Quantcast
Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
Viewing all 7276 articles
Browse latest View live

ANDERS NILSEN [17.412]

$
0
0

ANDERS NILSEN

(Minneapolis, 1973)
Anders Nilsen es un dibujante de comics y artista gráfico norteamericano. Considerado uno de los creadores más influyentes de su generación, sus novelas gráficas han tenido gran éxito de público y crítica en Estados Unidos y Reino Unido. Algunos de sus mejores trabajos son Dogs and Water (2004), Don’t Go Where I Can’t Follow (2006) o Big Questions (2011). En sus novelas gráficas, Nilsen borra las fronteras entre literatura, filosofía, arte y comic. El poema traducido pertenece a su última obra, Poetry is Useless (2015), donde establece un diálogo entre el comic y la poesía. Ha presentado el libro recientemente en la Poetry Foundation de Chicago, en cuya revista—Poetry­­—publicó el comic/poema en su último número.   






El amor es como un océano. O como una fotografía del océano. O tal vez es como un dibujo hecho a partir de una fotografía del océano. O tal vez es como la descripción escrita del sonido de las olas. O como una gráfica que mostrara el retroceso de los glaciares del Polo a lo largo de varias décadas. O tal vez es como una ballena varada luchando en cada respiración contra su propio peso. O tal vez el amor es como la lluvia cayendo sobre la playa, cada gota dejando un pequeño cráter en la arena. Y la lluvia cae más y más fuerte, hasta que la propia fuerza persistente de las gotas rasga las hojas de los árboles y el aire se vuelve denso con agua sólida. Y todo se pone gris con tanta lluvia, el sol se oscurece y las fronteras entre agua y aire y piel y arena se pierden en la torrentera. O  tal vez el amor es como un pedazo de poliestireno atracado en el conducto de ventilación de una planta purificadora de agua. Hay una cosa que quiero que quede muy clara, para que todos sepamos a qué atenernos. Nos ayudaría mucho decirlo abiertamente antes de continuar: la poesía es inútil.

*Traducción de Eduardo Gregori.
http://traducciones.lagallaciencia.com/




Love is like the ocean. Or like a photograph of the ocean. Or else it’s like a drawing done from a photograph of the ocean. Or else it’s like a written description of the sound of the waves. Or like a chart that shows the melting of the polar ice cap over the course of several decades. Or else it’s like a beached whale struggling for each breath against its own weight. Or else love is like the rain pelting the beach, each drop leaving a little crater in the sand. And the rain falls harder and harder, until the sheer unrelenting force of the drops tears at the leaves of the trees and the air is thick with solid water. And everything is washed out to grayness, the sun is obscured and the borders between water and air and skin and land are lost in the crushing downpour. Or else love is like a piece of styrofoam lodged in the intake vent of a water purification plant. There’s one thing I just want to get clear, to make sure we all understand. It’ll help us if we just get it out in the open before we move on: Poetry is useless. 









VITTORIO ALFIERI [17.413] Poeta de Italia

$
0
0

Vittorio Alfieri

El conde Vittorio Amadeo Alfieri (Asti, 16 de enero 1749 - Florencia, 8 de octubre 1803) fue un dramaturgo, poeta y escritor italiano. «En la ciudad de Asti, en Piamonte, el día 17 de enero1 del año 1749, yo nací de nobles, ricos y honestos parientes». Así Vittorio Alfieri - el mayor poeta trágico italiano del Setecientos - se presenta a sí mismo en la Vita scritta da esso (Vida escrita por él), autobiografía de alrededor 1790. En el curso de su breve pero intensa existencia el escritor no pasará por alto incluso este género. Por otra parte, su carácter atormentado, además de delinear su vida en sentido de aventura, lo hará precursor de las inquietudes románticas.


Retrato de Monica Maillard.

Infancia y educación

Quedado entonces solo yo de todos los hijos en la casa materna, fui dado en custodia de un buen cura, llamado don Ivaldi…

de Vita de V. Alfieri, Época primera, 1755, capítulo II




Retrato de Giulia Alfieri.

Vittorio Alfieri nació del conde de Cortemilia Antonio Amedeo Alfieri y de la saboyana Monica Maillard de Tournon (ya viuda del marqués Alessandro Cacherano Crivelli).

El padre murió en el primer año de vida de Vittorio y la madre se volvió a casar en el 1750 con el caballero Carlo Giacinto Alfieri de Magliano

Vivió hasta la edad de nueve años y medio en el Palazzo Alfieri en Asti (la residencia del padre), a cargo de un preceptor, sin ningún tipo de compañía. De los dos hermanos que tenía, Giuseppe María murió a los pocos meses de vida y la hermana Giulia fue enviada al monasterio de San Anastasio Asti.

En 1758, por voluntad de su tutor, el tío Pellegrino Alfieri, gobernador de Cuneo y en 1762 virrey de Cerdeña, fue inscripto en la Academia Real de Turín.

Alfieri asistió a la Academia, donde completó sus estudios de gramática, retórica, filosofía, y derecho. Entró en contacto con muchos estudiantes extranjeros, y sus historias y sus experiencias lo estimularon creándole la pasión por los viajes.

Después de la muerte de su tío, en 1766 dejó la Academia sin terminar los estudios que lo habrían hecho abogado y se unió al Ejército, convirtiéndose en portainsigna en el regimiento provincial de Asti. Permaneció en el Ejército hasta 1774 y se despidió con el rango de teniente.

Los viajes

Quería yo absolutamente morir, pero no le dije aquel deseo a nadie; y fingiéndome enfermo para que mi amigo me dejase, hice llamar al cirujano para que me sacase la sangre, vino y me la sacó.

de Vita de V. Alfieri, Época tercera, 1768, capítulo VI

Entre 1766 y 1772, Alfieri comenzó una larga peregrinación en varios estados de Europa. Visitó Italia, desde Milán hasta Nápoles, deteniéndose en Florencia y Roma. En 1767 llegó a París, donde conoció a Luis XV, que le pareció un monarca engreído y despreciativo. Decepcionado también por la ciudad, en enero de 1768 llegó a Londres y, después de una larga gira por las provincias británicas, se fue a Holanda.

En La Haya vivió su primer amor con la esposa del Barón Imhof, Cristina. Obligado a separarse para evitar un escándalo, intento suicidarse, pero falló por la intervención de Elías, su criado de confianza, que lo seguía en todos sus viajes.

Volvió a Turín, donde se alojó en la casa de su hermana Giulia, que mientras tanto se había casado con el conde de Giacinto Canalis de Cumiana. Permaneció allí hasta cumplir los veinte años de edad, cuando, al entrar en posesión de su gran herencia, decidió abandonar Italia otra vez.

Entre 1769 y 1772, en compañía de Elías, hizo su segundo viaje a Europa partiendo de Viena, fue a Berlín y se reunió con fastidio y rabia con Federico II, tocó Suecia y Finlandia, llegando a Rusia, donde no quiso ser presentado a Catalina II, ya que había desarrollado una profunda aversión al despotismo.

Llegó a Londres y, en el invierno de 1771, conoció a Penélope Pitt, esposa del vizconde Edward Ligonier, con la que inició una relación amorosa. El vizconde, descubierto el asunto, desafió a un duelo a Alfieri. El escándalo que siguió y el proceso por adulterio afectaron una posible carrera diplomática de Alfieri, que como resultado de estos eventos se vio obligado a dejar a la mujer y la tierra de Albion.

Retomó entonces el viaje, primero en Holanda, luego en Francia, España y por último Portugal, donde admira el paisaje y la ciudad de Lisboa; allí se reúne con el abad Valperga de Caluso, que lo estimula a proseguir su carrera literaria. En España, Madrid no le impresiona, por sentirse deprimido. Ha adquirido un caballo andaluz, del que alaba su gracia y resistencia. Dice también admirar la lengua española y se enamora del paisaje de Valencia en primavera. En 1772 comienza el viaje de regreso, a través de Barcelona y Perpiñán.

Regreso a Turín



Busto dedicado a Vittorio Alfieri en Turín, en Piazza Carignano.

Con 24 años regresó Alfieri a Turín en 1773 y se dedicó al estudio de la literatura, renegando así, en sus propias palabras, "años de viajes y libertinaje". Tomó una casa en Turín en Piazza San Carlo, la amuebló suntuosamente, y se encontró con sus antiguos compañeros de la academia militar y de la juventud. Con ellos creó una pequeña sociedad que se reunía semanalmente en su casa para "festejar y razonar de cualquier cosa", la "Société des Sansguignon". En este período escribió, "mezclas de filosofía y de impertinencias", sobre todo en francés, entre el que está Esquisse de Jugement Universél, inspirado en los escritos de Voltaire.

Tuvo también un romance con la marquesa Gabriella Falletti de Villafalletto, esposa de Giovanni Antonio Turinetti marqués de Priero. Entre 1774 y 1775 terminó la tragedia Marco Antonio y Cleopatra , representada en junio de ese mismo año en Palazzo Carignano, con éxito.

En 1775 cortó definitivamente el affair con la marquesa Falletti, y estudió y perfeccionó su gramática italiana volviendo a escribir las tragedias Felipe (sobre Felipe II y su supuesta crueldad) y Polinices, que en un primer momento se habían escritor en francés.

En abril del año siguiente se trasladó a Pisa y Florencia para el primero de sus "viajes literarios", donde comenzó la redacción de Antígona y Don Garzia. Regresó a la Toscana en el 1777, especialmente a Siena, donde conoció al que se convertiría en uno de sus más grandes amigos, el comerciante Francesco Gori Gandellini. Éste influenció notablemente en las elecciones literarias de Alfieri, convenciéndolo de acercarse a las obras de Nicolás Maquiavelo. A partir de estas nuevas inspiraciones nacieron La conjura de los Pazzi, el tratado De la tiranía , Agamenón, Orestes y Virginia (que luego despertará la admiración de Monti).

La condesa de Albany

Un dulce fuego en los ojos negrísimos acoplado (que muy raro se ve) a blanquísima piel y rubios cabellos resaltaban su belleza, de la cual era difícil no quedar golpeado o conquistado.

de Vita de V. Alfieri, Época cuarta, 1777, capítulo V



Alfieri y la condesa de Albany, F. X. Fabre, 1796, Turín, Museo Cívico de arte antigua.


En octubre 1777 mientras terminaba la escritura de Virginia, Alfieri conoció a la mujer que lo mantuvo atado a ella durante el resto de la vida, Luisa de Stolberg-Gedern, condesa de Albany, esposa de Carlos Eduardo Estuardo, pretendiente al trono de Inglaterra. En el mismo período se dedicó a las obras de Virgilio y terminó el tratado Del Príncipe y de las cartas y el poema en octavas La Etruria vengada.

En 1780, con el apoyo del gobierno granducal, la condesa de Albany pudo dejar al marido refugiándose en Roma en el convento de Orsoline con la ayuda de su hermano, Enrique Benedicto Estuardo, cardenal y duque de York.

Después de algún tiempo, Alfieri, que por entonces había donado todos los bienes y propiedades feudales a la hermana Giulia reservándose una renta y una parte del capital,2 se reunió en Roma con la condesa y luego fue a Nápoles, donde finalizó la escritura de Octavia y pudo unirse a la logia masónica de la "Vittoria".

Regresó a Roma y se instaló en Villa Strozzi en las Termas de Diocleciano, con la condesa de Albany, en tanto obtuvo una dispensa papal que le permitió abandonar el monasterio. Durante los dos años siguientes el escritor completó las tragedia Merope y Saúl.

En 1783, Alfieri fue recibido en la Academia de Arcadia con el nombre de Filacrio Eratrastico. Ese mismo año también terminó Abel. Entre 1783 y 1785 publicó en tres volúmenes la primera edición de sus tragedias impresas por los topógrafados de Siena Pazzini y Carli.

Pero este período idílico se ve interrumpido bruscamente por el Cardenal de York, quien, al descubrir la relación del escritor con la cuñada, le intimó a abandonar Roma.

Alfieri, con el pretexto de dar a conocer las propias tragedias a los mayores escritores italianos, comenzó una serie de viajes. Conoce así a Ippolito Pindemonte en Venecia, Melchiorre Cesarotti en Padua, Pietro Verri y a Giuseppe Parini en Milán. Pero las tragedias obtuvieron en gran parte comentarios negativos. Solamente el poeta Ranieri de' Calzabigi felicitó al escritor porque con sus obras había puesto al teatro italiano a la altura del teatro transalpino.

En abril de 1784, la condesa de Albany, a través de la intercesión de Gustavo III de Suecia, obtuvo el divorcio de su marido y el permiso para salir de Roma y entonces se reunió en agosto con Alfieri, en el castillo de Martinsbourg en Colmar, en secreto, para guardar las apariencias y la jubilación de la condesa. En Colmar, Alfieri escribió el Agis, Sofonisba y Mirra (esta última acerca del incesto entre hija y padre; véase Mirra).

Obligado a abandonar la Alsacia, al final del año, por la obligación de la condesa de residir en el estado pontificio, Alfieri se instaló en Pisa y Stolberg en Bolonia.

La situación ya insostenible, se vio agravada por la muerte repentina del amigo Gori. Son de aquél período algunos poemas entre los que están el Panegírico de Plinio y Trajano y las Notas, que surgieron en respuesta a las críticas negativas que habían recibido sus tragedias.

En 1785 completó las tragedias Bruto primero y Bruto segundo. En diciembre de 1786, Alfieri y Stolberg (que se convertiría en viuda dos años después) se trasladaron a París comprando dos casas separadas. En este período se volvieron a publicar sus tragedias en manos de los famosos impresores Didot. En el salón de Stolberg Alfieri conoció muchos literatos, en particular a André Chénier, que quedó tan impresionado que le dedicó algunos de sus escritos.

La revolución francesa y Napoleón

La Toma de la Bastilla (Charles Thévenin, 1793). Musée Carnavalet, París.
Me siento muy triste, porque veo la sagrada y sublime causa de la libertad traicionada de tal forma, cambiada y puesta en descrédito por estos semifilósofos.

de Vita de V. Alfieri, Época cuarta, 1790, capítulo XIX

En 1789, Alfieri y su compañera fueron testigos presenciales de los movimientos revolucionarios en París. Los acontecimientos en un principio le hicieron componer al poeta la oda A Parigi sbastigliato, pero luego renegó: el entusiasmo se transformó en un odio a la revolución, explicitado en las rimas del Misogallo.

En 1792 el arresto de Luis XVI y las matanzas del 10 de agosto, convencieron a la pareja de abandonar definitivamente la ciudad para volver a la Toscana (en el ínterin se había emitido una orden de arresto por la condesa, en tanto noble y extranjera, pero no para Alfieri), y entre 1792 y 1796 Alfieri se introduce totalmente en el estudio de los clásicos griegos traduciendo a Eurípides, Sófocles, Esquilo, Aristófanes. A partir de estas fuentes de inspiración, nació en 1798 la última tragedia de Alfieri: Alceste segundo. Se apasiona también en recitar personalmente las propias tragedias.

Entre 1799 y 1801 las victorias francesas en territorio de Italia obligan a Alfieri a huir de Florencia y a refugiarse en una villa en Montughi. Su prejuicio contra los franceses le impidió incluso aceptar el nombramiento como miembro de la Academia de Ciencias de Turín en 1801, dado que Piamonte había entrado en la órbita de Napoleón.

Entre 1801 y 1802, escribió seis comedias: El uno, Los pocos y Los muchos, tres libros sobre la visión satírica de los gobiernos de la época; Tre veleni rimesta, avrai l'antidoto, sobre la solución a los males políticos (casi un testamento político, donde Alfieri, primero republicano, apoya la monarquía constitucional de estilo inglés), La ventana, inspirada en Aristófanes y El divorcio, resultado de reminiscencias juveniles, en donde condena los matrimonios nobles por interés.

Murió en Florencia el 8 de octubre 1803 a la edad de 54 años, probablemente debido a una enfermedad cardiovascular, y fue enterrado en la Basílica de la Santa Cruz. En su memoria se encuentra el espléndido monumento fúnebre de Antonio Canova.

Obras

Las tragedias

Terminada la Academia militar de Turín, y después de un largo viaje juvenil en varios estados de Europa, en 1775 (el año de la conversión) entra en la capital de Piamonte y se dedica al estudio de la literatura, negando de esta manera - de acuerdo a sus propias palabras - años de viaje y el libertinaje. Completa su primera tragedia, Antonio y Cleopatra, que goza de gran éxito, y seguirán después Antígona, Felipe, Orestes, Saúl, María Estuardo, Mirra.

La fama de sus tragedias se vincula a la centralidad de la relación libertad-poder y a la afirmación del individuo por sobre la tiranía. Una reflexión profunda y dolorosa sobre la vida humana enriquece la temática cuando el poeta se detiene sobre los sentimientos más ínitmos y sobre la sociedad que le rodea.

Sus tragedias se representaron cuando el poeta todavía estaba vivo y tuvieron un éxito considerable en el período jacobino.

Las tragedias más representadas en los tres años jacobinos fueron Virginia y los dos Brutos. En el Teatro Patriótico de Milán en 1796, el 22 de septiembre del año mismo, Napoleón asistió a una réplica de Virginia.4

El Bruto primero fue replicado también en la La Scala y en Venecia, mientras que en Bolonia fueron representadas entre 1796 y 1798 cuatro tragedias (Bruto II, Saúl, Virginia, Antígona).

Las reacciones en el público solían ser muy llamativas, lo dice también Leopardi en su Zibaldone (1823), que citando la representación de Agamenón en Bolonia cuenta que:

Produjo mucho interés en la audiencia, y además mucho odio hacia Egisto, que cuando Clitenestra sale del cuarto del marido con el puñal con sangre, y encuentra a Egisto, la platea gritada furiosamente a la actriz que lo matase.
También Stendhal escribía desde Nápoles:

27 febrero 1817. Salgo ahora de ver Saul en el Teatro Nuovo. Se diría que esta tragedia toca las cuerdas secretas del sentimiento nacional italiano. El público siente éxtasis [...]

En los intervalos los espectadores patrióticos bailaban la "Carmagnola" en platea.

En los años siguientes, muchos actores del '800 se especializaron en las obras de Alfieri: desde Antonio Morrocchesi en el Teatro Carignano de Turín, hasta Paolo Belli Blanes, en Florencia o Milán.

Las tragedias son veintidós, comprendida Cleopatra (o Antonio y Cleopatra) después rechazada por él. Alfieri las escribió en endecasílabos libres, siguiendo el concepto aristotélico de la unidad. Aquí está la lista completa:


I littori riportano a Bruto i corpi dei suoi figli, 1789 Jacques-Louis David, Parigi, Louvre
Saul (1782)
Felipe (1781, publicada en 1783)
Rosmunda (1783)
Octavia (1783, republicada en 1788)
Merope (1785)
María Stuarda (1788)
Agide (1788)
Bruto primo (1789)
Bruto secondo (1789)
Don Garzia (1789)
Sofonisba (1789)

Tragedias griegas:

Polinices (1781)
Agamenón (1783)
Antígona (1783)
Oreste (1783)
Mirra (1789)

Tragedias definidas de la libertad:

La congiura de' Pazzi (1788)
Virginia (1781, 1783, reelaborada en el 1789)
Timoleone (1783, reelaborada en el 1789)
Tragedias publicadas póstumas

Cleopatra (por él mismo rechazada, 1774 - 1775, publicada póstuma)
Alceste prima (1798)
Alceste segunda (1798)

Tramelogedia

Alfieri quería combinar el drama, muy en boga en ese momento, con los temas más difíciles de la tragedia. Así nació el Abel (1786), una obra que él mismo definió tramelogedia.

Las prosas políticas

El odio por la tiranía y el amor visceral por la libertad fueron desarrollados en dos tratados:

De la tiranía (1777-1790), de tema enteramente político, escrito durante su estancia en Siena, donde conoció a su mejor amigo, el comerciante Francesco Gori-Gandellini. Alfieri discute sobre el despotismo, considerándola la representación más monstruosa de todos los tipos de gobierno. La tiranía se basa, según Alfieri, en el rey, el ejército, y en la Iglesia que son los cimientos de este Estado.

El poeta también examina las obras de Virgilio, Horacio, Ariosto, Racine, nacidas con el consentimiento de los príncipes o reyes y las considera frutos de hombres "mediocres", en contraste a Dante.

La Virtud desconocida (1789), el poeta en un diálogo imaginario con el amigo difunto Gori Gandellini, lo considera un ejemplo brillante de virtud ciudadana y de independencia moral.

Las odas políticas

La Etruria vengada, poema en cuatro cantos y en octavas proyectado en mayo 1778, inicialmente con el título El Tiranicidio, narra el asesinato de Alejandro de Médicis por obra de Lorenzino que Alfieri celebra como héroe de libertad.

"Washington attraversa il Delaware" de Emanuel Leutze (1851).
La América libre, una composición de cinco odas, en donde Alfieri exalta la generosidad desinteresada de La Fayette, que ayudó a los rebeldes y celebra el heroísmo de Washington, que Alfieri compara al de los héroes antiguos.
París sbastigliato, oda compuesta por Alfieri después de la destrucción de la Bastilla. Renegada después de la fuga de Francia.
El odio anti revolucionario: el Misogallo[editar]
Yo había puesto mi venganza y la de mi Italia; y llevo todavía esta esperanza, que aquel pequeño libro con el tiempo beneficiará a Italia, y dañará a Francia no poco.
de Vita de V. Alfieri, Época cuarta, 1795, capítulo XXIV
El Misogallo (del griego miseìn que significa odiar y gallo che está a indicar a los franceses) es una obra de diversos géneros: prosa, sonetos, epigramas y una oda. Estas composiciones se refieren al periodo comprendido entre el levantamiento de París en julio de 1789 y la ocupación francesa de Roma en febrero de 1798

Es una crítica feroz de Alfieri, de Francia y la Revolución, pero también dirige la invectiva hacia el cuadro político y social europeo, y a los muchos tiranos antiguos y nuevos, que dominaron y dominan Europa. Para Alfieri, "los franceses no pueden ser libre, pero podrán serlo los italianos", mitificando así una hipotética Italia futura, "virtuosa, magnánima, libre y una."

Las sátiras

Pensadas desde 1777 y retomadas varias veces en su vida, son composiciones sobre los "males" que afligieron la época del poeta. Son 17:

Prologo: Il cavalier servente veterano, ridicularización de los petimetres.
I re, sobre la monarquía absoluta.
I grandi, en donde se pone la mira sobre los grandes de corte.
La plebe, invectiva contra la plebe voluble, feroz y sanguinaria.
La sesquiplebe, de la rica burguesía ciudadana.
Le leggi, una crítica sobre el bajo respeto a las leyes en Italia.
L'educazione
L'antireligioneria, inspirada en las ideas de Maquiavelo, sobre la religión como instrumentum regnii (es decir medio político y no espiritual), es una condena mordaz y dura de Voltaire y sus seguidores, que en haberse burlado y superficializado el cristianismo y la religión en general, han de hecho echado las bases de los desastres de la Revolución Francesa. Según Alfieri es muy peligroso destruir un sistema de pensamiento religioso, sin antes haberlo reemplazado con uno nuevo e igualmente capaz de ser comprendido por el pueblo y que actúe como garante del orden.
I pedanti, contra la crítica literaria.
Il duello, sobre la mezquinidad de los duelos.
I viaggi, sobre la inutilidad de los viajes.
La filantropineria, contra los teóricos de la revolución francesa.
Il commercio, sobre la bajeza moral de la actividad mercantil.
I debiti, sobre el malgobierno de las naciones.
La milizia, una crítica a los estados militaristas como la Prussia di Federico II.
Le imposture, sobre las sociedades secretas y sobre las "falsas" filosofías nacidas en el siglo XVIII, en particular la ilustración, aduladora de la revolución francesa.
Le donne, en donde Alfieri considera al "gentil sesso" sustancialmente mejor que los hombres, pero imitador de sus defectos.

Las comedias

Escritas en la última parte de su vida:

L'uno
I pochi
I troppi
L'antidoto, estas cuatro son una especia de tetralogía política
La finestrina, en carácter ético universal
Il divorzio, trata de las costumbres italianas contemporáneas.

Autobiografía

Alfieri comenzó a escribir su biografía (la "Vida escrita por él") después de la publicación de sus tragedias. La primera parte fue escrita entre el 3 de abril y 27 de mayo 1790 y llega hasta ese año, la segunda fue escrita entre el 4 de mayo y 14 de mayo 1803 (el año de su muerte).

"La vida" es universalmente considerada una obra maestra literaria, si no la más importante, sin duda la más conocida. De hecho, según M. Fubini, Alfieri fue por mucho tiempo el autor de "La vida", que todavía inédita, Madame de Staël leía en casa de la condesa de Albany y escribía con entusiasmo a Monti.
No es casualidad que el trabajo en el inicio del siglo XIX fuese traducida al francés (1809), inglés (1810), alemán (1812), y en parte al sueco (1820).

En esta obra analiza su vida como si analizase la vida del hombre en general, se pone como ejemplo. A diferencia de otras autobiografías (tales como las Mémoires de Goldoni) Alfieri es muy autocrítico. En forma cruda y racional, no escatima en criticar su modo de actuar, su carácter y sobre todo su pasado, pero Alfieri no tiene ningún remordimiento o arrepentimiento por esta última.

Rimas

Alfieri escribió las Rimas entre 1776 y 1799. Imprimió las primeras (las escritas hasta 1789) en Kehl, entre 1788 y 1790.
Preparó en Florencia en 1799 la impresión de la segunda parte, que fue el undécimo volumen de las Obras Póstumas, publicadas por primera vez en Florencia en 1804 para el editor Piatti.6

Alfieri consideraba las rimas como ejercicios técnicos y mantuvo muy pocas. La mayoría de los poemas impresos o destinados a imprimirse son composiciones de amor a Albany.

Traducciones

Alfieri pasó mucho tiempo estudiando a los clásicos latinos y griegos. Esto llevó a algunas traducciones publicadas póstumas:

la De Catilinae coniuratione y Guerra Jugurtina de Salustio
la Eneida de Virgilio
Los persas de Esquilo
los Filoctetes de Sófocles
el Alcestis de Eurípides
Las ranas di Aristófanes

Cartas

La colección más completa de sus cartas es la publicada en el 1890 por Mazzatinti, titulada Cartas editadas e inéditas de Vittorio Alfieri (Lettere edite e inedite di Vittorio Alfieri), considerada por muchos estudiosos como no importante a nivel literario.

El pensamiento literario: Alfieri entre la Ilustración y el Romanticismo

pero no me gusta mi vil siglo nunca:/y oprimido por el pasado yugo de la realeza,/solo en los desiertos callan mis problemas
Tacito orror di solitaria selva, en Rimas
Las influencias literarias de Alfieri proceden de los escritos de Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Helvetius, que el de Asti conoció en sus muchos viajes por Europa, durante el proceso de "spiemontizzazione".
El estudio y el perfeccionamiento de la lengua italiana se llevó a cabo con la lectura los clásicos italianos y latinos (Dante y Petrarca para la poesía, Virgilio para el verso trágico).

Su interés por el estudio del hombre, por la visión mecanicista del mundo, por la libertad absoluta y la aversión hacia el despotismo, lo unen a Alfieri a la doctrina de la Ilustración.
Los temas literarios iluministas, con el fin de aclarar las conciencias y a aportar el progreso social y civil, están afrontados por el poeta no en forma separada, sino con la emoción y las inquietudes del pensamiento Romántico.


Vittorio Alfieri pintado por François-Xavier Fabre, Florencia 1793.
Alfieri es considerado por la crítica literaria como el anillo de conjunción de estas dos corrientes ideológicas, pero el de Asti, en contraste con los escritores ilustres más importantes de la época, como Parini, Verri, Beccaria, Voltaire, que están dispuestos a trabajar con los monarcas "iluminados" (Federico II, Catalina II de Rusia, María Teresa de Austria) y presentar sus ideas en los salones de Europa, se mantiene independiente y considera este tipo de compromiso como humillante.

Por otra parte Alfieri fue un precursor del pensamiento romántico, incluso en su estilo de vida, siempre en busca de autonomía ideológica (de hecho, dejó todos sus bienes a su hermana Giulia para poder renunciar al control de los Saboya) y en no aceptar la clara distinción del siglo XVIII entre la vida y la literatura, en nombre de valores ético-morales superiores.

Libertad ideal, titanismo y catarsis

Desde joven Vittorio Alfieri mostró una fuerte rabia contra la tiranía y todo lo que pueda impedir la libertad ideal. En realidad, parece que este antagonismo estaba dirigido contra toda forma de poder que le parecía injusta y opresiva. Incluso el concepto de libertad que exalta no tiene connotaciones políticas o sociales específicas, sino que es un concepto abstracto.

La libertad alfieriania, de hecho, es expresión de un individualismo heroico y deseo de una realización total de sí. De hecho Alfieri parece presentarnos, en lugar de dos conceptos políticos (tiranía y libertad), dos representaciones míticas: la necesidad de afirmación del yo, ansioso por romper todos los límites y las "fuerzas oscuras" que impiden el accionar. Esta búsqueda de fuertes pasiones, esta ansia de grandeza infinita, de ilimitado es el típico titanismo alfieriano, que caracteriza, más o menos marcado, todas sus obras.

Lo que es tan opuesto por Alfieri es muy probablemente la percepción de un límite que impide la grandeza, tanto que le procura constante inquietud y pesadillas que le obligan a buscar en sus muchos viajes lo que sólo se puede encontrar dentro de sí mismo .

El sueño titánico va acompañado de un constante pesimismo que tiene sus raíces en la conciencia de la efectiva impotencia humana. Además, la voluntad de infinita afirmación del yo trae consigo un sentido de transgresión que le causará un sentimiento de culpa en el fondo, que se proyectará sólo en su trabajo para encontrar un remedio para su malestar; fenónemo, este, que es llamado catarsis.

La herencia espiritual

La semilla que has plantado, oh Alfieri, dio frutos y ahora Italia combate y sarà grande
de una dedicación del libro de firmas en Palazzo Alfieri, 1849
Alfieri ha inspirado fuertemente la literatura italiana y el pensamiento italiano del siglo XIX.
Ugo Foscolo lo ha cantado en Dei Sepolcri, Leopardi lo ha imaginado como su maestro en la canción Ad Angelo Mai, Manzoni se inspiró en sus fuertes principios, Gioberti quien escribió que Alfieri había creado de la nada la tragedia italiana defendiéndola de las servidumbre literaria y civíl de sus tiempos, y así Oriani y Carducci.

Los primeros hombres del Risorgimento italiano, desde Santorre de Santarosa a Cesare Balbo, se reconocieron en sus ideales y el lugar de nacimiento de Asti fue meta de muchos hombres que lucharon por la unificación de Italia.
En particular Santorre escribió que:

Alfieri allumera dans votre coeur les héroiques vertus et elevera votre pensée; ses expression rudes, mais plein de force et d'energie sont toutes marquées au coin du génie de Melpomene
"Delle speranze degli italiani" Milán, 1920
Luigi Provana, historiador y senador del Reino de Cerdeña, declaró que él también, al igual que muchos otros patriotas había besado la tumba de Vittorio Alfieri en Santa Cruz y había fijado los ojos fijos en la ventana del poeta que daba sobre el Arno.

Alfieri y la masonería

En el capítulo de la Vida referido al 1775, Alfieri narra cómo durante un banquete de masones declamó algunas rimas:

Egli ti additi il murator primiero,
Del grande Ordine infin l'origo estrema
E se poi ti svelasse un tanto arcano,
Avresti tu sì nobili concetti
E ad inalzare il vol bastante mano?
Ah, scusatela si, fratei diletti;
Non ragiona l'insana, oppur delira
Quando canta di voi con versi inetti.

Él se disculpa con sus hermanos si su musa sin experiencia osa cantar los secretos de la logia. A continuación, el soneto va a mencionar al Venerable, al Primer Vigilante, al Orador y al Secretario.

A pesar de que el nombre de Alfieri no aparece en las lista de la masonería piamontesa, Roberto Marchetti supone que él se había iniciado en Alemania o en Inglaterra, durante uno de sus viajes de juventud.

Se ha comprobado que muchos de sus amigos eran masones y de la lista, que posee el centro de Alfieri de Asti, que menciona a los personajes a los cuales el poeta envió la primera edición de sus tragedias (1783), aparecen los hermanos von Kaunitz, de Turín; Giovanni Pindemonte y Gerolamo Zulian, de Venecia; Annibale Beccaria (hermano de Cesare Beccaria), Luigi Visconte Arese y Gioacchino Pallavicini, de Milán; Carlo Gastone Rezzonico, de Parma; Saveur Grimaldi, de Génova; Ludovico Savioli, de Bolonia; Kilian Caraccioli Venerable Maestro de Nápoles, y Giuseppe Guasco, de Roma.

Alfieri aparece unos años más tarde, en el número 63 en la lista Tableu des Membres de la Respectable Loge de la Victoire à l'Orient de Naples, datada el 27 de agosto de 1782 con el nombre "Comte Alfieri, Gentilhombre de Turin".

Su afiliación a la logia de Nápoles se vio seguramente favorecida por las frecuentes estancias en aquella ciudad y especialmente por la importancia de la masonería en Nápoles, dado que los Saboya poco después cerraron todas las actividades masónicas en el Piamonte (1783), lo que obligó al conde Asinari de Bernezzo, jefe del rito escocés de la masonería italiana, a transferir su cargo al príncipe de Nápoles Diego Naselli.

Durante el período de afiliación, Alfieri se oculta por su correspondencia con los hermanos bajo el seudónimo de conde Rifiela.

Con la llegada a Europa de los vientos revolucionarios que conducirán a la Revolución Francesa, Alfieri se distanció de la masonería, tal vez porque ella hizo hincapié en el compromiso jacobino, anti-monárquico, anticlerical, o tal vez por ese aspecto independiente del carácter. En la sátira Le imposture (1797), se peleará contra sus viejos hermanos apostrofándolos como fratocci, que engañaban a los adeptos para hacer criaturas propias, ingenuo pedestal para los astutos.


La piamontesidad

Giosuè Carducci afirmó que Alfieri, junto a Alighieri y a Machiavelli es el Nume indigete d'Italia.

Según Pietro Cazzani, director del Centro studi Alfieriani entre 1939 y 1957, la diferencia de fondo (además de las más evidentes), «es la "toscanidad" del florentino, en donde humores se transforman en agresivas irónicas fantasías, contrapuesta a la "piamontesidad" del astigiano, la cual seria moralidad toma tonos oscuros con impensable celo».

Para Umberto Calosso, en L'Anarchia di Vittorio Alfieri (Bari, 1924), el poeta nunca olvidó sus orígenes, con esa «mezcla de ferocidad y generosidad, que nunca podrá comprender quien no tiene experiencia en las costumbres y sangre piamontesa».

Alfieri también escribió dos sonetos (los único) en lengua piamontesa fechados en abril y junio 1783.10
He aquí el texto de la primera:

Son dur, lo seu, son dur, ma i parlo a gent
ch'ha l'ànima tant mola e dëslavà
ch'a l'é pa da stupì se 'd costa nià
i-j piaso apen-a apen-a a l'un për sent.

Tuti s'amparo 'l Metastasio a ment
e a n'han j'orije, 'l cheur e j'euj fodrà:
j'eròj a-j veulo vëdde, ma castrà,
ël tràgich a lo veulo, ma imponent.

Pure im dogn nen për vint fin ch'as decida
s'as dev troné sul palch o solfegé,
strassé 'l cheur o gatié marlàit l'orìa.

Già ch'ant cost mond l'un l'àutr bzògna ch'as rida,
l'è un mè dubiet ch'i veui ben ben rumié:
s'l'é mi ch'son 'd fer o j'italian 'd potìa




Soy duro, lo se, soy duro, pero hablo a gente
que tiene el tan alma débil y sucia
que no es de extrañar si a esta camarilla
solo le gusto al uno por ciento.

Todos se aprenden de memoria a Metastasio
y tienen llenas las orejas, el corazón y los ojos:
los héroes los quieren ver sí, pero castrados
el trágico lo quieren pero imponente.

Sin embargo yo no me doy por vencido hasta que no se decida
si sobre el palco se debe tronar o solfear
agitar los corazones o acariciarse un poco la oreja.

Dado que en este mundo se necesita que uno se ría del otro,
yo tengo una pequeña duda que bien quiero volver a masticar:
si yo soy de hierro o los italianos de fango.



Alfieri y la música

Umberto Calosso combina la obra de Alfieri «iluminista en ferviente movimiento» a la de Beethoven, para el crítico las razones profundas de Alfieri resuenan «en los precipicios del abismo de la sinfonía de Beethoven».

También para Cazzani, en muchas tragedias de Alfieri, nos encontramos con la misma soledad cósmica del maestro de Bonn.

En su autobiografía el poeta cuenta cómo la música despertaba en su alma gran emoción. Alfieri en repetidas ocasiones contó cómo casi todas las tragedias se han ideado o al escuchar música o un par de horas después de oírla.

Algunos manuscritos contienen también las indicaciones de la música que se debe seguir durante las representaciones teatrales (por ejemplo, en el Bruto segundo).

Cazzani también hipotiza que entre los músicos predilectos de Alfieri está el piamontés Giovanni Battista Viotti, que estuvo presente en Turín, París y Londres durante el mismo período de las estancias de Alfieri.

Alfieri y el arte

Perseo y Andrómeda, de Anton Raphael Mengs, 1776, Museo del Hermitage.
El poeta que más de una vez confesó ser sensible a las bellezas naturales, delante a las obras artísticas mostraba una cierta «torpeza de intelecto».

En Florencia, por primera vez en 1766, dijo que las visitas a la Galería y al Palacio Pitti, se llevaban a cabo por la fuerza, con mucha náusea, sin ningún sentido de lo bello.

De Bolonia escribió: «...de sus cuadros no supe nada».

Cuando vivió en Roma nacían los primeros fermentos del movimiento arqueológico que precedió al Neoclasicismo, no hizo ninguna mención de los artistas que participaron, y también el salón de la condesa de Albany, en París frecuentado por los artistas más famosos de la época (incluyendo Jacques-Louis David) no tenía ningún interés para él, y del Louvre le interesó «solo la fachada».

Esto explica por qué, con la excepción de los retratos de François-Xavier Fabre, ninguna tela de un cierto valor adornaban las paredes de los apartamentos habitado por Alfieri en el curso de su vida.

Alfieri y la condesa de Albany, en agosto de 1792, tuvieron que abandonar precipitadamente París por la insurrección republicana. Del inventario de los objetos de arte de la casa de París (Maison de Thélusson, rue de Provence n°18), elaborado por el gobierno revolucionario después de la toma de la propiedad y contenido en los Archives nationales de París fue posible conocer los cuadros presentes en sus apartamentos.

También en este caso la lista es decepcionante: se trata sobre todo de reproducciones de los Carracci de la Capilla Sixtina, de La escuela de Atenas, del Palacio Farnesio, con algunos grabados que representaban las obras de Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun, Angelica Kauffmann, y Anton Raphael Mengs-



Sonetto XVI

Vuota, insalubre region, che stato
ti vai nomando, aridi campi incolti;
squallidi oppressi estenuati volti
di popol rio codardo e insanguinato:

prepotente, e non libero senato
di vili astuti in lucid’ ostro involti;
ricchi patrizi, e più che ricchi, stolti;
prence, cui fa sciocchezza altrui beato:

città, non cittadini; augusti templi,
religion non già; leggi, che ingiuste
ogni lustro cangiar vede, ma in peggio:

chiavi, che compre un dì schiudeano agli empi
del Ciel del porte, or per età vetuste:
oh! se’ tu Roma, o d’ ogni vizio il seggio?




Soneto XVI

Región desierta, inmunda, que te llamas
estado, campos áridos e incultos;
flacos, opresos, agotados rostros
de pueblo vil, cobarde, ensangrentado;

arrogante senado, al que no faltan
viles astutos en el ostro1 envueltos;
ricos patricios, necios más que ricos;
príncipe, a quien agradan los idiotas;

ciudad, sin ciudadanos; nobles templos,
mas ya sin religión; injustas leyes,
que cada lustro cambian y empeoran;

llaves, que le cerraban al impío
la puerta de los cielos, ya gastadas,
oh, ¿eres Roma, o el trono de los vicios?




Sonetto CXXXV

Solo, fra i mesti miei pensieri, in riva
Al mar là dove il Tosco fiume ha foce,
Con Fido il mio destrier pian pian men giva;
E muggian l'onde irate in suon feroce.

Quell' ermo lido, e il gran fragor mi empiva
Il cuor (cui fiamma inestinguibil cuoce)
D'alta malinconia, ma grata, e priva
Di quel suo pianger, che pur tanto nuoce.

Dolce oblio di mie pene e di me stesso
Nella pacata fantasia piovea;
E senza affanno sospirava io spesso:

Quella, ch'io sempre bramo, anco parea
Cavalcando venirne a me dappresso...
Nullo error mai felice al par mi fea.




Soneto CXXXV

Solo, con mi aflicción, en las orillas
del mar donde el toscano río2muere,
con mi caballo fiel marchaba lento,
y mugían con fiero son las ondas.

La yerma costa, el gran fragor colmaba
mi corazón (que abrasa eterna llama)
de alta melancolía, pero grata,
sin lágrimas que tanto daño causan.

Olvido de mí propio y de mis males
bajó sobre mi calma fantasía;
y a menudo sin pena suspiraba:

la que siempre deseo parecía
acercarse a mi lado, cabalgando...
Nunca un error me hiciera tan dichoso.




Sonetto CL

Fra queste antiche oscure selve mute,
che fan del monte il dorso irsuto e negro,
là donde il pian traspar culto ed allegro,
alte dolcezze io spesso ho in me godute.

Or mille in mente fantasie piovute,
forma ebber poscia di poema integro;
or di colei, che il cor dolente ed egro
fammi, in rime laudai l’ alta virtute.

Così, sempre invisibili al mio fianco
vengon compagni, e delirar mi fanno,
dal destro lato Gloria, Amor dal manco.

Oh bel sollievo d’ ogni umano affanno!
Viver, da prava ambizion ben franco,
tra spini e fior, quai Febo e Amor li danno.




Soneto CL

Entre viejas, oscuras, mudas selvas,
que enmarañan la cumbre de este monte,
donde se avista el llano alegre y culto,
altas dulzuras he gozado a solas.

Ora mil fantasías en la mente
cobraron forma de poema entero,
o de la que tornó mi pecho en débil
y enfermo la virtud loé con rimas.

Así, siempre invisibles, a mi lado
vienen juntos, causándome delirios,
al diestro lado Gloria, Amor al zurdo.

¡Bello alivio de toda humana angustia!
Vivir, sin bajas ambiciones, entre
flores y espinas, con Amor y Febo.




Sonetto CLXVII

Sublime specchio di veraci detti,
Mostrami in corpo e in anima qual sono:
Capelli, or radi in fronte, e rosi pretti;
lunga statura, e capo a terra prono;

Sottil persona in su due stinchi schietti;
Bianca pelle, occhi azzurri; aspetto buono;
Giusto naso, bel labro, e denti eletti;
Palido in volto, più che un re sul trono;

Or duro, acerbo, ora pieghevol, mite;
Irato sempre, e non maligno mai;
la mente e il cor meco in perpetua lite;

Per lo più mesto, e talor lieto assai;
or stimandomi Achille, ed or Tersite:
Uom, se’ tu grande, o vil? Muori, e il saprai.




Soneto CLXVII

Sublime espejo de veraces juicios,
muéstrame como soy en cuerpo y alma:
cabello ralo en frente, pelirrojo;
inclinada cabeza, gran altura;

sutil figura sobre leves piernas;
blanca piel, ojos garzos, buen aspecto;
bella nariz y labio, dientes finos;
pálida faz, de rey subido al trono;

ya duro, acerbo, ya apacible, manso;
siempre iracundo, pero no maligno;
mente y pecho conmigo en lid perpetua;

triste a menudo, alguna vez alegre;
ya estimándome Aquiles, ya Tersites3;
hombre, ¿eres grande o vil? Muere, y sabrás.




Sonetto CLXXIII

Tacito orror di solitaria selva
di sì dolce tristezza il cor mi bea,
che in essa al par di me non si ricrea
tra’ figli suoi nessuna orrida belva.

E quando addentro più il mio piè s’ inselva,
tanto più calma e gioia in me si crea;
onde membrando com’ io là godea,
spesso mia mente poscia si rinselva.

Non ch’ io gli uomini aborra, e che in me stesso
mende non vegga, e più che in altri assai;
né ch’ io mi creda al buon sentier più appresso:

ma, non mi piacque il vil mio secol mai:
e dal pesante regal giogo oppresso,
sol nei deserti tacciono i miei guai.




Soneto CLXXIII

El mudo horror de solitaria selva
me trae al corazón tan dulce pena
que en ella, salvo yo, no se descubre
ninguna fiera horrible entre sus hijos.

Y cuanto más adentro mi pie llega,
tanta más calma y gozo en mí se forma,
o, recordando cómo allí gozaba,
luego torna mi mente hacia la selva.

No es que a los hombres odie, y que en mí mismo
yerros no vea, y muchos más que en otros,
o crea estar cercano al buen camino;

mas el vil siglo nunca me ha gustado,
y del grave, real yugo4 oprimido,
solo en desiertos callo mis lamentos.

Notas

1 Ostro es sinónimo de la púrpura con que los senadores romanos teñían sus túnicas.
2 Alfieri se refiere al Arno, que, como es sabido, atraviesa la región de la Toscana y desemboca en Pisa, en el mar de Liguria.
3 En la Ilíada, como es sabido, Homero describe a Aquiles como un héroe de extraordinaria fuerza y valentía, que lleva a cabo toda clase de proezas en la guerra de Troya desde que se reconcilia con Agamenón y comienza a luchar de nuevo con los griegos. En cambio, el soldado Tersites aparece como un personaje feo y deforme, que acusa a Agamenón de haber emprendido la guerra por su codicia y aconseja a los griegos retirarse del combate y volver a su patria. En este soneto, cabe interpretar los caracteres opuestos de Aquiles y Tersites como una antítesis con la que Alfieri expresa sus frecuentes cambios de actitud vital: unas veces se comporta de forma idealista y arrojada, como Aquiles, y otras de forma desengañada y temerosa, como Tersites.
4 Se trata de una alusión a un régimen despótico que coarta la libertad del poeta. Alfieri compone este soneto el 26 de agosto de 1786, durante una estancia en Alsacia. Cuando menciona este real yugo, probablemente estuviera pensando en la monarquía francesa de Luis XVI, hacia la cual sentía un fuerte rechazo.

Traducidos por Ramiro Rosón




Sonetto CLIII 

Non fu sì santo, ne benigno Augusto,
come la tromba de Virgilio suona;
nè fu Virgilio un pensator robusto,
da fare il vero nascer d’ Elicona.

Il non avere in libertà buon gusto,
dagli alti cuori a lui non si perdona:
che l’ adular chi l’ ha di doni onusto,
fa che il vate in viltà col sir consuona.

E stolta ell’ è non men che ria menzogna,
il dir, che possa un vate in fama porre
il rio signor, se in fama porlo agogna.

Creda al contrario, chi lo allor vuol corre,
che il laudar gli empi ei merca a se vergogna,
nè dell’ infamia a lor può dramma torre.



Soneto CLIII

No fue tan santo ni benigno Augusto
como la trompa de Virgilio canta,
ni fue Virgilio un pensador agudo,
por quien verdades manan de Helicona.

El no tener en libertad buen gusto
las nobles almas nunca le perdonan:
si adula a quien de dones lo ha colmado,
en vileza a su rey el vate iguala.

Es necedad, no menos que mentira,
decir que pueda un vate darle fama
a un mal señor, si darle fama ansía.

Quien desea laurel, en cambio, piense
que se ultraja loando a los impíos,
que el dracma no los borra de la infamia.



Sonetto CLXIX

Due fere donne, anzi due furie atroci,
tor non mi posso (ahi misero!) dal fianco.
Ira è l’una, e i sanguigni suoi feroci
serpi mi avventa ognora al lato manco;

Malinconia dall’altro, hammi con voci
tettre offuscato l’inteletto e stanco:
ond’io null’altro che le Stigie foci
bramo, ed in morte sola il cor rinfranco.

Non perciò d’ira al flagellar rovente
cieco obbedisco io mai; ma, signor d’essa,
me sol le dono, e niun fuor ch’io la sente.

Non dell’altra così, che appien depressa
la fantasia mi tien, l’alma, e la mente…
A chi amor non conosce, insania espressa.




Soneto CLXIX

Dos fieras damas, como atroces furias,
de mí no puedo (¡ay, mísero!) alejarlas.
Ira es una, y con hórridos furores
me va arrojando sierpes a la izquierda

Melancolía, a la derecha, ofusca
y agota mi intelecto con sus voces;
ya sólo ansío los estigios deltas
y sólo con la muerte me consuelo.

Nunca de ira al latigazo ardiente
ciego obedezco: sólo yo, su amo,
me entrego a ella, y sólo yo la sufro.

No así a la otra, que del todo hundidas
mi fantasía, mente y alma tiene…
A quien amor ignora muestra insania.

*Traducción de Ramiro Rosón Mesa.







RUBÉN QUESADA [17.414] Poeta de Estados Unidos

$
0
0
Rubén Quesada (Foto por Sam Logan)


Rubén Quesada 

Poeta latino de EE.UU., traductor, crítico y editor. Doctorado en Inglés por la Texas Tech University y M. F A. en Creative Writing & Writing for the Performing Arts from University of California, Riverside.

Autor de Next Extinct Mammal (Greenhouse Review Press), traductor de Luis Cernuda, Exiled from the Throne of Night (Aureole Press), Director editorial y fundador de Stories & Queer, un espacio artístico de creación  sin ánimo de lucro en comunidades locales para personas homosexuales y de color con difusión online y archivo digital.

Fundador del Codex Journal, es editor de poesía para The Cossack Review y Cobalt Review, y escritor para Luna Luna Magazine. Actualmente está editando la antología,  Latino Poetics (University of New Mexico Press, forthcoming). 

Latino Poetics es una colección que recoge pensamientos alrededor de la poesía latina, su naturaleza y función. La antología recoge ensayos sobre la poesía de poetas latinos, nuevos, emergentes y ya establecidos. Útil tanto para lectores nóveles como para profesores de poesía, así como para cualquiera interesado en el lugar de la poesía latina en los Estados Unidos. Es profesor asistente de Inglés y escritura creativa para las artes performativas en  Eastern Illinois University. 


Chica con oración

Cuando caigo    de agotamiento
Regresa el mismo sueño. Soy un niño doblando
     La esquina camino a casa. Hay luz pero el sol no brilla. Se esconde
                               Detrás de un lienzo gris de nubes. Un cruce familiar a mi izquierda
Que lleva
a una tienda de barrio. He estado aquí muchas veces.
                               El día se detiene. Entonces escucho
 Un grito
Detrás de mí. Cuánta gente grita.
                Una niña de doce años ha cruzado la calle
Y es atropellada y arrastrada
                Por un coche a la fuga. Su rostro magullado,
Brazos destrozados hasta el hueso; entonces mi madre la ayuda a salir
A la cuneta. Y de nuevo, todo en silencio;
                Lentamente el padrenuestro rompe sus labios partidos
Mientras nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden.



Paisaje de invierno

                La última vez que nos separamos miré por encima de ti
                Mientras ibas a casa para ver la nieve

                En la cuneta—parches de acera que brillaban

                Radiantes como el fondo inacabado de una pintura;
                Tu sonrisa desabotonada un copo frágil deshaciéndose

                En la distancia. Un ancho pedazo de nubes se cernía
               
                En lo alto—las sombras nocturnas te abrazaban
                Junto a un arce. Empezabas a desaparecer

                En el fondo, tus vaqueros desatando
               
Una tormenta eléctrica de retorcidas costuras amarillas, dando puntadas
                Crepitando muslos abajo. El sol enrojecido desnuda

                El cielo; ramas como cuervos nos despiden.




Paisaje antillano [1]

                Este pueblo no necesita ventanas
                -nunca las necesitó. Lo mejor son los días de viento
                Cuando el olor de los lirios de las Antillas o el petricor
                Resbala sobre mí como el espejismo de un cálido día
                De verano. Me acuesto y escucho pasar los burros. Más allá
                De la amplitud de mis rodillas extendidas
                Imagino un futuro donde las nubes caen del cielo
                Con forma de olivos a la orilla del mar. En el futuro
                Todos los aviones caerán incontrolablemente de lo alto-
                Nubes de miembros humanos ensangrentados que luego se evaporan
                En ceniza. Estoy repleto de miedo. Oigo el latigazo discordante
                De una espadaña que empuja a los bueyes hacia olas de espigas
                Como pinceles del horizonte que no pueden callar; cada áspera cabeza
                Fustiga, se balancea como el cuello flojo de un ganso muerto. Soy
                Ingrávido en mi pensamiento. Cierro los ojos. Huelo una rosa marina.

[1] Inspirado en Pissarro
*Traducción de Alberto Villamandos



Girl with Prayer

When I fall          from exhaustion
     the same dream comes. I am a child turning
the corner toward home. It is light out but the sun does not shine. It hides
                behind a gray canvas of clouds. A familiar crosswalk is to my left
leading
                toward a convenience store. I’ve been here many times. 
                               The day is still. Then I hear
                        screaming
from behind me. So many people scream.
                                A twelve-year-old girl has crossed the street 
                then she is hit and dragged
                                                    by a runaway car. Her face bruised,
arms blasted to bone; then my mother helps her off the street
to the curb. And again, everything is silent;
                slowly the Lord’s Prayer ruptures her split lips
as we forgive those who trespass against us.



Winter Landscape
              
The last time we parted I looked past you
as you headed home to see the snow bank

along the curb—patches of sidewalk glowing

brightly like the unfinished foreground of a painting;
your unbuttoned smile a fragile flake melting

in the distance. A wide hunk of clouds hovered

above—night’s shadows embraced you
beneath a sugar maple. You began to fade

into the background, your blue jeans stirring

an electric storm with yellow wiry seams, stitching
sizzling down your thighs. The blushing sun undresses

the sky; branches like scarecrows wave goodbye.



Antilian Landscape

This town has no need for windows
—it never has. What’s best is on windy days
when the smell of Antilles lilies or petrichor
washes over me like an illusion of a warm summer
day. I lie and hear the donkeys pass. Beyond
the amplitude of my outstretched knees
I imagine a future where clouds fall from the sky
in the shape of sea side olive trees. In the future
all planes will fall uncontrollably from above—
clouds of bloodied body parts and then evaporate
into ash. I am filled with fear. I hear the discordant whip
of a cattail push oxen forward into the failed hushing
waves of grain brushing the horizon; each coarse head
whips, pivots like the loose neck of a dead goose. I am
weightless in thought. My eyes close. I smell a sea rose.





(from Next Extinct Mammal )

STORE

                        City of Bell
Every morning, I discovered the artichoke colored walls
that had been painted and repainted, again and again,
to conceal the names of Tortilla Flats or Grape Street
gangs. Inside, a toothsome smell—dust and incense—
as if ashes of locos and homies had been put to rest
on countertops and floors. As if nobody dared pass
through the glass double doors, not for a gallon of milk,
nor a suitcase of Coors. All year round above the register
hung a Kung Hei Fat Choy sign and at the end of every aisle
sat a golden Buddha, an altar with incense haunting us
through the night. And for twenty years or more
it stood like a waning Godzilla with a sign on the door
in creamy vanilla that read: Yes, we cash checks!

(Previously appeared at THEthepoetry )



HEAR THE REVOLUTION

            After Jacques-Louis David's Oath of the Horatii
And there once was a time on earth when giants and gods prevailed. But here
decisions about life are made by men who die for the sake of valor.
O, mortals, you women who hold back your gleaming hearts from cliffs' imminent with grief  
curb your cries and instead boldly speak; take the oath and follow into war!
Guard your men against death's wretched spell; unravel a shadow of black silk—
your body, a shadow fixed to sky, against him forged to die, arms outstretched
like curtains of thick lead to protect against blades. Atomic love, embrace
and conquer death's sharp edge with your voice; lay your curved silken skin onto his.  
Beloved, filled with light and twisted with torment, your spinning body cries
like a god out of time: Be brief, love! Jagged fiend, cut yourself out of me!

(Previously appeared at The Rumpus )



AUBADE

Antelucent, we lie—your body moons against mine. Earlier,
I stoked sweat on your neck in the humming of this light.
In the dark I listen, now resigned you mumble
about the arms of a pinyon pine, say it points to a falling star
against the bruised pool of sky. We hear the grackles crackle
above a church lot. Then headlights shine on your face
splitting your face, listless lips, half-open eyes—staring out
you wait for the occult wreckage of night to vanish from this world
holding out until its final moment, until you fall asleep
and get lost. Your body light like tulle carried off
by a strong current—taken from me—as I helix in the light.

(Previously appeared at Cimarron Review )



DARK MATTER

In this blood that haunts my skin,
in the folds of my brain are burrowed
the harrowed words to describe you.
And when the universe was young,
smooth and featureless, it possessed
the means to give you breath, to deliver
your body to me: an exchange of quantum
particles whose covalent bonds
were broken one cloudy afternoon
in your darkened room where the laughter
of the neighbor's dog forced you awake,
back to life from the ghost of heroin.
What more could the periodic table offer?
Already you were Nitrogen, Sulfur, even Gold.

(Previously appear in Pilgrimage Magazine )




RENAISSANCE

Lord, you who
have never left me
like the fading shadows
that ascend at days
end. You settle
like a silent stone
in the sweet arteries
of my hand: golden
crocus forming
your forgotten body.
How it must feel
to let go of the light,
to submit to the fright
of being set free.
In praise of you
let me sing this once,
a glimmer
of your dying light,
a crown of fire
in the night.








LEIGH STEIN [17.415] Poeta de Estados Unidos

$
0
0

LEIGH STEIN

Leigh Stein (Chicago, 1984)
Leigh Stein es la autora de la novela The Fallback Plan y del poemario Dispatch from the Future (Melville House, 2012). Es profesora de poesía en las escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York y vive en Brooklyn. 


ADVERTENCIA

Hay formas mejores de romper un corazón que Facebook
como abandonar a tu novia embarazada en Walmart
como ese chico le hizo a Natalie Portman. Si llegas a leer este libro
de forma secuencial, malas cosas podrían sucederte, pero sólo tan malas
como las cosas que te hubieran sucedido de cualquier forma.
Si, aun así, no lees este libro de forma secuencial podrías encontrarte
a bordo de una de una hundida embarcación pirata, 
mirando al abismo profundo, y deseando haber elegido,
no cazar al manatí en tu submarino después de todo. No,
no entres en pánico. Si acabas en la aventura equivocada simplemente
regresa tres casillas y escoge otra carta. O vuelve a la cama.
O lee sobre los efectos secundarios de la medicación que toman
tus seres queridos. El gran R. A. Montgomery alguna vez escribió,
“De pronto te vez rodeado por once Nopuertas,” y yo 
creo que lo que trato de hacer aquí es arruinar cualquier esperanza
de que logres salir a salvo de esto.



BASADO EN UN LIBRO DEL MISMO TÍTULO

Gracias a la viciada definición del eterno retorno
No me agrada hablar de materias filosóficas.
Han encontrado la verdad y la verdad es que

no hay verdad alguna, así que en sábado ellos
usan sus abrigos y se quedan sumidos en sus reflexiones
y tratan de averiguar cuál infancia fue peor,

pero al final ellos caen en cuenta que comparten
el mismo sueño de tener una razón
para unirse al programa de protección a testigos

para decepcionar al menos a una persona, quien
pensó su sueño era tan único como él.
La otra noche una galleta de la fortuna me decía

Que no congeniaría con nadie,
y a cambio aprendí la palaba china
para decir uva: putao, esto me hizo imaginar como cada

uno informa al otro. Para averiguarlo, ve a la página 117.
Me imagino cuanto tiempo podré vivir aquí
antes de hacer algo irresponsable como

conocer algún adolescente en una rueda de la fortuna en 1941
o quedarme en la calle y ver a los semáforos 
cambiar de verde a amarrillo o sentarme en un porch

columpiándome al atardecer y escuchar Leaves of Grass
leído por alguien que no ha hecho otra cosa que trabajar todo el día
con sus manos. Ya en la página 56 te amo

tanto que sólo quiero robar tu ropa
cuando te has dormido y lavarla. Quiero
comunicarme telepáticamente contigo hasta envejecer

y sufrir de demencia y no importarme que no pueda
recordar que sé como tocar el piano hasta 
que la enfermera me diga que lo sé y aun así negarme a tocar

hasta que ella ponga mis manos en las teclas y entonces
ahí tendremos a Chopin tan rápido, como la luz
que se derrama en las ventanas inclinándose 

a las lilas. Gracias a la viciada definición del eterno
retorno estoy delante de un espejo
sosteniendo una copia de la película basada en el libro

que escribiste basada en las partes de nuestra vida 
juntos que ya no logro recordar y
mirando hacia mí veo a una mujer sosteniendo

la película basada en un libro basado en su vida
y ella se pregunta si la mujer que ve
desea morir tanto como ella. Sigo

mirando este moretón en mi pierna y dibujo
un espacio en blanco. Anoche que llamaste te conté
que era feliz, lo que era cierto, pero pensando a futuro

podría ser tremendamente infeliz, también, si es que eso es
lo que deseas escuchar. Podría ser un montón de cosas más:
una muñeca, un fantasma, una bahía, una soga. Pude

ser la persona que no conocía el lenguaje.
Yo podría ser la razón por la que te llevaron.

Yo podría ser la última persona que te vio con vida.




HOW TO MEND A BROKEN HEART WITH VENGEANCE

Estiramos una escalera entre las ventanas
del segundo piso y tratamos de hacer cruzar al perro
a través, esperando a que lo logrará pero no fue así.

Mi ambivalencia debió haber hecho al perro caer, traté
de evitarlo hablándole, levantó su latita
y dijo, No puedo escucharte a menos que hables

a través de las latitas, ¿recuerdas? ¿Qué fue lo 
que habías dicho? Sono spiacente, dije. Olvídalo. Slicha.
Probablemente te preguntes si el perro está bien,

pero ¿crees haber podido quedarte, de todos modos,
aun si nunca te di la respuesta? Esto ya hace tanto
más antes que ayer incluso,

cuando hablamos por última vez. Habías dicho
¿Por qué te vas tan temprano? Te dije que no
podía dormir y me preguntaste por qué no te había dicho

a tiempo; podrías golpearme en la cabeza 
con algo pesado. Permíteme preguntarte, ¿podrías
imaginar un cielo sin nubes en una llanura de Nebraska?

¿Puedes dibujarlo? ¿Puedes imaginar aves amarillas?
Puedes visualizar el sonido suave de una puerta 
que se cierra y atora y pensé que

tuve problemas, pero en serio, mírate.
Mira. Tuve este increíble sueño la otra noche
y no pienso siquiera en contarte acerca de él.

En Rusia, las chicas jóvenes que mueren de forma violenta
terminan ya sea como aves en Pushkin o peces
en el fondo de los lagos, donde se peinan unas a otras

durante toda la noche, mientras aprenden 
las letras de cada canción de los Talking Heads
así es como pueden atraer a los marineros a sus sombrías grutas

y los ahogan. Dicen de una rusalka
que deseaba tanto ser humana que sacrifico
su voz para estar con su amado y desde luego

él la amaba porque quién no amaría a una chica
que no puede hablar, pero entonces una noche
en un baile de máscaras él se distrae por una princesa extranjera

de elegante cuello y la rusalka estaba tan deprimida
que fue a consultar a una bruja y de alguna manera logro comunicarle:
nunca he sido tan feliz en mi vida. ¿Qué debería hacer?

Y desde luego la bruja le dijo que lo apuñalara con una navaja,
Y desde luego la rusalka lo consideró. Como, ¿en serio?
¿En serio apuñalarlo a él con una navaja? Pero ultimadamente ella

decide que prefiere perder su vida como humana y
volver a ser un demonio de la muerte viviendo bajo el agua.
Al menos en la versión de opera el príncipe cae en cuenta

de su terrible error y va a la caza de un venado
sólo para encontrar a la rusalka en sus últimos momentos y
la besa aun conociendo que esto significa muerte y 

eterna damnación. Heme aquí, observando la luz de la luna
danzar a través del agua en el estanque, mirando 
este escalpelo y tratando de olvidar tu dirección.

blog de raziel lupercio. traducciones, reseñas y demás.
http://rstandsfor.tumblr.com/post/108365690683/3-poemas-de-leigh-stein



WARNING

There are better ways to break a heart than Facebook,
such as abandoning your pregnant girlfriend at Walmart
like that guy did to Natalie Portman. If you read this book
sequentially, bad things may happen to you, but only as bad
as the things that would have happened to you anyway.
If, however, you do not read this book sequentially you may 
find that you are suddenly aboard a sunken pirate ship,
staring into the deep abyss, and wishing you had chosen
not to chase the manatee in your submarine after all. Do not 
panic. If you end up in the wrong adventure just go back 
three spaces and draw another card. Or go back to bed. 
Or read up on the side effects of the medication taken
by your loved ones. The great R. A. Montgomery once wrote, 
"Suddenly you're surrounded by eleven Nodoors," and I 
guess what I'm trying to do here is ruin any hope 
you may have had of coming out of this alive.



BASED ON A BOOK OF THE SAME TITLE

By definition of vicious infinite regression
I don't like to talk to philosophy majors.
They have found the truth and the truth is

that there isn't one, so on Saturdays they 
wear overalls and stare at their reflections
and try to guess whose childhood was worse,

but in the end they realize they all share
the same dream of having a reason
to join the Witness Protection Program,

which disappoints at least one person, who 
thought his dream was so uniquely his.
Last night I got a fortune cookie that said

I don't get along with basically anyone,
and from the back I learned the Chinese word
for grape: putao, and it made me wonder how each

informs the other. To find out, turn to page 117.
I wonder how much longer I can live here 
before I do something irresponsible like

meet a teenage boy on a Ferris wheel in 1941
or lay in the street and watch the stoplights
change from green to yellow or sit on a porch

swing at dusk and listen to Leaves of Grass
read by someone who has just worked all day
with his hands. Already on page 56 I love you

so much I just want to steal your clothes
when you're asleep and wash them. I want 
us to communicate telepathically until I am old

and suffering from dementia and can't even
remember I know how to play piano until
a nurse tells me I do and still I'll deny it

until she puts my hands on the keys and then
there'll be Chopin so quickly, as the light
spills in the leaded windows and the lilies

lean in closer. By definition of vicious
infinite regression I am in front of a mirror
holding a copy of the movie based on the book

you wrote based on the parts of our life 
together that I no longer remember and
looking back at me is a woman holding

a movie based on a book based on her life
and she wonders if the woman she sees
wants to die as much as she does. I keep

staring at this bruise on my leg and drawing
a blank. Last night when you called I told you 
I was happy, which was true, but thinking ahead

I could be unhappy, too, if that's what you 
wanted. I could be any of a lot of things: 
a wrist, a ghost, a harbor, a rope. I could

be the one who doesn't know the language.
I could be the reason they take you first.
I could be the last person to see you alive.



HOW TO MEND A BROKEN HEART WITH VENGEANCE

We stretched a ladder between our second-story
windows and tried to get the dog to go
across to see if it would hold but it didn't.

My ambivalence must have made the dog fall, I 
called across to him. He picked up his tin can
and said, I can't hear you unless you speak

into the tin cans, remember? What did you just
say? Sono spiacente, I said. Nevermind. Slicha.
You are probably wondering now if the dog's okay,

but do you think you could stay with me, anyway, 
even if I never gave you the answer? This was
so long ago, farther back than yesterday,

when you and I spoke for the last time. You said,
Why did you leave so early? And I said I couldn't
sleep and you asked me why I didn't tell you

at the time; you would have hit me on the head
with something hard. Let me ask you, could you
imagine a cloudless sky above a Nebraska plain?

Could you draw it? Could you imagine yellow birds?
Could you visualize the soft sound a door 
makes when it closes and sticks and I thought I

had problems, but seriously, look at yourself.
Look. I had this incredible dream last night
and I'm not even going to tell you about it.

In Russia, the young girls who die violent deaths
either end up like birds in Pushkin or like fish 
at the bottom of lakes, where they comb each other's

hair all night long, where they teach each other 
the lyrics to every Talking Heads song 
so they can lure sailors into their shadowy grottoes

and drown them. They say there once was a rusalka
who wished to be human so badly she gave up 
her voice to be with her beloved and of course

he loved her because who wouldn't love a girl
who can't talk back, but then one night 
at a masked ball he got distracted by a foreign princess

with an elegant neck and the rusalka was so despondent
she went to a witch and somehow communicated, I've 
never been so unhappy in my whole life. What should I do?

And of course the witch told her to stab him with a dagger,
and of course the rusalka considered it. Like, seriously? 
Seriously stab him with a dagger? But ultimately she

decided she would rather lose her human life and 
go back to being an underwater death demon. 
At least in the opera version the prince realizes

his terrible mistake and goes hunting for a doe
only to find the rusalka in her last moments and
kisses her knowing it means death and eternal

damnation. Here I am now, watching the moonlight 
dance across the water in the retention pond, staring
at this scalpel and trying to forget your address.

__

These poems were informed by the film adaptations of Where the Heart Is and The Notebook, Madonna's Confessions on a Dance Floor, R. A. Montgomery's Return to Atlantis, and the Wikipedia entry on Rusalki. I listened to "Psycho Killer" by the Talking Heads and the acoustic "Hey Ya" cover by Obadiah Parker while writing them. If you are heartbroken the best thing to do is write poems and email them to the person who broke your heart because maybe he will break up with his new girlfriend and move across the country with you, which is what actually happened with these


El sueño de un idioma común

después de Adrienne Rich


Los miércoles tomo el tren pasado el Yankee Stadium,
hacia un lugar donde nunca es un regalo que pueda hablar el idioma,
hacia un lugar donde el graffiti cubre el mural que pintaron para ocultar
el graffiti, hacia un lugar donde los niños me llaman señorita señorita
señorita señorita señorita y me encuentro en uno de sus poemas, un autorretrato,
el verso me gustaría ser rico. El sueño de un lenguaje común

es el lenguaje de un millón de dólares, de baloncesto, de bananas.
¿Son negros los niños? Mi novio quiere saberlo. Dominicanos.
Es diferente. Cuando les pedí que escribieran una pregunta
que les gustaría preguntar a su mamá o papá, un niño escribe,
¿Papel o plástico? Una muchacha a l fondo de la clase quiere saber
¿Por qué no tengo lycene, traduciendo el sonido del color

de mi piel en su propio idioma. La mejor poeta
de sexto curso es la chica que es este año repite
sexto curso. Cuando le hablo a la maestra de su talento
ella dice, por lo menos ahora sabemos que es buena
en algo. Para hablar su idioma, estudio
la lista de asistencia, practico la cadencia de sus nombres.

Ayer presenté un retrato en blanco y negro de un hombre negro,
su calva se alejó de nosotros, una polillas moteada descansa
en un hombro. Les dije que es un hombre que cumple cadena
perpetua en Louisiana. ¿Es esto arte? Sin dudarlo,
una niña dijo que no, porque nadie
desea fotografiar

eso

*Traducción de Ana Gorría.
http://traducciones.lagallaciencia.com/



The Dream of a Common Language

after Adrienne Rich
 
On Wednesdays I take the train past Yankee Stadium,
to a place where it is never a given that I speak the language,
to a place where graffiti covers the mural they painted to hide
the graffiti, to a place where the children call me Miss Miss
Miss Miss Miss and I find in one of their poems, a self-portrait,
the line I wish I was rish. The dream of a common language

is the language of one million dollars, of basketball, of plátanos.
Are the kids black? my boyfriend wants to know. Dominican.
It’s different. When asked to write down a question
they wish they could ask their mom or dad, one boy writes,
Paper or plastic? A girl in the back of the class wants to know
Why don’t I have lycene, translating the sound of the color

of my skin into her own language. The best poet
in sixth grade is the girl who is this year repeating
sixth grade. When I tell her teacher of her talent
she says, At least now we know she’s good
at something. To speak their language, I study
the attendance list, practice the cadence of their names.

Yesterday I presented a black and white portrait of a black man,
his bald head turned away from us, a spotted moth resting
on one shoulder. I told them this is a man serving a life
sentence in Louisiana. Is this art? Without hesitation,
one girl said no, why would anybody
want to take a picture

of that.








BRIGIT PEGEEN KELLY [17.416] Poeta de Estados Unidos

$
0
0

Brigit Pegeen Kelly

Nació en Palo Alto, California, en 1951.
Su primera colección de poemas, To The Place of Trumpets (1987), fue seleccionada por James Merrill para la Serie de Yale de Poetas jóvenes. Song (BOA Editions), que siguió en 1995, fue el 1994 Lamont Poesía Selección de la Academia Americana de Poetas. Su tercera colección, The Orchard (2004), fue finalista para el Premio Pulitzer de Poesía, el Premio del libro de Los Angeles Times, en poesía, y el National Book Critics Circle Award en poesía.

Selected Bibliography

To The Place of Trumpets (Yale University Press, 1987)
Song (BOA Editions, 1995)
The Orchard (BOA Editions, 2004)
Poems: Song and the Orchard (Carcanet Press Ltd, 2008)




HACIENDO LA COLADA EL DOMINGO

Así que esto es el Sabath, la calma
en el jardín, las magnolias
secándose en húmedas campanas, las enaguas

sobre la baranda del porche, mientras la bicicleta
gira renqueteante y el tulipán estalla como un pecho
sobre sus blusas rosas

para las manos que las presionan primero
como bulbos que se adentran en la tierra.
El pan, también, se enfría en el alfeizar      

y los pinzones dispersan las abejas
en la estación de Shell donde un chico
en vaqueros azules observa el aceite

difuminarse en bufandas fosforecentes
sobre el cemento. Baña
su pincel en el balde y comienza

a extenderlo, haciendo pequeños círculos
y parando para salpicar a los niños
que, horas antes de que abra,

juegan con sus bolsas de fríjol fuera de la heladería
Parlor de Gantsy
mientras esperan que el color manche sus lenguas,

como yo espero el agua para la floración
detrás de mí, espuma blanca como de magnolias,
como de aves verdes y

amarillas que se bañan en el remanso de las hojas,
y, con movimiento
imperceptible lo logran todo.          

*Traducción de Ana Gorría.
http://traducciones.lagallaciencia.com/



doing laundry on sunday

So this is the Sabbath, the stillness
in the garden, magnolia
bells drying damp petticoats

over the porch rail, while bicycle
wheels thrum and the full-breasted tulips
open their pink blouses

for the hands that pressed them first
as bulbs into the earth.
Bread, too, cools on the sill,

and finches scatter bees
by the Shell Station where a boy
in blue denim watches oil

spread in phosphorescent scarves
over the cement. He dips
his brush into a bucket and begins

to scrub, making slow circles
and stopping to splash water on the children
who, hours before it opens,

juggle bean bags outside Gantsy’s
Ice Cream Parlor,
while they wait for color to drench their tongues,

as I wait for water to bloom
behind me—white foam, as of magnolias,
as of green and yellow birds bathing in leaves—wait,

as always, for the day, like bread, to rise
and, with movement
imperceptible, accomplish everything.



Song

 Listen: there was a goat’s head hanging by ropes in a tree.
All night it hung there and sang. And those who heard it
Felt a hurt in their hearts and thought they were hearing
The song of a night bird. They sat up in their beds, and then
They lay back down again. In the night wind, the goat’s head
Swayed back and forth, and from far off it shone faintly
The way the moonlight shone on the train track miles away
Beside which the goat’s headless body lay. Some boys
Had hacked its head off. It was harder work than they had imagined.
The goat cried like a man and struggled hard. But they
Finished the job. They hung the bleeding head by the school
And then ran off into the darkness that seems to hide everything.
The head hung in the tree. The body lay by the tracks.
The head called to the body. The body to the head.
They missed each other. The missing grew large between them,
Until it pulled the heart right out of the body, until
The drawn heart flew toward the head, flew as a bird flies
Back to its cage and the familiar perch from which it trills.
Then the heart sang in the head, softly at first and then louder,
Sang long and low until the morning light came up over
The school and over the tree, and then the singing stopped....
The goat had belonged to a small girl. She named
The goat Broken Thorn Sweet Blackberry, named it after
The night’s bush of stars, because the goat’s silky hair
Was dark as well water, because it had eyes like wild fruit.
The girl lived near a high railroad track. At night
She heard the trains passing, the sweet sound of the train’s horn
Pouring softly over her bed, and each morning she woke
To give the bleating goat his pail of warm milk. She sang
Him songs about girls with ropes and cooks in boats.
She brushed him with a stiff brush. She dreamed daily
That he grew bigger, and he did. She thought her dreaming
Made it so. But one night the girl didn’t hear the train’s horn,
And the next morning she woke to an empty yard. The goat
Was gone. Everything looked strange. It was as if a storm
Had passed through while she slept, wind and stones, rain
Stripping the branches of fruit. She knew that someone
Had stolen the goat and that he had come to harm. She called
To him. All morning and into the afternoon, she called
And called. She walked and walked. In her chest a bad feeling
Like the feeling of the stones gouging the soft undersides
Of her bare feet. Then somebody found the goat’s body
By the high tracks, the flies already filling their soft bottles
At the goat’s torn neck. Then somebody found the head
Hanging in a tree by the school. They hurried to take
These things away so that the girl would not see them.
They hurried to raise money to buy the girl another goat.
They hurried to find the boys who had done this, to hear
Them say it was a joke, a joke, it was nothing but a joke....
But listen: here is the point. The boys thought to have
Their fun and be done with it. It was harder work than they
Had imagined, this silly sacrifice, but they finished the job,
Whistling as they washed their large hands in the dark.
What they didn’t know was that the goat’s head was already
Singing behind them in the tree. What they didn’t know
Was that the goat’s head would go on singing, just for them,
Long after the ropes were down, and that they would learn to listen,
Pail after pail, stroke after patient stroke. They would
Wake in the night thinking they heard the wind in the trees
Or a night bird, but their hearts beating harder. There
Would be a whistle, a hum, a high murmur, and, at last, a song,
The low song a lost boy sings remembering his mother’s call.
Not a cruel song, no, no, not cruel at all. This song
Is sweet. It is sweet. The heart dies of this sweetness.




The Satyr’s Heart

 Now I rest my head on the satyr’s carved chest,
The hollow where the heart would have been, if sandstone
Had a heart, if a headless goat man could have a heart.
His neck rises to a dull point, points upward
To something long gone, elusive, and at his feet
The small flowers swarm, earnest and sweet, a clamor
Of white, a clamor of blue, and black the sweating soil
They breed in...If I sit without moving, how quickly
Things change, birds turning tricks in the trees,
Colorless birds and those with color, the wind fingering
The twigs, and the furred creatures doing whatever
Furred creatures do. So, and so.  There is the smell of fruit
And the smell of wet coins. There is the sound of a bird
Crying, and the sound of water that does not move...
If I pick the dead iris?  If I wave it above me
Like a flag, a blazoned flag?  My fanfare? Little fare
with which I buy my way, making things brave? The way
Now I bend over and with my foot turn up a stone,
And there they are: the armies of pale creatures who
Without cease or doubt sew the sweet sad earth.



The Leaving

 My father said I could not do it,
but all night I picked the peaches.
The orchard was still, the canals ran steadily.
I was a girl then, my chest its own walled garden.
How many ladders to gather an orchard?
I had only one and a long patience with lit hands
and the looking of the stars which moved right through me
the way the water moved through the canals with a voice
that seemed to speak of this moonless gathering
and those who had gathered before me.
I put the peaches in the pond’s cold water,
all night up the ladder and down, all night my hands
twisting fruit as if I were entering a thousand doors,
all night my back a straight road to the sky.
And then out of its own goodness, out
of the far fields of the stars, the morning came,
and inside me was the stillness a bell possesses
just after it has been rung, before the metal
begins to long again for the clapper’s stroke.
The light came over the orchard.
The canals were silver and then were not.
and the pond was--I could see as I laid
the last peach in the water--full of fish and eyes.



Rome

I saw once, in a rose garden, a remarkable statue of the Roman she-wolf and her twins, a reproduction of an ancient statue— not the famous bronze statue, so often copied, in which the blunt head swings forward toward the viewer like a sad battering ram, but an even older statue, of provenance less clear. The wolf had been cut out of black stone, made blacker by the garden’s shadows, and she stood in profile, her elegant head pointed toward something far beyond her, her long unmarked body and legs—narrower and more finely-boned than the body and legs of wolves as we know them—possessed, it seemed, of a great stillness, like the saturated stillness of the roses, but tightly-nerved, set, on the instant, to move. Under her belly, stood the boys, under her black breasts, not babes, as one might expect, but two lean boys, cut from the same shadowed stone as the wolf, but disproportionately small, grown boys no bigger than starlings, though still, like the wolf, oddly fine of face and limb, one boy pressing four fingers again one long breast, his other cupped beneath it to catch the falling milk, the second boy wrapping both arms around another breast, as if to carry it off, neither boy suckling, both instead turned toward you, dreamy, sweetly sly, as if to chide you for interrupting their feeding, or as if they were plotting a good trick… Beautiful, those boys among the roses. Beautiful, the black wolf. But it was the breasts that held the eye, a double row of four black breasts, eight smooth breasts, each narrowing to a strict point, piercing sharp, exactly the shape of the ivory tooth of the shark.








ANA CIBEIRA [17.417]

$
0
0

ANA CIBEIRA

Nacida en Caracas (Venezuela), medra en Santiago de Compostela e vive e traballa en Madrid.

En galego

Poesía

Pintalabios, Toxosoutos, 2011.
A morta, Barbantesa, 2012.
Papilas analógicas. Paisaxe sur text, Progresele/Diminutos salvamentos, 2014

Antoloxías en galego

Letras novas, 2008, Asociación de Escritores en Lingua Galega.
Marés nos pousos do café. Mostra de poetas de expresión galega en Madrid-Grupo Bilbao,  edición de Xavier Frías, Edición colectiva, 2010.
Sétimo andar, poesía alén, A porta verde do sétimo andar, 2010
Pegadas, A porta verde do sétimo andar, 2011.
Madrid foi unha praia de baleas entre néboas. Grupo Bilbao, Edición de Xavier Frías, Edición colectiva, 2011.
Esferografías, Edición de Xavier Frías, Lastura Ediciones, 2014.

En castelán

Antoloxías en castelán

Transgeneración 1.0. Encuentro de jóvenes poetas españolas, Centro Cultural Generación del 27, 2007.
Bilbao. Antología de poesía gallega en Madrid (Bilingüe), Editorial Amargord, 2012.
Guía viva de ortodoxos y heterodoxos en la poesía contemporánea gallega, Edición de Antonino Nieto, Endymion, 2012.
Serial. Antología poética sobre series de televisión, Edición de Ana Santos Payán y Luna Miguel, El Gaviero, 2014.
Ilustración
Emma Pedreira, Xoguetes póstumos, 2010, Caldeirón.
Rosa Enríquez, Desobediencia, A porta verde do sétimo andar, 2011.
Vitalie Rimbaud, Viaje a Londres, Edición de David Gonzalez, Baile del Sol, 2012



Mancha

No puedo olvidar que sangro,
y no sólo es tinta ese hilo
que huele y sala líquido vivo.
La boca rastrea el vidrio,
toda belleza obligada.
En el cuarto propio, refugio
de la muerte social que nos dedicó
a la literatura de todos los diarios,
la guerrilla nace del corazón
mejor dibujado en el cuaderno de la memoria.




MANCHA 

Non podo esquecer que sangro,
e non só é tinta ese fío
que ule e salga líquido vivo.

A boca rastrexa o vidro,
toda beleza obrigada.
No cuarto propio, refuxio
da morte social que nos adicou
á literatura dos diarios todos,
a guerrilla nace do corazón
mellor debuxado no caderno da memoria. 




Virus 

Soy un indígena que maneja
El idioma para el culo.
Washington Cucurto


[1]

(…)
Quiero ir lejos, muy lejos de ti
a donde nada se contagia ni existen fronteras de
[países
donde crecen las diferentes lenguas.
Llegar a donde no existen cortes lingüísticos
no sangran…
(y no porque todos hablemos inghlés).
Quiero irme lejos a un desierto que no haya leído
[historia
que no sepa qué es Babel
que no sude porque no se cansa
ni crezca porque no coma.
Quiero ser un copo de nieve que mantiene la más baja
[temperatura
su hermoso esqueleto de hielo, modelo…
(TÚ: Soy tan joven y fuete que no tengo pasado
soy tan bello que ninguna cosa mala me toca).
… Y que puede tener funciones varias: no dejar
[pudrir muertos
y comida
o construir belleza, paisaje.

Un copo de nieve solo no puede, con amigos sí.
La nieve está hecha de estrellas hermanas
es firmamento traslúcido
y solo dura gotas
o
lágrimas
o
sal
o
nada.
Un copo de nieve no se contagia de otros copos,
no son lo rojo, lo oscuro
no son sangre con virus
aunque construyan la belleza de este paisaje ideal
sin lenguas en-tre-cor-ta-das
sin sangre en contacto de lenguas sangrando
el virus contagioso que es el lenguaje,
el silencio sería parálisis
—quedarse en blanco, no estar expuesta a
[la enfermedad—.
Bueno, depende de qué gota te toque ser
la fuerte o la callada.
La sangre es hermosa también
pero aquí yo esta noche soy copo de nieve.
Y construyo el paisaje blanco —el desierto
En la diglosia que llaman bilingüismo
que borro con mi cura —que todo lo arregla—
[de no volverte a ver.
Estar en blanco.
Porque se me cae encima el virus, esta gota,
(y aquí no entraré en cómo puede suceder el
[ruido)
me pongo a trabajar para embellecer el paisaje.
Sangre sobre nieve.
Mancha en el silencio del arco de la boca.
Llaga en lo húmedo.
Pero no te emociones:
esta imagen está pixelada
y las lenguas aquí son el diario digital de un
[adolescente
(porque no sé si te has percatado de que mezclo
[lengua y lenguaje como
todo ser post-heroico)
un adolescente sin futuro ni paisaje —eso cree él
[mientras teclea:
porqueellenguajeesunvirusyocarezcodepaisaje.



[2]

No te creas lo que te voy a contar: pensé
[traer la foto que colgué en el face
el otro día
PUSSY POETRY decía.
Subirla aquí
—como el día que soñé que Ágata y yo
Lanzábamos flyers con símbolo
feminista antes de sangrar confeti fucsia,
nada de estar en blanco
como el día en que me leíste a Cucurto:
como si hablar por boca de otro no fuera hablar
[de cadáveres y niñxs
en el desierto de tu mente superdotada
(¡Piung! ¡Piung!)]
Tragué saliva
y empezó a nevar en mi estómago.
Cicely ya había pasado
ya había llovido desde Cicely, Chile, así que pensé que la nieve no callaba
que yo era una ouija desbocada
cae en cualquier letra
cualquier espíritu
cualquier cuerpo PRESENTE AHORA Y SIEMPRE.
Cayó en la H, en la mudez, en el fantasma…
TÚ: Espera, espera, ¿estás hablando de amor?
YO: ¿Acaso la lengua es algo más que eso? ¿Acaso un chico, tú, es algo más que lengua, pensamiento… carne de forma?
TÚ: Espera, espera, ¿de qué hablas? ¿De chicas, de amor o de lengua?
YO: Y tú, ¿eres modelo?
Quiero decir, ¿acaso eres teórico? ¿Qué preguntas son esas?
Solo los teóricos
no entienden nada
entienden sin respetar
entienden sin decir nada
entender el entendimiento de lo entendible
…¡Ay!
Pero dime amor:
¿Qué es una lengua?
¿Qué es la enfermedad?



[3]

La nevera, ese gran invento.
Una cajita para mantener la cadena del frío
luz que acaricia la cara al entrar
aunque el tacto sea azul
POESÍA ES RESISTENCIA / POÉSIE EST
[RÉSISTANCE
y esto solo se puede decir en francés
todo lo que he escrito hasta hoy
era ser esta gota de sangre enferma.
Como ya no sé quién soy
te traigo el paisaje
un paisaje que huye de la diglosia
(dizque bilingüe)
un paisaje ni histórico
blanco
que borra toda raíz
para ser nieve siendo copo de nieve.
Hoy recito aquí TIERRA
Pero lo que deberíamos es irnos todas
a comerla.
Caer
de rodillas a mirar cómo las manzanas de verdad
se pudren en ella
también de soslayo saludar a las hormiguitas y a los
[saltamontes
y con una mano coger un puñado,
—como quien dice—
y llevarlo a la boca
marrón y seco
polvoriento
(ganas de toser) COF COF…   
Traga
traga
traga y conviértete en lo que hablas.    
   
 *Traducción del gallego de Mario Grande, 
según el texto publicado en Fisterras, Ed. Lastura, 2015.




Virus

Soy un indígena que maneja
el idioma para el culo.
Washington Cucurto



[1]

(...)
Quero ir lonxe, moi lonxe de vós
onde nada se contaxia nin existen fronteiras de
[países
onde medran as diferentes linguas.
Chegar onde non existen cortes lingüísticos
non sangran...
(e non porque todos falemos inghlés).
Quero irme lonxe a un deserto que non lera
[historia
que non saiba o que é Babel
que non súe porque non cansa
nin medre porque non coma.
Quero ser unha folerpa que mantén a máis baixa
[temperatura
o seu fermosísimo esquelete de xeo, modelo...
(TI: Soy tan joven y fuerte que no tengo pasado
soy tan bello que ninguna cosa mala me toca).
...E que pode ter funcións varias: non deixar
[podrecer mortos
e comida,
ou construír a beleza, paisaxe.

Unha folerpa soa non pode, con amigas si.
A neve está feita de estrelas irmás
é firmamento translúcido
e só dura pingas
ou
bágoas
ou
sal
ou
nada.
Unha folerpa non se contaxia doutras folerpas,
non son o vermello, o escuro
non son sangue con virus
aínda que constrúan a beleza desta paisaxe ideal
sen linguas en-tre-cor-ta-das
sen sangue en contacto de linguas sangrando
o virus contaxioso que é a linguaxe,
o silenzo sería parálise
–quedar en branco, non estar exposta á
[enfermidade–.
Bo, depende que pinga che toque ser
a forte ou a calada.
O sangue é fermoso tamén
pero aquí eu esta noite son folerpa.
E constrúo a paisaxe branca –o deserto
na diglosia, que bilingüismo chaman25

que borro coa miña cura –que todo o arranxa–
[de non volverte ver.
Estar en branco.
Porque se me cae enriba o virus, esta pinga,
(e aquí non entrarei en cómo pode suceder o
[ruido)
póñome a traballar para embelecer a paisaxe.
Sangue sobre neve.
Mancha no silencio do arco da boca.
Chaga no húmido.
Pero non vos emocionedes:
esta imaxe está pixelada
e as linguas aquí son o diario dixital dun
[adolescente
(porque non sei se vos decatastes que mesturo
[lingua e linguaxe como
todo ser post-heroico)
un adolescente sen futuro nin paisaxe –iso cre el
[mentres teclea:
p o r q u e a l i n g u a x e é u n v i r u s e e u c a r e z o d e p a i s a x e.  



[2]

Non creredes o que vos vou contar: pensei
[traer a foto que colguei no face
o outro día
PUSSY POETRY dicía.
Erguela aquí
–como o día que soñei que Ágata e máis eu
tirabamosflyersco símbolo
feminista antes de sangrar confeti fucsia,
nada de estar en branco
como o día que ti me liches Cucurto:
como si hablar por boca de otro no fuera hablar
[de cadáveres y niñxs
en el desierto de tu mente superdotada
[(piung! Piung!).
Pasei saliva
e comezou a nevar no meu estómago.
Cicely xa pasara
xa chovera dende Cicely, Chile, así que pensei que a neve non callaba
que eu era unha ouijadesbocada
cae en calquera letra
calquera espírito27

calquera corpo PRESENTE AHORA Y SIEMPRE.
Caeu noH, na mudez, na pantasma...
TI: Espera, espera, estás falando de amor?
EU: Seica a lingua é algo máis que iso? Seica un rapaz, ti, es algo máis que
lingua, pensamento... carne de forma?
TI: Espera, espera, de que falas? De nenas, de amor, ou de lingua?
EU: E ti, es modelo?
Quero dicir, seica es teórico? Que preguntas son esas?
Só os teóricos non
entenden nada
entenden sen respectar
entenden sen dicir res
entender o entendemento do entendible
... Ai!
Pero dime amor:
Que é unha lingua?
Que é a enfermidade?



[3]

A neveira, ese grande invento.
Unha caixiña para manter a cadea do frío
luz que acariña a cara ao entrar
aínda que o tacto sexa azul
POESÍA É RESISTENCIA / POÉSIE EST
[RÉSISTANCE
e isto só se pode dicir en francés
todo o que escribín até hoxe
era ser esta pinga de sangue enferma.
Como xa non sei quen son
tráiovos a paisaxe
unha paisaxe que foxe da diglosia
(disque bilingüe)
unha paisaxe nin histórica
branca
que borra toda raíz
para ser neve sendo folerpa.
Hoxe recito aquí TERRA
pero o que deberíamos é írmonos todas
comela.
Baixar
de xeonllos mirar cómo as mazás de verdade
podrecen nela

tamén de esguello saudar as formiguiñas e os
[saltóns
e cunha man coller unha presa,
–como quen di–
e levala á boca
marrón e seca
poeirenta
(ganas de tusir) COF COF...
Traga
traga
traga e convértete no que falas.






Poemas de Pintalabios



MESTIZA


Agora que tita durme
a x millas da túa casa
¿peco de encaixe ou de drama?


*


Sobre min a tormenta de ser dúas:
¿galega ou latina?
¿da cámara ou da pluma?


*


Burbulliñas de rimel
co que afirmo a vida mestiza,
¿pecando de rouge ou de suicida?






Soño que me suplicas
que che abra as esposas
de pálpebras tapada uso a boca.

Pero un home non é unha illa
á que chegar a nado!
oliñas as sabas exhaustas
no espellismo darnos
lunares pequenas rochas
e o color das salgas.
Coa puntiña fago de chave
para coñecerte salgado
cal mariñeiro atado de costas!








Versos de A morta


"Amor, amor: a miña estación" S. Plath


Subacuático ideal
de soños afundidos
contaminada pureza
núcleo bater vivo.



Avalancha húmida
devezo gorentoso
bebendo terminal
o feitizo das ondas.






FILOMENA EMBALÓ [17.418]

$
0
0

Filomena Embaló 

Nació en Angola en 1956, de padres caboverdianos. Estudió Ciencias Económicas y en 1975 se trasladó a Guinea Bissau, donde ejerció diversos cargos la Administración pública.

Es autora de la novela Tiara (1999) y el libro de relatos Carta aberta (2005). Coração cautivo, su primer libro de poemas, se publicó en 2008.



LOS AMOS DEL MUNDO

Vinieron
Se lo llevaron todo
El sueño
La esperanza
La vida
Hasta la realidad barrieron
Y en la confusión de la huida
El vacío arrancaron
Por miedo a que engendrase
Los genes de la vida
La luz
Y sus gestos
Denunciasen

Ellos…
Los amos del mund
Ahogaron el sueño
Ahorcaron la esperanza
Apagaron la vida
Con un soplo
Un chasquido de dedos
Un altivo encogimiento de hombros …

Señores de todos los
Destinos
Intocables
En sus torres de cristal
Robadas al sudor ajeno
Vinieron
Se llevaron todo
La risa
El llanto
El aliento
Hasta los rostros desfigurados
Por el dolor
Y en la confusión de la huida
Arrancaron los ojos
Para  que no los viesen
Y los condenasen

Ellos…
Los amos del mundo
Capturaron la risa
Amarraron el llanto
Asfixiaron el aliento
En un gesto loco
De un restallar de látigo
La mirada altiva…

Dioses del universo
Señores de todos los
Destinos
Decidiendo la vida y la muerte
Vinieron
Se llevaron todo
La dignidad
La modestia
La honestidad
Hasta el pensamiento
Vaciaron
Y en la confusión de la huida
La conciencia perdieron
Porque no aguantaban su peso

Ellos…
Los amos del mundo
Violaron la dignidad
Enterraron la modestia
Vendieron la honestidad
En un abrir y cerrar de ojos
Como en un truco de magia
El semblante altivo…

Señores absolutos
Invirtieron la escala de valores
A la luz de su propia imagen
Vinieron
Se llevaron todo
El pan de la boca del hambriento
El techo del que no tenía casa
Hasta la Historia apagaron
Dejando apenas tras de sí
Humillación
Impotencia
Revuelta
Que el pueblo en el dolor ahoga
Por no poseer armas iguales
Para combatir tal violencia
Que de igual
Solo tiene el odio
Fruto mudo de la furia destructora!

Ellos…
Los amos del mundo
Criminales impunes
Con la conciencia tranquila

La barriga repleta de ganancias 
El pecho hinchado de razón

De una legitimidad usurpada 
Inconscientes de su propia ignorancia!!!   

*Traducción de Mario Grande.
http://traducciones.lagallaciencia.com/



OS MESTRES DO MUNDO

Vieram
Levaram tudo
O sonho
A esperança
A vida
Até a realidade varreram
E na azáfama da fuga
O vazio arrancaram
Com medo que engendrasse
Os genes da vida
A luz
E os seus gestos
Denunciassem

Eles...
Os mestres do mundo
Afogaram o sonho
Enforcaram a esperança
Apagaram a vida
Com um sopro
Um estalar de dedos
Um sacudir de ombros altivo...

Senhores de todos os
Destinos
Intocáveis
Nas suas torres de cristal
Roubadas ao suor alheio
Vieram
Levaram tudo
O riso
O pranto
O fôlego
Até os rostos desfigurados
Pela dor
E na azáfama da fuga
Os olhos arrancaram
Para que não os vissem
E os condenassem

Eles...
Os mestres do mundo
Prenderam o riso
Amarraram o pranto
Asfixiaram o fôlego
Num gesto louco
De um estalar de chicote
O olhar altivo...

Deuses do universo
Senhores de todos os
Destinos
Decidindo a vida e a morte
Vieram
Levaram tudo
A dignidade
A modéstia
A honestidade
Até o pensamento
Esvaziaram
E na azáfama da fuga
A consciência perderam
Por não lhe suportarem o peso

Eles...
Os mestres do mundo
Violaram a dignidade
Enterraram a modéstia
Venderam a honestidade
Num abrir e fechar de olhos
Como num truque de magia
O semblante altivo...

Senhores absolutos
Inverteram a escala de valores
À luz da própria imagem
Vieram
Levaram tudo
O pão da boca do faminto
O tecto do desabrigado
Até a História apagaram
Deixando apenas no seu rasto
Humilhação
Impotência
Revolta
Que o povo na dor afoga
Por iguais armas não possuir
Para combater tal violência
Que de igual
Só tem o ódio
Fruto mudo
Da fúria destrutiva!

Eles...
Os mestres do mundo
Criminosos impunes
De consciência tranquila
Barriga farta de ganância
O peito inchado de razão
De uma legitimidade usurpada
Inconscientes da própria ignorância!!!



IDENTIDADE

Busco raízes profundas
no sangue das Ilhas
a semente germinada
em terras fartas do Maiombe
a flor desabrochada
nas Colinas do Boé
e encontro
os caminhos cruzados do meu eu!

Caminhos de ontem
caminhos de hoje
horizontes infindos
que fazem do meu eu
o Ser de Amanhã

Caminhos cruzados do meu eu
trilhados por riquezas sem fronteiras
criastes um Ser
que é ele
o outro
e sou eu!

 - Bruxelas, 15/3/93     



O menino ganhou a guerra

Juro que não sonhei
Vi com os meus olhos
O menino ganhou a guerra !
Matou o monstro da fome
Com a arma da comida
Sentou-se à mesa da Paz
Sua barriga fartou
Fartou também seu coração
Por saber farto o amanhã
E no acalento da fome
A barriga desinchou
Os olhos voltaram a sorrir
A esp’rança sorria no seu rosto
O menino ganhou a Guerra!

 Paris, 20/12/02 



Sonho Infinito

Trouxa ao ombro
Lá vai o Passado
Costas vergadas
Carga pesada
Ignorância   
Miséria
Guerras
E Fome
Partiu para longe
Destino sem fim
Longe do Homem
Tão massacrado há anos mil!

Caminha, caminha
O passo arrastado
Cruza o Futuro
De passo apressado
Ligeira, ligeira a sua carga
Sabedoria
Abastança
Saciedade
E paz
Caminha, caminha
O passo ligeiro
Espera-o o Homem
Encontro marcado há anos mil!  

Paris, Dezembro de 2003





ACRÓNIMO

Esperança acalentaste
Num futuro risonho
Terra Mãe – Filha de África
Em tuas entranhas
Ressuscitaste o sonho
Razão do teu viver
Armaste teus filhos
Rumo à liberdade
Acreditaste na vitória
Mas os ventos mudaram

Os homens também...         
Sem escrúpulos nem pejo
O teu sonho derrubaram
Num cíclico jogo de armas
Honrado seja o teu nome
Oh! Pátria mil vezes violada

De onde vem tanto ódio
Entre teus filhos amados?

Corre o sangue derramado
Abrem feridas mal saradas
Bate em teu peito a chamada
Recobre as forças Terra – Mãe
Ainda é longa a caminhada
Levanta-te Guiné e desenterra o teu sonho!  

 Charenton le Pont 19/10/04




DESILUSÃO

Abate sobre mim
O peso angustiante
De esperança perdida
Da crença desmentida

Desmorona-se o mundo de sonhos
Alicerçado em ideias juvenis
Que o correr da vida
Transformou em utopia

Nego-me a engolir
O nó da desilusão
Que me estrangula
Me sufoca

Nego a entregar-me
A esse pranto vencido
Que me invade o peito
Me deixa muda
Estupefacta
Impotente!

Reservo-me o direito de acreditar
Que se sonho existe
Se sonho existe
É o pesadelo em que me encontro!

 Bissau, 27/05/93




NEM BOTAS NEM CANHÕES

Trago no corpo 
as marcas da vida 
No coração 
Os sonhos abortados 
Na pele as chagas do sofrimento 

Meus olhos cegaram 
De tanta dor enxergarem 
Meus ouvidos ensurdeceram 
Com o choro da criança faminta 
Minha boca se calou 
Para não mais clamar minha dor 

Mas no âmago do meu ser 
Na minha essência mais profunda 
Guardei a força do querer 
E nem ventos nem marões 
Nem botas nem canhões 
Nem sórdidas tentações 
Minha marcha travarão 

Sigo em busca da verdade 
Novos sonhos brotarão 
Novos mundos se abrirão 
Em cada riso de criança acalentada 
Colherei um pedaço de vitória 
E de riso em riso 
De vitória em vitória 
Se vai edificando um mundo melhor!



SALVÉ O DIA 15 DE AGOSTO

Pelas tuas primaveras
Aqui vamos celebrar
Reservei o melhor champanhe
A festa vai começar!
Brindo eu, brindamos todos
É festa ó minha gente!
Não venham cá com tristezas
Só alegria pode entrar!

Digam lá o que quiserem
Isto é mesmo de arrombar
Didinho faz anos hoje
Impossível ignorar!
Ninguém daqui arreda pé
Há bolo com velas e tudo
Oh! Didinho vem assoprar !

Feliz aniversário, querido Amigo,
que habitem sempre em ti a crença, a força e o entusiasmo
que te movem nesta luta por uma Guiné justa e próspera!

 15.08.2010




Decadência

a acácia murchou
Secou
As pétalas caíram uma a uma
Sublimaram-se esperanças magnânimas
Legítimas
A realidade tombou
Com o seu manto da morte
Miséria
Fome
Cóleras…

A fome apertou
O pai protestou
O filho chorou
A mãe amparou

A fome matou
O pai protestou
A policia chegou
E o pai levou
O filho sem forças
Já não chorou
A mãe desamparada
Chorou !

 Bruxelas, 20/12/96




CLAY MATTHEWS [17.419]

$
0
0

CLAY MATTHEWS

Clay Matthews. Poeta EE.UU.,  ha publicado Pretty, Rooster (Cooper Dillon, 2010). Enseña en el Tusculum College y actualmente reside en Greeneville, Tennessee.



Una historia de alcoba

Tabaco de pipa y el paso de las nubes.
Las pequeñas promesas de la clavícula
y tejas de cedro. ¿Ha pasado tanto tiempo
desde que no dije nada? Mis días están llenos
de palabras sin sentido y la sonrisa de un
niño. Poco de lo que hago
es importante, pero tal vez las formas
lo son. Los cuervos fuera se bañan
en las cunetas, la extraña necesidad
de celebrar una comparecencia
y asentir con la cabeza en las cenas.
Que si me equivoqué, que si  he entendido mal...
Una letanía de manchas que se ven
a través de las camisetas blancas y las manos.
Lo que sale en el lavado son las tardes
y la arena de la caja de arena, la migración
de playas a patios interiores, patios interiores
a los extremos de las líneas de drenaje y la imaginación:
¿lo que lo hacen las ondas en mis sueños
de dónde viene? A veces te escucho
cantar allí. Tú me invitaste a hablar,
y yo aullé. Me pediste que me diera la vuelta,
me hice el muerto. Aparezco a tu lado
en la cama con una docena de malos símiles sobre el amor.
No me preguntes qué significan, o si
estoy cada vez más, no sé. Solo la farola
que entra y sale detrás de las cortinas,
nuestras sombras haciendo sombras
en la pared. Tus ojos se fueron graves
en el sonido de mi voz, mientras te leo
estas cosas que otros han escrito.

*Traducción de Ana Gorría
http://traducciones.lagallaciencia.com/



A Bedtime Story

Pipe tobacco and the passing of clouds.
The small promises of collarbones
and cedar shingles. Has it been so long
since I’ve really said anything? My days are filled
with meaningless words and the child’s
laughter. Little of what I do
is important, but maybe the ways
are. The crows outside bathing
in the gutters, the strange necessity
of holding up an appearance
and nodding our heads at dinner parties.
If I misspoke, if I misunderstood…
A litany of the stains that show
through on white T-shirts and hands.
What comes out in the wash are afternoons
and sand from the sandbox, a migration
of beaches to backyards, backyards
to the bottoms of sewer lines and imaginations:
what shore do the waves in my dreams
arrive from? Sometimes I hear you
sing there. You bade me speak,
and I howled. You bade me roll over,
and I played dead. I show up beside you
in bed with a dozen bad similes about love.
Don’t ask me what they mean, or if
I am ever         —I don’t know. Only the streetlight
coming in and out behind the curtains,
our shadows making shadows
on the wall. Your eyes gone heavy
at the sound of my voice, reading you
these things others have written.




An Angel Gets Her Wings

On television there’s an old movie about a ghost
that’s come to change a man’s life.

Next door the little girl howls
while her parents fight over a lost pipe.

The days are punctuated by street corners
and looking out windows,

the nights by deadbolts and Christmas lights.
Yesterday we had the Sweet Gum 

tree in the front yard cut back,
leaving what we thought would survive.

To persist: a yellowed crack rock
in a sandwich bag, a fifth anniversary

party, a broken branch hanging down
still putting out a flower and leaves.

My daughter, two, flaps her arms
like wings and cries out: I can’t fly.

The dark sounds, she says, owls
in the night, a train in the distance;

she believes so deeply in the moon.
If you are good, the season will reward you

with ribbons and bows. If you are bad,
it’s all branches and blesséd stones.

Semis bounce down the road, and I never know
what they’re hauling. A choir of angels, maybe.

A load of pallets—worthless, except
to hold some heavy burden and raise it up.

The radio plays all the songs we know, 
the wreaths encircle the front doors.

From the bridge on television, the water looks
cold and beautiful. From the water

the windows look warm and full of song.
I want to wrap the little girl next door up

in a blanket and lay her under the tree.
But I don’t know where to begin.


“ ‘An Angel Gets Her Wings’ is a poem about neighbors and neighborhoods. There’s a playground in one neighbor’s backyard where my daughter plays, often with another neighbor’s child about the same age. At some point during the holiday season last year, everyone had gone to bed and I was up watching It’s a Wonderful Life alone. I don’t think I’d ever really felt much about that movie until then—being older, having a child, thinking about flying and the past and regret and hope and indecision. Somewhere in the midst of all that I got that warm fuzzy feeling when you feel this peace in knowing things ought to change. I wished I could keep everyone in the world warm right then, especially the little girl next door, the friend of my daughter. ”







WILL STONE [17.420]

$
0
0

Will Stone 

Nacido en 1966 en Reino Unido, divide su tiempo entre Inglaterra y Bélgica. Licenciado en Traducción Literaria por la Universidad de East Anglia (Norwich) ha traducido al inglés a los poetas Franco-belgas Émile Verhaeren y Georges Rodenbach.

En el año 1999 Menard Press publicó su primera colección de traducciones del francés, Les Chimères de Gérard de Nerval. En 2005 publicó Arco Al silenciada, sus poemas seleccionados de Georg Trakl. Otras traducciones de poetas como Baudelaire, Verhaeren, Maeterlinck, Rodenbach, Stramm y Schiele han aparecido en revistas y los dos últimos, junto con Trakl, publicados en el importante Music While Drowning – Tate anthology of German Expressionist Poetry (2003).

Su primer libro de poemas, Glaciation, se publicó en 2007 y al año siguiente fue galardonado con el prestigioso Premio Internacional de Poesía Glenn Dimplex. Publicó su segundo libro de poemas, Drawing in Ash, en 2011.  Un tercer libro, The Sleepwalkers será publicado próximamente.



REGENERACIÓN      

Primero nos mostraron unas fotos.
Ruinas de hogares del suburbio,
salones abiertos al cielo
con lo que parecía gente viviendo dentro,
como si no hubiera ocurrido nada.
Algunos junto a una chimenea
o alrededor de la televisión,
sus rostros de cera fingiendo
caricias de los dedos
de ese fuego de fantasía.
Otros sentados a una mesa
metiendo cucharadas
de polvo y ceniza en sus bocas.
Bajo el entramado de vigas del vestíbulo
dialogan seriamente un médico y un cura.
En la puerta de al lado,
reza un niño en pijama
junto a su lecho, embrión de fe
indefenso bajo un millón de estrellas.
Al fondo, ese nimbo omnipresente,
vigilado por ventanas tullidas,
amenaza el poco espacio que queda,
como un péndulo oscuro,
el puño del político encima del estrado.

    (de su libro Glaciation)                                        
*Traducción de PEDRO SÁNCHEZ SANZ.
http://traducciones.lagallaciencia.com/





REGENERATION  

First we were shown pictures.
Ruins of suburban homes,
rooms open to the sky,
with what looked people inside
living on as if nothing had happened.
Some gathered round a fireplace
or television,
their waxen faces pretending
the fantasy fire's fingers
touched them.
Others sat at a a table spooning dust
and ash into their mouths.
In the rafter-strewn hallway
a priest and a doctor in earnest dialogue.
Next door a child in pyjamas
praying by his bed, an embryo of faith
exposed to a billion stars.
In the back ground always that nimbus shape
watched by cripple windows,
bullying the remaining space,
dark pendulum,
a politician's fist above the podium.


EL FINAL DE NIETZSCHE*

Sí, ese del sillón soy yo,
mi cara dócilmente encendida de locura.
Los perros corren con los huesos que desecho
y estas viejas tontas me los devuelven.
Se inclinan sobre mí, alborotando.
Pero yo aún soy Dionisos
y con una mano terriblemente delgada
que emerge de la manta
digo adiós al mundo que roí hasta los huesos.
¿Y qué son mis ojos ahora?
La sombra de humedad que rápidamente
se esfuma de la piedra.
¿Y qué es mi corazón?
Un guijarro en un charco negro
en el lado de la montaña
que nunca toca el sol.
¡Idiotas!
Y la estupidez que está por venir,
monos de cuerda golpeando la piel del tambor
y mi rostro que aparece de nuevo
bajo la escarcha
deteniendo el deshielo.


*Traducción de PEDRO SÁNCHEZ SANZ.


NIETZSCHE AT THE END

Yes, that’s me in the armchair,
my face obediently lit by madness.
Dogs run with any bone I give up
and these silly old women fetch them back.
They lean in on me, fussing.
But I am still Dionysus
and with a terrifyingly thin hand
emerging from the blanket
I wave the world I gnawed white away.
What are my eyes now?
The shadow of moisture fading
too quickly from stone.
What is my heart?
A pebble in a black pool
on the side of the mountain
that never sees the sun.
Idiots!
And the stupidity that must come,
clockwork monkeys beating the skin drum
and my face seen again beneath the ice
interrupting every thaw.



GLACIATION   –  After Shelley’s ‘Mont Blanc’

Once handed over by the deities to death,
we truly began to live, glacial.
Now, cut off in our ice holes
we listen to the creeping snout,
the slow cracking of human hearts,
lashed rafts almost submerged by pain,
that somehow are carried down
between steep walls of rock,
before whose primeval malevolence
the earlier explorer turned insane.
Birds cry out sadly as they wheel again
back and forth over the sucking abyss,
over the monstrous plaster limb of ice.
Here where firs are snapped like twigs
and huge boulders weigh their anchors
to set out on endlessly repeated summer nights,
or in winter when fresh shale and rock
peppers the dull blue ice, and wolves
drag tattered scraps of carrion about.
Against the waxing moon they unleash
their white snarls, then sated run into the forest,
the dark dust spaces, to sleep side by side
licking each others bloody faces.
And the huge cables quiver mournfully
on their towers, where in clusters
the little cars huddle together.
But they are lifeless, deserted
and all around tall firs sag with snow.
There is no way through.
Only the relentless flow of unseen rivers
in deep icy fissures, where the leathery bodies
of the ancients are strangely preserved.
Crows form a thicket on a lonely mountain road.
At the cars approach they rise with reluctance.
In the slipstream the fur of the carrion faintly stirs.
A hungry prey is hunted by hungrier wolves.
We do not see the kill, nor the ice move
and in summer’s thaw leave its passengers
polished skulls in clear rock pools.
Vainly the climber hacks into the ice wall
and the explorer sinks his nation’s flag.
Nothing remains of their inexplicable straining.
Only the ice moves, a snake slowed by feeding.
The ice moves and shackled, relentless,
slave winds groom her awful surface.



HARROWING

Do you see the old moon waiting,
a tired gull tethered to the harrow
above the dawn reluctant field.
Do you see the rabid activists,
book brandishers, men of power
burning crude effigies for the crowd
and how even this evil is absorbed
by the eye blink of a deer in a glade?
Do you see the unblemished children
prodding the ditch with sticks?
They are finding out what it feels
to sink down an escalator in the mall
into the cutlasses of neon,
the vacancy encrusted men and women,
finery of the pit where coinage entrails
spill themselves unashamed.
Do you see this and weep for another age
which is only a mocking fantasy,
a tail pinned on the donkey,
a desperate raking of coals, brief glow,
piano played by the tramp’s filthy nails,
or another rower whipped aboard
your heart’s slow slave ship.
Feel the prow dip and drink,
only momentum and more funerals,
the warmth of child and mother
slipping away into jaundiced snow.



GUIDED TOUR OF THE RUINS

Gather round, ladies and gentlemen,
and behold,  for this was their city
their profound well, reflecting
a sad constellation of cheap tin stars.
Nourished on the hampers of decadence,
still they breathed in night’s mint air
and under the elaborate tortures
of their own design, finally confessed…
Let us begin downtown, when,
on gala night, the hysterical movie star
was suddenly impaled
on a lance of white-hot realisation.
How she struggled to swab her wound
as the onyx limousine pulled away.
Let us remember, ladies and gentlemen,
the day when all finally awake
and fight to take cuttings
from madmen’s brains.
Imagine, if you will, how worms feel
when finally the rotten apple gives.
Imagine the hardest winter,
imagine the longest scream
quite unable to fade, for that is how
this generation lived…










EDWARD LUCIE-SMITH [17.421] Poeta de Jamaica

$
0
0

Edward Lucie-Smith

Nació en Jamaica en 1933. Se mudó a Reino Unido en 1948 y estudió en Oxford. Más tarde se trasladó a Londres donde lideró el grupo literario The Group. Es un autor prolífico (poesía, novela, historia, arte, biografía) y es un afamado crítico de arte. 

John Edward McKenzie Lucie-Smith es un británico escritor, poeta, crítico de arte, curador, locutor y autor de catálogos de exposiciones.

Obras 

Poesía y Ficción:

The Fantasy Poets: Number Twenty Five (1954)
A Tropical Childhood and Other Poems (1961)
Confessions & Histories (1964)
Penguin Modern Poets 6 (1964) with Jack Clemo and George MacBeth
A Game of French and English (1965) poems
Jazz for the NUF (1965)
Mystery in the Universe: Notes on An Interview with Allen Ginsberg (1965)
The Penguin Book of Elizabethan Verse (1965), editor
A Choice of Browning's Verse (1967)
Five Great Odes by Paul Claudel (1967), translator
Borrowed Emblems (1967)
Jonah: Selected Poems of Jean-Paul de Dadelsen (1967), translator
Silence (1967), poetry
The Penguin Book of Satirical Verse (1967), editor
The Little Press Movement in England and America (1968)
More Beasts for Guillaume Apollinaire (1968)
Snow Poem (1968)
Towards Silence (1968)
Egyptian Ode (1969)
Holding Your Eight Hands (1969; science fiction verse anthology), editor
Six Kinds of Creature (1969)
Six More Beasts (1970)
British Poetry since 1945 (1970 anthology), editor
The Rhino (1971) with Ralph Steadman
A Garland from the Greek (1971)
French Poetry Today: a bilingual anthology (1971), editor, with Simon Watson Taylor
Primer of Experimental Poetry 1, 1870–1922. Volume I (1971) editor
Two Poems of the Night (1972), with Ralph Steadman
The Well-Wishers (1974)
Joan of Arc (1976)
The Dark Pageant (1977)
One Man Show (1981), with Beryl Cook
Private View (1981), with Beryl Cook
Bertie and the Big Red Ball (1982), with Beryl Cook
Beasts with Bad Morals (1984)
Poems for Clocks (1986)
Changing Shape: New and Selected Poems (2002)

No Ficción:

Rubens (1961)
What Is a Painting? (1966)
Liverpool Scene: Recorded Live along the Mersey Beat (1967) editor
Sergei De Diaghileff (1929) (1968) with Anthony Howell
Thinking about Art: Critical Essays (1968)
Movements in Art since 1945 (1969)
Art in Britain 1969–70 (1970) with Patricia White
A Concise History of French Painting (1971)
Eroticism in Western Art (1972) revised as Sexuality in Western Art , 1991
Symbolist Art (1972)
Movements in Modern Art (1973) with Donald Carroll
The First London Catalogue (1974)
Late Modern: The Visual Arts Since 1945 (1975)
The Invented Eye: Masterpieces of Photography, 1839–1914 (1975)
The Waking Dream Fantasy and the Surreal in Graphic Art 1450–1900 (1975) with Aline Jacquot
The Burnt Child: An Autobiography (1975)
World of the Makers: Today's Master Craftsmen and Craftswomen (1975)
How the Rich Lived: The Painter as Witness 1870–1914 (1976) with Celestine Dars
Fantin-Latour (1977)
Art Today: From Abstract Expressionism to Superrealism (1977)
Joan of Arc (1977)
Toulouse-Lautrec (1977)
Work and Struggle: The Painter as Witness, 1870–1914 (1977), with Celestine Dars
Outcasts of the Sea: Pirates and Piracy (1978)
A Concise History of Furniture (1979)
A Cultural Calendar of the 20th Century (1979)
Super Realism (1979)
Art in the Seventies (1980)
The Story of Craft: The Craftsman's Role in Society . Phaidon, Oxford, 1981; ISBN 0714820377
The Art of Caricature (1981)
The Body Images of the Nude (1981)
The Sculpture of Helaine Blumenfeld (1982)
A History of Industrial Design (1983)
The Thames & Hudson Dictionary of Art Terms (1984)
Nudes and Flowers: 40 Watercolours by David Hutter (1984)
Steve Hawley (1984)
Art of the 1930s: The Age of Anxiety (1985)
American Art Now (1985)
Lives of the Great Twentieth Century Artists (1985)
The Male Nude: A Modern View (1985) with François De Louville (this book features Hockney , Kitaj & Shaw ), et al.
Michael Leonard: Paintings (1985) with Lincoln Kirstein
American Craft Today: Poetry of the Physical (1986), with Paul J. Smith
Sculpture Since 1945 (1987)
The Self Portrait: A Modern View (1987), with Sean Kelly
The New British Painting (1988), with Carolyn Cohen and Judith Higgins
The Essential Osbert Lancaster: An Anthology in Brush and Pen (1988) editor
Impressionist Women (1989)
Art in the Eighties (1990)
Art Deco Painting (1990)
Fletcher Benton (1990) with Paul J. Karlstrom
Jean Rustin (1990)
Harry Holland: The Painter and Reality (1991)
Keith Vaughan 1912–1977: Drawings of the Young Male (1991)
Wendy Taylor (1992)
Andres Nagel (1992)
Alexander (1992)
Art and Civilization (1992)
The Faber Book of Art Anecdotes (1992), editor
Luis Caballero: Paintings & Drawings (1992)
20th Century Latin American Art (1993)
British Art Now – A Personal View (1993), with Zsuzsi Roboz and Max Wykes-Joyce
Fritz Scholder , A Survey of Paintings 1970–1993 (1993)
Race, Sex and Gender in Contemporary Art: The Rise of Minority Culture (1994)
Elisabeth Frink : A Portrait (1994)
John Kirby: The Company of Strangers (1994)
American Realism (1994)
Art Today (1995)
Panayiotis Kalorkoti , Reflections of Grizedale (Acrylics, Watercolours, Etchings) (1995)
Visual Arts in the 20th Century (1996)
Leonardo Nierman : 1987–1994 Painting/Sculpture/Tapestry (1996)
Albert Paley (1996)
Ars Erotica: An Arousing History of Erotic Art (1997)
Dunbar Mining The Surfaces (1997)
Glenys Barton (1997), with Adrian Flowers and Robin Gibson
Impressionist Women: Reality Observed (1997)
Adam: The Male Figure in Art (1998)
Chadwick (1998)
Zoo: Animals in Art (1998)
Lives of the Great 20th Century Artists (1999)
Sean Henry – the Centre of the Universe (1999), with Beatrice F. Buscaroli
Women and Art: Contested Territory (1999), with Judy Chicago
Judy Chicago: An American Vision (2000)
Flesh and Stone (2000)
Sergio Ceccotti , Editions Lachenal & Ritter, Paris, 2001.
Art Tomorrow (2002)
Roberto Marquez (2002)
David Remfry : Dancers (2003), with Dore Ashton and Carter Ratcliff
Color of Time: The Photographs of Sean Scully (2004), with Arthur C. Danto and Mia Fineman
Censoring the Body (2007) ( ISBN 1905422539 ) [ 4 ]
"Byzantium & Beyond: The paintings of Dave Pearson" (2012), with Margaret Mytton



“La Cámara es un ojo inventado”

Edward Lucie-Smith




LLUVIA NOCTURNA

La lluvia cae en cadena
como cuentas de rosario.
Erosiona noche, roca, 
todas las cosas sucumben
bajo ella.
No puedo decir si está
arrastrando el tiempo, ni
si esto es el tiempo, tangible
como el agua.
Ha retornado la fiebre
como un río congelado.
Me estoy disolviendo, solo,
en la cama.
Mi carne se está volviendo
como esos húmedos sacos
abandonados ahí
afuera, en la oscuridad
del jardín, y que se hunden
muy lentamente en la tierra.

*Traducción de PEDRO SÁNCHEZ SANZ.
Del libro The Well-Wishers (1974).
http://traducciones.lagallaciencia.com/




NIGHT RAIN

The rain falls in strings, beads
to be counted. It wears
out the night and the rock;
all things succumb to it.
I cannot tell if time
is being washed away,
or if this is time, made
tangible as water.
My fever has returned,
like an icy river.
In bed alone, I am
dissolving. Flesh becomes
like the wet sacks out there
abandoned in the dark
of the garden, lapsing
slowly into the earth.





A LITTLE ODE

One door slams,
Another opens.
Things happen
In ways we cannot know.
How did we come to where we stand
On mountaintop,
In valley,
High or low?
Is there some turning clockwork
We obey?
Or do we have a say
In all this wandering?
Can we be sure,
Amidst our blundering,
That we’re self-guided?
Or are we the derided
Toys of fate?
That’s not the thing to ask.
Life gives us its own task.
What one asks is:
How did it taste?
Did it bring dark or light,
Joy or fright,
Gain or waste?
How went the day?




AMBITION

Ambition took her
To that high window –
She flew through it,
And broke.

You could say
Ambition broke her,
Shattered her plan
To be the first…

The first in eons
To lift the lid
Of Pandora’s box.

‘Free us! Free us!’
A buzzing swarm
Of women’s secrets.

Too heavy for one,
So she looked about
For a man of power.

Wrong choice.
He picked her up
And threw her away.



Caravaggio Dying

Potto Ercole, July 1610, aged 36 

1

It goes. The fever leaves me. Even thirst
Is merciful and goes. My clumsy tongue
No longer bursts my lips. I’ve lost my anger.
It left, and left me empty. I greet smiling
My new-found death.

                        Oh true, I might have died
A little sooner. At Naples last October
A dagger missed. So now the fever strikes.
It doesn’t matter. Arrest, loss of goods,
Which met me here in Porto Ercole,
The Pope’s pardon that I came in hope of,
And the Grand Master’s enmity I ran from,
Are like the flea-stricken bed.
I cannot budge for them. No-one supposed,
Not even I, I’d live to be much older.

What’s left? What I have painted, scattered in
Rome’s palaces and churches, Naples, Malta –
Some of my latest, done in Sicily,
Already gnawed by salt air, candlesmoke.
Perhaps they’ll be forgotten. All will rot
Sooner or later, just as bodies rot.
My images visit me. As children come
To watch a father’s deathbed, they are with me.


My own head. Seen in mirrors. Cleanly axed.
By the frame’s edge. Then. in my pictures painted:
Young, wigged with snakes and screaming – staring 
gorgon
Made for a prince to stare at. Leering image
To freeze the great and mighty in their places.
Later, my own head for Goliath’s painted.
Held in the tender hand of a young David,
Beard drenched with sweat, cheeks sunk, eyes flutter 
     open –
So I have looked, stumbling from a shared bed,
Humbled by the boy’s easy, lewd surrender. 

My vices. Framed on walls. A naked urchin,
Mocking my namesake Michelangelo,
Sprawled on a cloth and insolently caressing
A ram, my lustful symbol. I got credit
For new invention, painting this St John – 
At least my Baptist speaks of wilderness
(St John, St John, into what wilds you drove me,
Cursed me as Neptune did the wise Ulysses). 

Another boy, one plumed with borrowed wings
A Roman, offering wares. Giustiniani
Who bought it from me said he liked it best
Of all his pictures. ‘Sir, a noble liking!’
Was what I told him. ‘Lie in my soiled bed.
You know love-making makes me sweat in rivers.
Press your nose down upon that crumpled sheet
The boy bestrides. I think you’ll smell sweat still.’
But still he bought it. Now this keyhole shows him
My conquest of Amore Vincitore 


Still other images. Enough to show
It was not only boys and women called me
Out into taverns, brothels, Roman alleys.
A fortnight’s painting paid for a month’s brawling;
Sometimes amidst the brawling was a picture.
I wore a sword and used it. All my natures
Unleashed in turn, and then in turn depicted.

Three card-players. Two cheat, and one is cheated –
Ail three myself. The Saviour calling Matthew.
I’m Matthew hearing the voice, drawn out of doors,
And I’m the indifferent watchers. One dark theme
Often returned to. See it my Judith,
Her stern brows set, her sharp blade cleaving through
The sinewy neck. The dark blood, jetting out,
Stains Holofernes’ pillow. His face twisting ... 

I saw that face I’d painted, as my knife
With an oiled smoothness gently, gently glided
Into the soft flesh of Ranuccio’s groin.
Ranuccio whom I killed. I think that we
Quarrelled for a dark purpose. As I killed him
I suddenly felt a long release and sweetness
I’d never had with either boy or woman.
I’d have felt the same with his knife sheathed in me. 


St John. St john. It was Ranuccio
made you my patron, and you led me far
To bring me here. Such lonely wilderness.
A heavy punishment for a sly picture. 

To Naples, first, escaping. then to Malta,
Summoned by the Grand Master of your Order.
I was a knight, too, when I did this portrait.
A Knight of Grace. I scapegrace. Do saints laugh?
I could have sworn I heard your naked laughter.
You owe me something for your altarpiece
There in Valetta. theme: your decollation.
Payment: a golden collar and two slave-boys.
A high, blank wall; an eager shining platter.
You, prison-worn, being butchered.
I did not mock you then. Forgive me for it. 

And then I fell from grace. De Wigancourt
Put all his holy bravos on my back.
And so to Sicily. From house to house
Shadowed and hunted. Sheltered for my genius.
Great pictures for small, churches. Lazarus
Raised and not raised. I neither lived nor died. 

Then this last voyage here. Arrest. Mistaken.
The thieving captain gone with all my baggage.
The blank sea-mirror held to my black anger.
A fever caught me. On this July day
They’ll bundle me underground in an hour or two,
Or I’ll be swollen like a corpse from Tiber. 

How does it feel, this change? As I imagined.
I raise my arms as Paul does in my picture
Painted nine years past for the Cerasi chapel –
Lying on his back, cast doen by revelation,
Hands clenched, soul clenched. The vision
   going,
And sight quite gone. The, brute world that has thrown
   me
Waits, like my horse, till I resume my journey.



SILENCE 

Silence: one would willingly
Consume it, eat it like bread.
There is never enough. Now,
When we are silent, metal
Still rings upon shuddering
Metal: a door slams, a child
Cries; other lives surround us. 

But remember, there is no
Silence within; the belly
Sighs, grumbles, and what is that
Loud knocking, that summoning?
A drum beats, a drum beats. Hear
Your own noisy machine, which
Is moving towards silence.




LOVERS 

Et ego confiteor! tua sum nova praeda, Cupido;
porrigimus victas at tura iura manus.
                  Ovid: Amores, I, ii

1.

Clothes on a chair, torn off
Pell-mell, in the hurry
To be joined, and get to
Our business. Lax, slack
Pieces of cloth, the shed
Husk that the world looked at.
The constructed being
So lightly got rid of,
I marvel at all the years
Spent making it. But
Later, dressing, I see
How we are both transformed,
That the material
Clingingly moulds us, and
The voice and face alter 
As the armour fastens. 

2.

Locked, rocking together
In the animal act,
Limbs tensed, mouthing the old
Banned ritual words... Soon
Memory will soften
The harshness of loving.
Our bodies will slip, roll
Numbly apart, hands linked
Perhaps, or thighs brushing
One over another.
These are the times we hold
Easily in mind: not
The immediate, hard
And dangerous minute,
When the self drowns, and the
Stifled cry wrenches out.

3.

Someone else’s sweat, still
Pungent on the pillow.
The sheets rumpled; each fold
Seeming to remember
The act that created it.
I ;lie upon a chart,
A record of movements,
Intertwinings, knottings
Of limbs. And our whispers
Have died in the hollow
Dark of the room. Absence...
Then the blackness fills up.
You people it; your selves,
Guessed at, are around me.
My hands reach out, surprised
That they do not find you. 

4.

No sooner over, the
Partner gone, the flesh still
Wrenched and weary, than a
Voice begins and images
Burn on the screen of the
Closed eyelid. To be thus,
And thus. The bowels shake
With impossibly wild
Spasms, and the fibres groan.
Now, waking in the dawn,
I am calmer, and have
Time to listen to the
City which moves towards
Another part of its
Cycle. And there, far off,
The crowing of a cock. 

5.

The ghost of your body
Clings implacably to
Mine. When you are absent,
The air tastes of you, and
Last night the sheets had your
Texture. Then, when I looked
In this morning’s mirror,
I found a bruise which had
Suddenly risen through
The milky flesh, a black
Star on the breast, surely
Not pinned there before (I
Count my wounds, and record
The number). How did it 
Arrive? The ghost made it.
I turn, hearing you laugh. 

6.

The body burning bright
Like a light bulb. Fever
Thinning its substance. I
Do not know if the flesh
Shines because of what we
Did together, but the 
Heat of fever is now
Entirely yours, your own
Ambassador, as if
You filled my veins with a
Reminder; as if, too,
My blood became yours - I
Keep it on sufferance
Only. Make a cut and
Let it drain out. You
Rise from the red, embodied. 

7.

The rain falls in strings, beads
To be counted. It wears
Out the night and the rock:
All things succumb to it.
I cannot tell if time
Is being washed away,
Or if this is time, made
Tangible as water.
My fever has returned,
Like an icy river.
In bed alone, I am
Dissolving. Flesh becomes
Like the wet sacks out there
Abandoned in the dark
Of the garden, lapsing
Slowly into the earth. 

8.

Ah, how I want to make
Every inch of skin,
Each muscle and organ
Mine! My name, thought of, or
Casually spoken,
Must seize your joints. Any
Hint of my presence must
Bring dryness to the tongue,
A cracking of knuckles.
Let these be the signals
That travel between us.
Do not ask if they go
Already from you to
Me. The hand shakes, forming
The words of the poem

       



MICHELINY VERUNSCHK [17.422] Poeta de Brasil

$
0
0

Micheliny Verunschk 

Poeta e historiadora brasileña nacida en Recife, Pernambuco en 1972. 

Libros

Geografia Íntima do Deserto (2003)
O Observador e o Nada (2003)
A cartografia da noite (2010)
B de Bruxa: Bonnus bonnificarum (2014)
Nossa Teresa (2014)




Geografia Íntima do Deserto (2003)


El cuerpo amoroso del desierto

Tu cuerpo
blanco y tibio
(que debería llamar sereno)
es para mí
suave y doloroso
como las arenas cortantes
de los desiertos.
Qué importa
que ignores mi sed
si tu espejismo
es agua cristalina.
Y el espejismo agito con mil lenguas
y cada una es un pájaro
bebiéndola.
Pican mi piel
escorpiones de fuego y sol
con su veneno
y veo,
herida de deseo,
los granos tan leves
yéndose al viento.

La presencia dolorosa del desierto

Tu nombre es mi desierto
y puedo sentirlo
incrustado en mi propio territorio.
Como una perla
o un gesto en el vacío.
Como el amargo azul
y todo cuanto tiene de ilusorio.
Tu nombre es mi desierto
y es tan vasto.
Sus dientes tan afilados
sus soles rabiosos
y sus letras
(saetas de oro y plata
en mis labios)
son mi tercio de misterios dolorosos.

*Traducción de Mario Grande.




O Corpo Amoroso do Deserto

Teu corpo
branco e morno
(que eu deveria dezir sereno)
é para mim
suave e doloroso
como as areias cortantes
dos desertos.
Que importa
Que ignores minha sede
se tua miragem
é agua cristalina.
e a  miragem eu firo com mil línguas
e cada una é um pássaro
a bebê-la.
Ferroam a minha pele
escorpiões de fogo e sol
com seu veneno
e vejo,
magoada de desejo,
os grãos tão leves
indo embora ao vento.

A Presença Dolorosa do Deserto

Teu nome é meu deserto
e posso senti-lo
incrustado no meu própio território.
Como uma pérola
Ou um gsto no vazio.
Como o amargo azul
e tudo quanto há de ilusório.
Teu nome é meu deserto
e ele é tão vasto.
Seus dentes tão agudos
seus sóis raivosos
e suas letras
(setas de ouro e prata
nos meus lábios)
são o meu terço de mistérios dolorosos.




Dúo

El violín

Abandonado a la sutil caricia
de la curva de la mandíbula
apenas finge     
que vibra cuando
está en el ballet febril
de las puntas de los dedos.
(Tallado en noble madera,
el hijo de Eros
se entrega al gozo animal
por el humano sexo…)


Violonchelo

La loca dama, desnuda y salvaje
se recuesta y lucha
con su músico:
que manteniéndola
entre las piernas
va aprendiendo
músculo a músculo
el gemido denso
de madera ronca
la doma intensa
el sexo acústico. 

*Traducción de Mario Grande.



Duo 

O Violino

Entregue à sutil carícia
da curva do queixo
mal finge
que freme mesmo
é ao balé febril
da pontas dos dedos.
(Talhado em nobre madeira,
o filho de Eros
é dado ao gozo animal
Ao humano sexo…)


Violoncello

A louca dama, nua e fera
deita e luta
com o seu músico:
que a mantendo entre as pernas
vai aprendendo
músculo a músculo
o gemer denso
de madeira rouca
a doma intensa
o sexo acústico.




Rápido monólogo do caçador com sua caça

Trago
Pardos
Os olhos
De cobiça
Que atiro
Sobre ti,
Teu verbo/teu sexo:

Tua presa 
de
marfim.




Cartório do 2º ofício

Cato os minutos, 
Grãos de milho
Caídos na música
Datilográfica
Do relógio velho
Da parede;
Sementes loiras
De tão sonífera
Claridade
Que só os posso
Contemplar
Com os olhos
Semicerrados;
Óvulos de pó
Que ajunto
No bojo do avental
Para tentar
Saciar a fome
Desse galo voraz,
Desse expediente infindo.




Férias

A adstringência argilosa de tua carne
Pressupõe certas fúrias inauditas, 
Iras cintilantes de matéria
Que desmentem toda metafísica.
Escrita em fogo e sal, a tua carne, 
É experimentada em incoerentes heresias
( Poema linearmente metrificado 
e também dissolutamente corrompido ).
Escrita em fogo e sal, a tua carne, 
É carne-álgebra
Ou carne-geometria, 
Carne ( e apenas carne )
Somente a carne —:
A carne sem qualquer filosofia.




Vampiro

A palavra 
querida 
do teu nome 
é morcego 
nas minhas 
madrugadas 
e consome 
o meu sangue 
e minha alma. 
Consome: 
que és incêndio 
em minha casa... 





Amiga

Amiga, 
lavei os pratos,
mas a mágoa
mastigou-me
o inteiro dia
— esse pedaço
de carne crua
com nervos difíceis
aos dentes,
que sou —.
Se ao menos
eu pudesse banhar
meus pés
na bacia de ágata
do meu avô,
não perdoaria tanto
meus sentimentos
mesquinhos
e debruçaria-me
sobre o balcão
sem rir
e seria
mais triste e grave
e, claro, vestiria luto
por tudo
que foi morto
na minha e tua amizade.
Mas, como vês, 
Não sei da bacia branca
donde eu sairia 
apaziguada.





Memória

O meu pai 
possuía uma das asas 
muito negra 
e dele herdei 
estas estrelas na testa 
e esta noite excessiva. 
De minha mãe 
lembro apenas 
clarins e água 
e que cantava 
canções de janeiro. 
As pedras brancas 
do xadrez 
deslizam suaves 
sobre a asa muito negra 
que foi do meu pai 
e eis toda a lembrança 
que tenho da pátria.




Inventário

O armário 
esconde coisas insuspeitadas 
sol 
nudez 
tintas 
— essa coleção de peças íntimas. 
O armário 
esconde ideogras
e se chinesas, 
e, num canto escuro, 
uma cetra.




ALEX DIMITROV [17.423]

$
0
0

Alex Dimitrov 

Nacido el 30 de noviembre de 1984, en Sofía, Bulgaria, es un poeta americano y el fundador de Wilde Boys, un salón de la poesía gay en la ciudad de Nueva York.  

En 2014 inició Night Call un proyecto poético multimedia mediante el cual él lee poemas online a extraños en la cama. Dimitrov es también fundador de Wilde Boys.Sus poemas han sido publicados en Poetry, The Yale Review, Kenyon Review, Slate, Poetry Daily, Tin House, Boston Review y en the American Poetry Review, que lo premió con el premio Staley kunitz en 2011. 

Es editor de contenido en the Academy of American Poets e impate clases de escritura creativa en Rutgers University.

Dimitrov se crió en Detroit, Michigan. Asistió a la Universidad de Michigan en Ann Arbor, donde estudió con la poeta Anne Carson, y recibió una licenciatura en Inglés y Estudios de Cine en 2007. En 2009 recibió una maestría en la poesía de Sarah Lawrence College, donde estudió con la poeta Marie Howe.

Bibliografía:

American Boys, 2012 (Floating Wolf Quarterly)
Begging for It, 2013 (Four Way Books)


Fe Americana

Te preguntas si esta ciudad te matará.
Como el chico triste metiéndose cocaína cuelga
sus piernas sobre la cornisa de otro tejado
y tu canción favorita del verano termina
o está empezando – Parece demasiado breve como para que importe.
La vida de alguien es una luz roja o azul en la distancia.
Nada de esto te desgarrará como te gustaría.
Sabes que viniste aquí por razones equivocadas,
así que dime, ¿si Nueva York fuera una palabra,
sería dinero o ambición?
Si eres afortunado, el amor te dejará olvidarte de una de las dos.
Piensas sobre esto
mientras observas a alguien hermoso
meter  una pastilla en tu boca
y un sentimiento pasajero en tu cuerpo.
Y el amor –el amor otra vez –
como una sirena nocturna, pasa.
¿Por qué entrar en detalle?
América va de encontrar algo a lo que adorar.

*Traducción de Elisa Alaya
http://traducciones.lagallaciencia.com/



American Faith

You wonder if this city will kill you.          
The way the sad boy doing cocaine dangles
his legs over the ledge of another roof
and your favorite summer song ends
or is it beginning—it feels too brief to matter.
Someone's life is a red or blue light in the distance.
None of this will strip you down the way you'd like.
You know you came here for the wrong reasons,
so tell me, if New York was a word
would it be money or ambition?
If you're lucky, love will let you forget about one of the two.
You think about this
while you watch someone beautiful
put a pill in your mouth
and a temporary feeling in your body.
And love—love again—
like a night siren, passes.
Why go into detail?
America is about finding something to worship.




Lines for People After the Party

And whenever they couldn’t speak they looked at each other.
How long should I look at the world before I go home?
It’s a moody life like Debussy on a weekend
and all the appointments and money and drinks they do go.
So with our beautiful coats we went back to that mess
and what happened? Someone found what they wanted
by night, by mistake. In the car it felt like summer
and we lived with no sun    . . .    just metals and leather.
A lot of   Mondays. A lot of you in the grass I go to and touch.
Oh and Los Angeles for its slow light. Rome for when it gets late.
You. Not you, but you who are reading   . . .
what won’t you ask for and want?
Of course I remember it differently because I was broke
and it feels like I’m broke still.
The cabs lined up but no one took him
where he wanted to go. Those months shared a face
and the face of a dog on a street was the only thing
that really saw you (for a long time).
Then I heard you were traveling, I heard you were somewhere,
I heard you were nowhere anyone looked for at all.
French stationery. Construction. Sent then deleted. Missed you
so sorry next time press yes to continue press now.
And I stood on Barrow then Greenwich then Allen
then all streets, every street, all the time, everyone.
There was a check you used just to drive out there.
There was a storm that brought a gold door in front of their shoes.
You know, it doesn’t get easier with the lights on.
It doesn’t get easier to watch the play with an end.
On the way out someone said, what a terrible way to portray life.
But about us. Hide all week then some place
we go empty the dark in. In the dark
with our vices and best shirts and history’s dress.
Then you could find me anytime. And then there’s right now.
Where wouldn’t we go to be no one and those people again?




The Last Luxury, JFK, Jr.

Born of the sun, we traveled a short while toward the sun.
Where there were seasons and sky. Where there were monuments.
Like a single engine plane in a July haze.
Or our nights that pile up like shoes in a guest room.
I would talk about the weather when I’m in the right weather but when.
At the Stanhope Hotel, just hours before, they were people.
The Navy divers found them lying under one hundred and sixteen feet of waves.
Or a small body of water meeting a new, larger body.
Healthy body. Nobody. We just couldn’t decide.
Spatial disorientation occurs when you don’t refer to your 
instruments
and begin to believe the whatever inside you.
When I punished the Austrian roses by forgetting about them
I knew that they couldn’t keep beauty and they couldn’t keep time.
The day of his father’s funeral: November 25, 1963, was also his third birthday.
Then — sometimes: the urge for new windows.
A color other than black for the best days.
In fourteen seconds plummeting at a rate beyond the safe maximum.
The safe maximum at the office, bedroom, or bar.
On the way there, somewhere between floors, no velocity could recover us.
And again. Sometimes the right music,
sometimes lucky to be in good light.
Once a week I go into a room and pretend to have similar interests.
Every day I wake up and brush to the left.
We’re the good people, the bad people, and the people we aren’t.
Socialite, journalist, lawyer. Americans. These Americans.
They always button their coats when they see luck.
Dear Johnny boy, thanks for asking me to be your mother
but I’m afraid I could never do her justice.
My eyebrows aren’t thick enough, for one.
But you know, it was like eating the best grapefruit.
Being here. Here. (Here and then what.)
“ ... yet once you start answering those questions ... where do you stop?”
The old photograph of a young salute.
That one send-off to death, family; the beginning of character.
Maybe you know it’s the last year of the century. So come late and leave early.
(Others flying similar routes reported no visual horizon.)
It’s the last luxury. To go early and never come back.




Together and by Ourselves

I opened the window so I could hear people.
Last night we were together and by ourselves.
You. You look and look at Diver
for Crane by  Johns and want to say something.
In the water you are a child without eyes.
Yesterday there was nothing on the beach
and no one knows where it came from.
There’s a small animal lodged somewhere inside us.
There are minutes of peace.
Just the feel.   Just this once. Where does the past,
where should the period go?
What is under the earth followed them home.
The branch broke. It broke by itself. It did break, James.
We were there and on silent. We were delete, shift, command.
Slow — in black — on an orange street sign.
Missing everywhere and unwritten — suddenly — all at once.
Him. He misses a person and he is still living.
I haven’t missed you for long and you are so gone.
Then he stepped away from the poem midsentence    . . .
we must have been lonely people to say those things then.
But there are rooms for us now and sculptures to look at.
In the perfect field someone has left everything
including themselves. You. You should stay here.
It’s a brutal and beautiful autumn.
With his hands in the sand, on the earth, under time
he touched something else.
People are mostly what they can’t keep and keeps them.
And inside the circular cage of the Ferris wheel you saw the world.
In the steam, on the mirror: you wrote so so so    . . .
so if   you’re looking for answers you’re looking
at every water tower around here.
Why does the sea hold what it loves most below?
Fear. Hopeless money. All the news and the non-news.
How could anyone anywhere know us? What did we make?
And the leather of   your chair   . . .    it has me marked
so good luck forgetting. The world was a home.
It was cruel. It was true. It was not realistic.
Make sure you date and sign here then save all the soft things.
Because everyone wants to know when it was,
how it happened — say something about it.
How the night hail made imprints all over.
Our things. Our charming and singular things.



Este não é um poema pessoal

Este não é um poema pessoal.
Eu não escrevo sobre a minha vida.
Eu não tenho vida.
Eu não faço sexo.
Eu não experienciei a morte.
Não tome isso como pessoal mas
eu também não tenho quaisquer sentimentos.
Os sentimentos que eu não tenho não controlam a minha vida.
Eu tenho imaginação. Eu estou imaginando agora.
Este poema está preocupado com a linguagem em um nível bem simples.
Este poema roubou essa linha de John Ashbery.
Este poema quer que você o curta,
por favor clique em "curtir".
Este poema foi escrito durante uma recessão.
Eu sou tão politicamente consciente
que a palavra "política" está no meu poema.
Este não é um poema novaiorquino.
Não há lugar o bastante para todas as guerras neste poema.
O casamento gay agora está neste poema.
Você já curtiu este poema?
Foi escrito em 2011 em Nova Iorque e postado há 11 minutos.
Você dormiria com o poeta que escreveu este poema?
Você compraria o livro dele? Clique aqui.
Este poema ama a linguagem.
Este poema dormiu com outros poemas
escritos por poetas que amam a linguagem.
Todos os poetas amam a linguagem.
Vamos falar sobre linguagem enquanto as pessoas morrem.
Este poema se preocupa muito, mas quer que você
pense que ele não se preocupa de verdade.
O orador deste poema pode ter
nascido em um antigo país Comunista.
Isso pode ou não importar.
Eu tive um orgasmo antes de escrever este poema.
Eu estou usando meus óculos de sol enquanto leio este poema.
Todo mundo vai morrer,
por favor não tome isso como pessoal.
O mundo. O mundo.
O mundo é quente como o sangue e pessoal.
Eu roubei essa linha de Sylvia Plath.
Coloque seu dinheiro neste poema.
Eu amo a cena do facial.
Este não é um poema pessoal.
Este poema é somente sobre Alex Dimitrov.

(tradução de Rubens Akira Kuana)



This is not a personal poem 

This is not a personal poem.
I don’t write about my life.
I don’t have a life.
I don’t have sex.
I have not experienced death.
Don’t take this personally but
I don’t have any feelings either.
The feelings I don’t have don’t run my life.
I have an imagination. I’m imagining it now.
This poem is concerned with language on a very plain level.
This poem stole that line from John Ashbery.
This poem wants you to like it,
please click “like.”
This poem was written during a recession.
I’m so politically conscious
the word “politics” is in my poem.
This is not a New York poem.
There’s not enough room for all the wars in this poem.
Gay marriage is now in this poem.
Have you liked this poem yet?
It was written in 2011 in New York and posted 11 minutes ago.
Would you sleep with the poet who wrote this poem?
Would you buy his book? Click here.
This poem loves language.
This poem has slept with other poems
written by poets who love language.
All poets love language.
Let’s talk about language while people die.
This poem cares a lot but wants you
to think that it doesn’t really care.
The speaker of this poem may have been
born in a former Communist country.
It may or may not matter.
I had an orgasm before writing this poem.
I have my sunglasses on while reading this poem.
Everyone is going to die
please don’t take it personally.
The world. The world.
The world is blood-hot and personal.
I stole that line from Sylvia Plath.
Put your money on this poem.
I love the money shot.
This is not a personal poem.










HÉLIA CORREIA [17.424] Poeta de Portugal

$
0
0

Hélia Correia

Nació en Lisboa, Portugal en Febrero de 1949. Poeta y dramaturga, se reveló como novelista con O Separar das Águas (1981), a la que siguieron Montedemo, Casa Eterna, Insânia, Bastardía, Lilias Fraser y “Adoecer”. Autora teatral de temas griegos —Perdição-Exercício sobre Antígona, O Rancor – Exercício sobre Helena, Desmesura, Exercício com Medeia—,  entre sus obras más recientes figura el poemario A Terceira Miséria (2012).

Obra 

Ficción

1981 - O Separar das Águas
1982 - O Número dos Vivos
1983 - Montedemo
1985 - Villa Celeste
1987 - Soma
1988 - A Fenda Erótica
1991 - A Casa Eterna
1996 - Insânia
2001 - Lillias Fraser (Prémio de Ficção do Pen Club)
2001 - Antartida de mil folhas
2002 – Apodera-te de mim
2008 - Contos
2010 - Adoecer

Poesía

1986 - A Pequena Morte / Esse Eterno Canto
2012 – A Terceira Miséria

Teatro

1991 - Perdição, Exercício sobre Antígona
1991 - Florbela
2000 - O Rancor, Exercício sobre Helena
2005 - O Segredo de Chantel
2008 - A Ilha Encantada (versão para jovens de William Shakespeare)

Para la Infancia

1988 - A Luz de Newton (7 Histórias de Cores)



LA TERCERA DESGRACIA

Traducción del portugués: Mario Grande

1.

¿Para qué, preguntó él, para qué sirven
Los poetas en tiempos de indigencia?
Dos siglos transcurridos desde la hora
En que se escribió esta media línea,
No la hora del ángel, no: la hora
En que el resplandor de la luna llena, en
     [el monte enmudecido,
Fulguró tan desesperadamente
Que una antigua sustancia, esa belleza
Que podía tocarse en un desvío
De la polvorienta carretera, en el terror
De los perros nocturnos, en la continua
Perturbación, morada de la alegría;


2.

Esa belleza que era también asombro
Por el don de la palabra y por su uso
Que se alzaba y abatía, se levantaba
Y abatía otra vez, dejando siempre
Una huella extraordinaria. Sí, la hora,
Dos siglos atrás, en que una ausencia
Y su gran silencio habían centelleado
Sobre la mano del poeta, como despedida.


3.

Tardía ya, pues no quedaba ni
Una desolación, eco ninguno,
Solamente un corazón que enloquecía
Como por amor, exactamente
A la manera del amor, así como igualmente
Una mujer, Diotima, transmigrada
No por el alma, no por la esencia,
Sino por lo que hay en el cuerpo del volumen
De la estatua, sacratísimo y terrenal
Y duradero y listo para pudrirse.


4.

Y, sobre la indigencia, no había
Nada que decir, nada que hacer, decía,
Ofreciendo la nuca, sin saber
Para qué se movía su mano,
Moviéndola, sin embargo, proclamando
La gran muerte por la que vendría
La muerte de las palabras, al menos
Era lo que él presentía y se engañó.


5.

Se dice: nuestra indigencia nada tiene
De semejante con la suya. Y su grito,
Esa pregunta, la última en salir
De la garganta cortada, poco audible
Entre el borboteo de la sangre, la
     [desdichada
Pregunta: ¿Para qué?, atestiguando
Que la pérdida se había instalado para
[siempre,
Era el del hijo abandonado, aquel
Que los dioses, al retirarse, no miran
Ni favorecen más.


6.

                          No obstante, pasada
Historia abundante y tanta literatura
Sobre estos lamentos, cuando la misma
Palabra, la indigencia, nos viene al
      [pensamiento
Sin que nos atrevamos a usarla,
Porque sin dioses, sin el sentimiento
Siquiera de su falta, nacemos
E incapaces de recordar, secando
Chupando todo, incluso lo que no
Nos sirve de alimento, lo que circula
Por las entrañas de la tierra, su linfa,
Esa que los argonautas todavía habían visto
Exudar, como la sangre, de los roquedos
Cuando todo cantaba y era herido.


7.

Nosotros, los ateos, nosotros, los monoteístas,
Nosotros, los que reducimos la belleza
A pequeñas tareas, nosotros, los pobres
Engalanados, los pobres confortables,
Los que a sí mismos se engañaban
Mirando hacia arriba, hacia las torres,
Suponiendo que las podrían habitar,
Gloria de las águilas que ni águilas tiene,
Sufrimos, sí, de idéntica indigencia,
Por la ruina de Grecia.


8.

                                               ¿Dónde está
Tu bella Atenas, la que vio
Aparecer entre los hombres la justicia
Y la palabra libre y, aún más,
La visibilidad, las cuentas públicas,
Una altivez de iguales? ¿Qué le habían dicho
Al emperador persa? «Simplemente,
Luchamos bien, luchamos por nosotros mismos
Y por nuestra patria. No luchamos
Bajo el mando de nadie. No veneramos
Ni nos sometemos a mortales.»
¡Oh, ojalá habláramos así, ojalá
El señor de los enigmas, Apolo,
Nos diera un pensamiento de estrategia!
Sin embargo, ¿no murió también Apolo?


9.

¿Para qué, preguntó él, para qué sirven
Los poetas en tiempos de indigencia?
La torre, el cementerio, la quimera,
Todo existía ya, pero cada cosa
Desconocía a las otras, nada entonces
Albergaba un proyecto. Ni siquiera
Un designio amoroso. No eran sino
Cosas: piedras, enfermedades y paisaje
Cuya condición viva se traduce
Por la exhalación de la humedad
Y por alguna casi imperceptible
Elevación en el pecho. Sosegado
Parecía el mundo.  (…)

Traducción de Mario Grande.
De "Relógio D’Água", Lisboa, 2012.




A TERCEIRA MISÉRIA

1.

Para quê, perguntou ele, para que servem
Os poetas em tempo de indigência?
Dois séculos corridos sobre a hora
Em que foi escrita esta meia linha,
Não a hora do anjo, não: a hora
Em que o luar, no monte enmudecido,
Fulgurou tão desesperdamente
Que uma antiga substância, essa beleza
Que podia tocar-se num recesso
Da poeirenta estrada, no terror
Das cadelas nocturnas, na contínua
Perturbação, morada da alegria;


2.

Essa beleza que era também espanto
Pelo dom da palabra e pelo seu uso
Que erguia e abatia, levantava
E abatia outra vez, deixando sempre
Um rasto extraordinario. Sim, a hora,
Dois séculos atrás, em que uma ausência
E o seu grande silêncio cintilaram
Sobre a mão do poeta, em despedida.


3.

Tardia já, pois não restava mesmo
Uma desolação, eco nenhum,
Somente um coração que enlouquecia
Como que por amor, exactamente
À maneira do amor, havendo mesmo
Uma mulher, Diotima, transmigrada
Não pela alma, não pela essência,
Mas pelo que há no corpo do volumen
Da estátua, sacralíssimo e terreno,
E duradouro, e pronto a apodrecer.


4.

E, sobre a indigência, não havia
Nada a dizer, nada a fazer, dizia,
Oferecendo a nuca, não sabendo
Para que se movia a sua mão,
Movendo-a, no en tanto, proclamando
A grande morte pela qual viria
A morte das palavras, pelo menos
Era o que ele presentía e enganou-se.


5.

Diz-se: a nossa indigência nada tem
De semelhante à dele. E o seu grito,
Essa pregunta, a última a sair,
Da garganta cortada, pouco audível
Entre o golfar do sangue, a desditosa
Pregunta: Para quê?, testemunhando
Que a perda se instalara para sempre,
Era o do filho abandonado, aquele
Que os deuses, retirando-se, não olham
Nem favorecem mais.


6.

                                        Porém, passada
História abundante e tanta literatura
Por sobre estes lamentos, quando a mesma
Palavra, a indigência, nos ocorre
Sem que nos atrevamos a usá-la,
Porque sem deuses, sem o sentimento
Sequer da sua falta, nós nascemos,
E incapazes de lembrar, secando,
Sugando tudo, até aquilo que não
Nos serve de alimento, o que circula
Nas entranhas da terra, a sua linfa,
Essa  que os argonautas ainda viram
Exsudar, como um sangue, dos rochedos
Quando tudo cantava e era ferido.


7.

Nós, os ateus, nós, os monoteístas,
Nós, os que reduzimos a beleza
A pequenas tarefas, nós, os pobres
Adornados, os pobres confortáveis,
Os que a si mesmos se vigarizavam
Olhando para cima, para as torres,
Supondo que as podiam habitar,
Glória das águias que nem águias tem,
Sofremos, sim, de idêntica indigência,
Da ruína da Grécia.


8.

                                         Onde está ela,
A tua bela  Atenas, a que viu
Aparecer entre os homens a justiça
E a livre palabra e, ainda mais,
A visibilidade, as contas públicas,
Uma altivez de iguais. O que disseram
Ao imperador persa? «Simplesmente,
Lutamos bem, lutamos por nós mesmos
E pela nossa pátria. Não lutamos
A mando de ninguém. Não veneramos
Nem nos submetemos a mortais.»
Oh, assim nós falássemos, assim
O senhor dos enigmas, Apolo,
Nos desse um pensamento de estratégia.
Porém Apolo não moreu também?


9.

Para quê, perguntou ele, para que servem
Os poetas em tempo de indigência?
A torre, o cemitério, o devaneio,
Tudo existia já, mas cada coisa
Desconhecia as outras, nada então
Albergava um projecto nem sequer
Um desígnio amoroso. Eram apenas
Coisas: pedras, doenças e paisagem
Cuja condição viva se traduz
Pela exalação da humidade
E por alguna quase imperceptível
Elevação do peito. Sossegado
Parecia o mundo.




Dois fragmentos finais (de A Terceira Miséria)

32.

Estão as praças,
Como ágoras de outrora, estonteadas
Pela concentração dos organismos,
Pelo uso da palavra, a fervilhante
Palavra própria da democracia,
Essa que dá a volta e ilumina
O que, por um instante, a empunhou.
Oh, os amigos, os abandonados,
Esses, os destinados ao extermínio,
Esses os belos despojados, nus,
Os que, mesmo nascendo no Inverno,
Pouco sabem do frio, gente que dorme
Na sombra do meio-dia, ouvindo o canto
Das cigarras, o canto sobre o qual
Hesíodo escreveu. Gente do Sul,
Gente que um dia se desnorteou.


33.

De que armas disporemos, senão destas
Que estão dentro do corpo: o pensamento,
A ideia de polis, resgatada
De um grande abuso, uma noção de casa
E de hospitalidade e de barulho
Atrás do qual vem o poema, atrás
Do qual virá a colecção dos feitos
E defeitos humanos, um início.




Poema

Ouço o incêndio, as fábricas. O berço
do suor interrupto. Ouço às vezes quem se ama
onde o amor não há – apenas morre
no clandestino abrir.
Ouço às vezes quem rompe os mapas cerce
e então na noite recupera as loucas
emigrações da história. Ouço crescendo
secamente os filhos no rancor e na linfa.
Astuciosamente recolhendo as vastidões adversas.
Ouço em momentos fartos o entulho,
desdobrada a raiz, fundar o mês da heresia,
a sábia recriação do sumo.
Ouço o arado. A luz. Profundamente
os barcos segregados na propensão do mar.
Ainda quem a medo desagregue
a centenária paz:
- os homens,
onde os ouço, aqui recordo
as origens compradas do terror.
Os homens, onde os ouço, aqui confirmo
suas mãos.











NORA MITRANI [17.425]

$
0
0


NORA MITRANI  

(1921, Sofía [Bulgaria] - 1961, París). Tras llevar a cabo estudios de filosofía y obtener un diploma en estudios superiores sobre Malebranche y Maine de Biran, Nora Mitrani, trabaja como investigadora en el C.N.R.S. (donde conocerá a Naville) en sociología y filosofía, y entra en contacto con los surrealistas hacia 1945. Ligada al grupo de Breton, publica numerosos estudios en Medium; Le surréalisme, même y en L’âge du cinema. Entusiasta del lenguaje y sus juegos, compuso con Bellmer los anagramas de Rose au coeur violet. 



Hans Bellmer y Nora Mitrani con La poupée


El rostro sonriente de Nora Mitrani se descubre en muchas obras de Bellmer de los años 50, por ejemplo Déshabillage ou L’embryon rouge. Libre y ferviente, se la encontraba en verano en Saint-Tropez, cuando el lugar era todavía poético. Bajo el pseudónimo de “Daniel Gautier” escribió en Franctireur una serie de artículos (“Portugal 50”) y sus conferencias en Lisboa le permitieron conocer al poeta O’Neill. El más hermoso texto de Nora Mitrani es sin duda Au centre du cyclone, y se publicará, tras su su muerte brutal y prematura, Chronique d’un échouage (relato). Fue de aquellos filósofos-poetas para quienes el surrealismo es inseparable de la vida, y Breton, en una dedicatoria de 1955, pudo escribir de ella: “La idea que me hago de la nobleza, muchas veces ha pasado por las inflexiones de su lenguaje y de su pensamiento” (RENÉ PASSERON).

Unos datos más en relación con Nora Mitrani, escritora búlgara que tuvo un papel tan importante en determinado momento de la vida del poeta portugués Alexandre O'Neill, origen del poema "Un adiós portugués" (publicado en No Reino da Dinamarca, 1958). En 1961 Nora Mitrani se suicidó y tras saber de ello O'Neill escribió "Seis poemas confiados à memória de Nora Mitrani" (Poemas com endereço, 1962).


Bibliogr. Au centre du cyclone, Le Soleil Noir, París; Liberté d’être, “Le surréalisme, même” nº 2, París, 1957 (acompañado de poemas de Pessoa); Scandale au si secret visage, Le Soleil Noir, París, 1950.

Datos de Archivo Surrealista.


OBRA DE NORA MITRANI:

Rose au cœur violet, Ediciones du Terrain vague, Losfeld, Paris 1988, antología de textos escritos entre 1940 et 1960 y reunidos por Dominique Rabourdin con un prefacio de Julien Gracq.

Hans Bellmer et Nora Mitrani









Dos poemas (y dos retratos) a la memoria de Nora Mitrani, de Luis María Marina

Imaginemos (bien pudiera ser) no haber oído nunca su sonoro nombre, o haberlo oído lejana, desinteresadamente, leído quizás en el pie de firma de algún manifiesto surrealista, o quizás en una nota a pie de página de un estudio sobre este o aquel artista ligado a esa corriente. Imaginemos encontrarlo por vez primera de manera consciente al comienzo de El desconocido de sí mismo, el ensayo que abre la Antología con que Octavio Paz «descubre» a un oscuro poeta portugués de nombre Fernando Pessoa, y contribuye así de manera decisiva a incorporarlo al canon literario de nuestro tiempo (de manera particular en el mundo de habla hispana, pero no solo). Una noche del otoño del 58, en París, en una cena con amigos en una casa del Marais, Octavio Paz escuchaba de boca de Nora Mitrani el nombre hasta entonces para él desconocido de Fernando Pessoa; días más tarde, leía algunos poemas de Pessoa-Caeiro que Mitrani había traducido al francés para la revista Le Surréalisme, Même; meses más tarde, ya en portugués, la Obra poética, prestada por Vieira da Silva, el famoso ensayo de Adolfo Casais Monteiro y «los volúmenes de la edición portuguesa», que, a buen seguro, eran aquellos blancos de las Obras completas que Ática comienza a publicar en 1942. Al escribir El desconocido de sí mismo Octavio Paz quizás pensaba que, sin aquella noche del otoño del 58, bien es posible que no hubiese conocido a Pessoa hasta mucho más tarde —en el 62 se instalaba en la India y sus caminos ya solo volverían a pasar por la capital del surrealismo cuando este había perdido gran parte de su impulso―. Pensaba, quizás, que sin los misteriosos amigos que ofrecieron su casa en el Marais, no hubiese conocido a Pessoa. Que sin París, no hubiese conocido a Pessoa. Y, sobre todo, que sin Mitrani, no hubiese conocido a Pessoa.

Pero, con ser esta historia interesante, y reveladora (quizás por eso Paz siente la necesidad de contarla) de cuán azarosos son los caminos por los que los poetas llegan a ser traducidos a otra lengua —o cuán poco si convenimos con la propia Mitrani en una cierta teoría del destino en que «cuando la consciencia se da cuenta de esos lazos [los que unen el orden de las ideas con el orden de los hechos] los llama acaso»—, nos detendremos en otra historia, menos conocida que la ya contada, pero igualmente reveladora de aquello (el azar) o de esto (el destino): la de cómo Nora Mitrani, la escritora surrealista con nombre de diosa oriental, llegó a Portugal y conoció la poesía de Fernando Pessoa, y en el camino conoció y se enamoró del poeta Alexandre O’Neill y fue retratada por el fotógrafo Fernando de Lemos. Una historia que comienza en enero de 1950, con un viaje de Mitrani, la cosmopolita, la libérrima, a la Lisboa pacata del salazarismo más gris; o, para ser más exactos, dos historias que se cruzan en ese justo instante (un instante como ese otro, genial y único, en que dos lenguas se acercan, ejecutan una demorada danza y durante un instante imperceptible a los ojos humanos —pero a la vez definitivo— se comunican, se penetran, se aman: un milagro que por pura comodidad llamamos traducción), pero que habían comenzado en dos tiempos y en dos estaciones distintos.

La locomotora de los Mitrani —judíos, probablemente sefarditas— había partido en los años treinta de una estación búlgara con destino a París, huyendo quién sabe de qué rechazos o buscando quién sabe qué destinos. Para la madre de Nora y buena parte de la familia Mitrani, ese destino acabará por ser la deportación durante la ocupación nazi y el agujero negro de Auschwitz, donde su rastro se desvanece. Nora estudia filosofía en la Sorbona con una identidad falsa y, desde 1946, se incorpora con pasión a las actividades del grupo surrealista, reorganizado tras la vuelta a Francia de Breton. Escribirá —sobre todo en las revistas del grupo; sobre todo ensayo y crítica de arte, pero también poemas anagramáticos, reunidos en Rose au coeur violet [1] también una selección de los Crímenes ejemplares de Max Aub para la Nouvelle Revue Française[2]—; firmará manifiestos e iniciará una fecunda relación con el artista alemán Hans Bellmer, que se había acercado al grupo parisino a través de sus famosas poupées articuladas de tamaño natural, uno de los más orgánicos (y eróticos) objetos surrealistas. De la compleja relación (1946-1949) entre Bellmer y Mitrani, que aquel declaró sentir por periodos como «una fiebre», poseemos un impresionante abanico de impresiones artísticas con Nora Mitrani como inspiradora mediata o inmediata; distintas técnicas que exploran a conciencia, obsesivamente, el cuerpo femenino, en una gradación asombrosa (que la propia Mitrani diseccionará más tarde en un brillante ensayo sobre el trabajo de Bellmer): desde la pornografía más rotunda —la serie de fotografías «Nora on the Beach»—, pasando por lecciones de un fantástico tratado de anatomía —los aguafuertes y tintas con que ilustra la Historia del ojo de Bataille, donde Odilon Redon y el manga se dan bizarramente la mano—, hasta el finísimo estudio psicológico de la estilizada, y absolutamente contemporánea, feminidad de Mitrani —su delicado retrato de finales de los cuarenta. Sin querer entrar en la polémica acerca de la condición de las mujeres surrealistas (reducirlas a un solo aspecto —femme fatale, niña-mujer— no consigue sino un efecto reduccionista de complejas personalidades y complejas relaciones artísticas), apenas diremos que, en ninguna de tales representaciones, nos parece que la modelo asuma la posición de un objeto; por el contrario, es la imagen, por ejemplo, los turbadores primeros planos de sus órganos sexuales en «Nora on the Beach», la que sirve de eficaz instrumento a un proyecto profundamente liberador, regido por la mente de Bellmer, sí, pero también, en la misma medida, si no más, por la de la propia Mitrani y orientado, como un dardo certero, a la sensibilidad del espectador.

La otra locomotora, quizás mucho menos glamourosa, pero igualmente decidida en su marcha, había arrancado, a mediados de los años cuarenta, en una constelación de cafés lisboetas. Un grupo heterogéneo de poetas, críticos y artistas plásticos (Mário Cesariny, Alexandre O’Neill, Marcelino Vespeira, Cândido Costa Pinto, José-Augusto França, António Pedro, Fernando de Azevedo y Fernando de Lemos, entre otros) encontraba en el surrealismo no solo una ideología capaz de impulsar la locomotora hacia «una real ciudadanía para todos y una real libertad de cada uno consigo mismo» [3] más importante, un afilado bisturí para tratar de sajar la costra gris que, tras la eclosión del primer modernismo (el de Pessoa y Sá-Carneiro, el de Almada Negreiros y, en cierto modo, de Amadeo Souza Cardoso), se había tendido sobre las artes portuguesas no ya con el beneplácito, sino con el más decidido impulso del régimen de Salazar, instrumentado a través de la acción infatigable de su principal propagandista, António Ferro, y la coerción, claro está, de la cada vez más activa policía política, la PIDE.

Los surrealistas comienzan a hacerse notar en la escena artística lisboeta a partir de 1947 por medio de un programa de acciones, intervenciones, conferencias, lecturas,publicaciones más o menos periódicas (entre las que destacan los Cadernos Surrealistas), Cadáveres exquisitos (a los que fueron particularmente afectos los surrealistas portugueses —Cesariny reunió una selección de ellos en su Antología do cadáver esquisito―), exposiciones de artes plásticas. No nos detendremos (ya lo ha hecho brillantemente Perfecto E. Cuadrado[4] a dilucidar si los surrealistas lusos llegaron alguna vez a organizarse como verdadero movimiento; apenas recordaremos un factor que, sin duda, influyó en la rápida disolución del movimiento —si es que llegó a haberlo— y en la configuración del surrealismo portugués como un archipiélago de «personalidades surrealistas». Unos cuantos de los anteriormente mencionados (desde luego Cândido Costa Pinto, António Pedro y del propio Cesariny) habían mantenido o mantenían relaciones directas con André Breton, y por lo tanto podían, llegado el momento, proclamarse intérpretes auténticos de la fe surrealista. No es por ello de extrañar que, al separarse, en 1948, del Grupo Surrealista de Lisboa para formar la escisión Os surrealistas, Cesariny se dirija a aquellos de quienes se alejaba en los siguientes términos: «Sirva la presente para decir que me desligo por completo del llamado Grupo Surrealista de Lisboa por no creer que sea Grupo, y menos aún que sea Surrealista».

La razón ardiente

Y en estas discusiones (a ratos bizantinas) acerca del verdadero sentido de la revelación surrealista, aparece en Lisboa Nora Mitrani, perteneciente al círculo de íntimos de Breton, con una carta de presentación del apóstol parisino para sus prosélitos lusos. Las razones materiales de su viaje no están claras: quizás el final de su relación con Bellmer la impulsó a buscar nuevos aires; o quizás, como cree recordar Fernando de Lemos, Mitrani vino a Lisboa buscando a algún pariente suyo que supuestamente habría huido de la guerra y se habría instalado en la ciudad; mucho más clara es, en cambio, la impresión que la llegada del arcángel parisino causó en el ambiente surrealista de la ciudad. Pronto se incorporará a las actividades del grupo.

El 12 de enero encontramos a la búlgara pronunciando, quizás en uno de los salones neomudéjares del Palácio Alverca, o quizás en la Casa das Beiras, una conferencia dentro del ciclo de actividades del Jardim Universitario de Belas-Artes, organizado por el pintor Guilherme Filipe[5] . «La raison ardente: du Romantisme au Surréalisme» es el título de la ponencia, que poco más tarde el poeta Alexandre O’Neill traducirá al portugués y publicará como quinto (y último) volumen de los Cadernos Surrealistas. La conferencia de Mitrani traza una densa genealogía poética y epistemológica del surrealismo; entendiendo por tal antes una determinada forma de conocer lo real que una concreta corriente histórica: «la experiencia surrealista va más allá de la escuela, el grupo al que se llama surrealista; la búsqueda de la surrealidad es búsqueda de la verdadera realidad…», dirá Mitrani. Pues epistemología es, antes que nada, la aproximación surrealista al mundo. Entre las dos grandes tradiciones de conocimiento —«la tradición del día y la tradición de la noche; el pensamiento claro y discursivo por un lado; el pensamiento oculto e intuitivo por otro»—, entre Descartes y Nietzsche, el surrealismo no tiene dudas: su elección estará siempre con el lado de lo oscuro, y no solo por amor de escatologías, sino por verdadera fe en que esa es la única vía de acceder a la totalidad y así revelarla. Y aquí Mitrani busca naturalmente el asentimiento de uno de sus grandes maestros, al que dedicará parte de sus más lúcidas páginas, Sade, de cuya radicalidad extrae una filosofía paradójicamente (o no tanto, si bien se mira) consoladora. «A su manera —afirma—, el Marqués de Sade luchó contra el principio de separación […]. Su impiedosa revelación de las obsesiones amorosas no podía dejar de herir, claro está, a las buenas conciencias; pero hay otra revelación más impiedosa aún; y es que el universo de Sade es sádico, tanto como el hombre; diremos aun que el sadismo humano solo se desarrolla en función de la naturaleza […]. El hombre es tal vez mejor que la naturaleza».

Agostada, pues, la razón en los abismos del medio siglo, la poesía, «demonio de lucidez», se revela herramienta privilegiada de una tal forma de pensamiento, ya que, siempre que sea verdadera, sabrá «poner en evidencia, con la mayor economía de medios, las posibilidades de que dispone el ser humano de conocer y, al mismo tiempo, transformar el mundo». He aquí que, con los destellos de claridad con que busca penetrar las tinieblas, la poesía acaba por demostrar sus potencias reveladoras «aun… de lo que no es la noche». Sirviendo así a una sustancial función reparadora: «es mérito del surrealismo haber restablecido el contacto con la tradición negra, haber redescubierto, a través del romanticismo alemán, los grandes secretos perdidos de los alquimistas y de los caballeros que buscaban el Santo Grial; haber, sobre todo, traducido esos secretos a un lenguaje absolutamente moderno».

Al adherirse a una poética definida a partir de estas coordenadas, el surrealismo escapa de la jaula de la historia para hermanarse con otros hijos del misterio, libremente elegidos: Heráclito, Platón, Duns Scotto, Erckardt, Sade, Lautréamont, Engels, Rimbaud, Freud, Breton. De entre una tan larga prosapia, la atención de Mitrani se detiene en los románticos alemanes. Pues antes de que Rimbaud se afanase el buscar al otro que habitaba en su yo; antes de que el psicoanálisis revelase a los surrealistas las posibilidades del inconsciente, ya Novalis había desbrozado el único camino que el hombre ha conocido en cualquier tiempo para acceder al misterio: «El camino misterioso se dirige hacia el interior; en nosotros y no en otro lado se encuentra la eternidad con sus mundos, se encuentran presente y pasado». Introspección y conocimiento del yo como vía para poder conocer el mundo; sueño, deseos, locura, subversión total del espíritu, videncia como formas poéticas de esa intuición. Pero, para el surrealista, el corolario de la katábasis interior no es ni una retirada a los desiertos (el eremita); ni un extatismo sobrenatural (el romántico); por el contrario, y aquí se separa de este último, la profundización en el yo guía al surrealista a comprometerse con el mundo. Así lo afirma Mitrani: «El surrealismo deja entonces de ser una actitud; se vuelve, en el sentido más agresivo de la palabra, una aventura… que amenaza todas las integridades y equilibrios estables, que vuelve para siempre malditas las tierras de la media noche… al lado del mot d’ordre del conocimiento del mundo, brilla y arde el deseo de su total transformación».

Teniendo en cuenta que una de las características del surrealismo portugués fue precisamente una escasa elaboración teórica (bien es cierto que se trata del más tardío de los movimientos europeos, contando ya con un acervo «doctrinal» más que consolidado que algunos de ellos habían tenido ocasión de conocer de primera mano en París), la conferencia de Mitrani debió causar notable impresión en los correligionarios que la escucharon en la Casa do Alentejo o más tarde la leyeron en la traducción de O’Neill. La conferencia queda incorporada a los anales oficiales del surrealismo luso: esto es, a la cronología que acompaña a la antología de textos recogida por Cesariny con el título A intervenção surrealista. Y una epistemología muy similar a la expuesta por Mitrani trasluce, por ejemplo, el proyecto del poeta António Maria Lisboa de hacer de la poesía una verdadera Meta-ciencia.


Dos retratos

Pocas técnicas artísticas como la fotografía resultan a priori tan bien dotadas para los propósitos del surrealismo: inmediatez; naturalidad con que revela las deficiencias de la razón, las charadas de lo real; demostración de las limitaciones de la técnica; demostración de las posibilidades de la técnica puesta al servicio de una mente libre; vía oscura de acceso a lo claro; vía clara de acceso a lo oscuro; sueño permanente de la realidad y realidad instantánea del sueño. No es por ello extraño que se incorpore al acervo de herramientas surrealistas desde sus inicios; aun antes, desde Dadá.

La serie de fotografías que el surrealista Fernando Lemos (también poeta y artista plástico con una larga carrera posterior en Brasil) lleva a cabo entre 1949 y 1950 constituyen un auténtico hito en la historia de la fotografía lusa, pues representan el primer intento exitoso de superación de la fotografía amateur y salonista —la única admitida por el régimen, que en ella veía un medio de afianzar la autoimagen más pintoresca de la sociedad portuguesa—; el primer intento exitoso de, por utilizar la expresión de António Sena[6] «pensar fotográficamente» en Portugal. En Lemos, ese pensamiento fotográfico se pone al servicio de un proyecto surrealista en tanto que liberador; un proyecto que nunca se conforma con la imagen, pues busca revelar, por medio de ella, algo que siempre habita más allá de lo visible. Es el caso de la serie de retratos de un nutrido grupo de literatos y artistas del momento[7] (Cesariny, O’Neill, José Augusto França, Sophia de Mello Breyner Andresen, Jorge de Sena…), de la que forman parte los dos que tienen a Nora Mitrani como protagonista.




«El primero[8] es un poderoso plano medio titulado simplemente Nora Mitrani. En él, la búlgara se desdobla, gracias a la superposición de imágenes, técnica que Lemos preferirá siempre a la superposición de negativos por considerarla mucho más respetuosa con la técnica fotográfica, en algún sentido, mucho más «verdadera». De la cabeza de Mitrani surge una segunda cabeza de Mitrani, que es la misma sin serlo; se trata de una entidad seccionada, que remite desde luego al desdoblamiento que el yo experimenta durante el sueño, pero también a otros temas queridos al psicoanálisis y a los surrealistas. Así lo explica el propio Lemos: «Es un buen retrato de Nora Mitrani, semejante a otros muchos que hice del marido de Vieira da Silva —Arpad Szenes—, donde nos parece que la persona se vigila a sí misma. Muchas personas parecen tener dentro de ellas otra persona para criticarlas o elogiarlas».




«El segundo[9] se titula Marcelino Vespeira, Alexandre O’Neill e Nora Mitrani. Abraços lisboetas, y su compleja composición, que gira ahora en torno a Alexandre O’Neill, resume, al estilo de las novelas en imágenes de Ernst, toda una historia, la del breve amor entre Mitrani y el propio O’Neill. Lo cuenta Lemos:

O’Neill estaba deprimido por causa de Nora Mitrani, de la que estaba completamente enamorado y que se marchaba ya del país, y como no paraba de quejarse le sugerí que fuésemos al atelier. Nos fuimos a pie al atelier y llamé a Vespeira y a Mitrani y les dije: “vamos a hacerle un lavado de cerebro a este tío que anda con los plomos fundidos”. Y tomamos esta fotografía del lavado de cerebro… Aquí Vespeira, siempre entrometido, que veía una mujer y se volvía loco, también tenía que meter la nariz… La unión y la fuerza de la amistad hacen el resto del retrato, junto con la tristeza de lo que faltaba por estar prohibido en la vida portuguesa.

El artista surrealista como médium; lo oscuro, una vez más, como medio para revelar lo claro: Vespeira entrometido en aquel amor nacido para el fracaso; Mitrani (que acabará suicidándose en 1961) traspasada ya por una profunda angustia.

No deja, en todo caso, de resultar reveladora la comparación de estos dos retratos con los que de la misma modelo había tomado Bellmer pocos años atrás en París. No hay en las imágenes portuguesas de Mitrani referencia alguna a lo dionisíaco. En su retrato, surge hierática como una vestal negra, como una verdadera mujer de su tiempo, la belleza como arma de la inteligencia: una inteligencia afligida por la contemplación de la oscuridad que la rodea. Pero tampoco los Abraços lisboetas hablan de otra cosa que, como el propio Lemos reconoce, la amistad como remedio que calma (?) el dolor del amor fallido. En esto, qué duda cabe, debe leerse un intento de sobreponerse a las limitaciones impuestas por la censura[10]; pero quizás ello no sea suficiente para explicarlo todo. En una y otra imagen la luz solo alcanza a iluminar a los protagonistas, que se protegen incluso formando un círculo en torno a sí mismos; pero su luz contrasta vivamente con la profunda oscuridad del resto. Quizás para epatar a la sociedad parisina de su tiempo Mitrani necesitaba exhibir sin límites su sexo; pero aquí, el combate del surrealismo debe adaptarse a otra realidad, construyendo otro discurso, mucho menos sugerente sin duda, pero mucho más radical, por ello mucho más necesario. La belleza feroz de Mitrani es símbolo de una inteligencia que se afirma combatiendo las tinieblas («Que lleven su belleza como un reto y un escándalo, como un caballero su espada», dirá Mitrani cuando interrogada acerca de la manera de actuar de las mujeres surrealistas). Que se afirma, tout court, combatiendo, como reconocerá visceralmente el surrealista afro-americano Ted Joans, y suscribirá Mário Cesariny: «El surrealismo fue el arma que escogí para defenderme, y es y será siempre mi propia manera de vivir».



Un poema

La historia de amor entre O’Neill y Mitrani acaba por volverse metáfora desasosegante de la doblez de la realidad: la grisura de los tiempos contrasta con el fulgor del bisturí que busca abrirlo en canal para exponer la podredumbre de sus vísceras. Como la expone, crudamente, el poema de Alexandre O’Neill «Um adeus português», publicado en 1951 en la antología Unicornio, organizada por José Augusto França. Décadas más tarde, el propio O’Neill relatará, la ironía imponiéndose a la emoción disuelta ya en el tiempo, el fin de su historia con Mitrani:

Cuando escribí «Um adeus português», hace casi cuarenta años, estaba sufriendo presiones increíbles por parte de alguien de mi familia para no «ir detrás de la francesa». La francesa, mi querida y ya fallecida amiga Nora Mitrani, quería que yo me fuese con ella a París, donde vivía. «Vienes, te instalas y ya vemos», era lo que su optimismo me decía por carta. Pero no fue así. La presión (o mejor, la persecución) llegó hasta el punto de que hablaron con la policía política para el pasaporte me fuese denegado, lo que sucedió, no sin antes haber sido convocado a la propia sede de esa policía y ser interrogado por el subinspector Seixas… Me preguntó qué iba a hacer en París. Respondí: «Turismo». Quiso saber si conocía a la señora Nora Mitrani. Yo dije que sí. Entonces Seixas replicó: «Quizás usted quiere ir porque esa le ha metido quién sabe qué en la mollera». Con toda la serenidad que pude reunir, le hice saber que se confundía, que Nora Mitrani no era ninguna «esa» y que yo no tenía mollera. Pareció sorprendido. Después, irritado, me mandó salir. Y así estuve años sin conseguir pasaporte.

Pero por encima de ese relato, por encima de la historia real de un breve amor, por encima de la emoción real del poeta de veintiséis años que escribió el poema titulado «Um adeus português», nos interesa la emoción, fingida desde el momento en que ha sido escrita (y no por ellos menos real) del poema, la vibración ingenua del alma que vuelve a la adolescencia y se siente por ello capaz de todo, de la más bizarra aventura; la emoción irónica que se traslada al poema y lo atraviesa, inyectándole un inefable desasosiego; la emoción que se desborda al tiempo que se contiene, que se proyecta hacia cualquier pasado («No tú no mereces esta ciudad no mereces / esta noria de náusea en que giramos / hasta la idiocia / esta pequeña muerte / y su minucioso y sucio ritual / esta nuestra absurda razón de ser») y niega la posibilidad de todo futuro («tú eres de la ciudad aventurera / de la ciudad donde el amor encuentra sus calles / y el cementerio ardiente / de su muerte / tú eres de la ciudad donde vives pendiente de un hilo / de puro acaso»). Nos interesa la emoción convertida en necesidad y libertad, en rotación centrífuga de una rabia profunda, destructora de lo muerto y re-creadora de lo vivo; nauseabunda (la náusea es su consecuencia ulterior) y fertilísima, pues inaugura un sistema fluvial dentro de la poesía lusa del que también forman parte veneros tan caudalosos como un cierto Cesariny o un cierto Helder, y que discurre hasta nuestros días, en poetas como Diogo Vaz Pinto.

Queda, al cabo, el poema que O’Neill enviará a Mitrani; y queda la respuesta de Mitrani: «Leí tu Adiós. Me ha conmovido atrozmente».



Y otro(s seis) poema(s) a modo de epílogo

La historia de Nora Mitrani y Alexandre O’Neill no acaba el día desconocido (Fernando de Lemos cree que no estuvo en la ciudad del Tajo más de tres meses) que la búlgara vuelve a París. En la década de los cincuenta, aquella se incorporará como investigadora al Centre National de Recherches Scientifiques y publicará varios textos sociológicos, amará a Julien Gracq y seguirá manteniendo vivo su interés por lo portugués. Así, en el número 2 de Le Surrealisme, Même publica una breve nota titulada «Poésie Liberté d’Etre» y traduce poemas de Fernando Pessoa[11]. En este, Mitrani descubre a un poeta «poseído, pero milagrosamente libre»: poseído porque conoce los secretos del pensamiento oscuro («en su obra los símbolos rosacrucianos aparecen encastrados»), poseído, sobre todo, por una empresa, cuyo misterio Mitrani consigue resumir en unas pocas líneas magistrales: la aventura del artista que consigue arrancar de sí a los Otros que lo habitan, vestirlos con carne mortal y, proyectándolos al espacio, otorgarles las riendas de su propio destino. «Así el poeta se salvará (o se condenará), como Lautréamont o Rimbaud se salvaron cuando ferozmente desencadenaron a los monstruos que los habitaban».

O’Neill, quien durante algún tiempo será conocido como «el poeta del “Adiós portugués”», pronto se separará violentamente del surrealismo, y ya desde 1958, con su libro de poemas No reino de Dinamarca, se revelará como una de las voces fundamentales de la poesía lusa de la segunda mitad del siglo pasado. Una voz que había nacido contra lo imposible y que ya por siempre seguirá gritando esa única y desafiante palabra.

La historia común de ambos tiene un epílogo: el del suicidio de Nora Mitrani, en 1961, y el de los seis poemas elegíacos que a su memoria dedica Alexandre O’Neill.

Lisboa, 22 de septiembre de 2013



Un adiós portugués

En tus ojos altamente peligrosos
vive todavía el más riguroso amor
la luz de hombros puros y la sombra
de una angustia ya purificada

No tú no podías quedar conmigo
presa a la noria en que me pudro
nos pudrimos
de esta pata ensangrentada que vacila
casi medita
y avanza mugiendo por el túnel
de un viejo dolor

No podías quedarte en esta silla
donde paso el día burocrático
el día a día de la miseria
que sube a los ojos viene a las manos
a las sonrisas
al amor mal deletreado
a la estupidez a la angustia sin boca
al miedo perfilado
a la alegría sonámbula a la coma maníaca
del modo funcionario de vivir

No podías quedarte en esta cama conmigo
en tránsito mortal hacia el día sórdido
canino
policial
hacia el día que no viene de la promesa
purísima de la madrugada
sino de la miseria de una noche generada
por un día igual

No podías quedar presa conmigo
al pequeño dolor que cada uno de nosotros
trae dulcemente de la mano
a este pequeño dolor a la portuguesa
tan manso casi vegetal

No tú no mereces esta ciudad no mereces
esta noria de náusea en que giramos
hasta la idiocia
esta pequeña muerte
y su minucioso y sucio ritual
esta nuestra absurda razón de ser

No tú eres de la ciudad aventurera
de la ciudad donde el amor encuentra sus calles
y el cementerio ardiente
de su muerte
tú eres de la ciudad donde vives pendiente de un hilo
de puro acaso
donde mueres o vives no de asfixia
sino a manos de una aventurera de un comercio puro
sin la moneda falsa del bien y del mal



Seis poemas confiados a la memoria de Nora Mitrani

I

Para ti el tiempo ya no urge,
amiga.
Ahora eres muerte.
(¿Suicida?)

Ya Pierrot — vomitando fuego
(siempre al servicio de los amantes)
no entra en nuestro juego
como antes.

Mas ese oscuro servidor,
que defendimos una vez
(aún no te había dedicado
aquel adiós portugués…),

corre, ágil, como una llama,
entre nosotros dos (¡saltarín!)
y nos desafía a ir a la cama.
¿Por qué no esperas por mí?



II

¡Si pudiese yo decirte — siéntate aquí
en mis rodillas, déjame alisarte,
oh animalito amable, el pelo fino;
y después, a contrapelo, provocarte!

¡Si pudiese yo juntar en el mismo hilo
(¡infinito collar!) cada escalofrío
que a los viajeros complacidos dedos
hiciese descubrir nuevos enredos!

Si pudiese yo encerrarte en esta mano,
tejedora fiel de tantas líneas,
de tanto enredo imaginario, vano,
e incitar a alguien — A ver si adivinas…

Un fértil juego amor sería.
¡Y no este cerrar la mano vacía!



III

Sé cómo eres: el sol es bueno,
el aire vivaz.
Del azul a los azules, del verde a los verdes,
la tierra es niña y el tiempo rapaz.

También tú eres niña
(¡un gatito rebelde, tan natural!)
y correr descalza era justo lo que querías,
aunque fuera indecente en esta capital…

¡Y mientras, por otro verde poseído,
en versos me explico, bien o mal,
a la primavera corres, ya descalza,
sobre una hierba ideal!



IV

Pasan los años correteando…
¿Con o sin suerte,
no es tiempo acaso de vivir, de amar,
de resistir a la muerte?

Oye, amor, lo eterno y lo que él dice
a quien se da.
No esperes al tiempo: ¡sé feliz
que la felicidad es ya!

Y la felicidad y ese rostro electo
por ti,
es ese palmo de ternura y gesto
con que sonríe.

Y la felicidad es la melancolía
que en ese rostro existe,
cuando te quiere decir que solo por él
es bueno estar triste…

Pasen, pues, los años sacándonos
la lengua…
¡Si morimos será de amarnos
a toda hora!

¿Un año más de esperanza? ¡No lo quieras
si la esperanza es retrasar
y vívelo como si fuese la vida entera
si tuvieses que esperar!…



V

Estaba listo para morir
ese día.
No tenía hambre ni sed
ni alarma ni agonía.

Yo estaba tal como está
aquel que perdió a la amiga,
el hombre que sufrió ya
tanto (¡ni te imaginas!)

que quedó bien anegado
de fatiga
y se duplicó en alegre,
mas de una torpe alegría,

que no era propiamente alegre,
pero alegre se fingía
solo para engañar al muerto
que dentro de sí traía.

Este es un modo de decir
en que nadie tiene confianza,
pero mejor no lo sé decir:
¡así era como me sentía!
¿La soledad qué era?
¿El amor, qué sería?

Ya nadie me espera
a ningún sitio partía.
Estaba listo para morir
—y aún hoy moriría…
Así me quisieses dar
y quitar —solo tú— la vida.



VI

¿A qué vienes, soledad, con tu reloj
de manecillas de carnaza, de tictac de fieltro?
Ningún hombro sobre mi hombro recostado,

¿A qué vienes, oh camarada soledad?
¡Compañera, amiga, aun amante,
aun ausente, oh soledad, te amé,
como se ama el frío hasta que el frío da
la llama que tú das, oh soledad!

¿A qué vienes, enfermera? ¿No sabes que estoy muerto
que si digo mi sí o mi no
es solo para que los otros me crean otro
es solo para que un muerto no quite el sueño a los otros?

¿A qué vienes, soledad? ¡Anda antes a poseer
a los que aman sin esperanza y sin saber esperan,
dales tu consuelo, arrímales al hombro
tu hombro ninguno, oh soledad!

*

[1] Reunidos por Dominique Rabourdin, con prefacio de Julien Gracq, en Rose au coeur violet, Terrain vague-Losfeld, 1988.

[2] Nouvelle Revue Française, núm. 75, 1 de marzo de 1959

[3] Mário Cesariny, A intervenção surrealista, Assírio & Alvim, 1997.

[4] Perfecto E. Cuadrado, Única real tradição viva. Antologia da poesia surrealista portuguesa, Assírio & Alvim, 1998.

[5] Guilherme Filipe (1879-1971), formado con José Malhoa y, en Madrid, con Sorolla. Participó en los ambientes literarios madrileños (en particular en la tertulia del Pombo) y expuso en varias ciudades españolas. En los años treinta, de vuelta en Lisboa, se destacó como promotor cultural; entre sus actividades más exitosas se cuenta precisamente el Jardim Universitário de Belas-Artes, sede de las primeras acciones del Grupo Surrealista de Lisboa.

[6] António Sena, História da imagem fotográfica em Portugal, 1939-1975, Porto Editora, 1998.

[7] Y que se pueden consultar en la páginas web de la Colección Berardo (http://pt.museuberardo.pt/colecao/artistas/321) y del Centro de Arte Moderno de la Fundación Gulbenkian (http://www.cam.gulbenkian.pt/index.php?headline=98&visual=2&langId=1).

[8] http://pt.museuberardo.pt/colecao/obras/682

[9] http://pt.museuberardo.pt/colecao/obras/683

[10] Dirá Cesariny: «Si hubiésemos montado un movimiento, íbamos presos […], claro que era posible haber formado un movimiento; es posible ser héroe, ser mártir, matarse o dejarse matar por alguien. Pero la verdad es que sentíamos un cierto amor a la vida…». Las fotografías de Lemos serán expuestas en 1952 en la Casa Jalco, con escándalo, pero sin intervención de la PIDE.

[11] Nora Mitrani, «Poésie Liberté d’être», seguido de «Poémes de Fernando Pessoa», en Le Surréalisme, Même, núm. 2, printemps 1957.



BISHNU DEY [17.426] Poeta de India

$
0
0

Bishnu Dey 

Nacido18 de julio 1909 Calcuta, Presidencia de Bengala, la India británica
Murió03 de diciembre 1982 Calcuta, Bengala Occidental, India
ProfesiónPoeta, académico
Bishnu Dey (bengalí: বিষ্ণু দে) fue un prominente poeta bengalí, prosista, traductor, crítico académico y del arte en la era de la modernidad, la posmodernidad. Ganó el reconocimiento por la calidad musical de sus poemas, y forma parte de la Tagore generación de poetas bengalíes, como Buddhadeb Basu y Samar Sen, que marcó el advenimiento de la "Nueva Poesía" en la literatura bengalí, profundamente influencia de ideología marxista

Su más importante colección de obras, poesía, Smriti Satta Bhabishyat (Memoria, siendo, el Futuro) (1955-61), estableció un nuevo precedente en bengalí poesía. Más tarde se lo ganó 1965 Premio Akademi Sahitya en bengalí, así como el premio más alto literaria de la India, Premio Jnanpith, en 1971. 



Nada Mas en Oscuro  

No ten miedo nada mas en oscuro
Pon tu cara en mis manos
Dame tristeza, felicidad a los ojos
Crea tu victoria por abrazar en dos brazos,
Mete tu fusión en mi ritmo.

Hoy la luz intolerante está quemada en odio,
No tengo interés en este dia malicioso,
La oscuridad es sólo la pureza,
La canción del amor está aturdido en odio.
Cubre tu cara en mis manos.


Poema original: অন্ধকারে আর

অন্ধকারে আর রেখো না ভয়
আমার হাতে রেখো তোমার মুখ
দুচোখে দিয়ে দাও দুঃখ সুখ
দুবাহু ঘিরে গড়ো তোমার জয়,
আমার তালে গাঁথো তোমার লয়।

অসহ আলো আজ ঘৃণায় দগ্ধ,
দূষিত দিনে আর নেইকো রুচি,
অন্ধকারই একমাত্র শুচি,
প্রেমের নহবত ঘৃণায় স্তব্ধ।
আমার হাতে ঢাকো তোমার মুখ।



Mi sueño tambien es inmenso

Mi sueño tambien es inmenso
No tengo cansancio en mi corazón,
Aunque hay escarcha fría en los campos,
No se para llorar en el cielo!

La vida espera ansiosamente,
Es esperanza o melodía de fusión !
El carbón se pone azul de anhelo,
La pida y la recepción se unan en esa mendicidad,
Se unan la mente y el cuerpo, distancia en las manos.

No deseo paz sin ti,
Te quiero, no se para esa esperanza.
Krishnochura se pinta, es tambien llorad?
Es la belleza de mi corazón
Alguien que te conoció una vez, no tiene
paz en su vida, ese diamante.

* Krishnochura es un árbol grande de flores rojas, se ve en toda parte en Bengala durante la primavera. Se considera el símbolo del amor. 




Poema original: ক্লান্তি নেই

আমার স্বপ্নও অপরিসীম
আমার মনে কোনো ক্লান্তি নেই,
অথচ ডালে ডালে শুকনো হাহাকার,
অথচ মাঠে মাঠে অসাড় হিম,
আকাশে কান্নারও ক্ষান্তি নেই!

জীবন উদ্গ্রীব প্রতীক্ষায়,
প্রতীক্ষা, না এক মিশ্রসুর!
আকাঙ্ক্ষার নীলে রেঙেছে অঙ্গার,
চাওয়ায় পাওয়া মেশে সে ভিক্ষায়,
শরীরে মন মেলে মুঠিতে দূর।

চাই না তুমি বিনা শান্তিও,
তোমাকে চাই তাতে ক্ষান্তি নেই।
কৃষ্ণচূড়া রাঙে, সেও তো হাহাকার?
আমারই হৃদয়ের কান্তি ও
তোমাকে জেনেছে যে শান্তি নেই
জীবনে তার আর, সেই হীরার।।



Aspiration

Wipe out the sky tonight,
Smear darkness on the stars,
Blot out the moon in the slough of sleeplessness.
Cover your eyes and come
Through the web of the wind,
Drown the noise
Of the strides of the night-veiled sea
To take my breath away
At each your soundless footfall.
In the quiet-quelled night
Let us meet mouth to mouth
Upon the summit of sleeplessness.
Shatter your world, scatter it in the sky,
And come to me in the dark.




Urboshi

I am not your Pururoba!  Hey, Urboshi,  
A realm I erected here at mortal Aloka  
Ephemeral, no doubt, inspired by my senses.  
Come; won’t you join me here?  
Unfurling the enthrallment the Kodombo offers.  
Stay a while there,  
The endless invitations your physique offers.  
Bereft of time – won’t you stay a while,  
In the fleeting moment of mirth  
In the darkness of sky's colloquium  
Burn, burn my body - the one lit by nudity  
In cadence, brightened by Dewali.  
Urboshi, won't you stay through the night?  
Million stars would lit up the sky  
in the deafness of night's silence.  
As if, engulfed by Rahu,  
Won’t you stay enveloped in my arms?  
Much the same as earth's nymph,    
Your tremulous figure quivers in awe filled with modesty!  
I am not your Pururoba!  Hey, Urboshi,  
The endless lovemaking, which I lust for  
Thus, I latch onto earth-sky,  
Our love is like a rainbow;  
that is all what matters to me.
ncer of the heaven celebrated for her ageless youth and undying beauty. 



The Alien

On either side the woods, in the middle the road
Gleamingly goes winding as nature beats the tune.
In the night-light, every now and then eyes glow,
young rabbits jump across dancing.
I have seen in the palasha bushes on rounded hillocks
Wild peacocks' Kathak in sudden joy,
By the shady tent on the golden sitar of the stream
I have counterpointed its grace.
They come in silence to the riverbank and lap their drink
I've heard the fawn-call of the Sindhumuni.
There goes the panther in greedy violent steps
Rousing the entire Kathakali temple of wild life
Where are the woods gone? Yet there are no settlements,
Only the bare plains, only the howl of the dry wind.
The jungles all cleared off, the villages dead, the critics
yet to be founded and the peacocks stuffed into commodities
Why in this land is man dumb and helpless?
Why are rivers, trees, hills so unimportant?
How long do we run about carrying our tents?
When does the alien set up his own home?



A Kafi

"Forests, trees, rocks and hills give me joy that my mind yearns for. 
Each tree in the village speaks to me, it tells me, pure! complete!" 
~Beethoven 


My mind too, escapes in late spring 
to the branches of mango and palash trees 
and relaxes in contentment for a couple of hours 
in the young green and middle-aged reds of fields, 
after all, all men are debtors to the earth. 

The afternoon, lost in a daydream 
stares mutely in the distance, 
it's in the past with no effort at all, 
my distracted thoughts spin in the wind 
and lose themselves in the call of doves 
across deserted village rice-fields. 

The evening, blushing with colours, 
signs itself out on an exhilarating note, 
in the deep tune of a song. Do you know that I yearn for that song 
just like a parched chatak begs for water?




.

EDITH P. VILLALOBOS BARRERA [17.427] Poeta de Colombia

$
0
0

Edith P. Villalobos Barrera 

(San Gil –Santander-, 1981-Bucaramanga - 2009).  Escritora colombiana.  A veces firmaba con su sobrenombre: "Chino". Estudió Derecho en la UIS (Universidad Industrial de Santander). Anarquista con gran sentido del humor y mordaz en sus ensayos y artículos. Trabajó intensamente por la Defensa de los Derechos Humanos, colaboró como educadora popular (POECP) en asentamientos de Bucaramanga y Piedecuesta (Santander), Barrios populares y Organizaciones que rescataran el arte popular, barrial y llevaran propuestas urbanas. Participó en colectivos de Literatura en diferentes espacios, tanto estudiantiles como barriales. Corresponsal de páginas Web de contrainformación  y de poesía tanto en el país como en Valencia (España), desde el  año 2007 al 2009. Murió jovencísima,  en una edad mítica: a los 27, pero dejó el alma viva en todos los espacios y en todas las personas que tuvimos el honor de conocerla.

(Biografía y selección poemas: Sofía Rodríguez García)



LOS DÍAS PASAN DESIERTOS Y DISTANTES,

cada segunda respiración,
todavía lentos, todavía sin digerir,
seguramente quedaron sin memoria en una exhalación.
tal vez jugaron, tal vez apostaron  y ahora se disculpan.

Todo se parece a nada, algo es descubierto y olvidado.
y todo sigue pareciéndose a nada,
los días desiertos y distantes,
sin memoria, cavan tumbas y fosas comunes
sin digerir y en menos de una respiración.

Pedacitos de carne humana entre las uñas,
pedacitos de hígados y corazones,
satisfacer la golosa tortura del morbo deshilachado 
por patéticas frases de represión.

Entre dientes el cuchicheo, los pedazos de carne,
de hígado y de alma, saboreada y repasada la saliva,
el lujurioso morbo y la satisfacción.

Todos los cuerpos destrozados,
estorbozos hígados corazones o almas,
son ahora sangre,
días desiertos y distantes,
morbo deshilachado 
y la patética, deprimente satisfacción.



ASÍ DE SIMPLE, 

como cambiar de hoja. Punto.
Telegrama perdido entre quien sabe cuanto polvo. Punto.
Un acontecimiento frívolo, desprovisto de sazón, 
inciertas e indecibles pequeñeces, juegos absurdos. Punto.
Se lava la vergüenza; trazos y retazos, 
murmullos y viento frío en oleadas.
Cortarse las venas y los recuerdos, muerto viviría más feliz.
Afuera todo está lleno de hipocresías, más turbio;
Se acaban las palabras, 
nunca han estado demasiado tiempo en la memoria,
salen corriendo y al final,
les crecen alas y desaparecen en el horizonte.



SERES ALADOS, 

desnudando el destino de manera sensual y muy lentamente, 
atendiendo al placer o al dolor, en el simple transcurrir de las horas.
Un estupor, un poco de melancolía, la de otras épocas.
Inocencia, mentira y mendicidad, revueltas, formando una sopa espesa 
de orgullos y sensaciones desbordantes.
Aparentar no ser tan humano y resignarse a conservar su calidad otras tantas 
derrotas después, ya casi ciego, llevado sin saber a la locura, a ser un idiota imperfecto.
Improvisar, se convirtió en una forma de conservar inmóviles los resentimientos 
o el desinterés desmedido.



PARECE que todos estamos locos, simplemente, desvariamos y las cosas toman otro sentido, por ejemplo se van para el subsuelo y te enlodan o se van en un avión y llegan a un lugar lejos y aterrizan en la ranura de una cabeza despistada y no retumban, como digo una cosa digo otra y finalmente nadie dice nada. Chino.





.

FANNY HOWE [17.428] Poeta de Estados Unidos

$
0
0

Fanny Howe 

Nacida el 15 de octubre 1940 en Buffalo, Nueva York es poeta, novelista y escritora estadounidense de cuentos. Howe fue galardonada con el 2009 Ruth Premio de Poesía Lilly.

Publicaciones 

Poesía 

Eggs: poems , Houghton Mifflin, 1970
The Amerindian Coastline Poem , Telephone Books Press, 1975, ISBN 0-916382-08-7
Poem from a Single Pallet , Kelsey Street Press, 1980, ISBN 0-932716-10-5
Alsace-Lorraine , Telephone Books Press, 1982, ISBN 0-916382-28-1
For Erato: The Meaning of Life , 1984
Robeson Street , Alice James Books , 1985, ISBN 978-0-914086-59-8
Introduction to the World , Figures, 1986, ISBN 0-935724-21-4
The Lives of a Spirit , Sun & Moon Press, 1987, ISBN 0-940650-95-9
The Vineyard , Lost Roads Publishers, 1988, ISBN 978-0-918786-37-1
[sic] , Parentheses Writing Series, October 1988, ISBN 978-0-9620862-2-9
The End , Littoral Books, 1992 ISBN 1-55713-145-7
The Quietist , O Books, 1992, ISBN 978-1-882022-12-0
O'Clock , Reality Street, 1995, ISBN 978-1-874400-07-3
One Crossed Out , Graywolf Press, 1997, ISBN 978-1-55597-259-2
Forged , Post-Apollo Press, 1999, ISBN 978-0-942996-36-4
Selected Poems , University of California Press, 2000, ISBN 978-0-520-22263-2 (shortlisted for the Griffin Poetry Prize )
Gone . University of California Press. 2003. ISBN 978-0-520-23810-7 .
Tis of Thee , Atelos, 2003, ISBN 978-1-891190-16-2
On the Ground , Graywolf Press, 2004, ISBN 978-1-55597-403-9 (also shortlisted for the Griffin Poetry Prize)
The Lives of a Spirit/Glasstown: Where Something Got Broken Nightboat Books, 2005, ISBN 978-0-9767185-1-2
The Lyrics , Graywolf Press, 2007, ISBN 978-1-55597-472-5
(with Henia Karmel-Wolfe and Ilona Karmel) A Wall of Two: Poems of Resistance and Suffering from Kraków to Buchenwald and Beyond , University of California Press, 2007, ISBN 978-0-520-25136-6
Come and See: Poems , Graywolf Press, 2011, ISBN 978-1-55597-586-9
Second Childhood: Poems . Graywolf Press. 18 November 2014. pp. 29–. ISBN 978-1-55597-917-1. 

Ficción 

West Coast Nurse (under the pseudonym Della Field), Avon, 1963, ASIN B000CE8HP4
Vietnam Nurse (under the pseudonym Della Field), Avon, 1966
Forty Whacks , Houghton Mifflin, 1969, ISBN 0-575-00560-2
First Marriage HarperCollins, 1974, ISBN 0-380-01850-0
Bronte Wilde , Avon Books, 1976, ISBN 978-0-380-00548-2
Holy Smoke . University of Alabama Press. 1979. ISBN 978-0-914590-55-2 .
The White Slave , Avon Books, 1980, ISBN 978-0-380-45591-1
In the Middle of Nowhere: A Novel . University of Alabama Press. 1984. ISBN 978-0-914590-83-5 .
The Deep North Sun & Moon Press, 1988, ISBN 978-1-55713-025-9
Famous Questions , Ballantine Books, 1989, ISBN 978-0-345-36177-6
Saving History , Sun & Moon Press, 1993, ISBN 978-1-55713-100-3
Nod , Sun & Moon Press, 1998, ISBN 1-55713-307-7
Indivisible , Semiotext(e), 2000, ISBN 978-1-58435-009-5
Economics: Stories , Flood Editions, 2002, ISBN 978-0-9710059-4-5
Radical Love: 5 Novels , Nightboat Books, 2006, ISBN 978-0-9767185-3-6

Joven ficción Adultos 

The Blue Hills , Avon, 1981, ISBN 0-380-78998-1
Yeah, But Avon/Flare, August 1982, ISBN 978-0-380-79186-6
Radio City Avon/Flare book, 1984, ISBN 978-0-380-86025-8
Taking Care , Avon Books, 1985, ISBN 978-0-380-89864-0
Race of the Radical , Viking Kestrel, 1985, ISBN 978-0-670-80557-0
What Did I Do Wrong? , Illustrator Colleen McCallion, Flood Editions, 2009, ISBN 978-0-9819520-0-0

Ensayos 

The Wedding Dress: Meditations on Word and Life . University of California Press. 2003. ISBN 978-0-520-23840-4 .
The Winter Sun: Notes on a Vocation , Graywolf Press, 2009, ISBN 978-1-55597-520-3




21

Ma es Dios, pero no exactamente igual.
Así que rézale a la cadena del inodoro, que funcione.
Rézale al piso, que se mantenga limpio.
Rézale a la frazada, que me abrigue esta noche.
A las semillas, que no sequen.
A las células de los niños, que combatan la infección.
A mis manos, que trabajen.
A todas mis percepciones, que no se apaguen.
A mi mente, que no olvide.
A la vaca y la gallina, gracias
por todo lo que le nos han dado
a nosotros, los trabajadores del mundo.
Y al latido de mi corazón, marca el paso, correctamente.
Le rezo a mi píldora, que me permita dormir.
A mi vino, que estimule la risa.
Después cierro mis ojos y le rezo  a la materia gris.
Deja la luz encendida, Madre.

Fanny Howe, Buffalo, New York, 1940
Versión ©Silvia Camerotto




21

Ma is Got but not quite the same.
So pray to the toilet flush.
Pray to the floor, stay clean.
Pray to the quilt, keep me warm tonight.
To the seeds, don’t shrivel.
To the cells of the children, fight off infection.
To my hands, work.
To all my perceptions, don’t dull.
To my mind, don’t forget.
To the cow and the hen, thank you
for all you have given
to us workers of the world.
And to my heartbeat, time me, correctly.
I pray to my pill, give me sleep.
To my wine, stir laughter.
Then I close my eyes and pray to the gray matter.
Leave the light on, Mother.



A Hymn

When I fall into the abyss, I go straight into it, head down and heels up, and I'm even pleased that I'm falling in just such a humiliating position, and for me I find it beautiful. And so in that very shame I suddenly begin a hymn.
          —Fyodor Dostoevsky

I traveled to the page where scripture meets fiction.
The paper slept but the night in me woke up.

Black letters were now alive
and collectible in a material crawl.

I could not decipher their intentions anymore.
To what end did their shapes come forth?

To seduce or speak truth?

While birds swept over the water
like pot-bellied angels

beautiful bells rang to assist the hoist.

Up they went to slake their thirst,
drinking from the mist

for the sound of bells seemed to free
as well as hold them.

Then down to scavenge the surf
and eat the innocent.

“I love God and the ferry too,” wrote Kerouac.

Only that which exists can be spoken of.

*     *     *

I wonder, will our imagination
remain a temple burning with candles

against all odds?
Behind a nipple and a bone?

The simplest of glands laid in a circle
around skin and liquid

that stirs up imagery
winged and prismed, as if blood

were a wine inducing visions

*     *     *


Some people cry when the characters die.

Then they kill themselves offstage, away from the pages
that they are turning in the night.

Some people sacrifice themselves on a whim
and regret it later on paper.

Now I see you in the window.
Are you in the book I was looking for?

The one who traveled back to the happy days

when she could jump on a moving bus
and swing in the open air

clutching a worn novel in her purse . . . ?
A curtain, a knife, adoring eyes?

*     *     *

I watched the children running
and turned to Alyosha for a blessing.

He was sunk in the morass
of rural life

I like to sit with him in the grass.

Then we see the same thing at the same time,
and are one mind.

We two masses, one a book, one a hand.

When Alyosha spoke to the boys at the end
I anticipated their next question and his answer

For they formed a single gesture
of kindness.

“Will we?” “We will.”

*     *     *

It seemed evil to read about people
we would never meet.
We tested their fortitude as if in sleep.
They generally failed the challenge
being strangers in a strange brain.

They were baffled by the tools
handed to them and by the traffic’s direction.
Frankly in a dream or story,
the goal is absolutely hidden
from the one to whom it matters.

*     *     *

Eons of lily-building
emerged in that one flower.
Eons, eons. Pins
and wool, thread and needle,
all material
made of itself and circumstance.

It was a terrible century:
consisting of blasted
oil refineries and stuck ducks,
fish with their lips sealed by plastic
and tar in the hair of cooks.
Filth had penetrated the vents.

Institutions moan.
Balls of used cotton
from the hospital dumpster, redden.
Yawning on obsolescence
the computer wonders

who punched in such poor grammar.
First-padded virgins
graduate to this suffering drama
all by her-selves.
Who once were cells.

*     *     *

History is more than just another surmising
grandmother at a window
or a reminiscence twisted in the scrim of translation.

Some long-ago light is pulsating in a trout’s heart
on a laboratory dish.

That light has entered all the holes,
no matter how small, because it is the light that wants to live.

*     *     *

Still waiting for you my sunshine
of justice and mercy.

If west is east of Moscow,
depending where you’re going

then will you ever find me
coming from a northerly direction?

Are you even looking at the earth?
Remember the map is flat but everything else is not.

Is the newest child the oldest body in creation?

Does he carry more information than his mother?

Does her mother, his grandmother, do I seem redundant
by having arrived with less, though first?

Is that why I read at night with my lips compressed?

*     *     *

The fact is, I never knew if anyone felt me
the way Nijinsky knew how to feel.

Or Nastasya. Nothing could shock that woman
who had done so much wrong.

As if trained in a theater, multiple personalities
streamed from her tongue.

This made her an exemplar for our time.

She knew how others felt and became each one,
forgetting who she was before.

I remember her as a child.

Her skirt got tangled up
in a thorn bush when she watched the sky.

Shaking herself free,
she had to see the spiders, ants and dirt
around her skirt,

It was like peering into her own body
and she screamed in horror.

Later, consolation
would be extended by a man dark and handsome:

It came with his semen
(when she wanted hibernation).

She didn’t commit suicide this time, but ran
down Nevsky Prospekt as it began to rain,

and paused to lift her umbrella.
For this moment

we were in our soul a child
rushing home to granny five floors up.

*     *     *

I dropped the book, wept and went to the movies.

It is here where I can forgive someone for his crime.

Poisoning babies for profit. Harry Lime.

I can actually forgive it when he is crawling in shit.

Otherwise we will stand on the ferris wheel together forever
stuck in the fog and iron.

I just a witness to his ironic story

He will be a mix between Paul Celan and Oscar Levant
when we are at our happiest
and no forgiveness is asked.

Neurotic, pale, and drawn to the canals,
we will lean over the embankment like sister and brother

who are tempted to be actors.

It is here that his shoes and cat
will converge in the dark. Like fish in a secular city

flipping through sewers for a flash of Christ.



A Poem for Ciaran

The stroll from my cell
along the path above the donkeys
past a door open, a door shut
and a strong smell of wood
and cigarettes ends where
music helps white marguerites
cut through the masonry. 

*

Dark for words with a clicking wren
a yellow tit and over the clover a
shovel and a rustle of grain.
He’s training calves with shouts and food
to follow him to another field
before the second bell.

*

Broom loops over the buttercups. 
These names
give birth to cones and needles, ferns
with mini-sacs of pollen attached.
It only takes one shot of spittle on green
for my brother to explain the sexual life
of the forest and honeybees.

*

Simon says he would like to live alone
in a cottage with a garden,
no humans, no obligations.  Solitary
I prefer a pod while he likes hives.
We confess we both wear armor
outside our habitats.

*

Water was our first armor before our skin.
Then came the bristle of sunshine.
And a thickening of blood into oil
or syrup in the lower veins.

*

I hate the thistledown
covering my prototype now
interior layer cowering at power
or shout, but can laugh
with the one who has sap under
his skin pouring the bucket
the hand is carrying.

*

Brother, help me find an animal
who will rescue me from
sharp delirium of fear beyond armor
and my friends the birds
by an open window:  to be clear
would be wonderful.
A sigh without the ghostly gasps
that accompany a certain voice.
Still I still do desire more
of the kind no one can see or hear.
Not that second, rasping breath of triumph.
Find me instead
more like the breathy Saint Bernard.
But a little dog
A cask of brandy hanging at his neck





SERGIO FELIPE MATTANO [17.429] Poeta de Argentina

$
0
0

Sergio Felipe Mattano

Sergio Felipe Mattano nació en Parque de los Patricios (Argentina) y vive desde entonces en Moreno, conurbano oeste de la provincia de Buenos Aires. Es subpoeta, tarólogo y profesor de Literatura en escuelas secundarias.

Fue incluido en las antologías Poesía argentina actual (Círculo de Poesía, México, 2010), Muestrario de poesía iberoamericana (Rep. Dominicana, 2011) ; 2017. Nueva Poesía Contemporánea (Milena Caserola, 2014) y Los sobrinos bastardos de Arlt (Ediciones de la Eterna, 2015).

Publicó numerosos chapbooks, entre ellos: Réquiem para Charly García (2009), Micropoética (2011), Las moscas sobre la nata (2013), Subpoesía. Manual del Usuario (2014) y #Subtroskometrocleta. Haikus y tankas coyunturales (2015).

Tiene tres poemarios publicados: No Hablaré de Ellos (2011); Canope (Ed. Lenguaraz, México, 2009 – Chorizo Brujo Ediciones, Argentina, 2013) y En tu nombre (Ediciones de la Eterna, 2015). Próximamente se publicará Ready-mades, su último poemario.

Mantiene, desde 2007, el blog Canope (http://mattano.blogspot.com.ar).



Lamento por las tetas de Angelina Jolie
                                                                 
                “Empecé por los pechos”                                                               
                        Angelina Jolie, My medical Choice


Esta tarde los noticieros han informado
que en Los Ángeles, California
Angelina Jolie se sacó las tetas.
Lo dicen con profilaxis, por supuesto,
…se ha extirpado las glándulas mamarias…
…doble mastectomía…
e ínsulas del pensamiento de igual calibre
Lo ha dicho ella /en una carta/
q la amenaza de cáncer y etcétera
Lo ha dicho Brad Pitt
que la llamó héroe
porque ya no tiene sus pechos de cardumen
sus exquisitos pezones atiborrados de ganglios
porq sin tetas no hay paraíso
y aquello es Hollywood
dígase el Paraíso
o la región donde dos ubres
te transforman en carne de exportación
o semidiós o héroe /en los labios
del Aquiles de la Troya hollywoodense/
porque como un caballo de madera hueco
se instaló la anomalía y amenaza arrasar la ciudadela
en medio de una orgía celebrando
el éxito el excitado el fuera de sitio
pero todo está en su sitio
salvo las mamas de la jolie
o el amor de Patroclo q ya no introduce
su sexo en la rubia heroína
/hablamos del travestido en Pirra/
ni la aguja en el brazo
/hablamos ahora de Pitt/
Un héroe sacrifica su cuerpo
se extirpa un riñón o una teta
y se lo informa a la prensa internacional
en conmovedoras líneas
por lo menos en el Paraíso
o Hollywood, dígase el Paraíso
en movimiento rectilíneo uniforme
foto a foto / 24 por segundo
pero en ninguna de ellas
un ósculo entre Aquiles y su cousin
o la cicatriz del vacío pectoral
Ay, pobre muchacho q no succionará
lo q tampoco succionó ningún infante somalí
adoptado o redimido de su infierno
o redentor del Paraíso perdido
¿Ya dije muchas veces Paraíso?
Si valiese, diría  Pugliese /3 veses
Pugliese /3 vezes
Pugliese /3 veces
pero han visto que los mitos y el cine no
mejor callar / mejor esconderse en el placard
de la historia / mejor extirpar / preventivamente
Tmb me han extirpado del Paraíso, señores de la Prensa
me han sacado de las ubres donde bebía ambrosía
y sin embargo ya me ven aquí
asumiéndome en este derrotero
en este lamento por las desgracias bajo la alfombra
en este lamento por un Edén homofóbico
por un dios censurante / por un héroe sin tetas
Nos han extirpado del Paraíso para q aquello dígase Paraíso
para que limpiemos su mugre /somos el mito latinoamericano 
para que cosamos sus vestidos /somos el mito asiático
para que paramos sus hijos /somos el mito africano
para que compremos su Prensa sus miedos su profilaxis sus heroicos despechados su eterna ficción que se corre la cola como el perro del vecino /cuyo patio resulta ni siquiera ser su patio sino la deuda q un mister reclama/ su dolor fingido su culparnos o desplazarnos o torturarnos o asesinarnos bombardearnos invadirnos hasta la luna hasta los mares hasta los nombres hasta los deseos hasta los mitos

Esta tarde, en Los Ángeles, California,
Angelina Jolie, desnuda, frente al espejo,
mira
y
no ve.



Álter ego (esquizofrenia)

¿Me permite cortarle el ojo?
Soy Buñuel, déjeme.
Puedo ser también la erótica bailarina de Notre Dame
o la golfa que le visita los soñares
cuando fiebre.
¿Me permite amarlo, succionar su sexo
hasta la estrella apagada de Verlaine?
Soy Aquiles, el huracán
la nafta tóxica…
soy un punto del infinito
que separa a Zenón y a ud.
Soy el punto luminoso.
Y el puñal
Y la flor
Deje que mi párpado bese la navaja
Soy Buñuel, casi desde unos días,
soy el espejo roto
y el puño

y la sangre
Somos.



Asma

Para ud es sencillo:
el aire ingresa y egresa de sus pulmones, 
infla uno a uno sus alvéolos, 
oxigena la sangre y así
sin que ud note el mínimo
acontecimiento.
Pero nosotros no:
nunca fue un acto reflejo, 
duele cada centímetro cúbico de aire
y, por lo general, nunca alcanza.
Aprendimos a morir desde pequeños
entre vapores, ventolín y el infierno rudo
de los rezos del nebulizador.
Nosotros conocemos la muerte antes que a ud
se le muriera un abuelito, que en pack descanse,
arriando el ínfimo retoño de O2 hacia el pecho
entre chillidos de la carne que le niega el paso
meditando para vencer el nervio histérico de yacer
ahogados sin una mano que nos seque la febril testa.
Aprendimos a morir y en eso sacamos ventaja, 
aunque los años de catecismo insistan
en igualarnos mortales.



Canto II

Los habitantes de la noche
pájaros de alas sangrantes
me despiertan
me seducen
me atormentan 
me vuelven ave
forma clítica del pronombre
escudo contra espolones
que el rostro desfiguran
cordero de dios
que quita 
el pescado del mundo.
Tras las torres se alza
hambrienta
una dama sepia.
Deglute los pájaros
me desea
me inventa
me recorre.
Luego yo,
desnudo / anquilosado
respetando las comas
atrapado por las cicatrices
de sobreviviente
diciendo yo
creyendo ser yo
la sombra de mi padre y hades
el miasma enérgico de las prohibiciones por venir
expulsando verrugas por los ojos
y penetrando fieramente
a la mujer sepia
que se orgasma
y eyacula canciones por la boca.



Se

Ser un ataúd de lo q no
la bestia
del carnaval
la sagrada madeja deshilada
el perfume del sexo retraído
la garganta ácida
la niña q cruza la calle
y descruza las piernas
cuando papi no la ve
la resistencia
en las formas imperecederas
imperceptibles
del aire
las tres cicatrices 
cruzadas sobre la pared




Canto cinco

Se sienta a la mesa y escribe
Juan Gelman

Ahora es mañana.
mi pelo se enreda
entre los lentes
mi boca tiene besos
de café
poco, vicente, tengo de dios
—y sin embargo—
Ahora es mañana
mi piel se deshace
de la piel de ayer
de la sábana ya cansada
de abrigarme
poco, huidobro, tengo de fe
—y sin embargo—



Antirrimbaud 

Callar en negro
    cuando el habla es gris
    no hay vocales de colores
    una es azul (y no se nota)
Tonos de gris
    a, gris
    e, gris
    i, gris
    o, gris
    u, gris
Pero
    el
        grito 
            es
                rojo.




Canto Séptimo

Ahogaré en el whisky
    la pierna de la mujer muda
en el café la vulva
    del dragón dormido.



BENDICIÓN

Como acto reflejo de mártir
bendigo tu Nombre
y nos prometo que esta noche
de estas heridas
emergerá el Paraíso.



APRENDO

Aprendo a nombrarte
como silencio
como cicatriz de una herida
que todavía no.




AHORCADO

vive en mí
tu nombre
la ilusión difusa
de parirme
y no cortar el cordón
enredado en el cuello.



MANIFIESTO

los poetas mienten demasiado
F. Nietzche

El que escribe es un ególatra
que sólo habla de su dolor
tal si fuera importante,
que juzga todo su derredor
como si su miseria
rigiera el mundo.

El que escribe es un lunático,
metafísico de mermeladas,
con agujeros en las medias.
Él cree, ciertamente, que es el único Mesías,
que su lumbre libera de la estupidez al vulgo.

El que escribe es un poeta.
Un patético, infame e imbécil
decidor de mierda.




Exequias

    Exequias, 1 
        de la luna, 2 
    y una corte de duendes,3   
        maquillados con cal,4 
    dan pesares al mar.5 

El viudo que ya nunca será reflejo de reflejo, ni musa de utopía.6 

1Un ritual infinito de luz que, crisálida ebria, perfila una sombra que todo invade y tiñe mora.

2Un imperio de gritos 
      como gusanos penetrando mis antes 
          van devastando la madera dulce de ternura... 
mis iniciales descansan / en el caldo de la nada / que en la noche soy.

3 Anclados cantares grises: 
            ¿qué colores ahogan? 
      Los juglares migran al frío otoño, 
            a la culpa sicaria 
                        de la lluvia.

4 Naden entre los humores gelatinosos que me aniquilan: rabia, odio, sangre... ella.

5 Miren: aquí mi agonía; 
      aquí la ternura agusanada; 
             aquí se oxida el hijo del hombre.

6 El viudo que ya nunca será reflejo de reflejo, ni musa de utopía. 





La despedida

“¿Qué hacer con la muerte?
Nada, nada”
Allen Ginsberg



¿Quién me despedirá de la biblioteca?
Porque de vos tendré tiempo
y tendré boca que besar
Pero ¿Quién le dirá /en mi nombre/
adiós al gato? ¿Al perro cómo le explicarán
que yo no más yo?
¿y cómo se declarará mi ausencia
en foros y escenarios virtuales?
¿Quién anunciará que en el día de la fecha/
a temprana / a mediana /
 a la avanzada / edad  dejé esta realidad?
¿Iré envuelto en mortajas
río abajo? / ¿Se harán cenizas estas jaulas
del ego? / Porque en vos arderé
siempre
y seré mastaba/cicatriz/pulguita
Pira incendiaria seré en tu cuerpo
Entonces
¿le advertimos al viento que son mis restos?
O diremos la verdad
: diremos que son mis sumas las que abandono
Q son mis sumas vitales las que se viajan en su barriga
mis caprichos incompletos / los bares / tus besos
lo que ya nunca
¿Pero quién le dirá adiós a esa colección de caricias
q vive en tus ojos? No seré yo
/por ternura o hálito faltante o cobardía
no seré/
¿Quién hará las bromas en mi velar
despidiéndose con un hasta el próximo?
¿Quién será el próximo
en un más allá  habitado de Seres o Nada?
/Pero mirá qué cosas digo/
¿Tan importante será la muerte
como para dejar enfriar el mate?
¿Tanto como para olvidar besarte hoy?
Esta mañana o noche se llueve
Somos la Rue de la Mort / Rue de la Amour
patinando en clichés de amantes / haciéndonos
en el cuerpo otro / intensos / jugando a olvidar
Mejor: recordando la esencia de nos
irnos / gorrioncitos perdidos en la ciudad
jugando con hojitas grises a dibujarnos
mapas / libros / aromas
que nos aniden
¿Tenemos tiempo, Gorrión? Me duele dolernos
despidiéndonos /por primera y última vez/
en cada despedida
Nos inventaron un cuerpo
para perderlo, pajarito
¿Me encontrarás cuando
no sea cuerpo? ¿Cuando me sobreviva
el sustantivo insustancial?
Cuando labren mi nombre en el salón de los durmientes
cuando mi nombre, pajarito / pajarito sea
y en las alas de vos se sobreviva
el beso de esta lluvia / de esta tarde o madrugada
en que inventamos la tristeza en la sangre
/conjuro raíz de ausencia futura/
como personajitos de un film de trasnoche.

(a Carol Dunlop & Julio Cortázar)



Museo

“después de auschwitz 
la poesía /
sin adornos”

Andrés Kischner


Después de Auschwitz
haremos el Amor / la barbarie de a dos
nos daremos el Sexo
ese valle siempre nuestro
ese túnel de promesas olvidadas
ese brillo ebrio en los ojos
como mujeres riendo
al viento / tus pechos
mi boca / es llama que llama
tu boca / y se sacia
invadiendo el espacio del placer
territorio ocupado / arrasado / abandonado
Haremos la barbarie
serás pleamar / diástole del Mundo
de este mundo donde se muere
bajo las bombas si se ha nacido
con la lengua equivocada
/con la lengua correcta se recorre
un cuerpo
un continente de vos
un mapa de fantasmas/
Haremos la barbarie
en un mundo donde se tortura para que conste
que morir es un privilegio
que después de la Muerte
habrá poesía para escribir
y bárbaros que digan en lenguas incorrectas
las formas correctas
de hacerte el amor
Será la Paz /¿aun a fuerza de bombas
será?/ un amarizar en tu piel
un dolernos final / un agonizar
¿y si me arropo en tus alas, poesía?
¿habrá menos muertos? ¿tendré menos culpa?
¿Seré menos de este mundo donde?
¿Cicatrizaré por los heridos, los atormentados
los impíos, los amortajados?
Fundaré en tus alas
un Museo del porqué se muere
: es una obligación
ya no seremos impunes
ni colgarán de nuestros sexos
exhaustos
cadáveres / cuerpos vejados
mártires de la barbarie
y aullaremos /finalmente/
el orgasmo de Caín





Barro

¿y si nos
hacemos agua en la noche
repudiando todo lo
aprendido y hendido
de lo q llamamos sabiduría?
¿Y si nos volvemos
tierra
derribando celos
escuelas
y las ansías de dioses?
Regresar al barro
a la costilla de lilith
al pecado orgiástico
de unir los elementos
y llamarnos
hombres.










ALEJANDRO ALAGÓN [17.430]

$
0
0

ALEJANDRO ALAGÓN

Nació en Huesca en el año 1969. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza.



El Vendedor de Globos

Un vendedor controla cada día
la rebelión de globos, la maraña,
el desorden de cuerdas que acompaña
su soledad tan ácida y vacía.

Hoy la estatua transmite su apatía,
su apariencia de bronce hostil y huraña.
Hoy los cielos padecen la cizaña
de nubes, la maleza de voz fría.

El hato de cometas sobre el río
ya se estira, se encoge en la ribera
y disimula el grito del cohete.

Burbujas de jabón en el hastío,
cien óvalos de plástico en la acera
cambian de dueño a cambio de un billete.




AYER VIMOS LA LLUVIA

Ayer vimos la lluvia caer en esa acera
remota, tan lejana, carente de volumen,
la hilera de alfileres estrellada en el vidrio,
la resaca de charcos, ese repique mudo.

Las enfermeras abren la ventana del cuarto
y los sonidos vivos de la ciudad despiertan,
acompañan de pronto las imágenes rígidas
de grúas y edificios y antenas parabólicas.

Conocemos entonces el canto de los pájaros
y gira ante nosotros una banda sonora
de bares y azoteas y estaciones de tren:
la vida anestesiada que está tras el cristal.

Hoy las alondras buscan su escondrijo en las vigas,
riñen en los meandros de un río solitario.
Los aviones parecen agujas cuando enhebran
dos mitades de cielo con un hilo tan blanco.

Aire fresco ventila la atmósfera viciada
por un aburrimiento que corroe las horas.
Ya cambia la rutina, disimula el zumbido
del vibrador que evita la aparición de escaras. 




LOS ESLABONES PERDIDOS

I

La vieja habitación se desvela de pronto. Figuras indecisas
tantean las penumbras y apartan las cortinas. Y las mantas humildes
caen sobre la alfombra y la arrogancia gris de un teléfono móvil
ya colecciona avisos de los acreedores.

La luz descubre escenas, momentos de abandono, la fregadera sucia,
el grifo demacrado, la avaricia de polvo que envuelve los sillones,
los retratos, las manchas de caldo en las baldosas, el cenicero hostil
que guarda la memoria de las horas gastadas.

Y la maleta yace, abierta, en un rincón, resignada a la diáspora
de pisos de alquiler, al remolque de impagos, al alud de denuncias
que incendia los buzones cada vez que el casero se percata del fraude
y maldice su suerte y se agranda su enfado.

Y todo se apresura y unas voces nerviosas y unos pasos discretos 
descienden la escalera. Se alejan con sus bultos entre la multitud.
Horas más tarde llega la orden de desalojo y un juez descubre el caos,
el olor a derrota que invade la vivienda.


II

El técnico repara varios dispensadores de cerveza en su fábrica
perdida en las afueras y a través de la puerta se adivinan los grifos
enfermos, los soportes de metal que pronuncian cada noche sermones
de espuma y murmullos de cebada en los vasos.

Todos los surtidores esconden impurezas, residuos, sedimentos,
y espesores de lúpulo que escupen los barriles con su gran insolencia.


I

La empleada doméstica elige una bayeta,
repasa cada frase en una estantería
de diplomas y títulos, oraciones escritas
con el brillo metálico de las placas solemnes.

También la lluvia limpia los nombres de las lápidas,
se arrodilla en la tierra y refleja insegura
la bandada de acentos. Hoy se encoge volátil
como una abreviatura, que luego se evapora.

El arquitecto, a veces, desafía a los cielos,
cuando muere sus casas se estiran solitarias,
envejecen sin pausa y dejan tras su ocaso
las vísceras vacías de cualquier edificio.

En un día de niebla ya crecen los tizones,
las llamas del demonio en cada vertedero,
el grito de las ratas que abandonan su gruta
y reinan arrogantes en las alcantarillas.

Infarto de bombillas, la oscuridad despierta
en la vida prohibida de una ciudad tan dócil
que olvida en sus aceras un sudario de polvo,
el oro del semáforo que derrama su bruma.



II

Se estiran las vocales como si fueran células
bajo la lente limpia del mejor microscopio,
su polen atraviesa la colina del folio,
se dilata en esporas que el aire disemina.

Hay mendigos que viven ocultos en las páginas
ruinosas de algún libro, encienden sus hogueras,
recorren los capítulos seguidos de sus perros
que olfatean el índice, las aceras estériles.

Maduran las espigas en los campos semánticos
y el aire desordena la arena del crepúsculo.
La llanura amarilla se llena de peligros.
Hay mil rimas que asedian cosechas de mazorcas.

Se inicia la vendimia cotidiana del léxico,
los sujetos varean las promesas baldías
y las tildes rebeldes y errores de gramática
y adjetivos inútiles que, sin compasión, caen.

El revisor comprueba los yogures caducos,
la fecha que corrompe, el día que amenaza,
el misterio del virus que olfatea la fruta,
el reloj que decide productos en oferta.




UN NUEVO DESTINO
                                                                              
      “Se leyó un memorial de Antonio Barlés, fosero de la iglesia, en el que pedía la plaza de campanero por muerte de Urraca en el asedio de Zaragoza”

7 de abril de 1809

La catedral de Huesca. Ricardo del Arco

Y yo, Antonio Barlés, enterrador del Santo e Ilustrísimo Templo
de nuestra Catedral durante catorce años y en tiempos tan difíciles,
siendo conocedor de la muerte de Urraca, esa mujer, maestra
de campanas, mi amiga, que murió de manera heroica y valerosa:

Pido a vuestras mercedes el honor de ocupar su puesto y proseguir,
discreta y humildemente, su tarea en el arte de mostrar los sonidos
desde la magna torre para comunicar los acontecimientos,
anuncios y noticias que afecten de manera directa a la ciudad.

El periodo de hambrunas, la enfermedad, la negra furia de los cañones
y las atrocidades que causan tantas muertes, han herido mis ojos
y el dolor corporal ha mermado mis brazos al cavar tantas tumbas.

Y si fuera posible olvidar esos miedos que tanto me perturban,
sanaría mi espíritu con un puesto más grato y el mejor homenaje
a mi amiga, que en paz descanse para siempre, que Dios tenga en su gloria.




CASTILLO DE LOARRE

  Loarre: Villa, está a quatro leguas de la ciudad de Huesca,  con buenos muros y famoso castillo, de los más fuertes de España.

                        Tesoro de la lengua castellana o española

 Sebastián de Covarrubias Orozco

Nada puede vencer el carácter tan áspero de las viejas montañas,
su vertical bravura curtida en los inviernos más hambrientos de nieve,
en la embestida seca, la tozudez del cierzo, en el hielo que incordia,
desordena las luces, en la caligrafía oscura de los líquenes.

¿Puede el hombre domar la furia del peñasco? ¿ Y puede desafiar
las leyes del olvido, que borran la ambición de los grandes ejércitos?
¿Y puede coronar esa inmensa columna de piedra con sus torres,
buscando la atalaya más oportuna para vigilar al contrario?

Sancho Ramírez quiso convertir un pináculo de roca en su utopía,
asomarse al abismo, ser el dueño de un mundo de agrestes paisajes
que se arrodillan junto a las viejas llanuras de vides y de olivos,
quiso alcanzar la cima, emular a las águilas, asustar al rival

con su demostración de poder en la altura, a pesar del relámpago,
con la audacia más sólida del maestro cantero que envaina las paredes
en los muros de roca viva, logrando un mestizaje de riscos y sillares,
de almenas y oraciones, corazas y cogullas, sotanas y lorigas.

El castillo se yergue abrazado al vacío, con sus hombros robustos
y su grito secreto tiñendo el horizonte de curiosos matices
y sus entrañas lóbregas que esconden la memoria de sucios calabozos
y el vuelo de los buitres que atraviesan los páramos y las crestas más finas.

Es un lugar angosto, cosido a los breñales, que se asoma en la oscura
maleza de los siglos, de paredes macizas y un grosor considerable,
un paraje que guarda la nostalgia de monjes, de fornidos guerreros
que un día galoparon buscando la conquista de nuevos territorios 

El rey sintió la lluvia de caballos cubriendo la llanura de polvo,
y cercó las murallas de Huesca con decisión señalando los puntos
más débiles del lienzo, a merced del arquero, de la afilada flecha
que mordió la armadura y derrotó al monarca en un charco de sangre.

 Pero sus descendientes no sentían afecto por ese gran castillo,
decidieron cambiar su lugar de residencia, evitar los inviernos
tan crudos, el inhóspito clima, la lejanía, su abrupta situación,
y prefirieron otro sitio, la fortaleza de Montearagón.

Loarre entró en un tiempo de abandono, sufriendo prolongados periodos
de letargo, orgulloso de su historia, refugio de algunos bandoleros,
custodiando una joya, esa asombrosa bóveda que acogió los rebaños
de ovejas en las épocas más duras y difíciles, salvándolas del frío.

Sancho Ramírez sigue recorriendo las tierras que antaño fueron suyas,
aquellas que pisaron varios rinocerontes lanudos, paquidermos,
o la tribu prehistórica que excavó en una roca su singular necrópolis
o el director de cine que enseña a los actores el mundo de sus sueños.



LA MIRADA DEL RAPE

El rape pertenece a un mundo misterioso.
Su boca, llena de dientes afilados,
deja tras cada dentellada el drama
que se agita en la nube repentina de fango.

Habitante de un mundo abisal, lejano,
exhibe esa apariencia tan grotesca
en un reino escondido: el país de las sombras.
Su cabeza parece la extraña flor carnívora
que atrapa la ambición nocturna de las gambas.

La red se va cerrando mientras ese universo
de agua desaparece y el pez repta aturdido,
desorientado. Muerde el hilo sigiloso.
Su irritación prosigue más allá
de la oscura pereza del océano,
mientras el pscatero afila con orgullo
y altivez su imponente colección de cuchillos.

Ni siquiera la muerte puede borrar ahora
su carácter colérico, su gran ferocidad
grabada en unos ojos hinchados y vidriosos,
pero actualmente el pez comparte con sus víctimas
un gran escaparate de manjares
que se renueva cada día.
Sus finos alfileres ya son inofensivos.

El suculento y rico pejesapo,
el gran señor feudal de las profundidades,
se dirige a la caja registradora. Yace
humillado en la bolsa de plástico, mudo
en su blanca mortaja de papel, con el precio
escrito en unos números grandes, algo grasientos.



.

ALEXIS RAMÍREZ [17.431] Poeta de Honduras

$
0
0
Fotografía de Fabricio Estrada

Alexis Ramírez

Alexis Ramírez. Poeta hondureño. Pertenece a la primera generación de periodistas profesionales de Honduras, graduados en la Escuela Superior del Profesorado, hoy Universidad Pedagógica Nacional “Francisco Morazán”.

Nació en el año 1943 en San Pedro de Tutule, departamento de La Paz, Honduras. Egresado de la carrera de Periodismo de la Escuela Superior del Profesorado "Francisco Morazán".

Trayectoria profesional

Trabaja en la Editorial Guaymuras y colabora en la Revista de Arte. Su monólogo "Retrato" fue estrenado en 1985.

Es un poeta de amarga fibra social, marcada por un descarnado sarcasmo agresivo. Tal imagen la proyecta en “Perro contado” y en “Operativo amor”, publicado fragmentariamente. En cuanto a "Retrato" conjuga el drama personal y la tragedia social. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, alemán, esloveno e italiano.

Publicaciones

Obras

Poesía

Perro contado (en Cinco poetas hondureños, 1981).
Cuenta Regresiva (2005).

Ensayo

Crítica científica vs crítica de primitivo, el fútbol, la sopa de caracol y otras debilidades catmónicas de la punta (1987).

Premios

Su poemario “Perro contado” ganó en 1972 el Premio Único de Poesía "Juan Ramón Molina" convocado por dicha escuela.



Uno

Antes de niño
(yo era apenas un tic en el vientre de mi madre)
ya se escuchaban voces sudorosas
Morazán vigilaba desde entonces
y nadie se atrevía a mojar sus faldones de bronce
ni los perros eximios civilistas.

Pasaron varias décadas
y hoy me siguen dando por pan las mismas tortas
manotadas de ahogado por cerebro
y un rótulo en la frente
sexo lugar mujer todo está en orden
y el corazón me cuelga en el fondo de un polígono
                 de tiro militar.


Dos

Mis venas y mis nervios
dentro de ti lo saben
mis barquillos de papel indemne
retan pequeños lagos en las calles
el viento hunde sus raíces
y vuelca las velas

Un traje -azul-marinerito-lindo
mira este dolor grande
desde su poco dolor
y estruja mis sueños con sus botas nuevas

Un día creceremos
él asido a sus velas
yo hundido en mis lagos

las raíces del viento dolerán aún


Cuatro

Mi padre me enseñó a escarbar la tierra
hasta que aparecían las gallinaciegas
—nunca me dijo nada sobre especies feroces—
mi madre a no tocar las mariposas
y a leer en un libro novelado lo que ocurría en Francia o en España
y para no ser menos me hizo creer en dios y hasta en 
              querubes
Nadie me dio a entender que mi ángel guardián era una
        forma imprecisa
ni que de vez en cuando podría confundirlo con un agente
               del orden en persona.



Siete

Pero ahora nos toca vestirnos de hombre
salir a la calle —marcharnos para siempre—
tomar un amor grande y andar con él a cuestas
sobre el hervor medroso del asfalto
y el amarillo -lindo-de cien-mil-charreteras
aprender de memoria la hora de matar al centinela
su pedestal y su maleza
hacerlo sabiamente delante de todos
(no importa que unos tengan en la frente cinco estrellas
o sean al unísono
el poder y la vida
  la voz de dios
    la muerte
aunque pretendan el derecho de pronunciar
tú aquí y allá
arriba
abajo
y ordenar el color y la forma)
frente a ellos
es un deber
hermanos
destrozar esta vergüenza que nos dieron por patria
y construirla de nuevo
   tomando
    las debidas precauciones.

(de Perro contado, 1974)



XI

Y, ya sabiendo, pues
que a las ciudades
  y a la región
   y a la patria
    y al continente
     y al mundo
      y al universo
y al Caribe
se los había llevado
la chimuela
pero no a mi gata
Leyenda de Birmana
me puse a redestruir
el amor que había construido
para que fuera
piedra de tropiezo
     de la rabia.

Y, en eso estamos
el amor, mi gata
y yo.
Leyenda de Epitafio.
A lo lejos, Liszt arpegia
Beethoven derrubia
se empantalona
Jorge Arena
y le siguen echando
a la cigüeña
las culpas
otro pájaro.
 (Señora, por favor,
 no lleve niños al quirófano
 que duele quedarse sin riñones
 hoy en día).


X

(...) Los noticieros me notician
que la tarde se enfermó
de hastío
que el santo tiene frío
huelguizó su eternidad
el diablo
le acompañan
redentores y píos
con un enorme etcétera
sólo tu amor me salva
de recuperar
la estúltica
cordura.


II

Autobiografía

Con suavemente afán
de gota a gota
deslío un dulce líquido
sobre todos los oasis
para aumentar
la sed
del caminante.

(de Cuenta regresiva, 2004)


A

Globalizaron todo
pero no tu mirada
ni aquel dos de febrero
cuando en el paraíso terrenal
del siglo diecisiete
mi madre, confundida
parió mi amor por la montaña
antes de que los padres
de sus padres
la soñaran.

Después
vino el olvido secular
las centurias de lucha
y el terco siglo veinte.
En vano quiso la señora
darle un cuerpo a mi estancia;
apenas pudo
señalar el punto
en el cual sobre muero.


Dibujo No. 6

Sólo esta soledad
justifica el azul
de tu entrepierna.
          ¿es tan fría la nostalgia
como impúdica
tu inocencia
al posar?


Dibujo N° 7

Mira este trabalenguas que, si fuera
un poema, cargaría menos sentido
cuento expresado con colores
que aún se duelen del espatulazo
o del techo sin culpa
que el pintor les enrostra
veladura en ristre. Novela
dicho con palabras, sería
tragedia con óleos made in Grecia.
Estampa coloquial, si las señoras
y señores: y los excelentísimos,
etcétera
supieran
que la modelo
ayer
sintió la tibia urgencia
de invitarme
                   a un café.

(de Recuerdos del mañana, 2006)




VII

Oda a una calle

Se me estrujulan sílabas
de anhelo en el recuerdo del mañana
porque aún es tiempo
de saber que faltan
muchos siglos
para que pueda la osamenta mía
ver crecer las raíces desde abajo.

Bajas
por la Leona
hacia El Chile
y llegas a la piedra
"más bella del universo"
nuestra piedra, amorcito extrañecido.

¿Cómo? ¿Cómo no amarte
si la luna, a 384,403 kilómetros de tu ser,
refleja la luz de tu mirada?


(de Cuenta regresiva y otros poemas)






.
Viewing all 7276 articles
Browse latest View live


<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>