Quantcast
Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
Viewing all 7276 articles
Browse latest View live

YOLANDA PENGLI [16.509] Poeta de Grecia

$
0
0

YOLANDA PENGLI 

(1934)
Poeta y ensayista, nacida en Atenas, Grecia. Pertenece a la Segunda Generación de Postguerra. Ha publicado 12 poemarios. También ha traducido literatura infantil y para adolescentes. En 1971 recibe el Premio de Poesía de la Universidad de Atenas, en 1973 el II Premio Estatal de Poesía y en 2002 el Premio Kostas y Eleni Uranis de la Academia de Atenas por el Conjunto de su Obra Poética. Es la gran desconocida de la poesía griega, siendo considerada por muchos como más importante que la misma Dimulá.  



Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio                                                                           Prólogo y traducción de Virginia López Recio  




LA HISTORIA DEL HOMBRE

Dije: Coged diez hermanos de mi corazón
y dejadme en mis huertos
coged diez faros de mis ojos
y dejadme bajo las estrellas
coged diez escopetas de mis manos
y dejadme con mi perro
coged diez pelotas de lona de mi pelo
y dejadme en los vientos
coged diez canciones de mi laringe de oro
y dejadme en mi silencio
coged diez muertes de mi sangre 
y dejadme mi corta vida

Y dijeron:
Si nos das diez hermanos de tu corazón
pero conservas tu corazón
tú eres el múltiple
si nos das diez faros de tus ojos
pero conservas tus ojos
tú eres la luz que no se apaga
si nos das diez escopetas de tus manos
pero conservas tus manos
tú eres la matriz creadora
si nos das diez pelotas de lona de tu pelo
pero conservas tu pelo
tú eres la Armada que brilla
si nos das diez canciones de tu laringe de oro
pero conservas tu laringe de oro
tú eres la campana del mundo
si nos das diez muertes de tu sangre
pero conservas tu sangre
tú eres tu hijo y el hijo de tu hijo.

Entonces regreso de nuevo a mi cueva, me oculto, dije.
Corro peligro.
Entonces, te construimos un palacio, dijeron.
Corremos peligro.
Entonces, cojo una piedra, hago añicos el palacio, dije.
Tengo miedo.
Entonces, te construimos hierro y un pasadizo secreto, dijeron.
Tenemos miedo.
 
Entonces, llevo ropa de pelo, tengo hambre, me mato.
Quiero ser libre.
Entonces, nos ponemos un collarín duro, te ofrecemos
comida regia y te matamos.
Queremos ser libres.





ESCUCHAD

No abro no abro
tras la puerta un amigo
tras la puerta un niño
tras la puerta un mendigo
tras la puerta un perro
tras la puerta un cartero
tras la puerta nadie
no abro no abro
me retiro, renuncio, me opongo
me separo, me desmayo
me niego
cuando anochezca, lo prometo:
dejaré en el escalón mi ropa
dejaré en el escalón mi pan
dejaré en el escalón mi rosa
lo último:
prometo prometo
pero manos no, tengo miedo
pero palabras no, tengo miedo
pero personas no, tengo miedo 
pero ojos no, tengo miedo tengo miedo
he guardado una bala
pero ojos no, pero ojos no.
he guardado un aliento

amo el rojo
más que el negro.









CEMIS TASULIS [16.510] Poeta de Grecia

$
0
0


CEMIS TASULIS 

(1936-2008)
Poeta y traductor, nacido en Atenas, Grecia. Estudia Cinematografía en París, ciudad en la que reside desde 1960 hasta 1975. Traduce escritores extranjeros al griego (una edición completa tanto de José Lezama Lima como de Eric Buffetaut) y colabora en numerosas revistas literarias. Su carrera literaria la inicia en 1964 y publica un total de 12 libros de poesía. Poeta lírico de voz discreta, influenciado por la poesía francesa. Poemas suyos han sido incorporados a numerosas antologías griegas y extranjeras. En 2006 recibe el Premio Sotiris Matrangas de la Academia de Atenas por el Conjunto de su Obra.



Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio                                                                     Prólogo y traducción de Virginia López Recio  




POR ESO ES NECESARIO QUE HABLE

Yo, para que me oculten los colores de la noche
soy grillo – y tú
huérfana amarga, te dormirás del sueño,
bella muchacha comida.

Por eso es necesario que hable
Puesto que te vas como música,
Respirando imágenes hundidas
y tierra en el olvido de tu corriente.

Y lamento a la vida no haberte nombrado
ya que de un momento a otro oscurece
y las Marías se harán polvo de luna.
Ya que en breve cerrarás las ventanas a
tu belleza
y las aguas, las flores se irán al mar
como pelusa del tiempo.





EL FLUJO MUSICAL DE LA PASIÓN

La desesperanza de la belleza;
jazmín: airecillo de lo blanco.
Y aquella blancura celeste del cielo
luminosidades del silencio que nos acosan−
qué tierna la fluidez de la vida
blandiendo a Petros en medio de la pena.

Me espanta el pánico de tu alma;
y qué lejos
las palabras que me daría Dios
para hablarte. 










-

LUCIANA JAZMÍN CORONADO [16.515]

$
0
0

Luciana Jazmín Coronado 

Nació el 3 de abril de 1991 en Buenos Aires. Estudia Licenciatura en Letras en la UBA y Traductorado de inglés en el Lenguas Vivas. Desde 2012 trabaja como docente de lengua, literatura e inglés. Algunos de sus poemas fueron premiados en concursos nacionales y en España. Publicó La insolación (Viajero Insomne, 2014). Poemas suyos fueron publicados en antologías como La juntada. VI Festival de Poesía Joven (La guillotina, 2014) y El Rayo Verde (Viajero Insomne, 2014).  






La insolación, Viajero Insomne, Buenos Aires, 2014.



Depara

el mar se absorbe
en papel secante
¿quién me lleva?

qué es lo que trae
el revuelo de punto a punto
de casa a ruedas a lugar a extraño a oxígeno

con manos lúcidas
desvalijo en un punto ignorante

traerá
qué me traerá
salir de la colmena




Pertenencia

No se trata de dejar caer, sino de caer con eso que se deja.
El mar se funde en el cuerpo como una pestaña en una foto blanco y negro.
La nada se ofrece como un niño ofrecería un caramelo.
Soy la terminal.




Algo desprovisto

el mar es un telar de invierno en los huesos
las caricias, una placa de jardines viejos

lo nuevo está después del mar:
una selva poderosa
con las hojas en un hilo de recuerdos

tiendo trampas para volver a tocarte:
una esquina
una salida después del oro
un espejo que me herede como esto que soy
algo desprovisto




EL MAPUCHE

eleva su boquilla frente al lago
su visión impide amanecer

a su lado el kiwi
se deshidrata sobre el plato
forma con sus gotas
íntimas vitrolas

el mapuche brilla en los meridianos
deja huecos mojados
deshace gigantografías

lo oscuro y rocoso
une los hilos del paisaje

al ritmo del progresivo amarillo solar
el hombre
se encuentra consigo

esto es una pausa hacia la maravilla





No mira atrás al bajar 

Inicia un viaje por cuerpos de tiza, desciende sobre paisajes desvestidos entre ocres casas prematuras. Quita el agregado: formas repetidas en la retina que muerden la pureza del objeto, ciclos que distraen el tren de la imagen, fracturan la memoria. 
El búho quieto palidece en las roturas. 


***


UNA MUERTE FUTURA

limpio el cuerpo
despacio
para no lastimarla
peino la gran muñeca tendida

el silencio golpea
en cada flor de las coronas
un llanto y otro le arman un traje de gotas
es el rocío de la mañana en La Lucila del mar

la entrego
al sol a la tormenta
y soy el retazo de vida que queda
y limpio una muñeca
apretada entre maderas
pálida
como una manzana sobre la mesa
blanca por el reflejo

es la única por la que yo rezaría

y todas las fotos
son un perfil vivo
esto pasará como los ojos pasmados y el pelo y el ramo
sus manos armaron la casa
dejaron aroma a mate y bizcochos
regaron las plantas
durante años y años
y un día
algo volcó el fin
en la chispa de esas manos

Inédito.




*



esas clavículas me gustan en secreto
después de caer

te desnudás
como si abrieras
un baúl de joyas

lo mejor es tu brillo de a poco
pequeños matices en un gato oscuro

los órganos
se ablandan
a la luz de la vela

los torsos
se estampan
en la sábana blanca

no hacemos funciones de circo

lo simple me lleva
a tus mariposas amargas
y me quedo ahí
limpio ala por ala

el viento se suma
a esta victoria serena

me saco la ropa
te presto
una piel sin acuarelas

dos ojos tildados
ante el roce de una piel distinta
y el gesto de ofrecerte
todas las frutas

no somos bestias
somos vitrales de iglesia
y dejamos pasar la luz

Inédito.





RAFAEL ESPINOSA [16.516] Poeta de Perú

$
0
0

RAFAEL ESPINOSA 

A pesar de pertenecer cronológicamente a la generación del ochenta, el poeta Rafael Espinosa (Lima, Perú  1962) publicó su primer libro, Reclamo a la poesía, en 1996. A ese título le seguirían, entre otros, Geometría (1998), Pica-Pica (2001) –ambos finalistas en el Premio Copé–, Book de Laetitia Casta (2003), El anticiclón del Pacífico Sur (2007), Aves de la ciudad y alrededores,2008, Amados transformadores de corriente (2010), Los hombres rana (2012) y Hoyo 13. Novela barrial (Librería Inestable, 2013). 



LAS NUBES PERMANECERÁN LIMPIAS

No para las futuras generaciones
sino alrededor de mi cuerpo
he construido, sin ser vidriero,
un cubículo transparente.
Mis cadenas asociativas,
que las tengo, dibujan
adentro una deidad de dolor.
Lento blablablá inaudible
tallado en hueso que me hace
compañía y después llama
a la manada de humanos.
Pueden venir los reporteros,
pueden venir los artistas visuales,
sus egos en bolsas plásticas,
con la doble ganga de que una imagen
de devastación sea a un tiempo
una escultura efímera.
Yo estoy adentro, vuelto un plano,
es decir afuera de lo que yo mismo
pueda representarme, como
si llevara un pendiente
sin oreja. Tengo una estrofa,
tengo un peine; lo que no veo,
pegado al vidrio, es un peinado
que además sea un hombre,
posea una canción.








En la mañana soy refractario
a la música de las esferas.
Apenas puedo soportar la banda sonora
de los muertos con los cuales estuve
renovando durante la noche viejas manías
que en su momento nos separaron y ahora nos unen
como si nuestros defectos formaran
hits sentimentales.
Cuando despierto, en realidad, mi mente
es un rifle de repetición —Solo son los
objetivos lo que me falta:
una pena definida, un stock de pasiones exánimes
con el cual pueda construir al menos un dilema.
Solo por disparar, invento mi doble
y para asesinarlo le apunto mis conceptos balísticos;
el doble que fui en un cíclico marzo
y el doble que nunca seré en el sueño
de una Vía Láctea comunista.
Como patos silvestres, se desploman ellos, gondoleros de su cuarta dimensión.
Así mi mañana es un campo de tiro
y mi puntería convertir la futilidad
en una leve violencia,
todo por convencerme que siento.
En la mañana no escucho los himnos
de la naturaleza a la paz y las faenas;
afuera, su música vale menos que un foco ahorrador.
No escucho a las aves
correr su programa de canto.

Aun así, me gustaría ser una radio
democratizando una impresión inalienable
por encima del espacio y el tiempo
entre todos los que la escuchan
y a la misma vez despreocupada
del city tour que efectúa en sus corazones.
Lo de la radio es sonar y ocupar,
no segregar; lo contrario
de lo que hacen los Gerentes de Contrataciones.
Aprendería insistencia y conformidad
y al expandirme por igual entre
aire limpio y smog llegaría
más allá de mi deseo. Sería noble,
sería pobre, envuelto en mi túnica
de monje de las ondas hertzianas
exhalaría desprendimiento y gratitud
en mis canciones sexuales.

¿Qué hace una radio sino copular
acoplando con su acústica general cuerpos
que de otra manera no encajarían del todo
en el flamante televisor plasma de su instante
en la historia?
Devuelve, al proseguir, a algo que va a morir
su infinita novedad. Porque practica
la zoofilia entrelaza a personas y gatos y perros
con el pene color grosella
en un esplendor profano, la
delectación parca de la vida.
Es rotunda y es amorfa,
mutante en cada inicio de canción.
No es un pasatiempo: es participativa
como el diálogo del taxista con sus parlantes.
Me gustaría ser una radio.

En cambio, yo escucho
comerciales cósmicos de café instantáneo
y llamados a canjear la tristeza
por cerveza, tanto que no distingo
si el ventrílocuo soy yo
en mis pensamientos más dolientes
o una maligna máquina expendedora
oculta en el cielo.
Cielo insidioso de Lima,
sin piedad siquiera para los que le hemos
cancelado todos nuestros sueños;
ni gris ni blanco, no puede
decir una verdad si no es como parte de una intriga.
Es espantoso mirarlo
y saber que tras su cacofónica niebla
no esconde estrellas ni lagos aéreos
sino las conversaciones privadas
de la Célula Parlamentaria Aprista.
Nuestro cielo es entonces un audio
y lo que yo escucho, un robot
de gaviota negociando la suerte de los hombres,
incluso mi propio amor por las aves.
Es como si un cangrejo que hubiera
tomado por casa mi oído
fuera lo único que conservara
de haber pasado mi vida entera en los barrios
junto al mar. Y su sonido de bulldozer
no me deja escuchar las olas, infatigables
en regalar temas favoritos. Y su ronquera
de agitador contratado no me deja recordar.

De Amados transformadores de corriente






CANTILEVER

Por lo mismo que se repite, ese chorro
evade la simetría que lo explica. Deja
el descanso y la blandura para otros que lo oyen
de paso, por ejemplo el del gorro tejido
por artesanos soñadores. Y se van
pero como siguiendo el bien. Aunque no sé
exactamente si esto es lo que quiero decir.
El sonido, tomando el lugar de una herida,
dice que sí. Tal vez quise decir, antes
por esta parte pasaron probablemente burros
y caballos con los asuntos del día
sublimándose en los destellos de la hierba
agitada. Ahora no es un camino
desierto. Hay promesas en vinilo, autos
parlantes, hay en las bancas embellecidas
por una iluminación estudiada todavía
el calor de los pedidos confusos.
Mientras los muertos leves se estrellan
contra el granito italiano del lapso
postmoderno, sin resignarse a la falta
de dolor, hay por encima de todo
una estampida coreográfica hacia bordes
emotivos, como cuculíes y tórtolas
aterrorizadas por la sombra arcaica
del gavilán. Aterrorizadas en balde
porque ocurrió en otro sitio y otro tiempo,
no en este camino. Y siguen los tickets
rotos que podrían ser sentimientos
reencontrados: ¿es este el camino de la vida?
Da ganas de llorar. Tantas especies de aves,
cada una con su ingeniería propia
para construir nidos, y solo se cuenta
con ellas en el momento que se quiere
recargar los arcos superciliares
con analogías de tersura y ascenso,
como asediando un estado de silencio.
Aun si de antemano sabemos que no se trata
de eso tampoco, porque de otra manera
¿por qué no nos cristalizamos en lágrimas
fónicas, y pasamos en vez al hastío?
Y me estoy parando; el mundo es excesivamente

bello y hojoso. Hay hojas y hojarasca
cubriendo toda la gama apagada del marrón,
camuflando la filigrana del recuerdo
en un vestido con diseño de leopardo.
Mejor ven yo mismo circunvalando
la vasta piedad que sientes por ti mismo
para unirte al flanco que menos se te parece
en mí. Quizá es lo que quieres y quiero, y tal vez
haremos trato. El camino será todavía
menos desierto, habrá más mujeres
y umbrales para darse cuenta cómo un tiempo
contrafáctico se congració en ellas;
en nuestro amor que conservó su apuro
y su adolescencia resguardando con lástima
y celos la belleza que habían transferido
en una estación ya remota a las especies de aves.
Por lo tanto, los árboles no son tan ciertos.
Se curvan en el mismo periodo sofisticado
de las mujeres, más amados como estela
que belleza. Que yo sepa aquella es longitudinal
y producida por un don que se mueve.
Estoy, entonces, lo más lejos posible del centro.
Hay pavor y peatones. Hay oración
y repartidores, y en los escaparates
formas que no son intermedias. Si puedo
describirlas, creo que estará bien; si puedo amarlas
me abriré un camino entre los diseños
paisajísticos y su vida imaginaria.
Debo, así, ir. Tras el del gorro, que donde esté
ahora diverge, como se enlazan en el morbo
de la tarde-noche, razonamiento y trino.
La casaca corta el viento, lo reúne en fe.
Ir, eso es lo que me gustaría decir. Quizá
haya borlas. Y sillas Panton. Y más viento.

Aves de la ciudad y alrededores,2008






El madrugador

Despertar es una escalera de sueños.

¿Sucede por merecimiento o para
ver a las dalias sufrir debido a su psicología individual?

Cuando los nombres no hallan todavía
su pigmento, el eco de encontrar
el propio convierte al cielo
en un cargamento amable y se hace
bueno retirarse a contemplarlo.

Aceptando de todos modos
que somos inhábiles para el acto de volar,
voy al mercado adonde los alimentos de guerra
y adquiero ropa de dormir con motivos celestes.

Duermo, duermo sin atender a las rosas violetas
que hablan de larga vida.
Sé que el cielo lo incluye como entusiasmo.

¿Si él fuera sometido
a un detector de mentiras,
no confesaría ser el anticristo de la ecuanimidad?

Cielo,
ahora que desperté
una privada imagen aceitosa
se desliza de repente
desde el lagrimal hasta la boca
y consigue aliar la luz de todos a un bien íntimo.

Cerca estuvieses,
y sería la ocasión de otro éxodo,
el zapato en el piso, pasajero de una inmensa perplejidad.





El chico de la casaca

Centro de cómputo blindado, ya que
conoces los grandes misterios
de la vida y la muerte, y sabes cuándo el exhalar
de un nadador propicia la disposición
espacial de una tragedia, harías bien en decirme qué
piensa ese chico parado
tan temprano en la esquina
que usa como audífonos los restos
de humedad de la noche, sus
colillas tiradas ya sin ensoñación de dedos.

¿Su canción es en verdad la de un amanecer
ahora que la primavera reanudó
la violencia solar de los apegos
junto al deseo de disparar escupitajos
ya que son excursiones?

Seguro no piensa en la muerte de Manuel,
ahora encerrado en un molusco,
ellos mismos eternos pero objetos muy menudos
para ser fuente de estima para la eternidad.

¿Solo yo recuerdo las piedrecillas del fondo del mar
en donde hay erizos que esperaron
una era para clavarse en la planta y
ser parte de nosotros, amarnos
al menos mediante una impertinencia?

El chico piensa en mí por cuanto a mí
no me interesa él y prefiero
dejarlo con el peso gravitacional de su canción.
La intemperie, por no decir nuestro cuerpo accionado
gracias al vapor de los laureles,
señala que la regla es así; no lo niegan las hojas
rejuvenecidas en donde algunos escribieron
obituarios, y otros muchos
súplicas de predadores.

Ya el chico camina y sin percibirlo, pisa
a Manuel. Yo el indagador de los muelles
digo que está bien. Hay destinos indicados
en los micros y capullos que se multiplican como
liendres. Alguien tiene que vivir.






El botánico

Pero si un asunto cualquiera —

hablar con nuestra madre por teléfono
o percibir que el afecto también cumple el ciclo del sueño,

contuviera tanto licopeno como
el que otorga a los tomates su intenso color rojo
—algo para arrodillarse y loar, si sintiéramos las rodillas,

entonces, y solo entonces, seríamos dignos de nuestro dolor;
podríamos obsequiarle al futuro que se ocupa de nosotros,
lleno de tiempo libre, un cántico emanado de nuestras lumbares,
cubriéndolo enteramente de rocío negro.

Calcáreas. Mientras tanto, en medio de una luz vaporosa de fiesta,
a la que hemos invitado a toda la humanidad, excepto
que no puede tocársele, bailamos valses en solitario;

y le reprochamos a cualquier ser deseado que sintamos próximo
no salir a apreciar la luna que hacer aullar a los lobos
en llanos de nieve igualmente desiertos
pero que aquí, siendo hermanos de los lobos en esperanza,

alumbra a nuestra vida bailable hacer la balada de la vida yerta.





El pescador aficionado

La florista que arma altares de rosas para bodas y defunciones no sabe.
El que piensa cuán costoso es oler tampoco sabe, aunque al cabo paga.
Pero todos los arqueros que descienden a las playas en otoño
para disparar ramos de anhelos a la niebla a la vez que capturan peces
de vertedero conocen que los cormoranes no cantan. Emiten
tan solo un graznido gastrointestinal, espeso, casi coprolálico,
lo más parecido a enrollar el horizonte de nubes y transformarlo en un carrete
de alambre para usos de gasfitería. De cualquier modo, hagámoslos
aquí hilar sonidos sublimes, como en tantos poemas con mar
en que son Niños Cantores de Viena. ¿No es que pescamos
con el fin de hacer tiempo, en espera de ser bonzos de alguna realidad?
Arranquémosles entonces también una pluma con la cual trazar una cisterna,
un granero para el pueblo y una cabaña diminuta. En fin, somos tan ligeros,
por virtud de tantas veces que nos han querido cazar los dioses capitalistas
del cielo, que podemos filtrarnos en ella y practicar jubilosos el baile
de los cosacos y practicar más tarde el más reposado amor. Lo
haremos así, afuera las rocas, nodrizas de algas, formulando
un elogio del refrenamiento. Y ya está. Qué fácil
es hacer cantar al cormorán y construir una casa con dos
ventanas. En una, cerramos las cortinas porque vivir es discreto.
En otra, se oye la asamblea de las olas, sobre ellas la vida del viento.






El basurero

Arrecife es la palabra que ahora menos me interesa.
Alude a meandros, es cierto, a laberintos
pero insinúa remotamente también el hallazgo posible de un círculo ideal.
No es lo que ocurre en la vida de los primates superiores,
entre los cuales nací, como todos,
con un lóbulo en el cuello.
La palabra que me complacería oír es “alopécico”.
De allí puedo extraer un deseo devenido en calvicie total
y a la vez acompañarlos por el parque mientras sus pensamientos del día
modulados por los senderos curvos terminan
por constituir un basural de objetos hermosos.

Pasan autos silenciosos. Pero llegado a este punto, preferiría
verdadero silencio y un basural me lo da.
Así es fácil ser un buen hermano y aceptar yacer entre la especie.
Basta con escoger al más ruin de todos, aunque no peor que nosotros,
con tal que lo mantenga. Los mirlos lo hacen,
paradójicamente a través de un canto armonioso
cuya esencia es ser percibido como la largueza de una evaporación.
Parece de tal modo que sonidos bien escogidos restauran la página en blanco.
Al elaborar con sus gorjeos un cuadro vacío, los mirlos hacen arte contemporáneo.

Quién no quisiera ser el atropellado que descansa para siempre dentro de él,
aunque nadie quiere morir. Allí repetir el pensamiento:
“el páramo satisfizo su íntima entonación”.

Lo propio del árbol es irse callando y lo de las historias ruidosas
acumular un basural, con destellos de minerales.
Frente a él me encuentro, con la sensación de que ayer es un anticuario.
Escarbo y descubro un yo vergonzante, un aforismo y hasta una nube muy blanca.
Está en mí alargarla sabiendo que todas las peticiones que corren todavía a lo largo
del subsuelo
no harían con ella una sábana tan grande. Hay algo cruel en extenderla, e inmaculado.
La fineza decidirá qué destino darle. Puede elegir enfundar a los suicidas,
puede elegir no distinguirla de la niebla.









Hoyo 13. Novela barrial (Librería Inestable, 2013).

Los veinte poemas aquí reunidos (extensos y de versos largos) se basan en pequeños sucesos de la vida cotidiana del protagonista (el hablante y narrador de esta “novela”). “Son mini episodios sin expectativa y que no están conectados… el personaje va de la plaza a la verdulería, visita a la chica con la que se acuesta, se corta el pelo, va al cine…”, ha explicado el autor en una entrevista reciente. Pero más que narrar, el protagonista reflexiona poéticamente sobre esos sucesos, apelando a las imágenes más inusuales: “La vida no es una casa, es un panal misterioso… ”, “todavía no recuperado del jet-lag de haber nacido…”.

Así, el poeta vuelve, después de cinco años, a los temas y motivos de Aves de la ciudad y alrededores (2008), al universo de las relaciones más íntimas, a la familia y la pareja. Es una de las líneas dentro de su obra; otra sería la más intelectual y hermética –la de libros como Los hombres rana (2012)–, en la que tiene un papel central el juego entre los diversos tipos de lenguaje. Por ello, Hoyo 13 es una excelente oportunidad para descubrir la poesía de Espinosa, considerada entre las más originales e importantes de la literatura peruana del siglo XXI.



Cap. 6

Se parece a nadar estilo libre incorrectamente.

Se parece a un empleo insuficiente de la libertad.

Se parece a ser interrumpida por los perros del barrio cuando llego adonde los peluqueros

y me cuentan cómo en sus años de adolescentes, la felicidad se condecía

con perder en el mar una sandalia.

¡Una sandalia en que habían gastado dinero y en la cual bamboleándose se iba y venía la moda

y la figura de ellos sobre la orilla se borraba y aparecía una época más adelante!

Como los primeros seres vivos, digo yo,

en las mismas estructuras sociales.

Qué bueno es que los peluqueros, con sus chaquetas blancas de doctores, sean solo ellos mismos,
hablen mientras trabajan con nuestro reflejo, se esmeren en seguir las líneas del destino de la cabellera;
no cobren por hacer preguntas sobre el pasado.

Yo les dije que un amor secreto existe para hacernos caminar

y darnos de bruces con su local de repente,
soportando la perla del mundo.

Procedimos

a la vez que mi hermana, al fin de su visita a mi padre, pensaba que no es así,

que el mejor amor acontece entre un organismo activo y un organismo yerto.

El cementerio de pastos verdes como el modelo de la mancomunidad.

El hipódromo, para ellos, como regresar espiando huertos después de perder en las carreras.

Raro salir de la peluquería, con el pelo recién cortado, portando un milenio de paz en la cabeza.
Quisiera nunca más hablar.

Saludo nada más por telepatía.

A cambio, pequeñas voluntades niegan que exista el silencio, la puerta gimoteando.
Experimentarlo es un teleférico,
abajo la gente teniendo penas y haciendo los ruidos del sexo.




Cap. 15

No solo en las clínicas psiquiátricas, donde los pacientes tienen anhelos de palomas, hay peleas.
También en la plaza las palomas a las que se dona maíz encuentran la forma de entrar en batalla.
No fue seguramente el fin del que la diseñó que tuviese la vida de pandilleros o empresas.

Más bien puede pensarse que concibió ubicarlas todas en un puerto
para divisar lo que es bueno por hondo,

la carga que viene, la carga que va.

A mí también se me ocurre una idea: convertirme en un gusano

para despertar al tipo de la estatua

y, si antes no gatilla el rifle, preguntarle por qué es preferible matar enemigos;

por qué es mejor que comer humus y tierra

o escuchar el agua subterránea
cuando todos los indicios apuntaban a que defendía solamente una mesa rectangular.
Así será el brocado de la democracia.
Así las especies devoran energía solar en un ágora.
Mientras los presentes, disfrutando un poco de aire en sus sitios, parecen del todo satisfechos
con ser unos pervertidos sexuales de la coexistencia social; a fin de cuentas

han llegado hasta allí para oír con sus vasos capilares a los abejorros, y apenas eso.

La plaza, debo colegir, es el lugar únicamente de las sensaciones bellas.
Y también el asiento en que es bueno pelar el plátano
que me regaló el verdulero
para más potasio y mejor vida.

Total, es un mundo físico y rememorar cada destello de un arete de perlas llevará cien años.
Crea una galería de sortijas y casados, que descansan en el cuarto de los niños.

Nosotros también estamos algo dormidos, acunados en la radiación de fondo del desastre.
Pensamos en cosas, como un distrito financiero desierto.

Hasta que alguien nos recuerda que está prohibido imaginar asuntos en las áreas municipales.



Cap. 16

Un amigo del que he olvidado todo, salvo que actuaba hace mucho en videojuegos,
me enseñó la fórmula para escapar de cualquier sitio.
Basta con ponerse tan triste que se confunda suicidarse con caminar,

escogiendo siempre caminar.
Adiós, aves alegóricas,

sigan acostándose con los que pierden la tarde leyendo sobre la farándula.

Percibir bien, entender mal, es mi concubina.

Y lo que le gustaría a cualquiera en este instante, todavía más que comer lentamente otro plátano,
es ser un helipuerto para el primer pensamiento que tienen en su día de franco los otros.

Con certeza pensaron en vagabundear,
un poco horrorizados, al espiar las calles, de encontrarlas en estado de feto,

recién por existir.

Esto me recuerda algo lo que narra mi hermana las veces que la acompaño hasta la puerta

de la parroquia; cuando entraba a UCI
sus canarios le dijeron en coro a nuestro padre que ya era completamente libre,
sobre todo y únicamente de cantar.

Quien camina, por supuesto tararea,
desde luego la letra esquiva de canciones extranjeras
y como no entiendo nada, pero converso por tiempo indefinido amablemente
con sus palabras, puedo denominarme un chofer.

El taxista de a pie,
con sus gringos, las estupefacciones.
Ellos preguntan si asimismo yo soy siquiera un poco libre
pues cada vez que sigo a ciegas la libertad, cojo a la derecha por O’Hara, entro al pasaje

de las cafeterías y desemboco directo frente al mar.

Cambiemos de ruta, nada más por estética.

Todos tenemos una deformación craneana por una misma resonancia: una vida que se inicia en la ribera.









DEBORAH LANDAU [16.517]

$
0
0

DEBORAH LANDAU

Es una poeta americana, ensayista y crítico.

Bibliografía: 

Orchidelirium, Anhinga Press , 2003 (winner of the Anhinga Prize for Poetry).
The Last Usable Hour, Copper Canyon Press, 2011.
The Uses of the Body, Copper Canyon Press , 2015.




LOS USOS DEL CUERPO

Antes de tener hijos
tienes un perro.

Entonces, cuando nace el bebé,
esperas que el perro se muera.

Cuando el perro muere,
representa un alivio.

Cuando tus bebés dejan de ser bebés,
quieres un nuevo perro.

Ves dónde acaban
las utilidades del cuerpo.

Pero nosotros sólo estamos en el medio,
Solamente en mitad del camino.

Los órganos más viejos creciendo en los bolsillos afelpados
rozándose hasta el desgaste.

Estamos aquí y pronto no estaremos
(a pesar de la confortable cama con perros de peluche almohadas, libros y un reloj.)

El chaval con sus calcetines y sus pijamas.
Una serie de colisiones accidentales.

Presión en el pecho. Todo el mundo
respira por ahora, dentro y fuera, toda la noche.

Tienen que ser cosas tristes.
Entro en la cocina pensando en dulcificarme.

Los huevos duros no van a hacer nada.
Ostras. Desinfectante. Mantequilla de cacahuete. Ginebra.

Gran cara de niño, sin esperanza.
Tengo veinte, treinta, cuarenta años.

Un amigo dijo Escucha,
tienes que intentar calmarte.

Versión de Carlos Alcorta
https://carlosalcorta.wordpress.com/2015/06/




Solitaire

That summer there was no girl left in me.
It gradually became clear.
It suddenly became.

In the pool, I was more heavy than light.
Pockmarked and flabby in a floppy hat.
What will my body be

when parked all night in the earth?
Midsummer. Breathe in. Breathe out.
I am not on the oxygen tank.

Twice a week we have sex.
The lithe girls poolside I see them
at their weddings I see them with babies their hips

thickening I see them middle-aged.
I can’t see past the point where I am.
Like you, I’m just passing through.

I want to hold on awhile.
Don’t want to naught
or forsake, don’t want

to be laid gently or racked raw.
If I retinol. If I marathon.
If I Vitamin C. If I crimson

my lips and streakish my hair.
If I wax. Exfoliate. Copulate
beside the fish-slicked sea.

Fill me I’m cold. Fill me I’m halfway gone.
Would you crush me in the stairwell?
Could we just lie down?

If the brakes don’t work.
If the pesticides won’t wash off.
If the seventh floor pushes a brick

out the window and it lands on my head.
If a tremor, menopause. Cancer. ALS.
These are the ABCs of my fear.

The doctor says
I don’t have a pill for that, dear.
Well, what would be a cure-all, ladies,

gin-and-tonics on a summer night?
See you in the immortalities! O blurred.
O tumble-rush of days we cannot catch.






I Don’t Have a Pill for That

It scares me to watch
a woman hobble along
the sidewalk, hunched adagio

leaning on —
there’s so much fear
I could draw you a diagram

of the great reduction
all of us will soon
be way-back-when.

The wedding is over.
Summer is over.
Life please explain.

This book is nearly halfway read.
I don’t have a pill for that,
the doctor said.





Domestic

At night, down the hall into the bedroom we go.
In the morning we enter the kitchen.
Places, please. On like this,

without alarm. I am the talker and taker
he is the giver and the bedroom man.
We are out of order but not broken.

He says, let’s make this one short.
She says, what do you mean?
We set out and got nearer.

Along the way some loved ones died.
Whole summers ruined that way.
Take me to the door, take me in your arms.

Mother’s been dead a decade
but her voice comes back to me now and often.
Life accumulates, a series of commas,

first this, then that, then him, then here.
A clump of matter (paragraph)
and here we are: minutes, years.

Wait, I am trying to establish
something with these people.
Him, her, him. We make a little pantomime.

Family, I say, wake up. The sentences
one then another one, in a line. And then
we go on like that, for a long time.






from Blue Dark

 the moon might rise and it might not
and if it brings a ghost light we will read beneath it

and if it returns to earth
we will listen for its phrases

and if I’m alone at the bedside table
I will have a ghost book to refer to

and when I lie back I’ll see its imprint 
beneath my blood-red lids:

not lettered ink 
but the clean page

not sugar 
but the empty bowl

not flowers 
but the dirt 



*


blame the egg blame the fractured stones 
at the bottom of the mind

blame his darkblue glare and craggy mug
the bulky king of trudge and stein

how I love a masculine in my parlor
his grizzly shout and weight one hundred drums

in this everywhere of blunt and soft sinking
I am the heavy hollow snared

the days are spring the days are summer
the days are nothing and not dead yet


*


worry the river over its banks
the train into flames

worry the black rain into the city
the troops into times square

worry the windows cracked acidblack
and the children feverblistered

worry never another summer
never again to live here gentle
with the other inhabitants

then leave too quickly 
leave the pills and band-aids
the bathroom scale the Christmas lights the dog

go walking on our legs
dense and bare and useless

worry our throats and lungs
into taking the air

leave books on the shelves
leave keys dustpan 

telephones don’t work where you were
in the chaos


*


and I couldn’t bear it
the children nearing the place
where the waves wet the shore

vaporous force
rising imperceptibly behind

we were talking about circumstance
horizon-gates swinging open
beneath the cherry blooms

wave rising in the background
impalpable and final
a girl in a white dress       barefoot

wasn’t I right to ask her to move in from the shore


*


this is the last usable hour

bird lured
through the window

a little sweet fruit

I could die here
and the hearsedriver
would take me out of this city

I’d say my name to him 
as we crossed the Triboro

I’d say it softly         the way he likes it

it would be the last time
I’d introduce myself that way




HERBERT HUNCKE [16.522]

$
0
0

Herbert Huncke

Nacido Herbert Edwin Huncke el 9 de enero 1915 en Greenfield, Massachusetts, Estados Unidos. Murióel 8 de agosto 1996 en (Manhattan, Nueva York, Estados Unidos

Movimiento literario:Generación Beat

Herbert Edwin Huncke (9 enero 1915 a 8 agosto 1996) fue un escritor y poeta, y participa activamente en una serie de nuevos movimientos culturales, sociales y estéticas del siglo 20 en América. Fue miembro de la Generación Beat y tiene fama de haber acuñado el término.




On Herbert Huncke and Peter Orlovsky

Peter

by Herbert Huncke

I just finished eating Peter and washed him down with beer—lager beer.  He was tender and juicy—succulent—sugar cured and lean.

I swallowed his heart whole.  Sucked his bones clean—leaving them in a pile—neatly stacked—marrowless.

Of his hair I’ll weave a silken jerkin—a scarf—to wrap around my throat and a sash.

Of his bones I’ll build a bed—spend hours lying upon it—dreaming—his skull a pillow for my head—the birds will come there and find me dead.

They will peck me tearing tiny morsels of flesh.  Some will fly away—dropping me into the sea—for fish.  The sun will dry me out and the wind scatter flakes of dust over the earth.

Slowly our bones will pulverize as we gradually become powdery—the rain blending us together—washed across the earth in tiny rivulets—seeping down to the roots of the trees—grass—flowers.

They will find our skulls—the last to go—clasped jaw to jaw—in caricature of a kiss.







Herbert Huncke, the ruffian who inspired the Beat Generation

CANCIÓN DEL YO

Por Herbert E. Huncke (1915-1996)

Mi nombre; se me conoce generalmente como Huncke y unos pocos me conocen como Herbert y en el pasado como Herbie. Rara vez se refieren a mí como el Sr. Huncke, y cuando se requiere una presentación formal es por lo general Herbert Huncke.

Menciono todo esto respecto a mi nombre simplemente porque hace poco que me viene disgustando, no porque mi nombre sea Herbert Huncke sino porque he llegado a un punto en que mi nombre (cualquier nombre que pudiera haber tenido) por su mera expresión crea una sensación casi agotadora y repugnante en mí. Cuando me lo digo a mí mismo -y con frecuencia me lo digo a mí mismo- me embarga de inmediato una sensación de asco, como si los sonidos que hago sean significativos no sólo en referencia a mi persona, sino a una  enfermedad nueva y extraña, y estoy seguro, por lo menos en ese instante, que al fin estoy cayendo  en una locura de la que no hay escapatoria.

Durante varios años tuve la confianza de que iba a caer en la locura, de hecho me he sentido siempre así hasta donde puedo recordar.

Una vez, cuando pensaba que iba a convertirme en un escritor (era muy joven - unos catorce años), realizaba intentos periódicos de escribir poesía, y en ese mismo momento me daba cuenta por completo del sentido de la locura. Fue poco después del amanecer cuando un enorme sol brillante subía el cielo azul delicado. Era el comienzo del verano y la gente estaba empezando a disfrutar de los brillantes colores del atuendo veraniego. Yo vivía en la calle Superior, al este de North State Street en Chicago en una antigua casa de madera que se había convertido en lo que se llaman apartamentos-estudio. La casa estaba muy bien construida y las habitaciones eran grandes, con techos altos y ventanas que llegaban hasta la altura de cada habitación.

Había pasado las pocas horas justo antes del amanecer bañado en la luz de la luna, mirando el cielo a través de una de mis ventanas (había dos en la habitación - grandes ventanales que alcanzaban una altura considerable, dejando entrar todo el sonido y el aroma del aire exterior, flanqueando cada lado de una chimenea con un manto blanco y dos grandes candelabros de bronce con altas velas verdes), permitiendo que mis pensamientos merodearan como lo hacían y reflexionara sobre mis problemas y la magnificencia de los días de descanso.

Había empleado mi cuota energética de minutos en el impulso central de recolectar cada alquiler en ese bloque de oscuridad, tirando de cada pliegue de luz para dar paso al gran poder: el sol.

Y ahora, mientras bajaba los escalones de la entrada al nivel de la calle, el sol se lanzaba en espiral a través de un gran espacio azulado. A un lado de la escalera había una cama de flores apenas repleta de junquillos amarillos, y le dediqué una mirada y luego hacia la acera para observar varias mujeres jóvenes que caminaban rápidamente más allá y hablaban de su trabajo y de algo divertido, y cuando casi habían llegado a la esquina comenzaron a reír. Sus trajes eran encantadores y una llevaba puesto algo con grandes dibujos de amapolas que me gustó.

Yo estaba un poco asustado y profundamente impresionado. Me quedé mucho tiempo pensando en ello, cada vez más convencido a cada instante de que estaba condenado .

Varias horas más tarde, cuando había terminado mi desayuno y volví al apartamento, traté de reflejar en un poema todo lo que había sentido y quedé bastante satisfecho con el resultado, aunque no puedo recordar nada de su contenido  y la escritura real está siempre fuera de lugar - junto con todo lo mío de aquel tiempo.

No mucho tiempo después empecé a viajar y dejé de considerar Chicago como mi hogar.


SONG OF SELF
By Herbert E. Huncke (1915-1996)
  
My name; although I'm known generally as Huncke and by a few as Herbert and in the past as Herbie. It is seldom I'm referred to as Mr. Huncke, and when formal introduction is requested it is usually--Herbert Huncke.

I mention all this concerning my name simply because recently I've grown to dislike my name--not because my name is Herbert Huncke but rather because I've reached a point where my name (any name I might have had) by its mere utterance creates an almost weary and loathsome feeling in me. When I say it to myself--and frequently I say it to myself--I am immediately aware of a sense of disgust as though the sounds I make are significant of not only me but of a new and strange disease and I am sure, for at least the instant, I am at last slipping into an insanity from which there is no escape.

For several years I've been confident I will become insane, in fact I've felt thusly almost as far back as I am able to recall.

Once, when I thought I would become a writer (I was quite young--fourteen at the time), I made periodic attempts to write poetry, and on this particular occasion I became aware fully of the sense of pending insanity. It was shortly after dawn and a huge glistening sun was ascending a delicate blue sky. It was early summer and people were beginning to enjoy the bright colors of summer attire. I was living on Superior Street just east of North State Street in Chicago in an old wood-frame house that had been converted into what is called studio apartments. The house was well constructed and the rooms were large with high ceilings and windows reaching the full height of each room.

I had spent the few hours just preceding daybreak bathed in moonlight, watching the sky thru one of my windows (there were two in this room--huge windows which could be flung up quite high, letting in all the outside sound and scent and air, on either side of a fireplace with a white mantel with two large brass candlesticks with tall green candles), allowing my thoughts to dwell as they would and pondering over my problems and the magnificence of day break.

I had sent my minute energy quota into the central urge aiding each rent in the block of darkness, tugging at each fold of light to make way for the one great power: the sun.

And now, as I descended the front steps to the street level--the sun was hurling and spiraling across a huge space of blue. To one side of the steps was a flower bed sparsely filled with yellow jonquils, and I glanced at them and then toward the sidewalk to observe several young women who were rapidly walking past and talking of their work and of something amusing, and when they had almost reached the corner they began laughing. Their costumes were charming and one wore something with large figures of poppy red which I liked.

I was rather frightened and deeply impressed. I stood a long time thinking about it, becoming more convinced each instant, I was doomed.

Several hours later when I had finished my breakfast and returned to my apartment, I tried putting into a poem all which I had felt and I was rather pleased with what I had written, although I can't remember any of it and the actual writing is long misplaced--along with everything of myself at that time.
It wasn't long after I began traveling and ceased considering Chicago as my home.


"Old timer survivor Herbert E. Huncke, Beat literary pioneer, early decades thief, who introduced Burroughs, Kerouac & me to floating population hustling & drug scene Times Square 1945. From '48 on he [--?] remarkable musings collected as autobiography vignettes, anecdotes & storyteller's tales in the classic The Evening Sun Turned Crimson (1970) and later Guilty of Everything. Here age 78 in basement backyard, his apartment East 7th. St. near Avenue D, New York, May 18, 1993." Text & Photo: Allen Ginsberg | "El eterno superviviente Herbert E. Huncke, pionero de la literatura Beat, ladrón en su juventud, quien nos presentó a Burroughs, Kerouac y a mí a la población marginal y drogadicta del Time Square de 1945. A partir del 48 sacó las musas y recopiló su autobiografía en forma de viñetas, anécdotas y cuentos para contadores de historias en los clásicos 'The Evening Sun Turned Crimson' (1970) y más tarde 'Guilty Of Everything'. En la foto a la edad de 78 en el patio del sótano, en su apartamento del 7 de la East St. cerca de la Avenida D, Nueva York, 18 de Mayo de 1993." Texto y foto: Allen Ginsberg

                                         Herbert Huncke. Foto: Magnus Reed


HERBERT HUNCKE: Culpable de todo

Por Lydia Lunch
  
Chapero de poca monta, ladronzuelo, artista convicto, delincuente fichado, sanguijuela, yonqui de por vida. El héroe ignorado de la literatura underground fue un esmerado contador de historias cuya colección de memorias, hermosamente vertidas, está repleta de desvíos desalentadores; vida detenida vivida al límite. Una vida gastada buscando la esencia de la libertad que es la derrota, una libertad cuya canción como un aguijón canta sobre la renuncia, la liberación, la utopía fraudulenta que desaparece rápidamente cuando el dominio de la adicción toma el mando.

Herbert Huncke era el BEAT original. Él inventó el jodido término... ese del que el trío de pecadores de Burroughs, Ginsberg & Kerouac se aprovecharían toda la vida. Adoptando todo tipo de alias en sus poco disimulados disfraces que le servían de retrato encubierto de YONQUI en el libro de mismo título (Burroughs), el Elmo Hasel de EN EL CAMINO (Kerouac), y Huck en VISIONS OF CODY (Kerouac). Incluso Aullido (Ginsberg) se sirvió de Huncke como referencia.

Nacido en 1915 en Greenfield, Massachusetts, y criado en lo que pronto sería el Chicago de Al Capone, Huncke se tiró a la carretera a la temprana edad de doce años, huyendo de una madre histérica, una abuela perjudicial y una padre castrador. Llegó hasta Génova (Nueva York) antes de que su estatus de forajido le hiciera desistir. Volvió a lo de su madre cuando un poli motorizado le encontró en la autopista haciendo auto-stop, y su primer paladeo de la libertad soltó a la bestia interior.

Cuando tenía catorce años, Huncke cayó en lo que sería la primera de una serie de redadas por drogas. Entonces era amigo de Elsie John, un hermafrodita que trabajaba en espectáculos ambulantes y trapicheaba con heroína para pagar lo que no podía cubrir con el salario de la vida circense. Les pillaron a ambos. Se retiraron los cargos contra Huncke. Todavía era menor de edad.

Empezó a hace chapas. Por algunas monedas. Pero no le sirvió de mucho una vez que llegó la Gran Depresión. Entonces se largó, esta vez al Este. Se coló en su primer tren de mercancías en Reno. Subsistiendo con calderilla en los bolsillos. Durante la próxima década  nuestro héroe, como vagabundo, zigzagueó por todo el país. Adonde los trenes le llevaran. Haciendo dedo cuando le apetecía. De vuelta a Chicago, pasando por Nueva Orleans, Memphis, Nashville, Detroit. Viviendo con lo puesto.

En el 39 llega a la Calle 42. Tenía 24 años. Hizo lo que pudo para sobrevivir. Se alquilaba a los ancianos. Tenía el hábito. Robaba para mantenerlo. Puesto todo el tiempo, nervioso, comenzó a buscar consuelo y descanso en los clubes de Jazz de la calle 52. Hizo migas con Billie Holiday, Charlie Parker. Compañeros de fatigas. Joder, incluso dando algún palo que otro con Dexter Gordon, consiguiendo abrigos de pieles para las prostitutas de Harlem y siempre tomando notas. Era un escritor intuitivo y sin reservas, apuntando sus cosas en cuadernos pulgosos.

El dinero te quema en el bolsillo. Sobre todo cuando no lo tienes. Y tienes el hábito de la heroína. La suerte se agota. Y no te queda nadie a quien sablear.

Huncke necesitaba un respiro y siguiendo el canto de las sirenas se hizo marinero durante la Segunda Guerra Mundial. Una pequeña huída, algo que había aprendido a hacer cuando las cosas se ponían feas. O la calle se ponía difícil. O sentía que algo iba a salir mal. Aunque siempre se las arreglaba para encontrar material -morfina, hierba, pastillas, lo que fuera- el que es yonqui, yonqui se queda.

Al final de los años 40s se movía por Times Square, siendo requerido por el doctor Alfred Kinsey, que le pagaba para conseguir historias del mundo de los chaperos, historias terribles que le servirían para su famoso estudio sobre el comportamiento sexual de los americanos. Incluso Burroughs participó de eso.

Huncke no se fiaba de Burroughs. Tenía sus razones. Demasiado correcto, educado, viviendo de una beca, vestido como un tipo del FBI. Se conocieron en el apartamento de Huncke cuando Burroughs quería conseguir un arma y morfina para su compañero de habitación. Las drogas y las armas consolidaron la amistad.

Burroughs se sirvió de Huncke como anfitrión de los bajos fondos, Huncke le consiguió su primer chute tras una discusión de los pros y contras de una realidad alterada en contraposición a gritar al vacío mientras se lucha contra los síntomas de la adicción. Burroughs compró. Pronto se unió a Huncke como adicto. Se unió a los pequeños hurtos. Con la ayuda de Huncke conseguía recetas para Dilaudid, morfina, benzedrina, fumar, esnifar, chutarse tanta mierda como consiguieran. Vendiendo las sobras en el mercado negro. Burroughs se marchó cuando la cosa se puso chunga con la autoridad. Se las arregló para que le suspendieran la condena. Burroughs se aisló en una granja en las afueras de New Waverly, Tejas, dondé pretendía llevar una plantación de marihuana en la que se gastó una pequeña fortuna. Invitó a un Huncke jodido por la adicción para que le ayudara, recién liberado éste de una temporada en el presidio del Bronx. Se suponía que debía llevar un cargamento de semillas para el cultivo. Huncke estaba tan chungo que las olvidó.

Pero se las arregló con Burroughs mangando opio, nembutales y benzedrinas de la farmacia local. Al final plantaron, pero se arruinó la cosa cuando olvidaron cuidarlas.

Pasaron un par de años y Huncke sufrió otra redada. Fue entonces cuando entra Allen Ginsberg en su historia, quien se apiadó del delirante vagabundo. Huncke estaba jodido, y robando para mantener su adicción. Usó el apartamento de Ginsberg como almacén para esconder mercancía robada. De nuevo le pillaron.

Durante la mayor parte de los 50s Huncke estuvo encerrado en Sing Sing, Dannemora, Riker's Island. casi una década de encarcelamiento sirvió para que sus colegas le olvidaran. Burroughs y Ginsberg usaron las desafortunadas historias de Huncke para ayudar a ilustrar su propia degeneración y que se les publicara. Huncke se desenganchó, pero no podía escribir en la cárcel. Y la mayoría de sus diarios se perdieron en una vida de un apartamento destartalado a otro. Pero incluso décadas de hábito drogadicto no anularon la memoria prodigiosa y el recuerdo detallado de Huncke y con la ayuda de Diane Di Prima publicó su primer diario en 1965.

La cárcel no erradicó completamente sus tendencias criminales. La droga velaba por eso. Pero la última estancia en prisión refinó sus métodos. Tenía más sensatez. Se ganó la vida como contador de historias. Soltando historias geniales de la América decadente durante las siguientes seis décadas. Viviendo de sofá en sofá. Trapicheando con poemas, prosa también, cambiando un párrafo de diario por un lugar donde dormir, comida, un chute, una dosis, algo de conversación decente. En ocasiones todo junto y hacia el siguiente evento. Se las arregló para mantenerse aprovechando su propia leyenda. Genio.

Huncke moría en 1996 a la edad de 81. Los Grateful Dead le pagaron la renta de sus últimos años en el Hotel Chelsea. Jóvenes hermosos le servían como correo para la heroína, el valium o los cócteles de cocaína. Aún escribía. Todavía reminiscente. Siempre exprimiendo la vida. Recordando más de lo que cualquiera de nosotros pueda vivir para olvidar. Nunca le conocí. Pero todavía me habla con amable desesperación y profunda compasión sobre la fragilidad de la condición humana, revelando generosamente los efluvios de su alma torturada, la cual a pesar de todos los desvelos se mostraba ansiosa por comunicar, escribir, simpatizar. Padrino de la Generación Beat, santo patrón de los desdichados, gitano bohemio, querido Herbert Huncke, espero que el éter en el que habitas ahora sirva como último colocón celestial.

Lydia Lunch, 7 de Julio de 1998.


                                            Herbert Huncke and Allen Ginsberg


HERBERT HUNCKE: Guilty of Everything
By Lydia Lunch

Short shrift hustler, petty thief, con artist, convicted felon, parasitic leech, life long junkie. The unsung hero of the literary underground was a mesmerizing storyteller whose collected memoirs, beautifully rendered, are infused with heartbreaking detours; detailing life lived to the extreme. A life spent endlessly searching for a freedom whose very essence is fleeting, a freedom whose song at first sting, sing of release, of liberation, of a fraudulent utopia which quickly fades as the stranglehold of addiction takes root.

Herbert Huncke was THE original Beat. He coined the damn phrase… which the Unholy Trio of Burroughs, Ginsberg & Kerouac would live to forever profit from. Employing aliases in their thinly disguised portraitures of him as “Junky.” from the book of the same name, “Elmo Hassel” from On the Road, and “Huck” in Visions of Cody. Even Howl used Hunke as a reference point.

Born in 1915 in Greenfield, Massachusetts and raised in what would soon become Al Capone’s Chicago, Huncke first hit the highway at the age of twelve, running away from a hysterical mother, doting granny and overbearing father. Got as far as Geneva, New York before his outsider status gave him away. Picked up and shipped back to mommy by a motorcycle cop, his first taste of freedom unleashed the beast within.

At fourteen, Huncke took his first, in what would be a series of numerous drug busts. He was then befriended by Elsie John, a hermaphrodite who worked the sideshow and peddled heroin to supplement kicks the circus’ salary couldn’t cover. They both got popped. Charges against Huncke were dropped. He was still a minor.

Began hustling down at the lakefront. Chump change. Which didn’t go far once the Great Depression hit. Took off, this time out West. Caught his first freight train in Reno. Nickel-and-diming it. The next decade finds our hero, as hobo, zigzagging across the country. Wherever the Rails went. Hitchhiking when he got the itch. Walking if he had to. Back up to Chicago, down to New Orleans, Memphis, Nashville, Detroit. Living hand-to-mouth, hooked on the underbelly.

In ’39 he hit 42nd Street. He was 24. Did what ever it took to survive. Sold his sex to lecherous old men. Had a habit. Stole to provide for it. Started to get strung out. Sought comfort & companionship in the smoky Jazz clubs on 52nd Street. Hung out with Billie Holiday. Charlie Parker. Fellow hopheads. Shit, even committing a string of burglaries with Dexter Gordon, boosting fur coats for hookers up in Harlem and always taking notes. He was a gutter scribe, scribbling riffs in dog-eared journals.

Money burns a hole in your pocket. Especially when you don’t have any. And you’re milking a heroin habit. Luck runs out. There’s no one left to mooch off.

Huncke needed a break and lured in by the song of the sirens shipped out to sea during World War II; a quick escape, which he learned to embrace whenever times got too tight. Or the street got too hot. Or he thought he needed to kick. And though he somehow always managed to score—Morphine, pot, pills, whatever—once a junkie, always a junkie.

The late 40′s found him banging it back around in Times Square, being solicited by Dr. Alfred Kinsey, who paid Huncke a deuce a pop to pull in other hustlers whose horror stories would help to illustrate his ground breaking studies on American sexual behavior. Even Burroughs was roped in on that con.

Huncke was suspicious of Burroughs. He had reason to be. Too damn straight, over-educated, living on a trust fund, dressed like the F.B.I. They met at Huncke’s when “Old Bill” tried to pawn a sawn-off shotgun and a gross of Morphine to his roommate. Drugs and the gun cemented a shaky relationship.

Burroughs used Huncke as intro to the underworld. Huncke gave Burroughs his first shot of dope after a lengthy discourse on the pros and cons of an altered reality versus screaming into the void while trying to kick at the invisible bitch of an addiction. Burroughs bought in. Soon following Huncke’s lead. Took to small time pick pocketing. With Huncke’s assist, passed scripts for Dilaudid, Morphine, Benzedrine, smoking, snorting, or shooting as much shit as they could get their hands on. Selling the scraps on the black market. Burroughs took the fall when the heat closed in. Managed to land a suspended sentence. Burroughs fled to an isolated farm outside of New Waverly, Texas, where he attempted to mastermind a small fortune in marijuana crops. Invited a junk sick Huncke down to kick, who had just been released from a stint in a Bronx jail. Supposed to bring a jar of seeds to cultivate. Huncke was so out of it, he forgot them.

Made it up to Burroughs by keeping the larder stocked with paregoric, Nembutals & Benzedrine pilfered from the local pharmacy. Tended the plants, but the crop was ruined when they forgot to cure it properly.

Not two years later and another bust for Huncke. Weaseled his way into Allen Ginsberg’s life, who took pity on the delirious vagabond. Huncke was strung out, and stealing to support his habit. Using Ginsberg’s pad as warehouse for stolen goods. Got busted for it.

Most of the 1950′s found Huncke locked down in Sing Sing, Dannemora, Riker’s Island. Almost ten years of hard time got him cut off from and ignored by his buddies on the outside. Burroughs & Ginsberg used Huncke’s hard luck stories to help further illustrate their own degeneracy and were getting published in the interim. Huncke cleaned up, but he couldn’t write in prison. And most of his journals were lost in late night scrambles from one crash pad to another. But even decades of drug use did nothing to dull Huncke’s memory or attention to detail and with the help of Diane di Prima published his first book Huncke’s Journal in 1965.

Prison couldn’t completely cure his criminal tendencies. Junk saw to that. But the last stint in The Big House taught him how to refine his hustle. Got by now more on his wits. Supported himself as master storyteller. Spinning glorious tales of decadent America, which spanned the last six decades. Drifting back and forth from couch to couch. Trading a poem, some prose, a journal entry for a place to sleep, something to eat, a shot, a fix, a decent conversation. Sometimes pausing just long enough to jot it all down, then on to the next gig. Managed to survive mainly on his notoriety. Genius.

Huncke died in 1996 at the age of 81. The Grateful Dead paid the rent for his last few years spent in glorious squalor at the Chelsea Hotel. Beautiful young men playing delivery boys kept the heroin, Valium and cocaine cocktails coming. He was still writing. Still reminiscing. Still vital. Remembering more than most of us will ever live to forget. I never met Huncke. But he still speaks to me in a voice of gentle desperation and compassionate understanding on the complexity & fragility of the human condition, generously revealing the stamina of his tortured soul, who in the face of all odds was still desperate to communicate, to write, to reach out. Godfather of Beat, patron saint of the wretched, bohemian gypsy, dear Herbert Huncke, I hope the ether you now inhabit is the ultimate heavenly high.

Lydia Lunch July 7, 1998







DUŠAN VASILJEV [16.523] Poeta de Serbia

$
0
0

Dušan Vasiljev

Dušan Vasiljev (serbio cirílico: Душан Васиљев; 1900-1924) fue un poeta serbio, novelista y dramaturgo. Fue uno de los más importantes expresionistas serbios.

Vasiljev nació el 19 de julio de 1900 en Velika Kikinda en el Banat región, entonces parte del Imperio Austro-Húngaro, ahora parte de Serbia. Su madre, Rakila, era de Perlez, el nombre de su padre era Kosta. Dušan tenía dos hermanas, Aleksandra y Jelena, y un hermano, Spasoje. Su madre murió en 1904 y su padre volvió a casarse. Este matrimonio tuvo otros cinco hijos, tres de los cuales murieron en el parto. 

Dušan asistió a la escuela primaria en su ciudad natal de Kikinda, y a la escuela secundaria en Temišvar, donde su familia se trasladó en 1911. 

El estallido de la Primera Guerra Mundial vio como su padre fue movilizado al frente, dejando a Dušan para cuidar a sus hermanos. Asistió a la universidad de Maestros y trabajó como empleado al mismo tiempo, y en 1917 él también se unió al ejército. Fue movilizado en 1918 y enviado al frente en Pjavi. Regresó a casa agotado y sufriendo los síntomas de malaria y bronquitis. A su regreso a Temišvar continuó trabajando para el ejército serbio como empleado e intérprete.

Fundó el grupo literario "Kolo mladih Srba" ("El Círculo de Jóvenes serbios") y la revista "Sloga" ("Unidad"). Cuando el ejército serbio dejó Temišvar, Dušan se trasladó a Belgrado. Se matriculó en la Universidad de Belgrado Facultad de Filosofía y comenzó a contribuir a diversas revistas literarias como "Sloga" y "Dan" ("Día"). Antes de que él tuviera que abandonar sus estudios, completó un curso de pedagogía y, en 1920, se trasladó a Cenei a trabajar como profesor. En el mismo año se casó con Milijka Maletić.

Fue llamado de nuevo para el ejército en 1921 para Kratovo, y fue enviado a casa el mismo año por motivos de mala salud. Pasó tiempo en Cenei entre lectura y escritura, pero su condición empeoró. Fue a Zagreb para intentar el tratamiento, pero se le aconsejó volver el año siguiente en primavera.

Murió el 27 de marzo de 1924 en Kikinda, su lugar de nacimiento.

Poesía

Selected poems (selection by Živko Milicević. Preface by Velimir Živojinović), Serbian Literary Association, Belgrade, 1932, p.. XIV + 94
Poems (edited by Živan Milisavac), Matica Srpska , Novi Sad , 1950, p.. 386th
A man sings after the war (selection and edited by Stevan Raičković. Preface, "Dusan Vasiljev, a Man" by Radomir Konstantinović), Prosveta , Belgrade, 1968, p.. (10) 92.
Selected poems (selection and preface, "Complexity of Dušan Vasiljev's Poetry" by Ljubomir Simović), Rad, Beograd, 1975, p.. (13) 98.
A man sings after the war (selection and preface, "The Bitter Memories of Slaughter" by Jovan Delić), Veselin Masleša, Sarajevo , 1982, p.. (43) 271.
Poems (selection and postscript by John Zivlak), Kairos, Sremski Karlovci , 2000, p. 130 (133-191)

Prosa

On the Doorstep , short stories and plays (introduction and edited by dr. Aleksandar Pejović), Rad, Beograd, 1986, p.. (20) 325.





Un hombre canta después de la guerra

Con sangre en las rodillas caminé
y ya no tengo más sueños.
Mi hermana  fue vendida
y han cortado el pelo blanco de mi madre .
Y en este mar en tempestad de   limo y lujuria
Yo no pido un botín:
Oh, estoy sediento de aire! Y de leche!
Y del rocío blanco por la mañana!

Con sangre en las rodillas reía,
y no preguntaba; por qué?
Llamaba hermano al  enemigo acérrimo,
y exultante en la oscuridad  me lanzaba al ataque
Cuando Dios va al infierno, y el hombre a la trinchera!

Pero hoy miro tranquilo al leproso tendero
Que abraza a mi  amada,
y arranca  el techo  de mi  cabeza;
y  no tengo deseo – o la fuerza – de venganza.
Hasta ayer  dócilmente agachaba la cabeza
Y con  ira la vergüenza besaba.
Y hasta hace poco nada sabía de mi verdadero destino –
pero ahora  lo conozco!

Ah, pero soy un hombre! Un Hombre!
No me arrepiento de haber caminado con   sangre en las rodillas
y de haber sobrevivido a los años enrojecidos por la  masacre,
por esta conciencia sagrada
que me ha llevado a la ruina.

Yo no pido un botín:
Oh, dame sólo un soplo de aire
y un poco de  blanco rocío  del alba-
el resto para vosotros, a vuestra salud!

 Traducción del italiano. I. Pemán




Čovek Peva Posle Rata&

Ja sam gazio u krvi do kolena,
i nemam više snova.
Sestra mi se prodala
i maici su mi posekli sede kose.
I ja u ovom mutnom moru bluda i kala
ne tražim plena;
oh, ja sam željan zraka! I mleka!
I bele jutarnje rose!

Ja sam se smejao u krvi do kolena,
i nisam pitao: zašto?
Brata sam zvao dušmanom kletim.
I kliktao sam kad se u mraku napred hrli,
i onda leti k vragu i Bog, i čovek, i rov.
A danas mirno gledam kako mi željnu ženu
gubevi bakalin grli,
i kako mi s glave, raznosi krov, ─
i nemam volje ─ il’ nemam snage ─ da mu se svetim.

Ja sam do juče pokorno sagibo glavu
i besno sam ljubio sram.
I do juče nisam znao sudbinu svoju pravu ─
ali je danas znam!

Oh, ta ja sam Čovek! Čovek!
Nije mi žao što sam gazio u krvi do kolena
i preživeo crvene godine Klanja,
radi ovog svetog Saznanja
što mi je donelo propast.

I ja ne tražim plena:
oh, dajte meni još šaku zraka
i malo bele, jutarnje rose ─
ostalo vam na čast!






Un uomo canta dopo la guerra

Col sangue alle ginocchia ho camminato
e sogni non ho più.
Mia sorella si è venduta
e la bianca chioma a mia madre hanno tagliato.
E in questo torbido mare di lussuria e melma
io non chiedo un bottino:
oh, io di aria ho sete! E di latte!
E di bianca rugiada del mattino!

Col sangue alle ginocchia io ridevo,
e non chiedevo: perché?
Nemico giurato mio fratello chiamavo,
e esultando nel buio all’attacco mi scagliavo,
Quando al diavolo va Dio, e l’uomo, e la trincea!

Ma oggi osservo tranquillo il lebbroso bottegaio
che abbraccia la mia donna amata,
e il tetto dalla testa via mi strappa;
e volontà non ho – o forza – di vendetta.
Fino a ieri io docile la testa chinavo
e la vergogna con rabbia baciavo.
E fino a ieri la vera sorte mia non conoscevo –
ma oggi la conosco!

Oh, ma io sono un Uomo! Un Uomo!
Non mi duole di aver camminato col sangue alle ginocchia
e di essere sopravvissuto ai rossi anni di macello,
per questa sacra consapevolezza
che mi ha portato la rovina.

E io non chiedo un bottino:
oh, datemi solo ancora un pugno d’aria
e un po’ di bianca rugiada del mattino –
il resto a voi, alla salute!

http://www.balcanicaucaso.org/aree/Serbia/Vasiljev-poeta-dell-espressionismo-europeo-154010 Alice Parmeggiani





Homme Chantant Après La Guerre

J’ai marché dans le sang jusqu’aux genoux
et je n’ai plus de rêves.
Ma sœur s’est vendue
On a coupé les cheveux blancs de ma mère.
Et dans cette eau trouble de débauche et de boue
Je ne cherche pas de proie :
Oh, je veux de l’air ! Et du lait !
Et de la rosée blanche du matin !

Du sang jusqu’aux genoux, je riais
Et je ne demandais pas : pourquoi ?
On frère était pour moi un ennemi maudit,
Et je hurlais de joie quand, dans la nuit, nous donnions l’assaut
Puis volaient au diable dieu, l’homme et la tranchée !
Aujourd’hui, je regarde impassible
L’épicier ladre enlacer celle que j’aime
Et détruire le toit au-dessus de ma tête ;
Et je n’ai pas la volonté – ou pas la force – de me venger.

Hier encore, soumis, je baissais la tête
Et furieux, j’embrassais la honte.
Hier encore, je ne connaissais pas ma vraie destinée –
Mais aujourd’hui je la connais !
Oh, je suis un Homme ! Un Homme !

Je ne regrette pas le sang jusqu’aux genoux
Ni les années rouges de Carnage,
Pour ce saint Savoir
Qui m’a perdu.

Et je ne cherche pas de proie :
Donnez-moi une poignée d’air encore
Et un peu de rosée blanche du matin –
Le reste – à votre honneur !

Traduit du serbe par Jana Diklić






Čovek Peva Posle Rata

Ja sam gazio u krvi do kolena, 
i nemam više snova. 
Sestra mi se prodala 
i majci su mi posekli sede kose. 
I ja u ovom mutnom moru bluda i kala 
ne tražim plena; 
oh, ja sam željan zraka! I mleka! 
I bele jutarnje rose! 

Ja sam se smejao u krvi do kolena, 
i nisam pitao: zašto? 
Brata sam zvao dušmanom kletim. 
I kliktao sam kad se u mraku napred hrli, 
i onda leti k vragu i Bog, i čovek, i rov. 
A danas mirno gledam kako mi željnu ženu 
gubevi bakalin grli, 
i kako mi s glave, raznosi krov, ─ 
i nemam volje ─ il' nemam snage ─ da mu se svetim. 

Ja sam do juče pokorno sagibo glavu 
i besno sam ljubio sram. 
I do juče nisam znao sudbinu svoju pravu ─ 
ali je danas znam! 

Oh, ta ja sam Čovek! Čovek! 
Nije mi žao što sam gazio u krvi do kolena 
i preživeo crvene godine Klanja, 
radi ovog svetog Saznanja 
što mi je donelo propast. 

I ja ne tražim plena: 
oh, dajte meni još šaku zraka 
i malo bele, jutarnje rose ─ 
ostalo vam na čast!

     [1920]






A Man Sings After the War (excerpt)

I waded in blood up to my knees, 
and I have no more dreams. 
My sister sold herslf, 
and they cut my mother's grey hair. 
But I in this sea of lechery and filth, 
am not looking for prey; 
oh, I long for air and milk, 
and the dew of morning. 

[...]

I am not sorry that I waded in blood up to my knees,
or that I have survived the red years of slaughter. 
Yet because of this holy pilgrimage 
ruin has been heaped upon me. 

I am not looking for prey. 
Give me only a handful of air, 
and a taste of the white dew of morning - - 
All the rest is for you. 

(Serbian Poetry from the Beginning to the Present ed. by Milne Holton, (New Haven, CT, 1988))




MIKHAIL NAIMY [16.524] Poeta de Líbano

$
0
0

MIKHAIL NAIMY

Mikha'il Na'ima (también transcrito como Mikhail Naimy; en árabe :ميخائيل نعيمة), nació en el Líbano en 1889. Autor y poeta, fue miembro de la Liga de Escritores (Rābita al-Qalamiyya).

Na'ima finalizó su educación secundaria en la escuela Baskinta. Estudió en el Instituto de Profesores Rusos en y en el Seminario de Teología en Poltava, Ucrania. Se trasladó a los Estados Unidos donde obtuvo el diploma en Derecho y Literatura por la Universidad de Washington, iniciando su carrera de escritor en Walla Walla, Washington , en 1919. Escribió en árabe, inglés y ruso.

Al graduarse, se mudó a Nueva York, donde con Khalil Gibran y otros ocho escritores más formó el movimiento La Liga de escritores de Nueva York (Rābita al-Qalamiyya). Junto con Khalil Gibran tomaron la presidencia de ésta. En 1932, después de haber vivido en Estados Unidos durante 21 años, y tras la muerte de Khalil Gibran, regresó a Baskinta, Líbano. Fijada aquí su residencia, falleció en Beirut oriental el día 28 de febrero de 1988 a causa de una neumonía. Tenía 98 años.

Creación literaria

La mayoría de sus obras escritas en inglés y ruso fueron traducidas por él mismo al árabe. Produjo más de treinta obras de poesía, prosa narrativa, drama, autobiografía, crítica literaria y ensayo. Entre ellas destacamos El Libro de Mirdad, en árabe: Kitab Mirdad - كتاب مرداد , que consiste en un texto místico publicado por primera vez en el Líbano en 1948. En él se describe la naturaleza de la existencia humana y la relación del hombre con el Dios interior. Además se refleja su persona y su pensamiento filosófico. El místico Osho opinó sobre esta obra lo siguiente: “Hay millones de libros en el mundo, pero El Libro de Mirdad destaca muy por encima de cualquier libro de la existencia."

Colección poética

El susurro de los párpados es la única colección de poemas meditativos de Naima, escritos en ambas lenguas árabe e inglés. El estilo fresco de la poesía que introdujo Naima en este libro influenció posteriormente en la poesía árabe moderna.

Biografía

La primera biografía sobre Naima la escribió su asociado y viejo amigo Khalil Gibran, escritor, artista, poeta y filósofo libanés; primeramente fue publicada en 1934 en árabe. Más tarde, fue traducida al inglés y reimpresa en 1950.

Entre los años 1959 y 1960 Na'ima publicó, con el nombre de Setenta, su propia biografía. Formulada en tres partes, hace referencia a la edad promedio que un ser humano puede vivir. Sin embargo, Na'ima vivió hasta los 98 años.

Obras

La mayoría de sus obras presentan un carácter filosófico e introspectivo.

A'hadith ma al Sihafah أحاديث مع الصحافة
A'kabar (1956) أكابر
Ab'ad Min Moscow.. ابعد من موسكو و من واشنطن
Aba' wa al Bnun (1917) الآباء والبنون
Abu Bata أبو بطة
Al 'Authan الأوثان
Al Bayader البيادر
Al Ghirbal الغربال
Al Marahel (1932) المراحل
Al Nur wa al Dijur النور و الديجور
Al Youm al 'Akheer (1963) اليوم الأخير
Ayoub (1967) ايوب
Book of Mirdad/Kitab Mirdad (1948, en inglés, 1952, en árabe) كتاب مرداد 
Doroob دروب
Fi Maheb Al Rih في مهب الريح
Gibran Khalil Gibran جبران خليل جبران
Hams Al Jufon همس الجفون
Hawamish هوامش
Kan Ma Kan (1927) كان ما كان
Karem Ala Dareb (1946) كرم على درب
Liqae لقاء
Ma Qall wa Dall
Min wahi Al Massih من وحي المسيح
Muzkrat Al Arqash (1949) مذكرات الأرقش
Najwa Al Ghuroub نجوى الغروب
Sab'aoon (Setenta) سبعون
Sawat al 'Alam صوت العالم
Wamadat ومضات
Ya Ibn Adam يا ابن آدم
Zaad al M'aad زاد المعاد
Rasa’il (1974) رسائل




Mi hermano

Hermano, si al acabar la guerra el hombre occidental celebra sus  hazañas
Glorifica la Memoria de los caídos y construye monumentos para los héroes
No cantes  a los victoriosos ni te alegres por los pisoteados bajo las ruedas victoriosas
Más bien arrodíllate como yo, herido, por el fin de los muertos

Hermano, si después de la guerra un soldado regresa a casa
Y  echa su cuerpo cansado en los brazos de amigos
No esperes  encontrar amigos

El hambre golpeó a todos a  quienes podíamos susurrar nuestro dolor

Hermano, si un agricultor retorna a su tierra
Y después de un largo exilio reconstruye  la casa destruida  por los cañones
Nuestras ruedas de molino se han secado
Y los enemigos no han dejado semillas  salvo cadáveres dispersos

Hermano, la miseria  anidó por doquier muy a pesar nuestro
No te lamentes. Otros no oyen nuestro infortunio
En su lugar, sígueme con un pico y una pala para que podamos cavar una zanja
en la que esconder nuestros muertos

Querido hermano, quienes somos sin un vecino, pariente o país?
Dormimos y despertamos cubiertos de vergüenza
El mundo respira nuestro hedor, como lo hizo por los muertos
Trae la pala y sígueme, -cava otra zanja por aquellos que todavía viven.

Traducción I.Pemán





My Brother

Brother, if on the heels of war Western man celebrates his deeds
Consecrates the Memory of the fallen and builds monuments of heroes
Do not yourself sing for the victors nor rejoice over those trampled by victorious wheels
Rather kneel as I do, wounded, for the end of our dead

Brother, if after the war a soldier comes home
And throws his tired body into the arms of friends,
Do not hope on your return for friends,
Hunger struck them down all to whom we might whisper our pain

Brother, if the farmer returns to till his land,
And after long exile rebuilds a shack which cannon had wrecked,
Our waterwheels have dried up
And the foes have left no seedling except scattered corpses.

Brother misery nestled every where-through our will.
Do not lament. Others do not hear our woe.
Instead follow me with a pick and spade that we may dig a trench in
which to hide our dead.

Dear brother, who are we without a neighbour, kin or country?
We sleep and we wake clad in shame
The world breathes our stench, as it did that of the dead.
Bring the spade and follow me –dig another trench for those still alive


Mikhail Naimy. Traducción del árabe al inglés por Sharif E. Elmusa and Gregory Orfalea



Aquel que Comprenda las Palabras de Mirdad, 
Cambiará para Siempre.


Extracto del Libro de MIRDAD:

"El Libro de Mirdad" narrado en forma de leyenda, sintoniza con los innumerables textos que han sido entregados a la humanidad desde el comienzo de los tiempos y que pertenecen a la enseñanza universal.

Escrito para quienes reflexionan en torno a las antiquísimas preguntas: ¿quién soy, de dónde vengo, a dónde voy?, Naimy (el autor) nos muestra que su respuesta puede encontrarse aquí y ahora.

La narración es un mensaje de la luz y, como tal, abre a nuestros ojos el camino hacia ella.

El autor explicó a su editor inglés: " El Libro de Mirdad se aparta del dogma cristiano establecido. Y se desvía también de todos los dogmas establecidos, sean religiosos, filosóficos, políticos o de cualquier otra especie... La importancia de mi libro reside precisamente en esto : en que revela nuevos caminos para aproximarse a los eternos problemas de la existencia ... Quiere conmover a la humanidad para despertarla de su letargo dogmático, tan cargado de odio, de disputas y de caos ".

Mikhail Naimy compuso este libro tras una estancia de varios años en América, al pie de la montaña Saneen, en el Líbano. Se editó por primera vez en inglés (Beirut, 1948), después en francés, alemán, neerlandés, portugués, castellano, árabe, gujarati e hindi.

Sin duda, las profundas y certeras palabras de este libro, que llegan a tocar las fibras más íntimas de la conciencia humana y la hacen vibrar al unísono con la conciencia universal, colocan a su autor como uno de los grandes pensadores espirituales del siglo XX .





Extractos

Es extraño que vosotros, hijos del tiempo y del espacio, no percibáis que el tiempo es la memoria universal inscrita en las tablillas del espacio. Si vosotros, limitados como estáis por los sentidos, sois capaces de recordar algunas cosas ocurridas entre el nacimiento y la muerte, ¿cuánto más no podrá recordar el tiempo, que ya era antes de que vosotros nacieseis y que durará indefinidamente después de vuestra muerte? Os digo que el tiempo lo recuerda todo, no solamente aquello que recordáis vívidamente, sino también aquello que os pasó totalmente desapercibido. En el tiempo no existe olvido; no, el tiempo jamás olvida ni el más leve movimiento, respiración o capricho.
Y todo lo que se ha guardado en la memoria del tiempo, está profundamente grabado sobre las cosas del espacio. La misma tierra que pisáis, el propio aire que respiráis, las propias casas donde moráis, podrían fácilmente revelaros los más mínimos pormenores del registro de vuestras vidas—pasadas, presentes y futuras— si tuvieseis la capacidad de leer y la perspicacia de captar el sentido. Tanto en la vida como en la muerte, en la Tierra o más allá de ella, jamás estáis solos, sino permanentemente acompañados de los seres y cosas que participan en vuestra vida y en vuestra muerte, de la misma manera que vosotros participáis en su vida y en su muerte. Tal como participáis en ellos, ellos participan en vosotros; y al igual que los buscáis, ellos os buscan.
El hombre tiene una cuenta con cada una de las cosas y cada cosa tiene una cuenta con el hombre. Este intercambio continuo no cesa. La defectuosa memoria del hombre es un contable malo; pero no así la perfecta memoria del tiempo, que conserva al día las cuentas de las relaciones del hombre con sus semejantes y con todos los demás seres del universo, forzándole a saldar sus cuentas en cada abrir y cerrar de ojos, vida tras vida, muerte tras muerte. El rayo jamás caerá sobre una casa si la casa no lo atrae. La casa es tan responsable como el rayo de su propia ruina.Un toro jamás corneará a un hombre si el hombre no le invita a ensartarle. Y en verdad, aquel hombre debe responder por su sangre más que el mismo toro. El asesinado afila el puñal del asesino y ambos ejecutan la puñalada fatal. 

El robado dirige los movimientos del ladrón y ambos cometen el robo. Sí, el hombre provoca sus propias calamidades y después protesta contra los invitados inoportunos, por haberse olvidado de cómo, cuándo y dónde escribió y envió las invitaciones. El tiempo jamás olvida; y en el momento oportuno, entrega cada invitación en la dirección correcta, conduciendo a cada invitado a casa de su anfitrión. Y en verdad os digo, jamás protestéis por un invitado, para que él no vengue su despreciado orgullo, permaneciendo demasiado tiempo o haciendo sus visitas más fre-cuentes de lo que sería conveniente. Sed amables y hospitalarios con todos vuestros invitados, sea cual fuese su aspecto o comportamiento; pues en realidad son sólo vuestros acreedores.

Dad a los más inoportunos más de lo que les debéis, para que se vayan satisfechos y agradecidos y para que, si volviesen a visitaros, lo hagan como amigos y no como acreedores. Tratad a cada invitado como a un invitado de honor, con el fin de que ganéis su confianza y podáis descubrir los motivos ocultos de su visita. Aceptad la desgracia como si fuese dicha, pues una desgracia, una vez comprendida, se transforma enseguida en dicha. Por otro lado, la dicha mal comprendida se transforma, en muy breve tiempo, en desgracia. Vosotros escogéis vuestro nacimiento y vuestra muerte, la hora, el lugar y el modo, a pesar de que vuestra caprichosa memoria no es más que un enmarañamiento de falsedades, llena de agujeros y brechas.

El supuesto sabio declara que los hombres no ejercen ninguna influencia en su nacimiento y muerte. El indolente, que mira de reojo el tiempo y el espacio, fácilmente descarta como accidentales la mayoría de los acontecimientos del tiempo y el espacio. Tened cuidado con sus fantasías y sus ilusiones, queridos Compañeros. 

Nada existe en el tiempo ni en el espacio que sea accidental. Todas las cosas están ordenadas por la Voluntad Universal, que no yerra ni descuida nada. Al igual que las gotas de lluvia se reúnen por sí solas para formar las fuentes, y las fuentes fluyen hasta transformarse en arroyos y riachuelos; y así como los arroyos y los riachuelos se ofrecen como afluentes a los ríos y éstos, a su vez, llevan sus aguas al mar, y los mares se unen con el Gran Océano; de la misma manera, la voluntad de cada criatura, inanimada o animada, fluye hacia la Voluntad Universal. En verdad os digo que todo tiene voluntad. Incluso la piedra, aparentemente tan sorda, muda y sin vida, no está exenta de voluntad. Si fuese así, ella no existiría, no influiría en nada y nada la afectaría. Su conciencia de querer y ser, podrá diferir en grado de la del hombre, pero no en substancia.

En la vida de un solo día, ¿de qué podéis afirmar que sois conscientes? En realidad, de una parte insignificante. Si vosotros, dotados de cerebro, memoria y medios para registrar emociones y pensamientos, todavía sois inconscientes de la mayor parte de las vivencias de un sólo día, ¿por qué os admiráis de que una piedra sea tan inconsciente de su vida y voluntad? Y así como vivís y os movéis tan poco conscientes de que estáis viviendo y  moviéndoos, así también deseáis tanto sin apenas tener conciencia de estar deseándolo. 

Pero la Voluntad Universal es consciente de vuestra inconsciencia y de la de toda criatura del Universo. Al entregarse a sí misma, tal como es su deseo en todo instante del tiempo y en todos los puntos del espacio, la Voluntad Universal da a cada hombre y a cada cosa aquello que siempre han querido, ni más ni menos, sean conscientes o no de haberlo deseado. Los hombres, no obstante, desconociendo esto, se aterran demasiado frecuentemente con la suerte que les corresponde del saco de la Voluntad Universal que todo lo contiene. Y los hombres protestan abatidos, y culpan de su desánimo a los caprichos del Destino. 

No es el Destino, ¡oh, monjes!, el que es caprichoso; pues Destino no es más que otro nombre de la Voluntad Universal. Es la voluntad del hombre la que todavía es muy caprichosa, inestable e incierta en su curso: hoy corre hacia Oriente y mañana hacia Occidente; tan pronto dice que esto es bueno como decide que es malo; en un momento determinado acepta a un hombre como amigo, y más tarde le combate como enemigo. Vuestra voluntad no debe ser caprichosa, queridos Compañeros. Sabed que todas vuestras relaciones con las cosas y con los hombres están determinadas por lo que queréis de ellos y por lo que ellos quieren de vosotros. Y lo que vosotros queréis de los hombres y de las cosas, determina lo que ellos quieren de vosotros.

Por lo tanto, ya os lo dije antes y os lo repito ahora: Tened cuidado de cómo respiráis, de cómo habláis, de lo que deseáis, de lo que pensáis y hacéis. Porque vuestra voluntad está escondida en cada respiración y en cada palabra, en cada deseo, en cada pensamiento y en cada acto. Y lo que para vosotros está oculto, estará siempre manifiesto ante la Voluntad Un No queráis obtener de ningún hombre un placer que para él signifique dolor, no sea que vuestro placer os cause más daño que si fuese dolor. Ni queráis obtener de cosa alguna un bien que para ella sea un mal, no sea que al hacerlo estéis queriendo un mal para vosotros. Pero quered de todos los hombres y de todas las cosas su amor; pues solamente con él, serán levantados vuestros velos y la Comprensión nacerá en vuestro corazón, iniciándose así vuestra voluntad en los maravillosos misterios de la Voluntad Universal. Mientras no lleguéis a ser conscientes de todas las cosas, no podréis ser conscientes de su voluntad en vosotros, ni de vuestra voluntad en ellas.

Mientras no seáis conscientes de vuestra voluntad en todas las cosas, y de su voluntad en vosotros, no podréis conocer los misterios de la Voluntad Universal. Y mientras no conozcáis los misterios de la Voluntad Universal no debéis dirigir la vuestra contra ella; pues ciertamente seréis vencidos. Saldréis de cada encuentro heridos y saciados con hiel; y buscaréis venganza y solamente añadiréis nuevas cicatrices a las antiguas y haréis rebosar vuestra copa de hiel. 

En verdad os digo, aceptad la Voluntad Universal si queréis transformar la derrota en victoria. Aceptad, sin murmurar, todas las cosas que caigan sobre vosotros de su misterioso saco; aceptadlas con gratitud, en la certeza de que es la parte, justa y exacta, que os toca de la Voluntad Universal. Aceptadlas con la voluntad de comprender su valor y significado. Y cuando consigáis comprender los caminos ocultos de vuestra propia voluntad, habréis comprendido la Voluntad Universal. Aceptad lo que no sabéis, y tal vez eso os permita conocerlo. Apartaos de ello, y continuará siendo para vosotros un enigma irritante. Dejad que vuestra voluntad sirva a la Voluntad Universal hasta que la Comprensión haga de la Voluntad Universal un sirviente de vuestra voluntad.

Así enseñé a Noé.
Así os enseño a vosotros
Mirdad

Cortesía de Marta Vincent





El libro de Mirdad

Traducción de Sandra - sandrao31@hotmail.com

Una de las más antiguas y mejor conceptuadas empresas editoriales de Londres respondió al autor de un manuscrito que le fue enviado para análisis: ..."este libro representa tal modificación del dogma cristiano común que, podría decirse, seria necesario fundar una nueva iglesia en la comunidad inglesa, para que hubiese la posibilidad de ser vendido en cantidad que compensase su publicación. Le estamos muy agradecidos por habernos dado, en primer lugar, la oportunidad de ver un libro tan fuera de lo común". 

A lo que el autor respondió: 

"Es absolutamente verdadero que el libro se desvía del dogma cristiano común. Se desvía también de todos los dogmas establecidos, sean estos religiosos, filosóficos, políticos o de cualquier especie. Y por que ha de ser un dogma así tan sagrado e inmutable? Podrá algún día la verdad ser encerrada en determinadas palabras y no en ningunas otras? Es exactamente en eso que está la razón de ser de este libro: revelar nuevos caminos para, así, poder aproximarse a los eternos problemas de la existencia. En el caso que este no pasase de una simple variante o confirmación de una creencia o de un sistema cualquiera de pensamiento establecido, yo no me habría dado al trabajo de escribirlo. Aunque concebido y escrito en inglés, este no se destina exclusivamente al público de lengua inglesa, ni pretende causar un choque o alarma a los fieles de cualquier creencia, pero sacudir la humanidad que se encuentra entregada a la letargia dogmática, llena de odio, lucha y caos".

Así el “El libro de Mirdad”, del libanés Mikhaïl Naimy. Puedo decir que ese libro se tornó un hito en mi vida. Una quiebra de paradigmas que continuó haciendo efecto por muchos y muchos años, hasta hoy. Fue como haber subido en una montaña bien alta y visto las cosas desde arriba, sin detenerse en los detalles que nos distraen e impiden la contemplación del Todo. Pienso que la filosofía y la religión son como la escuela y el colegial, siendo que "El libro de Mirdad" es la facultad y el "Cabalion" el post-grado. 

El libro fue publicado en 1948, y es parte de la biblioteca del Lectorium Rosicrucianum (Rosacruz Áurea), y muestra con rara belleza el camino para la ascensión del Hombre a Dios (porque él es Dios y no lo sabe). Muchas veces pensé durante la lectura: "Si alguien me dijese que era una revelación Divina, como los libros sagrados, yo no lo dudaría". Y el propio Naimy confesaba, cuando las personas le pedían que escribiese otro libro tan bonito: "A mí bien me gustaría que Dios me dejase escribir otro libro como ese".

Yo publiqué en el antiguo blog varios trechos del libro, en 2004, cuando la media de visitantes era menos de la mitad de un décimo del actual, y aún no los pasé al blog actual. Entonces aprovecharé para ir publicando aquí trechos seleccionados, que no siguen fielmente la secuencia del texto y no substituyen la experiencia de tener el libro en las manos para leerlo en el recogimiento y confort de un cuarto. Pero antes, un resumen de la introducción del libro: 

En la más alta cumbre de las Montañas Alvas, conocido como el Pico del Altar, yacen las vastas y sombrías ruinas del monasterio otrora famoso, con el nombre de EL ARCA. La tradición lo ligaba a una antigüedad tan venerable como la del Diluvio, y su fundador el propio Noé. Reza la leyenda que Noé le dijo a su hijo: "Me asalta un recelo de que los hombres, con el tiempo, se olvidan del Diluvio y de la lujuria y maldad que lo provocaron; de que también se olviden del Arca y de la Fe que la sostuvo en triunfo durante 150 días sobre la furia de los abismos vengadores y de que ni se acuerden de la Nueva Vida que surgió de esa Fe de la cual ellos son el fruto. Para que ellos no olviden, yo te pido, hijo mío, que levantes un altar sobre el más alto pico de estas montañas, y te ruego que construyas, a la vuelta de ese altar, una casa que en todos los pormenores corresponda al Arca y que, aunque siendo, de menores dimensiones, será Llamada El Arca".

Nueve monjes habitaban el lugar, pues ese fue el número de los que habitaban el Arca original. Según Noé, la 9ª persona "era un clandestino, que solamente yo vi y conocí. Era mi constante compañero y mi timonero. No me preguntes más nada sobre él, pero no dejes de guardarle un lugar en tu Santuario. Esta es mi voluntad".

Cuando Noé murió, sus hijos lo enterraron debajo del altar, en el Arca, que por muchos y muchos años continuó siendo, de hecho y en espíritu, el verdadero Santuario idealizado y ordenado por el venerable conquistador del Diluvio. Con el pasar de los siglos, sin embargo, el Arca comenzó, poco a poco, a recibir donativos mucho más allá de lo que realmente necesitaba. De tal hecho resultó que se fue tornando, de año a año, más rica en tierras, plata, oro y piedras preciosas. 

Un día, algunas generaciones atrás, habiendo fallecido uno de los nueve, se presentó un extraño a los portones del monasterio, solicitando admisión en la comunidad. De acuerdo con las antiguas tradiciones del Arca, tradiciones que jamás habían sido violadas, el extraño debería ser inmediatamente admitido, ya que había sido el primero en solicitar esa admisión, después del fallecimiento de uno de los nueve. Pero el Superior de la comunidad era un hombre prepotente, de mentalidad mundana y corazón duro. No se agradó de la apariencia del extraño que estaba desnudo, hambriento y cubierto de llagas; le dijo que era indigno de ser admitido en la comunidad. Lo aceptó, sin embargo, como siervo, profesión que el extraño ejerció por 7 años en total silencio, en cuanto el monasterio acumulaba riquezas incalculables, comprando para si todas las tierras y villas por muchas millas a su alrededor. 

En el octavo año, el siervo resuelve hablar. 

LA PALABRA CREADORA

Velados están vuestros ojos con gran número de velos. Cada cosa sobre la cual lanzáis vuestro mirar es un velo. Sellados están vuestros labios con gran número de sellos. Cada palabra que pronunciáis es un sello. 
Las cosas, sean cuales fueran sus formas y especies, son solamente velos y ataduras con que la Vida está atada y velada. Como podrán vuestros ojos, que son en si mismo un velo y una atadura, llevaros a algo que no sea a las ataduras y velos? 
Y las palabras? No son ellas selladas por letras y sílabas? Como podrán vuestros labios, que son en si mismo sellos, balbucear algo que no sea sello? 

Los ojos pueden velar, pero no pueden penetrar los velos. 

Los labios pueden sellar, pero no pueden quebrar los sellos. 

No les pidan nada más de lo que ellos pueden dar. Esa es la parte que les toca en la actividad del cuerpo y lo desempeñan bien. Para penetrar más allá de los velos necesitáis de otros ojos, no aquellos dotados de párpados y cejas, y para quebrar los sellos precisáis de otros labios y no aquellos de carne. Cierre, en primer lugar, correctamente, vuestros ojos, si quisieres ver correctamente las otras cosas. Si no ves y no hablas correctamente, nada más veréis sino a vosotros mismos y nada más pronunciareis sino a vosotros mismos. Si, pues, vuestro mundo es un enigma indescifrable, es porque vosotros mismos sois enigmas indescifrables. Y si vuestro hablar es una deplorable confusión, es porque sois esa deplorable confusión. 

Deja las cosas como estas son y no os esforcéis para modificarlas. Porque estas parecen ser lo que parecen debido a vuestros pareceres. Si estas os hablaran ásperamente, atenta para vuestras lenguas. Si os parecen feas, busca la fealdad, en primero y último lugar, en vuestros propios ojos. No debéis pedir a las cosas que sean dispares de sus velos. Tirad vuestros propios velos, y ellas perderán los suyos. 

La llave para remover los velos de si mismo y quebrar los propios sellos es una palabra que debéis traer eternamente presa en vuestros labios. Es la menor y la mayor de todas las palabras. Mirdad la denominó LA PALABRA CREADORA. "Yo", el monje, es la Palabra Creadora. Cuando dijeres yo, acrecienta, inmediatamente, en vuestros corazones: "Dios sea mi refugio contra la malignidad del yo y mi guía para la bienaventuranza del yo", pues en esa palabra, tan pequeña, está encerrada el alma de todas las otras palabras. 

Vuestro yo nada más es de lo que vuestra conciencia de Ser, silenciosa e incorpórea, se hace sonora y corpórea. Es lo inaudible que se torna audible; lo invisible que se torna visible; la visión que os permite ver lo que no se ve; la audición que os permite oír lo que no se oye. Aunque tengáis presos vuestros ojos y vuestros oídos. Y si no ves con vuestros ojos y no oyes con vuestros oídos, nada veréis y nada oiréis. Basta que penséis yo, y un mar de pensamientos se agitará dentro de vuestras cabezas. Ese mar es una creación de vuestro yo, que es, al mismo tiempo, el pensador y el pensamiento. Si tienes pensamientos que apuñalan, que muerden o despedazan, quedad seguros de que solamente el yo-en-vosotros les de el puñal, los dientes o las garras. 

Por el mero pronunciar yo, traéis a la vida una multitud de palabras, cada cual símbolo de una cosa; cada cosa, símbolo de un mundo; cada mundo, parte de un universo. Ese universo es creación de vuestro yo, el cual es, al mismo tiempo, el creador y la criatura. Si hubiera algunos duendes en vuestro universo, podéis estar seguros de que fue vuestro yo quien los creó. Conforme fuese vuestra conciencia, así será vuestro yo. Conforme fuese vuestro yo, así será vuestro mundo. Si vuestro yo fuera uno, vuestro mundo será uno; y vosotros tendréis la paz eterna con todas las huestes celestiales y los habitantes de la Tierra. Si vuestro yo fuera múltiple, vuestro mundo será múltiple; y estaréis en perpetúa guerra con vosotros mismos y con todas las criaturas de los dominios inmensurables de Dios.

El yo es el centro de vuestra vida de donde irradian las cosas que constituyen la totalidad de vuestro mundo y para el cual estas convergen. Si este fuera firme, vuestro mundo será firme, y no habrá fuerzas ni arriba ni abajo que os puedan desviar para la derecha o para la izquierda. Si fuese inestable, vuestro mundo será inestable; y seréis una hoja indefensa cogida por el terrible remolino del viento. Alerta! He ahí que vuestro mundo es firme, no hay duda, solamente, pero, en la inestabilidad. Y vuestro mundo es cierto únicamente en la incerteza. Y es constante vuestro mundo, pero tan solo en la inconstancia. Y vuestro mundo es uno, mas solamente en la multiplicidad. 

El vuestro es un mundo en que las cunas se tornan sepulcros, y los sepulcros se tornan cunas; en que los días devoran las noches, y las noches vomitan días; de paz, declarando guerra, y de guerra, implorando paz; en que las sonrisas fluctúan sobre las lágrimas, y las lágrimas brillan en las sonrisas. El vuestro es un mundo en constante trabajo de parto, en que la partera es la Muerte. El vuestro es un mundo dividido contra si mismo, porque vuestro yo está así dividido. 

El vuestro es un mundo de barreras y de cercas, porque vuestro yo es una de esas barreras y cercas. Este pone una cerca para que aquello que le es extraño no entre, y establece otra para aquello que le es afín no salga. En tanto, lo que está fuera de la cerca no puede pasar para el lado de dentro, y lo que está dentro no puede pasar para fuera, pues siendo ambos prole de la misma madre - y también vuestro yo - no pueden ser separados. Y Uds. en vez de regocijarse con su feliz unión, tornan a continuar el infructífero trabajo de separar lo inseparable. En vez de establecer la división de vuestro yo, despedazan la vida en esa tentativa de intentar separar aquello que piensan ser vuestro yo de aquello que juzgan no ser vuestro yo. He ahí porque las palabras de los hombres son embebidas en veneno. He aquí porque sus días son ebrios de tristeza. He ahí porque son sus noches tan atormentadas por el dolor. 

Mirdad, el monje, establecerá la división en vuestro yo para que podáis vivir en paz con vosotros mismos, con todos los hombres y con todo el universo. 

Mirdad extraerá el veneno de vuestro yo para que podáis probar las dulzuras de la Comprensión. 

Mirdad os enseñará la pesadez de vuestro yo para que conozcáis la alegría del PERFECTO EQUILÍBRIO.





BERNARD FREEMAN TROTTER [16.525] Poeta de Canadá

$
0
0

Bernard Freeman Trotter 

Nació en Toronto, Canadá un  16 de Junio de 1890, hijo de un ministro baptista  y profesor de MacMaster  en cuya universidad también él estudió hasta que en Marzo de 1916 zarpó como voluntario para Inglaterra donde completó su instrucción hasta que en Diciembre de 1916 fue enviado al Frente del oeste como oficial en el regimiento  de Leicestershire 11th. Su vida en el frente como oficial de transporte  fue corta pues el 7 de mayo de 1917  murió por un proyectil al volver de noche al campamento. Fue enterrado al día siguiente en el cementerio militar de Mazingarbe. Tenía 26 años.

Trotter había sido un activo e inquieto estudiante en la vida literaria de la Universidad, como editor de McMaster Monthly,  y publicado sus primeros poemas en Harper’s Magazine in 1914 con la naturaleza y sus recuerdos de adolescencia como protagonistas. Tras su muerte su padre  recopiló sus poemas y los publicó en el año 1917   bajo el título  A Canadian Twilight and Other Poems of War.

Bernard dejó también una una intensa correspondencia en la que describió con detalle la vida en las trincheras,  sus traslados,  su vida cotidiana,  sin perder en ningún momento su actitud inicial de entusiasmo y optimismo. Optimismo   que transmitió a su familia tal como expresaría su madre en una carta dando cuenta de la muerte de su hijo

“I have some other news for you though that is sad and hard though not so sad or hard as it might have been. Bernard was killed in action last Monday. He would have chosen that, I think, rather than being sick and invalided home, or taken prisoner, or worse than anything, horribly mutilated as so many poor fellows have been.” In death, as in life, Bernard Trotter was “lucky”. He would not “grow old, and tainted with the rotten effluvia of the peace” he had bravely “fought to win.”

He elegido el poema traducido aquí, A Kiss, porque  refleja una imagen  inédita en la poesía seleccionada; la despedida de una pareja tras un verano de permiso, quizás en una estación tras lo que parece fue un breve encuentro veraniego en su breve permiso, breve el encuentro, breve el verano, breve posiblemente su vida, una despedida breve, entre unos aún casi desconocidos, imaginando un encuentro que nadie sabe si se dará. Inspira ternura su inocente  mirada, su esperanza en el futuro,  sus movimientos tímidos, sus sentimientos casi sin nacer que es fácil imaginar   en una estación  llena de idas y venidas, de vapor y vagones de ventanillas abiertas, de  andenes y besos furtivos, de besos  fraternales más colegiales,   de contenidas palabras por el viaje a un frente más que incierto.

Ignacio Pemán






Un beso

Ella me dio un beso cuando se despidió –
Beso infantil, ni atrevido  ni tímido.

Nos conocíamos  de unas pocas  horas en el verano ;
Hablamos del sol, del viento , de las flores ,

Deportes y personas; había paseado ante  nosotros
Una popular canción pegadiza o dos,

Y caminamos con los brazos  unidos al vagón
A la luz de una sola estrella brumosa.

(Eran tiempos de guerra ,  entiendes, y las calles estaban oscuras
No fuera que el arrebatador Huno encontrara una señal.)

Y así nos volvimos a decir adiós ;
Pero de una manera u otra, no sé por qué,

– Tal vez   fuera el tacto de la capa de color caqui
(Ella  tenía un hermano en Flandes entonces) que golpeó

Su corazón con una ternura súbita
Qué expresó con esa rápida caricia –

De alguna manera, a ella, en todo caso,
Un simple apretón de manos le parecía inadecuado;

Y así levantó su  cara inocente
Y me besó , pero sin dejar rastro

De  pasión, y nos despedimos …
Beso de un niño … ni atrevido ni tímido.

Amigo mío , me gustas – parecía decir –
Brindo por nuestro nuevo encuentro algún día !

Algún día más feliz …
Adiós.

Traducción. I Pemán






A Kiss

She kissed me when she said good-bye— 
A child's kiss, neither bold nor shy. 

We had met but a few short summer hours; 
Talked of the sun, the wind, the flowers, 

Sports and people; had rambled through 
A casual catchy song or two, 

And walked with arms linked to the car 
By the light of a single misty star. 

(It was war-time, you see, and the streets were dark 
Lest the ravishing Hun should find a mark.) 

And so we turned to say good-bye; 
But somehow or other, I don't know why, 

—Perhaps `t was the feel of the khaki coat 
(She'd a brother in Flanders then) that smote 

Her heart with a sudden tenderness 
Which issued in that swift caress— 

Somehow, to her, at any rate 
A mere hand-clasp seemed inadequate; 

And so she lifted her dewey face 
And kissed me—but without a trace 

Of passion,—and we said good-bye… 
A child's kiss,…neither bold nor shy. 

My friend, I like you—it seemed to say— 
Here's to our meeting again some day! 

Some happier day…
Goodbye.







JOHN McCRAE [16.526] Poeta de Canadá

$
0
0

John McCrae

El teniente coronel John McCrae Alexander, MD (30 noviembre 1872 hasta 28 enero 1918) fue un poeta canadiense, médico, autor, artista y soldado durante la Primera Guerra Mundial, y cirujano durante la Segunda Batalla de Ypres, en Bélgica. Es conocido especialmente por escribir el famoso poema "In Flanders Fields" (En los Campos de Flandes, en español) como homenaje a los caídos. McCrae murió de neumonía.

McCrae nació en "McCrae House" en Guelph (Ontario) hijo del teniente coronel David McCrae y Janet Simpson Eckford, era nieto de inmigrantes escoceses. Su hermano, el Dr. Thomas McCrae, se convirtió en profesor de medicina en la Escuela de Medicina Johns Hopkins en Baltimore y estrecho colaborador de Sir William Osler.

Estudió en el Instituto Profesional Colegiado Guelph Fue ascendido a capitán y finalmente dirigió la compañía. Se tomó un año de descanso de sus estudios en la universidad debido sus problemas de asma.

Entre sus documentos de "McCrae House" existe una carta que escribió el 18 de julio 1893 para Laura Kains cuando se entrenó como artillero en el Colegio Militar Real de Canadá en Kingston (Ontario): "(...) Tengo un sirviente... de hecho, es un lugar bastante elegante... Mis ventanas dan derecho a la bahía, y son sólo cerca de la orilla del agua, hay una buena cantidad de envío en la actualidad en el puerto , y el río se ve muy bonita ".

Era un maestro residente en Inglés y Matemáticas en 1894 en la Universidad Agrícola de Ontario en Guelph. 

Regresó a la Universidad de Toronto y completó su BA McCrae regresó de nuevo a estudiar medicina con una beca. Mientras asistía a la universidad se unió a la fraternidad Zeta Psi (Theta Xi capítulo, la clase de 1894) y publicó sus primeros poemas.

Mientras que en la escuela de medicina, fue tutor de otros estudiantes para ayudar a pagar su matrícula. Dos de sus estudiantes se encontraban entre las primeras médicas de Ontario. 

Completó su residencia médica en el Hospital Robert Garrett, clínica de reposo de los niños en Baltimore, Maryland. 

En 1902, fue nombrado residente patólogo en el Hospital General de Montreal y más tarde se convirtió en asistente del patólogo en el Hospital Royal Victoria en Montreal. En 1904, en el Hospital Royal Victoria, fue nombrado asociado en medicina. Más tarde ese mismo año, se trasladó a Inglaterra, donde estudió durante varios meses y se convirtió en miembro de la Royal College of Physicians.

En 1905, fundó su propia práctica, aunque continuó trabajando y conferencias en varios hospitales. El mismo año, fue nombrado patólogo para la Inclusa Montreal y Hospitales. En 1908, fue nombrado médico en el Hospital Royal Alexandra de Enfermedades Infecciosas. En 1910, acompañó a Lord Grey, el Gobernador General de Canadá, en un viaje en canoa a la Bahía de Hudson para servir como médico de la expedición.

McCrae sirvió en la artillería durante la Segunda Guerra Boer, ya su regreso en la Universidad de Vermont, donde enseñó hasta 1911 fue nombrado profesor de la patología, sino que también enseñó en la Universidad de McGill en Montreal, Quebec.


                                                                              McCrae en 1912

McCrae fue el co-autor, junto con JG Adami, de un libro de texto médico, un libro de texto para estudiantes de Patología Medicine (1912;. 2 ª edición, 1914).

Primera Guerra Mundial


El funeral de McCrae


Cuando Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania en el inicio de la Primera Guerra Mundial, Canadá, como un dominio dentro del Imperio Británico, estaba en guerra también. McCrae fue designado como cirujano en el campo de la artillería canadiense y estuvo a cargo de un hospital de campaña durante la Segunda Batalla de Ypres en 1915. Amigo de McCrae y antiguo alumno, el teniente Alexis Helmer, fue muerto en la batalla, y su entierro inspiraron el poema "In Flanders Fields", que fue escrito el 3 de mayo 1915 y publicado en la revista del sacador.

Del 1 de junio de 1915, se ordenó McCrae lejos de la artillería de establecer No. 3 Canadian Hospital General en DANNES-Camiers cerca de Boulogne-sur-Mer, el norte de Francia. C.L.C. Allinson informó que McCrae "más unmilitarily dijo [me] lo que pensaba de su traslado a los exámenes médicos y se retraen de sus queridas pistolas Sus últimas palabras fueron:". Allinson, todos los médicos malditos en el mundo no va a ganar esta sangrienta guerra: lo que necesitamos es más y más a los hombres que luchan '".

"En los campos de Flandes" apareció anónimamente en perforación el 8 de diciembre de 1915, pero en el índice para ese año McCrae fue nombrado como el autor. Los versos se convirtieron rápidamente en uno de los poemas más populares de la guerra, que se utiliza en innumerables campañas de recaudación de fondos y frecuentemente traducido (una versión latina comienza en agro belgico ...). "En los campos de Flandes", también se imprimió extensamente en los Estados Unidos, que estaba contemplando unirse a la guerra, junto con una "respuesta" por RW Lillard, ("... No temas que te has muerto para nada, / La antorcha os tiró al nosotros cogimos ... ").

Durante ocho meses, el hospital que funciona en tiendas Durbar (donado por el Begum de Bhopal y enviadas desde la India), pero después de sufrir tormentas, inundaciones y heladas que se trasladó en febrero de 1916 en el antiguo Colegio de los Jesuitas en Boulogne-sur-Mer.

McCrae, ahora "un nombre muy conocido, aunque una frecuencia mal escrito", consideró su repentina fama con cierto regocijo, con el deseo de "que de llegar a la impresión" En FF ' correctamente: nunca es hoy en día ", pero (escribe su biógrafo)" que estaba satisfecho si el poema activado hombres para ver dónde estaba su deber ".


La tumba de McCrae en el cementerio Wimereux


El 28 de enero de 1918, sin dejar de mando N º 3 Canadian Hospital General (McGill) en Boulogne, McCrae murió de neumonía con "amplia meningitis neumococo".  Fue enterrado al día siguiente en la sección Commonwealth War Graves Commission de Wimereux Cementerio, sólo un par de kilómetros de la costa de Boulogne, con honores militares. Su ataúd cubierto por la bandera fue llevada en una cureña y los dolientes -. que incluía Sir Arthur Currie y muchos de los amigos y el personal de McCrae - fueron precedido por el cargador de McCrae, "Bonfire", con botas de McCrae invierte en los estribos. [8] la lápida de McCrae se coloca plana, al igual que todos los demás en la sección, por el suelo arenoso inestable. 

"En los campos de Flandes"

"In Flanders Fields" memorial en el sitio de la guerra John McCrae. Boezinge, Ypres, Flandes Occidental, Bélgica. Una colección de sus poemas, en los campos de Flandes y otros poemas (1918), fue publicado después de su muerte.

En los campos de Flandes En los campos de Flandes las amapolas el golpe Entre la fila de cruces en fila, Que marcan nuestro lugar, y en el cielo Las alondras, siendo valiente grito, vuelan Sin que nadie entre los cañones. Nosotros somos los muertos. Hace días cortos Vivimos, sentimos el amanecer, vimos crepúsculos rojizos, Amado, y fueron amados, y ahora mentimos En los campos de Flandes. Tome nuestra lucha con el enemigo: Para que falle manos, arrojamos La antorcha; ser tuyo para mantener en alto. Si traicionas a nosotros que muera No descansaremos, aunque las amapolas crezcan En los campos de Flandes.


Aunque varias leyendas han desarrollado en cuanto a la inspiración para el poema, la creencia más común es que McCrae, escribió "En los campos de Flandes" el 3 de mayo de 1915, el día después de presidir el funeral y el entierro de su amigo el teniente Alex Helmer, quien habían sido asesinados durante la Segunda Batalla de Ypres. El poema fue escrito estando él sentado en la parte trasera de una ambulancia de campo de la medicina cerca de un puesto vestir adelantado en Essex Farm, al norte de Ypres. La amapola, que era una característica central del poema, creció en gran número en la tierra mimada de los campos de batalla y cementerios de Flandes. McCrae tarde descartó el poema, pero fue salvado por un compañero y envió a la revista Punch, que se publicó ese mismo año.

En 1855, el historiador británico Lord Macaulay, al escribir sobre el sitio de la batalla de Landen (en la actual Bélgica, cerca de Ypres) en 1693, escribió "El próximo verano la tierra, fecundada por veinte mil cadáveres, estalló en millones de amapolas . El viajero que, en la carretera de Saint Tron de Tirlemont, vio que gran hoja de rico color escarlata se extiende desde Landen a Neerwinden, difícilmente podría ayudar creyendo que la predicción figurativa del profeta hebreo se llevó a cabo, literalmente, que la tierra estaba revelando su sangre,  y se niega a cubrir los muertos ". [cita requerida]

El gobierno canadiense ha colocado un monumento a John McCrae que las características "En los campos de Flandes" en el sitio de la estación de vestir que se encuentra al lado de Essex Farm Cemetery la Comisión de Tumbas de Guerra de la Commonwealth.

Cuadro de honor del clan MacRae de muertos de la Primera Guerra Mundial en el Castillo de Eilean Donan. En los campos de Flandes ocupa un lugar destacado. McCrae se designó a una persona de la significación histórica nacional en 1946. 

McCrae era el tío abuelo del ex MP Alberta David Kilgour y de Kilgour hermana Geills Turner, quien se casó con el ex primer ministro canadiense John Turner.

En 1918, el teniente. John Philip Sousa compuso la música de "En los campos de Flandes las amapolas crecen" las palabras de teniente coronel John McCrae. 

Guelph es el hogar de McCrae House, un museo creado en su lugar de nacimiento.

La Lonja de Paños de Ypres en Bélgica tiene un recuerdo permanente de la guerra llamado "In Flanders Fields Museum", en honor al poema. También hay una fotografía y un monumento biográfico corto de McCrae en el Memorial Church St George en Ypres.

Varias instituciones han sido nombrados en honor de McCrae, incluyendo la Escuela John McCrae Pública (en Guelph), John Escuela Pública McCrae (parte de la región del Consejo Escolar del Distrito York, en el suburbio de Toronto Markham, Ontario), John McCrae Superior de Escuelas Públicas (en Scarborough, Ontario) y la Escuela Secundaria John McCrae (parte del Consejo Escolar del Distrito de Ottawa-Carleton, en el suburbio de Ottawa de Barrhaven).

Una placa conmemorativa de bronce dedicada al teniente coronel John McCrae fue erigida por el Instituto Profesional Colegiado Guelph. 

El actual Museo canadiense de la guerra tiene una galería para exhibiciones especiales, llamado El teniente coronel John McCrae Gallery.

Un verso de su poema ("Para que fallen las manos ...") fue pintado en la pared de los Canadienses de Montreal vestidor en el Forum de Montreal, un recordatorio contundente para cada equipo que tiene mucho que vivir.






En los campos de Flandes, John McCrae



A sculpture in the form of an open book. The text of the poem "In Flanders Fields" is written within and a small red poppy lays on top.John McCrae

"In Flanders Fields"

El 3 de mayo de 1915 después de presidir el funeral de su amigo soldado Alexis Helmer fallecido en la segunda batalla de Ypres, John McCrae escribe un poema recogiendo sus experiencias y sentimientos. El poema rápidamente cobra popularidad desde su publicación en la revista Punch y se convierte en símbolo del sufrimiento de la guerra.
El poema  menciona los campos de amapolas que brotan sobre las tumbas de los soldados caídos por lo que se eligió esta flor como símbolo del recuerdo de la Primera Guerra Mundial que tras cuatro años sangrientos se dió por concluida el 11 de noviembre a las 11:00 de la mañana cuando cesaron los cañones.

John McCrae era un poeta y médico de Ontario, Canadá, que se enrolló en el Cuerpo Expedicionario Canadiense al estallar la Primera Guerra Mundial como médico y artillero. Previamente había luchado en la Segunda Guerra Boer. McCrae luchó en la segunda batalla de Ypres en Bélgica cuando el ejército alemán lanzó un ataque químico con gas contra las tropas canadienses que mantuvieron la posición. McCrae en una carta dirigida a su madre describe la batalla como una pesadilla: " Durante diecisiete días y diecisiete noches ninguno hemos podido cambiarnos los uniformes ni siquiera las botas excepto en breves momentos. En todo momento que he estado despierto no ha cesado el ruido de los cañones y de los rifles menos de sesenta segundos... y rodeados de muerte, heridos, mutilaciones..."



"En los campos de Flandes
crecen las amapolas.
Fila tras fila
entre las cruces que señalan nuestras tumbas.
Y en el cielo aún vuela y canta la valiente alondra,
escasamente oída por el ruido de los cañones.

Somos los muertos.
Hace pocos días vivíamos,
cantábamos, amábamos y eramos amados.
Ahora yacemos en los campos de Flandes.
Contra el enemigo continuad nuestra lucha,
tomad la antorcha que os arrojan nuestras manos agotadas.

Mantenerla en alto.
Si faltáis a la fe de nosotros muertos,
jamás descansaremos,
aunque florezcan
en los campos de Flandes,
las amapolas."




" In Flanders fields the poppies blow
between the crosses, row on row,
that mark our place; and in the sky
the larks, still bravely singing, fly
scarce heard amid the guns bellow.

We are the Dead. Short days ago
we live, felt dawn, saw sunset glow,
loved and were loved, and now we lie
in Flanders fields.

Take up our quarrel with the foe:
to you from failing hands we throw
the torch; be yours to hold it high.
If ye break faith with us who die
we shall not sleep, though poppies grow
in Flanders fields."







The Pilgrims

An uphill path, sun-gleams between the showers,
    Where every beam that broke the leaden sky
Lit other hills with fairer ways than ours;
    Some clustered graves where half our memories lie;
And one grim Shadow creeping ever nigh:
        And this was Life.

Wherein we did another's burden seek,
    The tired feet we helped upon the road,
The hand we gave the weary and the weak,
    The miles we lightened one another's load,
When, faint to falling, onward yet we strode:
        This too was Life.

Till, at the upland, as we turned to go
    Amid fair meadows, dusky in the night,
The mists fell back upon the road below;
    Broke on our tired eyes the western light;
The very graves were for a moment bright:
        And this was Death.




Anarchy 

I saw a city filled with lust and shame,
Where men, like wolves, slunk through the grim half-light;
And sudden, in the midst of it, there came
One who spoke boldly for the cause of Right.

And speaking, fell before that brutish race
Like some poor wren that shrieking eagles tear,
While brute Dishonour, with her bloodless face
Stood by and smote his lips that moved in prayer.

"Speak not of God! In centuries that word
Hath not been uttered! Our own king are we."
And God stretched forth his finger as He heard
And o'er it cast a thousand leagues of sea. 





The Hope Of My Heart

"Delicta juventutis et ignorantius ejus, quoesumus ne memineris, Domine."


I left, to earth, a little maiden fair,
With locks of gold, and eyes that shamed the light;
I prayed that God might have her in His care
And sight.

Earth's love was false; her voice, a siren's song;
(Sweet mother-earth was but a lying name)
The path she showed was but the path of wrong
And shame.

"Cast her not out!" I cry. God's kind words come --
"Her future is with Me, as was her past;
It shall be My good will to bring her home
At last." 




JAVIER ALEXANDER ROA [16.533] Poeta de Venezuela

$
0
0

Javier Alexander Roa

Nació en San Fernando de Apure (Venezuela), 1968. Es poeta, editor, ensayista, articulista  político y de artes plásticas. Licenciado en Letras y Educación por la Universidad de Los Andes de Mérida Venezuela (ULA), donde realizó estudios de maestría en Literatura Iberoamericana. Magíster en Relaciones Internacionales en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa (ISRI), en la República de Cuba.  Ha publicado los libros de poesía: Diosa (1991); Acuarios (1996); Otro Abismo (2001); Abalorios (2004); Del amor y lo profano (ediciones Axis Mundi, Bogotá – Colombia 2007); El amor no tiene tregua (galardonado en el Certamen Mayor de las Artes y las Letras en el año 2006 por el Ministerio de la Cultura de Venezuela y publicado por la Fundación Editorial El Perro y La Rana en 2007). ANTOLOGÍA (para confundir al enemigo), Editorial El Perro y la Rana, Caracas, Venezuela, 2011. Merecedor de la Mención Honorífica de Poesía “Carlos Cesar Rodríguez” en el año 2006; y la Mención Honorífica de Poesía “Solar” en 2007, en la ciudad de Mérida – Venezuela. Fue Director de Cultura del Estado Mérida; miembro fundador de la Editorial Gitanjali con más de cincuenta títulos publicados. Fue Coordinador de Cultura y Solidaridad entre los pueblos del Despacho del Viceministro para Asia, Medio Oriente y Oceanía del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela. Actualmente cumple funciones de Consejero en la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela ante la República Árabe Siria. Coordinador general de la revista humanística de política exterior bilingüe árabe - español: “Visión Venezuela”.


«Abalorios» de Javier Alexander Roa [San Fernando de Apure, 1968] Este libro antológico reúne íntegramente tres libros del autor... «Diosa», «Acuarius» y «Otro Abismo» así como algunos textos de los poemario «El Cuerpo Siempre» y «Para Nombrar lo inombrable». 


Safo

Esta mujer
extendida en el césped de mis miradas
no sabe cuánto anhelo besar el manjar de su jardín
no adivina que la vara mágica se estira
                       para profanar los delicados instintos

Sé que su belleza adolece de caricias
de ternura que no puedo asimilar con mis dedos
Ella me enloquece
cuando va por la avenida cruzando la lluvia
y el paraguas se hace casa
sombra plástica arropada de pájaros

Esta mujer que dormita bajo árboles ardidos
toca mis sueños por las noches
como toca el viento la puerta de mi habitación
y yo despierto
y abro mi horizonte
y encuentro a un hombre insaciable
lejos de todo alimento
y de toda perturbación
por culpa de un violín que se deshila
                                  entre mis fibras

Esta mujer enamorada de otra
-no quisiera-
vaya a hacerme entrar en sus orígenes

Del Poemario: El Cuerpo Siempre



Invitación para una mujer Virgen

Quédate a contemplar la belleza efímera
acércate a esa fuente que besa el cuerpo
de pájaro atravesado
tal vez despiertes asombrada
por las primeras fosforescencias de la noche
tal vez esa luz destile de tus ojos la vigilia
de amores idos
y de vidas rasgadas en su centro

Aproxímate a lamer versatilidad 
de la carne erecta
y sé mujer alada por ángeles místicos
abierta al juego
y a la desgracia
Sé inmortal en esa hora
cuando remiendas el placer de tu amante
de tu novio
de tu amigo
o del que no conoces

Entrégate totalmente al impulso de saberte nada
y de sentirte hundida hasta la plenitud del vértigo
hasta sentirte bella
y sucia como el día que termina

Apresúrate a romper el sagrado pétalo
que te claustra
y te obliga a estar ajena a lo divino
a lo metafísico 
y a lo enfermo

Desnúdate
aprende a ser inmensamente hembra
inmensamente diosa
bajo el cuerpo salvaje de los hombres
…. o de otras

 Del Poemario: El Cuerpo Siempre




Funeral de las hadas

Bosques sombreados conducen a mi casa
Por allí camino trasnochado
con los poetas de todas las generaciones
Walt Whitman con su barba blanca 
toca los manantiales de mi imaginario
mientras Allen Ginsberg 
nos ayuda a recoger las latas vacías del camino
y apaga los fuegos incandescentes del arcoíris

Todos vamos apresurados 
al funeral de las hadas

William Blake nos espera bajo un árbol 
lleno de ángeles
cuyas alas relucientes 
brillan entre las ramas
De pronto
con saltos muy ligeros
se pierde un gnomo
de nombre Gelindo Casasola
quien persigue a Borges      
a Kavafis     
a Eliot
a Rimbaud      
a Omar Kayán   
y a Javier Alexander Roa

En la orilla del río descansa
 –bajo la sombra de un puente-
Aristóteles y Plotino
Platón juega entre las hierbas 
con un adolescente

Un pájaro cruza atravesado de canto 

Al fin todos nos hemos encontrado 
en la casa de la palabra
y hablamos bajo un mismo idioma

Acompañados 
decidimos despojarnos de la ropa
y seguir libres caminando
a través de las hojas secas
y las piedras desnudas

Con nuestras miradas se queman las cosas
Entramos en la espesura
y en los animales salvajes

Atrás van quedando los reyes
y los hombres opulentos 
de mágicos tesoros
Atrás van quedando 
Verlaine      
Ezra Paund      
Baudelaire “entre las flores del mal”
Atrás van quedando las generaciones adictas
                                     a lo efímero y al caos
Rabindranath Tagore canta sus mantras 
al llegar el sol
De lo alto
desde lo más alto
vemos encresparse la hermosura del día

Llegamos –advierte- un poeta sin nombre

Y el funeral es una feria de frutas
bailes 
y alumbramientos

Un jardín esplendido palpita

Y yo me hundo
como si estuviera muriendo
               y naciendo a la vez 

Del Poemario: Otro Abismo




JARDÍN FORNICADO POR PÁJAROS

                                                                               a Neida

En nuestros besos florece un jardín
JARDÍN JARDÍN JARDÍN
jar           -            dín 
verde
vergel
ver
en el patio 
como garden
gardeno
con granos de sol

Un gato cíclope sobre el techo
Una mariposa sorbiendo del césped 

Señor del campo
desgranando
maíz
del maizal
mazorcas
de moscas
amarillas
amarillentas de luz

Y el indio
endios
mezclado
en cenizas de tierra ceniza

Vuela un periódico vacío

Pájaro JARDÍN 
hembra
posada
lindo juguete de plástico
parece pedazo de pubis
masturbado

Y nosotros
y no (s) otros
encima
de rosas coloradas
de colores
desteñidos
desnudos
fornicando entre espinas

¿Te gusta ser
jardinera de mi jardín?

JARDÍN
GARDEN
GARDENO
escupiendo lluvia
al río
devolviendo
devolviéndose
el agua
la caricia
de tu piel
en mi piel
abraza
arde
quema por dentro

Ladrón que roba de mí mismo
y no hay otra tú
y no hay otro yo
que mío
que tuyo
igual que flores 

Mucha muchacha amada
con amor
de JARDÍN
con espinas
y bombas 
anochecida
en los labios
de muchos

¿Quién cortó el himen de tu rosal?

Campesino indio albañil
no importa el color de la tierra
ni del ave árbol
alado

Ella y yo
rey y reina
encendidos
encendiendo
el sol
solo
del jardín
jar          -       dín
garden
gardeno

Del Poemario: Asuntos Domésticos



LETANÍAS DE LA SAGRADA DESTRUCCIÓN

Imperio Norte Americano             ten piedad
Grupo de los ocho                        ten piedad
Bomba de neutrones                    ten piedad
Trasnacionales                             óyenos
Transnacionales                           escúchanos
Genocidas del planeta tierra
                                                       tengan misericordia de nosotros
Presidentes de los países del mundo
                                                       tengan misericordia de nosotros
Narcotraficantes y sicarios de los inocentes
                                                       tengan misericordia de nosotros
Ejércitos con uniformes olivas de la OTAN
                                                       tengan misericordia de nosotros
Santo F – 16                                        
Santo B – 52
Santos misiles de los misiles               Ruega por nosotros
Madre del holocausto
Madre de las ráfagas de metralla
Madre del hambre
Madre del SIDA
Madre del invierno ácido
Madre de trata de blancas
Madre de los submarinos atómicos
Madre de la corrupción
Madre de la cocaína
Madre de los CLOM
Madre de las desgracias                         Ruega por nosotros
Virgen de los mutilados
Virgen del monóxido de carbono
Virgen de los principitos poderosos
Virgen del cigarrillo
Virgen fiel del Wisky                                Ruega por nosotros
Industrias destructoras de la capa de ozono
Jueces sin justicia
Niños abandonados                                 Ruega por nosotros
Vaso de sed
Vaso de la deshonra
Vaso de las frustraciones                         Ruega por nosotros
Rosa radiactiva
Columnas de asfaltos
Columnas de fuegos violetas
Casa derraizada de la faz de la tierra
Arca de la discordia
Puerta del infierno
Cielo sin estrellas
Cuerpos de los muertos
Agua con sal de aerosoles
Agua con contaminaciones químicas
Hospitales de los afligidos                            Ruega por nosotros
Reina del racismo
Reina de la homofobia
Reina de los delincuentes de cuello blanco
Reina de las bolsas plásticas
Reina del colesterol
Reina del fascismo
Reina de los cruceros tomahawk
Reina del Crack
Reina de los animales extinguidos 
Reina de las iglesias genocidas                             Ruega por nosotros
Reina de los medios de comunicación pagados                   
para castrarle la conciencia a los pueblos               Ruega por nosotros
Reina de los transexuales                                     Ruega por nosotros
Países del tercer mundo que se mueren de desidia 
Perdónalos G – 8
Países del tercer mundo que se mueren entre bombas de uranio
Perdónalos G – 8 
Países del tercer mundo que se mueren en esclavitud de los otros
Perdónalos G – 8
Roguemos todos por la salvación de la santa Trinidad:
muerte, muerte, más muerte
Roguemos por nosotros
para que seamos dignos de alcanzar felizmente
el último día de la creación

Del Poemario: Asuntos Domésticos




ACUARIUS

¿Qué decirle a la noche
mientras nos lleva a rastras? 

Un caballo ceniciento espera
                         en la otra orilla
y cuando escape al dominio de Orión
nos quemará la sal del cuerpo
aprisionada en nuestro signo genésico 

¿Crecerá el árbol o la semilla?

El oficio del arquero
es desprenderse del centro

Del Poemario: Acuarius





        23

Waza-ari
y no jodan
waza
jari  jari

La guerra en mi cántaro
canta

Ella
y yo
desnudos
como en el principio

Un viento helado entre los árboles

Un maíz
ardido 
de sol

Olor 
de pimienta
el pájaro

La noche
agujereada
de balas

Otro no
norte
es el sur

Neida subida en los ladrillos

Cielo azul
del omega
y yo perseguido por fantasmas 

Del Poemario: El amor no tiene tregua





HIRONDINA JOSHUA [16.534] Poeta de Mozambique

$
0
0


Hirondina Joshua 

Nació en Maputo, Mozambique, 31 de Mayo de 1987. 
No tiene ningún trabajo publicado en forma de libro.
Se integra en las antologías de poesía y prosa publicados por la Asociación de Escritores de Mozambique titulado "Esperanza y Certidumbre I y II", respectivamente. 
Antologiada también estaba en el libro "Mi Maputo es ...", publicado por Minerva. 
Tiene poemas publicados en el periódico News, la revista literatos, revistas brasileñas: Acrobat, Dentro de África, Òmnira. 
Es también en su poesía publicado en una antología español titulado "Alquimia del fuego". 
Se mencionó en el mundo de la edición del Premio de Poesía Nósside 2013. 

Colabora con la revista Òmnira.



POEMA 

                          Por las calles que atraviesas
                          Pasan rostros distantes
                          Improvisados por el viento
                          Suenan canticos lejanos
                          Directamente en mi lucidez cenicienta.
                          No consigo verte
                          Soy prisionera de mí misma
                          Y con anteojos gigantes veo el Amor

Y esto no tenía que haber sucedido porque el Amor es ciego
                  Y ni tuvo que ser así porque e Amor es ciego

Extraido de la revista LITERATAS Nº 47 



Invenção

De súbito, 
o desejo despeja-se 
no corpo inventado, 
há uma contemplação invisível.
É momento de luz:
Uma mão pronuncia a voz do interior 
e outra subjacente vagueia 
no ar procurando o dom do amor. 



Abstracção 

No fogo, 
Reside a pupila abstracta do poema. 
Ou um coração... 
No idioma soturno da língua. 



Adeus 

Pretendo chegar a Deus 
Sílaba a sílaba 
Com sangue puro 
Como quem luta 
E nunca soube o que é lutar 
Sou inerme 
Na carne da substância pura: 
Matéria do trabalho cósmico, 
Fenómeno do fogo 
“Strictu sensu”. 
Chamo a Deus 
No semblante amorfo da música. 








Concerto com Deus

Música soberba
cor do espaço
massa
na transparência
da síbala

Mundo
distância
insólitos
pedaços
poços
feito
abismo
imo
na garganta
do Verbo.


Vento

As folhas,
Insinuam a poesia
Do vento
E na raça clasdestina
Do universo:
Há uma boca
Que se abre
Para a matéria.



Ignoto Deo

Pretendo chegar a Deus
Sílaba a sílaba
Com sangue puro
Como quem luta
E nunca soube o que é lutar
Sou inerme
Na carne da substância pura:
Matéria do trabalho cósmico,
Fenómeno do fogo
“Stricto sensu”.
Chamo a Deus
No semblante amorfo da música.



Baptismo

Arde o pássaro
Na dança baptismal
Do vôo
Para que se complete
O ritual do nascimento.






YORGOS (GIÓRGOS) VEIS [16.535] Poeta de Grecia

$
0
0

YORGOS (GIÓRGOS) VEIS 

(1955)
Poeta, ensayista, novelista, crítico y traductor, nacido en Atenas. Es diplomático, sobre todo en países de Asia y África, cuyas civilizaciones han influido en su obra. Ha traducido a J.L. Borges y John Luther Long. Ha publicado 8 libros de poesía y 3 de prosa. Ha sido traducido al inglés, al árabe, al chino, al polaco, al alemán y al rumano. Ha recibido importantes reconocimientos: En 2000 el Premio Estatal de Testimonio, en 2007 el Premio Lambros Porfyras de la Academia de Atenas y en 2010 el Premio Estatal Crónica-Testimonio.  

Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio   
   Prólogo y traducción de Virginia López Recio  
http://www.omni-bus.com/n50/sites.google.com/





CLASES DE ANTROPOLOGÍA

La hora una caravana pegada al fango
con ruedas pinchadas veis imágenes estigmas
una finca más de Hiroshima nuestra lengua
tarde infectada
cabeza que se hizo balón en los pies del Domingo
nave espacial sin carburante
que perdió su órbita
los astronautas se enfadan
por no tener ya Tierra que ver
sino vasijas de los dioses rotas por cometas
olvidados, llenos de basuras de la mente ésos que éramos
y esta excelente letra A
el número 2014 algodón que se empapó
no puede sostener otros orines y lágrimas

que esta es la pesadilla
de todos los alcohólicos del mundo




ENCUENTROS

Parece que se ha caído hace tiempo
no puede mantenerse en pie
da un salto de vez en cuando
eructa existencias
el mendigo como gorrioncillo en la varilla
es aquél que llora números
ven a que lo levantemos pues
de su sucio charco
algunos, he sabido, lo llaman
Aqueronte   



LA DIADEMA

Apenas su vida hubo cambiado de página
Miró de frente a los carneros matados
otra feria inflamada de los musulmanes
creyó por un instante que se hallaba en un capítulo equivocado
buscó la salida de emergencia
pero sencillamente estaba allí parado
un segundo antes de que empezara la caída
sin frenos,
sin aire y nostalgia
sólo rencor




Γιώργος Βέης: 10 ανέκδοτα ποιήματα
Giórgos Veis 10 poemas inéditos


1. ΧΑΡΤΟΥΜ

Στον Γεράσιμο Δενδρινό

Η άμμος σηκώνεται πάλι,
όπως το χέρι να κρύψει το πρόσωπο, 
αργά στην αρχή
-η συντριβή διστάζει -
με δύναμη μετά και φούρια
να γίνει το πυκνό σεντόνι του πανικού
αδιαπέραστο από το νικημένο βλέμμα.
Σημάδι αλλαξοκαιριάς ή νέμεση του Νείλου;
Ναι, στο δρόμο του ο βήχας ό,τι κι αν βρει θα πνίξει.
Σκόνη καθεστώς.

Έπεται, σχεδόν πάντα, η έξαψη
η επιβίωσή μας μέσα στην ορμή μιας φύσης
ανώτερης του θανάτου.
Βλέπουμε πάλι τον κόσμο.
Επέτειος εικόνων που άντεξαν.
Ένα ποτήρι καθαρό νερό
η ανανέωση των προσδοκιών
για ένα μεγαλύτερο κι ευκολότερο
κέρδος.

2.ΜΑΘΗΜΑΤΑ ΑΝΘΡΩΠΟΛΟΓΙΑΣ

Η ώρα τροχόσπιτο κολλημένο στη λάσπη
με τρύπια λάστιχα βλέπεις εικόνες στίγματα
ένα ακόμα οικόπεδο Χιροσίμα η γλώσσα μας
κακοφορμισμένο απόγευμα
κεφάλι που έγινε μπάλα στα πόδια της Κυριακής
διαστημόπλοιο χωρίς καύσιμα
που έχασε την τροχιά του
οι αστροναύτες θυμώνουν
που δεν έχουν πια Γη να βλέπουν
αλλά σπασμένα αγγεία των θεών από κομήτες
ξεχασμένοι, γεμάτοι σκουπίδια του νου αυτοί που ήμασταν
κι αυτό το υπέροχο γράμμα Α
ο αριθμός 2014 μπαμπάκι που μούσκεψε
δεν μπορεί να κρατήσει άλλα ούρα και δάκρυα

πώς αυτό είναι ο εφιάλτης
όλων των αλκοολικών του κόσμου

3.ΕΝΟΤΗΤΑ ΣΤΗ ΒΑΣΗ

Μέσα στο ίδιο σπίτι κατοικούν κι άλλοι
δεν φαίνονται, αναπνέουν όμως μαζί μας
δεν ζητούν εκδίκηση ή θυσίες στο βωμό της ανάμνησης
έχουν χορτάσει φαίνεται μ΄ αυτά
όχι μνήμη, αλλά ενόραση ψιθυρίζουν
όχι μνήμη, αλλά ενόραση,
με το πρώτο φως της αυγής
θέλουν στοργή να δείξουν
στα παιδιά που έφυγαν
μέσα στο κλάμα.

4.ΣΤΗΝ ΕΞΟΧΗ
«Να μη διαλυθεί καμιά μέσα στο σύννεφο
από πολλή γνώση κι άλλη τόση ανέχεια σημαδεμένες
τρωτές και λαβωμένες ήδη του καιρού
αθύρματα της άγριας τύχης
ανάβουμε από την έγνοια
φωτοχυσία ξόδεμα σαγήνης
κάρβουνα μετά και στάχτη ονείρων
ή κάρβουνα σε τιμή ευκαιρίας
ή μήπως πλάνη;»
πρόλαβε να ρωτήσει η μέλισσα
λίγο προτού την καταπιεί ο κότσυφας.

5.ΣΥΓΚΑΤΟΙΚΟΙ

Βήματα πάλι του κατοικίδιου σπορέα
εκτός κι αν είναι το πέρασμα
από την κρεβατοκάμαρα στην κουζίνα
εκείνου του αόρατου ζώου των σπηλαίων
ναι
του χρωστάμε ακόμη λίγο αίμα
από τότε που μας βοήθησε να επιζήσουμε
την εποχή της μεγάλης ξηρασίας.

6.ΞΕΚΑΘΑΡΙΣΜΑ ΛΟΓΑΡΙΑΣΜΩΝ 

Πρέπει ν΄ αντέξω όπως ο κάστορας
την ορμή του ποταμού
ν΄ αρνηθώ όπως ο κόρακας το ξεφτισμένο σκιάχτρο του
να εξαντλήσω όπως η μύγα
όλες τις εκδοχές της εισβολής στη ζάχαρη
ν΄ ανεχτώ όλες τις ύβρεις του στερεώματος
όπως ο εκ γενετής ζητιάνος έχει μάθει ν΄ ανέχεται
και μετά να πετάξω πάνω από τα χαλάσματα του κόσμου
ένα καλαθάκι άχρηστες πράξεις και παραλείψεις
αερόστατο κήρυκας χωρίς καν λέξεις.

7.ΗΜΕΡΗΣΙΟ ΠΡΟΓΡΑΜΜΑ

Ακούω: Πανορμίτης.χρυσελεφάντινο.Κομοτηνή...
τις θυμάμαι
ακριβώς όπως τις συλλάβισα τότε για πρώτη φορά
τις ήθελα όμως αποκλειστικά δικές μου στο άμεσο μέλλον
ο θησαυρός του Δημοτικού Σχολείου
όπου η κάθε καινούργια λέξη
από τον Δάσκαλο κυρίως
ή τον διπλανό μου στο θρανίο
που δεν σήκωνε κεφάλι από τα βιβλία του
η κάθε καινούργια χώρα στον ρυτιδιασμένο χάρτη
δίπλα στον μαυροπίνακα

έκπληξη από ύπαρξη.

8.ΠΛΑΤΕΙΑ ΑΜΕΡΙΚΗΣ

Μια βδομάδα στεγνός, λάβαρο της πείνας
άλλοι βαστάνε δυο βδομάδες
μεγάλο ζόρι, μισοσπασμένα κλαδιά της αντοχής
το δικό του όριο οι δέκα μέρες
μετά θα λυγίσει μέσα στα ένδοξα χρώματα του φθινοπώρου
για μια μπουκιά εξάρτηση
στον περίβολο της Εκκλησίας των Βαπτιστών
με τα Φύλλα Χλόης αγκαλιά
ανυπόταχτο Χάρλεμ, ματωμένο Μπρονξ.

9.Η ΦΕΝΑΚΗ ΤΗΣ ΜΟΥΣΙΚΗΣ

Συνοικία μοιάζει απέξω, μέσα κρύβει το χάος
εξοντωτική ήπειρος αχανής των ματαιοτήτων
η μαύρη τρύπα των ματιών
θυμάσαι μήπως πού έμενα;
Επιστρέφω μετά από χρόνια και είναι κρύο
σειρήνες όχι πανικού αλλά εκδίκησης τώρα
δεν είχα προβλέψει εμφύλιο
σε λίγο άδειες πλατείες
θα μας χωρέσουν φαντάσματα.

10.ΟΚΤΩΒΡΙΟΣ

Η σταθερή επέτειος του σώματος
υπόμνηση ή ανακύκληση γενεθλίων στιγμών
πάντως ένα εργαστήριο σκέψης
ανοικτό στο μέλλον: 18/10.

Η ανενδοίαστη αυτοπεποίθηση του ημερολογίου
η κυριαρχία των μηνών
ίσως θα καταρριφθεί κάποτε
από το κορμάκι όλων των συγκινήσεων 
που θα εμφανισθεί ακέραιο
όπως ποτέ πριν,
ρομφαία.






STELIOS KARAGIANNIS [16.536] Poeta de Grecia

$
0
0

STELIOS KARAGIANNIS 

(1956)
Poeta, ensayista y traductor, que nace en la isla de Samos. Doctor en Filosofía por la Universidad de Ioánnina con una Tesis sobre José Ortega y Gasset. También ha cursado estudios de postgrado en el Dpto. de Teoría de la Literatura de la Universidad de Granada. En 1997 publicó en Atenas el libro de poesía: El discurso relevante. Ha traducido a Joles Sennell, Graciela Montes, Rafael Estrada, Ricardo Alcántara, Jun Farias y Gloria Cecilia Díaz, entre otros. Poemas suyos han sido traducidos al español, al inglés y al alemán. Es Consejero de Educación en el Ministerio de Educación Griego e imparte Literatura Española en la Universidad Abierta de Grecia.


Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio   
 Prólogo y traducción de Virginia López Recio  
http://www.omni-bus.com/n50/sites.google.com/





LOS MITÓGRAFOS

Vivía entonces en el piso más oscuro
del poema –y para que no se me malinterprete −
quiero decir del extraño poema
que aún no he escrito;
por las noches llegaban imprevisibles
mis amigos los viajeros,
                               entre ellos
también Odiseo.
                               Llevaba siempre una
Indumentaria deshilachada – no pensé jamás
en el motivo −se echaba entonces
                                               frustrado
en un sillón y empezaba a fumar
con ansia su cigarrillo.
                               Por qué me atormentas
por las noches con estas historias
fantásticas tuyas -me decía-,
                               deja por fin que viva también
yo
mi propia vida, la verdadera.
En cuanto a mí, por supuesto, no lo escuchaba
en absoluto; como hechizado le hablaba
de Tenysson, de Joyce, de Cavafis.
No me confundas más con los mitógrafos, me decía,
ellos han arruinado mi vida.





LOS DOS FUNÁMBULOS

Lo sabes, no es el miedo lo que me asusta, se volvió y dijo el funámbulo joven al mayor, allí en lo alto, en el trapecio, bajo la bóveda del music-hall. Lo sé, dijo el otro inquieto, habiendo clavado ya su mirada en la grada. A este miedo ya nos hemos acostumbrado. La cuestión son sus ojos insaciables.



-


YORGOS (GIÓRGOS) BLANAS [16.537] Poeta de Grecia

$
0
0

        
YORGOS (GIÓRGOS) BLANAS 

(1959)
Poeta y traductor. Ha trabajado como cartero, bibliotecario, librero y mecanógrafo. Se dedica a la poesía, la traducción y la corrección de textos. Ha publicado más de una decena de libros de poesía. Poemas suyos han sido traducidos al francés, al alemán y al chino para ser incorporados a antologías. En 2012 recibe el Premio de Poesía de la revista Diavaso.


Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio   
 Prólogo y traducción de Virginia López Recio  
http://www.omni-bus.com/n50/sites.google.com/




UN HÉROE DE J. L. BORGES
LOGRÓ ESCENIFICAR LA VIDA

Cada niño muerto abre un agujero en los escenarios de la vida.
Por allí caen las pertenencias del Paraíso:
decorados rotos, espadas de cartón,
trajes de ángeles desempleados.

Las almas de los niños las recogen
las llevan puestas y son perseguidas
en las superficies de las lágrimas maternas.





LA POESÍA ES UNA COLADA TENDIDA
EN EL PATIO DEL PARAÍSO

Los poetas duermen como pájaros
en medio de la propicia serenidad de los bosques.

La nieve extiende su cabello
en sus ojos de madera
la lluvia empapa su corazón
y el sol seca sus pensamientos
en los claros.

Avanzada la tarde
un abuelo celeste
recoge versos doblándolos
como sábanas relucientes.





-

KOSTAS RISAKIS [16.538] Poeta de Grecia

$
0
0


KOSTAS RISAKIS

(1960)
Poeta y editor, que nace y vive en Lamía, Grecia. Su primera aparición como literato tiene lugar en la revista Nea Poría en 1983. Ha publicado 5 poemarios. Durante muchos años editó y dirigió la revista literaria Párodos.


Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio   
  Prólogo y traducción de Virginia López Recio  
http://www.omni-bus.com/n50/sites.google.com/




LA MANERA DE LOS POETAS

¿que te ayude?, preguntó la muerta
cogiendo una a una las cajas
y llevándolas infatigablemente
sin apenas esperar respuesta

¡cómo me cuidas también desde allí!,
me volví entonces para decirle

recién despertado en mi almohada húmeda
con una loca esperanza en el corazón
turbia noche, pesada noche, osada noche

-Y ¡ay! si anquilosaran los sueños de los poetas

una luna amarga escribiría el miedo en las sombras
¡no habría manera de esconderse en los brazos de una madre!




ÁGUILA

De nuevo en mi sueño me tiraron piedras
(y yo era claro objetivo del poema)
desnudo con mis heridas infectadas
agarrando el horror de la guerra de piedras
con mis dedos arqueados
dentro de una nube pasando la vida en penumbra
luchaba y escribía, siempre escribía como águila
a la altura de mi peor sueño !








-

ZANASIS JATSÓPULOS [16.539] Poeta de Grecia

$
0
0

ZANASIS JATSÓPULOS 

Zanasis Jatsópulos nació en Aliveri (Eubea) en 1961. Estudió Medicina y se especializó en Psiquiatría infantil. En la actualidad vive en Atenas y se dedica al psicoanálisis; es miembro de la Société de Psychanalyse Freudienne de París. Ensayista, antólogo, traductor —ha traducido, entre otros, a Michel Tournier, Philippe Jaccottet, Chateaubriand, Cioran, Valery y Virginia Woolf— y poeta.


Su poesía ha sido traducida a varios idiomas; en castellano contamos con Verbos para la rosa. Esbozo de poética (traducción de Vicente Fernández González, Málaga, Miguel Gómez, 2002). «Con el quebrado hálito del tiempo» pertenece a Πρόσωπο με τη γη [Cara a tierra] (Atenas, 2013), su último poemario.



Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio                                                       
Prólogo y traducción de Virginia López Recio  
http://www.omni-bus.com/n50/sites.google.com/



EN EL PATIO DE LA ESCUELA

Escuela vacía, mitad de julio
Y en el patio desierto
Contando las piedras de la tapia
Como cantero de las palabras un niño loco
Sopesa su ausencia
La única cuerda solitaria que aún blande
En su corazón como en una mandolina
La única existencia que conoce
Que lo lleve atrás en su vida
Palabra a palabra como el pulso
Que continuamente persigue en la vena su sombra
Y que conduce como sol las entrañas

El calor bate vacío en mitad del patio
Y un niño loco aprende el sol
Desde su corazón
Da patadas a los guijarros en el patio
Y oye: Se alargan
Los perros de las sombras acercándose
Con ladridos

En el patio vacío en mitad de julio
Se estremece el verano y del bochorno
Revientan como huevos prehistóricos los guijarros
Un niño loco mide
el largo y el ancho corriendo de arriba abajo

Nadie en este desierto
Y la verdad lo calienta, desierto en la pasión
Al día siguiente, se habrá hecho de nuevo piedra desde el principio

Al siguiente, un anciano se detiene en el patio de la escuela
¿Cómo se ríe mirando al sol de frente?
Sus pocos dientes no dejan un lugar
Para el brillo al mediodía
Y sólo se abre una boca vacía y oscura
Cuando traga el silencio de las palabras
Y más allá camina solo
Murmurando a sí mismo canciones
Tirando piedras en el silencio, maldiciones 







El autor de la traducción de este libro es Vicente Fernández González (Talavera de la Reina, 1953) gracias a la cual obtuvo el Premio Nacional de Traducción de España el año 2003.
Jatsópulos, Zanasis [Θανάσης Χατζόπουλος]
Verbos para la rosa. Esbozo de poética [Ρήματα για το ρόδο. Σχεδίασμα ποιητικής]
Trad. cast. Vicente Fernández González Málaga,
Miguel Gómez Ediciones (Cuadernos de Trinacria)


CIRCO 
      
Una apuesta de equilibrios es el circo. Diálogo de destreza y precisión bajo pena de muerte. Equilibrio del caballo que galopa alrededor del foso, equilibrio de la pirámide humana, equilibrio de funambulista sobre la cuerda, equilibrio de terror del domador en la jaula, equilibrio de la fiera entre el silencio y el movimiento, equilibrio de coordinación y habilidad en el aire de los acróbatas entre los trapecios. Una apuesta de equilibrios dinámicos es la vida. Equilibrios en la política, en la vida social, en la vida amorosa, en la vida interior. Las pasiones, que alguna vez se encuentran en equilibrio. Un sistema de equilibrios es el poema. Como un castillo de naipes. Si quitas una palabra de la base, se desmorona.

ZANASIS JATSÓPULOS, Verbos para la rosa, Cuadernos de Trinacria, Málaga, 2002, p. 53.




PALÍNDROMO O IMAGEN DEL ALMA 

Para traspasar un objeto con la vista hace falta ver más allá de la letra y a través de la cosa, hace falta, según la habitual expresión de la ciencia ficción, atravesarlo con un rayo. La misma visión hay que tener para percibir que el nombre A n n a, bastante común, pues se ha presentado con frecuencia ante tus ojos, se puede leer del derecho y del revés, como un palíndromo. Lo atraviesa un espejo invisible que brilla de repente, sólo un instante —definitivo—, en el centro del nombre. An... na... Semejante palíndromo es la vida. El poema surge justamente cuando el derecho y el revés se confunden y ofrecen la misma imagen; pues en su imagen reflejada las cosas, aunque falsas, siguen siendo iguales. Cambia solo la mirada y el sentido de la mirada que las ve. Su alma se refleja, igual e inmutable, en la prolongación imaginaria en el fondo del globo ocular, invertida trágicamente inútil, pero la misma en esencia. Si vas a tocarla con la mano, tropiezas en la lisa y engañosa superficie del espejo.

ZANASIS JATSÓPULOS, Verbos para la rosa, Cuadernos de Trinacria, Málaga, 2002, pp. 31-32.






EL POETA, LA POESÍA, EL POEMA

La presencia de la poesía en la vida cotidiana del ser humano y en las pequeñas e incontables cosas que existen a su alrededor, es algo que pocos intuyen y que muchos menos alcanzan a ver y se atreven a confirmar. Esa presencia poética, sin embargo, es la protagonista del conjunto de textos que componen el libro Verbos para la rosa. Esbozo de poética del poeta griego Zanásis Jatsópulos. Textos convertidos en teoría poética o, mejor dicho, en pura poesía.

Jatsópulos, nacido en Aliveri (Eubea) en 1961, nos advierte que la poesía afortunadamente no es escrita sólo por los que se llaman poetas y que, además, no necesita lectores. La poesía es la existencia misma y el poema lo existente. Jatsópulos nos habla del poema cuando éste aún aletea en la punta de la pluma del poeta, cuando se confunde con el tiempo y vuela como una cometa, y nos ayuda a comprender el poema definiéndolo como un sistema de equilibrios. Como un castillo de naipes que se desmorona si quitas una palabra de la base. Y tras poesía y poema, Zanásis Jatsópulos nos presenta al poeta como un guerrero que, sin conocimiento interior, corre el peligro de caer en el vacío o en el asesinato, en el asesinato de la lengua. Un poeta que…

…“Como el director de orquesta, con sus gestos extraños para los no iniciados, que constituyen un código. Se dirige a los músicos, que ejecutan con rigor y precisión las instrucciones y los gestos, ajustándolas en sonidos de sintaxis perfectas: la cuerda con el viento y la percusión, con el silencio y con las pausas. Como el director de orquesta, el poeta orquesta en su interior las palabras, las organiza, les da aliento, cuerpo y soplo, las marca con extraños movimientos que requieren descodificación para ser comprendidos. Así los entrega, movimientos y sonidos con palabras ordenadas e imágenes; un poema, que incluso quien no comprende los singulares movimientos del director de orquesta puede escuchar y sentir, como la música incomprendida que casi sin comprenderlo entra en la sangre y viaja por las células hasta la medula de los huesos. Allí prende una palpitación en lo –aparentemente- más sólido e inmóvil del cuerpo, en los huesos. Es decir, allí donde reside lo más móvil e inútil, el alma.”

Personalmente, la lectura de este libro me ha marcado no sólo como lector de poesía, sino también (y sobre todo) como ser humano que busca la belleza y la liberación en cada rincón de su alrededor, en cada instante de su vida y en cada latido de su corazón.

»»»

Zanásis Jatsópulos estudió Medicina y se especializó en Psiquiatría infantil. Poesía y psicoanálisis son sus dos principales ocupaciones hasta hoy en su vida y en su profesión. Además de poesía, escribe ensayos sobre literatura que se publican en revistas literarias y en periódicos.


Con el quebrado hálito del tiempo

a Vicky

Áspera quietud


Monte de un instante impenetrable
Y nosotros a los pies
Con la plegaria en los labios
De una silente deidad

Cruzamos intempestivos
La penitencia del silencio




El fragor de las esquilas conduce el sendero

Escuchamos

Pasos de generaciones trazaron el surco
Bajando la garganta
(La flora ha conservado íntegro el tiempo)
Personas y animales

Su hablar llega hasta aquí
Su escucha a nuestro oído

Restos de animales
En la tierra y el barranco
Donde no puede manada
Humana descolgarse

Hablan tras las huellas
De la monocromía del esquisto
Y del eco seco de la espinas
Hasta los matices del día

Al subir
Estos se apagan

El vaho de la roca
Dura geometría de la sal
(Planos de mil olas)

Con el quebrado hálito del tiempo
Enlaza desnudando

El habla de la roca
Con agujas del mar
En el filo de la memoria

Tiene un dios sus soledades
Pero los pies conocieron el escabroso
Sendero en el transcurso de las horas

Allí llegamos
A la estival ausencia del antiguo arroyo
El lecho habla del tiempo
(Cantos rodados, troncos gastados por el agua)
Y del sol
(Señales de piedra sin tallar)

Allí respiramos buscando una
Pausa en la enfermedad
Que tantos años ya nos minaba
El ritmo de la sangre

Recuperó el instante la salud

Descabalgamos

Era yo una piedra que arrojaron lejos y cayó

Eras una piedra que arrojaron lejos, a mi lado




Sopla viento

Cual pastor en su rebaño de olas
Silba y ellas obedecen
Lanzando a diestra y siniestra las caniculares
Islas, a conducir con
Sus ladridos las aguas





-

CLOE KUTSUBELI [16.540] Poeta de Grecia

$
0
0

   
CLOE  KUTSUBELI 

(1962)
Poeta, novelista y dramaturga, nacida en Tesalónica. Estudió Derecho. Ha publicado 7 libros de poesía, 1 novela y 1 obra teatral. Ha sido traducida al inglés, al francés, al alemán, al italiano y al búlgaro.



Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio   
Prólogo y traducción de Virginia López Recio  
http://www.omni-bus.com/n50/sites.google.com/




CANCELACIÓN

Aquel día sería puntual
pero un cuervo devoró el sendero
y me perdí en el bosque,
luego alguien le desplazó las agujas
al reloj de cuerda en el salón
y me retrasé veinte años.
Te hubiera avisado seguro,
pero las palomas mensajeras
con sobrepeso se quedaron clavadas en los cables.
Y cuando llegara
te abrazaría
si no estuviera en medio la mesita de hierro.
Por eso te digo.
No te apenes.
Y manda esta ausencia de hojalata
a reciclar.





INSTRUCCIONES ÚTILES PARA EL DUELO

Mantenedlo domado en el patio.
Algunas noches dejad la puerta abierta.
Subirá a la cama,
manchas densas en las sábanas
bocados en el pecho, en el cuello.
Lo oiréis aullar.
No lo encadenéis jamás.
Os conoce.
De manera más profunda de lo que jamás entenderéis.
Lo conocéis.
Es el cordón umbilical que os ata a la memoria.
Dormía bajo la mosquitera.
Cortaba en trozos las carnes de la muñeca
cuando se peleaban los padres
desgarraba las almohadas
cuando se retiraban los amados.
Con un único movimiento os come el corazón.
Jamás luchéis contra él,
ni durmáis con educados desconocidos en hoteles baratos
únicamente por no aguantar el ladrido rabioso.
Acariciadlo tiernamente, exponedlo públicamente.
Un paseo por el parque con la grieta abierta,
el cráter horizontal que borbotea, ayuda.
Y, sobre todo, no escribáis poemas.
Lo irritan:
Luego se revuelca en rosas negras.
En general, permaneced serenos y agradecidos.
No olvidéis.
El duelo existe para cubrir el vacío absoluto. 








-

ELSA KORNETI [16.541] Poeta de Grecia

$
0
0
     


ELSA KORNETI 

(1969)
Elsa Korneti nació en Munich, Alemania, y se crió en Grecia. Estudió Economía en la Universidad de Macedonia-Salónica en Grecia y en la Universidad de Trier en Alemania. Durante más de diez años trabajó como periodista para varios periódicos y revistas literarias magazines. Collaborating con ella publica ensayos, reseñas de libros, traducciones, poemas, cuentos. Ha publicado un libro de traducciones con poemas de Homero Aridjis. Ha sido galardonada con el primer premio en un concurso de cuentos nacional y el primer premio en un concurso nacional de poesía para un libro de poemas inédito. Ha publicado 5 libros de poesía, “In the Shell’s Spiral” (2007), “Eternal Bird Droppings” (2007), “A Bouquet of Fish Bones” (2009). “Tin Pearl” (2011), “The gluttonous Emperor and an insignificant bird” (2012).

Dos de sus poemarios publicados se han distinguido:  “Α bouquet of fish bones” (2009) and the “Tin Pearl” (2011), ambos nominados en la lista para el Premio Nacional de Poesía.


Γεννήθηκε στο Μόναχο. Ζει κι εργάζεται στη Θεσσαλονίκη ως διευθύνων σύμβουλος επιχείρησης. Σπούδασε οικονομικά στην Ελλάδα και στη Γερμανία. Για μια δεκαετία εργάστηκε ως δημοσιογράφος σε εφημερίδες και άλλα έντυπα. Συνεργάζεται τακτικά με λογοτεχνικά περιοδικά, όπου και δημοσιεύει δοκίμια, βιβλιοκρισίες, μεταφράσεις, ποιήματα, διηγήματα. Έχει εκδώσει 5 ποιητικές συλλογές και ένα βιβλίο με μεταφράσεις από τα ισπανικά, ποιημάτων του σημαντικού Μεξικανού ποιητή Ομέρο Αρίτζις. Έχει δημοσιεύσει αποσπασματικά μεταφράσεις της σημαντικών ποιητικών έργων από τα γερμανικά, αγγλικά, ιταλικά και ισπανικά. Έχει λάβει το πρώτο βραβείο σε Πανελλήνιο διαγωνισμό διηγήματος και σε Πανελλήνιο διαγωνισμό ανέκδοτης ποιητικής συλλογής. Η ποιητικές της συλλογές «Ένα μπουκέτο ψαροκόκαλα» 2009 και «Κονσέρβα Μαργαριτάρι» 2011 ήταν υποψήφιες για το Κρατικό Βραβείο στη βραχεία λίστα της Ποίησης. Ποιήματά της έχουν μεταφραστεί στα αγγλικά, γερμανικά, ισπανικά και βουλγαρικά και έχουν δημοσιευθεί σε ξένες ανθολογίες και περιοδικά. Εξέδωσε τις ποιητικές συλλογές: Στη σπείρα του κοχλία (2007), Η αιώνια κουτσουλιά (2007), Ένα μπουκέτο ψαροκόκαλα (2009), Κονσέρβα Μαργαριτάρι (2011), Ο λαίμαργος αυτοκράτορας κι ένα ασήμαντο πουλί (2012).



Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio   
Prólogo y traducción de Virginia López Recio  
http://www.omni-bus.com/n50/sites.google.com/


COMPADECIENDO LA HUMANIDAD

Me quedo asombrado
Y me miro
Me he convertido en lo que siempre soñaba
 
Marchando de manera lenta y firme
Sirvo de modo sumiso al orden 
Sigo con terquedad el camino recto
Me quedo quieto donde me dejan
Mis rígidas articulaciones
Cuando me caigo, tengo dificultad para levantarme
Una llave me agujerea con insistencia la espalda
No me quejo nunca
Sin queja todo lo soporto
Con sentimientos metálicos
Con lengua inexistente
Me dejo a la merced
De cuantos me destrozan De cuantos me rompen
De cuantos me dan patadas De cuantos me tiran
Pero a mí me basta 
con que me recuerden para siempre
 
Por lo que siempre soñaba
Por lo que me he convertido:
Un Hombrecillo de Cuerda




 
EL POEMA A-NORMAL VIVE Y SE INCUBA

Hay hombres dignos e indignos
Hay hombres honestos y deshonestos
Hay hombres que viven ocultos
En una cripta dentro de sí
Hay hombres que viven como relojes
Con un espíritu que se mueve entre arandelas y muelles
Su tiempo persigue su mundo y su mundo
Persigue su tiempo
Ninguna verdad es verdadera
Ninguna realidad es real
Todo es una invención
El hombre asimila el poema
El poema asimila al hombre
El orden asimila el caos
El caos se traga el orden
El poema a-normal vive y se incuba
La mente de los Hombres Normales se llena de huevos
Pronto el poeta
Deja de hablar
Simplemente canta
 
Queridos prójimos
No evitéis los errores
Caed en ellos
Como en los charcos
Del asfalto
También ellos prometen
Desterraros
A otros mundos
A otras realidades
Con la cortesía de la derrota
Siempre 
 
Recoged los peces de colores
De vuestras mentes desbordadas
Dejad las palabras equivocadas
Que se ruboricen de vergüenza
Las cosas bellas
No ansían vuestra atención
La hipocresía será siempre silenciosa
Y la envidia contagiosa
La lucha eterna
Entre envidiosos y anti-envidiosos
No busquéis en vano el humanitarismo
La mezquindad es un árbol de hoja perenne
Florece tanto en tiempos de mezquindad
Como en tiempos de grandeza




Το αυγό του Brancousi

Η γυναίκα μετέωρη ανάμεσα στο εκμαγείο και τον τοίχο
Ο άντρας αιχμάλωτος στο περίγραμμα

Έλα λοιπόν
Κάνε μια κίνηση
Όσο ακόμα η φωνή χαϊδεύει το βλέμμα

Η γυναίκα εκκολάπτεται μέσα στο εκμαγείο

Το ξέρεις ότι μπορείς
Σπάσε τη φόρμα

Το εκμαγείο μεγαλώνει
Η σχισμή στενεύει

Πες κάτι
Σπάσε το τετριμμένο

Πίσω από την καγκελόπορτα
εκείνος την κοιτάζει με απορία
προσπαθεί να καταλάβει
να καταλάβει ;

Η γυναίκα έξω από το εκμαγείο
Ραγίζει
Μη με κοιτάς
Κάνε μια αποκάλυψη
Ψάξε για μια παρέμβαση

Το κύμα βάφει τα δάχτυλα των ποδιών στο χρώμα
του κρόκου

Η γυναίκα ξαπλώνει κάτω από το εκμαγείο
το γύψινο σώμα άδειο
κέλυφος ωοειδές
χωρίς στίγματα

Οι λέξεις συγκροτούνται σε επεξήγηση
όσο το αντικείμενο απομακρύνεται
το κενό του χώρου μεγεθύνεται

Ένας άντρας θα εμφανιστεί τον οποίο θα ερωτευτεί
Αλλά όχι ακόμα




BRANCOUSI’S EGG

The woman suspended between the cast and the wall
The man captive in the outline

Come then
Make a move
While the voice still caresses the look

The woman is hatched in the cast

You know you can
Break the format

The cast grows larger
The slit gets narrower

Say something
Break with the trite

Behind the gate
he stares at her puzzled
trying to understand
to understand?

Outside the cast the woman
Cracks

Don’t stare at me
Make a revelation
Search for an intervention

The wave dyes the toes a saffron color

The woman lies beneath the cast
the plaster body empty
an oval shell
without markings

The words compose themselves in explanation
as the object moves away
the emptiness of the space grows larger

A man will appear with whom she’ll fall in love
But not yet

Translated by David Connolly




-

STAMATIS POLENAKIS [16.542] Poeta de Grecia

$
0
0

STAMATIS POLENAKIS 

(1970)
Poeta, dramaturgo y traductor, nacido en Atenas. Estudia en el Dpto. de Literatura Española de la Universidad Complutense de Madrid. Ha escrito obras de teatro y, junto a Dimitris Angelís y Dimitris Eleftherakis, ha publicado el libro: Con el revólver de Mayakovski (conversación sobre la poesía; Atenas, 2010). Desde 2002 hasta hoy ha publicado siete poemarios. Ha traducido obras teatrales del español al griego y alguna obra dramática suya ha sido representada en Atenas. Es un poeta lírico con influencias de Livaditis y en sus poemas hay referencias a la literatura rusa. 


Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio   
Prólogo y traducción de Virginia López Recio  
http://www.omni-bus.com/n50/sites.google.com/


EL TRINEO DE TRAKL

Hay veces, creo, en las que el breve paso de un poeta por la vida es seguido por fenómenos inexplicables. El 3 de noviembre del año 1914, a medianoche exactamente, el cielo de Cracovia se iluminó con brillos repentinos. Fue en aquel momento exactamente cuando la quinceañera María Braunek, muda de nacimiento, comenzó de repente a hablar en una lengua ininteligible. Sólo ella había entendido la verdad, sólo ella había visto el trineo de Trakl planeando por encima de los hielos.



TRILLO DEL DIAVOLO

Y si el diablo os toca de repente a la puerta en mitad de una noche lluviosa, abridle de inmediato sin ningún titubeo, habrá llegado simplemente a tocaros al violín una espléndida sonata (gustan al diablo este tipo de visitas), así exactamente (una noche semejante) se le presentó al compositor Giuseppe Tartini, aunque yo no estaba presente en aquel encuentro, puedo fácilmente recrearlo, pues algo así debieron de oírse las últimas palabras de despedida del diablo hacia el músico:
De forma gratuita te ofrezco esta sonata y no exijo tu alma ni nada, lo único que busco es la música, débil artimaña para burlar un poco al tiempo en este infierno de aquí en que todos nos encontramos.




EL CREPÚSCULO DE GUSTAV ASCHENBACH

Yo, Gustav Aschenbach, último habitante de una ciudad que se hunde, desperté una noche con música suave tocada por una orquesta de muertos, soñé que caminaba por un inmenso desierto cegado por el sol de la belleza y de la muerte. El último barco silba al zarpar, nos quedamos nosotros dos, Tadzio; solos completamente, en medio de un mundo de ciegos, tú y yo y las ruinas de Venecia bajo la lluvia. 






Stamatis Polenakis
Translated by Richard Pierce


I Know not what tomorrow will bring

I know not what tomorrow will bring
I, the poet Fernando Pessoa
dreamt that I am all the persons
who ever existed, I am the eyes of my mother
filled with tears, I am the thousands
who perished in the Lisbon earthquake
and a sick dog raoming about amongst the ruins.
I am Ricardo Reis, Bernardo Soares
and so many others whom I have forgotten.
I am someone who holds his lamp
in a deserted house.
Someone else, not I, is in anguish all alone
on a hospital bed- i know not what tomorrow will bring-
Today i am simply a man
about to die.






Δεν ξέρω τι θα φέρει το αύριο

Δεν ξέρω τι θα φέρει το αύριο. Εγώ ο ποιητής Φερνάντο Πεσσόα
ονειρεύτηκα ότι είμαι όλοι οι άνθρωποι που υπήρξαν, είμαι τα μάτια της μητέρας μου
σκεπασμένα με δάκρυα, είμαι οι χιλιάδες νεκροί του σεισμού της Λισσαβόνας και ένα άρρωστο
σκυλί που τριγυρνά στα ερείπια. Είμαι ο Ρικάρντο Ρέις, ο Μπερνάρντο Σουάρες
και τόσοι ακόμα που τους ξεχνώ.
Είμαι κάποιος που κρατά μια λάμπα σ'ένα έρημο σπίτι.
Κάποιος άλλος, όχι εγώ, αγωνιά ολομόναχος στο κρεββάτι ενός νοσοκομείου- I know not what tomorrow will bring-
Σήμερα είμαι απλώς ένας άνθρωπος που πεθαίνει.





The Wanderer

My fate is Athens
yet before me I see only
the thick forests of Bohemia
I hear the rain falling today
at Marienbad just
as it was an entire century ago, the wind
whistling in the ramshackle window
of that hotel abandoned
by its tenants years ago

Everything recurs, everything sinks slowly
in this grey ocean of time
like the rusty key in the door
that someone forgot in the haste
of the departure, or a trip my father took
on a train at night in the wild countryside
the winter of '75 in a coach
with broken windows.





Περιπλανώμενος

Μοίρα μου είναι η Αθήνα
αλλά δεν βλέπω μπροστά μου
άλλο από τα πυκνά δάση της Βοημίας
ακούω τη βροχή που πέφτει σήμερα στο Μαρίενμπαντ
ίδια όπως πριν έναν ολόκληρο αιώνα, τον άνεμο που σφυρίζει
μέσα από ξεχαρβαλωμένα παράθυρα
σ` αυτό το ξενοδοχείο που οι ένοικοί του
έχουν εγκαταλείψει εδώ και χρόνια

Όλα επανέρχονται, όλα βυθίζονται αργά
σ` αυτή τη γκρίζα θάλασσα του χρόνου
όπως το σκουριασμένο κλειδί στην πόρτα
που κάποιος ξέχασε πάνω στη βιασύνη
της αναχώρησης ή ένα ταξίδι
του πατέρα μου με τραίνο- νύχτα στην άγρια επαρχία-
χειμώνας του `75 σ` ένα βαγόνι
με σπασμένα τζάμια.










-

Viewing all 7276 articles
Browse latest View live


<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>