrucción (La Caja Literaria – Ediciones La Palma, 2000)
Asombros de la materia (Colección CyG –Ediciones Idea, 2011)
Literatura infantil y juvenil
El mar de la calma (Alfaguara, 1996; 2ª ed. Ediciones Idea, 2009)
Pelolindo (Ediciones Idea, 2005)

Otras publicaciones

Martín Chirino: La espiral es mi biografía. Liminar 13/ 14, enero 1983
El Hierro, guión de la serie Atlantes, de TVE Canarias (1995).
El asombro de la materia. Conferencia sobre aspectos de La Física. Publicaciones del Ateneo (1999).
Los amigos de Howard Hawks (con Elena Gámez). Cuadernos del Ateneo, núm. 9, La Laguna, 2000).
Un lejano espejismo (capítulo de una novela en proceso). Casa de las Américas núm. 221. La Habana, 2000.
Cinco poemas. Revista “Sud Autre”: Poésie d’aujourd’hui. Des Îles Canaries à Méditerranée, (2002).
Novelar un país, comprenderlos a todos. Prólogo del libro Artículos y Ensayos, de Benito Pérez Galdós. Asociación Cultural Cabrera y Galdós-Ediciones Idea (2005).
Doce novelas que se pueden leer. Textos sobre Nazarín de Benito Pérez Galdós y La prisión de Fyffes de José Antonio Rial, entre otros. Asociación Cultural Cabrera y Galdós-Ediciones Idea (2006).




[POR MIL SENDEROS ... ] 

Por mil senderos marcha, de la mano del caos. 
La naturaleza rige su destino. 
El mar es como el hombre; y el ave y los abismos. 
Las olas van con él, con elegancia digna del vacío. 
Partículas virtuales los transportan hasta límites donde no existe luz. 
Las líneas rectas salvarán su interludio. 
Una galaxia contiene tantos soles como dudas contiene un corazón, 
y titila con el mismo propósito. 

(1992) 
[De Polen, Islas Canarias, 1993.]










JUAN CARLOS PAJARES [9635]

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Juan Carlos Pajares en una fotografía de Agustín Berrueta

JUAN CARLOS PAJARES
Juan Carlos Pajares Iglesias nació en Huelva en 1961, pero ha residido casi toda su vida en León. Es documentalista y colabora como docente en el Área de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de León. 
En 1984, en la extinta Editorial Margen, publicó un reducido conjunto de poemas que se titulaban Relatos incompletos o el hundimiento del Kizilirmak. Más recientemente ha publicado en la Revista Internacional de Literatura y Arte Francachela.
La editorial electrónica Badosa.com, ha difundido por entregas su libro El mundo pudo ser una bella verdad. Está publicado en una Sección de dicha editorial denominada “Biblioteca J.C. Pajares”. También está disponible en formato electrónico para MS Reader, poemario que fue presentado en la Feria del Libro de León en el año 2002 y del que firmó (procedimiento hasta entonces inédito) ejemplares electrónicos a los lectores. Juan Carlos Pajares Iglesias ha sido también incluido en "Antología impar", una selección compilada por Marta Rialp Cervera de la mejor poesía publicada en Badosa.
En Descalzos sobre las brasas, Colección Ería de poesía de Eje Ediciones, recupera parte de los poemas aparecidos anteriormente y su obra más reciente.




DE El mundo pudo ser una bella verdad



NO ME DEJÉIS SOLO EN DOMINGO,
el domingo militante de la Iglesia
Oficial, de calcetines de encaje
y zapatos de charol, cuando las madres
se embellecen y huelen a Domingo de Ramos.
No me dejéis solo en domingo
que hasta el sol parece el regalo
que nunca tendrás en Reyes,
y las conversaciones dejan el regusto
amargo de la intolerancia y los castigos,
el martini con gas de las tabernas
y el aroma festivo de los calamares.
No me dejéis este domingo electromagnético,
enredado en las ondas que nos traen
goles lejanos y espumas para afeitar
el lunes, los deseos, las esperanzas,
y las promesas inútiles de cada domingo.
No me dejéis solo este domingo
terrible de ateísmo militante.






PLEAMAR

Anochece en Caión

Ha oscurecido y derrama el océano
abierto, apenas visible, otra ola
indiferente sobre la costa abandonada.
La guardaba en la entraña profunda
de su gran estómago, con el brillo
intacto de la luna de una noche
de otro tiempo, y la escupe hoy violento
y despechado, creyéndola ya totalmente digerida.
Así, allá, al fondo de tus ojos,
centelleaba y se abría paso un sufrimiento.




REGALO
No hay zapatos de cristal
para tus pies egipcios.
Busqué sin éxito
la horma del final del día
la máquina de fabricar caribes
la que multiplica por dos el año
un geranio que no se riega
el túnel de ir hacia atrás
y vengo a tu fiesta
sin nada que ofrecerte.




LLEGÓ EL BESO COMO SE POSA LA HOJA,
imprevisible, revoloteando indecisa
en el camino, hasta que un golpe de viento
la desplaza con desdén hacia cualquier
parte, descubriendo el hueco cálido
donde se guarece la alimaña.






NO VENDRÁ EL DÍA NI LA ESCARCHA
a nuestros cuerpos si obstinado, amor,
no duermes. Si esperamos dulcemente,
un beso gris de antenas, pájaros, motores,
la mañana traerá con sus espejos.
Escaparé con sigilo, a las paredes pegado,
porque nadie robe, amor, el reflejo
que en mis ojos de ti guardo.
Que no me busque nadie, que he de destilar
este raro jugo que apenas gozado ya se añora.






LA CAZA

No estaba Dios en los espacios abiertos
ni en los sótanos o en los asilos
no se Le hallaba en los campos de minas
en los ministerios o en las guarderías en las cárceles
o en los edificios inciensados                  No Estaba.
Procesiona el hombre insomne, en su boca
llagas, delira en la fiebre del abandono,
tropieza con los otros.
Y Dios no estaba en las fábricas
o en las escuelas o en los restaurantes
en la Ronda Gatt ni en los hospitales       No Estaba.
Sólo hombres con detectores, armados, enfurecidos,
formaban batidas, enviaban perros contra el viento,
lanzaban señuelos, acampaban en la noche,
se cruzaban con otros hombres a los que herían
o mataban, hombres que también buscaban.
Y entre todos no hallaron a Dios
Ni rastro de Él ni Huellas ni Heces
o ramas Rotas o restos de Su piel           No Estaba.












DESPACIO,COMO EL QUE CONSTRUYE
un nuevo mundo, como únicamente
se ama, desmontando meticulosamente
la maquinaria, aprendiz de relojero
—grano a grano— de la arena
de los días, y el miedo a que resbale
por la angostura la última brizna. 






NO QUIERO PALABRAS

sólo un haz de luz brillante
por el que transiten suspensivas moléculas de polvo

no quiero palabras que me sepulten.





REGALO

No hay zapatos de cristal
para tus pies egipcios.

Busqué sin éxito
la horma del final del día
la máquina de fabricar caribes
la que multiplica por dos el año
un geranio que no se riega
el túnel de ir hacia atrás

y vengo a tu fiesta
sin nada que ofrecerte.






TRAFALGAR

Al pie del faro hicimos un refugio con piedras
y nos abrazábamos desnudos y cerrábamos con fuerza los ojos.

Todo giraba y se descomponía,
una plancha de plomo que temblaba,
el aliento caliente de una gran turbina,
no había insectos, no volaban pájaros, las adelfas sacudidas.

Mientras la arena nos cubría 
qué indefensos y minúsculos en la dulce perfección de nuestro abrazo.






LLEGÓ EL BESO COMO SE POSA LA HOJA,
imprevisible, revoloteando indecisa
en el camino, hasta que un golpe de viento
la desplaza con desdén hacia cualquier
parte, descubriendo el hueco cálido
donde se guarece la alimaña.






BAILE LENTO DE DÍGITOS
se apaga el mundo
tu voz es entonces un susurro estrenado
tu cuerpo es un espacio por el que orbitando van
ingrávidos mis adentros.

Descalzos sobre las brasas, Colección Ería de poesía de Eje Ediciones. 








MARIA AZENHA [9636]

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MARIA AZENHA
Nació en Coimbra (Portugal). 
Poeta. Es licenciada en Matemáticas por la Universidad de Coimbra. 
Profesora de la Universidad de Coimbra, Évora y Lisboa. 
Miembro de la Asociación Portuguesa de Escritores (EPA). 

Obras publicadas

1987 - Folha Móvel, Edições Átrio
1991 - Pátria D' Água, Edições Átrio
1992 - A Lição Do Vento, Edições Átrio
1992 - O Último Rei de Portugal, Editora Fundação Lusíada
1999 - O Coração dos Relógios, Editora Pergaminho
1999 - Concerto Para o Fim do Futuro, Editora Hugin
1999 - P.I.M. (Poemas de Intervenção e Manicómio), Universitária Editora
2001 - Poemas Ilustrativos de Pintura de Valdemar Ribeiro, Edição Symbolos
2002 - Nossa Senhora de Burka, Editora Alma Azul
2005 - Poemas Ilustrativos - De Camões a Pessoa - Viagem Iniciática, Editora Setecaminhos
2008 - A Chuva nos Espelhos, Editora Alma Azul
2009 - O Mar Atinge-nos", CD - Editora Discográfica Metro-Som
2010 - De Amor Ardem os Bosques, Ed./Autor, 2010
2011 - A Sombra da Romã, Editora Apenas Livros, 2011
2012 - Num Sapato de Dante, Escrituras Editora, 2012 - Brasil

Antologias de Poesia

1982 e 1983 - Madrugada 2 e 3, Edição do Movimento de Escritores Novos
1984 a 1987 - Anuários de Poesia 1, 2, 3 e 4, Edição Assírio & Alvim
1988 - Água Clara, Edições Património XXI
1989 - Hora Imediata (Hora Extrema), Edições Átrio
1989 - 100 Anos (Federico Gracia Lorca), Universitária Editora
1989 - Viola Delta - 14º. Volume, Edições Mic
1991 - Antologia de Homenagem a Cesário Verde, Edição Câmara Municipal de Oeiras
1994 - Simbólica 125 Anos, Edição Ateneu Comercial do Porto
2001 - 25 Poemas no Feminino, Edição da Junta de Freguesia da Penha de França
2002 - Revista de Artes e Ideias, nºs 4 e 5, Editora Alma Azul
2002 - Gabravo - Artdomus, Edição S. Pedro de Sintra
2003 - Povos e Poemas (Edição Bilingue), Universitária Editora
2004 - Na Liberdade (Homenagem de Poesia aos 30 anos do 25 de Abril), Garça Editora
2003 e 2004 - Poema Colectivo - O Fulgor da Língua | Projecto Inserido nos Eventos de Coimbra - Capital Nacional da Cultura
2005 - Antologia / Pablo Neruda, Universitária Editora
2008 - DI VERSOS - Poesia e Tradução, nº. 14, Edições Sempre-Em-Pé
2010 - O Prisma das Muitas Cores - Poesia de Amor Portuguesa e Brasileira, Editora Labirinto
2013 - Entre o sono e o sonho - Antologia de Poesia Contemporânea, Vol. IV - Tomo II, Chiado Editora







Las Palabras

Las palabras son como hojas
No saben cuando están fuera de lo real,
Por ejemplo la palabra silencio,
Comienza por un "s" y quiere decir otoño,
Es la menos mortal.
Otras
A veces atraviesan las hojas de la noche
Y ponen su oído en el mar
Que se escribe con tres letras
Como
Tres escalones
Sagrados
Esta quiere decir eternidad
Purísima alegria.

(Blog Bosque Azul: http://coracaoazul-mariah.blogspot.com/)







El poema está hecho de nuestras propias vértebras
dice Maiakowski
indicando dónde comienza la dirección de la montaña
aguarda las largas estaciones de los hielos
a mitad de camino entre el silencio y las flores del sándalo
los brotes más tiernos
llegan con la luz de la primavera 







O poema é feito de nossas próprias vértebras
disse-o Maiakowski
indicando onde começa a direcção da montanha
aguarda longas estações no decorrer do gelo
a meia distância do silêncio e das flores do sândalo
os brotos mais tenros
chegam com a luz da primavera.







Un árbol
desnudo
de ancho pecho
roba a la sombra de la noche
la ciencia del manto





A árvore
nua
de peito amplo
retira da sombra da noite
a ciência do manto 

De amor ardem os bosques de Maria Azenha.


http://elestablodepegaso.blogspot.com.es/search/label/Maria%20Azenha%20poema











Mamã! Mamã federal ! 
(ao Pedro, meu filho) 

mamã: 

o meu corpo caiu na pia baptismal. Foi um percalço. 
recebi a tua bênção com os óleos santos 
em algodão de rama. 

Mas que faço agora eu neste bordel das lágrimas, 
com tantas orlas com tantos véus, 
a fabricar poemas nas morgues do Céu? 

Que faço agora eu artesã do sangue 
com a minha mão profana que ficou grávida? 
E a minha mão direita é ainda uma têmpora 
num país distante com lágrimas de sal 

mamã!: 
envia um telegrama a todos os jornais, anuncia 
com o meu coração em febre, 
com todos os meus punhos cerrados como que a rezar, 
que eu fumo cambodja, liamba, 
hiroxima, armas nucleares, 
que rendilho a ferros todos os meus cárceres 
com as palavras brancas do medo 
que saltam dos meus olhos. 

Eu roubei a todos os arcanjos as palavras do ódio! 
eu fumo cachimbos, goelas de bairros, narcóticos, drugstores democráticos; mato vinte e sete pessoas por cada prato faço massacres na américa central cravo balas nos vestidos amarelos das crianças estrangulo o tempo com o sexo dos eléctricos ilumino as fezes com feiuras sacro-santas faço ícones com toda esta tristeza humana. 

mamã, 
eu rasgo «cânceres» de papel, trabalho as sombras 
com as lágrimas de plástico, 
mexo na história com cadáveres brancos 
estendo os meus braços em tecnicolor 
como numa tela circular humana. 

mamã, 
eu encolho os ombros, espirro, 
bebo cafés evangélicos, grito com os filhos. 
mamã, vivemos juntos!, isto é o meu mau génio. 

ah, mas o Vaticano, 
esse grande gangster de robe, 
que anuncia 
a paz para os domingos, essa pia 
baptismal onde eu também caí com fome 
foi um percalço. 
e o pavimento lustral da carniçada humana 
pisando o sangue , os incensos 
da guerra, 
onde não cabe agora aí o trigo! 

mamã, 
e os uniformes azuis a dizer 
tão bem com as velas, 
e os pássaros 
e as indochinas 
e os vitrais da esperança com tanta luz. 
a difundir as trevas com vapores de chumbo. 
e os trigais maduros a vencer 
o chão, a curvar a terra 
aos anéis do mundo; e as lutas armadas 
e as recitações de tréguas 
e as missas solenes lidas à breviário, 
cantadas por gorilas 
com sapatos d'anjos. 
e a guarda civil e as patrulhas 
e os ofícios e as escolas 
e as embaixadas anfíbias nas tuas nádegas 
onde fica agora aí toda a tua força política. 
e os tribunais de togas a julgar 
os crimes a barricar as fomes 
esquecendo as dívidas. 

mamã, 
onde fica o grande rio das palavras onde fica guatemala 
onde fica a noite dos tam- tans onde fica a esperança 
com os olhos de napalm?! 

onde fica a vida mamã-sacrária? 
mamã! mamã federal, 
esta manhã eu mijei todas as rimas 
todos os versos brancos, 

nessa pia baptismal!







Ovo Nuclear 

este reencontro com o Silêncio na procura de mim mesmo 
esta busca de Paz em cada ave 
em cada movimento 
como uma janela entreaberta

este centro que  
evolui com a paisagem

esta Viagem ao país do meu rosto 
a  minha janela fotográfica 
este cigarro que acendo 
que procura  
o  
Ovo







Um fantasma branco de nuvens e cabelos 

falo de um espelho secreto entre os meus dedos 
um espelho que reflecte múltiplas imagens 
um espelho que 
de cada vez que alguém chama por um nome inteiro 
sucede nele um tremor de terra

e o espelho quebra 
ficam então os estilhaços dele 
entre os meus dedos 
que entraram abruptamente no meu cérebro 
vejo agora e de mais perto 
um rapaz com asas e sem lágrimas:

um fantasma branco de nuvens e cabelos...



JOSÉ DE ALMADA NEGREIROS [9637]

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José de Almada Negreiros
José Sobral de Almada Negreiros (Santo Tomé (Santo Tomé y Príncipe), 7 de abril de 1893 - Lisboa (Portugal), 15 de julio de 1970) fue un pintor y escritor portugués.

Almada Negreiros nació en lo que entonces era la colonia de Santo Tomé y Príncipe, hijo del escritor António Lobo de Almada Negreiros y la mestiza Elvira Freire Sobral. En 1913, realizó su primera exhibición individual. En 1915, publicó varios de sus poemas en la revista de arte Orpheu. Durante los años venideros, su producción artística fue amplia, realizando pinturas de caballete, murales, vitrales, dibujos y escenografías, así como novelas, obras de teatro y poemas. Almada Negreiros fue un artista clave para el arte moderna de Portugal, siendo influenciado por el cubismo y, principalmente, por el futurismo. Durante la dictadura de António de Oliveira Salazar, realizó varias obras propagandísticas, pero la mayoría de su trabajo criticaba fuertemente la sociedad de esa época.

Almada Negreiros, Auto-retrato
Autorretrato

En 1934, se casó con la pintora Sarah Afonso, luego de haber regresado de París y Múnich. En ese año, la pareja tuvo su único hijo, José Afonso de Almada Negreiro, quien posteriormente se casaría con Maria José de Sampaio e Melo de Vasconcelos, nieta del político portugués Augusto de Vasconcelos.

Obras

A Questão dos Painéis (1926)
Nome de Guerra (1925)
Pierrot e Arlequim (1924)
A Invenção do Dia Claro (1921)
A Invenção do Corpo (1921)
Histoire du Portugal par Coeur (1919)
O Jardim da Pierrette (1918)
K4, O Quadrado Azul (1917)
Ultimatum às Gerações Futuristas Portuguesas do Século XX (1917)
Manifesto Anti-Dantas (1915)
O Sonho da Rosa (1915)
A Engomadeira (1915)
A Cena do Ódio (1915)







(Fragmento de La escena de odio)

[...]

¡Tú, que te dices Hombre!
¡Tú, que te sastreas de modas
y haces carteles de los trajes que vistes
para que no se vean los lamparones interiores!
Tú, que inventaste las Ciencias y las Filosofías,
las Políticas, las Artes y las Leyes,
y los otros rompecabezas de salón
y otros dramas de gran espectáculo...

Tú, que perfeccionaste el arte de matar.
Tú, que descubriste el cabo de Buena Esperanza
y el Camino Marítimo de las Indias
y las dos grandes Américas,
y que llevaste el aburrimiento a esas tierras
y trajiste de allá más majaderos para acá
y además cantaste estos Hechos.
Tú, que inventaste la majadería y el globo,
y que harto de aburrirte en el suelo
te fuiste a aburrirte en el aire,
y que aun fuiste a inventar submarinos
para aburrirte también bajo el agua...
Tú, que tienes la manía de las Invenciones
y los Descubrimientos,
y que nunca descubriste que eras bruto,
¡Tú consigues ser cada vez más bestia
y llamas a este progreso Civilización!

[...]






Momento de poesía

Si me pongo a trabajar
y escribo o dibujo,
me siento lego tan atrasado
en lo que debo a la eternidad,
que comienzo a empujar el tiempo hacia
adelante
y lo empujo, lo empujo a la brava
como empuja un retrasado,
¡hasta que cansado me doy por satisfecho!
¡y el efecto de la fatiga
es muy semejante a la alusión de la satisfacción!
En cambio si voy a pasear por ahí
soy tan inteligente viendo todo lo que no está
conmigo,
comprendo tan bien lo que no me concierne,
me siento tan lleno de lo que está fuera de mí,
doy consejos tan bíblicos a los afligidos
de una aflicción que no es mía,
me doy tan perfectamente cuenta de lo que
pasa afuera de mis murallas
así como soy ciego al leerme en el espejo,
que sinceramente no sé qué
sea mejor,
si estar solo en casa dando vueltas a la manivela
del mundo,
o si ir por ahí siendo el rey invisible de todo lo
que no es mío.







 A Cena do Ódio 

(... )

Larga a cidade masturbadora, febril,
rabo decepado de lagartixa,
labirinto cego de toupeiras,
raça de ignóbeis míopes, tísicos, tarados,
anémicos, cancerosos e arseniados!
Larga a cidade!
Larga a infâmia das ruas e dos boulevards,
esse vaivém cínico de bandidos mudos,
esse mexer esponjoso de carne viva,
esse ser-lesma nojento e macabro,
esse S ziguezague de chicote autofustigante,
esse ar expirado e espiritista,
esse Inferno de Dante por cantar,
esse ruído de sol prostituído, impotente e velho,
esse silêncio pneumônico
de lua enxovalhada sem vir a lavadeira
Larga a cidade e foge!
Larga a cidade!
Vence as lutas da família na vitória de a deixar. 
Larga a casa, foge dela, larga tudo!
Nem te prendas com lágrimas que lágrimas são cadeias!
Larga a casa e verás — vai-se-te o Pesadelo!
A família é lastro: deita-a fora e vais ao céu!
Mas larga tudo primeiro, ouviste?
Larga tudo!
— Os outros, os sentimentos, os instintos,
e larga-te a ti também, a ti principalmente! 
Larga tudo e vai para o campo
e larga o campo também, larga tudo!
— Põe-te a nascer outra vez!
Não queiras ter pai nem mãe,
não queiras ter outros nem Inteligência! 
A Inteligência é o meu cancro:
eu sinto-A na cabeça com falta de ar! 
A Inteligência é a febre da Humanidade
e ninguém a sabe regular!
E já há Inteligência a mais: pode parar por aqui!
Depois põe-te a virar sem cabeça,
vê só o que os olhos virem,
cheira os cheiros da Terra,
come o que a Terra der,
bebe dos rios e dos mares,
— põe-te na Natureza!
Ouve a Terra, escuta-A.
A Natureza à vontade só sabe rir e cantar! 
Depois põe-te à coca dos que nascem
e não os deixes nascer

Vai depois pla noite nas sombras
e rouba a toda a gente a Inteligência
e raspa-lhes a cabeça por dentro
co'as tuas unhas e cacos de garrafas,
bem raspado, sem deixar nada,
e vai depois depressa, muito depressa,
sem que o sol te veja,
deitar tudo no mar onde haja tubarões!
Larga tudo e a ti também!
Mas tu nem vives nem deixas viver os mais,

Crápula do Egoísmo, cartola d'espanta-pardais! 
Mas hás-de pagar-Me a febre-rodopio
novelo emaranhado da minha dor!
Mas hás-de pagar-Me a febre-calafrio
abismo-descida de Eu não querer descer! 
Hás-de pagar-Me o Abismo e a Morfina! 
Hei-de ser cigana da tua sina!
Hei-de ser a bruxa do teu remorso! 
Hei-de desforra-dor cantar-te a buena-dicha
em águas fortes de Tróia
e nos poemas de Poe!
Hei-de feiticeira a galope na vassoura
largar-te os meus lagartos e a Peçonha! 
Hei-de vara mágica encantar-te arte de ganir! 
Hei-de reconstruir em ti a escravatura negra! 
Hei-de despir-te a pele a pouco e pouco
e depois na carne viva deitar fel,
e depois na carne viva semear vidros,
semear gumes,
lumes,
e tiros,
Hei-de gozar em ti as poses diabólicas
dos teatrais venenos trágicos do persa Zoroastro! 
Hei-de rasgar-te as virilhas com forquilhas e croques,
e desfraldar-te nas canelas mirradas
o negro pendão dos piratas
Hei-de corvo marinho beber-te os olhos vesgos! 

Hei-de bóia do Destino ser em brasa
e tu náufrago das galés sem horizontes verdes!
E mais do que isto ainda, muito mais:
Hei-de ser a mulher que tu gostes,
hei-de ser Ela sem te dar atenção!

Ah! que eu sinto claramente que nasci
de uma praga de ciúmes.
Eu sou as sete pragas sobre o Nilo
e a Alma dos Bórgias a penar!

almada-negreiros_estudo-cenico-arlequim




Esperança 

Esperança:
isto de sonhar bom para diante
eu fi-lo perfeitamente.
Para diante de tudo foi bom
bom de verdade
bem feito de sonho
podia segui-lo como realidade
Esperança:
isto de sonhar bom para diante
eu sei-o de cor.
Até reparo que tenho só esperança
nada mais do que esperança
pura esperança
esperança verdadeira
que engana
e promete
e só promete.
Esperança:
pobre mãe louca 
que quer pôr o filho morto de pé?
Esperança
único que eu tenho
não me deixes sem nada
promete
engana
engano que seja
não me deixes sozinho
esperança.

almada_negreiros-pintura















BÉNÉDICTE HOUART [9638]

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Bénédicte Houart, hija de padre belga y madre portuguesa, nació en Braine-le-Conte, un pequeño pueblo en las afueras de Bruselas, en 1968. Se trasladó en la infancia a Portugal en 1975, donde ha vivido desde entonces.
Seus primeiros poemas publicados, após chegarem às mãos do editor André Jorge, dono da editora portuguesa Cotovia, sairiam na sempre atenta revista Inimigo Rumor (n. 15, 2003), no período em que esta funcionava nos dois lados do Atlântico. 
A estreia em livro viria então com Reconhecimento (2005), seguido de Vida: Variações (2008), Aluimentos (2009) e Vida:Variações II (2011)  todos pela editora Cotovia.




hay collares que son correas
hay mujeres que son perras
ciertos hombres, perros rabiosos

a los perros propiamente dichos
no se les ha perdido nada aquí
aunque metan el hocico en todas partes
olfateando cosas imaginarias
y, además, no hablan, ladran,
tienen razón seguro







há colares que são coleiras
há mulheres que são cadelas
certos homens, cães raivosos

os cães propriamente ditos
não foram para aqui chamados
embora metam o nariz em todo o lado
farejando coisas imaginárias
e, de resto, não falam, ladram
têm com certeza razão

in Vida: variações, Cotovia






POEMAS DE BÉNÉDICTE HOUART 


com os direitos de autor 
do meu primeiro livro de poesia 
comprei um m&m amarelo 
(amendoins cobertos de chocolate) 
duvido que alguém tenha saboreado os meus poemas 
com tanto alarido 

com os direitos do segundo 
comprei dois m&ms 
fiquei abundantemente contente e 
de queixo bem lambuzado 
como convém 

cada m&m lembrava-me o álvaro 
que dizia, e passo a citar 
come chocolates, pequena, e 
eu, citando novamente, 
comia chocolates, pequenos 

com os do terceiro 
que ainda não escrevi 
já me cresce água na boca 
reservei m&ms na mercearia 
e pus a boca em pause 
embora muito a contragosto 

bem vejo como este poema é prosaico 
as minhas desculpas 
os direitos de autor não dão 
para mais metáforas do que isto 

(e, de resto, ele tinha razão, o álvaro 
o mundo é uma gigantesca pastelaria 
onde uns comem, outros veem comer) 


§ 


já penélope não sou 
nem ulisses regressa 
mudo de nome noite 
a noite ao sabor da saliva 
dos meus amantes 
de dia troco lençóis 
coso bainhas 
descanso os olhos 
dantes tecia para 
enganar a corte que 
me servia de prisão 
agora chamo-me eu 
não tenho estado civil e 
na cela que me tem cativa 
tornei-me finalmente livre 


§ 


falou-me com duas pedras na mão 
eu atirei-lhas de volta 
por pouco não lhe rachei a cabeça 
parti o vidro duma montra 
ficou parecida com uma teia de aranha 
chovesse, então, era uma maravilha 
veio um polícia e levou-me 
bem lhe expliquei a situação 
visivelmente não compreendeu 
que uma metáfora por vezes 
tem consequências pouco legais 
multou-me e aconselhou-me 
a não reincidir 
coisa que fiz logo de seguida 


§ 


são as mulheres que 
fazem chorar as cebolas 
como se descascassem a própria vida 
e, arredondando-se então, descobrissem 
um corpo, o seu 
uma vida, a sua 
e, no entanto, nada que de verdade 
pudessem seu chamar 
ou talvez sim, mas só 
aquela gota de água salpicando 
um canto do avental onde 
desponta uma flor de pano colorida que 
ainda ontem ali não ardia 


§ 


o meu cão parece um coelho 
eu pareço uma pessoa 
por vezes, raras, as coisas parecem ser o que são 
há quem se dedique a descortinar 
vida fora tal contradição e 
no fim, morra, como todos 
sem ter percebido nada afinal 

é a vida, a própria vida, queira ou não, deus ou outro qualquer 


§ 


a pedicure disse-me que 
os meus pés eram bonitos 
apeteceu-me saltar-lhe 
para os braços, mas 
em vez disso, observei-a 
não sem admiração 
desconhecia que havia tantas 
limas para a mesma ocasião 
no fim, recusei pagar-lhe pois 
o que ela havia dito 
não tinha preço 
falando, tirou-me uns calos que 
há séculos me atormentavam 


(aliás, as palavras são de graça 
quanto mais beleza 
a ninguém pertencem 
a ninguém cabe vendê-las) 


§ 


vestem-se as dores 
nos bastidores da minha memória 
esta é a puta 
que estendeu a mão 
após descruzar as pernas 
esta é a ingénua 
não estendeu a mão 
após descruzar as pernas 
esta é a nostálgica 
traz a mão estendida 
nunca descruzou as pernas 
despem-se as dores nos 
bastidores da minha memória 


§ 


para poético preferi putas 
esquinando as ruas 
alvoraçando as noites 
abanando o rabo na 
praça pública 
constipando-se 
ensopando lenços 
guardando intactos 
sonhos bem precisos 
não de regeneração, mas 
sim de exultação 


§ 


pus-me a escrever um poema 
fosse tal e qual uma pedra e 
acertasse sempre no que 
eu bem quisesse 
se parti alguma coisa, pois 
não faço ideia 
o que garanto é que 
não fui multada 
até recebi direitos de autor 
ainda que injustamente 
a pedra era obviamente um plágio 
quanto ao poema, quem sabe 


§ 


liga-me à sua maneira, diz do marido 
uma mulher cheia de nódoas negras 
ainda ontem me ofereceu 
um ramo de margaridas 
foi depois desta 
e levanta a blusa e aponta 
para uma negra na barriga 
e antes desta, mostra outra 
um ramo de violetas 
bem cheirosas, ainda não murcharam 
vai variando nas flores para 
ver se me mantém entretida 
que quer que quer é a vida... 


§ 


ó boa ó amor ó querida 
ah se eu não fosse pedreiro, mas 
senhor arquitecto 
construía uma catedral no teu coração e 
tornava-me sino nos teus ouvidos 
sepultava em vida o teu corpo 
para que ninguém mais 
ah pedreiro sou e minhas mãos 
aprenderam das pedras a resignação 


§ 


sou só uma menina 
magoada por amor à tradição 
eu cá disso nada sei 
gosto de brincar com as minhas bonecas 
no chão de terra batida onde as penteio 
eu cá disso sei quase tudo 
um dia, dizem, pertencerei a um homem 
a quem chamarei de marido, mas 
nunca com ele brincarei como 
quando fui feliz antes de 
para sempre o sexo me açaimarem 
de ninguém mulher tornarem-me 

eu cá disso não saberei 
sou uma só menina de entre todas as outras outrora 


§ 


é uma casa de passagem onde 
se vê o mar quando 
a puta veste o fato de marinheiro e 
põe a cassete da tempestade 


§ 


a puta que me pariu era a mais linda da rua formosa 
eu saí a ela deve ser por isso que mal sorrio os homens perguntam 
quanto é 
e eu não é nada a puta que me pariu pôs-me a estudar e eu agora 
só sorrio e é tudo de graça 
ea seguir mostro-lhes o rabo ea seguir as pernas e ponho-me a andar 
deixo-os de corpo a abarrotar 
de tralha 


§ 


um homem geme porque 
o corpo da mulher que recusa 
se enrosca e 
a recusa é doce e um homem geme 
enquanto a mulher se ausenta 
estica o corpo até às nuvens 
enfia os dedos no ânus das nuvens e 
está frio na ponta dos seus dedos então 
a mulher cose as nuvens umas às outras 
monta um carrossel para se aquecer 
e disse tomai os meus vestidos enfiai-os que não os quero mais 
e empinou o corpo 
finalmente a mulher remata o homem enrosca-se então 


§ 


hoje vou com aquele que me levar 
e se for uma mulher 
vou com as suas mãos que remendam 
e não substituem 
e se for um homem 
vou com as suas mãos que remendam 
e não substituem 
e se ninguém houver 
vou com ninguém que me leva sempre 
para onde não quero 
e vou com as suas mãos que substituem não remendam 
é por isso que à noite 
espreito para a janela dos comboios 
e cumprimento-me timidamente 


§ 


acho que as crianças devem ser mantidas na ignorância 
de certas coisas da vida 
pois não sabendo nada sabem nada e é 
muito embora muito pouco pareça muitas coisas aparecem 
nós já não sabemos como nada pesa tanto que 
só um pequenino pode ser derrubado 
e do chão vir-se com as estrelas é quando chovem 
as gotas escorrem-lhe dos dedos e são as lágrimas benditas 
seja maldita a nossa incompleta desolação 


§ 


no dia de todos os mortos quero um homem 
bem vivo na minha cama 
pois os mortos são muitos e 
dos vivos basta um 
se não chegar 
dá deus outro 
parecido com os demais onde é preciso 
cada vivo desalinhar 

GERRIT KOUWENAAR [9639]

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Gerrit Kouwenaar. Nació en Amsterdam en 1923.
Fue miembro de la resistencia, periodista, traductor, poeta y escritor de prosa.

Obra:

Bibliografie

1941 - Vroege voorjaarsdag
1946 - Uren en sigaretten (twee novellen)
1949 - Goede morgen haan (gedichten met tekeningen van Constant Nieuwenhuijs)
1950 - Negentien-nu (roman)
1951 - Ik was geen soldaat (roman)
1953 - Achter een woord (gedichten)
1955 - Vijf 5-tigers (bloemlezing)
1956 - Hand o.a. (gedichten)
1956 - Val, bom (proza) (herziene versie in 1963)
1957 - De ondoordringbare landkaart
1958 - Het gebruik van woorden
1960 - De stem op de 3e etage (gedichten)
1960 - Gedichten 1960 (gedichten)
1961 - Weg verdwenen (gedichten)
1962 - Zonder kleuren (gedichten)
1962 - Zonder namen (gedichten) (herziene versie in 1965)
1964 - Sinaia (gedichten)
1964 - St. Helena komt later
1965 - Autopsie/anoniem (gedichten)
1969 - Honderd gedichten (gedichten)
1971 - Data/decors (gedichten)
1974 - Landschappen en andere gebeurtenissen (gedichten)
1978 - Volledig volmaakte oneetbare perzik (gedichten)
1982 - Gedichten 1948-1978 (gedichten)
1982 - Het blindst van de vlek
1987 - Het ogenblik: terwijl
1989 - Een eter in het najaar
1991 - Een geur van verbrande veren
1993 - Er is geen elders waar het anders is
1996 - De tijd staat open
1998 - Een glas om te breken
1998 - Helder maar grijzer
2002 - Totaal witte kamer'
2005 - Het bezit van een ruïne
2008 - Vallende stilte (een keuze uit eigen werk)




Inmóvil

Mientras se atiza el fuego, el otoño
se asienta en la casa, ante la duda
hay que salir afuera, allí aún existe el tiempo
años más tarde será esto, un hoy, fino oro
de futilidad, descascarillado, hablo
de la juventud, la despedida suprema, ya se ve
el final del jardín
siempre el estar inmóvil sobre la piedra al viento
que pasa, siempre la fruta sin fruto
junto al estanque blanco como la tiza
¿qué queda del tránsito? ¿dónde sacarifica
la miel? ¿qué precipitó en las retortas? nadie
en donde uno se perpetúe, se amortaje
con palabras postreras
para seguir aún aquí, una copia, mientras
no se ve sino un telón, lejanía
de letras, nada hay detrás – 








Roerloos 

 Terwijl men het vuur opstookt zet de herfst
zich vast in het huis, voor twijfel
moet men naar buiten, daar is het nog tijd
jaren later is dit, een vandaag, dun goud 
van vergeefsheid, het bladdert, dit gaat
over jeugd, het uiterste afscheid, men ziet
het eind van de tuin
altijd het roerloze staan op het steen in de wind
die voorbijgaat, altijd het vruchteloos fruit
rond de krijtwitte vijver 
wat beklijft van de doorreis? waar versuikert
de honing? wat bezonk in de kolven? niemand
 waar men zich nalaat, zich aflegt
 in latere woordenom 
hier te staan nog, een afschrift, terwijl
geen ander zicht dan een voorhang, verte 
van letters, niets is daarachter – 




Querido, Ámsterdam, 1991)
Inmóvil.
Traducción de Fernando García de la Banda.
 El poeta es una vaca: 21 poetas neerlandeses. 
Antología de poesía moderna holandesa y Flamenca 
Universitat de les Illes Balears, Palma de Mallorca, 1995.



HANS FAVEREY [9640]

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Hans Faverey
Hans Antonius Faverey (Paramaribo, 14 de septiembre 1933 - Amsterdam, 8 de julio de 1990) fue un poeta holandés de Surinam. Además de poeta, fue profesor de la psicología de la Universidad de Leiden. Su poesía está influida por Vijftigers .

OBRA:

1968 - Gedichten
1972 - Gedichten 2
1977 - Chrysanten, roeiers
1978 - Lichtval
1980 - Gedichten
1983 - Zijden Kettingen
1985 - Hinderlijke goden
1988 - Tegen het vergeten
1990 - Het ontbrokene
1993 - Verzamelde gedichten
2000 - Springvossen




ALLÍ DONDE ENTONCES, QUIETO...

Allí donde entonces, quieto,
se alzaba el albaricoquero,
me he detenido ahora yo.

Conservo en mi memoria
el lugar entre los gladiolos
donde entonces se encontraba
ella: me lanzó el albaricoque
–entonces. Y ahora,

mientras el recuerdo hace
de sí mismo lo que quiere,
empezamos de nuevo a morder,
casi a un tiempo, en medio

del maizal: ella su
albaricoque, yo mi albaricoque;

mientras los zorrillos aún se deslizan
entre los viñedos, y el mar,
murmurando: ella junto a mí no está;
no, aquí no lo encontrarás;
dentro de mí ella no está.



Waar stil toen de abrikozenboom stond
Allí donde entonces, quieto, se alzaba el damasquero.
 Traducción:Diego J. Puls (en colaboración con Carmen Bartolomé
Corrochano), publicada en «Poesía contemporánea en lengua neerlandesa», Stichting Ons Erfdeel, Rekkem (Bélgica), 1993( revisada en 2013).







GUISELA LÓPEZ [9641]

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GUISELA LÓPEZ
Escritora Feminista Guatemalteca. Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Especialista en Estudios de Género por la Universidad Nacional Autónoma de México y Fundación Guatemala. Estudios de Género en Destacados Programas de Postgrado como  Cátedra Regional UNESCO, la OEA, IIDH, Red URB-AL, PNUD. Diploma de Estudios Avanzados en Investigación D.E.A. y actualmente doctoranda en el Programa Interuniversitario de Doctorado “Género, Feminismos y Ciudadanía: Perspectivas para un Nuevo Siglo” por la Universidad Internacional de Andalucía. 
Fundadora de la Colectiva de Mujeres en las Artes, Coordinadora del Seminario de Literatura Feminista y la Cátedra Alaíde Foppa en coordinación con el Centro de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México. Investigadora y docente del Instituto de Estudios de la Literatura Nacional y el Instituto Universitario de la Mujer IUMUSAC de la Universidad de San Carlos. Participa actualmente en el proyecto de investigación regional “Identidad y utopía en la literatura de mujeres indígenas y afrocaribeñas de Centroamérica” de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, México, y en el proyecto “Historia de la poesía escrita por mujeres en México”, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Poemarios publicados: “Voces Urgentes”  2012. “Mujer de nueva cuenta”, “Nueva mirada”, Versos del desamor” y “Erótica de mar”, 2011. “Postales de Ciudad” 2010, “Brujas” 2006, “Canto Nuevo” 1980, “En Busca del amanecer”.  1976.  Antologías: Hotel Quequén III Mosaico Poético Latinoaméricano, Buenos Aires Argentina 2009. La Mujer Rota, Literalia Editores 2008. Transitando entre la subjetividad poética y la comunicación.  “Poesía, cuentos y vos”, Ediciones Pasión de Escritores, Argentina 2012. Hotel Quequén III Mosaico Poético Latinoaméricano Buenos Aires Argentina 2009. La Mujer Rota, Literalia Editores 2008. Antologías Nacionales, Transitando entre la subjetividad poética y la comunicación. Antología de poetas Guatemaltecas (2009). Sueños de Guatemala 2004; Voces de pos guerra 2001; “Guatemala Voces desde el Silencio”, Simerman. 1993; “Antología de autoras Belemitas” 1983. 

Libros académicos:“Relatos de Mujeres Nuevas” 2,011, “Literatura Feminista y Ciudadanía” 2010,  “Mujeres, Discurso y Ciudanía” 2010. “Mujeres Mayas y Garifúnas: Género e identidades culturales” 2009. “Donde están las Mujeres: Experiencias Metodológicas para Desarrollar Investigaciones con Enfoque de Género y Feminista” 2008. “Pensamiento y compromiso social” 2008. Reseñas IV Tomo Literatura Nacional INESLIN Guatemala 2012 y Dictionnaire des Créatrices, en "Editions des Femmes" París 2011. Sin más nada a bordo, Costa Rica 2010. Mujeres Ciencia e Investigación: Miradas críticas 2009. Construyendo Nuestra Ética feminista. Nicaragua 2009. 

Reconocimientos recibidos Premio Investigadora del año por  Facultad de Humanidades y Dirección General de Investigaciones DIGI, USAC 2010. Investigadora Universitaria Destacada 2011 por el Instituto Universitario de la Mujer- IUMUSAC y Primer Lugar, Certamen Académico de Mujeres Mayas-Garífunas-Xinkas-Mestizas. Convocado por la Comisión Presidencial de Derechos Humanos-COPREDEH, el Ministerio de Cultura y Deportes, la Secretaria Presidencial de la Mujer-SEPREM. Homenaje como Artista Destacada en la rama de literatura 2012 Festival Ixchel- Palacio Nacional de la Cultura. Mujer de las Américas – “Medalla Oficina Nacional de la Mujer 2013” Ministerio de Trabajo.







Selección de poemas del Poemario “Brujas” Guatemala 2006.



Anti Penélope

I

Una vez roto
el mito de Penélope,
desataré la luna
y zarparé
el alba entre los dedos,
a construir
un nuevo país,
sin matrimonios,
sin esperas,
donde la soledad
no duela.

II

He cambiado
la espera…
por búsqueda de mar.







Reflejos

I

Hay gente 
que ama de lejos
como corriendo hacia las montañas
como oteando el mar,
despidiéndose,
pronto…
antes de que se les  acabe 
el amor.


II


Hay quienes
se calzan con cristales quebrados
espejos rotos…

A  pesar de sus huellas
se empeñan en ser sauces.

Ocultan con listones
sus dorsos
cifrados de cicatrices
y  antes de comulgar
se dan golpes de pecho.

Fingen ceguera para su miseria.

Devotamente
practican la doctrina
del odio hacía sí mismos.







Del Poemario Postales de Ciudad


Postal en sepia

El parque 
es un escenario desgastado
los mismos personajes
representan las mismas historias
el par de enamorados,
el hombre que espera
y el que no espera nada.
Y yo,
que vengo a pensar en  vos
año tras año.







Del poemario versos del desamor 

Despedida

Se desmoronó 
la máscara de olvido,
y ahora tu ausencia
está presente.

Ha quedado al desnudo, 
expuesta ante el silencio,
sosteniendo ese viejo amor agujereado,
desgarrado, 
desahuciado amor.

Y me pareció todo 
tan triste
que hice mutis
sin conseguir articular palabra.






Al tamiz de los días

Pasó el ciclo 
del adiós,
el de la ira,
ahora 
te andas instalando
en el recuerdo,
despacito,
sin hacer ruido.
como el azúcar en el café.






Del poemario Voces urgentes



Ni una más 

No cabe tanto dolor en la palabra.

Desbordan el silencio 
las sonrisas truncadas,
los besos sin florecer
las promesas...
 barriletes sin hilo 
derivando en el viento.

Cuantas historias rotas,
peces sobre el asfalto.

Memorias 
de mañanas con sol, 
de vestidos de domingo y labiales rosa, 
de zapatillas de baile y muñecas de trapo,
de corazones de San Valentín y pasteles de cumpleaños.

“Porque tus ojos son cielo de la tarde”
“Porque tus manos son pájaros ansiosos”
“Porque tu pelo es río 
Y tus pasos huellas de luna sobre el césped”
Lolita ili tina
Lety sole ana
Tere cesi ale

Sus nombres tapizando la ciudad con gritos 
con margaritas pisoteadas
con poemas muertos antes de extender las alas.

No podemos cerrar los ojos al terror
su laberinto podría devorarnos.

Para contener esta sombra que se cierne
sumemos nuestra voz a la palabra,
hagamos pactos de amor,
treguas de dudas,
que no falten rosas ni versos, 
seamos intolerantes al silencio,  
para que Ni una más 
sea despojada de abril, del viento y de la lluvia.



ROBERTO OBREGÓN [9642]

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Roberto Obregón 
Guatemala (1940- ? )


¿Dónde está Roberto Obregón?


De aparecer apareció
pero en una lista de desaparecidos
Nicanor Parra

Roberto Obregón fue un poeta guatemalteco que destacó en la década de los 60. Había nacido el 13 de noviembre de 1940, en San Antonio Suchitepéquez, Mazatenango. Estudió Derecho de la Universidad de San Carlos de Guatemala; entre 1958 y 1960 recibió cátedra de Flavio Herrera. Publicó sus primeros poemas, intitulados 'Los versos del alfarero'.
En 1961, obtuvo una beca para estudiar en la Universidad Patricio Lumumba, de Moscú, en donde siguió cursos de filosofía; de esa etapa, logró un doctorado en 1967. Viajó por varios países de Europa, y hasta 1968 fue que regresó a Guatemala.
Se integró al grupo recién formado "Nuevo Signo", que se había reunido para poder publicar los poemarios de sus integrantes. Obregón, anteriormente, había publicado varios de sus poemarios en la Unión Soviética, siendo traducidos a varias lenguas de esa nación. En Guatemala, publicó en 1969 "El fuego perdido".
En enero de 1970, el grupo "Nuevo Signo" había logrado publicar un libro en conjunto. El 28 de marzo de 1970, Roberto Obregón viajó a San Salvador, invitado por el grupo poético de ese país "Piedra y Siglo" para dictar algunas conferencias.
El 6 de julio del mismo año, la salida de Roberto Obregón quedó registrada en la aduana de salida de El Salvador, pero jamás se tuvo registro de él en la entrada de Guatemala; desapareció en ese breve intervalo de la frontera. Recientemente, seis días atrás, Manuel Arana Osorio había tomado posesión, augurando así las masacres de su período.
Roberto Obregón jamás apareció, pese al esfuerzo de sus padres por encontrarlo, pues él no era diputado al Parlamento Centroamericano (que ni existía para entonces) y las muertes de guatemaltecos en El Salvador o viceversa no merecieron tanta bulla como la muerte de los representantes salvadoreños.
Recién cumplido un nuevo aniversario de su desaparición, vuelve a sonar la pregunta: ¿Dónde está Roberto Obregón? Por el momento, ante las dificultades de encontrar respuesta, nos limitamos a buscarlo en su poesía.





RESURRECCIÓN

Cristo se fue desprendiendo del madero
quedóse con los clavos con las espinas
retoñando ya en las manos y en la frente
volcía robustecido de crímenes y leyendas
milagros y amenazas de destrucción y advenimiento
Allí mismo nos sentamos a jugar a los dados
yo apuesto a la vida pronunció serenamente
y yo por qué no voy a apostar a la vida respondí
(sonreí malquiciosamente si le llevaba ventaja)
Yo tiré AFIRMASTE ser el camino la verdad y la vida
Mas indicastevía irreal no contando la crueldad
mas en el primer encontrón pusiste la otra mejilla
aunque en ciertas cosas claro poseías la razón
y para rematar a tus amigos preferiste la muerte
cada quien reconoce su lugar y le señalé la cruz
juguemos entonces apostemos la eterna moneda
antes de descender y precipitarme en el gólgota
cara me apresuré y él no tuvo más que decir CRUZ
y el hacha de un abismo nos separó a los dos
Él halló en una orilla y yo desde aquí clamoreaba
YO MISMO ESCOGÍ ESTE MUNDO Y AGUANTARÉ
NADIE ME MANDÓ YO SOLITO COMO CUALQUIER CRISTIANO
El viento solamente el viento allá en el fondo
arrancaba tierra a los pies de la alegoría
ya no quiero saber nada nada nada me alejaba
con el dolor y los sueños de barro del hombre
y la historia toda del que se llame Juan o María
En pasando tres días al disiparse la bruma
la cruz surgió desnuda así como antes del símbolo
fresca y olorosa a árbol derramando sombra
se le durmió Adán a la cabeza informó la prensa
y a teletipo difundieron el rumor entre la muchedumbre
En menos de lo que canta un gallo
en los amplios dominios de Jehová
en plenas narices le reventó un foco guerrillero
comandado por el hijo de un carpintero

(El fuego perdido, 1966)









UNCIÓN

Reduciré mi palabra
a una gota de agua,
la depositaré en la hoja
humedecida de tu lengua,
en tu sabroso paladar.
Y enmudeceré, contento.

(La flauta de Ágata, 1968)







PROLONGACIÓN DE LA NOCHE

No me niegues que a veces,
al despertar,
quisieras refugiarte nuevamente
debajo de mis manos,
quedarte quietecita, apenas
respirando,
convertida en la misma huella
de la noche.

(La flauta de Ágata, 1968)








Mis manos,
mis pies,
a los grandes sueños
habéis encadenado.
Mi corazón, mi sangre
he plantado con tu queja,
mis ojos
llenos de visiones
mis manos
llenas de guijarros.
Mis manos,
mis pies,
a los grandes sueños
habéis encadenado
habéis encadenado...

(El aprendiz de profeta, 1965)






CALENDARIO

En la semilla
está la trayectoria del maíz,
el ciclo de la cosecha.
A los ojos del hombre,
es una lágrima.
Y en ella, una sonrisa amarga.






Del ser al no-ser

Catastrófico es el segundo
en que a la vida volvemos,

saber que hemos tenido en las manos
la palpitación del mundo

y, hallándonos otra vez entre los muertos,
no recordar en dónde
ni por cuánto tiempo.






DULCE RAPIÑA

Eres un sarcófago viviente,
sepulcro que en la oscuridad
abre sus ramos lechosos,

agitas tus remos y crujes
devorando mi carne y mis huesos.

Fuera de ti sólo queda mi rastro
y nada que valga la pena.






El cantor ciego

Y es que yo solamente soy una sombra
que absorbe la humedad de la puerta.

El tallo abriéndose en un pensamiento
humedecido en las pisadas del tiempo.

Distraído grabador de los frutos del árbol
que extravió su trayectoria en el ámbar

el encargado de la llave que al abrir tus puertas
fue a dar al fondo con los ojos cerrados.





LUIS DE LIÓN [9643]

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Luis de Lión
Luis de Lión, nacido como José Luis de León Díaz (San Juan del Obispo, Sacatepéquez, 1939- 6 de junio de 1984) fue un escritor guatemalteco secuestrado el 15 de mayo de 1984 por elementos de inteligencia del ejército de Guatemala y desaparecido desde entonces. Su novela póstuma El tiempo principia en Xibalbá está considerada como una pieza fundamental en la narrativa centroamericana contemporánea.
Nacido en el seno de una familia kakchiquel, el trabajo de su padre (policía en la época del dictador Jorge Ubico) le permitió acceder a una educación básica que, posteriormente, completaría en Ciudad de Guatemala, obteniendo el título de maestro de educación primaria.

Desempeñó su labor educativa en varios puntos del país hasta que ganó una cátedra de literatura en la Universidad de San Carlos. Afiliado al Partido Guatemalteco del Trabajo (comunista), como dirigente magisterial, defendió el acceso general a una educación de calidad como garantía para la mejora del nivel de vida de la población guatemalteca. Así, en su pueblo de origen, San Juan del Obispo, fundó una pequeña biblioteca en la que alfabetizó a varios de sus vecinos.

El 15 de mayo de 1984, un grupo de hombres armados vestidos de civil lo introdujo a la fuerza en un automóvil sin placas, mientras se dirigía a su trabajo en el Centro Histórico de Ciudad de Guatemala, engrosando las filas de los cerca de 35.000 desaparecidos por los gobiernos militares guatemaltecos durante los años 1980.
No se supo nada de su paradero hasta 1999 cuando su nombre apareció en el Diario Militar, un documento que contiene fotografías e información sobre las capturas y ejecuciones de cerca de 200 personas, y en el que figuraba con el número 135. Así se supo que fue asesinado el seis de junio del mismo año. 
En 2005, el gobierno de Guatemala, encabezado por el presidente Óscar Berger, reconoció la responsabilidad estatal en la muerte de Luis de Lion y le rindió un homenaje póstumo en su casa museo de San Juan del Obispo.

Legado

La Casa Museo Luis de Lion se encuentra en San Juan del Obispo, pueblo natal del escritor. Conserva su obra, exhibe sus pertenencias personales —incluyendo libros y apuntes— y mantiene la pequeña biblioteca pública que él mismo fundó, y que es dedicada a la atención de la población infantil del lugar.
La figura literaria de Luis de Lion se estableció con la publicación póstuma de su única novela El tiempo principia en Xibalbá, que vio la luz en 1985. En ella inserta la cosmogonía maya en el relato contemporáneo, reconfigurando así toda una época de la narrativa guatemalteca.

Obra Publicada

Los Zopilotes (cuentos) (Editorial Landivar, 1966)
Su segunda muerte (cuentos) (Editorial Nuevo Siglo, 1970)
Poemas del volcán de Agua (1980)
Pájaro en mano. Certamen Permanente Centroamericano "15 de septiembre" (Editorial Serviprensa Centroamericana, 1985).
El tiempo principia en Xibalbá (Editorial Serviprensa Centroamericana, 1985)
La puerta del cielo y otras puertas (Editorial Artemis Edinter, 1998)
Poemas del volcán de Fuego (Bancafé, 1998)





El poema y el poeta
               
Tú me pides
un poema
y yo te digo:
amor,
si tú lo eres.
Cada parte tuya
es una estrofa
y todo el conjunto,
poesía.

Para escribirte
habría que volver
a la poesía clásica,
habría que volver
gimnastas a los versos.
Escribirte
en verso libre
no es correcto
y yo no puedo
escribir 
a la manera clásica.

Mejor déjame
entonces plagiarte
con mis besos,
déjame sentir
toda la resonancia
de la estrofa,
pues de todos modos,
amor,
si tú eres el poema,
yo soy el poeta.

        




El enfermo
               
Si tus labios en verdad fueran de azúcar
y no solamente dulces,
hace años que habría muerto...

¡Tú sabes que yo soy diabético!
        





La lluvia
               
Así me gusta tu pelo,
tendido y húmedo
como una lluvia.

Ah,
qué infinidad de delgados ríos
se derraman sobre tu espalda,
qué inagotable fuente,
qué cielo el que se deshila.

Si tu pelo no fuera negro,
si fuera transparente
como esta gota,
diría que el día de hoy
principió el invierno
y correría descalzo
hasta empaparme
y vigilaría el momento
en que estallara la primera flor
e insurgiera la primera hierba.

Si tu pelo no fuera negro,
sería la primera cabellera
de este invierno.






Los creadores
               
Los hombres sentimos envida de los dioses:
ellos están en el cielo y nosotros, en la tierra,
ellos vuelan sin necesidad de alas
y nosotros tenemos que hacerlo sobre aviones,
ellos hacen los milagros y nostros tenemos que adorarlos.

Pero cuando tú y yo formamos la figura de un pájaro
volando sobre nuestro propio cielo
-alas son nuestros brazos-
y tu vientre se llena de la más perfecta creación,
son los dioses los que sienten envidia de los hombres.








Acerca de la ternura
               
Si no hubiera conocido tu piel,
si tus ángeles y sus pájaros
-morenos, desde luego-
no hubieran sido acariciados por mí,
si no hubiera tocado la ternura
de sus cantos y sus arpas
y la seda de sus plumas,
seguramente,
mi mano,
esta mano
tendría la dureza
de una piedra.


Poemas del volcán de Agua (1980)


poema para el niño del volcán de agua: El volcán era su casa. Y el volcán «es casado por dios y por los hombres / y es fecundo con su esposa / y quisiera serlo con la tierra». El niño «deposita gotas de trabajo / en las alcancías de la iglesia, / pues cree aún que no hay aquí posibilidad de paraíso. / (…) siembra de todo para cosechar de todo, / pero más siembra esperanza y cosecha desconsuelo».



poema para mi cielo: El cielo era «niño» y «virgen», cuando creció «se pobló de flores» y de «vírgenes» y luego se hizo viejo y se volvió «prolongación d otros cielos». 



mi casa: Su casa clara y limpia, pura y de cielo en don «navegaba feliz sin ahogarme, / como un pez».



poema a una señorita: La señorita dentro de la iglesia «convocaba / a las fiestas» y la misa. Todos querían subir para tocarlo y beber su «miel».





poema a mi barrilete

(...) 
hasta que un día,
de una hoja de periódico
pude construir una paloma-barrilete
que volaba,
que metía su poquito en el cielo
para aplacar su sed
y seguir volando,
y se volvió mío todo el infinito,
y me sentí dueño
de todos los arco iris,
mi alegría
se volvió un carrizo de hilo
largo, largo,
y pude enviar a mis hermanos
que vivían en las nubes,
según decía, llorosa, mi madre,
todos los telegramas
que quería.




la alfombra: La alfombra era el barranco de «peces de los montes», «flores coquetas», «bosques y bejucos», de ilusión y esperanza, el volcán del niño y su algarabía, etc. hasta que llegó el hombre que «no amaba más niños que los suyos» y la «alfombra fue deshecha»: 

los abuelos decían que no era verdad  
y contaban una historia de vergüenza y despojo.






el rey: No hay más rey que el de los trompos y el que enseña «que todo lo que había en las corolas / se volvía música».




el ojo de agua:  

(…) y me lanzaba adentro de sus aguas.

claro que nunca me secaba.
de sus aguas,
yo salía transparente.
como una gota de rocío
al que sólo un rayo de sol le hiciera falta
para convertirse en pájaro.





poema a mi niño: El niño que fue y lo que pasó, la vida campesina como «bestia de carga». La tristeza y el sufrimiento de lo que se vivió y permanece aún como hombre. 






poema de la niña

a mayarí, verdadera autora de este poema.
a mafalda, cuya lectura me ayudó a escribirlo.

sus ojos eran vírgenes.
en su aldea
había visto las noches de diciembre
y ahora, 
en el fondo del valle,
miraba la ciudad.

era de noche.
la niña alzó la vista 
y el cielo estaba limpio:
pensó que las estrellas 
se habían desprendido. 





poema del que pretendió ser novio: El hombre aceptó la campana como «señora», como «la mujer que ha sido madre» y ya no como «una explotadora,  una extraña, una vieja». Aceptación de la cristiandad dentro de su mundo ¿? 





el poema viejo

hace años pensé escribirles un poema a los cipreses,  
pero, fundamentalmente,  
a estos que forman la alameda.

el motivo del poema  
no era porque fueran árboles,  
sino porque, según yo, se parecían a los hombres.




los héroes: Campesinos descalzos luchando contra «los dueños de la casa de tejados» con zapatos de cuero en la «alfombra verde» que conocían mejor que nadie: 

nuestros pies se movían en el campo de fútbol  
como peces en el agua  
y frente a los zapatos que molían nuestra piel  
para vencernos,  
nuestros pies se morían de la risa.





el jefe: Cunado eran niños, el único jefe era el que mejor sabía jugar cincos. Lo único necesario y justo para ejercer el poder…: 

por eso era nuestro jefe.  
era un artista del pulso,
un poeta de su técnica.
era un estratega de los cincos.






MARIO RENÉ MATUTE [9644]

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Mario René Matute, poeta, narrador y ensayista guatemalteco. 
Ciudad Ausente, La ciudad sin párpados, Cuentos en Carreta son algunos de sus libros.

   
Los 80 de Mario René Matute

Carlos Cáceres Ruiz

En Guatemala y otras partes del mundo lo conocen como Choco Matute, no son poco quienes en México lo llaman Matutitno, en el movimiento revolucionario guatemalteco tuvo el nombre de Orlando, y sólo cuando le mandan invitaciones le colocan su nombre verdadero: Mario René Matute García-Salas.
          Mario René es un profesional invidente, escritor y poeta que rebasa tiempo y espacio. Ser universitario de la piscología, graduado en la Universidad de San Carlos de Guatemala, no fue fácil para él. Luchó contra el criterio imperante en muchos sectores que ubicaban como incapacidad una capacidad diferente.   
          ¿Cuál fue la respuesta de este hombre que recibió el apoyo de familiares y amigos, especialmente como lectores? Prevaleció el espíritu matutiano para superar adversidades. Su familia y él nunca solicitaron un trato especial y logró graduarse en 1972 como psicólogo con la tesis El problema psicosocial de la ceguera. Un enfoque audaz desde la perspectiva humanística. Este estudio es un triunfo de la perseverancia y, esencialmente, un derecho asumido por Mario René para entregar un aporte de investigación con calidad académica a la sociedad guatemalteca. Esta actitud ha sido parte de su vida. Por esta razón escribió en su libro Ciudad ausente: “La vitalidad incontenible que hierve en la entraña de la selva”.
           Mario René Matute es un guatemalteco intelectual de izquierda. Sin ataduras dogmáticas y abierto al pensamiento plural. Por su actividad política fue  perseguido en Guatemala y obligado a ser parte del exilio político guatemalteco; vivió en Costa Rica y desde1984 se acogió a la tradicional política mexicana de exilio.
          Estar fuera de su patria fue difícil, pero Matutino lo convirtió en fortaleza para continuar luchando por una Guatemala democrática. Esta situación explica lo expuesto por Choco en una entrevista: “Mantengo una estabilidad aceptable en nuestra asignatura cotidiana por sobre la turbulencia de las crisis, las evocaciones y los antojos del futuro”.
          Los sectores más atrasados de la derecha guatemalteca trataron de detener su pensamiento, pero fue inútil pues continúa dejando huellas a través de una presencia siempre creadora. Este aspecto básico en su vida le ha permitido ganar concursos de ensayo social, novela, cuento y poesía. En ellos se encuentra la palabra de un hombre invidente siempre atento a la realidad socioeconómica y política y de su país, impulsando su imaginación literaria y destacando las posibilidades rítmicas de la poesía.
     Mario René no requiere de sutilezas líricas ni complicaciones retóricas o exaltaciones apologéticas. Su sensibilidad estética ha sido esencial para ser galardonado en diversas ocasiones: en 1995 su cuento El saxofonista obtuvo el primer lugar en el concurso que convocó, en Lima, Perú, la Unión Latinoamericana de Ciegos. El hecho de ser un escritor genuino se confirmó una vez más cuando ganó en dos ocasiones los Juegos Florales de Quetzaltenango con los cuentos El brujo, El gato y El suicida. En 1995 obtuvo el premio único de ensayo convocado por la Fundación Mirna Mack y AVANCSO, con el trabajo denominado Desarraigo. Estos factores permiten afirmar que cuando el lector tiene en su manos un libro de Mario René, de inmediato se establece una amplia empatía con él porque expresa vitalidad humana.
          El pensamiento de Mario René es fiel a su compromiso social, pero también se encuentra en él un fraguado carácter. Por esta razón, no es posible hacer distinciones entre acción y canto, porque en él circula la sangre apasionada de sus versos y la de quien ha hecho esfuerzos por lograr cambios sociales en su país.
          El nombre de Mario René tuvo especial impacto en España cuando volvió a estar presente en el mundo de la literatura. Sus palabras resonaron con modernidad y, una vez más, su sensibilidad se expresó a través de la novela Los alcatraces  –publicada en braille– y el libro Cuentos vivos. En años diferentes ambos obtuvieron  el premio Tiflos (ciego, en Griego) que convocó la Organización Nacional de Ciegos Españoles. En España la revista Domingo le hizo una entrevista con relación a Cuentos de un país perdido y es imposible dejar de mencionar su libro Palos de Ciego (2001) lo cual le permitió recibir el premio Quetzal de Jade, de la Asociación de Periodista de Guatemala.
          Mario René cumple 80 años el 20 de agosto. Él mismo señala que es una buena ocasión para recordar a dos personas especialmente amadas quienes lamentablemente fallecieron: su esposa, la dirigente política, ingeniera Olga Jiménez, y su hijo Mario René Matute Iriarte, ametrallado el 17 de julio de 1980 en las calles de la colonia 20 de Octubre, zona cinco, por los eternos impulsores del crimen, que prevalecieron en Guatemala durante el conflicto armado interno asesinando a miles de jóvenes.  
          La Constitución guatemalteca establece que hombres y mujeres son iguales ante la ley; sin embargo, es necesario garantizarles en la práctica a las mujeres un trato equitativo con relación a tener el derecho a oportunidades de participación y crear una nueva conciencia en la sociedad para combatir la exclusión social. Este fue un factor básico en la acción sociopolítica de Olguita en Guatemala, donde  desarrolló actividades en el movimiento sindical y popular. Su participación universitaria –al iniciar sus estudios de ingeniería– permitió que se desarrollara como líder del Frente Universitario Democrático y, posteriormente, el 9 de marzo de 1980, fue la principal fundadora de la Unión Nacional de Mujeres de Guatemala la cual se propuso ser una organización amplia “de mujeres democráticas (…) unidas para luchar por la conquista, aplicación y defensa de los derechos de la mujer y de la infancia, en la lucha por la independencia nacional y la paz mundial”.











I. EL DIA

Nuevamente el día al pie de la ventana,
con sus hebras de sol,
sus nubes altas.
Otra vez las nostalgias oscilando
colgadas de las interrogantes infinitas.
Aún no llegan los caminos,
el manantial se retarda en su escondite,
las manos no lo alcanzan todavía.
El día está así,
sentado a la diestra
de los sueños carcomidos;
algunos nimbos peregrinos
rodean la inmensa soledad
y callan como plumones de ángeles enfermos.
Habría que transcurrir por el silencio,
con sonámbulos sigilos,
pasar por debajo de este día
- o de cualquiera -
devolverle el saludo a la muerte
que espera con paciencia
que vadeemos el torrente de ignominia
para alcanzar su ribera
y besarnos la frente;
hay que devolverle el saludo
y decirle que aguarde
con su calendario abierto,
que ahora hay un día de sol en la ventana
y aún no ha caído la última gota
del tiempo que repleta la esperanza.








II. A MITAD DE LA LUZ

A mitad de la luz me detengo,
un signo de interrogación en cada flanco;
suspenso en la angustia
que busca inútilmente la palabra,
el motivo ,la razón,
la semilla original
y el bocado de eternidad
en que un dios desconocido
nos tragará , borracho
o rencoroso,
envidiando la soledad de nuestra ruta
o con piedad por nuestras alegrías...
Aquí, de pie frente al vacío,
a mitad de la luz
y con una interrogante en cada flaco ,
la espera se escure
por túneles futuros
que desembocan necesariamente
en el pasado.
Los vocablos se preludian
en su tesitura finita e inperfecta;
al repasar los mútiples registros
se quema el tacto en su impotencia absurda
y no se alcanza
la palabra ausente.
¡Ah! si tornaran los viejos ademanes,
y pudiésemos entrar sin permiso
en los ensueños;
volver a beber
con mis querubes recién resucitados,
el agua de las horas verdaderas
a mitad de la sombra
en tus pestañas.







III. ESPERANZA

El tren volará a las doce,
a las once, a las diez, a las nueve...
el nombre del propio terrorista,
con su investidura atómica en el pecho,
andará descalzo por los siglos
equilibrando en el filo infinito
de la perpetua muerte nuclear.
Dios vomitara infernales insultos
y el tren volará a las doce,
a las once, a las diez, a las nueve...
el cero cóncavo y absurdo
lo envolverá todo
en el abrazo sin fondo de la nada,
¿y ese niño que sonríe
dialogando con la luz?
Y la muchacha que guarda
siete lunas de espera palpitante
en el vientre que se curva
hacia el futuro?;
y los adolencentes que escondieron su beso
en el murmullo de la fuente?;
y el olor de los huertos encendidos;
la vitalidad incontenible
que hierve en la entraña de la selva?;
la ciudad ajustando sus relojes
al movimiendo incesante de la vida;
las ruedas del trabajo colectivo
que transforman el esfuerzo en bienestar
y en alimento.
Con permiso, sombríos augurios ,
que el insulto a lo humano
se haga añicos;
que de par en par
se abran los vientos;
allá en el horizonte ,
donde el esperma primordial
crea el mañana
despunta la esperanza del futuro.
El tren en el que viaja toda la especie
volará a las doce, a las once, a las diez...
alado de razón ,ciencia y justicia,
burlará la soberbia y la ingnominia
y se alzará hasta la paz
en un viaje solar sin retroceso.


Los poemas fueron tomados del Libro Ciudad Ausente, editado por Editorial Praxis en México D.F.






JOSÉ LUIS VILLATORO [9645]

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JOSÉ LUIS VILLATORO

Nació en San Marcos, (Guatemala) en 1932, educado y graduado en el INMO.  Realizó sus estudios en educación de adultos y elaboración de materiales de lectura complementaria en México y Venezuela.  Miembro del grupo de poetas y escritores Nuevo Signo.  
Falleció en 1998.
Su poesía ha sido traducida a varios idiomas y forma parte de antologías nacionales y extranjeras.  Ha ganado los Juegos Florales Centroamericanos de Quetzaltenango y el Certamen Permanente “15 de septiembre”.  Ha publicado: Cantar Ahora, Pedro a Secas, La Canción Registrada, Esconde la Piedra Marchita, Nuestro Cantón San Antonio, Toda la Voz, Poesía en Venezuela, El Mero Son, Los Nombres de tu Nombre, Repetición por la paz, Poemillero y otras recordaciones.




Casa donde vivo
               
en todos los cielos te encuentro 
-y en el agua 

te veo en los caminos 
y en la lluvia 
-en la hoja que cae 
y en el vapor que se levanta 
-en la nube que se va deshilando 
sobre la montaña 
-en la hierba 
-en la corteza de algún árbol 

todo lo que dije antes 
lo dije por ti 
-y lo que diré desde ahora 
lo diré por ti 

verte de nuevo no es reencontrarte 
-es cerrar el círculo de angustia 
para romperlo en todos los pedazos 

-tu nombre es todo lo que miro y todo lo que siento 
si pudiera tocarte 
como en la última distancia 
-palparía mi propia piel 
mis palabras y mis ideas 

y si volviera al lugar donde te conocí 
-llegaría a la casa donde vivo 
y a la tierra donde he de quedarme 





Volver
               
Volveré a mi tierra. 
Volveré. Pondré mi frente entre sus manos. 
El calor del surco 
entrará en mis ojos hasta el alma. 
No rehusaré su calle ni su puerta. 
No rogaré que me ame, 
porque su corazón me ha esperado 
por años y nieblas. 
Siempreviva 

No soy su hijo pródigo 
ni tengo de qué arrepentirme. 

Es mi pueblo y yo soy su estambre, 
su recuerdo que regresa, 
su pequeña hoja voladora, 
su mata de salvia en la calleja. 

Pondré junto a sus sienes 
un árbol de canciones 
he de vivir para este acatamiento 
que venero en la distancia.







Poema
               
Ayer pasó Dios 
por mi puerta 
-y me miró a los ojos 

(nunca lo había visto 
de aquel modo 
inquisitivo) 

Hizo que repitiera 
el nombre 
que llevo entre los labios 

-Era tu nombre 
                                                              amor 
                                                             -Vida 

-y se puso alegre 
-y me tocó la frente 
con sus dedos nudosos 








Exorcismo
               
En los ojos 
llevas un pez muerto 
-un pez nocturno- 
y un pájaro disecado. 
Ha de ser por miedo 
-el miedo a la libertad de expresión 
que padecen los analfabetos. 

Pero ayer te exorcisaron 
y te dieron permiso 
para otros menesteres 

                               -gracias señores 
                              buhoneros de la verdad- 

así que ahora llevas 
con entera libertad tu pez 
y tu pájaro entre los ojos 

                                 -ya eres salvo. 







El encanto de la clase media
               
La clase media 
se para en la esquina 
con sus pancartas 
fetiches 
y pudores. 
  
Propongo que le subamos el voltaje 
a los ojos de los cuervos 
-cada uno queme su efigie 
en el altar familiar 
del día lunes-. 

La clase media 
tiene blancos los ojos 
y sólo mira 
desde el ojo de la llave 
-sus trapos limpios, 
lavados en casa, 
y sus zapatos brillantes 
son sus melancólicas señales. 

No veo que se escape 
de tan amaestrada 
-para ella inventaron 
los perritos pequineses, 
la inflación 
y la paternidad responsable. 







Cuando vengas
               
Entras. 
Te sientas. 
Cruzas las piernas. 
Y los ojos se me caen 
como moneditas falsas, tintineando. 

La próxima vez que vengas 
me quedaré en la puerta, 
estático, 
viendo el sol 
que se desliza por la calle, 
mientras tú te sientas, 
cruzas las piernas 
y lanzas tus dardos 
a vibrar sobre mis ojos. 

        






        

MARIO PAYERAS [9646]

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Mario Payeras
Mario Payeras, filósofo, poeta, ensayista y líder de la guerrilla guatemalteca, nacido en Chimaltenango, Guatemala en 1940 y muere en México en 1995,. Estudió filosofía en la Universidad de San Carlos, en la Universidad Autónoma de México (UNAM), y en la Universidad de Leipzig, Alemania. Fue miembro de la juventud del Partido Guatemalteco del Trabajo, lo que le permitió unido a sus dotes intelectuales ser becado en los países socialistas. En Cuba formó parte de las filas del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) en 1968, como uno de sus fundadores y como miembro de su Dirección Nacional. Payeras fue el ideologo de la estrategia político militar del EGP.
Formó parte del primer contingente que forma el foco original del EGP en las selvas del Ixcan (Los Días de la Selva). Luego de la ofensiva militar en 1981-82 del régimen dictatorial, este pensador planteo la derrota militar de la insurgencia (Los fusiles de Octubre y el Trueno en la Ciudad) y propuso una discusión para el cambio de estrategia de lucha revolucionaria que fue rechazada por la dirección del EGP. A raíz de ello rompió con su organización en 1984 por diferencias éticas, políticas e ideológicas. Junto conn un destacado contingente de cuadros que le siguieron formó una nueva organización revolucionaria no armada llamada Octubre Revolucionario.
Abandonado años más tarde por varios de sus seguidores, y viviendo en la clandestinidad falleció en México Distrito Federal. Sus restos fueron enterrados en un lejano cementerio del sudeste mexicano junto a los del legendario líder guerrillero Marco Antonio Yon Sosa y del guerrillero indígena Achí.
Ocurrió pocos años después a los restos de Payeras que, al igual que los restos del ciudadano Tomas Payne, los suyos fueron sustraídos por mano criminal y desaparecidos para siempre.
Se dio a conocer como escritor al ganar el Premio Casa de las Américas por su obra Los Días de la Selva (1981). Fue incluido en el Diccionario de Autores y Críticos Guatemaltecos1 e influyó en varios esritores guatemaltecos, como Francisco Alejandro Méndez y otros.
Ha sido traducido a varios idiomas incluyendo el inglés y el alemán.

Obras

Los Días de la Selva (1981)
El Trueno en la Ciudad (testimonio, 1987)
El Mundo como Flor y como Invento (cuentos, 1987)
Latitud de la Flor y el Granizo (ensayo ecológico, 1991)
Los Fusiles de Octubre (ensayos militares, 1991)
Asedio a la Utopía (ensayo, 1996)
Poemas de la Zona Reina (poesía, 1997)






De la vida envidiable de Feliciano Argueta

Ya ves que aquella despedida de México,
provisional como todos los plazos del corazón,
no pudo sobrevivir a su propia promesa.
Y hoy que es marzo,
compañero,
y que ya no te encuentras bajo este viejo cielo
donde los pájaros son desmemoriados,
me llena la certeza de que mientras no nos vimos
averiguaste más sobre la semejanza que en los días de la escuela
llegamos a vislumbrar entre la realidad y las marquetas tempranas
que dejaba en las esquinas el carruaje del hielo.

Así supe que en los años de la guerra
te asediaron a menudo las papalotas de la infancia;
que a ti también te desvelaron las estrellas
en las noches de la sierra
(esa desordenada fiesta de bengalas
de difícil sentido),
y que entre tantos paisajes como viste
había dos o tres que para ti llegarían a ser insustituibles.
Supe que después de todo
te sorprendió que el amor fuera eso tan disperso,
que puede a veces consistir en el rito desolado
de recoger para alguien que ni siquiera conocemos
las caracolas de Guanabo,
en las interferencias de una marimba lejana
en la noche de Bruselas
o en la muchacha de la blusa azul
que un domingo de Berlín nos reveló con sus modales
los infinitos riesgos del olvido.
Hoy sé que así tratabas de explicarme
que el mundo es demasiado grande para nuestra nostalgia.

Y esa desamparada aventura terrestre íbamos a contárnosla
aunque fuera después de aquellos largos almanaques de ausencia,
como tú mismo decías.
Yo te esperé muchas veces en un café de Praga
desde el que pueden seguirse las costumbres
de las gaviotas de noviembre,
mientras tú quizás andabas,
en horarios distintos,
por el remoto cielo de Valparaíso,
pensando que en efecto la realidad es translúcida
pero que es atravesable en un solo sentido
porque no tiene caminos de regreso.
Y qué bueno hubiera sido encontrarnos algún día
para entregarnos cuentas de lo andado,
para mirarnos a los ojos
por lo menos
una vez más en la vida,
y arrancarnos (¿quién sabe?)
los flores que entretanto nos hubieran crecido para el otro
en el propio corazón.

Pero tú sabías que no vale la pena
tratar de ser felices a la vieja manera.

Por eso es explicable que en tu cartera se encontraran
simples objetos de hombre que no le teme al olvido
(y desde aquella hora
la muerte no es para mí esa patria feroz
que nos aflige tanto con su ternura solitaria),
y que un 14 de abril te olvidaras de las citas y de las fechas humanas
y te marcharas conforme hacia el largo domingo sin barriletes ni pájaros,
la región que en los mapas más antiguos que existen
solía representarse con una ballena triste.






Kilimanjaro

No es la nostalgia humana
por las viejas primaveras de un país
donde los pájaros son mansos,
ni por las lluvias de la infancia
que nos dejaron los ojos diáfanos para siempre,
sino por la región de las nieves perennes
que añoran en la vejez los elefantes
de todos los zoológicos del mundo,
hacia la que una mañana,
dicen,
emprenderemos viaje,
con el secreto dolor de que no habrá regreso
a ninguno de los sitios en que fuimos felices.





ZONA REINA

No recordamos ya cómo éramos al principio
porque con cada día parte un cadáver nuestro
a pudrirse en el tiempo. 
Nuestros mejores esbozos de humanidad futura
resultaron apenas artificios de pólvora
que ardieron bajo la lluvia de la primera noche,
porque aquí la realidad todavía está en guerra con los pájaros
e ignora por lo tanto la cristalización de la decrepitud
y los tardíos laberintos
en que suele extraviarse su mudanza.
Y agreguemos:
nunca como estas mañanas
estuvimos tan exentos de los envejecimientos del espíritu
ni nuestros pensamientos se parecieron tanto
a nuestros actos.







SIERRA DE CHAMA

Hemos llegado a un mundo
olvidado por los aviones y los pájaros.
Durante varios meses
nuestra pequeña tropa arrastró por la selva
su aparatosa impedimenta:
tres mástiles de navío,
trapecios de volatín y una carpa en harapos,
dos elefantes viejos,
una ballena con la cola maltratada por la ingratitud de la materia
y demás artefactos que generan júbilo.
Quienes sobrevivimos al último diluvio
hemos aprendido a orientarnos por los recuerdos,
porque del sol hace ya muchos meses que no se tiene noticia,
y para ver a Orión describiendo en el cielo sus piruetas
de aeroplano melancólico
es necesario esperar la vejez del verano.
Sin embargo,
nunca un puñado de bolcheviques con lombrices
había estado tan cerca de tumbar la ley endurecida
que gobierna la hechura de toda mercancía.
Dos cosas más aprendimos en la lluvia:
cualquier sed tiene derecho cuando menos a una naranja grande
y toda tristeza a una mañana de circo,
para que la vida sea, alguna vez, como una flor
o una canción.







CHILABASUN

Hay un lugar nublado en las montañas del norte
al que los hombres llaman Chilabasún. 
Es una zona frecuentada por pájaros migratorios,
y quienes siempre tienen hambre han aprendido a cazarlos 
[en los atardeceres,
atrayendo con fuego las bandadas hacia las barreras de carrizo
donde se estrellan aturdidas,
pues los pájaros siempre llegan del este
y confunden con el sol la nube iluminada.
Nosotros somos comunistas
y se nos hace fácil el proyecto de repartir los bienes materiales,
porque no tenemos nada;
pero no repartirmos de la misma manera
el amor nuevo de nuestro corazón,
pues no somos todavía como esos inolvidables compañeros de la sierra
que siempre han ignorado el sentido y la teoría
de la propiedad terrestre.









LA ESTRATEGIA Y LA FLOR DEL TAMBORILLO

Quien piense dirigir una guerra en la selva,
tiene que aprender de la flor del tamborillo.
Ningún general asedia al adversario con tanta
maestría, como esta flor amarilla. Todos los años
toma febrero por asalto, instaura la floración total
de la primavera y se retira sin ruido por las rutas
de marzo.








EL PENSAMIENTO ES UN PAJARO EXTRAÑO

El pensamiento es un pájaro extraño
que se alimenta de sus propios yerros. 
Toda filosofía guarda algo de los sofismas
frente a los cuales se erige como verdad.
De residuos de teoría construimos el martillo
para demoler lo viejo.







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