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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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JORGE MOYA DE LA TORRE [14.624]

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Jorge Moya de la Torre

Jorge Moya de la Torre Muñoz-Caravaca (Húmera, Madrid; 23 de abril de 1883 - Madrid; 23 de agosto de 1933) fue un poeta, dramaturgo, maestro y periodista español. Era hijo de la maestra y activista Isabel Muñoz-Caravaca.

Hijo de Isabel Muñoz-Caravaca López Acevedo y de Ambrosio Moya de la Torre, fue el pequeño de los tres hermanos de la familia. Aunque nació en el pueblecito madrileño de Húmera el 23 de abril de 1883 y falleció en Madrid el 23 de agosto de 1933, la mayor parte de su vida estuvo vinculada a Guadalajara.

En 1895 siguió a su madre hasta Atienza, donde ella tomó posesión de su plaza de maestra. Allí vivió hasta que en 1910 se trasladó a la ciudad de Guadalajara, donde más tarde se casó y donde siguió residiendo hasta 1931. Cursó estudios de Magisterio pero nunca ejerció como maestro, quizás por las desagradables experiencias de su madre, que siempre ejerció una marcada influencia sobre él. No por eso renunció a la vocación docente familiar y obtuvo una plaza de auxiliar de secretaría en la Junta Provincial de Instrucción Pública. Al proclamarse la II República Española, Rodolfo Llopis fue nombrado Director General de Primera Enseñanza y, necesitando un secretario particular tan capaz como afín a sus ideas, reclamó a Jorge Moya de la Torre, por indicación de Marcelino Martín González del Arco y Modesto Bargalló.

Fue así como Jorge Moya de la Torre, con su mujer y su hija, acabaron instalándose en un pequeño chalé de la madrileña calle de Viera y Clavijo, junto al parque del Retiro, renunciando a su puesto como oficial de la Secretaría de la Escuela Normal de Guadalajara y a una plaza como ayudante de la sección de Letras del instituto de Guadalajara.

Obra escrita

Aunque en su juventud siguió los pasos de su padre, y formó parte del Comité provincial del Partido Republicano Federal, se aproximó al Partido Socialista Obrero Español a partir de sus frecuentes colaboraciones periodísticas con la prensa obrera y progresista de la ciudad de Guadalajara. En 1902 dio a la imprenta sus primeros versos y relatos en Flores y Abejas, y de ahí pasó a La Alcarria Obrera y Juventud Obrera, portavoces de la Federación Local de Sociedades Obreras, y Avante, órgano de comunicación del PSOE de Guadalajara, aunque también se publicaron artículos con su firma en otras cabeceras provinciales como La Orientación y El Liberal Arriacense.

En 1925 pasó a escribir en El Socialista de Madrid, entonces dirigido por Andrés Saborit, donde comenzó publicando varios poemas cada semana dentro de una sección fija que se llamaba Trinos, y que luego se denominó Folías. Su última composición, Un brindis para Torija, se publicó el 16 de julio de 1933.

Autor de versos de inspiración popular y ecos machadianos, en 1932 publicó una selección de sus poemas en su libro Cármina, siendo también el autor de La razón del mal amor, una tragicomedia en tres actos editada en 1920 en Guadalajara. Dentro del ámbito profesional, escribió Contestaciones para las oposiciones de Secretario de Ayuntamientos: primer ejercicio. Breves lecciones de escritura al dictado con ejercicios prácticos y de composición.



Jorge era el menor de los tres hijos de Ambrosio Moya de la Torre, un eminente matemático al que se debe la primera tesis sobre Probabilidad en la Universidad española, e Isabel Muñoz Caravaca, escritora que fue pionera del feminismo socialista en España. Después de una larga trayectoria de más de veinte años de colaboraciones en la prensa progresista de Guadalajara, a partir del verano de 1925 comenzó a escribir en El Socialista de Madrid, el órgano central del PSOE. Durante muchos años su colaboración se limitó a un breve poema, que normalmente aparecía en la contraportada, hasta que en 1931 pasó a residir en Madrid para ayudar a Rodolfo Llopis en la modélica reforma educativa que éste emprendió como Director General de Primera Enseñanza. Desde ese momento, Jorge Moya de la Torre se incorporó a la redacción de El Socialista como editorialista, prueba de su indiscutible valía. No por eso abandonó la poesía, y por eso reproducimos algunos de sus poemas publicados en El Socialista o recogidos en su libro Cármina.


NUBES DE VERANO

Nubes de verano
Sobre la agreste montaña
y la planicie serena
de un cabo al otro de España
truena, truena
De negros presagios llena,
torva cortina del sol,
la amenaza del granizo
extiende un toldo plomizo
sobre el paisaje español.
Menos mal
que en el campo de futbol
triunfamos por un goal,
y en el coso
es u símbolo glorioso
la oreja del “Nacional”.
Menos mal
que el astrónomo formal
nos predice un tiempo hermoso.
Pero graznan en el monte
los cuervos sobre la presa
y la oscuridad espesa
cierra sobre el horizonte.
A lo lejos
hay relámpagos reflejos:
truena, truena
y la tempestad avanza
sobre la campiña plena
de espigas y de esperanza.
Ante el fanatismo ciego
del labriego,
el padre cura
a latinajos conjura
con su hisopo el ceño arisco
de la tormenta enemiga…
Y le responde un pedrisco
que no deja ni una espiga.
El torrente
todo lo arrasa y lo anega;
y ante el dolor impotente
-¡aquí será el lamentar!-
furia loca, furia ciega,
rotos bríos
que no se supo encauzar
¡Y se nos llevan los ríos
trágicamente a la mar…!

(El Socialista, 23 de junio de 1925)





ALONDRAS DE LA VERDAD

Trinar… No hay más remedio;
trinar de todo o sucumbir de tedio.
La copla sobre el tajo, ritmo de la faena
y acorde del trabajo.
La cadena
del forzado que rechina,
y el rudo son de los remos..
todo trina;
trinemos.
Sobre el campo y sobre el mar,
en la mina y en el viento,
que sea nuestro cantar
pensamiento
que no se pueda encerrar.
Galeote o ruiseñor,
risa o queja,
realidad,
es el cantor tras la reja:
y la copla, libertad.
Alondras de la verdad,
sobre mentiras galanas,
ironías
para virtudes livianas
y para dogmas crueles;
cascabeles
contra seseras vacías
y sobre eminencias vanas…
Trinemos en este son
contra toda sinrazón
y contra toda estulticia
en el tonillo burlón,
sin acritud ni malicia
de un bufón
servidor de la justicia.

(El Socialista, 24 de junio de 1925)





ELEGÍA DE UN HIMNO

En la batahola
de la nocherniega
cantó la pianola
el Himno de Riego.
¿Quién llevó a la entraña
del clave fatal
el viejo de España
grito liberal?
Mecánicamente,
sin fe ni emoción
muere tristemente
la vieja canción
entre los bordones
del vil mecanismo
-y en los corazones
se muere lo mismo-
sin que ni ligera
cuenta de él se den
ni el pollito “pera”
ni la niña “bien”,
que toman morfina
beben pipermín,
ignoran la ruina
de Riego y de Prim
y en estas canciones
reducen su afán
a las emociones
que presta el “jazz-band”.
Al genio romántico
le dieron morfina
los que al fuerte cántico
pusieron sordina;
los que se olvidaron
de la letra fiera
y sólo entonaron
la música huera,
las voces falaces,
sin alma y sin fuego,
los “cucos” sagaces…
¡Pobre Himno de Riego!
Si fuiste simiente
tendrás otro son
que inflama valiente
nuestro corazón.
A ti todavía
te hará, en la agonía,
subir al calvario
un conde de casta
para el centenario
del hábil Sagasta.

(El Socialista, 29 de junio de 1925)






IDEAL

Era de hollín y tabaco
La atmósfera del casino,
Sobre dos mesas de tute
Y otra, mejor, de tresillo.
Al juez de primera instancia
Nunca se la da codillo.
Para él hace las puestas
El cacique del distrito
Sobre el tapete de tute,
Con más chabacano ahínco,
Maestro, secretario, albéitar,
Se baten el perro chico.
Al rescoldo de la estufa,
Dormitando un viejecillo;
Y un cura seca la negra
Bufanda de velludillo.
Dos periódicos ajados,
Y no de puro leídos,
Pregonan en el desierto
Noticias y sucedidos.
Titulares palpitantes
Que mal deletrea el chico
Del conserje, todavía
Sin sacarles el sentido.
-¿Quién va a la contra? ¿El notario?
-¿Por ocho? –Con su permiso
-¡Ah! Pero ¿es solo? -¡Con leche!
-Está bien. Vengan las cinco-.
Vienen las letras impresas
Dándonos trágicos gritos,
Y en este ambiente tan sordo
Se van muriendo de hastío.
En las cocinas humosas,
Junto a los negros morillos,
Mientras se cuecen las sopas
Se doran los torreznillos.
Parca cena, largo sueño.
Y ¡allá! Un mundo tan distinto,
Que se consume de fiebre
Mientras nosotros de frío

(Cármina, 1932)






LA TÍA ROSA

Domaba la greña cana
debajo del pañizuelo,
y otro pañuelo de rosas
se le cruzaba en el pecho.
Calzaba patín de lana
bajo la abarca de cuero,
y llevaba otro amarillo
sobre el refajo bermejo.
Tenía firmes las piernas,
trotadoras de senderos,
y encallecidas las manos
del lentisco y del barbecho.
Tenía el perfil agudo,
y, sobre el rostro moreno,
besos de todos los soles,
soplos de todos los vientos.
Blanda, porque fue pastora,
balaba como un cordero;
pero avizoraba el lobo
bajo el agresivo ceño.
De cuando estuvo en amores
guardaba dulces recuerdos,
y una sonrisa sin dientes
de cuando tenía celos.
Todo se le fue marchando,
y todo estaba tan lejos,
que ya todo lo contaba
entre historia y entre cuento.
El hijo que fue a la guerra,
el hombre que fue al destierro,
la moza que fue a la corte…
¡Todos se fueron, se fueron!
Y ella se quedó a la puerta
del abandonado techo,
con la rueca en la cintura,
con el huso entre los dedos.
Hilando los copos blancos,
hilando los copos negros,
retorciendo las memorias
y devanando los tiempos.

(Cármina)





RETRATO

El tío Romero,
con su cinturón de cuero
-broche de bronce-, un ibero
de chamarreta y calzón,
en el hombro el azadón,
noble y levantado el pecho,
derrochaba bizarría
e iba seguro y derecho
todavía.
Tenía fibra, tenía.
Tenía duro el pellejo,
generoso el corazón,
y era un viejo
sesentón.
Era fina
la gracia de su anguarina.
Tenía el porte severo,
ceremonioso el sombrero
para pedir el danzar
con la Virgen del lugar,
como aquel sacerdote ibero,
en aquel rito gentil
entre el son del tamboril
y el soplido del gaitero.
Al tío Romero,
gran soldado del trabajo
campesino,
ni le amilanaba el tajo
ni le traicionaba el vino.
Sabía poner buen tino;
tenía justa medida
de la vida.
La vista, aguda y certera,
y la frente,
serena e inteligente,
ante la moza ligera,
ante la vieja vencida,
ante el mozo jaranero,
ante el viejo pordiosero
y la riqueza perdida,
tenía un gesto severo
y una acertada medida
de la vida
el tío Romero
que era un hércules ibero.

(Cármina, 1932)





VIOLETAS

Ya hay violetas moradas.
De entre la mata dormida
bajo las duras heladas,
van saliendo avergonzadas
a la vida.
Pequeñitas,
sin presumir de bonitas,
olorosas,
generosas
de su exquisita fragancia,
la salen a repartir,
y no le dan importancia,
con la suprema elegancia
de no quererse lucir.
Flores sin cuidado, campestres,
en los bordes del hocino,
y entre los setos silvestres
del camino.
Flores en pueblo: tempranas,
siempre unidas
como unas buenas hermanas
que saben fundir sus vidas
en una esencia de amor…
¿No es así?
Aprended, flores de mí…
las lecciones de una flor.
Florecillas
que parecen pensamientos,
esparcidas en semillas
por los vientos.
Nuncios de la primavera
tras la angustia del invierno.
También para el hombre de fuera
renuevo eterno
lo que sólo es ilusión,
si en nuestra vida no hubiera
añadas sin primavera.
No lo creas, corazón;
pensamiento, no lo creas;
jamás hubo floración
sin ideas,
sin fe, sin abnegación.
Sin esparcir en el viento
corazón y pensamiento
para que en faustas mañanas
venga el Sol a calentar
las violetas tempranas
que acertemos a sembrar.

(Cármina, 1932)








ELMAN TREVIZO [14.625] Poeta de México

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Elman Trevizo

Elman Trevizo (1981, Los Mochis, Sinaloa, México) es un narrador, dramaturgo, poeta y periodista mexicano. Ganador de reconocimientos como el Premio Nacional de Novela Norma 2012 y el Premio Valladolid de las Letras 2010. Su libro "Las muchas muertes de Pancho Villa" apareció en la Guía de libros recomendados para niños y jóvenes 2011 elaborada por IBBY México. Su libro "La música del mundo" fue seleccionado en en el programa Libros del Rincón de la Secretaría de Educación Pública.

Empezó a publicar desde muy joven en periódicos y revistas de México, Venezuela y Estados Unidos. Los temas que ha abordado en su narrativa, teatro y poesía han sido variados. Desde retratar en una novela a la figura de Pancho Villa y hablar del acoso escolar por medio del lenguaje utilizado en las redes sociales, hasta la creación de historias con referencias tecnológicas.

Cursó el Diplomado en Creación Literaria de la Sociedad General de Escritores de México y el Diplomado de Estudios de Dramaturgia del Instituto Nacional de Bellas Artes. Obtuvo en el 2012 la Beca Prensa y Democracia de la Universidad Iberoamericana, otorgada a periodistas mexicanos. En el periodo 2009-2010 obtuvo la beca de formación para escritores de la Fundación para las Letras Mexicanas en el área de dramaturgia y ha obtenido las becas de los Fondos Estatales de Sinaloa y Chihuahua en las categorías de Jóvenes Creadores y Creadores con Trayectoria. Ha publicado las novelas Las muchas muertes de Pancho Villa, La legión del guante contra los seres de vidrio, Viajero de otro mundo y Hacker; los libros de teatro Nuestros dobles son cirqueros / Los locos se visten de dardos y Agua es el insomnio; además de los libros para niños Diario garabato, Gallompiro, La casa misteriosa, Marcelo y el ratón aprendiz y La música del mundo.

Premios y reconocimientos literarios

Finalista del Premio Internacional de Cuentos para Niños La Pereza, 2013
Tercer Premio en el concurso Todos Somos Iguales de Editorial Porrúa y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, 2012.
Premio Nacional de Novela de Editorial Norma, 2012.
Premio Valladolid de las Letras de cuento para niños, 2010.
Mención honorífica del Premio Regional de Periodismo Cultural, 2010.
Tercer lugar en el Premio Nacional de Poesía Joven Jorge Lara, 2009.
Primer lugar en en Premio Nacional de Poesía Manuel José Othon, 2006
Mención honorífica en el Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera 2004.
Premio de poesía de la Revista Punto de Partida de la Universidad Nacional Autónoma de México, 2003.
Premio de Cuento del Semanario Meridiano 107 Editores de Ciudad Juárez, Chihuahua, 1998.

Obras publicadas

Monólogos sin eco, antología poética, Aster Ediciones, 2005.
El último ciego en salir que apague la luz, poesía, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 2006.
Agua es el insomnio, teatro, Editorial Solar, 2009.
Las muchas muertes de Pancho Villa, novela, Ediciones B, 2010.
La legión del guante contra los seres de vidrio, novela, Ediciones B, 2011.
Nuestros dobles son cirqueros, teatro, 2009, Instituto Mexiquense de Cultura, Reeditado por Conaculta 2010.
Diario Garabato, poesía para niños, Secretaría de Educación del Estado de México, 2010. Reeditado en 2013.
Gallompiro, cuento para niños, Editorial Orson, 2011. Reeditado en 2014 por Cleta Ediciones.
Viajero de otro mundo, novela, Norma Editorial, 2012.
Marcelo y el aprendiz de pintor, cuento ilustrado, Editorial Progreso, 2012
La casa misteriosa, cuento ilustrado, Editorial Porrúa, 2012. Reimpresión 2014.
Hacker, novela, Ediciones B, 2013.
La música del mundo, Editorial Tres Abejas, 2013.

Obras de teatro del autor que se han llevado a escena

Los muertos no tienen memoria (finalista del Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera 2004).
Independencia Game Over (Obra ganadora del Programa de Producción de Obras dramatizadas 2010).
Nuestros dobles son cirqueros (obra ganadora del Programa de Publicaciones del IMC, 2010).
No puedo dormir mientras me ves (obra ganadora del Programa de Publicaciones Instituto Chihuahuense de Cultura, 2009).




Un escaparate quebrado en el alba 




Muerte

Basta con sentirla para regresar a la infancia
                                                      dejar caer el grito y recoger la herida
la grieta que le da forma al dolor
                            el badajo que tercamente golpea la secuencia del pretérito:
el aletear enmohecido del recuerdo.

Basta con oír el crujir de la puerta
el ojo de la cerradura parpadeando en su miedo
para ver a la noche que pasea a la oscuridad para hacerla más negra.

Huracán petrificado
                          la muerte
dolor umbilical
                         lamento sujetado al cuerpo.

Quiero escapar para no existirte
Para no mirar cuando tú me hagas cerrar los ojos
Para no buscar hacia adentro el pincel que trae consigo la desmemoria
Y no gritar que eres la grieta que la tarde necesita para abrir sus alas
para romperse como un cántaro arrojado desde el vacío de un ventanal.

Aturdidos 
Dejamos que el tiempo y sus contingentes manecillas corran
Dejamos que los ciegos finjan un desfile de imágenes: 
Un río que fornica cada tarde con el puente 
Un fantasma que baja escaleras
Una escalera que sube sobre los pálidos pies de un fantasma. 

Una parodia del miedo
Un adversario que calla y cae, como por accidente.
Una sombra inventando la forma negativa del encandilamiento.

Pabellón de locos es el instante.
Una obra de teatro que dura sólo un acto: la muerte.




Corazón

De latidos silvestres
                          imprevisto
no daltónico
Aferrado a un maniático tararear de suspiros
                                               alegatos.
Mordedura no de serpiente donde la sangre fluye.
Único lugar donde el rojo no se desboca 
Se deslabia 
Cangrejo acorta-vidas 
Semáforo en stop. 
Mármol rojo
Puño abriéndose y cerrándose con una seña obscena. 
Danzarín sin orgía
Ritmo circular volviendo a donde mismo: 
De latidos silvestres
                         imprevisto
no daltónico.




Clandestinidad

Llevo lentes ciegos para no ver lo que hago
Por dentro me ilumino
en sueños ojerosos cada noche me desbordo
extravío el remordimiento en el vago boceto de mi alma.

Te encuentro
                 mujer
Intacta
Con un grifo abierto entre tus piernas 
Un fogonazo que es una llama sin sombra
un aguijón que penetra el monótono rumbo de esta llaga: deseo.

La oscuridad se cierra lentamente la bragueta.
Y la luz no se hace. 
Nace el deseo.
La apócrifa mañana gatea: muere la noche con una cínica carcajada.

Te encuentro ahí 
En mi cuarto
y me haces olvidar que el reino de la mañana también existe 
que no hay poder que detenga el persistente bastidor de la noche.

Diosa imperfecta bordada húmedamente en el lomo de la noche
Eres
Un mensaje en una botella que en una noche de insomnio yo mismo escribí 
Pero ya lo olvidé




Creación

Quedaron gotas de agua en el cristal que Dios formó de lluvia
Quedaron jaulas encerradas en su propio hermetismo
Quedé yo enfrentando a mi otro yo y al tú del espejo repetidas veces
Afilando colmillos de azogue
Multiplicando al ser en el declive de las sombras.
En la transición del abismo
Formando nubes sin dejar gotas de cristal sobre el agua.
Sin dejar que caminen los muros del encierro
y las aristas se entierren en los bordes sagrados de mi reflejo solo.
Mientras cae la noche y las sombras son una
Y arriba y abajo no existen junto al cincel de la luz
junto a la noche que se imagina sucia, negra,
y lo es
                                               como yo
que me imagino solo.
                         Torpe
                                     incomprendido 
en la acuosa divinidad de mi reflejo.




Paisaje de un grito

Si este transcurrir no sólo fuera un obraje de mitos.
Violentos
demoníacos.
Devoramientos de la memoria por la memoria 
vahos de dolor marcando un trazo indefinido 
circunstancias que nos llegan al cuello no como el agua.

Si no se entumieran las lágrimas porque nadie se va 
no me verías aquí
anunciando con el puño creciente de este punzante grito mi presencia
                                              tu presencia.





Un escaparate quebrado en el alba

Detrás de tus anteojos
el aire es un laberinto transparente

El torpe ábaco de la vejez
cuenta sar-cás-ti-ca-men-te-tus-pa-sos.

A tientas llegas
te arrodillas frente al Dios petrificado que apenas puedes ver
dejas caer un monótono chasquido de oraciones y de posibles milagros
enciendes velas que queman el vientre baldío del aire.

Nada consigues en esa lenta combustión 
en ese rito matinal de incertidumbre.

No lo sabes,
Dios
es un escaparate quebrado en el alba
                                                   por no sé qué demonio.



Quiróptera

Suelo imaginarte con el misal bajo la axila que gotea sudor
el evangelio empapado
bautizado con la sal predilecta de la fe
perfumado con un nuevo antitranspirante.

Pienso que alguna vez eructaste junto a tu reflejo y te pediste perdón
invento que le vendas los ojos para olvidar el sabor de la sangre
que conociste Brooklyn durante un eclipse semejante a un alcatraz
que amas a los chicos orientales que se espulgan la nariz como si buscaran mariposas,
que tus ropajes son ese falso predicador que llamamos misterio
esos gatos grises que nombramos ceniza
                                      y nos queman los labios.




La tarde

Rasga la niebla los párpados somnolientos de la tarde
se trepa en el blanco renglón de la avenida
en el pretil del viento que envaina la humedad.

Una mujer bajo el tejado
se pregunta cuándo acabará la lluvia:
jauría de sombras escurriéndose sobre el asfalto.

Mojada.
Maldice.
Bajo su minifalda blanca
brota el pudor
germina como un trébol.

El deseo
sanguijuela de agua dejando su huella entre las hojas.





Negativas

Primera:

Contémosle relatos de terror al niño que todos llevamos dentro,
busquemos voces en los muros mudos de la vida, 
perdámonos en el sombrío sombrero de un prestidigitador, 
memoricemos formas de estar siempre despiertos, 
en esta larva
                                        muy larva pesadilla.

Segunda:

Esa nube que va pasando                tu pubis,
pubis nublándose,
oxidándose en la asmática oscuridad que juega a perseguirse, 
a nunca
           ni de broma
                           alcanzarse.
trevizo-elman13.jpg


Tercera:

Escribo sobre el silencio de la hoja. 
Con la pluma
apuñalo tus signos literales.
Y te dueles,
pálida
       ausente.

Cuarta:

No desearás la oscuridad
aprenderás el rotativo mandamiento de veinticuatro horas 
no jugarás el juego de la noche donde todos se esconden 
no pecarás con desear el amanecer: 
fantasma cojo 
que con dificultad
                        se arrastra
                                                  al
                                                           dí
                                                                   a.




Sibarita

Abre tu alma cual garganta y pronuncia mi nombre 
no deletrees el vocablo costilla 
esa arcaica palabra se desperdigó
entre la real academia y el rojo lenguaje de los carniceros. 

Ocúpate de mostrarte más allá de un origen glutinoso
                                                                       casi amargo.
Más allá de la humedad que a sueño huele 
del pagano vibrar femenino 
de aquella nube irascible 
que sigue lloviendo
                         sin saber exactamente la fórmula del agua.





La ciudad 

                               Un telegrama con los sellos violados,
todos la leen
                la descifran
                                        a nadie enteramente pertenece. 




La ciudad II 

Cómo
      Cuándo mueren las estatuas
                                        trevizo-elman16.jpgLos cementerios,
Cuándo el eco de una gruta dice ruido. 





Desierto 

Una frase no escrita 
es el remordimiento
                         que desmiente a la tinta.





Luciérnaga

Un cigarro ebrio 
prendido a media noche
                                  por la nada. 




Epitafio 

No sé por qué
                  pero en mí
el verbo caer
se conjugó irremediablemente hasta llegar al suelo 
hasta volverse tumba. 




Intento de haikú a la desdicha 

El único ojo
de mi palabra llanto
suelta una lágrima.





Masoquismo

No importa si el látigo se mueve como un gusano flojo.
Caerá la tarde y se despojará de lluvias este viento terco.
Se pronunciarán nombres de antiguos discípulos del agua,
y en la ciudad se reinventará otra vez la moda arcaica.
Allá afuera, junto a los puestos de baratijas,
no sabremos si esta canción simula un poema,
o el discurso de un hombre que vende más boletos apócrifos al cielo.

El látigo seguirá cayendo sobre la espalda brisa
que alguna vez supo los nombres de este cuarto con calles marcadas.

¿Sorda será la cara que cierra sus ojos? ¿La mía?
Solariego podrá versarse un nudo en la garganta, si tú no estás, aquí, sacrificándome.
Dándome motivos para sentir dolor,
para tocar las sonajas de mis senos,
con las que llamo así, a mis blancos oriundos.
Los lechones rollizos del alba.



JUAN MARCELINO RUIZ [14.626] Poeta de México

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JUAN MARCELINO RUIZ

Nacido en 1963 en Cd. Juárez, México,  tiene más de 20 años radicando en Cd. Cuauhtémoc, Chih., (la puerta a la Sierra Tarahumara). Miembro por algunos años del Taller Literario de la UACH, publicó en 1998 el poemario Derrepentes, de la colección Flor de Arena (Difusión Cultural UACH) años después en coautoría el libro Quinteto para un Pretérito, así como cuento y poesía en algunas revistas del norte de la república. Fue codirector de la revista literaria Esdrújula, en el año 2003 ganador del concurso de lectura estatal “Don Quijote en la vida de los jóvenes de hoy”, premiado con un viaje a España. Licenciado en Educación Primaria por la UPN actualmente se desempeña como profesor en ese nivel.



Haiku

 Cuantos milenios
decantaron tu rostro
jardín de piedra.





75 Wats Descanse en paz

No se le vio pálido o enfermo
y sin embargo murió junto a la tarde
un fuerte destello
                                                             azul profundo
como si quisiera dejar en ese intento
su recuerdo grabado en las retinas

un gemido
apenas mayor que sus silencios

su filamento
cordón de vida que le diera la General Electric
se partió irremediablemente en dos.

Traté de reanimarlo
golpeando suave
sobre su fina, perfecta y transparente piel
la mancha oscura del desahucio
me convenció
de que su ciclo vital se había cumplido.

Cómo no recordarlo con cariño
si tantas noches acarició discreto
el sagrado ritual de tus desnudos
si nos iluminó mientras leímos abrazados
el erotismo sabio del Cantar de los Cantares
y los cien sonetos de Neruda

mucho,
demasiado diría yo
para un amigo                           cotizado tan sólo en cuatro pesos.

Sólo por esta noche
y en señal de duelo
            haremos el amor completamente a oscuras




VI

Iluminado al fuego de su voz
yo fui tan solo el centro de la hoguera.

Los muslos oscuros y felinos
bajo el frenético golpe de sus manos
tambores presagiando la batalla.

Cantaba a Osose,
el que guía las lanzas en la guerra;
en sus caderas iba modulando
el armónico ritmo de las olas
que ha hecho vibrar Olokun por milenios.
Conjuró a las deidades de la noche,
para que fueran soltando poco a poco
la textura salvaje del instinto.

Al caer
el último vestigio de sus ropas
Sango floreció en el firmamento
y con su luz burlando los cristales
enmarcó orgulloso su silueta;

mientras la lluvia
era una frágil y pulcra telaraña
envolviendo el espacio madrileño. 










DIEGO REBOUÇAS [14.627] Poeta de Brasil

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Diego Rebouças 


Brasil. Es guionista, redactor y periodista. “Travesía” también es el título de su primer libro publicado en 2012 por la editora Livros Ilimitados. Ex colaborador de la página de Folha de São Paulo fue galardonado en la edición de 2010 del Concurso “O Brasil em cartaz” con su guión “O Crime”. Su conto de estreno –“Ponro de Partida”– fue uno de los vencedores del concurso “Eu amo escrever” promovido en 2011 por el Cantão y en sociedad con la editora Livros Ilimitados.






Travesía

Para Márcia Xavier

En la falta de tierra y agua
construir un poema con arena y sed

un poema de estos
que se pierde

en la inmensa soledad de palabras vencidas:

después de días bajo el sol inclemente,
luchando, intentando, avanzando, sin oriente,
finalmente muchas quedan en el camino,

esqueletos nos recuerdan que 
toda travesía es un riesgo

Y por eso mismo,
se recomienda juntar las palabras en un convoy
y mantenerlas en alerta para que no se les caiga
ni una pestaña a sus ojos

Aún así, no importan los avisos,
palabras no resistirán:

Y poco a poco, el cuerpo del poema será también
un cuerpo de vacios y silencios

y será así mismo:
los vacíos, los silencios y las palabras
en compañía y avanzando
sin garantías
día tras día

Y cuando
debilitado pero resistente,
la travesía se haya acabado,
¿habrá terminado el poema?

Este, quizás, si

Pero aun así, 
mientras haya palabras
(aunque se pierdan),
otros poemas vendrán.

Traducción: Renata Vázquez (Brasil) 




Diego Rebouçasé roteirista, redator e jornalista. “Travessia” também é o título de seu livro de estréia, publicado em 2012. Ex colunista do site da Folha de São Paulo, foi premiado na edição 2010 do concurso “O Brasil em Cartaz” com o seu roteiro “O crime”. Seu conto de estréia – “Ponto de Partida” – foi um dos vencedores do concurso “Eu amo escrever”, promovido em 2011 pelo Cantão em parceria com a editora Livros Ilimitados. 


Travessia

para Márcia Xavier  

Na falta de terra e água,
construir um poema com areia e sede,

um poema desses 
que se perde 

na imensa solidão das palavras vencidas:

depois de dias sob o sol inclemente,
lutando, tentando, avançando, sem oriente, 
finalmente muitas ficam pelo caminho,

esqueletos nos lembrando que 
toda travessia é um risco.
Por isso mesmo, 
recomenda-se juntar as palavras em comboio
e mantê-las alerta para que nenhum cisco caia 
em seus olhos. 

Mesmo assim, não importam os avisos,
palavras não resistirão:

aos poucos, o corpo do poema será também 
um corpo de vazios e de silêncios

e será assim mesmo:
os vazios, os silêncios e as palavras
em companhia e avançando 
sem garantias
dia após dia

E quando, 
fragilizado porém resistente, 
a travessia tiver terminado, 
terá terminado o poema?

Este, talvez, sim.

Mas, ainda assim,
enquanto houver palavras
(ainda que tantas se percam),
outros poemas virão. 





Agora só me resta sonhar

já sei namorar,
já sei beijar de língua,

mas essa herpes,
meu Deus,
e essa íngua,

Francamente.






Mas se todos fazem

minha terra tem favelas
onde canta o tiroteio

se você acha isso poesia
experimente ficar no meio.










JRYSTALA MAGANÍ [14.628] Poeta de Chipre

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Portada de su libro “Amnistía”, publicado en Nicosia, Chipre, en 2012.



JRYSTALA MAGANÍ 

«Nací en 1970 y soy refugiada, procedente de la región de Kyrenia (Chipre). Estudié Arqueología en la Universidad “Aristotelio” de Salónica. Actualmente trabajo como profesora de secundaria, en Nicosia.

»En nuestra familia hay un desaparecido cuyos huesos se encontraron en 2010 en Kerynia. Fue ejecutado a sangre fría por los turcos.

»Soy autora de los libros de poemas manos de barro (πήλινα χέρια, 2004), la voz (η φωνή, 2007), té del amor del lamento (της αγάπης τζαι του καμού, 2008), escapatoria (διέξοδος, 2010), el cuervo y el árbol (το κοράκι και το δέντρο, 2010) y amnistía (αμνηστία, 2012)».

Su blog: http://xrymapoems.blogspot.com.es/





Traducción y nota bio-bibliográfica: Mario Domínguez Parra


POEMA

Duermes, duermes profundamente.
Sólo se escucha la garza en el lago
Duermes…
Despierta, mi alma, la luna se extingue en las tejas amarillas,
la pasión agoniza en colchones ensangrentados
los lirios se inclinan en alguna parte del río,
donde las fieras enjuagan su amargura en las aguas límpidas…
En el pecho los ciervos perseguidos
por leones,
en mí las luces apagadas de los faros y la sal que amarga tu sueño.

El tridente del Dios enfurecido en el piélago, Adonis con los vientos muertos en los párpados, Elena que sueña en las riberas del Escamandro y el herido Héctor que limpia en solitario la vergüenza de Paris…

Y tú duermes, duermes profundamente
en los santuarios de mi interior
y la Hora de la Primavera lo impulsa todo.





Κοιμάσαι, κοιμάσαι βαθειά.
Μόνο ακούγεται ο ερωδιός στη λίμνη
Κοιμάσαι…
Ξύπνα ψυχή μου, το φεγγάρι ψυχομαχεί στα κίτρινα κεραμίδια,
ο έρωτας χαροπαλεύει σε ματωμένα στρώματα
τα κρίνα γέρνουνε κάποτε στο ποτάμι,
όπου τ’ αγρίμια ξεγλυκαίνουν την πίκρα τους στα καθάρια νερά…
Στο στήθος ελάφια κυνηγημένα
από λιοντάρια,
μέσα μου τα σβησμένα φώτα των φάρων και τ’ αλάτι που πικραίνει τον ύπνο σου.
Η τρίαινα του αγριεμένου Θεού στο πέλαγο, ο Άδωνης με τους νεκρούς ανέμους στα βλέφαρα, η Ελένη που νείρεται στις όχθες του Σκαμάνδρου κι ο λαβωμένος Έκτωρας που πλένει μονάχος τη ντροπή του Πάρη…
Κι εσύ κοιμάσαι, κοιμάσαι βαθειά
στ’ άδυτα μέσα μου
κι ολο ελαύνει η Ώρα της Άνοιξης.






Salvador

Se quedó bajo sus labios
y agarró las palabras
con las dos palmas entreabiertas
y después las alzó
y depositó su vacío en la luz,
como si pegase detrás las teselas de la hostia
«éste es mi cuerpo».
Como si lo salvase…




Σώστης

Έμενε κάτω απ’ τα χείλια του
κι άρπαζε τις λέξεις
με τις δυο μισάνοικτες παλάμες
κι ύστερα τις σήκωνε
κι απίθωνε το κενό τους στο φως,
σα να κολλούσε πίσω τις ψηφίδες του άρτου
“τούτο εστί το σώμα μου”.
Σαν να τον έσωζε…





Cuando regrese al lugar donde nací,
quiero que las nubes cubran
las huellas del sol,
para que así la humedad acompañe mis pasos
y para yo poder, incansable,
paso a paso
piedra a piedra,
desconchar los restos de mi memoria.

Del libro en prensa espigas.



Όταν ξαναγυρίσω εκεί που γεννήθηκα,
θέλω η συννεφιά να σκεπάσει
τ’ αχνάρια του ήλιου,
έτσι που η δροσιά τα βήματα μου να συντροφεύσει
και να μπορέσω ακούραστη
βήμα το βήμα,
πέτρα την πέτρα
της μνήμης μου τ’ απομεινάρια για να ξεφλουδίσω.

Από την υπό έκδοση συλλογή “στάχυα”





el cuervo y el árbol

En el mundo
el cuervo es el dolor
y el árbol el poeta
y en el poeta
duerme un río oculto.
El cuervo vuela, se repliega
ocupa altas copas allá en el bosque,
halla alimento y regresa a la tierra,
halla agua en el río secreto, bebe.
Por las noches regresa de nuevo al árbol
y sus graznidos devienen poema
y el mundo se hace más ancho
y el tiempo se hace más profundo.

el cuervo y el árbol, 2010





το κοράκι και το δέντρο

Μέσα στον κόσμο
το κοράκι είναι ο πόνος
και το δέντρο ο ποιητής
και μέσα στον ποιητή
κοιμάται ένα κρυφό ποτάμι.
Πετάει το κοράκι, αναδιπλώνεται
πιάνει κορφές εκεί ψηλά μέσα στο δάσος,
βρίσκει τροφή και γυρνάει στο χώμα,
βρίσκει νερό στο μυστικό ποτάμι, ξεδιψά.
Τις νύχτες γυρνάει ξανά στο δέντρο
και γίνονται οι κραυγές του ποίημα
και γίνεται ο κόσμος πιο πλατύς
κι ο χρόνος γίνεται βαθύτερος.

“το κοράκι και το δέντρο”, 2010








AFRODITI LYBERI [14.629] Poeta de Grecia

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AFRODITI LYBERI 

La poeta griega Afroditi Lyberi nació en 1987 en Atenas, Grecia. Es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad de El Pireo.

Algunos de sus poemas se han publicado en revistas en formato papel y electrónicas. La revista ΠΟΙΕΙΝ publicó estos dos poemas aquí traducidos:

http://www.poiein.gr/archives/10330

Ha publicado un libro de poemas, REC-VIE-M o el arte del solaz (REC-VIE-M ή η τέχνη της ρέμβης, Εκδόσεις Θράκα, 2013).

Su página personal: http://recviem.weebly.com/





Traducción y nota: Mario Domínguez Parra



Óptica expansionista

Cómo cambia de techo el sueño
antes de romper los nudos gordianos
de tus ojos
Cómo huye
desde los verdugos de las pestañas
antes de pintar con nubes
la oscuridad de tu forma nocturna
Qué arrabales rodea
en espectáculos de promisión
el simulacro de tu mito urbano
Nunca lo supe
incluso aunque hipnotizase
los principios líricos de tus instintos básicos





Επεκτατική οπτική

Πως αλλάζει στέγη τ’όνειρο
Πριν λύσει τους γόρδιους δεσμούς
Των ματιών σου
Πως δραπετεύει
Απ΄τους δήμιους των βλεφάρων
Πριν ζωγραφίσει με νεφέλες
Το σκοτάδι της βραδινής σου μορφής
Ποιους συνοικισμούς γυρεύει
Σε θεάματα επαγγελίας
Το απείκασμα του αστικού σου μύθου
Δεν έμαθα ποτέ
Όσο κι αν υπνώτισα
Τα λυρικά στοιχεία των βασικών σου ενστίκτων





Sabiduría culinaria

La crudeza
no es siempre sabrosa.
Mordientes las miradas
manifiestan su asco.
La catarsis precisa
requiere un ejecutor severo.
Impasible
en la partición de la plenitud.
Él sólo puede
apagar la llama externa
quemando el cuerpo de la razón.

(traducción exacta a la poética
de las palabras del ama de casa
en el momento en el que su mundo
rota
alrededor de una cacerola
sofriendo cebollas)





Μαγειρική σοφία

Η ωμότητα
δεν είναι πάντα εύγευστη.
Δηκτικά τα βλέμματα
Εκδηλώνουν τον αποτροπιασμό τους.
Η απαιτούμενη κάθαρση
Προϋποθέτει αυστηρό εκτελεστή.
Ασυγκίνητο
στην κατάτμηση της ολότητας.
Αυτός μόνο μπορεί
Να σβήσει την εσωτερική φλόγα
Καίγοντας το σώμα της αιτίας.

(ακριβής μετάφραση εις την ποιητικήν
Των λόγων της νοικοκυράς
Την ώρα που ο κόσμος της
Περιστρέφεται
Γύρω από μια κατσαρόλα
Τσιγαρίζοντας κρεμμύδια)






PETROS GOLITSIS [14.630] Poeta de Grecia

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PETROS GOLITSIS 

El poeta, ensayista y pintor griego Petros Golitsis (Salónica, 1978) estudió Económicas en la Universidad de Salónica y en Birbeck College (Londres).

Algunos de sus poemas se han traducido al rumano, al serbo-croata, al alemán, al finés, al búlgaro y al inglés.

Como pintor, ha expuesto individualmente en Salónica y ha participado en veinte exposiciones colectivas en Grecia y Serbia.

Es autor de los libros de poemas La memoria del papel (Η μνήμη του χαρτιού, ΣΑΙΞΠΙΡΙΚόΝ, 2009, al que pertenecen estos dos poemas) y La trituradora del tiempo (Το τριβείο του χρόνου, Μανδραγόρας, 2013).

 


Traducción y nota: Mario Domínguez Parra




EL TIEMPO Y LA MUERTE

Niños pequeños, el tiempo y la muerte
desnudan cosas, descosen hilos aparte
los lavan en el mar
juegan y dejan tras de sí
escombros y huesos
significados extintos
sin esmero los cubren de tierra
y se preparan para el próximo modo

 



Ο ΧΡΟΝΟΣ ΚΑΙ Ο ΘΑΝΑΤΟΣ

Μικρά παιδιά ο χρόνος και ο θάνατος
γδύνουν πράγματα, ξηλώνουν νήματα απόμερα
τα πλένουν στη θάλασσα
παίζουν και αφήνουν πίσω τους
ερείπια και οστά
εκλιπόντα νοήματα
τα σκεπάζουν πρόχειρα με χώμα
και ετοιμάζονται για τον επόμενο τρόπο

 

 

SÁBANA

Despliega con el arte, con la poesía
tu existencia hasta que
como sábana blanca lucitramada
cubras el mundo
para dar adecuada sepultura al muerto
privando al cero del titular de la justicia

 


ΣΕΝΤΟΝΙ

Να ξεδιπλώσεις με την τέχνη, με την ποίηση
την ύπαρξη σου ωσότου
ωσάν σεντόνι λευκό φωτόπλεκτο
τον κόσμο να σκεπάσεις
την πρέπουσα ταφή να δώσεις στον νεκρό
στερώντας στο μηδέν τον τίτλο της δικαιοσύνης








ÓSCAR DE LA BORBOLLA [14.631] Poeta de México

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Óscar de la Borbolla

Óscar Ernesto de la Borbolla y Rondero (n. Ciudad de México, 8 de septiembre de 1949) es un filósofo, ensayista, narrador, poeta y conferencista mexicano.

Obtuvo el Grado de Maestro en Filosofía en la UNAM y el Doctorado en la Universidad Complutense de Madrid, y fue becado por el Instituto de Cooperación Iberoamericana. Profesor de Filosofía en la FES-Acatlán de la UNAM, titular en el área de Metafísica y Ontología; maestro en la Escuela de Escritores de la SOGEM; coordinador de talleres en universidades, casas de cultura y el CNIPL del INBA; asesor del secretario de Educación Pública; guionista de los programas radiofónicos “Ucronías Radiofónicas” en Radio Educación y “La Carta Radiofónica” en Radio Trece; conferencista en la mayoría de las universidades de la República Mexicana y en innumerables universidades de Estados Unidos, Canadá y España; miembro de la Comisión Dictaminadora de la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM y de los consejos de redacción de las revistas Los Universitarios, Plural y Blanco Móvil. Miembro de la SOGEM. Su obra ha sido traducida al inglés, francés y serbocroata.

Colaboraciones

Alfil
Blanco Móvil
El Día
El Nacional
Excélsior, como columnista de Ucronías
Galería
Los Universitarios
México en la Cultura, como columnista de Reflexiones en el Sueño
Plural
Revista Mexicana de Cultura
Revista Universidad de México
Sábado
Siempre!
Sin Embargo

Reconocimientos

Premio Internacional de Cuento Plural, 1987, por Las esquinas del azar
Premio Nacional de Humor La Sonrisa, 1991, por Nada es para tanto

Obra

Autobiografía

Un recuerdo no se le niega a nadie, Blanco y Negro, 1998.

Crónica

Dejé mi corazón en Humanguillo, Secretaría de Desarrollo Social, 1999.
El ajonjolí de todas las soluciones, Secretaría de Desarrollo Social, 2000.

Cuento

Vivir a diario, SEP, Piedra de Toque, 1982.
Las vocales malditas, e.a., 1988; Joaquín Mortiz, Serie del Volador, 1991; Nueva Imagen, Biblioteca Óscar de la Borbolla, 2001.
Relatos, INI, 1988. || EM Los siete pecados capitales (colectivo), CONACULTA-INBA/SEP, 1989.
El amor es de clase, Joaquín Mortiz, Cuarto Creciente, 1994; la nueva edición corregida y aumentada se titula Dios sí juega a los dados, Nueva Imagen, 2000.
La ciencia imaginaria, Selector, 1996.
Las esquinas del azar, Biblioteca del ISSSTE, 1998.
Asalto al infierno, Nueva Imagen, 1999.
La risa en el abismo, Nueva Imagen, Biblioteca Óscar de la Borbolla, 2004.

Ensayo

Introducción a la filosofía de Nietzsche, ENEP-Acatlán UNAM, Cuadernos de Investigación, núm. 15, 1991.
La muerte y otros ensayos, ENEP-Acatlán UNAM, Cuadernos de Investigación, núm. 18, 1993.
Filosofía para inconformes, Nueva Imagen, 1996. || La rebeldía de pensar, Patria, 2006.
Material didáctico[editar]
Manual de creación literaria, Nueva Imagen, Biblioteca Óscar de la Borbolla, 2002.

Novela

Nada es para tanto, Joaquín Mortiz, Novelistas Contemporáneos, 1991; Nueva Imagen, Biblioteca Óscar de la Borbolla, 2001.
Todo está permitido, Planeta, Narrativa 21, 1994; Nueva Imagen, Biblioteca Óscar de la Borbolla, 2002.
La vida de un muerto, Nueva Imagen, 1998. || Periodismo ficción: Ucronías, Joaquín Mortiz, Serie del Volador, 1989.
La ciencia imaginaria, Selector, Aura, 1996.
La historia de hoy a la... mexicana, Planeta, México Vivo, 1996.
Instrucciones para destruir la realidad, Nueva Imagen, 2003.
El futuro no será de nadie.

Poesía

Los sótanos de Babel, SEP/CREA, Letras Nuevas, 1986; edición corregida y aumentada, Times, 1998.





Si tu vinieras desde el olvido

Si tu vinieras desde el olvido lenta
a empapar con tu imagen
los
minutos de inoperante niebla
tejiendo y destejiendo caminos y
carreteras
del estancado mientras
cuando neciamente presiento tu
presencia
y me duele en lo hondo
como un eco marchito
la torpe
lentitud
con la que no regresas…





Tu me lo has dicho

Tú me lo has dicho
Abriré los ojos dieciséìs horas por semana
Me
gustaría que vinieras a verme
Debe de ser muy triste desde el
fondo
mirar esos cadáveres flotando arriba de uno
Yo no
respiro ni crezco ni necesito comer
pero abro los ojos
y platico
contigo.





Apuntes para una nostalgia 5

Me queda una pedacería de encuentros
un rumor de muros dispersos
segundos
aislados de los días intensos
letras que alguna vez formaron nombres
ruinas
de los meses
que alguna vez
fueron de arriba a abajo
sólido
llanto y luz compacta.
Se han desmoronado las estatuas
a las que
estuve atado
y al final
queda tampoco siempre
que parece
que
uno no acaba de nacer.

Poema tomado del libro: Los sótanos de Babel






MIMI SIN BIKINI

Insistir, Crispin?... Mi visir, mi bichín, mi cid: si sin ti viví dificil. 
Chipichipi sinfin: crisis y crisis: bilis, rinitis, tisis. (Snif, snif)... 

¡Fingir!, ¿Fingir mis crisis?... ¿Ni tisis, ni rinitis, ni bilis? 
¡Sífilis!... ¡Cistitis!... ¡Sífilis, Crispin!... ¿Infingir mi civil vivir?, 
¿crispir mi hipil?... 
Si sin ti, ni vi films. 
Viví gris sin brindis ni picnics... 
Si inhibí mi ji ji y vi mi fin... 
Si, Crispin, vi mi fin y mi tris... 

¡Vil! ¡Vil Crispin!... ¿Mi Flirt?, ¿Dirigir mi bici sin bikini? Mil jipis,
mil lics y Mimi sin bikini!... 
¡Incivil! Si ni dirigí mi bici... (Snif, snif) 

Sin ti, vi mi I Ching y viví mi crisis gris gris, sin vid ni bisbis ni 
chinchin ni lizt. 

¡Crispin! ¡Crispin! ¡Mi crin! ¡Mi tisis!... (¡Chin! ¡Chin! ¡Chin! ¡Pin!... 
Snif, snif. ¡Chin! ¡Iiiih! ¡Christ! Chin!) 

¡Crispin! ¡Plis! (Snif, snif) Plis, ¡Plis Crispin! ¡Si! ... 
Si, mi Crispin... 

Si si mi michi, si... 

(Snif, snif) Si, si Crispin, incindi... si si, ni crisis ni bilis; 
sifilis si (Snif, snif) y cistitis... Di mi lid, di mi lid y... dimití... 
... 
Si di... di mi sillín; sin iris di mi si... y sin bikini di mi vil si. 
... 

¿Si insisti?... Si. 

Philip, Gil, Billy y mil jipis.. (Chin! Chin! Ijjj! 
¡Hip! snif, snif) 
¡Mi tic, Crispin! ¡Mi tic!... Sin ti mi cid chic, mi viril simil, di mis... (¡Chin! ¡Chin!) 
... 
Plis, Crispin, ¡Plis! (Snif, snif) 
Si, si... fingí filili y tisis, y vil inscribi mi: "Miss Mimi dividí sin bikini in this city". 
Si, imprimí mi listín y viví vigil. (Snif, snif) 
... 
Si, mis mil. 
... 
Si, sin bikini, mil. 
... 
¿Ir?... ¿Insistir, Crispin? 
... 
¿Mimi sin bikini y Crispin mi ministril? ¿Mi Rintintin? 
... 
¿Dividir mi din?... ¿Mil y mil? ¡Ni pimpi, Crispin, ni pimpi! 
(¡Chin! ¡Pin! ¡Chin! ¡Chin! ¡Crij. Crij. Chin! ¡Chin! ¡Iiij! Hip. Snif, snif) 

¡Mi fin!... ¡Mi fin!... (¡Pin! ¡Pin! ¡Chin!) 
... 
Si, ¡Crispin! ¡Si!... ¿Y mi cistitis? ¿Mi sífilis?... (Chin! Chin!) 
Si Crispin, si mil y mil. (Snif, snif) 
Si si, sin hipil y sin bikini...mitin y bici si si, y fingir y chist.... (Snif, snif) 
Si mi visir, si mi pillin, si... 





EL HEREJE REBELDE.

De su libro "Las vocales malditas."

En el verde césped del edén, celebre sede de creyentes, el decente Efrén se estremece. Tres deberes del mes lee en el templete del regente: "Defender el vergel del Hereje Rebelde, tener fe en el celeste jefe de tez perenne, ser excelente."
El membrete del Jefe es esplendente, se ve de Kermesse.
Esther se embellece enfrente de Efrén, es de temple terrestre, cree levemente en el deber, el degenere en vez de repelerle le vence. Se ven brevemente, temen se decrete el envejecer, se envenene el éter, se cercene gente, se eleve el jerez.

Desde el estrés del Jefe el edén decrece, el excedente le pertenece, se ejercen leyes dementes, se debe beber detergente en vez de leche, ser pelele, ser pedestre, ser deferente; es menester entretenerse en tejer redes, en prender rebeldes. En el este, trece rehenes perecen de sed; en el frente fenecen de herpes, de peste. El edén ennegrece, se pretende reprender herejes, perderles.

-¡Eh, Esther, ven!, relee el deber. El jefe se excede.

-¿Prevees el tren del semestre?...

Me enteré del brete de gente decente en el este: nenes, bebés perecen. El clemente es el Hereje Rebelde: desprende el ente del crecer, mete el entender, cede excelentes mercedes. El Rebelde merece el belvedere…

-Esther, eres efervescente. Ten en mente el menester del Jefe, es rete vehemente, de repente crece, reverdece, expele seres…

-Ese vejete me prende. Es jefe, regente, gerente. Perennemente deberes: “llévenme el neceser”, “llénenme de peces”, “repten”, “trepen”, “dejen de verme”, “récenme preces”, “enderécense”, “respétenme”, “festéjenme”, “perseveren”, “refrénense”, “esperen”, “vegeten”, “déjense”. Se cree el Ser, el Tres Reyes; es el jején del edén.

-¡Esther! ¡Detente! ¿Pretendes descreer de Él?

-¡Efrén, temerle es endeblez! ¡El presente debe ser del Rebelde! Él es terrestre, es el envés del Jefe. De él es ese “dejen de depender”, ese “mézclense”, ese “bésense”, ese “deséense”. El entender debe extenderse.

-¡Esther, se te mete el Rebelde!

-¡Emerge Efrén!, eres decente. Despréndete de ese pelele, es memez de bebel. Ve de frente, mereces se te respete, se te deje beber, expeler semen, tenderte en el césped. Mereces se te revele el ser del éter celeste, se te eleve, se te deje emprender. El emprender es el eje del entender…

-Efrén se mece: es el deber del Jefe enfrente del descreer rebelde; teme le desherede, le eche del edén, le fleten de res, le llenen de herretes; Esther le embebe, se mete en él, le vence: “Tenerme en el césped… tenerme trece veces… excederte… es… es… excelente Efrén”.

De repente el éter emerge del celeste Jefe: “¡Ejem! ¡Dejen de entenebrecerme, seres febles! ¡Vermes! Refléjenme, venérenme, échense, desesperen. Les generé de heces en el retrete del desdén, les presté el verde edén. Les exenté de fenecer. Les estrellé el éter. Les enderecé el pesebre. Les enseñé el deber… ¡Me entenebrecen, seres herejes, les perderé! ¡Recelen! Efrén, desde este mes debes merecer el jerez. Te meteré vehemente sed. Este deber te merme, te reste, te cercene… Esther, eres gente terrestre, plebe de rebelde, te he de vencer. Desde el Belem, Efrén te despeche, te cele, te frene…”

El Jefe les expele, les mete reveses dementes, el eje del edén cede, el templete se estremece, el verde se desprende, se ennegrece el vergel. Se les ve perder el esplendente ser: Esther envejece, Efrén precede. El brete es de meses, de repente entrevé en el celere presente encenderse el éter: es el Rebelde.

¡Esther, Efren, espérenme!... Serénense... Desenrédense de ese temple, peleen. Es menester se destete. El Jefe es endeble. Dejen de temerle, es celeste, depende del creer, del tenerle fe... ¿Preñez? ¡Déjele!, entérense: se prevee... ¿Merecer el jerez? ¡Déjele! Se emprende... de este enser emerge excelente jerez... Estrenen el entender rebelde, creen enseres. Eleven este terrestre edén, céntrense en él. Es breve este entremés, embelésense, deséense, desde este mes se pertenecen, les pertenece el excedente, llénense, bésense, rebélense. ¡Es menester vencer!







LAURA CASASA [14.632] Poeta de Costa Rica

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Laura Casasa Núñez 

Nació en San José, Costa Rica el 3 de agosto de 1976. 
Escritora, filóloga, lingüista. Profesora de Comunicación en el Instituto Tecnológico de Costa Rica. Ha desarrollado su carrera en el ámbito académico, en los temas de lenguaje y literatura. Cuenta con la publicación de varias obras especializadas en estos ámbitos. En la difusión del conocimiento lingüístico, colabora como articulista para el Suplemento Áncora del Periódico La Nación. En cuanto a la escritura literaria, desarrolla los géneros poético, narrativo y ensayístico. Obtuvo el primer lugar en el certamen de ensayo sobre temas mexicanos Premio Olmeca, en 1996. Luego de una etapa de silencio, regresa al entorno literario costarricense con las obras Posibles futuros, cuentos de costarricenses de ciencia ficción (EUNED 2009, en colaboración con otros autores), Los niños muertos (Ditsö, de Uruk Editores, 2010) y Parque de diversiones (Premio UNA Palabra 2009,  EUNA 2010). Además, publicó el ensayo crítico sobre literatura costarricense El disecador de abuelitas (EUNED, 2010). Actualmente prepara la publicación de su primer poemario y su primera novela.





OLVIDO DE SABINA 

...¿dónde quedaste, en qué vagón?
Malpaís


Siempre estuve volviendo de tus manos,
del pañuelo abierto de tu lengua y tu cuerpo por la noche.
Iniciaste entonces el silencio,
recogiste el amor que habías tendido
como un mantel ansioso al mediodía.
Yo fui un vagón confuso y triste viendo
tu sombra, tu cigarro, tu mano de cisne con cuchillos.
Sostenés el cigarro atardecido:
extensión de cuerpo blanco,
hoguera maniatada al borde de tu cuerpo
desfile amoroso de tu mano de humo.
Me olvido de Sabina.
Decido una vez más que debo deshacerme
del fajo de mi culpa y mi tragedia.
La muerte es tu cigarro ardiendo
y mis ojos que corren líquidos
fuera del borde de tu vida entregada.





CREMACIÓN 

Ver mi cuerpo abrazado por las llamas
el calor que en un momento hubiera despertado
el más recóndito dolor, el más profundo grito,
la piel ampollada, estirada y fruncida en el abrazo
mientras la falta de luz se convierte en certeza.
Huele en ese tiempo a órganos quemados,
al pelo invisible que pusimos en la luz de la candela,
huele a piel que se llena de silencio y negrura
se desprende de esa piel todo lo viejo, los cansancios,
los deseos de amar, las insatisfacciones,
mientras sube un hilo fino de humo,
que no puedo ver porque ya estoy muerta,
que no puedo sentir, no puedo oler,
sin cansancios, sin deseos de amar, sin insatisfacciones,
la muerte para siempre y mis cenizas.





NOMBRES 

Me han puesto varios nombres.
Algunos en secreto y otros murmurando,
Otros cuando llega al celular una llamada de número privado.
Creo que estos nombres son dados por mujeres,
Iguales que yo, pero tal vez un poquito menos putas.
Porque si soy puta y otra mujer me lo dice,
Me lo ponen en la cara como un limpión usado,
Debe ser porque algunas mujeres no son como yo,
Porque tal vez algunas mujeres son felices
En sus cuatro paredes, en su sofá design
o en su hombre celado con correa,
al que de vez en cuando dejan dar un paseo por el barrio.
Yo solo vuelo a otros sitios, sorda y anónima.





12+1 poetas nacidos en Costa Rica
después de 1970


Heidi 1

Desde las celosías: la montaña y los techos.
Es de madrugada.
Mi cabeza, mi pequeña televisión portátil,
me devuelve a Heidi caminando,
la mariposa,
mientras la baña un confeti de colores.
Está la Heidi verde,
la Heidi serpiente,
sus siete manos de diosa hindú
y Seal cerca de ella.
Y luego su maldad de hada enfurecida
en este último juicio, Project Runway,
siendo mala, muy mala,
o mostrando la indulgencia
por la que yo suplico,
yo que soy esa muchacha juzgada,
la que llora en las cámaras por el destierro,
esa advenediza,
esa que tendrá que refugiarse afuera en una calle,
debajo de un techo que gotea,
siendo olida por los perros.
Esa que soy yo, 
que he tenido que levantarme,
vestirme, vestir, cocinarme y cocinar,
coger todos mis chunches en carrera para ser,
para obtener mi título de humana funcional.
Esa que soy yo,
que fuera del paraíso
tendré que llorar reír gritar consolar
hacer ejercicio leer escribir publicar pensar
seguir ahogarme hundirme subir
flotar sacar la cabeza mover las manos en el agua.
Esa que soy yo,
frente a todos ustedes, los de ojos,
todos los ojos que somos
y que vemos al mismo tiempo
lo mismo cada día
en todos los lugares las mismas cosas:
a Heidi con su indulgencia magnánima
perdonándome a mí,
dejándome a mí que siga
en este concurso de mi vida. 





La reina de la fiesta 1

 Mírala, mírala, mírala
 cómo se agita, cómo pide más.
 Alejandra Guzmán


Se agita vestida de rojo
y alcanza con las manos el techo de su noche
y gira y brinca y levanta las piernas
y los demás le cantan y le tiran al frente,
como rosas de concierto,
su necesitada oscuridad de calma.
Yo la veo desde abajo
donde parezco una más
de todos los que le gritan reina.
Quiero romperla porque no soy ella.
Quiero estriparla, tirarla de su púlpito,
revolcarme con ella por el suelo
como si fuéramos
dos-mu-je-res-de-la-ca-lle
y cuando le haya arrancado parte de su oreja
la dejaré desnuda en el piso
y luego traeré una correa para domeñarla. 





Reaction Zone

son cientos de cuerpos regados por el piso
puestos sobre las ventanas como calcomanías casuales
creciendo sobre los árboles
sobre los techos de las casas

soy yo desnuda y en la casa
soy yo desnuda sin mi cuerpo
que se ha ido de mí
salió de viaje

yo no soy esta voz
que desprendo de mí con meditaciones pretenciosas

dicen que tengo más vidas en mi cuerpo
más muchachas diciendo cosas a mi oído desde adentro
llevo lamias y medusas
en mi triste clóset-cuerpo
todas despiertas en prisión
pasando jarros de metal por los barrotes
exigiendo salir, la libertad

ayer me levanté, fui a hacer compras
bañé mi cuerpo
le di algo que no me dio mi amante
el día de antes
se lo di yo solita
me muerde desde adentro
como un perro con hambre que busca en basureros

soy una de las mujeres desnudas de las fotos
no me hace falta estar en el mar muerto

es que estoy colgando
de un gancho industrial pesado y viejo
como uno de esos pobres animales
desollada





Penélope

Penélope está frente a mí
mirándome sexy
desde la pared de lata del bus de Vargas Araya.

Yo detrás de Lumaca,
el humo negro me hace cerrar las ventanas del carro
antes de que sea demasiado tarde.

Pienso en Pe que está acostada en algún lugar
mirándome con deseo,
invitándome a que la siga,
que la toque
que también me acueste con ella
y la mire como ella a mí,
con sus ojos café de gitana,

Puedo acostarme junto a ella y mirarla,
y ser fotografiada con ella para la campaña de MNG
y desearla con el chile picante en la boca

y pensar que dormirá conmigo
mientras el humo negro de la mufla 
nos aleja, a ella y a mí,
que sólo soy un retrato frente al anuncio.




LUIS FERNANDO GÓMEZ [14.633] Poeta de Costa Rica

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Luis Fernando Gómez 

Nació en San José, Costa Rica, en 1971. 
Ingeniero y empresario. Publicó el poemario La vida de las cosas (Perro Azul, 2008). Ha
sido miembro del Taller Literario “El Guapinol” y el Taller de “Poesía Artesanal” de Luis Chaves. Ha leído en el contexto de Lunadas Poéticas (Casa de Cultura Popular José Figueres Ferrer) y en Lire en Fête (Fiesta de la literatura organizada por la Alianza Francesa). Textos suyos aparecen en la revista electrónica Ping Pong, y en la colección Cuadernos de Poesía “Mono a Cuadros” que edita el escritor Armando Rodríguez.




ASALTO 23

¨Al terminar la calle, todo me faltará¨.
En lugares de delicados pastos tuve que echar,
junto a aguas de reposo me impidió gritar


Contra mi voluntad me guió por sendas
de injusticia,
y aunque ande en el valle sombreado,
peor temeré mal alguno, porque estará al acecho,
su vara y su cayado me sacaran el aliento

Sacás un spray delante de mi
en presencia de peatones angustiados
unges mi cabeza, 
mi cuerpo está temblando


Ciertamente el bien y la misericordia me
olvidaron esos días de mi vida, y en la
resaca del pavor moraré por largos días.




TELETUBIES

Si la edad entre los victimarios es limitada, se crean jaurías como la de los teletubies, entonces una fila de chamacos que no sobrepasa los 120 cm se abalanzan como albatros en las paradas de buses sustrayendo cardúmenes de cadenas y carteras, dejando al antiguo dueño una sensación del soplo del espíritu santo pero al revés.





Y AHORA.....................?

Como si tuviera antenitas,
detecto la presencia del enemigo
segundos antes de que mi billetera
cambie de dueño

La primera vez me sorprendió el despliegue
no era necesario el machete
La segunda, sí.
La tercera, no sabía si la vecindad era cómplice.





LOS CHICOS DEL VERANO

En la antigua China
la holgazanería era virtud.

En los ochentas fue culpa
del Atari del vecino,
la antena de canal 19 del otro vecino,
los Pinball camino a casa,
del cubo de rubik no,
sí del yo-yo, 
ula ula, cromos y brincar suiza
también, pero sombreado,
llenar álbumes, por supuesto.

Todos ellos escoltando al grande:
el futbolín de clavos.





LA GENERACIÓN DEL 87

Casi nos graduamos.
Preñamos primero.
Eso fue lo último que supe.





MOTEL CALIFORNIA

En el filo de la cama
sostenemos el pulso
como en un trial

Hasta que una cosquilla
me lanza a la alfombra
igual de peluda.





OFICINA
03 DE DICIEMBRE

Desde mi cubículo
la veo haciendo papelitos
con la alegría de un recaudador
de impuestos.
En uno de esos está mi amigo secreto,
sinceramente espero que sea ella,
a ver si el año que viene
desiste.





ARI

después del coma
se levantan los pandas
en sumo ritual



soñé de rojo 
en toda mi sábana
geishas al dorso




2 o 3 sakes
liberan la tinta
en el hentai



saluda al sol
de izquierda a derecha
yukio mishima




Vaivén 1

Es mi segunda mudanza en seis meses y a menos de veinticinco metros. Suena fácil, no tienes que presentarte y el carro se conoce los huecos. El problema: llevarse en hombros la casa mientras la vecindad metiche solo mueve el pescuezo de un lado a otro como diciendo qué necio.
En estos barrios de alamedas donde no hay camión que llegue al frente, la cruzada es un legitimo Pret a Porter, mostrando al público camas, televisores, jol comedor, la refri y el dividi que más tarde van a pedir prestado.




Vaivén 2

Me agrada esta vecina
desde la acera
el pacholí
cobija mi cuarto
de intensiones
que repaso
hasta llegar al sueño

con el alba
Sus tacones arrastran
versos de una esquina
que no duerme.





Vaivén 3

de pie en el bus
me separan siete paradas
del siguiente
que sí va directo
En la zona franca
labora medio barrio
nos hemos especializado
en pegar zippers
que otras abren
buscando el sueño
americano.






Vecino

a Cristian A. V.


½ nutella en el dedo
La refri me observa
medio abierta
golpeada por el fin
de quincena

Hurgo los detalles:
tres botellas de cerveza
aceitunas de mi casa
jamón dudoso

no reparo en la cuenta
ni en fechas de vencimiento
poco sabemos de números
menos de profecías
nada de respeto.





Incidentes

La casa tiene dos hamacas
En medio del jardín y de
una tarde que no promete
más que un monólogo
me acuesto en una de ellas
donde el tiempo no pasa
o pasa al revés
atando cabos

En la otra
se observan las nubes
algún pájaro
la tierra barrida
por el dedo.





Ánimas

Para el desenfreno cualquier escenario era excusa
Encontrarnos años después en aquel bar camino a Santiago
un día en que mi horóscopo falló

Inevitable apartarse de los amigos
buscar la orilla más tenue
como perdiendo sombras

De pronto la curiosidad
juego preliminar de mesa
muy atento a la zancadilla
pero también al fisgoneo

- Ahora vuelvo - dijiste

Tu media sonrisa obligó a algo más
no sé tal vez alcohol , un poco de baile
tomar confianza en cada gesto
sintiendo la trampa

Al filo de las tres
con el recuerdo batido por la aventura
dejamos el sitio
directo a un lecho
cubierto de calas.





Irak

20 de marzo 2003

Te invadieron por el sur
como ramera en fiesta pagana

Las guerras modernas
Dan un plazo
No más allá de su decencia
Después
Todos al tele
como recibiendo el 2000.





Indonesia

26 de diciembre 2004

En butaca de madera
La rutina dominical
Deja cicatriz en mi oído

El diezmo como palabra
O teoría económica nunca entendí
A veces se me va la mano
Creo que al de arriba también.






Live to tell


No es tu sexo
lo que en tu sexo busco
sino ensuciar tu alma
-Leopoldo M. Panero

En la intimidad
Candelas
Champaña
También poesía
Pecarnos a fuego lento

pero esto no es telenovela
aquí se fornica
con Panero
guaro de caña
y poniéndole
unas fruncen el ceño

otras
ven en la imagen cierta clase
de voyerismo
que las ata

la más agradecida
sospecho
en su boca guardará los versos
para conquistar nuevos falos.






ÁLVARO TORRES-CRESPO [14.634] Poeta de Costa Rica

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ÁLVARO TORRES-CRESPO

Soy costarricense de padre guatemalteco, de madre tica y de abuelos nicaragüenses. Estudié economía en la Universidad de Costa Rica e hice estudios de posgrado en ecología política y desarrollo. Luego de vivir en la Península de Osa tomé la decisión de dedicarme al cine. Estudié dos años en el Northwest Film Center en Portland-Oregon, y recién concluí la maestría en dirección y guión de la Universidad de Texas en Austin. Además del cine, me apasionan la poesía, la cerveza, los guiones, el fútbol, las contradicciones y lo tostado en el fondo de las ollas. Estoy de regreso en Costa Rica.
Comparto mis textos y videos en el blog alfinalunguayabo.blogspot.com. 






AÑEJO PENSAR

Cuatro paredes de cemento
sostienen el peso de tu historia.
La aguja herrumbrada,
carcomida por la rutina,
besa el acetato
y me respira alientos de última canción.

Sos memoria de textura áspera
de sonidos lejanos, complejos de descifrar.
Quiero poder escuchar tu caos,
la definición de lo nuestro,
alguna orquesta vieja que interprete tanta despedida.




(sin título)

Me ahoga el saberte frente a mí:
presencia, correntadas de algo incierto -
y una ventana que con la mañana aclara.
perder tu voz
en el murmullo constante
del aguacero que golpea el vidrio,
y reconocer la decisión
en el único gesto de tus manos,
que en esta despedida son líquidas
y regadas sobre el cemento.




POLVO Y PUEBLO

I

este lugar no puede ser pueblo
no nos prestemos a engaños.
esparciste actos indescifrables
por todas tus calles,
escondiendo con sutileza la angustia.

ahora,
reducido brutalmente a espectador,
me encuentro en todos los perros
que recorren febrilmente,
tus rincones.


II

una cabeza empolvada en cada esquina
entre brazos pesados y el alcohol de siempre.
aquí el porvenir nunca lo anunció
el carro con parlantes
ni se dejó ver al final del año desfilando
junto a las mismas muchachas delgadas.

la angustia se cuela por debajo de las puertas
y se amontona de a poco.
techos herrumbrados
luces débiles
treintas de mes

en este lugar todos cargamos un recién nacido
para que nos compren algo de lo que ofrecemos.


III

desperté con la mirada atrofiada
y el paladar amargo
de tanto rebuscar entre tu basura
que soy yo
y lo que sueño.

por lo pesado de la humedad entendí
que sobre mis ojos bailaron
todos los miedos de la noche:
fiesta prosaica 
a la que no fui invitado

ahora que empieza la jornada,
me desdoblo de nuevo
para seguirte el rastro,

y para ausentarme de todos los muelles
que nunca son pintorescos
cuando llega tu noche.





sucesos legendarios o tradicionales

siempre supe que te querría hasta lo insalubre,
hasta que mi boca se secara de tanta sal.
así es todo lo mío:
quiero y me seco al mismo tiempo
y con el mismo embate.
hoy mis manos han perdido la razón,
olvidan que nos llegó la hora del viento y los techos,
se obstinan en raspar las latas
ilusionadas con llegar a tu espalda.

cuando hayás caminado lo suficiente
sabé que de esta casa no se ha ido ningún músico,
todos estamos aquí, soplando.
y que esas mismas manos
que no conocen de metales y llevan herrumbre bajo las uñas,
entienden mejor que nunca de baladas tristes.




Debí
                     
"Cómo será pregunto.  Cómo será tocarte a mi costado.                       
Ando de loco por el aire que ando que no ando."                                                                                                                   Juan Gelman

hoy no trajo nada el viento.
los mismos pájaros en los cables
ignorando siglos de electricidad.
debí haberlo reconocido
en la falta de comida para los gatos,
en sus caras.
si al viento lo interrumpe un soplo,
una pequeñísima expresión de sí mismo,
algo importante querrá decir.






ausencia

esto es como si se sentara el diablo a mi lado
y ofreciera ron del bueno.
es la compañía que confunde y la malintención que agrada.
es como si ese diablo
solo palabras bien pronunciadas supiera decir.
dice melodía,
albahaca,
línea de tren.
dice algarabía peinándose los bigotes,
es un manual de derrotas listo para ser leído.
declama: es una mujer vencida.
yo lo veo y empiezo a pensar en vos, amor.
yo escucho y bebo.




los techos se caen

no nos deja dormir
el ruido de la electricidad
los cables pelados por el tiempo
la herencia de la maldad.
yo me quejo del mundo
tanto lloriqueo para tan poco amor
y me escondo en vos,
refugio erosionado cerca del desplome.

adentro tuyo un grupo de locos desbocados
que ya rendidos
aprenden a verse
a versar
a besar.

de mañana sólo mi gata,
los techos que se caen y mi gata.






calles sin salida

se deben sentir engañadas las calles sin salida.
en ellas nunca se depositó confianza,
algún dios menor les juró la oscuridad.
quizás deliren con tanto cuerpo extraviado,
creen ver brazos al cielo,
el baile de los sin amor.
¿cómo hacerles entender que para algunos,
la ausencia de esquinas
es llegar y ganar?







conversación en tiempo real

                        ´voy camino a la locura 
                         y aunque todo me tortura, yo sé querer´  V. Fernández

el perro me mira y me dice
que no entiende de vientos.

sentate y escuchá le digo
si hoy estamos solos es porque los techos
son más importantes que nosotros.
a ellos y a la ropa vivida
les pertenece el viento.
no a nosotros.

callate y vení
perro
que nos quedamos solos,
y lo mejor que podemos hacer
es mentirnos y soñar una repartición distinta
de ilusiones.




BETINA GONZÁLEZ [14.635]

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Betina González

Betina González (Buenos Aires, 1972) es una escritora argentina, primera mujer en ganar el Premio Tusquets de Novela.

Nacida en Villa Ballester, en el Gran Buenos Aires, estudió Comunicación Social en la universidad de la capital argentina, donde más tarde trabajará como profesora e investigadora.
Comenzó a escribir metódicamente en la segunda mitad de los noventa, a los 24 años, principalmente cuentos que fueron apareciendo en diversas revistas. Con su primera recopilación (4 relatos y una novela breve), Juegos de playa, ganaría en 2006 el segundo premio del Fondo Nacional de las Artes3 y sería publicado dos años más tarde.

En 2003, se trasladó a Texas para obtener una maestría en escritura creativa, en la Universidad de El Paso.

Su primera novela, Arte menor, salió en 2006, el mismo año que terminó su maestría. El libro —la historia detectivesca de una hija en busca de la memoria de la figura esquiva de su padre muerto— ganó el Premio Clarín y se convirtió en uno de los superventas argentinos de ese año. Rosa Montero definió la novela como “fascinante, de gran calidad literaria, un juego de magia". Eduardo Belgrano Rawson, otro de los miembros del jurado junto con Montero y José Saramago, la caracterizó como una historia detectivesca escrita con humor e inteligencia sobre una hija decidida a resolver el misterio de su padre. José Saramago consideró que la autora había demostrado, a través de su sentido de la proporción y el equilibrio, un dominio real de un género tan complejo como la novela. "De esta novela se puede decir que sólo su título es arte menor. Lo que viene después del título es arte mayor", señaló el premio Nobel portugués.

Ese año, después de terminar sus estudios en El Paso, Betina se mudó a Pittsburgh, Pensilvania, donde hizo un doctorado de seis en literatura latinoamericana. Regresó a Argentina en febrero de 2012.

El reconocimiento internacional le llegó el mismo año de su retorno al ganar el Premio Tusquets con Las poseídas, “novela de iniciación” escrito en Pittsburgh sobre la “pérdida de la inocencia”, cuando un grupo de chicas “descubren con horror lo que había ocurrido en el país”, los crímenes de la Junta Militar. Sobre este libro, escrito en primera persona, que "mezcla el género gótico y policial para describir el mundo cerrado de dos amigas atormentadas y e inadaptadas en un colegio religioso del norte de Buenos Aires", Gonzáles explica: “Aquellos años marcaron a mi generación, pero no es una novela sobre la dictadura. Esta es el trasfondo y es la que le da al libro esa atmósfera de sombra y oscuridad [...] “La dictadura es un pasado que no sea acaba. Estoy segura de que nuevas generaciones volverán a ella”.

Betina González enseña en la Universidad de Buenos Aires.

Obras

Arte menor, novela, Clarín-Alfaguara, Buenos Aires, 2006, ISBN 950-782-945-8
Juegos de playa, 4 cuentos más un novela corta que da título al libro, explorando los miedos y las fantasías de una niña durante la guerra de Malvinas de 1982 entre la dictadura argentina y el Reino Unido; Clarín-Alfaguara, Buenos Aires, 2008
Las poseídas, novela, Tusquets, 2013
La conspiración de la forma, ensayos sobre textos menores del siglo XIX latinoamericano

Premios

Premio Clarín 2006 por Arte menor
Segundo premio del Fondo Nacional de las Artes 2006 con Juegos de playa
Premio Lozano de la Universidad de Pittsburgh por La conspiración de la forma, investigación sobre textos menores del siglo XIX latinoamericano.1
Premio Tusquets de Novela 2012 por Las poseídas



Guía del sueño para niñas



Versión de Zaidee Stavely



I

Cuando era niña
soñaba con vaqueros:
jinetes rudos, barbados, hoscos
cruzando pequeños pueblos sudorosos
sin detenerse,
cabalgando hacia
el desierto, donde el sol se pone con
la boca llena de arena entre los aullidos del coyote.

Pero en Buenos Aires
no había vaqueros,
ni caballos,
ni coyotes.
Sólo teníamos el río más ancho del mundo,
un río con un nombre equivocado
que peleaba con la ciudad
por su vano misterio plateado de partidas y llegadas.

Cuando finalmente llegué a Texas,
había barrios de casas rodantes,
ocres centros comerciales,
flores extrañas,
edificios altos y vacíos,
luces de montaña rusa
y una autopista llena de inelegantes saludos.

Pregunté por los vaqueros,
pero la gente se rió
y apuntó hacia la frontera,
donde las cantinas
albergan la luz del día
con canciones polvorientas
y tequilas desconsolados.

“Los únicos vaqueros de verdad son mexicanos” dijeron
—y eso es algo
que toda niña debería saber
antes de ponerse a soñar—.



II

Hace mucho tiempo,
en un país muy, muy lejano
había una niña que
soñaba
con un hombre
que deslizaba sus manos
sobre su cuerpo
y su cuerpo
crecía,
y crecía,
en precoz intimidad.

El resto del tiempo,
la niña iba a la escuela
donde aprendía geografía:
“América es un continente”
decía su maestra
pero la niña sabía que mentía
como una bruja malvada
porque América era ese líquido
que caía sobre su sueño
y le daba al hombre sus manos de celuloide
su traje blanco y su retorcida dulzura.

América era aquel lenguaje
de culpables signos de exclamación,
gimientes vocales marinas
y finales bisílabos.
América era aquel puerto
donde todo temible viaje terminaba
y todo preciado premio era ganado
por grumetes floridos
que llamaban a sus capitanes, poetas.

“América era un contenido
mucho antes de la geografía”—
eso la niña lo sabía muy bien
pero no decía nada
porque vivía en un
país muy, muy lejano
y estaba encerrada en una
torre muy alta
donde su cuerpo
empezaba a encoger.




Girls guide to dreaming


I

When I was a little girl
I dreamt of cowboys:
tough, bearded, silent riders
crossing dirty, sweaty little towns
never stopping,
just riding toward
the desert, where the sun sets with
sandy mouthful among the coyote’s howl.

But in Buenos Aires
there were no cowboys,
no horses,
no howling coyotes.
We only had the widest river in the world,
a river with a wrong name
that fought with the city
for its petty silver mystery of arrivals and departures.

When I finally came to Texas
I found trailers parks,
auburn malls,
rare flowers,
tall, empty building
riding on the mountain
and a freeway full of inelegant greetings.

I asked about the cowboys
but people laughed at me
and pointed to the border,
where the cantinas
shelter the daylight
with dusty songs
and heartbroken tequilas.

“The only real cowboys are Mexicans” they said
—and that is something
every little girl
should know before dreaming—.




II

stavely-zaidee-guia03.jpg Once upon a time
in a far, far off country
a little girl
dreamt
of a man
stroking his hands
on her body
that grew,
and grew,
and grew up
with precocious intimacy.

The rest of the time,
the girl was at school
learning her geography:
“América es un continente”
her teacher would said
but the girl knew she was lying
like a wicked witch
because America was a liquid
that fell upon her dream
giving the man his celluloid hands
his white suit, and his perverse sweetness.

America was that language
of guilty exclamation marks,
groaning, sea vowels
and disyllabic endings.
America was the port
where every fearful trip was done
and every prize sought was won
by bouquet sailor freshmen
that called their captains, poets.

América era un contenido
mucho antes de la geografía—
that was what the little girl knew
but she said nothing
because she lived in a
far, far off country
and she was locked in a
tall, tall tower
where her body 
began to shrink.




REBECA HENRÍQUEZ [14.636] Poeta de EL Salvador

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Rebeca Henríquez

Silvia Rebeca Mejía Henríquez. Nació el 18 de octubre de 1982 en San Salvador, El Salvador. Estudió en la Universidad de El Salvador la carrera de Licenciatura en Ciencias Jurídicas. Fue finalista del Certamen “Nuevas Letras” organizado por La Prensa Gráfica y del I Premio Internacional de Poesía “Carlos Ernesto García”. Fue merecedora del Premio Único en los IXX Juegos Florales de Usulután en el género de poesía. Certamen Nacional para jóvenes, Premio Único en los XX Juegos Florales de Usulután en el género de poesía. Certamen Nacional para jóvenes y Premio Único en los XVII Juegos Florales de La Unión en el género de poesía infantil.Ha aparecido en diversas antologías como Antología de poesía joven salvadoreña “Las otras voces”. Dirección de publicaciones e impresos de la Secretaría de Cultura de la Presidencia y Antología de poesía salvadoreña ecológica “Libro verde”. Sus libros son Estropicios de una ciudad. Poesía. Inédito y El verano aventurero. Poesía infantil. Inédito.


EL BUQUE DE ARRASTRE

Un anochecer extraño se despliega sobre el agua.
El tajamar de la proa de un barco surca una ola pequeña
y sus amarras se deslizan por la orilla del muelle
con la serenidad de un hombre que se mira a sí mismo,
solitario.
Sus tripulantes se elevan hacia el estribor
como una gaviota que lleva en su cabeza la máscara de un verdugo;
su estela se divisa desde las montañas y se sabe que es de tormento
y desolación.
Debajo de la quilla el horror zambulle su pecho
y bucea lenemente
mientras extiende sus membranas oscuras de gárgola
al filo de las rocas en el fondo marino.
Los corales se arrumban con la guadaña de hilo trenzado.
Las medusas muestran el fulgor de la muerte.
Los espiráculos de los delfines sangran desmesurados.
Y las estrellas
son las caracolas que huyeron de las redes
por las calzadas añiles del firmamento.



ESTADO ONÍRICO

Me es imposible dormir en esta ciudad
sin que el pavor llegue como la Salamandra que espira el fuego
y el estío sobre mi cabeza
y que provoca las llagas que corroen la carpa que sujeto a la intemperie
por si acaso llueve
y caen truenos.

Su noche es recorrida por unas criaturas
cuyos brazos terminan en navajas agudas y rutilantes;
sus lenguas terribles se alargan hacia todas las ventanas
como hiedras invasoras que resoplan fuera de ellas.

Los postes
que detrás de sus espaldas se erizan
son los fanales altivos que esperan un rival o una víctima
para obsequiarles las heridas y la muerte; esa que nadie es capaz de impugnar.

Sobre las sábanas
el letargo es una ceguera que a veces se retracta
y me muestra las imágenes de la vida en un tono gris
y empapado como la medianoche,
con una sinfonía hecha con los rugidos penetrantes de un océano prehistórico
en el que mi nombre resuena en la barcarola
que un marinero infortunado canta
mientras su cuerpo se desplaza como una boya
hacia un remolino de peces y de algas.




La poesía de Rebeca Henríquez

En su poesía, muy afín al surrealismo, Rebeca Henríquez reconstruye con detalles alucinantes la experiencia cotidiana, transformando los escenarios urbanos —salas de cine, calles o jardines— en ámbitos simbólicos, donde sus personajes —seres ordinarios hechizados por su poética, tan visual— adquieren un aura mítica, como en este esplendente retrato de una madre: “Ella siempre ha sido el respiro de un jaguar, / suspendido por una saeta en el follaje del bosque”.

Su imaginación interpretativa y una simbología muy personal la ubican en una línea de la poesía salvadoreña que Carlos Santos nombró la “tradición subterránea”, y en la que también se distinguen poetas como Alfonso Kijadurías, Rolando Costa y Jorge Ávalos. En esta tradición, Rebeca Henríquez se distingue por la manera tan personal en la que trata temas sombríos: la alienación social de la mujer, los efectos de la violencia en la conciencia y la angustia ante la muerte.

Tres veces ganadora de premios nacionales de poesía, su obra aparece seleccionada en dos antologías: Las otras voces: Antología de poesía joven salvadoreña, San Salvador, DPI, 2011; y El libro verde: 39 poetas en defensa de la tierra, Fundación Metáfora, México, 2012. Ha publicado: El verano aventurero. Poesía infantil. Colección Juegos Florales Vol. 8. DPI, 2013. Inéditos: En el año del error (poesía); y Vidas Irremediables (cuento).

Nota y fotografía de Jorge Ávalos



A PROPÓSITO DE LA MUERTE DE PAUL RÉE

Muchas cosas coinciden ahora para llevarme
al borde de la desesperación. Y una de ellas
es también, no quiero negárselo, mi desilusión
con respecto a Lou Salomé.
Carta a Paul Rée de Friedrich Nietzsche

Los hombres se suicidan por placer, no por amor.

Que no te engañe ese bandido del inframundo.
Que no pretenda jugar contigo
y sus naipes de misterio profesado.
Ten cuidado con ese raptor de la gracia del arcoíris,
ese ladrón de axiomas furtivos
y amante de las apuestas ladinas.
Que no sea tu rostro el de un arlequín
que cambia de tristeza a furia y de alegría a espanto
en las cartas de su mano fantasmal.
No convides a la culpa, al pudor o a la demencia
para que cierre tu corsé de inocente pensadora.
No despliegues los rizos de tu cabello,
desde un puente hacia el abismo,
como una soga de luz para sus manos.
Deja que caiga aquel
quien con sus emociones te perjura,
deja que el leviatán
le reciba en la hondura de sus entrañas,
que el espiráculo de un delfín oscuro
le aspire con lujuria,
hasta que sus dedos no puedan señalarte
o escribirte un verso
o acariciar la delgadez de una sábana
mendigando la tersura de tu piel.

Que no te engañe, mi aturdida Lou,
los hombres se suicidan por placer, no por amor.



CINEMA

El ciego avanza por una fila.
Taciturno.
Su travesía es dirigida por las máculas
que vuelven decadentes las galaxias.
Posa sus brazos morenos
sobre el aparador,
y de sus vellos caen gotitas de sándalo.
El rumor de las máquinas nunca cesa,
en sus pantallas los números aparecen
como actos de magia
para los seres que habitan en las cuencas de sus ojos.

El ciego avanza por una tundra.
Taciturno.
Con las suelas de sus zapatos percibe la lisura de la alfombra
y el fulgor de las luces que
—atrapadas en pequeños círculos—
brillan en medio de ella.
La película está a punto de comenzar.
Él,
con sus pupilas indolentes, se resigna a reír
cuando ríen los demás,
hasta que todo es un largo silencio.



JARDÍN DE BONSÁIS

Nunca olvido a la muerte.
Es un cascabel que repica en la punta de mi melena,
la cual se alarga con los años hacia la cuenca terrosa del sepulcro.
Y no es que esté inmersa en mi hechura:
es que yace junto a mí,
se adecúa a la furia del estío en los recovecos de mi piel
y se acurruca en el centro de mi pecho como un murciélago sombrío.

La muerte siempre está conmigo.
Y puesto que la memoria es una repisa atestada de films inapreciables,
ordenados en una trastienda
donde sólo el murmullo de los gorgojos
podría cuestionar con agujeros su existencia,
así la muerte,
con sus atuendos extravagantes,
está apilada en las celdas acuosas de mi recuerdo.

Allá,
en algún jardín memorial,
un celador recoge los ramos marchitos de los mausoleos
y los extiende sobre un sillón agradable.
Sabe que la muerte es nada,
tanto como yo sé que con el tiempo
los troncos de un roble diminuto
se inclinarán hacia mis labios
para adornar la estrechez del jardín
donde la muerte
es un cascabel que repica en la punta de mi melena.





EDGARDO FLORIÁN [14.637] Poeta de Honduras

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Edgardo Florián

Edgardo Florián nació en Tegucigalpa, Honduras el 2 de noviembre de 1975, actor y escritor, miembro del taller de poesía Casa Tomada, aparece en la antología del mismo nombre y en la Hora Siguiente [2005], así como en el CD Versofónica 20 poetas – 20 Frecuencias [2005]. Tiene publicado su poemario YAZZ [2003]

Como actor ha sido miembro de los grupos Coliseo, Teatro Galleta, Retablero, Extra-Vagantes, Teatro Taller Tegucigalpa. Participó en las vídeo-producciones Anita, La Cazadora de Insectos de Hispano Durón, La Nausea de Ezequiel Padilla y Roberto Budde, Mi Vida Loca: Limpiando Chaqueta de Mario Jaén, Crisis Existencial [animado] de Edgar Rodríguez y Dar Barahona, Cuatro Letras [Video Clip] producido por el Teatro Taller Tegucigalpa, con quienes ha realizado 2 giras nacionales con 2 obras educativas, una sobre prevención del VIH-SIDA, y la otra sobre los derechos de niñez trabajadora.


[del libro 2da Estación]

2

La Verdad
ha sido escondida
en los bolsillos de una bestia.

Alguien
debe liberarla.





MRS. JONES O POEMAS PARA LA
VISITA DE BILL CLINTON 
A TEGUCIGALPA

¿Dónde está Mrs. Jones?
el emperador se marchó
pero la tarde sigue aquí
a sus anchas de verano largo
[Muera el fascismo
el imperialismo
el terrorismo]
Muerte al miedo
al poder
al silencio
muerte a la muerte
Las madres en las calles
sin temor a los satélites
-cuidado con lo que decís- 
Viva Zapata
Fidel
Cristo
Clinton y Hillary
también Mónica
Vivan todos los hombres y mujeres de la Tierra
El siglo de los aires
Acuario
y los tiovivos
¿Dónde está Mrs. Jones?
¿Quién desenterrará su nombre?
¿Quién recordará los helicópteros del 84?
Escandalosas libélulas
distorsionando la paz
¿Acaso San Antonio 
sacará los gringos del jardín?
¿Veré Disneyland?
¿Actuaremos en la FOX?
No quemamos banderas
no hay gritos rojos
ocupamos vacío
con sueños de palabras
al compartir
el brindis atardecer
con café ron y miel
El loco
la muerte y el palabrero
despedimos el convoy de Hércules
que cruza nuestro azul
Bye Bye
Mrs. Jones
Wherever you are




CONTRAODA 
A LOS EMPERADORES

Suben bajan
como ascensores dorados
con pecho de piedra negra
en eterno cortocircuitoscilante
adoptan coloresignos brujos
para escalar
y habitar el pópuli altar 
al sinfonía son
malolientes basiliscos
exudan en sus muelas
el adenauseabundo
girador de la ruecagonizante
Megajedrez titular
carcajadas de seda
el globo grita por la peste
piojos de oro succionan verde
negro

chupan todo
hijos deputa
perros
peor que vampiros puntuales
a las 3 pe eme
beben el té de la hipocresía 
mientras a orillas de sus suelas italianas
tercermundanitos mueren
arrastran la cadena pirámide
que engarza audaz la mentira
Dinamo para las poleas del antiparaíso
culto al espejo
supremo gobernador de la ignorancia
mutan las palabras
a jinetes omega
como flores terribles
Se abre al vuelo
un remolino imán de zopilotes
gusanos en orgía restuaría
hacen el carnaval funerario
destasadero asimétrico
a lo largo de micrófonos
parabólicas y pantallas
que reproducen sus gruñidos
hasta el último rincón del orbe
cuelgan en sus mascaras
el marfil Beverly Hills
orfebrería dentista 5 estrellas
en el gesto solidario
mientras el otro-yo
se frota las manos
el trono
las medallas del horror 
báculo laurel vuelto cintillo púrpura
niñotes macabros
uniformados con la capa del poder
juegan mables con GAIA
merecen nada más
la sillagujero
después de la hartazón.




Aguacadabra - Edgardo Florián, Honduras

Lo hisciste, hermanito. Te echaste la magia otra vez. Yo guardo aquel mismo dibujo hecho con cenizas de cigarrillo. Lo encontré hace unos meses entre los poemas tallereados en aquellas tardes del 93, allá, en el paraninfo.

Yo lo guardo, Florián. Y sé cuánto verso has pasado para llegar a éste, tu nuevo poemario. Bailá entonces, contáselos silenciosamente allá, en el Aguán, allá, en el planeta de los tres volcancitos, allá, donde Ajo Blanco te sigue poniendo a Marlon Brando resucitado.

Bravo, poeta!! Bravo contra todo lo humanamente imposible!




Estar lejos es relativo,
no cuando recuerdo
nuestra última tarde,
sino cruzar
la puerta de tu casa,
para que me recibás
con un silencio
que araña el pecho.





Salud.
No al exceso
sino al vive de ser
lo que se le antoja,
a costa de todos los obstáculos,
Alzar la espada
contra los cobardes
y quemar su lengua negra
de lombriz o zopilote.





Volar sin miedo,
desplegar las alas
que nos asignaron
al nacimiento,
con toda la plenitud imposible;
la extensión horizontal
del atamanecer
Consecución de Venus,
Orión
y distintas
presiones atmosféricas
desconocidas.









CARLOS SATIZÁBAL [14.644] Poeta de Colombia

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Carlos Satizábal  

Nació en Palmira, Valle, Colombia, en 1959. Poeta, actor de teatro y escritor. Profesor asociado de la Universidad Nacional de Colombia. Ha coordinado el área dramaturgia de la Maestría en Escrituras Creativas y dirige el curso-taller de dramaturgia de la Escuela de Cine y TV. Estudió Filosofía y Música en la Universidad del Valle. Su libro La Llama Inclinada ganó el Premio Nacional Poesía Inédita 2012. Y su obra Ellas y La Muerte -sueño de tres poetas- recibió el premio de dramaturgia ciudad de Bogotá 2012. Trabaja en la Corporación Colombiana de Teatro (CCT) como director, dramaturgo, actor, compositor y diseñador de sonido; en procesos de creación teatral con población desplazada y víctimas de la guerra en Colombia. Con Patricia Ariza fundó Tramaluna Teatro hace más de diecisiete años. Su obra La muerte o cómo enterrar al padre ha sido publicada en la Antología teatral I por la Universidad Nacional de Colombia. Uno de sus últimos montajes: La Libertadora: Amor de Manuela y Simón o Sueño de un País no Fundado, lo estrenó en Quito en las celebraciones del Bicentenario. 


Río de tumbas

Esta tierra es muy suave, muy tibia, nada estéril,
y la fecundan largos ríos de dolor. 
Porfirio Barba Jacob

He descendido de otras orillas,
mis ojos vuelan en la hondura, 
mis labios no musitan quejido alguno
pero oigo y pienso y hablo pensamientos.

Otros vienen conmigo, los siento y los sueño.
Oigo el rumor de sus espíritus y les pienso
y ellos piensan y sueñan para mí sus recuerdos.
Muchos llevan quinientos y más años navegando.
La loca algarabía de los peces
se enreda en el tejido de tantas voces mudas.
Alguien canta y el agua apenas se detiene
y tierra abajo besa su canto las rojas orillas.

El humo y las llamas y el aullido solitario
de los perros sin amo se alzan a dios,
muerto también. Dios no viaja con nosotros.
Dios vaga solo en el alto aire sagrado.

Los perros persiguen su cola y gruñen y aúllan. 
Oigo en el sueño las varias voces de mi perro
y el ronronear de mis gatos en el jardín.

Igual otros piensan y oyen la voz de sus animales:
sus vacas perezosas arrimando al ordeño,
sus mulas tercas subiendo y bajando las lomas del invierno.

A mi lado la maestra canta nuevas rondas africanas 
y los niños dibujan en el cielo de humo los mapas perdidos.
Somos pueblos del agua, de la tierra ardiente, del mar amoroso, 
de los páramos de luz, de las altas lagunas de alabastro.

Unos apenas recuerdan el rumor del agua
en la orilla arcillosa del río donde nacieron.
Y otros guardan sólo una sombra del relámpago de las altas lagunas. 
O un rojo destello del calor en el espejo del mediodía.

Pero todos en nuestro río anhelamos una arena última. Una playa sola. 
Una roca serena que lenta se disuelva en el viento de los siglos.
Todos. Aún aquellos que llegamos del río más secreto u olvidado,
y ya somos sólo canto, rumor del agua en la memoria inútil.



Insepultos

Rappelez-vous l´objet que nous vîmes, mon âme,
ce beau matin d´été si doux:
au détour d´un sentier une charogne infâme
sur un lit semé de cailloux…
Charles Baudelaire
No cesan las luciérnagas del alma
hasta ser el cuerpo barro del aire,
agua del mundo, tierra elemental.
Desangrado mi cuerpo sobre la tierra negra
veo ascender el aura violeta de mi muerte
y veo a los ávidos zamuros rodearla 
y planear en altísimos círculos de sombra.
Más allá, el cielo azul y los rayos negros y rojos 
en la tarde de los dioses muertos. 
En sus alas vienen por mí y por los otros 
que aquí conmigo arrojan el alma por la boca.
Mensajeros de la nube, picos de diamante negro, 
ellos esparcen por el aire y por la luz nuestra carne 
y dejan al viento, a la lluvia y al rugido del sol 
tallar la blancura amarillenta de nuestros huesos. 
Nuestra tumba será su vuelo.
Sus graznidos serán nuestro arrullo. 
Allá abajo nuestra gente creerá vernos llegar cada mañana, 
con un pálpito en sus manos que se abren al abrazo 
y la felicidad del agua que lava el tiempo con sus lágrimas.



La calle de los vándalos

Los vientos de agosto han apurado su lengua de cuchillos
y julio hierve aún en las calles y los tejados.
He huido de la vieja muerte agazapada, allá, en las rojas esquinas de la tierra.
Hoy el cielo de plomo cae humeante en el abismo de los ojos y los ciega. 
La plaza se borra con mis pasos sobre el húmedo espejo de las piedras.

A lo lejos anuncian el caos de los vándalos 
gritos de trompeta, estruendo de tambores. 
Ya llegan. Han dejado sus altas guaridas del humo
y de nuevo baten hierros y harapos cual banderas.

Las piedras dormidas del río y el eco roñoso de los puentes
amainan la algarabía en los contracantos del agua.

Se acercan. Unos lanzan fuego por los ojos y las bocas.
Otros, en zancos, bailan la anárquica musurgia
de sus fierros, sus cueros y sus bronces.

Todos a una, cruzan la plaza e incendian Shakespeare and Company.
Una nube de ceniza y memorias de papel se roba el cielo.
Y al canto de todos, todos se arrojan a las aguas 
y asaltan los muros sagrados de la Isla de Francia.

Un monstruo grita en las torres. Una mujer llora con llanto de campana.
El Papa balbuciente ora en su pequeña celda de cirios y madera:
el chirriante olor del sebo ardiendo amasa la muerte con la santidad.
Adentro, en el templo sombrío, de blanco puro tras el altar, cantan los niños.

El agua espesa del río tiembla. En los hondos subterráneos de la vieja ciudad muerta, 
pasan los trenes del olvido atestados de pasajeros sin destino:
Ancianos lectores, niños envejecidos, ruinas de un mito disecado.

Por las junturas de las piedras los vándalos trepan hasta los vitrales de oro.
En lo alto, una gárgola pierde su nariz. Cae y dibuja círculos concéntricos 
sobre la pestilencia del foso. Los vándalos gritan de gozo.

Una mano de piedra levantan las manos del vándalo más ronco.
Una voz de granito se derrumba en trozos. Más gritos.
El zanquero rompe un cristal rojo con el palo de su tambor,
el fuego se escapa y vuelve la arcilla a ser detritus.

Por la luz del agujero las navajas de agosto arrojan a la ciudad de las orillas 
la voz blanca de los niños: Puer natus est, canta el coro. 
Otro cristal se hace polvo contra la boca herida de un demonio. 
Crece y cae el canto como un mar en cada oído preso en su caracol.

Uno a uno los vándalos descienden de los muros profanados.
Han triunfado. De nuevo han triunfado los vándalos.

Ya se agazapan por los rincones donde huye la luz de la noche.
Ya ahogan su locura en el jugo tibio de las amapolas.

En la mitad del verano ha llegado el otoño con su lengua de alabastro pintada de rojo.
Amanece. Las jeringas rotas ruedan hasta el río por las escalinatas del templo.
Se aleja el canto de los niños. Amanece y es torpe la algarabía del retorno. 
Julio revienta todo su calor contra el brillo de la plaza.

Las flores lentas reverberan en el cerebro.
Ya regresan. El humo y la fetidez abarcan todo el cielo
y el viento de agosto hierve su óxido de hojas 
sobre el alma podrida de las aguas profundas.

Ya llegan a su calle vieja los vándalos. Ruge el pequeño sol
y con los vándalos yo me acuesto sobre las piedras rotas
a esperar la herida de los primeros cuchillos de noviembre,
la borrachera de los cuervos en la blancura del amado invierno.










ANASTACIA CANDRE YAMACURI [11.645] Poeta de Colombia

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Anastacia Candre Yamacuri

Nacida en Adofiki (Cordillera), en el corregimiento de La Chorrera, Amazonas, Colombia 
18 de julio de 1962 – Murió en Mayo de 2014 

Hija de Lorenzo Candre -uitoto y Ofelia Yamakuri -ocaina, se crio con un fuerte arraigo a su cultura. Trabajó en fortalecer su cultura y la lengua uitoto, incluyendo las variantes dialectales mɨnɨka y nɨpode.

Después de ocho años de trabajo con el abuelo Alfonso Jimaido - Jimuizɨtofe (nombre tradicional), llevó a cabo una investigación sobre los cantos del ritual de yuakɨ (frutas). Investigación que la condujo a ganarse una beca del Ministerio de Cultura en el 2007.

Conformó con los cantos un compendio bilingüe para animar a aquellos jóvenes uitotos seducidos por factores externos a su cultura y que no querían seguir sus carreras tradicionales.  

Anastasia también escribió poemas en su lengua por lo que participó en recitales y algunos de sus escritos fueron incluidos en selecciones, es el caso de la publicación de Libro al viento: Pütchi Biyá Uai- Puntos aparte- Antología multilingüe de la literatura indígena contemporánea en Colombia. Al igual que uno de sus poemas fue incluido en Mensaje indígena de Agua, en Indigenous World Forum on Water and Peace.

Le gustaba pintar con tintes sobre cortezas de yanchama, así que hizo exposiciones de sus obras  y conformó el grupo Furayama, integrado también por indígenas uitoto con quienes buscaron hojas, cortezas, semillas, tubérculos, resinas, barro y toda clase de colores naturales para sus creaciones.

Investigadora incansable, observó junto con las mujeres de su comunidad distintos aspectos de sus costumbres como el trabajo en la chagra y la horicultura, base fundamental de la vida y del ritual del Dios de las cosechas. 

Los cantos, bailes, poemas, pinturas y trabajo de chagra fueron los ejes para explorar los rituales ancestrales de su pueblo.

El profesor Rubén Darío Flórez quien tras invitarla a presentarse en la casa de Poesía Silva la animó a profundizar en sus saberes y su cultura, se refirió a Anastasia como una virtuosa traductora, creadora, que hizo tanto por guardar con sabor narrativo propio de su cultura, páginas de la cultura oral, que ella vertía al castellano. Anastasia era letrada, mujer de voces, colombiana de cultura. Su memoria viva seguirá integra en las palabras. 





El yagé

Yo soy el yagé
Nadie puede decirme quién soy
Soy tu abuelo boa
Así me presento
Mi presencia es miedosa
Yo soy el yagé
También, soy como el jaguar, que me siento, con mi piel pintada
No te asustes de mi presencia
¡Abrázame!
Sólo es un sueño
No me diga, ¿quién eres? soy el abuelo yagé
Soy el espíritu que permanece de pie
Yo soy la sanación
El dios de los sueños maravillosos
Cuántas enfermedades he quitado con mi soplo
Mi palabra es de vida y de saberes
Maldigo aquellas personas burlonas
Si me piden perdón, perdono
He existido desde un principio
Y ningún ser se burla de mí
Yo soy el bejuco de la ciencia de los saberes
De mí, mi gente tuvo conocimiento
Soy el dios yagé





Corazón noble y sereno del hombre
del centro amazónico

Mi pensamiento es sanación
Soplo con el poder de la palabra de la coca y del tabaco
Con el aliento hago muchas curaciones milagrosas
Coca y tabaco plantas medicinales de mis ancestros 
La coca y el ambil estimulan todo mi ser 
Mis abuelos aprendieron miles de saberes con la palabra coca y 
tabaco
Dice el abuelo sabio soy la esencia del tabaco y de la coca
Palabra de crecimiento y abundancia
Palabra agradable de consejo
Palabra de saberes
Palabra buena y de fertilidad
Sólo un cuerpo y un corazón lleno de amor fraterno
Que se aman unos a otros
Amores inseparables de hermandad




Ají negro

Omai


Mi mamá y la abuela preparan el delicioso caldo de la yuca brava
Es el ají negro, sabroso y picante
Qué delicioso comer el ají negro con casabe y pescado
Y tomo la bebida cahuana y manicuera que vitaliza mi cuerpo
Los sabores y amores son incomparables
La mujer uitota prepara el ají negro con mucho amor
Mujer uitota trabajadora y furiosa sin trabajo
Alegre cuando trabaja en su chagra
Llega en su casa prepara los alimentos con mucho amor
Mujer uitota su corazón lleno de bondad y generosidad





Picante como el ají

Sabroso y picante
Su aroma delicioso
Así es el corazón de la mujer uitota
Furiosa y sus labios ardientes
Mujer uitota
Su cuerpo oloroso
Como el perfume de la flor del ají
Su voz fuerte y picante
Sola se apacigua la ira ardiente
Su dulce corazón
Y comienza a reírse jɨ, Jɨ, jɨ
El ají, corazón de la mujer
El ají, la fuerza femenina
El ají, planta medicinal de la mujer uitota
Es la verdadera enseñanza y conocimiento
La candela que no se apaga
En su dulce hogar.

PROMETEO 
Revista Latinoamericana de Poesía 
Julio de 2013.




Soy una soñadora

Como un sueño me engendraron;
soy el sueño de mi madre, soy mujer.
Cuando era pequeña, soñaba palabras bonitas,
y la palabra que escuché amaneció.
Cuando ya era joven, dormía dulcemente;
de mi sueño se hizo realidad, no era solo un sueño.
Soy mujer de despertar, verdadera mujer,
soy mujer dulce, mujer de yuca dulce;
Mi corazón es como el zumo dulce de la yuca,
a las palabras malas las endulzo,
como en un sueño.
Mi palabra es serena, palabra sanadora.
Soñé de curaciones, y me curé,
me fui curando y dormí dulcemente.
Amaneció y me desperté alegre.
Me sané y pensé en mi trabajo,
es mi sueño que se está realizando.
No hay persona que no sueñe,
toda persona sueña;
esos sueños se transforman en abundancia.
La palabra de la abundancia
hace trabajar, hace sembrar, no deja dormir;
ya no es sueño, ya es una realidad.
Verdadera mujer, madre de las criaturas;
soy mujer y mi corazón es dulce,
a nadie hago mal.
Me despierto bien,
con buenas palabras amanezco,
sigo adelante con buen corazón,
y regreso bien otra vez.
Fui bien plantada,
tuve buen retoño,
crecí bien,
florecí bien,
di buenos frutos,
me cosecharon bien,
finalicé en abundancia.
Así es mi palabra, nunca terminará
no muere, perdurará como el viento.



Nɨkaɨriyangodɨkue 

Nɨkaɨriya izoi komuidɨkue 
Eiño nɨkaɨdɨkue, rɨngodɨkue 
Kue duenia, ñuera uaina nɨkaɨritɨkue 
Kue kakana uai monaiya
ja jitaɨngodɨkue, kaɨmare ɨnɨdɨkue 
Kue nɨkaɨriya uafuena jaaide, fia nɨkaɨñede 
Kaziya rɨngodɨkue ua rɨngodɨkue 
Naɨmekɨ rɨngodɨkue fareka rɨngodɨkue 
Kue komekɨ farekabina ite
Fɨenide uai naɨmedɨkue
Nɨkaɨriya izoide
Kue uai manaɨde, jiyua uai 
Manuena nɨkaɨritɨkue, i kue manoriya 
Manoritɨkue, kaɨmare ɨnɨdɨkue 
Monaide, kaɨmare kazidɨkue 
Jiyodɨkue taɨjɨemo komekɨ uide 
Kue nɨkaɨriya dai monaiya 
Nɨkaɨriñede komena iñede 
Naga kome nɨkaɨrite
Moniya uai 
Tajɨtate, rijitade, ɨnɨtañede 
Ja nɨkaɨñede, ua raana ite
Ua rɨngo, urukɨ eina mameide 
Ie izoide, rɨngodɨkue komekɨ ñuera 
Kue buuna fɨeni fɨnoñedɨkue 
Ñue kazidɨkue
Ñuera uaido monaitɨkue
Ñuera komekɨdo baɨ jaaidɨkue 
Ñue meine bitɨkue 
Ñue rigakue 
Ñue zikodɨkue 
Ñue zairidɨkue 
Ñue zafedɨkue 
Ñue yɨzɨdɨkue 
Ñue ogakue 
Monifuena fuitɨkue 
Nɨ mei kue uai, jaka fuiñede 
Tɨinide, fia jagɨyɨna ite 




RONALD CANO [11.646] Poeta de Colombia

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Ronald Cano

Nació el 10 de enero de 1983 en Medellín, Colombia. Su adolescencia gravitó en los 90s. Por entonces algunos autores llegaron a sus manos: Bataille, Molière, Pessoa, Baudelaire, Rimbaud, Dylan Thomas, Tom Waits, Kerouac, Silva… Es sociólogo, y trabaja hace una década en bibliotecas, actualmente se dedica a promover la lectura. En 2001 colabora en algunas revistas de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional, por entonces, asiste a algunos talleres literarios. En 2007 recibe el Premio de Cultura Ciudad de Itagüí con poemas inéditos del poemario Un Barco. Publica algunos de sus poemas en el periódico estudiantil de la Universidad Autónoma Latinoamericana. En 2012 participa en la realización del Festival de Cine de Castilla, época por la cual fueron escritos los primeros borradores de El animalista, uno de los dos libros ganadores del II Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín, convocado por el Festival Internacional de Poesía de esta ciudad en 2013. 



Limosnas

Nada importa. Hace mucho que lo sé.
Así que no merece la pena hacer nada.
Eso acabo de descubrirlo.
Jane Teller
Si la señora Teller no existiera, si la señora Teller estuviera rellena de algodón.
Si el señor Teller no hubiera comprado una casa y no le hubiera dado tres hijos.
Si ella en cambio le hubiera servido en la mesa de los Teller un plato con veneno.
Si John, Maicol, y Kevin Teller no hubieran asesinado con su cauchera
Al pájaro que cantaba sobre el buzón de los Teller, una mañana de verano.
Si no hubieran encontrado aquel sobre para el señor y la señora Teller.
Si todos se hubieran enterado que sus vidas serían desalojadas.
Si la familia Teller fuera aquella junto al semáforo.





Nota final de El Animalista

El poema se cansó de ser comezón en la mano.
Sus medidas obscenas ocuparon el baldío,
Pronosticaron cualquier crítica, o dietética literaria.
Su porvenir era una suerte echada a menos.
Acampó noches enteras bajo el ayuntamiento.
Me dejó de hablar.
Las autopistas se convirtieron en canales,
No tuve más remedio que cruzar la frontera del espejismo,
Disolverme en el instinto de las barracudas,
Inflarme como un sapo manoseado por un niño.
Huir de él.
Confiado en el diagnóstico de los cocodrilos,
Emprendí la travesía sobre el pantano
Como un grito ciego en la mirada de un sordo.





Mr. Monky Gold

Al general

Aparece donde nadie lo ha invocado.
Usa piel de cordero a prueba de balas.
Prefiere el pavimento, las murallas y las reservas fronterizas.
Usa zapatillas, calcetines y algunos medicamentos para los juanetes,
Hace milenios no trepa un árbol, ahora práctica el béisbol,
Establece posiciones, coordenadas y prejuicios,
Lanza una bomba nuclear sin consultar el clima.
Usa un paraguas, un parasol, o una sombrilla.

De tanto saltar sobre la luna 
Aprendió a caminar erguido.






Lovecats

Las puertas partidas, igual las ventanas,
Los casquillos de plomo pululando sobre la carroña,
Las máquinas desvencijadas volviendo a la tierra,
La torre derruida con el peso de la última campanada,
El cementerio brillando a lo lejos como un altar erigido a la discordia,
Un fantasma recogiendo el silencio,
Las moscas aplaudiendo la derrota.
La plaza entera para las ratas.

- En baldíos como estos, sólo hacen el amor los gatos-.




PROMETEO 
Revista Latinoamericana de Poesía 






JUAN FELIPE LÓPEZ [11.647] Poeta de Colombia

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Juan Felipe López 

Nació en Manizales, Colombia, en 1985. Presidente de la Corporación Cultural Sísifo de Envigado, dedicada a la promoción cultural, a través de tertulias, recitales poéticos y concursos de poesía. Integrante del Centro Literario El Túnel y del Consejo de Cultura de Envigado. Poemas suyos fueron incluidos en las antologías poéticas: Vigas contra el viento (Casa de Poesía Porfirio Barba Jacob 2011) Poca tinta(Universidad de Caldas, 2012). 4M3R1C4 2.0: Novísima poesía latinoamericana (Monterrey, UANL, 2013). Compiló la antología poética de poesía joven El Vacío como llenura (Manigraf, 2010). Ha sido ganador del Premio Sueños de Luciano Pulgar, Poesía 2010. Mención de honor en el II concurso de poesía en Tiempos de Penuria 2012 con su Poemario: Yo soy Showman el Zambombo. Fue uno de los dos ganadores del Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín, convocado por el Festival Internacional de Poesía en 2013.



Soy el viaje en un grito de la concha del caracol


(Fragmento)



I

Tuve miedo cuando deshabitaron el vientre de mi madre, y era yo, que había conocido el mar antes de nacer. Un poeta menor expulsado a los atolones, a las musas coralinas que no existieron, a las brisas remotas con sus espíritus y saliva azul; desamparado de palabras, palabras que quisieron ser olas en el Cabo San Juan, engullir los colores, salvar el pigmento repetido de mi piel. Rasgadura, filtraciones de sangre en la memoria, las huellas en la arena de mis ancestros, el recuerdo que he dejado de mi vida.

Yo conocí el mar antes de nacer en la genética de las barcazas que se hundieron en las costas, en el pie de los Mongoles que atravesaron Alaska, soy la herencia de la crueldad
y la percusión de ultra sonidos en el devenir de América.
Y estoy aquí para bañarme de sal, para que mi piel muerta sea un cardumen innecesario y se lleve las historias de los olvidados. En las profundidades.



II

Quiero corroer a los busques que desataron mis palabras: hundir el cielo, porque soy faro de galaxias, la luz de lo indefinido. Cartas marítimas no olvidan que fui agua, corriente de gritos, relámpago de todas las latitudes, tramontanas que golpean mis costillas, zona abisal, círculo: rosa de los vientos, dirección de vientos mutilados…
Con una tremenda náusea anticipada se alejan los buques, se abren las escotillas, las bocinas de los barcos despiertan a los fantasmas, y piratas se anclan en el norte, en el norte Estrella Polar que iluminó argonautas, filibusteros, y todos inermes, babas de los dioses, se hunden de primitivos relatos, se hunden en la gran ola de Kanagawa, Todo es un gran estallido de la rabia, zozobra, abandono a los seres sin lágrimas.
Insensibles.

Embestidas marítimas en los acantilados, un devenir de dos dimensiones azules que tratan de juntarse. Quizá en el horizonte se unifiquen, y el sol se dé un chapuzón de atardecer, la lluvia acaricie el cielo líquido, y todo lo evaporado vuelva al inicio.
Todo es movimiento, arriba, abajo, burbujas estallan, nubes contra nubes, y un relámpago aparece, como si fuera una gran cuerda entre las dos dimensiones.

(Ah, el arpegio de las olas, sonidos, y nubes negras recuerdan al marinero portugués cuando navegaba hacia el Porto de Santos y su barco se hundía en una tormenta voraz.
Resignado gritaba lo indescriptible: Saudade, saudade. Fue la única vez en toda su vida, que una palabra lo salvó.)

Tortuga de los Galápagos llevan en sus caparazones los átomos de la génesis incierta.
Encallar la lengua, oscilar entre los silencios, abdicar el mar donde se ahoga el cuerpo.
Me abandona el mar, y me quedan las arcaicas branquias y todo volverá al inicio.
Seré de nuevo un pez marino. Eterno.
Marooned, Marooned.



IV

Mi tierra es un poema de piel roja, chubasco originario. El cactus que nace y da sombra a los ilegales. El sol lleno de cámaras, centinelas, muros y más muros, el águila y su graznido de jugar a las escondidas ante esos hombres con estrellas en sus pechos: Sheriffs, que cabalgan sus enormes caballos Mustangs por el desierto de Arizona, y chicanos desesperados van cerca de la playa de Tijuana para traficar voces de ausencias, murallas de esqueletos para contrabandear la libertad. ¿Dónde flotará el universo en la fosa común del río Bravo?




JANE KING [11.648] Poeta de Santa Lucía

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Jane King  

Nació en Castries, Santa Lucía en 1952. Poeta y profesora universitaria. También es actriz y directora de teatro, cofundadora del St. Lucia’s Lighthouse Theatre. Ha publicado dos libros de poesía: Into the Centre, 1993 y Fellow Traveller (1994, ganador del Commonwealth Writers Prize y del James Rodway Memorial Prize). Sus poemas se caracterizan por su humor irónico y por tratar la cuestión del papel de la imaginación creadora en las sociedades del Caribe. Sobre su apreciación de la poesía, manifiesta: “...Cuando cada uno de nosotros llegó a apreciar la poesía, cualquiera que fuera el nivel de nuestra comprensión, debe haber sido un día en el que escuchamos o leímos algo y pensamos: Oh, sí, eso es exactamente lo que siento. La precisión con la que el poeta puede afirmar lo común es quizás la razón más importante de la popularidad de la poesía y de su perdurabilidad. Después de todo, aunque nacimiento, amor, pérdida y muerte son muy importantes para cada uno de nosotros, son esencialmente acontecimientos comunes.

“Para el poeta, la producción de poesía requiere algo especial. Para mí, supone encontrar una manera de profundizar en mi subconsciente y me permito compartir las pepitas de oro que puedo encontrar allí. Y hay veces en que me parece que esto es abominable auto-indulgencia. Lo único que salva de ser absurdo es la creencia a la que me aferro a pesar de la creciente evidencia de lo contrario, que somos más semejantes que diferentes. Que si puedo llegar lo suficientemente profundo, puedo llegar a ese nivel que Jung llama el inconsciente colectivo, y que las pepitas de oro que pueda extraer van a resonar con otras personas”.



La mano de Hopkins nunca estuvo equivocada...

Quería escribir poemas que gritaran como una silla amarilla de Van Gogh,
como la vívida tibieza de la levadura entre una bolsa de pan,
como las veces en que el llegar de la medianoche encuentra un cálido amante en la cama,
o restallantes prismas de luz de sol sobre trenzado y reluciente cabello negro
y la repentina corona de palmera que me saluda cuando despierto
puesta como un emblema de verde oro que arde contra el cielo azul.
Para celebrar e integrar lo común. ¿Entonces por qué,
qué poder es el que interviene y hace que la mano segura tiemble?

No es que todo esto pase; incluso la dura tierra tiembla.
En el centro de la sumergida Atlántida las visiones perdurarán.
Es una frustración por todos los pequeños errores.
Yo veo, pero no puedo recrear las imágenes vistas tan intactas.
Yo quería ser capaz de escribir como si Yeats hubiera vuelto otra vez.
En cambio parece que lucho por vivir como la loca Jane.





Excusas por la forma

Este poema es demasiado grande para mí. Debiera
también confesarlo antes de empezar. Los versos
no toman la forma apropiada. La luz
que quema mi corazón es una maldición tan

caliente como carbones que han formado una cubierta de
ceniza por encima de modo que no puedes ver el resplandor hasta
que no los has removido. Fuera de ese amor caliente
como yambos y rimas que corren enloquecidamente. Mi voluntad

incapaz de dar forma a cualquier cosa que no sea
pentámetro. Incluso cuando traté de desarmar
los ritmos y rimas, los versos se torcían
e iban cascabeleando como un dolor de migraña asegurado.

Detrás de la piel mental de delgadas paredes que construimos
para desterrar imágenes en una noche de terror
¿tienes tú conciencia si estás siendo parido o asesinado?
Todo cuanto puedo hacer es advertir: careciendo de la forma

adecuada, todo el oscuro mar vendrá rompiendo tu dique,
en esa oscuridad de demonios y ángeles entrelazado.
La forma es una manera de conservar un diminuto “yo soy”
manteniendo las malignas formas detrás de tu mente.
Idéntico circo, segundo año


La pista dorada, sillas de terciopelo rojo
el polvo, la oscuridad, la noche
Mikel a los dos años está todavía fascinado por la misteriosa luz del circo
La mayor de las bailarinas, balanceándose sobre los balones
está a medio camino de la rampa empinada
cuando de súbito cae
y es atrapada por hombres locales contratados en gastadas telas de terciopelo
no es cosa preparada, ni es graciosa

su rostro una máscara de miedo
magnificencia de su cinturón ornado
atavío preciso que no puede esconder
la grasa de ballena de su trasero

Tres patos, blancos alguna vez, están apretujados entre
una jaula de fangoso piso
los párvulos gravitan hacia ellos
Mikel pregunta para qué son

para poner los huevos que alimenten las serpientes
¿Y para qué son las serpientes?
Para meter sus cabezas en la boca de una dama…

¿Entonces para qué es la dama?

Oh, estamos temerosos, estamos cansados
estamos hambrientos, asqueados y doloridos
y la multitud siempre pide más
siempre
la multitud pide
más





Momentos

Siempre son momentos vislumbrados mientras se viaja al pasado.
Una umbrosa colina bajo un cielo amarillo pálido.
Una estremecida sensación de paz. Ella no perdura.

Humo indulgente deriva lentamente, visto a través del cristal
y neblinosas sábanas de plateada lluvia pasan.
Siempre son momentos vislumbrados mientras se viaja al pasado.

Una multitud de mercado atestado - colores, estridencia, premura -
la visión se evapora sin un suspiro.
Una estremecida sensación de paz. Ella no perdura.

Un pálido sol cuelga sobre un mástil ennegrecido
un horror al que el ser mismo morirá.
Siempre son momentos vislumbrados mientras se viaja al pasado.

Un sol naranja y estanques púrpura-plateados yacen
sobre reluciente asfalto. Una sensación de uno, no de yo.
Una estremecida sensación de paz. Ella no perdura.

Una sensación de hogar, de paz. Manejando demasiado rápido
buscando perder una sensación de naufragar junto a...
Siempre son momentos vislumbrados mientras se viaja al pasado.
Una estremecida sensación de paz. Ella no perdura.





Lluvia adecuada

¿Me dices por favor que este cuarto está vacío?
Miénteme – dime que no he dejado nada de mi vida
aquí donde obstinadamente empaco para el avión.
Todos mis recién-descubiertos-amigos-de-toda la vida,
¿Pueden acordarme que la música nunca termina?
¿Que aunque nosotros sí perdemos algo de nuestra vida
Seguimos adelante tomando lo que hemos ganado?
Aunque con tristeza. Sintiendo vacío,
en esta lluvia adecuada.

   Traducciones de Rafael Patiño Goez






http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/Revista/ultimas_ediciones/91-92/king.html




CECCO ANGIOLIERI [11.649] Poeta de Italia

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Cecco Angiolieri

Cecco Angiolieri fue un poeta medieval, contemporáneo de Dante, que vivió entre 1260 y 1312. Perteneció a la escuela de Toscana, que reunió a un puñado de poetas populares y jocosos, de los cuales Angiolieri es el más relevante. Su composición "Si yo fuera fuego..." (así como algunos versos en contra de Alighieri) son frecuentemente citados en antologías de lírica popular en la edad media. La crítica actual sostiene que Cecco fue menos rebelde de como lo presentan los Románticos, los cuales reivindicaron con fuerza sus ideales. Está fuera de duda, de cualquier manera, que vivió una vida por lo menos aventurera.

Su padre era Angioliero, que a su vez era hijo de Angioliero llamado Solàfica (es decir Seráfica) que por algunos años fue el banquero del papa Gregorio IX, y la madre Lisa de' Salimbeni, la potente familia sienesa.

En 1281 estaba entre los güelfos sieneses al momento del asedio de sus conciudadanos gibelinos encerrándolos en el castillo de Torre de Maremma (en las cercanías de Roccastrada) y fue otras veces multado por haberse alejado del campo sin la licencia debida. De otras multas fue golpeado en Siena el año siguiente, el 11 de julio de 1282, por haber sido encontrado nuevamente dando vueltas de noche después del tercer sonido de la campana del Ayuntamiento. Análoga multa recibió en 1291, también por circunstancias parecidas.

Milita como aliado de los florentinos contra Arezzo en 1288 y es posible que aquí conociera a Dante. El soneto 100, fechado entre el 1289 y el 1294 parece confirmar que los dos se conocieron, en cuanto Cecco se refiere a un personaje (un mariscalco) que ambos conocían de persona (Lassar vo' lo trovare di Becchina, / Dante Alighieri, e dir del mariscalco).

Alrededor de 1296 fue alejado de Siena, a causa de un bando político. Se deduce del soneto 102 (del 1302-1303), dirigido a Dante, que entonces se encontraba en Verona, que en aquel período Cecco se encontraba en Roma (s'eo so fatto romano, e tu lombardo). No se sabe si la lejanía de Siena desde el 1296 al 1303 fue ininterrumpida. El soneto testimonia también la definitiva ruptura entre Cecco y Dante (Dante Alighier, i' t'averò a stancare / ch'eo so lo pungiglion, e tu sé 'l bue 1 ). Lamentablemente se perdieron los materiales poéticos dantescos relativas, además de a la tensión en rima, a la inicial amistad que se deterioraría.

En 1302 Cecco malvende por necesidad una viña suya a un tal Neri Perini del Pueblo de Sant'Andrea por setecientas liras y es esta la última noticia disponible de la vida de Angiolieri.

De un documento del 25 de febrero de 1313 sabemos que sus cinco hijos (Meo, Deo, Angioliero, Arbolina y Sinione – otra hija, Tessa, ya emancipada) renuncian a la herencia porque estaba demasiado gravada por deudas. Se puede, pues, suponer que Cecco Angiolieri haya muerto alrededor de 1310, tal vez entre 1312 y los primeros días del mismo 1313.

Se tiene conocimiento que fue multado por infracciones a la vida militar y que amó por toda la vida a una tal "Becchina", hija de un zapatero.

Si fuese fuego, haría arder el mundo

A comienzos del siglo XIV, época en la que la poesía estaba dominada por el "Dolce Stil Novo", que representaba el amor con imágenes de grande delicadeza y dotada de elegancia, el irreverente Cecco Angiolieri compuso versos de fuerte provocación que elogiaban a las pasiones terrenas. El célebre soneto S'i' fosse foco, arderei 'l mondo (si yo fuese fuego, haría arder al mundo) pertenece a una tradición literaria secular que marcaba el improperio a la profanación de las convenciones.

Relación con la música

El soneto S'i' fosse foco, arderei 'l mondo tuvo una transposición musical a obra de Fabrizio De André en el álbum Volume III de 1968.



Por tan grande suma empeñé la risa...


LXXXI

Por tan grande suma empeñé la risa
que no puedo ver manera alguna
de pagar el rescate de la prenda:
la empeñé por más de lo que vale Pisa.

Mi mente está endurecida de tal modo
que dejaría que me rompieran la osamenta
antes que esbozar siquiera una sonrisa:
de los espíritus estoy cortado hasta ese punto.

El otro día querer me pareció en un sueño
hacer un acto que por reír valiese:
me desperté; y todavía me avergüenzo.

Y me digo a mí mismo: Dios quisiese
mantenerme en el estado en que me pongo,
que matar haría a cualquiera que riese.


Versión de J. Aulicino




LXXXI

Per sì gran somma ho ’mpegnate le risa,
che io non so vedere come possa
prendere modo di far la rescossa:
per più l’ho ’n pegno, che non monta Pisa.

Ed è sì forte la mia mente assisa,
che prima mi lassarei franger l’ossa,
che ad un sol ghigno io facesse mossa,
tanto son dagli spiriti ’n recisa. 

L’altro giorno voler mi parve, ’n sogno,
un atto fare, che rider valesse:
svegliàimi; certo ancor me ne vergogno.

E dico fra me stesso: - Dio volesse
ch’i’ fusse ’n quello stato ch’i’ mi pogno,
ch’uccidere farìa chiunca ridesse!




Luis Alposta (poeta argentino nacido en 1937 e inclinado a los juegos literarios) se enfrenta con el vate medieval y decide, a su manera, traducir, reelaborar e interpretar, con toques lunfardescos4,el célebre soneto:



Si yo fuese fuego

Si fuera fuego incendiaría el mundo;
si fuera agua abundaría en lodo;
si fuese viento avivaría el fuego;
si fuese Dios haría bolsa todo.

De ser papa, sería un descreído:
cambiaría la tiara por bonete.
De ser emperador ¿sabés qué haría?:
cortaría sabiolas a rolete.

Si fuera muerte le huiría al jonca;
si fuera vida engendraría bronca; 
si fuera clavo yo sería un remache.

Esto escribió Angiolieri en mil trescientos,
y, de haberlo hecho aquí, en el novecientos,
hubiese escrito el tango Cambalache.



S’I’ FOSSE FOCO

S’i’ fosse foco, arderei’l mondo;
s’i’ fosse vento, lo tempesterei;
s’i’ fosse acqua, i’ l’annegherei;
s’i’ fosse Dio, mandereil’en profondo;

s’i’ fosse papa, sare’allor giocondo,
che tutti’i cristiani imbrigherei;
s’i’ fosse ’mperator, sa’ che farei?:
a tutti mozzarei lo capo a tondo.

S’i’ fosse morte, andarei da mio padre;
s’i’ fosse vita, fuggirei da lui:
similemente farìa da mi’ madre.

S’i’ fosse Cecco, com’i’ sono e fui,
torrei le donne giovani e leggiadre:
e vecchie e laide lasserei altrui.









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