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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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MARÍA ELVIRA PIWONKA [14.715] Poeta de Chile

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María Elvira Piwonka

María Elvira Piwonka Moreno (Santiago, 1913 - 2006) fue una escritora y poetisa chilena. Es incluida junto a Homero Arce, Stella Corvalán y Mila Oyarzún, entre otros, en un grupo de escritores cercanos a la Generación del 38, mientras que aparece junto a María Monvel, Chela Reyes, Sylvia Moore, Gladys Thein, Mila Oyarzún e Irma Astorga dentro de la denominada «nueva poesía» chilena de fines de la década de 1950.

Uno de sus primeros trabajos literarios publicados fue el poemario Íntima a través de la editorial Tegualda (1946), mientras que en 1949 recibió el Premio Municipal de Poesía de Santiago por su segunda publicación: Llamarlo amor.

Obras

Íntima (Santiago, Tegualda, 1946).
Llamarlo amor (Santiago, 1949).
Lazo de arena (Santiago, Grupo Fuego, 1957).
Selected poems traducido por Clark Mills (Nueva York, Osmar, 1967).

Aparición en antologías

Guía de la poesía erótica en Chile.



BUSCO EL LÍMITE

Busco el límite.
Escudriño afanosamente el silencio.
Desmesurados, abro los ojos
en el aire negro.

Vago toda una noche larga
y no lo encuentro.
Como una honda ciega,
con ímpetu lanzo mi grito al misterio;
rebota en el vacío,
nunca lo encuentro.
Entre ausencia y presencia
¡qué límite pequeño!





Íntima
Autor: María Elvira Piwonka
Santiago de Chile: Tegualda, 1946


CRÍTICA APARECIDA EN EL DIARIO ILUSTRADO EL DÍA 1946-07-14. AUTOR: MISAEL CORREA PASTENE

En las 90 páginas de “Íntima”, de María Elvira Piwonka, que ha impreso la Editorial Tegualda, hay unas 25 composiciones que justifican el título y que muestran un alma que sufre, anhela y se inquieta ante la Vida, el Dolor y el Amor.

Es gentil su defensa ante una posible crítica de su modo de sentir y expresar.



“Dirán que no es copia fiel
del hoy, mañana y ayer
que ostenta alma del siglo
en labrado engaste antiguo.

Ya todas las que así me digan
¿qué puedo yo responder?
¡Si con ello me critican
de haber nacido mujer!”



Pues, no. A mí me deja una sensación distinta y aun diversa. Paréceme que el alma de María Elvira Piwonka es antigua y siempre nueva y su modo de expresarse, moderno. No modernista.

¿Qué canta o sobre qué monologa? Lo que ha llenado su vida, lo que han trizado sus anhelos, lo que ha sacudido y exprimido su alma, amor o dolor. Es lo eterno, el núcleo de la vida, la meta de nuestras andanzas, intelectuales o sentimentales. Y al cantar o gemir su expresión es de nuestro tiempo. Tiene la complejidad de esta era de conocimientos universales en que todo tiende a la unidad, en que el mundo se achica y todo se apretuja, mezcla y confunde, como productos de una misma energía, de una misma sustancia de apariencia diversificada que la ciencia sintetiza en sus avances, la industria en sus aplicaciones y la filosofía en sus conceptos. Subimos la inmensa pirámide cuya ancha base son los hechos concretos, se adelgaza en los conceptos universales y termina en la Idea Suprema que contiene el universo creado y todos los posibles, que es Dios.

Me he subido sin quererlo. Desciendo. Pasa que el modernismo es poesía, presintiendo esta unidad que aún no se realiza, quiere inconscientemente expresarla y hace mezcla y batiburrillo con todos los elementos, de lo que resulta una jerigonza inentendible.

La Sra. Piwonka sabe detenerse y decir lo que siente por modo elegante y de buen gusto. Y con sinceridad.



Es hermosa y sentida su “Ronda Amarga”:

“Mi niño tostado
de sol y aire puro,
húmedo de mar
su cabello oscuro,
el cielo anidando
los ojitos suyos.

Más que los claveles
mi niño rosado.
Su fresca alegría
florece en los prados.

Me ensanchan la vida
sus abiertos brazos.

……………………

Callada la risa
y los pies tranquilos
la ronda en espera
que sane mi niño.

………………….

Muy quieto mi ángel
más blanco que un lirio,
marchitas las flores
en el aire tibio.
Cerrados sus ojos
¡y no está dormido!”



El niño que se fue para siempre es una obsesión dolorosa. Pero la vida no se detiene. El amor enciende su antorcha, que alumbra y calienta.



“Voy hacia ti…
Voy hacia ti con las manos
como auroras florecidas
y en mis pupilas la luz de mil estrellas, dormida.

Y la porfía apasionante y angustiosa del amor
si yo de llevarte siempre
y de esperar día a día
con afán desesperado,
con esta intensa porfía,
el alma, que tú no entregas,
el alma, que tú no ansías”.



Hay en todas estas poesías de intimidad un hondo sentir de la naturaleza en que el amor trenza su tela.



“Te envolverá mi recuerdo
como el polvo del camino.
Despertará mi alegría
en tu cielo amanecido
y se entornará mi pena
en la noche de los pinos.
Desmenuzada mi voz
te cantará con los grillos…
mis ojos se brotarán
en cada brizna de trigo…”






Llamarlo amor
Autor: María Elvira Piwonka
Santiago de Chile: Impr. Universitaria, 1949





CRÍTICA APARECIDA EN EL DIARIO ILUSTRADO EL DÍA 1949-10-16. AUTOR: CARLOS RENÉ CORREA

Las últimas publicaciones de las poetisas chilenas han desvirtuado, casi totalmente, la afirmación de algunos críticos en el sentido de que fuera de Gabriela Mistral y de otras dos o tres poetisas más, las restantes carecen en absoluto de valor (1). No hacemos, por cierto, la defensa de las pseudo poetisas, que por desgracia hacen ostentación pública de méritos intelectuales y artísticos que no poseen. Las hay, pero el tiempo se encargará de ir borrando toda huella de mediocridad dejada por ellas.

María Elvira Piwonka, que se diera a conocer en el mundo de nuestras letras con un libro provisor, “Íntima” (1946), ha continuado en la noble labor iniciada entonces con un sentido de auténtico fervor por la belleza y sin desmedidas ambiciones de notoriedad. Ella bien ha comprendido que la poesía verdadera no admite términos medios y que es preciso afinar todavía más su sensibilidad, entregarse a una tarea de depuración total de los elementos y enriquecer el canto con nuevas experiencias. Fue realizando esa tarea lentamente, pero con provecho cierto y he aquí que el fruto de tales desvelos está realizado en su nuevo libro “Llamarlo amor”, cuyo título sugerente está logrado a través de toda la obra.

Una lectura atenta y meditada de estos poemas de María Elvira Piwonka nos sugiere, en primer término, que ella ha ganado en intensidad; que su verso ha logrado una elegancia extraordinaria y que el tono del libro tiene unidad y es el reflejo de una verdad vivida, experimentada. La poetisa tiene hoy la seguridad que en sus primeros poemas le faltaba y puede darse el lujo de triunfar en el campo del soneto, de la balada y del romance. No desdeña la métrica y cultiva con verdadero amor la forma externa de su poesía; bien sabe que el buen vino debe brindarse en copas finas y de líneas armoniosas.

La obra está dividida en tres pequeñas jornadas: “Amor sin alas”, “Interludio” y “Alado amor”. Admirable por su fuerza contenida y la sugerencia de todo un mundo de imágenes interiores en su poema “Día sin ti”, que dice:


“Por el aire de este día
soy una semilla quieta,
sin tierra para su savia,
sin savia para su tierra.
Soy una rama cortada
sin nube en el cielo y tensa
y el arrullo sin sonido
de aquella paloma muerta.
Pinta lutos subversivos
el funeral de tu ausencia
y un delantal de cenizas
por mi cintura se encrespa.
Descubre el asombro errante
del perro que nadie espera
y la redonda opresión
de una noche sin estrellas.
Persigo inmóviles hebreas
y giro en la angustia fría
que abre el hueco de las puertas”.



Estos versos de María Elvira Piwonka son una demostración señera de la calidad de su poesía; cierta desolación y ternura interior conmueven la sensibilidad femenina de la autora que asiste a un funeral de ausencia. La gracia y delicadeza se transparenta aun más en los versos de “Baladas” en los cuales la autora muestra su pleno dominio de la forma y la belleza pura. Poesía llena de interrogaciones, versos que dicen:



“Vaga un perfume disperso
en este otoño embrujado.

¿Claveles recién abiertos
o césped recién cortado?

Vibra un cálido reflejo
por el jardín extraviado.
¿Joven sol de Abril incierto,
último sol de verano…?
Hay un acorde en suspenso
dentro del aire callado.
Amor que levantó el vuelo,
amor que no se ha posado…”



La duda amorosa la mortifica, la exalta y robustece su inspiración. “Llamarlo amor”, es un libro de sugerencias subjetivas; han quedado ausentes los tamices objetivos y, en cambio, una música íntima traduce la verdad plena de la poetisa que se ubica entre lo humano y lo irreal.

No podríamos cerrar este comentario sin citar el último poema del libro que es una síntesis de toda su verdad y belleza. La autora expresa hondos conceptos y los reviste con elegancia clásica, sin caer en la pesadilla de las repeticiones. El poema aludido lleva el nombre del libro y dice:



“Destila, este mi amor que por ti escondo,
tan tierno gusto,
que me angustia y sobre mi cuerpo como
carozo al fruto.

Este pálido amor que por ti enciendo
es tan profundo,
que invisible arde el fuego en su centro,
como en el mundo.

Este ignorado amor que por ti brota
nace tan hondo,
que, como burbuja de luz aflora
sobre mis ojos.

Este atrevido amor que por ti siento
late tan tímido,
que semeja, recostado en mi pecho
un niño dormido…

Este amor inerte, de quietas alas
muelle y confiado,
es paloma desmayada
sobre tu mano.

Este mi amor de cadenas liviano,
[es] tan fuerte,
que ni podrá troncharlo
la muerte.

Este encendido amor
es tan puro,
que, de llamarlo amor,
dudo…”



No es aventurado augurarle a María Elvira Piwonka un definitivo triunfo en tan nobles lides artísticas ya que con este libro demuestra condiciones sobresalientes. Un mayor ejercicio en el campo de lo poético y la selección de temas originales incrementarán la calidad de su obra, la cual tiente ya tan felices realizaciones.

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(1) El mismo Carlos René Correa en dos oportunidades puso sobre la mesa esta afirmación; e.g. las críticas a los libros “Transparencias de un alma” de María de la Cruz (El Diario Ilustrado: 11-05-1941), y “Esquinas del viento” de Mila Oyarzún (El Diario Ilustrado: 07-12-1941). (N. del ed.)





CRÍTICA APARECIDA EN EL MERCURIO EL DÍA 1949-11-27. AUTOR: ALONE

La autora duda o dice que duda si llamarlo amor; pero ninguno de sus lectores vacilará. Sí, todo eso: el vagabundeo por distintos campos, el llorar, el reír, el ponerse de pronto a mirar un cielo “alado de estrellas vagas”, el cantar ligero que se le escapa sin saber, y el estar alegre y el ponerse triste, todo y muchas otras cosas más circulantes por las estrofas hay que llamarlo con el mismo nombre, porque traduce una realidad idéntica. ¡Es el amor, es el amor! María Elvira Piwonka, aunque trate de regirla, vuelve siempre de cerca o desde lejos a la misma cuestión, antigua y nueva; pero sus mejores efectos los obtiene de esa sorpresa ante sí misma que la obliga a titubear y preguntarse:



“Yo no sé si es quererte
este audaz latigazo que me enlaza a tu suerte.
Yo no sé si es odiarte,
dardo y mástil hundidos en mi vida, llevarte.
Yo no sé si es quererte,
fiebre pronta a surgir al milagro de verte.
Yo no sé si es odiarte,
huella siempre anterior a mi rastro, encontrarte.
Yo no sé si es quererte
este hundirme en tus brazos con abismo de muerte.
Yo no sé si es odiarte
este untarme de sed los labios, al besarte.
Yo no sé si es quererte
pavor que abre mis manos para no retenerte.
¡Yo no sé si es odiarte
este indómito impulso que me ha arrastrado a amarte!”



Como franqueza de expresión, como nervio, como fuerza, habría que retroceder hasta Gabriela Mistral, para descubrirle paralelo. Y cuenta que, si no causa ahora parecida impresión ni alarma a nadie, es porque María Elvira Piwonka haya abierto el camino y los ánimos dispuestos.

Se requiere, en verdad, mucha inocencia o una malicia muy fina para dudar entre llamarlo y no llamarlo amor.



Lazo de arena
Autor: María Elvira Piwonka
Santiago de Chile: Eds. del Grupo Fuego, 1957


CRÍTICA APARECIDA EN EL DIARIO ILUSTRADO EL DÍA 1957-10-27. AUTOR: HUGO LASO JARPA

¿Es posible concebir algo más sutil e inasible, una trampa más fina y susceptible de burlar que una lazada de arena? Acaso difícilmente se hallarán reunidas todas aquellas imponderables condiciones en otro metafórico elemento. Observado desde la tosca realidad cotidiana, un lazo de arena, sin duda es un instrumento un tanto absurdo, de improbable materialización. Llevado al terreno figurativo y literario su existencia es legítima. Con su nudo impalpable y fluyente puede trazar cercos, enlazar vidas, estrechar sentimientos, aprisionar en el círculo arenoso todo un mundo subjetivo. Aquel lazo, en fin, es el amor en sus manifestaciones más hondas y trascendentes.

María Elvira Piwonka, poetisa, autora de tres libros bellamente logrados, así siente el amor. De tal modo lo ve y lo desenvuelve. Sus poemas, por eso, están siempre saturados de matices afectivos. Reflejan asimismo la inseguridad, lo transitorio y fugaz del sentimiento humano. Ciertamente adóptase una posición de escepticismo, duro y rebelde, a veces. Sin embargo, de aquel clima vivencial trasciende una notable y digna actitud ante los seres y los sentimientos.

Hay en las líricas imágenes de “Lazo de arena”, volumen editado bajo el patrocinio del conocido “Grupo Fuego”, una alegría asordinada que se aprecia sincera (“Acción de gracias”) y se conjuga empero admirablemente con abatidos esquemas afectivos.

Desde sus anteriores creaciones, “Íntima” y “Llamarlo amor”, esta poetisa nos sorprendió con una entonación nueva y original, que en el verbo de algún otro vate, es probable que hubiese devenido en difusa insubstancialidad, en un mirar al ser, bajo ángulos casi horizontales, de seca superficie.

En María Elvira Piwonka se descubre con grata presteza que tras aquel juego de ideas, aquel amable corretear imágenes de amor, hay un afán doloroso por encubrir las heridas de un lírico mundo, como en un apremiante acallar de sollozos. Mas, estos se perciben disfrazados entre la supuesta fragilidad espiritual y aflora, por ejemplo, “Despojos”, trozo de antología, tal vez sin paralelo en nuestra poética por la fuerza expresiva, rítmica y sugerente:




“De pronto tu voz,
tu voz en el viento.
¿De dónde, el viento que me trae tu voz?
¿Dónde tu voz que llega con el viento?
Tu voz muerta que revive en el viento
Tu voz muerta que llega y se aleja en el viento,
que se aleja en el viento y llega.
Tu voz, que no dice nada
tu voz sin sonido
tu voz sin cuerpo,
tu voz que me toca
con su aliento
en el viento”.




Entonces, sacudidos por fragmentos como el transcrito, comprendemos la actitud heroica de este hacer poético, que aminora y excusa posibles caídas formales o débiles enfoques del cuerpo temático en otros poemas del libro que comentamos.

Y hacemos tal afirmación de heroicidad en la artística ruta, porque creemos hallar en María Elvira Piwonka a través de toda su lírica cosecha, una constante que, en cierto modo, es casi un discreto mensaje filosófico: sonriamos al vivir. El dolor nos envuelve y nos agobia. Mas, sonriamos. Acaso se transparente la expresión dolorida. Pero aquello mismo valoriza aun más el canto, de notas a veces temblorosas.



CRÍTICA APARECIDA EN EL DIARIO ILUSTRADO EL DÍA 1957-12-01. AUTOR: FRANCISCO DUSSUEL

Las escritoras chilenas están empeñadas en ganar la batalla. Con una constancia digna de todo elogio saltan a la palestra y publican sus obras desafiando la atención y cierta apatía del público, muy poco crédulo hacia estas manifestaciones del espíritu. En estos días hemos recibido varios libros poéticos dedicados “afectuosamente”, conteniendo manifestaciones líricas, inquietas búsquedas, sinceras expansiones de un yo generalmente atormentado e insatisfecho, que no puede circunscribirse a determinados estados psíquicos sino que busca por todos los medios expandir su fluir interno en un ir y venir de imágenes y metáforas.

María Elvira Piwonka aparece en “Lazo de arena” bajo el sello del Grupo Fuego. Su lema, “Ex fumo un Lucem”, “Del humo a la luz”. Revela el sentimiento recóndito en los ambientes literarios. Algunos creyeron que todo iba a terminar en humo. Se equivocaron. Las solitarias ironías allí quedaron como símbolo de incomprensión estética. El tiempo y las frecuentes sorpresas que nos ha deparado este selecto reducto poético nos obligan a valorizar el esfuerzo no tanto publicitario cuanto creativo que él contiene.

En la presentación de la obra colaboran Coke y sonoros nombres de críticos ya consagrados. Trataremos de penetrar en estos versos con la mayor objetividad posible, guiados solamente por el deseo de captar en su extensión y profundidad la real proyección que “Lazo de arena” contiene. No es nuestro estilo suponer la lectura. Preferimos la verdad, aunque nos conocemos limitados y sujetos al error, como todos los seres humanos.

María Elvira Piwonka hizo su aparición en 1945 con “Íntima”. Cuatro años más tarde (1949), recibió alborozada el Premio Municipal de Poesía con “Llamarlo amor”, que la crítica nacional y extranjera ensalzó sin reticencias. Alone añoró a Gabriela Mistral; Jerónimo Lagos Lisboa, señaló ruta de femineidad y universalidad; Carlos Barella la envolvió en un ámbito de luz melodioso, fruto espontáneo de su propio espíritu; Misael Correa Pastene dijo de ella que era sencilla y natural, profunda y nítida, original y de excelente gusto estético; Oreste Plath creyó ver en “Llamarlo amor” una “fiesta de amar y pensar” y José Salas y Guirior en España expresó que los versos de esta “muchacha americana de hoy, son vigorosos y tienen alma, la entraña y el aliento de los que se han enfrentado con la vida”.

En una palabra, el panegírico fue generoso.

Y como primicia la poetisa anuncia que próximamente se publicarán en Ediciones “Voyages” de Nueva York sus “Poemas selectos” traducidos al inglés por Clark Mills.

“Lazo de arena” es una nueva creación. Por eso nos atrevemos a un análisis. De lo contrario deberíamos sentarnos serenamente a leer y dejarnos llevar por la excelsitud proclama de tantas tonalidades.

El primer poema se titula “Tardes”. Es hermoso. Son cuatro breves pinceladas que evocan el gris, el azul, el oro y el fuego de las “pálidas tardes de gris adormecido”, de las tardes enhiestas de perfil dilatado, “sin viento en la pradera / sin nube en el espacio”, de las cálidas tardes:



“con fragancia de espino
abiertas como un suave ramillete amarillo
sobre el ancho velamen
ondulante del trigo
esas tardes que hieren
con su fuego encendido
las extáticas nieves
y el horizonte esquivo”.



Desde el primer momento se advierte la presencia de una sensibilidad superior. Los enigmáticos sonreirán. No importa. Preferimos la expresión nítida de un mensaje poético bello y no la densidad hosca de tanto vate abstruso, oculto tras tanta maraña simbólica y hermética. María Elvira Piwonka tiene mucho que decir y lo sabe cantar en un lenguaje moderno, sugerente, musical y preciso.

“Mirajes” ahonda ya con más intensidad en lo subjetivo. Puente, noche, río, nieve, agua, capa de frío, vuelos negros, luna y amor, son los elementos simples que plasman toda una zona de vivencias.

“Un día sin verte” prolonga esta subjetividad poética. Armonía y belleza se hermanan para plasmar un todo que hechiza:



“Un día sin verte no es un día;
que es noche entre soles escondida
andanza sin punto de partida
ni meta segura en lejanía.
Un día sin verte y la sencilla
fugaz primavera detenida
ausente de luz su rumbo olvida
vocando hacia el gris su algarabía”.



Y de pronto el grito de la pasión que clama brutal desde lo más profundo de su ser. “La imposible desnudez” revela todo su “substratum” adolorido y abismante, que coloca en primer plano la irresistible sed oscura, el “eco rodando hacia el fondo de tu clamor”. María Elvira Piwonka corrío el velo y dejó traslucir fugazmente lo que en “Trizas” y en “Lluvia” se precisa con más exactitud.

“El reproche” y “Sorbo amargo” dejan entrever la espera de un milagro florecido de ojos densos, de mundos rodando, de brazos ficticios aniquilados de anhelos insatisfechos, de labios deseados.

El lector siente como se transforma el lenguaje y el estado pasional y emotivo es expresado a través de adjetivos sombríos, reveladores de un sincero estado de espíritu muy ajeno por cierto al estiramiento seudo romántico de ciertos líricos mediocres y asustadizos.

“Coqueta” es una revancha. “La única ciencia” entrelaza bellamente el escepticismo con la fe en el amor que “es nube / y no sabe esperar”. “Romance del amor muerto” condena el llanto de las madreselvas con sudarios de luna llena, con cortejos de ilusiones y ternezas. “No sé qué decirte” es la “queja en sollozos pronunciada”, es el “látigo de la risa amarga”, “los sueños hecho trizas”, es un partir “sin dejar nada”. “Acto de desesperanza” y “soledad en otoño” sintetizan “todos los caminos / que se han vuelto lágrimas”.

Los poemas posteriores constituyen un “Paso sin luz”. La poetisa (y en esto concordamos con Alone) nos nace pensar en Gabriela Mistral, que recurre a la muerte para aplacar su dolor. Sin embargo le falta algo muy fundamental: Gabriela es más profunda, intuye un más allá divino que le espera. No es solamente un “abrazo que no suelta / la caricia que anonada” como en María Elvira Piwonka. Gabriela Mistral proyecta su pensamiento y ve en ella el brazo de Dios que estruja el racimo para que de el vino generoso, como lo expresa tan hermosamente en “Sé que no temeré a la muerte”.

[…]

Es el fruto en sazón, que ha adquirido su perfección a través de tanto anhelo insatisfecho. Es la belleza y el amor ansiado con frenesí que ha hallado el por qué de su existencia.

En una palabra, María Elvira Piwonka logró romper las amarras para mirar más lejos y poder así ofrecernos una creación de superior jerarquía estética, en la que se conjugan la vida, la naturaleza, el desengaño y la audacia, lo divino y lo terreno, expresado en un lenguaje modernos, rico y expresivo.





JUAN RAMOS ÁLVAREZ [14.716] Poeta de Chile

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Juan Ramos Álvarez

Juan Segundo Ramos Álvarez (Vallenar, Chile    6 de septiembre de 1908 - Murió trágicamente el 16 de junio de 1949), fue un abogado, poeta e historiador chileno.

Sus padres fueron Juan Antonio Ramos, rico propietario freirinense, que descendía del primer encomendero del valle del Huasco, Jerónimo Ramos de Torres y Saa; y su madre doña Tránsito Álvarez de Ramos, perteneciente también a una de las más antiguas familias del Huasco.

Sus estudios básicos los realizó en la Escuela Particular y luego en la Escuela Superior Nº 1 de Vallenar. Posteriormente ingresó al Seminario Conciliar de La Serena, lugar en que realizó brillantes estudios humanísticos y sacerdotales. Allí nació su inquietud literaria, dirigiendo con acierto un periódico estudiantil. Trabajó en esa publicación con el sacerdote Pedro Vega, querido y destacado periodista y escritor. En esa época el religioso era estudiante como él.

Ramos Álvarez quedó sin padre a temprana edad. Su madre, ya viuda no autorizó que su único hijo viajara a Europa para continuar su formación religiosa para la cual ya estaba seleccionado. Por esta razón, ingresó primero a la Universidad Católica de Chile y posteriormente a la Universidad de Chile, donde realizó con distinción estudios de Derecho.

El destacado estudiante vallenarino en los medios universitarios perteneció a esa pléyade que encabezó entre otros Eduardo Frei Montalva de quien fue compañero de curso en la Universidad Católica.

Los medios de comunicación de Vallenar, lo destacaron en sus páginas por su vibrante oratoria. Como historiador y poeta, poseía una prosa plena de belleza y un depurado estilo. Escribió para La Nación, El Diario Ilustrado y otros medios de prensa de Santiago. En Vallenar, lo hacía para El Noticiero Huasquino, editado por la familia Rojas González, El Eco del Huasco, que publicaba Oscar Emilio Carvajal y la Revista literaria Atacama, que conducía el poeta Carlos Eduardo Proby.

Falleció trágicamente en su ciudad natal, la noche del 16 de junio de 1949, tras celebrar el término de los preparativos de su único libro, y en camino a la residencia de sus familiares en la Hacienda La Compañia.

Libros

1948 - Historia del valle del Huasco, (Primera edición años 1948-1949, Inserciones en El Noticiero Huasquino, diario de Vallenar. Segunda edición año 2007, Compilación Agrupación Cultural Paitanasartes, Impreso en Vallenar por Dos M; tiraje: 500 ejemplares.), relato que se centra casi exclusivamente en la ciudad de Vallenar, con solo menciones en capítulos cortos a otras entidades pobladas de la zona como Freirina, Puerto Huasco y otros enclaves mineros).




ROMANCE DE VALLENAR

(FRAGMENTO)

En el verde corazón de un valle perdido en las montañas,
bajo un cielo siempre azul y arrullada por la blanda música del río,
engastada como una perla y airosa como una flor de los desiertos,
estás Vallenar, hermosa, blando terruño de apacibles sueños.
Deja que al conjuro de tus huertos olorosos,
de tus melancólicos sauces,
de la gracia sensual de tus mujeres,
refresque mi espíritu en la fuente cristalina del recuerdo
Y como un amante al oído de su adorada,
te hable con la palabra teñida de lejanas
Lontananzas sobre el paisaje azul de los saudades.
Fuiste en un tiempo lejano, selvática morada,
Paitanás cubierta de chañares, pacules y algarrobos,
a cuya sombra los indios
Rumiaron su fatiga minera
y endulzaron su ancestral melancolía
al compás tristemente sostenido de sus flautas aborígenes.
El río Huasco, Monarca del Valle, destrozó enfurecido
la mitad más hermosa de tu población en 1906...
La furia ciega del cataclismo de 1922,
te hizo caer, al fin deshecha en ruinas...
Pero, hoy Vallenar, carne de milagro, alma cuajada de nobleza,
Has vuelto a renacer, aún más bella, aún más grande, aún más buena...
En tus lindes seguirá eternamente conjugando el romance de tus huertos olorosos
con la gracia hechicera de tus mujeres y el esfuerzo progresista de tus hijos.

(Publicado en "El noticiero huasquino" de Vallenar, 5 de enero de 1949)






















JORGE ZAMBRA [14.717] Poeta de Chile

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Jorge Zambra

Jorge Eduardo Zambra Contreras (La Serena, 25 de enero de 1939), es un periodista, profesor, historiador, poeta y dibujante chileno. Actual director del Museo del Huasco de Vallenar.

Nacido en La Serena en 1939, hijo de Jorge Zambra Naranjo y Fresia Contreras, trabajó cuando joven como ayudante, del destacado arqueólogo Jorge Iribarren Charlin.

Estudia y se recibe como periodista, y luego también se recibe en la Universidad Técnica del Estado como profesor de castellano.

Ha realizado labores como periodista en los diarios El Serenese, El Día, La Prensa y La Tercera. En el ámbito patrimonial realizó el rescate del "enterratorio incaico de Isla Guacolda" en Huasco, después de su saqueo y destrucción.

Conoció y recibió importantes consejos de Gabriela Mistral y Pablo de Rokha.

En 1962, fundó en la región de Coquimbo, la agrupación artística vanguardista "Los desencantados".

En 1968 ya estaba radicado en Vallenar, donde ejerce en el cargo de director del diario La Prensa y luego de El Huasco. En esta ciudad fue uno de los impulsores del movimiento literario de esa época, integrando el Grupo literario Paitanás. Ya en 1978 fue uno de los socios fundadores de la Sociedad de Escritores de Atacama. Después de algún tiempo en Vallenar se dedica al periodismo radial.

Libros

1963 - Huésped del alba (poemas)
El disc-jockey (novela corta, ganadora de un primer premio)
Retrato literario de una provincia (ensayo, premiado)
1982 - Las calles de Vallenar (investigación, iniciativa del Club Deportivo y Cultural El Algarrobo. Coautores Kabur Flores, Alfonso Sanguinetti Mulet, Francisco Ríos Cortés y Luis Hormazábal Godoy).
1997 - Poemas del desierto Florido
1999 - Gabriela en el Huasco (ensayo, premiado)
2001 - Los nombres del Huasco (toponimia huasquina)
2010 - La casa viva

Publicaciones en Antologías
Ha sido incluido en las siguientes antologías.

1956 - Quince plumas
1956 - Poetas del Elqui al Limarí
1966 - Antología de la poesía nortina (de Mario Bahamonde Silva)
2008 - Revistando Chile: identidades, mitos e historias (microantología de cuatro números de la revista Orfeo)
2008 - El burro y el diablo

Premios

1955 - Torneo literario Ateneo (primer premio, José Victorino Lastarria)
1963 - Concurso provincial de poesía (primer premio, La Serena)
Primer encuentro de escritores del norte (mención, Arica)
1969 - Concurso zonal de novela breve (primer premio)
1978 - Premio en poesía en el Festival de la Aceituna (Huasco Bajo)
1980 - Premio en poesía en el Festival de la Aceituna (Huasco Bajo)
1985 - Medalla Ambrosio O'Higgins (Municipalidad de Vallenar)
2000 - Premio sociedad Gabriel Mistral (Södertälje, Suecia)
2000 - Premio provincia del Huasco (por trayectoria literaria, Copiapó)
2008 - Premio Juan Godoy Rivera (Municipalidad de Andacollo)
2012 - Medalla Luciano Morales Bravo (radio Estrella del norte)




UN TREN Y UNOS CABALLOS

Me precipité en la estación
Cuando la noche daba
Su última mirada.
Alguien ya se iba.
Me dijo algo
De un tren de amanecida.
“No figuraba en itinerario.
Partió al norte” y no agregó más.

En uno de los caballos
De la tropilla del alba
Corrí a su alcance.
Hacia el sol
Que en el acerado brillo
Anunciaba la mañana gélida
De las ferrovías,
Iba yo con mis caballos
Como un meteoro
Levantando una larga polvareda.

Vi en el desierto, más allá
Del árbol de Marañón,
De Punta de Díaz
Aún más lejos,
Un tren en lontananza.

Corriendo acorté la lejanía.
Corriendo, en carrera imparable,
Logré ponerme a la par,
Y el tronante entrevero
El tren marchaba al galope
E iban rodando los caballos.

Era un tren resplandeciente
De un solo tripulante,
Un pasajero único:
El maquinista Hugo Ramírez.

Blanca la camisa
Y en la ventanilla de la máquina,
Sonreía, con el talante
Que solía apostarse
En su esquina predilecta de la plaza.
¡¡Como “andar en puentes”, Hugo!!,
Le grité, la mano en alto.
Se rió. Ya no estaba herido,
Ningún mal parecía amenazarlo.
¡¡¿ Y este viaje Hugo… ?!!
Volvía gritarle
Sobre el tronar
De cascos y ruedas…
“… ¡¡ Un poema sin terminar…
Unos versos de vino… ¡!”
Y no pude oírle otras palabras,
Palomas aturdidas en el tumulto.
Y sonriente el viajero
También saludó alzando la mano.

Rompiendo en estampida,
El tren se adelantó,
Refulgente,
En el quieto oleaje de la llanura,
Rumbo a la estación
Fuera del mapa.
Después el convoy fue un destello.
Luego en la línea
Se doblegaba el eco
Hasta ser el rumor de un latido.

Fundida la tropilla en la luz
Y yo
En medio del silencio,
Me preguntaba
-me pregunto-
¿Qué queda tras
Un tren de luz
Que pasa?





GARRA DE LEÓN

Pasan sin rugir leones púrpuras.
Por Totoral cruzan encendidos,
Por carrizal van con el viento.
Merodean las quebradas
Garras escarlatas.
Dejan marcada la tierra
Muelles manos.
No falta la liebre
A su carrera, el guanaco
A la manada,
Ni el zorro a la mirada avizora,
La culebra a la línea ondulante.
De estos leones
No hay huellas de sangre,
Sino pétalos rojos.
Pudiera su guarida
Sumirse entre piedras
O bajo el sol, en fiera
Vecindad de quiscos.
Pero estos leones
No entregan su secreto.
Tal vez se escabullen
Entre las polvaredas.
Cazadores, por más que busquen su rastro
Nunca hallarán a estos felinos,
Sólo su roja inflorescencia.





RETORNO DESDE EL ALBA

Aquí estuvo.
Hizo este surco de luz
En la hierba.
Y yo, ¿dónde estaba?
¿Dónde?

Un día más sin ella:
Es como desandar del alba
A las tinieblas.
El prado la conoce.
Yo la adoro
Y no la he visto nunca.

Se me agolpa
El cansancio en todo el cuerpo.
La tarde cae.
Hierba,
¡me dejas pasar en ti, la noche?
¡Aquí, en dulce lugar
Donde ella se posará!





CAPITANÍA DE PÁJAROS

Partió de madrugada
Y yo la busco en la mañana,
Capitaneando pájaros:
¡Al aire picaflores,
Palomas a la frontera,
En el agua garzas!

Me dio un beso para irse
Y desperté en el frío.
A ella, a prisa,
Tal vez vaya volando con el día!

Pongan en la luz las alas
Y en la hierba
Y búsquenla por el pelo
O por la falda.
Que el rocío estalle
Por ver si guarda
Sus lágrimas amadas.




VIVIANA RESTREPO [14.731] Poeta de Colombia

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Viviana Restrepo

Colombia, 1985
Viviana Restrepo  nació en Medellín, en 1985.Ha publicado  el libro de poemas  Lo que dura un eclipse. Poemas suyos han sido publicados en las revistas de poesía Asfódelo, Punto Seguido, Prometeo y Polifonía, de la Universidad Tecnológica de Pereira. Hizo parte de la organización del encuentro anual de poetas de la zona noroccidental de Medellín. Sobre su poesía, expresó Pedro Arturo Estrada: « Para ella la sangre matricial, la sangre sacrificial, la sangre lustral, las distintas sangres que la han marcado hasta hoy se hacen tinta que espera, que comienza a verterse en poesía y a arder más allá del cuerpo y la contingencia de los pasos, siempre inciertos, en esta ciudad y estos días de acoso y desasimiento. Para Viviana, la poesía es gestación de lo universal, carnadura y desgarradura, lenta consagración de la vida que otra vez anhela, ansía el renacimiento, la revelación de lo otro, la manifestación de lo sagrado en el mundo. Por ello, asistimos, se nos ha invitado a ser testigos de ese parto de palabras que desde el más oscuro magma de su ser, nos convoca.»





EN EL LIBRO LLUEVE

En el libro llueve
y no hay rastro de ceniza en el cuerpo.

Dios bendijo tu semilla
para que opacaras mi maldición.

Pronuncia las palabras benditas
y se dibujarán estrías negras
sobre los ojos
y por debajo de la piel
donde no llega aún la sed
ni el agua para saciarla.

Ya no sé qué escribo.

Puedo mirar muchas veces el sol 
y no sufrir
porque tengo estrías negras en los ojos
y una sed que no se acaba
ni se sacia
con el agua lluvia del libro.





REFLEJO

Mi oración es una barca:
                                     rema sola en la noche.

Mi susurro es su impulso.

El aliento ya quema

Yo podría dejarte mi canción
si tu corazón fuera un oráculo en medio de las aguas

y ofrendarte mi cuerpo para que no te abandones…

Pero no puedo regresar

soy ceniza.



  

(Sin Título)

a F.

Entre tú y yo una ciudad
amurallada por árboles y hombres

entre tú y yo un río

y  tu único amor: el sendero hacia el sur.

Hay una voz que canta y no te buscará
porque ahora tu hogar es la huella en el camino.



  

RECUERDO

Si sólo la sombra de tus ojos fuera un oráculo en medio del mar 
las bocas de la tierra no me hubieran tragado.

No remes en mis aguas. 
No salgas en busca de otras tierras desde esta orilla, no tendrías como sujetarte.

No tengo un puerto seguro.

Los cuerpos que se acercan a mi isla mudan de piel y parten a buscar un nuevo rostro.

Un día, un ser que estaba sediento y había venido del desierto, encontró aquí un manantial para su necesidad, se marchó cuando su vasija estuvo rebosante.

Otro que practicaba la magia halló en mí un nuevo truco y salió a mostrárselo al mundo.

Hay un tercero, su arte era contar historias, amaba el vino, la sensualidad y los viajes, vivió aquí lo que dura un eclipse, luego partió a la selva…

Han pasado los años y ninguno de esos espíritus ha regresado, sin embargo tres líneas se dibujan en el horizonte cada que quiero irme.






UN CAMINO

En la búsqueda del camino
aparece el laberinto de arena,
tu lengua aparta mi pie del sendero.

Ahora, el reloj gira
hacia el lado contrario

y la cruz que tengo dibujada
en mi ojo izquierdo
es cada vez más negra.

Yo que amo tanto el fuego
te haces sed de agua para mí.





EL OTRO

No sabes leer 
                    las líneas de mis manos.

Ni pensar mi lengua 
                    que arde detrás de mí.

Tu raíz es otra.

Estás al otro lado de la luz.

Tienes un ojo anclado en el rostro

sólo un ojo para ver lo indescifrable

un ojo rojo…

Cómo ver la forma del fuego que has robado
Si tu mano la delineó y no la he visto aún?






CONSAGRACIÓN ESCRITA

1

Que no agonice.

Que no muera
la palabra que aún no pronuncio 
que no escribo.

El conjuro rasga el cielo.

Todo deseo emerge
ennegrece en laguna de polvo.

El gemido no pronunciado.

La argolla en pacto de sangre.

El altar interior es preparado
y la única voz me dictará su secreto

detrás de la puerta.





2

Las sortijas de los cuerpos embalsamados
esposan el día y la noche.

El altar es de hueso blanqueado

está dispuesto para recibir
los primeros ojos de la madrugada.

Las alas en el tiempo.

El barro en la escena exacta
de la danza celestial.

Y en los odres viejos 
la ceniza de la memoria.



3

El ojo de la noche cubre el bosque; en él
se inscribe nuestro pacto.

La promesa vive en letra grabada.

He visto las sombras de mi infancia
mutar conmigo en la vigilia.

Ah, ¿qué sé yo del abrazo?

                                ¿De la sangre en las bocas?

Escribo sobre trazos ajenos
para rescatar la heredad del alma.

Cederé mis manos 
para hablar de la ofrenda.

Primia sangre

Seguiré besando
esta guerra de sangre
hasta descubrir
en el abismo del cuerpo
todos los misterios de la voz.

Esa que grita y calla
esa que aturde el interior de la vigilia
con su profecía
ésa que me convierte en sal.

En hierba amarga.

Aun con un solo pie
besaré una vez más
esta guerra que me produce fiebre
y deseo de parir.




ARS NOMINI

III

Conozco el hambre
desde antes de nacer.

Ella, la que fue y será
desde el vientre hasta la tumba
navega en mi sangre y en mi sed.

El temor a llenarme
punza como aguja.

Amo el vacío
y el desierto para huir.

Ella me persigue.

No huyo del cuerpo.

Atraviesa largos huesos
entra en lo cóncavo y húmedo.

La veo penetrando
y recuerdo la promesa del amado:
que nos haría a todas por igual.





INGRAVIDEZ

III

¿Qué es la vida
sino sólo huesos?

Morir para después parir.

Pongo en riesgo la respiración
y el último aliento.

Niño, me dueles en la carne
te robas mi sangre y mi calor
estás pegado a mí
como el ancla de un barco
aun así eres marinero
desde antes de la luz.

Tengo la tristeza del abismo.





PROMETEO 
Revista Latinoamericana de Poesía 




VÍCTOR ROJAS [14.732] Poeta de Colombia

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Víctor Rojas

Nació en Bogotá, Colombia, el 30 de agosto de 1953. En su ciudad natal estudió Derecho y Ciencias políticas. A la edad de 30 años se traslada a Suecia donde después de aprender el idioma sueco se dedica a la formación académica.

Al mismo tiempo que se recibe de Pedagogo Social en la  Escuela Superior de Jönköping, obtiene una maestría en literatura comparada, otorgada por la Universidad de Gotemburgo.

A la par de sus estudios universitarios Víctor inicia una prolífica carrera literaria tanto como escritor como traductor. Gana un concurso de cuento convocado por Radio Suecia Internacional con el cuento Los bosques de Moheda. Algunos meses después debuta con el libro de cuentos Los suicidas no van al cielo, publicado por el Fondo Editorial por la Paz en Bogotá (1996). En su labor de traductor se cuenta la interpretación de uno de los poemarios del Premio Nóbel sueco, Tomas Tranströmer.

Dos años más tarde aparece su primer poemario en edición bilingüe sueco-español, Dikter till en blind fågel  / Poemas para un pájaro ciego, que le merece un reconocimiento entre los círculos literarios de Suecia. El éxito editorial alcanzado con el libro de poemas hace que la Federación de Escritores de Suecia le conceda el premio Klas de Vylder como escritor extranjero del año. Al año siguiente la ciudad donde reside le concede el Premio anual de la cultura. A ello le seguirían el Premio literario de la Academia de Småland y una distinción como escritor del año, otorgado por la ABF (círculos de formación cultural de los obreros suecos) en 2005.

Hace 17 años fundó la editorial Simon Editor, cuya razón social es la promoción literaria de autores suecos en español y de autores latinoamericanos en sueco. Obedeciendo a esa línea de trabajo ha publicado con su editorial alrededor de 40 libros, en su mayoría de poetas suecos, centroamericanos y colombianos.

Durante un par de años enseña literatura y técnica narrativa en la Escuela Superior de Jönköping a la par que estudia investigación literaria en la Universidad de Gotemburgo. En esta universidad investiga sobre la influencia de la Saga de Islandia en el Realismo mágico. Sobre esta investigación publicó el libro de ensayos Textos de la bruma nórdica que en la actualidad se utiliza como material didáctico en una de las universidades de Dinamarca.

El conocimiento que adquirió sobre la literatura de los vikingos hace que a menudo sea invitado a charlas en el ámbito académico. Sobre este tema ha disertado entre otros lugares en la Universidad de la Habana, Cienfuegos y en el Palacio de Convenciones en Cuba, La Universidad Metropolitana en Ecuador, en los talleres de creación poética del Festival Internacional de Poesía de Medellín, Malmö, Nässjö, en la Feria del libro de Gotemburgo, la Casa de poesía Silva y la feria del libro en Bogotá que fue dedicada a la diáspora colombiana.

En el año 2004 la Academia Sueca le hace un reconocimiento por su labor de traductor al entregarle el premio anual de reconocimiento a quien promueve los valores literarios suecos.

En los círculos literarios suecos es conocido por su dominio sobre las metáforas de los vikingos (Kenningar) y sobre la creación del mundo poético según la mitología nórdica.

Su cuento El sofá, ha sido puesto en escena teatral por el elenco de Teater I de Jönköping y también filmado como cortometraje por el productor de cine Dimitri Latorre. Parte de su obra ha sido traducida al sueco, inglés y alemán.

Víctor Rojas ha colaborado en diversas revistas literarias como Folket i Bild. El inmigrante, Liberación y Karavan, en Suecia. Asimismo en suplementos literarios como El Magazín dominical del Espectador en Colombia, El Nuevo Amanecer de Nicaragua, la revista literaria Tres mil del diario Colatino en El Salvador.

En la actualidad se desempeña como inspector de libertad vigilada del Departamento de Asistencia penitenciaria de Suecia, oficio que complementa con el de escritor y conferencista. Las charlas son en su mayoría de índole literario, sociológico y jurídico.

Parte de su obra literaria, como también de sus traducciones, se puede adquirir en Bogotá en las librerías Lerner, Mundial y Luvina.






Oración de un niño refugiado

Señor

Yo soy un niño cansado de caminar
tengo miedo de los caminos 
y de las sombras de la noche

He dormido sobre almohadas de piedra
puestos los ojos en las estrellas

Acaso, Señor, tú rondas 
de estrella en estrella
como un niño refugiado 
y todos te miran de reojo
y te dan puntapiés 
y te piden papeles de identificación
y te alejan de tu osito de felpa
y tu tractorcito de madera

Ojalá que no…

Las estrellas tiritan, Señor
y yo quiero creer que son tus ojos
que tienen ganas de despertar

El cuerpo de mi padre
quedó en el jardín
junto al árbol de cerezas

Madre llora y acaricia mis cabellos ondulados
y aprieta mis manos y me cubre con su cuerpo

Ya nada saben mis ojos
sólo de la llama que todo lo abraza

Caminamos
caminamos
caminamos
y el fuego nos persigue

Ya no hay lugar en tu tierra, Señor

Los caminos están sembrados 
de lágrimas y minas
y allá donde los caminos terminan
dicen que no hay lugar
para niños con cara de espantapájaros

Estoy cansado, Señor
he olvidado los cuentos 
de piratas y ballenas azules
que mi abuelo nos contó
en tiempos de antes de la guerra

Señor
cuando mi madre y yo
lleguemos al final del camino
dile a la gente que mis pies son ampollas
a punto de reventar

Diles 
que soy pequeño
y la Tierra es grande

Diles 
que yo quiero volver a jugar
a la gallina ciega
y al puente está quebrado
con qué lo curaremos
con cáscaras de huevo, con cáscaras de huevo

Diles que es mentira que Tú has dibujado
sobre la Tierra
líneas que separan a la gente





Todos los días

Todos los días 
a las cuatro en punto
me asomo a la ventana
para hablar con el sol

de mi esposa y de mis hijos
de los amigos lejanos
de que nada cambia
de que eso es todo por hoy y adiós

Todos los días
a las cuatro en punto
me asomo a la ventana 
que con la barrita de tiza
he dibujado en la pared de mi celda






Yo te ailoviu mucho
(Sinfonía en Neruda)

A Olga Cristina Rojas.

Yo no sé a ciencia cierta
por qué tú y yo nos olvidamos durante tanto tiempo
Creo que fue a causa de que tú empezaste a trabajar
en un hospital
atendiendo heridos mortales en el turno de la noche
Por eso nunca más volvimos a caminar La séptima
en las horas de la tarde
mientras yo te cantaba al oído poemas de amor
aprendidos de memoria
Un día me entregaste tus labios
impregnados de carmesí en una hoja de cuaderno
¿Te acuerdas?
Con mucho cuidado la doblé y guardé tus labios
en mi billetera de cuero de vaca llanera
que había comprado en el Pasaje Rivas
que hoy por desgracia ya no existe
Tus labios iban conmigo a toda parte
Me ayudaban a pagar
cuando compraba cuchillas de afeitar
en la tienda de la esquina
o cuando me deshacía de los doscientos pesos
que costaba viajar en la buseta ejecutiva
que rodaba por la Carrera décima
En las horas en que me sentía deshabitado
abría mi billetera y conversaba con tus labios
En las noches estrelladas y de astros titilantes
como esas de tu poeta preferido
tus labios me decían que no eras de otro
pero tampoco eras el último dolor que yo sufría
Podría creerse
que yo andaba por las fronteras del desvarío
hablando con una hoja de cuaderno
y besando a escondidas unos labios rojos
que a nada sabían
En verdad
tus labios me acompañaron
hasta una noche propicia para escribir versos tristes
en que un ladronzuelo en Venecia
el barrio ese que se inunda
cada vez que llueve torrencialmente en Bogotá
sintió celos o qué sé yo
y delante de los pocos y fríos transeúntes
que recorrían la calle principal
sacó a relucir
con la poca luz del alumbrado público
un cuchillo de acribillar marranos
¡Entréguemela! me ordenó
Mi cobardía te entregó sin más ni menos
Entonces protegido por las sombras
y hablando con tus labios
vi al manilargüelo perderse
sin ningún apuro al doblar la esquina
A partir de esa noche
los días para mí se volvieron de suicidio
No sólo no tenía quién me acompañara
a comprar cuchillas
para quitarme las incipientes barbas
sino que tampoco tenía con qué pagar
Así fue
acosado por la desesperanza pensé en aprender inglés
y marcharme lejos muy lejos
de tu olvido y los ladronzuelos de suburbios
Pero sólo alcancé a llegar al barrio Kennedy
y ahí
en la parada del bus te encontré de nuevo
Yo te ailoviu mucho
te dije para impresionarte
con lo poco que había aprendido
del idioma de quienes se marchan lejos
Pero tú fuiste más ingeniosa
y te convertiste en hoja de cuaderno
Con tus labios manchaste los míos de rojo
mientras gruñías que los poetas
cuyos versos yo te recitaba de memoria
eran mentirosos
porque los falsos olvidos son cortos
y los verdaderos amores son largos






Mosca

Verano
Medianoche
Una copa de vino
Mi voz que sola piensa entre cuatro paredes
De la nada una mosca
Se posa en el borde del vaso
Saluda frotando sus garfios casi invisibles
Acude cuando nadie llama a mi puerta
Bebe sin permiso del rojo untado
A mi mano un periódico
página de viejos obituarios
puede ser su muerte
Lo levanto
En el aire me arrepiento
Por superstición
no bebo donde caen los muertos
Por convicción
nadie mata un visitante oportuno
Busco una nueva copa
Pongo algo de música
Notas de bandoneón
se cuelan en las fibras del hígado
La mosca y yo brindamos
Mi voz piensa que disimulo ausencias ajenas
que nada es posible
que la música que invade
es falsa en su letra
no son ciertos los finales felices
nadie ama más allá
de su propio beneficio
La mosca lo entiende
brinda de nuevo y parte




VÍCTOR RAÚL JARAMILLO [14.733] Poeta de Colombia

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Víctor Raúl Jaramillo  

Nació en Sonsón, Antioquia, Colombia, el 14 de junio de 1966. Filósofo de la Universidad de Antioquia, Licenciado en Educación de la Universidad Cooperativa de Colombia, Doctor en Filosofía de la Universidad Pontificia Bolivariana. Ha hecho estudios de pintura y música. Creador de un Consultorio Filosófico. Fundador del grupo de rock Reencarnación Con el que ha prensado tres demo-tapes: Dioses muertos (1987), Alucinógeno (1989), Planeta azul (1994). El L.P.: Reencarnación (1988). El E.P.: Acompáñame a la tumba (1988). Los C.D'S: Egipto (1996), Visiones terrenales (2000). Ha publicado los libros de poemas: Tatuajes de viento, 1992, Jornada de silencio, 1994; Lucifer el hermoso, 1997; Bajo el signo de Hermes, 1998; Alas para el escorpión, 1999. El libro de filosofía y estética: El vuelo del ancla, 1998. La tesis doctoral: Terapia dialógica: introducción al consultorio filosófico, 2000. La antología impropia: La reunión del solitario, 1999. Publicó como co-autor el libro de filosofía como medicina: La palabra detonante (2002). Editó una antología musicalizada de sus poemas en cassette (1998). Actualmente se desempeña como profesor y terapeuta.




Poemas del libro
Los peces tienen sed
 


REALIDAD HABITADA

Estar con el otro,
Adivinar su pena,
Contagiar la calma.

No lo otro 
Que es paisaje.

El otro,
Y su palabra quijotesca.

Su ser que interroga
Ante la humana condición
Que se abre paso
A través de lo que es uno
Y lo mismo
Y a la vez distinto.

Ese curso de aguas
En que navegan
El dios y su nada.

Existencia más que estancia.

Una realidad habitada.
(Una casa iluminada).





DISCURSO AMOROSO

Otra voz
Es lo que esperamos,
Sentados y sin reconocer
Que somos la voz misma.

Otra mano
Es lo que pedimos,
Sin observar la tierra ajada
Que nos sostiene.

Visión y bautismo,
Agua que nos lleva al dios,
A su canto 
Que es la suma de los cantos.

Otra palabra,
Otro lenguaje,
Otro ojo luminoso
Que nos advierte en la madrugada
De un día cualquiera
Sin permitir siquiera la plegaria.

¿Qué es lo que buscamos
Más allá de nosotros mismos,
Sino la imagen 
Que hemos dejado en el sueño?





INTUICIÓN Y PALABRA

De mis manos hablo,
Potencia,
Naves de alta mar.

Hago propias mis manos,
Nazco a ellas
En mi recién oír.

No desato la huída
Ni cierro la puerta.

Me hago cargo
Del mundo que habla,
Lo comprendo,
Le doy el sentido
Que otros no pueden.

De mi mano derecha
La palabra;
De mi mano izquierda
La intuición.

De su canto el canto,
De su altura el abismo.

Ahora voy como quien sabe,
Como quien ama,
Como quien ve al dios derrotado
Y lo abraza
Y le da una mano.


***********

COLUMNAS DE FUEGO 
DONDE SE PURIFICA EL AGUA

Acunados los antílopes
por la garra del tigre.

Quizá así tus muslos
y mi boca que te nombra.

Dos versiones de la furia,
gemelos que alguna vez estuvieron juntos.

Ahora ríos en otro paisaje.
Columnas de fuego
donde se purifica el agua.

Ven y atiende esta barca,
ven y consuela esta noche extrema.

Caída en el tiempo tu ausencia.
Desplomada bestia que implora salud.

No más que citar la ilusoria esperanza.
Acaso la vuelta a un primer abrazo.

Tal vez el día sea otro vacío
que el sol alumbra.
Y la nostalgia una manera más calcárea
de reconocer el paso con las monedas en los ojos.

Quizá el tiempo que imploro 
no sea más que una nada
que da forma a los cuerpos.

Y la voz una forma de olvido.





CARTA CON CIEN PÁJAROS

Soy luna, vacío.
Entro, tenue viento,
silencioso margen de luz.

A tu hora busco norte,
quebrada primavera, voz imperiosa.
De ti la rosa que también muere.

Asómate al límite,
dirige tu ojo, mediodía.

Salto o fuerza, navío,
ruta, fantasma del tiempo.
Todo concluye, mano, amor,
brisa truco del sur.

Ave vuela, aullido anuncia.
Tu pelo simula cascadas de jade.

Es otra mañana,
el canto brota,
veta, mirada danzando al llamado.

Qué decir de tu sonrisa,
qué de tu cadera amarilla.

atrás, del lado de la sangre,
turbión, ancla tejida vigorosa.
Hoy en tu pecho,
leche, conquista del mar.

Otro juego impera,
susurro a tu oído.
Lluvia, licor de miércoles.

Una veleta te nombra,
quizá el camino sea fiel.
Mas no dejes al viento tu acto.

Descansa ahora,
arremete al alba.
No es tarde para el beso.





CUANDO LLAMES HABRÁ UN GATO

Brida de tu aplomo,
vestigio, noche esperada.

A ti te nombro,
cubil, vientre, tarántula.
A ti te engullo,
danza, gesto, voz que nutre.

Ven, riégate.
Camina, conquista,
lluvia de otros soles.

Busca conmigo,
muerte, lago, serpiente.

Anuncia el grito,
sigue el bosque,
descuelga al ahorcado.

Otra brújula has traído.
Otro barco.

En tu boca, carga,
lunas desmesuradas.
En tu pecho, bebida.

Silencio anuda,
tras tu aliento el brillo.

Ven, acúname,
ora mi paso.

Mudez de tu mano, 
Conjúgame.
Verbo, manantial.

De luces nuevas tu arrollo.
Dame su señal.

En otros días,
campos arriesgados,
noches con prisa.

Ahora, serenidad.             





La quijada del súbdito
   
De nuevo convocados a la guerra estúpida que estremece la Tierra. Con la punta del siglo en el costado, cargando las muertes que otros nos dan de alimento. Los secuestros que anuncian la humanidad partida en pedazos, trastabillando bajo el dominio de una ráfaga de mentiras. Cobardía incendiaria que se instala en los rincones que la calle permite, mientras se contrabandea el ánimo, la libertad, la alegría. Hambruna desfigurada que corroe el camino de los vivos, el juego de los niños que brincan en las camas sangrantes donde agoniza la paz. El rugido ahuyenta el rebaño, las trompetas suenan sin que ningún profeta las anuncie. ¿Dónde crecen los espejos que nos muestran la luz que compartimos desde el principio? ¿dónde el milagro que nos asegura la continuación de nuestros hijos? Pero a quien podría doler esto, es sólo poesía, de la que no truena, de la que dejan olvidada los que toman la quijada para fracturar la cabeza de su hermano. Aquí vamos de la mano de la mierda que nos venden cada mañana. Cada día que pasa nos levantamos envueltos en farsas que nos niegan el centro, que nos alejan del alma. Ninguna razón nos da la magnitud del otro, su nerviosismo lo pone a bailar a la orilla de la realidad. El cuerpo plural de los días estalla y nadie lo reconoce, ningún signo, su voz ha caído, los ojos los han sacado; la calavera rueda por los pasillos del poder, mala señal; los súbditos corren en turba, alguien tropezará; los ángeles observan, llevan las cuentas; los demonios devoran, al fin y al cabo no todos los días nos atrevemos a la guerra del fin del mundo.

De Alas para el escorpión (1999)

  
  

HAN ZUORONG [14.734] Poeta de China

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Han Zuorong

Nació en 1947. Poeta y ensayista. Fue editor en Jefe de la Revista Popular
de Literatura. Pertenece a la Asociación de Escritores de China desde 1983. Ha publicado entre otros los libros de poemas: Los Ming; Seis Montañas; Poema en prosa del Norte; Bosque del abedul silencioso; Premio del amor; Desnudo; El vaso de vidrio; Poemas selectos de Han Zuorong; Copo de nieve; El amor de las flores; Los seis rincones de la muchacha y la lila.
Ha ganado diversos reconocimientos por su obra; su libro Al alba estoy fuera de servicio, ganó el Premio de Literatura de Beijing en 1985. Su libro Forest Fire of Greater Khingan, escritura documental sobre el desastre, recibió el premio Readers Favorite Works de la Revista Popular de Literatura en 1987. Su libro Poemas selectos de Han Zuorong ganó el Primer Premio Literario Lu Xun en poesía.




AY, AMOR

Ay, amor, camino en tu voz
Pero no puedo evitar el daño que me hacen tus labios
 y la punta de tu lengua
Tal vez un hombre sólo puede amar a una mujer más allá
 de su hombría de seis pies
Y elevar su nombre efímero con la voz
Mucha familiaridad es para construir una cárcel
El amor debe ser una fruta en el árbol, medio verde y medio
 roja
Cuando los dedos encierran el encanto y el brillo
Lo que dejó el resplandor es la sombra dejada por la mano
El amor puro es estar silencioso, tranquilo e independiente
La distancia puede traer sufrimientos pero salva
 de la mordacidad y el enredo
Ay amor, me obligas a cubrir mi corazón con una concha
Incluso los maestros se lamentan de los bichos alrededor
 del borde de la falda
Pero odio la sensación de sostener un pájaro vivo
Dejando espacio para que respire, sin espacio para huir,
Si te amo no te ataré
Con una cuerda, como aquella con la que se guía a un ciego
Amor, el amor es realmente la mejor manera
 de atormentarse,
A la cual temo. A menudo apoyo mi frente en mi mano
Y suspiro suavemente de pie ante el hilo del amor.

Revista Prometeo 96




LIN MANG [14.735] Poeta de China

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Lin Mang

Originalmente llamado Zhang Jianzhong, nació en Xushui, Hebei, en 1949. Pertenece a la Asociación de Escritores de China, y fue miembro de la junta cuarta de la Asociación de Escritores de Beijing. Escribe poesía desde 1968. Ha sido profesor en la Escuela Media Beijing # 87 y en el Instituto de Economía de Beijing. Ha sido editor de Shikan (Revista de Poesía), miembro del consejo de la Asociación China de Poesía y del consejo de la Asociación de Escritores de Beijing. Libros de poesía: I have Flowed across This Land; Poems of Limang; Eternal Moment; Selected Short Poems of Lin Mang y Selected oems of Lin Mang. Publicó la colección de ensayos: Instants of Bygone Time.



AÚN NO HA NEVADO

No desde la métrica de la música
Sino desde un ritmo sin nombre y lo sombrío
Una voz más tentadora que el misterio
No necesitas saber quién eres
La fantasía no te encontrará en un bar atestado

Con aquella posibilidad aún no ha nevado
Nadie conoce el amor entre los melocotoneros
Gorriones vuelan desde la pared del patio
Después de la temporada de las flores intocadas
Todo el que pasa se sentirá diferente
¿Cómo se aman las personas entre sí?
A veces son más distantes que los árboles

Y aún no ha nevado,
Aunque inmerso en el cielo plomizo
El frente de la fantasía aplasta la pasión
Tal vez las nubes bajas de la nieve no caída
Nunca conocen
La sensación de dejarse ir
Tal vez no lo dirías entonces,

Pero aún no ha nevado






EL SONIDO DEL GOTEO

El sonido constante del goteo en la cocina
Y eres golpeado sin piedad
Ya fuera del sueño de medianoche

La muchacha que se extravió por calles grises
Traspasó el tiempo, verdores de fin de calle y se desvaneció
Agua que fluía
Y ya no es joven
Pero el brillo interior de un hombre puede iluminarla
Iluminando los años

Y el juicio imparcial de los otros
Te arropas bien y te apresuras por la niebla
De la lluvia de otoño derribado por el viento frío
Y su tráfico incesante

Y la familia en el rascacielos
Se queda quieta detrás de tu espalda bajo la lluvia turbia

La vida puede pellizcar ahora
Pero el agua gotea incesantemente por el intersticio
del destino

Y las conclusiones inefables
Siguen atormentando

Y quizá por ello
La gente te evitaba en los primeros días
Y él entendió bajo el paraguas abierto
La verdad del poema del anciano
Que la gracia de Dios fluye sobre un esqueleto de metal

Las personas difieren
¿Qué bloqueo el paraguas además de la lluvia?

Un tenue rayo de luz
A través de todo lo que es familiar produce angustia profunda
Y das vueltas mientras sueñas

Y entonces a menudo escuchas fuera del sueñode medianoche
El sonido constante del goteo en la cocina

Revista Prometeo







TANG XIAODU [14.736] Poeta de China

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Tang Xiaodu

Nació en Yizheng, Jiangsu, China  en 1954. Poeta, ensayista, traductor, profesor universitario y editor de poesía. Miembro de la Asociación de Escritores de China, del Centro de Investigación de la Nueva Poesía en la Universidad de Beijing y profesor en la Universidad de Hainan. Algunos de sus libros de poesía: Starting point, 1989; Corduroy happy dance -post misty poetry, 1992; Tang Xiaodu zixuanji, 1993; From the death of the direction -poem group of poems, 1993; At the dawn of the mirror -obscure poems, 1993; y
China famous, 1998. Tradujo al chino obras de Sylvia Plath, Vaclaw Havel, Czeslaw Milosz, Zbigniew Herbert, Miroslav Holub, etc.




LA ADVERTENCIA

Me mudo al piso trece de este edificio
No estoy seguro si deba estar feliz o triste
Desde luego me agrada estar encima de todo
Pero también me pregunto si este número
Esconde de veras algún tipo de mala suerte

Alguien desaconseja instalar una cerradura de doble clave
Alguien vende un ojo de gato de dos pesos, que acomodan
 en un santiamén

Invitados melosos lanzan trompos
Ninguno conoce mi fortaleza de cien metros, con paredes dentro
 de las paredes

Sólo mirando hacia abajo desde el balcón estoy realmente ansioso
Una blanca paloma mensajera
Se desliza sin fin en la oscuridad bajo mis pies
¿De dónde viene esta dulce ave realmente?
Vuelvo a entrar a la habitación
Pero la puerta
Se cierra de golpe ante mí





UNA ROSA DE MUERTE

Un arquero sin nombre yace bajo la piel
Una locura meticulosamente calculada arde como un fuego
Flechas rojas, un cruel enjambre de abejas
Los cinco dedos tiemblan, y la rosa
Florece en el flanco de la boca del tigre*
Emergiendo como una corriente sin fin

Pétalo oculta pétalo
Como huella encasilla huella
Una espina, un olvidado grito de auxilio
Los giros palpitantes de los bordes de las hojas
Revelan un secreto de dulce aroma
Las raíces del tiempo se hunden cada vez más hondo, hasta que
Se aferran firmemente de un trozo de carne podrida como fango.
Pero
El hijo de Dalí se ha ido hace mucho
El océano en una caracola
Hace mucho no distingue entre el cielo y un cadáver manchado
La majestuosa máscara de la muerte rebosa de colorete

Rosa rosa, ¿Tu intensamente tóxica inflamación
Me dejará en cenizas
O en llamas?

* Término chino para el tejido entre el pulgar y el dedo índice de la mano.





A UN GATO PERSA

Un rayo de luz blanca en un pórtico de medianoche
Como si Dios hiciera una visita tardía,
Sin ruido sigilosamente entra, más blando que el terciopelo
 de la noche

Cada paso cargando un loto; huelo
El suave aroma de orquídeas flotando en el aire

Ojos azul oscuro atraviesan elegancia y gracia
El cruzar sombrío de un cuerpo sin cabeza
Hacia una tierra natal de violación dorada
La luz tenue de una secreta llama se extingue
Y un cielo estrellado surge y entra
Sacudiendo luz sobre una tierra cubierta de escarcha

La llegada y el retorno de las mismas huellas,
Rastros de una temporada de lluvias, afianzan la fermentación
 de la escarcha en la noche

De norte a sur una escoba indistinta pasa barriendo débilmente
Un día, al final del invierno del 86
Me sumerjo en tu sombra brillante
Como un monarca destronado en un parpadeo



Revista Prometeo







YANG KE [14.737] Poeta de China

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YANG KE

Nació en la provincia de Guangxi. Poeta, editor y profesor universitario. Publicó The 1998 Yearbook of China’s New Poetry. Es el Vicepresidente de la Asociación de Escritores de Guangdong. Uno de sus libros de poesía más conocidos es Relevant and Irrelevant (2009). Destacado representante entre los poetas de la “Tercera Generación” Ha publicado más de diez libros de poesía, incluyendo Intersección desconocida y Poemas selectos de Yang Ke. Ha ganado dieciséis premios importantes, entre ellos el Primer Premio de la provincia de Guangxi. 





CAMBIO DE TIEMPO EN VERANO

Antes de tiempo parten trenes
Maduran niñas
Antes de tiempo su cumpleaños
Velas son apagadas
Y en un bien tramado asesinato

Un cuchillo resplandeciente entra limpio
Y sale manchado de sangre
Antes de tiempo

No obstante pollitos se niegan a romper su cáscara
La luna falla en ser completamente brillante
Como es usual a medianoche

No obstante un escritor realista corriendo en una calle matutina
Lo ha matado el primer bus
Que arrancó antes de tiempo
Entonces el Humor Negro y la Escuela del Absurdo
Han sido al fin comprendidos

Y el tipo que va a la cita al antiguo lugar
A la hora antigua conoce a otra chica
Los muertos incinerados
Obtuvieron un reporte de edad equivocada
Y ya que una hora de sol y aire
Les fue robada sin que lo advirtieran, los hombres quedan
 estupefactos

¿Es justo el tiempo?







ME ENCONTRÉ UN PEQUEÑO ARROZAL EN DONGGUAN

Entre los dedos de las fábricas
plantas de arroz de patas cortas
se aferran a la última parte de suciedad
Sus anclas- raíces
Se extienden cansadamente
Manos indignadas queriendo arañar
un canto de pájaros y el llamado del grillo desde el barro
En un parche de brillante luz solar

Vi las hojas de la planta del arroz
encogerse como hombros
Las espigas del arroz crecieron rápidamente
Los granos estuvieron en la leche Sonrieron débilmente
 en la brisa de verano

hablándome
De pronto, al salir del ensordecedor e impulsivo océano
Me escurría hasta secarme
como si fuera una camisa blanca
Ayer, nunca hubiera imaginado
que en Dongguan
Podría haberme encontrado un pequeño arrozal
Las espigas de color verde amarillo
continuaban meciéndose
a través de momentos tanto felices como tristes






ESTO ES LO ÚLTIMO SOBRE YANG KE

Come bistec a la pimienta en un pub
luego ‘coge un taxi’ , como dicen en este pueblo, entonces
vaga por toldos con pilas coloridas hasta el cielo
Aquí en el sur, donde la noche nunca cae
observa cómo el dinero falsifica el amor con muchachas extrañas
-Su corazón está medio podrido ya.
De vez en cuando desde un revoltijo de palabras frías-heladas-
 inteligentes conocidas como poesía
se asoma
como una mosca en su pila de basura.


ZHANG QINGHUA [14.738] Poeta de China

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Zhang Qinghua

Nació en octubre de 1963 in Boxing, Shandong. Poeta, crítico literario, editor y profesor universitario de Literatura China moderna y contemporánea en el Instituto de Literatura de la Universidad de Beijing. Dirige las comunicaciones internacionales en el Centro de Literatura China Contemporánea en la Universidad de Beijing. Algunas obras publicadas: Polymorphic and metamorphic malware detection, 2011; Best poems, 2012; Winter Sun: Poems, 2013. Como crítico literario publicó las obras: China’s Contemporary Avant-Garde Literary Movement y Critical Literature Abroad: Historical Accounts in Contemporary Chinese Literature. Editor del Periódico Literario Chinese Literature Today. 






PROFECÍA

Tiempo vendrá para nuestro extenso sueño subterráneo
Querida, ¿cuándo tu barro se mezclará con el mío?...
Como cuando el corazón se apretaba contra el corazón y la mano
 estrechaba la mano

Tiempo suficiente para recordar un verano de hace muchos años
Una tragedia representada, una terrible tormenta
Con escenas de amor que advienen y se desvanecen,
De flores brotando luego siendo sopladas en el barro
Tiempo vendrá para que compartamos
Al fin una larga conversación, querida
Nadie para interrumpirnos, nadie
Escucha la red de palabras que tejemos
Pero ahora vivimos cada uno en una celda
Con paredes endurecidas y cuerpos frágiles adentro

Tiempo vendrá para la satisfactoria cercanía
Como si nunca hubiéramos llegado a este mundo
Como si nunca hubiéramos perdido una oportunidad especial
O encontrado uno al otro en medio de desastres
O quedado con estos recuerdos de vida y muerte
Como si nunca hubiéramos tenido
Un sueño de felicidad y plenitud






UN VIEJO SEPARADOR DE LIBROS

A los cuarenta, el calcio de mi cuerpo se erosiona lentamente
Como un salón de té en la tarde, buen gusto en su decoración
Fina demostración de plantas en maceta; puente con piscina
 burbujeante

Hay música y pasos de mujeres
Elegante oscilar de detalles, rebeldes trenes de pensamiento...
En medio de actitudes agotadas. Descuidados momentos
 a la deriva
 A los cuarenta, no puedo recordar aquellos primeros deseos
fervientes

En el campo de un país mirando hacia la ciudad
No puedo recuperar el sabor de mi primer beso

O el primer sabor tembloroso de fruta prohibida
La memoria se desvanece, como las puntas amarillas
de los árboles en septiembre

Hierbas de otoño escasean en la fisura de una roca

A los cuarenta, como un libro de lectura para los años
El hilo se pierde a veces, acertijo irresoluto
El Capítulo Uno se desvanece, detalles monótonos se recuerdan
Los ritmos se retrasan, sin olas para arrebatarme
Pero leyendo una tarde caigo en trance
Un viejo separador de libros cae de las páginas, borrando
 mi mirada






SOPLA UNA RACHA DE VIENTO

La abuela se sienta en la sombra vespertina
Agitando un abanico de hoja de plátano
Sus pechos sueltos, caídos

Sopla una racha de viento

El abuelo teje una canasta bajo el alero
Tarareando la melodía que se sabe tan bien
Desafinado como un grillo al final del verano
De prisa en su camino a una cita

Sopla una racha de viento
Mira la revista amarillenta, el viento la ojea sobre un taburete
Anteojos que les falta una sien
El humo que aún se eleva de una colilla de cigarrillo
alumbra y se atenúa en el crepúsculo como la memoria

Sopla una racha de viento



JIANG TAO [14.739] Poeta de China

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Jiang Tao

Nació en Tianjin, China, en 1970. Poeta, crítico e investigador histórico. Obtuvo un doctorado en Literatura China Moderna en la Universidad de Pekín. Actualmente enseña en el Departamento de Chino y Literatura de la Universidad de Pekín. Fue editor de las revistas populares de poesía Offset y Poetry Communications. Su primer libro, Bird Sutras, fue publicado en 2005. También publicó los libros Four poems y Mourning for Sometimes. Ganó el Premio Liu Li’an de Poesía en 1997. 






UN TIPO CONFINADO

De alguna manera he adquirido la no desastrosa costumbre
de caminar al lado de una pequeña carrilera y decir hola
 en Esperanto
al encontrarme con un perro amarillo.
Ocasionalmente cruza un tranvía por cuyas ventanas
Vislumbro bellezas de cuello blanco
y supongo que han sido acosadas por años.
Flores bien cuidadas y plantas al borde del camino
y baños públicos convenientes construidos con impuestos locales,
pero a cada lado destacan dos partes
sudando y maldiciendo, dándole a un viejo bravucón sin partidos
la oportunidad de conducir el futuro de esta ciudad del zumbido.
No he vivido mucho tiempo aquí, no estoy interesado tampoco en
tener una participación en un futuro ¿qué puedo dejar
con mi pequeño y casual estilo de vida?
Entonces sueño, corro adentrándome a un gran incendio,
 un ladrón,
un asesinato horrible, ahora la policía forza la entrada
luciendo chalecos antibalas me piden que me rinda,
pero tomo aire
hablando con voz ronca en un acento extranjero.
Entonces soy detenido, humillado,
encapuchado, me hicieron aparecer en televisión,
procesado con bombos y platillos, luego silenciosamente retirado,
enviado en un avión, extraditado a una tierra extranjera
 de la tiranía
donde la gente camina y duerme con aire satisfecho y triunfante.
Unos pocos exilios han encanecido tempranamente
A ellos les gusta cantar “Un Alma a la Deriva”
después de unos cuantos tragos.






GAVIOTAS

Entonces esto es así, los métodos son todos iguales
Me levanto a tomar fotos, el lente como un remolino aspirando en
 el universo
Abres tus alas en persecución, revelando tu voz vil al mundo
El agua de mar es desigual, los árboles de la montaña también son
 escarpados
Frituras son expulsadas del bajo cielo a lo largo de una línea curva
pero se ajustan a los gustos de las masas, incluidos tú y yo
Al momento del encuentro, cada uno toma lo que necesita



VÍCTOR ALARCÓN [14.740] Poeta de Venezuela

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Víctor Alarcón 

Nació en Caracas, Venezuela el 24 de septiembre de 1985.  Es Licenciado en Letras de Universidad Católica Andrés Bello. Con su obra Mi padre y otros recuerdos ganó el Premio Autores Inéditos de Monte Ávila Editores, mención Poesía, edición 2008. Con el libro Y nos pegamos la fiesta ganó el I Premio Equinoccio de Cuento Oswaldo Trejo 2012, publicado en el 2014. Actualmente, cursa estudios de doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona.



Poemas pertenecientes a Mi padre y otros recuerdos (2009, Monte Ávila Editores).


Tú y yo fuimos un grito inabarcable en la penumbra
en la memoria de los años
una noche transcurriendo en la vigilia
un sueño que no llegó hasta nuestras camas

Tú oculto entre los barcos de la niñez
entre los mares de una playa en el ocaso

escondías tu llanto detrás de las paredes blancas y el asma del olvido

Yo me quedaba callado viéndote
odiándome por no amarte como debía
con mi ceño fruncido
mis cejas pobladas

mis ojos cansados

Yo sólo sabía ocultarme las palabras





Imagino una habitación blanca donde mi hermano llora su orfandad y transita el alma del olvido. Veo tubos de goma, sueros, sangre, líquidos ininteligibles. Veo noches a la sombra de un televisor que repite los mismos juegos de antaño. Los hospitales ajenos fueron constantes en mi niñez, para mi hermano fueron propios. Respiraba una sinusitis de días trashumantes. Los hospitales siempre fueron silencio temeroso que traspasaba mis labios. Fueron un sueño neoyorkino. Fueron marcas en mi cuarto.






Después de la muerte de mi padre

están las memorias del tiempo
las horas taciturnas
los retratos perdidos

Después de la muerte
está la pubertad como una loba vieja
los hospitales asmáticos
los amores que se desvelan al ritmo de una intravenosa
bigotes oscuros ojos verdes paredes blancas
cuadros familiares viéndose en los espejos
una visita recordando algún blues
un cigarrillo en la ceniza

Después de la muerte
están unos niños con el olvido clavado en el estómago
con las manos sucias de tierra
con los ojos verdes
recordando la distancia de sus pasos en la grama
están las viejas rezando sin lágrimas junto al muerto
desvelando los rosarios
recordando sus nombres

Después
están las cuerdas de una guitarra
vibrantes en medio de las estrellas
el bajo robándole notas a la batería
los discos de pasta
y el equipo de música
encendido en las mañanas silenciosas

Después de la muerte
hay un amor neoyorkino
destrozado en las visitas quirúrgicas

Está el jardín de la infancia
armonizado por ranas que se esconden entre las piedras
el recuerdo de una mata de mango
rodeada de frutos caídos
y una bicicleta oxidada

Después
está un cuarto
poblado de memorias y libros prestados
el recuerdo como algo ajeno
la noche desde un piso trece rodeado de edificios

Después de la muerte
están las hazañas de mis abuelos
mi madre y sus rosas
mi hermano que calla distante en un mar rítmico

Después
hay un lago negro lleno de luces perdidas
están solitarios los fantasmas
los espíritus noctámbulos
los suspiros que saben a sombra y a descanso

Después de la muerte de mi padre
está la vida despertándose de golpe







ENZA GARCÍA ARREAZA [14.741] Poeta de Venezuela

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Enza García Arreaza

(Puerto la Cruz, Venezuela   1987) Narradora y poeta. Obtuvo el VII Premio Literario Cuento Contigo de Casa de América (Madrid, 2004) con «La parte que le tocó a Caleb». En 2007 resultó ganadora del Concurso para Obras de Autores Inéditos, auspiciado por Monte Ávila Editores, con el libro de cuentos Cállate poco a poco (Monte Ávila Editores, 2008). En 2009 recibió el III Premio Nacional Universitario de Literatura de la Universidad Simón Bolívar con El bosque de los abedules (Equinoccio, 2010). Textos suyos aparecen en las antologías Cuento Contigo 2 (Madrid, Siruela, 2006) y Zgodbe iz Venezuele (Eslovenia, Sodobnost International, 2009); en las muestras De la urbe para el orbe. Nueva narrativa urbana (Caracas, Alfadil, 2006), Joven Narrativa Venezolana III. Premio de Cuento Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores 2009-2010 (Caracas, Equinoccio, 2011), De qué va el cuento. Antología del relato venezolano 2000-2012 (Caracas, Alfaguara, 2013), Tiempos de nostalgia / Tiempos de saudade (Caracas, Ediciones del Instituto Cultural Brasil –Venezuela, 2013) y en Voces -30. Nueva narrativa latinoamericana (Chile, Ebookspatagonia, 2014). El libro de cuentos Plegarias para un zorro aparece en 2012, editado por bid & co. editor.



I

Este olor me hace recordarlo
si el reloj se tropieza conmigo
y la noche me invita un trago:
Sí, porque yo me entiendo con el licor
cuando mi mamá no me anda espiando.

Este payaso que era mío
podía conmigo llevarlo desnudo
entrar a una iglesia
el mundo caía en mis manos
en mis manos dormía mi futuro con su espanto.

Este descanso se hace ruina
sé que mi perro tiene catarro
y que la luna ya fue violada por varios hombres,
a veces él me decía Carolina.

Este descanso es Egipto con judíos esclavizados
no tengo sino unas lágrimas hechas disparos
nunca doy en el blanco,
y él tiene los planos
si yo quisiera reconstruir este centro comercial hecho escombros.



II

Triste, barro la cocina, goma,
te amo,
no soporto después de ti.
Me muero de sudor.
¿Te llamo?
Es sorprenderte estar aquí,
y escribir guiones cinematográficos
sobre días malolientes y mordiscos en mis estrías,
nunca a los hechos, nunca doy en el blanco,
tienes hambre, no lo niegues,
me mata el sudor
todo cuánto sea después de ti, sin ti.



III

Me tomo las pastillas,
me como cuatro panquecas con mortadela frita,
descanso de mirarme en el espejo
y no encontrarte,
quiero con todo esto
escribir distinto a como me siento:
Algo así como ir a la playa
y dormir bajo una palmera,
algo así como saludarte mientras esperas
que te sirvan el café en la panadería,
algo así como ir a Francia a mitad de precio.
Me tomo despacio la rabia
porque odio a la mujer esa que viene a mi casa
a lavar la ropa,
y se parece a la estación de Petare
cuando tú no apareces, no apareces
Y me angustio,
Me convenzo de que el hombre nunca viajará
Más allá de la luna.




Poemas pertenecientes a El animal intacto (2014)


Elijo ser

el animal pulcro.

El que puede reconocerse
callado
frente a la sencillez del rencor.





El miedo fue la primera invención del desierto, la segunda fue el lomo del perro dorado, la tercera el fuego. Debe haber un hallazgo, pero antes un cautiverio; y una mano detrás del racimo púrpura y el horror de no haber construido a tiempo una defensa contra los tigres y los toros. El hombre despertó una mañana y ya no era puro como un niño: tenía la sangre despavorida, y para no sucumbir domesticó al perro. Viajó, le dio un nombre a su familia, recogió el trigo y las granadas. Por último, en las postrimerías de su inocencia, provocó el fuego de los árboles y los esqueletos, y sólo alrededor de la hoguera fue capaz de hacer música: hizo gritar a su mujer boca abajo, hizo restallar las cuerdas del laúd.





Un poema sin tachaduras
no es humano





¿Dónde están mis ojos?
¿qué haremos con el grito?
¿qué haremos con el daño?
Sagrado león
¿qué haremos con la ceniza?
¿qué haremos con el diálogo?

Tengo miedo de ser mujer
y que un día me dé
por comprarme unas tetas grandes
qué haré con la mirada
y el sudor acumulado en los vagones
qué haré con las pobres ilusiones de unos padres
que esperan todo el reino por venir.

Qué haré con el hermoso invierno plastificado
que tengo
en una esquina de la casa
dónde dejé la agudeza
dónde el traje de baño
dónde la cara de puta
dónde
puedo respirar
y no deber explicaciones
dónde queda el tiempo
ese propósito irreversible
apenas obediente
al tacto de sí mismo.

Tengo miedo de abrir la puerta
tengo miedo de ser mujer
tengo miedo de que hablar
no me lleve a ningún lado.









XU LIZHI [14.742] Poeta de China

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Xu Lizhi 

(1990-2014)

Xu Lizhi: el poeta suicida

Por Cecilia Attanasio Ghezzi 

"En la línea de ensamblaje, decenas de miles de trabajadores. En línea como palabras en el papel". El 30 de septiembre de este año Xu Lizhi se suicidó con tan solo 24 años. Xu era uno de los miles de trabajadores de la empresa Foxconn en Shenzhen, el proveedor para Taiwán de Apple que se volvió famoso en el 2010 después de que 14 de sus trabajadores se suicidaron y sus historias protagonizaran crónicas en los periódicos de todo el mundo. Xu era parte de esa generación de trabajadores nacidos en los años noventa. 

"En la línea de ensamblaje, decenas de miles de trabajadores. 
En la línea como palabras en el papel.
'¡Rápido, rápido!' 
Estoy entre ellos y oigo los gritos del supervisor". 

El 30 de septiembre Xu Lizhi, el autor de estos versos, se suicidó a los 24 años de edad. Además de trabajar en la fábrica, Xu era colaborador habitual de la revista de la empresa. Escribía ensayos, poemas y comentarios, pero sus versos simples y sombríos encontraron una audiencia más amplia después de su muerte. Fueron sus mismos colegas quienes los recopilaron para que un periódico en Shenzhen los publicara de manera póstuma. Las suyas son "palabras que pueden ser leídas solamente con el corazón de los trabajadores migrantes". 

Shenzhen, de 15 millones de habitantes, es la ciudad símbolo del milagro económico chino. Hace treinta años era una aldea de pescadores frente a la colonia británica de Hong Kong. Hoy en día, es una de las ciudades más ricas del país. El PIB per cápita en 2013 fue de 12.000 euros, con un crecimiento económico anual estimado en 13%. La edad promedio de sus habitantes no llega a los 29 años y el 95% de su población es parte del ejército de migrantes que se trasladaron a la ciudad en busca de un futuro mejor. En la ciudad se vive inmerso en una atmósfera ambiciosa y de superación, por lo cual las personas no pueden soportar la idea de tener que volver a casa en bancarrota. En un verso Xu resumió ese sentimiento de la ciudad por salir adelante: "una vez entras en la fábrica, la única opción que queda es la sumisión". 

Xu Lizhi trabajó en Foxconn durante cuatro años, el proveedor de Apple Taiwán que se volvió famoso en 2010 cuando 14 de sus trabajadores se suicidaron uno tras otro. ¿Cuántos jóvenes veinteañeros partieron de casa para buscar suerte en la gran ciudad? Xu era uno de ellos, que trabajó y escribió poemas, pero su historia terminó en tragedia. La alienación del trabajo en la fábrica, problemas sentimentales y un alma sensible fueron las posibles causas para que tomara su decisión. 

Xu era parte de la generación de los noventas, los hijos del milagro económico que nacieron después de las protestas en la plaza de Tian'anmen. Estos jóvenes son los hijos del control de la natalidad, hijos de familias campesinas que migraron a las ciudades y no saben cultivar el campo. Son el estamento pobre de su generación que no tuvo acceso a la educación y hoy, desarraigados de su tierra, son el principal componente de la mano de obra del país. 

Esta generación, excluida del sistema escolar, vio en el trabajo una opción para salir adelante, pero la realidad que les tocó era muy diferente a la de sus expectativas. 



"Un área de diez metros cuadrados, apretada y mojada. 
La luz del sol no entra ni un día al año. 
Aquí como, duermo, me cago. 
Toso, tengo dolores de cabeza, envejezco. 
Me enfermo, pero no muero". 



Esa es la vida en las líneas de montaje con turnos continuos de hasta 12 horas. 

El tiempo libre se reduce a una cerveza, cigarrillos, mensajes, juegos e internet. Soñar más es pensar en abrir un negocio propio o vender cosas en línea, pero son sueños. Xu tuvo aspiraciones literarias que lo llevaron de biblioteca en biblioteca hasta que un día decidió desaparecer. 



"Todos lo dicen, soy un chico de pocas palabras, no lo niego. Pero no importa lo que usted hable, es con esta empresa que estoy en conflicto". 



La denuncia del poeta suicida Xu Lizhi, que trabajaba en la fábrica donde se ensambla el iPhone, estremece China

Por Antonio Broto

Las obras literarias de este joven de 24 años resumen el lamento de toda su alienada generación.
Decenas de obreros de Foxconn, donde trabajan 800.000 personas, se han quitado la vida desde 2009.

Decenas de obreros de Foxconn, la compañía que ensambla en China el iPhone, se han quitado la vida desde 2009, pero uno de ellos ha conmovido de forma especial al país al dejar escrita antes de morir una colección de poemas que resumen magistralmente el lamento de toda su alienada generación.



Xu Lizhi, de 24 años, se quitó la vida el 30 de septiembre al arrojarse por la ventana de su dormitorio en Shenzhen, una de las ciudades chinas donde el gigante taiwanés Foxconn ensambla para otras multinacionales el iPhone, el iPad, la Xbox, la Playstation, la Blackberry o la Wii, que luego se venderán en todo el planeta.

El de Xu sería uno más en la veintena de casos similares que, sobre todo en el año 2010, han sacudido a Foxconn, la mayor fabricante global de componentes electrónicos y la firma privada en China con más empleados, 800.000.

Sin embargo, este suicidio adquirió inesperadas ramificaciones literarias, ya que el veinteañero era poeta en sus ratos libres y dejó versos en los que la dura vida en la fábrica era su tema más recurrente.



"Taller, línea de ensamblaje, máquina, tarjeta de fichar, 
horas extra, salario.
Me han entrenado para ser dócil. 
No sé gritar o rebelarme,
cómo quejarme o denunciar, 
sólo cómo sufrir silenciosamente el agotamiento", escribía Xu en ellos.



Tras el suicidio, amigos y compañeros del joven poeta decidieron recopilar los trabajos de éste, traducirlos al inglés y publicarlos en internet, donde en las últimas semanas se han convertido en todo un símbolo para muchos jóvenes obreros emigrantes como Xu.

El joven, nacido en un pueblo de la sureña provincia de Cantón y huérfano desde pequeño, había viajado a la ciudad, como millones de jóvenes de su edad, para buscar trabajo, y en 2011 consiguió empleo en Foxconn, contó el diario local Shenzhen Evening News, uno de los primeros que rescató su figura del olvido.


En sus primeros poemas, Xu ya mostraba el impacto que le causaban el cambio de medio rural a urbano o el paso de la infancia al duro trabajo de adulto, algo que le pasa a muchos jóvenes de su generación.


"La juventud se detuvo en las máquinas, murió antes de tiempo", decía Xu en uno de sus versos.

Las nuevas generaciones de jóvenes chinos, más formadas y más protegidas por sus padres que en épocas anteriores, tienen mayores problemas para adaptarse a la realidad de las grises e impersonales fábricas que mueven la economía china y, por ende, la mundial, con bajos sueldos, horarios interminables y duras condiciones.


"Soy como un muerto
que abre lentamente la tapa del ataúd"

escribía Xu en 2013, en un poema en el que relataba su regreso al dormitorio de trabajadores, tras una dura jornada en la cadena de ensamblaje.

Sus compañeros contaban que Xu intentó en varias ocasiones dejar el empleo para ser contratado en bibliotecas o librerías de Shenzhen, pero no tuvo suerte.

También buscó sin éxito trabajar fuera de la cadena de montaje, como supervisor, o en una librería de la propia Foxconn, en cuya revista interna para los empleados había conseguido publicar alguno de sus poemas.

A principios de este año había tomado por fin la decisión de dejar Foxconn e irse a Suzhou, ciudad del este de China, para reunirse allí con su novia, pero acabaron rompiendo.

Un día antes de quitarse la vida, Xu se había reincorporado al mismo puesto que había dejado en Shenzhen, y en la noche anterior al triste desenlace escribía un poema cuyo título, "En mi lecho de muerte", ya era premonitorio.



"Quiero tocar el cielo, sentir ese azul tan ligero
pero no puedo hacerlo, así que dejaré este mundo.
Todos los que han oído de mí
no se sorprenderán de mi marcha", apuntaba Xu en su cuaderno.



En 2010, cuando los medios denunciaron más de una docena de suicidios de empleados de Foxconn en Shenzhen en el plazo de pocas semanas, la firma puso en marcha una serie de medidas para reducir el malestar de los trabajadores, desde la contratación de servicios psicológicos a mejoras en las condiciones laborales o la simple colocación de rejas en las ventanas



El propio Xu escribió entonces sobre esos suicidios: 


"Un tornillo cayó al suelo
en su negra noche de horas extra.
Cayó vertical y tintineante
pero no atrajo la atención de nadie,
igual que aquella última vez,
en una noche como ésta,
en la que alguien se lanzó al vacío".



Las medidas preventivas lograron reducir el número de suicidios en la firma, aunque sigue habiendo casos esporádicos, y el de Xu, amplificado por la amargura de sus poemas, volvió a recordar las duras condiciones, a veces inhumanas, de los trabajadores en cadena de China, la también llamada "fábrica del mundo".




Caigo dormido estando de pie

El papel se desvanece en sombras delante de mis ojos.

Con una pluma de acero esculpo un negro irregular
lleno de palabras de trabajo.
Taller, línea de ensamblaje, máquina, tarjeta de fichar, horas extra, salari,..

Me han entrenado para ser dócil.
No sé cómo gritar o rebelarme,
quejarme o denunciar.

Sólo sé sufrir en silencio hasta el agotamiento.

Cuando pisé por primera vez este lugar,
sólo deseaba la nómina gris del día diez.

Para ello me encadeno a mi esquina y a mis palabras.
Renuncio a faltar, renuncio a enfermar, 
renuncio a mis asuntos personales.
Renuncio a llegar tarde, renuncio a irme temprano.

Por la línea de ensamblaje me mantengo firme como el acero y mis manos vuelan.

¿Cuantos días y cuantas noches
habré estado dormido de pie?





Xu fue un trabajador que emigró desde la zona rural de Jieyang hasta la metrópoli de Shenzhen.
Su amigo Zheng, seudónimo, relata en la web libcom.org las inquietudes de Xu por trabajar en alguna librería cerca de esos libros que tanto amaba. Siempre quiso cambiar de trabajo pero no pudo.

Para Xu, sus poemas sólo podían ser entendidos por los trabajadores rurales que emigran hacia las ciudades y chocan con las "montañas" industriales. Sin embargo, sentiría vergüenza si algún familiar hubiera sabido de sus penurias y de lo que él llamó su cementerio de la juventud.

¿Quién no quiere huir de ese mundo sin mirar atrás?



El ultimo cementerio

Incluso la máquina está a punto de dormirse
marcando en el almacén los metales defectuosos.

Salarios ocultos tras las cortinas,
como el amor de los jóvenes trabajadores que arde en el fondo de sus corazones

Sin tiempo para la expresión o emoción caen al suelo hechos polvo.

Tienen el vientre forjado en hierro
lleno de un ácido espeso, sulfuro y nitrato

La industria atrapa sus lágrimas antes de que caigan.
El tiempo ha volado y sus mentes se perdieron en la niebla.

Los años te van pesando, duele trabajar horas extras de día y de noche.

En sus vidas, los mareos antes de irse a casa son habituales,
te fuerzan a dejarte la piel.

Mientras una aleación de aluminio cubre las láminas
algunos aún resisten y otros caen enfermos

Entretanto me voy durmiendo, esperando
el último cementerio de nuestra juventud.




Foxconn
Es el mayor exportador de componentes electrónicos a nivel mundial y tiene su sede en Taiwan, China. Su red de empresas se expande por Brasil, México, India, Malasia, Hungría, Eslováquia y República Checa.

Con 1,2 millones de empleados y unos beneficios netos de 2.640 millones de dólares, se ha visto envuelta en numerosos escándalos laborales por la forma de tratar a sus empleados.

A consecuencia de esos sucesos, en el año 2012 Apple tuvo que invertir en una auditoría realizada por Fair Labbor Association.

Los informes de esta auditoría reflejaban jornadas de trabajo excesivas, malas condiciones de salubridad y míseros salarios que no llegaban a 120€ al mes.

A pesar de los informes, se han seguido sumando más de una veintena de suicidios en los últimos años. Uno de ellos es el de Xu Lizhi, que ha conmovido a la sociedad China.



Sistema Hukou y los migrantes rurales
El sistema Hukou o sistema de registro familiar, es un mecanismo de control del movimiento poblacional chino.

En un principio dividió los estratos poblacionales en agrícola y no-agrícola, con diferentes beneficios sociales en función del estrato y saliendo muy claramente favorecidos los no-agrícolas.

Posteriormente se dividió en cuatro identidades: urbano-local, rural-local, urbano-no local y rural-no local. Finalmente ha quedado dividido en local y no local.

Una persona local de una gran ciudad tiene grandes beneficios a nivel de seguridad social, educación, salud, vivienda y jubilación. Mientras los migrantes rurales no tienen los mismos beneficios a pesar de trabajar en grandes ciudades.

El sistema está creando graves problemas de exclusión social y discriminación con la población rural, que es una mano de obra barata para las ciudades industrializadas donde millones de personas tienen escasas posibilidades de ascender en la escala del bienestar social.

En los últimos años se está flexibilizando el sistema, pero el crecimiento económico chino depende fuertemente de las exportaciones y éstas a su vez de los bajos costes laborales, por lo que el sistema Hukou está lejos de cambiar.

Informe sobre el sistema Hukou de la Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa, México










CARLOS BRUNO CASTAÑEDA [14.743]

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Carlos Bruno Castañeda

Santa Cruz de Tenerife. 1962. Poeta

Libros de poesía publicados: El juego recogido de jugar descalzo (1980), Juerga de recortes en las alpargatas del silencio (1981), Sombras calladas de antes de llegar al mar (1989), Surge el viento (2006), Guardar las formas (Versión digital), El viaje (CARTONERA ISLAND 2012), Ruido o luz (en coautoría con Daniel Bellón y Ernesto Suárez. 2013).
Ha organizado Talleres Cartoneros Educativos de CARTONERA ISLAND con su alumnado.




De la obra: Surge el viento, 2006. Col. Atlántica Poesía. Ed. Idea


Alisios, frío y húmedo, bajo contralisios arriba, cálido y seco.

Más o menos por eso sustenta a esta altura el carácter de ladera norte mojándonos el cogote o lloviéndonos sobre sus pechos.

Penamos y hundimos la nariz, cerramos los ojos y sellamos cópulas sobre el océano de sus tristezas, como islas macaronésicas, que si azores, que si verde, que si madera, que siempre salvaje, que si nadie partió a hacer frente al sureste, que si de un tiempo a esta parte trae tantas humedades como que siempre creímos trajeran sus sexos sellados.

Al menos, en su cama, el desierto estampa un gesto borroso con arena y nos bautiza, de albor a poniente, en el nombre de un padre, de otro hijo y del espíritu del último aire gemido.




De la obra: Recórreme sin pasar dos veces por el mismo sitio. Inédita


ya mujeres que cantaban
nicontigonisinmi

amando y desamando
de ataduras

acarreando ropas a los lavaderos comunales
las sangres del destino del porsiemprejamas

amando y desandando
en martirios

palanganas sobre las cabezas
equilibrio y cervicales
llenas de sábanas encapotadas grises rojas
de parir, de doler, de enfermedades y muertes
en las camas del memuerodepena

amando y desarmando
sobre condenas

al agua a restregar a golpear a frotar
y vueltas a enjuagar y aclarar
cantando quedesgraciaditatueres

amando y desatando
con trabajo

a orear blancas sobre la hierba verde
jabón lagarto y azul añil
lejía y manos agrietadas duras romas ásperas
sabiendo aunquepordentromuera

amando y desvariando
por mandato

resignadas con todo el dolordelalma
y al luto por dos años
por cinco diez o por siempre
sin más alivio visto
ni previsto
porque la vida asíescomoes







EL VIAJE
Colección Cartonera Island Poesía
cartoneraisland.lacasatransparente.net
Islas Canarias, 2012




Lleguemos
hasta la nave que nos acerque a nuestros sueños.

milenios de servidumbres aramos los campos
arrancamos germen y rastro de la cosechas de otros

apretamos la arcilla modelamos la madera
aprendimos a leer y escribir las letras todo de otros

preparamos iguales comidas reiteramos las mismas ideas
compartimos iguales saludos rehacemos las mismas crisis

manos repetidas sexos extraviados labios confundidos
nos besamos los mismos rincones con insatisfacción

nos retratamos nos morimos nos enterramos
nos olvidamos de nuestros rostros con los años

guardamos hambre perpetua sed inextinguible
deseos interminables tenemos sueños inexistentes

nos prometieron el cielo generación a generación
hasta que construyeron la nave con nuestras manos

tras previa selección llamada a embarque
con fecha de ayer ponemos los papeles por triplicado

o lotería o bombo repartido el azar o la injusticia
identificado nuestro número en la convocatoria

empacamos quedan aquí así llorando y envidiando
suerte o desdicha señaladas por el destino

distinción presentamos nuestras mejores galas
inflamos egos y currículo pavoneándonos sin decoro

saltamos como ovejitas recorremos pasillos y cercados
nos apuntan las bocas de las armas que nos protegen

doblamos tobillos y rodillas por escaleras y rampas
embarcamos perentorias nuestras almas



Entremos
en la nave que nos llevará al fondo del universo.

partiremos en pocas horas
con todos nuestros útiles con inútiles recuerdos

invisibles a nuestros ojos marineros repiquetean
sobre cuadernas turbinas y aparejos

tecnologías cuánticas en manos de carpinteros
un as de guía doble en su versión beta tres punto dos

el pasaje interplanetario apenas visible en los ascensores
nos comunicamos por señas codificadas

reservas low-cost sin derecho a devolución
las escaleras de emergencia son inútiles

buscamos acomodo en monacales celdas
atadas las extremidades a sondas y electrodos

el precipicio alongado miramos al vértigo aterrador
nauseas espasmos pálpitos y boca seca

nos envuelven en trajes ignífugos ignófugos
ignúfogas agnífogos egnófugos ugnífagos

rezo adiós mamá volveré antes de lo que crees
y traeré recuerdos, ahorros y familia para toda la vida

brotan fuegos sistólicos arden sobre nuestras huertas
plenas las velas de cálidos aires estelares en el cielo




Ascendamos
en la nave que atravesará a nuestros sueños.

atruena trueno como tormenta vibra como trompeta
hasta que el aire a su alrededor se acaba silencio

pérdida de conocimiento bajo nuestros cerrados ojos
puntitos de luz sobre fondo negro postigos cerrados

orza sobre el vacío desorbitar
protón bosón fermión hadrón leptón mesón neutrón

materia-antimateria
iones doppler en luz crepuscular y radiación de fondo

ante nuestros oídos se oyen movimientos
hidrodinámicos autoinducidos hidrógenos y helios

hagámonos cuentas como corderitos dormidos
promesas a la santa patrona si salimos de esta

traquetean las vigas de refuerzo escotillas ajustadas
estancos los párpados nave precipitada sobre la nada

bip bip bip suenan nuestras válvulas cardíacas
en precintados circuitos hipoalergénicos

registros de desplazamiento con realimentación lineal
destinos sellados secretos fotometría bipolar

rumbos trazados con compás por solícita ingeniería
nos alejamos de rutas conocidas del tráfico galáctico

advertimos los terrores pulsamos a demanda
el dosificador de pociones alucinógenas intravenosas




Avancemos
con la nave que atravesará el espacio-temporal.

el hilo musical en los auriculares new age a tope
una mano dormida apretando un pulsador desconectado

aburrimiento coreografía de malas posturas ruidos ajenos
nadie sabe lo que durará esto no falta mucho dicen

inoperativos tripulación timonel sobrecargo
ausentes oficiales sin capitán oh mi capitán

eón a eón avanzamos desenfocamos sin remedio
sin ruidos nadie verá nada ni las estrellas ni la noche

en las bodegas ajustados los equipajes la muda del mes
la lata de galletas precintada las joyas robadas a la abuela

crece virtual en los monitores un redondelito que es un sol
nadie lee el manual asumiendo el destino en un vistazo

mordemos cortes de limón para evitar el escorbuto
agua metálica y comida escasa también de sabor

perdido el tino preguntamos la hora a todas horas
impacientes acumulamos crecientes los rencores

corren rumores de motines reyertas desapariciones
intentaron abrir las escotillas bolsas negras al vacío

escasean las píldoras nadie sirve los goteros en los brazos
drogas por sexo sexo por drogas calma y estimulantes

se apagan las luces aquí dentro hace frío arrebujamos
dejamos de ver oir oler saborear leer sólo pieles sudorosas

comprendemos tenemos un momento de lucidez
sabemos propio este olor que desprendemos

dormimos ante el miedo dormimos de no llegar
dormimos para que nadie recuerde si dormimos

ya sólo existe la nave camastros sudores olores dolores
procedencia y destino desenfocados identidad borrosa

piii piii piii piii
las luces aseguran que algo pasa y apretamos los dientes

de pronto zarandeo caída de presión falta de resuello
volvemos a sentir el acero el titanio el carbono del fuselaje

piii piii piii piii
los rumores dicen que los motores fallaron

nadie en cubierta nadie en los controles todos sedados
todos cableados monitorizados hasta la cpu central

piii piii piii piii
las pantallas parpadean llegada final del viaje

el corazón del gps enternecido se apiadó del pasaje
el piloto más automático maniobra por su cuenta

todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje
vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado

caen las mascarillas el pecho no cabe en el salvavidas
collarines y desfibriladores se posa el tren sobre el más allá

bajo la manta como niños oímos el silencio alrededor
nadie se atreve a asomar la nariz miedo y vergüenza

uiiifffsssss oscurecidos tubos fluorescentes
las vibraciones los ruidos de la sala de máquinas cesan

diez minutos de silencio diez minutos de color rojo
naranja amarillo verde azul luz negra líneas fluorescentes

las hebillas saltan de su disciplina metálica
se posan los pies en el frío quedan los envoltorios del sueño

nos acotejamos ya no importa lo que aquí ha pasado
camaradas de viaje nadie dirá nada sobre nada jamás





DIEGO MILLE NOTARIO [14.744]

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Diego Mille Notario

(1978, Santa Cruz de Tenerife)
Ha publicado un solo libro de poemas: Poemario para un extraño (Ediciones Idea, 2011). También ha participado en la autoedición colectiva La nación de los olvidados (2012), con un relato breve y en las plaquettes editadas por el café literario de Santa Cruz, “La Gramola”. También ha realizado numerosas exposiciones en galerías de arte y diversas cafeterías de la capital, siendo sus estudios superiores relativos solo a la disciplina de la ilustración. Por su libro Poemario para un extraño recibió un voto al mejor libro de poemas del año en el blog Crítica y contracrítica, ampliamente visitado por la mayoría de lectores de poesía contemporánea en España.





Noche cerrada

Hay un momento para la miseria, el filo, la sombra acristalada del silencio. Un lugar que solo alcanzas tú cuando eres viento y en la noche juegas a asombrarme. Ahí también te pienso. Ahí soy también niño. Niño inconsecuente que no sabe si pretende reencontrarte o dolerte en todos los parajes que el azar devuelve a su apariencia. Imagina que ese niño te contara su secreto y que el mirlo más oscuro consiguiera comprenderlo. Imagina tan solo ese momento, y dime: ¿qué conservas todavía de esos días en que el sol se pone tras de nadie y una fuente se desborda de tanto sostenernos? ¿Y qué sabemos nosotros del amor, dime, de la flecha que, una vez arrojada, debemos perseguir a diario para razonar su movimiento?

Intenta contener la luz que necesita este misterio.

Y ahora dime qué sabemos.

(Inédito, 2011)






Primera luna

Porque eclipsa la razón de quien la mira,
temo la común belleza de la luna.

Su visión hace hermoso el arrebato,
y como arte verdadero nos revela
cualquier modo soñar lo inverosímil.

No tiene edad su forma,
ni hay explicación que pueda delatar
la misión que asigna su esplendor absorto.

Mirarla es negarse a ser testigo
de toda la miseria que arrastran estos días.

(De Principio de intimidad, inédito)





El pudor y la experiencia

El dolor nos muestra siempre tal cual somos.
Y hay en su inercia inevitable
un pulso de luz remota,

un espejismo incrédulo de oscuras decepciones
que niegan su aciaga máscara secreta.

¿No es necesario sufrir ciertas verdades?
Aceptar ese deber hace del alma

la sola convicción perpetua
que una aurora eterna sostiene sobre el mundo.

Es el dolor la obligación sagrada
del que parte cada noche hacia el poema,
del que busca su destino en la palabra.

Es la herida la calle solitaria
por la que ayer debimos errar juntos.

Así nos hemos vuelto únicos y extraños,
imprescindibles como fatídicos hermanos
que hoy también se reconocen
tras perder discretamente otra batalla.

Y si mirarnos en los lejanos ojos de lo amado
hace que seamos un poco más hermosos,
es porque el dolor, ese silencio,
nos muestra mientras tanto tal cual somos.

Lo demás ha de ser, sin embargo,

tan incierto como fuera la inocencia
de un triste soñador enajenado.

De alguien que por sufrir creyera
que al sentir de nuevo el mismo daño
podría ser mintiendo cualquier otro.





Disciplina

El fuego es la templada disciplina
que te sitúa dentro del silencio del poema.
Y te he visto arder contra el sendero.
He visto el fuego en tu sonrisa,
letal y misericordioso: joven,
imposible de apaciguar con el esfuerzo
que contrarresta el dolor en lo que somos.

Tú, en el límite abatido de la noche,
ardías como la oración del entregado.
Y tu belleza era el sosiego mismo
que la conciencia le daría a la llama errante.

Y ya todos ardemos. Tu voluntad nos busca.

El poema favorito de nuestro recuerdo
debería seducir toda inocencia
antes de que las brasas se consuman
en la perfecta idea de un fuego benévolo.








Tres renuncias a la soledad


I

¿Cómo puedo reconocerme en ti, si cargas la piedra del dolor por el que nadie se arriesga a llorar las últimas flores de la desolación? Mas contra todos los vientos que arrastran mi brutal soledad, te ofrezco mi palabra. Reconocerse en ella, amor, no es difícil. Sigue hablando para que las infinitas formas que he aprendido de nombrar el mundo, te nombren sólo a ti cuando reniegue del silencio que me quitas.


II

Hasta que todos nuestros pensamientos, nuestras miradas y también nuestras voces, tan cambiantes, no sean reconocibles a lo lejos, no estaremos solos, amor: tú y yo en las inmediaciones del crepúsculo más lejano, más allá de las tardes empapadas de azul de la discordia primera.


III

Llévate cuánto quieras de mí. Si un día me llenan tus gestos y alcanzo la verdadera altura de lo que sientes, habré vencido ante mí mismo. Estarás en mí. Y del que fui sólo habría de quedar una comprensiva sonrisa.





JAVIER HERNÁNDEZ FERNÁNDEZ [14.745]

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JAVIER HERNÁNDEZ FERNÁNDEZ

Nació en La Palma (Islas Canarias, España) en 1979 y pronto se mudaron sus padres a Gran Canaria. Cursó el bachillerato (BUP) de ciencias y, tras el último de año (COU) y la selectividad, dio comienzo a los estudios de Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones. Sin embargo, por ese entonces sus objetivos de aprendizaje y formación se acercaban mucho más hacia la informática por lo que decidió dejar la universidad y comenzar los estudios de Técnico Superior en Administración de Sistemas Informáticos. Una vez finalizado el ciclo superior, y tras las primeras experiencias laborales en el área informática y la docencia, sopesó durante un año hacia dónde encaminar sus formación académica y dónde señalar el futuro de su actividad. Durante todo este tiempo se gestaba, poco a poco, una vocación literaria y de aprendizaje (y docencia) que confluía en la Letra y los libros. La capacidad de análisis e introspección junto con una sensibilidad innata, acompañaban las experiencias vitales de ese tramo de vida. Tras mucho pensar y sopesar, decidió estudiar la licenciatura de Traducción e Interpretación (Inglés) y fue, mientras aún estudiaba la carrera, cuando apareció la vocación traductor; vocación que, con los años, reconocería como una de las más intensas manifestaciones de la voluntad incansable de aprender y dejarse sorprender. Llegó el primer encargo de traducción (español-inglés) en 2010 para un libro de poemas, de Francisco Ramírez Viu, titulado “La isla de la distancia”. Al mismo tiempo avanzaba la carrera, las lecturas libres y obligatorias y, finalmente, un periodo de prácticas; y la conclusión de la carrera.  Fue en el útlimo tramo de esta, 2007-2011, cuando la literatura tomo una forma de madurez creciente, y cuando el espíritu crítico y la experiencia lectora -alimentados ambos por una eterna curiosidad- se afianzaron. Así, durante esos años coordinó las actividades literarias del colecitvo literario 9Puertas, que había creado junto con compañeros asistentes a un curso de creatividad literaria del escritor Francisco Ramírez Viu. Antes de finalizar su participación 9Puertas, coordinó la edición y publicación de un libro antológico de los autores que integraban tal colectivo, titulado “Cofluencias” (BeginBook, 2010).

Después de la experiencia de 9Puertas vendría un periodo de “ensayos y errores” literarios en  forma de blog para, finalmente, tomar un tiempo de respiro “detrás” de la Red. Fruto de ese retiro vio la luz el blog de crítica literaria Mierda Perro Literatura Canaria a Punta de Calima, así como mi primer libro de poemas “Los sueños del caracol” (aún inédito), y una serie de participaciones en congresos y encuentros literarios, además de en revistas culturales y generalistas en la Red. Acontecía todo lo anterior y sobrevivía la curiosidad, las del “¿Qué?”, “¿Cómo?”, “¿Para qué?” y “¿Por qué?”, acompañadas de encargos profesionales de traducción y revisión literarias que le permitirían profundizar en los procesos creativos y de la crítica literaria.

En la actualidad, prepara distintos proyectos de traducción de literatura en lengua portuguesa, una antología crítica de poesía canaria de los años 90, además de un libro de ensayos sobre crítica literaria y poesía.

Para contactar con el autor y traductor acerca de talleres literarios, traducciones y proyectos afines: javiernandeztraducciones@gmail.com.




Semana Santa

En el bar.
Tú hablas de Buda mientras Manolo
te pregunta por las procesiones.
Entonces te imaginas siguiendo a la marea humana,
toda bien vestida, casi toda en colores negros,
y piensas: me voy a beber.
Y vas y entras en un bochinche. Y pides vino hasta reventar.
Y al salir a la calle,
te asalta desde arriba la imagen de un hombre,
de unos treinta y tantos, medio desnudo,
cargando una cruz que no le pertenece,
sangrada toda su cara y con una expresión de dolor
que nunca has visto.
¿Qué es esto?
¿Por qué pasean el sufrimiento de este hombre?
¿Por qué este sacrificio?
Das unos pasos, te caes al suelo sobre un charco
y te sorprendes al ver como se apresura
una perra abandonada a limpiarte la cara y las manos:
“Deja que limpie tus manos y tu rostro cansado”-dice ella.
Y tú contestas:
Por haber amado tanto… por haber amado tanto y siempre
con fe, tú no tienes ningún pecado.





Lugares maravillosos

Desuellas del amor sus tripas, sopesas
su hondura en una hoja de papel milimetrado, delimitas
la simetría perfecta de nuestras sombras contra la puerta…

…Una vez más te descubro a contraluz,
fuera de tu boca,
lamiendo un eje de coordenadas
ahora flácido y sin uso
y pienso…

… A veces pienso que sólo derribamos
lugares maravillosos.

Poema inédito (2012)






BLANCA MOREL [14.746]

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Blanca Morel 

(Madrid, 1970). 
Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación, sobre todo en televisión, realizando labores de redacción, coordinación, locución y presentación en diferentes programas emitidos por TVE en Canarias, así como en otras cadenas y productoras. Ha coordinado talleres de poesía y colaborado en revistas literarias como “Fábula”, entre otras. Ha realizado numerosos recitales poéticos en Las Palmas de Gran Canaria junto con sus compañeros de grupo literario con los que ha escrito un poemario titulado “Taxidermia”, prologado por Leopoldo María Panero. Ha publicado el poemario “Bóveda” (Madrid, 2008, Editorial Amargord). Figura en el libro de relatos breves “Fricciones” (Tenerife, 2007, Asociación Beecham) y en la antología “Bukowski Club 06-08, Jam session de poesía” (Madrid, 2008, Ediciones Escalera). 





No hay nada sólido
al final de mi brazo

mis manos de agua
escapan de tus dedos

mis manos de río 
pasan sin mirar

un río que fluye
o un mar que se bifurca

llevamos una piedra
y mis manos se han hundido

llevamos una piedra
y no hay nada a lo que asirme

me hundo
clavada en esta fuente que me lleva

me hundo
y me alegro de morir

morir es respirar dentro del agua






Estaba  a punto de tumbarme en el sofá
cuando de pronto inexplicablemente y con contundencia
se solaparon dos tiempos
y así me vi yo misma tumbada en el sofá
y en el instante en que esto sucedía
tendida estaba en mi ataúd y no era incómodo
tras la ventana
las cuerdas de tender la ropa fustigaron el aire de la tarde
caballos invisibles de dulcísimos corazones
agitaron sus ijares hacia el muere
me quedé dormida
la televisión bajita susurraba algo de selvas y leonas
mi reino se va desgajando en  bigbanes sucesivos de universos indemostrables
me atraganta la vida y vomito con elegancia o crueldad o mezquinamente instantes de mí
meteoros de mí que se desprenden y viajan no sé a dónde
soy una niña sin principio ni final
es por mi madre y su beso cósmico antes de dormir
un sueño de átomos mecidos dulcemente
me arropa ella mi madre con el perfecto embozo
con las sabanas tensas
limpias
bien planchadas
y las incógnitas
todas ellas

son un lazo que en mi pelo infantil se desatan
en el centro de lo que arde
hay un lugar tranquilo y cotidiano
donde universos que serán esperan su turno






SERGI PUERTAS [14.747]

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Sergi Puertas

Escritor español (Barcelona, 1971) de profusa producción en Internet. Ha publicado los poemarios Ángeles cansados (Editorial Deabruak) y Tira mis sueños a la calle y la lluvia los hará crecer (Editorial Crecida). Es el creador de la página de Charles Bukowski, un homenaje al escritor estadounidense.



Philip K. Dick

Philip K. Dick está sedado, posiblemente muy puesto.
Aprovechan para coserle a preguntas.
Le preguntan por la Conspiración, le preguntan por el Cosmos.
Philip K. Dick renquea entusiasmado por el living.
Ya nadie acude nunca a entrevistarle. Su boca se llena de saliva, escupe.
Le dan coba, le echan otro dedo de brandy.
Le piden consejo sobre Europa. ¿Qué hacemos con Europa, Phil?
Philip K. Dick hilvana una hipótesis alucinada.
Labios apretados, codazos de tapadillo.
La reportera se mea de risa.
Philip K. Dick no sabe ni de dónde le vienen los tiros.
No entiende de dónde ha salido esa grabadora sin cinta.
No entiende que la metástasis ya no duela.
ni el porqué de su cáncer, si sabe perfectamente
que él morirá de una crisis cardíaca
muy lejos de Madrid
mucho antes de 2013.

Los periodistas se marchan.
Philip K. Dick queda cansado y aturdido.
Se echa en el sofá, cierra los ojos
y emerge en 1982 en su vivienda de Santa Ana
sin cáncer, sin recuerdos
para fallecer de un ataque al corazón diez minutos después.

Sabes que el universo es absurdo, Phil.
que hay tantos posibles como pastillas en la farmacia.
Que a la gente como tú y como yo
la locura nos escurre cerebro abajo
y se nos cuela en la voz y en los textos
hasta que no nos queda sino arremeter
contra toda esa gente, contra la vida misma.
Ni nuestros ídolos escapan a nuestra furia.
Era un homenaje, Phil. Te juro que no sé qué ha pasado.





Afloración

Si
de repente
desde lo profundo
se nos aflojaran
a la piel
a las articulaciones
a la carne

todas las heridas
todas las amarguras
el dolor
a veces callado
otras vomitado a pozo ciego
mas siempre sufrido porque sí

no podríamos ya sentir
compasión
por
los tullidos
los mutilados
los leprosos
en ese nuevo mundo de
monstruosos nosotros todos
deformes y renqueantes
retorcidos hasta lo
imposible.




Magia

Los 20 aún no cumplidos
ambos sabíamos que no podía durar.

Entretanto:
robábamos lápices Parker granates y caros de los grandes almacenes
y las toallas de los hoteles
tomábamos de las bibliotecas
libros para jamás devolverlos

poniendo especial mimo en arruinar nuestras carreras
caíamos borrachos de sobredosis
de Procol Harum y Jack Kerouak
el mobiliario urbano
las cabinas de teléfonos
temblaban al acercarnos nosotros.

Una noche sacó de su bolsillo
unas pastillas blancas que depositó
junto a la botella de vino.
Matémonos dijo. Y supe que lo decía en serio.

Ambos sabíamos que no podía durar. Y no duró.
Partimos sin resentimiento.
Las pastillas blancas regresaron a su bolsillo
y él regresó adonde no sé dónde.

Un decenio después en un reencuentro casual en la calle Calabria
percibí en su apretón de manos afectuoso y frío
de aquella segunda y última partida
la infinita tristeza que ambos sentimos
ante nuestra ya definitiva discapacidad
para recuperar recrear tampoco
la magia ya para siempre perdida y casi también olvidada.




Sin receta

Estaban aquellas pastillas para el parkinson
llamadas Artane
que mezcladas con alcohol
producían alucinaciones
con particular fijación por los enanos de colores.

Estaba aquel spray contra dolores musculares
cuyo nombre no sabría deletrar 400 pesetas
retirado del mercado apenas semanas después
que inhalado producía una salvaje sacudida
en todo el sistema nervioso
seguida de agradable estupor indiferencia y otredad.

Catovit ingerido a puñados como estimulante
y otras píldoras de las más diversas formas y colores
completaban el elenco de antídotos
contra una juventud
que nos fue también entregada
sin diagnóstico
sin receta
y atiborrada de contraindicaciones.




La escena

La escena la protagonizan
muy a menudo
dos
y tiene lugar
en público.

A la escena se la anuncia siempre
con un grito
que convoca la mirada
de peatones y de comensales y de curiosos.

A veces
uno de sus protagonistas
toma
de pronto
conciencia de la escena;
baja
la voz
hasta hacerla casi
inaudible
murmura
entre dientes.
suplica exige al otro
se ponga fin de a la escena.

Otras
ambos gritan
a voz en cuello
ausentes del mundo en su aullante duelo.

Hay que estar atentos:
no se anuncia jamás la función
es gratuita
tiene lugar en los lugares más variopintos
se mira siempre de reojo nunca de frente
termina abruptamente
a su fin no se permite aplaudir.

La escena es en fin un espectáculo único
donde los actores raramente disfrutan
—aunque creedme se dan casos—
muy al contrario que el público
quien marcha siempre a casa satisfecho
y equipado con una sonrisa que tardará
y tardará
y tardará
en
desvanecerse.




Desidia blues

Debo irme
Me esperan
Sí, ahora
Ved cómo me levanto del sofá
y marcho
Cómo me

No
Estoy aún sentado
Me terminaré el cigarrillo
Luego me pondré en pie
y marcharé
Me esperan
un momento de nada
apenas un momen

Creo que estoy
aquí sentado aún
Llego tarde ya
Resulta vergonzoso
verme aquí no hacer nada
Otro cigarrillo
Dónde he puesto el encend

¿Sentado aún? Sí, Sentado aún
Me levantaría mas temo me fallen las fuerzas
Como no me levanto, no hay forma de comprobarlo
Otro cigarrillo ayudará
Sí, es seguro
Una calada y expulso el hu

Llego ya muy tarde
Pronto marcharé
Podría levantarme ahora si quisiera
Y quiero
Pero no puedo.
Me parece estar sintiendo algo
No es flaqueza, tristeza tampoco
Es más bien miedo inconcreto como

Me esperan.
Tarde.
Cigarrillo. Otro.
Fuerzas.
Levantarme. Quiero. ¿Puedo?

Miedo.




Programador

Abominable como te digo:
Desguazando encajando aquellas tarjetas de silicona puta
que me herían las yemas de los dedos
y aquellas diez mil líneas de código binario bíblico
tulléndome la yema del cerebro.

De programador no creí poder ir a peor
pero ya me ves: Maestro.
Ayer progamando ordenadores. Hoy niños.
Más ruin es que ya ni se puede vamos o sea horroroso ya te digo.




Costa

Muy temprano en la mañana
me acerco a la costa.
Los peces se arremolinan allí por cientos.
Las gaviotas descienden y les dan muerte.
Sobre las 9:00 regreso al centro:
Multitudes desfilan a sus empleos.

Al dia siguiente regreso a la costa.
Los peces se arremolinan allí por cientos.
Las gaviotas descienden y les dan muerte.
¿Por qué insisten en volver los peces?
Presa de incomprensión regreso al centro:
Multitudes siguen desfilando a sus empleos.




Enseñanza

La enseñanza oficial
más adelante pude darme cuenta de ello
se reducía a aprender
una breve serie de ideas importantes
que a aquella edad a ninguno nos importaban
y una eterna serie de ideas estúpidas
que como loros patanes asimilamos espasmódicamente.
Todo esto por propia iniciativa —no oficial—
lo aprendí en años posteriores
al igual que tantas otras cosas absurdas e inútiles que
tampoco
me sirvieron
jamás
para nada.




Demiurgo

Si tiro mi colilla
mi colilla desalojará un espacio
de atmósfera concreto
donde caiga
y molecularmente
por acción de mi tiro
aquel espacio jamás será ya el mismo.

Si pulso la pared apoyando mi mano en ella
mi mano exterminará vida
reordenará el polvo en ella
allá donde me apoye
geografía
biología
jamás serán ya los mismos.

Si bebo agua
el agua por mi bebida
ya bien asimilada por mi organismo
o soezmente evacuada
de mis tripas imposibles
jamás será ya tampoco
la misma.

Así es
y a más no aspiro:
Te guste o no
con actos minúsculos
y acciones tan inconscientes como significativas
mis manos cuerpo vida
remodelan y reorganizan
día a día
completamente
tu universo.




Vacaciones (Stranger in strange land)

Estoy tan solo que temo por mi alma
mi cordura.
Hace días que no hablo. No me hablan:
Gesticulo y señalo frente a las cartas de los restaurantes.
En 5 días
sólo 2 camellos (¿Quiere haxis primo?)
y 1 prostituta (Speak english? Make love?)
se han dirigido a mí. Querían, claro, mi dinero.
Soy invisible para el resto.

Ando calles que no entiendo
fumando y sudando y jadeando sin rumbo.

¿Qué vine a buscar aquí? Lo he olvidado.
¿Qué obtuve? Lo que merezco.

Ya no comprendo ni soporto
tranvías fachadas monumentos.

Desfallezco. Me siento.
¿Qué quiero?
Me quedaré muy quieto.





I. Congénita

Es nuestra deficiencia mental
de origen congénito.

Por nuestras venas corre
la macula de la imbecilidad.

Imagino a Adán y a Eva
desnudos
retozando sobre la hierba
la estulticia proyectándose
en sus rostros mongoloides
proyectados al cielo
baba blanca escurriéndose
por sus comisuras

ajenos a la estirpe de imbéciles
que habría de engendrar su acto.




II. Educación

Es la educación un mito.

Nada hay que enseñar.

Tan solo nos queda
transmitir esa imbecilidad primigenia
de generación en generación.

Es como si asegurarnos quisiéramos
de que cada camada
caerá
irremisiblemente
en los mismos errores
en los mismos pecados
que sus progenitores.

Unicamente supone la educación
un medio para perpetuar
las ideas torcidas e insanas
que en su día fermentaron en la mente
del imbécil original.




III. Juego

Ha llegado el momento de
que enfrentes los hechos
muchacho:

Es esta una partida
que no puedes ganar.

Un juego de reglas totalmente ajenas
a la razón
a la lógica.

No trates de comprenderlas.
Enloquecerías.

Piensa también en la competencia:
Son billones los imbéciles que participan
acumulando a lo largo de su desarrollo
una miríada de
aparentes éxitos
que no son sino rotundos fracasos
que su astuta estupidez
endulza con el mismo dulzón aroma que desprende
la carne putrefacta.

Bella es la vida
vista a través de
los rosados anteojos del autoengaño.

Llegó el momento de quitárselos
muchacho.

Quítatelos.

Quítatelos y contempla
la figura de negro
que aguarda paciente al final del camino.

Su paciencia es tan infinita
como nuestra imbecilidad.




IV. Habitat

Donde pisaba el caballo de Atila
no volvía la hierba a crecer.
No está mal.

Pero
allí donde pisa el imbécil verdadero
sólo crece
asfalto
cemento
tecnología
y dolor.

Pisará más tarde ese cemento
el resto de nuestra estirpe.

Arrastrando nuestras feas bolsas de ADN

aspirando y expirando aire
deglutiendo y defecando materia orgánica

con aires de saber qué está pasando
con expresión de saber qué estamos haciendo

los imbéciles anidaremos
en nuestro nuevo infierno creado a medida.

Ocho horas diarias de dedicación a tareas absurdas
cuidarán bien de que esa rara chispa de cordura
que destella alguna vez en toda mente
aparezca cada vez
a intervalos menos frecuentes.

La imbecilidad es a veces
no sólo
hereditaria y estacionaria.

También es
degenerativa.

Parece ser ese nuestro caso.



V. Amor

Dos deficientes mentales
asqueados de su soledad
hacen el amor chapuceramente
en un piso de renta limitada
emulando a Adán y Eva.

Prueba es ello de que
nada cambia
nada aprendemos.





VI. Coda: muerte de un imbécil

Un imbécil ha muerto.

Los restantes imbéciles
se arremolinan alrededor de su cadáver
soñando con otros mundos
soñando con otra vida
donde no haya más dolor

una nueva vida que no tenga un final absurdo
como colofón final a una larga serie de sinsentidos.

Es difícil concebir
una idea más descabellada
pero claro

tengamos en mente
que no dejan de ser imbéciles
al fin y al cabo.

La pareja de deficientes mentales
anteriormente mencionada
ha engendrado a un nuevo imbécil.

El imbécil ha muerto.
Loa al nuevo imbécil.






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