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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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ÓSCAR DISTÉFANO [17.145] Poeta de Paraguay

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ÓSCAR DISTÉFANO

Nació en Asunción, República del Paraguay (corazón de América del Sur). Por razones de sangre, posee también la nacionalidad italiana. Actualmente reside en la ciudad de Luque, Paraguay (en un barrio muy tranquilo, propicio para escribir).
Su actividad literaria se desarrolla en las vertientes de narrativa y poesía. Ha publicado una novela: “Años perdidos” (1989), Talleres Gráficos de la Imprenta Editorial Arte Nuevo, Asunción-Paraguay. También ha publicado poemas en el libro “En la Ebriedad del Bosque”, en conjunto con Felipe Fuentes García, E. Dominique Jollivet y Tania Alegría.
Es autodidacta. La poesía le ha interesado desde muy joven. Empezó a garabatear versos desde los 15 años. Sus trabajos, en su mayoría, se encuentran inéditos. Muchos de los cuales, sin embargo, han sido publicados en periódicos, revistas literarias, foros, talleres de internet y en su página web.

Dirección web:





POECIDIO

“que me disculpen los poetas, voy a estropear la poesía si es preciso.”
                                                                                                                               E. R. Aristy

Tengo mis dudas: pienso que este texto no debiera salir a luz
en un foro de poemas: en sus líneas he desistido de buscar la belleza
a través de los tantos re_cursos extraídos de los ríos de la retórica;
he desistido, también, de procurarle un ritmo congruente, sin prosaísmo,
algunas gotas de agua de la pila musical que lo bautice, lo cristiane,
para ganar la redención y croar, como un ángel sapo, más allá de la laguna.

Lo escribo así, con tosquedad, tal como me veo cuando me duelen las tripas,
cuando rompo el teclado tratando de ganarme el callo de los dedos,
cuando me atacan las ganas de escribir con apenas diez vocabularios,
cuando ignoro al poeta, a la estrella miserable del poeta.

Mi atrevimiento, mi desvergüenza poética se debe
a un arrebato existencial de estropear la poesía, pues todo el tiempo
mi corazón apenas ya resiste, y sólo resta ir cavando su tumba
porque despiadadamente me va matando su dulce veneno.





DIOSA CORONADA

Era yo un dios náufrago
voluptuosamente anclado en su cama,
y la sal
de sus olas níveas
y el efluvio del misterio
eran mis aromas.

A veces, cavernario, observaba
sus muslos a la lumbre y al aceite,
su ensoñación de ave entre mis manos,
su risa que afilaba las piedras,
y la amaba
con la dicha que hace vencer las intemperies.

"Ah, traviesa gacela de las horas del día."

Cuando todos mis esfuerzos
confluyeron en su boca,
me hice omnipotente entre sus sábanas,
y a ella le nació
una diadema de diosa entre las sienes.




LA SED 

tenía sed
enorme sed lo consumía

manaba el tiempo
inundando de sed su desventura
por las fiebres de su rutina
por los páramos de su mundo

como un reptil que rinde
su terrosa laguna evaporada
buscó entonces el río
por los caminos de las fieras
por los vuelos del buitre
con la sed incurable
y lo encontró
viboreando en la llanura
surtiéndose a los pájaros

se detuvo a beber
a beber todo el tiempo se detuvo
todas las horas
de su horrible vigilia

y la sed no menguaba
no se apagaba nunca
se hizo árbol
y la sed no cedía
se hizo pez
y la sed persistía
devorando su entraña
mutándolo en antorcha
en lumbre viva del hirviente río

y la sed no menguaba
no la apagaba el hambre
ni la angustia
ni el sueño
ni el delirio
ni el hombre
ni el poeta





MIENTRAS DUERMES   

Te has dormido, justo
cuando la noche empieza a llenarse de tactos,
el cielo está en su día libre, y llueves
a cántaros desnuda en mi memoria
sobre mi cuerpo suspendido en la vigilia.

Es una lástima perder así
una emoción que pudo quedarse en el recuerdo,
y estoy insomne
y solo
y amanece.




RASTREO DE MIS CAUSAS HISTÓRICAS 

Desde siempre quise conocer las maquinaciones
que me hicieron tan penosamente humano,
los hilos de Ariadna que se soltaron
en el intento de encontrar mi alma tesea,
aquellas hecatombes que arruinaron mis fantásticas ciudades,
las cuitas de la nurse que crearon mi alma complaciente,
las seductoras palmadas ante mis ingenuos actos de justicia,
las perdidas y secretas razones de la caída
de mi adolescente imperio romano,
la fuente de la cicatriz del ciervo
que anda deambulando por mis páramos,
el robot con mi cerebro que ansío ser en el tiempo infinito,
las causas de esta herida que sangra y sangra y sangra
como un río de versos sin mar.





DE PIE

Ponte de pie. La lucha sobre el barro
brinda al loto su mística belleza,
al tigre en la sabana su destreza
y al guerrero su espíritu bizarro.

Ponte de pie. La luna sufre el sueño
en la prestada luz, pues con donaire
a veces llora en el umbral del aire
el aura deslucida en el empeño.

La indolencia carece de estatura,
repta lombriz cobrando codiciosa
el deshecho que vierte el alma impura.

De pie y marchar. Marchar es el destino:
ensueño, meta, lumbre de la rosa,
hiel en la sangre, barro en el camino.





LLUVIA SOBRE LA AUSENCIA         

Esta lluvia, cobijo de los ojos,
lame la flor y exhuma el terciopelo,
se escurre en agua arisca por el suelo,
inundando el jardín y los antojos.

Solfa antigua, trovar en ritmo leve
con pulsos del espíritu; ventura
para el hombre perdido en calma impura,
reloj de finitud y canto breve.

Pronta será su cíclica presencia,
empapando la atroz evanescencia
del pétalo en el iris sensitivo,

en innúmeras tardes repetida
sobre la rosa ausente, ya sin vida
tus manos, ya sin manos su cultivo.





LA ROSA

Radiante está la rosa en una esquina,
como una reina en cuyo trono exhala
halo y fulgor en la apacible sala,
desbordante tersura femenina.

En el jarrón reluce matutina
con rojos pétalos la ardiente gala,
mientras la luz en gradación avala
la majestad de estética divina.

Arrogante en el tronco cercenado
ignora todavía el desconsuelo
de hallarse en los dominios de la muerte.

El sueño de vivir, cuando truncado,
aunque guarde su rojo terciopelo,
repite de la flor la misma suerte.










MARÍA TERESA CASAS FIGUEROA [17.146]

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MARÍA TERESA CASAS FIGUEROA

Cali  - Colombia

BACHILLERATO  CLÁSICO: Liceo Departamental Femenino. Egresada el 5 de Julio de 1975 
ESTUDIO UNIVERSITARIO: Universidad Santiago de Cali.Administradora de Empresas

TRASCENDENCIA LITERARIA

TALLERES

-Taller de Creación Poética VI Encuentro de Mujeres Poetas de Antioquia Junio 2008
-Talleres con la Escritora Marga López en Cali Junio 28 al 30 de 2010,
Octubre de 2012 y 2014.
-Talleres de Escritura realizados por la Fundación Plenilunio.

Invitada por el grupo Grainart como:
Moderadora del Taller “La Escritura como herramienta vital: percepciones del ser con la naturaleza, el universo y el hombre- Como terapia mental para sanar nuestra mente internamente”. Agosto de 2013.

PREMIOS MENCIONES Y RECONOCIMIENTOS OBTENIDOS

- Primer Concurso de  Poesía AFRO 2011 Fundación Plenilunio – Tema parte central del XI Festival Internacional de Poesía Cali – 2011
- Mención especial II Concurso de Poesía Red de Bibliotecas en Cali 2006
- 1er Premio Narrativa larga en Parnassus Patria de Poetas, Buenos Aires Argentina. Homenaje a los pueblos originarios. 2012 
- Socia y Miembro correspondiente de la Unión de Escritores y Artistas de  Tarija Bolivia, reconocimiento otorgado por la Sociedad Boliviana de  Escritores y la Unión de Escritores de Tarija
- Visitante Distinguida otorgada por el Honorable Concejo Municipal de San Lorenzo, Provincia Méndez, Departamento de Tarija.
- Visitante Distinguida de la Ciudad de Tarija y la Provincia de Cercado otorgada por el Honorable Concejo Municipal de Tarija en el Palacio Consistorial.
-Miembros Asociada de Honor a AEADO: Asociación de Escritores y Artistas del Orbe de Perú por Colombia.
- Certificado de Honor otorgado por el Comité Ejecutivo del Primer Congreso de Literatura en el Archipiélago de Chiloé, por la Identidad de los Pueblos y la Paz, el Centro Cultural de las Letras y Artes de Chile y la Corporación Internacional por la Identidad de los Pueblos y la Paz con el patrocinio de la, de la Unión Hispanomundial de Escritores del Perú, del Circle Universal de Embasadeurs de la Paix de Ginebra- Suiza, de IFLAC     y de las ilustres Municipalidades de las comunidades de Ancud, Quellón y Queilen, Provincia de Chiloé, febrero de 2014, por su aporte y destacada presentación. 
- La Corporación Internacional de la Identidad de los Pueblos y la Paz a través de la mesa central de Chile y la Filial de Colombia, Nombra A  María Teresa Casas Figueroa Delegada Cultural de la Corporación como uno de los jurados del concurso literario que se enfoca en los objetivos de nuestra Institución, Identidad y Paz, con motivo de la realización del Segundo Congreso Internacional de Literatura por la Identidad de los Pueblos y la Paz, a realizarse en Guayaquil, Ecuador, en febrero del año 2015.www.escritores.org

ENCUENTROS

ENCUENTROS INTERNACIONALES:

-III Festival Internacional de Poesía y Narrativa en Tolú-Sucre Colombia. Agosto 2014 y 2015. Avalado por Movimiento Poetas del Mundo.
-Primer Congresos Internacional de Literatura en el Archipiélago. “Por la Paz y la Identidad de los pueblos: Archipiélgo de Chiloé. Febrero 2014.  Presentación del pueblo NASA-PÁEZ COLOMBIA” “La estigmatización de las  Etnias” PLAN DE VIDA NASA: Cómo construir la Paz para mi comunidad.
-V Encuentro Internacional de Escritores y Artistas de Tarija- Bolivia ov-2012. Tema de discusión: Entregar a los pueblos que representamos como Embajadores de nuestro País, la importancia del desarrollo educativo de niños y niñas adolescentes para un mejor futuro en cada región. Recital en la Casa de la Cultura, Presentación en el Valle de la Concepción y ciudad de San Lorenzo (Tarija) en las diferentes escuelas de las municipalidades visitadas, desarrollando estrategias para que los jóvenes puedan  tomar decisiones correctas para su vida; llevándoles la palabra como ejemplo de vida para las nuevas y futuras generaciones de estudiantes, crecer y tomar decisiones con responsabilidad con la experiencia que podemos como escritores entregarles a través de la palabra. que podemos como escritores entregarles a través de la palabra Lectura de poesía por cada país representado. Presentación del libro “Un punto en la nada soy yo” en el canal local de televisión.
-IV Encuentro Internacional de Escritores y Artistas de Tarija- Bolivia ov-2011. Tema de discusión: La Educación en los países suramericanos. Poesía en la casa de la cultura la Casa Dorada y presentación de performance en la municipalidad de San Lorenzo. 
-X Encuentro Internacional de Escritoras en Panamá. Marzo 2012. Conferencia: Expositora Mesa 11.Negritud, memoria y femineidad: mujeres afrodescendientes y literatura ponencia: “Lucha y trabajo de la mujeres indígenas y afrocolombianas por el rescate de su cultura y su identidad en la Universidad USMA, Marzo 2012. Recital y Performance en el Instituto Técnico Comercial e Ciudad de Panamá. Presentación de Poesía Visual en Ciudad David, Universidad Autónoma de Chiriquí Marzo 30. Cierre del X Encuentro Internacional de Escritoras, Recital para el cierre en Ciudad Boquete, frontera con Costa Rica.

ENCUENTROS NACIONALES

-Encuentro de Mujeres Poetas en Roldanillo por siete veces.
-VI y VII Encuentro de Mujeres Poetas de Antioquia 2008 y 2009.   

PUBLICACIONES

Libro “Un punto en la nada soy yo” Aitor con derechos. L en la Fundación de Poetas Vallecaucanos – Diciembre 6 de 2012. Prólogo de Amparo Romero Vásquez

ANTOLOGÍAS

*Antología Casa Dorada-Casa de la Cultura Tarija-Bolivia 2011 y 2012.
*Antologías de Encuentro de Mujeres Poetas de Roldanillo en 5 veces del 2005 al 2012
*Publicaciones en dos Antologías en Medellín en los Encuentros de Mujeres Poetas de Antioquia, Memoria Medellín Junio 2008 y 2009.
* 10 Publicaciones en Revistas y Encuentros de la Fundación Plenilunio Cali

OTRAS PUBLICACIONES

-Antología Poética 2014 y II Antología Poética Grainart 2015.

OBRAS EN EXPOSICIÓN EN ISLA NEGRA, frente a la Casa de Neruda, como parte de la Biblioteca de la Casa de Pablo Neruda: con la Sociedad de Escritores  de Chile, Asociación Internacional  Poetas del Mundo, Isla Negra - Alfred Asis:
Libro Mil Poemas a César Vallejo de Perú
Libro Mil Poemas a Miguel Hernández de España
Libro Mil Poemas a Oscar Alfaro de Bolivia
Libro Mil Poemas a José Martí de Cuba
Libro Mil Poemas a Nicanor Parra de Chile
Libro Mil Poemas a Santa Teresa de Calcuta
Libro Cien Poemas a José María Arguedas de Perú
Revista Literaria Pos-Moderna Plenitudes Sept 2013 Homenaje a Oscar Alfaro
Libro Mil Poemas Homenaje a Gabriel García Márquez de Colombia
Libro un Grito Desgarrador a la Mujer de Bolivia
Libro ¿Por qué México? espacio para la defensa de la VIDA y la PAZ en el mundo
Libro a Ana Frank 2015

LIBROS VIRTUALES: 

- El Agua (Página Internacional Parnasus)
- Certamen de Carnaval (Página Internacional Parnasus)
-Poemas a César Vallejo  (Página Internacional Parnasus)

POETAS PAÍS VASCO:

Libro virtual mensaje en la Historia contra la violencia de la Mujer: Libro Issuu-Mujeres en la Historia: http://issuu-com/xjibe//dos/017- =mujeres en la historia- =poemas; María Teresa Casas F- Colombia
2013: Socavando la dignidad. Por Xavier Susperregi.

Ignoradas en antologías Publicación auspiciada por el Ministerio de Cultura:
Editorial Apidama nos presenta Poesía colombiana del Siglo XX, escrita por mujeres Tomo II, Estudio y selección de Giomar Cuesta Escobar y Alfredo Ocampo Zamorano. Es una edición de gran envergadura que pretende cumplir el cometido de dar a conocer y hacer justicia a la pluma, de las poetas colombianas nacidas a partir de 1950, muchas de ellas desconocidas para muchos, otras publicadas anteriormente en el país y en el exterior.

Email: maitksas@yahoo.com



SOY EXTRAÑA GEOMETRÍA

En tiempos preciso
soy extraña geometría,
vivo limitada
en el tejado del cielo
donde aromas agridulces
y emociones
abren las ventanas de la noche.

Me sumerjo en el lago de las lágrimas,
tus pasos son paisajes de viajes
de huellas sin regreso.

Cada noche me dibujas
cuando las nubes se duermen,
en cada intento
eres mi sueño,
mi fantasía en la solitaria
cortina nocturnal
que alumbra hasta el amanecer.

Soy luna que habita en ti,
te espero hasta que llegas
circulas luminosidad
cara visible del universo
eres real aunque no te toque
te miro y tú tan serena.
Es el reencuentro que enamora
no tengo prisa,
el amanecer te lleva
es la lunación que fenece,

ese el tiempo que veloz
luna entera,
de día y de noche cada mensis
alumbras,
hasta que Dios te lleva
en la fase ideal.


AGUA DESNUDA

Agua desnuda
de madrugada,
sendero efímero,
inasible azules que bordean
sendero de infinitas alegorías.

Te posas con sutileza
en la lejanía fina,
te aquietas, brillas
extiendes tu ser suavemente.

Fuente de agua que transita,
cuerpo frágil
sientes y rozas,
agua de pensamiento frescos
de nuevos alientos
tus pasos avanzan
con historias.

Luz de eternidad
ojos que miran la tierra
y caminos empedrados.
Cruzas tus brazos
amas la tierra
te entregas en distancia tibia
como cierzo ligero,
corres despacio sobre la superficie
de arroyos cristalinos.

Voces nacientes croan
en tus cálidas ondas
verdes hojas sobresalen
como oración silenciosa.




CANTOS DE AGUA

Cantos de agua
tejen huellas sonoras
por ríos por montes y selvas
mares de sonidos:
tan tan tan, tan tan tan
de las tamboras,
eres uno, el cununo
baileas canalete con el clarinete
espacios de sol y de luna
fogatas que vuelan al cielo
erguidas y ancladas
en eternas miradas.
Cantos de agua
de tamboras
tan tan tan, tan tan tan
huellas sonoras.




CAMINO DESCALZO

Senderos de piedras
camino descalzo
por esta vida.
Labré huellas
para rendirme en el fango
de la humillante desgracia,
la deprimente angustia
de vivir encadenado
a las palabras necias
que he dicho,

a los pensamientos oscuros
que he tenido,
a los sombríos hechos
que en mis entrañas llevo.

Todos los hechos los vivo
como el enterrador
porque mi mente se perturba

y cual árida tierra
oscura y ardiente
quema mi abdomen
y enloquece mi mente.

Se agita mi respiración
mis ojos se humedecen,
transpiro una y otra vez,
me ahogo en mis sombras,
una fuerte carcajada seca
ja ja ja ja ja ja
inunda mi boca
y hace balbucear
palabras necias.
Mi mente me arrincona,
mis manos sangrantes
golpean los muros,
babeo,
se fija mi mirada en la nada,
parece eternos instantes
caigo desmadejada en el polvo.




FRAGILIDAD

Momento nocturnal
promesas de sueños
profundos azules
aroma de verano.

Me dejé afuera
el viaje me regresa.

Son mis pisadas calladas
disipadas como errabundo,
silencio de esencias respiro
entre bambúes olor verde
distancia temprana.

Piso los caminos
pinto la ruta
lejanía de tiempos
rayos de sol aguardando la tarde.

En el semillero me esperan
la albahaca, la menta,
el tomillo y el cilantro,
la humedad de la tierra
me entrega sus aromas,
el sol tímido colma con sus rayos
las frías caminatas.

¿Dónde estás herencia
tierra de milagros
naturaleza de descanso
faro de guía en la frontera al río?

Diviso al almendro
desde el amanecer
en la lontananza,
desde el portal de la ventana,
el camino se pierde a lo largo.

Almendro silvestre
te yergues solo
quieto entre matorrales.

¿Dónde están ciruelos y naranjos?
Los nombro desde mi boca callada.

Vuelo hacia tu copa
asciendo,
encumbro al cielo,
tus hojas menudas
de verde intenso
me incitan a llegar.
Son como labios
besan mi cuerpo,

es la brisa que las empujan
llegan y se van

parece ensoñación.

Me aquieto
y como nómada
me refugio en tu caverna
de tallitos epifánicos
ejes dinámicos
erguidos y frágiles.
Reposo oculto
observo
vuelvo en vuelo a mi andar.

La pradera se adorna de flores
desciende la montaña
armoniosamente sobre los valles,
viajo a pie
cercando al sauce llorón,

es grande mi soledad
y así mismo mi asombro
recojo frutos
hasta que la tristeza me toca,

levanto la mirada
reflejos infinitos
del cielo llegan
la tierra me habla
silenciosa geometría
me carga
ya se acaba el edén.

Me retiro
vuelo entre las nubes
atravieso la atmósfera
las plateadas nubes
acarician mi vientre.

Encumbro al infinito
la dulzura del viento
hace mi andar estático.

Me alejo
en profundos pensamientos
no olvido
rompo el viento
mañana regreso.

Recorro mi camino
deambulo un rato
busco mi ventana.

Mis brazos
en momento nocturnal
entre sombras,
es la cornisa mi remanso
lugar de placideces,

suavemente mi aliento
arrulla mis murmullos
evoco las estrellas
me abrazo
permanezco inaccesible
hasta la próxima aurora.




SOY

Soy el poeta que sucumbe
y no muere,
trasciendo,
me elevo entre palabras,
zarpo entre huellas
marcho entre ellas,

salgo entre versos
recojo flores
respiro aromas,
sinfonías de sonidos
escucho a lo lejos
agudizo mi oído,
mis versos me cantan
me embelesan,
me duermen,
soy el poeta que sucumbe
y no muere.




PLUMA INERTE

Ritual de piedra
en tierra pétrea
túmulo por siglos,
en campanas mudas
se incrustó la imagen,
ofrendas y sacrificios,

estelas se graban
en el frío mármol,

aquí existe la mano
amiga impoluta
del poeta enamorado
de la vida ,
de verso sensible,
le escribió al olvido,
a la guerra y a la paz,
al niño y a Dios.

Su pluma inerte
azul, roja,
verde y negra,

como la sombra
del árbol en invierno
oscura y fría
estéril, solitaria
y  fantasmal,
pluma que cruzó
los andes,
que derrumbó los muros
del miedo
y construyó dulzura
sin prisa y ceguera,
con arrojo,
solo el corazón
llenó de esperanza su tiempo
y ahora su pluma inerte
lo despide desde su tumba
levando  su dignidad al infinito
a la gloria del reino de los cielos.




DESDE LA FRONTERA

Entre escenas oscuras
se lleva la noche los sentidos
a hoyos profundos
consumiéndose a pedazos
las piltrafas de piel
en el rito eterno de la inerte muerte.
Entre escenas oscuras
desde la frontera
se rompe la línea
se despide de la historia
la vida entre homicidios y riñas
entre golpes y heridas
como residuo impuro.
Entre escenas oscuras
se desvanece  el mundo
entre el dolor de los últimos días,
entre las manos mentirosas
que se carcome los cuerpos
como balas de metralla
como bacterias en el cuerpo.




EN LA OPACIDAD DE LA MUERTE

I

El tiempo desprende
cuerpos olvidados
ocupando sueños
y paraísos atormentados.
Manos solitarias,
miradas vacías,
resquicios de recuerdos
de puertas cerradas,
bocas de labios secos
sin mutar palabras
seres de mirada ausente
elevada en silencio
cual viento sutil
cómplice del olvido.


II

Solo instantes
nada cierto
solo sueños
de noches solitarias.
Manos cerradas
de almas compungidas
que acechan en tinieblas
viendo  cómo se aleja
mi vida desolada
de esta fragmentada
e incomprensible vida.


III

Camino,
doy vueltas,
me arrimo a las arenas,
me apoyo en los desvencijados troncos
de los bosques húmedos
y mis oídos sordos
y mi ausencia
no encuentran a mi alma extraviada.


IV

Yo soy el comienzo del fin,
del fin de mis pensamientos,
pensamientos sin recuerdos,
recuerdos dormidos en el sueño,
sueño sin hálito, sin noche,
noche oscura perdida en el aire,
aire, viento que zozobra,
cuerpo, manos,
corazón zozobrando en la noche
en la noche agreste,
noche oscura  sin imágenes,
noche sin luz,
luz desértica
inmolada en la oscuridad,
oscuridad penumbra de invierno
y en la opacidad de la muerte.


V

Muerte de mente enmarañada,
de memoria olvidada,
de repudios frenéticos
cual espadas punzantes
hiere mi respiración,
mata a pedazos
mi lengua y mis labios,
mata al silencio
para que ya no esté.


VI

Ya no estaré,
ya no estoy.
La lluvia ha cesado,
los jardines con sus flores
se han ahogado
y mi corazón mudo
huye de mi,
huye de mí temblando
y me entrega a la ausencia
de enterrarme en la tierra,
en la fragosidad de mis gemidos
en  la imperdible niebla
que deprisa pasa
y se declina en los árboles
para cubrir mi fracturado cuerpo,
acabándome en el llanto
de mis heridas mortales,
de la ausencia, de la soledades
desplomándome en la nada,
en el final
y en el murmullo mudo
del fin
en el fango
en el fondo de las raíces muertas.











TERESA GONZÁLEZ [17.147] Poeta de El Salvador

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Teresa González

Teresa González o Teresa del Bosque, seudónimos de Teresa Antonia Hernández González, nació en San Miguel de Mercedes, Chalatenango, El Salvador, A.C., el 13 de junio de 1963, es poeta, escritora, profesora y abogada salvadoreña. Hija de Mercedes González de descendencia italiano-salvadoreña. 

Posee varios diplomados, entre ellos destacan: Desarrollo y comportamiento del ser humano, Ciclos de la vida, Género y Derecho notarial. Fue una estudiante destacada desde la infancia, y a la edad de 15 años comenzó a escribir poesía dedicada a su madre.   

Ha publicado, desde 1998 a 2007, poemas, cuentos y apólogos en las revistas “Juventud” y “Clase” del Ministerio de Educación salvadoreño, donde fungió como Colaboradora, y algunos poemas en el Diario de Hoy. Fue ganadora en el Primer Certamen de Poesía de Maestros de El Salvador, en el año 2002 con su poema “Triunfo del amor”, lo que le condujo a grabar recitales en el programa: “Tú, el amor y la música” de Radio El Mundo. En su apogeo como docente impulsó el folklore y el teatro con su grupo infantil “Totochi” en la década de los 90, fue una de las iniciadoras del Elenco Artístico Magisterial de aquel entonces y colaboró con el programa “Jardín Infantil”, por lo que recibió dos Diplomas al Mérito por parte de la Institución y del Distrito educativo donde laboraba. 

En 2011 y 2012 impulsó diversos concursos de Cuento y Oratoria en su comunidad educativa, resultando ganadores consecutivamente a nivel nacional en la rama de Cuento. En julio de 2015 obtuvo una Segunda Mención en el Concurso Internacional de Poesía Letraskiltras, Chile.

LIBROS DE SU AUTORÍA: 

* “Poemario cívico escolar”, El Salvador, abril 2012
* “Vida y Espíritu” (Poesía), Editorial Navegando Sueños, El Salvador, noviembre 2013
* “Mi mundo infantil” (Poesía ilustrada para niños y niñas), Raíces editores, El Salvador, diciembre 2014.

ANTOLOGÍAS (donde ha recibido diversos diplomas por su destacada participación internacional):

* “Poesía y Cuento de la Juventud Salvadoreña 1985”, promovida por la Casa de la Cultura de Puerto La Libertad, El salvador.
* “Boulevard Literario”, Editorial Rosario, Santa Fe, Argentina, septiembre 2013
* “Antología Internacional Erótica 2013”, de Editorial Rosario, Santa Fe, Argentina, febrero 2014
* “El Alma en verso”, Grupo Literario LetrasKiltras, República de Chile, abril 2014
* “Sueños en tinta” (Cuento),  Grupo Literario LetrasKiltras, República de Chile, abril 2014
* “Letras de Parnaso”, revista digital editada y publicada en Madrid, España.
* Antología poética VI “Cerca de ti”, Madrid, España, julio 2014
* “Frases y poemas”, Editorial Rosario, Santa fe, Argentina, julio 2014
* “Historias de vida” (Coautora del Prólogo), Editorial Rosario, Santa fe, Argentina, julio 2014
* Antología digital de Relatos y Poesía: “Terrror letrado-Terror dominado”, letrahispana, Deviantart, E. U., mayo 2015.
* Antología poética VII “Cerca de ti”, Madrid, España, mayo 2015

ACCIÓN LITERARIA

* Encuentro Poético, Centro Escolar “España”, San Salvador, octubre 2012
* Inauguración del Año Escolar, presidido  por el ex presidente de la República, enero 2014
* Grito por la Paz y la Voz de Monseñor Romero, Casa de la Cultura de San Rafael Obrajuelo, La Paz, marzo 2014
* Festival de Poesía, Biblioteca Nacional “Francisco Gavidia”, San Salvador, junio 2014
* Homenaje a docentes en el Día del maestro y la maestra, Teatro Nacional, San Salvador, junio 2014
* Poeta invitada en la Presentación del libro: “Más allá de mi verdad”, del fallecido escritor Félix Antonio Zaragoza, Casa de la Cultura de San Miguel, julio 2014
* Encuentro poético-literario Amor, Paz y Juventud, Casa de la Cultura y Alcaldía Municipal de Tapalhuaca, La Paz, agosto 2014
* Recital de poesía del Colectivo Literario Sendero de Luz, Universidad Evangélica de El Salvador (UEES), septiembre 2014
* Primer Festival de la Poesía Salvadoreña (promotora, jurado y poeta), auditorio del Ministerio de Gobernación, Ministerio de Educación, San Salvador, octubre 2014
* Entrevista en el programa “Aequilibium” de Radio YS UES, San Salvador, marzo 2015
* Entrevista en el programa “Abriendo espacios culturales” de Radio Legislativa, San Salvador, abril 2015
* Participación en Homenaje a la “Generación Comprometida”, Anfiteatro Universitario UES, San Salvador, mayo 2015

* También presente en:

http://www.artepoetica.net/Teresa_Antonia_Hernandez_Gonzalez.htm
http://refugioeneltiempo.blogspot.com
http://acantiladosdepapel.blogspot.com/2015/01/seleccion-poetica-de-teresa-gonzalez.html
sderet.deviantart.com
https://www.facebook.com/Delirius-226555710772051/timeline/
https://www.youtube.com/watch?v=ClDtgKAfsio



De la Antología “Boulevard Literario”, Editorial Rosario, Argentina, 2013.
Y Segunda Mención en Concurso de Poesía,  Letraskiltras 2015  


DESTEJIÉNDOSE

Eras oxígeno,
huésped de mis poros,
cuando tu voz era eco
endulzando mis días sin ti

Eras agua fresca de río
recorriendo mi cuerpo,
apagando volcanes,
domando quimeras
cuando apremiaba el amor                    

Era amada tu sombra
que trasquilaba mi sueño
cuando estrellas eran sus ojos
queriendo gestar

Era amor
aquel desatino en mi pecho
que buscaba afanoso
un lugar en tu corazón

Era dulce amargura
en donde grande fue la ceguera,
grande, el despertar.

                                                                                                      
     

DELICIOSA INOCENCIA
                                                                               A la Jaga    

Tu rosa natural                    
ha esparcido cascabeles                  
que se fugan con la risa               
entre tus perlas incompletas   
               
La niña de mis ojos                    
ha puesto un arcoíris de amor              
sobre tu cascada negra                   
de rizos retozones                 
acariciando el canela de tu cuello             
            
Espiga color de caramelo              
de pétalos alfombrando                     
su ternura al caminar    
               
Tu cielo celeste tempestuoso                    
ante el mío que es tormenta                           
ha disipado los nubarrones                            
de mi iris frente al mundo      
                    
Un olor que es un llamado                      
ha erguido tu pupila                             
y casi irreflexiva tu palma primeriza                    
las rosas va cortando                     
de tu cadena primaveral  
                    
Hoy tu corazón pasar ha visto                     
la brisa del amor                          
los poros acelerando                                
de tus tierras sobre al sol…   




ROSARIO ARGENTINA

Etéreo júbilo se respira en el mundo, 
las manos llenas de Argentina
cual polvo de estrellas lo esparcieron,
manantiales de versos acopiando
en su colosal barco antológico
que navega poderoso
con el corazón de los poetas
para el corazón de Rosario
que canta laureada
por las musas del amor universal.



     
Del libro “Vida y Espíritu”, Editorial Navegando Sueños, El Salvador, 2013

    
 …A SU TIEMPO     
       
Albor agónico mi albor          
que avivó tu supernova
bardo navegador de sueños
derribando la risa del miedo
viejo en la puerta que abrieras
con tu vena de mi vena
mirada de mis ojos.
Quiero perderme en la luz de tu bajel
para secar las lágrimas 
del tierno sueño abuelo
que aún respira 
sobre la agonía de mis pasos.
Llegaste justo cuando todo llega…
en mi vida de entresijos,
de antípodas palabras demoradas.                         
Justo cuando en verano
mis párpados se desecaban 
y florecientes de fe 
nostálgicas cantaban mis manos.




REINA MADRE  
  
Salido del corazón para mi Madre Mercedes González

Madre, que olvidabas tus nostalgias
para evacuar el sufrimiento de tus hijos
y quebrabas las espinas de su camino
con tus pies descalzos
Madre, que convertías tu tristeza en fortaleza  
cuando el corazón de tu entraña
en mil pedazos se rompía ante tus ojos 
Madre, que te olvidaste en el tiempo
para regar con la soledad de tus lágrimas           
sus pupilas sedientas de ternura
Madre, que aún te veo guerrera
en tu abnegada misión por mis días;
aún, cuando el alud de nieve
sobre mi cabello es reflejo del tuyo
Madre por siempre Amada,
deja que el verano de mis manos 
cuide del otoño de tus pasos
mi sutil Reina Madre,
para retribuir una pizca tu entrega
de tu más grande muestra de Amor:
mi Vida.




3 CRUCES     

A German González “Gherlez”

Semilla que fecundaras
con el fuego que quemara
la cruz de su cuerpo
despuntando primaveras;
primavera que dejaras naufragando            
en el licor la supervivencia
ocupada de tus ojos
en la hambruna de tu sangre;
sangre tuya, veneno del patriarca,
verdugo adicto a tus pasos,
pasos que burlaran los filazos
de su espada
hermanada a la emboscada
reluciente en el rostro de la guerra…
Se fue…
el tiempo renegando,
renegando en el tiempo
de tu insubordinación
que ahora sonreía
curando tus heridas,
lejos del cascabel
y su mirada ponzoñosa
que no pudo callar su conciencia
acallando la tuya
dedo en su llaga.
Estas ahí…
recostado en la frescura de tus años
perfumados de verano,
besando las mejillas de tu rosa
aún danzando en primavera,
primavera que te besa en sus labios 
y de amor te crucifica,
sanando aquel amor 
de tus amores con su amor, 
amor que brilla en la cruz
de su cuerpo… tu Cruz de amor.

                                                                                                    
   

De la Antología de Poesía “El alma en verso”, Letraskiltras, Chile, 2014


MADRE NUESTRA   
     
Madre nuestra que estás
a mi alrededor,
protege con tu fuerza cósmica
mis acciones.

Madre Tierra que te siento y te veo
perdona mis arrebatos
con los demás seres vivos.  

Madre nuestra creo en ti             
porque estás en mí:               
energía misteriosa
que brilla en mi mente. 
Creo en tu poderío
ante mis percances,
impulso divino que me envuelve.
Vengan energías positivas
de la naturaleza
vengan a disolver mis conflictos.
¡Oh! te invoco madre nuestra,     
siempre viva que te encuentras en todas partes,
conduce la potestad espiritual 
que pusiste en mi cabeza
y haz de mi estadía por la vida
un manjar de conciencia
para tu existencia.

Creo en ti Madre Tierra
porque vengo de ti y a ti volveré.

                                          Amén.       



   
De la “Antología Internacional Erótica”, Editorial Rosario, Argentina, 2014


UN AMOR

Quisiera amarte…
cuando te amo cada día
en tu sonrisa mi alegría
Quisiera tenerte
cuando hemos hecho el amor             
sobre el pezón de la montaña
besando la niebla
Quisiera besarte
cuando desgastamos los labios
con caricias echas versos
Quisiera ser…
tuya cuando apagas el infierno
de mi vientre con tu nombre
Quisiera saberme lumbre
en tus horas vacías
retribuyendo las mías
Quisiera pensarte
cuando te acuestas y levantas                        
de mi lecho con mis pasos
Quisiera rosarte
cuando incendia mi piel
tu recuerdo
Quisiera vivirte
cuando te vive la pureza
de este amor lejos del mundo               
Quisiera no olvidarte
cuando olvidemos, acaso,
este amor de verano
con olor a primavera.




LO QUE ES EL AMOR
   
Como supiste…
Acaso leíste la soledad
gimiendo detrás de mi sonrisa
La pasión ahogada
de sed en mis poros
El amor espinando
mi pecho blindado.
Te quedaste desafiando el mutis
de mi piel sin ensueño
Acariciando mi pelo
tu respiración en mi cuello
Provocando a la vida
el sueño que muriera conmigo…
Me aterra el fuego                                     
recluido en mi entraña
El dolor que espolee…
mi amor desatado 
en tus aposentos ajenos
La miel que empalague
mi abismo profundo
ahora que te has dormido
en la armonía de mi espacio…                                 
No se imagina mi vida
correteando tras tu fantasía
Mi alma amando la tuya                     
luego que tus brazos
se han quedado con la mía
Como supiste…
tocar a mi puerta… 
inflamada
sedienta
vacía.




ÁNGEL DEMONIO

No provoques de madrugada
mi infierno virgen contenido
que esperando está el magma                                   
por tu cuerpo mi sosiego

La copa ha rebalsado
de vino blanco enrojecido
por tu beso descendente en mi caricia 
embebedora de tu vida

Ven ahora mi ángel demonio          
y asesinemos juntos
esta rutina del amor
con nuestra pasión 
del pecado liberada

Me calcinas la mirada                        
a merced de tus besos
que bajan por mis tierras 
desnudas
sedientas 
mal amadas…
perdiéndose así la razón
en un suspiro de mi cuerpo
sobre el tuyo.

Nada queda que envidiarle
a una estrella
si nos hacemos polvo 
cada vez en esta hoguera

No me exilies nunca
del yerro hecho cadenas
Deja que el tiempo sin clemencia
rompa jamás nunca esta prisión.


   
De la Antología Internacional “Frases y Poemas”, Editorial Rosario, Argentina, 2014


FINAL     
                           
Pasó lentamente
con los lienzos                 
de tiempo mi fragata 
confundida
ante la ceguera
de tu ambigua existencia.
Adiós te coreaban sus manitas y las mías            
que en el fondo no querían
cruzar la inmensidad
y no sólo no dejarte atrás. 
                                                                        
No entendiste las señales
en las luces de bengala
que desde la proa yo lanzaba                     
en tu barco timoneado
por los vicios más nocivos
de tu alma.

La flecha envenenada
de  mi cuerpo fue expulsada                           
y fue impulsada por la furia de las olas
azotándola contra tu cuerpo
que anclado se quedó
en el desierto de fantasmas
tu nido de abismales sentimientos.




DESIGNIOS
            
Poeta nací
Poeta crecí
Poeta viví                 
Poeta no fui
Poeta morí
cuando te conocí…                            

La puerta tumbe
cuando el miedo se fue                      
un paraíso encontré
y la bestia lloró…

Poeta nací
Poeta crecí
Poeta viví
Poeta moriré.




UNA HISTORIA…

Torbellinos de veneno                
desaguaron sus bocas
las cinco sangres de mi sangre
sobre el tierno corazón de mi nido
que venir vio
ciclópea nube negra
rodeando mi silente                 
concha protectora,
que arrastrada fue en la turba
gastando sus murallas
penetrando su energía ponzoñosa                    
en el corazón de sus náufragos:
tres de cinco inmaculadas almas…
que sangraron la pupila matriz
mirando al cielo.
Siete mares de distancia
mis manos escribieron
cuando de raíz cercené
su materia de la mía,                         
sus oscuras almas de mi alma
que yace en este mundo-escuela
anhelando su celeste evolución…
Las espinas de mis pieles
fui sacando con mis labios
donde fluyó fraterno rio
mezcla dulce y sal…

El tiempo fue borrando
de mi vida sus miradas
armonía floreciendo
las paredes del santuario
construido por amor.
Lejos, muy lejos el eco se perdió
de mi ingenuo cuento infantil,
aquel, que gastó mil sonrisas
con un prestado rebaño engañador…

Pero una mañana tibia de verano,
cerca de la víspera apocalíptica
del fin de la era milenaria,
trajo el equilibrio de la vida
hasta mi estancia
la perla más antigua de la estirpe,
la más preciada de mi perla hija.
Sus ojos en mi barca lucían
victimizados y atormentados
por los tóxicos mentales
de aquellas negras voces
que desarmonizaban 
hoy su imagen santa.

Y mientras las hojas caían por mi ventana
eran bálsamo  mis dedos
para su estileteado cordón de la vida.
Estaba ahí, 
con su infinitamente liviana figura
mirándome como cuando niña,
desnudándome el alma
descubriendo en lo insondable
de mi centinela amor
dos lóbregas décadas sin día.

Pero las sombras de la noche
fueron despejando la sonrisa
de aquel sol verdadero
que las “cinco hieles” ocultar más no pudieron,
y el día resplandeció en el cielo
haciendo brillar
el diamante de amor
en nuestro pecho desnudo
en donde nuestras almas descalzas
se reflejaron la una a la otra.

Y la justicia del cielo
despejó los nubarrones
que aterrados corrieron
a refugiarse en su infierno…
Entonces 
me viste madre,
con ternura que no me dieras,             
desajando la huella del tiempo,  
acariciando la nube en  mi pelo,
alzando con tu mano mi rostro
asintiendo que viniste donde te trajo la vida
y donde jamás pensaste,
igual que la sangre
acude a la herida
donde el corazón la necesita.

El tiempo se ha venido en reversa
realizando las nostalgias
que bajo la luna
gritaban el te amo
inmutado en primavera.
Hoy te duermes en mi perfume
que atesora tus mejillas:
llanuras de seda que pernoctan
en la paz del tiempo
de tus años de plata,
mi avecilla santa.
Mis manos te han palpado 
en el momento mágico del instante
donde me has sanado las heridas,
en mi jardín floreciendo
ochenta y seis violetas y cincuenta girasoles
que esparcen su energía perfumada
en la silueta de tu rostro que atesoro             
cuando entre las sombras te contemplo,
mi ángel de la fe.
El destino hoy nos tiene 
horizontales en el sueño
como cuando desnuda lloré
besando el mundo,
deslumbrada
atónitamente maravillada
ante el mejor regalo de todos: la vida.
Hoy la alegría es felicidad
que brilla en las perlas transparentes
que huyen de mis ojos
porque ha sellado tu vientre
la angustia que te trajo hacia mí…
Deja ahora que me bañe
en tu ejemplo de guerrera
encina poderosa,
dueña de mis pasos,
esencia divina,
éxtasis de Dios…




UNA SANGRE    

Había una vez una sangre              
paseando sus instintos
por los ingenuos pasadizos
de mi jardín
Era una sangre hija de la noche
sin olor, sin sabor, sin alma…            
Y sin pensarlo
salpicó de toxinas
su boca las pilastras
de mi gruta atormentada
lloviéndole sobre mojado       
a mi amor multiplicado
hasta que mi repertorio nombre       
se ahogó en la rutina de su lengua,                     
floreciendo bendiciones
tras la luz que las sombras
poco a poco se llevaban.
Esa sangre, 
que lactó su inventario               
con mis lágrimas
no termina de pagar
su importe a la vida
ante mis anonadadas borrascas,
espectadoras de su fiera lucha
disputándose el penúltimo mendrugo metálico
que le arrebataron al alfa 
responsable de su sangre percudida…

Hubo una vez una sangre            
que fue elegida por mi alma
como mía para volver…                 
en mis estancias terrenales
a cantarle a la luna.

Hubo una vez una sangre
que se intoxicó
con el rojo dulce de la mía…    


   

De la Revista Digital: “Letras de parnaso”,  Cartagena, Murcia, España


EL ESPEJO     
       
Belleza sin nombre
a través de los siglos
sólo belleza…
que se envanece desnuda
lozana y vestida                                   
y se envilece sin cura
en la manzana madura                             
Sólo belleza               
en el salvaje concurso
que te exige el reflejo
que te roba tu alma
cuando tima tu estrella                  
Sólo belleza 
que engorda el espejo       
cuando besas tu sombra
cuando sacias su gula
engañando tus ojos
Sólo belleza 
cuando se esconde el espejo       
porque eres tu espejo
rompiendo tu esencia
la vanidad del espejo.



               
MIS SANTITAS    
       
A mi hija y a mi madre

Cielo franco de pureza e inocencia,
de inocencia y experiencia en el plata de tu pelo

Virgen mirada que husmeas el mundo
el mundo que anhelas naricita de coneja           

Musitadores labios ante tus manos estrechadas             
estrechadas en tu aliento invocando al Divino

Veo tus sueños buscando la salida,
salida en la ternura de tus ojos cual estrellas    

Hija soy de tu hechura pequeña,
pequeña gigante en la fe que me envuelve

Hija eres del sueño de mis sueños,
mis sueños que vuelan con los tuyos en mis manos.




LA ÚLTIMA LUZ DE LA NOCHE  
   
A Marlito

Elevas tus alas
caballero nocturno
para conquistar esa estrella
que más brilla cuando más oscuro
antes del amanecer                            
La primavera de tus labios
besa insaciable los surcos de sabiduría             
que enamoran tus ojos,
cielos insociables
que esgrimen tu materia planetaria               
Y te vas de fiesta
en el abecedario
de un relieve de pétalos
que perfuman la anatomía de tu estrella
Saludas en el tiempo
las viñetas de tu vida 
que distractores se fulminan
en el tiempo que se fuera
desvelando los recuerdos
que abrigo no encontraron            
fugitivos de su alcázar…
Un roce afelpado
felino ha maullado
de amor que ha bostezado 
el sueño en un suspiro,
para saludar a la última
luz de la noche, 
polar estrella,
antes de abrazarte el sol.





TU JUEGO CON LOS NÚMEROS 

A Dany

Se ha poblado de grama espesa
tu frondosa tierra virgen dormida                
en tu rostro cundido de amor,
mientras tus dedos         
en los surcos de los números 
juegan arrancando las pestañas 
de tu sapiencia madroño, que elevado,                 
vuelas por los aires unicornio
en el Pony de tu infancia, inmaculado,
creciendo gordito de oro,                           
cascabeleando,    
sonriéndole victorioso 
a la felicidad que me das.




EL INSTANTE DE LA FLOR   
                                  
Arcoíris que se quiebra en mi pupila
moribundo arrullado por el viento,
mudos pétalos gastados en el tiempo       
descienden tras la fuerza que mutila                      

su vida en el cuerpo de la flor.                     
Se fueron ciegos mis ojos de colores
cabalgando la brisa sin temores,
cantando en un silbido su dolor.                    

Nada quedó de su fragante melena             
que tanto abrazó  la belleza de un instante      
en mi ácida vida perpetua condena.
                                                                     
Fiesta que en funeral quedaste silente,
ausente del néctar que desencadena
el beso en la flor  que hoy se lleva la muerte.   



   

De la Antología Poética VII “Cerca de ti”, PR Ediciones, Madrid, España, 2015


NOCTURNA     

Océano es la noche  
asesina de las horas        
vacías de palabras               
gastadas sin reproche.            

Océano es mi tiempo    
inmutado de tu verso    
que igual, en ti no pienso       
si duermo, contigo sueño.     
                                                                     
Océano es mi insomnio             
manipulador de caricias             
que se quedan en malicia          
en las horas del demonio             
                                             
Océano es tu grito        
en mi ocio que te inventa        
ceniza que no intenta                  
quemar mi corazón yerto.    




BESO DE LA VIDA   
  
No quiero lo que piensas
pensando adivinar que quiero                   

No quiero lo que todos quieren   
queriendo lo que quiere nadie 

Encontré en lo que no buscaba                 
lo buscado por otros que no encuentran:         

alas blancas que ventilan cada día
mis días gozosos en su plumaje blanco. 

Cuando encuentres lo que no buscas
búscame en la senda donde pocos se encuentran




DIAMANTES        
    
A mis hijos e hija

Parió diamantes la vetusta caverna
la tarde que muy tarde 
tardía floreció ante el mundo… 
Ha engramado sus poros Bombito       
ante el asombro de Malo,
menor juguetón,
y se ha llenado de trinos la Jaga,              
su talle espigando                             
de radiantes luceros.
Hay fiesta en mis surcos 
de números, células y cantos, 
morada ocupada de felicidad       
Parió de tarde
temprano la perla en mi madre
la tarde que más tarde
nos abrazamos en mi última estación      
Y fue esa tarde que muy tarde
paridero el tiempo 
se me esfumaba sin tiempo 
en el túnel de diamantes
preñado de versos       
abordando mi último oscuro tren…
para parir de tarde muy tarde
los diamantes que hoy llenan mi corazón.









.

LAURA CRACCO [17.148] Poeta de Venezuela

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Laura Cracco 

(Barquisimeto, Venezuela 1959). En poesía tiene publicados los siguientes libros: Mustia memoria (1984, por el que obtuvo el Premio Municipal de Poesía de Mérida, Venezuela), Diario de una momia (1981), Safari Club (1993) y Lenguas viperinas, bocas Chanel (2009). También es autora del libro de cuentos El ojo del mandril (2014). Su obra poética aparece seleccionada en numerosas antologías, tanto venezolanas como aparecidas en otros países de América Latina.

Laura Cracco quedó entre los 20 finalistas del II Premio Internacional de Poesía ‘Pilar Fernández Labrador’.

Los textos forman parte de “He muerto… y he resucitado”, Antología del XVIII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, coordinada por Alfredo Pérez Alencart, poeta y profesor de la Universidad de Salamanca.



CENTAURO ADOLORIDO…

Ten una voz, mujer,
que pueda decir mis versos…
León Felipe

Centauro adolorido, pezuñas hundidas en barro, 
Ancas de bestia apaleada unidas apenas por una cintura de avispa, 
Por un apenas cordón de nervios a la cabeza sobre los hombros, 
Al rostro que aspira sepultar al primate, 
Al alma escurridiza que se imagina obra de dios, 
Al aleteo de una verdad que no resiste el roce de los dedos. 
Animal condenado por la fantasía de eternidad a no ser más que duda,
Trémula vacilación,
Duda aun dentro de la propia duda.




ALMA SIN CUERPO, VISIÓN SIN OJOS…

Alma sin cuerpo, visión sin ojos,
Como un dios ciego conservo la forma
Pero ni una sola rosa.
Alma sin aposento, qué música puedo oír,
Qué melodía uniendo esferas sin sonido.
¿Puede existir el tigre, arquitectura perfecta,
fuera del movimiento que la prueba?
Patas forjadas en el correr, 
Colmillos a imagen y semejanza de la presa.
Cómo saber del hombre y no saber de muerte, 
cómo saber del mar en esta otra orilla.
En vano recorro el desierto
Fuera del río que devuelve al recuerdo,
Fuera del desierto que nos borra,
Alma sin cuerpo pero con vendas
Ni inmovilidad ni errancia,
perturbación, borrosa frontera.




CIRCE

Nadie la ha visto realmente, ningún ojo ha podido penetrar sus palabras, tiránicas como el olor de las feromonas, hasta ver a la mujer real. ¿Existe la mujer real más allá de los siete velos, de las historias que hila, los perfumes, las islas que inventa, los mares vinosos, el poema que recita con la hipnótica música de una epopeya? Nunca nadie la ha visto, sólo a la Circe que les ha creado. No a la gorda cuyas dietas siempre fracasan, no a la muchacha que devora libros, que cultiva el oficio anacrónico de la retórica y conocimientos que luego unta como cosméticos. En su establo filosófico, Circe esconde el cerdo cuerpo, la cerda realidad, la absoluta soledad de un animal que sabe griego antiguo y leyó a Kant.




EXTRANJERA

“exilio que domos et dulcia limina mutant
atque alio patriam quaerunt sub sole iacentem”
VIRGILIO

I

Decía la voz pegada a su espalda,
el mar metido bajo su camisa.
Entonces supo que debía marchar aunque nunca supo a dónde,
porque no conservaba ni tilos ni flores ni retratos
empolvados en la infancia.
“Lo primero que vi fue una isla rodeada de diamantes,
quise tocar la costa y los diamantes eran lanzas
y el agua, cieno.
Más adelante una ciudad enloquecía de luces,
las aceras semejaban alfombras persas,
cuando pisé entendí que caminaban hacia sí mismas.
De nuevo me encontré en el fondo del mar, 
el timón seguía su propio curso.
Levité sobre las olas y vi una nueva ilusión cerrando el paso,
¿era Atenas o Nueva York?
Unos hombres lanzaban desde el muelle tomates podridos.
¡Extranjera!,
susurraba el mar a mis oídos,
¡extranjera!”

Entonces gritó sobre la popa y su grito
rajó el teatro en dos mitades:
“Extranjeros los rayos de sol quemando mi rostro,
extranjero el cielo encerrado en la cúpula de las nubes
para pasto de aves y miradas voraces,
extranjera el agua que moja los cabellos y no puede detenerse
ni asentar su humedad en un lugar específico,
extranjero el mar que es tumba y vientre de sí”.
¡Extranjera!, gritó de nuevo la voz
y vi sus huesos blancos volverse polvo
llevado por los vientos.
Porque comeremos castañas de navidad en cualquier rincón del globo 
y tú seguirás perteneciendo a la inmensa raza que carece de suelo 
de flores y sólo recibe letanía de mar come castañas y pavos asados 
mientras hunde su cerebro en la soledad del mar.



II

Extranjera detuvo un momento su barca
en el centro mismo de todos los mares,
donde sal y agua mezclaban sus dos eternidades.
Probó rocas, bosques, el maderamen de su barca
y le supieron a nada. 
Abrió sus pulmones tanto como pudo
buscando el olor veraz del universo:
ningún olor, ningún sabor,
sólo el quebradizo eco de ella y su barca.
“Extranjera el agua que carece de voz,
extranjeros los hombres que nunca podrán ser,
extranjeros los recuerdos que pululan mi alma
buscando un leño añoso donde aferrarse,
porque nada son,
nada fueron,
migajas de un tiempo inexistente,
de una totalidad que la variedad oxida.
Extranjeros los hombres que nunca podrán ser
más que bagazos de una caña rota. 
Extranjera mi alma que no comprendió su muerte
y sigue anhelando una precaria eternidad”.

Y sus uñas negras se hundieron en el leño
de un mar intocado.

“Vinoso, vinoso mar llamó un poeta mi sed,
vinosa letanía.
¿Eres tú o soy yo este susurro que apenas roza el viento?
Eres tú, viejo lobo, o soy yo
quien gimotea:
Cuánto se parecen a la muerte el mar y ella,
como el picotazo de una gaviota,
como las hendiduras efímeras
que va arrastrando una lancha sobre sus aguas,
como este aire henchido de quietud, de soledad, 
que ojea inmensamente nuestros cuerpos en el malecón.
Sus greñas blancas se afierran a las rocas
en un intento desesperado de escapar a su eternidad.
Detrás de esta quietud,
de esta insufrible armonía que nos ignora
se esconde nuestra suave caída
y el viento lo anuncia,
nuestra muda e interminable caída
como una gota de agua pesada
en un pozo oscuro y pegajoso.
Detrás de ese azul tan sutil y lejano
se esconde nuestra propia caída,
nuestra caída suave, silenciosa
en un estanque oscuro, pegajoso.


LAURA CRACCO: PINTURA DE MIGUEL ELÍAS



III

Extranjera vio ciudades despeñarse
como hojas podridas de un tronco seco
y ninguna lágrima mojó sus ojos.
Extranjera aun en el dolor
como un animal raro contempló la ruina
y sintió dolor no de la ciudad sino del dolor,
no de los desesperados lamento de sus hijos 
sino del dolor.
Extranjera habló y su voz rodó como una piedra hueca
en la ciudad vacía:
“Ya los guerreros aprestan sus yelmos.
Ya los caballos y los escudos aqueos retumban en mi cerebro.
Tal como tú lo quisiste, poeta, los veo llegar
royendo las entrañas de la madera,
y sin embargo todos miramos el horizonte,
esa frágil línea en que la lejanía es ella y su contrario,
y sólo vemos el caballo articulado por el mar,
quizá por el viento o una mano esclava.
Y yo nunca dije quiero morir.
Nadie nunca lo preguntó.
La muerte, sus vapores sulfurosos que me llenaron de fantasmas,
de caballos con entrañas de hombres,
siempre me ocultaron la preciada rama
pero no su temblor.
La serpiente que ahora me devora
no me puede palidecer como el caballo árbol.
Ya antes, hace mucho tiempo, la alojé dentro de mí”.

Extranjera dejó detrás su ciudad
y como la mujer de Lot juró no ver la arena
donde yacía sepultada.
Caminó desiertos y mares, trepó cables y rascacielos,
mareada volteó a mirar y sólo vio arena
sobre aceras y ríos, sobre edificios y mercados,
bajo los abrigos, en sus ojos que miraban diciendo:
“Extranjera la arena que no es dueña de su condición,
modela hombres y dioses, verdades y mentiras,
y no es totalmente cierta ni totalmente falsa,
carcome estatuas y plazas, muros y catedrales,
y nada es y nada podrá ser
más que un puñado de arena sobre arena”.
Extranjera en su propio cuerpo.
Extranjera en la vida y en la muerte.
Extranjera siempre siempre siempre.



IV

Extranjera entró al Café y todos miraron
el diamante prendido a su nariz;
otros, la pesada carga de los días
en su mirada descarnada,
el hueso puro del dolor.
Cuando habló todos supimos quién era.
“La vida pasó a mi lado y me llamó extranjera
en el sol, en las estrellas, en los ríos,
en tu propia tierra.
Extranjera serás en la arcilla que te modeló,
extranjeros serán tus dioses
que llevas como un saco vacío a tu espalda.
Extranjera la muerte que no encontrará en ti
más que un adelanto de sí:
huesos en vez de carne,
nada en vez de alma”.
Extranjera hincó su diente en la ostia
de sus viajes:
“Cesa ya de viajar, gritó la vida,
nada cambiará el suelo extranjero de tu muerte”.




V

Porque no hay lugar para el regreso,
no volveré a ver mi ciudad teñida de siena
en las tardes
cuando los hombres cierran la puerta de la oficina
y las ventanas de las casas muestran la cena servida
para los que regresan de un largo periplo. 
No volveré aun volviendo,
aun reconociendo en el regazo de alguna mujer
los senos que una vez me dieron su leche,
porque ella grabó mi partida
pero no mi regreso.
Nunca más Barquisimeto teñida de siena
en las tardes
que marcaron su sello caliente en mis labios.
Nunca, nunca más 
Barquisimeto teñida de siena en las tardes
bajo un cielo de onoto.
Nunca más Ana abrirá su falda
para conjurar a la Llorona que me hizo probar el miedo
en la edad de milagrosas apariciones.
Nunca más su corazón moreno
oloroso a canela y semillas de cilantro
estrechando con mano temerosa todos mis terrores.
Tampoco Aldo como un pequeño dios sobre el Caroní
lanzará piedras al negro río
ni le ordenará replegarse
para que yo cruce el puente sin mirar.
Aldo no lee ya las parábolas de las piedras
cuando caen 
en busca de un futuro que nunca fue diferente al pasado.
Aldo, el extranjero, murió sin testigos
en la absoluta soledad del Caroní
que siempre le espejó su muerte
a cada piedra que lanzaba. Furioso no le bastaron los guijarros
y se lanzó él a buscar su destino.
De su última parábola, la más perfecta,
sólo quedó un pasaporte podrido en las orillas.
Acaso no fue en la piedra sino en el río
donde leyó:
“Extranjero serás hasta el fin de tus días
y aun después de ellos.
Extranjero serás porque has nacido.
Esa es tu condición.
Nunca patria alguna será tuya
ni encontrarás puesto para ti bajo estos cielos.
Vete y no descanses de buscar
Lo que nunca hallarás”.

 http://www.crearensalamanca.com/





BERNARDETTE CAPELO [17.149] Poeta de Portugal

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Bernardette Capelo 

(Portugal, 1948). Poeta y educadora. Durante 43 años fue profesora tanto en la enseñanza básica, en la secundaria como en la superior. En esta última etapa, entre 1977 y 2000, estuvo como profesora asistente en la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa, con una estancia de seis años en París (1990-1996), donde fue lectora en la Universidad de la Sorbona (París 3). Sus áreas de estudio y publicación han sido, principalmente, la Teoría de la Literatura, la Literatura Portuguesa Moderna y Contemporánea, la Literatura Brasileña y la Literatura Infantil y Juvenil. Hasta ahora sólo había publicado sus poemas en algunas revistas y libros conjuntos.

La selección de los poemas se hizo del libro ‘Lo que mi corazón sabe de la semilla’, una edición bilingüe (portugués-francés), aparecida en París el año 2014 y bajo el sello de Éditions Convivium Lusophone. Tiene un prefacio de Albano Martins, una acuarela de portada hecha por Alberto Peixoto y la traducción al francés estuvo a cargo de Anne-Marie Quint.








“LA VOZ ES DULCE…”

“La voz es dulce / como un perfume…”. Estos versos del poema núm. 27, aquí recuperados para introducir es volumen, que no necesita de otras palabras más allá de las suyas, sirven para decir lo que ellas, las palabras, en su nítido perfil y en su aguda textura, esconden y proclaman: la levedad, la transparencia, la simplicidad – la magia – de un discurso que es al mismo tiempo observación, reflexión, meditación, compromiso, emoción y asombro. Ritmo, también. También melodía. Deslumbramiento, en una palabra.

La proximidad de estos poemas con el haiku no viene tanto de la forma por la cual se presentan, sino de la voz, humilde y cristalina, que los recorre y de la reverberación de la mirada que mansamente se posa sobre las cosas, las matiza y envuelve en un halo de imponderabilidad y de misterio. Tanto es suficiente para que la ‘hora’, la nuestra, se incendie y el cosmos se concentre sobre la mesa. Es allá donde “la marea crece” y soplan los vientos que abren los caminos del desierto. Porque es lo que el poeta habita, con la soledad por compañera. Tanto basta, en suma para que el perfume que recorre estas páginas transborde y se transforme en pura esencia. Es la morada de la poesía, el lugar del poeta.
ALBANO MARTINS




LO QUE MI CORAZÓN SABE DE LA SEMILLA

Breves palabras se esparcen en el silencio, y dice mucho por su corona de latidos: breves palabras que la ola del tiempo no disipa: breves palabras, incansables en su luz, cual meteoritos en la memoria.

A. P. Alencart

6.

La llave secreta 
conoce todas las puertas: 
prodigio de la semilla


9.

El crepúsculo
tiembla en el jardín: 
alzo la copa.


16.

Dulcemente la voz 
del viento dice: 
sé como la estrella.


19.

Mi jazmín exhala 
lo que mi corazón sabe 
de la semilla.


22.

Se eleva la luz 
al fondo del horizonte: 
aparición del mundo.


25.

Atardece en el jardín –
el canto de los pájaros 
despierta los árboles.


30.

Las palabras llegan 
como olas: 
el mar de la alegría.


31.

Qué importa la hora 
si estamos dentro – 
morada del instante.


35.

Mira: la madrugada 
se levanta – la felicidad 
pliega las velas.


36.

Brilla la estrella: 
parece la misma 
otra es la oscuridad.


41.

Como si fuera 
una flor: el recuerdo 
viaja en el perfume.


45.

El mar – la dulzura 
de la arena nace 
de tus manos.


48.

La emoción del instante es 
rosa del desierto: el tiempo 
no nos pertenece.


50.

Recorrer los caminos: 
tocar el ancla 
de los días felices.


51.

Estar aquí y al mismo tiempo 
mis ojos están allá: 
presente de la memoria.


53.

La espera araña 
la piel. Lo cerca 
es de nuevo lejos.


54.

Amarillecen las hojas: 
señalan que el equinoccio 
está entre nosotros.


56.

Digo otoño: 
es el tiempo de plegar 
las velas de la alegría.


60.

Soledad.
Estrellas en la soledad:
el milagro de la memoria.


61.

Los versos se abren 
sobre la mesa – el cosmos 
se concentra.




.




HE XIAOZHU [17.150] Poeta de China

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He Xiaozhu

Pengshui, China 1963
Poeta de la periferia en China. Nacido en 1963. Como una persona ajena a la corriente principal de la cultura china, fue motivado desde una edad temprana para perseguir una poética de la diferencia y, después de los excesos de la Revolución Cultural, estaba decidido a romper con las restricciones habituales de la sociedad. Para consternación de sus padres (ambos eran profesores), él no tomó los exámenes de admisión para la universidad y en su lugar se unió a la compañía de artes locales como músico de erhu (el erhu es un instrumento de cuerda tocado con un arco). Sin embargo, casi diez años después se implicó como poeta en el aclamado grupo poesía de vanguardia no-no en Chengdu.

Bibliografía:

Poesía

Mengjian pingguo he yu de An (Ann dreaming of apples and fish), 1989. 
Huitou de yang (The sheep that looked back), 1991.
6 ge dongci, huo pingguo (6 verbs, or apples), Hebei jiaoyu chubanshe, 2002. 
Xie dao 1000 shou shi zhi hou (After writing a 1000 poems). Koopee.com, 2003.

Novela

Aiqing geyao (Love songs), Chunfeng wenyi chubanshe, 2002. 

Historia

Nüwu zhizao zhe (Witch-maker), Huaxia chubanshe, 2003. 





Esperando la lluvia en Guizhou

Mi padre ha llegado
mi madre todavía no
porque el río Wu no ha crecido aún
y sólo cruzan los barcos rápidos
no cruzan los barcos lentos
(mi madre tiene mareos
y sólo puede tomar los lentos).
Mi padre ya ha llegado
todos los días mira el reporte meteorológico
esperando que llueva en Ghuizhou.
Recién cuando llueva allá
va a crecer el río acá.

http://chemadamme.blogspot.com.es/




Elegy

Thousands upon thousands of anguished cries
Returning to silence and tranquillity
Heavenly acts cannot be predicted
The moon over Wenchuan
Still, a question mark
Aftershocks extend to Chengdu
Sorrow engulfs half the world
Tears turn to ice
Let candlelight melt them away
Children, climb on a dandelion
and line up for heaven














RITXI PÓO [17.151]

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RITXI PÓO

Nacido en Portugalete en 1972, Ritxi Póo tiene raíces familiares en Llanes. Licenciado en Derecho en 1994 por la Universidad de Deusto, aunque esto tampoco ayudó a enderezarme.

No se me conocen grandes méritos y por el contrario son largamente ponderados mis defectos (véanse Arts. 1 a Fin del Código Civil y Penal y Normas Subsidiarias).

En 2011, fundé junto a otros seis poetas bilbaínos, la ASOCIACIÓN ARTÍSTICO CULTURAL “NOCHES POÉTICAS”, surgida para impulsar la cultura, y la poesía en particular, en la calle y en los bares de Bilbao, recorriendo, desde entonces, con más de 80 veladas multi-artísticas  (Poesía, Música, Monólogos, Multimedia…) los diferentes distritos de la ciudad.

PUBLICACIONES:                        

En el año 2010 colaboré en la publicación del libro “GHOST IN ARMOUR” en el que se ofrecen diferentes visiones artísticas (escultura, pintura, fotografía…) sobre el proceso de desindustrialización de Bizkaia. Este proyecto se llevó a cabo hermanadamente con artistas de Gales, país también inmerso en idéntica reconversión.  

En 2011 publiqué mi primer poemario, “DE CORAZÓN Y A CONCIENCIA”, en el que se recoge mi trayectoria poética hasta ese momento.
Algunos de estos poemas han sido traducidos al Rumano y al Portugués, y existen numerosas reseñas sobre el mismo tanto en internet como en diferentes revistas culturales (ZURGAI…).

En 2012, se publicó el libro “LAS NOCHES DE LUPI… EN PORTUGALETE”, editado por L.U.P.I. en el que se incluyen poemas de varios poetas que colaboramos a lo largo del año en los diferentes recitales que se llevaron a cabo en Portugalete organizados por la “ASOCIACION LA ÚNICA PUERTA A LA IZQUIERDA”.

En noviembre del presente 2014, he sido incluido en la Antología Poética “ANIMALES ENTRE ANIMALES” editado por RASPABOOK EDITORIAL.

En la primavera de 2015, EDICIONES VITRUBIO  ha publicado mi nuevo poemario “ABAJO LAS PERSIANAS” en el que se incluye buena parte de mi obra poética de los últimos 3 años.

ROCK AND ROLL:

Por otro lado, mi otra gran vocación es la música. He sido cantante y letrista de las bandas de Rock “DESPERFECTOS” y “LEVE ROCK BAND” hasta la disolución de esta última en Septiembre de 2013.




POR SI LA LLUVIA 

Porque llueve,
te escribo.
Tan solo por eso…
Por si las dudas…

Porque la lluvia viene siempre
con el pulso inocente
de la nostalgia.

Nos besa, limpiamente,
la frente resignada
de nuestra esperanza.

Pero, también, nos vence,
la lluvia,
delicada, nos rinde,
nos postra
la mirada
por encharcadas y oscuras
aceras conocidas
de nuestra desgana.

Por eso,
te escribo.
Porque llueve.
Por si las dudas…

Porque la lluvia es traidora.
Asusta.

La lluvia es un lobo
con piel de cordero
que en mitad de la calma
aúlla
las dudas.

Y tras marcharse,
rencorosa,
nos deja
humedades frías
como de sospecha.

Por eso, te escribo.
Porque llueve.
Solo por eso.

Por si la lluvia…



(TONTERÍAS)

Benigno Dios que moras
en la súplica de las derrotas

te busqué en el gris
presagio del cielo,
te busqué en los chopos,
te busqué en las piedras,
te busqué en el mar.

Renegué mis principios.
Te busqué en sus abrazos.
Me encontré con el mismo
entregado empeño.

Tu respuesta fue siempre
arrasado silencio.

Ahora ya nada
te reprocho ni te pido
-tonterías-

acaso sólo envidio
que no existas.



“DE CORAZÓN Y A CONCIENCIA”


(TELEGRAMA AL VACÍO)

Aquí. Siente. Un hombre.
Aquí se reconcentra. Aquí.
Su mudo dolor. Un hombre.
Su falta de Dios. Aquí.
Que grita en silencio.
Su orgullo humillado. Siente.
Un hombre.
Inscrito en el miedo.

Aquí. Un hombre. Vomita.
Contra las hélices corruptas. Aquí.
Su consentida culpa.
Un hombre.
Su penitencia proscrita.

Aquí. Se desangra. Aquí.
Un hombre. Un hombre.
Se desangra.
¿Un hombre?
Su amor en palabras.




CONTIGO

“Vivir es fácil, y a veces, casi alegre.”
Rafael Múgica.(Gabriel Celaya)


Contigo es fácil
ser la vida,
rodar intrascendente por los días
como una piedra loca,
tomar simplemente un café
o un vino
sobre la barra pegajosa
de cualquier  bar
hablando - ¡qué mas da!! - de la crisis
sin tener que llorar.

Contigo es fácil
ser un hombre,
un hombre absurdo, desmoralizado,
humano…
Y no escupir en los carteles,
abrir, lentamente, un paraguas
y pasear tranquilo
entre la gente
asumiendo ya esta suerte,
mi condición de nada
sumada a ti.

Contigo es fácil
seguir siguiendo,
sentir que ahora
- sin ti -
todo cobra un sentido,
y dejar, así,
sumiso,
casi alegre,
que mis pasos
acierten de nuevo el camino.                  






De "ABAJO LAS PERSIANAS"
Fecha de publicación: 2015
Editorial: Ediciones Vitruvio




MUNDO TUMULTO

Nuestro pobre tumulto
que viene a ser de a dos,
con qué suerte, y a veces
es de a tres o de a diez
cuando más, es igual,
lo sabes, nuestro pobre
tumulto nunca alcanza,
no hace ruido, es muy poco.
Lo fácil es rendirse.
Verás por todas partes
pequeños tumultitos
que van de uno en ninguno,
reniegan de su amnesia,
cada uno sin lo nuestro,
lo suyo, lo de todos.
Por eso digo pobre
nuestro pobre tumulto,
que aunque sea intachable
su propósito, siempre
desiste en la vergüenza
de su pánico, postra
abajo las persianas
del desaliento. Porque
esto ocurre, sucede
demasiado. Ojalá
de una vez nuestro pobre
tumultito sirviera
para un poco, qué digo,
para todo. Ojalá
que fuera de cien mil
millones, ojalá
fuera un mundo tumulto.





CUANDO ME DAS LA MANO

Cuando me das la mano
se posa como un pájaro
la paciencia, de pronto
se vuela de ceniza
la imprecisión del miedo y
 mi torpe
desencuentro con las horas
se refunde en un pulso inusitado
que acaso le supongo a la esperanza.

Cuando me das la mano
la vida se equilibra,
se enrama por mi cuerpo la raíz
primaveral de un sueño,
empuño esta locura de sentirme
capaz
de dominar el mundo.








.

DAVID DE DORIAN [17.152]

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David de Dorian 

(Madrid 1979)
Especialista en Comunicación y Arte, los poemas de David de Dorian (Madrid 1979), han aparecido en antologías de poesía joven y en la revista Retratos Himnóticos. Ha publicado el poemario Nanas de Ciencia Ficción (2013), dedicado a la depresión y al desencanto de la sociedad y la vida postmoderna, y ha colaborado en proyectos y publicaciones de fotografía e imagen con sus textos. Su pasión por la música pop, la literatura, la historia o el arte se muestra en rocknblogsuicide.com, donde mezcla dichas disciplinas entre sí, en artículos y otros escritos creativos, y donde aparecen habitualmente algunos de sus poemas.

Desde muy joven ha emprendido múltiples proyectos culturales. Participó en el aula de poesía del Instituto Ramiro de Maeztu y creó la revista Retratos Himnóticos (nº 10, 2004). Posteriormente funda Nanas Ediciones Clandestinas, editorial independiente donde publica los trabajos de distintos poetas y escritores, y crea varios espacios web donde vierte sus inquietudes culturales, destacando su blog personal o el programa de música Delorean Exprés.

Ha participado en el fotolibro Blumen (2014), de la artista española Irene Cruz, que aúna poesía y fotografía. Actualmente se encuentra embarcado en varios proyectos, entre los que se incluyen nuevas publicaciones poéticas y un trabajo conjunto de escritura e imagen.

Nocturno Canto del Edén,  publicado por Borderline Ediciones en 2014, es su último poemario hasta la fecha.





DESAYUNO CON CALMANTES

y Lexatín en el café
Croissant avec Prozac
capuccino Risperdal
Tranxilium u Orfidal
Rivotril o Loramet
Zumo con Vandral
que ayer fue L.S.D.
para hacer extraño
un mundo que hoy extraño
necesita colocarse
hasta ser lógico otra vez

del inédito New Wave, 2014




VIVIR ES CAMINAR BREVE JORNADA

Todo quiere carne
Las ciudades –no te das cuenta- están hechas de olvido
de los huesos que los perros de la memoria esconden
Pedimos al cuerpo fraterno que acompañe nuestra noche
tal y como la oscuridad hace con sus estrellas
pero, ¿no entiendes?
hemos nacido del polvo y en partículas volamos
nadie serás sin el silencio
Como usted bien dijo, señor Canogar
“Vivir es caminar breve jornada”
con sucias botas de plomo y ánimo cosido
con la boca mordida por el insulto de un amante
-¿verdad, buen señor?-
De perdidos en la Tierra, solo mascullando falsedades
y luego te das cuenta que nada existe
comer, dormir, fornicar…a veces hasta pensar
Pero yo no pienso, solo escribo y vomito soledades
-que para el caso-
son solo la sombra de un corazón aturdido
y ceniciento
El ayer no tiene sentido –torcida columna-
fuera del suspiro que profieren nuestras esperanzas
de no ser como se era
de seguir caminando –señor Canogar- breve jornada
Todo pide carne
no hay verbo que alimente al mundo
bien lo sé y no pretendo esquivas bocas
pero…
si fuera el hijo prodigo –como un Apolo virgen-
de la nada
y mis huesos fueran a reunirse en tu plato a medianoche
te diría que te amo
que te amo y quiero matarte en el olvido más profundo
Solo son cavilaciones
Mi amor espera tumbado en un nicho transitorio
un beso
entonces –bello diablo-
resucitará cuando mis labios se agrieten en tu cuerpo
y la piedra nos conteste con su fría y abatida escarcha
para encontrarte en el camino
¿Qué piden las almas de esta jaula
sino el pan y la almohada y una muerte en el sosiego?
Ay, señor Canogar,
Mis pies se salen de las orbitas
Soy un pequeño bastardo
pero juro
que algún día mi obtuso cabalgamiento  
por los caminos de la casualidad
no serán tan breves como usted cree
Palabrita de un perdido



Nocturno Canto del Edén, de David de Dorian




EL LATIDO ROTO

Hablemos del anhelo a través de una canción de miocardio resentido...

"El latido roto" es una sencilla canción de amor y pérdida, escrita en el año 2000, entre Viena y Madrid, hija de aquel otoño. Disculpen la tristeza.  



Amanece en las líneas del cielo
y el silencio es una sinfonía rota
que nadie quiere escuchar
¿Cuánto tiempo contemplará el sueño
las dunas y labios de celos
de esta gris ciudad?

Y si vinieras conmigo
pintaría los portales de besos
destrozaría el marcapasos del tiempo
robando el sol para los dos

Se desvanece en la pupila del cielo
el secreto de una nube triste
que escribe a tientas tu pluma dorada
El deseo se hizo con yeso
para que algún artista ciego
esculpiera en ello fuego y palabras

Y si vinieras conmigo
pintaría los portales de besos
destrozaría el marcapasos del tiempo
robando el sol para los dos
y este latido roto
volvería a sonar como un tambor

Y si vinieras conmigo
borraría el tatuaje del miedo en mi piel
escondería la luna en tu cama
para que soñásemos despiertos
Y si vinieras conmigo
pintaría los portales de besos
destrozaría el marcapasos del tiempo
robando el sol para los dos
y este latido roto
volvería a sonar como un tambor





CREYENTE

Lo que no dice tu boca tus ojos lo delatan
y lo que no arrojan tus ojos es mortaja, tu mano
sobre la mía como aferrándote a la certidumbre
de un leve ardor en su carne,
de que este cuerpo no vive aún para la tierra
y la inmensidad fría
de un camisón azul con el que se lucha
evitando la exhibición de la azotada espalda.

Tú llevas en los hombros la desdicha
de todos los siglos,
tú has tatuado este collar de la memoria,
abrochado con su macabra autonomía,
en la espina dorsal de tu existencia.

En el sosiego pegajoso de esta sala
en la que de alguna manera la vida escapa
a la sombra y un dolor de todo tipo
proclama su evangelio
la herida es un castrati tartamudo
exhalando mil fantasmas.

El toque de queda anuncian,
con esos monstruos de ojos celestes
devoraré la madrugada.

Y tú debes irte
sin persistir en las uñas del zarpazo,
que la anestesia cumple
y mi sangre es ártica esta noche.



En Nocturno canto del Edén, David de Dorian vierte su faceta más descarnada y explícita, abordando sin tapujos el tema del suicidio, la depresión y el trastorno de personalidad y su seguimiento clínico, con un lenguaje rico en imágenes de gran potencia y un tono taciturno, crudo y seductor.



¿DÓNDE HAN IDO?

El aspecto de un muerto lo divulga el espejo
y cuando abren la boca un holocausto siega el laurel
para coronar a sus familias.
Caminan de la forma en que caminas
comen de la tierra y muerden la carne de tu plato
y te hacen el amor y te cantan al oído sus fronteras
con el candor de lo que aún no vive para el mármol.
¿Dónde han ido entonces? ¿Dónde están entonces?
Miradas enjauladas en la ausencia
figuras que parecen un suspiro.
¿Cuál fue ese viaje que no tuvo vuelta?
En lo profundo, detrás de esos párpados
nunca velando sus madrugadas, una escalera
baja caracoleando al sótano de la experiencia
donde el olvido no recuerda su apellido de sombras
donde, dormida, una luz bosteza a la madrugada
en la promesa pálida de un cirio.
En sus ojos ha naufragado una luna
y un cuervo mudo habita en su pupila
fantasma de ojos escalfados chupando una colilla.
En la palma de sus manos el mundo
el mundo que se fue ayer a la deriva.




NO HAY BELLEZA EN TODO ESTO
No hay belleza en todo esto
la huida de la mente a otra parte
que el cuerpo no acierta a comprender.
No hay belleza en  la fuerza
que te hace saltar al vacío
con los sueños arañándote la espalda
ni en el silencio que te deja sorda el alma
con su agónico alarido
ni en la visión dantesca de tu juventud
haciendo rafting por el inodoro.
No hay belleza en las ruinas de hombres
que contemplo con su alma disecada
no tienen en su infinita soledad
la hermosura clásica
de una derruida ciudad pagana
son excremento que el gusano del tiempo
olvida en la hiedra cubriendo los templos
                                                                  de un pretérito inaceptable.

No hay belleza en derrumbarse
desde el primer acorde y ser aplastado
bajo las teclas de un piano.
No hay belleza en beber
la ceniza de la vida en un cráneo que es el mío.
No hay belleza en la imposibilidad
de este presente, ni en la marca de la viruela
del ayer en la mirada esquiva
ni en el futuro que es ya Historia, donde
nada excepto provocar al vacío
                                                                     agitando el sonajero puede hacerse.

No hay belleza en esperar
absolutamente nada
nada, nada, nada, ahogarse en el eco
de algo que tan siquiera nombre tiene.
Todo lo que llaman Malditismo
se resuelve en la ausencia de belleza
observada desde el patio de butacas.
No hay belleza en el deseo de vivir
y en el fracaso de su intento.


No hay belleza en la ecuación irresoluta
de la duda si al desnudo se presenta
atizándonos la noche
con el simple por, con el simple para
con su qué y la necesidad casi sexual
de pasar a otro día con alguna respuesta
que te hace pensar que dios
está en el fondo de este vaso de vodka
y el secreto de los hombres
                                                   en un cubo de basura.




TOTENTANZ

Solo las paredes conocen el secreto que somos
los ciegos no cantan el idioma de estos muros.
Solo el loco extrae de una grieta el alimento
la herida es enjambre de habilidades nuevas
solo el que en su dolor se retuerce inhala la palabra.
Sonido de tambores a lo lejos, solo mi sombra
será el jabón para tu cuerpo y mi cuerpo
solo lluvia de pavesa que vaya a posarse en la lápida
donde el arcángel extiende sus brazos de piedra.
Solo quedarán nuestros zapatos tras la cristalera
en el nuevo amanecer desvanecido de Cracovia.
Solo Durero tiene la culpa de que sea una manzana.





ADÁN

Del árbol de la ciencia se balancea un cuerpo.
Vivir había sido bailar borracho a la luna
una danza epiléptica sobre la punta de un alfiler.
Del árbol de la ciencia solo quedó una astilla de ataúd.




SIRENAS

Atado al mástil de la noche
le susurra una canción
al ángel disecado de la ausencia,
la distancia llora música de piedra,
entre sus notas el veneno
fermenta su espuma de sombras.
Esa voz tiene alas de cera
y un beso de alcohol en su timbre.
Y tú caerás en la trampa
como poseído por un vate,
rezarás salmos etílicos
a una  luna de sangre, nombrarás
al rey de tus fantasmas.




TERAPIA DE CHOQUE

Me han dicho que aún existes
me han soplado los lugares donde sueles esparcir
la ingrata soledad que tus muslos dejan
tras la victoria del deseo.
Sería imposible reconocerse en el desierto
lejos de las leyes de aquél lienzo de El Bosco
sería una locura regalarte la certeza de mi espectro
irrumpiendo en tu luna de escayola
para salpicarme de tus pupilas
con la baba del demonio
cuando escuches rugir los dedos de un piano
sobre tu espalda y te des la vuelta
y amanezcas, y preguntes
“¿Por qué no te has muerto todavía?”




LA SOMBRA DE KAFKA

Los soñadores tienen su epílogo en los puentes
y sus ilusiones arrastran la suciedad
de las ciudades atadas a la cola de un perro loco.
Perder el miedo es perder la vida, movilizar
los sentidos en pos de la cuerda floja
sin advertir el vértigo brillando en la cuchilla.
Nunca pensé que tu figura no hubiese regresado
                                     de aquél puente de Praga.









ROCÍO ÁLVAREZ ALBIZURI [17.153]

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Rocío Álvarez Albizuri

Madrileña, nació el 28 de diciembre de 1987, es escritora, periodista y fotógrafa. Ha publicado hasta el momento tres libros de poesía: De Puntillas (Fundación Abierto, 2007), El Pájaro Diamante (Vitruvio, 2010; segunda edición en 2011) y Ceremonia Animal (Bartleby, 2014), finalista del Premio Loewe de Poesía 2014. En 2012 ve la luz Diamond Bird, una versión renovada para iPad de El Pájaro Diamante (Ubicuo Studio), y en 2014 Ceremonia Animal también fue editado en este soporte por el diseñador Nenad Katic. Ambos libros se suman a los contenidos de la edición en papel, videopoemas, audios con los recitales de la autora e imágenes ilustrativas. Amante del arte, de la lectura y de la naturaleza, esta joven autora comenzó a escribir con tan sólo 12 años, inmersa en una familia de artistas e intelectuales que le acercaron sus primeras experiencias en el mundo de la literatura. Sus libros han viajado por todo el mundo y se venden en librerías de Buenos Aires, Río de Janeiro y otras importantes capitales latinoamericanas, en las que en sus respectivas sedes del Instituto Cervantes cuentan también con ellos. Desde sus 19 años, con la publicación de su primer libro De Puntillas, ha logrado promover sus títulos en importantes presentaciones en La Casa de Vacas de El Retiro de  Madrid, Fnac, Casa del Libro, Ateneo de Madrid y en la sala de la Casa del Lector, Matadero Madrid. Actualmente publica diariamente sobre cultura, literatura y tendencias en las más importantes cabeceras a nivel nacional.


Relámpago de mí

Me perseguían los pasos del aire
Me atareaba de lluvia el cuerpo
Sentí las flores bajo el mar y los rayos del cielo en mis venas
El sol me recubría y contra el viento logré escapar
La tierra me embadurnaba de su aliento calizo
y por fin,
los ríos se unieron en mi,
en una cascada de miradas impenetrables,
en un sinfín de llamas de luz...
me sentí caer barranco abajo,
sin atenuante, fugaz, relámpago de mí.



A luz

Le arrebataron su brillo y le mordieron el alma
Le rociaron con una luz pegajosa,
susurraron sucios intentos de verso en su espalda
y le apalearon con miradas de agria ignorancia.

Le vistieron de desprecio y amargura
Le corneaban las dudas y la esperanza inútil,
y en fusil de hielo la consumio despacio.

Sólo la envenenaron, pero con el peor de los venenos




Los rompepiedras

Buscamos historias de rompepiedras
Sentimos recuerdos en los que nunca pase nada 
Escuchamos aleteos de los que no pueden salir del mar.

Ansiamos bocas eternas,
oscuros reflejos y curtidos ojos al fuego
Cantamos una vez mas por la libre libertad.

Nos dejamos perseguir por los mismos perdidos
Historias de nuevos comienzos y últimos finales
Lo grupal nos deshizo y la música de él nos compuso
Contratamos para siempre los susurros maternales
Sufrimos en el infierno del porvenir
Soñamos con elegir y no con conseguir
Brillamos ante los focos del cielo 
Nos ardieron las manos de deseos

Pero siempre creímos,
creímos en la fuerza que te da el viento al abrazar el universo...




Déjame bailarte el alma

Déjame bailarte el alma,
ponerme sobre ti de puntillas,
rozando cada sonrisa con una nota,
cada mirada con un giro sobre el aire.

Déjame bailarte el alma,
quitarte los silencios,
abstraerte en mis dudas,
Déjame bailarte el alma,
llenarte de luz bajo la piel,
crear incógnitas y despejar soluciones.

Déjame bailarte el alma, una vez más,
removerte los límites,
violentarte con un beso.

Déjame bailarte el alma de nuevo,
temerte hasta que duela,
confiar en las amargas grandezas,
Déjame bailarte el alma, y por última vez,
enseñarte los milagros de las palabras,
eternizarte,
refugiarme en el vaivén de los lenguajes
y empezar siempre una vez que acabó el final



El hombre barco

Ha llegado una plaga de serpientes a mi cuerpo.

Me registran, 
buscan al hombre barco.

Hiedra amarilla sigue naciendo de los restos 
y las rocas vuelven a temblar.

Rumores de la infancia se estancan y miran desafiantes,
así que hoy, la eternidad es mi única guarida.

Mañana una lluvia de humo hará crecer la llama cotidiana, 
el río seco arderá,
los perros galoparán hasta romperse
y con las horas se irán deshaciendo las riberas, los montes y los cielos.

No llegarán,
no llegarán los vientos del norte, gritó el hombre barco.

Pero mis piernas esperan.
Todo está en calma. 



El Pájaro Diamante Ediciones Vitruvio



Tu nombre

Estiraré tu piel hasta que en ella ponga mi nombre
Y si es necesario, esperaré y observaré desde el pasto mi propia caída
Me has hecho florecer en pleno enero,
tierra fértil ya ardida.
Podé hasta las raíces
 que resultaron ser de oro.

Por ti, aquí, está naciendo una palabra,
pero te debo aún más que una palabra.
Te debo mi otra piel,
la antigua y aún presente,
algo insípida por la sequía del sol.

Te debo mi otra piel y la nueva te la doy,
La nueva que va saliendo,
tierna y clara.
Esa
es sólo tuya.
Esa
tiene tu nombre.




Será difícil no amarte estando lejos

Será difícil no amarte estando lejos,
 viviendo debajo de mi cama,
o no existiendo.

Será difícil no amarte cuando caminas.
O cuando buscas
Cuando descansas.
O cuando cantas.

También
será difícil no amarte aún doliendo o aún quemando

Será difícil no amarte al verte persiguiendo a los árboles,
o rezando en el jardín.

Robando sus nidos a los pájaros ligeros
o quemando mañana mis poemas

Será difícil no amarte a susurros
si hay tormenta.

No amarte a ganas
cuidando tu cuerpo.

No amarte a gritos
al ver tus manos compactas extendidas.

No amarte de dolor 
si despedazas el viento.




Yo soy el Pájaro Diamante

Hoy volaré durmieno o dormiré volando.
Soy un pájaro diamante

Pájaro de agua y de colores,
de cristal y de madera.

Cielo emplumado.

Yo, brillo en el agua de los ríos y del mar.

Yo soy, el Pájaro Diamante.

Soy ese instante en que se desborda todo y la gota final que lo provoca.

Hay una luz en el fondo del océano,
que se refleja en mis ojos,
y de mis ojos, en la lluvia que os empapa.

Ave del sur
ave del tiempo.

Yo, soy el Pájaro Diamante.
Guardado por siglos en los desvanes.

Hoy despego
inundo de mis alas el mundo
siembro de mi piar el universo.

Yo soy, el Pájaro Diamante.
Se han abierto todas las ventanas y balcones
se han quebrado todas las ramas,
no podré descansar.

Sólo mi aullido de ave silenciosa alumbrará a los que aún están en tierra.

Hoy

despego,

 y por fin,

escribiré

 con mis alas

 en el aire

tu nombre. 











GIOVANNA ARZAMENDIA [17.154] Poeta de Paraguay

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Giovanna Arzamendia 

(Asunción, Paraguay - 1989). 
Estudió Psicología en la Universidad Nacional de Asunción. Publica poesía en el proyecto virtual Tres Tristes Tigres y en su sitio web personal, bajo el pseudónimo Tropical Hikikomori, en castellano e inglés.

Psicóloga en horarios de oficina; escritora/artista visual en lo que le resta diariamente de vida. Café negro sin azúcar, por favor. Se pueden leer sus desechos mentales en Twitter (@lateralia).



Mediterránea

arrugás la cara,
con tu columna describís una parábola
para romper con la cotidianeidad del cuerpo
y sus formas neutras
te sudan los dedos, escuchás murmullos
desde detrás de una puerta
donde nadie te ve
porque nadie te busca
estirás tu cabello, lo prolongás al oeste
lo suficiente
para que las puntas toquen el océano
y se vuelvan redes
para peces sensibles
que hayan soñado con morir entre perfumadas hebras



SENSACIONAL SENSACIÓN DE BIENESTAR

Está bien,
sólo vine a ver a los peces liarse.



ULURU

En el templo de caliza
acuesto tu tierno cuerpo,
dibujo un círculo con los dedos
sobre la tierra roja.
Te cubro la piel de mieles, de áloe,
acaricio tu suave cráneo,
te hago una cuna,
en el vientre de Uluru,
en la tierra roja.
Los coyotes se acercan,
te cantamos aullidos, susurros chamánicos,
festejamos la temporalidad de tu
carne,
tibia,
dentro de la tierra roja.
Son tus pequeños huesos
talismán humilde,
hilos de amor que se extienden
por el suelo desértico
y tejen la conciencia
de este mundo caliente y bello.
Soy Eingana,
suelto el tendón,
suelto la pólvora, la terra rossa
sobre tus alas fracturadas.
Cual fuera tu pluma en vuelo es ahora reliquia,
es lápida al suelo,
Uluru te absorbe y te arrulla.
Sopla el viento y ahora hay polvo
en los ojos de la diosa de roca.
Desde su altura
el cielo púrpura celebra el rito,
en su ignición pulsan luces
de reposo y bendición.
Hay magia.





PERROS HACIA EL SUR

Besarnos con lengua lo que dura decidirse a no decidir nada
pasear caminando con las manos por alcantarillados
decir cosas sin sentido
sacudirte la sal y arena con mis pestañas.

Desatarnos de las sogas invisibles
despojarnos de los relojes y sus insistencias
abandonar la adultez, bailar sobre la atmósfera si queremos.

Correr como perros en la playa
buscar huesos y secuencias en el agua,
recorrer inseguridades con ojos cerrados y narices atentas,
dar la espalda a constelaciones desordenadas.

Pretendamos hoy que me estoy ahogando y que vas a mi rescate;
que golpeás mi cara hasta que yo escupa y sonría
que peinás el camino con mi cuerpo sobre las piedras
y arrastramos nuestro desvarío con risas hacia el sur.



PIRATERÍA EMOCIONAL

Caminar por paredes
exacerbar los sentidos
hacerlos precisos
en espacios corruptos.

Escuchar discografías completas
pirateadas de internet
tomar té de jazmín
sopor caliente
en medio de invierno.
(Y en el puente de los textos se acrecienta la soledad)
Encender
las noches de
estar
y no estar como debiera.

Atención: no confundir diversión con alegría.
Atención: no confundir desmayo con gravedad.

Para que esto funcione
estira mis cables:
Yo ya estoy a tierra.





FRUTO DE MONTE ÁRIDO

El séptimo fuiste,
hijo de un estómago vacío y manos agrietadas.
Dormían vestigios de una guerra bajo la manta
que fungió de cuna, toalla y abrigo
cuando naciste entre el escalofrío de los juncos.
Tu alimento fue de yerba mate y raíces reblandecidas.
Tu fuerza, de bueyes y hombres que carpen incansablemente chacras.
Tu cuerpecito vestía trapos rebeldes,
investigaba serranías, buscando rocas donde recostar
tu cañita de pescar
a las orillas de algún arroyo cada vez que escapabas de la escuela.
A los 13 años decidiste investigar la intemperie,
un lugar donde pudieras escapar de las reprimendas
de la madre preocupada por la inexistencia del dinero
y por tu desconsiderado gusto por oír melodías
en esa radio rota del hogar, cuando la corriente eléctrica era un lujo
y una generosidad de parte de los vecinos.
Escapaste y dormiste bajo vagones.
Escapaste y no dijiste adiós.
Pero abrazaste la capital como el moribundo a la esperanza.
Sorteaste calles y tormentas con pasos ciegos y a la vez confiados.
Dejaste semillas en cuanto surco encontraste,
los rodeaste de flores y luego los regaste con lágrimas
de mujeres, de niños
para luego marcharte,
así bordaste 9 insignias en tu manga.
Amaste la noche y la noche te amó de vuelta.
Cantaste a la sordidez y la sordidez te cantó de vuelta.
Te encontraste perdido en la bohemia de la ciudad,
entre guitarras y garitas y piernas ligeras,
hasta que la buena dama a quien doblabas en edad
te puso en regla, te dio entereza
y una estrella a la que atribuiste tu suerte.
Estuviste ausente siendo hombre,
estás presente siendo eterno.
Tus acciones se adelantaban a súplicas ni siquiera formuladas.
Tu temple duro y tus manos pesadas construyeron palacios.
No te privaste de lo que pudiera ofrecer lo etéreo de la vida,
no te privaste de crear y destruir a tu antojo,
no te privaste de llenar tu corazón de cristales rotos
(de algo hay que morir, decías)
sin embargo te privó de verme aquí
recitándote mi brisa, mi sol;
esas palabras que solo yo entiendo
con la suavidad de guaranias en los oídos de
esta piedra que reza tu nombre.




SÁHARA AL PALADAR

explico cosas que no entiendo

a viva voz
miráme
cuando saboreo trozo seco de madera
y me lamo la arenilla de los labios

mi causa es defecto

satanás en la garganta
en la lengua una corona de espinas
y piel de cordero para transitar el calvario
soy la falsedad misma
una farsa como este otoño
miráme
soy
gemidos de quien
imagina
un peso diferente sobre ella
para tensar los resortes de su
cama mal tendida

(más 5 kilos, 436 gramos)
(más astillas en la cara)
(más ojos desorbitados)
(más agresión en el asalto)
(más 5 kilos, 436 gramos)
(más astillas en la cara)
(más ojos desorbitados)
(más agresión en el asalto…)



ESQUELETO QUE CAE AL COLCHÓN

todos los días me despierto con la misma urgencia con más niveles
como un video juego
con más pendientes
como un trabajo hecho siempre a medias
porque se hace por un sueldo mínimo
mi dialogo interno suena a un monólogo de padre
cotidianamente intento hacer tratos conmigo misma, en constante racionalización de mis desvíos
“podés fumar un cigarrillo y eso no te convierte en fumadora
podés coger con quien puedas y medianamente disfrutarlo y eso no te hace puta
podés decepcionar en todo momento a tu madre y eso no te hace mala hija
solo te hace una pésima persona”
quiero usar mi cara de lienzo para las vergüenzas menos esperadas
3 am(g)
me ridiculizo siendo incategorizable
inalcanzable
haciendo de mi cara el telón de una indecencia
intelectualizada,
desconectada
mandando a la mierda a la fútil intención del corazón de ser algo más
que solo un averno que bombea sangre
recitando prospectos en voz alta
goteando plenitud sintética bajo mi lengua










SERGIO VALERO [17.155] Poeta de México

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Sergio Valero

Nació en la ciudad de México, el 12 de julio de 1969. Poeta. Estudió lengua y literaturas hispánicas en la FFyL de la UNAM. Ha sido socio fundador y miembro del consejo editorial de El Dorado Ediciones. Becario del FONCA en su Programa de Apoyo a Jóvenes Creadores, 2001-2002 y 2003-2004. Colaborador de El Búho, Ensayo, Gaceta del FCE, Letras Libres, Los Universitarios, MAD, Mala Vida, (Paréntesis), Periódico de Poesía, Vuelta y Sábado. Premio Nacional de Poesía Joven de México Elías Nandino 1997 por Cuaderno de Alejandra.

Obra publicada

Poesía: Cuaderno de Alejandra, CONACULTA/Gob. del Edo. Jalisco/Secretaría de Cultura de Jalisco, Tierra Adentro, núm. 150, 1997; CONACULTA, Tierra Adentro, 2004. || Valga la noche, Ediciones Eloísa, Buenos Aires, 2003.




LOS ANALES DE LA HISTORIA

detrás de cada esdrújula un mundo nos observa como
 aquella burbuja sin brújula epidérmica
quizá no es el ombligo sino la obligación de medir con la
 mano lo sano del escándalo
lozanos entregamos el rayo de los párpados y el celo de unos
 pájaros de vuelo desmedido
espectáculo inverso de un tímido agujero por donde asoma
 el sol que dio sombra a sodoma
es un culo o un verso de rima subterránea y unos pocos
 milímetros como todo perímetro
acaso centimétrico si es balance de dos y el balbuceo de un
 dios debajo de la lluvia
esa ronda en la cúspide que sostiene el aliento del náufrago
 que insólito amarra entre tus islas
las ínsulas colgantes del peso de tus hombros
como la línea rota y rica en minerales cuando el tiempo se
 parte donde se aparta el viento
pendiente de tu cuerpo el relámpago explota para tapar lo
fétido del poso de tu entraña
romántico desliz del aire más sincero
del que nace en el cero donde concluye todo

Tomado de Eco de voces. Generación poética de los sesentas. (2004).




Historias de aquel viene viene que quiso ser chófer

     cuando vira ese auto
     metal sobre neumáticos
     ser humano y peluche
     nadie puede saber qué está girando
     si un volante o la calle
     si la memoria
     en ese mismo instante son millones los autos que viran en el mundo
     cuántos de color rojo
     nadie lo sabe
     nunca se sabe del mundo lo que gira

pero este auto vira sin saber de elegancia
     en el abuso mortal de la fortuna
     quien hace de chófer nunca sabe lo cerca que está de la catástrofe
     dos cuadras más allá
     en un punto invisible donde no está virando 
     aunque otro auto vira
     una abuela
     sin saber de elegancia 
     atraviesa la calle con el paso que resta al final de la vida


     y la fortuna rueda para no detenerse
     ese auto que miro no atropella a la abuela
     ni en el mundo sucumben las diez o quince abuelas que en un instante así corren peligro

pero al pasar tan cerca de donde yo lo miro el auto sí ejecuta un atropello único 
     debajo de la falda con bordes de peluche asoman los pedales que accionan mi memoria
     del sinfín de desgracias que pude padecer cuando aún manejaba una sola me resta
     no poder ver de reojo la humedad catastrófica de la piel de tus piernas -





 Cuaderno de Alejandra, poemario de Sergio Valero


BAJORRELIEVE


1

Casi al final del río se aprecia la cortina del agua verdadera, como un cristal cortado en su primer reflejo. El agua a la mitad nunca es la mitad del agua, si acaso una razón de peso muerto: bajorrelieve
Al fondo                                                                    Al fondo del abismo entre una llama                                       del desierto enmedio de una pupila y otra la sentencia del cáliz                                       de espiral inasible humor de miedo voltear la mirada ponme                                           de las luces temerosas la aurora una llama aquí como espuela                                    de una ráfaga de sierpe insalvable a mi sed                                                    enrarecida y el alba por tus ríos sé mi brisa                                              un solo anuncio en la espuma del fuego                                             del camino verdadero                                                                  de piedra
bajorrelieve Camina muy despacio la conciencia a su nicho, entre espigas de niebla helada hasta los nervios. El humo sólo es cifra para el aire visible: bajorrelieve
Me voy me quedo salta                                                           Te vas te quedas dudas la liebre del sombrero                                                              de asir el cielo del tacto te vas despacio                                                          por tu fe por lo cierto crees entre una magia de nieve                                                         conocer al ángel sorprendida                                                                              porque una pluma vuela
bajorrelieve



3

voz descenso ángel luz        la forma de la luz es la voz de un ángel en descenso brazos grito puerta luz        los gritos de la luz son una puerta sin brazos pies fuga razón luz            la fuga es la razón en los pies de la luz luz ángel nada caída              la luz es nada sin la caída del ángel
6
Alguien habló un día de un pañuelo. Alguien dijo dos o tres cosas del tacto sedoso de un pañuelo. Alguien, no sé quién fue, me contó de su vida dejada en un pañuelo. Y la vida es así, como nunca saber quién nos ha hablado, como ir dejando la memoria en pedazos de papel blanco y sin conciencia. Alguien pudo mentirme, hablarme de oídas de lo que fue un papel y era un pañuelo -tal vez nunca fue nada. Alguien podría venir a confirmarlo.



CONTRANATURA

3

tu boca es la primera estructura ósea del sol una fruta sitiada en la música del tacto toco tu boca para entrar a una razón de musgo en hueso muerdo con tu boca para afilar mi gusto por la luz tu silencio es una iluminación del odio del cielo serán siempre los soles de tu boca unas pequeñas nubes blancas encima de la loca inmóvil de tu lengua más allá del silencio tu locura no dura nada no dice luz alguna calla tu luz al tiempo que tu voz se hace polvo toco tu voz con la penúltima estría de mi silencio tu voz es una franja ilimitada en su vacío tu voz de cielo raso no deviene fuego no sabe de locuras sabe sólo de viajes imposibles toco tu boca de ríos garigoleados de palabras de invierno



LOS VERSOS DEL FUEGO

6

Esta palabra suena pero está demasiado cargada de silencio pero suena pero está demasiado expuesta al frío Sólo entre líneas Dios puede hablar de nosotros, mientras nos toca el hombro con su tacto intangible. Él conoce los ritos surgidos de su sino, es el creador del agua dibujando la tierra: así como estas manos inventando este cuerpo. De esta palabra el fuego es tan sólo materia frontera de este verbo rama seca de un árbol enraizado al infierno caída de un río pulcro Uno es el hombre, repetición del credo, paradigma o falacia del dogma del principio. Inercia de la fe. Uno es el hombre y la mujer dormidos, y el golpe fresco y fuerte del mercurio del beso. Esta palabra suena como la misma muerte como esa misma suerte como el juego divino del acto más siniestro Esta palabra es presa de su propia sentencia (como esa misma suerte) su cárcel es la mano apuntando al vacío su nada es el conjuro de todo lo que existe suena como la brisa de todas las cascadas suena como la insania pero suena Sólo para el olvido las alas de los ángeles, para el recuerdo impuro. Sólo para los ángeles las alas del olvido. La memoria de Dios. Las alas del olvido. Las copas de los árboles con nidos como nichos. La memoria de dos. La tierra de su sueño de un falso paraíso. Uno siempre es el hombre y la mujer dormidos. Y esta palabra suena a ritual de inventario pero suena



8

Ha de quedar aquí la historia de la risa, velada entre el rocío de una hoja rasgada. No he podido esconder mi credo por el agua. No he podido saldar mis deudas con la lluvia. Yo no tenía en las manos el grito de los ángeles, y sí sólo una escarcha encubriendo mi aliento. Desde hoy estas letras pierden su curvatura, su dirección alterna. Ahora no hay más teas al fondo de los sueños y al final de este beso  un alambre de púas. Al final de este verso la montaña desciende; en minerales graves desnuda mi sentido. Y la piedra se aloja en el hueco del mundo para hendir la mirada en lo negro del ojo. Yo no tenía del fuego sino un miedo inconsciente. Ha de quedar aquí mi grito envuelto en humo.



HORADACIONES

1. Nubes

'Sin perdón. Caminar sin perdón. Sin pedirle nada al cielo si la piel se rasga. Esas nubes no siempre han sido designio de la lluvia, también fueron perdón en otro tiempo.” Te miro juntar las manos formando un arrecife invisible. Tus ojos van del árbol a la niebla y sin regreso. El perro de tus pasos se detiene, toma aire, llena sus pulmones de la luz de estas piedras rojizas (¿acaso alguien dijo sangre mineral?). Caminas para detenerte, como en busca de un punto donde frenar la marcha. Las nubes ahora se abren. Un ángel asoma el filo de su voz entre lo más indefinido de tu canto. Ya no cantes. No hay quien te escuche. No hay quien quiera escucharte. Las nubes ahora vuelven a cerrarse. Congelan tu mirada en el silencio más nítido.



7. Arroyo

'Si todo fuera negro, ella dijo, la luna sería un colmillo de serpiente. La risa del trueno quedaría entre las nubes en silencio. Si todo fuera negro, repitió, no habría lugar en el mundo para el blanco de los ojos” Supo escribir del ala de las lluvias. Dejó en claro el profundo y lento paso de las piedras. 'Si todo fuera negro, preguntó al granizo, dónde harían madriguera las rosas del verano: las rosas mortecinas del incansable viento.” Gustó de la blanca dimensión de la muerte, ella sabía. Gustó de la claridad del aire hacia el abismo. 'Si no hubiera espacio para las yemas de los dedos, alfíles luminosos, para en la noche arrancar estrellas al grito en su vacío, qué sería de esta agua mansa de iris a pupila, de pupila al pez nadando hacia lo hondo. Si no existiera el blanco, advirtió, perdería sentido el azul iluminado de este arroyo.” Supo escribir del ala de las lluvias. 'Si todo fuera negro, dijo Alejandra, el corazón podría no ser el último resquicio.”



8. Desierto

Caminar bajo el sol siendo el primer vestigio de la sed: el último mártir de la arena: el punto medio de una lluvia inconclusa. Ser vuelo de los cactos. Oasis de la fe. Piedra del espejismo. 'Yo sé hablar del desierto.” Caminar hacia el sol siendo el primer vestigio de la lluvia: el último mártir de la sed: el punto medio de una arena inconclusa. Ser espejismo en vuelo. Cacto de todo oasis. Piedra de la fe. 'Del desierto sé todo.” Caminar en el sol siendo el primer vestigio de la arena: el último mártir de la lluvia: el punto medio de una sed inconclusa. La fe en vuelo. Espejismo de oasis. Cacto de piedra. 'Todo el desierto, todo.' Caminar bajo el sol siendo el primer vestigio del cacto: el último mártir de la fe: el punto medio de un espejismo inconcluso. Vuelo de sed. Arena del oasis. Piedra de lluvia. “Yo sé el desierto, yo.' Caminar bajo el sol siendo el primer vestigio de la fe: el último mártir del espejismo: el punto medio de un cacto inconcluso. Arena volando. Lluvia de oasis. Piedra de sed. 'El desierto me habla.” Caminar bajo el sol siendo el primer vestigio del espejismo: el último mártir del cacto: el punto medio de la fe inconclusa. Vuelo de lluvia. Oasis de sed. Arena de piedra. 'Soy el desierto.” Caminar bajo el cacto siendo el primer vestigio del sol: la fe del último mártir: el espejismo inconcluso del punto medio. Lluvia de sed. Lluvia de piedra. Lluvia de oasis. Lluvia en vuelo. Lluvia de arena. 'Todo el desierto, yo.” Caminar siendo el primer vestigio del sol: el último mártir: el punto medio, inconcluso. Vuelo. Oasis. Piedra. 'Todo, todo, desierto, yo,' Caminar espejismo: caminar cacto abajo: caminar de la sed: caminar en la lluvia: caminar de las piedras: caminar del oasis: caminar de la arena: caminar por la fe: caminar inconcluso: caminar siendo mártir, siendo el último mártir: ese primer vestigio: tan sólo el punto medio: 'El desierto, la muerte, yo.”



9. Río

Bajorrelieve. Sorprendida porque una pluma vuela, crees conocer al ángel. Entre una magia de nieve te vas despacio por tu fe por lo cierto. La liebre del sombrero de asir, el cielo del tacto. Te vas, te quedas, dudas. Salta. Me quedo. Me voy. 'El humo sólo es cifra para el aire visible. Camina muy despacio la conciencia a su nicho, entre espigas de niebla helada hasta los nervios.” Bajorrelieve. Un solo anuncio en la espuma del fuego del camino verdadero, de piedra. La aurora: una llama aquí, como espuela de una ráfaga de sierpe insalvable a mi sed enrarecida. Y el alba por tus ríos. Sé mi brisa. Humor de miedo de voltear la mirada. Pónme las luces temerosas. Al fondo del abismo, entre una llama del desierto, enmedio de una pupila y otra, la sentencia del cáliz de espiral inasible. Al fondo. Bajorrelieve. 'El agua a la mitad nunca es la mitad del agua, si acaso una razón de peso muerto, como un cristal cortado en su primer reflejo. Casi al final del río se aprecia la cortina del agua verdadera.”










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TERESA IRAZABA [17.156] Poeta de México

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Teresa Irazaba 

María Teresa Irazaba 
(México, Distrito Federal, 1968).- Licenciatura en Derecho por la Universidad Autónoma de México. Su poesía se encuentra publicada en periódicos, revistas y antologías de México y el extranjero. Alumna de la carrera de creación literaria de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Colaboradora de Tulancingo cultural.





QUIRÓFANO

No es por la madrugada este caer
son las arterias que se paralizan
cenizas sin ser parte
de mi madre sin mirada
rostro reducido por la muerte

Te expusieron con todos tus daños
no fueron parte del instrumental
tus objetos personales
difuntos que ya no envejecen
suturaron tu vientre
ya no fértil
a la luz del día

En la confusión de ese domingo
los silencios se arraigaron
la voz de mi padre ya no encuentra
lo que se dejaba encontrar

Mariposas atraviesan sus pupilas
tibio envenenamiento de los parpados

La mosca arropa su equipaje
es paciente en la espera



Regresé con mi padre a casa
y descongelé del refrigerador
sus últimas verduras de diabético
que estaban rígidas como él

Su bastón que rasguñaba las esquinas
quedo inmóvil

Encerré sus cenizas en el ropero
mis labios los transforme
en una sonrisa
tiré a la calle su viejo tocadiscos
y sólo conservé el reloj parlante
su sonido es fuerte
aún escucho
son las 4 y 9
son las 2 y 5

Para el viejo
el tiempo ya no importa




En este desalojo no hay sitio
para los escombros que no tienen registro
como la etiqueta que identificaba a mi madre
Nombre  edad  hora  peso
causa de muerte
Nada arrancó la raíz de la planta que un día cuidaba

En el temblor
las tumbas no han sufrido
ningún daño

De niña era suficiente con cerrar los ojos
guardar el equilibrio
y todo seguía ahí

No quiero vida artificial
ni tacones frágiles
que pisan
y no pisan

En los informes
Se dice que no existe daño alguno




ESA MADRUGADA… 


Esa madrugada 
el sonido de la ambulancia 
fue detenido por los soldados 
La navaja de un bisturí cortó 
mi amarre umbilical 
del vientre de mi madre 
Mientras 
cientos de metrallas 
dispararon 
y abrieron otras carnes 
A la tierra arrojaron sus cuerpos 
una fosa clandestina 
es su nuevo vientre 
A mí me dieron un nombre 
a ellos les borraron la vida 
Sus madres palpitaron 
con el vientre hueco 
los soldados las obligaron 
a quedarse mudas 


II 

Sólo mi madre recuerda 
la masacre de Tlatelolco 
Para ella su lucha 
es tener una familia 
Una casa con las ventanas abiertas 
para que entre el Sol 
la ropa dulcemente alineada 
para un padre ausente

La cocina es su compañera 
y enciende todavía sus luces 
para alumbrar 
a sus muertos 
En mi casa con serpentinas 
y confeti de colores 
se festeja mi cumpleaños 
Para ocultar nuestra soledad 
nos colocamos un antifaz 
sonreímos un rato a las visitas 
y cerramos la puerta 
Mi padre con nostalgia recuerda 
la antorcha olímpica del 68 
nunca habla de los jóvenes masacrados 
ese dos de octubre 
A mí me rebautizaron diciéndome 
que no fui asesinada 
pero siempre me pregunto 
si ese día 
no dispararon en mí 
alguna lenta puerta



Mi madre en la cocina
sólo mira
como caen lentamente
las gotas de la leche caliente
y para sobrevivir
enfría su propia soledad

En su fragilidad
soñó con ser moderna
y sin protestar
se mordió los labios

En mi casa lo único
que tenía permitido hacer ruido
era la licuadora

Mi perro para esconder sus ladridos
se fugó

Y yo giré
prendida de mi triciclo
una vez
y otra
otra vez
sin lograr escapar


EL VOYAGER

ya lejano
observa
un planeta minúsculo
La tierra es una pisada de
de Dios
El hombre desde su madriguera
masacra tortugas
susurra muerte
a palazos asesinan una foca bebé
Del silencio hacia la luz 535
Mientras en mi ciudad
veo a una niña amamantar
para el suicidio
a su hijo recién nacido
el sabor que tienen los chocolates
no le preocupa
con pastillas y ácidos
se crean mejores planetas
El hombre busca su fe
coloca trampas
para los más pequeños roedores
los captura con veneno
los marca con balas
los deja sin piernas
sin lengua
no le interesa saber su especie
sólo mata negros árabes ratones y niños
Es capaz de arrastrar
a todos muertos
como comida rápida de cualquier supermercado







SAMUEL LAGUNAS CERDA [17.157]

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Samuel Lagunas Cerda

(Querétaro, México 1990). Sus poemas han aparecido en dos antologías: La Antología del Maratón. Reunión de poetas noveles (Épica, 2009) y Besar de lengua, (Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, 2011). Es columnista en el semanario Bitácora. 

Miembro de la Asociación de Escritores y Comunicadores Evangélicos (ADECE) ha obtenido algunos reconocimientos por su trabajo como poeta y narrador. Ha participado también en diversas revistas y periódicos.

La veterana editorial Mantis (18 años), dirigida por el poeta Luis Armenta Malpica, lanzó a fines de 2013 Todavía mañana, primer volumen poético de Samuel Lagunas, como parte de su colección Terredades.



Poeta del siglo veintiuno

 “Help, I need somebody”
John Lennon


Como la difuminada sombra en el alba
el poeta se desperdiga en el blanco del mundo,
es una rara canción, un cuadro momentáneo,
una fotografía desechable.

Su estilo es como el unicornio,
invisible a algunos ojos, inexistente,
inquilino de su mente, de la mente suya, inconexa,
abnegada, poeta, suya al fin y al cabo.

Sus palabras no son palabras,
se disfrazan de palabras, de ideas,
de personas que viven, se desviven
y mueren en un mundo que se llama REALIDAD.

Antes había Poetas, hoy hay gente, individuos,
que escriben a renglón cortado como
yo o como alguien, como algunos.

¿Poesía? Esto no es poesía, es un experimento, una vida diferente.

El siglo veintiuno es un experimento;
ha de ser de Dios; no hay coherencia,
sólo hay, hay tanto algo que quién sabe qué es,
que se parece a la vida, a vivir y la muerte, se parece…,
sólo se parece. Así como esto intenta
ser poesía, sólo lo intenta, no lo logra;
tal vez no quiere el poeta ser poeta,
sólo lo es, por instinto y por deber,
así como este nuevo siglo es, contra su voluntad,
un nuevo siglo que después será viejo, historia, pasado, olvido,
quizá poesía.



Conocernos

Conocerte,
así,
desde tu nombre
hasta la manera de rascarte el muslo
mientras duermes
esa cosquilla en el borde de tu cuello
y esa caricia
menismeante
de tus uñas.

Conocerte la vida
centímetro a centímetro
su olor a leche
a tierra
y al tan esperado olvido,
a noches enteras
bajo el manto
de las luciérnagas
porque no hay más estrella
que la palma de tu mano.

Conocerte en tu placer y en tu desdicha
ese jadeo zumbante,
flexible,
de tu beso,
riendo,
llorando,
bostezando,
leona,
olfateando el mundo
con tu nariz
de esfinge.

Irrumpir
en la liviana intimidad
de tu espíritu corpóreo,
bañarme en tu vestido de primavera,
en ese fresco virginal
que estimula
frenéticamente
a las nubes…
y llueve,
llueve amor
del paraíso
y nos humedece
el escenario de la lánguida
estrechez
de los cuerpos
comenzando,
así,
el bíblico conocimiento.



IV

Sí, me duele este atardecer,
esta boca de sol y de verano.
José Carlos Becerra


Esta ciudad se ha convertido en una tragedia griega
con los panfletos revolando en el desierto,
carroñosos,
altruistas,

basta saber que es bueno que nos enmienden los huecos,
las grietas que nos ha dejado el desconcierto,
y el rescoldo púrpura que agusana la memoria.

Esta ciudad, ciudad invencible,
titán,
titán que duele en cada exhalación,
titán que calla y se aleja,
titán escondido en las piernas de la tierra,
titán fálico,
titán que zangolotea en el pantano,
titán humilde, belicoso,
insurrecto,
titán mío,
titán anárquico,
titán de hielo,
titán que guarda a Homero en una uña,
titán que olvidó Rabelais en su búsqueda,
titán que atormentaba el sueño de Cervantes,
titán paréntesis de Shandy,
titán satírico,
titán utópico,
titán mío,
titán,
titán que duerme en la espalda de las interrogaciones,
titán científico,
titán poético,
titán cinematográfico,
hálito de titán
espéculo de titán,
espéculo de Balzac,
espéculo mío,
titán mío,
desierto mío,
polvo mío,

la poesía no da ninguna respuesta satisfactoria a la catástrofe,
guardémosla en el libro menos importante de una biblioteca privada
y que allí permanezca,
silente,
pasajera,
enigmática,
borgiana,


A

S

Í

O

P

E


sueño de ángel,
vaticinio incomprensible,
los ángeles matarían por tenerla,

poseer la poesía es estar cerca de la muerte,

la muerte es sinónimo del conocimiento,

¡vaya analogía fantástica!

Hay que tomarla en cuenta
con sus salvedades:

¿dios?


 De Instrucciones para la elaboración de un dios moderno





Acercamiento previo

¿No eras tú, mujer,
el primer indicio de deidad en esta tierra?
Partamos de ti, entonces,
de tu naturaleza de cuerpo desnudo
sin oscuro ropaje de ideología falsa,
de falsa artillería.
Qué mejor arma que tus senos
para taladrar mi alma
cálido
pétalo
insondable.

Hay que vernos en el pozo tus ojos,
espiar allí el alma de las palabras
y extraer el alba a este mundo,
extender el alba sobre el cuerpo,
absorber su esencia de misterio
y comernos el polvo de la vida.

Quiero recoger mi alma en tus cabellos,
tú puedes deshelar mis entrañas
con la lámpara de tu boca,
sólo tu boca puede iluminar las tinieblas
y disipar la bruma de las grutas.
Tu corazón configura las nubes
con decoración de almanaque viejo.
Ve pensando en que cuando te ríes se va a cobijar el cielo
bajo tu lengua,
si hay que sacarlo de ahí,
ha de ser con extremo cuidado,
ha de ser ahogados en un beso tuyo,
que nos funda
a la víspera de tu divinidad.
Porque has venido.

Has venido y no hay que olvidar
que te fuiste
para ordenar la aritmética del silencio
reconfigurar el vuelo del aire
y el pigmento formal de las azucenas
del cual te desprendiste,
lasciva,
lúdica,
dadivosa,
tu cuerpo cedió al mundo sus semillas de candela,
hay que abrasarnos en tu fuego

mujer,

a donde quiera que vayas,
te persigue el ser santuario,
el esperar en tus puertas a tu siervo
y tú de espaldas,
oculta el rostro en las cortinas,
inasible, gota de aire.

Si te vemos, morimos, medusa,
morimos en el lecho conyugal
de tu abrazo,
cuán dulce es la muerte en tal manera,
cuán dulce el expirar al conocerte.

De Instrucciones para la elaboración de un dios moderno



Duda agónica

El problema es
en manos de quién dejar la muerte
(o lo que queda después de haber vivido).
¿Bastarán acaso las ganas,
la locura,
el empeño?

Debe de existir un lapso de sonambulismo
donde sentarnos a la mesa
y trazar el pormorir,
el futuro diciembre del enero,
la pasmosa manía de la subsistencia
y las técnicas para evitar
el acumulamiento del tiempo.

Caso contrario,
un dios habrá de dibujarnos
algún boceto de universo
donde seremos la sombra
de alguna noche blanca,
o el simple canto viejo
de hojas olvidadas.

O acaso nuestra llegada sea
meramente el punto insumiso.

Y ya, después de poco,
se calle todo finalmente.

 De Instrucciones para la elaboración de un dios moderno




ABU ALI HASSAN IBN RACHIQ AL-KAIRAUANI [17.158]

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Abu Ali Hassan ibn Rachiq al-Kairauani 

(Túnez, 1000-1064)



Fui criado de barro...

Fui criado de barro, al que destruye
toda agua de mar.
Repugnan sus navíos al corazón.
El mar es gran amigo de sus amigos.
Más la tierra es piadosa
-como su nombre indica-
con el que va sobre ella.

Abu Ali Hassan ibn Rachiq al-Kairauani, incluido en Poesía árabe clásica oriental (Litoral. Revista de la poesía y el pensamiento, año XVII, nº 177, Málaga, 1988, selec. y trad. de Pedro Martínez Montávez).





Que me esforzara...

Que me esforzara
en cabalgar el mar, tú me ordenaste,
y no te obedecí. ¡Elige, pues,
otro mal diferente!
Que no eres tú Noé, cuyo barco me salve,
ni yo soy el Mesías, para andar sobre el agua.

Abu Ali Hassan ibn Rachiq al-Kairauani, incluido en Poesía árabe clásica oriental (Litoral. Revista de la poesía y el pensamiento, año XVII, nº 177, Málaga, 1988, selec. y trad. de Pedro Martínez Montávez).









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UBAYD ALLAH AL-WALID IBN AL BUHTURI [17.159]

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Ubayd Allah al-Walid ibn al-Buhturi 

(Siria, 820-897)
Abu al-Walid bin Obaidullah Seatri Altnokhi (al-Walid ibn `Ubayd Allah al-Buhturi) (820-897) fue un poeta árabe nacido en Manbij en Siria, entre Alepo y el Éufrates. Al igual que Abu Tammam, era de la tribu de Tai.While aún joven, fue a visitar a Abu Tammam en Homs, y por él fue encomendado a las autoridades en Ma'arrat an-Numan, que le dieron una pensión de 4000 dirhams anuales. 

Más tarde se trasladó a Bagdad, donde escribió versos en alabanza del califa al-Mutawakkil y a los miembros de su corte. Aunque a largo residente en Bagdad, dedicó gran parte de su poesía para alabanza de Alepo, y gran parte de su poesía amorosa se ​​dedica a Aiwa, una doncella de esa ciudad. 

Murió en Manbij en 897. Fue publicado en Estambul en 1883. Al igual que Abu Tammam, escribió una colección de poemas tempranos también conocida como el Hamasah.





La primavera

La libre primavera te ha llegado:
camina tan sonriente y tan hermosa
que casi puede hablar.
En las profundas sombras de la noche
Nawruz ha despertado a las primeras rosas,
dormidas aún ayer.
El frescor del rocío las va abriendo
lo mismo que si fuera divulgando
algo que estaba oculto.
De nuevo devolvió la primavera
su vestido a los árboles, y es cual si desplegaras
un precioso brocado.
Y resulta tan fino el soplo de la brisa
que el gozo del aliento de los seres queridos
parece que te trae.

Ubayd Allah al-Walid ibn al-Buhturi, incluido en Poesía árabe clásica oriental (Litoral. Revista de la poesía y el pensamiento, año XVII, nº 177, Málaga, 1988, selec. y trad. de Pedro Martínez Montávez).









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RAMÓN GALGUERA NOVEROLA [17.160] Poeta de México

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Ramón Galguera Noverola 

Nació en San Juan Bautista, hoy Villahermosa, México el 28 de junio de 1914. Sus estudios de primaria y secundaria los realizó en su ciudad natal. Fue hijo único del matrimonio formado por don Hermenegildo Galguera y su señora esposa, doña Esther Noverola de Galguera. Publicó dos libros de poemas: Examen de primer grado y Solar de soledades. Muere en la Ciudad de México en 1979.


Ramón Galguera Noverola, poeta de la angustia y la soledad

Desde muy joven, ya despuntaba, en Ramón Galguera Noverola, el gran poeta que conocemos a través de sus magníficos libros; y en 1934, cuando sólo contaba con  20 años de edad publica en el periódico La Voz del Estudiante, editado por la Sociedad de Estudiantes Libres del Instituto Juárez, el poema “Son dos gotas iguales”, compuesto de cinco raras décimas heptasílabas, en el que se nota el influjo que sobre el novel poeta ejercía la lectura de Gustavo Adolfo Bécquer a quien rinde homenaje y en el que a la vez, se advierte la atmósfera de tristeza y desolación que campeará en la totalidad de su obra poética, pues al parangonarse con el sevillano considerado uno de los más altos exponentes del romanticismo, declara:

Camarada en el llanto,/ compañero en la pena,/millonario de ensueños,/ trovador de sirenas,/ siempre tras una estrella/ sobre la comba fría;/ siempre amando la noche/ y aborreciendo el día,/ son dos gotas iguales/tu alma triste y la mía…”

Esa melancolía rayana en amargura, se advierte en el poema de corte nerudiano “sitio”, incluido por el maestro Francisco J. Santamaría en su libro La poesía tabasqueña, que en una de sus partes dice así:

“Aquí donde el crepúsculo/ corre borrando mástiles/ y el puerto lava el alma/ y es el vértigo urbano/ un rumor que se pierde/ y un afán que no llega;/ entre estas cosas húmedas/ de mares y gaviotas,/ bajo esta cruz de amargos/ soñares infinitos en que el otoño llega,/ dibuja el paso simple/ del amigo tranquilo,/ y nos deja en las manos/ un color de hojas secas…/ aquí te amo…”

En 1951, Galguera publica Examen de primer grado. En los poemas de este libro, ya es dueño de su propia y muy personal voz poética, de tal forma impregnada de angustia, que esta circunstancia es la que hace resaltar Margarita Paz Paredes en el magnífico juicio que sobre este libro y su autor, publica en la Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México, correspondiente al mes de julio de 1952, del que transcribimos a continuación los siguientes párrafos insertados un poco arbitrariamente por nosotros, para sintetizar lo expresado por la brillante poeta mexicana:

“…nada hay en la poesía de Ramón que nos recuerde a Tabasco. Nos hemos asomado, con curiosidad y deslumbramiento, a su mundo poético, donde creíamos encontrar súbitamente el tronco vital de alguna ceiba milenaria, o el torrente avasallador de las aguas del Usumacinta, o el vuelo fugitivo de garzas y quetzales legendarios, o siquiera la sombra tutelar del poeta que ha dado a Tabasco carta de ciudadanía en el atlas de la poesía iberoamericana. Pero nada de eso encontramos…

”Poéticamente Ramón galguera Noverola está emparentado, por un lado con César Vallejo y por el otro con Edgar Allan Poe y Baudelaire (esto por lo que se refiere a la melancolía y calosfríos de ultratumba que palpitan en casi toda su obra)…

”Todo rezuma amargura y desesperanza en las estrofas estremecidas y estremecientes de este poeta que concibe el amor sólo en trance de despedida, o de ausencia…”

Carlos Pellicer, quien fuera maestro de Galguera en la Escuela Nacional Preparatoria y a partir de esa época, uno de sus más entrañables amigos, en la ya legendaria conferencia que sobre la poesía tabasqueña sustentó durante tres noches seguidas en el Instituto Juárez de Villahermosa, el mes de mayo de 1952, se refiere a él y a su libro Examen de primer grado, en los términos que a continuación citamos:

“Ramón toca el paisaje tabasqueño con la yema de los dedos, pero con exquisita delicadeza, acaso porque para él, la naturaleza tampoco existe. Como además, no es un poeta religioso, su desolada angustia lo lleva a refugiarse en el regazo de su madre a quien dedica dos poemas: El pequeño afán y La noche y mi madre.”

Carlos Pellicer confirma lo ya antes expuesto por Margarita Paz Paredes en el sentido de que, en la poesía de Galguera Noverola, está proscrito el paisaje pleno de sol, de colores y perfumes de Tabasco y que el influjo pelliceriano que Santamaría cree hallar en la poesía del autor de Examen de primer grado, es, como bien lo acota Margarita Paz Paredes, inexistente. Esta última característica ya la habíamos hecho notar en una sencilla nota biográfica de Ramón, al decir: Mientras Pellicer canta: “Trópico, ¿para qué me diste/ las manos llenas de color?/ Todo lo que yo toque/ Se llenará de sol…” Galguera expresa: “¿Y para qué la luz,/ sus tulipanes de gritada feria…?” Exigiendo más adelante: “¡Que asesinen la luz/ o la encadenen para siempre!…”

Más de diez años después, Galguera, que siempre fue refractario a camarillas o clubes de elogios mutuos y que jamás medró al amparo de su poesía, publica Solar de soledades.

Si en los poemas que integran Examen de primer grado encontramos de cuerpo entero a la angustia, ésta se hace más patente en la voz dolorida, más distante y distinta todavía de los poetas del trópico, que campea en Solar de soledades. De la lectura de este libro, sale uno con el espíritu mucho más desalentado y huérfano que el de quien “acaba de hacer una azarosa travesía por el Río Amarillo de la angustia”, como dijera Hildo Gómez Castillo en nota crítica sobre Examen de primer grado.

Al hablar de Galguera Noverola y referirse a su segundo libro, Manuel R. Mora, en un artículo publicado en la gaceta literaria Nivelen agosto de 1979, expresa lo siguiente:

“Solar de soledades ha sido su vida. Solo, siempre, en su grandeza. Ajeno a las tribus literarias. Por elemental respeto a sí mismo y al quehacer poético, nunca se ha promovido ni tampoco ha buscado promotores. Su trabajo se halla en la más conmovedora intimidad por no avenirse con el viento que pasa.

”Qué diferencia tan notable entre este poeta mayor, en el que se equilibran forma y fondo, respecto de algunos que, sin jerarquía ni facultades, se pasean por las calles, por las ferias, por los círculos de ineptos, pregonando ser lo que no son. ‘Yo soy poeta’, claman, cuando no hay en ellos (mujeres u hombres), la savia que integra y proyecta. La falta de pudor es el signo de estos indotados que se esponjan de abalorios y alquilan escaparates para exhibir sus carencias y su irresponsabilidad. Y lo grave es que encuentran cajas de resonancias que alientan el disparate y lo proliferan…”

Más adelante, Mora coincide con Margarita Paz Paredes, al comparar a Galguera, más que emparentarlo con César Vallejo, al expresar:

“Me atrevo a decir, de Ramón, que es el César Vallejo mexicano. ‘Me moriré en París con aguacero’, escribió el extraordinario poeta incaico, en dramática premonición. Galguera expresa, en su poema “De la muerte verdadera”: ‘Los que pasamos, pero no pasamos,/ porque al pasar nadie nos ha mirado./Los que estamos tan solos/ que no podemos preguntar siquiera:/ ¿cuándo fue el girasol condecorado?’

”Es posible que los que desconocen la poesía del tabasqueño, consideren que se trata, al cotejarlo con Vallejo, de una comparación hiperbólica. Pues bien: preocúpense por conocer su obra. Búsquenla. Procuren la hazaña del descubrimiento. Cuando esto suceda, la joya se hará presente en su mágica excelsitud, en el ámbito de las letras hispanoamericanas.”

Ciertamente, la poesía de Ramón Galguera Noverola, escrita siempre bajo el amparo de la soledad y de la melancolía, refleja su ánimo torturado, la asfixiante angustia que siempre lo acompañó desde sus primeros años de vida. La falta del padre, asesinado cuando él contaba con pocos días de haber nacido, fue causa determinante de su ánimo desolado; su falta de fe y de seguridad en sí mismo, hicieron más difícil su tránsito por la vida y, su ensimismamiento rayano en la misantropía, lo alejó por completo de los círculos literarios —a los que se acercó exitosamente, a raíz de la publicación de Examen de primer grado— lo que trajo como consecuencia el desconocimiento casi total de su excelente obra poética.

Hacemos nuestras las palabras de don Manuel R. Mora, en el sentido de invitar a quienes desconocen la obra de Galguera, a buscarla y “procurar la hazaña del descubrimiento”.

Es todo por hoy, amables e hipotéticos lectores, les invitamos a leernos el próximo viernes, día de la brujería, en este mismo espacio de su diario favorito, “El Correo de Tabasco”, si los hados nos resultan propicios y el destino o una tizana de toloache no nos alcanza.  [Escrito por: Jorge Priego Martínez]




PERDIDO DE ENCONTRARME

Te estás allí
con la sonrisa siempre de perfil,
dándole vueltas a una idea terca,
a un propósito sin sentido,
con una mosca que se te mete
por los ojos
y habla del pudridero
que es el mundo.

Estás perdido de encontrarte
todas las noches,
a cada minuto.
Estás perdido y no sabes,
y no quieres llorar,
y no podrías llorar,
quitarte esa sonrisa
de ínfimo girasol
crecido entre la noche.

Vengo a buscarte
para que me digas:
en qué profundas naves
exiliaste a la tarde?

Se estremecen los muros,
ensordecen, como las amapolas
y como los vidrios
de todas las ventanas apedreadas,
esos timbales epilépticos.
En qué profundas naves
exiliaste la tarde?
Y nada dices
y un trago se te mete
como río de blasfemias,
porque no sabes, no quieres,
no podrías llorar.

A veces te digo
que allá, afuera,
en el arroyo de la calle,
un niño está viéndole a los ángeles
sonrisas como pájaros de harina;
que es mejor caminar,
caminar largo, sin rumbo fijo,
mejor que estar aquí
sacándole los ojos a la noche,
escupiendo hacia dentro
con el asco indistinto
de estar vivo o estar muerto,
pero no sabes más que estar aquí
hurgando basureros pestilentes,
aguardando la derrota total, definitiva.

Cada vez se te asfixia
más la aurora y yo te digo:
Ramón Galguera, buceador de nieblas,
amargo capitán de un barco ebrio,
mata si quieres pero no te quedes
con ese proyectil entre los ojos.
No, no vendrán aquí,
tendrás que irte,
debers buscar como se busca el sueño:
cansándole los pasos al desierto
de ser flecha de insomnio,
navegante nocturno;
pero sé bien que no vas a dar un paso:
te quedarás aquí, inamovible
como una fecha histórica,
con el asco indistinto
de estar vivo o estar muerto.





El pequeño afán

Madre, yo quiero ser la indescubierta
fuente que mana largos espacios musicales
en el jardín de vida subterránea.
Una cosa tan fácil, tan humilde
que empiece a deletrear los horizontes
y acaso ni ella sepa por qué existe.
Quiero ser una cosa tan sencilla,
que los ojos me vean sin mirarme
y ni una voz se acerque a mis orillas;
una cosa tirada en el camino,
huérfana de recuerdos y esperanzas,
simple de no encontrar cumbre ni abismo.

Pero los hombres, madre, no comprenden,
no saben de este dulce milagro de ser,
en el concierto de todas las doradas maravillas,
una cosa sencilla.

Una vez tuve un sueño, una ilusión, un vivo
deseo de diamante, de estrella, de universo,
pero pasó tan raudo, tan fugaz,
que no tuvo tiempo para acogerlo
el nido de mis manos.
Una vez tuve el hondo deseo de hundirme
-lodo, harapo y escoria- al lirio,
milagroso de no tener espinas.

Tuve un amor. Te juro que en sus voces había
una seda de antiguos dobleces y una dulce
consolación de aromas, de ungüentos y alcanfores;
que la copa del bien en sus manos se abría,
que era como la blanca sandalia de la aurora,
musical como un árbol florecido de trinos.
Te digo que en sus ojos hubo siempre una clara
frescura de eucaliptos, de gasas mentoladas,
que sus anchas pupilas de mares sin orilla
fueron una agua absorta de impulsos contenidos;
que sus sonrisas alas, leves como las brisas,
rodaban en un aro de goces infantiles.

Tuve un amor. Las hojas del almendro han caído
y en una de esas hojas, barca de aéreos mares,
la última esperanza de cantar he perdido.

Madre, cómo pudiera encerrarme en la noche
de no saber del bien ni del mal de los hombres
y así, esperar tranquilo, con la mirada limpia,
la barca para el viaje largo y definitivo.




Ramón Galguera Noverola en la poesía tabasqueña

By Audomaro Hidalgo
  



Ramón Galguera Noverola. Ilustración de Alejandro Hernández-García.

Recientemente se cumplió el centenario del nacimiento de Ramón Galguera Noverola (1914-1979). Y porque las “celebraciones centenarias aturden”, como escribió Efraín Huerta, poeta mexicano del que también celebramos su centenario este año, valdría la pena detenernos a leer la obra de Galguera y preguntarnos cuál fue la aportación que éste poeta le hizo a la poesía escrita en Tabasco.

Ramón Galguera Noverola nació en el viejo San Juan Bautista el 28 de junio de 1914. Estudió la primaria y secundaria en Villahermosa, posteriormente se traslada a la Ciudad de México para ingresar en la Escuela Preparatoria “Coyoacán” y en la Escuela Nacional Preparatoria, en donde fue alumno de Carlos Pellicer. A partir de ahí comienza una amistad ininterrumpida entre ambos. Por cierto, otro poeta nacido el mismo año que Galguera, pero en la capital del país, del que también se cumplieron cien años de su nacimiento, Octavio Paz, fue alumno de Pellicer. ¿Se habrán conocido Paz y Galguera? ¿Fueron compañeros de cursos? ¿Hablaron alguna vez? ¿Caminaron juntos “entre San Ildefonso y el Zócalo”? Lo cierto es que en 1934 Galguera abandona el clima de agitación política, efervescencia literaria y artística de la capital y regresa a Tabasco. Tiene veinte años. En Villahermosa trabaja como periodista y empleado bancario, participa en campañas políticas y es orador oficial en actos públicos: descuido de la vocación, falta de roce intelectual y de experiencias artísticas, carencia de lecturas, disciplina relajada. La marisma del trópico como una ola de calor que todo lo envuelve y hace más hondo el aislamiento; el transcurrir sosegado del tiempo como un río sin corriente aparente y sin embargo…. Casi dos décadas después de haber regresado a Tabasco Ramón Galguera Noverola publica su primer libro de poemas. Tiene treinta y siete años.

Ramón Galguera Noverola es autor de dos libros de poesía, Examen de primer grado (1951) y Solar de soledades (1964). Ambos títulos, al igual que un puñado de poemas no coleccionados en libros, pero publicados en periódicos y revistas de la época, así como una muestra de fotos junto con una compilación de notas, comentarios y opiniones sobre su vida y obra, aparecen reunidos en Nocturnos horizontes (Secretaría de cultura, 2003). La edición deja mucho que desear. El libro no tiene solapas. La tipografía de los interiores es Times New Roman, un tipo de letra que prácticamente ha dejado de usarse en la edición de libros actuales. El color de la portada y contraportada es gris ceniza, lo cual impide leer las minúsculas letras ¡negras! con las que está escrito el texto de la cuarta de forros. También aparece una foto pequeña del poeta en la que viste –para no variar– un saco oscuro. En la portada hay un dibujo suyo hecho por Rosario Mora y debajo, en letras amarillas, el título: Nocturnos horizontes. Ésta última palabra aparece en tamaño un poco mayor que “nocturnos”, sin duda para causar un efecto por contraste y dar a entender que los “horizontes” siempre se están ensanchando, o mejor dicho extendiéndose, sólo que está vez no a lo lejos sino a lo ancho de una portada de cartulina couché. Por lo menos el editor se compadeció del lector y decidió poner en blanco el nombre del autor. De verdad que todo poeta debiera merecer ediciones sobrias pero bellas de sus libros, sencillas sin ser descuidadas, diseños (internos y externos), bien trabajados. En pocas palabras lo que se demanda es mejor gusto de los editores.

El evidente conocimiento de la métrica que pone en práctica Galguera Noverola en muchos de sus poemas lo acerca a Carlos Pellicer, maestro del verso y la música del poema”

Los textos sobre la vida y obra de Ramón Galguera Noverola, compilados al final de Nocturnos horizontes, escritos casi todos por amigos y conocidos del poeta, revelan opiniones extravagantes, comentarios entusiastas y lecturas superficiales. Quisiera comentar algunas. La primera es de Manuel R. Mora: “Me atrevo a decir, de Ramón, que es el César Vallejo mexicano”. Y más adelante: “Es posible que los que desconocen la poesía del tabasqueño, consideren que se trata, al cotejarlo con Vallejo, de una comparación hiperbólica”. ¿Nada más hiperbólica? De verdad que causa asombro leer opiniones de esta naturaleza. Entonces, si Galguera Noverola es el Vallejo mexicano hemos encontrado el eslabón perdido de la tradición poética hispanoamericana. No, Ramón Galguera Noverola no es ni fue el César Vallejo de México. En la obra del peruano hay una profunda renovación del lenguaje poético en lengua castellana (Trilce); hay varios caminos de exploración estética (poema en prosa, novela,teatro); también una breve parte teórica (El romanticismo en la poesía castellana). Ninguna actitud similar encontramos en la obra de Galguera, siempre en lucha con su yo interno mantenida en una sola forma de expresión artística. Es cierto que en ambos hay dolor, sólo que César Vallejo logra trascenderlo para que se escuche no su voz individual y concreta sino la voz del lenguaje, en su caso ese lenguaje es el de la conciencia de un pueblo único y específico: los indígenas del norte de Perú; en cambio en Ramón Galguera asistimos a una lucha angustiante con su yo interior, con sus fantasmas y sus resignaciones, un combate que muchas veces termina en un tedioso monólogo y una exposición sentimental. En 1952, durante tres noches, Carlos Pellicer ofreció una conferencia sobre la poesía tabasqueña en el Instituto Juárez. Al hablar de Galguera Noverola dijo: “…es un poeta típicamente egoísta. Toda su obra poética se establece sobre su propio yo; cuando externa sus ideas, no hace sino hablarse a sí mismo”. Es cierto lo que dice Pellicer, pero no es toda la verdad. Cuando Noverola se distancia de su yo que lo atormenta y logra transformar un sentimiento común en una experiencia colectiva al escuchar la voz interior que es la voz de los otros que también somos, nos entrega versos como estos:


Los que estamos tan solos,
los que nos vamos sin amor, sin odios,
sin huella de virtud ni de pecado;
los que estamos tan solos
que nada dimos, ni llevamos nada,
y no fuimos ni buenos ni malvados
los que pasamos, pero no pasamos…


Otro testimonio compilado es el de Francisco J. Santamaría. En su libro La poesía tabasqueña (1942) apunta: “Sigue este joven (Galguera) los rumbos de un verdadero poeta modernista”. ¿Modernista? Ser un poeta modernista en la década de los cuarenta era casi un anacronismo. El movimiento modernista, en México, había alcanzado su esplendor y consumación final con Enrique González Martínez. Los verdaderos iniciadores de la poesía moderna –que no modernista– en nuestro país fueron Ramón López Velarde, José Juan Tablada y Carlos Pellicer. El poeta-filósofo Ramón Xirau se ha dado cuenta de que la poesía mexicana pasaba por un impasse en la década del cuarenta, a pesar de que “seguían escribiendo los mejores poetas de México: Enrique González Martínez, Alfonso Reyes, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Jaime Torres Bodet, Salvador Novo y se afirmaba el que vendría a ser verdadero fundador de las nuevas corrientes poéticas: Octavio Paz”. Pero Xirau olvida ¿omite? un hito importante. En 1944 aparece Los hombres del alba, libro que le descubre a la poesía mexicana la presencia de la ciudad como el escenario central de los acontecimientos humanos y en consecuencia, del suceder histórico. Del mismo modo que en ciertos libros de Pablo Neruda escuchamos el mar (Memorial de Isla Negra, por ejemplo), en este de Efraín Huerta la ciudad no es un adorno de fondo o una mera alusión sino que se siente plenamente, con su crecimiento urbanístico y demográfico acelerado, con su ritmo diario, con la voz de su gente y el ruido de las calles y avenidas. Sentimiento ambiguo, la gran ciudad suscita nuestro amor y nuestro odio al mismo tiempo. La ciudad fue el espacio por el que transcurrió la segunda mitad del XIX y quizá la historia del siglo XX.

Por último, Margarita Paz Paredes publicó la nota “Imágenes de la angustia. Notas sobre la poesía de Ramón Galguera Noverola” en la Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México (Julio, 1951). Este texto también está recogido en Nocturnos horizontes. La señora Paz Paredes fue la primera en aproximar los nombres de César Vallejo y Ramón Galguera en su artículo. La verdad es que al asociar a estos dos poetas incurrieron, ella y Manuel R. Mora, en un acto de injusticia estética. Ya expuse algunas razones que me impiden creer esta idea esbozada a la ligera. Paz Paredes también habla de “una obra extensa y variada”. No, la obra de Galguera no es extensa sino todo lo contrario, mucho menos es variada. Solamente escribió dos libros de poemas y en su escritura no hay exploración estilística ni crecimiento poético. Fue un escritor digno, en el sentido que empleó casi todos los metros con acierto, además nos dejó varios sonetos bien escritos, aunque a veces en alguna de estas composiciones el número gana a la idea:



No tengo otro recuerdo de ti sino la prisa
con que te esfumas siempre antes que en tu alma incube
la voz de la pasión que por tus brillos hube
cuando sentí el aliento sonoro de tu brisa.



El evidente conocimiento de la métrica que pone en práctica Galguera Noverola en muchos de sus poemas –conocimiento al que nadie hace referencia en ninguna de las notas y textos que acompañan a Nocturnos horizontes– lo acerca a Carlos Pellicer, maestro del verso y la música del poema. Esta es una semejanza importante entre ambos poetas, pero nada más. Los temas de Galguera son otros. Otras sus obsesiones y angustias.

Resulta fácil comparar a Ramón Galguera Noverola con Carlos Pellicer para darnos cuenta de las diferencias entre ambas poéticas. Se ha dicho hasta la saciedad, tanto que se ha vuelto un lugar común, que Noverola es un poeta de la soledad, la noche, la angustia, la melancolía y todos esos estados que han gozado de un prestigio ya desgastado en la poesía. Apenas leemos la poesía de cada uno de ellos advertimos algunos de los rasgos que las caracterizan. Pero la diferencia más importante entre ambos poetas es que en Carlos Pellicer sí hay una visión del mundo, una mirada que lo ordena y lo trasciende, una verdad que se vive hasta confundirse con ella. Todo está vivo en Pellicer. En cambio en Galguera sólo existe un sentir la realidad, un drama anímico casi siempre personal, de tal modo que lo que siente o imagina termina acorralándolo:



Un perro negro busca devorarme las manos
y no puedo gritar,
ni siquiera gritar
porque dirían los nombres y las cosas:
encerradle en un pozo,
en el peor agujero
en la tiniebla nauseabunda de los leprosos



Pero cuando se acuerda de hablarle a los otros para seguir hablando consigo mismo, a través de esas “rutas internas” en la hora más callada, de su ámbito solitario Ramón Galguera nos arroja esta imagen de verdad escalofriante:



Estamos con las flores
del pantano sobre los hombros



O nos confronta recordándonos la fragilidad de nuestras certezas y esperanzas:



Quién no sintió mordida su estructura
su catedral de acero, su columna



Pese a los casi quince años de publicación que separan al primer libro del segundo, su lenguaje es básicamente el mismo. Galguera Noverola no pudo o no supo desprenderse de ese tono un tanto romántico ni abandonar el color nocturno de su escritura. En ocasiones molesta su decir sentencioso y tajante (¿huellas de su afición a la oratoria?) para enfatizar su sentir. A veces sus frases son demasiado largas y prosaicas. La extensión media que caracteriza a sus poemas permite que a muchos se les vean las costuras: no sabía cómo terminarlos, acaso porque en su interior no habían madurado o no estaban resueltos. (Curiosamente dos de sus mejores poemas, “La fuga inevitable” y “Obligado viaje”, tienen como tema la partida, su ausencia). Otros textos muchas veces trastabillan, cojean y algunos francamente se caen. En sus composiciones más largas hay rodeos, vaguedades alrededor del motivo central. Por su temple y por la naturaleza de sus obsesiones –muerte, soledad, ausencia, etc.– le hubiera venido bien el poema corto: condensación de la idea en dos o tres estrofas de versos precisos, como los pareados octosílabos sin rima de uno de sus primeros textos, “El niño del trapo rojo”, poema canción que seduce por la limpidez y concentración del lenguaje y la espontaneidad de las imágenes:



El niño del trapo rojo
vino en las ondas del agua.



Por los cabellos de alambre,

oscuras manos del viento.


Leche de estrellas la frente,
y una caracol en las manos.


Ay, a las tres de la tarde
se fue camino de Triana.

Era de seda el vestido,
llevaba espada de miel.


Ay, a las seis de la tarde
doble crepúsculo vemos



La gran ausente, el hueco en la poesía de Ramón Galguera Noverola es la mujer, “presencia de esfumados contornos”. Lo que Galguera Noverola vive –y padece– es el otro rostro del amor: abandono, partida y ausencia son estados permanentes que vuelven angustiantes su existir. Temperamento solitario, ninguna pasión lo consume, ninguna pasión lo exalta. Su drama, profundamente religioso, no es con su conciencia sino con su persona. Ahí donde principia la conciencia también comienza el lenguaje. Galguera Noverola no fue el creador de un lenguaje poético sino que vivió sumido en su exacerbada atención al yo: “ojos volcados / a las simas internas”. Esto hace que los demás aspectos de la realidad se pierdan: los estímulos exteriores aparecen muy poco en sus poemas. No es que sea malo, todo lo contrario. Pero en él esta inclinación hace más explícito el desamparo que vive. Este es el tema de varias de sus composiciones, especialmente en poemas como “El niño del trajecito blanco”, “El niño de las ventanas oscuras”, “El hijo de la diosa verde”, “El niño de los lirios irredentos”, etc. Niño, hijo: figuras de la inocencia, también del abandono.

Galguera Noverola sabe que “l´amour est a reinventer”, pero ante la responsabilidad y el compromiso que exige una idea semejante, retrocede y opta por una triste resignación frente al sentimiento amoroso:



Se dice amor todos los días
como se aborda un tren
o se muerde una fruta,
pero mirar de frente esa palabra
y volverla a esculpir,
y levantarla
para que tenga nueva luz
y viva…

De eso mejor callar, ni una palabra,
únicamente el lento y silencioso
masticar de las yerbas amargas.



Si el amor vivido en plenitud colma las horas y le da consistencia a la realidad, “el amor llorado a solas” en Galguera va unido a la percepción que tiene del tiempo, el cual actúa como agente calmado pero puntual en la descomposición del entorno y de los hombres:



deshace sus pirámides el tiempo,
languidecen las cosas,
diluyen sus contornos.



La mujer es el vínculo verdadero entre el hombre y el mundo, es conocimiento y hogar, es una invitación a abandonar la carencia y la posibilidad de volver a enlazar los pronombres: tú y yo en el nosotros del comienzo. Gracias a la mujer la realidad adquiere cuerpo, por ella aprendemos a esculpirle una forma al tiempo. Así, Galguera Noverola recuerda los días de esplendor:



En ti fundé la tienda de ventura,
amontoné los himnos verdaderos
y encontré el manantial y la escultura.



Ramón Galguera Noverola vivió los últimos años de su vida en la Ciudad de México. Se desempeñó como empleado de la Secretaría del Trabajo y viajó a California por motivos laborales. Vueltas de la vida: murió en la misma ciudad que había abandonado con apenas veinte años cuando aún era estudiante. Pero Galguera nunca fue un poeta de la ciudad. En su obra la ciudad es sólo un esbozo o un matiz, no una presencia. Demasiado arraigado al territorio natal, el ambiente muchas veces soporífero del trópico se apoderó de él. Aquí escribió sus dos únicos libros. ¿Qué leía? ¿Con quién hablaba?

Galguera Noverola fue un precursor y no un renovador como Carlos Pellicer. Después de éste, el poeta nacido en Tabasco que de verdad incidió en la tradición poética mexicana es José Carlos Becerra. No menciono a José Gorostiza porque salvo por su primer libro, Canciones para cantar en las barcas, no hay señales que hagan referencia a la tierra en que nació, de donde se lo llevaron con apenas unos meses de existencia. El temple reflexivo de Gorostiza no era el de una gente del trópico sino del altiplano. Muerte sin fin es la mejor prueba de lo que digo. Ramón Galguera le aportó hondura a la poesía escrita en Tabasco, pero en el ámbito nacional su acento, su tono ya existía (López Velarde, Nervo, Othón). En cambio la voz de Pellicer va ser escuchada por primera vez. Pellicer oxigena a la poesía escrita en México. El continuador de Ramón Galguera Noverola se llama Ciprián Cabrera Jasso (1950), sobretodo en sus primeros libros. Por cierto, hay una simetría funesta entre estos dos escritores: ambos intentaron suicidarse, Galguera dos veces y Cabrera Jasso…Porque las conocemos, algunas cosas no deben repetirse.

Hay momentos de su poesía que me seducen, sobretodo cuando Ramón Galguera Noverola se aparta de su voz muy personal y logra escuchar la voz otra que viene del fondo de uno o del lenguaje, concentrada llama que se esculpe en silencio:



Con esa nieve, a llamas conseguida
tras un arder nocturno entre la lumbre
de ser hielo en las vastas soledades


Villahermosa, 30 de junio de 2014.






EDER HERNÁN SARAO [17.161]

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Eder Hernán Sarao 

Eder Hernán Sarao nace en Villahermosa, Tabasco, MÉXICO, pero dejemos que sea el mismo quien se presente en su ficha curricular: “Nacido en tierra azteca, donde antes los mayas, donde antes los Olmecas y donde antes -tal vez- dinosaurios habitaron el lugar. 04:20 de la mañana del 20 de Noviembre de 1983. Mis lágrimas pasaron desapercibidas como en cualquier hospital donde abunda el dolor de la muerte y la enfermedad, aunque, la felicidad de la nueva luz transfigura el contenido del llanto. Actualmente estudio el último año de la licenciatura en Sociología; disciplina dentro de las Ciencias Sociales que al combinarse con la literatura hace de cada hombre y mujer un kamikaze del cambio social”.



INVITACIÓN A LA NADA

Difiero de la luz y la razón al estilo posmoderno,
pero tampoco les creo
a los excéntricos; 
mucho menos a los faranduleros.

No ejercen sobre mí, influencia alguna,
las desbandadas de fieles tras las faldas
del que ponen de cabeza.
Nivel cero de atención, a los que llaman a la puerta 
con intenciones subversivas: 
¿como confiar en una torre convertida en papel reciclable?

Los rockeros estaban por convencerme:
agitaba la cabeza, caminaba por allí con el ceño fruncido
vomitaba con gusto después de la ingesta cervecera
hasta que tiré algunas hilachas de hígado
y me suspendieron la beca de niño bueno.

Eslóganes más comerciales menos
prefiero mantenerme sobrio.
Ahora watcho programas culturales
escucho al Mozart y al Ludwig Van
me olvidé de los porros y las grupies
de los buffers y las liras.

No vaya a ser la de malas y me quede sin oficio ni oficina.
No vaya a ser la de malas y me quede sin esposa y sin carrera.
(¡No vaya usted A-SER!)





SABIDURÍA TIERNA

Los niños juegan y dicen, 
se ríen y burlan, 
nunca recuerdan. 
Los niños pasan el dedo por el pastel.

Cuando dicen:
-si tú lo haces… ¿yo por qué no?
No imitan, 
en realidad sólo abandonan su lado blanco 
para acreditarse en el club 
de los nuevos inquilinos de la gran curiosidad compartida.






SIN PROBLEMAS DE HORARIO 

No hay reloj que lo detenga,
no hay cifra que siga su ritmo,
ni siquiera pueden hacerlo pasar
como desgracia o signo de vida.
Todo ceso tiene un retro o un pro:
provengo de los sitios
que se descubren
después de la era para los fueron moldeados;
de los cuerpos empolvados
por la efervescencia de las espadas,
de la demolición insistente
que desapareció los rastros del dolor ajeno:
construir el porvenir no es como sembrar un árbol:
un hoyo no edifica un vacío cuando se trata de ocultar raíces deudoras.
El para siempre ofrece tranquilidad a los inquilinos
pero la fuga del agua
crea un estado de ansiedad
que no se detendrá a menos que sincronicen sus
tic-tács. 






PREMIER

Llego a la butaca 
me siento en primera fila 
de la primera función:
parecería matinée si no te conociera.

Las noches las confundes con el primer farol
que te topas
después de salir del after.
Tú no dices algo que no quieras,
pero sí besas a todo el que te halaga.

Por lo primero no tengo reproches,
por lo segundo no existe reclamo
ya que haces lo que te viene en gana 
sin el menor prejuicio.

Menos mal que siempre te agarro 
a primeras horas
y me hago la ilusión 
de que soy el que inaugura tus días.






El poema después del salto.

Tengo un perro que ladra
cuando se le antoja
y muerde
cuando siente agredido
un garage con portón eléctrico
y a un costado -en mi jardín-
una docena de bonsáis que adorna el portal
(el estilo minimalista
hormiguiza elefantes)

Por eso de las cosas
chic
he bautizado a mi gato
con el nombre de Pánfilo
pero no Pánfilo cualquiera
un Pánfilo encamisado
y zapatitos de goma

El hermanito de mi novio
contempla risueño
la imitación del ligeramente de Iordanoff
que adorna el pasillo
-esas manchas se parecen tanto
a las que hice hoy en mi clase de educación artística
cuando derramé la pintura en el suelo

Las nimiedades siempre pasan desapercibidas
para los visitantes que frecuentan esta casa
por eso he decidido
que cuando pasemos a la sala
-para amenizar la charla-
té en mano
actitud fresca
mis contertulios dejen reposar
sus pertenencias fisonómicas
en onduladas y divertidas sillas
estilo Bauhaus

Para no desentonar con la plasticidad
en mi cuarto albergo una pantalla plasma de 50″
que desde mi cama estilo zen
-a ras de suelo-
disfruto de las excentricidades
de Graham Norton y Paty Chapoy

En mi Mercedes
cuando salgo de shopping
me doblegan el corazón
los niños desamparados
que hacen malabares en los cruceros

yo les regalo unos cuantos pesos
-lo suficiente-
para que Dios esté contento conmigo

Mi perro sigue ladrando
come pedigree cuatro veces al día
mi novio y mis amigos me siguen queriendo
y así
derrochando felicidad
soy un hombre moderno.












MAN RAY [17.162]

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Man Ray

Man Ray, seudónimo de Emmanuel Radnitzky (Filadelfia, 27 de agosto de 1890 - París, 18 de noviembre de 1976) fue un artista modernista estadounidense que pasó la mayor parte de su carrera en París (Francia). Fue un importante contribuyente a los movimientos dadaísta y surrealista, a pesar de que sus vínculos con cada uno eran informales. Él era conocido en el mundo artístico por su fotografía avant-garde, y también fue un reconocido fotógrafo de retratos.

Nueva York

Man Ray empezó a cantar a la edad de cinco años y dos años después se traslada a Brooklyn con su familia, donde va a la escuela. Recibe una beca para estudiar Arquitectura y la rechaza al igual que la idea de una educación académica. Fue bailarín en el Odeón.

En Nueva York trabaja como grabador y en una agencia de publicidad, a la vez que asiste a las clases nocturnas de la National Academy of Design. Sus primeros contactos con la vanguardia neoyorquina se producen en sus visitas a la galería de Alfred Stieglitz y en las tertulias de los Arensberg.

En 1908 se casa con Adon Lacroix, una poetisa belga. Su primera exposición individual tiene lugar en la Daniel Gallery de Nueva York en 1915. Funda, junto a Marcel Duchamp y Francis Picabia, el movimiento dadá neoyorquino.

En 1918 trabaja con aerógrafos sobre papel fotográfico y en 1920, con K. Dreier y M. Duchamp, funda la Société Anonyme, una compañía desde la cual gestionan todo tipo de actividades de vanguardia (exposiciones, publicaciones, instalaciones, películas, conferencias, etc.).

París

En 1921 se instala en París, donde vivirá hasta 1940, y allí centraliza el Dadá parisino. Ante la imposibilidad de vender su obra, Man Ray vuelve a la fotografía. Sus primeras obras experimentales son los Rayographs (rayogramas) de 1921, imágenes fotográficas sacadas sin cámara (imágenes abstractas obtenidas con objetos expuestos sobre un papel sensible a la luz y luego revelado). Hace también retratos, de hecho se convierte en fotógrafo retratista de personalidades de la cultura.

Cuando el surrealismo se separa del dadá en 1924, Ray es uno de sus fundadores y está incluido en la primera exposición surrealista en la galería Pierre de París en 1925.

Realiza esculturas surrealistas siguiendo el modelo del arte encontrado creado por Marcel Duchamp, como Object to be Destroyed (Objeto para ser destruido) de 1923; Man Ray añadió a un metrónomo normal, de 26 cm de altura, la fotografía de un ojo en la aguja. Nueve años después Man Ray es abandonado por su pareja, Lee Miller, a consecuencia de lo cual Man Ray sustituyó el ojo de alguien desconocido por el de su ex amante, y cambió el título del ready-made por el de Objeto de destrucción. En 1957, un grupo de estudiantes destruyeron, en efecto, el metrónomo, pero Man Ray lo reconstruyó en 1963, y lo tituló definitivamente Objeto indestructible, dándole a la obra un giro conceptual. En el Museo Reina Sofía se encuentra una reproducción a escala gigante de esta obra conservada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Inspirado por su modelo y amante Alice Prin, conocida como Kiki de Montparnasse, hace Le Violon d'Ingres (1924).

En los años treinta realiza la serie de las solarizaciones, negativos fotográficos expuestos a la luz, y sigue pintando en un estilo surrealista; publica varios volúmenes de fotografías y rayogramas. Hacia finales de los años veinte comienza a realizar películas de vanguardia, como la Estrella de mar (1927). En 1936 su obra está presente en la exposición Arte Fantástico, Dadá y Surrealismo del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Últimos años

En 1940, escapando de la ocupación nazi de París (1940-1944), se instala en Hollywood y en Nueva York. Durante su estancia en California se gana la vida enseñando como profesor. En 1946 se casó con Juliette Browner, en una doble boda junto con la pareja de Max Ernst y Dorothea Tanning.

La fértil producción de Ray elude categorizaciones netas y refleja su ágil y humorística sensibilidad. Entre pinturas y fotografías hay que incluir películas, objetos, collages, obra gráfica, dibujos, diseño publicitario y moda. Como pionero del dadá y del surrealismo, su aproximación se caracteriza por lo irracional y lo incongruente, provocando erotismo y escándalo. «La búsqueda de la libertad y el placer; eso ocupa todo mi arte», dirá.

Regresó a Francia en 1951. En 1963 publicó su Autobiografía. En 1973, el Metropolitan Museum de Nueva York le dedica una retrospectiva a su obra fotográfica. Muere el 18 de noviembre de 1976, en París, a los 86 años. Sus restos descansan en el Cementerio de Montparnasse.

Obra

1920: L'Enigme d'Isidore Ducasse (‘el enigma de Isidore Ducasse’); reconstruida en 1971.2
1921: Cadeau (‘regalo’)3
1925: La arquitectura de tus huesos.
1925: Árboles.



Primavera

En estos días sombríos, provisionales, cuando
cada pequeña planta tímidamente asoma la cabeza
por encima de la tierra y
vuelve a esconderla rápidamente si uno
la observa, impacientes mis
deseos llegan hasta el crepitante verano, el amor;
excesivo, confiado verano
cuando nada se niega y
nada se oculta.

Man Ray (Filadelfia, Estados Unidos, 1890-París, 1976), Adonism. Some poems of Man Ray, Ridgefield, Nueva Jersey, 1914, copia digital de la biblioteca de la Universidad de Yale

Versión de Jonio González




SPRING

In these dull tentative days when
 every little plant timidly pokes her
 head out of the ground and
 quickly withdraws again if one
 observes her - impatiently my
 desire reaches toward the full-
 blown summer, the love-
 steeped, confident summer
 when nothing is denied and
 nothing withheld.




MAN RAY

Hacia finales de los años veinte comienza a realizar películas de vanguardia, como la Estrella de Mar (1927).

Hace objetos dadaístas como Object to dead be Destroyed de 1923, un metrónomo con la fotografía de un ojo agarrada a la aguja.

Cuando el surrealismo se separa del dadaísmo en 1924, Ray es uno de sus fundadores y está incluido en la primera exposición surrealista en la galería Pierre de París en 1925.

Inspirado por su modelo y amante Alice Prin, conocida como Kiki de Montparnasse, hace Le Violon d'Ingres (1924).













Adonsim, Some Poems by Man Ray, 1914
Poemas de Man Ray, traducción de Martín Rangel.




COMUNICADO

La muerte respira hondamente,
la oscuridad está muerta.
Ha caído una negra coraza
mostrando al corazón brillante.
Las flamas azules lamen los carbones carmesí
y se retuercen alegremente.
La nada es aquí.





RESIGNACIÓN

Entre el sueño y la muerte
vive el gozo
-un gozo amargo-
Luego, el sueño.
¡Despierta!
Llega el gozo
-y espera-
llega la muerte:
sueño.



JEROGLÍFICOS

La nieve ha caído:
una gran página blanca permanece abierta,
negros árboles desnudos brotan de entre el blanco,
palabras escritas en negro sobre blanco:
un lenguaje muerto.
Hombres y mujeres vestidos caminan sobre
palabras formándose a sí mismas en negro sobre blanco:
un lenguaje vivo.
Gente matándose entre sí:
las palabras siendo escritas en rojo sobre blanco:
un lenguaje muriendo.
El sol aparece: palabras que son escritas en fuego sobre azul:
vida y muerte se relaja.
¡Oh mudo y derretido lenguaje de la eternidad!.











CARLOS ENRIQUE URQUÍA [17.163] Poeta de Argentina

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Carlos Enrique Urquía 

(1921 – 2003). Nació en Martínez, Argentina el 2 de octubre de 1921 y residió desde los 4 años en San Fernando. Estaba casado con Lydia Nápoli, con quien tuvo un hijo, Carlos Pedro. Fue maestro rural en Clorinda (Formosa) y en la Escuela Técnica N° 1 de la tercera sección (Paraná Miní) de islas de San Fernando. Trabajó como director de Cultura y Prensa de la Municipalidad de San Fernando, fue fundador y director junto a José Isaacson de la revista literiaria “Amistad” y fundador de la SADE delta bonaerense.

Carlos Enrique Urquía, fue una de las voces más firmes y originales que tuvo la lírica argentina hacia mediados del siglo pasado.

Desde la costa de esa localidad aprendió primero a avizorar y después a amar el Delta; con el correr de los años se habría de convertir, como ningún otro, en el cantor de esa zona tan cercana, tan hermosa y tan extraña. En algún momento, su invocación fue una y la misma cosa que los riachos, los pájaros y la pesca, la vegetación sombría y los ritos isleños, en buena medida entendidos como una extensión su San Fernando vecinal y portuario.

"Amistad en las islas", en 1957; "La cimbra", en 1961 y "Rama negra", en 1971, son sus libros esenciales dentro de esa temática y aquellos, además, que le dieron largo ascendiente en el panorama poético argentino. Nombraba ríos, lugares, costumbres, e inevitablemente pasó a ser el poeta del Delta, en una suerte de tardía floración romántica que llenaba un vacío sensible en el mapa de la referencias emotivas regionales.

Sin embargo su poesía, aunque ricamente descriptiva, no era realista y en muchos aspectos estaba influida por modas cosmopolitas en principio ajenas a esa delectación con lo inmediato; por otra parte, creía apasionadamente en lo formal de la palabra y de la entonación -lo que para entonces se llamaba "poesía pura"- y la suma de esos influjos dan, paradójicamente, a mucha de su producción un memorable matiz impresionista.

Había nacido en 1921 y desde los cuatro años vivió en San Fernando. Maestro, director de escuela y profesor secundario, en la década del 60 fue secretario de Cultura de la Comuna. Fundador y presidente de la SADE local, aun en sus obras de carácter más general no podía dejar de traer a cuento sus afecciones atadas a las cosas que lo rodeaban. En la "Historia natural de la manzana" -una colección de textos "adámicos"-, traza el esbozo de tres ciudades caras a su sentimiento: Buenos Aires, por cierto: Nueva York y ... San Fernando.



El Delta 

Óyeme
aquí te hablo
este puño amigo
la plata poesía que inaugura la herencia
una historia natural repartida en la estrella de la boca.

He crecido
el año que me instala
el que me mide
me puso tiempo
y subió mi existencia hasta el misterio.

Hombre
me citó hombre
y arregló como pudo la primera mañana en la cabeza
esta popa combada de la nuca.

Y me empujó hacia el viento
las líquidas ventanas de la infancia
la calle horizontal
inicial lógica
cuando los padres muertos no vigilan.

Desde aquí
mi asistencia enamorada.

No he llegado
he sido siempre la situación de amor
lo que transcurre
asombro y alegría
la orilla linde azul de tu paisaje
la ribera hacia adentro.

Algo como el tambor que tocan las estrellas
en la noche redonda de los grillos.

Delta del Paraná
vientre en el agua
tibio triángulo
pájaros y oxígeno.

Arenibarrijuncos de espadas verticales
como mi pecho.

Ranuras verdes
álamos y sauces.

El cardado equilibrio de los ceibos
la flor
un cardenal
un puntazo
se hirió la primavera.

Óyeme
aquí te hablo.

Desde el más cerca mismo del poema
desde su nacimiento admirativo
desde tus pies
oh Delta
y tus mojarras
ovalados relámpagos voraces.

Cuando mi brazo se arma para atender la cuota del hallazgo
las manos en cubeta
el agua curva y musculosa
y el feriado almanaque de las manzanas.

Los hombres me visitan y preguntan
es un continuo recibir
las cartas
un poco de pescado
la comida
serio acontecimiento hasta los hombros
ningún alivio para no tenerte
para salvar tu brazo de humedades
tu alfilerazo indígena
tu cielo de botella deshojada.

Óyeme
aquí te hablo Delta del Paraná
árboles árboles
plumivelocidades de pájaros lijados
corrientes
aguas altas
un hombre
una mujer
una familia.

El bote
escama azul al infinito
combado caballito de las islas.

El silencio también.

Golpea tu silencio en las puertas del aire
sólo un sistema de ángulos
silencios sostenidos
una relojería de silencios
tictaques átomos conque siembra el tiempo
diagramas del oxígeno pelado.

El silencio en la arteria de la noche
cuando la última lancha apaga su motor
y no existe una rama que cae en la masiega,

El silencio de las islas
hasta un zumbido ingenuo y se deshace
algo tocó su paño
la latamangangá desde los troncos
poroto alimetálico
ruido negro
centro que hierve
y se mueve el cuaderno y la memoria.

Desde este puño amigo
Delta del Paraná
para encontrarte
habrá de recitar toda la sangre
subir
bajar
tocarte en las mareas
y oprimir tus cinturas de humedades
tu ecuacional misterio
tu apogeo.





La marea

Ahí está el río
con sus pantorrillas
y sus manos aguadas
trepando por los troncos sorprendidos
ahogando las arañas
el río sin dibujo en el paisaje
de viento y ramas
ensayando el relieve hasta los pájaros

proclamando
su furia y su amenaza
haciendo una pulsera en cada árbol
una pulsera de agua.

El río
invade
y va
y distribuye
su cuerpo de culebra exagerada

visitando las tierras y los montes
actualizando zanjas
ha crecido
hasta el centro de las islas
y les moja la cara
trayendo su amistad hasta los pastos
muy cerca de las casas.

Y es la marea
un caracol gigante
ancho
lleno de patas
un ser nuevo en la boca del paisaje
un monstruo engrandecido
en el pulso de la ola y la resaca.

Los muelles se sumergen
las canoas se escapan
el sol deja en las costas su carrera
y el poeta la espera
y se descalza
y la toma del brazo
y se pasea
por la cintura azul de la mañana
y en la tarde de troncos y jilgueros
le deja su amistad azucarada.

Marea
las islas se hundirán con sus memorias
si tú no las asustas y las cantas
las islas que te esperan tras las lunas
necesitan sus nalgas inundadas
por tu voz de pescado y caracoles
y tu espada de barro y caminata.

Las islas
para ellas tu familia
de palos y de ramas
tu beso hecho de río
tu cicatriz mojada.

Marea
mariposa de agua
posada en las caderas de las islas
enamoradas
la amistad ha iniciado en tus canales
la invasión y la hazaña
y recorre la orilla con su grito
que es alegría y agua
como una fruta oscura
nacida en la raíz de las distancias
ofreces tus ciudades misteriosas
tus redes subterráneas
tu limón con su diámetro jugoso
tu barrosa casaca
e instalas
pisoteando entre los troncos
tu pie descalzo y húmedo en el alma
y yo te subo al canto
y te entrego las llaves de mi casa
porque te necesito
y porque quiero
que todo sea de agua.





Zamba del Delta 

Rancho de patas altas
rancho del delta
la intemperie se moja
en la madreselva
el aire es mariposa
rota y abierta.

El pescador la luna
anochece afuera
el anzuelo el ciruelo
La araña abuela
ha empezado la zamba
por tu silueta.

Agua argentina y besos
el poeta y la zamba
y el universo

Rancho de patas altas
canoa líquida
el monte blanco endulza
la fruta mística
El pájaro atraviesa
por tu sonrisa.

El pescador se teje
línea por línea
Hay una boga lámpara
y un bagre arcilla
El muelle es zamba y zamba

sobre las islas.





Rama negra 

Las lanchas llevan todavía pegado
el turismo del domingo.
Son insectos flotantes
los huesos de la mecánica
sus hebillas.
Con los dos cuerpos y una sola carne
sembramos la memoria.
Una biología velocísima
nos teje con su chispa.

La primavera salta el horizonte
y cae en las islas.
Para no estar ni más acá ni más allá
tiene su taller en el durazno
vecino de tu boca.
Y nunca se va del todo
Pues ya ha dejado su poema
entre el río y las estrellas.

Las islas suben
por las varas del sudeste.

Las tres de la tarde
es un insecto pulposo y transparente
que anda por los ceibos.
Un momento de luz
gruesa y pesada.
Por la camisa
la transpiración.
El cielo corto y alto
entre ramas.
El agua tostada e inmóvil
una herida en la zanja caliente.

Desde el este
el sol regresa a las islas.
Flota en el fondo del agua
como un salvavidas sin hombre.
Estira desde adentro
la luz de las ciruelas
Golpea con sus banderas abstractas
en la mecánica del viento.
Mueve y arrastra las horas sin consideración
empujándolas contra las casas.

Salimos a pescar.
El bote sube y baja
en un balanceo antiguo.
Carnada roja
carnada blanca.
Las líneas se hunden
en el agua.
Vamos a buscar los bogas de vidrio
el patí de grises azaleas húmedas
y el pejerrey de pantalón listado.

La araña lustra su plato aéreo
su trampa mundial
su red de oxígeno.
Ha salido la niebla
como una tenaza intelectual.
Nos quedamos absortos
viendo atar sus cuerdas
en los puños del anochecer.

La luciérnaga que ha salido de tu pelo
y que toca la pluma del álamo
es un satélite.
El río se oculta y se aleja
por un instante apaga su protagonismo.
Las islas toman sus árboles
y los sacan de escena.
Detrás de nosotros
el Delta navega su silencio
con las geografías endurecidas.
Los hombres del mundo
desde el Rama Negra
miran el satélite.
Mil novecientos
sesenta y siete.

Está doblado hacia la muerte
hacia abajo
como un gran pescado podrido.
La piel con tábanos y moscas
los ojos sin dibujos ni colores
las manos lejanas.
El ahogado se llama López.
Tiene el tiempo coagulado en las piernas
una flor de camalote en la boca
y un hijo en San Fernando.
Hace un minuto apenas
Armstrong camina por la luna.

La tarde pasa entre los árboles
en un viaje abstracto.
Se inclina hacia la costa
bebe en los grillos y sigue.
El isleño entra y sale de ella
con la seguridad de lo muchas veces ensayado.
Pero la tarde no gira
ni vuelve ni contesta.
Solamente muestra su andar sin ruido
su pisada sin huellas.

La vieja madera de la mesa
cena con nosotros.

Oh estas islas de altos cortinajes
Los extensos aguajes comienzan en mi pecho
como una vocación.
Hasta ellos he llegado
desde el interior de los hombres.
Un actor que interpreta su sangre
en la aclamación de las mareas.
Las islas de cuellos húmedos
que cambian las alturas de la piel.
Cuando el sol se escapa de las lluvias
y deja sus pulseras en la hierba.
Ellas tienen sus asambleas y sus mantas
donde yo llamo con la poesía
esta gran ceguera de las palabras.
A veces desaparecen
es cuando solamente las ve el pecho.
Cuando se alimentan
y vuelven a la vida.
Los viajeros de anteojos oscuros
recorren sus orillas sin verlas.
Muchos hombres de distintos nacimientos
las han andado con pisadas ausentes.
Ellas espían desde sus mapas silenciosos
desde los envases del humus.
Pero mi poema las extrae y las muestra
mi poema que nunca retrocede.


La islíada (Carlos Enrique Urquía / Ediciones en Danza 2015)


Merecido homenaje al escritor sanfernandino que decidió “encuardernar las islas”

Por Sabrina García




En la histórica Quinta El Ombú se realizó la presentación del libro ‘La islíada’, la obra reúne los cuatro tomos dedicados íntegramente a la isla del poeta sanfernandino Carlos Enrique Urquía.

En un recorrido por su vida y obra, la actual presidente de SADE Delta, Liliana Doyle dedicó unas sentidas palabras al escritor sanfernandino Carlos Enrique Urquía. La siguieron en el uso de la palabra los escritores Javier Cófreces y Marisa Negri, los responsables de volcar en esta edición la obra completa de Urquía dedicada a la isla.

Carlos Enrique Urquía nació en Martínez el 2 de octubre de 1921 y residió desde los 4 años en San Fernando. Casado con Lydia Nápoli, con quien tuvo un hijo, Carlos Pedro. Fue maestro rural en Clorinda (Formosa) y en la Escuela Técnica N° 1 de la tercera sección (Paraná Miní) de islas de San Fernando. Trabajó como director de Cultura y Prensa de la Municipalidad de San Fernando, fue fundador y director junto a José Isaacson de la revista literiaria “Amistad” y fundador de la SADE Delta bonaerense.

Dentro de su obra dedicó 4 libros a nuestras islas: Amistad en las islas (1957), La cimbra (1961), Rama Negra (1971) y Sintaxis del Ibicuy (2004).

A partir de su vinculación a las letras y la isla, los escritores Marisa Negri y Javie Cófreces realizaron una investigación sobre la obra de Urquía y decidieron “rendirle homenaje” publicando en el libro “La Islíada”, los cuatro tomos que el escritor sanfernandino le había dedicado al Delta.

En el prólogo Cófreces dice: “Lo curioso es que a pesar de semejante compromiso cn el Delta del Paraná, la región que frecuentó toda su vida, la obra de Carlos Enrique Urquía es muy poco conocida en la zona. Definitivamente, hasta el momento no cuenta con una relevancia acorde a sus méritos”, y agrega: “Aquello de que ‘nadie es profeta en su tierra’ una vez más se ratifica con el destrato al que fueron sumidos Carlos Enrique Urquía y su producción poética”.

Por su parte, la docente y escritora Marisa Negri en su prólogo dedica el libro a los alumnos del Delta: “Para los jóvenes isleños la belleza es tan cercana que a veces no se ve. La niebla significa un día sin clases, el agua baja es propicia para cortar junco y arreglar muelles y los mosquitos se ahuyentan con humo y una vara de sauce. Este libro viene a desplegar el abanico de la maravilla ante sus nuevos ojos… tal vez los anime a escribir sus propios versos”.

Su hijo Carlos Pedro Urquía, presente en el homenaje, reconoció que “fue el primero luego de su muerte” y lo recordó: “Mi padre siempre decía ‘el uso de la palabra por la palabra misma, no tengo que explicar un poema, tengo que presentarlo y si a la gente le gusta logré el objetivo’”.

Finalizada la presentación, el grupo La Templadera le puso música del río y de la tierra a las instalaciones de la histórica Quinta El Ombú.

La obra La Islíada con prólogos de Marisa Negri y Javier Cófreces, es de la editorial En Danza y reúne los cuatro libros del escritor Carlos Enrique Urquía.





TONATIUH HIGAREDA [17.164] Poeta de México

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Tonatiuh Higareda 

(México, DF, 1993). Editor, poeta y narrador. Ha ganado algunos premios como el Punto de partida (UNAM), en su concurso no. 45 y mención honorífica en el no. 46. Fue juez para el Torneo de Poesía, realizado por la editorial Verso Destierro. Ha publicado en varios medios impresos y digitales. Pertenece al consejo de la Feria Internacional de Revistas y Publicaciones periódicas independientes (FIRPPI), en sus ediciones en la FIL Zócalo. Actualmente es director general y editor de Revista Morbífica y de Revista Iboga. 




Te dije que no
que no volvieras
que no vinieras 
con las bolsas de los ojos cargadas de perdones
ni en el pecho los pendones donde cuelgan desvaríos.

Pero viniste,
pero volviste
y ahora no sé si las aguas se abrieron en consuelo
o si la rama del chopo cayó equivocadamente hacia mis pies.
Que callaras 
si como fantasma diurno aparecías
si como barco en pique auxilio me pedías
que te llenaras la boca de piedritas
del asfalto volcánico que te cobijó
y que acabó quemándote los pies.

Antes de eso te había dicho
“guárdate en el sótano y no salgas,
hazle honor a la colonia donde vives
-revolucionario nombre que llevaba-
y sólo trémulo asoma la cabeza;
guárdate en la tierra negra de tu casa
espera a que la ventisca muerte venga
y abra esperando tu sorpresa.

Pero viniste,
pero volviste
con la calza manchada de vergüenza
y una promesa vuelta sal
talón de arena puesto al medio día.
Eras Aquiles a la orilla.
Y me pregunto
¿En dónde te guardaste,
sino en el mar?







En la vida hay dos clases de poetas.
Mi exnovio y los demás.
Ambos malos.

Estoy cansado de oirlos recitar
sobre la hermana República de Cuba
y de sus bares y de las locas que salimos
con las uñas acariciando las aceras.

Miró Alberto una jota que en el baño
ostentaba feliz la pompa nalga
y entre hoteles, desdichas y las ganas
bañábase de semen delicado.

Estoy cansado de oirlo recitar
en el grito ahogado de las masas,
en el barullo de las pantallas negras.
Sombra de mi presente,
cruz del pluscuamplerfecto.
A los otros callar quisiera
su literatura del norte como arma
a sus burdeles y a sus vírgenes,
a sus poetas como profetas.

Ya no hablen más de la nostalgia
de la Zona Rosa y sus cafetines,
de Pita firmando servilletas
de la undécima de las rodillas negras.

En la vida hay dos clases de poetas.
Mi exnovio y los que liran rap
y los que los dedican
y los que los dedican a sus putas
y los que los dedican a sus putas madres
y los que los dedican a sus putas madres obras
y los que los dedican a sus putas madres obras francesas.
Ambos malos.

También de los seminarios gay
y de las presentaciones de libros de contracultura.
Estoy cansado.
De las poetas heteronormadas
que remojan sus plumas en sus vaginas
para escribir menstruales monstruales glosas
y lésbicos sonetos.
De las locas heteronormadas
que escriben exigiendo la lectura
de sus poemas que escribieron con el glande
fino, finísimo bolígrafo de sus viriles cuerpos
y que sólo han escrito sobre el derecho
político de sus amores.

Sálvenme,
oh, musas
de la poesía en voz alta
en el crepúsculo de los bares,
en las juglarescas mezcalerías.
No me guíen hacia los recitales
en los restaurantes italo-españoles
ni a los talleres de micropoesía
mucho menos a los de escritura creativa.

Homero, ten piedad
Lesbo, ten piedad
Catulo, ten piedad
Virgilio, escúchanos
Ovidio, escúchanos.
Santa Juana
Ruega por nosotros
Santa Juana de Asbaje
Ruega por nosotros
Madre de Paz
Ruega por nosotros
Madre del buen hipérbaton
Ruega por nosotros
Madre de Salvador
Ruega por nosotros
Torre de David
Ruega por nosotros
torre de marfil
Ruega por nosotros
Refugio de los noamados
Ruega por nosotros
Reina de los mártires
Ruega por nosotros
Musa concebida sin pecado original
Ruega por nosotros.

Cordero del Verso que quitas el tedio del mundo:
perdónanos, Señor.

En la vida hay dos clases de poetas
Mi ex novio y yo
Ambos malos.

Porque cedí al verso libre
y a la poesía visual,
y ahora rasgo mis vestidos cuando quiero escucharme
y constriño en pequeños haces las vocales
cuando recito en público

Patito, patito, color de café...

Porque dejé de buscar el ritmo 
en los poemas que me salen de las cuerdas
de nylon que traigo atoradas en la garganta.
En los performance me hierve la sangre
y en el slam poético el Dionisio que traigo 
adentro me brota.
Ya jamás rimo
por no parecer anacrónico
uso el enter y el shift a mi antojo,
escribo sumergiendo las yemas de mis dedos
en los recuerdos de los padres de otros
y hablo en cursivas y en helvéticas mutiladas.


Ahora escribo dos clases de poemas:
a mi exnovio y a los demás
Ambos malos.






                                                     Tres. a. Eme.

Busco en la alacena
remedios para la memoria.
Tengo mucha.
Y los azahares con sus siete flores
y la valeriana se hunden
en el lodazal de mis recuerdos.

Hallo sólo aspirinas que no me hacen
olvidar diciembre.
Me he vuelto sonámbulo de mi cocina,
espero medroso el rastro
que juguetón deja el destino
en mis tazas de té.

La quietud me asombra.
Hace noches que escucho
que el silencio tiene voz de vapor
de mi tetera.
Analogía de tus ronquidos.
Mi voz, en cambio, tiene hueco,
terror silencio.
A ése lo lleno con tifones,
mares de manzanilla azucarada.

Con cada sorbo te deslizo
hacia un estómago que amnésico
es almohada hasta la aurora.
Ahora es lo único que cuento en mis cajones:
cientos, miles de párpados rendidos
que echo cauteloso a mi agua alborotada;
mientras las cucarachas y los moscos,
atentos escuchas de rincones,
paran su roer, viniendo
a un pasaje más de mis recuerdos,
formando el diván nocturno
y el mudo consejero de mis males.








Fluorescencia de hiel
Vomito sobre los cuadernos:
y el grito verso 
sabe a sal.

Te observo a través de las pantallas negras
En versos que me saben a bilis
y que me salen por la garganta mano
como saliva de perro rabioso.

ojeroso demacrado delgado
amarillo sidoso y hambriado
hepatítico cirroso

Diluvian los mares
Llantos de piernas que abiertas
paren a Venus negra.
Te recuerdo con la punta 

del glande cigarro botella
cuello de cerveza lápiz y lengua
de pestañas que esperan abiertas
como las venas
de Latinoamérica 

Y te veo
Y me río
porque te engañas abrazando a otro
Adonis venido a menos
(Jotísimo Hefesto cojo)
Y cojo
Y cojo
Y cojo con quien yo quiera
A las orillas
De los bares
Costa bañada de espuma 
De cerveza 
Semen precoz sobre el suelo
De mi amante
derramada
En la patética enhiesta embestida
A pelo.

Y tú miras
los cabellos,
pétreas medusas que lloran
por su frente.
Y que vuelven a todo calor, turgencia;
a todo florete, frígido.

Y que miran
en su vaivén boscoso pecho
y en la penetración piensan en 
otro,
como cuando tú la sientes dentro
Y tu adentro me llama a mí 
En el recuerdo 
De su moldura. 









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