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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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IBN GABIROL- AVICEBRÓN [15.021]

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IBN GABIROL- AVICEBRÓN

Šelomoh ben Yehudah ibn Gabirol (hebreo: שלמה בן יהודה אבן גבירול), Sulaymān ibn Yaḥyà ibn Ŷabīrūl (árabe: سليمان بن يحيى بن جبيرول) para los árabes, o Avicebrón como era conocido por los latinos, fue un filósofo y poeta judío andalusí nacido en Málaga hacia 1021 y muerto en Valencia hacia 1058. 
Hijo de una familia cordobesa que escapaba de las revueltas que dieron fin al califato cordobés —por lo que Ibn `Ezra e Ibn Zakkuto lo denominan al-qurtubi, es decir, «el cordobés», aunque él mismo se proclama en varios de sus poemas acrósticos al-malaquí, malagueño—, y huérfano desde muy joven, llegó a Zaragoza, donde fue criado y educado. Allí, su precoz genio poético le valió la protección del mecenas Yekuti`el ben Isaac, visir judío del rey Mundir II de la taifa de Zaragoza. Ibn Gabirol se refiere a Yequtiel ben Isaac como "príncipe", "nací de príncipes y soberanos" y "señor de los señores", y a él le dedica buena parte de sus más excelsos poemas. He aquí un fragmento elegíaco a la muerte de su maestro Yequtiel ben Ishaq:






Fíjate en el sol del ocaso, rojo,
como revestido de un velo de púrpura:
va desvelando los costados del norte y el sur,
mientras cubre de escarlata el poniente;
abandona la tierra desnuda
buscando en la sombra de la noche cobijo;
entonces el cielo se oscurece, como si
se cubriera de luto por la muerte de Yequtiel.





En 1039, tras los tumultos ocurridos durante el golpe de estado de Abd Allah ibn Hakam contra Mundir II, que derrocó a la dinastía de los tuyibíes, Yekutiel fue asesinado y, tras dedicarle las más hermosas de sus elegías (un fragmento de la cual reprodujimos arriba), Avicebrón dejó Zaragoza y marchó a Granada, en busca de otro protector en la persona del uno de los más notables y poderosos personajes de su época, Šemuel Ibn Nagrela, visir de Badis ibn Habus rey zirí de Granada. Fue preceptor de su hijo Yosef y, a pesar del origen común de sus familias —ambas eran cordobesas y emigradas a Málaga—, sus relaciones fueron conflictivas, llegando incluso al enfrentamiento personal, debido, tanto a la rivalidad poética como al particular carácter de nuestro personaje, del que dijo Ibn `Ezra: "Su genio indómito le llevó a injuriar a los grandes y a llenarlos de ofensas, sin excusarles sus defectos". Tras residir unos años en Granada optó de nuevo por volver a Zaragoza.

La positiva opinión que de Ibn Gabirol tienen los cronistas posteriores, Ibn `Ezra, al-Tulaituli, al-Harizi, ibn Da`ud, ibn Parhon o Yosef Qimhi, no son reflejo de la estima de que gozó entre sus contemporáneos, pues una vez muerto Yequtie`el, y sin la protección de Šemuel ibn Nagrela, el enfrentamiento con sus correligionarios concluyó con la promulgación de un herem, o anatema, y su expulsión de la comunidad hebrea de Zaragoza (1045) desde donde volvió a partir para el exilio.

No parece que se llegaran a cumplir sus deseos de marchar a Sion, y carecemos de testimonios fiables sobre el último período de su vida. Ibn Zakkuto nos trasmite una romántica leyenda de su muerte en Valencia, a manos de un vate musulman celoso de sus poemas, y de como tras ser inhumado bajo una higuera, esta dio sus más dulces frutos.


Obra

Fue autor de numerosos panegíricos y elegías, pero también cultivó la sátira y el autoelogio, que eran géneros habituales entonces entre los poetas árabes, pero no entre los hebreos. Como otros grandes poetas de su época (entre los que se cuentan grandes rabinos y eruditos de la época, líderes de la comunidad como Semuel ibn Nagrella, Moses ibn Ezra o Yehudah Halevi), Ibn Gabirol cultivó la poesía homoerótica, género que era habitual tanto entre los poetas hispanohebreos del «Siglo de Oro» de la literatura hispanohebrea como entre sus coetáneos musulmanes.

También escribió abundante poesía religiosa, entre la que destaca el Keter Malkut (Corona del reino), un largo poema de tendencias místicas que supone una síntesis entre las creencias tradicionales judías y la filosofía neoplatónica, todo ello adornado por un gran conocimiento de la astronomía árabe.

Compuso, además, dos célebres tratados en lengua árabe. El primero es de carácter filosófico, del que nos ocuparemos más adelante, y fue traducido al latín como Fons vitae.

El segundo se ocupa de la ética y la moral y es de orientación ascética, el Kitab islah al-ahlaq, en hebreo, Tiqqun middot ha-nefes, es decir, La corrección de los caracteres, de 1045.


Fons Vitae

Adherente a la filosofía neoplatónica, su obra más célebre es La fuente de la vida (en latín Fons Vitae --en árabe ينبوع الحياة (Yanbu` al-hayat), traducido al hebreo como מקור חיים, (Meqôr hayyîm)-- y está basada en «Salmos» XXXVI, 10. Esta obra adopta la forma de un diálogo entre un maestro y su discípulo, y está dividida en cinco partes:

La primera parte es una explicación preliminar de las nociones de forma y materia universal.

La segunda describe la materia espiritual subyacente bajo las formas corporales.

La tercera demuestra la existencia de las sustancias simples.

La cuarta se ocupa de las formas y materias de las sustancias simples.

La quinta discurre acerca de las formas y materias universales que existen en sí mismas.

Por no contener esta obra referencias a los textos fundamentales del judaísmo, es decir el Pentateuco y el Talmud, y por haber sido redactada originalmente en árabe, su autor "Avicebrón" fue tomado al principio por un filósofo musulmán. Luego, traducida al latín bajo el nombre de Fons Vitae por Juan Hispalense y Domingo Gundisalvo, se tornó una importante referencia para los franciscanos y para el mundo cristiano en general, aunque sus tesis fueran rechazadas por los dominicanos, en especial por Alberto Magno y Tomás de Aquino, que se oponían a su interpretación neoplatónica de Aristóteles.



Obras de Ibn Gabirol

Diwan
Anaq
Sefer tiqqum middot ha-nefes
Sefer Meqor Hayyim
Sefer Mibhar ha-peninim
Keter Malkut



Ani ha-sar.

Yo soy el Maestro que canta y la Canción es mi esclava...
Aunque apenas tengo dieciséis años,
tengo la sabiduría de un hombre de 80.



“ Ahava” - Amor

Por Ti, Oh Dios viviente, mi ser suspira,
Mi espíritu y mi alma están consumidos por el fuego.

Tu Shekinah mora en los corazones
De tus hijos y padres elegidos
Y a Tus criaturas vivientes pones como guarnición en los carros

Y cuando mi corazón se colma,
Su radiación ilumina desde dentro.

El misterio fatiga hasta a los más sabios
Que luchan para comprenderlo,

Cansados de buscar el ideal de esplendor:
¿Cómo, pues, nutriré mi alma
En el Templo del honor?

Deseando, anhelo a mi amada
Mi objetivo y propósito: mi alma.

Como el zafiro, la casa del entendimiento,
La apariencia de la Luna es como el oro exquisito de Ophir,
Y como un joven león ella ha construido su casa
En el cuerpo, en secreto.

Ella es mi dicha y mi alegría en el dolor,
Mientras el parloteo de los pensamientos obstruye mi propósito.

¿Puede un hombre inocente alabarla?
Y ¿quién podría negar su belleza perfecta?
Responde, ¡Oh Dios!, apresúrate,
Pues tu hija está enferma de amor.

Bebe, hija mía, bebe dulcemente
De las aguas de mi salvación:
Porque tú eres mi reverencia.








Cogido estoy en las manos del mercader
como un pájaro apresado en la red.
No puedo hoy encontrar rescate
Para visitar la maravillosa yeshivá.










Ven, amigo mío, compañero de las luminarias,
Ven conmigo y pernoctemos entre las alheñas;
Ya ves que ha pasado el invierno y se oye
en nuestra tierra el alboroto de golondrinas y tórtolas;
durmamos bajo el dosel de granados, palmeras,
manzanos y variados naranjos;
caminemos a la sombra de las parras,
con deseos de ver rostros radiantes
en ese palacio más alto que cuanto le rodea,
construido con valiosas piedras;
lo han asentado sobre seguro, con cimientos
y muros fortificados como torreones;
se ha allanado una terraza en derredor,
con arriates que embellecen todos los patios.
Las dependencias están construidas y adornadas
con atauriques calados y enmarcados,
pavimentadas con losas esmeraldinas y mármol,
con tantas puertas que contar no puedo;
sus hojas son como las de los palacios de marfil,
enrojecidas con sándalo de templos;
con ventanas translúcidas arriba,
cual soles, en las que hay puestas luminarias.
La cubierta, como el baldaquino de Salomón
colgada de los relieves de las cámaras,
girando y cambiando de aspecto con reflejos
de cristales, zafiros y nácares.
Así es de día, que al atardecer se asemeja
al cielo con sus estrellas ordenadas en la noche;
con ella se solaza el corazón del apenado e indigente,
olvida su miseria el humilde y amargado.
Al verla no recuerdo mi fatiga,
Se consuela mi corazón en su quebranto.

Hay un estanque rebosante, parecido al mar de Salomón,
Aunque no descansa sobre toros.
La actitud de los leones en su orilla
es como la de cachorros rugiendo a la presa,
derraman sus entrañas como manantiales,
vierten agua por su boca como ríos.








Di al príncipe encumbrado y poderoso
de cuyas proezas se habla por el mundo:

En ti confiaba mi corazón, y no recibió ayuda,
sólo desengaño de cuanto esperaba,
como una princesa que abre la puerta a su amado
y él le da la espalda y pasa de largo.

Con todo, Gabirol siempre mantuvo hacia Samuel gran respeto y cariño.
A su muerte en el año 1056 le dedicó una elegía sentida y preciosa.
¿Por qué, destino, aras sobre mis espaldas?
Óyeme, da un descanso a mi alma.
¿Es cosa baladí la separación del Rav Samuel?
Él era mi padre, mi auriga, mi carro.
Has puesto una frontera entre él y entre mí.
¿Qué queda aún que no hayas hecho conmigo?
Me dejó desolado como a un Eliseo,
Fue tomado ante mi vista como a un Elías.
Doble porción tuvo en su espíritu
Y doble ración tengo yo en mi dolor.
Para ti prepararé un lugar en mis entrañas
Y en mi corazón para ti fijé una tienda.
Te buscaré, también te hallaré allí,
Como a mi espíritu
Que hallo en mi interior.









Un ejemplo de su profunda convicción monoteísta expuesta en el Keter Maljut:

“Eres Uno, el principio de toda enumeración,
y la base de todo edificio.
Eres uno, y, por el misterio de tu Unidad,
la razón de los sabios queda estupefacta,
porque de ello no conocen nada...
En efecto, no se concibe en Tí
ni multiplicación ni modificación...
Eres Uno. Tu sublimidad y tu trascendencia
no pueden disminuir ni descender.
El que es Uno imposible es que caiga.”










Plegaria

Te busco en todas mis auroras y crepúsculos,
extiendo hacia ti mis manos y mi faz.
Hacia ti clamo con el corazón sediento,
como el mendigo que pide junto a mi puerta y mi umbral.
Las alturas no pueden servirte de morada,
Tú resides dentro de mí.
Yo, en verdad, escondo en mi corazón tu glorioso nombre,
mientras mi amor por ti rebosa hasta traspasar mi boca.
Por eso ensalzaré yo el nombre del Señor,
mientras el aliento de D’s esté en mí vivo.

Tú me creaste no por necesidad sino por gracia,
no por necesidad sino solo por amor.
Antes de que existiera, me demostraste compasión
al infundir el espíritu en mí y darme vida,
y después de que salí a la luz y al aire,
no me abandonaste sino más bien como padre cariñoso me vigilaste.
Yo era un bebé lactante, y Tú me amamantaste
y me pusiste al pecho de mi madre.
Me llenaste con las delicias de la infancia y,
cuando fui lo suficientemente fuerte para levantarme,
me ayudaste a ponerme de pie.
Me tomaste en Tus brazos y me enseñaste a caminar
y me diste sabiduría y pautas de rectitud.



TEODOGNIS DE ALEJANDRÍA [15.023]

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Teodognis de Alejandría 

(Alejandría, Egipto   331 - 257 a.C.)    
Nació el mismo año de la fundación de la ciudad por Alejandro Magno. Es probable que su padre fuera un militar tracio de los ejércitos conquistadores y su madre perteneciera a una de las numerosas colonias griegas radicadas en Egipto. Educado entre servidores domésticos su infancia no debió ser del todo feliz.

Contemporáneo de Diógenes y de sus discípulos cínicos, como Crates de Tebas, el gran parodiador, de los que extrae su escepticismo altruísta para volcarlo en sus versos.
      
Paradójico, afirma sus sentimientos al tiempo que renuncia a ellos, al igual que el apasionado Alceo de Mesene, amigo de Safo, que escribió estos versos:

Aborrezco el amor. ¿Por qué ese insoportable no acomete a las fieras 
en vez de disparar contra mi pecho? 
¿De qué sirve que un Dios calcine a un hombre? ¿Qué ostentoso trofeo 
gana con mi cabeza cuando me ha destrozado?

(Alceo de Mesene, siglo IV a.C. Antología de poesía erótica griega. Aurora Luque).

      
Algunos documentos sugieren que Teodognis estuvo enamorado de una hetaira y que tuvo un fin trágico a la puerta del prostíbulo donde trabajaba la mujer que lo despreció. El conjunto de sus Epigramas de amor se puede considerar como la obra de madurez de un misógino, sus musas son las hetairas a las que quiere y al mismo tiempo detesta. No ha sido posible averiguar cual de ellas pudo ser la causante de su muerte. Sin embargo los últimos años de su vida habría superado la pasión humana y sus decepciones para refugiarse en la poesía y sublimar el amor sensual. La mujer para Teodognis más que inspiradora de emociones se convierte así en un pretexto poético.






CINCO POETAS ANTIGUOS DESCONOCIDOS
Fuente: L. Tamaral
Edición y notas de Leopoldo de Trazegnies Granda
Ediciones "El-Quídam" Sevilla, 2008.
De venta en Sevilla en la Librería Palimpsesto 2.0, C/ Rosario Vega 8 (Triana).


EPIGRAMAS DE AMOR


I

No temas, Helena, al falso Zeus,
él no te desea como yo,
es Cerbero atado al pie del monte
y sólo le interesan las violetas de oro
que le arrojas al pasar.


II

Los eunucos escancian delirio en las copas
pero vosotras ninfas de Eros
colmáis de miel las jarras de nuestro deseo.


III

En la oscuridad resplandece tu belleza, Urania.
El seno que llevas descubierto
es el astro de pan dulce
que ofreces a la voracidad
de las aves nocturnas.


IV

Como Friné te desnudas, Terpsícore.
Atraes todas las miradas
pero no por lo que enseñas
sino por lo que ocultas
tras los velos celestes de tus párpados.


V

Posas tus dedos, Casandra, 
más leves que un gorrión
sobre mi añosa espalda,
y cuando me vuelvo
ya has volado a insinuarte 
entre los jóvenes.


VI

Al mendigo apostado en el umbral
las hetairas no lo ven,
tiene menos suerte que Diógenes,
pero goza de la generosidad
de los esclavos saciados por Dionisos.


VII

Anhelantes de acostarse con las diosas
recorrieron largos caminos,
y ellas complacientes
accedieron a untarles de placer 
los miembros fatigados
para que continuaran buscando.


VIII

Bella Dafne, de cabello trenzado
con guirnaldas y rayos de sol.
Irradias tanta luz como perfidia
pero la dulzura de tus labios
cicatriza el desapego de los cuerpos.


IX

No es locura. No es desvarío 
besarte los pechos encendidos
porque siento que el fuego de tu piel
no se apaga en contacto con mi boca.


X

Atenuada la luz,
tamizada la perversidad femenina,
el tiempo no se detiene
y no importa que las caricias 
rueden como dracmas de plata
por tu cuello.


XI

Huídos ya los dioses
nos quedamos solos sobre el lecho
con una gota de sed en la lengua
y borrascas en las pupilas.


XII

Haydée, perla azulada de Nubia,
diosa no, mujer amante,
que el rubio Minos atrajo
a la casa de su madre con engaños.


XIII

Europa te despojó de tus ríos de ilusión
que eran como venas del desierto
o transparencias tendidas sobre el mar,
y te destinó, Haydée, al laberinto
como simple ramera de suburbio.


XIV

Grávida de amores y secretos,
Afrodita, ama y matrona de doncellas
¿qué delicadas experiencias recreas
mientras tus ninfas juegan
en el jardín de Eros?


XV

Maya y Electra, las Pléyades,
funden sus tenues resplandores
y sonríen de soslayo cogidas por el talle.
Siempre es bello lo que se ama,
sois el deleite de la secreta Safo.


XVI

Renunció a la felicidad del sabio
por la inquietud del artista.
Huyó del espanto del mundo
para refugiarse en el fuego de Circe.
Pero soñó, soñaba siempre,
con la nieve tibia de los pechos de Leda.
Y al morir escribió:
Ya nadie podrá quitarme
el placer de estar muerto.


XVII

El brazo de Himeros
engarzó el trueno en el rocío,
labor de las flores y el amor,
para que nacieran las auroras.
Tú surgiste del fondo de la noche,
eterna y fugaz como Calíope
estrella próxima y arcana.


XVIII

Muestras tus muslos de gaviota
ágiles para correr contra el viento
por la orilla del río del deseo.
Doris, esclava de la Luna,
cambias tus tiernas esencias
por su fría plata.


XIX

Me sumerjo en las heladas aguas mediterráneas
que bañaron a tantas diosas 
bajo las estrellas del Olimpo.
Las vetas azules de las olas
mansas y sedosas
aún guardan el perfume de las que fueron
sus flores insomnes.

Teodognis de Alejandría (331 - 257 a.C.) 
(Traducción: L. Tamaral)









SEXTUS PISCIUS CAECILIANUS [15.024]

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Sextus Piscius Caecilianus 

(Itálica, 75 - 4 a.C.).
Autor de la obra Lección de arquitectura de la que sólo se conoce un breve texto.

Sextus Piscius Caecilianus nació y vivió durante toda su vida en la ciudad de Itálica, a pocos kilómetros de Sevilla, cuando esta urbe romana estaba en todo su esplendor arquitectónico. En el magnífico teatro de la ciudad, edificado un siglo antes de nuestra era, el poeta sin duda asistiría a las comedias de Plauto y Terencio.
  
Algunos años más tarde nacería en Itálica el emperador Marco Ulpio Trajano (53-117) y posteriormente gobernaría Roma otro emperador que aunque no naciera en Itálica su familia provenía de la ciudad bética: Publio Aelio Adriano (76-138).
   
Es probable que Sextus Piscius Caecilianus no fuera un hombre libre, sino servidor de un patricio importante de la ciudad. En diversos documentos se le menciona como ludi magister, y no sería extraño que fuera el encargado de llevar la contabilidad y la educación de los hijos de un poderoso hombre de leyes.
   
Su Lección de arquitectura está escrita sobre papeles oficiales reutilizados. Su texto sugiere el arte de vivir sensualmente.





CINCO POETAS ANTIGUOS DESCONOCIDOS
Fuente: L. Tamaral
Edición y notas de Leopoldo de Trazegnies Granda
Ediciones "El-Quídam" Sevilla, 2008.
De venta en Sevilla en la Librería Palimpsesto 2.0, C/ Rosario Vega 8 (Triana).




Lección de arquitectura

Esto es lo que enseñaba el maestro Sextus Piscius Caecilianus (Roma, 75 - 4 a.d.C.) sobre el arte de edificar.
L. Tamaral
      

Los suelos de madera de algunos pueblos del norte son agradables de pisar e íntimos para convivir, pero en verano se vuelven insoportables, es preferible la solución romana de suelos fríos de baldosas o mármoles, que en invierno pueden cubrirse como los cuerpos hermosos con paños orientales.

      

Las ventanas no deben ser estrechas y altas como las de los templos sino amplias y horizontales, para estar a cubierto de la luz divina que siempre es vertical e implacable.

      

Las paredes han de ser anchas para que apaguen el eco de nuestros errores y blancas y luminosas para poder proyectar nuestros recuerdos más queridos y que reverberen en ellas los olvidados.

      

Las habitaciones deben tener dos ventanas abiertas a diferente orientación, para mantener al menos dos visiones distintas del mismo paisaje.

      

Los techos altos como los deseos cumplidos.

      

La alcoba sencilla y fresca como el amor.

      

La biblioteca ha de ser lo más abundante y transparente posible para que impregne el aire de filosofía.

      

Hay que ser espartano en el adorno, pero sensible a su forma, que como las caricias se sienten más cuando son secretas.

      

Se debe procurar que los patios sean silenciosos para percibir claramente nuestras fiestas interiores.

      

No se debe abusar de las columnas que agobian el espíritu como la falsa elocuencia.

      

El jardín debe estar rodeado de árboles centenarios que absorban nuestras pasiones y de flores vírgenes como pensamientos que nos las reaviven. Se eliminarán los rincones umbríos donde el dolor y las madreselvas tienden a rebrotar.

      

En fin, estas son las reglas mínimas que deben tenerse en cuenta cuando se aborda la construcción de una vivienda, pero ha de saberse que no sirven de nada si la casa permanece vacía.



(Traducción: L. Tamaral)






SHAKIR WA'EL [15.025]

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Shakîr Wa'el 

(Jorasán, Persia, 1232/34 - 1260).
Poeta persa autor de Visita del joven Shakîr Wa'el a Granada. Es del que más información disponemos a pesar de que se desconozca casi todo acerca del manuscrito original persa que supuestamente dio origen a los poemas que aquí presento.
      
L. Tamaral encontró en París, en sus interminables pesquisas por los "bouquinistes" de las orillas del Sena, alrededor del año 1930, el manuscrito en francés de la Visite du jeune Shakîr Wa'el à Grenade. Le gustó tanto que tradujo al español sus más de cinco mil versos agrupados en poemas cortos, breves leyendas, máximas, descripciones de la naturaleza y variadas anécdotas.
  
¿De dónde procedía el manuscrito francés encontrado en París? A juzgar por pequeñas notas al margen, de las que se sirvió Tamaral, estaba traducido directamente de un texto persa escrito en farsi. Desgraciadamente no ha llegado hasta nosotros ni el manuscrito original persa ni la traducción francesa encontrada por el polígrafo peruano. A la muerte de L. Tamaral en Sevilla tuve la suerte de encontrar una caja con el legado poético de Shakîr Wa'el vertido al español por el propio Tamaral. Es la única versión de la que por el momento disponemos. De los datos implícitos en la propia obra podemos hacer las deducciones que detallaré a continuación.
   
Probablemente el manuscrito original persa nunca estuvo en Irán. Se supone que lo escribió Shakîr Wa'el durante su visita a Granada que duró aproximadamente dos años, de 1258 a 1260. El poeta habría nacido en 1232 ó 1234 en la región de Jorasán y a la edad de veinticuatro años viajaría a España como criado de su tío Sa'id al-Bistamí probable descendiente del poeta Ibn Hazm que fue por breve tiempo visir del califato omeya de Córdoba y autor de El collar de la paloma. Sa'id al-Bistamí tenía cierta relación con España por haberse encontrado en 1240 con el místico Ibn al-Arabi de Murcia en un viaje a Siria al que fue en compañía del doctor Ÿalaluddín ar-Rumí. Mohamed I, sultán de Granada, conocedor de su sabiduría, le pediría que viniera a formar parte de su gobierno y éste emprendería el viaje llevando consigo a su sobrino predilecto. En cuanto al aspecto físico de Shakîr, aunque era de origen semita, la descripción que él hace de sí mismo corresponde a un hombre alto, de piel muy blanca, rubio y de ojos azules.
      
La juventud de Shakîr unida a su desconocimiento de las pautas de la prosodia persa utilizadas por los poetas clásicos como Hani al-Hakamí (Abu Nuwas) o los místicos sufíes que influyeron en la poesía andaluza, Omar Kayyam, Saadi Shirazi, hacen de él un poeta absolutamente marginal que se expresa de forma libre y espontánea. No se le puede considerar dentro de la literatura persa, pero tampoco se llegó a integrar en la poesía arábigo-andaluza de moaxajas y zéjeles. Se anticipó a los poetas nazaríes Ibn al-Yayyab o Ibn Zamrak, aunque Shakîr no escribía para conseguir méritos oficiales, ni sus versos son alabanzas al sultán convertidos en caligramas en los muros de la Alhambra; cantó secretamente a una mujer, escribió apasionadamente en el aire para que ella lo quisiera también apasionadamente, sin conseguirlo.
  
En 1260 emprende, muy a pesar suyo, el viaje de regreso a Irán llamado por su padre anciano y ciego, para hacerse cargo de sus obligaciones familiares. Es probable que el barco que lo llevara a su hogar fuera atacado por piratas o naufragara en el estrecho de Mesina o en cualquier otro de los pasos peligrosos que había en la ruta mediterránea. No se tienen noticias de su llegada a Oriente y no existe rastro de que ejerciera alguna actividad posterior en su tierra. No figura en ningún documento literario iranio.

      Durante los dos años que el joven Shakîr permaneció en Granada, es probable que viviera en la primitiva Alcazaba entre el séquito de Sa'id al-Bistamí. El monarca nazarí, Mohamed ben Al-Hamar, acababa de trasladar la corte del Albayzín a la Alhambra y había mandado edificar nuevas dependencias residenciales y de defensa para alojar a su familia y a un pequeño ejército. El joven Shakîr probablemente presenció el inicio de la construcción de la Torre de la Vela y de los primeros aposentos reales viviendo en el interior del recinto.
  
Sus versos transmiten profundos sentimientos de amor. ¿De quién estaba enamorado el joven extranjero? Su poética lamentación hace suponer que se trataba de un amor prohibido, de una mujer que no era libre, tal vez una mujer del serrallo, a la que tuvo que renunciar. Esta mujer, a la que nunca menciona por su nombre para no comprometerla, y a la que vería únicamente tres veces en su vida, sería la inspiradora de los versos que publicamos bajo el título de Visita del joven Shakîr Wa'el a Granada. No podemos saber cómo se llamaba, aunque estaríamos tentados de llamarla Zorahaida, como la princesa de la leyenda de La rosa de la Alhambra de Washington Irving, porque tendría su misma sensibilidad y destino; al menos, así la vería su joven enamorado.
   
El manuscrito se quedó en Granada, probablemente Shakîr lo dejó con la vana ilusión de que llegara a manos de su amada. Se lo dejaría a alguien de su entorno, tal vez a alguna esclava al servicio del harén. No sabemos si algún día ella lo llegó a leer, pero suponemos que sus poemas fueron conocidos y copiados por otros amantes deseosos de ver su amor correspondido, cosa que era frecuente en Al-Andalus, y esta circunstancia permitiría que el original o una de las copias, apareciera a comienzos del siglo XIX durante la invasión napoleónica.

Un oficial francés, en el expolio de las ruinas de la Alhambra, tuvo la fortuna de descubrir el manuscrito. Se supone que este militar, con buen olfato literario, se llevó el libro que estaba encuadernado en pergamino flexible al estilo árabe. Por la sencillez de los adornos de la cubierta se notaba claramente que no se trataba de un libro sagrado musulmán, sino de una encuadernación artesanal hecha probablemente por el propio autor.
   
Ya en París, el militar napoleónico hizo traducir al francés el preciado documento y se sorprendió por la belleza del resultado. No sería extraño que el propio oficial estuviera también enamorado de una mujer de Granada que tal vez viviera en el Albayzín y encontrara en el manuscrito un reflejo de sus sentimientos. Orgulloso de su hallazgo, estampó su nombre y apellidos a pie de página: "Lieutenant Maximilien de La Rochelle", como lo reprodujo Tamaral. Este personaje es el autor de las pequeñas notas aclaratorias escritas al margen de la versión francesa que Tamaral utilizó para la comprensión del origen de la obra y su traducción al español.

Los poemas que transcribo en esta antología son una mínima selección de la extensa y desconocida obra que nos dejó Shakîr Wa'el.




CINCO POETAS ANTIGUOS DESCONOCIDOS
Fuente: L. Tamaral
Edición y notas de Leopoldo de Trazegnies Granda Ediciones "El-Quídam" Sevilla, 2008.





POEMAS

Shakîr Wa'el       


DEL AMOR


I

Con la ceguera azul
de los que vuelven de alta mar
llegué a Granada
y la vi transparente
peinada de sueños
en su jardín de noches.
Bebí sus destellos
en las fuentes
y conocí el licuado
sexo de la nieve.

Respiré sus sombras
y llené mis pulmones
para futuras alboradas.

Ahora que mi padre me reclama
con lágrimas de arena
me duele alejarme
de su aroma.







II

Cambié un jardin propio
por un mar de altura,
una jaula cerrada
por un cielo abierto,
mis dos ojos
por una estrella lejana,
y por tu amor
¿qué puedo darte yo por tu amor?
no tengo nada que valga tanto.









III

La soledad
es oír como se apagan las estrellas
sobre el firmamento en desorden de tu pelo.
Y la tristeza
un ventarrón vacío
que al amanecer se vuelve caricia. 









IV

Eras un libro expuesto a la ventisca,      
ave trémula en el paraíso,
manojo de plumas que oprime mi corazón.       
Mis sueños vuelan
por tus verdes silencios,
y mis labios de vino se humedecen
en las dulces sombras 
que tu cuerpo deja.







V

Solitaria banderola de aire
traspasada y libre
así es mi pasión
flameada por tu mirada ciega.









VI

En mi corazón
los deseos se elevan
hacia un cielo de hierba
y bajo mis pies
se deshacen los senderos
como si fueran de nieve.
La temperatura del alma
llega aquí a igualar la de las flores.

(Pero no pretendo soñar)

Para los ojos es bueno seguir el rastro bicolor de las mariposas. Pétalos sin destino, jeroglíficos al sol. Se posan en la quietud del mundo, y turban mi espíritu.







VII

Las claras noches de tu piel
oscurecen mis ojos extranjeros
los echaré al agua
como dos peces
para sentir
el aleteo de tus párpados.










VIII

Te esperé, te esperé
y sólo llegó hasta mí
el brazo desnudo del amanecer.







IX

Buscando la libertad
he terminado a las puertas de tu prisión
y ya no conozco otra llave que tu amor.







X

¿Cómo será el mar sin ti?
¿Se convertirán en arena mis recuerdos?
Me estremezco bajo la lluvia fina del olvido
pero mi embriaguez de ti no la he perdido.






XI

Cuenta Sa'id al-Bistamí lo que le ocurrió a una pareja de amantes cuando ella enloqueció y empezó a delirar e insultar a su enamorado.
Los amigos de él le requerían: "¿Cómo puedes amar a una mujer que ha perdido el juicio y te maltrata?"

Pero él les respondía: "Antes no la quería por su cordura, ahora tampoco la voy a dejar de querer por su locura. La quiero simplemente porque es ella. Y loco también es el que ama."

Esta historia demuestra que el verdadero amor es independiente de las circunstancias de los amantes, por extremas que sean. También dice Ibn Hazm que "no tiene más causa ni motivo que la voluntad de amar". Porque es sinrazón, puro anhelo y une y separa con dureza.







XIb

Ayer subí por las cuestas empedradas de tu atalaya, cuando el velo del atardecer dejó de arder y Granada se ensombrecía en los ojos de una gacela preñada de brasas. Te rondé a medianoche por veredas y terrazas polvorientas de luna, trasegando mis sueños a cielo abierto, con el vértigo de estar tan cerca y tan distante.
Hallé tu casa encendida, las ventanas de tus aposentos abiertas y las de tu alma entornadas. Adiviné cómo ordenabas tus utensilios domésticos, tus libros y tus deseos antes de dormir y en un silencio imantado de estrellas llegué a oír tu voz entre los muros como fina alfaguara. 








XII

Nada hay más superficial que una caricia, pero qué profundidades alcanza, como las huellas de las gaviotas en la arena que la marea desliza hacia los fondos marinos.
Caricia es también tu mirada
la brisa de tus pensamientos
el jardín de tu pelo
tu manera de retirar el cuello
tus hombros de luna en sombra
tus pezones en la tormenta de tus vestidos
el oasis en reposo de tu ombligo
las riberas mayores y menores de tus labios 
tus muslos fluviales
la pulpa frutal de tus rodillas
tus pies tus dedos tus uñas de colores
y tu sonrisa también que rompe el cielo.







XIII

Asombrado por la finura de Al-Andalus
que es como la piel de una gacela dormida
le pregunté al maestro Abu Ahmad Ibn Sa'id
y él me respondió:
Es una idea antigua
mantenida por los sabios de Persépolis,
que la tierra es un animal que se alimenta
con la boca en Bagdad, los ojos en Damasco
y el ano en el país de los frany.(1)

No te sorprendas pues
de la dulzura del paisaje
porque Granada cae a la altura del corazón.
___________
(1) Francia  






XIV

Aún me corta tu frío aliento transparente,
la brisa de tus besos sin labios,
tu oscuro pelo lloviéndome en la boca.
Tus manos viajeras,
tu cuerpo tibio y vegetal,
la fronda de tu alma 
en esa tarde de árboles y viento.

El cielo deja un brusco brillo,
un temblor cercano de hoja suelta 
en los estanques manchados de noche, 
ahora que ya no tienen peces,
rompiéndose el agua en mi interior.






XV

La tierra es habitable
hasta donde alcanza tu mirada
como el mar silencioso de tus ojos.
Más allá las tinieblas,
los pueblos sin nombre,
las ciudades que sólo brillan
en la imaginación de las piedras.

Y cuando tú te muevas
toda la bóveda celeste
girará conmigo.








XVI

Ahora que he crecido
como duna frente al mar 
ahora que tengo los años de la arena 
hubiera podido darte todo el viento de mi amor.





XVII

Entré en tu jardín oscuro
con la pálida luna
por el sendero del viento
desde entonces ruedo
como lluvia sobre pétalos
de la inquietud al deseo.



DEL DESAMOR



XVIII

Bajo mis pies la hojarasca
crepita 
en el silencio de las veredas.
La escarcha de mi alma 
resguarda 
el amor helado en mis venas.




XIX

Oigo tus cabellos
cuando caen como lluvia
y me pregunto si tú lo sabes.




XX

Después de las tormentas
las palmeras se dejan acariciar
por la brisa.
Sobre nuestros lagos interiores
el viento no se detiene.




XXI

Escucho el corazón 
de tu sombra
siento tu pulso de paloma
huída
sólo la luna
ilumina la neblina de mis sueños
donde una vez
te quedaste muy cerca de mí.




XXII

Un amor que se va
es como desandar un camino
se reconoce el paisaje
pero se siente uno perdido.




XXIII

Cuando haya acabado
de beberme una a una las estrellas
descubriré tu estela
fugaz como un ave
que anidó un día en mis costillas.




XXIV

En los desiertos azules
resplandecen las estrellas
del mar que los cubrió.
De mi amor que era
como un río que se ensancha
ahora sólo queda
un hilo de agua entre las rocas.





XXV

Durante muchas noches
no verte
fue como estar ciego
el olor oscuro de los árboles
en mis sábanas
susurros de alborada
en las ventanas
la estrella polar helándose
en tu pubis
y la vida remota
como una cascada de hierro
porque tu silencio
llenaba mi silencio
ruidosamente
entre la gente.



(Traducción: L. Tamaral)




GONZALO DAVID [15.042] Poeta de Chile

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GONZALO DAVID

Poeta. Chile.
Gonzalo David ha publicado Pendrive (Mantra Ediciones, 2008) y Superhéroe (indie.cl, 2009; e-book y Ed. La Liga de la Justicia, 2011). Ha participado en el taller de escritura creativa del escritor Diego Ramírez. Algunos de sus textos han aparecido en medios electrónicos literarios de Chile y Brasil. Forma parte del comité editorial de La Liga de la Justicia Ediciones y recientemente "Abril" (publicado en Austria).




como una llamada perdida en la madrugada
como una cancioncita lastimosa en inglés
como una serie del cable
como una fantasía cursi colegiala
como mi pequeño pedacito de cielo
como una novela perversa con nombre de mes
como las fallas de la telefonía celular que por algo
pasan
como una estrella a millones de años luz
como un labio homicida empapado de alcohol
como un disfraz sobre producido en una fiesta mal
organizada
como una secreta presencia que escucho y play y play
y play
como unos poemas diluidos en el mar
como ese manoseo loco adentro de una capilla en el
centro
como una quemadura de cigarro en el dedo meñique
como todos los textos que tendrán que ser filmados
para que la esperanza sea sólo un mal recuerdo
como esas conversaciones pendientes que terminaron
en una página blanca
como la última caricia en una estación sin remodelar
como unos pantalones rasgados antes del apagón
como la pendeja camiona teatrera pero nunca actriz
como un par de entrevistas que pasaron al baúl de los
recuerdos.




CARTA DE PRESENTACIÓN

que tengo poemas malos y otros terriblemente
peores
que nadie se acuerda de mí los fines de semana
que ya no tengo amigos
que al último le rompí su pantalón favorito y no
me habló más
que a los anteriores los golpeé de tan
complacientes conmigo
que me orino en los calzoncillos
que me recuesto de madrugada en la carretera
soñando una ruleta rusa
que no tengo padre
que no le cambio las sábanas a mi cama
que estuve detenido por tatuar un poco de cariño
en las paredes municipales
que vomito con despecho
que mi apellido también es nombre y esa es la
peor pesadilla o el mejor chiste
que mi mejor retrato es un aura de gemidos
indecibles
que he vivido en cinco casas pero ninguna ha
sido mi hogar
que odio a “los chicos que no lloran” y sus
fiestas privadas
que tengo tantas canciones como deseos rotos
que he conocido el abandono sobre buses
submarinos
que una vez aparecí en televisión diciendo que
todas las tribulaciones del mundo pasaban por
que jamás volveré a poner un pie en las
bibliotecas públicas del continente
que no seguiría aquí si no fuese por una
hermosa palabra llamada rencor
que la memoria emotiva siempre será un crimen
en primer grado
que feriamix tiene el monopolio de mi
masturbación emocional
que de puro anarquista quise forrar árboles con
papel higiénico
que alucino con drogas genéticas
que mis recuerdos son bombas molotov y mi
cabeza una mochila araposa
que para amar sólo unos pocos tienen el boleto
ganador
que sale más barato comprar los pasajes ida y
vuelta aunque parezca un fin precipitado
que los arriendos en el centro son
asquerosamente caros para mi bolsillo proletario
que desayuno mis fecas en un tazón del pato
donald
que soy ese niñito haciendo dibujos paint en el
computador de la escuela municipal
que el piso once puede ser demasiado vértigo
para un ojo revoltoso
que mis sábados son una norteamérica
adolescente
que camino por las calles de santiago con la 
angustia tremenda de saber que estamos pisando la misma ciudad




EL IDIOMA DE MI CORAZÓN

Estoy cansado de las frasecitas en inglés, me tiene harto
traducir al español. Apuñala fuerte la musiquita llorona en
los supermercados, el chico bonito en la televisión que
recupera a su novia y la vuelve a perder, los viajes al sur
después de las 11, mis amigos, tan felices ellos

Estoy cansado de las frasecitas en inglés, me tiene harto
traducir al español; mi cabezota tonta ya no resiste tanto
epígrafe barato, tanto cine pop corn barato, tanto verso
malparido; ponle subtítulos a esta eterna soledad

Estoy cansado de las frasecitas en inglés, me tiene harto
traducir al español. La Violeta tuvo un alma mucho más
grande que su cuerpo (y por eso lo abandonó); yo la miraba
con los ojos de mi madre mientras arrancaba sangrando
por Valdivia.

Estoy cansado de las frasecitas, me tiene harto traducir.
Venganza es el idioma de mi corazón




BAMBY

el dolor atrapado en el corazón
se convierte en gran ira
Sr. Miyagui

Está gimiendo sola sola en su pieza, acribillándose en
piernas y brazos, enhebrando la rabia en los rincones
imposibles del hogar que jamás existió, llorando como
bamby o animal en extinción con la mira en la cabeza. Se
odia y desgarra en los territorios devastados, bien adentro,
para que después los chicos bonitos se la cojan sin reparos
sobre el piso de bares y discotecas, viernes non stop, entre
vodka y vodka y vodka; llora pensando que nadie la sueña
en estas noches inmensas sin padres ni pequeñas caricias.
Afuera acaba de llover por primera vez en el año. En la
radio una musiquita pop no la deja dormir.




LAS TERCERAS PARTES NUNCA SON BUENAS

Los chicos que no lloran
me quitaron absolutamente todo lo que tenía
me vejaron públicamente
en esas fiestas
en esas casas
frente a las chicas que me gustaban




MANUAL PARA HUIR DEL CAUTIVERIO

Importante: jamás ceder ante el determinismo
histórico

1.- medir la distancia entre un extremo y otro.

2.- planificar la metodología del trayecto cada madrugada,
como enfermedad para necios en las configuraciones
del corazón, en la fatalidad del territorio.

3.- no traducir las canciones al español.

4.- dejar el celular en casa antes de salir a emborracharse
los viernes, así se evitan las llamadas salvajes en horas
inoportunas.

5.- entender que cada silencio es una marea de palabras sin
dirección, porque sólo la razón tiene sentido como
también desdicha.

6.- recordar las premoniciones.

7.- cerrar la cuenta de facebook y desaparecer por un
tiempo.

8.- inventar excusas para viajar.

9.- arrasar con bosques y carreteras. correr a ella y a su
ciudad tan lejos. quemar los libros de astrología.
lamer sus heridas.
nota: el 98.3% de las personas no consigue los resultados
esperados.








Esta noche se ha teñido de angustias y cuerpos celestes
Abril no me habla
Abril juega con un perro mientras intenta resolver los
signos en el cielo
Nos arrastramos por las avenidas de su ciudad
Nos abrazamos como un secreto a voces
Arropados por el frío
Por el hambre
Por el miedo
De sentirnos extraños y huérfanos sabiendo que cuatro
años son todos los siglos que nos faltan para derribar los
puentes del alma de las autopistas del mundo
De sabernos desterrados de la carne en el tránsito eterno
por la Quinta Normal o la Alameda como posibilidad de
reescritura
Abril me mira con sus ojitos esperando que le hable de
astrología y me pregunto si de algo importa ahora que
podemos iniciar un ritual para sobrevivir al invierno
Si de algo importa ahora que nuestros pies bordan jardines
japoneses sobre escombros de super costaneras y pueblos
fantasmas
Si de algo importa ahora Este corazón apendejado Las
nueve letras de mi constelación



La nouvelle que no existe: Abril (2012) 
de Gonzalo David

Por Arnaldo Enrique Donoso Aceituno


Todo lo que sé es que esta substitución de personas se detiene en ti,
porque nada puede substituirte, y que, para mí, esta sucesión de enigmas
debía terminar para siempre ante ti.
Tú no eres un enigma para mí.
Digo que tú me desvías para siempre del enigma.

André Breton, Nadja

1

Dicen que Abril es un e-book brevísimo y, como tal, subraya la escritura-lectura como disciplina electrónica. Dicen que Abril (2012) es un e-book que no tiene numeración de páginas y que salió en Austria en alemán antes que en Chile en español. Que Abril es un e-book sobre una chica con nombre de mes escrito por un chico cuyo apellido, en este país, sólo se conoce como un nombre. Que Abril es el e-book en cuya portada y contraportada imprimieron una misma fotografía, sólo que en la portada la foto está al revés y en la contraportada está al derecho: dicen que en la foto se ve a la que se supone que es la chica sobre la que se supone se escribe en el e-book, detenida en o a punto de pasar un lomo de toro o a punto de ser atropellada mientras apunta distraída con su cámara o está a punto de fotografiar la calle vacía, o todo eso quizá. No sé.

En sentido estricto un e-book no tiene ni portada ni contraportada ni menos tiene lomo y aquí la chica sobre el lomo de toro de la foto es la metáfora que señala que una parte del libro está aún allá afuera.

En principio Abril sería uno de tres capítulos de un trabajo mayor que se llamaría Metrópoli. Algunos comentarios han venido a llamar Abril la nouvelle, o sea la novela corta (no un cuento largo). Imagino que se le ha preferido llamar nouvelle por lo indeterminado del texto y porque éste tiene varias historias enmarcadas que proyectan una aparente secuencia, una aparente narración, una aparente unidad narrativa (o quizá porque vieron puras letras juntas en párrafos y no en versos).

Más o menos lo mismo sería etiquetarlo como poema en prosa con el argumento que un poema es una “amplia metáfora de un solo significado” (y el personaje Abril sería esa metáfora); lo mismo sería decir que es parte de un diario íntimo porque apunta una memoria de lo que se vive y existe verdaderamente en tanto se escribe con el nombre propio (o el presunto nombre propio) y en un tiempo o fecha inscrita en el tiempo común del mundo; lo mismo sería decir que es una carta suicida o la libreta perdida de un joven escritor atormentado por una pendeja histérica.

La ciudad es real, el chico es real, los personajes son reales, los lugares son reales, las citas, las diversas referencias, hasta la chica es real, pero todo pasa perfectamente como en un sueño. Ese es el crimen perfecto de la ficción o de la poesía: como un sueño. Un crítico argentino del Clarín, en 1987, hacía hincapié en que los poetas chilenos escribían libros, no poemas. No hagamos caso. Nos vamos a sacudir de esas zonas de experiencia hablando solamente de esa escritura de Abril y no de nouvelle o poema en prosa o diario o e-book, ni nada, sólo libro.

2

En la presentación de Abril en Santiago, se hace alusión a un cierto tipo de crítica que no habla en forma directa del texto y que, por ese solo motivo, podría calificarse como una “crítica autorreferente”. Lo que le pasa a uno con al leer libros como Abril es conectar lo que se lee con el afuera pues exige asomarse al exterior, al afuera, a mirar el lomo de toro, a pararse sobre él a espiar a qué apunta la chica. “No concibo la obra al margen de la vida”, escribió Artaud. Si la crítica no es al mismo tiempo creatividad, entonces, para la casa.

Hay otra trampa: se señala que Abril es poesía para las masas (obvio que en relación con Depeche Mode): ¿qué masas? Seguramente las letradas, integradas, que han asumido como propios los códigos económicos, tecnocientíficos, políticos, culturales de una sociedad global. Las que pueden, al tiempo que sufren por amor, mandarse una corriente de conciencia en la que salga al baile Ray Loriga, Sussana and the Magical Orchestra, el desierto de Atacama, 500 days of Summer, NIN, la novísima poesía chilena, David Foster Wallace, Zurita, La Odisea, Morrissey, el Ulises de Joyce, la ecosofía, el pensamiento de Foucault, la poesía beat, etcétera. ¿Qué masas?

En Abril se escribe para liberarse de la operación de escribir. Para liberarse de Abril, para liberarse del libro (la sujeción), del rival (el tiempo) o de lo viral (la locura), porque Abril es anagrama de libro en femenino, de rival, o el anagrama de viral (“Es la enfermedad —escribe David—pero también el antídoto”). La chica con nombre de mes es el tiempo de la escritura del libro o de la duración de la enfermedad de la escritura (la locura del “juego insensato de escribir”, el fluir de un río que “durando se destruye”).

Hay perversidad en ese tempo de escritura: el que habla en el libro prefiere ver a Abril vulnerable y frágil en su abandono psicológico para escribir de ella y de sí mismo.

Sí, cero problema: Abril es como la Nadia de Teillier, pero no se ha dicho que Teillier tenía en vista a la Nadja de Breton, la paciente psiquiátrica cuyo nombre significa sólo el inicio (sólo el inicio) de la palabra esperanza: “Me dice su nombre —escribe Breton—, escogido por ella misma. —Nadja, porque en ruso es el principio de la palabra esperanza, y precisamente porque es sólo el principio”.

“La belleza será CONVULSIVA o no será”, así termina Breton su Nadja, convulsiva con mayúsculas. La dinámica de autodestrucción de Abril es un juego de poder (la ilusión de la inocencia). Abril tampoco es inocente (“A Abril le encantan las novelas macabras creyendo que su vida es una de ellas”), desea convulsionar, tensionar al que habla. Ambos son sujetos alienados y sin escapatoria: siempre hay un “me gustaría” o un “quiero”, un deseo incapaz de hacerse real.

3

“El deseo y los juegos de poder también son una de las manifestaciones del capitalismo exacerbado y depredador”, escribe Gonzalo. En Abril hay un cuestionamiento acerca los límites morales de la fascinación de la literatura por el deseo y la locura. A este respecto, la escritura de Abril es ciertamente subversiva ante la honestidad que se le exige a la literatura (y al arte en general: hemos visto —leído— cómo se le pide, por ejemplo, más honestidad a NO! de Pablo Larraín, sin tener en cuenta que si los análisis históricos sólo logran dar cuenta de constructos parciales —¿una subjetividad sin sujeto?— qué decir del arte).

¿Hasta dónde la radicalidad, la presencia de lo viral, de lo subversivo en el libro?

Es tan fácil entender —cito el texto— que no debemos derrocar el constructo social y económico, la clave está en la microafectividad y en todas las pequeñas revoluciones del cariño sobre el desierto florido [se refiere a Santiago] que ella pinta durante las cuatro estaciones desde los puntos cardinales que forman la Alameda y la Gran Avenida. Cuando sonríe todo amanece, cuando duerme, también.

“Todo lo sólido se desvanece en el aire”, escribió Marx. Las contingencias y racionalidades históricas no salen en la foto que le sacaron a Abril, mientras ésta fotografiaba a su vez la avenida gris parada sobre un lomo de toro. Es el final de 500 days of Summer: la ciudad se desvanece, se desdibuja, se vuelve simulación. En Abril no está contenido el libro, es sólo la jaula de un puñado de animales indefensos y sin amor propio, a menos que amor propio significase sarcasmo.





Superman con labio leporino
Sobre Superhéroe de Gonzalo David.
[La Liga de la Justicia Ediciones, 2011]

Por Pablo Paredes M.


Las líneas de autoría en Gonzalo son felizmente difusas. Tienden a los paisajes más que a los países, debe ser por ese devenir en patineta que mancha de luz la foto tomada de noche. Me gustan esas fotos en donde los objetos no se terminan // Este libro es y no es de David, es más, este libro es este libro y también otro libro que habla sobre este libro. Me encontré con varios amigos por ahí. La poética neofauna latinoamericana aparece incluso para atinadamente destrozar el castellano con un portugués que perturba como alguien que pasa por la calle y que es brutalmente parecido a nosotros y que, sin embargo, no sabemos cómo hablarle.

Mi primer párrafo también puede ser algo difuso, lo sé. Vamos por partes:

 Primero, la presencia de otros poetas colándose entre los versos de David no es una lectura de subtexto sino una declaración textual del autor no-autor que despliega sus versiones de Gladys Gonzáles o Diego Ramírez –y quizás de mí mismo- que apócrifos acompañan este vuelo de superman. Surgiendo así el Frankenstein Davidiano que tiene una consigna clarísima e interesantísima, que quizás podríamos sintetizar como: Halloween también es Chile.

Cito a Gonzalo dialogando con Gladys: “Uno le dice al otro  que  no  son  los  únicos  en  esos  años  furiosos  y bastardos, le dice que conoció a una chica rara, mirando el mundo con fobia, habitando los paraderos tristes de gran avenida.”

Segundo, el texto se mira así mismo desde ojos de otros autores, ese diálogo que generalmente habita fuera del libro aquí vive adentro, de manera prologolar o ensayística. Reconozco que esto me perturba algo y declaro que la perturbación debe ser la vocación de cualquier poemario escrito hoy.

Cito a Arnaldo Donoso y su participación en Superhéroe:  “El  superhéroe  guarda  un  secreto  que  provoca  en  él aislamiento, travestismo, disfraz y devenir. La perfección de su accionar depende del secreto. La inocencia también tiene que ver con eso.”

Tercero, el territorio del Superhéroe este es el Cielo de Latinoamérica y para esto David no recurre a una canción de Los Jaivas. Su Latin-épica se estructura a través de la presencia de comentarios de poetas sudamericanos sobre el libro que presentamos, puestos aquí sin rotular ni como prólogo ni como epílogo, es decir, rompiendo una convención, lo que es sin duda más cosa de los bátmanes que de los supermanes que habitan en Gonzalo. Pasan por acá la fantástica poeta argentina Amalia Gieschen y la brasilera Ana Rüsche que cierra el discurso de Gonzalo y a quien aludía en mi primer párrafo.

Cito a Amalia en unos de los textos que comienzan a cerrar el libro de David: “La granada nunca estalló. Para colmo de males, yo diría que el álter ego de David ama su bastardía. David no se suma a los grandes épicos chilenos actuales que pueden desgarrar sus  vestiduras  ante  el  soberano  público.  Están  todos disfrazados menos él. Gonzalo está  solo.”

Ahora bien, no todos en este texto es la subversión del palimpsesto de una tribu que con distintos nombres/apellidos se despliegan bajo el ritual del joven sacerdote. Hay una intimidad que punza claramente desde páginas clave. Es ahí en donde Gonzalo David –no diré hablante porque cada vez más ese término me causa horror-, retomo, es ahí donde Gonzalo David está más destrozado y podemos verlo completo para luego observar cómo se desvanece a gusto en el cielo de estos supermanes de labio leporino.

... .. .. --- .. . Cito a David:


“como unos  fotologs que ya nadie visita
como el título hollywoodense de unas hojas que nadie quiere  leer
como un meteorito en el patio de mi casa
como la teen porno de gracia que no podría  ser otra
como las promesas que se esfumaron después de unos meses
como el pdf  para mi democracia en ruinas”



Por último me permito discutir, o más bien poner una nota al pie bajo el texto de mi querida Amalia que dice sobre el texto de Gonzalo en el libro de David: “Últimamente, pienso que escribir poesía es algo así como hacer premoniciones  sobre el mundo  terrible con el que el poeta va a lidiar. Donde pone el ojo, pone la bala con  la  que  se  va  a  suicidar.” Mi nota al pie diría: eso era antes de esta cosa que algunos llaman la Primavera de Chile que surgió hace unos meses, quizás con posterioridad a la escritura del libro que celebramos hoy // Hay un poema de Gonzalo David allá afuera y se me ocurre que parte con la imagen de un gigantesco superman formado de pelusa de plátano oriental. O quizás empieza: La bala va para otro lado, Clark Kent, no puede pagar un arriendo en el centro y tiene una pistola en la mano apuntando a la Democracia que le mintió y lo vio crecer. David tiene la palabra.







Exogénesis, de Gonzalo David. 
(La Liga de la Justicia Ediciones, 2014)

Por Fanny Campos Espinoza


Gonzalo David al pedirme que presente su nuevo libro, como una especie de advertencia, me ha dicho que se trata de un texto que “coquetea con la novela” y que es “rarísimo”. Ahora que lo he leído entiendo porqué algunos podrán encontrarlo “raro”.

Primero, es una especie de híbrido, que si hay que encasillarlo, podríamos decir que es una novela corta, escrita a modo de diario o bitácora de viaje. Pero en ella también se contiene un único poema, y además una carta y lo que sí podría ser un poco más extraño, un mapa. Así, esta prosa que además está ilustrada, se trata de una novela corta que “coquetea”, para emplear el mismo verbo del autor, con lo epistolar y lírico. Sin embargo, hace mucho, no es inusual en la literatura esta suerte de mezcla de géneros, lo que tiende a diluirlos.

Segundo, el autor se desdice de la autoría del texto, señalando que sólo habría sido el albacea y editor de los manuscritos encontrados que hoy nos convocan.  Pero este cuestionamiento o desplazamiento de la autoría no es nuevo desde que Cervantes supuestamente hubiera traducido al español un manuscrito escrito en árabe que habría encontrado en un mercado de Toledo, que ya en el siglo XVII, titulara El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

Tercero, no es una narración continua o lineal, sino fragmentada. Entre párrafos que alternadamente narran lo que ocurre veinticuatro horas antes del místico acontecimiento denominado “parusía” que cambia todo orden de cosas en el mundo, y la travesía post-parusía en busca del reencuentro con el amor juvenil jamás olvidado. Lo que tampoco es inusual en la literatura.

Y cuarto, es una novela fantástica, futurista, pero -y acá está lo verdaderamente “raro”-, no se trata de una distopía, a las que nos tiene acostumbrados este tipo de literatura. Acá no hay caos, ni horror, ni devastación. Y eso sí que es inusual. Tan atípico como un narrador lleno certezas, ya que sólo la religión y su sistema de valores objetivos y dogmáticos puede dar esa extraña certidumbre que parece tener el protagonista de la novela. En efecto, no hay nada más raro, desde que Nietzsche anunciara la muerte de Dios hace tanto ya, y la incertidumbre se apodera de nuestra era posmoderna. Para bien o para mal, las verdades hace mucho que ya no son únicas e incuestionables. Pero a la vez, y acá está la gracia, el narrador paradójicamente necesita algo más que el estado en el que le ha dejado la “parusía”, y va encaminado al despeñadero con esa ciega fe, al parecer, finalmente traicionada (“al parecer”, porque el final es abierto).

Guardando las proporciones, Exogénesis es una especie de Necronomicón chileno, provinciano, sureño, chillanejo, atravesado por una historia de amor o desamor “post-adolescente”. Gonzalo David, al igual que H.P.Lovecraft nos sitúa frente a una narración fantástica que más que escribir, habría encontrado y editado, en el que se contienen misterios escatológicos que remiten no sólo a los orígenes de la vida (exogénesis) –“Nuestros cuerpos están compuestos de material reciclado, formado hace millones de años al interior de las estrellas. Sudamos polvo cósmico(…)”-, sino también al futuro del mundo “postparusía”, o aparición.  El término parusía alude para los cristianos a una segunda venida de Jesucristo a la tierra, pero acá no hay Cristo, sino “Malqasaiek, autor de la vida, cabeza del cosmos (…)”

Tal como estilaba H.P., a principios del siglo XX, la narración está escrita en primera persona, y como ya he mencionado, incluye otros texto diversos al manuscrito que se edita, los que también habrían sido encontrados, en este caso, en una expedición arqueológica a los faldeos de la Cordillera de los Andes por G.David: (un poema escrito por el personaje, un mapa de su autoría, además de una carta escrita por la mujer tan buscada por el narrador). Pero, a diferencia de H.P.L., en G.David no hay “horror cósmico”, sino una suerte de éxtasis cósmico,  que viene a ser un orden cósmico recobrado –“miro a mi alrededor y veo que la gloria de Malqasaiek lo llena todo. Ha reconciliado todas las cosas que están en los cielos y las que están en la tierra”.

Esta narración fragmentaria nos arrastra como oleaje entre tierra firme y altamar. Nuestra orilla sería lo conocido, lo urbano, que es lo semejante a la era que vivimos y a la que parece recordar el personaje, con elementos cotidianos (celulares, buses, internet) y situado en espacios que conocemos (cafeterías, bares, video club, todos en el sur de Chile, en Chillán); mientras que la alta marea, sería el mundo futurista, paradójicamente rural, en donde la naturaleza, que es lo único que queda, parece haber adquirido ciertos rasgos deslumbrantes –mucho alerce, bosques, cascadas, misteriosos mensajes ¿en griego, hebreo, árabe? sin traducción, supongo que  inscritos por el propio Malqasaiek, lagos con nuevos nombres, amapolas que recitan poemas, peces que se conectan con los hombres, flores primigenias con nombres. De ahí que las referencias más que literarias, también fluctúen entre uno y otro mundo. Por una parte, remiten a lenguajes espirituales (“parusía”, “monte Zaión” en referencia al monte Sion como sinécdoque de Jerusalén, o de Zión, de la cultura rasta, los devas, deidades hinduistas y budistas, Malqasaiek en alusión al sacerdote Melquisedec, del antiguo testamento judeo-cristiano, en un interesante sincretismo de diversas creencias religiosas) y por otra, a la cultura pop las personajes se comparan con mujeres Hollywoodenses (Nicole Kidman y Marla Singer), pero en este espacio de reminiscencia, también se cita explícitamente a Nicanor Parra, e implícitamente se asoman Gonzalo Rojas y Jorge Teillier.

En el mundo post-parusía, el personaje decide realizar una travesía en búsqueda del amor encarnado en su “niña del campo” de San Fabián que a la vez, paradójicamente, también podría entenderse como  una mujer algo oscura “la más rara de las Marlas Singer tercermundistas”, con quien tuvo una relación juvenil, alguna vez muy lejana, cuando aún el mundo era el que conocemos, y a la que obligó a prometer que se encontrarían una vez muertos.

Al parecer, de nada valdría el éxtasis espiritual post-parusía, si no se tiene con quien volver a “(…) lanzar escupos/desde los anillos de Saturno” y es ese tremendo valor que otorga el protagonista-porfiadamente, incluso más allá de muerte o parusía- al amor entre dos personas, el que desestabiliza todas sus “raras” certidumbres religiosas.

Sí, cierto: un libro extraño. Un libro que tiene la virtud de ser “raro”, sobre todo en fondo. Por lo mismo, lo invito a leerlo, y sacar sus propias conclusiones.

Santiago, 19 de Diciembre de 2014








DIANA CAROL FORERO [15.043] Poeta de Colombia

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DIANA CAROL FORERO

Villavicencio, Colombia.
Egresada del Taller de Escritores de la Universidad Central, en 1996 y del Taller Virtual de Escritores Idartes 2013.
Participó en CREA, la Expedición por la Cultura Colombiana, en 1995, representando a la ciudad de Bogotá en las modalidades de cuento y poesía.
Finalista en el Concurso de Poesía PRENSA NUEVA, de Ibagué, 1996.
Participó en 1996 en la serie de recitales Vasos Comunicantes, de la Alianza Colombo Francesa.
Primer puesto en el Concurso Virtual Zonal de Cuento Corto "Pensamiento al Viento", UNAD Zona Amazonía Orinoquía, en 2013. Segundo puesto en el Concurso Virtual de Poesía UNAD ZAO 2013.
Actualmente estudia Psicología, en la UNAD y se desempeña como Promotora de Reintegración para la Agencia Colombiana para la Reintegración ACR, de la Presidencia de la República.
Ha escrito tres libros inéditos: “Fórmula para un exorcismo de piel” (poesía, 1995), “El canto del fénix” (poesía, 2013) y “SIN LÍMITES – Borderline” (Novela, 2013).







Los poemas pertenecen a mi segundo volumen de poesía inédita, llamado EL CANTO DEL FÉNIX, y han sido traducidos por el poeta brasilero Izacyl Guimaraes Ferreira.

SOY YO

Soy yo,
la que escribía versos
intensos y breves
como heridas de bala

Soy yo,
quien te enviaba
cartas de amor en latín

Soy yo
la que perdió sus vísceras
y endureció su aliento
en una sangrienta guerra
contra si misma...

Sigo siendo yo,
la que hoy vuelve
a intentar abrir las puertas de tu mundo,
a mendigar tu amor en 3 idiomas

A cientos de kilómetros de ti
abrazando tu sombra
besando el rastro de tus pasos

Soy yo
y he vuelto del infierno
pero el infierno habita dentro de mi

A Izacyl Guimarães Ferreira,
por siempre.



SOU EU

Sou eu
a que escrevia versos intensos e breves
como feridas de bala

Sou eu
a que escrevia cartas de amor em latim

Sou eu
a que perdeu suas vísceras
e endureceu o alento
numa sangrenta guerra
contra si mesma

Sigo sendo eu
a que hoje volta
tentando abrir as portas de teu mundo
a mendigar o teu amor em três idiomas

A centos de quilômetros de ti
abraçando tua sombra
beijando o rastro de teus passos

Sou eu
a que voltou do inferno

mas é dentro de mim que mora o inferno.

Para Izacyl Guimarães Ferreira,
para sempre.




PIEL DE LUNA

                             Al cacique
                             que dió luz a mi vida
                             y me hizo fuerte
                             para ser libre.

Indio piel de luna
tu alma es de cobre
y danza al ritmo
de tambores y carrizos,
oculta en medio de tu carne
blanca como el maíz,
corazón de nuestra tierra,
savia de nuestra sangre.

Cacique piel de luna
mil y una noches desearía
perderme en tu resplandor,
bañarme desnuda en tu luz
para espantar toda sombra de mi vida.

Mi adorado cacique
besaría hasta la asfixia
tu piel de nube,
tus cabellos de plata, tus ojos grises
hasta fundirme en tí
como el reflejo tortuoso de tu rostro
en el espejo tembloroso de mi alma.





PELE  DE  LUA

                                    À lembrança do cacique
                                    que deu luz à minha vida
                                    e me deu força
                                    para ser livre.


Indio pele de lua,
é de cobre a tua alma
que dança ao ritmo
de tambores e carriços,
oculta em tua carne
branca de milho,
coração de nossa terra
e seiva de nosso sangue.

Cacique pele de lua,
eu sonharia mil e uma noites
a perder-me em teu reflexo,
banhando-me nua em tua luz
para espantar de minha vida as sombras todas.

Meu adorado cacique,
eu beijaria à asfixia
a tua pele de nuvem,
teus cabelos de prata e teus olhos de cinza
até juntar-me a ti
como reflexo de teu rosto
no tremor de espelho de minha alma.





LA ÚLTIMA FUNCIÓN

                                    a Teresa,
                                    mi cordón umbilical,
                                    mi polo a tierra,
                                    mi horizonte,
                                    mi madre.

Ella quisiera que los días
fueran de nylon
como las medias veladas,
para poder ver
a través de su tejido
de susurros y de viento,
para poder estirarlos
a fin de que el tiempo que le resta
fuera el justo, el indicado.

Porque está llegando
al final del recorrido,
ha andado y desandado
paso a paso su destino
pero siente que aún
le quedan cosas por hacer,
otros caminos por errar.

Ella ajusta cada día su reloj,
atenta a los latidos de su corazón,
ese león sin dientes
que se tiende, somnoliento,
a la entrada del circo
anunciando que se acerca
la última función.




A  ÚLTIMA  FUNÇÃO

                                                                        
                                             Para Teresa,
                                             meu cordão umbilical,
                                             meu fio de terra,
                                             meu horizonte,
                                             minha mãe.

Ela gostaria que os dias fossem de nylon
como as meias veladas,
para poder ver através de seu tecido de sussurro e vento,
para poder estica-los
e o tempo que lhe resta
fosse o justo,o indicado.

Porque está chegando ao fim da trajetória
tem andado e desandado passo a passo seu destino
mas sente que ainda restam coisas por fazer,
outros caminhos por andar.

Ela acerta seu relógio a cada dia,
atenta às batidas de seu coração,
esse leão sem dentes
que se estira sonolento
à entrada do circo
anunciando que se aproxima
a última função.




DALIA NEGRA

Han arrancado mis pétalos uno a uno,
se han regocijado con mi dolor,
han secado la savia de mis venas
y tallado en mi rostro
una extraña y grotesca sonrisa,
me han partido en dos.

Como un maniquí roto
he quedado al lado del camino,
como cruel advertencia
de lo fugaz, de lo etérea
que puede llegar a ser la alegría,
la bondad, la belleza.

Nadie podrá olvidar el horror de mi muerte,
nadie podrá escapar
de mi doloroso recuerdo.

Sólo me queda la eternidad sin descanso,

tan solo este poema,
triste epitafio.




DÁLIA  NEGRA

Arrancaram
uma a uma as minhas pétalas,
secaram
a seiva de minhas veias,
talharam
no meu rosto um sorriso estranho e grotesco,
e me partiram em dois

Despedaçado manequim
largado no camino,
cruel aviso do fugaz, do etéreo
que pode ser a alegria,
a bondade, a beleza

Ninguém olvidará o horror de minha norte,
ninguém escapará
de minha dolorosa memória

A mim só resta a eternidade
sem descanso

Somente este poema,
este epitáfio triste.





NO ME GUSTAN LOS LUNES

Es cierto,
no me gustan los lunes.
Detesto los lunes,
días de insufrible peso
en que la existencia
se estanca en la garganta como engrudo.

Es cierto,
no me gustan los lunes,
pero no tengo un rifle
ni vivo enfrente de una escuela,
no tengo ya dieciséis años
ni me manoseaba mi padre.

Por eso nadie escribirá canciones sobre mí,
por eso nadie encontrará el horror
en mis pupilas entumecidas,
nadie sentirá miedo
de ver en mí su reflejo.

No me gustan los lunes
-es todo-
puedo ver tranquilamente
los niños a la entrada del colegio
los patos en sus charcas
y las vacas merodeando.

Mucha gente seguirá viviendo

como si nunca hubiera escrito
este poema atormentado

como si no fuera lunes

                                                      A Hernando Urrutia,
                                                      ilustre poeta,
                                                      amigazo magazo.




NÃO  GOSTO  DE  SEGUNDA-FEIRA

É certo
Não gosto das segundas-feiras
São dias de um peso intolerável
em que a vida se estanca
na garganta como engrudo

É certo
não gosto de segunda-feira
mas não tenho um rifle
nem vivo em frente de uma escola
já não tenho dezesseis anos
nem meu pai me apalpava

Por isso
ninguém escreverá canções sobre mim
por isso
ninguém encontrará horror
em minhas pupilas entumecidas
ninguém sentirá medo
de ver em mim um seu reflexo

Não gosto de segunda-feira
Pronto
posso ver tranquilamente
as crianças à entrada do colégio
os patos em suas charnecas
e as vacas pastando

Muita gente seguirá vivendo
como se eu nunca houvesse escrito
esse poema atormentado

Como se não fosse segunda-feira

                                                  Para Hernando Urrutia,
                                                   ilustre poeta,
                                                   amigazo magazo.



EL SUEÑO DE UN MANIQUÍ

Cuánto diera por contarte
cómo se iluminan mis ojos
mientras sueño acariciar tu luz,
cómo se hincha de primaveras mi alma
ante la leve promesa de encontrarte,
cómo se remienda de nuevo
el maniquí roto que vivía en mis adentros,
y un fuego denso en mis entrañas
va derritiendo la nieve, la escarcha,
el olvido, los simulacros, los pretextos...

Y entonces la vida es un torrente
que se abre paso en mi cadáver que sonríe
y mi mirada canta, salta, declama,
insulta y acaricia...

No revivo en vano, me repito,
aunque en el fondo
no soy más que este viejo fósil
que palpita moribundo,
aferrándose a tu imagen
como a una plegaria milagrosa:

"Bajo tu amparo me acojo,
no permitas que me separe de tí..."

  

O SONHO DE UM MANEQUIM

Quanto eu daria para te contar
como os meus olhos se iluminam
enquanto sonho acariciar tua luz,
como me primaveras minha´alma cresce
frente às leves promessas de encontrar-te,
como de novo se remenda
o manequim rasgado que vivia em mim
enquanto um fogo denso, nas entranhas,
vai derretendo a neve e a geada,
vai derretendo o esquecimento,
os simulacros e os pretextos...

É quando então a vida é uma torrente
abrindo passo a meu cadáver, que sorri
enquanto canta e salta e
declama e insulta o meu olhar...

De novo em vão,repito,
ainda que no fundo
nada mais seja que este velho fóssil
latejando moribundo,
aferrando-se à tua imagem
numa prece milagrosa:

“sob teu amparo eu me acolho,
não permitas que de ti me separe”.





CINCO TANKAS

1.

Destellos dorados
iluminan mis ojos.
Tras mis párpados
las sombras ávidas.



2.

Las palabras acarician
desde el papel.
En las bocas,
sus filos muerden.



3.

El viento como el tiempo
arrasa.
Lo saben bien
las hojas muertas
y los sueños rotos.



4.

El milagro de la vida
reclina su cabeza
en mis rodillas.
Y mi boca
es perfecto arcoiris.



5.

Mi mano se tiende
a través del espejo.
Soy reflejo
de tu voz,
eco melodioso
de tu mirada.

                                                           A Sandra Uribe Pérez,
                                                           la amistad hecha verbo




CINCO TANKAS  

1.

Centelhas douradas
iluminam meus olhos.
Detrás das pálpebras,
as sombras ávidas.



2.

Desde o papel
as palavras acariciam.
E pelas bocas
seus fios mordem.



3.

Como o tempo o vento
arrasa.
Bem o sabem
as folhas mortas
e os sonhos rotos.



4.

O milagre da vida
inclina sua cabeça
em meus joelhos.
E minha boca
é um perfeito arcoiris.



5.

Minha mão
atravessa o espelho.
Sou o reflexo
de tua voz,
o eco melodioso
de teu olhar.

                                                                    Para Sandra Uribe Pérez,
                                                                    amizade feita palabra.





AUSENCIA

Habitas bajo mi piel,
este poblado en ruinas
tejido de poros y sudores
cuyo límite es tu sombra.

Aunque lejos esté el rumor
de tu aliento en mi garganta
aún me invade en un espasmo de locura
el volumen exacto de tu furia.

Tu recuerdo me devora.

La inconclusa melodía
que gemimos juntos
me fustiga el cuerpo
hastiado de ausencia

El tiempo y la distancia
no son más
que la medida de mis ansias.

Volverás a mí.
Lo sé.




AUSÊNCIA

Sob minha pele é que moras,
neste povoado em ruinas,
tecido de poros e suores,
nos limites de tua sombra.

Embora esteja longe o rumor
de teu alento em minha garganta,
me invade ainda num espasmo de loucura
o volume exato de tua fúria.

Tua lembrança me devora.

A inconclusa melodia
que gemíamos juntos
me fustiga o corpo
farto de ausência.

O tempo e a distância
não são mais
que a medida de minhas ânsias.

Mas sei que um dia
voltarás,
voltarás para mim.





LA DURACIÓN DE UN SUSPIRO

Nada dura para siempre,
es cierto.
Todo cuanto existe tiene su final,
desde el filo de un suspiro a la punta de un diamante.

Solo tu eterno beso
en mis labios sigue vivo,
y recorre a diario cada uno de mis poros,
de mis grietas y rincones,
hirviendo en mi sangre,
como alma en pena.

He buscado hasta en la muerte
cura para esta sed de tu hambre,
para este calvario sin nombre
que me reseca el alma.

No encuentro el rastro de tu espectro,
ni el olor de tus pisadas,
ni tan siquiera la sombra de tu sombra

Condenada a esta espera,
paso las noches destejiendo el tiempo
y la distancia que me separan de ti,
perdida para siempre en la exacta duración de un suspiro.




NA  DURAÇÃO  DE  UM  SUSPIRO

Nada perdura para sempre, nada.
Tudo o que existe chega a seu final,
do fio de um suspiro à ponta de um diamante.

Somente o teu eterno beijo
segue vivo por meus lábios,
correndo dia a dia por meus poros,
minhas gretas, meus rincões,
fervendo por meu sangue
feito alma penada.

Vim buscando até na morte
alguma cura para a sede de tua fome,
este calvário sem nome
que me resseca a alma inteira.

Já não encontro o rastro de teu espectro
nem o cheiro de teus passos.
Sequer a sombra de tua sombra.

Condenada a essa expectativa ,
passo a noite desvendando o tempo
e a distância que me separa de ti ,
perdida para sempre na duração exata de um suspiro.





ÁNGEL AZUL

                                                        A David Arturo,
                                                        hermano de mi sangre,
                                                        a Federico,
                                                        hermano de mi corazón
                                                        a Sebastián,
                                                        hermano de mi alma,
                                                        por siempre.

Me llega de muy lejos
el susurro de tu voz,
dulce melodía
que se desliza entre los árboles,
beso de la brisa matutina,
rayo de luz que me acaricia
en las noches de insomnio.

Me llega de muy lejos
tu recuerdo,
increíble salvavidas
en la historia de mi naufragio,
caudaloso oasis que fluye
en medio del desierto de mi vida.

Te veo azul en la distancia de mis sueños,
como las montañas más lejanas,
como la canción que mi abuelo me cantaba
cada noche ahuyentando mis temores.

Me llega de muy lejos
-desde el fondo de mi misma-
tu sonrisa
como flor de frailejón,
tibio milagro del páramo inclemente,
dulce espejismo de mi corazón cansado;
hermano mío,
reflejo de mi alma,
ángel azul de mis recuerdos.





ANJO AZUL

                                                                      Para David Arturo,
                                                                      meu irmão de sangue,
                                                                      para Federico,
                                                                      meu irmão de coração,
                                                                      para Sebastião,
                                                                      meu irmão de alma,
                                                                      para sempre.

De muito longe me chega
o sussurro de tua voz,
doce melodia
a deslizar-se entre as árvores,
beijo da brisa matutina,
raio de luz e uma carícia
nas noites de insônia.

De muito longe me chega
a tua lembrança,
incrível salva-vidas
da história de meu naufrágio,
oásis caudaloso a fluir
pelo deserto de minha vida.

Na distância de meus sonhos te vejo
como as longínquas montanhas,
como a canção que meu avô cantava
a cada noite afugentando meus temores.

De muito longe me chega
- desde o mais fundo de mim -
o teu sorriso de flor do páramo,
tíbio milagre da altura inclemente,
doce espelhismo  de meu coração cansado
e meu irmão,
reflexo de minhalma
e anjo azul de minhas lembranças.





DULCE DE NATAS

Cuando un duende nos ama
somos infinitamente felices,
como si el mundo
nos pudiera caber
en la palma de la mano,
como si no existieran límites.


Los besos de un duende
son pegajosos,
húmedos,
huelen a sal marina
y saben a dulce de natas


tal como los besos
de mi hijo.


                                                                     A Johann S., el duende
                                                                     que sabe hacerme feliz



DOCE DE NATA

Quando um elfo nos ama
somos infinitamente feliz,
como sim o mundo
poderia caber-nós
na palma da mão ,
como se não havia limites .

Os beijos de um elfo
são pegajosos,
molhados,
cheiro de sal marinho
e gosto de doce de nata


como os beijos
de meu filho.


                                                                      A Johann S., o elf
                                                                      quem sabe fazer-me feliz


JOSÉ ANTONIO FUNES [15.054] Poeta de Honduras

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José Antonio Funes

(Honduras, 1963)
Poeta, académico y profesor universitario de Literatura. Doctor en Literatura Española e Hispanoamericana, Universidad de Salamanca, España. Ha sido Vice-Ministro de Cultura y actualmente ejerce el cargo de Director de la Biblioteca Nacional de Honduras. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Modo de ser, Editorial de la UNAH, 1989; A quien Corresponda, Centro Editorial de San Pedro Sula, 1995 y Agua del tiempo, Centro Editorial de la Diputación de Málaga, 1999. Asimismo, ha participado en las siguientes antologías: Aventuras Sigilosas, [Colombia]: antología de poesía hispanoamericana, 1989. Palabras de Paso: Antología de poetas en Salamanca, 1975- 2001, Ediciones Amaro, Salamanca, España, 2001; Antología de poetas hispanoamericanos, Ayuntamiento de Salamanca, España, 2002. Es Premio de Estudios Históricos Rey Juan Carlos I [2004] con la obra Froylán Turcios y el modernismo en Honduras [Banco Central de Honduras, 2005].


Habla el inmigrante

Yo también soy Nadie, hermano Ulises.
Cada día, o más bien cada noche,
el Cíclope me interroga, y yo contesto: Soy Nadie.
Nadie por mi color, por ser portador de indocumentados sueños.

En una tarde amarilla de mi país
soñé una barca que surcaba el mar de los trigales.
Había tanto sol, tanto cielo,
Que abandoné los muertos atados a mis pies,
y pagué con lágrimas de mis hijos el precio de una estatua de sal.

Llegué a esta isla, Ulises.
Mis brazos son más vigorosos que los del náufrago
que partió las aguas para hacerse un lugar en la muerte.
Pero soy Nadie y me moja más la lluvia que a las catedrales,
y el Cíclope vigila
el pan luminoso que llevo a mi mesa,
mientras me habla de leyes y de fronteras.




POSTAL DEL RECUERDO

Ella cayó hace tanto tiempo,
y he aquí un puñado de su voz
bajo estos astros
que vieron volar los últimos pájaros de su carne.

Ahora la luz se curva sobre los hierros.
Y pienso, qué piedra florecerá en su boca,
que su amor aún estremece mis huesos
como si rompiera todos los candados de la muerte.





PORQUE ESTAMOS EN GUERRA

La ciudad ha cerrado sus puertas
y vuelve el sopor
arrastrando su cola de polvo entre los espejos del día.

Andamos,
bajo el sol que extiende sus cuchillos,
como niños extasiados por el revés del cielo.

Nadie pregunta aquí por la poesía,
pero seguimos arando sobre tierra y mar
hasta que reviente la estación donde se pudran las cáscaras del odio.

(De Modo de ser).





TRENES

A medianoche
los trenes se detienen a cargar recuerdos.

¿En qué vagon subirán mis muertos,
que sus murmullos
aún respetan el trasnochado canto de los grillos?

De A quien corresponda




EL ORDEN ESTABLECIDO

¿Cómo me oyen ustedes ¿ Hablo de tan lejos…
René Char

Tierra en el universo,
ínfima
como el tobillo de una muchacha.

Cielo,
Narciso
que se busca en los ojos de los niños.

Viento,
anciano torpe
que tropieza en una cáscara de nuez.

Mar,
toro de espuma
que agoniza bajo el puñal de la ola.

Y aún así
se humilla al hombre
se borra se oscurece.

(De A quien corresponda).




J. S. BACH

A Ramón Ramírez, músico.

Todo era ruido y silencio.
Ningún sonido
que pudiera unir
las puntas rotas del universo.

Bostezaban los instrumentos
bajo el polvo de la monotonía.
Hasta que llegó Bach y dijo:
«Hágase la música».
Y renacieron vientos y cuerdas
para alegrar la luz en los ojos del agua.
Y el sonido de un piano
subió hasta el cielo
a despertar el oído casi muerto de Dios.





EUCLIDES PUDO HABERLO DICHO

El amor es un punto
donde un hombre y una mujer
se unen.

El amor es un punto
donde un hombre y una mujer 
se separan.

El amor es un punto.




A MANERA DE CONSEJO

Nunca dediques poema a mujer alguna.
Los amores posan y luego pasan
ante la cámara absurda de la vida,
mientras los versos avergonzados quedan,
heridos en su honor
de ver a la ingrata que se va con otro,
o se adentra para siempre en la niebla del nunca más.

Piensa en la lluvia
y su vieja canción sobre los techos,
en el mar que guarda un cofre de versos a cada poeta,
en el viento viajero que sabe bien de faldas y sus secretos.

Nunca dediques poema a mujer alguna.
Mejor díselo al oído,
en esa intimidad
donde la poesía es una caricia inédita, 
el bálsamo que alivia todos los dolores del mundo.

(De Agua del tiempo)



LOS FILTROS DE LA ANGUSTIA

Tú lo sabes bien, querido Paul,
que la angustia paso a paso rechazamos:
pero se filtra, se filtra.

Segisfredo Infante

Se filtra la angustia
y viene desde ese paisaje profundo de la infancia,
aquel deseo inútil de las frutas prohibidas
y una puerta cerrada para siempre
justo al final de la travesía de los sueños.

Se filtra la angustia
en la sonrisa que se abre al beso,
como una puerta blanca de inevitable sombra,
y se filtra en el relámpago oscuro
que precede al trueno en el cielo del sexo.

Se filtra la angustia
en la espera y el tránsito hacia esa estación final
donde la soledad aguarda con nuestras cosas en la calle:
abrigos rotos a la altura del pecho,
zapatos enamorados de la lluvia,
viejas cartas de amor
como plumas descoloridas de páajaros que fueron vuelo y canto,
papeles inútiles que  prometían un visado al cielo
y no el estar bajo la tormenta con un libro abierto sobre la cabeza.

Se filtra la angustia
en los ojos aue ven más allá de su luz,
en los huesos que sufren más de un solo cuerpo,
se filtra, se filtra.







JENÓFANES DE COLOFÓN [15.055] Poeta de Grecia

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Jenófanes

Jenófanes de Colofón (griego: Ξενοφάνης; nacido entre el 580 a. C. y el 570 a. C. - muerto entre el 475 a. C. y el 466 a. C.) fue un poeta elegíaco y filósofo griego. Sus obras sólo se conservan en fragmentos, gracias a citas de autores posteriores, actualmente recopiladas en la obra de H. Diels, revisada por W. Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker ("Los fragmentos de los presocráticos"). A partir de los fragmentos conservados, puede reconstruirse una visión del mundo y de los dioses opuesta a los planteamientos de la épica homérica y hesiódica. Vinculado a la escuela milesia por origen y por la estructura de su cosmología, tradicionalmente se lo ha considerado fundador de la escuela eleática y del monismo. Se le ha señalado a menudo como escéptico por sus fragmentos gnoseológicos, y los autores de la patrística creyeron ver en sus textos teológicos una primera formulación del monoteísmo entre los griegos.

Los datos biográficos que pueden considerarse ciertos son escasos y sus detalles son debatidos.

Procedencia

Nació en Colofón, ciudad costera de Asia Menor. La tradición ha conservado dos nombres posibles para su padre: Dexio y Ortómeno, y uno para su maestro: el físico Arquelao.

Fecha de nacimiento y de muerte

La mayoría de las especulaciones acerca de la fecha de nacimiento de Jenófanes, como las de otros presocráticos, proviene de Apolodoro. Su opinión nos ha sido trasmitida por Diógenes Laercio, Sexto Empírico y Timeo a través de Clemente de Alejandría ). Indica la Olimpíada 50ª (580 – 577 a. C.) como fecha de nacimiento, y su madurez en la Olimpíada 60ª (540 – 537 a. C.). La datación de Apolodoro ha sido puesta en duda, porque toma fechas históricas como referencia simbólica para marcar la madurez de un pensador (en este caso sería la fundación de Elea en la Olimpíada 50ª), madurez que es alcanzada, según él, a los 40 años. Restando 40 a la fecha indicada, se obtendría la fecha de nacimiento.



La mayoría de los testimonios de los doxógrafos están de acuerdo en indicar que su vida fue larga: Luciano dice que vivió 91 años; Censorino dice que más de cien. A partir de estos datos los filólogos han calculado la fecha de su muerte.

La filología ha intentado dar soluciones alternativas a la de Apolodoro para su fecha de nacimiento, apelando a los datos históricos seguros (la coetaneidad de Jenófanes con Hierón de Sicilia y Epicarmo, la invasión de Jonia por los medos y la extensión de su vida hasta los tiempos de Ciro y Darío), y los fragmentos considerados auténticos. Entre ellos se destacan una referencia de Jenófanes a su vida, en donde indica que ha vivido 67 años exiliado, y que han pasado veinticinco años desde “entonces” (fragmento B 8). Fränkel interpreta este “entonces” como relacionado con el “cuando llegó el medo” del fragmento B 22, o sea, en el 540 a. C., cuando Hárpago, general medo, atacó Jonia. Este sería el evento que produjo su destierro, que relata Laercio (testimonio A 1). Por lo tanto, Jenófanes habría nacido en el 565 a. C., y al escribir el fragmento B 8 tendría 92 años, corriendo el año 473 a. C.7 Gomperz sigue la hipótesis de la relación de ambos fragmentos, pero entiende, en cambio, que Jenófanes tendría 67 al redactar el fragmento, en el año 498 a. C. lo que no modifica la fecha de nacimiento. Rodríguez Adrados acepta la datación, pero no está de acuerdo en que el fragmento B 8 conteste al B 22.

Thesleff ya había criticado estas dataciones, porque nada asegura que las preguntas del fragmento B 22 estén dirigidas al mismo Jenófanes. También interpreta “el medo” como Jerjes I. Por lo que el dato histórico de referencia se trasladaría al año 480 a. C. Finalmente, y asumiendo como verdadero el dato de que Jenófanes fue maestro de Empédocles a partir de un dudoso testimonio de Laercio (Vidas IX 20), Thesleff sitúa a Jenófanes entre el 540 y el 440 a. C. Esta cronología se topa con un problema: la afirmación de Clemente citando a Apolodoro (testimonio A 8) en que dice que vivió hasta los tiempos de Darío y Ciro, noticia que sería superflua, porque Ciro habría muerto cuando Jenófanes tenía 11 años. Por eso propone corregir en el texto “Ciro” por “Jerjes” (le parece métrica, paleográfica y psicológicamente posible).

Kirk, Raven y Schofield basan su cronología no en la invasión de Jonia, sino en la entrada de los medos a Colofón, en el año 546/5 a. C. y conjugándolo con el fragmento B 8 dan una fecha aproximada de su nacimiento: en el 570 a. C. y de su muerte en 475 a. C.

Eggers Lan piensan que la cronología de Thesleff es tardía, y más apropiada la de Kirk y Raven, o la de Guthrie (570 a 470 a. C.) o Untersteiner (580-577 a 478-466 a. C.); finalmente deciden para la cronología de su nacimiento la dada por este último, y la de su muerte la sitúan antes de 470 a. C.

Oficio de rapsoda

En el fragmento A 1, Diógenes Laercio dice que Jenófanes “escribió poemas en hexámetros, elegías y yambos en contra de Homero y Hesíodo. [...] también recitaba sus propios poemas”. Gomperz, a partir de tal testimonio, y basado en el término “también”, dice que fue rapsoda homérico, para ganarse el pan, mientras que en otros ámbitos recitaba sus propios puntos de vista ilustrados.

Jaeger critica la posición de Gomperz, puesto que se basa en fundamentos gramaticales débiles al traducir el pasaje citado, debiéndose entender que “escribió sus propios poemas, pero también los recitaba él mismo”. Además, la principal incumbencia del rapsoda era la de mantener el prestigio clásico y oficial de Homero, y vemos en el mismo testimonio (A 1) que era considerado crítico de Homero, y en los fragmentos B 11 y 12, elevar una aguda crítica de la concepción homérica y hesiódica de los dioses.

Por lo demás, Rodríguez Adrados entiende que los temas de las elegías de Jenófanes son los mismos de Solón o Teognis, y estos no fueron rapsodas. No hay, entonces, nada en sus poemas que nos permita inferir su profesión de rapsoda.

Obra

No nos ha llegado ninguna obra completa de Jenófanes, y es probable que ya en la antigüedad gran parte de su obra se hubiese perdido. Lo que nos ha llegado son citas de autores posteriores: Diógenes Laercio, Aulo Gelio, Sexto Empírico, Simplicio, Ateneo de Náucratis, Aecio, Clemente de Alejandría, y otros autores y escoliastas. El total de lo conservado es de unos 120 versos.

Elegías

Los fragmentos B 1-9 son, desde el punto de vista métrico, elegías. Diehl las incluye en su edición de elegíacos (D 1 - 8), y Diels conserva el orden de esa edición (fragmentos 1 - 9, con un intercalado que no es fragmento original, B 4). Están escritos en jónico, y siguen, según Teijeiro, las normas tradicionales de composición. Rodríguez Adrados dice que en ellos no se aparta Jenófanes de la temática tradicional de la elegía: el simposio (B 1, 4, 5), la crítica a la codicia de los ricos (B 3), la verdadera virtud (B 2), rasgos autobiográficos (B 7); pero agregando algo nuevo: En el fragmento B1, Jenófanes compone una pieza elegíaca en base a una contraposición entre las costumbres que, en un banquete, pueden ser consideradas piadosas (habla de la pureza del suelo y las manos, las coronas y el incienso, la mesa de honor, el altar, el canto y el ambiente festivo), y las impiadosas, como cantar, sobre los dioses, sus luchas contra titanes y centauros. Propone reemplazar estas "ficciones de los antiguos" por himnos piadosos, "discursos puros". En B2, proclama abiertamente que reporta mayor utilidad pública su propia sabiduría que la fuerza de los vencedores en los juegos, por lo que a él le corresponderían los honores que el Estado les otorga a los atletas (B 2).

Sátiras

Muchos doxógrafos indican que Jenófanes escribió sátiras. Estas eran invectivas en contra de poetas (Homero y Hesíodo) y de algunos filósofos. La inclusión de algunos fragmentos en el apartado Sátiras de la edición de Diels (B 10-12, 14-18, todos hexámetros excepto B 14, que es un yambo) es conjetural, y se basa en los testimonios y los temas tratados.

Épica

Diógenes Laercio menciona como suyos dos poemas épicos, la Fundación de Colofón y la Colonización de Elea en Italia. Rodríguez Adrados da por sentado que el fragmento B 3 proviene de la Fundación de Colofón, a pesar de que corresponde a un fragmento de elegía y no de poema épico. Kirk y Raven consideran que el testimonio de Diógenes Laercio proviene del falsificador Lobón de Argos, y “no merece confianza alguna”. Eggers Lan solo dice que de estos dos poemas no se ha conservado ningún verso.

El poema didáctico Sobre la naturaleza

Estobeo, Aecio, y Pólux dicen que Jenófanes escribió un poema titulado περὶ φύσεως ("perí fýseōs", Sobre la naturaleza), al cual atribuyen sus citas. Aecio, que trasmite los mismos versos, no menciona una obra con ese título. Diels usó el título para agrupar un número de fragmentos de contenido filosófico en su obra (B 29 - 45), lo mismo que Karl Reinhardt. Rodríguez Adrados acepta el título como auténtico, conjeturando que pudo ser un poema didáctico hexamétrico influido por Parménides, Empédocles y la filosofía jonia. Claro que, para aceptar los dos primeros como posible influencia de Jenófanes, hay que aceptar primero la inversión cronológica propuesta por Reinhardt.

Werner Jaeger, en cambio, siguiendo a John Burnet no cree en la existencia de un poema didáctico semejante.

Kirk y Raven señalan que la palabra φύσις (phýsis) no es usada con su significado colectivo de “naturaleza” sino hasta mediados del siglo V a. C. Indica además que la titulación se aplicó, en el período alejandrino, a cualquier escrito que tuviera un vago carácter físico o fuese atribuido a los pensadores que Aristóteles llama “físicos”.

Doctrina

Ubicación de Jenófanes en el marco de la filosofía presocrática

Vínculo con la “Escuela de Elea”

La tradición doxográfica, partiendo de una afirmación de Platón, quiso ver en Jenófanes al fundador de la escuela eleática. Aristóteles agregó que Parménides fue su discípulo. Este dato parece cobrar fuerza a partir de la consideración de la semejanza del dios jenofánico, atestiguada en sus fragmentos considerados auténticos, con algunas notas del ente parmenídeo: la ausencia de traslación y la primacía del dios de Jenófanes sobre otros dioses y hombres fue equiparada con la inmovilidad y la unicidad del ente inteligido por Parménides.

Aparte de los fragmentos unánimemente considerados como auténticos, aparece un tratado, De Meliso Xenophane Gorgia (MXG) (A 28), falsamente atribuido a Aristóteles. El escrito, ecléctico, contiene elementos doctrinales del peripatetismo y del estoicismo, e intenta mostrar la proximidad del modo de argumentar de Jenófanes y Parménides. Muchos siguieron este escrito como exposición confiable de la doctrina de Jenófanes, desde Simplicio hasta Hegel en sus Lecciones sobre la Historia de la Filosofía.

La circularidad del “todo”, por otra parte, no aparece atribuida a Jenófanes sino hasta los doxógrafos, que parecen haber tenido ante sí los fragmentos en los que Parménides habla de la semejanza de esfericidad del ente.

Desde Nietzsche aparece una posición contraria a la tendencia histórica de afirmar la relación de estos pensadores, sin aducir razones.

Más tarde, a partir de un estudio realizado por Karl Reinhardt sobre los fragmentos de Parménides, los críticos han aceptado que la filiación de Jenófanes con Parménides no era tan transparente como la tradición lo había querido mostrar. Por una parte Reinhardt demuestra la originalidad absoluta de Parménides en lo que se refiere a la teoría eleática de la unidad. Por otra, cree ver en MXG un texto que contiene doctrina de Jenófanes pensada luego de aceptar ideas del filósofo de Elea. Esta inversión en la cronología tradicional ha sido descartada por los comentaristas, más allá de algunas adhesiones. Sobre todo a partir del valor que los filólogos dan como fuente a MXG. Zeller, Burnet, Diels, Jaeger, Kirk y Raven y Schadewaldt están de acuerdo en considerar que la obra no contiene las enseñanzas de Jenófanes, sino una reinterpretación al estilo eleático, de su dios.

La obra de Reinhardt estimuló, sin embargo, nuevas investigaciones, cuyo resultado general es que no hay vínculo real entre las doctrinas de estos pensadores. Así, sobre la ideas de circularidad, Eggers Lan indica que "La atribución de un carácter esférico del dios-uno de Jenófanes forma parte de la confusión de Jenófanes con Parménides, o de una mala interpretación de Parménides". Y respecto de la semejanza de ambos pensamientos a partir de los fragmentos auténticos, Kirk y Raven indican que es superficial, y que "Parménides llegó a su concepción teórica por un camino completamente distinto del de Jenófanes, una vía que es, en realidad, incompatible".

Influjo del pitagorismo en su pensamiento

Hay solo un fragmento atribuido a Jenófanes que guarda relación con una doctrina pitagórica: la de la metempsicosis. Lo cita Diógenes Laercio. Rodríguez Adrados, a partir de lo sostenido por Gigon, referente a que Jenófanes era un rapsoda influido por los milesios y Pitágoras, señala que “el influjo pitagórico, finalmente, es discutible mientras no conozcamos el contexto del fragmento 6, que puede ser incluso una sátira del pitagorismo”. Kirk y Raven, siguiendo a Barnes, dan por sentado que la referencia al pitagorismo es una broma de Jenófanes.

En definitiva, también Diógenes Laercio atestigua que Jenófanes mantuvo opiniones contrarias a Pitágoras, por lo que se puede tomar como cierta la hipótesis de la ausencia de pitagorismo en Jenófanes.

Jenófanes y la fisiología jónica.

Ciudades antiguas de Asia Menor. En el centro puede apreciarse Colofón, donde nació Jenófanes. La región de Jonia fue cuna de importantes pensadores y poetas, alguno de los cuales emigraron a Grecia central o Magna Grecia por el avance de los medos y el Imperio Persa.
La relación de Jenófanes con los pensadores jonios es controvertida, y de ninguna manera es evidente a partir de su nacimiento en una ciudad jónica, de la misma manera que su residencia en el sur de Italia no indica claramente su relación con los pensadores eléatas. Ya lo demuestran las opiniones antiguas: Eusebio y Estrabón llaman a Jenófanes “el físico”, mientras que Teofrasto –cuya cita nos llega por Simplicio – no piensa que la manera de ver de Jenófanes pueda clasificarse entre las pertenecientes a las físicas.

El hecho discutido de que haya escrito un poema titulado Περι φυσεως (Peri physeos) suele tomarse como signo para inferir que fue físico. Simplicio deja ver que la atribución de tal título implica aceptar que se han tratado al menos algunas cuestiones naturales, contrapuestas a las que están más allá de la naturaleza. Pero también a las obras de Anaximandro, Heráclito, Parménides, Empédocles y Meliso se les atribuyó tal título, a pesar de lo heterogéneo de sus obras y sus tópicos.

Para Aristóteles no hay mayores inconvenientes en llamar a los pensadores anteriores a él “fisiólogos” o “teólogos”, y Jaeger, en su Teología, indica que los pensadores que abarcan con sus disquisiciones el mundo de la percepción humana (los “naturalistas milesios”) también logran un nuevo nivel en materia teológica. Sin embargo, decide considerar a Jenófanes como un ilustrado interesado en las causas naturales de los fenómenos, y de ninguna manera un filósofo; esto parece estar motivado por su afán de considerar el aporte de Jenófanes solo en el ámbito de la religión: "sólo como teólogo puede realmente entendérsele."

Para Rodríguez Adrados, la posición de Deichgräber de que Jenófanes es un verdadero filósofo natural a la manera de los jonios, es un hecho probado, pero coincide con Jaeger en que, en su pensamiento, tiene preeminencia lo teológico y moral. A la vez, da cierto crédito a A. Levi, según el cual su física es sobre todo un intento de quitar carácter sacro a los fenómenos celestes.

Kirk, Raven y Schofield siguen algunos de los puntos mencionados y manifiestan que:

No orientó su interés fundamental hacia una explicación comprehensiva del mundo natural, como hicieron Anaxímenes o Heráclito, sino que se interesó, de un modo especial, por la teología, y muchas de sus observaciones sobre cuestiones físicas están en conexión con ella; es posible que algunas fueran repulsas irónicas de teorías previas.
Eggers Lan no cree que se pueda concebir a Jenófanes como físico. Agrupan todos los testimonios en los que se atribuyen tesis cosmológicas en un apartado llamado “Otros posibles equívocos antiguos sobre Jenófanes”. Presentan también algunos fragmentos auténticos, donde Jenófanes habla de la tierra y el agua (o el mar) como origen de todas las cosas (B 27, 30 y 33), y extractos de la Ilíada (Il XIV 201; VII 96-100) e incluso del Génesis (Gn 3,19), que contienen afirmaciones semejantes, con el fin de señalar que estos fragmentos no demuestran que Jenófanes sea físico, o que lo sea más que Homero y el autor bíblico.

En cualquier caso, lo cierto es que los fragmentos B 19, 27-33 y 37 hablan de diversos fenómenos físicos, meteorológicos y celestes, que no pueden ser ignorados al estudiar a Jenófanes, y deben ser de alguna manera coordinados con los restantes fragmentos. De esto depende, en parte, la naturaleza del vínculo de Jenófanes con la fisiología jónica.

Pensamiento

Lo que caracteriza de manera general su pensamiento es el rechazo del saber tradicional, cuyos portavoces en Grecia fueron Homero y Hesíodo. Esto es universalmente aceptado tanto por los doxógrafos antiguos (Diógenes Laercio, A 1; Plutarco, A 22; Sexto Empírico, B 11) como por la filología moderna (A. Levi, Rudberg, Fränkel, Jaeger, Rodríguez Adrados, Kirk, Raven y Schofield). En efecto, Homero y Hesíodo eran en Grecia algo más que poetas: “todos han aprendido desde antiguo con Homero”, ha sido el “educador de Grecia”, e incluso “Homero y Hesíodo han compuesto la genealogía de los dioses para los griegos, les han dado sus nombres, honores y funciones y han descrito los aspectos con que se manifestaban”; El rechazo de Jenófanes a este saber se concreta en diversos puntos: El primero es el carácter revelado de todo saber, para luego reemplazar la cosmogonía implícita en esos poemas por una concepción propia del universo visible y de la divinidad. La crítica alcanza también a ciertos elementos de la cultura dominados por la moral agonal aristocrática: la costumbre de cantar gestas teogónicas en los simposios, y la valoración de los vencedores en los juegos olímpicos.

Este rasgo general de su pensamiento lo vincula estrechamente con la filosofía jónica, que es un intento de reemplazar el saber supeditado a la revelación de las musas por un indagar a partir del propio observar. Y se concreta en la forma de una investigación de la naturaleza (φυσις, physis) que subyace al todo de lo que aparece. Esta búsqueda de la filosofía jónica viene motivada por la observación de que la pluralidad de lo que se manifiesta no es una mera pluralidad, sino que sus fenómenos están en relación en virtud de una fuerza divina que anima a todas las cosas, a través de un elemento natural, como el agua de Tales. Es un pensar que intenta descubrir un orden general que religue los opuestos, tal como lo cálido o lo frío, y que Anaxímenes concibe como el aire que se condensa o rarifica.

Cosmología

Aristóteles dice en su Metafísica que Ξενοφάνες [...] ἐις τὸν ὅλον οὐρανὸν ἀποβλέψας τὸ ἓν εἶναὶ φησι τὸν θεόνJenófanes, (…) con sus ojos puestos en todo el cielo, dijo que lo uno es dios.
En la medida en que holon ouranos puede ser traducido como “el universo" -entendido como el todo de lo visible-, Jenófanes es continuador del pensamiento de la fisiología jónica. Pero si para Tales el observar determina que la naturaleza subyacente a la pluralidad de lo que aparece es el agua, y para Anaxímenes el aire explica el comportamiento antitético de lo que se manifiesta, para Jenófanes no hay un elemento visible que pueda ser pensado como “naturaleza primordial” o arkhé que gobierne sobre el todo.

Aecio y Sexto Empírico nos transmiten un fragmento (B 27) en el cual Jenófanes dice que la tierra es principio y fin de todas las cosas. Pero Aristóteles había dicho que ningún pensador había atribuido a la tierra el carácter de elemento primordial. Así prevenidos, los críticos niegan la atribución de la tierra como physis en Jenófanes.

Porfirio, citado por Filópono, nos dice que Jenófanes consideró como principios lo seco y lo húmedo. Estos también son presentados como tierra y agua, y el agua, a su vez, tiene como fuente el mar, que resulta ser el origen de un conjunto amplio de fenómenos celestes y geográficos: el viento, las nubes, la lluvia, y la corriente de los ríos. A su vez, las nubes son el origen de los astros, incluido el sol, que es una nube en ignición, e incluso del arco iris, y los fuegos de San Telmo. Respecto del sol, para Jenófanes es a la vez un fenómeno originado por la reunión de partículas ígneas procedentes de las nubes, y causante de la generación de las nubes a partir de la evaporación del mar. El sol no es uno, cada día vemos un nuevo sol. Su movimiento es, por lo demás, rectilíneo y no circular.

Lo seco y lo húmedo, o la tierra y el mar, como opuestos, están relacionados. Jenófanes llama a esta relación “mezcla”. El mar disuelve la tierra hasta convertirla en barro (al final del ciclo todos los hombres mueren), y luego acontece un proceso inverso de solidificación. Jenófanes dedujo este tránsito a partir del hallazgo de fósiles de peces y algas en el área de Siracusa, Paros y Malta, los cuales dejaron su huella cuando el mar cubría la tierra. La solidificación del agua le fue sugerida a partir del goteo en cavernas donde había estalactitas, formadas, supuestamente, por agua. El tránsito descrito funda una teoría cíclica, en la que se sucederían múltiples ordenaciones del mundo.

A pesar de que este cuadro cosmológico puede ser trazado con suficiente nitidez, los estudiosos no están de acuerdo en atribuirle el mismo origen. Kirk, Raven y Schofield, en contra de Jaeger, dicen que esta concepción física es enteramente razonable, y que por ello a Jenófanes no puede calificársele exclusivamente como teólogo. Pero Eggers Lan piensa que algunas estas cuestiones cosmológicas no son atribuibles más que a los doxógrafos.

A. Levi había dicho que el sentido de la cosmología de Jenófanes es quitarle carácter sacro a los fenómenos celestes, lo cual parece estar apoyado en la desmitologización del arco iris a partir de su atribución popular a Iris, y de su cuadro cosmológico general, opuesto en algunos puntos a la cosmología tradicional. Esta dividía el cosmos en tres partes, la Tierra en el centro, estaba a igual distancia del Cielo y del Tártaro. Jenófanes concibe, en cambio, la profundidad de la Tierra como indefinida y no ya limitada por el Tártaro, y el aire como extendiéndose hacia arriba de manera indefinida, sin que limite ya con la bóveda celeste.

La diferencia entre esta concepción y las cosmologías milesias reside en que Jenófanes, al explicar el todo de lo que se muestra, no reduce lo múltiple a una sola naturaleza visible como el agua de Tales. Incluso el tránsito entre los opuestos seco-húmedo no es explicado a partir del comportamiento de una naturaleza primordial como el aire de Anaximandro. Este aire, siendo invisible, se manifestaba en el comportamiento antitético de lo que es visible. En cambio, el principio jenofánico, permanece fuera del alcance del pensamiento del que los hombres se valen para conocerse a si mismos, incluso no se manifiesta sino a partir de la conmoción del todo. Pero este principio, concebido como Dios, es asunto de la Teología.

Teología

Teología crítica y teología constructiva

Desde la antigüedad Jenófanes fue considerado como un pensador que se opuso a la concepción homérica y hesiódica de la divinidad. Diógenes Laercio dice que escribió contra ellos, censurándolos por lo que dijeron sobre los dioses. A partir de este y otros testimonios antiguos, y de los fragmentos conservados sobre el tema, los filólogos y estudiosos han distinguido generalmente dos momentos en su teología: la teología crítica y la constructiva.

Los fragmentos B 11 y 12 son una crítica a la inmoralidad de los dioses que cantan Homero y Hesíodo:

Han narrado muy a menudo acciones injustas de los dioses: robar, cometer adulterio y engañarse unos a otros.
Los fragmentos B 14 a 16 atacan el antropomorfismo:

Pero los mortales creen que los dioses han nacido, y que tienen vestido, voz y figura como ellos.
Las distintas razas de hombres conciben a los dioses cada una con sus propios rasgos.

La caracterización “constructiva” del Dios de Jenófanes sigue de algún modo la vía negativa. El fragmento B 23 indica que dios no es “ni en figura ni en pensamiento semejante a los mortales”. Aun cuando dice que “todo él ve, todo él oye, todo él escucha” (fragmento B 24), sugiere que Dios no posee órganos de percepción.

La crítica moderna ha sido unánime en el juicio acerca del carácter de la teología jenofánica: es una oposición a la concepción mítica de los dioses. Jaeger dice que “se limita a abrir el camino a una concepción filosófica negando que la forma de Dios sea humana”. Kirk, Raven y Schofield dicen “(…) podemos concluir que Jenófanes concibió a su dios en función de la negación de las propiedades que Homero le asignó a los dioses (…)”. Eggers Lan, siguiendo a Corbato, afirma que Jenófanes quiere quitarle hasta el menor residuo de antropomorfismo, aun afirmando su sensibilidad visual y auditiva.

Inmovilidad

Si bien Jenófanes dice que Dios “permanece siempre en el mismo lugar sin moverse, ni le conviene emigrar de un lado a otro” (fragmento B 26), aquí también parece oponerse a Homero, para el cual, como indica Jaeger, la velocidad de los dioses es una señal de su poder divino. Esta manera de interpretar la teología de Jenófanes se dirige en contra de la posibilidad de vincular el pensamiento jenofánico con la vía utilizada por Parménides. La vía propiamente jenofánica es la de la “verosimilitud”: en el caso del movimiento, no le “conviene”, “no es propio” a la naturaleza divina el moverse.

Omnipotencia

Por lo demás, este Dios estremece con su solo pensamiento todas las cosas (fragmento B 25). En la interpretación de esta afirmación, que parece una primera formulación de la omnipotencia divina, no están de acuerdo los filólogos. Jaeger ve en esta capacidad de mover, junto a su propia inmovilidad, una primera formulación del motor inmóvil de Aristóteles; en cambio, Eggers Lan señala más la diferencia entre estas concepciones, dado que el motor inmóvil aristotélico mueve pasivamente, en virtud de ser amado. Kirk, Raven y Schofield hacen notar cierta similitud entre este pasaje e Ilíada I, 530, donde Zeus hace temblar al Olimpo con el movimiento de su cabeza. La reminiscencia homérica se extiende a la idea de que los dioses pueden llevar a cabo sus planes para con los mortales, simplemente insuflándoles ceguera. Idea que sigue Esquilo: “Sentado realiza su pensamiento, sin moverse de su santo trono”.

¿Monoteísmo o politeísmo?

Clemente de Alejandría nos ha transmitido un pasaje de Jenófanes que ha sido objeto de controversia, puesto que se ha querido ver en él una confesión de fe monoteísta. De hecho el mismo Clemente la introduce interpretándola en este sentido. La cita entera es:

Jenófanes de Colofón enseña que el dios es único e incorpóreo y añade:
“Un dios, el más grande entre los dioses y los hombres, ni en figura ni en pensamiento semejante a los mortales.
La dificultad se presenta al interpretar y al traducir εις θεος (eis theos), literalmente “un dios”, pero que admite el añadido del verbo: “[Existe] un dios”, o “[Hay]” un dios. Este se contrapone, en el mismo pasaje, a θεοισι και ανθρωποισι (theoisi kai anthropoisi), “a los dioses y los hombres”. Ante todo hay que decir que, cuando habla de sus propias opiniones, Jenófanes se refiere a la divinidad unas veces en plural, y otras en singular, sin que ello signifique adhesión a cierto monoteísmo. Jaeger dice que “(…) conserva el convencional pluralismo griego. Por razones incomprensibles, los escritores cristianos han tendido a ver su propio monoteísmo en la proclamación que hace Jenófanes del Dios Uno.” Fränkel ha indicado que θεοισι (theoisi) designa a falsos dioses, y se decide por el monoteísmo de Jenófanes; Kirk, Raven y Schofield indican que este mencionar a los dioses y los hombres obedece a un uso polar, como en el fragmento 22 B 30 de Heráclito. El título de la sección que contiene el comentario del pasaje reza: “Existe una sola divinidad no antropomórfica”. Eggers Lan piensa que “no es el de Jenófanes un pensamiento estrictamente monoteísta (…)” y muestran pasajes comparables en Ilíada XII 241s y el fragmento DK 22 B 32 de Heráclito.

La opinión de Simplicio, en cambio, de que Jenófanes demuestra que dios es uno, procede de la lectura de MXG 977a y no de un fragmento auténtico, por ello no merece ser tenida en cuenta.

Corporeidad, materialidad, limitación o ilimitación de dios

El mismo pasaje, el fragmento B 23, ha dado que hablar en lo que se refiere a la corporalidad de Dios. Clemente entendió que el dios jenofánico era inmaterial. La traducción de δεμας (démas) por “figura”, justificada a partir del uso homérico de la misma, ha sido defendido por Diels y Kranz, y Eggers Lan. En cambio, Guthrie y Kirk, Raven y Schofield traducen el término como “cuerpo”; estos últimos dicen que, si el dios uno no es idéntico en cuerpo a los dioses y los hombres, es porque tiene cuerpo.

Sobre la materialidad del dios de Jenófanes ha habido otro famoso equívoco histórico que se ha propagado a partir de un pasaje de la Metafísica de Aristóteles. Allí, dice que Jenófanes no definió nada respecto de si su “unidad” era material, como la de Meliso de Samos, o formal, como la de Parménides. A partir de allí los autores posteriores entendieron que lo “uno” de Jenófanes no era ni limitado ni ilimitado (indefinido): Teofrasto, el autor anónimo de MXG, Simplicio; aunque algunos se deciden por la limitación: Teodoreto de Ciro (A 36) e Hipólito (A 33).

Monismo, panteísmo y circularidad de lo divino

Algunos comentaristas antiguos nos transmiten su interpretación de que Jenófanes era panteísta (Platón, Sofista 242d = A 29; Aristóteles, Metafísica I 5, 986b = A 30) o de que su dios es circular (Filón (A 26), Hipólito (Refutación de todas las herejías, I, 14, 2 = A 33) y Teodoreto, (Curación de las enfermedades griegas IV, 5 = A 36), testimonio que confirman Olimpiodoro el Joven y Galeno). La circularidad del dios de Jenófanes apoyaría el vínculo con Parménides, teniendo en cuenta la célebre comparación del ente parmenídeo con una esfera o balón, palabras textuales de este pensador, transmitida por Simplicio en Física 146, 15-17. Son las mismas citas en que se basan los que sostienen que Jenófanes fundó la escuela eleática y la idea de que todo es uno. La veracidad de estos testimonios ha sido puesta en tela de juicio por la filología moderna.

Carácter de inengendrado

En el fragmento B 14, el dios de Jenófanes se distingue claramente de los dioses homéricos – hesiódicos, puesto que estos, si bien son inmortales, han tenido nacimiento; Jenófanes en cambio parece concebir una nueva idea de la eternidad de Dios: no ha habido tiempo en el que dios no fuese. Esta característica de inengendrado a veces también se atribuye de lo Uno, alimentando la antigua opinión que aproximaba el pensamiento de Jenófanes con el de Parménides.

Saber divino

Lo divino en Jenófanes es un ser consciente, todo él es percepción. Diógenes Laercio dice que, para Jenófanes, Dios “es todo mente y sabiduría, y eterno”. Sexto Empírico, parafraseando el texto original de Jenófanes (el fragmento B 24) dice que el dios es un “viviente” y por lo tanto “ve”.

Todo [él] ve, todo [él] piensa, todo [él] escucha.
Hipólito parece comentar este pasaje cuando indica que el dios jenofánico “(…) es capaz de percibir con todas sus partes”.

Simplicio, al trasmitir otro pasaje (el fragmento B 25), asegura que Jenófanes

Afirma que piensa todas las cosas cuando dice:
Pero sin trabajo, con la [sola] fuerza de su mente, hace vibrar todas las cosas.
Ario Dídimo atribuye a Jenófanes una sentencia: “sin duda dios conoce la verdad, y la opinión se extiende sobre todas las cosas”. Este pasaje parece estar motivado por una lectura completa de la obra que contiene el fragmento B 34, donde menciona que “la conjetura ha sido asignada a todos”.

Gnoseología

Una serie de fragmentos acerca del conocimiento (B 18, 34, 35, 36 y 38) han sido interpretados por los doxógrafos y la crítica moderna de diferente manera. Soción de Alejandría (A 1 y 20) y Sexto Empírico, conservador del texto B 34, inician la tendencia a interpretar a Jenófanes como escéptico:

(…) Jenófanes es de esta tendencia, al afirmar que todas las cosas son inaprensibles, cuando escribe:
No hay ni habrá un hombre que haya conocido lo claro (τό σαφές, tó saphés) o haya visto cuantas cosas digo acerca de dioses y de todo. Pues aunque llegara a expresar lo mejor posible algo acabadamente, él mismo no lo sabría, lo conjetural (δόκος, dókos), en cambio, se extiende sobre todo.
El fragmento B 35 sugiere que el grado de conocimiento al que puede aspirar el hombre es el de la conjetura, a un asemejarse a la verdad. Y el fragmento B 38 afirma la relatividad de todo saber proveniente de los sentidos, puesto que si dios no hubiese hecho la miel, pensaríamos que los higos son lo más dulce.

Sexto Empírico advirtió que Jenófanes no cancela la posibilidad de todo conocimiento, sólo el conocimiento indubitable. El conocimiento como opinión (doxazé) fue admitido como saber puramente humano. Fränkel y Riviere, en cambio, entienden que dókos se refiere al conocimiento del nivel metafísico y no al del nivel de lo sensible. Guthrie continúa la interpretación de Sexto Empírico, que rescata la opinión como esfera del saber humano. También se ha sostenido que Jenófanes no extendió a la esfera de lo conjetural el saber positivo acerca de dios, sino que to saphés se refiere a lo que conocemos por los sentidos.

Karl Deichgräber sugirió que las citas donde Jenófanes expresa las deficiencias de conocimiento humano, extienden un contraste, común en la poesía, entre la ignorancia humana y la omnisciencia de la Musa, tal como es enunciado por Homero:

Decidme ahora, Musas, dueñas de olímpicas moradas,
pues vosotras sois diosas, estáis presentes y sabéis todo,
mientras que nosotros solo oímos la fama y nada sabemos”.
La idea deviene temática en Simónides de Ceos, y es seguida por Píndaro, Peán 6, 51. En Jenófanes alcanza su expresión más nítida, pero la distancia que media entre el saber divino y el humano no es salvada por revelación alguna, como en la comunicación entre aedo y musa, sino que el saber humano es forjado por el hombre mismo, a través del tiempo:

Pues los dioses no revelaron desde un comienzo todas las cosas a los mortales, sino que estos, buscando con el tiempo descubren lo mejor.
Kirk, Raven y Schofield siguen a Deichgräber en este punto.

Se ha entendido también que esta separación entre el saber divino y el humano llega en Jenófanes a su grado más profundo. El pensar construido a partir de la presencia humana ante las cosas visibles se reconoce a sí mismo como una búsqueda que nunca alcanzará la claridad suficiente, aun cuando alcance mayor verosimilitud con el tiempo. Lo divino se sustrae a la posibilidad de ser captado con los sentidos, y de ser pensado a través de las formas que los humanos han usado para pensarse a sí mismos. Jenófanes sería el portavoz de la renuncia del pensar fisiológico de la escuela jónica a sus propias pretensiones de erigirse como saber pleno.

Juicios de la posteridad acerca de Jenófanes

El primer autor del que tenemos noticias de haberse referido a Jenófanes en sus escritos es Heráclito, en un fragmento donde lo ubica junto a Pitágoras y Hecateo de Mileto como eruditos sin sabiduría.

Parménides, aunque no lo rebate explícitamente, no podía estar de acuerdo con su gnoseología, pues al mencionar "el corazón imperturbable de la Verdad bien redondeada" (B 1.29) como algo de lo que hay que informarse, está planteando lo opuesto a lo planteado por Jenófanes en B 34.

Aristóteles, en una sección de la Metafísica donde recoge y analiza los antecedentes de su doctrina de las causas, dice:

En cuanto a Jenófanes, que sentó antes que estos [Parménides y Meliso] la doctrina del Uno, (...) no aclaró nada (...). Estos deben ser omitidos en la investigación; dos de ellos, Jenófanes y Meliso, totalmente, por ser demasiado rústicos.
Teofrasto, discípulo de Aristóteles, lo excluyó de la lista de fisiólogos estudiada por él en el De sensu.

De Cicerón sólo se conoce un juicio comparativo sobre Jenófanes: dice que este y Parménides escribieron en versos "menos buenos" que los de Empédocles, en contra de los que pretendían ser sabios.

La patrística griega lo consideró a menudo como uno de los pioneros del monoteísmo entre los griegos, como San Clemente en Stromata.

Jaeger, en su Teología de los primeros filósofos griegos, indica que "en lo esencial fueron sus obras perfectamente afilosóficas"; también dice que "sólo como teólogo puede realmente entendérsele",60 y pondera "la enorme influencia de Jenófanes sobre el desarrollo posterior de la religión"; mientras que Burnet dice que "se habría reído si hubiera sabido que un día se le iba a considerar como teólogo".

En 1935, la UAI decidió en su honor llamarle «Xenófanes» a un astroblema situado en la cara visible de la Luna.





Poema de Jenófanes (un poema sobre la divinidad)

POEMA DE JENÓFANES

Entre los Dioses
hay un Dios máximo;
y es máximo también entre los hombres.
No es por su traza ni su pensamiento
a los mortales semejante.

Todo Él ve; todo Él piensa; todo Él oye.
Con su mente,
del pensamiento sin trabajo alguno,
todas las cosas mueve.

Con preeminencia claro
es que en lo mismo permanece siempre
sin en nada moverse,
sin trasladarse nunca
en los diversos tiempos a las diversas partes.

Mas los mortales piensan
que, cual ellos, los dioses se engendraron;
que los dioses, cual ellos, voz y traza y sentidos poseen.
Pero si bueyes o leones
manos tuvieran

y el pintar con ellas,
y hacer las obras que los hombres hacen,
caballos a caballos, bueyes a bueyes
pintaran parecidas ideas de los dioses;
y darían a cuerpos de dioses formas tales
que a las de ellos cobraran semejanza.

Homero, Hesíodo
atribuyeron a los dioses
todo lo que entre humanos
es reprensible y sin decoro;
y contaron sus lances nefarios infinitos:
robar; adulterar y el recíproco engaño.




Elegías I

Citado por Ateneo

Pues ahora el piso está limpio y también las manos y las cosas. Alguien coloca las guirnaldas tejidas sobre nuestras cabezas; otro nos ofrece la mirra perfumada en una fuente. El cántaro de la mezcla, permanece lleno de alegría y aún otro vino suave y fragante como las flores está listo en las jarras, el que promete no faltarnos nunca. En el medio, el incienso exhala su esencia sagrada, y hay agua fresca y pura. Panes dorados yacen a nuestro alcance y la magnífica mesa está repleta de queso y miel. El altar, en el centro, aparece adornado con flores alrededor en tanto el canto y la fiesta llenan la casa. 
Mas, ante todo, es necesario que los hombres satisfechos alaben a los dioses con mitos piadosos y palabras puras. Pero después que han ofrendado sus libaciones y dirigido las plegarias a fin de obtener la fuerza para realizar lo justo –pues en ello reside el primer deber– no es una falta para el hombre beber con exceso, siempre que sea capaz de volver a su casa por sus propios medios si no se halla abrumado por los años. Entre los hombres, empero, merece elogios aquél que luego de haber bebido, preserva la nobleza así como la memoria y el empeño por la virtud, de modo que él no cantará los combates de los titanes, gigantes o centauros –invenciones de los antiguos– ni las turbulentas guerras civiles en cuyos relatos no hay nada útil; mas pensar siempre respetuosamente de los dioses; eso es lo noble.



Elegía III

Citada por Ateneo

Después de haber aprendido de los lidios maneras afeminadas, y en tanto estuvieron libres de la odiosa tiranía, solían reunirse en el ágora en número de un millar con sus vestimentas teñidas de púrpura, ostentosos y vanos, con sus bien peinadas cabelleras, a la vez que exhalaban el aroma de sus perfumes artificiales.



Sobre la naturaleza. Fragmento 38

Si dios no hubiese creado la amarillenta miel los higos resultarían más dulces de lo que ellos ahora nos parecen.




JENÓFANES DE COLOFÓN Y LA EXTRAÑA ELEGÍA

Jenófanes de Colofón (¿nacido hacia el 570 y muerto hacia el 470?) es un autor alternativo, un puente entre el poeta y el filósofo en la Grecia arcaica y del siglo V a. C. Compositor de elegías, sus poemas no se ajustan a las características del género tal como las expuse en esta entrada. 

Como ejemplo de lo que digo propongo mi traducción del primero de sus poemas, transmitido por Ateneo en el Banquete de los sofistas. La primera parte trata de los preparativos del banquete tradicional y se centra en los objetos; llama la atención, si acaso, la insistencia en la idea de 'pureza'. 

Lo más singular es que la segunda parte del texto habla de cómo se debe desarrollar el simposio, y en esta parte se marcan diferencias frente a la tradición, ante todo cuando el poeta dice que la conversación no debe tratar sobre temas míticos (¡adiós, Homero!) ni políticos sino que debe mantener, ante todo, una actitud de respeto hacia los dioses.




Ateneo 11,462 c: Así pues, también yo, al ver vuestro banquete, repleto de todo lo que agrada al espíritu, diré con Jenófanes de Colofón:

Ahora están limpios el suelo y las manos de todos 
y las copas; guirnaldas trenzadas nos pone uno 
mientras otro aromático perfume en una bandeja presenta; 
la cratera se alza henchida de placer; 
un vino distinto está preparado y dice que no nos faltará jamás: 
delicioso, en las tinajas a flor huele; 
en el centro derrama el incienso su sagrado aroma; 
fresca por su parte está el agua, rica y pura; 
a un lado se hallan los panes rubios y la majestuosa mesa, 
de queso y pingüe miel cargada;
el altar, en el medio, se halla cubierto de flores por doquier, 
y el canto y la fiesta dominan esta casa. 

Necesario es que, en primer lugar, gozosos al dios canten un himno los varones 
con palabras propicias y limpios dichos, 
tras hacer la libación y rogar que podamos las acciones justas 
obrar (pues esto es lo más propio), 
no las ofensas; y se debe beber cuanto permita llegar 
a casa sin guía a un hombre que no sea muy anciano; 
de los varones hay que alabar a aquel que, tras beber, nobles pensamientos revela,
conforme a su memoria y empeño por la virtud;
no se han de narrar los combates de Titanes, Gigantes 
ni Centauros, ficciones de los antiguos, 
o las revueltas violentas, cosas en las que no hay ningún beneficio, 
sino que por los dioses se debe tener siempre el respeto oportuno.


El fragmento 2 de Jenófanes también lo ha transmitido Ateneo; según Fränkel, su crítica a los valores tradicionales es aún más radical: 


Ateneo 10,413 f: Esto lo tomó Eurípides de las elegías de Jenófanes de Colofón, el cual decía:

Mas si la victoria obtuviese uno por la rapidez de sus pies 
o compitiendo en el pentatlón donde se halla el santuario de Zeus, 
junto a las corrientes del Pisa, en Olimpia, o luchando 
o también el sufrido pugilato practicando 
o esa terrible prueba a la que llaman pancracio, 
a ojos de los ciudadanos se cubriría de gloria 
y un asiento de preferencia a la vista de todos en los certámenes obtendría
y grano del erario público 
a expensas de la ciudad, y un presente que sería su tesoro; 
también si alcanzase una victoria ecuestre todo eso ganaría
sin ser digno como yo: pues mejor que la fuerza 
de hombres y caballos es nuestra sabiduría.



Mas esto se valora muy a la ligera, si bien no es justo 
preferir la fuerza a la noble sabiduría. 
Pues ni si entre el pueblo se encuentra un buen púgil 
o uno que destaca en el pentatlón o la lucha 
o por la rapidez de sus pies, lo cual es lo más estimado 
entre cuantas hazañas de fuerza los varones realizan en el certamen,
no por ello mejoraría en su gobierno la ciudad: 
pequeño goce obtiene la ciudad de esto, 
si uno compitiendo vence junto a los ribazos del Pisa: 
eso no engorda los fondos de la ciudad.


En el caso del fragmento 3 (conocido también por Ateneo), Jenófanes dirige específicamente sus críticas a sus paisanos colofonios, por el refinamiento y la vanidad de sus costumbres:

Ateneo 12,526 a: Según dice Filarco, los colofonios, que al principio llevaban una forma de vida sobria, fueron a dar en el lujo al hacerse amigos y aliados de los lidios; a partir de entonces se presentaban en público llevando los cabellos engalanados con oro; también dice lo mismo Jenófanes:

Lujos inútiles aprendiendo de los lidios 
mientras sin la tiranía odiosa estuvieron 
iban a la reunión con mantos enteramente de púrpura, 
no menos de mil en conjunto, 
arrogantes, orgullosos de sus hermosos cabellos, 
bañados en exquisitos ungüentos aromáticos.


Lo cierto es que la vida de este hombre, además de larga, no debió de ser fácil, según nos da a entender otro de sus fragmentos, el octavo, transmitido a través de Diógenes Laercio:

Diógenes Laercio 9,18-19: Jenófanes tuvo una vida muy prolongada, según afirma él mismo en algún lugar: 

Ya sesenta y siete son los años 
que sacuden mis desvelos por la helénica tierra; 
desde mi nacimiento entonces habían pasado otros veinticinco, 
si es que yo acerca de ello sé hablar con verdad. 

José B. Torres Guerra




Jenófanes, Fragmentos Probablemente Auténticos, Los Filósofos Presocráticos, t. I, Gredos, Madrid, 1978.



Ateneo, XI 462e:

Ahora, pues, es puro el suelo y puras las manos
y los cálices. Uno ciñe coronas entrelazadas;
otro vierte agradable perfume en un vaso.
La crátera está colocada rebosante de alegría;
otro vino, a punto, que promete no ha de faltar nunca,
dulce en las ánforas, oliendo a flor.
En el medio, el incienso despide un aroma santo;
hay agua fresca y dulce y pura,
al lado panes dorados y una mesa de honor
colmada de queso y miel espesa,
y en el centro un altar adornado con flores por todos lados.
Canto y ambiente festivo dominan la casa en todo su contorno;
y en primer lugar conviene que varones prudentes canten
himnos a dios, con mitos piadosos y discursos puros.
Después de haber ofrecido libaciones y orado para poder hacer
las cosas juntas –pues esto es lo que más de acostumbra-,
no es insolencia beber hasta el punto en que pueda volver
a casa sin ayuda de un siervo, si no se es anciano.
Entre los varones es de alabar aquel que, tras beber, manifiesta cosas nobles,
según le permiten la memoria y el esfuerzo por la virtud,
pero no se preocupa en luchas de Titanes ni de Gigantes
ni tampoco de Centauros, ficciones de los antiguos,
o de disensiones violentas, en las que nada útil hay;
siempre, en cambio, es un bien tener a consideración a los dioses.



Ateneo, X 413f:

Pero si con la rapidez de los pies obtuviera alguien victoria
sea en el pentatlo, donde está el templo de Zeus
junto a las corrientes del Pisa en Olimpia, sea en la lucha,
sea en el doloroso pugilato
o bien en la terrible competencia que llaman pancracio
sería más ilustre ante la mirada de sus conciudadanos,
disfrutaría de un visible lugar de privilegio en las reuniones
y sería alimentado por el erario público
gracias al Estado, y recibiría un regalo que sería un tesoro para él.
Y también si venciera con caballos, él obtendría todas esas cosas,
sin merecerlo como yo. Pues más valiosa que la fuerza
de varones o de caballos es nuestra sabiduría.
Pero sin querer uno se acostumbra a esto, si bien no es justo
preferir la fuerza a la verdadera sabiduría;
pues aunque entre el pueblo hubiera un buen púgil,
o quien prevaleciera en el pentatlo o en la lucha
o en la velocidad de los pies –lo cual es sumamente apreciado
entre cuantas obras de fuerza hay en las competiciones de hombres-,
no por eso el Estado contaría con un mejor orden.
Escaso disfrute para el Estado se produciría con esto:
con que algún competidor venciera en las riveras del Pisa;
pues tales cosas no engordan las arcas del Estado.



Ateneo, XII 526a:

Tras aprender de los lidios una lujuria perniciosa,
mientras vivían sin una odiosa tiranía,
marchaban hacia el ágora con mantos de púrpura,
en conjunto no menos de mil,
jactanciosos, adornados con apuestas cabelleras,
impregnadas de aroma con refinados ungüentos.



Ateneo, XI 18, 782a:

Nadie mezclaría en una copa vertiendo primero vino,
sino agua y sobre ella vino.



Ateneo, IX 368e:

Cuando enviaste un muslo de cabrito recibiste una pingüe pata
de toro engordado, obtenida en homenaje a un varón
cuya gloria se extenderá sobre toda Grecia sin cesar,
mientras exista la raza de los aedos griegos.



Diógenes Laercio, VIII 36:

Ahora voy a abordar otro tema, y mostraré el camino.
Y una vez, al pasar por donde un cachorro era castigado
cuentan que se compadeció y dijo estas palabras:
detente, no lo golpees; pues en verdad es el alma de un varón
amigo: la reconocí al oír el sonido de su voz.



Diógenes Laercio, IX 18:

Ya son sesenta y siete los años
que agitan mi desvelos a través de la tierra griega,
y desde mi nacimiento hasta entonces había pasado otros veinticinco,
si es que sé hablar con verdad acerca de estas cosas.



Etymologicum Genuinum:

Mucho más débil que un hombre envejecido.



Herodiano, Perì Dichrónôn 296, 6:

Pues desde antiguo todos han aprendido de acuerdo con Homero.



Sexto Empírico, Adversus Mathematicos IX 193 y I 289:

Homero y Esíodo han atribuido a los dioses todo
cuanto es vergüenza e injuria entre los hombres,
y narrado muy a menudo acciones injustas de los dioses:
robar, cometer adulterio y engañarse unos a otros.



Clemente de Alejandría, Stromateis V 109:

Pero los mortales creen que los dioses han nacido
y que tienen vestido, voz y figura como ellos.



Clemente de Alejandría, Stromateis V 110:

Pero si los bueyes, (caballos) y leones tuvieran manos
o pudieran dibujar con ellas y realizar obras como los hombres,
dibujarían los aspectos de los dioses y harían sus cuerpos,
los caballos semejantes a los caballos, los bueyes a los bueyes,
tal como si tuvieran la figura correspondiente (a cada uno).



Clemente de Alejandría, Stromateis VIII 22:

Los etíopes (dicen que sus dioses son) de nariz chata
y negros; los tracios, que (tienen) ojos azules y pelo rojizo.



Escolio a Aristófanes, cab. 408:

Alrededor de la sólida morada hay plantadas (ramas del) abeto.



Estobeo, Eclogae Physicae, Dialecticae et Eticae I 8, 2:

Pues los dioses no revelaron desde un comienzo todas las cosas a los mortales, sino que éstos, buscando, con el tiempo descubre lo mejor.



Ateneo, Epít. II 54e:

Conviene, en la estación invernal, decir estas cosas junto al fuego,
echado sobre un lecho blando, satisfecho,
mientras se bebe dulce vino y se come garbanzos:
¿quién eres y de donde, entre los hombres, vienes? ¿cuántos son tus años, noble varón?
¿qué edad tenías cuando llegó el medo?



Clemente de Alejandría, Stromateis V 109:

Un único dios, el supremo entre los dioses y hombres,
ni en figura ni en pensamiento semejante a los mortales.



Sexto Empírico, Adversus Mathematicos IX 144:

Todo (él) ve, todo (él) piensa, todo (él) escucha.



Simplicio, Física 23, 20:

Pero sin trabajo, con la (sola) fuerza de la mente, hace vibrar todas las cosas.



Simplicio, Física 23, 11-12:

Permanece siempre en el mismo (lugar), sin moverse,
ni le conviene migrar de un lado a otro.



Aecio en Teodoreto, IV 5:

De la tierra nacen todas las cosas y en la tierra terminan todas.



Aquiles Tacio, IV 34, 11:

Este límite superior de la tierra que se ve junto a los pies
toca el aire, pero hacia abajo se extiende hasta lo más profundo.



Simplicio, Física 188, 32:

Tierra y agua son todas las cosas que nacen y crecen.



Aecio, III 4, 4:

Fuente de agua es el mar y fuente de viento;
pues ni en las nubes (nacería la fuerza del viento
que sopla) desde afuera sin el mar inmenso,
ni las corrientes de los ríos ni el agua lluviosa del éter,
sino que el gran mar es generador de nubes, vientos
y ríos.



Heráclito Homérico, c. 44:

El sol se eleva por encima de la tierra y la calienta.



Escolio Eustacio a Il. XI 27:

La que llaman Iris es también una nube
púrpura , roja y verde amarillenta a la vista.



Sexto Empírico, Adversus Mathematicos X 314:

Todos hemos nacido de tierra y agua.



Sexto Empírico, Adversus Mathematicos VII 49:

No hay ni habrá un varón que haya conocido lo patente
o haya visto cuantas cosas digo acerca de dioses y de todo.
Pues aunque llegara a expresar lo mejor posible algo acabado,
él mismo no lo sabría; la conjetura, en cambio, ha sido asignada a todos.



Plutarco, Questionum Convivalium 746b:

Que estas cosas sean conjeturadas (de modo que) se asemejen a las verdaderas.



Herodiano, Perì Dichrónôn 296, 9:

Cuantas cosas se han manifestado a los mortales han de ser vistas.



Herodiano, Perì Monérous Léxeôs  30, 30:

También en ciertas cavernas gotea agua.



Herodiano, Perì Monérous Léxeôs  41, 5:

Si dios no hubiese engendrado la miel amarillenta, se diría
que los higos son muchos más dulces (de lo que nos parecen).


http://losdesvelosdeldoxografo.blogspot.com.es/2013/12/jenofanes-570-475-c.html








BARTOLOMÉ HIDALGO [15.056] Poeta de Uruguay

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Bartolomé Hidalgo

Bartolomé José Hidalgo (Montevideo, 24 de agosto de 1788 - Morón, 28 de noviembre de 1822) fue un escritor oriental, iniciador, junto con Hilario Ascasubi, de la poesía gauchesca en el Río de la Plata.

Huérfano temprano, vivió con su madre y hermanas en Montevideo y la pobreza de la ciudad colonial y su condición de hijo de hogar modesto lo marcaron, le hicieron sentir sus rigores. A los 18 años se enroló en el llamado Batallón de Partidarios de Montevideo, sirviendo a las órdenes de Francisco Antonio Maciel, en la batalla del Cardal. En el año 1811 se incorporó a la revolución emancipadora, confirmando su doble rol, tan común en esa época, de ser gente de milicia y de actividad personal. En Paysandú recibe a José Artigas, el «Jefe de los Orientales», quien en una carta lo trata afectuosamente y lo incorpora a la nómina de aquellos que facilitaron el Éxodo del Pueblo Oriental, una de las primeras manifestaciones colectivas contra el poder colonial instituido. A los 23 años, en 1811, ya sus poemas tienen connotación de carácter político. Compone su Marcha Nacional Oriental para conmemorar y festejar la firma del Armisticio entre la Junta de Buenos Aires y el Virrey montevideano Francisco Javier de Elío, que permite la retirada del ejército sitiador. Continuó viviendo en Montevideo y luego Fernando Otorgués lo nombró Ministro Interino de Hacienda, durante el breve gobierno artiguista. Durante la Invasión Luso-Brasileña permanece en Montevideo. La Casa de Comedias, que estaba bajo su dirección, se encontraba influenciada por Carlos Federico Lecor, decidido a conquistar con sus reuniones sociales a la ciudad de Montevideo. Luego de la invasión luso-brasileña aliada a la «gente decente y principal» de Montevideo, viaja a Buenos Aires y vive allí la vida triste y dura del poeta criollo que tiene que subsistir vendiendo sus cuartetas y sus —seguramente mal impresas— composiciones. Allí redacta los Cielitos y Diálogos Patrióticos, que son su obra más completa e importante.

Obra de Hidalgo

Bartolomé Hidalgo pertenece a la cultura popular. Es uno de aquellos autores que se pueden definir como esenciales; es decir, aquellos que más allá de la vestidura lírica o literaria, tienen su importancia en la carnadura de lo que dicen, en el grado de alimento esencial. Sus Cielitos, que hablan de la peripecia patriótica, van deviniendo después en poemas en los cuales se incorporan las primeras denuncias que luego continuarán la voz de Los Tres Gauchos Orientales de Antonio Lussich y más tarde la voz de Martín Fierro de José Hernández.

Es considerado en el actual Uruguay el primer poeta que canta a la Patria por ser el autor de la primera canción sobre los orientales, las Octavas Orientales, que dice:

Orientales, la patria peligra,
reunidos al Salto volad;
Libertad entonad en la marcha
y al regreso decid Libertad.

En el Cielito de la Independencia canta a las Provincias Unidas del Río de la Plata, cuyos territorios actualmente se dividen entre Argentina, parte del Suroeste de Brasil, Paraguay, gran parte de Bolivia y Uruguay.

Hoy una Nación
en el mundo se presenta,
pues las Provincias Unidas
proclaman su Independencia.

Día Nacional del Payador

En homenaje a Bartolomé Hidalgo, en Uruguay, se designa el 24 de agosto como «Día Nacional del Payador». La fecha (por su nacimiento) fue establecida el 14 de noviembre de 1995 en la 63.ª Sesión extraordinaria de la Cámara de Senadores de Uruguay.



Cielito de la Independencia

Si de todo lo criado
es el cielo lo mejor,
el "cielo" ha de ser el baile
de los Pueblos de la Unión.

Cielo, cielito y más cielo,
cielito siempre cantad
que la alegría es del cielo,
del cielo es la libertad.

Hoy una Nación
en el mundo se presenta,
pues las Provincias Unidas
proclaman su Independencia.

Cielito, cielo festivo,
cielo de la libertad,
jurando la Independencia
no somos esclavos ya.

Los del Río de la Plata
cantan con aclamación,
su libertad recobrada
a esfuerzos de su valor.

Cielo, cielito, cantemos,
cielo de la amada Patria,
que con sus hijos celebra
su libertad suspirada.

Los constantes argentinos
juran hoy con heroísmo,
eterna guerra al tirano,
guerra eterna al despotismo.

Cielo, cielito, cantemos
se acabarán nuestras penas,
porque ya hemos arrojado
los grillos y las cadenas.

Jurando la Independencia
tenemos obligación,
de ser buenos ciudadanos
y consolidar la Unión.

Cielo, cielito, cantemos,
cielito de la unidad,
unidos seremos libres,
sin unión no hay libertad.

Todo fiel americano
hace a la Patria traición,
si fomenta la discordia
y no propende a la Unión.

Cielo, cielito, cantemos
que en el cielo está la paz,
y el que la busque en discordia
jamás la podrá encontrar.

Oprobio eterno al que tenga
la depravada intención
de que la Patria se vea
esclava de otra nación.

Cielito, cielo festivo,
cielito del entusiasmo,
queremos antes morir
que volver a ser esclavos.

¡Viva la Patria, patriotas!
¡Viva la Patria y la Unión,
viva nuestra independencia,
viva la nueva Nación!

Cielito, cielo dichoso,
cielo del americano,
que el cielo hermoso del Sud
es cielo más estrellado.

El cielito de la Patria
hemos de cantar, paisanos,
porque cantando el cielito
se inflama nuestro entusiasmo.

Cielito, cielo y más cielo,
cielito del corazón,
que el cielo nos da la paz,
y el cielo nos da la Unión.




Cielito Oriental

El portugués con afán 
dicen que viene bufando; 
saldrá con la suya cuando 
veña o Rey Dom Sebastián. 

Cielito, cielo que sí, 
cielito locos estan; 
ellos vienen reventando 
¡quién sabe si volverán! 

Dicen que vienen erguidos 
y muy llenos de confianza; 
veremos en esta danza 
quiénes son los divertidos. 

Cielito, cielo que sí, 
cielo hermoso y halagüeño, 
siempre ha sido el portugues 
enemigo muy pequeño. 

Ellos traen facas brillantes 
espingardas muy lucidas 
bigoteiras retorcidas 
y burriqueiros bufantes. 

Cielito, cielo que sí, 
Portugueses no arriesguéis, 
mirad que habéis de jugar, 
y todo lo perderéis, 

Vosso Principe Regente 
nao é para conquistar, 
nasceu só para falar , 
mais aqui ya he differente. 

Cielito, cielo que sí, 
fidalgos ya vos entendo: 
de tus pataratas teys 
todito el mundo lleno. 

Vossa señora Carlota, 
dando pábulo a su furia, 
quiere fazeros injuria 
de pensar que sois pelota. 

Cielito, cielo que sí, 
¿nao coñocéis majadeiros 
que em as infelicidades 
vosotros soios os primeiros? 

¿Queréis perder vossa vida, 
vossos filhos é mulheres, 
e dehiyar vossos quehaceres 
e á minina querida ? 

Cielito, cielo que sí, 
es inmutable verdad, 
que todo se desconcierta 
faltando la humanidad. 

¿Que cosa pudo mediar 
para fazeros sahir 
e a nossas terras venir 
con armas, a conquistar? 

Cielito, cielo que sí, 
con razaun ficais tremendo, 
ya visteis fidalgos que 
puco a puco vais morrendo. 

Enviadle pronto a dezir 
a vosso Príncipe Regente 
que todos vais a morrer 
e que nau le fica yente. 

Cielito, cielo que sí, 
cielito de Portugal, 
vosso sepulcro vay ser 
sem duvida, a Banda Oriental. 

A Deus, á Deus faroleiros, 
Portugueses mentecatos, 
parentes dos maragatos, 
insignes alcobiteiros. 

Cielito, cielo que sí, 
el Oriental va con bolas, 
mirad, Portugueses que hay 
otro D. Pedro Cebolas. 




Cielito patriótico que compuso un gaucho 
para cantar la acción de Maipú

No me neguéis este día
cuerditas vuestro favor,
y contaré en el CIELITO
de Maipú la grande acción.
Cielo, cielito que sí,
cielito de Chacabuco,
si Marcó perdió el envite,
Osorio no ganó el truco.

En el paraje mentado
que llaman Cancha Rayada,
el General SAN MARTÍN
llegó con la grande Armada.
Cielito, cielo que sí,
era la gente lucida,
y todos mozos amargos
para hacer una envestida.

Lo saben los enemigos
y al grito ya se vinieron,
y sin poder evitarlo
nuestro campo sorprendieron.
Cielito, cielo que sí,
cielito del almidón,
no te aflijas godo viejo
que ya te darán jabón.

De noche avanzaron ellos
y allá tuvieron sus tratos;
compraron barato, es cierto,
¡qué malo es comprar barato!
Cielito, cielo que sí,
le dijo el sapo a la rana,
canta esta noche a tu gusto
y nos veremos mañana.

Se reúnen los dispersos
y marchan las divisiones,
y ya andaban los paisanos
con muy malas intenciones.
Allá va cielo, y más cielo,
cielito de la cadena,
para disfrutar placeres
es preciso sentir penas.

Pero ¡bien ayga los indios!
ni por el diablo aflojaron,
mueran todos los gallegos,
VIVA LA PATRIA, gritaron.
Cielito digo que no,
no embrome amigo Fernando,
si la Patria ha de ser libre
para qué anda reculando.

Al fin el cinco de abril
se vieron las dos armadas
en el arroyo Maipú,
que hace como una quebrada.
Cielito, cielo que no,
cielito digo que sí,
párese mi don Osorio
que allá va ya SAN MARTÍN.

Empiezan a menear bala
los godos con los cañones,
y al humo ya se metieron
todos nuestros batallones.
Cielito, cielo que sí,
cielo de la madriguera,
cuanto el godo pestañó
quedó como tapadera.

Peleó con mucho coraje
la soldadesca de España,
habían sido guapos viejos
pero no por la mañana.
Cielo, cielito que sí,
la sangre amigo corría
a juntarse con el agua
que del arroyo salía.

Cargaron nuestros soldados
y pelaron los latones,
y todo lo que cargaron
flaqueron los guapetones.
Cielito, cielo de flores,
los de lanza atropellaron;
pero del caballo, amigo,
limpitos me los sacaron.

Osorio salió matando
al concluirse la contienda,
sin saber hasta el presente
dónde fue a tirar la rienda.
Cielito, cielo que sí,
cielito de los reveses;
nos ganaron el albur
y perdieron los entreses.

Godos como infierno, amigo,
en ese día murieron,
porque el Patriota es temible
en gritando al entrevero.
Cielo, cielito que sí,
hubo tajos que era risa,
a uno el lomo le pusieron
como pliegues de camisa.

Quedó el campo enteramente
por nuestros americanos,
y Chile libre quedó
para siempre de tiranos.
Cielito, cielo que sí,
por ser el godo tan terco,
se ha quedado el infeliz
como avestruz contra el cerco.

Hubo muchos prisioneros
de resultas del combate,
y según todas las señas
no les habían dado mate.
Cielito, cielo que sí,
americanos unión.
Y díganle al rey Fernando
que mande otra expedición.

Ya, españoles, se acabó
el tiempo de un tal Pizarro,
ahora como se descuiden
les ha de apretar el carro.
Cielito, cielo que sí,
cielito del disimulo,
de balde tiran la taba
porque siempre han de echar culo.

Ya puede el virrey de Lima
echar su barba en remojo,
si quiere librar el cuero
vaya largando el abrojo.
Cielito, cielo que sí,
largue el mono, no sea primo,
porque cuanto se resista
ya quedó como racimo.

Viva nuestra libertad
y el general SAN MARTÍN,
y publíquelo la Fama
con su sonoro clarín.
Cielito, cielo que sí,
de Maipú la competencia
consolidó para siempre
nuestra augusta independencia.

Viva el Gobierno presente,
que por su constancia y celo
ha hecho florecer la causa
de nuestro nativo suelo.
Cielito, cielo que sí,
vivan las Autoridades,
y también que viva yo
para cantar las verdades.




Nuevo dialogo patriótico

Entre Ramón Contreras, gaucho de la Guardia del Monte, y Chano, capataz de una estancia en las islas del Tordillo


CHANO

¿Qué dice, amigo Ramón,
qué anda haciendo por mi Pago
en el zaino parejero?


CONTRERAS

Amigo, lo ando variando,
porque tiene que correr
con el cebruno de Hilario.


CHANO

¡Qué me cuenta! Si es ansí
voy a poner ocho a cuatro
a favor de esté bagual,
mire amigo que es caballo
que en la rompida no más
ya se recostó al contrario.


CONTRERAS

¿Y cómo jue desde el día
que estuvimos platicando?


CHANO

Con salú; pero sin yerba;
desensille su caballo,
tienda el apero y descanse.

Tomá este pingo, Mariano,
y con el bayo amarillo
caminá y acollarálo.
¡Mire que de aquí a la Guardia
hay un tirón temerario/


CONTRERAS

Y con tantos aguaceros
está el camino pesao,
y malevos que da miedo
anda uno no más topando,
lo güeno que yo afilé
a mi gusto el envenao,
!e hice con las de domar
cuatro preguntas al zaino,
y en cuanto lo vi ganoso
y que se iba alborotando,
le aflojé todo y me vine,
pero siempre maliciando...
Velay yerba, amigo viejo,
iremos cimarroniando.


CHANO

¿Y cómo ya con la Patria
que me tiene con cuidan?
Ayer. unos óficiales
cayeron por lo de Pablo
y mientras tomaban mate,
lo asentaron, y mudaron,
leyeron unas noticias
atento del rey Fernando,
que solicita con ansia
por medio de diputaos
ser aquí reconocido
su constitución jurando.


CONTRERAS

Anda el runrún hace días,
por cierto no lo engañaron:
los diputaos vinieron,
y desde el barco mandaron
toda la papelería
a nombre del rey Fernando-,
¡y venían roncadores...
la pu... los maturrangos!
Pero, amigo, nuestra junta
al grito les largó el guacho
y les mandó una respuesta
más linda que San Bernardo.
¡Ah gauchos escribinistas
en el papel de un cigarro/
Viendo ellos que no embocaban,
y que los habían torniao,
alzaron los contrapesos
y dando güeltas al barco,
se jueron sin despedirse...
Vayan con doscientos diablos.


CHANO

Mire que es hombre muy rudo
el amigo Don Fernando:
lo contemplo tan inútil
asigún lo he figurao,
que creo que ni silbar
sabe, como yo soy Chano.
De balde dimos la baja
a todos sus mandatarios,
y por nuestra libertá
y sus derechos sagraos
nos salimos campo ajuera,
y al enemigo topando,
el poncho a medio envolver
y el alfajor en la mano,
con el corazón en Dios
y en el santo escapulario
de nuestra Virgen del Carmen,
haciendo cuerpo de gato;
sin reparar en las balas
ni en los juertes cañonazos,
nos golpiamos en la boca
y ya nos entreveramos;
y a éste quiero, a éste no quiero,
los juimos arrinconando,
y a un grito: ¡Viva la Patria!
el coraje redoblamos,
y entre tiros y humadera,
entre reveses y tajos,
empezaron a flaquiar,
y tan del todo aflojaron,
que de esta gran competencia
ni memoria nos dejaron.
De balde en otras aiciones
les dimos contra los cardos;
y si no que le pregunten
a Posadas el mentao
cómo le jue allá en las Piedras,
y después allá en los barcos.
Diga Tristán... Mas no quiero
gastar pólvora en chimangos,
porque era Tristán más triste
que hombre pobre enamorao.
Muesas en la del Cerrito;
Marcó flojo y sanguinario
en la afición de Chacabuco,
Osorio es hombre fortacho
allá en los Cerros de Espejo
en la pendencia de Maipo.
Hable Quimper y ese O'Relly
y otros muchos que ahura callo.
Todo es de balde, Contreras,
pues si conoce Fernando
que aunque haga rodar la taba
culos no más sigue echando,
¿no es una barbaridá
el venir ahura roncando?
Mejor es que duerma poco,
porque amigo, a sus vasallos
el nombre de Libertá
creo que les va agradando,
y como él medio se acueste,
cuanto se quede roncando
ya le hicieron trus la vaca,
y ya me lo capotiaron.


CONTRERAS

¡Ah Chano, si de sabido
perdiz se hace entre las manos!
Cuanto me ha dicho es ansina
y yo no puedo negarlo;
pero esté usté en el aquel
que ellos andan cabuliando
a ver si nos desunimos
del todo, y en este caso
arrancarnos lo que es nuestro
y hasta el chiripá limpiarnos.


CHANO

¡No toque, amigo, ese punto
porque me llevan los diablos!
¿Quién nos mojaría la oreja
si uniéramos nuestros brazos?

No digo un Rey tan lulingo;
mas ni todos los tiranos
juntos, con más soldadesca

que hay yeguada en nuestros campos
nos habían de hacer roncha;
pero amigo, es el trabajo
que nuestras desavenencias
nos tienen medio atrasaos.
¡Ah sangre, amigo, preciosa
tanta que se ha derramao!
¿No es un dolor ver, Contreras,
que ya los americanos
vivimos en guerra eterna,
y que al enemigo dando
ratos alegres y güenos
los tengamos bien amargos?
Pero yo espero desta hecha
saludar al Sol de Mayo,
en días más lisonjeros,
unido con mis hermanos.
Y ansi no hay que recular,
que ya San Martín el bravo
está en las puertas de Lima
con puros mozos amargos,
soldadesca corajuda,
y sigún me han informao
en Lima hay tanto patriota
que Pezuela anda orejiando,
y en logrando su redota
ha de cambiar nuestro Estado,
pues renace el patriotismo
en el más infeliz rancho.


CONTRERAS

Sí, señor, dejuramente.
¡Ah momento suspiran!
Y en cuanto esto se concluya
al grito nos descolgamos
con latón y garabina,
a suplicarle a un tapao
que largue no más lo ajeno,
porque es terrible pecao
contra el gusto de su dueño
usar lo que no se ha dao;
y en concencia yo no quiero
(porque soy muy güen cristiano)
que ninguno se condene
por hecho tan temerario.


CHANO

¡Eso sí, Ramón Contreras!
¿Se acuerda del fandangazo
que vimos en lo de Andújar
cuando el general Belgrano
hizo sonar los cueritos
en Salta a los maturrangos?

Por cierto que en esta aición
(sin intención de dañarnos)
hizo un barro el general
que aún hoy lo estamos pagando;
él quiso ser generoso
y presto miró su engaño,
cuando hizo armas en su contra
el juramentao Castro,
que quebrantando su voto
manchó su honor y su grao.
Estas generosidades
muy lejos nos han tirao,
porque el tirano presume
que un proceder tan bizarro
sólo es falta de justicia;
pero esto ya se ha pasao,
y no será malo, amigo,
si por fin escarmentamos.
Por ahura saque el cuchillo,
despachemos este asao
y sestiaremos después,
para ir a lo del Pelao
a ver si entre su manada
está, amigo, mi picazo,
que hace días que este bruto
de las mansas se ha apartao.

Comieron con gran quietú,
y después de haber sestiao
ensillaron medio flojo,
y se salieron al tranco
al rancho de Andrés Bordón,
alias el Indio Pelao,
que en las pendencias de arriba
sirvió de triste soldao,
y en Vilcapugio de un tiro
una pierna le troncharon.
Dieron el grito en el cerco,
los perros se alborotaron;
Bordón dejó la cocina,
!os hizo apiar del caballo;
y lo que entre ellos pasó
lo diremos más despacio
en otra ocasión, que en ésta
ya la pluma se ha cansao.




Relación de las fiestas mayas


Relación que hace el GAUCHO RAMÓN CONTRERAS a JACINTO CHANO, de todo lo que vio en las Fiestas Mayas en Buenos Ayres, en el año 1822
CHANO

Con que mi amigo Contreras,
¿Qué hace en el ruano gordazo?
Pues desde antes de marcar
No lo veo por el Pago.

CONTRERAS

Tiempo hace que le ofrecí
El venir a visitarlo,
Y lo que se ofrece es deuda:
¡Pucha! pero está lejazos.
Mire que ya el mancarrón
Se me venía aplastando.
¿Y V. no fue a la ciudad
A ver las fiestas este año?

CHANO

¡No me lo recuerde amigo!
Si supiera ¡voto al diablo!
Lo que me pasa ¡por Cristo!
Se apareció el veinticuatro 
Sayavedra el domador
A comprarme unos caballos:
Le pedí a dieciocho reales,
Le pareció de su agrado,
Y ya no se habló palabra,
Y el ajuste cerramos;
Por señas que el trato se hizo
Con caña y con mate amargo.
Caliéntase Sayavedra,
Y con el aguardientazo
Se echó atrás de su palabra,
Y deshacer quiso el trato.
Me dio tal coraje amigo
Que me aseguré de un palo.
Y en cuanto lo descuidé
Sin que pudiera estorbarlo
Le acudí con cosa fresca:
Sintió el golpe, se hizo gato,
Se enderezó, y ya se vino
El alfajor relumbrando:
Yo quise meterle el poncho,
Pero amigo quiso el diablo
Trompezase en una taba,
Y lueguito mi contrario
Se me durmió en una pierna
Que me dejó coloreando:
En esto llegó la gente
Del puesto, y nos apartaron.
Se fue y me quedé caliente
Sintiendo, no tanto el tajo
Como el haberme impedido
Ver las funciones de Mayo:
De ese día por el cual
Me arrimaron un balazo,
Y pelearé hasta que quede
En el suelo hecho miñangos.
Si V. estuvo Contreras
Cuénteme lo que ha pasado.

CONTRERAS

¡Ah fiestas lindas, amigo!
No he visto en los otros años
Funciones más mandadoras,
Y mire que no lo engaño.
El 24 a la noche
Como es costumbre empezaron.
Yo vi unas grandes columnas
En coronas rematando
Y ramos llenos de flores
Puestos a modo de lazos.
Las luces como aguacero
Colgadas entre los arcos,
El cabildo, la pirami
La recoba y otros lados,
Y luego la versería
¡Ah cosa linda! un paisano
Me los estuvo leyendo
Pero ¡ah poeta cristiano,
Qué décimas y qué trobos!
Y todo siempre tirando
A favor de nuestro aquel:
Luego había en un tablado
Musiquería con fuerza
Y bailando unos muchachos
Con arcos y muy compuestos
Vestidos de azul y blanco,
Y al acabar, el más chico
Una relación echando
Me dejó medio... quien sabe
¡Ah muchachito liviano,
Por Cristo que le habló lindo
AL VEINTICINCO DE MAYO!
Después siguieron los fuegos
Y cierto que me quemaron
Porque me puse cerquita,
Y de golpe me largaron
Unas cuantas escupidas
Que el poncho me lo cribaron.
A las ocho de tropel
Para la Merced tiraron
Las gentes a las comedias,
Yo estaba medio cansado
Y enderecé a lo de Roque:
Dormí, y al cantar los gallos
Ya me vestí; calenté agua,
Estuve cimarroneando;
Y luego para la plaza
Cogí y me vine despacio:
Llegué ¡bien hayga el humor!
Llenitos todos los bancos
De pura mugerería,
Y no amigo cualquier trapo
Sino mozas como azúcar,
Hombres, eso era un milagro;
Y al punto en varias tropillas
Se vinieron acercando
Los escueleros mayores
Cada uno con sus muchachos
Con banderas de la patria
Ocupando un trecho largo,
Llegaron a la pirami
Y al ir el sol coloreando
Y asomando una puntita...
Bracatán, los cañonazos,
La gritería, el tropel,
Música por todos lados,
Banderas, danzas, funciones,
Los escuelistas cantando,
Y después salió uno solo
Que tendría doce años,
Nos echó una relación...
¡Cosa linda amigo Chano!
Mire que a muchos patriotas
Las lágrimas les saltaron.
Más tarde la soldadesca
A la plaza fué dentrando
Y desde el fuerte a la iglesia
Todo ese tiro ocupando.
Salió el gobierno a las once
Con escolta de a caballo,
Con gefes y comendantes
Y otros muchos convidados,
Doctores, escribinistas,

Las justicias a otro lado,
Detrás la oficialería
Los latones culebreando.
La soldadesca hizo cancha
Y todos fueron pasando
Hasta llegar a la iglesia.
Yo estaba medio delgado
Y enderecé a un bodegón,
Comí con Antonio el manco,
Y a la tarde me dijeron
Que había sortija en el bajo:
Me fuy de un hilo al parage,
Y cierto no me engañaron.
En medio de la alameda
Había un arco muy pintado
Con colores de la patria:
Gente, amigo, como pasto,
Y una mozada lucida
En caballos aperados
Con pretales y coscojas,
Pero pingos tan livianos
Que a la más chica pregunta
No los sujetaba el diablo.
Uno por uno rompía
Tendido como lagarto
Y... zás... ya ensartó... ya no...
¡Oiganlé que pegó en falso!
¡Qué risa, y qué boracear!
Hasta que un mocito amargo
Lo aflojó todo al rocín
Y ¡bien haiga el ojo claro!
Se vino al humo, llegó
Y la sortija ensartando
Le dió una sentada al pingo
Y todos VIVA: gritaron.

Vine a la plaza: las danzas
Seguían en el tablado;
Y vi subir a un Inglés
En un palo jabonado
Tan alto como un ombú,
Y allá en la punta colgando
Una chuspa con pesetas,
Una muestra y otros varios
Premios para el que llegase:
El Inglés era baqueano:
Se le prendió al palo viejo,
Y moviendo pies y manos
Al galope llegó arriba,
Y al grito ya le echó mano
A la chuspa y se largó
De un pataplús hasta abajo:
De allí a otro rato volvió
Y se trepó en otro palo
Y también sacó una muestra
¡ Bien haiga el bisteque diablo!
Después se treparon otros
Y algunos también llegaron.
Pero lo que me dio risa
Fueron, amigo, otros palos
Que había con unas guascas
Para montar los muchachos,
Por nombre rompe cabezas:
Y en frente, en el otro lado,
Un premio para el que fuese
Hecho rana hasta toparlo;
Pero era tan belicoso

Aquel potro, amigo Chano,
Que muchacho que montaba
Contra el suelo, y ya trepando
Estaba otro, y zas al suelo;
Hasta que vino un muchacho
Y sin respirar siquiera
Se fué el pobre resvalando
Por la guasca, llegó al fin
Y sacó el premio acordado.
Pusieron luego un pañuelo
Y me tenté ¡mire el diablo!
Con poncho y todo trepé
Y en cuanto me lo largaron
Al infierno me tiró,
Y sin poder remediarlo
(Perdonando el mal estilo)
Me pegué tan gran culazo
Que si allí tengo narices
Quedo para siempre ñato.
Luego encendieron las velas
Y los bailes continuaron,
La cuetería y los fuegos.
Después todos se marcharon
Otra vez a las comedias.
Yo quise verlas un rato
Y me metí en el montón,
Y tanto me rempujaron
Que me encontré en un galpón
Todo muy iluminado,
Con casitas de madera
Y en el medio muchos bancos.
No salían las comedias
Y yo ya estaba sudando,
Cuando amigo, derrepente,
Ardese un maldito vaso
Que tenía luces dentro
Y la llama subió tanto
Que pegó fuego en el techo:
Alborotóse el cotarro
Y yo que estaba cerquita
De la puerta, pegué un salto
Y ya no quise volver.
Después me anduve paseando
Por los cuarteles, que había
También muy bonitos arcos
Y versos que daba miedo...-

Llegó el veintiséis de mayo
Y siguieron las funciones
Como habían empezado.
El veintisiete lo mismo:
Un gentío temerario
Vino a la plaza: las danzas,
Los hombres subiendo al palo,
Y allá en el rompe cabezas
A porfía los muchachos.

Luego con muchas banderas
Otros niños se acercaron
Con una imagen muy linda
Y un tamborcito tocando;
Pregunté qué virgen era,
La Fama, me contestaron:
Al tablado la subieron
Y allí estuvieron un rato,
A donde uno de los niños
Los estuvo proclamando
A todos sus compañeros.

¡Ah, pico de oro! Era un pasmo
Ver al muchacho caliente,
Y más patriota que el diablo.
Después hubo volantines
Y un inglés todo pintado,
En un caballo al galope
Iba dando muchos saltos.
Entretanto la sortija
La jugaban en el Bajo.
Por la plaza de Lorea
Otros también me contaron
Que había habido toros lindos.

Yo estaba ya tan cansado
Que así que dieron las ocho
Corté para lo de Alfaro,
Donde estaban los amigos
En beberage y fandango:
Eché un cielito en batalla,
Y me resbalé hasta un cuarto
Donde encontré a unos calandrias
Calientes jugando al paro.
Yo llevaba unos realitos,
Y así que echaron el cuarto
Se los planté, perdí en boca,
Y sin medio me dejaron.
En esto un catre viché,
Y me lo fui acomodando,
Me tapé con este poncho
Y allí me quedé roncando.
Esto es, amigo del alma,
Lo que he visto y ha pasado.

CHANO

Ni oírlo quisiera, amigo,
Como ha de ser, padezcamos
A bien que el año que viene,
Si vivo iré a acompañarlo,
Y la correremos juntos.

Contreras lió su recado
Y estuvo allí todo un día;
Y al otro ensilló su ruano,
Y se volvió a su querencia
Despidiéndose de Chano.




Un Gaucho de la Guardia del Monte

Contesta al Manifiesto de Fernando VII, y saluda al conde de Casa-Flores con el siguiente cielito en su idioma

Ya que encerré la tropilla
y que recogí el rodeo,
voy a templar la guitarra
para esplicar mi deseo.

Cielito, cielo que sí,
mi asunto es un poco largo;
para algunos será alegre,
y para otros será amargo.

El otro día un amigo,
hombre de letras por cierto,
del rey Fernando a nosotros
me leyó un gran Manifiesto.

Cielito, cielo que sí,
este Rey es medio zonzo
y en lugar de D. Fernando
debiera llamarse Alonso.

Ahora que él ha conocido
que tenemos disensiones,
haciendo cuerpo de gato,
se viene por los rincones.

Cielito, cielo que sí,
guarde amigo el papelón,
y por nuestra Independencia
ponga una iluminación.

Dice en él que es nuestro padre
y que lo reconozcamos,
que nos mantendrá en su gracia
siempre que nos sometamos.

Cielito, digo que sí
ya no largamos el mono,
no digo a Fernando el sétimo,
pero ni tampoco al nono.

Después que por todas partes
lo sacamos apagando,
ahora el Rey con mucho modo
de humilde la viene echando.

Cielito, cielo que sí,
ya se le murió el potrillo,
y si no, que se lo digan
Osorio, Marcó y Morillo.

Quien anda en estos maquines
es un conde Casa-Flores,
a quien ya mis compatriotas
le han escrito mil primores.

Cielito, digo que no,
siempre escoge D. Fernando
para esta clase de asuntos
hombres que andan deletreando.

El Conde cree que ya es suyo
nuestro Río de la Plata:
¡cómo se conoce, amigo,
que no sabe con quién trata!

Allá va cielo y más cielo,
cielito de Casa-Flores,
Dios nos librará de plata
pero nunca de pintores.

Los que el yugo sacudieron
y libertad proclamaron,
de un Rey que vive tan lejos
lueguito ya se olvidaron.

Allá va cielo y más cielo,
libertad, muera el tirano,
o reconocernos libres,
o adiosito y sable en mano.

¿Y qué esperanzas tendremos
en un Rey que es tan ingrato
que tiene en el corazón
uñas lo mismo que el gato?

Cielito, cielo que sí,
el muchacho es tan clemente
que a sus mejores vasallos
se los merendó en caliente.

En política es el diablo
vivo sin comparación,
y el reino que le confiaron
se lo largó a Napoleón.

Cielito, digo que sí,
hoy se acostó con corona,
y cuando se recordó
se halló sin ella en Bayona.

Para la guerra es terrible,
balas nunca oyó sonar,
ni sabe qué es entrevero,
ni sangre vio coloriar.

Cielito, cielo que sí,
cielito de la herradura,
para candil semejante
mejor es dormir a oscuras.

Lo lindo es que al fin nos grita
y nos ronca con enojo,
si fuese algún guapo... ¡vaya¡
¡Pero que nos grite un flojo!

Cielito, digo que sí,
venga a poner su contienda,
y verá si se descuida
dónde va a tirar la rienda.

Eso que los reyes son
imagen del Ser divino,
es (con perdón de la gente)
el más grande desatino.

Cielito, cielo que sí,,
el evangelio yo escribo,
y quien tenga desconfianza
venga le daré recibo.

De estas imágenes una
fue Nerón que mandó a Roma,
y mejor que él es un toro
cuando se para en la loma.

Cielito, cielo que sí,
no se necesitan reyes
para gobernar los hombres
sino benéficas leyes.

Libre y muy libre ha de ser
nuestro jefe, y no tirano;
éste es el sagrado voto
de todo buen ciudadano.

Cielito, y otra vez cielo,
bajo de esta inteligencia,
reconozca, amigo Rey,
nuestra augusta Independencia.

Mire que grandes trabajos
no apagan nuestros ardores,
ni hambres, muertes ni miserias,
ni aguas, fríos y calores.

Cielito, cielo que sí,
lo que te digo Fernando,
confiesa que somos libres
y no andés remolineando.

Dos cosas ha de tener
el que viva entre nosotros,
amargo, y mozo de garras
para sentársele a un potro.

Y digo cielo y más cielo,
cielito del espinillo,
es circunstancia que sea
liberal para el cuchillo.
Mejor es andar delgao,
¡dar águila y sin penas,
que no llorar para siempre
entre pesadas cadenas.

Cielito, cielo que sí,
guardensé su chocolate,
aquí somos puros Indios
y sólo tomamos mate.

Y si no le agrada, venga
con lucida expedición,
pero si sale matando
no diga que fue traición.

Cielito, los Españoles
son de laya tan fatal,
que si ganan, es milagro,
y traición, si sale mal.

Lo que el Rey siente es la falta
de minas de plata y oro;
para pasar este trago
cante conmigo este coro.

Cielito, digo que no,
cielito, digo que sí,
reciba, mi D. Fernando,
memorias de Potosí.

Ya se acabaron los tiempos
en que seres racionales,
adentro de aquellas minas
morían como animales.

Cielo, los Reyes de España
¡la p... que eran traviesos)
Nos cristianaban al grito
y nos robaban los pesos.

Y luego nos enseñaban
a rezar con grande esmero,
por la interesante vida
de cualquiera tigre overo.

Y digo cielo y más cielo,
cielito del cascabel,
¿rezaríamos con gusto
por un tal D. Pedro el Cruel?

En fin, cuide amigo Rey
de su vacilante trono,
y de su tierra, si puede,
haga cesar el encono.

Cielito, cielo que sí,
ya los constitucionales
andan por ver si lo meten
en algunos pajonales.

Y veremos si lo saca
la señora Inquisición,
a la que no tardan mucho
en arrimarle latón.

Cielito, cielo que sí,
ya he cantado lo que siento,
supliendo la voluntá
la falta de entendimiento.



PÁVEL KATENIN [15.057] Poeta de Rusia

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Pável Katenin

Pável Aleksándrovich Katenin (en ruso: Павел Александрович Катенин, 22 de diciembre de 1792 — 4 de junio de 1853), fue un poeta, dramaturgo y crítico literario ruso clasicista tardío, que contribuyó a la evolución del Romanticismo ruso.

Katenin tomó parte en la Guerra Patriótica de 1812 y fue uno de los líderes de la Sociedad Militar, que precedió a los decembristas. En 1820, sus actitudes librepensadoras condujeron a su despido del ejército. Dos años más tarde, Mijaíl Milorádovich, el gobernador de San Petersburgo, lo deportó de la capital por haber abucheado a su actriz favorita.

Katenin era un ávido aficionado al teatro que calificaba a Shakespeare de vulgar y oscuro y admiraba a Pierre Corneille y Jean Racine por su noble dicción y claridad. Su entusiasmo por el teatro neoclásico le indujo a traducir varias tragedias francesas para los escenarios rusos. Escribió asimismo Andrómaca (1809-19), la última tragedia rusa "regular". El actor y dramaturgo Vasili Karatyguin fue considerado discípulo suyo.

La principal opinión de Katenin fue que la poesía debería ser "nacional", eso fue lo que lo separó de los Karamzinianos y Zhukovskianos. No conforme con la traducción del poema Lenore de Gottfried August Bürger, Katenin realizó su propia versión de la balada, cuyo título rusificado como Olga (1816). En este poema intentó transmitir nacionalidad con el uso en la dicción y en el detalle de un realismo agresivo. Instigó una disputa sobre el método correcto para traducir la octava real, una disputa que resultaría en el poema de Pushkin La Casita en Kolomna.

Las baladas tempranas de Katenin tuvieron una apreciable influencia en la baladas rusas de Pushkin, quien tenía a Katenin en alta estima y era casi el único que hacía justicia a su poesía. En su obra tardía Katenin es excesivamente arcaico, por lo que rompe finalmente con el gusto de la época. En 1832 abandona la literatura y vivió en la reclusión de su finca cerca de Kologriv, profundamente amargado.




Amor

¿Por qué un ruiseñor es devorado
por la noche en la sombra de las ramas?
¿Qué melodía insufla fortaleza y vida
y agita el corazón de la linda novia?
El alma de todos vive para el amor.

La chica hermosa no se lamenta,
atesorando las horas de la alegría.
¿Por qué se marchita el rostro de la rosa?
¿Por qué los ojos vierten lágrimas?
Disponeos a afrontar la esencia del alma,
el amor.

Nos encantaría deleitarnos en los días
de la primavera dorada.
Bendita la hora que otorgó
una dulce felicidad a la juventud;
el principio y fin de la felicidad
terrenal es el amor. 




Montañas del Cáucaso

Un gran masa de altas montañas cubiertas
de musgo, bosque, nieve, hielo y desnudez salvaje;
arcaicas rocas áridas y erosionadas
por el agua turbia que desciende de la cima.

Picos quebrados, deshabitados
en un terrible vacío,
donde pocas veces se oye el grito de las águilas.

Notables cadenas del Cáucaso,
impasibles y alienadas,
guarida de la ladrones.

Es inútil maldecir
la belleza de la creación
de Dios. Dime, ¿Por qué
fueron alzadas? 







IVÁN ANDREEVICH KRYLOV [15.058] Poeta de Rusia

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Iván Krylov

Iván Andréyevich Krylov, en ruso original Иван Андреевич Крылов (Moscú, 13 de febrero de 1769 - San Petersburgo, 21 de noviembre de 1844) fue un comediógrafo y poeta ruso.

Pequeño empleado de la burocracia imperial, se dio a conocer como escritor satírico y social en San Petersburgo con obras como El correo de los espíritus (1789), El espectador (1792) y El mercurio de San Petersburgo. Tras haber empezado una carrera dramática con diversos dramas y comedias satíricas como El negocio de moda (1806) y Lecciones a las hijas (1807), publicó en 1809 una primera colección de 23 fábulas que tuvieron un enorme éxito. A este volumen siguieron otros ocho entre 1810 y 1820 del mismo género que le valieron al autor una inmensa popularidad en su país y ser tenido en la actualidad como el fabulista por excelencia de la literatura rusa. En Moscú, el Estanque del Patriarca está adornado con estatuas referentes a sus fábulas.

Las fábulas de Krylov se inspiran a menudo en las de Esopo y La Fontaine y revelan un pensamiento pequeñoburgués lleno de sentido común y un cierto filisteísmo ético. Ataca todos los vicios humanos, pero en especial la incompetencia, la arrogancia y la estupidez con especial referencia a la vida contemporánea.



Iván Andréievich Krylov 

El más grande fabulista ruso, la libertad de la lengua es su rasgo más saliente, lo que lo vuelve realista. Gógol diría que bebió en el libro de la sabiduría del pueblo. E hizo pensar y hablar a los animales como rusos reales –su rasgo es la inmediatez de la expresión lingüística– y no como criaturas abstractas. Reelaboró a Esopo y a La Fontaine, pero pronto se independizó de ellos.
Algunos contemporáneos “cultos” se irritaban por la libertad de su lenguaje. Pushkin lo llamaría “auténtico poeta popular ruso”.




El cisne, el bagre y el cangrejo

Cuando entre socios no hay acuerdo
su asunto no ha de marchar bien,
y antes saldrá de allí un padecimiento.

Un cisne, un bagre y un cangrejo
a tirar de un carro se pusieron
y los tres juntos se engancharon de él;
¡Se afanan y se afanan mas el carro no marcha!
La carga para ellos no habría sido pesada:
pero es que el cisne tira hacia las nubes,
el cangrejo hacia atrás, y el bagre para el agua.
Quién de ellos es culpable, quién no lo es, no nos toca juzgar.
Sólo que el carro todavía está allá. 





El gato y el cocinero

Cierto Cocinero, inteligente,
dejó sus ollas y se hizo una corrida
a la taberna (era de pías costumbres y ese día
conmemoraba a un compadre finado),
y a cuidar de las lauchas lo que había preparado
dejó al Gato.
Pero al volver ¿qué ve? En el suelo
restos del pastel; y Vaska el Gato en el rincón,
detrás del barrilito del vinagre,
ronroneando y gruñendo trajina con el pollo.
“¡Ay, angurriento, ay, malhechor!
le reprocha a Vaska el Cocinero,
¿Y no te da vergüenza, aun de estas paredes?
(Pero Vaska así y todo se afana con el pollo.)
¡Cómo! Siendo hasta ahora un Gato honrado,
te ponían como ejemplo de humildad
y mira un poco... ¡ay, qué bochorno!
Qué han de decir ahora los vecinos:
“¡Vaska es un taimado! ¡Vaska es un ladrón!
Y a Vaska no ya a la cocina,
no hay que dejar entrar siquiera al patio,
como a un lobo cebado a los corrales:
¡es lo peor, es la peste, la llaga de estos lares!”
(Y Vaska escucha, y come.)
Tras darle rienda suelta a sus palabras,
mi orador no encontraba final a su sermón.
¿Y bien? Mientras cantaba,
el Gato Vaska dio cuenta del asado.

Pero yo a algunos cocineros
mandaría llevar al paredón
por que no gasten labia en vano
donde es preciso dar con el bastón.




O MACACO E OS ÓCULOS


Certa vez, um macaco, chegando à velhice, 
tornou-se míope. 
ouvira dizer que os homens não davam importância 
à essa coisa desagradável, pois bastava, 
para corrigi-la, usar óculos.
Portanto, o macaco muniu-se de meia dúzia de óculos, 
virou-se de cá para lá, colocou-os no alto da cabeça, 
prendeu-os à cauda, cheirou-os, 
lambeu-os e ainda assim os óculos não tinham efeito sobre sua vista.
-Boa droga! - indignou-se ele. 
Só os tolos devem dar ouvidos às asneiras 
que os homens dizem! 
Tudo quanto me contaram sobre óculos não passa de mentira!
Então atirou-os para longe, com toda a força. 
Indo ter contra uma pedra, os óculos espatifaram-se.

Moral da história: sempre falamos mal daquilo que não compreendemos.




O CUCO E O ROUXINOL

A águia promoveu um cuco à categoria de rouxinol. 
O cuco, orgulhoso de sua nova posição, 
sentou-se sobre uma faia e começou a cantar. 
Depois de algum tempo, olhou em derredor: 
todos os pássaros estavam a observá-lo, 
uns a rirem-se dele, outros insultando-o.
Zangado, o cuco apressou-se a ir ter com a águia, 
e disse-lhe, queixando-se dos pássaros:
-Tem piedade de mim.Por tua ordem fui nomeado 
rouxinol desses bosques. 
Mas os pássaros riem-se de meu canto.
- Meu amigo, disse a águia, sou rainha dos bosques, 
mas não sou Deus. 
Posso dar a um cuco o nome de rouxinol, 
mas não posso fazer um rouxinol de um cuco.






MARÍA GIMENA BARBOZA DRI [15.063] Poeta de Argentina

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MARÍA GIMENA BARBOZA DRI

María Gimena Barboza Dri nació en Concordia, el 30 de julio de 1992. Culminó sus estudios secundarios en el colegio Bachillerato Humanista Moderno. En el año 2011 se mudó a la ciudad de Santa Fe, para seguir la carrera de Licenciatura en Letras, en la Universidad Nacional del Litoral. De la cual actualmente cursa el tercer año.

Hasta el momento, sólo ha publicado sus textos literarios en los blogs del Grupo Heliconia; a saber: Breves no tan breves, Químicamente Impuro y Poemia. Como así, en la antología "Letras del face", compilada por la Licenciada Marita Rodríguez-Cazaux y editada y publicada por la Editorial Dunken de Buenos Aires, en mayo de 2013.

Administra el blog: www.bolasmelodiosas.blogspot.com.ar



DE LAS COSAS QUE ME RECORREN

La gota,
no, no, no,
la gota,

cómo me acaricia la nariz,
cómo baja y ante el impulso del final,
cómo se detiene.

Cómo corre hasta caer en la curvita -bajo la nariz, sobre la boca-,
cómo luego se abre al llegar a la comisura de los labios,

cómo se di vi de,
cómo ya no es gota.

Cómo ya es mínimo arroyo y dulcemente me besa,
cómo ya deja de correr y yo lo beso.





UN SOLCITO PARA MÍ QUERÍA

No me preguntes "quién sos",
no, ya no, no lo vuelvas...

La rubiecita se mezcla con el sol en el cielo
y hay dos soles
y la sonrisa se le mezcla con los soles
y ahí son tres,
solcitos,
hermosos solcitos altos
y después puntitos,
sólo puntitos,
brillantes

y vos abajo preguntándome quién soy
y yo mirando la rubiecilla feliz,
las pequeñas rubiecillas felices y altas.
Brillitos agudos.

-Álcenme. ¡Álcenme solcitos!
-¿Quién sos? ¿Quién sos?
-¡Álcenme!
- ¿Quién sos? Vos, ¿quién?

No te quería matar, yo,
no te quería;
quería un solcito.
Un puntito,
uno...
Para mí.





CONSTANTES POÉTICAS

Creo haberte
hablado ya
sobre las piedras
rígidas del asfalto negro azulado,
las perlas ocasionales de las luces fugitivas, repentinas
que espejan aquello que
no es que
nunca
será
nada.
Creo haberte
hablado acerca
de los anuncios que
poetas de aquello que nadie lee
bailan acéfalos incesante coreografía dentro de música oxidada
en frío nocturno que
no es que
no
exis
te.
Y de los ojos
abrillantados
por hambre del perro
que te mira desde la esquina
donde dobla el viento helado que le cala la escasa carne
hasta la insignificancia
de sus huesos
tan
mar
chitos.
De los tiempos,
también en que
los ojos se me quedaban
tiesos frente al tiempo como las piedras frente a los autos
y como los anuncios
frente a la rudeza
del
aire
impío.
Te dije en
algún tiempo,
que era yo cierto perro
aterrado frente a la sarna y el descuido de la calle iluminada
repentinamente
te dije yo que
odia
ba
serlo.
Y a  tanto
corazón descocido,
ya la avenida no me transita
lenta frente a los sentidos que expele mi piel reseca de miedo
ante la muerte.
Lo odiaba y
no
su
pe
no
tar
que
no
ser
poe
ta
es
no
vivir
y que
ya en
el
aire
final
cierta
esencia
se
ha
ido
de
mi
ser.







LAS FORMAS DE LAS NUBES

Es de destacar que en el cuaderno de Nerea los renglones garabateados de palabras mal escritas contaban con precisión el avance que, aunque imprudente, se producía lento en el transcurrir del cielo durante esa tarde.

Según ella, volaba primero un cocodrilo desdentado con la cola tan doblada que le rozaba el hocico, y luego en otra nube, sobre el cocodrilo, se producía el acto fallido de un bebé sobre una silla queriendo alcanzar a duras penas un zapato algo gigante.

Las horas se le pasaban casi sin sentirlas cuando las nubes estaban blancas y pomposas como ese día, porque se armaba fácilmente un film secuencial con diferentes situaciones inusuales, algunas tanto así, que hasta resultaban cómicas. Lo que Nerea no anotaba en su cuaderno (ni esa tarde, ni nunca) era cómo las imágenes se iban deformando de modo algo aterrador, frente a sus ojos, y cómo todos los personajes proyectados eran asesinados cuando el viento los corría y los soplaba tan livianitos como si fueran plumas. No quería recordar cómo le parecía que el bebé moría lentamente y que el zapato se le fusionaba con la cabeza, y cómo ambos también caían sobre la cola del cocodrilo, quien iba perdiendo poco a poco la parte inferior de la mandíbula.

Sin embargo, paralelamente, Geremías dibujaba en otro cuaderno precisamente esas emocionantes deformaciones monstruosas que tanto le intrigaban y apasionaban. Los renglones de Geremías estaban repletos de hombres decapitados, de perros que perdían las orejas y las patas, de pájaros sin alas, y hasta de mujeres que se iban ensanchando tanto, hasta que la piel no resistía y quedaban pedacitos blancos de cuerpo esparcidos sobre todo el contraste celeste del cielo. Geremías se armaba las tragedias más emocionantes, las situaciones más tristes y los personajes más desdichados.

A la hora de regresar, Nerea se llevaba las historias escritas por Geremías. Y él, las de Nerea.

Ambos las leían antes de dormir y al otro día, si la mañana no amanecía nublada, ni demasiado despejada, volvían a encontrarse a la hora de la siesta para devolverse los cuadernos y comenzar historias nuevas.





DAMA DE NOTAS MUDAS

La que vive
entre desvanecerse al ser.

La dama
de los ojos que demasiado han visto.

La del viento,
ya no ve.

Ya no es.

Sobre un céfiro fugaz
se ha ido en busca,
y ahora que regresa
con las manos
vacías
y tan llenas
de la premura
del tiempo despiadado
que va,
que se va,
y deja polvo
y nada.

Y muerte.

La que vive
entre desvanecerse al ser.

La dama
de los oídos que demasiado han escuchado.

La del compás,
ya no oye.

Sobre la asonancia de una rima
se ha ido en busca
de hallarse música,
y ahora que regresa
con ella entre los dedos,
con ella entre las curvas;
de las que callan,
de las que cantan el silencio:
las mohínas,
las adustas,
las huidizas.
De las que los rostros no perciben.

La que vive
entre desvanecerse al ser.

La dama
que se ha ido por demasiado andar.

Y por desandar ha sido
y por ser,

se ha desvanecido

donde retoza
lo que se cree que jamás ha sido.

Y no es muerte,
y es tan vida

como la vida misma le es.





VERSOS DE AROMAS CASEROS

Ámame
y hazme llorar.

Libérame
otra vezaromas c
los grilletes del esternón
en este encuentro casual.

Tócame
la caja musical.

Rózame
los órganos
que habitan en el pecho
de mi ritmo natural.

Déjame
besarte la llanura con los pies.

Déjame
tus caricias
en el alma dócil
y el cuerpo en rigidez.

Llévame
contigo en la corriente de tus cantos.

Enférmame
las exhalaciones
con la frescura de las aguas
en los ríos que amo tanto.

Ámame,
hazme llorar otra vez.

Y cúbreme
estos versos,
con la risa de tu llanto
entre frío y calidez.




EL SUICIDA

Viajé con un poeta en el colectivo de ida. Me confesó que había decidido matarse al arribar a su pequeño monoambiente pero que aún no sabía cómo.
—Estoy cansado de mí —me dijo—. De pequeño ambicionaba sobre la vida, cada amanecer buscaba más; ahora no tan viejo, ni siquiera ambiciono dinero. Esa es mi causa.
Acabo de entrar a la cama y entre los pensamientos nocturnos me percaté de que ese hombre no era un costumbrista, sino tan sólo otro poeta que no fue.
Espero que finalmente haya optado por escribir y no por suicidarse.








ALEJANDRA FRITZ [15.064] Poeta de Chile

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Alejandra Fritz

Santiago, Chile, 1982. Escritora y editora. Ha participado en los talleres de la Corporación Cultural Balmaceda 1215, monitoreados por Juan Pablo Sutherland, Germán Carrasco, Hector Figueroa y Andrés Andwanter. Becaria de la fundación Neruda durante el año 2005. Ha recibido el primer lugar en el concurso de poesía Elisa Ferrada “Mama Icha” de la I. Municipalidad de Maipú el año 2006 y este mismo año publicó fragmentos de su poemario “Mudas” en la editorial Ripio Ediciones.




Siempre hay tiempo para todo
para que mi madre llegue
convirtiendo el desorden de la casa
en un drama familiar
para que lloremos todos juntos
mi padre sepa de una vez por todas
que uno de nosotros fue violado cuando niño
y terminen los dos comiendo
un trozo de carne muerta
que no es más que eso
un plato llenos de recuerdos sin sabor


*



Resulta extraño
verte lavar las sabanas de tu madre
minucioso preocupándote que ninguna flor
sea más roja que la del resto del estampado

Con vergüenza busco las pantaletas
que sin vergüenza bajaron la cama

Sentada culpable sobre el colchón
espero entres al baño
me visto rápido
y tomo la mochila

camino sola

creyéndome puta, tonta y embarazada





WELCOME

Una de mis amigas se casó con un gringo
de luna de miel fueron a ver los deshielos
a mirar como el mundo cae a pedazos
enfriando con uno de los trocitos
un vaso con wisky de mala calidad.


De todos modos nada importa mucho
que el mundo se cae pedazos todo lo saben
que los gringos lleguen en masa a mirar
cómo este viejo país se deshace a saltitos
que naden en el mar que aún no entrega sus muertos
se fumen un pito en el desierto
mirando las estrellas sentados sobre la arena
sin importar que cada grano sepa
los nombres de quienes ya no están.


Chile aún duele a lo largo
a lo ancho duele a pedacitos
Chile es una larga
angosta herida al costado de Sudamérica.

de Mudas, Ripio/ Colección Nada se escurre, 2006






Conocí a un hombre con los ojos mudos

Conocí a un hombre con los ojos mudos
hay quienes nacen con la boca ciega
la boca vacía desde siempre

Cuando canta se mueve como si nadie lo estuviese mirando
muda su ropa con los ojos cubiertos 
no importa que se ponga
de todas formas cada mudanza es un rito
mudos los ojos      sin gafas oscuras
mudos los brazos    los mueve despacito
ciegos los pies      en puntitas baila

Quizás seria bueno llenarse la boca de ojos
que solo digan lo que ven 
mudarse a otro lugar de la habitación 
con un poco mas de luz
permanecer en silencio hasta que algo ocurra
de esa manera 
el paso de un día solo se podrá distinguir 
por cambios de temperatura 
juegos de niños o peleas callejeras
para que en algún momento 
la cabeza llegue a la altura del pecho
y sea mejor permanecer horizontal 
porque al parecer es mas de noche que antes





Tour

Cortan la luz por falta de pago
paso la noche a oscuras
las velas y el sol por ahora son un lujo 

He memorizado cada centímetro
a solas camino por toda la casa
ya grande sin sustos comienzo el tour 

Entre las desordenadas sillas me deslizo
las repisas llenas de adornitos de lozapara mi no son obstáculo
orgullosa me siento en el sillón 
para una vez más descubrir que no es el lugar más cómodo

Subo las escaleras 
con los ojos cerrados pruebo mi destreza de trapecista ruso
sorteo las barandas con el corazón ansioso
                                    Sé que mi cabeza de matruschka 
                                    se destrozaría fácilmente sin previa red 
En el camino inflamable 
enciendo un cigarro
la madera cruje diciendo apaga eso! 
De las paredes las ventanas del piso 
de la puerta me burlo 

Junto a la cama a lo lejos escucho 
“My hearth belongs to daddy and my daddy belongs to my hearth”
a la almohada me abrazo 
lentito empiezo a bailar
espero que la luz vuelva por arte de magia

Escuchando a Ella Fitzgerald 
balbuceo un ingles casi infantil 
en un espacio que solo da lugar a la mudez







LITZA QUINTANA [15.065] Poeta de Honduras

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Litza Quintana

Elvia Castañeda de Machado. Ensayista, periodista y poeta. Más conocida por Litza Quintana.
Nació el 15 de febrero de 1932 - Falleció el 1 Julio 2014

Oriunda de El Rosario, Comayagua, Honduras. Realizó estudios de bibliotecología y de educación en Argentina, España, Francia y Estados Unidos.

Trayectoria profesional

Trabajó como periodista docente. Utilizó el seudónimo de Litza Quintana para firmar sus escritos. Perteneció al grupo femenino de Ideas y a la Academia de Geografía e Historia. Estuvo vinculada con la Generación del 50, que agrupó a poetas, ensayistas, dramaturgos e historiadores tan respetados como Roberto Sosa, Oscar Acosta, Francisco Salvador, Andrés Morris, Pompeyo del Valle y Ramón Oquelí.

Fue miembro sobresaliente de la Academia de la Lengua, Asociación de Prensa Hondureña, Sociedad Literaria, Comité Promonumentos a Juan Ramón Molina y otras instituciones de gran prestigio.

Su vasta y diversa educación le facilitó su continua labor como promotora de la cultura nacional. Además de su poesía, que se encuentra dispersa en diarios y revistas dentro y fuera del país y con algunos poemarios inéditos, fue creadora de una gran producción de ensayos, asimismo, ha incursionado en el género dramático y es biógrafa.

Muerte

Falleció el 1 de julio de 2014 en Tegucigalpa, Honduras. Sus restos mortales fueron sepultados en el jardín de Paz Perpetuo Socorro, sobre la carretera del norte a inmediaciones de San Matías.​

Publicaciones

Obras

Teatro

La lección de Sofía Seyers (1995).
Biografía

La batalla del amor, biografía de María Josefa Lastiri de Morazán (1992).

Ensayo

Valle en el génesis del panamericanismo (1977).
500 años después (1992).

Premios

En 1989 fue declarada “Panamericanista del Año”, en 1990, Graficentro Editores le confirió el Premio “Ramón Ortega” y en 1996 la Asociación de Prensa Hondureña (APH) le otorgó el Premio “Paulino Valladares”.




ANHELO VEGETAL

Quiero ascender hasta la huraña cima
y dibujarle con mis versos, árbol,
con un crayón de sombra vespertina
sobre el fondo violeta del paisaje

Quiero extender amplísimos los brazos
copiando el ademán de tu ramaje,
clavarme por los pies al horizonte
y cambiar por tu sangre esta mi sangre,

y tocarte las manos, árbol,
con un roce de novia solitaria,
entonar cien canciones primitivas
junto al oído verde del follaje

Quisiera superar esta mi carne
volviéndola madera de la dura,
para elevar la frente florecida
con retoños nacidos en la tarde

Oírle a la quietud su voz de pájaro,
al viento, el ensayar de su guitarra,
aprender el susurro de los bosques
y el llanto sin llorar de la montaña

Como tú, compartir mi pobre lecho,
con el mendigo grupo de las hierbas,
acariciar con mis raíces tiernas
la soledad obscura de las piedras.

Mirar a Dios andando en las estrellas
y en el blanco reír de la cascada,
en la hormiga nerviosa que en tu leña
se esconde de los ojos el invierno.

Si fuera vegetal, yo ya pudiera
bañarme con el agua de los cielos,
dejar que me rasgaran los costados
Y ofrendarles mi savia de luceros

Pudiera resurgir, afán de fénix,
de la ceniza que abonó la tierra,
cuando Nerón se sale del infierno
para incendiar el alma de la sierra.

Yo, no conocería los rencores,
ni el mal que hace llaga en los humanos;
Yo sería bondad, amor, silencio,
sombra y frescor clavado en el camino

Por eso es que quisiera ser un árbol,
para ser superior a mi destino;
para apagar la sed de dar eterno
esperando tan sólo un poco de agua. 






ELLOS
                                                      A mis hijos Litza, Arturo, y Patricio


Los saqué de mi alma
como si hubiera prisa.
No sé donde encontraron sus agujas
los dioses del instinto que tejieron
esos hilos tan tiernos de su cuerpo;
y no sé dónde obtuve el colibrí
que les puse en los dientes
para afinar su risa.

Su intuición fue tan sabia
que previendo mi infancia torturada
trajeron las muñecas
que encontraron dispersas                    
en la vivienda oscura de mi vientre.

Allí están ya.
Dinastía orgullosa
sus tres nombres
son blasón de mis siglos
perpetuados.
Ella,
una muchacha clara,
pinta con flúor musical
su casa.
Ellos,
jóvenes buenos,
están almacenando primaveras
y unas ideas grandes, para la hora amarga.

Yo que unté con amor
esos tres panes diarios 
que en la doceava hora de mi lucha
llevaron a sus labios,
digo:
también habrán de enarbolar mi empeño,
bandera pisoteada,
por un mundo tan ciego
que caminaba a pie
porque era ingenuo.

Ellos van a construir
con teodolitos nuevos
todos los edificios de la comprensión
a su debido tiempo.
Y guardaran sus conciencias
con respeto
para que no dibujen los carteles
del odio callejero.
 
Yo sé hacia donde van.
Si les dicté lecciones con esmero
desde que fueron óvulos.
Con una forma nueva
comparten los anhelos
y la argamasa noble
del ensueño.

También sé 
que ya no son mi yo.
Ni son mi cuerpo.
Que mi presente ya no está en 
su tiempo.
Harina de distinta levadura
son otro pueblo. 
Con el tamiz sereno del amor
repito:
ahora ya son. . . Ellos.
                          



EL QUE NUNCA LLEGÓ

Nunca llegó el que me tuvo en vela
El esperado sembrador de astros
sobre mi cielo negro.
Aquel. Hombre misterioso que trajera
en el centro de su alma firme y recia
un fiel a la balanza de mi ensueño.

Nunca llegó el de la paz ansiada.
El de armadura azul, jinete en vuelo
hacia la imperfección de mis ventanas.
Aquel. Lucha y amor, rima perenne,
bautismo sideral para mi anhelo
resquicio de canción, germen del verso.

¡ Tanto anunciar su arribo con mi reloj viajero !
¿ Cuánto ansiar la elocuencia de su guía
sobre lo subjetivo de la ideal ! Nunca llegó.

Árbol sin hojas me he doblado triste
sobre la soledad la soledad sepulcro abierto
y el epitafio de mi espera reza:
"Al que nunca llegó . . . porque no existe".

El que nunca llegó. Manuscrito no publicado, Tegucigalpa, Honduras .






¡ AL FIN LLEGASTE !
                                                 

 A José Arturo.


¡ Al fin llegaste, amado, a mi hosco mediodía!
¡ Al fin viste mis manos, que tras de la distancia
llamaban, como lirios flotando en la tristeza!
Viste mi fe olvidada como una gota de agua,
ya para evaporarse entre la oquedades . . .
y esa ternura tuya,
fué brisa refrescante bajo mi sol en llamas;
tu voz de amante pleno
cual vivero fecundo de semillas azules
hizo brotar orquídeas sobre mis piedras muertas.

¡ Al fin llegaste, amado, venciendo tu cansancio!
Con el pecho en raudales, desangrando,
pero con luz de amor entre los ojos.
Y cayó mi dolor sobre tus manos
con tibieza de lágrimas;
y se perdió en mis ansias el miedo de la conquista;
y tu voz fué cual rojo terciopelo
que alfombró mi vagar por los caminos.

Y compartimos todo:
desde la savia misma que corre entre las venas
hasta el hondo silencio para las soledades;
desde el beso que tiene sabores siderales
hasta la Gran Palabra que allana los destinos.

¡Al fin llegaste amado, hasta mi ensueño!
¡Como la media sombra que completó mi sombra!
¡ Cual marmórea columna para mi angustia débil!




MAR ADENTRO

Mar adentro . . . Mar adentro 
viaja un resumen de anhelos
que en el sodio de las olas
desbarnizan sus maderos.
El ayer amotinado
va desnudando palabras
con intenciones de espejo
sobre la proa del canto.

La noche es niebla que amarra
las puntas de los luceros;
en los dinteles del agua
se va asomando el recuerdo:

¡ Nube de mi juventud
fuiste gaviota de enero!
Con alas atropelladas
por espumas de lamento.
¡ Y está mi bajel orlado
por tantos listones negros!
Forcejean naufragando
los versos en mi cerebro.

Mar adentro . . . Mar adentro
se sumergió el sentimiento
y en arrecifes ocultos
sus velas se destruyeron.

La brújula de pasión
fue imantada en el exceso,
y pleamares de engaño
carcomiendo el velero.
Mi regazo de sirena
no retuvo su cabeza.
¡ Desgraciado amor de sal
desafiando a la quimera!

El marino despreció
mis escamas de tristeza.
Mis labios fueron gastados
por la espera de sus besos.
Aquel faro de dolor
que se quebró en cien pedazos
no dejarla de flotar
en caracoles morados.

Mar adentro. . . Mar adentro
pescadora de corales,
tendré que engañar mis redes
con moluscos del Ensueño.




EL ESPERADO

Dije una vez soñando:
¡ Ya viene él, el esperado! El.
El que viene muy despacio
para no pisar las hojas secas.

¿Lo escuchas hierba? Viene.
Mi espíritu se tiende sobre el aire
cubriendo por completo su llegada.

Su voz viril viene cantando
su voz viril y queda
su voz cálida y fuerte.

¡ Ya viene él ! Sombra precisa.
Sus ojos negros penetran en los míos
con posesión de llama;

ya siento hasta sus labios
tenazas de palabra
podando los ramajes de mi amor.

Horas de la penumbra lacerada:
¡ Traedme pronto al hombre
que ha de llegar tan quedo!

Hermoso como Apolo caminando,
imagino en mi joven arrogancia
¿ Cómo será su alma?

Se acerca . . . Si. Ya llega.
Lo intuyo por las flores extasiadas
viniendo hasta el imán de mi reclamo;
trayendo con su piel mano de siglos
la caricia completa
para esta tibieza de mis eternidades.

¡Estoy desde ayer mi canto esperándote
en la crisálida de una ansiedad
que estallará en tu imagen!

Y sin embargo, no era él. El esperado
cambio de ruta y encendió inconsciente
las ojas de mi llanto

¡ Cruzó de paso!




CANTO A LA PATRIA

PATRIA:
Todos preparan lenguas de campana
para nombrarte;
construyendo tus mapas
sobre selvas intactas,
junto a arenas azules,
con alquimia instantánea de celajes;
la multitud alarga tus vocales
con estridencias vanas;
las maquinarias copian tu bandera
sobre fríos papeles,
y la inquietud de amarte sin reservas
es una vez al año.


Mas yo, que soy enérgica proclama
tengo todo sobre mi ser para llamarte;
llevo bronces de idealidad,
mapas de sangre,
estridencias de corazón acelerado,
calor de venas,
emoción de consciente ciudadana,
y un subjetivo gozo de encontrarte
hasta en la oscuridad de mis entrañas.

Vives aquí en el iris de mis ojos,
para sentirte, Patria,
en el delgado paso de los niños,
en la cabaña que abre
su única puerta como boca de hambre,
en el pinar que dice leyendas en susurro,
en los campos labrados,
en la lluvia espumosa de los junios,
en los hombres cansados
por las hostilidades del trabajo;
y aquí en los edificios empinados,
que han afilado el vidrio de las cifras
para rayar el pecho de tus nubes.

Tú estás, Patria, en el aula.
Entre la polvareda de los autos;
en las casas blanqueadas
con la cal de la íntima confianza.
Estás entre las piedras de los Mayas;
en aquellos que llevan los puños levantados,
y en los poemas rotos
de algún libro olvidado.

Más que en ningún lugar
yo te aprisiono, Patria,
en la palma cerrada de mi mano;
donde un croquis de ríos
quirománticos trazos
le da a mis dedos fuerzas aceradas
para expresar en signos tu mañana.

Vas latente en mi índice
al señalar los cuadros de tus héroes,
cuyo espíritu vaga
ente la mescolanza
de ideas viejamente nuevas:
yo palpo a Morazán entre las hierbas
que borran las fronteras;
yo veo al Padre Reyes en la tinta
sobre blancos cuadernos
que emborronan los jóvenes al principio del año;
a Valle meditando en el descanso
de ruidosas imprentas;
a Cabañas, Herrera y a los predestinados,
en todos los nutridos con la leche
de candentes anhelos.

PATRIA:
Yo no quiero campanas
para nombrarte,
ni necesito esquemas
para sentirte,
ni trompetas que abran
agujeros sonoros en el aire
para poder cantarte.
Tú estás en el pigmento de mis brazos
que agitan vigorosos las ideas
más fuerte aún que en todas las imágenes.

PATRIA:
Mis manos son una sigma
y en su concavidad siempre te llevo
porque adentro, en mis nervios contraídos
llevo firme tu diástole,
mestiza hemoglobina dilatada 
por ardiente oleajes,
grano de inspiración que se agiganta,
en cada movimiento de mis brazos
le digo al mundo:
¡ Aquí tengo a la Patria !



SONETO DE CUMPLEAÑOS

Pasa un año y la vida es la que pasa.
Se fuga la ilusión por la ventana
y en cada renacer de la mañana
el ansia de vivir se despedaza.

Pasa la vida por el gran camino
y al llegar al umbral de la distancia
su murmullo que invade nuestra estancia
es como la visita del destino.

¿Qué soy? ¿Quién fuí? Veré mi sueño
abandonar el sitio en que descansa
y emprender la conquista con empeño.

Y huyendo de la nieve que la alcanza
el ave migratoria del ensueño
se dirige hacia el sur de la esperanza.





RETRATO DE UN MILAGRO

Inspirado Por Alice Odette

Vengo quizás del infinito
donde una micra de luz
enciende mil estrellas.
Es mis ojos habita la ternura
con que el Creador armó los genes
para que un hombre y una mujer
perpetuaran la especie.

Soy pequeñita, misteriosa y bella
como germen de amor.
Las palabras y la música
- enigmas milenario-
llegarán a mis labios ya, muy pronto,
como infalibles fundamentos
que deben ostentar todos los seres
para asumir la bendición del cosmos.

Apenas tengo el cuerpo de un pájaro asombrado
por los colores que atraen mis retinas.
Cuando duermo y sonrío
yo hago creer en los rosados ángeles
y en lo sagrado de la materna leche
que me transmite vida y calma.

Llanto, risa o caricia
aprendo a transigir con la alegría
para cuando haya que escribir mi historia.

El equilibrio universal
se hizo flor en mi
para que cuando ensaye diminutos pasos
puedan mis padres crear la melodía
que convierta en esperanzas sus espinas.

Ideas portentosas
que impregnan su ciencia en complicadas máquinas
excavan en los astros
y se quedan estáticas
ante las increíbles maravillas
que hay en la inmensidad de lo distante.

Y sin embargo yo estoy aquí
en el cercano hueco de un regazo
queriendo que me expliquen
el por qué de mi llanto o que es la vida.

¿Qué no vayan tan lejos
a buscar ilusorios paraísos!
Que ahonden en el dínamo de mi alma
o de quien inventó la esencia de mi sangre.
Por qué llegué a este mundo tan complejo
Sin más logros que un instinto y un destino
Que señalan caminos insondables.
¡Si yo soy expresión de eternidad!
¡Soy un milagro! 


http://elviacastaneda.blogspot.com.es/



FELIPE ELVIR ROJAS [15.066] Poeta de Honduras

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Felipe Elvir Rojas  

(Honduras, 1927-2005)
Poeta, periodista y editor. Estudió derecho y ocupó varios cargos públicos, entre ellos el de ministro de Gobernación en el período presidencial del Dr. Roberto Suazo Córdova y viceministro de Cultura durante el gobierno de Carlos Flores. En 1956, fundó la revista literaria Pegaso y las ediciones del mismo nombre, que fueron muy importantes pues impulsaron diversos valores de la literatura nacional. Fue jefe de redacción del desaparecido vocero del Partido Liberal, El Pueblo. En 1987 se le otorgó el Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa.  (Gonzales, 2004, pág. 62)

Entre otras actividades, Felipe Elvir se desempeñó como maestro y director de educación primaria, así como docente en el Instituto Central "Vicente Cáceres".
También fue diputado liberal ante el Parlamento de Honduras por el oriental departamento de El Paraíso.
Por su aporte a la cultura nacional como escritor, el Estado de Honduras le condecoró hace varios años con el Premio Nacional de Literatura "Ramón Rosa".
Se suman a otros múltiples reconocimientos el Premio de Periodismo Cultural "Guillermo Castellanos Enamorado" que este año le concedió la Universidad Pedagógica General "Francisco Morazán", en Tegucigalpa.

Durante muchos años fue columnista del diario "La Tribuna", que se edita en la capital hondureña.  

OBRA. 

Poesía: Bronces de América (1955); Poemas Heroicos (1956); Perfil de Rigoberto López Pérez (1956); Puños crispados (1956); Muerte hasta en los labios (1957); Elegía a Gabriela Mistral (1957); Dos elegías (1958); Riberas de Angustias (1959) Tiempo y Raíces (1997); Distancia sin olvido (1998); Cordura del crepúsculo (1998); Péndulos inevitables (1992); Hospedaje del silencio (2001); Luz en las rendijas (2001); Estación Temporal (2000); Cantares rebosantes (2001); El fuego de las palabras (2003).Antología: Antología del Soneto en Honduras (1983). (Gonzales, 2004, págs. 62-63)
"Entre luz y sombra", "El sol es ojo eterno", "Rama y cielo", "Prisma intimo",  "El fuego de las palabras" (El Castellano.org, 2005) 



Dístico a la Muerte

¡Todos somos pequeños,
Solo la muerte es grande…! 

I

Presiento tu guadaña enarbolada
entre tierra y abismo, mar y cielo.
Presiento tu figura descarnada
erguida entre mi sueño y mi desvelo

Traspasando la luz de la alborada
quieres cortar de un tajo mis anhelos.
¡Apártate de mí! Tu mano airada
quiere hundirme en el mundo de los hielos
No ha sonado la hora, vieja amiga.
Aunque es larga y penosa mi fatiga ,
te suplico: No quiero tu reposo.

Quiero vivir un poco. Es muy temprano,
para marchar contigo de la mano
al antro de las sombras tenebroso.


II

¡Oh, Caronte, adusto marinero
con su barca encallada en una orilla
en espera de un viejo pasajero
que yace en el dintel de la agonía!

Yo no soy ¡oh, Caronte! ese viajero
que pide ese pasaje a la sombría
soledad donde el sueño verdadero
es cual falsa careta de alegría.

Tu figura se acerca con su adarga
para iniciar la marcha triste y larga
por un mar que no cabe en la poesía.

Si es verdad que surgimos de la nada,
no me mires. Oh, muerte iluminada.
Yo no quiero marcharme todavía.




Poema Breve de las Tardes

¡Oh, amada,
no recuerdes las tardes imposibles!
¡Duele tanto el recuerdo!

Es tuya mi palabra
que vacila en la cárcel de la boca;
tuyo mi verso azul y sus metáforas.

Eres la vida misma entre mi sangre
y horizonte de luz en mi esperanza

No hay dudas ni reproches,
porque supimos olvidar las tardes
uniendo para siempre nuestras almas.

Hoy mi verso jocundo
busca asilo en la noche de tu pelo,
y mi nombre es tu nombre
sin sílabas amargas,
sin desprecios que queman como brasas.

No recuerdes las tardes imposibles,
porque nuestra es la vida
erguida en el velero de las ansias.

La paz es con nosotros
porque supimos olvidar las tardes




Este Dolor

Yo siento este dolor. Siento la llama
que provoca la angustia sin medida.
Este extraño dolor que se derrama
en la copa sin fondo de mi vida.

Este dolor me viene de la herida
que me causó tu tez de porcelana.
La risa de tus labios no se olvida
porque tiene una gracia soberana.

Absorto en este amor, así te siento
cabalgando en mi triste pensamiento,
pendiente de tu boca iluminada.

Y agigantas mujer el sueño mío;
mas tus ojos me causan ese frío
que penetra en los huesos como espada.





Riberas de Angustia

Seguiré en las riberas de la angustia
de cara ante el dolor, frente al Olvido.
Seguiré custodiando la esperanza
en el fondo callado del gemido.

En este obscuro río de la Vida
queremos alcanzar lo inalcanzable.
Nos faltan muchas barcas, muchos remos,
para ganar la orilla imponderable.

Nos faltan los remeros y los brazos
se rompen en mitad de la jornada.
¡Oh, riberas de angustia impenetrables!
¡Oh, silencio del Mundo y de la Nada!

Recojamos los ecos de otros tiempos.
Durmamos a la orilla compañeros.
¡Escuchemos las doce campanadas
mientras siguen las barcas sin remeros!





A Honduras

¡Patria de los pinares, Patria mía!
Corazón de la América grandiosa;             
rincón donde el dolor y la alegría
se hermanan para hacerte más hermosa.

Ofreciendo raudales de armonía
te imagino radiante como diosa;
y al brindarnos tus cofres de poesía
te veo sin igual, siempre orgullosa.

Patria de Morazán y el padre Reyes
tus hijos respetuosos de las leyes
encarnan el valor y el idealismo.

Honduras: Esta tierra alborozada
hoy levanta la frente inmaculada
proclamando su fe y su patriotismo.




A José Cecilio del Valle

¡Vedlo ahí! Con la mirada austera
conoció de su tierra la agonía
y supo comprender la verdadera
esperanza del pueblo y su alegría

A la Patria, le dio su vida entera
y fue todo bondad, amor,
En el Acta volcó su fe sincera
de acabar con la ruda tiranía.

Hoy le rendimos culto, pues su mano
nos liberó del yugo castellano
sin recurrir al crimen ni a la guerra.

En Valle se eterniza el patriotismo;
él, es el soñador cuyo idealismo
sintetiza lo noble de mi tierra.





La muerte en los labios

Los poetas la muerte presentimos
y a la muerte cantamos.
en los huesos bien caben los abismos
de horrores insondables.

Una sombra sin forma que camina,
eso seremos siempre los humanos.
La palabra que surge de los labios
no aprisiona ni el ruido de los pasos.

¡Oh, la muerte! La extraña cazadora
con su guadaña fría y sin descanso.
Yo escucho tu alarido milenario
y en los poros, el roce de tu mano.

La muerte nuestros sueños ilusorios
atisba a cada instante.
En la raíz obscura de las ansias
nos esperan sus manos.

Yo la miro en mis noches de vigilia.
En la cal de mis hueso se ha parado
con su ruda mirada indescifrable.
Ora va y ora viene por el valle
donde hay cauces de gritos y de lágrimas.

En el triste silencio de las piedras
y en las risas ingenuas de los niños,
la muerte nos contempla;
nos trae su mensaje desolado
bajo cielos de azul interminable.



Soneto Introspectivo

Hundido estoy en llama rediviva
con la visión extraña del desierto.
Permite amor que mi pasión escriba,
anunciando mi propio desconcierto.

Vengo de la raíz que no me esquiva
la savia que es la vida y lo perfecto
Atado al mástil de la hazaña viva
en el barco me alejo de tu puerto.

El dolor más profundo de los mares,
me lleva en el vaivén de sus pleamares
hasta el frontis terrible de la nada.

Si algo pides amor, aquí está todo:
la desazón y la pasión y el lodo
inmersos en mi vida desolada.




Pinos

¡Oh, verdes sindicatos de mi tierra
con raíces y savia estremecida!
¡Oh, testigos callados en la guerra
y blasón de la patria conmovida!

Nuestros pinos –columnas verticales-
cual perfecta visión de lejanías,
entre coros de voces celestiales
son cual monjes humildes de rodillas

Con sus ramas, cual manos extendidas
presenciaron las luchas fratricidas,
con escenas cuajadas de heroísmo.

Espirales que se alzan como grito
o gigantes mirando al infinito
asidos a los bordes del abismo…





A Juan Lindo

Este patriota austero, por humano
conoció nuestras propias desventuras
y pudo en un impulso soberano
alcanzar como cóndor las alturas.

Este patriota de perfil romano
es digno de marmóreas esculturas.
Bajo el sabio prodigio de su mano
brilló el nombre sagrado de esta Honduras.

¡Descubríos ante él! Su patriotismo
fue la fuente del más puro idealismo
combatiendo del pueblo los atrasos.

Juan Lindo fue campeón de la cultura.
Hoy le rendimos culto. Su estatura
fue cual Sol gigantesco, sin ocasos.




Soneto Enlutado

Fue tu sonrisa noble, indefinida
hermano en el dolor y el la quimera;
y fue tu anhelo escudriñar la vida
desde el grito de la lágrima postrera.

¡Oh, la hermosa ilusión desvanecida!
“El ser y el no ser” que desespera.
¡Oh, la angustia abrasándote la herida
y el alma entre la duda prisionera!

¡Oh, el minuto crucial! ¡Noche sombría
y el sincero clamor de la poesía
ascendiendo la escala del quebranto!

Has partido, poeta, en la alborada
dejándonos la frase iluminada
en la cifra perenne de tu canto.




A Dora Isella Russell

Despues de leer su libro: “Los Barcos de la Noche”

“Los Barcos de la Noche”, Dora Isella
llegaron a mi mundo sin orillas.
En la albura perenne de sus velas
se incorpora tu noble fantasía.

Yo los mire llegar. Estaba en vela,
pensando en el dolor de la agonía.
Yo les miré llegar En las estelas
dejaron la expresión de tu poesía.

En sus quillas y cascos relucientes
y en sus nautas callados, obedientes
se eterniza la voz de tus quimeras.
¡Oh pleamares con rudas sacudidas!
¡En tus barcos hay teas encendidas
y una fiesta perpetua de banderas!




Tríptico al Tipógrafo

I

¡Ved a ese obrero! ¡Yo lo llamo hermano!
Sus manos cual veloces lanzaderas,
van recogiendo el pensamiento humano,
levantando galeras tras galeras.
¡Ya se mueve la prensa! ¡Oh, clara maravilla
con que el hombre eterniza el sentimiento!
Líneas, comas y letras bastardillas,
cual gritos, carcajadas y lamentos…
¡Vedlo inclinado! Con fe, meditabundo.
Sus dedos pueden conmover al Mundo,
desde mares, montañas y praderas.
¡Juan Gutemberg—Maestro de la Vida!
¡prodigio de una ruta indefinida
ascendiendo veloz a las esferas!


II

La prensa y sus obreros denodados
es baluarte de ideales definidos.
Es alto valladar de los malvados
y confianza de los pueblos oprimidos.
La prensa que proclama sus hosanas
va ganando batalla tras batalla.
Las letras son espadas toledanas
entre el rudo clamor de la metralla.
Por eso en este día, ¡hermanos míos!
entre el diáfano idioma de los martillos
os traigo mis gigantes clarinadas.
Yo que ausculto del alma los secretos
he tallado una estatua de sonetos,
con banderas al aire desplegadas.


III

Entre mesas y negros chibaletes
vas alzando figuras prodigiosas.
Los acentos, cual ágiles jinetes
hacen alto en tus manos luminosas.
Tú comprendes el alma de las cosas;
conoces el dolor de tus hermanos.
En las álgidas noches tempestuosas
has visto levantarse a los enanos.
Los pigmeos que ignoran que el talento
es la chispa genial del pensamiento
que conduce a las cumbres elevadas.

¡Noble hermano, yo admiro tu optimismo!
¡La prensa es barricada de heroísmo
redimiendo naciones sojuzgadas…!






YAHYA HASSAN [15.067] Poeta de Dinamarca

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Yahya Hassan

(Dinamarca)
El joven danés de 19 años y origen palestino Yahya Hassan se ha convertido en el gran fenómeno literario del año en Dinamarca con su primer libro, a medio camino entre el rap y la poesía. Hassan ha protagonizado el debut más exitoso de la historia del país escandinavo y ha sido objeto de atención de la prensa de todo el mundo. . En sus nada convencionales poemas, Hassan habla de sus propias vivencias en el gueto musulmán de su ciudad, Aarhus, y de una infancia marcada por el miedo y la violencia que le empujaron a la delincuencia. Hassan acusa a la generación de sus padres de vivir gracias a las ayudas sociales y de criar a sus hijos en el abandono más absoluto.. Su original y provocadora escritura ha originado polémicos debates en torno al tema de la inmigración tanto en su país de origen como por toda Europa

Yahya Hassan empezó a escribir poesía poco después de empezar a fumar, a los 12 años. "Va unido. No puedo escribir sin un cigarrillo", aclara mientras se aferra a su paquete de tabaco. Hassan es un joven poeta de padres palestinos que nació hace 19 años en Aarhus (Dinamarca). Esto ha marcado su vida y, por tanto, su obra. El libro que acaba de publicar en Suma de letras es él, un retrato de su infancia y adolescencia, de ahí su título Yahya Hassan, su nombre.



NOSOTROS NO TENÍAMOS CANALES DANESES
TENÍAMOS AL YAZIRA




NO TENÍAMOS PLANES
PORQUE ALÁ TENÍA PLANES PARA NOSOTROS




CADA NOCHE DESPUÉS DE LA CENA REZÁBAMOS
REZÁBAMOS HASTA QUE LAS PIERNAS NO NOS SOSTENÍAN




Un conjunto de 150 poemas escritos en mayúscula y sin signos de puntuación por un simple motivo: "En minúscula tienen una apariencia tonta, visualmente no me gusta". Cualquier otra explicación no es más que "interpretación, interpretación, interpretación", masculla aburrido de explicar tantas veces lo mismo. Deja la mirada perdida en el café que ha pedido y que le ha hecho sentarse. Antes, caminaba inquieto de un lado para otro. No está dispuesto "a poner una nota al pie de cada verso, se entienden por sí mismos, y si no es así, es que son malos", afirma. Tan estrechamente relacionado como fumar con escribir está la declamación de sus poesías, pero ahora ha perdido su valor. Está "hasta las narices" de tener lecturas casi 15 veces al mes.

Hassan en un día "normal" en Copenhague, la ciudad donde vive, va a bares, bebe cerveza, recibe clases en una academia de escritura creativa, fuma porros, escucha el Corán —es ateo pero le gusta su musicalidad— y pinta, principalmente cuadros abstractos de gran formato que nadie ha visto y que no sabe si alguna vez mostrará, "no los hago para eso". Constantemente toma notas, es su manera de escribir, es incapaz de sentarse varias hora seguidas a hacerlo. Se autodefine como muy observador: "Dejo que la vida me inspire, escucho la radio, me fijo en conversaciones ajenas, en las palabras que utiliza la gente, reflexiono sobre ellas y las uso". Hace esto desde niño: "Antes apuntaba en un papel, ahora en el iphone, el medio es irrelevante, lo importante es apuntar ideas, pensamientos, palabras, si no lo haces, no entras en el proceso poético".




CERRARON LA PUERTA DEL DORMITORIO
RUIDO DETRÁS DE LA PUERTA Y UNA MIRADA 
POR EL OJO DE LA CERRADURA
MADRE CON UN CABLE ALREDEDOR DEL CUELLO




La poesía y la palabra rescataron a Hassan del ambiente de marginalidad en el que vivía, con un padre maltratador y una madre sumisa. Se convirtió en un adolescente delincuente que había abandonado los estudios. Vagó por diferentes internados, centros de menores. Uno de los profesores de una academia a la que asistía con otros jóvenes en su situación se fijó en él en clase de lectura de textos. Sin consultarle presentó sus escritos a la editorial Gyldendal. Al poco, Hassan recibió una llamada para citarle a una reunión: “Fue la cima de mi vida en aquel momento. Se estaba poniendo en contacto conmigo la editorial más importante de Dinamarca”.

No tengo ningún rechazo hacia Dinamarca. Me identifico con el idioma. ¡Me expreso en danés!, pero mi historia no es la europea.

El joven poeta escribía movido por el dolor, el miedo, la ira, no lo hacía para salir del gueto musulmán que era su barrio, no fue premeditado, pero le llevó a ello. "Desde la publicación del libro todo ha cambiado", comenta refiriéndose a la relación con su familia, aunque la realidad es que no sabe la opinión de su padre con respecto a sus versos. Las reacciones han sido dispares, de todos los ámbitos ha recibido críticas y alabanzas. Cada uno ha usado los más de 100.000 ejemplares vendidos de una manera. "Los medios de comunicación crean expectativas sobre mi futuro que ni siquiera me planteo", comenta reiterando que toma notas a todas horas pero que no tiene planes de qué, ni cuándo escribirá la próxima vez.

La extrema derecha danesa también se ha llevado los versos de Hassan a su terreno. "Han pretendido usarlos contra el Islam", se enfada mientras explica que no está contra la religión de sus padres (él es ateo). "Soy palestino [lleva un pin con la bandera en la solapa de la chaqueta]. Es mi historia, mi cultura. Nací en Dinamarca, tengo nacionalidad danesa, pero no me puedo convertir en danés", por primera vez levanta la mirada, el tema le toca, continúa exaltado: "No tengo ningún rechazo hacia Dinamarca. Me identifico con el idioma. ¡Me expreso en danés! [también lo hace en árabe], pero mi historia no es la europea". Aún así, quiere dejar claro que aprueba y le gustan muchas normas occidentales igual que rechaza otras árabes. Le malhumora que se generalice una pésima imagen del mundo islámico. Le cabrea "la hipocresía" de Occidente ante los conflictos en Oriente Medio. Gestualiza. Deja entrever un pequeño tatuaje en la mano derecha cerca del dedo meñique, son tres letras: ORD, explica que en danés quiere decir palabra. Retoma el tema de la escritura que es lo que más le interesa y reconoce que le cuesta darle un cauce poético a esas opiniones políticas. Ya lo encontrará...

Se levanta, camina, se enciende otro cigarro, canturrea para evadirse.





Yahya Hassan, el poeta danés que escupe 
a Europa

Está cabreado. Ha nacido y crecido en un suburbio de Aarhus, la segunda ciudad danesa más grande. Sus padres son palestinos.

Está cabreado. Ha nacido y crecido en un suburbio de Aarhus, la segunda ciudad danesa más grande. Sus padres son palestinos. Hasta que lo meten en un internado, con 13 años, sufre su maltrato, su castigo y su odio. Él y al resto de sus hermanos. Yahya Hassan tiene 19 años y llega cuarto de hora tarde a esta entrevista o lo que sea. Ha dejado de delinquir gracias a la literatura, se ha convertido en un escritor de éxito y su destructivo poemario se ha traducido a ocho idiomas, y ha vendido más de 100.000 ejemplares del libro que tituló con su nombre y aquí publica el sello Suma. Sin más. Pero sigue odiando al mundo. Con verdadero asco, con auténtico desprecio. La indignación es un enfado de salón con alfombra y un vaso de whisky sobre la chimenea, él está jodido.

La Justicia le conoció como delincuente y unos años después le protege de quienes quieren verlo muerto. Sus críticas contra la comunidad musulmana danesa y la extrema derecha, impresas en este poemario urgente, brillante y visceral, no han gustado. No está resentido por llevar escolta o por tener que defenderse en los platós de su país. Que haya escrito sobre su vida a borbotones y lo haga en mayúsculas, como un grito impertinente que no va a callar, no es más que un botón –apenas depurado- de todo lo que tiene ahí adentro metido.

Hassan acaba de entrar a la terraza del hotel en el que la editorial recibe a los periodistas para preguntarle a su autor por lo obvio cuando tratamos de buscarle sentido a una fiera indomable, que pide un vodka pasadas las once de la mañana o responde con la misma desgana que el que pregunta, de pie, moviéndose de un lado para otro, como un león enjaulado, mientras la traductora resuelve el danés en español, saltándose las palabras que podrían ofender al periodista. Se agarra al cigarrillo y a un mechero con la piedra destrozada y el dedo pulgar chamuscado.

Mientras espera una nueva cuestión se revuelve, tira hojas arrugadas por el balcón. Tampoco se siente cómodo con el papel de escritor, a pesar de que trate de camuflarlo con botines brillantes, traje azul, camisa estampada a mil flores y un pin con la bandera de Palestina en la solapa. “Que no leo. Ahora no. Porque soy muy vago. Antes, por supuesto. He leído muchísimas novelas, pero no tengo suficiente memoria como para recordarlas. Y poesía casi todo el tiempo”. Al periodista inútil no se le ocurre otra cosa más que insistir por la senda de lo previsible. ¿Algo de poesía española? “Desgraciadamente, no soy tan culto como parezco”.
En esencia, Hassan es un kamizake que ha devuelto toda esa miseria que traga desde hace casi dos décadas. Lo ha hecho sin miedo a la represión, a los tabúes o a las amenazas. Un vómito auténtico, y viceversa. Es un adicto a la libertad de expresión. “Por muchas razones no sé nada del futuro, ni me interesa”, contesta. Tampoco sabe si volverá a escribir: “Para que haya expresiones, tiene que haber impresiones”, pero ¿qué puede impresionar a alguien que ha estado en busca y captura?

El libro arranca con una paliza. El padre no se anda con chiquitas y uno piensa en todos los disfraces con los que viste Tarantino su violencia para hacerla pop. Aquí hay mugre y sangre de verdad. En su país lo comparan con Walt Whitman desatado, otros con Jean Genet, pero lo que pone sobre la mesa la aparición de Yahya Hassan es el cuestionamiento de la propiedad de la literatura, ¿de quién es? ¿Quién llega a la literatura? ¿Quién pone las fronteras? ¿Quién pide el pasaporte? ¿Quién levanta la barrera?.

“Escribo porque es mi forma de expresarme”. El escritor continúa de pie y en el contrapicado desde el sofá del lujoso lounge, para holgazanear mirando los tejados de la ciudad, se asoma el rastro del acné juvenil cruzado por alguna que otra cicatriz. Un niño salvaje, colmado de rabia, dolor y alegría. Ésta en menos cantidad que los otros dos componentes básicos de su poesía a la que llegó como plan de rehabilitación del municipio. A los niños en riesgo social les ofrecían cursos de creatividad para sacarles de quinquis. “Tuve que decidir entre ir a clases de danza o rap”. No le hemos visto bailar.

Así que empezó escribiendo letras para canciones de rap y pronto se cansó de la caricatura de cantarles a chicas y chicos enamorados de sus coches y de su ropa. “Ahora escribo de forma más libre”. En el poemario desvela que escribir es como una habitación sin ruidos, en la que se aísla con las palabras y sus vivencias, sin ser perseguido por nadie. “No buscaba tanto una poesía como expresarme libremente. Al final, parece que es poesía, porque es lo que más libertad me da. Pero no me importa si es novela, relato o lo que sea”.

Los poemas avanzan como lo haría un diario, desde la infancia a la adolescencia, pasando por persecuciones policiales, prisiones preventivas, porras extensibles, centros de día, insultos a Alá y a la hipocresía de la sociedad europea. No queda títere con cabeza, su ateísmo es un escupitajo que se ríe del agua contaminada que beben en la mezquita como si fuera la del pozo que el arcángel Gabriel hizo aparecer por arte de magia en el desierto cuando Abrahán e Ismael se morían de sed. Pero también hay ración de ironía para el cristianismo y la Policía. Y el periodista, que acaba de soltar estúpidamente la palabra prohibida: “inmigrante”.  

Hassan cambia de tono drásticamente y el torrente en danés crece para aclarar que no es inmigrante, que nació en Dinamarca, que le molesta esta jerga nuestra de los medios de comunicación. “¿Qué es un inmigrante? Una persona que se pone unas botas, mete comida en la mochila y cruza fronteras. Poco más. Pero qué hay detrás de la persona, cómo es su historia. Y qué es la literatura de la inmigración. Eso no existe”.
Parecía imposible, pero su enojo crece. Ha sido la tecla de la política, del menosprecio europeo a la migración. “La gente no quiere preguntarse ni entender el pasado de nadie. Es más fácil ser solamente un inmigrante. Como la sociedad no quiere asumir la responsabilidad ante los inmigrantes, prefiere crear unos estereotipos”. La obra de Yahya Hassan, precisamente, es eso, un vaciado de la experiencia personal sin concesiones, ni adversativas. Eso sólo puede hacerlo alguien con una biografía negra y resaca, de corazón enorme. Entonces, ¿utopía? ¿La literatura cambiará esto? “Evidentemente, la literatura no cambiará nada porque tú me has preguntado por la inmigración”.





INFANCIA

CINCO HIJOS EN FILA Y EL PADRE CON UN PALO EN LA MANO
LLANTO Y UN CHARCO DE ORINES
UNO POR UNO OFRECEMOS LA MANO
EN ANTICIPACIÓN DEL CASTIGO QUE LLEGARÁ
EL SONIDO DEL GOLPE
UNA HERMANA QUE SALTA
VELOZ DE UN PIE A OTRO
LOS ORINES BAJAN EN CASCADA POR SU PIERNA
PRIMERO UNA MANO LUEGO LA OTRA
SI NO TE APURAS EL GOLPE CAE DONDE CAIGA
UN GOLPE UN GRITO UN NÚMERO 30 O 40 O 50 A VECES
Y LA PATADA EN EL CULO CUANDO PASAS LA PUERTA
UN HERMANO QUE ÉL LEVANTA POR EL HOMBRO
Y SIGUE CONTANDO Y GOLPEANDO
A LA ESPERA DE MI TURNO MIRO AL PISO
MAMÁ QUIEBRA PLATOS EN LA ESCALERA
MIENTRA AL JAZEERA TRANSMITE NOTICIAS
BULDOZERS MUY ACTIVOS Y CUERPOS QUEMADOS EN PEDAZOS
LA FRANJA DE GAZA EN LA RESOLANA
QUEMAN BANDERAS
SI UN SIONISTA NO ACEPTA QUE  EXISTIMOS
NO EXISTIMOS
CUANDO NOS TRAGAMOS EL DOLOR Y EL MIEDO
CUANDO ANHELAMOS RESPIRAR Y DARNOS SENTIDO
NO PODEMOS HABLAR ÁRABE EN LA ESCUELA
NO PODEMOS HABLAR DANÉS EN CASA
UN GOLPE UN GRITO UN NÚMERO





A LA PUERTA

ROSQUILLA NAVIDEÑA EN MANO ME METÍA EN UN ARMARIO
APRENDÍ A AMARRAR EL CORDÓN DE MIS ZAPATOS EN SILENCIO
DECORÉ NARANJAS CON ESPECIAS Y CINTAS ROJAS
COLGABAN DEL TECHO COMO MUÑECAS DE VUDÚ
ASÍ RECUERDO EL KINDERGARTEN
LOS OTROS ESPERABAN A PAPÁ NOEL
PERO YO LE TENÍA TANTO MIEDO
COMO A MI PADRE




SALAM HABIBI

YO PULÍA UN PEDAZO DE MADERA EN LA ESCUELA
CUANDO EL MAESTRO ME ENTREGÓ EL TELÉFONO
QUE USABA PARA LLAMAR A MI PADRE
QUÉ HE HECHO AHORA PREGUNTÉ
Y PUSE EL TELÉFONO AL OÍDO
PERO ERA MI MADRE
DIJO QUE SE HABÍA IDO
ME PUSE A LLORAR
LA NOCHE ANTERIOR NOS HABÍAN DEJADO EN LA SALA
LA PUERTA DE LA ALCOBA PERMANECÍA CERRADA
RUIDOS ADENTRO Y UNA MIRADA POR EL OJO DE LA CERRADURA
MAMÁ CON UN CABLE AL CUELLO
YO EMPUJÉ LA PUERTA Y ÉL SE SOLTÓ EL CINTURÓN
YA ME HABÍA DICHO QUE PERMANECIERA EN LA SALA



POEMA EXTENSO (Fragmento)

TÚ NO CONSUMES CARNE DE PUERCO
QUE ALÁ TE BENDIGA POR TU DIETA
TÚ QUIERES LA ORACIÓN DEL VIERNES EL PRÓXIMO VIERNES
QUIERES RAMADÁN EL PRÓXIMO RAMADÁN
Y ENTRE VIERNES Y VIERNES Y RAMADÁN Y RAMADÁN
QUIERES LLEVAR UN PUÑAL EN EL BOLSILLO
VAS AVERIGUANDO LOS PROBLEMAS DE LA GENTE
CUANDO EL ÚNICO PROBLEMA ERES TÚ





LOS CAMINOS DE ALÁ TERMINAN AQUÍ
NUNCA LLEGARÁ UN DÍA CON COCHE AMARILLO Y CARICIAS
ESTO ES LO MÍO
ORACIÓN DEL VIERNES Y CERVEZA
FALTA DE OXÍGENO EN EL GUETO
TENSO COMO EL CINTURÓN DEL HIMALAYA. 





CAGO UNA ROSA CON ESPINAS 
MI OJETE SANGRA DE LOCURA Y VENGANZA 
ME METIERON EL ANTISEMITISMO CON LA LECHE PATERNA 
CON LOS DRONES SOBRE LOS OLIVOS 
CON ESTRELLAS Y BARRAS Y FÓSFORO BLANCO
ME LO METIERON CON EL MURO DE LAS LAMENTACIONES 
CON PENA DESDE EL HOLOCAUSTO 
CON LA PENA DE LOS PALESTINOS Y YO ME COMPADEZCO DE ELLOS.




UN MUSULMÁN DEL PARQUE DE GELLERUP
DA CON NUESTRO PORTAL
LEE EN LOS BUZONES
Y LLAMA A LA PUERTA CON MÁS NOMBRES DE CHICA
VALORA LA PROLE
QUIERE A MI HERMANA PEQUEÑA DE AMA DE CASA 
CREARLE UN PARAÍSO EN OTRO BLOQUE DE CEMENTO 
CON ALÁ COMO GUÍA Y UNA DIFERENCIA DE 20 AÑOS
SER EL PRIMER HOMBRE EN LA PRIMERA NOCHE
FOLLAR CON SU BARBA Y DAR GRACIAS A ALÁ POR TODO
OTRO MUSULMÁN DEL PARQUE GELLERUP
DA CON NUESTRO PORTAL
VALORA LA PROLE 
QUIERE A MI HERMANA
PARIRÁ 10 RATERILLOS PARA DESENTENDERSE DE ELLOS
SI SE HACEN INFIELES.





ME DEJASTE ASÍ
CON UN PORRO EN LA COMISURA DE LOS LABIOS
UÑAS DE HACHÍS MORDIDAS
PANTALLA NEGRA Y SUPERMARIHUANA
YO NO SÉ QUÉ ES LO QUE PASA AHÍ DETRÁS DE LOS ÁRBOLES
SI ES OTRO EL VIENTO QUE SOPLA
PERO TE ESTOY LLAMANDO DESDE LA COMISARÍA.





YO YO SOY EL HIJO LOCO
YO YO HE CAMBIADO LOS BUZOS DE JOGGING
POR CIVILIZADOS Y MODERADOS
JEANS PITILLOS
YO YO LES HAGO LA GUERRA CON PALABRAS
Y USTEDES USTEDES RESPONDEN CON FUEGO
YO YO SOY KAFIR YO SOY MUNFIQ
YO YO SOY PERRO
YO YO SOY SUCIO MI ALMA POBRE
Y POR SOBRE ESTOS ACTOS ATROCES

YO DESCANSO BAJO EL SOL DE PRIMAVERA





LA PUERTA DEL DORMITORIO ESTABA CERRADA
SONIDOS DETRÁS DE LA PUERTA Y UN VISTAZO 
A TRAVÉS DE LA CERRADURA
MADRE CON UN CABLE ALREDEDOR DE SU GARGANTA
ABRO LA PUERTA Y ÉL SE QUITA EL CINTURÓN
YA ME HABÍAN DICHO QUE ME QUEDARA EN EL SALÓN









GONZALO HUMBERTO MATA ORDÓÑEZ [15.068] Poeta de Ecuador

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Gonzalo Humberto Mata Ordóñez


(1904-1988)

Escritor ecuatoriano nacido en Quito el 21 de abril de 1904 y fallecido en 1988. Junto con Fernando Chávez, fue precursor del movimiento indigenista en Ecuador. Destacado crítico histórico y literario, después de hacer sus estudios secundarios en el Colegio Benigno Malo de Cuenca, estudió en Estados Unidos, de donde regresó dominando perfectamente el inglés y el francés. Antes había aprendido el quichua. Ocupó varios cargos, entre ellos el de bibliotecario de la Universidad de Cuenca, donde comenzó la catalogación con el Sistema Decimal Dewey. En 1944 se graduó de Bibliotecario en la Universidad Central de Quito. A los 28 años publicó su primer libro de poemas y a escribir dedicó el resto de su vida, sin jamás haberse empleado como profesor. Ha incursionado el campo de la poesía -en español y quichua-, el de la novela indigenista y el de la historia y crítica literaria. Sus principales obras en verso son: Golpe de Volcanes (1932), Dos corazones atravesados de distancia (1934, poemas dedicados a su esposa), Chorro Cañamazo (1935, romance sobre los tejedores de sombreros de paja toquilla del barrio Chorro, en Cuenca), Tumultos de Horizontes (1935), Ecuador en el hombre (1943), Cusinga, capulí en lys (1944, obra de poesía erótica, narrando los amores de Manuela Quesada y uno de los miembros de la Misión Geodésica francesa del s. XVIII; obra de transición entre la poesía erótica y los escritos biográficos en que abundará luego); Epopeya ecuatoriana para una aurora libre (1944), Llacta Yuyay (1961), Machu Picchu (1965), And now what, my Dr. King. Memorial a Richard Wright, sinfonía de dos negros (1968), Génesis de mi ser (1974, poesía autobiográfica), Mi sangre Manabí (1976), Cráteres pasionales (1978) y Huracán de sol y ébano. Las obras que le han merecido ser considerado precursor de la literatura indigenista en Ecuador son: Sumag Allpa (1940), novela en la que Humberto Mata rescata al indígena en su dignidad, en medio de la injusticia en que lo han sumido los explotadores; Sanahuin (1942) y Sal (1963).

En el campo de la historia y crítica literaria destacan Carta al doctor Francisco Eugenio de Santa Cruz y Espejo (1945), Agnus Dei y flama (1954, biografía de Honorato Vásquez) e Historia de la Literatura Marloca (I vol. 1957; II vol. 1959; en este segundo tomo revisa textos de Remigio Crespo Toral, denunciando plagios y gazapos, lo cual le atrae la persecución de muchos grupos, hasta de la Academia de la Lengua). También debemos citar Refutación a las cuatro estaciones de Manuela, de Víctor Von Hagen (1959), Irisarri y Solano, la estrella caída (1959), dura crítica revisionista contra Fray Vicente Solano; Memoria para Jorge Ycaza (1963), Revisión del poeta José María Egas (1963, obras, estas dos últimas, que también levantaron polvareda); Zaldumbide y Montalvo (1966, en la que apunta sus dardos contra Juan Montalvo; el tema lo continuó luego en su Sobre Montalvo, desmitificación de un mistificador, 1969); Dolores Veintimilla asesinada (I vol. 1968; II y III vol 1977); Traición a la vida (1969, noticias íntimas sobre dos poetas amigos suyos, César Dávila Andrade y Jacinto Santos Verduga, que acabaron su vida suicidándose); Luis Alberto Valencia (1973), Vázquez el Grande (1973); Eduardo Arias Ramírez, corazón e ímpetu fraternos (1979) y Psicobiografía de César Dávila Andrade (1979). 

De su mordaz crítica no se libró ni el mismo pintor Guayasamín (el más famoso de los pintores ecuatorianos del siglo XX), contra el que arremetió en su folleto Guayasamín en Cuenca (1969). Un cuento suyo, El Concejal, obtuvo el primer premio en el Concurso Internacional Fernández-Catá de la Habana, en 1945. En 1964 inició la publicación de una serie de folletos titulados Destellos Volantes, compuestos de breves escritos en los que recoge hallazgos castizos y palabras nuevas por él inventadas, en algunos casos con notoria originalidad y gracia. El lenguaje y el espíritu iconoclasta de Mata Ordóñez le han valido no pocas antipatías y ataques. En otros casos, su pintura de la realidad social y su denuncia de la humillante situación del indígena dieron motivo para que algunos de sus escritos fueran incautados o quemados, como fue el caso de Chorro Cañamazo y Tumultos de horizonte, por contener ideas "sociales y revolucionarias". El primero fue sacado de los almacenes de la imprenta de la Universidad de Cuenca y quemado en plaza pública por orden del rector Remigio Crespo Toral, que no quería enfrentamientos con los dueños de los monopolios de sombreros; el autor había guardado una copia y pudo publicarlo en 1968. La edición del segundo fue incautada por la policía, aunque los poemas circularon en la clandestinidad. En Bolivia fue editada su obra Fausto Reinaga (que trata de la vida de este ideólogo indígena), traducida al quichua y al aymara.


HINATAN IÑOKKAKKA MUNANI (1)

Yo no paseo en tus sacras reliquias, Ciudad de los Orígenes. 
Caminando de recuerdos peregrino mis antiguas insignias. 
Identidad Integral en mis suspiros De Mí insurge
la sentencia de Apasa a Nuestra libertad descuartizado: 

-"Kay Inti rayku, nuqa hina wañuyta yachaychis, 
waygeykuna!" (2)
¡Pero no, no quiero muerte! ¡Hinariy Wañuy! (3) 
Rikch 'ariy, ama taysuychu, wayqe!
Intin yanagawasunchis: (4) 
Wavge panaykuna, 
¡hakuyari musoq Intiman! 
¡Hakuyari! (5 )

Un champi está hundiendo la tierra a que Yo Escuche 
la voz de Túpac contra el nefario godo:

-"Nuganchis sapallanchismi kaypiqa huchasapa kanchis: 
qan runa muchucheq, kaspa, nuqataq paykuna 
quespichiytamunaspa!" (6)

Alumbra mi corazón relampagueante. 
El champi, fulminando, me sentencia:
"¡Aucacunápac!
-Allinragmi Kasiani suyasianin".
"Pachan runa kanga, runañataq, pacha, elan sayay". ( 7 ) 
¡Achari!

¡Achari! así deberá ser,
Hermanos de La Dormida y Filiada Sangre Recordada. 
Huch'uy wañuy: es el sueño, la pequeñita muerte ...
y grande Está el Sol en Esta Altura, Mi Corazón Eterno. 
¡Venid! Tú, Pulso de mis glóbulos, ¡venid! 
¡Duermevela de mis suspiros, allegaos!
¡Heliogonía de La Piedra, sustentadme! 
¡Gavillas de contrafuertes, propiciaos! 
Zoomórfico Vacío en fustazo zodiacal del Ayar, 
¡oídme!

Machu Picchu:

Ciudad de los nombres impuestos profanados 
por los chiwakus sabios (8)
Sacrilegio en la ultrajada roca de monte a monte trasmigrando; 
sacrilegio en lo azul tembloroso o de pavuras inaudibles trasmitiendo 
los gritos de vagamundos violadores del Silencio Plurilingüe 
de tu legendaria tromba verde providencialista inexpugnable. 
La cruz del Cristianismo y el latín católico en el Ara Ritual 
para Ofertorio al Sol Unánime del Sino Intransferible.

La Piedra del Sacrificio desvirtuada por el foráneo rito. 
La estructura de graníticos solsticios: hoy befados
por el inglés del guía vaporino del cerro.
Afrentado el gnomón de La Intihuatana por las chicas 
que se acuestan para fotos...
La "Coca-Cola", el "Nectarín", el "sandwich", y el "hog dog" 
mezclados con el "twist" de la radio y, "rok'n roll". 
Rincones de los templos y el Suelo de las ñustas humillado 
por el "flirt" escabroso y el acezarse en ramos. . .

Sólo yo estoy crucificando, con toda mi alma, maldiciones.

MACHU PICCHU:

Tímpano de los relámpagos petrificados parias

(Oh, this must be american ruins. Bingham discovered them.) (9)

MACHU PICCHU: perpetuidad estelar en sinfónicas crestas 
tempestuosas.
(This ruins are presented to you on behalf of the american people.)

MACHU PICCHU: sofoco del sufrimiento para cinchar el cielo.
(They think these stones are the whole cheese around the world.)

MACHU PICCHU: chaski de ortología que no nace del sonido. 
(Oh, everybody is wise after the event. We were the leaders.)

MACHU PICCHU: cascada de los ecos de las esclavas y convulsas sangres.
(It is nothing to write home about! )

MACHU PICCHU: rebaños de universos en equilibrios cónyuges.
(Let's get a quick snack over here.)

MACHU PICCHU: claraboya de la tierra para el oasis fúlgido.
(¿Can you rustle up something to eat?)

MACHU PICCHU: reservorio de la nube forjada en el granito.
(¡Go to blazes, you darn fool! )

MACHU PICCHU: manantial de campanas incrustadas al nadir.
(Nothing better than our Monument Valley.)

MACHU PICCHU: aquí está el hombre equilibrando lo infinito opuesto.
(and our Bryce Cannon and the stones dwellíngs in Green Table National Park. )

en caos y orden vinculados en Conciencias: para sobrevivirse. 
(Our Pikes Peak in The Garden of Gods, you must see them.)

MACHU PICCHU: montañas en celo: para el rijo de kúntures ayares.
(Well I'll be hanged, who told you that? )

MACHU PICCHU: cataclismo detenido peregrinando su memoria.
(Oh, words, words and words... Chase yourself!)

MACHU PICCHU: serenidad en soledad inicial de los planetas.
(He is giving us chalk for cheese.)

MACHU PICCHU: complemento del trueno en un coral profético.
(Bingham was America's right hand man.)

MACHU PICCHU: variante de la luz en la semilla explosiva exegética.
(Oh yes, he was our man'o war on here.)

MACHU PICCHU: itinerario de la flor y la montaña en piedra.
(These andenes are similar to our Bingham's Cannon on Cooper Mine.)

MACHU PICCHU: trastrocamiento de la geometría del vuelo apasionada.

(Stones, dumb stones. I'm thinking on our Chelley Cannon in Colorado.)

MACHU PICCHU: impetuosidad de lo raudo detenido. 
(You must admire America's Sentinel Rock, our Demi-Dome, our Clouds.)

MACHU PICCHU: precipite del viento en piedra imperturbable.
(How great is our Yosemite Valley, our Cathedral Rocks.)

MACHU PICCHU: matriz del Ande-Hembra espumada de búsquedas.
(Better I'll be quite. Silent is often the best answer.)

MACHU PICCHU: hábito de la detonación geofísica parturienta,

MACHU PICCHU: cristalización del anhelo testimonial y libertario,
delirio de los aires en harmonía a chorros de peldaños, 
gigantiasis de la perpetuidad en el azar del trapecio.

MACHU PICCHU: Ciudad Inescrutable de siniestrados astros:
en tempestad de abismos granizal del silencio, 
estático giróscopo en mudez del huracán rocoso, 
remontador del iris a la proclama anímica.

MACHU PICCHU: verbo para el pronóstico energético del Caos-Creador,
polaridad del kúntur al instrumental átomo, 
creación en sí misma de inspiración metafísica, 
electroscopío monitor de los abismos terminales,
promontorio de infinito en las cananas de la andanería, 
Conciencia del Tiempo y El Espacio subyugados,

MACHU PICCHU: alvéolo en mandíbulas titánicas raigales, 
florón de los dominios en comenzados sueños,
estetoscopio solar en La Honra de La Raza,
Psicoscopia del Infinito perdido y hallado en los suspires:

EL HOMBRE HA DE VOLVER

Para Ser Hombre de Nuevo Ha de Volver.
En Resplandeciente Creación Orgánica: ÉL VENDRÁ. 
Existiendo en las tumbas y cenizas: ÉL VENDRÁ. 
Sonando gérmenes y monumentos: LLEGARÁ. 
Retumbante de párpados y ritmos: LLEGARÁ.
Con aletazos de sus huesos sin sombra, Aquí: ESTARÁ. 
Con Su Candela Fusora de cielos y terrones: ESTARÁ. 
Consubstancial en El Maíz y La Kenna: ÉL ADVENDRÁ. 
El Hombre advendrá: Total de oídos y de suyos, 
Promisorio en La Bandera Acabada de Nacer,
Unánime de Sangre sin recortes ni fronteras.

EL HOMBRE YA VIENE:

ya viene a enterrar su viril barreta
en el Wanakauri Cenital de LA HERMANDAD. 
Aquí la Kenna en Machu Pícchu: está sonando, 
Sagitaria melodía que llama y enamora. 
KOSKO KAY,
Mi corazón de Amor: Aquí está humeando. 
Cantutas en mis poros titilan y me abrasan.
De Llacta Quitu y Llacta Tumipampa, Soy Venido: 
a sellar Mi Palabra quemante en la crismera lágrima. 
Wayralla Kawsayoa ...
Sí, la Vida es viento que pasa solamente. 
Pero en Mi Tráquea es Viento aprehendido: 
para No Morir Hoy ni Mañana;
Ni Jamás ... KITU KAY, 
esencial mama huañuc del Runakay genético:
Quiteñidad...

Cenizas espaciales de mis latidos: Te Dejo... 
Vibrando en los umbrales de tus puertas: Te Dejo. 
Yo sé que he de volver: con derramados ojos, 
diseminada a mis talones la rosa de los vientos
y con Mi Ombligo en tumbos a maridar La Tierra 
de oceánicos caminos y Siempre Orbita Activa: 
Koskogénita translúcida a Tu Adivinación.

Mana tukukuyniyoj... Qasi Kaussay 
¡P'unchayraqmi! ¡P'unchayqrami! 
Kaussay Wiñaypaq, Macho Pícchu, 
Qanraykutaqmi Kanipas, asllatawan huqariway 
Huk ch'illmiypin Inti munan, (10)

Hínatan ñokkakka munani!

1. Así lo quiero yo.
2. "Hermanos, por este Sol, aprended a morir como yo". - Palabras de WILLKA 
APASA, Teniente de José Gabriel Tupac Amaru, descuartizado por Mata 
Linares, el 3 de Julio de 1784. Cf. Farfán. "Dichos. . . ", pág. 10.
3. Quítate, Muerte. - "Ollantay", trad. Farfán. 
4. "El Sol nos ayudará". - "Ollantay", pág. 63. 
5. ¡"Hermanos míos, vamos al nuevo Sol! ¡Vamos!" - "Una fiesta ritual ollantina" por J. M. B. Farfán.
6. "Aquí no hay más cómplices que tú y yo: tú por opresor y yo por libertador", - Palabras de Tupac Amaru a Areche. Farfán. "Dichos. . . ", pág. 9.
7. José María Arguedas, "Tupac. . . ", págs.18, 22.
8. Tordo que vive estercolando, pájaro inmundo, se cree trae las bubas y la sífilis, WANTHI. Se usa como peyorativo. - Cf. Farfán. "Dichos. . . ", pág. 25. 
9. Traducción de estas preciosidades en inglés de modismo... se seguirán en su orden, así: Oh, éstas deben ser las ruinas americanas. Bingham las descubrió. Estas ruinas son un regalo para Ud. del pueblo americano. Ellos piensan que estas ruinas son lo único bueno en todo el mundo. Oh, todos son sabios después del hecho. Nosotros fuimos los pioneros. No es gran cosa... 
nada hay para escribir a casa. Vamos a comer cualquier cosa aquí. Puede Ud. preparar algo de comer enseguida? ¡Váyase al cuerno, tonto maldito! Nada hay mejor que nuestro Valle de los Monumentos y nuestro Cañón de Bryce y las viviendas de piedra en el Parque Nacional de Mesa Verde. Nuestros Pikes Peak en El Jardín de los dioses. Ud. debe verlos. Bien, que me cuelguen, ¿quién le dijo eso? Oh, palabras palabras y palabras... ¡lárguese! Bingham fue nuestro hombre de toda confianza, brazo derecho. Oh sí, él fue aquí nuestro Man O'War. Estos andenes son parecidos al Cañón de Bingham en la Mina de Cobre. Piedras, piedras mudas, yo pienso en nuestro Cañón de Chelley, en Colorado. Ud. debe admirar en América la Roca Centinela, nuestro Demi-Dome, nuestro Cloud Rest. Qué grandioso es nuestro Vallede Yosemite, nuestra Catedral de Rucas. Mejor me estaré quieto. A menudo el silencio es a veces la mejor respuesta.

10. Paz infinita... Aún es de día... Vivid para siempre -y por ti soy lo que soy, levantadme un poco más-. De prisa, con la voluntad del sol. - "Ollantay", Farfán, Nos. 277, 796, 479, 520, 712.

TUKUYCHAY 
Tucuri
Cuenca, Ecuador S. Am. Dic. 21, 1962. 
En. 18. 1963.




AQUI TE MIRAS ENERO

(Recuerdo e invocación 
de mis cenizas en llamas)

SUITE DE LA SANGRE

No. 1: Sangre y Aliento

Más allá de esta tierra equidistante al hielo; 
más allá de las aguas equinocciales nuestras; 
más allá del ceibo y capulí, del loro y del chirote; 
más allá del alma de yodos y de sales ...
allá donde no alcanza el límite tangible de mi voz y mis ojos; 
allá donde el acero es la unidad del Tiempo
y el Dallar es el aire y el tuétano del Ser;
allá en el fondo intacto del Pasado y del Siempre ... 
ahí ... ahí donde el cemento es norte y es belén
en rebaños enhiestos apuntalando el Sol...

-ahí. . . percepción de distancia enhebrada en suspiros... 
ahí... palabra que trastrueca su mecánica de adverbio 
en génesis y esencia de exclamación dispersa.-

De allá, de ahí, del fondo de La Vida y La Ausencia 
es que me llega andando sobre el viento cartero
la imagen de tu risa dibujada en tu pulso. 
Todo tu rostro viene para infundir sonido 
en el tímpano antiguo de mi sangre y aliento, 
y Te Sé más Presente: resuelta de llegadas
porque es la misma voz de la Tierra en Mi Voz 
que ha traspasado toda noción del equilibrio
hasta que emerja En Ti: del fondo de Tu Ser, del polen de Tu Risa 
la latencia más pura de Esta Tierra Morlaca.

La Tierra amortajada vivía en Tu Recuerdo 
mantenido imnreciso sobre del viento insomne 
de la ciudad que nutre verticales paisajes de agujas y de hollín.

... Es que jamás podremos repudiarle a La Tierra, 
repudiarle a La Sangre, rechazarle a La Leche ...
pues constituye aquello el más Límpido Origen
de todo Lo que Somos, de Todo lo que FUIMOS ...

¿Cómo podremes nunca vivir entre petróleo, 
tomando El Sol tras vidrios y El Pan casi en obleas? 
¿Cómo podremos nunca vivir entre chispazos
de alumbramiento eléctrico
que desgenitan constantes los limbos del Silencio? 
¿Cómo podremos nunca ya respirar siquiera
en el montón colménico de cubos y de cubos, 
de rectas y de rectas?
¿Cómo podremos, cómo soportar
que la fruta y los cereales, la azúcar y la sal 
sufran condena eterna en tarros de hojalata? 
¡Cómo podremos ésto, nosotros, habitantes 
de un paisaje tendido en curvas de cadera!

Aquí se vive en la ancha horizontal terrestre 
y es sólo tras la frente que hacemos altitud. 
Aquí El Maíz madura a nuestra vista de ojos
y El Sol se hace Occidente lamiéndonos los pies; 
El Agua es boticaria y El Campo nuestro Médico
y estamos amparando el aliento del buey, el aliento del mulo 
porque estamos más cerca del útero creciente
de La Tierra que crece, se yergue y solidiza 
al compás de Nosotros:
Nosotros habitantes de esta Sierra Morlaca 
estamos construyendo un mundo en siete siglos.

¡Ah, de tu risa vagante bajo ese cielo de lija!
¡Ay, de tu carne tendida sobre artificiales pastos! 
Ah, de los que se pudren en ratoneras babeles ...

... Esto no es para ti -oh, Tú ... a la que nunca nombro 
porque sería entonces mentar Mi Mismo Génesis,
pues lo que Es Primordial lo absorbemos callados 
y, lo sentimos Siempre-;
ésto no es para ti, porque tú ya has sentido 
que La Aurora Futura, que La Verdad Futura 
y El Mundo Por Venir
nacerá de la tierra cuya entraña aún huele 
a natural función de biología simple,
a lima y a pesebre, a estrella y a naranja, 
a Tierra y Sentimiento.

Oh, Tú, la que no te nombro, 
oh, Tú, la que fomentaste
el llamado de La Tierra 
que respiró en Tus Oídos!

... Cómo por la emoción 
de saberte más cuencana 
ya se me pierde la mente, 
hasta el extremo inquieto 
de apelar a La Nada,
de un radio receptor: 
para que silbe y chille 
a esa Fecunda Nada 
la armónica distancia 
que me acerca en deseo 
y te aleja en millajes,

a Ti... Tú: mi innombrada 
que te tengo al principio 
de un iris cristalino
sabor a sal y en forma 
de lluvia trasandina ...

Y quiero callarme ahora 
porque jamás sabría
dar término a estos versos, 
ya que... oh, Tú...

Igual que una portada
que al irnos la cerramos...
¡no! ¡No! abriendo una ventana 
al belén de La Sierra
te digo lo siguiente:

donde calcules, ¡oh, Tú! 
que queda El Ecuador 
alza libres Tus Ojos
y aspírate profundo'
Tu Mismo Pensamiento ... 

¡Oh, Tú... mira! ¿No sientes?
la boca te está chorreando
de capulíes morlacos
y por tus pechos revuelan 
chirotes en son de Aurora!

Esta mañana la absorbo
más Hembra a La Morlaquía.

(De Latitud de la sangre)








JORGE REYES [15.069] Poeta de Ecuador

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JORGE REYES 

(Quito, Ecuador  1905-1977)

La calle camina junto al monasterio, 
las piedras se alborotan cuando pasa un ocho,
los balcones miran los letreros
escritos con carbón
en la muralla del convento.
("La cruz verde")

Poeta y periodista. Dirigió la sección literaria del periódico socialista La tierra; por muchos años fue editorialista del diario El Comercio de Quito. Ya en la década del 20 del siglo pasado, Reyes toma a la ciudad (Quito) como fondo y trasfondo de su escritura. Para el ensayista Augusto Arias, "La poesía de Reyes tiene intención social, pero por sobre todo recoge la emocionada figura de la ciudad, en sus gestos más reveladores. Dijérase que esa poesía, sin esfuerzo de parecer, prescindió de oropeles retóricos, acercándose a la sencilla expresión."

BIBLIOGRAFÍA

Verso: Treinta poemas de mi tierra (Quito, 1926); Quito, arrabal del cielo (Quito, 1930); El gusto de la tierra (Quito, 1977). Ensayo: Apostilla (Quito, 1997). Consta en las antologías: Indice de la poesía ecuatoriana contemporánea (Santiago de Chile, 1937); Antología poética de Quito (Quito, 1977); Quito: del arrabal a la paradoja (Quito, 1985); Poesía viva del Ecuador (Quito, 1990).




SEBASTIÁN DE BENALCÁZAR

Sebastián de Benalcázar, 
uno de los gemelos 
echados bajo la cruz negra de Castilla 
al encuentro sin nombre del mundo, 
la mollera empapada de cielo, 
rudos como una blasfemia, 
alegres como el pueblo, 
no podía emplear todavía la honda 
ni correr tras las cabras cuando ya era huérfano.

Creció a coscorrones, 
volteando los pájaros a pedradas 
y gastando salud como el pan bazo. 
Cuando se quiebra el alba 
y el viento golpea el bosque como un hacha, 
corta leña viva de los árboles 
y por la tarde, oliendo a bosque, la acarrea 
sobre el borrico caído en una zanja 
estira un buen día la pata como un hombre.

Andando de vagar desemboca en Sevilla 
con el vientre en un hilo y una barba de lego 
y engancha su destino de juerguista a Pedrarias 
con el gesto de quien escupiera en el suelo.

Después, de aquí a allá, como cualquier granuja. 
Le crece a la intemperie pelambre en las tetillas 
y Pedrarias medita "mozo de pelo en pecho". 
Por la noche, silbando como un ladrón, saquea. 
Su nombre es gallardete de las lanzas 
que van quebrando los oscuros pechos. 
Enciende como un puro las viviendas 
para su regocijo de sembrador de miedos.

En el indio que sabe morir como los pumas 
se abre camino su espada de torero. 
Y en esta tierra de selvas milenarias 
y cúspides enhiestas coronadas de nubes 
donde las aves topan sin querer con el cielo, 
donde se encuentran hojas que hacen soñar 
y hierbas que ablandan los colmillos de las fieras 
y el viento es como un potro
que aturden los picachos y los ríos, 
por un solo tejón de metales 
el hombre de Castilla raspa como los perros 
y para violentar a las mujeres indias 
besa el escapulario y se santigua. 
Así, Sebastián de Benalcázar, granuja, 
se hizo conquistador en lugar de torero.





ARRABAL DEL CIELO

Quito, arrabal del cielo, con ángeles que ordeñan 
en los establos húmedos del alba, 
niñas despiertas en los zaguanes
con los pechos crecidos en las manos, 
frailes de bruces en sus noches solitarias, 
mientras los campanarios apuntalan los cielos, 
cenicientas mujeres enlutadas 
pendientes de los confesonarios y las campanas, 
patios que comentan las noticias, 
cerros para orear las casas, 
ventanas que pinchan a los vecinos 
con las espinas de las miradas 
y en la algarabía de la calle 
soldados de aserrín y muñecas con música 
y una taberna desvelada.
Ah, y yo, adrede, silbando como un sastre 
para que se abra una ventana.





ELEGÍA DE LA CALLE DE LA RONDA

¿Dónde están los caballos, los jinetes, 
las prostitutas gordas, encaladas, 
las botas militares, el silbato 
con que ahuyenta su sueño el policía, 
las voces de cuchillo que se clavan 
en el pecho y la espalda de la noche, 
la casa del maestro de retórica, 
el patio azul donde moría el cielo 
y rondaba el sigilo con sus lutos, 
ese mural para marcar la fecha 
de la emancipación de los esclavos?

¿Dónde se halla la casa del poeta, 
la de Matilde que con su ternura, 
con su voz apacible de remanso, 
con su boca de extractos digitales, 
con su vientre tan libre y vigoroso, 
con la espuma compacta de sus muslos 
hacía zozobrar a los poetas?

Sólo queda en el fondo la pobreza. 
En las habitaciones sin ternura 
las palabras soeces se golpean. 
Cuatro niños dormidos. Una cama, 
un brasero, una olla, una cuchara. 
A los muros les duele esta miseria. 
Lloran los techos, lloran las paredes, 
lloran los esqueletos de los gatos, 
y de los perros de ojos ya pintados 
por la sombra del hambre y la tristeza.

Derrocarop la casa del poeta, 
la casa del maestro de retórica, 
la casa en que Matilde regalaba 
sus trabajados ocios con desvelo,
el mural para marcar la fecha 
de la emancipación de los esclavos, 
el patio azul en que moría el cielo 
coronado de rosas y de acantos, 
para tender un pobre betún negro 
y suprimir los hitos de la historia 
e ir desfigurando la ciudad 
sin conseguir borrarle la miseria.





VECINA

Ahora que está el patio de domingo 
y no hay ropa lavada
y en las vasijas no se quiebra el cielo 
y los niños, caracolas terrestres, 
danzan de lado a lado
con los trompos borrachos
y las bolas que guardan estrellas de colores, 
usted y yo, vecina, 
nos podemos fiar un gran cariño 
y decir, por ejemplo, deme un beso, 
usted, buena como un periódico en la mañana 
cuando es indispensable echar anda en la vida, 
yo, inquilino de una tristeza 
por esa mujer pálida como la palabra muerto.

La calle se ha vestido de pañolón de flecos.

Tiene usted unas manos 
dignas de atar el nudo de mi corbata, 
por la presencia de su boca 
ya no chisporrotean mis recuerdos, 
aparece usted conmigo en la conversaciones 
como los parientes en las fotografias 
con dedicatoria al amigo del alma, 
y detrás suyo hay una familia contenta

que conoce la utilidad del mondadientes 
y mira al cielo para hablar:
"ha muerto el Ambrosio como perro
sin siquiera una cruz entre las manos".
No sé hacer la alabanza de sus ojos,
pero estamos juntos en la tarde que se achica
y mi alegría sube y le muerde los pechos.
Junto a usted me olvido de las constelaciones
y estoy tan sólo aquí y en ninguna otra parte,
sin voz, como los muertos, porque tengo dos manos
y un deseo en el único sitio en que está el deseo.
Sin embargo, quiero que me encargue su corazón
para envolverlo en la esquina de mi pañuelo
y guardarlo en el fondo del bolsillo del pecho.

Así estaré tranquilo
como los toreros en las fotografías.

Los faroles en la tarde son como forasteros.




Las Apostillas De Jorge Reyes


Quito. 3 may 98.  Uno de los nombres menos conocidos por las nuevas generaciones, aun por quiénes se interesan en el hecho cultural, es el del escritor Jorge Reyes (Quito, 1905-1977), quizás debido a que su obra es más bien parva y se reduce en gran medida a los que publicó en los periódicos. Sin embargo, en su momento fue una figura destacada y si se quiere protagónica en el escenario nacional; editó revistas, colaboró en otras, su poesía -dedicada sobre todo a la ciudad de Quito- hizo que Augusto Arias se refiriera a él llamándolo "un poeta sin antecedentes", que proponía "una nueva actitud lírica". Sin embargo, un día declaró, urbi et orbi, que "la poesía no sirve para nada".

Su sentido del humor, rayano en el sarcasmo, le hizo en su momento más famoso que su literatura, y no era para menos a juzgar por dos o tres anécdotas que han sobrevivido. De otro lado sus inquietudes sociales le llevaron a militar en las filas del naciente socialismo, que él contribuyó a introducir en el Ecuador, contrariando la antigua tradición de su familia. 

Luchó y fue perseguido por los gobiernos represivos de su tiempo, Arroyo del Río y Velasco Ibarra, hasta que decidió marcharse a trabajar en la recién creada Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, de donde pasó después a Ginebra. Pero venía cada vez que le era posible, porque necesitaba tomar, de tiempo en tiempo, una provisión de aire de este "país único (felizmente), porque si los demás se le parecieran, el mundo andaría al revés".

De este hombre, que, como se ve, entendió perfectamente al Ecuador, el Banco Central acaba de publicar una selección de artículos aparecidos entre 1957 y 1977, en el diario El Comercio ("Apostillas", 1998). Los editores dicen de él que es "un crítico implacable de los defectos nacionales, que exaltó (que puso en evidencia) con un lenguaje apasionado y preciso los elementos constitutivos del ser ecuatoriano". Esos "elementos", esos factores, esa manera de ser, o sea esa cultura (la cultura del fracaso) que nos está llevando al colapso. Porque no podemos culpar a nadie más que a nosotros mismos, a lo que somos, lo que nos ocurre.

Por eso Jorge Reyes ya advertía que "solo un cambio radical en el pensamiento de los ecuatorianos podría salvar al país". Pero ese cambio que él reclamaba, no se ha dado, y por tanto su esperanza de salvación tampoco se vislumbra por ninguna parte. "Puedo decir que me siento cansado ya de repetir, desde hace tantos años, las mismas observaciones -escribía Reyes en 1960- (... ) no se me ocurre ninguna otra cosa, porque no puedo inventar la realidad ecuatoriana, que ya está inventada. La realidad ecuatoriana es prácticamente la misma desde hace muchísimos años, y la manera como tratan de solventar los problemas de esa realidad los políticos ecuatorianos de turno es también la misma".

¿Cabe agregar algo? Quizás, que a lo mejor no es casual la publicación de este libro; inspirada sin duda, desde el más allá por el espíritu inquieto de su autor. (DIARIO HOY) (P. 4-A)

Autor: Rodrigo Villacís - villacis@hoy.com.ec Ciudad Quito







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JOSÉ ALFREDO DE LLERENA [15.070] Poeta de Ecuador

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José Alfredo de Llerena

José Alfredo de Llerena (Guayaquil, 1912 - 1977) fue un escritor ecuatoriano, miembro del rupturista grupo literario Elan, que se caracterizó por su innovación y creatividad dentro de la lírica de vanguardia en el Ecuador del siglo XX.


En 1934, a los 22 años, publicó su primer poemario, de Agonía y paisaje del caballo, obra que fue un desconcertante y provocador reto lanzado contra la vieja manera retórica, frente a la que adopta una ironía comprensiva. Ya para entonces era parte de uno de los grupos literarios emblemáticos de principios de siglo: el grupo Elan, formado por Ignacio Lasso, Augusto Sacoto Arias, Alejandro Carrión y Atanasio Viteri, entre otras figuras. Escribió algunos ensayos, pero se le conoce principalmente por su obra poética. Incorporado a las corrientes modernistas, también cultivó el relato (Segunda vida de una santa, 1953; Oleaje en la tierra, 1955) y el ensayo (Aspectos de la fe artística, 1938; y Ecuador, perfil de su progreso, 1960). Sus narraciones se caracterizan por su orientación social.

Bibliografía

Poesía

Agonía y paisaje del caballo (Quito, 1934)
Madre naturaleza (Quito, 1969)
Hebra del tiempo (Quito, 1972).

Cuento

Segunda vida de una santa (Quito, 1953).

Novela

Oleaje en la tierra (Quito, 1955).

Ensayo

Aspectos de la fe artística (Quito, 1938)
La pintura ecuatoriana del siglo XX (Quito, 1942).
Consta en las antologías[editar]
Indice de la poesía ecuatoriana contemporánea (Santiago de Chile, 1937)
Los de Elan y una voz grande (Guayaquil, s.f.)
Antología poética de Quito (Quito, 1977)
Poesía viva del Ecuador (Quito, 1990).




EL ALMIRANTE QUE ENVEJECIÓ EN LA TIERRA

Este momento un cabo de mar concluye en un lejano sur de 
mariposas,
donde estoy preguntándome
qué puede hacer un bisonte que se siente dueño de la Osa 
Mayor;
qué puede hacer el almirante de una tripulación sin océano, 
sino pensar en los girasoles, en los urbanos dinteles, en las 
esquinas de la tierra.
Qué puede hacer, fuera de sacarse las insignias para canjearlas 
por canciones,
o enajenar la proa de su buque
a cambio de un onomástico de sauces en el calendario de los 
batracios
y pasearse por el suelo de las ciudades, sintiéndose dueño de un 
pedazo de esquina,
sintiéndose cerca del agua dulce que evaporan los cigarrillos en 
el cinema,
si de su pipa podían nacer Cristóbal Colón y sus carabelas. 
En la tierra podía recordar con frescura
el nombre de aquel ladrón de joyas que se puso a rondar una 
estrella,
y de aquel otro mercader de Eneas que soñaba con recabar todo 
el volumen negro de una tarde.
Quería estar lejos del mar, 
lejos del agua de los erizos
y de los maceteros de neptunos acuáticos.
Quería olvidar que Wallace Beery se llevó la lente más grande 
de Saratoga con su muerte.
Hallaba mejor la vida a pocos pasos de las vitrinas,
a pocos pasos de esas señoras de cuyos ojos nacen tempestades 
amarillas,
de esa que hizo con sus anillos una cosa parecida al delta del 
Nilo.

En los ojos del almirante
se ha apagado esa voz de "aguas arriba". 
No volverá a viajar por los mares
ni querrá cambiar su sombrero de tierra 1




LA VIDA DEL MAGO

Si hubiera vivido Edison 
en tiempo de los griegos 
hubiera puesto un micrófono 
en el despacho mismo de Zeus. 
Entonces las musas
hubieran sido menos melancólicas:
pues en las horas de descanso de Homero 
habrían podido dedicarse al vals
o ir a ver en el cinema
una revista de Eddie Cantor, 
donde se desmayan las panaderas. 
Al vivir Edison en tiempos de Napoleón, 
Napoleón no hubiera perdido la guerra; 
pues antes de entrar en Rusia
habría visto en el cinema
a Hindenburg en los Lagos Mazurianos. 
Al vivir en la Edad Media
las princesas habrían podido 
aprender a la Joan Crawford 
a hacer gimnasia sueca. 
Pero Edison ha vivido
para que las muchachas americanas 
puedan pasar por los telescopios
y para que Buda
pueda desmayarse en las pantallas
y para que las nodrizas de los millonarios
puedan pedir a sus novios
que se disfracen conforme a los relatos de Poe. 
Cuándo Edison murió
hasta los banqueros de la Unión 
dejaron correr una lágrima
y las bombillas se vistieron de una tristeza 
como de vía láctea.




ESTAMPA NOCTURNA

Como un megalito se alza la morada
junto al bosque, en que Drácula, tras la piedra labrada 
del vetusto reloj, con su porte buido,
suele acechar el paso de algún desprevenido. 
Los muebles de nogal, con su suave fragancia, 
la lámpara de colza que ilumina la estancia 
conforman el ambiente familiar de la cena.
El flan y las cerezas huelen en la alacena; 
en un pardo barril, en el muro empotrado, 
los fermentos trabajan un viejo amontillado. 
Algún mochuelo atisba detrás de los cristales; 
un mastín de las novelas policiales
monta guardia en el porche; es el perro
que aleja a los vampiros con su collar de hierro. 
La textura del barro vibra en la porcelana;
el olor de las setas entra por la ventana. 
A los hijos la madre atiende con dulzura; 
el acero hace lampos en la mirada dura 
del padre que se hunde en sus cavilaciones.
Y en medio de las flechas de ateridos torreones 
aletean y cantan las aves nocturnales 
mezcladas con dragones y grifos fantasmales.








EDUARDO CERECEDO [15.079] Poeta de México

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Eduardo Cerecedo

Eduardo Cerecedo (Tecolutla, Veracruz, México   12 de febrero de 1962) es un poeta mexicano ganador del Premio Nacional de Poesía Alí Chumacero en 2011 y el Premio Nacional de Poesía Lázara Meldiú en 2012, entre otros. Ha sido colaborador en temas de cultura y literatura en diversas publicaciones en México.

Su poesía ha buscado instalarse en el corazón del hombre mismo para saberse de tiempo al hablar.

Es licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas y tiene Maestría en Letras: Literatura Mexicana, ambas por la UNAM.

Desde muy joven ha practicado la docencia y ha impartido diversos talleres relacionados con la literatura y la creación literaria en instituciones públicas y privadas, entre ellas el Faro de Oriente en la Ciudad de México, la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM y la Universidad Iberoamericana Ciudad de México con el taller de Escritura Creativa.

Dentro de su trabajo como crítico literario ha colaborado en publicaciones como las revistas de literatura Bulimia de camaleones, Letras Independientes, Génesis y recientemente en la la revista Bitácora.

Conduce el programa de radio Memoria y Celebración: Vuelo de palabras en Radio Faro 90.1 FM, en Faro de Oriente.

Eduardo Cerecedo es catalogado un promotor incansable de la literatura contemporánea y ha participado en la creación de múltiples libros realizados por jóvenes escritores. Dentro de su obra es frecuente encontrar temas relacionados con el mar y la naturaleza debido a su aprecio y nostalgia pues vivió gran parte de su infancia en la cercanía de una zona costera en el Golfo de México. 

Obras

Su obra se encuentra editada en más de sesenta libros entre antologías, coautorías y colectivos. Hasta el momento se han publicado más de una docena de libros de su autoría que son:

Cuando el agua respira (plaquette), Cuarto Creciente, núm. 14, 1992.
Temblor mediterráneo, 69 Ediciones, 1993.
Atrás del viento, Conaculta/Fondo Editorial Tierra Adentro, 1995.
Marea del alba (plaquette), Praxis, 1995.
La dispersión de la noche (plaquette), 1998.
La Tinta del Alcatraz (La Hoja Murmurante, núm. 297), Toluca, 1998.
Luz de trueno, Daga, Carmesí Coagulada, 2000.
Agua nueva, Ediciones Marea, 2004.
Hoja de cuaderno, Cuadernos Mexiquenses, 2005.
Nombrar la luz, Las Fridas, Ciudad Nezahualcóyotl, 2007.
Festejar la ruina, EFE, 2011.
La misma moneda, Casa del Poeta Alí Chumacero, 2011.
Condición de nube, EFE, 2012.
El caracol vanidoso, Chicome EDITORIAL, 2013.

Reconocimientos

Premio Nacional de Poesía CREA, 1988.
Premio Nacional de Poesía Juegos Florales San Juan del Río, Querétaro, 1999.
Premio Internacional de Poesía “Bernardo Ruiz” 2010 en el Estado de México.
Premio Nacional de Poesía Alí Chumacero 2011 en el Estado de México.
Premio Nacional de Poesía “Lázara Meldiú” 2012, Papantla, Veracruz.



Colina de viento

Una colina de viento se levanta
de esta hoja, reducto de esa fronda
llameante en su follaje, comba de trazos
nocturnos, vuelos, aleteos erigen
ese verdor de siglos. Desde aquí
alzo la vista, desenmaraño el día
para tensar lo desvanecido en el instante.





AQUÍ NEW YORK
 
                                      A Ítalo Fabricio


Un laúd de cristales reblandece lo frío de la madrugada,
Nueva York en mis ojos se extiende.
Tic-tac mi pulso, hermosa joya, compañera, temblor
de lejanía.
Un rebaño de voces ausentes pulen el metal
del guardarropa: sombreros, gorras, guantes afelpan
la mirada.
 
Se desvanece la sensación de coñac.
El vaso sobre la mesa sentencia mi estómago.
He metido la mano al aire que la alfombra roja vence,
pequeña sabana la estancia domina un ligero  cabalgar
de olores,
mi saliva sabe a bosque, a tabaco.
El cristal escurre tu nombre que instantes antes escribías,
el tiempo llega y cumple lo deseado en derrumbe.
Estoy en New York y la ciudad empieza la blancura del mes
equis y la ventana se abre.



 

OPEN/CLOSET

Azul rey las cortinas, breves torres penden un beige
como cielo
surtidor la madera, insinuados escudos del acero, polilla
de humo asoma el resquicio del alba.
Aquí, sin dormir escucho,
veo, siento queda la noche, desgaja la lámpara, la enciende
pompa de jabón al aire semeja la lluvia de vidrio, el viento
alcanza la blancura, instante de ruido, altura.
Oscuro agente desborda de cuchillos su furia,
ablanda las paredes, pequeño resplandor de sierras.
En el cuarto de arriba alguien a puesto a Chayanne a todo
volumen.
Me agarro de las cortinas,
presiono el círculo open/closet, caigo sentado al piso,
me limpio la nariz
con el  made in japan (etiqueta de tela), lo mojado escurre en
la pared al unísono, la calefacción hace lo suyo en su interior.

 

 

CONDICIÓN DE NUBE de Eduardo Cerecedo. Nota y poemas.


Por Gilberto Prado Galán

Distinguimos tres claras vertientes en la palabra poética de Eduardo Cerecedo: un poderoso empeño analógico, el diálogo fecundo y amoroso con la naturaleza  y una admirable concisión que permite de manera paradójica potenciar el poder sugestivo de la voz lírica: “La madrugada nos golpea con los trenes/de niebla que fabrica el sueño”. La respiración y el tono poéticos crean una atmósfera de admirable plasticidad que induce al lector a evocar escenarios y a sentir, como una presencia oblicua, la voz del mar, el susurro del agua cadente (en los dos sentidos que esta palabra convoca) y el latido de las manos de Dios en sus pasmosas versiones cósmicas: “Al centro de la ventana se hunde el gran árbol del día”.  La otra visión de la poesía de Condición de nube es la percepción elástica del fluir temporal, como ocurre en el poema “Fronda”: “Alzo la vista, desenmaraño el día/para tensar lo desvanecido del instante”.

Condición de nube confirma y fortalece la trayectoria poética de Eduardo Cerecedo: un río verbal escrito bajo la clara sombra, como diría el poeta, de la meditación y del silencio.

SELECCIÓN DE POEMAS.

PERTENECEN AL LIBRO GANADOR DEL PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA “BERNARDO RUIZ”  2010, ESTADO DE MÉXICO


RAPSODIA  A LA LLUVIA

I

Llega junio con mujeres abundantes, mujeres ovulando, de bocas repletas de grosella,

música su follaje donde el verdor llega hasta lo amarillo del día,

lo abren, se miran en las horas espejeantes. Surtidor de sensualidad desborda el tiempo,

cauce de aromas, el jardín sus piernas. Las piernas brillan con fresca armonía,

también sus cuerpos de hojas llenos para saciar los ojos.

Llega junio y los pájaros son nubes que el viento recoge en la fronda de la tarde, ahora

roja por el mes, abierto por la mujeres que me mueven la memoria: follaje de flamboyanes,

de esa premura de algo.

No venteo nada, percibo claro el río de los tallos, palpando lo rugoso de la espera en este

claro de la página por volverse un saurio en la imagen crecida del lenguaje.




II

Algo toca el mar, una luz tierna nace: la espuma, red de levante. Una escarcha de brisa

deja como escultura el movimiento de la luna.

Llama o flama que las rocas adelgazan hasta hacer de sus cuerpos un filo que ha de cortar

el mediodía con el viento.

Un faro pare la ausencia de la lluvia al incrustar en lejanía,  el correr del agua por los tallos

de las matas de plátano.

El agua también alumbra parte del tiempo que se disgrega por el manglar. Donde la música

apaga el esplendor de gargantas.

Apenas observo la noche en tus ojos, una lluvia se divisa, ahora cielo la noche.




III

Bajo el mangle  miro como el agua trepa el rubor de la  tierra en élitros, pájaros aíslan

un bebedero que la noche dispersa cuando llueve.

El manglar es una isla que la noche empuja para que la luna empape de peces la marea.

Ahora candelas para entibiar mi corazón.

Arrecia la lluvia, agua por todos lados, por todas partes chorrea el mar su salitre. Aquí

se esculpe la estancia, que me lleva a un solo camino: la infancia. Lámpara que en la noche

una pira por donde asciende la rotación del agua por el golfo.




IV

Llegó junio y el cristal por el que veo el tiempo es golpeado por la música de Bach y sobre

la mesa, la novela de Eusebio Ruvalcaba divide la luz tenue de mi habitación,  que una

veladora adorna con su calor la voz del escritor que bebe un appleton, con agua mineral y de

hielos repleto.

Salud poeta por, una vez más, aumentar el silencio a la noche. Se va junio con sus aguas apretadas

en el vientre y un abrazo al de Guadalajara desde esta costa del Golfo de México,

sin mayor pretensión que estas palabras escogidas bajo el cielo de junio reclamando su nombre.






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