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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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JAN DE JAGER [15.584] Poeta de Argentina

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Jan de Jager

Nació en Buenos Aires. Vivió y estudió en la Argentina y en los Países Bajos. Es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires y ha realizado estudios de análisis del discurso y literatura neerlandesa en la Universidad de Amsterdam. 
Se ha desempeñado como docente de idiomas, traductor independiente y profesor del traductorado de la Universidad de Buenos Aires.
Su obra literaria abarca los géneros de novela, cuento corto, poesía y teatro. Ha publicado Trío, Buenos Aires 1997; Juego de Copias, Buenos Aires 2002; y Casa de Cambio Vols. I, II, y III Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 2004 /2007, Noticias del setenta y cinco, novela, 2009, Let u maar niet op de rommel, poesía en neerlandés, Ed. Blauwe Engle, Malinas, Relámpagos vol. 1, Viajera Editorial, 2014. Ha completado una nueva traducción al español de los Cantos de Ezra Pound, de los cuales se publicaron los primeros 30 por Eloísa Cartonera.




Cinco poemas de Luz no usada. Antología de luces




Al clarear

(descripción de la diosa joven:

...sus pechos que desdeñan
            el planeta)

Con el aire 
del amanecer

con ese viento

esa luz de 
primavera
que esmalta 
            de claridad
los bordes de todas
                        las cosas

con ese viento eres
siempre un adolescente

con la sonrisa, los dientes
            a flor de labios

los pelos como estambres
erizados a flor de piel






Orillas del aire

El suelo que pisamos,
orilla del cielo.

Somos del aire,
de la luz, del agua:

seres del borde del 
planeta. Solo somos

de la tierra o del fuego 
cuando ya no somos
                                                     
Rotterdam, 2004






Ezra Pound Canto XLIX

A los siete lagos, y compuestos por nadie estos versos:
Lluvia; río vacío; una travesía,
Fuego de nube congelada, lluvia torrentosa en el crepúsculo,
Un solo farol bajo el techo de la cabaña.
Las cañas pesan; se vencen;
y el bambú habla como gimiendo.

Luna de otoño, los cerros se elevan en torno a los lagos
A contraluz del crepúsculo
El anochecer es como cortina de nube,
un borrón por encima de los pliegues del agua, y a su través
largas picas filosas del canelo, 
una melodía fría entre las cañas.
Detrás del cerro la campana del monje
transportada por el viento
La vela pasó por aquí en abril, quién sabe retorne en octubre.
El barco se esfuma en la plata, lentamente;
Sola la resolana sobre el río.

Donde la bandera borravino atrapa la caída del sol
Escuetas chimeneas humean a contraluz

Llega entonces un resquemor de nieve sobre el río
El mundo se cubre de jade
El bote flota como un farolito,
El agua que corre se cuaja como de frío. Y en San Yin
Son gentes de ocio y buena vida

Los gansos salvajes se abalanzan hacia el banco de arena
Las nubes se amuchan al rededor del hueco de la ventana
Aguas abiertas, los gansos se alinean con el otoño
Los grajos alborotan los faroles de los pescadores
una luz se mueve en el horizonte norte
donde los chicos chicos van a mariscar entre las piedras
En el mil setecientos se apersonó Tsing por estos lagos de los cerros
Una luz se mueve en el horizonte sur.

¿El estado al crear riquezas debería por ello endeudarse?
Eso es una infamia, eso es Gerión.
Este canal aún conduce a TenShi
Aunque el viejo rey lo hizo excavar para su placer

k  e  n                          m  e  n                        r  a  n                         k  e   i
k   i  u                          m  a  n                        m  a  n                       k  e   i
j i tsu                          getsu                          k       o                        k  w a
t  a  n                          f u k u                         t  a   n                        k  a   i

Sale el sol, trabaja
se pone el sol, a descansar
cava el pozo y bebe del agua
labra el campo, come del cereal
Poder ¿imperial? Y eso a nosotros ¿qué?

La cuarta, la dimensión de quietud
Y el poderío sobre las bestias salvajes.




Pecado de juventud

            translúcidas y rojas 
el vientito tibio de la mañana
 mece las amapolas



acostados en el pasto tierno y húmedo de primavera
teníamos 
         él 15, 
yo 12

no podíamos enamorarnos,
 mucho menos amarnos,

eso no se hacía.

Una lástima





Hay montañas

Hay montañas que apuntan hacia abajo,
y montañas que apuntan hacia arriba.
Hay nubes en el cielo, nubes en el agua.
Y agua en las nubes.

El lago es un espejo perfecto 
hasta que la lluvia lo moja. Las gotas 
se reflejan vertiginosas y en un mismo 
instante de temblor redondo, g(o)ta y

reflejo se ch(o)can y desaparecen o 
mejor dicho pasan a ser lago. 
El lago es ahora un espejo perfecto 
para rostros picad((o))s de viruela.    
                                                                                
Rotterdam, 2005





Tres relámpagos
Jan De Jager


Seleccionados especialmente para el aniversario de Amsterdam sur.
Del primer volumen de los Relámpagos, publicado por
Viajera Editorial, Buenos Aires, agosto de 2014.



A la manera de Lucilio, "Antología Palatina"
Refacción de nariz,  botox en todas las arrugas,
            achicar orejas, levantar lolas y cola,
liposucción, personal trainer,
spa, largas sesiones de masaje
dietas tinturas pelucas maquillaje

miles de sestercios en vestidos y zapatos
clases de modales y de porte noble

Decí ¿no te saldría más barato
contratar una doble?



Las dos carátulas

En el año 2010 murió Harry Mulisch, a los 84 años de edad. Escritor holandés de madre judía y padre banquero de los nazis, cuando le preguntaron por qué en su obra volvía una y otra vez al tema de la Segunda Guerra Mundial, respondió: ‘¿No se da cuenta? Yo soy la Segunda Guerra Mundial.’


Casi cincuenta años antes, en 1961, Mulisch fue enviado a Israel por la revista holandesa Elsevier para realizar la cobertura del juicio a Adolf Eichmann, el implementador de las masacres sistemáticas realizadas por el Tercer Reich. Las notas que aparecieron en esa revista fueron recopiladas en el libro El caso 40/61, el número de expediente del caso Eichmann. De ese libro traduzco este capítulo:

26 – 3 – 1961

Antes de adentrarnos en la vida de Eichmann […] dedicaremos algún tiempo a compenetrarnos con su rostro.

Un sencillo truco nos puede ser de utilidad. La imagen 1 es una foto de Eichmann tomada el 8 de junio de 1960, poco después de su secuestro y traslado a Israel. Las imágenes 2 y 3 son retratos de hombres que nunca existieron y nunca existirán. Han sido creados cortando por la mitad verticalmente la foto de Eichmann, completando cada mitad con su imagen especular.

De buenas a primeras uno diría: he aquí al verdadero Eichmann, el de la imagen 3: la jeta deforme y atroz del asesino de masas. La imagen 2, por el contrario, se ve muy humana: un rostro tranquilo, ojos sinceros, un atisbo de sonrisa asoma a los labios. Pero estudiando ambas fotos más detenidamente, uno empieza a dudar de esta interpretación simplista. Y a estos fines deberemos considerar primero algunas correcciones técnicas.

La luz del retrato de Eichmann cae desde arriba a la izquierda y, a la derecha, desde atrás. En consecuencia, las sombras del lado derecho vuelven duplicadas en la imagen 3, donde la luz parece llegar principalmente desde atrás y arriba, con siniestros resultados. Además, el fondo se ha vuelto completamente negro. La imagen 2, por análogos motivos, se encuentra sumergida en una suerte de resplandor solar, contra un fondo luminoso.

El hecho de que la imagen 3 muestre una cabeza bastante más pequeña que la imagen 2, lleva nuestra atención hacia el lado derecho de la cabeza de Eichmann,



hundido y descoyuntado. Cuando el año pasado fue secuestrado en las calles de Buenos Aires por agentes israelíes, éstos lo llevaron a una casa en las afueras de la ciudad, donde lo desvistieron y 1º verificaron los distintivos de la SS en su axila izquierda (había una cicatriz donde él mismo había intentado obliterar a cuchillo el tatuaje), 2º le pusieron una gorra de la SS, tras lo cual cotejaron su imagen con una foto, 3º con la ayuda de radiografías antiguas constataron la presencia de fracturas de clavícula y cráneo (luego de lo cual pronunciaron sus primeras palabras: ‘Sie sind Adolf Eichmann’). Yo supongo que es esa vieja fractura craneana la que tanto achica la cabeza de la imagen 3. También la oreja más saliente y fea retorna duplicada. La boca torcida hacia la derecha, el ojo derecho hundido, todo salta a la vista despiadadamente.

Pero ahora la pregunta: ¿quién se parece más a Eichmann, la imagen 2 ó la 3? No me cabe ninguna duda de que se trata de la imagen 2. Y en ese caso surgirían dudas de que “2” sea el hombre y “3” la bestia. ¿Acaso los asesinos modernos tienen esos rostros espantosamente distorsionados? De pronto se me cruza un recuerdo:



en 1956 visité el campo de concentración de Buchenwald, cerca de Weimar. Las barracas apestadas de tifus habían sido incineradas poco después de la guerra, pero los edificios principales todavía estaban en pie: la entrada con el portón de hierro, en el cual grácilmente forjadas las palabras JEDEM DAS SEINE, a cada cual lo suyo, y las celdas de castigo, las instalaciones de tiro en la nuca (un habitáculo pintado de rojo, dentro del cual se “medía” a la gente: una vez acomodada la vara sobre la coronilla, la pistola que asomaba por una rendija de la pared apuntaba exactamente a la nuca, mientras los altoparlantes vomitaban música alegre para ahogar el ruido de los tiros), el sótano de hormigón con decenas de ganchos en las paredes, de los cuales unos prisioneros eran obligados a colgar a otros; los ángulos de piso y pared revocados de forma redondeada, para que no se estancara la sangre; un montacargas de hierro conducía directamente al crematorio. El guía del campo de concentración no me acompaña al entrar a ese sótano. Si bien ya lleva 11 años de guardián en el campo, se queda esperando afuera. Y ese hombre era casi idéntico a la imagen 3. Sólo que además tenía la nariz aplastada a puñetazos. Y este no era un ex-verdugo de campo de concentración, sino uno de sus prisioneros más veteranos: cuando fue fundado Buchenwald en 1938, lo internaron allí por comunista. Había presenciado todo.



Por eso creo que estaremos más cerca de la verdad, si en la imagen 3 reconocemos al testigo. La imagen 3 es el rostro que ve lo que hace el hombre de la imagen 2. La imagen 2 es el rostro liso, incompasivo, despiadado del asesino; la imagen 3 el rostro que mira, crispado de repugnancia. O dicho de otro modo: si la imagen 2 fuese Eichmann, entonces la imagen 3 es el rostro del mundo que presencia su actividad. Pero volviendo al auténtico rostro de Eichmann: la mitad derecha es la parte en la que sus acciones han dejado rastro; la parte izquierda es la parte que las ha perpetrado.

Si la imagen 2 hubiese sido el rostro de Eichmann, se lo podría haber ejecutado sumariamente en la Argentina, sin derecho a juicio. Pero dado que existe la otra parte de ese rostro, corporizada en la repugnancia dolorida de la imagen 3, no seré yo quien arroje la milésima piedra. Este es el misterioso rostro de un hombre, que en 1939 emitió la orden por la cual quienquiera profanase la tumba de Theodor Herzl, en Viena, sería pasible de graves sanciones. Herzl fue el fundador del Sionismo. En el aniversario treinta y cinco de su muerte, los judíos vieron estupefactos a una solitaria silueta, de civil, junto a la tumba. Era Eichmann.



Bodrios inmejorables

Imaginemos una novela que sea la perfecta parodia de una novela mal escrita. La trama exquisitamente previsible, insuperables clichés, los personajes magníficamente acartonados e inverosímiles, el estilo reduntante, machacativo, reiterativo.

Imaginemos ahora que cualquier novela pésima es en realidad una obra maestra de la parodia y la caricatura…





En la oscuridad
casi absoluta de la habitación
no se ve el humo,
solo la brasa del Marlboro
compartido,

y tus ojos que aumentan de voltaje
al inhalar



-----



mi mujer en la playa del pinar

tomando sol
de cuerpo entero

“pero no en la cara
que ya la tengo
 toda achicharrada”


tu cuerpo de arena y sal
  y luz -

  la sombra
   de la sombrilla

   te decapita



* * * *




Hora de la siesta en el verano uruguayo.

En la penumbra fresca de nuestro cuarto
los rayos de sol trazan rayas de
  /fuego blanco.

La naturaleza sabe de jerarquías:
la oscuridad, la luz del sol y las líneas
rectas de las rendijas de las persianas
obedecen livianas y obsecuentes
a las curvas de tu cuerpo








ALEJANDRA SZIR [15.585] Poeta de Argentina

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Alejandra Szir 

Argentina, ha publicado los libros de poesía extrañas palabras (siesta), Suecia (Libros de Tierra Firme) y Cuaderno (Ediciones del Dock). Integra las antologías Poetas Argentinas, 1961-1980 (Ediciones del Dock) y si Hamlet duda le daremos muerte: antología de poesía salvaje (De la talita dorada). Reside en Delft, Holanda.




Inédito

redondo contra trac trac rama
celeste tapado cielo árbol gris
rallas sobre esfera brillante plano
transforma en largo azul
lluvias concavizan
P forma una p
mueve la cabeza
aparente sin motivo
doblo sobre panza
para escribir
papel apoya
redondo pájaro p
vísceras columna
esfera
abajo
abanico
plásticos
pareja






Del libro Suecia

Buenos Aires, 2006. Libros de Tierra Firme


Una naranja me espera a la tarde
y yo decidiré cómo tratarla
una naranja descansando
junto al pan que se descongela
cree que es única
y lo es porque al pan no tengo
derecho
esa naranja no tiene marca
y me veo obligada a inventarle alguna
esa naranja solitaria
y quieta
la voy a comer sola
sin té, sin pencees,
pelarla con la mano
sin wiener punten, ni appelino's
ni gevulde speculaas (no es la época),
ni gevulde koeken
¡pobre naranja
rodeada de nombres extraños!





Flores

Si tus ojos eran los míos
entonces estás.
Otra vez estás.
No puedo ser irónica.
Construyo los días sin tu ayuda.
Sólo mis decisiones abruptas te caerían
simpáticas
y me lastima la risa.
Pero no.
Lo que nos une
es nuestra independencia.
Aunque eso no tiene importancia.
Fueron tus decisiones
y ahora las mías.
Vemos casi con los mismos ojos.
Yo veo un cuervo sobre un techo negro.
Negro sobre negro sobre las nubes grises-blancas.
Y vos ves el parque, la casa,
nos ves.
Los días, lo que yo no tengo.





 de Cuaderno, 2009, Buenos Aires, Ediciones del Dock


Cuaderno Perlita 96 hojas útiles

Nadie puede medir el dolor.
Lo sé y sin embargo uso el cuaderno
para eso.
Buscaba un libro
en una librería de viejo.
Me parecía que si estaban dedicados
tenían un valor especial.
Sería extraño creer que retomaré
a partir de un nombre y una fecha
en una edición muy gastadita
en francés de algún clásico
escolar obligatorio.
Cae una foto de niñas alrededor
de una vaca.
Poemas en prosa de Turgueniev
y yo lo compro, con la foto adentro,
vuelta a esconder,
como si al librero le importara.
No significa nada para mí.
Aún así es mi espejismo.
Fracciones de historias
yo quiero que me toquen
me traen devuelta a la nuestra.
Este cuaderno es curioso porque
parece que lo hubiera inventado yo.
La primera vez que lo vi
pensé que era algo puesto para mí
que vos no lo habías escrito.
Muchas veces pensé que las cosas
me las había inventado.

Franz se desnuda ante fantasmas
Frederich no se muere y se hace fuerte
Emilie parting.
Las citas de siempre
pero son tu voz ahora.
Pomposo decirlo
igual lo digo:
premonitoria.
Inundan no puedo
quiero
y me asusta.
Contradicciones entre hay que amar
para desear el bien de la humanidad
y el sofocamiento de cualquier emoción
por la pasión revolucionaria.
Pratolini y Bakunin.
El momento en que el hombre sabe
para siempre quién es.
El día en que nadie recuerda
el nombre y lo que dicen las letras,
nada importa ya.
Y casi al final
la ciudad mojada,
calles desiertas,
ventanas separadas
solo y vivo sobre las relucientes vías
de High Street.
Justamente ese sabor tenemos
en común con Dylan Thomas.

Palabras que te traen
hacia mí
charlamos
no me importa lo que cites
yo sé que no es verdad
el revolucionario
también quiere a su familia.
Nizan, Lao-Tse
las emociones igual
nos rodeaban.
Aunque la tierra todo lo sepulte
no elegiste la inmortalidad.
Wilde, San Martín, Howard Fast
nos traen a un diálogo
que no se nos permitió.
"Estaré en la ira de los hombres,
en la risa de los niños hambrientos
cuando reciben un mendrugo de pan."
Yo sé que estás.
"Dondequiera que un polizonte
golpee a un pobre diablo,
allí estaré yo."
"Se muere por la libertad
de todas formas lo que hay que
hacer es vivir y no morir."
Nunca estuve más segura.
No hay países extranjeros.





Duelo

No digo nada
no es silencio
es una bronca miniatura.
La noche de verano
ella bailaba en camisón
y supe.
Eso no se disfraza.



CARMEN ISABEL MOLINAS BONILLA [15.586] Poeta de Uruguay

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Carmen Isabel Molinas Bonilla

Maestra, Psicopedagoga, Especializada en Educ. Inicial. Maestra de Escuelas públicas y privadas de Salto y de Montevideo. Profesora en: Liceo Piloto, Liceo Nocturno, Colegio Inmaculada Concepción, Colegio Salesianos e Instituto Normal de Salto. Profesora de la Lic. en Educación. UCUDAL. Mdeo. Coordinadora del Sector Inicial del Colegio Misericordista. Mdeo. Fundadora y Directora general de Jardín de Infantes “Les Petits” y de “Pocitos Day School” Mdeo. Uruguay. Investigadora psicopedagógica. Disertante en Congresos y Eventos Internacionales de Educación, Psicopedagogía y temas relacionados. Participación en programas de Radio y TV Columna Semanal con Jorge Traverso, Blanca Rodríguez, Ligia Almitrán, Sergio Sacomani y Magela Prego. Coordinadora de Talleres de Vincularidad , Calidad Educativa y Creatividad. Evaluadora, Instructora, redactora de Estudio de Casos y jueza del Comité Nacional de Calidad (Actual INACAL)

Escritora de artículos especializados en prensa escrita. Escritora y poetisa, participante en Congresos, Recitales y Encuentros Literarios, así como también en Ferias del Libro de Maldonado y San José. Coordinadora de Talleres de Creatividad en el 1er. y 2do. Congreso de Literatura realizado en octubre del 2012 y 2013 en Punta del Este, Maldonado, Uruguay. Presentadora de Libros en el Congreso 2013 y en la Casa de la Cultura de Maldonado, Uruguay.

Editados: Estudio de Casos para el Comité Nal. De Calidad. Regazo. Revista Educativa Artículos en Revista Mis Quince. Arre Molina Dos. Antologías: Poetas y Narradores de las Dos Orillas 2011. “Escritores de América celebran el Bicentenario”: participación con cuatro poemas. “Letras Americanas” 2012– Cuentos y Poemas- Antología Aniversario de Botella al Mar: participación con cinco poemas y cinco cuentos cortos. “Antología Infantil” 2012- Poemas y Cuentos: participación con un cuento largo. “Letras Americanas”2013– Cuentos y Poemas – Antología Botella al Mar. Volumen II: participación con cinco poemas, dos cuentos para adultos y dos cuentos infantiles Premio a la Labor Docente 2013 otorgado por FRIEM (Federación Residentes del Interior en Montevideo) a propuesta de Casa de Salto, entregado en la Casa de Residentes de Flores en el Homenaje al Día del Maestro.





POEMAS de Arre Molina Dos     
    

              Perdurable

Parva dormida,
establo solitario
canción ungida
por señales de llanto.
Solamente quizá lo sorprenda
el rasgado de las fibras íntimas,
recién entonces puede que lo  aprese
en  soliloquio de sombras,
                     en diálogo de niebla,
                              en monólogos de brumas repetidas.
Podrán reconocerse en un instante,
mágico y hechicero como aquellos ,
que quieren perdurar
                                     y lo consiguen.


                        
--


              La espera inútil

Está allí, … esperando lo imposible,
solitaria y estéril,
sin los trucos de ovarios fraudulentos,
con la congoja de no poder lograrlo.

El sueño aquel, se quedó en el rellano
de la escalera mustia de sus ansias.

 A lo lejos, se asoma en lontananza,
una silueta, no reconocible.

Vuelve a tejer su mística utopía,
tratando de lograr,
                               lo que no existe.



            
--




         Surrealista

Abro las alcobas secretas,
donde hay nieve y estímulos y luces,
me pierdo en el fasto de sus ejes,
candelabros de setenta velas.
Todos los fuegos se encienden a un tiempo.
Hay rescoldos de sol en la escalera.
Las literas pequeñas se amontonan
entre joyas antiguas, recluidas.

Es aquí donde el sueño daliniano,
termina de imponerse en la vigilia,
 mientras tanto,
cual náufrago hechizado,
permanezco hasta ahogarme
en sus desbordes
y dejo que la vida se deslice
sobre curvas de aliento y de relojes

              

--



Soñar de una manera irreverente,
con trigales conversos y con frutos,
despedir a las últimas esdrújulas
sin el pesar de primaveras rotas.
Esquivar las actuales circunstancias,
como un cometa errante que divaga
y retozar en el pequeño espacio,
que permite la estación del desánimo.

Asumir como propio el desencanto
las tan desbaratadas fantasías
reconvertir imágenes y sueños,
sin extrañarse de que no perduren.
Escuchar el temblor de las acacias,
cuando ya viene culminando el día.
Expropiar sus temores
                         y olvidarlos
                                       en un arcón perdido.


     

--




              Desconfianza

Desiguales los mundos que parecen,
ser gemelos del día y de la noche,
desconfío de aquellas apariencias,
desdobladas,
                   simétricas,
                                        perfectas.
Ni siquiera el espejo nos revela
nuestro doble completo,
nos muestra siempre en sentido contrario
lo derecho es izquierda y viceversa.


        


--



        Anhelos incumplidos

Los anhelos que no han tenido eco,
son cristales quebrados,
esparcidos por los prados del alma,
son restos que han quedado allí ,
                          como seres yacentes
                          en campos de batalla.
Nadie los reclama, están perdidos,
en el fondo cenagoso,
de donde no se sale,
abandonados,
                           negados, omitidos,
se van desvaneciendo descuidados,
empañados
                            de óxido y olvido.


           
--




      La espera

Espero, no sé qué,
pero espero,
con las renuncias dispuestas,
con los afanes auténticos,
con los refugios pintados de cobre y miel,
con las puertas abiertas a los instantes,
 espesos o livianos,
con alboradas de piedras o vergeles,
con el desconocimiento acorazado,
detrás de algún escudo.
Pasan las estaciones, sin detenerse,
tampoco me detengo, pero miro,
oteo la distancia, el horizonte,
guardo anhelos, suspiros.
Aleteo como un pájaro en su jaula,
sé que estoy atrapada,
entre pliegues marchitos,
y mientras se despereza el tiempo,
no me apresuro,
simplemente … espero.

     
        
--




El viento del olvido deshilacha,
felicidad, dolor, calma o disputa.
Todo sucedió ya y todo pasa,
la gloria y el fracaso, la tristeza,
los pálidos espejos, los bruñidos.
Una constelación se ha convertido
en rebaño de un cielo atribulado.
La alegría, también la desmemoria,
la tormenta, la angustia, los suspiros.
Todo tiene su fin, llega otro ciclo,
otro huésped, otra forma de vida.


             


--


    

             Alguien

Llegó con sed hasta el embalse seco,
lo recibieron aves de rapiña,
pero no lo asustaron,
tampoco consiguieron detenerle.
Conoce bien la zona del secreto.
Irá hacia allí,
aunque nadie lo espere.
Sus pasos vacilantes de cansancio,
se enlentecen,
pero sigue el camino,
tropieza, cae
y aún así persiste,
sabe que en el murmullo de los árboles,
alguien lo está llamando por su nombre.
Ahuyenta el pensamiento de esconderse,
estruja su mirada, aprieta el paso,
sabe que no es un héroe.
sólo un hombre,
pero nunca ha faltado a su fracaso.

               

--




Amanece,
                 con la serenidad
de algún buen sueño.
Hay suspiros que columpian el aire.
Un silencio despierto
protege a quienes duermen.
Amanece
 y vaga por las calles  un milagro,
que está buscando dueño.

           

--



  
     La imaginación

La imaginación tiene esas trampas,
se envuelve como un gato  junto al fuego,
invitándote, con mirada hechicera.

Y crees realmente,
                               que se trata de un gato
Te tiendes junto a él, sobre la alfombra
 y sueñas,
                   ronroneas 
                                        y un maullido,
hasta quiere escapar de tu garganta.

En tu interior,
te has transformado tanto,
que ya te sientes el felino elástico.
Eres independiente y clandestino,
el cazador perfecto,
aquel que atrapa.
Y esos soles fogosos de sus ojos,
que hipnotizan aún la propia espera,
lo admiras, te crees él,
entonces  … saltas.

Y a veces,
                 sólo a veces,
                                       el vacío,
te recibe en sus brazos
                                       y te salva.
   

Poemas  publicados en:

Antología Aniversario 201 
Editorial Botella al Mar

LETRAS AMERICANAS
 -Cuentos y poemas-





           SIN APOYO
              caligrama

                                                una
                                               como
                                            raíz plana
                                          sin recursos
                                              abatida
                                                 por
                                       pisadas salvajes
                             con desconciertos húmedos
                         demorados en retos despedidos
                    ese paso    aún no se atreve   se resiste
                   no teme   pero tampoco cree     la duda
                   estampa    la pesadilla aciaga      víctima
                  sin razón        acomplejada          de dolor
  lucha  sin  ganas,  en  un  tiempo  de  ayer   emancipado
  con   constante  temor  al  sufrimiento  no  osa  el  cruce
  de  la  frontera  ansiada  la  libertad  a un  paso  el miedo
  insiste  y  se  queda   en  un  limbo de  derrotas  sin saber
  en   dónde  refugiarse   y  sin   pensarlo  se   apoya   en  la
  baranda   que   se  destruye   quebrantada   por   tiempos
 tan alejados irreconocibles que desliga su copa y allí queda.




 --



Ese muro tenaz que le acompaña,
barrera,
         tapia,
             escudo,
                      empalizada,
nunca falta a la cita cuando sale,
aunque él lo haga a hurtadillas, disfrazado;
lo espera allí,
                      inamovible y mudo.

El hombre no resiste este suspenso,
él quiere conocer el otro lado;
¡tantas veces al muro se ha trepado
y otras tantas sucumbió en el intento!

Si lo asciende,
                     se crece duro y frío,
si lo encara con cuerdas de abordaje,
se desmorona un poco,
                                  sólo un poco,
se deshace de garfios insolentes,
seccionando las cuerdas,
                                  los anclajes,
para después,
                      seguro de sí mismo
ser igual al de siempre,
                                  el que lo ciega.





Poemas Inéditos

            
Descuidados

 Se desprendió el espacio de la bruma,
compañera indeseada de estos días
y hubo un repique de campanas tibias
que sonaron a bronces aturdidos.

El canto que prestaban al badajo
cada una lo hubiera compartido,
pero los hombres que las vincularon,
lo hicieron a deshora y con descuido.

Y allá van los sonidos distraídos
a destiempo,
                 con hambre de armonía.

               


--




               Desarraigo

El desarraigo aplana las historias
y busca el aturdirse con trabajo
y se labra,
          se siembra,
                    se cosecha,
se friegan suelos,
          se dejan los trozos
de piel y pena entre ropas extrañas.
La espuma del jabón no siempre es bella,
a veces lleva exilio y desespero,
en ocasiones se empaña de nostalgia
y se mezclan las aguas con el llanto.

               


--




          Inmolación

Descendió los peldaños del asombro
con los ojos salpicados de dudas,
se atiborró con contenidos nulos,
esbozando una mueca inconducente.

Hubo un rumor continuo, mientras tanto
          desgarrado,
                      absoluto,
                              incomodante,
al no saber qué hacer, expulsó el humo,
arrojó el cigarrillo en el espacio
y se orientó por la brújula brasa,
empujando su cuerpo hacia el abismo,
sin redes y sin alas peregrinas,
                 su cuerpo junto a él,
                                  en su unomismo.






FRANCO OSORIO PAREDES [15.598] Poeta de Perú

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Franco Osorio Paredes 

(Lima, Perú  1987) Licenciado en Periodismo por la Universidad de Lima y estudiante de Literatura Hispánica en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Fundador del colectivo “Ojo Perezoso”. 

Ha participado en los festivales “Primera Caravana Poética Lima-Cusco” (Lima y Cusco, 2014), “Cuarta Edición de Noches Cartoneras” (Guadalajara, 2014) y “Enero en la Palabra” (Cusco, 2015). 

Poemas suyos han sido publicados en “Urbanotopía” y “Piensan los viejos asnos” así como en las revistas “Ojos de Papel” y “Lucerna”.

Acaba de publicar su primer poemario "Mar de ecos" en México con Ediciones el viaje



Franco Osorio Paredes: "Entre mi ser y tu YO hay tanta distancia como los años luz entre Venus y Marte"



Franco Osorio guarda en sus letras la virtud de ser muy descriptivo. Consigue mantener una historia sostenida, siendo capaz  de esbozar versos muy generales pero jamás perderemos los detalles. Sus versos delatan una personalidad apacible sin dejar de lado lo pasional. Maneja un lenguaje sencillo y cercano, permitiendo al lector entender al poeta sin grandes esfuerzos. Con cada poema nos hacemos de una idea del perfil literario del joven poeta, cada texto es solo una repetición de lo que Franco es. Como el eco precisamente. Solo que esta vez el eco es él.



Ecos

Un rayo de alba ingresa por la ventana
baja por su cuerpo tendido
entre sombras y líneas rojas
para dibujar un torso ondulado

Su imagen plasmada en el espejo
mantiene el goce incesante de un columpio
revela los secretos de la carne porosa
contiene el éxtasis de mis ojos en sus manos

Aunque las sábanas sepan
que otros serán los que se abriguen con ellas más tarde
guardan nuestros nombres
en el sudor de una luna empañada

Bajo su piel de púas y palabras desnudas
circula el recuerdo de tomarnos
las manos a destiempo como un tren que erró la hora

Afuera donde las zapatillas se perdieron
aún caen las gotas de un viejo árbol
en busca de un súbito suicidio

Divago mientras estas acostada en mi muslo
como una botella en el océano
en busca de una llama extinguida

Será necesario inventar un idioma que comprendas
o es que no te das cuenta que todos andamos
en busca de un eco perdido?



Sendero

Se abrió a mi paso un sendero
de calles apagadas
y soledad tan profunda
como la de un poste a medianoche

El viento rara vez calla
lo que no debe ser pronunciado
le da oportunidad a una lengua ignota
de enmudecer a la brisa del parque

Quebraste mis palabras sin tregua
le diste provecho a las agujas
venías a cocer mis labios
y a detener mis pensamientos en el paladar

Una brecha escindida entre mi pecho y el tuyo
obliga a tomar un atajo a la vez que lanzo la venda
que secciona mi cuerpo como un archipiélago

Ahora el silencio viajará en el último autobús
con maletas en mano y una foto apolillada
donde el pasado vuela entre olas veraniegas
y un cigarro presto a consumirse




Ceniza

Aunque te encuentres a miles de kilómetros
tu fogata se obstina en renacer como el fénix
mientras más trepo sobre tus ramas

Tus alas se extienden en el árbol mimado
al que diste de lactar
y te espera con el ansia de un niño
despojado de su juguete favorito

Ahora lo veo afuera
distante marchito oscuro olvidado
como tus cenizas en el armario
rodeado de mosquitos de mil ojos

A su costado la banca acostumbrada
a ser útil para dos transeúntes
le cuesta creer que ya no escuchará tu voz

Debajo el pasto vestigio de promesas
se bambolea hacia el norte
en busca de un rastro que le lleve a ti
y el bochorno del sol ido contigo

Adentro pasa el invierno
los muebles rechinan tu nombre
aunque pronto notarán que ya no regresas
y los dejas con el sonar de las piedras a cambio


Así cien noches han pasado
no he descubierto bandera que se agite a mi viento
todo está desgastado menos tus huellas
intactas en el marco del respaldar

Tal vez estas palabras no naveguen hacia ti
pese a que son sencillas como los lunes
y a lo mejor sirvan de inspiración a otros jóvenes
que esperan en un mundo paralelo expliques
por qué encarnaste tu sombra en mis pies sin avisarme






Desierto de agua

No es la lluvia la que te moja
son mis ojos oxidados desgastados
como un escudo por el paso del tiempo
los que protestan silenciosos tercos a la noche

Debes estar empapada
lo intuyo y es seguro
ya que a esta hora los lobos aúllan en el Norte

Una laguna se forma a tu paso
no sabes si pisarla o esquivarla
o tal vez sólo pensar en lo que dejaste

De pronto me viste
como un espejismo bañado en la luna
dibujado delante tuyo

¿Será Franco el que me llama?
te preguntarás sin hallar la respuesta





Fuente de deseos

Crucé el charco de océano frondoso
a la búsqueda de la bota famosa  tierra de antigua herencia
donde  hubo un imperio de gloria y sangre
en una de sus urbes de místicos monumentos de caliza
hallé una fuente por la guía de una compañera de antaño
como una brújula al tanteo orientada por las nubes

Rodeada a ella  un paisaje de paraguas se explaya
en un horizonte negro de cabo a rabo como techo sin luz
dejándole a la lluvia un ápice para escabullirse

Un pozo de líquido dorado
se refleja en el manantial de Trevi
donde se prometía la ejecución de  fructíferos deseos

En ese momento solía caminar de espaldas al futuro
conservaba en un frasco el aire que guarda su aliento
sin entender que las cadenas se abren con el tiempo

Las demandas a la fuente de una próspera felicidad y salud
no se hicieron esperar  mis oídos se bloquearon
al tacto del barullo encontré refugio en el silencio

Pero también estabas tú  amiga de peripecias
guía primaveral conocedora de enigmas
la única que pudo descifrar una voz omisa
y me dio una moneda escéptica
que cayera junto a ti como un cajón en tierra
en el más profundo abismo del olvido



I

Camino por un pasillo de luces
al tanteo ciego de un principiante
que desconoce las nuevas reglas del juego

Visualizo una cola de serpiente exhalada de mi aliento
desesperada como un animal indefenso en medio del fuego
por no quedarse en el portón tallado de granito

El pasado calcinado a través del túnel del tiempo
traza un nuevo mapa ausente de sentidos
borra las avenidas atestadas de recuerdos
que nos vieron pasar sin dejar manchas

Entre mi ser y tu YO
hay tanta distancia como los años luz entre Venus y Marte
mis tripas mi corazón mi baso mi hígado inertes
son los que han construido un muro entre planos

Poco queda del aire natural cargado en mis pulmones
viviré como las rocas del bosque
no necesito ni de él y menos de ella para existir

Cerca de la recepción del umbral
hay un libro escrito en sangre
mi nombre próximo en lista de espera
a la guarda de ser llamado en breve

Imagino renacer en un jardín
de pastos iluminados por la faz del sol
manantiales  cascadas  ríos  pozos
que aguantarán mis lamentos sin chistar

Sin embargo
todo parece ser
lo movible lo inefable
una ilusión rizomática

Sucede que en la otra esquina
el río inevitable que todos navegarán
hay un espejismo donde estoy sentado
con papel y lapiz en las manos


II

La brisa corre y hela como el polo norte en invierno
traspasa los cuerpos sin vida en cajones
que despiden un manto nevado
y congelarán las huellas dactilares

Sin identidad
ni pasado
entre vivir en tierra húmeda
y ser comido por gusanos
no hay mayor diferencia

Afuera
escuchas a tus padres  amigos  hermanos
mascotas y cuanto curioso presentes
en un marco de velas encendidas con calma
a esgrimir lo mejor de este breve momento eterno

Igual para nosotros
se acabaron las días y fechas exactas
el tiempo se embarca como un bote a la nada
en una carretera que desconoce su destino

Se acerca la hora del descenso
un mar de pastos amarillos y variedad de flores
adornan el paisaje otoñal que se refleja en el pozo
mientras una melodía de voces enternadas parecen llamarme

La falda del mar
se abrirá por última vez
para recibirme en sus olas
como una boca que prometió no engullirme
pese a que pronto me recogerá

Aunque los símbolos pierden su estructura aquí
hay verdades innegables como el excremento de paloma
que adorna las sepulturas de los pobres occisos
a los que cubren de blanco sus nombres

Suena un micrófono  parece que ya es hora
de entrar al hoyo ser pisado por hormigas
nadar fuera de mí y tirar las redes
como un pescador que se despide para siempre
despues de recoger los últimos frutos en un bote hacía

(Fondo musical lágrimas y más lágrimas muy a pesar mío)



VI

El esperado despertar llegó
las puertas del umbral se abren

El profundo color de tus ojos en el lago
inunda el camino tornasolado
y la soledad de la bandera invisible en la plaza

Los sentidos se extinguen como el apagado de un foco
en el portal limítrofe próximo a alcanzar el bienestar
que había sido esquivo y acorazado por la memoria

Ingreso por el rumbo gris donde se revolotean las hojas
entre un millar de seres que balbucean algo ininteligible  original
como mendigos arrojados a una miga de pan

De un chasquido se prenden las antorchas
la vacuna para el dolor ha llegado sin inyección
quedo perplejo al ver  piedras convertirse en estrellas

Espejos sin fin revelan el cuadro final:
neblina espesa como un manto de alpaca
extraviado en un paraíso perdido
meditación auscultatoria
contemplándome fuera de mi sexo
mientras bebo la leche cósmica del seno de la vía láctea
y espero que sean las siete y domingo
para extirpar ese amor de cordilleras blancas



VII

Este universo ajeno a los astrónomos a los telescopios
se encuentra dentro de una masa polisémica
donde el sol tiene hermanos mayores y primos

Aquí
el ritmo de las pulsiones se acompasa a la velocidad de relámpagos
el tiempo se vierte como líquido en una fuente oblicua

Descubro que somos parte de una misma lengua de fuego
la memoria una jauría que deambula al acecho
para separarme de la bacteria primigenia del Big Bang

Penetro un espacio donde no hay oxígeno
ni agua ni moscas ni hormigas
para mantener todo en equilibrio
la materia es aniquilada desmembrada atomizada fisurada
la identidad construida ya desconocida
sólo queda esperar el parto de una nube inmaculada
y que florezcan lirios blancos bajo los árboles gemelos de Sala



VIII

Regreso al cascarón
envuelto en nudos ancestrales
ligándome de íntegro a la jungla astral

Un susurro estruendoso abarcador
escarapela lo último de un ser desvalido
y ausente de su existencia primaria

Unas sombras carroñeras como buitres en el desierto
espera a que caiga tendido entre huesos áridos
muerto de sed de mí mismo herido por insectos

Sale espuma  tiemblo de reducir en ideas
a mi lengua a una sola aglutinante sin sexo
y mis extremidades a una cápsula de cadencia hipnótica




Mar de Ecos
Por Miguel Ildefonso

Definía Robert Graves a la Diosa Blanca como una “gramática histórica del lenguaje poético del mito”. Borges en el poema Historia de la noche decía: 



“Nunca sabremos quién forjó la palabra 
para el intervalo de sombra 
que divide los dos crepúsculos; 
nunca sabremos en qué siglo fue cifra 
del espacio de estrellas. 
Otros engendraron el mito.” 



Todo poema es la reescritura de un mito. Y Mar de ecos (Amotape Libros, 2014), de Franco Osorio, nos remite a los vestigios de una historia griega, al mito de Eco y Narciso. Por supuesto que esto es una conjetura mía y no un dato extraído literalmente del libro; aunque, ¿qué lectura o interpretación poética es literal?

Pero iba diciendo que todo poema nos señala un mito; todo poema es la recreación de un mito. Y, por eso, hay una cierta épica en todo libro que reúne poemas; en ese atar de hilos (de Ariadna, por ejemplo) hay un recorrido, un tipo de viaje que atisbamos, ciertamente, en Mar de ecos como cuando dice: 



“Transito perdido en un laberinto
en busca de una lámpara
que me guíe fuera de la ruta 

Siembro gotas de sangre
en el centro de la esfera 
donde podré recuperar el habla”.



Decía que hay reminiscencias del mito de Eco, enamorada de Narciso, a quien la diosa Hera le quitó la facultad del habla, pudiendo solo repetir la última palabra que pronunciara su interlocutor. El eco entonces es la voz que viaja en estos poemas, “el eco perdido” es la palabra que en Mar de ecos busca a los cuerpos que alguna vez pronunciaron esa voz, y  que busca restituir a la poesía esa facultad de trascendencia que se ha ido perdiendo desde que los poetas bajaron del Olimpo.

Este mar en constante movimiento, en incesante desplazamiento, va conduciendo a los ecos desasidos de los cuerpos que se reclaman, de una historia que se quiere contar a través de los retazos que quedaron. El viaje consiste en recoger los pedazos de un mundo fragmentado. Los poemas de Mar de ecos son el testimonio de esa misión, la del poeta que ante las ruinas del tiempo reinventa una nueva utopía; y ello nos remite también a Dante Alighieri. En el poema IX dice: 



“Llego al puerto cercado por manos de hielo 

Veo a Dante y al antiguo barquero 

Me informo del precio del último viaje 
un óbolo que me libera de navegar por siglos”.



El poeta en ese laberinto oscuro (como en el mito del Laberinto de Dédalo y el Minotauro) va tanteando, buscando, encontrando esos trozos de imágenes de algo que antes fue un todo armónico. De ahí que hay una casi obsesión por nombrar las partes del cuerpo (que es el otro laberinto): el torso ondulado, las manos a destiempo, los muslos, los dedos, las piernas, la espalda, los ojos, los labios. El poeta está tratando de recomponer ese cuadro perfecto donde yace el ser amado, la amante. Este ser amado, sin embargo, es a la vez temido por su voracidad, por su belleza devastadora, arrebatadora. El poeta, así, reclama esa facultad de seducción que antes tenía la poesía. El poema es un artefacto perentorio en este tiempo de la desacralización. 

Entonces el mar del poeta fluctúa entre la palabra y el silencio, entre la memoria de la  posesión del cuerpo amado y la ausencia absoluta de aquel cuerpo. Hay un vaivén en su navegación que trata de no perder esa luz constante que lo acompaña y le permite nombrar lo que ve, porque la mirada es importante ante la ausencia del “habla”. A la poesía le ha quedado el conocimiento, pero nunca ha sido suficiente. 

No es solo la búsqueda del tiempo perdido, ni la restitución del ideal del amor, ni el anhelo de la fe y el entusiasmo poético, Mar de ecos, es también la historia de la recuperación de la propia imagen, de una identidad en la voz del poeta. En Desierto de agua dice: 


“De pronto me viste
como un espejismo bañado en la luna
dibujado ante tus ojos 

¿Será Franco el que me llama?
te preguntarás
sin hallar la respuesta”. 


Es el eco que se pregunta a sí mismo (¿Quién es? ¿De quién es la voz?...), es el  poema que se pregunta quién habla en el poema; es decir, como diría Martín Adán, es el poema escuchando su propia voz, un eco.

Todo poema, decía al principio, es la continuación de un mito. Tanto al escribir un poema como al leerlo, participamos de un antiguo ritual. Entre la escritura y la lectura, el poema completa la imagen de cada uno de nosotros, nos completa, restituye un origen único, pues se trata de retratar lo que no vemos, lo que atisbamos a ciegas, lo que perdimos y aun sentimos y no tiene explicación. Somos ecos haciendo un recorrido a la inversa, un viaje que se acabará al volver a tocar los labios.



Fontana di Trevi

Para María Belén

Orientado por las nubes 
hallé una fuente 
en una urbe de caliza

Un paisaje de paraguas se explayaba 
en un horizonte negro como techo sin luz 
dejándole a ella y a la lluvia 
un resquicio para escabullirse

Por entonces yo andaba de espaldas al futuro 
y conservaba su aliento en un frasco 
sin saber que el candado se abriría con el tiempo

Y también estabas tú compañera 
sabia en enigmas 
la única que pudo descifrar esa voz 
refugiada en el silencio



Silencio

Transito perdido en un laberinto 
en busca de una lámpara 
que me guíe fuera de la ruta

Siembro gotas de sangre 
en el centro de la esfera 
donde podré recuperar el habla

Todavía arde la hoguera 
que espera inmovilizar mis pasos 
cerca a la salida 
¿Será posible rebelarme 
contra la opresión de tu silencio?

Pendiente dejo la respuesta 
de la rama más alta del árbol 
al que nunca volverás a trepar





PATRICIA VICTORIA TAUMA ROMERO [15.599] Poeta de Perú

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Patricia Victoria Tauma Romero 

(Huancayo, Perú)
Estudió primaria y secundaria en la Institución Educativa Particular Gelicich, sus estudios superiores lo realizó en la Universidad Nacional del Centro del Perú, graduándose como licenciada en pedagogía con la especialidad de Español y Literatura. En su época universitaria fue integrante del círculo literario MaskilKhan (un grupo de jóvenes amantes del arte y realizaban tertulias literarias, así como recitales poéticos). Patricia fue presidenta por dos años consecutivos del Movimiento Cultural Dosamarus y directora de la revista literaria Estepario y es conocida como la Dama Oscura.

Tiene diversas publicaciones entre cuentos, poemas y artículos de opinión en las revistas literarias Estepario y Altares de la ciudad de Huancayo, el diario Regional Hoy y la revista literaria Contracorriente de Huánuco. Fue antologada en los libros “Titulares y suplentes de la región centro” y “Seven”; a nivel nacional fue antologada en libro “Confesiones de un descreído”. Actualmente es una de las más entusiastas gestoras culturales de la región centro del Perú. 
Publicó recientemente la plaqueta poética Reminiscencias Oscuras.



Patricia Tauma Romero: La Dama Oscura.

Después de leer estos versos me queda en el pecho una angustia. Algo me falta. ¿Qué efecto es éste que tiene la poesía? La poeta misma se pregunta "¿Qué sucede ante la ausencia de las sílabas conjugadas, / si solo queda una letra muda?" Es tan placentera y extraña la sensación de haber leído un poema tan sincero, que cuando te encuentras con uno, el desconcierto es evidente. Debe ser, seguramente, los elementos tan sencillos que emplea para conmovernos los que logran este fenómeno. Y es que Patricia Tauma involucra tanto su esencia, que la lectura se convierte en reflejo fiel y enriquecedor de la oscuridad que en ella habita. 



Voces sin voz

AX

Bajo la sombra del instante renuente al olvido
sin licencia en el tiempo
murmuraba el tunante
aquellos sueños extraviados
aquellos sueños que bregaron con la nada en el infinito
mas su exhausta osamenta
solo buscaba un albergue
para cobijar sus desparramados intestinos.




BXI

Reptando
cruzó el túnel embadurnado de estiércol
guiado tan solo
por una luciérnaga
a paso marcial
eran sus lágrimas coaccionadas
eran sus lágrimas naufragas de instinto.





CXII

¿Qué sucede ante la ausencia de las sílabas conjugadas,
si solo queda una letra muda?

Queda tan solo
al fin del trayecto sin rumbo
la huella del boceto sin registro
en el brío de una máscara sin dueño.




Reminiscencias vespertinas

“Soy un alma desnuda en estos versos,
alma desnuda que angustiada y sola
va dejando sus pétalos dispersos.”
Alfonsina Storni




Una tregua
antes que se consumiera
el último retazo.

Fue su aliento
quien acarició mi piel desnuda
cubierta del hiel que él mismo me embadurnó
mientras mi ser comulgaba en el exilio.

Fue el viento sepulcral que no perdona
quien dispersó las cenizas de mis cabellos
al pie del viejo roble
único testigo de mis más inconfesables secretos.

Fue la inocencia
quien huyó
sin tregua
sin mirar atrás

Mis pasos siguieron el tiempo cíclico de las hojas
ya en el cenit de mis circunstancias

mas mi alma se resquebrajó
ante el aullido

de mi destino inescrutable.

http://mirthapecho.blogspot.com.es/search?updated-max=2014-12-16T14:37:00-08:00&max-results=7




MARI NAKAZAKI [15.600] Poeta de Perú

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Mari Nakazaki 

(María Isabel Nakazaki Seminario – Chiclayo, 1993). A los cuatro años armé mi maleta para irme de casa, pero no me lo permitieron, decidí habitar en mi cabeza, en donde me encuentro hasta el día de hoy. Algunos lo llaman Lima. Escribo cuentos y poesía desde muy pequeña gracias a una amiga que ahora se encuentra fuera de esta ciudad, pero dentro de mi mente. Actualmente estudio fotografía. Uno de mis sueños es ser directora de orquesta, pero para eso haré cine, y sobre todo, en cada cosa que haga: poesía.


Mari Nakazaki: "Si pudiese me hubiera ido yo de mí hace tiempo"

Mari Nakasaki es una mujer que empieza a buscarse poéticamente, o comienza a encontrarse. Como sea, es un proceso que aún no culmina. Su mente, al parecer, está resolviendo una serie de "fotografías" que remedan lo que ella asume que es: "un cuerpo entristecido sin razón". Cada verso me resulta insistente a la hora definirse, y sospecho que por tal motivo no se encuentra una coma (,) o punto (.) que conceda una pausa. Mari debe ser así, una jovencita sin treguas. 





MI CUERPO

entorpecido con los días
descascarado con la humedad
sublime en la espera

atrofiado
con los cables de luz del poste de la esquina

reconstruido como la acera de enfrente

vacío
como la carne a base de grasas saturadas
ofertado en supermercados
destrozado por el siglo

entumecido en una orilla repleta de crustáceos
con las horas
abominable

Mi cuerpo
que vive
arriba
delante
detrás
de costado encima abajo atrás

cerca y fuera
del rincón
de tu altar
del ataúd

Mi cuerpo
entristecido sin razón
menguado
Mi cuerpo
sigiloso
lento y silencioso

Mi cuerpo
éste mi cuerpo
que vive a expendías de tenerte






ME PUDRO

Sobre esta roca que no alimenta
En el blando rencor de esta noche

Me pudro entre ceja y ceja
Me ahogo en la distancia de los techos
Sobre los suelos donde yacen mis muertos
Se pudre mi carne por dentro
Y de mí sale un hijo que no conozco
Apesto

Me pudro
Mujer estéril
No existo
Entre colinas que cercan el espacio
Entre el ruido de autobuses
Bajo la sombra de un moribundo
En la falta de luz
Que nada da,
Y nada quita
En la música imposible
Que no alcanza sus propias manos
Y se le rebalsa la sangre hasta el hastío

Me pudro
Yuxtapuesta en la nada
Sobre olores fétidos
De espaldas al estiércol de mi infancia

Me pudro
Por esta muerte
Me pudro y no lo evito
Y lucho por esta muerte sólo mía
Esta mi muerte
Que traspasa infinito





CANCIÓN DEL ANÓNIMO

(…)Sólo para olvidarte
he sido todo lo que nunca he sido.
Yo confundí el amor con los amores.
Y los amores fueron espejismos.
Y en una caravana de disfraces
atravesé desiertos infinitos.
Y todo ha sido tarde.
Y todo ha sido inútil, amor mío.
Crucé bajo los mares sin mojarme.
He vivido sin ti:
nada he vivido.

César Calvo


Yo te hubiese querido
y hubiese escrito tu nombre
en un cuaderno atlas #602
cuadriculado de ochenta hojas
y ninguna en blanco
80 hojas con tu nombre
de derecha a izquierda
como al otro lado del mundo
te hubiese querido
desde lo más viejo de mi cuerpo
te hubiese querido
como se quieren en oriente
y besado tu cuerpo
de derecha a izquierda
de izquierda a derecha
te hubiese besado
yo te hubiese querido
y hubiese dibujado tus manos
en la contracarátula
de mi cuaderno atlas #602
cuadriculado de ochenta hojas
y todas en blanco
80 hojas en blanco sin tu nombre porque
yo no te conozco
y sólo sé de tu mano que reposa en mi cuaderno
en blanco
como los días
y las horas
en blanco

imposible quererte
imposible

porque yo no te conozco
ni conozco el oriente
ni beso tu cuerpo
de arriba abajo
de abajo hacia arriba
yo beso sólo
tus pesadas manos
que escriben hermosa-s
desde cualquier punto
hacia la nada
de mi cuaderno en blanco
yo te hubiese querido
como queremos a la mañana
y hubiésemos llorado
juntos
lejos de tu cuerpo
lejos de las páginas en blanco
lejos de tu letra
cerca de nosotros
y nos hubiésemos jurado
quemar las ochenta hojas
de distancia entre tus manos
y las mías
y las hubiésemos recorrido
las ochenta hojas
entre tu izquierda y mi derecha
entre mi cabeza
y tus zapatos

Y yo te hubiese olvidado
sin saber tu nombre
sin alcanzar tu cuerpo
te hubiese besado las manos
hubiésemos conocido oriente
pero te vas
y yo lo entiendo

si pudiese
me hubiera ido yo de mí hace tiempo


http://mirthapecho.blogspot.com.es/



CARLOS MORALES FALCÓN [15.601] Poeta de Perú

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Carlos Morales Falcón 

(Lima, Perú 1980). Estudió el Doctorado en Literatura Peruana y Latinoamericana en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y es candidato a Magíster en la misma casa de estudios. Se licenció en Literatura en la Universidad Nacional Federico Villarreal con la tesis Poesía e historia: el resentimiento poético peruano (1964-1981). Parte de este trabajo obtuvo una Mención Honrosa en el concurso de ensayos de la Pontificia Universidad Católica del Perú en el 2009. Es investigador asociado del Instituto Raúl Porras Barrenechea de la UNMSM y colaborador de la revista Libros & Artes de la Biblioteca Nacional del Perú. Escribe en el blog Pescador de luz. Su primer libro es Recóndita armonía (2011).


Carlos Morales Falcón: "Aún el dolor no me abandona"
Carlos Morales Falcón nos describe de una manera delicada la soledad, como si aún no descubriera si es agradable o no. Tiene la responsabilidad de ser portador de una desesperanza que entristece y te enoja. Lleva en su poesía la forma más sencilla de hacer pausas y de "hender la piel que se tiende anhelante entre las hojas". Es difícil encontrar un poemario bien armado. Carlos Morales Falcón lo ha logrado y lo demuestra con su madurez poética. 




Movimiento

Solo esta tierra apisonada nos queda. Amplia y despejada para el asombro,
la inquietud. Sin sombra marcescible agrandando, sin cuerpo atormentado
que enrede o desate el viento escabroso. El cielo claro avanzó lento sobre nuestros cuerpos
con toda la inclemencia que soportamos, sin hallar consuelo. Con mis manos reuní la broza dispersa en el suelo descuidado, con golpes y rasguños en el cuero de mis botas.
Ramas oscuras, hojas heridas, los cuerpos caídos con pesar bajo el Sol implacable.
La opresión me condujo con cuidado, el ardor en la piel de mis brazos.
El viento de la mañana hizo crecer intensa la hoguera en la tierra oculta, y el humo se extendió flotando en la línea de los muros, transparente. Callado y sin alivio, aguardando a que pronto se consumiera. Chasquidos de ramas quemadas crepitaban sobre las piedras
sorprendidas, se perdían al aire como una vida que dejaba ir. 






El aire aventó cascajos, sedimentos oscuros a mi cuerpo agobiado,
fugaces espinas que me hacen volver. El reflejo cercano del fuego intenso 
adormecía mi rostro. La vaharada ascendió larga y densa mas allá amoratando las piedras asoleadas, la tierra clara. Por un momento como una torre negra que cae creció sordamente sobre mí y cubrió el Sol, inestable. Bajo esta sombra precaria
el viento agitó los matorrales que se mantenían aún en pie en un rumor desesperado que confundí con tu voz. No había nadie. Las ramas que se secaron doblándose las consumió el fuego como aquellos cuerpos entrelazados. Sin sombra creciendo
rumorosa, ni apoyo en donde ladearme, consumo también mis señas, las penas
retenidas, deseos velados como semillas en hojas secas que no podré enseñarte.
El humo se aleja despejando la tierra, impetuoso arremete el fuego y el aire mareado choca en mí también como la culpa. 






Con más viveza la llamarada se elevó en la mañana insoportable. La lenta fragosidad en el viento. Ramas y hojas dañadas se hundieron en esa pira
que ascendió con la estridencia del fuego, densos resplandores rodeando la arena apilada.
Con el cuerpo atento recibía la exaltación, sintiendo flotar las briznas encendidas que viciaban el aire nítido. El humo brotó de inmediato como agua delgada,
espejos líquidos rodando sus contornos sobre la tierra sensible. Estambres oscuros  se agitan persistentes deseando alcanzarme, oscureciendo mi frente junto a la lumbre.
Retengo la limpia consistencia de tu voz, el golpe calmado de tus pasos en el polvo como un gesto sencillo que ahora añoro, azorado. Y la humedad crece en mí como un fuego invisible y mi cuerpo, sucio y frágil como un rescoldo al aire turbio, ondeaba.






Vidrios acuosos de humo trizan y alteran la imagen de todo cuerpo que cubren
y abandonan, extenuado. Al lado mío la lenta humareda sombrea
el muro de piedras gastadas. Detenido y soportando la inquietud de reconocerme recibo el ahogo. Nubes negras rozan mi frente sudorosa y hollada de oscuras corrientes.
Mis manos cogieron las ramas caídas, hoscas cortezas, ásperos frutos desprendidos a la intemperie. Los reconocí lentamente, apenado de encontrarlos dispersos en la tierra,
desnudos y agriando el color de sus cuerpos firmes bajo el furor del Sol.
Aún el dolor no me abandona. Cabellos impetuosos del follaje inflamado
vuelven a ondear sobre ellos clareando toda huella. Y una brisa fresca despeja
y eriza mi cuerpo tenso, por un instante, agotándome.  





Hebras chamuscadas tocan mi piel
buscando descanso, la impureza que vuelve a mi frente
tentando la humedad imprevista. Inmóvil me dejo llevar
con agobio, como si temiera hender la piel que se tiende anhelante
entre las hojas. Callado y observando la maleza crecer en la tierra, toscos ramajes, espigada y reseca florescencia que abatí entre mis dedos. Todo lo reuní con arduo empeño,
el polvo acumulado, la corteza agrietada. Oscuro bajo el calor vehemente y sin abrir los ojos como si no quisieras escucharme y toda mi obstinación es vana,
apenas residuos soleados que el viento dispersa. Quedo al borde del fuego intolerable que me intimida y casi busco, atormentado. Diminutos granos ásperos y ovalados
en la fogata estallan al aire en ligeras pavesas que mi piel resiste.






Las ramas se abaten disipando trazos, formas sutiles en la fogarada que inflama con ímpetu la corriente.
Bocanadas de bochorno nublan mi rostro y me abruman.
Y acrecienta con nitidez la respiración en mi pecho
como si entreviera un limpio rostro surgiendo
bajo el mediodía,  la pureza de un fulgor que me socava y aturde.
Gajos y cáscaras plomas marchitan en la hoguera, las rocas las sostienen
y alumbran cual si pudieran soportarlo todo con sus cuerpos.
En boquerones de ceniza brillan diminutos puntos esquivos,
un poco de escombro que reuní en la tierra. Sombríos soplos, hojas mareadas,
alteran mi cuerpo en una ráfaga de calor que me ciega e impulsa a perderme.
Temo persistir así a tu lado, avergonzado del desengaño constante
y solo basta un poco de aliento tuyo que me roza y descubre, inmerecido.
Fuego impalpable que asciende a mi lado y me absorbe.   






Cuán limpio e intacto el cielo discurre libre de aprensiones.
Fatigado lo observo deseando abandonarme. Ampliadas por el viento
fumaradas silenciosas se apartan en lentas ondas que la crueldad dispersa.
La tierra es oscura. El mismo vacío que produce entregarse a un cuerpo que no se ama
y observa distante, me habita; cual si en su sombra acumulara mis temores.
La hoguera se proyecta en la arena en densas exhalaciones que apenas resisten
el temblor del viento, derrotadas por el Sol se estremecen en alas invisibles
y la mañana profunda se dilata inmensa sobre mi rostro franqueado por el fuego.
Solo fugaces manchas varían en el aire oscurecido de calor y algo he perdido.
  
     
De la sección “Movimiento” de Recóndita armonía. Lima: Editorial Colmillo Blanco, 2011.


http://mirthapecho.blogspot.com.es/



CARLOS YÁÑEZ GIL [15.602] Poeta de Perú

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Carlos Yáñez Gil 

Nació en Lima el 23 de diciembre de 1984 en el hospital Rebagliati. Estudió Diseño en IPAD. Trabajó para la marca de cuadernos Standford, y para el C.C España. Actualmente es diseñador Freelance. Diseñó los logos del 4to y 5to Festival de Poesía de Lima,  el afiche y logo del 4to Festival Lima Mon Amour, del logo y diseños del 1er Festival Internacional Cinemapoesía. Así como también afiches para diferentes poetas. Próximo a sacar su primera plaqueta. Mantiene inédito lo que sería su primer libro de poemas. 



Carlos Yánez Gil: "Saco mi cabeza para naufragar a la velocidad de los números que parecen cogerme en sentido anti horario."


NIÑOS DE LUZ

Niños soplan barcos de papel que pintan con sus 
ojos en las tardes donde el sol jamás se les oculta. 
Niños baten columpios con sus alas inmaculadas y 
sus cabellos vuelan y brotan árboles en las nubes. 
Niños desintoxican el mundo con sus brazos al que 
brindan pieles nuevas. 
A una distancia prudente, aguardan unas esferas 
llenas de colores para ser alzadas en vuelo por los 
niños que protegen luces puras. Toda la vida se 
resume en eso que es más supremo que el amor por 
vivir: La felicidad de un niño. 



SOL DE PERSIANAS

Mal momento para que el sol se mirase en los restos de persiana 
que habitan en mis ojos. Me alejo de los cuervos en el viaje pues 
me siento un dragón mutilado encerrado en una burbuja de 
metal que enclaustra mi tarde de botella. Todo sabe desabrido, 
no sólo por el aliento cetrino que todo modifica y nada cambia. 
Cómo se nota que la noche había dormido sobre mí. Mis hojas 
danzan y crean el viento que mese mi piel de lado a lado. El 
desierto de mis ojos difumina las figuras que sólo se aclaran 
cuando empieza el espejismo. Ahora es el asfalto que esnifa al sol 
de un orgasmo, lo exhala y lo tose para volar como un desfogue 
de ira que perturba, pero la desnudez es rígida y distante como 
una bolsa de témpano lo es para mí. Tiernos momentos 
transpiran mi profanada frente. Saco mi cabeza para naufragar a 
la velocidad de los números que parecen cogerme en sentido anti 
horario. Cuando era el momento para desempapelar la luna y 
sacarla a pasear, fue entonces que metió la mano en el bolsillo de 
su camisa, justo al lado de su corazón, y me la dio, así, sin más.




FELIZ

Estoy enterrado en un espejo que llega hasta mi cuello y 
apenas puedo moverlo. Veo con el rabillo de mis ojos el 
reflejo del interior de mi nariz, mis anteojos, mis labios. 
Gotas de aguas caen lentamente sobre mi frente, 
desquiciándome. Mis ojos se escapan con sogas 
descendiendo por mis agrietados pómulos, bajan pateando 
mi boca, llegan hasta mi cuello y tratan de asfixiarme con 
esas mismas sogas de las que se valieron.
Crearon una revuelta para convencer a mis otros sentidos a 
escapar con ellos. Mi nariz, mis oídos y mi lengua,
abandonaron mi rostro sin decirme una sola palabra. 
Esta vez, eran ellos quienes jugueteaban con sus reflejos.
Se fueron a existir a otro rostro. Exhalo una madeja de 
avispas, un dolor de piernas carcomidas, una trifulca de 
vientre y una humedad que desmenuza mi pelvis desde la 
piedra que uso como asiento. Ya no puedo ver más mi 
reflejo. Ya no sé cómo soy.

http://mirthapecho.blogspot.com.es







WILLNI DÁVALOS [15.603] Poeta de Perú

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Willni Dávalos 

(Cusco, Perú  1988)
Psicólogo y Poeta. Ganador del “Premio Raguza de Ideas Jóvenes en 2006”. Ganador del “Premio Regional de Cultura” en la categoría de Poesía en Español en 2007 organizado por el ex INC (Macro región Sur) hoy Ministerio de Cultura. 

Ha publicado Ceros y Cruces (2008) junto a Pardiez editores (disponible en internet). Antología Poética en Español 2007(INC-2007) con el poemario Porca Porno Pop. También Astro degenerado en lumbre (2011) en el país de Guatemala con la editorial Catafixia. En las revista “Sieteculebras” (Cusco), entre otras. En los webzines “Pterodáctilo” (Texas) y “Síncope en línea” (México) entre distintos fanzines de su localidad. 

Ha participado en el encuentro de poetas iberoamericanos “El Vértigo de los Aires” realizado en Ciudad de México, 2009. En el congreso “Poesía e Interculturalidad” en Santiago de Chile en 2011 y el festival de poesía “Ariquepay” en la ciudad de Arequipa en 2013. Ha organizado el festival de poesía “Enero en la palabra” realizado en la ciudad del Cusco en 2011. Tiene inéditos los libros El Egófago, Posturas Comunes y La niña inkari y la exhumación del ahmor. Mantiene un blog en internet llamado P&P poetasyputas.blogspot.com.




MONITOR

Qué hay en la ventana trasera de un auto
que no refleje el tráfico interno

¿ves los instrumentos humanos?
máquinas trasportadoras de hombres

cada rostro es una explosión ideológica

sólo tienes que apretar el botón
nada más que mover un dedo
y contar.

—Ceros y cruces (Perú: Pardiez Editores, 2008)




Edipo is dead

Voy a despedazar a mi Madre,
a introducirla delicadamente en mi vientre;
para estar nueve meses sin ella
y, sin embargo, llevarla conmigo a todas partes
hasta depositarla dolorosamente en el plano

Y depravar el círculo:
La madre ahora es hija
y el hijo ahora es madre.



*


El viejo sonido de los Mirlos

Santiago del Cusco:
Cumbia tristeza y un borracho llorando frente al cementerio.
¿Puedes creerlo? Comer vale menos que matar al gusano.

Sí, tengo un gusano bailando aquí dentro.
Dios lo llama dolor;
Dolor es el premio de consuelo.
Lo he perdido todo
menos el dolor de dientes que no me deja pensar.
¿Pensar en qué? ¿En quién?
¿Acaso no ven al buitre?

Lleva siguiéndome cuatro días
mañana caigo mañana
caigo entre vendedores ambulantes, ropa usada,
pandilleros peleando por una hembra.
Marianita tiene un culo demiúrgico,
santo cielo cultivado en la tierra.
Nalguitas listas para rebanar,
cuerpito poema revolucionario cuerpito de selva
lastima que estoy tan borracho como para reconocerte en el baratillo,
y golpear a los pirañas que te manoseen mientras pasas
ayudando a tu padre que busca un martillo
para clavarte a su casa
para prohibirte salir a mi sexo, bailar aquí dentro
junto al gusano que me ahorca,
cumbia gusano
buitre gusano
cuatro días gusanos
mañana caigo mañana
caigo en manos de tu padre por hacerte el amor en el baño del colegio,
por meterte el dedo todas las noches
mientras esperamos que la Metalera nos llame para chuparnos unas cañas
frente al hospital de los pobres (dónde me sacaran la muela) o
frente al cementerio de los vivos (dónde me extirparán por fin al gusano).

Ahora lloro porque estoy solo y el buitre me ha sacado los ojos.
Ahora lloro porque veo todo como realmente es:

negro negro negro negro negro

negro negro negro negro negro

negro negro negro negro negro

negro negro negro negro negro

Nadie me habló de esto. Nadie me advirtió que podía ser gusano
en el estómago del mundo,
si sólo hallara esa tumba, esa paz de la que hablan los suicidas
no tendría que escapar más y más, cada vez más lejos,
con mi cumbia, mi tristeza, mi buitre
en el espejo interno un gusano agoniza
he quedado solo, al fin solo, llorando frente al cementerio.




*



Super Nova 


I

Yo era una pequeña estrella de rock
brillando perdida bailando perdida viviendo perdida
en subterráneos sin cielos.
Ni un miserable escenario donde poder brillar
donde poder bailar
donde el poder / sea mío.


II

Es triste y lo sé.

Hoy amanecimos todos borrachos.
Hacía meses que no veía al Sol
porque el único Sol que reconozco está en los
semáforos tiritando de frío.
Ámbar catatónico.
El Caos y el Taxi que te lanzan recto
al recto de una lluvia embarazada
Miedo la muerte es el freno
Miedo la muerte es la madre
Miedo la muerte es el rock


III

La quinceañera aún retoza sobre mi pecho
pero nunca lo hará sobre mi alma.
“Eso no existe” me dijo después de fumarse medio cacho.
“¿Qué?” respondí como si quisiera escucharla
“El alma, no existe”
¿Por qué no se va?
¿No tiene padres?
¿Qué quiere?
¿Amor?
Eso, no existe.


IV

La gente sabe tu nombre hasta que tú sabes demasiado
es cuando caes, cuando comes de tu propia farsa
y el disfraz se hace pijama
y el pijama es la desnudez que te ofrecen los espejos

¿brillaré bailaré?

Cuando una estrella muere, nadie se entera.
¡Maldita Luz!



*


A Mía no le gustan los títulos

A Mía le da asco su cuerpo.
A Mía le interesan los árboles.
Sus escuetos y largos troncos
delgados, delgados
como la muerte encapuchada
de los dibujos animados.
Amiga televisión, tardes secas en el armario.

A Mía le han dicho: “todo lo que tocas se pudre”
y “por más que te masturbes
no te enamorarás del espejo”;
Y es tan triste verla morder la almohada
deseando despertar detrás de la cortina
en el mundo libre
en el mundo sarpullido de bosques,
de erotómanos y erotómanas.
Sin embargo, el viento flamea fuerte la cortina,
tan fuerte. Se la lleva lejos.
¿Cómo llegar ahí si ya no hay cortina?

Mía entiende, pero le importa un bledo.
Mía sabe que todo lo que toca se hace oro
o se pudre
pero nada queda igual.

“Bulliciosas locuras siembran esas raras pastillas
que el doctor recetó a Mamá;
De esos doctores que se ganan algún sencillo vendiendo recetas a los pastrulos
¡y que quede claro que mamá no es ninguna pastrula!
Y que quede claro que yo pertenezco a otro cielo;
a otra física y a otra química.

Nunca es tarde para emigrar al rincón más oscuro del Multiverso”.




-El egófago-Willni Dávalos
Serie: Mutilaciones (poesía)
Fecha de publicación: Octubre, 2013




Es difícil creer que soy el mar de tu naufragio.
Mi preciosa espiral pausada,
cuando te oigo sollozar sueños arruinados,
cuando te veo morder estrellas
te hago la misma pregunta
de todas las noches:
¿Qué hay en tu mente que genera caos?
-El futuro

El futuro para mí no se llama libertad.
Tampoco está hecho de materia.
El mañana se nos burla,
solito, en su colchón, arropado.
El futuro, esa máquina de soñar tiempo, es
un sistema de apercepción progresivo
enseñando a toda larva mayor de cinco años:

niños, el futuro no es amor, es una digestión prolongada.





luzco
(retrato hablado)



Waqay Pata

Ver luces, ver rostros, ver voces, ver lo a él
Oír su interior y razonar

Qué patético este tío
con su relato histórico ficticio
de incomprensible trama

Balbuceando para mí sólo
lo que atormenta su mente:

T_i-e_n-e_n-o_m-b_r-e_d-e_m-i_e-d_o

-su paranoia gubernamental extraterrestre-
T_i-e_n-e_n-o_m-b_r-e_d-e_m-i_e-d_o

-sus ideas de contraer cáncer por no llorar-

T_i-e_n-e_n-o_m-b_r-e_d-e_m-i_e-d_o
pero da pena

Ir a la pileta, mojar ambas manos y reír
de los tritones condenados a fingir que tocan
melodías sabor agua y movimiento
constante rugir- reminiscencias de viejos lamentos
las extremidades de José Gabriel, las cabellos de su amada,
la risa marchita, la rabia gélida que se hace palabra.

Buscar inútilmente el diálogo
con los municipales que han venido a regar
nuestro vino a granel sobre las flores
aduciendo tener autoridad sobre mis actos
y los de mi invertebrado compañero
que ha comenzado a gritar
“¡Malditos Esclavos! ¡Déjennos respirar en paz!”
y los pitos se elevan en forma de sonido
la porra ya gira en el aire

-el clásico niño agrandado que desea infligir dolor-

Ellos nos dan con fuerza en la espalda
abusando de nuestra pasividad y demencia.
El invertebrado se lanza al interior de la pileta
y arremete con agua helada a los uniformados
que de tan rabiosos sienten pavor a mojarse.
Ignorar el frío, el miedo a una muerte subacuática,
el cielo no parece el mismo sobre esta pileta verde
las mejores estrellas viven encapsuladas
estrellándose en la ciudad.




Basílica menor, La Merced

Hemos corrido hasta Espinar
haciendo alboroto en el trayecto.
Invertebrado tropezó con una gringa
y toscamente le tocó los senos
a lo que ella protestó inútilmente
puesto que antes de que diga fuck you
estábamos pasando el puesto de periódicos.
Murió la cabeza de corea del norte
y el cuerpo tambaleante de una nación poderosa
se subdivide en millones de jóvenes asiáticos
que realizan una danza fúnebre llenos de color
y patriotismo sincronizado.

Quedamos seis y media.
Son las siete y sesenta menos diez
Vimos niños domesticar con instintiva maestría
a los más salvajes padres
y llevarlos al templo de la merced
a soñar con tener los juguetes de ese niño inmóvil
quién los desaprovecha por carecer de vida
y la sorpresa es que tú estás ahí
protegiéndote del viento austral
mordí tus aretes
y te lamí la oreja,
me harté de que sonrías
y tape tu boca con la mía.
Dos estrellas invernales
protegidas de los ojos
por collares de agua renovada.
Lloverá y toda las personas
que nos miran
correrán a la alcantarilla
para proteger su mugre
de una limpia digna
pero nosotros no le tememos al agua
que nos regala
la física
que caiga de una vez
enervando tus pezones
bajo el traje violeta
y que se empapen de baba
tus hombros
y que llegues de una vez por todas de dormir
porque estoy harto de esperarte
y el invertebrado está cansado de verme
rumiar tu imagen con supremo deseo.




Echinopsis pachanoi

Quieto el Invertebrado como un espino
borracho de Sol y la tranquilidad aparente
de un jueves con forma de ave.

Hoy hemos decidido no esperarte.
Prescindir de tu belleza y partir directo
al mercado de San Pedro a preguntar por remedios
naturales a los miedos del Invertebrado

Y por qué no
a mis deseos insatisfechos.

Hijos de la urbe rocosa y fría
alucinados mocosos con cinco
soles en el bolsillo pero ciegos y
sordos amantes del ruido neural
pagamos para que vayan con machetes
a los que tienen uñas y dientes en sus
bocas pestilentes para que sellen
la muerte del agua colla andino
una serpiente igual a tu columna vertebral
siente la mano del hombre enano
siente cómo yugulan su esbelto ser
despreciando luego su carne
pulverizando su piel
para ofrecernos la llave
¡Estos Asesinos Harán Posible Tu Asenso!
¡No sé si sentir asco o gratitud¡
¡Mis manos están limpias y mi mate verde denso¡

El Invertebrado dice:
-Vamos a beberlo a la Huaca sagrada de Tetecaca.




Tetecaca

Dices, melancolía, piedra negra en el páncreas.

Dices, pánico, electricidad de ratas
y Quién te escucha se niega a sí mismo negándote
no soy tú, no soy él, vale la pena, acaso, escribir:

La punta del pájaro se llena de esperma
mientras uno corre desde la roca
para ver el milagroso chorro que procrea vida.

El vientre alado se abre sobre sí mismo
dejando ver el pequeño huevo que
palpita en un mar de sangre.
Sin sonidos que perturben la paz de este instante
la semilla sale disparada y golpea
justo en el medio del vientre alado,
haciendo del color de la sangre, un rosa caramelo.

Se cuenta hasta nueve y el vientre alado
vomita lo que es una especie de calamar.
El calamar cae haciendo un ruido seco en la loza.
Luego se congela
y de él sale una mano
y de la mano sale un ojo
y del ojo sale una cabeza humana que escupe un cuerpo,
también humano,
que no es otra cosa que la punta del pájaro
en busca de otro vientre alado
pues el primero se desplumó
durante toda la metamorfosis
quedando inutilizable
y con tanto valor como una fotografía familiar en un la pared.

Él no entiende mi canto tampoco la bruma
que devora la ciudad.
Mientras yo me balanceo en la escritura
él ha comenzado a hablar solo:

…morderá el anzuelo que le he puesto…

Es extraño, su voz cobra un sentido insospechado

…vas a tocarme los dedos, buenmozo, vas a tocarme los dedos
de los pies o vas a pintarme con tu esmalte…

Prefiero ignorar, al menos por hoy, su infierno





Marcavalle,
(reemplazando vacíos)

El silencio, antes soberano,
va quebrándose desde el centro
de su obsoleta estructura.

Pesados intervalos de tiempo
distinguen nuestras miradas del Abismo.
Contemplando el aburrido desenlace;
uno sobre otro,
el Sol y yo.
(Y me veo aquí
dibujando ideas
cara a cara
con la maquina
aprovechando el WI FI del Cosmos)

Para mí sólo agua<.em>- dijo.




¿Piensas a ver la transformación
                            en mariposa de la rabia?

Claro, me muero de ganas- en plan sarcasmo, y su mirada de vizcacha
                            aterriza suave sobre mi escarapela dorada
                            en la avenida ha pasado un bus lleno de ganado
                            una oveja me ha mirado directo a los ojos
                            como suplicando.



El tráfico se prolongó en vicioso círculo toda la tarde del 15 de Enero.

                            Al terminarse todas mis monedas
                            ella miraba el tráfico
                            como se puede mirar
                            el rojo torrente
                            de una herida que no deja de manar.

Al arrojar todas mis monedas
                            supervisé su postura
                            y la encontré ofensiva
                            y mi composición de azúcar pútrido
                            me llevó a alejarme de la mesa
                            y a ser traficado por mis propios pies.

Y ella no hizo nada
                            todo lo que hizo fue mirar.




Crónica de un Delirio Crónico

Pude sentir el rumor del grupo desintegrándose
en aisladas células por toda la pequeña plaza del pueblo
Paucartambo, como un baúl de esculturas coloniales,
a 2.906 metros sobre la pequeña célula que llamamos Mar.

Mi hogar congelado a la distancia, mi cama naufragaba inerte
y mi cuerpo de mecánica ilusoria cojeaba, con la pata de botella
sobre las calles empedradas       ciego de metanol.
Vine con veinte céntimos y no me alcanza
para un cigarro, para un choclo, para un pedazo de tierra con techo.
Sin alternativa le robé cigarros en cajetilla a una vieja dormida
y vagué alocado ofreciendo fallos a extraños y extrañas
hasta que mi nombre fue pronunciado entre el furor de miles
ebrios de música y fuego. Mis amigos me tomaron entre sus brazos.
“ ¡Viniste! ¡Viniste! ¡Has venido!” y de pronto mis ojos sanaron, mi cabeza
estable de nuevo y sonreí bailando al compás de la Banda De Músicos Menos
Pretenciosos
del Mundo Entero. De los auténticos manipuladores del Clima de Alegría
y qué mierda es el frío sino unas cuantas terminaciones nerviosas sin mucho que
hacer.

La masa y yo moviéndonos pares, la masa me arroja una chica que coge mis manos
y giramos gritando por vez milésima ¡HE VISITADO PAWQARTAMPU!

Luego un hermano mío cae boca arriba – Trompeta tarola saxo punzaron me la espalda
Mi hermano empachado de nubes – He girado a ver la palmera colosal:

Movimientos antiperistálticos agitan su cuerpo bajo la palmera él se está ahogando
con su propio vómito que comienza a salir por sus fosas nasales y se agita
hasta que es puesto en posición adecuada por fuerzas privativas de este poema
–(de quebrada prosa-de carácter veleidoso- de ritmo pesado y castrada voz ofuscada)
y deja la estampa de su felicidad sobre la botella de ron con cola , sobre sus zapatillas
y por consiguiente, sobre todo el marchito escenario donde se realiza anualmente
esta maldita fiesta que no es otra excusa para comprar, consumir y vomitar.

-----

Baúl de esculturas coloniales rodeado por satélites miniatura con chacras y ganado
y gente de campo sustentando en la espalda a un puñado de familias de poder
que alimentan al extraño que soy yo, a los foráneos que soy yo.
Sopa, segundo, cerveza, todo gratis, sentado rodeado de gente maciza,
de ancianos bigotudos con nietas sensuales sobre el regazo
y nietos altaneros mirándonos a los anónimos con desdén y lejanía.

Al amanecer he despertado en el templo donde se celebra la eucaristía
en quechua y se vela, también en quechua,
con fervor quechua a una pequeña estatuilla antropomorfa de rasgos castellanos
apodada por todos como Mamacha, Madre Virgen del Carmen.
Y mi estómago que piensa mejor que yo, me coge de las piernas arrastrándome
hasta el mercado, al arroz con huevo y encebollado
hasta que la voz pronuncia mi nombre;
el hombre es alto y dice conocerme. Me lleva consigo ante su grupo.
Bailarines con la Idea del Clan Privado Primitivo incrustada en sus mentes de
prestigiosos amos, de dueños de tierras y alimentos que no permiten a extraños
en sus entrañas, si no sentados a su mesa pero no en su mesa.
Me echan y otra vez, sin culpa, con alevosía
robo una botella de trago esta vez mirándoles a la cara
y susurrando para mí: “Hago todo lo que quiero, obtengo todo lo que merezco”.

Y merezco la insania. Un foco reventándome en la cara y desfigurándome para
siempre.
Consiguiendo de aire y tierra el combustible          mi telaraña vibra
y la mosca blanca respira trémula, acepta el vaso de licor envenenado
y se lo bebe. Asiéndola a mi gusto, tomo su mano y la llevo a la oscuridad.
Todos alrededor miran la nada e imaginan formas agradables y creen estar felices
pero la ilusión es traicionera y antes de sonreír ya están despertando en el futuro
pero yo no me ilusiono, yo alucino tener otra historia y llamarme Abel o Gilgamesh,
usar sombrero, poseer ganado trabajo humano y ella, simpática mosca de nalgas
suaves
y caderas marcadas por la juventud de sus 18 años, era, en mi demencia, una buscona
a la que tendía que desgraciar, y le dije, avalado por la impunidad irracional:

“Te haré un hijo antes de esfumarme. Te mancharé con carca y saliva
mientras disuelvo tu cuerpo en ácidos gástricos segregados por mi hocico
para luego engullirte l e n t a m e n t e…”

Amanece. En mi cabeza el peso de litros y litros de licor amargo
hacen que me sorprenda del Sol indetenible.
En mi brazos la flor manzana recostada y tibia. Le beso la frente y pienso en la noche
cuando no pensé. Se despierta, vemos el pueblo a lo lejos.
Estamos en el cerro granate, estamos cansados de extraviarnos entre nosotros.
La dejo en el Templo y vemos a los miles sobrios devotos y Sol
llevar en andas, nobles y serios como los asnos, a la Matrona de yeso.
No es necesario estar loco para seguir oyendo
a los demonios susurrar a nuestras espaldas
ideas de plata que nos enceguecen
con su brillo de fatídica ficción.




Pequeña célula, te dicen mar.

¿Podrías quedarte quieta?
te dibujo con la lengua
intento eso /pero no te decides
quieres acercarte, te deslizas sobre la roca granulada
y el azul del que te vistes no es azul en mi retina
luego retrocedes invadiéndote a ti misma
irreal como el color

Ni la luz se atreve en tus estómagos
aceitosa masa,
indeciso
caldo citoplasmático,
verdadero habitante de esta tierra
regresaremos a ti       cuando la calle que inventamos
caiga sometida     hecha arena       hecha polvo
en manos vivas naturales
y, por compasión, no harás nada más que devorarnos.






TERESA NALÉ ROXLO [15.604]

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Teresa Nalé Roxlo

Nació en Buenos Aires, Argentina donde Estudió Arte Dramático en el Instituto de Arte Moderno. Desde muy joven publicó cuentos en diarios y revistas de ese país y trabajo en periodismo televisivo y escrito al mismo tiempo que mantenía su carrera en el teatro y en la TV. Vivió en Estados Unidos, Brasil, Francia y Holanda, donde reside actualmente. 
Publicó en este último país un libro de poemas en Castellano y Holandés: Almario. 
Tiene una novela no publicada": 14.000 kilómetros y en preparación un libro de memorias: La casa del camaranchón.



Once palomas 

Los fantasmas caminan indecisos sobre las cornisas 
y se mezclan con las palomas y las arañas 
dejando su baba blanca como los caracoles.
Son once las palomas en el tejado. 
Por su postura amenazante y silenciosa 
deben tener nombre de apóstoles 
o al menos de personajes bíblicos. 
Ezequiel, Daniel, Nathaniel... 
¿Por qué no Luzbel? 
Cada vez que me asomo a la ventana 
sus miradas petreas y acuosas me aprisionan 
impidiéndome gozar del paisaje 
donde la ingenua rivalidad de los colores 
anuncia que no puedo remediar la primavera 
que penetra en el patio. 
Estoy tratando de subir del pozo. 
Las paredes encaladas, sin aristas 
no me permiten huir. 
Abajo el agua sucia y olorosa 
Arriba el cielo azul de esmalte.-





Cuartos de alquiler

Inconciencia del alba 
que quiebra nuestro abrazo 
en sábanas ajenas. 
Lágrimas de moho y adioses 
escriben las paredes 
de cuartos sin ventanas 
donde el perfume se obstina 
recurrente 
en invadir el patio. 
Habitual transparencia del espejo 
que tu silueta corta irreverente 
mientras la caramelosidad de tu mirada, 
plagia al amor 
en una inconciente repetición 
de cuerpos olvidados 
y olores revividos.





Mi ojo no percibe tus ojos

Mi ojo no percibe tus ojos
pero sí, tu mirada de lemur viajero y encerrado.
Ayer me amaste en azul
Mañana me amarás en rojo
Y temo el movimiento del prisma
donde mi vida va rotando
al compás de las aristas de tus párpados.
Afuera están la música y los pájaros
Adentro, nuestros tentáculos
que nos oprimen en los abrazos
donde el aire no penetra y lucho
para mantener el recuerdo de los olores
de Bartok y Haydn.
Fue en cualquier ciudad y en cualquier clima.
El esfumino ha triunfado 
sobre el mapa de nuestra historia
pero tu mirada infrecuente logra paralizar mis miedos.












ALEJANDRA GUGLIELMONE [15.605]

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Alejandra Guglielmone

Nació en Salto, Uruguay en 1976. 



Homenaje  a
Vicente Huidobro

El día, brisa que me despeina
se volvió huracán y te alejo de mí.
El día, más frío que la ausencia
donde las miradas se congelaron.
Es un torbellino que se lleva todo
y en la lejanía reposan los besos olvidados.
Sobre sus remolinos, y entre mis ojos,
tu recuerdo se aleja en una ráfaga apurada.
Esperando en esta esquina, estaré observando.
La primavera hizo florecer el membrillo.
Y mis manos ya no te esperan.
Elevarme como la bruma
y desaparecer.



Deseo

Quiero ser libre y volar
confundirme con las hojas del otoño
y entreverar sus escrituras en prosa.
Conversar en otros idiomas
y decir lo que nunca
deshojar las margaritas
y despertar los silencios.
Irme sin rumbo
(y sin avisar)
sin valijas , ni sentimientos.
Pensar como no se debe
maldecir al amor
y a tus ojos.



Mañana

Más allá de mis ojos 
corre la mañana sin detenerse. 
                               
                                          En la radio 
una canción que se confunde 
con el murmullo de la conversaciones.

Por la ventana se observa todo gris.

El té caliente quemó las palabras 
                   que tenía para decirte 
                    por lo tanto hoy 
no te diré lo mucho que te quiero.

Sentada estoy frente a la nada. 
La mañana se ha cansado. 
                                 
Ya son las doce.





Desde el canto de los pájaros                      
                          en do mayor
                           y el viento
haciendo de los pensamientos remolinos.
Desde mis ojos miopes
esperando la primavera,
y la claridad lejana
de ver florecer las rosas.
Desde el café de las mañanas
                      negro y amargo
                     y la distancia
alejando nuestros abrazos….
Tú.




La Tarde

Fue la tarde
más larga y silenciosa.
Ya no estaban
los gorriones en la tropera
mientras la lluvia
les inundaba el nido.
El viento se coló entre mis sábanas
y alrededor se volvió invierno.
Guarde las horas interminables,
y el eco de las conversaciones                   
 en la mesa de luz.
Y luego…              
                Pensé en ti.




Complicidad

No le digas a nadie 
que este amor empezó de la nada… 
y que no se termina 
                   con los amaneceres.

Que las calles olvidadas 
tienen grabados nuestros  pasos 
y que los pájaros 
son cómplices de mis  miradas.

No le cuentes 
del sufrimiento de los días 
y de la impotencia de saber 
                   que el reloj no para.

Que se marchitan las calas 
y que tu  ausencia 
               empaña los espejos, 
haciendo que se borre mi  sonrisa 
y  se pierdan mis abrazos.

No le cuentes a nadie… 
                      no lo podrán entender.




Inventario

Tengo 
          varios libros en blanco de tanto leerlos 
          unos ojos miopes llenos de letras 
                                        y vacíos de miradas. 
          Una tarde de lluvia con regalo 
                                                     y un abrazo. 
          Una hoja de otoño, una rosa y una fresia. 
          Una habitación en ruinas 
          con un silencio que me esquiva 
                            y una soledad que me busca.

          Una brújula vieja que solo marca el este 
                           y el camino para encontrarte. 
          Un espejo que no me reconoce 
          y algunas arrugas nuevas en el corazón 
tengo.

Es toda mi herencia, te la dejo. 
                                Pero me llevo la brújula.




LILIÁN TOLEDO [15.606]

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Lilian Toledo

Uruguay
Tiene formación en psicología social, educación popular y estudios de género. Ha desarrollado tareas de diseño, coordinación y docencia desde las distintas áreas así como participado de la conducción de Escuelas de psicología social de Salto, Paysandú y Concordia. En el 2001 realiza la primera edición colectiva del libro “Retratos del Agua”, junto a otros y otras poetas sanduceros, luego le sigue “Unicornios” en la misma ciudad, y en 2010 su primer libro sola  titulado “Versos Transgresores”.




Me encanta dormir contigo I

(en realidad de lo que menos habla este poemario es de dormir…)
 
 
 me encanta el leve roce de tu alma
dormir envuelta de tu carne
de tu aire
saber que podré tocarte
en medio de la oscuridad
que puedes entrar en mi
cuando menos lo espere
y más lo desee.
 



 
Me encanta dormir contigo II
 
me encanta dormir contigo:
debo admitir también
que temo el día
en que al hacerse cotidiano
pierda contacto con la magia
me acostumbre a la protección
deje de lado la pelea
y olvide que la soledad
es no reconocer al otro
que está
a nuestro lado.
 
 



Entr-amando-nos I  
 
entra
y quédate allí
late
palpita
juega
entra
y sal de allí
 
también el  pelo
los  senos
también la boca
 
entro
entra
mi lengua  y los dedos
 
entro entera
sale
entro
entra
nos entramos
pen-entramos
nos amamos:
hacemos el amor
 



Entr-amando-nos II 
 
viene ven
pene
y pena va
se va
quema
pene se queda
ven va voy
nos vamos
venimos al centro
nos venimos
pene-entramos
salimos-amos:
amamos
 
Poemas del Libro “Palabrotas” editado por Sediento, mexico d.f. 2012




NO

no saben lo que es el miedo:
diluirse en el vacío
desarmarse antes y después del sueño
temer la vigilia como a una horca
velar la mañana como a una nueva amenaza.

no saben lo que es el miedo
y temo
tememos
que si lo decimos
cesará la mañana
lloraran las preguntas
quedará la caricia detenida
entrampada
en un puño alzado a media asta.







ESTESÍCORO [15.607] Poeta de Grecia

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Estesícoro

Tisias, más conocido como Estesícoro (Στησίχορος, que quiere decir "maestro del coro", por su habilidad para dirigir los cantos corales), fue un poeta griego nacido en Hímera (Sicilia) hacia el 630 y fallecido hacia el 550 a. C. Era uno de los estimados y respetados nueve poetas líricos por los académicos de la entonces helénica Alejandría.

En su obra Fedro, Platón considera a Estesícoro nacido en Hímera (Sicilia). En monedas de Hímera está su efigie. Cicerón habla de que en esta población había una estatua suya. Lo que es seguro es que trabajó allí.

La enciclopedia Suda dice que hay quien opina que era de Metauro, del sur de Italia. El caso es que en Hímera transcurrió la mayor parte de su vida artística. Renovó la lírica coral articulando los poemas en estructuras ternarias (estrofa, antistrofa y epodo), que de su mano alcanzarán la perfección.

Dentro de la lírica griega, Estesícoro representa un puente entre la tragedia y la épica, a causa de su preferencia por la narración de mitos al margen de las conclusiones que de los mismos puedan sacarse, o de que sean pretexto para ensalzar a una ciudad o un personaje. Le interesan lisa y llanamente los relatos, en la medida en que forman parte de la tradición popular. Sus historias influyeron en las artes plásticas y muchas de ellas se encuentran reflejadas en la cerámica griega. Desde los años cincuenta del pasado siglo se ha incrementado el corpus de textos de que se disponía hasta ahora, de manera que ya es posible hacer una edición de sus obras, puesto que de los más de 26 libros que se le atribuían sólo habían subsistido fragmentos de unos 16, aunque muy numerosos.

Tiene una relación muy especial con Esparta. El Marmor Parium le atribuye un viaje a Esparta, y la Orestea la escribe para una fiesta espartana. La palinodia es modificada para satisfacer a los espartanos: en Esparta, Helena era una diosa.

Estesícoro viajó por toda Grecia y tomó parte en concursos poéticos de grandes fiestas. Parece que tuvo dos hermanos: Helianacte, legislador, y Mamertino, matemático; el ambiente de la época podría ser cercano al pitagórico.

Estesícoro recibió influjo de Homero, advertible en su obra sobre los retornos, concretamente en el episodio sobre Telémaco, en su despedida de Esparta con Menelao y Helena, argumento éste, homérico, con iguales formas. Lo mismo puede decirse de su obra relativa a la destrucción de Troya. Añade a la tradición temas como el fantasma de Helena, que viaja a Troya mientras estaba ella en Egipto. Aporta ideas como el sueño de Clitemnestra, la nodriza de Orestes y su persecución por las Erinias, la persecución de los vencidos de Troya, la suerte de las prisioneras troyanas, el perdón de Menelao a Helena, el enfrentamiento entre Eteocles y Polinices, que trata de evitar su madre Yocasta, el tema de las fenicias de Eurípides, y la locura de Heracles que figura en su Cerbero.

Leyenda

Se dice que cuando sus conciudadanos decidieron confiar la defensa de su ciudad, Hímera, al tirano de Agrigento (un tal Fularides), Estesícoro les persuadió de su error, narrándoles por primera vez la fábula del caballo y el ciervo: el caballo. en un intento desesperado por terminar de una vez con su irreconciliable enemigo, el ciervo que le traía cosido a cornadas, acudió al hombre. Pero ocurrió que, una vez sojuzgado el ciervo por el aliado, éste hizo lo mismo con el caballo. La ciudad de Hímera hizo caso de la fábula, y por esta vez se salvó de ser dominada por Agrigento.

Estesícoro también es famoso por la leyenda de su palinodia, seguramente el primer ejemplo en la literatura de tal tipo de poesía. En dicha palinodia, se desdice de la tradición acerca de que Helena de Troya fue la causante de la Guerra de Troya, y que fue tema de un anterior poema suyo.

Obras

Nostoi: relatos de viajeros que regresan al hogar.
Orestíada, cuyo contenido trataba del sueño de Clitemnestra, de la intervención de la nodriza de Orestes y de cómo las Erinias perseguían al personaje que da título a la obra.
Erífile, obra relacionada con el Ciclo tebano que trata de la venganza de los hijos de los siete que se enfrentaron con Tebas y perdieron, de la infiel Erífile, que traicionó a su esposo Anfiarao y de la venganza de su hijo Alcmeón.
Juegos fúnebres en honor de Pelias, de la leyenda tesalia. Son juegos en los que participan muchos de los héroes de Grecia. En la obra se tratan temas muy comunes en la antigua poesía, aparecen los Dioscuros y los cazadores del Jabalí de Calidón, se cuenta cómo mata al jabalí Meleagro y cómo mata también a sus dos tíos por los despojos de la presa.
Gerioneida, de al menos 1.300 versos, sobre la hazaña de Heracles con el gigante de tres cuerpos Gerión, que se conserva además resumido en la Biblioteca mitológica del Pseudo-Apolodoro;
Cálice y Dafnis tratan sobre amores desventurados.
Cerbero.
Diversos poemas que tratan sobre la Guerra de Troya le han sido atribuidos, como Helena (obra que se supone que se presentaba en dos libros), Palinodia (también de dos libros), La destrucción de Troya y otros. Asimismo, era conocido por su literatura erótica y sus canciones de amor.




Es de los más torpe e inútil llorar por los muertos.

Vamos, Musa de aguda voz, comienza tu canto
celebrando con lira amorosa a los jóvenes samios.

Cuando en tiempo de primavera alborota la golondrina...

Musa, desecha tú las guerras, y conmigo
celebra las bodas y banquetes de dioses
 y héroes y las fiestas de los felices..



Se basan en temas míticos,  entre sus principales personajes encontramos a: Elena, Heracles, Erifilia. Además, habla de  las historias de Troya, en la Palidonia, dice que Helena no es la causante de la Guerra de Troya.

Sus poemas, tratan principalmente sobre Héroes, y no dioses. Además fue conocido, por sus canciones de amor y poemas con una connotación erótica.




Nos encontramos también con el transporte fantástico: en la Gerioneida Heracles viajaba hasta Eritia en la copa del sol; este vehículo solar es una antiquísima representación que tiene paralelos en cuentos egipcios, lituanos y germánicos, y que dentro de la literatura griega reaparece en Mimnermo, Pisandro y Esquilo. Conservamos un fragmento de la mencionada obra de nuestro poeta en el que se leen los siguientes versos:


El sol, hijo de Hiperión,
en la copa embarcó
de oro,
para, Océano cruzando,
llegar a los abismos
de la sacra noche oscura,
al lado de su madre,
su joven esposa
y sus queridos hijos.
Mas él, de Zeus el hijo,
con sus pies
en bosque se adentró
umbroso de laureles. 


Ciertos detalles que aparecen en las composiciones de Estesícoro coinciden también plenamente con los normales en el folk-tale: que el enemigo del héroe sea un monstruo (piénsese en Gerión, provisto de tres cabezas, seis pies, seis manos y, por si fuera poco, alas 'O; Escila, la hija de Lamia, bruja que se comía a los niños que robaba); el hecho de que el monstruo habite en un lugar maravilloso: Mimnermo hace partir la copa del sol del Jardín de las Hespérides y justamente Heracles, en la Gerioneida de Estesícoro, realizó el viaje opuesto; se encontró, entonces, el héroe con un jardín bien descrito por fbico, jardín fabuloso donde



En primavera
crecen los membrillos cidonios
irrigados
por canules que fluyen de los ríos
donde está
el jardín sin mancha de las vírgenes
y los pimpollos de la vid
van creciendo y florecen
bajo umbrosos retoños de la parra. 



no estará de más mencionar los versos de calurosa acogida que dedica Alceo a su hermano Antiménidas, mercenario que fue de los babilonios en lejanas tierras, en la ocasión de su regreso:


Con los babilonios
luchando en común
una gran proeza
a cabo llevaste;
y de sus trabajos
librarles lograste
en matando a un hombre,
feroz contrincante,
que de cinco codos
-y codos realestan
sólo menguaba
un único palmo. 


Estamos en pleno Catálogo de las naves; en el recuento figura el hijo de Heracles, que acude a Troya con sus pertrechos para robustecer el campo aqueo; y el personaje se nos presenta envuelto en la aureola de señor de Rodas, oikistés de la isla:



Tlepólemo Heraclida,
valiente y de alta talla,
de Rodas nueve naves 
condujo de rodios aguerridos,
que Rodas habitaban
en tres grupos partidos:
Lindo, Yáliso y Cámiro blancuzca.
A ellos capitaneaba
Tlepólemo famoso por la lanza,
a quien pariera Astioquia
para la heráclea Fuerza,
aquella que de Efira
desde el borde de Seleente el río uen
botín se llevara, .
habiendo destruido
ciudades muchas
de mozos que por Zeus fueron nutridos.
Y Tlepólemo,
una vez que en palacio bien construido
ya fuera criado,
un día mató al tío de su padre
por materna línea,
Licimnio, rama de Ares,
que ya iba envejeciendo.
Al punto construyóse naves
y gente numerosa reuniendo
se hizo a la mar huyendo,
que ya le amenazaron
los demás nietos e hijos
de la heráclea Fuerza.
Y luego que errabundo
llegó a Rodas, dolores sufriendo,
por tribus en tres grupos se asentaron,
y por Zeus, que en dioses y hombres manda,
fueron estimados,
y por encima de ellos
vertió el hijo de Crono
divina1 riqueza. 



Estesícoro: resumen de sus obras 


Juegos en honor de Pelias

Este poema pertenece a la leyenda tesalia, que fue desde muy pronto puesta en conexión con la expedición de los argonautas. Según el mito, Pelias (tío de Jasón) arrebató el trono de Yolcos a su hermano Esón. Jasón regresó a su patria con el vellocino de oro, y Medea engañó a las hijas de Pelias para cocerle en un líquido mágico. Muerto su tío, Jasón celebró unos funerales en los que participaron todos los héroes de Grecia. El poema se conserva muy fragmentado, pero podemos leer versos sobre una carrera de carros, una boda, y victorias conseguidas por diversos héroes. Los Juegos serían la parte final, ya que el grueso del poema se centraba en mitos relacionados con los argonautas.

Gerioneida

Parece que nuestro autor puso de moda el relato que contaba cómo Heracles mata a Gerión tras robar su ganado (el décimo de sus Doce Trabajos). Lo original y curioso es que para Estesícoro el mundo de Occidente ha perdido su carácter fabuloso, siendo Tartesos el 'campo base' de la expedición de Heracles y (si los fragmentos se han interpretado correctamente) el lugar de nacimiento del pastor Euritión. Como Tetis a Aquiles en la Ilíada, la madre de Gerión (Calírroe, una de las Oceánides) le pide que desista de luchar, lo mismo que Menetes (pastor de Hades) antes que ella. En otra escena, Atenea pide a Poseidón que no intervenga a favor de su nieto. Heracles mata a Gerión con una flecha envenenada (con la sangre de la hidra) y con la clava, y luego regresa a Tirinto. Es el poema mejor conservado, y permite ver su estilo lento, con largos discursos y reminiscencias homéricas. De entre sus logros, destaca la humanización del monstruo, así como ser el documento literario más antiguo donde la Península Ibérica se entrelaza con el mito griego. Quizá la Escila fuera parte del poema, formando un episodio de la vuelta a casa del héroe.

... a través de las olas del mar profundo llegaron a la hermosa isla de los dioses, allí donde las Hespérides tienen su casa de oro.

Cazadores del Jabalí

Se centra en la caza por parte de Meleagro del jabalí que asolaba Calidón (en Etolia). Concluida la caza, se entabló una disputa entre los etolios y los curetes por los despojos del jabalí. En la Ilíada (canto IX) se nos cuenta que, tras matar a sus tíos y hacer enfurecer a su madre Altea, Meleagro se retiró de la lucha, aunque acabó salvando la ciudad; nada nos dice, sin embargo, del tizón ardiente unido a la duración de la vida del héroe. Del estesicóreo conservamos sólo tres fragmentos, uno muy breve del momento de la muerte del monstruo, parte de la lista de héroes participantes y el orden del posterior combate.

Cerbero

El último de los Doce Trabajos de Hércules fue capturar al perro infernal Cerbero, episodio ya aludido en el canto VIII de la Ilíada, muy difundido después (sobre todo en Esparta) y parodiado en las Ranas de Aristófanes. Los fragmentos que conservamos sólo contienen algunas palabras referidas al monstruo (de un ladrido sin fin), al Hades o a la muerte.

Erifila

El poema refiere la expedición de los Epígonos, los hijos de los Siete Jefes, contra Tebas, destacando entre ellos Alcmeón, que mata a su madre Erifila. Un único fragmento procede concretamente de esta historia, y cuatro de la expedición anterior, los Siete Jefes fallecidos ante los muros de Tebas, cuyo lazo de unión es precisamente quien da nombre al largo poema. La aportación de Estesícoro es la organización en torno a la mujer funesta, y un estilo lírico en el que destacan los discursos.

Así dijo la divina mujer, expresándose con dulces palabras para alejar de la querella en el palacio a sus hijos.

Destrucción de Troya

El poema deriva de la obra del mismo nombre de Arctino de Mileto, de la Pequeña Ilíada de Lesques de Mitilene y de una obra de Sácados de Argos (todas ellas perdidas, aunque dejaron huella en Virgilio y en Quinto de Esmirna). Los fragmentos que conservamos de Estesícoro hacen referencia a un discurso y un presagio sobre el fin de la guerra, a la construcción del caballo y a los aqueos saliendo del mismo, a la aparición del espectro de Aquiles, a la cautividad de las troyanas y a la salvación de Helena. Este poema influyó en los trágicos (sobre todo, Agamenón de Esquilo, Áyax de Sófocles, Troyanas y Hécuba de Eurípides) al iniciar el tema de las miserias de los vencidos y los abusos de los vencedores.

Retornos

Poema sobre la vuelta a casa de los héroes aqueos una vez acabada la guerra de Troya. El único fragmento conservado sigue muy de cerca la Odisea (canto XVI), con Telémaco despidiéndose de la corte de Menelao y Helena, en Esparta. Quizá el poema fuera cantado allí.

Helena. Palinodias

Algunos testimonios de la Antigüedad hablan de que Estesícoro escribió un poema sobre Helena en el que seguía la versión homérica (la heroína abandonando a Menelao por Paris); posteriormente, el poeta, tras ser cegado por los dioses, habría escrito otro canto, una palinodia en que se desdecía de sus anteriores afirmaciones. No hay que olvidar que Helena recibía culto divino en Esparta, lugar donde Estesícoro cantaba sus poemas, y al parecer en su Palinodia el poeta atacaría a Homero (porque escribió que Helena marchó a Troya) y a Hesíodo (retrasando la aparición del 'fantasma' de Helena antes de su rapto anterior, por el rey de Egipto). Estesícoro, por tanto, reivindicaba la castidad de Helena, quien no habría dejado Esparta según su última versión.
No es verdad ese relato: ni te embarcaste en las naves de hermosos bancos ni llegaste a la ciudadela de Troya.

Orestea

El poema sirvió de modelo a la trilogía de igual título de Esquilo. Los fragmentos son escasos, y refieren el momento en que Apolo entrega su arco a Orestes. Debió recitarse en una fiesta primaveral espartana, y seguramente finalizaba con la purificación del héroe (el juicio en el Areópago es invención posterior).

Europea

No hay fragmentos de este poema, que es citado en una referencia. El título viene por el rapto de Europa (por Zeus, en forma de toro), que constituiría un episodio central. El poema se ocuparía de la historia de la familia de Agenor, con el viaje de Cadmo y la fundación de Tebas, y la historia de sus hijas y descendientes. Su fuente sería Hesíodo (la Teogonía y los Catálogos de mujeres), así como la Europea de Eumelo de Corinto.

Cicno

Poema en torno al bandolero Cicno, vencido por Heracles. No ha llegado a nuestros días. Se inspiraba en el Escudo (que Estesícoro atribuía a Hesíodo), y dio lugar al refrán "ni Heracles contra dos", ya que el héroe no sólo venció al bandido, sino a Ares, su padre y protector.

Trenética popular

Nos quedan referencias a tres poemas (Cálice, Rádine, Dafnis), versiones literarias de poesía erótica-trenética cantada en fiestas que tenían relación con el ciclo vital. Encontramos temas como el del héroe que desaparece o muere, o el de la heroína que busca su amor en vano y se suicida. El libro que los contenía podría haberse llamado Paideia o Paidiká ("Cantos de Jóvenes"). El único fragmento conservado contiene el comienzo de Rádine:


Ea, Musa melodiosa, comienza el canto ... sobre los jóvenes de Samos, mientras tocas tu amada lira.


Fábulas

Personaje político (ya fuera en Hímera o en la Italia meridional), Estesícoro usó la fábula a modo de ejemplificación. Únicamente referencias nos quedan de ellas. La primera, El águila y la serpiente, es recogida por Aristóteles y cuenta cómo tras ayudar a un águila que luchaba contra una serpiente, el labrador vive salvado por el ave, que no le deja beber del agua envenenada. El poema aconsejaba distinguir entre el verdadero enemigo y el enemigo sólo aparente. La segunda fábula, recogida por Aftonio es El caballo, el ciervo y el hombre, y explica cómo, por combatir al ciervo que le quitaba pastos, el caballo aceptó ser esclavo del hombre. Según Aristóteles, el poema tendría tres elementos: una exhortación a los himerenses para no otorgar una guardia a Fálaris (elegido general con plenos poderes), la propia fábula, y la exhortación final, que según el filósofo diría: Así también vosotros mirad no sea que por querer castigar a los enemigos os pase lo mismo que al caballo, puesto que ya tenéis el freno al haberle elegido general con plenos poderes; pero si le dais una guardia y le dejáis montarse, seréis en adelante esclavos de Fálaris.

JIM BARNES [15.623]

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Jim Barnes

Jim Weaver McKwon Barnes, de etnia Choctaw y ascendencia galesa, nació y creció en Summerfield, Oklahoma. Recibió su licenciatura de la Universidad Estatal del Sureste en Durant, OK (ahora el sureste de la Universidad Estatal de Oklahoma) en 1964 y su maestría (1965) y Ph.D. (1972) por la Universidad de Arkansas. De 2003 a 2006 se desempeñó como Profesor Distinguido de Inglés en la Universidad Brigham Young. Enseñó en la Universidad Estatal Truman 1970-2003, donde fue profesor de Literatura comparada y escritor en residencia. Jim Barnes se casó con Cora McKown, artista y diseñadora, en 2006. Viven en Santa Fe, Nuevo México (Hacienda McKwon), y cerca de Atoka, Oklahoma (Flying M Ranch).

Jim fue editor fundador de la revista de prensa Chariton y de 1975 a 2006 publicó El Chariton Revisión. Él es editor colaborador del Premio Pushcart. Ha publicado más de 500 poemas y traducciones en más de 100 revistas, incluyendo el Chicago Review, The American Scholar, Prairie Schooner y Georgia Revisión.

Presidió el comité del premio traducción PEN Center EE.UU. West en 2006 y ha sido miembro del Fondo Nacional de las Artes de poesía. Fue elegido como poeta laureado de Oklahoma en los años 2009 y 2010.

Jim Barnes ha leído su trabajo en, entre otros lugares, Rock Colegio de Simón, San Jose State University, la Universidad de Carolina del Sur, Villa Serbelloni (Bellagio, Italia), la Universidad Brigham Young, de la Universidad de Missouri en Columbia, la Universidad de Duke, Universidad de Arizona, Stephens College, la Universidad Estatal de Kansas, Universidad de Nebraska, la Universidad Estatal de Oklahoma, Goethe Haus (Berlín), la Universidad de Oregon, la Universidad de California - Berkeley, Riverside, y Santa Cruz, Cal Poly Tech - San Luis Obispo, Fundación Camargo ( Cassis, Francia), Villa Walberta (Munich, Alemania), la Universidad de Carlos (Praga), la Universidad de Ostrava (República Checa), la Universidad de Olomouc (República Checa), Viola Teatro (Praga) y la Universidad de Lausanne, Suiza.

Poesía 

Visiting Picasso (Illinois Poetry Series), University of Illinois Press.
On a Wing of the Sun: Three Volumes of Poetry, University of Illinois Press.
The publishers page on this book
Paris: Poems (Illinois Poetry Series), University of Illinois Press.
The publishers page on this book 
Paris was a finalist in the poetry category for the 1998 Oklahoma Book Award.
The Sawdust War: Poems (Illinois Poetry Series), University of Illinois Press.
La Plata Cantata  Purdue University Press.
A Season of Loss, Purdue University Press.
American Book of the Dead: Poems, University of Illinois Press.
The Fish on Poteau Mountain, Cedar Creek Press.
This Crazy Land, Inland Boat Series/Porch Press.
Five Missouri Poets, (as editor), Chariton Review Press.


POESÍA INDIA 
ESTADOUNIDENSE CONTEMPORÁNEA
Traducción: Márgara Averbach



Poemas de Jim Barnes, Choctaw, galés, en Dancing on the Rim of the World, editado por Andrea Lerner, University of Arizona Press, 1990. Traducción, Márgara Averbach. 



CONTEMPORARY NATIVE AMERICAN POETRY 

For one thing you can believe it: 
The skin chewed soft enought to wear, 
The bones hewn hard as a totem 
from hemlock. It’s a kind of scare- 
crow that will follow you home nights. 
You’ve seen it ragged against a field, 
But you seldom think, at the time, 
To get there it had to walk through /hell.



POESIA CONTEMPORÁNEA 
DE LOS INDIOS NORTEAMERICANOS

En primer lugar, puedes creerlo: 
la piel masticada, suave, como para / poder vestirla, 
los huesos tallados bien adentro, como /un tótem 
de tsuga. Es una especie de espanta- 
pájaros que te sigue a casa por las /noches. 
La has visto, harapienta, contra un /campo, pero en ese 
momento, No piensas mucho que para llegar ahí  /
Tuvo que atravesar el infierno. 



ONE FOR GRAND RONDE, OREGON

“I gave them fire... blind hope” Aeschylus. 
Prometeus  Bound


Ghosts of dead loggers haunt the /night 
where Gral. Sheridan drove the /light 
into the last warring tribes. Grand /Ronde 
lies lead under the hoot-owl moon. 

Indians and loggers die here still 
Years ago Big Moose drank his fill 
of rotgut, told it like it was, 
told them all to go to hell because 

they were. The mountain called him /up 
shook his senses clean, and let him /jump. 
Others still can hear his dark call 
the nights the sky begins to fall. 

No one has the guts to say where’s /hope. 
Crow’s a poor savior anymore. Croak 
and feathers made the night. But /now 
what’s left? The flayed god and the /scowl 

on the face of Spirit Mountain. The /moon 
is never right: the blood’s too /soon 
for sacrifice and the constant rain 
pounds like a wedge into the brain. 

There’s not one soul left in this /
town who does not try to pray the frown 
off the stone face the mountain’s /made of: 
give us this day, god knows /we’ve paid.



UNA PARA GRAND RONDE, OREGON 

“Les di el fuego... ciega esperanza” 
Esquilo. 
Prometeo encandenado. 

Fantasmas de leñadores muertos rondan /de noche 
El lugar en que el general Sheridan /hundió la luz 
En las últimas tribus en guerra. Grand /Ronde 
Yace muerto bajo la luna con aullido /de búho. 

Los indios y los leñadores yacen allí, /quietos. 
Hace años Gran Alce bebió su ración 
De licor barato, supo lo que era, 
Les dijo a todos que se fueran al /infierno porque 

Ahí estaban. La montaña lo llamó, 
Lo sacudió hasta devolverle los /sentidos, y lo dejó saltar. 
Otros oyen todavía su llamada oscura 
En las noches en que el cielo empieza /a caerse. 

Nadie tiene agallas para decir dónde /está la esperanza. 
Ahora Cuervo es un salvador muy pobre. / Graznidos 
Y plumas hacían la noche. Pero ahora, 
¿qué queda? El dios desollado y la /burla 

en la cara de Montaña Espíritu. La /luna 
nunca tiene razón: la sangre está /demasiado pronto 
para el sacrificio, y la lluvia /constante 
golpea como un martillo sobre la /cabeza. 

No queda ni un alma en este pueblo
Que no trate de rezar para que la cara  /
de piedra de que está hecha la /montaña deje de fruncir 
el ceño: danos este día, dios sabe que /lo pagamos caro





FOUR CHOCTAW SONGS 1.

Choctaw Death Song 1

When I pass, 
this prairie 
will hold 
my tracks 
as long 
as the winds 
sleeps. 

2.Choctaw Death Song 2

I ride 
the wind 
to another corner 
of the sky. 

3.Choctaw Hunting Song

 Wolf eats 
the wind: 
his skin 
will keep 
me warm. 

4.Choctaw Eagle Dance Song

Eagle feathers 
talk to me: 
they say, 
touch us to your lips 
and know the way 
we knew the wind. 




CUATRO CANCIONES CHOCTAW 1.

Canción choctaw para la muerte 1

 Cuando me vaya, 
esta pradera 
retendrá 
mis huellas 
mientras 
el viento 
duerma. 

2.Canción choctaw para la muerte 2

 Cabalgo 
el viento 
hacia otro rincón 
del cielo. 

3.Canción de caza choctaw

 Lobo come 
El viento: 
Su piel 
Me dará 
Calor. 

4.Canción choctaw para la danza del águila

 Las plumas de águila 
me hablan:
dicen, tócanos con tus labios 
y conocerás la forma 
en que nosotras conocemos el viento.







DUANE BIG EAGLE [15.624]

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Duane Big Eagle


Duane Big Eagle es un poeta etnia Osage de Estados Unidos. Además de escribir y publicar sus poemas, ha enseñado escritura creativa en California en el programa de Escuelas. 

Libros de Duane Big Eagle:

Big Eagle, Duane. Bidato : ten mile river poems 
Berkeley, Calif. : Workingmans Press, 1975. 
Genre: Poetry 


POESÍA INDIA 
ESTADOUNIDENSE CONTEMPORÁNEA
Traducción: Márgara Averbach



MI ABUELO FUE UN FÍSICO CUÁNTICO 

Lo veo hoy 
Sonriendo 
vestido de arriba a abajo para la danza 
con otros hombres 
frente a la Casa Redonda 
en una tarde de sol. 

Los científicos han descubierto al fin 
que los detalles más diminutos 
de nuestras vidas 
están marcados por cosas 
más allá de las estrellas 
y más allá del tiempo. 

Mi abuelo lo sabía. 




MY GRANDFATHER WAS A QUANTUM PHYSICIST 

I can see him now 
Smiling 
in full dance costume 
with other men 
in front of the roundhouse 
on a sunny afternoom. 

Scientists have finally discovered 
that the intimate details 
of our lives 
are influenced by things 
beyond the stars 
and beyond time. 

My grandfather knew this. 





ELEGÍA 

Toda una tribu muere 
con este viejo, 
él es todos, 
espera con valor. 
Sentado allí en su sillón 
Hamaca de madera, 
que él hizo con las manos, 
tiene los pies helados, 
los ojos a punto de cerrarse. 
Se dice que uno entra a la muerte 
de pronto 
sin siquiera tiempo para asustarse, 
o despacio 
como se desvanece la memoria. 
El está seguro de que no hay nada 
detrás de su último aliento. 
Durante un instante 
su canción de muerte 
es como la hoja de un roble 
que cae desde un árbol 
en una noche tibia 
de infancia. 





ELEGY 

A whole tribe dies 
with this old man, 
he is everyone 
waiting bravely. 
Sitting there in his handmade 
wood and wicker chair 
his feet are chilled, 
his eyes are about to close. 
It’s said one enters death 
Suddenly 
or slowly 
the way memory fades. 
He’s certain there’s nothing 
beyond his last breath. 
For an instant 
his death song 
is like an oak leaf 
falling from a tree 
on a warm evening 
in childhood.







BETH BRANT [15.625]

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Beth Brant

Beth Brant, también conocida como Degonwadonti (Melvindale, Míchigan, 1941) es una militante lesbiana de origen mohawk e irlandés. Lectora en las Universitades de Columbia y Toronto, escribió las poesías Mohawk trail (1985), las narraciones Food and Spirits (1991), Writing as Witness: Essay and Talk (1994) contra el racismo, y editó I'll Sing Til the Day I Die: Conversations with Tyendinaga Elders (1995).

Beth Brant es hija de madre blanca (origen irlandés) y padre mohawk. Se crio con la familia de su padre en Ontario (Canadá). Ya desde su infancia, tuvo experiencias con el racismo debido a que la familia de su madre se negaba a admitir cualquier vínculo con los nativos. La mayor parte de su vida residió en la región fronteriza de Ontario (Canadá) y Míchigan (EE. UU.).

Se casó con 17 años y dio a luz a tres hijas. Tras divorciarse de un marido violento y alcohólico, consiguió un trabajo que le permitía mantener a su familia. No terminó sus estudios. Con 33 años reconoció su homosexualidad . En 1981 comenzó a escribir y publicar antologías de literatura sobre nativos. Entre 1989 y 1990 dio clases en la Universidad de Columbia y en 1993 en la Universidad de Toronto. En la actualidad reside en Detroit (Michigan), y trabaja como profesora temporal de escritura creativa.

Beth Brant se describe como una buena madre lesbiana, Tauro, marginada de la sociedad y una mujer perteneciente a la clase obrera.

En 1984 y 1986 fue premiada con el Creative Writing Award, en 1991 recibió el National Endowment for the Arts y en 1992 el Canada Council Award en escritura creativa.

Obras

En sus narrativas, ella trata temas que unen su nacionalidad y su homosexualidad, como sus experiencias con el racismo y el sexismo.

Mohawk Trail, 1985
A Gathering of Spirit, antología sobre las mujeres indias de Norteamérica, 1988
Food & Spirits, narrativas, 1991
Writing as Witness, Ensayo 1994
I'll Sing `til the Day I Die, habla con presbiterianos de Tyendinaga, 1995




POESÍA INDIA 
ESTADOUNIDENSE CONTEMPORÁNEA
Traducción: Márgara Averbach




CABALGA EN EL LOMO DE LA TORTUGA 

Una mujer se hace dura y flaca. 
Se escurre en pequeños rincones. 
Sus ojos rápidos descubren polvo y telarañas. 
Se estira 
a buscar pedernal y las chispas vuelan por el aire. 
Llamas sueltas en los campos 
Queman hasta las semillas desnudas 
que plantamos tan profundo. 

El maíz es blanco y dulce. 
Bajo sus formas pálidas, perfectas 
una mazorca que se pudre es traición 
y yace en nuestros vientres hinchados. 

Me quedo en la cama de la Abuela 
y sueño a la Tierra como una tortuga. 
Nos lleva despacio a través del universo. 
El sol nos calienta. 
Por la noche, las estrellas hacen travesuras. 
La luna nos acaricia. 

Escuchamos los sonidos del alimento. 

Madre está dando a luz, dice la Abuela. 
El maíz susurra. 
La tierra gime con el parto 
y hace al grano amarillo bajo el sol. 

Me quedo en la cama de la Abuela. 

Escuchamos. 

Escuchamos. 




RIDE IN THE TURTLE’S BACK 

A woman grows hard and skinny- 
She squeezes into small corners. 
Her quick eyes uncover dust and cobwebs. 
She reaches out 
for flint and sparks fly in the air. 
Flames turned loose on fields 
burn down to the bare seeds 
we planted deep. 

The corn is white and sweet. 
Under its pale, perfect kernels 
a rotting cob is betrayal 
and it lies in our bloated stomachs. 

I lie in Grandmother’s bed 
and dream the earth into a Turtle. 
She carries us slowly across the universe. 
The sun warms us. 
At night stars do tricks. 
The moon caresses us. 

We are listening for the sounds of food. 

Mother is giving birth, Grandmother says. 
Corn whispers. 
The earth groans with labor. 
turning corn yellow in the sun. 
I lie in Grandmother’s bed. 

We listen. 

We listen.








JANET CAMPBELL HALE [15.626]

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Janet Campbell Hale

Janet Campbell Hale (Nacida el 11 de enero de 1946 en Riverside, California) Es una nativa india americana escritora. Su padre era pura sangre etnia Coeur d'Alene, y su madre era de Kootenay, Cree y ascendencia irlandesa.

Su trabajo a menudo explora temas de identidad de nativos americanos y discute la pobreza, el abuso, y la condición de la mujer en la sociedad. Escribió Bloodlines: Odisea de una hija nativa, que incluye un análisis de la experiencia americana nativa, así como historias de su propia vida. 

Janet Campbell Hale Actualmente vive en la Reserva de Coeur d'Alene en De Smet.

OBRA:

Women on the Run (1999)
Bloodlines: Odyssey of a Native Daughter (1993)
The Jailing of Cecelia Capture (1985)
The Owl's Song (1974)



POESÍA INDIA 
ESTADOUNIDENSE CONTEMPORÁNEA
Traducción: Márgara Averbach




DESMET, IDAHO, MARZO 1969 

En el funeral de mi padre 
los viejos 
             me conocían, 
aunque yo 
             no los conocía a ellos, 
y me hablaban 
en la vieja lengua 
de nuestra tribu, 
y no les importaba 
el hecho 
de que yo no 
hablo ese idioma. 
Y yo 
Escuchaba 
como si entendiera 
de qué se trataba, 
y, 
ah, 
cómo 
me conmovió 
volver a oír 
esa extraña 
             lengua nativa 
             que fluía 
suavemente, 
tan 
conocida para 
mi oído de infancia. 



DESMET, IDAHO, MARCH 1969 

At my father’s wake, 
The old people 
                  Knew me, 
Though I 
                  Knew them not, 
And spoke to me 
In our tribe’s 
Ancient tongue, 
Ignoring 
The fact 
That I 
Don’t speak 
The language. 
And so 
I listened 
As if I understood 
What it was all about, 
And, 
Oh, 
How it 
Stirred me 
To hear again 
That strange 
                      Softly 
                      Flowing 
Native tongue. 
So 
Familiar to 
My childhood hear. 









ANITA ENDREZZE [15.627] Poeta de Estados Unidos

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Anita Endrezze  

Poeta, escritora y artista. Es media india Yaqui y media Europea (eslovena, rumana-alemana del norte de Italia). Endrezze nació en Long Beach, California, en 1952. Se graduó con una maestría de la Universidad del Este de Washington. Vive en Everett, Washington, está casada y tiene dos hijos y trabaja como relatora de historias, artista y profesora. Endrezze imparte cursos universitarios y su obra ha sido traducida a siete idiomas, publicada en diez países. 

Obra:  The north people (1983), at the helm of twilight (1992), The humming of stars and bees and waves: poems and short stories (1998), and the mixed-genre collection Throwing fire at the sun, water at the moon (2000).



POESÍA INDIA 
ESTADOUNIDENSE CONTEMPORÁNEA
Traducción: Márgara Averbach




HACEDOR DE CANCIONES 

Hay un borracho en la avenida principal, 
desplomado 
frente a la Misión de los Evangelios. 
Está soñando con pintos del color del vino 
y el hielo y tambores que dicen los nombres 
del viento. El cabello le esconde la cara, 
pero creo que yo lo conozco. 

¿Acaso no hizo canciones que la gente canta 
todavía en sus sueños? 
¿Acaso los coyotes no le pidieron canciones 
nuevas 
para darle a la luna? 
¿Acaso no bailó toda la noche una vez y rió 
cuando las mujeres se pusieron tímidas de pronto 
al amanecer? 
¿Acaso no hizo una canción para mí solamente, 
una canción bendita porque la cantaron sólo una vez? 

Si levantara la cara, 
le vería los ojos, vería 
si está cantando ahora 
una canción que disuelve las almas. 
Pero está todo encogido 
y todo el mundo camina a su alrededor. 
Todavía debe tener mucha magia 
para ser tan invisible. 

Me acuerdo de él diciendo:
 Hasta el pasto tiene una canción, 
aunque sólo la oiga el viento.




SONG MAKER 

There is a drunk on Main Avenue, slumped 
in front of the Union Gospel Mission. 
He is dreaming of pintos the color of wine 
and ice, and drums that speak the names 
of wind. His hair hides his face, 
but I think I know him. 

Didn’t he make songs people still sing 
in their sleep? 
Didn’t coyotes beg him for new songs 
to give to the moon? 
Didn’t he dance all night once and laugh 
when the women suddenly turned 
shy at dawn? 
Didn’t he make a song just for me, 
one blessed by its being sung only once? 

If he would lift his face 
I could see his eyes, see 
if he’s singing now 
a soul-dissolving song. 
But he’s all hunched over 
and everyone walks around him. 
He must still have strong magic 
to be so invisible. 

I remember him saying:
 Even grass has a song, 
‘though only wind hears it.




LA HIJA DEL QUE HACE LOS MAPAS 

la geografía del amor es terra infirma 

es un barco de papel 
navegado por oficiales 
con estrellas en los ojos 
cartógrafos de la ferocidad de lo desconocido 

es la mano segura de una mujer 
en el timón del atardecer, la brújula 
de sal de su deseo 


* * * 

el mapa del deseo está en el borde 
de dos cuerpos distantes

es la lluvia que envía la sed como un barco 

es la hoja de palma flotando sobre aguas 
alejadas de la orilla 


* * * 

el pasaje secreto hacia el interior 
es mi estuario de intemperancia 

el florecimiento dulce y lánguido 
está en el calibre de tus manos 


* * * 

el movimiento circular de nuestro viaje 
es el radio del cielo y el mar, profundos 
territorios a los que nombramos 
con nuestros nombres 




THE MAP MAKER’S DAUGHTER 

the geography of love is terra infirma 

it is a paper boat 
navigated by mates 
with stars in their eyes 
cartographers of the fiery unknown

it is the woman’s sure hand 
at the helm of twilight, the salt 
compass of her desire 


* * * 

the map of longing is at the edge 
of two distant bodies. 

it is the rain that launches thirst 

it is the palm leaf floating on waters 
far from shore 


* * * 

the secret passage into the interior 
is in my intemperate estuary 

the sweet and languorous flowering 
is in the caliber of your hands. 


* * * 

the circular motion of our journeying 
is the radius of sky and sea, deep 
territories we name 

after ourselves




Anonymous Is Coyote Girl

From a newspaper photo and article about my godfather, James Moreno, East Los Angeles, 1950.

       (Three police officers took a brutal beating in a wild free-for-all with a
              family, including three young girls.
       From left, James, 19, and Alex, 22, in jail after the fracas
       on the porch of their home at 3307 Hunter.)

       Jimmy is staring off the page, hands in his pockets.
       A four-button dark shirt. No bruises,
       but he looks dazed.
       Alex wears a leather coat and a polka-dot shirt,
       which is in itself a crime.
       Nowhere is there a photo of a young girl
       with a face carved like a racetrack saint,
       eyes with all bets called off,
       grinning like a coyote.

       (Officer Parks had his glasses broken
       with his own sap
       and was thrown through a window.)

       Jimmy and Alex are my dad’s cousins,
       lived on Boyle Heights and tortillas.
       Mama says the cops always harassed them, those niños
       from East L.A., driving their low-riders,
       chrome shinier than a cop’s badge.
       And why wasn’t Coyote Girl mentioned, that round-armed
       girl with a punch like a bag of bees,
       a girl with old eyes, her lips cracking open
       as she saw the cop sailing through glass, boiling out
       of Boyle Heights, skidding on the sidewalk, flat as a tortilla?

       (The officers received severe cuts and bruises,
       were treated at a hospital and released in time to jail the youths,
       who were charged with assault with a deadly weapon.)

       Two years later, I was born and Jimmy entered the church,
       hands in his pockets, shoulders hunched, watching the christening.
       Four drops of water, like popped-off wafer-thin buttons,
       fell on my head.
                   No.
       He never showed up that day
       or any other. My spiritual guardian must’ve been there
       in spirit only.
       He didn’t know nada about Got and no one knows
       where he is today, but I think you could find him at the end
       of a knife. Or in the slash of the z
       in ¡La Raza! the dark blood
       reds of graffiti. Or tomatoes
       grown in old coffee cans
       by a white-haired man
       sitting in the sun in a dark shirt,
       next to an old woman growing younger every day
       as I tell her story, my story,
       our story
       with all the grace and power
       of a deadly weapon.

“Anonymous is Coyote Girl” from Throwing Fire at the Sun, Water at the Moon. 




Indian Vices  (IN THE PERSONA OF FATHER OCH)

By nature Indians are very lazy and sworn enemies of work.
They prefer to suffer hunger than to fatigue themselves
with agriculture. Therefore, they must be forced to do this by their
superiors. With six industrious Europeans one can do more
in one day than fifty Indians
—Joseph Och, Missionary in Sonora: Travel Reports
of Joseph Och, S.J., 1755-1767

Mining: The Indian is naked, swinging
quarter to half hundredweight steel-edged crowbars.
He climbs beams with notches set step by step,
carrying ore in plaited baskets
on his shoulders.
They are given one half-bushel of maize per week.
This is their payment unless they have a family–
then they are given two half-bushels.

Two men using a wheelbarrow could haul out
more than can thirty lazy Indians
working an entire day.

Natural resources: They are naked, with only a loincloth.
Otherwise they would steal valuable ore.
Instead they laugh
when their hair is thick with dusted gold
so that they look like ugly yellow-haired creatures.
Their hair is long and they secrete fragments
of ore there, wrapping their hair up
like a turban. You can no more trust them
than you would a Turk.

Gold and silver ore varies.
Some is very heavy, pure
silver spiked, as it were,
with silver nails.
The completely black
very heavy ores
are considered the richest.

Processing: The Indian washes his hair
several times a day, sluicing water
over his long hair, letting the silver fall
into a bowl which he then strains,
keeping more silver.
Then again, the Indian must relieve himself
and he hides behind a bush,
thereby stealing more ore
in a most despicable way.

Some can be reduced by fire . . .
or be broken up
and placed into a clay oven
. . . with molten lead,
until . . . the lead has amalgamated
with the silver.
Pebbles and slag float on top
and are skinned off
with hoes and the lead heated
with a double fire
until it becomes light and frothy
like glass.
This froth is removed in heaps;
what remains is pure silver.

The waste product: When the Indian dies,
perhaps careless at work, he is wrapped in a horse blanket.
Thread from deer or plant fiber
is used to sew him up.
It is heathen, this practice
of putting bows and arrows,
small bowls, and other things
in the grave. Instead, I pull the bell rope
and they are pleased at the songs
and lighted tapers
on the altar of the whitewashed church.
They die when they want to,
saying they are only journeying
to the next village.

They have many vices
which I have discovered
and abolished, including the throwing
of patterned sticks,
which is like gambling.
They would rather lie on blankets
in the bushes, throwing these sticks
against the rough wool to muffle the sound,
than work in the fields
or in the mines which are very near,
nor do they think of tomorrow
and the profit that must be made,
whether it is gold, silver, maize,
or their heathenish souls.

“Indian Vices” from Throwing Fire at the Sun, Water at the Moon. 





The Gulf of California

There are two memories of tides:
one for the deep blackness that split
away from the mother sea
and one for sea that found itself
in the daybreaks of rivers.
Yet it was all one sea
tracked by comets and the Elegant Tern,
seals in speckled pod-shaped skins,
and whales, opening their small eyes
when the hands of people drew fish
out of the salt.

Geologists tell us that the sea split
millions of years ago
before the Yoemem, Yoremem,
Kunkaak, O-Otam
curled their tongues around the names
of themselves and raised the conch shell
to their lips, so that the sound of nature
became human, too:

kalifornia vaawe

Then the sea was measured
and divided into leagues.
The Spanish ships called it dangerous
because the sea tore in two ways,
tide and rivers,
so they contained it in maps
written on dead animal skins
with ink made from dried octopus blood

Mar de la Kalifornia
Golfo de California

Then it was named the Vermilion Sea
when the red-shelled crabs clicked in the waters.
It was the Sea of Cortés
because it’s the right of the Conqueror
to claim the world in his name.

It’s his right to name hunger after himself
and to take away rivers
and children
and to give back the bare bones
of life
in the Queen’s name.

What can you say about men
who name the mountains “mother”
madre
when the worst curse they can shout
defiles their mother
in the act of creation?

Now we call the Gulf of California
polluted
with the pesticides of fields
and the wastes of factories.
And the voices of the fin-backed whale,
sardines, sea-kelp, anemone,
and turtle are quieter,
so that we have less memory
of the way it was
and less hope
for the way it will be.

In the winter I eat strawberries
from Mexico
and oranges, sectioned and split
apart
on my north continental plate.
I don’t know much about my relatives
picking the fields near Bacum, Torim.
I don’t know much about the spiny sea urchin,
except that it knows more than I
about the sea, the sea that names itself
unnameable
movable horizon.

“The Gulf of California” from Throwing Fire at the Sun, Water at the Moon. 
















LINDA HOGAN [15.628] Poeta de Estados Unidos

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Linda Hogan

Poeta. Estados Unidos
Linda Hogan se crió en una familia de militares, por lo que se trasladó  de casa a menudo. Ella no creció en el seno de una comunidad indígena (su afiliación tribal es Chickasaw). La mayor parte de su infancia la pasó en Oklahoma y Colorado.

Linda fue profesor en el Departamento de Inglés de la Universidad de Colorado en Boulder, donde recibió su maestría en 1978. Ha sido miembro de la Fundación Nacional para el panel de Artes poesía desde hace dos años y ha estado involucrada en la rehabilitación de la fauna como voluntaria.

El foco principal de la obra de Linda se refiere a la visión indígena tradicional de y la relación con la tierra, los animales y las plantas.

Libros de Linda Hogan 

Poesía 

The Book of Medicines : Poems , Coffeehouse Press.
Annotations and Commentary on Tear
Red Clay : Poems and Stories , Greenfield Review Press.
This books contains Calling Myself Home and That Horse
That Horse, Acoma Pueblo , New Mexico: Pueblo of Acoma Press
Savings , Coffeehouse Press.
Eclipse , Bookpeople
Seeing Through the Sun (Juniper Prize), Univ of Massachusetts Press.
Calling Myself Home , Greenfield Review Press, NY 1979, 2nd Edition 1982.
Daughters, I Love You , Loretto Heights Monograph Series, Denver, CO, 1981.

Prosa 

Sightings: The Gray Whales' Mysterious Journey , with Brenda Peterson, National Geographic Society.
Woman Who Watches Over the World: A Native Memoir , Norton. (Due June 2001)
Power , Norton. ( Hardcover )
Publisher's catalog entry for Power
Dwellings : A Spiritual History of the Living World , Touchstone Books
Mean Spirit , Ivy Books
A review of Mean Spirit by Lee Lawton from Woman's Books Online
Solar Storms : A Novel , Scribner. (Hardcover)
A review of Solar Storms in the New York Times Book Review online edition.
The Stories We Hold Secret: Tales of Women's Spirtual Development ,
with Carol Bruchac and Judith McDaniel, Greenfield Review Press.
Intimate Nature: The Bond Between Women and Animals , [Now Available]
with Brenda Peterson and Deena Metzger, Ballantine & Random House


POESÍA INDIA 
ESTADOUNIDENSE CONTEMPORÁNEA
Traducción: Márgara Averbach




Ciudades detrás del vidrio 

Una luz polvorienta cae a través de ventanas 
donde familias enteras viajan juntas, solas. 
Las madres abren las persianas y sacuden 
el mundo viejo 
de los manteles de encaje. 

Debajo de pañoletas floreadas 
mujeres inmigrantes ponen su fe en los 
autobuses de la ciudad. 
Se refugian detrás de los vidrios, 
apoyan las cabezas contra las ventanas. 
Detrás de párpados azulados de venas, 
viajan. 

Bruselas, tal vez, su destino. 
Donde mujeres más viejas tejen encajes, 
envuelven lino alrededor de agujas 
y el sol se acuesta sobre telas de araña. 

En la calle 
hojas invisibles de vidrio atadas 
a los costados de un camión. 
El mundo se ve a través de ellas, 
lleno de gente, con caballos rojos 
que se alejan sobre las calles. 
Dentro de esa piel lenta de caballo 
detrás de las anteojeras 
los animales oscuros corren, 
caballos sombríos, 
caballos de luz 
corriendo sobre colinas de América. 

Todo es extraño aquí. 
Nadie me ve. 
Nadie ve a esta mujer que camina calles de la ciudad. 
Nadie ve los animales que corren dentro de mi piel, 
la selva profunda de árboles sureños, 
las abuelas oscuras que miran a través de mis ojos, 
observándolo todo, viajando todavía. 




CITIES BEHIND GLASS 

Dusty light falls through windows 
where entire families journey together, alone. 
Mothers open the sills and shake the old world 
from lace tablecloths. 

Beneath flowered babushkas 
immigrant women put their faith in city buses. 
They take refuge behind glass, 
lay their heads against windows. 
Behind veined eyelids 
they journey. 

Brussels, perhaps, is their destination. 
Where older women make lace, 
wrapping linen around pins 
and where the sun lies down in spider webs. 

On the street, 
invisible panes of glass are strapped 
to the sides of a truck. 
The world shows through 
filled with people, with red horses 
making their departures between streets. 
Inside that slow horse flesh 
behind blinders 
the dark animals are running 
shadow horses, 
horses of light 
running accross American hills. 

Everything is foreign here. 
No one sees me. 
No one sees this woman walking city streets. 
No one sees the animals running inside my skin, 
the deep forest of southern trees, 
the dark grandmothers looking through my eyes, 
taking it in, traveling still.



CANCIÓN PARA MI NOMBRE 

Antes del amanecer 
piensa en cepillar las trenzas 
oscuras de una vieja. 
Piensa en tus manos, 
las puntas de los dedos sobre el cabello suave. 

Si tienes este nombre, 
las manos oscuras de tu abuelo 
llevan caballos hacia la carreta, 
los sigue una nube de polvo, 
fantasma de silencio. 

Ese nombre está lleno de mujeres 
con el cabello negro 
y hombres con ojos como la noche. 
Significa nada de dinero 
mañana. 

Un nombre así es el que ama mi madre 
mientras trabaja, suave, 
en la casita. 
Es una paloma blanca 
y en su tierra 
las mañanas son pálidas, 
los pájaros cantan hacia las cortinas blancas 
y muestran con orgullo los pechos blandos. 

Si tienes un nombre así, 
nunca hay suficiente agua. 
Hace demasiado calor. 
Cuando golpea el rayo, 
la lluvia se niega a seguirlo. 
Es mi nombre, 
el de una mujer que vive entre la luna blanca 
y el sol rojo, esperando para irse. 
Es el nombre que viene conmigo 
de nuevo hacia la tierra 
que nadie más puede tocar. 



SONG FOR MY NAME 

Before sunrise 
think of brushing out an old woman’s 
dark braids. 
Think of your hands, 
fingertips on the soft hair. 

If you have this name, 
your grandfather’s dark hands 
lead horses toward the wagon 
and a cloud of dust follows, 
ghost of silence. 

That name is full of women 
with black hair 
and men with eyes like night. 
It means no money 
tomorrow. 

Such a name my mother loves 
while she works gently 
in the small house. 
She is a white dove 
and in her own land 
the mornings are pale, 
birds sing into the white curtains 
and show off their soft breasts. 

If you have a name like this, 
there’s never enough water. 
There is too much heat. 
When lightning strikes, rain 
refuses to follow. 
It’s my name, 
that of a woman living 
between the white moon 
and the red sun, waiting to leave. 
It’s the name that goes with me 
back to earth 
no one else can touch.




BENDICIÓN 

Benditos 
son los animales heridos 
porque viven en sus jaulas, 
pero ¿quién va a curar a mi padre, 
vendarle las piernas viejas? 

Aquí está su pájara, la de las dos alas rotas 
y las plumas son blancas como un ángel 
y dice mierda mientras revuelve granos 
en la cocina. Cuando los pájaros se van volando 
él deja las jaulas abiertas 
y ella le besa la frente 
por el buen trabajo. 

Trabajas dice él 
toda esta vida de mierda 
y al final ni siquiera tienes 
un pedazo de tierra. 

Benditos son los ricos 
porque comen carne todas las noches. 
Ya heredaron la tierra. 

Para el resto de nosotros: que vivamos 
lo suficiente 
y desarruguemos nuestras frentes, 
que sigamos siendo hermosos 
y teniendo algunos dientes 
y un intestino regular. 

Tal vez podemos vivir en lugares 
en que un rico no podría, 
en los peces luna y las liebres, 
en el suelo color canela,
la tierra de pasto rojo 
y gente roja 
en el valle 
de la sombra de los Alces 
que no están ahí. 

El dice la vieja tierra 
se tambalea tanto, será 
mejor que te aferres 
a todo. Tus vecinos 
te roban lo poco que tienes. 

Benditos son los ricos 
porque no tienen los mismos viejos. 
Tener que tolerar 
todos los días, 
como mi padre 
que está viejo 
Chickasaw 
chikkih asachi, que 
significa 
que se fueron como tribu no hace tanto tiempo. 
Siempre se está yendo, esta gente. 

Benditos 
son los que escuchan 
cuando ya no queda nadie que hable.

Benditos 
son los que escuchan 
cuando ya no queda nadie que hable.


BLESSING 

Blessed 
are the injured animals 
for they live in his cages, 
but who will heal my father, 
tape his old legs for him? 

Here’s his bird with the two broken wings 
and her feathers are white as an angel 
and she says goddam stirring grains 
in the kitchen. When the birds fly out 
he leaves the cages open 
and she kisses his brow for such 
good works. 

Work he says 
all your damned life 
and at the end 
you don’t own even a piece of land. 

Blessed are the rich 
for they eat meat every night. 
They have already inherited the earth. 

For the rest of us, may we just live 
long enough 
and unwrinkle our brows, 
may we keep our good looks 
and some of our teeth 
and our bowels regular. 

Perhaps we can go live in places 
a rich man can’t inhabit, 
in the sunfish and jackrabbits, 
in the cinnamon colored soil, 
the land of red grass 
and red people 
in the valley 
of the shadow of Elk 
who aren’t here. 

He says the old earth, 
wobbles so hard, you’d best 
hang on 
to everything. Your neighbors 
steal what little you got. 

Blessed are the rich
for they don’t have the same old 
Everyday to put up with 
like my father 
who’s gotten old, 
Chickasaw 
chikkih asachi, which means 
they left as a tribe not a very great while ago. 
They are always leaving, those people. 

Blessed 
are those who listen 
when no one is left to speak. 

Blessed 
are those who listen 
when no one is left to speak.







RAIMUNDO NENEN [15.636] Poeta de Chile

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RAIMUNDO NENEN 

Nació en Punta Arenas, Chile en 1983, pero la mayor parte de su vida la ha vivido en Tierra del Fuego y Punta Arenas. En 2001 publica en esa misma ciudad su primer poemario La poesía ya no es poesía (link a Cyber) Hace 4 años que vive y estudia en Valparaíso, Pedagogía en Castellano en la Universidad de Playa Ancha. Ha sido invitado a un encuentro de la Sociedad de Escritores de Magallanes de poetas jóvenes de la región y a “El invierno en la provincia” en torno a la figura de Rolando Cárdenas, ambos en 2001. En 2004 fue invitado al Encuentro Internacional de Poetas Jóvenes Poquita Fe y al Encuentro de Escritores Magallánicos Patagonia Escrita. Ha publicado esporádicamente poemas y escritos filosóficos-políticos-chamánicos en varios medios impresos y electrónicos nacionales y extranjeros. Es editor de la revista-panfleto CIRENA 



::óccido::

En el principio era el miedo

Viento noche veo piedra serpiente arena tumor providencia virtud sangre piel saliva pupila vida seca


No arrepentimiento No estrellas No cruces
El cielo, un mar de hojas negras



acantilados infestados vuestra locura no forja serenidad grandes tormentas caen a pedazos y se despedazan como el tiempo hace algún tiempo
Sentados en pétalos, en tulipanes los empolvados y frívolos nuestra era este destino todos los caminos
Roma se ha derrumbado
junto al parto, la nueva vida no caen ángeles de la luna contra esta tierra, este crimen esta verdad de verdades los serafines romperán sus huesos
cuántos corazones hemos visto en esta vida sin duda pocos, -si es que alguno– y no han dejado de parecer grotescos por eso hacemos del mundo una aguja
es verano en tempestad verano en acantilados verano vuestra locura en carroza de plata los antiguos tesoros escapan y así caminando, en mis pupilas el ácido terciopelo lascivo


No habéis aprendido la sombra, el estornudo, el asco tal vuestros padres os han condenado hoy yo condeno la paternidad del plañido
'¡Retórica, retórica!' - gritan sus jaulas '¡Retórica!', incriminando los deudores de la dicción
Y nosotros los que no llamamos las cosas por su nombre nos revolcamos como cachorros en la crítica en la paternidad en el llanto
¡Líneas!, paralelas, imposibles líneas en el corazón del mártir así en su cráneo así su espíritu


'¡Nunca encontraréis el hambre cuando alguien haya soldado el último gruñido!'- advierte aquel cáncer pero nosotros, las nuevas brujas, repartimos nuestras piedras, si como de corazones se tratara
El terror, ¡Oh, madre! ¡padre!, ¡El terror!
saberse libres de crear dioses ¡Oh, padres! ¡El terror!
No es suficiente un día de fotografías y besos con nuestros peores amigos
Balbucear con tedio el himno nacional y, de pronto, el estío, que quema el fuego mismo.
Besamos por vez última cantamos la canción frente al espejo lloramos, ¡Sí, padres, lloramos!


Dormí entre diástoles y sístoles y toda patria me pareció idiota y mi corazón fue musgo y se esparció sobre todo jadeante lo seco, seco quedó, ¡Sequía, mía mater!
Y en su fragilidad nos revolcamos cuando no estábamos ni tan solos ni tan locos el verbo, de una vez, dejó el aplauso se extinguió.
No había dioses. Los niños lanzaban papas cebollas a sus patrias.
¡Oh, doncellas! no manchéis vuestros vestidos.
Ellos, que se arrastran y se alimentan de corazones secos ellos, los nuevos elegidos, el rebaño



Golondrinas azuladas rasgan el cielo con su vuelo en un abrir y cerrar de ojos.
Nuestra volátil esperanza dios crece en las entrañas de un perro muerto



Disculpad, Infantes, la amargura en mi rostro.
Disculpad que hoy hable con hastío
Se jacta Cristo de las llagas en sus manos
En verdad, disculpad Infantes.
Sólo música puede enseñar esta oveja descarriada.



Mares vi antes que alas. Nunca sol tuerto ni dios bailarín.
Mares de gemidos transitaban mi odio. Mares vi antes que alas.
Qué hacer con mi tumor con hostias. ¡Muros fragmentados!
No hay vicios en cruz no cruces viciosas. Los hombres comen dioses.
Desnudez vi en ti que ríeme llora, me arde.
El sol está tuerto. Cetros, sueños. No hay vientos, dioses amargura mi cruz.
Vístete, me dijo vístete o me cuelgo ¿No hay mariposas aquí?
Reinan los cánceres en este planeta.
El desierto, el cristo los dioses comen hombres.



Miro el suelo. A mis pies, un reloj.
Es la hora.
Desenfundo mi arma, la cargo, y disparo.
Sólo dios no sabe por qué hacemos las cosas.
Y el miedo se hizo carne y habitó entre nosotros



Última

Sea el espíritu de época enfermo y mimado: moderno pero hay algo en el hombre industrial que me pone triste triste a negarlo todo todo un niño enfermo y mimado niño hambre niño atómico niño látex niño ciencia con los moquitos tan negros de petróleo muerto en el aire
Ay ay ay sean los últimos éstos versos de la última era tienen los genios del hombre los pulmones negros tienen la vista tan atrofiada que no ven la realidad el verbo el hijo del hombre se comerá a su padre su madre es una probeta polvo de hombre las palabras sean
Hay algo que me pone triste triste en el rostro del señor triste pasajero triste hay algo que me pone triste triste en el rostro del señor micrero triste peatón y los niños desentierran la tierra jugando amoldan el humo en el aire jugando polvo de niño sea el juego
He la consciencia del hombre diseccionada al progreso y sangrante hasta la médula he lo que me pone triste el músculo inútil torpe el hocico deformado he el cuerpo del hombre muerto al esplendor de su técnica al brillo de su cultura al estruendo de su napalm
Al hombre a la mujer culpa a la especie la gran culpa la labranza original y la palabra pecado La experiencia de los viejos madre revolucionaria barbados o no barbados experiencia del fracaso Polvo la historia los ojos el símbolo el ego polvo.



::amores modernos::

el fuego que antes fue mi madre a daphne
todo es caos madres las rocas impresionan en su tranquilidad y pronto mi rictus de cristal será envidia de todos los faroles
nada es así recordarme como el hombre más feliz
caminaba con la gracia de quien silva pero mudo



uno

el mundo y tú ignoran que el mundo y tú son imagen y huella de un silencio agudo y grueso
el mundo y tú desfilan que el mundo y tú creen vacío y arruga para el tiempo lloroso y cruento
el mundo sonríe cuando ustedes derriten amor y dinero con la vida odiosa y divina
me descascaraste que ustedes son felicidad y estimulante sobre un mundo pálido



acerca de estoicismo a daphne

dices estás sola poco perceptivo escucho                                           estás sola digo oculto                      estoica
oculto                      siglo xxi Latinoamérica                      casi pobres casi ricos                      nueva vieja clase
las manos atoro entre tus palabras
                                          oculto dices estás sola                      no escucho
                                          preguntas afirmas niegas                      niego
inconclusa es la mirada inconclusa las palabras
                     palabras atoras entre mis manos
Me sonríe en enfermedad una ninfa enlutada por la muerte de dios, eso que tú y yo llamamos lágrima.



::ataraxia::

armonía
con las manos come
manos a la cara con la fruta acerca
con olor a madre acerca las manos a la boca hambrienta
Como un pájaro más la luna se posa sobre los cables del alumbrado público. Sólo existe un tic tac, inmemorial e invisible, y cada estruendo no hace más que recordarnos el ahora, y que sus manecillas, antes visibles, hoy, no tienen dirección.









Qva, KonFuxiÆn, desencanto
escuché historias de viajes
de pequeñas travesías en balsa
travesías del socialismo conservador al fascismo liberal
historias de gente avara
de bio-transeúntes débiles y cobardes

hoy nada es lo que parece
y pareciera que nada es
los pirómanos encienden su caos organizado
melodías eróticas te transmiten en diferido

el humo del cigarro demora años en desaparecer
melodías laxativas, humo y cafeína
llevan gloriosos estandartes
verte desnuda, pero con ropa
verte inocente, pero en lujuria

melodías libidinosas, siluetas aburridas
por 7 segundos soy del todo agnóstico
qué más queda cuando el horizonte desaparece
cuando el cielo se mezcla con la tierra
cuando las olas y el viento son una sola fuerza
cuando mirar hacia adelante pierde su gracia



Imperfección

Miraba el suelo cuando mi vista tropezó
con dos plataformas de base amorfa,
al observar mejor tan extrañas cosas
noté que en cada una de ellas nacían 5 derivaciones,
qué cosas más poco simétricas ésas
todas eran de distinto largo,
pero no eran plataformas del todo absurdas
al mirar más arriba noté que sostenían dos largas torres
torres igual de amorfas que sus bases
del todo anti-rectas, totalmente no-rectangulares
Y la imperfecta estructura continuaba
aún más arriba las dos torres se unían
se unían en una forma
con tendencia a redondearse por detrás
pero adelante sólo había una pequeña abertura
justo en medio de las dos torres poco rectas
la abertura se encontraba rodeada de pelos
pelos despeinados, pelos descuidados
qué cosa más desordenada ésta
Aún más arriba la curvatura cambiaba su ángulo
y giraba extrañamente
hacia el interior de aquella amorfa estructura,
y al comienzo de este raro accidente había
casi al medio podría decirse, un pequeño cráter
¡qué cosa más rara ésta!
La estructura a esa altura cada vez se hacía más estrecha
pero aún más arriba recuperaba su ancho
e incluso lo aumentaba,
y en ese momento todo se volvió aún más absurdo
enfrente de mí se encontraban dos intentos de semicírculos
dos bolas amorfas, cada una con un peculiar accidente
en lo que, podríamos decir, era la punta
qué esferas más imperfectas eran ésas

Toda esta estructura no tenía ningún sentido de la geometría
entonces, me enamoré de la imperfección



Juegos

Crecen crisantemos engrasados
otoñales y eufóricos
ñandúes violetas
ostentosos y desnudos parecen en sus sueños

Parecen boquiabiertos
osados y
lascivos
lanzando sus ojos
al tiempo


***

Ella cuelga del hangar
        y yo no sé el porqué

ella cuelga vestida de niñita sudaca
                harapienta y hermosa

           se balancea como si estuviera muerta
                llora como si estuviera viva
                y la aurora no le impresiona

lleva zapatos de charol
y luce ojeras tan obscuras como su mirada

           ella cuelga, discreta y moribunda

con el corazón en la garganta
          y los brazos cansados

ansiosa y desanimada

tan silenciosa como solía ser en las tardes de otoño furioso
           me comunica su defunción
                     y una lágrima se escapa exasperada de sus ojos

                                ella cuelga y mancha las paredes


***

aquella muchacha camina
sobre la húmeda acera de una callejuela vacía
respira aire húmedo
traga humedad al despegar sus labios
y, seguramente, su mente también está húmeda

hace un extraño movimiento de piernas
que interrumpe su marcha
luego, con una de sus manos,
retira su braga de entre sus nalgas
piensa que nadie la observa
de haber sabido que yo sí lo hago,
enjaulado en aquel taxi colectivo
con la frente transpirando apoyada en a ventanilla,
se hubiera muerto de vergüenza
y yo hubiera estado ahí para bailar sobre su tumba



Pick a shoe

bajo el dorso de una mirada estrafalaria
          en las dunas de un parque siniestro
                    encontré el horizonte

          encontré la lujuria a la deriva
                   un cigarro humeante de rabia

ciclistas adornados como arbustos hilarantes
          convulsiones gaseosas, arcadas hipnóticas

saliva impregnada en tus labios
sangre seca en las membranas de tus ojos

ladra niño hermoso
ladra como las aceitunas bajo la luna cancerosa


***

muéstrame la velocidad de tu automóvil
           muéstrame cómo disfrutas de tu agonía

muerde mis piernas
           pervierte a mi familia

                      dime cómo te a apellidas
           y yo me tragaré tus dientes con un beso

                           permíteme seguir el curso
              de una pelusa influenciable con la mirada
                           en su recorrido por el vacío

permíteme voltear la cara al ínfimo escarabajo con alas


desEKILIVRIO


***

las estrellas nacen del caos
caminan cabizbajas y tranquilas
aburridas del desorden

          no tienen a nadie que las consuele
                          a nadie que las detenga

caminan desconsoladas y arrítmicas
con su sexo entre las manos
escuchando el palpitar de nuestro infierno

          bailan cansadas y molestas
          llenas de vicios y adicciones
          esperando que la noche se las trague



Martes Azul

Otro martes azul
el mundo mantiene su apatía
y ella pierde su inocencia
Otro martes azul
los colores fríos me congelan
y se mezclan para decorar el paisaje
árboles azules, construcciones de insensibilidad
se arrastra un mendigo con navajas en las manos
se retuerce en mi cabeza, a cortes destruye mi conciencia
se ahoga en sangre y desaparece
Otro martes azul
sin glamour, de sangre violeta
de silencios y efes
frente a cuadros de opacas flores
exigir silencio a su discreta silueta me parece absurdo
mas, entre estas cuatro paredes, todo lo es
Otro martes azul
todo cruje, mi alma cruje
la risa me calla, y todo se vuelve azul como una manzana



Nostalgia

no tengo recuerdos de amargos sabores
no tengo recuerdos de lunas en soledad
por más que me esfuerzo no recuerdo la tristeza
por más que me esfuerzo no recuerdo las cadenas
por más que me esfuerce no recordaré nada
cuánto añoro esos días libres de recuerdos
ésta es la nostalgia del que alguna vez estuvo muerto



Dios

***

es la verdad que escupen tus labios rencorosos
es la pudrición en mi rostro
la desventaja natural que me hace humano

me río de todo
           de tu ventrículo izquierdo
           de tu ventrículo derecho
           de las piedras marchitas
           de las monedas de $10

hoy no habrá función
se acabó la lenta agonía de tu madre
la plaza de mayo está vacía
como cuando comenzó a cultivarse el juego

dios come albóndigas mientras tú lloras por un vaso de agua
          ay padre vuestro, dejadme disfrutar del infierno



Vientos de olvido

el viento se llevó la historia
la leyenda de los valientes proletarios
recorrió todo el mundo
y aquí, en la Patagonia, nada se sabe de ellos



Lucro

necesitamos capital

necesitamos capital
para derrocar al capital
necesitamos acumular capital
para terminar con la acumulación de capital


***

las cenizas abrasadas que acaban de desprenderse
del filtro del cigarrillo
que hace algunos segundos consolaba mis labios
se estrellan contra el hormigón, rebotan en él
permiten conducirse por la fuerza gélida
del viento crepuscular de la provincia
viajan hacia su metamorfosis a la velocidad del viento
viajan hacia la muerte
rebotan, vuelan
y de ellas se desprenden luciérnagas
que mueren asesinadas por los párpados inocentes
de un silencioso e imparcial espectador
iluminan con recelo su espacio en las tinieblas
aluzan su presencia ínfima e intrascendente
como cometas necios de inocencia
cautivan los desordenados sentidos del aprendiz de poeta
y sin quererlo trazan poesía
sin desearlo conmueven la piedad del vidente







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