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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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ION CARAION [15.545] Poeta de Rumanía

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Ion Caraion 

(seudónimo literario de Diaconescu Stelian, nacido el 24 de mayo de 1923 en Palic, Buzau, Rumanía - murió el 21 de julio de 1986 en Lausanne, Suiza), fue un escritor y poeta rumano.

Poesía:

Panopticum , Editura Prometeu, 1943
Omul profilat pe cer , Editura Forum, 1945 (volum premiat la concursul de poezie „Forum”, octombrie 1945)
Cântece negre , Editura Fundațiilor Regale pentru Literatură și Artă, 1947
Eseu , Editura pentru Literatură, 1966
Dimineața nimănui , Editura Tineretului, 1976
Necunoscutul ferestrelor , Editura pentru Literatură, 1969
Cârtița și aproapele , Editura Eminescu, 1970
Selene și Pan , Editura Eminescu, 1971
Deasupra deasuprelor , Editura Litera, 1971
Cimitirul din stele , Editura Cartea Românească, 1971
Munții din os , Editura Cartea Românească, 1972
Frunzele din Galaad , Editura Dacia, 1973
Poeme , Editura Albatros, 1974
Marta, fata cu povești în palme , Editura Ion Creangă, 1974
O ureche de dulceață și-o ureche de pelin , Editura Ion Creangă, 1976
Lucrurile de dimineață , 1978
Interogarea magilor , Editura Cartea Românească, 1978
Lacrimi perpendiculare , Editura Minerva, 1978
Cântecul singurei , Editura Eminescu, 1979
Dragostea e pseudonimul morții , Editura Cartea Românească, 1980
Apa de apoi , Editura Cartea Românească, 1991
Postume , Editura Adevărul, 1995
Omul profilat pe cer , Editura Eminescu, 1995
Cimitirul din stele , Editura Eminescu, 1996
Exil interior , Editura Libra, 1997

Ensayos, crítica literaria, revistas 

Duelul cu crinii , Editura Cartea Românească, 1972
Enigmatica noblețe , Editura Eminescu, 1974
Pălărierul silabelor , Editura Cartea Românească, 1976
Bacovia - sfârșitul continuu , Editura Cartea Românească, 1977
Jurnal , I, Editura Cartea Românească, 1980
Insectele tovarășului Hitler , Editura Ion Dumitru-Verlag, 1982
Tristețe și cărți , Editura Fundației Culturale Române, 1995
Jurnal , II, Editura Albatros, 1998
Ultimabolgie – Jurnal , III, Editura Nemira, 1998.



Ulises

Olvidé en algún lado una parte de mí… 

¡Estaba tan atento a no perder nada! 
Sólo muchachas feas he encontrado este día. 
Sin mi totalidad yo me derrumbo, 
Sin mi totalidad ya no soy yo. 
La lejanía come de la ciudad oxidada. 
Callas… ¡en qué piensas! Trigo bajo los vientos. 
Todos los días alguien se desploma. 

Los árboles se disuelven suavemente 
y la tierra los traga a un tiempo con la lluvia. 
Olvidé en algún lugar una parte de mí. 


en Seis poetas rumanos contemporáneos, 1993
Traducción de Omar Lara




AM PE NIMENI


Und' vă duce, domnule?
în grădină, somnule.

Ce să faceţi, domnule?
Să mă-mpuşte, somnule.

Că au gloanţe, domnule?
Că au vreme, somnule.

Und vă-ngroapă, domnule?
Sub zăpadă, somnule.

Vă e frică, domnule?
îmi e scîrbă, somnule.

Cui să spunem, domnule?
Iadurilor, somnule.

Va fi bine, domnule?
Va fi seară, somnule.

Aveţi rude, domnule?
Am pe nimeni, somnule.

Vreţi o cupă, domnule?
Cît mă costă, somnule?

N-are-a face, domnule.
De otrăvuri, somnule...

Nu vreţi cupa, domnule?
Sparge-o-n ţăndări, somnule!

Să vă plîngem, domnule?
N-are-a face, somnule.

Noapte bună, domnule!
Dormi cu mine, somnule!

Eu dorm singur, domnule.
Eu nor singur, somnule.

Moarte bună, domnule.
Noapte bună, somnule!




WHOM I HAVE IS NOBODY

from 'THE ERROR OF BEING'


Where are they taking you, master?
Into the garden, slumber.

What to do there, master?
There to shoot me, slumber.

Because they have bullets, master?
Because they have time, slumber.

Where will they bury you, master?
Under a snowdrift, slumber.

Are you frightened, master?
My stomach's churning, slumber.

Who shall be notified, master?
The hellish regions, slumber.

Have you relations, master?
I have nobody, slumber.

Will it be OK, master?
It will be evening, slumber.

Will you have a cup, master ?
What is the price of it, slumber ?

I wouldn't bother, master.
Of deadly poisons, slumber...

You don't want the cup, master?
It's smashed in pieces, slumber.

Shall we mourn you, master?
I wouldn't bother, slumber.

Good night, master!
Sleep with me, slumber!

I sleep alone, master.
I die alone, slumber.

Good death, master!
Good night, slumber!

translated from the Romanian by Anthony Weir







OMAR SANTOS BALÁN [15.546] Poeta de México

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Omar Santos Balán

Nació en Campeche, México, el 18 de octubre de 1975. Poeta y narrador. Licenciado en humanidades con especialidad en literatura. Ha publicado ensayos, artículos y poesía en suplementos y revistas literarias de la región. Becario del FOECA en la categoría de Creadores con Trayectoria. Mención honorífica en el Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola 1999. Mención honorífica en el Premio Nacional de Poesía de la Universidad Autónoma de Campeche 1999. Medalla Hernández Carvajal 1999 al mérito universitario. Premio de los Juegos Florales Nacionales San Román 2000, en poesía. Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano 2006. Primer lugar en los XXXVII Juegos Florales de San Juan, San Juan del Río, 2007. Primer lugar del Concurso Nacional de Prosa y Poesía Timón de Oro 2007. Ganador, en poesía, del IV Concurso Literario Bonaventuriano de Poesía y Cuento Corto 2008, Colombia, por A veces los muertos.


Obra publicada

Poesía: Los desmayos del verbo, Gob. del Edo. de Campeche/Instituto de Cultura de Campeche/FOECA/CONACULTA, Campeche, 2003. || Memorial de espectros, Gob. del Edo. de Campeche/CONACULTA, Campeche, 2006.



EL TIEMPO DE LAS RUPTURAS

No importa que haya llegado con el encanto con la
impetuosa llamarada no obstante yo acostado en el
derrumbe mi casa es la ceguera y diciéndole que cierre
la ventana que no hay tributo a la llovizna que no me
arroje los verbos amados de la sábana los libros y ella
que viene de no sé que tarde de qué beatitud del reino
levanta el aroma de su falda para sentarse insinúa
la carne blanca de sus muslos bellos y yo le digo apenas
como el débil que agradezco su presencia un impuro
siempre comprende la lágrima que cae el olor a piel
burlada por la ausente y ella que se agita la exótica
cabellera comienza a acercarme con su inédita bondad
con el pálido rostro que amenaza compasion y la muy
hermosa comienza a reconfortarme a decirme sobre la
enramada los nardos del día ese aleteo de cristales
y entonces se asoma una tonta tregua desaparecen esas
noches del asco disimulado mis inútiles maldiciones
cuando supe que ofrecía su grosera saliva las madrugadas
de su costado su descarado libertinaje a otra mujer
y entonces se borra la reiterada imprecación los horrores
familiares la fingida indulgencia de los amigos cuando
supieron que me tumbaba al lecho para siempre el sarcoma
que por fin habìa conquistado sus territorios el contagio

Y yo le digo y no importa estás aquí ungiéndome
con tu piedad con el relato de tus mejillas
con la leyenda más consolodarora sobre el relámpago y yo
le digo de las noches de ruego en que me sepultaron
las visiones sobre su rodilla de su mórbida fragancia
que desató cualquier pasion libertina que le dejó
su trauma su ridícula pena al indoblegable recordándome
mi lastimosa pantomima mi grito desde la torre tus blancas
nalgas sobre el césped tu bello pezón apuntando hacia
las colinas y ella contiene las ganas del sollozo
cuando entonces me acomoda el almohadón para el cráneo
inevitablemente para el cráneo y sus derrumbes para la
derrotada frente por la que camina la cordial caricia de
su entrañable pañuelo y dice que nos negaron la confesión
y la puerta y quiere acechar su histeria su callado
sobresalto y ya después fijado por los desgarres en la
cruz de los páramos le digo que sobran arrepentimientos
utilizo la frase inmisericorde la franqueza inaceptable
solo así desiste del conflicto se borra de sus confesiones
y entonces ella lo sabe ella lo entiende y frente a mí
abre sus piernas para que yo vea la profundidad
de su cielo para que en la tortura o en el quebranto
recuerde aquella primera entrega del jardín el vuelo
que amaneciò en la piel el alto vuelo que nos sorprendió
en los arrayanes

Y así todo se clausura toda carne se confina y ella
dice que se apena imposible abrumada lo siente y menciona
del pasadizo donde a la muerte se le burla que hay júbilo
de los muchachos en el campo el ave bajo las miradas
el remedio que todos ansían sobre el manto inolvidable
no importa yo le digo que ya no importa que me deje tocarla
que me deje sentir el olor de su sexo pues vendrá la noche
del cáncer vendrán criaturas centinelas del extravío
y ella que se tiende en mi pecho y yo que le digo
que ya no importa que se avecina el tiempo de las rupturas
que ni los bufones gimotearàn en los funerales
del seropositivo.





FANTASMA DE OCTUBRE

Ella es el incómodo fantasma de octubre,
fractura de los tiempos,
regreso al espejismo,
montón de estatuas en las horas del páramo.

No la veo:
ni la oigo correr sobre las piedras,
no siento sus manos sobre las aldabas,
no tengo rumbo, ni banderas,
no hay lucha por los frutos.

No la he visto. No la he sentido
en el pozo de mis abdicaciones.
No sé de su viejo árbol,
No sé de sus horarios.
No hay ropa de su edad,
no hay el color de sus labios
en mis páginas, en las ventanas que más amamos.

No puedo confundirte con los otros
desaparecidos. No puedo imaginarte
caminando sola
con las calaveras estorbándote los tobillos.
No puedo recibirte con tantos cardos,
en compañía de las otras sombras,
con ese gimoteo inconsolable que me deja
como pedazos de columna orinada por una
multitud de gatos rabiosos.





A VECES LOS MUERTOS

Los muertos a veces se levantan,
entierran sus veladoras,
leen sus poemas del jueves.
Y entre nubes y horóscopos
hurgan cristales o azules de un lejano
porvenir.
Ya no discuten sobre el tiempo
o sobre la luna que lloraron en el pozo.
Ignoran la ofensa, no saben
más de la incapacidad.
Ya ni voltean a ver la piedra
de los castigados
o la enorme hiedra que cubre la fuente.
Conformes se entregan a la libertad
de la palabra o al prodigio del polvo.
En el solar comparten sus pergaminos
acerca de la doncella,
el antiguo escapulario de sus hazañas.
A veces los muertos creen que el amor
es una criatura débil que llegará por su lámpara,
a veces los muertos piensan que llegará el aroma,
el cascabel inconfundible de la amada,
y dormirán tranquilos, y pensarán en la salvación.




HEMBRA DEL REMORDIMIENTO

Sé contestataria,
mujer de lo irreparable,
sé extraña justiciera.
Incontrolable sobre tu mesa,
reniega de tus fingidas costumbres,
del opaco mármol de tu idioma.
No te calles por el reloj.
Extiende tus tenazas.
Apura el gancho y los conjuros
para tu contienda imaginaria.
Sé nefasta e inquebrantable,
paranoica entre los días,
implacable en los saqueos
de tu benevolencia.
Habla de tus rechazos.
Ensaya el golpe innoble.
No existe la esfera del amor,
no hay màs posesiones,
es exacto, es simple,
acepta el cuerpo humillado,
sé la hembra del remordimiento.




EN EL FONDO

Quiero estar en el fondo,
bajo el estallido de la flor,
sin la incapacidad o la pregunta,
bajo el horario del temblor,
como deseo que abre su cielo,
como esfuerzo de vena
amando sus cascadas.
Quiero estar en el fondo,
tibia desnudez en la lluvia,
alta sublevación de la sangre,
caída fructífera,
encuentro de brasas
calcinando la memoria;
oh, bella, recoger meses y sueños,
mar lascivo, olor de tiempo,
jazmín y poema.
En el fondo, bella, besando
la mariposa de la renunciación
y el orgullo,
besando el ánimo, el gemido
de la caracola eternal.




VIOLENTA

Anda Runicornia mía,
quebrado jazmín de los desencantos,
aléjate de los fármacos
y el algodón antidepresivo,
anda, deja la furia de los pendientes
y los precios de rebaja.
Aléjate de la piedra violenta,
de esa columna orinada por los gatos.
Vete a otras galerìas prohibidas,
a la única nube compasiva,
a otro pueblo derrumbado.
Anda, déjate del suicidio sin pacto,
de la postura bravucona…
Anda eléctrica y prejuiciosa,
temeraria e insobornable,
aléjate de la oración,
del àtico de la ira,
sosteniendo escudos y venganzas,
anda quema mis pertenencias,
mis viejos libros,
y arrodíllate sin lágrimas,
y échate como un montón de piedras
desquiciantes.





En casa

En casa tú serás el fuego
y la princesa.
Besarás al colibrí
y el diamante de los gatos.
Por supuesto que nada falta,
esta es la ocasión magnífica,
el escape de los amorosos.
Ven sin remordimiento
sin talismanes sin odios,
yo tengo las provisiones
y los empeños.
En casa tú serás el remedio
y la doncella,
la dedicación y el aleluya,
yo pondré claridad en tu costado,
como guerrero o gato vigilaré tu solar.




Comparto contigo

Comparto contigo
el cántaro
de los niños,
la lluvia del jueves,
el sueño donde
bajábamos 
del manzano,
llenos de benevolencia
y altas canciones.
Comparto contigo
la beatitud y la congoja,
también la mesa 
donde crecían tus palabras
e iniciaba el bosque
de los grandes 
proyectos.
Comparto contigo
la charca del viudo,
el jardín de los locos,
y el gato de la bruja
que vigila día y noche
la belleza de tu retrato.
Y has de entender que si soy 
pacífico y lleno de respeto,
cuando te atrevas 
cuando reconozcas el sicómoro
y el piano de la vecina,
atraviesa la barda,
también te saludo,
que comparto contigo
la soledad de mi mano,
el pan duro
y el perdón.






FRANCISCO UCÁN-MARÍN [15.547] Poeta de México

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Francisco Ucán-Marín 

Mexicano de ascendencia Maya. Ha estado viviendo entre México y Canadá desde 1999.
Francisco nació en Campeche, Campeche el 4 de Octubre de 1974. Sus padres son Elias Ucán Ucán (Cumpich, Campeche) y Piedad del Socorro Marín Salazar (Dzitbalché, Campeche) quienes viven en Campeche. México. Sus abuelos paternos fueron originarios de Cumpich (Gregorio Ucán Poot y Cesárea Ucán) y sus abuelos maternos arribaron a Dzitbalché (Rosa Salazar y Miguel Marín Herrera) respectivamente. Francisco inicio escribiendo poesía desde su infancia, y desde la secundaria ha participado y obtenido diversos premios en ensayos, composiciones, declamación y oratoria. En 1992 se gradúa como Técnico profesional en Acuacultura del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar en Campeche, posteriormente estudia la Licenciatura en Ciencias Biológicas en la Universidad Autónoma de Yucatán, en donde empieza la publicación de la columna “Tinta Verde” que se publica semanalmente desde 1996 en diferentes periódicos y revistas de México (tintaverde@terra.com). Pertenece al grupo Genalí desde Julio de 2002, a la Asociación Canadiense de Hispanistas desde 2005 y a Canadian Science Writer Association desde 2005.

Como Biólogo, su profesión esta enfocada en la determinación de contaminación del ambiente y medir las respuestas fisiológicas de los organismos a estas. Dentro de la columna “Tinta Verde” continua una constante educación ambiental, una denuncia y una expresión en prosa y poesía de la situación ambiental latinoamericana, especialmente de México. En 2000 empieza a manifestar en prosa y poesía una critica en referencia a la situación ambiental, Nota Triste recibe buenas criticas en México y Argentina. Francisco empieza a pulir este estilo que autollama Ecopoemas Durante el periodo 2000-2004 en Halifax Nova Scotia, participa dando lecturas y presentaciones en la Universidad de Dalhousie, Universidad Acadia en Wolfville NS, y participa en el grupo Writers Federation of Nova Scotia. En 2002 publica el libro “Ensayo sobre el sueno” en Campeche, México, con ilustraciones de la diseñadora Canadiense Monika Salva. Un año después presenta una serie de impresos con poemas del libro “Ensayo sobre el sueno” y con ilustraciones de Monika Salva en la Universidad de Dalhousie dentro de las actividades del Congreso de Canadian Federation for the Humanities and Social Sciences para la Asociación Canadiense de Hispanistas, en Halifax, NS en May 2003. En 2004 presenta en la Universidad de Manitoba el poema Rayos X dentro del Congreso 2004 de la Asociación Canadiense de Hispanistas poesías en referencia al Exilio en poesía mural; este mismo ano el poema lluvia es incluido en el poemario “Luces y Sombras” de autores hispanos en Madrid España (ISBN 84-609-1221-3 ). Durante el segundo semestre de 2004 visita el sur de los Grandes Lagos (0ntario) y México. A partir de Enero 2005 radica en Ottawa ON, Canadá donde realiza estudios de Doctorado en la Universidad de Carleton y trabaja como Asistente de Investigación para Environment Canada (Agencia de Gobierno). Desde Febrero de 2005 es presidente de la Federación de Estudiantes Mexicanos en Canadá, y es director del boletín de la sociedad que se distribuye en Canadá y en varios países latinoamericanos.

Francisco Ucán-Marín prefiere escribir Poesía, y esta comprometido con su columna que se publica ininterrumpidamente desde hace 9 años en diversos periódicos y revistas de México.

Los escritores y poetas que de alguna manera han influenciado en el estilo y perspectiva literaria de Francisco son: Jaime Sabines, Octavio Paz, Julio Cortazar, Nicolás Guillen, Pablo Neruda, Horacio Quiroga, George Orwell, Johann Wolfgang von Goethe, Czeslaw Milosz, Wislawa Szymborska, Basho, Margaret Atwood, Susan Sontag y Carlos Fuentes.




Medida

Cómo puedes pedir,
cuánto te quiero, si no hay medida para tal.
¿Puedes contar las flores del bosque?
¿Los niños felices o los gatos tristes?
o los cabellos del mar,
que peinan los barcos al amanecer.

¿Cómo puedes pedir cuánto te quiero?
si no existen alas para medir el cielo.
¿Puedes medir el camino que recorrieron
las estrellas antes de reflejarse en tus ojos?

¿Y las lágrimas de sal de la tierra?

¿Cómo puedes pedir cuánto te quiero?
si tienes mi corazón en tus manos.
Si el latir tiene una medida,
si el sentimiento tiene un tamaño,
si la razón tiene un valor exacto
...entonces trata de saber cuánto te amo.

                        Sarnia Ontario, Canadá. 2001. 

«Puedo apreciar notablemente, que en este su primer poemario, resalta la profundidad que emerge de los sueños, el prolongado versar de su pensamiento» (América García Méndez)




Lluvia

¿Lagrimas?
Simple agua,
cada día mas ácida
…mas sucia.

…lluvia

Agua bendita
que seca los cielos
y moja los prados,
que baña los mangos
y besa a los sapos.

…lluvia

Alegres gotas transparentes
que saltan traviesas,
que hacen mas feliz
esta vida seca.





Lluvia II          fragmento

Llueve,
las gotas esculpen este suelo,
derriten la nieve,
transforman en verde mis huesos.

Llueve,
se llena el espacio de ti,
de olor, de sol, de vida,
se llenan de futuro mis hojas
en fotosíntesis de tu luz.





MI HAMACA AZUL

Mi hamaca azul esta vacía,
le duele cada cuerda,
cada espacio,
cada triángulo tiene una historia,
cada soga ha sido tatuada
de sal, mar y recuerdos.

Mi hamaca azul cada vez,
tiene sueños más locos.

Sueña que vuela,
me busca
y me encuentra en el hielo eterno,
envisiona conquistar el mundo,
en iglúes o desiertos.

Tiene manchas imborrables
de café, sangre y pitahaya.
Con el paso de los años
ha adquirido la forma perfecta,
ha dormido con dragones y monstruos,
con alegrías y tristezas.

He llorado en sus cuerdas,
ahí he vertido mis fantasías,
mi inocencia,
mi juventud
y mis sueños.

Mi hamaca azul esta triste,
le duele cada cuerda,
¡Oh Dios!, ¡Cuánto la he abandonado!

He puesto nuevas formas a mi vida,
círculos rojos,
cuadros negros
y líneas de hielo
que han reemplazado las curvas de sus sueños.

Mi hamaca azul está triste,
le duelen sus mil huesos
y el invierno …se acerca a mí
ella sufre, tiene miedo.





LA ESPERA

Espero que llegues
es tarde,
llueve
y me siento cansado
la lluvia humedece mis únicos zapatos
gastados de vivir
en este barrio ahogado
la lluvia
la gente
el desempleo
la indiferencia
los refugiados
las fugaces ideas
las malvadas culebras
son los que juntos en este paradero
esperamos
que vuelvas.





PÁNICO POR UN FÍN INEVITABLE

La música se nos acaba,
como a la lluvia el agua.
Quedaremos agotados
sin ton, ni son,
con un danzón suave
de perlas artificiales.
¡Dios!
¿Como sobreviviremos
sin las noches de Octubre?
Con el frío del olvido
mordiendo nuestros carcañales,
como serpientes moribundas.

A la ciudad la han dividido
entre fantasmas y mortales
Con las manos contra la paredes
como delincuentes
con la justificacion de la inocencia
para cubrir nuestras estupideces.

Y con el rubor inminente
de despertar con un extraño
sabiéndonos en desamor.





VERSO REPTIL

¿Que más puedo decir de aquellas iguanas amorosas que viven y mueren en la selva maya
tatuándoles a los árboles poemas?




METAMORFOSIS ANFIBIA

Llueve y esculpe dos piedras.
Las piedras viven,
saltan,
cantan
y se transforman
en regordetes sapos.




SERGIO WITZ RODRÍGUEZ [15.548] Poeta de México

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Sergio Witz Rodríguez

Sergio Witz es un poeta mexicano nacido en 1962 en el estado de Campeche cuya trayectoria literaria ha sido reconocida por el Fondo Nacional para la Cultura y la Artes (una agencia mexicana que promueve las artes y la cultura becando a talentos promisorios). Sergio Witz es conocido en su tierra natal (profesor de literatura y padre de tres niñas) por ser ganador de varios premios de poesía tales como el Certamen de Poesía Tabasco 1994. Es autor de obras tales como "Hierba ardiente", "Ciudad de paso" y "Mi odio por los barcos".

En 2002 publicó un poema breve bajo el título "La patria Entre mierda" ("La Patria entre la Mierda"), en la que expresó el deseo de utilizar la bandera de México como papel higiénico. Debido a esto, el Procurador General presentó cargos federales en su contra por "insultar a los símbolos nacionales".

Esta denuncia fue presentada en virtud de que el uso indebido de los símbolos nacionales, es considerado un delito grave, estipulado por el Libro Segundo, Título Sexto, "Delitos Contra La Autoridad" Capítulo V, bajo el delito de "Ultraje A Las Insignias Nacionales" en los artículos 191 y 192 del Código Penal Federal, un delito que se puede castigar desde costosas multas hasta varios años de prisión.

Una presentación de amparo que interpuso ante el Tribunal Supremo fue desestimado el 5 de octubre de 2005, que permite el enjuiciamiento de proceder. El 7 de mayo de 2008, un tribunal federal en Campeche lo declaró culpable y, haciendo caso omiso de la petición del fiscal de que una pena de prisión se impondrá, le ordenó pagar una multa de $ 50 (€ 3.10, EE.UU. $ 4,75).

Resulta interesante conocer el voto particular del Ministro José Ramón Cossío Díaz, que reconoció el derecho fundamental del poeta y en general de los individuos a manifestar libremente sus opiniones en materia política. Actualmente vive en Campeche.


OTRO MAR

En esta ciudad
el atardecer se pudre
y las palomas aman torres y portales;
tiene el mismo rostro y las calles de siempre.
Tú lo sabes
porque hace falta otro mar y otra vida:
el prodigio donde no basten palabras.
Tiene algo de ti,
de mí, de la mujer que asumió
en su cuerpo tu validez en el mundo.
En esta ciudad
engaña el eco, la piedra y el salitre:
no dejes que muera el silencio.



"Ultraje", determina la Corte al juzgar el poema La patria entre mierda 

"Ultraje",  el poema La patria entre mierda!


La ministra Sánchez juzgó que Witz Rodríguez se extralimitó en su libertad de expresión. En la imagen, venta de banderas en el Zócalo FOTO María Luisa Severiano 

En una votación dividida (tres votos contra dos), la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó ayer que escribir en contra de la bandera nacional, despreciarla o desestimarla constituye "un verdadero ultraje" a los símbolos patrios, independientemente de los valores literarios o estéticos del texto, pues se rebasan los límites constitucionales de la libertad de expresión. 

El criterio fijado por el máximo tribunal del país al negar un amparo al poeta originario de Campeche Sergio Hernán Witz Rodríguez precisa que con su poema La patria entre mierda, en el que se refiere al lábaro patrio como papel higiénico o trapo en el que se acuestan los perros, el escritor "ofendió la moral pública, afectó derechos de terceros, contravino la paz y seguridad social, y perturbó el orden público". 

La votación estuvo precedida de un debate histórico e intenso entre los cinco ministros que integran la primera sala en torno al concepto "libertad de expresión", así como los alcances y limitaciones constitucionales de la manifestación de las ideas en el país. 

Los magistrados José Ramón Cossío y Jesús Silva Mesa coincidieron en que la libertad de expresión "es uno de los pilares de una nación democrática", por lo que no debería sufrir ninguna censura y menos sanciones penales. 

Sin embargo, los ministros José de Jesús Gudiño Pelayo, Sergio Valls Hernández y Olga Sánchez refutaron el argumento de sus compañeros tras considerar que ninguna garantía constitucional es absoluta, sino que tienen límites, por lo que la libertad de expresión debe constreñirse al respeto del marco legal, pues de lo contrario se corre el riesgo de que se apliquen sanciones penales a quienes se extralimiten en la expresión de sus ideas. 

Witz Rodríguez fue demandado por integrantes de una asociación civil que encabeza Abel Santacruz Menchaca -hijo de un militar-, quienes justificaron su querella en el sentimiento patrio y el respeto que se debe tener por la bandera, el escudo y el Himno nacionales. 

"Los símbolos patrios nos dan identidad como mexicanos; si no respetamos eso dónde vamos a ir a parar", argumentaron los quejosos, quienes agregaron que "la libertad (de expresión) deja de tener validez individual cuando dañan a terceros y, en este caso, atenta contra nuestra identidad como mexicanos". 

La Procuraduría General de la República (PGR) ejercitó acción penal contra el escritor, a quien no se otorgó el amparo, aunque continuará libre, pero sujeto a proceso. 

El delito que se le imputa (ultraje al pabellón nacional) está previsto en el artículo 191 del Código Penal Federal (CPF). 

El cuerpo del delito 

Supuestamente el inculpado incurrió en ese acto ilícito cuando publicó un poema que dice: 


"Yo 
me seco el orín en la bandera 
de mi país, 
ese trapo 
sobre el que se acuestan 
los perros 
y que nada representa, 
salvo tres colores 
y un águila 
que me producen 
un vómito nacionalista 
o tal vez un verso 
lopezvelardiano 
de cuya influencia estoy lejos, 
yo, natural de esta tierra 
me limpio el culo 
con la bandera 
y los invito a hacer lo mismo: 
verán a la patria 
entre la mierda 
de un poeta". 


La falta tiene una pena alternativa, por lo que el juez puede condenar a prisión o aplicar una multa, según su criterio. Como Witz no tiene antecedentes penales, de ser condenado lo más probable es que reciba sólo la sanción monetaria. 

Por primera vez en la historia del máximo tribunal del país los magistrados disertaron sobre los símbolos patrios. La discusión trajo consigo una polémica sobre los valores que supuestamente se transgreden cuando los ciudadanos exponen públicamente sus concepciones de los emblemas nacionales. 

El proyecto de resolución elaborado por el ministro Cossio proponía amparar al poeta y declarar inconstitucional una parte del artículo 191 del CPF, la cual ordena que "al que ultraje el escudo de la República o el pabellón nacional, ya sea de palabra o de obra, se le aplicarán de seis meses a cuatro años de prisión o multa de 50 a 3 mil pesos, o ambas sanciones, a juicio de juez". 

Opiniones encontradas 

El ministro Cossio abrió el debate. Después de dar lectura a los antecedentes del caso, explicó: "lo que hoy nos corresponde decidir no es si el señor Witz escribió un buen o mal poema, o si nosotros diríamos de la bandera nacional lo que él dice. Nos compete determinar lo que una persona tiene derecho a decir en México sin sufrir una persecución penal que lo marca de por vida, y que puede llevarlo incluso a la privación de su libertad. 

"Amparar al quejoso en esta instancia no significa que esta sala esté haciendo una declaración general de inconstitucionalidad del artículo 191, ni que lo esté expulsando definitivamente del orden jurídico. En un caso como el que hoy nos ocupa está en juego la preservación del contenido esencial de la libertad de expresión; el simple hecho de dejar la puerta abierta a un juez para que pueda utilizar ese artículo para calificar penalmente la conducta, en este caso del señor Witz, implica legitimar una afectación, me parece, a las libertades básicas de este último", dijo. 

Silva Meza coincidió y apoyó a Cossio, pero sus compañeros defendieron la posición contraria. Gudiño Pelayo leyó el poema. Después aseguró que varios artículos de la Constitución, entre ellos el tercero, protegen los símbolos patrios. 

Valls fue quien mostró la postura más conservadora. "El derecho penal es un arma para prevenir la comisión de delitos o conductas que dañen a terceros o a la sociedad en general. El artículo 191 (del CPF) no contraviene la libertad de expresión ni la de manifestación de las ideas a que se refieren los artículos sexto y séptimo constitucionales. 

"Como sabemos, el quejoso fue procesado por haber publicado en una revista unas palabras injuriosas que él considera poema, haciendo alusión al pabellón nacional. En ese seudopoema no sólo se injuria a la bandera, sino a la patria misma", puntualizó el ministro. 

El voto decisivo fue de Olga Sánchez, presidenta de la primera sala. "Tuvimos amplias discusiones del proyecto; sin embargo, llegamos a la conclusión de que no lo comparto. En las escuelas se enseña a los niños la clase de civismo, donde se inculca el amor a la patria y a los símbolos patrios, como es la bandera nacional. 

"Pensamos que si permitimos escribir o expresar ideas en contra de la bandera nacional, por muy literarios que sean o que pudieran ser, realmente ofenden la moral. No es un derecho ilimitado, tiene esos límites. La bandera es un símbolo de orgullo para el pueblo de México; cualquier ultraje a la misma afecta la estabilidad y la seguridad de nuestra nación", finalizó la ministra. 

El poeta Sergio Witz se defiende argumentando lo siguiente: "Tal parece que con este mal precedente los ministros intentan justificar un trabajo que la sociedad no reconoce, y no parece importarles tomar el papel de asesinos de la libertad y el pensamiento. En México es más fácil ser narco, gobernador corrupto o pedófilo declarado, y salir libre, que ser escritor y expresarse libremente", increpó.



CARMEN ÁVILA [15.549] Poeta de México

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CARMEN ÁVILA 

Nació en Saltillo, México en 1981. Es licenciada en Comercio Internacional y maestra en Administración Pública y Políticas Públicas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, con estudios en la Universidad de Harvard y la Universidad Carlos IV de Praga. Entre sus publicaciones se encuentran Mercedes del 63 y otros cuentos (ICOCULT, 2006), La máquina de vivir (Tierra Adentro, 2008) y Praga como un cuerpo (Universidad Autónoma de Coahuila, 2009), así como poemas, cuentos y ensayos en distintos medios impresos y electrónicos de México y el extranjero; algunos de sus textos han sido traducidos al inglés, francés, árabe, sueco y polaco. Recibió la beca Jóvenes Creadores del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Coahuila en Poesía 2005-2006, así como la del FONCA en Ensayo en 2006-2007. Fue ganadora del Concurso de Ensayo Mauricio Babilonia, convocado por el ITESM en el 2003 sobre la obra de Gabriel García Márquez. Su libro La máquina de vivir fue finalista en el XIII Certamen de Poesía María del Villar en Navarra España y obtuvo mención honorífica en el Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal 2008 en Querétaro, México. Ha participado en Festivales de Poesía en Francia, Polonia y España. Con su libro Postales del exilio, inspirado en sus viajes y estancias en el extranjero, obtuvo el XVII Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa.



INSTRUCTIVO

Para olvidar a ese hombre
ve en cine la última película de Tom Cruise
tómate tiempo para caminar sin rumbo por la ciudad
sube al segundo piso de tu casa corriendo
y baja los escalones saltándolos de 2 en 2
compra un libro de cocina, haz todos los pasteles que vienen en él
luego cómetelos
limpia un costal de frijoles, dónalo a los pobres
mira en la plaza a las palomas que esperan que las alimentes
pero no las alimentes
tramita una visa en la embajada de los Estados Unidos
planea un viaje por Europa
mira la televisión todo el día
vuélvela a mirar sin encenderla
trabaja en una zapatería dales a los clientes 2 zapatos izquierdos
toma clases de trombón y húngaro al mismo tiempo
únete a Green Peace o lánzate de candidata a diputada
por el partido Social-Demócrata
pide informes para enrolarte en un convento
quédate varias noches sin dormir
pensando, pensando, pensando
emborráchate en las fiestas, busca fiestas, haz fiestas.
córtate el pelo, tíñetelo, hazte la base, córtatelo otra vez
aprende a patinar en hielo sin patines
vuélvete testigo de Jehová o Budista
y si no te satisface vuélvete lesbiana, vuélvete puta.
platica con la señora que barre descalza, bajo la lluvia, el agua que corre por la calle
ve al asilo de ancianos y pregúntale como le hizo para olvidar todo
la viejita con Alzheimer
y sólo de esa manera
y solamente entonces
te darás cuenta:
el olvido no es fácil.



LA SAMARITANA

Hubiera sido sirena
si hubiera aprendido a cantar
Miss Universo
si tuviera las medidas
monja
pero no aguanto ceñirme los pechos
teibolera
pero no bailo bien
mesera
(jamás me cortaría el cabello)
jurista, agrónoma, esquizofrénica, científica
estatua de la libertad
una ama de casa con dos niños
la bruja de Blanca Nieves
o la misma Blanca Nieves
o la manzana con la que la bruja envenenó a Blanca Nieves
hubiera sido reina de Suecia
pero puedo ser (si lo pides) una labradora
que moje con mi lengua
los surcos de tus labios
o la mejor quiropráctica
que acomode de memoria
cada uno de tus huesos
hubiera sido sirena
pero soy una simple mujer
que cuando le dices
tengo sed
te trae un vaso con agua.





(LA BELLA DURMIENTE)

Es incorpóreamente pesada
como los malos sueños o las muñecas de plomo
sus párpados no se pueden abrir
los “Marines” le untaron con rimel
Kola Loka en las pestañas
cuando era prostituta en Victoria Street
después la golpearon
hasta que dijera
“no más por favor me siento piltrafa”
Los camiones de la basura
que pasan en la mañana
recogiendo borrachos neumáticos ponchados
perros muertos condones jeringas
se toparon con ella
la recogieron todavía escurriendo de sangre con una pala
y la arrojaron de paso al hospital
En el hospital los doctores
le tomaron con los labios
la temperatura de su frente de sus muslos de sus axilas pegajosas
pero ningún príncipe la besó
ciega aún camina por los pasillos
tropezando con las enfermeras agrietadas
de dolor y quejas de pacientes amputados
De pronto la Bella durmiente
padece insomnio y por las noches
sale a ahuyentar con sus chillidos
los murciélagos que revolotean en los balcones del hospital
atraídos por el olor a animal muerto
su sonambulismo no deja dormir a los sidosos
los cánceres revientan con sus punzantes aullidos
hasta que algún doctor la atrapa
le inyecta morfina y ella vuelve a dormir




TODO ES LUZ

Me asfixia el aire
pasa zumbando a mi lado
como un moscardón dentro de un tonel vacío
el día calla
es el corazón de un ahorcado
pende de todos los árboles
igual que hebras de saliva en besos suicidas
Guardo una máscara veneciana con sonrisa
entre los pliegues de mis llagas
oculta las soledades de todos mis artificios
voy dejándome llenar
por polvo que recogen mis pies cuarteados
de Cristo caminante
de casa antiquísima de pie
aún ante la ebriedad de terremotos malditos
llevo a cuestas sobre la cruz de mis tendones
todas mis oscuridades y mis fríos
ellas acompañan la nieve de mi pecho
mi deseos resbalan como hilos de sangre
en medio de mis piernas
formando serpientes sedadas
La pureza me calcina los labios
voy gastándome en dolor
como monedas de plata con las que me fui entregada
In the middle of my passion and my crucifixion I pray
Y sin embargo todo está formado de luz
fui creada por su misericordia
que funde mis tuétanos
y me levanta de las caídas
seré sana gracias a ella sana en tres días
Camino al calvario
You have the thorn
But you may have the roses.

Tomados del libro La máquina de vivir 




Revela Carmen Ávila su espíritu viajero en Postales del exilio
Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León.

Alma de poeta y de gitana tiene la escritora coahuilense Carmen Ávila, quien ayer por la tarde presentó  su poemario Postales del exilio, Premio Nacional de Poesía “Enriqueta Ochoa 2010”, en la Escuela Adolfo Prieto del Centro de las Artes.

El libro es una especie de diario de viaje que registra el peregrinar de la poeta por ciudades como París, Alemania, Praga, Ginebra y México.

“Este libro lo empecé desde el 2006 cuando por primera vez pude salir al extranjero a estudiar en Estados Unidos un curso de verano en la universidad de Harvard, antes no había podido salir y eso fue gracias a una beca que me otorgaron el Tecnológico de Monterrey y CEMEX y de allí surgió este libro que termina en el 2009, cuando tuve que regresar a México por una relación fallida con un alemán de quien me enamoré”, manifestó Carmen Ávila.

El libro- dijo-  recoge mis andanzas y los poemas que escribí durante esa época.

Postales del exilio, publicado por la Editorial Jus, fue presentado por los escritores Gerzon Gómez y Sergio Pérez Torres. 

Gerzon Gómez dijo que conoció Carmen Ávila en Varsovia hace ya algunos años.

“Ella venía de rebote de Alemania, comenzamos a conversar y las primeras impresiones las hizo  con múltiples demostraciones de la nostalgia por la patria y la familia”

“Hablaba de una lejanía tan profunda y a la respuesta de que proviene del mismo norte de México, el común y el habitado, no tuve más que sonreír. Cambiamos correos  y facebook. Luego me trasladé a París y seguimos en contacto”, expresó.

Así- dijo- fue que me informó de su regreso a México y cuando tuve la noticia de su triunfo en el certamen de  poesía Enriqueta Ochoa me dio mucha alegría. Luego nos encontramos en Feria del Libro de Monterrey en 2012.

Allí, entre los libros- narró Gerzon – nos pusimos al tanto en cuanto a la vida, los planes frustrados y los caminos en boga. Me contó cómo apenas la libró en Alemania de una relación condenada como a Lutero por la iglesia romana. Mencionó que de ello trataba su nuevo libro de poesía el que había ganado.

“Luego al leer su poemario y asomándome a las páginas más secretas en el transito amoroso de la escritora, la imaginé después trashumante  y tranquila y creo que en ese instante la conocí como realmente es, y eso solamente ocurre cuando algo nos resulta sumamente próximo”, señaló.

En su participación el escritor Sergio Pérez Torres dijo que estas postales son un reflejo del interior de la escritora.

“Este libro es como un viacrucis, podemos irnos deteniendo en los poemas como en cada una de las escenas de la pasión de Cristo. En las cartas a su hermano Teo, Vincent van Gogh, le dice que sufrir sin quejarse es la única lección que hay que aprender en esta vida”

“Y es así como la poeta encara lo que padece, sin quejarse pero no en silencio, encontrando la paz de los que sufrieron antes y volvieron  de la belleza su dolor”, expresó.

Ella- dijo- ha llegado a estos textos demorándose en cielo cenit, el llanto no es debilidad es la fortaleza de la debilidad, la lluvia.

“Nuestra autora, como todos sabemos, padeció del autoexilio y la ilegalidad, los poemas de este libro tienen su gracia y mérito en lo testimonial y una vena lírica pensada como un arco pero para producir música, así como los tocadiscos suenan cuando la aguja rasga el vinil”, expresó.

Postales del exilio,  se presentó por primera vez en Monterrey en un evento organizado por el CONARTE con el apoyo del CONACULTA.

El  Premio Nacional de Poesía “Enriqueta Ochoa 2010”, fue convocado por el Ayuntamiento de Torreón y el Instituto Nacional de Bellas Artes.





París, Francia, enero de 2009
Pont d’Austerlitz

Hoy la ciudad amaneció más ceniza
a pesar de la escarcha
que centellea en el suelo

Hay más vagabundos que de costumbre
y permanece ese olor ácido
que envuelve todo el Metro

En el hospital
la hija de Nicole se está muriendo
después de haberse cortado la carne
del estómago a pedacitos

Si ves al Sena asomarse desde Austerlitz
hasta el muelle de la Rapée
te darás cuenta
que es la baba de un animal rabioso
o el cabello de una niña con síndrome de Down
que extrañada nos mira. 





París, Francia, febrero de 2009
Museé du Louvre
Anillo, Francia, primera mitad del siglo XIII

No es el brillo del oro mellado
o la gema opacada
por la herrumbre de los años
ni que estuvo incrustado
en unos dedos que ahora
son menos que el tamo
pero la inscripción:
Amor vincit

¿Un regalo de bodas?
ni la historia de ese noble y su dama
resistió

De ese amor victorioso
la escritura
sobre metal como único informe
del amor que murió
con la carne de los dedos que se amaron

(Al final como siempre el oro venció). 






París, Francia, diciembre o enero de 2008
Forum des Halles

Mariana me dice que llegará tarde a la cita
“a alguien se le ocurrió suicidarse en
Saint-Lazare”
ahora desviarán todos los trenes
que llegan desde los suburbios hasta la ciudad

¿Qué habrá en la cabeza de las personas
cuando deciden
que son más exactas unas vías
y arruinan el cumpleaños
de alguien que no conocen?
Porque el tren que tarda
generalmente una hora y media
tardará dos horas más

Brenda dice preocupada
que si hay personas que de pronto
se convierten en asesinas
a ella le da miedo algún día
cometer un crimen
¿Cómo poder evitar eso
si hasta el amor es el acto
de la más pura violencia?

Prefiero no preocuparme
no visitar Père Lachaise,
Montmartre o Montparnasse
tampoco que me hablen de hospitales
estoy tan enferma y muero de palabras.






París, Francia, febrero de 2009
Musée d’Orsay
Después de Desayuno sobre la hierba

Manet sólo se imaginaba
que lo peor que podía suceder
sería un rechazo en el Salón:
un escándalo la desnudez femenina
entre hombres vestidos

Lo peor no fue eso
sino que Picasso
haría más de veinte horribles copias
cubistas
estudios esculturas lienzos cerámica
sin estar conforme con ninguna:

Una obra de arte no es lo que uno termina
sino la eterna y absoluta continuación
que otros se empeñan en arruinar.






París, Francia, marzo de 2009
Rue des Écoles
Después de un recital de poesía

Ce que décide le poème
ne t’appartient pas
ce qui t’appartient:
l’incertitude
le désespoir
son excès
pas le renoncement

Carlos Henderson


El poeta
enfrentándose a la palabra

queda al menos un herido

y la infinita sensación de la derrota.





París, Francia, marzo de 2009
Pont Mirabeau


Sous le pont Mirabeau coule la Seine
Et nos amours
Faut-il qu'il m'en souvienne
La joie venait toujours après la peine.

“Le Pont Mirabeau”,
Guillaume Apollinaire


Y vimos la tumba de Apollinaire en Père
[Lachaise
dijiste que no te gustaban sus versos
por provocadores
por eso no dejo que me leas
¿qué pensarías
que cada letra es experiencia?
aún ignoras lo único
o no te interesa
tengo la culpa por no escribir
lo que realmente pienso

Cuando pasamos al lado del Sena en tren
sangraste mis labios con tus dientes
ahora que estás en Dresde
no puedo acordarme de un poema
que escribí en Monterrey sobre tus manos
“mariposas desnudas, cristales de
terciopelo…”

Entonces
mejor imagino cómo quisiera morirme:
igual que la nota final
de un saxofón o un corno
en la exhalación de un atleta sofocado
un buzo con los pulmones vacíos
del último esfuerzo de morder tus dientes
marfilianos.






JESÚS R. CEDILLO [15.550] Poeta de México

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JESÚS R. CEDILLO

Jesús R. Cedillo nació en Saltillo, Coahuila, México en 1965. Escritor y periodista. Ha publicado en los principales diarios y revistas de la república Mexicana. Ha publicado varios libros de poemas entre ellos: Sometimiento al relámpago (CNCA. Con dos ediciones, 1993 y 2001) y Alabanza de los frutos (Verdehalago, 2000).

Ha obtenido siete premios de Periodismo cultural de la UA de C en diversos géneros periodísticos. Su trabajo ensayístico está antologado en volúmenes editados en la capital de la república. Actualmente tiene en preparación el volumen de ensayos: Las formas del fuego y el libro de poemas, El Libro de los Reinos. Se dedica al periodismo y la literatura de tiempo completo. Cursa estudios de teología. 







EL CIERVO

A Eduardo Milán

Ágil el ciervo en la blanca pradera
amorosa luz que imanta el follaje
la dorada tierra no viaja sola,
cada constelación del paisaje es un
salto, cada salto es la arquitectura
del espacio.
Rueca del invisible movimiento
el ciervo convoca el misterioso giro
del cual conocemos la estirpe
del viento.
Señal secreta: amorosa victoria.






SIN TÍTULO II

Sobornar quisiera la búsqueda de la muerte. Recorres escombros y encontrar la placidez de los amantes. Me han contado de los prodigios y del aroma inconfundible del amor.
También a mí llegó la señal del viajero, también a mí llegó aquella carta con un mapa dibujado con caracteres góticos. El sonido y las voces de lugares lejanos fueron la respuesta a mis preguntas. La historia, la misma historia no puede traicionarse; no puede quedar flotando sin una mínima esperanza que levante y mantenga el vuelo.
Aquella tarde en que perdí el lenguaje ingenuo de las estrellas, empezaron los sueños que día a día buscan la muerte en el exilio nocturno.

Tomado de Eco de voces. Generación poética de los sesentas. (2004)








IBN JAFAYA [15.551]

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Ibn Jafaya

Ibn Jafaya o Hafaya (Alcira, provincia de Valencia, 1058-1138) fue un poeta hispanoárabe de esta ciudad de la Taifa de Valencia. Fue uno de los más importantes poetas del periodo almorávide. Cultivó un estilo manierista con el que recreaba ambientes exquisitos, como en las descripciones de jardines que le valieron el apodo de Al-Yannan ("el jardinero"). Además era llamado al-Jazirí, es decir el de Alcira, y ax-Xuqrí, el del Júcar

Nació en época de los reinos de Taifas y vivió la época almorávide. Estuvo al servicio del segundo gobernador almorávide de Zaragoza, Ibn Tifilwit (1115-1117), el cual volvió, como en un canto de cisne, a rodearse de literatos y científicos tras el primer gobierno almorávide zaragozano (1110-1115), que se preocupó más por las armas que por las letras. Ibn Tifilwit consiguió resucitar en los salones de la Aljafería una corte de poetas y filósofos donde destacaron el propio Ibn Jafaya e Ibn Bayyá, esto es, el gran filósofo andalusí Avempace, que fue incluso nombrado gran visir.

Tras la conquista cristiana de Zaragoza por parte de Alfonso I el Batallador en 1118, Ibn Jafaya se retiró a sus fincas levantinas, donde llevó una vida alejada de la política y dedicada a explotar sus huertas y a componer poesía. Su estilo ejerció tal influencia en los poetas andalusíes posteriores que fue el modelo de todos ellos hasta el final del Reino de Granada.

Ibn Jafaya disfrutó de la fama en vida y sus versos fueron reproducidos enseguida por los arabófonos. Fue considerado el poeta andalusí por excelencia, según Al-Maqqari de Tremecén (1591-1631), uno de los más famosos historiadores y recopiladores del mundo árabe, que proclamó en su obra la admiración que sentía por él, comparándolo con otro famoso poeta, el oriental As-Sanawbarí, también cantor y amante de los jardines.

La prosa y poesía de Ibn Jafaya destaca por su naturalidad, sensualidad y sofisticación, resultando de interés la descripción de los paisajes, río, jardines y casas de su ciudad natal de Alcira que consideraba la flor de Al-Ándalus.

Aún hoy, Ibn Jafaya esta presente en las antologías de poetas que escribieron en árabe y los libros escolares contienen extractos de su poesía, lo que lo sitúa entre los más grandes poetas de Al-Ándalus y de todos los tiempos. También le llaman el poeta de la noche, de los jardines valencianos, amante del vino y de sus amantes. Su espíritu libre y temperamento orgulloso le obligaron a solicitar en alguna ocasión la protección de su soberano. A pesar de su fama, eligió vivir en su ciudad natal, sin dejarse seducir por las ventajas que habría podido obtener como poeta de corte.

Obra[editar]
Entre las publicaciones que se han realizado de la obra de Ibn Jafaya, traducida a varios idiomas, destacan en España las traducciones realizadas por Josep Piera y Josep R. Gregori:

Ibn Jafaya; Traducción de Josep Piera y Josep R. Gregori (2002). 16 poemas sobre el diván. Edicions 96. p. 44. ISBN 978-84-95510-24-2.
Ibn Jafaya; Traducción de Josep Piera y Josep R. Gregori (2007). Edicions 62, ed. Jardí Ebri. 


Ibn Jafaya fue uno de los grandes poetas líricos de Al Andalus, también conocido como al-Jazirí (el de Alzira) o al-Xuqrí (el del Júcar)


¡Cuánto me divertí en Alzira
cuando gozaba de una tierna
juventud afortunada!
Intercambiaba saludos de flores y copas
con mis jóvenes contertulios!
bellos jóvenes que lucían por el resplandor de luz
rostros en el negro marco de sus cabellos,
en un lugar donde las nubes bailan siempre
al ritmo de la suave brisa
mientras las olas del río se llenan de júbilo.



Propietario de tierras pudo dedicar su tiempo a su producción poética, con especial dedicación a los llamados poemas florales que le dieron el sobrenombre del amante de los jardines.



El jardín era un rostro de una blancura
resplandeciente,
la umbría, una cabellera negra,
y el agua del arroyo una boca de hermosos dientes.
Fue allí donde la paloma nos regocijó una tarde
al dejarnos oír su dulce arrullo.



Sumamente interesado por los fenómenos meteorológicos, llegó a describir los efectos desastrosos de una gota fría

Amante del lujo y la sofisticación, destacará por sus poemas báquicos en donde se ha querido ver ciertas inclinaciones homosexuales, aunque es conocido también por sus múltiples referencias a la mujer.



Es la vida embriaguez de rojo vino
siempre que te la sirva un mancebo
en cuyos ojos flota la negra pupila de los blanco,
viendo cómo las flores y las copas

se coronan con espuma pura y color rubí
copa en la que la nieve es corola,
corola que florece la copa.

Tu amor es auténtico,
Pero me asombra esa distancia entre los dos decretada.
Es como estar junto a un astro en rotación:
 Cuando desapareces tú, emerjo yo.




Durante el periodo de la conquista de la taifa valenciana por parte del Cid, Jafaya sufre un largo periodo de silencio del saldrá bastantes años después, cuando se convierta en poeta cortesano de los reyes taifas de Zaragoza en donde coincidirá con Avempace. Serán apenas dos años en donde su poesía se inclinará por la loa de los gobernantes, un género típico de los poetas aúlicos de Al Andalus.

Uno de sus poemas más celebrados y que representan perfectamente su hedonismo, su amor a los jardines y su tibia fe (características habituales en este periodo taifa y que serán cortadas de raíz por el rigorismo almohade)




 ¡Oh, habitantes del Al-Andalus,
que felicidad la vuestra al tener aguas, sombras, ríos y árboles!
No existe el jardín del Paraíso sino en vuestras moradas
Si yo tuviera que elegir, con éste me quedaría.
No penséis que mañana entraréis en el Infierno;
¡no se entra en el Infierno después de haber vivido en el Paraíso!




Ibn Jafaÿa, escribió sobre las inundaciones que se sufrían en la zona de Xarq al-Andalus: 


He vuelto a Alzira 

He vuelto a Alzira entre el trueno que retumba en mi oído 
y la lluvia que azota mis hombros, 
como un ave paralizada por las aguas 
cuyos polluelos están en el nido, atormentados, 
viendo cómo se derrumban los muros 
bajo el peso continuo de las nubes. 
El mar de la riada, 
oleadas de barro; 
el cielo, generoso en lágrimas; 
los edificios, resquebrajados, 
humillados como cautivos 
ante el tirano. 
Los edificios se venían abajo 
inclinándose a tierra 
como lo harían las comisiones 
delante de los reyes. 
Se diría que imitaban 
a los fieles en oración 





Jardín y la paloma 

El jardín era un rostro de una blancura 
resplandeciente, 
la umbría, una cabellera negra, 
y el agua del arroyo una boca de hermosos dientes. 
Fue allí donde la paloma nos regocijó una tarde 
al dejarnos oír su dulce arrullo. 





Cuántas noches contigo 

Cuántas noches contigo, deliciosas, 
vino en el mismo cáliz yo bebía, 
y nuestro hablar suave parecía 
el susurro del céfiro en las rosas. 
Perfume dulce el cáliz exhalaba; 
pero más nuestros juegos; más las flores 
que de tu seno y ojos seductores 
y de tus frescos labios yo robaba. 
Sueño, embriaguez, un lánguido quebranto 
rindió tu cuerpo hermoso, 
que entre mis brazos a posarse vino; 
pero la sed, en tanto, 
apagar quiso el corazón ansioso, 
de tu boca en el centro purpurino, 
fue entonces limpia y rutilante espada 
y fue bruñido acero tu figura, 
al desnudar la rica vestidura 
tan primorosamente recamada. 
Y yo estreché con lazo cariñoso 
tu esbelto talle y delicado seno, 
y besé tu sereno 
rostro, que sol hermoso
para mi bien lucía, 
dando ser a mi alma y alegría. 
Toqué con ambas manos 
toda la perfección de tu hermosura, 
anchas caderas y cintura breve, 
y dos alcores cándidos, lozanos, 
que separa de un valle la angostura 
y que están hechos de carmín y nieve 

Cuántas noches contigo, deliciosas, 
vino en el mismo cáliz yo bebía, 
y nuestro hablar suave parecía 
el susurro del céfiro en las rosas. 
Perfume dulce el cáliz exhalaba; 
pero más nuestros juegos; 
más las flores que de tu seno y ojos seductores 
y de tus frescos labios yo robaba. 
Sueño, embriaguez, 
un lánguido quebranto rindió tu cuerpo hermoso, 
que entre mis brazos a posarse vino; 
pero la sed, en tanto, apagar quiso 
el corazón ansioso, 
de tu boca en el centro purpurino, 
fue entonces limpia y rutilante espada 
y fue bruñido acero tu figura, 
al desnudar la rica vestidura 
tan primorosamente recamada. 
Y yo estreché con lazo cariñoso 
tu esbelto talle y delicado seno, 
y besé tu sereno rostro, 
que sol hermoso para mi bien lucía, 
dando ser a mi alma y alegría. 
Toqué con ambas manos 
toda la perfección de tu hermosura, 
anchas caderas y cintura breve, 
y dos alcores cándidos, lozanos, 
que separa de un valle la angostura 
y que están hechos de carmín y nieve.


http://franciscomendez.blogspot.com.es/2013/03/abu-ishaq-ibrahim-ibn-jafaya-poeta.html


HAZIM AL QARTAYANNI [15.552]

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Hazim al-Qartayanni

Abu-l-Hasan Hazim ibn Muhammad ibn Hasan al-Ansari, conocido como Hazim al-Qartayanni (Cartagena, 1211 - Túnez, 23 de noviembre de 1284; árabe: حازم القرطاجني), fue un poeta andalusí.

Nació en la medina de Qartayannat al-Halfa (moderna Cartagena), una ciudad costera de la región oriental de al-Ándalus, en manos de los almohades, en el seno de una familia noble procedente de Zaragoza.1 Su padre era un importante cadí y literato que pudo procurarle estudios coránicos en Cartagena y Murcia. Queriendo completar su formación intelectual, Hazim viajó a Granada y Sevilla, donde comprendió la filosofía griega a través de las obras de al-Farabi, Avicena y Averroes.

Tras la derrota almohade en la batalla de Las Navas de Tolosa, la España musulmana había empezado a descomponerse y sucumbir ante el avance de los reyes cristianos Fernando III de Castilla y Jaime I de Aragón. El líder Ibn Hud intentó reunificar bajo sus dominios al-Ándalus, pero la presión castellana lo obligó a declarar su vasallaje. Es en este tiempo caótico cuando Hazim decide exiliarse en Marruecos, donde consigue cierto reconocimiento como poeta en las veladas literarias, a pesar de lo cual debe emigrar finalmente a Túnez.

En su nuevo hogar consigue entrar en la corte del califa hafsí Muhammad I al-Mustansir, al que ganó su confianza, siendo nombrado secretario de la cancillería. Destacará además por su dominio de la gramática, la poesía, la prosodia y la retórica. Aunque en 1270 la fallida Octava Cruzada de Luis IX de Francia se dirigió contra Túnez, Hazim decidió asentarse definitivamente en la ciudad, en la que ya contaba con discípulos.

Su primera obra escrita fue el Minhag al-Bulaga wa Sirag al-Udaba ("Camino de elocuentes y lámpara de literatos"), que ofrece como método de iluminación a quien desee expresarse con elocuencia y ser literato. Pero sin duda su obra más conocida fue la Qasida al-Maqsura, una obra poética notable entre la literatura árabe del siglo XIII. La casida se divide según la temática: en primer lugar una oda al Califa tunecino, en el segundo un canto a la tristeza del enamorado y por último un canto de añoranza a las ciudades de su juventud, Cartagena y Murcia.

Hazim el Cartagenero falleció el 23 de noviembre de 1284, sin que se sepa donde descansan sus restos. Una colección de sus obras puede encontrarse en los manuscritos árabes 382 y 454 de la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial.

Recuerdos de Cartagena y reconocimientos



Cerámica andalusí encontrada durante excavaciones en Cartagena, ss. XI-XII.


Hazim, obligado por las circunstancias de su época, no pudo jamás volver a su ciudad natal (conquistada por los cristianos en 1245), a la que siempre guardó un sentimiento de cariño y añoranza,2 reflejada en estos versos:

Es un paraíso donde corren ríos
de agua, vino, leche y miel;
donde todos los placeres se dan cita,
el ver y oír cosas agradables,
las comidas, bebidas y perfumes,
las veladas de placer,
el departir en las madrazas,
las tertulias literarias, el amor...
el tiempo es como una fiesta continua;
las noches, como noches de boda;
la vida un ensueño permanente.
Qasida al-Maqsura.
De Cartagena dijo además: "Es un palacio de elevados muros, cuyo techo son las estrellas".

El Ayuntamiento de Cartagena quiso recordar la figura de este poeta en 1986 dedicándole una calle, llamada "Hazim de Cartagena".1




Este fragmento poético pertenece a la Qasida Maqsura, del cartagenero Hazim, precisamente conocido por Al-Qartayanní quien habría de morir en 1285, a  casi veinte años de la definitiva incorporación del neonato Reino de Murcia a la Corona castellana. En este largo, sentido y hermosísimo poema -a juzgar por los elogios de quienes lo han leído y degustado en árabe- Al-Qartayanní evoca en 320 versos, de los 1006 de que consta, lo que fue su vida entre Cartagena y Murcia, sus dos queridas ciudades; la primera, su lugar de nacimiento; la segunda, la de sus primeros estudios y descubrimientos de adolescente: 
Al-Qartayanní descendía de musulmanes aragoneses. Su padre ejerció de Cadí -juez islámico- en Murcia. Nació en 1234. Amplió sus estudios en Sevilla y Granada, y al contemplar la irremediable decadencia política del mundo andalusí, emigró a Marraquech, donde ya habitaba el gran sufí murciano Ibn-al-Arabí. Acaba por recalar en Túnez, de donde ya no habría de moverse. En ese enclave mediterráneo, y para conmemorar la inauguración de un acueducto construido por el Sultán Al-Munstansir     -su protector- escribe la Qasida Maqsura, tesoro toponímico de la región -entre otras cosas- en los amenes islámicos en el sureste hispano; aún por traducir. García Gómez, el gran arabista, tradujo y comentó fragmentariamente la Qasida, que ya en el XIV había sido prolijamente comentada por el ceutí Al-Garnatí, filólogo y gramático. En 1925 fue editada por primera vez en El Cairo, en miniedición prácticamente desaparecida. En nuestros días, Alí Gandhoul y Robert Pocklington han retomado la traducción, trasladando algunos pocos versos más:



I

El tiempo se repartía según las estaciones,
trasladándose de un lugar a otro, 
como las estrellas errantes del cielo.

El invierno se pasaba en Cartagena, resguardada
de los vientos por los altos montes, junto al mar.
El verano en la fértil vega de Murcia, 
a la sombra de los árboles cuajados de frutos, 
entre alcázares y puentes.
La primavera en los campos, prados y colinas 
regados por las primeras lluvias.
El otoño en los baños termales, 
de los que tanto goza el levante español.



II

El mejor lugar para pasar el invierno, en la orilla de un mar, 
entre cañas, cúpulas y casas.
Para pasar el verano, a las orillas de un río, entre palacios, 
puentes y poblados.

                                                                                     
Para pasar la primavera, lugares por donde se desliza el agua 
sobre praderías, llanuras y colinas.
Y para el otoño, lugares de aguas, 
o alhamas, entre árboles castillos y caseríos.

En Murcia se reflejan los árboles en las aguas cristalinas del río.
Y pasábamos el tiempo comprendido entre almuerzo y cena 
descubriendo los deseos de nuestras almas, mientras las aves 
nos maravillaban con sus trinos.
        O dejando rodar palabras bellas, como piedras preciosas,                                                                                    en noches de luna llena.
Embriagándonos con el aroma de los árboles y flores,                                                                       mientras el alba despertaba.



III

Y ahora nuestras miradas contemplan jardines rodeados                                                                                    de acequias y estanques.
Va desapareciendo el sol del atardecer, hasta que no se 
ve más que el borde de su corona.
Pero entonces alumbra nuestros ojos el resplandor de
Qubbas, cuya luz nos indica el camino.





Autor de "Minhag Al Bulaza Wa Sirga Al-Udaba" y sobre todo de "Qasida Maqsura", obra maestra, conservada en la biblioteca de El Escorial, que consta de tres partes, con 320 versos.

Nos lega, asimismo, una narración de una excursión en barco desde Escombreras a Cartagena, donde nos describe los principales lugares y edificios que existían en su época en la ciudad, citando entre ellos a "La casa de los leones", que cabe identificar con el anfiteatro romano, aún entonces en bastante buen estado. 

Hubo de vivir en primera persona la etapa final de la dominación árabe en la ciudad. Tras la caída de Cartagena, ha de marcharse dolorosamente, primero a Marrakesh y luego a Túnez. Desde su exilio tunecino Al-Qartayanni no pudo olvidar la tierra que le vio nacer.



Es un paraíso donde corren ríos 
de agua, vino, leche y miel;
donde todos los placeres se dan cita, 
el ver y oir cosas agradables,
Las comidas, las bebidas y perfumes,
Las veladas de placer,
El departir en las madrazas,
las tertulias literarias, el amor...
el tiempo es una fiesta continua;
Las noches como noches de bodas;
La vida un ensueño perpetuo.




Al Qartayyanni, acomete una oda poética a las ciudades que le vieron crecer: Cartagena y Murcia.


Vagué, oh amigo mío, por el Paraíso de la tierra
Y mi corazón no perdió su amor por ella.
¡Campamento de la felicidad Murcia,
Mansión de mi solaz y morada de mis placeres!
¡Oh Murcia mía! ¡Cuánta delicia y cuanta alegría
había en ti, entre arrayanes y bosquecillos!

Traducción del poema: Enrique Perpiñá.





IBN ABD RABBIHI [15.553]

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Ibn Abd Rabbihi

Abu ˁUmar Ahmad ibn Muhammad ibn ˁAbd Rabbihi o al-Rabbihi (Córdoba, 860-940) fue un poeta hispanoárabe, conocido fundamentalmente por su enciclopedia didáctica y poética ˁIqd al-farīd (El collar único).

Descendiente de un esclavo liberto del emir de Córdoba Hisham I, ejerció como reconocido maestro de retórica. Aunque no se conserva diwan alguno de Al-Rabbihi, en el Ud-Dahr de Yatimat (Damasco, 1887), se pueden leer sus poemas.

Más que por su poesía, es relevante por su antología en verso y prosa ˁIqd al-farīd (El collar único), obra enciclopédica dividida en veinticinco secciones que incluye más de mil trescientos versos propios que establecen una comparación con la poesía oriental cuyo propósito es mostrar que la calidad de la poesía de al-Ándalus era equiparable al del resto de la cultura árabe.

El ˁIqd al-farīd es una antología de adab (manual misceláneo didáctico) que funciona como epítome del Bayān wa at-tabwīn, el tratado de retórica y poética del erudito polígrafo basorí del siglo IX Al-Ğājiż. Esta importante poliantea ha sido editada modernamente varias veces desde fines del siglo XIX en El Cairo.

En su vejez compuso un conjunto de (mumaḥḥiṣāt), un tipo de casida que imitaba las de su juventud pero dando a su asunto un sentido contrario.

En general su poesía es de estilo modernista. Siguiendo los pasos del maestro del modernismo poético árabe Abū Nuwās, cultivó los géneros floral (waṣf) o báquico (jamriyyāt).

Fue, asimismo, autor de lírica genuinamente andalusí, ya que fue uno de los primeros creadores de moaxajas junto con Muqadam de Cabra.

Fue elogiado por el compilador persa de poesía Azzaˁlibī en su Yatimat ad-dahr y por el célebre Al-Mutanabbi, paradigma de la poesía clásica árabe, en los términos: «¡Oh, Ibn ˁAbd Rabbihi! ¡El ˁIrāq habrá de ir, sin duda, arrastrándose hacia ti!».




ELLA SE DESPIDIÓ DE MÍ CON SUSPIROS Y ABRAZOS

Ella se despidió de mí con suspiros y abrazos, 
y luego me preguntó cuándo habríamos de encontrarnos nuevamente. 
Presentose a mí sin velo, al descubierto, y la aurora 
recibió de ella nueva luz (por la hermosura de su cuello) 
rodeada por las aberturas de la túnica y los collares. 
Oh tú, cuyo semblante languidece sin enfermedad: ante los ojos 
está el lugar de combate para los amantes. 
Ciertamente que el día de la separación es un día terrible 
en grado sumo. ¡Ojalá que yo hubiere muerto antes del 
día de la separación! 

El COLLAR ÚNICO de Ibn Abd Rabbihi





Definiendo el amor

Me matas sin piedad y no quieres que muera;
tus ojos se han alzado como testigos de mi razón.
Pedís que la odie cuando en mí no hay más que un ingenuo
cervatillo en cuyos ojos hay magia. ¡Pedidle a él que odie!
Mi alma es lo que ella me ha devuelto al enviarme su saludo;
si ella me exige la muerte yo me mataré.
Al ir hacia ella, vergonzosa vuelve su rostro y de su lado
me aleja; es una despedida tan dulce como la unión.
Cuando me juzga es injusta conmigo; por venir de ella,
prefiero la injusticia a la justicia.
Deseo que por ella me censuren pues amor siento al oír su nombre;
no hay nada más ansiado por mi corazón que esa censura,
y a él le digo cuando el dolor oprime:
Si te faltan las fuerzas, consuélate con la sumisión.

Abu Umar Ahmad ibn Abd Rabbihi, incluido en Poesía de Al-Andalus (Asociación Andaluza de Profesores de Español Elio Antonio de Nebrija, Sevilla, 1999, varios trad.).










ATZAED ARREOLA [15.554] Poeta de México

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ATZAED ARREOLA

Atzaed Giovani Arreola Alcántara.  México D. F. (1983). Licenciado en Creación Literaria por la UACM. Cocompilador y autor del libro Poetas de reserva, antología poética San Lorenzo Tezonco (2013). Publicaciones: Poema, “Algoritmo”, en revista C2 Ciencia y Cultura, Enero-Febrero, número 5 (2015). Reseña, “A la sombra de una narrativa violenta”, en Laberinto, suplemento del periódico Milenio, número 603 (2015). Minificción, “Antes del flamenco”, en revista Manifiesto azul, número 15, España (2014). Minificción, “El chanfle”, en antología Futbol en breve / microrelatos de jogo bonito, Ed. Puerta abierta (2014). Ensayo, “El arte de llorar por un zapato” en la revista AlterTexto (2014). Participante en lecturas en voz alta en: la XXXIV Feria Internacional del Libro del Palacio Minería y en la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México (2010). Actualmente, participante en un proyecto de antología de relato, titulado Travel-sía, próximo a publicarse.


Hogar

Ciudad dulce, diabética
Ciudad condenada a vivir entre escombros
Ciudad que tu apellidas Insomnio
pero que te llamas Resaca a la luz del día
Ciudad me irrita sentirme diminuto entre tus calles
aunque me complace encontrar amor barato en cada esquina
Ciudad entraña  
Ciudad letrina
Cuidad almohada que sueña, que sueño



Vida en pareja

Tenemos todo
menos a nuestros amantes
aún así sonreímos por la mañana
Ella
piensa un sólo hombre
hecho a semejanza de sus expectativas
Yo
sólo en aquellas con frentes dotados de hermosura.

Mientras hago ejercicios de jardinería
sostengo que me gusta perderme en su cabellera

La sé tan bien
que
cuando finge no verme
me obsequia un poco de su ternura

Para ella
soy un perrotorpe en la mesa
pero tiene una afición
            gusta de sostener mi mano
Depravado   me dice
suripanta contesto
(es bien sabido que son muestras de cariño)

A veces notamos que no nos da miedo
estar separados
entonces  desempolvamos interiores




Ronda

Sólo quiero transitarte
que me dejes perder 5 kilos en tu cruce
No intentes decir que estoy lleno de futuro
con la intención de que viva acurrucado en tu pecho
es decir
sí quiero tener tus senos junto a mí
pero con los capullos abiertos

No me tomes de la mano
ni pretendas que viaje contigo hasta que caiga el sol
Sólo quiero que contonees lo que nunca has sido

Dispón de mis pasos en día de asueto
porque no sé andar en bicicleta
y no creo poder avanzar por el sendero de tu corazón




Inmovilidad del parque

El viento susurra inquietudes de medio día
un conjuro de voces sugestivas
describen la sombra de tu mirada
mis miembros decaen ante su profundidad
             Inmóvil
no puedo obsequiarte una palabra

Eres tan eterna que me sudan las manos
mi entraña retumba torpe
un juego de imposibilidades
Escapas a mis aún juveniles garras
             Inmóvil
lamento la distancia de nuestros cuerpos

La hora es la misma en la que no te alcanzo
en que la te pierdo Ansío sonrojar tu hombro
con mis dedos y así me lleves en tu bolso
pero estoy incapacitado siquiera para degollar un flor
             Inmóvil
desnudo tu figura mientras me abandonas

     


La reina

Sé que es usted.
Me hace reír cuando susurra
“no he conocido a un insecto parecido a ti”
Succiona de mí el néctar
                      tratamiento dulce que rejuvenece
Bajo sus órdenes
perdido fuerza en las piernas
pierdo hilo de la vida
pierdo la agudeza de mis aleteos

Soy sólo un bocado
para su apetito mujer abeja
aún así consumiremos mil colchones
y malgastaremos el polen de las rosas
hasta que se colme su sed
o hasta que pierda el aguijón




Días de ocio

Las ganas de levantarte de la cama han desaparecido
La somnolencia está debajo de tu almohada
El cuerpo hecho trizas esparcido en toda la escena del crimen
Las piernas no tienen fuerza para la huida
Sólo se puede alejar del colchón para comer e ir al baño
El tiempo parecer estar sólo en las sucursales bancarias
Los síntomas se agrava
Y la mujer regresa a la habitación sonriendo traviesamente




Acústica

El ritmo agrieta el concreto
y por fin sintonizamos nuestros caminos
La melodía fértil hace que te quite la ropa al abrir la puerta
nada importuna ni el rezo de las vecinas
El alma se diluye mientras se acarician los trastes
te abarco con mis manos aunque desafino cuando recorro tus piernas
La temperatura a condición de Harvest moon
me otorga gracia para descifrar los acordes tatuados en tu brazo
El bajo escala cinco decibeles penetra la piel

el vaivén de nuestros cuerpo aumenta todo es escombros a nuestro alrededor.

La octava esperada suena dentro de ti
sólo queda desear que el sol no haga su aparición en escena

El aire se lleva el eco de los coros
al mirarnos nos descubrimos llenos desnudos y afónicos

http://circulodepoesia.com/2015/04/poesia-de-mexico-atzaed-arreola/



HAMLET AYALA LUGO [15.555]

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Hamlet Ayala Lugo 

(1993) nació en Guadalajara, Jalisco. Estudia Gestión Cultural en la UDG. Ha publicado en la revista mexicana de teatro Paso de Gato y en la Revista de la Universidad de México. Ha cursado diversos seminarios de creación literaria y periodismo cultural en Tijuana, ciudad donde reside.



Hallazgo
(clitograma)

Cúmulo de la entidad nerviosa
azarada por mis dedos
que se alargan por el ansia y la extrañeza
del ligamen entre carne y gesto.
Es ahí, en el escondrijo del detalle,
donde anida el ángulo preciso del manantial andante
encausado hacia mí
para luego, encima mío, evaporarse.


Terrores nocturnos

No mirar
no es cobardía
si la carne expuesta al aire nos da horrores
y una imagen con eco demónico que nos sala
las flores posibles. Pero
qué decirle al tuerto, cómo
recriminarle el punto ciego cuando
siempre está nutriéndose del plato de lo feo,
cómo atajar su negación si su empeño rema lisiado
lejos de su mitad de mundo que ha perdido,
ese mundo peor visto en pleno.
Abiertamente los dolores duelen
y son del mismo rugor al cerrar los ojos,
pero no llueve igual si no te moja,
no enronca igual el agua una garganta
sin ver al indigente escurriendo negrura
como un nuevo despojo visible
sobre su despojo evidente,
esa exaltación de lo que sigue siendo
pues ya ha sido, y ahora tiembla con temblor humano
y gruñe oscuro a la intemperie
a mitad de una vida, al final de otra, sin reniego,
pero siempre que amanece
regurgita y se emprende nuevamente
con un olor a viejo vuelto al ruedo.

Todo eso dentro
así aun lejos de las calles,
y uno puede refrescar, vivificar
sin proponérselo su condición lisiada,
resentir la llaga añeja con un escozor ya encanecido
que luego de estar, y de incluso olvidarse, lastima
por gracia y efecto de la memoria del cuero,
del soplo que silbó en una enramada,
la canción vuelta un hecho vuelta recuerdo vuelta lava mojada,
del humo que despida ese humedecimiento,
de una luz colada desde el patio,
de una esquina gastada en besos,
de un aire cálido imprevisto y su extrañeza,
un temblor marcando las ausencias.

Sin ser un remedio [nunca por nadie sugerido
porque igual no lo hubiésemos tomado], uno
finalmente se recuesta en su lecho
después de haber andado el esqueleto,
los índices guardados al calor paupérrimo de los sobacos,
y se desprende engañosamente de su suelo indejable
guardando una brizna de sentido
para el descenso momentáneo del cuerpo.
Finalmente nada puede ser eterno.

/Algo enturbia ese desprendimiento
antes del ensayo de la muerte;
hay un tiento al nervio, un abordaje inesperado,
una herida con nombre propio, un estertor, todo:
saltas.

En mitad de la noche, fuera de ti, todo silente.
En ti, su fantasma.
La cama hierve…



Alquimia

Transformar un silencio
en sumergido sollozo,
ceder al punto débil de la sal que es la noche
cuando me acuerdo: ¿cómo era ver tus pies descalzos
recargados en mi sillón, tú boca abajo,
celebrando la tranquilidad de mediatarde?
Ese halo de luz que se colaba a las 4:00
era el soplo final
en la receta de tu Alquimia.



He querido prolongar la escena

Esa vez que me escapé
a respirar en el jadeo eterno de la costa
hallé una cortina blanquizca
velando el espectro de ese asma.

El pecho se me llenó de brisa
en la primera inhalación
y fue como haber renacido los ojos
la luz como nunca atravesando el iris
iridiscente.

Pude navegar sólo paseando
develar el camino a zancadas
ver un sol colarse
como arponeando el aire.

Los ecos del romper invisible
de las olas fantasmas
encontraron respuesta en mi otro pulso.

He querido prolongar la escena. Desde entonces
me escapo todo el tiempo.



Quema de hojarasca

Varios cambios de piel
ha sufrido mi vida.
Cada mudanza
una cicatriz de amor,
un dolor de ausencia
que perdura…

Roberto Castillo Udiarte

La vi al fondo del bar. Una mesa despistaba la verdad del encuentro.
No había rastro de danza visible, no jugaban a mirar
o no mirar.

Ella ondulaba el aire con ademán de manos
[esos tesoros insalvables que nadie va a entender
en su justa dimensión]. Irse hasta el fondo

y el diálogo en voz baja

remarcaban el ámbito secreto de las cosas;
daban un marco más amplio a su foco, rodeándola de alcohol

y galantería barata.

Lo cierto es que la vi
y apenas la enfoqué quemé la imagen.
Todo reverberaba en torno a Ella
y todo se enturbiaba también
como visto a través del aire que hay encima de un fuego.

Entonces, perdiéndome otra vez entre la gente,
ardieron mis últimas escamas.




Rompeolas

Era el amor la casa
y un telar de borrascas
fulgor incandescente contra el cielo.

Una alfombra de ariscado tiento
se apegaba brillante a la tersura y temblor de la epidermis;
esa cama inmensa de cristales
diminutos y ciegos
que soportaba las danzas
y el revés repetido del mar.

Cantos en lenguas imprecisas y lúbricas
andaban contra el viento
al tacto arenado de los cuerpos en sed
imitando aquel abatimiento con descaro carnal: esa visitación
el agua del origen contra un suelo siempre nunca el mismo
donde nada persiste nada.

La muestra está en la sed
que acabó por tragar a sus sedientos,
los rastros del arrojo
deslavados en un solo vaivén
por la mínima espuma.
Las aguas que azotaron la casa

— piedras rompeolas
……….que declaramos nuestras —
ya no volvieron nunca.




Andar de ciegos

Nada de esto es raro
al final
nada de esto nos extraña
su agudeza insondable
membrana sorda de saber

imágenes convulsas
que se pierden
y al tiempo se repiten
en un borrón perpetuo
que nos viene distante a la pupila
roba la claridad
nada nos promete

Pero cómo nos mueve
la opaca incertidumbre
una neblina pesada
que hunde nuestro andar
en algo poco claro
un día vaporoso
de noche
y sin querer.



Condición humana

Aprender a callar de uno
las lenguas irredentas
que acumulan quehaceres y certezas
que evocan sonoros
taladros de habla
y gentilidad de mercaderes.

Que nada nos delate:
quien es humano siente;
quien siente
          vive en riesgo
y muere
por propia luz.




Cavilación de año viejo

Hubo veces entonces en que las jacarandas se poblaron bellas de un violeta manso. Fue la primavera en todo, pero primero fue en ellas,
y la acentuación nos dio pauta para asumir el humor de haberse anclado el invierno detrás justo de todas las tardes anteriores a esa.


Luego fueron las buganvilias (antes, o quizá después de otras tantas,
pero fueron ellas finalmente en mí por encendidas).



Mas no fue la luz, ni el sol, ni el viento cálido augurado lo que nos abordó.
No eso sino un aire sórdido montado en niebla, rumor de ayer,
lo que nos vino desde el mar a las aceras, y hubo nubes bajas, y hubo melancolía,
y la ciudad entera encontró en sus calles algo similar a lo que puede sentirse
cuando se sienta a pensar a la orilla de un muelle.



J. ESTIVEN MEDINA ORTIZ [15.556] Poeta de Perú

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J. Estiven Medina Ortiz 

(Chincheros, Apurimac, Perú. 1995) 

Pintor expresionista abstracto. Tiene un poemario inédito titulado “Hablemos de mí, mientras las hormigas devoran el sol” y escribe una novela que ha llamado provisionalmente “Podrido”.

Estiven Medina es un apurimeño que en sus otras vidas sólo ha sido una piedra, una guitarra de peluche, un blog sin hostig, un títere que ha viajado por el mundo, una paloma que juega playstation y un dios al que nadie ha venerado. Aunque aún no ha publicado un libro, estamos seguros de que pronto abrirá una pequeña brecha de luz en esta selva de escritores que crecen como el plancton y la ortiga.



Escribo, dejo en blanco, aparezco y desparezco, de golpe de pronto súbito e inesperado. Logro y fracaso, en ambos casos, unidos por una cuerda que es la desnudez que es la honestidad que es la más vil mentira colgada de una viga. Escribo des/escribo, voy y vuelvo y me pierdo. Espero y avanzo impaciente, temo firme, camino, paso a paso a ningún lado, a todos lados, nave oxidada y chirriante, ebrio conmovido manotea el aire, abraza allí escupe allá. Cálmese, déjese de tanta tontería, no sea absurdo. Relájese. Lluvia de dientes relámpagos de cabellos ríos con tu nombre ahogado. Escribo, tecleo y oyes el tac tac tac tac del cuerpo que construyo, un manotazo de tiempo estremece  tu tranquilidad y soy yo soy yo soy tu voz tu boca mordiendo el aire, tus dientes lloviendo dentro de la hoja, mi espalda calentándose con el sol de tu mirada. Ametrallo el cielo con las palabras que salen de mi ojo izquierdo, luego me largo a hacer pis y vuelvo y escribo y miento pero soy honesto en el fondo. Ojalá valga la pena fracasar. Estamos abajo como si nos hubieran secuestrado y abandonado en un sótano, digo sótano de luz pero nada se enciende. A veces las palabras son bombillas quemadas. Todos los escritores del mundo han venido a cumplir el rol elucubrado por un escritor supremo que esconde algo en su sótano nebuloso, todos los escritores del mundo aportan algo con sus indagaciones sobre cómo ser un buen esquizofrénico y beber un café sin llorar ni sentir nostalgia por algo que no pasó. En algún punto de la existencia la realidad se hace esa parte del cuerpo que más se adormece. Introduzco mi cabeza en una bolsa de plástico y me dispongo a pronunciar el discurso que preparé con motivo de  la premiación con la que me honran. Inesperadamente mi cuerpo se reduce a una cabeza gigantesca que habita una habitación entera, una habitación grande pero muy chica para que la cabeza logre moverse lo suficiente. Saltan dos ojos sobradamente tímidos para volverse a su lugar. Cómo se llegó aquí y qué hay más allá.
Se asfixia, se adormece, se une al plástico, se despide, teclea, escribe chau, pero no se quiebra y comprende que no es frágil, que la sensibilidad es un convenio con el tedio.  Me asfixio, me adormezco, me uno al plástico, me despido, tecleo, escribo chau, pero no me quiebro y comprendo que no soy frágil, que la sensibilidad es un convenio con el tedio y que soy sensible en el silencio quemado.

De “Podrido”.



Madre sorpréndeme cantando, cantando como un loco gozando de su cordura. No estudio cuando escapo de los deberes diciendo que lo haré, oh madre, sorpréndeme también por eso.  Canto porque mi voz ha sido arrebatada por el tiempo, tajoneada por eso que llaman madurar, como ir a un lugar mejor que quizá no es mejor. Madre, mírame el sudor que cae cuando caigo y me lastimo de ti, del viejo, del desorden de mi cuarto que es, créeme, lo que mejor me explica en la  calma. ¿Si muriera un tipo que ha corrido cansado? ¿Muere o descansa?
Madre, he sentido los dientes de mi voz clavándome en la cabeza como cuando un cachorrito es llevado por su madre a un lugar lejos de la lluvia. Pero mi voz también es la lluvia, de colores, de distintos tonos rojos, ay la sangre, un accidente del sueño, de la mañana, del sol, un accidente aéreo mi voz, atrápame cantando me emborrachaba entre sus brazos, ella nunca bebía  ni la vi llorando.
Madre quiero ser cantante precisamente porque no puedo cantar, porque mi voz es atroz pero quizá haya algo hermoso bajo esa tragedia, un gusanito de ojos conmovidos que aletea sus alas vacías e irreales. Por favor sólo quiero matarla, a punta de navajas, besándola una vez más.

¿Sabes lo que soñé el viernes pasado? Que me masturbada frenéticamente y que luego, ah no, espera, eso pasó antes de estar dormido. Bueno, estaba parado en algo parecido a un escenario, todo iluminado de bombillas púrpuras. En el fondo un tipo que era el baterista dio una señal que no comprendí y de golpe de alguna sombra agonizante un guitarrista agitó su guitarra a manotazos, parecía una tontería pero oía a épico, luego el bajista tocó y yo al medio detrás de un micro que tenía pinta de antiguo y abrí la boca un poco y explotó el estadio, porque estaba en un estadio o algo parecido, algo más grande quizá y la gente enloquecía y era la peste del amor y la pasión y la fe. Y canté, para sorpresa mía, con mi voz real y nadie se espantaba, ¿me oyes? Nadie. Yo creo que fue  una revelación.

De “Podrido”.




UN POEMA DE AMOR QUE EN REALIDAD ES UN FRAGMENTO DE LA  NOVELA “PODRIDO” DEL NOVELISTA J. ESTIVEN MEDINA ORTIZ.

Hola me llamo Esteban, tengo 23 años y soy escritor. Empecé a escribir profesionalmente a los 8, estaba muy enamorado de Sandra, mi compañera de clase e hija de mi dentista, y yo era tímido. A esa edad uno se hace escritor porque la boca le tiembla, porque el amor hace añicos los nervios y las palabras son remedos vergonzantes del corazón que convirtiéndose en  una mosca se da contra el vidrio de la ventana en su intento por ser libre.
Me hice escritor porque no encontré otro modo de acercarme a ella o porque todavía no sabía lo que era la masturbación, da lo mismo.
A Sandra le robé un beso en los labios luego de mostrarle mi cuadernito azul manchado de poemas y cuentos en donde ella y yo éramos muy felices para siempre, le convenció la contundencia de mi prosa y la honestidad de mi lírica, me lo dijo con esas precisas palabras, es más, escribió un ensayo sobre mi obra en la superficie de mis labios.
Tiempo después me enteré de que Sandrita había muerto y sentí que parte de esa muerte había sido mi culpa, que la había aplastado con tanta felicidad dulzona, le había envenenado la sangre con tanto amor, ella ya estaba lejos de mí para cuando había enfermado, pero nuestro amor era una promesa vigilada por las nubes, luego ella murió sin avisarme, sin prepararme al desconsuelo de la viudez, lloré tanto que mi cuadernito azul se ahogó.
 Así como su madre me reparó los dientes, Sandrita me había reparado los labios que son, ya se sabe, una prolongación del  corazón.
De “Podrido”.




TÚ SÓLO ME QUIERES PORQUE APARECÍ DE PRONTO Y NO PUDISTE HACER NADA

¿En verdad crees que la ciudad es el suburbio del cielo? (me pregunto)
Soy un poeta que tiene inédito un traje azul hecho de un trozo de cielo que logré arrebatar de sus custodios en un viaje que realicé cuando estaba ebrio.
-media hora después-
Sólo es una desesperada mentira/ he podrido mi cabeza y la he lanzado contra todo/ pero no es agresión/ es búsqueda/ eclosión  de un nuevo día a partir de un día que voy muriendo/ respirar en tu pecho mientras el mundo explota eternamente/
No me quedan palabras pero sí abismos entre ellas y el papel/ No me quedan sonrisas pero siempre estoy tropezando con tus pies en este limpio baile de encontrarnos y conversar nada por el ruido por los autos que atropellan nuestros sueños por las mariposas que revientan nuestros ojos por esa curiosidad que no  perfora nuestro refugio de timidez/ y no quiero abandonar este fragmento del poema porque después no sé lo que vendrá/ tal vez lluevan ojos desde una boca hambrienta/ tal vez los ojos pueblen mi desnudez sólo para comprobar que no estoy desnudo/ y ese sea el paisaje que tenga que devastar y ofrendarme entre dudas y mis muertos de papel/ tal vez me quede suspendido en la catatonia repitiendo tal vez tal vez tal vez es otra forma de buscar de hallar un cadáver y diseccionarlo porque en realidad es un museo de manos atadas entre sí que guardan todo lo bello que alguna vez pude haber soñado.
¿En verdad crees que soy lo que más has querido?
He tropezado con tus pies después de hurgarte hasta el mínimo gesto/ he forzado el rumbo de tus manos en mi cuerpo/ he sido unos labios desangrándose entre tu piel y mi costra y aún así tu mirada es limpia/ y se agolpa con la turbidez de la mía/ somos una constelación que se engaña/ que se miente porque no hay más donde buscar que en la ficción de nuestro encuentro/ porque me quieres y me arriesgo a decir (con humor) que soy querido con la solidez de tu palpitante fósil corazón que trascendió el mar del hartazgo/ que me quieres aferrada al último significado de vivir: Estar a punto de morir/ y agrego: a mi lado.
Porque me has querido cuando yo nacía de entre mi cansancio y mi horizonte perdido/ porque me has querido desde aquella vez en donde yo solté un poema desde mi vida hasta la mía.

De “Hablemos de mí, mientras las hormigas devoran el sol”.



Algunos de estos textos pertenecen a su libro inédito “Hablemos de mí, mientras las hormigas devoran el sol“.



ES DE MALA SUERTE ESCUPIRME EN LA CARA MIENTRAS YO TE CANTO ESTA CANCIÓN

De mi guitarra eres la cuerda desafinada
Eres la lucecita roja del televisor apagado mientras intento dormir
Serás la danza moderna que dejaré de bailar cuando mis huesos sean tu vejez y mi piel esa noche en la que surca una estrella incapaz de asomarse a la realización de un deseo
Eres la lucecita roja del corazón brillando a través de la piel de un domingo/
De mi guitarra eres el pulmón oscuro que absorbe las flores nacidas de mis labios
El grito adolescente que raja el vidrio de la ventana de tu casa es también ese día que estrujamos y lanzamos al abismo de nuestro canto/
¿Cuántas habitaciones me esperarán con tu vientre abierto?/
Danza y agítate como una mariposa a quién el maquillaje se le corre como un río triste azotando las promesas/ agrietando el viento/ perdiendo el detalle de su orilla/
Es de mala suerte recordarte escupiéndome el rostro porque en seguida me aborda el llanto/
Es de mala suerte cantar pensando en ti porque de golpe la posibilidad de verte cruzando el parque crece/
Danza y agítate desesperada tras mis huesos mientras mi cuerpo gime en otro lado
Gris el cielo en la palma de tu mano/ gris corriendo bajo el cristal de tus ojos/ gris tu cuerpo que revienta en mis poros/
Desde tu pequeña memoria llueven fotogramas/ mientras desayuno feliz tarareando lo que tú y yo bien sabemos no es una buena melodía
Me has dado el súper poder de llorarte y sacar en limpio algunos poemas y te he dado el espacio en algunos de sus rincones para latir con un corazón desesperado.



Dos Poemas del Señor Cadáver

I

Decir yo lloro es quebrarse frente a una comunidad expectante. Decir yo me quiebro es confirmar la fragilidad de la que se está hecho. Decir soy frágil es estar consciente de que la muerte es una posibilidad latente, aunque la muerte siempre es eso. Decir soy consciente de mi fragilidad es admitir valientemente que se es cobarde. Decir soy cobarde despierta la sospecha de que se está enfermo. Decir estoy enfermo, no es más que confirmase vivo. Decir estoy vivo es casi lo mismo que decir estoy muerto, Sólo que en el primer caso el tiempo es como un gusano hambriento que ronda el cuerpo y en el segundo el gusano mira enternecido y saciado.


II

Una herida, una sonrisa de chorreados bordes rojos, una sonrisa de ironía, de problema, de verse atrapado indefenso en la sombra del llanto. Una herida color llanto, qué trazo ordinario se hiende en mi cuerpo, como venido de un largo viaje.
Una herida, qué mal te hace. Y perdona por mirarla con desconfianza y pena, me duele tanto como a ti, ya no quiero apretar los párpados conteniendo el derramamiento, ni ascender como burbuja y expandirme en el preciso momento en que comprendo que desaparezco. Soñar es una manía sobrevalorada.
Prefiero la inmovilidad, la inmunidad del que se trepa en lo alto del vacío cuando la inundación es inminente, también prefiero la inmunidad al tiempo, detesto la reiterativa confirmación de estar vivo.
Tiempo dócil, desmedido y violento, tiempo de bolsillo, de caramelo partido en pedazos para endulzar la boca y disimular el tufo de la desesperación.
Prefiero la inmaterialidad, la mala memoria, el oportunísimo desvío de la realidad, el estar echado pensando en el dolor de cabeza. Prefiero la mosca atrapada en mi mirada, atadas sus alas a mi mediocre vuelo a ras del suelo.
Prefiero sacudir mi perforado cerebro, atiborrado de esos gusanos que sobreviven con aire maligno, que no se esconden por tenerme pena. Preferiría ser un insecto imperceptible a tener que odiar a dios. Inventar un dios para odiarlo.
Creo que partirán sin mí.
Porque no están para recoger cadáveres (o heridas colmadas o heridas colmenas). Sólo heridas, sólo espasmo.
Y avanzar.




BIOGRAFÍA DEL SEÑOR PIEDRA

Quiero cantar y ser tan dulce como un árbol,
Destruirlo todo y recibir el aplauso complacido de los que me rodean
De los que me atan a sus labios y a sus despeinados estilos.
Quiero ser un trozo de hueso de aquél
Que me lee mientras prepara su revolver en busca de mi yo parecido al suyo/ sólo con un poco de lágrima surcando la piel/ sólo con un poco de (des)control o eso que a veces es llamado (in)decencia.
He preparado el concierto de mi vida con los maullidos de un gato / de un señor gato muy respetable.
Tu guitarra es un río de viento que se atasca en mi tórax
Tus manos han bailado el suicidio de las hojas (ser tan dulce como un árbol)
Han redactado mi biografía a falta de otra vida/ han re-inventado una vida porque es lo que se hace con una muerte que besa el atardecer y rinde tributo al tiempo sin conocerlo.
He preparado el concierto de mi vida y me he muerto en los ensayos (me he muerto de a poco, de a poquito)
He asistido a la prueba de sonido a representar la performance del reloj ahogado en su certeza/ del atardecer que es ya tarde para ser/ del sol que se hace piedra y cae// del canto herido del navío bosque polvo/ he venido a no morir mientras canto
la muerte no existe oh sí/ no existe/ oh la muerte es estar un poco loco nada más y la locura es una galaxia alojada en alguna parte del cerebro/ oh la muerte sólo es un espejo con la que nos ayudamos a cartografiar la piel mental/ oh la muerte es amarte baby es amarte mientras el guitarrista me atraviesa la guitarra/ porque todo lo que has dicho sobre la muerte nadie te lo cree sólo yo/ y yo he apagado el incendio de mi cuerpo apagando mi cuerpo.
Oh dulce
Oh árbol
Oh ser
Pínchame la piel con tu deseo/ escríbeme “todo está bien” aunque todo esté terriblemente mal/y dime no te he mentido/ eres dueño del hielo en el refrigerador con la que apaciguas tus miedos de piel púrpura/
Necesito que todo lo que me hayas dicho sobre la muerte
Sea verdad
De otro modo me niego a morir.
Oh baby
Te amo de verdad/ temo de verdad la muerte/
Déjame ser una herida tuya/
Un gusano que perfora tu soledad/
Tu pequeño infierno en una caja de zapatos/
Tu tímido ser que finge ser un sol narcisista asesinando el paisaje/ un sol que es una burbuja que ha ascendido con suerte por tu cuidados/
He preparado el concierto de mi vida con los maullidos de un gato/Pero ese gato se ha hecho árbol



Una vez quise escribir algo sobre un perro que vi morir atropellado

Pero no me salió nada/ me pesó un poco no poder hacerlo/ o no haberlo intentado siquiera/ fue como una promesa que había roto/ Boby, vengaré tu muerte/ claro, era muy posible que no se llamara Boby y aún menos probable que yo fuera capaz de vengar una muerte/ así que traté de resolver el asunto escribiendo, como hacen los cobardes o los valientes (según sea el caso).
El relato situaba a Boby en su funeral.
El cadáver de Boby crecía descomunalmente y ni los vigilantes del cementerio ni los dolientes habrían previsto tal acontecimiento/ Total, Boby siguió creciendo/ como si fuera a reventar y los (as) viejos (as) de mierda olvidaron el luto y el sentido de decencia que toda muerte induce y echaron unos gritos espantosos.
Dejé a Boby creciendo más y más hasta un imposible infinito y me limpiaba el sudor de la frente realmente emocionado.
Al diablo la otra realidad en donde no puedo cambiar nada con la velocidad de mis dedos (de mis sueños)/ al diablo ese mundo que hace que me sonroje hasta los huesos cuando profiero una grosería.
He llegado aquí por pura asociación libre.
Cómo me gustaría llegar a algún lado así. Tomar un auto sin preocuparme adónde va. Sólo que no vaya a atropellar a un perro que a lo mejor se llama Boby. Hay que ver.
Lo esencial es ser incomprendido o lo esencial es ser comprendido desde la locura o lo esencial es estar loco o la locura es esencial, sólo Boby lo supo. Que en paz descanse.



He escrito un poema muy triste

Porque estaba solo & prendí la Tv sólo por apagar el silencio
Opté por susurrar canciones mientras pasaban tontos comerciales.
No pude dejar de sentir un poco de culpa
Al pensar que el grito y el desenfado sólo eran expresados en ese gemido encorvado/ lo demás era apatía y espera.
Y volvían a poner el programa que poco me interesaba
Y me enfundaba entre las frazadas en la cama
Pensaba en estrellas que podrían caer súbitamente aquí
Y ensuciarme el desorden/ Me levanté/ cogí un libro al azar y no lo leí/
Sólo lo tuve como una piedra lista a ser lanzada/ a violentar el aire o el vuelo de las moscas/y resumir la frustración que vagaba como viento cansado.
Y escribí el poema triste/muy triste.
Busqué el celular y pensé en llamar a alguien
Pero no tenía palabras para nadie/ o a lo mejor las tenía pero todas sumidas en un mutismo que hacía de sus formas torpes ilusiones/huesitos rotos, pensé.
Deslicé el dedo por los botones/ fui leyendo uno a uno los nombres y emparentándolos con difusos recuerdos colgados en la memoria
Así, poco a poco, fui entendiendo que ninguna llamada sería posible/
Que era la última tarde de este rincón somnoliento/
El poema terminó estrujado debajo de mi cama
Seguro ha de ser muy muy triste porque no me atrevo a leerlo,
Porque si lo leyera, lloraría
Y no de tristeza.




MUERTE DE J (ESTOY MUERTO/ ESTOY MUERTO)

Oh dulce amarillo cielo tierra hueso derrotero
Tibio aliento frágil que te abriga
Oh alivio/ oh miradas
Despedida abrazo fuego lento llanto enciende/
No me esperes no me esperes
He andado el camino de tu lengua
Tu garganta es mi hogar/
Sube la voz la montaña del sonido
Y le pinta burbujas al vacío
He querido retenerte
Con qué cuerpo/ con qué cuerpo
Si he venido solo sólo ebrio y aterido si he descendido ha sido por conocer la niebla de tu aliento
El mundo me ha abrazado y yo he abrazado al mundo y el final nos abrazó a ambos
Mi corazón mi cerebro mi ojo y mi otro ojo
Mis alas mi pulsión contrita tendida al cielo
La fragancia del universo en un bolsillo corriendo tras de sí
Llorando el viaje del adiós
Sangrando el volcán de tus ojos
He querido quedarme en este lado
Pero he muerto
                    Estoy muerto
                                         Estoy muerto
                                                                 Estoy muerto
                                Estoy muerto
Estoy muerto
                                Estoy muerto
                                                                  Estoy muerto
                                Estoy muerto
Estoy muerto
                                Estoy muerto/
Oh árboles en tu espalda que se mecen con el viento escupido por el señor relojero atrapa tiempos
Hormiga muerte negra regañando su blanco vivo corazón humeante
El calor te piensa
Se enamora lentamente de tus huesos poemas
No corras como el que tiene miedo
Canta como el que teme
La danza rota del misterio
La oscuridad guardada en el cabello de las nubes/
Mira el horizonte podrido en las tetillas de la soledad
Tu hogar es este minuto que se nubla
Con su sombrerito y sus mocos saliéndole de la nariz
Con su frío de hielo hueco
Con su antigua guitarra de flama
Estoy muerto
                     Estoy muerto
                                          Estoy muerto
                                                                Estoy muerto
                              Estoy muerto
Estoy muerto
                             Estoy muerto
                                                                 Estoy muerto
Y las hilachas de mi polvo han cruzado el azul de nuestros recuerdos montando la bicicleta del libro roto que escribimos mientras todo era el principio de nuestros movimientos.
Las hormigas han devorado el sol
O el sol ha caído en los estómagos de las hormigas/
He tocado la guitarra porque no he sabido escribirte la carta explicándote mi vida como un trazo de la vida.
Estoy muerto
                     Estoy muerto
                                          Estoy muerto
                                                               Estoy muerto
                             Estoy muerto
Estoy muerto
                             Estoy muerto





Buenas Noches o el Principio de mi Cuerpo

Buenas noches. Estuve escuchando canciones de amor y vengo a su puerta a encontrarme con usted y ver si puede recibir esto que se me sale del cuerpo, no he podido contenerlo, mire como se desparrama.
El principio del amor es también el de la soledad la incertidumbre y los cosquilleos en todo el cuerpo. El principio del amor es también el de la noche y del final.
Buenas noches, he tocado su timbre incansablemente durante 2 días, pensé que estaba muerta, muerta de amor, pensé que se agitaba en la noche y en sus sábanas y de vez en cuando se acercaba al espejo a reconocerse la última chica de una especie muy extraña que no atiende a los timbrazos desesperados porque la reconcilian con los sonidos que vienen de calles sucias y viejas y vivas y corazones.
¿Alguna vez pensó en mí?, digo, ¿alguna vez me mordió en la soledad de su habitación?, ¿llenó una libreta intentando adivinarme el nombre?, mi nombre no importa en este sudor, mi nombre sólo me aproxima a usted en la medida en que lo permita, mi nombre es un acantilado de rabia y timbrazos, mi nombre es un pretexto para estar aquí en su puerta con un par de gotas surcándome la frente como un reloj o un mes de indigencia aplastándome.
¿Alguna vez me mordió en la soledad de su habitación?, me buscó como a las cosas que se pierden en los rincones impensados, en el lugar donde el sol cae con tanta furia como un río de fuego o insistencias o como un atardecer oxidado o un animalito a quién nadie quiere por no tener amor que dar. ¿Alguna vez me mordió en la soledad  de su rencor? No me conoce porque estoy al otro lado de su puerta, pulsando el timbre que hiede como un órgano que no ha terminado de formase, un bicho a medio camino, sin dientes para defenderse, sin lágrimas para sufrir.
No me conoce porque se entretiene con la duda entre sus piernas, piernas que he deseado hasta enloquecer, no me conoce porque mi voz ha sido camuflada por insectos que no son más que luz dormida en mis manos. Si me conociera. Si me conociera. Buenas noches, vengo a decirle que si me conociera la decepción caería como un manto atrapándonos indefensos y haría gala de sus más variadas palabrotas aprendidas en casas de nostalgia y juguetes prohibidos, que si me conociera sus dientes vendrían a mi pecho a llevarse todo, que nuestras manos se atraparían como mariposas con leve esquizofrenia tejiendo el cielo, seríamos la misma versión de una mentira, el distinto rumbo de una misma intención.
Si se decepciona de mí, encienda las luces de su auto, partiremos a mi olvido.
Tráteme  como a un chiquillo, por  allí empieza mi fijación. Es mi dolor la que hiede, es su puerta mi hueso supremo, este edificio ha sido construido implícitamente pensado para ambos, para protegernos de nosotros mismos hasta llegar al momento del destruirnos, este edificio, si quiere, se hará puente entre usted y yo.
Estuve escuchando canciones de amor. Y bueno, pensé en usted, porque me sentí sólo y luego pensé pero hay una chica que vive al lado y también pensé en su sonrisa y se me clavó en el cerebro, hubiera visto la marca que me dejó, parecía un mapa jaja.
Hay mapas que llevan a algún lado (a estar solo a estar sin mí a estar sólo conmigo a estar sólo sin mí)  y hay mapas que me llevan a usted. Hoy corrí desnudo en mi pensamiento crucé una suerte de ríos o charcos en realidad no entiendo los paisajes ajenos y llegué a su casa tuve que preguntar mucho suplicar pero la gente pensó que enloquecía a algunos les pareció una cosa linda ir a buscar al amor de su vida en la nave de la desesperación que es la desnudez algunos intentaron abrigarme con edredones que eran su propia piel con la que alguna vez también buscaron sin éxito yo escapé de ellos y estando lejos les dije eso no importa mientras estemos vivos eso no importa mientras estemos dispuestos a morir defendiendo nuestra vida eso no importa putos tristes eso no importa mientras el mapa te surque el corazón como un arañazo de premonitoria despedida que alguien te dejó mientras llovía oscuridad frotando una promesa en los labios y en el cerebro.
Buenas  noches, escondo el sol en mis bolsillos, lo he separado como una naranja por la mitad, y su jugo ardiente me ha perforado la piel, pero soy optimista y me entretengo adivinando las formas que me ha dejado, es un rojo muy amarillo un rojo muy anaranjado me duele a veces cuando me pierdo en las grietas de mi pierna perforada y ardiente e iridiscente todo refulge como una fiesta de disfraces y desnudos como una fiesta en un sepulcro como despedida eterna como el conocimiento absoluto llenando nuestros vasos de cervezas. Estoy hablando solo otra vez. Buenas Noches. Mi nombre es//Buenas noches, he venido a enamorarme de usted. He caído del cielo soy un ángel que se suicidó escuchando canciones de amor. ¿Su timbre funciona? Buenas noches. Soy yo, su cuerpo. Su viernes su horario corrompido su amnesia detestable su insomnio desesperante su estrella fugaz el terrible vagabundo de su corazón su pequeño patético su te amo desgastado su escritor en ciernes y derrotado soy yo sus 18 años en la espalda soy su olvido el estudio del vacío entre las cosas que trae en su cartera. Buenas noches, soy un ciego que adivina su rostro en los alaridos de mi sangre, soy mis ojos suspendidos en su caligrafía soy mis párpados calientes atravesando su habitación.  Soy mi delirio con usted soy mi noche sostenida en su vientre. Buenas noches. Eso no importa mientras estemos vivos. Pero yo estoy muerto. Un tema manido en mi escritura es la muerte y me he preguntado por qué pero los muertos no se preguntan por qué sólo buscan en los resquicios de sus venas algo de vida para engañar este sepulcro. Estoy muerto en el último asiento del cine donde pasan mi vida como un suceso cómico y trivial y la gente ríe se desternilla de risa y desconcierto porque esa vida extrañamente se parece a la de ellos entonces no saben si seguir riendo o ya ponerse a llorar y formar un lago de lágrimas en medio del cine y ponerse a cantar canciones de amor alrededor. Me dan palmaditas en la espalda y yo sonrío como diciéndome buen trabajo jaja luego el cine queda vacío y mojado y entonces extiendo las manos y abarco todo como un dios caprichoso y juguetón y lo comprimo con mucho esfuerzo y me lo coloco allí donde debieron estar mis pulmones. A usted la soñé sobrevolando el cielo morado sentada a horcajadas en un cigarrillo gigante. A usted la soñé sobre mí sobrevolando el cielo morado agitando los brazos y bamboleando cuidadosamente el cuerpo yo dije esto debe ser un sueño porque aún sigo tocando el timbre de esta chica testaruda que no me abre la puerta y usted se agitaba ferozmente y gritaba mi nombre y su voz pintaba mi rostro en cada estrella yo estaba orgulloso de mi pero era un sueño y los sueños dejan muy gastado mi cerebro pero yo venía de escuchar canciones de amor y me lo merecía. Y usted calló tan súbitamente que descolgó mi felicidad de su corazón y mis ojos se fijaron como espadas en los suyos y no entendí a qué jugaba luego sus deditos danzaron en mi pecho el pretexto de estar en esta situación traté de ayudarla a bajar de mí y calmarla iba a decirle yo tampoco sé lo que pasó pero usted me abofeteó antes de poder hacerlo y cogió su vestido hecho de hebras de tabaco y cubrió su cuerpo y ascendí no sé adónde  como humo sin  entender nada.





ANTONIO CHUMBILE [15.557] Poeta de Perú

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Antonio Chumbile

(Chinchaysuyo, Perú  1990).  Egresado de Literatura por la UNFV. Ha publicado, militado y jodido en el colectivo TAJO. Ha promovido la poesía en plazas, callejones, mercados y buses. Actualmente chambea como jefe de biblioteca en el CREALIMA. Pronto publicará su primer poemario: Me llamo Sudor. 




Aquiles y la muerte

MALPARIDA muerte
suéltame los talones
           ENTIENDE
aquí nadie se llama Aquiles.

Sólo uno conocí. Era y es de Ancash
                         Pomabamba
Tenía ojos medio amarillos medio celeste
Era ayudante como yo / como nadie
llegó desde el hermano del cuñao de alguien
sacábamos piedras enormes de un cerro sin alma
nos boleábamos ladrillos
          y nos mentaban la madre en todo lo posible
          y les mentábamos toda la madre que les quedaba
          y silencio.

Pero Aquiles también era música. Yo
como un niño alzaba una vieja radio:
derramaban huaynos y cumbias
                            picaflores y perros.
Entonces sus manos juntas eran una yunza.
Las piedras no eran más que piedras.
Él paisa guerreaba su luz / trabajaba duro
     y yo feliz.
Alguna vez nos pasamos la botella: hubo confianza
                                                                                    –a pesar del Perú.
Pero aquí los días se repiten mortalmente como los colores de una serpiente
          (tarde o temprano llegas a los colmillos
            y se te ocurre ver  y voltear  y correr  y  salvarte
            pero al otro lado te espera
                                                         una cola
                                                 que
                                                      te atrapa
                                 y te hace volver
                                                    a los colmillos).
Quizá por ello Aquiles un día desapareció.
Varios faltaban los lunes o volvían partidos por la mitad.
Pero hoy es demasiado martes y Aquiles manan.
Se lo habrá llevado Pomabamba? La sonrisa de los ríos?
Tejerá sus chacras?       Debe andar mejor.
Aquí todavía sacamos piedras sacándonos la mierda.
Aquí todavía alzamos casas ajenas.
Aquí todavía nada.

Ahora lo sé
                                      preñada muerte:
                    nos muerdes siempre a nosotros
                                            SIEMPRE a los talones
                                  porque JAMÁS alcanzarás a Aquiles



                                                                                         Aquiles HUAYTALLA.


Paréntesis que no pude meter en Aquiles y la muerte ni quise sacar del poemario.  
(Aquiles un día me dijo: “y así pues Toño
aquí no se puede. O al menos yo
no puedo ser caballo y Troya a la vez.
Adolerirse. Eso dónde se ha visto?”
Escupió en la zanja y así removió las pesadillas occidentales de todo un país despellejado
por su capital
por los codos
  y las balas
en el pecho de todos los hijos negados en una fosa que busco
y despellejo
versus todos mudos. Versus todo lo dicho +1.
Siempre uno más. Y ése es el caballo.
O la hiena. La hiena de Troya
devorándose los héroes. Eso dónde se ha visto?
Mil Homeros bajarían la cabeza
y un Guamán Poma seguiría escribiendo en el aire:
“Habrá dónde caerse muerto en este país? El país tendrá dónde caerse?
Yo ofrezco mi cuerpo. No es mucho.
Acaso podré siquiera demorar las moscas.”)




Retazo de poema que intenta hacer justicia a la corta aparición de Guamán Poma en el anterior Paréntesis que no pude meter en Aquiles y la muerte etc… 

Guamán Poma es un pueblo. Pocos pueden llegar.
Hace falta un burro buena gente, milenario
uno que lleve secretos
y una bolsa de canchita con queso
para pensar en el viaje
como un trago
ardiente y corto
ir como bailando
baila como jugando
Ajajaaaaayy!!
Cuando lleguemos todos, Guamán Poma
será el mundo
invadiendo tus calles
en una combi
cantando “viiieeeento siempre serás
                                                                    como ayeeer”...




A veces, mientras espero la mañana con los brazos vacíos, los bolsillos vacíos y la resaca de pie en alguna parte de la avenida Abancay, pienso que

el hombre se hace polvo, se barre y casi nunca se recoge
se cruje, se destroza las uñas y se viola
se retuerce mudo como una cáscara bajo el sol
                            y casi nunca se recoge
porque hace hora
se especializa
se mete el dedo
a ver a quién aplasto / a quiénes voy a perder
                                                                        y por ti
                                                                                    ya no quiero ser dolor.

El hombre ya no es. El hombre se resume, se enrolla y se entrega en sobres que todos sellamos
y nadie quiere leer. El hombre ya no se reparte
                                                                           y ya no tiene cómo.

Ahora decirlo cansa: el hombre no está de moda. Violarlo tal vez.
Existe mejor una botella.
Una botella no se puede violar. No traiciona.
Pero a un hombre dale una piedra y le sacará filo.
A un hombre dale un hombre y aprenderá a restar.
Y no solo es triste.
El hombre ya no se busca; solo se mira el perfil.

Eso nos queda: hacer hora
matarnos de a pocos / digamos que nadie sufre.
Una masacre a la velocidad del esperma.
Un ovario seco y recargable.
Arte silicona.
Talk Show.
Por ti.
Y aunque no quiera seremos dolor
                                                        hasta mordernos la última uña.

            



                        X                    

Sobre todas mis cruces arde una  X
dibujada desde abajo por esta gripe
y terminada por el puño de papá
                                               en mamá.

No recuerdo cómo dejó de ser una mano más
en mi hombro. No recuerdo cuándo la vi escapar de mí
treparse por la cama de mi hermanito
abrirle los brazos y clavarse encima
como toda una tarde.

Sólo sé que desde entonces mi espalda prefiere el suelo
mi cuello prefiere las paredes y mi cabeza
vaga por azoteas reptando y deseando
                                                        ser libre
                                                        de mí
                                                        por el filo de un gallinazo.

Pero llegará el día – y tampoco lo recordaré-
en que mi hermano muera de su cuerpo
la casa muera de nosotros y yo de esta gripe
y nunca dejaré de ver X en la mesa
    X en el rostro de mi madre persignada
       X de penes en la iglesia
    X de niños clavados a cajas de marcianos
       X en mi xopa
     X en puertax ojox y ventanax 
       X en todax lax manox
                           y X en esta hoja
partiéndome el alma en cuatro
                                                        en mil. 



COMO DOS NOSEQUÉ

Cómo dos no sé qué
                                     subimos al arenal
atravesados atravesamos
   harto perro muerto navaja y mosca
                                          INVADIMOS DE NUEVO
y en la cima / en los cuernos / en mi cuarto
entre mis cuatro esteras que son dos
cierro con un clavito mi puerta/pared
y ahora sí:
puedes arremolinar la noche
               arremolinarme a mí
cae tu sostén de los viernes/mi calzoncillo del mes
te crecen las alas y a mí los árboles
y me enrollo a tu cuerpo como todas la carreteras de Ayacucho a las mejores carnes del sol
                       SOMOS NUEVA PIEL
te estiro hasta mi techo/mis bolsas
y eructamos Yunza
                                   estallo CaRnAvALeS!
lubricamos la noche para que entre y salga salvaje mente por nuestras bocas
y ya que es tarde
y ya que nos defiende el clavito que cierra mi pared
hagamos el amor como cerdos
                   repito: como cerdos
como albatros viernes o amebas
hagamos el amor como dos tiernos erizos en un río de burbujas
como dos júbilos   como niños
como larvas en la herida de un perro
hagamos el amor como si fuésemos dos hormigas en una uva
-porque somos dos hormigas encerradas en una uva-
repartiéndonos como el pan / el sexo / las granadas
como dos babosas atadas a un grano de azúcar
como dos canciones
o dos pequeños gorgojos besándose y traspasándose de arroz en arroz
reventando olla / reventándonos
como el Perú y el perú
como Túpac Amaru y Micaela antes de los caballos
como papá y mamá antes de la guerra
                             después de la cosecha
             y durante los huaycos que partieron de tus piernas y llegaron a mi pecho pelado como tú
alzando un castillo de cohetes
gritando
LA REVOLUCIÓN SE INICIARÁ EN LOS MANICOMIOS
                                                     o en  la quebrada
                        desde el Sudor
y ahí estaremos
abrazándonos las tripas
haciéndonos el amor como dos cigarrillos bajo la lluvia
como tres bosques de ortiga
           tres millones de virus
nos trepamos el uno al otro como los miles de várices a las tetas de Lima
y nos hacemos la violencia en el amor como lo hacen el 1ro de mayo y el día de hoy en el corazón de la Tía Sonia
en los riñones de Atahualpa Yupanqui / de Guaman Poma
y no me oxido
y no termino porque quiero reventarlo todo
                          reventarlo TODO en un solo cerdo
pero nosotros también hacemos el amor como tres seres humanos
como tú, nosotros y yo
como Ernesto Grimanesa o Jesús Basilio Auqui
como la gente del siglo XXII que no podrá existir
como todo lo que sobra en el mundo pero HACEs FALTA
dos hermosos y tiernos etcéteras
hacemos el amor como lo hacían Arguedas y Whitman
                                                               Vallejo y tu mamá
                                como dos noséqué
           irresumibles
irrespirables para un solo pecho
nos desbordamos y lo sabe el mundo/el arenal
por eso tocan ya la puerta/mi pared
                   vuela el clavito
y empujan tus hermanos tus viejos serenazgo los vecinos la muerte la ley y las moscas
y nos vamos/ FUERA de aquí
pero haciendo EL AMOR
corriendo exageradamente el amor

                                                      CORRIÉNDONOS…




ME LLAMO SUDOR

…ante Todo
padre madre de familia señorita joven estudiante
disculpen por infectar su lindo viaje
pero es que no
                       no puedo más
esta ciudad esta hemorragia
me aúlla desde no sé dónde
me endurece el riñón me pudre
y como huayco me hace parar frente a ustedes
con esta garganta rastrillando el aire
con todo el polvo que tragué pa salir de mi madre
con este poema humilde y honrado
a pedirles un bastón a pedirles un apoyo
una mañana que no me destripe los ojos
una palabra de fuertes brazos
y sobre todo algo pa mis hijos señores pasajeros
tenía seis me acuerdo
       uno se me ha muerto
             al otro me lo mataron
                   y más pa que te cuento
ahora sólo hay tres de nuevo y viene otro
aplastados por la misma estera en el mismo arenal
que se puso nombre de santo a ver si dios
le voltea la cara más seguido
que se bendice a sí mismo se confiesa consigo
se da sus propias limosnas
a ver si el cielo deja de ser una espalda
a ver si este óxido suelta mi fe y mi rodilla
suelta esa ventana tuya amigo pero no me ignores
no vengo con las palabras vacías no
aquí justo aquí en esta bolsa traigo más historias
bañadas en chocolate almendras y mi sed rabiosa
pa testimoniarte sobre algo
algo que nos amenaza por detrás a todos
        jadea desnudo y casero
                          vacío y estrecho
       yo le llamo Sudor
       el resto le llama pobreza
y te jala de los pies
te dice hasta aquí llegaste despídete de tu voz
camina chueco ponte ojos de anémico
y anda corre vuela y entra en esa custer huyendo
agárrate como puedas náufrago
mira al frente sin frente y diles que eres
ex presidiario si tienes la cara
diles que no tienes padre ni madre si eres flaco
diles que llevas medio pulmón medio páncreas
diles que llevas todo el sida que se pueden imaginar
o diles como yo que tienes tres o cuatro hijos
porque nadie te va a creer que tienes ocho nueve diez
debes decir un pan a la mesa de mi hogar
aunque no sepas lo que es un pan
aunque no tengas mesa ni mucho menos un hogar
no les digas que son caramelos salvándote el día no
diles que son ricos productos golosinarios sabor a limón
Producto Peruano
elaborados por la fábrica Emergencia aquí Emergencia
porque también vengo del Más Allá que te duele
vengo de Ancash Loreto Cajamarca Piura Cuzco
soy de Puno Amazonas Pasco Andahuaylas
soy de Ayacucho
quiero juntar algo pa mi sonrisa y mi pasaje
mi piel de granito y de cara a la asfixia
porque aquí en Lima todos muerden
                     Todo muerde
mira no más por tu ventana señor pasajero
mira a tu costado el hambre no te miento
recuerda cuántas veces preferiste ser esa botella
aplastada rueda tras rueda sin razón
o esa bolsa negra que vuela y vuela arrastrada por el viento
por la pista por el sueño sin que no le duela nada
sea lo que sea amigo amiga sea lo que sea
menos algo que debe levantarse inocente por la mañana
mañanas en que todo apesta
todo está parido por la Gran Mosca
mañanas en que rendido dices no
por favor no a mí ya no
y de todas formas te abren al ombligo
te jalan del intestino te enrollan a un mazo
y dale contra esta vereda dale sobre esta reja
dale con estas horas extras en las nalgas
dale con esta realidad en la espalda
mañanas en que dios no te da un sombrero sino un ataúd
mañanas en que te empujan y te la empujan más y más
te atraviesan los hijos los nietos de los nietos
los amigos los cuñaos las comadres que no bendicen
y con todos ellos a moverte sin quejarte sin gritar
o serás arrastrado por este sangrado de carajos y pólvora
sin orillas sin un todo saldrá bien porque de aquí no sale nadie
y porque nadie tiene el sudor comprado señorita joven estudiante
esto repito es un poema humilde y sobre todo honrado
         viejo y filoso
                de tierra y flema
                               cachuelero
pa lanzarte el himno de mi huesos
no tendré más bandera que mi cadáver
pero tampoco tengo en cuatro patas el alma
soy este brazo escarbando de arriba abajo este pecho de lata
esta mano callosa espantando a los zancudos del corazón de mis hijos
somos plaga y paisaje
somos muchachos provincianos nos levantamos muy temprano
para ir con mis hermanos a trabajar a quitarle trozos de oxígeno
a este cielo que más parece abismo
y soy como ustedes a las justas un hombre
un pasajero más de esta hambre sin paradero
y esta tarjeta gimiéndote soy sordo soy mudo soy ciego
                       soy peruano
porque tengo a la mitad de mi madre en el Hospital dos de mayo
tengo a papá en el Lurigancho abrigado sólo por una cuchara
comiendo barrotes que no bailan
y tengo a mi hermanita ganándose los frijoles de noche
usando los tacos que tanto odia
con hombres a los que no debo mirar
                papá dijo es cosa de grandes
       mamá no dijo nada…




PARIX CRUZADO [15.558] Poeta de Perú

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Parix Martín Cruzado Jiménez 

Trujillo-Perú 1979. Poemas suyos han sido publicados en revistas literarias, físicas y virtuales como Letralía y Letrasértica y en libros colectivos como: Lima, Visiones desde el dibujo y la poesía (2010), 20 Poetas, Muestra de poesía contemporánea (2010); Poéticas, Artes poéticas por poetas peruanos contemporáneos (2010), Convergencias, Río Negro (2011); Punto & Aparte, Muestra de poesía hispanoamericana, Vicio Perpetuo (2012); Mil Poemas a César Vallejo, Perú, Ministerio de Cultura; Concejo nacional de la cultura y las artes, Gobierno de Chile (2012); Todas las voces, Muestra de poesía mundial; Vicio Perpetuo (2013). Es autor del Libro, VEINTIOCHO, Editorial OREM, Julio del 2013. Mantiene inédito el Libro de prosa poética TREINTA Y TRES.



1

Me encuentro lejos, como portando grillos, distante de la lectura necesaria, de una buena charla, del análisis profundo, de la autonomía terrena. Yo, que desprecié a tiempo a las generaciones anteriores y no estudié a los clásicos (estoy cansado). Represento a un rostro en palabras de una cultura sin progresión, desgaste.
No me dormiré, se lo merecen: el lector, mi ego, la poesía, el profético extravío de la partícula de dios (así será). Se lo merecen: el perro, el gorrión, la figura del siamés deforme, tu espera y mi cama que se agranda cuando ahí no estoy.
Todo lo que observo se destruye, cae y no vuelve sobre su lugar. Todo lo que toco se destruye, a mi tacto, desaparece. Sólo permanecen mis palabras en el tiempo que me toma pronunciarlas.
Me salto al ojo almendrado, me quedo con el bizco de orzuelos. Trueco al arco iris por el voltaico. Le cierro mis ojos al cisne, me alejo del lago. Voy al basural y miro gorriones. Cambio al hada por una cucaracha. Niego al celeste. Beso smog.
Yo no conozco el andamio, mi hoja lo sabe, no escribo, solamente escupo. Le digo las cosas, traspaso los temas, descerrajo la guarda del códice. A futuro breve los muertos de papel que no se escriben volando frente a mí sabiendo que yo no sé de andamiaje, que salgo corriendo, que no escribo, que solamente escupo, que me siento triste cuando leo poesía y estoy lejos, que me hago silencio sin saber seguir.

Poema  1,  Sec. 1-10  De: VEINTIOCHO (Ediciones OREM, Trujillo, Julio 2013)


5

Resultaron dos, por turnos, mirándose, tocándose las caras por distintas razones. Uno que se tocaba las manos: uña debajo de la uña, frente a unos ojos que no dormían. Otro tranquilo controlando las cosas. Otro temiendo, llorándolo todo con ira. Él fue dejando de vivir para vivir según la usanza. Lo ilegal era la voz de ella, su presencia, su mirar, su estarse quieta; su saber, con preguntas, cercar a la bestia y separarla del hombre. Le ayudaba tener una basta de días y semanas. Su catre de tubo daba tumbos y brincos de silla sobre su espalda. Era demasiado oírle decir casi maldiciendo: María, así te llamas y yo no tengo nombre. Ella dormía como siempre plácidamente en su equilibrio. Él permanecía despierto en un trajín de ganas para seguir encendiendo luz pasando el meridiano. Digitaba en el ordenador entre media diéresis visible, dos puntos sobre un nombre y algo menos intestinal para leer por la mañana: Me rasco la cabeza, me rasco la cabeza y escribo, no duermo.

Poema 5, Sec. 11-21 De: VEINTIOCHO (Ediciones OREM, Trujillo, Julio 2013)


7

Desperté y teñí de manos sucias el agua de mis ojos. Y qué si tu nombre me remonta a las entrañas de una mujer. Ya me voy de la tarde a temblar.
Yo partí sin despedirme, destino de tu voz, y eras tenue y me perdía. Partí desde el sonido para oírte y me perdía. Me mantuve desprendiendo olivos, desmembrando higueras, enjugándome los ojos con tu sangre de nube triste. El recuento de tu vista me detenía las piernas y yo andaba. Tu sonido de brisa me incitaba al oeste, pero yo andaba tendiendo siempre mis oídos al recuesto de una montaña.
En el regalo del dolor y en la habilidad prensil que la vida le negó a mi zurda, tengo como único camino y con los puños cerrados: el reír  y el soñar contra la vida hecha. Me debo repetir en acudir de atento, tocar sino mis pertenencias, seguir dormido o dormitando. Seas apareciendo tú, sea  intermitente yo, o seamos los dos en apariencias que se quedan y se van. Tú misma lloviéndome en los ojos, o yo mismo cayendo alrededor de un día y de tus horas.
En mis cirios de cebo negro, de cera animal llorona, hay un reflejo oscilante. Hay un ruido molesto, —de casas— pedazos que se sobreponen. Terracota de manos. Hay una riega con mentada de sienes; hay ojos llenos de verde y pinos. Tu pelo, ha rebasado otra tapia, provocarme un valle es poca cosa. Mi visión tributa en la extensión de tus días.
Me asalta la desgracia como me asalta tu pelo en su hondo caminar, depresivo, en gravedad, como una danza de rocas que ha caído sobre un pueblo faldero. Las techumbres rotas, los niños muertos en la prisa. Las casas abiertas, sin muros, cerradas  las  puertas y todas las calles llenas de un cerro desprendido.
Llegas cantando la dorsal irrepetible y sus siempre mil pasos atrás, como  historias en  personas que aún viven. Canción del yo quiero saberte, del quiero toparme con tu piel, asonarme de tu rostro y colorear en tu ojo entreabierto.  No has tropezado en el salto de mis pesadillas al hacerte presente.
El plural amor de un corazón y su raíz de árbol. Sauce diferente de ratos interminables, pila de hojas sostenidas. El amor de un corazón plural, retazos cortos de toda una vida, pizpiretas recortables, plantas de archivo ceniza. El corazón de un amor plural, centro de todo y origen, falencia en color de color, augur que señalan las aves. Tiempo sin cabida entre maldad y hombre nuevo. Mi cabeza en tu plato.

Poema 7, Sec. 22-28 De: VEINTIOCHO (Ediciones OREM, Trujillo, Julio 2013)


1

Sobre

Desperté pensando que la hora de la desintegración es por la mañana. Ahora, por la tarde, repaso el recorrido de tus manos en la escritura de tu nombre. Tu firma en la declaración de aduana, seña donde dice: regalo, fecha de mayo: tres. Tilde en tu segundo apellido. La escritura de mi nombre en mayúsculas, mis apellidos, de manera normal.
El sudor de mi frente se acerca a mis ojos complicando mi lectura. —No tengo más que mangas de camisa para solucionar el problema—.
Nace un manierismo moderno, vulgar y transgresor de la atención femenina —paños de papel y manos atentas que ahora recuerdo—. Va el movimiento de antebrazo en friega de envés y revés. Su posterior mancha cuestiona el ideal de belleza.
Momento presente: Desde aquí se extiende la sierpe que me lleva y retorna de y a climas distintos, a plazas con templos en refracción, a pisos pulidos en ocre y a mascarillas con filtros ineficaces.
No se trata de líneas oscuras: un pequeño cuadro, antes de encajar, ha caído.
Retengo a Estela, la imagino renovando su cocina sin saber qué más hacer en ella. Se parece a mi costumbre de cortarme el cabello cuando no sé qué más hacer al interior de mi mente.
2:38 pm. Y no ocurre la aparición de mi clienta para  retornar a la ciudad. El pedazo de papel que uso como marcador de hojas está entre mis labios mientras voy leyendo.
Amos va concluyendo su libro. Retiro el papel de mi boca y separo el último capítulo para una posterior lectura. Al otro lado del mundo, María³ charla con sus suegros. A poco de salir de la casa prepara como siempre una amable despedida. Ella busca su mirada, él no evita pensar en la salida, comprende su inquietud, es complaciente, ahora también se interesa por su poesía.
He perdido totalmente el interés por oír el calzado de la mujer de leyes bajando la escalera del juzgado. El tiempo se ha cumplido y ya no podré regresar a Trujillo por los doscientos kilómetros más de contrato que he perdido.

———————
³ “Como una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar.”  Unida al mar como una Stella. Supe de ella la primera vez que me cubrí  de agua y sal, pero no la conocí  hasta el día que la vi en su retrato.
 Poema 1, Sec 6-12 del Libro Inédito TREINTA Y TRES




Brisa de entonces

En tu redor, yo quepo,
centrado, al medio.

Le has prestado
agujeros a mi bolsa,
piedrecillas a mis bolsillos,
astillas a mis huesos...

Y me miras, aunque no sé si sonríes,
y si sonríes, no sé si es de burla;
y si sonríes, pues ya tienes viento.

Brisa, yo me siento asqueado de ti:
desde antes, desde siempre;
y desde hoy a mañana... no se harta
tu azucena... de convidarme muerte.

“Has provisto un pabellón de alas
quebradas en mí, desde antes, hasta siempre...”

El camino se ha parado, sí...
Y se han colgado mis pies de tu viento;
tres y quebrados que evito escribir,
tres y quebrados que no siento.



Poderes y unidad

Se rompe un cristal en caprichos
de dos, de tres, de más...
Cuando el sol amanece su noche,
el cielo es claro para unos
y estrellado para doses.

A ver, dime, hijo; ser viviente
de este lado de mi sangre...
¿Me amas?

Ya no te pregunto, mujer,
ya lo sé. Tú no tendrás opción;
es mejor decir que sí.
Tú te juraste hueso de mi hueso
y sangre de mi sangre —unida a mí—
para hacer de la carne de dos
una sola carne; pero yo —hija del cielo—
no me llevo bien con tu papá.

Y dime tú, dulce mamífera,
con el cuarto hablante de tu lengua,
pequeña divina, hija mía...:
¿Me amas?

Ven aquí, criatura, retoño segundo
de mi haber matrimonial;
yo te amo como tú aprendes a amarme.

Y es aquí donde el oxígeno de hogar
se divide en cinco bandos y yo...
dicto la unidad.

Brisa, yo te miré y mis ojos se apagaron,
desde entonces, hasta siempre.



Siguientes días...

1

Huir de
mi zurda,
esquivarme
el hombro
por un día;
apretarme
la mejilla
con una mano
sola...

Pulgar
a
derecha
y los otros
cuatro
sobre
la
asimetría
de mi
media fachada...

Es una
cara
rascada de
cara,
pero mi
risa está
completa.

Mi cuerpo
va de antes
a luego,
sin cuando,
—desespero—,
pero lo estoy
logrando.



2

No, ni han sonado
las monedas que esperaba.
Llegaron incorpóreas,
ideales, inciertas;
con un son de cercanía,
llegando su bramido
y no el convite.
Llegando su consuelo
sin mirada...
Y yo necesitando
surque un río entre mi pecho,
con su riego
bañador
de cultivos
hambrientos...

Y de la espera, me he dormido...

Me he dormido oyendo su paciencia,
su estruendo cauteloso,
arrimado en una mueca de
cobertura suave,
de sabor prudencia rancia
y una voz de arrullo
que me viene rezando
hace veintiocho días:

“Todo bien,
todo bien...
Las heridas cierran
y el dolor escapa...”



3

Y amanezco sin saber
quién dejó esta piedra en el camino...

Y sigo mi paso seguro,
sabiendo que no es nada
que tu abrazo no pueda,
que tu abrazo no cambie,
con ese amor genuino
que llegaría a salvarme...
quizá.

Y voy, extrañando
—a cada paso—
tu silencio dormido,
tu silencio dormido
en una grieta de mi pecho,
tus palabras ancladas en “do”
y mi oído despierto de
tanto anhelar tu voz...
que no llega.

Y si decido ser viento,
dirán que ya todo está escrito.
Y yo seguiré, labrando a pico,
y yo seguiré... escribiéndome...
el pan que mastico.

Y en un recodo, de la espera,
me he vuelto a dormir...

Esta vez, rendido por la ciencia
de grageas sedantes, esperancitas
de corto plazo que me recortan
el tiempo parlante...

Y voy nubícula, montado en un cirro,
una nube blanca y ligera, sin tiempo...;
sin memoria, sin recados, sin deseos...

Un cirro que me contiene
presuroso de un sueño
insinuando en su color de falsa nobleza,
—no todos los cirros son así—
del adormecerme cantando, como
fumando un beleño..., narcótico,
de olor indeseable...

Y de la espera, mi cuerpo... duerme...




MIRTHA PECHO RAMOS [15.559]

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Mirtha Pecho Ramos

Lima-Perú. Escritora y poeta 



CASI ASESINO

No tuve fuerzas para aguantar
la puñalada de barro
que pretendías asestar
en este perpetuo cuerpo
que aun te desea
y te desea con obsesión
con pasión que no
fui capaz de expresar

sino por medio de furiosos besos
sobre una cama en un hotel de cuarta.

Te dije que somos así
tan distintos para amar
y tan iguales para fornicar
tan distintos somos tan distintos
que a lo rojo lo llamo blanco
y tú lo nombras negro
que a la sangre
la bautizo como solido,
y tu como vapor
que a la tinta
yo la llamo lágrima
y tú...
tinta, solo tinta.

Yo soy una esfinge
y tú una herida abierta
pretendo ser una chica lista
y tú un sabio erudito.
Juego a ser sociable
cuando tú eres encantador.
Yo soy presente vivido
y tú solo pasado morboso.
Puedo entender que la enemistad
puede ser una dimensión del amor
y que las escenas de amor
sean mudas e intensas
un desvanecimiento a las
profundidades de la inmovilidad.

Puedo entender tantas cosas 
tantas cosas
como la puñalada
que pretendías asestar
en este perpetuo cuerpo
que aun...
que aun te desea.


PLÁTICAS DE TARDE

A Yull

 Hablemos de Emerson.
Pero hagámoslo con si estuviéramos
hablando de preparar una canción.
Es un proceso que no conozco
pero me he permitido escucharlo
cada vez que huyo.
Huir ya es cosa de arte.
Huyo de la separación que me persigue,
de la sombra de su cuerpo,
de los años que nos separan.
Al otro lado sigue estando él.
Yo lo visualizo desde lejos
a través del verde reciente en mi ventana
que ha venido a mi encuentro,
como si huyera precisamente,
o como si fuera una canción.
Y espero, que más allá de los inviernos,
el sabor de este verde me aguarde, espero…




IMAGINACIÓN

Sí. 
Mi imaginación es tan pobre 
que solo me alcanza para ser poeta 
y mejor no te explico 
porque sería como hablarte del dolor fantasma, 
el dolor de la mano
amputada hace ya buen tiempo, 
pero uno se aguanta nomás, 
porque al final ya sabes, 
la tarde siempre llega.
Mi imaginación es una mutación genética superior 
que se hominiza porque no puede evolucionar,
es una buena noticia que responde 
al paradigma de esta plaga 
de asaltantes de la palabra.
Y no sigo porque le he descubierto
una gran verruga a la mujer bonita,
una horda salaz que me muestra un mundo desaforado
y desmedido
y excesivo
y nunca cede, sino cansa.




ANNY

Deberás perdonarme la cobardía de vivir un día más que tú.
Un siete que sigue siendo, un siete que sigue siendo.
Y éste primero sigue siendo siete
Y mi dolor que sigue siendo siete
Y la armonía de tu bajo que sigue siendo siete.
Me han escrito los girasoles que en tu tumba se secaron,
Ya no pueden soportar el frío.
¿Estás al otro lado?
En mis sueños me dices que sí.




SILENCIO

Intentaré ver a través del sonido
este sonido melancólico,
estos sueños desgarrados empapados de una música
que me arrastra hacia un mundo subterráneo.
 Danza Ondulante. DELIRIOS CRÓNICOS
Escribo pero no es mi lengua.
Mi silencio desgarró la camisa
con la que ahora vistes la verborrea que me aturde.
He ido un poco más lejos que tú, cariño;
la muchacha continúa escapándose de la mediocridad,
aunque nadie parece verme,
como si la escritura fuera lo mejor que hago.
No saben que yo juego con los tiempos
y las personas,
que la nada es mi estado natural…
Son cosas que se me ocurren,
no deben abrir inmediatamente la jaula
cuando la fiera ruge.
Es solo que no quiero ser domesticada.
Leo pero no es mi lengua.
Ahora no soy yo:
Me he dado cuenta que mi cuerpo es primero.
Me he dado cuenta que no puede
hacer en la arena 
nidos para las serpientes;
por eso me puse a hacer en la arena
nidos con las serpientes.
Yo no sé nada,
ni de peces, ni de silencio, ni del sur.








RENÉ RUBÍ CORDOVÍ [15.560] Poeta de Cuba

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René Rubí Cordoví 

(La Habana, Cuba 1966) Licenciado en Educación Musical. Estudia actualmente en Texas A & M University un programa de doctorado en Estudios Hispánicos. Trabajó en Radio Metropolitana en La Habana como especialista de música y escritor de programas culturales. Ha presentado sus investigaciones en el campo de Estudios Africanos en diferentes conferencias en instituciones cubanas y en Estados Unidos (Universidad de La Habana, Centro Cultural de España, Universidad de Texas Tech, Lubbock y Texas A & M University) Premio de Poesía de la Ciudad “Luis Rogelio Nogueras”, año 2000. Ha publicado Rostro, todos los arpegios. (Poesía. Edit. Extramuros 2001), En el cuerno de caoba, (Poesía. Ediciones Unión 2014)  y La casa por dentro  (Editorial Silueta, 2015), 
Otros textos suyos aparecen en Revistas Unión, Alma Mater, Vitral.


        
1

Tenía el cuerpo molido,
dolor y sombra en el alma.
F. M. Dostoyevski

¿Cómo saber si esto es amargo?,
¿Cómo si duermo ya?

Cansado saludo a la noche,
lento clavicordio
que sueña ser árbol,
ave inquieta, mascarilla.

Sobre Dios trepa la colcha,
su continuidad estalla
y devuelve lo no visto.

Sombras, quietas sombras y esperanza.



        
5

¡Aunque hable con cariño, le temo!
Pero, ¿por qué le temo?
F. M. Dostoyevski

Mi madre se va poniendo vieja;
la mujer más bella del mundo
surge detrás de mi sombrero
y canta bajito.

¿Con cuál de esos cantos me voy a quedar?,
¿Con cuál bailo?…

Tengo sueño y voy desarmado,
no encuentro el justo camino
que me mostraste,
no encuentro mi casa,
ese simple lugar sin arrugas ni llanto.

Y quiero volver allí;
madre
no temas,
quiero volver, sólo eso.



        
7

–Pues mira bien.
F. M. Dostoyevski

La niña lo miró largamente,
vieja trastienda,
arañazo.

Acercó un candil a su rostro,
goteaba,
de rojo vestía.

Yo no soy Dios, no soy tu boca.
Amor, amarte no puedo…

La niña lo miró largamente,
abrazóle,
vuélvete cruz, dijo.


        
9

–¡Ah, eso no puede ser;
este no es sitio!
F. M. Dostoyevski

Un disparo en medio de la sien derecha,
final corroído, callejuela.
Niño blando,
añoranza que se despierta en otra dimensión,
mirada que atraviesa los bosques
salida de tendederas y parques.

Yo no sé cuántas noches,
cuántas lágrimas, Dios.
¿Un hombre puede dejar a sus amigos?,
¿Un hombre debe amanecer descalzo, Dios?

Blando,
como esa nube que refresca,
el cuerpo lejano y sin saludos
el amigo que no responde;
amor,
cuerpo que se levanta, Dios.


       
11

Los resucitaba el amor,
el corazón de uno encerraba infinitas
fuentes de vida para el corazón del otro.
F. M. Dostoyevski

El paseo por la estacada llega a su fin,
la firme pared termina
y las criaturas quedan unidas sin saberlo.

Mañana saldrá el sol, dijo ella
mañana saldrá el sol, dijeron.

Alguien toma una mano
–rama de milenario abeto–,
alguien sonríe, y amanece.





"La Casa por Dentro" de René Rubí Cordoví
 (Editorial Silueta, 2015), 


Podría decirse que “La casa por dentro” es un poemario Bildungsroman; de un aprendizaje no sólo literario, también vital. Más que poetizar a la experiencia, René Rubí se auxilia de la poesía para mostrar su realidad, su búsqueda, ese “misterio inmóvil” que el verso oculta.

A semejanza de Raskólnikov, hacha en mano para darle muerte a Usura –viejecilla que lo mismo habla ruso, que está en un poema de Pound o en una olla caribeña, o que tienta al monje budista para sacarlo de sus meditaciones–, René Rubí escribe sus poemas; o para decirlo con mayor exactitud: su Bildungspoema. Letra que profundiza (es hacha), da con el hueso (sonido, palabra, sintaxis), y sigue su descenso/ascenso hasta un claro sonoro (prosodia, musicalidad del pensamiento) donde se siente/sentimos “el aire que entra, el aire que sale”.

Libro travesía donde el poema se lleva en la mochila, a modo de diario: niño que balbucea sus noches, luego hombre que escribe/testimonia, para finalmente ser el poeta (Raskólnikov Zen) que pone en su sitio, una por una, a las palabras. (Pablo de Cuba Soria)


Umbral

Cuando atravesamos el umbral de la casa terminan los miedos,

una voz interna nos anuncia el comienzo por los 

[corredores de ese largo camino hacia la luz . 

Allí cada nuevo objeto, cada minuto va recobrando vida, cada
sonido es un regreso al templo.

Los trovadores que te acompañan y te enseñan el camino son
alabados por el universo.

Ese duro trabajo, ese pulimento los convierte en Dios...

Afuera quedan los rugidos, el lento babear de la bestia, el
 milenario dragón que no quiere ver tu luz, 

que ríe con tus ansias y dolores, que se alimenta de tu 

[ceguera.

Pero el tiempo responde, y la luz de la galaxia nos toca con su
dedo...

Entonces nos erigimos también en finos trovadores y 

[danzamos hacia lo infinito acompañados con la buena suerte
del amor. Paso a paso.

Y ese duro trabajo, ese pulimento nos convierte en Dios.



Zen

Tú que te tiras de los barrancos con alegría,

Milarepa duende,

Tú que viste la luna donde siempre ha estado hermosa Chiyono.

Música son ahora para mi ejercicio, oro puro anidado en las
cañas de bambú.

Sobre los lotos y la profunda flor de los cerezos

les voy haciendo un monasterio, dentro de mí lleno de dicha,
quebrándolo todo con la mejor respuesta:

Yo Soy.




Ancestral

La piedra cruje 

en la antigua caverna de los hombres, un haz de luces, de
ceremonias mágicas nos ha bendecido desde esos tiempos hasta
hoy.

Toco la nieve convertida en mar, convertida en luz desde una
autopista lejana, que pasa por miles de rostros, que me anuncia,
que me canta...

¡Cuántos años desde mi isla! y ahora aquí,

–Nasrudin de los caminos– desnudo y aprendiendo, sobre la
marcha aprendiéndolo todo.

Por eso, cuando tú en la intersección me dejas pasar primero, a
mí y a mi descuidado auto sin pintura, yo te saludo, como los
nativos de estas regiones solían hacer, con la palma de la mano
extendida hacia el sol.

Entonces, aunque nadie lo sepa, con ese saludo despierto la
antigua ceremonia, el jardín amurallado, la primera vida.






ESTEBAN ALONSO RAMÍREZ [15.561] Poeta de Costa Rica

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Esteban Alonso Ramírez 

(Heredia, Costa Rica, 1983). Escritor y psicólogo egresado de la Universidad de Costa Rica. Formó parte de los talleres literarios Netzahualcóyotl en Heredia y Libertad Bajo Palabra en San José. Ha incursionado en los géneros de poesía, cuento, ensayo y crónica, además de dar talleres y organizar eventos culturales como miembro de la Asociación Cultural Tangente. Autor del libro de haiku y ensayo Corazón de los días (Ediciones Espiral, San José, 2010), varios de sus textos han sido traducidos y publicados en Italia, México, Estados Unidos y Suecia. Actualmente es colaborador de la revista mexicana Spleen! Journal y su segundo libro, Ser un tercero, está pendiente de publicación.



SENSIBILIDAD

Su rostro indiferente
mira como aldea la Avenida Central.

Un niño sucio
le pide una moneda.

Al llegar al estacionamiento
la chica derrama una lágrima.

Alguien rayó su Mercedes.



SACADO DE LAS AGUAS

Cuando bajó del monte
todos sabían
que él había escrito esas leyes.

Al preguntar
por el resplandor en la cima
todos dijeron
que por cuarenta días
brilló como un sol.

Satisfecho
siguió con la misión
de controlar sus vidas
guiarles por sendas circulares
e instruirles en temores
soberbia
sed de sangre y venganza
para saciar
la extraña justicia
de su dios egoísta.

Riñeron con él
muchas, terribles veces
aunque nunca con esos dramas
pestes o becerros
descritos por los santos mentirosos
que inventarían sus hechos.

Pasaron años (quizá demasiados)
hasta que murió ante la frontera
de su más pesada herencia.
Sonreía, como ellos
rara vez volverían a hacerlo.

El egipcio redentor
dejó promesas
capaces de sostener un dolor perpetuo
y enseñanzas
que harían padecer horrores
a todas las generaciones de la Tierra.

Se aferraron a su recuerdo
sabiendo sólo
que en el desierto
como en la vida
no es mucha la esperanza

pero se sufre lo que haga falta
por quien nos hace olvidar
que al final, tal vez

no haya ninguna.



CINCO HAIKU


como los dioses
dos niños se divierten:
aplastan hormigas 


II 

otro ocaso
mirar su columpio mecerse
esta vez vacío


III 

luna llena: hoy
también te miro pleno.
ya menguaremos 


IV 

desvelado
seguro de que ambos moriremos
saludo al sol 


V

aquella brisa
incapaz de hacerse haiku
me atormenta



Saudade

La risa pronta
el rastro verde
de un cartón cuesta abajo

ecos de este primo
del que sólo quedan fotos

el milagro del sol entre las ramas

pasto alto
repetido hasta la inmensidad.

Si no fuera tan fácil
olvidar
lo que es jugar hasta cansarse

que uno puede
morirse de mentiras

o lo breve de las amistades eternas

qué poco me hubiera dolido
el sonido del viento en los cipreses

tan lejos de todos
en esta tarde perfecta
sin mí.


  
Dejando atrás un museo cerrado

Me gusta el olor de la ciudad
cuando cemento y asfalto
se tiñen apenas de garúa.

Hasta el acre de la orina vieja
brilla distinto.

Las hojas lo parecen más
ahogadas
Ofelias en las raíces
de oscuros príncipes aun llorándolas.

Resbalar agobia menos
la tierra perfuma el humo esencial

la gente apilada
bajo aleros estrechos
multiplica su malestar
esperando a que el milagro
pase pronto.

El plomo de arriba
frena un poco
el tiempo de abajo

que se va por el caño
sin hacer ruido
como el chorrito sucio
corriendo constante
bajo mis pies.



Negación de la metafísica

Hormigas de las negras, menuditas,
han prosperado
entre los restos y platos sucios
que me negué a lavar anteayer.

Transitan ordenadas
una ciudadela de plástico, vidrio,
olores rancios
falsa porcelana.

Las sobras de azúcar y carne
son la promesa
de nuevas generaciones
desfilando y mordiendo
desfilando y mordiendo
como pequeños Sísifos
en cadena.

Entonces el agua
mortandad
un cataclismo
seguido de jabón
y el movimiento
de un dios casi indiferente
urgido de trastes limpios
para morder su desayuno
y salir tranquilo
a desfilar.



Whisky, Joy Division, dos días sin dormir

Es verdad:

Las Muñecas Rusas
son un laberinto recto.









ANTONIO "TONY" CUARTAS [15.562] Poeta de Cuba

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Antonio "Tony" Cuartas 

(La Habana, Cuba  1941), poeta y narrador, estudió y trabajó en Cuba como diseñador gráfico y escenográfico.  Ha publicado los poemarios Prolongación ancestral (Letra de Molde Ediciones, Miami, 2009), Los caballos (Editorial Iduana, 2010), dedicado a su hija Lilian y Anábasis del instante, 2013.

Escritor “influenciado en gran medida por su padre, que publicó poemas en la década del treinta en la revista Argos”, Cuartas tiene varios poemarios inéditos y dos novelas concluidas. Sus primeros poemas aparecieron en los años sesenta en revistas de talleres literarios. Reside en San Diego, California.




I

El caballo arrastra con su cola al muerto,
trae al nuevo visitante del sepulcro,
la puerta es tocada con sus cascos
marca lo inverso en el círculo de azufre
y el taoísta epiléptico rodó escaleras abajo
y sus ojos salieron de sus órbitas como piedras de abalorios.
La mandrágora que vive en el armario abre la boca como pescado sin agua
y las infusiones de los tribales evocaban a los muertos;
cenital tripulado por la rama y en sus fauces pare el aliento del buey,
periodo final imago y realidad.

La dignidad del caballo se sumerge en el espacio,
extraños hechizos devorados por visitantes,
semejando el señorial de los sagrados recintos,
es un sueño reparador el silencio surgido de las sombras.
Vienen y van, tocan las puertas que se abren
e irrumpen precedidos de un dormido silencio,
extraños seres saturninos, se adensan en metafórico florecer,
cuando el buey asciende a la sobreabundancia de su aliento…



II

Los animales se han encabritado en su andar hacia el mercado,
parece que han comprendido cuál será su fin.
El hombre los azota para llevarlos a la cordura,
pero es imposible ya, no hay reparo para llevarlos al orden.

Él es una sombra más sobre la tierra empolvada,
el estiércol es la evidencia de que habían animales.

¡Ahora él es el mensajero de la muerte!..





III

Los animales se han encabritado en su andar hacia el mercado,
parece que han comprendido cuál será su fin.
El hombre los azota para llevarlos a la cordura,
pero es imposible ya, no hay reparo para llevarlos al orden.

Él es una sombra más sobre la tierra empolvada,
el estiércol es la evidencia de que habían animales.

¡Ahora él es el mensajero de la muerte!..

Estos textos pertenecen al libro inédito Salmos y conjuro de la muerte





REYNALDO DURET SOTOMAYOR [15.563] Poeta de Cuba

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Reynaldo Duret Sotomayor 

(Santiago de Cuba, 1958), psiquiatra de profesión, escritor y poeta, ha publicado Nunca te enamores los días de lluvia (Ediciones Extramuros); La noche de los miedos (Ediciones Santiago, 2011).


Disculpa del ángel


a los portadores del VIH-SIDA

Aquí estoy  consumido por el musgo del invierno
recomenzado apenas de la última gloria
quise borrar la eternidad en la estridencia
de los tragaluces
me deslumbré ante la nostalgia del animal perdido
degusté su cicatriz / piedad interior

Cualquier dolor es mínimo para nombrar su muerte
imaginaria
danzaba con la música de las premoniciones
criatura corregida por el azar de Dios

Guardé mis alas  simulé el impudor de sus doctrinas
devine en lluvia sobre los vestigios de su carne
escapado del don de la mesura
náufrago felicísimo que inaugura el festín de los presagios
sin lucidez siquiera con la cual regresar a su inicial belleza
celeste  dogmática  desprovista de bordes

Ahora yo / el animal  cantamos una
minúscula sonata de amor
y recuerdo que una vez tuve alas  sandalias pulcras
una trompeta de oro cuyo esplendor quemó el asombro
solo me queda esta tristeza compartida  como humo de
incienso
el remanso del nardo flotando en el olvido.



Confesiones de Eva

a los incomprendidos


Yo quise ver el mar
tocar mis pechos culpables detrás de las aguas
anunciarme como toda mujer insalvada
a la gravidez de la ceniza.

Quise también llorar mi vientre péndulo
ofrecerle a mis hijos la lumbre el pan
con la desgarradura del dolor

soy mentida por el poder de la manzana
la desnudez de Adán
el baile de la víbora.

Renuncié al manso perdón de los corderos
cambié la casa eterna por la zozobra
de la costilla impar.

Huyo del esotérico simulacro del ángel
sirvo mi carne “perversa”
para el hartazgo de la in resurrección.

La eternidad estalla entre mis muslos  sus códigos fieles

¿Quién corregirá el pánico de mi inocencia
abogará por la deformidad de mi mordida
cantará a mi impureza
cuando se lancen las últimas piedras?



Lamento por los náufragos

a las víctimas de la droga



Rondan las calles noctívagos fantasmas
acumulados claman por un sitio donde evocar el mar
La luna en su acrobacia toca un violín de humo
bebe las poluciones de la fiebre

¡Oh dóciles dementes nombrados por la máscara!
La redundante cópula destierra sus contornos
¡Oh fatales cautivos de un fugaz terciopelo!
pequeños clausurados inconformes

el andén simulado traza el viaje a los astros
dedica a la ternura su caos escarlata

dónde habitar sin que la abulia los sorprenda
trepando el agua de una sed proscrita

Tras los ojos la vida gesta la profecía de la daga  desmesura
el eclipse de la luz / nítido tul sobre la ceremonia de los
hombres

Lejos el mecanismo del pájaro pacífico
el placer de la lluvia lavando los geranios
la contraseña del vidrio inmaculado

Vienen con sus imágenes ingrávidas a besar
la sorpresa del polvo angelical
confundidos subastan sus cabezas eróticas / las voces
tartamudas / caen donde

La nostalgia será una guitarra que cante
cuando acabe la danza.


Lamento por los náufragos, Primer Premio de Poesía La Pluma de la Punta Brava, 2005



ALEJANDRA DARRIULAT [15.583]

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Alejandra Darriulat Devita

Escritora y bailarina uruguaya nacida en Bélgica en 1971. En 2011 publicó relatos cortos en en la revista electrónica española, Narrativas Contemporáneas. En 2010 inauguró su blog literario http://lupadelviajero.blogspot.com En 2005 publicó su primera novela corta, La derrota, editorial Artefato, Montevideo, Uruguay. En 2002-2005 realizó estudios de literatura en el IPA (Instituto de Profesores Artigas, Montevideo, Uruguay). En 2000 ganó una mención en el MEC, Ministerio de Educación y Cultura Montevideo-Uruguay, por su volumen de cuentos, Secretos del viento. En 1989 ganó una beca para estudiar danza contemporánea en Alemania, Folkwang Hochschule Essen (1989-1991), Escuela Superior dirigida por la maestra Pina Bausch. Escribe poesía desde niña. Actualmente reside en Holanda, se dedica a escribir y a dar clases de español en el Instituto de Lenguas, El Abanico, en la ciudad de Rotterdam

Fotografía de Fernanda Montoro 
http://lupadelviajero.blogspot.com






Autorretratos
(serie de poemas inéditos 2014)
Alejandra Darriulat




Del mismo barro que tú, 
y en mi ombligo nace una flor, 
que busca otoños y primaveras.





Miro hacia atrás; 
una huella tras otra, 
entre la luz y la sombra, 
bordeando el mar.





43 años: 

un par de arrugas en la frente,
una sonrisa que no se rinde,
una piel con cicatrices y abrazos,
danzas, viajes, poemas, amigos,
una valija con pocas cosas,
un amor auténtico que me dio un hijo,
una voz que me define.





vuelos cotidianos

Una madre corre entre los árboles 
con los brazos abiertos como un pájaro. 
Y su niña, detrás de ella.





milagros



XII

El silencio de la nieve cubre la ciudad, los ruidos desaparecen.



XIII

Domingo de mañana. Un sol de invierno entra por las ventanas, una capa de nieve cubre los tejados y las chimeneas de las casas, sólo se escucha el graznido de los cuervos. Fabrizio duerme en su cuna, papá Chris lee las noticias en su ipad acostado en la cama, y yo escribo a mano, como si estuviera tejiendo una bufanda interminable, sentada al lado de las ventanas.



XIV

Mimos, llantos, y más mimos. Hoy es un día en que Fabrizio sólo quiere mimos. Yo le digo que ahora no es como antes, cuando estaba embarazada de él, y andábamos juntos día y noche sin separarnos un sólo segundo. Mientras lo acuno en mis brazos, le como los cachetes a besos, intento explicarle que el mundo es más ancho que el útero de mamá; el mar, el sabor del chocolate, el vértigo de una montaña, la frente pegada contra la ventanilla de un tren, la llegada de una postal, el viento girando molinos, el cuervo sacudiéndose la nieve de las alas, la siesta de los patos bajo el sol; mi hijo tiene un universo por descubrir más allá de mí. Pero todavía es demasiado temprano para entenderlo y el calor de mi pecho es su paraíso perdido.



XV

Qué misteriosa señal se le pasará por su cabecita para indicarle que cada vez que le sonrío puede devolverme la sonrisa y comunicarse conmigo. Ya no es aquella mueca en la cara del principio, cuando los músculos empezaban a entrenarse, sino que Fabrizio toma conciencia de que puede sonreír y ahora también se sonríe con la mirada; algo imposible de enseñar. Otro milagro de la vida que uno se olvida tan rápido, y cuando un hijo nace, te lo recuerda.



XVI

Frente a las ventanas de casa se ve el final del parque y los tranvías rojos que van hacia el mar de Scheveningen. Pasan uno detrás del otro, cada cinco minutos, y con Fabrizio pegado al pecho siento el calor del abrazo como una huella blanda, profunda, silenciosa. “Que el mundo siga girando a su antojo; no tengo prisa”. Recuesto a mi hijo sobre las rodillas, me mira con ojos curiosos, deja escapar unos sonidos como si quisiera contarme algo, me sonríe, le doy un beso en la nariz. 



XVII

“Mirá el milagro que hicimos juntos”, me dice Chris señalándome a Fabrizio mientras lo paseamos en el cochecito. Me emociono hasta las lágrimas, abrazo a Chris, beso a mi hijo, recojo castañas debajo de los árboles, y seguimos caminando en silencio. 



XVIII

Una mañana me sorprendió su primera carcajada. 
¿Cómo “aprendió” a reír?





otoño 2014

Hojas secas se deshacen en las manos de Fabrizio. Una manta de otoño cubre su peluche favorito; un pequeño puercoespín. Todavía me cuesta asociar este mes del año con la caída de las hojas. Para mí setiembre era tiempo de cometas, de flores asomándose en los jardines del sur. El otoño holandés también tiene su magia. Esos bosques de árboles desnudos, tupidos de hojas a sus pies, me inspiran despojamiento, transformaciones, esa esencia poética que tiene la naturaleza y que tanto me estimula a escribir. Hoy, 3/9/14/, sucedió lo que tenía que suceder: La abuela Maat se despidió de nosotros. Ahora su espíritu baila entre las hojas.





campanas

La niebla de esta mañana recorta casas, árboles, iglesias. La ciudad se desdibuja en esa densidad blancuzca y el agua de los canales se vuelve intensamente gris. Las distancias se acortan, las bicicletas a contra mano me sorprenden, la mirada no alcanza a ir muy lejos, pero las ocultas campanas siguen estando ahí y se hacen escuchar.






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