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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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RUTH PÉREZ AGUIRRE [16.107]

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RUTH PÉREZ AGUIRRE

México. Escritora yucateca, de profesión Maestra Normalista, es egresada de la Esc. de Escritores “José Gorostiza” SOGEM, Diplomada en Creación Literaria.

Ha tomado cursos de narrativa auspiciados por FECAT, la Universidad Tecnológica de Tabasco y la Sociedad de Escritores.

Miembro activo de la Sociedad de Escritores de Tabasco “Letras y Voces”, del Club de Mujeres Periodistas y Escritoras de Tabasco, del PEN Club México Internacional, miembro del Club de La Pluma del Ganso, miembro del Movimiento cultural aBrace Uruguay y Brasil, miembro fundador del Foro Cultural Independiente A. C., miembro de SELAE, Sociedad de Escritores Latinoamericanos y Europeos, miembro de Poetas del Mundo, Miembro de La voz de la Palabra Escrita Internacional, miembro de The Cove/Rincón Internacional, Miami, Fl. SIPEA Iberoamericana; miembro de UHE Unión Hispanoamericana de Escritores, de Perú...

Becada por FECAT en 2006 con el proyecto de la novela “La casa árabe”. Publicó su primera novela internacional en Buenos Aires, Argentina, Incompatibilidad-Compatibilidad.

En la ciudad de México participó en la antología Cuentos de la Pluma vol. 3; En Tabasco publicó una novela breve Cuadros de vida, un poemario Arpegio Poético y un libro de cuentos Personajes de mis sueños.

En Argentina colaboró en una antología con autores latinoamericanos Escritura sin Frontera.

En Michoacán, México, con la antología de cuento del XIII Premio Nacional Carmen Báez.

En Uruguay- Brasil, con la antología de narrativa Cuentogotas VII

En Tabasco la antología poética, Los primeros versos.

Publicó en Uruguay-Brasil un libro de literatura infantil: La muñeca de papel. El juego de las letras. 2007. Presentación en el marco de la 17ª. Feria Internacional del Libro, Cuba 2008 y en el 9º. Congreso Internacional aBrace 2008. La Habana, Cuba.

En la Cd. de México colaboró en la antología internacional: Innombrable fantasía.

Publicó Sueño de vida. 1256.2008 Novela breve. Morelia, Mich.2009., que presentó en septiembre del mismo año en la Universidad Internacional de la Florida FIU, bajo el auspicio de la asociación bilingüe The Cove/ Rincón Internacional de Miami, Florida. Y presentada también a la Primera Feria Nacional del Libro “Carmen de Mora”. Tabasco. 2009.

En USA colaboró con la antología Nuestra voz, Our voice, Notre voix, del PEN Club International; en Australia con la antología Amore che vieni… amore che vai.
En Tabasco participó en la antología Memorias del agua. 2009.
Antología de microcuentos 2008. Para leerlos todos. Universidad Iberoamericana de León Guanajuato.
XL Premio Letterario de poesía bilingüe Giuglia Gonzaga. Italia- España.2009
Antología poética Babel IV Uruguay-Brasil. 2009
Ant. Poética gira poema 2009. Letras Kiltras, Chile.
Antología poética Le altre forme delle donne. Edit. Albus. Nápoles, Italia. 2009
Antología Infantil: A cuenta de cuentos. 2009. Tabasco. Canacintra.
Antología. Palacio de Hipnos. Premio Internacional de cuento Portal de Sueños Lúcidos.
Antología de cuentos Arbolario 2009 Taller de Creatividad Literaria PEMEX.
Antología I Concurso no competitivo Por un mundo mejor. Letras Kiltras. 2009.
Antología Más que palabras. El Arte de escribir. Barcelona, España. 2009.
Antología: Érase una vez un cuento. Compendio Gral. Del cuento en Tabasco. 2010. PACMYC
Antología poética Esencia de Mujer II Encuentro Primavera. SIPEA SONORA 2010.
Ant. Poética Gira poema 2010. Letras Kiltras. Chile. Pag. 26 Legado.
Publicó en la Cd. de México La dolce vita de las palabras. Abril 2010.
Antología Curumí 5 Cuentos infantiles, contos infantis. Uruguay-Brasil 2010.
Obtuvo Mención Honorífica en el XXIX Premio Nacional e Internacional de narrativa Raíz alternativa, en Argentina, 2006.
Mención Honorífica en el XIII Premio Nacional de cuento Carmen Báez, 2006 Morelia, Michoacán.
Premio Internacional El portal de los sueños. Argentina 2008.
Menzione d´Onore Poesía. XVI Concorso Letterario Internazionale. Australia.
Menzione d´Onore Narrativa. XVI Concorso Letterario internazionale. Australia.
Gira Poema 2009. Antología electrónica de Chile.
Diploma y Mención Especial Premio Literario Katharsis. Málaga, España.
Finalista del XVII Concurso Internacional Valentín Andrés. Grado –Asturias
Finalista del VII Concurso Internacional de Poesías Lincoln-Martí 2009.
Finalista del II Concurso Bellver de Relatos Breves 2009, Mallorca, España.
Finalista del II Premio Literario de Cuento Infantil “El Arte de Escribir”. Barcelona, España. 2009.
Finalista del II Premio Literario de Relato “El Arte de Escribir”. Madrid, España. 2009.
Finalista del II Premio Literario de Poesía “El Arte de Escribir”. Madrid, España. 2009.
Primer Lugar del II Premio Literario de Cuento Infantil “El Arte de escribir”. Barcelona, España. 2009.
I Certamen no competitivo “Por un mundo mejor”. Letras Kiltras. 2009. e-book.
Autora de la columna: Hablemos de libros, de la página cultural del diario Novedades de Tabasco. 2008-2009
Escribe en revistas y periódicos en Tabasco y México
Colabora en el programa radial Los Eternos Efímeros. Poesía. Cd. de México.
Colabora con revistas y blogs literarios en diferentes países en español e italiano. Ha traducido parte de la obra de la escritora italiana Maria Rosaria Longobardi.





INTRINCADO AMOR

Plácidamente enroscada
en la rama de un árbol
se encontraba meditando
sobre los afanes de su vida
una joven anaconda 

Sus largas pestañas no parpadeaban
ante la proximidad
del diáfano aleteo de una libélula
de cristal azul
que azarosa contemplaba con asombro
aquel intrincado cuerpo…

Una manzana roja y brillante
pendía de otra rama
más alta, tentándola
pero los cenicientos ojos 
de la anaconda permanecían sin mirarla
ignorándola aburridos
de la eterna historia

No quería saber nada de manzanas
pensaba sólo en su vida
en ese amor que dejara
atrapado en el corazón
de un ámbar
en cuya mina
ella se había refugiado
en un fresco día de lluvia.

La bruma empezaba a caer
y con delicado gesto
vestía la nudez de las hojas

La anaconda fue bajando del árbol
desenrollándose lentamente
insinuante
se dirigió hacia la mina
resuelta a todo…





YO PECADOR

Señor, he pecado tanto
que mi alma herida
arrastrándose ha llegado
hasta el umbral sacrosanto
del templo de tu perdón

Tu grandeza yo espero
confiado en que perdones
a este tu humilde siervo
que no tiene otra virtud más
que la de adorarte con todo su fervor

Mándame un ángel
que me lleve a caminar junto a ti
por tu sendero refulgente
Señor Nuestro, Jesús Bendito
permite que me aproxime a tu mística castidad

Loados sean Tú y la Virgen María
a quienes pido
sepultar este castigo
que representa para mí
los pecados cometidos

Llevan tanto dolor
que hacen temblar a todo Israel
arrepentido estoy, Señor
arrepentido de todos mis pecados...





DAMA DE LA NOCHE

Luna
prostituta de cada noche
que iluminas
la esquina de la calle
mujer fácil que te entregas
a los paseantes que
cobijados con tu luz
salen en busca de placeres y amantes

Luna
reflejada en crapulosas aguas
te ufanas de tu narcótica belleza
escrita en los versos de famélicos amores
con tu caminar errante
nadie sabe de dónde vienes
ni adónde vas
te muestras lujuriosa en el firmamento
bajas a la tierra a enseñar
tus obscenos encantos
sobre la diamantada laguna

Mágica prostituta que envileces
mis pensamientos los que por ti 
se han perdido en lodazales de pasión 
y mi cordura deslumbrada por tu espectro
no la reconozco ya

Dama ebria de la noche
llévame contigo
por esas calles perdidas y oscuras
donde recrear tu embeleso
llévame contigo puttana que quiero perderme
en tus noches de placer
y de irresistible lujuria.






CLARO DE LUNA

Las sombras que se arremolinaban
alrededor de mi alma
se han disipado ya
para dar lugar a la luna
que brilla de manera tan insólita
que influye en mi locura
por ti

Amada mía
estás muy distante
de este claro de luna
que deseo compartir contigo
no me queda más que continuar
sumido en mi letargo
y bajar por la intrincada escalera
que me conduce
a las ruinas de mi tumba profanada
pasaré una noche más sin ti
una noche más sin ti
inútil noche de luna llena
plena de dolor 
y amargas ansias
contando los latidos
de este corazón despedazado
en mil remordimientos y pesares.



"Variaciones en pálido azul", 
Ediciones Odisea Cultural, México.




AZUL ESPERANZA

Los diamantes gimen
dentro de sus cáscaras
de cristal
partículas de lágrimas
se esfuerzan en crear prismas
que no atraviesen
los lastimados ojos
el aire indiferente
circula alrededor
del alba joven y tibia
fresca y húmeda
de ese día
preñado de nuevo vigor
que trasciende el alma noble
de la floresta
invitada al festín
para agradar al sol
que sacude el rocío
de sus holandas
para engalanar de fiesta
las nubes.





AZUL DE LUNA

Luna
no estés de estúpida
esta noche
cuando le diga
ya no te quiero
luna
no me envuelvas otra vez
en tu hechizo
ni permitas que mi boca
flaquee
haciendo temblar mis labios
cuando termine con ella
luna
no me hagas recordar
los besos que nos dimos
Bajo tus embrujadores reflejos
en aquellas noches
de candorosos deseos
vete aléjate de mí
luna tonta
déjame en paz
no necesito más
de tus noches
ni gozar de tus encantos
ni de las caricias que nos dimos
iluminados con tu luz azul
anda
escóndete en una nube gris
y no salgas
que nadie te estará esperando
para decirte adiós.




AZUL OLVIDO

La mística ausencia
tiembla ansiosa
e incesante
en el perpetuo rumbo
que infundirá un desagravio
La prístina lisonja caduca al inicio
de un primigenio mensaje
baña y desgarra
el olvido de la tibieza
extraviada
en tapices árabes
de lánguidos prodigios
enlodando la argamasa
de los contornos de un domo
La cristalina lejanía
de los recuerdos
se asoma en las células
de su cerebro y provocan
miradas perdidas
en la turbia profundidad
de sus callados olvidos.







OLGA SOTOMAYOR SÁNCHEZ [16.108]

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Olga Sotomayor Sánchez

Chilena (Santiago-1974). Bibliotecaria. Escritora aficionada desde los 12 años, llevando desde esa época un diario de vida hasta la actualidad.  He participado en dos talleres literarios: el primero con el periodista, escritor y columnista Francisco Mouat y el segundo con la poeta Teresa Calderón. 

Creadora y editora (junto a Miguel Ángel Araya) de Olga Cartonera (editorial cartonera) que en 2012 ha publicado bajo este formato 6 títulos de otros autores, siendo el propio, “Susurros que gritan” y  Hablando Conmigo, Opalina Cartonera, 2014.



SILENCIO

Silencio escucho en la noche, ruido que tapa mis oídos
Silencio
Silencio que golpea con fuerza
fuerza que me da fortaleza
Silencio que comparto contigo
palabras que doy a un amigo
silencio de todos los días
aquel que quiero me de alegrías
Silencio que se transforma
igual que las penas que hoy me ahogan
Silencio, ocho letras con mucho sentido
Silencio, lo único que necesito para encontrar mi destino





PASEANTES

Llegaron abriendo el cielo volando
en una esfera de plata brillando.
Miraron a su alrededor aprendiendo,
sentí como si me saludaran esperando.
Continúan su camino viajando
quisiera haberles hablado conversando.
No eran verdes, ni violentos disparando,
creí sentirles alegres sonriendo.




SIN TÍTULO II

Sueña como el aire que puro mis sentimientos
sueña como el tiempo se ha llevado todo
sueña como el fuego logra vivir en mi interior
rompe las lágrimas que me están partiendo
rompe el corazón que hoy está sufriendo
Mata las ilusiones, como has matado a miles de pájaros
Mata a aquel que sueña con ser amado
Sueña con el niño que nace,
con la madre angustiada
con la niña violada.
Con el hombre que ha dejado su casa.
Sueña con el milagro ocurrido
con la alegría del alma.
Con la tierra en tus manos
y el amor entre las mías.
Rompe los esquemas impuestos,
rompe las cadenas clavadas,
las cadenas del cielo que son del alma
Sueña con el principio del mundo
con el final de la tierra,
con los que amamos.
Sueña con la niña que crece
que saluda a su padre
cuando este se muere.
Sueña con el hijo perdido
que ha dejado su casa
con el asesino que no
sabe a quien mata.
Rompe la necesidad de justicia,
el dolor del afligido
la tristeza del pobre
la humillación del mismo.
Rompe esa cara que llora
la metralleta que destruye,
las manos que castigan
y que quitan la justicia.
Borra los caminos mal hechos,
las casas sin techo,
el pan que hace falta
cuando uno se levanta.
Borra la mentira del rostro
quita la miga del mendigo
y entrega todo lo que has dado
cuando te han pedido.
Nunca digas no al que ayuda te pide,
nunca niegues la mano al que antes te la dio.
Apoyar al hombre solo.....haciendo lo que te gustaría
te hicieran a ti





YO

Inteligente, celosa, sensible, mal genio, amante, ingenua,
nostálgica, amistosa, sociable, testaruda, obsesionada,
generosa, ojos azules, llorona, desprendida, bailarina,
enamoradiza, ilusa, fantasiosa, creativa, teatrera, artista,
insegura, detallista, preocupada, ansiosa, regalona,
colorida, textura media, alegre, incongruente, escritora,
apasionada, enojona, con carácter, apurona, preguntona,
catete, hija, hermana, amiga, tía, sobrina y nieta.
Trigueña, melosa, curvilínea, ególatra, chascona, sin
maquillaje, pink lady, autocrítica, soñadora, responsable,
querible, amable, inconstante, rencorosa y despechada.
Transparente, hermética, discreta, bailadora, coqueta,
profesional, envidiosa, conversadora, locuaz, persona,
mirona, exhibicionista, comilona, bebedora y fumadora.
Culposa, buena onda, intensa, ruidosa, intuitiva,
intranquila, hiperventilada, activa, criticona, espontánea,
emotiva, práctica, concreta, exagerada, mañosa,
prendida, melancólica, buena persona y otras tantas que
se me olvidan porque en este ejercicio me quería
desquitar.





Colección Librillos de Poesía, Opalina Cartonera


DESANGRADA

Atada de pies y manos, sangra la herida causada por el cuchillo atravesado en la espalda.
La Reina de hielo  transforma las lágrimas en estocadas que cada vez calan más profundo.
La sangre es salada debido al dolor de la indiferecia y duele porque aún está abierta la llaga.
Una a una se van cerrando las puertas y sumando las corazas.
...
Más firme, fuerte y cerrada está la fortaleza. Cada vez menos gente puede entrar.
Las sábanas rojas se confunden con las negras,
las palabras con las promesas,
los dichos con los actos.......
y todo queda en nada
Así como nació, muere lentamente, con una agonía culposa.
La Reina no se doblega, no cede, no para ni se detiene.
La vida sigue, los caminos  se abren y ella continúa su marcha.





DIVAGACIONES

Arrancando de lugares, de miedos y de fobias
escondiendo las palabras, los lugares, los recuerdos.
espantando los fantasmas, las ilusiones y los tiempos.
Atrapando las imágenes, las vivencias, los momentos
...
recordando lo que hace falta
escribiendo sin permiso, edición o corrección
mostrando siempre todo lo que soy
imaginando lo que eres, los que soy o lo que fuimos
recreando todo lo que vivimos
una historia, un cuento, muchas letras
una vida, un pasado y un futuro que nos espera
Creciendo en el arte del amar
en la vida que se va, en la muerte que nos llega
Desahogando lo que siento, lo que pienso y lo que creo
botando en la basura tiempos muertos
Sin saber qué escribir, ni qué decir
cómo hablar sin estorbar
cómo gritar sin alterar
cómo cambiar y sin modificar
Una vida, muchas muertes
tanta nostalgia viva e inerte
Muchas palabras vacías
varias  letras incompletas
sinfonía de vida
siempe atenta
Y se acaba la noche
y no hay más qué decir......
entregar o vivir.




REINA DE HIELO

Aparece de vez en cuando, sólo cuando sus hermanas la llaman. Las tres juntas forman un entero. Ella es una de las partes. La fría, la distante, la que no tiene sentimientos. La dura, la fuerte, la que usa todas las corazas. Ella protege a las otras para que no se caigan.

A veces a muchos asusta, en ocasiones todos quieren tocarla, pero es escurridi...za y mil veces se marcha. No da la cara, es transparente, la ven pocos, aunque muchos la sienten, no todos la entienden.

Las otras con ella lloran, ríen y juegan. Las otras con ella se complementan.

Algunos no quieren conocerla por miedo a temerla. Otros quieren tenerla, aunque ese sea privilegio de pocos.






CARL MICHAEL BELLMAN [16.121] Poeta de Suecia

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Carl Michael Bellman

Carl Michael Bellman fue un poeta, cantautor, y trovador sueco, nacido el 4 de febrero de 1740 en Estocolmo y fallecido el 11 de febrero de 1795 en la misma ciudad. Se lo considera uno de los poetas nacionales suecos; su influencia sobre la literatura sueca ha sido comparada con la que Shakespeare ha tenido sobre la literatura inglesa. Es probablemente la figura más influyente del período romántico temprano sueco.

Su obra total es muy diversa y rica, e incluye poemas, canciones, salmos y parodias basadas en juegos de palabras. Sus canciones presentan varios personajes que se han convertido en entrañables, entre ellos el relojero Fredman, el músico-pastor Movitz, el cabo Mollberg y la prostituta Ulla Winblad, así como otras figuras extraídas de las mitologías nórdicas, greco-romanas y bíblicas.

Uno de sus trabajos más reconocidos es el ciclo de poemas "Fredmans epistlar" ("Epístolas de Fredman") y "Fredmans sånger" ("Canciones de Fredman"). Sus canciones incluyen melodías folclóricas de la época, así como creaciones propias (p. ej., "Fjäriln vingad syns på Haga", "Mirando a la mariposa alada en el parque de Haga").

Fue un gran bebedor y frecuentador de bares y posadas, y así sus canciones reflejan la sociedad de los barrios bajos de la época. Muchas de sus baladas son cantadas hasta hoy por grupos corales como Allmänna sången y Orphei drängar, así como la juventud sueca en general durante celebraciones estudiantiles.

Carl Michael Bellman nació en 1740 en el barrio de Södermalm de Estocolmo en la casa grande de la familia Daurer (Stora Daurerska huset) en Hornsgatan, para luego mudarse a la casa pequeña ("Lilla Daurerska huset") de la callejuela Björngårdsbrunnsgränd, hoy llamada Bellmansgatan. Sus padres fueron el abogado Johan Arendt Bellman (hijo), secretario de la oficina del castillo real, y Catharina Hermonia, hija del pastor luterano Michael Hermonius.

Bellman comenzó sus creaciones en 1757 como poeta religioso y traductor. Sin embargo, era ya conocido en 1760 por sus "canciones de posada" ("dryckesvisor") como "Supa klockan öfver tolv", "Borrachera después de las doce" (Fredmans sång no. 10), y parodias bíblicas como el conocido poema "Gubben Noak", "El viejo Noé". De esa época es también su "Orden de Baco", una parodia a las órdenes aristocráticas más serias. Una versión acortada a una estrofa de "Gubben Noak" se utiliza como canción de cuna en Suecia:



Gubben Noak, gubben Noak
var en heders man.
När han gick ur arken,
plantera’ han på marken
mycket vin, ja, mycket vin, ja,
detta gjorde han.


Traducción: El viejo Noé, el viejo Noé
fue un hombre de honor.
Apenas bajó de su arca
plantó en la tierra
muchas viñas, sí!, muchas viñas, sí!
eso fue lo que hizo.




Carl Michael Bellman 
Epístola 36

Ulla se acomodaba 
Adormecida por la mañana, 
Con una mano bajo su oído; 
Su llave enérgicamente guardada 
Mirando detenidamente a través de un agujero. 
Fuera en la taberna, el señor, 
Todo era nocturnamente tranquilo; 
la cerveza no existía, 
el agua escaseaba. 
Él se acercaba de puntillas
sobre su cabecera, se hermanaban; 
Incrementaban su respiración, 
los demás sólo escuchaban susurros. 
Ulla temblaba, 
Jadeos y temblores, 
Sobre su frente acumulación de sensaciones; 
Se acurrucaba debajo, 
Junto con los truenos; 
Daba una vuelta y sonreía. 




Melancolía de la jarana infinita
Carl Michael Bellman

Por Omar Pérez Santiago

Hace 270 años, un 4 de febrero de 1740, nació en Estocolmo, Carl Michael Bellman, el mayor genio literario sueco, poeta tan vigente, tan vivo y tan dominante hoy, que lo escuchan y lo aplauden las chicas y los chicos en cualquier concierto de rock, en cualquier fiesta universitaria, o cualquier celebración de la empresa o fiesta familiar. El inevitable paso de los siglos lo ha mejorado, y, como los grandes vinos de guarda, mantiene su estructura y su fuerza, su frutosidad y su cuerpo, que demuestran la salud de la planta.

Estocolmo tenía 72 mil habitantes en 1740, olía mal y las enfermedades llevaban muy directamente a la muerte. De hecho, la madre de Carl Michael procreó 14 hijos, 7 de los cuales murieron de niños. Estocolmo era un puerto activo y había cerca de 900 bares, un alto consumo de alcohol y una extensa prostitución. Bellman tiene descripciones realistas de la vida de esos pobres y dignos seres, y los personajes principales de sus poemas y canciones son precisamente dolidos alcoholizados y meretrices. Bellman no moraliza, no los mira desde arriba, al contrario, escribe con compasión y simpatía y con su trasfondo de dolor, vacío y frustración; pues sí, la intensa tristeza y la dulce miel de la melancolía en la fiesta urbana.

Bellman da confianza, por que no dudaba y por que sus obras están probadas. Su energía, su irresistible felicidad poética, su fuerza mística aun hace temblar las paredes. 

Escribía con envidiable liviandad, libre de convenciones y muy vivaz sobre dos cosas lucidas y cardinales para un humano: primero, la alegría del festejo y, segundo, la angustia, ay, la zozobra de la muerte (“púrpura y oro muta a jirones y basura”). Es decir, dos cosas básicas: la felicidad y la brevedad de la vida.

Su padre era abogado y Carl Michael recibió una buena educación, aprendió alemán y francés, las artes literarias y comenzó a escribir cartas, poesías y a traducir salmos. A los 17 años publicó dos libros con sus traducciones. A los 18 años ingresó a la Universidad de Uppsala, aunque la mayor parte del tiempo allí, tal como ocurre hasta hoy con ciertos estudiantillos, lo usó para ser animador de parrandas. Ese hábito continuaría a través de los años: irse de juerga con peculio prestado. Una vez sus deudas lo llevaron a huir a la vecina Noruega. A los meses es indultado, aunque el banco descubrió un hoyo financiero pues varios de los funcionarios se habían prestado dinero para irse de fiestas con el ameno Bellman. 

Bellman, un significativo pilar artístico, se movía con su cítara desde los bares a los salones de la aristocracia, allí había patees de aves, papas cocidas en salsas, verduras guisadas, frutas secas y pescados frescos muy bien aliñados, acompañados de vinos importados, cervezas y aguardientes, mientras él declamaba y cantaba sus melodías.

Bellman publicó 82 parodias a la Biblia, las llamadas Epístolas de Fredman, su alter ego, y publicó además las Canciones de Fredman, una antología de sus mejores y más populares canciones. Se afirma que sus melodías a menudo era prestadas y reelaboradas, de operetas y canciones populares. 

En 1772 el rey Gustaf III da un golpe de estado contra el parlamentarismo. Bellman había compuesto Skal Gustaf (Salud Gustaf) que se transformó en un popular himno real. Gustaf III era un mecenas cultural y creó la Academia Sueca, la Academia de la Música, el Teatro Real, el Ballet real y Bellman fue un predilecto. Pero, el 16 de marzo 1792, el rey se dirigió al Teatro Opera a un fiesta de máscaras, caminó por el salón y un hombre enmascarado y vestido de negro sacó una pistola y le disparó en la columna. Bellman amaba a su rey y su desaparición le debe haber dolido. El juglar se había quedado sin su protector. Bellman continúa su vida del mismo modo. Un poeta no tiene alternativa, su pasión lo arrastra y no puede rendirse. Su economía empeora y sus deudores no lo perdonan y lo acosan y termina en la cárcel, en una galera fría en un país frío, donde enferma y muere a sus 55 años en 1795. 

Pero la muerte y el paso del tiempo no han importado. Con certeza se puede decir que Carl Michael Bellman está intensamente presente y, por ejemplo, Ve como nuestra sombra, la Epístola Nr 81, la interpreta a coro con el público joven, entre muchos otros, el rockero Joakim Thåström y la banda metalero While Heaven Wept.

En esta Epístola, Bellman construye roles, fiel a su estilo, y aquí están su amigo Movitz, y la gruñona y sedienta Lövberg, a quien van hoy a enterrar y que no presionará la uva ya más. Bellman usa el modo presente y comienza normalmente con un llamado imperativo, en este caso: “Ve”, y también usa motivos de la antigüedad, como el griego Carontes, el encargado de guiar las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro del río.



Ve Como Nuestra Sombra

Ve como nuestra sombra, ve Movitz mon frere!
Como la tiniebla la circunda,
Como una pala de púrpura y oro se altere 
Y mute a jirones y basura.

Carontes saluda desde tumultuoso río, 
Y el sepulturero da tres paladas con brío,
La uva tú ya no afanas.
Por eso, Movitz, ayuda a poner el frío
Mármol sobre nuestra hermana.

La campana atrae la campana mayor,
El organista con flores en el portal;
Y con los niños y su rezo cantador,
Bendice este lugar.
En el camino al templo de la ciudad
Pisan las hojas amarillas de las rosas,
Y fragmentos de palos y maderas 
Hasta que la larga y enlutada comitiva,
Llora y profunda se inclina.

Y a descansar de riñas y fiestas fue,
Tu mujer, la gruñona Lövberg;
Allí, hacia la hierba larga y delgada,
Aún tú miras atrás.

Ella hoy de Dantobommen se separa,
Y con ella la picaresca extraña;
Quién llenará la botella.
Sedienta era ella y resediento yo soy;
Sedientos todos.

(Versión del sueco: Omar Pérez Santiago)




Epistel No: 81 Märk hur vår skugga


Märk hur' vår skugga, märk Movitz Mon Frere! Innom et mörker sig slutar, 
Hur Guld och Purpur i Skåfveln, den där, Byts til grus och klutar. 
Vinkar Charon från sin brusande älf, 
Och tre gånger sen Dödgräfvaren sjelf, Mer du din drufva ej kryster. 
Därföre Movitz kom hjelp mig och hvälf Grafsten öfver vår Syster. 

* * * 

Ach längtansvärda och bortskymda skjul, Under de susande grenar, 
Där Tid och Döden en skönhet och ful Til et stoft förenar! 
Til dig aldrig Afund sökt någon stig, 
Lyckan, eljest uti flygten så vig, Aldrig kring Grifterna ilar. 
Ovän där väpnad, hvad synes väl dig? Bryter fromt sina pilar. 

* * * 

Lillklockan klämtar til Storklockans dön, Löfvad står Cantorn i porten; 
Och vid de skrålande Gåssarnas bön, Helgar denna orten. 
Vägen opp til Templets griftprydda stad 
Trampas mellan Rosors gulnade blad, Multnade Plankor och Bårar; 
Til dess den långa och svartklädda rad, Djupt sig bugar med tårar. 

* * * 

Så gick til hvila, från Slagsmål och Bal, Grälmakar Löfberg, din maka; 
Där, dit åt gräset långhalsig och smal, Du än glor tilbaka. 
Hon från Danto bommen skildes i dag, 
Och med Hänne alla lustiga lag; Hvem skall nu Flaskan befalla. 
Torstig var hon och uttorstig är jag; Vi ä torstiga alla. 



Epistle No. 36 

Our Ulla lay one morning and slept, 
A hand beneath her ear; 
Her key alone the taverner kept 
Or through its hole might peer. 
Outside in the tavern, sir, 
All was nocturnally quiet; 
Beer was none, nor, I'll aver, 
Scarce water to supply it. 
On tip-toes 
He comes and goes 
About her bedside, brothers; 
Lifts a bit 
Of coverlet, 
And whispers with the others. 
Ulla quivers, 
Snores and shivers, 
O'er her head the blanket piles; 
Snuggles under, 
With a thunder; 
Turns about and smiles. 




Fredman's Song No. 10 

Drink till after twelve or more, 
Live it up with madmen ! 
Earth is but my chamber floor 
And the sun my lantern. 
Nothing else is worth a pin 
If my head but giddy spin, 
Giddy spin, giddy spin, 
Giddy spin, giddy spin, 
Until it's so drowsy 
Nothing more can rouse me. 

In my grandad's overcoat, 
Torn and out at elbows, 
Here I stand, on brandy dote, 
'Mid the queerest fellows; 
Out of pretty goblets bright 
Tipple morning noon and night, 
Noon and night, noon and night, 
Noon and night, noon and night, 
Till I'm just another 
Boozy red-nosed brother. 

If my sainted father stood 
Suddenly before me 
"Son", he'd hiccup, "skål ! That's good, 
Brandy best doth warm me." 
"Brother mine," I'd then reply, 
Let us toast the morning sky, 
Morning sky, morning sky, 
Morning sky, morning sky, 
Then to thy repose, sir, 
Thou again mayst go, sir." 

Were I but a man of wealth, 
Gold my pocket lining, 
Christmas day I'd dress myself 
Like the king, when dining. 
Then I'd purchase and I'd use 
Coat and waistcoat and new shoes, 
New shoes, new shoes, 
New shoes, new shoes, 
And of course I'd buy, sir, 
A watch upon my thigh, sir ! 

But my throat can't stand such loss, 
'Tis a very drought, sir. 
What is gold, when got, but dross ? 
Pull the cork right out, sir ! 
Let us steady on our legs, 
Drain this bottle to the dregs, 
To the dregs, to the dregs, 
To the dregs, to the dregs, 
Then let death attack us 
In the blood of Bacchus. 




To Ulla 

Ulla, mine Ulla, tell me, may I hand thee
Reddest of strawberries in milk or wine?
Or from the pond a lively fish? Command me!
Or, from the well, a bowl of water fine?
Doors are blown open, the wind gets the blaming.
Perfumes exhale from flower and tree.
Clouds fleck the sky and the sun rises flaming,
As you see!
Isn't it heavenly--the fish market? So?
'Heavenly, oh heavenly!'
'See the stately trees there, standing row on row,--
Fresh, green leaves show!
And that pretty bay
Sparkling there?''Ah yes!'
'And, seen where sunbeams play,
The meadows' loveliness?
Are they not heavenly--those bright fields?--Confess!'--
Heavenly!
Heavenly!

Skal and good-noon, fair one in window leaning,
Hark how the city bells their peals prolong!
See how the dust the verdant turf is screening,
Where the calashes and the wagons throng!
Hand from the window--he's drowsy, the speaker,
In my saddle I nod, cousin mine--
Primo a crust, and secundo a beaker,
Hochlaender wine!
Isn't it heavenly--the fish-market? So?
'Heavenly, oh heavenly!'
'See the stately trees there, standing row on row,--
Fresh, green leaves show!
And that pretty bay
Sparkling there?''Ah yes!'
'And, seen where sunbeams play,
The meadows' loveliness?
Are they not heavenly--those bright fields?--Confess!'--
Heavenly!
Heavenly!

Look, Ulla dear! To the stable they're taking
Whinnying, prancing, my good steed, I see.
Still in his stall-door he lifts his head, making
Efforts to look up to thee: just to thee!
Nature itself into flames will be bursting;
Keep those bright eyes in control!
Klang! at your casement my heart, too, is thirsting.
Klang! Your Skal!
Isn't it heavenly--the fish-market? So?
'Heavenly, oh heavenly!'
'See the stately trees there, standing row on row,--
Fresh, green leaves show!
And that pretty bay
Sparkling there?''Ah yes!'
'And, seen where sunbeams play,
The meadows' loveliness?
Are they not heavenly--those bright fields?--Confess!'--
Heavenly!
Heavenly! 


CRISTINO GASÓS [16.122]

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Cristino Gasós 

(Huesca, 1876-1944), abogado, y fundador de la Academia Científico - literaria de Huesca, compuso a lo largo de su vida una apreciable obra poética, buena parte de ella recogida en el volumen titulado Líneas cortas (1935). Al hilo de la reedición de este libro, en 2011. 

La finalidad de este trabajo es seleccionar aquellos poemas que reflejan las hablas de la región aragonesa, unas veces de raigambre popular en general, en otras ocasiones con peculiaridades propias de la Baja Ribagorza occidental (Huesca). la selección va acompañada de unas breves notas sobre el autor y sobre las características de su poesía; se incluye además un breve estudio en el que se comentan los rasgos lingüísticos mas sobresalientes propios de las hablas bajorribagorzanas. 

La poesía de Cristino Gasós ha sido catalogada como costumbrista. Ciertamente, lo más extenso y característico de su obra lo constituyen los cuadros de costumbres de la Huesca moderna -en sus cambios y transformaciones-, así como poemas más populares en que los personajes rurales se expresan en el habla de los pueblos del Alto Aragón, como la serie de "El siño Custodio y yo". Sin embargo, no faltan entre sus páginas los acentos heroicos -épicos- cuando se remonta a las sagradas raíces de su tierra y de sus gentes, en la evocación de la batalla del Alcoraz o en la memoria del mártir San Lorenzo, o para cantar las glorias pasadas del monasterio de Sijena o del castillo de Montearagón. Por lo demás, su mayor mérito lo constituyó haberse convertido en un cronista de la actualidad contada en verso y con acertada chispa que a nadie podía mortificar: lo prueba la constancia con que los diarios le distinguieron concediendo a sus poemas lugar de honor en sus primeras páginas.

[Por Fidel Sebastián Mediavilla].



EL REPARTO DE LA TIERRA

Cuando, al venir la República,
se figuró mucha gente
que se iba a hacer enseguida
el reparto de los bienes,
llegó al Gobierno Civil
uno de la Val de Alferche
y dijo al prefecto:
—soy 
republicano de siempre,
y vengo a pedile a usía
que, cuando el reparto llegue,
me guarden a un servidor
una viñica que tiene
el vecino de mi pueblo
Constante lópez y Pérez,
confrontante con la mía
por el lau del sol pusiente.

El gobernador le dijo:
—no es posible complacerle,
porque ese mismo señor
ha estado aquí ya dos veces
en lo que va de semana
a pedir precisamente
que se le reserve a él
esa viña que usted tiene
confrontante con la suya
por la linde del oriente.

—¿Y ya la tiene apuntada?
—sí, señor.
—¿Y no se puede
borrar esa apuntación,
y, 
como aquel que no quiere,
poner encima mi nombre,
pagando lo que valiese?
—sería una falsedad
que no puede cometerse.

—Pues, ¿qué se podría hacer
en un caso como este?
—lo único que se me ocurre
es llamar a López Pérez,
a ver si ante mi presencia
se ponen de acuerdo ustedes
en quedarse cada cual
con la viña que poseen.

Al ver la viña en peligro
de que otro la vendimiase,
respondió al gobernador:
—sí, señor; yo, por mi parte,
renuncio para en jamás
a lo del siño Constante;
pero, por dios, don Rivera,
sobre todo usté trebaje
por que él renuncie a lo mío
por jamás de los jamases,
y que se queden las viñas
igual que estaban denantes.

—Así lo procuraré
cuando a López Pérez hable,
y confío en que en mi empresa
he de resultar triunfante;
pero no se olvide nunca
de aquel refrán memorable:
lo que para ti no quieras,
no lo quieras para nadie.


—No, usía; ni de aquel otro
que me enseñaba mi padre:
cada cual con lo que tenga,
y el que no tenga, que ampre.




CANTARES


[XIII]

Botecarios y médicos,
trujanos y mariscales:
¡Cuando estaremos tan güenos
que sus muráis todos d’hambre!



[XIV]

Bailándose una redova
dijo una novia a su novio:
«¡no te me acapices tanto,
que me malmetes lo moño!»




A Camila Gracia, Campeona de la Jota de Aragón

[IV]

en que las otras joteras
ascucharon a Camila,
todo fue hacer jeribeques
y pidir tazas de tila.


[V] 

Canta la aluda en las güebras
y el gurrión en las canales;
y nuestra Camila gracia
en los treatros prencipales.


[VII] 

¡Quién había de pensar
que la huerta l’Almeriz
tenía una ruisiñora
que cantase como ti!


[IX]

el siño Custodio dice
que él también está muy rufo
de que una hija d’hortolano
haiga consiguido el trunfo


[XI]

Cuando cantas en la huerta,
los rusiñores acuden,
y no quieren ise
né por mucho que los esfurríen.


[XII] 

es muy poco una lifara
y un ramico de claveles
pa osequiar a la que canta
lo mismo que los angeles.


[XIII]

si vas a Roma a cantar,
como llevas entre manos,
todos los días verás
pasar los soldáus romanos.




de PILLO A PILLO 

Una mujer de Fornillos,
ignorante al parecer,
vino a Huesca una mañana
a proveerse de papel
donde escudillar las tortas
que necesitaba hacer.

—güenos días.
—Buenos días.
—saque un poco de papel.
—Tengo de todas las clases.
¿de cuál lo desea usted:
de aparadores, de cartas,
de fumar o de envolver?
—Pues, de ese de escudillar,
que el año pasau compré.
—También tengo: ¿cuánto quiere? 
—Pues, seguntes; digamé
a cómo va cada plego,
pa ver si me cumple u qué.

—Pues sueltos, a quince céntimos
cada uno.—Y llevandoné
más de un plego, ¿a cómo son?
—Pues, por tratarse de usted,
le haré el precio excepcional
de dos reales cada tres.
—güeno, pues, en ese precio, 
cobresené deciséis.
—este duro es sevillano...
—¡de qué parte!
—Todo él.
—¡Coña con el hombre este!
¡Más sevillano es usté,
que de cada nueve perras
me se quiere cobrar diez!.





LAS PROCESIONES DE OCTUBRE

Hubo el día del Pilar
dos procesiones distintas:
la de la Virgen, de noche,
y, a mediodía, la cívica;
y, así como la primera
estuvo muy concurrida,
la segunda resultó
muy oficial y muy fría.

Yo encontré al siño Custodio
recostado en una esquina,
y me dijo:
—Pues, señor,
¿quién sería aquel que iba
con una llave dorada
en un cinturón de hebilla
y con un galón de plata
rebitiada la levita?
Y le contesté:
—sin duda,
el gobernador sería;
porque es de la Llave de oro,
que es una Orden palatina.

—¿sabe a quién le daba un aire?:
a aquel hombre que tenía
en la casa de Chirínun 
taller de platería.

—¡Hombre, el Platero del Rey! 
Por cierto, que daba risa
Con sus tacones de plata,
su cirio de pedrería,
sus cruces, sus medallones
y sus doradas hebillas,
pensaba que a todo Huesca
a su paso asombraría;
y, al verle pasar tan majo,
todo Huesca se reía.

—¡Pues buenos semos aquí
pa la gente presumida,
ni pa almiranos de naide,
por más majo que se vista!
—¿Cómo no ha formado usted
en esa procesión cívica?
—Pues una, porque me canso,
y la otra porque me giba
ir en proseciones de esas
que no va la gente en ringla;
que van en un rebullón
todo maria santísima,
sin peanas y sin santos,
sin velas, sin cofadrías,
sin pendones y...

—Pendones...,
me parece a mí que iban.
—¡Paicen entierros ceviles
sin naide patas arriba,
siguidos de melitares
y empleaus en ofecinas!
— Y ¿por qué no ha de ir el pueblo?
—Porque el pueblo nesecita
que le expliquen lo que son
las proseciones civicas;
y, mientras no se lo expliquen,
solo irá a las robativas,
a las de semana santa,
a las de las Cofadrías
y a las del Corpus, porque esas
sabe lo que sinifican.
—de acuerdo, siño Custodio; 
en las escuelas debía
enseñarse a los muchachos
de seis años para arriba
lo que la solemne fiesta
de la Raza simboliza,
—¿Vamos al Parque un ratico?
—no, ya iremos otro día,
porque tengo que ir a casa
a tomar la merecina;
y, amás, de noche y sin luz
juré que no volvería.




Los árboles

     A los niños

 La cuna en que nuestra madre
nos mece en la edad primera,
la lumbre de los hogares
de las risueñas aldeas,
el techo que nos cobija,
los muebles que nos rodean,
las flores que nos perfuman,
los frutos que nos sustentan,
los libros en que estudiamos
y el arca en que nos entierran;
son producto de los árboles
que véis crecer por doquiera.

Unos nos dan el carbón
que resulta de su quema;
otros nos dan las resinas
y gomas de sus cortezas;
éstos prestan a la Industria
el corcho que les rodea;
aquéllos dan medicinas
que calman nuestras dolencias;
algunos sirven de pasto
a los gusanos de seda;
no pocos nos suministran
sus colorantes materias;
varios nos dan el papel
de que se sirve la Imprenta;
muchos producen las frutas
sabrosas que nos deleitan;
una infinidad de ellos
nos ofrecen las maderas
que inteligentes artistas
trabajan y pulimentan
para construir los muebles
y decorar las viviendas
y hacer los miles de objetos
que se fabrican con ellas;
todos nos dan sus perfumes
y delicadas esencias
cuando se visten de flores 
al llegar la Primavera;
y aquel que menos produce,
el más pobre de la selva,
nos da en verano su sombra
y en el invierno su leña.

En ellos cantan los pájaros
sus armoniosos gorjeos,
y tejen sus lindos nidos
el ruiseñor y el jilguero.
Bajo ellos duermen la siesta
el zagal y sus corderos,
y jugueteáis vosotros
y hacen oración los viejos;
y, a su sombra, en el verano,
y, a su abrigo, en el invierno,
descansan de sus fatigas
nuestros sufridos labriegos.

Ellos encauzan los ríos
que de sus cauces salieron;
ellos calman y moderan
el ímpetu de los vientos;
y son imán de las lluvias,
y enriquecen los terrenos,
y purifican la atmósfera,
y son el sostén del suelo
cuando lluvias torrenciales
amenazan removerlo,
y evitan de los aludes
los perniciosos efectos,
y son filtro de las aguas
que manan las fuentes luego,
y dan belleza al piasaje,
oxígeno a nuestros pechos,
placidez a nuestras almas
y vigor a nuestros cuerpos.

Ya que los árboles son
tan generosos y espléndidos
que tantas cosas nos dan
lo mismo vivos que muertos,
tratadles, queridos niños,
con cariño y con respeto,
y nutrirles con abonos
y calmad su sed con riegos:
que ellos tienen hambre y sed
como nosotros tenemos.
Así les demostraréis
vuestro reconocimiento;
os tendrá la sociedad
por ciudadanos modelos;

cumpliréis con vuestra patria
los deberes que tenemos
de acrecentar su riqueza 
y fomentar su progreso; 
seréis fuertes como robles,
vigorosos como cedros,
gentiles como palmeras,
diligentes como almendros,
provechosos cual naranjos
y alegres como cerezos;
y no seréis alcornoques,
ni membrillos ni canelos.

 Amad, niños, a los árboles
con ese amor puro y tierno
que es patrimonio exclusivo
de los corazones vuestros;
y procurad imitarles
viviendo lo mismo que ellos,
puestos los pies en la tierra
y la mirada en el Cielo.






Al almendro

Gentil almendro florido
que creces en la ladera:
si la Musa me dijera:
«voy a inspirarte un cantar»;
mejor a ti lo ofrendara,
que a las mujeres hermosas,
que al ruiseñor, que a las rosas,
que a los cisnes y que al mar.

Nuncio de la Primavera,
abres tus flores rosadas,
sin temor a las heladas
ni a los céfiros de Abril;
y, cuando todo está yerto
en el invernal paisaje,
le viste tu flor un traje
de malla blanca y sutil.

Mil pintados pajarillos
saborean en tus ramas
el te amo y el me amas
de sus cánticos de amor;
y con pajas y con plumas
y con barro entretejidos,
construyen sus lindos nidos
en la espuma de tu flor.

Las abejas laboriosas,
zumbando en tus derredores,
liban néctar de tus flores
con que rica miel harán;
y las tórtolas veloces,
perseguidas, temerosas,
entre tus ramas frondosas
esquivan al gavilán.

En el lecho de tu sombra,
el labriego jadeante,
y el mendigo caminante,
duermen su siesta mejor;
mientras, al pie de otro almendro,
que los rayos del Sol doran,
se cuentan lo que se adoran
la zagala y el pastor.

Con la harina blanca y dulce
de tus almendras sabrosas,
se hacen muchas de las cosas
que agradan al paladar;
y, cuando el invierno llega,
con la leña de tus ramas,
se encienden las rojas llamas
que caldean el hogar.

¡Salve, almendro soberano,
rey de los bellos paisajes,
el que de blancos encajes
viste al campo en el Abril!

Brisa fresca y rumorosa,
¡ofrécele tus amores
y el aroma de las flores
más hermosas del pensil!

Poema de Cristino Gasós publicado en Huesca en 1935 en el libro “Líneas cortas” y publicado de nuevo, en 2011, en la reedición de tal libro llevada a cabo por el Instituto de Estudios Altoaragoneses, de Huesca, bajo la dirección de Fidel Sebastián Mediavilla, con el título “Líneas cortas y otros poemas”







ALICIA FONTECILLA ARAVENA [16.123]

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Alicia Fontecilla Aravena 

Nacida el 5 Febrero 1960 en Santiago de Chile.
Ha participado activamente en “Letras Kiltras”, y en la antología de poesía y cuento “Caleidoscopios Nómadas” (2011). Participó también en la antología “Fantasía Circense” (2012), que se publicó en Puerto Rico. Obtuvo el tercer lugar del concurso de cuento corto, “Cuéntate Algo”, de Biblioteca Viva, con la historia “Puesta en Escena”.

Ha publicado dos libros virtuales “Piedras contra el Muro”, de Editorial Alebrijes (2011), y “Esta Otra que me Habita” (2012), de editorial Aire Libro. Con esta misma editorial publico el microlibro de poesía, “Como un Ángel Inexacto” (2013), y con Editorial Segismundo,“Sueño con Palabras” (2013).



LA MUJER COSA

Bellísima, la mujer cosa
camina agitando las nalgas
surcando las miradas
con los veleros de sus pechos
desafiantes
suplicantes
El rostro se le diluye en el altar
en donde su dignidad se entrega
al mejor postor
entre un partido de fútbol y otro
entre las noticias y la teleserie nocturna
Nadie recuerda a la mujer cosa
es una entre miles
a nadie le importa su nombre
el color de sus ojos
el aroma de su pelo
Da lo mismo si vive o si muere
seguirán naciendo a montones
cosificadas desde la cuna
cegadas por el brillo engañoso
de la publicidad que las devora
y luego escupe las sobras
en el olvido.



PORQUE RESUCITAR ES INEVITABLE

Pienso en la palabra y su sangre
en el estertor de lo posible
pienso en un rostro
batallando tras las sombras
y la distancia
roto mil veces
como el espejo en que ahogabas
algunos atardeceres de infamia
Vuelvo a pensar en la palabra
en la tuya, en la mía
en la que nace irremediable
abriéndose paso por los labios apretados
por entre los dedos empuñando
un vaso de vino, una cruz
un corazón recalcitrante
Pienso que ya está bueno
ya es tiempo , llegó la hora
-presta atención-
no lo voy a volver a repetir.



PROMESAS

Deja que te hable con ternura
hombre-oso, gigante de las cavernas
bestia primigenia
Hunde tu cabeza en mi pecho
arráncame el corazón a dentelladas
te acunaré entre mis brazos
como si nacieras en este instante
sólo para mí
Olvidaremos las tormentas ancestrales
los repetidos errores del destino
los susurros febriles del pasado
seremos felices, lo prometo
mientras dure este intenso
traqueteo de los huesos
lo seremos.



EL SILENCIO DE LOS AMANTES

Otra vez el silencio
el delgado y pálido silencio
cayendo como un manto translúcido
sobre los labios de los amantes
¿Cómo? -me pregunto- ¿encontrarán nuevamente
el camino a casa?
¿qué será de sus pieles?
¿qué será de sus besos?
¿Qué será del infinito recorrido de sus ojos
por las calles desiertas?
Cavan las palabras sus pequeñas tumbas
mueren en ellas los amantes
la nostalgia les cierra los ojos.







Creciente

Montaña arriba

me interrogas desde la luz que cae sobre los ojos
el cabello al viento
el borde de tus labios me atrae hasta el vórtice
no sé si saldré viva
de este deslizarme a dos voces por tu cuello tibio
en caída libre
en laderas blancas y cerros vas fijando lentamente
mi piel en tu piel
de tu garganta emergen melodías distintas, algo nace,
algo en el aire

Díscolo (Singing in the Rain)

A lo lejos rueda un corazón encabritado
bajo la música súbita de la lluvia en el páramo
noche fría que invita a las caricias de una moza
las palabras son risas, puentes y promesas
y el futuro, un lienzo en blanco, letra ignota
de melodía interpretada a cuatro manos

Paso a paso

En mí encuentras la suma de todos los espejos
la mano ciega que tantea la oscuridad
el zorzal perdido que golpea la ventana de tu noche
no hay agujeros negros ni muertes violentas
sólo estar y ser entre fuegos multicolores
y unos pies menudos dejando huellas en tu cama



Plenilunio

En ti

A solas muerdo los cristales del silencio
y el agua tibia de tu presencia me inunda
en ríos desbordados me deslizo hacia el futuro
me empuja la brisa ligera de la primavera
a nadie doy explicaciones, me elijo en ti

Retrato hablado

tan cerca
tan grande
tan certero
tan poema
tan palabra
tan espejo
tan mano
tan beso
tan noche derramada en mi cuello
tan caricia atravesada en tu garganta
tan deseo acumulado en la sangre
tan mío, tan tuyo, tan lejos

Entretiempo

Apúntame un poema a la sien
dame de beber la cicuta de esa estrofa
mátame a verso lento, a rima suave
declama cada uno de tus portentosos dedos
sacándome a metáforas la ropa

Deliberada

Juegas a torcer la cadena dura del destino
las curvas rotas de tu historia
acentuando delicadas fintas en rebeldía
el rictus decidido de la boca
la mirada ávida que enroscas a mi cintura
los latidos de tu apremio
Me detengo y acaricio cada pensamiento tuyo
la línea grafito del mentón
Vuelve a mí la palabra, el sabor ignoto de tu boca

In Situ

Persisto en la ruta de tus labios,
tozudamente, con la perseverancia
de los ahogados de tierra firme,
muerta hace tres meses en tus ojos de agua clara,
con la sonrisa que me abandona en
este invierno dormido de tus manos,
perdido de las mías, siguiendo la huella de tu piel,
vibrando esquiva en las figuritas del destino,
esas que me llevan, una y otra vez, hacia ti
esperándome en el sol de injusticia de este
mediodía que ya llega, vida mía.



Menguante

La continuidad de la luna

abro las manos empuñadas y desde mis dedos escapa un nombre
se aleja dejando leves rastros de tinta en negritas y cursivas
una única lágrima se arrastra rodando penosamente tras las letras
a lo lejos la luna brillante y redonda me observa indiferente
otros rostros le sonríen con bobalicona y ciega admiración
nada saben de las paredes cerradas en los extremos del mundo
ni de las voces secas susurrando adioses en cada puesta de sol

El vacío de tu nombre

Discurro por estos caminos y me encuentro con puertas cerradas,
es mi mente la que me empuja por extravíos incongruentes,
sueños que atraviesan periplos de realidades, es como si no despertara
nunca del todo, como si mis palabras recorrieran tubos y alambradas,
como si encontrara partes de tu cuerpo diseminado en rocas puntiagudas,
y el olor del océano lo invadiera todo, incluso la forma como empujo las mejillas
cuando le doy espacio a la lengua, el aire entremedio, y esa sensación dulzona
que me deja el vacío de tu nombre en las sílabas que pierdo en el día a día

En el azul de tus tiempos

Tiempos de esperas y palabras que se enredan en imágenes
concentradas y líquidas deslizándose por tu espalda, con el recuerdo
de momentos grabados a fuego en el añil de tu sonrisa abierta, en las
manos que te abrigan y te susurran invitaciones sutiles, palomas bajando
en picada a recoger las migas de mi corazón cortado en trozos, una y otra
vez, por la cuchilla afilada de tu pupila, afirmándose como náufraga de otros
mares en el borde de mi respiración agitada, en la energía infatigable que
te empuja en vaivenes, y te espera, vida mía, mientras cuento los latidos
que me acercan a tus cielos dulces e iluminados de caricias que te buscan
y no te encuentran en estos días azules y grises que me separan de ti

A la deriva

Existe en la fría ternura de la cerveza
en la neblina leve de su espuma
lágrimas doradas, dolores perdidos
Manos que se aferran a un vaso
mientras el alma se agita náufraga
entre los restos de tanto desengaño,
navíos rotos de penas y abandonos
amores ahogados en adioses tristes

Anocheceres

Luna plateada / luz detenida en la caricia / 
verbo pronunciado en la ausencia /
ilusión de soles perdidos /
Enroscado en sí mismo el calor no llega / no alcanza / 
no fluye de los labios apretados /
las manos cerradas /
El alma aterida empuja los bordes del cardios / 
interroga pulmones / se asoma a los ojos /
se asfixia en la sangre /



Luna negra

Letanía furtiva

Permita que me lamente, así, triste
a lo lejos, tropezando en las distancias
en ese ojo que cae un poco torcido,
interrogando otros labios enraizados en los míos
Permita que le llore mucho, a raudales
a ríos caudalosos, a juegos de manos
a tríos y cuartetos
a sonatas y conciertos
Y en el olvido en que me sumerge
permita que le susurre,
que mi aliento a mandarinas lo despierte por la noche
tiritando de frío, de miedos, de caricias fúnebres
preguntándose, una y otra vez, por qué carajos
me dejó partir.

Palomerías

Allá va de sombras, intensa, intensa
se mira al espejo fría, fría, fría
hielo fragmentado en el aire
quebrada el ala, el alma rota
atravesado el güergüero de amores
rojo ropaje de rosas nocturnas
risas acuchilladas a mansalva
Vuela pájara triste, triste, triste
reparte tus plumas, aléjate
muérete pronto en tus cielos grises
No persigas mis sincronías de olvido
con tu agobiante cucurruteo eterno
ya no te quiero, ya no te quiero, ya no

En el rigor

Los días a veces se arrastran parricidas por las calles
los nombres de las cosas se olvidan
(en el miedo del alzhéimer)
no se entiende este frío que sube por los brazos en primavera
nada cambia -dime tú- tanta cosa y el mismo reflejo
sostenido entre tus manos
(que tiritan de pavor al párkinson)
y en medio de todo -pienso yo- tantas ganas tengo de soltarte
de olvidarte en el aburrimiento de las tardes que no mueren
en la respiración sostenida y sibilante del corazón que late
asfixiado en el humo de la nicotina asesina
que te espera volteando una esquina cualquiera
(el enfisema que te aterra)

y tú -de nuevo tú- adormilado en una silla bajo las sombras
soñando con cuerdas enroscadas a tu cuello

Epitafio

y aquí soy, ya lo ves, de nuevo, alimentándome de palabras
las tuyas, las de otros, hinchándome de ellas, como una esponja,
un pez globo cubierto de espejos, observando una imagen que 

se repite infinitamente, saltando de reflejo en reflejo, sin pausa,
sin vida, muerta en acción, o inactiva, y yo, nuevamente, estoy
cuidando el arco, elevando los brazos, tomándome el pulso a dos

manos, vertiendo el corazón sobre la arena, pensando en tanto,
tanto tiempo perdido, tantos miedos, toda la piel que se escapó
del deseo mutuo, insatisfecho ayer, hoy y siempre, porque lo que

no se vivió ya está podrido: una vez que señalo esa línea
divisoria entre el antes y el después. Y no puedo, bien lo sabes
no puedo, nunca pude, retornar a la sangre y mirar hacia atrás.

Inapelable

Renuncio en el más absoluto negro
sin una variante gris de arrepentimientos
(en una noche sin luna ni estrellas
no hay espacio para arcoíris dobles
ni para soles triples levantándose por el norte
en algún otro planeta lejano, fantasmagórico
donde el aire espeso y negro
circula por calles desnudas y negras
ahuyentando extraños insectos negros
que devoran el alma dolida y negra)



Novilunio

En movimiento

Abre el olvido una grieta en la tierra
invisible a la vista, en lo cotidiano, las risas
surgen los días, ráfagas de viento arrasando la piel
las yemas de los dedos registran el tacto
la rugosidad, el error, el susurro urgente de la sangre
ríos de aguas frías, prisioneros de tiempos idos
Una mano tiembla su recuerdo contra el pecho
se escucha el sonido entre hojas secas, avanza una estación
flores ansiosas pugnan por abrir su paleta de alegrías
la esperanza crece verde de raíces inquietas
el libro del destino brotando una página nueva

Terça y Cuarta

Estoy en el aquí y en el ahora
unos ojos secretos me hablan
¿qué palabras se asoman
en este hueco de la historia?
todo se disuelve, nada es exacto
excepto las piedras que brotan
que se repiten, que evito
Aunque no hay primera sin segunda,
ni segunda sin tercera –dicen


EDITH CONTADOR VILLEGAS [16.124]

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Edith Contador Villegas 

Nace en el sur de Chile; Kinesióloga de profesión, actualmente distribuye su tiempo entre actividades laborales y la poesía.
En 2005 edita su libro "Este Secreto Subterráneo", y particiopa en diversas antologías, tales como: Antología Buinense,  Rayentru, Convergencia Crepuscular. 
Su poesía ha sido incorporada en revistas literaria como: Safo, Aurora Boreal, Caballo de Fuego, La Mancha, y Revista Surcos Literarios, donde participa como colaboradora de ésta.



SUSURRO

Acércate,
que las palabras envejecen en la distancia
y no puedo oír, el lenguaje de tus besos
Acércate,
que no haya aire que separe
el aliento tuyo y mío
que tus pasos no despierten al viento
y nos robe el tiempo perdido
Acércate despacio, 
con la suavidad del amor deseado
seamos una piel, uniendo calor y sangre
acércate,
y trae escondida en los labios la risa
que no quiere salir del alma
por no estar el amor consumado.



ACUSADA

Me declaro, inocente y virgen
es el amor quien me lleva,
en un vaivén erótico
por caminos inciertos de lujuria

Me declaro…inocente y ciega
del atropello a hombres incautos
que resbalan por mis caderas locas
y se mecen, en mis corpóreas estructuras

Es el amor, que me abraza suave
y en un viaje
de piel húmeda y caliente
anida en mi ser de animal en celo

Me declaro…inocente y virgen
de concubinatos y traiciones
pues fui encantada por el paisaje rosa
del invisible y ardiente, paraíso del deseo

Me declaro…inocente y débil mujer
que envuelta en fogosas llamas
hace el amor,
en la liviandad de un cuerpo
cual si fuera… un dulce juego pasajero.



PROTESTA SUBJETIVA

Protesto por la burocracia
Por la explotación del hombre, hacia la mujer
Protesto por la mala suerte
Por el rostro agrio del chofer del bus
Por las flores, quemadas por el sol
Por las causas perdidas
Por los arribistas y coimeros
Por la muerte obligada de todos
Por la psicopatía, que enajena a los queridos
Alzo la voz despacio
Hago chocar las palabras contra la hoja
Y nuevamente…!PROTESTO!
Por la irreverencia adolescente
Por la burla, al tímido y al obeso
Por el descriterio y la apatía
Por la falta de libertad y el libertinaje
Protesto por la basura tirada al aire
Por los niños malcriados
Por los padres deshonestos
Por los temblores y huracanes
Por los exceso, por la pena
Por las malas lenguas
¡PROTESTO…PROTESTO!
Por todo lo que no se protesta.



LA PLAZA

La plaza de mi pueblo, en la mañana
huele a fiesta de fantasmas
y entre los restos de farándula nocturna
las flores cuchichean la última historia
de amantes sentados en la banca
mis pasos, se deslizan silenciosos
entre el resuello del pueblo dormido
y en el aire aún quedan las palabras
del triste caminante solitario.
En las ventanas, el visillo ondula
entre dedos curiosos de mis pasos
entrando en la mente, el olor a café
y el calor de la caricia mañanera
La plaza, con su prado húmedo
y árboles desnudos de cariño
me abraza en la aurora frágil
mientras ,de tanto en tanto
el canto ronco de algún auto
interrumpe mi paseo matinal.




HIPNOSIS

Antes de amanecida
mis sueños, entrarán en tu alcoba
y he de hacer un ritual lánguido
para hacerte dueño de mi vida
antes, que la aurora te abra la puerta
estaré entre tus sábanas tibias
y daré un paseo por tus curvas estructuras
luego haré un descanso,
meciéndome en tu pecho
y cuando vueles conmigo hipnotizado
ataré tus brazos con mi savia
y mis labios harán,
una fusión invisible con los tuyos
entonces…
al abrir los ojos en la amanecida
verás sólo el color de los míos,
en tu alcoba.




EL BESO

Voy a su encuentro
desnuda, por un camino a ciegas
tocando con mis dedos ardientes
toda la superficie de su cuerpo
y dejo a su aliento cubrir
como incienso mágico
mi cerebro de animal ansioso
busco el espacio
que me entrega el néctar del amor
para aplacar la sed de la sustancia suya
ahora…estoy bebiendo su dulzor
pausadamente
y se unen las ansias mutuas
tras un beso que no quiere terminar
se hablan los cuerpos
mientras el camino del deseo está sellado
hasta el instante de sentirnos reales
y saber que el amor es cierto
para caer de nuevo, a tientas
en el mismo camino del beso.



VIDA

La vida, es un hilo de seda
que se enreda entre mis dedos
dejándose tejer buscando forma
La vida
es un fino hilo de seda
de una belleza frágil, que se ama
más a veces su transparencia
hace perder el rumbo
y auque yo jale con fuerza,
para retenerla a mi lado
entra en desobediencia caprichosa
y se ríe de mis pasos de Quijote
y excarcela mis instintos
y entra en largo desenfado
¡ Hay la vida revoltosa!
Me ha engañado de cuando en cuando
quedándose en suspenso,
sin moverse
y luego vuelve a ser…una madeja interminable.



CAMAS VACÍAS

Las camas están vacías
las risas han perdido el horizonte
y el desgarro maternal…desangra la tierra
las mujeres de pechos turgentes,
acarician solas su belleza en el espejo
los niños, sentados en la acera añoran
dos piernas gigantes, a quien perseguir
Ellos están en la guerra
aprendieron de un libro fantasma
a luchar contra un mal invisible
han cambiado la música alegre
por el son del misil explotado
y sus manos abrazan…una guitarra de fuego
¡ hay soldado de frágil coraza!
¡ hay patriota inventado de un pueblo!
Aguantas el miedo, escondido en los labios
y te tragas el llanto, frente a tus hermanos
Ellos…están en la guerra
la cena quedó servida
en la mesa espera un vaso
y están…. las camas vacías.





MUJER

La memoria de la mujer
es una cesta repleta de flores y pájaros.
Vuelan, se marchan cada estación del año.

Lleva en su canasta, anidados los recuerdos.
Salen de sus alas dos manos blancas
que van recolectando amores
tejidos en su diario de la vida.

El pálpito de la noche le enciende las venas,
la voz de un niño le enciende las venas,
el calor de un abrazo le enciende las venas.

La memoria de la mujer, es un farol encendido.




SUDÁFRICA ESTREMECIDA

(Homenaje a Nelson Mandela)


Dos serafines de escolta, alas blancas, alas negras.
Sordina amarga del mundo, ¡se marcha Nelson Mandela!

Habitó una celda estrecha, corcel atado a los años.
Esbozan sueños sus manos, asidas al frío metal.

¡Ah!, las cadenas que escuchan
respirar al prisionero con más fuerza
que el tintinear de abalorios carceleros.

¡Ah! Los oscuros días de hambre y miedo.
Raíces arrancan flores, desquicio, locura, muerte.

Sudáfrica atormentada, sangre emanada del pecho,
riada blanca, riada negra, el pueblo llora a Mandela.

En diáfana llamarada le entregan la libertad.
Aplausos en abanico, sepultan el lodazal.

Premio Nobel de la Paz, en merecido trenzar.
Retrocediendo senderos, con su garra el apartheid.

Madiba, duerme tranquilo, arcángeles te saludan.
Viajas un día de diciembre ¡Sudáfrica estremecida!




ULTRAJADA

La memoria de la ultrajada
esconde en un saco sin fondo
la cara del violador.

Un cuervo gelatinoso
con garras en los ojos
y una piedra filosa en el pecho
desde donde golpea la inocencia.

Guarda ese oscuro ruido
que emana del bufido amargo,
de un escuálido y rústico ser
nacido desde el pantano.

Hay en la memoria de la ultrajada,
el no olvido del esperpento
que dejó sus días incrustados
en la faz amarga de la noche.







TEHILA HAKIMI [16.133]

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Tehila Hakimi 

Nació en 1982. Vive en Tel Aviv. Es, además de poeta, ingeniera mecánica. Publicó en 2014 su primer poemario majar na´avod (mañana trabajaremos). En 2014 recibió el Premio Ministerio de Cultura para Poeta Principiante.





Diccionario

Abrí en amor;
decía,
blanco
sobre negro:
“sentimiento potente de afecto
hacia ser humano
o cosa querida
e importante”;

chequeé vida
y la definición era:
“estado de existencia de los seres humanos,
animales
y plantas
que los distingue de los objetos
inanimados”.

Pensé en mundo
y la entrada era:
“Globo terráqueo”.

Pasé las hojas hasta la D
y me detuve en
dolor.

Traducción: Gerardo Lewin




מכתב

אני כותבת סיפור מתח עכשיו
אני לא מרגישה שזה מסביר לי משהו לגבי החיים שלי
אני כותבת שיר, תקראו לזה שיר מחאה
תקראו לזה שיר אהבה, תקראו לזה פשוט מאוד שיר
זה לא מסביר לי דבר נוסף על החיים עצמם
אני כותבת מייל לנציגת פניות הציבור בעירייה
מתלוננת על הרעש, הרעש לא פוסק אני כותבת לה,
ביום או בלילה, יש שכנים שיוצאים כבר מהחלונות
זה לא מסביר לי שום דבר לגבי החיים בעיר או בכלל.
אני כותבת לך מכתב
אני בוחרת לכתוב לך, שוב, מכתב, אולי זה בלתי נמנע,
אתה יודע שהמכתב הזה ממוען אליך
אתה גם תמיד תשאל אותי או את עצמך
אם כתבתי את המכתב הזה אליך
כי אין מעטפה, ובכלל הדואר הפסיק לעבוד
כולם שם השתגעו
הוא מתפרסם ברשות רבים נתונה והכל צפוי
לפעמים אני רוצה לכתוב לך את המכתב הזה על פתח הדלת
אף פעם לא נכנסתי בדלת אבל אני יודעת איפה לקנות ספריי צבע שחור
אני מבקשת ממך בכל לשון של בקשה
תקרא את המכתב הזה עד הסוף
זה לא מסביר לי שום דבר לגבי הרצונות שלי
אני חולמת חלומות טובים
אני כותבת הודעה,
משאירה על חלון הרכב שחסם את השער לבניין שלי
זה שער מתכת כחול שפעם תפסתי מישהו משתין עליו
אתה יודע שאנשים חיים פה?
איזה מן דבר זה להשתין על דלת איפה שאנשים חיים?
זה לא מסביר לי שום דבר לגבי העתיד
כל יצירת קשר עם המענה האוטומטי של המרפאה נגמרת בצליל ניתוק
לא משנה איזו ספרה מקישים אחת אחרי השנייה, ניסיתי את כל הצירופים






HILÁ LAHAV [16.134]

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Hilà Lahav 

Nació en 1985 en Zichron Yaacov, Israel, y es música profesional y poeta. Ha estudiado Historia en la Universidad de Jerusalén y ejecución de música antigua en la Academia de Música y Danza de Jerusalén. Integra algunos exitosos conjuntos musicales en los que interpreta música clásica antigua, así como también música turca, árabe y andalucí. Ha publicado poesía en la revista literaria Mita'am y obtuvo el Premio Universidad Hebrea por sus poemarios. Su primer libro, Alma (נשמה) fue publicado en 2011.





Sola

El orgullo es el sostén de la envidia y la sangre:
si me lo permites, vestiré con tu piel y me iré.
En verdad, rígida estoy en una tromba inabarcable.
No rígida sino petrificada:
mientras tuve aliento toqué la melodía que pude respirar.

No por orgullo ni por descartar una visión he preferido
esta dilatada soledad en lugar de ese hombre
sencillo, llano, ridículo y de sí mismo odiado
en el que había deseado transformarme.

Traducción: Gerardo Lewin





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SHLOMI HATUKA [16.135]

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Shlomi Hatuka 

Es un poeta, músico y activista de Israel. Fundó la Asociación Amram y es co-fundador de la editorial Tangier. 




Carta a un joven de la periferia

No te enlistes:
ésa es la revuelta.

No te servirá de nada,
todas las promesas son para los blancos
todos los descuentos son para sus hijos
y aún así lo que puedas lograr
vale menos que las lágrimas
de tu madre
o de su madre.

Para qué necesitas
que tus manos se acostumbren al metal
o que tus ojos apunten a tu amigo
a través de la mirilla.
Para qué escuchar
los ladridos del sargento.
Mejor oír
los requiebros de amor
de una muchacha.

Ve con el oficial
y cuéntale
tus sueños.
Creerá que estás loco.
Ve con el médico,
pregúntale
por qué te declaran sano
antes de enviarte a morir.

Toma esos tres años (*)
y dedícalos a tu corazón,
esa parcela
de buen fuego,
el sitio
donde se confunden las fronteras.

O por lo menos
aprovéchalos en tu mente,
usa esos tres años
para pensar
investigar
saber
pues si te piden matar y combatir
deberás descubrir antes
quién es, exactamente,
tu enemigo.

(*) Se refiere a los tres años del servicio militar obligatorio
Traducción: Gerardo Lewin 




Open Letter to a Small Town Boy

Don’t enlist
This is rebellion

In any case
you won’t gain a thing
All of the promises
are reserved for whites
and all of the concessions
are promised to their children
andanyhow no right
is worth your mother’s tears,
or his

What’s the use
of your hands adjusting to the feel of metal
and your eyes seeing friends
through the gun sight
and why should you hear
commanders barking
you’re better off with
professions of love
from a girl
Go to the army shrink
tell him
about your dreams-
he’ll think that you’re mad
Go to the doctor
ask him
why they make sure that you are healthy
just before sending
you to die

Take these three years
give them to your heart:
a good
firing zone
it’s the place
that blurs the boundarie

Or at least
give them to your mind
take three years to think
study
acquire knowledge
for even if you do wish to fight and kill
surely you must first discover
who exactly
your enemy is.



§


מכתב לנער מהפריפריה

אַל תִּתְגַּיֵּס
זֶה הַמֶּרֶד
גַּם כָּכָה
לֹא תַּשִּׂיג דָּבָר
כָּל הַהַבְטָחוֹת
שְׁמוּרוֹת לַלְּבָנִים
וְכָל הַהֲנָחוֹת
מֻבְטָחוֹת לְיַלְדֵיהֶם
וְגַם כָּכָה הַזְּכֻיּוֹת
שְׁקוּלוֹת פָּחוֹת מִן הַדְּמָעוֹת
שֶׁל אִמְּךָ
אוֹ שֶׁל אִמּוֹ
מָה אַתָּה צָרִיךְ
שֶׁיָּדֶיךָ יִתְרַגְּלוּ אֶל הַמַּתֶּכֶת
וְעֵינֶיךָ לְהַבִּיט אֶל יְדִידִים
דֶּרֶךְ הַכַּוֶּנֶת
וְלָמָּה לְךָ לִשְׁמֹעַ
נְבִיחוֹת שֶׁל מְפַקְּדִים
עָדִיף לְךָ
הַצְהָרוֹת אַהֲבָה
שֶׁל נַעֲרָה
גַּשׁ אֶל הַקַּבָּ"ן
סַפֵּר לוֹ
עַל חֲלוֹמוֹתֶיךָ:
הוּא יַחְשֹׁב אוֹתְךָ לִמְטֹרָף;
לֵךְ אֶל הָרוֹפֵא
שְׁאַל אוֹתוֹ
מַדּוּעַ מְוַדְּאִים שֶׁאַתָּה בָּרִיא
רַק לִפְנֵי
שֶׁשּׁוֹלְחִים אוֹתְךָ לָמוּת
קַח אֶת שְׁלֹשׁ הַשָּׁנִים הַלָּלוּ
הַעֲנֵק אוֹתָן לַלֵּב
שֶׁטַח
אֵשׁ טוֹבָה
זֶה הַמָּקוֹם
הַמְּטַשְׁטֵשׁ אֶת הַגְּבוּלוֹת
אוֹ לְפָחוֹת
הַעֲנֵק אוֹתָן לַשֵּׂכֶל
קַח אֶת שְׁלֹשׁ הַשָּׁנִים לַחְשֹׁב
לַחְקֹר
לָדַעַת
שֶׁהֲרֵי גַּם אִם תְּבַקֵּשׁ לְהִלָּחֵם וְלַהֲרֹג
הֲרֵי קֹדֶם עָלֶיךָ לְגַלּוֹת
מִיהוּ בְּדִיּוּק
הָאוֹיֵב שֶׁלְּךָ.








IRIS ELIYA-COHEN [16.136]

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Iris Eliya-Cohen 

Nació en 1969 en la Alta Galilea, hija de padres procedentes de Cochin, en La India. Se ha diplomado en terapia ocupacional en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Ha cursado estudiso de artes plásticas, escultura, dibujo y cerámica. Al mismo tiempo, Eliya-Cohen ha abierto una sala de teatro para niños, donde escribe dirige y produce sus propios espectáculos. Ha publicado Maktub, su primera novela, en 2007, elogiada tanto tanto por el público como por la crítica. Obtuvo el Premio Ministerio de Cultura en 2011 y el Premio Ramat Gan para autores nóveles en 2012. 


Libros publicados en hebreo

Maktub (novel) , Hakibbutz Hameuchad/ Siman Kriah, 2010 [Maktub] Dushinka (novel), Hakibbutz Hameuchad, 2013 [Dushinka, Neshama] Dark Lady (poetry), The Author, 2014 [Shcharchoret]


Requisa

Preguntarás:
de dónde vienes,
adónde te diriges,
has hecho sola tus valijas,
quizás te hayan pedido
que entregues algo a alguien,
portas cuchillos, navajas, lima de uñas,
u otros instrumentos cortantes.

Quizás debieras indicarme en voz baja: 
mejor hazte a un lado.

Contestaré:
desde el vientre materno
hacia el lugar donde mi padre muerto
persiste y vive.
Sí, sola, y no,
nadie me ha pedido nada.

En cuanto a la última pregunta:
mis pensamientos se enturbiaron,
en mí lo mismo son labios y corazón,
sólo mi alma va conmigo.

Desde hace años ya
que por aquí marcho
en recta fila
y nunca han sonado
las alarmas.

Traducción: Gerardo Lewin








SERGÉI GONCHARENKO [16.137] Poeta de Rusia

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Sergéi Goncharenko

Serguéi Filípovich Goncharenko, en su lengua original Сергей Филиппович Гончаренко (Estambul, 25 de noviembre de 1945 - Moscú, 9 de mayo de 2006), hispanista, traductor y poeta ruso.

Tras su doctorado, fue catedrático y vicerrector de Investigación de la Universidad Estatal Lingüística de Moscú. Fundó la Asociación de Hispanistas de Rusia y fue numerario de la Academia de Ciencias Naturales de Rusia, también fue correspondiente de la española. Presidió el Comité de Traducción Literaria de la Unión de Escritores de la URSS desde 1976 y el Comité de Traducción Poética de la Federación Internacional de Traducción (1983-2003). Impulsó el Círculo Hernandiano Ruso, creado en junio de 2005 con motivo de las I Jornadas Hernandianas en Rusia para difunduir la obra de Miguel Hernández. Cuando falleció a los sesenta años era vicerrector de la Universidad Lingüística de Moscú.

Tradujo más de 150 autores de habla hispana de todas las épocas y publicó setenta y cinco monografías y antologías de los mismos; entre estas últimas destacan dos bilingües de poesía española de más de un millar de páginas cada una: Poesías españolas en versiones rusas desde 1791 hasta 1976 y Poesías españolas en versiones rusas desde 1789 hasta 1980. También publicó la primera antología de poesía catalana (desde Joan Maragall hasta Pere Gimferrer) en ruso.

Compuso más de cien títulos de publicaciones sobre lingüística general, lingüística románica, literatura española y latinoamericana, teoría de la traducción y teoría del texto poético. Fue una eminencia en teoría de la traducción poética y desarrolló una vasta labor pedagógica. También publicó trece títulos de poesía original, entre ellos Año de cuatro veranos, Hijos de la lluvia, Romancero, Relojes de arena y El discurso de la palabra río.

Obras

Evolución del sistema metafórico español en los siglos XII-XVII (1972)
La poesía latino-americana en lengua rusa (1972)
Aspectos pragmático, semántico y estilístico de la traducción poética: un enfoque diacrónico (1978)
Formación de la escuela rusa de la traducción poética (1978)
El octosílabo español reflejado en el espejo del verso ruso (1980)
La función pragmática de la rima (1982)
La Métrica de Bello y la teoría moderna de la versificación española (1983)
Estilística del verso español (1983)
La rima española (1987)
El aspecto informativo de la comunicación interlingual poética (1987)
Funciones comunicativas del metro y el ritmo en la poesía hispánica (1987)
El contenido informativo de las estructuras fónicas en la poesía española (1987)
Análisis estilístico del texto versal español (1988)
La palabra en el texto poético: aspectos informativo y comunicativo (1988)
¿Es silábica la silábica española? (1988)
Estructuras versales del texto lírico y su traducción (1988)
Razones para estudiar el discurso poético extranjero (1991)
Autología, metalogía y pseudoautología: tres géneros de la poesía y tres métodos de traducción poética (1994)
Teoría del discurso poético español (1995)
Teoría de la rima española (1996)
Cómo se concibe un curso de Teoría y Práctica de la Traducción Poética en las Universidades Rusas (1996)
¿Es traducible la poesía? (1998)
El potencial heurístico y la adecuación trópica en la traducción poética (1998)
La traducción poética y la traducción de poesía: constantes y variabilidad (1999)
El factor "género" en la traducción poética (2000)
Alfonso X el Sabio y la Escuela de Traducción de Toledo (2003).
"Fundamentos teóricos del texto poético español" (1988)
"La rima española" (1987)
"La poesía española en sus traducciones rusas de los años 1789-1980" (1976, 1984)
"Estilística del texto poético español" (1983).






(traducciones de poesía de Sergéi Goncharenko)
por Rubén Darío Flórez Arcila 


En una calle de Moscú entre incontables Mercedes-burbujas
se extravió Don Quijote el caballero,
nunca vio juntos a tantos malignos brujas,
el señor que nada creía ajeno.
Atendió a Sancho quien pensó,
que al enjuto caballero la romántica Rusia
lo llegaría a recibir mejor.
Es un enigma el alma rusa
que uno no aclara con la mente,
a veces hacia el poder es amorosa
y otras lo arroja por la pendiente.
El ideal al Quijote le acelera el corazón
y con la lanza va en arremetida.
¿Dónde estás Gran Bestia? Acaso es la Toyota,
o el Mercedes que acosa como Satán con motor…
Al diablo con Belcebú, si no sabe
quién es el hidalgo de la triste figura,
aunque el maligno no posee la clave
para evitar la pena que el caballero augura.
Lo peor es que el Quijote no vio tanto bandolero
ni siquiera en la pícara La Mancha
y transido de pensamientos lastimeros
se apresta a tomar su revancha.
Con su espíritu intuye al enemigo,
más la razón no le señala el lugar
y teme que la urbe maquiavélica,
lo engañe con un simulacro y no con el Satán de verdad.
Es posible que el banquero lleve en su prisa
inquietud por la horda famélica,
aunque el ricacho muerto de risa
declare a rocinante un pobre delirante.
Vergonzoso es el brillo del millón,
junto a la sórdida pobreza
y no habrá fe ni religión
que vuelvan a la miseria una deseada ciencia.
Dan lástima a los pobres miserables
los ahítos magnates satisfechos:
que con sus sicarios atropellan implacables
atronando la avenida de balaceras y acechos,
porque es puntual la bala que traspasa
el bar, la esquina y los Mercedes blindados,
hasta allí los alcanza y la cuenta les pasa.
Y los pobres que la vida la jugamos a los dados
cualquier réplica de nuestro amado Quijote
es nuestro santo y seña en esta oscuridad.
Como dijera Sancho el francote:
en nuestra Rusia hay hacia ti profunda lealtad,
un amor muy fuerte por el orate hidalgo,
infortunado señor de las armas y la verdad,
que desde la infancia nos dio su libro mágico
haciéndose así nuestro héroe nacional.





Era un río y dos melancolías,
un puente había cuya travesía
no estaba señalada para ambos,
por el destino ni por el camino.
Llevó el incierto azar a dos
desconocidos hasta el puente,
la palabra sobró en aquel momento,
era más pobre que el silencio,
en aquella noche bastaba la mirada
que los envolvía y de la mano
se encaminaron a un lugar
habitado por cierta voz lejana.
Hijos de la lluvia, entre el cristal otoñal,
de resplandor salpicabas el río Sena,
como si la luz fuera sangre de un raudal.
Eras el manantial de mis comienzos
y al agotar mi aliento con tu luz
fui todo y nadie entre tus dedos.
Como extraviado me fui por el camino,
yo lo sabía, tú eras el inicio del paraíso
que apenas existía en la imaginación.





Eso es todo. Lo dividí.
No hay temor ni dolor.
No es una gota de sangre, es un rubí,
que en el cadalso se ve como un cristal.
Era noble el color
del cristal que quedó,
era un nudo ciego
y ahora ha sido deshecho.
Tristes se estremecen los muñones
cual tentáculos de pulpo
y las cicatrices que quedaron,
como si anhelaran en tumulto
aquello de donde fueron cercenadas
por el hacha, de un tajo.
¿Acaso han regresado del país
los condenados al cadalso?
Tal vez el zar de Frigia
reanime el teatro,
¿para que todo sea como antes?…
Nadie hallaría nunca tal  mago
que logre los miembros tronchados
en una unidad reunir.
El nudo ha sido cortado y la sangre
del color del rubí era soberbia,
pues en el corazón del nudo
estaba zar, tu vena aorta.




Señora de la Gracia no me juzgue con dureza
pues no confesaré lo que soñé
o aconteció en mi cabeza,
o fue en la realidad tal vez.
No ha corrido tanta agua por el puente
ni la esclerosis pasó recibo de invalidez,
le pido que no me juzgue con tanta severidad,
pues llegué a creer que mis ensoñaciones
eran ciertas y entre la multitud de la estación,
en los muros fabricados con espejos,
no sabría diferenciar una realidad
virtual de las formas de la verdad,
y no confié en mi tacto y me rendí a los ojos,
juntando el espejismo y el ser como el chamán,
y en el engaño de la óptica
creí ver una chispa de claridad,
era justo que no tocara el fondo ni el umbral.
¿Cuándo te alcanzó, Parca, el tiempo
para marcar los números de mi libreta,
uno a uno los teléfonos con cruces de la sentencia?
Los amigos se marcharon en hilera
y como si no trajera la pérdida desolación
pues en un mundo virtual las caras
siguen presentes como su corazón.
Aguanta ahora y que resuene la voz
que inventó la cinta magnética,
aprieta los dientes, supón que la vida
tuya no ha sido en pedazos dividida,
aunque se fueran a una región galáctica.
¿Qué no quedan los pedazos? Cual hilos de araña sutiles
está en grietas fantasmagóricas el artificio virtual
que apenas ayer prometía todo el color de la vida,
cuando departíamos en nuestro bar.
¿El mundo dónde solo lo virtual tiene realidad
quedó ileso lejos del destrozo,
lejos del vuelo aciago de Goytisolo
cuando en el asfalto de marzo se desangraba solo?
Fue el albur y no hay más vuelta de hoja.
Tiene mañas, quien diga que lo cambia.
Si te abandonó el éxito en esta lid perversa,
se pierde el derecho a un segundo intento,
quien lleva el puñal arrebata la segunda vuelta,
debe ir sin alma,  a lo que sea dispuesto…
Quien tomó por las crines la fortuna, escucha:
Resiste hasta la muerte sobre el brioso
potro que no ha domado nadie,
quienes te acechan piden un deseo:
aciaga sea la decisiva ronda,
de los estribos caerá el jinete;
el drama avanza a su sabido destino,
la regla es de hierro en la arena imprevista,
el último jinete no irá a saber:
un sicario sin rostro apuntará a la nuca.





No sé por qué
a espaldas mías
acechan tantos ojos.
Es una cosa extraña,
como si la promesa
que di, rota hubiera
sido por mí
y al desdichado
su moneda
le hubiera negado…
Habré entonces
de examinar mi vida.
Fue mi orgullo
hacer feliz a todos,
traer bondad
y este fue el pecado.
La bondad no pide
celebridad,
se enmascara
la soberbia de generosidad.
Todo se hace oscuro…
quien persigue hace un signo
que no descifro.
¿Es un conjuro?
En este acecho
resulta extraño
que una mirada
no traiga mal de ojo,
si me sigue desde atrás,
¿Será que la fatalidad
me reserva todo
lo que el destino ha calculado?





A la extensa Rusia las nieves anegan.
Los bosques blancos se escarcharon,
en la estepa y en la taiga sólo huellas
de pájaros y de fiera que los cielos
no dejaron emigrar al sur,
o más bien que prefirieron en lugar
de los confines tibios, la albura de la nieve
y la belleza de la borrasca de navidad.
Así, el vagabundo sin techo ni hogar,
aunque el Señor lo lleve al paraíso
será ingrato y no tendrá felicidad,
lejos de la amarga y purísima Rusia.






A la memoria de Mijaíl Bajtín.

La mascarada irrumpe con destellos… Pero…
hay algo que no suena bien
aquí, donde el recio ron
no halaga el corazón.
Parecería que cualquiera daría papaya,
la marimonda y el hombre caimán
buscan la oportunidad que estalla.
Más el payaso no será el señor,
no tendrá su cuarto de hora.
Aquí la retórica oficial
impone certezas y severidad.
El chisme  bien lo sabe
que el juglar no puede ser mandamás.
Así es, esta es la mascarada
castrada de la mofa del carnaval,
habría allí, derecho para el que quisiera
derribar todo fundamento,
hacer vacilar al ídolo del pedestal,
trastocar el sentido con la frase
que zumba en el alcázar
que se burla en un tugurio
de la esencia y la jerarquía,
de los analistas y su augurio,
del encanto de la monarquía.
Sea la risa mágico cristal
del alucinado espejo del carnaval
que trastorna el gesto de la autoridad
haciendo ridícula la regla y el acartonado
canon de la vaca que caga sagrada,
porque un silbido y un desfile nuevo,
crean con su ensalmo un insólito juego
del mundo donde el tiempo es imprevisto,
donde arriba puede ser abajo
y el que ríe renace en su estupor,
donde sea muchas veces bienvenido
quien se arroja iluso al efímero rol,
donde el infeliz abraza al prestamista;
si es carnaval, que el sonido despierte
el sentido de la frase de cajón
En la noche es ilusoria la falsa
levadura que hincha un carnaval pomposo,
que nos ilusiona sin la saliva de la risa
ordenando a todos poner cara de tramposo.
Mascarada que en su vértigo aprieta el corazón
de quienes arroja a su destino
de vivir y saber que la muerte acierta siempre con tino…
Aunque si lo repites una y otra vez,
lo inesperado te regresa la fe,
aunque el alma viva a la espera,
en una angustia que no deja ver






Después de medianoche no tuve fe
en tu símbolo del búho, León de Greiff.
Contando uno a uno mis despojos,
arroja la vela una sombra.
Fumé el último cigarrillo
y no puse fin al verso.
Su respiración se sentía cerca,
pero se alejó y hubo un silencio,
se calló, quedó sin aliento…
¿Y cuál búho lo volverá a la vida?
No existe: lo ha devuelto
al cenit la luz cósmica,
que en el abismo está al tanto de que el verso
y la balada lleven la clave de su música.
Acaso lo pensó, aún no es el tiempo
acaso muy débil era el resplandor.
¿Quién lo sabrá? Tal vez el arquero
de su luz estelar.
Vuelve como una luminosa veta,
pondría mi corazón como un blanco
para tus transparentes saetas,
para las invisibles olas de tus moléculas.







¿Hace tanto que nuestro paseo por aquella alameda
 resultaba más deseada que el juego?
Ante nuestros ojos los hijos se hacen adultos, s
e marchan a sus mundos.
Lo sabe Dios ¿apenas ayer no era yo
para ustedes la mitad del universo?
Pero entre nosotros centellearon los cristales,
trajeron tristeza y un poco de fiesta.
Les pido no arrojen la puerta
al caleidoscopio que atesora el pasado:
aún la hora de nuestra confianza,
como un espejismo no se ha esfumado.
Aún en este mundo puedo ir en su ayuda,
o hasta la tiniebla que gobierna el hado…
¿Acaso se hacen adultos muy pronto los hijos,
o es que nosotros nos volvemos niños?





LA POESÍA DE SERGUÉI FILÍPPOVICH GONCHARENKO  Y  SU
TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Joaquín Torquemada Sánchez
Universidad de Granada, España


La breve selección de poemas traducidos que aquí se presenta es un modesto homenaje al gran hispanista, poeta y traductor ruso Serguéi Filíppovich Goncharenko. Autor de notable sensibilidad poética y con un prodigioso dominio de la técnica de la versificación, muestra en su lírica un mundo imaginario muy rico y particular, además de un lenguaje depurado y a veces sorprendente. La composición de sus versos suele ajustarse a los cánones métricos, rítmicos, eufónicos y estróficos del sistema tradicional de versificación en ruso; utiliza preferentemente la rima en diferentes combinaciones. Todos estos factores dificultan y condicionan la tarea de traducir su poesía; no obstante, en nuestras traducciones hemos intentado ajustarnos al sentido y la imagen poética del original sin apartarnos de los aspectos formales que adornan sus composiciones. Hemos respetado la estructura estrófica y el número de sílabas, además de mantener, en la medida de lo posible, la pauta rítmica con la que el autor dota a su verso para imprimirle su melodía. Se trata de un recurso artístico intencionado que no debe ser soslayado o infravalorado a la hora de plantearse la traducción. Además hemos introducido la rima, empleando preferentemente asonancias pero respetando las diferentes combinaciones que aparecen en la composición original. Con todo ello se pretende transmitir con la mayor fidelidad posible y de un modo escrupulosamente respetuoso las propiedades de la poesía de Goncharenko. Los traductores españoles de literatura rusa tenemos una deuda de reciprocidad con este consumado especialista en el campo de la traducción de la poesía española al ruso.

Esperamos que este primer intento de traducir al traductor suscite el interés y sea del agrado no sólo de los especialistas en el campo de la ciencia literaria y de la traductología, sino también del público lector hispanohablante en general.

A continuación se muestran los textos originales seleccionados acompañados de las correspondientes traducciones:



Здесь сок заржавленных камней
 сосут березовые корни,
утесы вздыблены, как кони,
а тучи — гривами коней,
а солнце — хлопьями, как снег,
и, как торжественные звуки,
хребтом трепещущие щуки
текут в гортанях певчих рек.
Здесь мох глубокий, словно сон,
и вкрадчив он, как росомаха,
и страшно, чтоб весло с размаха
не раздробило небосклон.
А небосклон лежит на дне
озер, светясь прозрачным шаром,
прощупанный насквозь радаром –
с травинкой каждой наравне.
И пусть граница не видна,
но узких елей силуэты
следят за небом, как ракеты:
столь погранична тишина.
06.06.1964




Traducсión:

Succiona el abedul con su raíz
 el jugo de la piedra ennegrecida;
las penas, cual corceles, se encabritan;
 las nubes, cual corceles, son su crin,
у en copos, cual la nieve, el sol desciende.
Los lucios, con su nado, reverberan;
despliegan ampliamente sus aletas
 у corren al fragor de los torrentes.
Y en dulce ensoñación aquí se esconde
 el musgo соmо un oso agazapado,
y, cosa extraña, el golpe de los remos
el horizonte no ha resquebrajado.
Y alla en el fondo yace el horizonte
del lago, у brilla en transparente esfera,
у al borde perfilado de la hierba
 соmо un radar redondo se dispone.
Y que las siluetas de los pinos,
 aunque el vasto confín no pueda verse,
apunten hacia el cielo cual cohetes
у guarden el silencio fronterizo.

06.06.1964




В Эльсиноре мятущийся Гамлет
этой ночью не ляжет в кровать.
Но над нами с тобою не каплет,
 и на Гамлета нам наплевать.
1
Тоже мне, понимаешь ли, принцип:
разобраться во всем до конца!
Ну как этим займутся все принцы,
 у которых убили отца?
1
У Шекспира, наверное, с детства
Ариадна запутала нить…
Только все-таки некуда деться
 от известного «Быть иль не быть?»

18.08.1997


Traducción:

Allá en Elsinor Hamlet, sus dudas;
 esta noche no irá a descansar,
 pero yo estoy contigo, у la lluvia,
 у hasta Hamlet, me da todo igual.
1
jYo también, ¿sabes, príncipe? quiero
comprender el principio у final!
Pero, ¿acaso podrían aquellos
 cuyo padre han matado sin más?
1
En la infancia de Shakespeare no vino
Ariadna su hilo a tejer…
¿Es posible evitar el camino
 del fatídico “ser о no ser”?

18.08.1997




Еще не готовый сценарий
дописывает сценарист,
 гадая, достойна цена ли
 сюжета, что ляжет на лист.
Достойна ли смерти актера,
который не вор и не тать,
и все же которому скоро
почти каждый день умирать
 на сцене — да так, чтоб из зала
любой ему рукоплескал,
чтоб истина выдумкой стала,
а вымысел истиной стал.

03.08.1998


Traducсión:

Aquel guionista se esmera
 en dar un final a su historia,
pensando si vale la pena
 el tema que duerme en la hoja.
 Si habrá de dar muerte al artista
 que no es ni ladrón ni bandido,
 que habrá de morir cada día
 en un escenario distinto.
Pues sí. Que de toda la sala
 escuche el aplauso al final,
 у de una ficción inventada
 emerja la pura verdad.

03.08.1998




Одна река и две печали
и мост — один… И перейти
 его вдвоем не обещали
 ни судьбы их, ни их пути.
 Случайность странной этой встречи
двух незнакомцев на мосту, -
с ее ненадобностью речи,
как будто вдали в немоту
они в ту ночь, коснувшись взглядом
друг друга… И — рука в руке -
пошли туда, где будет рад им,
наверно, некто в далеке.
Дитя дождя! Сквозь дождь осенний,
неугасимая свеча,
ты шла, струясь лучом по Сене,
свечением кровоточа.
Исток мой и мое начало,
ты, свет свой черпая во мгле,
 меня как бы не замечала,
 но пальцы стискивала мне.
Я шел, пути не разбирая,
 не различая зим и лет,
и знал, что здесь — начало рая,
 которого, конечно, нет.

11.11.2000


Traducción:

Un solo ríо, dos desdichas,
 у un solo puente, que cruzar
 juntos los dos, no prometía
 ni un camino, ni un final.
Casualidad, extraño encuentro,
desconocidos en un puente,
con frialdad, casi en silencio,
con un lenguaje intrascendente,
aquella noche, con miradas
que se rozaban, de la mano,
fueron donde alguien se alegrara
aunque se hallara tan lejano.
Eras cual vela inextinguible
que en el otoño, соmо un rayo
 entre una lluvia imprevisible
 cruzara el Sena ensangrentando.
Busco tu luz entre la niebla,
eres mi fuente у mi comienzo,
no has percibido mi presencia
pero me abrazas con tus dedos.
Y yo marché sin rumbo fijo,
sin sentir frio ni calor, у
supe que iba a un paraíso
 que, por supuesto, no existió.

11.11.2000




Под одеялом сладко спишь
безгрешно обнаженным телом.
Не расколоть бы эту тишь
одним движением неумелым.
Что видишь, ведаешь во сне,
витая в небе, как святая?
Что прижимаешься ко мне,
от моего огня не тая?
Как я тебя ревную к снам –
конечно, душу, а не тело,
Твое я тело не отдам,
ну, а душа — другое дело.
Но если духу моему
нет воздуха в твоем полете,
лишь намекни: я все пойму
и отсеку свой дух от плоти.

28-29.07.1998



Traducción:

Bajo la manta dulce duerme
desnudo tu inocente cuerpo.
No quiero yo que, por moverme,
se desbarate este silencio.
¿Qué ves, qué sientes al vivir
 tu sueño santo allá en el cielo?
¿Por qué te aprietas contra mí
 sin derretirte por mi fuego?
Los celos me hacen suspirar
 у es por tu alma. No lo dudo:
tu cuerpo no he de consagrar;
 el alma ya será otro asunto.
Pero si al cabo para mí
 no queda aire en tu alto vuelo,
sólo lo tienes que decir
 у arrancaré mi alma del cuerpo.

28-29.07.1998




Когда маячит первая строка,
 когда зачатие стиха свершилось,
неотвратимо зрячая рука
 нащупает незримую вершину.
Тогда и дрожь ночного мотылька,
и трубный рев шального паровоза
приобретут весомость парадокса
и приведут к стиху наверняка.
Суть — нараспах. Бери и постигай
ее до дна, пока она ничейна.
У мастера одно вероучение:
он верует в пришествие стиха.

20.12.1963



Traducción:

Tras el atisbo del primer esbozo,
tras la feliz fecundación del verso,
la sutil mano que adivina todo
llega a palpar un invisible techo.
Y el pertinaz rumor de los insectos,
у el loco aullar de la locomotora
adquirirán valor de paradoja
у la atraerán seguramente al verso.
De par en par se abre ante ti la esencia.
Llega hasta el fondo, aunque sea banal,
pues el maestro tiene una certeza:
el siempre cree que el verso llegará.

20.12.1963





Traducción de Andrés Santana Arribas

Andrés Santana Arribas en la actualidad es profesor de ruso del Centro Superior de Lenguas Modernas de la Universidad de Cádiz. Fue pro­fesor de la Universidad Estatal Lingüística de Moscú, entre 1994 y 2006, y profesor del Ins­tituto Cervantes de Moscú, entre 2002 y 2006.

Serguéi Goncharenko, alma mater del hispanismo ruso

«Тraductor y embajador ruso de la poe­sía hispana» llevaba por título un artí­culo publicado el pasado 19/05/06 en la Sección de Opinión del diario El Mundo con motivo de la tragedia sufrida por el hispanismo ruso al fallecer inesperadamen­te el pasado 9 de mayo una de sus grandes joyas, el académico Serguéi Goncharenko.

En un país como Rusia, donde, por motivos históricos y socio-políticos de sobra conoci­dos, sólo ahora comienza España a poner en práctica una auténtica política educativa y cultural (recordemos que el Instituto Cervantes se inauguró en Moscú en febrero de 2002 y que las relaciones diplomáticas entre ambos países se restablecieron tan sólo en 1975), el hispanismo ha vivido momentos de grandes altibajos y épocas realmente duras, en las que los estudios hispánicos estuvieron al borde de la desaparición, como resultado de la ambiciosa política cultural exterior de potencias internacionales como Francia, Alemania o el mundo anglosajón.

No procede obviar aquí que las excelentes relaciones personales e institucionales que mantiene el presidente Putin con nuestro jefe del Estado, así como con los Sres. José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, no han cristalizado hasta el momento presente en la firma de grandes acuerdos empresaria­les o políticos bilaterales. Se da la paradoja de que, sin contar con presencia importante ni especial peso específico en Rusia, la imagen de nuestro país es muy positiva en esta parte del planeta, pues reside en el subconsciente del pueblo ruso como modelo de transición democrática y somos el segundo destino turístico preferido de los rusos, tan sólo por detrás de Turquía. Amén de nuestra amable climatología, los motivos de nuestra positiva imagen en Rusia están enraizados indudable­mente con el hecho de que nuestra lengua y nuestra cultura nos sirven de tarjeta de pre­sentación en estas tierras euroasiáticas.

No puede dejar de maravillarnos nunca como españoles que en un país tan lejano como la Federación Rusa se lea “El Quijote” en las escuelas de manera íntegra y conscien­te (¿qué escuela española se plantea la necesi­dad y consigue que en sus aulas se lea de ver­dad la obra de Cervantes?; ¿cuántos escolares nuestros serían capaces de contar o describir algún pasaje de esta obra?) y que escritores como Cervantes, Lope de Vega o García Lorca sean venerados casi como escritores rusos. Nos decía en una reciente visita a Moscú el diplomático español José Cuenca, insigne cervantista y embajador de España en Moscú durante los años de la Perestroika, que “Sin duda, Rusia es, inmediatamente después de Gran Bretaña, la segunda gran potencia del mundo en cuanto a lectura, estudio y apreciación de “El Quijote”.

No podría explicarse el gancho que tiene todo lo nuestro en Rusia sin un reconoci­miento expreso a la gran aportación de aque­llos países latinoamericanos que mantenían relaciones de amistad de la URSS a la pro­moción de lo hispano, compensando la mala imagen producida en esta parte del planeta por la dictadura militar franquista.

Especial mención merece en este sentido la nunca suficientemente reconocida labor de los Niños de la Guerra enviados por el Gobierno de la República a la Unión Soviética a causa de la guerra civil española. Aquellos Niños de la Guerra y sus tutores supieron integrarse en la sociedad soviética, contribuyendo desde dentro del sistema y des­interesadamente a la enseñanza del español, la elaboración de materiales didácticos y, en defi­nitiva, con su actitud patriótica, a que los pue­blos que formaban la URSS se enamoraran más aún de nuestra cultura, contagiando en sus puestos de trabajo su amor por España.

Y sin embargo, por encima de todos estos elementos de peso, habría que subrayar el papel desempeñado por los hispanistas rusos durante toda su difícil historia. Ellos son los auténticos herederos de Don Quijote, luchando contra molinos de viento con la lanza de su desinteresado optimismo y el escudo de su gran conocimiento y cariño por lo hispano.

Por todo lo anteriormente referido, nos pare­cen especialmente acertadas las sentidas declaraciones a la Agencia EFE por parte del director del Instituto Cervantes de Moscú, Víctor Andresco, tras conocerse la triste noti­cia del fallecimiento de Serguéi Goncha­renko: “Es una gran pérdida no sólo para el hispanismo ruso, sino para el hispanismo mundial, porque Goncharenko fue uno de los que mantuvo vivo el español en los años más difíciles”.

No es de extrañar por tanto que fuera despe­dido de este mundo con todos los honores y al más alto nivel. Emotiva y multitudinaria resultó la despedida que se le tributó durante los actos fúnebres del 11 de mayo, que aun­que pretendía ser un homenaje más bien ínti­mo por parte de familiares, amigos y colegas de la universidad, acudieron finalmente altos representantes de la diplomacia y la política, entre otros el embajador de Cuba y Mijaíl Kamynin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y ex embajador de este país en España. Hubo mensaje de condolen­cia y corona de flores del Kremlin, bajo la gestión personal de Igor Ivanov, compañero de promoción del fallecido y actual secretario del Consejo de Seguridad de Rusia (ante­riormente había sido embajador de Rusia en Madrid y ministro de Asuntos Exteriores de Rusia). Prácticamente todas las embajadas latinoamericanas hicieron llegar unas palabras de condolencia a la Universidad Estatal Lingüística de Moscú y la Embajada de España envió una corona de flores con una gran cinta con los colores de la bandera nacional y otra cinta fúnebre en la que se podía leer: “Al presidente de la Asociación de Hispanistas de Rusia”. También enviaron sus condolencias numerosas universidades espa­ñolas (la Universidad Lingüística de Moscú es el centro docente ruso que cuenta con más acuerdos interuniversitarios con España) y personalidades del mundo docente, literario y académico. Durante el entierro en el cemen­terio de Jimki, a pie de tumba, pronunció unas palabras de consternación y respeto el secretario de la Unión Internacional de Escritores de Rusia, Sr. Oganián, quien califi­có al fallecido como gran poeta ruso y exce­lente traductor literario. El acto tuvo lugar con todos los honores e incluyó guardia de honor, orquesta y salvas militares.

Con Serguéi Filíppovich muere el mejor aliado cultural de España en Rusia y la per­sona que mantenía viva con fuerza la llama del hispanismo en este país. El hispanismo ruso queda en cierta manera huérfano, pues Serguéi Goncharenko, siempre conciliador y ojo avizor, era la única persona capaz de ejer­cer como nexo de unión entre las diferentes familias de hispanistas de distintas universida­des y ciudades de Rusia.

Y es que hablar de Serguéi Goncharenko sig­nifica englobar en esas dos palabras toda la historia reciente del hispanismo ruso. Con su habitual derroche de optimismo, fuerza vital, paciencia y saber hacer, se convirtió de mane­ra natural y merced al reconocimiento de sus colegas en alma y motor del hispanismo del mayor país del mundo. Su entusiasmo, previ­sión y capacidad organizativa hicieron posible la realización, con el apoyo y el patrocinio de la Embajada de España, de una de sus más brillantes iniciativas institucionales, la crea­ción en 1994 de la Asociación de Hispanistas de Rusia (AHR).

No es necesario en un foro tan especializado en hispanismo como Paralelo 50 presentar a Serguéi Goncharenko. Una persona que fue doctor y catedrático de Filología Románica y Lingüística y vicerrector de Investigación de la Universidad Estatal Lingüística de Moscú, miembro correspondiente en Rusia de la Real Academia Española, miembro numera­rio de la Academia de Ciencias Naturales de Rusia, presidente de la Asociación de Hispa­nistas de Rusia, presidente del Comité de Traducción Poética de la Federación Inter­nacional de Traducción, autor de más de 80 trabajos científicos, traductor al ruso de más de 150 poetas extranjeros, en su mayoría españoles e hispanoamericanos, y poeta con 13 poemarios publicados, no necesita eviden­temente de presentación alguna.

Sí conviene, no obstante, recordar algunos de sus principales trabajos a modo de orienta­ción, habida cuenta lo prolífico de su produc­ción científica y artística.

Conferenciante activo, con más de 100 con­gresos y foros científicos nacionales e interna­cionales en su haber, fue autor de más de 80 trabajos científicos filológicos lingüísticos y traductológicos (publicados en ruso, español, francés e inglés), entre los que cabría destacar: Evolución del sistema metafórico español en los siglos XII-XVII (1972), La poesía latino­americana en lengua rusa (1972), Aspectos pragmático, semántico y estilístico de la tra­ducción poética: un enfoque diacrónico (1978), Formación de la escuela rusa de la tra­ducción poética (1978), El octosílabo español reflejado en el espejo del verso ruso (1980), La función pragmática de la rima (1982), La Métrica de Bello y la teoría moderna de la versificación española (1983), Estilística del verso español (1983), La rima española (1987), El aspecto informativo de la comuni­cación interlingual poética (1987), Funciones comunicativas del metro y el ritmo en la poe­sía hispánica (1987), El contenido informativo de las estructuras fónicas en la poesía españo­la (1987), Análisis estilístico del texto versal español (1988), La palabra en el texto poético: aspectos informativo y comunicativo (1988), ¿Es silábica la silábica española? (1988), Estructuras versales del texto lírico y su tra­ducción (1988), Razones para estudiar el dis­curso poético extranjero (1991), Autología, metalogía y pseudoautología: tres géneros de la poesía y tres métodos de traducción poéti­ca (1994),Teoría del discurso poético español (1995), Teoría de la rima española (1996), Cómo se concibe un curso de Teoría y Práctica de la Traducción Poética en las Universidades Rusas (1996), ¿Es traducible la poesía? (1998), El potencial heurístico y la adecuación trópica en la traducción poética (1998), La traducción poética y la traducción de poesía: constantes y variabilidad (1999), El factor «género» en la traducción poética (2000), Alfonso X el Sabio y la Escuela de Traducción de Toledo(2003).

Es autor de numerosas monografías científicas, poco conocidas por el momento entre los cír­culos hispanísticos mundiales, debido a que están publicados únicamente en lengua rusa, pero que incluyen innovadores puntos de vista y aportaciones totalmente novedosas a la teo­ría del texto poético español. Destacamos aquí: “Fundamentos teóricos del texto poético español” (1988), “La rima española” (1987), “La poesía española en sus traducciones rusas de los años 1789-1980” (1976, 1984), “Estilística del texto poético español” (1983).

Autor de más de sesenta y cinco monografí­as y antologías, tradujo a más de un centenar de autores hispanos, empezando por Miguel de Cervantes y terminando por León de Greiff, pero pasando por Garcilaso, Lope de Vega, Juan de Mena, Quevedo, Góngora, Rubén Darío, José Martí,Vicente Huidobro, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Nicolás Guillén, Pablo Neruda o Jorge Luis Borges. También tradujo poesía de otras len­guas, aunque su obra más conocida es “La poesía española en sus traducciones al ruso”, gran antología bilingüe de las mejores traduc­ciones rusas de grandes poetas españoles (fir­madas por grandes traductores como grandes firmas literarias como Valeri Bryúsov, Ilyá Erenburg, Borís Pasternak o Marina Tsvetáyeva, así como por los más grandes tra­ductores rusos de todos los tiempos: Gueleskul, Grushkó, Almázov, Samáyev, Reznichenko, Dubin, Tiniánova, Mórits, Sávich, Vasíliev, Yakobsón o el propio Goncharenko), recogida en dos sucesivos tomos (1978, Progress; 1984, Ráduga), agotados desde hace muchos años y que hoy resultan práctica­mente imposible de encontrar, pese a su tirada de 200.000 ejemplares.

Paralelamente, nunca dejó de lado su labor artística como poeta en lengua rusa, con trece libros publicados entre 1980 y 2005. A pesar de su intensa e incluso frenética labor admi­nistrativa, académica y científica, Serguéi Goncharenko se consideraba por encima de todo poeta. En nuestros 15 años de amistad y colaboración, jamás le escuché pronunciar queja ni lamento alguno, con una única excepción: me confesó en varias ocasiones con sentida amargura ser un poeta intraducible. Resulta fácil imaginar que sensación de impotencia debía sentir un traductor de poe­sía tan genial y prolífico como él (más de 150 poetas traducidos al ruso desde el español, el francés, el portugués, el catalán y hasta el fili­pino) al comprobar que su propia obra poé­tica no podría llegar a los hispanohablantes de todo el mundo. Ese era su sueño y me per­mito aprovechar esta inmejorable ocasión para que sea el propio Serguéi Goncharenko quien se despida con su arte poético:



Знать, сеятелю лишь и ведом вес,
которым Небо наделило зерна…
Лишь знатоку и бездны, и небес
В незнании сознаться не зазорно.
Стыдится челядь, что не знает знать,
чья именно душа вселилась в скрипку.
Лишь мудрецу немудрено признать
свою неправоту или ошибку.
Какой же жар и ледяной озноб
и снова жар, и пот холодный снова
поэту надобно изведать, чтоб
магическим кристаллом стало слово?

(Original: Serguéi Goncharenko)



Ver puede el sembrador no más
el peso dado por su Dios al grano…
Mas quien la nada sabe celestial
admite sinsaberes sin engaños.
Al siervo turba que el señor no ve
qué alma el violín de quién habita.
Solo al sabio es natural saber
de fallos y defectos en su vida.
¿Y qué caliente mas glaciar sudor,
ardor polar la piel del poeta llena
en tanto obra su juglar misión:
en mágico cristal tornar las letras?

(Traducción Andrés Santana Arribas)





© С. Ф. Гончаренко, М. – 2003

Не ведая, каким недугам
её уже обрёк Велес,
Европа, немощная духом,
не знает, сколь ничтожен вес
её пиратской канонерки:
и видеть горько и смешно,
как паруса ей ставят клерки,
забывши про двойное дно.
Европа, дно твоё двойное
и твой во всём двойной стандарт
тебя потопят и без боя –
лишь отвернётся вёрткий фарт
от козней Старческого Света,
послушного чужой дуде…
Бомбя Белград, сама ты где-то
предчувствовала: быть беде.
В те дни решалось, кто же лишний
в земном творении Творца:
Кто: НАТО или же Всевышний?
Боюсь, что ты не до конца
прониклась важностью вопроса,
и перед кем держать ответ
тебе в суровый час допроса
уже вот-вот… Боюсь, что – нет

12.02.2001




Спаси, Всевышний, нас от правды,
от той, что знаешь только Ты.
Отец небесный! – свой устав Ты,
конечно, помня, – с высоты,
доступной лишь Тебе, – на души
греховные своих рабов,
не правда ли, ты не обрушишь
всю правду без обиняков?
Нам знать её не только рано,
но более того – нельзя:
когда в душе такая рана,
то тщетна всякая стезя.
С ней всякий путь – в долину тленья,
где ворох праха и труха
да пепел, – но ни исцеленья,
ни искупления Греха…
Всеведущий! Конечно, прав Ты:
вся суть не в правде, а – в любви.
Так в тяжкий час наш вместо правды,
нам эту истину яви!

19.02.2001




На закате горестного дня,
на меже с бессонницей непервою,
вдруг спросил Он: «Так же ли в меня
веруешь?» И я ответил: «Верую!»
Позже, после всех моих потерь,
Он шепнул мне в Воскресенье Вербное:
«Веришь ли во что-нибудь теперь?»
И шепнул Ему в ответ я: «Верую!»
«Но в меня ли веруешь, скажи,
ты, служивший правдой мне и верою,
а пожавший поле слёз и лжи?»
«Я, – сказал, – в одно и то же верую».
«Так во что же веруешь тогда,
ты, кому всей жизнью выжег нервы я
и кого привёл теперь сюда?»
«А в Тебя и в Русь Святую верую!»
«Несмотря на всё?» «Да нет, смотря
в самый корень. Потому, наверное,
сам себя по-русски матеря,
всё равно в Неё с Тобою верую!»

23.02.2001





Куда уйти, когда
так нужно бы расстаться
с самим собой? Куда?
Быть может, есть аббатство,
чьи кельи отсекут
меня же от меня же?
Один я – там. А тут –
а тут, за стенкой,– я же.
Да нет же! В кельях двух
любая половина
мой монолитный дух
с собою воедино
сольёт – и станет два
меня – таких, как прежде,
забывших про слова,
ведущие к надежде.
Забывших? Да – увы…
Знать, только отсеченье
от тела головы
и даст мне облегченье:
ведь хуже пытки нет,
чем пытка этим адом:
со мною столько лет
мне уживаться рядом…

25.02.2001





Нагория и долы,
пески пустынь и льды
Великие Моголы
татарской Русь-Орды
прошли из Семиречья,
как Вышень повелел.
Не стало разноречье
препятствием для дел,
что Бог велел решать им,
былое сдав в архив…
Пружина с прежним сжатьем
рассталась, распрямив
стальные кольца, разом
Евразию обняв,
и евразийский разум –
славяно-тюркский сплав
с угорским и другими
(назвать все не берусь),
нашёл простор – и имя
нашёл простору – Русь.
И стали евразийцы
в ней ставить города,
и встала вдоль границы
казачья Русь-Орда.
Её многоязычье,
как и России всей,
среди соседей в притчи
вошло с тех пор о ней.
Да, всякий род и племя
в ней жили, как родня,
и понимаем всеми
он был, язык огня
ведийской общей веры,
что арии ввели
на всём пространстве, меры
не знающей земли.
Ведийством умудрённый,
в Руси из года в год
он рос – разноплемённый,
но всё ж – один – народ.
Татарией ли, Русью
звал край наш фарисей –
не важно. Лишь бы к устью
тёк Днепр и Енисей.
Лишь был бы пахарь волен
и золотилась рожь,
и знал кузнец и воин,
что не проникнет ложь
в преданья летописца
сквозь вековую пыль,
где каждая страница
запечатлела быль,
а не корысть и небыль
злокозненной молвы,
и чтобы книгу Неба
всегда прочесть волхвы
могли бы без боязни
любому из владык.
… Эх, кабы пуще казни
был страх из вещих книг
страницу вырвать или
в ней что-то исказить,
и летописной были
не прерывалась нить,
не пересочинялось
очередным царьком
былое ни на малость,
не то, что целиком,
чтоб вещий голос Прави
не заглушила Кривь
ни разу… Правда яви,
собой нас осчастливь!
Ан преданы преданья
изменой там и тут.
И, правленные втайне,
все летописи лгут.
Но, кесари, вельможи, –
хоть память коротка
потомков ваших, всё же,
как шило из мешка,
не вылезти не может
на свет вся ваша ложь,
и слава Богу, Боже,
ты подлинник найдешь,
чья истина ужалит
сбивавших нас с пути…
В Небесные Скрижали
поправок не внести.

08.03.2001




Всё начиналось постепенно:
но у скольженья вниз по льду
свои законы… И геенна
вдруг оказалась на виду
у всех, скользивших вниз… Геенна,
та, что готовилась нам денно
и нощно за большую мзду
и чужаками, и, к стыду
сказать, своими же… Измена?..
Не знаю… Только вниз по льду
скольжение всегда мгновенно,
и очень скоро едкий жар
дохнул из пекла в наши души,
и это было как пожар, –
из тех, которые не тушат.
Мы заметались, как в бреду,
ошпаренные жгучим паром,
по миру, ставшему пожаром,
свою счастливую звезду
надеясь обрести… в аду!
Глупцы, тупицы, ротозеи,
доверчивые простаки,
мы сами, в рот лжецам глазея,
пилили под собой суки.
Нас обманули, как тетерей,
нас одурачили… Ну что ж:
никто не заставлял нас верить
в неё, в бесхитростную ложь.
Она была столь очевидна,
что обмануться ею мог
лишь полагавший, что не стыдно
за мзду лизать чужой сапог
или наёмного убийцу
использовать при дележе…
Так что в истерике нам биться
пора заканчивать уже.
Ведь знали все, чего хотели
ан вышло всё наоборот,
поскольку к окаянной цели
стадами шёл на самом деле
электорат, а не народ.

08.03.2001




Где-то там, где десять лет я не был, –
нет, наверное, все двадцать лет, –
над станицей Пашковскою небо
источает прежний вещий свет…
Карасун весь пересох, наверно,
нет, поди, вдоль берега бахчи,
но в ночи всё так же соразмерны
гроздья звёзд мерцанию свечи,
трепетанью виноградных листьев,
стрёкоту невидимых сверчков,
памяти о прадедах и свисте
залихватском конных казаков.
Там, под сенью старой шелковицы,
может быть, и спиленной уже,
дай-то Бог навеки поселиться
ей, моей тоскующей душе.

15.04.2001





Знать, сеятелю лишь и ведом вес,
которым Небо наделило зёрна…
Лишь знатоку и бездны, и небес
в незнании сознаться не зазорно.
Стыдится челядь, что не знает знать,
чья именно душа вселилась в скрипку…
Лишь мудрецу немудрено признать
свою неправоту или ошибку.
Какой же жар и ледяной озноб,
и снова жар, и пот холодный снова
поэту надобно изведать, чтоб
магическим кристаллом стало слово?

24.04.2001, Гранада





Мы «прости-прощай» сказали веку,
а теперь тоскуем по нему.
Но войти два раза в ту же реку
не дано, конечно, никому.
Никому. И вряд ли виновата
времени бурливая река,
что не предусмотрено возврата
вспять по этим водам челнока.
Так оставим прошлое былому,
много ль проку дёргать эту нить?
Все паденья помним, где соломы
нам себе уже не подстелить.

30.04.2001






MAYRA ALEJANDRA SIERRA RUIZ [16.141]

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Mayra Alejandra Sierra Ruiz

Nació en Las Llanadas, Corozal, Sucre, Colombia. Realizó estudios de música en la Escuela Departamental de Bellas Artes de Sincelejo.

Empezó a estudiar cello con Ana María Díaz Carrera, la hija de su maestra, Amalia Carrera, quien era la directora de la coral de la Universidad y creadora de la Fundación Musical Cantares. Empezó a trabajar como profesora de música y, desde ese momento, se convirtió en discípula de la maestra Amalia Carrera. Se dedicó a la música y a las tertulias literarias. Empezó a viajar por todo el país y a recibir talleres de violoncello con maestros colombianos y extranjeros.

Terminó enfermería en la Universidad de Sucre. En el 2001, ganó el Concurso Universitario de Poesía Ascun-Costa Norte. Algunos de sus poemas han sido publicados en la revista Merakus, de la Universidad de Sucre. Miembro de los talleres literarios Ágora, Charlarte y En las Sombras, en Sincelejo. Actualmente reside en Tolú, donde se desempeña como maestra de música y promotora de lectura.

En su poesía, Mayra Alejandra Sierra escucha el ritmo anfíbraco. Nótese en el poema corto No. 0308, el uso de la combinación de pies trocaicos (TA ta) con anfíbracos largos (ta-ta TA ta) y normales (ta TA ta). Con ello, Mayra Alejandra Sierra logra imponer un ritmo con el sonido del tambor africano al fondo del poema.




N° 0216

Sobre la botella vacía una flor llamada siempreviva
y la voz que se aleja en gradación descendente
como la mariposa que derrite sus alas al revolotear,
convocan el silencio.

Después de bailar un tango
y hablar de gallinas que ponían montones de huevos,
solo eso queda,
historias,
una voz anclada al aire,
en la bruma de la madrugada insomne.

La mariposa como los ojos del viento
con el anhelo que tienen todos los sonámbulos
de volar como los pájaros,
entra por la ventana
y antecede en el patio
entre húmedas sábanas blancas
el suicidio de una estrella.

En la habitación
un Ángel de grandes alas,
mientras se peina
frente al espejo,
llora un amor perdido.




N° 0217

Tu rostro lo fue disipando la rutina.
En algún momento quise evocarlo
y a veces solo era tu boca,
a veces solo tu voz,
a veces ojos
y poco a poco nada.

La imagen de la niña, de trajecito blanco
estampado con florecitas azules y ramitas verdes,
que caminaba mirándose los pies,
con los zapaticos negros de tacón en la mano,
fue perdiéndose.

La ausencia cava tumbas en atardeceres lúgubres,
entierra recuerdos
formando cementerios
con lápidas esculpidas por el silencio.
Tú yaces en una de esas tumbas.
Solo el que desea sufre
y más aún cuando no sabe lo que quiere.





N° 0308

Unos ojos me reclaman,
y al otro lado,
en una mesa,
reposa en la botella
la huella de unos labios
que a media luz
ruegan por un encuentro.





N° 0313

Sigo tus huellas
en el espacio de todas las paredes,
en cada intervalo de todo lo que vibra.

Me enmaraño en recuerdos
que no sé dibujar,
trato de definirlos
y me desespero.

No sé quién soy,
pierdo la ruta
otra vez en el laberinto.





N° 1130

Si vinieras hoy a buscarme
–princesa del alba–,
si me ofrecieras tu regazo
para anidar mis males,
abriría mi pecho con un cuchillo
y te entregaría el alma.

¿Cómo escurrir de mis labios
estas dolorosas palabras
que me has dado?

¿Cómo ahogarlas?
No quiero hacerlo,
están dentro de mí
pero que no son mías.

Voy a desollar mi piel
para dejar de sentir.
Este día soy yo
con la lluvia que moja el patio
con el silencio que se traga el gris del cielo
con el mar apacible como el acero.

¡Maldita tú
y todo lo que nombra!

Lloro
por mi miserable condición
de árbol viejo.
No por ti.

Hubiese querido que todo terminara
con la frase del conejo de la suerte
pero no he podido.

Desearía no volver a verte,
no escucharte más.
No me arrepiento del pasado,
me arrepiento del presente, del futuro
y de estas palabras.

Absuélveme de toda culpa
y déjame caer






Toronja

Soy cruda e implacable,
es cierto,
también soy cruel, pero solo un poco,
no mucho,
siempre he cuidado de no serlo tanto.

No me limito, ni me guardo verdades,
no sé de cortesías,
y esta es mi ácida forma de ser.

Mis palabras, mis conceptos no saben de amistad,
no esperen nada de mí para no recibir decepciones.
Hay una humanidad inevitable en mí:
yo también he amado,
he dejado y me han dejado,
sueño y lloro,
a veces peleo con Dios.

Es ácida mi forma de ser:
corroe y lastima.





La otra

Ellos le temen a la muerte.
Ella abre la puerta,
se sienta en el borde de la cama
y les acaricia la entrepierna.

Sus mujeres cierran los ojos
y fingen dormir.






Paralelo

Las estrellas muerden el frío en las alturas
y las lunas se desesperan de calor en el fondo del mar.
Aunque comparten un mismo cielo
son conscientes de que la distancia
es lo único que tienen en común.

A simple vista hay realidades tan inciertas
que lo único que nos queda
es convencernos (resignarnos)
a esperar que el espejo del pasado
nos permita entender algún día
–en retrospectiva–
la verdad.





En mi puño

Sostengo tu retrato robado por mi mano,
lo acaricio por última vez.
Esos labios, esos ojos tristes,
esa piel con aroma a tabaco
que besé en una noche inconsciente de marzo.

Y encierro en mi puño a la bestia escondida.

Espero unos segundos mientras se vuelve humo
y la libero de toda culpa,
como libera Piazzolla del bandoneón,
las notas de un tango encarcelado.

Renuncio a mis alas, las pongo en tus manos,
te doy libertad mientras me dejo caer.





Liberación de un ángel resucitado

Palabras robadas a un tango llamado La resurrección del ángel,
interpretado al bandoneón por Piazzolla,
mientras los perros ladran desesperados al mar
que intenta suicidarse fallidamente contra las rocas.

Y el viento en el patio lleno de cenizas,
evita la tragedia eminente
de que la mariposa nocturna
se ahogue en un miserable
y último trago de whisky.






Fotografías

Memorias de papel,
verdugos del pasado,
analgésicos de la ausencia,
antiespasmódicos del silencio.

Pequeñas luciérnagas que alumbran el camino,
espejos del pasado alimentados de imágenes.

Álbum,
limbo del recuerdo.
Aquí no están tus fotos.

¿Quién eres?
¿Con qué derecho clavas la punta de tu nombre
en el lóbulo derecho de mi cerebro
y te entronizas en la silla turca?
Sin fotografías en el álbum
ese proceder no es válido





HUGO SALAZAR VALDÉS [16.142]

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Hugo Salazar Valdés 

Nació en Condoto, Chocó, Colombia (1922), y murió en Cali, Valle (1977). Hizo estudios literarios en Popayán. Vivió en ciudades del sur de Colombia, como Cali, Pasto, Buga y Tuluá. Pasó sus días entre los libros, "sustanciándome de su sabiduría", segpun sus palabras. Se jubiló como docente. Fue subdirector de la Biblioteca Nacional y director de Cultura Popular y de la revista del Teatro Colón.

La presente antología es un inventario literario realizado por el propio poeta, poco antes de su muerte. Es una revisión minuciosa y crítica desde sus primeros poemarios de finales de la década de los cuarenta, hasta los últimos de los años setenta. Si bien en sus incios fue influido por el piedracielismo, pronto hizo un giro hacia el verso libre y el lenguaje rítmico y sincopado de la poesía afroamericana. Además de su pasión por "Don Quijote", sus autores favoritos fueron Luis de Góngora y Argote, César Vallejo y Nicolás Guillén. Su obra canta al mar, a la selva y a sus pobladores negros.

Este mundo es su marca, tal como lo señala en el prólogo Fabio Martínez: "Mundo que lo distancia del centro para convertirse en un poeta excéntrico, que lo emparenta directamente con la poesía afrodescendiente inaugurada en el continente americano por Candelario Obeso, Nicolás Guillén y Luis Palés Matos. Mundo que servirá de rito de pasaje entre la invisibilidad del negro y el universo de lo visible"




Hugo Salazar Valdés: una poética olvidada




SONETOS TALÍACOS



Uno

Asomas al balcón de tu sonrisa
la luz que guardas infantil y bella
y aminoras el brillo de la estrella
y la suave frescura de la brisa.

Pones en fuga el alba que destella
fragante en la noche, su nodriza,
y a la alondra del agua que eterniza
su cristalino acento de doncella.

Dorada la luz de trigo se enamora
de tu piel y la undosa cabellera
en testimonio de la ruiseñora.

Sueña en tu lar heraldo de perfumes
inspirado en la rosa que lidera
amanecer y ocaso que resumes.



Dos

Tu amor es de rubí desconocido
en su naturaleza seductora,
de bálsamo el alivio sin demora
y benévolo al ánimo afligido.

Si hablas, se hace tu voz río de aurora,
y tus manos, un sueño repetido;
miras, y tu mirada halagadora,
deja entrever el reino presentido.

La paz del agua que hunde la corriente
repite el rostro de estrellado cielo
en su joven espejo refulgente.

Recobra el alma su expresión dorada
y ante el asombro del sublime anhelo
irrumpe el himno de la bienamada.




Tres

Por la voz de tus manos, bella mía,
imagino de tu alma la colmena
y el coloquio de alondra y azucena
en tu adentro donde nace el día.

La evanescente serenata plena
de los perfumes en tu fantasía
y el anhelo del bardo que confía
en el amor ileso de la pena.

La luz que condiciona su venero
filtra sutiles lampos del estío
en tu delectación de jardinero.

Y en tu adorable corazón que ansío
escuchar en la palma del lucero
el verbo amar en beneficio mío.




Cuatro

Las cavilaciones del amante
junto mi corazón con el rocío
y lo encuentro en celeste desvarío
digno del agua para el caminante.

Mi comarca de eneros y de río
transparente de linfa susurrante
y dulce brisa de aromar constante
te espera con sus dones y lo mío.

En soñar el futuro en nuestra mano
transcurrirán sin advertir la vida
las estaciones del amor humano.

Y no habrá con tu idilio comparada
quien recuerde en la unción desconocida
símbolo igual por la mujer amada.





Cinco

Por la dulzura de tu compañía
y tu especial sonrisa deliciosa,
por esa cabellera primorosa
y tu racimo en flor que me extasía.

Por tus delgadas manos de algún día
que el milagro hizo tiernas y mimosas;
por tu modestia, por tu sal sabrosa,
porque tú alegras la existencia mía.

Porque en tu bien delira la palmera
y el caracol juglar de la ribera
prolonga tu marina melodía.

Digo que este que soy te pertenece
y que en el fondo, que tu ser florece,
te amo como ninguno te amaría.




Elegías


Elegía suplicante

Toma este ramo de mi sangre
que ya la aurora se ha encendido
y oye mis versos esfumarse
en el aroma de los lirios.

Y de mis labios la canción
del emigrante y bien venido,
porque ellos saben del amor
la miel oculta y el hastío.

Mira mis ojos en la bruma
de quien no encuentro lo perdido,
mis pardos ojos que te buscan
en obediencia a su destino.

Piensa la sombra en que me hundo
cuando tu amado nombre digo,
por defenderme del crepúsculo
más bello y cruel si no has venido.

Y en los temblores de mis manos
de haber libado inútil vino,
en la tiniebla de los astros
que no fulgieron con mi grito.

Escucha el tiempo doloroso
nublar mi claro raciocinio
y oscurecerme el horizonte
en su insistencia de granizo.

Dulce es la flauta en la floresta
con los perfumes del racimo,
mas no en el lucero del poema
en la elegía del exilio.

Toma la clave de mi canto
para que sepan el motivo,
de hallarme siempre a ti ligado
como la luz a los caminos.

Dame la paz de tu bahía
para el final de mis oficios,
que voy a anclar mi corazón
en el silencio de tu olvido.




Elegía azul

Como cae la tarde dorada en las colinas
llenan mi corazón tu imagen y tu aliento
y me voy con tu nombre de perla delirando
hasta la primavera sin fin de tu mirada.

Esplendor de rosal y elegancia de júbilo
en cenit de zafiro limpiamente gozoso,
fulges en el estuario que danzan las espigas
hermosa y deseada de los fuegos del norte.

El bello Sur que amara tu delicado rostro
le confirió el encanto de despertar mi voz;
orto y poniente suman gemelas geografías
y en el símbolo gime la sed de mi canción.

Con novia mano escribo tu nombre de jacinto
para que nunca pueda marchitarlo la muerte
y si en la lejanía de la tristeza se oye
que la acallen alegres los vientos siderales.

Bella mía que habitas en la aurora de mi alma
con lento andar delgado de niebla vagarosa,
cuando mires al cielo recuerda que en las nubes
tu corazón y el mío son las alas del sueño.





Elegía infinita

La madre luz, la brisa y hasta las aves huyen
de la conmovedora soledad de mi alma.
En su lugar prospera sin compasión la espina,
yo soy casa de miedo perdido sin sus ojos.

Contra todo lo mío prevaleció el naufragio
de su risa y su pelo de alegres mariposas
y su invasora piel de garúa en verano.

Nada responde ahora al pronunciar su nombre
sino mi corazón negrez enamorada;
juntos, él y yo somos un par de niños ciegos,
que entre la noche vamos cayendo de su lado.





Elegía maternal

¡Aquí te callo, Amor! ¡He comprendido
que el silencio es el último alarido
del que sabe que ya no queda nada!





Elegía reflexiva

No tengas celos de la poesía.
Eres tú misma en ella madrugándome
la respuesta del sueño.

Su inquietud de distancias y de insomnios
es la fiebre de ti, lo que me das.
El deseo de ser sin que lo entregues.

Tu verdad esencial y la alegría
donde mi paraíso rinde sus alamedas
y me nombra campana de tu bosque.

Piensa tú en ella como yo en tu alma.

Solamente de amor, sin la figura,
que el amor, nuestro Dios, no tiene forma.

¡Yo soy tu casa y tú la habitas toda!
Oye a las margaritas sollozando
nuestro perdido sitio.





Elegía de Rocinante


I

El orbe aplaude el ideal y avío
de tu loco señor y su escudero
y olvida tu pavesa de lucero
cual si no hubieras encarnado el brío.

No sospecha los signos del hastío
en que te das desde el andar primero
ni los pesares que pensar no quiero
en tu senda sin pausa ni desvío.

No hay sin tu aval molinos de aventura
ni gracia en la burlesca desventura
de un soñador en trono de esqueleto.

Sin ti tu don Quijote muerto habría,
Sancho flor de sustancia no sería
ni Miguel iniciara el alfabeto.



II

Carnación de martirio. Nocherniego
símbolo del dolor y la tristeza.
Rumiante del ayer. Lágrima presa.
Orto vernal de telarañas ciego.

Rocinante o helado sol manchego.
Suma endeblez de la naturaleza.
Espina que en el alma se interesa.
Ancianidad de lastimoso ruego.

Recóndito gemido de Cervantes.
Debilidad de diligencia ufana.
Mofa del caballero caminante.

En el decurso de la vida humana
tu gradual menoscabo de diamante
precipita la noche castellana.




El mar bifronte



La cruz

Este es el viejo símbolo que un día
sobre sus hombros en letal tormento
y asediado de espinas el aliento
glorificó la sangre del Mesías.

Aquí fue el huracán del mandamiento
cuando alcanzó su edad la profecía
y angustiosa en rigores se cumplía
la anunciación en el deslumbramiento.

Mano de pan para la especie humana
surgió de la tiniebla en la mañana
resplandeciente de inmortal alianza.

Aquí, carne de luz, la rosa crece
y el corazón de mieles reverdece
aunque se haya perdido la esperanza.




Retrato

Míralo allí clavado en la clausura
de su voz en la muerte derramada
y entre soles de sangre deshojada
la flor inmaterial de la ternura.

La hiel en abismática tortura
y en aguijones de dolor plantada,
hinca en la mansedumbre inmaculada
su empecinado diente de amargura.

Flébil de viento y sed y ligadura
y salivas y escarnios y vendido
y en el costado herida la dulzura.

El lucero cordial enceguecido,
un leve lienzo en torno a la cintura
y el himno de la vida suspendido.



Acuarela

Esta preciosa noche
en la ciudad astral,
ha llenado la luna
de amores con el mar.

Célicas islas verdes
de tierna luz vernal,
desfilan el recinto
del corazón del mar.

Y bellas nubes blancas
del aéreo solar,
copian a las sirenas
en su antigua heredad.

Sonoro sol del agua
con cabellos de sal,
mece novias espumas
de fábula beldad.

Azucena nocturna
la bombilla lunar,
matiza la bifroncia
del cielo azul y el mar.



Dónde

¿Dónde andará aquel marinero
tambaleante y andrajoso,
que oí una noche de sirenas
en la cantina del Escorpio?

¿Con su temblor de desahuciado
y la cruz negra del alcohólico,
soñando vagas lejanías
en la amargura de ser otro?

Acaso un viento aridecido
silbe su fardo en los escombros
o los tugurios infernales
la cocaína de su rostro.

Cuando de joven timonel
y pensamiento fabuloso,
soñaba unir en dos mitades
la despedida y el retorno.

Entonces eran de veinte años
los alcatraces de sus hombros,
que entusiasmaban a las bellas
si pernoctaban los de a bordo.

Quién sabe dónde vagará,
en cuál extremo del oprobio
y el sol caníbal de los años
entre las víboras del odio.

Viejo marino abandonado
en las tormentas del insomnio:
aquí en la espina del recuerdo
como a un hermano yo te nombro.





Historia de Mary Bann

Fue en un amanecer de libaciones
con marineros y guitarras,
marimbas y tambores.
Deseada fruta de solar extraño
Mary Bann se llamaba;
la rumba florecía el embrujo
de sus caderas libertinas,
que en ágiles cadencias
prendía hogueras de soles antillanos.

El carmín de la boca presagiaba
las tempestades de Eros
y el viento de perfumes esculpía
la marea bicorne de su pecho.
En la piratería de las manos
el ritmo coronaba el embeleso,
bajo la cabellera alborotada,
en los hombros eléctricos,
que hacían pensar en la princesa
de algún imperio negro;
su demencia floral enardecía
gritando los excesos.

Fiel al demonio de los tripulantes
en la bahía de sus abrazos
anclé la proa de mi nave;
y buzo juvenil,
toda mi sangre
tocó fondo en su abismo
y acalló los impulsos ancestrales.
Fue en un amanecer de libaciones
con marineros y guitarras,
marimbas y tambores.




El mar bifronte

i

¡Este es el mar: acuático delirio!
¡Cementerio de ríos suicidas que se buscan!
¡Lámpara torrencial de espumados sollozos!
Viejo solar brumoso de obreras lejanías
su barba de sal sabe circunvalar la tierra;
es amistoso abismo con sus hombros veleros
y su esplendor bilingüe de orfebre y hortelano.

Solazado en su lecho de claridad materna
se oye bajo el remero voraz de su pelícano;
fabulosa bodega de ambulantes tesoros
el mar es el espejo sonoro del poeta.
Acuarelista ileso de comunes paisajes
decora su esmeralda de cunas y sepulcros
y porque nadie pueda penetrar su secreto
se refugia en la cámara del caracol invicto.

Flores de edad metálica sus islas orquestales
reconstruyen el eco seglar de las sirenas;
renovador eterno es tambor de las olas
porque su estudio sea el templo de la música.

La tarde multitodo de mural y pañuelos
en el bar del crepúsculo despide las gaviotas;
atraca lento el barco cargado de luz muerta,
el corazón es flujo del mar que no termina.


II

De su ruda vigilia enamorado
el mar, toro sin sombra, cabecea
el almanaque de los pescadores;
y la llaga del miedo con el frío
de prontas calaveras, sube, crece,
la seca voz de la ansiedad, en una
vieja estación de ruinas olvidada.

Águila enfierecida y lauro onírico
la vida sin aceites ni esperanzas
del pescador, en el peñón del día,
rueda muda de grises en la ola
que eleva el cero a déspota invencible;
en el acero blanco de los ojos
circulares de sal baila la muerte.

Y miro el mar: rugiente cordillera,
trampa de sal azul, adiós que vuelve;
el mar sin él, sin mí, sin tu presencia,
tuyo, mío, de sí, mar solamente.



Dimensión de la Tierra

– Fr ag m e n t o –

Porque al norte comienza el cautiverio
sangra mi voz con Acandí en la arena
honda de peces, de tinieblas y ángeles.
¡Allí empieza la selva! ¡La ancha selva
que devora, que atrapa, que acribilla,
descomunal, satánica, sin tiempo,
en hoguera de sola lengua verde!
¡La selva muscular y troglodita
con sus tentáculos desconocidos
y su vientre fatal de miles de hornos
doblegando los hombres uno a uno;
apabullando su naturaleza,
su corporal potencia por instantes
de succionador lodo y brea en fuego:
el manto vegetal, la nube verde,
la cordillera de calor, la cárcel,
la casa de la muerte, el mar inmóvil,
la noche pétrea, el huracán del grito!
La selva en donde Dios se perdería
de misterios sin número y caídas.

La presencia del monstruo, la zozobra,
la entraña del abismo, las ficciones,
la fiebre vegetal con ojos ásperos,
la luz crucificada, la tormenta.
El murmullo del tiempo que transita
con pasos milenarios. El follaje
que vigila en su propia faz oculto.
La flor que alumbra hermosa de lucero
e indefensa de niño entre leones.

Las ramazones en antenas verdes
y recias telarañas libertinas.
La visión sepulcral en donde intentan
caminar en la noche los cadáveres
y el silencio con bóvedas de espanto
en enconada soledad caníbal.
La selva ardiente, cruda, temeraria,
fiera, asombrosa, heraldo de agonías.
Artera, en sus encinas enigmáticas
y brumas de diabólica insistencia
o invertidos abismos donde cae
la luz entre la sombra y viceversa.

¡La selva, sí, la ceguez atmosférica;
el cráter lujuriante, espesa, sola,
despótica, bravía, laberíntica,
en mudez de raíces y exterminio;
el recinto de ausencias delirante,
el universo del planeta verde,
la prisión verde, el incendio verde,
el tiempo detenido en color verde,
la manigua infernal, la trampa, yo!
¡La selva que me arrastra y precipita
en ignoradas fuerzas antropófagas!

¡Que me desciende y voy por sus bejucos,
por sus raíces, por sus troncos fúlgidos,
por la absorbencia de su mundo aparte,
por el vaho caliente de los légamos
con huesos de otro ayer y que interrogan;
por el demonio oculto entre los árboles,
por mí mismo que avanzo persiguiéndome
y caigo en su maraña y me incorporo
de sus secretos y sus bichos, su ánima
o aspiro el aire putrefacto y puro;
la nocturna preñez ruda del suelo,
su vigor secular, su extraña vida,
su vegetación terrestre y me contemplo
en la vida que cae y se levanta
en liquen de otras vidas, prepotente;
en los árboles jóvenes, surgidos
del mismo caos, de la misma muerte,
porque la vida es pasto de la muerte
para engendrar la muerte en otras vidas!




Baila negro

Tin tan, tin tan, tin tan,
suena el timbal;
porongo, oblongo, marongo,
ronca el bongó;
gime la flauta,
ruge el tambor
y entre los «chasquis»
de las maracas
va el lagrimón.

La voz gitana de la marimba,
la sed doliente de las orillas,
la negra danza mil maravillas
y entre sus labios de rojo y negro
rieles, panderos y cascabeles
y lunas brillan.
Ay, ay, ayyyyyyyy
la negra da media vuelta;
sube los brazos
y en la epilepsia
de las caderas
hay fogonazos
y batatazos
y entre los senos,
boas perversas,
como en los ojos
de borrachera,
laten los perros
de los ancestros
y de los ritos
de África negra.

Chin, chin, chin,
son los platillos
con voz de anís:
la negra danza mil maravillas
y es todo ritmo su desacuerdo:
ahora se baja, tiembla, camina
la vorágine del cuerpo,
y entre zalemas y giros
salaz y ansioso la sigue el negro
rítmico, loco, carbón de ébano,
noche su vida, grito sus miembros.
Sudan petróleo los negros
en la lucha de la rumba:
el hierro de la alegría
sobre el yunque de la angustia
galopa la voz alcohólica
de las visiones esdrújulas;
rompe el cielo de los cocos
las estridencias agudas;
el negro sigue danzando
tras la fugaz cintura
y hay un instante en que el cuerpo
solloza de caucho y música.

Chin, chin, chin,
son los platillos
con voz de anís.
Porongo, oblongo, marongo,
ronca el bongó,
Gime la flauta.
Ruge el tambor
y entre los «chasquis»
de las maracas
va el lagrimón.
Los negros danzan mil maravillas,
los negros matan sus agonías,
los negros beben y se emborrachan…
¡Ah! ¡Raza mía!




Despedida

Toma mi mano marinera
que llegó el tiempo de zarpar
y están llamando en la ribera
las emociones de la mar.
Llevo en el alma tu recuerdo
y de tu vida la canción,
mas parto, sí, porque en el puerto
he prometido el corazón.

Grumete fiel del litoral
en el navío del amor,
anclo en la rosa nocturnal
y donde nace y muere el sol.
A las mujeres de las islas
flores telúricas de ardor,
canto en las olas que la playa
filtra en diamantes de emoción.
Escucha, amiga de las flores
y de paisajes en la voz:
entre gaviotas y tambores
y las palmeras en su hoz,
Con un pañuelo marinero,
carne de coco y piel de sol,
desde mi barca de luceros
te digo adiós.




La negra María Teresa

Oscura, de tinta china,
era la María Teresa.
Pupilas de lumbre mora,
piel de betún y de brea,
sonrisa de caña dulce
su boca de miel de abejas
y las manos como dos
guillotinadoras negras.
Nunca supieron mis ojos
ola de mar más violenta.

Danzando la cumbia sólo
se puede pensar en ella,
en el trópico vehemente
y oblicuo de sus caderas
como una llama creciendo
en el volcán de las piernas.
El alcohol del currulao
la hundía entre las tinieblas.
Bajo el vestido los senos
tomaban voz de protesta,
en agujas de luceros,
buscando romper la tela
y en la riña las dos palomas
de leche y miel quinceañeras.

María Teresa jugaba
las manos como culebras,
en marejadas de ritmo,
casi loca, casi eléctrica,
casi infantil, casi bárbara,
en arabescos de pena
y era una noche con luna
la sonrisa de la negra.

Prendida de ron podía
verse el fuego de la herencia:
hembra, de africana estirpe,
por la sala cumbiambera,
dengueándose de lujuria,
ya de ron o de ginebra,
ya de aguardiente y guarapo,
repicando con las piernas,
iba enseñando las fauces
de sus enaguas babélicas.

El «bon bon» de la tambora,
el «chingui chingui» que enerva,
el «firilú firilú»
de la flauta nocherniega
y el tronar de los requintos
pólvora de la demencia,
amotinaban su vida
de insondables epilepsias.

Ay, ay, que me ta quemando
la sangre entre laj acteria;
Virgen rel Cajmen, María,
san Antonio, santa Elena,
la calentura mi gente,
la juelza re larechera
y er pícaro rel injuante
que me tiene toa ejtrecha.
Con este decir atávico
ladino de bisabuela,
en el torbellino airosa,
mordida de las flaquezas,
con los brazos entreabiertos
y las manos con dos velas,
iba y venía hierática
la negra María Teresa.








GUILHERME DE ALMEIDA [16.148] Poeta de Brasil

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Guilherme de Almeida

Poeta, ensayista, traductor, abogado y periodista brasileño, nacido en Campinas (São Paulo) el 24 de julio de 1890, y fallecido en São Paulo el 11 de julio de 1969. Dejó una interesante producción poética que, partiendo del Simbolismo, ahonda en la riqueza rítmica y métrica de la lírica tradicional brasileña para acabar adaptando un tono academicista con el que, en sus comienzos, se mostró en desacuerdo el propio autor. Citado, a veces, por su nombre completo de Guilherme de Andrade e Almeida, se le recuerda como a una de las voces más sobresalientes de la poesía brasileña del siglo XX.

Siguiendo los pasos de su progenitor -el prestigioso jurista y profesor de Derecho Estevam de Almeida-, cursó la carrera de Leyes en la Universidad de São Paulo, después de haber completado sus estudios primarios y secundarios en diferentes escuelas e institutos de su Campinas natal y de la gran urbe de São Paulo. Graduado en Ciencias Jurídicas y Sociales en 1912, comenzó a trabajar como abogado a la sombra de su padre, hasta que, en 1923, se trasladó a Río de Janeiro y emprendió allí una brillante carrera periodística. A lo largo de su dilatada trayectoria profesional en este campo, fue redactor de los rotativos O Estado de São Paulo, Folha da Manhã, Folha da Noite, Jornal de São Paulo -del que fue también fundador- y Diário de São Paulo.

Por aquel tiempo, el joven Guilherme de Almeida ya se había dado a conocer como escritor, primero por medio de un ensayo crítico titulado Théâtre brésilien (Teatro brasileño, 1916), escrito en colaboración con José Oswald de Andrade, y, al cabo de un años, merced a la publicación del poemario Nós (São Paulo, 1917), una excelente opera prima que le situó de lleno en la corriente simbolista. La crítica especializada saludó con elogios la aparición de esta nueva voz en el panorama literario brasileño del primer tercio del siglo XX, lo que animó al joven Almeida a publicar otras colecciones poéticas de excelente calidad, A dança das horas (La danza de las horas, 1919) y O livro das horas de sóror Dolorosa (El libro de las horas de sor Dolorosa, 1920). En ambos cancioneros puede apreciarse una clara evolución de Guilherme de Almeida hacia los contenidos románticos, especialmente en el segundo de ellos, donde, en poemas breves y depurados, caracterizados por honda sencillez, se exponen las tribulaciones amorosas de una monja.

Consagrado, a partir de entonces, como una de las grandes revelaciones de la lírica brasileña del momento, el escritor de Campinas -que continuaba compaginando su dedicación a la poesía con su trabajo de abogado, sus labores periodísticas y el desempeño de cargos públicos en el ámbito de la cultura y la educación- se integró perfectamente en los foros artísticos e intelectuales de su país. Inmerso en ellos, antes de su traslado a Río de Janeiro tuvo tiempo de tomar parte activa en la denominada "Modern Art Week" ("Semana del Arte Moderno"), un brioso movimiento creativo que abanderó la lucha contra el academicismo en las artes en Brasil.

A pesar de compartir con los jóvenes artistas e intelectuales de la Semana del Arte Moderno un mismo afán innovador y un deseo común de restar importancia a la cultura académica y oficial, lo cierto es que le poesía de Almeida siempre estuvo más cerca del academicismo clasicista que de la ruptura vanguardista. Y así, tras un intento de crear su propio lenguaje innovador en el poemario titulado A frauta que eu perdi (La flauta que perdí, 1924) -obra en la que, con todo su afán reformista, la libertad del lenguaje no logra encubrir la presencia de temas y motivos de arraigado clasicismo- el poeta de Campinas regresó a los cauces tradicionales con tres poemarios publicados en el mismo año, Meu (Mío, 1925), Raça (Raza, 1925) y A flor que foi um homem: Narciso (La flor que fue un hombre: Narciso, 1925).

En opinión de los principales estudiosos de su producción literaria, Meu es una de las obras maestras de Guilherme de Almeida, habida cuenta de que refleja su auténtica y singular vena lírica, ajena a las modas y corrientes del momento y despojada ya de la necesidad de adoptar voces o gestos característicos de sus compañeros de generación. Por su parte, Raça y A flor que foi um homem: Narciso se ofrecen como muestras palmarias de esa evolución de un poeta que empezó cultivando una estética cercana al Modernismo (bien patente en la vertiente parnasiana y simbolista de Nós), ahondó luego en esa vena romántica que había influido en tantos otros poetas modernistas de Europa y América, y acabó regresando a la pureza y sencillez del verso clásico, con un dominio del ritmo y de la métrica que no tiene nada que ver con los excesos de musicalidad del Modernismo ni los alardes transgresores de la Vanguardia.

Formalmente, su poesía se fundamenta en el ritmo y antepone los efectos sonoros y los juegos verbales a la transcendencia conceptual (una de sus máximas es "no sentir, no pensar, no decir"). Tanto en sus composiciones más vanguardistas e innovadoras como sus poemas más tradicionales, Almeida recurre incesantemente al asonancias internas, aliteraciones, onomatopeyas y otras figuras de dicción que marcan ese ritmo incesante y sostenido. Y, en lo que a los contenidos se refiere, cabe incidir en esa presencia del amor y de otros temas fundamentales en la poesía de cualquier época y lugar, pero también en una intensa proclamación de su fervoroso nacionalismo (patente sobre todo en su etapa modernista).

Tras recoger toda su producción poética anterior en seis volúmenes publicados bajo el título de Toda a poesia (Toda la poesía, 1926), Guilherme de Almeida volvió a los anaqueles de las librerías con una nueva colección de poemas al cabo de tres años. Se trata de Simplicidade (Simplicidad, 1929), obra en la que el poeta de Campinas recuperó su gusto por la perfección formal del verso -en clara oposición a los experimentos vanguardistas del momento-, aunque sin regresar al Parnasianismo formal de sus primeras composiciones.

Hombre de vivas inquietudes sociales y políticas, en 1932 Guilherme de Almeida participó en le Revolución Constitucionalista de São Paulo, y, por mor del extremismo de sus ideas, sufrió persecución y hubo de exiliarse durante un año a Europa. A su regreso a Brasil, continuó desplegando una intensa labor periodística, campo en la que se significó como pionero en el ejercicio de la crítica cinematográfica. Además, cultivó con gran éxito otra singular faceta de su fecunda personalidad artística: la de creador de escudos heráldicos. A su diseño obedecen los escudos oficiales de las ciudades de São Paulo, Petrópolis, Volta Redonda, Londrina, Brasilia -cuyo himno también compuso cuando fue inaugurada-, Guaxupé, Caconde, Iacanga y Embu.

Por si todo esto fuera poco, Guilherme de Almeida brilló también en su condición de traductor. Gran conocedor de las Letras francesas, vertió al portugués Las flores del mal, de Baudelaire, Paralelas, de Verlaine y Entre cuatro paredes, de Sartre, así como la Antígona de Sófocles. También tradujo obras de Paul Géraldy y Rabindranath Tagore.

Miembro de la Academia Brasileña de Letras desde 1930, el escritor de Campinas perteneció también a la Academia Paulista de Letras, al Instituto Histórico y Geográfico de São Paulo, al Seminário de Estudos Galegos de Santiago de Compostela (en Galicia, España) y al Instituto de Coimbra (Portugal). En un concurso de alcance nacional, los lectores del rotativo O Estado de São Paulo le eligieron "Príncipe de los poetas brasileños".

Además de los títulos citados en parágrafos superiores, Guilherme de Almeida fue autor de los poemarios Messidor (1919), Era uma vez (1922), Encantamento (1925), Você (1931), Poemas escolhidos (1931), Acaso (1938), Poesia vária (1947) y Toda a poesia (1953). Y publicó algunos ensayos como Do sentimento nacionalista na poesia brasileira (1926) y Ritmo, elemento de expressão (1926).




Traducción de Renato de Mendonça

GUILHERME DE ALMEIDA
Poeta, traductor y periodista. Nació en Campinas, Estado de São Paulo, em 1890. Abogado, sin ejercer la profesión, sino la de periodista.  Empieza su producción poéticos en Le marco del parnasianismo simbolista  (de transición entre las dos escuelas) y luego abraza el modernismo brasileño, con domínio de la forma y técnica poéticas.


RAZA
(fragmentos)

Nosotros. Blanco-verde-negro:
simplicidades-indolencias-supersticiones.

El cuarto del huésped y la posada — la hamaca y el cigarrillo de paja — 
         el San Benito y las apariciones.

Nosotros. El clán estanciero. Sombra densa de los manglares en el suelo;
nítido recortarse de los plataneros en el aire;

hamacas fláccidas suspendidas en la terraza de las haciendas,
         com acordeones que narran leyendas a la luz de la luna;

amas de casa diligentes haciendo la merienda — pastelillos, dulces —,
         altos mástiles de San Juan;

y la vaca Estrella, el perro Jolí, la yegua Sultana; y el bajo, el alazán, el berrendo,
         el tordillo — espantadizos —; y,a la luz pura de las mañanas límpias,

litigantes echando humo y discutiendo, correa en mano, servidumbres y parcelas;

cosechas pendienes, caballadas, heladas, caminos perdederos, invernadas;

y las carretas de bueyes gimiendo, y los batentes tosiendo, y las azadas tropezando
          al desherbar las tierras de labor;

y la tierra tostada, la tierra torrezmo, la tierra achicharrada en el horno  
         crepuscular de las fogatas

para ver renacer simétriico de los cafetales, en alejandrinos alienados en las cabezas
         parnasianas de las colinas peinadas com lendrera...

estancias de todos los santos; letanías agrícolas salmodiadas por las ruedas
         de las tartanas

con toldos al viento, restralar de látigos, perras gordas a los golfillos, chirriar
         somnoliento de destatalados portones

y galopas por los senderos de la paramera y el retamar hasta subir a lo alto;

y, de las ruinas del viejo caserío de barro y adobes, la ciudad que surje blanca
         de cales como una aparición.

Y ahí, en las tardes pintadas del color rosa de los baúles ingenuos — azul celeste,
         rosa y verde mar —, la procesión.

La procesión! ¡Raza procesional! ¡San Buen Jesús de Pirapora! ¡Nuestra Señora 
         de la Aparecida!

Vendedoras ambulantes con tableros, vírgenes, ángeles, hermanos romeros,
         promesas, milagros, subida y bajada

por calvarios de tierra roja, donde la iglesia agazapada se arrodilla crucificada
         entre dos farolas;

ladrones de besos en las esquinas, donde viven las muchachas morenas,
         detrás de las celosías bajo los aleros de los caserones,

con azulejos y florones de loza, siempre vivas en los jardines y jazmineros
         em los pabellones,

conchas y caracolas en las cascadas tristes que cantan coplas en las 
         veladas brasileñas...

Huertas del arrabal — casa de tierra amasada, casas agachadas bajo 
         la sombra apacible de los pomares en flor,

y abriéndose al bochorno, tras los portones de hierro com perros y
         leones de cemento, claraboyas de vidrios de colores...

Guitarras en los cerros mulatos — machichas, toses, pitos y aguardientes
         a la luz de los velones;

cohetes, cervezas electorales — la protesta indolente — y el soñar 
         com la loteria em las noches inquietas...

                            (De Raza, 1925)




De
9 POETAS DEL BRASIL
una antología de Enrique Bustamante y Ballivian.
Lima: Centro de Estudios Brasileños,  1978
109 p.


TARDE

Tarde gran tarde
verdadera
sin estrella vespertina ni ponientes color de ojeras
ni Angelus ni juritis pero con palmeras
donde nunca canto ningún sabiá.
Tarde auténtica en que hay
apenas el calor, la humareda pesada
y el estruendo hueco de los troncos verdes en la quemada grande,
teatral
como un crepúsculo artificial.


NOCTURNO

Los últimos vientos del dia
sacuden las ramas como una horda holgazana
de malhechores sutiles errantes
al acaso.
             Y la noche monstruosa cae
de los árboles como un fruto de sombra
pesado y blando que se achata sobre la tierra.


HUMORISMO

Sosiego dócil de la tarde.
                                     Um sol cansado
pasa por su rostro sudado
una nubecita blanca como un pañuelo
para enjugar las primeras estrellas.
                                                     Silencio.
Y el sol va caminando sobre los montes tranquilos,
va dormitando.  Y de repente
tropieza y cae redondamente
bajo el pateo de los sapos y la silbatina de los grillos.




FIGUEIRA, Gaston.  Poesía brasileña contemporânea (1920-1946)  Crítica y antologia.   Montevideo: Instituto de Cultura Uruguayo-Brasileño, 1947.  142 p.   18x23 cm.  Col. A.M. 

LOS  LAGOS

Amo los grandes lagos de albas aguas tranquilas.
Con pestañas .de juncos, ellos son las pupilas
de la tierra, mirando el cielo, allá, a lo' alto:
alas, astros, la clara amplitud de cobalto.

Si el cielo se entristece, triste está el lago. CuanDo
se alegra el cielo, el lago se alegra y, espejando
la vida azul del aire, sorbe luz y colores.
Y sus aguas postradas de penas interiores
son un trozo de cielo exilado en la tierra.
Pero en la órbita —liqúenes y arena— que lo encierra,
en su seno en que vive tanto ser singular,
bajo blancos nenúfares de tranquilo bogar,
sin reflejos de cielo, sin temblores de insecto,
el lago es siempre el mismo, tan impasible y quieto.

Bajo un cielo de amor, alto, inconstante y vago,
una noche soñé que mi alma era un lago.


ESTANCIA V
Sobre la pureza

"Sé igual al espejo calmo e indiferente
que, reflejando lodo y flor,
es siempre el mismo, inalterablemente!
Sé pura"—díjome el Señor.

Pero si yo dijese a mi espejo, algún día:
"Sé siempre puro"— al decir tal
mi hálito de fuego empañaría
la superficie del cristal...







MORMAÇO

Calor. E as ventarolas das palmeiras
e os leques das bananeiras
abanam devagar
inutilmente na luz perpendicular.
Todas as coisas são mais reais, são mais humanas:
não há borboletas azuis nem rolas líricas.
Apenas as taturanas
escorrem quase líquidas
na relva que estala como um esmalte.
E longe uma última romântica
— uma araponga metálica — bate
o bico de bronze na atmosfera timpânica.


XXXII

Quando a chuva cessava e um vento fino
franzia a tarde tímida e lavada,
eu saía a brincar, pela calçada,
nos meus tempos felizes de menino.
Fazia, de papel, toda uma armada;
e, estendendo meu braço pequenino,
eu soltava os barquinhos, sem destino,
ao longo das sarjetas, na enxurrada...

Fiquei moço, e hoje sei, pensando neles,
que não são barcos de ouro os meus ideais:
são feitos de papel como aqueles,

perfeitamente, exatamente iguais...
— Que os meus barquinhos, lá se foram eles!
Foram-se embora e não voltaram mais!

         (De Messidor, 1935)


ESSA QUE EU HEI DE AMAR...

Essa que eu hei de amar perdidamente um dia,
será tão loura, e clara, e vagarosas, e bela,
que eu pensarei que é o sol que vem, pela janela,
trazer a luz e calor a esta alma escura e fria.

E, quando ela passar, tudo o que eu não sentia
da vida há de acordar no coração que vela...
E ela irá como o sol, e eu irei atrás dela
como sombra feliz... —  Tudo isso eu me dizia,

quando alguém me chamou. Olhei: um velho louro,
e claro, e vagaroso, e belo, na luz de ouro
do poente, me dizia adeus, como um sol triste...

E falou-me de longe: “Eu passei a teu lado,
mas ia tão perdido em teu sonho dourado,
meu pobre sonhador, que nem sequer me viste!”

         (De Messidor, 1935)


AMOR, FELICIDADE

Infeliz de quem passa no mundo,
procurando no amor felicidade:
a mais linda ilusão dura um segundo,
e dura a vida inteira uma saudade.

Taça repleta, o amor, no mais profundo
íntimo, esconde a jóia da verdade:
só depois de vazia mostra o fundo,
só depois de embriagar a mocidade...

Ah! quanto namorado descontente,
escutando a palavra confidente
que o coração murmura e a voz diz<

percebe que, afinal, por seu pecado,
tanto lhe falta para ser amado,
quanto lhe basta para ser feliz!

         (De Messidor, 1935)



Repuxo

                    Fuste fino, frio, fútil,
(Debruçam-se as silhuetas longas, lentas, langues,
como colos de cisnes, na água bamba dos tanques...)

                    alvo, aluado, abrindo no alto
(E as silhuetas flexuosas têm elásticos modos
que flutuam no ar, vagarosos como lótus...)

                    folhas, brotos, bolas, bolhas,
(E as silhuetas, sobre a esteira áspera de rugas
crespas, desconjuntam-se em curvas ríspidas, bruscas...)

          ocos botões, bouquets loucos...
*E o colar de silhuetas esfarela-se em pérolas
pálidas, pondo na água trêmulas auréolas...)



Aos Pés da Cruz

Plorans, ploravit in nocte, et lacrymae ejus in
maxllis ejus; rum est qui consoletur eam ex omnibus
charís ejus...
(Lam.,I,Beth*)

Como um trapo de vida, aos pés da cruz sucumbo.
Soldou-me o amor de fogo as pálpebras de chumbo
para tudo de belo e bom que o mundo encerra,
para toda alegria esparsa sobre a terra.
Os fanados salões, onde a alma dos minuetes
desmaia no silêncio opaco dos tapetes;
e os leitos aromais como as bocas das umas,
quando o sol é um carvão sob as cinzas notumas,
e os jardins onde a terra, em noites misteriosas,
bebe a volúpia do ar pelos lábios das rosas;
e as fontes de cristal sob os bosques sagrados,
onde há frautas na sombra, e há sustos, e há pecados...
Tudo que é belo e bom eu perdi — triste monja!
E tive a lança, tive os cravos, tive a esponja
de sangue, e fel, e tive a coroa de espinhos.
E meus olhos, no entanto, amargos e sozinhos,
náo vêem ninguém chorando ao pé da minha mágoa:
têm sede — e em vão procuram olhos rasos de água...

Ah! se ao menos, ao fim dos meus passos incertos,
eu tivesse por cruz os teus braços abertos!

*A epígrafe é tirada das Lamentações de Jeremias: “Chorou sem cessar durante a noite, e as suas lágrimas correm pelas suas face; não há quem a console entre os seus amados”. 





Guilherme de Almeida
Imagem da folha de rosto da obra

De
Guilherme de Almeida
ACASO
VERSOS DE TODO TEMPO
São Paulo: Companhia Editora Nacional, 1926.


ALGUÉM PASSOU*

ALGUÉM passou. E a sua sombra,
como um manto que tomba
de um gesto lânguido ficou no meu caminho.

Ora, o sol já se foi e a noite vem devarinho.
E no entanto
a sombra continua,
nítida e nua,
atirada na terra como um manto.

Faz frio.
Corre pelo meu corpo um áspero arrepio...
E um desejo me vem, tímido e louco,
de agasalhar-me um pouco
nesse manto de sombra morna...

                                      Mas alguém
volta na noite pálida:
volta para buscar sua sombra esquecida.

É dia. E, pela estrada melancólica e árida,
vai tremendo de frio a minha vida...

* Atualizamos a ortografia do texto.



ALMEIDA, Guilherme de.  Margem. Poesia. Apresentação Marcelo Tápia. Posfácio Carlos Vogt.  São Paulo: Annablume; Casa Guilherme de Almeida, 2010.  80 p. (Coleção Estudos & Fontes – Casa Guilherme de Almeida, vol. III – Fontes Poesia)  16x23 cm. capa dura. ISBN 978-85-391-0139-9  O livro Margem era inédito até esta primeira edição, póstuma.  Ao final desta edição aparecem imagens fac-similares de algumas das páginas datilografadas do livreto confeccionado pelo Autor.  Col. A.M.



Um livro inédito de Guilherme de Almeida. Incrível! Só agora, a Casa que cuida de sua obra e memória traz a público, pela Annablume, este poemário curto, de versos mínimos, no estilo palavra-puxa-palavra, combinados com o estilo dos aforismos, com o desenvolvimento de haikai, e com um lirismo sem retórica, lúdico.  Custou a vir, mas valeu.  ANTONIO MIRANDA



Sem
mim
em 
mim?
Sim: 
FIM. 



O POEMA-INSTANTE
O INSTANTE-FLOR
A FLOR DE ACASO
ACASO HAVIDA
HAVIDA À MARGEM
MARGEM DA VIDA.



               SINETE
        
        Álacre
              marca
             a lacre?

            Acre
            milagre:
            lágrima.



               CÁ E LÁ

        Aquém
              há além.
       

Além
há quem?




ALMEIDA, Guilherme de.  A Frauta que eu perdi ( Canções gregas ).  Rio de Janeiro: Edição do Annuário do Brasil, 1924.  158 p.   13x19 cm.  Col. A.M. 




ARTE DE AMAR

OLHA aquella fonte agitada:
      como ella é verde quando escorre sobre o musgo
e como ella é prateada
quando se encrespa sobre a areia e os seixos bruscos;
e como ella é de oiro quando deslisa sobre
as folhas mortas de que o outomno soube
fazer flores de fogo frio á flor da terra...
Pela bocca múltipla das aguas, aquella
fonte, um dia, falou-me assim: — «Modela
«por mim o teu amor! E que elle tome, como
«eu tomo,
«a cor do leito em que dorme;
«e seja vario e multiforme
«para que se amolde e caiba,
«como a agua cabe, em qualquer vaso; e que elle cante
«constantemente, como eu canto, um canto verde;
«e que elle mate qualquer sêde;
«e que elle saiba
«possuir a sua amante
«inteiramente, envolvendo-a como a agua envolve
«o corpo da deusa ligeira que se atreve
«a banhar-se, e que, em minha mão liquida e imóvel,
«ainda fica mais leve!»



SILENCIO

CANTOR descuidado das fontes e dos bosques,
     quebra a tua frauía de sete cannas!
Porque dizer o que soffres, o que amas,
o que esperas, o que evocas? Não toques
nunca mais aquellas aladas melodias
com que seguias
o rythmo liquido das fontes
e a dança alta e verde das frondes!
Cala-te! Em vez de uma frauta de canna,
leva um dedo ao teu lábio:
Silencio!

O silencio é prudente e sábio:
elle é o único amigo
que levarás comtigo
desta existência para a vida subterrânea.




HAICAIS

HAICAI ou HAIKU – poesia japonesa de 17 sílabas em três versos:o primeiro de cinco, o segundo de sete e o terceiro de cinco.  Define-se o haicai: anotação poética e sincera de um momento de elite. Transpondo-o para o português, em 1936, o autor acrescentou-lhe a rima, fixando a seguinte fórmula:

— —  — —  X
—  0 — — — — 0
— —  — —  X



INTERIOR

Havia uma rosa
no vaso. Veio o ocaso
a hora silenciosa.




BOLHA DE SABÃO

Dirás, quando a vires:
“A bola de vidro rola
debaixo do arco-íris”.




PRESENÇA

Hora sem ninguém.
No manso ondear do balanço
de lona está alguém.




PUZZLE

A vida aos pedaços
nos brilhos destes ladrilhos
dos longos terraços.




HISTÓRIA DE ALGUMAS VIDAS

Noite. Uma silvo no ar.
Ninguém na estação. E o trem
passa sem parar.



O POETA

Caçador de estrelas.
Chorou: seu olhar voltou
com tantas! Vem vê-las.



FILOSOFIA

Lutar? Para quê?
De que vive a rosa? Em que
pensa? Faz o quê?



ROMANCE

E cruzam-se as linhas
no fino tear do destino.
Tuas mãos nas minhas






Esta Vida

Um sábio me dizia: esta existência,
não vale a angústia de viver. A ciência,
se fôssemos eternos, num transporte
de desespero inventaria a morte.
Uma célula orgânica aparece
no infinito do tempo. E vibra e cresce
e se desdobra e estala num segundo.
Homem, eis o que somos neste mundo.

Assim falou-me o sábio e eu comecei a ver
dentro da própria morte, o encanto de morrer.

Um monge me dizia: ó mocidade,
és relâmpago ao pé da eternidade!
Pensa: o tempo anda sempre e não repousa;
esta vida não vale grande coisa.
Uma mulher que chora, um berço a um canto;
o riso, às vezes, quase sempre, um pranto.
Depois o mundo, a luta que intimida,
quadro círios acesos : eis a vida

Isto me disse o monge e eu continuei a ver
dentro da própria morte, o encanto de morrer.

Um pobre me dizia: para o pobre
a vida, é o pão e o andrajo vil que o cobre.
Deus, eu não creio nesta fantasia.
Deus me deu fome e sede a cada dia
mas nunca me deu pão, nem me deu água.
Deu-me a vergonha, a infâmia, a mágoa
de andar de porta em porta, esfarrapado.
Deu-me esta vida: um pão envenenado.

Assim falou-me o pobre e eu continuei a ver,
dentro da própria morte, o encanto de morrer.

Uma mulher me disse: vem comigo!
Fecha os olhos e sonha, meu amigo.
Sonha um lar, uma doce companheira
que queiras muito e que também te queira.
No telhado, um penacho de fumaça.
Cortinas muito brancas na vidraça
Um canário que canta na gaiola.
Que linda a vida lá por dentro rola!

Pela primeira vez eu comecei a ver,
dentro da própria vida, o encanto de viver.





Cubismo

Um Arlequim feito de cubos
equilibrados:
trinta losangos arranjados
sobre dois tubos.
— Ele talvez
jogue xadrez...

No halo, que a lâmpada tranquila
rasga, de cima,
esse Arlequim de pantomima
oscila, oscila,
e vem... e vai...
e quase cai...

Mas entra alguém: é uma silhueta
que espia e passa.
Seu riso é um fruto sob a graça
da mosca preta
— É uma mulher
como qualquer...

Um gesto só lânguido e doce:
e, num instante,
Dom Arlequim, o petulante,
esfarelou-se...
— Todo Arlequim
é mesmo assim...

Publicado no livro Encantamento (1925). Poema integrante da série I - O Reino Encantado: Sugerir.




Indiferença

Hoje, voltas-me o rosto, se ao teu lado
passo. E eu, baixo os meus olhos se te avisto.
E assim fazemos, como se com isto,
pudéssemos varrer nosso passado.

Passo esquecido de te olhar, coitado!
Vais, coitada, esquecida de que existo.
Como se nunca me tivesses visto,
como se eu sempre não te houvesse amado

Mas, se às vezes, sem querer nos entrevemos,
se quando passo, teu olhar me alcança
se meus olhos te alcançam quando vais.

Ah! Só Deus sabe! Só nós dois sabemos.
Volta-nos sempre a pálida lembrança.
Daqueles tempos que não voltam mais!







JUNQUEIRA FREIRE [16.149] Poeta de Brasil

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Luis José Junqueira Freire

Poeta brasileño nacido en Bahía en 1832 y muerto en la misma ciudad en 1855. A los diecinueve años ingresó en un monasterio de la orden de los Benedictinos, aunque, tras un año de sacerdocio, se secularizó en 1854 y regresó a su ciudad natal tras perder la vocación y con serias dudas existenciales. El último año de su existencia lo pasó en Bahía hasta que una afección cardíaca le segó la vida, cuando tan sólo contaba veintitrés años, en 1855.

Poeta de la llamada "segunda generación", sus Poesías completas fueron publicadas en Río de Janeiro en 1944, y en ellas se incluye Inspirações do claustro (1855), así como algunos textos inéditos. Su obra rezuma pesimismo, erotismo y religiosidad a partes iguales, a pesar de lo aparentemente contradictorio de todas ellas. En definitiva, es una obra poética caracterizada por un marcado interiorismo.

Sobre el poeta escribió Homero Pires Junqueira Freire, sua vida, sua época, sua obra (1929).




LOCO

No, no está loco. El alma solamente
le rompió un eslabón de su materia.
Piensa mejor que tú, piensa más libre,
más se aproxima a la esencia etérea.

Pequeño halló el cérebro que tenía;
sus ideas no cabían en El.
Y su cuerpo luchó contra su alma,
y en esa lucha fué vencido aquél.

Fué la repulsa de los dos contrarios:
verdaderamente, un duelo insano,
el choque de dos fuerzas poderosas;
fué lo divino en lucha com lo humano.

Está más libre ahora. Algún atillo
se le solto del nudo de la inteligência;
se le rompió el anillo de la prisión de carne;
está más libre ahora em su propia esencia.

Ahora es ya más espírito que cuerpo;
ahora es un ente que pasó la cima;
es más que un hombre vano, hecho de barro:
es un ángel de Dios, que Dios anima.

Ahora sí que el espíritu, más libre,
subirá a las regiones más supremas;
al descender, podrá decir al hombre
las palabras de Dios, también eternas.

Y vosotras, almas terrenas, que la matéria
os asfixio u os redujo a bien poço,
no le entendeis, por eso, las frases santas
y, em zumba, le llamáis, por tanto: — Loco.

No, no está loco. El alma solamente
le rompió um eslabón de su materia.
Piensa mejor que tú, piensa más libre,
más se aproxima a la esencia eterna.

Traducción de Renato de Mendonça




LA HUÉRFANA EN LA COSTURA

Ela lhe ensinou a levantar suas mãos puras
e inocentes para o céu, a dirigir seus primeiros
olhares a seu Criador.
                     Flechier

Era mi madre bonita,
Era mi única dicha,
Era mi único amor,
Su cabello era tan rubio,
Ni una cinta de oro
Tendría tanto esplendor.

Sus madejas lucidas
Tan extensas le caían
Que lê besaban los pies.
Cuando me oía mis quejas
En sus áureas madejas
Me venía ella a envolver.

También cuando toda fría
Mi alma se estremecía,
Cuando ausente estaba el sol,
Su alargada cabellera
Como hebras entibiadas
Me servían de chalón.

Mi madre era bonita,
Era mi única dicha,
Era mi único amor.
Sus ojos era suaves,
Como trinares de aves
En la choza del pastor.

Tan bella mi madre que era!
— Yo me acuerdo tanto de ella,
De cuanto en ella existió!
Tengo en mi pecho guardadas
Esas palabras sagradas
Y el rizo que ella me dio.

A mis pasos vacilantes
Ella por largos instantes
Con los suyos enseñó.
Mis lábios mudos y quietos,
Entreabiertos por sus dedos,
Me pronunciaron: — Dios!

Después — cuando despertaba,
Cuando la aurora despuntaba,
Siempre su mano me dio.
Rabiando por la voz de ella
Yo repetía sincera
una preciosa oración.

Mi madre tan bella que era,
— Yo me acuerdo tanto de ella,
De cuanto en ella existió!
Era mi madre bonita,
Era mi única dicha,
Era mi único amor,

Estos puntos que yo imprimo,
Estos versitos que rimo,
Ella me los enseñó.
Las vocês que yo pronuncio,
Los cantos que balbuceo,
Fue ella quien los formó.

Mamita — dime esta vida,
también dime estas fatigas,
estas lanas enredadas:
Mamita dime este canto,
Mamita dime este llanto,
iDímelo todo mamá!

Mi madre tan bella que era,
Yo me acuerdo tanto de ella.
De nada suyo me olvido.
Era mi madre bonita,
Era mi única dicha,
Todo era, el todo mío.

                     Traducción de Adán Méndez

Extraído de VISIÓN DE LA POESÍA BRASILEÑA. Edición bilíngüe. Selección y prólogo de Thiago de Mello. Traducción de Adán Méndez.





LOUCO
(Hora de Delírio)
  
Não, não é louco. O espírito somente
É que quebrou-lhe um elo da matéria.
Pensa melhor que vós, pensa mais livre,
Aproxima-se mais à essência etérea.

Achou pequeno o cérebro que o tinha: 
Suas idéias não cabiam nele;
Seu corpo é que lutou contra sua alma,
E nessa luta foi vencido aquele.

Foi uma repulsão de dois contrários;
Foi um duelo, na verdade insano:
Foi um choque de agentes poderosos:
Foi o divino a combater com o humano.

Agora está mais livre. Algum atilho
Soltou-se-lhe do nó da inteligência;
Quebrou-se o anel dessa prisão de carne,
Entrou agora em sua própria essência.

Agora é mais espírito que corpo:
Agora é mais um ente lá de cima;
É mais, é mais que um homem vão de barro:
É um anjo de Deus, que Deus anima.

Agora, sim - o espírito mais livre
Pode subir às regiões supernas:
Pode, ao descer, anunciar aos homens
As palavras de Deus, também eternas.

E vós, almas terrenas, que a matéria
Ou sufocou ou reduziu a pouco,
Não lhe entendeis, por isso, as frases santas,
E zombando o chamais, portanto: - um louco!

Não, não é louco. O espírito somente
É que quebrou-lhe um elo da matéria. 
Pensa melhor que vós, pensa mais livre,
aproxima-se mais à essência etérea.




SONETO

Arda de raiva contra mim a intriga, 
Morra de dor a inveja insaciável;
Destile seu veneno detestável 
A vil calúnia, pérfida inimiga. 

Una-se todo, em traiçoeira liga,
 Contra mim só, o mundo miserável.
Alimente por mim ódio entranhável
O coração da terra que me abriga.

Sei rir-me da vaidade dos humanos; 
Sei desprezar um nome não preciso; 
Sei insultar uns cálculos insanos.

Durmo feliz sobre o suave riso 
De uns lábios de mulher gentis, ufanos;
E o mais que os homens são, desprezo e piso.




MARTÍRIO

Beijar-te a fronte linda
Beijar-te o aspecto altivo
Beijar-te a tez morena
Beijar-te o rir lascivo

Beijar o ar que aspiras
Beijar o pó que pisas
Beijar a voz que soltas
Beijar a luz que visas

Sentir teus modos frios,
Sentir tua apatia,
Sentir até répúdio,
Sentir essa ironia,

Sentir que me resguardas,
Sentir que me arreceias,
Sentir que me repugnas,
Sentir que até me odeias,

Eis a descrença e a crença,
Eis o absinto e a flor,
Eis o amor e o ódio,
Eis o prazer e a dor!

Eis o estertor de morte,
Eis o martírio eterno,
Eis o ranger dos dentes,
Eis o penar do inferno!




A ÓRFÃ NA COSTURA

Ela lhe ensinou a levantar suas mãos puras
e inocentes para o céu, a dirigir seus primeiros
olhares a seu Criador.
                     Flechier


Minha mãe era bonita,
Era toda a minha dita,
Era todo o meu amor.
Seu cabelo era tão louro,
Que nem uma fita de ouro
Tinha tamanho esplendor.

Suas madeixas lúcidas
Lhe caíam tão compridas,
Que vinham-lhe os pés beijar.
Quando ouvia as minhas queixas,
Em suas áureas madeixas
Ela vinha me embrulhar.

Também quando toda fria
A minha alma estremecia,
Quando ausente estava o sol,
Os seus cabelos compridos,
Como fios aquecidos,
Serviam-me de lençol.

Minha mãe era bonita,
Era toda a minha dita,
Era todo o meu amor.
Seus olhos eram suaves,
Como o gorjeio das aves
Sobre a choça do pastor.

Minha mãe era mui bela,
— Eu me lembro tanto dela,
De tudo quanto era seu!
Tenho em meu peito guardadas
Suas palavras sagradas
Co'os risos que ela me deu.

Os meus passos vacilantes
Foram por largos instantes,
Ensinados pêlos seus.
Os meus lábios mudos, quedos
Abertos pêlos seus dedos,
Pronunciaram-me: — Deus!

Mais tarde — quando acordava
Quando a aurora despontava,
Erguia-me sua mão.
Falando pela voz dela,
Eu repetia singela
Uma formosa oração.

Minha mãe era mui bela,
— Eu me lembro tanto dela,
De tudo quanto era seu l
Minha mãe era bonita,
Era toda a minha dita,
Era tudo e tudo meu.

Este pontos que eu imprimo,
Estas quadrinhas que eu rimo,
Foi ela que me ensinou.
As vozes que eu pronuncio,
Os cantos que eu balbucio,
Foi ela quem mos formou.

Minha mãe'. — diz-me esta vida,
Diz-me também esta lida,
Este retroz, esta lã.
Minha mãe! — diz-me este canto,
Minha mãel — diz-me este pranto,
— Tudo me diz: — minha mãe! —

Minha mãe era mui bela,
— Eu me lembro tanto dela,
De tudo quanto era seu!
Minha mãe era bonita,
Era toda a minha dita,
Era tudo e tudo meu.




Morte
(Hora de delírio)

Pensamento gentil de paz eterna,
Amiga morte, vem. Tu és o termo
De dois fantasmas que a existência formam,
— Dessa alma vã e desse corpo enfermo.

Pensamento gentil de paz eterna,
Amiga morte, vem. Tu és o nada,
Tu és a ausência das moções da vida,
Do prazer que nos custa a dor passada.

Pensamento gentil de paz eterna,
Amiga morte, vem. Tu és apenas
A visão mais real das que nos cercam,
Que nos extingues as visões terrenas.

(...)

Amei-te sempre: — e pertencer-te quero
Para sempre também, amiga morte.
Quero o chão, quero a terra — esse elemento;
Que não se sente dos vaivéns da sorte.

Para tua hecatombe de um segundo
Não falta alguém? — Preenche-a tu comigo.
Leva-me à região da paz horrenda,
Leva-me ao nada, leva-me contigo.

Miríadas de vermes lá me esperam
Para nascer de meu fermento ainda.
Para nutrir-se de meu suco impuro,
Talvez me espera uma plantinha linda.

Vermes que sobre podridões refervem,
Plantinha que a raiz meus ossos ferra,
Em vós minha alma e sentimento e corpo
Irão em partes agregar-se à terra.

E depois nada mais. Já não há tempo,
Nem vida, nem sentir, nem dor, nem gosto.
Agora o nada, — esse real tão belo
Só nas terrenas vísceras deposto.

(...)
Publicado no livro Obras Póstumas (1868*). Poema integrante da série Contradições Poéticas.




Teus Olhos

Que lindos olhos
Que estão em ti!
Tão lindos olhos
Eu nunca vi...

Pode haver belos
Mas não tais quais;
Não há no mundo
Quem tenha iguais.

São dois luzeiros,
São dois faróis:
Dois claros astros,
Dois vivos sóis.

Olhos que roubam
A luz de Deus:
Só estes olhos
Podem ser teus.

Olhos que falam
Ao coração:
Olhos que sabem
Dizer paixão.

Têm tal encanto
Os olhos teus!
— Quem pode mais?
Eles ou Deus?

Publicado no livro Poesias Completas (1944). Poema integrante da série Poesias Esparsas.




Sonho

Era um bosque, um arvoredo,
Uma sagrada espessura,
— Mitológica pintura
Que o romantismo não faz.
Era um sítio tão formoso,
Que nem um pincel romano,
Nem Rubens, nem Ticiano
Copiariam assaz.

Ali pensei que sonhava
Com a donzela que me inspira,
Que põe-me nas mãos a lira,
Que põe-me o estro a ferver;
Que me acalenta em seu colo,
Que me beija a vasta crente,
Que me obriga a ser mais crente
No Deus que ela julga crer.

Sonhei com a visão dourada,
Que todo o poeta sonha,
— Idéia gentil, risonha,
Tão poucas vezes real!
Que só, com o peito abafado,
Se vai de noite em segredo
Contar no denso arvoredo
Ao cipreste sepulcral.

Mas, despertando do sonho,
Que aos homens não se revela,
Achei comigo a donzela,
Me apertando o coração,
E ainda presa a meus lábios,
Entre um riso, entre um gemido,
Murmurou-me ao pé do ouvido
— Que não era um sonho, não. —

E não mais, enquanto vivo,
Deixarei esta espessura,
— Mitológica pintura
Que o romantismo não faz.
Era um sítio tão formoso,
Que nem o pincel romano,
Nem Rubens, nem Ticiano
Copiariam assaz.

Publicado no livro Obras Póstumas (1868*). Poema integrante da série Contradições Poéticas.





À Morte de Garrett

No doce arranco
Que o céu lhe abrira,
Garrett ouvia
Seus próprios carmes
De terno amor.

E aos brancos lábios
Franco, improviso,
Lhe veio um riso
Em vez de angústias,
Em vez de dor.

Morreu poeta,
Ledo e gostoso:
Morreu ditoso,
Cingido, ornado
Dos cantos seus.

Lá foi com os anjos,
Que o inspiraram,
Que o sublimaram,
Cantar saudades
Ao pé de Deus.

Cantai, donzelas
Da pátria dele,
Cantai aquele
Hino de amores,
Hino gentil.

Ouvi que entoam
Seu hino etéreo
Em som funéreo
As belas virgens
Do meu Brasil.

(...)

Publicado no livro Obras Póstumas (1868*). Poema integrante da série Contradições Poéticas.








RAIMUNDO CORREIA [16.150] Poeta de Brasil

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RAIMUNDO CORREIA

Raimundo da Mota Correia de Azevedo (San Luis, 13 de mayo de 1859 - París, 13 de septiembre de 1911) fue un juez y poeta brasileño.

Nació a bordo del barco St. Louis atracado en aguas de Maranhão. Refiriéndose a su nacimiento en el agua: "Soy un hombre sin país, nació en el océano.". Sus padres eran el juez José da Mota Correia de Azevedo y María Clara Vieira da Mota de Azevedo Correa, los dos nativos de Maranhao. En 1882 se graduó de abogado en la Facultad de Derecho de São Paulo, que se encuentra en el Largo de São Francisco, conocido como Escuela de Largo de São Francisco, el desarrollo de una exitosa carrera como juez en Río de Janeiro y Minas Gerais. 

Raimundo Correia comenzó su carrera poética con el libro "Primeiros Sonhos" que revela una fuerte influencia de los poetas románticos Fagundes Varela, Casimiro de Abreu y Castro Alves. En 1883 con el libro "Sinfonías", abraza el parnasianismo y pasa a formar parte, junto a Alberto de Oliveira y Olavo Bilac del "Parnaso Tríada".

Los temas adoptados por Raimundo Correia giran en torno a la perfección formal de los objetos. Se diferencia un poco de otros parnasianos, porque su poesía está marcada por un fuerte pesimismo, llegando a ser sombrío. Al analizar la obra de Raimundo Correia se percibe en él una evolución. Comenzó su carrera como un romántico, entonces adoptó el parnasianismo y en algunos poemas se acercó a la escuela simbolista .

Murió el 13 de septiembre de 1911, en ​​París , donde se trataba su enfermedad.

Obras:

Primeiros Sonhos (1879)
Sinfonias (1883)
Versos e Versões (1887)
Aleluias (1891)
Poesias (1898)


Traducción de ÁNGEL CRESPO
publicada originalmente en la REVISTA DE CULTURA BRASILEÑA,
n. 17 Junio 1966 – Editada por la Embajada del Brasil en Madrid, España.
 

LAS PALOMAS

La primera paloma despertada
Vase... otra más... luego outra... em fin decenas
Dejan los palomares, cuando apenas
Raya sanguinea y fresca la alborada...
 
Y cuando cae la tarde, maltratada
Del viento norte, al palomar, serenas,
Alas y plumas tremulando amenas,
Vuelven todas en bando y revelada...
 
También del corazón donde florecen,
Los sueños alzan vuelo y estremecen
Al aire como aquellas al volar;
 
Bogan por un azul de años floridos...
Mas las palomas vuelven a sus nidos
Y ellos al corazón no han de tornar..
 


 
PLENA DESNUDEZ
 
Amo los tipos griegos de escultura:
Desnudeces paganas cinceladas,
Y no las flores de la estufa oscura
De la moda, raquíticas y ajadas.
 
Quiero en pleno esplendor, vicio y frescura
Cuerpos desnudos; líneas onduladas
Libres: de carne exuberante y pura
Todas las prominencias destacadas...
 
No quiero a Vénus opulenta, hermosa,
Entrever, en su forma esplendorosa,
De transparente túnica a través:
 
Sin rubor quiero verla, sin asombros,
Dorso desnudo, senos nudos y hombros...
¡ Desnuda del cabello hasta los pies!
 
 

SER MOZA Y BELLA SER
 
Ser moza y bella ser ¿por qué eso no le basta?
¿ Por qué cuanto ella tiene de fresco y virgen gasta
Y destruye? ¿Por quê trás de vaga esperanza,
Fátua, aérea y fugaz, frenética se lanza
A volar, a volar?...

                            Tambíén la mariposa
Recién rota la ninfa, abre el estuche, airosa,
Las antenas agita, vuela y revolotea;
El finísimo polvo de las alas menea;
Poco hecha a la luz, la luz la embriaga luego;
Boya es dei sol en la ola de su entibiado fuego;
A grandes tragos bebe el azul; se distrae
En el éter; revuela, vá y viene, sube y cae,
Vuelve a subir y vuelve a caer; y ora gira
Contra el curso del aire, ora incauta se tira
Contra tojos y zarzas; y en las puntas hirientes
En pedazos deshace las alas relucíentes;
De la escamita de oro los átomos mezquinos
Se van quedando presos en Ias puas de espinos;
Una porción de sí deja por donde va
Y, mientras tiene vida, volotea y es ya
Cual un leve papel suelto a merced del viento;
Se posa aquí, va allá y vuela hasta el momento
En que dei todo, en fin, se rasga y dilacera...
 
¡ Oh mariposa, para! ¡ Oh juventud, espera!
 
 

LA ISLA Y EL MAR
 
En el mar solitario se yergue entre la bruma
Una isla aislada como un dorso de ballena,
Donde la ola, bramando, la blanca flor de espuma
Deshoja reventando en la luciente arena.
 
En la estéril quietud del piélago en el centro
La isla duerme... e hirviendo, rasgándola por dentro,
Orgullosa, arrullada por marítimo salmo,
Conquista el oceano su tierra palmo a palmo.
 
Sobre su faz revienta la oleada frecuente,
La arena diluyendo, derribando las fraguas,
Y por fin se sumerje la isla completamente
Bajo el frio envoltorio de ilimitadas aguas...
 
Tal del seno dei pueblo altivo se levanta
Como una isla maldita el trono del tirano,
Y, oprimido, bramando, va royendo su planta
El Pueblo en tomo suyo igual que un oceano.
 
Pero un día por fin, en la alborada, cuando
De pensamiento nuevo el globo irradiar ha,
La onda popular, tronos despedazando,
Ha de envolverlo todo, ¡todo Pueblo será!
 


“Doire a Poesia a escura realidade
E a mim encubra”!
RAIMUNDO CORREIA
 


MAL SECRETO

Se a cólera que espuma, a dor que mora
N´alma e destróe cada illusão que nasce,
Tudo o que punge, tudo o que devora
O coração, no rosto se estampasse;
 
Se se pudesse o espírito que chora,
Ver através a mascara da face,
Quanta gente, talvez, que inveja agora
Nos causa, então piedade nos causasse!
 
Quanta gente que ri, talvez, comsigo
Guarda um atroz, recôndito inimigo,
Como invisivel chaga cancerosa!

Quanta gente que ri, talvez, existe
Cuja ventura unica consiste,
Em parecer aos outros venturosa! 
 
(Obs. Conservamos a ortografia original, tal como aparece no cartão).
 
Este exemplar  faz parte de uma coleção de 16 “bilhetes postais” da coleção particular de Antonio Miranda registrada no texto Poesia em Cartão Postal Antigo.


SER MOÇA E BELA SER

Ser moça e bela ser, por que é que lhe não basta?
Porque tudo o que tem de fresco e virgem gasta
E destrói? Porque atrás de uma vaga esperança 
Fátua, aérea e fugaz, frenética se lança 
A voar, a voar?... 
                            Também a borboleta, 
Mal rompe a ninfa, o estojo abrindo, ávida e inquieta, 
As antenas agita, ensaia o vôo, adeja; 
O finíssimo pó das asas espaneja;
Pouco habituada à luz, a luz logo a embriaga; 
Bóia do sol na morna e rutilante vaga;
Em grandes doses bebe o azul; tonta, espairece 
No éter; voa em redor, vai e vem; sobe e desce; 
Torna a subir e torna a descer; e ora gira 
Contra as correntes do ar, ora, incauta, se atira 
Contra o tojo e os sarcais; nas puas lancinantes 
Em pedaços faz logo às asas cintilantes; 
Da tênue escama de ouro os resquícios mesquinhos 
Presos lhe vão ficando à ponta dos espinhos; 
Uma porção de si deixa por onde passa, 
E, enquanto há vida ainda, esvoaça, esvoaça, 
Como um leve papel solto à mercê do vento; 
Pousa aqui, voa além, até vir o momento 
Em que de todo, enfim, se rasga e dilacera.

ó borboleta, pára! ó mocidade, espera!

 
 
As Pombas
 
Vai-se a primeira pomba despertada...
Vai-se outra mais... mais outra... enfim dezenas
Das pombas vão-se dos pombais, apenas
Raia sanguínea e fresca a madrugada.
 
E à tarde, quando a rígida nortada
Sopra, aos pombais, de novo elas, serenas,
Ruflando as asas, sacudindo as penas,
Voltam todas em bando e em revoada...
 
Também dos corações onde abotoam
Os sonhos, um a um, céleres voam,
Como voam as pombas dos pombais;
 
No azul da adolescência as asas soltam,
Fogem... Mas aos pombais as pombas voltam,
E eles aos corações não voltam mais.
 
 
CORRêA, Raymundo.  Poesias (Seleção portugueza). Prólogo de D. João da Camara.  3ª. edição correcta e augmentada.  Lisboa Parceria Antonio Maria Pereira Livraria Editora, 1910.  224 p.  14x21 cm.  capa dura  - foto do poeta em frontispício.  Col. A.M.
(conservando a ortografia original)

 
 
NUVEM BRANCA
 
Dizei-me: é ella a noiva casta e pura, 
Que no alvor d'essa nuvem rutilante, 
Passa agora ? Dizei-me, neste instante, 
Turbilhões de translúcida brancura;
 
Collar, broches de pérolas e opalas;
Gaza que, em niveos floccos, por formosas, 
Rijas pomas de mármore, ondulosas 
Curvas e espáduas de marfim, resvalas. . .
 
Dizei-me, branca, virginal capella ;
Nitida espuma de nevadas rendas ;
Alvos botões de laranjeira ; prendas 
Symbolicas do amor; dizei-me : é ella ?
 
E' ella a noiva ? E' mesto, ou prazenteiro, 
Seu doce olhar ? Sorri alegre, ou chora,   
Seu semblante gentil occulto agora 
Do espesso véu no alvissimo nevoeiro ?
 
E' ella, sim! Su'alma, entre os fulgores 
Das claras tochas cândidas e ardentes, 
Nas cherubicas azas transparentes, 
Voa, festiva, a um thalamo de flores...
 
Mysterios nupciaes, só vos devassa 
Um louco amante! Ao seu olhar ancioso 
Velaes debalde archanjo, o astro radioso 
Que, dentro d'essa nuvem branca, passa...
 
 
 
PLENA NUDEZ
 
Eu amo os gregos typos de esculptura :
Pagans nuas no mármore entalhadas ;
Não essas producções que a estufa escura 
Das modas cria, tortas e enfeza las.
 
Quero em pleno esplendor, viço e frescura
Os corpos nus; as linhas onduladas 
Livres ; da carne exuberante e pura 
Todas as saliências destacadas ...
 
Não quero, a Vênus opulenta e bella 
De luxuriantes formas, entrevel-a 
Da transparente tunica atravez :
 
Quero vel-a, sem pejo, sem receios, 
Os braços nus, o dorso nu, os seios 
Nus... toda nua, da cabeça aos pés !
 

CORRÊA, Raymundo.  Poesias. 4ª edição.  Rio de Janeiro: Annuario do Brasil; Lisboa: Seara Nova; Porto: Renascença Portuguesa, 1922.  318 p.  12,5x18,5 cm. Foto do poeta no frontispício.  exemplar encadernado.  Col. A.M.
 
 
ANOITECER
 
         A Adelino Fontoura
 
ESBRAZEA o Ocddente na agonia
O sol... Aves em bandos destacados,
Por céus de oiro e de purpura raiados,
Fogem... Fecha-se a pálpebra do dia...
 
Delineam-se, além, da serrania
Os vértices de chamma aureolados,
E em rudo, em torno, esbatem derramados
uns tons suaves de melancholia...
 
Um mundo de vapores no ar fluctua...
Como uma informe nódoa, avulta e cresce
A sombra á proporção que a luz recua...
 
A natureza apathica esmaece...
Pouco a pouco, entre as arvores, a lua
Surge tremula, tremula... Anoitece.
 
 
 
 
RIMA
 
Imaginando mil coisas
Meditando sozinho
Até a madrugada
Isto tudo é tão contrário
 
Medo e coragem
Amor e ódio
Revolta e compreensão
Mas nada rima nesse mundo
 
Apenas eu e você restávamos
Resto do que o mundo já foi
Intensamente, imensamente, eternamente
Até mesmo nós sucumbimos
 
Reavaliamos nossa condição
Indiferentes, deixamos de rimar
Menos um casal no mundo
Agora ando sozinho
 
Meditando noite adentro
Imaginando e esquecendo mil e uma coisas
Rondando até a madrugada

http://www.antoniomiranda.com.br/Brasilsempre/raymundo_correa.html




Amor e vida

Esconde-me a alma, no íntimo, oprimida,
Este amor infeliz, como se fora
Um crime aos olhos dessa, que ela adora,
Dessa, que crendo-o, crera-se ofendida.

A crua e rija lâmina homicida
Do seu desdém vara-me o peito; embora,
Que o amor que cresce nele, e nele mora,
Só findará quando findar-me a vida!

Ó meu amor! como num mar profundo,
Achaste em mim teu álgido, teu fundo,
Teu derradeiro, teu feral abrigo!

E qual do rei de Tule a taça de ouro,
Ó meu sacro, ó meu único tesouro!





Saudade

Aqui outrora retumbaram hinos;
Muito côche real nestas calçadas
E nestas praças, hoje abandonadas,
Rodou por entre os européis mais finos...

Arcos de flores, fachos purpurinos,
Trons festivais, badeiras desfraldadas,
Girândolas, clarins, atropeladas
Legiões de povo, bimbalar de sinos...

Tudo passou! Mas dessas arcarias
Negras, e desses torreões medonhos,
Alguém se assenta sobre as lájeas frias;

E, em torno os olhos úmidos, tristonhos,
Espraia e chora, como Jeremias,
Sobra a Jerusalém de tantos sonhos!...





AUGUSTO MEYER [16.151] Poeta de Brasil

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AUGUSTO MEYER

Augusto Meyer (Porto Alegre, 24 de enero de 1902 — Río de Janeiro, 10 de julio de 1970) fue un escritor, periodista, ensayista, poeta, memorialista y folclorista brasileño. Fue miembro de la Academia Brasileña de Letras y de la Academia Brasileña de Filología. Está considerado como uno de los más importantes representantes del modernismo en Río Grande del Sur, junto con Raul Bopp y Mário Quintana.

Sus padres, Augusto Ricardo y Rosa Feldmann Meyer, eran inmigrantes alemanes. Realizó sus primeros estudios en Porto Alegre, para luego dedicarse a los estudios literarios y de idiomas. Colaboró en diversos periódicos de Río Grande del Sur, especialmente en Diário de Notícias y en Correio do Povo, ambos de Porto Alegre, escribiendo poemas y ensayos críticos.

En 1920 publicó su primer libro de poesías, A ilusão querida, pero fue con Coração verde (1926), Giraluz (1928) y sobre todo con Poemas de Bilu (1929) que su trabajo alcanzó renombre nacional. Como poeta que formó parte del modernismo gaúcho, introdujo una veta regionalista en su poesía.

Formó el primer grupo modernista de Río Grande del Sur, junto con Teodomiro Tostes, Rui Cirne Lima, Vargas Neto y Pedro Vergara. En 1926 fundó la revista Madrugada con Theodemiro Tostes, Azevedo Cavalcante, João Santana, Miranda Neto y el ilustrador Sotéro Cósme.

Como ensayista y crítico literario ayudó a divulgar en Brasil gran cantidad de autores nacionales y extranjeros, entre ellos Proust, Rimbaud y Camões. En particular se destaca su ensayo sobre Machado de Assis. También estudió el folclore de Río Grande del Sur en títulos fundamentales como Guia do folclore gaúcho (1951) y Cancioneiro gaúcho (1952).

Su obra como memorialista, influida por Proust, se caracteriza por una línea lírica, mezcla de memoria, autobiografía y fantasía evocativa. Incluye los títulos Na Praça da Matriz – Trecho de Memórias (1946), Segredos da infância (1949) y No tempo da flor (1966).

Fue director de la Biblioteca Pública del Estado, en Porto Alegre, desde 1930 a 1936. Invitado por el presidente Getúlio Vargas para organizar el Instituto Nacional do Livro, se trasladó a Río de Janeiro en 1937 junto a un grupo de intelectuales gaúchos. Fue director del INL durante cerca de treinta años. Dirigió la cátedra de Estudios Brasileños en la Universidad de Hamburgo, Alemania, y fue agregado cultural de Brasil en España. El 12 de mayo de 1960 fue elegido miembro de la Academia Brasileña de Letras. También fue miembro de la Academia Brasileña de Filología.

En 1947 recibió el Premio de la Sociedad Felipe d'Oliveira en la categoría Memorias y en 1950, el Premio Machado de Assis de la Academia Brasileña de Letras por el conjunto de su obra literaria.

Obra

Poesía

A ilusão querida (1920)
Coração verde (1926)
Giraluz (1928)
Duas orações (1928)
Poemas de Bilu (1929)
Sorriso interior (1930)
Literatura & poesia, poema em prosa (1931)
Poesias 1922-1955 (1957)
Antologia poética (1966)

Ensayos

Machado de Assis (1935)
Prosa dos pagos (1943)
À sombra da estante (1947)
Notas Camonianas – Comentários críticos (1955)
Le Bateau ivre. Análise e interpretação (1955)
Preto & Branco (1956)
Gaúcho, história de uma palavra (1957)
Camões, o bruxo e outros estudos (1958)
A chave e a máscara (1964)
Prosa dos Pagos (1960)
A forma secreta (1965)

Sobre folclore

Guia do folclore gaúcho (1951)
Cancioneiro gaúcho (1952)
Seleta em prosa e verso (1973)

Memorias

Na Praça da Matriz – Trecho de Memórias (1946)
Segredos da infância (1949)
No tempo da flor (1966)



Augusto Meyer, pintura de Cândido Portinari,
1937 – pintura a óleo/tela Rio de Janeiro, 65,5x55 cm





Traducción de Adán Méndez


MINUETE

El minuete de las flores va empezar.

Hay una rosa roja que oscila, oscila,
en reverencia a un lirio.

Tocan los grillos escondidos para la cuadrilla.

Hay un crisantemo crespo muy orgulloso,
y su corola parece que gira.
Él baila inmóvil consigo mismo...

También las hojas secas valsean,
— organillo al viento —
valsean remolinos silenciosos,
— hojas ingenuas — baile de pobres...

Bailan las flores, bailan perfumes en mi alma.
El minuete de las penas va empezar.
Mi alma no baila con las otras almas:
— baila inmóvil — consigo misma...

Extraído de VISIÓN DE LA POESÍA BRASILEÑA – Edición bilíngue. Selección y prólogo de Thiago de Mello.  Santiago de Chile: Red Internacional del Libro; Embajada de Brasil, 1996



FIGUEIRA, Gaston.  Poesía brasileña contemporânea (1920-1946)  Crítica y antologia.   Montevideo: Instituto de Cultura Uruguayo-Brasileño, 1947.  142 p. 18x23 cm.  Col. A.M.



ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

Nuestra Señora de las siete espadas
clavadas,
enséñame a salir de las encrucijadas.

Rosa adorada, Madre, parece
que mí boca impura se estremece
cuando murmura: Nuestra Señora...

Voy a hacer ahora la loa más pura,
voy a rezar tan simplemente la plegaria
que tú, Madre, sonreirás con pena de mí, oyendo mis palabras rimadas.

Bien sé cómo es vano poner en verso la humilde canción.
Mas bien sé también que Tú eres tan buena,
tan buena y tan grande, María,
que no quise comenzar este rezo diciendo: Vos...

Ten (pena de la mirada que no se posa y de las manos que no paran!
Ten pena de nos!
Dame tu pensamiento un minutíto —así— como la uña del dedo menique.

Llega —
             feliz, comienzo a cantar,
cantar como la voz viva y clarísima de las fuentes,
cantar tu nombre, Santa María, que pone una rosa adorable en la boca,
a cantar tan bien. Madre, que los hombres dirán: milagro!
Nuestra Señora tocó en su corazón con la punta del dedo meñique.






MINUETE

O minuete das flores vai começar.

Ha uma rosa vermelha que balouça, balouça,
em reverência a um lírio.

Tocam os grilos escondidinhos para a quadrilha.

Há um crisântemo crespo muito orgulhoso,
e sua corola parece que gira.
Ele dança imóvel — consigo mesmo...

As folhas secas também valsam,
— realejo ao vento —
valsam remoinhos silenciosos,
— folhas ingênuas — baile de pobres...

Dançam as flores, dançam perfumes na minha alma.
0 minuete das mágoas vai começar.
Minha alma não dança com as outras almas:
                   — dança imóvel — consigo mesma...


CANÃO DO NEGRINHO DO PASTOREIO

Negrinho do Pastoreio,
Venho acender a velinha
que palpita em teu louvor.
A luz da vela me mostre
o caminho do meu amor.

A luz da vela me mostre
onde está Nosso Senhor.

Eu quero ver outra luz
clarão santo, clarão grande
como a verdade e o caminho
na falação de Jesus.

Negrinho do Pastoreio
diz que Você acha tudo
se a gente acender um lume
de velinha em seu louvor.

Vou levando esta luzinha
treme, treme, protegida
contra o vento, contra a noite. . .
É uma esperança queimando
na palma da minha mão.

Que não se apague este lume!
Há sempre um novo clarão.
Quem espera acha o caminho
pela voz do coração.

Eu quero achar-me, Negrinho!
(Diz que Você acha tudo).
Ando tão longe, perdido...
Eu quero achar-me, Negrinho:
a luz da vela me mostre
o caminho do meu amor.

Negrinho, Você que achou
pela mão da sua Madrinha
os trinta tordilhos negros
e varou a noite toda
de vela acesa na mão,
(piava a coruja rouca
no arrepio da escuridão,
manhãzinha, a estrela d'alva
na luz do galo cantava,
mas quando a vela pingava,
cada pingo era um clarão).
Negrinho, Você que achou,
me leve à estrada batida
que vai dar no coração.
(Ah! os caminhos da vida
ninguém sabe onde é que estão!)

Negrinho, Você que foi
amarrado num palanque,
rebenqueado a sangue
pelo rebenque do seu patrão,
e depois foi enterrado
na cova de um formigueiro
pra ser comido inteirinho
sem a luz da extrema-unção,
se levantou saradinho,
se levantou inteirinho.
Seu riso ficou mais branco
de enxergar Nossa Senhora
com seu Filho pela mão.

Negrinho santo, Negrinho,
Negrinho do Pastoreio,
Você me ensine o caminho,
pra chegar à devoção,
pra sangrar na cruz bendita
pelo cravos da Paixão.
Negrinho santo, Negrinho,
Quero aprender a não ser!
Quero ser como a semente
Na falação de Jesus,
semente que só vivia
e dava fruto enterrada,
apodrecendo no chão.



GAITA

Eu não tinha mais palavras,
Vida minha,
Palavras de bem-querer;
Eu tinha um campo de mágoas,
Vida minha,
Para colher.

Eu era uma sombra longa,
Vida minha,
Sem cantigas de embalar;
Tu passavas, tu sorrias,
Vida minha,
Sem me olhar.

Vida minha, tem pena,
Tem pena da minha vida!
Eu bem sei que vou passando
Como a tua sombra longa;
Eu bem sei que vou sonhar
Sem colher a tua vida,
Vida minha,
Sem ter mãos para acenar,
Eu bem sei que vais levando
Toda, toda a minha vida,
Vida minha, e o meu orgulho
Não tem voz para chamar.





MEYER, Augusto.  Poemas de Bilu. 2ª. Edição.  Rio de Janeiro: Irmãos Pongetti, 1955.  102 p.  13x19 cm.    “Orelha” do livro por Érico Veríssimo.  “ Augusto Meyer “  Ex. Biblioteca Nacional de Brasília.



FÔRÇA

Olha o sol!
Corre uma sombra no lombo do morro.
Há pedaços de luz que já voltaram.

Tudo invade a visão:
esguicho roxo de jacarandás,
atropelo vermelho dos telhados,
verde-gaio na folhagem trêmula.

Que ventinho moleque bulindo nas folhas...

Parece que o mundo nasceu de novo.



GRINFA

Quero provar o gosto novo das palavras
sobre a tua boca.
Será um poema gostado:
a tua boca forma a rima cruzada.

Quero medir a terra boa do teu corpo,
também sou agrimensor.
Te dou um vestido de mãos.
Toma um cinto de abraços.

Como a gente se completa...
O corpo-duplo tem alma.
Um mais um igual a Um.

Mas não fales no AMOR.

Repara:
é uma palavra desgraçada

é uma palavra engraçada que separa.



CAVAQUINHO

O amor é um mal engraçado,
dá na gente de repente,
dá mas pede, pobrezinho,
pede esmolinha, coitado.

O amor nasce desgraçado.

Mas ô besteirinha atroz,
arretira os é de riba,
amor é cruz enfeitada
que põe desgraça na vida,
é loucura dividida
na solidão disfarçada.

O mar é estrada batida.

http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/brasil/augusto_meyer.html








MARIO ALBÁN CAMACHO [16.152]

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Mario Albán Camacho

Nació en Heredia, Costa Rica, Centroamérica, en 1955. Inició su obra literaria en 1970. Durante los años de esa década su creación fue intermitente. Pero a partir de 1983 –cuando escribió El pájaro del Alba, poema en 22 secciones y, simultáneamente, otro en 17 estancias llamado Rapsodia para un amor– su obra es un vasto latido incesante, integrado hasta ahora por 42 libros.

La temática de su poesía es plural: desde la más delicada expresión amorosa hasta la más enconada erupción política, atravesando en épocas por entre la celebración de la naturaleza en un tono casi religioso o un existencialismo asfixiante, hasta el crudo emplazamiento místico.

Bibliografía

El pájaro del Alba (1983)
Ocho caminos de ingenuidad en el infierno (1982-1985)
Código de modales (1985)
El pájaro testigo (1985-1989)
Divertimientos (1986-1987)
Sello de clausura (1987)
Travesía (1987-1989)
El juego inmoderado (1988-1989)
Imágenes para que tal vez nos dejen cantar (1991-1992)
Ciclón (1992)
Señales (1994)
Río de haikus para un milenio que nos acecha (1998)
El pozo de los deseos (1997-1998)
Voz testigo (antología de su poesía, publicada en 1999 por el Ministerio de Cultura de Costa Rica)
Alquimia (1997-2001)
Canción de los devotos del sol  (1999-2001)
El revés mentiroso del derecho (2001)
Poemas del lícito ilusionista (2002)
Credo del amante (2002)
Definiciones y antidefiniciones (2002)
Muchacha (1998-2003)
También soy Job (2003)
Un loco toma la palabra entre millones de juiciosos que ya chiflaron al mundo (2003)
Resplandores (1983-2003)
Sueño de otros sueños (1985-2004)
Personajes (2004)
Habitaciones del corazón (2000-2005)
Plantas de poder (2007-2009)
Los haikus del milagro (2009)
Brasil patria de poesía (2009)
Canción del Amante Cósmico (2010)
Libro de las contradicciones (2011)
En busca del bosque perdido (2012)
En la ciudad de la utopía (2013)
Nuestro sitio de amar (2013)
Memorias de amor (2013-2014)

WEB DEL AUTOR: http://lamiradaincesante.blogspot.com.es/



POEMAS DE EL PÁJARO DEL ALBA

IX

Que no sea hora, estrategia, compromiso.
Que aun siendo del hombre, de la umbría
de su sangre y su mirada, sea
la cascada del sol entre el follaje.
Que sea bello como la luz y como el sexo.
Que aun humano, aun del combate
entre la bestia y el cerebro, sea
el pájaro volando adonde quiere.
Sí. Que el amor, aun bajo la piedra
y el fastidio, sea
la contienda entre el sol y el rocío.


XI

¿Es que puedo sentir
la paz del alba, el júbilo
de gallos y de pájaros, el latido
del sol derramado en el follaje?
¿Es que yo, opreso del tiempo
y de las calles, encallecido de trabajos
y de noches, atenazado de hambres y de guerra,
es que yo puedo, acaso, ser un hombre?
Si me rodea solo la piedra, la piedra
sonriendo en los periódicos, la piedra
exhibiendo sus vestidos, la piedra
gritando, discurriendo,
¿puede mi corazón ser
como el alba, iluminar
mis sueños y mi sangre?

Pobre cosa que preguntas,
¿a dónde está tu flor, a dónde el agua?



XIV

Se han acostumbrado a este cerco.
Han llegado a creer que esto es la vida:
Estos días engolfados en relojes y las noches
ahogadas por las calles. Estos seres
con duradera sed, trabajos y, a veces, sin la luz de una comida.
¿Qué se hace, en dónde queda, la sangre
fresca que se ríe en la cuna?
¿Qué se hizo, a dónde ha ido, el hombre
savia de los ríos y el viento, hermano de la flor
y del jilguero, espejo de los astros
y la tierra, habitante de la vida
y luz creciendo?



XVI

Ese pájaro que enciende la mañana, es la mañana
misma, es su frescura:
Es el parto del día que alza vuelo.
Ese pájaro no tiene calles sumergidas en su canto
y a su día no lo asuelan los relojes, lleva paisajes
en la luz de su mirada y el horizonte
muere bajo su vuelo.
No importa si ese pájaro es paloma,
o si es una golondrina o un jilguero. Ese pájaro es.
Y es como el viento.
El hombre, parece que llegó después del ave,
y sin embargo, fue señor y hermano de la tierra
y continente de la vida y del albor. Mas su corazón
cayó cautivo de su propio albedrío y sus abismos.
¿Por qué, animal amurallado, por qué
si aún llevas corazón, si eres el hombre,
no recobras el pájaro de libertad,
que es tu camino?



POEMAS DEL LIBRO "TRAVESÍA"


No podemos envejecer esperando las condiciones idóneas.  Tenemos que vivir y explorar la luz de cada instante.  Como el pájaro vuela en cualquier cielo y canta sobre cualquier sitio.


µ

Uno no solo debe acercarse estéticamente al hombre: dejaría por fuera a los desdentados, caras de rata, cuerpos de mono y arrastra pies.  Uno, sobre todo, debe acercarse al hombre como hombre: en esta animalidad compartida cualquier fealdad es pequeña y prevalece la sangre que en nuestra especie es capaz de crear justicia.


µ

Todas las mañanas, silenciosa, triste, contenida,  vende comestibles a los madrugadores del pueblo.  Pálida, ojerosa, prematuramente mustia, pero con una hermosa cabellera, prolijamente cuidada, intenta diluirse entre la diversa mercadería. Pero es atenta y detrás de su sonrisa temerosa palpita una sedienta ternura.  Vende víveres a chabacanos, adormilados, sufrientes, alegres, fugaces, tensos, enajenados.  Y ninguno percibe la cascada de su cabello ni la flor de su sonrisa.  Vende, vende, vende –sus hermanos, los dueños, entretanto duermen. Vende, vende, vende, y nadie ve que es una mujer, un jardín dispuesto al beso.  Como un fantasma deambula por los estrechos pasadizos, cubiertos solo de productos, de innúmeras marcas frías.  Cuándo llegará el amor que, atrevido, la haga deliciosamente humana...


µ

Por esta calle he pasado muchas veces, pero no esta vez; he vivido muchas noches, pero no esta noche; me han deslumbrado muchos plenilunios, pero nunca este; innúmeros grillos he escuchado, pero nunca estos; he sentido la serenidad posada en el follaje, pero no la que como un firmamento de silencio se extiende por la tierra, los árboles y el aire en la pacífica umbría de esta noche; de la lejanía, rasgando sombras, me han llegado en otras horas rompientes aullidos de perros y rítmicos cantos de gallos, pero nunca los entremezclados ladridos y cantos que surcan el suceder inmóvil de esta noche; he percibido en otras noches de verano vaga cercanía de lluvia, pero no la sutil presencia de invierno que palpita en el rocío de esta noche; he mirado en innombrables instantes las estrellas, pero nunca las he mirado este instante: todo incesantemente muere, incesantemente nace; mi cuerpo de este momento no es el mismo que hace poco veía la leve luz del cielo; la vida que sucede es –a un tiempo– brote, tiniebla, agua y yermo: existir es, por lo tanto, ser capaz de aprehender en la petrificada calle conocida, el novedoso, fértil e impredecible retoño del latido: huella latiente, verde –nunca callo–, de la vida que fue y, por no seguir anuarios, continúa inmarcesible, creadoramente siendo.



POEMAS DEL LIBRO "EL PÁJARO TESTIGO"


¿A DÓNDE?

Yo vengo de tiempos
adonde los niños podíamos jugar con papalotes
(cielos abiertos a los sueños, los pájaros, los vientos).
Por el latido de un cordel subíamos hasta el cielo,
conversábamos con nubes y azules
y el follaje nos aplaudía desde los árboles.
A veces golondrinas o yigüirros
cortejaban con sus juegos nuestro vuelo,
y la brisa, limpio mar de transparencia,
cundía de músicas la nave de polícromo papel donde soñábamos.
Éramos magos: resplandecientes duendecillos de campiñas.

Niños de hoy -prisioneros de calles y T.V.-,
a dónde irán ustedes
con cielos cautivos de azoteas,
pájaros que se degüellan en los cables
y vientos radiactivos sin follajes.

A dónde iremos todos sin la vida.


CUENTO A MUCHA DISTANCIA DE LAS HADAS

Hijos,
¿cómo decirles,
cómo contarles cómo eran las cigarras
-chicharras las llamaban en mi pueblo-?
A ver... ¿Con qué mostrarlas,
con cuál palabra,
cómo inventarlas hoy, que poco queda?
Eran verdes, sueños, amarillas,
eran el latido del follaje.
Sus alas eran como el agua,
cristalinos óvalos sustentados sobre encaje.
Posadas en un árbol eran hojas,
mínimos satélites de estío: he aquí
su altísima esencia de cigarras:
Eran pequeñas navecillas del verano,
comitiva de la luz derramándose, solar,
por frondas, montañas, espesuras.
Y cantaban, además cantaban;
en las verdes copas vegetales
su concierto era mejor que los chillidos
que hoy enriquecen a los divos del rock entre miserias.
Cantaban.  De crepúsculo a crepúsculo
su canto era la voz llameante,
la palabra vital de los veranos.
Y llovían.  Desde el cielo como un mar de fulgor y mediodías,
las cigarras llovían, eran llovizna
humedeciendo los sueños de niños y de plantas.
Ah, las cigarras,
tan capaces de habitar fulgor y aire,
tan dueñas de los árboles y el día,
las cigarras provenían de la tierra,
años enteros dormían en su germen,
junto al latido de la sombra y las raíces,
en la nutricia fuente de la vida,
sí, las cigarras brotaban de la tierra.
Yo, que fui niño como ustedes,
que fui animal libre como ustedes,
yo, hijos míos,
yo vi germinar a las cigarras,
flores desnudas hacia el sol,
desde diminutos huecos tan redondos
como las formas de la luna y las estrellas.
Yo, de la tierra vi emerger
a los músicos insectos del verano
y, en mis manos, por primigenia vez
al cielo se elevaron.
Mas hoy, como aquel piel roja,
que en su inocente unidad con las praderas,
no pudo comprender
por qué un tren valía más que infinitas manadas de bisontes,
yo, hijos míos,
no puedo tampoco hoy comprender
que las cigarras ya no escolten los veranos,
porque los mercaderes que envenenan el herbaje
exterminan también el terrestre vientre de los cantos.


TÚNELES

Todo: agua, aire, árbol, flor;
libres, deslumbrantes bellezas de los pájaros;
inabarcables latidos de los bosques;
azules, vivas, amplísimas recámaras del mar:
Todo, lo nombrado y lo no dicho, todo
está por perecer.  No lo quiere
la fundadora luz del sol,
ni las fértiles habitaciones de la tierra,
no lo quiere el ciervo copulando con su hembra,
ni lo quiere el anónimo polvo del desierto,
no lo quieren la hierba ni los astros:
No lo quiere la vida.  No lo quiere.  Lo busca
el hombre, sumergido en la impudicia del mercado;
el hombre, nunca dueño de sus íntimos fulgores,
más infeliz aun que una gaviota,
todavía más oscuro que la noche.  El hombre,
ese angustiado y gran desconocido,
se ha creído sin embargo dueño y sabio
de los valles, los ríos y las montañas,
del follaje, la luz y los océanos.
Y donde hubo bosques con sus nidos
ha edificado rascacielos y negocios.
Y donde hubo ríos y floración
manufactura venenos y desechos.
Y donde hubo cielos y albores
ha puesto torres, aviones, humaredas.
Sí, el hombre,
que no es dueño aun ni de su edad,
que no puede siquiera decidir
sobre la caprichosa disposición de sus arrugas,
sí, animal de tan confusas vocaciones, el hombre
ha decidido ser el amo y el juez de la existencia.
Y la vida, que incesante apunta hacia la luz,
él, laberíntico, la arroja hacia sus túneles.


LA LLUVIA

Lluvia, yo, cuando niño,
amaba mucho tus canciones,
tus tambores sonar entre las nubes,
tus trompetas vociferando sobre ríos,
tus flautas cadenciosas entre los arpegios de los pinos,
tus armonías danzando con los gorgoritos de las aves:
Todo el espacio y la luz y la espesura
y los charcos, las flores y las piedras
y el cielo, las cimas y las eras: todo latía,
rezumaba, la prolífica melodía de tus gotas.
Y yo niño, fecundo como tú,
amaba mucho  —lluvia—  el amor
que desplegabas por los campos.
Entonces, mi padre, casi roble, cedro, sauce,
sembrador de vida y de maíz,
inundado llegaba  —lluvia—  de tus aguas,
y era como si por la puerta penetrase
una mano de tu aguacero generoso.
Yo niño, casi un glóbulo
de tu líquida abundancia  —lluvia—,
amaba mucho la vida que fundabas.
Por eso hoy, cuando escucho
tus caballos en estampida por el cielo
y te miro correr por las aceras
y las paredes de macilentos edificios,
sucia, negra, confundidas tus nubes con smog,
tus innúmeros globos cuajados de ponzoña
—una herrumbrosa metáfora de vida—,
entonces lluvia, indoblegable lluvia,
admiro más tu indomable música creadora,
pues quemante y venenosa
como los industriales humanos te hemos hecho,
sigues cayendo, cayendo y empapando:
Estás en guerra
contra el desierto planetario que construimos.
Ah, hermana, madre y abuela de la vida,
antigua lluvia, elemento primordial,
¿seremos los hombres capaces algún día
de ser fecundo espejo de tu música...?




DE "OCHO EPISODIOS DE INGENUIDAD EN EL INFIERNO"

LOS CAMINOS                                  

Aquí hay dos caminos:

Drogas oficiales:

Éxito,
silencio,
aplaudir al grande,
domingos de misa,
fiestecitas pulcras,
ser un patriotero,
estar en el partido
que gana el poder,
ser un elegante,
seguir memorandos,
preservar el medio:
Vivir como un buey.
Si esas drogas usas
serás "buen muchacho",
"persona ejemplar",
y puedes ser ministro
o, al menos, su amigo.

Y al otro lado:

El campo prohibido:
Besar a la vida,
su rostro de fuego:

Ignorar los rangos,
censurar el hambre,
soñar con los astros,
amar como un niño,
oponerse a modas,
abrazarse a un pino,
no oír los discursos,
vomitar periódicos,
llorar cuando quieres,
detestar caretas,
gritar "libertad" enfrente de bestias,
mirar en los sapos un sueño de estrella:

Ser solo un vecino.
Pero de ojos firmes.
Si la vida aceptas:
Si su aire y su trino
tomas como emblema,
no serás ministro,
ni menos su amigo:
Solo serás libre,
es decir: un hombre.


UN CIUDADANO COMÚN

Yo trabajo, sufro, estoy atado.
He iniciado amores en un parque – ,
bajo la luna azul entre la fronda,
que han concluido simplemente en algún bar.
No tengo otra razón que los salarios,
que algún placer al filo de la sombra.
Soy nada. Apenas una cifra del sistema.
Mírenme aquí de piedra por las calles.



MI PAÍS

La democracia
                      es la corrupción
                              llevada
a categoría de dios
   y, como una Penélope hechicera,
                                      cortejada por nuestras aves de rapiña
                                      y sostenida por la desidia nacional.

Y es el pueril
               patrioterismo
de nuestros acomodaticios burócratas
que,
         a falta de gónadas
enarbolan en sus impotentes
                         y monocordes escritorios
y en la imbecilidad
                         de estadios y cantinas,
los símbolos idílicos
                         de una nación
                       de vida nada idílica,
                   cuyo decoro es lupanar
                                          de la prensa cortesana,
                                          los mastines políticos de turno
                                          y los dogos del emporio americano.
Nuestra democracia es un carnaval
donde se conmemora la ceguera colectiva,
                 en medio de un planeta
                                  desolado
                                       por mercaderes fratricidas
                                       y guerras azuzadas
                                       para mantener la capital del latrocinio
                                       en donde la cofradía del renacuajo
                                       planea la inundación universal.






HÉCTOR TORRES [16.158]

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Héctor TORRES

Poeta Chileno en Montreal, Québec, Canada. Miembro y coordinador del «Proyecto Cultural SUR-Montréal».

Sus textos han sido publicados en la antología poética “Voces del Sur”, en las revistas “Póster” de la Universidad de Fredericton (Canada), “Marinero del alba”, “Revista Sur”, “Revista Helios” de Montréal en español y en francés, “Ater Vox” de Ottawa y su ultima participación por la ciudad de Montréal, “Montréal vu par ses poètes”, una antología multicultural y en diferentes idiomas.

Igualmente, ha participado en diversos periódicos: “El Popular”, “El Chasqui latino”, en la radio Radio-Montréal, en Vancouver, TV Latina de Montréal. Ha realizado lecturas en Sherbrooke, Ottawa y Montréal, Vancouver, Santiago de Chile y Temuco.


«CANTO DE OTOÑO» de Héctor Torres, 2006 – 114 paginas
Ediciones: SUReditores - Montréal, Québec, Canada.




Canto de otoño
Prologo: El vigor de la palabra

Canto de otoño es un libro lleno de energía vital, que se alza como un faro de luz y de contacto humano dentro de la noche de dolor y de disolución. Su autor, Héctor Torres, es un escritor que ha creado poesía y cuentos toda su vida, pero que se ha expresado directamente en forma de poemas recitados, leídos en la radio, publicados en diarios y revistas, mandados por la Red y colgados en pósteres en exposiciones. Canto de otoño es su primer libro publicado, un poemario que sus amigos y su público esperan desde hace mucho tiempo.

La poesía de Héctor Torres forma una parte íntegra de su vida, en la que las palabras resuenan dentro de la lucha y la celebración cotidianas. Su camino ha pasado por la juventud en el campo chileno, el activismo sindical en Santiago, el exilio en Argentina y Canada, el trabajo en la construcción en la ciudad de Québec y Montréal, y una labor infatigable al servicio de las artes y la cultura dentro del Proyecto Cultural Sur en Canada. Durante toda esa trayectoria la poesía lo ha acompañado como compañera fiel, hasta que finalmente decide que el momento ha llegado para crear un libro –el primero de varios manuscritos que ya esperan su turno- .

Los poemas de Canto de otoño son un grito de alegría profunda y de afirmación existencial que irrumpe en el mundo. Encarnan una fuerza embebida de amor, naturaleza, esperanza y calor que se irradia en un torbellino pulido de palabras y que hace pensar en el dinamismo poético de Walt Whitman, Pablo de Rokha e Irving Layton. Aunque la luz predomina, también se la ve en una lucha perpetua contrae la muerte, la mezquindad humana y la represión política, una en que las fuerzas del bien saldrán victoriosas al final.
Asociados a esta danza cósmica son el erotismo, la fertilidad, los hijos, la música y la libertad. A menudo la voz del sujeto en los poemas, que se expresa en primera persona, canta el puro placer sensual de vivir, lo que se convierte en una declaración de confianza universal, como en la última estrofa de «Golpe bajo la psiquis»:


¡Ya paso!, estoy de vuelta, mis labios están de fiesta
el cielo me regala una danza de estrellas
aromados sueños me trae el amanecer
gracias esperanza por tus labios frutales
apretando los míos en un beso de miel

el lenguaje es emotivo, lírico, rico en metáforas originales y efectos sónicos como la aliteración, la asonancia y la rima interna – técnicas poéticas que se incorporan tan intrínsecamente al texto que realzan la naturalidad de los versos, como si el poemario fuera un dialogo entre amigos-. A veces la poesía ella misma se funde con lo físico, para que la amonte “Me ofrece en llamaradas/el alfabeto de su cuerpo” (“Tarde de junio”). De esa manera, el sensual, “encendiendo luces pequeñas/en los parajes de la piel” (“Madres vertiente de vida”).

La esperanza que impregna estos versos es una fe en la capacidad del universo de recuperarse y renovarse, más allá de la existencia individual. Hay imágenes de exuberancia vegetal y animal, de luciérnagas, mariposas y aves que fertilizan y desaparecen, una miríada que incita el sujeto a exclamar que “en tu flor abierta quiero germinar” (“Hazme libre”). Pero también es el poemario un verdadero Canto de otoño, frente al frió del exilio boreal y al paso de los anos, un canto con su propia belleza en la que “la bermeja cabellera de los bosques/Ardía como hoguera en llamaradas” (“Canto de otoño”). Como el ave fénix del poema “Emergencia”, el narrador alza su vuelo hacia un cielo nuevo, reinventándose a sí mismo mientras sobrevuela su vida y observa el recorrido del tiempo. El futuro que le espera a el y al mundo es uno en que la justicia y la igualdad se realizaran y en que, como afirma la voz del poema “Con los ojos ausentes”, “Voy abriendo el ramaje de los días/en los pezones del alba”.
Hugo Hazelton,
Montréal, noviembre del 2006



De la infancia al otoño

Desde la tempestuosa orilla de mi infancia,
fluye un rió caudaloso hasta el centro del otoño,
del brote ascienden hojas relucientes que me excitan,
verdes paisajes mecidos por el viento,
lluvias de hojas mustias en los ojos de la tarde
estremecen amaneceres, vueltos y cantares.

Entre los trigales se mecía el pan del invierno.
Mi viaje por la infancia me recuerda todavía
un olor a hierba fresca y ansiedad de frutales,
tu vestido blanco con estrellas azules
marcando el alegre compás de tus caderas
y la codiciada fruta subiendo hasta tu pecho.

Con manos nerviosas acortamos la distancia
y con la boca llena saboreamos la miel del universo.
Nunca él viento derramo sobre nosotros
más tesoros y fragancia a nuestras almas,
nunca la libertad fue más ancha y más pura,
nunca antes nos marco el recuerdo a fuego eterno.

Vino pronto el bullicio y dolor de las ciudades,
el batallar desconcertado de mi ser provinciano,
el sueno hondo de cambiar el fin del universo,
el anhelo de repartir los frutos del sol y el fuego
y la brújula que señalaba el grito de la dicha.

Cayó la voz del canto y la guitarra a la hoguera.
No fui llanto ni agonía, la sonrisa fue mi luz,
la lejanía me esperaba, era buena, ajena y poco amable,
se enredaba su verbo en mi tímida lengua del sur.
Hoy en medio del otoño mis brazos esperan primaveras
donde caben todos los míos. Camaradas y amigos.

En mi corazón el otoño es intenso, pletórico de ríos,
árboles apacibles de sublimes cantos que desbordan
esperanza plena de arroyo en medio de mi pecho.
Me duele mi Chile de marca extranjera y canto ajeno.
No juego todavía al olvido, quiero eternizar un nacimiento,
quiero un mundo anfitrión para la infancia que espera.

Me quedo sostenido en el ancho sol de un pentagrama
que me arrulla de cantos salvajes, dulces trinos
y un sabor a miel de tersos besos, que me embriagan
como invasión de vinos y ardores en los labios y la lengua.

Como un ritual de sismos que deleitan mi conciencia
en el sueno eterno de soliloquios de infancias que fulguran.




¡No te absolveré!

Loo tus aguas vestidas de luz.
Maldigo tus sombras triturando alientos.
¡Maldito reptil de vientre plateado!
Pérfido espejo escanciando vidas,
tragando raíces al anochecer.

¡Devuélveme a mi padre! Lanchero
en su balsa de sueños despejando nubes,
libera en alegrías, las penas de mi madre.
¡Oh Bío-Bío! ¡No tienen perdón tus ironías!
¡No te absolveré inocente monstruo!

¡Devuélveme a mi padre!
¡Con sus ojos puros tallados en piedra!
Libera su corazón de cuarzo
Latiendo en el lecho del crepúsculo,
Su cabellera de juncos reptando en el aire.

Dame su sueno dormido
en el tranquilo vuelo de las garzas,
ahórrale su última tormenta,
remando en las riberas del alma,
que su conciencia va ardiendo en las alas del canto.

Alza su biografía de rotas campanadas
llamando en lo alto de la torre,
esculpe su nombre de metal
n sereno mástil de esperanzas.

Levántate José Miguel,
escapa del fondo de la escarcha,
emerge transparente del recodo de la fuente,
trepa como el aire la claridad el día.

Desciende hasta mi alma a llorar en mi llanto,
sube hasta mi voz a derramar poesía,
duerme tu silencio oteando el tiempo,
cabalga en mi alegría tu merecido descanso.




Así nació el poeta

Navegante de prolongados silencios,
bajo tu andar moran soledades,
lejanas simientes hicieron su surco
en las huellas que persiguen tu rostro.

Una campana infinita te revive
en un sordo oleaje de distancia,
en cada amanecer vencido de recuerdos,
donde el vino derrite su dolor.

Un lagar de otoños, un archivo de olvidos
te recuerda abandonadas caricias,
un hijo, un sueno rescatado de la muerte,
como un sol que nace y muere cada tarde.

Tal vez ya no sea necesario viajar a las estrellas,
quizá sea más urgente un viaje al corazón,
pero me falta tu sonrisa, tus manos y tu pelo,
para completar este poema lejano y ausente.

Pertenezco a la especie más nostálgica,
mi cuerpo es un cometa que viaja por tu sangre,
un latido de martillos construyendo esperanzas,
dibujando tu boca para vivir en tus labios.

Así nació el poeta, sin nombre, sin destino,
vino ciego y solitario, buscando tu presencia,
a inventar el mas primaveral de los reinos,
para vivir contigo esta húmeda locura.




¡Alerta humanidad!

La indiferencia de las maquinas me asusta,
huyo del lamento que arremete mis oídos,
me asilo entre las bestias al fondo de mi especie,
me visto de árbol o de viento ocultando mi piel,
me distancio de las calles y fríos escenarios,
acida saliva en mi boca, sangre en las pantallas.

Ingreso a la raíz de la selva, reino de las fieras,
busco una razón para entender mi lengua
infectada de agónicos mensajes,
cascada de muerte vomita el monstruo de metal.

La piel del océano obscurece de letales llagas,
la marea sangra y gime en olas de peces muertos,
viola el falo de la insensatez el útero de la tierra,
tiembla en sus entrañas el engendro ciego,
¡alerta humanidad puede haber un parto de sombras!




Ansiedad de herirte con mi sed

Qué importa como te llames diosa o mujer,
si vives distante o mueres amando,
si la clave del tiempo nos resume
a dos llaves de una sola cerradura.

Solo se que un día al abrir mis ojos
te descubro y pierdo los sentidos,
ansiedad de tenerte y ser tu misma
en un yo que se escapa y me ahoga,
quemante angustia de herirte con mi sed.

Domesticada ya la fiera del instinto
y hartados de manjares, bebimos la calma,
que jubilosa, resplandece al universo.

Liquida sensación de marejada
refrescando el oleaje de la piel,
efímero ángel de excitada memoria
ahorcando olvidos en la soga del recuerdo.

Una tarde te va dejando sola.
en el continuo huir de la mañanas
se apaga tu sonrisa de primavera,
al fondo infinito de tus ojos mansos.

Tus manos temblorosas amagan un adiós
y yo esculpo en mi recuerdo la simetría de tu ser,
moldeo entre mis manos tu silueta menuda
y mi corazón decrece en la agonía de un recuerdo.




Cincuenta rosas rojas

Extraviadas alas de paloma
surcaron los espejos del alba,
fuego cruzado entre miradas,
en mis ojos se detuvo tu esplendor
bajo los parpados de un sueno.

¡Hoy quiero repetirte en mil abrazos
Y brindar contigo medio siglo!
amanecer empapado de recuerdos,
entre sabanas de azules océanos
imaginando el oleaje de tu pelo.

Suponer que descubro tu norte geográfico
en la cautiva ensenada de tus ojos,
que asalto tu boca sobre el arco
y me hiero con la flecha de tus besos.

Tu fugaz reflejo de vertiente me estremece,
incursiono la primavera en la metáfora
y vació todos mis vuelos en tus miradas,
internando a fondo un destino de otoño.

Tu vida bordada de jardines
es ola que sostiene mi pulso,
vaporoso caudal de simiente,
perfumando de nidos y nostalgias.

Invierto lejanías en temblor de labios,
brote de tiempo palpitando recuerdos,
frondosa sabia que despierta.
¡Vino nuevo que bebo en tus labios!
Con memoria no herida de olvidos.

Hoy entrego a tu boca mi aliento,
deposito en tus manos obreras,
la indómita irreverencia de mi sangre,
cincuenta rosas rojas de pétalos alegres
y un trueno escarlata de copihues,
horizontes chispeando en tu frente.

Bebamos esta copa de calida luz,
afilemos la espada de la risa,
rompamos los muros de sombras,
que adormecen la alquimia de la piel,
oxidando la dulzura de tu voz,
empañando los cristales de la imagen.




Claro capitán

En nuestros ojos de memoria adolescente
aún parpadeaba la infancia como un juego
y tu ¡eras ya camarada!

Tradujeron las aves y el viento cristalino
junto a la fragancia del polen,
tu imagen de amor y humanidad,
tu voz estallando en la bandera verde
como un rió que despierta la conciencia.

Llegaste a nuestras vidas como un desayuno,
entraste por la languidez de las miradas,
con dolor te invitamos a no olvidarnos
y te quedaste para siempre a latir nuestros pechos
como un suculento almuerzo al alcance de todos.

Como un coro de niños gritábamos
Allende, Allende, Allende no se vende.

Con hambre y con calor sonábamos
ese futuro que tu voz nos regalaba.
Un entusiasmo brioso sacudía nuestras mentes
definiendo la imprecisa idea del porvenir.
vimos florecer lirios en tus manos,
en tus ojos un desfile de robustas razones
y en tu palabra firme, pétalos de cobre.
Hondo lugar para la primavera humana,
un piar de polluelos entre las paginas del libro,
tropel de corceles transportando madrugadas.

OH, Claro capitán, te hirieron de sombras,
mas no te mataron de silencio ni olvido,
el áureo acero de tu voz es tempestad de rayos,
lluvia que humedece tu ejemplar semilla.
Inútil fue te muerte, volverás cargado de cosechas.
Volverán las golondrinas en verano de siglos,
tu palabra perdurara como el metal abriendo surcos
en el umbral de un futuro sin nombre todavía
y en la frente de los nonos se detiene un beso de futuro.

Compañero Allende, tu árbol crece y brota
en la universal primavera de la sangre
tus mañanas van entrando a la escena del amanecer.
Aún mi corazón alberga un recuerdo de niño
gritando Allende, Allende, Allende no se vende.




El amor es más que la suma de dos cuerpos

El amor es todo y mucho mas
que la suma de dos cuerpos
en las entrañas del alma.
Es un eso de fuego
que va ardiendo en los labios,
un rayo escarlata
viajando en la sangre,
ave que en llamas
nos rosa la piel,
como pulso de fiebre,
que agita en el ser.

Es la furia del fuego
anidando en el ramaje,
cuando transita en la sangre
el jubilo ciego.

De día y de noche,
estornuda y bosteza,
lucha y se aleja,
en los rayos del sol.

Como quien empieza
se tropieza y cae,
comienza de nuevo
sin mirar atrás,
sale y se esconde
se escapa y se va.

Luego regresa
para volver a entrar,
en tu dulce cuerpo,
en tus ojos de miel,
melodía y encanto
de todo tu ser.

No importa si sufre,
si llora en el gozo
o se abren heridas,
si fallece y muere
entrando y saliendo,

Sublime embeleso,
hoguera que enciende
un gran canto de amor.



El frío

El frío nunca comulgó conmigo.
Por las noches helaba mis sueños,
Al llegar el día escarchaba mis pies.
Por las tardes me enfriaba el alma
y la lluvia me arrugaba la piel.

El alba vestida de blanco,
luciendo su traje bautismal,
espantaba el sueño de las aves,
y las bestias dejaban el corral.

Abril empañaba los cielos,
mayo monarca de luto
o jefe patriarcal,
vestido con goteras de invierno,
o neblina matinal.

Un terremoto en el alma,
una herida en el cuerpo,
un susto en el corazón.
Lo cierto es que nunca
había visto a mi madre,
con las rodillas en tierra,
pidiéndole a dios perdón.

Junio es un perro rabioso,
desde el principio al final,
predecesor orgulloso de julio,
su hermano mayor, guardián, vigía
y soldado, de este invierno maricón.

Ese nunca calmaba sus furias
con temporales de lluvias,
remolinos endiablados
y esas ganas de escarchar.

Creo que me odio desde niño,
me azotaba con furias su viento,
me mordía los pies y mi andar
con esos colmillos de hielo
y agudos dientes de ratón.

Tras sus cristales vibraba mi alma
y el viento estremecía mi fe,
me agrietaba las rodillas,
hería con furias mis huesos,
y mis dientes no dejaban de temblar.

Me perseguía hasta octubre
con un mordisco en la nariz, mis canillas heladas,
violeta el tinte de la piel,
un tormento de agujas
en la planta de los pies.

La tierra andaba en amores
con calor en sus entrañas.
En sus genitales surcos
pedían a gritos la germinación,
ofreciendo sus labios
a los rayos del sol.

Encanto de frutales y perfumes,
alegría de vuelos y trinos,
fascinación de sueños,
embrujo de arrullos,
es lo que llevo en mi alma
verde primavera de amor.




Así se eternizaron los Amantes

Como dos niños jugaban a imaginar
Imaginaban el amanecer
El nuevo día, la nueva luz
El alba del tiempo.
Pero no el alba de todos los días, que caía sobre el rocío.

Imaginaban el alba de sus sueños, un alba con el alma al Rosado
Al rojo, al celeste y al azul, al blanco puro de la inocencia ancestral
Estaban bajo el influjo de un cielo sin nubes, frente a la inmensidad
Con un horizonte diáfano sin arrugas, sin cansancio.

Todo el mundo emergía en el espejo limpio de sus ojos inocentes
Afloraban mañanas con susurros de ríos,
La brisa peinaba sus cabellos, el suave fluir del viento,
Armonizaba el aletear de la hoja de la arboleda
Dulces melodías de flautas y violines cruzaban las paredes del silencio.

Cambiaban su soledad por horas plenas de dicha,
Olvidando quienes eran en el cielo se extendían arcos multicolores,
Mientras sus manos gemelas se trasmitían una sensación de dulzura infinita, reverdecían las praderas, los valles.
De la profundidad de la floresta, se elevaba el dulce canto de las aves
Todo era mágico, estaban hipnotizados por las horas más intensas del instante.

Nada parecería perturbar o cambiar el curso de aquel idilio
De aquella embriaguez inacabable,
De aquella gloria tan mansa tan de ellos todo era así, tan así,
Tan inmensa, tan eterna que no recordaban el pasado
Estaban dulcemente estacionados encantados en la gloria total del reposo,
Encantados del estar y ser una sola identidad en la magia del amor total.

Nadie los quiso distraer, y más tarde nadie los pudo despertar
Y hoy están allí abrazados como una estatua eterna, latiendo a un solo corazón
Respirando a dos pulmones, todo el flujo sanguíneo inflamándoles su sed
La sed de amarse hasta el fin de los tiempos, allí se quedaron los amantes
Para siempre cautivos, presos en el más hondo de los recuerdos, en la sed
De amarse por la eternidad.


Por las calles de Santiago

Cuando camino sin rumbo por las polvorientas calles de Pudahuel
Veo asomar los ojos de este Chile después de los hocker hanter
Todo es presuroso, muerden los apuros, las tarjetas de créditos
Las jornadas interminables; distantes de los hijos y el hogar
Los cogoteos a la orden del día, el engaño diestro y perverso
El cuento del tío, las elegantes promotoras, o los fantasmas
Cada uno viaja en su cápsula personal, o su vehículo a crédito

Este mundo que palpita tan cerca del dolor, que aprieta el pecho
Seca la garganta, y enfría el corazón, es el Chile que nos queda
Con los ojos clavados en la tele, ensayando una suerte mejor
Allí lo arreglan todo, se venden por un salario, cumplen con devoción
Sonríen como Camiruaga, el Quique, Bustamante o la Raquel.
Son muy finos, delicados, y muy artistas en la deformación
Vocabulario modulado, nunca imparciales, siempre leales al patrón.

Si alguien toca a una puerta, o interrogado en la calle, se oirá,
Un sonoro, -no estoy ni Ahí-,... o un compuesto compadre estoy contigo.
Depende del negocio o la imperdible ocasión, de este momento sin igual
Su norma es nunca sentirse implicado en fuertes compromisos,
Mañana, si te e visto no me acuerdo, es mejor hacerse el huevon,
Es indiferente si pertenece a Chile primero, la U.D.I.... O renovación
Siempre ensayando otro discurso que lo haga diputado o senador

Si pregunto por la poesía me preguntaran... ¿para que sirve eso...?
¿Si se compra, si se revende? en los mercados o en los portales de navidad.
M... ¡Para qué cantarle a la vida! Si esta, enferma, si padece de sordera atroz
.
Hay niños que se divierten en los grifos o chapotean en el barro
Otros cantan en los micros, cuentan una historia triste de mama
Y lloran un refrán, señor... no me la tomo, no me la fumo, es para mamá
Así se venden cuentos, poemas y cantos, solo por un día de pan
Un par de monedas, desacelera el hambre y descomprimen un poco el corazón.

Tampoco faltan los poetas entre la gente que pulula en la gran ciudad
A veces vienen de Batuco, Carague, del sur, del norte, o del centro
Hablan en Mapu dungun, en rima o en la dura jerga de la construcción
Estos seres extraños, que buscan con una vela la toqueteada razón
Que sueñan con amores etéreos o carnales más allá de la tradición
Viven en un mundo distante, en el universo de todos, con todo el corazón.


Oda al Vino (canto uno)

Vino, te conocí una tarde de sol, de primavera larga y florida
Me invitaste a jugar, por los corredores del tiempo relativo
Yo era muy niño, no supe entender tu lenguaje de sumo
Me diste tu mano, me dijiste ¡bebe conmigo si eres hombre!
Y yo tonto y débil te creí, te entregue mis bridas y caí de rodillas
Eras liquido, eras rojo, eras fuerte, dulce harinoso y macizo.

Creo que muy travieso o malilla, me pusiste a prueba,
La memoria olvido las palabras, enredo mi verbo joven,
El camino enredo mis pies y el equilibrio perdió su horizonte
En los reveces, eras inviernos grises, verano maduro cima tropical
Eras verde primavera y otoño de nostalgias y pasión
Como un Llanto ebrio de ternura a la entrada del sol.

Eras muchas cosas que me duelen como el llanto
El olvido por vergüenza. Me punzaban las sienes y el alma
Me dolía la carga de arrepentimiento, me pesaban mis culpas
Luego lo olvide todo. Cuando nos volvimos a encontrar
Ya había pasado mucho tiempo, tú parecías otro distinto

Volví a confiar en ti, creo que seguías siendo aromático
Y consanguíneamente tinto, alterabas mi percepción
Pero me fui acostumbrando a caminar contigo y tus efectos
De a poco me hablaste de amor, de canto, luz y poesía
Me encariñé, me acostumbre contigo, algunas veces peleamos
Otros fuimos muy amigos, tengo muchas deudas contigo
Y tu otras muchas y otras tantas conmigo bribón, ¡ríete no mas....!

Recuerdo que aun no era primavera y gritábamos locos de verano
A muchas voces desafiábamos la razón y la suma de tu verdad
Te vi. chispeante en una copa, te guste en mis labios y ganaste mi razón
No pude evitarlo, me invadiste la sangre y la luz. Lloré contigo.
Herido en mi infancia, mareado adolescente y turbado adulto mayor.

Temblé de vértigos echando el corazón y repitiendo, nunca mas......
Mis piernas hechas lana, frágiles tallos, o formas de algodón
Ahora ya, me sacuden vientos de otoño con música y vendimias
Camino más lento, pienso más reposado pero más certero.
Disfruto aun tu compañía, me tiembla el paladar pero casi me resisto
Freno mi entusiasmo y paladeo tu sabor profundo, a tierra y a miel.

Hay un concierto de violines en mi alma y llueven ágatas y esmeraldas
Son cascadas de dulces simetrías que armonizan mis dulzores
Hoy me enredo en los recuerdos, estoy borracho de imágenes en vuelos
Son tus efectos benditos, malitos y benéficos, presentes en mi espejo
Siento tantas cosas, no se medir lo que dice mi boca, ni lo que ven mis ojos
No se lo que mi voz quiere gritar, a los vientos de la errante soledad

Hoy no quiero sacar cuentas, solo se que los dos lloramos sin saber
Echamos el mundo en carcajadas...... y nos sembramos en el viento
Por todas las interrogantes que florecen, el confín del universo.


Oda al Vino (canto dos)

Me reprocharon tu compañía, te defendí con el alma
Me dijeron dime con quien andas y te diré como caes
Recuerdo una noche, en una isla del sur, estuvimos contigo
Era verano y quisimos demostrarte que ya éramos grandes
Nos hiciste reír mientras danzábamos bajo las estrellas
Visiones en la copa de los árboles nativos, vigías del sol

Aquella noche identificamos la cruz del sur, las tres marías
Parecíamos hormigas de infinitas toneladas en el fondo del sol
Cantamos, reímos y lloramos, juntos al susurro del viento
El vecino murmullo de los ríos y el fluir del silencio
Recordamos la más tierna infancia, el llamado del instinto
La libido en acción nos hacia presumir de conquistadores.

Fue una noche larga y pesad umbrosa, estábamos maltratados
Mal heridos, atacados por el desaliento, la soledad y la sed
Nos moríamos de vértigos y un temblor en el estomago
Habían pasado tantas cosas no recordábamos nada
Análisis, resumen y conclusión, resultado neto -no recordábamos nada-

Otras tantas que ya había olvidado... la piel de mi cara despellejada
Heridas palpitantes, mis ojos cerrados, mis pómulos morados y azules
Corriendo, huyendo de un enjambre de puños, amenazante jauría.
Estuviste conmigo en la conquista, empujándome, pidiendo rienda,
Apostando a mis virtudes, loando mis dotes de un partido imperdible

Tú, estuviste conmigo en la insolencia, apostando a ganador,
En la mesa servida, en la cama tendida, en la promesa infinita
En el placer elevado y el pulso del dolor, aullando en mis oídos
Unas tantas nos pusimos de acuerdo y los dos apostamos a mí
Ya no cupo dudas a los demás que había un neto ganador.
Y así nos enredamos en los pies, en los caminos, en la mentira.
Juramos haber contado, las estrellas, las piedras de las islas
Inventariamos el agua de los ríos, de los océanos y los peces
Fuimos leales, nunca dejamos de creer en nosotros, éramos socios
Salíamos juntos, no se porqué conmigo te portaste correcto
Aprendiste a respetarme, a ser alegre, pero ordenado y compuesto.











JACK FARFÁN CEDRÓN [16.159] Poeta de Perú

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Jack Farfán Cedrón 

[Piura, Perú, 1973] Entre otros volúmenes líricos ha publicado "Pasajero irreal" (2005), "Gravitación del amor" (2010), "El Cristo enamorado" (2011) y "Las consecuencias del infierno" (2013). Modera los blogs ‘El Águila de Zaratustra’ & ‘Exquioc’, además de editar la revista digital "Kcreatinn". En 2012 dio a conocer un volumen de reseñas literarias alrededor de célebres novelas: "El fragor de las quimeras", bajo la producción de Kcreatinn Organización, de la cual forma parte. Algunas de las revistas virtuales en las que han aparecido textos suyos: "Periódico de poesía" (UNAM, México); "Letralia" (Venezuela); "Revista de Letras"; "La comuna de los desheredados"; "La comunidad inconfesable" (España); "Los poetas del 5" (Chile); "El Hablador" (Perú); "Destiempos" (México); "Letras hispanas" y "Síncope" (México).



Las Consecuencias del Infierno

Yo me asomé al infierno del amor y sufrí las consecuencias de la locura.

Sé más astuto que el demonio; muchas veces lleva el disfraz de cordero y la lúcida razón del descerebrado.

Sé más manso que tu propia fidelidad hacia una ramera.

Asómate al infierno pero no te alimentes de él.

Recuerda que la duda de todo es lo que infunde el temor en todo.

Nunca naciste para ganar ni para perder más lágrimas que la lluvia puede dejar caer de un cielo de perdedores.

Nunca desistas del amor, sólo continúa con el sentimiento tuyo que nada tiene que ver con la unión carnal ni con el sufrimiento.

Desiste del tormento que el amor acarrea cuando es mal visto o alucinado.

Desiste de las mandrágoras que el amor luce como bellas apariciones bajo luces de neón abyectas en noches de alcohol y entrepiernas frías, babeantes.

Desiste de todo cuanto afecta al cerebro o a las constelaciones quietas en su infinito de formas o apariciones.

Constelación. Entrepierna. La duda.

La crema de tus fluidos inunda la noche de mi Este y de mi frío Norte clavado en tu centro.

El frío hambre de tu cuerpo me hiela las noches sin nadie.

Tierra segura de un viaje alrededor de todo lo repetido en campos derruidos por el tiempo.

El mal no tiene límites, pero lo bueno del mal es que nunca es tarde para acercarse a él, para enorgullecerse de él.

Elegir la senda verdadera es el legado con que uno nace como instinto de la buena estrella. 

Las estrellas mejores para los perdedores del mundo, las más opacas para los que ganan una gloria sin comparación consigo mismos.

Nadie encuentra la fama, pero a la larga todo lo que nace es inmortal.
Pero a la larga todo lo que perdura nunca muere.

Reconciliación de lo inamovible y la carne votiva, latiendo.

Todo se dirige al astral Apocalipsis de la gran colisión cuyo final está previsto en los días sucesivos a la razón.

Venir del hecho a la razón de una quietud leve en un recinto apagando su lucidez a un pasado inmediato.

La verdadera luz es la vislumbrada adentro de nosotros mismos.

Me alejo del mal, me acerco a la música emergente en mi interior.

La calma perdurando en el siempre.
En el hoy del mañana de la plenitud.




Agonía de los vivos

Podrían dejar una estela de cangrejo, 
varada en la playa de las acciones, 
tras partir, los vivos, 
dejando su memoria de muertos 
en la marea sin faros. 

Nada dejar. Vivos.

El inicio de una melodía, 
que, grávida desliza, 
hacia los días del porvenir 
deja ardor que luego de años regresa
en el doméstico poeta. 

Podría ser que sólo precisen agua,
gargantas resecas,
en sus casas empolvadas de niños de treinta,
esos seres que al parecer han viajado
y envejecen escribiendo 
encerrados en sus casas.

¿Alguien puede certificar su presencia de vivos?
Si piensan que al mirarse en el espejo
no urde un leve miedo de no verse 
un solo instante, siquiera, 
están equivocados,
tanto este empolvado y poeta de casa como ustedes
dejarán la estela cancerada en la playa del olvido.

Podría ser que necesite beber en la insulsa agonía,
desempolvar un poco, empacar unos trapos,
acomodar unos tomos ya primeros,
pero en suma no sé ni quiero creer 
que necesito de ánimas que salen y se rozan 
con el poderoso y maquinal hollín de las ciudades,
sonido industrial en las aceras, ajustada la corbata,
cosidos los labios a desvariar planillas anegadas
por espejuelos de oficina.

La negra noche ha varado las estelas
en zig
zag.




El leve resquicio del amor de Jack Farfán Cedrón

PRÓLOGO

Como última emoción o musa evocativa, como el único remedio que me salvó unos días más del colapso que es a veces la vida -el lugar donde irremediablemente sucede la poesía-, estos poemas gozan del mérito de la tranquilidad, aunque tejidos en la desesperación que encaja perfectamente en los reinos de la poesía, poesía como desfogue, poesía como último bastión donde apenas deslíe sus rubores un sol tardío. El año en que terminé el libro, empecé a recuperarme de muchas heridas de amor, y hoy, después de dos años de pelear con los concursos y con el egoísmo del poeta inédito, lanzo al planeta El Leve Resquicio del Amor, 46 poemas breves, suaves y lúdicos, poemas cuyos primeros pasos transitan evocativos encuentros amorosos, frisando un frío avril; micro cortes que la imaginería practica entre vacío y desesperanza, en pequeñas dosis que nos acercan cada vez más a esa puertecilla mágica que es la poesía, que abre sueños, visiones fantásticas, qué sé yo, ilusiones, que acaso aún quedan como briznas de hierba brotando de una pared agrietada, en la casa vieja del dolor. [J.F.C.] Cajamarca-10-3-07.


MÁS ALLÁ DEL AMOR

Más allá de la piel
Más que las lágrimas
Más que un corazón herido
Más que el amor
En el centro mismo del ojo
En la pura carne vibrando
Por un solo espíritu
Al morir por un amor
Por una muerte que desaparece
Por una vida recién hecha
Por Dios
Bajo un solo camino
Como flores sobre la tumba
Ni una lágrima en el vaso repleto
Más que la vida y la muerte
Girando en un planeta creciente
Más que todo
Más que nada
Solos en una hoguera
Vivos bajo la Tierra
Darlo todo
Hasta sangrar lágrimas
Hasta ser un fósil encontrado
Con la forma viva de un corazón que late
Más allá del tiempo
Más allá del mismo amor
Siempre seremos parte de una rosa
La espina que sangra
La Luna que su amor reposa
En la infinidad que no contiene a dos




Ángel, un poemario escrito bajo el influjo de la magia. La inspiración es eso, un ángel. Todos tenemos uno que ha viajado; unas veces cerca y otras veces muy lejos. Dejemos que en forma de viento de oro nos toque las miradas, que ya empiezan su cálido viaje de agua por el rostro. (J.F.C. 25/4/07)


6

Voy al cielo para dormir en tus manos iluminadas
La monotonía de las rocas tendidas a la neblina
Subo por la carretera
Duermo el camino de allá
Mi gente huele a dolor en los vehiculitos de oriente
Una moneda rodando en el Sol de plata escondida frente
Garúa tiendo mi cabeza contra la ventana irrompible
para dormir sobre tus ojos para mis párpados abiertos

En cada casa de antaño de tejas musgosas de bordes negros grasosos
In umbrales gorriones viviendo sin volar
Gallinas bebiéndose un pomito de alcohol

No sé adivinar tu mirada en tus ojos
No sé cuán suave me eres

Déjame atmósfera,
quiero salir o entrar al hielo;
déjame deslizarme líquidamente libre,
traslúcido aun en el agua,
en esta solidificación que en mi libertad corre corre

Sólo duerme mis ojos
Duerme tus ojos
Tus latidos en mis manos
Sueño pétalos blancos de tu suavidad tu alma
Una rosa que abre la luz para el vacío calmante que dejas en Tierra
Ríos continuos desde tus ojos detenidos
Un ramillete de lluvia en el tercio pelo de tu pelo
Tu nariz tersa mis sienes
Tu lengua circula en la sangre de mis ojos

Luna a qué aguantar la lluvia de la Tierra
sobre el Sol escondido en tu angustia

Soy El Grande

Soy una luz diseminando desde un abismo
y tú puedes contenerme en la espuma de tu libertad,
viniendo lenta en el agua de tu voz,
lenta y fresca,
cual si el último arroyo del desierto incierto

Soy El Grande,
la tibieza lúbrica, total, infinita

Caes para mí en mi caída
El abismo es un punto en nuestro cielo,
el cielo desvanece involuntario, débil, doblegado,
sobre nuestros cuerpos desapareciendo a través de la madrugada
Un arco iris serpea,
cruza nuestra mirada
Un baño de estrellas derretidas tu lamento de mañana,
de mañana continua en alegría de agua






Otros poemas de Jack Farfán Cedrón


IX

Detenme la hora del sueño
Un despertar abre mi camino
La palabra está naciendo
Tú recorres el lenguaje de mis manos

Oración de regreso,
tibio canto al mediodía,
plegaria de partida
en las astas frías del otoño
Qué harás cuando callen los principios

Paso de nube y de color,
riego cromado de las luces
Tus ojos, el perfil de la oscuridad,
el eterno retoño de los trigos maduros

Pero aún no estás detenida,
hostia de Luna entre los trigos





XII

Adónde van las golondrinas cuando pienso
desde los escombros del cielo
cuando por ser fría
haces que las cosas sean ese fuego de ceniza derrumbada,
corazón de ceniza, corazón del cielo,
con despedidas aladas como flechas,
golondrinas punzando el corazón del cielo derruido

A veces te alejas para tomarme de la mano
entre los cristales que piensas cuando ida

Qué veo cuando alzo mi cáliz al cielo
y pienso en la canción de ángeles,
grande rosa iluminada pensando a orillas del río,
escuchando el alma lejana del agua,
escogiendo como sembradora entre el agua y la Tierra
los colores de las piedras soleadas

Creadora del postludio de la melancolía
Sentada/arrodillada junto a tu cesta de oro
y tu pelo fresco recién creado para la lluvia,
recién mojado para mi olfato,
tu pelo mojado cuando te respiro lejana;
tu pelo, esa lluvia de veranos dormidos
desde la cruz aquí distante tu lamento,
creadora del día derruido

A veces me hablabas como la noche al silencio del río,
me instabas al silencio,
yo me iba pensativo

Regresé y lo vi en tu rostro
Iluminada
Luna nueva
Enamorada del Sol al otro lado de la Tierra

Tierna creadora de mis oraciones
Tú escuchabas mis pasos en el interludio del milagro perdido

Creadora de oraciones de agua en reposo




De El Cristo Enamorado, 1999 (inédito) - En VOCES-Muestra de Poesía Contemporánea, Años: 1 y 2, Nros: 0 y 1, Cajamarca, Diciembre de 1999 y primer trimestre de 2000.




MI PADRE

Quien viaja siempre con un maletín verde
que porto hasta el taxi en que desaparece
con su gran cabeza cana;
mi padre,
quien visitó valles y pueblos calurosos;
quien almorzó como a las 7
hígados muertos o corazones fritos
y frotó contra una puta su miembro reseco
y sembró mentiras blancas
en el jardín de repollos helados;
mi padre,
aquel extraño que suele venir
un par de días a los tiempos
a aburrirnos con sus pingües mandados
en cucharita de té;
el extraño verde que oye a mi madre ladrar
y duerme frente a la tele;
el fanático que grita hasta la esquina goool;
el que desmayaba sus brazos en el ropero
y luego los bajaba hasta llegar gateando a la cama
después de horas de jarana
con sus patas de agronomía;
mi padre,
el viajero amarillo bajo un espino
y un eructo de hígados muertos o corazones fritos
cuando se prolonga la tarde hasta el fragor de los ríos.




LOS OLORES

El olor del arroz cocido después del mediodía,
el olor de la paz del canto de las aves;
el olor que producen las legiones de mariposas amarillas,
las piedras blancas en el río,
los esqueletos de algunos peces al sol, otrora en agonía;
el olor que despiden los hornos donde se cuece el pan vespertino,
el olor de una muchacha virgen,
el de una papaya partida,
el olor del cebiche y los mariscos,
el olor que dejan los amantes después de su primera batalla,
el olor de la amada tras partir;
el olor de las bocas temblando en las estaciones interprovinciales;
el vaho tumefacto de las discotecas,
la pestilencia de las borracheras,
el olor tibio de los caldos a las cinco de la mañana;
una fragancia floral proveniente de la mesa de noche, sentado en la cama;
el olor de los sueños al despertar vacío, a punto de llorar;
el olor de los micros con pasajeros preocupados,
el olor de los hospitales con almas muertas haciendo cola;
la hacinación, el olor en los mercados,
en las plazuelas, en los ejércitos, en los manicomios,
en las cárceles con gritos desgarradores;
la tufarada de los baños públicos,
el olor de la violencia en medio de una madrugada;
el olor de la muerte efervesciendo en plena vida
cuando no hay un segundo para declinar con la sombra,
cuando se ha evaporado el olor de una bestia que te llama.





[Gravitación del amor; UNC, 2010]

SODOMIZO AL ENEMIGO QUE ME HABITA




Quién es la estrella que desaparece
Cada insomnio lunar sin vagidos
Que no dejan al cuerpo no ser con su luz enjundiosa
Para que ilusorias suposiciones adelanten
El vagido de la bestia
Humo de azufre esputo de fuego cópula de arena
Quien gira su infierno precedente
Cede
Y este fuego de frutos podridos al sol
Pasados por el movimiento rápido repetido de los ojos
Ese querubín que con espada vigilaba
En el Génesis ¿que existe?
La no función de ánimas creadas
O delaciones perversas en la puerta de oro
A qué uñas a qué desgarros
Sin hórreo desparramado de perlas sexuales
Las tetas del abismo jamás acabarán de manarte lujuria
Serás la conclusión el orto mismo de ese enemigo persiguiéndote
Hasta el final hasta el vuelto principio
No reversos reflejados en el ignoto infinito
Ni sábanas con bujías estáticas encaminadas al Reino Fulgente
Incendiado
La horda de los vencidos será un cuadro gótico para perecer
Copulando sin aliento sin aire sin lengua
Regido por las líneas que no se ven luego de abismarse a la imagen
Aparente
Luego de saberse ahí en la Casa del Horror
Con las manos abismadas de sangre
La baba en el filo de la rabia
La podredumbre abierta a dos lados de la piel hollada
Candente
Si el enemigo está en mí
Si el enemigo sueña por mis poros vivos
Abismados en ese mundo alrededor de los giros
Del pugnar aterrador de la bestia delatora




ﻼ ﻼ

El ave delatora que terminará con el infierno dador vital
La matriz cancerígena que me dio al ovillo detestado
Cerrará esta noche sus rezos de cocodrilo sus lágrimas beatas
Yo reía en la mañana yo sentía el sol resplandeciente
En esta primavera de ruina en que el sol brilla en mi espíritu helado
Amargo
Terminará con estos gritos taladrantes
Será el fin del ruido de las bestias con lenguas
De la matriz sin límite para llorar abierto
A la desesperación del sintérmino
De este infierno que llorando sin lastre sin motivo de caer
Caído se levanta a su ruina


ﻼ ﻼ ﻼ

Qué reverso sin la brújula de una voluntad urdida en secreto
Prosigue desaparición pie delata aun los temblores del vencido
Amargas espinas velan su infierno secreto
Esa deflagración de las manos sudorosas
Esa caída sin término
En los días sin extensión sin noche delatora
Para que preclaras gárgolas siguientes vomiten
Al borde de la cópula
Anos feraces en su dormido placer se vencen
Prosiga la llama la quemante pestilencia del aliento
Halo infernal de claridades halo abierto de palabras desfondadas
Firma tu cita sin verte en la fuente


ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ

Derramada la simiente del ahorcado
La risa despiadada ilusa en la transformación que no delata
Más presencia que la del pobre demonio sin éxito sin euforia
Sin muerte
Por entradas de un manual supe que en la demonología cáustica
Casi vencido por el sueño infame de quien respira y no gime
El Astado abrevaba en la corriente del sueño a sus vencidos
La víctima boqueaba esfínteres anhelaba su regreso
El astro guiñó en mi Este eyaculando


ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ

Babeado por la bestia oscura diminuta monstruosa
Me persigue me maldice me hace ceder incontrolable
A sus besos de lava de regreso
A sus babas a sus parásitos de energías sin medida
Sin los dedos de una razón que por las mañanas entra
Y me cose pianos a los ojos
Cabeceando en la violación de mi yo de mi bestia cercenada
Para entrar en tu hoyo vencido sangrante con heces
Velan ancianas su rayar prominente en la ventana
Caen al infierno de vigilia
De la casa rajada y su protección de fantasmas abiertos
Al meollo carne vibrante
Por la baba del desprecio
Por la baba despreciada
Moriré maldito con rencor con la conciencia abierta
A las sucesiones reencarnadas en mi lomo de bestia
Podrido hostigado reventado en un morado perecer
Por gritos
Otra vez
En la ilusa fantasía de regresar al perdón
Ceder el ano concediendo un movimiento
Un vagido viscoso al dedo de en medio
Que sierpe


ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ

Borrarme de este seis hogar
Conflagrarme iluso a la estela bestial venial
De este infierno
Esta bestia que no me soporta ni arruina
El yo paralizado
Cuando al pacer de la luz cinco y derramada en la montaña flagrante
El venado ora su penumbra
A medianoche la criatura que llora esta poseída
Está vedada a las plegarias negras como rosas
Estallando en la desgracia ombligo de un templo orgiástico
Llamando a la parte que se hunde
A la parte cubierta que se mece y se pudre en vaivén
Anulándome el chorro lácteo y de fuego
Ceder primero proferir el grito la maldición del después
O la ruina de quedarse adentro


ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ ﻼ

Repetí 666 666 veces la maldición que me existía
Vi que repitiendo la frase volvía a descifrar todo cuanto debería saber
Para borrarme
Nadie tranca las penas si cede al perdón
A la débil baba de los buenos
Soy el vencido el arruinado
El poderoso
Este mi infierno
Esta mi guarida de estrellas reventadas por dentro
Moveré mis fauces para terminar con la sangre
Aquí termina el juego del sueño
Aquí termina de roerme la bestia que me crea










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