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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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JORGE ÁLVAREZ T. [17.814] Poeta de Chile

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Jorge Álvarez T. 

Valparaíso, 1960. Poeta, Editor. El año 1984 viaja a Buenos Aires Argentina, estudia teatro, participa de la Comunidad teatral TAIET, y se incorpora al under bonaerense como poeta y performance.  Desde su regreso al país en el año 1992 es un reconocido Activista Cultural. Trabaja en Valparaíso organizando Lecturas, Dirigiendo distintas Revistas Culturales, Agendas; Dirige, realiza Performance en bares, discotecas, centros culturales.  El año 2002 cambia residencia y va a vivir al Valle de Elqui, Cordillera de Los Andes, en donde aprende y practica distintas técnicas de Meditación, ligado a la comunidad Agni Hotra en Cochihuaz. El año 2005 comienza sus viajes a Santiago para promocionar su poesía,  desde el año 2013 mantiene residencia en Santiago y la zona rural de Quilpué, V región. Ha  publicado QX, Revista Libertad 250; Textos Para el Tom Lupo Show, Serie el Vaciadero Poesía, Conflicto deja libro Inédito y Otros Poemas, Serie el Vaciadero Poesía; Poemas Metafísicos, Colección Cuadernos de Poesía; El Objeto y La Invención de la Hoja en Blanco. Serie El Vaciadero Poesía; Escribe Críticas para revistas digitales, conocido en circuitos de Valparaíso y Santiago por su venta personalizada de libros de poesía. 




“el vaciadero poesía”, Ediciones Caronte. Diciembre 2015

      “A veces, cuando estoy dormido, duermo": el símbolo Jorge Álvarez T.*

Por Víctor Rojas Farías*

“¿Qué hago en estos lugares, tan ajeno”

Entre nuestros artistas existe una figura que –con diversas actualizaciones- se presenta desde que existen registros.  Precisamente el primer poeta que llegó a Chile corresponde a esa tipología: tocaba el clarín para Pedro de Valdivia y -luego de embriagarse en la primera gran curadera de Chile, la “cena de Valparaíso”- cantó la primera canción de la cual hay registro en nuestro país (“cata el lobo do viene”) y –tras creerse estafado y robado en un pésimo negocio-  se transformó en el primer suicida.  El personaje recibió diversas denominaciones y tuvo diversas actualizaciones (entre ellas el hombre que –cuando le contestaron por su ocupación- contestó “Mi oficio es andar andando”)  hasta que Rubén Darío lo prestigió en nuestro medio con el recurso del ejemplo:  Rubén vivía en la precariedad, andaba recitando ebrio en los bares marineros, no trabajaba en nada formal aunque lo contrataran para ello, y era un genio.  Un reconocido genio.  Y su triunfo fue un triunfo colectivo: después de él el arte rimaba más con los bares que con los salones particulares de clase ilustrada.

Para entonces el nombre de ese ser ya no era calavera sino bohemio, con leve matiz distintivo: aquel artista que en comportamiento y conversación evade la vida cotidiana en un ambiente de etilos y estilos.  El concepto se actualizó perfecto en un poeta que  retornó, al comenzar los años 90, de Buenos Aires, Argentina, con la condición resaltante de haber vivido en adelantadas casas ocupa –que acá no eran comunes-, haber escrito poemas underground y hecho perfomances con grandes nombres: Jorge Álvarez.   Reunía también características de otro ser intemporal: el poeta maldito, aquel que –signado el concepto por Rimbaud o Villon- es capaz de guiarse por valores otros, vive al margen del bien y del mal, y de la economía.  Jorge coincidía.  Se le veía de noche, siempre como organizador/participante de múltiples lecturas o actos en los bares, o vendiendo unos curiosos libritos empastados –precursores también- que armaba él mismo, pertenecientes a su propia colección: El Vaciadero Poesía.

Los libros El Vaciadero son textos con elementos ajenos a las estéticas “vigentes” en ese momento,  en que el péndulo daba otra vuelta: salíamos del mundo de las peñas o los actos en que la palabra estuvo confinada y se valoraban las “publicaciones” en editoriales, producidas por personas más o menos cercanas estética o políticamente a un mundo más oficial y visible, resultado natural del oscurantismo y hasta persecución que –por ejemplo- había originado la poesía de escenarios, en que la obra literaria era concebida con música o cuadros teatrales para ser presentada en peñas o actos.  Y luego arrancar.

Ajeno a todo andaba Álvarez, protagonizando además sus perfomances, que siempre tenían elementos de provocación.  (En una, fingía dispararse con la mano a modo de suicidio y caía desde la silla, golpeándose fuertemente.  Repetía la escena, con más fuerza.  El público al principio indiferente se iba conmocionando cada vez más al presenciar tamaña golpiza, que terminaba con el artista que se paraba y decía “gracias”).  Sus textos,  reacios a ser memorizados, de difícil comprensión en algunos lineados, dispuestos en tiradas grandes, a veces en verso alternado con prosa,  a veces en prosa alternaba con verso, con extrañas mezclas rítmicas y piruetas del pensamiento, que eligen palabras vinculadas al campo semántico de la desintegración y del mirar, adscritas en pasajes al minimalismo, en otros al concretismo, constituían un producto estético en que se meditaba sobre el oficio de escribir, sobre el rol de la mirada, y hablaba de desesperanza, de amores sin amor a través de los motivos aparentes de los bares, de las calles sucias, de las camas desarmadas.  No obtuvieron grandes críticas: ni escritas ni orales.  Y, sin embargo, al releerlos hoy  se advierte que no han sufrido la magulladura del tiempo (que ha afectado a tantos) y –además de poder examinarse vinculadas a un periodo- ostentan ese valor individual que las hace obras que presentan diversas oportunidades de estudio e interpretación.

Los textos que se presentan en “el vaciadero poesía” son los siguientes:

X-Q     Publicado en revista Libertad 250 (Sech. Filial Viña), estos versos pueden leerse como un diálogo entre ideas que se contraponen, tituladas con letras de alfabeto: se expone una postura, luego la diversa y finalmente hay discordia o concordia.  Ennio Moltedo, riguroso editor de la revista, dijo en su oportunidad que X-Q representaba  una obra con carencia de anécdota y despojo de recursos que, por ese sólo hecho, se constituía en un hecho estético interesante.  “Lo visto y la mirada no es lo mismo” comienza el texto, y ese punto de reflexión (el parecer y el no ser del ser)  persigue la estética del autor hasta el final: la última imagen evocada en Poema Inédito, es –como corolario- la  “apariencia del espacio que habito, otro lugar deseado”

Textos para el Tom Lupo Show.  Textos compuestos para su presentación en un programa de radio, en momentos en que el autor realizaba actuaciones o perfomances, estos poemas  pueden ser leídos en forma fragmentaria o suelta aunque admiten la lectura unitaria como una aventura en que el hablante se compromete y descompromete con un afán (amor o idea, según se interprete).  Los Tom Lupo se recubren con características de aquellos textos para ser presentados en medios no escritos, la poesía de escenarios.  Versos unificados por la presencia  de un fuerte autoexamen de circunstancias implacenteras que encuentran justificación en la escritura ( “Es terrible la espera en los bares/hay una libreta amarilla en la mesa/ la mesa llena de acción/ este puro ámbito de mesa”).

Conflicto entre poetas.   Texto breve que representa las obsesiones y afanes del autor, que  sigue los motivos aparentes de Tom Lupo y X-Q. Presentado con el subtítulo de “fragmentos hallados en casa abandonada”  alterna comienzos o explicaciones en prosa en cursiva con versos sin nombre pero con función asignada según el orden.  Son “impresiones” interiores,  como los fragmentos paisajísticos que producía Federico Gana, por ejemplo, en una mecánica de diálogos y contraposiciones cercanos a un tipo de composición parriana.  La malditez que venía perfilándose en Tom Lupo alcanza pasajes líricos y aparece el tema del sexo como descanso y el amor como escape a la otredad.

 Otros poemas.   Estos poemas -titulados, por primera vez en la obra del autor- nos presentan variaciones de textos de Conflicto y Tom Lupo: se explicitan –por ejemplo- algunas perfomances (en Perfomances), algunos puntos de decodificación del mundo o de enunciación (en Mezcal) y pareceres sobre el oficio (en Lo Cotidiano o Textual)

 Libro inédito.   De una curiosa forma hecha de ideas desarrolladas y divididas en versos pareados, en que el primero va en minúscula y el segundo en mayúscula, que presentan un conflicto o una afirmación entre sí, en donde la primera afirmación proporciona elementos  que serán sellados con el segundo verso, que generalmente es un aforismo que podría tener valor autónomo.  Libro inédito es un ejercicio de estilo que presenta la consolidación de los recursos que venían perfilándose en los textos anteriores.  La voz reconocible en forma y fondo de Jorge Álvarez.

Posteriormente el autor abandonó al arquetipo bohemio, o al revés,  y sin duda sus temas aparentes serán otros, pero los hilos ductores a nivel de forma y fondo seguirán conduciéndolo.  Serie El Vaciadero –por las circunstancias antedichas- es un texto que no podemos ignorar.



Conflicto Deja Libro Inédito
Y
Otros Poemas

Serie “El Vaciadero” Poesía

Jorge Álvarez©
1er. Edición: 1995
Valparaíso.Chile
Serie “El Vaciadero” Poesía.


Prólogo

Hay textos que por involucrar a otros seres nunca se llegan a publicar, textos que por esos desenlaces purifica el tiempo.
Este escrito que presento nace a partir de un encuentro que quedó diseminado en algunas libretas.
No es la importancia de los hechos lo que siento que los reafirma, sino en el hecho estético de ser traducidos a poemas descodificables en esta lengua que nos es común. Lo demás es anécdota.




I

FRAGMENTOS HALLADOS EN CASA ABANDONADA.



No es cualquier instancia. Sí un consejo de caballeros, una impresión, esta misma propuesta para conciliarnos.
Es otra historia.


Hola, veme, te he venido a visitar
Hace tanto tiempo que he esperado
Que ya ni siquiera respondo
No es imaginación
Es cuerpos entrelazados
Transmisión en la distancia
Encuentro virósico
Más que una historia de amor, es estar
La letra encontrada
Un discurso sin palabras
La perfección del encuentro




No te voy a reprochar la nariz ensangrentada, mi incomprensión, tu falta de cariño, es el amor que nos tocó vivir.


Hay el lugar de la cita
La reiteración de un punto
En donde hicimos contacto
No puedo decir cuando empezó
No es una cuestión de tiempo
Es habernos pensado
Hago un esfuerzo innecesario
Porque sé que sólo es traducción
Que en ello me escapo

Me verifico para ti
Marco un número en el teléfono
El auricular filtra tu sonido
Hola



Quiero que se dé por entendido que no es esto lo conveniente en cuestiones de amor. Lo que pudo ser no fue y lo que fue jamás  podremos revivirlo.
Me impresiono en la superficie
De los lugares que hemos visitado
Un regalo para mí en tus besos
Traducción de tu deseo
Será siempre otro el equivocado
Que implora silencio, se alimenta de olvidos
Solo palabras, una canción al paso
Súbito estremecimiento



La reconstrucción de los hechos es imposible. Los sueños humanos son los mismos. Siempre en el mejor o peor de los casos nos transportamos sobre una bella conversación, que dio sus frutos. Que ofreció su panorámica, fijó su tiempo irrepetible.


Sólo tenía palabras para ti
Ocupabas un espacio de costumbres
Demasiado agotadoras
No era para cuento
Me dejaste sobreviviente
Nuevamente en mi cuerpo
Reconociendo la sombra
Sobre algunos materiales dispersos
Hice un gesto sobre el planeta
Modifique un espacio
Reconocí una voz
Estuve nuevamente en viaje



No pondremos en duda que hubo sexo, miradas, angustia, resentimiento. Sólo quiero reseñar al margen como por descuido algunas frases que marcaron esos desenlaces.

Quiero saber los límites de la confusión
Una manera para confabular en tus alegrías
Hacer más próximas las dimensiones
Estar
Instigador en la evidencia de un discurso
Desarticular los nexos
Mírate ver
No es una historia
Un mutis
No hubo supuesto. Aconteció
Te ausculto voyeur incansable de la proximidad
Uno ojos y una caricia razonable.
Jamás viví fuera de la sospecha. Había algo no comprendido, un temor a enfrentar mis propias fantasías. Esto me perseguía.



Sí, eso fue. Un paseo
La misma playa siempre diferente
Me sentía sorprendido
Intensificado en el contacto
Miré subrepticiamente. No estuve en imagen
Conciencia absoluta
En la no necesidad de pensar
Tenía la claridad del que llega
Perdido y se encuentra
Amores para lamer aire, sonido
Estuve contigo

Ya no amo
Pervierto un sentimiento
De días en que simulo
Me siento justo sobre este ejercicio
De transmitir un amor
Transparente



Podría explicarme por los litros de vino consumidos, los papeles emborronados, por ese mismo segundo en que no hubo confusión. Fumábamos mucho. Bailábamos hasta que el peor inmiscuido prometía ser el mejor en el baile.



Un registro de tu existencia se filtró en mi cuerpo
Apareciste tan concreta en un ahora
Te digo como una aproximación a algo que vi
Que se conformó en mis ojos
Tal vez un delirio de amor
Nació una idea de ti en mí
Te mantengo como una reserva
De cuerpo encontrado




Tomé conciencia del mar, pedí por un amor que no concluyera. Vil me desligué en esas mismas olas. Ahora sobre la ciudad, es el mismo cuerpo, otro el lápiz que escribe.


En el amor no se dice
Que estuve allí
Se dice, me abandoné sobre la ciudad
En ese minúsculo espacio
Que señalaba en la lengüetada
Unos labios, un aroma
Se dice que es así
Que nunca tuve que llegar
Una suspensión de caderas, senos
Sexos conectados
Ficcionales en su sueño
Se dice lo necesario
En ese espacio cualquiera
Se dice con todo el cuerpo
Se establece un silencio cómplice



Parece serio. Puede significar nuestra verdadera ruptura. Para los enamorados siempre hay otra oportunidad, pero ese no es nuestro caso. Siempre será otro ser imposible al que endilguemos nuestras falsas esperanzas.


Sobrevivir es un presentimiento
La reiteración como signo
La llegada a ninguna parte
La intervención del límite
La respuesta mágica en el amor
Sí, existe una manera exacta
Pulsar y mirarla con el misterio del ahora



Cada cual busca explicaciones en otras experiencias. Nada importante. Sólo la reminiscencia de un mundo que gustó. Con sabor a poco, como descripción desde otra distancia.


Cómo la agarré, apreté su nalga
O ella gozó no está bien decirlo
Si la acaricié y bebí de su mejor licor
O fue mi madre bien amada
Qué importa
Si lamí sus senos y pronunció mi nombre
Como jamás lo hubiera escuchado
Si soñé con ella y estuve ahí coiteando
Sobre su bello cuerpo y ausculté esfínter
El amor sigue amor y no es espera
Le dije, amor nunca he sido tan feliz
Me abrazaba
Pedía un placer mas prolongado
Qué importa nuestro amor para el mundo
Qué importa decirlo
Fue la última y la primera
Pertenecemos a esa vivencia del cuerpo
Nuestras transpiraciones
A despertarnos abrazados mirándonos a los ojos
Fui feliz, comí de un plato único
Dejé de pertenecer al planeta
Como extraterrestre visité esa tierra extraña
De los seres conectados a la galaxia del siempre jamás
Si rocé su intimidad y estuve
En sus lugares más preciados
Nos permitimos el abandono
Luego quedamos como sonámbulos
Qué importa ahora haber vivido, la entrega
La vida, la muerte
Qué importa despertar a ese lugar
Vacío de esperanza
Qué importa estar acá buscando algún brillo
En otros ojos y llorar
Qué importa la memoria
Abandonar o ser abandonado
Nos permitimos ser humanos
Qué importa la guerra
Estar garabateando un texto
Llenarse de desesperanza
Sentir la angustia
En la boca del estómago
Qué importa algún día habernos conocido


No es a ti a quien hablo. Son pequeñas divagaciones, humor macabro. Una despedida para ir a otra ciudad, a otra mujer, otro bar. Para no huir más, que quede la risa, un mundo menos buscado. Dejar la falsa conciencia sobre algunos papeles. Para que otros se enteren.



Aquella noche le dije
Amor, conspiremos por sobre el tiempo
Construyamos un espacio para vivir juntos
Ella nunca me contestó
Esa noche no quiso besarme
Yo sabía todos los caminos para llegar a ella
Pero me quedé silencioso
Diciéndome, tendré que cambiar un mundo
Y ya no era amor, era desolación
Toda nuestra naturaleza mostrando
Ese lugar para el desencuentro
Desde ese instante la amo
Ya no la busco


Carne de mi propia carne, mi sueño menos doloroso, otro de romántico fantaseando su próxima cerveza.



Hay generaciones espontáneas de misterios
Niños con ojos perversos
Nombrando oscuridad
No estoy triste
Sólo preparando
Un plato exquisito
No hay cadáveres
Sí, sueños


(No pudo ser más oportuno el encuentro con estos textos., que si bien son fragmentarios ponen quizá una nota humorística y romántica necesaria. J, A. T.)


II

Otros poemas



Dedicarme con el mínimo esfuerzo
Concentrarme con la mayor pereza
Un ojo de perro artificial

Quietud placentera la de observar
La reacción del ojo
Diluir los estigmas diarios
Prismas de ensoñación
Integración de la palabra
Sobre la superficie del ojo
Como una gran envestida de superficie
Un ojo de perro artificial


Estar a la altura de los hechos

Trató y no pudo
Señaló y quedó atrapado en la señal
Dijo que valía la pena hacer  el intento
Yo le dije que era innecesario hacer tanto ruido
Que mínimamente tuviera cuidado
Hay demasiado signo suelto
Que en la confusión
De nuevo estaría en eso de andar buscando
Dijo que no hay espacio para tanta tragedia



Prenom

Prenom maría te dicen
La inmaculada
Sin ti no vivo
Sin ti cómo puedo nombrarme
Con pronunciarte ya estoy perdido
Un acto innecesario
Textual
Se fue por la tangente
Prenom maría, lo haces tan evidente
Inmaculada que haces tan vidente
Al desaparecido
Prenom maría te amo

Nada

Perfectamente conmovido
Ansioso de posibles desenlaces
Lentitud, cuerpos transformados
Verosimilitud y piel
Vano recuerdo
Beso y abrazo
Beso y contacto
Nada



Performance

Mi presentación no será tan breve
Comenzará con muerte
Terminará con un suicidio simulado
La primer parte consiste en resaltar
Algunos rasgos propios del autor
La segunda será  reiterar la ausencia
Señalando cierta presencia
La tercera será la participación del autor
Donde:

a)en una especie de irreverencia programada
el supuesto se bajara de los zapatos
b)el autor se permitirá disparar tres veces
con arma simulada
tres tiros simulados en su sien derecha
c)el público presente no aplaudirá
como un acto de simple negación cómplice
d)no habrá mas palabras
Acto continuo
Otro escritor menos muerto
Tomará el lugar del desaparecido



Las probabilidades de relación entre X e Y

Y) Yo nunca pensé estar contigo


      X) No tengo nada que decir

Mezcal

Mirar cuadros, transcribir, mirar fotos, memorizar, ver televisión, intervenir, establecer códigos, soñar; llevar las manos a mi cabeza, tocar mi rostro, soñar, tomar un trago, decir rozar con las manos este rostro, mirar la pared y comprender; memoria, tomar un trago, verificar un cuerpo, estoy tan lejos, lejos
Miro una foto, miro la página, fumo, pulso sobre el próximo registro, lentitud, veo una foto, memoria, tomo la botella, observo el pequeño gusano, sueño, tomo un trago, miento, memoria, sueño, escribo, rescribo, llevo mis manos al rostro, miro una foto sobre la mesa, tomo un trago, miro la botella pienso en la habitación, el corredor que une, la distancia que separa; la foto, un libro sobre la mesa, la botella, tomo un trago, prendo un cigarrillo, miro un cartonero anaranjado, una hoja con pequeños trazos entre la botella y el libro con la foto, tomo un trago, pienso en ella, miro la foto, tomo un trago, prendo un cigarrillo; Santiago de Chile, hay sangre en mi saco y estoy tan lejos
La foto, memoria, sueño, tomo un trago, escucho ruidos casi imperceptibles, imagino ruidos insoportables que me trastornan, una foto, memoria, sueño, tomo un trago, pulso una , varias teclas, fumo, sueño, tomo un trago,  un libro sobre la mesa, la foto, el libro, la botella, memoria tomo un trago, fumo, un gusano en la botella, un mapa de Santiago pegado a la pared, un cartonero sobre la mesa, un sonido que no se escucha, cigarrillo encendido, hoja escrita con lápiz grafito, llevo mis manos al rostro, veo un cuerpo, veo la foto, tomo la botella, observo el pequeño gusano, miro, miro la pared, tomo un trago, abro los ojos




Poema

Si conoces el amor, ámame
Permite un gesto amable
Cuando esté con otra
Dime que soy desafortunado
Que me amen dos mujeres
Dame una razón más válida
Que tu mirada
No me digas las olas del mar
Ni la embriaguez del desesperado


Mañana

Prefiero las horas de la mañana
Cuando me despierto
Abrir los ojos al sentido del día
Abrir el día en la somnolencia
La fruta ácida, quedo despierto
Me deslumbra, dicta
Tú no puedes ver
Cifra una vez más
No nombres la mañana
La vida no se prende
Prefiero las mañanas, estas mañanas

No es lo obvio

Lo cotidiano no asombra
No lo voy a negar

Envuelvo en diarios los pescados
Lo señalo con una fecha cualquiera

Fui de compras, no molesta
Caminar o volver es lo mismo

Me siento donde está puesta la mesa



“El Objeto” de Jorge Álvarez* por Jorge Álvarez:**

(Tengo que reformular la lectura, ofrecer otro sentido. En alguna de sus partes su lectura es  incomprensible, o es dado decir que una lectura posterior abrirá, posibilitar otra legibilidad, nuevas comprensiones para lo que en este momento es poco claro, tal vez otros lectores señalen lecturas que no hace este primer lector y que clarifican otras relaciones, más ciertas, verosímiles , postergadas. El sistema del habla se reorganiza continuamente, se modifican las percepciones y de alguna manera  un texto se registra justamente para organizar esas distintas lecturas (la evidencia en la realización del Poema); leo para ofrecer un registro que en la simultaneidad del Sistema leeré siempre por primera vez y esta acción establece un primer plano que leo y transcribo.)

¿Puedes tener una lectura provisoria, mientras lees?

Transcribir que “El Objeto” existe es irrelevante. Verificar la realización de “El Objeto”, no tiene objeto. Transitar un Proyecto de Obra, presentar “El Objeto” reiterando, superponiendo otra lectura sin salirse de la realización de “El Objeto”; sería un gesto, realizar por fuera de su imposibilidad.                      

Verificar un hecho de lenguaje. Al parecer lo interesante está  en salirse siempre de esta diligencia.

5/09

Si la elementalidad del Libro Objeto, su particularidad radica, se hace efectiva en su” materialidad” (Leo  que su presencia  es otro paso), los elementos constructivos, conceptuales, antropológicos están en relación directa con su lectura, con transitar una lectura desde un sistema, en el sistema, que en su “presencia” es el lenguaje, el habla, un hecho de lenguaje (realiza Sistema); en esta construcción, en esta visualización de conocimientos, de procedimientos, el Libro es una variedad de convenciones, un Objeto  que en su lectura, en su decodificación se evidencia.

En un primer momento leo desde la negación de distintas convenciones, procedimientos que hacen al Libro, realizo el Libro Objeto desde una “deconstrucción”:

Un Libro desautorizado

Un Libro cuyos Títulos son tentativos, provisorios

Un Libro que finaliza en su primera página

Un Libro que siempre está comenzando

Un Libro que no sustenta un saber

Un Libro que niega toda Autoría

Un Libro que no es  original, no se sustenta en la novedad

Un Libro que se presenta como pura presentación

Un Libro en donde lo único que se evidencia es la Hoja en Blanco

Un Libro que ficcionaliza el concepto Libro

Un Libro simultáneo, que está por fuera de su propia materialidad

Un Libro en donde la materialidad de los signos está por encima de su significado

Un libro que se vuelve puro significante

Un Libro en donde la ignorancia, y su imposibilidad lo presentan

Un Libro en donde no hay progresión, no hay término

Un Libro de múltiples formatos

Un Libro en donde la materialidad está por sobre lo conceptual

Un relato pormenorizado de procedimientos es una falacia; el desarrollo en que se hicieron evidentes en “El Objeto”, su presentación es la evidencia de su “múltiple dimensionalidad”.

La transcripción de esta lectura en un discurso  inscrito en el formato de la web obedece a la múltiple- dimensionalidad de “El Objeto”, una más de sus páginas perfectamente citable en alguna de sus partes ya impresas, o supuestas.

El Objeto está clausurado en “su” materialidad. Lo demás es lectura para despejar aspectos accesorios, conceptuales, simbólicos. El Objeto es lo que es; en este sentido su “objetividad” (Una cualidad buscada en determinadas lecturas). La materialidad de su significante remite a “su” signo, “su” grafismo, “su” visualidad (podré separar “su” visualidad, de “su” materialidad. Con esto probamos una imposibilidad. El lenguaje “ficcionaliza” cuando hace relato, discurso (reitera la pertinencia del Sistema)

Tanto Lo innombrado, como la materialidad del Objeto se realiza en el Sistema, es un hecho de lenguaje, he ahí mi desinterés por estos temas. El Libro Objeto, es Objeto en la multiplicidad de lenguajes  que lo cruzan, en la múltiple dimensionalidad que lo lee. La materialidad se lee múltiple, su visualidad es signo.

Lo que está por fuera del Sistema, lo que no podemos leer, pero que de alguna manera  nos lee, participa de la “unidad” innombrable en que se desdibuja como inexplicable. Poéticamente participo de esta imposibilidad. Ficcionalizo en el entramado del discurso al primer lector. (Lo que Ud. Lee es un discurso desautorizado)

Interesa aquello, cuando en la realización se transforma este primer lector, y lo realizado nunca es lo mismo. Hacer una reseña sin salirse de tema, porque el tema es realizar lo que dicta la letra ahora.

REITERACIONES A TENER EN CUENTA PARA UNA LECTURA DE “EL OBJETO”.

CONCLUSIONES DE LA 1ra. PARTE (EL OBJETO, Serie El Vaciadero Poesía, Santiago 2011), Y 2da. PARTE (LA INVENCIÓN DE LA HOJA EN BLANCO. Serie El Vaciadero Poesía. Santiago 2012) DE “EL OBJETO”, POR J.A.T.

Se transforma el Concepto Autor por  “Primer Lector”.

El concepto originalidad, en el sentido de la novedad cambia a una lectura en donde la simbiosis de lo conocido y lo desconocido aporta a una primer lectura. Lo simultaneo y multidimensional del Sistema redimensiona nuestras percepciones. Puedes dar cuenta de todos los tiempos, todos los espacios a la vez; estos ya están contenidos en el Sistema del Lenguaje. Somos hablados.

Tanto el Libro, como el objeto se leen en el Sistema, son hechos de lenguaje. Lo ficcionalizamos en su materialidad, en su visualidad, lo presentamos: siempre presentamos la novedad del Sistema, el Sistema siempre se está presentando por primera vez, presenta su simultaneidad espacio temporal. El lector reitera esta primer lectura.

No existe la ”pureza del Libro Objeto”, tanto libro, como Objeto nombran el Sistema, el primer lector se integra en la lectura al Sistema, se nombra, se ficcionaliza. La realización del Objeto, la r e a l i z a c i ó n ¿qué es la realización? ¿Qué es el Objeto? ¿Qué es el Libro? ¿Qué es la realización del lenguaje, en la reiterada primer lectura?

LA SUBJETIVIDAD ES UN HECHO DE LENGUAJE, MANTIENE EN SU SIGNO LA ARBITRARIEDAD  DE SU LECTURA, LA ABOLICIÓN DEL SUJETO. EL SUJETO ES HABLADO POR EL SISTEMA.SE PRESENTA AUSENTE,  SE FICCIONALIZA EN SU RELATO. NO SE LEE (PRONUNCIA) COMO UN “YO SOY”, SINO COMO “ESO ERES”.

RECUPERACIÓN DE UN APUNTE, UN REGISTRO YA FORMULADO EN OTRAS LECTURAS:

Procedimientos flotantes y propuestas para una nueva lectura. En este caso la modificación del Primer Lector en la realización de un Objeto que no abandona su tentatividad, su indeterminación conceptual.

INCORPORAR LA “PUREZA DEL LIBRO OBJETO”, COMO EL LIBRO EN LA MENTE CRÍTICA DE OTROS LECTORES. UNA EXTENSIÓN NO SEÑALADA “ANTES”. “LA MENTE CRÍTICA DE OTROS LECTORES” REFIERE A UNA LECTURA INDETERMINADA QUE EL PRIMER LECTOR LEE DE UN SOPORTE SIN GRÁFICA, COMO UN ESPACIO A CONSIDERAR INCLUÍDO AL SISTEMA LINGÜÍSTICO. OTRO ASPECTO FICCIONALIZADO DEL RELATO.

INCLUYO” LA PUREZA DEL LIBRO OBJETO” COMO UNA RESEÑA, COMO UN ENUNCIADO EN LA “REALIZACION DEL POEMA”, SIN UN REFERENTE OBJETIVO, ESTO ES POR FUERA DEL LENGUAJE, SIN LECTURA. ESTE ESPACIO SIN LECTURA QUE AQUÍ SE INTUYE, ES LO QUE PUEDO LEER EN” LA MENTE CRÍTICA DE OTROS LECTORES”. LO QUE ESTÁ POR FUERA DEL LENGUAJE, EN SU IMPOSIBILIDAD DE TRANSCRIPCIÓN Y REALIZACIÓN.

Señalo estos espacios anómalos, y recurrentes en mi lectura. Algo que está por fuera de mi lectura, que no es lectura, que está por fuera del Sistema del Habla, que de alguna manera se hace ver cuando se evidencia el Sistema, el sistema se lee a sí mismo, como algo que está fuera, que puede ser nombrado como por fuera, como se nombra una imposibilidad, como cuando leemos ciertos Símbolos, que se revelan en sí mismos, son su propio sistema, se simbolizan así mismos sin reiteración. Lo puedes llenar de significación en otro Sistema; puede ser el lingüístico pero, algo sigue ahí, sin lectura como un punto (.).

EL PRIMER LECTOR EVADE CUALQUIER SENTIDO CRÍTICO. Pide a otros lectores que tengan control sobre su incapacidad de ver el Sistema en el Sistema mismo, de verse mirar como lectores y leerse sin reiterarse en el texto, sin nombrarse como “otro”, ya que la costumbre es leerse como “otro”, y con ello ficcionalizarse en el relato.

REALIZAR EL POEMA. La realización del poema transforma al primer lector. “El Objeto” es tentativo.

Hacer una lectura desde lo conceptual, explorar desde distintas lecturas, despojar de convenciones lo nombrado nos remite hacia el hablante, un espacio ambiguo conceptualmente, pero objetivo desde la sintaxis. Puro discurso. Ficción.

APUNTES ANEXOS:

Estas relecturas, estas reiteradas primeras lecturas me leen en distintas comprensiones, en olvidos relevantes que se transforman en verificaciones, momentos que fueron formando, aproximaciones que se concretarían en otras lecturas, tal vez extraviadas, derivadas en otros formatos que por efecto de algún proceso aparece, se leen.

Si comprendía que la realización del Objeto, transforma en su lectura al primer lector, que este Objeto nunca será el mismo en esta múltiple visualidad, en donde se lee como signo, en esta simultaneidad en que se lee el Sistema. En cada signo se Simboliza la totalidad del Sistema. Se reitera el Sistema .

No leo nada novedoso en estos apuntes, que no se haya pronunciado desde los albores del Siglo XX, y que está en la base de todo Arte Experimental.  La evidencia del desarrollo, de los procesos con determinados materiales, el incorporar el  proceso del mismo Artista como parte sustancial, como Obra, y en este proceso todo concepto se relativiza; podemos saber dónde comenzamos (tentativamente), pero es difícil saber los resultados, y puede ser mucho más interesante esta indeterminación. Lo podemos comprobar en la Socialización de los procesos visuales, el Arte Efímero, Los Happening, en todo el Teatro Experimental Contemporáneo, etc. “El Objeto” se lee en este registro.

Las implicancias, la permanencia en esta lectura relativiza todo concepto, relativiza el concepto “Libro Objeto”, relativiza  toda  definición, incorpora un elemento que aún no leo.

Este “elemento que aún no leo” es esencial, en la “Realización del Poema”. 

Este proceso, desarrollo en los que el primer lector realiza “EL Objeto”, es esencial para incorporar, provocar lo provisorio como lectura.

Esta decodificación del OBJETO, deconstrucción, desligar toda convención para llegar a una especie de materialidad se verifica en el Sistema, la materialidad se lee dentro del Sistema. Reitero como una incursión provocadora. No puedo hacer la pregunta por lo que está fuera del Sistema. ¿Habrá Sistemas paralelos? Puedo leer esta pregunta. Seguramente leo alguna respuesta, pero es impropio, sin Objeto. Si leo, reitero. (Al igual que la pregunta por el Tao, la explicación anula toda comprensión. Siempre será otra cosa) Abro una puerta hacia la visión del Símbolo. El entramado mágico de lo que desconocemos. (Puedo leer la pregunta; leer  la pregunta es formular una respuesta. Leo una respuesta, debo leer  una pregunta que desconozco.)

Reiterar que nada sabemos de esta tecnología que es el lenguaje, una tecnología que reitera su Sistema, ficcionalizando para bien de esta lectura, particularizada en “LA REALIZACIÓN DEL POEMA”.       Leer que es una tecnología que nos viene del futuro, en  donde toda posibilidad de lecturas y lectores ya está contenida, esperando su lector ávido, primer lectura, evidencia impropia. Siempre será otra cosa.

El Objeto nos remite al presente, la presencia, a lo que leo en estos grafismos, al espacio ya no de la hoja en  blanco sino, a la desmesura del espacio al interior de la propia letra, que lo llena todo, otro espacio a explorar en “la realización del Poema”.

La transformación del lector en la realización de múltiples lecturas posibles. Así como el primer lector se transforma en la realización del Objeto, los lectores posibles se transforman en una lectura que realiza  por primera vez al lector.

Un Sistema que siempre se pronuncia por primera vez reitera su indeterminación. Se lee  Simultáneo y multi-dimensional.

La inclusión de lecturas simultáneas  como La Entrevista es otra lectura fortuita que en su realización reiteró el diálogo, el presente de los lectores, esa particular manera de detener el tiempo, al  incorporarse el “Tiempo” de los hechos. Cuando integro a El Objeto la entrevista que realiza “el autor” al “hablante”, pongo el énfasis  en el diálogo que posibilita, y aquí hago un paralelo a lo conversacional, a la dimensión temporal en que se ficcionaliza la lectura, el presente . Este recurso por desconocer la convención, las buenas maneras incorpora una práctica que en su ironía hace evidente una pura relación sintáctica, en donde el lenguaje se vuelve objeto, algo manipulable, exhibible.

Paradojas de la lectura transcribo otras percepciones que se organizan en un primer plano, que tienen una flotabilidad que las evidencia sobre la superficie en donde leo que el “Arte Conceptual es la metafísica del Objeto”, en donde los procesos artísticos comienzan a reconocer una especie de mística que envuelve la totalidad que se lee como humano, la experiencia como “Obra”. Una mística que si se quiere inconsciente no podremos desestimar, cuando la pertinencia del Objeto es experimentado en  lo puramente material, desconociendo la lectura, el estar siendo leídos,  el sustrato conceptual , sistemático en el que están inmersos, y desde el que se teoriza.

Incorporar algún saber es imposibilitar otras respuestas. La letra “A” tiene la perplejidad de una piedra. 

Arte Conceptual o la Metafísica de El Objeto:

En un principio es la evidencia de “El Objeto”, mostrar este Objeto desligado de su ámbito Simbólico, poético (una tarea inútil), lo que leo es la presentación de El Objeto como algo que en su presentación se realiza. No tiene una existencia antes o después. Creo necesario dejar hasta aquí, inexplicado



*JAT ha publicado: ”QX” Poemas 1990, Revista Libertad 250,Sech. Viña del Mar. “TEXTOS PARA EL TOM LUPO SHOW” Poemas 1995. Serie el Vaciadero Poesía. Bs. As. Valpo. “CONFLICTO DEJA LIBRO INÉDITO Y OTROS POEMAS”1996.Serie el Vaciadero Poesía. Valpo. “INSIGNES POEMAS Y CARTA AL LECTOR DE POESÍA”2006. Serie el Vaciadero Poesía. Santiago,valle de Elqui.”Umbra-l”2010. Santiago.”EL OBJETO”2011. Serie el Vaciadero Poesía. “LA INVENCIÓN DE LA HOJA EN BLANCO”2da. Parte de “El Objeto”2012.Serie el vaciadero Poesía. Santiago

**La transcripción que Ud. Lee pertenece a la 3ra. Parte de “El Objeto” aún inédita.

(Correo de contacto alvareztjorge@gmail.com Agradecería nombrar la fuente en caso pertinente.)



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ANUAR ELÍAS PÉREZ [17.815]

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Anuar Elías Pérez

Nace en 1983 en Mexico D.F, Mexico
Vive y trabaja en La paz, Bolivia

Es artista interdisciplinario, semichef y costurero. Es mexicano cuando se le da la gana, boliviano cuando le conviene. En su haber tiene Explosición (2006), Efectos personales (2010), Textografías, Retrato del autor y Trampa para erratas (2011). Inéditos: Errografías, Entrevista de trabajo y Los delirios de Hano y el Eternauta. Fue Regresado de la Facultad de Artes (la que usted prefiera). Algún día será panadero, mientras tanto talla sus testículos con la alfombra roja y percudida de una galería de arte sin importancia. Muchas veces gusta de guardar silencio. Casi siempre agradece la brevedad.

Exposiciones individuales

2011 – Trampa Para Erratas – Centro Cultural Santa Cruz, Santa Cruz, Bolivia
2010 – Efectos Personales – Alianza Francesa, La Paz, Bolivia
2009 – Explosición – Palacio Astoreca, Iquique, Chile

Exposiciones colectivas

2011 – Filsa – Feria Internacional Del Libro, Santiago, Chile
2011 – Make A Forest – Savia – Centro Cultural Simón I. Patiño, Santa Cruz, Bolivia
2011 – Projeto Continentes 8ª Bienal Do Mercosul – Sede Do Navi, Porto Alegre, Brasil
2010 – Arte Joven – Museo Nacional De Arte, La Paz, Bolivia
2009 – Bienal Internacional Del Cartel – Espacio Simón I. Patiño, La Paz, Bolivia
2009 – Desordenario – Kiosko Galería, Santa Cruz, Bolivia
2007 – Muestra De Videoarte Boliviano – Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, Argentina
2006 – Muestra Colectiva De Poesía Visual – Goethe Institut, La Paz, Bolivia
2003 – Entre Líneas – Universidad Autónoma De Puebla, Puebla, México




ACERO INOXIDABLE
(La ubre amarga 2015) 



Acero Inoxidable


Sólo un amor verdadero
es capaz de distinguir
el acero falso del inoxidable.




Cada tanto ejecutamos el ritual
de mudarnos
a la misma casa
con la esperanza de contrarrestar
—inútilmente
el miedo a la imposibilidad
o al estancamiento

empacamos todo
corremos de lugar el mobiliario
y agitados por el vértigo
bailamos —hasta el agotamiento
la extraña danza
de la renovación

luego
al colocar todo como estaba
reparamos en aquello que con tanto empeño
seguimos llamando hogar
sólo un conjunto de pertenencias
las cuales
pasarán más tiempo juntas
que nosotros.

Siempre supiste aprovechar
muy bien los tiempos muertos
—donde se atan los cabos de la sospecha
por ejemplo ahora que duermes
en el asiento del copiloto
mientras volvemos a casa
después de una cena de rutina
montada en el ambiguo escenario
de la reconciliación

algo en el camino te despierta
estiras la mano y giras
lentamente la perilla de la radio
de pronto
un auto nos impacta
y tu cuerpo queda prensado contra el asiento

entonces me pregunto cómo fue
a sorprenderte de esa manera
—la muerte
con las manos adormecidas
la boca seca por el vino
y de fondo el sonido de una estación
que no habías terminado de sintonizar.


Cambiar la combinación de la chapa
era el único modo de renovar
nuestros votos
con el reparo de quien teme
sistemáticamente
al allanamiento

ese temor que se carga
como una llave inútil
que nos resistimos
a quitar del llavero cuando sirvió
para girar por cuenta propia
el mismo cerrojo.





Nunca imaginamos llegar al punto
en el que tocaría
renovar la loza —venida a menos
por el uso— o el plaqué
sin filo
que muy bien nos sirvió de arma
contra el hastío

entonces nos veremos
caminando sobre los blancos pasillos
del supermercado
agitados frente a lo irresistible
que siempre nos parecieron las ofertas
¡un juego de cuchillos en rebaja!
nos diremos entre dientes

al llegar a casa
abriremos la caja dominados
por el nervio de quienes frente a los metales nuevos
no contienen el impulso
de afilarlos —por primera vez
con el aliento 

segundos después —y sólo entonces
en el reflejo de sus finas hojas
nos daremos cuenta
que las cicatrices ya empiezan
—entre tantas arrugas
a disimularse.






Días en los que la novedad
es un espejismo
alteramos el orden
de la norma
asumiendo el riesgo
que implica toda transferencia

doblamos con esmero
la ropa sucia
antes de apilarla en el canasto
fregamos la vajilla con shampoo
le damos forma
al polvo

costumbres que sin duda
representan un pequeño triunfo
sobre cualquier ideal de convivencia
si se piensa la soledad como una pérdida
de tiempo
perfeccionando las técnicas
estrictamente orientadas
a la higiene.





Olvidar las fechas importantes
y limitarse
a celebrar el cambio de dígito
es lo único que importa
cuando la gracia de la evocación
se pierde
con el sentido de supervivencia

quién se acuerda
de la caducidad exacta de los enlatados
en el tarro a medias de
caviar en mal estado
en la espuma del champagne
rebalsando tazas de plástico
en las migas que ya nadie
quita de la comisura
el intento —o la suerte
de naufragar acompañado
a modo de salvarse.

Discutimos con lujo de violencia
esperando que la gravedad
—una vez más— nos empuje
irremediablemente
al coito

separados por el humo
de una colilla apagada
con desgano
hablamos del clima a solas
como manera de
provocación

pasaremos la noche
buscando entre ceniza
un pequeño indicio
entonces el guiño
de una brasa
—donde alguna vez ardió el
fuego de la complicidad—
en el contagio de un bostezo.

La humedad se expande
por toda la casa
como una enfermedad incurable
ya no queda refugio
ni escondite seguro para nosotros
en el descuido de una mancha
el agua se convirtió en
elemento inútil de sanación
o limpieza
agazapados a la calefacción
rendimos culto
al inventor del acero inoxidable.





La sabiduría de
anticiparse a la derrota
que implica quedarse solo
y descartar
por completo la idea
de familia
en la apuesta que se cierra
al momento de mudarse
bajo el mismo techo
por primera vez
como la suerte de los principiantes
que desaparece con frecuencia
en la partida siguiente.




Muchos años después de
la primera mudanza
un ataque inesperado de hipo
nos devuelve la risa
y con ello la incertidumbre
del próximo espasmo
que bien podría ser el último.







.

ALBERTO ROBLEST [17.816]

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Alberto Roblest 

(México). Poeta, instalador y videoartista. Autor de los libros de poesía: Chicaneando, Del Silencio en las Ciudades, Ortografía para piromaniacos y De Entre los Signos el Diminutivo. De las Plaquetes: El Futuro y los Anillos, Las Andanzas del Huy Huy Huy y el Chichicaxtle con su Ñero. Así como de las compilaciones de video: La muerte de lo Analógico y El Arte de Existir compuestas de un par de docenas de videos que han sido expuestos en diferentes museos, galerías y festivales de México, Los Estados Unidos y Europa. Hoy en día es becario del Washington D.C Commission on the Arts and Humanities y radica en Los Estados Unidos donde enseña literatura, español y video.    www.torrevisual.com



1 MÉXICO NEOLIBERAL 

Vendamos TODO aprisa 
no solo el subsuelo los cimientos 
el Palacio Nacional / El Templo Mayor 
y las ruinas Mayas 
sino los museos / con todo y sus piezas originales dentro 
Vendamos todo / quedémonos / sin nada 
Desnudos 
ni donde quedarnos a descansar el alma 
o recordar la historia / o verNOS 
Vendamos la covacha 
vendamos la cama 
el árbol / la sangre / el AGUA 
Vendamos cualquier 
pequeño espacio vacío que se vea en el mapa 
el más fértil / el más hermoso / pri-va-ti-ce-mos 
Vendamos todo y vayamos directo a la desaparición 
venda-mosNOS 
como piezas: corazón ojos hígado páncreas 
como mascotas / achichincles 
sirvientas y trabajadores ilegales 
como lanzafuegos y maquiladoras 
p rostituyámonos / vendamos la madre / la hija / el alma 
r obémonos de un bolsillo al otro / entre nosotros 
a dos manos / derecha / izquierda 
y ala católica y liberal 
Vendamos de la bandera el escudo 
por piezas la serpiente / el águila para el Zoo de San Diego 
y el cactus como modelo para armar 
¡Vendamos! ¡Que nos compren! 
cualquier espacio / vender-vendido / vendamos-vendidos 
por lo que nos queda de vida y orgullo 
por el amor a Dios y a Pedro Infante 
y por el de tres generaciones adelante / ¡VENDAMOS! 
la palabra y la conciencia / el ojo del culo / y la materia gris 
¡VENDAMOS! 
Cualquier espacio / recoveco / ollo 
el aire que entra cuando abro la boca 
Ven – da -MOS - ME / TE / NOS 
en pedazos / a kilo / a peso / a centavo por dólar 
¡Quien da más…! / Baratijas… 
T o d o s .



2 CACOFONÍA INDIRECTA

El lenguaje duele / hablar es doler / padecer en otro silencio 
si hablo ahora / es que antes sufrí / el dolor me ha arrojado 
a la palabra / tuve que hablar para detener el castigo 
la letra con sangre entró / pero también sale y eso es dos veces peor / 
para ser feliz debía renunciar al lenguaje / tengo los signos agarrados de la mano 
aunque los dados en la otra no tienen números / no hay nada más insensato 
y ajeno al lenguaje: que la poesía / nacemos para aprender a hablar 
sin la ortografía / el tiempo se me escapa y de nada sirve 
lenguaje: nada más incompleto / para la expresión de mis ideas 
si hablo es porque sé / no porque quiera / el español se me impuso 
y, sin embargo, / sólo sufrí lo que llevo dentro 
Poesía: lenguaje del hablante que no del escucha 
sonoro sonido suelto dentro de un sistema 
sistemáticamente atemporal: acto NO. 




3 Arribo 

Acabo de llegar 
Mi español es rebajado a segundo nivel 
cuarto o sexto piso por el ascensor 
de pronto y de facto soy imbécil 
no valgo nada y las palabras se me congelan 
en los dientes / se insertan en los labios 
El Quijote armado con su lanza / se encarrera 
directo contra una pantalla puesta 
en Greenwich Street / se pasa un alto 
y es derribado por un to be or no to be / 
Estoy incomunicado / preso en mi mismo 
Entonces mierda brota de las coladeras 
en humo blanco y dos ratas extra large 
y contra el frió enloquecen por un dime 
Whitman esta muerto / su dirección se me ha perdido 
Pero codicia roja dice que él conoce a su doble 
y que hasta es mejor parecido 
Columbus y Lafayette chocan en Nassau Street 
Ruidos / millones de ruidos concentrados aquí 
dónde los designios del mundo no sólo se manejan 
se deciden y dejan que desear / ruidos 
del millón de locos alrededor de Central Park 
Ruidos de maquinas con dulces / de basura liquida 
me monedas / condones / Ruidos de jeringas duras 
expuestas en la 42 Street / de mujeres desnudas 
de maniquíes sin sostén / de vendedores de uranio 
de ilegales / chicas / y productos como agua
cláxones / alaridos / sirenas / fuego en constante 
repetición / ventas-money / silbatos / cuerdas 
cascos de caballo / de helicóptero / rock and roll 
jazz / y pintura en aerosol / graffitti / ruidos / ruidos 
Y mi idioma es ya un muerto dentro de un ataúd 
Ruidos / ruidos mas que ideas 
más que gentes / más que musseums / más 
que el mismísimo Nueva York / mi idioma
velado por mi de pie / sumado al ruido / ruido sin ortografia
...pero el silencio.



Cuando el Diminutivo

1

Me asomé al pozo de las paradojas
en el fondo miré al diminutivo pequeñísimo apenas / visible aún
ante los embates de las grandes palabras del lenguaje / perdido
Nada, Dios, Odio, Universo, Razón, Total... por mencionar

mezclado con los adjetivos reflejos del dolor
los eufemismos engañosos / los adverbios suprimidos
los sinónimos que se duplicaron 
más del sentido del límite

El pozo que es una ciudad nocturna
un catálogo de frases sin conjugación 
un archivo de hojas blancas
ordenadas de acuerdo a la lógica de la monotonía 
un paréntesis / traspapelado 
un conjunto de hojas sueltas de un diccionario convencional para turistas
cenizas de una voz intima / agua oscura que refleja 


   
2

Lo veo 
pero no puedo usarlo
alguna vez lo escuché
de labios de mi madre
lo vi brincar entre las manos 
de mi abuela Sofía

Lo sentí incluso...
pero está desactivado ya
muy escondido / quizá
detrás del espejo 
entre la réplica de mis recuerdos
posiblemente / nadando en el fondo
del universo miniatura de mis sueños


   
3

El laberinto es circular en su interior
pero si se le camina por fuera
es una estructura arquitectónica 
más parecida a un cono invertido 

En ambas perspectivas lo que guarda en su centro 
es un cero plateado que refulge como un oasis 
conforme pasa el sol y el día se va

En cualquiera de los dos casos 
toma una vida completar el recorrido
encontrar la entrada o la salida según se quiera
y de la misma forma...
juntar los signos. 




FROM THE SILENCE IN THE CITIES

The subway stops / Mexico city completely stops/ up there an accident stops the whole city / further up the air does not move / nor doves or children in the schools / only honking horns in the air / sounds of silence many miles away / Boston stops / The train / the trucks / the process of production and at a distance of six thousand and twenty thousand / dollars A third city stops / Now six whole cities / stop / collapse/ freeze Nothing occurs / immobility / stasis stock market deals / The whole world / The Child rests / takes a breath / the system stops an idea petrified / a thought windows close / and doors close / and smiles For a minute Clouds stop / the sea stops and further in / a river stops / also a lake / a second hand / stops a whole socket / some eyes voice stops / the food cycle the heart stops / remains dead A ship stops on the high seas / a girl falls from a sixth floor / music on the radio stops a tear half way down the cheek the sun stops / and further in love / breathing stops is paralyzed At a given moment stillness is complete / only you and you leave
It stops / I stop / It’s an old photograph According to pmundoSMlan / Stopping in order to start moving
The galaxy / the system/ the heart / our lips a rare word in the lexicon: Forgiveness the whole world.




THE BODY / the mind

Here, my body that runs in order to reach my mind my mind that escapes and goes on lightly and turned around the body is hard / rigid and feigns being a dry tree the two races / against time and sense light years and memory my body backwards / my mind along two steps body stone / mind air body anchor / mind arrow here / body and mind the body that hurts and wrinkles enjoys / runs poorly the body that needs others body’s mind the body dripping adrenaline / oil passing water mind fury / pestilent body here / both stopped in the same story despicable / face to face / tied here, the mind listening to the body and its sounds inside here, the body that writes: the mind.
repetition / compulsion-compulsion repetition the static instant a hundred minutes floating face-up in a pool / water echo / Narcissussed sound enclosed in a shell abc’s liquid behind the glass echo / repetition of what is forbidden and causes harm peace sea
Are we the idea we inhabit? if so / the chair
is truly transparent and the table a word for spreading a cloth.




Jumping from train to train

looking for a place to breathe / from highway to highway
I move covering my tracks miles / leagues / nights from air to air / the wind heats up / knocks me down a right to the stomach forces me to rest / to sow the earth       J u m p i n g
Then I recognize people / live characters in old cities / some happy
I get involved / write letters / give recipes   even though j u m p i n g
Is when I want to flee again with my few belongings / my shadow following me closely / From track to track / from desert to sea / nodding off / with my soul across my shoulder the distance think about destiny ask for a ride force a breach love the sun / the moon the stars ask again here and there read the sky the line of the road flee / flee as fast as possible   Making friends / leaving graffiti / loves
J u m p i n g   from train to train like a crazy goat
J u m p – i n g      my home my self.



THE NOMAD NEST 

I

the nomad / upon arrival / is there / thinking / of his / departure



II
he has arrives
at the end
of his road /
he should be delighted
though he is
infinitely sad



III

es
laBCUalbertcara
naturaleza
de
las
cosas

                                      soy
mi
propia
casa
ambulante.

                  

Zero Gravity 

I am ascending / I am ascending / I am ascending
in an elevator
My ship
Looking out the window, the landscape    I’m leaving behind
I’m ascending / Ascending / Ascending / Ascending
The velocity of light / Velocity of light
Of light / Of light
I am ascending / The immensity is a sea of stars in the darkness
I’m ascending and ascending / The immensity is a sea of stars in the darkness
The course of eventsOpen
The gravity / ZERO / ZERO
Without a doubt
I am a passenger
in the darkness
I am sending myself
Out of space / I am sending myself / Out of space
The velocity of light
I am sending myself … out of space
I am a passenger in the darkness  /   of the light

Alberto Roblest







BEGOÑA LEONARDO [17.817]

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BEGOÑA LEONARDO

Begoña Leonardo, Zamora.
Trabajadora de la palabra y la voz: Escribe, canta, recita, cuenta...
Empresaria escarmentada, divagadora de oficios, autónoma a ratos, madre a tiempo completo, poeta siempre y sin opción. Es una malabarista del verso que escribe alejada de normas, tradición y artificios. En la actualidad colabora para  diferentes medios como freelance y su voz se puede encontrar en formato digital y  papel, dentro y fuera de españa: Almena, Cinosargo, La Fanzine, Agitadoras, Al otro lado del espejo, Periódico Alteridad, 2000mgs del satélite ediciones, Groenlandia, Poe+, Vinalia, En Sentido Figurado, la Ratonera, La Realidad es otra cosa... 
Tiene una página en las Afinidades Electivas y es miembro de la Red mundial de Escritores en Español.  
Desde hace varios meses orquesta, edita... Plaza Abierta Digital y  en Zarandeo Radio pone voz a textos propios y ajenos. 
Poesía:    “Respira, y luego dime que estás vivo” MaBeLe 1998. “Nadie dirige a las palabras” Mag 2009.
"No frenes la lengua de los pájaros" 2010 (proximamente en Groenlandia) “Desahucios en el paraíso” MaBeLe 2011. "Maniobras y precipitaciones nocturnas". "Mis sienes florecen manzanilla". "Desde todas las mujeres".
Prosa: "El moño de tres pisos",  relatos
Publicaciones colectivas: "Esnifando Letras" Eva Márquez (2010), "Des-amor" Ediciones Groenlandia (2010)
Páginas:  "Dal al aire mi voz""Más allá de lo visible""Plaza Abierta Digital"



TODOS LOS HOMBRES QUE PRONUNCIARON MI NOMBRE

Los hombres que me amaron
medían el tiempo con una regla de latón
medían el amor con una brizna de hierba
medían el calor con la luz del mediodía
y me contaban cuentos
cuando la luna besaba los labios al sol.
Los hombres que me amaron
no eran los mejores amantes expertos en kamasutra
no eran los más inteligentes
eruditos en lenguas muertas
no eran los más guapos
los más fuertes
los más adinerados
ni unos pobres de solemnidad.
Tampoco eran príncipes encantados,
pero eran elocuentes oradores
en la lengua del silencio
de los espacios entre suspiros,
eran matemáticos del ritmo cogidos a mis caderas
y músicos virtuosos manejando mi instrumento.
Los hombres que me amaron estaban de acuerdo
me decían similares piropos
me miraban y reían casi igual
mentían y mordían
y me prestaban su camisa casi igual.
Los hombres que me amaron
dormidos susurraban que era bonita...
Todos los hombres que pronunciaron mi nombre
supieron, que habían amado a una mujer.



UNA AMAZONA ASFÁLTICA

He querido muchas veces
cruzar la calle y vivir la vida de otra.
Sentirme la mujer que se sube a ese taxi
una carrera incierta y misteriosa.
Ser la que en el cine besa a un hombre que no es el suyo,
la que toma de la mano a una niña
muy distinta a la mía.
Ponerme el sombrero aquel
que parece un nido de golondrinas
y atreverme como esa,
con una minifalda que corte la digestión al de enfrente.
Ser la chica de la panadería
despreocupada y tontona
que dedica miradas alegres y consoladoras a cualquiera.
Cometer algún delito
del que no arrepentirme
y correr sin permiso
y gritar
y reír desencajada...
Ser una amazona asfáltica
fuera del tiempo y la ley
surcando cuerpos
devorando aleluyas
con los labios extenuados
y las mandíbulas doloridas
de morder lo prohibido.



EL AZOTE DE LAS RECOMENDACIONES

No hables más de liviandades
lujuria
sexo
vientres
literatura
y humedades varias.
No en bares trasnochando soledades,
salpicadas de tinta
cerveza y humo de colegas.
No te pega.
A tu edad,
ya no es tiempo de estos excesos.
A tu edad
tendrías que pensar en estabilidad
en hipotecas
en desafíos económicos
rentables/confortables...
Tendrías que tener
una casa o dos
un coche o dos
un perro
y/o un gato.
Porque peinas canas y te ríes demasiado.
Y tienes arruguitas
que pronto serán arrugotas
y deberías tener más hijos
antes de parecer su abuela.
Y tendrías que haber disfrutado
de algún premio selvático
o de alguno en plan, crucero por el Mediterráneo.
Porque el tiempo pasa
y dime
dime qué has hecho.
Perdiste muchos trenes
y te diste la vuelta.
Y algo que me preocupa...
No escribas más versos
como si tuvieras veinte años.
No sigas con eso, de que eres poeta.



Palestina en mí

He visto a Palestina en la belleza de sus hijos, de sus hijas
en sus cabellos negros, en sus ojos castaños, en su piel morena.
En la digna manera de mostrar su herida
más allá de lo que la vista alcanza.
He visto a Palestina en la callada voz de una mujer sumisa
en la valentía que perfilan sus palabras amordazadas
gargantas prietas, que gritan justicia y libertad.
He visto a Palestina en la pared
en cada pintada, en cada nota, en cada mirada creadora
en cada canción, en cada gesto que alimenta a la esperanza.
He visto a Palestina en las caras renegridas,
amoratadas, magulladas de la miseria.
En un cuerpo que camina con la parsimonia del día a día
en la rutina de quien se sabe muerto.
He visto a Palestina en la respuesta interesada, mezquina
que contenta a la razón imperialista que cerca al mundo.
Mi mundo, tu mundo en guerra.
He visto a Palestina en el polvo de tus zapatos rotos
en tus vestidos raídos,
mangas que dan frío
telas de cicatrices que descubren, un pretérito reciente.
La he soñado en un día sin balas, sin piedras, sin sangre.
Sin mutiladas piernas, sin mutilados brazos.
Levantando la cabeza, interrogando al sol.
He visto a Palestina en los pensamientos que sangran
abuelas que acarician con sonrisas fingidas
aprendidas en el dolor.
He visto a Palestina en tus siete años sin juegos
en los veinte de tus manos toscas
descansando en el refugio de la intemperie.
He visto a Palestina en un padre entre rejas
en un bebé dormido en un pecho sin teta
entre bombas, gritos, sollozos...
amenazas que masticar con el pan del hambre y la pena.
He visto a Palestina en la tierra de las hijas que no vendrán
en el huerto sin la casa
sin la madre que ríe y canta
sin olivos que adivinen
las ruinas de la memoria muerta.
He visto agitar la bandera de la razón sin corazón
al que tiene más poder y no es más fuerte
al que tiene más dinero y no es más rico
al que tiene el agua y no es su dueño.
Y he sentido a Palestina
en su coraje, en su luz, en su resistencia, en su verdad
y en su verso audaz y decidido
que entre escombros torturados golpea el aire,
y respira.



Dilatada la luna
perdona los nombres que hieren
hombres poco honorables, injustos
que rompen verdades
y contagian verdes ejemplares
palabras turbias, que opacas
se comparten.
Mi salvaje cabizbajo
mi salvoconducto iluminado
mi protagonista.
Él, que me propina pensamientos sumisos
canciones penumbra
Sonámbulas estampas
que en esta noche torpe me guian.

De "Palabras insomnes para curar a un murciélago herido"





GRECIA SIN ESPADAS

Nada te salvará
cuando ante el precipicio
a quien amas diga, ven
Nada hará que derrames el líquido
la savia que chorrea  dignidad

a ti, pisoteada historia sin pestañas
Grecia te sale por los poros
una bella democracia muerta
que reclama aunque duele
lo nuestro lo tuyo y mío. 

nada perdonará la usencia  de alegría
de los días de gloria
donde percibías la melodía de las cosas
cuando nada terrestre podía afligir a tu esperanza.

Vinieron los portadores de fina estampa
cargados de promesas
dineros a mañana
capital feroz
escrúpulos cero
piedad retraía en la avaricia de ayer, de hoy,
de un aquí que invalida, mutila, asfixia.
Mata.

con donar estiércol  
con donar caricias de conciencias lapidadas
conformando a unos ellos con gerundios hambrientos
y unas ellas desahuciadas las miradas.

Niñas, niños, abuelas, abuelos
dónde madres agitadoras
dónde padres camuflados en edificios de espuma.

Ni tú posees la ceguera para la guerra
ni yo la hija del sol
la hembra desahuciada
la paria
la sin nada
adivino techo, pan, cama.

Quién calmará las entrañas de Grecia,
que rugen

Alaridos de vida que claman justicia sin espadas.



MINUTOS MUERTOS

Sentir lánguida la mañana 
pesado el presentimiento amorfo
anodina la respiración del que late.

No asimilo la información que miente
que pretende anular la razón mordida.

Estoy despierta en un mundo agonizante
lo que miro no me ve
lo que se apoya en mi espalda 
pesa demasiado poco para tanta emoción 
contiene el peso lamido 
del que corre descalzo
y persigue el día pasado
la hora pasada
los minutos muertos.



       
UNA DIOSA

          Una mujer camina con garbo
          le guiña el ojo a la mañana.
          Una mujer, delante
          sujeta la frente del que teme
          acaricia el pensamiento al que
          no se asusta,
          al que no engaña, ni muerde.
          Una mujer es un recipiente
          un habitáculo de victorias y derrotas
                                                        
                                           ...Ahí, delante
          la que lleva una  vida de dudas
          de respuestas en los brazos
          la que levanta un fusil
          o un ojo morado al cielo
                                                         
                                           puede ser tu madre
          o la mía o la ese despistado
          que sonríe flojo.
          Porque una mujer
          trota su arco iris
          por el prado,
          por la oficina
          por el supermercado
          por el hospital...
          Una mujer es una diosa
          que se pone una melena multicolor
          para recibir el día
          que domina lo conocido
          que intuye lo que vendrá
          y afronta el presente
                                                        
                                          con lo que de vacío hay en la nevera.



Ser obediente
ser educado
ser prudente
ser sutil
ser, diplomático.
No decir joder
no decir hostias
no decir mecagoen…
Ser tolerante
callar a tiempo
mirar para otro lado.
Ser disciplinado
ser conservador
ser soplagaitas
ser un pelota redomado
no decir aunque te ahoguen las ganas
MECAGOENELEHIJOPUTAQUTENGODELANTE…
Mirar para otro lado.
Decir lo siento
aunque te pongas verde
decir qué guapo
aunque esté verde
decir qué bueno
aunque sepa verde
decir que sí
a todo lo que te pida el jefe,
y seguir las instrucciones/órdenes
con agrado
con sonrisa
con aceptación inevitable
sin temor reconocido
por supuesto.
Amén



SER FIEL A UNA LOCA 

Soy tan mía
tan yo dilatada y muda
que la distancia se presenta 
como una sórdida invasora.
Agité la razón perdida
por si quedaba  resto suficiente
acicalé la maldición insomne 
por si aparecía un día merecedor de mi.
Traté de ocultar el pie muerto
debajo de la ceguera.
El suculento desayuno 
de hirientes sueños 
se tornó felicidad derretida 
diluida 
vertida.
Ser fiel a una loca
que me dicta versos dislocados
vueltos, vomitados.
Ser  delatora de una que se abre el corazón
en cada renglón
que supura derrota 
que no sabe
que se abraza a la duda
y puede
siempre puede
poner las entrañas en el aparador.





SOLEDAD MARAMBIO [17.818]

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SOLEDAD MARAMBIO

María Soledad Marambio Castro (Santiago de Chile, 1976)
Estudió periodismo y durante años fue redactora en los diarios El Mercurio, Las últimas noticias y El metropolitano. Vive en Nueva York desde 2007, donde cursó la maestría de escritura creativa en New York University. Varios de sus poemas se han publicado en la revista I'manhattan y en la antología Temporales.  Además de poesía, escribe crónica y sus textos y sus fotografías se han publicado en revistas como Etiqueta negra o CAV.

Es autora del poemario En la noche los pájaros (Libros La Calabaza del Diablo, 2013). También es editora contribuyente de la revista de traducción literaria Asymptote y parte del equipo editorial de Brutas Editoras. Su traducción de "The Glass Essay" de Anne Carson, fue publicada en Chile por Cuadro de Tiza Ediciones en septiembre de 2015.



DE “EN LA NOCHE LOS PÁJAROS”

el miedo de los pájaros


I

antes apuntaban telescopios a la luna
para así contar los pájaros migratorios
que eclipsaban trocitos de la superficie blanca
que alguna vez pisó Armstrong

pero la luna insistía en bailar dentro
y fuera de la lente
los números eran frágiles
y algunos científicos cerraban los ojos
para intuir con asombro
la multitud alada
que se movía en las sombras

 

II

después llegó el radar
que llenó de preguntas
ojos extáticos y militares

poco antes de Hiroshima
batallones enteros puestos en alerta
y aviones de guerra convocados
para la cacería de las incógnitas
que pulsaban en la pantalla

vayan por los ángeles, alguien
debe haber ordenado
y ellos partieron obedientes
y cargando municiones
tras los gansos salvajes
que hasta entonces
sólo huían del invierno

 

III

después Gauthreaux pensó
en juntar radares y luna para saber
cuántos pájaros cruzaban el Golfo de México
en su intento por llegar a lugares tibios

años mirando cielos y pantallas
sintiendo sobre su cabeza
el paso de los viajeros
supo que volaban a favor del viento
que … Read More »



En la noche los pájaros
Soledad Marambio
La Calabaza del Diablo
Santiago, 2013


POÉTICA DE LAS MIGRACIONES

“En la noche los pájaros” es el primer libro de la escritora Soledad Marambio (Santiago, 1976). Karla Rodríguez nos entrega una reseña de este libro: poesía migratoria, un libro que retrata el vuelo de los pájaros, el traslado geográfico, una reflexión acerca de la identidad, el origen y los hilos que nos unen a casa.Al partir hacia algún lugar, ¿Cuándo se comienza a sentir que se está lejos? ¿Cuánta distancia hay que recorrer? ¿Dónde empieza el límite imaginario que separa el acá del allá? ¿Dónde está es la frontera?

[Por Karla Rodríguez]

¿Qué falta para sí? ¿Qué se extraña y qué se lleva consigo?

¿Cuánto tiempo es preciso que transcurra para que la nueva casa sea ésta y no ésa?

Estas son las preguntas que comienzan a tejerse en el lector a medida que se avanza con los poemas de En la noche los pájaros de Soledad Marambio. Y es también el telón de fondo de los propios adentramientos del hablante a su nuevo paisaje.

Lejos de ser nocturna como sugiere el título, En la noche de los pájaros de Soledad Marambio muestra una poética matutina, al despunte del alba. Una voz de madrugada que aguarda en vigilia hasta que se cumplan las horas de salidas de los vuelos, en las salas de embarque de los aeropuertos, retratando como en cápsulas, las imágenes de lo que está por desaparecer.

Con un lenguaje cuidado pero sencillo y en apariencia sin pretensiones, convida al lector a sumergirse en la captura de lo efímero, lo que está de paso, pero principalmente en el momento del propio tránsito del hablante, su cruce personal y el concepto que ella teje a partir de esa experiencia. Espontáneamente, interpela de forma universal, ya que no sólo remonta al ethos del migrante, sino que funciona como una reflexión sobre la identidad, el origen y los hilos –delgados o gruesos– que nos unen a casa. Capturar aquello que defina lejanía, distancia y silencio.

E incluso va más lejos, recordando al lector, a través de imágenes austeras, casi insignificantes pero de conmovible belleza, lo que en palabras de Enrique Lihn fuera: toda lengua es extranjera.

Ya que en realidad no tenemos más que el lenguaje, la escritura o la oralidad. Y nunca podemos acceder más que a las imágenes de las cosas a través de él; y cuando estamos lejos, esa precaria relación con las cosas se quiebra, no solamente porque al irse lejos, a otro lugar en el mundo, hay objetos distintos sino porque toda nuestra oralidad se desmorona.

La autora nos anticipa desde el título que está en medio de un cruce mediante una doble indicación. Por un lado, la referencia velada a Emily Dickinson a través de la sustitución de último verso del poema 135, “de la nieve, los pájaros” por “En la noche, los pájaros”. Este guiño a la tradición poética femenina norteamericana instaurada por Dickinson es también advertencia sobre la migración y el trasplante al que la propia autora asiste.

La segunda indicación, la presentación de la imagen de las aves como la icónica del acto migratorio en sí. La migración es aludida en el pájaro que se pone en movimiento por un desequilibrio fundamental: ocurre un momento en que lo que nos parece natural se rompe, y comienza un frío o un calor inmensos y se vuelve necesario partir hasta parajes más cálidos o más templados. Obliga a ponernos en movimiento:

hubo un tiempo en que las aves dormían bajo tierra

(…) en que las golondrinas
dormían bajo el agua
pero el agua también tuvo su noche
y quedaron el aire y los pájaros insomnes

entonces
cuando el frío
las aves decidieron
que no habría descanso posible
bajo el hielo

así
comenzó el viaje

En ese momento, errar, se vuelve nuestra condición. Nos parece que está es nuestro orígenes. De la misma manera, los pájaros, nos relata Marambio, se acostumbraron un día a no tener hogar, o bien a tener dos hogares: el de allá y el de acá y transitar entre dos mundos, como Perséfone.

En ese momento la causa primera por la cual partimos se vuelve invisible. En ese punto somos esa dualidad; ese ir y venir cargados con objetos, en los aeropuertos o en las paradas de buses.

ella busca el pasaje que cueste menos (…)
decide que dos maletas serán suficientes (…)
la ropa de invierno mejor la compra allá.

El exilio es vital para escribir, dice Soledad Marambio en una entrevista en youtube. Dejándonos claro que en el acto migratorio hay una aspiración emancipatoria. O tal vez mucho más radical: de fundación. En su poemario En la noche los pájaros, tal ilusión se rompe. Porque una vez allá, lejos, comienzan nuevas carencias, y en el vaivén de ir y volver, lo mismo da estar acá. O allá.

voy a casa
luego vuelvo a casa
a esta
la nueva
donde smoking can kill you

Como en un círculo hermenéutico, no se sabe dónde comenzó la partida ni en qué lado de la frontera está el hablante, tanto que casi se siente desaparecer.

Ana,
No, Sole me dice…
yo soy la Sole, le digo
sí, sí sé, me contesta
y aparece el alivio de
saberme a este lado de la línea.

En otro poema contado a modo de relato –y que funciona como una metatexto dentro del poemario, como un coro, o un observador de segundo orden– Marambio nos explica que verdaderamente no hay melancolía intrínseca –como también ocurre con la ingenuidad– si no es requerida la presencia de un observador que la atribuya.
El científico experto en aves –Gauthreaux– no se explica cómo los pájaros inician la migración y por qué ocurre a través del océano si ahí no hay ramas, ni parajes. Eso, para él, es el miedo de los pájaros. Pero no para los pájaros. Quienes cruzan el océano y se detienen en la mitad de las plataformas petroleras, descansando en las torres más altas, las que más se parecen a los árboles que conocen. Ese miedo es sólo para Gauthreaux que los estudia y los observa. No es más que una atribución. Una casa en el invierno, una casa en el verano. Migrar y asentarse para volver a migrar. Sólo en ese movimiento ocurre lo natural.

Lejos de un hogar que ella misma decide abandonar, la extranjería es un tema constante para Soledad Marambio: “Dormir en camas que no son de una” son versos que lee la autora en el mismo video, y que aunque son parte de otro libro –que ojalá nos llegue pronto– se hermanan con los de éste: un hablante que decide su exilio y desde la lontananza añora los pájaros que no existen en el país nuevo.

cuando se está lejos (…)
y los pájaros se llaman sterlings
Blue jays y warblers
y se sabe que los cantos
no son los mismos
aunque se piense
a veces
que este cielo suena
así como el otro.

Como se ve, los versos que urden esta visión de trasplante son cuidados y llenos de musicalidad, pero a la vez sencillos, casi objetivos. Una poética de camuflaje que muestra y esconde una asimilación de los códigos locales –los de allá– pero que continúa mirando hacia el sur.

La intromisión de lo foráneo –lo de allá– se traduce en un estilo, una poesía sin voz. Lo objetivista, minimalista –imagenista, el idioma norteamericano– como decía William Carlos Williams asoma en el nombre de los lugares, los accidentes geográficos de allá, sus pájaros y sus árboles distintos: Cape Cod, City hall, June Berry, Red Winged, black birds, Marsh Wren, Sterlings, Blue Jays, Warblers. Los aviones son luego los pájaros magnéticos, para un hablante que siempre mira al cielo.

La alegría que sienten las palabras al coincidir con su lengua es la principal añoranza. La semilla de melancolía es la tristeza de no poseer ese idioma. Alojada en una lengua extranjera, la hablante describe cómo las palabras no llegan en el momento oportuno en ese lenguaje tan exacto.

En síntesis, nos encontraremos con una poesía casi lárica, con profunda conciencia de las imágenes y destreza en la sintaxis. Que capta los ciclos de las aves, sus itinerarios biológicos, haciéndolas coincidir con las disquisiciones existenciales que aquejan al hablante en un registro conciso y alusivo, brindando al lector una deliciosa sensación del mundo físico que ella observa y las palabras con las que juega.

Esta poesía migratoria es por último una sensibilidad ante lo efímero, en un registro sin estridencias. Como en las canciones donde canta el guitarrista, y lo que importa más que la voz, es toda la música.




ZACKARY PAINE [17.819]

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ZACKARY PAINE

Zackary Paine (EE.UU. 1976) es un hijo de Utah. Traductor y poeta, está interesado en hablar mariposa y es fiel seguidor del Abomunismo. Cofundador de Madsouls, pone la Z en el colectivo de acción cultural callejera Zanja. Ultima su tesis doctoral sobre “La relación entre la filosfía y la poesía en la postguerra Española: El caso de José Luis Hidlago”. Es autor de los poemarios Robos, Setas & Sombras (Huerga & Fierro, en prensa), The Death del Oso: antología poética de un inexistente (Umbrales, Madrid, 2012) y las plaquetas Un breve diccionario de tú y yo (Nanoediciones, Madrid, 2011), Años andando pensando en ti (Umbrales, Madrid, 2010), Amadrid (Tranvías, Lima, 2008). Ha publicado la versión al castellano de Bob Kaufman, El manfiesto abomunista (Temática Editores Generales, Lima. 2013), y las traducciones al inglés de los latinoamericanos Rafael Cadenas, Memorial: bilingual edition (Fondo Editorial Universidad Mayor de San Marcos, Lima. 2007); Pablo Guevara, Hospital: bilingual edition (Editorial San Marcos, Lima. 2010); y Rubén Quiroz, Marrow: bilingual edition of Médula del poeta (Bizarro, Lima. 2010). Trabaja en una antología vertida al inglés de «poetas de la conciencia crítica» en lengua castellana.




Zakary Paine
Innocence and Ignorancia white, blue passport,
who appears to have a little Green
Bogotá 090809


antes he hablado de la deriva y naufragios ahora hablo de pre$o$ encarcelado$
fui feliz en ser Human Eraser pensando que podría borrar la fronteras arrastrando mis pies a cruzar soy viajero privilegiado I come and go y por más que arraso mi cuerpo contra sus líneas, se mantienen por más que burlo sus leyes de emigración sin pagar impuestos trabajando en negro siguen negando la entrada of my brothers
no es suficiente borrar las líneas o quemar los mapas porque $omo$ pre$o$ encarcelado$ en un $i$tema that doesn’t respect human life no la respeta
ponen rejas en Ceuta una muralla en Texas piden papeles a la salida del metro
but even more important every year the rich get richer y los pobres mÁs pobreS.
¿por qué tenemos miedo a lo diferente? ¿por qué tenemos miedo de ser iguales? ¿por qué tenemos miedo de tener lo mismo? ¿por qué tenemos miedo de vivir juntos? ¿por qué tenemos miedo de ser hermanos? ¿por qué tenemos miedo de amar?


I don’ t have the answers
this fact scares me and sorrows my soul
no $oy inocente no $oy inocente no $omo$ inocente$ we are a family living in our cell$ of Ignorancia.



THE BLUE SEA

――――leer con la mejor voz de noticiario――――

“El País quince de Febrero de dos mil nueve,
Un documento interno ordena a policías de Madrid detener a un cupo semanal de extranjeros sin papeles/ilegales”
another day
me levanto me ducho desayuno salgo a la calle me dirijo al metro bajo la escalera mecánica escuchando mi música y pensando en mis clases
weather words
para los de quinto y repasar los colores con los chiquillos transfixed con las escaleras que se aplanan y desaparecen ante mi levanto la vista SHIT

――――leer con la mejor voz de noticiario――――

“Órdenes policiales que apoyan la Ley de Extranjería, obligan a los agentes a realizar identificaciones masivas e indiscriminadas sin ninguna razón de sospecha sobre determinadas personas, por ser jóvenes, por transitar por determinadas zonas o por ser de origen extranjero”
my heart races
sudores ¿qué hago? ¿paro? ¿doy la vuelta? es justo lo que me contó Pilar así pillaron a su madre también al Alberto saliendo del mercado
Avanzo tímidamente hacia the Blue Line con miedo hasta que recuerdo que soy blanco I’m white
y como Moisés veo como se parte el mar azul.
líneas imaginarias
la definición de lo que soy yo
sólo se mantiene en pie en oposición de lo que tú eres
mi cuerpo aquí, una bandera viva izó en rebelión a la nación soy una nación soy mi propia nación
mi propio gobierno mi propia ley
borro olvido quemo destruyo
deshago rompo
y así encuentro la paz...

NO DEBERÍA HABER DICHO “POESÍA”
hice la fila contesté honestamente a las preguntas

NO DEBERÍA HABER DICHO “POESÍA”
nadie cree ya en la poesía me siento mal por el número de personas esperando detrás mío
cinco – diez – quince minutos de preguntas en el control de pasaportes ¿A qué me dedico? ¿Si tengo visa? ¿Cuánto dinero tengo? ¿Por qué viajo tanto? ¿Dónde me voy a alojar?
cinco – diez – quince minutos de respuestas en el control de pasaportes
no les han gustado mis contestaciones no me dejan salir, me mandan a una sala de espera ¿qué va a pasar? ¿me deportarán?
me suenan algunas de las caras de mi vuelo de Bogotá también hay un grupo de personas de Senegal. me llaman al móvil, “¿por qué no has salido?” se acerca uno de Senegal y me pide hacer una llamada
esperar, toca espera, entran y salen agentes de la ley entrevistan a gente y cada vez somos menos esperando
ahora le toca al chico de Senegal escucho la conversación, tiene tarjeta de residencia pero por alguna razón le están poniendo pegas toman sus huellas digitales y de repente estallan los gritos

¡POR QUÉ! ¡POR QUÉ! ¡NO PUEDE SER! le han comunicado que no puede entrar es lo mismo que le pasó a Susana cuando venía de Lima
¿a mi dónde me mandarían? me quedo sólo con la pregunta y el silencio estoy solo,
en la espera el tiempo pasa al ritmo del río congelado el silencio y la pregunta
escucho en la distancia el tic-toc de un reloj y el zumbido de la máquina de coca cola
la monotonía y la agonía me son rotos por una llamada una mujer que me habla en un idioma desconocido supongo que es una amiga del senegalés
ya son casi diez años en esta frontera de la ilegalidad / legalidad todo eso lo digo con la boca pequeña el país donde nací es el mayor abusador de estos términos no exijo ningún
tratamiento por el pasaporte que llevo lo exijo por mi corazón que late
entra un policía me hace todas las preguntas de nuevo contesto honestamente me pregunta si tengo un visa le digo que no, sólo un MasterCard se la enseño y entro.
Luna llena
(make the sound of a wolf howling)
luna llena, death on the teeth mi niña de ojos tristes
sonríe aquella mueca que quiere decir todo esta bien pero yo sólo veo en ella dolor, sufrimiento y tristeza
luna llena, death on the telephone la voz de mi padre quiebra cuando me da la noticia Freddy ha muerto (Heart attack) my soul cries al escucharle decir I’m three years older than him
luna llena, death on the asphalt el verde cambia a rojo
yo llego unos pasos tarde no es, pero podría haber sido mi cuerpo tendido en el suelo bajo la luna llena el charquito de sangre que se acumula se ve negro
hay 365 días en un año ¿en cuántos de estos días aprendemos de verdad cosas importantes? hoy me ha tocado aprender 

4

no se puede ayudar a alguien que no quiere ayuda mis padres en breve me dejarán solo en este mundo yo tampoco soy eterno & werewolves really exist
despierta pueblo
el rey pájaro llora
cuando volamos


*

delicioso
el tiempo delicado
entre tú y yo

*

la vida
es
solamente
encender
fuegos
y
sueños

*

a veces tengo sed
sed de
piedras tierra y muerte
sed de
caricias labios y cuerpos
pero siempre
tengo sed de ti

*

canta entre enormes olas enojadas
porque la mar existe
y hay peces








KAPU

Un hombre sólo será lo que él podrá soñar ser.
miento
vivimos en un mundo rompe sueños
I had a dream
que de pronto murió
it didn’t die
más bien fue asesinado
murdered
por una sociedad que ya teme a los sueños
que está asustada de los dreamers
dreams son karate
el arte de Guerra de los manos vacíos
empty hands empty pockets empty fridges empty bellies
pero dream filled heads      
Tiananmen: shanks against tanks
el poder para cambiar la historia




HINEMOANA BAKER [17.820] Poeta de Nueva Zelanda

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Hinemoana Baker 

Nacida el 19.03.1968, Christchurch, Nueva Zelanda
Poeta neozelandesa, músico, presentadora ocasional y profesora de escritura creativa. Su abolengo viene de varios tribus maoríes, además de Inglaterra y Bavaria. Su última colección de poesía, waha | mouth fue publicada en el 2014 (Victoria University Press). Reside actualmente en Alemania donde es Escritora en Residencia en Berlín con Creative New Zealand.

Escritora, músico, productora, editora, y profesora de escritura creativa. Su primer libro de poesía, Matuhi Needle, se publicó en Nueva Zelanda y Estados Unidos en 2004, y su nueva colección fue lanzada en julio de 2010. Ha producido dos álbumes de música original  uno de solista y otro con su dúo, Taniwha. Además de esto, ella ha lanzado dos CDs de la palabra hablada con grabaciones de campo que ella llama 'poemas sonoros.




mi melliza canta 

La manera en que enfocas tu atención en mí
es la manera en que una botella se hace más transparente

mientras el nivel del vino tinto desciende.
La manera en que me tocas levemente mientras conversamos
es la manera en que el río respira dentro de sus peces.
La arena devuelve la canción: Tienes sangre, tienes una voz, tienes
un hombre que al mediodía hace sonidos alegres y ruidosos en el agua.




papel de plata y los manguitos de los rotadores

Del suelo del vestuario sube un olor.
Acelgas frescas y aceite de la máquina de coser Singer.

El engranaje de mi hombro, dijo el fisio, quizá esté calcificado
(el trapecio, el músculo infraespinoso, el manguito de los rotadores).
En Finch Lane, calle abajo, miro las chimeneas. 
Imagino los pensamientos de los cazadores que vuelven a casa con las manos
    vacías.
A lo lejos las palmeras parecen una banda esperando salir a tocar.


Traducción de los poemas my twin sister sings y al foil and the rotator cuffs de Hinemoana Baker por Charles Olsen. Son del libro ‘waha | mouth’ (VUP, Wellington, 2014)
http://libropalabrasprestadas.blogspot.com.es/




the fossils

I feel
said the woman on the bus
like I’ve swallowed a branch.
Is this a new flu?
The bus-driver said
I feel like
I’ve swallowed a hurry.
Well I
said the depot manager
I feel like I’ve swallowed
a large white brick state house.
The brick isn’t real
it’s a kind of cladding.
At one corner
a nest of spiders is building.
We the shareholders
said the shareholders
feel like we’ve swallowed a bus – no
several buses, trolley buses
or trams which depend on electricity
for their volition and wave sparking
antennae up at the thick wires
which criss-cross our city
making every suburb
and hotspot accessible
without resort
to the motorcar and its
archaic fossil-fuel-burning
technologies.
We are a branch
say the fossils
of your family.



dismantling the crane

What is silver? Into this finger-space 
the kotuku appears, flying once only 
and far – to Holland, the vacated

apartment of your quiet friends 
beaded slippers for sale 
behind the silhouette

of the Moroccan woman whose feet 
have been hurting her all day. 
What is lost, here, where there was not

even eye contact, not even 
eyes? Here a woman floated half-
miserable above land clutching

a posy – now there are growing 
flowers, red with fat, sappy 
green stalks and spongy leaves

and beside them the neighbourly 
buttercups. Silver has become 
hammer and aluminium.

The star in her firmament makes her way
over Rarotonga murmuring
hoki mai, hoki mai . . .

Meanwhile, how can this tui 
be so violently black? White 
petals could be made of

icing sugar, he flutters his wattle 
with his two voice boxes. I sit here 
wearing my bottletop, my lips

the dome above me dewy 
with condensation. Outside 
men in orange vests prepare

to dismantle the crane 
its four ropes of chain rise 
like snakes from the bed

of a dusty truck, link after link 
on and on 
until the morning is over.




nanna

She walked around a lot in her dressing gown. 
When she got cancer she couldn’t say it, the word itself. 
Above the doorway was a thing in a frame: close up 
it was a large white blob, a black oblong, some triangles 
when you moved away, it was a pretty lady 
hair done up in a bun.


There is a way to draw a pretty lady, Nanna said 
a way to join the eyebrows to the nose, the angle the profile 
           should be. 
You don’t need to be looking at it to draw it, Poppa said.

We spent time talking about Hell 
a volcano, a bright blue crater lake 
eight hundred degrees – 
cook the meat off your bones. 
We played Scrabble, the Adjective Game 
we used God’s proper name 
we ate dark silverbeet, and my Poppa said

Hail Mary full of grass 
Holy Mary full of grass 
the Lord is with Thee.



what the destination has to offer

Like trees, there are rings 
in the small headbones of an eel 
we count the rings to find the age.

Each bone too small for tweezers 
my cousin plucks one up 
stuck to a bead of silicon

on the end of a wire. 
He is putting his bones under the microscope. 
He can tell you what they’ve been eating.

They go to Sāmoa to breed 
he tells me, probably Sāmoa 
or somewhere with water

so deep it crushes the sperm 
and eggs from their bodies. 
They die then

and the tiny glass eels 
make their way from Samoa 
back to the same river

in the Horowhenua. 
Salt, fresh, salt, he says. 
The opposite of salmon.

I threw out the clock 
the rubbish is ticking. 
On television

people are making alarming discoveries 
about the secret online lives 
of their loved ones, the daughter

and the cyanide, the no-reason. 
Our dishes smell of flyspray 
I wash them while the flies circle

the same flies that have flown 
the rooms of this house 
in formation for weeks

two zizzing pairs. 
Or perhaps they are 
different flies every day

replenishing themselves 
away from my gaze 
middle-aged state servants

in a timeshare, bored 
with what the destination has to offer 
the hydroslide

the boardwalk 
through the mangroves 
bitching at each other

they can’t settle 
they should have gone 
to Sāmoa instead.



our children have run away to fiji

Once a month you ask Where have the children gone? 
They’ve gone to Fiji. Our children have all 
run away to Fiji. Where are they now, all our precious

pronounceable children? One is standing beside the remnants 
of a Taukei taxi stand. Coral Sun speeds past her and a bitch 
dragging her teats in the dust. Our children have run away

to Fiji and when they get there they make entirely 
different noises. This one used to sound human, like a laugh 
now there is more of a yawn to him in the mornings

a knock, a vernacular; a measurement known mainly to those 
who live in America or Australia. But they were so human to us! 
Now they are so much more, so much has changed.

Oh, this child! On display like a giant clam at the Suva markets, 
the most coveted, the sweetest parts the most colourful, 
the intimate mucous. Her name is dirty, a filth not

of her own making. Where did she run away to? Surely 
not here, surely not under the towering coconut 
palms, waiting to be the one in seventeen, her skull

cracked by the dropping cannon balls, nothing 
at all has changed. This child is slicing up 
the giant clam, tossing sea grapes. Well

she is and she isn’t. That is certainly her hand 
holding the knife, making the portions small 
enough, dicing, then using the blade to push

the white, shining cubes aside. That is most definitely 
her silhouette against the window, her head turning 
to the cluck of the gecko, turning off the fan

saying I’d rather have the heat than the noise. 
What is it there, right in front of her? That same 
vast sea, the barking sewer, the yellow

indigenous hibiscus, the sewing, 
the woman who collects things and sure enough 
one day they do come in handy: sulu in lacquered

pink and blue, lotions for softening the skin 
which smell of tiare and frangipani, green 
coconut flesh a glossy white jelly once a day.

Our children travel to Fiji on one another’s 
tongues, rugged up against the altitude 
relaxing into the heat of the concourse

at the other end. The brother-in-law drags 
around like a motley dog, he wishes he hadn’t come, 
tries to forget the mangrove between her legs, the way

all poison enters the body through the skin or the mouth, 
watches through the magnifying glass of his dive mask 
the slow fish living their economical lives, all sprees

are killing sprees. Just who is in charge of our children here? 
In twenty years ivy will tension the walls 
of Suva Grammar and St Joseph’s, this one dressed

like the parrot, talks like the parrot, who does he 
think he is to be standing with his arms raised? 
And her – she acts like she has no relatives, wait

till her father hears about this, we will throw her 
up in the sky, she is a good soldier, a good 
soldier, our love moves towards her, around

her neck. But our children – so puzzling. So much older 
than they are now, they cast their light on us and it falls 
in beads and seashells, in eight-legged battalions.

Here it is more like a vehicle. Where are our children now 
and are they sleeping? Watching this green bird 
the size of a starling that sounds to us like a car alarm?

Soaking the seaweed that looks 
for all the world like a pile of human hair 
and watching it set, white, in the lolo?

This one is a river named after himself. 
This one got drunk and went swimming in the aquarium 
at the Trade Winds Hotel. This one

is still a child, and it’s been such a long day 
he’s been getting an early night 
waiting to swim, swimming for hours

learning to snorkel, finding the bird’s nest 
saying all the words at once 
sobo, isa lei, ota, umu

tulou, oi lei, vinaka vaka 
levu sara, and now he is tired 
this child is so tired he can’t dance

to the Fijian mariachi band playing 
Waltzing Matilda and Under 
The Boardwalk. In the stiff chair

under the fan he falls asleep 
a slow metronome 
above his plate of papadums.









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PAULA GREEN [17.821] Poeta de Nueva Zelanda

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Paula Green 

(1955, Nueva Zelanda). Vive en West Auckland con su pareja, el artista Michael Hight, y sus dos hijos.

Crítica, antóloga, poeta, escritora de literatura infantil y bloguero. Tiene un doctorado en italiano. Ha publicado ocho colecciones de poesía que incluye varios para niños. Junto con Harry Ricketts, su libro 99 Ways into New Zealand Poetry fue preseleccionado para los premios NZ Post Book Awards, 2010. En 2012, editó Dear Heart: 150 New Zealand Love Poems. Su última colección de poesía es The Baker’s Thumbprint (Serpa Press), y en el último año publicó dos libros para niños – The Letter Box Cat and other poems (Scholastic) y A Treasury Of New Zealand Poetry for Children (Random House). El primero fue premiado con Children’s Choice en los premios NZ Book Awards 2015 (la primera vez que ha ganado un libro de poesía). 

Tiene dos blogs, NZ Poetry Box y NZ Poetry Shelf.

A continuación traducciónes de sus poemas Bethells Beach y My Father de Paula Green por Charles Olsen. Son del libro The Baker’s Thumbprint (Seraph Press).




La Playa Bethells 

Einstein come bocadillos conmigo
en el mirador

Le gusta la combinación de
lechuga romana, las virutas de pecorino y

aderezo de anchoa, y la manera en que
el Mar Tasman alza la imaginación

como una anticuada lavadora
dispuesta a cualquier carga.





Mi Padre

I luoghi fungeranno da tavolette per scriverci sopra
e le immagini serviranno da lettere con cui scrivere.
Cicerone

En la primera habitación hay una alfombra púrpura.
En la segunda habitación hay una cómoda.
En la tercera habitación hay una cama matrimonial. 
En el pasillo hay un perchero.
En el salón hay un rojo sofá viejo.
En la cocina hay una mesa de madera.
Coloco un violín sobre la alfombra púrpura.
Coloco una caña de pescar sobre la cómoda.
Coloco una novela de ciencia-ficción sobre la cama matrimonial.
Coloco un plato de crema de avena sobre el rojo sofá viejo.
Coloco un frasco de caramelo sobre la mesa de madera.
Siete días después le digo a alguien
la historia de la muerte de mi padre.



Waitakere Rain

Ernest Hemingway found rain to be 
made of knowledge, experience 
wine oil salt vinegar quince 
bed early mornings nights days the sea 
men women dogs hill and rich valley 
the appearance and disappearance of sense 
or trains on curved and straight tracks, hence 
love honour and dishonour, a scent of infinity. 
In my city the rain you get 
is made of massive kauri trees, the call of forest birds 
howling dark oceans and mangroved creeks. 
I taste constancy, memory and yet 
there's the watery departure of words 
from the thunder-black sand at Te Henga Beach.



The Hat

Inside Mrs Magee's hat
you will find a cat
a door stop, a rolling pin
a rubbish bin, a floor mop
a game of Pictionary
an English dictionary
some very baggy pants
and an overcrowded nest of ants,
some bickering bees
and a nephew that's hard to please.
With such a menagerie
the hat is terrifyingly tall
and Mrs Magee keeps
her poor head bald!

© Paula Green Macaroni Moon illustrations by Sarah Laing published by Random House 2009




Which Jack?

A Jack in the box 
a Jack in his socks 
a Jack in the moon 
a Jack in tune 
a Jack on the grass 
a Jack's gone past 
a Jack on a camel 
a Jack and his flannel 
a Jack climbing rocks 
a Jack in a box.

You can tell by this poem I love rhyme. I like delicious Dr Seuss rhyme and I like rhyme that does trickier things.

Bill Manhire is a whizz at rhyme. Sometimes on the end of the line, sometimes not. Sometimes plain, sometimes not.

The rhymes he uses add a delicious music to his poetry. I think I would like to try writing a poem about what else could be in the box.

Like a pair of stripy socks or a ticking clock.








HARRY RICKETTS [17.822]

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Fotografía: Robert Cross/
Victoria University of Wellington


Harry Ricketts

Poeta, académico, editor y crítico, Harry Ricketts estudió filología inglesa en la Universidad de Oxford, y fue profesor en Hong Kong y Leicester antes de llegar a su puesto en la Universidad de Victoria, Wellington, Nueva Zelanda, en 1981. Ha publicado colecciones de poesía, ensayos y una admirada biografía de Rudyard Kipling, The Unforgiving Minute: A Life of Rudyard Kipling (Chatto and Windus, 1999). Su poesía se define por sus tonos y recursos dramáticos y satíricos, muchas veces fundamentados en anécdotas personales.



Harry Ricketts en Random House Books, NZ

Gap 

para Tommy

«Cuando me crezco quiero ser
el hombre que dice: "Mind the gap"».
A lo largo de los años, igual que tu voz,
esa frase me ha acechado.

Mind the gap: Es equivalente a la advertencia en el metro: "tengan cuidado para no introducir el pie, entre coche y andén"




Wellington, a finales del verano 2014 

En la grada del Basin aplaude el público;
las cigarras hacen clic-clic con sus castañuelas.
Escucha al lento bramido del dinero, que retrocede. 
En la grada del Basin aplaude el público.
«Wellington es una ciudad que muere»,
dice el hombre con fríos ojos de pargo.
En la grada del Basin aplaude el público;
las cigarras clic-clic, con sus castañuelas.

Basin: la cancha de críquet de Wellington.

(Traducción de los poemas Gap y Wellington, late summer 2014 de Harry Ricketts de su último libro Half Dark (Victoria University Press, 2015) por Charles Olsen. Leer los poemas en inglés en booknotes unbound)



Polonius

everything seems disconnected

mottled hands mischievous eyes
rough frosted hair and disobedient brown shoes
cheeks with the blush of mulled wine
your soft-vowelled Scottish blur

you shuffle frailly inside your suit
the blood must move so slowly now
your mind still moving in worlds not realised
you shared the air that Eliot breathed

you know we all tell stories
in coffee-rooms and corridors
ironically envious of your eccentricity
how once you said: 
‘Which way was I going?
Ah, thank you, that way
– then I have had lunch.’
but Polonius
you are so far out
you’re on your own
way back

though it’s true you stalk dead minotaurs
in labyrinths where we lack the clue
and Hamlet is dead, Polonius,
and Ophelia too
and maybe you’ll never write
all those poems you promised to 
you did once live in Elsinore
and for that
                  we envy you





El Prado

A damp morning, just a touch nippy
for January. You’re here
in this indoor meadow, this art-house barn,
randy for epiphany,
or at least hoping to be surprised.

So Raphael’s Transfiguration
is certainly dramatic –
in fact, quite literally uplifting.
So why does that boy agoggle
at Christ levitating leave you cold?

Thirty-five years ago with a head
full of Gormenghast, Seventh
Seal, Crow, the Velvet Underground, you’d have found
El Greco’s silver-lit e-
longations ‘really weird’, but not now.

Now what hits home is Saint Barbara
by Parmigianino,
a left profile. Her face shines with youth.
Braided, brown hair hangs on her
right shoulder. She’s holding – what? – a part

of the tower daddy’ll shut her up in.
Her upper lip curves over
slightly. She wears rather a chic pink
number, such an inward look.
She knows exactly what lies ahead.

And here, opposite Van der Velden’s
flesh-heavy Deposition,
Robert Campin’s Annunciation.
Mary’s a blonde, long, straight hair,
bit plump. A nice girl lost in a book

and apparently quite unaware
of the heavenly rays round
her head, beamed down from top left,
or Gabriel patiently
kneeling, wings half-furled, with some pretty big news.









DOUG POOLE [17.823] Poeta de Samoa

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DOUG POOLE 

Doug Poole es de Samoa (Ulberg Aiga de Tula'ele, Apia, Upolo) y ascendencia europea. 

Reside en Waitakere City, Auckland. Él es el actual e-editor y el redactor de la poesía e-zine Chantaje Press. Sitio web: www.blackmailpress.com

Doug se identifica como Poeta Pasífika en su poesía y trabajo de edición. Es fundador y editor de la revista de poesía por internet Blackmail Press, la cual ha auto-financiado desde junio de 2001. Hoy en día la publicación tiene gran prestigio entre las revistas online de poesía.

Sus poemas han sido incluidos en revistas electrónicas como Trout y el nzepc (centro electrónico de poesía de Nueva Zelanda) y en antologías como Niu Voices: Contemporary Pacific Fiction 1, Mauri Ola – Contemporary Polynesian Poetry In English y Ika Journal.

En 2008 dirijió el recital “Polynation” con el apoyo de CNZ que encabezó el Queensland Poetry Festival y el Going West Readers and Books Festival el mismo año. Unió nueve poetas de descendencia pacífica y maorí con poesía estilo spoken word y música. 

Ha colaborado con la pintora Penny Howard (sus pinturas aparecen en la foto) en la exposición Atarangi Whenua - Shadow Land que se presentó en Auckland y Whangarai.

www.blackmailpress.com



Pouliuli 

Dedicado a Katherine Uleberg 

Cuando quemaron tu cuerpo
la fale vacía se cambió en
telarañas que respiran recuerdos.
Persianas apoyadas en escobas
dejan abierta la memoria:
la lata de galletas de Kake
invadida por hormigas negras. 
Saludaba cada mañana
talofa lava y un beso.
Frotando con aceite de coco
la moteada piel seca de
la pierna mala de Kake, soy compañía
en la pouliuli de ceguera.
Kake canta y toca la armónica
mientras sacudo las hormigas de la caja.


Fale es una casa tradicional.
Talofa lava significa "muy bienvenido".
Pouliuli significa "oscuridad".
(Traducción del poema Pouliuli de Doug Poole por Charles Olsen y Lilián Pallares)




Pouliuli 

Dedicated to Katherine Uleberg 

When they burned your body
the empty fale became
webs breathing our memories.
Shutters suspended on broomsticks
let open the memory of Kake’s
biscuit tin overrun with black ants.

Greeting every morning
talofa lava and a kiss.
Rubbing coconut oil on the dry
mottled skin of Kake’s
bad leg, I am company
in the pouliuli of blindness.
Kake sings and plays harmonica
as I shake ants from the tin.





Losing My Religion

Broken Karo,
children fall,
grieve our voices,
find hands,
nothing other.
Blood blooms
for returning
spine a centipede
or a sea snake
spine a bird head
& teeth of death.
A mouth full of many footsteps.
Mourn, release light,
photosynthesis of learning,
bloom beginnings ended,
missionary alphabet,
gilded in blood.
How noble to print words 
clay walled
catastrophic violence.
Father is out stealing,
holy blankets & rusted nails.
Occupiers break the
fabric of  heaven.
Residence: past & presence
succession: deaths proximity
to the living & beautiful dead.
Children, our continuity
found (on Google)
claim for compensation,
voices became embers.
Hear us speak
Connection to wisdom
Tofa (our Ali’i)
Moe (our Tufuga)
sleep informed by wisdom
hear us speak in our children…
whose sleeping throat is alert
to voices who haunt the land
who threaten violence,
we are returning.



From Pouliuli 8

You are speaking
To me in Samoan.
I laugh, You laugh too,
your body  becomes
a siva, as you talk in the
language of youth.
Before I came to Niu Sila.
Pouliuli dwelt only in the
Depth of midnight. Before
I came to Niu Sila the Sun
and moon cleared the path to
My Fathers tethered horse.



AKA. P.C. Bully

“The PC bullies are clamping on this debate so it stays at the level of simplicity and it’s doing exceptional harm to the New Zealand economy,”- Dr Clydesdale

Why don’t you come over
to my island, so I can ask
about the underclass.
I want to tell you,
doc – tor – Clydes – dale
My grandmother arrived in
1955, worked days and nights
to get us fed, watered and ready
for our moment in the
white – hot – sun
A high titled woman who
could not boil eggs, worked
in Cambridge clothing, sewing
suits for those like you who speak
 un – tested
So come on man, come over to my house
So I can cook you – a meal from the hole –
in the wall. Watch you fall over the
“Rellies” littering the lounge room floor
minimum – wage – over – crowding
Ioe, I am full of “floating anger”
As the anglo-anthro  put it
So doc, where are you from,
Eh, where are you going?



Pouliuli 11

                To Tuaoloa, Edwina and Katherine Uleberg

Sweeping the fale floor
found a photo of you
1934, a black fox straddles
your broad shoulders.
It was beneath the old dresser,
beside the old singer, that crooner
sewed Sunday best; daughter’s
white Sunday dress.
Outside flying foxes terrify
your daughter, who hates them
more than snakes that bite
young legs.
a transistor radio hangs in the
fale, Red, languid, a gift from a
son for the return home.
No AA’s at Lou’s shop,
this is 1974 after all,
Dry-docked, Aunty Kake his
First call, his mother’s baby sister,
his favorite Aunty,
who sings and tells him stories
he has never heard before.
Sweeping out the fale, the dust
becomes a flock of manu’sina
hitting the sun, heading for perches
In the low hanging hands
of children playing.





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CARLOS SPINEDI [17.824]

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CARLOS SPINEDI

Nació en 1928 en la ciudad de Río Gallegos (Provincia de Santa Cruz)- Murió en Buenos Aires, 2015; su infancia y adolescencia transcurrieron en Santa Rosa de Toay y Rosario de Santa Fe y, desde hace más de medio siglo, vive en Buenos Aires. Su vida se reparte entre sus afectos, el estudio, la grata tarea de escribir sin ataduras y una interminable persecución de valores éticos y estéticos que otorguen sentido y un poco de belleza a la existencia.

Numerosas revistas literarias y suplementos culturales del país y del extranjero han publicado notas y poemas de su autoría, algunos de los cuales fueron traducidos al francés, al italiano, al griego y al rumano. Invitado por distintas instituciones ha dictado conferencias sobre: "Lorca, Elytis y el Mediterráneo", "América en la obra de Antonio Machado", "Borges en el país del Minotauro, "Kavafis, o la antipoesía", "El Haiku y Occidente", entre otras.

En la década del 60 colaboró con Jorge Luis Borges y José Edmundo Clemente en la Biblioteca Nacional y, hasta 1976, en la Escuela Nacional de Bibliotecarios. Sus poemas figuran en diversas antologías nacionales e internacionales.

Tradujo de portugués al poeta paulista José Paulo Paes y del griego poemas de Kavafis, Ritsos, Elytis, Seferis, K. Dimoulá, entre otros, en colaboración con Nina Anghelidis. También con esta última confeccionó la antología de "Poesía Griega Contemporánea" , editada en La Habana en 1998.

Estuvo activamente vinculado a Cariátide desde prácticamente sus comienzos, participando de la Comisión Directiva y dictando anualmente conferencias sobre diversos aspectos de la literatura neohelénica.

Ciclo

1

hojas de acanto proyectando su red de nervaduras sobre
la palma de una mano,

2

mano por la cual se escurre la sombra de los tiempos
antiguos,

3

antiguos módulos solares que un dios obstinado activa
cada día,

4

día impreso en las inmóviles láminas de un almanaque
de campo,

5

campo de trigo verde contaminado por rojas amapolas y blancos
fragmentos de mármol,

6

mármol salpicado por la sangre de los augures y los pájaros,

7

pájaros de mirada estrábica posados sobre los muros de un templo,

8

templo destruido por el seismo imperceptible de las migraciones,

9

migraciones de hombres condenados a la suerte perecedera
de las hojas,

10

hojas de acanto proyectando su red de nervaduras sobre la palma
de una mano,



LA TRAVESÍA

“...e pronto sono a travassar lo rio...”
Dante – Infierno: III – 124

Este no es el memorable río
a que alude la ciencia de “el Oscuro”:
liberada por fin del cuerpo impuro
deplora aquí el alma su extravío.
Privados de esperanza y de futuro
a los hombres agobian el hastío
de ya no ser, y el sólido vacío
que a sus ojos parece un alto muro.
Al turbio río llaman Aqueronte:
incansable una barca lo navega
en tinieblas, sin cielo ni horizonte,
mientras refluye su corriente ciega
hacia la orilla misma del Averno,
esa forma perversa de lo Eterno.


2

La llegada

Ni cipreses ni pinos mediterráneos
ni prieto bosque
ni rastro alguno de mar
bajo este distinto azul del cielo
sólo un monto de talas y espinillos
un horizonte limitado
por el suave lomo de las cuchillas
cubiertas de pasturas
y caballos de variada pelambre.

En una casa de Tacuarembó,
una pequeña niña nace:
"Se llamará Circe"- dice feliz el padre.
Cuando la alzan en brazos
siente que un largo viaje a terminado.


                                                  a Cirse Maia
          (del libro La Travesía)           



Invierno

canta una alondra
el corazón escucha
ya no recuerda



Del viento y del mar

el aire mece
sin ton ni son la luz
de las farolas




vientos del sur
sabor acre del frío
entre los dientes

un puñal de obsidiana
es el aire esta noche



El mar anega
el hueco que tu pie
dejó en la playa



Heterodoxia


II


en la tetera
de porcelana azul
bulle otra vez el sol
                                                               
 (de "tal vez TANKAS tal vez HAIKUS")




Asedio
                                       “…y se llena de sombras el ladrar de los perros”
                                                                 Virgilio – La Eneida- Canto VI

El asedio al castillo
dura ya demasiados años
y las grietas
-labradas por el viento y el agua-
minan los cimientos
allí donde el liquen prospera.
Está cerca el derrumbe
de ese anillo sin luz que es la muralla.
Incansable el ariete de los días
golpea
cada sillar de los bastiones
mientras la paciencia espera entrar
por ellos a degüello.

Esta noche de paupérrima luna
la oscuridad urde la trama
del renovado asalto.
Sin cautela
una por una de perfil las sombras
invaden el alcázar
ningún guardia las oirá destrabar
los débiles cerrojos
de la traición o la desesperanza

total será / es la sorpresa:
no hay nadie en el reducto
sólo el frío de los muros
un banco inútil

y el viejo cinturón de castidad
con su llave encastrada
junto a un mensaje de adiós
que sabe a bienvenida.





ENRICO DIAZ BERNUY [17.825]

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Enrico Diaz Bernuy

Enrico Manuel Diaz Bernuy (Nació en 1973 Lima-Perú). 
Escritor, poeta, artista plástico.   Estudió en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (Ciencias de la comunicación) 1990-1994
Historia del Arte, en el Museo de Arte de Lima (MALI) 1994-1995.

Antologado en:
— Voces: Cuentos, Poesías Y relatos. ISBN-10: 1478371242
— Minotauro: Antología de Relatos Breves (español Edition) ISBN-10: 0615507069
— 100 mil poetas por el cambio. Editado por el rincón Guapo. PEÑA DE POESÍA 2014
— Revista de literatura, arte y crítica EL BOSQUE, edición 6 con su cuento LA EX NOVIA 2015
— Revista de literatura, arte y crítica EL BOSQUE, edición 7 con su poema ESGRIMA CARNAL.  2015

En España. Portal especializado en literatura de vanguardia http://ariadna-rc.com/ . Ariadna rc presenta poemas de Enrico Manuel Diaz Bernuy http://ariadna-rc.com/numero68/lab05.htm

En México, publicaron su cuento EL SECRETO DE NUESTRA SOMBRA. En el portal literario http://www.whiskyenlasrocas.com/2015/03/el-secreto-de-nuestra-sombra.html

Obras publicadas:

—13 HERALDOS Cuentos y relatos. Create space, amazon.com (cuentos y relatos) 2011 ISBN-10: 1466463392
—DIARIO DE UN POETA REALISTA. Ensayo. 2012 ISBN-10: 1478133651
—La realidad de Amazon.com Ensayo. ISBN-10: 149288538X
—PELUQUERÍA DEL MAL. Novela. Ediciones EVAROZ. 2013 ISBN-13: 978-1482056006
—EL CRIMEN NEFANDO DE EVA. Novela. Create space, en amazon.es 2013. ASIN: B00BVLUSFY
—El escultor y la virgen. Cuentos. En el formato del e-book. en amazon. ASIN: B0099CPH2Q
—Esgrima Luminosa, poesía. Ediciones Evaroz
—Cuentos y Relatos para la Noche. Literatura de terror y horror. Editorial Certidumbre luminosa. 2015

Premios:

1.er Puesto en el Concurso Juegos Florales por «La Municipalidad de Miraflores». (poesía)
En su etapa estudiante universitario, Facultad de Ciencias de la Comunicación. Departamento de Cultura. Con segundo puesto y primer Puesto en poesía (1992).
PRIMERA MENCIÓN  HONROSA en V Concurso Internacional Virtual de Poesía Atiniense - Argentina - Diciembre de 2014.

Obras Traducidas:

Cuento titulado LA CENA,  traducido al francés por Université de Poitiers. http://fr.calameo.com/books/0026177994c048640e2e0

Exposición en galerías

-2013 Primera colectiva en la galería del centro cultural EL OLIVAR.
-2014 Primera muestra como individual la CASA SHENAN arte integral. La primera casa de arte y fusión en el Perú. «La muestra consistió en 23 dibujos en tinta china y cuatro cuadros al oleo sobre de lienzo de estilos expresionista y abstracto».
-2015 Exposición colectiva "Creando Juntos" desde el 11 de abril al 03 de mayo, Meridiano Lima, Miraflores.
2015 Exposición  Colectiva “ Mitos” en el Colegio SACO OLIVEROS.




Lección 1

El lado interno de una fuerza da garra
como  el vuelo de mi desvelo en una linda melodía
Que recorre esferas  invisibles en donde poso la inspiración en
ruta al túnel entre el aire íntimo de cada anhelo y la perdida promesa de un sueño que recae en el lodo de mis pasos y todo lo impregna con  la misma canción de un sueño…
El lado interno de una fuerza posee alas de una libélula dorada
Más allá de las grandes palabras y los grandes silencios.

Y esa misma fuerza oscura posee su sombra que  riega una pincelada en mi  mesa  de cosas  sofocantes, como el acto creativo, el acto de la memoria: sus colmillos,  y sus sentencias como la poda estrecha uncial en galaxia de mi estética y al final de mis palabras que siempre sirven para amar las deidades  del espíritu y uncir toda pérdida  a un tesoro.
En el medio de estos diamantes la soledad es un espejo sobre una palmera.
Las rutas siempre generan fuerzas y sin duda el final  es un hábito banal, pero el volcán es hermoso con toda esa sangre ardiente de afectos que te matan sembrado sobre la misma palmera y ese lado interno de la fuerza que encarna mi alma.

La imitación al todo es la celda de sepulcros tesoros como una copa de ron frente al momento nocturno de un pacto y su fuerza. Para despertar por fin del escondrijo que se nos ha impuesto. 

(Poesía) 




la noche MURIÒ CON UNA SONRISA EN TUS OJOS
Y MIS LABIOS PENTRARON     LA RAIZ DE TODAS MIS
TENTACIONES  A  PESAR de todo
Y la distancia ENTRE UN JARDÍN
TUS OJOS FORMÒ INFIERNOS QUE NUNCA PODRÈ
OLVIDAR
Y ese clima   de números cuadrado
Figura algo MUY                      
PARECIDO AL SONIDO DE TU

NOMBRE
Algo EN el medio de nosotros está presente
Y es inexpresivo sin Embargo, es el        nexo
De          la sombra y esa oscuridad CUMPLE LA MISMIDAD
DE UN DOLOR y la distancia entre un JARDÍN
Y en lo inexorable de los días lo arrastramos POR
El sueño de recorrer caminos
Esto expresa constantemente LA ACUARELA INTERIOR
De nuestro pensamiento,  a  pesar de la sombra
Y QUE ESTAMOS JUNTOS NO necesariamente representa
El secreto y el CIELO de esta historia
a  pesar de la sombra    y que estamos JUNTOS…
no representa que estamos UNIDOS pese a la sombra
al final nos cubre con un pensamiento
Yo no sè POR QUE ESCUCHO palabras para romper la
Distancia con algo soñado o con lo real de un recuerdo
Lo arrastramos por el sueño
yo no se por qué encuentro en cada cosa AlGO ABSTRACTO
Que busca cobrar   forma de algo vivo como un Yugo en mi
Mente, Me corona con ALGO LUMINOSO PARA PROFETIZAR
Y seguir el rumbo de las formas
Sobre el tiempo que arrastramos
PERO LA FORMA NOS VIGILA…  el viaje a uno mismo
me hizo encontrar la equis en cada cosa en el
preciso momento cuando cierro los ojos al viaje
a uno mismo PARA
borrar por fin LAS RUMAS DE CRUCES QUE CRUSIFICAN Y
ENSALSAN LO HUMANO
como un yugo en mi mente y en el firmamento
DE MIS PALABRAS como sutiles zurcidos sobre un sudario
el  laberinto de silencio mira y nos vigila…
plagio versátil como las miradas hipócritas que
fácilmente nos miran, como nos amamos…




LA TORMENTA OCULTA

La iluminación de la noche  da una locura 
en la que uno transforma más allá de esta piel. 
El amor a la nada es un cemento de contacto para mis poros…
El águila y su sombra   lo dibujó todo y en el medio de esa acuarela
hay soldados con aldeas y harapos  que embanderan… 
en lo prohibido de mis convicciones.
Hay soldados  en el oído derecho que tiembla en mi corazón.
Así concursa esa suerte de mi Destino 
con armamentos de mi infancia  y las mismas letras de mi pasado 
solo me conducen a este eterno  escribir aeromántico 
de Abismos en mí mismo. 
Con un suspiro.
La poesía traduce el latido 
en   una fina Espina  que recorre la espiral de la caracola. 
Todos los hombres  llevamos esa caracola en el pecho… 
Pero  cuando vives un divorcio   la caracola es un calamar 
que no te deja y tu sangre ya no es tuya.
El laboratorio del orfebre   trae polvos divinos en el medio 
de ese dolor que te inflama y es calcinante 
como las perlas perfectas   que se derriten entre las lágrimas de las montañas.
La cúspide nácar forma el poema. 
Cada latido del hombre queda en el polvo 
y el cemento de los días   fiel reflejo de la espiral de su vida. 
Como la misma espina 
que domina la ruta de la espiral…
«Lavanda, era el sueño de mi infancia»… 
y la irrupción del todo trajo  consigo un destino errante en el núcleo de mi vacío.
Hoy  todo da, y es el esfuerzo 
perpetuo del verso firme.
Como mis pasos 
imparable y disoluto  que crea presentes del pasado 
en el umbral de un sueño  donde mi mirada lo dice todo 
sobre el pasado de mi esfuerzo  y el secreto de mi futuro.
Así permanezco  con la careta frente a los Monstruos… 
para librarme del todo,  
solo. 
Y solo con mi esfuerzo, y , mi fuerza 
en el medio de mi Soledad 
siembro mi Ciencia, y, en el palpitar del búho,
y , la impaciencia contenida  en mi Silencio 
aspiro así a Alzarme.
El silencio es el oro para el alma
y ahí yace un nacimiento  donde las raíces nuevas 
surge un templo virgen  de un pensamiento solitario 
de un hombre que cree en los hombres 
Yo trabajo el viaje al futuro  en donde 
yergue mis esculturas  en blanco y negro 
de los grandes actos del adiós  y a la sombra del día Eterno.  
Pero gracias  a mí mismo  
diseñé  hierro con fuertes ráfagas de  
viento,  cómo llegaste 
y apareció tu mirada  una vez más en las arenas submarinas  de mis sueños y los sismos de mi placer. 



POEMA

Se puede dar  alas a una  voz el inútil esfuerzo  de una intensión  
como la palabra amistad, o la palabra ….
en donde 
el crepúsculo siempre deja el trazo
en el barro para dar alas a una voz que llevamos y de un socavón

surge como ramas hacia otro esfuerzo cuya intensión destila
y sumerge en cada uno
un mensaje distinto.
sobre el pesado paso de los días pero el paso en las noches son eternos como una partida sexual o una escultura callada que aplasta en un desproporcionado azul.
La soledad está presente,  su mimo embriaga nuestros fondos o nuestras riquezas.  La  soledad hace  extrañar a alguien que uno no conoce en una voz imaginada que por fin refugia un sentido que estalla y crea un reino dentro de uno e invisible para el otro o la otra
Y el todo se parece a una escultura  que está encallada como un gemido eterno,  toda la atmósfera posee una voz de un esfuerzo contenido como caballos a toda máquina.

Hay afuera un beso, de odio todavía, y ahí adentro un amor vacío en su vanidad… 
El dios lo mira todo y el todo tiene la esencia de nuestra sangre y el polvo de los subsuelos   nutren los colmillos de los troncos en la garra madura o la mulata de hierro 
que se dibuja así misma
 en los cielos
 que concede
 y devela lo infinito, batiente en ardor, siniestro a lo silvestre 
o los cementerios de las sonrisas
 en unas islas parecidas a las burlas.  O la niña solitaria que se toma fotos buscando a alguien en si misma…
Y a la distancia… dulces coronas 
que vibran en el vano silbido: teje desmedida la urdimbre áulica del horror, sobre el cielo cenizo se derrama 
la misma esperanza sumisa arremete
 y surca rutas que nos unen y fuerzan como un ruido que lo aplasta todo así crece un desierto versátil
 y nuestra sed nos une a todo, nos aplasta jaspeada
 con gestos de quien humilla a lo humano
 E INESPERADA en este cielo.
El pintor pinta las gravillas doradas en las miradas de los amantes 
a tanta fuerza 
útil para los desiertos 
y los besos no amados de tanta esperanza perdida y a ello: cuando me acordé de ella…, pensé en dos gatos, 
uno blanco y el otro no tenía color. 
La sombra de uno tenía dos cabezas como dos mentes
 y la sombra del otro solo tenía garras
Pero la vida tiene tantos finales 
invisibles como los engranajes de las horas
 de un solo juego que nace y renace 
en lo oscuro de un motor 
o una rueda inmensa 
cuyo único latido sádico es una gramática en clave
 como una mirada fría 
de herrumbre en invierno 
de una historia con final 
a tantos nombres.




CHAIRIL ANWAR [17.826] Poeta de Indonesia

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Chairil Anwar

Chairil Anwar (26 de julio de 1922 en Medan - 28 de abril del 1949 en Yakarta) fue un poeta indonesio adscrito a la Generación del 45 y algunas veces al movimiento simbolista. Se estima que Chairil ha compuesto alrededor de 96 trabajos líricos y cerca de 70 poemas en su corta trayectoria.

Anwar nació y se crio en Medan, Indonesia hasta que su madre, en 1940 decidió mudarse con él a Batavia donde Chairil empezó a entrar en contacto con los círculos literarios locales. En 1942 publicó su primer poema y siguió escribiendo hasta el día de su muerte. Algunos de sus poemas fueron censurados por los japoneses ya que, en aquella época de transición social y política, Japón invadía Indonesia.

Su vida despreocupada y libre de ataduras, rebelde y acusado de plagio en alguna de sus obras, Chairil Anwar adoptó un estilo único en sus escrituras en las cuales se aprecia el tema recurrente de la muerte y todo lo relacionado a dicho fenómeno. Murió en Yakarta, Indonesia en abril del 1949 a los 26 años de edad por causas desconocidas. Aún se debaten las causas de su muerte.

Controversia y estilo

Descrito por sus amigos y conocidos, aunque era alguien sensible a su manera, su arrogancia y poca educación le hacían una persona difícil de comprender o de convivir con ella.

Su estilo está considerado por muchos como atmosférico, cargado de imágenes, símbolos, recursos literarios y, a veces, pesimismo. El tema recurrente en sus obras es la muerte.

La controversia llegó cuando los críticos literarios lo tacharon de occidentalizado, y de rechazar varios principios que la gente posee en Indonesia y que se consideran clave para la convivencia y la austeridad. Es por su estilo occidental, mezclando pesimismo, existencialismo e individualismo, por lo que es criticado tan fervientemente; sus influencias son básicamente Europeas sobre todo de Holanda (Países bajos) aunque también adoptó influencias indonesias y japonesas. Aun así, fue criticado porque algunos de sus poemas tienen un sentido bastante personal cosa que dificultaba la lectura de sus escrituras y su estado dentro de la Generación del 45, pero no dejaba de cumplir con los requisitos.

Fue acusado de plagio numerosas veces y se rumorea que eso lo llevo a arder a las llamas tras su muerte o que, incluso, fue la causa de su muerte, aunque no se sabe con certeza, lo que aseguran muchos es que murió por una enfermedad pero que no fue reconocida como una normal, por lo tanto, pudo ser una anomalía. Él contestó ante las reclamaciones por plagio diciendo que no le quedaba otro remedio debido a su falta de dinero.

Era un poeta excéntrico y fue acusado de igual manera de cleptomanía y, otra de sus manías era la de siempre estar enfermo o cansado.

Muerte

Murió en abril del 1949 por una enfermedad no identificada. Muchos esgrimen muchas otras opciones ya que la causa de su muerte sigue siendo en parte desconocida hasta estos días, a pesar de todo. Tenía 26 años y fue enterrado en Yakarta, Indonesia.


YO

Cuando llegue la hora
Yo no quiero que nadie me llore
Ni siquiera tú

Para qué todos esos llantos

Heme aquí, animal salvaje
Expulsado de la manada.

Aunque las balas me atraviesen
Enfurecido continuaré

Llevando heridas y veneno en mi carrera
En mi carrera
Hasta que el dolor desaparezca

Y nada ne importe ya
Y todo me sea indiferente

Quiero vivir mil años más



PRAJURIT JAGA MALAM 

Waktu jalan. Aku tidak tahu apa nasib waktu ?
Pemuda-pemuda yang lincah yang tua-tua keras,
bermata tajam
Mimpinya kemerdekaan bintang-bintangnya
kepastian
ada di sisiku selama menjaga daerah mati ini
Aku suka pada mereka yang berani hidup
Aku suka pada mereka yang masuk menemu malam
Malam yang berwangi mimpi, terlucut debu......
Waktu jalan. Aku tidak tahu apa nasib waktu ! (1948)

Siasat, Th III, No. 96, 1949




PUISI “AKU” KARYA 

Aku
Kalau sampai waktuku
Ku mau tak seorang kan merayu
Tidak juga kau
Tak perlu sedu sedan itu
Aku ini binatang jalang
Dari kumpulannya terbuang
Biar peluru menembus kulitku
Aku tetap meradang menerjang
Luka dan bisa kubawa berlari
Berlari
Hingga hilang pedih peri
Dan aku akan lebih tidak perduli
Aku mau hidup seribu tahun lagi
Maret 1943 



At The Mosque

I shouted at Him
Until He came 
We met face to face. 

Afterwards He burned in my breast.
All my strength struggles to extinguish Him 

My body, which won't be driven, is naked with sweat 

This room
Is the arena where we fight 

Destroying each other
One hurling insults, the other gone mad.




Me

When my time comes
No one's going to cry for me,
And you won't, either 
The hell with all those tears! 

I'm a wild beast
Driven out of the herd





Twilight At Little Harbor

This time no one's lookng for love
down between the sheds, the old houses, among the twittering
masts and rigging. A boat, a prau that will never sail again
puffs and snorts, thinking there's something it can catch 
The drizzle brings darkness. An eagle's wings flap,
brushing against the gloom; the day whispers, swimming silkily
away to meet harbor temptations yet to come. Nothing moves
and now the sand and the sea are asleep, the waves gone. 




Willingness

If you like I'll take you back
With all my heart.

I'm still alone.


I know you're not what you were,

Like a flower pulled into parts.






CARLOS L. ZAMORA [17.827] Poeta de Cuba

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Carlos L. Zamora 

(Matanzas, Cuba  1962). Licenciado en Filología en la Universidad Central de Las Villas (1985). Poeta y narrador. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). 

Entre sus títulos destacan Estación de las sombras (Sanlope, 2001), que fuera Mención en el Concurso Internacional de poesía “Nicolás Guillén” (México, 1999), la antología El amor como un himno. Poemas cubanos a José Martí. (Centro de Estudios Martianos, 2008), el poemario Cada día la eternidad (UNIÓN, 2011), la novela En la mañana viva o Tan cerca hemos dormido (UNION, 2012), la noveleta para niños A Puerto Blanco no llegan las lluvias y el libro de cuentos La noche de Judas, estos dos últimos por Ediciones Matanzas, 2013.

Ha recibido, entre otros, el Premio Fundación  de la Ciudad de Matanzas 2012 (Literatura para niños y jóvenes), el Premio de Narrativa Guillermo Vidal (2011), el Premio del Concurso Nacional Cuentos de Amor (2000), el Premio Décima joven de Cuba (1996) y ha sido finalista del Concurso internacional ARTÍFICE, de poesía (Loja, Granada, España) en el 2005 y Mención especial en la II y VI ediciones de ese propio certamen (2002 y 2006), entre otros reconocimientos.. 

Sus textos han sido incluidos en numerosas antologías, compilaciones y revistas cubanas y extranjeras.


BIOGRAFÍA

Las flores que olvido; 
los nombres que tuve en otros labios; 
el cuerpo 
donde crecieron las palabras 
como hierbas silvestres. 
Huellas. 
Sólo el corazón, al fondo. 
Como un oscuro mástil 
en tierra prometida.



RAZONES

Porque mi nombre es oscuro
como la hondura del salmo,
porque toda fe que calmo
sigue escrita en el futuro
y no hay huella de mi duro
soñar. Porque nada queda
sino aferrarse a la veda
del corazón y ser casa
de otra luz, de otra amenaza.
Porque cedió ya mi rueda.



DIÁLOGO

La oveja contempla el agua que le ofrezco. Sus ojos esperan la señal y no la martirizo: bebe despacio, atenta a las pulsaciones escapadas al oasis de mis manos, turbada apenas por mi rubor de complacencia.
Miro cómo desciende, al impulso de la sed, toda esperanza de infinitud. Se extinguen de su frente las gotas mínimas, los últimos signos de la necesidad. Y cuando parece marcharse, cuando el aire comienza a copar las paredes húmedas de mis palmas, ella desliza su lengua por los surcos rosados y siento que se ha desprendido en mis entrañas una víscera y que debo enmendarlo, porque ahí está la clave, el mensaje cifrado de la oveja. 




NOCTURNO Y ORACIÓN

La noche se deshace en finas hebras
que trenzan con el polvo sus descuidos,
yo las calzo al pasar y de algún modo
soy penumbra y mantel, tierra de nadie.

No sabré si me aguarda la tormenta
hasta que el rayo duela en mi costado,
paciencia del futuro: sangre y luz
que habrán de poseerme sin lascivia.

Noche mía que escampa en el desvelo:
expulsa a los bufones, alza el puente,
no sea que proscriban tus palabras

y yo no pueda más que desearte,
lodo y salutación: cuerpo deforme,
indigno de tu abrazo y tu memoria.



EL MERCADER

Listos a prescindir están mis cuerpos, que en la memoria han debido nacer y  yacen solos, a merced de los  mundos, como bestias de cambio.

Pero es uno el corazón, el resto espejos que dibujarán la muerte si son desconocidos.

Venga el tajo...

Pobre mercader si el corazón no canta.



CARTA

a Judith

Náufrago escribo, gladiador el viento
mi botella alza sin mirar la costa
y aun naciendo de mí  ya llega otra
esa palabra en la que puse el sueño.
Como si el ir le dibujara el cuerpo
con paleta distinta a mi latido
llega a tu corazón un acertijo
cuando debió arribar la primavera.
Náufrago en el azar de la botella
recibes lo que el agua me deshizo.



ESCRIBA

Todo lo que en  mí canta se deshace
y debo repetirme en la mañana;
buscarme por doquier como si nada
estuviera prescrito y aún de nadie
fueran mi nombre y mis derroteros;

renacer entre todos los vestigios
como un absorto paria, ya perdido
de la razón cordial y de lo eterno...

Todo lo que barrunto palidece 
la fogata del prójimo: la lumbre
en mi húmeda sombra se desteje.

Pero es inútil, me denuncia todo;
como un gran barco que en la luz se hunde
todo lo que en mí calla, canta solo.




VOLVER

Vuelvo otra vez a ser lo que había sido
Rafaela Chacón Nardi

En la corriente de nuevo,
carnada y pez: albedrío.

De la orilla desconfío;
de mi pasar sólo bebo.

Y si a mi suerte me atrevo
es porque carnada y pez
son la gloria y el revés
en una sola moneda.

Infalible, el tiempo rueda...
A lo que he sido, otra vez.




ESTACIONES

Con su puntualidad tardía los trenes nos alejan.
Nos aferramos a esos pueblos que pasan demasiado rápido.
Y al final hemos llegado otros.
Desconocidos, rompemos los espejos.
Comulgamos con las fotografías.
Pero no somos aquellos.




GUERRAS

Uno escucha la víspera el zumbido fatal, pero resiste confiado a la ventana. 

Uno alcanza los altavoces y los huérfanos cuando las granadas han mordido la tierra. 

Uno atraviesa el frente silbando una canción de siemprevivas. 

Uno amanece mártir por todas las campanas que han sobrado, por todo el fuego que ahogó nuestras semillas. 

Uno amanece harto de morir la siesta.   

Uno amanece soldado sin atarse a la espalda los muertos y la pólvora.



LOS ACOSADOS

La noche escribe. 
Nos escurrimos apenas de su paréntesis trivial.

Simulamos alguna dignidad 
entre el sueño y la multiplicación. 

Tapiamos las ventanas para creernos solos.
Pero la tempestad se avecina.

En el umbral se han pertrechado los silencios.
Y vigilan.

Pasa un gato feroz sobre el tejado. ¿Huye?

La noche escribe. Leo apresurado.
Antes del punto final debo saber.




LA RUTINA

Se reclina hasta encontrarnos. 

Desciende espalda abajo, con el temblor del asesino a punto de la muerte; confiada en su transparencia, obsesa. 

Se le vaticina desde el cenicero o desde la bastardía del café; incluso en cierta cordura tiene asiento. 

Musita a veces un antídoto, pero lo escamotea el aire como un naipe dorado; es ceniza de sueño: un escalón en la nada. 

Cae como una tarde, coqueta. Con su tonadilla. Como si no temiera. 

Se reconoce en casa, repetida entre nosotros como una sombra diurna. Pujando para que sobre el cuerpo, pudriéndonos los ojos. 

Como si izara el horizonte un enorme pantano.






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JUAN DE CASTELLANOS [17.828]

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Juan de Castellanos 

Nació en Alanís (Sevilla), el 9 de marzo de 1522 y murió en Santiago de Tunja, Colombia el 27 de noviembre de 1607, fue poeta, cronista, militar y sacerdote.

Muy joven marchó de soldado a América, pero pronto abandonó las armas y se hizo sacerdote (1559). Como militar intervino con Jiménez de Quesada en la conquista del Nuevo Reino de Granada. Fue beneficiado de Santiago de Tunja. El erudito colombiano Raimundo Rivas se inclina a pensar que se han confundido los datos biográficos de dos personas del mismo nombre en el beneficiado de Tunja, quien no debió de figurar entre los conquistadores.

Obra

Las obras de Castellanos versan sobre los principales sucesos de la conquista española en tierras de América, pero principalmente sobre los relacionados con las Antillas, Costa Firme, Nueva Granada y Gobernación de Popayán. Para escribir estas obras, que por su extensión constituyen una vasta crónica rimada que consta de más de ciento cincuenta mil endecasílabos (rimados unos y sueltos otros), se sirvió Castellanos de noticias recogidas por él personalmente, durante el decurso de su vida aventurera, y de las relaciones que le dieron sus compañeros acerca de las expediciones en que no tomó parte. Castellanos extractó, además, páginas de los escritos del fundador de Bogotá, Gonzalo Jiménez de Quesada.

La obra que ha dado mayor notoriedad a Juan de Castellanos es el poema histórico Elegías de varones ilustres de Indias. La primera parte se publicó en Madrid, en 1589, mientras que la segunda permaneció inédita hasta el siglo XIX, cuando fue publicada en Madrid (1874). El propósito inicial de Castellanos fue escribir una simple crónica en prosa de los sucesos de la Conquista, pero, a instancia de sus amigos, deseosos de que Tierra Firme alcanzase la gloria que dio a Chile La Araucana de Alonso de Ercilla, versificó la ya iniciada prosa de su obra. El título de la obra no es tan impropio como algunos han supuesto, ya que en él narra el autor los sucesos adversos y la trágica muerte de la mayor parte de los conquistadores, a cada uno de los cuales dedica un epitafio en latín y en castellano.

La obra se divide en cuatro partes; cada parte consta de diversas elegías que, a su vez, se dividen en cantos. La primera parte (única impresa en vida del autor) reseña los cuatro viajes de Colón, la conquista de Puerto Rico, Cuba y Jamaica; la conquista de las islas cercanas a Tierra Firme (Trinidad, Margarita y Cubagua); las primeras entradas al Orinoco y los desventurados sucesos protagonizados por Pedro de Orsua y el famoso tirano Lope de Aguirre.

La segunda parte refiere los hechos acaecidos en Venezuela, Cabo de la Vela y Santa Marta. La tercera parte narra los sucesos históricos que tienen como teatro a Cartagena, Antioquía y Popayán. Finalmente, la parte cuarta (compuesta en verso libre con algunas octavas reales) tiene por subtítulo el de Historia del Nuevo Reyno de Granada y abarca los sucesos de Tunja, Santa Fe, Guane y otros lugares del Nuevo Reino, prosiguiéndolos hasta 1592. En esta última parte ofrece el autor una quinta acerca de los demás pueblos fundados con posterioridad a Santa Fe, Tunja y Vélez, parte que según parece no llegó a escribir.


A pesar de sus defectos, el libro tiene un evidente valor histórico. Desde el punto de vista literario, las Elegías son una obra muy desigual. La primera parte excede a las demás en valor poético. Los versos sueltos en que abundan ya las partes tercera y cuarta son pura prosa rimada y a la larga llegan a causar pesadez. Pero, a pesar de esto, debe abonársele a Castellanos su viva fantasía pintoresca y el arte con que compone algunas de sus narraciones. La lengua, en general, es llana y castiza, no desprovista de cierta ingenuidad, si bien en ocasiones degenera en chocarrera y trivial.

Más que como poeta debe juzgarse a Castellanos como historiador; como tal es siempre imparcial y veraz, y su criterio científico es bastante exacto. Condena a los funcionarios venales, la desmoralización de los soldados, la injusta distribución de las conquistas; sus ideas respecto a la conducta de los españoles con los indios son sensatas. Abundan en la obra las noticias arqueológicas, de historia natural y sobre costumbres de los aborígenes, todas ellas de gran interés. En este sentido, la obra del Homero Americano, como lo define Menéndez Pidal, sería un reflejo fiel de su contexto histórico.

Más que como poeta, debe juzgarse a Castellanos como historiador, porque como tal es siempre veraz y su criterio científico bastante exacto. Condena a los funcionarios venales, la desmoralización de los soldados y la injusta distribución de las conquistas; sus ideas respecto a la conducta de los conquistadores con los indios son sensatas. Abundan las noticias arqueológicas, de Historia Natural y sobre costumbres de los aborígenes, todas ellas de gran interés.

Bibliografía

William Ospina: Las auroras de sangre: Juan de Castellanos y el descubrimiento poético de América (Barcelona: Belacqva, 2007; publicado por 1.ª vez en Colombia en 1999).





FRAGMENTOS

Unos vienen con sed de los infiernos
Y tal cosa no se les escapa.
Otros con grandes cofres de cuadernos
Que son de necedades gran solapa;
Y acontece tener buenos gobiernos
Sin letras un varón de espada y capa
Porque su buen juicio le da ciencia
Con el temor de Dios y su conciencia



Es cosa que se vido raras veces
Y que podéis contar por maravilla
Venir a Indias hombres por jueces
Y no llevar dineros a Castilla;



Pues muchos en juguetes y belheses
Gastan más que demanda su costilla;
Montó su sueldo quince, gastó treinta
Y al fin lo veis después con larga renta



Le enfurece la hipocresía de los religiosos:

Que vanos edificios edifica
Qui en hur ta castigando a los ladrones,
Reprueba con rigor la vida rica
Y allega las riquezas a montones.
Decir  q ue no forniquen y fornica
Que huyan sin huir las ocasiones
Qui t an al pecador donde tropieza
Y nunca  guardan ellos su cabeza



Abrir a prima noche las pestañas
Con ojo vigilante, claro, puro
Por ver lumbres de ranchos o cabanas
A fin de salteallos con escuro;
Quebrándose los ojos por montañas
Do cualquiera pensara ser seguro
Y  aunque más se velasen los isleños
A media noche darles negros sueños



El infiel, bestial, incontinente
Oída del demonio la respuesta,
Hizo juntar gran número de gente
Para quitar la cruz que estaba puesta;
En lo cual trabajaron grandemente
Pero su vehemencia nada presta,
Pues cuanto más trabajo se ponía
Mucho menos efecto se hacía.



Iré con pasos algo presurosos
Sin orla de poéticos cabellos
Que hacen versos dulces, sonorosos
A los ejercitados en leellos;
Pues como canto casos dolorosos
Cuales los padecieron muchos dellos
Parecióme decir la verdad pura
Sin usar de ficción ni compostura.



Ni me parece bien ser importuno
Recontando los celos de Vulcano
Ni los enojos de la diosa Juno
Opuestos al designio del troyano
Ni palacios acuosos de Neptuno
Ni las demás deidades del Océano
Ni cantaré de Doris y Nereo
Ni las varias figuras de Proteo.

Porque las grandes cosas que yo digo
Su punto y su valor tienen consigo
Son de tan alta lista las que cuento
Como veréis en lo que recopilo
Que sus proezas son el ornamento
Y ellas mismas encumbran el estilo
Sin más reparos ni encarecimiento
De proceder sin mácula en el hilo
De la verdad de cosas por mí vistas
Y las que recogí de coronistas.

Porque si los discretos paran mientes
De suyo son gustosas las verdades
Y captan la atención de los oyentes
Mucho más que fingidas variedades;
Así que no diré cuentos fingidos
Ni me fatigará pensar ficciones
A vueltas de negocios sucedidos
En índicas provincias y regiones;
Y si para mis versos ser polidos
Faltaren las debidas proporciones
Querria yo que semejante falta
Supliese la materia pues el alta .





Elegías De Varones Ilustres De Indias 

Año de cuatrocientos y noventa
con mil y un año mas era pasado,
cuando los argonáutas desta cuenta
iban a conquistar vellon dorado;
mas no donde Medea la sangrienta
al padre, viejo rey, dejo burlado;
pues es otra riqueza tan crecida,
que de sí sola puede ser vencida.

Callen Tifis, Jasón, Butes, Teseo,
Anfion, Echión, Erex, Climino,
Castor y Pólux, Testor y Tideo, 
Hércules, Telamon, Ergino;
pues vencen á sus obras y deseo
los que trataron ir este camino,
haciendo llanas las dificultades
que pregonado han antigüedades.

Las naciones más altas y excelentes
callen con valor de la española,
pues van con intenciones de hallar gentes
que pongan piens contrios en la bola;
Espanto no les dan inconvenientes,
ni temen del dragón ardiente cola,
deseando hacer en su corrida
de mas precio la fama que la vida.

De capitanes van los tres Pinzones,
para tal cargo ninos y bastantes,
y en marear las velas y timones
muy pocos que les fuesen semejantes;
de Palos y Moguer salen varones
admirables y diestros navegantes;
con tanta prevención, con tal avío,
salieron al remate del estío.

Con gran concierto guían el armada,
inflada toda vela y extendida;
vereis espumear agua salada
a tierra van no vista ni hollada,
huyendo de la tierra conocida;
ya no ven edificioes torreados
porque por alta mar van engolfados.

Al occidente van encaminadas
las naves inventoras de regiones;
pasando van las islas Fortunadas
y Hespérides que dicen Ogorgones:
No curan de señales limitadas
que ponen las antiguas opiniones,
y el trópico, que fue duro viaje,
no quiere limitar este paisaje.



Un soberbio Panche 

Y antes de comenzarse la subida
vieron venir un panche dando voces
de gran disposición y horrible gesto,
solo, sin otras armas en la mano
que macana de palo poderoso;
y los nuestros creyendo ser mensaje
o para dar la paz o mayor guerra,
pararon todos e hicieron alto,
con intención de conocer la suya.
La cual él hizo luégo manifiesta,
pues por salutación, en el primero
dellos que se halló más a la mano,
a quien llamaban Juan de las Canoas,
el palo descargó con ambas manos,
que, como vio venir el golpe,
puso la cóncava rodela por delante
donde lo recibió; mas el escudo quedó
desmenuzado, como cuando
del fulminoso fuego que desciende
de la región aérea fue tocado el duro
material que lo deshace, y las briznas
y astillas van volando, por una y otra
parte divididas. Y aunque mozo,
robusto y animoso, faltóle fuerza
para sustentarse sobre sus pies,
y con oscura nube de que sus ojos
fueron ocupados, cayó desacordado
y aturdido. Lo cual visto por nuestros españoles,
Acometiéronle por todas partes,
y el Céspedes a voces les decía
Que por ninguna vía lo matasen,
Sino que sin herillo lo prendiesen,
Por saber la razón de su locura.
Mas el soberbio panche con el leño
Y portentosa fuerza se defiende,
Los unos y los otros oxeando
Con buen compás de pies y gallardía,
Según maestro práctico de esgrima
Que en plaza pública se desenvuelve,
Jugando de florero con montante,
Rodeado de gente que lo mira,
Que porque no les toque revolviendo,
Los unos y los otros se retraen,
Dejando campo desembarazado
Donde pueda jugar a su contento;
Que bien desta manera lo hacía,
Aquellos que tentaban de prendello,
Cada cual resguardando su cabeza.
Mas Juan Rodríguez Gil, mozo valiente,
De monstruosas fuerzas, corpulento,
En viendo tiempo, dio veloce salto
Por las espaldas dél, y con los brazos
Nervosos lo ciñó por los ijares,
Según el torvo tigre que, rastrando
El pecho por el suelo, sin ruido
Se va llegando para hacer la presa
En ancas del cornígero juvenco,
Y con velocidad imperceptible,
Subiéndose sobre él, asió las garras
Y el mísero novillo por librarse,
Da brincos y corcovos, brama gime,
Sin se poder valer ni aprovecharse
Del arma que le dio naturaleza.
Desta manera lo tenía preso,
Sin le dejar usar de la macana,
Que con dificultad se la quitaron
Los otros compañeros de las manos,
Ligándoselas luego con esposas
Y pendiente cadena del pescuezo.
Y el Juan de Céspedes con una lengua
Mosca que declaraba los acentos,
Pregunta: "Díme, bárbaro valiente,
¿Cómo te poseyó tan grande demencia
Que siendo solo contra tanta gente,
Presumieses venir a competencia?
Porque moverte tú tan solamente
Sin emboscada de mayor potencia,
No me parece vero testimonio,
Y si lo es, tú debes ser demonio".
El indio le responde: "Yo soy hombre
Por tal y por mi nombre conocido,
Y aquí donde resido fui criado.
Antier me fue forzado salir fuera,
Y ayer, que no debiera, ya muy tarde,
Vi con temor cobarde gente pancha
Que nunca de tal mancha tuvo nota.
Dijéronme ser rota y abatida,
Privando de la vida muchos buenos
Vosotros que sois menos, y tan pocos
Que no tuve por locos desconciertos
Pensar dejaros muertos por mi mano
En pago de un hermano y de un tío
Y un mozo hijo mío, y otras gentes,
Mis deudos y parientes, cuya muerte
Me turbó de tal suerte, que con saña,
Sin convocar compaña de los tristes,
Intenté lo que viste por las muestras
Cuando probé mis fuerzas con las vuestras.
Todos de ver el término soberbio
Y atrevimiento con que les hablaba,
Quedáronse admirados, y quisiera
El Juan de Céspedes que lo llevaran
A Bogotá, ligado con prisiones;
Mas Juan de las Canoas que corrido
Estaba por haberlo derribado,
Con otros compañeros impacientes,
Luégo que el capitán movió la suya,
Al indio le cortaron la cabeza.



El Portugués y su Querida Teresa 

Y pues pintamos indios fugitivos,
Quiero decir de cierto lusitano
Una maña donosa muy reída,
Que para huír tuvo su querida.
Era india bozal, más bien dispuesta;
Y el portugués, que mucho la quería,
Con deseo de vella más honesta
Vistióle una camisa que tenía;
Hízola bautizar, y con gran fiesta
Debió celebrar bodas aquel día;
Que en entradas vergüenzas se descarga
Para poder correr a rienda larga.
Estaba en la sabana de buen techo
Y llegada la noche muy oscura,
El portugués juntóla con su pecho
Para poder tenella más segura:
Ambos dormían en pendiente lecho,
Según uso en aquella coyuntura:
Fingió la india con intento vario
Ir a hacer un negocio necesario.
Levantóse del lusitano lado
Y sentóse no lejos dél, que estaba,
Los ojos en la india, con cuidado
De mirar si a más lejos se mudaba
Siendo de su mirar asegurado,
Viendo que la camisa blanqueaba.
La india luego que la tierra pisa
Quitóse prestamente la camisa.
Y al punto la colgó de cierta rama
Por cebo de la vana confianza;
Aprestó luego más veloz que gama
Con el traje que fue de su crianza;
El pensaba lo blanco ser la dama;
Mas pareciendo mal tanta tardanza,
Le decía: "ven ya, niña Tereya,
A os brazos do galán que te deseya".
Y también: "miña Dafne" le decía
Teniéndose quizá por dios Apolo;
Y agora no lo fue, porque no vía
A la que lo dejaba para tolo;
Extenderá los rayos con el día
Para que pueda ver el rastro solo:
Que agora tan nuble se le pega
Como a los moradores de Noruega.
Faltó también la lumbre de la hermana
Que fue para su Dafne gran seguro,
Quiero decir la lumbre de Diana,
Que suele deshacer lo más oscuro
No se tornó laurel, tornóse rana,
Por ser también el agua de su juro,
Y ser la ligereza de la perra
No menos en el agua que en la tierra.
Viendo no responder, tomó consejo
De levantarse con ardiente brío,
Diciendo: "¿Cuidas tú que naon te vejo?
Véjote muito bien per ó atavío".
Echóle mano, mas halló el pellejo
De la querida carne ya vacío.
Tornóse, pues con sola la camisa
Y más lleno de lloro que de risa.



Imploración del agua  

Hecha la prevención que voy diciendo
Hicieron procesión con litanía,
Zuazo con la cruz que va siguiendo
Esta desconsolada compañía:
El cantando, los otros respondiendo,
Según uso de nuestra madre pía;
Pero la dulcedumbre de estos cantos
Era toda de lágrimas y llantos.
Con esa procesión, vía derecha,
Dos veces fue la isla atravesada
En tal manera que quedó cruz hecha
Del huello de la gente señalada.
Considerando, pues, cuanto aprovecha
La cabal oración y porfiada,
Hincóse de rodillas el Zuazo
En la junta del uno y otro brazo.
Las manos y los ojos van al cielo;
Diciendo con suspiros y gemidos:
"¡Oh Padre de piedad y de consuelo,
Consolad estos tristes afligidos!
Lleve la devoción tan alto vuelo
Que toque su clamor vuestros oídos,
Y dé socorro la potente diestra
A los que son, mi Dios, hechura vuestra.
"Vos que hartáis a los brutos animales
En los desiertos secos donde moran,
Visitáis con humor los vegetales
Y ansí de flor y fruto se decoran;
Proveed también aquestos racionales.
Pues os creen, conocen y os adoran.
¡Oh fuente perennal, confortativa,
Santo Dios vivo, dadnos agua viva!
"Vos que le disteis agua con aumento
Al vencedor del campo filisteo,
Sacada de las muelas del jumento
Y endulzasteis también las de Eliseo;
Vos que de piedras disteis al sediento
Agua que satisfizo su deseo,
Y en los antiguos pozos de discordia,
Usad aquí también misericordia.
"Oh cruz preciosa y abundante fuente
Contra la sed rabiosa del pecado,
A donde vos, mi Dios omnipotente,
Fuisteis con duros clavos enclavado.
Y salió sangre y agua juntamente
De vuestro preciosísimo costado;
Dad agua de esta cruz; pues nos dais sangre
Con que satisfagamos tanta hambre".
Luego se levantó con esperanza
Firmísima del agua prometida,
Y dijo con entera confianza:
"Cavemos por ser parte bien medida,
En medio de esta cruz y semejanza,
De aquella donde Dios nos da la vida,
Y no creáis que fue promesa vana
Esta que nos fue hecha por Santa Ana".
Cavaron luego muchos con fe pura,
Y pensando pasar más adelante,
No más de codo y medio de fondura,
Sacaron agua dulce y abundante.
Dio tan grande contento la dulzura,
Que el más muerto cobró nuevo semblante;
Gustan aprisa todos del consuelo,
Alzan los ojos, dan gracias al cielo.






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MARTÍN DE SAAVEDRA GALINDO DE GUZMÁN [17.829]

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Martín de Saavedra Galindo de Guzmán


Martín de Saavedra Galindo de Guzmán (Córdoba, 1594 - Madrid, 1654), fue un antiguo militar y gobernador español de Bari y Trani (Italia), barón de Prado, señor de las villas de Corosino y Lacosta y caballero de la Orden de Calatrava, que desempeño el cargo de Presidente de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá (1645-52).

En Santafé (la actual Bogotá) promovió la fundación de un hospicio, debido a que tanto indios como españoles abandonaban a los niños "en las calles públicas, en las puertas y puentes y en otras partes solitarias donde no sólo no son acogidos, sino comidos y despedazados de perros y otros animales".[cita requerida] El orfanato abrió sus puertas el 14 de diciembre de 1642, bajo la orientación de los hermanos de San Juan de Dios.

En cuanto a su carácter, su conducta causó gran escándalo en Santafé, pues no perdía baile alguno, era bebedor y sobre todo un "don Juan" irrefrenable. Fue también poeta, autor de los "Ocios de Aganipe". Al finalizar su mandato estuvo cuatro años en la cárcel y fue condenado a pagar varias multas; se pudo comprobar, entre otros cargos, el de vivir "en mal estado" con una mujer casada, violar a una doncella, exigir intereses por sus salarios y cobrar remuneraciones a los indígenas por la exoneración de la obligación de trabajar en las minas.


Con la excusa de una caída, 
no se le guardó la palabra


En breve espacio vio el alba
Mucho prodigio en su esfera

La mañana de San Juan
Cuando Lisi fue a la huerta.

Cobraron vida las flores
Abrieron las azucenas
Y ufanas si menos lindas,
Unas con otras se alegran.

Belleza les presta a todas
Y aunque es tanta su belleza
Con ella están envidiosas,
Marchitas están si ella.

Del daño padezco apenas,
Mirad cómo le causara:
No es nuevo en vos el caer

Pues sabéis caer en falta.



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BOLETÍN de la Real Academia de Córdoba, de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes ENERO A JUNIO 1950 AÑO XXI - - NÚM. 63 Tipografía Artística.-San Álvaro, 1 .-Teléfono 10 40.- Córdoba

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El Presidente Poeta Don Martín de Saavedra y Guzmán 
La gran Revista de las Indias, de Bogotá (Colombia), en su núm. 112, Enero-Marzo de 1950, editada por el Ministerio de Educación de aquél fraterno pais hispánico de gramáticos, pensadores, poetas y puristas del idioma castellano, apareció el trabajo que damos a continuación, sobre el eminente cordobés don Martín de Saavedra y Guzmán, no sin expresar antes nuestra gratitud al Sr. Pastor Restrepo, autor del mismo, y al director de la publicación don Jaime Vélez Sáenz.

J. S. y D


El 15 de marzo de 1629 se le expidió en Madrid a Don Sancho Girón, Marqués de Sofraga, el título de Presidente, Gobernador Y Capitán General del Nuevo Reino de Granada, puesto que entró a servir el 1.° de febrero del año siguiente. Cumplido el término de su gobierno, Su Majestad, haciendo honor a su real palabra, empeñada con Don Martín de Saavedra y Guzmán, de darle la primera Presidencia que vacara, firma su título en Madrid a 30 de marzo de 1637. Don Martín desempeñaba a la sazón la Presidencia y Capitanía General de las provincias Barí y Trani en el Reino de Nápoles, de donde se dirige a su nueva Gobernación, de la cual se encarga el 5 de octubre de 1637. 

Era Saavedra natural de ia ciudad de Córdoba. Fué hijo de Don Gonzalo de Saavedra Torreblanca y de Doña Juana Galindo de Guzmán, por lo cual hasta 1627 se firmaba Saavedra Galindo, época en la cual trocó el segundo apellido por el de Guzmán, hecho que corrientemente acontecía en aquellos tiempos.

Interesantes datos trae sobre este personaje el Doctor Andrés de Morales y Padilla en su obra «Historia de Córdoba», de cuyo manuscrito original que se conserva en el Ayuntamíento de esa ciudad sacó don Rafael Ramírez de Arellano, del tomo IV a folio 422 vuelto, la siguiente copia:

«Don Martín de Saavedra y Galindo ha sabido en sus tiernos años juntar mucha nobleza con el valor que tiene de sus pasados, sirviendo entretenido en las galeras de España, y por su valor el príncipe Felipe IV le trae consigo y en las ocasiones donde los soldados aventajados muestran su valor le envía el primero por ponerse delante de los ojos del príncipe en los mayores peligros, deseando ser elegido como entre otras ocasionas se echó de ver en el navío que llegó a la vista de Barcelona de moros de Túnez el año de 1613, en 24 de noviembre. 

Mandó el príncipe salir a Don Gabriel de Chaves con cuatro galeras, que íba cuidadoso por no llevar más de 60 soldados y con ellos se había embarcado Don Martín en la patrona real y llegando a la vista dei galeón y acercándoseles les calmó el tiempo que fué milagro llegando a la patrona real donde íba Don Martín, habiendo disparado el galeón su artillería por la medianía, y estando abordados llegó la patrona de Barcelona que se había quedado un poco atrás y embistió con tanta furia que tocó con su espolón en la patrona real y lo quebró y por haber hecho de las ocho velas viejas de lienzo unos bastidores en las arrumbadas delas galeras donde se habían arrimado nueve soldados y el uno era Don Martín, con esta defensa no los mataron con la artillería sino dieron con ellos de espaldas y tomando estos nueve soldados sus arcabuces hicieron mucho daño en los enemigos y acabada la munición vinieron a las manos y tomando Don Martín su rodela y espada acudió al espolón de su galera y arrojándose a entrar dentro del galeón lo detuvieron los compañeros por el peligro manifiesto en que se ponía mostrando su valor en la determinación, y viendo dilatar la victoria, pidió orden para disparar el cañón de crujía y disparándolo tres veces matando al moro Ataraez, pasó al navío y publicó la victoria. 

Recibióle el capitán muy alegre y con mil norabuenas de los soldados y volviendo a la vista de su príncipe le honró alabando su valor y dando noticias a Su Majestad y mandando se le diese un escudo de ventaja sobre otro cualquier sueldo que tenga, como costa de su cédula su data en Barcelona a catorce de Diciembre de 1614.

«Y dos días después la toma de este galeón se halló en otra refriega de una saetía de turcos y saltando en ella Don Martín, llegando a abordar, fué de los primeros que rindieron a los turcos y hicieron la presa de ellos. Da muestras de su valeroso ánimo en todaslas ocasiones, de quien se espera muy grandes fines con tales prin-cipios. Hase puesto tan por estenso por decir su valor y dar atrevimiento a otros de tan tierna edad y que son segundos en su casa y no primeros, para que se animen a mostrarse en la guerra tan  valerosos como los hijos desta ciudad lo han sido en todos tiempos».

Por error del autor o posiblemente de copia se dice «matando al moro Ataraez» por Arráez, nombre que se le daba al patrón de las embarcaciones árabes. No voy a entrar a analizar su obra administrativa; por el momento sólo me interesa un aspecto de su personalidad, el literario.  

En ninguna obra de las que extensamente tratan sobre la historia en nuestro país durante la colonia se hace mención de Don Martín como poeta y sin embargo lo fué, aunque no sé si bueno o malo, por no haber tenido oportunidad de leer sus producciones. Lo que sí puedo anticipar, al leer los títulos de sus composiciones poéticas, es que Don Martín no tenía que ir muy lejos en busca de tema para su inspiración, rivalizando en esto con ciertos escritores modernos, pues francamente parece increíble que un poeta pueda dedicar uno de sus cantos «A una dama que le hizo darlo lavarse la cabeza». El tema no puede en verdad ser más prosaico, por no decir repulsivo ya que la dama en cuestión le ha debido temer más al agua que el hidrofóbico perro de la popular zarzuela. Existe, eso sí, una contradicción mayúscula entre el título de esta composición y el de la obra donde se encuentra publicada, ya que Aganipe era la fuente cuyo manantial brotó bajo los cascos del Pegaso, estaba consagrada a las Musas y a Apolo y sus aguas tenían la virtud de inspirar a los poetas que las bebían. 

En su ((Ensayo de un catálogo biográfico de los escritores de la Provincia y Diócesis de Córdoba«, don Rafael Ramírez de Arellano reproduce Id. noticia de Valdenebro sobre una de las obras de Don Martín, como sigue: 

«Ocios de Aganipe, divididos en diferentes poesías de Don Martín de Saavedra y Guzmán, Caballero de la Orden de Calatrava, Preside, (Sic) y Capitán a guerra de la Provincia (Sic) de Tierra de Bari por Su Majestad. A Don Lvis Méndez de Haro, Caballero de la Orden de Santiago, Gentilhombre de la cámara de Su Majestad. (Al fin) En Trani, en la imprenta de Lorenzo Valerij. MDCXXXIV. Con licencia de los Superiores». En 4° - lis. de prols. y 260 págs. numeradas de texto. Port. grabada en cobre, y en ella el retrato de Don Luís Méndez de Haro y el escudo de las armas de éste-V. en b—Ded---«El Doctor Don Antonio Pérez Navarrete, Cathedratico de Príma de la Universidad de Bolo-nia» al que leyere texto. 

Contiene

A la ciudad de Gaefa, y su Monte, abierto en la muerte de Christo. 
Al desengaño y peligro del acierto. 
Al nacimiento del Príncipe nuestro Señor.
A un castillo en la Provincia de Tierra de Bari.
Recuerdos de la muerte.
Experiencias de su Amor.
A una Dama mudable.
Retratto de una Dama.
Consuelos a la enfermedad de una Dama.
A una Dama que le hizo daño lavarse la cabeza.
A una Dama Seglar en un convento.
A la misma.
A una Dama con luto bolviendo de una ausencia.
A una Dama que tenía un cuydado secreto.
A una Dama que de Toledo vino a Madrid.
Ausente y acompanado de su retracto.
Enamorado y arrepentido a haver dejado el galanteo.
A un sujeto de estimación.
A una Dama que se cortó un dedo.
A una Dama en un Jardín.
Quexoso y mal seguro de una Dama.
Con la escusa de una caida no se le guardó la palabra.
A una Dama que de ordinario se bañava en el Manzanares.
Pide licencia a una Dama para visitarla.
A una Dama.
Discurso al uso.
A dos hermanas interesadas.
Carta a un amigo.
A un preciado caballero.
Quiere a quien le desprecia y desprecia a quien le quiere.
A una Dama que llevava un quadrito de los Reyes en el pecho.
Entretenido con una Dama en las vistiilas de San Francisco.
A la belleza y Ingratitud de una Dama.
A los peligros de una ausencia.
A la Enfermedad y recaiga de una Dama.
Despidese para una ausencia, etc.»

Tres obras más que se conozcan dejó impresas Saavedra y Guzmán las cuales cita Fray Don Carlos Ramírez de Arellano en su libro «Ensayo de un Catálogo biográfico-bibliográfico de los escritores.  El Presidente Poeta Don Martín de Saavedra y Guzmán ha sido individuo de las cuatro órdenes Militares de España», el cual corresponde al Tomo CIX de la «Colección de documentos inéditos para la historia de España», por D. Feliciano Ramírez de Arellano, Marqués de Fuensanta del Valle — Madrid, 1894.  

Son las siguientes: La Arcadia. Poema. Traní 1633.En 4.°
Discursos de Razón de Estado y Guerra.Trani 1635.
En 8.°Memorial al Rey D. Felipe IV de su calidad y servicios Madrid. Sinario

Según Flórez de Ocáriz estaba casado Don Martín con Doña Luísa de Guevara Manrique, hija de Don Pedro de Guevara, de la Orden de Alcántara y de Doña Francisca de Mendoza, inmediata sucesora del Condado de Escalante. De su matrimonio tuvieron por hijos a Doña Juana Antonia, Doña Francisca Margarita, Doña Marcela, Don Martín Domingo y Don Diego. Don Martín por sus hechos heroicos gozaba como lo hemos visto de un real privilegio que consistía en que se le debía de pagar un escudo por mes más que el salario fijado para cualquier puesto que desempeñara. Se le confirió también el título de Barón de Prado y Señor de las Villas de Corosino y Lacosta. Fué su inmediato sucesor en la Presidencia, Gobernación y Capitanía General del Nuevo Reino de Granada el Señor Don Juan Fernández de Córdoba y Coalla, Marqués de Miranda de Auta, quien fué recibido el 23 de diciembre de 1645. Su títuio había sido expedido en Zaragoza el 3 de abril del mísmo año. Hay en el Archivo Históríco Nacional una Real Cédula de 2 de julio de 1645 por medío de la cual Su Majestad ordena restituirle a Don Martín los bienes que se le habían embargado para responder de los cargos de su residencia. Con su familia se trasladó a la Península y en el año 1654 falleció en la Villa y Corte de Madrid. Don Martín no fué un caso aislado en su familia para el cultivo de la poesía. Con razón dijo Cervantes que «de raza le viene al galgo ser corredor». Su padre Don Gonzalo de Saavedra Torreblanca, apellidado- el Tuerto, por serlo, también tuvo trato con las musas y al amor filial de Don Martín se debe la publicación de la obra de su progenitor. 

De la citada Historia del Doctor Morales y Padilla son los siguientes datos biográficos: ((Don Gonzalo de Saavedra, veinticuatro de Córdoba, casó con Doña Juana Galindo de Guzmán, hija de Don Lorenzo Fernández Galindo y de Doña Isabel de Guzmán, hija de Luis de Guzmán, hermano del Marqués de Algaba y de Doña Beatriz de Guzmán; tuvieron a Don Martín de Saavedra Galindo y a Doña Francisca de Saavedra, que casó con D Juan Alonso del Corral». De ios archivos municipales de la ciudad de Córdoba obtiene el Sr Ramírez de Arellano otros interesantes datos que permiten remontar un poco más sobre los ascendientes de este personaje. Se trata de un expediente informativo de la veintícuatría de Don Gonzalo, por el cual sabemos que Don Lope Gutiérrez de Torreblanca renuncia a su cargo de veinticuatro ei 21 de febrero de 1611, ante el escribano Pedro Gutiérrez a su favor. La Real Cédula mandando hacer la información está fechada en San Lorenzo del Escorial a 24 de septiembre de 1611. Según los libros capitulares consta que tomó posesión de la veinticuatría en el cabildo de 9 de enero de 1612. Pero en ios documentos de Córdoba rotulados Antiguo Régimen político y administrativo, número 54, legajo 5, sección segunda, resulta que el dicho Don Gonzalo de Saavedra y Torreblanca hizo pruebas para reemplazar a su abueio Don Francisco de Torreblanca en ese cargo en noviembre de 1591. Don Gonzalo desempeñó la veinticuatría de 1591 a 1600 y de 1612 a 1623. Don Rafaei Ramírez de Arellano trae catalogado el libro de Don Gonzalo en la siguiente forma:

Los / Pastores / de Betis, / Versos, y prosa / de Don Gonzalo de Saavedra / Veinticuatro de la ciudad de Córdoba / dadas a luz / por Don Martín de Saavedra, / y Guzmán su / hijo / con algunos fragmentos suyos añadidos al Ilmo y Exmo Señor / Don Manuel de Fonseca, / y, Zviiiga / Conde de Monterey, / y de Fuentes, / Virrey, Lugarteniente, y Capitán G neral / del Reyno de Nápoles, Presidente / de Italia, y Embajador Ex / traordinario en /Roma / en Trani, por Lorenzo Valerij. Con licencia de / los Superiores 1633 (al fin) (escudo del impresor) en Trani / Por Lorenzo Valerij /M.DC.XXXIV. / Con licencia de los Superiores.En 4.°-308 hs.-19 de preliminares, incluso la portada y el retrato del autor, grabado en cobre, 289 de texto = una h para repetir las señas de la impresión, y cuatro más de documentos - la foliación está muy equivocada desde la página 228 hasta el fin Port-V. en b. - Ded. al Conde de Monterey por Don Martín de Saavedra y Guzmán - Parecer de Don Cristobal Suarez de Figueroa: 10 octubre 1633 - aprobación del licenciado D. Gaspar Delgado de Araujo; Trani, 29 diciembre 1633 - Soneto de Don Luis de la Cueva a Don Gonzalo deSaavedra - Otro de Cristobal de Mesa al mismo - De Francisco de Rioja - de don Luís de Nicuesa - de Don Alvaro de Alarcon - De Don Cristobal Pardo de la Casta - De Diego Sánchez Aillón - De Don Martin de Saavedra y Guzmán, Caballero de la Orden de Calatrava al libro de su padre - Elogio de los Pastores de Betis de Gonzalo de Saavedra y Torreblanca, por Don Martin de Saavedra y Guzman, Caballero de la Orden de Calatrava su Hijo - Protestación católica Erratas Retrato de Don Gonzalo de Saavedra y Torreblanca, Veinticuatro de la Ciudad de Córdoba, a mejor vida en edad 64 años Franc° Cordoba sculp en Bitonto. 

Texto dividido en cinco libros -Grab en madera representando un campo donde están tres pastoras oyendo a un pastor tocar un violín - Colofón - «Documentos que Don Gonzalo cie Saavedra dió a su Hijo Don Martin de Saavedra y Guzman quando Su Majestad fue servido proveerle en una de las provincias del Reyno de Nápoles, en la primera Presidencia que vacase de las más principales de las Indias - 4 hs.

La portada es muy bella y está grabada en cobre. En la parte superior se ve el escudo de Don Manuel de Fonseca y Zuñiga entre dos alegorías de los títulos de Monterey y Fuentes; y a los lados imágenes de la Constancia y la Fortuna. En la parte inferíor va el retrato del Conde de Monterey entre dos mapas, uno de Italia y otro sólo del reíno de Nápoles. Los Pastores de Betis es una novela pastoril del género de ia Galatea de Cervantes. «En él pretendió su autor (dice su hijo) sólo la exPresión de varios, con estos, lícitos y cortesanos amores, sirviendo como de norma y dechado a los lisiados de tan ardiente pasíón para continuar en sus empleos con la tolerancia y modestia que es propia de bien nacidos. «Eran los introducidos debajo ciertos despojos pastoriles, sujetos nobles, y que los mas se juntaban en una insigne Academia, que el año 603 y 604 se estableció en Granada, frecuentada de acrisolados ingenios, por manera que se pueda afirmar ser verdaderos casi los mas de los discursos y aficiones que en él se describen. Escribió la prosa sin filaterías, cuerda elegante; no demasiado derramada ni por afectación lacónica, oscura, numerosa, bien dispuestos los períodos, maravillosamente colocadas y socorridas las cláusulas». 

El teatro de la acción son los montes de Segura, en el nacimiento del Guadalquivir, y salen a escena los zagales Guisalvo y Florídor, amigos; des-pués Belíso, que es cordobés, amante de la pastora Leonida: ésta y Lino completan los personajes de la novela. La obra está en verso y en prosa.  Para muestra del verso he aquí un soneto:


«Sí algún pastor gozase venturoso
los favores devidos a otra mano
y el paciente mostrase el rostro humano,
o no sabe sentir o es cauteloso

Y sí hiciese el corazón ravioso
no pudiendo vengarse del tirano,
que a si mismo se diese fin temprano
no espante, pues con causa está zeloso.

Pero el que no querido ní estimado
no sólo, por aqueso se lamenta,
y por que la que adora el otro quiere,

si no que a la montaña retirado
tras áspero vivir su muerte intenta
necio es y loco pues sin causa muere.»







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BRUNO DE SOLÍS Y VALENZUELA [17.830] Poeta de Colombia

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Bruno de Solís y Valenzuela 

(1610-1677)
En su vida anterior a la entrada en la Cartuja, se le conoció con el nombre de Fernando Fernández de Valenzuela.

Natural de Santa Fe de Bogotá, capital de la hoy República de Colombia (antes Reino de la Nueva Granada), que siendo joven sacerdote y doctor en Sagrada Teología, hizo un honroso viaje desde su país natal a Madrid en el año 1638, para trasladar el cadáver del santo Arzobispo de Santa Fe de Bogotá, don Bernardino de Almansa, que lo depositó en el convento de religiosas concepcionistas franciscanas descalzas, de la calle del Clavel, número, fundado en 1594, y cuya comunidad, después de haber residido durante varios años en diferentes monasterios madrileños ha construido el actualmente suyo en la calle de Blasco de Garay, números 53 y 55.

Cuando residía en Santa Fe de Bogotá, antes de ingresar en la Orden de San Bruno, se le designó como primer dramaturgo neogranadino, y consta que en acción de gracias del éxito teatral conseguido con su obra Vida de hidalgos, escrita en 1618, mandó construir una ermita en el monte Montserrat", que domina la capital del Nuevo Reino de Granada.

Hay en dicha ermita un retrato del poeta, al pie del cual se lee: "Fue Maestro en Arte, Doctor de Teología, Cronista general de su Orden y Predicador Apostólico". Según opinión de Ortega Ricaurte (José Vicente), Historia crítica del teatro en Bogotá, es Solís y Valenzuela (don Fernando, en la cartuja don Bruno) autor de la comedia En Dios está la vida don Fernando, con sólo lo indispensable para no parecer desnudo, despedido de todos sus amigos, se dirigió a Santa María de El Paular, la casa más célebre de las cartujas que había en la provincia monástica de Castilla, emporio de santidad y erario de todas las virtudes, donde, admitido de aquellos santos y venerables monjes, examinado y aprobado, según sus santos estatutos, fue recibido a su amable compañía; pero no pudo estar ocioso durante los días que se halló en la Hospedería, esperando que el Monasterio dispusiera lo necesario para darle el sagrado hábito de novicio, y para hacer notoria su vocación a sus deudos y amigos, tomó la pluma y explicó sus conceptos en las 49 quintillas siguientes:



Salga mi voz trabajada
a cantar mi mala vida
que, puesto que fue perdida,
es justo que sea cantada,
pues, cantando, el mal se olvida.

Mi vida quiero decir,
y mi poca cristiandad:
que aunque cuente la verdad,
no llegará el escribir
donde llegó mi maldad.

Dar ejemplo al más perdido
a hacerlo me ha movido,
y declarar el amor
que Dios tiene a un pecador,
pues que tanto me ha sufrido.

Vosotros, ojos, pues veis
que en llorar está el provecho,
sacad lágrimas del pecho
y en el alma lavaréis
estas manchas que habéis hecho.

Mostrad el dolor que siento
y dad suspiros al viento;
dad lágrimas a este canto,
sembraréis acá en llanto,
por coger allá en contento.

Nazcan rosas donde abrojos,
pagad gustos con enojos,
y si no, cegaos luego,
que más quiero el Cielo, ciego,
que no el infierno con ojos.

Y vos, pluma, que instrumento
fuistes del alma perdida,
pues me distes, atrevida,
por cédulas el tormento,
firmadme agora mi vida.

Yo, que a Dios ofendí tanto,
que de mí propio me espanto,
con voz, ojos, mano y pluma,
porque de mí no presuma,
comienzo a cantar mi llanto.

Cuando me acuerdo de mí,
buen Dios, que por tí me acuerdo,
cómo el juicio no pierdo,
pensando que tal me vi,
hecho de ver no soy cuerdo.

Porque he pasado mis días
entre tinieblas sombrías,
y en ellas tanto pecaba,
que aun a los hombres cansaba,
y tú, Señor, me sufrías.

Tuya fue mi vocación,
que para poner unión,
has sido entre mis discordias
padre de misericordias
y Dios de consolación.

A religión me has llamado
desde que edad he tenido,
mas, aunque te he respondido,
de lo mucho que he tardado
confieso que estoy corrido.

Y sólo con intención
de vivir en religión
a tal libertad llegué,
que a puro serlo, pasé
a estado de perdición.

Y pues mal ejemplo dieron
mis pasos, y tales fueron,
quiero que sepan mi vida,
por el Cielo convertida,
los que vicioso me vieron.

Fui demonio en inducir,
nadie siga mi vivir,
pues dello doy testimonio:
que la vida de un demonio
nadie la debe seguir.

Que tal me vi, que me holgara,
pues no lo podía gozar,
que el que hizo tierra y mar
de hacer Cielo se olvidara;
a tanto pude llegar.

Que como yo me apartaba
de Dios siempre que pecaba,
a ser infierno he llegado,
pues que con cada pecado
a ser demonio llegaba.

Y mi alma redimida,
y tan caro rescatada,
iba en tierra mal lograda,
que pues iba en él metida,
iba en el cuerpo enterrada.

Y que sin ella estuviera
por muy gran dicha tuviera,
pues entonces mi memoria
se olvidara de la gloria,
como tormento no hubiera.

Tras de mí propio me he ido,
pues que mi carne he seguido;
mas mirad do fui a llegar,
pues que también a pecar
a otros muchos he inducido.

Y estaba ya tan precito,
que en los términos que andaba,
de pecar jamás cesaba,
pues pecaba el apetito
cuando el cuerpo se cansaba.

Mis cualidades perdidas
me eran también adversarias,
pues que fueron, siendo varias,
para pecar siempre unidas,
aunque en sí son tan contrarias.

Y en tinieblas de mi error
era tanta mi locura,
que, sin vergüenza y temor,
por gozar de la criatura,
aventuraba al Criador.

La voluntad y sentidos
tan hermanados y unidos
estaban por mis pecados,
que en lugar de andar ganados,
andaban siempre perdidos.

Como ciego tropecé
en el tremadal [sic] inmundo,
donde el alma no halla pie,
y siendo un piélago el mundo,
ved, Señor, cuál estaré.

Mas lavadme, eterno Dios,
que en este oficio los dos,
si amor mi limpieza fragua,
mis ojos pondrán el agua,
y el jabón del perdón, vos.

Mi llanto con agua acuda,
ya que vuestra eterna palma
mi carbón en nieve muda,
que para lavar un alma,
es menester Dios y ayuda.

Pequé a tí solo, Señor,
y no podré reparar
ofensa tan singular,
pues no llegará el dolor
adonde llegó el pecar.

Mas tú, que de tu costado
y la sangre de tus venas
estás tan acostumbrado
a quitar manchas ajenas,
quita las de mi pecado.

Que siendo virtud y honor,
león, Dios, hombre y ofrenda,
hostia, gloria, altar y prenda,
vida, luz, juez y pastor,
sabio, santo, sol y senda,

en tu amor mi fe codicia,
que a pesar de mi malicia,
has de juzgar mi conciencia
más con cetro de clemencia
que con vara de justicia.

Los que habéis sido testigos
de mis vicios, procurad
de Dios temer los castigos,
y en El hacer amistad,
que en el vicio no hay amigos.

Que pues me vistes pecar,
yo os quiero desengañar
del mal ejemplo que os di;
mis versos hablan por mí,
pues que yo no os puedo hablar.

A hacerlo estoy obligado,
porque si tanto ofendí
y tan mal ejemplo di,
los que por mí habéis pecado,
os arrepintáis por mí.

Yo me voy a religión,
y esta determinación
no la juzguéis a locura;
antes, de tan gran ventura
os quiero dar la razón.

Ya dije que a religioso
mi Dios siempre me ha llamado,
pero que yo me he olvidado,
y hasta este punto forzoso
mis culpas lo han dilatado.

Yo me acuerdo, mi Dios, cuando,
vuestra gracia repugnando,
andábamos contendiendo:
yo pecando, vos sufriendo;
yo huyendo, vos llamando!

Ciego andaba, y puesto en calma,
lejos de tener la palma
al fin de largo camino,
cuando de aquel Sol divino
un rayo alumbró mi alma.

Alcé los ojos al Cielo,
y luego los puse en mí,
y viéndome cual me vi,
los bajé a mirar al suelo,
y luego me conocí.

Guió el auxilio divino
mi engañoso desatino:
que tal vez al alma errada
da Dios una sofrenada
con que la vuelve al camino.

Y aunque sin conocimiento,
todo muy bien lo notaba,
porque, aunque sin él me hallaba,
Dios me daba sentimiento
de aquello que no alcanzaba.

Conocí al fin mis maldades,
y, viendo las falsedades
de esta vida, mar profundo,
vine a entender que era el mundo
vanidad de vanidades.

Resuelto en ser religioso,
por el divino poder
llegándome a conocer,
estuve un poco dudoso
para saber escoger.

Mas viendo que mis pasiones
eran mil imperfecciones,
para llorar lo pasado,
busqué el más perfecto estado
de todas las religiones.

La que es hija de San Bruno,
donde el cilicio y ayuno
ya me vayan macerando,
y hasta el nombre de Fernando
he de trocar por el Bruno.

Aquí tengo de empezar,
y hasta el fin perseverar,
aspirando a la verdad
que enseña la santidad
de la casa del Paular,

de toda virtud erario,
si no octava maravilla,
el más grande santuario
o más grave relicario
que tiene toda Castilla.

Mejor dijera que el mundo,
y en esto muy bien me fundo,
por sus grandes perfecciones
y por otras mil razones
de que es un mar profundo.

Donde tantos penitentes
imitando a los Macarios,
a los Antonios e Hilarios
la han visto tan abstinentes
que son raros y excelentes.



CANCIÓN

Este espejo me pongo cristalino
porque en su luna mi mudanza advierta,
y en la luz de sus rayos me dispierte [sic],
que es peligro dormirse en el camino,
donde apenas un hombre se dispierta.
cuando camina al lado de la muerte.

Y si es la mayor suerte
llegar a conocer su suerte el hombre,
mi suerte quiero ver puesta en mi nombre,
que siempre el Cielo a esclarecidos pechos
puso en el nombre cifra de sus hechos,
y con este consejo
mi nombre a mí me servirá de espejo.

Dice, pues, este nombre, un hombre vivo,
tan muerto como un hombre degollado,
y he de estar muerto tan perfectamente,
que no me tengo de acordar que vivo;
sino pensar que estoy ya sepultado,
que al muerto esto le falta solamente.

He de llevar presente
que no hay en mí querer, pues la cabeza
del degollado nunca se endereza.
Ni tengo de sentir, que los sentidos
los tengo todos de tener perdidos,
y solo sentimiento
de ver que no he sentido lo que siento.

La propia voluntad, el amor propio,
la estima, el parecer, la ambición vana,
el preferirme, y el tenerme en algo
muy lejos ha de estar, porque es impropio
pensar que un muerto tiene desto gana;
y si la tengo, de mi ser me salgo;
que sólo un nada valgo,
allá en el centro, donde solo habito,
con grandes letras ha de estar escrito;
y en mí la pretensión de mi ventura
ha de ser aguardar la sepultura
y mi mayor ventaja,
el ir siempre vestido de mortaja.

La carne, mi enemiga ya vencida,
se rinda, calle, abata, cure y llore,
sin fuerzas, quieta, humilde, enferma y flaca,
y pues es carne ya de hombre sin vida,
no hay aguardar que nadie se enamore
de la hermosura que de un muerto saca.
Aquí del todo aplaca,
de aquellos apetitos tan injustos,
los regalos, deleites y los gustos:
cosa de carne aquí se veda,
porque sin carne y sangre un muerto queda:
los regalos son vanos,
que es regalar con ellos los gusanos.

Fuera del cuerpo ha de vivir el alma,
ni ha de sentir los ímpetus furiosos
de aquellas sus pasiones que la alteran.
Muy sosegado el mar, y muy en calma,
navegue con afectos amorosos
al puerto amado, en quien el premio esperan;
y aunque cosarios quieran
turbar su paz, por aumentar su pena,
las áncoras asiente en el arena,
y firme no responda en su congoja,
que un muerto ni se queja ni se enoja,
y así no es bien que sienta
honor perdido, ni crecida afrenta.

Mas, ¡ay!, de mí quitar quiero el espejo,
que no puedo sufrirme, pues me veo
tan lejos de llegar a lo que miro,
que aunque la vida en esta vida dejo,
tan asido a la vida está el deseo,
que nunca de mi cuerpo lo retiro;
y con razón suspiro,
pues tanta carne y sangre en mí se encierra,
que apenas me levanto de la tierra:
tan lejos de estar muerto en lo que intento,
que es cuanto pienso, cuanto digo y siento
contrario a lo que escribo,
pues lleno de pasiones me estoy vivo.




CANCIÓN

Roto el gobierno, entera la tormenta,
débil el casco, reforzado el viento,
y la urna sedienta,
que a diluvios el noto la acrecienta,
para sorberse vivo
al pasajero altivo,
que de peligros tantos
olvidado, inocente, vario, incierto,
sin pensar en el fin del divo puerto,
fueron su imán del rumbo los encantos;
atento ya el discurso
a los tantos peligros de su curso,
el intento depone,
y ya dejando al mar que se corone
de todas las caricias
de mortales delicias,
con distinto alborozo
salva la vida en un pequeño trozo,
que para salvamento
le dio prestado el arrepentimiento,
siendo su Palinuro,
siendo su amparo, su defensa y muro,
que le guarece al daño,
el escarmiento y sacro desengaño,
que San Telmo luciente
peligros le desvía, diligente,
y, atado a sus cadenas,
le libra de Sirtes y Sirenas,
y conducido al puerto,
vivo, a su vida y a sus vicios muerto,
del puerto las arenas
abraza que, oportuno,
para sus dichas le ha formado Bruno,
en Paular fervoroso,
tan sólo merecido del dichoso.
Del batel de la cuna
aprende en los arrullos, mar en leche
y en sulcos tan pequeños
a empinarse al regazo de fortuna,
para que con abrazos más le estreche,
y los cariños le depongan ceños.
Examina las gracias una a una,
Aegle le promete buena andanza,
Phasitea la dicta la opulencia
y Eufrosine propone sus favores.

Al trato se abalanza, 
del tráfago se rinde a la frecuencia,
sin temer de mudanza los rigores
y en todas partes topa,
con la risa en la boca,
los topes que después serán escollos;
la fortuna le cansa
que era el moble primero de la estanza;
viste de negro luto
amenas flores de esperado fruto,
quemando los pimpollos;
ya no hay amigo cierto
y no es tan malo, si es para ellos muerto,
porque el humano trato
es para sí más fiero y más ingrato
que suele el de los brutos.
Ño come el lobo al lobo en sus redutos,
porque guarda respeto
a la uniforme especie del objeto,
y solamente el hombre
persigue semejanzas de su nombre;
y si le ve caído,
cual fiera embravecido,
le contrasta, deshace y desmenuza;
de asechanza y rencilla
los colmillos aguza,
sin rostro de piedad y de mancilla.

¡Oh! dichoso mil veces, de sus filos
quien halla amparo santo en los asilos
del Paular fervoroso,
tan sólo merecido del dichoso.

[•••]

Deste globo mortal, mundo pequeño,
es con tirano trato,
aclamado Señor y torpe dueño,
un nefando poder de triunvirato,
no de César, Pompeyo y Marco Antonio,
sí del mundo, la carne y el demonio,
que a sus leyes sujetan lo viviente,
cegando torpemente
con inmensos estragos
de una mentida gloria los halagos;
todo lo inundan cual furioso río,
sujetando a su ley el albedrío:
y el que desta tormenta
escapa, la razón libre y exenta,
redemido [sic] su aliento
con el sacro favor conocimiento,
es tan fuerte invadido
cuanto fuere su ardor reconocido.

La carne presidente
sus ministros previene diligente
contra el que a su instituto
feudos le niega que le paga el bruto;
y pone su conato
en volvelle a la unión de su mal trato;
los cebos le acrecienta,
de Venus los incendios más le aumenta
con ocasiones muchas
de torpes zancadillas de sus luchas;
cuanto más se retira
con más vivos pinceles de mentira
le dispone beldades
y mil comodidades
llenas a fuer de lo caduco humano.
Si esto le sale en vano,
prestada fuerza implora
al mundo, que esta fuga también llora;
propónele grandezas;
dispónele los puestos, las riquezas
con que el mortal en logro se eterniza,
según el diablo atiza,
y si al entendimiento
sol se deshace aqueste encantamiento,
la guerra se publica,
la fuerza abiertamente se triplica,
los esbirros, corchetes, los sayones
afectan la destreza en sus arpones
de su infernal exceso;
todos aclaman sea muerto o preso.

Ea, valiente joven, huye el daño,
pues alas te ha calzado el desengaño;
no tropiece tu planta;
veloz la mueve a la defensa santa
que Bruno constituye
al santo celo que estas fuerzas huye
y en seguros retiros
hallarás el solaz de tus suspiros
en Paular fervoroso,
tan sólo merecido del dichoso.
Aquí, don Pedro amado,
la regla de San Bruno he profesado,
si bien indignos de tan alto empleo
mis flacos hombros, que habitar tal ciclo
no merecía yo sólo un instante.

Aquí, hermano, me veo,
entre uno y otro aroma, arder fragante
en fuego que ministra amor divino,
bien así como el pájaro Sabeo
que muere y vive de su misma llama,
soplada de las plumas de su vuelo.
Aquí, hermano, te espera mi cuidado,
aquí te solicita mi deseo,
aquí, libre de enojos,
te quieren ver mis ojos
y finalmente aquí mi amor te llama.

Ven, mi don Pedro, sigue los acentos
que numerosos me dictó Talía,
aún más por lisonjear tu ingenio alto,
que vuela de la fama en los alientos,
que no por ostentar mi poesía,
de que me veo bajamente falto;
si bien en cada sílaba que escribo
una voz grande va del alma impresa,
un desengaño de la muerte vivo,
y de la vida va un engaño muerto.
Ven, mi don Pedro, ven con toda prisa,
que la voz que resuena en el desierto,
al peregrino errante que la escucha,
si con presteza mucha
no la observa el oído, y desampara,
eco la esconde avara,
si el viento no la lleva velozmente.

Ven, mi don Pedro, que si al cielo anhelas,
por el desierto abrevias el camino
y por la soledad verás que vuelas,
sin que lo impida humano inconveniente,
que más cerca está el cielo de los montes
y de lo humano lejos lo divino.
Atiende a este Mercurio solitario
que con seña de amor, si con voz tierna,
está en la encrucijada desta vida,
mostrándote el camino de la eterna.

Dale piedras y ofrécele coronas
por seña agradecida
de que fiel el camino te ha mostrado.
Ven, mi don Pedro; ven, hermano amado.
Ven, mi don Pedro, y hallarás la puerta
deste nuevo terrestre paraíso
a cualquier hora abierta,
que la casa de Dios y la de Bruno,
que viene a ser todo uno,
jamás al que la busca está cerrada:
donde por guarda el cielo poner quiso
en hábito cartujo
un ángel venerable
de grave aspecto, condición afable,
bajos los ojos y la frente alta,
en cuyo terso espacio
divinamente esmalta
de rugosos caracteres dibujo,
de la edad el pincel irreparable.

La barba dilatada
que el pecho soberano
argenta, grave y bella,
tantos hilos de plata peina en ella
con el marfil de religiosa mano
(no con líneas de boj o de retama)
cuantos en él observa desengaños;
de cuya compostura
los más severos años,
la mayor travesura,
la quietud de más fama
y el juicio más prudente,
si no absorto, pendiente
verás como de un pelo.

En vez de espada ardiente,
vibra en la mano globos celestiales,
sacras esferas, si no son lucientes
rayos de la corona de María
(su rosario sagrado),
de cuya batería
las furias infernales
tiemblan medrosas y se alegra el cielo;
así este paraíso prevalece
en su primer fragancia,
libre de basiliscos y serpientes,
y cada día su esplendor se aumenta,
porque con vigilancia
el ángel que le guarda diestro esgrime
armas de mucha cuenta.

Verás que cada día
socorre inmensa gente,
que la pobreza a sus umbrales guía,
el semblante bordado de alegría,
mostrando en él la que en el alma siente,
y a cada uno, con amor paterno,
con franca mano y con fervor prudente,
le deja socorrido y consolado,
cual lo demanda su aflicción y estado.

¡Oh caridad ardiente!
¿quién no tendrá por cierto,
más de una vez, de pobre revestido,
estando Dios por lo piadoso muerto,
a gozar con razón haya venido
de sus sacros alcázares reales
de caridad y fe quilates tales?
Santidad rara ostenta;
como antojos de fe, jamás se quita;
en cada pobre se le representa
la majestad de Dios incircunscripta;
bien a nuestro gran padre Bruno imita
en caridad no oída,
virtud de alteza tanta
que sobre sí se encumbra y se levanta:
a Dios bien decir puede
que le debe no menos que la vida,
pues, siendo Dios el pobre,
si no fuera por ella,
hubiera muerto de hambre.
Con cordura elocuente y soberana,
con santa cortesía
y con modestia urbana,
aquesto, sin mundanos ademanes,
sin ambición al fin, sin pompa vana,
verás que te recibe;
y al prior le da cuenta que has llegado
(que no tiene acción suya sin licencia
primero del Prelado,
porque en nada se falte a la obediencia,
virtud que en la Cartuja eterna vive).

Saldré yo, sin faltar a la decencia
de nuestros venerables estatutos
(que con padres y hermanos aun se observan)
y viéndote ya en puerto deleitoso
(¡oh hermano de mi vida!), en salvamento,
libre del mundo, mar tempestuoso,
donde hay, cuando suave corre el viento,
un Caribdis y Scila a cada paso,
una borrasca a cada movimiento;
el corazón en gozo destilado,
por los ojos el alma desleída,
con recíprocos lazos,
que una y mil veces tejerán mis brazos,
y al fin, con alborozo
que pase de los límites del gozo,
confirmaremos nuestro amor fraterno,
alegrándose en Dios el alma y vida,
en señal que has llegado.
Ven, mi don Pedro; ven, mi hermano amado.
Ven, mi don Pedro, donde tu camino
absuelvas, y, devoto,
cumplas el sacro voto
en un templo divino,
cuyas naves, cornisas y colunas
no ocuparon las reglas y compases
de Vitrubios ni Serlios vanamente,
ni dórico labor, jonio o toscano,
grabaron Tesifontes y Scopases,
ni estatuas relevó Fidias algunas
con el cincel valiente,
que burlen la atención después la mano,
ni chapiteles en soberbias torres
(puntiagudos gigantes)
al cielo suben con osado vuelo,
a dar y quitar luz a las estrellas
en uno y otro jaspe, o mármol paro,
si bien el templo es claro,
grave, alegre, espacioso,
de honesta, sí, celeste compostura,
a nuestros institutos ajustada
su rara arquitectura;
que fuera intento ocioso
y ostentar vanaglorias
subirse el templo celestial al cielo,
cuando el cielo sagrado al templo baja:
y así verás que en luces soberanas
por puertas, claraboyas y ventanas
salen inmensas glorias
y se meten por todos los sentidos,
en éxtasis quedando suspendidos.



.

GUILLERMO MONCADA [17.831] Poeta de Chile

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Guillermo Mondaca 

Nació en Coquimbo, Chile, en 1991. Es licenciado en Letras y Ciencias del lenguaje con mención en Investigación por la Universidad Finis Terrae (Santiago de Chile). Ha publicado  Nocturna (Edit. Fuga, Santiago de Chile, 2013), su primer libro de poesía.




Nocturna, Ed. Fuga, 2013, Santiago, 
Guillermo Mondaca


I

Somos el humo que abrazando su propósito de fuego
quema la luz, borra el incendio. Nos sostiene

la piel de la imagen arrancada, la palabra
que se cae y se quiebra en la otra orilla de la voz nos sostiene.
Somos la mirada que apunta desde el fondo del animal,
dejándonos huir
como el fuego a la arcilla persigue la presencia.

No viene la composición del tiempo, únicamente
el tacto en la continuidad de algo que no comienza;
llovida en la ceniza la piel, únicamente,
como un remolino de metal entre los ojos,
mientras buscas una hebra que te sostenga
hacia la lengua del silencio; mientras anudas
el viento en la hélice vacía,
¿qué es lo que se pronuncia en ese nombre borrado que te
arrancas?,
¿a quién despierta la luz dormida al fondo de tus ojos?;
¿a dónde crece la precipitación de lo que junta el vidrio a lo
continuo
sin reflejar jamás?

Has dicho que no hay accesos, que la cumbre
es la sombra del fuego
en un planeta oscuro, un rincón sellado
de escombros en tus párpados, enterrado
en los entresueños de las manos a tientas;
solamente un pájaro ciego buscándose la voz
en el abismo cerrado de la distancia.

Has dicho que no hay accesos,
con los brazos desollados entre las costillas
como dos culebras asidas en el hambre;
en una dirección
de regreso que no vuelve,
de llamada que se avergüenza;
de rostro y de figura
desatadas del cuerpo que propagan.

No puedes cantar con los dientes rotos
mordiéndote la boca, ni nombrar
sin que te propagues en lo húmedo
de aquella región jamás pisada que son los días,
cortados con su espada rota,
con su sabor a metal de muchas manos los días,
arrancados aún en su seca semilla
como una red de humo que te quema
en los ojos las imágenes. No puedes sacar
al animal inconcluso
que se ahoga creciendo en tu garganta, que te adormece
de categorías y estructuras
y horas y semanas lanzadas hacia el cenizado
petróleo de los comienzos.

Porque hemos perdido la semilla entre la estría del agua;
porque algo fue despojado, lento en la respiración de la piedra.
La vimos alejar, hacia abajo,
enredadera de humo en la sien de su brote,
en pasos opuestos al girar del retorno través del mundo.

Vimos cerrarse las raíces del árbol sin haber nacido,
lanzar únicamente un viento de canto quebrado
entre las ramas; florecer raíces de agua seca.

Por ello, entonces, hemos de ir
hacia el rayo que cierra lo que alrededor cubre de límites:
generar una línea igual a sí misma para que se incendie
/la serpiente
en la voz inmóvil que cruza el fluir,
en el curso bajo el cual está grabado el río:

Nuestro rostro está entremedio de la cara y el aire.

Hemos de subir, enredando la piel del círculo
en un trazo que se abre como magnolia de bronce,
avanzando y hundiéndonos
de la corola
hasta la raíz dispersa de la tierra.

Prendo mi calidoscopio en lo oscuro
y veo al vacío, como riéndose. 




II

Volveré a mi voz cuando el yo sea eco,
abierto anillo en la línea que persigue, únicamente
la dirección de arrastrar mi cabello a través de los surcos
me da el salto en la profundidad desenterrada del cielo,
porque no me voy pero sigo llegando incesantemente
al reverso del límite que ciega las orillas.
Volveré al tiempo tatuado en la ceniza,
naciendo como una gota en el metal, naciendo
en la escritura tornasol del vértigo,
en una hoja que gira sumergida en el polvo
rompiendo en puntos disímiles su peso sin raíz.
Y el agua antes de ser un rostro abierto que se quiebra
como una estatua de pájaros entre las manos;
el líquido antes de ser la piel que sella lo visible,
toca con su ortiga el tacto
partido de la sed y el sonido sin cara, aún yermo,
que dentro del viento repleta el mensaje.
Ahí es donde se seca la procesión trenzada de los signos,
ahí es el sendero por donde corre el sueño de pestañas que se
/queman,
el contacto llagado del arpista en el arpegio de vidrio:
materia descompuesta en ruedas enraizadas;
el lugar que me lanza en la cuerda ciega del rayo
hacia la composición hundida
de los dientes en la fruta del tiempo.

En este ámbito abandono el doble espacio de mi sombra,
en el cantar
donde nace la bala que despierta la cerrada luz del fuego,
como el ave que pasa y corta
la caza en su busca, levantando la mirada desde otra torre.

Dejar que el olvido te nombre el rostro desde cerca. Subiré
a la materia en su légamo, poblador
en las hebras eternamente amanecidas de los ojos,
como una llama encerrada en la ceniza,
como la piel del río en sus rotas dagas, ciego,
contra la continuidad entre la roca que lo florece;
caeré, pez atravesado de espuma en su contorno, mirando
a través del lino de la niebla, los ojos encendidos del aire.
Volver a la negra orilla de la silueta que no se alcanza, 
volver hacia la oblicua cicatriz del mar.

Entonces el quebrarse del puente que atraviesa
el ladrido vacío hacia donde cae la voz,
 la rueda de repeticiones
choca contra un mismo tiempo en diferentes nombres
y se le agotan las raíces de la mirada, mientras escarba el aire
con el pestañeo endurecido de la distancia.
Volveré a mi voz cuando el yo sea eco,
volveré al árbol que ahonda sus brazos en la piedra sahumada
hasta quebrarlos; al grito del pájaro que se incendia,
como un émbolo en el vacío repitiendo su designio.
Repitiendo. Tirar
de los ojos lo perdido,
de las uñas hasta escribir el polen seco de la sangre,
atracción como de salto que se mira;
tirar de la lengua a lo nombrado.
Porque tengo intuición de pájaro
que en la llamada grita buscándose;
tengo el abrazo de lo desecho
en los restos de infinito que me nombran sin repetirme,
golpeándose arena contra los ojos, humedeciendo alfileres
entre la imagen y el pulso. Puedo oler
el brillo de una gota en la selva,
en el corazón y en medio
de las escondidas vidas que la palpitan.
Volveré a mi voz cuando el yo sea un cauce de flechas enterradas,
solamente el viento roe las cadenas del mar hasta florecer el tallo
/del silencio.

Arranco del tiempo su fuga que sigue en lo inconcluso,
detenido en la expresión que abarca: escalera cubierta
de simulacros estéticos que no terminan de caer.
Es el sitio amarrado al remolino ciego de las olas,
es la fuente detenida de cicuta, el tacto de un leopardo
que nace desde la espuma,
violento de belleza; un sonido
de espuelas que se parten
sin tocar el tambor polvoriento donde danza.

Para caminar hay que desprenderse los ojos
de la red de figuras que los apresan,
porque en este camino que no avanza no has de oír
lo que te ve pasar, las vidas que te ven nacer.
Eres un rasgueo entre los dientes, 
venido desde el nunca, venido
desde todos los orígenes
como un nacer que se precipita.
Rodando en fragmentos
tienes la oblicuidad de un capullo encendido
a través del espejo que se acerca hasta cernir las orillas:
la indecisión entre la cisterna y el reflejo irrumpe una mano,
que ya le han esculpido una mirada enterrada en el dónde,
en el adónde de dos momentos nacidos en iguales asas desde
/la raíz;

una mirada de relámpago que muere con los ojos abiertos,
mientras quema el apoyo de su salto.
Ahora, el vacío es un tacto con lo restante.

Sonata de libélulas nocturna,
retorno ritmado que se trenza, dedos
que interpretan los arcos de sonrisas,
las hebras y el brillo de la sal en tu cabello;
o la manera en que cae tu ropa como máscaras
de un teatro que se realiza sobre la constancia atravesada
por el precipicio de la saeta y tu piel
se toca con la piel abierta de la nieve.

Es el transe de una ola antes de morir.




III

Nuestras manos erguidas de distancia
como una llama que en el hielo cruza su ardor,
roen la cáscara donde revienta la cara del mundo,
buscando la dirección cortada en su madeja.

Acaso, una grieta donde hundir el pilar que sostiene
el ladrido vertiginoso, de la cadena hacia los precipicios;
una huella para quebrar el paso en que nace el sendero.

Lo distante en el ciego toca su rostro, de pronto
como un crepitar borrado las hojas secas arrastran su semilla
entre largas cuerdas.
Este es el abismo que sube en busca de su propio equilibrio.
Aun cuando el agua
de la copa no es la misma en su círculo que permanece,
aun cuando la ola en lo sumergido no reviente.

Por ello descorro las vendas que son mis ojos
y estoy de mar atravesado en su brasa blanca
que revienta crecida de anillos; estoy ahora
acostándome con un puñado de estrellas
hasta romperlas, mordiendo la moneda en mi boca ya florecida
en el crisol que derramas entre los cuernos. Entonces entro
en la piel germinada por los tragados párpados,
para ver que en lo inacabado rueda el simulacro de carne
y sangre y ojos, que me lanza enredado en la lengua de la tormenta
hacia la tormenta, encerrando el sonido
como las alas de un pájaro entre los vidrios del aire.

Este es el punto, abierta el agua y la tierra en su marca
como la silueta en la pupila perdura un instante su lejanía:

Se yergue el camino desenredado entre los peldaños,
la cuerda que une lo lejano y lo desconocido,
que mueve mis piernas, mis brazos desde lo negro
de un ovillo que al tejerse te pronuncia.
El blanco de una sien hacia su anverso precipitada
nos otorga su lámpara entre las cicatrices de la ola,
entre el disparo y su tránsito ciego; nos otorga su zarza encendida
que yace en medio del océano sin vuelos;
en el mar que quiebra sus hombros de espejos entre peñascos, 
en sus ojos de espadas que se hieren
salta nuestra bengala desenredada de búsqueda,
expandida, aquí corpórea, la bengala hecha instinto
que se le agotan las manos,
callando y siguiendo,
callando y siguiendo
callando
y siguiendo, los faroles atravesados en mi garganta guían
las náufragas puntas de la estrella; porque la mandíbula rota del
canto
continúa nadando encendida de petróleo, como animal
que choca con la quebrada diadema de la ola
y en su fragmentación de nogales de vidrio el animal
es una hiedra oceánica, un corazón bajo la lluvia
comiéndose la abstracción de su referencia.
En este ballet de tierra, en este remolino contra la corriente
donde el jinete gira en la soledad del caballo desasido,
me tallo los granos dispersos de la piedra en la locura, los hundo,
anillo las verdes cuerdas del mar en la lira,
arranco las marcas del tiempo que araña en el árbol;
desde el torso de un ave que me flota el cielo
lanzo los sellos encendidos del vuelo, la germinación de los
/fragmentos,
la germinación como una lluvia de dientes pronunciándose
tras el ventanal trisado del mundo; desde este laberinto
cruzado entre ojo y ojo, enredado en un decir que no se alcanza,
que se persigue el dolorido olor de la sombra huacha,
que se persigue quebrando el reflejo dormido de su imagen.
Con las manos enterradas entre las aspas
avanzo, como avanza
una mancha de tinta en la camisa,
o un viento que dobla las rodillas del viento,
volcando el barranco de la voz
hacia el susurro cortado que se busca en círculo de pedazos;
hacia donde se agranda la llama de sangre
en el roto cuadro de tiempo trisado
por el tiempo y por la risa de su estructura royéndose
entre la yerba; la llama de sangre, la pared del humo inaccesible a
/su incendio:

ninguna línea que los busque,
ninguna línea que me nombre,
porque he sido robado por la loba
que marcaba el óleo de la nieve con sal, en las hojas
con su sonido de alambres.
La última palabra que te nombra, ahora 
en tu pecho se secan los nombres que fuiste, ahora
la llave de rotas cerraduras
que te esconde en ecos enredados,
como el polen de metal araña sus puntas en otro pétalo;
ahora, la última peregrinación por el rostro anterior del dios,
la búsqueda reversa de sus facciones donde entra el volumen
de la máscara, está entre los bosques, en su crujir
de cuerpos que se han unido a las raíces
que la piedra hecha de ceguera, dolorosa, la piedra:

Una sima sostenida al interior de las torres insomnes del cielo
ve pasar sus saltos.

Tu propagación no es tan sólo esta luz con los ojos cerrados,
/desollándose,
no es tan sólo esta lanza de agua encendida por dentro:
Porque las raíces de la tierra
eclipsan el sendero de los gorriones oscuros,
rapsoda, trovador
de cuerpo mineral y rugoso es el viento
que pasa tragándose los sueños.

Y es el sueño, tú, detrás de la última cicatriz
que encierra la distancia de tu piel y tu sangre,
sueltas el párpado que te abre,
sigues hasta romper la arcilla y quemas
tus dedos moldeándote, ser
uno en las fracciones,
ser de tiempo y marcas,
ábrete con tus manos
el rostro, quémate riendo, tú, embrión de hielo, ser
de sucesión y repeticiones
y simulacros y calcos, germínate
los ojos en su cuita tornasol
donde asedia la raíz oscura que no existe, reflejándose
hacia el ápice interior sujeto de banderas en tus años.
Deshilachados, procréate hasta comer la sangre negra de la tierra.
Te hundes de ti, vacía lengua que pronuncia la vida,
haciéndote de amor en la higuera donde atravesado cantas;
tuya desde cuándo la higuera, desde dónde,
ahora reconociéndote,
como se reconoce un animal en la muerte de su hermano;
tú, te ves cadenciosamente morir en tu continuidad
como la forma caza lo distante. 

¿En la mano de tu piel está la línea
que te persigue y que te arrancas, sin permanecer?

Entre el pestañeo de tu piel y tu sangre pasa un río de palomas.

Acaso, la fuente que del reflejo es una estatua
quebrándose en el océano, te aprieta el fluir
ahogado en la cerrada flor de las venas, te impulsa
este eco a la orilla de tu voz
y luego solamente los vestigios palpitando la quemadura.
Solamente los vestigios
dan cuenta de que la llama cambia de fuego, no de luz.

Somos un puñado de arena
que al caer en el espejo recompone
la marca anterior a la sílaba,
zambullidos con los ojos abiertos en la flor de cien puntas,
mientras quiebro el sello que roe el mensaje;
desarticulación de la huella que abarca la palabra nunca,
desarticulación de la huella que rueda cerro abajo
cortando rosas y enredándose en el cuello de los cisnes,
sostenida en la cara opuesta de la niebla,
como lo que en el vivir aún presencia lo perdido
en lo no llegado.

En el oleaje por la piel del sonido sube una grieta
sin cara desde el faro abre su espacio,
rayada de cirios, como una serpiente
encendida por dentro.
Una flecha de ínfulas que se enraíza en los pómulos
atravesados aquí forman un puente,
entonces
solamente lanzarse por la garganta
del aire, en el aire y en el viento
que esparce su fisura por el óvulo
abierto de las pausas, su cóncavo
y derramado contenido;
el instante del reloj quebrando primaveras,
de la propia piel abriéndose a través del humo,
crisálida en cámara rápida y en el centro
vacío de la flor arquitectónica en que nos componemos,
sangre de la sangre manada, como un líquido que se cae
de boca en el sendero de su tránsito. La búsqueda que somos
/nos deja ir.




IV

He de encontrarme con el ámbito donde me genero,
he de procrear en la espuma su cara diseminada,
mientras la madera borra la línea en que tallo la memoria.
Puedo seguir
con mis piernas nacidas hacia los sentidos
ya brotados del viaje.
Entonces me ha de dar una razón el azar, o un pulso
el decantar monótono de mi frente buscando lo que no se
/encuentra
perdido ni enterrado en los días, en la sucesión terrible.
Me veo anterior al grito, formándolo con cuerdas encendidas
y en la llama
se quema el color de las visiones:
el ojo que se hunde
de cemento en cemento no tiene raíz. He dicho
que tengo las piernas hacia los sentidos florecidos del transcurso
como un coral que agranda su mano y no puede
asir el volumen del color.
He dicho que procreo en su fisura el signo,
que arranco las estrellas que miran las estrellas
hundidas en el fondo del cielo y sigo ante todo sigo
que solamente quede el verso que se le resbala al tiempo
húmedo naciente el verso como una mano irrumpiendo desde
/las plumas y la orilla
naciendo desde el ojo quemante del mar en su antorcha que
/brama
a través de los ojos entregados de su racimo,
y en los párpados cubiertos de vaho
el musgo abasteciéndose y rompiéndose el propósito del hambre.
Sólo el golpe del minotauro que danza en su círculo,
machacando la piel del ruido, hundiendo
el martillo del galope en la boca del límite.

No puedo ir desde un punto hasta otro punto:
no me vincula el piso húmedo
donde se sostiene el rostro del tiempo en la memoria;
florecer sin el cuerpo del pétalo,
la única puerta que te empuja a elegir, pero no hay cerradura:
de silencio en silencio grita el mundo,
lo borrado persiste mirándome, alargándome con la ausencia
y no quiere soltarse de mí la larga huella que arrastro, 
haciendo surcos con una espalda de barro
que no puede nacer en su luz de fuego negro;
o una sombra que se levanta
y le peso demasiado a la sombra.
Navego como un puñado de piedras en la garganta,
la palabra que no terminó de hilarse ya cae en el sonido,
bruta y hermosa, recompone su peso en el otro perfil del tiempo
y me mira
desde el catalejo poderoso del naufragio.
Recomponer el camino borrado del planeta en su salto,
recomponer la ausencia que sueñas que te roban.
Hay que morder en este transcurso la simetría, bramar
el espiral de espermas que te asciende,
porque el doble te choca con la ceguera de su dirección gastada.
Pártese como una piedra de agua,
pártese como el grito
de la caída que sube por las paredes del légamo:
la cara que veo al interior de la sombra la voz ahuyenta,
el único despojo que me contiene, animal de dos colas
que una y otra tiro en direcciones opuestas, noche de procrear
/como
cerrando la puerta de sangre contra el espejo,
como sellando una larga máscara de carbón en la silueta,
o moler los dientes y levantar la figura caliza,
que se la lleve el viento, que se la lleve la ruptura
de un cuerpo quieto de polvo cuando el viento lo alza;
el vestido largo y pobre de la ausencia
aquí se repleta de numerosas sangrías,
enfermo terminal de sueños contra la corriente,
me he ganado la otra cara del dios, laceando un sol gastado,
ovulador de realidades,
edificador, alumbrador en transe, escalera clavada en la tierra,
construyendo úteros alrededor del mundo.
En el deambular de los pilares la serpiente pasa incendiando
la voz que la persigue; aquí descorro la piel repetitiva de la
/imagen,
todos los momentos
son un solo punto tirado de las puntas.
Me como la crisálida ya crecida hasta la última puerta del siglo,
en el tiempo desgastador hago una grieta, entierro un vaso,
en la edificación continua de las olas
grito con el puño cosiéndome,
porque está seca sin los labios la víspera cortada de la noche,
pero yo agarro del cabello al tiempo y lo lanzo
contra los cristales del olvido: 
sólo busca el incendio la luz que poblada lo desconoce,
salir a cortar montañas para hundirse, vuelo noche arriba,
carta de tres caras, sueño
de raíces opuestas que te olvidan pero presencian:
lo que te ve no ha de reconocerte, porque lo que no apresas
no necesita tu designio; luz de bosque demasiado llovido
que te hiere los ojos como un alcohol de toda la noche.
Me mano en el viaje ha de arrancar
la raíz ya florecida y lanzar en la suerte la moneda de la sucesión.
He de procrear, manifestar los dobles, manifestar
los dobles, levantar el sonido de las campanas con una larga soga;
solamente en lo inconcluso se rompe la continuidad,
sólo en el espejo sumergido no se es preciso de los límites
en la referencia, abarcar lo inacabado,
proyectándome del viento en su herida;
sólo la oruga del silencio abarca lo que de mí no existe,
he de buscar en la cifra que crece de rostros en mi nacimiento.
Tan adentro mi piel que he abandonado la sucesión:
como el río apresa una larga llama de vidrio en su perfil.
Es el jaguar ahorcado en la luz que muerde dentro del relámpago,
el telón sin cuerpo que se cae, antorcha
de las miradas que ven la piel incondicional
del tacto crecer hasta la muralla del humo;
la escritura en el polvo frío y desesperado de la sed,
agrandando en tus labios la proyección de un puñado de caminos
abiertos en sus cauces, como una red de agua encendida.

Que haya voz para los pájaros hundidos al fondo del cielo.
Que ellos griten ahora, como un piano que sonríe sus teclas,
que ellos se multipliquen desde la garganta del canto
como un ola que rompe sin caer;
que crezcan hasta oscurecer el cielo, que al ojo lo nutran
con una cicatriz demasiado honda, demasiado negra,
donde me sea dado, ahora, alargar el brazo hasta manar el aceite
oscuro del sueño a través de mi cadena de proporciones;
donde me sea dado rodar siendo la suerte y la cara opuesta que
/me determina,
donde me sea dado multiplicarme en lo inúmero, abastecerme
de este decantar en cámara rápida
por la garganta de las manos que la aprietan.
Mas una nueva figura, un silbido sostenido,
de la proyección arranca el cuerpo y del cuerpo la mirada,
diámetro que quiebra en sus espalda el tránsito
y gira como una hélice de leche en el cielo,
seguir, solamente que lo simultáneo me avance, 
como en la ola el mar se pliega.
Agua nocturna derramando la posición vertiginosa del reflejo
y piernas que se cortan cerro arriba.
Se fuga un disparo entre las sábanas, la sangre
y el frío con su fiebre de recuerdos
se confunden en una cadencia como de mediodía entre la arena,
de sentirnos
en el ir, en el transcurso
yerto y hermoso de la agonía.

Porque se convierte el agua del tiempo
en agua de seres que pasan en el tiempo.
Nocturna, en lo inasible están las marcas,
que canten por mí que soy un eco sin término ni grito,
que estoy en lo ausente,
como la flecha al arco atraviesa su inmovilidad.
Voz de garganta florecida
sobre la ceniza negra, tus pies se caen cansados
y se enredan con las raíces cerradas del símbolo,
pero transcurre un fluir de venas
y como en el espejo roto es dado extraer la baba del silencio,
me es posible arrancar las gotas de este cauce
con una larga soga hundir los pedernales.

Perpetúo el perfil de lo inacabado,
pero la forma no termina jamás la presencia
de lo que se halla
eternamente girando sobre sí mismo.
El anillo aprieta el olor de la cicatriz.
La mirada que ve el retorno y lo niega, que se mira
a sí misma,
voz que sueña su medida entre el límite
y la figura que persigue.

El barro quema el hueco donde el ojo templa sus largas cuerdas,
cruzado entre tréboles de seis estrellas.
Mientras la voz no duerme, no descansa, no se cierra
no colorea, ella
ella solamente
observa
cómo
se teje la vida pequeña, la otra vida que te impulsa el iris,
tu sonrisa lanzada hacia el jamás de su centro. Vertiginosa escalera
de ser, porque se escuchan
caras seguir el cuerpo de la mirada, 
porque se siente el instinto de estar perseguido,
rompiendo, como un oleaje en mitad
de océano desértico de la mente, sin orilla, sin fuerza.
El amanecer hacia tu boca se desconoce,
porque tú corres abriendo
todas las puertas para herir en los ojos la suerte.

La llave es tuya,
como la dirección es en el transcurso,
del naufragio la posibilidad
y de la orilla, el retorno.



V

He de abrir el volumen hacia sus claros,
encontrar el anverso de los pilares
dentro de las pieles de la esfera que el tacto ahonda;
he de entregar la mano que esculpe la semejanza
en la tragedia de la unidad sin sus dobles asidos;
proponiendo una apariencia escarchada de astillas en los labios,
proponiendo que se pueble la repetición
hasta el pozo donde se corta la raíz y se fatiga
la curva línea en centros compuesta.

Sólo me ilumina la luz
cuando quemándome me apaga.

La tea hundida emerge
el rostro de la roca aún no esculpido
en la dimensión que abarca.
Porque la visión no es lo que se modela,
sino el rostro inmenso tras la máscara.
La flecha
no cruza la vida, pero la toca.

El traspaso ahueca en mi mano la antorcha:

No ha de ser el ámbito que aprieto
sujeto en el precipicio del abrazo,
sino que en la falda del tiempo me hilan como un racimo
de continuidad y cintas
que no terminan de caer.

Que un papel quemado rompa el artificio
del límite en su sostenida referencia. Si he de verlo
propagado el yermo a mis pupilas siembra;
y el espejo en un rostro conocido, multiplicándose en sus posibilidades,
con la vista confunde sus manos, como distancia de un mismo
puente.

Los pasos entre la pausa que dejan caer
y sus manos representadas hacia lo que no alcanzan,
no son tan sólo esta unión que abre las puertas que al azar fija,
que une la orilla de la simetría: 
de un río hasta otra lejanía
solamente lo inaprensible
desanuda a la bestia de dos lomos,
arqueando el camino del tránsito hacia sí mismo.

El mar no es la unión de cada gota con cada gota, sino
el pelaje extendido de la nada:

Cierro los ojos a la luciérnaga con otra luz
y abro el cuerpo de mi posición,
como una palabra a los labios extiende.

Los tábanos persiguen un eco cortado
mientras delineo
la huida de la culebra
con fuego.

¿Hay alguien dentro mío enmascarado con mi rostro?
¿Hay alguien dentro de mi rostro enmascarado con mis formas?

El peso de ser abre una orilla en mitad del mar.
Veo al océano debajo de mi cara,
reconozco los rasgos de mi ceguera,
veo a mi mano tensar
la vasta cuerda hasta quebrarla:
una estrella cegada pasa debajo del mar
como el sonido se extiende hasta romper su vibración
y luego sólo granos
de un fruto sin retorno.

Abro la línea sucesiva en su huella
y veo pausas embozadas,
cuento las hiedras que me nacen de la boca,
iluminadas de ríos.

Por ello recompongo los pequeños dientes
de la piedra aún liza
y relleno con encendida arcilla los peldaños
de mi presencia, templando
las aspas donde romper la parte de mí
que se sostiene como un peso callado.

He de ver a mis dedos creando la estructura de su tacto,
sin embargo reconozco la ficción
de asir un puñado de luz que se quema.

¿Acaso algo se pierde en el juntar
al agua dura del río
un motón de transcurso?
¿Es solamente mi substancia la suma de un solo volumen sordo
que determina y corta
allí donde no alcanzo y sin embargo me precipito?
¿En lo curvo está la mano
que acaricia el pilar?
Hay un hueco constante
entre los labios, un aire hecho de espera
que no pertenece al viento de lo pronunciado:
cada fuerza que se dispone y es
y será; el sepulcro, el cuerpo, los recintos
que se necesitan:

El beso a la boca unifica su vacío
en otro silencio.

El movimiento de la llave a mi mano abre, pero
¿Cómo urdir al olvido en otro olvido?
¿Cómo a la cera en el fuego permanecerla
sin perder una cima, un éxtasis?

¿El color en el aceite, acaso, no es únicamente
un puñado de segundos y luego una muerte
lenta que se apaga?

Pero solamente está muerto lo que se mata:

Hay tantos pájaros que florecen entre más distancia los anida
en el vacío.

Nosotros asgamos lo expulso:
en la figura que se fuga están los tactos que nos sostienen.

Por ello sumerjo la flauta de sangre
para que cante la interminable cinta:

El reflejo ahogado en mi puño aún
estira sus raíces
en la luz que nombrada signa lo que de ella se pierde,
sin alcanzarla jamás. Jamás
termino de despertar cuando sueño un largo llano
repleto de rostros iguales en sus leves diferencias.

Solamente el espiral integra el recorrido
que apresa una parte y puebla los restos.
Se decanta, como una mirada de polvo
en el viento, hasta de la sombra ciega llenar el espacio
ciego y un sendero
determinado por el lagar del tacto
crece de venas, como una red abierta en sus puntas.

Voy hacia la tierra quemada,
soy la tierra del incendio
con sus uñas de bronce mordido.

Junto el idioma de la cera, la manada
miel de sus ojos me dice que sigue abarcándose,
como lo que soy en las cosas quietas
me moldea.

En el espejo de ojos derramados
el lago abarca el contorno y la manera
en que se arrastra la búsqueda : ¿El hueco de la duda
tañe la facción donde duerme
el cerrojo de la rosa cerrada?

Pero algo sigue palpitando en el fruto caído,
la sombra pesada del silencio,
o el silencio pesado de la presencia de ser
uno y muchos, sin ser la llave que te espera
detrás del movimiento y la posición,
todo en una sombra extendida, sola
que huelo en sus palpitaciones y arrastro hacia otras lejanías,
como una bestia de muchos cuernos tirada
hacia el barranco su sonido arranca.

Por ello el ahorcado duerme besando sus ejes,
para que por allí pasen cicatrices y nombres.

Ha de ser lo que en el descenso
se partió, como una piedra a la rompiente no socava,
como un remolino enterrado
se ahoga en el aire quieto.

El hocico blanco de la ola
alumbra la fracción común de los despojos
cuando se yergue el mar
en su garganta abierta de pétalos blancos.

Se ha de bajar,
encender la escalera de argolla enraizada
en el pecho y reconocer
la voz
pegada a las paredes húmedas, como escamas,
cuando la lámpara cruza de brazos su peregrinaje
y aun el hilo tuerce el llamado,
sin regresar nunca
a donde se ha extendido.

La cítara suena
a medida que el horizonte del contorno
contiene el sonido que se expande.

Se ha de descender
con la boca anegada de monedas,
con el filo mordiendo el labio negro de su sangre.
Se ha de descender.

Ilumino el acorde lejano
hundido en medio de mi frente, ahí
donde el espacio desanuda un idioma que su estructura
sigue poblando, inamovible, porque está cortada
la red que te sujeta, que sujeta al aire
que la sostiene.

La cuerda tragada desanuda la lejanía
de la dirección que en el camino se derrama
como un beso sin boca.

¿Busco, acaso, algo
que agrupe el vértigo de la caída
y la limpieza de la unión en sus trazos?

¿Busco, acaso, el ámbito
donde componer lo que disperso me unifica?

No soy más que una multitud callada en una sola boca.
No soy más que la confusión
de la arena en el viento desatada.
Sin embargo, ya se ha descorrido la gasa
de la frente hacia la herida inmensa tras la ceguera.

Me hundo como un rosal de bronce
en el metal, rompiendo la belleza de lo definido;
en los dientes de la tierra quiebro mi boca,
mientras la llave en mi voz
ilumina la ceniza
cerrada.

En la clepsidra robo el agua, ignorante,
que teje la larga línea que se hunde sin recorrerla.
No somos más que una tejedura de recintos,
una espera constante de movimientos que duele sobrepasar,
una ola que el viento vence antes de erguir, quizá,
ahora que la orilla comienza
hacia el cielo.

Alumbro y rompo el cristal borroso
que contiene el cuerpo ondulante de la sombra, el sonido
arrastro por las piedras, enredando la serpiente
de mi espalda en el húmedo fuego del musgo.
Y entonces coso mis granos en un tronco sahumado.

No ha de venir la medida del agua
con su larga máscara de lino. Arrullo
el negro aceite derramado entre los cuernos,

mientras del despeñadero extraigo el catalejo
crecido de raíces y lo hundo
en mi garganta, perdiéndolo
de nacimiento en nacimiento, el catalejo no tiene nombre,
no tengo designio en el número que rompo
danzando en su eje sin facciones.

La ceguera se busca sí misma para nacer,
mientras me giro como una bengala de sangre
en el ojo cerrado del cielo, rompiéndolo.






Nocturna, Ed. Fuga, 2013, Santiago, 
Guillermo Mondaca

Por Juan Carlos Vásquez 


¡Ay de mí! ¿Dónde recogeré flores
en invierno? ¿Dónde 
el espejo del sol
y las sombras de la tierra?
Hölderin.


*

Es tanto el viaje como hacerse cargo de ese transcurso en el que el poeta avanza como un aedo cantando las <<diferencias>>, los márgenes, las fronteras que se unen y bifurcan como Nocturna de lo indeterminado, lo jamás nombrado. Lugar que acoge las diferencias del yo lírico, espacio y tiempo que hace suyo. Sitio por el que Odiseo buscaba el retorno al hogar, pero siempre dirigiéndose a la <<al otro mar y la otra tierra>>; allí donde las referencias aguardan signar aquello que se va en el intento;  las máscaras y los sismos de la repetición devienen y la voz dispersa indica: “sueño/ lo que no alcanzo, alcanzándome/ en el límite que me cierra” (Mondaca, “VII” 32).

Nocturna es un lugar pensante, a la vez estético y real. Porque como bien señalara Max Bense, “el ser estético no se da, pues, en la condición de la coidealidad, sino sólo en la condición de la correalidad” (128). Y ese ser de la escritura existe, avanza y repleta los signos. Por lo que Nocturna es tanto lugar pensante como el esfuerzo por referir lo borrado, lo inalcanzable y la posibilidad de algo más en el límite que acoge todo lo vivo, pues “solamente está muerto lo que se mata” (Mondaca, “V” 21). Y lo muerto no tiene ciudad ni vuelta al nombre, pero sí la muerte, las máscaras, las diferencias, las repeticiones, los cuerpos y las figuras que vuelven sobre sí. Ya que todo aquello que está en la hoja tiene vida a través del gesto que es Nocturna como un texto que insiste en traer al juego lo que reclama. 

Es el gesto por el que la escritura llena las casillas vacías del lenguaje como si ahora de veras el asunto consistiera en saber lo que tal signo quiere decir, lo que Nocturna quiere decir al erguirse como visión textual que apunta los muchos lados que trae a la palabra. Deleuze y Guattari ya dijeron: “lo fundamental no es tanto esa circularidad de los signos [que reclaman sobrevivir y volver a ocupar un lugar en la cadena] como la multiplicidad de los círculos o de las cadenas. El signo no sólo remite al signo en un mismo círculo, sino también de un círculo a otro o de una espiral a otra” (119) Y Guillermo Mondaca insiste: “solamente el espiral integra el recorrido/ que apresa una parte y puebla los restos” (Mondaca, “V” 22). 

Los valores que constituyen a Nocturna transcurren mayormente entre los del <<afuera>> y los del <<adentro>>, ambos vitales. Ahora, “el afuera no es un espacio diferente que se abre más allá de un espacio determinado, sino que es el paso, la exterioridad que le da acceso, en una palabra: su rostro, su eidos” (Agamben 43). Donde la exterioridad es ese paso, el rostro, la idea que va del adentro al afuera para dejarse en el <<borde>>: “umbral [que] no es, en este sentido, una cosa diferente respecto del límite; es, por así decirlo, la experiencia del límite mismo, el ser-dentro de un afuera” (Agamben 44). Experiencia de la escritura como inscripción y búsqueda, “porque todo rostro se pierde en el vacío sin cara que lo sueña” (Mondaca, “VII” 29), del ser estético, vivo, lírico; ser que se reparte y vuelve para asirse en la letra diseminada. Experiencia de la idea que no se reduce a su exterioridad, y, por el contrario, gana espacio en la zona límite en que se juega el volver, la huída, el desmarque y el retorno-unión. 

Queremos trazar el modo en que este texto se conforma como un <<lugar>>. Debido, pues, a que la idea de <<lugar>> no se articula como un continuum que desearía hallar partida y meta, más allá de que todo texto anhele de sí un fin, o que el poeta lo desee. No es Nocturna, en su nivel de estructura en tanto tejido significante atravesado por x significado totalizante, si pensamos contrario a lo dicho por Deleuze y Guattari, “una red sin principio ni fin que proyecta su sombra sobre un continuum atmosférico amorfo … [significado que] no cesa de deslizarse bajo el significante” (118). Tampoco la travesía de Barthes[*]. Su <<lugar>> deviene en la repetición y en las diferencias de las repeticiones. 

Revisemos, por extensión, tres momentos: “soy lúcido para desposeer a mis márgenes/ y ser la unión que los acoge” (Mondaca, “VII” 34); “yo, escultor de la estructura que me contiene,/ no me voy perdiendo en la disolución, sino/ que me tallo en los despojos como el otoño/ sobre el otoño de sí mismo” (Mondaca, “VII” 31);  “es el tiempo/ de la cara desarticulada en el tiempo, el golpe/ de los ojos que no alcanzaron a abrirse” (Mondaca, “VI” 25). 

En el primer caso el poeta señala un movimiento lúcido y consciente por el que no sólo desposee a sus márgenes, sino que da cuenta de una habitualidad en el <<desposeer>> marcada por la conjugación del presente indicativo –actos “reales”– <<soy>>: “soy lúcido para desposeer mis márgenes [como otras veces lo he sido o como ahora; por consecuencia, mañana]. Esta consciencia para deshacerse de los márgenes tiene conexión con el segundo fragmento: <<yo, escultor de la estructura que me contiene,/ no me voy perdiendo en la disolución, sino/ que me tallo en los despojos como el otoño/ sobre el otoño de sí mismo>>. En este sentido, percibimos que la lucidez está antecedida por un conocimiento de <<escultor>>: conocimiento del cuerpo y del alma. Esta estructura es tanto el adentro como el afuera –extensión, exterioridad, rostro/máscara, donde la pérdida no tiene que ver con la disolución –mezcla que siempre implica una pérdida de alguna de las partes–, sino con tallarse [él] en los despojos como el otoño; tallarse en las <<hojas que caen nunca borrando su origen, la huella-árbol que las delata como integrantes de la estructura mayor. En el tercer fragmento asistimos a una situación similar, sólo que relacionada con el <<tiempo>>. En la indicación: <<es el tiempo/ de la cara desarticulada en el tiempo, el golpe/ de los ojos que no alcanzaron a abrirse>>, el motivo símil radica nuevamente en la insistencia de una diferencia que no impide la unión de las zonas del ser. Zonas que transitan por Nocturna como lugar en el que algo se busca. Nocturna es tanto el espacio de la búsqueda como el lugar en el que el cuerpo (los cuerpos del cuerpo) se descubren. Sitio de salida y entrada, eco femenino como la sombra dorada del sol que no deja de hallar raíz en la materia solar, Nocturna se funda como un límite que resuena en el yo lírico en la medida que lo forma y se forma así. Cada metáfora, cada símbolo, cada figura retórica o alcance estético funciona como una repetición de esa diferenciaque es nocturna –“hay un hueco constante/ entre los labios, un aire hecho de espera/ que no pertenece al viento de lo pronunciado:/ cada fuerza que se dispone y es/ y será; el sepulcro, el cuerpo, los recintos/ que se necesitan[**]” (Mondaca, V 21). 

Como acontece Nocturna –texto y lugar del poeta–, asistimos a una diseminación. A una ruptura y a una repetición de ese <<hueco>> que no conlleva un desatender a la unidad o a la unión, sino más bien, recalca dicho procedimiento y constitución del yo [la estructura] como <<zona múltiple>>, <<rostros/máscaras múltiples>> que se necesitan en el ahora y en un mañana en que será, como versa Borges, <<el misterioso, el muerto>>. No es la <<evidencia de la idea>>: el problema de la representación <<unívoca>> “que suple regularmente la presencia. Pero, articulando todos los momentos de la experiencia en tanto que se compromete en la significación …, esta operación de suplementación no es exhibida como ruptura de presencia sino como reparación y modificación continua, homogénea de la presencia en la representación” (Derrida 354). Es un <<lugar>> donde la presencia [<<que la arcilla persigue>>] se persigue en tanto que reconoce ese espacio huella que viene como un después sin dejar de ser un antes: “somos un puñado de arena/ que al caer en el espejo recompone/ la marca anterior a la sílaba …/ desarticulación de la huella que abarca la palabra nunca,/ desarticulación de la huella que rueda cerro abajo” (Mondaca, “III” 13). Lugar de lo posible y de lo inalcanzable que se orienta, como los <<horizontes>> de Hans-Goerg Gadamer, “hacia lo abierto, hacia el todo y la amplitud del tiempo y del futuro, de la libre elección y del problema abierto [hacia el reconocimiento de nosotros mismos, nuestro lugar y nuestras propias distancias-distanciamientos]” (Gadamer 106).
JUAN CARLOS VÁSQUEZ, Universidad Alberto Hurtado. 
Primavera, Santiago de Chile.


Bibliografía

- Agamben, Giorgio. “Afuera”. La comunidad que viene. España: Pre-Textos, 1996. 43-44.
- Bense, Max. “El ser estético de la obra de arte”. Antología textos de estética y teoría del arte. Ant. Adolfo Sánchez Vázquez. México: Universidad Autónoma de México, 1978. 126 – 130.
- Deleuze, Guilles y Félix Guattari. “5.587 a J.C.- Sobre algunos regímenes de signos”. Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. España: Pre-Textos, 2002. 117 – 154. 
- Derrida, Jacques. “Firma, acontecimiento, contexto”. Márgenes de la filosofía. Madrid: Cátedra, 1994. 347 – 372.
- Gadamer, Hans-Georg. “Histórica y lenguaje: una respuesta”. Historia y Hermenéutica [Reinhart Koselleck y Hans-Georg Gadamer]. Barcelona: Paidós, 1997. 95 – 106.
- Mondaca, Guillermo. Nocturna. Santiago: Fuga, 2013.
Notas

[*] Dejamos afuera la estructuración heroica de Nocturna –que es distinta a la idea de travesía del texto de Barthes, pero puede confundirse en el valor tradicional de travesía como transcurso hacia un allá. Dejamos, no obstante, señalados los puntos percibidos, para quien los desee retomar en otro momento, que constituirían el carácter heroico del poema de VII cantos de G. Mondaca. Estos aparecen en I y II. A) Configuración de un ser singular y múltiple [somos el fuego…]. B) Noción de <<pérdida>>: “porque hemos perdido la semilla entre la estría del agua;/ porque algo fue despojado, lento en la respiración de la piedra” (Mondaca, I 6); “vimos cerrarse las raíces del árbol sin haber nacido,” (Mondaca, I 6). C) Definición del ser-allá: lugar del yo lírico en el viaje, en la búsqueda homérica y de Díaz-Casanueva: “por ello, entonces, hemos de ir/ hacia el rayo que cierra lo que alrededor cubre de límites…” (Mondaca, I 6); prendo mi calidoscopio en lo oscuro/ y veo al vacío, como riéndose” (Mondaca, I 6). D) Definición del retorno o el término de la misión: “volveré a mi voz cuando el yo sea eco…” (Mondaca, II 7). E) Consejos del viaje y/o despersonalización de yo heroico para aconsejar a otros: “para caminar hay que desprenderse los ojos/  de la red de figuras que los apresan,/ porque en este camino que no avanza no has de oír/ lo que te ve pasar, las vidas que te ven nacer” (Mondaca, II 8). En el III se trazan descripciones y señales de lo que luego será (…).

[**] Negrita nuestra.








ERNEST FIŠER [17.832] Poeta de Croacia

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ERNEST FIŠER

(Nació el 2 de mayo de 1943 en Zagreb, Croacia) - escritor, poeta, publicista, periodista.

Terminó la escuela secundaria en Varazdin, y se graduó de la Facultad de Filosofía de Zagreb. Fue editor de Radio Cakovec, director del Teatro Nacional de Croacia en Varazdin y editor de la editorial Zrinski en Čakovec. Es el editor de la revista Rd. 

Obras

Nagrizeni anđeo (1965.)
Drugi silazak
Ishodišta (1972.)
Barokni iluzionizam Ivana Tangera
Morje zvun sebe (1978.)
Sjeverozapad
Majstori zebnje (1982.)
Dekantacija kajkaviania (1981.)
Otisci (1989.)
Varaždinski nocturno

Premios y reconocimientos 

Poeta oliveatus na svehrvatskoj pjesničko-jezičnoj smotri “Croatia rediviva” u Selcima na otoku Braču 2014. 



De la colección poética: Impresiones/Otisci
(Traducción de Željka Lovrenčić)



NOSOTROS TENEMOS TODO 
LO QUE NECESITAMOS
(Mi imamo sve što trebamo)

Nosotros tenemos todo lo que necesitamos, corazón mío
para poder oscurecer en la paz angustiosa
y dictar órdenes a nuestros estériles dedos
llenos de algunas huellas silenciosas y fuertes de la tierra temblorosa
la que cuando desaparece reconoce sus verdaderos apoyos

Nosotros tenemos todo lo que necesitamos, aquí y siempre
¿pero es posible que el cuerpo traidoramente niegue el cuerpo
cuando como floración se enciende en él
fertilizándolo con la miel del amor

Nosotros tenemos todo lo que necesitamos, mí eternidad,
nuestro horror solemne, nuestra pista de despegue, todas nuestras caídas
nuestras sordas vivencias bajo estrellas profanadas
y aquellos que fervorosamente nos dirigen la cuerda:
SÓLO A NOSOTROS, CORAZÓN , NUNCA NOS TENEMOS  SUFICIENTE




EN LA VIDA SENCILLA
(U jednostavnom životu)

Existen los cazadores que desde siempre impugnaron nuestro sueño
nuestra simple vida no nacida en terreno fatal
en un clima nada nutritivo - en el cielo de nadie
donde se apagan las estrellas temerosas
donde muere y el Hombre solitario
que perdura y no se deja y anhela su dignidad
buscando su afirmación en una vida sencilla:
porque la plenitud de su destino él lo encuentra sólo en sí mismo

(1966)     
           



LO QUE PERDURAMOS EN SILENCIO
(To što bešumno trajemo)

Lo que en silencio perduramos  todavía no podemos llamar
vida: nosotros necesitamos la fe
nos es indispensable la fraternidad
unión silenciosa con las cosas que no alcanzan las palabras
necesitamos una concentración fuerte y real del corazón
reunir los cauces débiles que hacen un río fuerte

Nosotros necesitamos un fuego fuerte y genuino
que arda alegremente allá donde estuvo la ceniza
como la vieja felicidad que retoña
tan apasionada en la libertad como bajo las restricciones

Sí pacientemente perduramos es sólo por el anhelo
de una vida plena:
nosotros necesitamos silencios sabios y amplios
espacio poblado de humanidad
desesperado de amor y  esperanza
necesitamos espontaneidad de espíritu hecha realidad
nosotros necesitamos el bosque que aprecia sus árboles solitarios
y los cuida igualmente en flor y en su podredumbre   




SONETO SOBRE LA ANSIEDAD DEFINITIVA
(Sonet o konačnoj zebnji)

                                                    A A. B. Šimić*

Desde ahora perduras por la ley de tu ansiedad
tú quien te abnegaste como la raíz por su árbol
desde ahora  ni la desesperación te visitará
porque en cada nuevo nacimiento presientes una nueva muerte

Y tu cuerpo desde ahora ya no es tuyo entre las estrellas
y los ojos que tu besabas y maldecías tan sólo son los ojos de un asesino
ni un secreto, hasta ni un pájaro quedarán intactos
en la caída definitiva se te abre toda puerta

Así velas, sin aliento, ante la cara de la última medida
porque no supiste adular, a la mano que lo quiso
mientras a las praderas voluptuosas las ahogaba públicamente el otoño

de acuerdo con tus ancestros miras como susurra el infinito
animosamente, y ya libre de toda razón explícita:
desde ahora seguirás siendo según la ley de tu ansiedad


*Antun Branko Šimić (1898-1925) - 
poeta croata de Herzegovina, expresionista (N. de la T.). 




EL TIEMPO FUTURO O EL TIEMPO DE NADIE
(Vrijeme buduće ili vrijeme ničije)

Este tiempo santo que en el fondo de mi mismo sangra y se pudre
agrio y flexible como temblor de eternidad:
¿es ese tiempo pasado o futuro
o tiempo de todos los tiempos futuros?   
quizás algún tiempo malo por el cual sólo hay que luchar
con densa audacia como el olor a alquitrán
o pronunciarlo simplemente como la última pregunta

Mundo, avergüénzate frente a esta magia infinita
y sin un verdadero comienzo: inclínate, inclínate, 
mi querido Mundo más negro que  tristeza 
- que el engendro de este tiempo no evapore
y si este tiempo no es el tiempo de la muerte hay que navegar
por el tiempo del amor puro que
ya nadie entiende
(ni lo acepta en serio)
y del que, en realidad ya no ha quedado nada
salvo la perfección sin sentido y los lirios nauseabundos
que, en su exaltada ternura, son su propio alimento
(igual que todas las otras flores en el corazón de los verdugos)
paso atrás claro está, ya no hay
y, ¿cuál es entonces el momento del futuro?
o ¿es el tiempo sin tiempo o el tiempo de nadie?                        




EL MISTERIO DE SILENCIO
(Misterij šutnje)

Condensé el cuerpo de la palabra en cicatriz
en el alma, señal solitaria
más aguda que todo dolor, y real
como lo es la soledad real:
de las cosas dormidas emerge el tiempo
la baja mar se encabrita, verde
del misterio del silencio, los espías ya
me costarán la cabeza, oscuridad en el corazón,
oscuro filo de la muerte
y la mañana en la puerta, ¿qué haré?

AMOROSA
(Ljubavna)  

A Dragica V.

Ocurrió así que de repente y totalmente
nos abandonaron las palabras, en la época sorda del mundo
ya enloquecido de soledad, en el destiempo de la rima
cuando las manos se confunden, cansadas de su propio tamaño
y los ojos osadamente toman la forma de nuestra respiración

Ocurrió así que aquello que en sí siempre
dibuja esperanza, abriendo
el misterio de esperar, ese monólogo brutal de sufrimiento
entre cuatro paredes, cuando cada movimiento
es parecido a las partículas físicas del alma

Ocurrió así que tu sueño final
fuese iluminado por la lluvia, rara música,
colores pesados sobre la ventana, en el tardío otoño
tipográfico durante el miedo amarillo
por todo aquello que aún no te ha ocurrió

Ocurrió, por fin como nunca antes
y seguramente no se repetirá estremecimiento
frases claras al viento, incandescente armonía de nuestros cuerpos,
tantos descubrimientos bajo
los párpados cerrados: ¡heme aquí, me abro, amor!    
   



POHVALA TIHOM SLOGU
(izbor pjesama)


TOLIKO JE TOG

Toliko je toga prisnog što iz sebe valja izvući
na danje svjetlo, predati u upotrebu, javno
otuđiti, prodati, prokurvati, naprosto
podijeliti s nekim kao radost ili bol,
sabrati možda u jedan jedini pogled
za večerom u dvoje dok krepava muzika
ili na bezbroj drugih načina svima objaviti;
uz to se zalagati, uvjeravati, boriti se do iznemoglosti
i lijepe staračke demencije – s paničnom nadom
da se još nešto značajno može dogoditi

Toliko je toga prijetećeg i neizvjesnog i glupog
i onoga što bi svakako trebalo sačuvati
u općoj zbrci što nas slijepo raspinje
preko cijelog ljudskog obzora, dan i noć:
TOLIKO JE TOGA JOŠ NEIZRECIVOG

  

STRAH

Moja vlastita riječ
već me ne prepoznaje



U VRISAK PRETVOREN

U vrisak pretvoren, bešuman i trajan
noćas bdijem sve buduće noći:
to vučje vrijeme u šutnju me survava
a u budnosti srca ni otrov ne pomaže

Što se dosad zbilo – više nema važnosti
na glavu mi se spustila nježna šapa vječnosti:
osuđen na život – mogu tek sanjati
koliko je ljudska biljka prezrela svoj korijen
i kako nedostižan bijaše blijesak
moje konačne odluke




TAJ SVEMIR ŠTO NAM ČUČI U SUSJEDSTVU

Taj Svemir što nam čuči u susjedstvu, dobroćudan
i gotovo dohvatljiv – nije li tek klica
nekog drugog svijeta, nama nepoznatog,
nekog drugog sna
a bezvremenskog: izrecimo ga, dakle
kao što samoća izražava naš život
obujmimo ga, zagrlimo panično, kao brata
nerođenog, neviđenog, koji šuti
u mraku svoje beskonačnosti,
konzervirajmo tu tihu ljubav sebi u susret
i nadohvat možda već idućeg naraštaja
ili nikoga: nikoga najviše, i nikada
  



ISPISUJEM SVOJ ŽIVOT U VODI NAPRASITOJ

Ispisujem svoj život u vodi naprasitoj
i brzoj, hvatam ga golim rukama
opirući se cijelim lomnim tijelom, pa ustima
prepunim grča ništa ne umijem izreći,
niti krik ispustit već zgrušan od strepnje,
nimalo očima kolutat, kamoli disati
svježinu gorsku nakon prvih snjegova
što su se krepki u mom srcu zabijelili

Izlažem tako svoj život s upornošću
koja bi mogla postidjet i najbrže tragače,
pomalo prastar, i nijem, i sve manje
nalik sebi, ili ljubavi iznenadnoj
što me iznova pokušava sabrati, zaustaviti
moje rasipno plutanje ljudskim brzacima
a gotovo već zaboravljenih izvora

Sad jedino pamtim da još nisam sustao
istraživati povijest vlastitih preobrazbi –
slušajući kako mu život istječe među prstima
(tako običan, a u svemu različit od ostalih)
i možda je sva ljepota upravo u tom otkrivanju
duboke srži CJELINE STVARI, u nesavršenosti
(koja jednako ispunjava i korijen i plod)
i trajem li ili kopnim – svejedno je
jer u svakoj živoj klici, sučelice
sadržan je i početak i kraj
   


HRVATSKI SAN

Bože, daj mi antejsku snagu da preživim
ovaj krvav san, stravičan poput noža
dok posluje na vratu nevine žrtve: podari mi
žar sabranosti, moć da upamtim te glasove, i lica
svih mahnitih ubojica moje Domovine

Bože, zar ćemo se zanavijek prepoznavati
tek dubinom vlastite patnje, u najcrnjoj sumnji
da se još išta može ispraviti, ili nazvati
ljudskim imenom – kad pomračena uma
i u bezmjernoj mržnji svuda haraju zlikovci

Bože, dopusti mi barem da svjedočim
svojom vjerom, nadom, ili bezbrojnim mrtvima
o tom posve suludom nasilju nad Poviješću:
da kazujem o onima kojima ništa nije sveto,
jer ništa i nisu razumjeli, osim brutalnosti

Bože, ako još negdje postoji Sveta Zemlja
onda su u njoj i Vukovar, i Osijek, i Dubrovnik
i svi drugi razoreni gradovi hrvatski
u koje će Svijet morati hodočastiti, ali šutke
i s najvećim stidom, zbog trpke istine o sebi

Gospode, Ti koji sve vidiš i svime upravljaš
počuj – ja ne čekam milost već samo ljubav
za moju tihu, ispaćenu Domovinu, jer znam:
i djeca naše djece sudit će nam po tome
koliko smo strasno žudjeli slobodnu Hrvatsku

(1991.)



FESTIVAL
(aquatinta)

Za rujanskih noći
anđeo čežnje, sjetan
presvlači se
u klorofil baroka

Naviru psalmi, žustri
pretci, duše odasvud:
pjeva se nadi
i slobodi

(1991.)



GRAD KOJEGA NEMA

Junačkim braniteljima Vukovara

U Vukovaru se zaustavila povijest: taj Grad
kojega zapravo već nema, sad biva stvarniji
i postojaniji od najtvrđeg bedema

Krvožedne su ga rušile horde, ali Grad
nevidljiv, jer je život zamijenio smrću
naprosto nije znao priznati kapitulaciju

Još samo po nestalim kućama, iz noći u noć
kao po navici sablasno odjekuju rafali
premda su im branitelji odavno izginuli

Ne, ne govorim o strahu, on se nastanio
u zločincima, i svima koji su Grad izdali
prije negoli se iznova rodio, iz vatre i dima

Tako je nikla vjera, poput dobrog duha iz boce
kojeg su stvorila djeca: u našim srcima
on već dotiče zvijezde, nepokoren Grad

Moj Vukovar, sazdan od prkosa i čuda,
napokon je iskupio svu tugu svijeta
i sada ga više ništa ne može slomiti

(18.X.1991.)


  



FRANCISCO RETAMOZO [17.833] Poeta de Perú

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Francisco Retamozo

Nació en Lima, Perú. Ha publicado sus poemas en algunas revistas electrónicas como El Malhechor Exhausto, Remolinos y Casa Barbieri, y también en revistas como El bote y en la antología Poesía Siglo XXI de la Fundación Yacana. Ha sido premiado en el concurso de Poesía Taiwán 2011. Con TRAMONTO fue uno de los seis ganadores del concurso de poesía organizado por Hipocampo Editores en el 2010.



PLAZA SAN MARTÍN
                          (mil vueltas en patines)


En mi cuarto ha quedado mi alma echada
    perfecta en la tierra
         y los ojos vagos de mi abuela
estoy aquí dando vueltas
         los autos huyen
la gente ríe y danza
         se empaña de humo negro
la frente
         pegajosa (suda)
         brillosa
los dientes amarillentos trituran
la comida callejera
               el horizonte
               como una rama
               frágil
               de tronco fuerte

En mi cuarto ha quedado mi alma
    estoy aquí mirando las torres
las ventanas de la plaza me observan
               no huyo (no tengo miedo)
                               las ventanas de mi cuarto me acompañan
miro desde los altos   Una sombra de avión
         los barcos de noche    Una luz en alta mar
         la corona del cerro    Una senda iluminada
                                                                     una prostituta pasa    Traslúcida travestí
         las serpentinas golpean el día  enfriándolo

En mi cuarto ha quedado mi alma echada
estoy aquí
    ausente en la banca
         presente en mi cuarto

Dar mil vueltas en patines
         y volar hacia la orilla de un lago lejano
donde vaya sólo estará
         la gran ficha imponente    El sol
y una tarde majestuoso
         delirante
         enloquecedor

Mil vueltas en patines
y los muchachos envueltos en bolsas
azules    Ellos ríen
invaden las calles de la plaza
muchachos
entre las aguas turbias del verano
prolongadas miradas enloquecidas
                                  él mira
                                  una banca aparece
                                  tomo asiento
                                  hablamos

Mil patines alrededor y caminamos
                   Picasso mirábalos también los pintaba desnudos en azul
En el fondo de una taza de café las piedritas eternas    La playa
                   brisas humedecen     labios apretados    frente amplia
                                                                                              (en qué época estoy)

Mil vueltas en patines
         otras mil vueltas vueltas vueltas vueltas vueltas
caen serpentinas grises del cielo
         la plaza cambia de estación
                                                                                      (el murmullo de los carboncillos)
En el día memorable
caen los naipes    los párpados      las hojas
entra el mar a mi cuarto
         ellos miran
ninguno conserva mi paz
                   una madeja de  lana  naranja
                   la gata la hace  rodar al techo
                   perturba
                   voy sin zapatos
                   rodeado de árboles
                             troncos azules
                             caracolitos
y caigo en la arena de la plaza
domingo perdido oscuro

Mil vueltas en patines
                                “estrellado muere muchacho loco patinero”



Desde una ventana ancha
         los zapatos sucios sobre las rodillas
         el cuerpo desnudo
yo miraba la calle    Reflejo del tiempo
         la calle       
         ignora la soledad
         en sus horas de silencio
detalle
el carboncillo sostiene la línea final
arriesgado equilibrio
¿Las crayolas servirán para algo?
         ya mi cabello graso pesa
¿Cómo cambiar el color de piel?
         minimalista
desde la ventana siento entrar la calle angosta al cuarto
         las palabras calmas en los pies descalzos
Estas serpentinas naranjas entran            
a la hora milenaria
y te baña  la piel
incendiándola
te hace sudar
reflejando los zapatos negros
apenas los pies
                   He volteado
                             ya puede detenerse el mundo
                   ha venido a reclamar sus zapatos
                                                                                         (si no camina muere)



Estas serpentinas colgadas
         como  cáscaras de naranjas dejada secar
invaden las calles adyacentes a la plaza
         se impregnan en la piel cambiando de color
         nos domestica
descubriendo nuestra  intimidad
         sin pudor  se impone 
         elevadas las telas
Estas serpentinas te invaden el  paladar
         masticando la lúcuma
         tendido en las sábanas
         secándonos la piel
                   fiesta en los cielos
                   arden los cerros
         caprichoso a la hora del té
         serpentinas naranjas en el alma

Son estas serpentinas las que penetran la tierra
         quebrándola  en capas
         y descascaran la piel seca
                        los buitres hambrientos
                        olfatean a la moribunda 
                                  nadie recoge sus restos
Son estas serpentinas naranjas las que penden de un hilo
                                  (el mismo calor humano
                                   y la putrefacción social)


                                                                                            Y
Los sinchus sujetan los charangos
gritan apretaditos en la plaza escenario de movidas
muy lejos de ser una fiesta
las serpentinas caen del cielo
te cogen el cuello como manos asfixiadoras
El jirón en brazos alzados y la garganta irritada
huir cuesta abajo   correr  
van quedando sandalias  ponchos   los dientes   los huesos
         adónde recurrir
         qué procesión seguir
         al amparo de quién ponerse
Tercos caminamos bordeando la plaza
como marea alta    Refrescando el rostro con trapos
empapados de agua y vinagre
Mil vueltas en patines y no se puede avanzar
empujar
Son las serpentinas asfixiantes lanzadas de los techos
¡Cómo bombardeaban!
Tiran contra las rejas del gran teatro Colón
a quemarropa
Quilka sostiene la estampida
         llora el poeta de cenizas de Altamira
              bebe un sorbo de esta agua ardiente
         impaciente
              sin muertos seria mejor
El ay de una mujer increpando a los hombres de dios
todos poderosos encima de los techos
un helicóptero aparece
ella se estremece
temiendo al castigo
se esconde detrás de las piernas de un señor
arrodillada sigue balbuceando las palabras
puño en alto alentada por los gritos de los charangos
Ella en la mira del ojo de dios
golpeándose el pecho
corre desalentada
no aguanta más el ahogo
se siente pecadora
sucia
Pierde los tacos   la cartera   el sostén 
desnuda la plaza
golpeada en nombre de dios
Del cráneo emana un hilo de sangre
y la vereda ensucia
un charco navegable que los periódicos cubren
¡Dios castiga  a los descarriados aprenda señora!

Diez    Once    Doce
-Ustedes tienen la culpa yo no
Así debe ser en nombre de dios todo se puede
luego no importan las palabras en las exequias
letra muerta que se lleva el viento
como mis cenizas-

En cadena los charangos de cuerdas irrompibles
las voces regresan a la plaza
         (…ni un paso atrás)
Del inocente modo de ser del fulano
versus la soberbia del mengano
chacchando coca en sandalias empolvadas
y mujeres con sus hijos   Hijas con sus padres
de taco alto y manos en la cintura
El viejo italiano con bastón y su nieto


Un grupo de ancianas muy juntas para que no las tumbe
la avalancha humana
La poeta preocupada por los chicos atropellados  cuidando
su integridad    sus cámaras fotográficas   sus mochilas
El roquero flaco alto de melena larga y su enamorada
una enfermera atendiendo a los desmayados
Otras parejas sin tiempo para amarse corren también
Se quema el edificio nacional
cae el muro ¡Qué vergüenza!
Los valiosos cuadros se achicharran
Hay muertos   Así lo prefieren   Vuélvelos héroes
Apalear la tristeza colectiva
Hasta que se vuelve el firmamento   Manto violeta ensangrentado
         (...una larga noche)
La plaza bajo la luna plateada
Llena ¿Era llena?
De aquí de allá  se mata a los perros 
muerta la rabia
Quedan las cicatrices de los galgos
como esta plaza testigo
del horror el corre corre
murmullo del tiempo en las esquinas
como  libros abiertos que la gente no lee



Y
un nuevo solsticio de verano en la Plaza
Mil vueltas en patines     Ellos moran
         me siento a contemplarlos
Estas serpentinas naranjas entrantes chocan las paredes
incendiando las calles adyacentes
                                                         Una nueva  tarde
                   como dar unos pasos
                   y de pronto la plaza y sus piletas
                   salpicándote algunas gotas al rostro
Miro la llama del horizonte     
                                                 El tramonto
                                       donde danzan los dioses
                                                   del viento
                                           al final del día ebrios
                                                                   (te atraen inevitablemente)
                             Y se ha marcado tu cuello
                                     enredando los bolsillos
                             La mar reflejada en  rostros bronceados
                                     bellos muchachos desnudos
                                             Damos  un par de vueltas
                                                 bajo estos árboles copiosos
                                                           haciendo hora




Y EL CUARTO TRAMONTA 

a Julio Polar

Él puede ver a través de tus ojos
puede meterse sin permiso
ni acto de contrición
Él puede conquistar el corazón nocivo
nadie entiende al hombre
A cien caballos de fuerza los sentimientos

En las calles de su cuarto podemos ser

Seaned le guiña el ojo izquierdo
Él sonríe y dan una vuelta
mirando los tiempos vividos
cuando sus ojos oscurecieron
golpearon
prefirió callar
él pensaba en sus calles
Un punto en el firmamento
Una equis en el mapa

No existe un reloj en la cabecera
el sol aclara sus pestañas
una ligera tos despeja la somnolencia

Seaned vuelve a guiñarle el ojo izquierdo
un sorbo de café Él tose
sus manos crujen
los ojos tiemblan
no puede pasear
Ella se aleja Avanza
Él no puede continuar
el arma debe acabar este dolor
Alguien toca la puerta
espera afuera
Hoy el sol despeja la duda
un día más

Parados frente al escenario
Un Puerto sin idioma original
donde el viento expresa una danza
El umbral se pinta
de alargadas manchas
concierto original de oboes
y el cuarto tramonta
El aroma natural recorre sus calles
sentados
Seaned y él ven alejarse bruñidos
trasatlánticos
atrás estallan las gaviotas en gritos ensordecedores

Frente al escenario
Él no sabe hundirse
¿Respetarían el tráfico en su propio terreno?
Seaned se atreve Ella puede
La sigue y dan vueltas en medio de la pista
los libros yacen abiertos

Pronto
ven acercarse otros individuos
sin respetar la luz
en pistas y veredas
llenos de calor humano
no cabe otra persona en su cuarto
Rompen vasos El trago derraman
Alguien dispara al aire
Comienza la retirada
El sofá está vacío

Pero él

Vuélvesele payaso la vida
juego en círculos
deshaciéndose los cuerpos
minimizándose
Los faros de la calle mitigan
a la hora más larga del día
Él puede oscilar entre la sonrisa fuera
el mirar dentro
La vida en una cinta cassette
(aprieten el play por favor)

Seaned vuelve
Oxígeno para el pez en la tierra

Los árboles crecen
en las calles de su cuarto
donde los ríos surcaron
farfullaron las ideas
soñó cantó bailó
hizo sexo

Donde los rayos solares
cruzaron la puerta de madera vieja
sin permiso
ni acto de contrición
oblicuos
brillantes
golpeando el pecho.

( de, LA NOTA DE DOS y otras notas breves )




Ella bosteza
coge un lápiz y escribe
como toda amante de Safo
murmura ríe corre protesta cae
vuelve a pararse
Bajo la sombra del trigémino
procura adelantarse

Ella tararea a Chico Buarque
coge una guitarra y canta “ Te doy una canción “
de Silvio a su amiga
Ellas van juntas al teatro
ven los perfiles de la Darmet
Cogen las historias como suyas propias
rompiendo las muñecas

Para ellos no quiere ser ella una mentira

En la playa
bajo la sombrilla lee
mientras el resto no la entiende
bajo el sol del medio día
Ella muere en su soledad sosegada



Como un poema
manos juntas Rodillas enlazadas
nombres escritos en la pared
adrián y adrián
Dedos en la taza de café Un oboe
Una ventana donde entra el viento
la melodía sale
los cuerpos febriles enfría
despeina los cabellos

Observando un cuadro en Rojos
la arena tibia
rojo vida pasión
muerte resurrección
cada tarde

Cigarrillos muchos (humito azul)
ceniceros vacíos
El humo dañino rosa la garganta
Clavel rojo
clavel blanco
Las amarillas dan suerte
Un jarrón negro lleno de ellas

una silla El abanico sumergido en el cuadro
El mozo vuelve a limpiar los ceniceros
muchacho de labios gruesos Curvos
de mermelada roja (otra vez rojo)
Una frente como una ventana
de cabellos largos tercos lacios

Dos varones extendidos
“en el lecho perfecto “
Efervescente




LIMA

En el mes de abril Otoñal
el sol pareciera intenso
Los vientos soplan fuerte
de alguna parte del sur
entra el polvo al salón de clase
las ventanas sin vidrio
techo de calamina
como ardían los ojos
cabellos empolvados
oídos sucios
Salón: Primero eñe
chicos adultos
de tajos en la cara
Yo de dieciséis
odiando la mierda
que me dejo ahí




TRAMONTO (Sol negro, 2015) de Francisco Retamozo, por Paul Guillén

Tramonto (Lima: Sol negro, 2015) es el primer libro de Francisco Retamozo, pero no es su único libro puesto que se conoce el título de otro conjunto titulado Muerte de Venecia en mi cuarto que fue premiado en el concurso de poesía de Taiwán en el 2011, dicho sea de paso, Tramonto fue uno de los ganadores del concurso de poesía organizado por Hipocampo Editores en el 2010, donde resultaron ganadores poetas como Roger Santiváñez, Rosina Valcárcel, Alejandro Susti, entre otros; es por eso que no es ilógico pensar que Francisco Retamozo tiene varios conjuntos más que ha guardado celosamente por tantos años. Esta noche nos convoca Tramonto y de entrada me quedo pensando en la figura que habita el primer y el penúltimo poema, se trata de Guillermo, no es raro ver esta dualidad entre el poeta y el amigo que se expresa en que “Mirábamos / el ocaso / desde / el faro y el ancla”, como todos saben Tramonto se refiere al ocaso, lo que creo es que el libro es un informe sobre el paso del tiempo: “Firme y rápido / el tiempo pasó”, este paso del tiempo se da con metáforas de estirpe natural y no tiene una carga trágica, por ejemplo, el segundo poema funciona con la dualidad del otoño y el verano, ciclo de regeneraciones y alumbramientos. Para retomar el tema del amigo citaré la estrofa inicial del primer poema, el poema se titula “Guillermo”: “La mirada caída en el asfalto / los jardines pintados / de círculos amarillos / ¿Qué fue del calor? / Son nubes oscuras / pronto el frío / el silencio / pronto”, de lo que se desprende es que funcionan oposiciones como alegría / tristeza, naturaleza / urbe, calor / frío. El decir que la mirada está caída en el asfalto connota que el poeta y principalmente Guillermo se encuentran con la mirada cabizbaja, pero la naturaleza dentro de la urbe es de “jardines pintados / de círculos amarillos”, este aserto pictórico se va a repetir a lo largo del libro, por momentos parece que asistimos a una exposición en una galería. La figura de Guillermo también parece ser rastreable en el tercer, cuarto y quinto poema, el poeta se transforma en árbol y dice que “Has topado lascivamente / mis ramas / has querido alcanzar / al viento / Lo he sentido” o “¡Amigo! / Puedes venir a secar / mi cabello / mi rostro / mis pies”, de lo que nos queda dos cosas el poeta es un árbol y también una casa hecha de barro, abandonada, y también el que poeta se piensa en esa relación con el amigo casi como un Cristo al que le lavan los pies. Además la relación que se instaura entre los amigos es que la lluvia cae sobre el cuerpo de uno de ellos o la cercanía del hálito tibio sobre los hombros.
“Galería” es el título del poema que abre la segunda sección del libro, que tiene como motivo un cuadro japonés colectiva en el MALI, 1991, lo cual también podemos ligarlo con la cita de Salvatore Quasimodo que abre el libro: “Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra / traspasado por un rayo de sol: / y enseguida anochece”. Lo que nos queda de la lectura del poema es que es una mujer con la “mirada quieta muda / manos tiernas frías”, se trata de una mujer muerta. Anochece para todos que es la muerte de Tramonto, así como también es la muerte física de los seres. Si en este poema se trata de una pintura, en el segundo poema se refiere a una fotografía, como en el tercero, el motivo lo impone un cuadro de Ramiro Llona. El cuarto poema está basado en la película Azul profundo, hasta aquí puedo detectar a nivel pictórico una gama de rojos, violetas, azules, que funciona con más presencia en esta segunda sección. Como se podrán dar cuenta muchos de los poemas se dirigen a tú, que conjeturo junto al poeta: “Serán dos varones / como dos hembras / amándose”.
La tercera sección del conjunto es un único poema titulado “Autorretrato” y es dedicado a la abuela. Aquí son notorios algunos otros temas: la abuela es indígena, analfabeta, también la idea de que el poeta parece que está posando para un retrato, y por último la idea del cuarto como una extensión del cuerpo.
La cuarta sección puede leerse como un afrenta contra un dios del cuerpo, pero también como que el cuerpo ha entrado en estado de putrefacción, puesto que se propone que “¿Ya no miraré el rostro compungido / ni los ojos llenos / de larvas?”, al leer este apartado noto una preponderancia de marrones y a lo que se está refiriendo es a una experiencia mística del cuerpo ligada a lo sexual y a la muerte, de nuevo vemos como las dualidades funcionan, en este caso entre eros y thanatos.
La quinta sección, y última, intenta recuperar la infancia pero también el cuerpo infantil de Guillermo. Tramonto no es solo el ocaso sino la muerte, el sexo, las artes plásticas, el misticismo, los viajes, una especie de fuga musical que propone en el último texto y acaba con que “el alba de pinceladas / translúcidas / la tierra / gira… / y yo estoy aquí”.
Ojalá que el próximo libro de Francisco Retamozo no demore tanto en salir y que así pueda regalarnos nuevas sonoridades, nuevas esperanzas y nuevas alegrías.              

(Palabras leídas el día 3 de diciembre de 2015 en la presentación del libro en Espacio Fábula – Barranco, Perú)


POÉTICA

Será agua dulce
          salada
               campos verdes
                    secos
Piedra sobre piedra
          Aves
Un árbol de otoño
Los girasoles de Van Gogh
Una mujer de Humareda
El poema será
     una silla
     cajón vacío
     guitarra muda
                                        Amor odio
Un niño jugando a ser feliz
     como Betty Blue
          una niña desgreñada
               Violentados
¿Qué será la poesía?
Serán los tiempos perdidos
     en arrugadas manos
                                         religión contra religión
Serán dos varones
como dos hembras
              amándose



HABITACIÓN EN ROJO

A un cuadro de Ramiro Llona


Elige una parte del cuarto
sin darme cuenta ha derramado
pigmento rojo
habla en inglés
       Can you help me!
Repito
Ensucia una parte de mi cuarto
desordenado
Ahora quién limpiará la mancha
extendiéndose
                                  Raíces de costumbres
                                  la rueda de carreta
                                  pintado a colores
                                  época de John Wayne
                                  Macetas en la ventana
                                  geranios colgantes
El departamento decorado en rojo
queda una parte celeste
Una ventana donde miran
nuestra siesta
cuerpos desordenados







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