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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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TAMARA DOMENECH [16.984]

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Tamara Domenech

Tamara Domenech nació en La Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina, en 1976. Vive en Buenos Aires. Publicó ¡Yapa! Antología de pesadillas con finales felices (2008); Las elegidas (2009); Ropero (2009); Familiares (2009); Poemas en el jardín (2010); Secundaria (2011); Las obras de arte en mi vida (2011) y Recolección (2015). 

También integra las antologías Escuela de Escritores (2012); Baldío y Literatura y Maternidad (2012); Reinversión (2013); Canciones (2013) y 53/70. Poesía argentina del siglo XXI (2015). En 2011 fue seleccionada en la  Convocatoria Arcade Narratives. Eyebeam Art + Technology Center en Chelsea (New York), para participar de la Escuela de Escritores en el Centro Cultural Ricardo Rojas, y en 2012 en la Convocatoria de Textos Big Sur y Agente por el Centro de Investigaciones Artísticas. Dirige la editorial independiente de poesía Ediciones Presente. Es Licenciada en Comunicación Social (UNLP), Diplomada en Gestión Cultural (UNSAM), escritora y artista visual.



En construcción

Si me doy vuelta te reconozco
Bolsas de nylon sobre vuelan una oración
Busco las flores que tus ojos olieron
Caerse
En los oídos del trabajo
El amanecer compone sonidos
Sin darte cuenta la ropa combina
Martillos en cofres oscuros
Escucho
Los sueños del cielo
¿Qué dicen?
Calculo las notas salientes
Mi abrigo te mira
Empujar
Aprender el paisaje
Es darle la espalda
Tus ojos contra una pared
De arena se llenan las uñas
Las casas de todos
No se parecen en nada
Existen canciones
Compuestas con clavitos
Planos en el aire
Siluetas
Interpretando el vacío.
Poema extraído del libro inédito Canciones. 2012.
Dónde está el chico
Que dejó sus zapatillas tiradas
La cama deshecha
El bolso abierto
Dónde está el chico
Que hay que llevarle las zapatillas
El bolso
Y la manta por si refresca a la noche
Acaso, ¿nadie vio al chico?
Que hasta ayer tenía puestas estas zapatillas blancas
Y llevaba este bolso al hombro
Y se tapaba con esta manta
Si lo vi ayer
Dónde está hoy el chico a esta hora
Que a la vista de todos dejó sus cosas
Como diciendo
Alguien las recogerá
Y si no
No importa
Total
De lejos una manta roja en el piso
Se confunde con una alfombra
Un bolso abierto con un deseo importante
Un par de zapatillas blancas con huesos para perros
Dónde estás chico de pantalones flojos
Y boca expectante
Y manos con pulseras de oro
Y remera azul de mangas cortas
Y ojos cayéndose
Y pelo lacio, castaño y corto
Dónde estás
Que dejaste tus cosas tiradas
Como diciendo
No me importa
Nada
Total
Alguien
Se deshará
Rápido de mí.




El color de la mañana

La vida es tiempo
Cómo formaré parte de cosas importantes
Pero hablar con la gente me atormenta
Soy la escribiente de lo que quiero en las revistas
En los días
Así
Recreo el color de la mañana
En mi cuerpo
Una carta de presentación
Es
Un collage de papel
De lo que veo
Confío
Mis ojos
Saben más que mis manos
Dudo que un nuevo jefe
Comprenda
La habilidad inútil
Dejo sobre la cama
Un montón de ropa
Que combina
Lo que deseo
Y se prohíbe usar
En ocasión de una entrevista
A las llaves les quedan
Las huellas de lo sacado de un placard
Desordenado
Tengo que llegar a horario
Por ser la primera vez
Antes de entrar al local en el que trabajaré
Me miro en un espejo de mano
Los dientes
Y me peino
Las pestañas
Un hombre vestido con traje y mocasines negros
Me saluda
Y me pregunta
¿Qué experiencia tenés?
Confío en el origen
De la historia
Que invento
Ser dueña de un cesto con revistas
Proyecta mis palabras.





Construimos un avión de arcilla.
En las butacas hay flores de cemento con pétalos rosas y el iris amarillo.
Moviéndose seguimos nuestra respiración dentro de otra.
Una vez en la cama nos tapamos hasta la cabeza.
El mínimo aire arrastra las cosas más pesadas.
Las flores de la cabeza nos llevan hasta un paisaje de estalagmitas.
En el que las piedras rosas, las piedras amarillas son palabras.
Húmedas, puntiagudas, heladeras.
Nuestras manos son una cueva.
Vos preguntás sobre la hostilidad de las palabras con un fósforo en la mano.
Yo me siento protegida.
Del suelo brota una catarata violácea.
Una risa blanca.
Un molusco dorado.
Te sacás la ropa y te metés en el barro.
La repugnancia deja de existir.
Por mimetización de los materiales dudamos del aire libre.
Por donde pisás se ensancha.
Sentimos una expectación sin lágrimas.
Emociones condensadas en imágenes simples.
Arcilla.
Avión.
Cama.
La respiración del paisaje dentro de la nuestra.






Nos sumergimos en un vaso de cerveza.
Somos desnudos y dorados.
Decís, por suerte no escucho la cuerda de mi juguete.
Y yo asiento el aquietamiento de una máquina inservible.
La verdad de la ropa limpia son las manos, no un motor.
Y burbujeamos el placer de no ser parte de un imperio.
En el mar los diccionarios se disuelven.
Por obtusas y valientes que sean las palabras.
Nadar nos permite el piso de las cosas.
Te veo abierto y pienso como una manifestante.
Cerrás los ojos.
Si dormitamos la casa es un partido político.
En donde sentir el destino de las horas.
Lo que queremos si no somos felices.
Tus brazadas son contra un libro comercial.
Cuando menos impaciencia mejor nos va.
Un atado de cigarros.
Nuestras mentes se nutren de una nicotina que pronuncian una mansión.
En este vaso cabe nuestro barrio.






Nos encontramos vestidos de igual manera.
Sobre la mesa de luz, tirada en el piso, amontonada en un rincón, la ropa a mano.
No me provoca tristeza ponerme todos los días lo mismo.
Un pulóver marrón, un pantalón azul, botas negras en punta y medio taco.
Mi ropa en los demás es pobre.
En mi cuerpo es alegre.
Mi madre intenta cubrirme con un vestido blanco escotado en la espalda.
Dice que la hermosura está en el color blanco del algodón.
Yo no quiero lo que me regalan si me hace sentir una alcancía.
Me aterra pensar que introduzco monedas en mi mente.
Mis padres creen que soy una de ellos.
Yo me acomodo en la ropa de otros y llevo perfume.
Yo me acomodo en la ropa rajada y respira una flauta dulce.
Yo moldeo una vida dentro de otras del vestido.
Gasto tiempo en segundas oportunidades.
Con este pantalón cuadrillé negro y verde creemos que hablamos desde un parque.
La tela repetida se vuelve un mantra.
Una oración pronunciada por una campesina que es la pionera de sus flores.
Nuestras palabras iguales defienden lo que ella manda.
Su delantal lleva hacia adelante accidentes del tiempo.
Removemos la tierra, la olla, los mandatos.
Los poemas son coincidencias de ocasión.



Canciones / 2012


Disfraz 

Si me pongo vestidos en las manos
Ellas llegan a lugares
Que los ojos no alcanzan

Aparecen nuestras casas en la calle
Revueltas por el viento
En los rostros de otras personas

Una cáscara de banana y una birome
Son personajes en un teatro 
Que invento en sus camisas

Sin música miro mejor
Diamantes abandonados por el eco de sus padres
Buscan

Onomatopeyas repiten
Pájaros hambrientos
Tirando botellas
Al compás de los motores en marcha

El ruido asusta
Un silencio electrificado
En sus bolsillos

Acaso extrañen palabras anteriores
Una hoja que se pisa 
Adentro de un cuaderno
Adentro de una lata
Adentro de una caja de cartón
A menos distancia
El calor
Podría embalsamarnos.





El tiempo que vive una manzana / 2011

I-

Dónde está el chico
Que dejó sus zapatillas tiradas 
La cama deshecha
El bolso abierto

Dónde está el chico 
Que hay que llevarle las zapatillas
El bolso
Y la manta por si refresca a la noche

Acaso, ¿nadie vio al chico?
Que hasta ayer tenía puestas estas zapatillas blancas
Y llevaba este bolso al hombro
Y se tapaba con esta manta

Si lo vi ayer
Dónde está hoy el chico a esta hora

Que a la vista de todos dejó sus cosas
Como diciendo
Alguien las recogerá

Y si no
No importa
Total
De lejos una manta roja en el piso
Se confunde con una alfombra
Un bolso abierto con un deseo importante
Un par de zapatillas blancas con huesos para perros

Dónde estás chico de pantalones flojos
Y boca expectante
Y manos con pulseras de oro
Y remera azul de mangas cortas
Y ojos cayéndose
Y pelo lacio, castaño y corto

Dónde estás
Que dejaste tus cosas tiradas 
Como diciendo
No me importa
Nada 
Total
Alguien
Se deshará
Rápido de mí.



III-

Balanceando los pies
No está 
En una hamaca
El niño sin dientes
Con un pantalón negro de raso
Que lo arrastra hacia adelante
Dejando sobre la calle
Semillas de mandarina
Que los perros olfatean
Y dejan a los pájaros 
El ruido del camión de la basura
Absorber las últimas gotas

Colonia cítrica dejan sus pasos al lado 
De los nuestros
Una mujer mecer a su hijo
Sobre su pecho
Hasta captar
El perfume de los colores
Una remera 
Un cigarrillo 
Una medalla

Agujero de la boca
En nuestras mesas
Deforma los sueños

Alguien patea por mí
Una pelota de fútbol
Que hace sangrar las encías
Del niño
Esperando distraído
Lo definitivo

Las ruedas de los autos
Como nuestras zapatillas
Son capaces de no darse cuenta
Al avanzar
Como un padre
Encargado del almuerzo
Que hasta sería capaz de matar 
Con un rifle
Marcando los pasos que hay que hacer
A favor de la comida

Al niño no le basta
Y cuando escupe
Aumenta el aire en su corazón
La velocidad de sus pensamientos
El olor en sus manos
El instante siguiente 
A tragar la pulpa de la fruta.


VII-

Dos hermanos inventan un idioma
Para no tener que hablar con las personas
Que con sus miradas 
Los revisan
En la plaza

Tienen las uñas de las manos
Y los pies 
Pintadas de rosa
Y sus párpados
Raspados con sombra naranja

La ropa en sus cuerpos
Se desprende
Por estar mal abrochada
O quedarles demasiado grande
El short
La camisa
El buzo a la cintura

Con patines
Suben a los juegos
Mientras se alientan
En una especie de chino
Para no caerse

Cuando saco un paquete de galletitas
Se acercan
Y me las piden en castellano

Hacerse pasar por quienes no son
Los distrae a ellos también
De las ganas de 
Demostrarles sus astucias
A un público cariñoso

Si me voy
Su lenguaje
De conservación
Se perderá.


XI-

Una bolsa negra de nylon
Envaina
El desasosiego de un joven

En su mente una casa de cartón de bananas
Protege a su hija de la lluvia
Y le envía
Señales amarillas
Para que el material
La amamante

En sus manos
Una mujer se acuclilla 
Para darle el amor que le prometió

Y en su visera transpira
La noche 
Que separa su cama de su trabajo

Le habla a sus piernas
Chasqueando la mandíbula
Y pellizca los dedos de sus pies
Pero dormidas
Retardan su ansiedad

Cierra los ojos
Y las viste con el jean
Que usó
En su cumpleaños
Número 6

Lo que tuvo
Captura el aire
Que lo arrastra hacia atrás
Para convertirlo en un globo brillante

En el aire
Piensa
Y la saliva con sabor a mentol
Aletarga 
El sonido de su sangre

Adentro estoy yo
Cree 
Con el pelo corto 
Y zapatos que crecen
Hasta llegar
Donde necesita.






Otro

Nacen
De cabeza rasurada

El sueño
Los captura
De la tarde

Un ruido
Los transporta
Hacia sus casas

Choca con otros
Y no
Llegan

Letras de canciones
Memorizadas
Con el humo
De cigarrillo
Los entretienen

Así se despiertan
Las palabras
La melodía resiste el extrañamiento.










INDIRA ISEL TORRES CRUZ [16.985] Poeta de México

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Indira Isel Torres Cruz 

(Colima, México  1984). Ha publicado la plaquette De la fractura al festín. Estudió letras Hispanoamericanas por la Universidad de Colima y Literatura chilena en la Universidad de La Serena, Chile. Ha realizado lecturas teatralizadas con Pablo Rulfo. Becaria del programa Interfaz literatura 2014. Realiza el proyecto Shows Bravos: música, relato y poesía escénica.



7)

Me dijo que yo era una pera empalagosa
Un plátano negro es él
Un durazno viejo en el frutero abandonado
Que no le gustan las dramáticas
Que no le gusta mi locura
Que soy muy loca
Loca como la Lupita del jardín Libertad
Como un grito rápido en 16 de septiembre
Como un cuete de año nuevo
Por qué me gustan los chicos mudos
Los obedientes
Los que lloran en la madrugada
Por qué me aburren los extremistas
Los que se cortan las venas
Y aman los besos




Colores

Yo soy escandalosa
como una guacamaya
Me pongo azul cuando voy a los hoteles
amarilla cuando veo paredes blancas
roja cuando contemplo
la furia de la ola contra la orilla
canto al final de los orgasmos
-como una guacamaya-
eso dice mi marido
mientras ahora veo a ese chico que me gusta
le podría proponer ir a un hotel
luego contemplar paredes blancas
o contemplar la misma ola contra la orilla
como un verso de Selva Casal
yo se lo diría de memoria
en un cuarto de hotel de paredes tan blancas
Quién es esa, hubiera contestado indiferente
te hubiera dicho que es una guacamaya
pero no, es una poeta
tan escandalosa.




home sweet home

Ya no daré vueltas
no esperaré cuarenta años para salir de aquí
ya no me importa de qué color cambiamos
no me interesa repetir cadenas
no quiero el monstruo de sus discursos
ni la condición de su falsedad
voy a irme con mi hijo
a él voy a mostrarle lo que realmente soy
lejos de lo que más han dicho que piso
otro mar
otra tierra
voy a conocer las felicidades que desde niña quise descubrir
nadie volverá a jugar con mi cabeza
ni con mis palabras
porque estas palabras han sido mías
desde que la lluvia me recibió en el patio de azulejos verdes




Mediterráneo

Ahora quiero contarte mi secreto
Ciertos días de mis pechos brotan aceitunas negras

-No me crees, es difícil y lo entiendo
He pensado en ponerlas en los frascos de gerber
He pensado en que puedo contratar de mis sueños
dos muchachas del mural de un palacio de Knossos
para que me ayuden
a embotellarlas en un poema
a cantarme esos versos de un poeta griego
como si fueran una canción de cuna.

-Ellas repiten como el secreto del secreto:
: eres un árbol sagrado.




Molinko Hatari

A los seis años
supe que de la vagina de mi madre brotaría
un gato azul ruso
un gato que me preguntaría verdades
un gato de la fauna de Alicia.
Yo era Indira y aún tenía el cariño de mis padres
Hasta que mi hermana nació
Mientras mi madre me hacía unas trenzas
y el maullido se le convirtió en un grito de ahogada
Hasta que el mundo fue un bordado rosa mexicano.

-Entonces, presentí la verdad.





Brujas

Mi madre ora por las maldiciones de mi hermana
“junto a aguas de reposo me pastoreará
y aunque ande en valle de sombras no temeré”
y comienza a llover

-Ahí esta el inicio de mi furia.














ENRIQUE MORO [16.986] Poeta de Chile

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Enrique Moro

Enrique Moro nació en Valparaíso (Chile) en 1956. Realizó estudios de Cine en París, y estudios de Animación Socio Cultural en España. A los 13 años escribe sus primeros versos. El golpe militar de 1973 en contra del gobierno de Salvador Allende, produjo una notable influencia en su actitud poética y desde su oficio, se sumó a la lucha de la oposición para recuperar la democracia. Realizó conferencias sobre la realidad cultural de Chile bajo la dictadura militar y recitales poéticos en Chile, Alemania, Francia, España y Suecia.

Fue detenido en 1977. En 1978 es liberado por una ley de amnistía. En 1980 es invitado al primer simposio de literatura chilena en el exilio que se llevó a cabo en Alemania y también, a la Feria Internacional del Libro de Frankfurt, donde finalmente queda trabajando como Escritor Investigador hasta el año 1983.

Enrique Moro crea en 1996 el Centro Cultural de Valparaíso. Desde 1999 forma parte del equipo del departamento de Cultura de la Municipalidad de Valparaíso. Actualmente es el encargado de proyectos culturales para el desarrollo y reconocimiento del patrimonio inmaterial e identitario de la ciudad de Valparaíso. Además, es presidente de la Sociedad de Escritores de Chile en su filial de Valparaíso.

Su obra poética se encuentra traducida al inglés, francés, sueco, alemán; y publicada en distintas antologías en diversos países.

Ha publicado, entre otros libros de poesía, Marilyn (1973), Poemas Libro Objeto (1980), La Bolsa: poesía de cordel (1981), Antología de Diez Poetas Jóvenes Chilenos (alemán-español, 1984), Amantina y otros poemas (1987), La piedra feliz y otros tangos (1994), Hay un Moro en la costa (2006), Poetas de la Resistencia (inglés-español/1973-1990) y Poemas últimos (2014).





Gracias Señor

Frankfurt 1983

Gracias Señor,
por el suelo a la altura de la suela
la lengua, el paladar entero hecho polvo
y ceniza por el lacrimógeno.
Gracias Señor
por la justicia (a)divina.
Gracias te damos todos los apaleados
Y llorosos de América por tu bondad
para con nosotros
huéspedes de tu (pre)paraíso.
Gracias por los barcos y los tanques,
por los aviones y los torturadores,
por la Cruz de Hierro.
Señor, tú sabes el paradero
de los desaparecidos, así es tu Gracia.
Infórmanos al comité o a un tribunal cualquiera,
nunca tan justo como el tuyo,
pero danos al menos esa tranquilidad.
Señor, te rogamos,
manda algún ángel desocupado (aquí cesante)
o alguno de tus asesores.
Tenemos hambre de todo.
Señor
Que tu luz divina alumbre en las poblaciones
porque la compañía de electricidad
nos cortó la luz terrena.






De ceniza nuestra sábana

Valparaíso, Abril del 2014

Dónde queda aquello que se busca
Qué es lo que se encuentra
Detrás de cada paso, delante de todo gesto.
En la distancia cercana
 o en el olvido más profundo.
Será en la piedra o en el aire
Será en el mar o en la tierra.
Será dolor o alegría
Sed o hambre, soledad o melancolía.
El día detrás de la noche.

No vamos ni volvemos de ninguna parte
Circulo de un cuadrado, recta del triangulo
Dibujo sobre la arena
Apenas espuma en la orilla

Estrella lejana muerta en su luz

Ni vamos ni volvemos
Ninguna parte es todo
Aire que se eleva
Palabra en la sombra


Así vivo en tus ojos
Así muero en tu sonrisa
Vengo a ti, vienes a mí
Desde todas partes y de ninguna.

Duermo en tu sueño
Sueño que duermo
Para abrir tú sueño
Rozo tus parpados.

La noche de Valparaíso
Vacía y dolorosa
Terrible en su fuego
El corazón a mordiscos.

Así nos amamos
Así nos dormimos
Entre  ceniza y sabana
El beso que tiembla
La mano que busca.

Las luces y los cerros
El silencio de la muerte
La miseria y el dolor

La ceniza como sábana.
Todo queda lejos
La esperanza y el olvido
Abrazados en su desnudes

Puede que llueva
Puede que no llueva
Da lo mismo, todo es niebla.
La ceniza como sabana

Aquí me quedo
En tu sueño que sueño
Entre tus párpados que arden
La noche en llamas que nos cobija.

Silencio es lo que llena esta pagina
El blanco sudor del frio
Sobre los cerros tiznados
La ceniza como sabana.

Es tarde, para los pobres
Siempre es tarde y más tarde siempre
Arden sus casas, arden sus vidas
Arden y en llamas se hace ceniza todo.






ERA AZUL

Digámoslo:
era azul
recostada en esa cama
y en mi recuerdo era azul
azul
del más antiguo
azul noche
azul de las cavernas
azul de los océanos
azul del infinito
azul del petróleo
era simplemente azul
y simplemente oscura

Entonces su risa 
entonces su abrazo 
entonces la noche 
y entonces la habana

Fue toda la humedad del mundo 
fue toda la lluvia caliente del mundo

Aquello fue ir y venir 
del deseo a la calle 
de los besos al mar 
de su cintura al aire 
de su abrazo a la noche

Debo decir
esa mujer de la habana
fue lo más cerca que estuve
de la Revolución Cubana

Y era azul
como el olvido.






PEQUEÑA DISLEXIA

Es tanta la bajeza
que elegiste quedarte bajo tierra.

Difícil vivir en la nada 
sin ser poeta ni filósofo 
cualquier esquina sirve 
para despedirse de nadie 
y mirar la calle 
la gente, el paisaje 
la ciudad, por última vez.

Está bien partir sin explicaciones. 
Sabemos lo insoportable 
que es la soledad 
desear y no tener 
querer y no poder.

La miseria es miserable 
y la dignidad es un cuento.

Sagre
no eres el mejor ejemplo a seguir.
Tomaste al pie de la letra
y de la copa
cuanto se puso por delante.
Donde decía vivir
leíste beber
Pequeña dislexia la tuya.
Por eso tus copas 
se llenaban de recuerdos 
se vaciaban de soledad 
eran copas de humo 
eran copas de sal

Fue demasiado lo vivido. 
Fue demasiado lo bebido. 
Fue demasiado lo perdido. 
Espero que ahora sí 
descansarás en paz, amigo. 
Ojalá te sepultaran con tus lentes 
así me reconocerás 
la próxima vez 
que nos encontremos.







JOAQUIM NAMORADO [16.987] Poeta de Portugal

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Joaquim Namorado

Joaquim Vitorino Namorado. Alter do Chão, 30 de junio de 1914 - Coimbra, 29 de diciembre de 1986, fue un poeta portugués.

Poesía: 

Aviso à Navegação (1941) 
Incomodidade (1945) 
A Poesia Necessária (1966)

Ensayo:

Uma Poética da Cultura (1994), com organização, prefácio e notas de António Pedro Pita.



¿Hombres o ratas?

Callados, mudos, escondidos
en nuestros agujeros
sin coraje para movernos
aterrados de miedo
con los cinco sentidos en alerta
por si nos llegan señales o ruidos
de la masticación de afuera
migajas caídas de las mesas,
agradeciendo a toda hora
como si la vida fuera una limosna
apenas permitida.
Así no se puede vivir.
Esto no es vida.

Versión Santiago Espel




Poemas antilíricos 

Y vinieron poetas que palpaban delirios
con los ojos vendados por un rayo de luna. 
Confundían la carne pálida de la anemia
con mármol sonrosado y alabastro,
espuma del océano;
y el velo de su musa cubría los andrajos
con sedas y brocados.
De rosas para ellos era la triste vida,
o un camino de nubes,
resplandeciente noche con estrellas.
Les parecían los brazos
que a los cielos se alzaban con un gesto
de desesperación
hermosas alas de ángeles en ascensión sublime,
y los ojos hundidos en ojeras de hambre
puros abismos de melancolía,
la sonrisa afligida dulce anhelo,
penas de amor la angustia...
Y vinieron poetas olfateando delirios...
¡Qué poetas estúpidos!

http://noctivagosmadrid.blogspot.com.es/2




Aviso à Navegação

Alto lá! 
Aviso à navegação! 
Eu não morri: 
Estou aqui 
na ilha sem nome, 
sem latitude nem longitude, 
perdida nos mapas, 
perdida no mar Tenebroso! 

Sim, eu, 
o perigo para a navegação! 
o dos saques e das abordagens, 
o capitão da fragata 
cem vezes torpedeada, 
cem vezes afundada, 
mas sempre ressuscitada! 

Eu que aportei 
com os porões inundados, 
as torres desmoronadas, 
os mastros e os lemes quebrados 
- mas aportei! 

Aviso à navegação: 
Não espereis de mim a paz! 

Que quanto mais me afundo 
maior é a minha ânsia de salvar-me! 
Que quanto mais um golpe me decepa 
maior é a minha força de lutar! 

Não espereis de mim a paz! 

Que na guerra 
só conheço dois destinos: 
ou vencer – ai dos vencidos! – 
ou morrer sob os escombros 
da luta que alevantei! 

- (Foi jeito que me ficou 
não me sei desinteressar 
do jogo que me jogar.) 

Não espereis de mim a paz, 
aviso à navegação! 

Não espereis de mim a paz 
que vos não sei perdoar! 





Edital

Foi afixado 
nos locais do costume 
que É PROIBIDO MENDIGAR. 

Logo mão que se descobre 
escreveu a tinta por baixo 
MAS NÃO É PROIBIDO SER POBRE. 





Fábrica

Oh, a poesia de tudo o que é geométrico 
e perfeito, 
a beleza nova dos maquinismos, 
a força secreta das peças 
sob o contacto liso e frio dos metais, 
a segura confiança 

do saber-se que é assim e assim exactamente, 
sem lugar a enganos, 
tudo matemático e harmónico, 
sem nenhum imprevisto, sem nenhuma aventura, 
como na cabeça do engenheiro. 
Os operários têm nos músculos, de cor, 
os movimentos dia a dia repetidos: 

é como se fossem da sua natureza, 
longe de toda a vontade e de todo o pensamento; 

como se os metais fossem carne do corpo 
e as veias se abrissem 
àquela vida estranha, dura, implacável 
das máquinas. 

Os motores de tantos mil cavalos 
alinhados e seguros de si, 
seguros do seu poder; 

as articulações subtis das bielas, 
o enlace justo das engrenagens: 
a fábrica, todo um imenso corpo de movimentos 
concordantes, dependentes, necessários. 




Sonambulismo

Tombam os dias inúteis: 
amanhece, é tarde, anoitece. 
Mas a nós que nos importa 
ser manhã, meio dia ou noite?!... 
Sonâmbula a vida decorre 
-nas ruas, a paz larvar dos grandes cemitérios; 
dentro de nós, cada um 
apodrece. 
Enchem-se de títulos vibrantes os jornais 
-mas tudo é tão longe... 
Passam homens por homens e não se conhecem: 
Boa tarde! Bom dia! 
Cada um fechado nas suas fronteiras, 
os gestos vazios, 
a vida sem sentido 
- sonambulismo apenas. 

Acorda! 
Ainda que seja só para o sobressalto, 
que as ilusões do sonho se desfaçam 
e as esperanças morram todas nessa hora! 

Acorda! 
ainda que o caminho a percorrer te espante 
e o peso da obra a realizar te esmague! 

Ainda que acordar seja 
morrer depois aos poucos, em cada momento, 
dolorosamente 




Portwine

O Douro é um rio de vinho 
que tem a foz em Liverpool e em Londres 
e em Nova-York e no Rio e em Buenos Aires: 
quando chega ao mar vai nos navios, 
cria seus lodos em garrafeiras velhas, 
desemboca nos clubes e nos bars. 

O Douro é um rio de barcos 
onde remam os barqueiros suas desgraças, 
primeiro se afundam em terra as suas vidas 
que no rio se afundam as barcaças. 

Nas sobremesas finas, as garrafas 
assemelham cristais cheios de rubis, 
em Cape-Town, em Sidney, em Paris, 
tem um sabor generoso e fino 
o sangue que dos cais exportamos em barris. 
As margens do Douro são penedos 
fecundados de sangue e amarguras 
onde cava o meu povo as vinhas 
como quem abre as próprias sepulturas: 
nos entrepostos dos cais, em armazéns, 
comerciantes trocam por esterlinos 
o vinho que é o sangue dos seus corpos, 
moeda pobre que são os seus destinos. 

Em Londres os lords e em Paris os snobs, 
no Cabo e no Rio os fazendeiros ricos 
acham no Porto um sabor divino, 
mas a nós só nos sabe, só nos sabe, 
à tristeza infinita de um destino. 

O rio Douro é um rio de sangue, 
por onde o sangue do meu povo corre. 
Meu povo, liberta-te, liberta-te!, 
Liberta-te, meu povo! – ou morre. 






CARLOS CAPOSIO [16.988] Poeta de Argentina

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Carlos Caposio (Malacara Estepario)

Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1978.
Es escritor y periodista, estudió fotografía, cine y cine documental.
Sus primeros relatos, cuentos y poemas, fueron publicados en las revistas: El Portal de Vicente López y Literarte, declaradas de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación Argentina.
Editorial Dunken, publica en su libro Historia Breves, su cuento, La bocina del último tren, escrito en 2002 por el autor, en una realidad Argentina dura, de cartoneros y trenes blancos.
En 2004 gana un concurso internacional y le publican sin costo, cuatro textos en la antología, americana, Huellas Eternas.
En 2011 ediciones Fusión de los Géneros, publica quinientos ejemplares de su primer libro de cuentos, poemas y fotografías, Cajita de Cartón.
En 2012 agotada la primera, saca la segunda edición del mismo libro.






Del libro: Cajita de Cartón: 




Cosas dormidas

No sé si despierten
las cosas dormidas.

Una mesa que tiemble si cargan su lomo.
Un poste de luz, con miedo a tropezar.
Y los caminos
esquivando los autos.
Y las cucharas
flotando en la sopa.

Que tal el obelisco con vértigo,
los almanaques con amnesia,
libros tartamudos,
y los molinos de viento
girando y girando
en cuartos cerrados.

Quizás despierten las cosas dormidas
y una piedra se estire
para tirar una gomera.
Y los alambrados de los campos
como redes gigantes
pesquen ovejas.

Que hay si las guitarras tienen vergüenza.
Si las palabras se agarran de los labios
para no salir.

Que tal si los juguetes dejan de jugar a la escondida
con los niños descalzos.

Qué pasa si las balas tienen pánico.

Y las banderas, en un globo gigante,
se llevan volando todos los imperios.

Pero no sé…

No sé si despierten las cosas dormidas.





Sin Muros

Mueren intentado escapar a los países donde generan sus miserias. 
Opuesto a los muros
ellos obligan, separan.

En contra de quien obliga
de quien dice que hacer.

A un pez que nada contra un salto
el agua lo muestra quieto
sin embargo
lucha con la corriente.

Sin murallas, paredes
tapias y fronteras
el viento corre.

En los muros sólo crecen enredaderas.

La mente es libre.

En el desierto
también nace una flor.




Quimeras de un niño de treinta



"La edad no tiene que ver con el tiempo
sino con el espíritu", Malacara Estepario. 


A mis treinta comprendí algunas cosas que no lograba comprender.     
Cosas básicas que todos saben, como que uno debe cuidarse
para no salir lastimado.
Pero esto no lo puedo hacer. Quizás sea mi omnipotencia lo que
me hace creer que ya no puedo sufrir más de lo que sufrí. Tal vez, las
palabras que se van pegando en los renglones luego de volver a golpearme,
o un dejo de masoquismo que me persigue de algún tiempo
remoto que no conozco.
No sé, no creo poder saberlo en estos tiempos y cuando digo
tiempos, digo esta vida. Digo este espíritu que nada tiene que ver
con los años.
Entonces sigo entregando el corazón, lo regalo por ahí, con la
certeza de que si lo destruyen a patadas el seguirá latiendo en algún
papel, con la alegría de su revivir rojo entre los escombros y las bombas
de sangre.
Porque siempre sigue latiendo el corazón, más allá de las lágrimas,
más allá de la angustia y la ansiedad que se enredan en la mente.
A mis treinta comprendí, también, algunas cosas que no creía
comprender.
Entendí, que no sólo me entrego para sufrir y seguir escribiendo
desde la melancolía, sino que es otra cosa, tan diminuta y sencilla, que
a veces se vuelve imperceptible.
Esa pequeña ilusión de que alguien recoja mi alma y la cuide y la
guarde junto a la suya.
Aunque esto limite mi creación literaria y por más que deje un
poco de escribir, si llega ese día, conviviré con la ausencia del papel.
Porque lo dejo todo, y me voy a donde nos lleve la vida. A los
rincones que no puedo imaginar. A los colores que no conozco.
A los treinta, creo que comprendí lo que es el amor. Y aunque
éste, inevitable y progresivamente, parezca alejarse del mundo, sigo
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apostando, hago girar la ruleta para que vuelva a salir el rojo. Si no
sale, vuelvo a escribir, y sí sale, lo dejo todo, porque eso es el amor.
Dejarlo todo.
¿Qué guerras habría si se abandonasen los ideales por una historia
de amor.
¿Cuántos judíos hubieran muerto, si Hitler se hubiera escapado
con su secretaria a bañarse desnudo a un lago.
¿Existirían los dictadores si se dejasen acariciar el alma.
El mundo está lleno de miedosos que se esconden en su egoísmo,
personas que no se abren para no sufrir consecuencias.
A mis treinta me bajo de él. Y si ya no escribo, no es que esté
mal, es que me fui de viaje. Con otro corazón, flotando en una caja de
fósforos, vacía.
Porque lo dejo todo.
No es que esté mal, es que escapo un poco al purgatorio. Con
otro corazón, navegando en un ramo de nubes.
Porque lo dejo todo.
No es que esté mal, es que fui en busca de otra ilusión, la de
volver a escribir ahora junto a otro corazón.
Sólo entonces, quizás pueda escribir sobre el amor.
Cosa que nunca me sale, ni siquiera a los treinta.



*


La dignidad de un trapo

¿Cuándo me van a lavar.
Dicen que no es correcto ¿Pero qué es correcto.
Si la gente de lo flaca que está flamea más que yo ¿Qué es correcto.
Si ya no me defienden y quieren cambiarme por otra.
Yo sé que el azul y el rojo son lindos colores y que las estrellas quedan finas en ella. También sé que está clavada en todos los países, pero yo no la quiero. Se hizo linda a cuesta de las demás. A mí me quita brillo. Hace que me olviden. Que no importe mi color de cielo. Que no vean el sol si me enojo y me hago guerrera. No me gusta la batalla, pero hay cosas que parecen un abuso. Entonces quisiera que el sol esté siempre dentro de ustedes.
Estoy dolida, me gustaría estar archivada en mi caja de madera, con la manija del mástil encima.
¿Cómo no me va a doler.
 Si las personas que, en mi nombre, mandaron a las islas, están pidiendo limosna. Si los abuelos mueren de frío.
Parece que en este país sólo me quieren cada cuatro años.
Recuerdo cuando los militares me usaron de banda presidencial, yo ya lo presentía, siempre pasaba lo mismo, entonces quería achicarme, asfixiarlos.
Después vino Bignone que me cosió y me entregó, empezaba la democracia. Se terminaban las muertes que supuestamente eran en mi nombre. Esas que en realidad, eran en nombre de la otra, de la del norte. Venía un tipo de bigotes que traía democracia y esperanza. Pero nada.
Después, el que decía que me amaba. Ese me hizo ilusionar, comencé a flamear con fuerza porque todos volvieron a quererme, pero poco a poco, me fue vendiendo por partes. Lo que más me lastimó, fue que muchos lo sabían y nunca hicieron nada.
Quisiera que me canten más seguido, que me icen con la cabeza en alto.
Porque sólo sirvo para alguna propaganda, o actos, en el que pagan a la gente.
Después llegó ese títere, a poner su dedito en el interruptor, y llegaron los saqueos, más muertes, el golpe de estado encubierto de un cabezón.
Ya no me defienden, ni me pasean en caballos blancos.
Ustedes me crearon y luego me guardaron.
Y aunque hoy me deshilacho cuando tiran leche en mi nombre, no pierdo la esperanza. Tengo fé.
Porque mi padre era un valiente.
Porque muchos, murieron por mí.
Eso me hace digna. Me hace grande.
Me hace más que un trapo.





Día de la patria
                                                   
"Aquel día de 2007, en Buenos Aires,                   
fueron iguales todos, bajo una mismma nieve", Malacara 




El cielo comienza a llorar plumas,
la nieve parece flotar como si no cayera
pero se junta en el techo de los autos.

Un perro pasa asustado sin entender lo que pasa.
Los recolectores corren entre bolsas y copos,
mientras los niños juegan a vacaciones en el cerro López.

Los teléfonos suenan con noticias que ya dio la ventana.

Los barrios se juntan en las esquinas de más faroles nevados.
Los vecinos hablan y ya no se esquivan.
Las guerras son sólo de bolas de agua.

Tras ventanas de hospitales, los enfermos miran.
Un día de la independencia, Buenos Aires se resfría,
se resfría; consuelo, paz y armonía.

Las estufas derriten el agua de las camperas de la calle.
Los que chocan no piden papeles
se bajan y arman muñecos de nieve.

Un país de esmoquin blanco, de escarapelas sin celeste.
Feliz día de la patria, de la patria mía,
del sol caían, copos de nieve.

Los niños del semáforo no limpian más vidrios,
vacían baldes de agua detergente,
para juntar agua nieve
y juegan, hacen pelotas, las tiran y salen corriendo.

Día de vacaciones pendientes, 
de encuentro en las calles y todos iguales.
Día de la patria, de la patria mía.









LUIS RIVADENEIRA JÁTIVA [16.989] Poeta de Ecuador

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LUIS RIVADENEIRA JÁTIVA

Nacido en la Ciudad de Atuntaqui del Cantón Antonio Ante, Provincia de Imbabura, Ecuador,  el 4 de julio de 1949. 
Docente Principal de la Universidad Tecnológica Equinoccial. 
Miembro Vitalicio del Palacio del Poeta de Quito. 
Condecoración Equinoccial 2013. 
Presidente del Consejo Editorial de la Revista Ecuador Universitario. 
Articulista del Diario El Norte del Ecuador.

BIBLIOGRAFÍA

OBRAS LITERARIAS:
2004 RECUERDOS DE IMBABURA
2009 HISTORIAS OLVIDADAS
2009 HISTORIA DEL PASACALLE, relato publicado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Revista del Núcleo de Imbabura.
2013 RECUERDOS Y REFLEXIONES –RELATOS Y POEMAS-
2015 ALIMENTOS PARA EL ALMA –POEMAS Y NARRACIONES-

POESÍAS EDITADAS EN LA REVISTA ECUADOR UNIVERSITARIO
EcuadorUniversitario.com
2013 POEMA DE AMOR A ATUNTAQUI, del libro “Prospectiva del Cantón Antonio Ante”, en homenaje a las bodas de diamante del Cantón Antonio Ante.
2014 POEMA “TABLA BELLE”, en homenaje a Tababela.





POEMA EN CUATRO TIEMPOS

A mí recordada hija: Nathalí


Hoy siento por mi hija lo infinito del amor filial.
Es  tan grande el vacío que has dejado en mí
que no se puede medirlo.

He vuelto al camino del bien:
debo ser bueno.
Este es mi compromiso para tu regreso.

Sigo construyendo la casita de madera, ladrillo y teja,
para recibirte con el aroma del huerto,
volver a abrazarte y darte un beso que dure
por el tiempo de tu ausencia,
y quiero también entregarte un sol
y darte el calor que te daba tu madre cuando te tenía en su vientre.

He vuelto a tu jardín a regar las flores que tú cuidaste,
para que estén lozanas en tu regreso,
aunque tendrán que competir con tu belleza.

Quito, 1 de febrero de 2004




POEMA DE AMOR A ATUNTAQUI

Ciudad inclinada 
en las faldas del Taita Imbabura.
Rincón de amor de nuestros padres y abuelos.
Cómo  no evocar sus calles y casas multicolores
 y recordar a los tiempos de sembrío y de la cosecha,
la cocina de leña y la carne ahumada junto al fogón,
que tiene la historia de su fortaleza
y  de los  más grandes  guerreros: 
Cacha y su hija: Paccha,
luchadores por la heredad
de los imbayas y caranquis
cuyas almas están en las tolas
y en el aire de nuestra tierra natal,
en la tierra heroica de los años de guerra.
Tus hijos: se convirtieron en arrieros,
en halcones de la serranía.
Hemos logrado ahora:
la ciudad industrial,
de artistas y artesanos, 
cuna de los forjadores del futuro,
que ha inspirado nuestro amor al terruño
porque  añoramos volver a vivir en la casa de nuestros padres.

Atuntaqui, 14 de Febrero de 2013





PASACALLE ANTEÑO

Volvamos a ver nuestra fábrica
en las faldas del Taita Imbabura
para recordar los viejos tiempos
de nuestros padres obreros anteños.

Vamos por la hermosa campiña
a  la ruta de casitas rurales
para ver los grandiosos paisajes
de mi linda tierra natal anteña.

Vamos a caminar por los valles
disfrutando de los frutos del campo.
Vamos al monte, vamos mi amor,
con toda el alma quererte allá.

Quito, 4 de julio de 2013




LA CONCORDIA

Cantón de la provincia de 
Santo Domingo de los Tsáchilas.
Su nombre viene de paz y la fraternidad.
Pueblo noble y generoso,
con sus parroquias:
Monterrey, Plan Piloto y Las Villegas.
Fue poblado, recinto, parroquia y ahora cantón,
grande y progresista por su gente,
de naturaleza generosa y fértil.
Antes el banano ahora la palma africana 
como el motor de su economía
con 30. 000 hectáreas de cultivos,
Pueblo agrícola y ganadero,
de cacao, malanga, 
macadamia y maní.
Salomón Tufiño, 
buscando donde establecerse, 
llegó a este lugar y levantó su vivienda, 
llegaron otros “colonos”,
el 15 de septiembre de 1955 
crearon oficialmente el poblado, 
cuyos promotores fueron, entre otros: 
Luis Muñoz, Pastor Toscano, Roberto Stacio, 
Rosa Bolaños, José Saona y Salomón Tufiño.

La Concordia, 31 de mayo de 2013




EL MUNDO DE LOS VINOS

VINO CON AROMA DE MUJER
Si nuestro vino es,
en parte,
aroma,
tiene:
sensibilidad,
amor a la tierra,
es porque contiene 
aroma de mujer.
CATADOR DE VINOS
He soñado en este oficio:
caminar por lo viñedos, pero,
disfrutando el aroma de los vinos
de las riberas del río Duero.
Si en su fiesta buen vino no hubo
saboree los de Martín Berdugo
y haga realidad sus sueños
de los vinos ribereños.
UN SORBITO DE SABOR
Hagamos un sorbito de sabor,
juntitos, apegaditos,
brindando 
 vino rosado
que tiene alma,
de Martín Berdugo,
al fin, ¡vamos seguros!
BARRICA
En el tonel
el vino se añeja,
adquiere textura y aroma,
se oxigena y suaviza su sabor.
Esta es la magia del vino de barrica.

Quito, 12 de septiembre de 2013





LA FORTALEZA DE ATUNTAQUI

Fortaleza de armas de los Imbayas,
en las faldas del taita Imbabura,
plaza central: ciudad-fortaleza
con media cuadra de extensión 
manzanas damero: rectangulares,
dos terraplenes y escalas levadizas,
en cuyo entorno quedó su población 
que ocupaba casi toda la llanura,
en los tiempos de guerra.
Al igual que Cacha, 
poblado
de la dinastía 
Shyri Duchicela,
nuestra cultura Imbaya
se ha quedado en la parroquia 
del Cantón Antonio Ante que lleva su nombre.
Todos debemos ahora buscar la fortaleza de Atuntaqui
para encontrar nuestros orígenes en el País Imbaya.
En nuestra fortaleza de Atuntaqui combatieron:
Cacha y su hija Pacha, Hualcopo y Caranqui,
con Caciques  de Cayambi y Sarance
cuya resistencia inquebrantable
duró 17 años, sin rendirse.

Atuntaqui, 2 de marzo de 2014




PAÍS IMBAYA

Antiguo país de territorios ancestrales,
entre el Chiche-Guayllabamba
y el valle del Chota-Mira,
con dos grandes fortalezas:
la de Atuntaqui y la de Aloburo,
para defenderse de los invasores.
Su  comida tiene que ver con la familia unida,
porque todos colaboraban en las tareas diarias.
“jatunmamas y taitas, forman la paridad andina,
hombres y mujeres son un solo complemento”.
Allí están las raíces de nuestra nación:
su identidad, la interculturalidad.
Artesanos e increíbles diseñadores,
en sus telares diseñaban prendas de vestir.
País añorado por Cacha y soñado por su hija Pacha,
en defensa del cual vinieron de Liribamba
y combatieron junto a los Imbayas
para dejar su heredad a sus hijos,
quienes, en su homenaje, construyeron las tolas.
Pueblo de reciprocidad, solidaridad, equidad, cuidado del entorno,
del saludo, el encargo de la responsabilidad a sus líderes y el consenso.

Atuntaqui, 2 de marzo de 2014





PUEBLO CHAPÍ

Pueblo  antiguo y noble,
de trabajadores y artesanos,
a la orilla izquierda del Río Pisque,
en el sitio denominado Chimabí.
Su cacica natural: Luisa Tola.
Cultivaban tabaco, maíz, 
yuca, coca y algodón,
para el comercio.
Mantenían una gran feria
en donde obtenían vestidos,
armas, alimentos y servidumbres 
a cambio de la coca y el algodón.
Cazadores  de animales
en la Laguna de Puruhanta.
Sus viviendas, de forma circular,
terminadas en forma cónica,
cubiertas de paja, 
armazones de madera,
de un solo cuarto 
con el fogón en el centro.
Hoy, con huertos de jardines,
para la alegría de sus hijos y nietos 
que viven casas multicolores 
de madera, teja y ladrillo, 
siembran toda clase de frutas,
para el autoconsumo y la exportación.

Pimampiro, 2 de marzo de 2014




PUEBLO SARANCE

Pueblo antiguo,
de  Otavalo:
Valle del amanecer.
El padre Juan de Salas, 
de la Orden de la Merced, 
quien en una carta al Maestro General 
de la Orden en Barcelona-España, nos dice: 
“…he pasado por el pueblo que los naturales le llaman Sarance 
que en su lengua antigua parece que quieren decir pueblo de luces 
o de mucho sol por lo hermoso de su contorno”.
Su «chicha yamor»: obtenida de la fermentación 
de siete variedades de maíz: 
amarillo, blanco, negro, 
chulpi, canguil, morocho y la jora, 
luego de un proceso de secado, molido y hervido. 
En el hervido intervienen algunas plantas aromáticas de la zona.
Las fiestas del Yamor  representa la cultura de Otavalo
desde inicios de los años cincuenta, 
como una iniciativa local de jóvenes
por el rencuentro de familias, amistades,
y de la comunidad otavaleña. 
Su dimensión amplia,
profunda y compleja, 
interétnica e intercultural,
base para que con el tiempo crezca
como una expresión de la identidad local,
con proyección internacional, de mucho valor y significación.

Otavalo, 2 de marzo de 2014




A CACHA, EL MÁS GRANDE DE LOS GUERREROS

Aquí, se siente el Alma de Cacha,
del mejor guerrero que llegó al País Imbaya,
quien entregó su vida por la heredad de los imbayas, 
los invasores incas permitieron que se le rinda honores,
cuando combatiendo murió  junto a la fortaleza de Atuntaqui.
En la defensa de nuestra heredad el más grande guerrero es Cacha,
de la dinastía Duchicela de Liribamba,
padre de Pacha, la madre de Atahualpa.
Respetado en la paz y en la guerra.
Combatió, junto a los imbayas 
en nuestra histórica  fortaleza,
de las faldas del Taita Imbabura,
en donde se extiende la planicie
equidistante entre las tres tolas
entre Atuntaqui y Andrade Marín,
Cacha, es el último de los guerreros,
que llegó a la fortaleza de Atuntaqui, 
a entregar su vida por el País Imbaya.
Nuestra ciudad se levanta sobre la fortaleza,
es una zona urbanizada, pero,
bajo sus calles y alcantarillas
está el alma del Rey Cacha,
un gigante: en la vida y en la muerte.

Andrade Marín, 3 de marzo de 2014






CAROLINA QUINTERO [16.990]

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Carolina Quintero

Costa Rica, 1989.  Formó parte desde el 2006 del taller literario Netzahualcóyolt.  Algunos de sus poemas aparecen en el suplemento La MalaCrianza del Semanario de la Universidad de Costa Rica. Publica su primer libro Pequeña muerte en el Ártico (editorial Perro Azul, 2010) como parte del proyecto Poeta Joven. Participa  en el 2011 en el VIII Encuentro Internacional de Escritores de Costa Rica. Ha participado en los últimos años en el Festival Internacional de Poesía de Costa Rica. Algunos de sus poemas han sido traducidos al italiano.  Es egresada de la carrera de medicina de la UCR. Ejerce como médico en su país.



Estos son los 5 hombres de mi mano/
animales de movimientos rápidos lentos/
húmedos de mi sexo.


Los sonidos de mi noche son murmullos de tu dios

Danza de las cuatro estaciones

I

Hacés malabares con mis días,
bajo la mesa construyo castillos
con barajas que no quisieron leerme.

Ignoraba tu devoción por los finales.
Hace tanto me sujeté de tu ropa,
quedó tu piel entre mis brazos.

Si deshojé el amor fue para cautivarte.
Hoy sólo recorrés las líneas de mis manos.

A pesar de los gritos del mundo,
edifiqué un templo en tu nombre.


II

Ignorás las blasfemias que lanzaste al crepúsculo.
Me deslizo en las rendijas de un bostezo,
cansada de que no recordés nada.

Sólo una vez sentí cada fibra de mi cuerpo
explotar en latidos,
vos que observabás mi rostro contraerse:
sabés ahora la forma del deseo.


III

Por esta danza no pude esconderme,
destruir las montañas de nieve
que ocultan la otra parte de la muerte.

Arrasté el infortunio entre mis piernas,
fui mordaza en tu boca;
un corazón que nadie descubrió en el pecho.

Las pirámides que honraban mi pureza
esconden la noche.
Mis manos se desgranan.

Nada queda bajo los puentes,
ningún secreto en las columnas.


IV

Es inútil ser otro habitante de la noche.
De nada me sirve naufragar desnuda
y a tientas por la calle.
Fierecilla que no logra cazar en las tinieblas.

Es inservible disfrazarme de otra,
me encontrás siempre en tus lugares.
Escribo direcciones sobre tu cuerpo
para que no me perdás.




I

“Porque es preciso que no estemos tan solos”
Julio Cortázar

En la ciudad de Osorno
reconocí tu olor en mi ropa.
Nunca terminaste de huir.

          ¿Qué puedo decir de la esperanza?

Hoy descubro olores sin dueño. 
Digo de la vida lo que vos decís de la muerte.

Aseguré tantas veces que me mataría 
                                                  ya nadie me cree. 



II

“Creo que sospecharás esto que ocurre,
como yo te presiento a la distancia en tu ciudad”
Julio Cortázar

En la ciudad de Osorno
cuentan que el mismo hombre me viola.
Él sólo se acuesta conmigo 
para arrancarme la pena. 

Busco la esquina donde hice el amor 
bajo un techo enorme.
Hace años este fue mi lugar;
hoy no sé donde estoy. 

Encerrada en este cuero de animal
resistí tantas veces acertar tu nombre.

Sólo tengo la certeza
                    de que la muerte viene en algún barco.


III

“Arráncame esta cara de infame.
Oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.”
Julio Cortázar

No creo que me faltés en la cama, 
juro que nunca estuviste.

Después de todo el tiempo del mundo,
mi único cambio es el cabello corto. 
Lo demás permanece constante;
                                        no sé en donde soy la misma.

¿en qué palabra quedé tartamudeando?
(el horror se lleva por dentro).

Evito que te me incrustés
Aunque lo hagás 
(creer que soy tierra          y vos mi único dueño).

Todo lo que he pensado se oculta.
Dejo de ser;
me predico absoluta cuando no estás.

A las puertas de esta ciudad
grito tu nombre.



En cuatro partes

I

Las cerámicas se revientan. Hoy se llevan mi cuarto por la ventana, con tus fotos de hace un par de décadas y este espacio en que mi cuerpo estuvo solo.

Nunca he tenido sexo en mi cama; ella lo resiente y vos también.


II

Ayer se hizo un tornado que duró unos segundos. Las ramas se movían furiosas. Todo desaparecía y empecé a llorar.

Los tornados son hermosos. Yo estoy desnuda.


III

A nadie le preocupa la desnudez, ni esos claroscuros que se observan durante la noche. Siempre quedo dormida mirando las cosas; esperando su movimiento.

Mi cuerpo se deshace, ya no me juntás y el piso tiene grietas.


IV

Vos has esperado días como señales, que muestren hacia donde hay un lugar con menos tráfico. Yo he sentido estos días como una advertencia hacia el desastre; como una señal que indica ALTO y no me detengo.




Cuando tu sexo me haya dado todo cuanto podía,

despertaré luego de vos, en otro sitio.



I

Al otro lado de la puerta
alguien muere
y ya no somos unos niños.
Yo escucho la voz
de hijos que no tuvimos
(Desnuda,
intenté escapar de la casa
muchas veces
y caminar hacia mis muertos).


II

Ahora,
encierro tu cuello entre mis manos
y no sentís
(todo es perfecto).
Permanezco luego quieta sobre la cama
durante horas
y es así como imagino la muerte.


III

De mañana
no nos quedará ningún nombre.
Sólo el silencio de las aves
cuando vuelan tristes
y su manera de estrellarse
contra mis ojos abiertos.





“Sólo que hubo lágrimas”
Arundathi Roy


Cierro los párpados
y hay una película
de cuando vos te moriste
y se acabaron
todos los cuentos y fábulas;
yo siento el peso inimaginable
de las cosas,
mi piel se desprende de los músculos
y quedo envejecida.

Me encuentro en los trozos de alguien
que muere cada noche.
A veces todo es tan triste
como sus uñas negras y duras.

Quito las hojas de los árboles
luego sus ramas,
sólo queda el tronco
y las raíces que arden:
entonces el humo sube
y nos entra en los ojos.

Hoy estoy al otro lado de tu boca,
del lado que no besa ni habla;
del mismo lado
en que están los ojos
cuando no ven
ni giran vertiginosamente
en medio de la noche.

El tiempo deja de caer
y se derrama la arena
de todos los relojes antiguos
y el agua de las lágrimas
y de los sexos
(de los que bebimos
hasta dejarlos secos).

Ya no hay ruido de trenes,
tampoco hay luces
en el cielo oscurecido.
A veces ya no hay nada;
sólo un ojo
del tamaño de todos los ojos,
que para mantenerse abiertos
desgarraron sus párpados
y aún tienen sangre.
Aunque la sangre no existe
y vos dirías que no es cierto
que lo vería a la mañana siguiente;
y yo diría
que la mañana siguiente
es una bolsa de insectos
o de sus alas
que se lanzan contra el auto.

Cerramos las ventanas
y la lluvia cae
como un paredón de cemento.
Entonces dibujamos en los vidrios
cosas atroces
para que nadie nos siga.
Todo lo que escribimos se quiebra
y acaba en un cajón lleno de muerte.

Aunque la muerte no existe;
sólo cosas que se le parecen
y se acaban,
como lo profundo a lo que llegas
cuando entrás a mi cuerpo
buscando llegar a otro sitio
(un lugar que está siempre demasiado lejos)
y demasiado lejos es un sitio
al que no sabés llegar.





  










MIGUEL ÁNGEL OXLAJ CÚMEZ [16.991]

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Miguel Ángel Oxlaj Cúmez

Escritor maya kaqchikel, originario de San Juan Comalapa Chimaltenango, Guatemala.
Es consultor de comunicación social, egresado de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala. En 2009 ganó el primer lugar del Premio de Literaturas Indígenas B'atz' con el cuento "La Misión del Sarima'". Escribe por la necedad de no quedarse callado, aún sabiendo que callar es de sabios, pero que también, en algunos casos, es indecente. Escribe prosa y poesía.





Pabu y fuego

Gracias Armadillo.
Nos recordaron que encontrarnos no está tan distante.

Me froté las manos,
me froté el cabello
me froté los brazos
Me froté el corazón
Hasta que me volví energía
hasta que me convertí en luz, en esencia
Y me extraje de mí
Y cuando salí
Y cuando estuve fuera de mi prisión
Volé con el viento
Y me llamé libertad
Y entonces desaparecí
Me mezclé con el cosmos
Me convertí en espacio
Y volví a mi estado inicial
Energía, luz, esencia, espacio, libertad
y fue cuando te encontré
Percibí tu presencia en medio de la nada
Sentí tu aliento desde la otra orilla
Descubrí tu forma sin forma en mi forma
Y supe que no éramos dos
Sino uno, ninguno, todo y nada a la vez
Como desde el principio fue...

Texto de Miguel Angel Oxlaj Cúmez en II Festival Internacional "Ruk'u'x" Arte de Pueblos Originarios

















VICTORIA MENDOZA [16.992] Poeta de Panamá

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Victoria Mendoza

Panamá, 1987.   Actriz, Poeta e Instructora de Teatro.  Pertenece al Grupo de Teatro Rayuela de Panamá desde el 2008. Licenciada en Arte Dramatico.   Ganadora del concurso “Torres de Alba-Ars Amandi” para poetas noveles en el marco del Festival Internacional de Poesía Ars Amandi Panamá, con el poema “Miro desde un espejo”.   Ganadora del concurso “Gustavo Batista Cedeño 2013 por su poemario “Biografía del Daño”. Asistió al IX Encuentro Centroamericano de Actrices y Actores en el 2014 con el taller Internacional “Memoria y olvido en la Acción Dramática” dictado por los maestros Arístides Vargas y Charo Francės, Organizado por el Proyecto Lagartija Centroamérica en El Salvador.





POEMAS



1959
                                             A  Mariana

I

Mírame ingenua, no me temas.
No podré amar nada que sea perfecto,
nada que lleve como símbolo una bandera blanca y una cruz en la frente.
Tomaré vacaciones, dice Dolores.
En la casa de Matías todos comemos del fruto de su abuelo.
Comeremos pastel y dormiremos a la hora que decida Matías porque es su casa.

Le temo a las agujas- Madre Vuelve- , no orinaré a Carmen.
Le diré al número    10     que regrese a su casa de cartón.
Te lo prometo, Madre, no me sueltes la mano;
empácame el traje rosa con el que despedí a mi hermano.
Cuando se fue a volar con pájaros claros.


II

He vuelto a mi hogar. Todos mis hermanos se aletargan.
Un viejo carga un televisor. Esta es su esposa y estos electrodos son sus hijos.
Hay puntos negros que se achican y se agrandan en esta habitación soleada.
Las Pastillas son fuertes.
Casi no te oigo madre, no me cubres, no me alimentas.


III

Rafael me acompaña ahora. Me ha construido una casa de tablones.
Mis árboles se han muerto desde la infancia
y la tierra es áspera como tu rostro que se aflige de lejos.
Te bañas afuera para no incomodarnos. Crees que no te veo.
Se me está secando la boca. Estoy temblando,
dame de los frutos que se desintegran en mi boca.
Me has traído dos niños,
no les conozco, hablan en lenguas  y se esconden entre  mares de brazos.

Madre, Rafael no despierta.
Los dos niños desaparecieron  y estoy sola.
Es la primera vez en cincuenta y dos años que estoy sola.
Le estoy dando de comer y no come. Se ha orinado en la cama.
Nunca supe cuidar niños.
Este será mi primer hijo, pequeñas moscas verdes ya le decoran el cuerpo
y tiene un olor a vela derramada y a pasto profundo.






2007
                                 
A Bobby, Chocle, Aureliano, Dante, Maga, Greco.
                                      (Más que cosas)

Se ha muerto un humano con cuatro piernas.
Sus ojos de dios escondido en alguna cueva lejana.
Su sombra era la sombra de un hilo con cuatro horquillas.
Tu aliento entre álbumes descascarillados

Has dejado tu forma en el suelo.
Recuerdo cuando llegaste como animal y las refrigeradoras saltaron a electrocutarte,
porque siempre fuiste agua amarrada a un estanque.

Detrás de ti todas las fieras de los montes próximos.
En esta casa hemos hecho un voto de silencio por tu partida.


¿Volveremos a escuchar tu voz?





2006
                                         
“Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro,”
                              Antonio Gamoneda

Llegaste bajo la lluvia de octubre con un paraguas negro y el brazo morado.
No pregunté nada sobre tu brazo,
no quise oír de tu boca una mentira diáfana.
Te abrí la puerta con cerrojo y entraste porque eras tan pequeño que cabías en cualquier parte.
Te temí inmediatamente por haberte sentado en mi vientre,
me desplumaste de adentro hacia afuera con la minucia del egoísmo en tus manos.

Ahora te baña la más anciana de la casa, te cubre de azafranes y hierba buena.
Caminas a tientas en este cuarto oscuro que soy yo,
no me pidas que te cuente sobre explosiones y soledades.
Si pudiera hablarte, diría que eres la guarida de algún animal miedoso, débil.
Y me pides pan y avena,
y no me sé la canción que te gusta,
pero te cantaría la canción de los elefantes ahorcados con mil cuerdas que les nace de la boca.
Siempre dormido en ochocientas palabras sin verbo.
Así, todo y nada,
porque tengo un naranjo aprisionado en el pecho y mis costillas son sus ramas afiladas.






1963

Respiras y soy yo la que miente.
Soy yo la que no quiere salir de este hueco
porque es delicioso y despiadado.
Las bestias a nuestro alrededor nos atacan,
nos amurallan la casa en los alrededores.

Sueño con perros negros y hocicos partidos,
y hay sangre que no existe y perros que no existen,
y me gusta mi hogar aunque nadie diga que sea mío.

Existo y mis hijos están contentos entre jardines de papayas y buenas tardes.
El mayor nació ahorcado,
salió como una violeta negra a punto de morir.
Lo amaba, pero él no me pertenece, lo he enviado donde su padre en el país de los olvidados.
Odio cuando me habla de aquellos seres,
pero su olor a ahorcado todavía lo guardo en mi vientre que está podrido.

Lo amo más que a la otra, que es ingenua y es capaz de perderse persiguiendo
cualquier cosa que vuele, ya se lo he dicho y ella se silencia en su orgullo de 7 años.
No le importa, prefiere estar sola frente a nuestra puerta roja que se desgasta con sus
uñas. Nació de árboles cortados, ¿entienden?, ella nació vieja.

Tomo café para olvidar su pérdida, siempre en la taza amarilla, seis de la mañana.
Cuando ella va a la escuela con su anciano padre
yo me rompo en infinitas cosas innecesarias porque no soy necesaria y tú lo sabes.
Lo sabe también mi madre, el perro, las vecinas;
todos lo saben, y aún hay aguas inconfundibles como su pecho que ya no se abre para mí.

El niño ahorcado nunca me perteneció, va y viene cuando quiere, pero ya no lo quiero.
Los últimos días mira a su hermana como un fantasma y la asusta.
Le ha clavado un lápiz en el pecho para separarla entre animal y fantasma.
Él no llora, ella tampoco.
Me dicen que están bien.
Pero la niña tiene la punta del lápiz clavada en el pecho.
Y yo lloro, me asusto y todas las noches me acalambro,
pequeños tigres me sostienen los dedos con sus garras.

El hombre no ha vuelto, ya tiene hormigas caminándole en las piernas
y la mujer cada día tiene el pecho más abierto por la punta de un lápiz.






ANA HIDALGO [16.993]

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(Imagen: Eme de Armario)



Ana Hidalgo 

Nació en Almuñécar (Granada) en 1986. 


Es licenciada en filología hispánica y, actualmente, becaria de investigación en el Departamento de Lingüística General y Teoría de la Literatura de la Universidad de Granada. 

Hallar una hendidura, su primer libro de poemas, fue publicado en 2011 por la editorial Point des Lunettes. Actualmente trabaja en la elaboración de una tesis doctoral sobre Simone Weil, Clarice Lispector y Chantal Maillard.






Quise que metieras tus dedos en mi boca 

Quise que metieras tus dedos en mi boca para que demoraras mis encías, para que recompusieras la carne blanda, para sentir el placer de la presión y la invasión, el placer de lo ajeno, pues sólo en lo ajeno hay placer y conocimiento, las traiciones.
Pero también quise que metieras tus dedos en mi boca para poder, desde esa demora de las encías y ese placer de lo ajeno, descubrir el advenimiento de la palabra, el impulso de la palabra, el origen y el trayecto del verbo. Porque hablar no es una separación y quise que metieras tus dedos en mi boca para materializar todas las palabras que yo pronunciaba como si fueran una piedad del pensamiento, para materializar las plegarias y los nombres de los animales amados, para materializar la materia y no esconderme nunca más del olor y el peso, esa forma que yo tenía de dormir encogida intentando aislarme de la superficie sobre la que dormía.
Entonces metiste tus dedos en mi boca y yo metí mis dedos en la tuya, tuvimos la transparencia y la simultaneidad de las plantas, su crecimiento violento, su germinación. La palabra no era un ensimismamiento sino una prolongación de mi cuerpo, una sucesión de mi boca: la posición de la lengua, la tensión del paladar, la apertura de los labios. Todo lo que íbamos a responder lo responderíamos desde la contigüidad y el sabor, hablar no es una separación como no lo es la existencia.





Porque no sabíamos ser préstamo

Porque no sabíamos ser préstamo ni sabíamos durar, comerciábamos, de materia a materia, de alimento a alimento, sin préstamo, sólo aparentes, instrumentos, cedidos, sólo la única forma de ser buenos, solo la única forma de referirse físicamente a la bondad, porque no sabíamos ser préstamo ni sabíamos durar, en la premura de lo tomado y la piedad del vendedor, donde yo sostenía el objeto, donde yo lo consentía, lo alzaba, donde yo era la intrusa, el olvido, y sólo la propiedad y el precio, lo atenuado, la bondad. Comerciábamos con objetos, nos sentíamos próximos a la madera y comerciábamos con madera, también estábamos vinculados a los alimentos y comerciábamos con ellos, cedidos y materiales, aparentes, propicios, porque no sabíamos ser préstamo ni sabíamos durar, en la caducidad del alimento y el envés de la madera, sólo aceptábamos el comercio de objeto a objeto, de premura a premura, donde la bondad y lo hostil, donde lo insustituible, en la resolución de la mitad y el arrepentimiento de la mitad, sólo aceptaba que el comercio fuera un intercambio de materia, un intercambio de impureza, desigualdad, apariencia. Si hallábamos peces comerciábamos con peces, próximos a un pez, vinculados al alimento, sólo aparentes, cedidos, olvidados, sólo la única forma de ser buenos, la única forma de referirse físicamente a la bondad, en la brevedad del arrepentimiento y la compensación de lo inmediato, en el desconocimiento de una desigualdad inesperada, donde los peces iguales y muertos tuvieran la impureza de nuestros dedos en sus cuerpos, ya que no sabíamos ser préstamos ni duraderos, las manos alzadas de alimentos a alimento, de premura a premura, sólo caducos, efectuados, bondadosos, comerciábamos y anulábamos.




Como contagio

Como contagio, como calma, la forma era forma hacia abajo, la forma era el peso de la forma, como alojamiento, como calma, como la capacidad de creer y de repente sentir dolor, la forma era la forma presionando la superficie sobre la que se extendía, la forma era la forma vertical y antepenúltima transmitiéndose en la superficie, la yuxtaposición del organismo, la calma, la enfermedad. A veces la ciencia médica y nuestros dos sexos, a veces lo sagrado, el olor, como observarte quieto y las sangres nivelándose, como participación, como calma, tu quietud y tu peso presionando la superficie sobre la que estabas quieto, tú siendo hacia abajo como alojamiento, como consecuencia, las sangres nivelándose, el inicio de la enfermedad, nuestra quietud, la forma. Porque no era sólo el ruego que cada dolor extendía, como la ciencia, como lo inmediato, como la postura que nuestros cuerpos adoptaban para estar sentados o nacidos, hacia abajo, la tensión vertical y antepenúltima de la quietud, lo que no podíamos comprender de la superficie, nuestros dos sexos, la súplica, los sedimentos, como calma, como contagio, como el rechazo al intento por no comprender.





La madre de César Vallejo

Mi madre no era la afirmación de la existencia. Ella había percibido la belleza y el principio, ese suelo lleno de arena y esas manos que tocaban la arena del suelo, esa ropa manchada que su hija tenía que ofrecerle, pero mi madre no era la afirmación de la existencia, porque ella nunca había esperado una sincronización, nunca había esperado la liturgia del lugar, aunque durante un tiempo sí creyera en un pan que tocaba las manos y los labios. Pero a pesar de ese pan que quizá podía tocar las manos y los labios, mi madre no era la afirmación de la existencia, no era la creencia ni la liturgia del lugar, sino una mujer que inclinaba su cuerpo y levantaba su cuerpo, el sufrimiento y la visión, un fragmento del amor y el trabajo. Porque mi madre no era la afirmación de la existencia, sino que mi madre sufría, y ese sufrimiento me obligaba a las personas, me obligaba a conocer el nombre de las personas, a ser desnuda y mediada, la especificidad de la muerte, el tacto del desplazamiento, la descomposición de la sintaxis. Descompuse la sintaxis porque mi madre no era la afirmación de la existencia, no era mi destino, pero había un pan que tocaba las manos y los labios, un pan que comimos mi madre y yo, y entonces yo podía descomponer la sintaxis, amar la caída, ser la insignificancia. Mi madre era una vida.





PARA QUE ALGO SUCEDIERA

Para que algo sucediera tenía que suceder dos veces, tenía que suceder doblemente, los sentidos como réplica y obsesión, la vida como simetría del cuerpo, la sexualidad como semejanza, para que algo sucediera tenía que suceder dos veces, tenía que suceder doblemente, la simetría del cuerpo, la representación. Tu concepción sería efectiva únicamente cuando te concibiera dos veces, tu concepción sería efectiva únicamente en la bifurcación de los actos, mirar con un hijo tu imperativo, mirar con el otro hijo mi rostro, la realidad de mi hijo y mi acto quedaría demostrada por la existencia del otro hijo, por la imitación y la demora del acto. La descendencia fue posible a través de la simetría del cuerpo, el nacimiento fue posible a través de la simetría del cuerpo, la fertilidad de la equivalencia, la fertilidad de la obsesión, dos piernas, dos pechos, dos brazos, dos pulmones, el pensamiento fue posible a través del supuesto de un doble, a través de la implicatura de un doble y la descendencia, dos pulmones y la representación. Un brazo justificó la existencia del otro brazo, un pulmón confirmó la realidad del otro pulmón, un hijo vio al otro hijo, un hijo nació del otro hijo, para que algo sucediera tenía que suceder dos veces, tenía que suceder doblemente, el regreso y la memoria, la estructura doble y obsesiva de la memoria, el miedo sagrado a la mutilación.





SUPE QUE PODÍA EXISTIR EL DOLOR


Supe que podía existir el dolor y construí mi contorno. He trabajado para crear testimonio, para separar las generaciones, para la mentira. Supe que podía existir el dolor y construí mi contorno, supe que podías existir y que mi unidad sería necesaria para ello, sería necesaria para tu existencia, todos los nombres de los enemigos serían necesarios, la tasación del deseo, la cifra en las manos. Durante años he trabajado para la suficiencia de mi visión, para la invocación de todo lo que pudiera delatarme, el recorrido mínimo, la mentira. Supe que podías existir y si existías podía existir el dolor, podía existir la herida, el extrañamiento. Mi contorno era necesario, los nombres de los enemigos eran necesarios, era necesario para que tú pudieras existir, para que tú pudieras tocarme y herirme, y yo supe que tú podías existir, supe que podía existir el dolor y construí mi contorno, me construí. En la disolución, en el acto reflejo, tú no podías existir, y yo quería tu existencia, quería tu contacto, el dolor, el extrañamiento. Separé las generaciones y fui la mentira para que tú pudieras tocarme, para sentirte. He trabajado en el testimonio de la visión, el testimonio de la preferencia, para que tú lo desmoronaras, pronuncié los nombres de todos los enemigos para que tú me estremecieras. Supe que podía existir el dolor, supe que podías existir y propicié mi asombro, propicié el extrañamiento, el dolor y el desplazamiento del dolor, construí mi contorno.


(De Hallar una hendidura,  Point de Lunettes, 2011)



DÉBORAH WIZEL [16.994]

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DÉBORAH WIZEL

DÉBORAH YAEL WIZEL DAVID. Panamá
Escribir cuentos y poesía a partir de los 8 años. Segunda mención de honor en el Concurso Maga de cuento breve 1996 con el cuento La Armadura.  Tercer lugar en el Concurso Municipal León A. Soto, 2013 con Instantáneas de Dolor. Algunos de sus cuentos y poemas han sido publicados en antologías. En estos momentos escribe sus memorias (los primeros 50 años) y una novela.

Ha publicado el poemario Instantáneas de dolor, 2015. 


“El tiempo corre
Como los vagones
Que se siguen llenando”

Déborah Wizel




DIME

“Afuera no hay canto de pájaros
y adentro un silencio sofocante se cierne sobre todos”
Ana Frank

Bergen Belsen (1945)



I

Annelies Marie
tu juventud se esparció en la tinta de tus diarios

La liberación llegó tarde
la fiebre tifoidea  te venció faltando un mes

Dime…
si no hubieses muerto
¿sabría quién eres?



II

Tantos diarios que no fueron escritos

Tantos adolescentes
-como tú-
que de la noche a la mañana enfrentaron su fatalidad

Dime Ana…
si hubiesen vivido
¿los conocería?



III

¿Cuántos desaparecieron?
¿Cuántos diarios se dejaron de escribir?

Y yo…
que rompí mis diarios
quemé las hojas
boté todo
borré mi historia

Dime Ana…
¿Cuándo yo muera
alguien me recordará?

(Del Libro: Instantáneas de Dolor,  2015)




Último

Por veinte noviembres
la esquina del ropero
telarañas reprimidas

La esperanza se arrugó colgada de la percha

La foto en el bolsillo perdió color

Eterna distancia
insondable espera

El último noviembre

Desparecí fronteras
vestí deseo
peiné ansias
calcé lujuria
y salí a tu encuentro




Panamá II

En encuentros furtivos
y pactos de amigotes
se negocia mi cuerpo

Les molesta mi delgadez
me quieren grande
                  rellena
me quieren gorda
más carne para traficar
                  más…
                                    más…

Políti-xenetas avaros
terratenientes
abusan el cuerpo

Roban al mar su espacio
para engordarme y venderme
Cortan mis raíces
Destruyen mis manglares
Secan mis ríos

En bandeja de plata
servida a extranjeros
la carne cansada
la carne violada

Olvidan mi pasado
borran mi historia
me regalan por partes
y mis hijos sin escuela

Me quieren puta
en toda mi extensión
y mis hijos sin tierra
sin techo
sin agua

Me venden al mejor postor
y mis hijos hambrientos
mis hijos enfermos
mis hijos muriendo









LUIS CALVO RODRÍGUEZ [16.995]

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LUIS CALVO RODRÍGUEZ

Nació en David, Chiriquí, Panamá (1981) Abogado especialista en Derecho Penal, padre de Joao, 
latinoamericano, amante del fútbol, radical, provocador que escribe y combate panfletos.




DE LA CUNA A LA TUMBA

Miedo a sacar la cabeza por la ventana
a llorar valientemente
a sonreír con toda la fuerza de los pulmones
a las balas y las serpientes
miedo a los ruidos que acechan en la noche
y al prójimo que lo origina
a la cárcel infernal
o a los purgatorios hospitales
miedo a que la verdad
te empuje al ostracismo
a los perros ajenos
a los burócratas cara dura
a los disciplinados gendarmes
miedo al noticiero estelar
y su permanente música alarmante
al aumento de la canasta básica
o al de cualquier cosa
al cambio o al status quo
a los ríos y al fuego
a los vivos y a los muertos
miedo, mucho miedo
desde la cuna a la tumba
como para caminar siempre de puntillas.




(autorretrato)

Mírate, tirado en la puerta 
desprovisto de seguridades 
al filo de la soga y las cenizas 
en carrera frenética 
en calle sin salida ni retornos 
pobre de abrazos y futuro 
la parte derecha de tu rostro 
es como un piano en despedida. 
Mírate, dando vueltas en el balcón 
dos curiosos esperan que caigas 
y que en un impacto de polvo 
des silencio a tu pulso bullicioso 
o en la mesa de tu cuartucho 
la frente clavada, palabras secas 
piececitas de rompecabezas 
repetidas con torpe entusiasmo 
¡despierta!, la sangre que quieres 
está en la calle que miras absorto
no en el papel que hieren
tus trazos siempre crudos.
Mírate, mientras dibujas un adiós
sobre un panfleto que quiso
arder en esta madrugada que espera
una guitarra rugosa, un machete rítmico
un canto que quiso ser y será.
Mírate, donde nadie te ha podido ver
recostado en las ruinas de tu raíz
revolviendo la tierra sin placer
tomando las letras, mutilándolas,
cerrando el acertijo de los versos
la normalidad abre sus puertas.




HUMANOS 

Suma de letras 
constelación de espejismos
cerebro hinchado de hadas
ego perdido en la arena

ni antes ni ahora
el río nació ayer
el todo se expande

aunque sus ojos se pierdan
en aquella nariz pulverizable

el todo se expande
nos ignora,
desprecia,
aunque ella tribute a la cenizas

el sol roe su piel de minutero
mientras se complace,
pavo real,
narciso penitente, iluso

toda la sangre humana
de todas las órbitas ancestrales
cabe bajo las uñas del tiempo
ni metáforas,
ni retratos aburguesados

el tiempo se expande y nos olvida.




ADELA 

Un café humeante y mestizo
unos sobrecitos de azúcar
rotos y vacíos
un merengue en la radio
mi libreta de borradores
donde renaces con más frecuencia
el sol que nace
el sol que muere
la luna entera
la luna cuarteada
cielo dominio de estrellas
el mar y sus cantos
Boquete y sus imágenes deseadas
un autobús y sus asientos ajustados
un abogado en el último puesto
un tipo que habla muy alto
cantando a todos sus gestas mercantiles
un bolígrafo gastado y mordido
mis libros favoritos y fieles
un Kia blanco y cascarrabias
cabello libre, piel, sabor
cerveza para nacionales
cerveza de exportación
fritos, patacones
pescados, mariscos
¿no son lo mismo?
un error en el menú
el campo, la ruta al campo
una terminal de buses con acento
tu istmo, mi isla
nuestra patria
un globo con relieves
una sonrisa bella
portadora de alegrías
Milton Friedman
cuidado con la palabras
no es lo que parece
Lenin, Bosh
nuestros dedos entrecruzados
una playa solitaria
una playa habitada por dos
una playa de cicatriz huracanada
una playa para reconstruir sensaciones
calor, historia, monocolor
la Zona, Casco Viejo
the Canal Zone
frío, refugio en ti, verde y azul
La Vega y nuestro primer mapa
día a día, sin etiquetas
¿lo ideal? Existe lo que existe
cada nacimiento es
promesa y muerte
imágenes y olvido
sábanas revueltas y tibias
las nuestras
o las mías o las tuyas
abanico pendular, frenético
apagón, maldiciones
a la compañía de luz
borrachos que olvidan la ruta de la puerta querida
borrachos que insisten
en brindar sin alcohol
escaleras y bicicletas
calles estrechas
motoristas solitarios
soledad dudosa
dudas razonables
razón derrotada y obsesiva
duermo invitándote a mis sueños
cada minuto se hacen y deshacen
los elementos sin nombre ni forma.













INAWILIPE DIWIGDI [16.996] Poeta de Panamá

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INAWILIPE DIWIGDI

INAWILIPE DIWIGDI (Aresio Valiente López).  Nació en Uggubseni, una de las islas del territorio autónomo de Gunayala. Abogado, músico, dancista guna, poeta y profesor de Derecho en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá y en otras universidades. Asesor de las Organizaciones y Congresos Generales Indígenas de Panamá. Ha sido Presidente de la Unión Nacional de Abogados de Panamá, Presidente de la Comisión de Propiedad Intelectual del Colegio Nacional de Abogados, miembro fundador de la Alianza Ciudadana Pro Justicia y ha participado en la redacción de las leyes indiígenas, ambientales y de Derechos Humanos. Director Ejecutivo del Centro de Asistencia Legal Popular. Asesor del Congreso General Guna.


Declaración poética

Camino con los espíritus de mis antepasados danzando en la pradera con mis hermanos ríos, árboles y animales, soñando navegando en el mar territorial de Gunayala.




DESDE LA HAMACA GUNA

Ensueños de la vida canta con el amanecer de la luna…
Sus dos luceros brillaron con su luz propia hacia el infinito…
Tantas estrellas en el firmamento fueron nuestros testigos…
Entre sueños y esperanzas se dibujó en la arena su cuerpo.

Flores de las montañas danzaron lentamente…
Alborada del nuevo espíritu cantó entre las praderas…
Nuestras miradas contemplaron la belleza de las montañas..
Iluminó con la luna llena las olas del mar…
Amor recorrió con el nuevo amanecer.

Ante su mirada angelical las olas susurraron sus voces…
Recorriendo lentamente en la arena de la playa…
Entre la brisa del mar llegó la aurora…
Sus ojos se abrían y cerraban lentamente…
Irradiaron las montañas en la madrugada…
Omnipotente es su ser.

En el alba se oyen las coplas del masardule, cantor fúnebre…
Guiando al nuevo ser hacia la morada de la vida...
Recorrerá montañas y ríos para saciar los amores de los dos espíritus...
Mientras en la hamaca guna escribo los versos de la vida…
La luna llena fue el testigo de nuestro primer ósculo…
Las olas del mar acariciaron nuestros espíritus.






NUEVO CAMINO

Comienzo a caminar hacia la morada…
La pradera me llevará al infinito,
Solo quedará la sombra de mis pasos…
Nadaré en los ríos de mis antepasados,
Contemplaré la belleza del espíritu…
Entonaré mis ganguis, las flautas de bambú, a la naturaleza,
Mi cayuco de balsa me llevará a descansar…
Escucharé las melodías de los pájaros,
Suspiraré el olor de la hierba buena…
Saciaré mi sed con el aroma del cacao,
Dejaré la sonrisa  plasmada en la vida…
Cantaré junto a los espíritus,
Dejo en el jardín las flores bellas…
Embellecen mi corazón,
Mi hamaca guna envolverá mis ilusiones…





AROMA DE CACAO

Llega a la ventana la frescura de su aroma,
Su silueta ha quedado plasmada en la arena,
Los latidos de su corazón han vibrado en el espíritu.
La penuria de los pasos sigue buscando el horizonte,
Gotas han de brotar en el jardín del corazón,
El agua cristalina del río ha de acariciar su último suspiro.
Las melodías del gemido acarició la vida,
El verdor de la llanura emitió sus lindas melodías,
Hacia el levante se dibujó su beldad.
Descansó en la hamaca con su sonrisa angelical,
Danza con el ritmo de la flauta de bambú y de la maraca,
Germinaron nuevas estrellas en el firmamento.
Los colores de la naturaleza colorearon su belleza,
Los cantos de las sirenas alegraron sus latidos,
Las yemas de los dedos acariciaron su desnudez.
La brisa del mar penetró en su espíritu,
El aroma del cacao se esparció en las flores,
El último aliento seguirá hacia el infinito.








MANIGUEUIGDINAPI STANLEY [16.997] Poeta de Panamá

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MANIGUEUIGDINAPI STANLEY

Jorge Stanley Icaza (Manigueuigdinapi)

Nacido un 11 de mayo del 68 en Panamá, decepcionado mi familia por haber nacido niño y no niña como lo establece las tradiciones del pueblo Kuna, aún así mi madre me enseño a leer y escribir si haber leído nunca. Tropecé luego con la filosofía y la historia hasta que las nubes, la Madre Tierra y el Festival Internacional de Poesía Ars Amandi me atrapo en un eterno espiral de palabras y voces. Me dedico como principio de vida a luchar por los derechos humanos de los Pueblos Indígenas y la Soberanía Alimentaria de los Pueblos.

Declaración poética

La poesía es Vida, es Chucha, es Madre Tierra, Abuela Mar, es abuelo Sol, es las olas, los ríos, las gotas de agua que salen de mis ojos.




POEMAS

La Chaquira y la Kuna

Yo que estaba acostumbrado a los polvos de 2 minutos, trataba de quitarle la blusa pero no podía, entonces inicie por su falda de colores y peces, cuando quitaba una, aparecía otra tela, quitaba su otra falda y aparecía la siguiente tela, estaba enrollada en telas infinitas de colores. 

Y me abalanzaba hacia ella, besándola, poseído por los olores de mar, me detuvo en seco y me baño con plantas, albahacas y rodeados de muñecos de madera pintados en ceremoniales colores de rojo y negro e inicio un ritual con sahumerio impregnando el ambiente de humo y cacao, mostrándome sus cuentas de colores, desnuda. 

Con cada cuenta amarilla me robaba un poro de mi cuello, si tomaba una cuenta roja me bañaba con jugos de mango, con cada cuenta anaranjada me premiaba con baños de chicha de plátano tibio y fermentado, cuentas negras, pequeños trozos de guineo maduro. 

La hamaca estaba húmeda, la chaquira de sus pierna y brazos la desprendía poco a poco, con sus colores me juntaba una frase, una palabra indescifrable, está chaquira humana dorada iniciaba sus cantos chamanísticos, sus colores se habían desprendido y entro en mí una oscuridad infinita de tatuajes negros, colmillos y olores a albahaca.





Yo, debí morir

El 20 de diciembre de 1989 por las bombas estadounidenses 
debí ser un Sioux y ser masacrado en Wounded Knee 
exterminado junto a mis ancestros Taínos del Caribe 
sucumbir con los más de 30 millones de guerreros en el 
ombligo de la Luna, Tenochtitlan, México en 1521 
descuartizado y desmembrado en el Perú junto a Tupac 
Amaru, quemado cuando la iglesia católica reconoció que no 
tenía alma 
y acompañar al Mapuche Caupolicán a la hoguera.

Fusilado junto a Victoriano Lorenzo 
morir de hambre como aquel niño Kuna. 
Abatido en las encomiendas y minas de Potosí 
arrancado de raíz de la tierra y alcoholizado 
desaparecido y ser el numero 44 Ayotzinapa, 
pero me dieron esta tarea 
los millones de muertos que habitan en mí 
escribir poemas, danzar y jamás olvidarlos.



Jorge Stanley Icaza (manigueuigdinapi), 
un G (K) Una náufrago en la AVENIDA CENTRAL

Mani, como le dicen sus amigos, es otro más de la tribu G(k)una que sobrevive en la ciudad de la noche y las nostalgias de las islas, como Olo, Diguar, Aristeides o Vianor, entre otros, artistas y héroes. Poeta autóctono que escucha bachata y rock and roll.  Hombre de caña y sol. No pertenece a esta ciudad de cristales y acero, viene de lejos, de las islas, de Usdup, Comarca Guna Yala (Panamá), pero trae un mensaje cargado de amor y mar, mitos, soledades y sed. Otro náufrago del viento que se resiste a dejar atrás su memoria de pueblo, pero cargado de humor e ironía. Nacido en 1968, además de poeta ha hecho teatro (Grupo IbelerUagan-Los nietos del sol). Sin dudas su poesía procede de su militancia por la vida y por su pueblo. “Miembro del Movimiento de la Juventud Guna, y del Consejo Internacional de Tratados Indios. Es activista y defensor de los derechos humanos de los pueblos indígenas”, como se afirma en una nota. Yo que compartí junto a Mani y la tribu algunas noches de ron y vallenato, ebrios por la Avenida Central, paso  a paso, atrapados por las arañas de la melancolía, la rabia y el dolor, ignoré su talento, nunca supe, hasta que amaneció… por eso hoy saludamos a este poeta que rompe su silencio para hacer estallar en nuestras caras pálidas blancas su voz de poesía y protesta, fundiendo origen y ciudad, mar limpio y vómitos, mitos…



Una navidad más

Sin tierra para niños Nasos*
      sin ríos para campesinos
      con violencia en las calles
Donde los hijos de Antonio Smith
      jugarán a las escondidas sin él.
Donde la Senafront
      regalará soldaditos
      y vaqueros a sus hijos
      para matar indios y negros…
Donde los ciegos y tuertos
      no verán los arco iris, ni la luna.
Donde los borrachos y analfabetos
      putearemos a ministros y diputados.
Donde los muñecos de año nuevo
       serán locos y ñames.
Un año más
      para tomarnos la calle
      pintar las paredes
      recordar los mártires
      defender la Madre Tierra
       los ríos y la vida
       y escribir poemas para ella. 
     
*Nota del articulista: (Según Wikipedia, los miembros del pueblo Naso de Panamá habitan una vasta región selvática del noroeste del país, junto a la frontera con Costa Rica).

Por Moisés Pascual
Exclusivo para la Revista Prometeo, Colombia








JULIO CÚMEZ [16.998] Poeta de Guatemala

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Julio Cúmez

(San Juan Comalapa – Guatemala 1995) Diseñador gráfico, poeta y gestor cultural. Forma parte del proyecto para las artes Kamin. Miembro del grupo Jun Ajpu (que se dedica al juego y rescate de pelota maya) Ha participado en diversos encuentros y festivales de poesía, entre ellos, proyecto posh (Mexico 2014), festival internacional de poesía de quetzaltenago (Comalapa 2014), festival internacional palabra en el mundo (Comalapa 2015), uno de los ganadores del certamen global dialogs a nivel nacional e internacional 2014. ganador del certamen global dialogs Guatemala (2015) algunos de sus textos están publicado en el blog 10avenida.





RI KOTZ´IJ /la flor

1

Después de cien años todos moriremos,
después de cien años abran amores como este,
después de cien años este hoy será tan sordo como hoy

después el silencio será el mismo,
el tiempo hará de las suyas 
una vana palabra será el torbellino de los versos,

después el otoño paseara entre las alas de las aves
caerán sus plumas caerán sus alas
después del hueso viene el polvo

después criatura crecerás, y será mayor el silencio que ate tus manos,
la esperanza será un pueblo lejano y nada más, 
la palabra será muda ante los ojos, 
una lágrima tuya derramara caminos.  

Después  esa voz que te ata ya no estará, 
y la luz que ilumina será  el brillo instantáneo de una imagen fría.  

después tu vida será para los antes, 
los sueños serán cunas para tu boca, 
después serás la jaula de un ave.   

Después el mundo se encerrara 
después ese cuerpo serán rejas si elección. 
después el miedo será la seda con la que vistes, 
después crecerás aprendiendo palabras sin eco. 

Después,
después serás un sueño frustrado,

te cubrirá la rabia, 
nunca dirás ayer, 
nunca después, 
será mañana.  




2

Primero fue sembrada la semilla 
de tu mirada en mis ojos.  

Luego mis manos tímidas,
perdieron la vergüenza
y ablandaron tu cuerpo.  

Ahora tus besos abonan mi piel.  

En un futuro nuestras lágrimas
harán que esto crezca.  

tendrán  frutos.  

Pero  al igual que una cosecha compartida,
la tapisca* será el problema.

* Proceso de cosechar el fruto de la planta que produce el maíz.





RI KOTZ´IJ /la flor
(ceremonia/tu)

La voz esta momentáneamente separada 
del cuerpo, 
el estómago digiere  las palabras al cerebro, 
las manos se pierden en el fuego, 
los pies se sienten como las manos,  
un conteo, 
una brasa, 
un ocote, 
unas velas. 
un fuego que se bautiza en los ojos, 
un proceso de raxpom*, 
un espíritu que danza, 
un brillo que refleja equilibrio de mi corazón y tu mundo.

* Incienso hecho de resina de árboles







DANIELA GAITÁN [16.999]

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Daniela Gaitán 

(Bogotá, Colombia 1993). Actualmente maneja dos blogs donde publica la mayoría de sus textos:

marimariteje.tumblr.com
marimariteje.blogspot.com



Soy un lugar deshabitado

En la noche me levanto con sed,
agotada.

Despierto turbada o de mal humor.

Triste.

A veces me ronda la idea de que
un día volverá la guerra.

He de esconderte para cuando suceda,
he de equiparte para que no sufras
he de abrazarte
he de aprender a disparar armas
he de sobrevivir
aunque dicha guerra no vuelva,
o quizá no exista sino en el fondo
donde es bueno que tu no veas
donde es bueno que no entres.

Se han cruzado muchos seres
en el espejismo de la guerra
cuyo escondite es un lugar dentro de ellos
una sombra que permanece
una tristeza vieja e irremediable.

Soy un lugar deshabitado al
que llego cuando mis ojos
se estancan en las calles.
       
Sé que lo amamanto como si fuera mi hijo porque morirá algún día
Decir que no tengo miedo es aceptar
que lo he tenido siempre,
decir que el cielo no existe es hablar de
la estratosfera en otro plano y llorar.
En mi espalda nacen meteoritos todos los días,
duelen, pero sigo viva.
Destrozo pedazos de pan con
la intención de masticarlos luego,
de ingerirme a mí misma en un bocado,
y me pregunto en qué momento
encontraré la cura
al pájaro que picotea todo
lo que conozco y me deja sin nada
¿a dónde va todo cuando muere?
El poema y la suciedad, la leche cortada
de la que he escrito tantas veces,
aquello es el miedo, aunque no sé darle nombre,
sé que lo amamanto como si fuera mi hijo
porque morirá algún día,
y me pregunto cómo es que he podido llegar tan lejos
cuando adentro,
apenas puedo respirar.





Intento hablarte de temas en los que ambos 
estemos de acuerdo

Vamos a ser muy sinceros porque el cielo nos queda muy alto
y lo único definitivo es la estatura de lo que no podemos tocar.
En algún lugar estamos nosotros
dentro de un punto localizado por un satélite
que puede ver todo el planeta desde el espacio, y que
emite imágenes de edificios que no conocemos,
(incluidas también las columnas vertebrales)
para que podamos hallarnos en un buscador de web,
pues es más fácil teclear que tocar el cielo,
teclear que ir a buscarte.
No voy a hablar de amor. Amor es una palabra complicada,
voy a hablar de mar porque es más sencillo:
Intenté poner el mar en un vaso.
Intenté beberlo,
después clamé por él.




Yo no soy el espiral ni la montaña rusa

Y  hoy no es el día de desocupar el bote de la basura
No soy la fórmula del número π
Y de ninguna manera    Seré la solución de un problema matemático.
Me he detenido
porque la velocidad me da vértigo
También las alturas, también el wifi.
He detenido mi vida, esa otra,
la de la pc,
Así como lo hice un 7 de mayo del 2010 a las 22:00.

Tengo un poco más de seis horas
Sin ver las publicaciones de mis contactos de fb
Por lo que, en realidad, tengo un poco más de seis horas sin vida,
sin esa otra.
Ya me he acostumbrado,
siempre queda navegar de incógnito y googlearte,
como si googlear fuera el verbo/acción favorito de los chicos de mi edad.
He detenido mi vida, como se detiene
una gota de agua en mi mano,
y luego cae.
Vuelvo a decirlo, todo lo que no soy,
es eso que pasa cuando digo que estoy cansada.
Apagué mi móvil, deseando que apagaras tu computadora
y a cambio, tú último visto fue a las 4:00.





Generación

“Nuestra generación está perdiendo
cosas todo el tiempo.”
Iván Hernández


Quisiera hablar de mi generación ahora

Pero no puedo porque
porque no se ha muerto por completo.

Una cosa segura es que se ha perdido a sí misma.

Lo otro seguro es que si
la googleas puedes encontrarla.

Y lo es aún más la conclusión

a la que he llegado:
whatsapp es mejor
que messenger.

Al final,

cada quien con su manera de
pederse o de morirse,

eso importa bien poco.






Zue en la escalera del mundo.

Hola,

te hablo desde adentro,

soy yo, 

la pequeña desnuda  que nunca has 
querido ver
con los ojos abiertos,

y es que da lástima
ver las excoriaciones de su cuerpo
que dan hasta la espalda.

Vamos, 
no tienes que sonreír,

el mundo no es un lugar lindo
para hacerlo,
sabes que es la cárcel, 
sabes que esto no es algo por
lo que debas sonrojarte.

Te hablo desde adentro,

soy yo, 
en el suelo,
haciendo metamorfosis con 
las partículas de tu lengua.

soy azul, o gris, o negro,

¿comprendes lo que digo?

El mundo tiene lunares imposibles,
es un bucle, 
qué sé yo,

puedo decirte,
aquí es donde el sol se pone
y tú despiertas. 




*



He estado esperando por mucho tiempo
que algo dentro de ti sé quiebre
porque si me ves bien,
parezco un lego y te aseguro que estar
así no es agradable.
Intento acostumbrarme a que me
olvides por largos días, y en esos días,
intento no parecer tan torpe.
Intento que no me importe que me
olvides, que no me importe que jamás
seré más fuerte que tu pared de hielo.
Desde aquí,
como he mencionado otras veces,
soy una espectadora, un peso muerto, aguanto frío.
Que alguien te cuente de lo mucho
que te quiero, y de lo ridículo que se
puede ser diciendo esto.
Quizás ni te enteres,
pero te deseo buena noche.
Estoy cansada y además tengo hambre.





QUÉ RABIA DA QUE SEAS TAN GUAPO 
y que estés tan lejos, 
y que tenga que conformarme
con ver tus fotos, 
que tenga que darles like 
para que sepas 
que las veo, y que imagino 
cómo lameríamos nuestras orejas 
en una galería de arte 
donde se ha ido la luz 
y todos están muy concentrados 
en encontrar la puerta 
para salir de allí, 
menos nosotros 
que estamos arrinconados 
en las escaleras 
sin hablar, 
sólo lamiéndonos las orejas 
como dos gatitos muy felices. 
Qué rabia da que quiera conocer 
todas las galerías de arte 
del mundo contigo, 
que seas tan guapo y 
que estés tan lejos, 
que a veces yo 
te escriba poemas que no 
te muestro porque estás 
en la lista de contactos recientes 
y me da un poco de vergüenza decirte 
que te escribo poemas 
de galerías de arte donde 
lamemos y reímos 
cuando se va la luz. 
Qué rabia da que seas tan guapo 
que a veces yo 
bese chicos y que 
no pueda hablar 
de ellos contigo porque 
les prometí no contarle 
a nadie que besan terrible. 
Pero está bien, 
a veces tú no sabes 
qué rabia da que seas tan guapo 
y que estés tan lejos.







ALINA KUMMERFELDT [17.000] Poeta de Guatemala

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Alina Kummerfeldt Quiroa

Nació en la ciudad de Guatemala en el año 1989. Tiene estudios en Ciencias de la Comunicación y Escritura Narrativa. Su propuesta ha aparecido en varias revistas impresas y digitales. Ha realizado lecturas poéticas y participado en conversatorios de poesía en Guatemala y Argentina. 

Publicó su primer libro de poesía Carta Cero en el año 2011 en Guatemala  y posteriormente, Trotamundos de Cuerpos en Buenos Aires, Argentina, ciudad donde actualmente reside, puede encontrarla en la web en: http://alinakummerfeldt.wix.com/alinakummerfeldt



PÓCIMA RASCACIELOS

Ráscame el cielo de la boca
con la punta de la lengua
y hagamos memoria del veneno
que nos va acribillar
hasta que recordemos
que nos extrañamos
pero no nos conocemos.



ALAMEDA

Toqué el fondo de la noche
finalmente
decidí retirarme de esta arboleda
una vez
para siempre
porque estos árboles son tan aburridos
no hacen de sus cortezas, libros.

Me coloqué un radar para amigos selectivos
misántropa
hermética y vaciada
la seriedad abarcó mi cara
me reí conmigo misma
el estoicismo sirvió de máscara
para ser cofre.




POZA DE LÁGRIMAS

En mi vida a diario estallan
las euforias y los tormentos
llegan galopantes los extremos
la pasión viene en incendios
la tranquilidad llega en truenos
a cantos acosan los silencios
y la nostalgia es permanente.

Te advierto, lloraré casi todos los días de mi vida
con mi naturaleza de cobarde
o ―¿quién sabe?― de valiente.

Por mi parte, te ofrezco
un monumento para tus deseos
y por si no te bastara
aún me quedan pestañas
para lanzar al viento.

También lanzaré a la tierra tu semilla
para que nazca el árbol que dé frutos de estrellas
sílabas cimienten palabras que construyan escaleras
y nos lleven al cielo o algún paraíso inventado
en la hamaca de nuestras cabezas.

Avivaré el fuego que te convierta en cenizas
para no extraviarnos en el limbo
en el mar de almas vagabundas
para que no se dividan nuestros rumbos
para que ni una de las muertes nos separe
y así renacer en la brisa
porque sobre mí de amor lloraste.

Derrama tus lágrimas de alegría, empieza un diluvio
vacía tu pozo y abrázame
hasta que salga de esta cápsula de preguntas
hasta que calmes este mundo
y no quede de mí ninguna parte frágil.




METAMORFOSIS DE UN SUEÑO

Soy un pasajero de nubes
que vivió un sueño
mientras soñó que vivía.

Hoy desperté
oliendo a beso callejero,
a soledad inconclusa
a intención vana
a noesis de encierro
llevo mil ovillos dentro
y una fúnebre fotografía
tatuada en el pecho.

Soy de tinta incorregible
ya no soy tuya
a veces no lo recuerdo.

Creí que el amor era ubicuo
mientras me sostuve en hilos
y un tiempo delincuente
me estafaba robándome suspiros.




“SUNKIMOON”

Si me paso la mano por la frente, si acaricio los lomos de los libros, si reconozco el Libro de las noches, si hago girar la tercera cerradura, si me demoro en el umbral incierto, si el dolor increíble me anonada, si recuerdo la Máquina del Tiempo, si recuerdo el tapiz del unicornio, si cambio de postura mientras duermo, si la memoria  me devuelve un verso.

Jorge Luis Borges


Sé, tus Apocalipsis diarios
son acuerdos contigo mismo
para olvidarnos

Frecuentemente pensás en el tiempo
nos esforzamos por despedazar
las heridas que llevamos
y fuimos valientes
nunca tan fuertes para curar.

Aunque tú no lo sepas
conozco las palabras
de todos tus poemas sin publicar
que te atemoriza tener cerca mi cuerpo
esta aburrida silueta del recuerdo
que a la rozadura de mi piel
caminás sobre tu casa
Sabés, aunque este con otro
no escribo sino de ti.

Te podría recitar una vez más
mi poema favorito
déjame cantarte Carry me Ohio
siete mil quinientas veces
mientras tú conduces sin destino
hasta descomponer la máquina del tiempo.




YANG-YING

Ya antes mi insomnio
ha logrado trastocar el reloj de arena
aunque tengo una corazonada de transitar por el presente
aún martiriza la memoria de mis alas de barrilete
que oscilaban a su antojo
y me mantenían desvelada de día y despabilada de noche,
mi calzado se rehúsa a caminar atándose al recuerdo de volar.

Ahora vislumbro, en el maldito espejo,
no me reconozco entre tanto alboroto…
¿A dónde fuiste, libertad?

Hablan del centro, de la huida, del limbo
del equilibrio y el control
no existe tal punto brutal
somos humanos,
seres bestiales.




RESIDENCIA

Te lo advierto
no va a ser difícil
conseguir el pasaporte
para estar conmigo
pero sí la residencia
para habitar en mí.

Este cuerpo es una metáfora del alma





TANGO PARA FELINOS

Te veo venir
con tus costumbres de felino
a buscar entre mis piernas cariño
tu mirada acecha profundidades
y tu beso de florifundia me adormila.

Cuando despertamos
estamos bailando tango
en un rio salado
y tus piernas fuertemente abrazadas
a todo lo que pensaste era yo
pero no soy.




CARTA A LAS SOMBRAS

a mi abuela Myriam Fernández Gradiz Vda. de Quiroa

Conocí la nostalgia antes que las palabras me conocieran
distante a lo que una vez fui, ahora soy otra
y tú ya no me ves. Es tan voluble el tiempo, me asusta.

La sombra de tu voz me da escalofríos
la que dejaste plantada a la orilla de algún árbol
la que quedó alojada en la lobreguez de un parque
la que recorre ahora mil lugares en tan sólo dos instantes
transitando por cada ángulo de una leyenda galopante.

Ahora las letras me arrinconan como si desearan no haber sido escritas
y apaciguando mis ansias nacen gotas que recorren el mapa de mi rostro,
como charcos en los que todavía se refleja tu mirada
arrebatada por los disturbios de tus ficciones.

¿Sabes lo que es convivir cada día
con el cadáver vivo de la nostalgia?
¿Tenerte a pasos de mi habitación
sin que recuerdes te quiero?
Me muerdo la lengua y te pienso
botines ortopédicos, vestidos de vuelos
chocolate y chimenea, muñecos de felpa
gatitos y sombreros. Todo me lleva a ti.

Hablarte a ti, fragmentada
hablar contigo, sin ti
verte superada por los sentimientos
a su antojo evoca tu memoria errante
de ayeres que en su día fueron celebración o pena
y tu mente esquiva descarta o retiene.
Y tú callas, alzas la voz, sollozas o deliras
recitas poesía y te inventas comediantes
visitas en sueños tu vida adormecida,
me duele comprender estás viva y ausente
y yo todavía te siento.

*** Textos extraídos de Carta cero (Fundación G&T Continental, 2011)




¿CUÁL ES EL CONTRATO?

El cielo es un exceso,
el mundo te reclama un teatro,
a la salida
no calientan las lenguas del sol nylon
ni hay diademas de laureles que maquillen fantasmas
decoren melenas
o cubran impecables las ausencias

De regreso a la muñeca rusa tricolor del negro
en las zanjas de mis cicatrices he sembrado 
semillas brunas
y se me escucha la voz en erupción de pétalos 
la sangre como un látigo 
rompiendo el paisaje 
por una pulgada
de calor

Duermo la siesta en el monólogo del rey
desajusto el carnaval con mi sonrisa blanca
desnuda 
no necesito salvarme de la indecencia
del pecado, la locura
me he transformado en el títere escuálido 
de la música

He perdido la dignidad vana con la muerte
en un trueque por amor
o por un trago,
habrá que ir lejos
el cielo 
sale caro.




de La sobrevivencia de lo cotidiano


Somnífera estrella de mar

No te encuentro en ninguna parte,
ni en el soundtrack
que llegó a 1.15 gigabytes,
262 canciones exactamente si me has de preguntar
(…inéditas pensé 100 más).

De las fotografías ha huido tu expresión,
no estás más en la estatua-altar
ni en el desasosiego de mis gatos maullando.

Es triste sólo encontrarte en las letras
porque verte a diario es ver
                                    silencio
                      no precisamente del bueno
                                    silencio  
                       no enigma,
no intriga, no intima.

Silencio
no porque quieres
sino porque temes,
silencio como escondite
no como búsqueda,
es silencio
porque por dentro se te ve gris
y no púrpura.

Somnífera estrella
que nunca despierta,
no te encuentro
ni te quiero encontrar,
porque quedaste justo
justo
en el punto divisorio
entre irte y quedarte,

entre la arena y el mar.





La sobrevivencia de lo cotidiano

Necesito una gaveta
para guardar lo que sobrepasa lo bello 
y se revienta en mis ojos
(no puede durar más que el parpadeo)
me asusta su temblor en mis palmas,
es una estrella enferma,
me da temor mantenerla
 como un sólo polvo

Por eso voy como una momia,
dueña del desvelo,
son tres días los que no duermo
por amontonar en un blog
las películas
que se hicieron voz propia,
ordenar maniáticamente
            mi biblioteca de música,
el corazón abierto
desmembrado por categorías
en la sala del quirófano
de mi computadora

No puedo detenerme
soy una cleptómana de la belleza,
necesito fotografiar lo intacto,
tengo miedo de salir a la calle
andar entre la gente sin mi música,
tengo miedo
de que lo que siento no me sienta
de que lo que me mueve
no transforme mi caminar
en el tango de un cienpies.

No quiero sobrevivir lo cotidiano
sin una bolsa de sorpresas, unas gafas marcianas,
sin un sapo cantante, sin una lámpara mágica
no puedo amar sin el deseo
de deformar las facciones de lo bello, usar las manos,
ensuciarlas con otras formas, moldearlas en el fango,
arrancarle los ojos a las cosas,
hacerle un homenaje a las ruinas
y encontrar la belleza que demuela todos los moldes, 
la belleza que aunque lo intente
no pueda guardar en una gaveta.







PILAR CÁMARA [17.001]

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Pilar Cámara (Foto: Juanlu Dorado).


Pilar Cámara

Madrileña, del 82, con la certeza de que el porno es poesía. Tan cursi como un tutú de cuchillas de afeitar, vive en Revolutionary Road y escribe en rebeldía, porque escupir es de mala educación. Ha escrito Rouge, publicado por Amargord, y edita en Murray Magazine.




Rouge. Pilar Cámara
Prólogo: Francisco Cenamor. Ilustración y diseño: Anja Mejac
Amargord Ediciones. Año de edición 2013

Este poemario de planos secuencia premeditadamente obscenos, que huye de apariencias en su forma, late en su fondo con un suspense amargo. Nos da la sensación de ser consentidores de una cruel puesta en escena, falsa costra para una herida que aún se extiende por dentro. Como la orquídea, su protagonista adopta una rutina de sexo abierto como modo de supervivencia:

“(…)

Me atraganto con tanto líquido.
Arcadas de gozo,
De saber que, por fin, hago algo bien.”



I

He abortado una mentira.

Mi vientre,
confuso,
ha drenado litros de sangre.
Expulsado kilos de carne muerta.

Yo, muy pequeña,
con las mejillas
rojas ardiendo.
Los ojos redondos de no comprender.

He parido mi infancia
de muertos prematuros
por obligación.

Sin epidural.

Me he parido.

Estoy viva.




II

Me folla el silencio.
Me penetra.

No estás.





III

Me aparco en doble fila.
Y espero
Y espero
Espero.
Desespero conmigo.
Recuerdo mis muertos.
Mis vivos muertos.
Yo misma, muerta en
doble fila,
esperando un puto sitio
donde aparcar.





IV

Nunca tengo suficiente.
No llego a los 30
y ya me compadezco de lo vieja que soy.
Fracasada y sin saber dónde ir.
Misógina porque soy mujer.
Como Emma Rouault.
Madame Bovary soy yo.





V

Muerdo la almohada.
Estrujo las sábanas entre mis puños.
Cómo duele este puto placer.
Me haces daño. Te quiero.



VI

Lejos.
Muy lejos.
Huyo de mí.

Y olvidarme.

Borro los cadáveres que descansan
en las cunetas sombrías de mis curvas.



VII

Me pinto los labios y sonrío.
Abro las piernas.
Te invito a que me folles
con la cabeza aplastada
entre tus manos y el mármol de la encimera.
Finjo un orgasmo brutal.

Soy Leopoldo María Panero
haciéndole el boca a boca
a su madre muerta.

***Tomados de Rouge (Amargord, 2013)






[1]

“y tú y yo éramos indestructibles” (La habitación roja).

Hay cemento a mis pies,
y música,
alas para creer en el dios malnacido
que te murió. De repente.

Hay gritos,
y flores,
una sanguijuela en la garganta.

No lloro, me desangro.

Hay agua,
olas en el estómago,
un embudo de mármol en el diafragma.
Y me ahogo.

Estoy desnuda en el cementerio.

Despierta, joder, despierta.




[2]

Soy demasiado joven para escribir esquelas,
para husmear debajo de las tumbas que me congelan las manos.

Estoy muerta. Tengo frío.




[3]

Cero grados sobre la piel.

El silencio me susurra.
En la nuca, en el oído.

Siento su aliento y estoy perdida.

Le dejo hacer. Dejo que me penetre.
Y ya no es tan malo.

Pido más:
Más, por favor, más.

No hay calor en mi útero.
Ni carne en las entrañas.

Estoy tan vacía
como la nevera,
que me mato de hambre,
que me destruyo
para saber que sigo viva.

Soy la soledad
de una estación de servicio
con la cisterna rota.




[4]

Me duelen

los labios

desde que

besé

tu nombre

en una lápida.




[5]

Recuerdo la falda tableada de lana gris, el uniforme de colegio religioso.

Los pecados.

A la gula, la avaricia y la envidia, las mató la lujuria.

Y la culpa.

Una falda gris cubre mi vientre de niña.

Unas bragas blancas

Y baratas. De algodón.

contienen mis tobillos.

Y la culpa está helada.

Y tiemblo.

Husmeo tu tumba porque no soporto este frío.

La maldita ausencia azul insertada en mis clavículas.

La nada.






FÉLIX CHACÓN [17.002]

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FÉLIX CHACÓN

Félix Chacón (1972) es de Villafranca de los Caballeros, un pueblo de la Mancha toledana.

Con dieciocho años se fue a vivir a Madrid. Allí estudió Filología Hispánica y se buscó la vida con las ocupaciones más variopintas, desde limpiar cristales hasta asfaltar calles, pasando, como no podía ser de otra forma, por diversos oficios en el mundo de la hostelería. Antes de dedicarse a la docencia, trabajó durante algunos años como vendedor de discos en unos grandes almacenes del centro de Madrid.

Actualmente vive en Toledo y es profesor en un instituto público.

Ha publicado novelas, relatos y poemas. También tiene un blog en el que escribe con cierta regularidad desde el año 2008.


RELATOS

-Segundas personas, 2014

NOVELA

-Entelequia, 2008
-Uno de los dos, 2005

POESÍA

-Decoración de interiores, 2010
-Intimátum, 2003

OTROS GÉNEROS

-Perro ladrador, 2013
-Alcances, desbarres y vivencias, 2011



PISO COMPARTIDO

Como unos miserables vivimos todos juntos en la enana república que aloja mi pellejo. Vivimos hacinados entre los flojos muros de mi carne, que sustentan estos óseos pilares cada vez más cansados. Aquí vivimos todos, los que ya fui y seré:
el sabio y el idiota, el recto y el perdido, el lúcido suicida y el infausto
inmortal, el duro y el sensible, el cruel homicida y el
misericordioso, el loco peligroso y el sabio consejero, el más leal amigo y el infame traidor, el místico, el ateo, el misántropo, el hombre prometeico, el sacrificado humanista que
consagra su vida al estudio o el alucinado que incendia los fondos de la Biblioteca Nacional.
Todos tienen su sitio, su turno de palabra y unas normas
comunes para la convivencia.
A veces se las saltan, discuten y dan voces, y en muchas
ocasiones llegan a darse de hostias.
Sin embargo, al final, siempre vuelve la calma,
se firma un armisticio y reina la concordia,
y hay abrazos incluso y vuelven las palabras a servir a la
vida.
Hace frío ahí afuera y es mejor vivir juntos
que salir a la calle y morir congelado.
Las incomodidades no tienen importancia
si uno tiene un refugio donde sentirse a salvo
y una ventana al mundo para ver lo que pasa.



OPERACIÓN TRIUNFO

Que alguien me diga ya dónde poner el culo. Que no me quedan dudas, que doy hasta mi vida a cambio de la fama. Que no pido dinero, solo un altar o un podio, el laurel del triunfo. Que me siento dispuesto a conseguir el éxito a costa de mi recto.
“Mande foto del culo y buenas referencias. Entrará a formar parte de nuestro amplio surtido de aspirantes.”





De “Intimátum” (Ed. A la Luz del Candil, 2003)


Intimátum es un libro de poemas que rehúye las convenciones en busca de una voz poética personal y, sobre todo, actual. Escrito en un registro tremendamente cercano, llama la atención por el distanciamiento intencionado de la afectación lírica y el cliché poético.

Félix Chacón parte de la introspección, de la búsqueda interior -la búsqueda de uno mismo- para mostrar el mundo que nos rodea desde una perspectiva propia, que se sirve de la ironía y de un humor en ocasiones ácido.

Premio de Poesía Ciudad de Móstoles 2002.



asedio

Durante años no les abrí mi corazón
No dejé entrar a nadie y resistí el asedio
Ni siquiera los amigos traspasaron mis muros
Aunque me llamaran insensible tantas veces

Cedí por fin un día
Y aún no sé por qué
Les dejé entrar
Saquearon mi casa
Me desnudaron
Y me apalearon
Exhibieron mis vergüenzas
Violaron mis secretos
Lo arrasaron todo y se fueron





contra-adicción

te quiero tanto tanto que a veces tengo miedo
entonces pienso que ya no te quiero
y todo, de repente, me resulta tan tonto
como el que deshoja una margarita y se queda tan ancho

yo siento lo que siento y no me va tan mal
sólo que algunas veces las cosas no concuerdan

si salgo de viaje añoro mi agujero
y si no hay vacaciones me quejo como un niño

tengo cita a esta hora, pues ya no me apetece

a una chica le gusto y no sé qué no tiene

siempre quise ser yo mismo y ahora soy esto que veis

si estoy con animales les enseño civismo
si son ecologistas les quemo un poco el bosque

mañana hay que votar y me vuelvo anarquista

y con los anarquistas me da por desbarrar
y decir que el Estado es la base del orden

si estuviera en el ejército no mataría una mosca
pero dándose el caso y siendo necesario, daría un curso acelerado de
manejo de armas, me licenciaría en masacres y magnicidios, y
me cargaría yo solito a toda la plana del estado mayor (y no
me temblaría el pulso, lo juro)

si estoy con mucha gente enseguida me agobio
y no quiero estar solo por esto y por aquello

escucho que ya llegas y yo quiero escaparme
pero es mejor quedarme y darte una sorpresa
te diré que te quiero como nunca lo he hecho
que soy como me ves, tan sincero, tan claro, tan bueno y
transparente

quiero hacerlo y te digo que si quieres un trago
es normal, qué desastre
fíjate
quería escribir un poema de amor y me ha salido esto





onán

Amarme es tan terrible
Que a veces nadie existe
Y me paso las horas pensando sólo en mí

Amarme es tan terrible
Que a veces me doy miedo
Sé que no dudaría
Que mataría a quien me hiciera daño

Amarme es tan terrible
Que no preciso nada para follarme entero
Acaso un simple espejo

Me quiero y me deseo
Incluso juego a veces a seducirme un rato y a decirme que no por
darle cierto morbo
Es un juego perverso y un poco esquizofrénico
Pero siento que soy el universo
Y no hay nadie a mi lado que pueda convencerme de lo contrario





down / up

A veces me dejo caer hasta tocar fondo
Tan dentro de mí mismo que ni la guardia civil ni los bomberos ni el
ejército podrían rescatarme
Y me siento escoria, podredumbre y vacío
Por decirlo más claro: la mayor mierda de este mundo

Es como deslizarse por un tobogán sin fin
Peligrosamente inclinado y terriblemente rápido

Lo cierto es que quiero llegar a lo más bajo

Sólo cuando no pueda bajar más
Me decidiré a escalar, a emerger de estas profundidades abisales tan
infectadas de lo peor de mí mismo

Y será todo un triunfo volver de nuevo a la superficie y respirar




Oración

Señor, tú que estás ahí en la nada,
absurdo y tonto como la policía
municipal, en el limbo de las cosas
inventadas, en la mente de los que
ahorran en psiquiatras, en el reverso de
la carpeta de los políticos, en la homilía
de millones de párrocos (que todos son
curas, sean de una u otra religión, y
tienen su ascua y su sardina), en la
bandera de los fascistas que necesitan
una justificación, en el escondite de los
cobardes que no tienen huevos a colgarse
de una viga, en la blasfemia (cuya
práctica reduce el estrés), en la respuesta
del ignorante licenciado por la
universidad pontificia de no-sé-dónde,
en el orgullo de ser seres creados a
conciencia (que no somos partículas
salidas de la nada, así al tuntún, no
vayamos a pensar), en las comidas
bendecidas de tantos infelices, en las
horas absurdas de tantos hombres y
mujeres inanes, en todas partes, que para
algo eres ubicuo, yo te condeno a vivir
eternamente entre nosotros, sin ser ni
causa ni fin ni esencia ni hostias, solo
para que sirvas de herramienta a todos
esos seres desgraciados que se supone
que deberías haber creado.






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JEAN-LUC PARANT [17.003] Poeta de Francia

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Jean-Luc Parant

Nacido el 1944 en Mégrine-Coteaux cerca de Túnez, vive y trabaja actualmente en La Giffardière en Normandía, haciéndose llamar "fabricante de bolas y de textos sobre los ojos" desde finales de los años 60, como si hubiera inventado allí su propio y único oficio, el trabajo poético de JLP es inseparable de su trabajo plástico.

En efecto, su obra, concebida en la estricta dualidad de sus temas, es un negocio de textos para los ojos y bolas, de visión y de tacto, de día y de noche, de ínfimo y de infinito...

JPL es el autor de cientos de textos sobre los ojos y cientos de miles sobre bolas, ya sean de cera, de tierra o de papel. Escribir sobre los ojos hubiera podido resumirse en un solo libro sobre los ojos, como fabricar bolas hubiera podido resumirse en una sola bola, si los textos y las bolas que han seguido al primer texto y la primera bola hubieran sido la repetición del primero y de la primera. Pero Jean-Luc Parant no ha escrito nunca dos veces el mismo texto ni ha fabricado dos veces la misma bola. Solo ha hecho un saque desde que creó la misma energía para desarrollar los unos y los otros en sus circunvalaciones hechas de vueltas y revueltas, de escapadas y de vuelos.

Jean-Luc Parant también fue editor un tiempo de una revista que elaboró y tituló desde 1975 Le Bout des Bordes, periódico de a bordo de su propio trabajo pero sobre todo de sus reencuentros y amistades creadoras, invitando a numerosos escritores y artistas a participar (último número aparecido: Le Bout des Bordes nº 11/14, ediciones Actes Seul, junio 2010).

Obras

Familia Juego 2, 1981, ambas partes, cera y cuerda sobre tabla, 63 x 54 x 15 cm, Museo de Arte de Toulon.
Bolas, 1986 terracota y barro, diferentes diámetros, Museo de Arte de Toulon.






Estamos lejos, tan lejos de todo el universo, que nuestros ojos, a los cuales no vemos y que están sin embargo tan cerca de nosotros, nos muestran hasta qué punto estamos lejos.
Estamos lejos de lo que está lejos, pero también de todo lo que está cerca. Porque estamos en un espacio sin fin y, en un espacio sin fin, si todo está lejos todo está cerca también. Y si nada está cerca, nada está lejos tampoco.
Si no nos tocásemos, no existiríamos. Nuestro tacto nos salvó la vida. El poder de nuestras manos será siempre más fuerte que el de nuestros ojos.
Estamos en un espacio tan vasto que nos ha alejado tanto de todo que ya no hay nada que podamos alcanzar con nuestras manos sin antes haberlo alcanzado con los ojos. Habitamos un espacio tan vasto que nos ha alejado tanto unos de otros que cuando nos tocamos, vivimos una hazaña, cuando nos apareamos, vivimos el milagro que nos hace nacer.
Nos tocamos para reducir el espacio inmenso que nos separa a unos de otros e, ínfimos, poder seguir existiendo en el infinito.
Estamos tan lejos, el espacio es tan vasto en todas partes alrededor que nunca estamos lo suficientemente cerca para poder tocarnos, para poder unirnos al otro, a los otros, al mundo que nos rodea.
Si con nuestros ojos nos proyectamos tan infinitamente lejos tan rápido, es porque estamos muy alejados de todo, ocultos en el fondo del universo. Con nuestros ojos, volamos apenas se abren, hacemos miles de pasos en el espacio, corremos, escapamos a la velocidad de la luz en el cielo. Vemos pero rozamos el espacio, acariciamos el mundo. Ya no tocamos, estamos demasiado lejos, pronto ya no podremos aparearnos, no podremos ir tan lejos en la noche para hacer nacer el día tan cercano que se avecina.
Estamos desapareciendo en la tierra y en el cielo.



Nous sommes loin, si loin de tout l’univers, que nos yeux, que nous ne voyons pas et qui sont pourtant si près de nous, nous montrent à quel point nous sommes loin. 
Nous sommes loin de tout ce qui est loin, mais aussi de tout ce qui est près. Car nous sommes dans un espace sans fin et, dans un espace sans fin, si tout est loin tout est près aussi. Et si rien n’est près, rien n’est loin non plus. 
Si nous ne touchions pas, nous n’existerions pas. Notre toucher nous a sauvé la vie. La puissance de nos mains sera toujours plus forte que celle de nos yeux. 
Nous sommes dans un espace si grand qui nous a tant éloignés de tout que nous ne pouvons plus rien atteindre des mains sans l’avoir déjà atteint des yeux. Nous sommes dans un espace si grand qui nous a tant éloignés les uns des autres que quand nous nous touchons, nous vivons un exploit, quand nous nous accouplons nous vivons le miracle qui nous a fait naître. 
Nous nous touchons pour réduire l’espace immense qui nous sépare les uns des autres et, infimes, pouvoir encore exister dans l’infini. 
Nous sommes si loin, l’espace est si grand partout tout autour de nous que nous ne sommes jamais assez près pour pouvoir tout toucher, pour pouvoir être lié à l’autre, aux autres, au monde qui nous entoure. 
Si avec nos yeux nous nous projetons si infiniment loin si vite, c’est parce que nous sommes très éloignés de tout, enfouis au fin fond de l’univers. Avec nos yeux, nous volons à peine ils s’ouvrent, nous faisons des milliers de pas dans l’espace, nous courons, nous filons à la vitesse de la lumière dans le ciel. Nous voyons mais nous frôlons l’espace, nous effleurons le monde. Nous ne touchons plus, nous sommes trop loin, bientôt nous ne pourrons plus nous accoupler, nous ne pourrons plus aller si loin dans la nuit pour faire naître le jour très près devant nous. Nous sommes en train de disparaître sur la terre et dans le ciel. 

Jean Luc Parant, Le Je des yeux, Atelier la Feugraie, 2010, pp. 27 & 28





J-L. Parant “Las bolas-los ojos”


(como si) yo escribiera sobre los ojos porque deseaba ser el sol y yo hiciera las bolas porque yo deseaba ser la tierra (les boules les yeux, p. 13).

Escribí e hice las bolas para sorprenderme reinventando el mundo todo sólo con nada más que mis ojos y mis manos (les boules les yeux, p. 15).
                
Jean-Luc Parant


Por César Horacio Espinosa Vera
poexperimental@gmail.com




PARANT. ARTES PLÁSTICAS
Y ESCRITURA


Jean-Luc Parant (nacido en Tunez en 1943) vive y trabaja en Francia; es a la vez un artista plástico (pintor y escultor) y un escritor.

Como artista, ha realizado después de los años 1970 numerosas instalaciones de bolas. Las hace en tierra cocida o en cera, de tamaños variables. Siempre están contadas y llevan a veces un número visible. A veces están rotas y presentadas en pedazos.

Por ejemplo, una exposición en el Centro Cultural de Toulouse, en 1974, tenía como título “300 bolas”; en el Museo de Arte Moderno de Villeneuve d’Ascq, en 1985, “100 001 bolas”; otra en el Limousin, en 1988: “20 058 bolas, 2 750 pedazos y dos pegadas”.

Como escritor, ha publicado numerosos textos a propósito de las bolas y los ojos. Consideraremos especialmente dos opúsculos, concebidos paralelamente y publicados al mismo tiempo, bajo el título le mot boules y le mot yeux (Montpellier, Fata morgana, 1980).

Ambos libros tienen el mismo número de páginas y están compuestos cada uno por dos textos que se corresponden. El libro le mot boules incluye los textos “Las bolas los ojos” y el texto “La palabra bolas”; mientras que el libro le mot yeux contiene los textos “Los ojos las bolas”, seguido por el texto “La palabra ojos”. En el libro le mot boules aparece siempre la palabra bolas siempre en plural y escrita en cursivas. Una nota al final de los dos libros precisa las siguientes correspondencias:


● los textos “Las bolas los ojos” y “Los ojos las bolas” comprenden el mismo número de palabras (3,053);
● los textos “La palabra bolas” y “La palabra ojos” constan del mismo número de palabras (9,074);
● hay el mismo número de palabras “ojos” (68) en “Los ojos las bolas” que el de las palabras “bolas” (68) en “Las bolas los ojos”;
● en el texto “La palabra ojos” hay el doble de palabras “ojos” (202) que la palabra “bolas” en el texto “La palabra bolas”.





Todos los textos se presentan sin puntuación, ni contienen mayúsculas iniciales ni puntos finales. Comienzan y terminan con el término “et”, de suerte que no tienen principio ni final, ni de modo tipográfico ni lógico.


Otro paralelismo: los dos textos presentan en su primera página un diseño encuadrado y acompañado por una leyenda que indica “ciento una bolas con las manos sin los ojos” (en el libro le mot boules) y “doscientos dos bolas con los ojos sin las manos” (en el libro le mot yeux). En el diseño realizado con las dos manos sin ojos, las bolas se encabalgan y sobreponen ennegreciendo la página; a su vez, la página realizada con los dos ojos sin manos aparece blanca, el recuadro está vacío. Porque los ojos sin las manos no pueden hacer las bolas; son las manos las que hacen las bolas. Pero los ojos pueden escribir.


En efecto, las bolas son objetos aprehensibles por las manos, en cuanto son las manos las que hicieron las bolas, se hacen las bolas con las manos. A la vez, las palabras son aprehendidas por los ojos, ya que, según J-L. Parant, son los ojos los que hacen las palabras, se escribe con los ojos (la mano con la cual se toma la pluma no es más que un útil guiado por los ojos).


Sobre la distinción entre los ojos y las manos, o entre las palabras y las bolas, o –cruzando las dos oposiciones– entre los ojos y las bolas, Jean-Luc Parant va a elaborar todo un sistema, una cosmología y una poética.



Escribir (las palabras, los textos) y hacer las bolas son, para él, actividades paralelas y complementarias, que constituyen las dos caras indisociables de su obra. ¿Por qué razón? ¿Qué relación hay entre las dos actividades? Cuál es el sentido de su obra? Aquí aportaremos una respuesta a estas cuestiones siguiendo el modelo de la comunicación artística que hemos desarrollado.


1. EL PUNTO DE PARTIDA:
EL SENTIMIENTO DE INADAPTACIÓN


Planteamos la hipótesis de que la empresa de J-L. Parant, como toda búsqueda artística, intenta volver inteligible una primeridad; es decir, enfoca su propuesta a:


Yo busco hallar a tientas eso que resume mejor el infinito que me rodea (1990, p. 14).


Trata entonces de captar una primeridad, un caos indistinto, que denomina como “el infinito”, que siente alrededor suyo (“que me rodea”); intenta entonces volver inteligible ese caos, como indica en su proyecto de resumirlo. Pero, hasta aquí, el proyecto es vago, indeterminado, puesto que ensaya “buscarlo a tientas”.

La primeridad, la “cualidad del sentimiento” que siente Jean-Luc Parant es de inadaptación: el mundo –dice él- no está a la medida del hombre. Este busca desde su cabeza reinventar un mundo a su medida; él piensa y crea para tratar de pasar de lo ínfimo al infinito, y estar a la medida de todo aquello que lo rodea:

Si la naturaleza estuviera a la medida del hombre, éste no escribiría, no pintaría ni esculpiría, no inventaría nada (1990, p.8).




Ese sentimiento de inadaptación está ligado a otro de discontinuidad, de ruptura; mientras los animales están en contacto con la tierra, el hombre se ha separado de los animales, ha dejado el suelo bajo sus manos. No puede entrar “todo entero” en la tierra (ni en el aire, como los pájaros, ni en el agua como los peces, 1990, p. 10). Se ha puesto de pie, recorre el mundo con los ojos; pero, como él no ha dejado de estar en la tierra bajo sus pies, no puede (todavía) “escapar totalmente en el infinito” (1990, p. 11), ni puede aún “ingresar su cuerpo al otro mundo” (el cielo, el sol, 1990, p. 10). Así, él se encuentra desequilibrado, dividido entre dos continuidades espaciales, como la tierra y el cielo.

Desequilibrado en el espacio, está también en situación de desequilibrio en la temporalidad, entre la eternidad y el instante.

Yo no estoy a la búsqueda de nada más que de ese batidor que hace que yo esté aquí (1990, p. 80).

En fin, él está desequilibrado en sí mismo, entre su cuerpo y su cabeza:

Yo busco volver a pegar la cabeza sobre el cuerpo (1990, p. 80).
(…) Que yo no sea solamente un cuerpo con las manos, ni solamente una cabeza con los ojos, sino todo entero con la tierra y el sol y que qué yo haya nacido finalmente (1990, p. 35).


2. LA ABDUCCIÓN: LAS BOLAS Y LOS OJOS


La hipótesis que va a permitir a Jean-Luc Parant comprender el malestar del hombre, expresarlo y corregirlo se encuentra entre dos términos: las bolas y los ojos. Será con las bolas y los ojos que J-L. Parant intentará pensar un mundo a la medida del hombre, acceder a una nueva continuidad, que consistirá en guardar el equilibrio entre las dos continuidades de la tierra y el cielo:
Yo sé que puedo reinventar el mundo por mi propia cuenta con nada más que mis ojos y mis manos (1990, p. 37).



El desequilibrio espacial, según Parant, es un asunto de bolas: hay un desequilibrio entre la tierra y nuestra cabeza, es decir, entre la bola que nos prolonga bajo los pies, que es demasiado pesada, y la bola que nos prolonga sobre las espaldas, que es muy ligera (1990, p.13). Los ojos y la escritura que resulta, pues los textos sobre los ojos permitirán equilibrar las bolas:

Yo no estoy sino a la búsqueda del equilibrio entre dos fuerzas opuestas: el peso de las bolas y la luz de los ojos (1990, p. 16).

Hacer las bolas y la escritura sobre los ojos permite igualmente un equilibrio temporal:

Hago bolas y escribo textos sobre los ojos, y soy a la vez de todos los tiempos con las bolas y del tiempo que me es propio con los textos sobre los ojos (1990, p. 74).

Haciendo bolas y escribiendo sobre los ojos, descubre por qué lo hace:

(como si) yo escribiera sobre los ojos porque deseaba ser el sol y yo hiciera las bolas porque yo deseaba ser la tierra (les boules les yeux, p. 13).

Escribí e hice las bolas para sorprenderme reinventando el mundo todo sólo con nada más que mis ojos y mis manos (les boules les yeux, p. 15).




La doble actividad, aquella de hacer bolas y la de escribir sobre los ojos, sería pues una respuesta apropiada al sentimiento de discontinuidad, una tentativa por reunir a la vez la continuidad de la tierra y del sol.

Ese proyecto no está del todo afirmado como una decisión de parte del artista, sino que está presentado de manera hipotética (“como si”), como una interpretación posible de su actividad. Así, las bolas y los ojos constituyen una hipótesis que permite dar forma a un sentimiento, de captarlo, “pensarlo” y considerarlo como apropiado.


3. LA DEDUCCIÓN:
EL SISTEMA DE LOS COROLARIOS




La hipótesis, siendo encontrada, se hará evidente mediante la proyección en la obra: a lo largo de los años, Parant va a modelar bolas y escribir sobre los ojos, sin cesar de continuar en su hipótesis con nuevos corolarios, es decir, afirmaciones que surjan de la hipótesis de base y la refuercen.

3.1 El hombre en el universo: de las bolas a los ojos


Ante todo, la hipótesis de las bolas y los ojos explica la cosmología y la evolución del hombre. El universo está constituido de bolas. La tierra y el sol son dos bolas, que no podrían existir la una sin la otra:

Porque si el sol no existiera la tierra no giraría y si no girara no sería redonda y no podría mantenerse en el vacío y sin esa bola de fuego arriba o sin esta bola de tierra abajo la tierra y el sol no existirían una bola no puede existir más que si hay otra arriba o abajo (le mot boules, p. 31).







Y la aparición del hombre se explica por un pasaje de las bolas a los ojos:

En el comienzo –recuerda Parant (1990, pp. 38-45) –, estábamos sumidos en una mezcla de tierra y agua, envueltos en un mundo blando como la carne, ciegos, sordos y mudos

nos hemos debatido para liberarnos del barro dentro del cual estábamos enterrados. Nos hemos desarraigado, dejando en la tierra todo eso que nos continuaba.

Hemos hecho bolas con el lodo que nos recubría, y las hemos lanzado a lo lejos.

Luego, hemos abierto los ojos (esas pequeñas bolas que surgieron en nuestro semblante) y los hemos proyectado más lejos todavía.

Después, buscamos con nuestros ojos prolongarnos en el cielo, hundirnos por entero en el infinito, para encontrar en él otro cuerpo que remplazara aquel que habíamos perdido bajo la tierra.

Esa nueva continuidad hacia la cual evolucionamos será inteligible, alcanzada por el pensamiento, contrariamente a la continuidad ciega en la tierra. En efecto, después de que nos pusimos de pie lanzando las bolas empezamos a hablar y a pensar.

En el presente, en lugar de lanzar bolas nosotros lanzamos palabras y pensamientos. Sin embargo, “no hemos todavía pensado lo suficiente para poder elevarnos” (p. 40).

Se podría esquematizar la situación del hombre en el universo de la manera siguiente:

DIAGRAMA





http://revista.escaner.cl/node/6257






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