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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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IOANA TRICA [18.061] Poeta de Rumanía

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Ioana Trica 

Ioana Trica (1956, junio) nacida en Grindu, provincia de Ialomita en Rumanía. Licenciada en filología (lengua rumana y francesa), Universidad de Bucarest. Poeta y traductora, tiene poemas en idioma original y traducciones (del francés y del reto-romanche) en periódicos rumanos de Canadá, Francia, España, Argentina, Albania, Suiza, etc. Le gustan mucho las lenguas románicas o neo-Latinas  y busca sus raíces en común. 

Fueron publicados varios poemarios : Altcineva/ Alguien otro, 2005. Continente suspendate / Continentes suspendidos, 2008. El tiempo con rostro extraño (Obsidiana Press 2008, traducido al español por François Szabo. Timpul poeziei / Time of poetry (antología bilingüe )2009. Cruciadele somnului / Cruzados del sueño 2011. Noaptea sarpelui / La noche de la serpiente 2013, O insula in Nord / Una isla en el norte, 2015 etc. Premio Naji Naaman en 2009 para el manuscrito Des hommes seuls / Hombres solos y premio de excellencia SIMFEST 2005 para la traduccion Luisa Famos -Poesias- Poezii. 

Miembro del PEN club frances y de World Poetry Movement.





Poemas de Ioana Trica, traducidos por José Alejandro Peña:


I-am vorbit

I-am vorbit despre golurile care rămân 
după moartea stelelor  

Urmăresc cu degetul o linie pe cer

Harta stelelor pe chipul lui alb 
se roteşte şi ea    
odata cu casa  cu strada 
şi cu cercurile desenate pe geam

Chipul lui se luminează a singurătate.    



Yo hablé con él

Yo hablé con él
sobre las lagunas que quedan
después de la muerte de las estrellas.

Sigo una línea en el cielo con el dedo.

El mapa hecho de estrellas en su blanco rostro
también gira
con la calle y la casa
y los círculos
dibujados sobre vidrios

Su cara se ilumina 
de la soledad.




Dimineți

Dimineți dezgolite 
de apele lacului
De pe pragul durerii
Ofelii ale timpului 
se-neacă.



Mañanas

Mañanas descubiertas
por las aguas de los ríos
En el umbral del dolor
Ofelias de tiempo
ahogándose.



Ca o furtună uşoară

Dragostea e ca un gol 
în care se întorc apele 
şi ploile suspendate în nori

Lasă-ţi sufletul să calc peste el să te doară
apoi voi veni să te vindec
cu ploile mele curate
ca cerceii sunând în urechi
Simt îmbrăţişarea ta de departe
dorinţa ta aspră şi vie
Aşteaptă răsăritul de lună 
să crească în trupul tău lumina
Abia atunci
să mă chemi alunecos ca o trestie
tăcut şi singur. 
Să mă rotesc în jurul tău 
ca o furtună uşoară 
ca o floare ce se deschide încet.



Como una ligera tormenta

El amor es como un espacio en blanco 
donde las aguas
y la lluvia suspendidas en las nubes
regresan.
Deja tu alma
para que yo pasa por encima y la lastime
Entonces voy a venir a sanarte
con mis lluvias limpias
Como aretes sonando en los oídos
Siento tu abrazo desde lejos
tu bronco y vívido deseo.
Espera que la luna salga con su luz 
creciendo en tu cuerpo
sólo entonces
llámame resbaladiza como la caña
silenciosa y solitaria.
Voy a girar alrededor tuyo 
como una ligera tormenta
como una flor que se abre lentamente.



Pe uşa aceea nu intră nimeni

Ziua aceea ce semăna 
atât  de mult cu limpezirea
a devenit floarea rezemată
de clanţa uşii
Prietenii mei 
şi-au lăsat spadele în teacă
şi au plecat în ţara zăpezilor

Pe uşa aceea nu intră nimeni
timp de o viaţă.



Nadie entre por esa puerta

Ese día que re-ensambló
tanto su claror
Se convirtió en flor inclinada
por la manija de la puerta
Mis amigos
dejaron las espadas en sus vainas
y se fueron a la tierra de la nieve.

Nadie entre por esa puerta
mientras dure la vida. 


*





Poemas de Ioana Trica, traducidos por François Szabo:

Alguien ajeno

Alguien ajeno hechiza
mi tiempo
alguien ajeno humea mis miradas

me deslizo por las noches calientes
hasta el olvido
hasta que olvide que existo

miro tras las ventanas del tiempo
alguien ajeno mira por mi

salgo la cabeza bajo el canal de la noche
a buscar mi estrella

es una estrella blanca
en una nebulosa forastera

de otro cielo
de otro universo

alguien ajeno escribe ese poema
alguien ajeno borra mis recuerdos
que debía tener

en otro cielo
en otro universo.


Mi patria feliz

Mi patria feliz
y su imagen celebrada
esos últimos tiempos
yéndose
hacia una meta indefinida

La imagen cantada
largamente vacilante de mi patria
se desmorona sola
en miles de astillas
y cada uno de nosotros
lleva una en su alma.



Hombres solos

Hombres solos
de madera de fresno, de madera de morera
vuelven a la lengua materna del mundo

bajo el primero y el ultimo cielo
con miradas llenas de la luz del sol poniente
y de la luz  de la alba seca

hombres de mayo
hombres de junio

luminosos / transparentes / solitarios
bajan en silencio hacia
las fuentes primitivas.



Como un dolor rechazado

Esa mujer, si está,
como un dolor rechazado

era la música
el sueño el silencio 

ella dormía
en sus sueños como
el serpiente de la casa

envuelta en el amor, incomprendida
como la muerte.


Las islas de la noche

Las islas de la noche
dibujan contornos blancos
a la desesperanza
hasta muy tarde
hasta ese punto en donde
las aguas se secan
y el alejamiento se enciende
como arenas amargas
en el viento.



La belleza vencida del poema la noche

La belleza vencida del poema la noche
como una estatua al centro del mar
centelleando ligeramente bajo la lluvia de los rayos

me recuerda
esa noche extraña calma y nevada
sin límites y sin hora cortadas
de un tiempo blanco

ningún hombre
solo un pájaro dibujando su perfil de noche…

estaba en un golfo calmo y lleno de luz
de donde el negro se levantaba

y una otra manera de mirar mientras
los blancos y los altos alveolos del cielo
como por enormes y profundas conchas.



El rey de los pájaros

A Attar, poeta persa del siglo XIII


Rodeado de su propia luz
Duerme Simurg
Rey de tres mundos :
Del fuego del aire y de los pájaros

Rey del sol de mediodía
del sol de medianoche
del reino de ninguna parte
y de cualquier parte

Sus alas gigantes
a través mis cielos

me dejan un único lugar
para mirar
la danza redonda del tiempo
y de mi estación

Cubierto de su ala de luz
duerme Simurg
rey y pájaro de tres mundos  :
del fuego del aire y de la gente

Así duerme
Simurg – Señor
del último cielo.



Crepúsculos

Sobre los jardines salvajes se caen
gigantes crepúsculos

Sabor a ceniza en hierbas
del oro y del brasero –

Un mar de sombras se va al
archipiélago de las grandes ciudades

Un mar movedizo de sombras y de espadas
espera en la oscuridad
una señal del Dios 
quien viene cabalgando una montaña.



La ilusión que seamos reales

Estado de relato otoñal
y ninguna imagen ninguna señal

que bajaremos en un amarillo 
luminiscente de cobre
en un cielo soterrano
con constelaciones decepcionantes

estado de relato otoñal y
la ilusión que seamos reales.






.

ANNIE RENIERS [18.062]

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ANNIE RENIERS 

Annie Reniers, Bélgica, Bruselas 1941. Profesora de filosofía, poeta destacada flamenca. Ha escrito y publicado libros de poesía, la mayoría en flamenco y otros en francés.

OBRA:

Het ogenblik (1964)
Gelijktijdigheid (1967)
Tussenruimten (1969)
A contre-gré (1970)
Demain à Canaan - Morgen te Kanaän (1971)
Le jour obscur - Wonen een feest (1972)
Excentriques (1973)
Van verte tot verte (1973)
Lointains (1975)
Nieuwe geboorte (1975)
Exil ailé - Groene vogels (1976)
Offerland (1976)
Buitenholte (1980)
Het poly-fone boze (1980)
Ruimte en zijn (1981)
Overvaart (1982)
Reeksen (1983)
Suicidaire ; Overland (1983)
Gestalten van het eiland (1984)
Bestendig vuur (1986)
Vagantentaal (1987)
Vergeetader (1988)
Buitensporig licht (1991)
Doorzichtig wachten (1992)
De wenk (1993)
Verlicht labyrint (1994)
Luchtgeest (1995)
Samenspraak (2000)





el poema es
la calma después de la tempestad

el recuerdo que posa la cabeza
en la mano ofrecido

de todos los caminos el contracamino
de todos los contracaminos el camino

Traducción: Germain Droogenbroodt-Tanja Grass




ask the stones 
even the smallest 
and they will give answer 
ask the trees 
even the tallest 
and they will nod 
ask the water 
even the stillest 
and it will part itself with tracks 
ask the people 
and they will fall silent 
but looking up at a black bird 
they will point toward the light. 
Annie Reniers

Translation: J. Sorkin - Eugène Van Itterbeek (c) Annie Reniers, 1995. Published in The Iowa Review, Volume 25, no. 3, Fall 1995. Poem supplied by the author.




Annie Reniers
Studie bij een waterval


AAN DE VOET VAN EEN BOOM, BIJ EEN BEEK

Niet ver van de monding, de watervallen.
Wat het eerst opvalt, zijn de percussieklanken daar waar de waterval een klankkast vindt in de holte van een steen.

Na enige tijd beginnen, stroomopwaarts, ook de kleinere golven hun spel: springertjes links en rechts van de stenen. Er zijn ook de glijders overal.

En dan plots, vlakbij, opspringertjes, krullend, schijnbaar zonder aanleiding.

Het leven van de beek.




VAN EEN VLAKKE STEEN

Naar de rivier toe zorgt een steen voor geluid dat om hem heen glijdend zich verzamelt in borrelend getik.

Van ver schijnt er iets met een lepeltje op een metalen deksel te kloppen. Van vlakbij maakt het geluid een ronding en verzacht. Nu komt ook de holte te voorschijn.

Een scheppende hand is aan het werk. Er vormt zich een schelp voor het tintelend vloeien.

De voorbijganger neemt de schelp in zijn gehoor op.




STERREN

Hier, nabij de monding, in de schaduw van de bedding, wordt geluid doorzichtig. Voorzichtig. Een steen werpt lichtjes uit de naad van zijn rug, stroomopwaarts.

Een stoet van aanrollende flikkeringen, een handvol pinkertjes in het duister.

Er is iemand gestorven, zegt de rivier. Jaren en jaren, en jaren en jaren geleden.




GRAS

Zoals de rivier volgt de geest de lijnen van de wind.

Er hoeft niet méér te gebeuren dan dit briesje door het jonge gras, dit aandenken.

Terwijl de kwikstaart zijn groet heeft verteld, vlinders met bruine top het hunne hebben gedanst, zullen we afscheid nemen.

Dan seint het blijven zijn boodschap: hier blijven, herdenken.

De raaf staat achter de kraai, het hert achter de reebok, de wilde eenvoud achter onze geest.




KIESKEURIG

Eens de anemonen verlept, steken de varens de kop op. Naderbij bekeken ontrollen ze het pakketje krulharen dat ze meegekregen hebben als hun torah. Maar eenzaam zijn ze niet.

Naast, achter en vóór hen schieten er andere op, die het geluk gehad hebben op een moerassige grond geboren te zijn.

Samen vormen ze telkens een heuveltje, een besloten gemeenschap tussen de doornen.
Wat later komt de reebok, bij dageraad, wat doornenblaadjes afknabbelen, een voorpoot kieskeurig geheven, de kop diep gebogen, de nek afgeveld door beproevingen van prikkeldraad.

De varens blijven ongedeerd.




DE EERSTE

De eerste merelzang in de lentemorgen, langdurige melodie, zichzelf vierend. Ze gaat recht naar het hart, rukt het geweten open. Berouw komt in ons op: waar is onze stem gebleven?

Feilloos en luid voltooit de vogel zijn zang. Dan komen, langzaam, andere klanken op en de wereld ontwaakt.




DE BOOM

Tergend langzaam aangetast, de schors schilferend, bruin doorwroet en bijna spons de ene kant van de stam. Aan die kant langzaam schuin hellend. Nog altijd boven alle andere uitstekend, getuige van de eerste tijden. Het vallen zal even langzaam verlopen, tergend langzaam tot de donderende schok.




AANDENKEND

 voor Jan Dries

het spreken in de leegte wordt vorm
herstrekking en ombuiging
zuil en kelk

er volgt een waterval van licht
vragend om halfduister

in uiterst stil wit
luisteren de beelden
naar elkaar

doorseinend hulde en verwachting
om zich heen

mogen ze varen in geheugen
doorheen ouderdom
dragers van fris geluk



dichterbij schuimt de waterval
in alle tinten van grijs en wit

verbergend zijn vonken

sluier en geheim
waardoorheen terugkeer
zich ontvouwt

breed is zijn taal
stipt op tijd het geschenk

hogerop
de steilte

en hoger nog
een zachtmoedig schijnsel

diep


de sneeuw van de waterval wordt ijs
diep beneden voor de ploeg van toehoorders
dansers beeldhouwers

een lokroep tegen de lente
een geseling
zo wil de ravijn
die met spiegeltjes zwaait

kennis is verzinken
in bevroren beeld
en zich bevrijden
boeien losslaan

leven raast onbewogen
aan de poort
die hoogten sluit





de levensloop van de waterval
gebaart
van aanhoudend nieuwe verte
hoge vaart en val

druppelglans nog één voor één
en vóór de schaal
de wending

het omgebogen lot
de opstand fier
niet hier maar daar
waar offer uit zichzelf
zich viert

zo stil de bocht
het zand
de schaduwkuil
en nergens waterval







ALFIA ARREDONDO OROZCO [18.063]

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Alfia Arredondo Orozco

Nació en 1976. 
Poeta nacida en la Provincia de San Juan, Argentina. Vive en San Juan. Es Profesora de Literatura. Ha coordinado Talleres Literarios y participado en diversos Encuentros de Escritores. Integró con otros jóvenes los grupos literarios Pa’pyro y Proezías y actualmente La Guanaca, en San Juan. Algunos de sus poemas figuran en plaquetas, revistas y antologías nacionales e internacionales. Ha publicado los libros de poemas Rituales de agua (2007) y La lógica del jazmín (2013).



He profanado este templo
demasiadas veces,
dejé entrar a extraños
y olvidé nombres divinos,
se apagaron las velas,
las risas fueron oscuras
formas del desamor.
Fui Agamenón
con su ira y su sordera,
fui Casandra
con su candidez y sus visiones.
Mi templo quedó en ruinas,
después
fue difícil volver a creer
que las velas podían encenderse.
Las ruinas quedan para recordarnos,
el amanecer se repite
para acabar con la noche.




Un insecto diminuto
posó su fragilidad aparente
sus alas a punto de quebrarse,
en el vidrio frío.
Agitó el aire
como un Dios que no pide permisos,
su fortaleza me fue incomprensible.
Podría aplastarlo en un segundo
pero sentí la torpeza de pie
la soberbia de un cuerpo gigante
absurdo raciocinio
ante semejante misterio.
Él agitaba su vuelo
sin temor a la lluvia,
el vidrio crepitaba
en sus patas invisibles,
yo ajena a tanto…
escuché su libertad
como un susurro sagrado.




Soy otra,
no soy la misma de hace un segundo,
cada vez que parpadeo
ella muere
y ella nace,
algo quedó atrás;
llevo una eterna despedida.
El tiempo es un cristal extraño,
es el canto de un pájaro
que me nombra para que vuelva.
Se están cayendo los pedazos
y tiemblo en el desgarro.
El vacío da lugar
a que algo pueda completarse
y renacer
como la otra
como la desconocida que me espera
en cada bienvenida.




Sentados entre bolsas plateadas,
habiendo recorrido simulación de felicidad
en vidrieras secas;
sentados ahora
vemos de reojo
pies descalzos escabulléndose con sigilo
tomando deshechos
de seres humanos
olvidados en las mesas.
De reojo preferimos,
mejor los mosaicos del piso,
mejor huir al propio espejo
que retumba como campanario,
mejor la migaja de moneda
             o sonrisa
             o este poema
             donde lavar
             nuestras manos. 

Poemas del libro La Lógica del Jazmín. Ediciones La jarilla, San Juan, Argentina. Septiembre 2012



Ahora que amanece más temprano
puedo ver un sol
que siempre aguarda
paciente como un templo.
Pero ver la luz
es un esfuerzo
y como todo
requiere nuestras manos
amasando la noche
como antiguas viejas
para hornear un pan
sin más preguntas.




Había unos tréboles
que no he vuelto a ver,
con flores blancas y dulces,
todavía tengo el olor.
Había tréboles por todas partes
nos sentamos sobre ellos
y mientras nos reíamos
de un fuego que no pudimos encender
pasó un tiempo
en el que aún camino.
El era mi padre
y esa tarde nos encontramos
en el sur de las lengas
sobre flores dulces.
Fue un momento simple
y callado,
donde ya no hacía falta
decirnos el ayer.
Creo que los dos supimos
que estábamos rozando lo eterno.


BROCATO

Hay tanta fuerza acá
como vos viéndome
sin tocar,
ojos recién nacidos,
toda, risa de verano
y vos
pura furia
sin tocarme.

Hay tanta fuerza acá
como páginas tuyas
tinta jugándose sangre,
como decir
lo innombrable,
como escurrirte
entre cabellos negros
poblarlos en deseo.

Tanta fuerza acá
como todo el 76
fundado de utopías.

Fuerza acá
como tu silencio
hasta la muerte.

Acá sin poder
nombrarte

todavía.



Rostro de Ayer

Vuelvo a esta calle
a recuperar
coneja sin galera,
mirada encontrando
límite del sol,
tierra que moldeó mis rodillas.

Vuelvo a esta calle
con humedad de piedras
a recuperar
el sueño de un caballo
paz de tortuga,
una acequia como mar...
que hoy el tiempo
casi ha desdibujado.
Vuelvo...
esencia me susurran álamos,
ventana de madera, abriéndose de rostros,
un patio que gatea en risa inocente.

Tanto pasado me abraza herida
calma espasmos
y acurruca un presente
olvido de niñez.




Uno se acostumbra
al límite del papel,
dónde empezar y dónde termina,
hasta que un día...
después del papel
siguió escribiendo
sobre el mantel donde desayunó,
en la pata de la mesa,
en el piso de todos los días
lleno de huellas,
y un poquito se fue
para el propio dedo gordo,
salió a la calle
y pudo dejar palabras cerca del sol
atrapar otras y pegarlas en un árbol,
siguió escribiendo...
en una mejilla que pasaba en bicicleta
en los ojos profundos de un perro
en un par de alas, cargadas de silencio
y así...

entendió la poesía.



Memoria

No sé por qué este empeño
necedad
de pararse en viejas esquinas
mismas esquinas...
y suicidarse
con sentimiento de fantasma.




Ellos, llevan palabras
como adornos de sus pasos
pero no son pasos
ni huella profunda en el barro
ni dolor que traspasa la tierra.
Ellos, llevan palabras
como la vida
pero no es vida
que se rompe, se deshace
en cada venta.
Ellos, llevan palabras
como credos
de señoras escupiendo rosarios
de vidas ajenas
y pedazos de diablo.
Ellos, llevan palabras
como verdad
pero es ficción de tinta
nmuerta de venas secas,
es mano que nunca salió de esa hoja,
silencio acomodándose en el juego.
Ellos, llevan palabras
pero no son "palabras"
es un payaso triste

que cambió su poesía

por el mejor sombrero.




Prefiero
a veces
el paisaje de mi memoria,
calles sin sombra
un aire urbano de olas revueltas
una sola plaza
y casi una sola
mi escuela,
un lugar sin rostros desconocidos
hay en mi memoria.
Prefiero
a veces
dejarlo así
no vaya a ser que vuelva y
las nieves sean agua sucia
mi aire pura humareda,
me encuentre con calles impostoras
y con caras pasando de largo ;
no vaya a ser
que el mar ya no me regale caracoles,
los de entonces olviden abrazos
la risa se haya formalizado
y hasta las esquinas cambien de nombre.
Prefiero
a veces
el paisaje de mi memoria,
no vaya a ser que vuelva y
muera en un cementerio desconocido.








.


GUSTAVO ROMERO BORRI [18.064]

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Gustavo Romero Borri

Poeta, escritor, guionista y gestor cultural nacido en la ciudad de San Luis, Argentina el 11 de diciembre de 1962.

Libros publicados:

Los ámbitos (poesía. Editorial Universitaria. Universidad Nacional de San Luis. Año 1981)
Notas del escriba (poesía. Fondo editorial sanluiseño. Año 1990)
Ley oscura (poesía. Ediciones del Dragón Azul. Buenos Aires. Año 1992)
La otra parte (poesía. Ediciones del Dragón Azul. Buenos Aires 1993)
Mirada natal (poesía. Edición del autor. Año 1997)
Iluminados por el fuego (en coautoría con Edgardo Esteban. Editorial Sudamericana. Buenos Aires. Cuatro ediciones 1993, 1994,1999, 2005)
Cartas a la montaña (poesía. Editorial Universitaria. Universidad Nacional de San Luis. Año 1996.
Ecce puer (poesía. Ediciones La Marca. Buenos Aires. Año 2000)
Cárcel de luz (poesía. Editorial Vinciguerra. Buenos Aires. Año 2009).
El viaje del poema: Mapa documental de la poesía puntana (2013). 

Libros inéditos:

Emeterio Pérez: Autor del primer poemario puntano
Berta Elena Vidal de Battini: Su poesía.
Vivir es ver volver: César Rosales, poeta de la añoranza.
Textos de ocasión: miradas sobre el San Luis literario (en prensa)
Antonio Esteban Agüero: el sueño del destino feliz.


Herencia

Dejo mi soledad enamorada
y mis palabras como frutos cortados
antes de madurar.
Dejo mi luz y su penumbra opuesta
posada en la intemperie.
Dejo el azul y su sinfín de estrellas:
la huella de mi pie sobre la roca.
Dejo el ahora y el allá y el punto
donde se unen las cosas abrazadas.
Dejo papeles como piedras labradas.
Dejo mis tardes límpidas,
hebras de luz oriundas de la noche.
Les dejo las mañanas repetidas
y les dejo el mañana.
Les dejo lo que vi.
Mi adiós es absoluto:
Un colibrí asfixiado
por la luz que lo nutre.



Dolor

Está donde la noche nos pregunta
de qué luz somos hijos.
Está donde se estrecha la intemperie
hasta volverse túnel o remanso sin fondo.
Es presencia tenaz
de lo que ya no está
o lo que no ha venido todavía.
Dolor:
Certeza muda.
Algo mío se llevan las noches sobrehumanas
que envejece la luz del otro día.
Alguien sopla cenizas usurpadas
a un fuego que se extingue
y más allá no se
no me conozco.
Estos rastros recientes
van desapareciendo en la distancia
como si fueran de otro
y son mis rastros.
Puntual abro los ojos a las claras mañanas:
Constato que es extraño mi amor cuando despierto.
Dolor:
Te miro fijo
como a un enemigo descubierto
mientras devora lo que más deseo.



Cárcel de luz

Cárcel de luz
Traslúcida morada
Para el viajero de las llagas antiguas.
Hogar de transparencias estalladas
Para el vagabundeo de un anhelo
Disuelto en lo desnudo.

Astillas de una voz
Que erraron su destino
Su punto
De llegada
Pedacitos de mí
Murmuraciones
Huyendo en la dispersa claridad como un manto
De fronteras sutiles.

Como de sal los días en el agua disueltos
Como de mar los ojos que no buscan ya nada
Que no sea un sostén para el naufragio.
Como de agua los días para el pez deslizándose
Entre la realidad pero sin ella.
Cárcel de paz venida de mí mismo:
Entre gentes extrañas consiento en distraerme
Y extraño es que no sea -entre tantos-
Alguno de esos rostros el tuyo.

Tanto sol!
Tanto enorme
Desparramo de piedras y raíces!
Y tanto azul ardiente
Haciéndole un lugar a la mirada.
Tanto desorden mineral emergiendo
Entre raros dibujos vegetales
Aristas y fisuras entre las cosas mudas
Como después de algún desastre.

Y aún se cumple un orbe en el paisaje:
Laborioso el azar une las partes
De un nombre quebrantado.

Cárcel de suavidad imperturbable
Donde el único límite
Es la redonda lejanía expandida.

¿Quién te atrapa si toda la distancia
Cae a tus pies rendida?

Para el que huyó creyéndose salvado
De violentas penumbras
Para el que renegó de lo sabido
Para el que dijo no y salió a lo abierto
Para el que desconfió de sus refugios
Y desató los nudos
Estas quietas montañas en sus manos
Descansan.

Habrá que desbrozar
Quitar malezas
Dejar “la cosa” limpia.
Que todo lo que sobra se deshaga en el aire
Vuelva a él:
Caerá
Por su peso
Lo que impida su vuelo.

Como un ojo que no quiere dormirse
Se desnuda mi dolor:
Aspira ver el centro de la luz no el reflejo
Del sol sobre los mundos.

¿Dónde se inicia y dónde se termina
Ese lugar que habita mi sueño
(que es también el tuyo) más amado?.

También acá la vida
Su promesa,
Sus dulces tiranías.
También acá su más allá,
Su vuelo de una mano tendida
Y su obstáculo de una mano cerrada.

Tanto pasar así con el instante
Como brasa encendida quemando mi palabra:

Mi palabra nacida de un silencio anterior
A todo esto.



Letanía y elogio del río fundador 

Un cauce quebradizo deja que tu agua humilde
Discurra inadvertida en su certeza de agua.
Huraña es tu corriente como un dios alejado
Rozando, memoriosa, tus orillas agrestes.
Tu cauce es un tatuaje grabado en la intemperie
Un tajo que divide la ciudad donde habitas.
Ajeno a los progresos solamente te alienta
Atender, obstinado, tu destino de río.
Te ha lastimado el viento en los crueles inviernos
Y el abrazo quemante del sol en los veranos.
Te parieron sequías tan duras como piedras
Pero tus aguas buenas perseveran, airosas.
Berta Elena se apiada de tu alcurnia sufrida
Y Agüero en su inventario de ríos ni te nombra.
Por años fuiste un triste confín de desperdicios,
Una frontera en ruinas hacia lo no querido.
Ni una leyenda cuenta tu presencia de siglos,
Tus aguas, en voz baja, maldicen ese olvido.
Testigo insobornable de la ciudad crecida
Que en las noches te olvida, y en los días te ignora.
Allá en los tiempos idos te nombraron Río Seco
Fundando la rutina de dejarte de lado.
Pero también guardabas un nombre soterrado
Unido a la ciudad que nació a tu costado.
Río San Luis exacto fervor desatendido,
Mensajero de un tiempo anterior a los relojes.
Río desconocido por un cielo que finge acariciarte
Con su amplitud de estrellas o su luz borroneada.
Tu orgullo es el orgullo de quien no necesita
Mendigar por su sed en los viejos desiertos.
Tu rumor es tan hosco como si un desacuerdo
Entre el cielo y la tierra te hubiera bautizado.
Si hablaras tu argumento lo entendería el viento.
En tu silencio gritan su nombre los olvidos.
Tus aguas pensativas resguardan una pena:
La inolvidable ausencia del venado primero.
Desde tu lecho rudo se avistan casi azules
Las sierras donde nacen las auroras puntuales.
Inalcanzablemente tu pasado se acerca:
Leyenda y sentimiento, porvenir, cosa cierta.
Río San Luis fundante pensamiento perdido
Que tímido persiste, como si la fragancia
De una flor extinguida perdurara en el aire.
Tus aguas conmemoran la memoria del agua
El altivo regreso del sol sobre tus pastos.
En todos tus ayeres están nuestras mañanas
Y el intacto mañana que nos hace puntanos.



Cordillera

La montaña perfora mi mirada
Hasta rozar lo inerte que me habita:
También mi cuerpo es templo
De soledad, de piedras, de silencios y miedos,
De escarcha acariciada por el cielo
Y de vientos en fuga.

La montaña es lo otro…
Pulveriza tu voz para que un hilo
De tu voz se haga cielo:
Cielo para medirte
Con todo lo que siendo territorio del ojo
Huye hacia las estrellas alejadas
Ajeno a la semilla
Y la paloma.

Estas piedras están sobre la tierra
Atadas por su peso.
Su vocación es abrazar el cosmos
No el efímero soplo
De lo humano.

Soy un breve latido
Que un breve tiempo acuna.
Frente a tus grandes aguas
Paridas por tus piedras como úteros
Soy apenas la sed:
Soy la pequeña sed de un labio enorme
Llamado Humanidad.

Soy esta inmensidad que me levanta
Abandonándome.
Soy apenas el Hombre,
Hijo de un parto enorme
Engendrado en la noche más noche de mi especie.

Soy un grano de arena entre tu piedra
Donde livianamente
Viaja la eternidad.

Al pie del Cerro Mercedario, 4500 mts. de altura.




Los otros

Ellos aman al pájaro por pájaro y lo odian por ajeno.
Adoran su manera de adueñarse de los ritmos del aire,
Su virtud elegante de esquivar las tormentas
Y encontrarle a lo leve su cadencia.
Ellos quieren que sangre todo lo que en el mundo
Tiene forma y destino de horizontes sin muros,
Que todo lo liviano descienda devorado
Por todo lo pesado,
Como si un escarmiento como ley se cumpliera.
Ellos quieren que todo lo que brilla se disuelva en el barro,
Que el pájaro apacible caiga en su red,
Se asuste,
Y que la sangre tibia que da impulso a las alas
Se enfríe,
Se atenúe.
Ellos están alertas.
Su atención es un nervio que se tensa:
Una cuerda que nunca dará música.
Ellos odian
                   que vuele
                                        lo que vuela.



Ritual

He mirado la luna inagotable
Hasta saciar mi asombro de blancura.
He mirado las grietas de la piedra
Hasta hacerme silencio en sus heridas.
He visto un campo entero
Encenderse de flores
Salvajemente breves
Ante la indiferencia de una tarde:
¿ Para quién eran bellas?
Todos los días cruje en el aljibe
La roldana oxidada,
Y el mismo Hombre regresa con sus baldes
Mientras retorna sobre el patio la luna
(milenaria y reciente )
Como un sueño
                              Sin fin.









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RUBÉN VALLE [18.065]

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Rubén Valle

(Mendoza, Argentina, 1966).  Periodista y escritor. Fue miembro fundador del grupo parapoético Las Malas Lenguas, editor de las hojas literarias Tres Agujas y Tiburón Amarillo, y director de la colección de poesía La Mesita de Luz, de Editorial Diógenes. Sus poemas han sido publicados en medios gráficos y electrónicos locales, nacionales e internacionales (Brasil, Colombia, España, Francia, Rumania). 

Ha publicado los libros de poemas: Museo flúo (1996); Los peligros del agua bendita (1998); Jirafas sostienen el cielo (2003); Placebos (2004); Tupé (2010) y Grietas para huir (2012, Ebook). Asimismo, integra las antologías de poesía Promiscuos & promisorios, La ruptura del silencio, Martes literarios y Poesía en tierra (Centro Cultural de España en Buenos Aires). Como narrador, en tanto, participó en las colecciones Mitos y leyendas cuyanos, editado por Alfaguara, y de la antología de textos para niños Ellos, los otros & nosotros.. Integra las antologías de poesía Promiscuos & Promisorios, La ruptura del silencio, Martes literarios y Poesía en Tierra, del Centro Cultural de España en Buenos Aires. En narrativa editó el e-book Desperté en el bosque después de haber soñado un bosque (2013). 



El ciego de Lepanto

En el Ecuador del vaso
En lo lleno y lo vacío
En lo cierto y lo distópico
planto bandera
Digo he aquí mi desierto en flor
Mi paraíso tallado en el cactus
En el Ecuador de este vaso
la vida no vale nada y vale todo
Se puede tocar la estrella o el fondo
y no dejará de ser la misma mano
En esta niña de los ojos
soy un equilibrista que lee el aire en braile
Un capitán sin barco que le escribe al mar
En el meridiano de mi camino incierto
miro hacia atrás miro hacia delante
y veo tanto que ya no veo
Soy el ciego de Lepanto
El loco que dice su verdad.



Lo negro de la nieve

El azar te juega sucio
Los horóscopos deciden
por vos sin vos
La única teoría de las probabilidades
es improbable que pueda aplicarse
                 a tu cuadro de situación
Una bruja bien podría leerte
la mano nunca el corazón
En la borra del café
no sería extraño hallar pistas
de las mujeres que perdiste y te perdieron
El olvido es un ejercicio vano
Ese inevitable detective ciego
que por las noches te encuentra sin buscar
Y te dice: sólo los espejos pueden mirarse a sí mismos
No les preguntes ni a ellos ni a la intemperie
Ninguno te revelará lo negro de la nieve.




Últimos auxilios

Caíste
Te fusiló el pincel 
de Goya
Sangraste por la herida
                 del ojo ajeno
mientras adentro
te crecían alas
Alas como las del sueño
Ahora que sos una silla rota
sobre tu mesa hay un libro 
que respira que late

Tu sangre lo está escribiendo.

(De La lengua del ahorcado)



Monólogo exterior

Creo en las verdades piadosas
En el tic tac de la hoja en blanco
En que uno más uno es uno
Y que poco importa si venimos de Eva
                        los monos o los barcos
Creo que dios es una luciérnaga en pleno día
y que los padres son magos antes que reyes
Creo que la fe es una ventana 
y hay quien se tira y quien no
Quien habla un idioma propio
y quien calla en la lengua del otro
Creo en caminar por el filo de una palabra
Tropezar dos veces con el mismo poema
Y blasfemar contra las putas musas
Creo en la duda y su recompensa
Creo que creo
Creo que todo está dicho
Tanto que vale decirlo una vez más.

(De Tupé)




El que viene

«A usar tu lengua vienes...»
Macbeth a un mensajero, William Shakespeare.


Maten al mensajero, pronto maten al que vino
a decir que Rimbaud desembarcó de su ausencia,
al que jura que la palabra de Sor Juana sabe tan dulce
como un pezón de luna. Maten al impostor, al que aún bebiendo toda
el aguardiente puede recitar sin respiro un palíndromo, dejarse amar
por cien mujeres y recordarlas brutalmente tan sólo con olerlas
en la penumbra. Maten al malvenido, al inesperado, al homérico.
Ciérrenle la puerta en la cara antes de verlo erguido como un lirio.
No podrán resistirlo, les dirá cómo olvidarse de lo que nunca fueron.
Los dejará en medio del círculo, los invitará a un banquete de sombras.
Maten al mensajero, al palomo malherido, al desbocado juglar
de las tabernas que apestan de solos. Pónganle hartas piedras,
ciérrenle el camino, háganle un pozo de silencio hasta que caiga.
Niéguenle la soga el rezo la rosa el orgasmo, sobre todo la mirada.

Maten al mensajero: la luz que dice traer es la luz que ya encendimos.

(De Tupé)


El reñidero

Sin la muda belleza de dos gallos
entregados al voluptuoso vals de la muerte
nuestra riña diaria se enciende
ante el mínimo roce de las palabras
y de un plumazo artero llega a su fin
Como doméstico parte de guerra quedan
las vísceras del amor
desparramadas como ropa sucia
a lo largo de toda la casa.

(De Tupé)





El jabalí

            A D. Chirom

El jabalí ha muerto
pero la bestia polígrafa
aún no lo sabe
En el mientras tanto desgarra 
su carne con el apetito del que escribe 
dejando uñas sangre sobre sangre
No se saciará hasta morderse
la lengua en una cacería
sin vencedores ni vencidos
El jabalí sólo se da por satisfecho
cuando en el bosque alguien enciende
un fuego y la carne comienza
a desprender esa dulce señal
de lo que va muriendo para renacer.

(De Islas para leer en un poema desierto).








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OMAR OCHI [18.066]

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Omar Ochi

Nació el 4 de diciembre de 1988, en Mendoza, Argentina. Obtuvo numerosos premios por sus poemas y cuentos. Ha ganado dos veces el Gran Premio Vendimia de Poesía (2010 y 2012). Ha sido premiado en tres ocasiones con un subsidio del Fondo Provincial de la Cultura (2009, 2012 y 2014). Fue jurado del Certamen Literario Internacional “Salta Nuestra Cultura 2011” (Salta) y del concurso literario de narrativa de los “Juegos Evita 2012” (Mendoza). Ha publicado sus poemas en las revistas Cima, Las Musas, Megafón y La Vena. Perteneció seis años al grupo de Escritores Maipucinos (donde aprendió a crecer). Participó en el Primer Festival Internacional de Poesía de Mendoza. Estudia la carrera de Letras en la UNCuyo, es miembro y abanderado de SADE (Mendoza), se dedica a la música (canta y toca la guitarra), actúa en el Elenco de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras. Entre sus obras editadas se encuentran: “Edel: el libro de once puertas”, “Libro del desierto”, “Historia del tiempo”, “Edel II: ¿Qué es la vida?”, ''Quimeras en el aire'' y ''Crónicas de hombres celosos''.


Carrera de barcos

lanzamos nuestros barcos
a esta aventura de infancia y acequia

perseguimos sueños
gritamos combatimos
jugamos a la vida

nos estremecemos ante una
                                        pequeña
                                             cascada

vemos hundirse la proa y la vela
de cada esperanza
y todos perdemos la carrera vital

callados y derrotados
hacemos otros barcos de papel

De ‘‘Historia del tiempo’’



tierra de aves

la vida jugaba en el patio
la infancia era un pájaro de tierra
que escribía sus pisadas su huella
sus vuelos y su canto
                        bajo el sol naranja

del cerco para afuera
se divisaban
                  por un lado
las vías del último tren
                  por el otro
las casas de los vecinos
la calle infinita

del cerco para adentro
había un mundo

viña parrales geranios eucaliptos
la casa el gallinero
el horno de barro
el poema de la risa
los juguetes desparramados
en el cielo verde

se llama tierra de aves
allí jugaba corría volaba y pasaba
esa vida
             esta muerte



    
Lejos…

He vivido un largo día lejos de la inocencia.

Tan lejos que mis ojos me pierden.
Creo verme y no verte.
Es de noche. Las velas alumbran
la distancia de los ángeles.
                     Parpadean.
Se apagan cuando habla el viento.
Un violín pronuncia mis nombres
con la voz de la oscuridad.
¿Quién frota las cuerdas?
¿Tu arco? ¿Mi mano?

La esperanza es el cigarrillo
que arrojé al cenicero.
Luna distante. Fantasma en soledad.
El mundo se divide
en dos ecos diferentes
porque un hombre acerca sus manos
al fuego de la memoria
y un niño se aleja por la calle del olvido.

Lejos, tan lejos que mis palabras me gritan.   
Me escucho. Respondo:
                               «acá estoy».

En un lugar donde nacen y mueren los besos,
donde los años juegan contra la vida
y me enseñan a perder.

De Historia del tiempo (2013)




Soltar un pájaro

No se trata de olvidarte:
se trata de cerrar los días con una llave
y caminar por las veredas sin bajar la frente,
sin que me nombren las músicas
y pensando que así es mejor;
que bailás y reís y volás más alto lejos de mí,
pues, a veces, el amor es cuestión de pájaros:
es dejar vivir y dejar morir,
compartir los vuelos, respetar la libertad,
entender que no sólo a mi lado podés ser feliz,
aprender que siempre soñamos con tener un sueño.

De ‘‘Edel: el libro de once puertas’’




Poemas del
Libro del desierto


Uno

Estemos juntos, pero separados.
En otros besos; en distintos asuntos.
Vos por tu cuenta,
y yo con el sol en la nuca,
caminando hacia adentro,
errando los lenguajes.
Sangrando esto que es mío y tuyo:
la viajada, el sentirnos, el fuego sobre lo callado.
Uno.
Esto que no pudo ser
y al fin de cuentas,
somos.


V

la historia pone sus manos y su cabeza
en un cadalso

sus faraones o reyes muertos
no saben que saben lo de los párpados

que el ocaso nos sueña
como un pretérito como este ocaso
en que el camello de la memoria
te persigue y es castigado
con los otros

con el filósofo decapitado
con la boca sin guerras
con el amor huérfano de espadas
y la vida sin música y el poeta sin canción

el cadalso se llena del vacío
y no sabemos
pero oímos
que la muerte es la primera nota del silencio



Shida

Un momento de sequía.
No hay frutos, ni riegos, ni palabras.
Nada. Solo el hastío y la sed
de las grandes cosas.

Secos, las rosas, los labrados,
los caudales, las cisternas y la tierra.
Los ganados y las canciones.
El olvido, el buitre, mis ideas.

Secas, las gargantas.
Del día se descuelga una gota de fuego.
Nada llueve. Nadie siembra
las primeras semillas de la esperanza.

Pero sigo esperando…

Una, dos, tres horas de fragua.

La hora del canto.
Suelto la lluvia.



Elogio al barro

Sucede que tengo envidia del barro:
en él veo la carne de mis leones,
los muros del tamaño de la nobleza
y el grano más miserable.

Es todos y uno solo: hombre,
creación, poema del hombre.
Es hijo de sus manos,
y aunque nadie reconoce
sus preludios de agua y polvo,
habla con el gesto de una cara insaciable.

¿Y quién le pone fin a sus apariencias?
¿Quién es quien para despreciar
su pobreza soberana?

El barro es materia poética,
destruye, edifica
y canta antes de nacer;
canta con el beso de una lluvia,
con otra cítara,
con otra boca y otras manos.

El barro (mientras sigue siendo barro)
no tiene voz, ni forma, ni lengua,
pero canta.



La vida de un escritor

No se habla de tus laureles,
ni de los montes que tiemblan
ante el poder del poeta.
No se trata de verdades
la pluma que piensa y juzga
el valor estético de tus venas.

No hablo de tu antigua vida,
sino del rostro que veo
en el fondo del espejo:
espejo de tu voz en la nada,
escribiendo a oscuras,
hombre abandonado.

Hombre y dos veces dolor;
gritando sin ser oído,
llorando lágrimas que lloran.
Puedo imaginarte caminando
entre gentes y ciudades,
pero siempre caminando solo.

Puedo vestirte
con la desnudez de mis canciones,
porque ya conozco este asunto:

Escribir es volver
a la semilla y la tierra,
aprender las virtudes de las piedras
y entregarse al vuelo.

Es esto que sufrís
en la cruz de las palabras
poniendo clavos en el alma
y sangrando luz en cada verso.




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RUDOLPH WILLEMSE [18.067]

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Rudolph Willemse

(Ciudad del Cabo, 1958)



Vlieër
vir jou
gee ek die tou
om die suiderkruis mee vas

te hou




Barrilete
te doy
el cabo de la soga
para que sostengas la cruz

del sur




Laat berig

Laat berig
ek is Totius Breytenbach

spyker my
teen ‘n wilger vas
ek is ‘n gevaar
vir die heidendom

bewaar my
van duister drang
moederskap
-gedigte

bevry my
van sobotasieverse
dinamietkerse
tronkselle

hou my
(gedigte)
van die ashoop
af

koerante brand maklik

(terug)

© Kopiereg - Karel Ark, Alle regte voorbehou. Rudolph Willemse hou die kopiereg van die gedigte op hierdie bladsy.











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MARTHÉ Mc LOUD [18.068] Poeta de Sudáfrica

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Marthé Mc Loud

Marthé Mc Loud nació la segunda de tres hijos el 12 de marzo de 1964. Creció en Stellenbosch, Sudáfrica donde estaban implicados sus padres en la Universidad de Stellenbosch. Sus dos últimos años escolares pasaron en la escuela Paarl.

En 1985 recibió su grado de BA (Trabajo Social) de la Universidad de Stellenbosch y se trasladó en 1986 a Pretoria, donde adquirió la maestría en trabajo social en 1989. En 2011, ella y su marido, el escritor Willie Mcloud de vuelta al Cabo y se instalaron con sus dos hijas en el Strand. Aquí es donde llegó la inspiración y empezó a escribir.

OBRA:

-16 Dae van Aktivisme, Poesía, 2015
-Outopsieverslag van'n opstal, Poesía, 2015
-Ontbytkiekie, Skryfwerk, 2015
-Identiteitskrisis, Poesía, 2015
-Afspraak, Poesía, 2015



Selección y traducciones de Jan de Jager


Die grootmuur van China

Die land isgevul met drake
wataan berge vormgee
 en die lewensbloed
 uitgeputtebouers in die buik
 van die luislangstoor, 
 beskermer van die massas,
 teenvoetervir die noorde

Kom, volg die uitgestrekte spore
van die draak, die padaanduier.
Hoor die geroep van die afgestorwenes!
Hulledoodsreuk van sweet enklei hang in die lug.
Kyk, pyle van krygersvliegverbyvlae
enuitkyktoringsstuurkodeboodskappe
met rookpatroneuit

Nougroeitoerismeuitdiébloed
enverwonder die wêreldhulle
aanlegendesuitkleiensteengeskep:
die trane van 'n vroukan 'n muurlaattuimel
en die lag-sterwe van 'n pa 
enseun in herontmoeting

Ons is sooswagters op hierdiemuur
versoeners wat met drake speel




La gran muralla china 

Esta tierra está plagada de dragones
que les dan forma a las montañas
y la sangre de vida
de exhaustos albañiles en el vientre
de la serpiente
protectora de las multitudes,
estorbo para el norte

Ve, sigue las huellas
del dragón que nos marca la senda
Oye los gritos de los masacrados
Su olor a muerto de sudor y arcilla persiste en el aire 
Mira, las flechas de los guerreros
pasan volando en bandadas
y las atalayas envían mensajes en clave
con señales de humo

Ahora surge de esa sangre el turismo
y asombran al mundo 
leyendas de arcilla y piedra
las lágrimas de una mujer pueden derribar una muralla
y la carcajada mortal del 
encuentro de un padre con su hijo

somos como centinelas en esta muralla
pacificadores que jugamos con dragones







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STEPHAN BOUWER [18.069] Poeta de Sudáfrica

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Stephan Bouwer 

(Sudáfrica, 1948-1999)
Poeta, actor, director de teatro y televisión africana y crítico literario, Stephan Bouwer, falleció en julio de 1999, de repente. A pesar de su importante contribución al mundo literario y cultural africano, muy poco se ha escrito sobre su trabajo poético. 



Stephan Bouwer
Selección y traducciones de Jan de Jager


Gordon Engelbrecht: eks-citizen

Onsgoeieoumaat
Gordon
ismos by syafgestorweminnaarsvergaar
kompleet met syeie full-blown Aids

Ai    agtergeblewenes is so verdrietig
entreurverskrikliksooswilgers

Ons wag nog op sybeloofdetelefoonoproep
omteverneem
ofhy toe veilig in die hemelaangekom het
ennouweerkanhuppelsoos ‘n hert

Syresensies van engelekore
kangerusook maar gefaks word

Onswil bitter graagweet wat daaraangaan
bv. of die gebrul van leeus
en diegeblêr van lammers
waarlikharmonieuskan wees

Gordon: phone home




Gordon Engelbrecht: ex ciudadano

El viejo y querido
Gordon  
se ha reunido con sus amantes ya difuntos 
munido de su propio Sida de tamaño baño

Ay los que aquí quedamos atrás estamos tan tristes 
y lloramos a mares         como sauces

Esperamos el llamado que nos prometió
para saber
si llegó sano y salvo al cielo
y si anda salticando como un cervatillo

Sus recensiones de los coros angelicales 
puede mandarlos tranquilamente por fax

Estamos ansiosos por saber qué pasa ahí arriba
p. ej. Si el rugido de los leones
y el balido de los corderos
resulta de veras armonioso.

Gordon: phone home







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JENNIFER JOSEPH [18.070]

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Jennifer Joseph

Jenny Joseph nació en Birmingham, Reino Unido, el 7 de mayo, de 1932.
Es una de las poetas vivas más importantes del Reino Unido.
Publicó sus primeros poemas en la década de 1950.
Al principio de su carrera literaria, también escribió para The Oxford Mail y The Bedfordshire Times.
Trabajó durante un tiempo como periodista en Johannesburgo, Sudáfrica.

Ha obtenido entre otros:
El Premio Gregory Award, por “Unlooked-for Season”, en 1960
El Cholmondeley Award por “Rose in the Afternoon”, en 1974
El James Tait Black Memorial Prize por “Her fiction Persephone”, en 1986
El Travelling scholarship por “The Society of Authors”, en 1995
Recibió así mismo una beca de la Sociedad Real de Literatura en 1999.

Bibliografía:

Unlooked-for Season  – 1960 – Premio a Gregory Award
Rose in the Afternoon – 1974 – Premio Cholmondeley Award
The Thinking Heart – 1978
Beyond Descartes – 1983
Persephone  – 1986
Beached Boats  – 1992 (prosa)
The Inland Sea  – 1992
Selected Poems – 1992
Ghosts and Other Company – 1996
Extended Similes – 1997  (prosa)
Led by the Nose – 2002
Extreme of Things – 2006
Nothing Like Love – 2009



Jenny Joseph: Advertencia

“… A los 80 años una mujer ni se preocupa por mirarse al espejo. Simplemente se pone un sombrero rojo y sale al mundo a divertirse.”
(“El sombrero rojo”)

“Advertencia”

Cuando sea una mujer mayor, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni vaya a juego ni me quede bien
y gastaré mi pensión en brandy y guantes de verano
y sandalias de raso, y diré que no me llega para mantequilla.

Me sentaré en la acera cuando esté cansada
y engulliré muestras en las tiendas y apretaré los botones de alarma.
Y pasaré mi bastón por las barandillas,
y compensaré la sobriedad de mi juventud.

Saldré a la calle en zapatillas cuando llueva,
y recogeré flores de los jardines de otros.
Y aprenderé a escupir.

Puedes llevar camisetas horribles y ponerte gorda,
y comer tres libras de salchichas de golpe.
O sólo pan y pepinillos durante toda la semana.
Y almacenar bolígrafos y lápices y posavasos y cosas en cajas.

Pero ahora tenemos que tener ropa que nos mantenga secas,
y pagar la renta y no maldecir en la calle.
Y ser un buen ejemplo para los niños.
Debemos tener amigos a cenar y leer los periódicos.

Pero ¿tal vez debería practicar ahora un poco?
Así la gente que me conoce no se extrañará ni se sorprenderá
cuando de repente sea mayor y comience a vestir de morado.

Jenny Joseph – 1961
“Rose En la Tarde” – 1974



Warning

When I am an old woman I shall wear purple
With a red hat which doesn’t go, and doesn’t suit me.
And I shall spend my pension on brandy and summer gloves
And satin sandals, and say we’ve no money for butter.
I shall sit down on the pavement when I’m tired
And gobble up samples in shops and press alarm bells
And run my stick along the public railings
And make up for the sobriety of my youth.
I shall go out in my slippers in the rain
And pick flowers in other people’s gardens
And learn to spit.

You can wear terrible shirts and grow more fat
And eat three pounds of sausages at a go
Or only bread and pickle for a week
And hoard pens and pencils and beermats and things in boxes.

But now we must have clothes that keep us dry
And pay our rent and not swear in the street
And set a good example for the children.
We must have friends to dinner and read the papers.

But maybe I ought to practice a little now?
So people who know me are not too shocked and surprised
When suddenly I am old, and start to wear purple.

Jenny Joseph 1961
De: “Rose in the Afternoon” – 1972

*Este poema fue la inspiración para que se creara la Red Hat Society en Estados Unidos; tenía en sus objetivos inspirar la excentridad, la imaginación, la diversión, la amistad y las relaciones sociales de mujeres de más de 50 años. Fue votado el “poema de la posguerra más popular” del Reino Unido en un sondeo realizado por la BBC, en 1996.





Quién soy yo

Quién soy yo
Sometimes blanquita
Sometimes de color
Depende de quién tenga la billetera.

In a land full of beauty
A land full of culterals
Por ahí unos que cantan Allah o Akbar!
Por aquí, un ramito de flores pa’ la patrona
A veces, Nkosisikelel i Afrika!
Pero después Oh, oh, pardon me

Alguien pregunta… ¿pero quién eres de verdad?
What the heck is ek
Motuda, enmarañada,
feucha pero rendidora

Traducción de Jan de Jager



Wie’sek

Wie’sek
Sometimes ‘n whitey
Sometimes ‘n Coloured
All depends who got the wallet.

In a land full of beauty
A land full of culterals
Daarsoe sing hulle Allah oe Akbar!
Hierso, ‘n bossieblommevirriemerrim!
Nettouissit, NkosisikeleliAfrika !
Dan wee Uh! Uh! Pardon me!

Iemandvra… wie is jywerklik?
What the heck is ek
Kroeskop, Bossiekop
pleinmagetryn.




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JOHANN DE LANGE [18.071]

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Johann de Lange

Johann de Lange (Nació el 22 de diciembre 1959 en Pretoria, Unión de Sudáfrica) es un Afrikaans poeta, cuentista y crítico. Conocido por ser uno de los escritores más destacados de los homosexuales en Afrikaans, su obra más polémica es Nagsweet ( "Sudor nocturno").

Debutó en 1982 con una colección de poesía titulada Akwarelle van die Dors ("Aquarelles de sed") por el que fue galardonado con el Premio Ingrid Jonker en 1983. Fue seguido por Waterwoestyn ( "Desierto de agua") en 1984, Snel grys fantoom ( "Fantasma rápida gris") en 1986, Wordende NAAK ( "Cambio") en 1988, que fue galardonado con el Premio Rapport de Poesía, Nagsweet ("Nightsweat") en 1990, Vleiswond ( "herida") en 1993 y Wat hundimiento es vergaan ( "Lo que es perece blandos") en 1995.

Después de un silencio de 13 años publicó un nuevo libro de poemas Die álgebra van nood ( "El álgebra de la necesidad") en 2009, que fue galardonado con el Premio de Poesía Hertzog en 2011. En 2010 una selección de su poesía se publicó bajo el Judasoog título ( "ojo de Judas").

En 1996 publicó su primera colección de cuentos titulada Vreemder como fiksie ( "Más extraño que la ficción"), seguido de Tweede natuur ( "segunda naturaleza") en el año 2000 en el que explora la subcultura de las drogas.

En 1997 editó una antología de cuentos titulada Soort soort Soek ( "Birds of a Feather"), que abarca 100 años de la ficción gay en afrikaans, y en 1998 una antología de Afrikaans poesía erótica en colaboración con Antjie Krog caminata colorante Die titulado morir aan colorante ( "se notó una atracción de los muslos"). En 2010 compiló una selección de poemas de Afrikaans poeta Spies Lina, van tuiskoms Die Skyn tituladas ( "Apariencia de un regreso a casa"), y en 2011 una selección de la poesía de Wilhelm Knobel titulado como woorde troquel comenzar droom ( "Cuando las palabras empezar a soñar ").

También fue galardonado con el premio Pankrator por su poema "Skerpskutter" en un concurso internacional de poesía organizado por la UNESCO, así como un premio Avanti por su guión documental sobre la vida de Ingrid Jonker Verdrinkte hande ( "Drowning manos").

Ha traducido poemas de Wilma Stockenström, Sheila Cussons, Antjie Krog, Lucas Malan y Ernst van Heerden, entre otros, en Inglés. Un gran número de estas traducciones ya ha sido publicado en las colecciones locales y en el extranjero y antologías como El libro del pingüino del verso de África del Sur (1989), Romper el silencio - un siglo de la poesía de las mujeres de África del Sur (1990), Soho Square: una colección de nueva escritura de África (1992), El corazón en el exilio: la poesía de Sudáfrica en Inglés 1990-1995 (1996) y La lava de esta tierra: Sudáfrica poesía 1960-1996 (1997).

Una selección de sus traducciones de poesía de Wilma Stockenström fue publicado como La sabiduría de agua en 2007.

Volúmenes de poesía 

Akwarelle van die dors (1982) ("Aquarelles of thirst")
Waterwoestyn (1984) ("Water desert")
Snel grys fantoom (1986) ("Quick grey phantom")
Wordende naak (1990) ("Changing")
Nagsweet (1991) ("Night sweat")
Vleiswond (1993) ("Flesh wound")
Wat sag is vergaan (1995) ("That which is soft perishes")
Die algebra van nood (2009) ("The algebra of need")
Judasoog: 'n seleksie (2010) ("Judas Eye: Selected poems")
Weerlig van die ongeloof (2011) ("Lightning of disbelief")
Vaarwel my effens bevlekte held' (2012) ("Farewell, my slightly tarnished hero")
Stil punt van die aarde (2014) ("Stil point of the earth")

Ficción

Vreemder as fiksie (1996) ("Stranger than fiction")
Tweede natuur (2000) ("Second nature") (A graphic exploration of the drug culture)

Antologías

Soort soek soort (1997) ("Birds of a feather")(An anthology of gay short fiction in Afrikaans covering 100 years)
Die dye trek die dye aan (1998) ("Thighs attract thighs") (Anthology of erotic poetry in Afrikaans, compiled in collaboration with well-known author Antjie Krog)
Die skyn van tuiskoms: 'n keur uit die poësie van Lina Spies (2010)
As die woorde begin droom: 'n keur uit die poësie van Wilhelm Knobel (2011)

Traducciones 

The wisdom of water (2007) (A selection of translations from the oeuvre of one of Afrikaans foremost poets)



Chico árabe

Camina por delante sin apuro
con apretadas caderas de muchacho
envueltas en un taparrabos blanco,
su espina dorsal una soga marrón
anudada a la espalda,
sus pasos de un ritmo 
fugaz casi inaudible.    
Se mueve por un paisaje
como de acuarela mojada
que reverbera en el sol de mediodía,
y las colinas son camellos en cuclillas. 
Sus hombros del color de la arena, 
balanza que pesa el corazón y el aliento,
los ojos como un ojo
de agua en el desierto,
las pestañas finas ramas de palmera
por sobre la frescura de esos ojos. 
Y cuando se detiene
junto a la casa blanqueada
y se da vuelta en el marco de la puerta, 
y parpadea con esos radiantes ojos de Pan,
veo que la experiencia reposa sobre su rostro
como una fina película de polvo en un espejo.

Traducción de Jan de Jager




Arabieseseun

Hystapvoor my uitonhaastig
metskraalseunsheupe
ligweg in net ‘n wit lendekleed,
syrugstring ‘n bruin tou
teensy rug afgeknoop.
syvoetval ‘n vlugtige
skaarshoorbareritme.
Hybeweeg teen ‘n landskap
opgeefselende damp-akwarel
bewend in die middaghitte,
dieheuwelshurkendekamele.
Syskouers is sandbruin,
‘nskaalwaarin hart enasemweeg,
syoëblousoos ‘n skielike
oog in die woestyn,
sywimpersfynpalmtakke
oor die koelte van die oë.
Enwanneerhy halt
by die witgekalkte huis
enomdraai in die koeldeurkosyn
en met blink Pan-oë wink,
sienekervaring op sygelaatlê
sooseen dun lagiestof op ‘n spieël




RESENSIE: STIL PUNT VAN DIE AARDE 
(JOHANN DE LANGE)



stil punt van die aarde deur Johann de Lange (Human & Rousseau, 2014: ISBN: 9780798164917; Prys (insl. BTW): R 170.00; Formaat: Sagteband, 128pp.)

Resensent: Tom Gouws



Jy lees asemloos en vol verrukking

As kind was die Bybelverhaal van die Israeliete wat deur die Rooi See beweeg, met die siedende Egiptenare agter hulle aan, in my verbeelding ’n skouspel van epiese proporsies. Die volk van God moes in opdrag van Moses stil wees (Eks. 14:14) in hulle deurgang deur die middelpunt van die aarde. Toe hulle deurbeweeg het, het God die mure van water aan weerskante van die trekkersweg in die hart van die see laat inknak. Dit was veral die grootsheid van die oomblik vir die Israeliete tóé, as hulle terugkyk en sien wat gebeur het, wat ook mý grootoog laat stol het in die kristalsee van die ewigheid. Hierdie was daardie mitiese “one moment in time”, wat weliswaar in stilte geduur het sodat elke Israeliet “(could) feel eternity”, wat dit dan eerder maak: one moment in, and out, of time. In die ‘Lied van Moses’ sing hy dan ook van hierdie epifaniese moment: “The deeps were congealed in the heart of the sea.” (Ex. 15:8, American Standard Version).

Oor hierdie tipe ewige oomblik: van openbaring, verwondering, visioen of verbystering, “the sense beyond”, as jy teruggeruk word tot die primordiale oorsprong van alles, waar jy jou skielik bevind “in die nawel van die aarde” en “waarhede” in jou “(in)gebrand” word “soos die oggendster” (p. 90), handel Johann de Lange se tiende digbundel: stil punt van die aarde.

Mistici, dromers en denkers deur die eeue het oor hierdie ervaring van sinsverrukking geskryf, en uiteraard velerlei digters ook, such stuff as dreams are made on, ook poësie. Twee digters, beide Nobelpryswenners, wat ’n groot invloed op De Lange se digkuns het, was albei ook kreatief gevange gehou in hierdie amper hallusionêre sametrekking van ewighede, weliswaar ’n dénouement, en die titel van die bundel, en die inhoud daarvan, hang ten nouste saam met hulle belewenis, verkenning en poging tot verwoording daarvan.

Die eerste is T.S. Eliot se allereerste voorheen ongepubliseerde (dog nie onbekende) gedig, “Silence”, van rondom 1910, en sy vollediger ontginning van die idee later in Four Quartets. Die tweede digter is die Italianer, Eugenio Montale, van wie Rosa Nepgen gedigte vertaal en in 1979 gebundel het in Die geel van suurlemoene skyn, en spesifiek die gedig ‘Die suurlemoene’ (’n gedig wat De Lange ook in Afrikaans vertaal het). Daar is in hulle jonger jare ten beste ’n vreemde sinchronisiteit aan’t werk in dié toe ontluikende digters, wat weliswaar ook ’n bepaalde verwantskap met mekaar gehad het, asook vermoedelik ’n wedersydse beïnvloeding, veral ten opsigte van poëtikale beelde en filosofiese stramien. De Lange gebruik hierdie kreatiewe spanning as ’n matriks waarbinne hy hom situeer, met velerlei spore van hierdie twee digters wat in sy werk na te speur is.

Voeg mens daarby dat hulle albei sterk meegesleur is deur Dante Alighieri se donker stroom, soos ook De Lange se visuele medewerker in die bundel, Judith Mason-Attwood, dan begin die velerlei ingebedde fasette van hierdie teks stadig ontsluit. Daarmee saam – albei hierdie groot digters had ’n fassinansie met Orpheus en die onderwêreld. As De Lange vir die Engelse digter Tony Harrison aanhaal in afdeling III van die bundel: “I am Orpheus going down again”, laat dit hierdie bundel aansluit by die uitgebreide Orpheus-mitologisering waarbinne De Lange se totale oeuvre val, al is dit nie soseer ’n tema wat in die bundel as sodanig vooropgestel is nie. Hierdie ongedwonge vermoë tot oeuvrekomponering gee De Lange weliswaar die allure van digterlike statuur.

Net ’n een en ander oor die twee gedigte wat ’n direkte verband met die verstaan van die titel en die bundelstrekking het.

Volgens Lyndall Gordon, in haar biografie Eliot’s Early Years, het Eliot in die tyd dat hy gestudeer het aan Harvard College – terwyl hy op ‘n dag in Boston loop – hy skielik voor sy oë die strate sien inkrimp en verdeel. Dit was ’n moment waarin sy verlede en toekoms, sy alledaagse doen en late, sy drome, sy totale lewe, in ’n oogwink verdwyn het, en hy ten midde van die stadslawaai hierdie allesoorheersende stilte ervaar het. Die gedig wat hy in 1910 skryf, is dan gepas ook getiteld ‘Silence’, wat gestalte probeer gee het aan hierdie onnoembare ervaring van tydloosheid. “You may call it communion with the Divine or you may call it temporary crystallization of the mind,” het hy dit later verwoord. Dít is ’n verwoording van “stil punt van die aarde”.

In sy ‘Four Quartets’ (‘Burnt Norton II’) artikuleer Eliot hierdie primal experience meer genuanseerd en belig dit die bundeltitel pragtig, ook van die belangrike kodes in die teks:



            At the still point of the turning world. Neither flesh nor fleshless;
            Neither from nor towards; at the still point, there the dance is,
            But neither arrest nor movement.
            And do not call it fixity,
            Where past and future are gathered. Neither movement from nor towards,
            Neither ascent nor decline. Except for the point, the still point,
            There would be no dance, and there is only the dance.
            I can only say, there we have been: but I cannot say where
            And I cannot say, how long, for that is to place it in time.  .



Die derde laaste reël: “There would be no dance, and there is only the dance” is wat Breyten Breytenbach die ongedanste dans genoem het.

[’n Mens kan (in reliëf met Breytenbach) uiteraard veel verder sê oor die geesteslike raam waarbinne hierdie tipe belewenis meer gepas is, soos byvoorbeeld die Boeddhisme, en miskien selfs die Hinduïsme, maar dit het eweneens ’n duidelike plek in die Christologiese geloofservaring. De Lange se soeke na die “Divine”, in Eliot se term, vind veral uiting in die gedigte van Afdeling V, getiteld ‘Sange’, en dit is ’n diverse aanbod, wat oor verskeie godsdienstige tradisies strek.]

Die digterlike persona in De Lange se bundel het egter ook in hierdie “stil punt van die aarde” ’n knaende eksistensiële angs met ’n baie donker ondertoon. Eliot spel dít in sy ‘Preludes’ soos volg uit: “At such peace I am terrified. / There is nothing else beside.” Die “onsienbare lyn” van vergetelhed (p. 18), oftewel die vae kontoere van verwording (wat die visuele tekste van Judith Mason in die bundel by uitstek aksentueer) bring ’n bepaalde weerloosheid, maar ook ’n aanvoelbare eksistensiële angs na vore. Bietjie later meer hieroor.

Ter afsluiting van die Eliot-aanleuning: in ’Burnt Norton IV’ noem Eliot hierdie stasis-ervaring waaroor ek nou reeds uitvoerig geskryf het: “At the still point of the turning world”, wat bykans ’n presiese Engelse vertaling van die De Lange-bundeltitel is.

Eugenio Montale se gedig ‘Die suurlemoene’ is ’n kompleterende interteks van die bundel:



            Want in stiltes soos dié word alles verklaar,
            begin dit beweeg na ‘n oorgawe toe
            waarin dinge hul diepste geheime gaan openbaar,
            en ‘n mens verwag jy gaan ontdek
            hoe die natuur fouteer, waar die dooiepunt
            van die wêreld lê, die skakel sit wat nie hou nie,
            en hoe om die knoop te ontwar en eind’lik die draad te vind
            wat na die hart van die waarheid lei.
            Die oog ondersoek en beskou,
            die gees wat vors, verbind en skei
            in ‘n geur wat ver versprei
            wanneer die lig van die dag verflou.
            dis in hierdie stiltes dat aan ons,
            met elke menslike skim wat afskeid neem,
            die een of ander verstoorde godheid verskyn.



Wat Nepgen vertaal as “waar die dooiepunt /  van die wêreld lê” is in De Lange se weergawe veel nader aan sy eie bundeltitel, te wete: “die stil punt van die wêreld”.  Hierdie stil punt van die aarde word egter dikwels vir De Lange ’n dooiepunt, ’n horror vacui, ‘n verterende nothingness waaruit hy probeer ontsnap. Die paradoks is dat dit juis óók terselfdertyd as die kreatiewe baarmoer dien. Dít kan baie mooi geïllustreer word aan die slotgedig van die bundel, ‘O lig van die wêreld dra my!’, gebaseer op ’n gedig van die Amerikaanse digter Mary Oliver. Daar is ’n desperate uitroep na ’n mistieke Lig wat hom dalk sal kan transporteer oor die angswekkende verstilling wat die naderende, verswelgende doodervaring gaan meebring. Die aaklige realiteit hiervan word dramaties verbeeld deur die opstapeling van die tragiese lydingsgeskiedenis van talle Afrikaanse digters:


            Ingrid wanhopig vasgerank
            in die wier & gras van Drieankerbaai
            beenaf Ernst veg met fantoompyne nag ná nanag
            Barrie met sy pille & sy bottel gas
            die stemme in sy kop uiteindelik gestil
            Koos in pajamas praat met die dooies om sy bed
            Eugène Marais buite in die reën met die dubbelboor
            het die slang wat hom in die aar gebyt het opgespoor
            Stephan, sy pyn privaat, onverhoeds & alleen
            op sy dubbelbed betrap
            Casper in ’n hospies buite bereik van sy antwoordmasjien
            Ralph wroeg & wurg eensaam aan ’n bitter wattelbos
            Ina uit haar verlate tuin verban
            waar voëls nie langer sing & onkruid gedy
            & Sheila, broos & halfblind, die gelouterde lyf oplaas bevry,
            moet alleen die vlammende oortog maak –



Vir elkeen van dié figure was die stil punt van die aarde tegelyk hul kreatiewe vuur én hulle vernietiging. Elke digter verdúúr dit anders.

De Lange het verskeie antidote. Een van daardie wyses waardeur die digterlike subjek telkens in hierdie bundel probeer om van die dwingendheid van die dood te ontkom, is wat Gerrit Dekker in die poësie van D.J. Opperman genoem het: “verlossing deur vereenselwiging”. Daar is in hierdie bundel ’n oorvloedige soort selfprojeksie van dierlike aard, baie in ooreenstemming met Eliot se ‘Prufrock and Other Observations’:


            And I must borrow every changing shape
            To find expression … dance, dance
            Like a dancing bear,
            Cry like a parrot, chatter like an ape.


Die eerste twee afdelings van die bundel, ‘Josefskleed’ en ‘Spore’, wemel (in die mooi sin) van diere, voëls en insekte. Na my mening is die meeste van hierdie gedigte die grootste bate van die totale bundel. Jy lees asemloos en vol verrukking hoe die digter met ’n fyn waarnemingsvermoë, ’n totaal oorspronklike digterlike beskrywing, briljante metaforisering en ’n verbysterende stilistiese skeppershand beeldgestalte aan hulle gee. Deurgaans word die beskrywings gebalanseer tussen twee uiterstes: enersyds die verwording wat ek vroeër genoem het, en andersyds die mimetiese (waarbinne die spieëlkode die sterkste vooropgestel is). Dit word ’n heerlike spel wat boeiend aan verlossing deur vereenselwiging beslag gee. Een so gedig is ‘Die digter as perdeby’:


            Hy huiwer voor die taak,
            ’n donker instrument
            gedrewe & potent.
            Dié swart derduiwel
            rofkas met klei
            ’n gewikste swaelstertvoeg,
            ’n myterlas
            in ’n steengroef.
            Dan word dit ’n engelebak
            vir ’n rei, ’n brommende
            sixtynse koortjie,
            & later ’n bruin kokon
            wat trojaans gaan oopbreek
            vir ’n giftige bataljon.



Die gedig ‘Hottentotsgod’ is ’n kragtoer in digterlike stoffering:



            Kranige skadubokser afgeteken
            agter ’n blaar, vlugvoetige
            groen samoerai
            met jou spigtige pantser,
            lyf & harnas één,
            ’n groen hinderlaag
            perfek gekamoefleer
            met driehoekige kop wat krink
            op ’n spits nek
            & twee groot heuningkoek-oë.
            Wagtend oorpeins jy
            jou prooi: ’n mot, vlieg of suikerbekkie
            waarvoor jy rats van monnik
            na monster transformeer
            met getande voorpote
            wat blitssnel origami ontplooi,
            monstrans vir jou fees,
            jou goddelike umami!



Die tweede wyse waardeur die digterlike subjek in hierdie bundel desperaat die dood probeer kierang, is nie nuut nie, maar dit word hier verrassend nuut aangebied – om deur die ekstase van lyflikheid die dood ’n dooiepunt te steek.

Dis betaamlik om te sê bykans ál De Lange se bundels ruik na horing. Hierdie nuwe bundel is geen uitsondering nie. Ek bly my verstom oor hoe die digter nié sy slag met hierdie ou ramkiekie, die enkele snaar, verloor nie. Dit wat in die gedig ‘Roedes en roetes’ staan, is séér sekerlik (weliswaar plat) ook van De Lange waar: “sy eerste, grootste liefde bly sy lat”. Hy betower egter steeds met ’n nuwe liedjie, al het dit natuurlik teen hierdie tyd al die potensiaal om ’n holruggeryde ou deuntjie te word. Dié onderwerp-skopus by De Lange (en ja, géén Te Korte) word geiler en groter; die donker van sommige ervarings word dieper en meer duister; die onderbewustelike psigologiese kompleksiteite word dringender. Die reikwydte wat aan die leser gebied word, is verstommend – van die antieke Grieke se gehiefel en gefiefel; ’n lewendige eietydse Boerneef-gemeenplasigheid oor die handsambok;’n léwendige beskrywing van ’n skopofiel (met die webcam as ’n virtuele judasoog); selfs Bear Grylls en Francois Hougaard ontkom nie die naakte lis nie.

Maar dit is die seksuele ontluistering van die (fisiese en digterlike) vader wat, vermoed ek, die konfronterendste appèl tot die leser gaan rig. In menige gedigte ry Van Wyk Louw as digterlike vader swaar aan De Lange se pen (kyk byvoorbeeld na die gedig ‘Middernag’). Dis dikwels bloot met ’n gay digterlike tong in die kies, maar dit bereik dikwels nie veel meer as die skunnige anekdotiese nie:


            Ek laat sak my pen & merk N.P. aangestap
            kom, die son ’n laat nektarien.
            “Is dit ’n gedig in jou sak,” vra ek,
            “of is jy net bly om my weer te sien?”


Dié gedig laat die gevoel van ’n puntdig met ’n bedenklike Mae West-vineer. ’n Mens wens jy kan die uitsonderlike beeld in die tweede versreël red van die derderangse hotelversie. Ek verstaan die onderliggende moedwillige perspektief, die poging tot objektivering (veral via die inspeel op die gedig ‘Clifton’ van Louw), maar is dít wragtag die vlak waarop ’n Hertzogpryswenner satiries probeer wees?

Ek verstaan digterlike vaders moet á la Harold Bloom ten minste opgestuur word, ja soms brutaal om die lewe gebring word . Ek verstaan ook dat al die voorgangers soos spoke (eweneens ’n belangrike tema by Eliot en Montale) in tekste ronddwaal en dat daar met hulle afgereken moet word (“A familiar compound ghost / Both intimate and unidentifiable.”) Ek verstaan dat daar ’n behoefte is om op die vaders se grafte te spoeg (en in ‘Verlore vaders’ véél meer te doen) ja; selfs die metafisiese implikasies en die ooglopende simboliek daarvan kan ek snap, maar eerlikwaar, ek het swaar gesluk aan die eerste strofe van ‘Nog in my laaste blow job’:


            Nog in my laaste blow job sal jy wees,
            nog in die laaste polsings van die vlees,
            nog in die wynrooi skemering van jou mik
            voor die stilword waar ek my ledig in jou blik


Maar van die tweede strofe af het die gedig my hart ontsaglik aangegryp, uiteindelik uitgeruk en my ten diepste ontroer, ten spyte van die ontluistering van een van my geliefkoosde Louw-gedigte:


            deur al die donker ure tussen middernag
            & eerste lig waar ek eensaam op jou voetval wag,
            & weet dat niemand jou gelyke was,
            bloot stom vlees waarna ek in ’n donker tas.
            Maar jy, met elke soen ’n uitgerekte groet,
            wat getalm het, met donker oë wat vonk
            & in die voornag luid & jags & feestelik dronk
            kon moker aan my voordeur, hemp reeds uitgetrek,
            elke vesel saamgebal vir die hamergooi:
            jy was mooi in jou nood, & in jou walging mooi.


Ja, soms is selfs die walging mooi, en is dit miskien iets wat Johann de Lange regkry, om in die tematiese beperking van “stom vlees” steeds grensverskuiwend te blý. Die kindermolestering (p. 56), babaverkragting (p. 51), geslagsverwarring (p. 50),  die versugting na seks met die vader (pp. 57, 62 en 66) word digterlik uiters behendig hanteer, miskien selfs “Dantesque in its measured gravity and weight” (soos F.R. Leavis in The Living Principle oor die werk van Eliot sê).



Deel van die spoor-kode, wat reeds op die mooi voorblad vooropgestel word, en dwarsdeur die bundel op verskeie vlakke en met verskillende teksture uitgebuit word, bied heerlike ontginningstogte vir voornemende studente en ondernemende lesers. Maar, voor God, ek is te bang om iets van die filosofiese onderbou van Derrida se spore te noem, want ek weet Maria Snyman sal my vir die volgende paar maande op Versindaba se webwerf daarmee besig kan hou.

Ten besluite – Eugenio Montale het oor die poësie van sy tyd gesê wat eweneens waar is van die Afrikaanse poësie vandag; “Many of today’s verses are prose and bad prose.” Johann de Lange is ’n liriese uitsondering. Hoor hoe sing die gedig: ‘Catullus praat met die digter op Diemersdal’:


            Nou smee die dae met winterweer ’n grys komplot.
            Deur skuur & houtbeskot, deur elke kier, fluit ’n ysige wind.
            Sit weg die tuinvurk, die grond is kluithard, die jaar se oorskotvrugte
            is ingelê in gouestroop. Lees, of skryf gedigte. Kat se kind
            lê knus voor die kaggel terwyl dit buite geurig reën.

            Vir die hart ongedurig na ’n lang seereis
            wag die warmer keerkring van die palmblaar.
            Digters volg die soet spoor van die rietmuis
            wat ritsel oor papier. Woorde slyt teen mekaar
            & paar, rond & glad soos kieselsteen.



Hier is uitstaande verse in hierdie bundel. Helaas is daar ook heelwat swakker gedigte (ek sou byvoorbeeld die laaste twee afdelings van die digbundel nie ingesluit het nie, ’n gedig of twee uitgesonder). Maar, dis onteenseglik waar: De Lange is bepaald een van ons groot digters in Afrikaans, en hierdie bundel bevestig sy kragtige digterskap. 


(c) Tom Gouws 






ADAM SMALL [18.072]

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Adam Small 

Adam Small (nacido en Wellington, Cabo Occidental el 21 de diciembre 1936) es un escritor sudafricano que participó en el Movimiento de Conciencia Negro y otros activismos. Es conocido como un escritor que escribió obras en afrikaans que se ocupan de la discriminación racial y la sátira y la situación política. Algunas colecciones incluyen poemas en inglés, y tradujo al poeta afrikaans NP van Wyk Louw al Inglés. Fue galardonado con el Premio Hertzog en 2012 por su contribución al género del drama. 

Sus trabajos incluyen: 

Poems (undated)
Die Eerste Steen (undated)
Verse van die Liefde (1957)
Kitaar My Kruis (1962)
A Brown Afrikaner Speaks: A Coloured Poet and Philosopher Looks Ahead (1971)
Black Bronze Beautiful: Quatrains (1975)
Oh Wide and Sad Land - Afrikaans Poetry of NP van Wyk Louw translated by Adam Small (1975)
District Six (1986, with Chris Jansen)
Drama (1965): Kanna hy kô hystoe DIE LEWE VAN CHAD CARLTON



El Señor ha barajado

Que el mundo diga lo que diga, pibe
con un faso y un vaso de vino Oem Tas 
ta todo bien amigo, all right vio,
no worry, nada de worry

con un faso y un vaso de Oem Tas 
una buena mina y otras cosas buenas
eh    
que el mundo diga lo que quiera, wey
qué hay con eso
qué hay con eso
qué importancia tiene 
como dicen los ingleses it cuts no ice: me da igual
el Señor ha barajado 
y nos tocó la peor carta de la baraja
es eso, nada más

que nos digan guarangos, villeros, favelados, 
never mind
habemos hijos de Cam y hay hijos de Caín              
así que compadre está todo all right vio,
no worry, que para qué

Traducción de Jan de Jager




Die Here het gaskommel

lat die wêreldma’ praatpêllie los en vas
‘n sigaretjie en ‘n kannetjieOem Tas
en dis all right pêllie dis all right
onskannie worry nie

‘nsigaretjieen ‘n kannetjieoemtas
en ‘n lekkermeid en lekkerannerdinge
oe!
lat die wêreldma’ praatpêllie los en vas
watdaarvan
watdaarvan
watmaakditsaak
soos die engelsmansalsê it cuts no ice
diehere het gaskommel
en die dice het verkeerdgeval vi’ ons
daai’s maar al

solathullema’ sêskolliepellie
nevermind
daar’smoskinners van Gam endaar’skinners van Kain
sodis all right pêllie dis all right
onsmoenie worry nie




DOEMANIE

’n Proefiet van Jesus djỳ?
’n proefiet?
djy moet djou palys-hys
djy moet djou aeroplane-motorkar
djy moet daai kamma sêd smile van djou
en djou tears
en djou woerawarra op die pulpit
moet djou skorrelsvol braai-atappels en – vleis?

djou hys ’n woestyn? nou sal mens djou verbeel!
en hoe lyk dit moet djou kale pote vi’ daai streamline ding
hoe lyk dit moet djou toega vi’ die vel van ’n kameel
hoe lyk dit moet daai skorrelsvol vi’ sprinkane en wille hiening?

From: Kitaar My Kruis
Publisher: HAUM, Pretoria, 1961




PREACHER

you a Prophet a Jesus? 
a prophet? 
you wit yo palace-house? 
you wit yo airmobile? 
you wit that kinda sad smile a yours? 
an yo tears 
an yo huffanpuff up onna pulpit 
an yo plate piled high wit braaivleis pertaties an meat?

yo house the desert? boy! folks is really gonna think you summin! 
an how ja like yo bare lil feet f’ that streamline thing 
how ja like yo camelskin toga 
how ja like ya plateful locust an wile honey?

© Translation: 1997, Mike Dickman
From: The Lava of this Land: South African Poetry 1960-1996





KÔ, LAT ONS SING

Vrinne
lat ons die Bybel oepeslaan
en lat ons daaryt lies –
o Allahoegste Gies
lat hierie woorde na onse harte gaan! –
yt die twiere boek van Mosas
yt die Exoras
yt die viere hoefstuk die ee’ste en die twiere verse –
o God
maak vi’ ons lig moet hierie woorde soes moet kerse! –

toe antwoord Mosas en hy sê: ma’ wat
as hulle my nie glo, nie aan my woorde vat
as hulle sê die Here het nie ga-appear aan my?

ma’ die Here sê vi’ hom: djy sal djou mense lei
wat’s in djou hand?
en Mosas sê: ‘n staf

nou vrinne
dit was al wat hy gahad het
hierie man van God
’n staf
’n dooie stok
en boenop het hy nog gahakkel ok

ma’ die Here het toe lank moet hom gapraat
oor hoe hy moet daai kierie doodgaslaat
het die Egiptenaar
en Mosas het sy groote kop lat hang
en toe
toe skielak was daai selfde kierie in sy hand ’n slang!

nou vrinne
die Here het gabring
aan my sy wonnerwerke oek so
hy het gavra wat’s in my hand
en vrinne
in my hand was my kitaar

kô, lat ons sing

From: Kitaar My Kruis
Publisher: HAUM, Pretoria, 1961




COME, LET US SING

Friends, 
let us open up the Good Book 
and read from it –
o Mos Holy Spirit 
let these words go right t our heart –
from the secon book a Mosas 
from Ex’dus, 
fourth chapter, firs an secon verse –
o God 
make for us with these words a light as that of candles! –

an Mosas answered an he said: but what 
if they don b’lieve me, don take up my words 
if they say the Lord didn’t never appear t me at all?

but the Lord said: you shall lead your people 
What is in your hand? 
an Mosas said: a rod.

Now friends 
twas all he had 
this man o God 
a rod 
a great dead stick 
an on top of that he was also a stamm’rer

but the Lord spoke with him at length 
how with that stick he had stricken dead 
the Egyptian 
an Mosas let his great big head hang down 
an 
an sunly that selfsame rod was become a serpent!

Now friends 
even unto me has the Lord brought 
his wonderworks 
he has asked me what is in my hand 
an friends 
in my hand is my guitar

come, let us sing

Translation: 1997, Mike Dickman
From: The Lava of this Land: South African Poetry 1960-1996


  

DIE HERE HET GASKOMMEL

Lat die wêreld ma’ praat pêllie los en vas
’n sigaretjie en ’n kannetjie Oem Tas
en dis allright pêllie dis allright
ons kannie worry nie

’n sigaretjie en ’n kannetjie Oem Tas
en ’n lekker meid en lekker anner dinge
oe!
lat die wêreld ma’ praat pêllie los en vas
wat daarvan
wat daarvan
wat maak dit saak
soes die Engelsman sê it cuts no ice
die Here het gaskommel
en die dice het verkeerd geval vi’ ons
daai’s maar al

so lat hulle ma’ sê skollie pêllie
nevermind
daar’s mos kinners van Gam en daar’s kinners van Kain
so dis dis allright pêllie dis allright
ons moenie worry nie

From: Kitaar My Kruis
Publisher: HAUM, Pretoria, 1961



THE LORD HAS ROLLED THE BONES

Let the worl talk pallie if it wants to fast an loose 
a cigarette, a can Oom Tas 
an s’alright buddy s’alright 
we don’ give a damn

a cigarette, a can Oom Tas 
pretty chick, pretty other stuff too 
oh ja! 
let the world talk frien’ if it wants to fast an loose 
so what 
so what 
what diff’rence does it make 
like th’ English oke says cuts no ice 
the Lord has rolled 
an’ the bones jus don’ have our number 
is all

so let them say skollie pallie 
ferget it, never mind, 
it’s jus there’s children a Ham an children a Cain 
s’okay my frien’, s’alright 
let’s jus don’ worry

Translation: 1997, Mike Dickman
From: The Lava of this Land: South African Poetry 1960-1996








RF BRISSENDEN [18.073] Poeta de Australia

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RF BRISSENDEN 

(1928-1991)
RF Brissenden nació en Wentworthville, Nueva Gales del Sur, Australia. Fue educado en las universidades de Sydney y Leeds, y enseñó en la Universidad de Melbourne y luego en la Universidad Nacional de Australia hasta su retiro en 1984. Fue el autor de seis libros de poemas publicados entre 1971 y 1990, y dos novelas, Poor Boy y Wildcat. Fue miembro de la Junta de Literatura del Consejo de Australia desde 1977 hasta 1978 y su presidente de 1978 a 1981. En 1982, fue galardonado con la Orden de Australia por sus servicios a la literatura australiana.

Poesía

Day after Day: Selected Poems by Salvatore Quasimodo, (translated with Geoff Page & Loredana Nardi-Ford), Indigo, 2002
Suddenly Evening , (ed. David Brooks), McPhee Gribble, 1993
The Oxford Book of Australian Light Verse , (edited with Philip Grundy), Oxford University Press, 1991
Sacred Sites: Poems , Phoenix Review/Bistro Editions, 1990
The Whale in Darkness , Australian National University Press, 1980
Sketches from Herodotus , Open Door Press, 1976
The Stake, 1633: After the Engraving by Jacques Callot , Open Door Press, 1975
Building a Terrace , Australian National University Press, 1975
Elegies: Nine Poems , Brindabella Press, 1974
Winter Matins and Other Poems , Angus & Robertson, 1971

No ficción

New Currents in Australian Writing , (with Katharine Brisbane and David Malouf), Angus & Robertson, 1978
The Great Gatsby: A Critical Introduction , Ashton Scholastic, 1987
A Fire-talented Tongue: Some Notes on the Poetry of Gwen Harwood, Wentworth Press, 1978
Virtue in Distress: Studies in the Novel of Sentiment from Richardson to Sade , Macmillan, 1974
Patrick White , British Council and the National Book League by Longmans, Green, 1966
Samuel Richardson , British Council and the National Book League by Longmans, Green, 1958

Ficción

Wildcat , Allen & Unwin, 1991
Poor Boy , Allen & Unwin, 1987
The Gift of the Forest , (edited with Rosemary Brissenden), Australian Conservation Foundation; Currey O'Neil, 1982
Southern Harvest: An Anthology of Australian Short Stories , (ed.), Macmillan, 1965



Samuel Johnson habla 

            "Dos cosas temía: la locura y la muerte"

Apestaba y gruñía todo su ser, 
subía montañas, se afanaba en Londres, 
o con su vieja esposa mugía torpe 
en la cama. Al beber y comer 
se le perlaba de sudor la frente. 
Respirar lo agotaba. Su gran cuerpo 
incontrolable al fin se le había vuelto 
objeto más odiado que la muerte.

Pero amó e hizo suyas las palabras. 
Para escucharlo hablar callaba el mundo.
Convertía el caos en arte con su voz.
La lengua fue la cuerda que él cruzaba 
sobre el miedo y la culpa que en tumulto 
bramaba cual torrente en su interior.

Traducción de Gabriel Linares




Samuel Johnson talking

“Two things he was afraid of—madness and death”

His great body shambled, groaned and stank,
Kicked stones, climbed mountains, rolled through London streets;
Or snorted in clumsy joy between the sheets
With ageing Tetty. When he ate and drank
Sweat dewed the straining forehead. Every breath
With every year grew harder: the huge frame,
Always ungovernable, in the end became
An enemy he hated more than death.

But words he loved and mastered; when he talked
Confusion died: the world grew still to hear
His voice commanding chaos into art.
Language became the tight-rope which he walked
Above the mindless rush of guilt and fear
That thundered like Niagara in his heart.




David Garrick Remembers 
Mrs Margaret Woffington on the Day of her Death

London, 26 March 1760 

I would kiss as many of you as had beards 
That pleased me… —your last words upon the stage. 
I was not there three years ago to catch you 
As you fell, fainting, into the wings; 
Nor by your bed, today, my Peggy. Long, 
Too long, since we two touched and talked as once 
We did. I cannot think of you as dead: 
I see you now alive, laughing on stage, 
Or turning to me on the pillow; hear 
The words you spoke to me that night in Dublin 
In your own flawed and lovely Irish voice.

Peg, Peg, you kissed too many, and too many 
Pleasured you. Taafe I could have borne, 
The Duke and even Darnley—not the rest: 
Hanbury-Williams, Edmund Burke my friend, 
Your choice Italian swordsman Dominic, 
And Colonel Caesar, faithful to the last. 
'Yourself you give without your heart,' I wrote 
In bitterness: it was not true—you gave 
Your heart to all who loved you, but yourself 
You knew you could not give: nobody can. 
Queen of our feigning, mimic art you held 
Your mirror up to Nature, made us see 
Ourselves for what we are. Now you are gone 
This more than ever seems a world of mirrors 
Where reflection glimmers at masked reflection 
And voices echo voices. Even when 
Our bodies meet—lover with naked lover, 
Or murderer with victim—each still moves 
And postures on some private playhouse floor, 
At once the audience and the actor. Yet 
Somehow we touch, speak, watch and love and kill 
—And die, dear Peggy, as you died today; 
Or as we died that night you danced and sang: 
Time and Death shall depart, and say, in flying, 
Love has found out a way to live by dying. 
'Do those die easiest, too,' I asked, 'who've learned 
To dance?' And with those words our dance 
Began. Apt words—but not my own: stolen 
Like all our words and attitudes. What were we 
Then? What now? Who am I? Who are you? 
How can we tell, whose lives were all illusion? 
Other voices stretch our throats; the clothes 
We wear are not our own. Where does our Art 
Begin, our Nature end? That night I tossed 
The prayer-book down in Goodman's Fields (and heard 
Them gasp and felt my heart stop in the hush) 
—Was that I, David Garrick? Or the Bard 
In me? Could it have even been the crook- 
backed King? Can David ever be himself 
again? Ah, Peg, my dear lost Peg, we know 
The mask can sometimes drop, the glass dissolve 
If for a moment only: eyes can meet, 
Blind hands can touch. It was my flesh you felt 
In Dublin, in Smock Alley, on the bare 
Boards of that darkened stage—it was your voice, 
Your own voice, I heard then and still can hear: 
David , you said, Oh, David, David, David

From Suddenly Evening , RF Brissenden, (ed. David Brooks), McPhee Gribble, 1993







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BACHIR AHMED AOMAR [18.074]

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Bachir Ahmed Aomar

Tuineje 1954,  licenciado en ciencias económicas. 
Poeta de República Árabe Saharaui Democrática.
Escribe poesía y prosa. Miembro del grupo de poetas saharauis “Generación de la Amistad.

Comunicador y activista de la causa saharaui.

Ha tomado parte en las siguientes antologías de poesía en castellano:
-       “Poesía saharaui”, suplemento de Cuadernos del Matemático nº 48.
-“La primavera saharaui”. Escritores saharauis por Gdeim Izik.2011.
-“Poetas saharauis” Generación de la Amistad, Caracas 2013.
-“Una isla dentro”, La Gueldera Las Palmas de G.C. 2014.
-“Las voces del viento”, poesía saharaui contemporánea,  Montevideo 2014.

Participante en los encuentros internacionales de poesía:
-“Mundial Poético Montevideo 2013”.
-“Festival Mundial de poesía Caracas 2014”. 


BUENOS DÍAS

En mi calle,
al amanecer nos despierta
la Traviata y Rigoletto.
Sin permiso, 
se cuelan por la ventana.
El café,
que huele a pescado,
inunda los pasillos.
Cuando huye la noche,
baila desnuda en el balcón
y habla con las cucarachas.
Despeinada y sin dientes,
mi vecina,
irremediablemente,
cada día
está más cuerda.



DESPUÉS DE LA FIESTA

Se puede vivir en la muerte
si la otoñal mañana es tibia.
Huele a calima. 
Me gusta pensar en tus manos
que me acarician en el pasado,
porque te las cortaron en sueños.
Es como sentir tu pecho cálido y tus muslos ardientes
en las noches de verano,
momento en que la alfombra
era nuestro único contacto con el mundo.
Solo una caravana de sudor descubriendo tu vientre.
Cuando la fiesta acabe,
quisiera morir en silencio,
entrar en tu mirada
para que me digas 
que hacer con mi vida
después de la muerte.

Enero 2016.



EL GRUPO 

Aleteo de ángeles
entre vinos y sonrisas.
Por el abierto balcón,
sonidos de nostalgia
vitorean al  violín,
cuando muere la guaracha.
Recitan poemas los asesinos,
mientras, en el ataúd,
a la sombra de los helechos,
el general duerme
con un puñal envenenado.

14-04-15.




El LIENZO ME LLEVA

Amarillo sobre rojo en el lago.
La barca dibuja  veredas
en la arena de la playa,
una joven,
desnuda y solitaria,
besa un delfín.
Gauguin corta la oreja y
Van Gogh besa los pechos desnudos
de la mujer de la flor.
El tiempo no llora.
Los dioses han perdido la memoria,
nos olvidaron en el recuerdo,
han apagado los ríos.
Serpientes y escorpiones
nos comen los ojos.
Amo tus piernas,
tu sexo,
tus caderas.
Frida vendrá esta noche,
si Rivera besa sus labios,
Picasso morirá en Guernica.
El infierno no existe.

15-02-2015.




EL TIRANO

sueña con imperios.
A través de las ventanas,
contempla el desfile de los ejércitos.
La voz de trueno,
retumba por los pasillos
del enrejado cuartel.
Sobre el pecho,
titilan las medallas.
En el manicomio
¡Mi general!
le siguen llamando.




ENIGMA

En esta mañana
fluye  el lado oculto de la ciudad.
El viento arranca los árboles
y el polvo  invade las aceras.
Oculta en la penumbra,
fuma en la esquina
la muerte, 
vestida de mujer. 
Desnudas, 
las putas bailan
en los palacios,
y las ratas,
invaden las alcantarillas.
Pasan lentas las horas,
de rojo se viste el televisor.
Por si acaso,
cierro los ojos
y sonrío.




ESPEJISMO

De pronto, callaron.
El viento sostuvo la tarde.
Caminas  por el crepúsculo.
Todo nace de tus piernas.
Todo tu cuerpo es un  gesto. 
Como la espuma, sonríes.
Con  el  canto de las gaviotas, bailas.
Miras despacio
cuando vuelve el otoño.
Los pájaros  mueren con la lluvia.
Huele a sangre el viento.
Tras la duna, 
la muerte pronuncia mi nombre.
Yo, 
como siempre, 
sigo 
          aquí.

14-07-2015.




HORAS ROTAS

En la estrecha calle,
puro espejismo.
Los adoquines,
vestidos de lluvia,
cierran el paso al fino tacón. 
La húmeda falda
busca una puerta.
En la alcoba,
las sábanas revueltas,
presagian  batallas.
Las medias de carrera fácil,
observan las pisadas
del sombrero que se acerca.
En  la escalera duerme una canción.
Cuando se retiran los pájaros,
la chica que guarda sus caderas
en vaqueros azules,
la que obligan a ser puta,
habla con los muertos.

09-06-2015




HUELE A OTOÑO

El  ardiente siroco arrastra la arena.
Atardece la tarde.
Ando las calles con mirada azul.
Jamás el mismo día. 
Acarició los montes del otro lado. 
Las losas de la calle gritan, 
de oscuros trajes visten los alisios,
todo es borroso
y una golondrina llora. 
En la fuente de la plaza los pájaros se besan. 
Queda un resto de fatiga. 
Se extingue el verano.
El viento se lleva las hojas. 

07-07-2015.



LLUVIA

Se rompió el cielo.
Con su abrigo gris
llegó oculta en la madrugada. 
Sus lágrimas llenaron los cauces
de un  rio que nunca fue,
y el barro invadió la vida.
Las ventanas quedaron ciegas,
para evitar el naufragio
de los niños en los charcos.
Se fue en escombros la esperanza.
Todo se pierde en las aguas sucias
que esconde la voz de la mujer que llora,
mientras los cuervos siguen en los nidos
y los perros aúllan en la noche.
Con una melhfa en la mano,
en el fango
se arrastra una sirena.
Los muros, 
caerán mañana.
Nuevas lluvias vendrán.



LOS OTROS

Los perros ignoran el silencio,
copulan sin freno.
En la penumbra,
una mujer enseña sus largas piernas
al hombre del sombrero negro.
En la esquina,
el policía recibe su mordida.
Desde el  bar,
en un mar de humo,
Otis nos invita 
a sentarnos, 
en el muelle de la bahía.
A través de la cortina,
ante el cliente,
la prostituta deja caer su falda.
Apesta,
a miserias huele
la calle,
la nuestra, 
                  la del burdel,
                                         la de siempre.
Los otros,
desde arriba
nos observan.                                                          

21-04-15.



MEMORIA

En el insomnio de una noche,
escucho voces perdidas,
me extingo en su recuerdo.
Un violín llora lejano,
lágrimas frías
de esquinas rotas.
Apagada mirada
triste,  ausente.
Ya nada es,
las palomas se fueron con el viento.
Un grito rompió el poema,
se callaron las trompetas,
ella, 
como Ulises,
se perdió en la tempestad.

23-06-2015




DOUGLAS DUNN [18.075]

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Douglas Dunn

Douglas Dunn, (nacido el 23 de octubre de 1942) es un poeta escocés, académico y crítico. Actualmente vive en Escocia.

OBRA:

Terry Street - 1969
The Happier Life - 1972
Love or Nothing - 1974 (winner of the Geoffrey Faber Memorial Prize )
Barbarians - 1979
St. Kilda's Parliament - 1981 (winner of the Hawthornden Prize )
Europa's Lover - 1982
Elegies - 1985
Secret Villages (collection of short stories) - 1985
Northlight - 1988
Andromache (translation of Racine's play of the same name ) - 1990
Dante's Drum-Kit - 1993
Boyfriends and Girlfriends - 1995
The Donkey's Ear - 2000
The Year's Afternoon - 2000
New Selected Poems 1964-2000 - 2002




El caleidoscopio

Subiendo esta escalera otra vez,
podría verte encojinada con tus libros,
tu inventario de batas y vestidos
como si fueras a ir de vacaciones.

O desde el descansillo podría ver
mi presencia en tu caleidoscopio
simetría de maridos, rediseñados
en tiernas formas de precaución y fe.

Recorro la escalera diez veces a diario
y en la puerta abierta aguardo, observando
donde moriste. Mis manos son bandeja
que ofrenda mi ser, mi carne, alma y piel.

La pena nos traiciona. De pie espero y lloro
por el perdón absurdo, cuya razón ignoro.

Traducción de Ricardo Morales



The kaleidoscope

To climb these stairs again, bearing a tray, 
Might be to find you pillowed with your books, 
Your inventories listing gowns and frocks 
As if preparing for a holiday. 

Or, turning from the landing, I might find 
My presence watched through your kaleidoscope, 
A symmetry of husbands, each redesigned 
In lovely forms of foresight, prayer and hope. 

I climb these stairs a dozen times a day 
And, by the open door, wait, looking in 
At where you died. My hands become a tray 
Offering me, my flesh, my soul, my skin. 

Grief wrongs us so. I stand, and wait, and cry 
For the absurd forgiveness, not knowing why.




La pasividad sabia de Douglas Dunn

Por Kepa Murua

Vuelvo a la antología del escocés Douglas Dunn, el entrañable poeta que nació en 1942 en Inchinnan, condado escocés de Renfrewshire. En su juventud trabajó como bibliotecario y se graduó en la Universidad de Hull en 1969, el mismo año que publicó su primer poemario, Terry Street. Desde 1971, se ha dedicado en exclusiva a la escritura y ha escrito poesía, cuentos y obras de teatro. En 1972 recibió el Somerset Maugham Award y en 1981 el Hawthornden Prize. La temprana muerte de su mujer, a causa de un cáncer en 1981, motivó la escritura de Elegies, su libro más celebrado, y por el que recibió el premio Whitbread Book of the Year en 1985.

Poemas escogidos, su primer libro traducido al español, presenta una poesía cotidiana que retrata la vida y saca punta al tiempo con unos textos de un rigor y una fuerza emotiva difíciles de olvidar. La visión poética de Douglas Dunn incorpora elementos de la cultura popular con una mirada crítica que reivindica la figura de los más desfavorecidos. Pero si sus libros exploran los caminos entre una “pasividad sabia” y el compromiso político que abraza otras preocupaciones metafísicas, su poesía se recrea en una depuración formal y rítmica que lo convierten en una voz singular del panorama poético en lengua inglesa.








MANEL RODRÍGUEZ-CASTELLÓ [18.076]

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Manel Rodríguez-Castelló

Manel Rodríguez-Castelló (Alcoy, Alicante, 1958) es un escritor español en lengua catalana.

Obras

Comienza publicando poemas sueltos en revistas locales y en 1979 publica su primer poemario: Ciutat del tràngol, que había recibido el prestigioso Premio Vicent Andrés Estellés un año antes. En 1983 publica Esbós d'un cos, al que siguen De foc i danses (1987), L'acròbata dels ponts (1988), Erosions (1994), Ambaixada de Benialí (2000), Música del sentit (selección personal 1978-1999) (2002) y Humus (2003).

La suya es una poesía intimista, centrada en el conocimiento de las vivencias personales mediante un uso preciso del lenguaje. Colabora también en publicaciones valencianas como Levante-EMV y Ciutat d'Alcoi, que recoge en libros como Els dies contants (2002).

En 2005 fue distinguido con el Premio de Poesía Maria Mercè Marçal por el poemario "Lletra per a un àlbum".

Obras

Narrativa

Els dies contats. (2002)
La pedra i el marge (2007)

Poesía

La ciutat del tràngol (1979)
Esbós d'un cos (1983)
De foc i danses 1987
L'acròbata dels ponts (1989)
Matèria primera (1993)
Erosions (1994)
Música del sentit : tria personal (1978-1999) (2002)
Humus (2003). Premi Vicent Andrés Estellés de Poesia de Burjassot (2003)
Lletra per a un àlbum (2005)
Estranyament (2013). LI Premi Ausiàs March de Poesia.

Obras dramáticas representadas

Això diu qu'era per Companyia La Cassola (1990)





La ciutat del tràngol



ciutat de tràngols,
cavalcades avingudes,
ponts solcats en nits d'insomni,
tèrbols atzucacs,
esquinçades veus de vents
sense horitzó,
aldarull de monòlegs indesxifrables.
curulla d'ones d'odi,
ciutat del tràngol,
un cementeri de somnis ofegats
que des del llit-patíbul
t'hem ofert en lent suïcidi.


orbs hem navegat un a un
els teus carrers
i tant ens hem reblert de tu,
habitacle del silenci,
lleu esbós del gest,
que trepitjarem tots els teus murs
fins que irrevocablement vençuda
atenyeràs la platja de càlida arena
que a dentegades hem bastit
perquè hi reposes
per sempre més.


hem retingut la quietud silent dels arbres
en la memòria
per beure'ns a glops la brisa nua,
per guarir-nos del fred d'aquestes nits
i desvetlar-les,
per solcar la terra
i arrapar-la fins dessagnar-nos-hi.
hem triat el silenci de la nit
i n'hem fet espasa, destral
esquinçadora de mots,
agulla descosidora de boscos,
aquí on tot és estridència de veus
o aldarull de vents sense horitzó.


hereus del mar i de la platja,
els fills primogènits del tràngol
i la fosca
hem après al llarg
del llarg silenci a desfullar projectes,
a redreçar en soliu esforç
els nostres somnis acoltellats,
ara presos en estranys ports,
presos i ancorats.
i només un bri de sal
i de set
afermat als nostres ulls,
una clapa de pols eixuta i densa
avui ens assenyala incerts viaranys.
un bri de sal, una clapa de pols
       i aquesta dèria de mirar sempre la mar.


aprendrem a estimbar pors i tenebres
fins fer-ne ascles, encenalls de vidre i pols
que al remat els vents devoren
en folla i desgavellada empenta.
i de bell nou, amb els cossos
curulls de síl·labes i pètals,
a cavall de lleugeres brises,
navegarem el mar dels tactes
i dels besos,
dels sexes i dels riures.


les hivernenques nits de son i fred
que encara ens manquen per atènyer l'altra platja,
per guarir els astres
que enllà ens esperen,
colraran els nostres membres
i esborraran totes les petges.
també la sutja del record
xoparà les goles lívides i famolenques
de paraules.
i en furiós calfred d'abismes i distàncies,
d'estimballs i de crepuscles
ens n'anirem a poc a poc,
amb els ulls incrèduls
i les mans obertes com preguntes.


i llavors nosaltres,
els fills primogènits del tràngol
i la fosca, sempiternals bastards,
orfes ara dels teus paranys,
alliberats del neguit i la discòrdia
pronunciarem sense pors
els teus noms de cendra incinerada
i els llançarem als aires
en l'esforç tardenc dels dies
i dels segles.




Esbós d'un cos (1983)



Un silenci de blats.
Mort el sol als llavis
de la fosca, té la nit
els ulls lluents de beure dies
i se'ns riu d'amagatotis
perquè ella sempre implacable
imposa el retorn dels seus fills
escampats en un silenci
de blats tendres.

(«S'amotinen els mots»)



Aixeque l'arbre dels mots
des de la soca pregona dels ulls.
Hi puja fructífera saba d'antiga memòria
assedegada de llums, erta en polsim.
Les branques s'eixamplen al vent
que esbufega i n'arrenca unes fulles.
Cull espases groguenques del llim
per redreçar el nou arbre
de clara nuesa.

(«Estances d'aigua i quatre homenatges»)



Lluny de la finestra,
ran mateix de les paraules,
mor la tarda assassinada pels racons.
Abismes d'algues en la memòria
s'enfilen cap a l'espadat sagnat
de tanta absència.
Desarem paraules i matisos
fins l'endemà dels closos signes:
baralla incandescent dels crits
i dels silencis.
Només silenci de fum sobre la taula,
vertigen de les hores.
(I hi haurà temps, a l'alba,
per tornar arrere i baixar l'escala,
de fer i desfer encisos.)

(«Estances d'aigua i quatre homenatges»)




A Jordi Botella

No germinarà avui la mort
entre els teus dits
si has dibuixat sobre el no-res
el perfil serè de les absències
ni jo no hi trobaré la cambra closa
o ermassos de dents assassinades
contra el mur immens de la paraula.
Se'm fa tan tard
que a penes si puc seguir-te el rastre humit
entre els meus passos
perquè del llac, recorda,
ha d'emergir un dia l'ombra
que esquitxarà, acarats, dos cossos.
No podem beure ja l'aigua tranquil·la
de l'espera.
Ens queden dies d'albes llunes
crescuts en la saó clara de la renúncia,
sense avenir o sense pluja,
però traspuarà rera l'enigma sempre
el misteri fecund de l'existència.

(«Estances d'aigua i quatre homenatges»)




Joc de la memòria

El silenci d'aquest vespre arrecerat
contra l'exigu paisatge que la finestra admet
sempre capta velles imatges contra el buit,
i les paraules, hereves d'uns actes
ja difosos en la boira i senyals d'uns temps,
m'escorcollen els infinits plans de la mateixa estança,
seqüències intangibles a què m'acosta el zoom
imprevist de la memòria,
racons del món que el món arraconava,
tombants del corredor que no acabem de transitar,
angles ocults sota les teranyines teixides
amb el ritme ronc i monòton de la filosa del temps,
ínfimes clapes d'uns cossos en picat,
el somriure vermell d'uns llavis oferts
com l'esquerda besant el mur,
tot el silenci, en primer pla, que el llit perboca.
Com si cada moment viscut
el poguéssem veure des d'uns ulls impol·luts
i llavors, en un instant, ens fos donat
de desvelar-hi els matisos de l'entramat subtil.
I sé que els ulls, i la finestra,
em precipiten sempre contra el mateix paisatge
      -l'eco, el carrer, uns passos
      difuminats en un capvespre-
davant el qual se'm renovarà
l'íntima estranyesa que és viure.
La memòria nega l'instant i l'ompli.
Sé que del viatge romandran ací tan sols indicis,
vagues sensacions per a l'oblit,
com els tristos esquinçalls de la roba que vestírem
una remota nit de ball,
i que d'alguna manera em traesc i us traesc,
perquè el poema passa a través del tamís
de la memòria que sóc, síntesi impossible.

I ara que el vent tafaneja entre l'oblidada fullaraca
i amb ell es fa més fondo, i ple, i immens aquest silenci,
lenta onada sobre l'or adormit dels blats,
hem de maldar contra el risc d'esdevenir
com els bocins esparsos del paper encartonat
d'una fotografia o l'encalç de restar fixos
en la imatge d'un capvespre
que el blanc de la paret emmarca.

(«Declinacions del silenci»)




Vaixell a la deriva

A la memòria del meu pare, Manuel Rodríguez Martínez

Perdre'm de nou vora el silenci innomenat
del rerefons de les paraules.
Inventar camins com l'estel que es dibuixa
en l'horitzó d'uns ulls anònims.
Percaçar absort el desig d'ésser viu entre els vius,
temptant les runes a l'albada,
quan les ciutats desperten amb el lent esbós
de llavis somorts i humits encara
i un sotrac de nit imminent avisa els cossos
que la primera llum del dia sorprèn un degotall
d'ombres llepant els murs,
com una llengua sinistra i abominable.
      No m'ha besat la mort la carn debades
ni aquests ulls han mirat en va el color dels cossos.
No han sentit les meues mans tan prop
l'aspre tacte dels espills per atzar o per caprici
ni vaig heretant del temps només
la gorja cansada i feble i aquest poc dir.
El vertigen que he dit vida
es nodreix de concretes morts inscrites ran de pell,
pròximes com la pluja d'autumne i, com ella,
perdurables en el revers de la sang que ara m'anima
i convoca en mi el deure i el deler
d'ésser viu entre els qui són vius
bategant amb remor d'ales per cegues avingudes
maldant cada matí per preservar l'exigu recer
on reinstaurar el feix de llum que els esperona
atiant sense descans el tènue foc
l'espurna de l'esperança i l'encadenat volcà del riure
escrutant un verd empresonat a les espatles
obrint solcs de claredat il·limitada
esculpint en l'entranya de la pedra
els signes d'un somni el traç d'un desig
la trajectòria indeleble de l'aurora
obstinats contra els tentacles que emmudeixen
la presència de les brises
construint un demà d'aloses indomables
fent de cada llit terra promesa
recollint el fruit dels blats i l'aigua
sarzint en la memòria la bellesa
i els motius de tants viatges
en un de sol resolts de sobte
en aquest que ens agermana
aprenent de ser veu de cada veu
acceptant de ser eco de molts ecos
com un vaixell a la deriva
com una remor
com un silenci
com una gota de suor que fructifica
sentint-se solidària en la fragilitat de l'aire.

(Publicat a Música del sentit (Tria personal 1978-1999), 2002)




Els signes de la cova

Caminant a la vora del seu propi camí.
Antonin Artaud              

Un home ha escrit sobre el blanc desert
el cos del seu desig i amb por pressent
l'instant en què els mots que no ha inventat
consumaran l'antiga traïció, el miratge
que entela el rostre de les coses
i el deixa de nou buit, sol i fràgil,
com un eco d'ell mateix
que va repetint-se en la nit.

L'home que ha esbossat un cos és també
el mariner que duu gravat damunt del pit
el record de les aigües que ha solcat.
La pell com el paper.
El tatuatge és un miratge.
El dibuix i les paraules.

El mariner i aquell que escriu
van ser un dia algú que
en el lloc més pregon de la cova
creava la vida per mitjà dels signes
traçats amb el color de la sang encara tèbia,
ignorant que el seu gest renovaria,
a través del vel dels segles,
el vell ritual que convoca cada dia
la presència de les coses.
Només així era possible el domini
sobre l'aigua, sobre el foc i la cacera,
sobre la mort i la naixença.
Fins que conegué la distància que hi ha
entre els signes i les coses
i llavors el dibuix ja no fou més la vida,
ni s'hi fonia conformant un tot indestriable,
i començà de ser innecessari el traç,
fútil el gest, gratuïta la paraula.
Havia sucumbit davant la bellesa
i aprengué de representar la vida,
a fabricar allò que la imitava.

D'ençà que som al bell mig d'aquest badall,
aturats sobre l'absència,
perquè no s'escriu el cos sinó una petja,
la memòria, una estela esmicolant-se,
la buidor i l'estranyesa.
No és el cos sinó la seua imatge
que roman damunt la plana.

(Publicat en Homenatge Picasso, Fundació Renau, València, 1984)



De foc i danses (1987)



Fills de la impaciència

El mundo tengo delante y detrás el viento
Germán Coppini              

Està bé que la soledat acompanye l'home
      Per rutes d'aigua
I que hi haja uns ulls defugint la llum
      Com voltors cecs

La set de la duna erigeix racons a la molsa
I rostres el passat jardins l'estiu
La nit camins sollats en somnis de porcellana

Però ni una sola llàgrima
Navegant rutes d'estiu per jardins d'aigua
Entre somnis cec
Trist voltor de porcellana
La llum et desclou a les parpelles amor i amics
Entre l'aroma de la gespa
I el temps t'inscriu lents fraseigs sobre la pell
      Monstres del passat
Rostres de l'oblit
Fills de la impaciència
Amb mans que palpen l'oli de les llànties
      Veniu com cada dia

Hi ha cossos que no s'han de repetir a l'alba
Hi ha cossos que no s'han d'esvair a l'alba
Com monstres de l'oblit rostres del passat
Fills de cada dia que em naixeu de la impaciència

Ni una sola llàgrima
Si a l'espessa penombra de la cambra dels hostes
Fites els ulls que moren pels carrerons de les rates
I en l'ala d'un ocell dius quin és aquest temps
Qui som nosaltres

(«Fraseigs en la nit»)




La vida entre la gespa

Al Patito

O ritmo da esperança
batia nos pulsos
e a ledicia asesinada
renacía doutra volta
na frol do viño

Salvador García-Bodaño              


De sobte ens veuríem foragitats dels nostres passos
Desabraçant el gebre del dia
Xopes les mans encara de fang i besos
A la força arrancats de més tèbies balconades
Obertes a altres mars i altres paisatges
Tan lluny de nosaltres el raïm i l'arbre
Fets carn de canó figurants d'un drama inútil
Peons del cruel escaquer
Erigit per la vanitat d'uns homes
Que perdien els ulls en laberints obscens
On l'amor no fructifica i ancora el desig més ampli

Va nevar tot el trajecte d'Alacant a Còrdova
Recorde els seus ulls i el cos prim a l'estació
I com el tren es perdia entre ermassos i la febra

Somnolent una infinita tristesa feia xerricar
Les frontisses d'aquest cor cor de ningú
I rebotava contra els envans del meu silenci
Quan a la nit en passadissos estranys

Atrapada al fons d'un vidre opac
La multitud desdibuixava els seus perfils
De pàl·lids maniquís d'escaparata
I himnes sinistres emergien
De l'abís purulent de les casernes

A Badajoz la sequera feia estralls entre la tropa
I potser aquell soldadet canari començà a enfollir
El dia que el sergent ens anuncià entre plors
La mort de l'inescrutable Polop Bas

El vent d'hivern dessagnava les buguenvíl·lees
I marcia el gesmil o esbalandrava els llavis
Que encenen les roselles
Mentre algú esgrafiava el seu nom de fum
Sobre la murada polsosa de les hores
D'altres ho havien pagat amb la pròpia vida
Joseba es desficiejava en aquell hospital militar
I Pompeu resistia als calabossos de «prevenció»

Lluny d'aquell món en un racó de nosaltres
Presos a fi de comptes reus de quin delicte
Aquell hivern del 81 que ens vam conèixer
I vam saber dels viaranys de cada u i dels passos
Enmig del desori d'una vida a comptagotes
Tan aliens al llenguatge i les ombres que enlairaven
Les consignes que van ordir contra nosaltres
El jove corall captiu dels nostres somnis
Esperava un món ben distint en obrir la porta
On cada acte i cada objecte cada presència
Havia de rescatar l'alè i la música adormida
O reiniciar la cadència la veu enamorada
I els cercles del foc desestamordir
El cos maldestre en l'espera i l'absència
Perquè la vida era a l'aguait entre la gespa
I això ho sabíem llavors i ho hem sabut ara
La vida i la llum entre la gespa
Per bé que alguna nit el malson ens assalta
I ens empeny lluny i despertem frisosos
Com qui ve de veure la seua imatge en l'aigua
I s'estranya en saber-se part d'aquella història
De l'eco trist que retorna a estones
La cançó que es taral·leja mentre ens deixondim
I seguim buscant la vida entre la gespa

(«Fraseigs en la nit»)




Joc de planetes

Vaig d'un silenci a un altre silenci i entretant navegue amb tu fugaços instants de gebre, migcloent els ulls per veure precisament el que em cal veure, solcant ací i allà els carrers que ens són drecera, trossets, part d'una història més extensa, quan en la nit els astres esdevenen ja senyors de l'univers, d'aquest univers desprès del vent de març que acaronen les nostres mans atònites i el desig atrapa i fa tebi i proper i la nostra abraçada delimita entre un silenci i un altre silenci.
(«Ungles d'atzur pell de saure»)




Paraules

Missatgeres alades que convoquen al ritual de la dansa, al ball dels cossos, mans que salpen com aloses esbandint-se en la distància. Ales obertes, camins d'aigua, que m'unten d'oli la pell cansada, acaronen el meu cor deixondint-me el somni, esbalandren el meu desig de nacre o flama, arrapen la concavitat sinistra de l'estança.
(«Ungles d'atzur pell de saure»)




Brisa del desig

Moments calidoscòpics, veus que van i tornen, línies infinites que coincideixen en aquest punt. Un nom que es fa real entre la boira i passen quietament les hores, la mar, les ones, el vaivé dels nostres cossos en la nit, les mans obertes al dolç contorn de nous territoris mig realitat mig somni. O quan desapareix aquesta dualitat sinistra i de sobte la brisa del desig se'ns emporta lluny, travessant fronteres de paüres i desficis i nous horitzons habiten els nostres ulls, quan no hi ha distància possible ni temps, i juguem el joc d'estimar-nos sobre un instant que repeteix la màgia dels besos, inventant-nos mites i danses, tan prop, tan prop, amb la sensació més que la consciència que vivim un espai irrepetible, assaborint-lo a poc a poc, sabent que tot passa i en queda només un rastre humit damunt la pell, un perfum que t'acompanyarà tota la setmana.
Amos de la nit, senyors d'aquest univers que ens atorguem, habitants de l'alegria.
(«Ungles d'atzur pell de saure»)




La insensatesa de la recta

Per a Vicent Salvador
Descobrir el cel cada capvespre mentre tornes a casa per un camí ple de corbes que es fa llarg, dolçament llarg i sorprenent, lliure de la insensatesa de la recta, on els ulls perden la mirada en irreals llunyanies.
(«Ungles d'atzur pell de saure»)




Tarda petresana

La llum del capvespre a través de les finestres i els pins a la vora de les mans. La mar al fons. El castell, el paisatge que em va mirant l'esquena. Camins petjats d'amor i de recança. Les corbes dels teus misteris, el rastre profund del teu cos a l'horabaixa. Des dels ulls i els muscles i el ventre molsut i tendre. El fons refà un viarany que desdenya els propòsits. Sabent que no es tracta d'arribar enlloc. Tan sols d'anar omplint d'espurnes la maleta.
(«Ungles d'atzur pell de saure»)




Darrer diumenge a Petrés

T'humitege el cos amb saliva aliè al canvi de colors que s'esdevé en la cambra. Ens gronxem nus en les ales d'un vaixell rosa al capvespre mentre anem vencent l'oblit entre boscos i estanys: els muscles, la llengua, les natges, l'engonal tèbia, els pits de cotó, el pubis marí, el ventre profund, aquesta mirada que m'enfonsa en el verd, el coll i l'orella i els mossos pertot, equilibrisme del tacte. El viatge incandescent per un riu que arrossega els nostres cercles concèntrics a través del rosa, el capvespre i el diumenge.
(«Ungles d'atzur pell de saure»)





L'acròbata dels ponts (1989)



balbuceig foll deliri del fum
       mirada de bronze estel·lar
sons de l'ombra per l'autopista del cos
       plenitud arcana del foc
quina força t'empeny
       en horitzons marins cicles de llum
quan l'arbre del pensament pesadament s'escorça
       escandint fràgil llei de transparència
i la mort de mil rostres nega l'aire
       sobre el piano de la vida
dues mans recorren la incertesa
       cançons orbitals la nit música i paraules
sensacions evanescents on el neguit arrapa
       les escales cromàtiques del son
l'angoixa del temps abans de nàixer
       veus cavalcant túnels llarguíssims
que m'obri el badall del viure
       aquest bosc d'accions i de silencis

(«Cançons acrobàtiques per al viatge»)



ni aquesta cigarreta ni tot el fum del món
no et conjuraran la solitud al ventre
ni bastaran a omplir el buit que estén la nit
el pou en la pupil·la del desig
d'aquell vertigen
que et feia caminant absort
en horitzons de llauna
allò viscut                    espera
       pierrot de falses teles démon ou dieu
t'empeny una maror d'aigües negres
a un fons de quitrà encès
que te'n fa escàpol
com una gota de pluja
caient al toll dels anys
un terròs de sucre un pessic de tempesta
o potser l'indòmit corrent fluvial que no es deté
en estanys d'atzur impossible

(«Cançons acrobàtiques per al viatge»)



ecos del blanc sobre l'iris
       ponts de meravella
corrua de punts suspensius
       encalçant les fugisseres crineres d'un somni
a les ratlles de la percepció
       la invisible mà del demiürg compon absències
dissipant els mots els clucs d'ull la broma
       enmig d'un escaquer i laberints on perdre's
un torrent bullent sortit de mare
       una veu interna tranuitant-se
erigint riscos d'acrobàcia
      en ponts sense ribes ni baranes

(«Cançons acrobàtiques per al viatge»)




lluny es desfan ciutats de boira
i hi ha un idil·li eixorc
un èxode que el temps desdiu i el fum
mentre una veu calcinada en un cel blau
es fa eco d'uns ecos sense memòria

       només qui s'abandona al temps
       pot vèncer en la batalla

       qui s'abandona al temps només

(«Cançons acrobàtiques per al viatge»)




en l'ull de l'huracà instaurava fabulacions de marbre
i fabricava a pleret teranyines blanques
que enfosquien el lleu esguard de sols fonent-se
mentre el cruel tren
amb xiulets de festa capvespral
entre gorgs astrals per barris fronterers
se n'allunyava

de l'aigua del son
glopejava sospirs de tenebra i arna

es va aturar un dia de gel
als llindars de l'ombra
quequejant en aspra vetla
malgirbadament recolzat
en la barana que fita al buit

escindit en dos pel fosc de la tarda
ressuscità el cadàver que l'habitava
i no gosà de matar el temps mort en què moria
ans hivernava
amb fos cor de cactus sec
aliè als perfums de la rosada

la vida li passà al davant

era una cursa impossible i vana

(«Epigrames»)



aigua plujana visitant dels terrats
pluja de rambla pluja de plaça i mercat
què remenes què trasbalses què procures
tolls on caus amb gloc-glocs cromàtics
dolça mullena capil·lar ungüent de les estreles
tempirada que negues galeries fondes
bese la teua túnica textura del temps
imagine els teus rierols envaint contorns minúsculs
mire estendre't cortinatge capvespral
trasmudant-te en les teues formes
neu boira rosada gebre
vent pluig aiguat de nit matèria plugissera
ploviscol d'ozons neu carbònica iodur d'argent
pluja saludable de tots els orígens que són
causa de les danses pregària de l'ocult
hores ploveres que ralentiu respirs i angoixes

(«Al·literacions del desig i la pluja»)




nacres m'oferies enmig del teu somriure
i tot d'ales solcant-te la mirada
mentre al lluny els vaixells
percudien els xilofons aquàtics
i el temps se'm dissolia en laberints vertiginosos
com un prisma multiplicant paisatges i ecos

vam beure junts la copa del país sense fronteres

i hi van anar creixent els arpegis d'una bella melodia
entre encanteris de brisa i arena
restablint l'antic pacte d'horabaixa
quan capgiràvem els designis que ens volien boira
i els nostres cossos erigien passeres
en ciutats remotes
       fluïen de la fondària de l'asfalt
      les lleus flors de l'instant que passa

(«Enllà dels ponts»)




[...] la vela a tots els vents novells,
nit endins, per les illes del canviant misteri [...]

Carles Riba              


crisàlides de la nit taral·legen arpegis d'ombra
vagues remors d'un silenci
dens i brillant com lluna d'agost

prou fóra que l'entranya misteriosa i oculta
engendrés les papallones del somni
i que el sortilegi auroral de l'astre ufanós
no ferís les ales d'erràtica viatgera

prou fóra aquesta vegada
navegar sobre les aigües d'un somni infinit
i arrecerar-se quietament
en badies de mòrfiques illes
sense saber què passa amb aquesta brisa
que conjura les flaires de la matinada

(«Enllà dels ponts»)




tan difícil com anomenar el temps que passa
discernir la somnolència entre dos blaus mirífics
dibuixar el teu cos on ales creixen
estels errants somriures perfectes broma
tan lívidament ens fem la il·lusió de ser un de sol
cavalcant el vast desert dels nostres passos
balbucegem uns mots ardents
i s'estén en l'horitzó l'eco i la memòria
i lentament m'esllavisse
entre els plecs del nom floral
on flaire epasmes i calfreds
paladege exuberàncies cromàtiques
oig passar perfums de remota fragància
toque la llum galopant invicta al regne dels súcubes
mire la música del temps com agrana queferosa
a l'altra banda de la porta
mentre un gat soliu s'estira damunt del piano
recórrec el mar del teu cos
acosta't al meu caire més silent

(«Enllà dels ponts»)




els teus ulls serven el foc primigeni
de les aures en els boscos mil·lenaris
que hom veié crèixer damunt rius de lava encara tèbia

amb l'èxtasi de la mirada
voleiaren estols d'ocells d'horitzontal cadència
les teues mans motluraren el fang
del meu cos captiu en la boira
i travessàrem junts el bell país sense fronteres
i sabérem de la gènesi i de l'èxode en ciutats de fum
burlant estúpides lleis d'immobilitat planetària
a bord de la nau d'un clar desig veiérem estendre's
la mar de la transparència
i els confins de l'equilibri

(«Enllà dels ponts»)





Erosions (1994)


Camins que s'esborren
perquè l'aigua encerte a inventar l'aroma en el verd
i el cavall de la distància
deixate amb el seu trot milers de melodies difuses
enfonsant les peülles ferides en el vel de les hores
i s'hi abeure
i assaciat proclame un instant la seua fuita
la perícia del lligabosc tramuntant les murades
la ravenissa blanca naixent al cor de les runes
emulant la nit el perfum silenciós de l'alfàbrega
tot allò que creiem
de part de fora del que amb justesa ens pertany
l'impuls que ens duu a inventar vaixells per al temps
el trot insolent percudint la carn oberta
on aigua i cavall són fantasies del món
que posa en marxa una veu a penes una veu
creixent a ranvespre estival
per l'íntima distància dels camins que s'esborren

(Fragment primer de «Matèria primera»)




Calfreds de la consciència
multiplicada en la reflexió
de l'esdevenir.
Qui es sabés dur
on no calen paraules ni accions envers.
Experiència sense fins
ens tenallen les paraules que s'avancen al pensament
o són el pensament
amb llur incerta metafísica dels instants fuits.
Ardem en un moment
som la cera i la flama.
Som aquests calfreds
sempre buscant
incòmodes en els hàbits
sempre des de zero buscant
naixent i morint en cada acte
escàpols de la nostra voluntat.

(Fragment darrer de «Matèria primera»)




A Jaume Pérez Montaner i Isabel Robles

Només en l'instant t'hauràs solaçat,
en el revés de l'angoixa,
en la mirada que sap allunyar-se
com els vaixells a ranvespre
per l'aigua dels mars de l'atzar.
O en solixents de calma
amb les pluges del cor de l'abril
en clara talaia cercant
l'hort de les mil delícies
a través del perible.
Hi deixaràs foc i cendra
quan els camions sinistres sortegen la nit
i la ràdio s'òmpliga d'estranyes consignes
o pel carrer llunyanes ombres facen via.
I a concertar present i absent
s'haurà concretat la paraula.

(«Erosions»)




A Joan Valls i Jordà, in memoriam

La vida t'ha de venir
mentre fenys tot sol la matèria intangible
per la màgica via de la paraula i el seny
o viatges en un sotrac d'ales obertes
a la llum incerta per la pols d'antics reialmes.
T'ha de venir lliurat a la mínima concòrdia
d'arrenglerar moltes veus i moltes vides
en la immensa plana on hi ha secalls i baranes.
Apague el fum
       roman el foc
deixate el vent
       dic a tot prou
conjure el son
       que la vigília entabana.

(«Erosions»)




A Lita Sánchez

Hi vaig descobrir senderes ocultes
tripulant màquines cartesianes
i en nits de joc i fuga
       allá va mi gato con las orejas de trapo
       si no me trae carne lo mato
I en les tempestes del setembre,
quan la pluja besava el cor de Vil·làngela
i els llamps foradaven les sines del mar,
ens abocàvem puríssims
cap als petits amagatalls interns on creixíem
lliures com el gesmil o els dompedros,
estalvis de la mirada del temps
amenaçant la lluïssor de l'escuma.

(«Erosions»)




A Rafael Miralles i Araceli Lloréns

Em perd per les imatges i els sons,
sent cançons al voltant
i colors i formes transhumant-se.
Prove de tancar la finestra
que dóna a la placeta
que congrega aquesta música boja,
aquesta dansa d'espectres,
i aprenc de caminar tot sol per la ruta del silenci
en què desemboque.
Estalvi del pànic
invente uns ecos de llauna.

(«Erosions»)


A Amós Belinchón

Buscar la música adormida
dels cossos nus en la boira
i acceptar que som de pas,
la pura evidència:
fugen les hores amarades de sol o pluja
i a les andanes van quedant tots els moments.
Carn d'erosions
per a un sacrifici inútil.

(«Erosions»)



A Begonya Mezquita

Que no haja de conèixer
el ròssec de les paneroles per l'alcova
ni lliscant a les meues vores el pas furtiu
de la serp del temps.
Dis-me que tot és humanament possible
mentre al tall profund on t'escindeixes
beu la teua rosada la meua font inesgotable.
Que no sàpia així en penombra
xiular pels cantons de la pena
ni menys fumar-me la vida al balcó dels geranis.

Al trot al cavall meu reconec les àmplies estepes
i em pare a besar la lluna de llum de l'horitzó teu.

(«Erosions»)




A Josep Ribera

Traspassen les paraules pura matèria
el meu cos cansat
en un eco que esquince la nit i la seua absència
i que al conjur d'unes veus s'estavellen
els àngels escindits de la llum diürna
els aprenents del fil amarg que trama l'alba
contra l'imperi de les ombres
com el roc llançat per una mà destra
trenca els vidres d'una finestra
que no beu paisatges.

(«Erosions»)




A Màrius Torres, in memoriam

No sabem què fem ací
esgrafiant els contorns de la nit
papallones de llum
que tan sols la llum esperona
al·literats en boscos i en incendis
d'ecos de silencis d'ales fugint.
No sabem astres tel·lúrics
busques sense llum ni traça
ni quan creiem voltar el vèrtex
i l'ardent excés fereix
les tènues ales de palla.
Com Ícar no sabem
no podíem saber tan cruel destí
on sentíem la llum
el foc secret que mata
pira els nostres cossos
llançats a l'alta nit.

(«Erosions»)



Plàncton de tanta nit de carretera
de tanta cursa indècil
per bars on copulen lleus fantasmes
i són pol·len fluixet
percussions mudes
escates d'ombra.

La llum s'estrena d'ombra
al fons de la copa de cervesa
i pels mars que en soliloqui solque
torna la veu de l'obsidiana
que a la veta de difícil mineria m'agermana
com un lament nascut a la pluja.
Al remat de l'ànsia
un son dolç que amara encara
esmicola l'obsidiana
de què són fetes les sirenes
quan ell canta tears in heaven.

(«Els jocs de l'obsidiana»)



No sé quants cicles fa
que rode exiliat de la llum captiva.
Al cor de les tenebres minaire d'un amor
hi manca l'aire hi manca l'horitzó
que lliure llaure l'au de l'alba.
Terrissaire d'argila fosca
príncep d'un somni de sang i fang
a les mans se'm desféu
el secret del goig i el dolç parany
l'àngel que tranuitava a la serena.
Súcube d'unes ànsies
em perd en l'enforcall
on s'amaga l'obsidiana
i no veig els perfums que la nit desvela
ni sent el foc ocular que empeny ma vela.

(«Els jocs de l'obsidiana»)




Humus (2002)


Recitatiu primer

       Volíem atènyer el bosc
però vam perdre les ales
i les amazònies de l'instant,
no vam solcar la mar i vam deixar la terra en flames,
perícies sense ponts,
antàrtides sense misteris ni ecos.
Pesava tant el fang de l'escissió del món
que ens va estimbar
al clos profund
on ens sumí tota impotència
i la roda repetida de l'horror
que ens féu traçar un vol de falenes cegues.

Camps de l'extermini, camps de desolació i quimera!
El cavall de la mort trepitjava el cor d'Europa
i emmetzinaven les serps tota la terra!

(«Camps de l'extermini. Cantata per la ciutat futura»)




Cor segon

      Ho vam perdre tot, tot va ser en va
i en fuita de foc isarda.
Cavalquen les civilitzacions planures desolades,
camps de la llum travessats de filferrades,
sibèries infinites que gestaven les ventades del silenci.

Retrunyen de nou les màquines de l'extermini
i per les ciutats assolades s'escampa tota la cendra
i s'atura la ravenissa blanca en l'horror de la pedra calcinada.

La depravació s'estén com la marea negra
i deixalles de la raó malmesa envesquen l'aire:
pobles arrasats, llengües silenciades per les flames,
entranyes sense cos,
balcans ardent en la inclemència,
fosses de cadàvers anònims
sepultats per munts d'oblit
de calç encesa,
miríades de germans abandonats al foll destí
d'hospitals que repuntaven la penombra als soterranis,
d'escoles esventrades sota el pes de les bombes,
de ciutadans que burlaven el bes gèlid de la bala
i sortejaven els ulls del telescopi
amb què sinistres arquitectes delineaven
avingudes de mort sense clepsidra ni dalles.
Destí de places espectrals, orfenesa de crits
       de flors i fruita i de l'alegre xiuxiueig de la gentada.
Cruel voladissa de memòria,
amarga mort d'Europa a Sarajevo!
Els violoncels esquinçaven
en la boira
el seu lament sense resposta.

Els cosmos es dessagnen en batalles immundes.
Les partícules de fantasmes
caminen arrossegant les seues plagues
per la infinitud d'un terror sense veus ni paisatges.

(«Camps de l'extermini. Cantata per la ciutat futura»)



Infants insomnes

Insistència hipnòtica del so
narcòtic per a infants insomnes
La temptació del foc duu el presagi de les cendres
el fred del fum
el so del bac
el pas perdut
fora del temps

El galop desbocat del cavall del no-res
duu un somni desfet
duu les flors sense olor d'un pensament marcit
i l'arrap d'un gat mesquí
llançat ucrònic en tombarella destra

El pesombre ens nuga a l'espona del llit
i clivella el rostre l'espill

Il·luminem des de la llum captiva
amb la força de tota la cendra
mons irreductibles com paraules
i en nits d'ametista sota la lluna clara
assagem en el nostre fang
la deliqüescència

Perdudes les paraules
recomponem sense fe i sense fi una pluja
d'amargues ombres

La nit ens llança a solc obert
per ser la fulla i la tardor
el bosc del fred on udola el llop
per ser la llum morent
i un sol nascut entre atzavares

Foscos timbals apaguen la remor dels pins
i el riu arrossega enterc
uns cudols cap a l'absència

(«Ucronies»)




Cançó de l'alba

Per a l'Ovidi

La brisa s'abeura
en els cristalls de l'heura
quan el cortinatge de la nit encara en vetla
la transparència

Hi ha estels dalt dels terrats
i l'aire és el perfum d'una flor negra

Ja empunya l'alba el seu glavi
i signa el llavi que libava el seu nèctar

L'amor s'escola avall
per les andrones de l'alba
Vénen les ones
i la lluna
de la mar es desatansa
       No vull partir amor amb l'ombra amarga

Somnàmbul de les cordes de l'arpa
del vent de l'alba
t'està rosegant el moll de l'os
tot el fred de l'alba
      Fes-me créixer de la llavor de l'ombra amarga

Camines vora via
ravals enllà
ferit per la llum que sagna
Sol amb el teu germà
vas entonant
la cançó de l'alba
       No vull partir amor amb l'ombra amarga

(«Ucronies»)



Tots Sants

En el braser de les hores
les paraules esdevenen cendra
El vespre s'atura un instant
per besar els llavis dels morts
i una música de violoncels
adorm els crisantems i les ombres

Assegut al marxapeu
pares l'oïda com un hoste del silenci
l'ull viu com un raier de rius insomnes
Amplificador d'ecos d'espectres
traus el cap entre els barrots
de les paraules i sents el vespre
Contra l'udol el balbuceig i la norma
en versicles lliures crema una veu
de corpore insepulto

La cendra de les paraules
s'escampa des del braser de les hores
i al so dels violoncels del vespre
s'adormen els crisantems i les ombres

(«Ucronies»)



D'esquitllentes

Oli en un llum
per a la secreció de les hores
Estrenes dits i tinta en cada carta
llançada a la bústia de les nits ucròniques
i amb un ull fix
un ull invisible
un ull de vidre quiet
sobre els promontoris del temps
ressegueixes el fil secret
que cus les coses sense misteri
enmig d'una lluita d'estridències
per passadissos de llum incerta

Al final una veu fa de murada
o de passera
i orb n'arreplegues uns mots esmicolats
    unes síl·labes travades
       uns sons mastegats sota la pluja
dissols els camins que munten les tardes
pintes un món a l'altre món de la gàbia
ucrònic beses una rosa morta
persegueixes les ombres lentes
auscultes els batecs del silenci
d'esquitllentes

(«Ucronies»)



Insistències en la llum

Enmig de la batalla dels horitzons que s'il·luminen
els núvols tracen un vol cap al cim de la tarda.
Dels camins que deixes amb la melangia pròpia
de les distàncies arriba un eco
com un arrap de cadàvers a l'esquena.
En la basarda de les ciutats llunyanes
sotjava l'aranya
l'aleteig de les falenes cegues.
El cor de les nits era un pesombre inquiet,
era una absència de llençols febrosos
que agrejava els records més límpids.

Ara mires les llums
que retalla la tarda al ponent d'unes muntanyes.
En el deliri de l'incendi
es cremen les ales les papallones cegues.
L'aranya fosca ja no fila
teranyines d'ombra.

(«Insistències en la llum»)



Bes de la fugacitat

Per a Elionor Sanz

Esbatanes la finestra que fita als blaus.
En el descans del mar rentes l'esguard
i en les ones negues les veus
que encara et parlen a l'esquena.
Pervé el triomf de la brisa i de les coses en llunyania:
un veler a l'horitzó,
veus estamordides que pugen per l'escala,
vagues presències que a poc a poc
van concretant-se.
Véns dels cercles solars
a seduir una ombra amiga.
Per l'almadrava del temps nada la tarda.
Escup la llengua del mar
vidres de colors, petxines, pedres i opèrculs,
hipocamps remots, maons gravats i fustes.
Borda el gos, el seu lladruc esquinça la calma rosada.
Hi ha un concert de gesmils en l'aire límpid.
L'hora fa insistent el bes de la fugacitat.
A la carícia del seu nom
sucumbim com nadons perfectes.
Pugen per l'escala horitzons i llunyania
i es fonen en blau una veu i una mirada.

(«Insistències en la llum»)



Amb tota la recança futura

Veles i barques, blaus i escuma,
esclats de sal, bandera blanca.
Al fons del silenci de la llum
uns lladrucs estamordits,
el vell magnolier vencent ponents
contra la dura terra.
La tarda és el sabor de canyella dels teus llavis,
carícia de la brisa marinària,
la veu que beu la música del temps
i el periscopi atent d'una mirada
que busca la llum muda.

A l'hora bruixa
naveguen tots els vaixells de l'instant
i la mar s'ompli d'imatges brillants
per a la pupil·la del pensament.

Tornen aquelles aus que hem vist passar
pausadament ran de les ones
a l'almadrava del temps.
Avars besem tota la llum que ens cau,
com imants de cristall, a les palpebres
i agafem ben fort la cua d'estel
d'un altre estiu que ja se'n va volant
i deixa ací la recança futura
dels indrets per on vam passar feliços.

(«Insistències en la llum»)



Marea de la llum

Clars a la llum salten uns mots
com dofins en la mar quieta de les hores.
Sota el silenci abrasidor d'un sol
que encén tots els miratges,
eucaristia del món, la cançó de les ones;
com un bram de llamps a l'horitzó,
una tempesta de sentits tramunta
l'aparença muda dels versos.

En les platges del temps
on lluu l'oblit i la memòria
la marea de la llum
ha deixat unes paraules
dibuixades en l'arena.
La mar es plega com una ombra
i la llum torna a la mudesa.

(«Insistències en la llum»)



Lletra per a un àlbum (2005)


A colps de mall

A Joan Navarro i Pere Salinas,
per les seues geografies del silenci

Un impuls cec empeny la llum,
el galop de l'alba a la nit.

Tu escolta només
allò que ve tramuntant silencis
per la cansada llum del dia,
el cereal espigola
a l'era de l'instant
i poua tota l'aigua
que va rajant la font
de la memòria.

Com la terra dura,
com l'oblit més llarg
pinta amb insistència de blaus
i esforç de paleta
tots els colors del món
per ella.
Mena la nau
que entre sols va fonent-se,
i amb el dring d'un metall dur en els versos
entreté les albes. Resisteix a colps de mall
una mort petita
al capdavall invicta.




Pénjamo

La manera com tant us he recordat
tots aquests anys,
cantant a duo,
amb el cor de xiquets al fons de l'auto
pel caminet dels Monjo,
a l'alçada on encara hi ha el vell atzeroler...
Just allà es feia visible
sota la volta de les canyes
la palmera de Carri
i la platja de cudols blancs,
aquell tros de mar lapislàtzuli
de l'Almadrava.

Passada la revolta
que travessa la sèquia
on aniries a parar amb el teu sis-cents
un d'aquells anys de Vil·làngela,
començàveu a cantar a duo
en el balanceig d'una sola frase
estamos llegando a Pénjamo,
una tonada que ara em ve
amb aires de corrido
i que no he tornat a escoltar mai
en cap més banda.
Amb el temps
Pénjamo va anar convertint-se
en l'anunci més celebrat de l'any,
clau al pany de l'estiu com una porta que s'obri,
sortilegi de dies dilatats entre el joc
i aquelles pedres que aprendríeu a fer saltar
alegrement damunt l'aigua
amb tanta paciència,
els estudis del pare en silenci,
la partida d'escacs solitària,
l'ombra de la gran lloca
quan el sol més feria,
i cada moment que combat el temps
en què anem perdent-nos tu i jo
per l'espiral de Pénjamo sempre,
les quatre notes d'aquella cançó,
el frec etern de l'aigua i les pedres
sentit des de la cambra en penombra
que s'amarava de sal i humitats
i de sentors pregones.

Poc podia sospitar llavors
que la memòria aniria omplint-se'm
a poc a poc de les cançons
i la veu persistent
de tots els meus morts
a Vil·làngela,
o més lluny encara,
allà on Pénjamo es perd
entre camins polsosos de canyes,
el blau tan intens d'una mirada.




Dura l'arrel i l'escorça del temps

Als pentagrames dels teus ulls
hi ha música d'entrellums
i somni d'albes que s'atansen
amb el degoteig de les aixetes que no tanquen
i les aus que vénen per les ones.

Dura l'arrel de l'acàcia en el llamp,
dura la vida
perduda en la sinapsi del temps,
la germinació de la tendresa,
dura l'alè d'una cançó en la brisa,
en els anagrames del teu món
i l'acròstic dels teus silencis,
dura en els noms que arranquem
a la dura terra.

La llum es filtra a través d'una cadència
que et bressa en la infinitud dels inicis
i de sobte el carrer es fa més ample,
es fa la casa,
amb el corral, la llimera i la parra,
una sèquia per frontera
i l'orgue de maneta que avança lent
pel carrer ample,
un orgue de maneta
que mou la dansa eternament
quan tu per sempre més
de les urpes del temps abstreta
al seu darrere, alegria i netedat,
vas ballant pel carrer ample.

Arrel del baladre i arrel de l'acàcia,
tu la baula més ferma, la cançó més serena.
Hereus dels mots
i la balada de la mar eterna
encenem de plenilunis
la memòria d'un temps
contra l'oblit d'unes vides entre el fang tan petites,
a la vora de la mar eterna
xiuxiuegem, els peus de fang de puntetes,
del mateix fang dels mots i la lluna clara,
fang de la marjal que alçava la barraca
i la casa amb la llimera, el corral i la parra,
l'orgue de maneta molt lentament
pel carrer ample obert al cel.

Vivim perquè pastem el fang amarg d'uns mots
i l'etern en el serení d'una alba ponent-se,
perquè celebrem l'instant que fuig
i els ecos de la casa que s'aombra.

La flor de la teua feblesa
exsuda el pol·len de la fortalesa
amb la casa, el corral,
la llimera i la parra,
saba de l'antic Oliveral,
tu i la intacta flor dels teus silencis,
un adéu
fet de pimentó i de tomateta,
l'alè del cant creixent a albes colgades.




En germanor de roses

Et veig encara travessar
el clar jardí del temps,
et veig com vas carrer avall
rere la llum que trena un orgue de maneta,
et veig passar vora el tapís de l'herba
aferrada a la baula filial,
et veig botar la sèquia
i com t'asseus a l'ombra d'una figuera,
entre l'horta et veig i el fang,
criatura solar, criatura del tacte,
sempre en germanor de roses,
com l'arrel de l'acàcia, com la flor del baladre,
com la mar que escampa mil voltes
el teu nom en l'arena.

Veig com encara pastes
el pa del teu sí nodridor,
com somrius encara entre les ombres
i veig el pol·len de la bondat
que les abelles incita a la transparència
i els dóna el cant
i el ball i el treball que els obra
i fins la llum que s'estrena en el poema.

No seràs mai com l'ombra,
coloma de pau i de tendresa,
àngel que travessa l'aire
eternament ballant
rere el teu orgue de maneta
coronada amb tota la llum que escampa
la tarda amena
pel jardí del temps,
eternament en el serení vacil·lant
dels teus passos.




Per tu

Per tu van ser els cavallets de mar
i els ulls de Santa Llúcia,
per tu l'atzur, padrina de llums,
princesa alada,
i l'eco etern de la veu i de l'amar.
Per tu els maons cuits al foc lent
de la infantesa,
els serenins d'una alba,
l'acord sentit de pa i de pluges
i el vaixell de vela blanca.
Per tu l'albat va fer un cant de llum i de tristesa
i amb ell va blanquejar els murs
ombrius de la casa.




Aquella por

El final d'estiu era un mar ben fosc
i un cel sembrat de núvols negres,
un grop elèctric armat de sobte
que feia trontollar la nostra petitesa
confiada a la intempèrie,
era el món llunyà fora de l'abast dels homes
imposant les seues lleis cara a la mar
ignotes,
la presència colossal de la natura
empenyent a colps de puny els cicles.

Aquells dies de setembre
eren una festa
per als menuts d'espelmes i ombres,
de jocs lliures per les alcoves de Vil·làngela,
l'alegre trasbals d'un ordre
que les dones manteníeu a ratlla, net i ple
a gom de tendresa.

A vosaltres en canvi, la tia Elisa i tu,
la por us escometia
des de túnels remotíssims
amb ulls de foc
com una mossegada d'escurçó
i de seguida començàveu a remugar
unes lletanies per a la santa
que ens presservarien del desastre.
Ens feia no sé què veure-us així,
innocents i incrèduls com érem,
veure-us de sobte indemnes
resant en un racó de la cuina
entre les ombres forçades, de sobte tan fràgils,
sabedores del no som res
i la feblesa de l'antic fang nostre,
vosaltres que trafegàveu tot el sant dia
per alçar mot a mot la llar,
pedreta a pedreta el marge de la humana força
vetlant la veu dels presagis
i els trons dels cataclismes,
el fulgor dels cicles renovant-se
a mort i a vida,
vosaltres o aquella por cerval
que alleugia a penes la psalmòdia
i la veneració de misteris inviolables,
aquella por de llamps que sagnaven l'horitzó,
dalles que escapçaven vil·les,
tambors que esparpellaven la casa del llenguatge
que dia a dia vosaltres agranàveu
i fèieu més habitable i solar.

No van pertorbar aquells llamps
de setembre els nostres jocs
ni el vostre sortilegi de penombres.
Una mort petita navegant en barca
per l'espiral del temps
va trobant-nos al llindar de casa
i us aplega de nou ben juntes
al fons de la cuina en silenci,
colze amb colze totes dues tan blanques,
en germanor de roses,
per sempre cara a la mar eterna.




Del fang de l'oblit

Escoltem el corrent incert dels mots
abismant-se en silencis,
des de dalt d'un pont veiem
el riu del temps
arrossegant cantals d'ecos i d'ombres,
sentim la llum que declina
per la finestra,
lluny de totes les coses,
pujats al ritme de l'onada
davant l'espill mudable
de la mar i de les hores,
i com aus de pas anem
solcant l'ingràvid aire
d'unes paraules.

Ens van pastar
del mateix fang de l'oblit
que alçava la barraca
i contra ell ens rebel·lem
confusos sempre.




Reinventes el passatge

Veus passar suaument
pel cel de la tarda
la breu volada de coloms
contra un paisatge insignificant
d'antenes, finestres i teules,
el cel clar que emmarca aquest silenci
on escrius el gest d'una mirada
maldant per franquejar
els propis límits,
lluny d'aquell que sempre t'acompanya,
la seua veu gastada a cau d'orella
al fons tremolós d'una tarda.

I reinventes el passatge.
Qui va veure florir un colp
la nova primavera espera sempre.




Amb tu lector a peu de pàgina

Has recorregut aquests laberints en silenci,
els quatre vòrtex de llum d'una casa,
un món embolicat en un farcell de paraules,
il·lusió de l'amanyós i l'accessible,
un tren aturat en una andana
i un altre que fumeja llunyanies,
una ciutat que estén uns ponts,
xemeneies contrapuntant
el serení del vespre, tal volta un ocell
buscant a penes l'arbust del seu silenci.

Alces el cap i camines
ben lluny de tu i ensems cap al teu centre,
allà on tot esdevé estranyament i mudança,
xiuladissa o cristall de les hores.

Un vent agita el sonall de paraules,
òpals de pensaments, pètals que s'obrin
efímers, cascall que cremes
contra un oblit d'amargues urpes.
Perquè així ens trobem
a peu de pàgina,
entre el no-res i l'embriaguesa
asseguts un moment
al marge de la vida,
estrangers del temps
i l'ombra seua tan llarga.







JAMIE McKENDRICK [18.077]

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Jamie McKendrick

Jamie McKendrick nació en Liverpool en 1955, y vive en Oxford, donde enseña a tiempo parcial y escribe sobre poesía y  artes visuales para una serie de periódicos y revistas. 

Ha publicado:

The Sirocco Room (Oxford University Press, 1991)
The Kiosk on the Brink (Oxford University Press, 1993)
The Marble Fly (Oxford University Press, 1997)
Sky Nails: Poems 1979-1997 (Faber and Faber, 2000)
Ink Stone (Faber and Faber, 2003)
Crocodiles and Obelisks (Faber and Faber, 2007)
The Embrace: Selected Poems by Valerio Magrelli (Faber and Faber, 2009)
Out There (Faber and Faber, 2012)



Jamie McKendrick

(Traducciones de Xon de Ros)



Historia Antigua

El año empezó con augurios funestos:
cometas, eclipses, temblores, bosques en llamas,
olas letárgicas bajo una capa de brea
la longitud de la costa. Y una vaca habló,
igual que el año anterior, pero entonces
nadie creía que las vacas hablasen. Fue solo
el principio.
Hubo una lluvia sangrienta de trozos de carne
que bandadas de gaviotas atrapaban en el aire
y las que perdían caían a tierra
donde permanecían días sin pudrirse.
Luego un vendaval arrasó un monte de encinas
y los cuervos arrancaron los ojos del rebaño−
Los oficiales encargados de descifrar los libros 
sibilinos
hablaban de forasteros con yelmos ocupando
las encrucijadas y atalayas de la ciudad.
Podría haber derramamiento de sangre. Deben evitarse,
advertían facciones y litigios.
Los tribunos sostenían que era la vieja artimaña
orquestada para bloquear la nueva ley
a punto de aprobarse. La violencia sólo se curvó
con la creencia en el rumor de que las tribus
del este habían unido fuerzas y forjado
armas más letales de lo que jamás se había visto,
y que ya entonces los cascos de sus ojeadores
podían escucharse en las colinas del sur.
El año terminó crispado con el temor de la guerra.
El año siguiente empezó con augurios funestos.



Ancient History

The year began with baleful auguries:
comets, eclipses, tremors, forest fires,
the waves lethargic under a coat of pitch
the length of the coastline. And a cow spoke,
which happened last year too, although last year
no one believed cows spoke. Worse was to come.
There was a bloody rain of lumps of meat
which flocks of gulls snatched in mid-air
while what they missed fell to the gound
where it lay for days without festering.
Then a wind tore up a forest of holm-oaks
and jackdaws pecked the eyes from sheep.
Officials construing the Sibylline books
told of helmeted aliens occupying
the crossroads and high places of the city.
Blood might be shed. Avoid, they warned,
factions and in fights. The tribunes claimed
this was the usual con-trick
trumped up to stonewall the new law
about to be passed. Violence was only curbed
by belief in a rumour that the tribes
to the east had joined forces and forged
weapons deadlier than the world has seen
and that even then the hooves of their scouts
had been heard in the southern hills.
The year ended fraught with the fear of war.
Next year began with baleful auguries.



Seis personajes en busca de algo

Un amigo mío conoció al hijo de un hombre
que según parece fue devorado por un oso polar
en Islandia donde el oso había arribado
a la deriva desde Groenlandia sobre un témpano de hielo.

El padre del hombre al que conoció mi amigo
vio al oso que le devoraría merodeando
por la orilla y apretando el paso se cruzó con otro hombre
que caminaba en dirección opuesta y hacia el oso.

Le entregó a ese otro hombre su garrote
pero el oso mientras tanto se volvió dando un rodeo
y reapareció más adelante en el camino
del hombre que se hallaba ahora indefenso.

Puede que haya una moral en esta historia
para el hombre, su hijo, el hombre al que encontró,
para mi amigo, para mí o incluso para el oso,
pero si la hay más vale no decirla.



Six characters in search of something

A friend of mine met the son of a man
who it seems was eaten by a polar bear
in Iceland where the bear had stepped ashore
rafted from Greenland on an ice-floe.

The father of the man who met my friend
saw the bear who’d eat him loitering near
the shore and hurried on and met another man
who was walking the other way towards the bear.

He gave that other man his walking stick
but the bear meanwhile had doubled back
and reappeared on the path ahead
of the man who now was unprotected.

There may be a moral in this story
for the man, his son, the man he met,
for my friend, for me, or even for the bear,
but if there is it’s better left unsaid.



El agave

también llamado aloe, maguey, planta del siglo,
solo parece germinar donde
una pulgada lo impulse al espacio

sobre riscos, despeñaderos y barrancas
junto a las chumberas que se agazapan
en sus hirsutas corazas como atesorados rencores.

Con dientes de sierra y forma de sable, sus carnosas hojas
han sido labradas con corazones y vergas
por ágiles Orlandos.

Al cabo de veinte, a veces treinta años
de las entrañas de su rizoma
en el que los aztecas elaboraban

su pulque y el lúcido mezcal
brota un tallo solitario con ramas de radiantes
panículas umbelíferas

de veinte, a veces treinta pies de altura
y a un ángulo impertinente de la roca
para luego morir dejando la costa

tachonada con los calcinados mástiles
y las esloras de una Armada Invencible.



The agave

also called aloe, maguey, the century plant,
only seems to flourish where
an inch would launch it into space

on cliffs and ledges and descents
beside the prickly pears that crouch
in the hairsuits like luscious grudges.

Saw-toothed, sword-shaped, its fleshy leaves
are carved with hearts and hard-ons
by agile Orlandos.

After twenty, sometimes thirty years,
out of the powerhouse of its rootstock
from which the Aztecs brewed

their pulque and clear-eyed mescal,
it sprouts a lone stem limbed with bright
unbelliferous panicles

twenty, sometimes thirty foot tall
and at a rakish angle to the rock
then dies to leave the coastline

studded with the charred masts
and gutted decks of an armada.




Rosa de los vientos

Cuando nos abandonamos a los vientos, la ciudad
era la ciudad de los vientos que soplaban desde los ocho rumbos, las cuatro flechas
de la rosa de los vientos, una estrella que chirriaba y retozaba en su gozne
y levantaba remolinos –hélices, sin raíces, sueltas, casi humanas–
y una hoja de palma barría los senderos de los jardines públicos
como un pájaro haciéndose el cojo –tirón, salto, otro tirón–
mientras un plinto de luz solar teñía de turquesa el tejado del mar
y las mareas azotaban los garfios de cemento del espigón.

En un día de calma una vez vi desde Posillipo
el mar, a lo lejos, expulsar una columna de sal, un sacacorchos
que sorbía el fondo y levantaba bancos de peces para derramarlos sobre nuestros tejados
como pájaros sin alas que hubieran volado por pura exaltación.



Windrose

When we threw caution to the winds, the city
was the city of winds which blew from the eight points, the four quarters
of the windrose, a star which creaked and skittered on its hinge
and reared dustdevils –helices, rootless, footloose, almost human–

and a palm frond swept the public garden paths
like a bird feigning lameness –shuffle, hop, another shuffle–
while a plinth of sunlight turned the sea’s roof turquoise
and tides lashed the concrete calthrops of the brea water.

On a calm day once from Posillipo I saw
the sea, way out, extrude a pillar of salt, a corkscrew
that tapped the deep and lifted shoals to rain down on our roofs
like windless birds who’s flown through sheer assumption.


TIPTOGRAPHIA

(for Valerio Magrelli)

A monarchic silence as of the grave
reigned in the Peter and Paul Fortress
where Peter had tortured and killed his son Alexis.

The felted floors and felted walls answered nothing
to Kropotkin's knocking. He exercised his arms
with the wooden stool and walked seven versts each day

up and down the cell. On the small oak table
he wrote The Glacial Period and Orography of Asia
when that vindictive Romanov, Alexander II,

finally conceded him pen and ink -'just till sunset',
which occurred at two o'clock in winter.
Summer 1875, after the mass arrests, the silence broke

and a series of taps spelt out KTO VY?
(Who are you?) His friend Surdokov, as it happened,
and a peasant, below, who lost his mind.

The Cyrillic alphabet was broken down
into six rows of five letters, which made
conversation slightly less laborious.

Moved to the House of Detention,
weaker now so he could barely lift the stool,
but one step nearer his glorious escape,

he narrated to the young man in the next cell
the history of the Paris Commune
which took, however, a whole week of tapping.



ARACHNOID

How irresistible all that ill-will is! It lures you
onto its silvery walkways and you find
your nimble feet glued. A fat shape,
unbearably beautiful to its own kind,
a factory of silk and toxins, registers
by touch your entrance and attempt to exit.
The whole device which seemed an airy disc
is now 3D, its flatness trampolines
in vibrant rays and parterres. Voices of fraud
slide along the wires. What looks like a door
opens its mouth to sing, but shuts without
audible utterance. On the fang's tip,
already withdrawn from your thorax,
a droplet with a green tinge gathers.






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KIM GARCÍA [18.078] Poeta de Estados Unidos

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KIM GARCÍA

Poeta de Estados Unidos.
El poemario de Kim García Madonna Magdalena fue publicado por Turning libros Point en el otoño de 2006. Su trabajo ha aparecido en The Harvard Divinity Bulletin, The Atlanta Review, Rosebud, Nimrod, Cimarron Review, Mississippi Review, Birmingham Poetry Review, Subtropics, Scribner's Best of the Fiction Workshops, Negative Capability and Lullwater Review,  entre otros. Ha logrado los premios de AWP Intro Writing Award, a Hambidge Fellowship, an Oregon Individual Artist Grant, and the 2009 XJ Kennedy Award.  
Enseña escritura creativa en la Universidad de Boston.


VIGILIA PASCUAL

El obispo, el único hombre negro en esta iglesia sureña,
lleva la casulla dorada, enciende
el cirio que ilumina a los demás,
hasta que la iglesia se inunda de amarillo, vacilante luz,
cera barata amenazando con apagarse, el olor caliente
del material resistiéndose a convertirse en llama.
Aceite milagroso,
rosarios derretidos, archivadores ondulados.
Portazos contra las hogueras nocturnas.
Componemos este aleluya intermitente con campanas,
titubeando durante la bendición,
dispuestos a concedérnosla a nosotros mismos
y nunca concedida.
El gran cirio anual se sumerge en la fuente.
La cera se enfría en las marmóreas aguas.
El lector levanta sus brazos. Los bebés, que vienen a ser bautizados, lloran por la lentitud,
por su rígido embozo de Pascua, por el incienso
que chamusca el rastro de cera de las pequeñas manos de los niños
coloreando cuidadosamente el Cordero y los lirios.
Las palabras de bienvenida
presionan hacia abajo, casi enterrando la alegría con sus promesas
mientras que el cuerpo en la cruz
se distiende, como cualquier bailarín puede ver,
quemando mirra la oscura noche de esta primavera.

Versión de Carlos Alcorta



Easter Vigil

The bishop, the only black man in this Southern church, 
carries the golden shepherd's crook, lights 
the candle that lights another, and on, 
until the church is filled with yellow, wavering light, 
cheap wax threatening to gutter out, the hot smell 
of material in resistance to becoming flame. 
Grease of miracles, 
beads of melt, snake to the cardboard holders. 
The door gusts shut against the night's bonfire. 
We're left this broken alleluia with bells, 
this stumbling along to benediction, 
willing ourselves to be finished, 
and never finished. 
The year's great candle is dipped in the fount. 
Wax cools on the marble-cold waters. 
The lector raises her arms. 
Babies, come to be baptized, cry against the hour, 
against their stiff Easter swaddling, against the incense 
that scorches the waxy scent of small children's hands 
carefully coloring the Lamb and lilies. 
The language of arrival 
presses down, nearly burying joy in its assurances 
while the body on the cross 
strains up, as any dancer can see, 
burning this spring night's dark myrrh. 




"Madonna Magdalene"


Genesis Suite: Cain 

It is a fresh-fallen world, 
and Cain is master of it. 
First tooth, first step, first word. 
He will be second in nothing. 

The raw yoke of the sun 
runs warm light over his downy back. 
The stone floor is furred with gold. 
Cain's day is fat and vigorous; 
and what he sees, he possesses whole. 

In the night his cradle rocks 
under the open window 
as he moves his heavy head, 
round and white as the moon, 
from side to side. 

He dreams what all children will dream: 
endless, indivisible dominion. 
His small hands grip hard 
against the rough cotton under his body. 
Soft nails scratch quietly as they move. 

The moonlight slides over his body 
making the new down on his head 
cold, bright silver 
and all his body white with light.



Epiphany

We walk in paper crowns 
around the darkened rooms 
led by a dinner candle. 
Sprinkling the last of the holy water, 
singing the last Christmas songs. 

The names of the three kings 
are chalked over the lintel of the front door 
under a sky sparsely lit with stars. 
By faith, there is one for each child born tonight 
but there is too much street light to see it. 

Inside again, we sit in kitchen chairs 
around Baby Jesus crowned in beeswax 
standing in a velvet doll's chair. 
The wise men in a three part tableau 
of completion: walking, standing, kneeling. 
Mary twists in her graceful s-curve of yielding. 

My child lies long and heavy 
with his head in the crook of my arm. 
He traces the outline of my face, 
remakes it with sweaty fingers, 
smelling of dinner. 

"Pax," I want to say to such love, “Uncle,” “I give up.” 
You are the immovable object, you are the irresistible force. 



On the way back from Halifax 
we received word that Carlos had died/ 
carnations

diving into a pool, while his friends looked on, breaking his neck. 
Pale blossoms, each balanced on a single jointed stem 

My book was open to a poem by Roethke. The alders bowed. 
And leaves curled back in elaborate Corinthian scrolls 

My own son was in Berlin, beginning to mourn for the first time, 
the air cool, as if drifting down from wet hemlocks, 

Would we ever get him back? We were drifting, 
or rising out of ferns not far from water— 

nothing could be decided. We looked at the sea, clear of fog, 
a crisp hyacinthine coolness. 

Then as we drove up to the cottage the whales came 
like that clear autumnal weather of eternity 

On another day we would have said, what good luck! Oh Carlos, 
The windless perpetual morning above a September cloud. 



Bestiary of Desire: Heron

Pines, grown for paper, stiff as pencils. 
The oaks at water's edge, curled against the salt. 
Between groves, a single restless crow. 

Long-legged heron, a graceful articulation 
in water brackish as a kiss, tasting of more thirst, 
the silent snap of its twigged legs, kindling. 

It wraps the air before it in an embrace 
of great wings that lifts its feet. 
The air tastes of snails. Your skin is fresh water.







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ADA LIMÓN [18.079] Poeta de Estados Unidos

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Ada Limón

1976, Sonoma, Estados Unidos.
Nacida el 28 de marzo de 1976, Ada Limón es originaria de Sonoma, California. De niña, fue muy influenciada por las artes y los artistas visuales, incluyendo su madre, Stacia Brady. En 2001, recibió un MFA del Programa de Escritura Creativa en la Universidad de Nueva York.

Su primera colección de poemas, Lucky Wreck (Autumn House Press, 2006), fue ganadora del Premio de Poesía Casa otoño de 2005. Es también autora de This Big Fake World (Pearl Editions, 2006), ganadora del Premio de Poesía Pearl Poetry Prize y  Sharks in the Rivers (Milkweed Editions, 2010). Sus poemas han aparecido en The New Yorker, la Revista Harvard, y las Pléyades.

Divide su tiempo entre Lexington, Kentucky y Sonoma, California.


    traducción de Belén Agustina Sánchez

El Problema con Viajar

Cada vez que estoy en un aeropuerto,
pienso que debería drásticamente
cambiar mi vida: Matar las cosas de niños,
empezar a portarme según mis números, prender fuego
al desorden y reptar por debajo
del radar como un canino que escapó
escabulléndose a lo largo de la cerca.
Estaría tejida en ochos hasta el cuello,
hermosa más allá de compra, confiaría
en el creador y arreglaría mis problemas
con rezos y propiedad.
Luego, pienso en vos, en casa
con el perro, el campo lleno
de brotes púrpuras—somos pequeños
y defectuosos, pero yo quiero ser
quien soy, yendo donde
estoy yendo, todo de nuevo.



Reporte de Accidente en las Altas, Altas Hierbas

A mi ex lo pisó un colectivo.

Me escribió en un mensaje de texto para decirme esto.
           ¿Ahora sí me vas a hablar? Me pisó un colectivo.

Hasta me mandó un link a las imágenes borrosas en las noticias.
Nunca quise ver que él se haga daño, o mirarlo.

Oh tal vez una pequeña infestación de cucarachas.
          Pequeños aliens por todas las limpias, engañosas mesadas de su vida.

Mi ex, algunos exes antes que ese, murió
          de una sobredosis de heroína.

Después de que alguien te lastima, es fácil imaginarlo
a él perdiéndose en el fondo de la trama de venganza de la película mala.

Es el chiste, ¿no? Ojalá que te pise un colectivo.
         Juro que nunca lo pensé. Ningún germen de desviación de transporte.
Ninguna manipulación de los grandes cables de freno universales.

Yo quería este buzón oxidado,
acá en el último rincón del mundo, este hombre, y este perro,
un poco de dinero de vez en cuando, algunas buenas noticias.

Soy el bicho escondido en las altas hierbas,
prendiendo fuegos que nadie puede ver.



*


Cuando nos mudamos hasta acá juntos, me la pasaba disculpándome
por todo, como un pobre huérfano en la película sobre mi vergüenza.

Él tenía que decirme que parara. Y por días, (¿tal vez semanas?)
lo escucharía en mi mente y tendría que mantenerlo ahí,
atascado como una cucaracha bajo un vaso,
esperando a alguien más valiente para matarla.

Mayormente, disfruto mis fracasos. Hasta que no lo hago.

En el texto de mi ex acerca del colectivo, él suena casi gracioso.
          Tipo no es irónico que me pisó un colectivo, cuando todo lo que siempre quise era
desaparecer sin un rastro.


*


Cuando el avión bajó en San Francisco,
pensé en mi amigo M. Él está obsesionado con accidentes de avión.

Él memoriza los detalles de metal destrozado,
             los claros y frescos cielos cortados por negras cicatrices de humo.

Una vez, mientras manejaba, me habló acerca de todos los accidentes:
Ese en Kentucky azul, en Iowa amarilla.

Cómo la gente sigue adelante, y cómo la gente no.

Era casi un año antes de que me enterara
de que su hermano era un piloto.

No lo puedo evitar,
amo la forma en que los hombres aman.


*


Yo solía simular mucho. Soy muy buena en eso.

Compré un teléfono rotatorio de color maíz cremoso
y era tan fabulosa.

Me sentaría y te contaría acerca de mi teléfono, pero la verdad era
          que no funcionaba muy bien. Me hacía no querer hablar con nadie,
sino estar en una imagen, sosteniendo el teléfono, simulando hablar.

Eso no es diferente a algunas de las personas que dije amar.

Prefiero contarte acerca de ellos, extraño, en palabras calientes
          que arrastrar más cerca los fríos satélites para calentarme.


*


Imagino las entrañas de mi ser a veces—
           parte hembra, parte macho, parte dragón terrible.

Lo que vi en los hombres que vinieron después,
           a veces no quiero decir esto en voz alta,

era alguien a quien podría acercar a mi oído
y escuchar el océano, algo en lo que podría decir mi nombre,
y tenerlo devuelto en las negras olas.


*


¿Por qué estamos forzados a vivir juntos en espacios tan pequeños?
            Esta vida en una vaina.

Recuerdo una vez, mi ex y yo, manejando en su camioneta.
Él señaló a su ex mujer caminando.

Ella se veía como yo—no su sombrero azul, o su pequeñez,
pero cuán deliberadamente estaba alejándose del vehículo que iba a toda velocidad.

Ahora, hay una retorcida tormenta de verano afuera,
y no deseo nada más que esta tormenta que venga.

La voz calma en la TV nos dice que nos mantengamos a salvo.
Dice, Manténganse a salvo y busquen refugio.




LA CORREA

Después de arrojar bombas tenedor y miedo,
las armas automáticas desataron frenéticas
ráfagas de balas sobre un gentío con las manos unidas,
abriendo el brutal cielo en metálicas fauces de pizarra
que tragan solamente lo indecible en cada uno de nosotros, ¿qué
queda? Incluso el río más escondido está envenenado
con gas naranja y ácido de una mina de carbón. Cómo puedes
no temer a la humanidad, ¿quieres lamer el fondo
seco del arroyo para aspirar el agua letal con
tus propios pulmones, como el veneno? Lector, quiero
decir. No mueras. Incluso cuando los peces plateados
están panza arriba, y el país cae en picado
en un cráter crujiente de odio, ¿no hay todavía
algo de esperanza? La verdad es que no lo sé.
Pero a veces, te juro que lo oigo, la herida se cierra
como una oxidada puerta de garaje basculante, y todavía puedo mover

mis miembros sanos  por el mundo sin demasiado
dolor, puedo todavía admirar cómo la perra corre directamente
hacia las camionetas por el camino,

vertiginosamente porque piensa que las ama,
porque está segura, sin lugar a dudas, de que a las
cosas estridentes les encantará su vuelta, su pequeño y blanda
vida deseosa de compartir su maldito entusiasmo,
hasta que tiro hacia atrás de la correa para salvarla porque
quiero que sobreviva siempre. No mueras, digo,
y decidimos pasear un poco más,  febriles

estorninos sobre  nosotros, el invierno llega para poner
su frío cadáver sobre este pequeño pedazo de tierra.
Tal vez, siempre nos inclinamos hacia
lo que nos destruye, mendigando amor
desde la fugacidad del tiempo, y quizá
como la obediente perra junto a mis talones, podamos caminar juntos
pacíficamente, al menos hasta que llegue el próximo camión.

Versión de Carlos Alcorta




Before

No shoes and a glossy 
red helmet, I rode 
on the back of my dad’s 
Harley at seven years old. 
Before the divorce. 
Before the new apartment. 
Before the new marriage. 
Before the apple tree. 
Before the ceramics in the garbage. 
Before the dog’s chain. 
Before the koi were all eaten 
by the crane. Before the road 
between us, there was the road 
beneath us, and I was just 
big enough not to let go: 
Henno Road, creek just below, 
rough wind, chicken legs, 
and I never knew survival 
was like that. If you live, 
you look back and beg 
for it again, the hazardous 
bliss before you know 
what you would miss.



Roadside Attractions with the Dogs of America

 It’s a day when all the dogs of all
 the borrowed houses are angel footing
 down the hard hardwood of middle-America’s
 newly loaned-up renovated kitchen floors,
 and the world’s nicest pie I know
 is somewhere waiting for the right
 time to offer itself to the wayward
 and the word-weary.  How come the road
 goes coast to coast and never just
 dumps us in the water, clean and
 come clean, like a fish slipped out
 of the national net of “longing for joy.”
 How come it doesn’t?  Once, on a road trip
 through the country, a waitress walked
 in the train’s diner car and swished
 her non-aproned end and said,
 “Hot stuff and food too.”  My family
 still says it, when the food is hot,
 and the mood is good inside the open windows.
 I’d like to wear an apron for you
 and come over with non-church sanctioned
 knee-highs and the prettiest pie of birds
 and ocean water and grief.  I’d like
 to be younger when I do this, like the country
 before Mr. Meriwether rowed the river
 and then let the country fill him up
 till it killed him hard by his own hand.
 I’d like to be that dog they took with them,
 large and dark and silent and un-blamable.
 Or I’d like to be Emily Dickinson’s dog, Carlo,
 and go on loving the rare un-loveable puzzle
 of woman and human and mind.  But, I bet I’m more
 the house beagle and the howl and the obedient
 eyes of everyone wanting to make their own kind
 of America, but still be America, too.  The road
 is long and all the dogs don’t care too much about
 roadside concrete history and postcards of state
 treasures, they just want their head out the window,
 and the speeding air to make them feel faster
 and younger, and newer than all the dogs
 that went before them, they want to be your only dog,
 your best-loved dog, for this good dog of today
 to be the only beast that matters. 



Sharks in the Rivers

 We’ll say unbelievable things 
 to each other in the early morning— 
  
 our blue coming up from our roots, 
 our water rising in our extraordinary limbs. 
  
 All night I dreamt of bonfires and burn piles 
 and ghosts of men, and spirits 
 behind those birds of flame. 
  
 I cannot tell anymore when a door opens or closes, 
 I can only hear the frame saying, Walk through . 
  
 It is a short walkway— 
 into another bedroom. 
  
 Consider the handle.  Consider the key. 
  
 I say to a friend, how scared I am of sharks. 
  
 How I thought I saw them in the creek 
 across from my street. 
  
 I once watched for them, holding a bundle 
 of rattlesnake grass in my hand, 
 shaking like a weak-leaf girl. 
  
 She sends me an article from a recent National Geographic that says, 
  
 Sharks bite fewer people each year than  
  New Yorkers do, according to Health Department records. 
  
 Then she sends me on my way.  Into the City of Sharks. 
  
 Through another doorway, I walk to the East River saying, 
  
 Sharks are people too.  
  Sharks are people too.  
  Sharks are people too. 
  
 I write all the things I need on the bottom 
 of my tennis shoes.  I say, Let’s walk together . 
  
 The sun behind me is like a fire. 
 Tiny flames in the river’s ripples. 
  
 I say something to God, but he’s not a living thing, 
 so I say it to the river, I say, 
  
 I want to walk through this doorway  
  But without all those ghosts on the edge,  
  I want them to stay here.  
  I want them to go on without me.  
  
  I want them to burn in the water. 





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ZHENG CHOUYU [18.080] Poeta de Taiwan

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ZHENG CHOUYU

(1933-, China/Taiwan desde 1949) es un reconocido poeta chino contemporáneo. Su poesia abunda en imagenes de la cultura clásica, como es el caso del poema “Error”, perteneciente al popular subgénero “lamento de alcoba” (guisi 闺思). Estos lamentos, generalmente escritos por autores masculinos sobre mujeres en falta de sus amantes o maridos, usualmente se inscriben en situaciones extremas de separación como la guerra (algo parecido a las cantigas de amor, en la tradición galaico portuguesa). Se suele leer esta pieza como un tratamiento poético de la propia infancia del autor durante la guerra en los años 40, y al arquetipo de mujer como la madre del poeta. Es un poema exquisito, y capta el imaginario poético de la region de Jiang Nan 江南, la zona geográfica del delta del Rio Yangzi, un área de agua y flores de loto, talento y belleza, riqueza material y cultura refinada. Se suele comparar el “Sur” femenino con el masculino “Norte”, otra región con su propio imaginario geográfico de zona de frontera, frió gélido y adversidad. En la bibliografía en inglés se usa el término “South Land” para evocar esta región, pero como no hay una terminología convencional en castellano, optamos por usar “el sur del Yangzi.”



traducción de Rosario Hubert

Recorro el sur del Yangzi
Donde un rostro añorante florece y se marchita como la flor de loto con las estaciones.
El viento del este aún no sopla, los amentos de marzo no vuelan.
Tu corazón es como una pequeña y silenciosa ciudad amurallada,
un callejón de adoquines azulados mirando el atardecer.
Los grillos no se oyen, es marzo y los postigos están cerrados.
El tacatac tacatac de mis herraduras es un bello error:
yo no soy el que vuelve, sólo estoy de paso.



郑愁予

我打江南走过
那等在季节里的容颜如莲花的开落
东风不来,三月的柳絮不飞
你的心如小小的寂寞的城
恰若青石的街道向晚
跫音不响,三月的窗扉紧掩
我达达的马蹄是美丽的错误
我不是归人,是个过客






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