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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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VIPLOB PRATIK [16.640] Poeta de Nepal

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Viplob Pratik 

Nacido en Katmandú, Nepal, 1961.
Sitio web http://www.viplob.blog.com/

Poesía
Viplob Pratik nació y se crió en Katmandú, Nepal. 

Observó de cerca el rápido ascenso y la caída de los sistemas políticos y los cambios en los asuntos sociales en Nepal. Ha viajado por todo el mundo, y ha aprendido de otras culturas y sociedades. 

Su formación ecléctica tiene un inmenso impacto en sus poemas. Viplob dibuja inspiraciones de la vida cotidiana, sus pensamientos son compactos, y él es profundamente sensible a los valores humanos, por lo tanto, sus poemas son naturalmente intensos. 



La prueba

si por ganar la batalla
te has levantado en armas
ve tan sólo una vez
a visitar las criptas de los guerreros
y en el silencio de la noche
escucha ahí la resonancia del silencio.

¿Qué banderas están flotando
para marcar la victoria de qué persona sobre cuál,
en qué período y sobre qué reino?
¿Qué tanto puede gritar una persona que ha salido victoriosa?
¿Qué guerrero sigue aún con vida
ondeando la bandera de la victoria?
Si no puedes ver encima del mismo polvo sobre el que caminamos
los cadáveres intoxicados por su propia victoria
no tengo ningún otro polvo para presentarlo como prueba.
No tengo ninguna otra tumba como prueba.



El invencible

estoy solo en el campo
y por detrás de las casas con ventanas cerradas
todos ustedes se están asomando.
me gusta cuando la gente atestigua espectáculos
y siento
que las personas son sólo espectadores para los espectáculos
estoy orgulloso
de estar solo en el campo.

derramo lágrimas, siento pena también
pena que nace de la herida, del ataque y de las deliberaciones
pero estoy orgulloso, estoy solo en el campo.

tengo un deseo por cumplir
a un joven que puede afrontar una tormenta con la cabeza en alto
a una joven que puede oponerse a un asalto
quiero ofrecerles mis lágrimas
decoradas como perlas en una bandeja engalanada de gemas

pero estoy solo en el campo
la luna está sola, el sol está solo, y la tierra está sola
estoy solo en el campo.



En mi cuarto, una noche

escribí, hoy, un poema verdaderamente bueno
y sentí un placer inexpresable
estaba solo en mi cuarto
nadie había que oyera mis palabras
los muros inertes que me rodeaban
eran los lados/puertas/ventanas
de mi cuarto
cuando en estos confines leí en voz alta mi poema
los muros gritaron más fuerte que yo
me dio miedo; paré por un momento
luego continué leyendo mis versos
terminé el pasaje entero
después repetí completo el mismo poema
muy suavemente, parando aquí y allá,
leí mi poema con voz clara
estaba atemorizado –no quería que los muros
hicieran eco de mi voz
los muros se quedaron serios
no quise repetir mi poema de placer



को मानहारेन्छे

मैदानमा म एक्लै छु
र झ्याल थुनेर घरहरुको
च्याइरहेछौ तिमीहरु ।
मलाई मान्छेहरुले तमाशा हेरेको मन पर्छ,
र मलाई लाग्छ
मान्छेहरु तमाशा हेर्ने एक हुल भिड मात्रै हुन ।
मलाई गर्व छ
मैदानमा म एक्लै छु ।
रुन्छु म, मलाई पनि दु:ख छ
चोट, प्रहार अनी बिचारको दु:ख,
तर गौरब छ मलाई,
मैदानमा म एक्लै छु ।
आधीसँग सामना गर्ने कुनै युबक
प्रहारसँग सामना गर्ने कुनै युबती भेट्ने रहर छ
आसुका थोपालाई मोतिका रूपमा सजाएर
रत्नजदित किस्तिमा पेश गर्ने रहर छ।
तर मैदानमा म एक्लै छु ।
जुन एक्ली, सुर्य एक्लो, पृथ्वी एक्ली
मैदानमा म एक्लै छु । 


Viplob Patrik, entrevista

Por Miguel Ángel Izquierdo 


Uno viaja y cuando se cruza con un joven en el camino, su brillo y pleno vuelo se nos puede escapar en el primer encuentro. Es el caso de Viplob Pratik, poeta desde antes que lo conociera en Moscú en 1979, allá por sus 22 años. Desde entonces es todo un enamorado de la vida y de las personas; un versificador sobre la marcha que veía a los ojos, mientras declamaba con pasión sus poemas y hablaba del amor.

Aproveché la fugaz oportunidad para que me compartiera una probada de sus versos. Le pedí que me escribiera unos en nepalí y, al menos uno más, en inglés. Los conservo de su propia mano...



Viplob Patrik

Por Miguel Ángel Izquierdo 

Uno viaja y cuando se cruza uno con un joven en el camino, su brillo y pleno vuelo se nos puede escapar en el primer encuentro. Es el caso de Viplob Pratik, poeta desde antes que lo conociera en Moscú en 1979, allá por sus 22 años. Desde entonces es todo un enamorado de la vida y de las personas; un versificador sobre la marcha que veía a los ojos, mientras declamaba con pasión sus poemas y hablaba del amor.

Aproveché la fugaz oportunidad para que me compartiera una probada de sus versos. Le pedí que me escribiera unos en nepalí, y al menos uno más, en inglés. Los conservo de su propia mano…

Treinta años después de haber perdido todo contacto, lo localicé por medio de un joven periodista —paisano suyo— gracias al buscador de google. Lo encontré gracias a mi necedad de revisar periódicamente dónde están y qué hacen los amigos que mucho significan en mi vida. “Sí, soy yo, el mismo”, dijo y me pidió una copia de los poemas que conservo. A cambio, me envió textos recientes que me impactaron una vez más.

Hicimos también una breve entrevista.


¿Qué significa ser un poeta en el Nepal de nuestros días? 

Pienso que no sólo en Nepal sino en todo el mundo, ser un poeta es emprender un viaje de soledades. Un poeta no pertenece a ningún imperio. Los poetas tienen su propio mundo de emociones donde pueden imaginar un universo o paraíso lejano a las discriminaciones, al odio y a la duda, y cercano al amor, al respeto y a la armonía.

Pero si preguntas sobre el estatus financiero del poeta en Nepal, debo recordarte que la poesía ha sido el arte creativo menos pagado. Así que no puedes ganarte el pan escribiendo poemas en Nepal. Siempre me he opuesto a aceptar apoyo financiero u otro tipo de apoyo que venga del gobierno. En Nepal, si quieres recibir apoyo del gobierno, debes afiliarte al partido político gobernante. Temo a la fama y a los reflectores, porque te sacan del alma de la poesía. No puedo imaginar a un poeta sin el alma de la poesía. Así que estoy feliz con los pocos admiradores que tengo.

¿Has realizado traducciones de algún autor de habla castellana?

Tuve la oportunidad de traducir dos poemas de Pablo Neruda, del inglés. Uno de ellos se titula “Puedo escribir las cosas más tristes esta noche”, el siguiente es “Estoy explicando algunas cosas”. Fueron publicadas en una revista nepalí. Los recité en ocasión del centésimo aniversario de Pablo Neruda. Fueron muy apreciados esos poemas, la magia y el poder de Neruda se reflejó en la audiencia.

Tengo entendido que cuentas con una larga experiencia como periodista. 

Durante los últimos veinte años, he contribuido como periodista, como editor asistente y también como editor en un par de periódicos, semanarios y en revistas mensuales nepalíes. Para mí, el periodismo es un ideal y un observatorio de la sociedad y las personas. En mi país hay mucho potencial para el periodismo y tenemos tanto a jóvenes como a periodistas adultos, enfocados, creativos, muy trabajadores e idealistas, pero gran parte de las editoriales son muy superficiales. Eso puede ser obvio y común en todo el mundo dado que viven del negocio y no hacen servicio social.

¿Participas en algún otro esfuerzo cultural?

Con varios colegas hemos operado durante varios años, una galería de arte en Kathmandu, la capital de Nepal. Hemos realizado muchas exposiciones con la participación de artistas reconocidos nacional e internacionalmente.

¿Cuáles son los libros de poesía que has publicado?

Tengo uno, El Invencible. Es una colección de versos libres escrita entre 1982 y 1995. He editado una colección de poemas cortos del Sr. Durgalal Shresta, un eminente poeta de Nepal. He traducido un difícil y provocador libro, La Ley; escrito por Frederic Bastiat, quien aboga por la libertad individual y condena tanto al socialismo como al capitalismo. Dice: “en ambos, el sistema de gobierno se convierte en autocrático en su última fase, y en ese momento, la gente pierde su libertad individual”. He escrito también unos cien haikus y cantidad de canciones.

Cuéntanos sobre tus canciones y sus intérpretes, ¿cómo localizarlas en la red? 

Las canciones son otras formas de expresarme. A veces no puedes decir algo en la manera que quisieras; debes elegir otro medio. Mis canciones han sido interpretadas por eminentes cantantes de Nepal. Han hecho con ellas algo muy hermoso y a la gente les han gustado. Una canción que escribí fue aclamada nacionalmente y ganó tres premios musicales, se llama “Har raat sapani ma aaithan hunchha”. Trata de la nostalgia, del recuerdo de las pertenencias que dejaste en tu lugar de nacimiento, en un lugar lejano. Hay muchas otras que han sido interpretadas pero no están en red. Abhaya Subba del grupo Abhaya and the Steam Injuns (de rock contemporáneo) canta una de mis últimas composiciones.

¿En qué proyectos trabajas actualmente, Viplob?

Ahora estoy haciendo una novela. Será un tributo a mi padre y a sus colegas; unos revolucionarios. Es todo un reto para mí tejer esta historia con las palabras de la época en que vivieron. La historia inicia hace unos ochenta años. Estoy fascinado con pintar un cuadro de entonces. Eso es lo que puedo decir. Prefiero que me separen de todo lo que he creado. Aún no he hecho algo que me satisfaga.




MANUEL MARRERO Y TORRES [16.641]

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MANUEL MARRERO Y TORRES

(1823-1855)
Escritor español, nacido y muerto en Santa Cruz de Tenerife. Tuvo que trabajar como aprendiz de tipógrafo desde su adolescencia, a raíz de la prematura muerte de su padre, y fue un intelectual casi autodidacta pero de profunda formación. El mismo año de su muerte se publicó un volumen que reunía sus cuarenta y nueve Poesías, de estilo apasionadamente romántico y evidentes influencias de Byron, Lamartine, Víctor Hugo, Espronceda y Zorrilla. Algunas de ellas tienen también una sutil vena satírica y humorística, otras tienen encendidos acentos patrióticos, y en muchas se trasluce un sentimiento de culto panteísta de la naturaleza.

Nacido en Santa Cruz de Tenerife, el 27 de septiembre de 1823, pobre y oscuro, dice Dugour, a los doce años, entró de meritorio en una imprenta. En poco tiempo superó el aprendizaje y pudo, con el fruto de su trabajo, sostener a su madre viuda y sus hermanos. Se dio a sí mismo una amplia formación humanista, al tiempo que leía a Espronceda y Zorrilla y comenzaba a escribir poesía. Deseoso de apreciar en su pureza a Hugo y Lamartine, emprendió, sólo, el estudio del francés. Pasaban entre tanto los años tristes y melancólicos. Sin amor. En 1850 fue examinado de lengua inglesa, estudios en los que había invertido un año y superó con gran éxito la prueba. Contrajo la tuberculosis y dueño ya de la parte material de la Imprenta Isleña, expiró a las siete y cuarto de la noche del 9 de enero de 1855, abandonando esta vida que fue madrastra para él, sin esfuerzo y sin agonía.

El cortejo fúnebre se aleja de nuestra vista. Entra en el camposanto de San Rafael y San Roque.

Al ser depositado el cadáver en el sepulcro fueron leídas, con la emoción que el dolor excitaba en todos los corazones, las composiciones en verso y prosa que sus amigos le dedicaban: Pérez Carrión, Manuel Savoie, Claudio F. Sarmiento, Lentini, José D. Dugour y Victorina Bridoux. Ángela Mazzini, bellísima en su casi ancianidad, apartando el tupido velo de su rostro, recita:

Venid a mí, las que anheláis su gloria,
únase vuestra voz a mi plegaria,
sea la amistad constante a su memoria
leve el polvo en su tumba solitaria.”

(Carlos Gaviño de Franchy)



Este poeta, de origen humilde, tipógrafo de profesión, nace en Santa Cruz de Tenerife en 1823 y muere, tuberculoso, a los treinta y dos años, el 9 de enero de 1855. Junto a su tumba, en postumo homenaje, dijeron versos Claudio Sarmiento, Benito Lentini, Desiré Dugour y las poetisas Angela Mazzini y Victorina Bridoux. 

Con su solo esfuerzo e impulsado por una vocación irresistible, logró un puesto importante en el romanticismo isleño. Estudió francés e inglés para mejor apreciar a Lamartine, Víctor Hugo y Lord Byron. Colaboró en La Aurora y El Noticiero de Canarias. Después de su muerte fue recogida toda su producción poética en su único libro, Poesías, con un prólogo de Angela Mazzini y unos Apuntes biográficos de Desiré Dugour. Canta el día de difuntos, el 2 de mayo, el 25 de julio, el Teide, la Semana Santa'. La estrella de la tarde y Al sol recuerdan a Espronceda, y La imagen de las Angustias y La Odalisca se inspiran en Zorrilla. En El día de difuntos hay ya un escalofriante barrunto de la muerte cercana:

Tal vez se marchiten, en pos unas de otras,
las flores que animan su cara ilusión,
y venga mañana a unirse a vosotras
el vale que os brinda su amarga canción. 


Tal vez el mejor de sus sonetos sea el dedicado a los ojos de una dama, que recuerda el madrigal de Gutierre de Cetina:


De esos cándidos ojos celestiales
el fuego seductor mi alma ilumina
y su vivida lumbre peregrina
ansioso el corazón bebe a raudales.

Esas negras pupilas virginales
oculta por piedad, mujer divina,
y esa dulce mirada que fascina
y sólo sirve a acrecentar mis males...

Mas no, hermosa; a mi vista con enojos
no ocultes nunca esos luceros bellos,
esos del sol magníficos despojos,
del alba matinal claros destellos.

Vea yo siempre tus divinos ojos,
aunque haya de encontrar la muerte en ellos.



En El Pico de Tenerife prosigue la larga tradición del canto al Teide, que arranca de Cairasco y Viana. Cairasco cantaba la "pyrámide excelsa" y Viana el "soberbio pirámide". Marrero Torres canta ahora la "pirámide inmortal"; pero en un proceso creciente de humanización que va desde la piedra inerte hasta la piedra vigía. Y si Cairasco canta al Teide, "que parece competir con las estrellas", y Viana repite, casi con las mismas palabras, "que quiere competir  con las estrellas", Marrero Torres no está muy distante de ellos cuando dice:


Tu cúspide que altísima descuellas
parece penetrar la blanca nube
que en caprichosos movimientos sube
buscando la región de las estrellas.


En Un día de Semana Santa, el sentimiento religioso del poeta tiene sacudidas de arrepentimiento, de viejas zozobras y de esperanza ardiente:


Perdona si mis cantos de amargura
al pie de tus altares resonaron,
que siempre en mi quebranto y desventura
mis ojos en la sombra te buscaron.

De mi infancia en los plácidos momentos
tus ángeles velaron mi inocencia;
y más tarde en mi angustia y mis tormentos
tú cuidaste. Señor, de mi existencia.

¡Nunca se apague la divina llama
de sed ardiente que en mi pecho anida!
Rayo de luz que el corazón inflama
y al hombre enseña la cristiana vida.

Marrero Torres, como buen romántico, siente intensamente el paisaje, la naturaleza, con preferencia por el momento de la amanecida que, como dice Padrón Acosta. es la "hora favorita en el calendario lírico de sus versos". 




ANTONIO DE VIANA [16.642]

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Busto de Antonio de Viana situado en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife.


Antonio de Viana

Antonio de Viana (La Laguna, Tenerife, 1578 - ¿1650?) fue un historiador, médico y poeta canario. Estudió en Sevilla la Licenciatura de Medicina, que terminó en 1606. Es posiblemente en esta ciudad donde conoció a Lope de Vega.

Desde 1607 prestó sus servicios al Cabildo de Tenerife para llevar a cabo la atención de los enfermos del hospital. También en Sevilla ocupó la plaza de médico cirujano del Hospital del Cardenal. En 1630, ante el notable aumento de su fama, sus contemporáneos tinerfeños consiguieron convencerle y llevarle nuevamente a la isla, con su antiguo cargo espléndidamente remunerado. En 1633 se trasladó a Las Palmas, donde ejerció gran parte de su profesión. Fue médico del obispo Murgas, elevando aún más su reputación entre miembros de tribunales y altas personalidades de otros órganos que por aquel entonces residían en la ciudad grancanaria.

En cuanto a su faceta de historiador y poeta se le achaca que en sus escritos se haya inventado parte de los nombres guanches que aparecen. Viera y Clavijo también se basó en algunos de los escritos del poeta Viana para parte de la Historia de Canarias, con el consiguiente error en la denominación de los nombres aborígenes que han perdurado a nuestro tiempo.

Obras

Antigüedades de las Islas Afortunadas (1604), poesía de gran valor que aporta una importante información sobre la costumbres y etnografía isleñas.
Conquista de Tenerife.
Aparecimiento de la imagen de Candela'' (1637), ensayo.


Antonio de Viana (La Laguna, Tenerife, 1578 -?)

POETA

Antonio Hernández de Viana nace en La Laguna en el año 1578. Siguiendo la costumbre de la época, invirtió el orden de sus apellidos, pasando a la posteridad literaria como Antonio de Viana. Su padre, Francisco Hernández, era sastre y almotacén mientras que su madre, María de Viana, era de ascendencia portuguesa. Su condición de mestizo, como la de la gran mayoría de los canarios de entonces, le sirvió como argumento para emparentarse con el ficticio Juan de Viana, personaje conquistador inventado al que presenta como pariente suyo y al que nombra en la relación de conquistadores en su Canto XI.
    
Estudiosos como María Rosa Alonso y Alejandro Cioranescu han escrutado y aportado importantes datos biográficos sobre el poeta. Sabemos que estudió en Sevilla durante su primer periodo de formación (1595-1598) y que después se trasladó a su tierra natal para contraer matrimonio y para solucionar diversos trámites referentes a una herencia. En Tenerife permanecerá hasta 1599, cuando, nuevamente, parte hacia la ciudad hispalense donde, en 1605, termina sus estudios de medicina, titulándose como “licenciado, médico cirujano”, retornando de nuevo a La Laguna ese mismo año.
    
A raíz de una epidemia que azotó la isla entre los años 1601 y 1602, el Cabildo tinerfeño propone a Viana como “médico de la Isla”, aunque éste nunca vio normalizada su situación debido a una serie de escollos administrativos y económicos, por lo que decide regresar a Sevilla en 1611, donde permance alrededor de diez años. A lo largo de este periodo continua formándose en su profesión, doctorándose y acumulando experiencia como cirujano mayor en el Hospital del Cardenal y de la Real Armada.
    
En 1631 el Cabildo de Tenerife vuelve a negociar los servicios de Viana y éste decide dejar atrás la estabilidad de la capital hispalense y acepta la oferta. Poco después de su llegada, ve rotas sus expectativas, ya que la morosidad burocrática y el asesinato en La Laguna de dos de sus hijos (1632) terminan por hacerle tomar la decisión de abandonar para siempre su isla natal y marchar a Gran Canaria, lo cual hizo en 1633, aunque en la isla vecina tampoco le supieron retener. Un año después se marcha definitivamente de Canarias y se instala en Sevilla donde, desgraciadamente, se pierde su huella biográfica. Se cree que pudo morir en el año 1650, fecha en la que se tiene constancia de la última certificación médica firmada por el médico-poeta.
    
Durante su segunda estancia en Sevilla, Viana conoce a Lope de Vega y éste le dedica un soneto a modo de alabanza que Viana incluye al inicio de su obra. Además, el Poema de Viana servirá a Lope de inspiración para escribir su obra teatral Los Guanches de Tenerife, basándose principalmente en dos episodios legendarios: la aparición y milagros de la Virgen de Candearia y los amores de Dácil y del capitán Castillo. La crítica contemporánea reconoce y exalta la escena del encuentro entre la princesa aborigen y el conquistador Castillo como el gran logro del poema y de la comedia.  Lope se percató enseguida del alto valor lírico y dramático de la escena del Canto V del poema de Viana, aunque intensificó el rasgo amoroso, pasional, de la pareja para producir el deseado clímax dramático, momento que ya Menéndez y Pelayo había denominado «égloga guanche».   
    
Viana también conoció, durante una breve estancia en Gran Canaria, a Barolomé Cairasco de Figueroa, por el que sentía una profunda admiración tras leer su Templo Militante, admiración que se tradujo en la imitación que Viana hace de él en algunos versos. Como se ha insistido, el vate lagunero nombra con veneración a Cairasco al referirse a la Selva de Doramas en el Canto II de su Poema. Recíprocamente, en los preliminares de la obra de Cairasco, Templo Militante,  el poeta y dramaturgo grancanario incluye un soneto de Viana.

    



Antigüedades de las Islas Afortunadas, también conocido como Poema de Viana, es una crónica versificada de la conquista de Tenerife, distribuida en dieciséis cantos, donde la recreación histórica y el lirismo épico lidian por la identidad de una obra, de cuya heterogénea naturaleza parece participar el autor, que no fue, estrictamente, ni historiador ni poeta. Escribió la obra por encargo de Juan de Guerra Ayala, con el objeto de dignificar su apellido y limpiar su genealogía, algo maltrecha después de que fray Alonso de Espinosa escribiese unas referencias nada beneficiosas de los ancestros del mecenas de Viana.
    
Antigüedades de las Islas Afortunadas es un poema apasionado, inspirado en el amor que Viana sentía por su tierra natal y que lo llevaba a celebrar, veces exageradamente, la cultura aborigen, mostrándolo como un modelo de virtudes y belleza, aunque, del mismo modo, Viana también presenta a lo conquistadores como dignos y generosos caballeros.
    
El hecho de haber escrito una sola obra literaria –también publicó dos libros de carácter científico– coincide con la singularidad de su gestación, ya que el joven poeta terminó de escribir esta magna epopeya cuando tan sólo contaba veinticuatro años de edad. La rareza es aún mayor teniendo en cuenta que la experiencia de la poesía épica no reaparecerá en su pluma ni, en rigor, en la de ningún otro poeta canario de los siglos XVI y XVII.
    


La primera edición del Poema data de 1602. Con posterioridad (1659) fray Juan de San Diego llevó a cabo una copia y sobre ésta el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife encargó otra, en 1834, a Sabino Berthelot. Ambas reproducciones han servido de base para las posteriores ediciones. Hasta el trabajo de Rodríguez Moure, en 1905, no disponemos de una edición cotejada sobre la original, gracias al ejemplar que este sacerdote disponía y que hoy está en manos de la Real Sociedad Económica de Amigos del País en La Laguna.
    
Viana convive con el historiador en una curiosa dinámica Antonio de Viana, Xilografía1604 (anonimo)conciliadora: la verdad falseada que intenta legitimar Viana parece estar, a priori, por encima de cualquier otra consideración y, sin embargo, el poeta se deja atrapar por la seducción del arte, para contemplar el pasado reciente con ojos de poeta. Los episodios de la conquista le venían servidos y fijados por la inmediatez temporal (cuando publica el poema han transcurrido poco más de cien años desde el final de la conquista de Tenerife), que no favorece, precisamente, ni la libertad ni la autonomía para modificar de forma visible la realidad. Las informaciones sobre la empresa conquistadora, aportadas por su mecenas y sus fuentes, representan una evidencia cristalina e innegable: la tarea del historiador supedita a la del poeta.
    
Por otra parte, el mundo aborigen que envuelve a la materia amorosa y humana del relato legitima el giro lírico y la incorporación de la visión imaginaria –e incluso «mítica»– de los pesonajes: el agorero Guañameñe, la “infantina” Dácil, los arrogantes menceyes, etc., los pares amorosos Ruymán-Guacimara, Rosalva-Guetón, Guajara-Tinguaro, etc., los valientes guerreros guanches viven en la veracidad de que los dota el amor a su tierra, a sus creencias, a su dama o a sus hijos; ellos, que se desplazan de la mera historia seca y árida, existen por y para la fantasía. Por tanto, el poeta subordina ahora al historiador. En cambio, los personajes históricos (los conquistadores castellanos o el mencey Bencomo, o Tinguaro) sufren la descaracterización por su entrega absoluta a la guerra, de modo que, reales en el acontecimiento histórico, no existen para la poesía. 
    
Hay en el Poema de Viana una naturaleza mixta que se entrega, por una parte,  con toda la fuerza de la pasión de su juventud a ofrecer una visión histórica arreglada y maquillada a la altura de los intereses familiares de los Guerra,  aún a pesar de que el vate lagunero no pierde de vista la fuente histórica de Alonso de Espinosa, y, por otra, a dar sentido poético, fabulatorio, a los amores simbólicos entre vencedores y vencidos, entre guanches y castellanos. Como ha destacado la crítica, la fruición con Viana canta el mundo aborigen se asemeja con la que exalta los valores de la fe cristiana, todo lo cual produce la muestra y la contribución insulares a la épica hispana de los Siglos de Oro.

Significación y alcance de la obra de Antonio de Viana

Poema    Antonio de Viana está considerado como el patriarca de la poesía tinerfeña. Aunque el Poema sea de desigual calidad, su importancia radica, entre otros aspectos, en que es el poema épico canario por excelencia, en el que se da continuidad a la mitificación iniciada por Cairasco de la historia precolonial. Pero la obra de Viana va mucho más allá en la indagación de la realidad por medio del lenguaje. Al poeta le gusta dar nombre a lo que está viendo y se aparta así de los estereotipos convencionales de la época, como lo demuesrta la gran cantidad de términos que inserta referidos a la realidad insular.
    
También es destacable la formulación de otro de los mitos de la literatura canaria: “el mito de Dácil”, que gira en torno a los amores de la heroína indígena Dácil con el capitan español Castillo. Según muchos estudiosos, la escena entre la princesa aborigen Dácil y el capitán conquistador Castillo es el gran logro del poema. En este sentido, Dácil se convierte en símbolo de diversas lecturas que han sido recogidas por la tradición literaria posterior, bien para celebrar el pasado idílico del mundo aborigen, bien para exaltar la condición mestiza y destinada a abrirse a exterior del ser insular.
    
Son muchos los estudiosos que se han dedicado al estudio de la obra de Viana. La historia del “vianismo” y el trabajo más completo sobre el Poema se deben a la célebre investigadora del médico-poeta, María Rosa Alonso, aunque no ha sido la única en visitar críticamente la “epopeya guanche”. Autores como Viera y Clavijo, Millares Torres, Sabino Berthelot, Menéndez y Pelayo o Millares Carlo lo han hecho. Además, el perfil biográfico y literario del autor y su obra se amplían en los trabajos de Valbuena Prat, Andrés Lorenzo Cáceres y Artiles y Quintana. Un capítulo aparte merecen los estudios de Cioranescu. Asimismo, el Poema también cuenta con un merecido lugar en diversas antologías, como las de Sánchez Robayna y Banco Montesdeca.

La obra de Antonio de Viana:

Antigüedades de las Islas Afortunadas, La Laguna, 1996; Antigüedades de las Islas Afortunadas, edición de María Rosa Alonso, Gobierno de Canarias, 1991; Antigüedades de las Islas Afortunadas, edición e introducción por Alejandro Cioranescu, Interinsular Canaria, 1986.



La obra dividida en cantos, empieza con una descripción de las islas en la que al paisaje de "tierra adentro", casi siempre idílico, se une el del mar, un mar que sirve de marco para el soliloquio de la princesa Dácil y por el que ha de venir su "amado forastero".

Las aguas apresura porque venga
con más presteza, mira que lo espero,
y es muerte el esperar, no lo detenga
tu inquieto movimiento, porque muero.
Aplaza ese rigor lo que convenga
y tráeme ya a mi amado forastero,
que lo desea y ama el pensamiento,
y amar y desear es cruel tormento.


Y añade después, como un suspiro prolongado:


¡Cuándo, cuándo
te veré, afable mar y en tu bonanza
seguro y quieto el bien de mi esperanza! 



El tema central de la obra es la conquista de Tenerife, y sus momentos culminantes se desarrollan en tres batallas: la de La Matanza, la de La Laguna y la de Acentejo. La descripción de la lucha recuerda inevitablemente el realismo de algunos poemas épicos medievales. A este realismo feroz de los encuentros entre los guerreros se contrapone la sensibilidad y delicadeza de los personajes femeninos ( tres princesas guanches) que protagonizan las tres historias de amor que se hallan en el Poema: Dácil y el capitán Castillo, Rosalba y Guetón, Guacimara y Ruimán.

Es importante destacar también el contenido religioso de la obra, fundamentalmente en lo que se refiere a la Virgen de Candelaria (canto VI) y a las invocaciones que anteceden a otros cantos.

Y no sólo el mar lírico, enredado en amores, sino también el marmitológico, imitado de Cairasco, con nereidas, sirenas y amadríadas, con Eolo "impacíñco" y "Neptuno armado del "tridente y poderoso báculo"". O el mar afanoso, con trajín de marineros y soldados, como en este desembarco de tropas en que se logra un dinamismo sorprendente a base de la repetición anafórica'^; 



A prisa marineros y grumetes,
a prisa los bateles y los remos,
a prisa desembarcan capitanes,
a prisa los alférez y sargentos,
y a prisa los soldados animosos,
siguiendo sus pendones y banderas,
a prisa tocan cajas, suenan pífanos
y retumban clarines y trompetas,
saltan en tierra, póstrense en el suelo 



Los encuentros de la lucha se describen con un duro realismo que recuerda otras escenas de las gestas medievales. Tinpuarn, con un golpe de maza, divide en dos mitades la cabeza de su rival":

López de Aza, atravesado el pecho por un dardo, se lo arranca y da muerte a su enemigo"; Guadrafet. grueso y alto "como torre de carne", atravesado el vientre por la espada, echa por el ombligo "los intestinos con la sangre": Lope Hernández entra en el combate
"sembrando el suelo de difuntos muertos""; en medio de la batalla,


la muchedumbre de los cuerpos muertos
cubre del bosque las estrechas sendas,


y los peñascos que ruedan por la montaña, impulsados por los guanches,


deriban, matan, hieren y desriscan,
aplastan, rompen, despedazan, parten,
hunden y entierran vivos y difuntos. 


No podemos omitir, por su importancia y por su frecuencia, el contenido religioso del Poema, en especial lo referente a la devoción y aparición de la Virgen de la Candelaria " en el canto VI y a las invocaciones que preceden a varios cantos. Y es de notar que, mientras Cairasco, en un poema estrictamente religioso como el Templo Militante, comienza muchos cantos con una invocación a los dioses de la mitología, Viana. en su poema de tema pagano, suele comenzarlos con invocaciones a la Virgen de la Candelaria. 










JUAN BAUTISTA POGGIO MALDONADO [16.643]

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JUAN BAUTISTA POGGIO MALDONADO 
(O MONTEVERDE)

(1632-1707)
Hombre multifacético: abogado, presbístero, militar; destacado escritor y orador.
Máximo exponente literario del Bárroco en Canarias.
Bienhechor e impulsor de las fiestas lustrales palmeras.

En Sta. Cruz de la Palma (Islas Canarias), tuvo lugar su nacimiento el 16 de junio de 1632. Hijo del genovés Juan Ángel Poggio Castilla, trasladado a La Palma donde ejerció como juez subdelegado de Indias y oficial de las milicias provinciales, y de la palmera María Maldonado Monteverde.

Realizó sus primeros estudios en su ciudad natal, licenciándose en Leyes por la Universidad de Salamanca.

De vuelta a su isla, ejerce como abogado y es nombrado teniente de La Palma (1675), renunciando dos años más tarde –a los 45 años- para convertirse en presbítero.

Destacó en su carrera eclesiástica, con importantes cargos: Visitador General de la Gomera y el Hierro, Vicario General de La Palma (1691) y, por último, asesor letrado del Cabildo (1705). En el púlpito sobresalió como eminente orador, marcado por su elocuencia y vasta cultura.

Legó una importante obra literaria, considerado como representante del bárroco en Canarias, en el que utiliza un estilo conceptista. Su poesía lírica contiene sonetos, octavas, décimas, coplas y romances de variados temas, entre los que destacan los religiosos, amorosos, panegíricos y morales. Como poeta dramático es autor de varias Loas. Sus ‘loas sacramentales’ son auténticos ‘autos’ a la manera de Calderón de la Barca –Viera y Clavijo le llamó “el calderón canario”- compuestos para celebrar la festividad del Corpus. Cuatro de las dedicadas a la Virgen de las Nieves, conmemoran los cinco años que de traída de la Virgen a la capital de la isla; tradición y costumbre en la que tuvo un papel destacado: haciendo que cada lustro tuviera obras en honor a la Virgen de las Nieves y que en la Semana Grande no faltara teatro, danza, música y juegos.

A sus 75 años, dejó de existir en la capital palmera, el 20 de septiembre de 1707.

Reproducimos un soneto hallado entre sus papeles de su puño y letra (Tabares, 1941):


Pídeme de mi mismo el Tiempo cuenta.
Si a darla voy, la cuenta pide Tiempo;
Que quien gastó sin cuenta tanto Tiempo
¿Cómo dará sin Tiempo tanta cuenta?

Tomar no quiere el Tiempo, Tiempo en cuenta
Porque la cuenta no se hizo Tiempo;
Que el Tiempo recibirá en cuenta el Tiempo
Si en la cuenta del Tiempo hubiera Tiempo.

¿Qué cuenta ha de bastar a tanto Tiempo?
¿Qué Tiempo ha de bastar a tanta cuenta?
Que a quien sin cuenta vive, falta Tiempo.

Y estoy sin tener Tiempo y tener cuenta
Sabiendo que he de dar cuenta del Tiempo.
Y ha de llegar el Tiempo de la cuenta.



No todo es barroquismo en el siglo XVII. En Canarias, como en la lírica nacional, surgen poetas que se resisten a seguir la trayectoria culterano-conceptista con todas sus consecuencias. Es la época de Francisco de Rioja, el cantor de las flores, de Rodrigo Caro y de la Epístola moral a Fahio. Poesía grave y mesurada de reflexiones morales nostálgica y estoica. Dentro de este contexto pero con algunas concesiones al barroco, está la lírica de Juan Bautista Poggio J. Maldonado, natural de La Palma, que estudió Leyes en Salamanca ejerció como abogado en su isla natal, se hizo sacerdote en 1677 y cultivó la lírica, el teatro, la música y la oratoria .

Poggio era un buen poeta lírico. Toda su producción conocida, no muy abundante, está recogida en la Bio-bibliografía de Millares Cario Para Viera y Clavijo, era uno de nuestros mas insignes poetas.

Sus versos son densos, apretados, que suponen un esfuerzo de creación largamente pensados y lentamente construidos, hasta alcanzar la linde de la perfección. No sobra nada en ellos, Porque apenas dejan tiempo para la retórica, aunque sin excluirla del todo son graves en el contenido, en el ritmo y en la rima. Solo una vez emplea le rima aguda. Son poemas religiosos, morales y de circunstancia.

Entre los religiosos destaca el soneto titulado Medita los beneficios de Dios:


Dios, que un alma me dio que antes no era,
Dios, que santos dictámenes le envía.
Dios, que a ver y saber su ser le guía.
Dios sea quien y con quien viva y muera.

Dios, que da consonancia a tanta esfera.
Dios, que les dio compás, voz y armonía; 
Dios, que segunda luz dio a noche y día,
primera luz me dé, dé luz primera.

Dios, que perlas vertió por mí lloradas.
Dios, que granas manó por mi vertidas,
Dios, que memorias deja consagradas,

de este pan alimenta nuestras vidas,
de sangre del Cordero sean lavadas
y de aljófar de amor enriquecidas.


En los poemas de reflexiones morales, a igual que la Canción a las ruinas de Itálica o la Epístola moral a Fabio, Poggio dedica tres sonetos a Fabio, ese desconocido personaje de los poetas sevillanos del XVII, claro exponente de sus preferencias literarias. En uno de ellos le induce a que huya de sí mismo, en vez de huir de las penas:


Si otra patria, otras leyes, otro fuero,
otra edad o fortuna te deseas,
no es porque con razón infeliz seas,
es que hallas en tí mal compañero.

Huye de la borrasca el marinero,
y más que el mar le turban sus ideas;
mudarás de sudor, no de tareas;
de heridas mudarás, mas no de acero.

Si cual ciervo la flecha en la herida
tus pensamientos tiñes de corales,
estafeta es de penas tu huida,

tú y las penas corréis cursos iguales:
a un tiempo huyendo muerto y homicida,
huye, Fabio, de ti, no de los males.



Entre los poemas de circunstancia merece la pena traer aquí un precioso madrigal, A una señora de Guisla y otra de Massieu. delicado e ingenioso, que es además un poema de ordenación correlativa, con dos conjuntos de cuatro pluralidades, que se prolonga hasta el último verso (jardin, jazmín, mayos y flor, cielo, sol, luceros y rayos):


De Guislas en el jardín
y en el cielo de Massieu,
candidísimo sol tú,
y tú radiante jazmín;
perfecto principio y fin
de luceros y de mayos,
glorias gozad sin desmayos
y en recíprocos de amor
néctar que vierte tal flor
bébanlo de un sol los rayos. 


La obra dramática de Poggio, reducida a cuatro loas, se conserva en la biblioteca Cervantes de Santa Cruz de La Palma y sigue la técnica calderoniana. Son dos Loas Sacramentales, o comedias alegóricas, que se representaron en las fiestas de Corpus; una Loa al nombre de Jesús, compuesta para la Navidad de 1702, y la Loa a Nuestra Señora de las Nieves, representada en el convento de Santo Domingo, con motivo de la bajada de la Virgen en las fiestas lústrales de 1685'. El mismo Poggio, con ayuda de sus hermanas, compuso la música de las representaciones. 

Pensando en estas obras, Viera y Clavijo no duda en llamarlo "el Calderón canario". 









CRISTÓBAL DEL HOYO SOTOMAYOR [16.644]

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Cristóbal del Hoyo Sotomayor

Cristóbal del Hoyo Solórzano y Sotomayor, Marqués de la Villa de San Andrés, Vizconde de Buen Paso (Tazacorte, isla de La Palma, Canarias, 31 de diciembre de 1677 - San Cristóbal de La Laguna, 26 de noviembre de 1762), escritor español de la Ilustración.

Nacido en Tazacorte, en las Islas Canarias, era hijo del capitán de caballos don Gaspar del Hoyo Alzola, natural de Garachico, Tenerife, y de Ana Jacinta de Sotomayor. Estudió sus primeras letras en Santa Cruz de La Palma con el presbítero Manuel de Párraga y fray Juan de Leiva; la ausencia de su padre, comprometido en el gobierno de las colonias americanas le hizo llevar una vida disoluta y desordenada y sus inquietudes lo llevaron pronto a frecuentar a los comerciantes, capitanes y viajeros del puerto y sus nuevas ideas y libros prohibidos. Se hizo así un libertino volteriano y erudito y viajó por toda Europa, de lo cual dejó constancia en un voluminoso epistolario.

Sus ideas avanzadas, propias de un novator o preilustrado, le valieron ser denunciado y encarcelado tres veces por la Inquisición: la primera en 1700 por "proposiciones heréticas, escandalosas y temerarias", con motivo de unas letanías que cantó con varios amigos a la sobrina de un inquisidor de La Palma durante un carnaval; la segunda en 1717 por las opiniones sobre la controvertida bula Unigenitus que condenaba el Jansenismo; y la tercera en 1759. de la que llegó a fugarse huyendo a Madeira y a Lisboa.

Un resumen de las acusaciones lo hace María José Collantes de Terán:

Haber hablado contra predicadores y contra sermones; mofarse de los religiosos, diciendo que predican disparates; hablar con desprecio de los milagros, particularmente contra los de Santo Domingo de la Calzada; decir que es bobería e ignorancia pensar que Dios es el que inspira para que se de limosna al pobre que pide, «porque Dios no se mete en esas cosas»; que no hay que pedir la intercesión de los santos en la vida cotidiana, porque «ellos tampoco se meten en esas cosas»; burlarse de las procesiones; tener y leer libros de Lutero y Calvino en inglés y francés; decir que San Agustín había sido adulador y que había que tener cuidado con los padres de la Iglesia; que no hay purgatorio, ni santos ni vírgenes.

En 1703, siendo capitán de caballos, solicita pasar al primer tercio que estuviese vacante en Tenerife. Consigue trasladarse al tercio del Puerto de la Orotava y en 1706 asiste con su Regimiento a la defensa del puerto de Santa Cruz de Tenerife, del intento de invasión del General Genning. Probablemente, en 1707 solicita un permiso para ir a reunirse con su padre que se encontraba en Francia. Regresa a Tenerife en 1810 con el título de Vizconde que le había conseguido su padre por Real cédula de 10 de febrero de 1708 y se establece en el Puerto de la Orotava, lugar de su Regimiento, aunque hace numerosos viajes por las islas. En la Orotava hace amistad con John Crose, cónsul de Inglaterra residente allí; en 1714 inicia un segundo viaje en compañía del mencionado cónsul por motivos comerciales, relacionados con la salida de los vinos canarios; pasó primero por Londres y luego por París. En 1716 vuelve a Tenerife y se establece en Icod de los Vinos; allí construye su casa en la hacienda de Alzola heredada de su abuela. Tras el segundo proceso inquisitorial, de 1717, muere su padre en 1722 y su sobrina doña Leonor del Hoyo interpone una querella exigiéndole el matrimonio para lavar su honra. Esta acusación de la que, al principio, no se defendió, motivó su prisión preventiva en el castillo de San Felipe del Puerto y después el 24 de abril de 1725 en el de Paso Alto de Santa Cruz de Tenerife, por su condición militar; allí aprovechó para leer a los clásicos castellanos del XVI y XVII. Tras ella anima la tertulia del marqués de Nava y es elegido castellano de Paso Alto y Regidor del Cabildo de La Laguna. Su vida trans­curre ya tranquila y sin preocupaciones; concierta la boda de su hija con Fernando de La Guerra. En 1759 es denunciado otra vez a la Inquisición y pasó su condena en el convento de San Agustín, en Las Palmas de Gran Canaria. Muere el 26 de noviembre de 1762 a los ochenta y cinco años; fue sepultado en la iglesia de los Remedios de La Laguna.

Escritos

Entre sus obras destaca la traducción del Miserere comentado y un soneto dedicado al Teide, además de sus famosas Cartas, publicadas hacia 1740 por fray Gonzalo González de San Gonzalo (no es pseudónimo), en algunas de las cuales acoge críticas muy virulentas sobre Madrid y su Corte. Reproduce con fidelidad, pero críticamente, el mundo del Antiguo Régimen y desmonta todo el mundo opresivo y asfixiante de una sociedad temerosa y excesivamente prudente, riéndose socarronamente cuando no describe con pasión y ternura a aquellos que, presos de la ignorancia y la superstición, viven vidas apagadas arrastrando su miseria social y moral. Ataca los errores del vulgo, la superstición, la idolatría. Propone a cambio libertad de pensamiento, análisis, libre examen. El cristiano, según él, hereda tonterías debido a la ignorancia en que se le mantiene. Él se considera católico y respeta la Iglesia, pero subraya que los Santos Padres no dicen nada acerca de que en la literatura puedan andar metidos malos espíritus o que el demonio tiente a través de ella. Tuvo una tertulia en La Laguna que rivalizó con la del Marqués de Villanueva del Prado.

Obras

Soledad escrita en la isla de la Madera (1733). Hay edición moderna: Soledad escrita en la isla de la Madera: (1733); edición e introducción de Andrés Sánchez Robayna, La Laguna: Universidad, Instituto de Estudios Canarios, 1985.
Cartas diferentes (1741).
Carta de Lisboa (1743).
Carta del marqués de la Villa de San Andrés y Vizconde de Buen Passo, respondiendo a un amigo suyo lo que siente de la Corte de Madrid. Dada a luz por el muy Reverendo Padre Fray Gonzalo González de la... (Madrid, s. i., ¿1740?. Hay edición moderna con el título Madrid por dentro: (1745); edición, introducción y notas de Alejandro Cioranescu, Tenerife: Aula de Cultura del Excmo. Cabildo Insular, 1983.


El Vizconde de Buen Paso, un personaje de novela

El Vizconde de Buen Paso fue un personaje singular, un aristócrata con una mentalidad más parecida a la del noble ilustrado europeo, aventurero y mujeriego, que a la del clásico aristócrata canario, de misa diaria y doble moral.

Se llamaba Cristóbal del Hoyo-Solórzano y Montemayor, con dos títulos a sus espaldas: uno, Marqués de San Andrés, y otro, Vizconde de Buen Paso. Poseía mayorazgos, vinculaciones y haciendas y fue miembro de cofradías y órdenes militares. Además, era heredero de un gran patrimonio  en Tenerife y La Palma.

Este noble se movió en un ambiente mundano, pues vivió parte de su vida en Madrid y en otras capitales europeas. Aquí, en las Canarias, se movía en un círculo más cerrado, familias todas emparentadas unas con otras, que controlaban todos los cargos civiles y militares de la isla. Sólo se rompía con la llegada de personas que venían a ocupar los cargos de la Capitanía, la Audiencia o el Obispado, y que recaían normalmente en personas del estamento nobiliario de procedencia peninsular. Por otro lado, como resultado de sus innumerables viajes al extranjero, conoció todos los ambientes culturales y sociales de Europa y, por supuesto, Madrid, donde residió muchos años.

En contraste con este medio social rico y lujoso, conoció unas islas con una población campesina, en su mayoría analfabeta, trabajando casi en un régimen de servidumbre y soportando las carencias de una economía dependiente del exterior. Es decir, en el siglo XVIII, Canarias, fiel al modelo colonial-mercantilista, exportaba materias primas agrícolas e importaba productos manufacturados, además de comprar cereales y otros productos indispensables, porque no se autoabastecía.

Por otro lado, el Vizconde se movía en una sociedad no sólo dividida en estamentos altamente diferenciados, con una mentalidad religiosa retrógrada y una práctica religiosa rayana en la superstición y el fanatismo.

El Vizconde tenía por el contrario un talante liberal, era culto, amante de la buena vida y de las mujeres, divertido, con sentido crítico, galante y burlón. Ya en vida gozaba de fama. Buena o mala  según conveniencia de unos o de otros. Muchos lo acusaban de libertino.

Desde luego, al igual que sus congéneres de clase, nunca renunció a sus privilegios, a pesar de que era consciente del estado de postración en que se encontraba la mayoría de la población isleña y la necesidad de un cambio, por lo menos en los aspectos económicos y religiosos. Pero esto fue característico de la nobleza ilustrada, no sólo en Canarias, sino en toda Europa.

Aún así, el Vizconde, a diferencia de otros ilustrados de las islas, se atrevió a criticar la superstición y  la postración cultural de las islas. No sabemos si el Vizconde tenía ideas anticlericales, propio de los ilustrados de la época. No lo parece, pues promueve la construcción de oratorios, ermitas y acepta honores religiosos. Aún así, fue crítico con el estamento clerical y valiente ante las persecuciones a las que fue sometido por los poderes públicos y la Inquisición.

El Vizconde fue encarcelado por el Comandante General, embargados gran parte de sus bienes, recluido en el convento agustino de Las Palmas por la Inquisición y sometido a la renuncia de sus convicciones. Sin embargo, se mantuvo firme y reclamó sus derechos en instancias superiores (Madrid).

Su valía intelectual está fuera de toda duda. No cabe compararlo en este sentido con ilustrados contemporáneos suyos, como Viera y Clavijo, Clavijo y Fajardo o los hermanos Iriarte, pero sus escritos en “Madrid visto por dentro” fueron un ejemplo de crítica sagaz. Su vida y su obra han sido objeto de estudio no sólo por eruditos del Archipiélago, sino por historiadores tan competentes como Domínguez Ortiz.

Veamos sucintamente su vida, más apasionante que su obra. El Vizconde procedía de una familia  entroncada con los primeros conquistadores de la isla de Tenerife. Su padre había nacido en Garachico y ejerció diversos cargos políticos en Indias y otros lugares. Pertenecía a la influyente y poderosa Orden de Calatrava, según algunos herederos de la legendaria orden templaria. Por línea materna procedía de La Palma, de donde era natural su madre, los Sotomayor. En esta isla fue donde nació el Vizconde, en Tazacorte, en el año 1677, cuyo lugar pertenecía casi totalmente a la familia de los Sotomayor. Fue bautizado en la Iglesia de los Remedios, en Los Llanos, y aprendió las primeras letras en Santa Cruz de La Palma, donde la familia también tenía casa.

Su educación juvenil, como todos los de la época, estuvo marcada por la enseñanza escolástica. Ahora bien, el vivir en un puerto como el de Santa Cruz de La Palma, con gran tráfico de barcos extranjeros, y sin la autoridad del padre, ausente, le forjó un espíritu liberal y cosmopolita, abierto a los conocimientos de todo tipo.

Muy joven, como todos los “señoritos” de la época, ingresa en las milicias canarias, aún con residencia en La Palma, donde lleva una vida licenciosa y donde tiene ya problemas con la Inquisición, por haberse burlado de una costumbre religiosa.

Ya en pleno siglo XVIII, con 26 años, llega a Tenerife, donde quiere establecerse para servir mejor en las milicias, bien residiendo en el Puerto de La Orotava o en La Laguna. Sin embargo, pronto embarca para Londres y París, en cuya última ciudad estaba su padre. Aquí tomó contacto con los enciclopedistas franceses, además de verse envuelto en aventuras amorosas, razón por la que tuvo que huir a los Países Bajos. De regreso, reside en el Puerto de La Orotava (hoy Puerto de la Cruz), aunque por supuesto tenía casa y haciendas en Icod y Garachico.


El Vizconde de Buen Paso vivió durante algunos años en el Puerto de la Cruz. Por aquel entonces conocido como Puerto de La Orotava. (FEDAC/Cabildo de Gran Canaria)


En 1714, ya siendo un hombre maduro, vuelve a viajar a Europa, seguramente por motivos económicos, pues trataba de encontrar una solución al comercio de los vinos tinerfeños con la creación de una compañía comercial canaria. Estuvo en Londres y París, donde aún vivía su padre como diplomático del rey.

De vuelta a la Isla, reside en Icod, en la zona de Las Cañas, donde tenía una hacienda. Allí tiene relaciones amorosas con una sobrina que vivía en Garachico, a la que según parece promete matrimonio. Por razones no muy claras, él se niega a casarse y después de un largo proceso, es condenado a permanecer bajo custodia en el Castillo de Paso Alto, en Santa Cruz, por orden del Comandante General. Además, se le embarga parte de sus propiedades para indemnizar a la sobrina despechada.

Después de algún tiempo en Paso Alto, logró fugarse del Castillo y, con la colaboración de familiares y amigos, huye por el Puerto de la Cruz a la isla de Madeira, y desde allí hasta Lisboa, lugar en el que vive algunos años y donde conoce a la que luego sería su esposa. Se casó por poderes, viajó luego a Madrid donde vivió durante 15 años. En la Corte de Madrid vive, según parece, ocupado en crear una compañía de vinos, en hacer vida social cortesana y en recuperar los dineros que había prestado. También lucha por conseguir un beneficio eclesiástico para sus suegros de Lugo. Aquí nació su única hija, cuya madre moriría más tarde, quedando viudo.

El Vizconde, que siempre se siente orgulloso de su condición canaria (hay varios lances que así lo atestiguan), siente nostalgia de su tierra y regresa con su hija ya en edad de casamiento.

De vuelta a Tenerife, reside en el Puerto de la Cruz para pasar luego, en 1755, a La Laguna, donde pone casa cerca de La Catedral (parroquia de Los Remedios). Aquí toma contacto con los “señoritos de la Laguna”, expresión que hace referencia a los ilustrados laguneros, donde asiste regularmente a la tertulia del Marqués de Nava.

En esta cuidad, el Vizconde es otra vez procesado por la Inquisición, que lo acusa de leer libros prohibidos y atentar contra la Fe. El Marqués mantenía una posición religiosa afín a los jansenistas, partidarios de un cristianismo evangélico e íntimo, y no tan de farándula, como el que se practicaba en su tiempo.

Como consecuencia del proceso, el Vizconde es condenado a residir durante dos años en el Convento de San Agustín de Las Palmas, siéndole embargados sus bienes.

Por fin, después de interminables recursos legales, volvió a La Laguna, donde muere a los 81 años de edad.




A las doce de la noche del 31 de diciembre de 1677 – hace ahora 340 años- nació este palmero ilustre en Los Llanos de Aridane, antigua jurisdicción del pago de Tazacorte. Recibió el bautismo en la parroquia de Los Remedios de dicha ciudad.



“¿Cómo puedo no haber sido
parto infeliz del pecado
si fui en maldad engendrado
y entre culpas concebido?
En las que nací, he vivido;
torpes fueron mis pañales
mis fajas, paños mortales,
así, de tales premisas,
son consecuencias precisas
la inmensidad de mis males”.



Fue quien introdujo la peluca en Tenerife a la usanza francesa, a pesar de los improperios y críticas que lanzaban los clérigos desde los púlpitos en contra de este nuevo complemento en el vestir. Se cuenta que un predicador no pudo seguir con su sermón en el que atacaba el uso de la peluca porque don Cristóbal se quitó la suya ante él y le dijo “Padre mío, si Vd. lo dice por mi peluca, ya me la he quitado; mire ahora contra quién predica”. 

“Heredero de los laureles conquistados por su padre en el servicio de las armas”, el Vizconde llevó también el uniforme militar. Había ascendido rápidamente en la carrera militar. Ya era capitán de caballería cuando la Escuadra Azul intentó invadir Tenerife el 6 de diciembre de 1706. Fue comisionado, junto con Diego Lercary para conducir al enviado del almirante Genings ante el Capitán de Guerra y Corregidor de dicha isla, don José de Ayala y Rojas. En 1721 era ya sargento mayor “de caballos” y luego fue nombrado jefe de las armas del partido de Icod por el Capitán General don Juan de Mur y Aguirre. En junio de 1728 fue ascendido a Teniente Coronel de Caballería y en 1761 Síndico Personero General del Cabildo. Más tarde, en 1761, fue nombrado Gobernador del Principal por la Justicia y el Regimiento de Tenerife. En aquellos instantes había guerra con Gran Bretaña.

El jocoso, independiente y travieso personaje- siempre ataviado con lujosos ropajes y cuya forma de ser y estilo de vida estaban siendo copiados por numerosos admiradores- sabía, sin embargo, que pagaría tarde o temprano por este poco usual comportamiento para la época que le tocó vivir. La envidia de sus contemporáneos no se hizo esperar y presintiéndolo, en 1719 salió de Garachico para nunca más regresar. Sin embargo, también había hecho grandes amigos.

Al morir el Marqués don Gaspar del Hoyo- padre del Vizconde -el 12 de enero de 1722, la sobrina de éste, doña Leonor del Hoyo, hizo todo lo posible para que se casase con ella, para lo que tramó varios ardides.

En una misiva que el galán envió a aquella dama decía, entre otras cosas, que el Obispo de Canarias don Lucas Conejero de Molina había sido uno de los instigadores en el asesinato del intendente Ceballos. Doña Leonor – mal asesorada por su madre y algunos competidores - puso en conocimiento del prelado el contenido de la carta. Colérico, don Lucas lo condujo ante el Tribunal Eclesiástico, donde el Vizconde no dijo una sola palabra en su defensa, “dando una lección de mansedumbre al vengativo Prelado”. Al ser nombrado éste Arzobispo de Burgos, lejos de perdonar a don Cristóbal, lo denunció ante el Consejo de Castilla. Fueron tan graves las acusaciones que se vertieron sobre el ilustre palmero en los informes, que fue mandado encarcelar por el Marqués de Valhermoso, previo embargo de sus bienes, en el castillo de Paso Alto. La real cédula fue fechada el 5 de febrero de 1725 y firmada por el monarca don Luis I.



“Divino, amante Jesús,
a quien ingrato y traidor,
pagué el más inmenso amor,
con la mas tirana cruz;
hoy ardiendo en vuestra luz,
lloro cuando os ofendí:
conozco, Señor, que fui
aborto de la maldad;
ten, por tu inmensa bondad,
misericordia de mí”.



El vizconde de Buen Paso es el mejor poeta canario del siglo XVIII. En buena parte de sus poemas logra evadirse del prosaísmo de su tiempo. Son versos severos, hondos y vigorosos, sabiamente construidos, que mantienen una dignidad grave y que, más de una vez, nos hacen pensar en Quevedo, incluso cuando, en tono de madrigal, cantan a una dama, como en este principio de una de sus cartas:


Esta carta de Pago que le escribe 
el Marqués y Vizconde a cierta dama 
que en Lisboa vive,
asesina deidad que el daño esconde
de unos ojos azules que maltratan,
y es contra ley que vivan, pues que matan.


O cuando canta al Teide en un bello soneto en que el poeta y el volcán, en una alternancia de contrarios, parece que juegan al "sí" y al "no" de su vivir distinto, con un zigzagueo de nueve contrapuntos que va ganando altura hasta la última antítesis:


¡Oh cuan distinto, hermoso Teide helado,
te veo y vi, me ves ahora y viste!
Cubierto en risa estás, cuando yo triste,
y cuando estaba alegre, tú abrasado.
Tú mudas galas como el tiempo airado,
mi pecho a las mudanzas se resiste;
yo me voy, tú te quedas, y consiste
tu estrella en esto y en crueldad mi hado.
¡Dichoso tú, pues mudas por instantes
los afectos! ¡Oh, quién hacer pudiera
que fuéramos en eso semejantes! 

Para ti llegará la primavera
y a ser otoño volverás como antes;
mas yo no seré ya lo que antes era.



Entre sus poesías hay sonetos, octavas', décimas, romances y quintillas.
Abundan los títulos como estos: A una dama muy dama, que se casó con un hombre que no era nada más que hombre, A un Señora que le dijo que era muy bellaco. Romance jocoso respondiendo por una Señorita. Pero su mejor poema es, sin duda, la Traducción del Miserere. Más que traducción es una paráfrasis del salmo bíblico, hecha en el castillo de Paso-Alto, pocos días antes de su fuga.
Son 17 décimas perfectas, de estructura vigorosa, enteramente autobiográficas. Valbuena Prat enfrenta "esta voz varonil y ascética" del Vizconde con "las glosas en música de los teatrales, traviatescos, y profanamente ligeros misereres de Eslava" *. El poeta, contrito y humillado, confiesa ante Dios "la inmensidad de sus males", reconociéndose "ingrato y traidor", "entre culpas concebido" y "parto infeliz del pecado". El dolor y las lágrimas abren surcos por los versos, hasta retorcerle el corazón y la palabra en doloridos retruécanos":


¿Cómo pudo no haber sido
parto infeliz del pecado,
si fui en maldad engendrado
y entre culpas concebido?
En las que nací he vivido.

Torpes fueron mis pañales;
mis fajas, paños mortales;
y así de tales premisas
son consecuencias precisas
la inmensidad de mis males.

Rómpanse mis torpes labios
en su divina alabanza
y en santa heroica mudanza
llore yo tantos agravios.

De mi culpa son resabios,
e infame agradecimiento
de mi vil entendimiento;
y así, rendido al desdoro,
siento la nada que lloro.

Lloro lo poco que siento.
Incienso, Dios infinito,
lleva para ti aceptado, 
espíritu atribulado
de un corazón ya concrito.

Lloro humilde mi delito;
y, pues los suspiros pagas,
quiero, Señor, que deshagas
mi corazón; y, deshecho,
que suba en humo a tu pecho
y baje en fuego a mis llagas. 










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ABBAS IBN AL-AHNAF [16.649] Poeta de Irak

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Abbas Ibn al-Ahnaf

Abu al-Fadl Abbas Ibn al-Ahnaf, (750 en Basora, Irak  - 809), árabe , عباس بن الأحنف, era un árabe abasí poeta del clan de Hanifa. Su trabajo consistió únicamente en poemas de amor (ghazal). Se "refiere principalmente a la falta de esperanza de amor, y a la persona. En sus composiciones parece resignado a una relación de la privación". El vocabulario que eligió fue sencillo y su estilo es fluido y fácil.

Creció en Bagdad, donde se convirtió en un amigo del califa abasí Harun al-Rashid, que lo emplea para el fin de hacerle divertirse en el tiempo de ocio. Su trabajo fue influenciado por Abdallah Ibn al-Mu'tazz y Abu al-Atahiya. 





En realidad tú nunca has sufrido, ni conocido
la angustia del insomnio.
Soy yo quien nunca puede dormir,
y mientras vivo, no puedo detener
las lágrimas que brotan de mis ojos.

Me desprecias cuando te hablo,
sin embargo los amantes que citan mi verso triunfan.
Me he convertido en la mecha de una vela destinada
a iluminar una habitación para otros hombres
mientras me consumo en el aire enrarecido.



***



Dame la mano y seamos amigos otra vez
y maldigamos juntos a quien se equivocara.
Por favor responde mi nota, tu respuesta curará
mi depresión. Oh, amor, te envío zalemas…
tantas como las estrellas y pájaros volando.



***



Cuando ella camina con sus doncellas
su belleza es una luna entre faroles oscilantes.



***


El corazón, movido por el amor, quiere volar.
Mi pecho contiene un estallido de alas,
Las manos de una muchacha panderetera.



***


Cuando perseguir días me entristece, 
No pienso en mí mismo;
Yo viviré lo que deba.
Es porque el tiempo pueda cambiarte
Que temo los ocasos y me siento perdido.



***



El amor tiene árboles en mi corazón, y ellos
Son regados por ríos enjaulados.



***



Yo amaba esas lágrimas que inundaban mis ojos,
Pupilas gemelas ahogadas detrás de un cielo líquido.



***



La niña de ojos negros que es tan recatada,
Y habla tímidamente como una flauta alta,
Apartó el sueño de mi cabeza. Mi hígado
Se volvió llama y grité de dolor.



***



Si te va a complacer, moriré de depresión.
Mi boca,cerrada al final, no trastornará
tus estados de ánimo.

En otro tiempo creí que te volvías hacia mí como un amigo.
Pero ahora te apartas.
La vida te ha alterado.
Esa ley natural del cambio, decadencia y muerte.
Opera dentro de todos nosotros, pero tú no puedes esperar..
a verme ir....

Espero que Alá mutile tu prisa.











ABUL ‘ALA AL-MA’ARRI “EL CIEGO” [16.650 Poeta de Siria

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Al-Maʿarri

Abul ʿAla Al-Maʿarri (Maʿarra, 973 - Maʿarra, 1058) fue un filósofo y poeta árabe ciego  controvertido racionalista en su tiempo atacando los dogmas de la religión y rechazando que el islamismo tuviera el monopolio de la verdad.

En árabe أبو العلاء المعري Abū al-ʿAlāʾ al-Maʿarrī, nombre completo أبو العلاء أحمد بن عبد الله بن سليمان التنوخي المعري Abū al-ʿAlāʾ Aḥmad ibn ʿAbd Allāh ibn Sulaimān al-Tanūẖī al-Maʿarrī

Abul Ala nació en Maʿarra, en el centro noroeste de Siria. Fue miembro de la familia Banu Sulayman, familia notable de la ciudad perteneciente a la tribu Tanukh. Su tatarabuelo paterno había sido el primer qadi de la ciudad. Algunos miembros de Bani Sulayman habían sido también poetas. Perdió la vista a la edad de cuatro años debido a la viruela.

Comenzó su carrera como poeta a edad temprana, hacia los 11 o 12 años, siendo educado primero en Maʿarra y Aleppo, después en Antioquía y otras ciudades sirias.

Entre sus maestros en Aleppo, tuvo compañeros del círculo de Ibn Khalawayh. Este gramático y estudioso islámico había muerto en el año musulmán 370 (980 de la era común), cuando Al-Maʿarri era aún un niño. Al-Maʿarri lamentó la pérdida de Ibn Ḵh̲ālawayh en un poema de su Risālat al-ghufrān.

Al-Qifti cuenta que en su viaje a Tripoli, Al-Maʿarri visitó un monasterio cristiano cerca de Latakia donde participó en debates de filosofía helenística, que le hizo plantar la semilla del escepticismo y la irreligiosidad; otros historiadores como Ibn al-Adim niegan que estuviera expuesto a otra teología más allá de la doctrina islámica.

Estuvo dos años en Bagdad, donde fue bien recibido en los salones literarios del momento, pero pronto optó por una vida ascética, rechazando vender sus poemas, viviendo en reclusión y llevando una dieta estricta. Así disfrutó de un enorme respeto y atrajo a varios estudiantes, además de llevar una activa correspondencia postal con estudiantes en el extranjero.

Volvió a su localidad natal, Maarra, hacia 1010, donde vivió el resto de su vida practicando el ascetismo y el veganismo.

Filosofía

Al-Maʿarri fue escéptico en sus creencias y denunció la superstición y el dogmatismo en la religión. Ha sido descrito como un librepensador pesimista, aunque también se argumenta que pudo ser un deísta. Uno de sus temas más recurrentes de su filosofía fue los derechos de la razón contra la costumbre, la tradición y la autoridad.

Al-Maʿarri enseñaba que la religión era un invento falible creado por los antiguos" inútil excepto para aquellos que lo explotan con las masas crédulas7

No supongas que las declaraciones de los profetas son verdad: todas son inventos. Los hombres vivían cómodamente hasta que llegaron los profetas y arruinaron la vida de todos. Los libros sagrados son solo un conjunto de cuentos inútiles.

Al-Maʿarri criticó muchos de los dogmas del Islam, como la Hajj, a lo que él llamaba "el viaje de un pagano"

Rechazó la revelación divina. Su credo era la filosofía y el ascetismo para lo cual la razón sirve de guía moral y la virtud es la recompensa.

El pesimismo fundamental de Al-Maarri's se expresa en la recomendación de no tener hijos para no hacerles pasar por los sufrimientos de la vida. En una elegía compuesta por él sobre la pérdida de un familiar, compagina su dolor con observaciones sobre lo efímero de la vida:

Ablanda tu paso. 
Me parece que la superficie de la Tierra no es más que los cuerpos de los muertos,
Camina lentamente en el aire, para no pisotear los restos de los siervos de Dios.
Su escepticismo religioso y su antirreligiosidad se expresan en un poema en el que que aparece la frase: {{cita|Los habitantes de la tierra se dividen en dos categorías: unos, inteligentes pero sin religión; otros, religiosos, pero sin inteligencia.

Al Ma'arri

Obras

Una colección de sus poemas aparece bajo el título «La chispa del eslabón» (Saqt e-zand; سقط الزند), con la que ganó popularidad y reputación como poeta.

Una segunda colección original aparece bajo el título Cumplir lo que no es obligatorio (Luzum ma la yalzam لزوم ما لا يلزم أو اللزوميات); también Luzumiyat ‘necesidades’), en alusión a la innecesaria complejidad de la rima que utiliza y que se autoimpone como obligación.

Su tercera obra es un trabajo en prosa conocida como La epístola del perdón (Risālat al-ghufrān رسالة الغفران). En esta obra, el poeta visita el paraíso (Jannah), donde se encuentra con poetas árabes del periodo pagano (Jahiliyyah), contrario a la doctrina musulmana que sostiene que solo en Dios se puede encontrar la salvación.

Pese a las resistencias de la crítica literaria dantiana por reconocer la manifiesta inspiración de la Divina Comedia de Dante en la Risala de Maarri, el español Miguel Asín Palacios dedicó una buena parte de su obra a demostrarlo. El sector mayoritario de la crítica anglosajona e italiana ha preferido dejarlo en una mera comparación, debido al formato de la conversación con los muertos en el paraíso La Divina Comedia de Dante, haciendo quedar a Ma'arri como un simple precursor. Pero la crítica española, siguiendo a Asín Palacios, ha conseguido demostrar que, sin negar la originalidad de Dante, es indudable su deuda con la Risala de Ma'arri.

Párrafos y objetivos (Fusul wa ghāyāt) es una colección de textos que parodian al Corán.





CIERTA gente es como una tumba abierta:
Le das lo que más amas en el mundo
Y a cambio nada, te devuelven.

Un hombre duro considerado generoso
Es una roca dura en la que cae la luz de la lluvia;
Crece el musgo, pero flores no se abren.

De toda morada sobre la tierra ruedan lágrimas
Cada criatura alberga a quien destruirá
El alma indomada de un hombre bueno.

Fortalece tus piernas para lo mejor de ti mismo
No lo derroches, no dejes que tu vida
Sea gobernada por aquello que te perturba.

Te han dado el fruto de una palmera
Mantenlo en una jofaina de agua clara
No lo enturbies con las promesas de otras palmas.


                         
*



SI el intelecto es inestable
Es agobiado por el mundo.
Un hombre débil abrazado por una prostituta.

Si la mente se vuelve disciplinada,
El mundo es una dama distinguida
que rechaza las insinuaciones de su amante.


                        
*



Me vi obligado a venir a esta casa destruida,
Pero ahora que me aposenté aquí ya no quiero moverme.
Padezco terribles privaciones; y no hay luz
En el corazón de los hombres.Nubes de lluvia, nubes de muerte,
                                                                     
Pasan sobre la población que crece como plantas.
El hombre vive peleando; su mente es redundante.


Traducido por Gabriel Rodríguez 



*



El acontecimiento más singular en la vida:
(Dios no es olvidadizo,
ni rompe sus promesas),
dos en la cama se convierten en tres.




*



El alma arrojada del cuerpo
llora el recuerdo que deja atrás.

Una paloma herida en vuelo gira tristemente
el cuello y ve su nido destruido.




*



Tú decías que tenemos un sabio creador
y yo repliqué tienes razón, pero mira,
tú afirmas que Él no conoce lugar ni tiempo.
Tales términos, por todo lo que sabemos, podrían ser
un idioma secreto: lo que equivale
a decir que no podemos pensar recto.



*


Tiempo y espacio
Dos destinos nos sujetan, un futuro y un pasado,
Nos abrazan dos navíos : tiempo y espacio.
Y si preguntamos qué fin pretendía nuestro hacedor
responde una voz sin pronunciar palabra alguna.



*


Las dos sectas universales
Todos yerran - musulmanes, judíos
cristianos y zoroastrianos:
La humanidad sigue a dos sectas globales:
Una, inteligentes sin religión,
La otra, religiosos sin intelecto.




LAYYA BINT AL-MAHDI [16.651] Poeta de Irak

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LAYYA BINT AL-MAHDI

(poeta mujer, Irak, 777- 825, Siglo VIII)




Ni mi corazón ni mi cuerpo pueden vaciarse de ti
Toda yo estoy ocupada con todo tú y dedicada a ti:
una luz que nace de un sol y de una luna.
Hasta tal punto el cuerpo y el alma se completan mutuamente.



UNA PRINCESA PERPLEJA ENTRE LA TRADICIÓN Y EL ARTE:
ULAYYA BINT AL-MAHDI


Por Muna R. BASTAWI
Universidad de Yanúb aI-WAdY. Quena.


La princesa Ulayya, hija del califa, al-Mahdi nació en el palacio califal de Bagdad en 777. Entre las cosas que se dicen de los palacios de Ulayya y de sus hermanas es que: Este palacio era como una pequeña ciudad, con muchas dependencias. Unas eran las de al-Jayzurán, la madre de Hárun al-Rasid, con sus libros, sus esclavos y esclavas, y a ellas acudían los príncipes. Otras eran las de Ulayya, hermana de al-Rasid, poetisa y hermosa, seductora, rodeada de enamorados, visitantes de sus tertulias y salones. Otras eran las de ‘Abbása, también hermana de al-Rasid, y hermosa, que amaba a Ya’far al-Barmaki con el que mantenía correspondencia.

Las costumbres persas se extendieron por la sociedad abbasí debido a la mezcla, los árabes empezaron a imitar a los persas en su cuidado por la mesa, poniendo flores y arrayanes, en su arreglo de las casas, el número de habitaciones, la celebración de los festivales persas, como nayruz el día del mahrayan, donde deseaban recibir regalos y felicitaciones.

Seguía a esto la abundancia de diversiones y gastos, hasta el punto de que gastaban inmensas fortunas sin más provecho que satisfacer su vanidad, por eso no es extraño que se excedieran celebrando fiestas y banquetes. Se dice incluso que Hárún al-Rasíd, cuando se casó con Zubayda preparó un banquete sin igual en el pasado y los regalos y dones no tuvieron fin. Lo mismo hizo al-Mamun cuando se casó con Barán, la hija de su visir al-Rasan ibn Sahí en 210, le dio como dote mil jacintos. las velas estaban hechas con ámbar, y se cocinaron alimentos y platos espléndidos. 

La música y el canto encantaban a todo el mundo, se apreciaban la variedad y la innovación en las melodías, la renovación de los instrumentos. También abundaban las tertulias donde dominaban las bromas, el ingenio y las bebidas. Bagdad gustaba a los ricos por la amplitud de sus construcciones, su belleza y la de sus palacios y lugares de recreo, plazas, y las diversas manifestaciones de su civilización. En cuanto a los pobres y necesitados vivían miserablemente, como dice un poeta:


Bagdad es adecuada para el hombre rico,
no para el hombre que vive en la pobreza y la ruina.
Si hubiera vivido en ella Coré, el rico,
habría estado lleno de cuidados y obsesiones.


A la sombra de esta contradicción que vivía la sociedad abbasí, nació la princesa Ulayya bint al-Mahdú. Sin duda, Ulayya, como cualquier otra persona, sufría la influencia de esta sociedad, pero ¿en qué medida? ¿Soportaría las contradicciones de la sociedad, o sería incapaz de ello y no vacilaría y llevaría el camino recto? ¿Representaría la postura de solidaridad con los valores tradicionales de la sociedad, o se volcaría a la nueva sociedad y se entregaría a las costumbres extranjeras en materia de diversiones y libertinaje?.

Encontramos que Ulayya ante todo esto mantiene una postura intermedia, en unos aspectos recibe la influencia de la nueva sociedad, pero no se contagia de las contradicciones, de las diversiones, ni del libertinaje.

La mayoría de los historiadores antiguos o modernos hablan del decoro (siyána) y de su castidad, de su religiosidad, de su piedad, o su cumplimiento perfecto de las normas religiosas musulmanas, como cuando al-Suli, y tras él todos los demás, subraya que, en estado de pureza ritual, Ulayya se ocupaba de cumplir la oración, estudiar el Corán, o acudir a su oratorio. También hablan de su inteligencia, su educación y formación. Subrayan además su belleza y elegancia, o mejor dicho, que pertenecía al grupo de personas elegantes de Bagdad, así como que componía poesía y canciones.

Importa señalar que la elegancia o refinamiento (zarf) es uno de los rasgos distintivos de las clases superiores de la sociedad de esta época, y que ya a finales del siglo lX un autor de Bagdad, al-Wassa, escribió un tratado sobre las relaciones de Ulayya con dos de sus sirvientes, Talí y Rasa, cuyos nombres transforma en sus poemas en Zill (‘sombra’) y Zaynab, relaciones que motivaron que Hárfin al-Rasid, al leer algunos de los versos de su hermana sobre ellos, impidiese que siguiera viéndolos, o incluso llegar a ordenarle que no los mencionase nunca. Para ilustrar esa relación, recogen algunos de los versos de Ulayya, sobre Talí, especialmente. Son los siguientes:



Lo que he sufrido tanto tiempo, oh Zill, es suficiente,
hasta venir a visitarte apresuradamente,
caminando con dolor hacia una muerte.


Otro de los poemas sobre Tall, jugando con su nombre, dice:


Oh ciprés del jardín, he estado mucho tiempo al sol,
¿encontraré sombra (tu) a tu lado?
¿Cuándo podré verte si no tengo esperanza de que salgas,
ni puedo entrar a ver a quien amo?


Se recogen otros versos de ‘Ulayya sobre Tall, siempre transformando su
nombre en Zill, que en algunos casos sirvieron de letra para canciones.



Saluda a esa gacela esbelta, llena de coquetería,
salúdala y dile: Oh deseo intenso de los corazones de los hombres,
has adelgazado mi cuerpo, y moras a la sombra (zill) de los aposentos
femeninos,
eres para mi el extremo de los deseos, y no sé cómo salir de esta
situación


Se han conservado sólo dos poemas de ‘Ulayya dirigidos a Rasa’, el primero de los cuales dice:


El corazón ama a Zaynab con pasión intensa y devastadora;
por su amor, ahora se dice que estoy enferma.
La llamo de intento por otro nombre para que no se enfade,
y he hecho del nombre Zaynab su pseudónimo,
ocultando así una maravilla.
Ha dicho, cuando era difícil la unión,
y yo no sabia cómo hacer:
Por Dios, no conseguirás mi afecto,
como no conseguirás las estrellas.



Presenta el segundo poema con una breve introducción, donde destaca que  Ulayya lo compuso evitando el nombre de Zaynab que todo el mundo conocía como alusión a Rasa. Es un poema algo más breve que el anterior, sólo tres versos:



El corazón añora a Rayb, Señor, eso no es una falta,
he hecho que mi corazón se enamorase
y solo puedo llorar, oh Tú que conoces los secretos,
He escondido en mis versos el nombre
de quien amo de la misma manera que oculto el amor en el pecho.


Voy a intentar ahora comentar la relación de ‘Ulayya con estos criados.
Las mujeres de la familia abbasí disfrutaban de una libertad para expresarse, tanto en prosa como en verso, que no tenían otras mujeres libres. Otro ejemplo que tenemos de princesas abbasíes que cantan en sus versos a esclavos suyos es el de Jadija, hija del califa al-Ma’mun, que dice acerca de un paje al que amaba:


Por Dios, decidme de quién es este antílope
de cadera opulenta y talle esbelto,
la más elegante de las criaturas cuando está sobrio,
y la más graciosa cuando se embriaga.
Se ha construido un palomar,
y ha guardado en él un ave temblorosa.
Ojalá fuese yo una paloma
y él fuese un gavilán que hiciese conmigo lo que quisiese.
Si vistiese una túnica de Quhistán, por su delicadeza
el tejido le haría daño o le rasguñaría.



Se han conservado varios poemas amorosos de Ulayya quejándose de tener que ocultar lo que siente, y dando rienda suelta a sus palabras, como éste:


He ocultado a los hombres el nombre del amado
y he respondido a la pasión en mi pecho,
cuánta nostalgia siento por una ciudad vacía, 
tal vez entonces podría llamar a quien amo


En otros versos amorosos en los que se expresa también con libertad y osadía dicen:


Le he visitado muchas veces,
y se ha aburrido; todo aburre si se repite con frecuencia.
Me inspira desconfianza el que veo siempre 
que sus ojos me miran poco



EL DIWÁN DE ULAYYA BINT AL-MAHDI

Al estudiar el díwan de la princesa Ulayya, lo primero que llama la atención del investigador es la huella del Corán. Se encuentra de vez en cuando vocabulario  coránico o alusión a aleyas. Por ejemplo:


He alabado al Señor por responder a mi oración,
mas creo que mi alabanza es escasa.


En otro caso dice:


Las noches de ayuno se prologan y suceden, 
hasta el punto de que creo que superan todo cómputo,
con la nostalgia de una reunión que se enorgullece con quien acude a ella,
a quien protejo mencionando la majestad del Dios Único y Eterno. 


O cuando dice:


Dios maldiga al -avaro; 
aunque rece y ayune


En otro verso dice:


Que Dios lo guarde y nos reúna
un Dios que esta cerca de quien ora


De nuevo, en este verso:


Por la casa de Dios, en amor quisiera
tener tanta perseverancia como tú.


En otro poema dice:


Quien sólo ama a un amado
es como que ofrece un culto sincero al Creador Único.


O cuando dice:


Se presentan a mi mente muchas cavilaciones sobre ti,
pues el conocimiento de lo oculto sólo lo tiene el Señor.


No sólo en estos versos, sino en muchos otros, aparecen menciones explícitas a vocabulario coraníco.


En sus poemas, Ulayya presenta al amor como ocupación absoluta del amante, e incluso reflexiona filosóficamente acerca de la ebriedad del amor y su capacidad para dominar al enamorado, y así dice:


El amor empieza por ignorancia,
pero cuando se apodera de alguien se convierte en una ocupación absorbente


En otra ocasión dice:


Las vicisitudes del amor son terribles,
y nadie te informará de ello salvo el que lo ha experimentado;
las cosas del amor no se rigen por la opinión subjetiva (ra ‘y),
ni por analogía (qiyas) o reflexión.


La inconstancia e infidelidad del amado son responsables de la desesperación de la princesa, y siente que el amor, la constancia y la fidelidad suyas no son recompensadas más que con la traición, el abandono y el desvío, lo que le hace decir:


Oh amor, por Dios, ¿por que me has abandonado?
Me has dejado y no te cuidas de mí.
¿Dónde están los juramentos que me hiciste,
poniendo a Dios por testigo? Pero me has traicionado


También dice:


Por Dios, si se me hubiesen recompensado
mis beneficios con otros beneficios,
no me habría desdeñado quien amo,
ni se habría cansado de mí ni me habría traicionado.


En otro poema dice:


Tanto si creo o si se me miente,
no encuentro fidelidad en ninguna criatura;
la gente habla sobre el amor tú
pero viola sus pactos



También dice:


Oh amor mío, elección mía y mi tormento,
¿por qué no me respondes cuando te escribo?
¿Has traicionado los pactos, o has encontrado a las que me envidian,
que desean que me abandones, o te has cansado de mis reproches?


Así dice:

La gente no hace caso del desgraciado,
sólo te acompaña en tiempos de buena salud.


O dice:


Veo que la gente menosprecia
a quien les hace entrega de su alma.


Sabemos que Ulayya vivió en una época en la que se mezclaron las culturas extranjeras, griega, india y persa, con la árabe, e influyeron en ella, y que las traducciones alcanzan su apogeo en los califatos de Hárun al-Rasid y al-Ma’mun, y esa influencia se distingue claramente en la literatura, en las ciencias e incluso en la vida. No es extraño, pues, que observemos la huella de estas culturas en algunos versos de Ulayya. Un ejemplo de ello es que los amantes, para Ulayya, son un mismo espíritu en dos cuerpos, como en algunas tradiciones antiguas, y así dice:


Dije: Por Dios, no te obedeceré acerca de ella;
es mi alma, ¿cómo puedo abandonar a mi alma?


También dice:


Ni mi corazón ni mi cuerpo pueden vaciarse de ti,
toda yo está ocupada con todo tú y dedicada a ti,
una luz que nace de un sol y de una luna,
hasta tal punto el cuerpo y el alma se completan mutuamente.


En su diván, de vez en cuando, se menciona el vino, las bebidas y diversiones, describiendo el ofrecerse mutuamente la bebida, cómo se bebe copa tras copa, dejando que el vino afecte a la cabeza, sin hacer caso de los reproches que puedan dirigirle. Así dice:


Beberé una copa tras otra
de un vino que gira entre nosotros,
y siempre mamaré sus perlas de mañana
para que se me critique incluso en la tumba.


O bien:


Mezcla el agua con el vino,
y escánciame hasta que me duerma.


En otro poema, donde presenta el intercambio de copas entre compañeros, mejor dicho, donde describe que, al no encontrar un contertulio, hace ella su papel y el del contertulio, dice:


Me quedé a solas con el vino para hacerle confidencias,
y unas veces bebía y otras se lo ofrecía,
fue mi contertulio pues no encontré otro amigo,
al que le agradase compartirlo conmigo.


O cuando dice, pidiendo al contertulio que deje el sueño y despierte para acompañarla a beber:


Levántate, amigo, a beber un vino fresco,
ya has dormido una larga noche,
a quien bebe el vino, éste le hace enmudecer,
y no responde bien a las preguntas.


En otros versos explica que la vida verdadera no puede prescindir de diversiones y bebida. Por ejemplo:


La vida está en amar,
en divertirse y en beber
un vino fresco,
en una copa brillante como una estrella.


También cuando dice:


No bebas vino ante oídos ajenos, y visita
a una gacelilla inexperta de mejillas y cuello puros,
a quien un vino hace andar vacilante y alegre,
e imita en sus mejillas al néctar del racimo 


También dice:


Cuántas veces un bebedor se ha serenado después de embriagarse,
pero el amante se encuentra siempre ebrio.
me embriagué, y no de vino,
al recordarlo, sin que nadie me lo haga olvidar.


En otros versos, representando el vino y sus estragos. considera que el vino cautiva la mente del hombre piadoso, pero disipa la penas y quita las preocupaciones, dice:


Me ha levantado de mañana a beber un vino fresco
que seduce y cautiva al piadoso y prudente
un vino añejo,
generoso, que disipa las penas.












ABDALLAH IBN AL-MU'TAZZ [16.652] Poeta de Irak

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Abdallah Ibn al-Mu'tazz

Poeta árabe medieval era Abdallah Ibn al-Mu'tazz (861 - 908). Era un miembro de la dinastía abasí, califato Bagdad.

Nació en Samarra (en el norte del Irak de hoy), nieto del califa Harun al-Rashid.
Abdallah Ibn al-Mu'tazz, también conocido bajo el nombre de Abu-l-Abbas Abdallah ibn al-lah Mútazz es un príncipe árabe, pero es más conocido como un crítico literario y poeta árabe líder, autor del Kitab al -Badi, uno de los primeros estudios de las formas de la poesía árabe desde el punto de vista de la teoría de la literatura y la crítica literaria.

Nacido en la familia Califato Ibn al-Mu'tazz experimentando una infancia marcada por conspiraciones bizantinos del califato abasí: su abuelo, el califa al-Mutawakkil fue asesinado cuando tenía sólo seis semanas y ocho años en Más tarde, su padre también fue asesinado. El muchacho se escapó esta purga huyendo a La Meca con su abuela.

A su regreso a Bagdad, se distanció de la política y conoce la vida hedonista de un joven príncipe. Fue durante este tiempo que él escribió su poesía dedicada a los placeres de la que es familiar. Su Kitab al-Badi, quien también compuso en este momento, sentando las bases para futuros estudios de la poesía por eruditos árabes.

Aunque a regañadientes, le persuadieron para asumir el papel del califa de la dinastía abasí después de la prematura muerte de su primo al-Muktafi 908. Esperamos que pone fin a las intrigas que habían plagado la dinastía en vano: se las arregla para gobernar un día y una noche antes de que él se vio obligado a esconderse para evitar una conspiración dirigida por el visir Ibn al-Hasan al-Abbas. Sin embargo, se encontró y estrangulada.




Una noche maravillosa, pero tan corta
Le di vida: después la estrangulé. 
Una camisa que doblo y aparto.

(traducción Alberto Manzano)






Si eres rico, entonces eres desafortunado.
Lo único que necesitas es un rostro que diga
soy un descendiente de Adán.



*



Nos ahogamos en olas de lluvia
(Alguien debió rezar por ella).
El sol con ojos legañosos
intenta romper la blanca nube
como un eunuco esforzándose
por penetrar a una virgen.



*



Presurosa una muchacha vino a mí una noche
impaciente por huir de la inocencia.
Cuando caminaba, su cuerpo le dijo al viento,
si fueras serio así es como deberías agitar las ramas.



*



Me torturaste con aplazamientos
y débiles excusas. No debes despreciar
el pelo gris de un hombre. Es tu trabajo.










RUDAKÍ [16.653] Poeta de Tayikistán

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Rudaki en Dusambé (Tayikistán).


Rudakí

Abdullah Jafar Ibn Mohammad Rudaki (859-c.941), (tayiko Абӯабдуллоҳ Ҷафар Ибн Муҳаммад Рӯдакӣ, persa ابوعبدالله جعفربن محمدبن حکیم‌بن عبدالرحمن‌بن آدم رودکی), conocido simplemente como "Rudaki", también escrito como Rudagi o Rudhagi, fue un poeta persa y el primer genio literario del idioma persa moderno que compuso poemas en el alfabeto arábigo.

Rudaki es considerado el fundador de la literatura persa clásica.

Rûdakî de Samarcanda رودکی سمرقندی, llamado así por haber nacido en la aldea de Rudak, cerca del gran centro cultural que por el siglo X era Samarcanda, fue el poeta que resucitó la lengua persa. En efecto, en el siglo X de nuestra era la cultura persa renace de sus cenizas sasánidas con el ropaje del islam. Esta vez no fue la sureña provincia de Fars , cuna lenjana de la lengua, la encargada de acoger la nueva  lengua persa, sino el Irán del extrarradio, el iran nororiental, más exactamente la tierra del Khorasan. Durante el siglo X, las dinastías gobernantes en el Khorasan, orgullosas de su iranidad se proclaman culturalmente independientes del califato árabe de Baghdad y alentaban en sus cortes a toda una pléyade de poetas que glosaban en lengua persa las virtudes de los monarcas sasánidas.

Por su talento sobresale Rūdakī, el padre de la poesía persa, por lo que ha sido comparado con Chaucer, pero a diferencia de éste, cuyas obras necesitan ser traducías al inglés contemporáneo para poder ser entendidas, los poemas de Rūdakī, son completamente entendidos por los lectores persas cultos sin necesidad de adaptación.
La vida de Rūdakī es bastante desconocida, pero se sabe que llegó a la corte del emir Samánida, Amīr Naṣr Ben Aḥmad  en el año 914 donde su talento le llevó a ser el panegirista oficial de la corte. Según Neẑāmī ̔̔Arūẓī نظامی عروضی y  ̔Ūfī عوفی ( cronistas y compiladores clásicos de la literatura persa ), Rūdakī llegó a ocupar una alta posición en la corte, por lo que amasó una ingente fortuna que necesitaba de 400 camellos para ser transportada.

Sin embargo en el 937, después de haber pasado más de media vida en la corte al servicio de los reyes y de cantar al amor, al placer y al vino, al igual que el poeta romano Ovidio, intrigas palaciegas hicieron que Rûdakî  fuese desterrado y  sus propiedades  confiscadas. Nuestro poeta murió cerca de su aldea natal en la miseria más absoluta, olvidado por sus mecenas y ciego.

Gran parte de su obra se ha perdido para siempre y por lo que podemos deducir de recopiladores posteriores, solo nos ha llegado un escaso diez por ciento de la totalidad de su obra. Rudakí cultivó con maestría y por primera vez casi todos los géneros poéticos que conoce la lengua persa  y fue el creador del “cuarteto”  رباعی que tan famoso los haría 200 años más tarde ‘Omar Khayyâm عمر خیِّام

Su mausuleo se encuentra hoy cerca de su aldea natal y una gran estatua en la principal plaza de Dushambéa  lo honra hoy como poeta nacional.



شاد زی با سیاه چشمان شاد
که جهان نیست جز فسانه و باد
ز آمده شادمان بباید بود
وز گذشته نکرد باید یاد
من و آن جعد موی غالیه بوی
من و آن ماه روی حور نژاد
نیکبخت آن کسی که داد و بخورد
شوربخت آنکه او نخورد و نداد
باد و ابرست این جهان افسوس
باده پیش آر هر چه بادا باد

Vive dichoso con la de los ojos negros, ¡dichoso!
Que este mundo no es más que fábula y viento

Dichoso se ha de ser con lo que nos viene
Y pensar no se ha en lo que ha pasado

Para mí aquellos rizados y perfumados cabellos
Para mi aquel rostro de luna y linaje de huríes

Afortunado aquél que dio y comió
Desafortunado aquél que ni comió ni dio

¡ay qué este mundo no es más nubes y vientos
Trae acá el vino ya pase lo que sea

Traducción: Javier Hernández




Cuartetas 

رباعیات

با آن که دلم از غم هجرت خون است
شادی به غم توام ز غم افزون است

اندیشه کنم هر شب و گویم: یا رب
هجرانش چنین است، وصالش چون است؟



Aunque sangre es mi corazón del pesar de tu separación
El júbilo de mi pesar por ti, del pesar es superación

Cada noche medito y digo: ¡oh Dios!
Si así es su separación, ¿cómo será su unión?



آمد  بر  من ،كه؟ يار ، كي ؟   وقت   سحر
ترسيده زكه ،زخصم ،   خصمش كه ؟  پدر

دادمش  دو  بوسه  ،بر   كجا ؟ بر    لب تر
لب بُد ،نه چه بُد؟عقيق ،چون بُد ؟چو شكر



Se recostó sobre mi ¿quién? -mi amor. ¿cuándo? -al alba
¿temiendo a quién ? – al enemigo. ¿ quién es? – el padre

Le di dos besos -¿en dónde? sobre los húmedos labios
¿eran labios? -No, ¿qué eran? –cornalinas. ¿a qué sabían? – al azúcar

Traducción: Javier Hernández






ARTURO ONOFRI [16.654] Poeta de Italia

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Arturo Onofri 

(Roma, 15 de septiembre de 1885 - Roma, 25 de diciembre de 1928) fue un poeta y escritor italiano, uno de los más grandes poetas metafísicos italianos del siglo XX.

OBRA:

Poesía 

Liriche, Roma, Vita letteraria, 1907.
Poemi tragici, Roma, Vita letteraria, 1908.
Canti delle oasi, Roma, Vita letteraria, 1909.
Disamore, Roma, Vita letteraria, 1912.
Liriche, Napoli, Ricciardi, 1914.
Orchestrine, Milano, La Diana, 1917.
Arioso, Roma, Bragaglia, 1921.
Le trombe d'argento, Lanciano, Carabba, 1924.
Terrestrità del sole, Firenze, Vallecchi, 1927
Vincere il drago!, Torino, Ribet, 1928.
Simili a melodie rapprese in mondo, Roma, Al tempio della Fortuna, 1929.
Zolla ritorna cosmo, Torino, Buratti, 1930.
Suoni del graal, Roma, Al Tempio della Fortuna, 1932.
Aprirsi fiore, Torino, Gambino, 1935.
Ritorno alla casa rustica

ENSAYOS: 

Riccardo Wagner, Tristano e Isotta. Guida attraverso il poema e la musica , Milano, Bottega di poesia, 1924.
Nuovo rinascimento come arte dell'io , Bari, Laterza, 1924.
Giovanni Pascoli. Scritti editi e inediti , a cura di Franco Lanza, Bologna, Boni, 1990.




Presentamos, en traducción de Mario Bojórquez, una prosa de Arturo Onofri (1885-1928). Además de poeta fue periodista. Publicó, entre otros libros de poemas,  Liriche, Poemi tragici, Canti delle oasi, Disamore, Orchestrine, Arioso, etc. Fue un defensor de la lírica e introductor del simbolismo y el pensamiento de Bergson en Italia.


De Orchestrine

Mañana de Orvieto

Del negro de una ventanilla mohosa de siglos, de la cual escurre un fresco claror de geranio, inesperadamente una cabeza rubia, una sonrisa, sobresale en el rayo rasante de la mañana, con la bengala feliz de su cabello de aurora.

¡Oh saludo de gracia por esta jornada! En el temblor de mis rodillas yo ya te llevo celosamente en mí, con un paso que quiere así huir por debajo del sendero lila del campo.

Y reúno de ti un sentido, una consternada alegría, no la flexión del cuello cuando giro perdida la cabeza hacia tu desaparición, sino poco después, delante de la casa fragante, por un bebé que llora junto a mí, cerca de un buey que lame el verde del cielo, donde se disuelve poco a poco la última estrella.

¡Así en el plácido sonido de una campana que sólo ahora nos emociona!, recuerdo haberla incluido en mi último sueño del alba, tú te diluyes en mí por ser ahora conservada sin decepción; y no eres más que un saludo por hoy, una bengala dorada de una ventanilla negra mohosa de siglos.

Traducción del Italiano de Mario Bojórquez.

Onofri, Arturo, Orchestrini, en Poeti Italiani del Novecento, Pier Vincenzo Mengaldo, Mondadori, Milán, 1990, 1102 pp.



POESIE DI ARTURO ONOFRI


LA FALENA

Per la finestra, aperta sull'odorosa terrazza,
entrata è una falena volubile e freddolosa,
che tintinnando il fragile suo corpo alla lampa oleosa
dà di cozzo nel vetro sì forte che sembra pazza.

Vedendola tanto irata perché non può struggere l'ale
alla fiammella rinchiusa, una feroce pietà
di lei mi prende... e il vetro sollevo... pensando se tale
non sia l'anima umana che cerca felicità.

(da Poemi tragici, 1908)





PER VIVERE, SOLTANTO

O Terra, o Madre, fa ch'io più non riesca a pensare
ma ch'io viva soltanto; viva come, d'agosto,
i nidi delle rondini partite verso il mare:
i nidi dove al vento tremano ancora, nascoste,

tenere piume dei nati che per la prima volta
le madri spinsero al volo, alcuni giorni innanzi
la migrazione sul mare. O Madre, ascolta, ascolta:
fa che nell'anima mia tremino, soli, avanzi

di piume che s'impigliarono spiccando il primo volo.
Ma se non vuoi mutarmi in nido, fa che almeno
io sia come quel pazzo che a mezzogiorno, solo,
in mezzo alla strada ardente, dirige con una canna,

dimenando le braccia, l'orchestra delle cicale.
Ch'io dimentichi tutte ma tutte le parole,
ch'io senta i polmoni gonfiarsi del tuo fresco respiro
e ch'io non lo sappia lodare che in un lungo sospiro.

Fa ch'io mi creda un sèrpere di fiume, calmo, argenteo
le notti di luna piena; e il mio fluire lento
non abbia che silenzio, nella murmurea voce.
Fa ch'io sia soddisfatto come al mare una foce.

Ma se mi meditasti, o Terra, con grande fatica,
perch'io ricordi agli umili le fonti della vita
soave che tu ci desti: Madre possente e pudica,
fa di me quel che vuoi, poi ch'è tua la mia vita.

(da Canti delle oasi, 1909)






PARTENZA

  Coi suoi colombi candidi, la casa ha preso il volo alla volta del mare.
  All'alba, con uno scrollo leggero, ha fatto scricchiolare le sue radici di pietra e le ha liberate pian piano dal tenero della collina.
  S'è svincolata a un tratto, tra il frullo dell'ali, dai bei roseti rampicanti lungo i suoi muri celesti, che invano hanno provato a trattenerla, e son ricaduti giù sugli umidi incavi delle fondamenta.
È rimasta solo la siepe verde con gli olmi a cerchio in attesa, e gli alveari che sudano di miele presso l'aiola turchina dei giaggioli, - e un merlo che chioccola un istante sul lapillo finofino del giardino.

(da Orchestrine, 1917)






MATTINATA

Lo senti il sapore dell'aria, stamani!
È un sapore d'erba e d'arancia,
come i giardini di favola
che dormono in balsamo ancora
nella nostra memoria infantile.
Arieggia, il tuo gesto ilare,
l'ombra oscillante del salice;
e all'insaputa fai cenno
alle curve lontane dei monti
che il vento assiepato nasconde d'azzurro.
Ma il tuo dolce brio forse allude
al fiato di neve irreale
che esalano fino quaggiù
i paesi che cela il sole,
nelle lontananze gelate.
Non canta un uccello, e siamo così felici!
Una favilla traluce dal cuor del ciottolo
che il tuo passo scavalca senza distrarsi,
e intanto nell'erba assorta
circola e trema improvviso
il soffio che vi dormiva.
Senti? Questa è la voce
che non l'orecchio intende
ma il trasalire solo del tuo silenzio
dedito al sogno celeste della musica.
Questo è il mattino
color del mio brivido.
Ed io con parole innocenti
vado come palpando
i fuggitivi contatti di questi momenti col cielo:
sono altrettanti saluti d'amore
al bel clima di felicità silenziosa
specchiata nel giro del nostro orizzonte.

(da Arioso, 1921)






Ecco il ritmo frenetico del sangue,
quando gli azzurri tuonano a distesa,
e qualsiasi colore si fa fiamma
nell'urlo delle tempie.
Ecco il cuor mio nella selvaggia ebbrezza
di svincolare in esseri le forme
disincantate a vortice di danza.
Ecco i visi risolti in fiabe d'oro
in lievi organi d'ali.
Ecco gli alberi in forsennate lingue
contorcersi, balzar fra scoppiettii
di verdi fiamme dalla terra urlante.
E fra l'altre manie del mezzogiorno,
ecco me, congelato in stella fissa,
ch'esaspero l'antica aria di piaghe
metalliche, sull'erba di corallo.
(Pulsa il fianco del mare sul granito
come un trotto infinito di cavallo).
(da Terrestrità del sole, 1927)





La terra sogna l'ultime farfalle
prima di risvegliarsi autunnalmente
dai veli del suo sonno trasparente
ammassati nel cavo della valle.
Volano, insieme con le foglie gialle,
sui prati, ove l'erbette macilente
s'estenuano in un soffio ond'ella sente
crescere, in ombra, funghi, muschi e galle.

Battono l'ali pavide, al riparo
delle fratte, palpandovi di fuga
fiori non più, ma qualche sterpo amaro.

Umida luce ombreggia di viola
la terra in dormiveglia, che si ruga
già del risveglio che nell'aria vola.

(da Vincere il drago!, 1928)






Simili a melodie rapprese in mondo,
quand'erano sull'orlo di sfatarsi
nei superni silenzi, ardono pace
nel mezzogiorno torrido le ondate
ferme dei pini, sul brillio turchino
del mare che smiracola d'argento.
E ancora dalle masse di smeraldo
divampa un concepirsi incandescenze;
ma un pensiero di su le incenerisce
in quella pausa d'essere ch'è cielo:
azzurreggiar di tenebra, che intima
(dal massiccio dell'alpe all'orizzonte)
ai duri tronchi ergersi alati incensi
a un dio sonoro, addormentato, in forma
d'un paese celeste sulla terra.
(da Simili a melodie rapprese in mondo, 1929)







L'anima, che trasvola dal mio corpo
dentro il sonno abissale d'ogni notte,
riflette in sé le costellazioni
massime; e immaginando, entro la sfera
della sua breve nuvola, il superno
giro dei dodici astri eterni, specchia
in sé l'ordine identico dei mondi.
Quando poi, sull'aurora, torna mia
la veglia di quell'anima celeste,
porto nel ritmo ciclico del sangue
dodici forze d'oro per la vita,
dodici gruppi di potenti suoni,
benché taciuti in organi di terra.
(da Zolla ritorna cosmo, 1930)







Mestizia d'un arcangelo è il tuo volto
generato dal casco dei capelli
che nei tuoi sguardi amplifica l'ascolto
del mare in salmodie d'astri gemelli.
La chiusa ansia del seno, ove è raccolto
il tuo voler ricevere i novelli
spiriti del mio sangue, insù rivolto,
freme d'ardore nei tuoi fianchi snelli.

Ma il molleggiante ritmo dei tuoi lievi
piedi, ove siamo entrambi un cielo solo,
àlia da terra angelici sollievi.

O creatura emersa dal mio petto,
tu sveli in me l'altro inattinto polo
del voler mio, che in te si fa perfetto.

(da Suoni del Gral, 1932)






Il gruppo dei tuoi boccoli, che il vento
sviluppa di sollievi musicali
sulla fronte infantile, suona argento
di voci, nei miei sogni prenatali.
Con l'onda che al mio petto ansa in accento
di fanciullezza eterna, ecco trasali
fra l'impeto dei giuochi in movimento,
e mi sfiori con gli occhi pieni d'ali.

Si stende il prato color giorno, e sembra
vivo tappeto d'oro sulla terra
oscura, che vi occulta le sue membra.

Tu sorgi come un fiato dalla zolla 
profonda che il tuo calice disserra:
farfalla in fiore, o volo di corolla.

(da Aprirsi fiore, 1935)







CHRISTOPHER OKIGBO [16.655] Poeta de Nigeria

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Christopher Okigbo

Poeta
Fecha de nacimiento: 16 de agosto de 1932, Anambra, Nigeria
Fecha de la muerte: septiembre de 1967, Nsukka, Nigeria

Poeta nigeriano, está considerado como el poeta africano en lengua inglesa más influyente del periodo postcolonial.



Los poemas pertenecen a "Puerta del cielo" publicado en 1962.
La versión es la de David Fernández.


Aparte de amor

La luna ha ascendido entre nosotros
entre dos pinos

que se inclinan uno al otro,
el amor ha ascendido con la luna,
se ha nutrido de nuestros tallos solitarios
y ahora somos sombras
que se adhieren una a otra
pero besan sólo el aire.




Obertura

Ante ti, madre Idoto,
desnudo estoy,
ante tu presencia acuática,
un pródigo,
apoyado en un ajonjolí,
perdido en tu leyenda...

Bajo tu poder espero
descalzo,
guardián del santo y seña
a la puerta del cielo;
desde las profundidades mi grito
se hace oír y escucha.






Christopher Okigbo

Patrimonio documental propuesto por África y recomendado para su inclusión en el Registro de la Memoria del Mundo en 2007.
Okigbo Will Return

La categoría incontestable de Christopher Okigbo (1932-1967) como el mayor poeta africano anglófono del siglo XX poscolonial y moderno está atestiguada no sólo por dos importantes estudios de su obra, sino también por una colección de homenajes póstumos (Don’t Let Him Die: An Anthology of Memorial Poems for Christopher Okigbo) codirigida por el más eminente novelista de África, Chinua Achebe (1978). La principal recopilación de poemas de Okigbo ha sido catalogada como una de las cien obras literarias africanas más influyentes del siglo XX.

Christopher Okigbo nasceu na pequena vila de Ojoto, nos arredores de Onitsha no sudeste da Nigéria, em 1932. Seu pai era professor de uma escola católica, no auge do domínio britânico da região. O jovem poeta cresceria sob a influência de seu pai, católico fervoroso, e a de seu avô, um sacerdote da deusa das águas Idoto, personificada no rio de mesmo nome que corre na região de sua infância. Idoto seria a deusa invocada naquele que é o mais famoso poema de Christopher Okigbo, "The passage", aqui traduzido como "A passagem", mas também conhecido como "Heavensgate". Este sincretismo religioso pode ser sentido com força em seu poema, que inicia com a invocação a Idoto, para logo em seguido invocar Ana, que em comentários críticos sobre o poema tem sido identificada como a santa do catolicismo. Christopher Okigbo viria a se formar na mesma universidade em que estudaram o conhecido romancista nigeriano Chinua Achebe (n. 1930) e o poeta Wole Soyinka (n. 1934), ganhador do Prêmio Nobel de 1986, de quem Okigbo foi amigo.

Começou a publicar poemas na revista Black Orpheus, dedicada ao trabalho de poetas africanos e afro-americanos. Seus poemas seriam reunidos postumamente no volume Labyrinths (1971). Christopher Okigbo morreu em 1967, com apenas 35 anos, lutando na guerra pela independência da República de Biafra (1967 - 1970), região separatista que permaneceria parte do território nigeriano.

A poesia de Okigbo é hoje considerada uma das mais importantes obras da poesia africana pós-colonial. Ainda que críticos nacionalistas o tenham criticado por adotar a língua inglesa, o poeta parece apropriar-se da língua do colonizador para implantar uma consciência mítica que só pode ser totalmente compreendida através da poética mística e vocal dos poetas africanos. Para nossa sensibilidade cristã, algo da poesia de Okigbo pode parecer alinhar-se a poetas como o W.B. Yeats do volume The Tower (1932) ou o T.S. Eliot de Choruses from "The Rock" (1934), mas a mim me parece que um dos poetas de língua inglesa com quem poderíamos traçar paralelos interessantes, passando pela poética de Christopher Okigbo, é o norte-americano Robert Duncan (1919 - 1988), de livros como The Opening of the Field (1960) e Bending the Bow (1964).

Christopher Okigbo nasceu em 1932, o que o faz contemporâneo de brasileiros como Ferreira Gullar (n. 1930) e Augusto de Campos (n. 1931). Sua poética, porém, visionária e mística, talvez o ligue mais a um brasileiro como Roberto Piva (n. 1937). A experiência da leitura de seus poemas, contudo, parece-me de uma beleza bastante singular.
--- Ricardo Domeneck



POEMAS DE CHRISTOPHER OKIGBO

A Passagem

Diante de ti, mãe Idoto,
eu me posto nu;
Diante de tua presença aquosa,
Um pródigo
Encostado na acácia,
Absorto em tua lenda.
Sob teu domínio eu aguardo
Descalço,
Sentinela para a senha
No portão celeste;
Das profundezas meu grito:
Dá ouvidos e atenta...

Água escura dos primórdios.
Raios, violáceos e curtos, perfurando a tristeza,
Sugerem o fogo que é sonhado.
Arco-íris na distância, arqueado como cobra em bote à presa,
Sugere a chuva que é sonhada.
À estufa
A solidão me convida,
Uma alvéloa, para contar
O conto da mata-em-cipós;
Nectarinia, em luto
Por uma mãe entre galhos.
Sol e chuva num combate único;
Sobre uma só perna,
Em silêncio na passagem,
O jovem pássaro na passagem.

Rostos silenciosos nas encruzilhadas:
Festividade em negro...
Rostos em negro como longas negras
Colunas de formigas,
Detrás da torre do sino,
Entrando no ardente jardim
Onde todas as estradas se encontram:
Festividade em negro...
Oh Ana às maçanetas do painel alongado,
Ouve-nos às encruzilhadas nas grandes dobradiças
Onde os tocadores de orgão nas galerias
Ensaiam o doce velho fragmento, a sós -
Marcas de folhas de laranjeira impressas nas páginas,
Desbotar da luz de anos entrelaçados no couro:
Pois estamos à escuta nos campos de milho,
Entre os instrumentos de sopro,
Escutando o vento debruçar-se sobre
O seu mais doce fragmento...

(tradução de Ricardo Domeneck)




§



The Passage

BEFORE YOU, mother Idoto,
Naked I stand;
Before your watery presence,
A prodigal
Leaning on an oilbean,
Lost in your legend.
Under your power wait I
On barefoot,
Watchman for the watchword
At Heavensgate;
Out of the depths my cry:
Give ear and hearken…

DARK WATERS of the beginning.
Rays, violet and short, piercing the gloom,
Foreshadow the fire that is dreamed of.
Rainbow on far side, arched like a boa bent to kill,
foreshadows the rain that is dreamed of.
Me to the orangery
Solitude invites,
A wagtail, to tell
The tangled-wood-tale;
A sunbird, to mourn
A mother on a spray.
Rain and sun in single combat;
On one leg standing,
In silence at the passage,
The young bird at the passage.

SILENT FACES at crossroads:
Festivity in black…
Faces of black like long black
Column of ants,
Behind the bell tower,
Into the hot garden
Where all roads meet:
Festivity in black…
O Anna at the knobs of the panel oblong,
Hear us at crossroads at the great hinges
Where the players of loft pipe organs
Rehearse old lovely fragments, alone-
Strains of pressed orange leaves on pages,
Bleach of the light of years held in leather:
For we are listening in cornfields
Among the wind players,
Listening to the wind leaning over
Its loveliest fragment…




Amor à distância

A lua
Ergueu-se entre nós,
Entre dois pinhos
Que se inclinam um ao outro;

O amor ergueu-se com a lua,
Alimentou-se de nossos caules solitários;

E agora nós somos sombras
Que se prendem uma à outra,
Mas beijam apenas ar.

(tradução de Ricardo Domeneck)





Love apart

The moon has
ascended between us,
Between two pines
That bow to each other;

Love with the moon has ascended,
Has fed on our solitary stems;

And we are now shadows
That cling to each other,
But kiss the air only.




A árvore

A raiz atingiu
Um veio de pedra.

A seiva seca no caule
Em ascensão:
O sangue seca na veia
Como seiva.

(tradução de Ricardo Domeneck)




The Tree

THE ROOT has struck
A layer of rock;

The sap dries out in the stem
Upwards:
The blood dries out in the vein
Like sap.







GUILLERMO GÚDEL [16.659]

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Guillermo Gúdel Martí

(Coscojuela de Fantova, Huesca, 1919 - Zaragoza, 10-IV-2001). Poeta. Cofundador con Luciano Gracia de la revista y colección Poemas. Ha participado activamente en la vida literaria zaragozana y colaborado en numerosas publicaciones. Premio San Jorge de poesía 1970 por Égloga nueva de la vida propia y premio Goya de poesía 1983. Miembro del grupo Niké, Su obra se basa en una concepción esencialista de la vida humana, trascendida por la estimación de que la poesía es un sentimiento incurso en la pluralidad de la existencia. El hombre, en su relación con los otros y con la tierra, pero sobre todo consigo mismo, en un hondo entrañamiento con las fuerzas oscuras que perfilan su destino, centra el discurso de su poesía, de entronque formal clásico y expresiva metaforización.

Ha publicado: Contra el aire y Latitud del amor (1959), Los pasos cantados (1959), Égloga nueva de la tierra propia (1970), Las tristes noticias y Más tierra de España (1980), Las voces permanentes y El eterno homicidio (1981), Velación de la carne y Memoria de Edith Piaf (1982), Capítulos de suelo y El reloj y el humo (1982), Contra todos los aires y Las penúltimas luces (1983) y Poecromía goyesca (1983), Asiduo ofrecimiento hasta el olvido (1990), Dilema entre camino y caminante (1992), Ecos de lo encontrado y lo perdido y Entre días y noches estivales (1993), En algún punto no aparece el sol, y Analogía del amor y el mar (1994), El tiempo sumergido en el espacio, El curso accidental de la existencia, y Amor y desamor en claroscuro (1995), Halago natural de los sentidos, Cercos de oscuridad y claridad, y Tetralírica de los elementos (1996), Desde la agitación hasta la ausencia, Alegorías de la brevedad, y Evidencia de las contradicciones (1997), Mensaje de anteayer desde el silencio, Trayecto circular de tierra y agua, Anecdotario para largo tiempo, y Clave de amor en tono de nostalgia (1998), La imagen repetida en el espejo, Indefinida soledad errante, y Remota aspiración de la materia (1999).

Figura en la Antología de la poesía aragonesa contemporánea (1978) de A. M. Navales Buscar voz...; en Coplas a la muerte de Jorge Manrique (Palencia, 1979) y Canto a la paz (Madrid, 1985).




La antigua barca de Caronte
espera entre la oscuridad.
La hora terminal ha llegado. 
Deshauciada,
el alma desciende 
a los terrestres fondos.
Todo 
se encuentra oscuro.
No hay regreso.
Los dioses surgen taciturnos
con sus desdeñosas efigies.
No lloran ni sonríen.
Graves,
olvidan seres y dominios.
No se adornan.
Soberbios jueces,
reyes de las sombras,
vigilan
la insondable casa,
el hogar
definitivo de los hombres.




Las voces permanentes

Él venía a dolerse de la vida y sus odios,
de la inútil batalla que los hombres urdían,
del feroz llamamiento de los cuerpos helados.

Él no pudo escapar del momento culpable,
como no pudo huir de sus voces escritas.

Casi siempre fue río; raras veces fue mar.
Se perdió por sus pasos entre las cordilleras,
aunque rozó los musgos de la orilla ensombrada
o la rugosa base de un árbol taciturno.

(De Término del aire).




GUILLERMO GÚDEL. POETA

Guillermo Gúdel es uno de esos frutos mágicos que la ubérrima cosecha de la Tertulia del Niké regaló a la sociedad a modo de cataplasma que aliviara las heridas del alma de aquella España enferma y desencantada en los siniestros años de la mera supervivencia. La Oficina Poética Internacional permitió a sus fundadores, intelectuales, artistas y escritores, el lujo del sarcasmo en un mundo tutelado por la burocracia omnipresente del régimen. En su seno se cobijó la Peña Niké o Tertulia del Niké, en honor al histórico café en el que se reunían.

A ésa atmósfera de locura creativa se une Gúdel, llegado desde Huesca después de una infancia perdida y una juventud recuperada día a día. Era, en su humanidad, un prudente silencioso que pareciera caminar de puntillas. Vino al Niké poco tiempo después de fundar la revista *Poemas* con Luciano Gracia.

Su poesía mantuvo hasta la muerte en el 2001, una dolorosa melancolía en la que reafirma su interés por el ser humano y sus más íntimas epopeyas. Su natural estoicismo nace del mismo estupor que la vida le produce. Generoso en su ayuda a los jóvenes poetas a los que procuró las páginas de la Hoja del Lunes. Generoso con el mundo. Discreto. Arquitecto de palabras y anhelos. Filósofo del silencio. 


El poeta. II

Mi corte terrenal alza la corte
de mi propia sustancia: barro, hierba,
un poco de carbón, otro de agua,
algo de garra y pluma al mismo tiempo.
Hombre -principio y fin- doy mi mensaje
veraz. Sólo he tomado anotaciones
de la unidad salvaje de la tierra,
del sentido común y de los cinco
sentidos arraigados de mi carne.
De todo lo que he visto he procurado
guardar algún estambre misterioso
para que mi pasión fuera tejiendo
los sueños que acompañan a los seres.
Deseando mis horas de alegría,
he dado a la tristeza mis memorias,
dejándome arrastrar por los ocasos,
reclinándome en mí como en un fondo
hecho de clara noche y día oscuro.
Por estos ojos míos han pasado
muchos goces distintos, muchas penas
distintas, muchos ecos anhelantes,
todos como este impulso que sostengo
para poder seguir como esa nube
que flota sobre el cielo y se deslíe
en un punto cualquiera del espacio





“Él venía a dolerse de la vida y sus odios, 
de la inútil batalla que los hombres urdían,  
del feroz llamamiento de los cuerpos helados. 

Él no pudo escapar del momento culpable,  
como no pudo huir de sus voces escritas. 

Casi siempre fue río; raras veces fue mar. 
Se perdió por sus pasos entre las cordilleras, 
aunque rozó los musgos de la orilla ensombrada 
o la rugosa base de un árbol taciturno”. 

(De Término del aire). 




“El paso de su andar definitivo fijó sólo una cruz aureolada 
de viento y soledad, un trecho breve de tierra removida y solitaria. 

Y no quiso probar luto y tristeza, aún sabiendo 
de lágrimas y lágrimas. 
La ciudad era ardiente, combativa; era un centro de  
Chispas y de llamas”. 

(De Dos poemas). 





“Con ancho corazón y largos ojos 
yo contemplo a este suelo en su aspereza, 
reteniendo sus frutos, sus rastrojos, 
el ceño de su gente y su firmeza. 

Por su zona de bosques y de nieves  
corre mi corazón con el lamento 
de sus ramas batidas por aleves 
latigazos de lluvia, frío y viento. 

Desde el Valle del Cinca hasta el del Turia  
ve cómo pasan ríos y más ríos 
sobrados de rumor, mansos de furia, 
sin apagar la sed de sus baldíos. 

Son años y más años en espera 
de que todo el volumen de la roca 
se haga verde esplendor de sementera; 
no cardo borriquero, hierba loca”. 

(De Égloga nueva de la tierra propia). 






“Soy un viejo cantor que ha olvidado su canto. 
El viento sabe más que libros y que salmos.  
El agua que se va tambien lleva mis pasos. 
En las nubes que pasan yo descifro el arcano: 
Un silencio, un olvido que yace entre los años”. 

(De La evocadora edad). 





Me dicen que no entienden 
los poemas que escribo 
a veces yo tampoco. 
Sin embargo, sonrío, 
mi canción es un viaje 
secreto hacia mí mismo.

(Guillermo Gúdel)





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MIGUEL AGUSTÍN PRÍNCIPE [16.660]

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Miguel Agustín Príncipe

Miguel Agustín Príncipe y Vidaud (Caspe, 11 de octubre de 1811 - Madrid, 18 de mayo de 1863) fue un poeta satírico, dramaturgo y periodista español. Era licenciado en derecho civil y abogado en ejercicio, y fue catedrático de historia y literatura de la Universidad de Zaragoza. Además fue secretario de la Junta de teatros del reino y socio fundador del Instituto Español, el Liceo artístico y literario, el Ateneo de Madrid, la Sociedad económica de amigos del país, la Arqueológica Matritense y la Sociedad Musical.

Pasó su juventud en Zaragoza y fue Catedrático de Literatura e Historia en su Universidad, así como, cuando pasó a Madrid en 1840, abogado fiscal de la Audiencia y conservador de la Nacional de Madrid. Fue uno de los fundadores del Instituto Español y presidente de su sección de Literatura. Colaboró en importantes diarios y revistas, como el Semanario Pintoresco Español, La Ley, El Matritense, El Tío Camorra, Revista Científica y Literaria etcétera, hasta un total de unos cuarenta periódicos, utilizando a veces los seudónimos de Miraveque y Don Yo, escribiendo artículos costumbristas, críticas literarias o musicales, ensayos y novelas por entregas o de folletín. Fue redactor de La Prensa (1840); El Entreacto (1840); El Espectador (1841-1848); La Risa, El Anfión Musical (1843) y La Themis (1857-1858), y dirigió El Moscardón (1844) y El Gitano (1846), según Julio Cejador y Frauca. Fue además Secretario de la Junta de Teatros del Reino, nominado para la Real Academia de la Lengua y socio destacado de entidades como el Ateneo de Madrid, el Liceo Artístico y Literario, la Sociedad Económica de Amigos del País, la Arqueológica Matritense y la Sociedad Musical.

Escribió escaso pero excelente teatro: la comedia Periquillo entre ellos (1844) y los dramas históricos El conde Don Julián (1839) y Mauregato, ó El feudo de las cien doncellas (1851), que ofrecen la particularidad de querer rehabilitar a estos dos personajes, entre otras piezas. Todas sus obras teatrales fueron representadas, salvo Los amantes de Chinchón (en la que fue co-autor), parodia de Los amantes de Teruel, de la que no se tiene constancia que fuera estrenada. Por la fecha de 1848 podemos pensar que la censura evitó la subida a escena de este texto, cúmulo de inmoralidades para la época. Además, tres de sus autores (Juan Martínez Villergas, Gregorio Romero de Larrañaga y el propio Miguel Agustín Príncipe) eran objeto de veto por una de las revistas de más peso institucional: La Censura. No obstante, no es descabellado pensar en representaciones clandestinas, aunque sólo sería un hipótesis, de momento injustificable.

También se le deben los poemarios Poesías ligeras, festivas y satíricas, Poesías serias (ambas publicadas en 1840) y unas Fábulas en verso castellano (1861-1862), donde, aparte del interesante y erudito prólogo, revela su ingenio mordaz, como en la titulada «El lavatorio del cerdo», y un gran sentido común, como en la titulada «El cazolazo». De estas fábulas se hicieron media docena de ediciones. Por otra parte imitó los epigramas de Marcial y en sus «Letrillas báquicas» hizo el elogio del vino en lenguaje vulgar. Se burló a la vez de los clasicistas y de los excesos románticos, aunque respetó a alguno de los autores de esta última tendencia, como José Zorrilla. Escribió además un tratado de métrica castellana.

Intentó el género narrativo con La casa de Pero-Hernández (1848), relato que quedó inconcluso. Destacó siempre como escritor satírico, y a esta vena se le debe la obra Tirios y troyanos: historia tragi-cómico-política de la España del Siglo XIX (1845-1848) y la Historia de la Guerra de la Independencia: narración histórica de los acontecimientos de aquella época (1844-1847).

Obra

Poesía

Poemas

Poesías de Don Miguel Agustín Príncipe (Tomo I). Poesías ligeras, festivas y satíricas (1840)
Poesías de Don Miguel Agustín Príncipe (Tomo II). Poesías serias (1840)
Fábulas[editar]
Fábulas en verso castellano y en variedad de metros (1861-1862)

Litúrgica

Ejercicio cotidiano y novísimo devocionario: escrito en verso y variedad de metros (1844)
Devocionario poético (con autorización eclesiástica) (1852-1859, varias ediciones)

Odas

Oda a D. Luis López en elogio de su bello y magnífico cuadro de la coronación de Quintana (1859)
Oda con Motivo de la Guerra de España contra Marruecos, honrada con mención honorífica por la Real Academia Española en el certamen extraordinario abierto por la misma el 17 de febrero de 1860 para conmemorar el triunfo de las armas españolas en la Guerra de África (1860)

Teatro

Drama

El conde Don Julián: drama original e histórico, en siete cuadros y en verso (1839)
Cerdán, justicia de Aragón: drama original histórico en tres actos y en verso (1841)
Mauregato, ó el feudo de las cien doncellas: drama original en tres actos y en verso (1851)
La Baltasara: drama en tres actos y en verso (con Antonio Gil de Zárate y Antonio García Gutiérrez) (1852)

Comedia

Periquito entre ellos: comedia en cuatro actos y en verso (1844)
Los amantes de Chinchón (parodia de Los amantes de Teruel): pieza tragi-cómico-burlesca, en verso (co-autor con Juan Martínez Villergas, Gregorio Romero de Larrañaga, Eduardo Asquerino y Gabriel Estrella) (1848)
El desván: pieza cómica, original, en un acto y en verso (1851)

Narrativa

Leyenda española

La casa de Pero-Hernández: leyenda española (1848)

Historia de España

Guerra de la Independencia (Tomo I). Narración histórica de los acontecimientos de aquella época, precedida del relato crítico de los sucesos de más bulto ocurridos durante el reinado de Carlos IV, seguida del de la época de 1814 a 1820, de la constitucional de 1820 a 1823, y de la continucación del reinado de Fernando VII hasta la muerte de este monarca, y terminada con un cuadro o exámen comparativo de los reinados de Carlos IV y Fernando VII (1844)
Tirios y troyanos (Tomo I). Historia tragi-cómico-política de la España del Siglo XIX, con observaciones tremendas sobre las vidas, hechos y milagros de nuestros hombres y animales públicos, escrita entre agri-dulce y joco-serio (1845)
Guerra de la Independencia (Tomo II). Narración histórica de los acontecimientos de aquella época, precedida del relato crítico de los sucesos de más bulto ocurridos durante el reinado de Carlos IV, seguida del de la época de 1814 a 1820, de la constitucional de 1820 a 1823, y de la continucación del reinado de Fernando VII hasta la muerte de este monarca, y terminada con un cuadro o exámen comparativo de los reinados de Carlos IV y Fernando VII (1846)
Guerra de la Independencia (Tomo III). Narración histórica de los acontecimientos de aquella época, precedida del relato crítico de los sucesos de más bulto ocurridos durante el reinado de Carlos IV, seguida del de la época de 1814 a 1820, de la constitucional de 1820 a 1823, y de la continucación del reinado de Fernando VII hasta la muerte de este monarca, y terminada con un cuadro o exámen comparativo de los reinados de Carlos IV y Fernando VII (1847)
Tirios y troyanos (Tomo II). Historia tragi-cómico-política de la España del Siglo XIX, con observaciones tremendas sobre las vidas, hechos y milagros de nuestros hombres y animales públicos, escrita entre agri-dulce y joco-serio (1848)

Otros

Exhortación al estudio de las ciencias (discurso inaugural pronunciado en la apertura de la Universidad Literaria de Zaragoza el día 18 de Octubre de 1837) (1837)
Album filarmónico de la colección de Canciones Nuevas Españolas con acompañamiento de piano forte: Él y ella (Canción Nº 10) (1840)




AMOR Y DESDÉN

1

Tiende la noche su enlutado velo,
mientras la luz del sol mi pecho implora;
¡ay! y tal vez la sonrosada aurora
vendrá a aumentar mis lágrimas de duelo!
Un plazo, un plazo a mi amoroso anhelo
señaló la mujer que el alma adora,
y el término ya expira, y ella ahora
ya decidió mi muerte o mi consuelo.
¡Oh, sol! ¡oh fuente de esperanza y vida!
el más feliz o desdichado humano
seré mañana al despertar tu lumbre.
¿Anhelaré tu rápida venida?
¿Maldeciré, después, tu rayo insano?
¡Oh triste; oh congojosa incertidumbre!


2

Oro te ofrece mi rival terrible,
incapaz de querer su pecho inerte;
que si debió riquezas a la suerte,
en cambio, oh dulce bien, nació insensible.
Yo, rico sólo en fuego inextinguible,
mi sólo corazón puedo ofrecerte; 
y un corazón que vive de quererte,
al fausto y la riqueza, es preferible.
Es preferible, sí; que no podría
el oro universal comprar tu pecho,
ni aun a tenerlo yo, le compraría.
Unámonos, mi bien, y en tal estrecho,
no seré pobre si la selva umbría
hojas me presta para darte un lecho.


3

Pendiente de su labio está mi vida,
y ella entre tanto ingrata a mis amores,
armada del desdén y los rigores,
con la muerte fatal ¡ay! me convida.
¡Oh funesta mujer! ¡Oh fementida!
¿por qué fiereza tal? ¿por qué traidores
me han de negar tus ojos vencedores
la última gracia que mi amor les pida?
Si en ver mi muerte te complaces fiera,
no ya la vida anhelo, imploro sólo
que aplaques el rigor de tu desvío:
dime que me amas una vez siquiera,
dímelo, ingrata, aun con ficción y dolo,
y me verás morir del gozo mío.


4

Por más que ingrata a mi cariño seas
y dividas mi amor con mil rivales;
por más que a los inertes pedernales
venzas, fiera, en rigor, cuando esto leas;
por más que altiva, inexorable creas
tanto aumentar mis ansias inmortales,
que a exceder lleguen los eternos males
que el orco ofrece y sus terribles deas,
robarme no podrás el gozo puro
que en medio del rigor mi pecho siente,
pues no puedes negar que me has querido;
podrá tu corazón mostrarse duro. 
mas no me quitará, tenlo presente,
la gloria ¡ay, Dios! de haberte merecido.


5

En vano, oh de Noviembre opaco día,
velado en niebla apareciste al mundo;
en vano con tu horror triste y profundo
presagiabas doblar la pena mía.
En vano el cierzo silvador batía
el ala tormentosa, furibundo;
en vano el padre de la luz fecundo
mi dolor desde ocaso predecía.
Vino la noche en pos, y aquella ingrata
que tan injusta se mostró conmigo,
trocó sus iras en amante exceso.
La luna hermosa alzó la sien de plata
a presenciar mi triunfo, a ser testigo
de mi primer abrazo y primer beso." 






Letrilla

"Una, dos y tres...
Cojo es.

Si Juana cayó con Gil,
es que la sedujo, vil.
Si después cayó con Blas,
cedió a la fuerza no más.
Y si aun cayó con Antonio
es que creyó en matrimonio.

Gil, y va una
Blas, y van dos.
Antonio, y van tres.
Coja es.

Seis a la sota apunté,
y sota en puerta saqué.
Pongo después al caballo,
y en puerta también lo hallo.
Pongo al rey, por ver si acierta,
y hétele también en puerta.

En puerta, y va una.
En puerta, y van dos.
En puerta, y van tres.
Cojo es.

Vino la Constitución,
y no caí, don Ramón.
Vino el despótico exceso, 
y siempre tieso que tieso.
Sobrevino el Estatuto,
y el mismo empleo disfruto.

Cortes, y va una.
Fernando, y van dos.
Cristina, van tres.
Cojo es.

¡Qué casualidad, Elisa!
Amadeo estaba en misa.
Voy por la tarde al paseo,
¡también estaba Amadeo!
Al baile después me fuí...
¡qué diablo! también allí.

A misa, y va una.
Al Prado, y van dos.
A Oriente, y van tres.
Cojo es.

—¿Quién te regaló el mantón,
mi querida Concepción?
—Mi primo. ——¿Y aqueste dije?
—Mi primo ¿no te lo dije?
—Y este collar tan precioso
—Mi primo ¡qué fastidioso!

El primo, y va una.
El primo, y van dos.
El primo, y van tres.
Cojo es." 







"Ese que veis amigos,
meditabundo y serio,
tez morena, ancha frente,
ojos tristes y negros;
largo, tirado, enjuto;
desdeñoso el cabello,
de la melancolía
retrato verdadero;
el párpado marcado,
el labio inferir grueso
y el superior más chico.

Nunca a reír dispuesto;
ese en fin, cuyo rostro,
si lo miráis atentos
severidad respira
desde la barba al pelo...
Sabed que se alegraba
en más felices tiempos,
y jugaba y se reía
al vino haciendo versos"





Los Ojos

Los Ojos, si miran bien,
De Ojos allá, lo ven todo;
Mas de Ojos acá, no hay modo,
Pues ni ellos propios se ven.
Ojos los Cielos me dén
Que miren adentro y fuera:
¿Qué vés de la otra manera,
Lector, si no te incomodas?
Las faltas agenas, todas:
¿Las propias? Ni una siquiera. 





El hombre y el burro

Aunque parezca broma,
conviniéronse un hombre y un borrico
en enseñarse el respectivo idioma;
y el burro... ¡suerte impía!,
no aprendió ni un vocablo solamente
en dos años de estudio y de porfía;
entretanto que el hombre, en sólo un día
aprendió a rebuznar perfectamente.

No trates con el bruto ni un minuto,
pues no conseguirás la alta corona
de hacerle, tú, persona
y puede suceder que él te haga bruto.








JORGE VILLALMANZO [16.661]

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JORGE VILLALMANZO

Jorge Villalmanzo Santamaría (Burgos, 22 de noviembre de 1960 - Burgos, 29 de marzo de 2012) fue un escritor y paisajista español.

Hijo del escultor Andrés Villalmanzo, Guma, realizó sus primeros estudios en el Colegio La Milagrosa de Burgos, hasta que con ocho años se trasladó con su familia a Madrid, donde pasó el resto de su infancia. Volvió a su ciudad natal de joven, y estudió allí el Bachillerato.

Literatura

El descubrimiento de niño de la poesía de Rubén Darío despertó su vocación literaria. Desde joven se convirtió en un importante animador cultural en Burgos y participó en la organización de tertulias, recitales y revistas poéticas. Fue miembro fundador de los grupos poéticos Instantia y Atlantes. Promovió y coeditó la revista literaria Pioderno de poesía. También publicó sus obras en otras revistas burgalesas como Lucernario, Luzdegás, Calamar o Entelequia. Sus poemas aparecieron en distintas antologías, como Quinta del 63 (Celya, 2002), 30 en oro (edición de Manuel Aparicio e Isabel Allegretto; Celya, 2004) y Aquí llama primera del XXI (Cuadernos de Poesía Telira, 2004).

Según José María Izarra, la poesía de Villalmanzo se caracteriza por sus rupturas sintácticas, la tendencia a la abstracción y su mensaje humanístico y esperanzado. Tino Barriuso destacó la limpieza de su escritura y su importante labor como dinamizador cultural en Burgos.

Ecología y paisajismo

Además de su labor poética, fue un articulista habitual en Diario de Burgos y, a partir de 1999, en la edición de Castilla y León del diario ABC. En sus columnas y reportajes trataba especialmente sobre asuntos culturales y ecológicos. Fue jardinero de profesión y un gran defensor de la Naturaleza, cuyos valores difundía con sus escritos (en revistas como Andarríos, Amagredos y Pesca mosca), en programas de radio y televisión (Cuaderno verde, en Canal 4) y en sus numerosas conferencias. Diseñó muchos jardines, sobre todo en la ciudad y provincia de Burgos. Entre otros, se encargó del jardín de la sede de la Fundación Atapuerca en Ibeas de Juarros, cuyo edificio fue diseñado por el arquitecto Ignacio Camarero e inaugurado en 2009. Uno de sus últimos trabajos fue el ajardinamiento del Bulevar del Ferrocarril, ejecutando el proyecto del estudio suizo Herzog & de Meuron.

Música

Jorge Villalmanzo también era batería del grupo musical El cencerro eléctrico, con el que grabó canciones que llevaban letra suya en el disco ¿Y si cacarean? (2009).

Por su parte, el compositor Iker Güemes adaptó para canto y piano el poemario de Villalmanzo Las cenizas de la nieve. El estreno de la obra tuvo lugar en diciembre de 2007 en el Teatro Klaret de Valmaseda, interpretada por el tenor Manuel Alejo y el pianista Sergio Domínguez.

Homenajes

Tras su muerte, se sucedieron los homenajes.

Burgos

El ayuntamiento dio su nombre a los jardines del bulevar del Ferrocarril en la zona del barrio de Capiscol. El parque, situado junto al río Arlanzón, ocupa más de cinco mil metros cuadrados y cuenta con una arboleda de ciento veinte fresnos. Fue inaugurado por el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, el 30 de noviembre de 2012. Ese mismo día se celebró un homenaje a Villalmanzo en el Centro de Creación Musical El Hangar, donde actuó el grupo al que perteneció, El cencerro eléctrico. En el mismo acto, unos rapsodas recitaron obras del poeta y varios pintores locales elaboraron un mural colectivo, que se instaló en febrero de 2014 en la Biblioteca Municipal Miguel de Cervantes para su exhibición permanente. La inauguración oficial de la pintura se realizó en junio de 2014, y consistió en una lectura colectiva de poemas. El motivo de que se instalara en esta biblioteca la pintura fue que justamente allí tuvo Villalmanzo su último acto público, como presentador de un libro de poesía.

En abril de 2012 la Asociación Tierra de Lara realizó una plantación de mil cien árboles autóctonos en conmemoración de la fundación del monasterio de San Pedro de Arlanza y dedicó una sabina a Villalmanzo, junto a una placa conmemorativa. La Universidad de Burgos organizó un recital en su honor y -por iniciativa de la Biblioteca Municipal- los escritores locales elaboraron un libro de relatos dedicado a su memoria, inicialmente difundido a través de Internet por medio de un código QR de información variable y posteriormente editado como libro electrónico en formato ePub. Este libro se presentó en el Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas celebrado en el Fórum Evolución de Burgos en octubre de 2012.

Lecturas Literarias en recuerdo de Jorge Villalmanzo

En noviembre de 2012, con un recital del poeta Antonio Carvajal en la Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos, se inauguraron las I Lecturas Literarias en recuerdo de Jorge Villalmanzo. En su segunda convocatoria (16 de noviembre de 2013) tuvieron como protagonista a Esperanza Ortega y se desarrollaron, de nuevo, en la Sala Polisón. El poeta y escritor Tomás Sánchez Santiago fue el encargado de recitar en las III Lecturas el 20 de noviembre de 2014. En esta ocasión, el homenaje se desarrolló en el Salón Rojo del Teatro Principal.

Diversum

El 13 de marzo de 2015 se inauguró en el Centro de Arte Contemporáneo de Caja de Burgos una exposición colectiva titulada Diversum en la que participaron doce artistas de la ciudad (cinco escritores, dos fotógrafos y cinco pintores) en homenaje a los poetas Jorge Villalmanzo y Bernardo Cuesta Beltrán. En el catálogo, se publicaron sendos poemas inéditos de ambos poetas.

Tábara

En la plaza Mayor de Tábara (provincia de Zamora) se plantó un olivo en agradecimiento a Villalmanzo por haber sido uno de los impulsores de la Universidad Hispano-Lusa de Aliste y por su vinculación al Premio Internacional de Poesía León Felipe, ya que él fue el autor de los trofeos que se entregaron a los poetas ganadores en las diez ediciones del certamen.

Mel (Italia)

Debido a su relación con artistas italianos y a su calidad de cofundador de la asociación cultural hispanoitaliana Gótico Blanco, el ayuntamiento de Mel dedicó una placa en recuerdo del poeta y se plantó un árbol en el camino hacia el río, allí donde los ciudadanos del lugar comienzan sus paseos, según Silvano Cavallet. El acto de homenaje estuvo presidido por el alcalde, Stefano Cesa. El árbol que se plantó fue un cornejo macho, fue el 12 de octubre de 2012 y el texto de la placa dice: «A Jorge Villalmanzo Santamaría (Burgos, España), poeta, escritor, paisajista, músico, animador cultural y amigo de Mel».

Publicaciones

Poesía

Las cenizas de la nieve. Prólogos de Antonio Gamoneda y Gustavo Martín Garzo. Editorial Celya, 2001.
Círculo adscrito (por penumbra y reflejo). Prólogo de Bernardo Cuesta. Celya. 2003.

Novela

Un japonés en mi interior. Celya, 2004.

Cuentos

A dos pasos del espejo. Ilustraciones: María José Castaño. Los Duelistas, 2009.37 38




NÁUFRAGOS DEL AIRE

Podría decirte la mañana,
regalarte una daga sedienta de esmeraldas,
cerrar los poros vacíos de la sangre,
ininterrumpida cuenca,
donde se alojan reflejados en un pomo
todos los náufragos del aire.

Podría coronar a las sirenas con muérdago,
esperar a que el sol deponga su actitud remota
junto a los lagos,
junto a la desolada miseria demostrada,
pero se inclina la lluvia sobre ti
como la memoria tajante
jamás recordará.







RENATO FELICES [16.662]

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Renato Felices 

(Lima, Perú  1973) no es poeta, no cree en la poesía, no asiste a recitales, ferias del libro, ni nada que tenga que ver con aglomeraciones de gente, él no pertenece a este mundo literario, no entiende el aplauso ni añora el reconocimiento, vive recluido en algun punto de Chosica, leyendo y sobreviviendo, caminando anonimamente con un pucho en la boca, como le gusta; escribe para dejar rastros, solo para que quienes lo queremos sepamos que está vivo, si alguien lo ve por la calle avisenle que sus amigos lo buscan hace mucho.



REPTIL

Oh pequeño reptil
tu pellejo cuadriculado aún no anuncia el fin

tu lentitud deja ver la mediocridad desnuda
la palabra ausente de un poema profano

creo firmemente que nos encontramos sobre tus fauces
o dentro de ellas, mientras escupes tu veneno llamado hombre

relaja el deseo y dime como es el mundo en verdad
revélame la realidad que se esconde tras ese disfraz
llamado amor.




Vegetando

Migraña, el sudor se escurre por mi cara

Ya no veo el ecrán de mis días
Mis mejores días

Solo veo reyes decapitados
Congresos infernales de cadáveres sin lengua
que no tuvieron la oportunidad de hablar

De decirle a dios lo que se merecía

En esta cama de pétalos negros
Y de laberintos seminales

Abandono mi existencia

Incubos y Súcubos celebran mi deceso

Me hacen soñar con sangre y risas
Mientras duermo

Organizan mi proceso onírico a su antojo
Discurren, deciden, toman decisiones

Tengo fracturada una extremidad inferior de mi alma

La costilla flotante de mi cuerpo sutil
miles de gendarmes hechos de polvo negro me asfixian
hacen inútil mi nariz y mis pulmones

una halo sale de mi cuerpo y avanza y avanza hacia el infinito.




Cordura

Ya no quepo en mí
Será porque ya no tiemblo al ver una rosa

Hasta la palabra más sana me rehuye

Ya no escucho mi voz
Ni al eco que la destruye

No quiero ser un cuerpo violado en medio de la ciudad
Una marioneta estupefacta y sin vida

No conozco a dios
No me han caído sus lágrimas, ni su sonrisa

Soy un desalmado sin culpa de serlo
Un transeúnte hacia el infierno
Una escalera ensangrentada
Un polígono sin forma

Ese soy yo, loco y cuerdo.





Zona de daño

me rompí la vida
caí en el esófago del miedo

me volví turbio y ajeno
recogí flores negras

descendí a la pulpa de la muerte
y cuando quise regresar
ya era demasiado tarde

Q.E.P.D mi vida





Humano - víscera, resto del día
fractura de algún error

olvido de dios
recuerdo del demonio

no resucites el extremo de tu maldad
ahoga la pena matándote

humano
ganas no te faltan de seguir haciendo daño.




SEGUNDO MOVIMIENTO

Música hipnotizante
desde este momento me siento ya sedado

la gente aplaude el concierto
y mis oídos están sellados al caos
me siento como un cadáver sobre
un auditorio demócrata
un cura falso, un reno sin vejiga

el dolor cae en masa hacia la decapitación
de mi cuerpo sutil

la escena del crimen es la misma
desde hace siglos
deseo y decepción bailan en un aro de fuego

y una música simple acude en mi ayuda

la del océano.




MAR NEGRO (incertidumbre)

No entiendo el porqué del hombre
ni su consecuencia

no entiendo el comienzo ni el fin
ni donde empieza este círculo

lo blanco y lo negro se fusionan
ya no entiendo que está bien y que está mal

no me hablen del cielo
no me hablen del infierno

toda el agua va hacia el mar
incluyendo el pensamiento





PARTO X

Umbilicales formas a mi alrededor
mi piel llora de frío
no se qué soy
sólo veo mares de sangre

veo caras con mascaras de hombres
con una alegría de sinfonía en alegretto

no entiendo como pueden contentarse
con tanto llanto

luego
arropado
ya estoy listo para el caos.




MUERTE VERDE

Tuve un sueño de estatuas y valientes
Velorios de soledades

Me tropezaba con ojos acusadores

que me revelaban el incesto del mundo

Y mi ceguera me impedía ver el amor
en esa difusa oscuridad

tuve un sueño de tribus y dragones sin fuego
vi la quijada del desvelo del hombre por morir
como moscardones insistentes de luz

y en la gruta de la gran cueva seguí durmiendo
no viendo las formas de dicha que bailaban a mi alrededor
la tensión se hizo carne y volé hacia las partes más bajas de la tierra

los mapas se hicieron caminos sinuosos de miedo
y soldados sin alma construían demonios vírgenes
sedientos de humillación y letargo ante los pobres

en el esternón de mi alma dibujo leones famélicos
heridos por el caos
y ante tanta critica sigo escribiendo con lagunas negras en mis ojos
con mis huesos desafiantes por el frío y la depresión.


http://nidodepalabras.blogspot.com.es/2009/07/los-extranos-limites-en-la-poesia-de.html







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LUISA MARTA CÓRICA [16.663]

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LUISA MARTA CÓRICA 

Luisa Marta Córica nació en 1944. Estudiaba Filosofía en la Universidad de La Plata, trabajaba en el Senado de la provincia de Buenos Aires y en el Hipódromo, donde la habían elegido delegada. También era actriz y había hecho una escena con Alfredo Alcón en la película Boquitas Pintadas. Cuando fue secuestrada en la estación de trenes y asesinada por la CNU tenía treinta años. Su cuerpo apareció ese mismo día en Los Talas, Berisso. Andrea tenía ocho años y se acuerda como si fuera hoy de estar en el velorio mirando fijo a los ojos de su madre, esperando que los abriera y despertara de una vez.

...

Pasaron cuarenta años desde el domingo 6 de abril de 1975, cuando Luisa Marta Córica fue a trabajar y al cruzar a la estación de trenes para encontrarse con su hijo mayor la intercepta un grupo de personas entre quienes estaban Carlos “El Indio” Castillo, uno de los jefes de la CNU que pronto se sentarán en el banquillo de los acusados para enfrentar a la justicia. En el libro La CNU: el terrorismo de Estado antes del golpe, de Daniel Cecchini y Alberto Elizalde Leal, cuentan que uno de los integrantes de la patota se quejó del blanco que le “marcó” Castillo: “Uy, che, ¿a esta mina vamos a matar?”.


El recorrido fue letal. “La subieron a un auto y a la madrugada llamaron a la casa de mi abuela para avisar que habían encontrado un cuerpo en la costa de Berisso. Los pescadores escucharon detonaciones y luego encontraron el cuerpo. Mi tío reconoció el cuerpo en la morgue”, recuerda Andrea. Y completa: “Fueron tres días, repetía mi abuela: el domingo que la matan, el lunes la encuentran y el martes la velan y la entierran”.

A partir de allí, Andrea y sus dos hermanos fueron a vivir a lo de sus abuelos paternos. Les dijeron que Luisa había tenido un accidente en un taxi. “Al tiempo, uno o dos años encuentro una caja con fotos y allí un recorte del diario El día que decía que habían encontrado muerta a una mujer en Los Talas. Por los datos me doy cuenta que es mi mama y ahí tengo una charla con mi papá y mi abuela en donde me lo confirman. En mi familia en particular se silenció la militancia de mi madre. Yo empiezo a reconstruir la historia, a mis 28, 29 años. Me acercaba a la edad de mi madre cuando la matan”, relata.


“Quiero reivindicar a mi madre desde lo más íntimo, lo más singular de ella”, dice Andrea. “Si analizamos las primeras reivindicaciones, fueron por los treinta mil, algo colectivo. En un primer momento no se nombraba a las organizaciones donde ellos militaban, ni se particularizaba: eran siluetas negras. Fueron etapas todas necesarias. Cuando nace H.I.J.O.S. nosotros ponemos las fotos de nuestros padres, el nombre de la organización a la que pertenecían, hacemos una resignificación. Se fue de lo general a lo particular. Y lo singular de mi madre, lo particular, está en estos poemas. Lo más íntimo, lo más propio, lo más privado, está en esto, cuando se sentaba a escribir”, reflexiona.



Trabajando juntas

“El libro lo experimenté como una temporada con mi mama, trabajando juntas”, recuerda. “Me encuentra como una mujer, adulta, alejadísima de esa nena de ocho años y medio a la que le mataron la mama. Me produjo un cimbronazo pensar que podía concretar un proyecto con mi vieja y trabajar juntas, ayudarla a que pueda publicar sus poemas y también trabajar junto a mi hijos que me ayudaron a transcribir las poesías”, explica.

La publicación y presentación de La niña que sueña con nieves es un acto contra el olvido. Como define su hija, “Es cambiar los verbos: antes era separarnos, exterminar, desaparecer, omitir, silenciar, olvidar. Ahora es contar, reivindicar, decir, acompañar, reencontrarnos, juntarnos, buscarnos”. Es también la materialización de un sueño en el que los roles se invierten: “Soy la hija ayudando a su mamá a concretar sus sueños”, dice.

“Después de cuarenta años, ver el libro de mi madre es como que ella vuelve en un cuerpo de palabras. Cuarenta años es casi como la mitad de la vida. Yo era una niña, ahora soy una mujer. Qué maravilla, sigo esperando sorpresas: ahora sé que pueden pasar veinte, treinta o cuarenta años pero algo va a volver”, dice con alegría Andrea Suárez Córica. “El libro me llena de esperanza y de futuro. Va a trascender y seguramente viajará como lo hicieron sus poesías: de mano en mano, de lugar en lugar, con todos los sentidos de alguien que luchaba por un país mejor. Alguien que amaba, que se enamoraba, que sufría, que tenía desamores, amores rotos, desilusiones, tristezas. Una mujer, entera, apasionada, amante de la vida y de la sensibilidad. Vuelve en una nueva belleza de esta militante y poeta”, completa.

Hoy Luisa Marta estará, en palabras y en canción, nuevamente en la facultad donde estudiaba.



LUISA MARTA CÓRICA La niña que sueña con nieves


LUISA MARTA CÓRICA nace en La Plata el 26 de agosto de 1944. Madre de Ariel, Andrea y Cristian, ya separada, decide terminar la escuela secundaria e ingresa en el colegio Normal 2, donde comienza su militancia en el peronismo. En 1970 sufre el primer allanamiento y detención. Luego, ingresa a la carrera de Filosofía (UNLP) y plasma su militancia en la JUP. Trabaja en el Hipódromo de La Plata como brazal donde es delegada del Sindicato de Empleados por Reunión. También trabaja en la Cámara de Diputados de la Provincia. En cine, realiza un “bolo” junto a Alfredo Alcón en la película Boquitas Pintadas (Leopoldo Torre Nilsson, 1974). La leyenda cuenta que en los últimos tiempos se encontraba trabajando en la novela Luis, ¿y la revolución? El 7 de abril de 1975, a los 30 años, es secuestrada de la estación de trenes de La Plata y asesinada por integrantes de la CNU en Los Talas, Berisso, donde su cuerpo fue encontrado horas más tarde. Hoy Luisa es abuela de cuatro nietos: Paloma, Margarita, Rocío y Juan Manuel.


Luisa Marta Córica
La niña que sueña con nieves

Libros de la talita dorada
Colección Los detectives salvajes   /   19

City Bell: De la talita dorada, 2015


(…) En todos estos años he nombrado a Luisa de muchos modos: como trabajadora, estudiante, militante, madre de tres hijos, actriz. He recuperado sus poesías en 1994. Sin embargo, nunca la he nombrado como poeta. Como si hubiese sido presa, yo, de un mandato que me hacía reivindicarla por donde “correspondía”: su militancia, su trabajo, su estudio, su maternidad. Por el lado del “deber”. Hoy me resulta tan sorprendente como injusto haber silenciado su oficio de poeta. Como si hubiese sido cómplice involuntaria de algún canon o academicismo. Luisa se había autorizado a sí misma a escribir poesía. Se había declarado a sí misma poeta. Y ninguna omisión de ningún tipo podrá desautorizarla. Luisa era lo que hacía. Era, es y será, en consecuencia, una poeta. Y sus palabras, como una marea, llegan hoy a nosotros, con toda su intensidad. Con toda su joven frescura.

Andrea Suárez Córica
La Plata, noviembre de 2014






20

Intento
a veces...
escribir en versos,
escribir
mis versos
calientes
de espera.
Transcribir intactas
mis 
excitaciones.
Las palpables muestras
de mis
negligencias
afloran entonces
y
caigo en despliegues
azarosos
de incoherencias.
Busco en mi intención.
Palpo
en mi
inconsistencia.
No
existen
no
emergen
no
quedan.
Abandono el lápiz.
Naufrago.
Me 
llevan.





23

Acaricio un clima
desgastado
por el 
tiempo
y me
anochezco
en lo
incoherente
de la
espera.
Mas no gradúo
mi dosis 
de aprehenderte.
Pertenezco
al planeta de lo incorporal
lo
intransitable
y,
sin embargo,
he ahí lo tremendo:
me sé
humana.





23

Adentro
del vaso
el hielo cruje
embebido por el whisky.
Detrás del vidrio
mis ojos
embeben
el gris del cielo
el gris
del agua
del Río de la Plata.
Yo
palpo
a
tientas
mi 
desconcierto.
Trato
de 
adecuar
en mis manos
el calor de mis venas,
y
adormezco
la
espera.







.

OTOKAR BŘEZINA [16.664] Poeta de República Checa

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OTOKAR BŘEZINA 

(Rep. Checa, 1868-1929)
Seudónimo de Vaclav Jebavy, poeta lírico y ensayista checo nacido en Pocátky, Bohemia meridional. Uno de los miembros más destacados del movimiento simbolista en Europa central. En 1891 se trasladó definitivamente al liceo de la ciudad de Jaromirice, en Bohemia oriental. Por aquél entonces empezó a leer la literatura francesa contemporánea, sintiéndose atraído ante todo por los poetas simbolistas. Dos años más tarde la revista literaria La Primavera publicó su poema Mi madre, incluído más tarde en su primera colección de poemas. El tono pesimista y abstraído de su primer libro, Lontananzas misteriosas (1895), dio paso a una perspectiva esperanzada y un interés por la naturaleza en su quinto y último volumen de poemas, Las manos (1903). Entre medio tres libros más Amenecer en el oeste (1897), Vientos desde los polos (1899) y Constructores de iglesias (1901). Sus ideas filosóficas las explicó más detalladamente en los ensayos titulados Música de fuentes, entre los que sobresale Historia Escondida (1897). 

Fue el más importante poeta simbolista checo, acaso el más grande poeta de su país, de temática mística, refinado estilo y magistral dominio del idioma. En su carrera de pedagogo, actuó como maestro y profesor en ciudades de provincia; posteriormente fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Carolina de Praga y catedrático de Filosofía en la de Brno, cargo que declinó. Llevó una vida solitaria, fue asiduo lector de ricas bibliotecas monacales, un estudioso de la filosofía, la poesía antigua y moderna y de las lenguas; colaboró en revistas literarias específicas. Afectado tempranamente por pérdidas de seres queridos, encontró un estímulo en la amistad del maestro y músico František Bauer y en el vínculo intelectual y sentimental con la teósofa Anna Pammrová, con la que mantuvo una larga comunicación epistolar. En su búsqueda del sentido de la vida en medio de la caótica sociedad moderna, se reveló como un hondo pensador metafísico que celebra la vida espiritual, el amor por el universo y por el hombre y el conocimiento superior por sobre todos los valores terrenales.

Sus libros poéticos lo muestran como un hondo pensador y reflejan en secuencia su crecimiento espiritual. El primero de ellos, de raigambre impresionista, Tajemné dálky ( Lejanías misteriosas), 1895, todavía trasluce la tristeza de su juventud solitaria marcada por tempranas pérdidas afectivas, la frustración por lo no vivido y la extrañeza ante el caos de la sociedad moderna, pero ya en Svítání na západě ( Amanecer en el ocaso), 1896, el poeta alcanza una superación metafísica en la que el dolor y la soledad redimen de culpas ancestrales y posibilitan el conocimiento profundo, y la muerte no es sino otra forma de vida, reveladora de misterios. Ahondando su visión, en Větry od pólů ( Vientos de los polos), 1897, pasa de la problemática íntima a un objetivismo místico, un sentido de la vida universal más allá del tiempo y del espacio y de la vida del individuo, abrazando a "la hermandad de los creyentes", vivos, muertos y aún no nacidos, en una comprensión omniabarcante de la vida y de la naturaleza. Aunque en Stavitelé chrámů ( Constructores del templo), 1899, es presa nuevamente de incertidumbres, pesimismo y angustia, de llamados de la realidad física, de los sentidos y de la materia, espera sin embargo una transformación del mundo por los elegidos; en Ruce ( Manos), 1901, vuelve a creer en un desarrollo cósmico armónico, en la posibilidad de un mundo fraterno y más perfecto por la participación solidaria de todos. En su evolución espiritual, al alcanzar grados de misticismo, el hallazgo de la meta trascendente lo libera de sus dudas y cuestionamientos trágicos, corona su búsqueda del sentido de la vida y lo lleva a la conciencia de una afinidad universal de amor por todo lo creado; convencido de que éste es el fin último también del arte, comprende la poesía como un servicio a la vida en Dios y a la eternidad. En 1902, respecto de los últimos poemas, el 26 de febrero Březina escribe en una carta a Anna Pammrová, que con la visión del mundo tal como la tenía en ese momento, ya sólo le era posible seguir hacia delante y cumplir fiel y devotamente su cometido.

Con mucho de profeta visionario, escribe himnos, cantos de alabanza y de gracias a modo de plegarias, coros, ditirambos; en sus poemas hay ecos del pensamiento védico de la India, de la Biblia, de Platón y de Plotino, de los místicos medievales, de los grandes poetas líricos, de los filósofos idealistas, de la teosofía y también de la ciencia natural moderna. Formalmente su poesía partió del impresionismo y acusó cada vez más características simbolistas, ya en versos libres de ritmos audaces, ya en estructuras ceñidas, en alejandrinos de gran eufonía, de rimas espléndidas y ritmos regulares, en que imágenes y metáforas dan expresión a una densa profundidad del pensamiento. En su evolución personal, pasa de la problemática íntima a un sentir místico cósmico, a una comprensión omniabarcante de la hermandad de los creyentes y de todo conocimiento de la vida y la naturaleza, alcanzando instantes de culminación.

En LA MÚSICA DE LOS MANANTIALES ( Hudba pramenů), 1903-19, brillantes ensayos filosóficos, continuación de sus poemas, Březina desarrolla en pulida prosa poética sus ideas sobre la belleza y lo misterioso en el arte y su relación con el conocimiento, sobre la mejora progresiva de la humanidad y de la naturaleza, sobre la participación del individuo y de las masas en el desenvolvimiento de la sociedad, sobre la justicia suprema en el universo, sobre las metas y los anhelos eternos, sobre el sentido sacro propio de todo lo profundo.

En la primavera terrena el poeta presiente la primavera espiritual, en que "nos esperan infinitos, otras primaveras más gloriosas, canciones con clamor de eternidad, la liberación". (De Nota, de Helena Voldan)

" (...) Para Březina, el universo no callaba, sino hablaba y enseñaba, y de pronto también cantaba: fijémonos cómo se repiten en los poemas cósmicos del poeta los motivos del canto, del himno, del coro, del ditirambo y, más de una vez, también el de la vorágine de la danza. (...) Con Albert Schweitzer, Březina compartía la relación panpsíquica con la naturaleza, la compasión para con todo lo creado, con el mundo de las plantas y de la materia inorgánica...

(Březina se refiere) con frecuencia a la ley de la hermandad, en que culmina su creación. Es la "hermandad de los creyentes" que (el poeta) vive en forma unanimista. Se ve a sí mismo como miembro del grupo panhumano; por eso en su poesía se multiplican los himnos comunitarios, cual cantos corales renovados. En los movimientos sociales contemporáneos ve preanuncios y aperturas hacia la futura unidad del género humano. Con la más ferviente exaltación celebra la idea y la realidad del amor desinteresado, jubilosamente sacrificado; lo expresó en forma especialmente inolvidable en el poema "Locos" o, ya antes, en la "Plegaria por los enemigos". (...) llega a la idea del amor como antítesis del deseo, al amor como espontánea subordinación a una realidad superior, al amor como ruptura de la tensión entre el yo y el tú... al amor que Gabriel Marcel señala como "esencial premisa ontológica". (...) ...su parentesco espiritual con los "c onstructores del templo" sin duda también codeterminaba (su) mesianismo, su fe en la llegada de un hombre superior y de una edad liberada más hermosa, como lo expresan especialmente sus poemas "Coro de corazones" y "Domingo de Pentecostés".

Con su mensaje, Březina da encendido aliento e impulso a todos los actuales esfuerzos humanos por el entendimiento y el acercamiento ecuménicos. Contra los conflictos destructivos repetidos entre el culto del individuo y la fe en las masas, Březina proclama un colectivismo amante, espontáneamente servidor, y al mismo tiempo el enaltecimiento de la personalidad y de su infinito e insubstituible valor. (...) Su obra es testimonio de la profunda realidad de la vida interior, de su fuerza salvadora y liberadora; de su belleza purificadora y amorosa; de su júbilo luminoso; de su potencia creadora, discreta y silenciosa, pero al final siempre triunfante". (De "El poeta del universo y del hombre", de Jan Blahoslav Čapek)




Distancia misteriosa (a mi madre)

El tiempo que sabe a cenizas desgarra la tristeza
penitente, la abatida belleza se inflama de lágrimas
extintas y fagigadas, de muerte, severa agonía
que susurra una sonrisa de agradecimiento, de sueños,
templos de mármol que velan la
fragancia de la lluvia perfumada
y del rocío del alma, pálida flor,
amargo sabor de la vida y herencia del dolor,
estremecimiento de la carne y la sangre,
triste forma sin color. 





Tajemne Dalky 

O, SILO EXTASI A SNU, z niz umeni
pla barev vejirem a v tonech buraci!
Tvym kouzlem z myslenek se zare prameni,
jak z eteru se svetlo niti vibraci.
Na obet duse me svuj zhavy sesli prival,
o moci vitezna, jez v inspiraci plas,
jak v oltar kamenny se ohen s nebe slival,
kdyz obet krvavou nan kladl Elias!

V me dusi smutek dli a horke vune teskne,
myslenka ma je voskovici svetla mdleho,
jez v tela svicnu necistem se tresouc leskne
na oltar vecny postavena Neznameho.

Zen zhavy ret me krve vasni neroznitil
a lasky silenstvi mi v zracich nezaplalo,
zar bily rozkose mi v nervech nezasvitil
a vuni pratelstvi jsem v ziti udychal malo.

Sam v tichle klausure jsem pocet ziti resil
a jenom nad svych snu jsem zahonem se shybal,
vic nezli v zivote jen v myslenkach jsem hresil
a prelud miloval a paru tuh svych libal;

Me jaro bylo smutnou, elegickou pisni,
jiz tichlym tremolem mi zivot zahral fletnou,
a dny mych radosti, jako v travy trs, jenz tisni
se pri zdich, ve dlazbe, kdyz kapky rosy sletnou.

Me vzpominky jsou bez barev a beze vlahy
jak protez v herbari, jenz bilou plisni dyse;
nakysly parfum chudoby jsem dychal zahy
a ponizenych zen jsem klidil na sve lise.

Zar grandiosni vesmiru kdyz v zrak mi padla
sil vecnych tajemstvim a osnovami svetla,
v mou dusi odrazena kosmu od zrcadla
v ohnisko palcive a krvave se stretla.

Puch krve srazene jsem dychal z dejin zvesti
a hruzu Neznameho z vlastni duse hloubi,
a zrel jsem v ziti hru, kde bledy prelud stesti
jak v perleti se lomem vrchnich vrstev snoubi.

Netouzim zizne sve u ziti svlazit brehu,
jak Gedeonuv voj u zdroju piti z dlane:
paprsku mystickych jsem v dusi sebral nehu
a v chramu Tajemstvi jsem klekl zadumane.

Je smutna duse ma a plna vune teskne,
ma myslenka je voskovici svetla mdleho,
jez v tela svicnu necistem se tresouc leskne
na oltar vecny postavena Neznameho.

O silo extasi a snu, z niz umeni
pla barev vejirem a v tonech buraci!
Tvym kouzlem z myslenek se zare prameni,
jak z eteru se svetlo niti vibraci.
Na obet duse me svuj zhavy sesli prival,
o moci vitezna, jez v inspiraci plas,
jak v oltar kamenny se ohen s nebe slival,
kdyz obet krvavou nan kladl Elias! 



RICARDO SÁNCHEZ [16.665]

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Ricardo Sánchez 

Uno de los grandes poetas chicanos bilingües, nació en 1941 en El Paso (Texas), y como él mismo suele decir, ‘manito por herencia y pachuco por experiencia’, recordando sin duda sus humildes orígenes y sus años de cárcel, penuria, rechazo y marginación. Ricardo Sánchez, ‘chicano, pinto y oprimido’, siente que debe solidarizarse con la causa del pueblo para aspirar con él a una liberación popular y humanizante, y denuncia la sordidez de la vida moderna, soñando con un mundo íntegro donde la estética y la humanización sean horizontes y puntales permanentes. Sus libros, Canto y grito mi liberación (1971),Hechizo (Spells) (1976) y otros, recogen la experiencia colectiva de los chicanos en un lenguaje poético híbrido, delirante, iconoclasta y revulsivo. En sentido estricto, esta poética bien podría denominarse ‘poética de liberación’.





OYE, PITO, ÉSTA ES: LA VIDA 
BRUTA DE UN BOY

(Fragmento)

mis tierras eran
nuevo méxico, colorado,
california, arizona, tejas, 
y muchos otros senderos,
aún cuando la luz existía
sonrientemente
en las palabras
de mis antepasados...

era entonces hombre,
maduro y sencillo
como los cerros y los peñascos,
y mi cultura era el atole,
el chaquehue, y los buenos días;
mi idioma cantaba
versículos
por los cañones
de tierra roja
y tierra amarilla...

Hoy sí, hoy ya no soy
mejicano ni hispano
ni tampoco americano,
pero soy —y bien lo siento ser—
una sombra del pasado
y un esfuerzo
hacia el futuro...

. . . . . . . . . . .

HOY —¿qué fregados/qué chingados soy?
sombra malvada
sobreviviendo
en un mundo gris
de JOHN BUEY embotado
y patiando/golpeando
su maquinaria com-puta-dora
en forma destrozadora
sobre los cadáveres de la raza…

. . . . . . . . . . .

a veces en mis fantasías
estructuro mundos mexicanos 
donde podré desahogarme,
y fuertemente anhelo
un mundo desconocido, pero
cuando mi alma llorosa
llega a México,
me dicen que soy pocho,
pachuco, norteamericano,
y otro turista pendejo
listo para ser taloneado;
brindo enmariachado
y fijo ojo
hacia talones listos
para joderme peor
que lo que joden al gringo,
y respingo
con rabia en alma/mente
cuando miro
mejores servicios pa’ gringos
que pa’ chicanos,

y los despechos mexicanos
duelen más que el racismo
bajo el cual he sobrevivido,
miraditas de meseros, putas,
cantineros, boleros,
comerciantes, estudiantes:
todos acusando
nuestro proceso vital/social,
y la verdad es también
que fuimos vendidos
por nuestra propia sangre/patria,
y somos desmadrados sin bandera
y sin tierra,
anhelando una fábula irreal del pasado,
aturdidos por el abandono social,
y sabiendo bien
que no queremos un mundo gringo,
y también que estamos listos
pa’ luchar y compartir
con el pueblo mexicano,
pero eso sí,
tendrá que ser mutuamente,
nos tienen que aceptar tal como somos—
cultura/idioma/historia/realidad—
y eso implica
que buscamos un mundo Chicano…
ya no soy pocho ni turista
ni pendejo
norteamericano,

pero en estamossumidosjodidos soy
Boy,
otro cuerpo ideal
para sacrificar
en guerras brutas
donde tendré que probar
mis derechos humanos de vivir...

mi sangre se ha estrechado
desde el álamo a gettysburg,
a verdún, guadalcanal, corea,
y saigón,
y también a crystal city, denver,
los ángeles, el paso, chicago,
alaska, oregon, michigan,
illinois, utah, y nevada;
he peleado guerras sin nombre
y sufrido hambres inhumanos
mientras vi gozar a los gusanos,
y la escarcha siempre ha habitado
lo humilde de mis viviendas.

. . . . . . . . . . . . . . . . . .

y en mis noches de tristeza
cuando pienso y siento
mis realidades,
entonces reconozco
mis pérdidas inconcientes,
y mis hambres reviven
reventando las cadenas
encrujando mente/alma, 

hambres de ser libre,
hambres de justicia, dignidad,
y paz en el alma,
y reniego
un pasado seco
lleno de miedo sudoso,
empiezo a determinar
que cueste
lo que cueste,
pase lo que pase,
yo seré el autor de mi destino,
yo nombraré mi realidad/humanidad,
yo estrecharé, otra vez mi sangre y sudor,
pero esta vez
hacia un destino
propiamente mío,
y el mundo sabrá
que me he determinado
a batallar hacia un futuro
netamente Chicano
en alianza con todo pueblo oprimido,
hacia el carnalismo
y una sociedad justa de igualdad/libertad…

y al que no le guste,
pues a la brava—
¡que chingue su madre
junto con su padre!
pero jamás seré
un Boy brutalizado,
sobreviviendo
la injusticia/racismo/esclavitud
de un sistema encomendado
a derramar
todo lo que es humano,
y esto lo grito con firmeza,
LA LIBERACIÓN SE TOMA FUERTEMENTE,
y la vida se canta bellamente
cuando uno ha luchado/vencido
en la batalla:

¡hacia la liberación popular
y vámonos recio, raza! 






MIRABAI [16.666] Poeta de India

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Mirabai o Mira Bai

Nació en el pueblito de Merta, próximo a Ajmer, a más de 300 kms de Nueva Delhi, en la región conocida como el Rajastán. Hay coincidencia en fijar su fecha de nacimiento en 1498 y disidencias en torno a la fecha de su muerte, entre 1550 y 1573.

Mística y poetisa hindú, cuyas composiciones líricas de devoción al dios Krisna son muy populares en el norte de la India. Mira Bai era una princesa Rajput, la única hija de Ratan Singh, hermano menor del soberano de Merta. Su educación como mujer de sangre real incluía materias como la música y la religión, así como instrucción política y administrativa. Un hombre santo le entregó una imagen de Krisna cuando era todavía una niña, y así comenzó una vida de devoción a este dios, al cual se consagró como su Amante Divina. Mira Bai fue concedida en matrimonio en 1516 a Bhoj Raj, príncipe coronado de Mewar, a quien nunca se entregó. Su esposo murió en 1521, probablemente a consecuencia de las heridas recibidas durante una batalla, y desde ese momento ella fue víctima de muchas persecuciones e intrigas por parte de su cuñado Ratan Singh, cuando éste ascendió al trono, y también por parte de su sucesor, Vikramit.

Mira Bai aparecía en ocasiones como una rebelde, y sus sentimientos religiosos no se consideraban adecuados para una princesa Rajput viuda. Pasó la mayor parte de su vida en su templo privado dedicado al dios Krisna, recibiendo a los hombres santos (sadhus) y a los peregrinos que llegaban de toda la India, y componiendo poemas religiosos, no exentos de detalles autobiográficos. Así, encontramos alusiones a la serpiente venenosa que le fue enviada en un cesto de flores, que se transformó en la estatua del dios en su presencia, o al veneno que bebió de una copa y que no le causó daño alguno. Después de muchos años, Mira Bai dejó Mewar y volvió a Merta, donde tampoco fue bien recibida, a causa de su vida poco convencional. Comenzó entonces una época de peregrinación, y tras huir a una comunidad de devotos bhakti que la ayudaron, se estableció finalmente en Dwarka. En 1546 Udai Singh, que había sucedido a Vikramit como rana, envió una delegación de brahmanes para que trajeran consigo a Mira Bai hasta Mewar. Se le concedió permiso para pasar la noche en el templo de Ranchorji (Krisna) y a la mañana siguiente descubrieron que había desaprecido. La leyenda popular afirma que asecendió a los cielos abrazada a la estatua de Krisna, pero si murió aquella noche o si escapó para pasar el resto de su vida errante es algo que nunca sabremos.

Mira Bai pertenece a una fuerte tradición de poesía devocional (bhakti) en la India medieval, que expresa el amor a Dios comparándolo con los sentimientos humanos (el amor de una madre por su hijo, de un amigo por su amigo, de una mujer por su amado). La poesía de Mira Bai refleja su profundo amor por Krisna, especialmente por el uso del simbolismo romántico del “matrimonio místico” entre ella y su Señor. Este amor es a veces feliz, en presencia de su Amado, pero otras veces supone el dolor profundo de la separación de Krisna. Mira Bai, que casi siempre escribe en braj bhasa (un dialecto del hindí), expresa su amor de gopi (hija de un vaquero) por Krisna, el Divino Vaquero.


La mujer bhil probó ciruela tras ciruela
Y encontró al fin una que ofrecerle.
¿A qué clase de raza gentil pertenecía?
No era una belleza deliciosa.
Su familia era pobre, su casta baja, sus ropas harapos.
Sin embargo Rama aceptó ese fruto
-ese fruto tocado, corrompido-
porque sabía que representaba su amor.
Era una mujer que amaba el sabor del amor
y Rama no distingue entre elevados y humildes.
¿Qué clase de Veda podría haber aprendido?
pero rápida como el relámpago montó en una carroza
y se marchó al paraíso saltando de un lugar a otro,
sostenida por el amor de Dios.
Tú eres el Señor que se preocupa por quienes han caído,
rescata a quien ama como ella lo hizo.
Permite que Mira, tu esclava, una pastora Gokul,
cruce con seguridad hasta la otra orilla.






ES VERDAD QUE FUI AL MERCADO

Mi amiga, fui al mercado y compré al Oscuro.
Tú clamas de noche, yo clamo de día.
En realidad yo batía un tambor todo el tiempo mientras estaba comprándolo.
Dices que he dado mucho; yo digo demasiado poco.
En realidad lo puse en una balanza antes de comprarlo.
Lo que pagué fue mi cuerpo social, mi cuerpo local, 
mi cuerpo familiar, y todas mis joyas legadas.
Mirabai dice: El Oscuro es mi esposo ahora.
Debes estar conmigo cuando me acuesto; tú me lo prometiste en una vida anterior.




NO TE VAYAS, NO TE VAYAS

No te vayas, no te vayas. Toco tus plantas. Estoy vendida a ti.
Nadie sabe dónde encontrar el sendero bhakti, enséñame dónde debo ir.
Me gustaría que mi cuerpo se convierta en una pila de incienso y sándalo 
y que tú le pongas una antorcha.
Cuando haya caído a cenizas grises, espárceme sobre tus hombros y pecho.
Mira dice: Tú alzas las montañas, yo tengo un poco de luz,
quiero mezclarla con la tuya.







MIS OJOS

Mis ojos están sedientos 
de tí.
Todo el día
miro el camino,
mis ojos dolientes.
El pájaro en la rama
canta,
también doloroso para mí.
La gente habla
y se ríe de mí.
Pero Mira está vendida a Hari.
Ella es su esclava por muchas vidas.






MI AMOR ES MI CASA

Mi amor es mi casa,
miré hacia el camino durante años
pero nunca logré verlo.
Saqué el plato de veneración,
regalé mis joyas.
Después de esto, el envió palabra.
Mi oscuro amante ha venido,
la dicha está sobre mis brazos.
Hari es un océano,
mis ojos lo tocan.
Mira es un océano de dicha,
Lo toma todo en su interior.





DÉJAME VERTE

Déjame verte.
Lo repito:
sé amable.
En el mes de Jeth
los pájaros están tristes y sedientos.
En Asarh los pavos reales y los pájaros de la lluvia
ruegan por nubes.
Lluvia en Savan.
Mis amigos celebran el festival de Tij.
Los ríos se desbordan en Bhadon.
Tu distancia me hiere.
En Ashwin
la madreperla bebe de la estrella Swati.
En Kartik la gente venera dioses.
Tú eres mi único dios.
Agahan está frío.
Ven pronto. Cuídame.
En Pausha la escarcha cubre la tierra.
Tú no estás aquí.
La primavera llega en Magh.
Todo el mundo canta.
La gente baila en Phagún.
Los árboles banraj me queman.
Mi deseo crece más fuerte en Chait.
Déjame verte.
En Baishakh, los árboles banraj florecen,
el pájaro koel canta.
Es el mes 
para consultar astrólogos y sacerdotes.
Mira, sola, está desolada.
¿Cuándo habré de verte?
Ella se pasa los días buscando cuervos. 






MI CÁNTARO SE ESTRELLA

Mi cántaro se estrella contra el suelo.
Estoy anonadada.
Su belleza me enloquece. Padre, madre, hermano
y hermana
todos dicen lindas palabras. Ven a casa,
olvídalo.
Pero el oscuro danzador me habita.
Su amor es luz a través de todo mi cuerpo.
Déjalos decir que estoy perdida.
El secreto. Girdhar sabe.







TORMENTA

Espesas sobre mi cabeza
las nubes del monsón,
un deleite para este afiebrado corazón.
Temporada de lluvias,
temporada de suspiros descontrolados-
¡el Oscuro regresa!
Ah, inflamado corazón,
Ah cielo bordeado de humedad-
la lengua del rayo primero
y luego el trueno,
convulsivas lluvias escupidas
y luego el viento, persiguiendo el calor del verano.
Mira dice: Oscuro,
he esperado-
es hora de llevar mis cantos
a las calles.






La Existencia Humana

Esta existencia humana
no vuelve una y otra vez.
Quién sabe qué dio su fruto,
para recibir este precioso cuerpo humano.
Crece poco a poco
y se acorta con cada nuevo aliento.
Una vez que se ha ido,
ya no vuelve.
La marea mundana es dura
y sus olas son despiadadas.
Llega a la otra orilla
en el barco del Conocimiento.
En el juego del mundo,
incluso la victoria es un fracaso.
Todos los santos han dicho que
la vida es un regalo de corta duración.
Sólo Dios nos pertenece
en todo este mundo,
sólo Dios nos pertenece, nadie más.
He buscado en todas partes
y nadie más es nuestro de verdad.
He perdido mis apegos,
a la familia y a los amigos.
He soltado el nombre y las riquezas,
disfruto de la compañía de los santos.
Cuando veo un buscador sincero,
me siento elevada.
Este mundo sólo me tira
hacia abajo.
El rey me envió una copa
con veneno, yo la bebí y bailé.
¿Por qué debería preocuparme?
Si lo que tiene que ocurrir, ocurrirá.
Sin Dios, sólo hay tristeza
Sin Dios, todo lo que siente el corazón
es angustia y tristeza.
Este mundo es una pila de basura,
no tiene gusto por la verdad.
Critica la búsqueda de Dios,
mientras está envuelto en la estupidez.
Sin el Maestro,
nunca se experimenta la claridad.
Se mantiene atrapado
en subidas y bajadas.
Únete a la compañía santa,
no malgastes la vida.
Cuando Mira encontró a su Maestro,
descubrió la alegría.
Mi amado
¡Oh rey! Yo no disfruto
de tu compañía.
En tu palacio no hay santos,
toda tu gente está vacía.
No tengo ningún uso para las joyas,
ni la moda, vivo con sencillez.
No quiero el maquillaje, ni el lápiz de ojos,
ya no hay más lazos entre nosotros.
Estoy enamorada del Señor de la vida,
he encontrado a mi amado.







“Mora siempre en mis ojos, Nandalal: ¡eres tan bello!.

Luces la diadema de plumas de pavo real, pendientes en forma de cocodrilo adornan tus oídos, el rojo marca tu frente, tu oscuro perfil, y tus largos y líquidos ojos me fascinan La melodía de tu flauta es como el néctar, un collar de perlas adorna tu pecho.

¿Cuándo volverás y traerás la primavera a mi vida?”.





KABIR

¡No te desplaces al jardín lleno de flores! ¡Oh amigo! no vayas allí. En tu cuerpo está el jardín florido. Siéntate sobre los mil pétalos de loto y contempla allí la infinita Belleza. ¿A qué playa te encaminarías, corazón mío? Nadie te precede; no hay camino. ... No hay agua, ni barca, ni barquero. No hay ni siquiera una cuerda para remolcar la barca, ni barquero para jalarla. ...

Sé fuerte y entra en tu propio cuerpo, pues ahí es firme tu asidero. ¡Oh, servidor!, ¿dónde me buscas? ¡Mira! ¡Estoy junto a ti!

No estoy en los templos, ni en las mezquitaa ni en la Kaaba, ni en Kailash. Tampoco estoy en los ritos, ni en las ceremonias, ni en el Yoga, ni en las renunciaciones. Si eres un verdadero buscador, ahora mismo, de inmediato, sin dilación, puedes verme.

Dice Kabir: "¡Oh, Sadhu! Dios es el aliento de todo lo que respira".

Afortunados son los que dependen de la guirnalda de los alientos. El ser humano es la puerta hacia el conocimiento del ser.

Todos hablan del Amor pero su significado pocos lo conocen. Sólo es Amor lo que te mantiene día y noche en éxtasis dichoso. Lento transcurre el tiempo con largas horas de anhelo y mi corazón tan sediento...

Dice Kabir, escuchen, amigos míos sólo hallaré sosiego cuando el Amor me permita estar a Su lado. En el ajonjolí se oculta un aceite y en la yesca se esconde una chispa, y así me pregunto si tienes presente, que el Divino respira en tu templo.

Que la gota está en el océano, todos lo saben. Que el océano está en la gota, muchísimos lo ignoran.

Que la gota está en el océano, todos lo saben.

Que el océano está en la gota, muchísimos lo ignoran.

¿Veré amanecer el día, ¡Oh Madre Divina!, en que al pronunciar Tu Nombre afluya a mis ojos un torrente de lágrimas inundando los bancos de arena de mi ignorancia, y que acabe con la aridez de mi corazón?

¿Florecerá el loto luminoso de la sabiduría, que disipe para siempre mis tinieblas?

¡Oh Madre Cósmica Omnipresente, ven a mí en forma humana tangible!

Solo Tu rostro de infinita bondad puede desterrar para siempre mi dolor.

Si uno ultraja y el otro toma represalias, habrá una lluvia de ultrajes. Pero, en el caso de que no haya represalias, el asunto terminará. Donde hay compasión, hay religión.

Donde hay perdón, allí está el Señor Mismo.  Ningún poder sobre la tierra puede herir al protegido por el Gurú.












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