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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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NICOLÁS NAVAS NAVAS [17.954]

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NICOLÁS NAVAS NAVAS 

Nicolás Navas Navas, nació el 17  de enero de 1937. Casado por segunda vez hace 25 años. Su padre Nicolás Wenceslao Navas Zambrana, fue obrero de artes industriales de origen granadino. Su mamá Bertha Navas Terrero, también es originaria de Granada.

Es Ingeniero Agrónomo de Profesión de la Escuela de Nacional de Agricultura y Ganadería en 1961, actualmente la UNA.

Respecto a su carrera como agrónomo y su arte poético, manifiesta que “se han complementado en mi vida. Empecé a escribir jovencito. Era bien enamorado. Les escribía poemitas de amor a las muchachas. Así comencé a escribir”, explica.

“Al mismo tiempo ya sembraba plantas, ya me gustaba la horticultura. A la par, me fui dedicando a querer leer. Se me volvió una fisión. Leía hasta 2 ó 3 de la mañana. Mi mamá me obligaba a dormir…Empecé a buscar quién me ayudara a seleccionar mi poesía”.
También no más de una vez ha revelado su relación con el poeta Enrique Fernández Morales, “Visitando a poetas llegué a encontrar al poeta Enrique Fernández como un maestro. De una selección enorme, él me rompió una barbaridad de poemas. Salieron 36 poemas, ese librito se llama Fuga de Rostros”

Nicolás Navas Navas ha publicado 12 libros desde 1957. Entre ellos un poema largo que llamó Silencio y Paralelismo entre Rubén Darío y Salomón de la Selva “Trabajo que ganó una mención honorífica del concurso de ensayo de la Prensa Literaria en 1976”.

Navas Navas cuenta que lleva 62 años en la poesía. De sus años mozos recordó su amistad con los poetas de la vanguardia granadina Enríquez “Quico” Fernández, Pablo Antonio Cuadra y José Coronel Urtecho, con quienes entabló una amistad cercana, y ve como sus mentores en su formación literaria inicial.
Ellos le guiaron y animaron a realizar la primera selección de sus versos y publicar en 1955 su primer poemario Fuga de rostros.

Sobre sus escritos, el poeta Pablo Antonio Cuadra refirió en un crítica que estos eran “poemas de sedimentado sentimiento becqueriano, que se expresan con una gramática superrealista. Es decir rebelde en cuanto a la utilización de las convenciones del lenguaje”.

DE SUS LIBROS Y TEMAS

El impacto dramático del terremoto de 1972 que asoló e incendió Managua, fue tema de su poesía, y al respecto cuenta que sufrió este sismo antes que ocurriera.
Yo sospeché que se venía el terremoto antes de suceder, esa noche estaba oscura de 1972, nunca había visto un cielo así; me encontraba con mi hermano Iván y Silvio tomando vinos, cuando se dio el primer temblor, les dije ‘solo pónganle pasador a la puerta’ y me marché. Llegué a mi casa y me acosté, cuando me di cuenta estaba en el suelo, producto del terremoto y salí a buscar a mis hijos en lo oscuro, porque se fueron las luces.

Las experiencias posteriores del sismo lo llevaron a escribir y años después publicar su poemario La noche de la ira (1979).

Su otro eje de temas ha sido su familia. “Yo le había dedicado poemas a mi familia, a mi madre, hermanos, hijos, entonces decidí que para el cumpleaños 104 de mi madre Berta Navas Guerrero, dedicarle estos poemas que reuní y publiqué en el libro Tiempo: ¿Acaso tú sabes si el mañana volverá? ”, refiere Navas.

Este poeta granadino también ha dedicado parte de su tiempo para escribir ensayos, uno de esos lo tituló Paralelismo entre Rubén Darío y Salomón de la Selva, el cual fue merecedor de Mención Honorífica, fue publicado en las páginas de LA PRENSA Literaria en 1976 y posteriormente en un libro.

Asimismo dio a conocer el poema de largo aliento Silencio, estructurado en cinco cantos, pero en verso libre.

Sobre este tipo de escritura el poeta Julio Valle- Castillo dice que Navas Navas tiene poemas “muy sugestivos, extensos y de consistente estructura, reflexivos e interioristas”.

A finales de los años setenta publica sus dos únicos cuentos, siempre en las páginas de LA PRENSA Literaria, uno de ellos relata con humor las travesuras de su hijo Carlos Antonio Navas Sánchez.

INÉDITOS

Cuenta con los poemarios El cantar del Cocibolca, Desgastado por el tiempo del viento, Rapto del tiempo; también tiene una colección de poemas sueltos de varias épocas, algunos de ellos publicados en los diarios, en antologías, y otros traducidos a varios idiomas, como el inglés, búlgaro e italiano.
Navas Navas también ha leído sus versos en varias ediciones del Festival Internacional de Poesía de Granada.


Yo no soy yo

Auscultando al silencio miro
que yo no soy yo
Soy este otro, audaz, cosmogónico
con el que me refocilo a diario
con el que me libero a ratos.
Al que conozco y desconozco
al que odio con todo mi amor
al que amo con todo mi odio.
Con el que me escondo detrás de los saludos
con el que me abrazo detrás de los abrazos
con el que beso y con el que muerdo
con el que sueño que vivo
con el que vivo hasta la muerte.



Ars

Dadle una palabra.
Una palabra que no diga nada,
que lo diga todo.

Estrújala en tus manos;
barájala;
combina las sílabas;
saca una a una
las letras.
Ahora está bien.
Tú tienes la palabra?
Tírala, poeta!
Que no digan después
que olvidada dejamos la palabra.



No sabía

Cuando creía que la vida
es eterna fiesta,
charanga, pasiones, orgía
y sabrosa alegría.
Juro que no sabía
que en la vejez lo pagaría.



Como las hojas secas embriagadas de verano

Reviso el parqueo de mi memoria.
En el archivo de mis neuronas esculco.
Vienes por un sendero de ecos recién nacidos
que traen tu nombre insertado en la vigilia.

Hay un desnudo proyector fantasma
mostrando tu imagen de arcoíris
como ilusión asomada en la arboleda chancomida

Te busco en las mañanas runruneantes
y vienes montada en una flor de azucena virgen,
imagen opaca de la ilusión perdida
desgranada en su pureza
y mientras te busco te escondes en las sombras
de tu orgullo silvestre
porque ya te olvidaste del olvido desquiciado
que corre como un río loco
y manosea las entrañas del deseo y el amor.

Te llamaré en las tardes que saltan los tejados
de la memoria
cuando corren en lo etéreo como perros desbocados
los triste pensamientos
repartiendo ausencia y llevándonos de la mano
del querer que vuelvas, del regreso huérfano.
Qué sabrás entonces de la amargura que huye
y la indecisión que lubrica tu mirada?
Traerás en tu mano la humildad desgajada
como fruto celeque, incompleto en su madurez de amor?
Recobrarás la semilla íngrima
para la nueva germinación de la ternura?
Abrirás los surcos para olvidar la simiente y sus brotes?

Aquí se envejecerá mi cuerpo con la espera inútil
y el suspiro de la noche me empujará insistentemente
hasta rodar por siempre sobre la pedregosa senda
como las hojas secas embriagadas de verano.



Poeta Nicolás Navas Navas lee sus versos. Le acompaña Iván Uriarte, crítico literario que lo calificó como un “poeta del rumor y del silencio”. / Foto Arnulfo Agüero

Nicolás Navas Navas: poeta del rumor y silencio

-Por Arnulfo Agüero-

“Descoyunté la Noche / Solo Tinieblas. /El reloj marcaba los silencios. /Quien abrirá la ventana de la esperanza!”, fueron los primeros versos con que el poeta Nicolás Antonio Navas Navas inició su recital poético; este párrafo pertenece a su poema Yo, de su primer poemario Fuga de rostros publicado en 1955.

Navas Navas, es el poeta número 33 invitado al ciclo de charlas El auto y su obra, señaló la poeta Gloria Gabuardi al presentarlo ante poetas y familiares presentes en el teatro del Centro Cultural  Nicaragüense Norteamericano.
El poeta de 77 años,  nacido en Masaya, formado literariamente en Granada y con hogar en Chinandega, fue acompañado en el recital por el poeta Iván Uriarte, quien hizo un breve recorrido de la vida  literaria de este bardo al que calificó como “poeta del rumor y del silencio”.

En su acercamiento, Uriarte recordó el poema dale largo aliento Silencio, solo en rumor, publicado por Navas, Navas, en LA PRENSA LITERARIA en 1961; también señaló a sus primeros mentores, Pablo Antonio Cuadra, José Coronel Urtecho y Enríquez Fernández Morales; así sus influencias de Rubén Darío, Alfonso Cortés y Joaquín Pasos.

Asimismo valoró su lirica asociada a  una constante visión cosmogónica de la naturaleza, lo cual viene a ser una hazaña verbal. Navas Navas, nacido en 1937, comenzó a escribir a los 12 años y publicar a los quince, hasta la fecha.

Entre los poetas contemporáneos de Navas Navas, mencionó a Lorenzo Medrano y Horacio Bermúdez, pero el único que se mantuvo leyendo y escribiendo al margen de los grupos literarios y de la bohemia de la Cafetería La India, fue Navas Navas.

Esta participación será publicada en una plaquete, dijo la poeta Gabuardi, ante la propuesta de Uriarte de publicar una selección de lo mejor de su poesía. Asimismo Gabuardi anunció que el próximo invitado a estas charlas del autor y su obra, es el poeta boaqueño, Armando Incer Barquero.

Por publicar

Durante el recital Navas Navas, comentó que sus primeros poemas estuvieron influenciados por la metafísica de Alfonso Cortés. Luego se declaró un lector de poetas españoles,  franceses y chilenos.

Después leyó una selección de sus poemas de sus libros La tarde sitiada,  La noche de la ira, entre otros, para cerrar con el poema Desgastado Por El Tiempo Del Viento, siendo aplaudido.

Recordó que cuenta entre sus muchos libros inéditos, el poemario El timonel Arcángel, de 1960. Por igual cuenta con otros libros a espera de publicación.
“La mayor parte de las publicaciones han sido caseras y limitadas, por lo que también ha estado al margen de las editoriales”, señaló por su parte Uriarte.
Al respecto, el mismo Navas Navas, se refirió a su primer libro Fuga de rostros, que tuvo un tiraje de 30 ejemplares distribuidos entre sus amigos y familiares.



DESMENUZANDO LA TIERRA
                                         
Desmenuzando la tierra que atesoras,                   
junto a la piedra inerte encontré                                                   
tus dos manos.
                      
Quedo les pregunté por el morir.
                    
Luego, por el vivir.
                    
Mas era tarde averiguar                         
cuándo el morir se vive;                            
cuándo el vivir se muere.


LOS PERROS

A mi amigo 
José Augusto (Tuto) Navarro

Muerden los perros
En las noches de luna llena.
Muerden con los alientos del día.
Muerden en las casas
En las calles, en las oficinas.
Muerden con alientos de soldado de turno
O de policía patrullero trasnochado
Y en ayunas nocturno.
Muerden como promesas de políticos.
Muerden desde las 8 am hasta las 5 pm.
Entre las cuatro paredes con aire acondicionado
Del gerente o del jefe de turno,
En las oficinas donde no hay escape.
Donde no hay testigos.
Muerden hasta matar
De muerte vil,
Mientras los canes humanos ríen
Gozan, celebran y se regocijan
-como en el circo romano.
El de los vecinos del Sur,
El maldito circo moderno-
Con televisión y pantalla gigante y lamentos
Y policías y policías y policías y el Presidente
Y todo el pueblo
Con el puño apretado y el brazo en alto
Frente al pecho
Con el dedo gordo hacia abajo
Pidiendo a gritos: ¡muerte!, ¡muerte!
Como en el circo romano
¡Como en el circo!!

Chinandega, 12 julio 2006



SI ME AMARAS, MARINA

A Melba Marina

Si me amaras, Marina, si me amaras
Y en estatua de carne convertida,
No la mujer de Lot, sino lacustre,
Que siendo tú también ya eres mía.
Que mía siendo más en ti viviendo
Uno solo somos y dos en uno.
Umbilical pasión nos lleva asidos
Tú siendo ya mía y yo siendo tuyo.
Que siendo tú y ya entregada mía
Y siendo yo, más entregado tuyo
Ya sólo queda la fatal espera.
Unidos en la vida siempre iremos
De la mano de Dios, yo de la tuya
Que siendo dos nos entreguemos uno.

Chinandega 12 agosto de 2006.




YO NO CONOCÍ A FLAVIO 

Yo no conocí a Flavio César Tijerino
El poeta boaqueño que vivía
Con su intimidad poética
En el cucurucho del cerro Saguatepe
En su mirador de estrellas y ríos de palabras
Y borbollones de poesía
Y lanzaba los versos para que los lazaran
Los jinetes boaqueños
Desde sus monturas astrales,
Y que, como Coronel Urtecho y yo
Usaba boina vasca para esconder en ella
Los duendes de la poesía.
Lástima Flavio, no haberte conocido,
Pero ya ves qué egoísta es la vida
Que nos negó una grata amistad.
Pero leía tus poemas cuando publicabas,
Que no era muy frecuente, caray
Y a tu poesía no le sobraban sílabas
Ni palabras indebidas o de sobra
Como decimos cuando no hay suficiencia
En las correcciones, porque en vos, que eras
Un maestro, la cincelabas con fineza
Y lo definitivo y puro y fresco persistía.
Poesía regional en vuelo alto hacia lo nacional.
Ahora te guardas en otra dimensión
Donde con la armonía de subidas y bajadas
Vueltas y revueltas, idas i venidas
De tu Boaco de arriba 
Hasta tu Boaco de abajo
Porque así llevaban la leña para tu funeral.
Es así que a este Flavio César
Presencia y alma y pensar
Ya le tocó atravesar su Rubicón y ya lo arrincona
A uno con lo profundo de su sencillez 
Poética que ahonda en nuestras memorias.
Así, 
Abriendo la brecha 
de los colores del día nos lleva
de la mano hacia las verdes aguas
de sus llanos que nunca navegó
mas nos legó con sus vidas muertes y laberintos
y los bosques infiltrados en sí
y en su poesía escrita en una ciudad
que teniendo un faro
nunca conoció el mar.
Una gran tristeza me invade
No haberlo conocido:
Poeta Flavio!

Chinandega, 3 de agosto 2006






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CARLOS RIGBY [17.955]

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Carlos Rigby

Carlos Rigby (1945, Laguna de Perlas, Caribe Nicaragüense). Poeta, trombonista, traductor. Representante de la cultura afrocaribeñas-nicaragüense. Reconocido por su poesía oral y teatral desde los años 60 en plazas, universidades y parques del país. Su poesía se encuentra dispersa en los suplementos culturales y revistas literarias. Incluido en varias antologías de la poesía nicaragüense

Junto a David Macfield y June Beer es representante de la cultura afroantillana del país. Su poesía oral y su histrionismo son reconocidos en Nicaragua desde los años sesenta.

No ha publicado libro. Sin embargo, su obra figura en numerosas revistas y suplementos literarios nacionales e internacionales. Vive en Managua



SI YO FUERA MAYO

Si todos los sucesos del calendario 
fuese sim-sáima-sima-ló con hojas caídas 
y un negrito y una negrita 
serpenteando la cadera hacia la madrugada 
con o sin luna 
sobre el techo del mundo 
al son del “zopilote” que desenvaina 
su yarda y media 
contra la hija 
de doña media y shique shaque shiqui shaque 
rempujando rempujando y rempujando 
hasta que... entonces tendríamos razón suficiente 
para contemplar las 
cosas desde el ángulo patas-arriba 
del murciélago colgado 
desde el cielo-raso del universo 
cargado de días incluyendo también 
el del primero de mayo 
en todo el mundo: 
con desfiles 
carteles portadores de carteles 
manifestantes las palabras 
manifestadas 
las palabras piedrafectadas 
pero desoídas desamadas descachimbadas 
dentro del orgullo 
de tantos trabajadores 
que aunque siendo tales 
no todos comen pan 
ni sudan de la frente 
ni tendrán un aumento de sueldo 
ni mucho menos nuevas promociones 
hacia el antiguo oficio de hacer dinero 
dentro de las marchas y protestas 
por máyaya lasique má-yaya-o con los pies de los policías 
bailando sin querer: sin-sáima-sima-ló 
entonces yo bailaría contento 
en el centro de la rueda de mayo 
con mi danza haciéndose agua 
y mi soledad 
una con las lluvias de la primavera 
ya por fin entendido en lo verde 
comprendiendo la voz del pueblo 
—que es la voz de Dios— 
gritando desde lo alto de un 
palode mayo: máyaya lasique máyaya-ooo 





Sinfonía para los peces en Sim-Saima-Si Mayor
 
Por largo rato me quedé echado
sobre el regazo de mi abuela
pensando en los largos sueños de mi juventud.
 
En un tono de superstición y sukia
me decía aquella kúka amada
“Hijo es peligroso viajar por mar
el primer día de luna llena
especialmente en un bote
de barrigahinchada-y-delicado- de embarazo-de quíntuples.
Peor suerte es todavía hijo
viajar en compañía
de un reverendo Padre
o
una reverenda Madre
séalo por aire
séalo por mar.
Ora hijo,
tienes que orar,
que oraciones te lleven
que oraciones te traigan.
Es más  hijo mío:
Horribles peces acechan
a las sombras de las aguas:
El tiburón sanguinario
con esa aleta de la muerte
como periscopio de submarino
espiando, espiando y espiando.
                        El mero y la barracuda
rondando nuestros sueños
con ese aire pesado
de agente de seguridad ...
                        El pez sierra
con cada diente más filoso
            que una hoja de afeitar ...
                        El pez-espada
 –verdugo de ballenas-
con ese bisturí asesino
                        resplandeciendo como cuchillo de zapatero
que ataca y repele
con ímpetu de D’Artagnan ...
Es la gloria del pez-estrella
y el caballito de mar
            la que es salpicada
            por nuestra gran gloria
                        hijo
proyectándose hacia la otra
            cara azul de la luna.
El mar es capaz
de volverse hostil
hasta contra su propio Creador.
            Pero al final de la carrera, hijo,
él también como nosotros,
            aparecerá sin camisa
            frente a las playas
                        de la eternidad
sonriente como un payaso
            después de los aplausos”.
 
El único lugar
donde yo he vertido
                        lágrimas sinceras
            sin saber exactamente por qué
ha sido contra el regazo huesoso
de mi adorada abuela paterna
y hoy en la víspera de mi partida
            de mi primer plenilunio
                        hacia el reino salado de los peces
lo he vuelto a hacer ...
¡Lo he vuelto a hacer
y con los ojos de nuevo en flor!
 
Yo sabía entonces que
con mi equipaje de sueños
de fabricación casera
tirado sobre el hombro izquierdo
y el otro de fabricación X
tirado sobre el hombro derecho
            habría que proseguirme el camino
            hacia el punto cero
            entre las infamiliaridades gratas
            donde vocación y avocación
                        me esperan
            pacientemente impacientes
            para hacer uno en mí
                        por mí
                        y a pesar de mí
                        sólo para mí.
 
La hora apremia y las aguas suben ...
Beso a mi abuela.
Le digo adiós.
Recojo mis cosas y me voy ...
Nos alejamos del viejo muelle
entre adioses de manos y pañuelos
dejando atrás algunas lágrimas secas
pero también algunas como las de mi abuela
parada en la baranda de nuestra casa
mirando hacia el mar
con una taza de café negro en la mano
y un par de oraciones
balanceándose sobre los labios.
 
El crepúsculo tendía sus últimas gotas sobre el timón del bote.
 
Algunas aves pesqueras se hacían para la costa
esquivando los primeros aleteos de la noche
descendiendo sobre lo profundo.
 
Son tantos ojos
                        hinchados de lágrimas recientes
que miran aquí afuera
sobre este mar color de tristeza
            que no me dejan olvidar aquella muchacha
            que voy dejando atrás en este pueblo tan pegado al agua
 
... Otra vez
            el alejarme de mi hogar
me deja este sabor a mar en el corazón.
 
El mar es domable sólo en el pensamiento.
Desde un principio sus aguas han venido pisoteando las cosas sagradas.
Algo divino ha de suceder algún día de estos.
Aún persiste sobre sus olas
            aquella soledad de peces
                        para la hora de los muertos-por-agua
y yo aquí afuera sobre este campo de juego de peces
alejado tantas millas del pecado de las ciudades
            siempre he de reconocerme
            menos noble
                        que este cuerpo de agua
aunque me siento hoy tan cerca de Dios en la licuefacción de mis sentimientos.
 
Hoy probablemente me aguarda
a las sombras de los peces
el glu-glú del ahogado
                        acompañado de las últimas burbujas
que lanzan las cosas conquistadas por el agua.
 
Así fue que nos hicimos al mar
            en un tiempo cuando éste
            apenas se movía
                        a un lento ritmo oriental
            y el rompimiento de sus olas
                        dejaba sendos callejones de champaña
            desparramados como flores blancas
                        sobre un desierto oscuro
en adoración sólo al Mamón de la superficie
... y llegamos hasta la madrugada
del primer día
de mi primer plenilunio cabalgando las olas
con música de radios
abrazos de enamorados
carcajadas metálicas
y canciones animadas de palo-de-mayo
                        con guitarras a proa guitarras a babor.
 
(Estaban frescas todavía sobre algunos ojos
las contorciones sensuales de aquella negra
hermosa que meneaba la cadera y las regiones
del ombligo como las ondas del mar.
La que jamás falló a un solo palo-de-mayo
en sus 15 años de simsáimasimaló.
 
Cuando se le reventó el apéndice
al hospital fuimos a dejarle flores
jugo de naranja enlatado
y una pequeña “Get Well Card”
con leyenda en inglés (por supuesto).
 
Toda la mañana del segundo día de mi primer plenilunio sobre lo profundo
era mía para ensayar
mi eternidad contra la del mar.
En estos momentos yo quise
que mis hora enteras fuesen
un solo grito universal
de rosas acuáticas y lenguajes de caracoles
y se lanzasen contra todas las posibles playas
de este globo carcomido
y que al retirarse las aguas de nuevo hacia sus cauces
se quedase alguien como yo contemplando mis descarnados restos
y se dijese en un gesto como de periódico:
            Este amó demasiado.
            Sufrió de mujeres.
            Murió de presente porque no pudo olvidar el pasado.
El futuro no le debe nada:
                        pues en vez de la vida
                        escogió a la humanidad.
Fue negro pero sobre todo
vivió una poesía más interesante que su propia piel.
 
Adentrándonos en la noche.  Nos adentramos en el miedo
            sobre unas olas frenéticas a go-go
con la pequeña brújula histérica hacia el horizonte
que sube y baja más rápido
            que los propios latidos
                        del corazón del timonero.
 
Furia y salvajismo en éxtasis de olas y espumas
            destruyéndose y volviéndose a incorporar de entre sus propios escombros.
Pero, ¿cuál es la verdad?
            ¿Qué las olas se arremeten contra el bote
            o
            que el bote se arremete contra las olas?
La realidad es que ambos se encaminan hacia/o des algo
encontrándose mutuamente en sus respectivas ir-llegando.
 
Pero todo
            todito fue suficiente
para que cualquiera se sintiese
desterrado arbitrariamente
bajo las últimas cenizas agonizantes de la luna redonda y opaca
o
imaginarse descarnado entre los peces
                        como un animal muerto
con los repartidos huesos hechos un souvenir
            para aquellos monstruos submarinos
            que el productor de cine no ha descubierto todavía.
 
Las travesuras y osadía de los elementos tienen que seguir.
Toda esta ondulación y movimiento tienen que seguir.
Yo conozco a marineros de sangre fría con fichas en todos los mares
            que me han contado espeluznantes historias de película
de aventuras que han tenido en las esquinas más calientes
de estas patadas-de-mula
y de cómo han orado a Dios
                        solicitándole una cita
en cualquier punto de reunión sobre un mar
neutral para firmar un pacto de tregua
o de paz.
 
Yo he visto a hombres llorar como niños extraviados de mamá.
Yo he visto a hombres envidiar el vuelo de aviones y cohetes.
Yo he visto a hombres orar como santos en la hora del peligro.
Pero toda esta rivalidad de átomos y tiempo
            tiene que seguir aquí próxima
                        a la Estupidez y Falsedad
            de estas máquinas con memoria puestas entre nosotros.
Para este bote es sólo cuestión de olas
de espumas
para la continuidad de sus días-agua y rumores de caracoles.
En cambio
            besos e hipocresía
                        tienen que seguir
aquí junto a los que en realidad somos un poquito
más bajos que los ángeles
            sólo para comprobar
            que en realidad somos
            el único semen puro
            que inmortalizará
            la verdadera Era del Hombre.
... Somos la raza de POETAS
            conocidos únicamente entre los otros
            por nuestros pequeños nombres de hombres
Pero nosotros hermanos
            que lo poblamos todo de poesía
                         ciudades con nombres de poesía
                        inventos con nombres de poesía
deportes con nombres de poesía
                        sucesos con nombres de poesía
suicidios con nombres de poesía
                        asesinatos con nombres de poesía
guerras con nombres de poesía
                        pecados con nombres de poesía
                        poemas con nomobres de poesía
            también hemos de morir
            aunque cantemos
                        en nuestras cadenas
                                    como el mar.
 
En el último de los tres días de mi primer plenilunio
            sobre este pedazo de tiempo relegado a lo líquido
fue cuando se volvió a escuchar el motor del bote
acompañado de la música de un radio a todo dar.
 
Una prostituta me sonrió desde la puerta de su camarilla.
El capitán encendió un cigarrillo.
            El humo iba delante de él.
La precisión de la brújula apuntó sin hesitar contra las primeras gotas del alba.
Al rato
            un hombre con sotana hizo las estaciones de la cruz.
Un escuadrón de pelícanos en formación de bombarderos
            dio el golpe de gracia a nuestro temor.
La tregua del mar se había consumado ...
El rumor de los caracoles se oía claro entonces.
Y todo mundo creíamos escuchar la triste biografía del mar. 
 
Mi sueño de marinero proyectó nuevas dimensiones sobre la alegría de los puertos.
(Por un instante fui uno con el bote y el mar)
Me dije:
            Desde hoy voy a poder mirar hacia atrás
            como desde la ventana de un automóvil en marcha
            sin temor de trocarme en columna de agua salada
            porque alguien o algo
            aún tiene oraciones
            tanto para mí
                        como para los descendientes de la mujer de Lot.
 
¡Que oraciones me traigan!            ¡Que oraciones me lleven!
 
La soledad del hombre es demasiado grande para
entregarse de un solo a los caprichos del mar.
 
Con la misma intensidad de mi primer,
segundo y tercer movimientos sobre lo indomable
quiero que se verifique hoy frente a las playas de mi pueblo
            un solo rito universal de olas y espumas
            y un bote sobre el mar
y que se halle alguien que las contemple
desde el lugar de mi ausencia sobre el barranco
            frente al mar aunque el resto del pueblo
            anduviera de espadas contra él.
 
La esperanza de una generación grande
si la medimos por el tiempo
            que un mar tarda
en ponerse en forma
            para la Eternidad.
 
Es sobre el mar
que de debemos mirar
si hemos de conocer
la verdadera Edad del Hombre
ignorado por tanto tiempo
entre dos gotas de agua
alojadas en el misterio
de dos fosas nasales
sin ruido y sin tiempo ...
 
La otra noche cuando el mar estaba en calma
el viento sopló
el son de mil:
                        “Rinqui-tinqui-tín
                        All dem gial de rinquitinquitín”
            suavemente por encima
            de los techos de mi pueblo.
 
El Sim-sáima-si-malóo
            fue el primer canto de gallo hacia el amanecer.
La alegría de los peces era nuestra.
Y todos nuestros dientes
            se mantuvieron
                        en una fila recta.
 
(6 de septiembre de 1968)












MARÍA CASIRAGHI [17.956]

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María Casiraghi

Buenos Aires, Argentina 1977. Poeta, narradora y periodista. Autora de los poemarios: Escamas del Silencio (2004), Turbanidad (2008), Décima Luna (2011), Loba de Mar (2013) y Albanegra (2015), todos  de Editorial Alción. Integró La Erótica del relato (Adriana Hidalgo, 2009), antología de escritores de la nueva literatura argentina, y publicó Nomadía, relatos breves, (Monte Ávila, Venezuela, 2010). Como periodista, es autora de Retratos, Patagonia Sur, y Santa Cruz, Patagonia Argentina. (G.A.C, 2000).




VACA DE MATADERO

No me llamen sagrada
vaca de matadero
diosa de la india.

No espíen mi diario íntimo
el de la niñez
el del candado de plata y hojas rosadas.

No me saquen del mar
dejen mi cuerpo ardiendo
entre aguas vivas.

No me juzguen
si olvido a todos cuando viajo.

No me digan puta.

No me escriban cartas de amor
si no conocen mi primera lluvia
la de atrás del muro
la del vecino que nunca me amó.

Ni me llamen mala madre
mala esposa

mala vaca.

No se rían si bailo sordomuda.





BALANCE

Nace el ala
antes que el pájaro
el envión
se acomoda en el aire
y allí se alza
milenario
el torpe vuelo de la vaca.

Todos fuimos
en las rocas
un camino.

Y no decíamos nada.

Suplicábamos un cuerpo inmaterial
para traspasar los muros
los secretos
las estrellas.

En las catacumbas
huele todavía
esa pluma errante
que dejamos ir
equivocados.

La humanidad
entera
se está mirando en el espejo
y diluvia
en las ventanas de las casas
y gimen aterrados
en los hospitales
los recién nacidos.

Agachados
a la lluvia
imploramos un mago

que nos meta de nuevo en el sombrero.





LAVANDERA

Abrí el bolso de viaje de mi hijo
saqué su ropa
y toda esa casa volvió de golpe
a impregnar el aire de la mía.

Olí las mañanas entre los pinos
y las tardes en caminos ignotos de la sierra
y también los libros
los viejos estantes sin leer
y las camas tendidas para nadie en el invierno.

Pero en la ropa estaba también la mugre
las puertas envenenadas
y las fichas del juego quemándose en la chimenea.

De su saquito azul
me vino el canto del benteveo
y la persiana negra
el mármol de la montaña
y la fresca inocencia de la luna.
Olí las noches sorteando víboras en las espinas del parque
y vos y yo que éramos alguien
aún sabiendo que la luna marchitaba
nos abrazábamos
y decíamos que sí
ante ese brillo blanco de la despedida.

Ahora mi hijo
recién llegado
me cuenta lo vivido
y se niega
a recordar mis recuerdos.

Y me habla de esa casa como si yo fuese ciega.

Entonces
arrojo en el lavarropas
todo lo que trajo.
Él presiona el botón
y juntos nos sentamos
a mirar
cómo dan vueltas
entre la espuma
los espíritus.

Y se lava el sepulcro
y se blanquea la tarde
y mientras él juega con su caballito de madera
yo tiendo en la soga
la ropa limpia
inodora
y el sol incendia
por fin
el patio de esta nueva casa.





SOLITARIO
                                                           
Hay un extraño placer en estar solo
solo
sin siquiera un animal
nada más que hojas
 balanceándose
en la ventana
y unas pocas flores abriéndose
 en los canteros de la casa
o estar quieto
un día entero
en un cuarto sin luz
entre el humo desquiciado de la tarde
y una historia propia
una larga travesía hacia atrás
en una cama de cenizas.

Y cruzar la ciudad desierta
cuando todos están muertos
detenerse sin cautela en medio de la calle
y desafiar al vacío.

Es extraño el placer del desterrado voluntario
empujado a ser su propio dios
y su propia pregunta.

Todo solitario
navega dentro de una botella
con un solo mensaje

no me salven
de mí
no me salven.





CONFESIÓN

Hoy decidí entregar mi secreto al mundo
es un secreto antiguo

soy un alga
soy verde y espanto a los niños
floto gelatinosa
y me burlo de la fauna de mi hábitat
se matan entre ellos
los peces comiendo peces
no los juzgo
no soy quién
yo
que
me venden por nada
hombres y mujeres se embellecen de mí
para comerse después unos a otros
peces y hombres

Y yo
que por ser alga
tengo adentro el mar
me alimento
de la risa de los niños zambulléndose en el agua
de sus altos barriletes sin escoltas
de la belleza
finita
de sus madres.

Yo
que siendo tan imperfecta
siempre estoy desnuda.





ENAMORADOS

Sabes,
a veces
la velocidad nos tumba,
vuelve la lámpara a la cama,
alumbra los gestos
los despliega
y la erupción
irrumpe
y baja  la lava por los cuerpos,
dilatada.

Es tiempo,
-alguien susurra-
tiempo que llega
y flota,
detrás de la marea,
contra toda solidez.

La ciencia no sabe cómo.

No hay quien pueda meter el amor en un frasco
y germinarlo como a una plantita desolada
nace increado
y nos instaura
un incómodo deseo
de permanecer
por siglos
en estado de coma.

Cuando sucede
sólo los caballos lo ven venir
y lo anuncian
huyendo en estampida.

Tu,
que no eres caballo
deja nomás que te cabalguen

a nadie le hace daño
destrozarse
debajo de las patas del amor





AMBIVALENCIA

                                   a Adriana Mancini

Siempre he tenido dos casas
la que habito
y la que hubiese amado

viviendas
deshaciéndose
a cada paso que doy.

Cuando me fui
era mi choza de los conejos
choza de vidrio y sal
cuando volví
era la casa de la historia
una morada de música 
cajita triste
que no canta.

Mi casa siempre se bifurca
cuando llueve

una sola gota
y acuesta
el ángel
su pelo estéril.

¿y la otra?
La de sombra
es una casa vacía
que no se vende

casa de sombra
en la pared.

Todos los muebles falleciendo en su penumbra.

Quizás no exista una casa.

Sólo
habitar donde no estamos.

Ladrillos para encerrar lo que se aleja

                                                      ventanas

                                                                       para salir a buscarlo.





Sección “Vecinos”

VII

Ay si grito y no me oye
el inquilino que pasa y se detiene
y si no hay nadie en el agua
y si soy yo la única isla
el único faro amenazado
y descubro que nací de una tormenta
en los desagües
de puertas mal cerradas.

Ay si despierto y no me encuentran
cubierta de arena y meridianos
bajo un árido escombro abandonado.

Ay si soy un hilo y no sujeto 
si me voy cayendo de esta roca
si me voy cayendo de esta roca

ay si soy el único fósil descubierto

en tanto viento

de ostras y mendigos.





Sección “Pájaros”

III

Elevarse
como el mosaico de los ángeles negros
sin ser oído ni visto
subir las piedras para ser alto
trepar sin manos
la propia despedida.

Caer
años más tarde
en un hueco de bomba
lamiendo el ácido acento
de un pájaro
extranjero.




Sección “Barrios Privados”

III

Alguien bosteza
mojado
acechando a los que duermen
en sus camas áridas.

Adentro del barrio no llueve.
En el borde de la oscuridad
una linterna
custodia
que el miedo sea de otros.

Una noche
no se sabe cuándo
el vigía no tendrá bostezos

el amparo
será
afuera.




VI

En el principio
era un pantano.

Después
vinieron ellos
los nuevos dueños del fango
a separar en parcelas
el barro.

Rellenaron el suelo con sus escombros
crearon césped y arroyuelos
sobre los rancios surcos del río.
Desmalezaron los arbustos nativos.
Construyeron las primeras casas,
los primeros autos
las primeras familias.

Al final
descansaron
masticando de lejos
la carnada
del próximo fétido.





Sección “Turbanidad”

III

Todos llevamos adentro una ciudad

también
ese viejo
el que araba con olor de hueso
en la aparente paz que hoy
como el silencio
me vigila.

A mí
que nací en una cebolla
y fui el cimiento tembloroso de mi espanto.

A mí
que vi el humo deshaciéndose en mi charco
que naufragué en las fronteras
y atoré de moscas las orillas.

A todos
que sin caer
fuimos el vértigo
de otros.



X

¿Con qué sueña un campesino?

Un arriero que pasa
me responde sereno

-sueño con puentes,
hermanos de sal
durmiendo bajo cielos subterráneos,
con anchas avenidas que me abren
atropellado,
y al despertar
ya estoy muerto
por toda la ciudad-




Epílogo

Pero al volver
y abrir la puerta
ya no es sábado 
en la cocina fría
sin velas.

La ciudad es también esta:

La casa.
El baño.
Los pechos.




Loba de mar

POR SILVIA CASTRO  EN CRÍTICA

Una lectura del último libro de la poeta María Casiraghi, por Silvia Castro.

“Flotamos ajenos al agua del agua”, reza uno de los dos textos citados por María Casiraghi antes de soltar su loba al mar. La línea de flotación a través de la cual va transitando su animal creativo progresa entre el medio mar lleno y el medio mundo vacío, pero la línea tiene más que ver con la ausencia que con la presencia de líquido, mundo, animal, y con la necesidad de esa ausencia como motor de búsqueda. Si hay una certeza es que “jamás atrapará la sed”, esa “paloma que en cada campanario tiene su frontera” que “baña su vientre con el vientre de su hijo”, y “enciende las alamedas” para que “un humo pueda lamer y consumir su vieja transparencia”.

Beber para ser ancho, pudrir el hueco, son pequeños pasos en una topología que abarcará toda la Loba en su extensión, un proceder que permite envolver “los cuellos en el cuerpo de las víboras” para tomar aire, eso que escupen “los pájaros al ensayar el vuelo”.

Montados en la Loba la geografía se vuelve más y más imposible, el planeta es “un teatro vacío” en el cual el agua se aplaude a sí misma, porque en ella “se nada hacia adentro”, “con el mapa del mundo dormido”. Si existe una posibilidad de hundirse, será en “el arenal que se va” y en ese médano se suda “blanco entre la sal”. Sin más fronteras que las transformaciones, el pasaje será, sin grises, de la ausencia de color a su exceso de ausencia: el alimento llega “cuando los platos están negros”, en esa penumbra se despliegan las velas de los ciegos, tejen las arañas y el silencio, – esa inundación – se lleva a sus países “todo de sí, hasta el agua que le queda en la ropa”. Si hay color, es el que reflejan “los charcos falsos en el desierto”.

La Loba busca “un veneno entre los vidrios para asesinar la lentitud”, que va del exceso de distancia a la ausencia de exceso: consiste en la cercanía que da el giro sobre sí mismo, la sortija que fracasa en mover al mundo de su parálisis. “Las agujas crecen a su pesar”, pero no miden el tiempo, sino la velocidad con que se salta el punto cardinal, mientras las arañas del agua componen el tejido. La luna marchita incluso las letras de la brújula, aunque se repitan indefinidamente.

“Imploramos un mago / que nos meta de nuevo en el sombrero”, pide la Loba, como quien ya va comprendiendo la diferencia entre la respiración branquial y la pulmonar, entre el paño lenci y el endometrio materno. Así arribamos a la segunda parte del libro.

En la segunda mitad de la Loba, la alternancia de la mirada oscila entre la que hacia arriba ve pasar los aviones con su sentido y dirección orientados hacia el futuro anterior, y la que, hacia abajo, ve pasar las fotos que detienen el tiempo familiar, como cada familia solamente puede lograrlo. Dinámicas que derriban montañas de aire, ensanchan pozos de amor, grumos de la Historia vueltos partículas en eterno devenir. La voz del abuelo en la cinta magnetofónica, el juguete infantil que se patea inevitablemente, los estratos geológicos de folletos con paisajes idílicos, las cartas de antiguos novios, los pasaportes vencidos, un más allá que las agencias de turismo no pueden garantizar, ni al viajero, ni al pasante free lance, ni al guía que nos lleva al paraíso perdido.

Aférrate a la altura / Remonta hasta tu primer nombre / en la punta de ese hilo /irá / de carnada / tu dolor. El olvido con su alivio trae este combustible fósil en forma de poemas, donde reaparece la loba de mar ahora como par perfecto, amante, ola del mismo sexo, alga del presente perfecto.

Existe una mancha que parece una familia, y un giro constante que la parodia, con toda su espuma. Es necesario girar el sillón de los padres mientras hierve en su espejo la olla televisiva, cuando el amor duradero sólo se mira con la nuca de los hijos. El mundo es ahora una ruleta rusa y puesto a tiro de la amarga oquedad, sólo tiene balas de salva, pues la indulgencia es el plato que sirve el progenitor y el hijo aprende del padre la lección.

Arrastrarse fue el primer pecado de la víbora. Arrastrándose sale la loba por el canal de la vagina, y arrastrándose sale el hijo de la loba, y así hasta el infinito. La criatura se ha hundido en su forma eterna. (…) Allí, en otro borde del mundo, nacerá una cavernícola y tendrá su corazón.

La muerte abre sus alas y sobrevuela todo el ancho mar de la hija, de la hija de la hija, y de todo lo que se hija, y ella, con todo ese desconsuelo, se mete en su cuarto y juega, como todas las tardes, a que respiran todavía sus muñecas.



Dos poemas del libro:



Hacia atrás
Pena de qué
si nada dicen las banderas.

Pena de haber visto
tantos valles
de haber andado esos caminos
sin tregua.

Pena
de haber subido
la arcilla blanda del acantilado
y no caer
derramados
como espermas
sobre la inmensidad.

Pena de no haber partido nunca.

Vivíamos a contrapelo
con el mapa del mundo dormido
y sobre el pecho una biblia amarillenta.

Del otro lado del océano
es África
me decían de niña
y yo nadaba
hacia adentro
para ver las madres negras
pariendo
el mar.

Pena de haber echado los perros al agua.





Homo Sapiens

Ese hombre no es viejo
pero va a morir.

Mirando atrás
sueña que suda en ese médano
en el que puede hundirse
y arrojarse
como de chico lo hacía
como siempre lo ha hecho.

Pero sabe ahora que el arenal se va.

Aunque quisiera gritar
para huir de la ola
sigue prisionero
de la espuma
de esos niños azules que corren sin verlo.

Partirá
antes de hora
blanco entre la sal
que escupen los ahogados
como si fuese
la sal
su última palabra.

Habría podido seguir
de no haber aprendido tanto.

A veces
es mejor no saber nada.

Y no oír el rugido de Dios.







PAOLA CASTAÑO [17.957]

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PAOLA CASTAÑO

Poeta nacida en Bogotá, Colombia el treinta de abril del año 1974. Licenciada en lenguas modernas por la Universidad Escuela de Administración de Negocios. Ha participado en varios encuentros poéticos nacionales como el del Roldanillo (Valle del Cauca) y el de Tabio (Cundinamarca). Asiste a los talleres Domingo Atrasado, dirigidos por Jaime Londoño. Le han publicado poemas en la revista "Voces de la Coruña" en España, en la revista virtual Argentina "Mis escritos" y en la antología de la Academia Iberoamericana de Artes y Letras. Ha publicado el libro de poemas Tejido de aire.


PUERTA HACIA EL SILENCIO

En el fondo del mar,
la niña se encuentra
con el brillo de la tierra,
con el sol en sus ojos.

Se vuelve castillo de nube,
tren de agua en la distancia.

En el fondo del mar
revive el universo,
la niña se vuelve rosa,
música y cuerpo.

Encuentra versos de oro,
besa la magia que la busca,
Al tocarla, es marea y fuerza.
Puerta hacia el silencio.



RUINAS

Telarañas cuelgan de la razón
Luis Cernuda

Todos quedamos en cenizas
después de la tempestad.

Todo queda vacío,
en un tierno silencio borrado.

La tremenda sequía
agrava el corazón.
Y al llegar la adversidad
cuando se destiñe el día,
dejamos de ser humanos.



LE DEJO MI CORAZÓN AL AGUA

Le dejo mi corazón al agua,
en éste tiempo sin horas
cuando vuelo en páginas libres
cómo sombra sin puñal.

Dejo el hoyo más profundo
de hojas y cinco estaciones,
dejo notas de silencio
y una espera desértica y horizontal.

Dejo en el agua mi asombro
y muchas islas disfrazadas
dejo al caminar.

Y dejo la niña fundida en el aire,
cómo polvo etéreo que se va.



Carta oscura

Golpea el piso
con manos de hielo.

El corredor
deja la puerta
de entrada vacía.

Las horas
ya no tienen dedos,
patinan por los caminos.

Viaja por un cielo insólito,
deja el frío
en el bombillo
y una carta oscura
sin huellas,
sin miradas.



Canto en blanco y negro

Los días están
en el morral.
Las nubes
encienden el alma
y se queman.

Todo es claro
en el farol.

Las hojas tienen
el cuerpo sucio,
se nota que el pantano
corta sus pies.

El morral pesa,
los colores vivos
se marchan.

Se alcanza a ver
la cúspide.
El ojo que
alarga las formas
para morir.



::


La vida
se tiñe de negro,
los ojos buscan
otro tunel.

La luz despierta
la cara del torbellino.

La vida se mece
en labios
de sueños.

Se duerme
con la cobija
de humo
para no derpertar.

Se pierde
en el desmayo del árbol.

En las hojas
que besan
la sombra de las palabras.
Se vuelve lluvia
para no dejar morados
en el sol.






PAULA ALTAFULLA [17.958]

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PAULA ALTAFULLA

Pintora y poeta nacida en Bogotá, en 1978. Politóloga de la Universidad Javeriana y Maestra en Literatura y Cultura del Instituto Caro y Cuervo. Cofundadora de la revista literaria “Taller de la Hoja”. Ha publicado poemas y ensayos en diferentes medios de comunicación de Latinoamérica: en Colombia: Revista Gavia, Revista Urika, Revista de la Casa de Poesía Silva, Revista Puesto de Combate, en el Periódico Aguijón; en Ecuador: Revista Ourovourus; en México: La Jornada Semanal; en Venezuela: Periódico Sujeto Almado. Autora del libro de poemas Del tiempo al caos.



NOSTALGIA

Pérdida irreparable
de un territorio natural
Difícil es recuperar
la sabiduría del árbol
la voz del arroyo
el vuelo de la grulla

Desterrados
peregrinos del mundo
son hoy los poetas

Acaso
la poesía ha adquirido nuevo atuendo
y ya no se posa en la tierra inmaculada
o terrible

La complejidad humana
ha acaparado el espacio central
que ocupó la Diosa Blanca.




PALABRA

Se equivoca quien piensa
que está vivo

Sólo se debe aspirar
a existir
en boca de quienes nos sobreviven.




TRANSPARENCIA

Como ver la imagen mía
reflejada en el estanque

Y no reconocer más que el medio
que la hace visible

El cuerpo en el que
surge el cuerpo
refleja el simulacro

Sólo agua que habita en el agua.




SUERTE

Coyunturas que aparentan
ser azar
la forma que se encuentra
tras los pequeños detalles

Fragmentos alocados
de momentos precisos
en la serie de un tiempo olvidado

El destino y el azar
indistintos
la necesidad y la libertad alcanzan el equilibrio.




SIMULACRO

Transparencia del sujeto
distorsión del sentido primordial
La esencia se niega a sí misma
el accidente la sucede
Del uno no surge el dos
ni así sucesivamente

Todo es igual a todo
porción que es el todo
velada evidencia de la idea
simulacro nada más

Tránsito de un hecho
que reclama un sentido
no más ser disfraz
ser vacío
el vacío no es la nada.




JOHANNA VANEGAS [17.959]

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JOHANNA VANEGAS 

Nació en 1982, en Bogotá, Colombia. Estudiante de Creación Literaria en la Universidad Central. Ganadora del concurso de poesía de la Universidad Central del 2013 con el poema  “Nacimiento del primer misterio”.  Mención de honor en el concurso de poesía realizado por la Red Capital de Bibliotecas Públicas BIBLORED en febrero del 2014, con el poema “Génesis”. Invitada a varios encuentros y recitales en la capital colombiana. Su poemas aparecen en la antología Diez mujeres poetas cantan a la tierra, de la Universidad Agraria de Colombia, 2014.


Nacimiento del primer misterio

                                                                                              A Hugo Mújica

Has oído
lo que los templos hablan de la poesía
mueren, a través de ti
para tocar en la llaga
lo silenciosamente humano
suplicio que en la palabra
quiebra el agua por ti bendecida.
Lejano
mi piel, viéndote en el lenguaje
aprendió a tatuarse
los pecados del mundo.
Sepulturero del acto de un bostezo
en su primera palabra, sucumbe.


Llaga

Brota en la daga
una herida abierta.
Busca cerrarse
en la carne de otro.


Breve ensayo de la desorientación

El camino de las hormigas
ha sido hurtado
por el enorme pie de un niño.


Retorno

Espuma de cal,
quiebra la hiedra
incrustada en mi espina.

Polen de boca amordazada
que aún vive en el pecado,
evítame la frustración.
Seca la costilla
de la que fui extraída.


Ángel

Me embistes
en una plegaria.
Encuentras en medio de mis muslos
la garganta de cristal
que pronuncia tu caída.



Pluma

Madre, la paloma
se cae a pedazos.


Génesis

Eva probó el delicado fruto,
tengo su sabor en mi boca
si la inocencia se calcinó tras la caída
si la realidad me dejó la incertidumbre
ya no sabe a placer.
Hostia de muerte,
haré de ti, pecado y descendencia
tus labios me otorgan, un lapso de vida
solo un poco del fruto caído.


MADRE

Cántales a las sirenas
las penurias de tu vientre
caerían muertas
se harían peces.


CUMBRES

Déjame ir
no hables
como si la carne del  mundo no
sangrara en su propio eje,
sabes bien
que de mis bolsillos
caen piedras.







JAFITZA QUIPO [17.960]

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JAFITZA QUIPO

Nació en Bogotá, en 1990. Estudia el programa curricular de Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia. Ocasionalmente colabora con algunos colectivos literarios. Docente eventual de lengua castellana y literatura. Ha colaborado con las revistas Ulrika del Festival Internacional de Poesía de Bogotá y  Phoenix de la Universidad Nacional.


Los espejos han de ser heridas

Los espejos han de ser heridas
perpetuadas
a través del golpeteo
       sordo:
enjambre de pájaros
que entregados al azar
chocan tenaces
incapaces de reconocer la decepción

       mi boca:
herida de goce
se confunde con mis manos:
       crean
              cautivan
              absorben
       desolan
manos cansadas de no ser aves que migran
de no poder abandonarme en la noche a los espejos

todos
quieren a un tiempo
ser
pájaro y  herida
mano y boca
confinarse a si mismos
a los otros
en el umbral del ocaso

pero las nubes
son tan grandes ya
que es como si no hubiera cielo
como si nunca hubiera habido espacio
para la luz o
aun para la multitud y sus dolores


I

Débora

En esta ciudad
          el mar
es solo una palabra
sepultada en la boca


IV

Junto a la ventana
espero a que el sol
           aplaste
los cadáveres de la ausencia


ésta,
es la hora del día en que el silencio
retoma su forma primitiva:
se desliza por los durmientes
               -casi-
sin darnos cuenta


ya no es la manzana
la que nos atraganta:
          es la serpiente



V


(Recojo mis pasos para volver al asombro)

la ciudad
             flota
sobre los escollos
               que hienden
el aullido primitivo del mundo


cada bocanada
desnuda el aliento
de una criatura
         que no conozco


la marea me orilla
              confiándome
en cada restallido
al afán de todos los sedientos


Camino lenta, erguida
             al tanto
del desbocamiento


mascullo
balbuceo
aúllo
                me callo


me precipito al miedo
           esta noche
en que la brevedad de la arena
revela a mis pies
los otros cuerpos de la tierra



.




INGRID GONZÁLEZ [17.961]

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INGRID GONZÁLEZ

Nació en Bogotá, en 1990. Cuentista, cronista y poeta. Licenciada en Español e Inglés de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Ha realizado estudios sobre creación literaria en el Taller de Crónicas Barriales (2007), en el Taller de Escritores U. Central (2009) y en el Taller Virtual de Escritores (U. Central-Fundación Gilberto A. Avendaño). Su ensayo “Literatura, cultura y paz en Colombia” obtuvo el primer puesto en el concurso de ensayo de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (2007). Fue jurado del Concurso de Cuento, Poesía y Artes Gráficas del SENA (2009). Ha publicado crónica en la Antología de Crónicas Barriales y en la página web de la Biblioteca Luis Ángel Arango (2007), así como poesía en la revista Gavia (U. Distrital, 2009), en el libro Poesía Colombiana (La Esquina Ediciones, 2009), Antología de letras y exlibris (Ediciones La Máquina Gris y Liga Latinoamericana de Artistas, 2010), El rayo que no cesa, Antología poética (Editorial Cuervo de papel, 2013) y en Esta ternura y estas manos libres, Antología de poesía Iberoamericana (Editorial Piedra de Toque, Bogotá, 2015), entre otros. Ha sido invitada a diversos recitales, festivales y encuentros en diferentes bibliotecas y locaciones. Autora del libro The Nueva Orleans Night Club y otros cuentos (Editorial Liga Latinoamericana de Artistas, Bogotá, 2013)


Preámbulo para un recuerdo

Hasta el amanecer de esta muerte inmediata,
celebraré
el sueño bendito, la luz acogedora.
Entonces
beberé de la copa roja,
del líquido negro y su lenguaje oscuro.
traerás a mis espaldas
una oración de amado peregrinaje
con la inocente suplica
de tus manos manchadas y pérfidas.
También acomodarás
en el fondo de atónita hermosura
una vela de llama azul,
que engrandezca mi partida inmediata

y te recuerde el olvido que seré.




Cada vez que nos decimos adiós

Cada vez que nos decimos adiós,
hay un centímetro del fuego
que se alza sobre la roca
en forma de ceniza

hay un fragmento de piel
que se encoje sobre ella misma
y retuerce
y duele

hay un puño tibio,
azul,
que se posa en un umbral
invisible

Y la ira

Hay una ira
cada vez que nos decimos adiós;
enloquecida,
silenciosa 





Dalí

Ven, aunque no te requiera.
Ven, porque solo así serás
La cura de mar para
Mi paganismo.





Instantáneo

Creo
Y es el rayo,
Pongo esto, "esto",
Y es la fuerza
Que me quebranta.

Conoce mi espíritu
En instantáneo,
Mis manos que trabajan
El infinito.




Error

Las venas están saturadas.
Viaja en ellas el error
De la ascendencia inocente.
El niño extiende su puño,
Sabe que la sangre en él
No es la de sus padres.
Tiene las venas saturadas
De una sustancia que no se explica.
–Es el error, dice su padre.
Él está inocente del puño del niño.









ESTEFANÍA ALMONACID [17.962]

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ESTEFANIA ALMONACID

1 de agosto de 1991. Bogotá - Colombia.
        
Estudiante de Comunicación social y periodismo de la universidad Minuto de Dios.     Amante de la fotografía, la literatura, la danza y las historias urbanas.
        
Le gusta el periodismo cultural y la investigación en comunicación social.
        
Ha publicado sus poemas en el libro  "Piedras en el trópico", en memorias de encuentros literarios de Universidades del norte y en la antología del  XVI Encuentro Internacional de Poetas en Zamora, México. Ha publicado crónicas en el periódico "Nuevo Milenio" y reseñas en la comunidad de escritores y lectores de bibliotecas públicas . En el 2012 participó con su obra poética en el XVI Encuentro Internacional de Poetas en Zamora, México. 

La literatura para ella es la exploración de los cinco sentidos en busca de los sentimientos más extraños del ser humano. Cree en el arte porque son las venas de la vida, en la naturaleza como la espina dorsal del mundo y  en las melancólicas tardes Bogotanas.
        
Sus personajes de inspiración son: Frida Kahlo, Oscar Wilde, Carlos Fuentes, Fernando Pessoa, Luis Vidales, Rogelio Echeverría y Héctor Lavoe.
                            


Riachuelo

Por la mañana,
El rayito de luz sobre mis escamas
Calentará mi baño,
Para 
quitarme ese olor a pescado
Que tanto odia
Mi compañera la trucha.
Pronto comeré un guiso de gusano
Y rápido me iré a
Cultivar las algas.

En la tarde,
Me recostaré en la roca
Para aconsejarle a mi compadre
El pez globo que no sé deprima
Cuando recuerde
La aleta desnuda de su amante
La mojarra.

Al anochecer,
Medusa
Será la cómplice
De mi borrachera.
Trucha no me besará,
Así que me iré
Ahogado con mi melancolía
A pasar mi pena.

Porque aun pez como yo
Le toca vivir con el agua hasta el cuello.
De malas como la piraña mueca.





EL GRITO DEL VIENTO

¿Cuántas veces
nos engañamos
con el cariño de los escombros?

Dime

¿A qué edad nos hicimos valientes
y rasgamos la última oportunidad?

Dime

¿En dónde vengamos
los recuerdos que repudiaron la esperanza?

Si quieres callar
comprendo.

En nuestras bocas hay sapos rojos,
dormimos en camas de piedras,
amamos con los sentidos usados.

Las paredes se están matando,
bastones que se quiebran,
se miran fijo.
Nos esfumamos para siempre.



BESOS TEJIDOS
                                                                  
                    A Diego Ortiz

Las Calles se envejecían
dentro de las lámparas de los siglos.
Era una mujer de charlestón en seda
la depresión cantaba blues
con los zapatos empolvados
 y una sonrisa por dólar.
Andabas por el aire entre periódicos
que empapelaban la fabrica,
te vi  por la terraza
encendí la lluvia para que bajaras
en una pirueta  de naranja,
       y desde allí sonara el tocadiscos
que recuerdan
a los besos tejidos
la calma en tiempos de guerra.





OLOR A LUNA

Dicen
que en la luna
habita una mujer
que renuncio a los placeres
de la tierra:
Odiar, ambicionar,
temer  y envidiar.

Ahora cultiva en cada cráter
su femineidad olor a canela,
sándalo, miel y frutas silvestres.

Dicen
los viajeros
que una mirada de ella
es sabiduría cautiva,
explotando en el alma
de cada uno de ellos.
Haciéndoles volver
a la tierra y regresar a la luna
para ofrecerles
las maravillas del arte.

Dicen
los meteoritos
que cuando duerme,
las luciérnagas
se posan en ella
le acarician los sueños
 se van deseando volver.

Dicen
que es una sinfonía escondida,
una palabra exiliada,
una pintura admirada,
dicen también,
que es arte
en forma de mujer.





INSTANTES DE OLVIDOS

Cuando la tristeza
corrompe mi sueño
le doy unos cuantos
golpes al corazón,
no sigue asesinando.
Pero al final
nos enfrentamos
y mi sueño  se trasforma
en sentencia a muerte.

Dándole la espalda
a ese espacio frio de la cama,
me reclaman los anhelos
por estar orbitando
en los pliegues de tu cuerpo,
en la sabiduría
de tus versos,
en los que callas al mirar.

Las paredes
son las que sufren
por mi discapacitado sentimiento,
humedecidas
empiezan a lastimarse:
Las voces con el eco de
nuestras promesas
me condenan a una eternidad
de instantes olvidados.

Pero aun así,
no iré por ti
porque soñarte
fue dividirme en tiempos perdidos.



SOLEDAD

En la intimidad no estoy sola
tengo miles de demonios en mi cabeza
que susurran la resistencia del enemigo:
El amor.

No estoy sola,
tengo unos cuantos rebeldes
que desean lanzarse a mi abismo despiadado.
Ellos son los solos,
acompañantes
de una musa vagabunda y fiel noctámbula
de las caricias rebuscadas en una juventud carnívora.

Falta de alas ausencia de viento,
asfixiada naturaleza del placer,
se lo dejaré todo a los ecologistas,
ellos harán con mi piel materia prima
entre tus hojas y mi sabia.




PARQUE

A mis padres

Fue un domingo en un parque oxidado,
lleno de lugares comunes,
aletargado con niños ausentes
queriendo besar a sus novias
en los sueños eróticos
que nunca les enseñaron.

Fue debajo de un árbol
donde aquel muchacho triste
tocó la corteza de su soñadora,
mientras ella danzaba con las hojas
pintándolas con la punta de la lengua.

Fue cerca a un culombio llorón
cuando se dijeron las promesas
que juraron nunca cumplir,
desapareciendo en la bruma
que les rogaba no seguir
el juego de sudar al sol mientras
la luna se  mordía los labios.

Fue en una tarde gris
donde despeinaron los cabellos de tiempo
atraparon pájaros  y lombrices
como el olvido al recuerdo
quedándose dormidos eternamente
en aquel parque otoñal.



EL PASADO

¿Por qué no me avisaste que venías?
No me mires padre, dame la espalda y vete con mi retrato de niñ
Ahora eres tú quien tiene miedo,
ahora me quieres salvar con tu escandaloso llanto,
ahora te ves envejecido con las arrugas del pasado.
No te sorprendas, no.
Ando sola  y moribunda  por velarme en el bolero de un suicida,
uso labial en las mañanas para borrar el nocturno beso podrido,
leo el cadáver de los libros de tu juventud
esos intrusos  que dividieron mi cara como una escultura de tu imagen.
Camino confundida y sedienta
llegando al mismo parque que te vio besar adolescentes
entre lienzos, fotografías y cigarrillos.
Allí seguiré,
las palomas rasguñarán mi espalda
y un abandonado intentará salvarme.
Miento,
no vendrá nadie, por eso estás tú aquí.
Por eso guarda los negativos en tu bolsillos, vete,
no reveles nunca mi nombre.

 





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AURORA VENTURINI [17.963]

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Aurora Venturini

Aurora Venturini (La Plata, Buenos Aires, Argentina; 1922 - 24 de noviembre de 2015) fue una novelista, cuentista, poetisa, traductora y ensayista argentina.

Aurora Venturini nació en 1922 en La Plata, Buenos Aires, Argentina. Se graduó en Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de La Plata. Fue asesora en el Instituto de Psicología y Reeducación del Menor, donde conoció a Eva Perón, de quien fue amiga íntima y con quien trabajó. En 1948 recibe de manos de Jorge Luis Borges el Premio Iniciación, por El solitario.2 Formó parte de las Ediciones del Bosque de La Plata, junto a María Dhialma Tiberti y otros grandes escritores de esa ciudad. Estudió psicología en la Universidad de París, ciudad en la que se autoexilió durante 25 años tras la Revolución Libertadora. En París vivió en compañía de Violette Leduc y trabó amistad con Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Albert Camus, Eugène Ionesco y Juliette Gréco; en Sicilia frecuentó la amistad de Salvatore Quasimodo. Estuvo casada con el historiador Fermín Chávez. Fue profesora de filosofía en el Escuela Normal Antonio Mentruyt de Banfield. Ha traducido y escrito trabajos críticos sobre poetas como Isidore Ducasse, Conde de Lautréamont, François Villon y Arthur Rimbaud, traducciones por las cuales recibió la condecoración de la Cruz de Hierro otorgada por el gobierno francés. En 2007 recibió el Premio Nueva Novela Página/12 por su libro Las primas. En diciembre de 2010 la edición española de esta obra (Caballo de Troya) fue votada como el mejor libro en español editado en España durante 2009, recibiendo el II Premio Otras Voces, Otros Ámbitos.

Obras

1942, Versos al recuerdo
1948, El anticuario
1948, Adiós desde la muerte
1951, El solitario
1953, Peregrino del aliento
1955, Lamentación mayor
1959, El ángel del espejo
1959, Laúd
1962, La trova
1962, Panorama de afuera con gorriones
1963, La pica de la Susona; leyenda andaluza
1963, François Villon, raíx de iracunida; vida y pasión del juglar de Francia
1964, Carta a Zoraida; relatos para las tías viejas
1969, Pogrom del cabecita negra
1974, Jovita la osa
1974, La Plata mon amour
1981, Antología personal, 1940-1976
1988, Zingarella
1991, Las Marías de Los Toldos
1992, Nosotros, los Caserta
1994, Estos locos bajitos por los senderos de su educación
1994, Poesía gauchipolítica federal
1997, Hadas, brujas y señoritas
1997, 45 poemas paleoperonistas
1977, Evita, mester de amor, en colaboración con Fermín Chávez.
1998, Me moriré en París, con aguacero
1999, Lieder
2001, Alma y Sebastián
2001, Venid amada alma
2004, Racconto
2005, John W. Cooke
2006, Bruna Maura Maura Bruna
2008, Las primas




POEMA INICIAL

Con este cielo diáfano, parece
que el corazón se hubiera levantado
desde el húmedo lecho del otoño
hasta la cabellera de algún árbol.

Un quieto ruiseñor amanecido,
abrió las alas y partió su canto
y compartió una flor, con una abeja,
debajo de la copa del espacio.

Yo siento que en mi pecho
ahora, el corazón acobardado,
quiere huir a la hierba, entre las lilas,
con una leve ondulación de pájaro.

Como un muchacho triste,
corazón de recuadro.
Corazón escolar
que alguien, muy terco, dibujó en un árbol.




TRANSMIGRACIÓN

Sé que vendrá la noche de mi muerte
entre una doble floración de lilas,
con balido de oveja, con cencerro,
con olor a naranja mandarina.

Mi alma por los campos
será otoño de fiesta
y desde el agua inquieta de la infancia
volveré como quiera.

Y seré lo que quise ser, un árbol,
una leve mariposa leve,
el corazón helado de la lluvia
y el surco en que se vierte.

Y seré lo que quise ser, un río,
un mapa, un perro. Noche de mi muerte
vendrá muy sola por el campo solo,
callada y bellamente.





EL ROJO

Si muerto el labio, no murió el acento,
adónde el rojo irá, ya desprendido?
Al rosal florecido,
a la amapola que nació del viento.

Irá la muerte con andar de cirio
de rojos corazones enhebrados
por tantos labios que hubo desangrados,
tiñendo la alta plantación del lirio?

O nutre, allá, su entraña,
para vivir la vida que no espera
con lumbre verdadera,
cuando los vidrios del amor empaña.





GALEÓN PINTADO

Sobre mares pintados van a caer gaviotas
y las ondas errantes transparentan naufragios.
En el alma del agua duerme el gris de las cosas
que lábiles fugaron del universo alto.

Alas con plumas, picos, marineras canciones
de pájaros que fueron piratas como hombres
transcurren raudamente y al fatigarse ponen
ancla en los arenales, raíces de las orbes.

En resaca de orillas grises como la pluma
duendes del fondo juntan una por una astillas,
reconstruyen galeones que flotan en las brumas
y galeones avaros de la costa fenicia.

Sidón y Tiro vuelven de la resaca azul,
las viejas factorías desenrrollan sus telas
y el ancho mar se tiñe como un
cartaginés de múrex purpúreo de acuarela.

Grande melancolía de los puertos empieza,
lampos de fuego arrojan desde proa fantástica
y los trirremes hunden a los galeones, sea
en las batallas phoenix o en las batallas áticas.

Y uno que está pensando que ha perdido la vida,
que ha perdido la luna que era suya en la infancia,
sube a la nave fiera que el mascarón deriva
en los estriberones ilusos de la página.










ABDUL-RAHMAN AL-ABNUDI [17.964] Poeta de Egipto

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Abdul-Rahman al-Abnudi

Nacido en Qena, en el sur de Egipto en 1938, es uno de los más importantes poetas coloquiales egipcios contemporáneos. Muere el 26 de abril de 2015.

En su poesía, se utiliza una mezcla de los dialectos del Alto Egipto y de los barrios más pobres de El Cairo. Su poesía traiciona su postura de solidaridad con los miembros más desfavorecidos de la comunidad (en particular los pobres rurales) que han sido subyugados por varias fuerzas de opresión a lo largo de la historia, ya sea bajo el colonialismo o bajo sucesivos regímenes posteriores a la independencia de Egipto.

“Yamna” fue escrito en 1998 y apareció en la colección del poeta 1999, Materia-de-Hecho Penas (al-Ahzan al-Adiyya), a pesar de que había aparecido unos meses antes en algunos periódicos egipcios y árabes. El poema fue recibida con entusiasmo por los lectores, y se volvió a publicar en 2001 el volumen del poeta de la poesía titulada “Yamna” y otros poemas (“Yamna” wa Qasa’id Ukhra). Entre 2001 y 2004 el libro fue reimpreso en siete ocasiones.

El poema es un monólogo introducir la voz de Yamna, tía del poeta que vive en un pueblo en el sur de Egipto. Ella aprovecha la oportunidad de la visita de su sobrino, que regresa brevemente después de una larga ausencia en El Cairo, a reflexionar sobre diversos temas del pasado y del presente, y moverse libremente en el lugar y el tiempo, la fusión de temas tales como su muerte inminente, su dolor rodillas, el matrimonio tardío de su sobrino, mientras que intermitentemente recordando episodios inconexos de su vida pasada. Sin embargo, el monólogo de Yamna no es totalmente sin lógica. En su libre circulación entre el pasado, presente y futuro, se revela una preocupación abrumadora con el envejecimiento, y una muerte próxima. Ella también expresa tanto el dolor y la alegría de una vida que ha pasado el tiempo, una tierra cuyas características han cambiado casi por completo, familiares y conocidos que se van o mueren, y otros que permanecen con vida, pero son tan buenos como desaparecido.

El monólogo de Yamna puede ser visto tanto como un intento de reconstruir la tierra que pertenece a través de la creación de las imágenes concretas que funcionan como motivos estructurales que sostiene el poema juntos, y como un acto de simbólicamente desafiar una muerte inminente. Al hablar de la muerte, sin embargo, su tono es irrespetuoso e irreverente, que hace que su muerte al final del poema un resultado natural de la decadencia de una vieja manera de la vida en lugar de un cierre melodramático. Yamna, sin embargo, no parece haber sido derrotado en última instancia; su monólogo y su narración bruscos no son más que una forma de realización no sólo de su voz solitaria, sino de las voces de otros como ella (algunos de los cuales se conocen por su nombre en el curso del poema). El monólogo le da la centralidad y la autoridad para reconstruir su lugar perdido, mientras que también permite su un espacio para la contemplación que hace posible el acto de (re) escribir su historia personal, así como la historia de la comunidad en general, y la historia de una tierra rápida desaparición.]


[Traducido del árabe por Randa Aboubakr]

cortar
“Yamn un”

Su cabello ha encanecido, Abdurrahman!
Has crecido de edad, muchacho!
¿Así de rápido?
¿Cuando y cómo?
Envejecimiento en casa no es la misma
Como envejecimiento solos !!
Las mujeres que han quemado, ¿eh?
Te vi una vez en la televisión
Y una vez que me mostraron fotos en alguna parte
Yo dije: Abdurrahman ha envejecido !!
Debo haber estado muerto durante cien años !!  
Estoy preocupado, hijo, yo sería quedarse aquí por mucho tiempo.
Sheij Mahmud ha muerto
Fatna ab Andil ha muerto
huerto de ab Ghabban se ha vendido
Y aquí vivo y envejezco.
Y parece que me voy a vivir una y otra vez.
He vivido mucho tiempo –
Lo suficiente para verte edad, Abdurrahman.
Me dicen que tienes niños-
En tal vejez, hermano ?!
¿Y qué es lo que oigo? Girls? ¿Cómo?
¿Qué estaba haciendo toda la vida entonces?
Y lo bueno es que tiene ahora?
De todas formas
Ellos serán su olor en la tierra
Y mantenerse mutuamente caliente.
Muy bien, Abdurrahman,
Aquí estamos, por fin, arrebatando una visión y una bocanada de ti!
Sólo que ahora recuerdas Yamna y venga llamando: Amma?
Eres mi querida Abdurrahman,
Por Dios, el amor, eres un ser querido,
Usted permanece ocupada por ahí
Pero todavía tiene un corazón-
A diferencia de los bastardos
Quién nos abandonó antes !!
Son su esposa y sus hijas bonitas?
¿O es que se parecen a nosotros aquí ?!
¿Qué has los llamó? Aya y Nur, dicen.
¿No tienes a ti mismo un niño?
Pero espera
Lo bueno en este mundo
Eran los que teníamos?
Si lo fuera no sólo por la codicia del hombre!
Me traes terciopelo y franela!
¿Crees Yamna vivirá para usar ropa nueva?
Usted podría haber mejor que me dado dinero
Para comprar bálsamo para mi rodilla.
¡Oh mi! Lo que un dandy que siempre has sido, Abdurrahman!
He estado aquí durante seis años
Plantado junto a la puerta
Pero nadie viene a llamar.
Ok, voy a seguir de todos modos
Podrían servir como mi mortaja!
                                                                 
Mi cara ha crecido arrugado!
¿Te acuerdas de Yamna y esa cara?
¿Nunca cree esta vida
Es todo una mentira !!!
Si la muerte viene a ti mi hijo
Muere a la vez
Los que murió joven
Han permanecido viva en el corazón
Como si nunca han dejado
Pero los que murieron poco a poco
Y secado vivo
Ni siquiera se molestó en enviar un saludo
Al otro lado de la puerta.
Cuando la muerte viene a ti, abre
Cuando se dice en voz alta su nombre, dirigido a él !!!
Usted es el ganador
¿No te has parado a calcular !!
No hijo ni hija harán
Estos tiempos son mentirosos
Incluso cuando dicen la verdad.
Deja dinero y cosas detrás y correr
¿Nunca mirar hacia atrás!
La riqueza no es más que la arena
Y las paredes de tiempo no son sino lodo
Y sus hijos vivirán, con o sin usted alrededor.
¡Oh mi! Rumman! *
Es un largo camino,
Y el que busca prolongar aún más
Es un imbécil, mi amor!
Necesito la medicina para el dolor en mi rodilla
No es para hacerme vivo en
¿Nunca cree su brillante colores-amarillo y rojo!
No eran lo hermoso, muchacho?
No fuera que esto y lo otro?
Audaz y atrevido y temido por los hombres?
Pero, ¿cómo podría saberlo?
Eras sólo los niños a continuación!
Mis hijas Radiyya y Najiyya han muerto y se han ido
Pero me he detenido en
Pues bien, ¿qué puedo hacer?
No vuelvas a vivir por un día pasado a sus hijos
No ¿Alguna vez, Abdurrahman!
La vida está llena de todo tipo de dolor y pena
Que la gente no sabe,
Pero el más difícil es cuando se vive
Después de que sus hijos van
Sólo entonces
¿Va a aprender qué es la muerte !!
Cuando se trata de ti, saltar a bordo!
¿Todavía dices a la gente en el norte
La historia de “Fatna w Haraji-l Gott?”
¡Oh mi! Lo que un muchacho travieso que eras!
A diferencia de todos los demás chicos,
Distante,
Intencional,
Y en sus ojos mágicos llenos
Un laico mucho oculto
Como una madre-kite
Descendiendo por algo
Luego de volar lejos
Qué garras afiladas y cubas de tintura que tenían a mi hijo!
Pero nunca eran falsas
Y aquí estoy, demorándose en en esta vida
Para ver el cabello gris ido!
La casa ha envejecido
Más de una casa se había derrumbado
Pero éste todavía se aferra
A la espera de que me muera !!!
¿Va a venir la próxima Eid?
Y si lo hizo
¿Quieres venir a ver Yamna?
Y tomar el té con ella?
Vendré, tía, lo haré, te lo juro
Y cuando lo hice
Ni Yamna ni la casa estaba allí !!

[Abdul-Rahman al-Abnudi, al-Ahzan al-Adiyya (El Cairo: Dar Qiba ‘, 1999), pp. 104-111

http://cofibuk.com/poesia/



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ELÍAS ADBEEL [17.965]

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ELÍAS ADBEEL

Poeta de México.
Llevo en mi nombre la contienda de dos pueblos: Elías representa a los hijos de Israel, y Adbeel a los de Ismael. Intenté escribir mis primeros versos cuando era niño. Ahora sé escribirlos y tengo la arrogancia de llamarlos poesía, aunque hay quienes dicen que como poeta soy un excelente cuentista. Escribo también cuentos, pero no hay quien diga que soy un gran poeta cuando de escribir cuentos se trata. ¿Qué soy, entonces? Creo que eso lo termina decidiendo el tiempo. Coqueteo con el ensayo, el guion cinematográfico, el teatro y la novela. He publicado dos libros de poesía y uno de cuentos (el cual, si pudiera regresar en el tiempo, me impediría a mí mismo publicarlo). Colaboré también con el poemario Rumor de todas partes, con el que se inauguró la editorial independiente La Orquídea Errante. El cine es mi otro amor. Si hubiera podido filmar tantas películas como libros he publicado, sería doblemente feliz. Todavía queda tiempo, me digo a mí mismo, a manera de consuelo. La música es el arte que termina de cerrar mi triángulo amoroso. Toco la guitarra y grito en una banda de hard-grunge, pero no me atrevo a decir que soy músico por el respeto y el amor que le tengo a la música, y a los verdaderos músicos. Nacido en cuna evangélica, fui abandonando, al crecer, la fe que me inculcaron. Prófugo del comunismo y decepcionado de casi toda ideología política, en el presente estoy en proceso de convertirme al Libertarismo. Actualmente vivo con mi esposa y mi hija de dos años; amo a mi esposa con todo el odio de mi corazón, y a mi hija con la ternura que todavía me queda dentro. Trabajo, regularmente, en empleos que odio para comprar mierdas que no necesito (¿dónde escuché esa frase?) Mantengo vivo el sueño burgessiano de escribir cuanto pueda mientras viva, para que cuando muera, mi familia pueda vivir de las regalías de mi obra… Ya pueden reírse.


HETERÓNIMOS    Por Elías Adbeel.

     
Poemas de Eulogio Epíphanes 
(Uruguay) 


Tren de la tarde de Eulogio Epíphanes

Lleváme donde vos quieras, tren de la tarde.

Yo no digo que no voy
si vos me decís “Vamos”.
Viajaré en tus adentros
hasta que se cansen tus motores.
Escucharé rechinar los rieles
mientras vos cortás el tiempo
y digo otra vez “Lleváme”.
No diré que no voy
si vos me decís “Vamos”.
Lleváme, tren de la tarde,
lleváme donde vos quieras.



Doscientos años

Acá ya no hay más nada:
llegué al final de la calle:
la calle está hecha de tierra gris y nada.
No de arena fina ni de piedras
sólo tierra y pedazos de suelo y qué más.
Allá no hay dónde andar ni qué mirar.
Puedo volverme hacia donde va la lluvia
y andar el lodazal descalzo,
o puedo ir pisando una baldosa y otra
pero las baldosas todas están flojas…
Yo me recuesto encima de este suelo roto
y espero la vejiga atormentada de Dios
a que me orine con lluvias divinas.
A mí no me enferma el tiempo,
apenas me doy cuenta de que pasa,
apenas me pasa por encima sin tocarme.
Yo voy a vivir doscientos años.
Viviré nada más doscientos
por no ser injusto
con otros que también quieran vivir doscientos.
Todo se levanta alrededor mío como un fuerte,
un fuerte fantasma.
Yo todo lo miro con brazos quietos y piernas de barro.
Barro seco, inmóvil.
Porque es verdad: me abraza la fatiga.
Me abraza y yo no la echo fuera.
Cierro los ojos. Abro los ojos. No cambia nada.
Todo lo miro transparente.
A veces todo brilla como el asfalto después de la lluvia.
A veces todo se apaga y me quedo quieto,
como si estuviera esperando,
como si ya hubiera esperado lo bastante,
y vengo a este final de calle donde no hay más nada,
y me quedo a dejar que el tiempo pase
sin darse cuenta de que sigo aquí.
(Todavía sigo aquí).


15

 ¡Las veces que te he sentido tocar tu propio cuerpo!
Frotar las manos de frío, juntar las piernas,
recargar la risa en las memorias que te alegran.
 Te he sentido también la lengua recorrer los dientes,
mojar los labios,
te he sentido la piel desde tus propios nervios.
Pero viajás las estaciones del día
dejando la mitad de tu fe a cargo
de la fácil voluntad del tedio:
misterioso tren que te transporta.
Bajás en algún verano de este largo martes
y te acomodás en medio de su fuego.
Descubrís que estoy dando vueltas alrededor tuyo como un planeta,
atraído por tu centro.
Las veces que te he sentido salir temprano del mundo
son las mismas que me doy cuenta que llegás de nuevo.
Las veces que te he imaginado sin ropa, sin sol.
 ¡Lo cerca que te he escuchado recostar el cuerpo!
Cerrar los ojos de sueño, juntar los brazos,
soplar un bostezo sobre el cuello del insomnio.


Algo entre no verla y tus manos

Es su culpa,
o es culpa de estar tan solo,
o sentir que estás solo
aunque no estés solo.
Es común,
es común como llamarse Pablo, Laura, Viridiana;
es común como decir “buen día” o “tengo sueño”;
como estornudar cuando se está resfriado.
Es su culpa,
es por ella que guardás
cincuenta centavos de quetzal en la cartera,
y guardás por ella el recuerdo de los cielos
de la Antigua Guetemala en donde no has estado nunca
pero los imaginás como si fueran tuyos por su culpa.
Es porque sentís que algo en el dolor de tu vientre
la echa de menos,
algo mezclado a tu sangre,
a tu saliva,
algo mezclado a tus mitocondrias y a tu dermis;
es porque sentís
que entre no verla y tus manos
hay algo
que la echa de menos.


IMPRESIÓN DE LO PLATEADO

Siempre tengo la impresión
de que hay algo de verde
en lo plateado.
No sé si en sus afilados brillos
o en su habitual paciencia de aluminio,
pero sé que está ahí,
o me queda al menos la sospecha
de que hay siempre en lo plateado
algo de verde.




Poemas de Galván de la Torre


Libertad

Arrancad del tiempo las horas
como se arranca la hierba de la tierra.
Vaciad de vuestro cuerpo la sed y el hambre;
de vuestro espíritu, la carne y sangre.
Venga, decidme ahora
cómo se siente ser libre.



Si sobrevives

Si sobrevives, échame de tu lado.
No me esperes.
No me levantes no.
No me despiertes.
Yo me quedo en la muerte.




Poemas de Elías Adbeel

Viento invierno

Gajos de sombras en parvada cruzan el viento,
el viento gris de invierno.
Volaron encima del arbusto:
los tiernos follajes siguen temblando.



Otra vez la tarde

Demasiado abierto.
Estaba el cielo demasiado abierto.
Desnudo, iba a decir desnudo.
No: casi desnudo.
No podía vérsele lo azul de lo tan blanco.
Blanco no de nubes pero de luz.
¡Cómo estallaba la luz encima de la tarde!
(Otra vez la tarde).
¡Cómo estallaba la luz ardiente!
¡Qué ardor de día en las cabezas en las caras!
¡Qué ardor arrancapieles!
Abierto. Demasiado abierto.
Estaba el cielo abierto encima de la tarde.
Otra vez la tarde.




Ítaca

Quiero alcanzar hambriento
tus senos de sierra madre,
asentar todos mis puertos
a la orilla
de tus olas
galopantes,
para volver como un héroe
fatigado y sangrante
al mismo lugar siempre:
mi antigua Ítaca, tu cuerpo;
mi propia ínsula, tu centro.
Quiero alcanzar en vuelo
la constelación
de todos
tus orgasmos
y acomodar sus lumbreras
sobre cualquier ciudad,
en cualquier parte;
encajárselas al tedio de una tarde
como se encaja el sol
en el reflejo
de los mares.



Más poesía

Hay que ir haciendo más poesía
porque se nos está terminando.
Hay que irla poniendo al fuego de una vez
para que esté lista cuando se acabe la que nos queda.








WANG GUOZHEN [17.966] Poeta de China

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Wang Guozhen

Nacido en Pekín el 22 de junio de 1956.  Falleció el día 26 de abril de 2015.

Wang, se convirtió en un fenómeno de masas ya antes de la publicación de su primer libro de versos, «La marea de la juventud», en 1990, y sus odas se convirtieron en el símbolo de la generación que lideraría las protestas de Tiananmen (1989).

Sus amigos recuerdan su poesía como sentimental y romántica, y destacan que la influencia sobre muchos estudiantes fue tal que en los 90, los estudiantes chinos solían copiar a mano sus versos y los atesoraban como lemas personales.

Con el cambio de siglo, Wang cayó en cierto olvido debido a la llegada de generaciones menos devotas de la literatura, aunque en 2013 uno de sus versos fue citado en un discurso público por el presidente chino, Xi Jinping.

Ha fallecido en el año 2015, víctima de un cáncer de hígado.

El día 26 de abril a las dos y diez de la madrugada muere, con 59 años, el poeta Wang Guo Zhen. Oriundo de Xiamen, Wang Guo Zhen nació en Beijing en el año 1956. Se crióentre lecturas clásicas como ‘Los tres Reinos’o ‘A la orilla del agua’. En 1971, con 15 años de edad, Wang Guo Zhen terminó sus estudios de Secundaria y cambiósu camino educativo de la rama de las ciencias a las letras. En 1978 es admitido en el Departamento de Chino de la Universidad de Jinan, en la provincia de Guangdong.

Es en 1979, cuando Wang GuoZhen consigue publicar su primera poesía en la revista “Qingnianbao”. Desde entonces sus obras son publicadas por varios medios y llegan a todos los rincones de China.

En la Primavera de 1990, el poeta es asignado a la Academia China de Arte donde continúa escribiendo con gran éxito, llegando a distribuirse sus poesías en varias Universidades de Beijing. En ese mismo año realiza publicaciones de reconocido éxito y es invitado por más de 40 escuelas de todo el país. Los estudiantes se agolpaban tras sus disertaciones para conseguir un autógrafo de tan aclamado y famoso poeta. 

Durante la reunión de la APEC de 2013, el presidente de China XI Jin Ping recitóuno de los poemas de Wang GuoZhen “No hay nadie más alto que las montañas, ni pie más largo que el camino”para reafirmar al mundo el compromiso del país con las reformas que estállevando a cabo. Este hecho acaba de dotar de una amplia y reconocida fama al poeta, considerado como fenómeno cultural, cuyas obras dejaron una huella muy importante en la literatura china del siglo XX.


Cómo osa

Cómo osa el árbol morir si las flores todavía no se han desprendido;

Cómo osa el poeta envejecer si tú todavía no te has prometido;

Cómo osa la noche caer si el color de las nubes todavía no se ha oscurecido;

Cómo osa el viento soplar si la lluvia todavía no ha caído;

Cómo osa el brote marchitarse si el melón todavía no ha sido recogido;

Cómo osa el árbol morir si las flores todavía no se han desprendido;

Cómo osa el poeta envejecer si tú todavía no te has prometido.




怎敢

汪国真

花还未落,树怎敢死;

你还未嫁,我怎敢老。

天还未黑,云怎敢灰;

雨还未下,风怎敢吹;

瓜还未熟,秧怎敢枯;

花还未落,树怎敢死;

你还未嫁,我怎敢老。




LOVE OF LIFE

I do not think,
Is to be successful,
Since the choice of the distance,
Will only trials and hardships.
I do not think,
Can win the love,
Since love roses,
Bravely reveal sincere.
I do not think,
Behind the cold rain will hit,
Since the goal is the horizon,
The earth is only left back.
I do not think,
The future is flat or muddy,
Just love life,
All these are expected.

Wang Guozhen








FEDERICA BOLOGNA [17.967] Poeta de Italia

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Federica Bologna 

(Rimini, Italia – 1995). Es coordinadora de la revista Atelier y asistente de la organización de Parco Poesía.




Sólo estoy hecha de vértigo. 7 poemas de Federica Bologna

Traducción: Mario Pera


En la cocina se llora en silencio,
se grita suavemente para no golpear las cacerolas
que luego escuchas desde la habitación.
Se entra a la cama temprano por la mañana
una vez tranquila:
se aprende desde niños
que la madre debe dormir en el sofá
para no despertar a la otra mitad de la cama.


*

Me convencía de que era sólo un tumor
cuando los senos y el vientre se hincharon.
Porque nacido desde la violencia! No eres su hijo
a veces, la genética se equivoca:
estoy más segura de ello cada vez
que encuentro a mi madre en las perillas del baño.
He heredado sólo sus venas
demasiado sutiles para mantenernos en pie,
permanecen en el dorso
y eso es lo importante, que tú también
no temes desvanecerte.

*

Sólo estoy
hecha de vértigo.
Propensa a los cambios repentinos,
al ciclo lunar.
Primero debo acostumbrarme
a los cortes de tu cuerpo
debo calcular las caídas,
con la dedicación de la costurera
tras los bastidores del ballet.

Debes tomar mis manos frías,
besarme cuando camino descalza

*

Y estoy más segura de amarte
cuando tu delgadez me golpea
y retiro la comida de mi plato
para ponerla en el tuyo.
Entonces, hay en ese gesto
toda la decisión de preferir
salvar tu vida antes que la mía.

*

Me doy cuenta de que es bello
cuando me dices que, a menudo,
tomas una ducha en mi casa
como si en tu hábito
también yo me fuera
a llenar los tiempos y los vacíos
como los cafés o como cuando reposas
junto a mí
como si estuviera así
exactamente en mi lugar.

Ser amada por ti
me vuelve más justa
y es un buen motivo
para estar allí.

*

Y quisiera estar allí, observándote
cada vez que sonríes
cuando en tu mejilla
se forma un pliegue
en el que podría dormir

o cuando después de un gol
te veo regresar desde lejos
con aquel paso de cocodrilo
que observa a su alrededor
para disfrutar de toda la distancia,
los árboles, la espera
sin pederme nunca de vista.

*

Te puse dos manos bajo la chaqueta
para entender qué te hace falta:
el número de costillas, el área
de un amplio respiro que cuenta
los tramos desde la escalera hasta la casa.

Tú sientes cada mínima
variación de luz,
el bien en las personas
incluso dentro de mi

que todavía no entiendo
tu extraño nacimiento
esa rara inclinación.


(versión original en italiano)
Io sono solo di vertigine composta.

7 poesie di Federica Bologna



In cucina si piange in silenzio,
si urla piano per non far sbattere le padelle
che poi ti sente dalla camera
Si entra nel letto solo a mattina presto
una volta tranquille:
lo si impara da bambine
che la mamma deve dormire sul divano
per non svegliare l’altra metà del letto.

*

Mi convincevo che eri solo un tumore
quando i seni e il ventre si gonfiavano.
Perché nato da violenza! Non sei suo figlio
a volte la genetica sbaglia:
ne sono più certa ogni volta
che trovo mia madre nei pomelli del bagno.
Ho ereditato soltanto le sue vene
troppo sottili da tenerci in piedi,
restano nella schiena
ed è questo l’importante, che anche tu
non abbia paura di svenire.

*

Io sono solo
di vertigine composta.
Incline agli sbalzi,
al circolo lunare.
Devo prima abituarmi
ai tagli del tuo corpo
devo calcolare le cadute,
con la dedizione della sarta
nelle quinte del balletto.

Devi prendermi a mani fredde,
baciarmi quando sono a piedi scalzi

*

E sono più certa di amarti
quando la tua magrezza mi colpisce
e mi tolgo il cibo dal piatto
per metterlo nel tuo.
Allora c’è in questo gesto
tutta la scelta di preferire
salva la tua vita alla mia.

*

Mi rendo conto che è bello
quando mi dici che spesso
fai la doccia a casa mia
come se nella tua abitudine
ci fossi anche io
a riempire i tempi e i vuoti
come i caffè o quando poggi
il tuo fianco a fianco del mio
come se fossi così
esattamente al mio posto.

Essere amata da te
mi rende più giusta
è un buon motivo
per esserci.

*

E vorrei esserci a guardarti
ogni volta che sorridi
quando nella guancia
fai una piega
in cui potrei dormire

o quando dopo un traguardo
ti vedo tornare da lontano
con quel passo da coccodrillo
che si guarda intorno
per godere tutta la distanza
gli alberi, l’attesa
senza perdermi mai d’occhio.

*

Ti metterei due mani sotto la giacca
per capire cosa ti manca:
il numero delle costole, l’area
dell’ampio respiro che conta
le rampe di scale fino a casa.

Tu senti ogni minima
variazione di luce,
il bene nelle person
persino in me

che ancora non ho capito
la tua rara nascita
quella strana inclinazione.

http://www.vallejoandcompany.com/solo-estoy-hecha-de-vertigo-7-poemas de-federica-bologna/










JULIO PAVANETTI [17.968]

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Julio Pavanetti 

Escritor, Poeta y Gestor Cultural, nacido en Montevideo [Uruguay] el 27 de julio de 1954. Su nombre completo es Julio César Pavanetti Gutiérrez. Pertenece a la generación de jóvenes que sufrió los rigores de la dictadura militar de su país. En el contexto de una situación sociopolítica muy difícil, decide abandonar Uruguay. Desde 1977 hasta 2013 ha vivido en Benidorm [España], actualmente reside en Villajoyosa, Alicante [España].  

Membresías:

Fundador y actual Presidente del 'Liceo Poético de Benidorm'. 
Vicepresidente Honorario de la Organización Mundial de Poetas, Escritores y Artistas.
Cónsul del Movimiento Internacional Poetas del Mundo para el Exterior de Uruguay (PPdM)
Delegado Cultural por Uruguay de la Unión Hispanoamericana de Escritores (UHE)
Miembro de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (A.E.A.E.)
Miembro del Movimiento Internacional 100 Mil Poetas por el Cambio.
Miembro de la Red Mundial de Escritores en Español (REMES)
Miembro de C.E.D.R.O. (Centro Español de Derechos Reprográficos) 
Miembro de la Unión Mundial de Poetas (UME)
Miembro del Movimiento Poético Mundial - World Poetry Movement (WPM).
Co-Director de la colección de poesía “Biblioteca Azul” de la Editorial Germanía, Valencia, España.
Co-Director de la colección de poesía “Azul” de la Editorial Enkuadres, Alzira, Valencia, España.
Co-Director del Festival Internacional de Poesía “Benidorm & Costa Blanca”

Participación en Festivales Internacionales de Poesía:

Ha participado, representando a España y/o a Uruguay, en diversos festivales internacionales y eventos mundiales de poesía. Entre ellos cabe destacar:

I Encuentro de poesía Hispanomarroquí  “Jacinto López Gorgé”, Tetuán, Marruecos, 2009.
“IV Festival Palabra en el Mundo”, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, 2010.
“Festival Intercultural”, Universidad Mariano Gálvez de Zacapa, Guatemala, 2010.
“Juegos Magisteriales”, San Juan Ermita, Guatemala, 2010. 
Encuentro Poético “Primavera en Gredos”, Pradosegar, Ávila, España, 2011. 
XV Festival Internacional “Curtea de Arges Poetry Nights”, Bucarest y Curtea de Arges, Rumania, 2011. 
“III Juegos Florales del Siglo XXI” - aBrace Cultura, Montevideo, Uruguay, 2011.
“V Encuentro Poético de Valencia”, Valencia, España, 2012.
V Festival Internacional “Grito de Mujer”, Murcia, España, 2012.
XVI Festival Internacional “Curtea de Arges Poetry Nights”, Bucarest y Curtea de Arges, Rumania, 2012. 
I Encuentro Internacional de Poesía Multiétnica “Al Andalus Plural y El Magreb por la Paz, el Medio Ambiente y las Culturas del Mundo”, Sevilla, España, 2012.
XVth edition of the International Festival “Nights of Literature”, Braila y Galati, Rumania, 2013.
V Festival de Arte, Literatura y Música, “Visiones Ibéricas”, Kunstverein Meerholz, Kulturstation Kaufmann, Gelnhausen, Alemania, 2013.
XVIth edition of the International Festival “Nights of Literature”, Braila, Galati, Isaccea, Tulcea, y Sulina, Rumania, 2014.
XI Encuentro “Poetas en Red”, Calatayud, España, 2014.
V Festival Internacional de Poesía “Europa in versi”, Como, Italia, 2015.

Bibliografía: 

“Poemario Presentación del Liceo Poético de Benidorm” (Imp. Benidorm, Benidorm, España, 2003)
"Abriendo puertas... por amor al arte", II antología del Liceo Poético de Benidorm,  (Editorial Celya, Salamanca, España, 2006)
“… pero nos queda la palabra”, III antología del Liceo Poético de Benidorm, (Compobell, Murcia, España, 2009)
“Voces en azul”, IV antología del Liceo Poético de Benidorm, (Editorial Germanía, Valencia, España, 2012)
“La espiral del tiempo” / “Spirala timpului” Libro bilingüe Castellano-Rumano (Editorial Academia Internacional Oriente-Occidente, Bucarest, Rumanía, 2012)
“¡Atención! Puede contaminar” (Editorial Germanía, Valencia, España, 2012)
“La última curva del dragón” (Editorial Neopàtria, Valencia, España, 2015)
“¿Hay cura para el amor?, V antología del Liceo Poético de Benidorm (Editorial PIM – Iași, Romania, 2016)
Libros premiados de próxima publicación:

“Al roce de la piel callada” – 1º Premio del XVI Certamen de Poesía organizado por el Ayuntamiento de Aspe y la Biblioteca Municipal Rubén Darío, Aspe, 2015
“Tiempo de cristales rotos” – 1º Accésit en el I Certamen de Poesía "Lámpara en la tierra" organizado por la Asociación Cultural Isidoro Acevedo y el P.C. de Asturias, Oviedo 2013. 

Participación en antologías:

Ha sido incluido en diversos libros antológicos entre los que cabe destacar: 

“Letras del Mundo 2005” (Editorial Nuevo Ser, Buenos Aires, Argentina, 2005).
“Miguel Hernández 2006 - Evocación y Homenaje en la Sede Universitaria de Alicante”, (Univ. de Alicante, Vicerrectorado de Extensión Universitaria, Alicante, España, 2007).
“Girapoema 2008”, (edición digital) Santiago de Chile, 2008. 
“Girapoema 2009”, (edición digital) Santiago de Chile, 2009.
“La mujer en la poesía Hispanomarroquí”, (Fundación Dos Orillas, Dip. de Cádiz, España, 2009).
“Versos para derribar muros”, Antología poética por Palestina. (Editorial Los libros de Umsaloua, Sevilla, España, 2009).
“I Gira Internacional Homenaje a Miguel Hernández” (Poetap, Castellón, España, 2010)
“Marruecos en español”, Antología poética. (A.D.A.C. Tetuán,  Marruecos, 2011)
“Poesys 15 Zei Si Zile”, Antología plurilingüe, (Academiei Internationale Orient-Occident, Curtea de Arges, Rumanía, 2011).
“III Juegos Florales Edición Conmemorativa bilingüe Español-Portugués”, (aBrace Editora, Montevideo, Uruguay, 2011).
“Poesys 16 Time for poetry”, Antología plurilingüe, (Academiei Internationale Orient-Occident, Curtea de Arges, Rumanía, 2012).
“Mil poemas a Miguel Hernández”, Antología poética mundial, (Alfred Asís - Casa del Arte de Isla Negra, Chile, y Librovirtual.org, 2013)
“Doce Inimiga”, Antología (Editora Labirinto, Braga, Portugal, 2013)
“Del Teatro del Silencio al Parnaso”, Antología poética mundial dedicada a Juan Ramón Molina, (Organización Mundial de Poetas, Escritores y Artistas y Editorial Eternidad, París, 2013)
“Lyrical Anthology”, (Fundatia Culturala Antares, Galati, Rumanía, 2013)
“Recordando a Trina Mercader” Antología Poética del III Encuentro de Poesía Hispanomarroquí. Editorial Estrechando, Tetuán, Marruecos, marzo de 2013.
“Alquimia del fuego”, (Amargord Ediciones y Fundación Zenobia-JRJ, Huelva, España, 2013)
“Poems for the Hazara” A Multilingual Poetry Anthology and Collaborative Poem dedicated to the Hazara People, (Full Page Publishing – Davidson, NC, USA, 2014).
“Lyrical Anthology”, (Fundatia Culturala Antares, Galati, Rumanía, 2014)
“Antología III Recital Sierra Morena Poesía” (Editorial Celya, Toledo, 2014)
“El árbol de la vida” Antología digital (Editorial Zátachi-PcSUR Sonora UPLPYEMA) México, 2014)
“Un tren cargado de sueños” Antología (Edit. Navegando Sueños, Próxima publicación México, 2015)
“Più non sai dove il lago finisca” Antología (Stampa, Azzate (VA) - La casa della Poesia di Como, Como, Italia, 2015)
“Relatos sin fronteras” Antología (Generación BiblioCafé, Valencia, España, 2015)
“Biblioteca de Figuras Literarias Libro II – Marcos Ana”, Antología (Biblioteca de las Grandes Naciones, Oiartzun, País Vasco, España, 2015)
“Cantar la vida” – Ganadores del XVI Premio Provincial de Poesía de Aspe – Colectivo Hedera de Ecodesarrollo, Cultura y Deporte. (Edit. Los Libros de Balmenhorn, Alicante, España, 2015).

Prólogos, Introducciones y contraportadas:

Ha escrito el prólogo de los libros: 

"Biografías de pájaros" de Bernardita Maldonado, (Offset Imagen Editorial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Loja, Ecuador, 2007).
"Mirando hacia el pasado" de Emma Rozona, (Otra Dimensión Editores, Belgeuse Grupo Editorial, Madrid, España, 2008).  
"Tardes del otoño viejo" de Miguel Gutiérrez García, (Academia Libre de Arte y Letras de San Antón, Colección Academos, Madrid, España, 2009). 
“Bitácora de un nómada” de José Ernesto Delgado Hernández (Próx. publicación, Puerto Rico, 2016) 
“Arquetipos y esplendores” Antología de poetas de Portuguesa, Venezuela- Selección de Efraín Cauro (Próx. Publicación Venezuela, 2016)

Ha escrito la introducción del libro:

“Gaudeamus” de Antonio Bravo García, (Colección Azul – Editorial Enkuadres, Valencia, España, 2015)

Ha escrito la contraportada del libro bilingüe inglés-español:

“Al otro lado del Aguilar” de los poetas ingleses Christopher North y Terry Gifford, (Oversteps Books, Devon, England, 2011)

Premios y distinciones:

Entre otros ha recibido los siguientes premios y distinciones:

1º Premio del XVI Certamen de poesía organizado por el Ayuntamiento de Aspe y la Biblioteca Municipal Rubén Darío, Aspe, 2015.
1º Accésit del I Certamen de Poesía "Lámpara en la tierra" organizado por la Asociación Cultural Isidoro Acevedo y el P. C. de Asturias, Oviedo, 2013.
Tercer premio en el “II Certamen de Poesía Coves del Canelobre - Primavera 2008”, Busot, Alicante, España, 2008. 
Finalista del VII Certamen Intern’l de Poesía, de Editorial Nuevo Ser, Bs. Aires, Argentina, 2004. 
Distinción a su labor cultural, trofeo de la Asociación de Artistas Plásticos Unidos (ASPU) y de la  Tertulia “Camino al Futuro” de Montevideo, Uruguay, octubre de 2011.
Nombrado representante en la provincia de Alicante de aBrace Internacional con sedes en Brasilia y Montevideo, julio de 2009.
Nombrado cónsul para el exterior de Uruguay por el Movimiento Internacional Poetas del Mundo, Santiago de Chile, marzo de 2011.
Nombrado Delegado Cultural de la Unión Hispanoamericana de Escritores por su excelente desempeño a favor de la literatura y la paz, junio de 2011.
Nombrado Vicepresidente honorario de la Organización Mundial de Poetas, Escritores y Artistas, Tegucigalpa, Honduras, enero de 2013.  

Jurado en Certámenes de Poesía:

Presidente del jurado del IV Certamen de Relato Breve en castellano “Enric Valor”, Vall de Guadalest, 2011.  
Presidente del Jurado del IV Certamen de Poesía en castellano “Gabriel Miró”, Castell de Guadalest, 2011. 
Miembro del jurado del IV Certamen de Poesía “Villa Castell de Guadalest” en 2007. 
Miembro del jurado del I Certamen de Poesía “Gabriel Miró-Castell de Guadalest” en 2008. 
Miembro del Jurado del I Certamen de “Poesía para Mujeres” de La Nucía en 2011. 
Miembro del jurado del I Certamen de Poesía Joven “Premio Miguel Gutiérrez García”, Alicante, 2011. 
Miembro del Jurado del II Certamen de Poesía Joven “Premio Miguel Gutiérrez García”, Alicante, 2012.
Miembro del Jurado del II Certamen de Poesía “Concha de Luz” de Murcia en 2012.
Miembro del jurado del III Certamen de Poesía Joven “Premio Miguel Gutiérrez García”, Benidorm, 2013.
Miembro del jurado del I Concurso de relato corto “Casa d’Estudis El Pont”, Villajoyosa, 2015.
Miembro del jurado del Poetry Slam organizado por la Liga Italiana Poetry Slam (LIPS), Associazione “G. Carducci”, Como, Italia, 2015

Otros datos literarios de interés:

Sus poemas han sido traducidos hasta el momento al inglés, italiano, catalán, árabe, francés, rumano, portugués, croata, alemán, holandés, japonés, turco, griego y griego micénico (Lineal B) y han sido publicados en innumerables periódicos y revistas especializadas nacionales e internacionales, tanto digitales como de papel. Ha traducido poemas de diferentes autores del inglés, portugués e italiano.



FUGACES

Como las palpitaciones
del río cuando corre hacia la mar.

Como un negro torrente de vencejos
que se alejan y duermen mientras vuelan.

Así escapan las horas a una tarde
ebria del vino tinto que ha vertido
el sol, sobre los bordes azulados
del mantel de la tierra.

(del libro bilingüe rumano-español “Spirala timpului” / “La espiral del tiempo”)  



A TIENTAS

Andar a tientas
con el paso desprevenido
entre un punto irreal y otro tangible,
entre el envejecido abrazo de los mares
y los lamentos de la luna.
A tientas entre el ayer y el después.

Andar a tientas
sobre los regazos del tiempo,
sobre el recuerdo grato de un verano
tan impetuoso como girasol encendido
que al marcharse produce heridas.
A tientas sobre el gong de la memoria.

Andar a tientas
por las arrugas de la tierra,
por esos laberintos del espejo
que nos devuelven canas, surcos e incertidumbres.
Andar a tientas, siempre a tientas,
y quedarse, al final, solo en la espera.

(del libro bilingüe rumano-español “Spirala timpului” / “La espiral del tiempo”)  



REGÉNESIS 

Cuando se hayan apagado todos los ecos
tras la larga noche de los tiempos...
¿Latirán aún el día y el verbo?
¿Comenzará todo de nuevo?

(del libro bilingüe rumano-español “Spirala timpului” / “La espiral del tiempo”)  



LA VIDA

Como todo exceso abrupto
tan sorpresivo como inesperado
la vida no se posa en los espejos.

Hace falta guardar algún verano
escondido en las mejillas
y un canto oculto en un rincón del pulso
antes que se despinten los graffitis
que los años pintaron en el alma
y el viento se despegue de los párpados.

La vida no es más que un soplo
una casa de citas que se alquila por horas.

(del libro bilingüe rumano-español “Spirala timpului” / “La espiral del tiempo”)  




BÚSCAME  II

Pasada la hecatombe del verbo,
después de la sordera infinita,
tras la voz de la lluvia agrietada,
búscame entre los restos de plata
que dejó, en silencio, la caricia
de la luna en el iris del agua.

Búscame en los despojos del viento
cuando taña la hora de la vida,
y vibren y se agiten las alas;
búscame en lo infinito del tiempo
cuando el sonido tiemble en el día,
y renazca otra vez la palabra
   
(del libro “¡Atención! Puede contaminar”)




MI LUGAR

La realidad se ha vuelto insoportable.
Yo pondría mis versos –los más crudos-
en las alas sutiles del otoño,
para enterrar las noches más oscuras
y las penas de sueños que murieron.
Cobijo resplandores y cenizas
en las más absolutas intemperies;
despliego sus hilachas, y las hago
arder en los infiernos de aire frío
con estricta constancia, descubriendo
mi lugar… allí, donde no hay lugar.

(del libro “¡Atención! Puede contaminar”)



VERGÜENZA

Ojalá los poetas pudiéramos cantarle siempre 
a la luna, a los amaneceres románticos, 
a la paz, al amor, llenando nuestros poemas 
de palabras hermosas, pero… 
cuando la televisión nos devuelve imágenes
del horror de ataques impúdicos,
mientras los gobiernos asisten, impasibles,
a una nueva masacre de inocentes;
cuando entre los escombros 
-que manan del corazón de los viejos muertos-
se abren las pupilas espantadas 
de los niños de hoy,
y brota la sangre en las mismas calles
donde antes corría la vida…
¿Cómo cantarle a la belleza?

¿Cómo escribir un poema de amor
cuando se siente vergüenza 
de pertenecer al género humano?

Frente a la Primera Avenida, 
a la altura de la calle 45,
los diplomáticos caminan de prisa,
nadie se atreve a mirar la obra 
de Karl F. Reutersward:

¿será que al cañón del gran revólver
del calibre 45 lo han desanudado?

Los pueblos se han hecho oír 
manifestándose por las calles del mundo
contra la barbarie asesina.

Los gobiernos se hacen los sordos y los mudos, 
no sólo no escuchan los reclamos de su gente,
sino que delinquen 
con su silencio y su permisividad.

En este poema no hay tropos:
La luz de la luna es metralla brillante,
los amaneceres son de fuego real.

¿La paz? sólo sueño, esperanza remota 
de los corazones que tiemblan de terror.
¿El amor? la desesperada búsqueda 
de una madre que no encuentra a su hijo
entre los restos de una escuela bombardeada.

¿Cómo cantarle, pues, a los tópicos de la poesía?

(del libro “¡Atención! Puede contaminar”)



EXTRAIGO DEL YACIMIENTO…

   “Mientras no hayas muerto y vuelto a levantarte,
extranjero eres para la tierra oscura”

GOETHE

Extraigo del yacimiento
de la garganta oscura de la noche
-donde se guarda aquello aún no dicho-
el aliento desnudo de los pájaros,
el verso desprevenido
al que le cuesta dormirse
o lo hace con un ojo semiabierto 
y que, quizás, me ayude a levantarme.

Remuevo de entre las sombras
los cuerpos invisibles y extranjeros,
materias deformadas por las aguas
más profundas de los mares.
Busco el alma extraviada de las cosas,
los címbalos que resuenan 
en el fondo de su cuenco.

Palpo ciego los residuos
de las declinaciones de la luz,
agujas excomulgadas
por descoser el brial del universo,
los rescato y me quedo frente a frente
con el futuro poema.

(del libro  “¡Atención! Puede contaminar”)



REPOSO

El poeta descansa

Detenida la pluma 
yace inerte / sin cielo 
sobre el papel en blanco
olvidado en la mesa

La sombra que ella proyecta
es el latido interno de un poema 
que duerme aún su sueño.

(del libro “¡Atención! Puede contaminar”)



VOCES DE INVIERNO

“…El acorde final que, 
resonante,
dice el fin de la música
mientras la música se oye todavía”.

Ángel GONZÁLEZ

Asoman voces de invierno
como unos zarpazos mudos, 
perdidos en el abismo
de un brindis con lluvia negra
en la tenue luz de enero.

Entró un cuchillo de frío,
fragmento de las tinieblas.
El aliento del difunto
-residuo del sueño eterno-
es cenizas al acecho.

La realidad solamente
es una alucinación. 
El luto se vuelve estéril,
la plegaria sospechosa,
la eternidad desplomada
en el vacío del cuerpo.

La palabra cruje al fuego
quebrando el sordo silencio,
se subleva y explosiona,
retumbando al resurgir
del pozo del universo.

(del libro “¡Atención! Puede contaminar”)



PALABRA

“Nuestras vidas son los ríos 
que van a dar en la mar…”

Jorge MANRIQUE


De todos los ríos
la palabra
es el único que 
inaudible 
regresa de los vitrales del mar
resonando.

(del libro “¡Atención! Puede contaminar”)




¿ES QUE ACASO SOY OTRO…?

¿Es que acaso soy otro cuando escribo?
¿O es sólo entonces cuando soy yo mismo?

Cuando me vuelvo lábil ante un verso,
sacudido por la fuerza de un tropo,
transitoriamente desaparezco
y luego, siempre me transmuto en otro.

Quizás sea la imagen invertida
de mis propias dudas existenciales,
o tal vez sea yo mismo la llave
de cada una de mis interrogantes.

Extenuado molde de lo mudable
encuentro en la siringa de Tesalia,
esos sensuales labios de la luna
que besan el valle de mi galaxia.

Me sigo preguntando si yo soy
el que escribe, o es mi propia narradora
la que ardiente copula con mi espejo,
cuando el reloj desfallece sin horas.

Pasada la tempestad del poema
resucito como tierra sencilla,
libre de los colmillos asesinos
que intentan desgarrar mi doble vida.

Observando a mi otro yo de reojo,
voy en busca del núcleo del poema
y caigo en mi mundo. ¿O será el de otro?

(del libro “¡Atención! puede contaminar”)



SIN SALIDA

Vives dentro de un círculo. No puedes
escapar de esa huella que te lleva
de la mano al presente y al futuro,
con señales que indican donde se hallan
las lindes del camino que te impiden
transitar libremente, y te compelen
a esconder, muchas veces, tus deseos,
tus más irreverentes sentimientos,
tus más disimuladas emociones,
tus mitades perdidas en la selva.

Deambulas y vuelves siempre al centro,
mareado por giros infructuosos
en busca de la llave que abra puertas.
Has crecido a la sombra de unos límites
por los que pululaba la censura
con plena libertad: ¡Vaya un oxímoron!
Hoy te queda la impronta de tus horas,
las que eran sólo tuyas, sin disfraces,
con las que tú has llegado a atragantarte
de tanto masticarlas en silencio.

Pisas sobre adoquines desiguales
mientras en el crepúsculo incipiente
el pasado te engulle y te limita;
no puedes traspasar esa barrera
sin quebrar sus cristales periféricos. 

Los sueños retroceden aturdidos
sin advertir el hueco hacia la luz,
rebotan en las cárcavas profundas
-faltos de su estridor y sus aristas-
y chocan con la orilla de la noche.

Has madurado como un gran reserva
en barricas herméticas de roble.
Te abroquelas al borde del perímetro
pero sabes que ya no quedan vanos
por donde deslizarse a un nuevo tiempo;
inevitablemente todo acaba
dentro de la frontera orbicular.
Comprendes que ya es tarde, no hay salida.
Acatas con decoro tu destino
y te acomodas en tu propio claustro.

(del libro “La última curva del dragón”)



TRÁNSITO
Alondra estremecida, 
surcando túneles de ausencia,
yo ando en busca de los caminos 
que el dolor no ha pisado.

Muerdo el tiempo 
igual que el prudente Ulises, 
con pasos lentos y cortos 
que ya no resuenan con furia,
sobre el pavimento 
de mi largo viaje a Ítaca.

No quiero recordar el fulgor 
de las velas apagadas 
por las tempestades,
prefiero acercarme a la luz cálida
de las que permanecen erguidas.

Con un pie en el paraíso
y otro en el infierno,
me muevo despacio
entre monótonas garúas
que resbalan por mi alma,
como el eco en la montaña
busca el tránsito al silencio.

(del libro “La última curva del dragón”)



CREPÚSCULO

Las pinceladas sobre el horizonte
son memoria de sueños que se han quedado truncos;
son vestigios que, mientras luchan contra el olvido,
deambulan desnudos entre el día y la noche.

Y nosotros posamos las miradas
en el choque del cielo con el fin de la tierra,
buscando en los residuos de colores
una respuesta a nuestros sueños rotos.

(del libro “La última curva del dragón”)




ASFIXIA URBANA

En la calma de un día en la ciudad,
verás precipitarse a unos hermanos
con la sangre lavada por la asfixia,
corriendo presurosos en zigzag.

¿Dónde irán esos hombres agitados 
por calles que descienden empedradas,
cargando en sus espaldas con la historia
de un pueblo que atraviesa el bosque urbano?

¿Dónde irán a buscar el desentierro
de su remota estirpe ya olvidada,
con la muerte pisando sus talones
y estallando sus pechos por el miedo?

¿En cuáles de los márgenes del cielo
buscarán las vocales del gemido?
La ausencia de aire fuerza cada búsqueda:
¿Hacia dónde se escapa el desconcierto?

¿Se podrá respirar en esa atmósfera
o será solamente una utopía?
El mar inescrutable abre sus puertas:
Un don para los párpados en sombras.

(del libro “La última curva del dragón”)



PODRÍA…

Podría contemplar, en permanente
actitud de abandono, como pasan
mis horas y mis días siempre iguales,
con la duda si amar o si morir,
en espera de hallar el equilibrio.

Podría repetir todos mis actos,
enhebrar cada paso sin cansarme,
ensamblar a mis pies con mis pisadas
y reinventar las calles de la infancia,
en espera del mundo que amanece.

Podría sorprenderme en plazoletas
dibujando cristales en sus fuentes,
mientras la brisa joven hace escala
dentro de los jardines sin salidas,
en espera que pase la nostalgia.

Podría retener todos los ángulos
de todas las esquinas, desgastadas
por la constante lluvia de martillo
que cabalga imparable sobre ellas, 
en espera de noches vagabundas.

Podría deshacerme de mis pieles,
mudarlas al igual que una serpiente,
cuando la noche instale minuciosa,
sus huestes desbocadas y guerreras
en espera de diosas cotidianas.

Podría renacer cada mañana
con difusas imágenes que tiñan 
de sexo mis audaces despertares, 
impredecibles siempre como el tiempo,
en espera de un sueño no soñado.

Podría finalmente sucumbir
ante mis desarmados días grises
en espera del punto que es final.
Sin embargo la carne, que aún tiembla,
me arrastra nuevamente hacia la vida.

(del libro “La última curva del dragón”)



LO QUE NOS QUEDA 

Todo lo que nos queda 
es el futuro 
encerrado en la niebla 
de un expediente inédito, 
vestido con incógnitas
y cubierto por redes de misterio.

(del libro “La última curva del dragón”)




FURTIVAS

Se suceden las horas
que se escapan furtivas
para escribir sus versos
en las hojas del libro
implacable del tiempo.

(del libro “La última curva del dragón”)




QUISIERA ROBARLE AL VIENTO…

Quisiera robarle al viento
que sopla al amanecer
algunas de tus noches más aciagas

a fin de que desvistas el silencio
que entre tu soledad retoza libre

y luego puedas vestirlo
en mi espacio de íntima ternura.

(del libro “Al roce de la piel callada” - 1º Premio XVI Certamen de Aspe, 2015)



AL OLOR DE SU SECRETO

Mi amor tomó la forma de su cuerpo
curvándose en las venas del placer.

Derretido en la cuna de sus pechos
y en el fuego salino de su piel,
reptó desde su vientre hasta el almendro
florecido -mi leve desespero-
y a su sombra ofrendó su desnudez
atándola al olor de su secreto.

(del libro “Al roce de la piel callada” - 1º Premio XVI Certamen de Aspe, 2015)


HUBO UN TIEMPO

Hubo un tiempo de carne temblorosa, 
sangre caliente y pieles erizadas, 
de muslos prematuros, 
de orgasmo apresurado. 

Y dentro de esa furia disonante, 
yo busqué correntadas río abajo 
y navegué por pechos río arriba, 
tripulando unas manos 
ávidas y aún torpes, 
para adensarme en besos no ensayados. 

Preludio de los días 
latiendo protegidos 
bajo cuerpos blindados, 
de estrellas inflamadas 
y de inocentes labios. 
Cuando el tiempo dormía 
con música de arroyo bajo el puente, 
yo soñé atardeceres a tu lado 
despojados de niebla, 
y cuévanos de lluvia 
resbalando en la seda de tu piel. 

Y así llegaste, toda de repente, 
en la noche escondida tras los pinos, 
y resplandor de luna 
descansando en el agua. 
Con la complicidad de tres estrellas 
vigilantes de todos nuestros pasos, 
se rozaron las manos y los labios 
con suavidad de espuma, 
mientras crecía el cielo 
en la honda ternura de tus ojos. 

(del libro “Al roce de la piel callada” - 1º Premio XVI Certamen de Aspe, 2015)



TUS OJOS

Cae la tarde desde su infinito 
por detrás del gran río 
que hoy desciende callado.

Me ahogan en la cúspide tus ojos
y en la paz de sus embalses de sol.  

Navegarlos a vela,
cansarme de contar las olas,
respirar en la comisura
de tus párpados y cerrar los míos
para hallarte en mis sueños.

Convertirme en un náufrago
para que me rescaten
cuando la luz se esquine en el silencio
y los ceibos dormiten 
en el imán multiforme del agua.

Derribar los imperios de sus brumas,
sumergirme en el baile de su espejo
para profundizar en la miríada
de estrellas que te habitan.

Poner sus perlas a orear,
eternizar mis ojos en los tuyos,
hundirme en ellos y sentirme… Tú.

(del libro “Al roce de la piel callada” - 1º Premio XVI Certamen de Aspe, 2015)




EL MAR DE LOS RECUERDOS

Un tibio rayo de maíz en grano
descarrila sobre las grises láminas
de las persianas del atardecer.
El viento agita las ramas del ceibo,
las nubes beben la sangre vertida.

El grito vacilante de unos pájaros
que se alejan, apartan de la mente
el blando resurgir de los recuerdos,
esa celda que encarcela vivencias,
recluye entre sus rejas las palabras
y tiende una emboscada a la memoria.

Si te quedaras unas horas más,
una pequeña esquirla de la luna,
al menos le daría algo de luz
a nuestra inevitable despedida.

Si te quedaras unas horas más,
la luna escoltaría tu camino
hasta que tu talar se deshilara
y, poco a poco, tú te disolvieras,
cariátide de sal que sostuviste
en falso nuestra pagoda de amor.

Después sí yo podría regresar
a la mórbida calma que se agranda
en el secreto mar de los recuerdos.

(del libro “Al roce de la piel callada” - 1º Premio XVI Certamen de Aspe, 2015)



HONTANAR NOCTURNO

De estrellas ausentes que no dejan rastro
en noches vacías de luna en el cielo.
De velas ahogadas en los candelabros
en noches a solas, desnudas de sueño.
De esquirlas de insomnio, de sus negros látigos:
Heridos de vida, me surgen los versos.

(del libro “Tiempo de cristales rotos” - 1º Accésit - Primer Certamen de Poesía
“Lámpara en la tierra”, Oviedo, 2014 )




BATALLAS

Nuestra vida no es más 
que una gran colección
de batallas perdidas.
Cada tanto algún triunfo 
despistado y efímero,
una alegría breve,
consigue que olvidemos 
sólo por un instante,
que lo que predomina 
siempre son los reveses
que se van sucediendo,
uno detrás de otro,
como un largo preámbulo 
a la derrota última,
concluyente e infinita.

(del libro “Tiempo de cristales rotos” - 1º Accésit - Primer Certamen de Poesía
“Lámpara en la tierra”, Oviedo, 2014 )




... Y SE QUEDAN TAN ANCHOS 

Nos fabrican a unos ídolos que crían como ganado, 
conducen a ese ganado como lo hacen con la gente, 
le reinventan a la gente hasta su propio pasado, 
tergiversan el pasado y gobiernan en su mente. 
Empapelan nuestra mente como a las viejas paredes, 
moldean a las paredes como si fueran tinajas, 
entretejen las tinajas como se trenzan las redes, 
engarzan de a una las redes como engastan las alhajas. 

Siembran el mundo de alhajas como si fueran simientes, 
arrojan a esas simientes igual que arrojan los dardos, 
envenenan a los dardos como lo hacen las serpientes, 
amontonan las serpientes igual que si fueran fardos. 
Desparraman a los fardos como hacen los profetas, 
idolatran los profetas igual que si fueran dioses, 
remontan sus propios dioses como remontan cometas, 
y juegan con las cometas como se impostan las voces. 

Utilizan a las voces para guiar a sus veleros, 
clausuran a sus veleros, cierran todas sus ventanas, 
esquilan a las ventanas como se esquilan corderos, 
doblegan a los corderos como tañen las campanas. 
Sortean a las campanas como sortean escollos, 
embotellan los escollos como embotellan bebidas, 
recogen a las bebidas como recogen centollos, 
multiplican los centollos como si fueran heridas. 
Cultivan nuestras heridas como cultivan viñedos, 
manejan a los viñedos igual que a las marionetas, 
dirigen las marionetas como dirigen torpedos, 
activan a los torpedos como si fueran veletas. 
Hacen girar las veletas con la fuerza de los vientos, 
sobrellevan a esos vientos igual que si fueran Sanchos, 
adulteran a los Sanchos, carecen de sentimientos, 
nos manipulan los pensamientos …
y se quedan tan anchos.  

(del libro “Tiempo de cristales rotos” - 1º Accésit - Primer Certamen de Poesía
“Lámpara en la tierra”, Oviedo, 2014 )




GAZA

Vesania de caballos desbocados
que bajan –como asesinos- del cielo, 
en impúdico reto, tropezando 
contra el cuarto estado de la materia.

Un viento de mercurio en diagonal
disuelve los árboles de ceniza,
y escupe corazones congelados
en la marchita soledad de arena.

Todo el amor se esconde -tras las piedras-
para llorar por los amaneceres,
para cambiar su atavío de sangre
y estamparse en una aurora metálica.

El amor gime, no es más que invisible
carne, desgarrada por la metralla,
por las sierpes de la sed y del hambre,
por el silencio cómplice del miedo.

(del libro “Tiempo de cristales rotos” - 1º Accésit - Primer Certamen de Poesía
“Lámpara en la tierra”, Oviedo, 2014 )



LOCOS DIGNOS

Suena el tamaño oblicuo de los árboles,
los soñadores, locos dignos, gritan
heroicamente fuerte. El aire empuja.
Son quijotes modernos, hacen falta
para cambiar de bando a la sonrisa.

Los nervios sobre los que descansaban
las antiguas pilastras poderosas
ya no resisten, caen por su peso.
Empieza a derrumbarse la gran mole,
los pájaros le silban a la luz.

El empuje de un aire fresco y sólido
perturba el pensamiento ante el estruendo
que producen las piedras al caer.
El nuevo aire resume los sonidos,
el viento ya se ha vuelto incuestionable.

El miedo es cada vez más ostensible
entre los que enjaularon golondrinas.

Su temor sacrosanto menosprecia
a su vuelo que avanza incontenible
y comienza a escucharse en los latidos.

Con discursos plagados de sofismas
inyectan en la atmósfera el terror
apuntando a gaviotas indecisas
para que no se sumen a ese vuelo
que iniciaron las libres golondrinas.

Ya es tarde. El viento zumba entre los árboles, 
los pájaros utópicos se cantan
al empuje del aire nuevo y puro.
Locos dignos que van a conseguir
que la sonrisa cambie al fin de bando.

(del libro “Tiempo de cristales rotos” - 1º Accésit - Primer Certamen de Poesía
“Lámpara en la tierra”, Oviedo, 2014 )




EL TREN DE LOS SUEÑOS ROTOS

La desesperación viaja aferrada
a un oxidado hierro en los vagones 
de “la bestia”, ese tren que rueda lento
sobre rieles cansados y herrumbrosos
por llanuras inmóviles e inciertas
franqueando el infierno en su aleteo.

La desesperación es lo que lleva
al emigrante hambriento y sin papeles 
a recorrer kilómetros de riesgo    
y humo ciego, montado sobre el lomo
de esa bestia feroz, devoradora
de la esencia del hombre y sus anhelos.

La desesperación lo vuelve débil,
vulnerable, empujándolo a apiñarse
al hermano de lucha, al compañero,
en esas vagonetas descubiertas,
ansioso por cruzar esa frontera
hacia el nuevo horizonte de sus sueños.

La desesperación quiebra sus días
dejándole tan sólo una esperanza,
subirse a ese convoy, pero sabiendo
que puede conducirlo hasta el horror
si padece el ataque de las Maras
cuando el tren de la muerte cruce México.

La desesperación es el vacío
de aquellos que se duermen y caen,
es hálito mortal entre los cuerpos.
Cuánta muerte tendrá aun que llegar
y cuántas violaciones a mujeres.
Qué injusto es este mundo y qué imperfecto.

La desesperación es voz anónima…
Cuando se van sumando los cadáveres,
es el nombre solemne de los muertos.
y es el nombre del miedo que se alarga
cuando la vida queda más desierta
y los potros galopan por el pecho.

(del libro “Tiempo de cristales rotos” - 1º Accésit - Primer Certamen de Poesía
“Lámpara en la tierra”, Oviedo, 2014 )




MARENMEDIO

“Lo que tengo está en medio de las olas…”
Pablo NERUDA


En medio de las olas 
dos oscilantes lenguas,
diferentes, iguales,
pétalos de rosa nocturna
que acaban plegándose, para copular
en el vientre de un mar envarado.
En medio de las olas,
entre dos playas distantes, distintas,
húmedas de sal 
navegan mis voces:
lozana, la de la memoria,
mustia, la del veintiuno.
Expuestas al sol, se resecan;
las dos son mías.

En medio de las olas
yo asisto y observo el viaje,
tránsito permanente hacia ninguna parte,
salgo de aquella orilla 
desangrándome en ocasos,
para entrar en el aquende y viceversa;
los chicos han perdido el pelo y tienen arrugas,
todas las chicas tienen canas, aunque se las tiñan.
Llanto inútil que los intestinos del mar 
rezuman de mortal invalidez.
¿Evolución o involución?

En medio de las olas
paso del alba al crepúsculo,
veo saltar a los peces burlándose
de mis lágrimas de ayer, 
sin embargo andan hecho trasgos
espumando mi resistencia,
dejándome con las brasas de mis sueños
al otro lado de las dársenas,
reviviéndome entre versos tras la lluvia,
pero antes del olvido.
En medio de las olas,
sujeto a sus caprichosos vaivenes,
espero como ausente, sosteniendo mi soledad.

Buceando, entre exilios y desexilios,
emigro hacia el calor de los recuerdos
para volver a desemigrar, cuando el sol 
se congela en el silencio del océano.
En medio de las olas,
sedimentado en su poso,
se halla todo lo que tengo y todo lo que perdí,
ellas acogieron mis cuitas y mis versos;
allí están mi juventud, mi padre, 
mis amigos, mis recuerdos, 
mi historia que pudo ser, 
mi presente y mi futuro,
mi corazón, ahíto de horizontes inalcanzables,
dividido entre soles y lunas,
mis sueños gratuitos, 
mi canto y mi acento. 

¿A qué orilla incompleta e indolente, 
a qué altares de piedra  divinos,
a qué parte de la muerte pertenezco?

En medio de la correntada
se cayeron los naipes,
pero continúo el camino
aunque todo se quedó marenmedio…
el mundo sin resolver,
con puentes destruidos
por la inevitable influencia de las olas.

(del libro “Marenmedio”)



VINE DE UN ÁRBOL SOMBRÍO

Vine de un árbol sombrío
donde ideas y palabras
maltrataban el adagio
de Stéphane Mallarmé
y se quedaban calladas

vine de un árbol sombrío
donde semilla y semántica
no aseguraban los sueños
sus raíces no bastaban
para disipar las nieblas
la savia estaba en las hojas
preparadas para el vuelo

vine de un árbol sombrío
que quedó solo en las sombras
un veintisiete de junio
cuando empezaba el invierno
y se quebraban las rosas 

vine de un árbol sombrío
ignorando la distancia
que desdibuja el latido
deshojando mi existencia
entre miradas anónimas
hundiendo el rostro en mis manos
cuando amanecía el frío.

(del libro “Marenmedio”)




SILENCIARON  NUESTRO  CANTO…

Silenciaron nuestro canto
nos arrancaron las plumas
y nos cortaron las alas
sin ellas nos empujaron al bosque 
amontonaron lunas desahuciadas
en un horizonte que dejó de huir.

No contentos  con cortar la cadena
rompieron los eslabones
y violaron nuestras casas
incautaron cartas a nuestros padres
mientras más allá del mar
hubo que sobrevivir sin noticias
cuando internet no existía.

Alojados en nuestro propio abismo
intentamos acoplar nuestros pasos 
a una ilesa esperanza
pero en una realidad compartida
quedamos frente a frente con el tiempo.
Vagamos igual que nómadas
anónimos y deseslabonados
resistimos ralos al desencanto
de días revueltos en la memoria,
como unos rescoldos en rebeldía.

Pero hemos sobrevivido
adiestrando el exilio en libertad
ardiendo cada cual a su manera
en lucha con el mar que nos traía
sordos rumores de ausencias.
Lo temporal convive con nosotros
aunque duerma a la intemperie.
El ser humano se acostumbra a todo,
unos vimos alejarse a las musas
mientras intentábamos renacer
respirando periferias.

Atrapadas en la red 
que urde la supervivencia
las musas tardaron en regresar
otros las redescubrieron
ahogando la dictadura en el whisky 
pero antes o después todos
regresamos a buscar 
la perdida juventud.
La vida es como una herida 
que se agrava con los años.   

(del libro “Marenmedio”)



A TRECE MIL KILÓMETROS

"...hoy anduvo la muerte entre mis libros 
buscando mi pasado..." 
Alfredo ZITARROSA


Irrumpía una y mil veces 
eyaculando ignorancia,
destilando por sus poros, 
odio, furia y prepotencia,
y revolviéndolo todo 
con absoluto desprecio.

Buscaba por la alacena, 
en cajones y anaqueles, 
convencida que hallaría 
unos panfletos, un libro,
una carta, o esos versos 
caídos de algún poema.

A unos trece mil kilómetros, 
en la noche más oscura, 
arrebatada su sangre, 
mis pájaros padecían
y las palomas volaban 
sin llevar mensaje alguno,
a la vez que ella, incansable, 
lo desordenaba todo.

A unos trece mil kilómetros, 
con un río plateado,
grande y ancho como un mar, 
y de por medio un océano,
separado de mis pájaros
yo escribía en libertad.

Sé que no regresará 
pero si una vez lo intenta,
en esa casa dormida, 
ya no quedaría nadie 
para franquearle el paso,
para levantar la tapa 
del sótano de mi cuarto,
para responder preguntas 
molestas e impertinentes
y soportar sus vejámenes.

Aunque ejerciera la fuerza 
de su guadaña asesina,
sólo hallaría paredes 
y toda la memorïa
saltando como una fiera, 
directo a su yugular.

(del libro “Marenmedio”)



ÁLBUM DE FOTOS

En el álbum de fotos familiares,
casi siempre cerrado por reformas,
caben, como en un sueño, los envases
de todas las palabras sin sonido,
de los rebeldes labios de lo quieto,
de la paz subvertida por la imagen
que inmortaliza un instante feliz,
un meteoro fugaz y brillante
como flor de baobab, rey de una noche
que se marchita con la luz del día.

En el álbum de fotos familiares,
como  melaza que siempre regresa,
sobreviven historias que perduran
a la sabiduría de Atenea
y al color implagiable del ocaso;
florecen la alegría del ayer,
las llamas de esperanza entre las nubes,
el lento desgarrar del plenilunio,
lo efímero de la felicidad
y lo frágil de nuestras existencias.
En el álbum de fotos familiares,
trasciende un testimonio concluyente
que deja al descubierto evocaciones
prisioneras de la corporeidad
del tiempo, a la acechanza de una espita
que libere las voces detenidas
y encerradas adentro de ese marco
estático que desdibuja formas:
Desesperada y vana tentativa
que encuentra la respuesta en el silencio.

En el álbum de fotos familiares
residen cicatrices de las lluvias,
quedan marcados trozos de paisajes
que habitan en los sitios interiores
guardados para siempre bajo llave.
Contraseñas balsámicas inútiles
intentan esquivar esa nostalgia
que nos invade cuando la neblina
hace acto de presencia con su tul
transparente de siesta melancólica.

En el álbum de fotos familiares
fluye la poesía a borbotones
con su denso tejido pegajoso,
con el gusto de la vida en la boca,
con olores de todas las edades
que todavía huelen, inmutables;
poesía que huye por el ojo
oteador gigante, que comprende
un espacio más grande que el paisaje
que se nos queda fijo en las retinas.

En el álbum de fotos familiares
el tiempo se despoja de sus prendas
y permanece en sepia detenido,
prisionero, sin válvulas de escape,
estanque tibio atado a su quietud;
los rostros de los seres más amados 
conservan la frescura de unos años
en los que todos éramos felices
porque el amor lo acariciaba todo
y no habían ausencias estrujándonos.

En el álbum de fotos familiares
asoman las sonrisas que no están,
los cuerpos escindidos de la piel
habitando en el espacio invisible,
las músicas desiertas del espejo
impregnadas de bailes y de cantos,
la alegre tempestad de un cumpleaños,
las diferentes modas giratorias,
la espontánea luz de la dicha,
el franco titilar de la alegría.

En el álbum de fotos familiares,
el mar tiene la curvatura justa 
para esquivar los flashes de la noche
y duplicar las horas del insomne;
la nieve que desborda los almendros
queda servida en el mantel del alba.
La vida se presenta siempre dócil,
un puro litoral en el verano,
y un crepitar de brasas en invierno
cuando aún le quedaba tiempo al tiempo.

En el álbum de fotos familiares
pierde sus límites el universo,
se incendia el cielo azul de los recuerdos
y nosotros, sedientos de ese cielo,
nos vestimos al temblor de la edad,
nos prestamos palabras y miradas,
rastreamos ayeres que se pierden
ajenos a los ruidos de la fiesta,
y empezamos a hablar de las ausencias
cuando no queda tiempo para el tiempo.

En el álbum de fotos familiares
la luz indiferente huele a ausencias
y sobre ellas levita la congoja;
queda el espejo náufrago en nostalgias
con imágenes fijas, vencedoras
del paso de los años, sin fisuras
en sus fibras. Éxtasis de abandono.
El amor recompone los colores.
¿Se podrá reanudar la travesía
en los lindes temblorosos del cosmos?

En el álbum de fotos familiares
buscamos con afán una señal,
una voz que nos sirva de alimento,
la palabra que despierte la piedra.
Repasamos los rostros y los nombres
y asumimos lo eterno de un instante.
El amor se incorpora nuevamente
pero ahora con forma de recuerdo
que regresa, y se queda registrado
en la espina dorsal de la memoria.

(del libro “Casa dormida”)




LA CIUDAD DESNUDA

Una brisa de río y de nostalgia
asciende por las calles más antiguas,
diluyendo en la plaza el mar bravío
y la sospecha de un reflejo claro
de luna, que se adivina a su espalda,
inmaculada de todo prejuicio.

Desierta la ciudad dibuja a mano
filamentos de lluvia transparente
que descienden al pozo de la noche.

Ciudad con un pasado soberano,
levemente inclinada a la tristeza,
azotada por ráfagas de un viento
que atraviesa la Plaza y se descuelga
ciego, y a cuerpo muerto, a la penumbra,
igual que cae la fina llovizna
rodando sordamente por las calles
que huelen a noche en una ciudad
hoy desnuda como Comala eterna.

Silencio en los balcones inocentes
con sus barandas de hierro ondulado
ungidas por el aire de los años.
Silencio en las esquinas que apresuran
los embates nostálgicos de un tiempo
de nocturnos jazmines del país.

Desnuda la ciudad se moja lenta,
poblando su perfil de una humedad
que enmascara los ecos de un pasado
de miradas altivas, y de pájaros
de vuelos geométricos y audaces.

Desnuda la ciudad, cuando la noche
impone su poder, baja sus párpados
y emprende un nuevo viaje hacia el recuerdo.




EXISTE UNA CIUDAD

Existe una ciudad en las gotas de lluvia
sobre los adoquines, sobre el puente de  piedra,
sobre la sed del mundo.
Existe una ciudad en el trozo del sueño
cuando la noche prueba a burlar su destino
con un reloj de luz.

Existe una ciudad en esa hora ligera
que antecede a la aurora cuando la noche oscura
finge recuerdos célebres,
cuando la piel revienta tras los juegos eróticos
y se agitan los cuerpos  en medio de las migas
que el deseo dejara.

Existe una ciudad ruidosa en la mañana
con las ondulaciones de una enorme campana 
sonando en el vacío.
Existe una ciudad cuando la tarde baja
como un amor hundido por las calles del puerto
que esperan a la noche.



EN EL LAGO DE COMO

Mientras el lago ovula hacia una luz
redentora, obstinada de silencio,
que se desborda y cae, con la tarde,
por las faldas de un verde apelmazado 
hasta abrazar las villas palaciegas
que rodean la orilla del espejo,
una cálida música nos cubre
con ropajes de sol de un rosa tiépolo.

Mientras tibio se endulza su misterio,
te invito a que abracemos a la luna.
La eternidad reluce sobre el lago,
privilegio de dioses y de hombres.
La luz silente y limpia como un beso,
sobrevuela los labios de un crepúsculo
que chasquea extenuado entre montañas
bajo las que, cautivo, yace el tiempo.

Mientras al horizonte explota el aire
con fluorescencias púrpuras y rosas, 
la brisa se distrae con tu pelo.
Sobre el lago levita una canoa.
Los dos, mudos de asombro, respiramos
el penúltimo vuelo de las aves.
Baja por las axilas del ocaso
el olor de un adiós que no queremos.




EL PESO DE AQUELLA DESPEDIDA

Somos los prisioneros de aquella despedida. 
Tú me trajiste el sol, la palabra, la fuente, 
lo insólito del sueño. Me mostraste la luz, 
la otra cara del mundo, y yo cerré los ojos. 
Se quedaron los pájaros sin rostros en los árboles, 
luego cantó el silencio y nos ganó el suspiro. 
Yo callé mi deseo. Me puse de perfil. 
Apagamos las manos y nos ganó la tarde.
El aire no halló hueco en medio de un abrazo 
que quiso ser espejo de nuestros sentimientos. 
Apenas nos giramos a observar los residuos 
del cielo ensangrentado, sobre aquella estación 
donde los autobuses son fotos de un instante. 
Yo no hubiera querido volver a mis asuntos, 
tú lo apostaste todo a una carta futura 
que se fue diluyendo entre los grandes charcos 
de mi silencio cómplice y tu resignación. 
¿Fingí o fui un cobarde? Creo que tuve miedo 
de transformar mi vida y cambiar el destino: 
soy hombre que no puede ni sabe perdonarse. 
Miré para otro lado. No hay reclamos ni excusas. 
La tarde quedó muda, se nos rompió el presente, 
y cargamos el peso de un momento en el tiempo 
que parecía ser el dueño del mañana, 
pero que no pudimos deshojar los dos juntos. 
Quizá jamás se crucen tus versos con los míos. 
Hoy sólo es un recuerdo que no parece nuestro. 
Se fue el tiempo en puntillas igual que tu autobús. 
Este otro mes de mayo, alejado de aquél,
deshilacha mi red y castiga mi pecho. 
Quizá en esta existencia ya no vuelva a encontrarte. 
Vemos muy alto el cielo, lejos queda el ayer, 
porque aunque ardan las almas, hay distancia en los cuerpos.
No me importa si todo se convierte en ceniza, 
tu recuerdo me ronda igual que una gaviota 
durante el día, pero me asfixia por la noche, 
y regresa a mis sueños que escapan del otoño. 
Quizá nunca se enciendan de nuevo nuestras manos. 
Tu perfume aún hiere, mi silencio lastima. 
Y los dos lo sabemos, ya no quedan caminos, 
estamos bien despiertos, pero ahora ya es tarde, 
sólo nos queda el peso de aquella despedida. 
Quizá un aire lejano venga un día a llorarnos.


PORQUE MI VOZ…

Porque mi voz arranca en otro tiempo
otra circunstancia, otra realidad
porque florece en praderas lejanas
donde ha besado otras lunas
otra cotidianeidad

porque mi voz despierta en otra orilla
proviene de otra arena, de otro mar
porque fue flor en labios temblorosos
voy a silenciarla ahora
tan sólo… para escuchar.




RODELÚ

Si vos no estuvieras siempre esperándome
con ese advenedizo resplandor
de corazón latiendo entre cristales
y verde estela desplegada al mar

si hasta mi alma no llegara el aroma
de tus prados mojados por las lluvias
si el alba no me llevara hasta vos
y no fueras refugio de mis sombras

si no existieras sobre el tiempo alzada
sobre un tiempo que vive en mi memoria
temblando cada vez que lo acaricio
en mi íntimo rellano de recuerdos

si el ascua de tus noches no quemara
cada día a este lado de mi otoño
si el trino de tus pájaros pintados
no me advirtiera el claror en mis sueños

si no estuvieras igual que mis días
tendida sobre el río como mar
con los brazos abiertos aguardándome
ceñida al largo tañido del cosmos

si no te idealizara en la distancia
quizás con la intención de eternizarte
si no fueras mía si no existieras
me quedaría siempre en esta orilla.



DUDA

Después de contemplar mi propio eclipse
con lágrimas de luna adormecida
y caer en las trampas del vacío.

Tras masticar los miedos de manzana
-latigazo fugaz del desencanto-
y morderme la lengua en la neblina.

Inevitable, surge la pregunta:
¿Habrá vida después del nacimiento?




NOCTURNA
Viene en nombre de todas las mujeres
a la hora en que se encienden los letreros
y envejecen los lirios de la luz.

Con el garbo sensual que luce el cisne,
llega siempre puntual como el latido
cuando el día declina y se desangra,
despejando las calles para el hombre
noctívago, bohemio y solitario.

Cubierta por un velo luminoso
que salpica su piel de transparencias,
la mujer del poema me seduce
con su andar voluptuoso, su mirada
llameante y sus labios encarnados.

Debajo de ese tul, la desnudez
de un cuerpo hecho de sueño y de rocío,
viene a darme cobijo y a librarme
de la atmósfera oscura y silenciosa
que envuelve muchas veces a mi estro.

Parece que la noche nunca acaba
pero al final los versos siempre afloran
en cópula salvaje con mi musa. 



EN UN VERSO     

He querido escribir mis pensamientos,
plantear las preguntas que me inquietan,
denunciar atropellos e injusticias,
mostrar mi rebeldía ante el exceso,
mi rechazo absoluto al despotismo,
mi indignación tenaz frente al corrupto.
He querido expresar mis discrepancias,
filosofar, buscar luz en las sombras,
enfrentar las transiciones del cuerpo,
encontrarle respuestas a mis dudas.
He querido dejar sólo en un verso
-sabiendo que soy polvo y todo sobra-
un mensaje de amor para el futuro
antes de acomodarme en mi penumbra.
He querido, aguzando mi conciencia,
calcular la distancia entre la vida
y la muerte que cabe en un poeta,
pero hoy me mutilan el desánimo
y la vergüenza. Apenas tibia el sol
por detrás del cadalso de la tarde.
La aflicción es un charco que la sombra
agranda y que entorpece mi propósito
de búsqueda obstinada de un poema
que testimonie el último deseo.


ÓRBITA NOCTURNA 

Sólo una vela ilumina la alcoba
proyectando su luz contra tus senos,
mecidos suavemente por las ondas
claroscuras que danzan en silencio.
Todo tu cuerpo borda con sus besos
la noche, y tú, a mi lado, duermes plácida
y desnuda, tendida sobre el lecho,
casi en una postura fotográfica.

Mientras afuera tiembla y llora el frío
con ateridas lágrimas mecánicas,
como pequeña gota de rocío
que roza levemente nuestras láminas,
así también mis labios se deslizan
por cada poro de tu piel dorada,
despertando tus nubes escondidas
antes que sobre el mundo caiga el alba.



REFUNDACIÓN
          a los pueblos que solicitan su derecho a la autodeterminación
Enterrados los viejos pensamientos, 
deshechas las pilastras del pasado, 
esfumadas las sombras de otros tiempos, 
un nuevo día rompe el calendario.

Amanece tan libre como fuerte,
con toda su cultura y su carácter, 
con la memoria intacta entre su gente
por tradiciones vivas, por su arte.

Del intelecto, el juicio y el valor,
se nutre el sentimiento de sus hijos.
Su fuerza y su razón hacen que triunfen.

No existe ley que oprima a una nación
-con unidad histórica de siglos-
si subsisten su idioma y sus costumbres.



SOMOS ESOS

Somos cantos inconclusos
nacidos del hambre antigua,
destino final de un miedo
que cava impermeables grutas
para rearmar sus retales
y proteger sus recuerdos
del agua, el viento… y el hombre.

Somos múltiplos de aquellos
forzados a germinar
-en tierras desconocidas-
nuevos brotes a sus sueños
y a diseñar su futuro
avanzando hacia la tarde.
El reinicio a calle abierta.



AIRES DE BARRIO

Aires de barrio respiran los versos:
Humo de cafetines en elipse,
llanto de un viejo tango arrabalero
y perfume de patios con jazmines.

Aires de barrio, olor a madreselva
con rumores de tango y de milonga;
con heridas que el fuelle al alma deja
cuando esboza un sollozo en una alcoba.

Aires de barrio soplan como un canto
que atraviesa estaciones con sus lunas
sosteniendo el milagro de la llama.

Aires de barrio, aroma que los años
empujan poco a poco hacia la bruma
por la médula espesa de la nada.



ENIGMA

Se esfuma el terciopelo de la noche
y con las luces ávidas del alba
vuelve la desconfianza en el futuro.
Mientras tomo un café a pequeños sorbos
ensaya la mañana un ademán
de oro y de sangre, a modo de saludo.

En la calle se visten la inquietud,
las preguntas carentes de respuestas.
Sólo la muerte confía en su triunfo
por eso es tan paciente y nos espera.
Detrás de esta ventana están las dudas,
no es más que  un gigantesco enigma el mundo.




LA MUERTE DE UN POETA POCO CONOCIDO

Siempre aparecen las voces tardías
cuando un poeta poco conocido
muere ante la indiferencia de todos,
lejos de la estridencia de los medios,
sin el reconocimiento del público
y de sus otros colegas poetas.

Siempre aparecen, y siempre a destiempo,
para alabar el valor de su obra
y lamentar haberla desoído.

Y si el que muere es un poeta joven,
entonces los elogios se disparan;
ya no existe el peligro de su éxito,
es la hora del lamento hipócrita
y de que, por fin, se lean sus versos.




ALIMENTANDO LLUVIAS 

Alimentando lluvias, caracolas y órganos, 
mi dolor sin instrumento, 
a las desalentadas amapolas 
daré tu corazón por alimento.
Miguel HERNÁNDEZ 


Cuando nadie la llama se descubre,
los dioses del invierno lo celebran.
El destino se puso de su parte,
la tristeza relincha y corcovea
porque el destino en sí, es una lluvia
que perfuma con lágrimas la tierra,
convirtiendo en dolor lo que soñamos
a partir del galope de una estrella.

Alimentando estoy lluvias internas,
esclavo de su fuerza arrolladora,
como una extraña forma de vivir
que le da abrigo al paso de las horas.
Aunque corra hacia las alcantarillas,
sé que la lluvia no todo lo borra,
siempre deja un residuo de cordura
que se queda prendido a la memoria.



Aunque estas de hoy son lluvias diferentes,
fatigo, como Góngora, la selva,
alimentando lluvias de ciudad
mientras maquilla el viento la tristeza
recogida en las lluvias de otros años,
si bien yo no forjara las tormentas
que descargaron lágrimas en noches 
que siempre culminaban en espera.

Y aquí estoy sustentando nuevas lluvias
a la espera impaciente de otros fuegos,
cuando lo único cierto es el insomnio
que insiste, pertinaz, en sus intentos
de ahogarme en un silencio indiferente,
de quitarme la fruta de mis sueños
y arrojarme en los brazos vacilantes
de un cadáver regurgitando versos.



NUNCA APARECIERON

Dedicado a los miles de republicanos que quedaron atrapados en el Puerto de Alicante al no hallar hueco en el barco carbonero británico Stanbrook, el último que zarpó desde el Puerto de Alicante hacia Orán  el 28 de marzo de 1939 con 2.638 refugiados, una vez perdida la guerra y derrotado el sueño republicano.

Mirando hacia el puerto todos se afligieron.
Una ilusión grande a veces no alcanza.
El mar de Alicante estaba en bonanza
pero aquellos barcos… nunca aparecieron.

Hubo muchos miles que permanecieron
con los ojos fijos en la lontananza 
y el pecho inflamado por esa esperanza
pero aquellos barcos… nunca aparecieron.

Se evaporó el sueño y aumentó la pena
de toda esa gente que, en forma angustiosa,
intentó embarcarse. No lo consiguieron.

La resignación ante la condena
y la muerte próxima fue muy dolorosa
porque aquellos barcos… nunca aparecieron.


© Julio Pavanetti






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WANG BAI YI [17.969] Poeta de China

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Wang Bai-Yi 

(China, 681 - 752). Poeta chino de la dinastía T'ang.




EN LAS MONTAÑAS, A UN AMOR PERDIDO

No advertí tu leve paso
en las aguas arrugadas de mis sueños,
el amanecer azul del rio
mezcló tus pies transparentes
con las hojas doradas del otoño.

¿Me habrías amado ciegamente?
¿Habrías lavado tus cabellos
en el vino oscuro de mis labios?

Ya sólo te puedo ofrecer el viento de mi amor
y la blanca canción de mis huesos helados.

(Traducción: L. Tamaral)




ESPERANDO EL AMANECER

Si la luz se deshiciera entre tus dedos
como el amor,
mis sombras se harían grandes y azules
como la muerte,
y la luna seguiría brillando
en la trémula soledad
de mi jardín.

(Traducción: L. Tamaral)




NOCHE EN LAS MONTAÑAS

Quieto como un pozo
veo navegar las estrellas.
Al llegar las cigüeñas
siento el frío en las venas.
Hoy tampoco estarás conmigo.

(Traducción: L. Tamaral)




EN LA MONTAÑA HUANGSHAN

Llevo varios años
viviendo en la montaña Huangshan.
Ningún amanecer
ni puesta de sol
podrá ocupar el lugar de la luz
o el recuerdo
de tu imagen.

(Traducción: L. Tamaral)




EN LA OSCURIDAD

De la luna me llega
la energía que necesito
para seguir mirándola
y me siento inmortal
cuando en realidad
somos misterio.

(Traducción: L. Tamaral)








KUEI SHI [17.970] Poeta de China

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Kuei Shi 

(China, 698-758). Poeta china de la dinastía T'ang.

Kuei Shi es una excepción a las normas que regían la burocracia China de la dinastía T'ang en relación a la cultura. Los poetas tenían que superar unos exámenes que los convertían prácticamente en funcionarios. Las mujeres no podían acceder a ese concurso poético. Sin embargo la misteriosa Kuei Shi mantuvo relación con casi todos ellos pero especialmente con Wang Bai-Yi.

No se tiene constancia de que se conocieran físicamente. Cuando Shi empezó a escribir poesía a los 28 años de edad, Bai-Yi ya había cumplido los 45 y amaba a Sung Xiu-Xiu a la que le dedicó varios poemas. Sin embargo no hay duda de que se leían mutuamente y de que ella participaba de las emociones del anciano poeta.

En uno de sus poemas, Shi se inspira en una carta de otro gran poeta, Chang Chiu-Ling, para hacer suyos unos versos que el anciano Bai-Yi dedicó a un amor perdido. Confiesa de esta manera la comunión que había entre sus propios sentimientos y los de su maestro:


Ya sólo te puedo ofrecer el viento de mi amor
y la blanca canción de mis huesos helados.

      
Hay una empatía entre ambos poetas que los lleva a una simbiosis de sus versos, los pocos que han llegado hasta nosotros, algo parecido a lo que ocurrió en la poesía castellana entre santa Teresa de Ávila y san Juan de la Cruz. En realidad, de Kuei Shi sólo se conocen dos poemas, el mencionado y otro donde combina la alegría con la que recibe el Año Nuevo del año que conoció a Bai-Yi (probablemente el 726) y la melancolía que experimenta por no poder compartirla con él. Es probable que existieran muchos más versos que se han perdido y ojalá tengamos la suerte de que aparezcan algún día.



AÑO NUEVO

    Las grandes fiestas
    son como la luna llena:
    iluminan por igual
    presencias y ausencias.



RECORDANDO UNA CARTA 
DE CHANG CHIU-LING

    Lao Wang Bai-Yi escribió un poema
    a su amada Sung Xiu-Xiu
    después de haber pasado muchos años sin verla;
    que terminaba de esta manera:

"... Ya sólo te puedo ofrecer el viento de mi amor
y la blanca canción de mis huesos helados".

Kuei Shi (698-758)
(Traducción: L. Tamaral)







JULIO SALGADO [17.978]

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Julio Salgado 

Nació en Frías, Santiago del Estero, Argentina, en 1944. 

Entre sus obras publicadas se encuentran: 
Poemas murales (Buenos Aires, Alto Sol, 1969); Escrito sobre los animales solitarios (Buenos Aires: Numen y Forma, 1971); Agua de la piedra (Buenos Aires: Edición del Poeta, 1976); Caja de fuego (Buenos Aires: Cisandina, 1983); Paisaje y otros poemas (Buenos Aires: Último Reino, 1991); El ave acuática (Santiago del Estero: El Barco Edita, 1999. Libro de Artista ilustrado por el autor en edición limitada) y Trampa Natura (Ediciones Último Reino, 2000). Antología Poética(Universidad de Carabobo- Venezuela; 2008) y Doble Cielo(Argonauta;2010). Antologías : 200 años de Poesía Argentina (Alfaguara;2010) y Poesía Argentina para el siglo XXI (bilingüe. Graham-Yooll; 2011), entre otras.




UN SUSPIRO

Sol blanco del deseo.

Caminaba sobre las hojas perdidas
del Paraíso.
                     La isla
cortada de tu garganta
viaja con los jilgueros.

                                  ¿Serás el verdadero?
el que ha visto o ha leído
                                          buscando
pequeñas semillas que germinaran en la aurora
o la luz que se detiene en la seda de una mujer
que fue llevada por el agua.

¿Qué provoca
                       la delicada rotura que despide
un fragmento?

                        Oh Sol-Deseo
                                                ante el jaguar
una doncella abre las piernas.

                                                 Oh Sol-Suspiro
La más antigua calma volcánica
                                                    ha dejado
la hermosura del paisaje
presa de tus narcóticos.
                                       Sonríe
                                                  o regresa.

(de "Trampa Natura" Ed. Último Reino, 2000)



De Paisaje y otros poemas

Paisaje

Un río me ha llevado. Se posa la bumbuna. Se ve el cielo. Sólo un viaje que anuda pedazos. Abajo remolinos, negros cantos y el vértigo tocado por un trino. Arriba. Se posa la bumbuna. Se ve el cielo.

Un río me ha llevado. Ella la blanca mancha de las sombras rojas sobre la arena. Bebiendo desde el sol. Quieta en los ojos. Llama. Cuando te cuento me adormezco. Escúchame.

Memoria. Lo que presagia danza en la piedra. Nace una hijastra. Hay una selva transparente en sus piernas. Se sumerge en la arena. Un lagarto desaparece como un rayo. Un golpe encima de su coraza. Continuamos la marcha.

Memoria. Habla el camino. Aparece en el campo una galera tirada por caballos desbocados. La vía láctea se estrella con útiles domésticos. Una emulsión hace tibios los labios. Calma y veneno de una reina que viaja. En la tormenta saca la cabeza y desde la ventanilla muestra su lengua poblada de tatuajes. ¡Oh tinta de los cuerpos incrustados a un ala!

Memoria. El cielo está nublado. Cayó un árbol. Espesa hierba y agua. Una banda de tordos persigue mariposas. Vuelos rotos del monte. Cayó un árbol. La cabeza del gavilán apareció en la rama. Quédarás. Qué opondrás. Un golpe encima de su coraza. Arrancamos sus plumas para adornar un sombrero. Esperamos la noche. Continuamos la marcha.

Un río me ha llevado. Adula. Cantas y hablas de tu comarca. Hay señales en los vasos de vino, discursos, jerigonzas, textos descabezados al borde de la mesa.

Memoria. La enferma que come de la luna en la pared de barro busca el viento. Dos hilos en las manos trepan como vigías y aparecen sus piernas cubiertas por un lienzo. Cayó un árbol.

Blancas playas del monte. Pequeños tendedores de lagartos y espinas corroídas. Burdel donde ascienden los jóvenes con las bocas pintadas con frutos de morera y sangre en la mitad del cuerpo y en el pelo.

Un río me ha llevado. Pudieron nuestros huesos hacerse polvo. Sumarse al viento. Sin embargo cavamos en la arena. Nuestros enseres eran una colina atándose rápida lentamente a los tontos amores, a las cintas trenzadas, a las puntillas, a las coronas de una niña que ya ha trabajado en un teatro, y que en trozos, en pequeños escritos, cae desde una ventana.

Oh fulgor. Cartas de una sirvienta envuelta en un reflejo. Otra mancha en los ojos. Una serpiente era su vestido. ¡Oh mañana! Santos días de las grandes penas del amor y de los sencillos carnavales de los que andan y atienden un cuerpo desnudo en la posada. Bebiendo entre los sueños. Murmurando la larga historia de ese silencio que los une y los separa irremediablemente.

Cayó un árbol. Un golpe encima de su coraza. Continuamos la marcha.

Memoria. El agua se desborda. Tormenta. Hermosas ramas verdes.

Una muchacha lava sus rodillas.



Elocuencia de la doca

Mientras los chambelanes

bordan
en las orejas de los virreinatos
se mella
el vuelo de la mosca.
Mientras los concusionarios intrigan en las bolsas de los que no tienen amparo la sólida luz que ha partido del faro se somete.

Los papelescos, los casuistas, los pedantes,
los retóricos, los mercenarios,
baten
en la sentina de las Capitales.
Como si fuera un domingo la hija del guardián de los jaguares se peina ante el espejo

desnuda por las sombras
abre su vulva

mostrando la luna
que es sol.
La doca crece.
La cordillera se atavía.



El bordo

Esta es la trampa del fulgor sagrado.

Ha crecido la noche.
Sube el calor.
La arena por el cielo.
La noche continúa.
Muerde un bosque en tus labios.
Un pie bajo el vestido.
Has elegido un árbol.
En la laguna de tus pechos vuelan los patos.
Una lluvia aceitosa cae sobre los nidos. Asoma un ala inmóvil.
Delicadas
saetas subterráneas se mueven
lentamente
el pie
bajo la tierra del vestido. Un cielo se abre solo
pasa un río.




EL CAMPO

La vieja agua de un año que no volverá se desliza por la muerte de unos labios. Demasiado silencioso bajo la higuera el viejo poeta se rascaba los brazos en ese atardecer que era una tormenta. El higo rozado por el golpe de una nave amarilla que picaba sutil al borde de una estrella.

Y que ella sonreía. La carne abierta de sus muslos mezclada a los pequeños saltos de los pájaros y una misma ala que brota de las hojas. El sombrero y la rama de los árboles. La música de una raíz que sale de la tierra. La laberíntica búsqueda en la lengua conminando al altar de los cuerpos. El humo mas bien denso de algo que arde breve. Un jadeo que arrastra las partes corrompidas de los sueños lentamente.

¿Decidirás ahora bajo este cielo negro desvestir ese fruto?

Allá en el fondo se ven sierras azules. Aquel vestido transforma todo el campo.

Sólo ella murmuraba.



EL ENGAÑO POR LA FLUIDEZ DE LAS FORMAS

Represa de don Pipi.

Ella me gustaba más que la poesía moderna.
Tenía la cabeza cortada
y desde allí
como rayos que pesan más que el cielo
caían sus cabellos
envueltos en dos trenzas.
                                     Ahora
blancamente atraviesa
                                 cuando sueño.
Alas de escarabajos brillaban en sus pechos.
En sus ojos
                 esa lengua quieta.
Sólo la luna
                   allá adentro
se ondula con el viento.

(De Trampa natura, 2000)




LA CABEZA EN EL AGUA

Sostenía tu cabellera en mis manos
el invierno va adormeciendo las montañas
el fuego se ha ido desprendiendo de este lugar
el puma que quebraba las sombras del saladar
ha entrado por nuestra ventana
estás muerta en el humo abrazada por el felino
y en esa muerte
sueñas en el piso húmedo de la sala de piedra.
En esa crianza letal
sueñas con el fantasma peregrino
con el húsar de Conrad
con el bello húsar de Mutis.
Descansemos. Hay silencio.
El disparo debe haber ahuyentado a quienes
se acercaban.
En esos días estábamos borrachos
como los pájaros
                        con la flor del yuchán.

(De Caja de fuego, 1983)





FU MANCHU Y SACRILEGIO

Serpiente de la luz.

Oh sí serpiente. Blanda sobre las cáscaras de las piedras invertidas
       en los ojos de un mago
       tus ojos transparentes germinan a la sombra danzando en
       algunas de tus escamas.

A un año de los tristes
       los pilotos del desierto se ríen en tu sed mientras la flor sale
       desde tu calavera.

Oh sí serpiente, tu piel surge contraria y sabe dividirse con las
       piernas mezcladas en collares.

Vientre dulce de las abejas muertas, explotas como pañuelos
       de diversos tamaños en los dientes de un loco
       mientras el mágico dolor de la sorpresa ayuda a que vivas,
       Hechicera.

(De Escrito sobre los animales solitarios, 1971)











ALFREDO MARTÍNEZ HOWARD [17.979]

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Alfredo Martínez Howard 

(Entre Ríos, Argentina  1910 - Córdoba, 1968) 
Poeta y periodista nacido en Paraná, provincia de Entre Ríos y fallecido en "La Serranita", provincia de Córdoba. Cursó el magisterio en su ciudad natal; posteriormente inicia estudios universitarios hasta obtener el título de escribano.En 1940 dirige el diario "La Calle" en Concepción del Uruguay. Reside en Buenos Aires en varios períodos, durante los cuales colabora en revistas y medios periodísticos de la Capital. De regreso a Paraná, se integra a la bohemia de esa ciudad, donde comparte sus vicisitudes junto a Alfonso Sola González, Reynaldo Ross y Jacinto Zaragoza, entre otros cofrades. "La palabra poética de Martínez Howard nos invade con su mágica iluminación de la penumbra, con su ardiente diafanidad y con los bellos seres que pueblan un mundo mítico de ausencias y de adioses al que acuden presencias que ya no son de este mundo, las preciosas nieblas donde caduca el polen de la vida y una voz –acaso la más honda– dice la palabra permanente: trigo, tierra, esperanza, hierro, ciudad natal", según apreciación de Marta Zamarripa, escritas en el poemario póstumo del poeta: "Eco y espejo".Algunos de sus libros de poesías: "Presencia por el aire", "La heredad", "Libro de ausencias y adioses".


PREGUNTAS AL POETA REYNALDO ROS

¿Cómo explicarme ahora tu muerte
sino  cual la obediencia al deseo de alguien
tú, que todo lo consentías sin recompensa,
que eras como un ademán del sí, de los perdones,
de las entregas sin cesar más allá de tu orgullo?
¿Qué te pidió que muriera?
¿Te llamó la heroína de la huerta azul,
un lejano recuerdo, o simplemente
quisiste obedecer a un capricho de tu alma
enamorada de las locuras, fundadora hoy
de una isla rodeada - no de lágrimas -
no de celestes aguas,de una isla
en medio de lo inmenso de tu sufrida soledad
litoral de unas fuentes oscuras o doradas,
de unos pálidos ríos afluentes de tu sueño
como las inasibles cabelleras
de las adolescentes que amaban tus silencios?

¿Cómo pudo cansarse tu corazón para nosotros?
¿Era tan grande su derrota
que se olvidó de un latido par nuestra tristeza,
un culpable latido que venciera a la muerte?

¿Es que ya no creías tampoco en nuestra lágrima?
¿Y los pequeños sin tu canción?¿Y los sauces 
sin tu mirada larga, y el poema
que le llevabas a la ciudad, a los jardines,
remando desde el anillo de las islas?¿Y las aguas
no con tu juventud únicamente
con la hermosura de tu voz a solas?

¿Y las gargantas que aromabas
con silvestres collares de color
de oro los montes?¿Y tu amor,
tu inmenso amor amargo por muchachas angélicas
que como solamente las besaron tus sueños
pasan sobre tus versos como hechizadas sombras
bajo el temblor de un halo de deseos y lágrimas?

de Libro de ausencias y de adioses - Ediciones Letras y Bibliotecas Córdoba - Córdoba - 2009.



LA PRÓDIGA

Bien, mi querida amiga,
estoy aquí
como la médula de los dados.

Recuerdo tus marfiles.
cantas,violín o grillo
sobre el hombro mimados del ser que lo reclina
doblegándolo al alma.
(esa tristeza de la música,
ese arco de dios
reclinado en lo antiguo).

Dirás que sí a una sombra
pero revés de un astro.
Lo lejano se cae sobre un pecho
y prosiguen esas distancias,
es decir que no de lo infinito,
es decir que sí del pecho.
¿Dónde, lejana, dime,
dónde te inclinas a los espejos de la sal,
dónde parpadeas para inventarte a ti misma
como justificándote,
diciendo a Dios : yo soy este infinito?
Tu divagar por la ausencias
ya es construir a un dios,
y estás tan cerca de mis pulsos
que te pareces a las edades.
Sí, historia, delicada gaviota del tiempo,
paloma de los huecos de las catedrales, 
arrullo instintivo,
mecida por las olas.
Vuelves a mi corazón
como regresa todo lo lejano
y mi muerte es es esa apariencia de los crepúsculos que miras,
y te envuelven en un ruiseñor de la tierra,en un canto,
en una cuerda viva
que te doblega a mi alma.

(de" Libro de ausencias y de adioses" - Ediciones Letras y Bibliotecas Córdoba - 2009).





Saint -John Perse ni se inmuta ni se alarma con las actuales proezas del hombre, esas rupturas de los misterios ultraterrenos. Aquí, y allá acaba de afirmar en los confines de Hamlet, la poesía es y será la vivencia vigente, la misteriosa y la intocable.
Aunque descubramos, mil y mil veces las mil y una lunas,como en los cuentos que,finalmente, se confunden con la verdad.
La utopía es, al fin, lo cierto, y creemos muy seriamente que la piqueta paciente, profunda y victoriosa de la ciencia trabaja para revelarnos que la única realidad es la del sueño.

de Libro de Ausencias y de adioses,Ediciones Letras y Biblioteca de Córdoba- Córdoba,2009.




MANOS LABRADORAS

a Lino Spilimbergo,
L. V. y H. M. H.

Altas entre sus hoces ¿no son una pregunta
sobre el linar, cargadas de trabajos y días?
¡Oh laboriosas!, lentas bajo las profecías
del Angelus que pasa, las detiene y las junta.

Mansas, sufridas, buenas, más recias que la yunta
que uncen esperanzadas y desuncen sombrías.
Lo mismo que sus bueyes fueron dos bestias pías
atadas a la tierra... Soles de punta a punta.

Ya es el Otoño y pobres.(Cual cigüeñas doradas
con el niño de luz de un lucero divino
pasan las tardes lentas, y aún les rezan, cansadas)

Cansadas, pero en alto sobre el cielo del lino.
Sabias sus curvas hoces: ¿qué inquieren al destino?
¿Dudan que ni en la muerte se dormirán cruzadas?








RAMÓN MINIERI [17.980]

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Ramón Minieri


Ramón Minieri  nació en 1946; vivió su infancia en Tandil y su juventud en Bahía Blanca. Poeta y ensayista; vive en Río Colorado (provincia de Río Negro, Patagonia, Argentina). Publicó en poesía: Fábulas de Mutación (1988), Libro del Otro Reino (1982), Libro de los Últimos Días (1991). Están por editarse otros dos: País de la Sal (2006), y Las Piedras, el Agua (2008). También publicó ensayos sobre temas históricos: Angela Carranza, sin culpa y sin cargo (Todo es Historia, 2003); Ese Ajeno Sur (historia de un dominio inglés de un millón de hectáreas en la Patagonia, Viedma, Fondo Editorial Rionegrino, 2006), "De los molinos y otras lecciones" (Río Colorado, 2013) y otros relacionados con los olvidos construidos en la historia argentina. Realizó trabajos de historia oral con pobladores de las sierras y vecinos de la ciudad de Córdoba. Actualmente está escribiendo poesías y estudiando temas relacionados con los mitos y los símbolos en la historia.




País de la Sal 

Este
es el país de la Sal
el país de la sed

La sed
es un árbol sin párpados
de cornamenta blanca

Y del árbol de la sed
crecen
las varas de los rabdomantes

varas enhiestas
que despiertan manantiales
cuando piafan.

Este
es el país de la Sal

el comienzo
del comienzo de todas las aguas.



Oficio de las hojas 

Pero qué escuchan
las hojas
tendiendo al aire las mejillas
ciegas

qué quieren
escuchar
adónde
crecen

las hojas
dilatadas
de pedido y espera

de puntillas
haciendo
silencio

qué pretenden
qué aguardan

qué palabra
no dicha

que venga
acaso
nunca.



Salitral del Flamenco 

Una edad antes de los nombres
esta sal
era río -

pero una edad
después de los torrentes

se detuvo
en el hondo

y vuelve
ahora
balanza de ancla y alas

se contempla
flamenco

en las flameantes
aguas
del espejismo.



El pez de oro 

El niño juega
al otoño,

atesora
muerte más muerte roja
en la vereda:

es la estación
de las granadas,
cinabrio

carne
en tránsito al cristal.

(¡Ah
y no ser
el pez de oro
el oculto
emisario de sí mismo

suspendido
esperándose
en lo oscuro!).



Mar Interior 

1

Este mar
es de olvido -

repite cielos momentáneos
pero
silencia ruinas
pueblos inundados.

Aquí los ríos llegan cantando
como las cuerdas a la boca de una guitarra viva;

Aquí los ríos cesan
como los hilos de un telar que se detuvo;

Aquí
enclaustrada
el agua se libera
imaginando fábulas de nubes.


2

Este mar
no prosigue

baraja
edades desbordadas
tiempos de ancho retiro,
detenciones:

ahora
en el salón del Gran Hotel
charlan
las olas y los vencejos.


3

(En este cuarto durmió Perón
me dicen:

estas habitaciones
blancas frente a la Mar
murieron vírgenes:

nunca las conocieron
los fatigados generales nazis.)


Una última lámpara
arde una noche más

mientras las aguas
comienzan y comienzan.



EN LIHUÉ CALEL 

la sierra
es una anciana
sabe cosas

en sus rincones
guarda
manojitos de hierbas magas

ciencia
de lo que llaman bien
de lo que llaman mal

murmura
ensalmos de agua virgen
que limpian la mirada

sana las llagas de la piel
con un toque rugoso de sus manos de liquen

la sierra es
una anciana
devota
del arcaico ritual del fuego

los cirios que ella enciende nunca se apagan
son las opuntias
cactos que velan las fotografías
con un  halo de espinas de carburo

como los dioses de los iconos
pero las opuntias dan fruto
y el fruto cura el corazón enfermo

la sierra
es baja y encorvada
es una anciana
sabe cosas

ha visto
cara a cara
a los antiguos

ellos
le confiaron sus mapas
de grecas
sus itinerarios

para viajar de mundo a mundo
a conversar con los muertos
y con quienes todavía no han nacido

la sierra
sabe
tanto

conoció cataclismos y comienzos
plesiosauros y estrellas derrocadas

sabe que los dioses se desvanecen
antes que las pinturas
que los linajes se extinguen
antes
que el aliento de sus canciones

la sierra
es una anciana
enseña cosas

con mirada entendida
sus alumnos
me contemplan

guanacos mesurados
zorros inquisitivos
buitres gozosos
extáticos lagartos

me disculpan
saben que yo no sé
que recién llego
recién
empiezo a preguntar

y antes de mucho
ya me estaré yendo

ahora
yo también
dejo mi guijarro
en este montoncito

en el regazo
de la sierra anciana




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