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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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TERESA MARCILLA [16.363]

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Teresa Marcilla Gutiérrez 

(Bilbao, 1994) es licenciada el Filosofía (2002) y en Psicología (2006) por la Universidad de Deusto. En la actualidad ejerce cómo Psicoanalista. Respecto a su obra destacar:  Presentación de catálogo de pintura de Teresa Ahedo (2002), Libro de poesía Piedras. Madrid, Edit. Torre de Goyanes (2003); Tres poemas publicados en la revista La brocha, nº 204 (2003), Poeta invitada en la colección “Arte & amp;  Hoteles : poesía y plástica” (2004); Publicación de un poema en el espacio literario de Revistart (2004); Publicación de un  poema como poeta seleccionada en el “II premio internacional de poesía amorosa” en el libro con dicho nombre.  Palma de Mallorca,  Edit. Circulo de Bellas Artes  (2004); Libro de poesía Entre sombras, ganador del primer premio Mario Ángel Marrodán. (2007); Publicación de un poema en la revista Alborada, nº 24. (2007); Publicación de un  poema como poeta seleccionada en el “premio versos en el aire” en el libro con dicho nombre.  (2014). Poeta invitada de La Mirada Actual, y coautora del libro Dulcinea flor de ocho pétalos (Editorial Ayuntamiento de El Toboso, 2015) y libro de poesía "Reflejos", 2015.



PRIMER AMOR

                  Sin ánimo de caer en sentimientos barrocos
                  en tópicos menesterosos de una ilusión perdida,
                  te dedico estas palabras por ser ese que fuiste
                  un niño; un hombre; una parte de mí

                  Tú que me diste todo sin saber apenas nada
                  con el valor de la ingenuidad inexperta
                  Que como un niño retaste a lo efímero
                  y como un adulto luchaste por lo eterno…

                  Yo que te amé con los huesos y el alma,
                  me entregué ignorando al tiempo y las canas
                  Creyendo que todo, por ser, era nuestro
                  con la absoluta certeza de ser para siempre…

                  Ahora que tan sólo quedan los momentos,
                  el desencanto de la conciencia inevitable,
                  la cajita donde guardamos nuestras lágrimas,
                  las promesas de abigarrado esplendor…
                  acuno nuestra historia como un tesoro perdido

                  Ahora entiendo los poemas decadentes
                  de insoportable dulzor, de insultante esperanza,
                  de envidiable plenitud, de esencial ceguera
                  Versos de una época que todos olvidamos
                  para vivir sin recordar que amamos sin reservas





                                   SIN NOMBRE
                         
                          Sin volver a caer resbalo..
                          por el sinuoso recuerdo fosilizado
                          como arqueóloga despistada pregunto
                          sobre las huellas que borraron  mis pasos

                          Sin saber tengo certezas....
                          que inundan el retórico  vació (rellenado)
                          para conocer que ignoro aquello que olvido
                          en la fragilidad de percibir algo enterrado

                          Así camino en tierra de nadie y de todos
                          por humana y discreta esencia indago
                          para un día en este mundo enrarecido
                          encontrar un sentido a aquello que amo





VOLAR

Hoy voy a volar
Me voy a levantar del suelo
Con mis alitas canela

Me he quitado una a una
Las espinas de la espalda
Sangran las heridas

Sangran pero no duelen
Porque hoy voy a volar
Con mis patitas de plata

Hoy voy a volar, hoy voy a volar
Con mis esperanza invisible…





LIBRO DE POESIA "REFLEJOS", 2015

Por Julia Sáez-Angulo

         
Casi un centenar de poemas constituyen el libro Reflejos, último poemario de la autora bilbaína Teresa Marcilla, que sigue a los publicados anteriormente: Piedras (2003), y Entre sombras (2007). El poemario lleva un prólogo del periodista y profesor Luis Blanco Vila.
              
Editado con pastas duras –como gustan los ingleses para que duren los libros en anaqueles y librerías de lance- y alternancia de tonos corinto y gris, Teresa Marcilla ha tardado varios años en ofrecernos un nuevo poemario y hay que celebrarlo, porque en sus versos encontramos una poesía reflexiva y del sentimiento al mismo tiempo, de la esencia y la existencia, como bien se dice en el prólogo.
    

Me he despertado con las alas rotas
en la obscuridad de mis recuerdos. 
Con un susurro de especial silencio
busco en mi mente jirones robados


dice la autora en uno de sus poemas.
      
La poeta conoce y hace resonar la palabra extrayendo de ella su hálito poético: 


No hay mayor soledad 
que la de pedir amparo 
cuando el miedo es débil
y el alma se recoge fuera del sueño.


         
Teresa Marcilla es escritora de poemas más que de libros de poesía. Aunque todos sus poemas nacen del mismo cordón umbilical, se percibe en ellos el rapto de inspiración de cada momento, aunque después lleve más tiempo trabajar el poema que el primer arrebato creativo.
         
Poemas cortos, por tanto, que se suceden sin solución de continuidad y sin que la autora haya querido agruparlos en secciones por afinidad aproximada.
         


He excavado dos metros bajo  los muros
y he encontrado trocitos de madera.
Los he unido con un amor delicado.
Entre mis brazos he acunado a Pinocho. 


Lúdico y sentido poema donde funciona la inter textualidad con el cuento de Carlo Collodi.
         
En algunos poemas se perciben ciertos acentos narrativos, sin perder la musicalidad y el ritmo claves en la composición y belleza necesarias para el poema.





JULIA SÁEZ-ÁNGULO [16.364]

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JULIA SÁEZ-ÁNGULO

Uruñuela (La Rioja), 1946.

Licenciada en Derecho y Periodismo. Diplomada en Lengua y Civilización Francesa por la Sorbonne y en Lengua Inglesa por el West London College de Londres. Ha colaborado en la Agencia EFE y en los periódicos ABC, Ya y Diario 16. Ha estado al frente de la revista Cálamo y colabora en la publicación Antiqvaria. Actualmente trabaja en el Gabinete de Prensa del Ministerio de Cultura del Gobierno de España.

Ha publicado los libros: 

Novelas

- Vuelta a Orbiña (1994) Novela - Días de internado (1997) Novela - El vendedor de plumas (2000) Novela - La mujer del norte (2006) Novela - El nieto del indiano (2007) Novela - Los Monterroxo (2008) Novela - Memorias de un señor Bien (2009) Novela - La lectora de la Condesa (2010) Novela

Relatos

- Es tan fácil matar (1991) Relatos - De mi amor al arte (1994) Relatos - Amigas de Judit (1995) Relatos - Soñadores y vencidos (1998) Relatos

Biografía/Memorias

- Jesús Villar (1993) Biografía - La Marquesa de Santa cruz de Ynguanzo (2000). Memorias - Dolores Marijuán. Maestra e inspectora nacional (2001) - Manuel Moral, Pintor Naïf (2002) Biografía

Poesía

- Criaturas del tiempo y la memoria (2005) Poesía - Ráfagas (2009) Poesía y “Al paso de los días” publicado por la Asociación de Escritores y Artistas, AEAE, en Madrid, 2015,  además de cinco novelas y seis libros de relatos. 

Sus poemas figuran en diversas antologías y revistas culturales. Ha llevado a cabo recitales en diferentes tertulias poéticas o en emisoras como Radio Rioja o Radio Vallekas. Ha dirigido “maratones poéticos” en la Fundación FiArt y en la Tertulia Ilustrada de Madrid, con motivo del Día Internacional de la Poesía.






PARÍS, PRINCIPIOS DEL XX

Aquel París, principios del XX,
fue el occidente fértil de la libertad
y el arte.
Las vanguardias, hoy domesticadas,
fueron ruptura,
punta de lanza en una guerra
sin cuartel a la Academia.

Aquel París, atacado de frenesí,
creó ismos universales:
Picasso fraccionó y descompuso
el tiempo y el espacio.
Dalí plasmó en imágenes
el mundo delicuescente de los sueños.
Modigliani y Giacometti alargaron
el perfil de la figura al infinito.
Kandinsky hizo danzar el color
libre de la cárcel de la forma.
Julio González revolucionó la escultura
con la soldadura autógena.
Duchamp acabó con la estatua
para ofrecer el objeto escultórico…

Ya nada volvió a ser como antes
en el mundo de las artes.
París, principios del XX, dio
el pistoletazo de salida.
Fue el occidente fértil de la libertad
y el arte.





ÁGORA DE ATENAS

Me emocionan tus muros,
pese a la melancolía de las ruinas.
Ágora de Atenas,
encuentro de ciudadanos
que debaten sobre el mito y el logos,
la razón y el pensamiento.
Aquí pisaron las sandalias de Sócrates
alentando a la juventud,
Platón caminó con efebos,
Aristóteles mostró su retórica…
Pablo de Tarso habló del dios único
y de resurrección.
Escuchó sonoras carcajadas…
Sólo Dionisio, el aeropagita,
comprendió la verdadera sabiduría.







“Ráfagas. Poemas”
Julia Sáez-Angulo
Editorial Devenir. Madrid, 2008

Primer libro de poemas de la autora, aunque antes ya hubiera publicado un cuadernillo titulado Criaturas del tiempo y la memoria en la editorial 4 de Agosto (La Rioja, 2005) y algunos poemas en una antología de poetisas riojanas del mismo año. El libro lleva un prólogo del ensayista Mario Soria e ilustraciones de la pintora Luisa Sáez.

julia-saez-angulo-11Ráfagas se abre con una cita del poeta Francisco Brines que dice “Yo no escribo libros, escribo poemas”, afirmación que la autora suscribe para presentar sus versos que hablan de las palabras, la naturaleza, el paso del tiempo, el asombro de la vida, la extrañeza de la existencia o la muerte. Poemas de condensación de pensamiento, filosóficos a veces, donde la pirueta del lenguaje condensa una visión íntima y vital, que se hace universal.

Poesía que entronca con las lecturas de Manuel y Antonio Machado, de García Lorca y sobre todo, de san Juan de la Cruz. 


Huir de la dama blanca
agazapada sombra del alba.
Cabalgar hasta Samarcanda 
con el jinete y el caballero, 
sin el diablo pintado por Durero.


Mario Soria señala como temas claves del poemario: “El nihilismo cronológico o la pulverización del tiempo, que referido con palabras se deslizan por entre los dedos como el agua… la transcoloración de la realidad… la presencia inevitable de la memoria. Extrospección, de adentro a afuera: explicación del cuerpo por el alma: eco de Jung; dominio virgiliano de la materia”.





De Criaturas del tiempo y la memoria,
Ediciones del 4 de agosto, Logroño, 2005, p. 7

3

¿Por qué la avispa que liba
posa sobre la flor
si no sabe anidar en ella?

Destino amargo
de seres imposibles,
criaturas del tiempo
y la memoria.

Es más fuerte, más largo
el recuerdo
que la presencia.








JUAN LEYVA [16.365]

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Juan Leyva Martínez 

(Zaragoza, 1965). Diplomado en relaciones laborales; ha sidocomercial, encuestador, administrativo, camarero, vigilante, acompañante de enfermos, administrador de extrema unción, bloggero (letras del sumidero), lector de prensa gratuita y atleta popular. Autor de los libros Los papeles del vigilante (prosa) y Letras invertebradas (poemas) su obra trata de lo que le ocurre al día: su levantar de la cama, su desayuno, su trajín, su comida, su compañía, su soledad, y también de quién lo vive.

Su libro 'Caja de resistencia'. Algaida, ganó en el año 2014 el XXXIII Premio de Poesía Ciudad de Badajoz. 



El alumno aburrido asiste a clase
se esparce en la silla
mira al frente
dibuja un pene
pega un moco
mete dos goles
traza un plan
abraza diez veces
besa y frota
ingenia una zorripalabra
recorre tres países
muerde un bocadillo
fuerza la salida de un pedo
tortura a una araña
se obsesiona con los senos
resueltos
fuera de la pizarra
busca cómplices,
mira por la ventana
ahorca a los números de las ramas
muerde al árbol con las palas
incendia dos clases
desnuda al profesor
y gana la carrera.

¿De qué estaba hablando?
Ah, sí:
El alumno aburrido
debe esforzarse para ser expulsado.




Junto a mi puerta
vive una pareja feliz.
Lo presiento.

La veo a ella en la ventana,
cómo le ayuda a levantarse,
cómo le da de comer,
cómo le abraza.

Le veo a él en la silla;
cómo  lee,
cómo acaricia,
cómo le cae la leche por el pecho,
cómo absorbe la baba de un beso.




Tu plato y tu vaso
con restos de ti
los acaricio
con mis manos
y agua
y jabón
hasta hacerte desaparecer
y vuelvas a tener hambre
o sed.

O estallen al caer
los extremos del silencio.




Abril
cuarto mes
cinco letras
primavera, eso dicen.
Cuando pronuncias abril
abres ventanas
entran colores
salen abejas de las letras
posan nubes sus mejillas
vuelcan estrellas de la sopa
ruedan circunferencias
brotan cráteres de hormigas
nacen clases de amapolas
me miras,
me rozas,
me impregnas
de algo parecido
a la montaña.
Abril dices
y nada te oye mejor que yo
que los he visto pasar
y los conocía por su estela.
Pero sin ti
el abril es un noviembre de luto
o un febrero castrado.
Sin ti
o contigo pero sin mí
abril es un rastro enfermo
donde les ponen flores
a las visitas que le sacan pegas
sobre todo al muerto.





Poemas de Juan Leyva de su libro 'Caja de resistencia'. Algaida. XXXIII Premio de Poesía Ciudad de Badajoz. 



FAMILIA 3.0

Hay tres ordenadores
uno por cada miembro de la familia
nos hemos independizado

compartimos la conectividad
y una tostadora.




0,0

Sin casa
sin trabajo
sin libertad
sin amor

Hay (b) vidas
con auténtico sabor
0,0




DOMINGO PRIMAVERA EN ZGZ

Estuve ayer por la mañana en el Parque Grande de Zaragoza, ya sabes, ese oasis que a alguien se le ocurrió poner en medio de la luna.
Llegué con mi bicicleta de montaña, que se va haciendo mayor. De vez en cuando le hago un trasplante de cadena, de radios, de horquilla, y sigue rodando, haciendo que flote sobre su sillín.
 El sol tomaba posesión de los cuerpos, les empezaba a avisar de su invasión.
Pedí agua con gas y aceitunas rellenas, rellenas de algo misterioso.
 La camarera madura, escueta y alegre, calzada sobre unas zapatillas Saucony, marca especializada, me sonrió mientras volaba de mesa en mesa, haciendo y deshaciendo nidos con la vajilla.
 Llegaban oficinistas, familias con los suegros y niños en carritos.
Parejas semidesnudas con los brazos blancos, se contaban lo que quizás no iba a ocurrir jamás.
Llegaban personas con dificultades para andar, se sentaban a la sombra de un toldo de cerveza Ambar, un domingo por la mañana, cuando todavía hay tiempo.

Miraba mi bicicleta, apoyada sobre un árbol, y le hablaba. Admiraba su resistencia, su estructura de aluminio, su manera de deslizarse sobre la piel de la tierra.

Había una gran jaula que contenía pájaros indescifrables. Hablaban de sus cosas y de repente se organizaba un gran alboroto, una discusión violenta.
Estaban presos, pagando alguna causa con la justicia, mientras las familias tomaban cañas y patatas fritas.

De vez en cuando planeaba algún pájaro del exterior para tener un vis a vis.
Hacía de enlace entre los presos alados y sus familiares.
Preguntaban por cómo iban sus procesos, si habían admitido el recurso a trámite.
El pájaro del exterior les pasaba una miga de pan con una lima dentro.

El propietario de la terraza limpiaba mesas con un trapo peligroso, dejando un arco gris en la superficie.

El yerno le hablaba al suegro, demostrando que su hija había elegido bien a su pareja, a un tipo resuelto y capaz de mantener a una familia.

Mi bicicleta exhibiendo su desnudez triconificada, con los brazos de carbono, apoyada para recobrar el aliento.

La camarera se apoyó en la barra y siguió volando de mesa en mesa.

Apurando el cáliz con agua mineral, sangre de la montaña, y las aceitunas, verdes y llenas de esperanza.



LA UNIVERSIDAD DEL AMOR

Quieren gladiadores en el circo, vuelve la moda de cortarse la cabeza.

Están preparando un tratado internacional que nos vamos a enterar
y una reforma laboral que se llamará: "sálvese quien pueda"

Van a matar al amor a disgustos
porque el amor necesita comer, y aprender a sumar, y sobre todo a restar y dividir.
Yo me licencié en amor, con un máster en relaciones interminables.
Saber de amor no te garantiza trabajar en él,
puedes acabar fregando los platos
o haciendo de chófer
o celebrando fiestas con barbacoa.

En la carrera del amor hace falta una nota de corte muy alta.
Las prácticas son duras, y sin contrato.
Repetir curso es lo normal, porque suelen cambiar los planes de estudio, y de asignaturas. Asistes a clase y de pronto te das cuenta de que están hablando de economía, o de anatomía, o de la teoría de cuerdas.

Los estudiantes compiten, se miran en la biblioteca con los ojos suspendidos
Algunos abandonan en el primer curso, no era lo suyo.
Otros querrían seguir haciendo el doctorado, y acumular conocimientos.
Todo con tal de no salir a la calle, a buscar amantes y comprobar la realidad


En la carrera del amor hay asignaturas optativas y otras obligatorias.
El amor clásico: de letras puras
El amor moderno: de números y probabilidades
El amor del futuro: con proyecto final

Es una carrera que tiene mucha demanda
Naturalmente hay "númerus clausus" y sólo entran los mejores, los más ardientes, los dispuestos a llegar hasta el final.

Al terminar te dan un título que cuelgas de las paredes y haces copias para presentar en las entrevistas del amor.
Puedes ampliar estudios en el extranjero

Hay quien tiene que trabajar de amante eventual para pagarse la carrera.
Hay universidades privadas donde hacen las mejores prácticas, y salen casi colocados.

Los jóvenes llevan carpetas con apuntes de la "universidad del amor".
Los mayores de 25 y 45 años tienen sus propias pruebas de acceso
Todo el mundo tiene una oportunidad en la universidad del amor.
Nadie debería pensar que no salen preparados.




HORÓSCOPO

Tu horóscopo hoy te dice
que no te levantes
que algo en ti no funciona
que vas a perder en la economía
en la salud
en el amor

Hoy es mejor
que cambies de signo
de revista
y de sala de espera.





EL CENICERO

Hoy he hablado con un cenicero vacío
estaba realmente triste
Me ha contado su vida, su pasado
cuando estaba lleno de colillas y carmín
de los primeros cigarros del día
del humo locuaz de sobremesa
de las lecturas en tardes de silencio
y noches de insomnio tras un polvo raro.

Me ha contado su depresión de cristal,
que ya no trabaja en lo que estaba preparado
(como muchos hoy en día)
la inutilidad de sentirse un objeto mal tratado.
Alberga la esperanza de que un día haya una fiesta
y vuelva a llenarse la piscina de ceniza
mientras los filtros se ahogan por aplastamiento.

Le he dicho que no fumo,
me ha pedido que no le exilie a una estantería
y que no le vuelva a echar el repugnante papel
de los caramelos de menta.




EL CORTE DE PELO

Ayer estuve en El Corte Inglés, un lugar que acoge a los cuerpos en siete plantas y dos sótanos.
Estuve paseando y preguntándome por qué Dios no me ha hecho del Barça o del Real Madrid.
A mi lado un cliente estaba ilusionado desde hacía dos días con un partido, y no tenía otra cosa en la cabeza, y era feliz, o lo disimulaba muy bien. Estaba contento de sí mismo, de lo que piensa, o de lo que deja de pensar.
Y yo me fui al Corte Inglés. Me dirigí a la peluquería y pregunté si me podían cortar el pelo. La chica joven consultó un cuadrante con nombres y accedió.
Me lavó la cabeza mientras me preguntaba si el agua estaba bien. Mi cabeza descuidada y rota por dentro, mi cabeza que cambia de idea cuando enciendo su relámpago, ahora entregada a unas manos milagrosas.
Me invitó a que la siguiera. Podía haber estado dos días caminando tras ella, pasando por pasillos con luz fría.
"¿cómo quiere que se lo corte?"
No sé, he venido aquí porque estaba aburrido, y el pelo y las uñas es lo único que le crecen a los muertos. He venido porque en las catedrales hay ocupas de la fe, en los bares ocupas del fútbol, en las librerías, libros de autoayuda, y no quiero que me ayude gente que me cobra. He venido porque llevo caminando toda la tarde, intentando que alguien revise mi cabeza, una ITV, un taller exprés.
La joven peluquera apoyaba su vientre en el reposabrazos, muy cerca de mi codo. Sus manos olían a humedad y a alga marina. Me hablaba de lo que se le habla a un cliente enfermo de normalidad. Yo intentaba evitar mirarme en el espejo, no me gustan los espejos, ni lo que ocultan. Le pregunté cuántas cabezas tocaba al día; si puede leerlas a través de las yemas de los dedos; qué hacen con todos esos pelos que barren ¿es cierto que los venden a las fábricas de muñecas?
Me cortó el pelo, descargar en el argot.
Y me fui otra vez a las plantas de mercancías, a los sótanos, a los váteres donde siempre hay alguien que quiere vértela. A la salida con puertas automáticas, a la calle, con esa gente que tiene la cabeza sobre los hombros, el cuerpo destrozado de caricias, los labios llenos de sal de palabras, las ilusiones creadas por Pixar.
Está paseando el extraño, con el pelo cortado y un dolor insoportable. Cuanto más bella, más duele la vida, y las nuevas generaciones, cada vez más altas, más hermosas, más lejanas. Rodeado de primavera irrespirable, polinizando los segundos.
Está paseando el que parece que pasea, pero está enterrándose entre vosotros, mezclando su vida con vuestra vida, su respiración con esa invasión de cuerpos, de perfumes, de gasolina.
Estuve a punto de entrar en el Hamburgo's y meterme tres hamburguesas y mancharme de mostaza y ketchup, y sonreír a la servilleta y a los que miran por el cristal del pasaje, y llorar sobre el plato, dejarme caer con la boca torcida sobre el pan con doble de queso. Cada dos raciones, bebida gratis.
Estuve a punto de llamarte, pero ya lo he hecho alguna vez y siempre tienes planes, te rodeas de planes como si fueras el centro histórico de Madrid, o de Estambul. Te rodeas de gente, de actividades, de viajes, de quehaceres inaplazables. Te obligas a ser feliz, a llenarte de todo menos de mí.
No te llamé, en su lugar me corté el pelo.




ESE VIEJO

Ese viejo que ves en el sillón, es mi padre.
Duerme sin tener sueño, le sobra la mitad del día.
Su religión son las horas de la comida, le reza a una caja con pastillas.
Mira la tele como si la viera por primera vez.
Quiere que le cuente cosas que no duren más de cinco minutos,
responde siempre lo mismo, como un médico de cabecera.
Antes de salir por la puerta se da la vuelta un par de veces, palpándose los bolsillos, se registra los huesos.
Le preocupa el tiempo que hará mañana, desayuna de pie dos galletas de fibra, se limpia las manchas humedeciendo un pañuelo con saliva.

Ese viejo que ves ahí, es mi padre
tan parecido a otros, incluso para mí.
Cuatro veces por semana recorre a los especialistas, rellena boletos de lotería, trafica con resultados deportivos.
Cada vez que le veo me rebelo contra la oxidación, contra las proteínas.

Ese viejo que ves ahí, sin venir a cuento
le da un beso a mi madre en la cocina
y a mí me guiña un ojo
como si la acabara de conquistar.





IDEALES

Mi abuelo tenía ideales
los llevaba en la chaqueta
y mientras escuchaba se los enrollaba
en el papel continuo de los discursos,
les daba un beso con lengua
y se los fumaba.

Alguna marca desteñida
se le quedó entre los dedos.


III

Hoy amo al mundo
quizá sólo sean diez minutos
pero son tremendos.




PROTOCOLO

En las guerras ya no mueren militares
mueren civiles
respetando el protocolo de evacuación
casi educadamente:
las mujeres y los niños primero.








HÉCTOR PINTADO [16.366]

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Héctor Elías Pintado Tejel 

Nace el 4 de Octubre de 1977 en Zaragoza. Dicen que se pegó el primer año de vida vomitando porque vio el mundo y le dio asco. El primer libro de poesía que cayó en sus manos fue El jardinero de Rabrindanath Tagore, traducción de Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez. Es entonces cuando empieza a sentir la necesidad de leer y escribir poesía.

Títulos como Los doce trazos de un amor no correspondido, Todo lo que no te supe decir, La soledad de mi vecina, Sala de respuestas, El porqué de las heridas, Coordenadas para un encuentro, Si hoy tuviera que decirte aún y otros poemas, Lo entenderás con el tiempo y A partir de una frase de Einstein son algunos de los proyectos que se fueron quedando en el camino.

Los recuerdos de los primeros años de escritura van entrelazados con los primeros años de conocimiento personal e interpersonal, con la formación académica en los Jesuitas de Zaragoza. Pero son los años de estudios de Filología Hispánica en la universidad los que resultan definitivos. Son años de descubrimientos de nombres y textos, años de conexiones literarias, de experimentación, de crecimiento en todos los sentidos. Todos esos amigos con los que compartió largas conversaciones teorizando sobre el mundo y la vida.

Fue así como surgió París según las bestias, libro ganador del I Premio de Poesía Eclipsados en 2010. Actualmente hace malabares para manejar su vida personal, su vida laboral y la escritura. Al autor se le puede encontrar en su blog www.hectoreliaspt.blogspot.com, en Facebook, Twitter e inciándose en Instagram.



Este texto es un fragmento de
París según las bestias
Héctor Pintado



ESPEJOS PARA LOS FANTASMAS Y LLUVIA PARA EL MUNDO DE LOS MUERTOS

I

Extrañamente solos, inmensamente extraños,
como las visiones o las puertas que llevan a viajar en el tiempo,
de nosotros mismos,
como cuando una canción suena igual de día que de noche,
como cuando te miras en el espejo
y esa otra parte de ti resulta más real y más creíble,
como cuando miras a tu alrededor
y eres tú quien se siente menos humano.
Extrañamente solos, en el camino.

Una noche cualquiera se planeó la llegada del hombre a la luna,
algún país preparó las armas por si acaso
y los muertos vieron su futuro de nuevo en la tierra, algún
loco soñó con un mundo mejor
en alguna película de cine puso su nombre,
los muros se sintieron poderosos
sin espejos sin poesía
alguien aprendió a amar alguna ecuación falló
alguien sonrió a la vida
antes de morir.

Es inquietante la noche sin planes sin sueños sin luz por si acaso
sin fugas sin programas de radio sin música sin cines
sin esa otra persona o sin todas esas personas
sin esa pastilla contra el insomnio sin vecinos
sin ese cigarrillo sin el dinero para pagar los vicios
sin minifaldas
es inquietante la noche sin veneno sin fotos sin palabras
sin sombras sin filosofía sin labios sin taxis
sin final. 

Las rejas desde donde ves
a los niños empezar el día,
la esquina donde escuchas
negociar el precio del cuerpo de una mujer,
la ventana desde donde imaginas
aviones, pájaros, la ciudad creciendo,
las cruces unas más grandes que otras
que carga cada persona que se cruza contigo,
tú mismo, llevando la tuya,
las manos que te ayudan a levantarte
cuando tropiezas y te caes,
la sonrisa desde donde observas el mundo
pensando que podrías con todo,
la luz de las farolas que te sostiene tantas noches,
el cajón donde guardas tus desastres
y el tiempo inútil que coleccionas sábados y domingos…
Vuelves a mirar cómo los niños empiezan el día;
tú has pagado los cuerpos de demasiadas mujeres
y piensas que ya es tiempo de mirar más allá;
un día de estos vas a ser una persona normal,
vas a encontrar a esa otra persona,
te casarás y tendrás hijos: dos,
una niña y un niño,
la parejita.

Olvida esta multitud corriendo,
el ruido de los autobuses
los pitidos y los gritos
de las y los adolescentes,
haz silencio en tu mente un momento,
párate
cierra los ojos y respira;
y ahora mírame:
ya sabes lo que hay que hacer,
yo sólo soy tu conciencia.

Las mentiras están en los espejos y en los cuadros,
la inocencia permanece a oscuras
mientras el tiempo devora nuestro tiempo
y se consumen en el fuego los libros,
las brújulas, la música y los diarios,
(nombres, lugares y fechas).
La perversión llega a medianoche,
el deseo es permanente.
Los propósitos están en el principio,
las compatibilidades son excusas.
Nuestra naturaleza y nuestra ignorancia.
Nuestra estupidez.
Siempre hay una diosa que las precede.
Después viene la noche,
y su secreto. 

Humo, neurosis, pañuelos,
cristales, de nuevo humo.
Tragicomedia, desalabanza, algo ajeno,
los coches, la noche, el invierno,
las ruinas de lo que fue una ciudad romana,
todo ajeno, las miradas, los pasos,
de nuevo el rojo de los semáforos y la pérdida de mi identidad.
Los sitios donde otros amaron,
los cajones cerrados con llave que siguen cerrados aún hoy,
el deseo, la prohibición,
los cinco pasos del amor,
contraindicaciones, contradicciones,
las permutas,
los pasos equivocados,
de nuevo el deseo.

Han quedado en nuestra cara
las huellas de unas manos injustas,
todos los años difíciles
que nos han doblegado sin piedad;
silencio no es una boca cerrada.
Nos devoran, hay gritos y rebelión,
y sin embargo, todo parece tranquilo.
Quizá sea cierto aquello
de que los números dicen más que las personas.
Silencio no es una boca cerrada,
silencio no es una noche más. 

Estás agotado, parece que todo fuera un peso enorme que aguantar, levantar
ciudades enteras, tú que de hombre tienes el sexo y nada más, imagino
que es difícil que yo te entienda como tú quieres que te entienda, porque
las cosas desde fuera se ven siempre más fáciles,
te tiendo mi mano cuando tú necesitas un abrazo, te hablo de ayudarte
cuando no más que necesitas que esté ahí, perdóname por estos años
que tardé en encontrarme, ahora que ya lo hice soy capaz
de todo, ninguna posibilidad impide que tú y yo
nos encontremos de nuevo.

Alguien te ha borrado de todas las listas,
y ya ni tu sombra se refleja en las paredes
ni eres capaz de asustar a las palomas.
Sobre las puntas de las grandes catedrales
se han ido extendiendo tus alas,
y en el ascenso a los infiernos,
cuando tú ya has dejado de pertenecerte,
cientos de pasos han hecho desaparecer tus sombras.
Ella está llena de veneno, pero a menudo,
la segunda vez, no cambia nada. 

Revisaremos los planetas, en busca
de nosotros mismos, intentando hallarnos,
una vez se acabó nuestro tiempo
y tuvimos que dejar nuestro espacio a muchos otros.
No nos merecimos más, no supimos,
el silencio fue demasiado grande y entre las cenizas
no conseguimos encontrar nada.
Volver será posible, pero ninguno de nosotros
llegará a dar ese paso. 

A medio camino de encontrarnos,
los cadáveres se amontonan y se apilan
debajo de los puentes,
sin un orden concreto, tal y como
la vida nos escoge para redimirnos.
Hay una gran bola de fuego engulléndoselo todo.
Alguien me estará mirando
imaginándose ser yo, por un momento.
Los puentes son sólo una excusa,
si los echásemos abajo
y nos dejásemos ver la luz del día,
ver lo que significa ser una sombra sin más,
quizá entonces dejaríamos de imaginarnos
nuestras vidas de otra manera.
El fuego sigue engulléndoselo todo,
de nuevo alguien se ha dejado caer.

En las paredes están los restos
de los nombres que sobraron,
las deshoras, el cuaderno
de las inercias y de las gravedades,
las migajas de los encuentros fracasados,
las malas artes;
son otros los que recogerán esto
aquí donde nosotros lo dejamos,
los que nos devolverán todas nuestras palabras,
los que, llegado el día, nos darán por muertos. 

Tus historias, mis historias, nuestras historias,
todas las historias,
en algún momento tendrán su fin,
dejarán de cruzarse, de repetirse, de suceder,
desaparecerán en algún punto del tiempo,
con nosotros.




"París según las bestias" ganó en 2010 el I Premio de Poesía Eclipsados. A pesar de ello no llegó a ser publicado porque la crisis lo devolvió al olvido. Ahora una nueva ventana ha abierto de nuevo la posibilidad: ya está en 

http://libros.com/crowdfunding/paris-segun-las-bestias/ 

la campaña de crowdfunding para su publicación. 

Me gustaría contar con el apoyo de cualquier persona que le interese realizar esta pequeña labor de mecenazgo para que "París según las bestias" se haga realidad.






SOL ACÍN [16.367]

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Sol Acín 

(Huesca, 1925-1998)


BIOGRAFÍA DE SOL ACÍN MONRÁS

Así recuerda Sol, la segunda hija de Ramón Acín y Conchita Monrás sus primeros años de vida junto a su hermana Katia.

Nació Sol en la casa de la calle Cortes de Huesca un 23 de julio de 1925, el mismo día en que unos veinte años antes había echado a andar el primer automóvil. Esa infancia que proyectaba un luminoso camino por recorrer se frenó bruscamente con el fusilamiento de sus padres en agosto de 1936.

Sol y Katia fueron acogidas por sus tíos Santos -hermano de su padre- y Rosa Solano, trasladándose los cuatro a Jaca hasta el final de la guerra. De vuelta a Huesca, ambas hermanas cursarán el bachiller en el Instituto Ramón y Cajal de esa ciudad.

Concluido el bachillerato, Sol comenzó los estudios superiores en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, alojándose en la Residencia de Señoritas de la calle Fortuny, colegio fundado por María de Maeztu y que en tiempos de la República había estado próximo a los planteamientos de la Institución Libre de Enseñanza.





En aquella residencia conoció Sol a Emilia Moliner, sobrina de la lingüista María Moliner y estudiosa de la literatura norteamericana. A través de esa relación se inició en la poesía de Walt Whitman.

Aquella necesidad de escribir algo, que Sol recordaba de su infancia, ya había comenzado poco antes a ser motor de una poesía luminosa y feroz, como la ha descrito Mercè Ibarz.

De esta época final de los años 40 del pasado siglo, la amistad más trascendente fue la que compartió con la historiadora del arte María Kusche, que era entonces una joven alemana nacida en Málaga y con la que Sol mantuvo una relación epistolar que duró más de un lustro. Gracias a esa colección manuscrita, ha sido posible rescatar una importante cantidad de textos literarios de juventud de Sol Acín que dejan abierta una extraordinaria ventana a su obra pero también al panorama de la juventud universitaria de posguerra.

En 1952 se licenció en lenguas románicas.

Por otra parte, yo tenía la necesidad típica de escapar de mi generación … y si me marché fue por eso naturalmente. Aquí se vivieron unos años de auténtica asfixia, de miedo. No sabía muy bien lo que quería, pero lo que no quería de ningún modo era lo que tenía a mi alrededor. También existe un dato curioso; si se hubiese dado la circunstancia durante mi época de estudiante de haberme encontrado con alguien comprometido políticamente, con toda seguridad me hubiera comprometido. Luego me marché a Munich con la intención de estudiar artes gráficas.
De El Jardín sombrío de Sol Acín. Entrevista realizada por Antón Castro. El Día de Aragón, Zaragoza, (suplemento Imán), noviembre 1988, dos páginas.

Tras haber residido algún tiempo en Paris, inició a mediados de los cincuenta una relación con el músico alemán Klaus Lindemann, que trabajaba como realizador de televisión. De esa relación nacieron sus hijos Sergio y Ana.

Vivió en Colonia y finalizada ya su relación con Klaus, volvió definitivamente a España en 1968 ejerciendo como profesora de francés en un Instituto de San Sebastián y posteriormente en el Instituto Ramón y Cajal de Huesca. En 1972 pasó a ser profesora titular de esa misma materia en la Universidad Laboral de Zaragoza, donde se jubiló a principios de los noventa.

Publicó un sólo libro, En ese cielo oscuro, que vio la luz en 1979, aunque los poemas transcurren desde sus años universitarios hasta final de los años sesenta. Publicó -o más bien fue forzada por sus amigos, en especial Rosa Sender, a hacerlo- en Ámbito Literario, colección vital en la literatura española.

El editor, Víctor Pozanco, escribía estas palabras en la contraportada:

Han tenido que ser José María Carandell y Ana Moix quienes pusieran estos versos sobre mi mesa para que tengamos un nuevo testimonio de que la poesía goza, como la vida, de muy buena salud.
Sol frágil, cordial e introvertida, lectora apasionada, amante de la música y que había heredado como su hermana Katia una pasmosa y exquisita facilidad para el dibujo y la pintura, abandonó a muchos amigos en 1998.

Ni la palabra basta, nunca basta
frente al pedazo celular inerte.
Justicia y sinrazón pasan de vuelo.

Son los últimos versos del último poema de ese único libro que publicó. Pero, en palabras de Mercè Ibarz, Un único libro no es mucha obra, cierto, pero puede ser toda una obra. En su caso, lo es.

http://www.fundacionacin.org/index.php/sol/







SOL ACÍN
HORA TEMPRANA:
POEMAS Y CARTAS


Hora temprana, últimas palabras de un soneto –Cuento oriental- publicado por Sol Acín (1925-1998) en su poemario En ese cielo oscuro¸ dan pie al título del libro escrito por Ismael Grasa y editado en la cuidada Colección Larumbe.

El libro de Grasa comienza con un prólogo de María Kusche, nacida en Málaga en 1928 y fallecida en 2012 desgraciadamente antes de la publicación de este libro para el que contribuyó poniendo a disposición de la Fundación y del autor de este libro cartas escritas por Sol y más de doscientos poemas inéditos.
Ismael Grasa traza a continuación unos apuntes sobre la vida de Sol Acín para sumergirse posteriormente en el mundo de la escritora.

El libro consta de una selección de las cartas enviadas por Sol a su amiga Maria Kusche y de poemas que ésta conservaba.

Otra importante aportación que ofrece el libro de Grasa consiste en las cartas que escribió la escritora a Miguel Labordeta entre 1949 y 1956.

Se publican también por primera vez nuevos poemas de una carpeta que apareció en la casa de Sol Acín de La Pobla de Montornès, Tarragona.

Y acaba el libro con la única publicación que vió en vida Sol Acín: En ese cielo oscuro, editado -1979- en la importante colección de poesía Ámbito Literario dirigida por Víctor Pozanco, posteriormente reeditado en 2009 por la Fundación Ramón y Katia Acín.

Sol Acín. Hora temprana: poemas y cartas es una joya que traza la vida literaria de Sol Acín, quien publicó en vida un solo poemario pero, como bien apuntó la profesora Mercè Ibarz: Un único libro no es mucha obra, cierto, pero puede ser toda una obra.

Os ofrecemos a continuación unos pocos ejemplos del libro escrito por Ismael Grasa, libro que la Fundación Ramón y Katia Acín agradece al autor y os recomienda fervientemente.




[4 de junio de 1952]

A mis padres,
que me dejaron con mi niñez cuajada y encendida

Me abandonasteis en la estela limpia,
sumergida en la luz, libre de manchas
y encendida en calor de sentimiento.
La protección se fue. La amamantada
fecundidad de giros y presencias
que aseguraba mis dorados pasos.
Desprendida quedé sobre la tierra,
rebasando las formas que me disteis
con mi embebido cabotaje abierto.
Y ahora no sé volver o detenerme
para enlazar mi hondísimo reposo
con la encendida luz del sentimiento.

Cabotaje: tú sabes lo que es la navegación de cabotaje. La que va de puerto en puerto.





Poema del libro En ese cielo oscuro cuyas últimas palabras dan pie al título del presente libro

CUENTO ORIENTAL

Recorro el parloteo de las hojas,
pestañeante lluvia en flor de harina
que me abre en perspectiva repentina
la morada real en que te alojas.

Me invitas, y me siento entre las rojas
paredes de tu estancia masculina,
donde el ajedrez de tu retina
se juega el batallar de mis congojas.

Se juega, y no descansa de azotarme
la certidumbre de saberte herido,
ya muerto en el ayer de mi mañana.

Caballero en tu alfil, vienes a darme
la vuelta al manuscrito del olvido
porque es ya despertar, hora temprana.



LOS POEMAS OLVIDADOS DE SOL ACÍN

Publicado en Turia nº 95, Junio-Octubre 2010, pp. 99-106.

Sol Acín (Huesca, 1925-1998) fue poeta que se reveló muy tardíamente pero llama la atención que en su único libro publicado, En ese cielo oscuro (1979), sin repercusión crítica alguna, el editor, Víctor Pozanco, estampase en su contraportada un texto absolutamente desusado, al menos en colecciones prestigiosas como lo era Ámbito Literario, tanto por su rotundidad como por su apuesta en pro de la poesía que daba a la luz:

Ante la realidad de este libro el editor siente la tentación de denunciar una vez más la farsa de la literatura de posguerra. Quien lea estos versos llenos de la maravilla de la existencia comprenderá otros fenómenos recientes: el tardío descubrimiento de Gil-Albert, la recuperación carneriana del “Grupo Cántico” (aún no plenamente asumida); y otros fenómenos endémicos: la solapada complicidad de los “poetas sociales” con el franquismo, su arriendo para servir de yunque cuidadosamente golpeado. Han tenido que ser José María Carandell y Ana María Moix quienes pusieran estos versos sobre mi mesa para que tengamos un nuevo testimonio de que la poesía goza, como la vida, de muy buena salud.
  
Hay que someter toda la poesía de posguerra a una crítica implacable.

Bien es verdad que V. Pozanco estaba ajustando cuentas en un terreno que constituía el tópico campo de batalla en el que se medía con los hasta, casi entonces, victoriosos poetas de la berza, que ya empezaban a correr en desbandada, y las nuevas corrientes -lúdicas, venecianas, trascendentales o solipsistas-, ya bien voceadas en Nueve novísimos (1970) y las antologías que le siguieron[1]; sin embargo, la tan aparente vindicación de una desconocida no estaba en los programas al uso. Ni, por otra parte, sirvió para nada porque hubieron  de transcurrir dos décadas y producirse su muerte para que empezara aparecer algún artículo que recordaba a la excelente poeta[2]. Poco más tarde, la Fundación Ramón y Katia Acín, abrió en su página web un espacio para Sol y, en 2009, ha reeditado el aludido poemario[3].

Aparte del título enunciado y algunos manuscritos, sólo se conocían –y por parte de muy pocos- los cuatro poemas que la oscense revista Argensola le publicara en su número 12, correspondiente al cuarto trimestre de 1952, tres de ellos recogidos en Ese cielo oscuro[4]. Pero existe una olvidada publicación barcelonesa anterior a esta fecha, la Colección Verde Viento, subtitulada (Antología viva de poesía y pensamiento), en forma de plaquette y de corta tirada que se aumentaba con cincuenta ejemplares, en edición de bibliófilo, que, en su primer número (1948), había recogido algunos poemas de la joven oscense.

En dicha publicación aparecieron cuatro textos de Sol Acín: “Pan” (p. 4), “Canción” (pp. 5-6), “Poema” (pp. 6-7) y “Creación total” (pp 7-8), bajo el título genérico de Poemas. De la citada colección, dirigida por dos jóvenes: el después conocido autor teatral José María Rodríguez Méndez (1925-2009) y Miguel de la Villa, seudónimo de Miguel Juncadella[5] (1928), aparecieron cuatro números. El primero, correspondiente a 1948, en el que publicó Sol Acín junto a Julio Garcés y el propio Miguel de la Villa, y tres números más, en 1949, con poemas de Carmen Conde, José María Rodríguez Méndez, Carmen Sender y Francisco Galí en la segunda entrega; de Bartolomé Rodolfo, Jaime Ferrán, Julio G. Manegat y Miguel de la Villa, en la tercera y de Manuel Arce, Valentín Benick, Mª Carmen Barberá y Miguel Labordeta, en la última. No deja de sorprender la abundante presencia de mujeres y de aragoneses en esta suerte de revista de creación poética, que reivindicaba la juventud y una suerte de difuso surrealismo con ciertos aires sociales y existencialistas.

Los poemas de Sol Acín que reproducimos son de considerable extensión y largo metro, sobre todo, en comparación con los recogidos en Ese cielo oscuro. El primero de ellos, “Pan”, está construido a partir de una serie de interrogaciones retóricas, con abundante adjetivación que muchas veces también sirve para construir las metáforas: vino reluciente, furiosa trabazón, mármol indolente, desamor gozoso… Por otro lado, como es propio del tiempo en que fueron escritos, un regusto existencialista y de desolación juvenil impregna todo su desarrollo, con preguntas que nos recuerdan a la inquisición a la divinidad que acometió Dámaso Alonso en su Hijos de la ira. El tono, no obstante, combina el despecho y la imprecación con el vitalismo, mientras en “Canción” se incrementa el reproche con la creación de un “tú” poético objeto de las oraciones condicionales sobre las que está estructurado gran parte del poema para terminar con nuevas interrogaciones que dan lugar al sugestivo y contradictorio verso: “No recuerdo en los libros lo que tú me decías”,  para terminar con las exclamaciones que dejan en el aire un deseo de desolada pero contumaz permanencia:

                              ¡Si supiera de ti y de cosas sagradas!
                              ¡Si supiera de algo sin saber de mi misma,
                              sin saber ya de ti, ni de mí, sin saber,
                              sin saber, sólo siendo!

El intenso yo poético de la autora se desgarra en el tercero de los poemas en el que, aun sin recurrir al fácil pero frágil pretexto autobiográfico, entrevemos la honda desazón de la propia experiencia unida al intenso deseo de amor, redención e integración. “Creación total”, el último de los publicados termina con un mensaje esperanzado.

Verbosos, con una perfecta integración entre naturaleza y vida y con un exacto sentido del ritmo, los poemas recogidos en esta plaquette, publicados por una Sol Acín de apenas veinticuatro años, quizá no sean tan sugestivos y contenidos como los que publicaría años después pero nos revelan la permanente intensidad del latido lírico de su autora.

                                     1ª ed. (1979)        2ª ed. (2009)                                                         

[1] V. Emili Bayo, La poesía española a través de las antologías: 1939 1975, Universidad de Barcelona, 1972.
[2] Los únicos que conozco son:
Antón Castro, “El canto libre de Sol Acín”, Siete de Aragón nº 184, 16-III-1998.
Mercé Ibarz, “La poesía luminosa y feroz de Sol Acín”, Trébede nº 75, mayo-junio 2003, pp. 78-80.
Javier Barreiro, “Cinco escritoras aragonesas del siglo XX”, Criaturas Saturnianas nº 3, segundo semestre 2005, pp. 91-105.
Javier Barreiro, “Otro poema olvidado de Sol Acín”, Diario del AltoAragón, 10-VIII-2011.
[3] En su contraportada se reproduce un poemita de catorce versos octosílabos, mecanografiado y corregido por Sol Acín, escrito, al parecer, en torno a 1948 y proporcionado María Kusche, estudiosa de la pintura española del Siglo de oro, que fuera compañera de Sol en la madrileña Residencia de Señoritas.
[4] Bajo el marbete común de “Actitudes”, dichos poemas ocupan las páginas 357-360 de la revista y llevan por título: “Los momentos dichosos”, “Antes del alba”, “Regaron el jardín” y “Hacia el estudio”.  Los tres primeros aparecen en Ese cielo oscuro, inmediatamente después del poema inicial que da título al libro. “Hacia el estudio” no fue incluido. Dada su brevedad, lo incluyo aquí:


                                                             Hacia el estudio

                                              Tu quehacer está allí, sobre la mesa.
                                              Cuando te acerques volará el sentido
                                              de las amadas cosas que te cercan:
                                              el calor de tu piel, bajo el contacto
                                              suave y terso del aire, los rincones
                                              derramando pureza en sus tres líneas,
                                              la alfombra de la luz encapuchada
                                              por serenos contrastes de armonía.
                                              Pienso que el mundo claro de mi cuarto,
                                              detenido en su marcha con el día,
                                              se ha olvidado de ser algo en la tierra,
                                              y abre un camino alegre y desprendido
                                              por su cielo presente y circundante.

[5] En 1955 aparecieron en Barcelona dos poemarios de su autoría, Canciones de mi calle y Jazz al anochecer, este último , con el mismo título que los poemas publicados en el número 1 de la colección Verde Viento, que compartió con Sol Acín y el buen poeta soriano, Julio Garcés.




https://javierbarreiro.wordpress.com/2012/11/10/los-poemas-olvidados-de-sol-acin/





Aproximaciones a la poesía de Sol Acín.

Por Isabel Rosado Sánchez


Sol Acín (Huesca, 1923-Huesca, 1998) representa la voz dormida y el canto de cisne de aquellas mujeres que intentaron hacerse un hueco en la teóricamente liberada década de los años sesenta. El hecho de haber padecido la Guerra Civil desde la perspectiva de una niña asombrada por la muerte de sus padres, el anarquista Ramón Acín y su esposa Conchita Monrás, hace que en sus poemas vuelva los ojos a lo que fue su infancia feliz y opte por rescatar el placer por las pequeñas cosas cotidianas. El que afronta el reto de leer estos poemas transita por una poesía luminosa, en la que convive la tradición clásica de la vida retirada de Fray Luis de León con los retazos del surrealismo y los versos intimistas que beben de mundos solitarios.

Su poesía representa el golpe de martillo contra una tradición literaria dominada por el punto de vista narrativo impersonal masculino y en la que el yo poético femenino intenta irrumpir. Con este yo poético, se construye un nuevo modelo de mujer poeta: aguda, con una extrema sensibilidad y desencantada con el vía crucis que supone la vida. Pese a escribir en los años sesenta, su obra no se acomoda al concepto trillado y usado como comodín crítico de “poesía social”. El impulso de composición poética en Sol Acín pudo estar motivado por una sensación de vacío, pero no por un carácter social sino individual, y la necesidad de crearse un mundo interior basado en el recuerdo para sobrevivir. No obstante, es un canto a la reflexión interior y un diálogo con uno mismo.

Pero aunque no sea una “poesía social” si cabe lugar para la ironía, que parece heredar de las escrituras de su padre y cierto grado de ferocidad, tal y como señala Mercè Ibarz en su artículo. Como ejemplo de este hecho podemos citar el poema: 


Ni la palabra basta

La Mitología
baja en tropel la escalera.
Van quedando limpios los desvanes.
Los inocentes abundan más que niños.
Inocentes terribles.
Inocentes callados, y dolorosos, muertos.
Yo no soy uno de ellos.
Ser un testigo es poco valimiento.
Tener remansos es una vergüenza.
“Todo animal se busca su cobijo”.
Algo más que animal. Pero no es cueva
ni cobijo, ni choza,
ni bastaría celda.

Ni la palabra basta, nunca basta
frente al pedazo celular inerte.
Justicia y sinrazón pasan de vuelo



En ese cielo oscuro se publicó en 1979 en la editorial Ámbito literario bajo la dirección de Víctor Pozanco. Constituye un corpus de poemas que se erigen como obra de culto para unos pocos. Es curioso el hecho de que este libro apenas haya tenido repercusión y eco en tierras aragonesas, a pesar de su calidad y estar avalado por poetas del calibre de Ana María Moix o Pere Gimferrer.

Los poemas de Sol Acín son breves pero de gran calidad lírica. Sus versos de gran quietud, son iluminados por la luz espiritual del anarquismo y en los que el conceptismo poético, sustentado en una acertada selección verbal, se distribuye a lo largo de versos libres y sonetos. Lo más relevante de su poesía es su intensidad expresiva, conseguida por la perfecta adecuación al verso de cada una de sus imágenes. A ello también contribuye el abandono del registro discursivo y la eliminación de nexos neutros carentes de valor estético. Se busca una yuxtaposición constante de elementos poéticos de gran plasticidad. Hay un predominio de lo emotivo sobre lo racional y un ritmo musical propio de la expresión renacentista.

Es también una mirada que ingresa en el territorio sagrado de la naturaleza para lograr el conocimiento y que igualmente constituye el intento de reconstruir un pasado edénico tamizado por el poso de la amargura. Especial relevancia también tiene la concepción plástica y musical de lo que se versa, es lo que ocurre en el poema Cuento oriental (Pag. 47):



Recorro el parloteo de las hojas,
pestañeante lluvia en flor de harina
que me abre en perspectiva repentina
la morada real en que te alojas.

Me invitas, y me siento entre las rojas
paredes de tu estancia masculina
donde en el ajedrez de tu retina
se juega el batallar de mis congojas.

Se juega, y no descansa de azotarme
la certidumbre de saberte herido,
ya muerto en el ayer de mi mañana.

Caballero en tu alfil, vienes a darme
la vuelta al manuscrito del olvido
porque es ya despertar, hora temprana.



El lenguaje utilizado en Ese cielo oscuro, según la poeta Ana María Moix “es una condensación y una modernización del castellano clásico del Siglo de Oro, en particular en su forma de emplear los verbos y de construir imágenes”1  Los poemas recogidos en el libro fueron escritos fundamentalmente durante sus años de juventud en París y Alemania, en ellos se ve una transición hacía la madurez personal y creativa. Otros fueron compuestos en sus estancias en la casa solariega de la Pobla de Montornés (Tarragona) y lugar de veraneo para la familia Acín.
_____________________________________________
1  Mercè Ibarz,“La poesía luminosa y feroz de Sol Acín” en TRÉBEDE, mayo-Junio 2003, nº 75-76, p. 78- 80.



Por otra parte, Javier Barreiro aclara que fue Rosa María Sender, sobrina de Sol, quien insistió en la publicación de la obra pese al carácter modesto de su tía.

Ana María Moix, junto a José María Carandell, fue la valedora de la obra y confesó:

“para mí no hay duda de que Sol Acín es una de los mejores poetas aragoneses de la segunda mitad del siglo XX, mujeres u hombres”



2. La mirada natural de Sol Acín.

Nos encontramos con una poeta que descubre todo su ser y su inocencia bajo la luminosidad de la aurora. Es una mirada limpia y que proviene de sus sentimientos, que en cierto modo recuerdan a la poesía simbolista de San Juan de la Cruz. Al igual que él, busca el resplandor de la noche y la llama que simbolice lo trascendente (Pág. 21):



La caliente llamica
Que iluminó tu paso por las horas
se ha dejado su luz, quieta, en la noche.



La poesía de Sol Acín adquiere una dimensión mística en la que todo se idealiza y la luz pasa a ser un elemento omnipresente en los versos, ya que se ubica estratégicamente en la estructura de los mismos para dotar al poema de una fuerza mayor. Su propio nombre, Sol, parece dar cuenta de esta luminosidad, de la comprensión de las verdades superiores, de un juego entre la cosmología y la mitología, pasión que su padre supo inculcarle. No obstante, en su poema ni la palabra basta aludía ya a “la mitología que baja en tropel la escalera”. Pero esta dimensión mística también puede ser analizada, desde el punto de vista de una relación con sus antepasados, en un gusto por recrearse en saberse descendiente de hombres de cultura.

No obstante, para tener esa luz en uno mismo hay que despojarse de lo que anteriormente se ha sido. Es entonces, cuando la poeta se convierte en una intérprete de su propia luz y toda su actividad lírica se entiende en relación con esa luminosidad. La luz viene a simbolizar el espíritu y la fuerza creadora, apareciendo en cada uno de los momentos del día: las luces alegres y combinadas de la tarde que invaden el jardín, la luz quieta de la noche, la luz artificial de la luna menguante y la claridad de la aurora. 

Pero cuando no hay luz espiritual, aparece la sombra que deja brotar el espíritu oculto del ser. Es por tanto, una búsqueda de la luz desde lo más oscuro y profundo (Pág. 33):


Será verdad que un día
ya lejano en ayer, tenso en mañana
se inundará mi frente de alegría,
manejaré la luz, bajaré al polvo
mis manos aún desiertas, para darte
con mi comienzo en la verdad, el tuyo.


Al igual que hiciera Fray Luis, dirige su mirada desde la tierra al cielo para confrontar esa visión celestial con otra terrestre y así crear una unión entre ambos.

De este modo, la luz sirve de puente entre el cielo y la tierra. Quizás, tal y como señala la tradición, la contemplación del cielo sirva para liberarse de los males pesados y así aliviar su conciencia espiritual. También son frecuentes los cielos plagados de estrellas, el sol como fuerza espiritual y la luna, concebida en su preaviso mortífero, que recuerdan a los poemas de Fray Luis y al simbolismo de la luna en García Lorca (pág. 63):


Por qué se marcha el sol-me preguntaste.
Pasó un silencio. Y luego,
-por qué cantan los grillos.
Qué alada gravedad dejó en tus ojos
el cielo, con la tierra.

Muy quieto, el horizonte
vuelca el tazón del cielo. Bebo estrellas
confabuladas en la inmensa noche.

Luna por la mitad. Deja su sombra
la luz artificial.

Constante reflejar del universo.


Por otro lado, el poema que da título al libro propone una mirada nocturna, a la que se llega después de un padecimiento. Al igual que en los místicos, el poeta no puede hablar directamente de la experiencia en lo oscuro, pero es necesario conocer esa situación para descubrir la verdad de las cosas y después poder admirar la claridad. Es por tanto una concepción neoplatónica: una mirada contemplativa que deshace la realidad y provoca que el poeta entienda que la verdad sólo puede venir de lo oculto:


En ese cielo oscuro
que tibio, y lento, y solo en ti navega
se esconde maliciosa
la fruta del verano.

Miedo me da la estría
del aire que adivino en su infinito,
miedo la imagen limpia
del campo realizado,
la sombra y el color dando a mi puerta
me enfrían con su miedo.

De sólo nervio dulce
me hicieron, sin orquesta
ni caja oscura, rumorosa y fría
que absorba el rompimiento.
Miedo tengo a vivir, sentir el cuerpo
de la belleza en delirante hondura
pasando, contra el mío.


Igualmente, en este primer poema se da el intento de buscar la primera belleza, es decir, la adolescencia y la belleza paradisíaca porque es una belleza que no viene impuesta del exterior. Por otra parte, es necesario que la materia contemplada tenga un lugar de manifestación: “En ese aire que adivino su infinito”.

Esta alusión etérea denotaría al aire libre y al espacio poético. Ahora bien, la noche simboliza la experiencia probada y después viene el alba, que es el despertar a la luz (Pág. 21) Antes del alba:


Se adelanta mi alma a los umbrales
del mundo por nacer
detenido en los brazos de la muerte.
Salgo despacio, y entro
por el jardín dormido,
petrificado en formas repetidas.
La salvia silenciosa que en ti corre
liberó su color, pronto, en la noche
cuando las cosas sueltan su armonía.
La caliente llamita
que iluminó tu paso por las horas
se ha dejado su luz, quieta, en la noche.
Los destinos concretos
de tus ardientes manos-hojas, frutos,
serenidad presente de los troncosdetuvieron
su andar, libre de ritmo.
Me han dicho que está el alba
más allá del jardín.
La esperaré en silencio todavía. 


Aquí, desde una mirada nocturna se espera la llegada del alba y conlleva la
idea de una vida que comienza, dando paso a la iluminación de la naturaleza. Es un despertar en el que las imágenes nos van asaltando y a través de ella se puede establecer relaciones del ser humano con lo divino. Con la mirada ha ingresado el poeta en el territorio sagrado de la naturaleza y es una luz sagrada que hace que todo sea más delicado, pero para que sea así se tiene que conocer la luz oscura.

Es interesante resaltar, que tanto Sol Acín como Fray Luis de León coinciden en considerar a la naturaleza como lugar de tranquilidad y belleza. Igualmente, parten de la concepción de la naturaleza como símbolo de lo que pasa en su interior.

Mientras que Fray Luis cantaba la dicha a una vida, que podríamos llamar natural, y lo hacía en el huerto de la Flecha con su naturaleza sensible y amable, Sol Acín lo hace desde el locus amoenus particular de la casa familiar de la Pobla en Regaron el jardín:


Baja al silencio, reposado en gotas
sobre las hojas tiernas del jardín.

Deja llevar tu mano por los huecos
del follaje prendido hacía la altura.

Purifica en las luces
combinadas y alegres de la tarde
la pesadumbre inquieta de tu ser.


II

Cantando en la ciudad se ha detenido
todo este enjambre de jardín abierto.

Vive muy desprendido
de la verdad oculta de la calle
y habla fiel para mí,
derramando en mi ser completamente.


III

Voy a dejarte y vengo todavía.
Me preparas la voz,
purificas el aire de mi ritmo
y asciendes a mis brazos
calor de cascabeles encendidos.


En los jardines muchas veces se guardan tesoros, en esta ocasión guarda un estrecho simbolismo con la figura maternal. En este supuesto “jardín” se refugiaba la poeta para escribir parte de sus poemas y en él pasó parte de sus veraneos en compañía de su madre. La propia Sol recuerda esta estancia:

“Los niños necesitan aire libre y horizontes lejanos, todo lo cual nos lo proporcionaba nuestro famoso HORTAL, explanada rectangular donde las acacias y las hierbas crecían libremente, con algún que otro rosal y el cobertizo de mi padre para guardar el barro. Algunas veces plantábamos cebollas para verlas crecer, y de un solar próximo colgaban las ramas de una higuera”

Es aquí, donde la idea de sosiego y calma del espíritu alcanza su plenitud al
aludir a un espacio en el que se condensan los cuatro elementos, las cuatro estaciones, las cuatro edades de la vida y sobre todo, los cuatro puntos cardinales que dan orden y fijeza al mundo. Desde un punto de vista simbólico, podemos aludir a este vergel como un intento de regresión al vientre materno y a los recuerdos felices, para sentirse segura frente a la realidad exterior. No obstante, hay otro poema que también parece aludir a esa unión materna, en tanto que el símbolo del bosque nos puede remitir una zona segura y vinculada con el principio materno:


Suena lejano. Un bosque
de inquebrantable amor fuera posible
allí.
Suena lejano el tiempo de la espera.


Sol Acín, “Recuerdos al margen” en Ramón Acín 1886-1936, Huesca, Diputación de Huesca, 1988, pág. 28.


Es innegable señalar la analogía de este poema con la Vida retirada de Fray Luis. En esta línea de argumentación, podemos objetar al respecto que el elemento natural, no sólo en este poema sino en otros muchos, va expresando los sentimientos del yo poético. Unas veces la naturaleza es pasiva y escucha al yo poético, pero en otras ocasiones es activa. Cuando pondera la tranquilidad y el silencio recurre a los elementos imprescindibles para crear ese ambiente de paz y sosiego: aparece el estatismo reflejado en las hojas, el jardín iluminado, los murmullos de los árboles y el aire entre las ramas. La mejor concepción de este sentimiento se recoge en la voz de la poeta: “La mansedumbre de sentirme bogar en su delicia”. Por el contrario, cuando la calma se interrumpe aparece el aire agitado, las hojas vivas y el animal que busca su cobijo.

Los versos de Sol Acín proponen, como en antaño hiciera San Juan de la cruz, el cultivo del silencio y la soledad. Frente a una sociedad llena de ruidos e incomunicación, se incita aquí a valorar el silencio como enriquecimiento personal y llegar a la más alta realización personal. El lenguaje utilizado nos pone en contacto con las estructuras internas más profundas, y tal y como hicieran los místicos se conduce al espíritu hacía las tres célebres vías: unitiva, purgativa e iluminativa. En muchos casos, es un silencio que se relaciona con la paciencia y el fortalecimiento del alma, en otros casos lo que se persigue es crear un silencio interno que evite los
pensamientos negativos y escuchar mejor a la naturaleza (Pág. 103):


Sencillo es el silencio
que cojo con la mano.
Nadie me quitará su mancha abierta.
Solo está el trono de la paz en el mundo.
Tú y yo, misterio y sombra
quedamos solos por detrás del mundo.
Tú solo, todos solos
en noche transparente,
noche que envuelve por detrás del mundo.
De un pozo al otro en busca de la estrella
Remando alegremente.
Constante, altivo, solo
queda el cuchillo en el silencio hundido.



Sin embargo, este espacio de sosiego y paz se ve interrumpido en contadas ocasiones por el tintineo de unas campanas con su sonido creador. La autora quizás haga un intento de recuperar el sonido de su infancia: “Se entraba a mi casa por un “paso” o recibidor, después de repicar la campanilla-más grande y de sonido más grave que el de las usadas en la misa.” 8  (Pág. 17):


Vive mi cuarto abierto
como campana acorde a los sonidos
que llegan del jardín iluminado.
Cuando no tengo lumbre me retiro
quieta, en silencio, al molde de las cosas
y entro a vivir en él, libre de sangre,
de todo mi destino trascendente.
Los sonidos circulan libremente
por la continuación de su morada
trayéndose y llevando la armonía.
Junto a mi mano, casi
Prolongación del aire en mi ventana
los murmullos del árbol, y las hojas
vivas, pacientes, verdes
llevándome al dolor ya conseguido
de sentirme vivir directamente.
Gozo y dolor de aliento soberano
que sube de la tierra
para entregarme en fiel correspondencia
mi transformada lumbre rediviva.

_____________________________
8   Sol Acín, “Recuerdos al margen” en Ramón Acín 1886-1936, Huesca, Diputación de Huesca, 1988, pág. 27.



En relación con esta sonoridad, también se recoge lo siguiente (pág. 18):


 Viven libres, fecundos
 los murmullos y el aire entre las ramas,
 la delicada y tensa nervadura
 del organismo vegetal, los ecos
 del mundo circundante, recogidos
 por la sonoridad hecha materia[…]


Tal y como señala Mercè Ibarz en su artículo, se puede entender la poesía de Sol Acín como un acercamiento de lo sensual a la naturaleza. El sujeto aparece aquí como engranaje entre el mundo y la naturaleza. El sensualismo que se postula es el despertar de los sentidos por el goce ante la contemplación de lo que le rodea (Pág. 133):


Viene el sueño a taparme
redondo, una vez más, mi vida entera.
Sin fondo, más sin fondo, hacia la tierra,
mirilla de la estrella,
piedra sonora, arroyo
clavado, transparente
se escapará mi pozo.
Atrápalo mañana en las afueras.




3. La alianza plástica del surrealismo y el anarquismo: poesía, cine e imagen.


La analogía de la poesía de Sol Acín con el surrealismo, queda patente en las relaciones de oposición que contraen los objetos. Los elementos pierden su identidad y toman otra nueva por la comparación con otras realidades, es decir, hay un uso metafórico del lenguaje que se condensa en una perfecta plasticidad. He aquí que esos objetos nacen del desván que constituye el subconsciente y van desplazando al ser humano. A un árbol en la niebla, iluminado por el fugaz reflejo de la noche (Pág.91):


Dejé mi alforja sin llenar, perdida
sobre el guijarro oscuro,
la llave del placer, la inócua danza.
Cayó sin destruirme
la inquieta soledad de los que esperan,
la dulce plenitud de los que alcanzan.
Volvía hacía ti, momento de la noche,
lluvia de luz, tamiz de los cristales
la aguda sinrazón de mi delirio.
Volvía a tocar, rozando suavemente
 la escondida belleza conseguida.


Este poema refiere a una secuencia estética, que se manifiesta en movimiento y temporalidad tanto como en imágenes. Recuerda al cuadro de su padre Paisaje con árbol, en el que la pintura desigual parece reflejar un paisaje típico del Somontano Oscense. Esos cristales, material venerado por los místicos y surrealistas, crean un estado de transparencia y de contrarios: la materia existe, pero es como no existiera porque se puede ver a su través. No hay resistencia ni dolor. La imagen de los guijarros oscuros bien se pueda relacionar con el “núcleo de inmortalidad” de todo resto humano. La llave nos pone en anticipo de que estamos ante un estado de semiconsciencia y se relaciona con una danza creadora. Danza que parece evocar a Alegoría del baile, cuadro de Acín en el que una muchacha desnuda con una guitarra elevada sobre su rostro contempla a unos diminutos joteros bailando. Esa plástica lluvia de luz puede aludir al descenso del cielo sobre la tierra en un intento de iluminar y purificar el ambiente presente. El uso del imperfecto evoca un tiempo pasado, quizás de la infancia, y un tiempo de película. Esa lluvia de luz semeja a los montajes fílmicos en secuencias de Luis Buñuel, en las que se superponen las nubes sobre la luna para crear un ambiente ilusorio, y es un montaje que podemos interpretar como un flashback.

Es remarcable la presencia de “las pequeñas hormigas, diminutas pero dominadoras registrando su mundo adormecido” que pueden evocar sin duda alguna a las célebres greguerías de Ramón Gómez de la serna, lectura infantil de Sol y Katia Acín. Representan la pequeñez de lo viviente y en este caso parecen representar a la vida que vence a la humana. De igual modo, podemos establecer una analogía de estos insectos con los que aparecen en la cara del padre de Lya Lys en un Perro andaluz. Por otra parte, en los versos de nuestra autora se postula la liberación del ser humano para llegar a lo más puro, aspecto que aparte de los místicos también fue planteado por los surrealistas. Tampoco hay que olvidar el hecho de que la presente edición de En ese cielo oscuro, está encabezada por un retrato que fielmente sigue la estética surrealista, resultando ser una cabeza en trozos bañada por una luz iluminadora y proyectando esta cabeza sobre un fondo de color verdeoscuro. 






JAKES AHAMENDABURU [16.373]

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Jakes AHAMENDABURU

Escritor vasco, nacido en la localidad de Saint-Michel (Eiheralarre, Baja Navarra) el 7 de septiembre de 1961.

Trabaja como profesor. Ha publicado los libros de poemas Isilka misilka (Edit. Maiatz, 1988) y Gauean ontuts (Edit. Maiatz, 1990).





El retorno

De nuevo vienen
las tardes solitarias de los domingos.
Ya han dado las tres.
Tras la ventana, tras las cortinas,
la mirada traza curvas
y escudriña la calle desierta.
Ha llegado un autobús
y ha espantado a los gorriones de las aceras.
El guiño consagrado del semáforo.
El ir y venir interesado de las doncellas.
Las tabernas ruidosas llenas de gente.
Ellas, ellos, allí, y yo
sigo borrando los lunes del calendario.

El título original de este poema es Berriro Datozkigu.
Lo escribió en 1990 Jakes Ahamendaburu y lo hA traducido Noemí Pastor.





Haur baten beharra (Deseando un hijo)

Canción de Oskorri, en su disco Badok hamahiru, con letra de Jakes Ahamendaburu. También apta para bailar (incluso tratando de hacer paso de habanera).


Bajo las sábanas mis caricias
corren locas de deseo
mientras, queriendo huir de la oscuridad,
trina el ruiseñor en nuestra ventana,
las sombras, inmóviles testigos, no pueden
adueñarse de nuestros pálidos cuerpos.
Nada, desde el indolente mar a la más alta cumbre,
debe nada a la noche.

Amor mío, dulce estrella,
mira ahí fuera,
si ese niño que ves llorando
viniera a tu regazo!
No dejemos para mañana
aquello que hoy podemos,
por eso, todos los crepúsculos,
vuelvo a tu vera.

Tus ojos son para mí
una llama de esperanza,
espejos de noche, soles de día,
que irradian fidelidad.
Tu sueño es un país tranquilo,
un mundo tu vientre.
Cuándo prenderá en ti
ese hijo que deseo!

Como los torrentes se aplacan
al desembocar en el mar
así suele perder sus energías
fatalmente la confianza.
¿Esta tristeza mía será, quizás,
primera señal de desamor?
Ay, que no sea como agua al fuego
la falta de ese niño deseado.

Qué cosa cruel es
un amor imposible.
Gracias que tú me has entendido
y, yo, me he quedado.
Jamás inquietado por nada
que surja del corazón,
viviendo felices, amándonos
hoy igual que mañana.

Nadie sabe hablar de mí
como tú lo haces,
de todos mis poemas
tú eres el más dulce.
Ojalá tuviera de ti un niño
que cantara mis versos.
Y, pase lo que pase, créeme,
tú eres lo que más amo.





Izar azpitan desira zoroz
ferekak doaz jostari 
Gure leihoan ilunaz izu 
erresinula koplari 
Gorputz xuriez jabetu ezin 
itzalak daude behari 
itsas nagitik bortu gainera 
deus ez zaio zor gauari 

Ene maitea izar eztia 
beha ezazu leihora 
Ikusten duzun haurra nigarrez 
jin balekizu altzora 
Gaur berean har dezakegula 
ez dezagun utz gerora 
Horregatikan astiri oroz 
heldu nitzaizu ondora 

Zure begiak dira neretzat 
esperantzaren kandela 
Gauaz ispilu argiz iguzki 
fideltasun dariela 
Herri lasaia da zure loa 
mundu bat zure sabela 
Gaur ukan ezin biharko haurra 
zuregan sor dadiela 

Uhaitz eroak itsasoratuz 
ematzen diren bezala 
Ezin bertzean fidantzak noizbait 
du galtzen bere ahala 
Ene tristura ez ditaikea 
maita ezaren seinala? 
Suari ura den haur eskasak 
gurea hil ez dezala! 

Amodioa ezin bizia 
zonbat den gauza krudela 
Beharrik nauzu luzaz aditu 
joan bainintzen bestela 
Bihotzetikan datorrenari 
nehoiz urduri naizela 
Elgar maitez gaur bihar bezala 
uros bizi gaitezela 

Nehor guti da zutaz bestalde 
nitaz mintzo dakienik 
ene olerki oroetarik 
zu zirela eztienik 
Ai bertso hauen kantari banu 
hautxo eder bat zuganik 
Zer nahi denik sinets nezazu 
nik zaitudala maitenik



ZAURIAN BARNA

Zeinek ongi dakike gu nor ote garen?
NOR izoztuen hotsa soil-soilik da urtzen
ni bezalako bazenik bazenekiten?
geroztik omen dira sagarrak umatzen...

Alta... molekulen burbuila jostakinak
ditut neure barruan lauhazka sentitzen
zelula kiskalien firuri zoroak
uxatu egin guraz iratxoak deitzen...

Alta... gaur neure hizkuntzaren jarioan
dakuskit geure haritz errearen suak
neure herritasunaren goi baratzean
dantzuzkit geure pertsularien otoitzak...

Sabel gorri batzu besterik ez ginela
ziotsan oi gaixo Emeri Piko zenak
orain baletor, lekuske beti gaudela
larre iratzea bezain iragangaitzak...



IHESI

Naizelakoan ametsez bizi
amets egiteko naiz bizitzen
ilun estuan zaizkit mamitzen
argira bakan dagite jauzi

Berun eta altzeiru beltzaran
garaian dagigu garraisi
bizitza ez bazaigu amesten
nola gaitezke aurrera bizi

Daukat bakardadea begigo
eta zaizkidanean ametsen
malko izpitsuak isurigo
ezinago naiz nare izanen

Urteak jin urteak ihesi
zait asmamena apur bat josi,
ametsaren lasterra ematu,
oroitzapenen geldoa sortu...




GARAI HAIETAKO ZORIONA

Eskuetan
asmamena eta iluna
belarrietan
The Pogues-en balada erkastua...
gaueko orbela bainintzan
noraez garbienean barrena
astelehenek dauzkaten erritmo nagian
malenkoni une amaigaitzetan
bakardadearen berri jakin ezinik
inkomunikazioaren oreka etenkorrean
argizpiaren gozotsua noiztarik noiztara
irentsiz
mihia izoztu
eta larrua ximurtu
egin zitzaizkidan...

Aldamenetako udainak gauzatzen
nituen bitartean
ekitik ilargira doan izarbide gordean
neure bihotz heldua zintzilik...
arrats gardenean
neure baikor orbaingabea esekita...
Egun urrun haietan
argazki baten urrutienean lez
gogoan daukat
nola nuen
argizagiaren begi xarmagarria hustu
eta bere jarioak
nola hezurretaraino bustitu ninduen...
...konturatu ezinean
batzutan zein zoriontsu naizen...




NIGAN BAIZIK

Ez dautzut
hau huntan ere
ilargiak daukan
disdiseraz
deus erranen
ez baitago
ilargi gabeko gaurik
niregan baizik




GAUAZ DAGI NIGAR
        
Gauaz dagi nigar
ortzondoko oilar
goizik gandor makur
ekiari agur

        Begiratu nabar
        ilargi inar
        aho-zeru samur
        maiatzeko elur

Ohelagun koldar
etzanaren zahar
gaubeleen gezur
berexgune murmur




EZTIAGOTU ZAIGU

Eztiagotu zaigu
azkenean
uztail mineko ekia
Ohitza lizunez
ihaurri dagotzin
baserri tristeetan,
gau ilun beraren
aiduru diraute
poetek, itzal edaleek...

Noizbait ganbaraz
tronpatzen dirade
maitasun harroak
Noizbait ere
isiltasunez
urratzen dirade
ortzondo nabarrak.

Beti beste nonbait
zaigu erortzen
sasoien ulu luzea
eta inorenak ez direlarik
errez dira ahazten
amodiozko kontuak...









JON AIASTUI GURIDI [16.374]

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Jon Aiastui Guridi

Escritor en euskera, nacido en Oñati (Gipuzkoa) el 2 de junio de 1971.

Comenzó a estudiar la carrera de Filosofía en la Universidad del País Vasco, pero no la acabó. Ha trabajado en muchos oficios, como profesor, empleado de banca y ayudante de cocina. Tras ganar algunos concursos en su localidad natal y en Arrasate (Gipuzkoa), en el año 1995 le concedieron un accésit en el certamen de cuentos Gabriel Aresti, instituido por el Ayuntamiento de Bilbao.

Es autor del libro de poesía Nongo nor (Potxo, 1999). El crítico Jon Kortazar escribió lo siguiente sobre este poemario en su trabajo Euskal poesiaren kritika 1999 (Olerti Etxea, 2001):

"Este libro con aspecto de 'plaquette' reúne dieciséis poemas de estructura diferente y con voces variadas, como de un autor que aún está madurando".

El autor del prólogo, Gerardo Markuleta, clasifica los poemas en tres grupos: los relacionados con la Edad Media, los que hablan de estaciones y hoteles, y los de aspecto de sentencias. En opinión de Kortazar, los mejores son los que tienen que ver con la actualidad, con los viajes, los hoteles y los teléfonos, aunque los situados en la Edad Media le parecen también sugerentes. Cree el crítico que conceptos como el tiempo, las preguntas y los mapas son básicos en el este primer libro de Aiastui.

En el año 2002 ganó el premio Donostia Hiria de cuentos en euskera, por el trabajo Eguzkiak jotzen duen aldetik, en el que el protagonista principal era una persona ingresada en un psiquiátrico que acostumbra escaparse con frecuencia, para ir a los sitios más insospechados. Pero un día el centro hospitalario cambia de director y este nuevo encargado querrá cortar de plano las escapadas del protagonista.

En 2004 publica (Elkar) Biolinaren jatorria.

En 2011 gana el XIX Certamen de Relato Fantástico de la UPV-EHU en la modalidad de euskera con la obra Kontaktua.

En enero de 2013 publica su novela Gaua heltzen denean.


Un poema de Jon Aiastui- NONGO NOR NOREKIN NORA


Ez dakit nork esan omen zuen, baina "Nireenak diren poema horiek / beste poetek idatziak dira." Betidanik nahi izan dut poema bat idatzi euskal deklinabideak ematen dituen baliabideak erabiliz. Eta, noski, beste batek honezkero egina du. Itzuliezina da, baina hona hemen gaztelaniazko hurbilpen bat:


Quién de dónde con quién a dónde

Quién de dónde con quién a dónde,
quién de quién qué a quién;
quién con quién a dónde cuándo,
a quién desde cuándo cómo y qué.
Para quién hasta dónde cómo,
para quién qué con quién de quién;
a dónde quién, a dónde de quién,
desde dónde hasta cuándo de quién cómo.
Quién de dónde con quién a dónde,
quién de quién qué a quién;
de dónde quién cuántas veces sobre quién,
de dónde sobre quién cuántas veces quién.




NONGO NOR NOREKIN NORA

Nongo nor norekin nora, 
Noren nork norengan zer; 
Nork norekin norako noiz, 
Nori noiztik nolako nor. 
Norentzat noraino nola, 
Norentzat nor noren norekin; 
Nora nor, nora norena, 
Nondik noizko noren nola. 
Nongo nor norekin nora, 
Noren nork norengan zer; 
Nongo nork noizetan nortaz, 
Nongo nortaz noizetan nork. 

Biolinaren jatorria (Elkar, 2004)






Hay cinco razones para actuar virtuosamente 
(La primera, la segunda, la tercera, la cuarta, aquella) 
Y hay cinco razones para permanecer en el pecado. 

Hay cinco razones para aferrarse a la alegría 
(La primera, la segunda, la tercera, la cuarta, aquella) 
Y hay cinco razones para caer en la aflicción 

Hay cinco razones para vivir en la palabras 
Y otras tantas para callarnos para siempre 
Cinco para suicidarnos y cinco para seguir vivos. 
Hay cinco razones para recorrer mil kilómetros  
Y otras tantas para permanecer inmóviles  

Cada pregunta tiene su respuesta 
Y todo domingo el canto que le corresponde.  
Quien indaga en el sol 
no cantará dos veces.]  

La traducción es de Jesús Rodríguez.      
                


BOST ARRAZOI

Badira bost arrazoi bertutetsu jokatzeko
(Lehena, bigarrena, hirugarrena, laugarrena, hura)
Eta bost arrazoi badira bekatuan aritzeko.

Badira bost arrazoi pozari eusteko
(Lehena, bigarrena, hirugarrena, laugarrena, hura)
Eta bost arrazoi badira oinazeak jota erortzeko.

Bost arrazoi badira berbetan igeri egiteko
Eta beste hainbeste behin betiko isiltzeko.
Bost burua botatzeko eta bost bizirik segitzeko.
Badira bost arrazoi mila kilometro korritzeko
Eta beste hainbeste lekuan geldi geratzeko.

Galdera bakoitzak badu bere erantzuna
Eta igande orok dagokion kantua.
Eguzkian bilatzen duenak
Ez du bi aldiz abestuko.

                   Biolinaren jatorria, Elkar, 2004.





ULERTZEKO MODUKO POEMAK 
NAHI DITUGU
      
                We want poems we can understand
                Paul Hoover, bariazioa

Ulertzeko moduko poemak nahi ditugu.
Infiniturik gabe, eta ahal dela laburrak.
Ez hiztegi museoetan gordetzen direnetakoak,
Gogoan geratzen diren horietakoak baizik.
Berdin zaigu nola abesten duen txoriak,
Kantatzeko moduko poemak nahi ditugu.
Trenez, haserrez, umorez beteak. Gordinak,
Zintzoak, zaharren azken hitzen antzekoak.
Lagunduko gaituzten poemak nahi ditugu,
Bizitzen eta hiltzen, ikusten eta egoten.
Entretenituko gaituzten poemak nahi ditugu,
Oherako modukoak, pelikulen antzekoak,
Haizerik gabe, itsasorik gabe, eta ulergarriak,
Ulertzeko moduko poemak nahi ditugu.




BIETAKO BIOK

Bietako biok dakigu
Azken hitza esan behar dugula.
Bietako biok bilatzen dugu
Azken ironia eta azken zartada.
Horregatik, zure pisutik noanean,

Azken agurra ematen didazu beti.
Nik, igogailuan sartuta,
Azken keinuaz erantzuten dizut.
Zuk ez duzu ikusten,
Ate barrura mugitu baitzara ordurako,

Eta nik ez dizut begiratu,
Botoia sakatu baitut.
Eta hala jaisten naiz ni
Igogailuan kalerantz,
Eta halaxe ixten duzu zuk
Atea isiltasunerantz.
Bietako biok irabazi dugu berriz ere:
Ate bat zuk eta igogailu bat nik.








IGNAZIO AIESTARAN [16.375]

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Ignazio Aiestaran

Nacido: 1970 en Pamplona - Navarra.


Ignazio Aiestaran, en este día de Todos los Muertos, con su poema “Lo que no aparece en el certificado de defunción de mi padre” (Munstro abertzalea, Donostia, Elkar, 2003, páginas 81-83), traducido al castellano. 



“Lo que no aparece en el certificado de defunción de mi padre”

El certificado de defunción
dice que mi padre murió
de un ataque de aneurisma,
pero esa no es toda la verdad.

Lo que mató a mi padre
no fue un aneurisma,
sino trabajar
todos los días
diez
doce
catorce horas.

Lo que mató a mi padre
fue sacar adelante una familia
en tiempos del franquismo,
trabajar toda una vida
y
alrededor de los 60 años
terminar en el paro
porque la empresa de los patrones había quebrado
(por supuesto,
los chalets de los patrones,
sus acciones
y
sus vacaciones no quebraron).

Mi padre no me dijo nunca
nada
en ningún lugar
sobre esto,
pero su insomnio era visible.

Todo esto lo vi
en su cara,
cuando le llegó el último ataque
en el hospital.

Por eso,
siguiendo la voluntad de mi padre,
mi madre y yo
no dimos permiso
para hacer la autopsia,
porque
todas las autopsias del mundo
no nos darían
la verdadera causa de su muerte.

Y me preguntaréis:
¿por qué has escrito
un poema tan torpe?

No lo sé a ciencia cierta,
pero
aun siendo la poesía lo mejor del mundo,
daría la mejor poesía del mundo,
sin ninguna duda,
a cambio de un abrazo de mi padre.




“Nire aitaren heriotza-ziurtagirian agertzen es dena”.

Aneurisma batek jota
hil dela dio
heriotza-ziurtagiriak,
baina hori ez da egia osoa.

Nire aita hil zuena
ez zen aneurisma,
egunero
hamar
hamabi
hamalau orduz
lan egitea baizik.

Nire aita hil zuena
frankismoaren garaian
familia aurrera eramatea izan zen,
bizialdi osoan lan egitea
eta
60 urte inguruan
langabezian bukatzea
ugazaben enpresak krak egin zuelako
(jakina,
ugazaben txaletek,
akzioek
eta
oporrek ez zuten krak egin).

Aitak ez zidan inoiz
inon
ezer esan
horri buruz,
baina bere insomnia agerikoa zen.

Hau dena ikusi nuen
bere aurpegian,
ospitalean
azken erasoa heldu zitzaionean.

Horrexegatik,
aitaren borondateari jarraituz,
nire amak eta biok
ez genien baimenik eman
autopsia egiteko,
zeren
munduko autopsia guztiek
ez bailigukete
benetako heriotza-zioa emango.

Eta zera galdetuko didazue:
zergatik idatzi duzu
hain poema trakets hau?

Ez dakit ziur,
baina
poesia munduko hoberena izanda ere,
munduko poesia hoberena emango nuke,
ezbairik gabe,
nire aitaren besarkada baten truke.

https://vivirdebuenagana.wordpress.com/





ZER NAIZ NI?

Frantsesen artean espainiarra naiz
        eta espainiarren artean baskoa.

Baskoen artean nafarra naiz
        eta nafarren artean putobaskoa.

Erdaldunen artean euskalduna naiz
        eta euskaldunen artean euskaldunberria.

Jeltzaleen artean abertzalea naiz
        eta abertzaleen artean situazionista.

Eskuindarren artean ezkertiarra naiz
        eta ezkertiarren artean anarkista.

Zer demontre naiz ni, Horazio?
        Orojakileen artean ezjakina,
        bizidunen arteko hildakoa.



ZERGATIK (EZ) NAIZEN ABERTZALEA
      
Ez ditut zortzi euskal deiturak.
Ez dut Rh negatiborik nire zainetan.
Ez naiz baserrian bizi.
Ez naiz Ekaingo haitzuloan sartu.
Ez dakit zelan jo trikitixa.
Ez dut harrespilik egin nehoiz.
Ez dut apusturik egiten frontoian.
Ez naiz trebea zortziko-dantzarako.
Ez dut Gernikako arbola ukitu.
Ez ditut arrantzaleen abestiak ezagutzen.
Ez ditut txikitan janzten nituen kaikuak aurkitu.
Ez dut arrano beltzik marrazten.
Ez dut ikurrinik kulunkatzen.

Abertzalea izan ez arren
                abertzalea naiz,
Lurreko txoko honetatik
        ilargia
                nola ikusten den
                        gustuko izatea
                                abertzale izatea bada.



POESIA AUSCHWITZ ETA GERNIKAN
       
Paul Celan haserretu zen
Theodor W Adornok baieztatu zuenean
Auschwitzen ondoren
ez zegoela lekurik olerkigintzarako.

Alde batetik, Paul Celan juduak egin zuen poesiak
erakutsi zigun
nazionalsozialismoaren ondoren
olerkigintzarako leku handia izateaz gain
poesia ezinbestekoa zela
hizkuntzaren totalitarismoari aurre egiteko.

Beste aldetik, Theodor W Adornok
arrazoia zuen
Auschwitzen ondorioz
kultur haustura sortu zelako.

Garai hartan
gure artean ere
ez zegoen leku handirik olerkigintzarako
Gernikak erakutsi zigun erara.

Poesian
gure kultur haustura
sortu zen,
erreketeek eta nazionalkatolikoek
Lauaxeta atxilotu zutenean,
Gernikako bonbardaketa salatzearren.

Olerkaria fusilatuz
Lauaxetaren poesiaren etorkizuna galdu zen,
herriaren geroa txikitu zen eran
Gernikako bonbardaketan.

Poesiaren zati bat,
hizkuntzaren leku bat,
galdu zen betirako
Auschwitzetik,
Gernikatik.



SENTIMENDUEN IPARRORRATZA

Mendebaldean
Missouri eta Bravo del Norte ibaien artean
Ameriketako Estatu Batuak ditugu.

Ekialdean
Beltza eta Sungari ibaien artean
Txina dugu.

Iparraldean
Rhin eta Elba ibaien artean
Alemania dugu.

Hegoaldean
Orange eta Olifants ibaien artean
Hegoafrika dugu.

Hemen
Ebro eta Aturri ibaien artean
bihotza dugu.



Los mandamientos de la Transición

Ignazio Aiestaran


No hay nada como escuchar a los obispos españoles para convencerse de que Dios ha muerto. Hace unas semanas quien fuera portavoz de la Conferencia Episcopal Española declaraba lo siguiente: “No es moral actuar contra la Constitución”. Se ve que Jesucristo murió crucificado en tierras palestinas para que en la humanidad nadie se atreviese a modificar la constitución española. No sabemos muy bien qué hacer para entrar en el reino de los cielos, pero el señor Juan Antonio Martínez Camino ha dejado claro que no se puede salir del Reino de España.

Parece que este prelado confunde la moral con el nacionalcatolicismo y mezcla la constitución con el catecismo. La unidad centralista y católica de España aparece como un rito y un mito, igual que le ocurre al Ministro de Asuntos Exteriores, el señor José Manuel García-Margallo, quien resumió todos los derechos y deberes de la ciudadanía en dos preceptos:

“La Constitución española tiene dos artículos, y sólo dos. El resto es literatura: El artículo 1.2 que dice que la soberanía pertenece al pueblo español en su conjunto, en lo que en democracia plena decidimos, en democracia plena habría que resolver, y por lo tanto la secesión de un territorio tendría que ser aprobada por todo el sujeto constituyente, y el artículo 2 que dice que la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible”.

Los artículos fundamentales no son el derecho al trabajo y el derecho a la vivienda, sino la unidad indivisible de España y la moral de su constitución identitaria. Quienes así hablan son los predicadores de la Cultura de la Transición, que conciben la política como dogma y la democracia como un concilio cerrado y excluyente.

No me cabe la menor duda de que la mayoría de estos sermoneadores piensan que la ciudadanía tiene que cumplir los diez mandamientos de la Transición:

1- Amarás al monarca sobre todas las cosas.
2- No dirás el nombre de Franco en vano.
3- Santificarás la fiesta nacional de las corridas de toros.
4- Honrarás a los padres de la constitución.
5- No matarás, pero dejarás que las víctimas se pudran en las simas y en las cunetas.
6- No cometerás actos impuros contra el texto constitucional.
7- No robarás, pero podrás evadir impuestos y desahuciar.
8- No dirás falsos testimonios, excepto que te apoye un gran medio de comunicación.
9- No consentirás pensamientos, ni deseos impuros, contra la unidad de España.
10- No codiciarás los bienes ajenos sin el consentimiento de la SGAE.

Este decálogo de la Cultura de la Transición se encierra en dos mandatos: “Amarás al Jefe de Estado sobre todas las cosas y al Ibex 35 como a ti mismo”. Este es su evangelio, así es su fe. Amén.

* Versión actualizada del artículo publicado en: http://www.noticiasdenavarra.com/2013/11/17/sociedad/los-mandamientos-de-la-transicion











HENRIETTE AIRE [16.376]

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Henriette Aire

Escritora en euskera, nacida en Urepel (Urepele, Baja Navarra) el 22 de mayo de 1943.

Hija del bertsolari Fernando Aire Xalbador, autora del poemario Egiaren egarriz, publicado en 1989 dentro de la colección Uhargin de la revista literaria Maiatz, del País Vasco continental. Es una escritora que ha escrito por simple afición, sin sentimiento claro de ser escritora, y que plasma en el papel sus sentimientos e impresiones tal como le van surgiendo, según confesó en una entrevista a la revista Argia en 1991. Según el crítico Kortazar, si bien es cierto que, tal como ha confesado Aire, carece de poética, "no le falta sensibilidad". En opinión de Kortazar, Aire es heredera de la tradición romántica, tanto en los temas como en la técnica.

POESÍA:


Egiaren egarriz, 1989, Maiatz.  (La sed de la Verdad, 1989)




HAURRAREN AITA

Padre del niño es
el hombre que en un feliz paraíso
engalana, cariñoso,
con flores del huerto del amor
a la madre del niño.
Padre del niño es
el hombre que
envolviéndola en los gozos de la dulzura
enardece de llamas de amor
el corazón a la madre del niño.
Padre del niño es
el hombre que
estrechándola entre sus brazos
el corazón junto a su pecho
hace revivir a la madre del niño.
Padre del niño es
el hombre que
del difícil mundo y de la miseria humana
apaga a la madre del niño
los escozores de la amargura.

Traducción al castellano de Ramón Sánchez




GOGOAN ZAITUGU
Eman dauzuten bizia
Ebasten dauzutela
Ohartzen baldin bazira
Edo zure ondoan
Dabiltzanek
Ez badute entzuten
Zure abotsa
Zure begietako argia
Ikusten
Zure bihotzeko taupakoak
Senditzen
Zure larru leguna
Ferekatzen
Zure ondoan
Dabiltzanek
Jakin ere gabe
Zure izena
Ez badituzte aurkitzen
Zure barneko aberastasunak
Eta onartzen
Eskaintzen diezun
Mai tasuna
Ixil ezazu zure abotsa
Hets zure begiak
Geldi zure bihotza
Gogor zure larrua
Eta eskain
Zure gorputz hila



EZIN UKANA
Nahi duena ezin ukana duenak,
Eta ukan dezakena ez nahi,
Daukana ezin dezake maita.

Nundik lortu dezake zoriona,
Nun ez duen onartzen bakartasuna,
Amentsetan bederen bizi dezan,
Munduak ukatzen dion maitasuna.



GOIZEKO BORTZETAN
     
Banintu bi hegal
Joan nindaike berehala
Zure lehio hegira
Kantuz agurtzera

Kanpoan euria dugu
Entzuten ote duzu
Ni ere euri banintz
Joan nindaike berehala
Zure teila hegira
Kantuz agurtzera

...Nere hedoitik

Goizeko bortzetan.




GURE BARATZEAN
      
Ateak hetsi dauzkigute
Gure baratzean arrosek
Ez dutelakotz arantzerik.

        Gure orenkaria beti lo dago
        Eta ez dugu egutegirik
        Bihar eginen duen denboraz
        Ez dugu kezkarik
Bainan gure baratzean arrosek
Ez dute arantzerik.

        Ez dugu bihotzean herrarik
        Ez ere ele zuririk
        Ez dakigu ikustatez
        Egiten irriparrik
Bainan gure baratzean arrosek
Ez dute arantzerik.

        Haurrak ez dabiltza
        Larderiaren katinez loturik
        Heien gorputzak ez du jastatu
        Azotearen sumintasunik
Bainan gure baratzean biltzen dituzte
Arantze gabeko arrosak.

        Eta ateak hetsi dauzkigute
        Gure baratzean arrosek
        Ez dutelakotz arantzerik.





Bihotzetik bihotzera

 Ekaitza handienen ondotik
 Aire zirimolotsuak suntsituz
 Datorkigun lañotasuna,
 Malda behera ixurtzean
 Basa-ur errabiatuek lurrari
 Sortzen dioten beraztasuna,
 Uda-mineko bero errekorrak
 Itzaltzen dituen gau izartsu
 Eta ixilaren gozotasuna,
 zure bihotzetik datozkit
 Bihotzera.





Egiaren egarriz

 Zure harriari
 Kaska kaska kaska
 Egunak urteak
 Kaska ta kaska
 Pereka eta kaska
 Egunak urteak
 Kaska ta kaska
 Eta hantxe
 Atzo moldatu xilopi hartarik
 Odola dario
 Xortaka xortaka
 Zure odola dario
 Ezagutzen dut
 Xilopi bakoitzetik ere
 Odola dario
 Eta zu , zure harriari
 Kaska kaska kaska
 Egunak urteak
 Kaska ta kaska
 Pereka eta kaska
 Munduak gorde nahi duen
 Poesiaren arnasa
 Zure harriari eman arte
 Egunak urteak
 Kaska ta kaska
 Pereka eta kaska
 Munduak berak ezin itzaliko
 Poesiaren arnasa
 Zure harriari eman arte...
 Egunak eta urteak
 Kaska ta kaska
 Pereka eta kaska
 Odola ere xilopiatik dario
 Bainan azkenean
 Zure egiaren egarriaz
 Eta bakartasunean
 Zure harrian kokatu duzu
 Munduarentzat
 Betiko
 Hilgarri ez den
 Bizia.



uberotar artzainari

 Bertso idazten nere garaia, oraintxe ote zaut jina,
 Gogoan eta bihotz barnean, gorderik bait daukat mina;
 Oltzartetikan Eihelarrera, banaukan bide egina,
 Galdua nintzan eta ez jakin, nun zagon bide xuxena,
 Uste gabean aurkitu arte, han Xuberotar artzaina.

 Gizon sendo ta arpegiz argi, irriparra ezpainetan,
 Haren begiek argitzen zuten, nolak ekiak goizetan,
 Izpiritua ere xorrotxa, zerabiltzan solasean,
 Bizpairu ele elgarrekilan, eginik bost minutetan,
 Bozkariotan gelditu nintzan, gogoa atseginetan.

 Handik hamabost egun barne, joanik berriz Xuberora,
 Elgarri hitza eman bezala, kantari xapelketara,
 Jende ostea biltzera zoan, Iruriko zelaiera,
 Bainan urrundik ikusi nuen, artzaina malda behera,
 Urratsa zalu, kopeta gora, iduri Jainkoa bera.

 Elgarrekilan pasa ginuen, oren pare bat goxoki,
 Kantu ederra frango entzunez, ta solasean lañoki;
 Bat bertzearen ganikan gero, zerk ote gaitu berexi,
 Elgar agurtu gabe etxera, tristerik jin maleruski,
 Nungotarra den ta nola deitzen, hori bederen banaki.

 Artzain horretan kusi nituen, guziz dohain bereziak,
 Buru gorputzez sanoa eta, bihotz onaren graziak,
 Baserria ta artalde on bat, omen dabiltza guziak,
 Aita ta Ama eta Amatxi, gain-gainez'tu goretsiak,
 Jaun horrek ere ohore gaitzak, lituzke bai mereziak.

 Jadanik erran dutan bezala, ez dakit nun dagon bizi,
 Ez eta ere nola deitzen den, Piarres ala Polentzi,
 Barna dauzkatan goresmen hauek, orai nolaz helarazi,
 Xori bat banintz joan nindaike, utziz etxe ta lan guzi,
 Artzian harenat, bai hegaldatuz, Xubero eta Garazi.

 Euskal Herrian izan ote da, horren heineko gizonik,
 Eta ez dakit xuxen zer gaitik, dagon mutil-zar eginik,
 Engoitik behar zituenean, bizpairu seme emanik,
 Xuberoaldeko'mazte gaztetan, ez ote da zerbait onik,
 Begi bihotzak ideki eta, hortaz agradatu denik.

 Hiri barnetan galdurik gauden, baserritar aurrideak,
 Ez dakit beti hobeak diren, hartu gintuen bideak;
 Uste izanik on litaizkela, hemengo bizi moldeak,
 Edo bihotza guziz haunturik, aberasteko xedeak,
 Abandonatuz etxe maiteak, ta kanpoaren berdeak.

 Euskal Herria kenka txarrean, dagola ez dut dudatzen,
 Etxalde frango ikusten dira, gero ta geiago hiltzen;
 Bizirik gabe, hustuz geroztik, paretak dira erortzen,
 Euskara nola eta norentzat, ari girade salbatzen,
 Ez da Euskadin nehor izanen, gu ez bagira bermatzen.

 Gure herria zori txarrean, guaurek dugu ezarri,
 Behar orduan, tenore zeno, ez girelakotz atzarri;
 Aspaldi danik neska gazteak, hirira dira igorri,
 Laborari ta artzain gazteak, bakarrik han penagarri,
 Bizia xutik eduki ordez, esku emanez elgarri.

 Ni ere hemen nago Baionan, buru bihotzak hoztuak,
 Amodioa eta fedea, zaizkitalarik histuak;
 Sor-herritik ez iduri urrun, bainan erroak moztuak,
 Halere beti gorderik dauzkat, eta berriki piztuak,
 Baserri baten erabiltzeko, gutizia zorroztuak.

 Othoitz bat orai, emazte gazte, diozut bihotz-bihotzez,
 Xuberon edo Garazin gaindi, balinbazaude herabez;
 Bortuetako mutil gazteak, ez ditzazula mesedez,
 Gutietsirik ta mesprexatuz, utzi lanaren beldurrez,
 Edo joanen naiz artzain harenat, sehitzat edo lan eskez.







GOTZON ALEMÁN [16.377]

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Gotzon Alemán 

(Donostia, Gipuzkoa, 1953 - 1978) fue un escritor vasco.


Bibliografía

POESÍA   Iraganaz. 1980, Elkar




Iraganaz. 1980, Elkar



Te vas lejos, a esos otros mundos, donde esas otras gentes.
Parece que necesitas esas otras alegrías.
Tu fugacidad rodeará esas nuevas sonrisas que te aparecerán en la cara.
Tu lejana aproximación estropeará esos nuevas sentimientos que necesitas.
Y volverás a huir.
Eres la búsqueda infinita, río sin mar, lluvia sin tierra, luz sin día, eterna muerte sin muerte.





NERAU ERE

Nerau ere hire gabekotasunak
biziaz betetzen saiatu naun
hire misterio opako sakratuak
nireganatzea lortu gabe.

Baita nerau ere hire hiretasuna
ireki guraz
hire sentimenduen konstelazioetara
abiatu nindunan.

Baita nerau ere
zorionez eta zoritxarrez
dastatu nahi izan ninan
debekatua zitzaidan igali xarmanta.

Eta segundoak pasako ditun
banan-bana nire aitzinean.

Eta denboraren ihardutze-mailua
ez dun baretuko.

Eta hire etortzerik gabeko joatea
urrutirat doalarik
isiltasunaren isiltasunak
bakardadearen bakardadea
bereganatutakoan
txokoratuko naun
bakar
bakarrik.




Orduan

eguzkiak iratzarriko nau.
Ahaztuko dut magala
ahaztuko dut belarra
ahaztuko dut lurra.
Neure gogoa bilduko dut
eta abiatuko naiz
berriro
ezmaitasunaren herri
urrutirantz.




Ttakun ttakun, una música para siempre.


Hace treinta y cinco años la nueva música vasca estaba vibrante. La originalidad de los músicos no parecía tener límite. El sello Guimbarda recopilaba el folk mundial y español, pero no abarcó al vasco, que creó el suyo propio, Xoxoa. Recientes estaban los emblemáticos discos de Mikel Laboa (Bat-Hiru) con su mezcla de tradición y modernidad tanto en la música como en los temas y de Benito Lertxundi (Zuberoa-Askatasunaren semeei), flirteando con la música celta y llevando el preciosismo de la canción vasca hasta niveles nunca alcanzados, entre otros muchos que pululaban en el ambiente difícil de aquella época de transición en todos los sentidos.

Txomin Artola estaba en este grupo. Ya nos había sumergido en el mundo marinero y de arrantzales con su primer disco Olaxta. En un disco posterior, con el grupo Haizea quería darle a la música vasca unos aires a lo último de Pentangle, o eso les parecía a mis oídos. Su siguiente disco, Belar hostoak (Hojas de hierba) fue uno de los más celebrados por los críticos: acompañado por músicos del grupo de rock Errobi nos brindó unas canciones que musicaban poemas de Walt Whitman y en donde se mezclaban folk, rock y jazz con su voz cálida y envolvente y nos dejaba sumergidos en un mundo vasco-americano-universal. ¿Qué podía venir después? Sus adeptos hacíamos cábalas con las cotas a las que llegaría en su siguiente disco. Cuando salió fuimos a comprarlo sin más información que su autoría. La sorpresa fue mayúscula: en Ttakun Ttakun no había una búsqueda de nuevas músicas, estilos, temas o instrumentos. No había una explosión que abriera la canción vasca a nuevos lenguajes. El disco era todo lo contrario: una introspección y una intimidad absolutas. 

Meses antes había muerto prematuramente el poeta Gotzon Aleman y este disco era su homenaje hecho por su amigo.

Las letras son poemas autobiográficos de Gotzon y hablan de la infancia, adolescencia y juventud del poeta; apenas llega a un punto de madurez, pero ya están presentes el aprendizaje, el amor, la búsqueda y la pérdida. Musicalmente es de lo mejor que ha producido la canción vasca. La voz de Txomin Artola, un violonchelo omnipresente que hace intemporales todas las canciones, acompañado de una guitarra. Alternando aquí y allá, una percusión, una flauta, una armónica o un xilófono. Se completa con la voz del propio poeta recitando un par de poesías suyas con un fondo de txalaparta (la voz ttakun ttakun es usada en un poema onomatopéyico dedicado a este instrumento). Poco después de grabarlo, Txomin Artola estuvo cinco años sin dejarse ver por la escena musical vasca. Tal es el sentimiento que se dejó en esta joya de disco.




eres búsqueda infinita
río sin mar
lluvia sin tierra
luz sin día
eterna agonía sin muerte





bilatze infinitoa haiz
itxasorik gabeko ibaia
lurrik gabeko euria
egunik gabeko argia
heriotzarik gabeko heriotza eternua 





LEHENGO UNE OROIGARRIAK 
BURURA DATOZKIT
       
Lehengo une oroigarriak burura datozkit
herriko lagunak
neska batentzako sentimendurik sakonenak
ikastetxeetako
ordu labur eta zabalak,
sendia,
gela hartako hoztasuna,...
dena nahastuta eta ixilik...

Laister
hemengo egoera bakan hau,
gogo barruko bortxa zalantzatsua,
poz-aldi eta nahigabetxo guztiak,
lana...
hau dena
eta espetxea bera
beste oroitzapen bat
izango da nire baitan.

Berriro,
Euskadiko egunerokotasunak
inguratuko nau;
eta orain,
hemen,
zulo honetatik,
niregana datorrela sumatzen dut.

(Jaengo kartzelan)




BELDURRA GURE HEZURRETAN
   
Makina aldiz,
beldurra geure hezurretan sentitu izan dinagu,
orratza bilakatuta,
minberatzailea,
sentitu izan dinagu
atzo,
gaur,
bihar ez.
Bihar
hauts hotza besterik ez gaitun izango,
inoren buruan egongo ez denik
oroitzapen ahaztua.
Garai hortan,
hain hurbil dagokigun biharko biharamunean,
oinazeak ez zinagu minik egingo,
beldurra ez dun gure buruetan jolastuko,
haren behatz bilutsiek ez diten gure barnekoa arakatuko
Ez diten bururik,
barnerik,
soinik aurkituko,
haren atzaparrek ez diten ezer topatuko,
haren ezin beteko egarri gorria
ez dun gure ur gardenez aseko.
Eta
bakardade isolatu hortan
bakar-bakarrik,
ibiliko dun,
bakartasunean amilduta
bakar-bakarrik.

(Aranjuezeko kartzelan)



HURBILTZE GUTIZIATSUA
   
Egunsenti bakoitzak zekarkidan
zoriontasunarenganako hurbiltze gutiziatsua
berbizi nahi dut.

Eta sobran zaudete!
esaten baitidazue
iragana iragana dela.

Lehenean nahi dut iraun,
lehena oraina eginez,
oraina atzera iraulduz...

Haraino eraman nahi haut,
edo,
handik,
karriketan zehar nabilela,
elkarrekin zapaldutako espaloi guztietatik,

elkarrekin egondako taberna orotatik,
elkarri atxikituta, markatuta, ditugu egun haietatik
elkarri itsatsirik azpimarkatu zaizkigun orduetatik,
handik,
hauetik irtetzean, bakarrik zenbatzen ditudan
neure urrats isiletara.

Ez dinat errealitate hau onartu nahi!
Ez ote dezaket,
ia erreala izan zena,
eskuan daramatzadan paperen artean
betirako finka?
Zergatik dagidazue uko?
Utz!
Ahantz
nazazue!




JOSÉ LUIS OTAMENDI [16.372]

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José Luis Otamendi

Azpeitia, 1959.
José Luis Otamendi nació en Azpeitia en 1959, donde reside. Es un poeta de largo recorrido, autor de siete poemarios; solo ocasionalmente ha realizado alguna incursión en otros géneros, por lo que un volumen suyo de relatos y un ensayo casi pueden considerarse excepciones.

Si debiéramos clasificar los siete poemarios que Otamendi ha publicado entre 1980 y 2007, su producción desde 1980 hasta 1990 podría conformar un grupo; una segunda etapa la constituiría Lur bat zure minari de 1995, e incluiríamos Erlojuen mekanika, de 2007, en una tercera etapa. La crítica que ha analizado la obra de Otamendi coincide al señalar la brecha entre Egunsenti biluzia y Poza eta gero, por un lado, y Lur bat zure minari, por otro (Kortazar, 1997; Aranbarri, 1998; Izagirre, 2000). Asimismo, en 1998 Otamendi volvió a publicar sus libros comprendidos entre 1980 y 1990 en un solo volumen bajo el título de Bakarrik bahago neguan, en la editorial Pamiela y acompañada de una esclarecedora introducción de Iñigo Aranbarri; volumen que contribuyó a marcar la distancia estética entre sus dos épocas creativas.

Otamendi publicó su primer libro con el inicio de la década de 1980, Egunsenti biluzia, en Ustela, con ilustraciones de Iñaki Aiestaran. Según explica Iñigo Aranbarri (op cit.), el poeta azpeitiarra en su libro inaugural busca el ritmo y la sonoridad, "la perfección sonora". La primera poesía de Otamendi es ingenua, habla del amor del que carece, para lo que se vale de imágenes poéticas y tiende a un surrealismo afable. El segundo libro del autor, Azken undinaren kaira (Ustela, 1983), sigue la misma senda, aunque estructural y formalmente cuenta con alguna curiosidad; la primera mitad de libro está formada por un grupo de poemas, pero la segunda parte consiste en una breve pieza teatral, "Hiru gau". El libro está ilustrado por Carlos Martínez Gorriaran. Iñigo Aranbarri sostiene que los poemas de este volumen cuentan con una mayor unidad interna que el anterior. Puede decirse que Otamendi, en este libro, se aventura a construir una geografía interior de tintes melancólicos, un espacio para el amor, que busca la belleza por medio de imágenes.

Además de en libros, Otamendi también publicó tanto poemas suyos como traducciones durante los 80 en publicaciones literarias, principalmente en la revista Susa. Después de crearse la editorial de mismo nombre a partir de la citada revista, Otamendi se convirtió en uno de los principales referentes de su colección de poesía, donde publicó ya Zainetan murrailak en 1987 y sus libros posteriores. Según afirma Otamendi, en su tercer libro se mantienen los mismos marcos de referencias de los poemarios anteriores (el amor, el mar, la muerte...), pero con una forma distinta de expresión. Aranbarri sostiene que Otamendi se encuentra más libre de sus primeras obsesiones formales, aunque la tendencia que había mostrado anteriormente hacia los paralelismos y las repeticiones ahora aparezca aumentada y refinada. Otamendi vuelve a recurrir al amor como tema principal, aunque con un tono más amargo, más desengañado y escéptico. No obstante, el amor vuelve a aparecer como único refugio ante la angustia por el tiempo.

Otamendi era consciente que estaba agotando un camino cuando publicó Poza eta gero (Susa, 1990), en el que muestra interés por emprender la búsqueda de la colectividad, insinuando la senda que tomaría más tarde en su próxima obra, Lur bat zure minari. En palabras de Aranbarri, en su obra de 1990 el poeta ha cambiado: "Aquel poeta que le escribía al amor con humildad naif ahora es un escritor que traza con aparente soltura los principales temas del existencialismo por medio de un expresionismo preciosista." (Aranbarri, op. cit.). Otamendi empieza a componer poemas de mayor cadencia, de ritmos más pausados. La acumulación de imágenes es más cruda que en sus tres libros anteriores. El amor vuelve a ser el protagonista, pero desde una perspectiva que cada vez lo relaciona más con el dolor y el erotismo. Otamendi divide su libro en tres partes: en la primera, el protagonismo es para la alegría; en la segunda, se representa la crudeza del mundo; la tercera funciona como síntesis y expresa que la alegría ha de ser creada y fomentada por cada cual.

Según afirma Aranbarri, en Poza eta gero aparecen sugeridas las tendencias que desarrollaría una vez cerrada esta etapa: practicar una poesía entre la sugestión y el discurso, y el acercamiento a la colectivización, que, entre otras, serían las características de Lur bat zure minari, esto es, del segundo ciclo poético de Otamendi. El quinto libro del autor posee gran unidad semántica y temática: el yo poético se mueve constantemente entre la tierra y un "tú", con lo que la tierra y el amor se erigen en el principal campo semántico.

En sus anteriores libros, Otamendi había construido una geografía a medida para el amor; en cambio, la geografía de estos poemas no es un espacio lírico-amoroso, sino un territorio contradictorio que no rehúye los ecos de la realidad socio-política. La tierra adquiere una multitud de significados en las dos partes en que se divide el libro: en la primera, titulada Polderrak, se nos habla acerca de una tierra inestable, resbaladiza, acerca de buscar alguna seguridad en un terreno dudoso; en la segunda parte, Almitza, la tierra adquiere una significación más amarga y se impone la semántica bélica, representando una tierra en guerra. La poesía se abre hacia lo colectivo, citando varios referentes sociales. El poeta mantiene una relación contradictoria con lo colectivo, ya que a la vez forma parte del mismo y se mantiene al margen. El amor continúa siendo un tema principal, pero ahora ya aparece vinculado estrechamente al dolor, de manera indivisible.

Otamendi, en este libro, hace uso de versos más largos, de más pausada cadencia, y a menudo recurre a imágenes violentas. Izagirre afirma que el poeta de Azpeitia habría desarrollado un "expresionismo violento". Además de las imágenes, Otamendi también da muestras de mayor discursividad, conduciendo sus reflexiones principalmente por medio de contradicciones y paradojas.

Tras la publicación en 1995 de Lur bat zure minari, Otamendi estuvo un tiempo sin publicar ningún otro libro de poesía, doce años concretamente. En el ínterin, apareció el único libro suyo de relatos hasta la fecha, Euri kontuak (Susa 1999); de todas maneras, ya contaba con alguna narración publicada en revistas literarias. El libro recoge veinte narraciones breves, situadas casi todas en parajes cercanos al propio autor, Azpeitia y Urola Costa. El autor busca la credibilidad en sus historias de corte cotidiano, pequeñas historias en voz menor. Muchos cuentos se basan en las pequeñas sacudidas que de tanto en tanto produce el dolor en un contexto de hastío y tranquilidad. Los temas, por su parte, son variados: a menudo se inclinan hacia la política, otras analizan las relaciones familiares o exploran las miserias dentro de la vida en pareja.

Durante los largos años en que no publicó poesía, Otamendi buscó distintas vías de escape para su vena poética, colaborando desde 1998 en algunos espectáculos con varios escritores, músicos y artistas. En ese año, junto a los escritores Koldo Izagirre e Iñigo Aranbarri, el grupo musical Bide Ertzean y el dibujante Mattin, participó en el espectáculo Dana lanbrotute ikustot, que se realizó a raíz de los veinte años pasados en la cárcel por Mitxel Sarasketa. En 2000, junto con Iñigo Aranbarri y Bide Ertzean, participó en el espectáculo Ibiltarixanak, que proponía un repaso a la poesía del siglo XX a partir de la metáfora de un pueblo en marcha. La conexión entre el grupo Bide Ertzean, creado por los hermanos Ubeda a finales de los 90, y Otamendi fue estrecha desde un principio, y fruto de dicha relación fue el disco de pop, Zure minari, que la banda grabó en 1999, basado completamente en textos de Otamendi.

Tal como ha confesado el autor, aquellos recitales y su colaboración con los músicos influyó en su manera de entender la poesía y en su creación poética venidera.

Erlojuen mekanikak (Susa, 2007) no supone un corte abrupto con Lur bat zure minari, pero es evidente el deseo de romper el aislamiento, de alejarse de la individualidad y los temas de siempre, abriendo paso a una poesía más narrativa, más conceptual, más sencilla y más generosa con el lector, aunque lo paradójico, la dialéctica entre lo anhelado y lo imposible, entre la realidad y el deseo se mantiene intacta, tal como anuncian las primeras líneas que abren el libro: "gu munduarenak gara/ baina mundua ez da gurea." ("nosotros le pertenecemos al mundo / pero el mundo no nos pertenece"). Comparado con el anterior, son poemas que tienen más carga autobiográfica, que se acercan a la reflexión desde la pequeñez del yo. No falta el contenido político, sobre todo en la parte final. Por otra parte, cabe reseñar que Otamendi publicó en 2001 una plaquette, titulado Poema politikoak en la editorial Susa.

Además del libro de cuentos Euri kontuak, la segunda obra de Otamendi fuera del género poético es Loiolarik ez balitz (Uztarria kultur elkartea, 2005), escrito en colaboración con Iñigo Aranbarri. Ambos autores se acercan a la historia de la literatura vasca, partiendo desde Loiola y su entorno. Hacen un repaso de nuestra literatura por medio de los autores han escrito en Loiola, los textos que se han escrito sobre ella de una manera más o menos directa.

Otamendi en los últimos años ha dictado varias conferencias sobre literatura: sobre las vanguardias históricas, sobre Maiakovski o sobre la literatura carcelaria, entre otros temas.

También ha preparado una antología en castellano de relatos en euskera (Desde aquí. Antología del cuento vasco actual, Hiru, 1996).





La plaza de mi pueblo tiene muchos arcos
y sin embargo
nadie se ha perdido en sus tristes ojos
y nunca se ha encontrado
la chincheta de la cabeza de una joven peonza
la base de la torre de Babel
La plaza de mi pueblo tiene muchos arcos
entre sus columnas guarda el juego de los niños.



* * *



Han muerto
los cercos hechos de rosas
sin manos tibias
Han muerto
mis caballos de guerra
sin caballero
han muerto los sueños
ahora el tiempo es de cristal.



* * *



No será suficiente un beso
para calmar los enlodados mares del mundo
no será suficiente un grito
para comenzar a creer en las fuerzas creadoras
es poco abrazar la noche
es poco el arco iris
somos demasiado pocos los enamorados








porque te quiero  
he soñado  
suspendido de las hojas de hierro  
he caído hacia ti  
porque nuestro amor es una gota de lluvia

porque te quiero  
he surgido 
resbalado en sudor de nácar  
he sido fragmento  
porque nuestro amor es una gota de lluvia

porque te quiero  
pienso 
creo 
sé  
que nuestro amor es una gota de lluvia

     La traducción es de Jesús Rodríguez




maite zaitudalako
amets egin dut
burdinezko hostoetatik zintzilikatu
zuregana amildu naiz
gure maitasuna euri tanta delako

maite zaitudalako
sortu egin dut
nakarezko izerditan irristatu
zati izan naiz
gure maitasuna euri tanta delako

maite zaitudalako
uste
sinesten dut
dakit

gure maitasuna euri tanta dela

                 De Egunsenti biluzia, Ustela, 1980.




'Kapital publikoa' (Susa argitaletxea, 2014).



Memoria

non sei o que é a memoria
se fose ao menos unha parte do corpo ou unha doenza
talvez lograse describir
os sinais os síntomas as medidas
se se puidese vincular a unha estación ou época
púñalle un prazo
pero a memoria
penso que pide testemuñas
inimigos compañeiros
entenderse
concordar dalgún xeito…
estou convencido de que a memoria
é algo que por forza cómpre tragar con acía.

non quixera para min
un pobo condenado ao pánico abismal da memoria…
no pobo en que eu vou
as cousas complícanse de seu
como sen querermos
non hai encontros fáciles
non hai festas lixeiras
moita palabra grave e pouco aloumiño
o traballo repártese a eito pero non os beneficios

no pobo en que eu vou 
perdeuse tempo a esgalla
e aínda non estiñou o fluxo dos anos perdidos:
pode acaso o tempo que é ruín
virar tempo xeneroso
e un tempo roto refacerse algunha vez…
pode alguén garantir que vaia chegar
ese nova era que está por vir
e asegurar que a todos nos vaia encontrar ben

un pobo sen perdedores
é algo complicado
e sen gañadores
parece aínda máis complicado
no pobo en que eu vou a xente anda
á busca do seu tempo
e ese tempo necesitará portais
rúas fábricas…
e non se pode deixar a ninguén fóra do tempo
o tempo e os seus buratos
o tempo e as súas fiestras
non se pode deixar a ninguén fóra do tempo
pór en hora os corazóns e empezar a contar
e contar todo o que se poida
recomezar as veces que faga falla

non sei o que é a memoria
pero seguro que é algo complicado
non sei o que é en verdade a memoria
a memoria é máis ca recordar
a memoria non é unha páxina en branco
non é un monte nevado á espera
das pegadas dos inmigrantes desamparados
penso que a memoria é lembrar
e tamén pórse de acordo
acaso lembraremos as cousas que pasaron
acaso lembraremos as cousas que están pasando
acaso lembraremos as cousas que pasarán…
e se as lembramos
en que tanto por cento
e cales…

se a memoria é lembrar
eu vou cara ao pobo
pero teño medo
de certas citas
do reflexo de certos espellos
de certos espellos calados…
se a memoria é lembrar
a memoria é espertar
pero ignoramos
aínda onde cando como 
a memoria é lembrar
pero acaso espertaremos algunha vez
e cara a onde
e con quen…

temo o veredito da memoria
e a condena que nos impón
se fose formar de novo un pobo que non está en ningures
como faremos
por que camiño…

Versão de María Alonso Seisdedos
http://opoemaquehojepartilhariacomvoces.blogspot.com.es/




Memoria

memoria zer den ez dakit
sikiera gorputz atala edo gaixotasuna balitz
agian asmatuko nuke deskribatzen
ezaugarriak sintomak neurriak
lot balekioke urtaro edo sasoi bati
epe mugaren bat jarriko nioke
baina memoriak
uste dut lekukoak etsaiak
lagunak eskatzen dituela
elkar hartzea
bat etortzea nolabait...
nago memoria dela
nahitaez bihotzerreaz irensteko zerbait

ez nuke neuretzako nahi
memoriaren amil-izura kondenatutako herririk...
ni noan herrian
gauzak berez konplikatzen dira
nahigabe bezala
ez dago enkontru errazik
festa arinik ez da
hitz larria sobera eta igurtzi gutxi
lana suelto banatzen da baina ez irabazirik

ni noan herrian
erruz galdu da denbora
eta urte galduen jarioa ez du atertu oraindik:
makurra izan den denbora
bihur ote liteke denbora oparoa
eta hautsitako denbora bat inoiz berregin...
etortzekoa den aldi berri hori
iritsiko dela berma dezake inork
eta ziurtatu denok aurkituko gaituela onik

galtzailerik gabeko herri bat
gauza konplikatua da
eta irabazlerik gabekoak
are konplikatuago dirudi
ni noan herrian bere denboraren xerka
dabil jendea
eta denbora horrek beharko ditu atariak
kaleak fabrikak...
eta denboratik kanpora ezin da inor laga
denbora eta bere zuloak
denbora eta bere leihoak
denboratik kanpo ezin da inor laga
bihotzak orduan jarri eta kontaketari lotu
eta konta ahala konta
behar beste bider hasi berriz

memoria zer den ez dakit
baina gauza konplikatua dela seguru
memoria zer den xuxen ez dakit
memoria oroitzea baino gehiago da
memoria ez da orri zuri bat
ez da mendi elurtua etorkin abandonatuen
oin arrastoen esperoan
uste dut memoria akordatzea dela
eta ados jartzea ere bai
akordatuko al gara gertatu direnekin
akordatuko al gara gertatzen ari direnekin
akordatuko al gara gertatzeko daudenekin...
eta akordatzez gero
ehuneko zenbatean
eta zeinekin...

memoria akordatzea bada
ni herrira noa
baina badiot beldurra
hainbat hitzorduri
hainbat ispiluren islari
hainbat ispilu isili...
memoria akordatzea bada
memoria iratzartzea da
baina ez dakigu
ez non ez noiz ez nola oraindik
memoria akordatzea da
baina noizbait esnatuko al gara
eta nora esnatu
eta norekin...

beldurra diot memoriaren epaiari:
eta ezartzen digun kondena
berriro inon ez den herri bat osatzea balitz
nola egingo dugu
zein bidetatik...




ATLANTIKOAREN AURREAN

nik diot
orogenesia eta fotosintesia
baino garrantzitsuago dela
zure hagineko mina
nik diot
ez daukadala eskubiderik neuretzat
edozein pertsonari dagokiona baino eskatzeko
nik diot
inoren izena zaintzeko egin dezakedan guztia
egiten ez badut
txango ustela izango dela mundualdi hau
baga bat zerbait hobearen esperantza higatzen
porrot unibertsalaren uhinetan
nik diot
usainak zauriak pentsamenduak
lekukoak direla inportanteak
inorekin zer banatua izateko
zerbait kontatzeko ulu gertuegien itzalpeko gauetan
nik diot
maitasunak duela munta behinena
mende erdi joan zaidala birundaka hori zer den ikasten
nik diot
sentimendu kontrajarrien desordena honetan
gertaeren norabide eta larderia orokorraren aitzinean
gogaideak egin edo asmatu eta
amore ez ematea dela funtsezkoena
ez amiltzea konstelazioen isiltasunaren azpian
herioren zemai handinahiak entzuten
minutu bat ez galtzea
nik diot
jainko ez izatearen bakardadea
eramangaitza bezain ederra dela
nik diot
zure ezpainen ukitu batengatik nagoela hemen
ez dakit zenbat milioi jenderen artean
nik diot
ez garela kukuak geure izena soilik kantatzeko


  



ASKO IZAN

arnasten dudan airea nola berritzen da:
etxe-usoena eta gabiraiena da
behiala aita zenak biriketan
iragazitako berbera da
eta hartu eta bota egiten dut ohartzeke
minutuko 12 bat bider
orduko 720 aldiz
eguneko
urteko hainbeste alditan

badakigu arnasa hartze hutsez
geure burua ari garela hiltzen
anoa txikitan...
nik ere inori osten diot bere arnasatik
sartu-atera nabil inoren bizitzan
nik hartutakoarekin
besteri kentzen diot
bizitzeko dagoen denboraren guztizko zakutik

hau ez da egun bat
hau koipe orbana da
antzerik gabeko denboraren mapan
hau ez da sukalde soila
zotin itoa baizik izarren lo-eroan
eta alditan gora dator ezina
batzuetan denontzat ez dago agindutako herririk
batzuetan iratzarri egiten dira txakurrak
oinetakoak eskuan sartu arren etxera:
ekina ezinez desegina
—edozein orri barreni data jartzea
ez da garaiko izateko bermea—

bakarrik egotea
zu zeu ere gabe geratze hori izango da
bost segundo bost minutu inor gabe
eta arrotza zaizun arnasaren mende
—frogatua dago
ezeren jabe ez dena ere desjabe daiteke—
mahai gainean mugitzen diren
animalia izuak ditut eskuak
gorputzak esan nahi ez didana asmatzera
jartzen naiz sarri:
haren apetak haren ajeak
neurekin daramat toki guztietara
baina oin batek ihes egin dit hozkailu azpira

arnasaren jitoan osasuntsu nago
neure sasoiaren seme izan beharrez ordea
batzuetan gizon zatikatua naizela uste dut
tesela galduekiko mosaiko eragabea:
eta arnasten dudan airea nola berritzen da


  


HURRE

beti gertatu izan naiz jazoera larrien lekutik hurre
ez nuen sekula pistolarik eskura bildu
ez nuen egundo jomugarik zelatatu
baina ez nenbilen handik urrun
banekien orotariko biktimen faktoria ginela
albo kaltetuak eta zuzenekoak

beti gertatu izan naiz jazoera larrien lekutik hurre
ez nintzen inoren heriotzarekin poztu inoiz
baina behin edo behin
mendeku nahiak sehaskatu izan nau gozo
zuritu izan ditut erdizka
taktika okerrak estrategia makurren itzalean
laster dena konponduko zelakoari
ezinbestekotzat nuen borroka eta minaren
hierarkia baten sakadei amore emanda...
ez nuen inoiz torturarik nozitu eta
bisitetatik soilik ezagutu nituen espetxeak
poliziak ere ez ninduen esetsi
nerabe nintzen goiz argitsu batean baino

beti gertatu izan naiz jazoera larrien lekutik hurre
auzo herrietan agitu dira
berrogei urtez gure historia urratu dutenak
edo geure etxe ondoan
baina asteka edo hilabeteka sailkatuta ere
egun asko egiten dute berrogei urte artekoek
eta ibili-ibilian ohitu egiten zara (gaizki)...
beti hitz egin izan dut gertukoez
nahiz askotan neuk nahi bezain aratz
mintzatzeko entendimentu eta adore aski izan ez

orain badakit
niretzat egin izan dira hainbeste hileta
niri eskainiak ziren galdeketa suntsigarri haiek
kontrol eta hilketa guztiak niri begira antolatu ziren
eta nigan jarritako igurikapenei zaputz egin diedan arren
hor egon izan naiz beti
indar handiko drama eta komedia txiki askotatik gertu bai
baina bertan-bertan ere ez
neure historiaren zero gunean






ILEGALAK

gabiltzan bideak harrapatu gaitu
esaten genuen ekintzen gaitzesteak
ez duela arazoen oinarria
konpontzeko biderik jartzen
baina ekintza eta gertaera batzuk
beti gaitzetsi izan ditugu
esaten genuen berez direla
aldakor gauzak eta baduela horretan
zerikusia haizeak abaguneak
dena ez dela beti zurrun eta berdin
eta kontrako erauntsia heldu zaigunean
giro makurrak okerrera
egin dezakeela ikasi dugu berriz

gabiltzan bideak harrapatu gaitu
eta ematen du ez gabiltzala ez dela biderik
gelditasun handi batean
isilak jan behar gaituela
gure arrazoiak defenditzen ez dakigula
ez dakigula azaltzen zergatik garen
garen bezain setatsu eta ilun
indartsuagoa dela taldearen deia
geure bihotzaren doinu hilduratua baino
eta pertsonek egindako legeek
legez kanpo jarri gaituzte
armada minorizatuen helburuekin
bat egiten dugulako eta
gehiengo diren horienekin ez

gabiltzan bideak harrapatu gaitu
gabiltzan bidean dago askatasuna
eta bide hori zikina da


  



BAKEAREN SEME-ALABAK

gerraren aurrietatik sortuak gara
gosearen zirtziletatik gatoz
gezurraren zutabeetan gora hazi ginen

dena egina zegoen ordurako
eta azkenean ondo bizi eta
laketu egin ginen:
aurrien artean dirua zegoen
zirtziletan bildu zizkiguten
otzan izateko estakuru sailak
zutabeetan gora egin eta
ikus zitekeen zohargia
hizkera bat erauzi eta
fedearen harra txertatu ziguten
eta arima hilak jarri agintearen mirabe
lasta suekin biribilean

protesta egin genuen
baina ez aski sendo
eta ez aski gora

izugarriak gertatu ziren:
handizkako abandonua
harlangaitza garraio urdailean
eta galduko ez bazen
poza inoren begietatik
gorde beharra
eta berriro bakea erein genuen
auzoen gerra ezti eta
geure gezur mikatzen soroetan...
idatzita baitzegoen
azkenean batzuk ondo bizi
eta denok laketu egingo ginela





OSTENDUON MINTZOA


                                                  Joxean Lasa eta Joxi Zabalari


zenbat orduz zenbat egunez
ostendu ginen
noizko ezkutalariak gara
gaur hemen agertu garenak
noizko desagertuak dira
bila gabiltzanak...
zein erbik zein eper izutuk
ekarri ditu honaino
duela 29 urteko ehiztariaren pausoak:
haizeak badu akordurik
orduko ahotsak badira gaurkoen kide
irratiz mintzo direnean...
non geunden orduan baina
non gaude hemen gaudenean
inoiz izan al ginen han
eta noiz gaude orain

ostendu ginenok
ba al genekien nondik
ba al genekien noiztik gordetzen ginen
zer pentagrama osatzen dute
esaten ausartzen ez garen horiek guztiek
orduko haizeak
gaur egungo hostoak zafratzen ditu itsas aurrean
inork behar izan gintuenean ordea
beti ez geneukan gerturik odola
eta batzuetan kosta egiten zaigu orain
kausa ederren alde hitza ateratzen
ezin izaten dugu lotsa izpi bat gabe
ogia besapean ekarri
ahora eman behar zaigu edateko ura
ez dakigu izapideak eta denbora ondo nola bete

urteotan guztiotan
epeka ostendu izan garenok
zerk jarriko gaitu orain herrira bidean
nola aurkituko dugu etxeko sua
zer txara artetan jaikitzen da dolu kantua...
noizbait itxiko da heroien aldi hau
jendea elkarren ondoan biziko gara
eta arrapostu emango diogu
luze armairu zokoan utzitako arrazoi sailari:
garena eta ez garena agerian jartzeko
tenorea helduko zen agian
daukaguna eta ez daukaguna
erakusteko ordua
bestela zerk jarriko gaitu herrira bidean
non aurkituko dugu etxeko sua
nola igarri zer txara artetan jaiki den dolu kantua

seguru asko desagertu dena izango da
desagertu dela ez dakien bakarra
seguru asko ezkutatu dena da
aro bat amaitu dela jabetzen azkena...
zein gerlatan desagertu ziren
zein gelatan ostendu ginen gu


  



ANTIDOTOA

munduko albisteen artean
kapsula zigilatu batean nagoela begitantzen zait
eta ez dakit xuxen
zer beratzen ari naizen kafesnetan:
opil belztuak
lankide kaleratu berrien bisaia
gorputzaren seinaleak aditzeko gorreria...
goizarekin lerro-lerro datoz
elkarren ondora bilduta estu
etorbide jendetsuen aurre-sentipena
lagun izandakoen arrangura ahantzia
iruzurtien zuribideak

urteek harrizko egin naute:
orain zurezko bihotza daukat
lehortzen ari da ibai azaleko mintza
nire soraiotasunak erreta
eta astean bizpahiru egunez kalean zikintzea
beste sendagairik ez dut kausitzen horren aurrean
(sobera haserretu sobera jan sobera edan...)

eraiki gabe utzitako etxeetan bizi da egun
utopia burges txikien hautsa
tailer itxietan errabiatzen da nire arima arlotea:
mundua sutan den bitartean
epe finkoan ezarrita daukat bankuan
xahutzen ausartu ez naizen maitetasuna
eta nire aroko zenbait biktimak
kafesne hondar artetik agurtzen naute:
torturatuak dira presoak dira
ihes egindakoak dira bahituak dira
nahita edo deskuidoz hildakoak...
denek diote aho batez
zein garrantzitsua den ondo gosaltzea





KOLDO IZAGUIRRE [16.373]

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KOLDO IZAGUIRRE 


(Altza, Guipúzcoa   1953)
Desde bien joven sintió Koldo Izagirre la llamada de la literatura, y fue ese sentimiento el que lo llevó a participar en los movimientos culturales que fueron apareciendo en los últimos años del Franquismo en Euskal Herria. Participó junto a Bernardo Atxaga en la creación de la publicación de corta vida pero de gran importancia en el devenir de la literatura moderna vasca Ustela, para después pasar a dirigir junto a Ramón Saizarbitoria la revista Oh! Euzkadi.

Por las mismas fechas en que vieron la luz Ustela y Oh! Euzkadi, a finales de la década de 1970, Izagirre publicó sus primeros poemarios: Itsaso ahantzia (El mar olvidado; Kriseilu, 1976), Oinaze zaharrera (Hacia el viejo tormento; colección Ustela, 1977), eta Guardasola ahantzia (El paraguas olvidado; colección Ustela, 1978). Una crisis creativa llevó al autor a alejarse de la poesía por un período de diez años. El final, o mejor dicho, la superación de dicha crisis llegó de la mano del poemario Balizko erroten erresuma (Tierra de molinos imaginarios; Susa, 1989). Sobre esta obra ha dicho Izagirre: «Con ella di fin a la adolescencia, o a la prehistoria del Izagirre escritor» (in Etxeberria, Hasier. Cinco escritores, Alberdania, Irun, 2002). Según Iñaki Aldekoa, «el libro se inicia con lo que podríamos denominar una revisión crítica de su propio pasado para, a continuación, hacer una remembranza de aquellos cuyo destino engrandece el valor de la poesía. Es el caso de Lauaxeta - cuya obra fuera tantas veces comparada con la de su coetáneo García Lorca - o el de aquellos otros que no dispusieron de más alas - en oposición a las alturas celestiales de Lizardi - que la cuerda que los ahorcó contra el techo de su celda. Y es el caso también de Aresti, mentor de las generaciones más jóvenes, reivindicado en Balizko erroten erresuma como símbolo y adalid de nuevos amaneceres» (in Aldekoa, Iñaki. Historia de la literatura vasca, Erein, San Sebastián, 2004).

Mientras, en el poemario Non dago Basques' Harbour (Dónde está Basques' Harbour; Susa, 1997) el poeta dirige su mirada al Pasajes de su infancia, pues pese a nacer en Altza Izagirre creció allí, para rememorar el ambiente portuario. «En este paisaje de la memoria, poco importa si vivida o recreada (siempre reconstruida), son los ojos abiertos y los oídos atentos del niño a cuanto transcurre a su alrededor los que nos servirán de guía. Es, por tanto, la infancia del poeta la que aborda el imaginario portuario (barcos de distintas banderas, submarinos abandonados, grúas, mercancías, gentes diversas impregnadas de alcohol y sexo...), y es la otra voz poemática, una voz madura, la que inviste de imaginario poético la mirada del niño y le aporta sentido al mundo. (...) La poesía de Izagirre nos habla desde el furor de la disidencia. Pero, ¿cuál es su territorio? Su espacio es el mar. No es, por lo tanto, extraño que una de las imágenes más recurrentes en esta poesía sea la del barco que navega en busca de una isla que acoja a la utopía o, dicho de otro modo, a la patria soñada», explica Aldekoa (in Aldekoa, Iñaki. Op. cit.).

Al hilo de esa «patria soñada» citada por Aldekoa, cabe señalar que es en Non dago Basques' Harbour donde se nos muestra de manera clara la ideología del poeta, si bien en Balizko erroten erresuma ya mostró ciertos toques al respecto. Tal y como el propio Izagirre indica, «el título completo es Non dago Basques' Harbour eta beste madarikazio batzuk (Dónde está Basques' Harbour y otras blasfemias). No es ninguna pregunta sino una maldición. Ello nos indica que lo importante es viajar, no el llegar a un puerto. Lo importante es el viaje, cuanto más lejos más libre, e interpretando eso en todos los niveles, tomo para mi el objetivo del viaje, pues la meta no se verá reflejada en las cosas corrientes» (in Etxeberria, Hasier. Op. cit.).

Dentro de la poesía cabe situar su último trabajo, Teilatuko lizarra (El fresno del tejado; Susa, 2006), que recoge los poemas-canciones escritos por Izagirre y musicados por Joseba Tapia.

En cuanto a la narrativa, las primeras publicaciones del gipuzcoano fueron Zergatik bai (Por qué sí; Kriseilu, 1977) y Gauzetan (En las cosas; colección Ustela, 1979). Gauzetan «fue de los primeros intentos de la literatura moderna vasca en el terreno de la literatura fantástica», subraya Mari Jose Olaziregi. «Este libro es un ejemplo de la capacidad semántica y simbólica de la prosa de Izagirre, una prosa impregnada de un animismo que trata de ir más allá de la imagen externa de la realidad» (in Olaziregi, Mari Jose. Euskal eleberriaren historia, Labayru, Bilbao, 2002).

Por otra parte, Euzkadi merezi zuten (Merecían Euzkadi; Hordago, 1984) es una novela que refleja, en clave realista, cómo dio comienzo la Guerra Civil en Euskadi. «Pero en este caso realismo no significa la crónica objetiva y fiel de los acontecimientos, sino una recreación estilística sugerente y barroca de los sucesos que se narran. El toque rural que emana la prosa de Izagirre así como el empleo de formas puramente verbales son características constantes en toda la trayectoria literaria del autor», puntualiza Olaziregi (in Olaziregi, Mari Jose. Op. cit.).

Tras las citadas obras llegaron Mendekuak (Venganzas; Susa, 1987) y Metxa esaten dioten agirretar baten ibili herrenak (Elkar, 1991; Malandanzas de un Agirre llamado Metxa, Hiru, 1997), con la que obtuvo el primer premio en el concurso de literatura juvenil Bilintx. Metxa esaten dioten... recoge catorce historias teniendo como protagonista al testarudo y travieso anciano Nikola da Agirre Metxa. Por otra parte, podríamos calificar de crónica su obra ambientada en Cuba Ez duk erraza, konpai! (¡No es fácil, compai!; Susa, 1995), aunque el propio autor confiesa que resulta un tanto ecléctico su trabajo. «... Es bastante fantástico, por decirlo de alguna manera. Tiene algo de ficción, también trozos de reportaje. Pero mezcla personajes inventados y habitantes reales... Es una crónica híbrida» (in Etxeberria, Hasier. Op. cit.). En ese sentido, resulta mejor establecida dentro de este género Merry Christmas, Panama! esan zen heriotzak (Merry Chritmas Panamá! dijo la muerte; Euskaldunon Egunkaria, 1999).

No podemos dejar sin mencionar las novelas Vladimir (Erein, 1996) y Nik ere Germinal! egin gura nuen aldarri (Yo también quise gritar ¡Germinal!; Susa, 1998). En cierta ocasión Izagirre dijo que mediante Nik ere Germinal! egin gura nuen aldarri quiso reflejar las razones personales, el sufrimiento y el miedo de un activista político condenado a muerte, y por dicho motivo el protagonista del libro es un activista vasco. Pero tras lo que sucede a este personaje se percibe la sombra del anarquista italiano Angiolillo, que fue condenado a morir a garrote vil al haber asesinado a Cánovas del Castillo. Y es que en un pasaje de la novela se nos muestra cómo el protagonista, momentos antes de su ejecución, también quiere gritar "Germinal!", pues eso fue lo último que pronunció Angiolillo antes de morir. Según Olaziregi, «la riqueza de la estrategia narrativa (continuos saltos cronológicos, alternación de múltiples focalizadores, empleo del vizcaíno en la narración principal...) desvincula a Nik ere Germinal! egin gura nuen aldarri del género histórico convirtiéndola en una recreación literaria de un hecho histórico» (in Olaziregi, Mari Jose. Op. cit.).

Tanto el activista que siente especial atracción por la figura de Angiolillo como Metxa representan a aquellos que son capaces de llegar a situaciones extremas en defensa de sus ideales. En opinión del propio Izagirre, ambos son personajes «coherentes, pero no estereotipos. No son héroes positivos, es decir, héroes del realismo social. Ambos presentan una gran individualidad, y en ella se basa su ira. Van contra corriente, por decirlo de alguna manera» (in Etxeberria, Hasier. Op. cit.).

El autor recuperará la figura de Metxa en Agirre zaharraren kartzelaldi berriak (Nuevas prisiones del viejo Agirre; EEF-Elkar, 1999), novela realizada mediante la beca Joseba Jaka concedida por la Fundación Euskalgintza Elkarlanean, pero a diferencia de Metxa esaten dioten agirretar baten ibili herrenak la fantasía cobra una mayor presencia en la historia. El propio escritor la ha calificado como una «farsa cuasi burlesca».

Izagirre también ha escrito ensayos - Gerraurreko literatur kritika (La crítica anterior a la guerra, elaborado junto a Iñigo Aranbarri; Labayru; 1996), Gure zinemaren historia petrala (La pícara historia de nuestro cine; Susa, 1996), Incursiones en territorio enemigo (Pamiela, 1997), Euskararen historia txikia Donostian (La pequeña historia del euskera en Donostia; Susa, 1998)-, y biografias - Elgeta, sasiaren sustraiak (Elgeta, las raíces de la zarza; Trikitixa Elkartea, 2000) - . Así mismo, ha escrito un guión para un largometraje - Ke arteko egunak (Los días entre humo; Elkar, 1990) - , y bajo su dirección se han publicado las antologías poéticas que componen la colección XX. Mendeko Poesia Kaierak (Susa, 2000-2002). Como traductor ha realizado un trabajo reseñable; ha traducido al euskera, entre otros, a Alfonso R. Castelao - Zirtzilak-Kristalezko begia (Susa, 1986) - , Uxio Novoneyra - Bazterrak Os eidos (Pamiela, 1988) - , Vladimir Maiakovski - Poemak (Susa, 1993) - , Joan Salvat Papasseit - Antologia (Pamiela, 1995) - , Prosper Mérimée - Mateo Falkone eta beste zenbait istorio (Elkar, 1995) - , Jacques Prévert - Ume txintxoak ez diren umeendako ipuinak (Txalaparta, 1996) - y Victor Hugo - Jaizkibel (Kilometroak, 1997); Idi orgaren karranka (Elkar, 2002) - .

En su último trabajo publicado hasta la fecha, Sua nahi, Mr. Churchill? (¿Quiere fuego, Mr. Churchill?; Susa, 2005), Izagirre vuelve a retomar la narración breve. Las diecisiete historias que componen el libro recuperan el imaginario ya mostrado en el poemario Non dago Basques' Harbour.




Del poemario Non dago Basques' Harbour.




ESTABA EL NIÑO

Y estaba María
Limpiaba la ropa de los marineros
María de fragante cesto María innombrable
Ropa llena de tetas para el niño

Y estaba Txantxilo
Pedía comida en los barcos
Daba mala imagen de España y se lo prohibieron
Ante de que hubiese enseñado al niño a tocar el xilófono

Y estaba el Porfirio Díaz
Nombre evadido de un sello del niño
Carbonero de Avilés

Y estaba la grúa de 30 toneladas
Traída como chatarra por un carguero inglés
Reconstruido mecano gigante

Y la grúa de 30 toneladas tiene un contrapeso 
de doscientas
El niño está bajo aquel cilindro en la foto
Giraba mediante ruedas dentadas 
como el anagrama del sindicato clandestino

Y estaba Mitxelena
Bersolari que enseñaba al niño 
dónde había que guardar el whisky

Y estaba Alejo
Que se bebía el whisky delante del niño





NIÑO PRECOZ

Mucho antes de que leyese el libro de Stevenson
Había visto piratas cuchillo al cinto el niño
Vivía en la Isla de la Tortuga los alemanes llevan aros
En sus orejas perforadas los fineses beben colonia
Todos los meses arrolla el tren algún marino borracho
Cuando vuelve de la casa junto a la estación
Y recogía las piedras ensangrentadas para mostrarlas en la escuela
Anda descalzo en la cubierta del V-18 
con los soldados bermeanos
Los brazos holandeses le han mostrado 
cómo debe dibujar la mujer desnuda 
La Valletta Bristol Estambul Maracaibo 
Bremen Oporto Monrovia
Ayuda a Maruxa a poner conferencias en el Stella Maris
Sabe los prefijos de todos los puertos 
y también el número del taxi
Para cuando los filibusteros aburridos le piden Seniorritas

Mucho antes de que la foto de Yuri Gagarin 
hiciera la órbita del mundo
Había visto un astronauta Mañuel en traje de faena
Como en aquella portada 
de 20.000 Leguas de Viaje Submarino
Mucho antes de que lo demostrara Neil Armstrong 
Sabía cómo debe andar el hombre en la luna 
como el buzo Mañuel en tierra
Hoy no ha aparecido el gran pulpo le decía
Al salir sudoroso de su Siebe Gorman modelo 1930
Pero he encontrado esto ahí abajo un latón brillante
Un hierro retorcido una tuerca oxidada en la palma del niño
Son restos del Titanic





ENTRE HOMBRES

La furgoneta de la Cruz Roja está al borde del muelle
Han preparado la camilla la marea está baja
Pueden tener problemas para sacar el cadáver del barco
Tendremos que desembarcarlo bien atado
Ha dicho el alférez de la Marina Española
Ordenándole que se aleje
Y entonces el niño se ha puesto verdaderamente nervioso
Parece ser cierto que el barco trae un cadáver
Es la primera vez que va a ver un muerto
Atado en una camilla
Para que no se mueva más que un ahogado
Los muertos son peligrosos
El muerto ha encabezado un motín ha matado al capitán
Quería cambiar la ruta
El muerto no puede no ser pirata
El muerto ha degollado a toda la tripulación
Y luego ha sido ahorcado por sus víctimas
El barco trae un cadáver
Eso es lo que le han dejado oír los amarradores
Cuando murmuraban en la cantina
Para poner nervioso al niño
Para madurarlo





NUBE SOBRE MEMORIA

Los dedos acariciaban la madera
Eramos restauradores buscando las heridas 
de un crucificado
Y al tacto surgieron proas careles latinas
En la puerta verde del Cristo de la Bonanza

Aplaudimos para limpiarnos el polvo de la tiza
Orgullosos como si hubiésemos resuelto una ecuación 
Y fuimos a sentarnos junto al fotógrafo en el pretil
Esperemos que pase la nube, nos dijo

Cuando hizo la foto nos acercamos de nuevo 
Y mojando nuestros dedos con saliva borramos los trazos
Para que nadie copiara nuestro trabajo
De aquella maravillosa pizarra sin profesores

Hicimos apuestas quién dibujaba más rápido
Aprendimos de memoria las líneas de los pailebotes
bergantines y goletas de aquella puerta
Pero hoy hemos perdido la clara ceguera 
de cuando éramos muchachos

La madera ha sido pintada una y otra vez
Como si fuese un Cristo sin valor
Los buques se han hundido en la policromía
Como si efectivamente aquellos navajazos 
fuesen oraciones
Ofrecidas por los abuelos de nuestros abuelos
Antes de zarpar hacia Terranova
Pidiendo bonanza
Y nuestros dedos ya no pueden sacarlos a flote






EL SELLO

En la iglesia vieja de La Bonanza se guardaban
Todos los trapos que nuestra trainera 
había ganado en Donostia
Eramos los mejores con mar movida 
y en el pueblo teníamos
El patrón a quien Franco había dado la mano más veces

Franco atrapó un cachalote como todos los veranos
Vinieron a filmarlos los del NODO
Venía atado a estribor del Hernán Cortés 
El Caudillo lo regaló a la fábrica de harina 
para que hicieran abono con él

Francisco Franco inauguró el Poblado de Pescadores
Y una que había perdido al marido en Dakar
Gritó ¡É galego coma nos! 
El nuevo barrio se llamaba Francisco Franco 

Esa gente de Francia va a morirse de hambre
Dijo una vez un gruísta de Lesaka
En presencia del enlace del sindicato vertical
Parece ser que en el mundo sólo hay un Franco 

Franco no estaba en la colección del niño Franco
Tenía el sello más grande en el comedor de los estibadores
Vigilaba la mesa de los trabajadores españoles
Muchos creían que Franco trajo la paz






NOTICIA DEL COMUNISMO

Llegan 30 años de paz desde 1936
No los podrá alterar el primer barco soviético 
Que llega al puerto después de la guerra
El capitán Dimitri ha pedido un pailot
El carguero de Odessa se llama José Díaz

- ¡Arribó el barco rojo!

Un temblor recorre el puerto
En la Comandancia se ha dado la alerta
La noticia llega de un muelle a otro
Las grúas se hacen señales mutuamente
Todos los estibadores quieren descargarlo

- ¡Arribó el barco rojo!

El niño es ahora el niño Marco Polo
En los muelles de Venecia
Atento a las palabras traídas desde lejos
Demostrando que sabe hacer todos los nudos
Por si necesitan un grumete

- ¡Arribó el barco rojo!

Ya llegan tiesos los carabineros 
Quisieran saber ruso
Para exigir a Moscú el oro de España
El periodista comienza a preguntar 
Dimitri habla español trae chatarra

- ¡Arribó el barco rojo!

Tienen mujeres trabajando en las maquinillas
Le ha dicho un carabinero
Al niño que guarda su nueva moneda
Así es el comunismo
No respeta ni a madres ni a hijas

- ¡Arribó el barco rojo!

En el puerto nadie sabe ruso
Y por eso el José Díaz luce
José Díaz en su chimenea
El barco tiene nombre español
Legible en caracteres latinos

- ¡Arribó el barco rojo!

El niño no sabe por qué el barco ruso
Tiene nombre español
Los que se acuerdan de José Díaz 
Hablan en voz baja
El amantero fue voluntario en la División Azul

- ¡Arribó el barco rojo!

Años más tarde aquel que fue niño supo
Que José Díaz no era hermano de Porfirio Díaz
Aplaudió el detalle de los rusos
Según el centralismo democrático
Nuestro puerto es España

- ¡Arribó el barco rojo!

En el kopek de 1966 están la hoz el martillo la estrella
Corona de un globo terráqueo 
que se sostiene sobre las letras CCCP
Melancólicos cantaban al atardecer
Los marineros en la popa
Bajo una bandera que es puro recuerdo

- ¡Zarpó el barco rojo!






HACHA DE GUERRA

En su mano la ampolla de mercurio
Maravillado como si sostuviera una gran lágrima de cianuro
Dos hilos salen de la ampolla 
Cuando el mercurio los conecta
Los voltios hacen camino y entonces
Suena la sirena a deshora mueve la ampolla
Almacén del muelle trasatlántico
Reloj de la torre del almacén
Ampolla de mercurio del reloj del almacén 
a las diez de la noche
Suena la sirena algo pasa
Huye entre olorosas calles trazadas por paks de bananas
El oficial de guardia del Hernán Cortés 
Pregunta qué sucede
Por qué no calla la sirena dónde está el fuego
El niño vigila al destroyer la sirena no callará
No callará hasta que el espanto llegue 
a los huesos del Hernán Cortés





CAPRICHO CARO

Siempre quise aprender a rimar
La niebla ciega la entrada del puerto
Inútiles son ahora las banderas en la atalaya
El martillo de la fragua estrena el día

Siempre quise aprender a rimar
Del fuel surgen arcoiris en el agua
Hoy el niño no tiene otra cosa en la cabeza
No puede escribir en este idioma extranjero

Siempre quise aprender a rimar
El oleaje de fondo afloja fácilmente
La amarra de los botes
Yo mismo me ofrezco roca contra corriente

Siempre quise aprender a rimar
Cuando sentado en un noray oía ¡Avante toda! 
Me derretía mirando a la estela
Y hoy ya no sé en qué pensaba

Siempre quise aprender a rimar
El más hermoso árbol es el mástil del barco
Cada siete segundos luce el faro de Matxitxako 
Más pausado que mi corazón





RIMAS PORTUARIAS

Confieso que es el puerto
Mi única patria
Confieso que es el puerto
Mi única patria
Allí está en lastre 
La gabarra de mis recuerdos


La barca ha tomado el largo
Bajo la mirada del niño
La barca ha tomado el largo
Bajo la mirada del niño
Una dulce gota hasta el mar
En la despedida


Un adiós a todos los buques
Una tristeza en el corazón
Un adiós a todos los buques
Una tristeza en el corazón
Exóticos nombres heridos de herrumbre
A la vuelta del viaje

En la chimenea del vapor
No se hiela la nieve
En la chimenea del vapor
No se hiela la nieve
Quien ha nacido en un puerto
No teme a los caminos


Aprendí a decir letras
En la proa de los buques
Aprendí a decir letras
En la proa de los buques
La sonoridad de sus nombres 
Movía el mundo bajo mis pies


Cuando largaban amarras
Enfermaba de saudade
Cuando largaban amarras
Enfermaba de saudade
La guadaña del faro todavía
Me mata de nocturnalismo

La draga nueva no puede vaciar
La taberna del fondo
La draga nueva no puede vaciar
La taberna del fondo
Ha roto el sueño de los ahogados
Y pronto llegará la galerna


Bien sabe el mundo que soy
Noble hijo de mi país
Bien sabe el mundo que soy
Noble hijo de mi país
Me he hecho una camisa
Con la bandera del barco chipriota


Siete banderas siete hablas
Mi única patria
Siete mares siete cielos
Mi patria clara
El puerto siempre nos acoge
En él muere la resaca

Triste es en la noche
La sirena de un barco
Triste es en la noche
La sirena de un barco
De tristeza oscurece
Esta copla de los recuerdos





ADOLESCENCIA PORTUARIA

Llaman a la puerta el niño abre un grumete
Le saluda un grumete borracho
Son de la misma estatura a la tarde cambiarán sus pantalones
Schiff schiff murmura junto a un nombre de mujer
Le ayuda a tropezarse en las escaleras
Ayer atracó en el muelle carbonero allá van
Trae pirita allá van por un domingo a la mañana 
lleno de buques
Maldiciendo todas las banderas schiff schiff
En el muelle carbonero sólo hay un viejo carguero liberiano
Ha zarpado se ha marchado a Kiel no lloró sacó una navaja
Una auténtica navaja de marino sin ancla en el mango
Siete mark algunos pfennig Camel sobre la barra
Stella Maris es la taberna de los curas 
pero ahora están dando misa
Para los oficiales de la comandancia 
Maruxa está sola están solos
El niño pide un par de copas Maruxa
Y Maruxa dice mira niño no os voy a servir
Desde cuándo no aceptáis dinero enemigo
Le respondí tratando de imitar al grumete borracho
Y nos largamos a otra taberna
Hablamos a la vez
Éramos cómplices se llamaba Günter
Y en la casa junto a la estación
Amamos a Monique hasta agotarnos
Llamé a la puerta de mis padres 
mostrando el brazo recién tatuado
Para murmurarle schiff schiff al niño que abrió







SAUDADE DEL PASADO

He vuelto
Como protagonista de un poema
No a la calle de los juegos infantiles
No al huerto de mis mayores

He vuelto
A ser un niño solitario
En el puerto que el poema devolverá

Aquí boté mi buque de guerra
Sin sospechar que daba vida a una metáfora
Aquí me escondí en las taquillas de los mecánicos
Para que nadie me viera gozar

Aquí el primer cigarro aquí el primer libro
Aquí el primer muerto
Aquí le dieron su mano los calafateadores
A un niño que salió de la cárcel

Aquí quise aprender a rimar

Aquí aprendí a mentir
Aquí dormí una noche en un vagón

Cumpliendo la amenaza 
de que me fugaría de casa embarcándome
Aquí un holandés borracho 
me obligó a besar la bandera pirata
Aquí andaba todas las noches un niño
De noray en noray queriendo largar amarras
Para que los barcos cumplieran sus sueños
Aquí iba a horcajadas en los troncos de Guinea 
hasta el aserradero 

Aquí enloquecía aspirando el fuel de mis manos
Aquí hacía señales de morse a Simbad
Aquí tenía aquí estaba amarrado
El submarino alemán encontrado en Gran Sol

Este puerto fue mi patria

Ahora tendría que oír hablar en gallego
Ahora el soldador me dejaría encender el soplete
Ahora los carabineros me preguntarían qué vi anoche
Ahora María me estrujaría en sus tetas
Ahora voy a la taberna del fondo
Me diría Mañuel el buzo antes de sumergirse
Ahora soy yo que he hecho novillos
Debería aparecer el barco que un niño botó

Arribando de la batalla de Matxitxako
Sin amores de tregua

Aquí ahora han hecho un monumento a la paz
En forma de ancla
Aquí ahora las gaviotas han aprendido nuevas artes
Se alejan varias millas tierra adentro
Hasta el basurero donde ocultábamos nuestros secretos
Aquí ahora me dicen que el guardacostas está en un museo
Y su alférez en un cementerio de Galicia
Envuelto en la bandera española
El submarino fue llevado al desguace

Y yo hago como que me lo creo

Aquí ahora la vieja draga está amarrada
Cansada de hurgar en los recuerdos
No puede devolverme las vidas que dejé se me hundieran
He hecho dar cuatro botes a un pedazo de chatarra 
en la marea alta 
Como cuando hacía apuestas con los amarradores
Me he quedado contemplando las olas triste
Murmurando una copla que no quiero escribir

Aquí no me quiere nadie

No me quedaré
Hasta que los faros comiencen a desperezarse
No necesito permiso para olvidar este puerto traducido

Me hundo
Como protagonista de un poema





EL BARCO DE LA METÁFORA

Si desembarco llamaré a todas las puertas
Me pondré en camino me adentraré en el bosque
Subiré a las cumbres en el desierto
Se fosilizará mi esqueleto

Si desembarco

Si desembarco
No me comprenderás 
Me harás recordar que juramos destruir
Todos los viejos mitos
Y precisamente por eso
Si desembarco
Os volveré locos hasta dar con el árbol Malato
Lo encontraré lo encontraré
Y desgajaré el hacha de su tronco
El hacha me dará noticias de su corazón
Sólo el hacha las sabe

Si desembarco
Continuaré esta travesía







ABIOIEN ISATSEK AIREAREN ESKELETOA DIBUJATURIK
        Koldo Izagirre , 1975


abioien isatsek airearen eskeletoa dibujaturik
bezpera luze honetan
ene pena zoriontsuegia da poetarena izateko
uhinen aparretik ihes doazen
                                                        txinpartek
                                                    urezko ezpalek
beren aterki zuria zabaltzen duten kaiuak
                                                        dirudite
itzalaren hamairugarren hilean
ereiniko hitzak
                                                            zer
ene herriko gizonak ohi bezala kea fabrikatzera doaz
itzalaren hamairugarren hilean
eguzkiari utzitako ispilu pusketa itzul diezadaten
                                                      nahi dut
                                                itzul diezadaten
hura ere hau pentsatzen ari ote da
edo ta ni pentsatzen ote nau
bezpera luze honetan
haizeak nik ere jotzen jakin nahi nukeen
                                                        kitarra
                                                      jotzen du
ene begion ilunabarra neurtzen duten
                                                  argi-kableetan
                                                        kitarra
bezpera luze honetan
                                                      bakarrik
                                                      bakarrik
poetaren pena epela
                                                    dekadentea




BAINA
        Koldo Izagirre , 1976


baina
adolezente enamoratuek ez dute gehiago
zapatak ilunabarraz itotzen
bikoteek ez dute hodeirik dastatzen
periodiku zaharrez eginiko kukurutxotan
mojetako neskek ez dute ene poemarik
frantsesezko koadernoan kopiatzen
zure ilearen bobina erreetan
inor ez da biluzten euripean
eta han
urrunean
gizonek sua edaten dute
gauezko ontzitan







ZUEK EZ DAKIZUE
        Koldo Izagirre , 1976


zuek ez dakizue zer den
gauero kalenderaren numero bat tatxatzea
eta ilun-jarioari
tiro ezin emana

zuek ez dakizue zer den
norbaitek igurikiko digula
sinetsi nahi izatea

zuek ez dakizue zer den
gizonaren negarra
ilunabarra kopetari atxikitzen zaionean

zuek ez dakizue zer den
euria

zuek ez dakizue zer den
bakarrik egotea
bakarrik
bakardaderik ere gabe

zuek ez dakizue zer den
ezer

zuek ez dakizue ezer





ILUNEKO HAMABIETAN
        Koldo Izagirre , 1977


iluneko hamabietan
alkoholdutako amets postizoen aldamio malkoetatik
helbururik gabeko hilerri kaleetatik
desertaturik
izarretan urkatzen dut neure burua
erdal poetak ez daitezen aurrerantzean gernikaz ardura
erailketaz berotutako ezpainak baztertuz
eskuak itzaltzen ditut
eta neure haragian
asmo gazteak lora erazten dituzten hitzetan
sinetsi nahi dut





NIRE IBAIA
        Koldo Izagirre , 1989


Nire ibaia ez dator itsasora
 nire ibaia ez da ibai
Inoizko ubidea
Kantari ez dakien erretena
Ur mehea dakar baina
Leporaino hartzen nau

Nire ibaia ez dator itsasora
Nire ibaia ez da ibai
Erreka auspeztua
Izar bakarreko ispilua
Ez nau hezatzen baina
Busti egiten nau

Nire ibaia ez dator itsasora
Nire ibaia ez da ibai
Ezin ditu bi bazter
Lizarrik gabeko errekaldea
Ez dakit nora baina
Eraman egiten nau

Nire ibaia ez dator itsasora
Nire ibaia ez da ibai
Egarriaren lotsa
Hodei nekatu baten malura
Ez nau asetzen baina
Ito egiten nau







HEMENDIK IDAZTEN DUGU
        Koldo Izagirre , 1989


Hemendik idazten dugu orain
Non guztiak biltzen dituen hemendik
Nonahiko hemen guztietarik
Paretetan idazten dugu itsasoan idazten dugu paretez itsasoz
Idazten dugu eta hilak egon behar genuke
Gertakizun dagoena idazten dugu
Kaleak dira liburu honen orriak
Hizkuntza berrian idatziak
Irakur ezazue torturatuen esperantoa
Gutun anonimoak gutun ageriak
Zigarroen ketan idazten dugu ohe abandonatuetan idazten dugu
Eta gure gorputzak eskaintzen dizkiogu idazteari
Irakur ezazue bularretan labanak hartu zuen plazerra
Dotore hegaldatzen dira estukak berriro
Eta beren arraultze espoletadunak elurtzen dizkigute
      «hobe zenukete errendaturik»
Baina randebu horretara ez goaz gu
Norbaitek karpeta bat zabalduz gure izena pronunziatzen duelarik
Autobusez aldatzen dugu hiru bat aldiz
Hemengoa idazten dugu nonahai
Galdu genituen adiskideei idazten dugu
Hilik dauden lagunei ulertzen ez gaituzten lagunei
Plaza hutsetan dugu ateoste guztietan dugu
Idazten plaza beteka dugu isiltasun beteka idazten
Maitasun konsigna debekatua
Orain artekoa idazten dugu gerora
Noiz guztiak hartzen dituen oraindik
Oraindik idazten dugu hemen







HAN
        Koldo Izagirre , 1989


Han
Zure mundua ez da erresuma hartakoa
Han
Non ahantzi egiten den non ahantzi ezin den
Non itsasoa margotu egiten den
Non bakarrik egoten den
Non bakarrik ezin egoten ahal den
Non katuak diren libre non hil egiten den
Non adiskideak non hitzak non maitasunik non
Non loa eta ametsa ez diren bat
Non ikasi egiten den non idatzi egiten den
Han
Non non zaudeten badakizuen
Non poetak ez dauden preso Rimbaudi tiro emateagatik
Non ateak ixteko diren non bisitak ametitzen dituzten
Non harresiak zikoinek iragaiten dituzten
Non mutu ez non damutu ez
Non baina non beti non eustea bera den haustea
Non ihes egitea ez den ihes egitea
Non duintasuna zigorrean neurtzen den
Non kilometroak non mehatxuak non noiz
Non jipoituak non hala ere
Non errotek urik behar ez duten
Non nik diodan
Han
Non han zaudetenak gu zareten
Non gu ez gauden
Han
Non zuk diozun hemen
Han
Non zuk diozun ni ez naiz hemengoa







Hasierako orrialdera 


PINUDI BATEN ERDIAN KANPOSANTUKO NUARBE
        Koldo Izagirre , 1989


Pinudi baten erdian kanposantuko nuarbe
Pinudi baten erdian eta pinurik ankerrenak
Harresiaz barruan zazpiak sustrai eginik hil aditzean
Afusilatu guztien hezurren bila
Inor ez dadin altxa bizirik
Iraun genuenon bihotzaren eske

Kanposantuko nuarbeko aldapan gora
Orduan haurrak zirenak
Zazpi pinuak zain dauzkate

Kanposantuan ateak beti zabalik nuarbek










MIRIAM PALMA CEBALLOS [16.384]

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Miriam Palma Ceballos

Nacida en Miranda de Ebro (Burgos) en 1963 y residente en Sevilla. Estudió Filología Alemana en Salamanca y actualmente es profesora titular de Filología Alemana en la Universidad de Sevilla, donde imparte clases de literatura contemporánea (alemana y comparada), teoría de la literatura y traducción literaria. Su campo de investigación se centra en la literatura alemana de los siglos XX y XXI y se focaliza, fundamentalmente, en los ámbitos que tienen que ver con la relación entre escritura, género, identidad y corporeidad. 

En el ámbito de la actividad como traductora ha realizado también algunos trabajos. Entre ellos, en el 2009, la traducción de la novela El baño de la escritora japonesa afincada en Alemania Yoko Tawada 
(revistes.iec.cat/index.php/lectora/article/download/43479/43445).

De su actividad literaria destaca en prosa, entre otros trabajos, la novela Las huella de las ausencias. Un relato sobre Walada (Córdoba 2010), sobre la poeta cordobesa del siglo XI.  En 2012 he publicado el poemario Ruidos. Silencio. Ruidos (Sevilla 2012). En el año 2015 está prevista la publicación de Exilios. Hacia el azul.  

Algunos de sus poemas han ido aparecido en diferentes revistas literarias, como Nueva Grecia o En sentido figurado y en antologías, como Poéticos maullidos (2009), Enredando (Sevilla 2010), Recital del Chilango Andaluz del 2009 y II Encuentro de poetas andaluces de ahora (Málaga 2013).



A modo de epílogo de Ruidos. Silencio. Ruidos: 

Escribir esculpir excretar exorcizar escupir esperanzas estulticias ancladas en los tuétanos mohosos de andamiajes raídos por la rabia la alegría prescrita y el tedio y las penas no lloradas ni gemidas ni gritadas ni mordidas ni bailadas las penas penitas penas que una se inventa o que otros se inventan o las que se cuelan inevitables por las grietas escribir morder gritar gritar escribir majar gritar zapatear sobre las teclas llorando a lágrima viva o muriéndose de risa por algo escandalosamente ridículo que mana para desaparecer en forma de verso líquido que se cuela espiraleando por el sifón del lavabo del alma para perderse en las cloacas de la desmemoria para siempre jamás amén amén de escribir jubilosamente dejando que la mano ame mime las grafías locas que se juntan mayormente sin sentido para alcanzar lo indecible a partir de las metáforas que invaden los paisajes soleados de la memoria en el cajón de los amaneceres junto a cuerpos que vibran y tintinean con la vida sin preguntas y se acoplan a mi cuerpo y a otros cuerpos y se abrazan y se miran con los ojos limpios y se reconocen sin promesas sin mañanas ni ayeres escribir a mandíbula batiente danzar riendo como una loca peonza alrededor de versos sinsentido exhibir los dientes escribir riéndome a lágrima viva cascabeleando como un bufón loco por los pasillos de todos los castillos y desgañitarse a carcajada sucia contra todos los reyezuelos que se arrastran por los húmedos aposentos de rancios abolengos escribir y bailar en corro con los fantasmas del castillo escribir y hacer un conjuro conminar a las brujas a que inserten en las eñes sus patas de araña y pieles de salamandras sigilosas y cuezan en sus marmitas con los versos una buena bazofia de relatos hueros hasta que fluyan sacrílegos conjuros en desenfrenadas noches de Walpurgis para que todo lo falso o lo verdadero se vaya a pasear con el diablo por los jardines del paraíso plagado de aburridas serpientes sin adanes a los que seducir escribir y sacarme la lengua a mí misma a ti mismo a todos los sí mismos de otros mismos de lo mismo de la manoseada imagen de relucientes contornos y rancias entrañas destrozar el reflejo que sonríe necio dentro de los ripios manidos para que los simulacros dancen fuera de los espejos escribir no parando mientes en lo sacro y lo profano escribir alcanzando con la saliva a los que prescriben lo que puede decirse y versarse y alcanzarles con un bofetón de signos a los que se conforman imitan o roban o se contentan con las palabras trilladas ajadas bienolientes para subir a los púlpitos o al pódium donde se reparten los hediondos laureles henchidos de glorias putrefactas escandalizar con lo inefable aullar afable lo concreto buscar escribir lo banal rondar lo que no puede ser haciendo luz sobre lo que al final podría quizá o no puede ser nombrado o tal vez
escribir como quien mira y calla
escribir como quien ama
escribir como quien vuela
escribir como quien baila desquiciada por un eclipse lunar en medio de una noche africana
escribir amar escribir callar escribir callar ¿escribir?




ACEPTAR I 

Aceptar estas muertes constantes, 
aceptar los latigazos del tiempo 
que separa los labios de la risa 
y el vino de los brindis 
y los transforma en un punto brillante en la arena 
de un segundo de cualquier mediodía. 
Aceptar que el mundo a veces 
atruena por los poros 
y se instala por dentro 
ensordeciendo 
cada nueva esperanza. 
Aceptar 
y seguir muriendo 
en cada expiración. 
Quién sabe por qué una espera 
entre los azules 
a que el mar vomite 
una pequeña resurrección.



Huida 

Escapo 
montada sobre el lomo de las palabras, 
hacia allá, 
mucho más allá de ese sitio 
del que nunca me alejo.





quizá decíamos hambre 
cuando dijimos hielo
en los veranos que apretaban las costuras
de cuerpos zaheridos por certezas ajenas

a ratos
universos destemplados
se contradecían mudos 
las constelaciones se destartalaban lentas
sobre el costado de barrios casuales

quizá decíamos hambre
y queríamos 
  ser boca



De La huella de las ausencias. Un relato sobre Walada. Córdoba: El Almendro, 2010.

Las conversaciones en el hamman público cercano al alcázar, que yo había evitado las pocas veces que no utilizaba el de mis anteriores residencias, dejaron de parecerme parloteos desdeñables de charlatanas y chismosas. Las mujeres allí no sólo acudíamos para limpiar y embellecer nuestro cuerpo. El agua de los baños depuraba también los deshechos de las almas. En sus recintos se suspendían durante unas horas las leyes que regían nuestra actuación en el mundo externo. La luz que se filtraba por los lucernarios proporcionaba a las estancias una apacible atmósfera en semipenumbra. Me sorprendí al descubrir cómo allí se sellaban, a veces, verdaderos pactos de lealtad. Como en el mundo de afuera. Como en el de ellos. En la sala de vapor se desdibujaban los contornos de los cuerpos confundidos con el zumbido que amalgamaba sus voces y el sonido del agua. Las mujeres masajeaban mutuamente sus cuerpos. Algunos necesitaban alivio para la sensación que quedaba en ellos tras haber sido usados en las noches para la mera satisfacción de las necesidades de sus esposos. Otros precisaban ternura para curar los golpes con los que se habían castigado sus actos de desobediencia o de insumisión. El ritual les servía a muchos de los cuerpos de preparación para el disfrute en la velada que se avecinaba. Allí, los talles no eran de palmera, las mejillas no siempre podían competir con las rosas y eran muchos los ojos que habían perdido el brillo y la inocencia. Pero, al lado de esos ojos reales, cualquier pupila de gacela resultaba insulsa. Algunas miradas habían ganado la profundidad de haber aprendido de las experiencias, mientras que otras se habían vaciado a golpe de desdichas. Mujeres grandes, pequeñas, morenas y pálidas, gordas, flacas, viejas, núbiles, mujeres de largas cabelleras negras o cubiertas de canas de años o de sufrimiento, mujeres alegres y amargadas, locuaces o reservadas, hermosas mujeres de piel arrugada y hermosas mujeres de piel tersa en la plenitud de su belleza soñando con una suerte diferente a la que algunas viejas les vaticinaban. Orondos cuerpos de mujeres riendo a carcajadas desde el centro de sus vientres deformados y estriados por los partos para conjurar sus cadenas cotidianas. Enjutos cuerpos de viejas, con rostros de ojos pícaros y sagaces, que escandalizaban a las jóvenes con sus relatos obscenos. Allí, las mujeres podían descargar en palabras, en risas, en llantos o en silencios las alegrías y los sinsabores de su vida cotidiana. Por unas horas se desprendían del sagrado deber de satisfacer las necesidades de los otros. Mostraban hastío hacia los caprichos de sus esposos, se quejaban de su falta de atención, se burlaban de su torpeza, de su ignorancia, de su debilidad o de sus vicios. Se vanagloriaban de la suerte que habían tenido con ellos, alardeando de su riqueza o de sus habilidades amatorias, mostrando agradecimiento hacia su comprensión, su generosidad o su sabiduría. Allí expresaban su enojo por las insatisfacciones o las frustraciones de sus realidades o el alborozo por su felicidad, compartían esperanzas o articulaban sus temores a ser desplazadas por la elección de otras esposas o a ser repudiadas. Frecuentemente bromeaban con las tragedias cotidianas propias y ajenas haciendo así más livianas las sombras que se engrandecían entre los muros de los hogares. De sus bocas, de sus manos se derramaban confidencias, consejos y consuelo. ¿Cómo escribirlas? ¿Qué metáforas usar para cincelar sus cuerpos en poemas? ¿Qué ritmos, qué rimas, qué metros escoger para dar cauce a los torrentes de sus voces? ¿Cómo escribirme a mí, que las contemplaba desde mi cárcel de mujer sin cadenas?




¿Diatriba?

Y una se da cuenta de pronto 
de que eso de que el tiempo pasa
es algo muy serio,
que ya no es la flacidez de los cuarenta
ni las bolsas,
ni siquiera las arrugas tenaces que de noche destrozan
la ilusión del qué bien te ves para tu edad, 
ni tampoco que te den una patada en la alegría
cada vez que un dependiente 
te escupe en la sonrisa 
ante esa jovencita
un qué desea Ud. señora subrayado con saña (estoy segura)
o la sospecha de que los hombres
no se quedan contigo a pesar de tus carísimas cremas
y tu espíritu juvenil y creativo,
y prefieren, como mucho, a las de treinta.

Es la muerte que puebla 
sin ambages 
todos los horizontes,
que ya no se enmascara tras esquinas
más o menos lejanas,
sino que juega a las bravas a ganar. 

Es la muerte que esta vez promete muy de veras 
estar a punto siempre de marcar tu número 
y que baila pegada cuerpo a cuerpo
con los que has querido 
con todo lo que no has podido 
con eso que no has cambiado.






MALKA HEIFETZ TUSSMAN [16.419]

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MALKA HEIFETZ TUSSMAN

Nacida en 1896 en una aldea de la región de Volinia, Ucrania, donde su padre era arrendatario, emigró en 1912 a los Estados Unidos. Durante años ejerció la docencia en una escuela elemental judía de Los Angeles, California, y desde 1949 fue instructora de Lengua y Literatura ídish de la “University of Judaism” de esa ciudad. Desde muy joven escribió poesía, primero en ruso y luego definitivamente en ídish, idioma en el que se publicó media docena de poemarios. Falleció en 1987. 



Viudez

Embebida en luz de mi propio interior,
soleada—oro
envuelta en mi dulce grato calor
soy una columna
de áureo sol.

Y él
se inclinó sobre mí,
se inclinó profundamente.

Yo alcé mi mirada hacia él,
mi voz,
y blandamente femenina
le dije:
—Mi nombre es deseo,
¿es tu voluntad?
Y él:
—No,
mi nombre es compasión.

Y abrió su boca,
una boca enorme
cuadrada.
Y la boca cuadrada
sopló sobre la columna de fuego
y me apagó
me a—
pagó. 





En los azules estanques de tus ojos

Observa la reina:
deja caer de los hombros
a sus pies
las vestiduras reales.

Formando un circulo a su alrededor
yace el ropaje.

Observa la reina:
sale del brocado de oro
y penetra
en los azules estanques de tus ojos.




Calla

Lejano cielo
ábrete a la lejanía
pero tú
siéntate y calla
según tu costumbre
embebido en ti mismo.

Calla.
Yo he de vencer la lejanía
y silenciosamente, como un gato,
he de arrimarme a ti,
acurrucar mi rostro contra tu pecho
y relatar.

He de contártelo todo.
Calla.
Calla.




Hasta qué altura

Si vengo a tomar tu ternura,
¿hasta qué altura habré de alcanzarte?
¿hasta tu hombro? ¿tu boca? ¿tus cejas?
Si vengo a tomar tu ternura
¿quién hacia quien habrá de alzar la mirada?
Uno—dos ha de erguirse mi esbeltez.
Si yo vengo a tomar tu ternura
¿hasta qué altura habré de alcanzarte? 




Para amigos de duelo
por una madre anciana

Un consuelo para vosotros, amigos.

Sólo un tonto puede creer que tiene
para cada ocasión la palabra adecuada.
Pero quiero recordaros:
una madre
también necesita descansar alguna vez.
permitídselo;
concededle descansar, queridos míos.

Levantaos
y con una sonrisa silenciosa
barred la tristeza
de vuestra casa. 



Here, Vi Azoy Bistu Klug Gevorn, Mame, by Malka Heifetz Tussman, read by Sheva Zucker:

How Did You Get So Wise, Mama?

Where, Mama, did you get
this quiet wisdom?
Your quiet gaze
knows everything.

A secret knotted into your silence
rests always on your lips –
a mute truth
that grown children,
old children are still too young to know?

No. I’m not prying, Mama.
I’m defending myself
from your all-knowing gaze
which – it seems to me –
has already sized me up.

Now and then
you take pity on me.
Pity slips out
from under your smile
and bows my shoulders down.

And now that I have attained
your smiling sigh,
it’s hard for me, too, to live.
I smile at everything,
just like you.
But without your wisdom.

How did you get so wise, Mama?

In some ways, I am still like Father.
I want to shout out loud,
“Oy vey!” and “Dear God!”
But it seems I’ll never
trustingly – like him –
press my lips to the holy letters
and, with closed eyes, caress
the name of God.

With Teeth in the Earth: Selected Poems of Malka Heifetz Tussman, 1992
Tr. Marcia Falk


Vi Azoy Bistu Klug Gevorn, Mame

Vu hostu, mame, genumen di klugshaft di shtile?
Alts veyst dayn shtilinker blik.

Af dayne lipn rut kesedyer
A sod inem knup fun dayn shvaygn –
Vos
Kinder groyse,
Kinder alte
Zaynen alts tsu yung tsu visn.

Neyn.
Ikh forsh nit, mame.
Ikh ver zikh kegn dayn alvisikn blik
Vos hot shoyn, dukht mir,
Untergetsoygn oykh mayn sakhakl.

Yetst
Az ikh hob zikh aleyn derklibn
Tsu dayn shmeykhlendikn zifts
Iz mir oykh shoyn shver tsu libn, Mame.
Un dos hob ikh dervust zikh
Eyninke aleyn…
Un shmeykhl shoyn tsu alts vi du.
Nor nit klug bin ikh,
Nit klug.

Vi azoy bistu
Klug gevorn, Mame?

A bisele
Bin ikh nokh vi der tate:
Shrayen vil ikh,
Shrayen hoykh, “Oy vey un tate ziser”.
Nor keyn mol, dukht mir,
Vel ikh nit vi er fartroylekh
Lign mit di lipn ba di kleyninke tsvey Yudn
Un keyn mol nit vi er
Mit farmakhte oygn
Tsertlen dem “Shaday”.

Lider, 1949






ווי אַזוי ביסטו קלוג געוואָרן, מאַמע

וווּ האָסטו, מאַמע, גענומען די קלוגשאַפט די שטילע?
אַלץ ווייסט דײַן שטילינקער בליק.

אויף דײַנע ליפּן רוט כּסדר
אַ סוד אינעם קנופּ פֿון דײַן שווײַגן -
עפּעס אַן אמת אַ שטומער
וואָס
קינדער גרויסע,
קינדער אַלטע
זײַנען אַלץ צו יונג צו וויסן?

ניין.
איך פֿאָרש ניט, מאַמע.
איך ווער זיך קעגן דײַן אַלווייסנדיקן בליק
וואָס האָט שוין, דוכט מיר,
אונטערגעצויגן דײַן סך־הכּל.

הינטערווײַלעכץ איז דאַרום
דײַן רחמנות אויף מיר.
ס’טוקט זיך פֿון אונטער דײַן שמייכל
און בייגט די אַקסל מיר אײַן, מאַמע.

יעצט
אַז איך האָב זיך אַליין דערקליבן
צו דײַן שמייכלענדיקן זיפֿץ
איז מיר אויך שוין שווער צו ליבן, מאַמע.
און דאָס האָב איך דעוווּסט זיך
איינינקע אַליין. . .
און שמייכל שוין צו אַלץ ווי דו.
נאָר ניט קלוג בין איך,
ניט קלוג.

ווי אַזוי ביסטו
קלוג געוואָרן, מאַמע?

אַ ביסעלע
בין איך נאָך ווי דער טאַטע:
שרײַען וויל איך,
שרײַען הויך „אוי וויי און טאַטע זיסער”.
נאָר קיין מאָל, דוכט מיר,
וועל איך ניט ווי ער פֿאַרטרוילעך
ליגן מיט די ליפּן בײַ די קליינינקע צוויי יודן
און קיין מאָל ניט ווי ער
מיט פֿאַרמאַכטע אויגן
צערטלען דעם „שדי”.

 לידער,1949

Poems cross-posted with ShevaZucker.com.











MOISHE KULBAK [16.420]

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MOISHE KULBAK

Nacido en 1896 en Smorgón, distrito de Vilna, Lituania, su padre trabajaba en los bosques y su madre provenía de una familia de labriegos. 

En 1909, cuando tenía trece años, la mayoría de edad según la ley judía, ingresó en la yeshiva de Volozhin, la más famosa universidad talmúdica de la zona. Los estudios en la yeshiva tenían una duración de siete años; Kulbak debería haberlos terminado en 1916, esta fecha coincide con el cierre de la yeshiva causado por el paso del frente y la ocupación alemana de las tierras lituanas. Los padres de Kulbak abandonaron la pequeña ciudad de Smorgonie y se trasladaron a Minsk. 

En 1920  Kulbak emigró a Berlín donde permanecería tres años entrando en estrecho contacto con el expresionismo alemán y trabajando en el teatro de Piskator, período que marcaría fuertemente su creación literaria.  A su regreso de Berlín, en 1923, Kulbak se estableció en Vilna, la llamada Jerusalén de Lituania donde trabajó en la enseñanza ocupándose a la vez con gran éxito de la creación literaria. En 1928 Kulbak decidió trasladarse a Minsk, posiblemente para estar cerca de sus padres que vivían allí y atraído  por el mito del bienestar de la cultura judía en la URSS y por sus ideas políticas de izquierdas. 

El mito cayó el 11 de septiembre de 1937 cuando Moshe Kulbak fue arrestado y el 29 de octubre fusilado.





Ví palabras

Ví palabras en ídish
 como pequeñas llamaradas,
 como chispas que se arrancan del oscuro mineral.

Sentí palabras en ídish
 como claras palomas.
 como palomitas que arrullan y arrullan en el corazón.




Una extensión de nieve

Una extensión de nieve. Una fría estrella bruñida,
el viento un cuchillo;
a centenares de millas acuesta mi mujer ahora
a mi hijo…

¡Qué noche! Suena un violín azul
y un nevado violoncello.
A centenares de millas me ve mi hijo
y sonríe en sueños. 




Un baile

Mené, mené, tekel ufarsín (Daniel 5/25)

Repican salones iluminados
y la orquesta gime.
Los tambores tapan el intenso llanto de los violines,
los contrabajos cavan como viejos sepultureros con oscuras azadas,
clarinetes ríen,
parlotea el címbalo,
chillan los broncíneos platillos
y danzan señores de almidonado saco, damas de blanca seda,
claras,
luminosas
y mas luminosas…
Y se mezclan, sedientos,
flamígeros bigotes negros y pequeños dientes relampagueantes,
campanilleantes rulos,
lazos,
zapatitos afilados,
miradas centellantes
y medias…
Y calladamente, entre el estremecimiento de los corazones
ahogados,
se acurrucan mas prietas las rodillas,
cada vez mas cerca, echan chispas…
y dispara fuego cada pupila
y pestañas tiemblan, tiemblan…
Pero, de pronto, el violoncello deja oír un gemido en la orquesta
como a veces en el bosque se oye un gemir de nidos abandonados…
y la sangrienta luna menguante gotea por las ventanas.
Aparece una mano,
una mano en cadenas deformada en el trabajo,
y escribe las letras de sangre sobre el muro:
—¡Muerte1…
Y danzan señores de almidonado saco, damas de blanca seda,
claras,
luminosas
y mas luminosas;
chillan los broncíneos platillos,
clarinetes ríen,
parlotea el címbalo,
los tambores tapan el intenso llanto de los violines
y los contrabajos cavan como viejos sepultureros con oscuras azadas… 



Antología de la poesía
ídish del siglo XX
Selección y versión de
ELIAHU TOKER 






PERETZ MARKISH [16.421]

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PERETZ MARKISH

Nacido en Polnoe, región de Volinia, Ucrania, en 1895, provenía de una familia de artesanos. Comenzó escribiendo poesía en ruso pero en 1918 se unió al grupo de escritores de ídish de Kiev, junto a Hofshtein y Kvitko. 

En 1921 viajó a Varsovia, donde permaneció un tiempo liderando el grupo Jaliastre –Pandilla— con Meilej Ravich y Uri Tzvi Grinberg; luego volvió a la URSS. 

En 1939 fue condecorado con la orden de Lenin y durante la guerra activó en el Comité Judío Antifascista. En 1948 fue detenido y juzgado como parte de la liquidación de la cultura judía, siendo fusilado en 1952. 

A su obra poética, polémica y de gran fuerza, acaba de sumarse un nuevo volumen, que permaneciera oculto e inédito durante los años de represión.



Me despido de ti

Me despido de ti,
tiempo que te vas;
no te conozco, pasado,
no me perteneces,
sólo me has soñado.

¿Y tú, quien eres futuro mío,
cubierto de cabellos grises?
Yo no te pertenezco,
sólo te estoy soñando.

¡Ciego, insignificante ahora,
soy tuyo!
¡Y soy ciegamente rico!
¡Los dos a un tiempo morimos
y a un mismo tiempo nacemos!

1919 




Torre Eiffel

A

¿Y tú? ¿No eres de nadie? ¿No perteneces a la tierra ni al cielo?
¿Quién habrá de consolar tu soñadora soledad?
Murmullos, cantos tarareados e himnos ruedan hacia ti,
¡oh, ascendente, nostálgica unidad…!
Enviados de la tempestad preguntan por ti;
sobre tus soñadoras alturas crecen, musgosas, nubes de quietud;
¡quiero colgarme de tí como aspas de un molino,
oh, atleta solitario, famosa torre Eiffel!

¿Quién saldrá de entre las nubes, a recibirte?
La madrugada se hamaca sobre ti como un trozo mordido de pan solar.
¿Dónde esta tu cabeza, soñadora torre Eiffel?

Millones de pasos chapotean hacia ti por atajos y caminos,
y las calles no conocen la senda que conduce hacia los desiertos soleados.
Oh, solitario, en las alturas consuélate con tormentas.


B

Soy ahora un oscuro pensamiento en tu cabeza, torre Eiffel,
con mis cuatro hombros, un ciego búho cuatro veces giboso;
¡oh, gibosos costados del mundo! ¿Quién habrá de descubrir y entender
el interminable nudo de principios y finales?

Arropada en almidonadas neblinas compuestas de tramas nocturnas,
Así, envuelta en mantos otoñales de marchitas pieles de oveja,
Estás rodeada con hebras de tristeza, noche y día,
¡oh, solitario prisionero, descarriado Mefistófeles!

He aquí ahora la ciudad tendida a tus pies, como una telaraña
donde trepan y sucumben moscas atrapadas, sin salida ni esperanza;
¿quién roe? ¿quién es roído? ¿quién es una vez y quien tres veces?

¡Oh, erguida solitaria idea!
¡Oh, solitario, descarriado Mefistófeles;
ahora soy un oscuro pensamiento en tu cabeza, torre Eiffel!

1922 




Afuera

Las lavadas tapias se secan al viento
y blandamente se amasa bajo mis pies la negra tierra.
Que mas puedo pedirte todavía
viento travieso, empapada tierra revuelta;
es como si recién hoy por primera vez te viera sobre el mundo…
Hoy le pertenece toda entera solo a mi, a un niño…
Veo las rojas vacas tendidas en el negro valle embarrado
con traseros manchados y ubres repletas,
y quedamente inunda mi corazón una joven alegría
de tibia mañana silenciosa
con heno seco del año pasado
y caballos desatados…

De pronto me asaltan ganas de abrazar a las vacas,
y de tenerme a su lado sobre la tierra
a mugir como ellas.

1919




¡Cielo y tierra!.

¡Cielo y tierra!
¡Padres de las ferias y abuelos de las fosas!
Helos aquí sentados ante las montañas de trapos como profetas ante ruinas
hojeando ropas, como biblias…

Vuestras sombras no se despliegan ya por los caminos;
los días saltan de vosotros como zunchos partidos;
el sábado se gasta contra una empalizada, contra pensativos postigos
como después de un incendio; el sábado esta ennegrecido…

¡Doblaos en tres, doblaos tienduchas!
¡Tal vez aun aparezca, con su carro polvoriento, un gitano
que pague por los trapos viejos con aretes de plomo
o con anillos de zinc para mercar y trocar!

¿Os falta algo en el mundo acaso?
¿Qué otra cosa os entristece por los caminos?
¡no volváis a preguntar por mí,
no contéis más conmigo! 




Ruinas

Ahora, cuando retorna la visión,
desgarra abrir los ojos y ver aquí con cada víscera,
precipitarse mi corazón como un espejo sobre una piedra
y con un repique de cristales rotos, hacerse trizas.

Y desde ya que tampoco esta libre cada trozo
de dar testimonio sobre mi, hasta mis cuatro ultimas predestinadas yardas.
solo tu no me pisotees, oh tiempo, juez mío,
hasta que recoja de entre los escombros las partes desperdigadas.

He de intentar recogerlas una a una
y coserlas entre si hasta que la aguja haga sangrar por mis dedos,
a sabiendas de que, por hábilmente que las componga,
habré de verme siempre deforme y deshecho.

Recién ahora, tristemente, encuentro sentido
en el dolor de la metamorfosis, y ardientemente comprendo
la angustia de querer verse entero en el espejo
estando en ruinas y esparcido por los siete océanos…

1943 



Peretz Markish (1895 – 1952) was an avant-garde Soviet Yiddish poet who eventually turned to Stalinism, then was arrested and killed along with the other top Soviet Yiddish writers in Lubyanka prison, the “Night of the Murdered Poets,” less than a year before Stalin’s own death.



2 poems by Peretz Markish
translated by Amelia Glaser



Hey, what do you deal in – sorrow?
What are you selling there – despair?
I’m a buyer and a dealer,
and I’m dealing and I’m wheeling
days and nights, and even moments:
on a scale of joy I weigh them,
buy them up and then resell them,
half are black
and half in blazes,
at fairs, in markets, and on highways
who should happen in my pathway,
in whoever’s path I happen
I count Mammon!…

I’m a buyer and a dealer
and I’m dealing and I’m wheeling…

What are you selling – corpses? Rags?
Or long-since-departed dads?
Hey, a buyer’s slipped a way,
he’s dying but will be reborn.

— 1917





With lips pressed one to the other,
and eyes,
laden to their brows, silent,
and wooden bellies bound round
by rusty
iron belts,
gray rows of shops drag
across the Saturday-market gray,
like blind men, tightly clinging one to the other…

In the middle of the market
stands an overloaded wagon,
under the wagon a tall Gentile is stretched out
like a slaughtered corpse, snoring, ruminating, he gnashes and spits.
The horses chew, heads turned toward the wagon,
tails left dangling into infinity…

— 1919




Sample 

Out of frayed sackcloth - breasts of filthy cataracts, 
Like raw potatoes, branched with rooted blue veins. 
What shall we trade? Salt? How much do you want? 
There's a dead child's hat still here.
In the marketplace, a surveyor dozes like a white skull- 
A homeless dog sniffs him as he would an old cadaver. 
What shall we trade? Bread? How much do you bid? 
A pack of dogs in the street tears a heap of rusted brains into bits.
And birds in the air flap like scattered black hats- 
A disheveled tuft of wind keeps trying them on- 
Is there a deal? Wind? What do you bid for a windmill? 
There, across the foothills, they aimlessly quarrel over eagles' wings. 
Making a trade? Wind? What do you bid?

1920

Translated by Leonard Wolf, "The Penguin Book of Modern Yiddish Verse" 1987




KADIA MOLODOWSKY [16.422]

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KADIA MOLODOWSKY

Nacida en 1894 en Bereza Kartuszka, Polonia. Estudió en un Seminario para Maestras Jardineras en Varsovia, ejercitando en Odesa. En 1935 emigra a los Estados Unidos. 

Entre 1950 y 1952 vive en Israel y luego retorna a Nueva York donde fallece en 1975. 

Su obra se reparte entre cuentos para niños y adultos, y poemas tocados de una cierta ironía, gran delicadeza y ternura.




Somos ahora como dos palomas grises

Somos ahora como dos palomas grises
que con el despertar de la mañana
se dirigen a la ventana a tomar prestada luz,
a aprovisionarse para la breve jornada
con un poco de resplandor.

Somos ahora como dos palomas silenciosas
y con la aparición de las estrellas
nos asomamos a la ventana a acrecer nuestro consuelo,
a convencernos de que aquel mundo ha de permanecer por siempre
y que por siempre ha de durar el celeste resplandor.

Somos ahora como dos palomas fieles;
reñimos alguna vez por un abrigo:
yo grito que hace frio; tú, que hace calor,
y por sobre nosotros una sonrisa amarillenta
enciende un joven resplandor.

Somos ahora como dos palomas inteligentes;
en días libres leemos el salterio.
Yo digo: —Siento nostalgia por las filacterias y el manto de oraciones.
Tú dices: —Estás vieja de sentimientos, querida mía.
Y por sobre nosotros un salmo de resplandor. 




Dos camas

Dos camas cubiertas con blancas cobijas
callan.
La madera de nuevo siente nostalgia por el verdor,
por el rumor de las ramas.
Las cobijas descansan.
Las blancas camas no quieren decir nada.
Gris la alegría
y grises las madrugadas.
Dos camas
uncidas entre las varas de una pesada carga de años,
meditan…
Miran al firmamente azul por la ventana
y no ven el brillo de las estrellas.
El bosque ejecuta una canción estival;
la tormenta toca una canción de primavera.
Ellas no alcanzarán a escucharla.




Poetas acudirán volando a tu alma

(fragmento)

Poetas acudirán volando a tu alma, como cuervos,
a repartirte hechas sílabas y estrofas,
a ti y a quien te diera luz,
y sobre la claridad de tu rostro,
con todas las letras escribirán un nombre.
Puedo imaginármelo;
yo soy un cuervo,
vine a posarme sobre tu corazón,
sobre tus luminosos diecinueve años
que como diecinueve manantiales brotan de la tierra
y refrescan
mis trescientos veinte años. 


Antología de la poesía
ídish del siglo XX
Selección y versión de
ELIAHU TOKER 



YISROEL STERN [16.423]

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YISROEL STERN

Nacido en 1894 en Ostrolenka, localidad cercana a Varsovia, Polonia, en una familia de pequeños comerciantes.

Estudió en varias escuelas talmúdicas con la intención de llegar a rabino. En 1919 aparecen sus primeras obras poéticas, viviendo pobremente como escritor en Varsovia. Tradujo obras de Shakespeare para la Troupe de Vilna. Durante la segunda guerra es recluido en el gueto de Varsovia y deportado luego a Treblinka, donde es asesinado en 1943.




Manicomios cantan

Henos aquí encerrados por nosotros mismos
huidos a escondernos detrás de los barrotes.
Con espesas cortinas de llanto,
como con trapos, está cubierto el mundo.

Vuestra vida es atardecer y madrugada;
permanentemente sangran las calles.
Las madres enloquecen,
los niños mueren como minutos.

Y los padres desaparecen como los años,
aunque no tan lenta ni silenciosamente;
no son centeno maduro
llevado a moler presurosamente.

Y allí por donde cruza el carro
ya no ha de brotar la hierba.
Y al judío ya no le queda sino lamentarse,
y vuestra voz como el vidrio se quiebra.

Agujeros vacíos son vuestros días;
vuestra dicha, botones mal cosidos;
y cuando queréis dar con los asesinos,
os atrapáis entre vosotros mismos.

Y precisamente la noche quiere volcarse
en vuestro cerebro, como la locura,
y escucháis que el cielo hace rechinar
con ira a las estrellas, como dientes.

No sabéis a donde huir y pensáis:
¿de dónde nos vendrá ayuda?
Pero vuestro tiempo os traiciona y ríe,
y, como un pañuelo alrededor de la sien, se ajusta. 

Debéis roncar en agonía, y la ciudad
debe suspirar enferma—impura, como con leprosos,
y acudís por ayuda a nosotros, vuestros dioses;
a nosotros, los grandísimos locos.





Atardeceres

Atardeceres son criaturas halladas tras las tapias;
atardeceres son ancianos que no logran morirse;
atardeceres son lámparas, ya arden sus mechas.
Atardeceres son ojos de locos silenciosos;
 atardeceres son cartas escritas y rasgadas:
algo nos libera y algo sucumbe.
Atardeceres son anillos sobre dedos cortados:
sangre sobre oro; oro sobre sangre.
Atardeceres son brazos de hermosas pordioseras.
Atardeceres son banderas en batallas perdidas.
Atardeceres son violines mientras malos espíritus
atrapan a la novia y la arrancan de su casa.
Atardeceres son ventanas de sinagogas abandonadas,
en colores gimen los cristales. 

Antología de la poesía
ídish del siglo XX
Selección y versión de
ELIAHU TOKER 






Years

A New Year verse.

 Translated by Andrew Firestone (2014)



I

In the obscure gloomy green grey
of the last lines of trees
there at the end of the world ─ the sky bends down
carefully to the earth
and listens to the quiet passing
of the years, which swim
out like a tear, and fall
down somewhere like a tear.


II

Every night
black-eyed worlds sing
black-hearted songs,
and stars fall
down in fear:

"Who is the father?
Who is the mother?
The years are born
to neglect and abandon.
Far beyond the forests
on a wild foreign isle
the years lie
thrown about in wild chaos,
blind and sickly
and dark as the forests
and silent like the island
unable to cry
they can't cry...
and over them hangs
a frozen curse".

Every night 
black-eyed worlds sing
black-hearted songs,
and stars fall
down in fear.


III

Ding! Ding! Ding! ─
the hours run
from the town's clock-tower
down into the world
and make the call:
A year is born! ─
the hours ring down
onto the stones
and the copper coins
in the tin of "Charity
saves from death"*...

Ding! Ding! Ding! ─
A dog comes along
and stops in the market
with two moist eyes
and can't remember the way
to the village to his master...
A young year wanders lost
from the town belltower
into the night
and falls exhausted
down on the stones
and lies there broken...

Ding! Ding! Ding! ─
on the dark-blue ladder
of the dark-blue night
my heavy heart dreams
up towards the tower,
where the bell of time restlessly
throws itself upon
the night-blinded clock...

and the hours fall
like leaves in Tishrei
down onto the pavement,
until the stones groan
and say to the streets:

"Every year wanders
from star to star
but finds no renewal
and bearing its misfortune flees
from God and the heavens
and falls down
like a sinful angel
to seek out in our
cold land
its eternal rest..."
---------------------

in "Moment", Warsaw, October 15, 1919.

* "Tsedoke tahtsl memoves" = "charity saves from death" was the cry of charity collectors at funerals.






A. LUTZKY [16.424]

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A. LUTZKY

A. Lutzky  (seudónimo de Aaron Zucker; 1894-1957), poeta yiddish. Nacido en Dimidovke (cerca Lutsk), Ucrania, fue educado en privado y preparado para una carrera como cantor. Antes de llegar a los EE.UU. en 1914, Lutzky había visitado Varsovia y recitó sus poemas IL Peretz. La vida no era fácil para el joven inmigrante que trabajaba como vendedor ambulante, maestro y violinista. Cuando publicó sus primeros poemas en 1917 en el Yidishes Tageblat y Der Tog, * Abraham Cahan, Editor de los Forverts, reconoció su talento, le puso el seudónimo "Lutzky" por el nombre de su lugar de nacimiento, y lo contrató para escribir un poema semanal para el periódico. Unos meses más tarde, Lutzky fue reclutado por el ejército de Estados Unidos y luchó en Verdún. Cuando regresó, sorprendió a menudo carentes de intención moralizante. Son relatos teatrales que animan el mundo inanimado a través de palabras y frases cuidadosamente elegidas. 

BIBLIOGRAFÍA:

Rejzen, Leksikon, 2 (1927), 98–100; LNYL , 5 (1963), 20–4; S. Bickel, Schrayber fun Mayn Dor (1958), 58–63; B. Rivkin, Yidishe Dikhter in Amerike (1959), 172–90; J. Leftwich, The Golden Peacock (1961), 300–5. ADD. BIBLIOGRAPHY: A. Almi, Mentshn un Ideyen (1933), 222–40; Z. Weinper, Yidishe Shriftshteler , 1 (1933), 147–56; J. Glatstein, In Tokh Genumen , 1 (1956), 297–300; 2 (1960), 265–72; E. Fershleyser, Af Shrayberishe Shlyakhn (1958), 82–93.



No quiero morir

Eres testigo, Dios:
no quiero morir.
A muerte odio a la muerte,
y a la vida la quiero
como a la vida misma.
El otro mundo es un lugar
demasiado tranquilo para mí.
Mi espíritu no está hecho para allí.

Me gustan los líos,
el ruido, el coraje;
los deseos por fardos
y los bolsillos repletos de juego
y fantasía.

Yo soy de aquí
y aquí quiero quedarme
horas y horas
siempre ocupado.
Preocupado por la vida
quiero vivir mi vida
con alma y vida.

Si ni siquiera se me ocurre
ambicionar otro mundo.
¿Quién es ese otro mundo?
No lo conozco
ni quiero conocerlo.

Quizás quieran morir los quejumbrosos,
dolorosos, los llorosos.
Yo no soy quejumbroso.
No soy doloroso ni lloroso. 




El pueblo judío

Sionistas quieren tener a todos los judíos,
comunistas quieren tener a todos los judíos,
socialistas quieren tener a todos los judíos,
anarquistas quieren tener a todos los judíos.
Todos quieren tener a todos los judíos.

Dice el pueblo:
—Despacito.

—Tal como es el mundo, así soy yo—
dice el pueblo.
¿Cómo es el mundo? Así:
Un poquito de tierra, un poquito de agua,
un poquito de aire, un poquito de fuego;
el resto, arena.

—Así soy yo —dice el pueblo—
 igual que el mundo:

Un brote de sionismo,
una chispa de comunismo,
una gota de socialismo,
un soplo de anarquismo;
el resto, arena.

—De todo un poquito —dice el pueblo—
Igual que el mundo, así soy yo.

¡Ay de un mundo
todo fuego, todo agua,
todo polvo, todo aire!

Un poquito de ídish, un poquito de hebreo,
un poquito de religión, un poquito de librepensamiento;
el resto, arena.

El pueblo judío es viejo como el mundo
y sabio como el mundo. 

Yo soy un cantor;
un cantor a la vida,
un repiqueteador de alegría.

Yo canto respecto de vivir,
de flotar,
de confiar.
¡¿Qué tiene que ver la muerte conmigo?!
Estoy atareado investigando
una motita de polvo,
un honguito,
un hombre.
¡Para mí, la congoja es maldita;
carga un anatema, es impura!
¡Yo soy pura bendición!

Aunque en el otro mundo
me tocara el paraíso,
sin dolor, sin pena,
no quiero saber nada con él
mientras viva.
Porque mientras el mundo sea mundo
quiero vivir,
y después, recién voy a querer más todavía.

¡Cómo voy a querer morir
si en realidad quiero vivir!
¡Las fuerzas no me dan para morir!
¡Si apenas me alcanzan para vivir!

Un instante de dicha
es más hermoso y grato
que el velorio más fantástico.
¡Dios, no me hace falta un velorio!
Con la vida me alcanza y me conformo. 




Un diminuto insecto estudia el mundo

Un diminuto insecto se pasea por un pan
y se llena los ojos de cosas extraordinarias
como si estuviera recorriendo el universo.
De pronto se detiene.
Asustado se dice a sí mismo:
—No seguir adelante;
suficiente.
Un muro. Llegamos al fin del mundo.
Un gigante de aquí al cielo.
El insecto trepa arriba, arriba,
y se sienta a descansar en la cima de la montaña enorme
un comino.

El microscópico insecto piensa conmovido:
—¡Que un planeta sea tan magistral!
¡Sobre mí hay un mundo sin fin!
¡Aquí el aire es más fuerte que abajo!
¡El planeta Marte está ahora a mi lado!
Da miedo dar un paso.
Tengo ya para pensar, añorar y recordar
toda mi vida.




Enseguida ha de llover

Enseguida va a llover,
dice la calle.
Las casas se miran
pálidas, asustadas.

Una hoja de papel se alza
y grita por la calle:
¡Socorro!
¡voy a quedar empapada!

Aparece el sol en el cielo,
se detiene sobre la calle
Y ríííííe:
—Sólo fue una broma;
no va a llover nada. 




Una mosca es inteligente

La mosca más pequeña es refinada.
Elegante.
Inteligente y delicada.

Cada instante se limpia las patitas.
Cuánta pulcritud en asearse las alitas.
Cualquier movimiento la atemoriza.
El silencio la pone nerviosa.

Cuánto miedo hay en una mosquita
a las orillas de una gota de agua.




Génesis de pronto

Creación es sorpresa,
descubrimiento.

Cada creación es temor.

Hasta la sorpresa más dichosa, da miedo.

Cada ser nace con miedo.
Con aquel miedo
que conmovió al génesis.

El peligro atemoriza y conmueve
hasta al ser más pequeño.

Una liebre,
una hierba,
una mota de polvo,
se sobresaltan ante un soplido. 

Aletea con las alitas
y zumba por la bocinita:
—Aquí vuela un avión.
Volar no es caminar;
una milla es para mí un paso,
mundo hay de sobra.

No me importa ir
hasta acá o hacia allá;
soy un gran señor:

yo misma el avión;
yo misma el capitán:
un navío volador.




Viajar en tren

Es una delicia viajar en tren
y oír charlar las ventanillas.
Y ver los postes de telégrafo,
alegres postes de telégrafo:
una mirada por el cristal, y me escapo;
 una mirada por el cristal, y me escapo.

Un perro quiere atrapar a una paloma.
La paloma se da cuenta y se vuela.
El perro la persigue por el campo.
Una pata asustada aletea,
quiere volar y se cae.
La ve una cabra y da un salto.

La solitaria rueda de un molino
se deja marear por el viento.
Una tonta vaca en un riacho
se besa a sí misma en el espejo.

Un gato quiere atraparse la cola,
un espantapájaros asusta en un campo.

Un Jesús corre y se pierde,
corre tras él una iglesia,
se apura tras ellos un cura.
Una sinagoga se asusta y escapa,
un bedel corre tras ella.
Un muchachón mira y ríe. 




Una gorra

Una gorra sentada sobre una cabeza
piensa:

—Para todo se necesita suerte,
hasta para una cabeza.
Entre gente, a una cabeza
se le ocurre a veces una idea delicada,
un pensamiento luminoso.
Entonces ya por sí mismo resplandece el rostro,
resplandece la gorra.

Mi cabeza, problemas;
siempre preocupada.

Apenas me reconozco ya en el espejo.
Ya tengo casi el rostro de mi dueño.
A veces, en sueños, creo que soy él.
Hasta en mí realmente lo constato:
¡Yo —una gorra— me sorprendo
preocupándome, de pronto, por zapatos!




Una mosca aeroplano

Una mosca aeroplano,
un diminuto avioncito,
un zepelín chiquitito,

pero se basta a sí misma:
sólita el pasajero,
sólita el conductor.

Ojitos, dos ventanitas;
patitas, las meditas.
La boca, una bocinita.

Alitas, los alerones.
En el corazón, el motorcito.
En la barriguita, la gasolina.

En la cabecita, el piloto
mira por las ventanitas
y conduce las rueditas. 




Antología de la poesía
ídish del siglo XX
Selección y versión de
ELIAHU TOKER 







KEILA VALL DE LA VILLE [16.437]

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Keila Vall de la Ville

Caracas, Venezuela  1974. Mi libro de cuentos “Ana no duerme” fue finalista del Concurso de Autores Inéditos de Monte Ávila Editores y publicado en 2008 por esa misma editorial en Caracas. Este libro será reeditado en una versión ampliada por Sudaquia Editores, Nueva York, en el año 2015. Mi poemario “Viaje legado” será también publicado en 2015, por Bid&Co Editores, en Caracas. En el 2014 terminé mi primera novela, “Los días animales”, que aún busca casa. Fundé junto a Kira Kariakin lecturas mensuales tituladas Jamming Poético, celebradas desde el 2011 en el Ateneo de Caracas, y resultantes en una Antología: “102 Poetas en Jamming” (Oscar Todtmann Editores, 2014). Participé en la III Semana de la Nueva Narrativa Urbana y obtuve menciones especiales en el VII Concurso Nacional de Cuentos SACVEN y en la IV Edición del Premio de Cuento Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores. Escribí las biografías de los Premios Nacionales de Fotografía Ricardo Armas (en imprenta) y Antolín Sánchez (2011). Mi trabajo aparece en distintas antologías: “Miradas y palabras sobre Caracas, para bien o para mal” (Una Sampablera 2013), “Cuentos contados” (NYU 2013), “De qué va el cuento” (Caracas 2011), y en las compilaciones de la “Semana de la Nueva Narrativa Urbana”, el “Concurso Nacional de Cuentos SACVEN”, y el “Premio de Cuento Policlínica Metropolitana” (Caracas), además de en distintas páginas web y revistas digitales. Mi trabajo ha sido publicado también en la Revista Imanhattan de la Maestría de Escritura Creativa de la Universidad de Nueva York, en las plaquettes de diseño y poesía Mermeladas para llevar 1 y 2, de las cuales soy coeditora. He estudiado cine, narrativa y poesía en diversos talleres en Venezuela y Estados Unidos. Me gradué como Antropóloga (UCV), Magister en Ciencia Política (USB), MFA en Escritura Creativa (NYU), y MA en Estudios Hispánicos (Columbia University).

Blog: http://keilavall.com/keila-vall-de-la-ville/




Pasaporte

Hay objetos
que son puente
y que son llave.
No hace falta explicar.
Hay objetos
que son viaje.

Una esfera
verde y brillante
un chocolate oscuro con sal marina
brunello di montalcino a las doce y veinticuatro.
Hay objetos que son llave.

Tomo este pequeño planeta
toco
o imagino
su superficie rugosa, lisa, herida.

Cierro los ojos.

Aparezco en la terraza
de un lugar en Caracas
Veo plantas tras el cristal.

Mi fruta pasaporte
me recuerda que
una mesa de noche me espera
allí él descansa mientras llego.

Es un ancla
a aquel patio
en cada puesto un cuaderno
una carpeta con liga
un lápiz
y yo.

Un limón.
Pasaporte cable a tierra puente y llave
esfera
verde brillante
rugosa o lisa.

Me recuerda
de dónde vengo
y que no me voy.

Hay pasaportes
de
pasaportes.






Sentidos

Así como de pronto uno ve la música,

oye el color…
Roberto Juarroz

I.


Dios me queda entre las cejas

y el centro del pecho.

Allí no es sólo músculos
huesos
sangre.



Dios me queda allí.




II.

Por la manera en que me nombras

(hay algo que dices, o será la forma,)

sé de precipicios.
Es cuestión de la palabra.

Si me llamas mujer

o si pronuncio
cierto número
junto a la palabra
chocolate,
puedo no mirar

y con todo,

saber que se derrite,
se vuelve pasta.

Puedo imaginar

mi lengua aprisionada,

revolviéndose en sí,

soltando líquidos.




III.

no todo lo que parece es,

pero a veces ayuda.







Reunión

Yo soy sola
pero tengo amigas
que recitan poemas.
Tengo una mordida, me recuerdan.
Yo soy sola, es cierto,
pero ellas dicen cosas como
una más una somos la misma,
mi lucha por no perderme se escribe igual,
no te olvides
de ti
hablemos con un café.

Yo soy sola, tienes razón que soy sola
pero tengo amigas que dicen
de tanto ser mujer a veces quisiera ser hombre para al menos tener razón.
Se me hermanan
al pronunciar palabras como
cansancio
teta
puré
sexo.
Yo soy sola.
Me lo recuerdas
como si eso te diera fuerza cuando olvidas mi nombre.

Recitan poemas, sabes?
hay una que me mira en silencio y asiente,
otra responde adiós se me quema esto hablamos luego,
de tanto cocinar desempolvar postergar quisiera huir me dice,
pero tengo este amor
esta mordida.
Algunas nostalgian y aunque se fueron me dicen queda, quédate.
Una se desconoce,
está abrumada y lo aprovecha para no decir esta soy yo,
se oculta tras la niebla del quehacer.

Estas amigas
a veces no saben cómo dividirse
creen que pueden y sufren por no saber.
Como si un pie pudiese andar por su cuenta mientras el corazón camina otra ruta.
No es posible.
Lo aprenden y me advierten que soy
unasolapieza
y que de cierta misteriosa manera,
somos ellas y yo, la misma.

Así que en mi andar de pie
están todas ellas.
Fueron y serán antes del tiempo.
Higos costura quimioterapia,
in vitro
divorcio abandono falsedad,
disfraz de ángel
hielo
todo lo viven y lo ganan.

Yo soy sola pero menos sola cada vez
porque sé pronunciar palabras como ayúdame
consejo
estoy
per
di
da.
Auxilio.
Sé decir no sé.
Así como me quedé con el amor
así como alguna vez huí de mí y he vuelto
me quedo ahora con ellas también. No las suelto.
Eso que somos se convierte en la cueva que me cobija.
Estamos pintadas, pintamos en las rocas de esa cueva.

Podría seguir contando
como esta periferia se me acompaña,
pero un niño llora y me busca
para que haya vida hago falta,
así que
me
voy.






Love (abismo)

A veces imagino
la vida sin tí
y es un recuerdo roto.





Abismo 2

Recuerdo roto
visión-abismo en la piel
vientre girado, náusea
suspiro mutilado
vértigo.
Inhalación guillotina.
Cuando imagino que ya no estás.






Zodíaco

Hay algo perverso en mí
malditas células malditas
me comen
me dañan
me acaban.
Hay algo perverso
en mí.

Me atraviesa la memoria
me pierde la cabeza
y olvido cómo decir… eso que está allí
no, eso no.
Lo otro.
Teléfono.

No es un signo zodiacal.
Estoy loca o eso creen
quienes vienen y sonríen
y me dicen que todo estará bien.
Yo respondo
que
estoy
muriendo.

A ratos sé.

Dices guanábana
rompes calendarios
hablas del mundo
lees la prensa para mí.

Dices masaje
manicurista.
Fibra.
Otras cosas más.

Eres
la que hice mujer
a fuerza de cafés y mesa redonda
a fuerza de palabras
y mirada incisiva.

Te defendí.
Ahora te dejo
para morir.




RIVERSIDE DRIVE

El auto se detiene frente al edificio de molduras y techos altos.
Abre la puerta el conductor
viejos pantalones de caqui, zapatos deportivos
camiseta gris vegetación.
Pesado organiza la cajuela
hace espacio.
Espera enlazado a la hiedra
que abraza al edificio con vista al parque.
Parece que pierde el tiempo. Se anuda al paisaje.
Sin moverse espera
algo

una mujer sensatamente informal, en sincronía cromática
con el hombre y la arquitectura,
las aceras,
la vida de Riverside a la que asoma desde la ventana
todas las mañanas con el café.
Sesenta años al menos sobre los hombros caídos
en cada hebra del cabello rubio ceniza.

Esposo y Esposa no recuerdan dónde eligieron el vestuario
que los espeja. Sus botas, cuando llueve, son del mismo color.
Las biografías se reformulan en las siluetas
y en los abismos del otro.
No saben cuándo comenzaron a desviar la mirada
para no discutir, no reparar en el flirteo hacia la mesa contigua
disfrutar, con sensatez, de la cena. Tantos años
trajinando juntos el saberse
hace agua una que otra vez.

Esposo recibe el equipaje de su mujer
sin pronunciar palabra
no gesticula nadie
nada.
Esposa se sienta de copiloto. No voltea a mirar.
No hay que mirar cuando se adivina sin esfuerzo
el próximo gesto
de un viernes cómodo
igual a los demás.

Son los de la casa
donde los hijos llegan esporádicos a pelear
a lavar
a comer pastel
a exigir discreción.
Fueron los de las manos bajo el mantel buscando muslos
los de las faldas enrolladas, húmedas
en desorden silencioso. El cierre se bajaba fácil
en cualquier escalera de la universidad.

Pero Esposo y Esposa ya tantearon disimulados las rodillas de alguien más,
ya limpiaron sus labios en el ascensor
antes de seguir el día. Ya se ducharon al llegar a casa, antes de cenar
ocultaron olores acres y dulces, cubrieron bajo un edredón pesado
la sospecha.
Esposa conoce las prohibiciones
gastronómicas de él. La gastritis, la úlcera y demás. Esposo sabe
que treinta minutos de meditación diaria
la centran.

En el auto van certeros a la cabaña
cargados de libros, dos botellas de vino
el plato preferido que comparten,
una lasagna.
Tantos años compartiendo también
la vacación que reconforta.
Comienzan a irse a la pausa amable
los esposos se están yendo
rastrillarán hojas secas
en bolsas grandes dispondrán la alfombra naranja
se prepararán para el invierno despejados de cualquier lugar común
sobre el final.

Más hermanos cada vez
se alejan.
Son sólo una pequeña marca en la calle sinuosa
que habitan.




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