Viplob Pratik
Nacido en Katmandú, Nepal, 1961.
Sitio web http://www.viplob.blog.com/
Poesía
Viplob Pratik nació y se crió en Katmandú, Nepal.
Observó de cerca el rápido ascenso y la caída de los sistemas políticos y los cambios en los asuntos sociales en Nepal. Ha viajado por todo el mundo, y ha aprendido de otras culturas y sociedades.
Su formación ecléctica tiene un inmenso impacto en sus poemas. Viplob dibuja inspiraciones de la vida cotidiana, sus pensamientos son compactos, y él es profundamente sensible a los valores humanos, por lo tanto, sus poemas son naturalmente intensos.
La prueba
si por ganar la batalla
te has levantado en armas
ve tan sólo una vez
a visitar las criptas de los guerreros
y en el silencio de la noche
escucha ahí la resonancia del silencio.
¿Qué banderas están flotando
para marcar la victoria de qué persona sobre cuál,
en qué período y sobre qué reino?
¿Qué tanto puede gritar una persona que ha salido victoriosa?
¿Qué guerrero sigue aún con vida
ondeando la bandera de la victoria?
Si no puedes ver encima del mismo polvo sobre el que caminamos
los cadáveres intoxicados por su propia victoria
no tengo ningún otro polvo para presentarlo como prueba.
No tengo ninguna otra tumba como prueba.
El invencible
estoy solo en el campo
y por detrás de las casas con ventanas cerradas
todos ustedes se están asomando.
me gusta cuando la gente atestigua espectáculos
y siento
que las personas son sólo espectadores para los espectáculos
estoy orgulloso
de estar solo en el campo.
derramo lágrimas, siento pena también
pena que nace de la herida, del ataque y de las deliberaciones
pero estoy orgulloso, estoy solo en el campo.
tengo un deseo por cumplir
a un joven que puede afrontar una tormenta con la cabeza en alto
a una joven que puede oponerse a un asalto
quiero ofrecerles mis lágrimas
decoradas como perlas en una bandeja engalanada de gemas
pero estoy solo en el campo
la luna está sola, el sol está solo, y la tierra está sola
estoy solo en el campo.
En mi cuarto, una noche
escribí, hoy, un poema verdaderamente bueno
y sentí un placer inexpresable
estaba solo en mi cuarto
nadie había que oyera mis palabras
los muros inertes que me rodeaban
eran los lados/puertas/ventanas
de mi cuarto
cuando en estos confines leí en voz alta mi poema
los muros gritaron más fuerte que yo
me dio miedo; paré por un momento
luego continué leyendo mis versos
terminé el pasaje entero
después repetí completo el mismo poema
muy suavemente, parando aquí y allá,
leí mi poema con voz clara
estaba atemorizado –no quería que los muros
hicieran eco de mi voz
los muros se quedaron serios
no quise repetir mi poema de placer
को मानहारेन्छे
मैदानमा म एक्लै छु
र झ्याल थुनेर घरहरुको
च्याइरहेछौ तिमीहरु ।
मलाई मान्छेहरुले तमाशा हेरेको मन पर्छ,
र मलाई लाग्छ
मान्छेहरु तमाशा हेर्ने एक हुल भिड मात्रै हुन ।
मलाई गर्व छ
मैदानमा म एक्लै छु ।
रुन्छु म, मलाई पनि दु:ख छ
चोट, प्रहार अनी बिचारको दु:ख,
तर गौरब छ मलाई,
मैदानमा म एक्लै छु ।
आधीसँग सामना गर्ने कुनै युबक
प्रहारसँग सामना गर्ने कुनै युबती भेट्ने रहर छ
आसुका थोपालाई मोतिका रूपमा सजाएर
रत्नजदित किस्तिमा पेश गर्ने रहर छ।
तर मैदानमा म एक्लै छु ।
जुन एक्ली, सुर्य एक्लो, पृथ्वी एक्ली
मैदानमा म एक्लै छु ।
Viplob Patrik, entrevista
Por Miguel Ángel Izquierdo
Uno viaja y cuando se cruza con un joven en el camino, su brillo y pleno vuelo se nos puede escapar en el primer encuentro. Es el caso de Viplob Pratik, poeta desde antes que lo conociera en Moscú en 1979, allá por sus 22 años. Desde entonces es todo un enamorado de la vida y de las personas; un versificador sobre la marcha que veía a los ojos, mientras declamaba con pasión sus poemas y hablaba del amor.
Aproveché la fugaz oportunidad para que me compartiera una probada de sus versos. Le pedí que me escribiera unos en nepalí y, al menos uno más, en inglés. Los conservo de su propia mano...
Viplob Patrik
Por Miguel Ángel Izquierdo
Uno viaja y cuando se cruza uno con un joven en el camino, su brillo y pleno vuelo se nos puede escapar en el primer encuentro. Es el caso de Viplob Pratik, poeta desde antes que lo conociera en Moscú en 1979, allá por sus 22 años. Desde entonces es todo un enamorado de la vida y de las personas; un versificador sobre la marcha que veía a los ojos, mientras declamaba con pasión sus poemas y hablaba del amor.
Aproveché la fugaz oportunidad para que me compartiera una probada de sus versos. Le pedí que me escribiera unos en nepalí, y al menos uno más, en inglés. Los conservo de su propia mano…
Treinta años después de haber perdido todo contacto, lo localicé por medio de un joven periodista —paisano suyo— gracias al buscador de google. Lo encontré gracias a mi necedad de revisar periódicamente dónde están y qué hacen los amigos que mucho significan en mi vida. “Sí, soy yo, el mismo”, dijo y me pidió una copia de los poemas que conservo. A cambio, me envió textos recientes que me impactaron una vez más.
Hicimos también una breve entrevista.
¿Qué significa ser un poeta en el Nepal de nuestros días?
Pienso que no sólo en Nepal sino en todo el mundo, ser un poeta es emprender un viaje de soledades. Un poeta no pertenece a ningún imperio. Los poetas tienen su propio mundo de emociones donde pueden imaginar un universo o paraíso lejano a las discriminaciones, al odio y a la duda, y cercano al amor, al respeto y a la armonía.
Pero si preguntas sobre el estatus financiero del poeta en Nepal, debo recordarte que la poesía ha sido el arte creativo menos pagado. Así que no puedes ganarte el pan escribiendo poemas en Nepal. Siempre me he opuesto a aceptar apoyo financiero u otro tipo de apoyo que venga del gobierno. En Nepal, si quieres recibir apoyo del gobierno, debes afiliarte al partido político gobernante. Temo a la fama y a los reflectores, porque te sacan del alma de la poesía. No puedo imaginar a un poeta sin el alma de la poesía. Así que estoy feliz con los pocos admiradores que tengo.
¿Has realizado traducciones de algún autor de habla castellana?
Tuve la oportunidad de traducir dos poemas de Pablo Neruda, del inglés. Uno de ellos se titula “Puedo escribir las cosas más tristes esta noche”, el siguiente es “Estoy explicando algunas cosas”. Fueron publicadas en una revista nepalí. Los recité en ocasión del centésimo aniversario de Pablo Neruda. Fueron muy apreciados esos poemas, la magia y el poder de Neruda se reflejó en la audiencia.
Tengo entendido que cuentas con una larga experiencia como periodista.
Durante los últimos veinte años, he contribuido como periodista, como editor asistente y también como editor en un par de periódicos, semanarios y en revistas mensuales nepalíes. Para mí, el periodismo es un ideal y un observatorio de la sociedad y las personas. En mi país hay mucho potencial para el periodismo y tenemos tanto a jóvenes como a periodistas adultos, enfocados, creativos, muy trabajadores e idealistas, pero gran parte de las editoriales son muy superficiales. Eso puede ser obvio y común en todo el mundo dado que viven del negocio y no hacen servicio social.
¿Participas en algún otro esfuerzo cultural?
Con varios colegas hemos operado durante varios años, una galería de arte en Kathmandu, la capital de Nepal. Hemos realizado muchas exposiciones con la participación de artistas reconocidos nacional e internacionalmente.
¿Cuáles son los libros de poesía que has publicado?
Tengo uno, El Invencible. Es una colección de versos libres escrita entre 1982 y 1995. He editado una colección de poemas cortos del Sr. Durgalal Shresta, un eminente poeta de Nepal. He traducido un difícil y provocador libro, La Ley; escrito por Frederic Bastiat, quien aboga por la libertad individual y condena tanto al socialismo como al capitalismo. Dice: “en ambos, el sistema de gobierno se convierte en autocrático en su última fase, y en ese momento, la gente pierde su libertad individual”. He escrito también unos cien haikus y cantidad de canciones.
Cuéntanos sobre tus canciones y sus intérpretes, ¿cómo localizarlas en la red?
Las canciones son otras formas de expresarme. A veces no puedes decir algo en la manera que quisieras; debes elegir otro medio. Mis canciones han sido interpretadas por eminentes cantantes de Nepal. Han hecho con ellas algo muy hermoso y a la gente les han gustado. Una canción que escribí fue aclamada nacionalmente y ganó tres premios musicales, se llama “Har raat sapani ma aaithan hunchha”. Trata de la nostalgia, del recuerdo de las pertenencias que dejaste en tu lugar de nacimiento, en un lugar lejano. Hay muchas otras que han sido interpretadas pero no están en red. Abhaya Subba del grupo Abhaya and the Steam Injuns (de rock contemporáneo) canta una de mis últimas composiciones.
¿En qué proyectos trabajas actualmente, Viplob?
Ahora estoy haciendo una novela. Será un tributo a mi padre y a sus colegas; unos revolucionarios. Es todo un reto para mí tejer esta historia con las palabras de la época en que vivieron. La historia inicia hace unos ochenta años. Estoy fascinado con pintar un cuadro de entonces. Eso es lo que puedo decir. Prefiero que me separen de todo lo que he creado. Aún no he hecho algo que me satisfaga.