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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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FEDERICO UHRBACH [16.469]

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Federico Uhrbach Campuzano

Poeta cubano, representante del modernismo durante los primeros años del siglo XX.

En su poesía se notan dos tendencias atendiendo a los tiempos en que la escribe. Primeramente – en Gemelas y Oro – se abrazó al modernismo y resulta muy reconocible la influencia que sobre él ejerció su amigo y maestro Julián del Casal, uno de los grandes poetas que ha dado Cuba. Ese movimiento hace énfasis en lo estético, en el logro de la belleza. Se distingue por su exotismo, cosmopolitismo, espíritu de evasión. Gran interés en la elegancia, el refinamiento de la expresión literaria.

Biografía

Nació en el seno de una familia acomodada en Matanzas el 1 de octubre de 1873. Junto a su hermano, Carlos Pío Uhrbach (nacido en 1872 y muerto en el campo de la lucha revolucionaria en 1897), cursó los primeros estudios en su lugar de origen. Continuó con él su educación en los Estados Unidos, regresó a Matanzas y se trasladó después a La Habana. Los dos colaboraron en La Habana Elegante (1893-1895), El Fígaro (1893-1927) y Gris y Azul (1894). Ambos concurrieron a las reuniones que, en una atmósfera artística y literaria, se celebraban en casa de la familia juana-borrero-pierra- y a las que también asistía el poeta Julián del Casal.

En 1895, se comprometió con Elena Borrero, poetisa como sus hermanas Juana Borrero Pierra (novia de Carlos Pío) y Dulce María Borrero de Luján. Al año siguiente, fue a Cayo Hueso, donde contrajo matrimonio con Elena. Colaboró en la Revista de Cayo Hueso, El Yara, El Expedicionario, Las Tres Américas, Cuba y América. Fundó, en unión de José Govín, el semanario separatista Los Azules.

De nuevo en Cuba, formó parte de la redacción de El Fígaro, tuvo a su cargo secciones fijas en El Heraldo y La Nación, y colaboró en El País, La Discusión y Letras. Su obra Dolorosa, con música de Eduardo Sánchez de Fuentes, fue estrenada en el Teatro Nacional en [[[1910]] y puesta en escena, en 1911, en el Teatro Balbo de Turín. Su obra literaria obtuvo mención en la Exposición Nacional de La Habana en 1911. Cesanteado de su cargo de Jefe de Negociado de la Propiedad Intelectual, conoció días de miseria. Ocupó otros cargos burocráticos en la Secretaría de Instrucción Pública.

El conjunto de poemas bajo el título “Flores de hielo”, primer libro de Federico, y “Camafeos” de su hermano Carlos Pío, fueron publicados en un solo volumen, Gemelas (1894). Figuró en la antología Arpas cubanas (1904) y, más tarde, recopiló toda la producción poética de ambos en el tomo titulado Oro (Imp. Avisador Comercial, La Habana, 1907), en el que no se hace constar la autoría de ninguno de los dos sobre los textos.

Dejó inéditos un libro de cuentos escrito en colaboración con su hermano, varios volúmenes de prosa y verso: “Collar de cuentos”, “El dolor de la vida”, “Rimas para ella”, “Más allá”, “Trigales de oro”, “Diafanidad”, y la fantasía lírica Niebla de ensueño, que fue llevada a la escena en La Habana. Usó los seudónimos “Tulio Arcos”, “Jorge Brummel” y “René de Vinci”.

Fue miembro fundador de la Academia Nacional de Artes y Letras, y secretario de su Sección de Literatura.

Federico Uhrbach es una figura representativa de esa frustración generalizada de los primeros años de la república en Cuba. Su obra, poéticamente unida a la de su hermano, es de una infatigable fidelidad al modernismo y al poeta Julián del Casal, que ejerció una gran influencia en los medios literarios cubanos de la época. La estética de amelia-pelaez-y-del-casal se había convertido en un ideal y se puede hablar de un verdadero culto a su imagen. Uhrbach representa, justamente, la más prolongada supervivencia del modernismo casaliano.

El momento poético más intenso de Federico Uhrbach es Resurrección (1916), de un modernismo hecho de intimidad lírica, notas vagas y medio tono, donde alcanza una relación más estrecha con la vida gracias a la moderación. Su especial sensibilidad ennoblece la imagen de sus mejores poemas. Sirva de ejemplo “Bertica”, dedicado a su hermana muerta, una de las mejores elegías familiares de toda nuestra poesía, en la que Uhrbach alcanza su momento más conmovedor.

De él dijo Juan Marinello:

 “Es un feliz y espontáneo maridaje entre la actitud discretamente romántica y los modos más amplios, libres y sonoros del rubendarismo.”

La obra de Federico Uhrbach cuenta con pocos lectores en nuestros días. La pobre divulgación que ha tenido, contribuye a su desconocimiento. Ninguno de sus libros ha sido editado por segunda vez. La Editorial Letras Cubanas, en 1989, publicó una selección de sus poemas

Federico Uhrbach murió en La Habana el 31 de julio de 1932.


Para unas voces

En la penumbra incierta del historiado coro
disuélvese un perfume como de castidades,
y de la nave inmensa las blancas soledades
invade un leve soplo de virginal decoro.

De los erguidos cirios la lágrima de oro
tiembla al errar el vuelo de espiritualidades
que emana de las voces del coro, en suavidades
flexibles, tenues, leves, como hálito sonoro.

la vibración postrera se extingue de las voces,
y aún se perciben vagos, como sedosos roces
que pueblan el silencio de los sitiales almos;

y el único interroga, si en la alta sillería
expira lentamente la santa melodía
o inícianse en el alma desconocidos salmos.




Los aguinaldos

Al poeta Félix L. Campuzano

Los aguinaldos! Flores de pascua, los aguinaldos 
de caprichosas constelaciones visten los prados 
y hay en la nieve de sus guirnaldas, tiernos reclamos 
como de vírgenes, con sus corolas de tonos cándidos. 

Con el encaje maravilloso de sus estrellas, 
van simulando del azul cielo la comba inmensa, 
y cada brote traza un remedo de la áurea selva; 
toda la Lira, toda la Virgen, todas las Pléyades. 

Conquistadores, su escala tienden hasta la cima 
de agrestes palmas, donde columpian sus campanillas, 
que con sus vuelos breves transforman y glorifican 
los viejos troncos en camapanarios de alma infinita. 

En los fugaces deslumbramientos de la mañana, 
al desprenderse de las corolas chispas de agua, 
sueña el encanto que se desprenden de las arcadas 
como repiques interminables de alegres dianas. 

En el ambiente vago de ensueño con que la tarde 
finge á los tristes que la persiguen abandonarse, 
los aguinaldos con su perfume llenan el aire 
como de un soplo de languideces crepusculares. 

En las penumbras embalsamadas de suaves noches, 
cuando el silencio, sólo el silencio flébil responde, 
riman un salmo de opacas notas las lbancas flores, 
como suspiros, como sollozos, como oraciones...
En las laderas reverdecidas de los caminos 
ó en los remansos llenos de sueño de claros ríos, 
mandan sonrisas como de tiernos labios amigos 
que tranquilizan las inquietudes del peregrino. 

Los aguinaldos con sus ruiseñas alternativas 
de verde y blanco, tejen idilios de frescas rimas, 
lo verde dice de églogas suaves de griega lírica, 
lo blanco dice de madrigales y eucaristías. 

Hay en el fondo de cada cáliz todo un poema 
de épicas rimas que desconoce la primavera, 
y que refiere rudas estrofas de la leyenda 
sólo entonadas por los bordones de las abejas; 

Cuando la sangre tiñó los campos de hirviente púrpura 
y sólo horrores iluminaba la absorta luna, 
fué de la abeja murmuradora la ronca música 
quien á las flores narró la historia de nuestras luchas; 

Y compasivos, los aguinaldos, de lo reveses 
que soportaban heroicamente las fieras huestes 
rindiendo el alma que oculta llevan sus castas nieves 
á nuestras huestes con las abejas, mandaron mieles. 

En las llanuras que fué sellando la cruda guerra 
con rojos signos que tributaban patricias venas, 
sobre la grana, cada aguinaldo, como una estrella, 
copiaba al astro, blasón y orgullo de la bandera. 

De la tragedia guardando altivos la hazaña heroica 
ó en la tragedia simbolizando misericordias, 
¡no hay una cumbre donde no canten alguna gloria 
ni hay una breña donde no infloren alguna fosa! 

Los aguinaldos! Flores de pascua, los aguinaldos 
de caprichosas constelaciones visten los prados, 
y no han logrado pasar gloriosos bajo sus arcos 
las primaveras, ni los otoños, ni los veranos.



FEDERICO UHRBACH
Vitales jugos de pujantes mieses
Josefina Ortega • La Habana


Dicen que fue la mitad menor de un ánima poética que se acunó entre dos hermanos matanceros de apellido Uhrbach. Sin embargo, Carlos Pío, el hermano mayor —por solo un año—, y estimado mejor poeta por algunos, murió primero —apenas con 25—; entonces Federico, muerto 34 años más tarde, entendió que el mejor homenaje era perpetuar la obra de la otra mitad.

Ambos fueron considerados poetas exquisitos, finos y elegantes. Habían nacido juntos a la poesía, en 1894, al publicar casi a dos manos Gemela, aunque la parte titulada Flores de hielo es de la autoría de Federico, mientras que la otra, Camafeos, se adjudica a Carlos. Muchos aseguraron, sin embargo, que no es posible saber con certeza qué parte corresponde a quien, de tan unidos que estuvieron ambos.

Los Uhrbach, como muchos otros de su generación, siguieron la senda de su coterráneo Julián del Casal. Cuentan que Carlos Pío, al caer en combate en 1897, militando en las tropas mambisas —con el grado de Teniente coronel—, tomó entre sus manos unos versos escritos al dorso de Ultima rima, obra de la poetisa Juana Borrero, de quien había sido prometido en un noviazgo apasionado y trágico.

En 1907 Federico —quien luego se casaría con Elena Borrero, hermana de Juana y poetisa también—, publicó Oro, con toda la obra de ambos, incluyendo la perteneciente a Gemela y otras muchas, sin aclarar la autoría de cada verso, aun cuando muchos creen que no pocos versos fueron escritos después de la muerte de Carlos.

Enrique Hernández Miyares escribió entonces: “No sé si Carlos Pío, muerto, vive; o si es que Federico vive muerto.”

Pero en opinión de Max Henríquez Ureña, Federico estaba vivo y bien vivo y escribió hacia 1909, por ejemplo, Amor de ensueño y romanticismo, “superior a su precedente obra poética”. Y en 1916 entregaba Resurrección, libro capital donde se revela “un alto poeta, tanto por su dominio de la forma cuanto por su sensibilidad exquisita. ”

Según Henríquez Ureña en este libro superviven la técnica y el gusto modernista, mientras que en Campanas de Noel logra “hábiles efectos onomatopéyicos, mediante estrofas en forma de zégel*.”

                  Resonad, campanas, campanas sonoras
                  campanas vibrantes, raudas tañedoras
                  de las luminosas matinales horas
                  que aclara el celeste, fúlgido roel


Federico durante la guerra del 95 vivió en Estados Unidos laborando en periódicos separatistas y luego de finalizada la contienda, ya en Cuba, fue fundador de la Academia Nacional de Artes y Letras. Fue cultivador del soneto parnasiano y su modernismo tenía “aristas de sutilísimas finuras, se mantiene dentro de una excelente discreción, sin tocar jamás en manifestaciones francas y rotundas” en opinión de Juan J. Remos.

En su laureado canto A la Patria escribía:

                  En el germen sangriento
                  que en tu seno aventaron los reveses,
                  duermen en doloroso sedimento
                  vitales jugos de pujantes mieses

Federico Uhrbach, autor del libreto de una opera titulada Dolorosa, compuesta por Sánchez de Fuente, llevó una existencia modesta y retraída, sobre todo poco antes de su muerte, ocurrida en La Habana en 1931.

* Zéjel o zégel: (Del árabe. zeyel.) Composición poética popular de origen árabe, formada por un estribillo temático inicial y por un número variable de estrofas compuestas de tres versos monorrimos, seguidos de otro verso de rima constante, igual a la del estribillo.





JULIÁN DEL CASAL [16.470]

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Julián del Casal

Julián del Casal y de la Lastra (La Habana, Cuba  7 de noviembre de 1863 - 21 de octubre de 1893) fue un poeta y escritor cubano y uno de los máximos exponentes del modernismo julian del casal ocupa un lugar meritorio dentro del modernismo rubendariano en Latinoamérica.

Nació en La Habana el 7 de noviembre de 1863, hijo de Julián del Casal y Ugareda, natural de Vizcaya, y María del Carmen de la Lastra y Owens, natural de Artemisa,donde fundó un periódico, escrito a mano, que llevó por título El Estudiante. Julián del Casal obtuvo el título de Bachiller en 1879.

Publicó su primer poema conocido en un semanario de arte, ciencia y literatura llamado El Ensayo, en el número editado el 13 de febrero de 1881. Ese mismo año comenzó a trabajar como escribiente en el Ministerio de Hacienda e ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana. No obstante, abandonó sus estudios de leyes para dedicarse a la literatura.

En noviembre de 1888 emprendió un viaje a Europa con la pretensión de visitar París, ciudad que le atraía enormemente. Sin embargo, este viaje se vio frustrado. Estuvo en Madrid, donde trabó amistad con Salvador Rueda y con Francisco Asís de Icaza, y finalmente regresó a Cuba en 1889 sin haber llegado a visitar la capital de Francia. De vuelta a su país, comenzó a acudir a las tertulias de la Galería Literaria y en 1890 publicó su primer libro de poemas Hojas al viento. Abandonado su puesto en Hacienda, trabajó como corrector y luego como periodista. En estos años conoce a Juana Borrero.

En 1891 había llegado Rubén Darío a La Habana, con quien Casal entabló amistad. El primero le dedicó a éste El clavicordio de la abuela; Casal, por su parte, había conseguido ese mismo año que La Caricatura apareciera el poema de Darío La negra Dominga; también publicó en La Habana Elegante un artículo sobre su amigo el 5 de enero de 1893.

La tarde del 21 de octubre de 1893, en la redacción de La Habana Elegante, Casal escribió un suelto al que dio el título de Mi libro de Cuba, que trata del texto de Lola Rodríguez de Tió. También corrigió parcialmente las pruebas de su libro Bustos y rimas. Esa misma noche murió súbitamente en la sobremesa de una familia amiga, en casa del doctor Lucas de los Santos Lamadrid. En un ataque de risa provocado por un chiste de uno de los presentes, se le produjo una hemorragia y sufrió la mortal rotura de una aneurisma.



    
A LA BELLEZA

¡Oh, divina Belleza! Visión casta
      De incógnito santuario,
Ya muero de buscarte por el mundo
      Sin haberte encontrado.

Nunca te han visto mis inquietos ojos,
      Pero en el alma guardo
Intuición poderosa de la esencia
      Que anima tus encantos.

Ignoro en qué lenguaje tú me hablas,
      Pero, en idioma vago,
Percibo tus palabras misteriosas
      Y te envío mis cantos.

Tal vez sobre la Tierra no te encuentre,
      Pero febril te aguardo,
Como el enfermo, en la nocturna sombra,
      Del Sol el primer rayo.

Yo sé que eres más blanca que los cisnes,
      Más pura que los astros,
Fría como las vírgenes y amarga
      Cual corrosivos ácidos.

Ven a calmar las ansias infinitas
      Que, como mar airado,
Impulsan el esquife de mi alma
      Hacia país extraño.

Yo sólo ansío, al pie de tus altares,
      Brindarte en holocausto
La sangre que circula por mis venas
      Y mis ensueños castos.

En las horas dolientes de la vida
      Tu protección demando,
Como el niño que marcha entre zarzales
      Tiende al viento los brazos.

Quizás como te sueña mi deseo
      Estés en mí reinando,
Mientras voy persiguiendo por el mundo
      Las huellas de tu paso.

Yo te busqué en el fondo de las almas
      Que el mal no ha mancillado
Y surgen del estiércol de la vida
      Cual lirios de un pantano.

En el seno tranquilo de la ciencia
      Que, cual tumba de mármol,
Guarda tras la bruñida superficie
      Podredumbre y gusanos.

En brazos de la gran Naturaleza,
      De los que hui temblando
Cual del regazo de la madre infame
      Huye el hijo azorado.

En la infinita calma que se aspira
      En los templos cristianos
Como el aroma sacro de incienso
      En ardiente incensario.

En las ruinas humeantes de los siglos,
      Del dolor en los antros
Y en el fulgor que irradian las proezas
      Del heroísmo humano.

Ascendiendo del Arte a las regiones
      Sólo encontré tus rasgos
De un pintor en los lienzos inmortales
      Y en las rimas de un bardo.

Mas como nunca en mi áspero sendero
      Cual te soñé te hallo,
Moriré de buscarte por el mundo
      Sin haberte encontrado.





 A LA CASTIDAD

Yo no amo la mujer, porque en su seno
Dura el amor lo que en la rama el fruto,
Y mi alma vistió de eterno luto
Y en mi cuerpo infiltró mortal veneno.

Ni con voz de ángel o lenguaje obsceno
Logra en mí enardecer al torpe bruto,
Que si le rinde varonil tributo
Agoniza al instante de odio lleno.

¡Oh, blanca Castidad! Sé el ígneo faro
Que guíe el paso de mi planta inquieta
A través del erial de las pasiones,

Y otórgame, en mi horrendo desamparo,
Con los dulces ensueños del poeta
La calma de los puros corazones.




 A LA PRIMAVERA

Rasgando las neblinas del Invierno
Como velo sutil de níveo encaje,
Apareces envuelta en el ropaje
Donde fulgura tu verdor eterno.

El cielo se colora de azul tierno,
De rojo el Sol, de nácar el celaje,
Y hasta el postrer retoño del boscaje
Toma también tu verde sempiterno.

¡Cuán triste me parece tu llegada!
¡Qué insípidos tus dones conocidos!
¡Cómo al verte el hastío me consume!

Muere al fin, creadora ya agotada,
O brinda algo de nuevo a los sentidos...
¡Ya un color, ya un sonido, ya un perfume!





 MI MADRE

No fuiste una mujer, sino una santa
Que murió de dar vida a un desdichado,
Pues salí de tu seno delicado
Como sale una espina de una planta.

Hoy que tu dulce imagen se levanta
Del fondo de mi lóbrego pasado,
El llanto está a mis ojos asomado,
Los sollozos comprimen mi garganta

Y aunque yazgas trocada en polvo yerto,
Sin ofrecerme bienhechor arrimo,
Como quiera que estés siempre te adoro,

Porque me dice el corazón que has muerto
Por no oírme gemir, como ahora gimo,
Por no verme llorar, como ahora lloro.




 A UN AMIGO

  (Enviándole los versos de Leopardi)

¿Eres dichoso? Si tu pecho guarda
Alguna fibra sana todavía,
Reserva el don que mi amistad te envía,
¡El tiempo de apreciarlo nunca tarda!

Mas si cruel destino te acobarda
Y tu espíritu, hundido en la agonía,
Divorciarse del cuerpo sólo ansía
Porque ya nada de la vida aguarda,

Abre ese libro de inmortales hojas,
Donde el genio más triste de la Tierra
—Águila que vivió presa en el lodo—

Te enseñará, rimando sus congojas,
Todo lo grande que el dolor encierra
Y la infinita vanidad de todo.





UN DICTADOR

Noble y altivo, generoso y bueno
Apareciste en tu nativa tierra,
Como sobre la nieve de alta sierra
De claro día el resplandor sereno.

Torpe ambición emponzoñó tu seno
Y, en el bridón siniestro de la guerra,
Trocaste el suelo que tu polvo encierra
En abismo de llanto, sangre y cieno.

Mas si hoy execra tu memoria el hombre,
No del futuro en la extensión remota
Tus manes han de ser escarnecidos;

Porque tuviste, paladín sin nombre,
En la hora cruel de la derrota,
El supremo valor de los vencidos.






A UN HÉROE

Como galeón de izadas banderolas
Que arrastra de la mar por los eriales
Su vientre hinchado de oro y de corales,
Con rumbo hacia las playas españolas,

Y, al arrojar el áncora en las olas
Del puerto ansiado, ve plagas mortales
Despoblar los vetustos arrabales
Vacío el muelle y las orillas solas;

Así al tornar de costas extranjeras,
Cargado de magnánimas quimeras,
A enardecer tus compañeros bravos,

Hallas sólo que luchan sin decoro
Espíritus famélicos de oro
Imperando entre míseros esclavos.




AL JUEZ SUPREMO

No arrancó la Ambición las quejas hondas
Ni el Orgullo inspiró los anatemas
Que atraviesan mis mórbidos poemas
Cual aves negras entre espigas blondas.

Aunque la Dicha terrenal me escondas
No a la voz de mis súplicas le temas,
Que ni lauros, ni honores, ni diademas
Turban de mi alma las dormidas ondas.

Si algún día mi férvida plegaria,
¡Oh, Dios mío!, en blasfemia convertida
Vuela a herir tus oídos paternales,

Es que no siente mi alma solitaria,
En medio de la estepa de la vida,
El calor de las almas fraternales.






 AL MISMO

  (Enviándole mi retrato)

No busques tras el mármol de mi frente
Del Ideal la esplendorosa llama
Que hacia el templo marmóreo de la Fama
Encaminó mi paso adolescente;

Ni tras el rojo labio sonriente
La paz del corazón de quien te ama,
Que entre el verdor de la florida rama
Ocúltase la pérfida serpiente.

Despójate de vanas ilusiones,
Clava en mi rostro tu mirada fría
Como su pico el pájaro en el fruto,

Y sólo encontrarás en mis facciones
La indiferencia del que nada ansía
O la fatiga corporal del bruto.





ANTE EL RETRATO DE JUANA SAMARY

Nunca te conocí, mas yo te he amado
Y, en mis horas amargas de tristeza,
Tu imagen ideal he contemplado
Extasiándome siempre en su belleza.

Aunque en ella mostrabas la alegría
Que reta a los rigores de la suerte,
Detrás de tus miradas yo advertía
El terror invencible de la muerte.

Y no te amé por la sonrisa vana
Con que allí tu tristeza se reviste;
Te amé, porque en ti hallaba un alma hermana,
Alegre en lo exterior y dentro triste.

Hoy ya no atraes las miradas mías
Ni mi doliente corazón alegras,
En medio del cansancio de mis días
O la tristeza de mis noches negras;

Porque al saber que de tu cuerpo yerto
Oculta ya la tierra tus despojos,
Siento que algo de mí también ha muerto
Y se llenan de lágrimas mis ojos.

¡Feliz tú que emprendiste el raudo vuelo
Hacia el bello país desconocido
Donde esparce su aroma el asfodelo
Y murmura la fuente del olvido!

Igual suerte en el mundo hemos probado,
Mas ya contra ella mi dolor no clama:
Si tú nunca sabrás que yo te he amado
Tal vez yo ignore siempre quién me ama.





   
BLANCO Y NEGRO

          I

Sonrisas de las vírgenes difuntas
En ataúd de blanco terciopelo
Recamado de oro; manos juntas
Que os eleváis hacia el azul del cielo
Como lirios de carne; tocas blancas
De pálidas novicias absorbidas
Por ensueños celestiales; francas
Risas de niños rubios; despedidas
Que envían los ancianos moribundos
A los seres queridos; arreboles
De los finos celajes errabundos
Por las ondas del éter; tornasoles
Que ostentan en sus alas las palomas
Al volar hacia el Sol; verdes palmeras
De les desiertos africanos; gomas
Árabes en que duermen las quimeras;
Miradas de los pálidos dementes
Entre las flores del jardín; crespones
Con que se ocultan sus nevadas frentes
Las vírgenes; enjambres de ilusiones
Color de rosa que en su seno encierra
El alma que no hirió la desventura;
Arrebatadme al punto de la Tierra,
Que estoy enfermo y solo y fatigado
Y deseo volar hacia la altura,
Porque allí debe estar lo que yo he amado.

          II

Oso hambriento que vas por las montañas
Alfombradas de témpanos de hielo,
Ansioso de saciarte en las entrañas
Del viajador; relámpago del cielo
Que amenazas la vida del proscrito
En medio de la mar; hidra de Lerna
Armada de cabezas; infinito
Furor del Dios que en líquida caverna
Un día habrá de devorarnos; hachas
Que segasteis los cuellos sonrosados
De las princesas inocentes; rachas
De vientos tempestuosos; afilados
Colmillos de las hienas escondidas
En las malezas; tenebrosos cuervos
Cernidos en los aires; homicidas
Balas que herís a los dormidos ciervos
A orillas de los lagos, pesadillas
Que pobláis el espíritu de espanto;
Fiebre que empalideces las mejillas
Y el cabello blanqueas; desencanto
Profundo de mi alma, despojada
Para siempre de humanas ambiciones;
Despedazad mi ser atormentado
Que cayó de las célicas regiones
Y devolvedme al seno de la nada...
¿Tampoco estará allí lo que yo he amado?





    
AUTOBIOGRAFÍA

Nací en Cuba. El sendero de la vida
Firme atravieso, con ligero paso.
Sin que encorve mi espalda vigorosa
La carga abrumadora de los años.

Al pasar por las verdes alamedas,
Cogido tiernamente de la mano,
Mientras cortaba las fragantes flores
O bebía la lumbre de los astros,
Vi la Muerte, cual pérfido bandido,
Abalanzarse rauda ante mi paso
Y herir a mis amantes compañeros,
Dejándome, en el mundo, solitario.

¡Cuán difícil me fue marchar sin guía!
¡Cuántos escollos ante mí se alzaron!
¡Cuán ásperas hallé todas las cuestas!
Y ¡cuán lóbregos todos los espacios!
¡Cuántas veces la estrella matutina
Alumbró, con fulgores argentados,
La huella ensangrentada que mi planta
Iba dejando, en los desiertos campos,
Recorridos en noches tormentosas,
Entre el fragor horrísono del rayo,
Bajo las gotas frías de la lluvia
Y a la luz funeral de los relámpagos!

Mi juventud, herida ya de muerte,
Empieza a agonizar entre mis brazos.
Sin que la puedan reanimar mis besos,
Sin que la puedan consolar mis cantos.
Y al ver, en su semblante cadavérico,
De sus pupilas el fulgor opaco
—Igual al de un espejo desbruñido—,
Siento que el corazón sube a mis labios,
Cual si en mi pecho la rodilla hincara
Joven titán de miembros acerados.

Para olvidar entonces las tristezas
Que como nube de voraces pájaros
Al fruto de oro entre las verdes ramas,
Dejan mi corazón despedazado,
Refúgiome del Arte en los misterios
O de la hermosa Aspasia entre los brazos,

Guardo siempre, en el fondo de mi alma,
Cual hostia blanca en cáliz cincelado,
La purísima fe de mis mayores,
Que por ella, en los tiempos legendarios,
Subieron a la pira del martirio,
Con su firmeza heroica de cristianos,
La esperanza del cielo en las miradas
Y el perdón generoso entre los labios.

Mi espíritu, voluble y enfermizo,
Lleno de la nostalgia del pasado,
Ora ansia el rumor de las batallas,
Ora la paz de silencioso claustro,
Hasta que pueda despojarse un día
—Como un mendigo del postrer andrajo—,
Del pesar que dejaron en su seno
Los difuntos ensueños abortados.

Indiferente a todo lo visible,
Ni el mal me atrae, ni ante el bien me extasio,
Como si dentro de mi ser llevara
El cadáver de un Dios, ¡de mi entusiasmo!

Libre de abrumadoras ambiciones,
Soporto de la vida el rudo fardo,
Porque me alienta el formidable orgullo
De vivir, ni envidioso ni envidiado,
Persiguiendo fantásticas visiones,
Mientras se arrastran otros por el fango
Para extraer un átomo de oro
Del fondo pestilente de un pantano.




CREPUSCULAR

Como vientre rajado sangra el ocaso,
Manchando con sus chorros de sangre humeante
De la celeste bóveda el azul raso,
De la mar estañada la onda espejeante.

Alzan sus moles húmedas los arrecifes
Donde el chirrido agudo de las gaviotas,
Mezclado a los crujidos de los esquifes,
Agujerea el aire de extrañas notas.

Va la sombra extendiendo sus pabellones,
Rodea el horizonte cinta de plata,
Y, dejando las brumas hechas jirones,
Parece cada faro flor escarlata.

Como ramos que ornaron senos de ondinas
Y que surgen nadando de infecto lodo,
Vagan sobre las ondas algas marinas
Impregnadas de espumas, salitre y yodo.

Ábrense las estrellas como pupilas,
Imitan los celajes negruzcas focas
Y, extinguiendo las voces de las esquilas,
Pasa el viento ladrando sobre las rocas.





    
CAMAFEO

¿Quién no le rinde culto a tu hermosura
Y ante ella de placer no se enajena,
Si hay en tu busto líneas de escultura
Y hay en tu voz acentos de sirena?

Dentro de tus pupilas centelleantes,
Adonde nunca se asomó un reproche,
Llevas el resplandor de los diamantes
Y la sombra profunda de la noche.

Hecha ha sido tu boca purpurina
Con la sangre encendida de la fresa,
Y tu faz con blancuras de neblina
Donde quedó la luz del Sol impresa.

Bajo el claro fulgor de tu mirada
Como rayo de sol sobre la onda,
Vaga siempre en tu boca perfumada
La sonrisa inmortal de la Gioconda.

Desciende en negros rizos tu cabello
Lo mismo que las ondas de un torrente,
Por las líneas fugaces de tu cuello
Y el jaspe sonrosado de tu frente.

Presume el corazón que te idolatra
Como a una diosa de la antigua Grecia,
Que tienes la belleza de Cleopatra
Y la virtud heroica de Lucrecia.

Mas no te amo. Tu hermosura encierra
Tan sólo para mí focos de hastío...
¿Podrá haber en los lindes de la Tierra
Un corazón tan muerto como el mío?



  
EL ADIÓS DEL POLACO

Al pie de la blanca reja
De una entreabierta ventana,
Donde la luz se refleja
De la naciente mañana,

Está un polaco guerrero
Henchido de patrio ardor,
Dando así su adiós postrero
A la virgen de su amor.

—¿No escuchas el sonido
Del clarín estruendoso de batalla
Y el hórrido estampido
Del tronante cañón y la metralla?

¿No ves alzarse al cielo
Rojo vapor de sangre que aún humea,
Mezclándose en su vuelo
Al humo negro de incendiaria tea?

¿No ves las numerosas
Huestes bajar desde la cumbre al llano,
Hollando las hermosas
Flores que esparce pródigo el verano?

¿No ves a los tiranos
Desgarrar de la patria inmaculada,
Con infamantes manos,
La veste azul de perlas recamada?

Polonia, enardecida
Por el rigor de sus constantes penas,
Álzase decidida
A romper para siempre sus cadenas.

Al grito de venganza
Sus esforzados hijos valerosos,
Empuñando la lanza,
Se arrojan al combate presurosos.

Tu amor abandonando,
Audaz me lanzo a la feroz pelea,
Pobre paria buscando
Muerte a la luz de redentora idea.

Ni el tiempo ni la ausencia
Harán que olvide tu cariño tierno.
¡En la humana existencia
Sólo el primer amor es el eterno!

Adiós. Si de la gloria
A merecer no alcanzo los favores
Conserva en tu memoria
El recuerdo feliz de mis amores.

Dame el último beso
Con el postrer adiós de la partida,
Para llevarlo impreso
Hasta el postrer instante de la vida.

Dijo. La joven lo estrecha
En sus brazos, con pasión,
En llanto amargo deshecha,
Oprimido el corazón.

Veloz como el raudo viento,
Él al combate voló.
¡Siempre al patriótico acento
El amor enmudeció!


  
EL ANHELO DE UNA ROSA

A Manuel de la Cruz

Yo era la rosa que, en el prado ameno,
Abrí mi cáliz de encendida grana,
Donde vertió sus perlas la mañana,
Como en un cofre de perfumes lleno.

Del lago azul en el cristal sereno
Vi mi corola retratarse ufana,
Como ante fina luna veneciana
Ve una hermosura su marmóreo seno.

Teniendo que morir, porque el destino
Hizo que breve mi existencia fuera,
Arrojándome al polvo del camino;

Anhelo estar en mi hora postrimera,
Prendida en algún seno alabastrino
O en los rizos de oscura cabellera.




EL CAMINO DE DAMASCO

A Manuel Gutiérrez Nájera

Lejos brilla el Jordán de azules ondas
Que esmalta el Sol de lentejuelas de oro,
Atravesando las tupidas frondas,
Pabellón verde del bronceado toro.

Del majestuoso Líbano en la cumbre
Erige su ramaje el cedro altivo,
Y del día estival bajo la lumbre
Desmaya en los senderos el olivo.

Piafar se escuchan árabes caballos
Que a través de la cálida arboleda,
Van levantando con sus férreos callos
En la ancha ruta, opaca polvareda.

Desde el confín de las lejanas costas
Sombreadas por los ásperos nopales,
Enjambres purpurinos de langostas
Vuelan a los ardientes arenales.

Ábrense en las llanuras las cavernas
Pobladas de escorpiones encarnados,
Y al borde de las límpidas cisternas
Embalsaman el aire los granados.

En fogoso corcel de crines blancas,
Lomo robusto, refulgente casco,
Belfo espumante y sudorosas ancas,
Marcha por el camino de Damasco.

Saulo y eleva su bruñida lanza
Que a los destellos de la luz febea,
Mientras el bruto relinchando avanza,
Entre nubes de polvo centellea.

Tras las hojas de oscuros olivares
Mira de la ciudad los minaretes,
Y encima de los negros almenares
Ondear los azulados gallardetes.

Súbito, desde lóbrego celaje
Que desgarró la luz de hórrido rayo,
Oye la voz del célico mensaje;
Cae transido de mortal desmayo,

Bajo el corcel ensangrentado rueda,
Su lanza estalla con vibrar sonoro
Y, a los reflejos de la luz, remeda
Sierpe de fuego con escamas de oro.



  
NEUROSIS

Noemí, la pálida pecadora
De los cabellos color de aurora
Y las pupilas de verde mar,
Entre cojines de raso lila,
Con el espíritu de Dalila,
Deshoja el cáliz de un azahar.

Arde a sus plantas la chimenea
Donde la leña chisporrotea
Lanzando en tono seco rumor,
Y alzada tiene su tapa el piano
En que vagaba su blanca mano
Cual mariposa de flor en flor.

Un biombo rojo de seda china
Abre sus hojas en una esquina
Con grullas de oro volando en cruz,
Y en curva mesa de fina laca
Ardiente lámpara se destaca
De la que surge rosada luz.

Blanco abanico y azul sombrilla,
Con unos guantes de cabritilla
Yacen encima del canapé,
Mientras en la tapa de porcelana,
Hecha con tintes de la mañana,
Humea el alma verde del té.

Pero ¿qué piensa la hermosa dama?
¿Es que su príncipe ya no la ama
Como en los días de amor feliz,
O que en los cofres del gabinete
Ya no conserva ningún billete
De los que obtuvo por un desliz?

¿Es que la rinde cruel anemia?
¿Es que en sus búcaros de Bohemia
Rayos de luna quiere encerrar,
O que, con suave mano de seda,
Del blanco cisne que ama Leda
Ansía las plumas acariciar?

¡Ay! es que en horas de desvarío
Para consuelo del regio hastío
Que en su alma esparce quietud mortal,
Un sueño antiguo le ha aconsejado
Beber en copa de ónix labrado
La roja sangre de un tigre real.


  
NIHILISMO

Voz inefable que a mi estancia llega
En medio de las sombras de la noche,
Por arrastrarme hacia la vida brega
Con las dulces cadencias del reproche.

Yo la escucho vibrar en mis oídos,
Como al pie de olorosa enredadera
Los gorjeos que salen de los nidos
Indiferente escucha herida fiera.

¿A qué llamarme al campo del combate
Con la promesa de terrenos bienes,
Si ya mi corazón por nada late
Ni oigo la idea martillar mis sienes?

Reservad los laureles de la fama
Para aquellos que fueron mis hermanos:
Yo, cual fruto caído de la rama,
Aguardo los famélicos gusanos.

Nadie extrañe mis ásperas querellas:
Mi vida, atormentada de rigores,
Es un cielo que nunca tuvo estrellas,
Es un árbol que nunca tuvo flores.

De todo lo que he amado en este mundo
Guardo, como perenne recompensa,
Dentro del corazón, tedio profundo,
Dentro del pensamiento, sombra densa.

Amor, patria, familia, gloria, rango,
Sueños de calurosa fantasía,
Cual nelumbios abiertos entre el fango
Sólo vivisteis en mi alma un día.

Hacia país desconocido abordo
Por el embozo del desdén cubierto:
Para todo gemido estoy ya sordo,
Para toda sonrisa estoy ya muerto.

Siempre el destino mi labor humilla
O en males deja mi ambición trocada:
Donde arroja mi mano una semilla
Brota luego una flor emponzoñada.

Ni en retornar la vista hacia el pasado
Goce encuentra mi espíritu abatido:
Yo no quiero gozar como he gozado,
Yo no quiero sufrir como he sufrido.

Nada del porvenir a mi alma asombra
Y nada del presente juzgo bueno;
Si miro al horizonte todo es sombra,
Si me inclino a la tierra todo es cieno.

Y nunca alcanzaré en mi desventura
Lo que un día mi alma ansiosa quiso:
Después de atravesar la selva oscura
Beatriz no ha de mostrarme el Paraíso.

Ansias de aniquilarme sólo siento
O de vivir en mi eternal pobreza
Con mi fiel compañero, el descontento,
Y mi pálida novia, la tristeza.





POST UMBRA

Cuando yo duerma, solo y olvidado,
    Dentro de oscura fosa,
Por haber en tu lecho malgastado
    Mi vida vigorosa;

Cuando en mi corazón, que tuyo ha sido,
    Se muevan los gusanos
Lo mismo que en un tiempo se han movido
    Los afectos humanos;

Cuando sienta filtrarse por mis huesos
    Gotas de lluvia helada,
Y no me puedan reanimar tus besos
    Ni tu ardiente mirada;

Una noche, cansada de estar sola
    En tu alcoba elegante,
Saldrás, con tu belleza de española,
    A buscar otro amante.

Al verte mis amigos licenciosos
    Tan bella todavía,
Te aclamarán, con himnos estruendosos,
    La diosa de la orgía.

Quizá alguno, ¡oh, bella pecadora!,
    Mirando tus encantos,
Te repita, con voz arrulladora
    Mis armoniosos cantos;

Aquellos en que yo celebré un día
    Tus amores livianos,
Tu dulce voz, tu femenil falsía,
    Tus ojos africanos.

Otro tal vez, dolido de mi suerte
    Y con mortal pavura,
Recuerde que causaste tú mi muerte,
    Mi muerte prematura.

Recordará mi vida siempre inquieta,
    Mis ansias eternales,
Mis sueños imposibles de poeta,
    Mis pasiones brutales.

Y, en nuevo amor tu corazón ardiendo,
    Caerás en otros brazos,
Mientras se esté mi cuerpo deshaciendo
    En hediondos pedazos.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Pero yo, resignado a tu falsía,
    Soportaré el martirio.
¿Quién pretende que dure más de un día
    El aroma de un lirio?





    
QUIMERAS

Si escuchas ¡oh adorada soñadora!
      Mis amorosas súplicas,
Siempre serás la reina de mi alma
Y mi alma la fiel esclava tuya.

Mandaré construir, en fresco bosque
      De florida verdura,
Regio castillo de pulido jaspe
Donde pueda olvidar mi eterna angustia.

Tendrás, en ricos cofres perfumados,
      Para ornar tu hermosura,
Ajorcas de oro, gruesos brazaletes,
Finos collares y moriscas lunas.

Para cubrir los mórbidos contornos
      De tu espalda desnuda,
Hecha de nieve y perfumada rosa,
Mantos suntuosos de brillante púrpura.

Te llevará, por lagos cristalinos,
      En las noches de luna,
Azul góndola rauda, conducida
Por blancos cisnes de sedosas plumas.

Haré surgir, para encantar tus ojos,
      En las selvas incultas,
Cascadas de fulgente pedrería,
Soles dorados y rosadas brumas.

Admirará tus forma virginales
      De viviente escultura,
Un Leonardo de Vinci que trasmita
Al mundo entero tu belleza oculta.

Si sientes que las cóleras antiguas
      Surgen de tu alma pura,
Tendrás, para azotarlas fieramente,
Negras espaldas de mujeres rubias.

Y si anhelas tener tus pajecillos
      Para delicia suma,
Iré a buscar los blondos serafines
Que cantan el hosanna en las alturas.

Mas si te arranca la implacable Muerte
      De la mansión augusta,
Donde serás la reina de mi alma
Y mi alma la fiel esclava tuya;

Yo guardaré en mi espíritu sombrío
      Tu lánguida hermosura,
Como guarda la adelfa en su corola
El rayo amarillento de la Luna.




SALOMÉ

En el palacio hebreo, donde el suave
Humo fragante por el sol deshecho,
Sube a perderse en el calado techo
O se dilata en la anchurosa nave,

Está el Tetrarca de mirada grave,
Barba canosa y extenuado pecho,
Sobre el trono, hierático y derecho,
Como dormido por canciones de ave.

Delante de él, con veste de brocado
Estrellada de ardiente pedrería,
Al dulce son del bandolín sonoro,

Salomé baila y, en la diestra alzado,
Muestra siempre, radiante de alegría,
Un loto blanco de pistilos de oro.





TRAS UNA ENFERMEDAD

Ya la fiebre domada no consume
El ardor de la sangre de mis venas,
Ni el peso de sus cálidas cadenas
Mi cuerpo débil sobre el lecho entume.

Ahora que mi espíritu presume
Hallarse libre de mortales penas,
Y que podrá ascender por las serenas
Regiones de la luz y del perfume,

Haz, ¡oh, Dios!, que no vean ya mis ojos
La horrible Realidad que me contrista
Y que marche en la inmensa caravana,

O que la fiebre, con sus velos rojos,
Oculte para siempre ante mi vista
La desnudez de la miseria humana.


   
TRISTISSIMA NOX

Noche de soledad. Rumor confuso
Hace el viento surgir de la arboleda,
Donde su red de transparente seda
Grisácea araña entre las hojas puso.

Del horizonte hasta el confín difuso
La onda marina sollozando rueda
Y, con su forma insólita, remeda
Tritón cansado ante el cerebro iluso.

Mientras del sueño bajo el firme amparo
Todo yace dormido en la penumbra,
Sólo mi pensamiento vela en calma,

Como la llama de escondido faro
Que con sus rayos fúlgidos alumbra
El vacío profundo de mi alma.





UN TORERO

Tez morena encendida por la navaja,
Pecho alzado de eunuco, talle que aprieta
Verde faja de seda, bajo chaqueta
Fulgurante de oro cual rica alhaja.

Como víbora negra que un muro baja
Y a mitad del camino se enrosca quieta,
Aparece en su nuca fina coleta
Trenzada por los dedos de amante maja.

Mientras aguarda oculto tras un escaño
Y cubierta la espada con rojo paño
Que, mugiendo, a la arena se lance el toro,

Sueña en trocar la plaza febricitante
En purpúreo torrente de sangre humeante
Donde quiebre el ocaso sus flechas de oro.


   
UNA MAJA

Muerden su pelo negro, sedoso y rizo,
Los dientes nacarados de alta peineta
Y surge de sus dedos la castañeta
Cual mariposa negra de entre el granizo.

Pañolón de Manila, fondo pajizo,
Que a su talle ondulante firme sujeta,
Echa reflejos de ámbar, rosa y violeta
Moldeando de sus carnes todo hechizo.

Cual tímidas palomas por el follaje,
Asoman sus chapines bajo su traje
Hecho de blondas negras y verde raso,

Y al choque de las copas de manzanilla
Riman con los tacones la seguidilla,
Perfumes enervantes dejando al paso.


    

VESPERTINO

          I

Agoniza la luz. Sobre los verdes
Montes alzados entre brumas grises,
Parpadea el lucero de la tarde
Cual la pupila de doliente virgen
En la hora final. El firmamento
Que se despoja de brillantes tintes
Aseméjase a un ópalo grandioso
Engastado en los negros arrecifes
De la playa desierta. Hasta la arena
Se va poniendo negra. La onda gime
Por la muerte del Sol y se adormece
Lanzando al viento sus clamores tristes.

          II

En un jardín, las áureas mariposas
Embriagadas están por los sutiles
Aromas de los cálices abiertos
Que el Sol espolvoreaba de rubíes,
Esmeraldas, topacios, amatistas
Y zafiros. Encajes invisibles
Extienden en silencio las arañas
Por las ramas nudosas de las vides
Cuajadas de racimos. Aletean
Los flamencos rosados que se irguen
Después de picotear las fresas rojas
Nacidas entre pálidos jazmines.
Graznan los pavos reales.
                                                  Y en un banco
De mármoles bruñidos, que recibe
La sombra de los árboles coposos,
Un joven soñador está muy triste,
Viendo que el aura arroja en un estanque
Jaspeado de metálicos matices,
Los pétalos fragantes de los lirios
Y las plumas sedosas de los cisnes.



SIDDHICHARAN SHRESTHA [16.471] Poeta de Nepal

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Siddhicharan Shrestha 

Nepal. Fue miembro de la Academia Real en Nepal y del Comité Rajasva. 
(devanagari : सिद्धिचरण श्रेष्ठ) (21 mayo 1912 a 4 junio 1992) fue uno de los más destacados escritores de Nepal . Él contribuyó a la lucha contra el autocrático régimen de Rana (1846-1951) a través de sus escritos. Su poesía revolucionaria despertó luchadores por la libertad, y fue condenado a 18 años de cárcel por sus actividades literarias. Escribió en Nepal Bhasa y nepalí .
Su poema "Mi amado Okhaldhunga" en nepalés es considerado como una de sus obras maestras. En este poema, ha expresado lo orgulloso que es describir el lugar Okhaldhungain este de Nepal, donde nació y creció.




Mi reflejo

Su aspecto es el de quien 
ha perdido algo,
ha olvidado algo,
¿Quién es el que viene por este camino?

Camina como un perro
Comprando el dolor con su duelo
¿Quién es el que viene por este camino?

Como piedra en un palo
Una calabaza sobre rocas
Arrastrado por niños
Diciendo que es un hombre
¿Quién es el que viene por este camino?
Inconsciente de la verdad
Acogiendo sólo la mentira
Bajando
Convencido que está subiendo
Contaminando el aire
Ciego ante sus alrededores
¿Quién es el que viene por este camino?

Una forma sin belleza
Un lenguaje sin sentimientos
Un hombre sin alma
Un pensar sin salida;
Es mi imagen
Que viene por el camino.



To Poet Devkota

Wounded bird, what can I say your bruises are gathering still 
The world wants to snatch from you even your soul 
This is the way perhaps of the foundation's desire to hear 
the song that you sing kneading your chest, drawing your blood 
Speak poet, sing, parching your vitality: What have you received here? 
Have you seen anyone so much as melt in this arid land? 
Friend, this land won't be bettered by spreading hands, crying, screaming 
What will you gain by gathering affectations of sympathy? 
He who took your son by sending death at a tender age 
by whose inspired anomaly you suffer such penury 
take revenge on him, poet, sing, sing a fire song 
Hundreds of thousands who have lost their sons will befriend you 
Poet, sound a song to raise the corpses of our uncounted sons 
a song to shatter the unconsciousness of each age 

Poet, the dinghy of life navigates a vast sea of suffering 
Stop, don't spend tears at the passing of a young beloved son 
On the pain on the ground, poet, lay down your unbearable distress 
So many lives are going to waste daily for want of food and clothes 
Add your drop of water to this sea of pain 
Navigate your life's dinghy on these waters 
Dance rubbing the ashes of burned dreams and putrescent hopes 
Poet, live even in suffering to prepare the earth for hundreds of thousands 
Build a new world free of the present anomaly 
Live and save others, defeat death and spread robustness here 
Help children all over the world to stop dying before their time 
Spread your command, go, poet, let cries and tears stop at once 
Country arranger, poet, you have sons all over the country 
Go, stand up, or others may die, ah, how they live. 

http://nepalitimes.com/news.php?id=5894#.VZpeiRvtmko












MBOL NANG [16.472]

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Mbol Nang

Poeta y escritor de Camerún. 
Su producción literaria abarca tanto la prosa como la poesía. En lo que se refiere a su producción poética, ha escrito un poemario titulado historia de locos y diversos poemas y cuentos inéditos. He aquí uno de sus poemas:



Nguiniúmá

Al igual que un nido de golondrina
Nguiniúmá es rodeado de follaje
Siempre verde.
Mi tierra, tierra mía
donde trascurrió una infancia
a veces alegre, a veces triste
Pero una infancia, en un patio
común donde todo era armonía
Solidaridad, naturalidad;
un patio grande, común
donde jóvenes descalzos
Sin calzoncillos, inocentes
Ignoraban que el porvenir
no se limita a la taira natal
Nadie sabía que existen
otros horizontes
con otra gente, de otro color
con otros idiomas
con otra comida
Todo fue dulce desengaño
iHistoria de locos ! 






Mbol Nang: "escribo en español por capricho y porque me apasiona esta lengua"

Por Lourdes Timoteo  

El escritor camerunés, autor, entre otros títulos, de 'La huérfana y otros relatos', 'El carro de los dioses' y 'Equinoccio', habla de su relación con el español en esta entrevista, concedida durante su participación en el Congreso.

Mbo Nang, escritor camerunés que escribe en español.

-¿Por qué un escritor camerunés escribe en español?

-Un camerunés escribe en español por capricho, por pasión por la lengua española y también para comunicar, para mostrar al mundo que se puede escribir en cualquier lengua. En Camerún tenemos dos lenguas oficiales, el francés y el inglés, pero yo he tenido la oportunidad de escribir también en español y estoy encantado.

-¿Cómo entra en contacto con el español?

-Estudié aquí en España, en la Universidad Complutense, e hice aquí mi tesis doctoral, con el doctor Emilio Palacios, la leí en 1990. Después volví a mi tierra y he sido desde entonces profesor de filología española y además imparto clases como profesor de literatura hispanoamericana.

-¿La literatura africana escrita en español es un fenómeno muy reciente?

-No es nuevo. Será nuevo para un país como Camerún, pero no en otros países como Guinea Ecuatorial. Pero le voy a decir una cosa: hoy hay en Camerún más alumnos que estudian el español que personas que hablan en español en toda Guinea Ecuatorial. Tenemos muchos alumnos, hay una labor de hormiga que va cuajando y que está provocando que cada vez haya más interés por el español en mi país.

-¿Qué tiene el español para expresar que no tienen otros idiomas?

-Es una lengua muy armoniosa, muy melódica, muy poética.... 

-Imaginamos que escribir en español en Camerún también es una forma de dar a conocer la cultura y tradiciones africanas a una de las comunidades lingüísticas más importantes del mundo.

-Por supuesto. La negritud que condenaba al blanco a no conocer al negro ya no forma parte de este mundo globalizado. Lo importante no es la lengua, sino el mensaje que quieres transmitir, da igual la lengua, porque la literatura es una y universal.

-¿A qué se debe el interés creciente del español en los países africanos?

-Como he dicho, tenemos dos lenguas oficiales, pero a partir del 3º curso los chicos tienen que elegir otra lengua y lo hacen entre el alemán y el español y muchos de ellos se decantan por el español por su proximidad al francés.

-La literatura africana es una gran desconocida...

-Sí, pero creo que pronto se hablará del boom de la literatura hispanoafricana como se habló en su día en España y en Europa del boom de la literatura hispanoamericana. Cada vez somos más los que desde Africa escribimos en español y también hay muchos africanos inmigrantes en España que han empezado a escribir y es sólo una cuestión de tiempo.

-¿Cuál es su siguiente reto?

-Conseguir un Instituto Cervantes en Camerún. Estamos en conversaciones y espero que lo consigamos pronto.






AHMED ASSID [16.473] Poeta de Marruecos

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Ahmed Assid

Ahmed ASSID. Nacido en Taourmit, Marruecos, el 14 de julio de 1961, es un filósofo, escritor y activista político marroquí bereber lengua materna de Sous.

Proveniente de una familia de escasos recursos de Aït Baamrane de Sous (en tashelhit idioma Tamazirt n Sus), comenzó sus estudios primero en Kenitra, donde obtuvo el bachillerato, y más tarde en la Facultad de Letras Ciencias Humanas de la Universidad de Rabat donde en 1984 se graduó en filosofía . 

Autor de numerosas obras, entre ellas varias colecciones de poesía en la lengua bereber, durante mucho tiempo ha estado involucrado en guerras civiles para el reconocimiento y la promoción de la lengua y cultura de origen. 

Además de sus escritos sobre la cultura bereber, Assid es bien conocido por su actividad poética. De hecho compuso numerosos poemas, tanto en árabe y bereber (su primera composición fue publicada en el periódico Al-Bayane en 1979), y, a menudo interviene en los eventos dedicados a la poesía, tanto en Marruecos como en el extranjero. 

Obras

Al Amazighiya fi khitab lislam siyasi ("L'Amazigh nel discorso politico islamico"), 1998.
Rrays Said Achtouk, il poeta dell'amore e della donna (con Mohammed El Moustaoui), Casablanca, Ennajah Eljadida, 1998 (in arabo).
Al-Bùd al-Fikri wa al-`Aqli li al-Tarjama al-Amazighiyya li al-Qu'ran ("La dimensione filosofica e logica della traduzione del Corano in lingua berbera"), in "Le Monde Amazigh", 41, gennaio 2002.
Difa'a an Huwiyatina al-Lughawiya ("A difesa della nostra identità linguistica"), in "Amazighité, débat intellectuel", Rabat, Centre Tarik Ibn Zyad, settembre 2002.
As'ilat Al-Thaqafa wa Al-Hawiyya fi Al-Maghrib Al-Mu'asir ("Problemi di cultura e identità nel Marocco contemporaneo"), 2002.
Afgan D Ulgmad D Insi , Rabat, Ircam, 2005 . Racconto per bambini in lingua berbera e scrittura tifinagh .
Izm D Wuccn D Tghyult , Rabat, Ircam, 2005 . Racconto per bambini in lingua berbera e scrittura tifinagh.
Siyasat tadbir achaân amazighi fi al-maghrib ("La politica di gestione del fatto amazigh in Marocco"), 2010.





OFRENDA

¿El vestido que llevas
y que tiene el color de un corazón
se sacrificará
para que nunca se apague
la luz de tus ojos?
Las lágrimas del corazón
Abren ventanas
en lo más oscuro de la noche.
¿Hacia dónde caminas.
Tú que fijas el horizonte
y lo tomas por el fin del sueño?
Tus pies acariciarán pronto
el esplendor
y será el principio
de un viaje infinito.



ORACIÓN

Arrojamos todos nuestros versículos al mar
y vivimos fuera de las palabras
fuera de la voz
fuera del silencio.
Caminamos
para ocultar nuestro encenagamiento.
Parémonos y lloremos
sobre los vestigios del recuerdo.
Mirad cómo el tiempo imprime
su signo en nuestras frentes
y ofrece a cada nuevo día
los restos de un viejo sueño.



SOLES

Sé que tienes dedos
que crean la belleza
y un corazón con tres soles
madurando en cada crepúsculo.
El silencio te procura
una memoria blanca
y tu palabra se escapa
de los márgenes del alma.
Vas a gozar como de costumbre
del espectáculo cotidiano
de un espacio que todo lo borra
sin dejar cicatrices.
Y ahora
tu desierto exquisito
se extiende en ti, ocultándose
para endurecer tu mirada
e insuflarte esa predisposición gitana
al viaje.





EDUARD SANAHUJA [16.474]

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Eduard Sanahuja

Barcelona, España, 1953. Licenciado en Filología Hispánica y en Filología Catalana, es profesor titular del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Barcelona. Ha publicado los libros de poemas El gos del Galiot, Edicions del Mall, Barcelona, 1981; Mirador, Edicions del Mall, Barcelona, 1983; Doble joc, Columna, Barcelona, 1988 (Premio López Picó); En defensa pròpia, Bromera, Alcira, 1994; Compàs d’espera, Alcira, 2006 (Premio Vicent Andrés Estellés 2005); y El llançador d’espases, Lérida, 2013 (Premio Maria Mercè Marçal 2013). Ha traducido al catalán parte de la obra poética de Blaise Cendrars (Prosa del Transsiberià. Edicions 62, Barcelona, 1992) y fue premiado en los Juegos Florales del Ayuntamiento de Barcelona en 1985. Es fundador, con Federico Gallego Ripoll, Concha García y Jordi Virallonga, del Aula de Poesía de Barcelona, desde donde ha organizado múltiples actividades relacionadas con la poesía.




CUANDO ÉRAMOS CAPITANES

Cuando éramos capitanes
era bello el desorden;
y el orden, la rutina,
las manchas oscuras en la frente de un moribundo.
Cuando éramos capitanes
todo era eterno y breve.
En todo estaba el rojo aún por estrenar.
Y yo todavía amaba
con un amor tan nuevo que hacía heridas,
igual que los zapatos blancos de los domingos.





Traducción de Jordi Virallonga

Compàs d’espera
Epitafios

Recién nacido

Después de haber nacido,
la soledad helada de la cuna,
el hambre en la piel de la espalda,
todo el trajín del mundo
sobre el vientre.
La luz primera
es como atravesar todo un desierto;
la última luz,
la escuela en que he aprendido a no reír.


Nadó

Després de néixer,                                    
la solitud glaçada del bressol,                              
la fam a la pell de l’esquena,       
tot el brogit del món
damunt del ventre.
La llum primera
és com la travessia d’un desert;
la llum darrera  
és l’escola on he après a no somriure.  



Papagayo

Si vida y color son la misma cosa,
sea al menos la muerte en blanco y negro.


Papagai

Vida i color són la mateixa cosa.
Sigui la mort, almenys, en blanc i negre. 



Serpiente

Si hay un dios para mí,
no será desdentado.
Tendrá una lengua cruel
y una mirada justa.


Serp

Si per a mi hi ha un déu, 
no serà esdentegat.
Tindrà una llengua cruel
i un mirada justa. 








Traducción al español de Javier Carnicer


          TEORÍA CON EL BESO

                        Mira.
Todo eso que ahora ves,
la rana de las Seychelles,
el lémur que se asusta cuando se mueve el aire,
los lirios entre cardos,
las mangostas esbeltas,
la rosa del desierto crujiendo en las arenas,
toda esta belleza
no la creó el amor.
El amor llegó tarde al universo.
Es invento reciente de mujeres y hombres,
una sustancia extraña que en vano proyectamos.
Los universos no saben besar,
igual que las espadas,
y por eso la vida
es la hermana tonta de la muerte.
El amor nunca será levadura de los astros
ni saciará la sed de las praderas.
No obstante, los humanos se besan
y algunos son virtuosos
del beso gota a gota.
Yo sé bien qué es el beso,
el último estadio evolutivo del bocado,
un intento de negar
la crueldad voraz de las mandíbulas,
un intento de olvidar
que las bocas también mueren.
Mírame.
Te ruego que me beses.
El beso no nos salvará,

pero nos identifica.



TEORIA AMB EL BES

Mira.
Tot això que ara veus,
la granota de les Seychelles,
el lèmur que s’espanta quan es belluga l’aire,
els lliris entre cards,
les mangostes esveltes,
la rosa del desert cruixint sota la sorra,
tota aquesta bellesa
no l’ha fet pas l’amor.
L’amor ha arribat tard a l’univers.
És un invent recent dels homes i les dones,
una substància poc comuna
que projectem en va.
Els universos besen malament,
com les espases,
i per això la vida
és la germana tonta de la mort.
L’amor no esdevindrà llevat dels astres
ni saciarà la set de les pastures.
No obstant això, els humans es besen
i alguns són virtuosos
dels besos gota a gota.
Sé prou bé què és el bes,
el darrer estadi evolutiu del mos,
un intent de negar
la crueltat voraç de les mandíbules,
un intent d’oblidar
que les boques es moren.
Mira’m.
Et demano que em besis.
El bes no ens salvarà,
però ens identifica.

Eduard Sanahuja, EL LLANÇADOR D’ESPASES (2013)




TEORÍA CON LOS DADOS

                        No hay azar en el libro; sí en la vida.
                      ¿Acaso has elegido la forma de la cuna?
¿Escogiste la lengua de tus padres?
¿Los ojos que te herraban mientras envejecías?
No atiende a razones el azar. Es un iluso
quien piense que ha entendido las cosas
porque sabe explicarlas.
Puedes describir los pigmentos de las magnolias,
pero nunca los entenderás;
puedes sumergirte en biografías,
inútilmente:
las acciones no revelan jamás
el misterio profundo de una vida.
En cambio, en la escritura todo ocupa su sitio
con lógica implacable,
las grafías, las sílabas, las frases,
los élitros brillantes de las sextinas.
Escribir es más seguro que cruzar pasos de cebra.
Lo importante no se escribe. Lo importante es azar,
la causa de la causa impenetrable,
el lugar donde pierde el equilibrio la razón,
allí donde los dados se juegan
el nombre del verdugo.
Poco te queda por hacer. Escoger tal vez
con máximo cuidado
el árbol donde tienen que colgarte
y el paisaje deseado, como rúbrica.
No vas a hacerlo en vano:
quien elige la belleza
desafía al azar, se hace más libre.




TEORIA AMB ELS DAUS
                       
No hi ha atzar en el llibre; sí en la vida.
Potser has triat la forma del bressol?
Has escollit la llengua dels teus pares
o els ulls que t’han ferrat mentre envellies?
L’atzar no té raons. És un il·lús
qui creu que entén les coses
perquè sap explicar-les.
Pots descriure els pigments de les magnòlies,
però mai no els entendràs;
pots capbussar-te en les biografies,
inútilment:
els fets mai no revelen
el misteri pregon de cada vida.
En canvi, en l’escriptura tot ocupa el seu lloc
amb lògica implacable,
les grafies, les síl·labes, les frases,
les èlitres brillants de les sextines.
Escriure és més segur que travessar un pas zebra.
L’important no s’escriu. L’important és atzar,
la causa de la causa impenetrable,
el lloc on la raó perd l’espinada,
allí on els daus es juguen
el nom del teu botxí.
Poc et resta per fer. Potser escollir
amb la màxima cura
l’arbre on t’han de penjar,
el teu volgut paisatge, una mena de rúbrica.
No ho faràs endebades:
qui tria la bellesa
desafia l’atzar i es fa més lliure.





TEORÍA CON EL TIEMPO

Cuando llegue el 2000, ¡qué mayores seremos! –pensábamos.
Cuando llegue el 2000,
el mundo será fosforescente,
un festín para los ojos,
un universo de bocas desiguales.
Cuando llegue el 2000, yo seré por entonces
el forro polvoriento de un manual antiguo.
Pero llegó el 2000, también el 2012,
y algunos años más, como la propina
que el destino le entrega al acomodador.
No podemos decir que no han pasado cosas.
¿Qué quedará de todo?
¿Algún helecho fósil?
¿Unos pies diminutos incrustados en granito?
Dices que nos quedan los hijos.
Los hijos sobreviven igual que las escamas
sobreviven al pez que fue pescado.
En el 2080 puede que ya estén muertos
y abran paso a una saga de biznietos
que no sabrán cómo leernos.
Cuando llegue el 3000, los cielos serán más oscuros,
tendrán más cicatrices.
Puede que nazca alguien que diga que soy yo
y nunca se sabrá
si lo que dice es cierto
o es mentira.
No habrá testigos.
Sólo el mismo frío que todos sentimos
cuando no quema el fuego
y los años son saliva de una lengua ya muerta.



TEORIA AMB EL TEMPS

Quan arribi el 2000, que grans serem! – pensàvem.
Quan arribi el 2000
el món serà fosforescent,
un festí per als ulls,
un univers de boques desiguals.
Quan arribi el 2000 jo ja seré
el folre empolsegat d’un manual antic.
Però ha arribat el 2000, i més, el 2012,
i encara alguns anys més, com la propina
que el destí dóna als acomodadors.
No podem dir que no hagin passat coses.
Què en quedarà de tot?
Una falguera fòssil?
Uns peuets incrustats en un granit?
Dius que ens queden els fills.
Els fills sobreviuran com les escates
sobreviuen el peix que algú ha pescat.
Potser el 2080 seran morts
i donaran el pas a una nissaga
de rebesnéts que no ens sabran llegir.
Quan arribi el 3000 els cels seran més foscos,
tindran més cicatrius.
Potser naixerà algú que dirà que sóc jo
i no es podrà saber
si el que diu és veritat
o si menteix.
No hi haurà testimonis.
Només el mateix fred que tots tenim
quan el foc ja no crema
i els anys són la saliva d’una llengua morta.




De puente en puente

Hay puentes antiguos, de nieve, puentes grúa,
levadizos, metálicos, aéreos,
puentes del Diablo, del pie, imaginarios,
puentes de todo tipo y todos los colores:
provisionales, colgantes, dentales, culturales,
puentes de mando, puentes de la Purísima,
y puentes de suspiros y de electricidad.
Están también los puentes de señales,
puentes de sal, puentes de aterrizaje,
puentes continentales, cursos puente.
Algún puente es maligno. Son puentes de campaña,
puentes para invadir;
pasan por ellos zapadores
que destrozan cualquier puente de plata.

Confieso que los puentes me atraían. 
Ahora, sin embargo,
eres tú el solo puente interesante
en un juego de puentes que el tiempo ha vuelto cruel.
Me duele tu sonrisa indiferente
cuando ves que los dados me han clavado
en el pozo de hielo. A estas alturas,
tres turnos sin jugar pueden ser tan eternos
que ya no sé qué hacer:
si ser el ingeniero que por salvar su puente
dibuja con paciencia miles de catenarias;
o aprender la lección del terrorista
y entregar la esperanza a la explosión,
como un dinamitero, un suicida,
hombre-bomba que sabe a ciencia cierta
que el caos que vendrá
es más justo que el orden que existía.

(Traducción de Juan Urbano)


DE PONT A PONT

Per a José Antonio Arcediano,
enginyer de boscos, a Wisconsin

Hi ha ponts antics, ponts metàl·lics, ponts grua,
ponts llevadissos, ponts de neu, ponts aeris,
ponts del Diable, ponts del peu, ponts imaginaris.
Hi ha ponts de tots colors i tota mena:
provisionals, penjats, dentals i culturals,
ponts de comandament i la Puríssima,
i uns ponts fets de sospirs i d’electricitat.
També hi ha ponts de sal i d’aterratge,
ponts de senyals, ponts entre continents i cursos-pont.
Algun pont és maligne. Són els ponts de campanya,
ponts d’invasió;
hi passen sapadors
que destrossen els ponts que són de plata.

Tots aquests ponts m’atreien, ho confesso.
Però ara ets l’únic pont que m’interessa
enmig d’un joc de ponts que el temps ha fet cruel.
I em sap greu veure’t riure, displicent,
perquè els daus m’han clavat al pou de glaç.
A hores d’ara,
tres torns sense jugar poden ser tan eterns
que ja no sé què fer:
si ser com l’enginyer que per salvar el seu pont
dibuixa pacientment milers de catenàries;
o aprendre la lliçó dels terroristes
i lliurar l’esperança a l’explosió,
com un dinamiter, un suïcida,
l’home-bomba que sap de ciència certa
que el caos que vindrà
és molt més just que l’ordre que hi havia.




Capitulación

Ya no lucharé más. 
Es fatigoso y totalmente inútil
defender
la integridad de un cuerpo que no reina.
Por mis calles circula la bandera
de tus dedos
y en la Plaza Mayor, junto a la fuente
donde beben todos mis viajeros,
se ha instalado tu nombre
y los chiquillos hablan la lengua
que has impuesto,
mientras juegan a ser tus soldaditos.
Has llegado hasta aquí como lo hace la niebla,
envolviendo cada rincón del mapa
para robar la imagen, no la luz,
y armar con algodón un precipicio
sin violencia alguna ni fragores.

Te has asentado aquí, y ya no lucho.
Abdico
sobre el vientre del bosque que has plantado.
Mi último deseo
será que los tambores de los muertos
también hablen de ti.

(Traducción de José Antonio Arcediano )



CAPITULACIÓ

Ja no lluitaré més.
És fatigós i totalment inútil
defensar
la integritat d’un cos que ja no regna.
Pels meus carrers circula la bandera
dels teus dits
i a la Plaça Major, al costat de la font
on han begut tots els meus viatgers,
s’hi ha instal·lat el teu nom
i els nens petits xerren en l’idioma
que has imposat,
mentre juguen a ser soldadets teus.
Has arribat aquí com ho sap fer la boira,
embolcallant tots els racons del mapa
per endur-te la imatge, no la llum,
i construir amb cotons un precipici
sense cap violència ni brogit.

T’has establert aquí, i ja no lluito.
Abdico
sobre el ventre dels arbres que has plantat.
El meu darrer desig
és que els timbals dels morts també parlin de tu.
(Inèdits)




Mirador


D'HORES DESPENTINADES

Ara que tinc les hores davant meu
i em xuclen temps endins despentinades
i em deixen el record sense relleu,
ineficaç forat de foradades
que es creuen per espais arrossegats;
ara que tinc davant xarop de llunes,
m'assec a llit i jec i dic als rats:
rosegadors, raeu-me, feu-me runes,
feu polseguera, feu rovell, feu cendra,
feu i desfeu el breu viatge breu,
aquest llampec, aquest brogit d'un dia,
feu i desfeu, preneu, tot és per prendre
ara que tinc les hores davant meu,
i que no tinc les hores que tenia.




TÉ UN POEMA AMAGAT

De petit va amagar totes les pedres verdes
que cercava amb amor per les platges ardents
als calaixos secrets de l'armari de l'avi
o al fons del safareig, com joies submarines.
Amagava en el llit el fred de les espines
i al trinxant amagava els llapis i el papers.
De gran va fer el mateix, més o menys el mateix,
amb coses més selectes i amagatalls més dignes.




En defensa pròpia


[VII]

No tinguis temptacions de jugador.
Que es reparteixin ells totes les cartes
i totes les victòries importants.
No vulguis competir, perquè perdràs.
Pensa que no n'hi ha prou de ser cavall
per triomfar a la cursa dels cavalls.
Al final de cursa, de la nostra,
només hi haurà un balanç, dues preguntes:
qui has estimat, qui t´ha estimat a tu.




[VIII]

Només l'amor pot ofrenar l'encens
que perpetuï el front d'un cos efímer.
L'amor és la premissa dels humans,
l'empremta digital, l'únic destí
que pot salvar les naus mentre les crema.




[IX]

Dius que sóc moralista; ja ho sé.
Sé que ho sóc, que això no està de moda,
que els poetes diran que sóc un plom
i que així no podré publicar llibres
ni anar al Congrés de Bards Mediterranis.
Sóc un poeta trist i avorridíssim
i em sap mot greu haver de fer el que faig.
Demanaré perdó a qui m'ho demani
i algú em perdonarà, n'estic segur,
i jo el convidaré a anar a casa meva
perquè regiri a dintre de la vitrina
on un mil·lenni i jo, peti qui peti,
estem morint-nos sense fer soroll.
El meu calaix el pot buidar tothom.
Només m'hi resten l'ètica i l'amor,
i, tocant l'anell de la memòria,
la irrenunciable dosi de desig.




[X]

No parlo més
ara que sé segur
que dintre de molt poc
podré tocar-te.












CRISTINA KUNEVA [16.475]

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Cristina Kuneva

Cristina Kuneva naciό el 22 de septiembre, en el año 1989, en la ciudad de Stara Zagora, Bulgaria. Estudiό en la Universidad de economía, Varna, especialidad ¨Relaciones internacionales¨. Trabaja como redactora en un portal de literatura y publica poesía en diferentes ediciones literarios.
Miembro del Movimiento Poetas del Mundo.


OJO DEL HURACÁN

Busco el ojo del huracán
donde pueda construir una casa
y en la tarde derramar  mi té
hasta que mis pensamientos giren en plié 
y todos en el mundo bailen juntos.

Él guiñará el ojo a alguien
y yo dormiré bajo su párpado
como un grano de polvo
pequeño - pequeñito
que no deseará llorar
solo reír.

Cogeré una de sus cuerdas vocales
y me columpiaré
en el día diecinueve
exacto
en cada plenilunio
cuando los labios maduran
y las rodillas ruedan
como soles redondos
hasta la suavidad de nuestras almas.
El mecimiento convertirá el canto
en risa

cuando comience a vivir
en el ojo de huracán.



SERÁ

Él será mágico
sentados alrededor de la mesa
cenaremos
su luz caliente cubrirá)
los platos,
la comida,)
también mi ser)
irá del calor hasta el frío 
y del frío al calor.

Regresará
el regresará para no irse más
porque será para la gente hogar de sueños
y cosas cumplidas.

Cenaremos  y todo lo inaceptable
se derretirá
de él brotará música
que correrá desde el centro de la mesa
hasta nuestros corazones.
Cuando lo ame seré silenciosa
hablaré por escrito
para tocar sus dedos

contemplaré
como las riendas del amanecer
se balancean por el viento
viniendo en su pelo
Dormiremos abrazados
y seremos parte del  futuro
en cada dimensión.
Seremos canción y alba
llegando de nuevo a nosotros mismos
seremos el mañana)
de las cosas efímeras
y nuestra casa olerá a lluvia
y panecitos de hierbas.
Saldremos para pasearnos
solos entre las estrellas libres
las colgaremos
detrás de las orejas
reflectando elegantemente 
nuestro amor.



ROTO

te leeré al revés
y viviremos en un  refugio
de prespapie
colgaremos los faroles chinos
y por la noche
cuando se apague la lámpara
en el cielo desnudo
bajo la cobija
serás la aorta descarnada
abasteciendo mis pensamientos con...
¡Apaga los faroles de prisa!
¡Grieta!
Se están rompiendo los prespapies
rociando nuestras cabezas
con blancos copos de nieve
y nosotros desnudos
mojados todavía desde las entrañas
de mi imaginación desviada
por primera vez
 sentiremos dolor
caídos de la cama
directamente sobre la tierra dura,
la que está dura (eliminaría esta frase)
entonces me enojaré
y llenaré mi vientre con ella
para poder tenerla por poco tiempo
y tú – ahórcate con mis cabellos
ojala renazcas el domingo
yo dormiré en tus ojos

roto

con un trozo de nubes
en mi cabeza.




POR UN OCÉANO Y DOS  BIBLIOTECAS

Sabes, Pier,
crié solo
para ser tu ilusión.
En realidad yo nunca
pero nunca en esta vida
he poseído sangre de dama noble
nunca encontré el alba
en la orilla del río Gana
y nunca envié una balsa encendida
allí

No conozco el olor del mañana
después de la noche
en la que las almas se van.
Apenas me cruzo siempre
con icebergs chilenos
y solo por la madrugada sueño
rompiendo un pedazo de hielo
de tres mil años
lo que puede pasar algunos ratos
conmigo
en el agua del grifo
de la que tomo cada día
cenando
para poder circular
por un solo momento
por mis venas

Yo nunca fui bajo la piel
de ningún gurú indio
para quien la gente llora
por éxtasis y veneración
cuando siente el soplo del aire
de su coche Rolls Royce
pasando tan cerca

No soy ninguna noticia
extraordinaria
a lo mejor nadie me va a citar algún día
por ser silenciosa
y mi sufrimiento no es más grande
que el techo derrumbado
de una biblioteca  en mi ciudad
donde vivo separada de ti
por culpa de la Biblioteca del congreso

Soy una ilusión
te lo digo
como si no fuera

apenas toco tu existencia
me siento tan ligera
y es poco posible
trasladar
un grano de polvo
de las dunas de arena
de los desiertos africanos
y el viento Siroco
no va a notar
de qué modo me podría soplar
luego voy a brincar
junto a los tambores de Marocco
voy a temblar
sobre la piel extendida
del ritmo,
voy a vibrar con todo mi cuerpo)
en una canción
de los techos aún no construidos)
y tambores
de mi biblioteca natal

                            Traducciόn: Violeta Boncheva








JUAN CAMILO LEE PENAGOS [16.476] Poeta de Colombia

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Juan Camilo Lee Penagos

Nació en 1982, en Medellín, Colombia. Estudió Física y Ciencias Exactas, pero la literatura los desplazó. Desde muy joven, el poeta Juan Camilo Lee Penagos representó a su país en concursos internacionales de matemática y física. También se ha vinculado con el cine documental, como guionista e investigador.  En el año 2010 publicó su libro Ciencias de la mañana, en la colección ‘Viernes de poesía’.

El poeta bogotano Juan Camilo Lee Penagos resultó ser el ganador del Segundo Concurso Internacional Poesía en Paralelo Cero 2015, que se falla en Quito- Ecuador. 331 libros participaron en el magno evento. y 8 jurados se inclinaron por este libro “Voces de caza” del poeta que se dedica a la investigación académica en Ciencias Humanas, a la poesía, y empieza a incursionar en la realización de cine documental.





Rostro de rotundo intelectual en primavera

De repente ya es primavera en Buenos Aires. Un vaho podrido
se escapa de los botes de basura,
los árboles empiezan a tener hojas de nuevo,
las mujeres van vestidas muy ligeramente
y estoy seguro de que muchos solitarios como yo
tienen ahora con quién follar los domingos.

Los parques están llenos. Los colectivos y el subte,
insoportables.

Quisiera entonces escribir un poema sobre la luz del sol,
sobre la oculta matemática de la vida que da,
un poema sobre la danza y la sangre
que sobreviven en medio del caos de la metrópolis.

Pero ¿a quién engaño?
No soy yo de aquellos
que celebran la vida al sol
constantemente,
y tampoco monto bicicleta.
Hago yoga, sí,
pero más
por una vocación de sacerdote
posmoderno,
que por una vitalidad emancipada.

Los veo –a ellas y ellos- con gafas de sol, tatuajes, camisetas esqueleto o musculosas,
tomando un mate
acostados sobre el césped de los parques:
colombianos, argentinos o gringos, da lo mismo: los envidio.

Entregados al sol, flotando sobre la superficie de la vida, tan a salvo.

Yo, en cambio, camino en soledad, miro las sombras en el piso, y pienso.

En plena primavera floreciente, después de tener sexo, se me ocurren
frases como las siguientes:

Aborda este silencio como si fuera una roca sobre la mano.

No puedes invocar al vacío porque su nombre lo llena todo.

Explicamos nuestros fracasos con argumentos de vencedor.

Al llegar al apartamento
abro la ventana de mi cuarto, recibo el viento de la primavera
en mi rostro
de rotundo intelectual,
y con una sonrisa
del tamaño
de todo el universo

escucho al solcito
que me dice,
como amigo,
con una palmadita en la espalda:

No tienes remedio, y bien poco que importa, viejo Juanca.






Las dos muertes del venado

Una de dos tiene el venado:
o muere
de sí mismo,
o muere
bajo las garras del león.

De la primera
se podría decir que es una muerte
abierta,
rodeada de silencio,
la flor azul de su cadáver de venado
es libre
y vuela ya seca bajo el césped,
hacia
todo lo que se puede llamar mundo
o corazón:
democrática muerte
que reparte sus frutos para todos.

De la segunda muerte perpetrada
por la amarilla mano del león
se puede asegurar
que es aristocrática:
manjar que sólo engulle el rey.

Pero es pura valentía del venado
permanecer
intacto
-al menos
un brillo de su sangre-,
al interior del melenudo:

dejarse devorar
para ver por un instante
el mundo
-el corazón-

desde los ojos de su dueño.





Jacarandás

En la noche de verano de Buenos Aires,
los techos de los autos
estacionados
en las solitarias calzadas de Palermo
se van llenando
con las flores que el viento arranca
de los jacarandás.

Esas flores, brillantes en el día, son
entonces
el secreto rastro de la noche.







PIOTR KĘPIŃSKI [16.477]

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PIOTR KĘPIŃSKI

Polonia, 1964
Poeta, crítico literario, ensayista, Premio Literario jurado Europa Central - Angelus. Ha trabajado en el "Tiempo de la Cultura", "Newsweek", "Gaceta".  Vive entre Varsovia y Roma.




Piotr Kepinski, incluido en Poesía a contragolpe. Antología de poesía polaca contemporánea  (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2012, selec. y trad. de Abel Murcia, Gerardo Beltrán y Xavier Farré).



Aprile dolce dormire

el infierno puede ser agradable
y cómodo como un lodazal

delle scarpe comode
dei vestiti caldi

antes de que papá encontrara
a mamá ¿cómo
eras?

¿como finocchio
cariño?

la amnistía está en el cielo
la amnesia está en todas partes

la policía ya da vueltas
alrededor de nuestros cuerpos

vivimos en un
enorme error

recogiendo botones
de abrigos enmohecidos







qué derecho tiene mi cabeza
a mirarse a sí misma

córtame el brazo
y dime qué
derecho tiene mi brazo 
sobre mí cuando
ya estoy decididamente
más allá de su alcance

qué derecho tiene mi
estómago sobre mis entrañas
y mi sangre cuando todos
mis inquilinos se han ido
a descansar

córtame la mano
y dime qué derecho
tiene mi mano
sobre mí cuando ya pasa
por mí la ciudad y la gente
va lenta y esta herrumbre
que ataja cualquier discusión
se deshace





¿Y AHORA?

Bajamos al sótano 
y somos un poco más pequeños
la nieve en las gargantas ardientes
se funde lentamente
pequeñas comas brillan
bajo una pálida luz
y los precios de las casas 
suben sin parar
incluso una barraca
llena de rejas cuesta
ahora tanto como una casa 
en el mar del Norte

mi desconfianza
se conserva bien
no se la entregaré a la muerte
porque es difícil confiar
en un vendedor con estudios
superiores

el hervor del verano se ha salido
ahora el sol se enjuaga
de vientres y libros
dentro de nada Collelongo
a la izquierda
grietas
tras
los terremotos
andrajos de la gente
escombros de las casas
completamente limpios

y nadie se escapa

dos cincuenta el quilómetro
la tarifa nocturna es el doble
dice el taxista






Piotr Kępiński

(ur. 1964) - poeta, krytyk. W latach 1997-1999 zastępca redaktora naczelnego "Czasu Kultury" oraz redaktor naczelny "Megaronu". Wydał zbiory wierszy: Wszystko to więcej (1999), Cudne historie (2000), Cień kości (2002). Wspólnie z Andrzejem Sikorskim napisał książkę o Wincentym Różańskim Któż to opisze, któż to uciszy. Przygotowuje do wydania książkę krytyczną o współczesnej poezji Bez stempla.




Piotr Kępiński: Trzy wiersze
  

ODJECHALI

parterowa wilgoć zgniłe opony na podwórku
szare podniebienie i kraty w oknach
dym z papierosa gryzie mi oczy
krzyczy sąsiad dym gryzie oczy moje
i moich dzieci zobacz krzyczy
piasek porzucony przez robotników
mieli budować parking mieli budować
lepsze podwórko ale odeszli tak nagle
jak przyszli barbarzyńcy
do Norwegii odlecieli tanimi liniami
nie powiedzieli nawet do widzenia do jutra
zrobimy to podwórko jak trzeba nawet tego
nie powiedzieli tylko polecieli do Bergen
z przesiadką w Oslo w brudnych koszulkach
kurtkach w butach z Tesco
Cziuczukas się przechadza po podwórku
obszczekać nie ma kogo bo barbarzyńcy wyjechali
sika na piasku znaczy piasek porzucony
czyni rzeczy jeszcze bardziej wilgotne
i nieznośne pozbawione izolacji
bo barbarzyńcy nawet izolacji nie wykonali
przywieźli to co do izolacji potrzebne
pod ścianą zostawili i odjechali
łopaty papa piasek i wycięte drzewo
nikt ich o to nie prosił ale wycięli to drzewo
mieli być dzisiaj wczoraj wzięli pieniądze
wysłać po nich ruskich żeby odebrali co nasze?
pojechać żeby odebrać samemu?






EWAKUACJA

twoje oczy kobieto wychodzą z twojego ciała i połykają klucze
dworzec połyka twoje usta a zielone odchodzi od skóry
czerwone nachodzi na białe barbarzyńsko domagasz się pustki
ale walizki już spakowane ważą mniej niż dym mają swoje lata
zrobiłaś ze swojej ulicy bagno zrobiłaś z niej pstry burdel
nie upilnowałaś robotników zagłodziłaś psa i zabiłaś kota
Timas nigdy tobie tego nie zapomni taczka wywiezie ciebie sama
za rogatki miasta kiedyś to się stanie barbarzyńcy nie zapominają
barbarzyńców przecież






TO MIEJSCE

ma się ten język i garb na karku
nieokrzesany niekumaty
pozbieraj synu łopaty po draniach
z piekła którzy do Bergen pojechali
weź kota do domu
bo pani o nim zapomniała weź jego
ciało umyj zanieś na cmentarz
te kości niech schną w pokoju
tu wilgoć zamieć i opony
a potem
zostaw to miejsce



STEPHANIE LENOX [16.489] Poeta de Estados Unidos

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Stephanie Lenox

Poeta de EE.UU.
Escribo sobre lo que me obsesiona, ya sea los caracteres extraños en el Libro Guinness, la persona que habla en voz alta en el cubículo vecino en el trabajo o mis dos hijas jóvenes que pasan sus días corriendo a toda velocidad. Me gusta compartir mi trabajo con audiencias y lectores, así que por favor eche un vistazo a mis próximas apariciones y publicaciones. 

Yo vivo en Salem, Oregon, con mi familia. Mi chapbook, The Heart That Lies Outside the Body, fue seleccionado por Denise Duhamel como el ganador de la Slapering Hol Chapbook Concurso 2007. Tengo la suerte de tener becas recibidas de la Comisión de Arizona para las Artes y de la Comisión Oregón Artes que me han permitido concentrarme en mi poesía.

Mi primera colección de longitud completa de la poesía, Congress of Strange People,  fue publicado por Airlie Press en octubre 2012. Mi segunda colección de larga duración, The Business, será publicado por el Center for Literary Publishing en noviembre de 2015.

Mi libro, The Business, acaba de ser seleccionado por Laura Kasischke como el ganador del Premio de Poesía Colorado 2015. Será publicado por el Center for Literary Publishing en noviembre de 2015. 



DISFRUTO CON EL ROBO MENOR 
DE MATERIAL DE OFICINA
(después de Christopher Smart)

Porque no eres el primero en coger lo que no es suyo.
Porque la empuñadura del bolígrafo se adapta perfectamente a tu mano.
Porque la cadena de clips se transforma un accesorio elegante.
Porque el trabajo engendra más trabajo, y mientras tanto, necesitas una caja de grapas.
Porque hay grapadoras y luego están las grapadoras RESISTENTES.
Porque nunca puedes tener suficientes post-it.
Porque el stock de tarjetas es magnífico y abundante y merece un destino más elevado.
Porque tienes un deseo insaciable de productos de papel.
Porque la oficina recibe una increíble oferta para compras al por mayor.
Porque eres el que realiza todo el pedido.
Porque tus hijos regresan a la escuela y esta es una manera de ayudar a la matrícula.
Porque que no habrá ningún aumento este año.
Porque el gerente te obligó a hacer horas extras tres días seguidos para revisar el presupuesto que debería haberse cerrado el mes pasado, y la compensación fueron unas [carpetas de manila.
Porque el abrecartas rasga con esmero.
Porque todas las plumas Pilot Precise V5 Retractable Rollerball de casa se han secado.
Porque tu hijo está haciendo un proyecto de ciencias y precisa transparencias.
Porque es sólo una pluma, no una pensión.
Porque coger lo que te hace falta es una recompensa implícita del trabajo.
Porque todo el mundo comete errores y necesita un corrector.
Porque uno de cada doce sobres te pertenece.
Porque uno de cada doce archivadores de anillas de cada tamaño te pertenece.
Porque te adeudan una resma en cada caja de papel.
Porque te has dejado los ojos en la pantalla del ordenador.
Porque las muñecas te duelen por la noche por la tendinitis.
Porque han maltratado tus manos montones de expedientes.
Porque tu manuscrito ha sido impreso y copiado a expensas de tu jefe.
Porque tu jefe es un generoso mecenas de las artes y la educación, aunque no lo sepa.
Porque tu jefe tiene un portafolios de cuero con sus iniciales grabadas, y tu calendario de mesa es un pedazo de mierda.
Porque tu jefe ni siquiera sabe cómo poner en marcha el fax.
Por la deferencia del jefe hacia ti considerándote su compañero de trabajo.
Porque has prestado tus oídos a diario a las triviales letras de la radio local que escucha [tu querido compañero de oficina.
Porque has soportado el olor de la trucha recalentada en la sala de descanso.
Porque eres el único que vuelve a llenar la cafetera cuando se ha vaciado.
Porque hay una sobreabundancia de rotuladores fluorescentes, y tú sólo estás
[echando una mano.
Porque tu trituradora de papel favorita es demasiado grande para llevártela a casa.
Porque nadie sabe qué pasa con todos los lápices mecánicos.
Porque has escrito un manual que nadie leerá.
Porque la tinta es cara y apreciada.
Porque indexar facturas y deudas, aún se considera trabajo.
Porque has entregado tu vida a esta empresa, y a cambio nunca tendrás que comprar [otro portafolios doble.
Porque hay un precio que pagar.
Por lo que se llama desgaste.
Por lo que se denomina rendimientos decrecientes.
Por lo que se llama un sustituto para la moral de los empleados.
Porque pasas más tiempo en tu silla con ruedas que en tu propia cama.
Porque esto es lo esperable y parte del presupuesto anual.
Porque los sobres con cierres pequeños sujetan firmemente su contenido.
Porque los sobres con ventanas no son baratos.
Porque reciclar es mostrar respeto por el planeta.
Porque no puedes vivir sin una perforadora de tres agujeros.
Porque los blocs de notas legales han demostrado su valía.
Porque, en primer lugar, llevarás el trabajo a casa de cualquier manera, en espíritu o en [el maletín.
Porque, en segundo lugar, temes que bolígrafos recargables se conviertan en reliquias [del pasado.
Porque, en tercer lugar, estás reduciendo la oficina del excedente de existencias.
Porque, en cuarto lugar, has sacado punta a tus lápices con precisión.
Porque, en quinto lugar, siempre has querido un sello con la fecha.
Porque, en sexto lugar, estás liberando las bandas elásticas y las chinchetas de su [inutilidad.
Porque, en séptimo lugar, podrías ser despedido en cualquier momento, y es bueno tener [reservas.
Porque, en octavo lugar, estás preparando un expediente con tu excelente rendimiento.
Porque, en noveno lugar, serás acusado de cogerlos, tanto si lo has hecho como si no.
Porque, en décimo lugar, es trabajo para abastecer a tu familia.
Porque habrías considerado abandonar la empresa si no fuera por las 20 libras de papel [blanco premium de fibra de algodón con marca de agua.
Porque un hombre o una mujer pueden ser medidos por su surtido de utensilios de [escritura.
Porque sólo el armario de suministros tiene tanto espacio.
Porque la calculadora de energía solar no puede funcionar en interiores.
Porque el cuaderno de mensajes resulta útil en la comunicación con tu cónyuge.
Porque rebanarías el mundo.
Porque adoras a todas las provisiones de oficina por igual.
Porque nadie más que tú sabe realmente lo que valen.

Versión de Carlos Alcorta



Aceptar este trabajo y a la mierda el poema

Pronto los niños vendrán a casa habiendo aprendido
nuevas obscenidades arrojándoselas el uno al otro
a través de un cul-de-sac, que significa «callejón sin salida,
fondo de la bolsa que es tu cuerpo».
División y subdivisión, cada fin de semana
hay una nueva valla tallada en madera en bruto
que atrae a más avispones, demasiados tubos de viento
a merced del clima. Tu hijo tiene un rompecabezas
en un marco con una pieza perdida
que ubica a diestro y siniestro
tratando de completarlo. Tu perro carece de control
y te saluda tan ferozmente que temes
que un día se acalore y te muerda la cara.
¿Pensaste qué otra forma de vida era posible?
Siéntate, tienes espaguetis de nuevo, y sí,
debes terminarlos. Hay días en que eres el mejor humano
humanamente posible. Y luego están todos los demás.
Si fracasas dirás que es una oportunidad,
en tu próxima entrevista. Como la ventana abierta por la que voló el pájaro
fue una oportunidad para el perezoso gato doméstico.
Quieres gritar, ¡Por tu culpa estoy arruinado!
No has dormido bien esta última década.
En la oficina, hay un pastel que dice Adiós.
Está adornado con rosas glaseadas
y sería una pena no compartirlo.
Un compañero de trabajo, confiesa: Sólo la primera y la última
semana te tienen en cuenta.
Ellos, la dirección, te entregan una notificación
y una pluma grabada, sonriendo.
Estás más cerca de la última semana de tu vida
que de la primera, así que vociferar desnudo en una habitación atestada
ahora sería poco apropiado.
Tu jefe te lo dijo una vez: ¿Tú no piensas nunca?
Y tú pensaste, tendré mi venganza,
no como los otros. Me jubilaré
no sabré más de estos hijas e hijos
de puta. No tiene sentido explicar
a un escarabajo lo que significa ser tú,
para obtener tu puesto, para sentir la electricidad
que asoma en las articulaciones cada vez que te levantas de la cama.
El sol se pone y todo el mundo se encamina a
salas de estar independientes para ver diferentes espectáculos.
Con semejantes luces intermitentes, podrías pensar
que tenemos algo en común. Oh, pero disimulamos.
El jefe es el mismo en todas partes y para todos,
un gilipollas con traje negro, sosteniendo un pastel flameado,
acercándose cada vez más, y más allá de eso, la puerta.

Versión: Carlos Alcorta 
Fuente: https://carlosalcorta.wordpress.com/2015/04/24/stephanie-lenox-aceptar-este-trabajo-y-a-la-mierda-el-poema/






de The Business


The Take This Job and Shove It Ode

Soon the children will come home having learned
new obscenities to hurl at each other
across the cul-de-sac, meaning “end of the road,
bottom of the sack that is your body.”
Division and subdivision, each weekend
there is a new fence hewn from raw wood
that draws more hornets, too many wind-chimes
at the mercy of weather. Your son has a puzzle
in a frame with one piece missing
that he pushes around and around
trying to make a picture. Your dog lacks control
and greets you so ferociously you fear 
one day he will turn on you and eat your face.
What other life did you think was possible?
Sit down, you’re having spaghetti again, and yes,
you must finish it. There are days when you are the best human
humanly possible. And then there are all the others.
Failure, you will say in your next interview,
is an opportunity. Like the open window a bird flew in
was an opportunity for the lazy housecat.
You want to scream, Because of you I’m ruined!
You have not slept well this past decade.
At the office, there is a cake that says Farewell.
It is loaded with frosted roses
and it would be a shame not to partake.
A co-worker confides: It’s only the first and last
weeks that they even take note of you.
They, meaning management, handing you a balloon
and an engraved pen, smiling.
You are closer to the last week of your life
than the first, so squalling naked in a crowded room
would be hardly appropriate now.
Your boss once said, Don’t you ever think?
And you thought, I will have my revenge,
not like the others. I will take retirement
from these sons and daughters of bitches and never
look back. There is no sense explaining
to a beetle what it means to be you,
to get your kind of mail, to feel the electricity
up-surging through joints every time you rise from bed.
The sun goes down and everyone heads into
separate living rooms to watch different shows.
With such flickering, you might think
we have something in common. Oh, but we do.
The boss is the same everywhere and for everyone,
an asshole in a black suit holding a flaming cake,
coming closer and closer, and beyond that, the door.
“ I owe a debt of gratitude to my former co-worker Carla, who inspired this poem and others like it when she snuck into my cubicle, lowered her voice, and said conspiratorially, 'You’re a writer, right? Write about this.'”




REJOICE IN THE PETTY THIEVERY 
OF OFFICE SUPPLIES

(after Christopher Smart)

For you are not the first to take what is not yours.
For the ballpoint's grip aligns perfectly to your hand.
For the string of paperclips makes an elegant accessory.
For work begets more work, and in the meantime, you need a box of staples.
For there are staplers and then there are HEAVY-DUTY staplers.
For you can never have enough Post-its.
For the card stock is beautiful and thick and deserves a higher purpose.
For you have an insatiable desire for paper products.
For the office receives an unbelievable deal for ordering in bulk.
For you are the one who does all the ordering.
For your children are returning to school and this is a form of tuition assistance.
For there will be no raises this year.
For the manager kept you after hours three days in a row to review the budget that should have been completed last month, and your compensation is manila folders.
For the letter opener sings with meaning.
For all the Pilot Precise V5 Retractable Rollerball pens at home have gone dry.
For your son is doing a science project and requires transparencies.
For it is just a pen, not a pension.
For to take what you need is an implicit reward of work.
For everyone makes mistakes and has need for whiteout.
For one in every dozen envelopes belongs to you.
For one in every dozen binder clips of every size belongs to you.
For one ream in every box of paper is owed to you.
For you have given your eyes over to the computer monitor.
For your wrists ache at night with tendonitis.
For your hands have been lacerated by the filing stack.
For your manuscript has been printed and copied at the boss's expense.
For the boss is a generous patron of the arts and education, though unwittingly.
For the boss has a leather portfolio with her initials engraved, and this desk calendar, it's a piece of crap.
For your boss does not even know how to turn on the fax machine.
For having considered the boss and yourself, you will consider your coworker.
For you have given your ears daily to the inane lyrics of your officemate's beloved country station.
For you have endured the smell of trout being reheated in the break room.
For you are the only one to refill the pot of coffee once it has been emptied.
For there is an overabundance of highlighters, and you are just helping out.
For your favorite cross-cut shredder is too large to carry home.
For no one knows what happened to all the mechanical pencils.
For you have written the manual that no one will read.
For ink is costly and dear.
For the indexing of bills and debts, which is still considered work.
For you have given your life to this company, and in return you should never have to buy another two-pocket portfolio.
For there is a price to pay.
For it is called attrition.
For it is called diminishing returns.
For it is called a substitute for employee morale.
For you spend more time in your roller chair than in your own bed.
For this is expected and part of the annual budget.
For the envelopes with small clasps hold their contents firmly.
For the envelopes with windows do not come cheap.
For to recycle is to show your respect for the planet.
For you cannot live without a three-hole punch.
For the legal pads have proved their worth.
For firstly work will come home with you either way, in spirit or in satchel.
For secondly you fear that erasable pens will become relics of the past.
For thirdly you are relieving the office of overstock.
For fourthly you have sharpened your pencils to the finest point.
For fifthly you have always wanted a date stamp.
For sixthly you are liberating the rubber bands and pushpins from their uselessness.
For seventhly you could be downsized at any time, and it is good to have reserves.
For eighthly you are assembling a portfolio of your outstanding performances.
For ninthly you will be blamed for taking them whether you have or not.
For tenthly it is your job to supply for your family.
For you have considered leaving the company if it weren't for their 20 lb. cotton fiber premium white paper with watermark.
For a man or woman can be measured by their assortment of writing utensils.
For the supply closet only has so much space.
For the solar-powered calculator cannot function indoors.
For the message pads come in useful when communicating with your spouse.
For you would laminate the world.
For you love all office supplies equally.
For no one but you really knows what they're worth.

_

Christopher Smart's Jubilate Agno has always been a favorite of mine. I've read Smart's reverential scrutiny of his cat Jeoffrey so often that the anaphora and rhythm of his lines feel inevitable. When I first encountered his work, it intrigued me that he wrote this poem while imprisoned in a madhouse, apparently for being a public nuisance and praying (sometimes naked) in the streets. From Smart's prison cell and mangy cell-mate, fast-forward to the modern cubicle, and you'll see that I've shamelessly stolen from the original in order to write "Rejoice in the Petty Thievery of Office Supplies."







X. J. KENNEDY [16.490] Poeta de Estados Unidos

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X. J. KENNEDY

Nacido el 21 de agosto 1929, en Dover, Nueva Jersey, EE.UU. como Joseph Charles Kennedy, es un poeta, traductor, antólogo, editor y autor de literatura infantil y libros de texto sobre la literatura en Inglés y la poesía. Fue conocido como Joe Kennedy; pero, con el deseo de distinguirse de Joseph P. Kennedy, añadió con una "X" como su primera inicial.

X.J. Kennedy un poeta de gran prestigio, editor y educador, se convirtió en el ganador ganador del Premio Jackson de Poesía 2015, que entrega una bolsa de 50 mil dólares.

Kennedy de 85 años, es el ganador de este año del Premio Jackson de Poesía anunció la fundación literaria “Poets & Writers” este martes. El premio Jackson se le da a un poeta americano de “talento excepcional que merece un reconocimiento más amplio”.

Los muchos libros de Kennedy incluyen las colecciones “Nude Descending a Staircase”, “Cross Ties” y “The Lords of Misrule”.

Entre los ganadores previos del Premio Jackson se encuentran Elizabeth Alexander y Claudia Rankine. Poets &

Writers es una organización literaria sin ánimo de lucro fundada en 1970.


BIBLIOGRAPHY

POETRY; UNDER PSEUDONYM X. J. KENNEDY

Nude Descending a Staircase: Poems, Song, a Ballad, Doubleday (New York, NY), 1961.
Growing into Love, Doubleday (New York, NY), 1969.
Bulsh, Burning Deck (Providence, RI), 1970.
Breaking and Entering, Oxford University Press (New York, NY), 1971.
Emily Dickinson in Southern California, Godine (Boston, MA), 1974.
Celebrations after the Death of John Brennan, Penmaen (Lincoln, MA), 1974.
(With James Camp and Keith Waldrop) Three Tenors, One Vehicle,Open Places (Columbus, MO), 1975.
(Translator from the French) French Leave: Translations, Robert L. Barth (Edgewood, KY), 1983.
Missing Link, Scheidt Head (Secaucus, NJ), 1983.
Hangover Mass, Bits Press (Cleveland, OH), 1984.
Cross Ties: Selected Poems, University of Georgia Press (Athens, GA), 1985.
Winter Thunder, Robert L. Barth (Edgewood, KY), 1990.
Dark Horses: New Poems, Johns Hopkins University Press (Baltimore, MD), 1992.
Jimmy Harlow, Salmon Run Press (Chugiak, AK), 1994.




ARS POETICA

La gallina de los huevos de oro
Murió mirando su entrepierna
Para saber cómo funcionaba su esfínter.

¿Tú los pondrías bien? No mires.

Versión de Carlos Alcorta




TÓCAME

Tócame.
Una por una
En cada célula de mi cuerpo
Una chimenea se enciende.

Versión de Carlos Alcorta



NADA EN EL CIELO FUNCIONA COMO DEBERÍA

Nada en el cielo funciona como debería.
Las bifocales de Pedro, se han roto al sentarse sobre ellas;
Sus puertas bambolean con el cacareo de un gallo,
No retornan con un silencio de oro como Milton había pensado;
Bandas de inocentes masacrados siguen inspirando
El halo del Venerable Bede
Igual que un viejo diente de león produce semillas;
Y el beatífico coro continúa desafinando, tosiendo.

Pero el infierno, el sugerente infierno, no tiene ninguna sección libre:
Ninguno disfruta de su tiempo, ninguno acelera el ritmo.
Cualquiera pregunta «¿Por qué estás aquí, desdichado corazón?»—
Y él asignará un sitio para su rostro.
Oirás un clic instantáneo, una lágrima comenzará
A dejar huella como un resumen de su caso.

Versión de Carlos Alcorta




DESNUDO BAJANDO UNA ESCALERA

Pulgar sobre pulgar, una carne blanquecina,
Un amarillo dorado, la raíz y la corteza,
Ella filtra la luz del sol por la escalera
sin llevar nada encima. Tampoco sobre su mente.

Espiamos debajo de la barandilla
Un constante roce de muslo con muslo—
Sus bordes separados dejan pasar
la oscilante brisa entre ellos..

Una mujer de agua, desciende
Lentamente como una larga capa
Y haciendo una pausa en el final de la escalera,
Adapta el movimiento a su forma.

Versión de Carlos Alcorta
https://carlosalcorta.wordpress.com/





Ars Poetica
 
The goose that laid the golden egg
Died looking up its crotch
To find out how its sphincter worked.
 
Would you lay well?  Don't watch.




A Brat's Reward
 
At the market Philbert Spicer
Peered into the bacon slicer—
Whiz! the wicked slicer sped
Back and forth across his head
Quickly shaving—what a shock!—
Fifty chips off Phil's old block,
Stopping just above the eyebrows.
Phil's not one of them thar highbrows.





Cross Ties
 
Out walking ties left over from a track
Where nothing travels now but rust and grass,
I could take stock in something that would pass
Bearing down Hell-bent from behind my back:
A thing to sidestep or go down before,
Far off, indifferent as that curfew's wail
The evening wind flings like a sack of mail
Or close up as the moon whose headbeam stirs
A flock of cloud to make tracks. Down to strafe
Bristle-backed grass a hawk falls—there's a screech
Of steel wrenched taut till severed. Out of reach
Or else beneath desiring, I go safe,
Walk on, tensed for a leap, unreconciled
To a dark void all kindness.
                                           When I spill
The salt I throw the Devil some and, still,
I let them sprinkle water on my child.






The Devil's Advice to Poets
 
Molt that skin! Lift that face!—you'll go far.
Grow like Proteus yet more bizarre.
In perpetual throes
Majors metamorphose—
Only minors remain who they are.




Epigrams: Three Japanese Beetles
 
 To Someone Who Insisted I Look Up Someone
 
I rang them up while touring Timbuctoo,
Those bosom chums to whom you're known as "Who?"
 
Two Lovers Make Love Despite Their Sunburns
 
With motion slow and gingerly they place
Their outward forms, broiled bright as carapace,
Like linesmen handling bared high-tension wires,
Dreading the surges of abrupt desires.
 
(No title)
 
None but the Spirit, moving and igniting,
Deserves the credit in Creative Writing.






Little Elegy

(for a child who skipped rope)
 
Here lies resting, out of breath,
Out of turns, Elizabeth
Whose quicksilver toes not quite
Cleared the whirring edge of night.
 
Earth whose circles round us skim
Till they catch the lightest limb,
Shelter now Elizabeth
And for her sake trip up Death.







Nothing in Heaven Functions as It Ought
 
Nothing in Heaven functions as it ought:
Peter's bifocals, blindly sat on, crack;
His gates lurch wide with the cackle of a cock,
Not turn with a hush of gold as Milton had thought;
Gangs of the slaughtered innocents keep huffing
The nimbus off the Venerable Bede
Like that of an old dandelion gone to seed;
And the beatific choir keep breaking up, coughing.
 
But Hell, sleek Hell, hath no freewheeling part:
None takes his own sweet time, none quickens pace.
Ask anyone, "How come you here, poor heart?"—
And he will slot a quarter through his face.
You'll hear an instant click, a tear will start
Imprinted with an abstract of his case.
 






Nude Descending a Staircase
 
Toe upon toe, a snowing flesh,
A gold of lemon, root and rind,
She sifts in sunlight down the stairs
With nothing on. Nor on her mind.
 
We spy beneath the banister
A constant thresh of thigh on thigh—
Her lips imprint the swinging air
That parts to let her parts go by.
 
One woman waterfall, she wears
Her slow descent like a long cape
And pausing, on the final stair,
Collects her motions into shape.




Ode
 
Old tumbril rolling with me till I die,
Divided face I'm hung with, hindside-to,
How can a peace be drawn between us, who
Never see eye to eye?
 
Why, when it seems I speak straight from the heart
Most solemn thought, do you too have to speak,
Let out a horselaugh, whistle as I break
The news to Mother that I must depart?
 
Moon always waxing full, barrage balloon,
Vesuvius upside down, dual rump roast,
Cave of the Winds, my Mississippi coast,
Cyclops forever picking up and chucking stone,
 
Caboose, poor ass I'm saddled with from birth,
Without your act, the dirty deed I share,
How can the stuck-up spirit in me bear
Coming back down to earth?
 




You Touch Me
 
You touch me.
One by one
In each cell of my body
A hearth comes on.




LIWIN ACOSTA [16.491]

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Liwin Acosta

Coro-Venezuela 1990. Lic. En Educación mención Lengua Literatura y Latín por la UNEFM. Estudia 1er semestre en la escuela de Medios Audiovisuales de la ULA. Escribe narrativa, poesía y guiones de cine. Ha dirigido 4 cortometrajes. Es basquetero y tallerista.



Manifiesto #1 (a lo Bukowski)

¡No me jodan!

las alas son para los pájaros y los ángeles
los templos para los dioses
& la fama para los artistas que salen por televisión.

Si quieres ser un ángel
un dios
o un artista,

entonces

no escribas poesía.




VIII

Las palabras deberían
Sufrir como nosotros
Su distancia
Ser vulnerables 
Y dejarse morir
Sin abrazos tenues
Ni redención
Ni nada.





Diosa de la Lujuria y la carne
De la sangre y el semen
De noches solas y cuartos arrepentidos del vacío
Lujuria mía
Invítame a olvidar la paz
Muéstrame el ardor y el tormento
Libérame del redil y hazme olvidar el espejo
Tráeme a la ninfulita de espaldas
Déjala caer en mis brazos
Y sálvanos de la castidad.





Dejar caer el block para que el niño de la franela azul haga un avión que luego caerá en un charco de agua que no hizo la lluvia sino el vecino luego de lavar su Mazda 15 dejar caer el block para que el mismo niño escriba un poema de amor en un barquito que olvidará en el pantalón y su mamá le lavará como la mía lo hizo con mis tristezas dejar caer el mismo block para que ese mismo niño haga un carrito de origami donde nos iremos juntos a buscar a quien me dio a mí el bolígrafo y a él los ojos.



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ERIC WYLLIE [16.492]

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Eric Wyllie 

Eric Wyllie nació en la ciudad de Lincoln, provincia de Buenos Aires, Argentina, el 05 de agosto de 1980. 
   
Ha sido premiado y también finalista de diversos concursos literarios, tanto a nivel nacional como internacional, ha participado de numerosas antologías poéticas, escrito para diarios de ciudades aledañas, participaciones en revistas, blogs, y paginas de Internet referentes a la literatura.
   
En el año 2006 edita su primer libro de poesías titulado “Trist”, por el sello editorial Dunken, por este mismo sello editorial sale su segundo libro de poesías, “Sinua” año 2009. En el año 2012 sale a la venta su primera novela titulada “Kyria” por el sello editorial, Las Tres Lagunas, con el mismo sello edita su ultimo libro de poesías llamado, “Solze”. 
   
Actualmente prepara su cuarto libro de poesías y el quinto en total de este joven escritor.





Morocha de luz 
                          
Tus besos me dejan sin palabras pero con aliento, 
Y cuando no estés me voy a abrigar
Con el recuerdo de tus brazos.

Seria lindo estar acompañado de tus caricias
Y vivir el sueño más que dormirlo,
A tus besos los voy a tatuar en mi corazón.

Tengo el aroma de tu cuerpo en mi piel y
Quiero que se impregne en mi respiración para siempre.

Cuando el sol duerme el vuelo del 
Fuego besa nuestros cuerpos,
Capturados al mayor placer del deseo 
Y el mundo deja de existir.

Haciendo el amor viajando sobre el
Viento de los cielos… como ángeles libres
Al toque de luz de las estrellas azules,
Sutil magia en la maravilla de nuestro amor.

Necesito ver tus
Ojos cerrados y como
Recibes mi
Amor, dejas
Libre tu alma
Y mi corazón se encarga de vos.

Para mi sos un
Ángel que se
Posa en mi
Alma
Llena de la
Astucia de tu 
Risa,
Dándole colores a la
Oscuridad de mi sol.





Sangre en tus alas 

A través de tu alma veo
La majestuosa luz de las alas
De los ángeles
Teñidas en sangre por la verdad
De sus lágrimas.

Silencio en tus ojos de 
Hielo, y la proyección de tu amor
Inmerso en mi corazón.
Necesitan mis sentidos de tu 
Encantador beso para el sueño infinito.

Cuando me acuesto en tu fría tumba
Siento tus cálidos dedos
Acariciando mi largo cabello
Y una picara sonrisa se 
Dibuja en nuestros labios.



                                    
Caricias sobre los tatuajes de tristezas 
                        
Un día de pasión nocturna
Caminaba por el bosque de la soledad y
Vi abrirse la puerta del placer,
Subí por el laberinto de escalones
En busca del ángel que me despejara
De la melancolía del retroceso prisionero. 

Allá en los cielos, cruzando nubes
Dejando mi corazón libre, 
Para que fuera abrazado por alas tibias 
Que lo protegieran del dolor,
Me entregué al aire, flotando en el viaje
En manos cálidas que resguardaban mi entidad.

No imaginé que tu boca me escribiría poesía
O que tus manos dibujarían alegremente
En  mi cuerpo tatuado de tristezas.

Los latidos de tu corazón golpean en mí 
Interior con la fuerza del
Aire lleno de la vida eterna.

Nory



                                  
Incendio en las sombras de mis venas

Kilos de dulzura esparcidos en el 
Aire y yo respirándolo en el beso de tu sonrisa, 
Necesité el regalo de tus ojos para que me
Den un viaje
Encantador por las 
Llamas de tu cuerpo que
Ardía en mis manos.

Mis llamados tuvieron su respuesta
En tu silencio 
Y el diálogo de tus manos.

Bajo las luces tenues 
La danza de nuestros cuerpos
Amanecían con las expresiones
Magníficas de la naturaleza.



                                          
Hechizo que dibuja en los cielos

Cuando la sombra me tocó
El cielo me guió en un camino 
De arco iris de lágrimas.

Y sentí un ángel con 
Encantador sabor en sus labios,
Necesitaba de sus alas para calmar el 
Intenso palpitar de mi corazón.

La belleza de la magia se inundó
Dentro de mí,
Apoderándose de mi razón en un delirio
Místico, increíble…

Cuando la sombra camine a mi lado
Inhalaré la brisa de éxtasis puro
De tu recuerdo y la luz
Brillará con su paz en mi alma.



                                   
Pétalos de luz

El paisaje de rosas abandonadas  
Y sus pétalos sin luz 
Me duele en las lágrimas de los 
Ángeles que se fueron para siempre.

La manta de tu cobijo cayó en un lago de recuerdos y
Carteles con palabras de silencio tapan las puertas de mi amor.

 Clausurados tus besos, ¿el sol de lejos te volverá a alumbrar?
¿Viajaran en el aire nuestros recuerdos?
Si brillan las luces en la intensa noche ¿por qué tus 
Labios ya no me iluminan?

Juntos nuestros besos creaban imágenes y
Hoy no hay luz en la
Oscuridad de mi alma, ni
Armonía en mis oídos
No aptos para el silencio de las palabras
Aparecidas con clavos en las puertas del amor.




                                          
Gráciles gotas sobre el agua

  Caen con suma claridad las aguas de las tristes lágrimas de los cielos, y tus ojos siguen oscuros por las sombras de tus pensamientos sobre mi tenue alma.
  La sangre de mi corazón escribe poemas en las hojas de tus inspiraciones y el aliento de tu vida es el golpe que siente mi dolor.
  Los pétalos vuelan por el fuerte viento de tu rechazo y ellos descienden en el abismo de mis profundas heridas, se insertan en ellas con gran desconsuelo, sintiéndose avergonzadas por no llegar a brillar en la tierra.
  Hoy apagué al sol para ver el agua fría de mis recuerdos y empaparme en el rojo de tus sentimientos. Tu vela prendida de sutil melancolía no me brinda el calor que necesita la luz de mi suave presencia.
 Las gotas de mis lamentos flotan en tu laguna de tristeza y no pueden entrelazarse y ducharse en tu fina pasión.
  Bajan en cascadas las frías lágrimas del fuego de mi vida y no entiendo por qué tus oídos no las escuchan estrellarse con fuerza sobre el lago de tu existencia. Ni siquiera el amanecer de tus ojos brilla en el resplandor de un mar de dulce tristeza y el hielo que tú dejas sobre mi cuerpo no alivia mi espantoso dolor.
 El viento armoniza mi desgarrador grito de sufrimiento y el mensaje transformado en melodía, provoca grises nubes de tristeza, causando mares de lágrimas y dolor.



                                      
Hojas de fuego en un arroyo de lágrimas    

   Mis letras siguen en la triste oscuridad 
   De las sombras para que su brillo 
   Ilumine a los que realmente quieran ser. 
   Ni siquiera el cielo me alumbra y la única
   Guía en mi noche es la melodía de tu amor.
  
   El reflejo de una hoja filosa e inquietante, 
   Alumbra las venas de un antebrazo dolorido,
   Por la congoja de la soledad vivida y el 
   Silencio de una sinfonía carente de pasión.
   
   Miro una ventana que no me transmite luz, 
   Y mis ojos transparentes
   No iluminan al nítido cristal.
   
   Conmovedor es el silencio de la penumbra
   Que ahora llega y ahoga mis sentidos, 
   Con letras que supieron tener calor, 
   Porque fueron creadas por un corazón en llamas
   Lleno de vida y energía. 
  
   Ni los pétalos sin vida caen sobre mí… 
   Ni un arroyo de lamentos me acaricia con su fina tristeza… 
  
   Las lágrimas de los cielos solitarios mojan 
   Las hojas azules de mis sentimientos 
   Y es mi sutil esencia la que se destiñe
   Sobre mis cansados hombros. 



                                
Armonía en la oscura soledad de la luz
  
   Sólo hay sueños en la sombra de tu belleza absoluta y tu alma se oscureció aún más dentro de tu ser, y el brillo de tus sentidos no ilumina como el cielo que yo contemplo sobre ti.
   Las rosas se marchitan cuando tus ojos las envuelven con su oscuridad. Sin tu luz vivo ciego en los grises colores de tu alma y la sangre transita con dolor en la fina sombra de la sensible música de la soledad.
 Cuando tu corazón se cerró sobre mi presencia, una herida filosa y melancólica se abrió dentro de mí y derrame un fino liquido… pero sus heladas gotas no pudieron mitigar tanto daño. 
   A veces no entiendo como la soledad de tu ausencia abraza más fuerte que la compañía de tu presencia y produce un calido bienestar en mí, mientras tu cuerpo me quema con el hielo de tus emociones.
   Si tan sólo las lágrimas cayeran en el agua y no en mis ojos, podría ver mejor tú inigualable hermosura.


                                                 
                                     
Dos estrellas en el noroeste

En el momento en que tu recuerdo formó mi libro
Vislumbré la esencia de tu
Encantador ser, tu 
Lengua
Incendió mi cuerpo, y sé que
Nunca olvidaras mi aliento. 

Demasiada belleza,
A escasos centímetros de tus
Labios, de dulce color, ahora
Míos por segundos de fantasías, el 
Avance de tu rostro palpita siempre en mi corazón.

Viva y audaz
Aventura, y en la 
Noche nos vimos y quedamos
Encandilados,
Sin importarnos del mundo que 
Allá afuera nos rodeaba, lleno de paranoia y manía.

Y empecé a creer que el cielo
Estaba en tu 
Imaginación, pero en tus 
Maestrías, corrían las nubes,
Iluminando de blanco mi vida.

Miro el pasado, es mejor que mi presente,
Ahora sólo tengo tu
Recuerdo y cuando mis
Idilios terminan,
El dolor es tenebroso, y deseo volver a
Ligarme a tu cintura 
Abrazado a vos, para escaparme del apretón del desamparo. 


                                   

Ángel esmeralda

Descubrí tu presencia entre la luz y
Una niebla de particular belleza,
Tus manos acariciaron mi cuerpo y 
El placer se expandió sobre mi sensibilidad.

Tus rasgos se deslizaron en mi sangre
A través de mis antiguas cicatrices
Y la delicia de tu amor
Corría dentro de mí.

Tus labios me acompañaban
Con su goce a tu contagiosa riza,
Alegrando sin creer
El gran brillo que provenía de ti.

Cuando tu cara de 
Ángel se hospedo en 
Mi corazón
Iluminó mi vida con su
Luz y su calor
Ahuyento a los lobos de la soledad.

Volver a tus
Iluminadas alas
Para siempre volar.



                                      
No se labra tu mensaje en mi ser 

Hoy mis ojos querían leer tus palabras
Pero ellas nunca se escribieron en mi corazón,
La lluvia ácida se desmorona sobre mis sentidos, 
En un domingo grisáceo cada vez más oscuro, 
Por no encontrar la dócil brisa que con
Su suavidad le brindaría esplendor a mi alma.

Ver tus hojas vacías me lastima mucho,
¿No tienes nada para decirme? Todo lo que hemos vivido juntos,
¿No lo recuerdas? ¿Tu fuerte belleza suprimió tus memorias? 
Extraño nuestros murmullos, 
Recuerdo como se formaba tu amor, 
Añoro la viveza de tu piel, 
La miel de mis cabellos se reflejaba en tus ojos y
Tu sonrisa lograba resplandecer mi vida.

Tus señales no se trazan en mi baúl
De la tristeza que brilla con sus almas.  
Me pone muy mal no estar al tanto 
Si tu sonrisa sigue latiendo.

Una oscura nube me acaricia fríamente
Producto de mi nostalgia absorbente.

Buscando que mi existencia tenga un poco de aliento,
Un respiro intento encontrar en una botella importada
Que me quema por dentro
Y oscurece la razón de mi profundo dolor. 
Su frío vidrio reluce con su exquisitez,
Pero me inunda íntimamente en sombras, 
En un laberinto de lágrimas y gritos, caídas y cicatrices, 
Debajo de su dominante nombre 
Intento esconderme de mis recuerdos, 
Tratando de borrar tu voz y soñando que 
Todavía te acuerdes de mí. 

Las gotas de la lluvia me acompañan con su triste melodía
Cayendo sobre el césped y el aire del sur me intimida, 
Porque hoy no tengo tus manos para que abracen mi cuerpo.
   
La angustia nubla mi memoria, 
Me reflejo en el vidrio y en su fino contenido de fuego, 
Y aunque mis ojos no tengan luz, un brillo azul los alumbra y
Esa reflexión cae por mis mejillas.  
Se deshacen las páginas 
Mojadas por mi llanto oscuro. 
Mientras mis sentidos se adormecen, 
Brilla con suma tristeza el dolor y
Siempre me acordaré de ti, 
Aunque se dañe mi espíritu  
Cada noche de eterna amarga soledad. 

Nory


El escritor Gito Minore leyendo una poesía de mi segundo libro:


.

TASOS PORFYRIS [16.502] Poeta de Grecia

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TASOS PORFYRIS 

(1931) Poeta y traductor, nacido en la comarca de Ioánnina, Grecia. Ha colaborado en numerosas revistas literarias. Ha traducido a numerosos escritores: Ezra Pound, T.S. Eliot, Dylan Thomas. Jean Tardieux, Antonin Bardusek, Viteoslav Nezval, Zosef Hanglik. Ha publicado 7 libros de poesía. Su estilo prosaico, que recuerda el habla cotidiana, tiene continuas referencias a su lugar de origen.



Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio                                                      
Prólogo y traducción de Virginia López Recio 




ESCRIBO PORQUE LA CASA DE PIEDRA…

Escribo porque la casa de piedra está lejos
La mitad en la nieve y la otra mitad en el clarinete bajo
Mi amor llega entre dos pesadillas
Coloca las sábanas y vuelve a su sueño
Manos y labios, promesas de otra vida
Lento e interminable lamento, resina de pino
Escribo porque el río me despierta con sus clamores
−Truchas contra corriente y ciervos agachándose a por agua−
Porque mis niños conocen Nemertska por fotografías.
Porque el bosque grita –buscando a sus fieras-
La hora de la cena en la mesa de roble.




CUERPO EN PELIGRO


 I

Después de cuarenta y tantos años te das cuenta de
Que dejas de igual modo el vaso en la bandeja
Pasas los dedos por tu cabello –ya blanquísimo-
-Anhelas la mirada de tus hijos y no puedes
Completar una frase con personas queridas en
Encuentros y separaciones sin que te ahogue el sollozo,
El mismo que sacudía el pecho de tu padre.



III

Abres el cajón y de los viejos manuscritos
Te sorprenden palabras mariposas que mientras vuelan
Pintan de colores la habitación y la granada que
Dejaste con prisa –para llegar a tiempo ¿a qué?–  en una
Capa de herrumbre enrollada, fuego fundido con
Todas sus futuras explosiones canceladas.





RAFA COFIÑO [16.503]

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Rafa Cofiño

Gijón, Asturias  1969
Miope desde los siete años: ocho dioptrías en el ojo izquierdo y seis en el derecho. Poeta y especialista en Medicina Familiar y Comunitaria aunque trabajó la mayor parte de su vida profesional en Salud Pública.

Erudito en bordillos, charcos y cielos de su ciudad natal. Exiliado. Alternó diferentes trabajos con varias estancias en Tepanahuori donde inició la recopilación de los textos de Artemio Rulán. Testigo privilegiado de la demolición del edificio número dos de la calle Cuenca y de los treinta años del exilio impuesto al pueblo saharaui.

Actualmente trabaja como Jefe del Servicio de Salud Poblacional en la Dirección General de Salud Pública y Participación de Asturias. 

Participa en la formación del Modelo Biospicosocial, Investigación Cualitativa y Salud Comunitaria de los residentes de Medicina Familiar y Comunitaria de Asturias. Miembro de Fútbol de Poetas y de lost pictures project

Autor de Gorrión de Vos (1996), Los ritos de Danaus Plexippus (2003), La ñoaranza de Artemio Rulán (2007) y Los gorriones de Artemio Rulán (2009). Es uno de los co-editores de la obra "50 maneras de ser tu amante", un trabajo colectivo de 50 narradores, poetas, fotógrafos e ilustradores. 




me gusta enredar y desenredar tus dedos

no soy experto, lo sé
ni académico del tacto
además no dejarás tu casa por ello,
ni me darás una sola carta, ni tu probado silencio
ni tendrás
a bien escucharme
sólo afirmo
que me gusta, mirándolos de lejos
hacer nudos y bucles con tus dedos
veranear en tus yemas y nudillos
e imaginar
que van y vienen por esta frontera de nada
que voy dejando entre mi cuerpo y el mundo
al andar

De La ñoaranza de Artemio Rulán





Miopía revisited

De pequeño, cuando era muy pequeño, tenía una inmensa lástima de aquellas personas que usaban gafas. Me inspiraba una hermosa y terrible tristeza verlos con aquellos cristales que, imaginaba, no les dejaban ver el mundo como merece ser visto. Los motivos de esta infantil melancolía podrían ser varios: imaginemos que sea una melancolía congénita (probable) o bien una melancolía desencadenada por aquellos ojos cansados, velados y brillantes, que tenían los abuelos paternos que me cuidaron en la niñez. Imaginemos, probables, una combinación de ambas posibilidades.
Bien. A los seis años me diagnosticaron solemnemente aquel mismo mal y me plantaron unas gafas de dos y uno con cinco dioptrías. La primera vez que me las puse me las calcé por la cabeza como si me estuviese poniendo una chistera de prestidigitador. Ya empezaba a hacer magia y malabares intuyo.
Mi madre se alarmó y hasta le saltaron lágrimas. Poniéndose exageradamente en lo peor, compró nueces y vitaminas que le habían dicho en la panadería era lo mejor para que el epidémico crecimiento de mi globo ocular no fuera a más. Yo me puse serio, me estaba peinando en el baño, lo recuerdo perfectamente, tenía un flequillo espantoso que casi me tapaba la frente. Me puse serio y le pregunté que si me ponía tan triste viendo a personas con gafas cómo iba a soportar mirarme a partir de ahora, miope como ellos, todas las mañanas en el espejo. Le pregunté, profundamente serio, con el pelo oliendo a frasco de colonia de un litro, cómo íbamos a hacer para quitarme toda esa tristeza-de-mí-mismo que me estaba entrando de repente. Me volví, la miré y pregunté que si también en la panadería le podrían dar alguna solución para eso.
Seguimos esperando, ella y yo, respuesta.

La ñoaranza de Artemio Rulán





domicilios

duelen algunas pieles
los dedos leves
el dolor de las palabras
desplegadas en la mesa
es similar al temblor
del hipogastrio
a las cuentas de rosario
en la espalda o
las rodillas hinchadas o
el empeño de aire
y la boca un puerto
oceánico
para aspirar la vida
en veinte sorbos
y los cuadros en casa,
y la ventana templada,
el barrio,
la fábrica,
la mesa, el papel,
las fotos de comunión,
el maletín de prestidigitador
la importancia de amontonar
sílabas y dedos en la
disnea o el miedo
y estas manos moviéndose
puras en cuerpo puro
rotas en cuerpo roto

Del proyecto Los gorriones de Artemio Rulán





Arañas

El más duro es el cuarto día.
Nos negaremos el pasillo de vuelta a las arañas,
No tendremos descanso en las sombras
ni hambre al rascar
las espesas migas en las esquinas de la cocina.
No quedan excusas ni señuelos.
No quedan listas de compra
ni movimientos cansados de las manos.
Las ventanas han dejado pasar golondrinas
y torcidos sueños de invierno.
Un resto enmohecido y verde trepando por tus venas,
no hay rastro de patria ni de hogar.
Los espejos no devuelven,
los versos no conmueven.
Negados todos los caminos
de vuelta a las arañas.

Mira como pasa y agita el aire
que fue suyo segundos antes.
Un supuesto equívoco, o espejismo, o truco, o ausencia
y mis ojos siguen mirando
el vacío que llenaba tu cuerpo.
Mira como pasa y agita el aire
que fue suyo segundos antes.
Una forzada confusión del tiempo
y mis ojos se deslizan
por el vértice voraz y vacío
que llenaba tu cuerpo
antes de la despedida.

Artemio Rulán. Moleskine negra






El animal

"me roba todo hasta el café"
Battiato

"Cause soon enough we´ll die"
Soko


Vive en la parte superior de mi tórax.

He tardado años en localizarlo. Pero al final he logrado atraparlo e identificar cuál era la causa de todo. Vive en el cobijo de mi pecho, lateralizado más hacia mi hemitorax derecho. Reposa en el pericardio. Se roza en las clavículas y cruje en los vértices. Tira de mis hombros al despertarse y genera una imposible sensación entre el epigastrio y mi boca. La sensación dura segundos y es precisa. Arde. Duele. No duele como duele el dolor cotidiano pero duele. Ahora mismo, mientras escribo, ha bajado al esternón y se recrea conmigo en las letras. Podría meterme la mano en el pecho y acariciarle el lomo. Hemos establecido un extraño vínculo de puto cuento de infancia.
En las tardes fumo y pongo sobre la mesa las pistas que justifican su existencia. Me he convertido en un detective de sombras recopilando pertinencias de mi oscuro animal. He generado un catálogo imposible de los términos de los que se alimenta. La envidia es el mayor de todos. Ciertos atributos que se vinculan con esa palabra -la Envidia- hacen que el animal se estire y brame. Sobre la mesa escribo cada uno de sus atributos y los engarzo a la palabra. Hay otros términos pero creo que todos terminan en el mismo. Hasta la Santa Rabia precede a esta Envidia celular. El animal se vuelve loco al ver tanta comida semántica en la mesa. El humo le espanta pero a mí me alivia. Entiendo que seamos herederos del vértigo y de su palíndromo la belleza y que esto nos lleve a morirnos treinta y siete años antes de lo previsto.

Nos respetamos.

Creo que así, encendido, cuando muerde mi garganta, no deja de ser una bestia tierna deseando volver a ser libre. Aquello ya no es casual y esto no será posible. La libertad es un trasunto extraño, una palabra más que colocamos sobre la mesa para dar de comer a mi animal. Nos alivian las letras y los poemas. Come versos y los rumia aliviando mis arterias. Y me complace el repositorio de atributos. Conecto esas grandes palabras troyanas con los recuerdos de mi infancia:

[La Soledad eran aquellas escaleras de patio. La Envidia el cuarto de jugar y la ventana sin cristales. El Tiempo las virutas del patio. El Dolor la ventana en septiembre y las luces residuos del verano. El Futuro el barco que nunca terminamos. El Sueño un ventanal hacia el barrio en el oeste].

La libertad ya era esto desde siempre porque el animal ya venía incluido en el paquete desde el primer día. Los acentos y tildes que al final justifican la oración y los epitafios. 

Nos hemos aprendido a respetar.
Nos domesticamos en ternura
[La ternura era la manta por dentro]

Me gusta provocarlo. Sé que su debilidad son las palabras y se las coloco como migas de pan para dejarlo dormir suave en mi pecho.

Nos miramos medio dormidos, incrédulos, como la ballena aquella del cuento, contemporáneos nos decimos:

 "Así que la libertad era esto".

Artemio Rulán. Moleskine Negra (II)





Repositorio

Bien.
Tenía un trozo de aire
y la tela triste que tejen los lunes,
un espectáculo sin entradas
y un prospecto de futuro,
caja sin fichas,
y niño con eczema, 
                                     Gloria,
una tabla de madera para sonar el timbre,
cuentos para escapar de casa,
sombras en las paredes
y persianas de madera,
el lápiz del carpintero
y la solidaridad de los clavos,
virutas en el alma,
serrín en el deseo,
barniz en el propósito,
cola en el sentimiento,
los zapatos siempre demasiado grandes,
y según, la melancolía congénita o la esperanza enorme,
los ojos miopes,
esa piel tan blanca, las manos tan torpes,
la ternura con decalage,
zapatos siempre grandes,
inventario de charcos,
                                   un, dos, tres, cuatro,
la lluvia en las rodillas,
un armario de hormigas.

Y cada noche una palabra por antena.
Un verso enorme en los labios cada noche mirando los tejados del barrio.










RUBÉN D' AREÑES [16.504]

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Rubén d'Areñes 

Siero, Asturies, 1983
Empieza a escribir pasaos los 20 años, y de magar entos ye colaborador de revistes como Formientu y Lletres Asturianes. En 2006 faise col XV Premiu de Poesía Elvira Castañón y col XX Premiu de Poesía Alfonso Camín, concedíos pol Ayuntamientu D´Ayer y pol Centru Asturianu de Barcelona, respectivamente. En 2007 algama´l I Premiu de relatu Curtiu´ Horro de Carbayedo con ún de los sos primeros testos non poéticos. Tamién en mesmu añu faise col V Premiu de Poesía Nené Losada rico, qu´entama l´Asociación de Muyeres Valdés Siglo XXI, col poemariu Los veinticinco pasos, a soleyáu cola editorial universos. Nel añu 2008 gana´l XV Premiu de Poesía Fernán Coronas-Padre Galo col poemariu Les páxines blanques.Ye´l primer autor en llingua asturiana qu´apaez noscuadernos lliterarios de la Tertulia Telira, d´Aranda y ribera del Duero (Burgos).

Estrenado en el mundo literario con Los venticinco pasos (2008), con el que alcanzó el premio Nené Losada rico, es autor también de Les páxines blanques (Premio Fernán Coronas 2008), Pequeñu álbum de familia (2010) y La solombra del flacu (2011). 




PLAN DE FUTURO

Yo de mayor
voy a ser cazador de relojes,
por más que corran,
voy a encontrar
o a construir
herramientas que sirvan para atraparlos.
Porque ahora corro yo
sabiendo que me siguen
y me apresuro para que no me alcancen,
y como corriendo,
y bebo corriendo,
y ando siempre a la carrera
con el runrún de los pasos desacompasados
de los minutos de horas cojas
acariciándome la nuca.

Yo de mayor
voy a ser cazador de relojes
sin más por pura venganza.

Les páxines blanques (Trabe, 2008)



PLAN DE FUTURU 

Yo de grande 
voy ser cazador de relós,  
magar que cuerran, 
voi atopar 
o facer 
preseos amañosas p'algamalo.  
Porque agora cuerro yo 
sabiendo que me siguen 
y entaíno pa que nun me garren, 
y como corriendo, 
y bebo corriendo, 
y ando siempre a les carreres 
col run-run de los pasos 
descompasaos 
de los minutos d'hores coxes, 
cariciándome na nuca. 

Yo de grande 
voi ser cazador de relós 
namás por pura venganza.





pasu 1

Nada malo vien
cola lluz manso y pacetible
del branu:
los páxaros,
como arrepentíos,
los playeros de tela del economatu,
que tamién llegaben en bandaes,
según me diz a la oreya’l neñu que soi
y que recuerda.
Cazar cabezones en cualesquier charcu onde
bebiera’l ganáu.
Vagar, munchu vagar…
Eses otres enseñances
les que nun pidíemos
y veníen tamién,callandino,
buscándomos.
Colesti cola lluz manso y pacetible
del branu,
tres de pasar los caberos díes
xugando colos neños de 1936,
–teníes doce años–
dando saltiquinos nun cascayu que desapaez,
cuando saltes pa dar la vuelta,
ente la lluz manso y pacetible,
y puta embustera del branu.

De Los veinticinco pasos





LAS LUCES QUE SE APAGAN 

¿Dónde van las luces
cuando se apagan?
La última vez que vi
una luciérnaga
fue en el año 89.
¡Adónde se fueron?
Las luces de los voladores.
La luna,
tan digna reflejada
en el agua de la huella
de un animal en febrero
como en la mar de las tardes de agosto.
La luna, 
reflejada en un pecho
desnudo y blanco
en las tardes de agosto.

¿Adónde van los pechos
desnudos cuando se apagan?




LES LLUCES QU'APAGUEN

¿Ónde van les lluces
cuando apaguen?
Lá última vez que vi
una lluciérnaga
foi nel añu 89.
¿Ónde fueron?
Les lluces de los voladores.
La lluna,
igual de digna reflexada
nel agua que queda
na güelga d'un animal en febrero
que na mar de les tardes d'agostu.
La lluna,
reflexada nun pechu
desnudu y blancu
nes tardes d'agostu.

¿Ónde van los pechos
desnudos cuando apaguen?

Asturcones, (Canalla Ediciones)



LA PARADOXA TEMPORAL 
DE LOS RAMOS DE FLORES

Onde tropecemos,
les madres punxeron ramos de flores.
Les llecciones teníen pétalos de color vieyo,
pero naide nun avisó daquella qu’había que garrar apuntes.
Diéronnoslo absolutamente too fecho
y endolcao pal recréu.
Y hasta cuando na chapa de la cocina revolvíen la mentira,
sabíemos que nun había que dexar nada en platu.
La derrota nun s’apega nos culos de les potes.
Llambiemos les marques de la cacía como gatos famientos.
Moviémonos febles como ellos y equí tamos.

Anque nun naciemos pa cambiar el mundu,
diga lo que diga la tele.

Tolos preseos taben tallaos a navaya
y heredábense.
Quién diba dicinos qu’había coses feches
yá enantes de nós.
Nun digo la incapacidá.

Cuando espertemos ún menos
fuoi cuando supiemos que ser invencibles
yera l’eslogan de los imbéciles.

Una tarde, una madre cualquiera abrió’l primer álbum de familia.
Años guardando verdaes,
daquién se molestó n’inventar les máquines de retratar
enantes de nós.
Ensin fallu, nenguna foi a sacar semeyes que dixeren mentira,
nenguna.
Aceptemos qu’hai xente que sorríe
namás cuando tien ventitantos
y qu’otros, cuando tienen ventitantos
namás sorríen
y d’esos quixemos esbillar exemplos.
Tampoco nun nos avisaron de que furrulábemos
a 24 semeyes/seg.,
y costómos bien d’ello tener poles utopíes.

Digo que les coses nunca foron del color de la victoria,
les copes que llevantemos por tolo contrario.
El nihilismu foi un descansu bonaz.

La escolaridá como rutina.
Nada deprendiemos en verdá:
a morrer muncho,
a saber
a qué güelen los ramos de flores.

en La solombra del Flacu




ROGER RONDÓN [16.505]

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Roger Enrique Rondón

Nacido en 1967, en Valera Estado Trujillo, Venezuela, tierra de sabios y santos como Don Rafael Rangel y Don José Gregorio Hernández.

Poeta.Docente. Autor del libro "Viajes y Mudanzas".

https://digitales32007.wordpress.com/

Roger Enrique Rondón fue estudiante del curso de lectura, 1988, clásicos de Literatura Universal con el ilustre profesor Briceño Guerrero de la Facultad de Humanidades, ULA, Mérida,  donde se lee, línea por línea, durante tres semestres seguidos, textos de la talla como: Don Quijote de la Mancha, La Divina Comedia, Hamlet y, Fausto, en la vieja sede de la urbanización “los Caciques” de la Avenida Universidad de la Facultad de Humanidades. Su tutor de tesis fue el docente titular Jorge Dávila sobre Sistemología Interpretativa. Realizó una maestría en la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

Ha participado en talleres literarios de la U.C.A.B. Antímano, 1999, y Casa Rómulo Gallegos, Altamira, 1997. Caracas. Profesor Universitario, Politécnico “Luis Caballero Mejías” (Inventor de la Harina Pan), La Yaguara, desde 2005. Se desempeña como Analista Programador en IBM Chuao, bajo plataforma AS400 ISeries. 




Texto.

Multiplicadas
como panes
como peces
las semillas
fueron
esparcidas
sobre tus piernas abiertas.




Texto.

Por siempre la llamaré agraciada
yo supe de sus hembras morenas
yo supe del olor de sus guayabas
del agua cristalina de sus cocos
yo supe de Margarita, la isla.




Texto.

Ahora tengo las sienes blancas
la espuma del mar de Paita
se estacionó en mis cabellos
pero antes, hacía temblar miradas de coroneles
con mis escotes y mis zapatos de suela doble.

Yo que escribo en el mismo papel donde envuelvo el pan duro
quemaron todos mis harapos
calcinaron todas mis cartas
quemaron los muebles
por temor a que contagiara a mis vecinos
con la fiebre.

Quemaron mis vestidos
incineraron todas mis pertenencias.

Antes de conocer a Simón
yo ya era devoradora de hombres
y me había metido en líos subversivos
y San Martín y el mariscal Sucre, sabían de mí,
todos los mariscales de campo lo sabían,
yo montaba a caballo, fumaba tabaco
usaba pantalón largo, y bebía ron como los piratas,
lo poco que yo sé, se lo debo al pueblo.

Me encantaría
ver a toda América leyendo poesía.

Sin él yo también seré inmortal
en este mundo de machistas incurables.

Yo era una mujer enciclopedia.
Yo no hice sino creer en el pueblo
aquí vino Garibaldi, el general italiano
a mi plantación sin pintura
venían pensadores
y sobretodo, muy buenos amantes.




Texto.

Memorioso como una fecha
lujurioso como un tacón y gambas bronceadas
orillero tal puñal
majestuoso como un barril de vino
difícil, enredado
y pendenciero

así te conocí
así te metiste en mis grietas
así me deslumbraste:
Tango.




Texto.

No te da tregua
aborda el desamor y sus contrarios
sin anestesia.

Alguna guitarra, alguna maraca
aúlla la separación de una hembra
de las manos de su amante penetrable.

Todos se atavían de gala
para honrar tu tremedal
incipiente seductor
llovizna de voz ronca
devorador de lentejuelas y esmoquin
fulminas castas frentes
sed inextinguible
fama de conquistador
aguijoneas por encargo
ajustado traje
    infiel e interminable
cadenas de amantes
    éxtasis febril
irresistible piano
    ardor del verano más regio
banquetes y eventos
    bocado íntimo y privado
linterna certera
de solitarias y mal iluminadas calles.

Nunca estamos a la altura de tus furores:

Señor Bolero.




Texto.

Los británicos quieren enseñar a leer
a todos los de mi tribu.

Vinieron a hablar con el chamán
para construir una Escuela Rural.

Ellos,
los británicos aprendieron a leer
¿y de qué les sirvió?
Dijo el chamán.





Texto.

Retumba en el corazón de los árboles
voces del tambor
rindiendo a lo divino.

Fueron personas secuestradas
y mudadas a estas tierras
los que retumban.




Texto.

Danzan cuerpos
como frutas
plumas, lentejuelas
y espejitos
tongonean
sus caderas por la calle del calipso,
la conga, candombe
o la samba.

Fantasías, batuteras,
garotas
chisporrotean comparsas

arde la fiesta de la carne.





Texto.

Fiesta de soles en la cadera
manos de tizne y fogón
cansado sudor de ajenas casas

es la negra Clotilde, la madame Lulú,
Isidora y Miguelina

cadencia de un torbellino.


Roger Rondón









-

JULIA CASTILLO [16.506]

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Julia Castillo 

(Madrid, 1956) es una poeta española. Obtuvo el premio Adonais en 1974 por Urgencias de un río interior. Es licenciada en antropología. Ha publicado un ensayo sobre la literatura fantástica en los Siglos de Oro y editado la obra completa del poeta del siglo XV Garci Sanchez De Badajoz. Ha sido traducida al francés por Robert Marteau.

Bibliografía

Libros de Poesía

• Urgencias de un rio interior. Rialp. Madrid, 1975. Premio Adonais 1974.
• Poemas de la imaginación barroca. Sur. Santander, 1980.
• Selva. Begar. Málaga, 1983.
• Emily Dickinson. Poemas. Traducción y prólogo de Julia Castillo. Ediciones La Misma. Madrid, 1984.
• Chott, en Los cuatro continentes.Colección Juan Ramon Jimenez. Huelva, 1986.
• Demanda de Cartago. Ediciones La Misma. Madrid, 1987.
• Siete Movimientos. Auqui. Barcelona, 1990.
• Beatus Bernardus. Fugaz. Alcalá de Henares, 1993.
• Palimpsesto. Huerga & Fierro. Madrid, 1999.
• Dos Poemas. Árdora. Madrid, 2001.
• Febrero. Abada Editores. Madrid, 2008.
• Atentado en el bosque. Syllaba. Granada, 2010.
• Haunted. El Lotófago. Madrid, 2010.
• Este Mal. Huerga & Fierro. Madrid, 2011.

Pliegos de Poesía

• Tarde. Torre de las Palomas. Madrid, 1981.
•El hombre fósil. Maina. Madrid, 1982.
• Auieo Cuadernillos de Madrid. Madrid, 1983.
•Quien guarda ese rebaño. Hojas de la Merced. Madrid, 1988.
•Inéditos. Cuadernos del Centro Cultural Generación del 27. Málaga, 1993.




De la contraportada:

La extrañeza constituye el rasgo principal de Dos poemas, un texto cuya fuerza reside en su despojamiento y cuya radicalidad introduce una nota insólita en el panorama de la poesía española contemporánea. Julia Castillo descarta toda descripción de sentimientos ya conocidos en favor de una interiorización del fenómeno poético. En esta aventura, el poeta, como ella misma advierte, «no aspira a escribir lo que siente, sino a sentir lo que escribe»; no le teme al caos, sino a la simplificación; no intenta rescatar la forma, sino que sea ésta la que conduzca el proyecto creativo. La obra de Julia Castillo (Madrid, 1956) incluye ocho entregas, desde la temprana Urgencias de un río interior (Premio Adonais 1974), hasta Palimpsesto (1999), primero de los libros compuestos durante su larga estancia en Oriente Medio.




Consiente
que he pensado.

De penas,
y he venido.

¿Supuesto,
tú?

Pasos que os doy.

Luego fuentes,
borrado,
Ni decirlas.

Mayo:
no lo creas.

Futuras,
esta calma.

Antes te dé,
de pluma,
a valer.

Allí señas,
en las mejillas.

La selva
no te harta.

Cómo se vino,
a qué darme,
frescura.

Tanto importó,
cómo consigo,
ha amanecido.

De oírme
parece que
aquel árbol.

He fabricado
mirar.
Lo que se escucha.

Y onda
que se hizo.

Al creerla
es la escala.

En la consagración.

Somos todos
cuna.

Hasta que sepa,
flor,
no habrá consuelo.

(Fragmento de dos poemas, Editorial Árdora)






(De Palimpsesto, 1999)


1

Rayos tira
sombra que llevan
sobre los pasos.

Aquellos escombros,
hoy batallones 
de tus niñas:
los celos son
de marfil
y prados
en la mano.

Del bosque
ataviado de estas
grutas,
labios de miel
en puntas
desiguales-
una materia 
le bailan.

Y de torneos,
a espaldas
dos horizontes
con unas gradas
de nubes;
le asaltaron
ojos negros.

A ponerse
un murmullo
esta noche
contra el pecho,
las estrellas
de carrera
por sus venas.

Y salir escuderos,
a no amanecer.
Si sería el eco
que en sí encierre
lo oído
con mayor silencio.
No hubiera mundo
a subir entre las flores
estas abejas
gran precipicio.

Qué muchos
que halcones
(y rendidos)
no me ronde
de qué es amor.
Me cansan.






4

El sol endulza
la piedra,
cómo tu altivo.

La bordadura
compra el descanso,
para hibernar
de sus hilos,
los umbrales,
con ladridos.

Y de esa altura
en la cuna,
ésta peino
noche oscura-
se hace oídos.

Cuando una abeja
de ti proceda,
todo junto
el veloz gamo,
acosado el jabalí,
y en vano 
se admira
quien no sea obedecer.

En pie casi
la tierra tiene
una pausa,
las ovejitas.

Y abatida, 
de monte es tomada
a monte.

Por cima las volveré,
abrazando
en la cabaña
una copia rendida
de aquella helada.

Quien nos metió,
dos amores.
El albergue
fenece en un jardín.
Y descuidado,
o fingidos.




7

Se humilla
a grandes ratos
la selva,
poco que ores.

Enamorado,
que quiso decir
es pintada:
el sueño
lo han esbozado
para no huir.

Qué más,
que matador
les hiere:
hay que creer.

Sólo el Bernardo
es todo peso
que llevaba la
lanza
a enhebrar
un suspiro:
sienes silvestres.

Y asirse
del veneno,
la virgen
toma este pie.

Ansioso de
tropiezos,
progresiones,
mantenido
en el desciframiento,
por las fibras
este jazmín.

Es éste
que precipita
las minas
y temblores
para envidia
de la metáfora:
otra
a quien ofendí.

Sigue, sigue
a otro infierno
la fantasía,
si le seguía
un parecido
de las entrañadas,
yo le vencí.






9

La mirada,
y en no tener
escudo,
estoy rendido.
Fija en el
rosal.

El hierro
y el infeliz negro
lo que toca,
fuera de mí.

De este monstruo
pues, ver
en las ramos
no ha de quedar.

La Medea, como ella
lo mire,
traemos de la boca
en el corazón.
Y ligar
a que los ojos
reconocen
huerta, aldea:
las hacen
muchos años
de imaginación.

Os pido verla.

De obligarle
edad presente-
sería parte
o las pasadas-
propagar en la sierra
su cabaña.

Detener
muy a espacio,
pues tormento
una línea imposible
no ha podido.

Igualar esta ciencia
y siempre mana.







BYRON LEONDARIS [16.507]

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BYRON LEONDARIS 

(1932-2014)
Poeta y ensayista, que nace en la comarca de Seres, Grecia. Casado con la poeta Zefi Daraki. Estudió en la Facultad de Derecho de Atenas y ejerció de abogado y consejero en el Ayuntamiento de la misma ciudad. Colaboró en muchas revistas literarias de ideología de izquierda, donde publica la mayoría de sus textos teóricos sobre poesía. Se hizo conocido sobre todo por la segunda etapa de su poesía, de angustia existencial. Destacó también como ensayista y fue quien acuñó el término “Generación de la derrota”, atribuido a su generación, la Segunda de Posguerra. Publicó 7 libros de poesía y unos 5 de ensayo. Fue nombrado miembro de honor de la Sociedad de Autores Griegos. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, al francés y al turco. En 1997 recibe el Premio Estatal de Poesía. 



Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio                                                                            Prólogo y traducción de Virginia López Recio




[LO SÉ, ME TIENES YA ENTRE 
LOS TÍTULOS MUERTOS]

Lo sé, me tienes ya entre los «títulos muertos»
Por eso te pido que pongas en el «Catálogo Editorial»
al lado de mis libros, la señal «Descatalogado»
Tengo ese derecho
‒lo mismo que un día terminan las representaciones
y «se quita» la obra.
De todos modos, esta compañía de mi alma se ha disuelto.

Que ahora acaricien otras páginas en las librerías
dedos retraídos a los que se les escapó la vida
Y que no pidan de los muertos el elixir de la poesía
No lo revelarán
mi buen amigo, editor sepulturero.





[ASÍ COMO BALBUCEÉ MI DESTINO]

Así como balbuceé mi destino
con palabras incoherentes
y con el amargor de la hoja de laurel en los labios…

Oráculo es el destino
que lo pides y te es dado por ti mismo
para escapar de lo que no vas a escapar
para entender lo que no vas a entender
es decir, discurso improcedente y abominable
que te disuade de lo que te incita
te empuja en sentido contrario de donde te arrastra
y la única manera de que lo cumplas es que lo infrinjas

Por eso te destierras de ti mismo
y caes en el tópico
en despreciables luchas de vida
en supuestas aventuras y hazañas
resolviendo acaso enigmas y matando monstruos de la
     cotidianidad
haciendo lo correcto y hablando lo insignificante
en intolerables y vanas expiaciones
arrodillándote para vivir

Así también yo, que me tocó el más pesado y oscuro destino,
me encontré elevando
una vida increíblemente tópica.





[BAJO LAS AGRIETADAS ACERAS]

Bajo las agrietadas aceras no estaba la
     playa arenosa
alquitrán, herrumbre y tierra, y viejos cables
     eléctricos
un trastorno como cuando los muertos se giran boca abajo,
cables de teléfono cortados que antes se estremecían 
por un abrazo erótico de dos números
     desesperados en medio de la noche
lo sé, quieres morir porque no soportas
     amar
raíces de arboledas que fueron cortadas
para ampliar la Calle, la Virgen lestrigona
y el eco de pasos que se van –porque
      pasos que llegan no hubo nunca–
y el cataplum de una sombra que saltó de nuestros
      ojos cuando agarramos el fuego
y lo aplastaron nuestros tizones.

Bajo las agrietadas aceras no estaba la
      playa arenosa
bajo las aceras no estaba –
Por eso estamos tan tristes,
vosotros que encontrasteis la muerte,
yo que la perdí











ZANASIS TZULIS [16.508] Poeta de Grecia

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ZANASIS TZULIS 

(1932-2010)
Poeta del Epiro, Grecia. Estudió Pedagogía en Ioánnina y en Atenas. Siguió estudios de psicología, psicoanálisis del arte y de literatura contemporánea en Francia. Se hizo Doctor en Psicología con una tesis sobre Kafka y fue profesor en la Universidad de Tracia. Sus poemarios no llegan a la decena. Su poesía, con referencias continuas a la naturaleza griega, tiene influencias del surrealismo y también de Kafka.   




Selección de Dimitris Angelís y Virginia López Recio                                                                                Prólogo y traducción de Virginia López Recio  





ES IMPOSIBLE QUE ME ACOSTUMBRE
A QUE HAS MUERTO EN TODAS LAS PALABRAS

Se llenan en las esquinas de pelaje las cosas
que perdieron tu mano
y digo de coger tus costumbres
que han madurado dentro de mí
                también recipientes que tosen

no reclamados, anochecidos en nuestra garganta,
y traerlos bajo tu tierra
con tus abiertas fermentaciones
y tu aliento
                               arándome

porque es imposible que me acostumbre
a que has muerto en todas las palabras





LAS CASAS SON INTERNOS DE SU LOCURA

Las casas vacías se suicidan de otra manera
matan uno a uno sus órganos
pero no se hacen cadáveres

palidecen desde la garganta hasta abajo
y unas son almas, otras fantasmas
otras abren desde abajo la trampilla

y sobran en el horizonte

y unos las llaman fugitivos
otros suicidas

y éstas son internos de su locura





EL POETA OCULTA ASESINATOS DE HURONES

Bajo la hierba de sus extremidades y las lluvias
y sobre todo en las cavidades del hipogastrio
el poeta oculta asesinatos de hurones
que contribuirán a los honorarios de invierno

porque un poeta con entrañas abiertas
es lugar sitiado por los cazadores

como también toda fuente en mitad de un bosque





LAS COSAS NO FALTABAN DE LAS PALABRAS
NI POR SUPUESTO TAMPOCO DIOS

Entonces las cosas no faltaban de las palabras
ni por supuesto tampoco Dios que las veía a diario
no desde arriba que decimos sino que ponía su mano
y las corregía continuamente mientras atravesaba de arriba abajo el pueblo
y respondían al guarda forestal (y éste no paraba)
con él charlaban hasta tarde y donde se sentaban cavábamos con sentido

y recogía cada cual según su peso

si además sucedía que se estropeaba una palabra
caía la noche y una casa

cosa rara que lo sabíamos y lo evitábamos 



En la antología:
Moreno Jurado, J.A., Antología de la poesía griega: desde el siglo XI hasta nuestros días. [tr.by]: José Antonio Moreno Jurado. Madrid: Ediciones Clásicas, 1997. 818p. 








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