Nelly Lemus Villa
Nelly Lemus Villa (Potrerillos, Agosto de 1938) es una Poetisa chilena.
Nació en la oficina salitrera Bellavista en 1938, en la primera Región de Chile, luego su familia se trasladó al mineral de Potrerillos, pero finalmente vivió su infancia y juventud en el puerto de Chañaral, ciudad que es reconocida por la escritora como su tierra natal. Al concluir la Escuela Primaria viajó a La Serena donde estudió en la Escuela Normal de Preceptores, egresando con el título de Profesora Primaria.
Fue en la ciudad de La Serena donde Nelly comenzó a desarrollar sus dos aptitudes principales; la literatura y la danza. Alentada por las profesoras de la Escuela Normal empieza su carrera literaria obteniendo dos premios a nivel regional.
Al egresar volvió a Chañaral donde ejerció como profesora, además en ese tiempo mantiene un importante intercambio epistolar con los poetas nortinos. También incursionó en la dramaturgia alentada por el profesor Pedro de la Barra, luego de participar en el encuentro nacional de Teatro en Antofagasta.
En 1967 parte a ejercer a la zona central de Chile, en Santa Cruz - Colchagua-, donde perfecciona cada vez más su trabajo de danza y literario, obteniendo el tercer lugar en un certamen nacional de poesía, en el que participan los más importantes poetas nacionales del momento, el mismo año edita la primera edición del libro Descripciones.
En 1968 se traslada a la ciudad de Antofagasta realizando una intensa actividad cultural, como eventos coreográficos masivos con jóvenes, formación de agrupaciones de danza, participación en eventos literarios, etc. En esta ciudad conoce al poeta Andrés Sabella. Desde entonces y hasta su muerte acompañó al poeta en los escenarios de los sindicatos compartiendo profundamente con los obreros nortinos.
Más tarde y hasta el año 1972, la escritora se vincula a una fuerte actividad gremial y política que la sustrae momentáneamente de la danza y la poesía.
En 1973, luego del sangriento golpe militar que derroca al presidente constitucional de Chile, Salvador Allende, regresa a la sala de clases y se sumerge con fuerza en la investigación de las danzas promesantes expresadas a través de la religiosidad popular entregando a los niños la mayor parte de su actividad creativa.
Forma el grupo de Los Pacarisca que actúa en el Tambo Atacameño, importante centro de resistencia cultural durante la Dictadura Militar en Antofagasta, donde proyecta sus creaciones coreográficas y sus investigaciones en el ámbito folklórico.
Es miembro fundador del Círculo literario de Antofagasta.
En 1985 es exonerada y permanece cinco años sin posibilidad desempeñarse como profesora, por lo cual se une a organizaciones de mujeres para trabajar activamente por la recuperación de la democracia en Chile.
Entre los años 1990 y 1992, trabaja en el Servicio de Paz y Justicia, donde comienza a aplicar su método de Investigación como educadora popular. las mujeres de Arica. Iquique, Tocopilla, Calama, Antofagasta, Chañaral, Copiapó, la Serena y Coquimbo, van conociendo y compartiendo las riquezas de la identidad nortina de forma, color y movimiento. Entre 1993 y 1994, Nelly trabaja como Coordinadora Regional de Formación en Prodemu, donde recorre la región perfeccionando su propuesta.
A la actividad literaria y como coreógrafa se une la de folclorista.
En 1995 decide partir a su puerto de Chañaral para escribir su nuevo libro "La Pacarisca", con el importante estímulo de la religiosa colombiana Cecilia Vargas y de la Comunidad Santa Ana.
En la actualidad Nelly Lemus es considerada una Investigadora que ha hecho aportes sustanciales al tema del estudio de la integralidad del ser humano y viaja por todo el país dictando charlas y conferencias, cursos y monitorias.
Desde el año 1996 a la fecha crea y mantiene de manera permanente el Taller de Danzas "Pampina', en Antofagasta, con mujeres y niños de distintas edades y corporalidades, donde plantea que todos podemos y debemos ser protagonistas del arte, porque, según ella: "el pueblo está cansado de ser espectador". Con el trabajo de este taller ha obtenido dos proyectos Fondart, el último de ellos denominado "Danzas de la tierra en manos y máscaras"
El año 2000 fue galardonada con el Ancla de Oro máximo reconocimiento que otorga la ciudad de Antofagasta a sus ciudadanos destacados y con la Medalla del Centenario de Neruda entregada por el Gobierno de Chile.
Su literatura
Es una poetisa de versos sencillos, dedicados a los hombres y mujeres del norte grande, siguiendo el proyecto literario que iniciara su maestro Andrés Sabella. En su primer libro "Descripciones" publicado en 1966 gracias a la solidaridad de Dagoberto Barrales, director de la Escuela donde trabajaba, el poeta chileno Juvencio Valle escribe en el prólogo:
Crece desmesurado el silencio de la piedra muda; la soledad se expresa con su silencio de siglos; el hombre se siente allí como en el primer día del planeta, he allí la razón de su belleza (Nelly Lemus, Descripciones, página 10)
En su siguiente libro "La Pacarisca" le canta a la mujer nortina, dedicando sus versos a las folcloristas, a las mujeres promesantes y sobre todo a sus hijas.
En la actualidad está trabajando en su último libro: "Las Matriarcas".
Poesía y música
Variados e importantes compositores chilenos han puesto música a sus textos, como Claudio Araya, Claudio Molina, Alejandro Castillo, Sergio Cerda, Meison Stubing, Mario Vernal, Roberto Márquez y otros.
Además, diferentes cantores populares como Illapu, Tito Fernández, y Punahue han grabado sus poemas en discos .
Los siguientes poemas han sido musicalizados:
Coplas de una mujer (Tito Fernández (cantautor))
Escribo por ejemplo (Roberto Márquez)
Arrurú la faena (Roberto Márquez)
Dos sobreviviendo (Roberto Márquez)
Mamá Aida (Roberto Márquez)
Buscando tu mirada (Roberto Márquez)
Hermana de las gaviotas (Roberto Márquez)
Morena Esperanza (Roberto Márquez)
Zampoña, queja del indio (José Miguel Márquez)
Canción para que no duermas (Mario Bernal)
Landó (Sergio Cerda)
Voy dejando (Sergio Cerda)
Ladroncita de camino (Jorge Jofré)
Obra
Descripciones, Sandra, 1966, Poesía.
La Pacarisca, Zicus, Poesía.
Descripciones (Reedición), Zicus, 2002, Poesía.
Versos caminantes entre música y danza, 2005, Poesía.
Antología de la Poesía Nortina, 1966, Ediciones de la Universidad de Chile, Poesía.
(Selección de Mario Bahamonde)
Antología Atacameña, 1978, Nascimento, Poesía.
(Prólogo y notas de Alfredo Aranda)
Premios
Segundo lugar, Concurso de poesía del círculo literario Carlos Mondaca 1957
Segundo lugar, Concurso Instituto Hispánico de Cultura de La Serena, 1957
Mención Honrosa, Certamen de poesía, Universidad de Chile, sede Antofagasta, 1965
Mención Honrosa, Certamen de crónica, Universidad de Chile, sede Antofagasta, 1965
Ancla de Oro, Ilustre Municipalidad de Antofagasta, 2000
Medalla del Centenario de Neruda, Gobierno de Chile, 2000
Descripciones
Era la tierra dura,
una sombra de rocas caídas bajo el sol
contra la empuñadura firme de las olas.
Era la tierra-madre,
desprovista de los aretes vegetales
y faldas de árboles,
una simple mujer con el desnudo cuerpo
bebiendo soles en vasos de metales.
Era una gigantesca embarcación de tierra
con una suave embarcación de vientos,
era dulce tierra transformada en cuna,
la dulce amiga… transformada en lecho.
Era como el graznido audaz de las gaviotas
o el lento caminar de los mineros,
era una red abierta a los caminos,
un pescador, un ancla, una barquilla,
un estruendo, el amor y un pensamiento.
Era la tierra mía un amplio suelo,
un… escondrijo triste
y una hilera de heridas metidas en los cerros.
Era como la reunión frente a una mesa
donde se junta el pan con las hormigas,
donde el hambre se bate entre platos
y la inquietud detiene la fatiga.
Era mi tierra fuerte como un lecho,
donde el cuerpo se duerme entre sollozos
y se olvida el olvido entre los besos.
Era mi tierra fuerte como una aula,
limpia, tranquila, acogedora, quieta,
con una mansedumbre hecha de años
y con un despertar escrito en piedra,
allí precisamente donde al hombre
le entregan hambre a cambio de riquezas
y él da metales por trueque de miserias.
Era mi tierra dura una bandera,
sujeta por el mástil de mil brazos,
y una rabiosa esperanza como estrella.
CANCIÓN PARA QUE NO DUERMAS
No duermas ni niño
hay mucho por hacer
cantar alegrías
al anochecer.
Escribe tu arrullo
empieza a tejer
la canción más dulce
que puedas tener.
Que no hay pueblo triste
de hoy o de ayer,
si hay una guitarra
para defender.
No duermas mi joven
tenemos que hacer.
La cuna del pueblo
que se vá a mecer.
Arrurrú mi pueblo
de hoy o de ayer.
Otro bravo joven
debe florecer.
Y te voy queriendo
lo sabes muy bien.
Hijo, hermano, amigo
hay tanto que hacer.
Hay tanto que hacer.
Que nunca más haya olvido
Que nunca más haya olvido
Cuando a las 5 de la tarde caminemos
Por la apacible presencia de la Plaza Colón
Está en medio de una ciudad que se viste
De tarjetas de crédito y edificios
Y de tantos transeúntes sin memoria
La Plaza Colón y Prat con Matta
Tienen historia de carreras, de miedo
De dignidad obrera, gran constructora de calles y edificios
Sin tiempo para comer lo necesario
Sin ninguna defensa,
Solo el escudo urgente de una huelga.
Claro!
Fue en 1906, nadie de los aquí presentes
Puede sentirse culpable………. Estamos a 2006 claro que en el mismo mes y
Exactamente el mismo día.
Pero miremos más allá de los ojos y vitrinas
Más allá de las manos y el compromiso humano
Y sabremos que pesa en cada uno
Especialmente en memorias más viejas
La complicidad más terrible: el silencio adornado
Por la fea corona del olvido
¿Qué cosa tan terrible pedían los obreros del Ferrocarril Antofagasta a Bolivia
en 1906?
Un despilfarro, una vergüenza: media hora, solo 30 minutos más para
almorzar
Entonces escandalizados con su estupor repleto de monedas
El poder económico pidió medidas
Y las medidas siempre tan cristalinas
Tenían forma de soldados
Porque cuando se unen los obreros y no bajan la cabeza
Un espanto carcome la carne empresarial y gobernante
Los gritos e insolencias
Son peste incontrolable:
Entonces a disparar, ¡ay! Estas calles testigos, llorarán a veces por las noches,
recordando el 6 de Febrero de 1906?
Después de 100 años y de 100 muertos ese día todavía nos llama Juan
González Marambio. El que llegó corriendo hacia la muerte.
Y hoy a ese llamado sólo acudieron jóvenes, jóvenes sin olvido, jóvenes de
éste siglo.
Ellos tomaron la bandera de la curiosidad y del asombro
Y se reunieron
Y nos reunieron a todos el 6 de Febrero de 2006,
¡Por qué se permitió esta ciudad los 100 años de olvido!
Y con todos los dolores y las alegrías que ya hemos vivido
Estamos sin respuestas
Pero aquí estamos asumiendo el pasado
En este presente donde aún no tenemos cabida
Pero somos la veta, el reclamo, la indignación,
El abrazo filial, el orgullo del hijo, somos batalla
Libro, pliego de peticiones, olla común,
Semilla para el que sueña.
Gracias Javier Mercado, un abrazo profundo a Leonora
Y la los jóvenes que llenos de libertad
Nos unieron a la necesaria rebeldía de la memoria
BALADA DE AMOR
Para Naroa Lemus,
para que sus tristezas
se hagan más pequeñas
porque ella es una maestra gigante.
¿Has pensado
en tu ruta cotidiana
que todas las mujeres
son siempre al mediodía
una enorme
bandada de guajaches
que buscan alimentos
para aquellos
que esperan a la mesa?,
cuántas veces hermana
la bolsa humilde
se ha devuelto
vacía,
¡ah! si los hombres
fueran como el mar
el pan tendría
sabor de igualdad
como los peces
que cargan
los guajaches
después de cada zambullida.
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