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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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MAURICIO MARQUINA [14.314] Poeta de El Salvador

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Mauricio Marquina

Mauricio Marquina. Nació en Chinameca, San Miguel, en 1945. Médico. Tiene abundante obra dispersa en revistas, entre ellas Taller y la Universidad; corresponsasal de Diario Colatino de El Salvador. Entre su obra publica destaca: Obscenidades para hacer en Casa y Otros Poemas, revista La Universidad, Universidad de El Salvador, San Salvador, 1968; Ceremonias Lunares, San Salvador, 1971. Participó en el libro colectivo: Las Cabezas Infinitas, San Salvador, 1971. 


De Obscenidades para hacer en casa y otros poemas, El Salvador.



Sueño de infancia

Esa noche yo tenía que permanecer acostado sobre los muertos
Y darles de comer el pescado seco que había sobrado la noche
Anterior. Unos habían sido condenados por inocentes y eran
La mayoría; otros, por encontrarse desnudos durante los servicios
Religiosos. Pero no es la hora de esclarecer recuerdos
Difusos. Yo buscaba una mano caliente todavía
En cuyas arterias desgarradas corriera un poco
De sangre inoficiosamente coagulada. En vano.
Soy incapaz de decir como estaba vestido
Y ansiosamente apretujado de odio. De temor. Pero los cuerpos
Ya estaban disecados, todo sumergido en un charco de
 Formalina
Entonces comencé a sacar timbales y anteojos oscuros
De los cráneos y fui construyendo, en el punto más alto
De la fiebre ritos obscenos, diálogos desnudos para el amor,
Fragmentos de poemas sin odio ni tristeza,
Y así llegó el tiempo de mirar lentamente cada una
De las órbitas vacías —cegadas por lágrimas purulentas―
Inclinado violentamente sobre un seno arrugado
Me puse a mamar en el más atroz de los silencios.
Para entonces había dejado de creer en todo. Algunos
De mi generación subterránea siguen empleando, desde aquella noche
Y como única arma, la ironía contra las cosas; otros, meditan
Sentados sobre la tumba de Vallejo, bebiendo a grandes tragos
Una especie de cicuta metafísica. Pero ninguno estuvo conmigo
Aquella noche, y algunos conservan todavía
Sus cáscaras pintadas colgando de de los agujeros
Cerebrales
Amenazando destruir las palabras, las oraciones, los salmos.
Esa noche, al final del corredor, me entregaron un par de manos
Y un libro en blanco, para encarnar el testimonio y la Locura.





Obscenidades para hacer en casa

Hoy no me has vuelto a permitir que te ame siempre la misma
Negativa silenciosa puedo adquirir el ronroneo místico
Para situarme a tu espalda desnuda desdoblándome
No has permitido y el miedo vuela otra vez con el
Camino atado en la garganta
Y la manera más sutil de volverte a mirar día tras día
Se soporta en medio de un pequeño murmullo de odio
Y no debía ser así
Hemos de amarrarnos mutuamente las cintas
De los zapatos aquel par que para comprarlo dimos vuelta y media
A la ciudad cansada y terminamos la velada simplemente besándonos
Pienso entonces que tu amor se desmorona en celos
Como un pálido paquete de úlceras derretidas
Que me das entonces sino mas bien un tibio regalo de frutos
Agrios que me das sino la tristeza de carecer en absoluto
De amor de sensación despierta pero tú estás coronada
Hediondamente de prejuicios engastados en joyas milenarias
De ídolos tenaces y un camino oscuro desde tus ojos
Senos diminutos memorias disfrazadas de coraje y deseo
Pequeño pubis dame una solución para mi mundo
Para nuestros mundos contrahechos seminales dame
Paciencia y valor para hacer cosas ultrafilosóficas para tomarle
La medida al hombre dame una medida que carezca de una
Mancha de sangre pero estoy seguro estoy firme
Que no hay que no sentimos el fétido olor a muerte
A excrementos a héroes encadenados y pudriéndose
A pedazos
Quiero darte mi mundo interior quiero hacer
De nuestro acto sexual una especie de trasplante
Una lluvia de sudor lentamente caliente
Una destrucción ejecutoria de tu cariño que escucho
A la distancia pon mi cabeza en tu pequeña guillotina
Tú que cuentas líquenes y algas entre tu familia tú que
Abrazas suavemente como una mordida de oreja
Toca una sonata en esta cuerda sola que resiste la
Violencia y la astucia del mundo y que los camaradas
Sigan bailando su canción de amor entre las huelgas.





Rosas rojas para una dama triste

Lo que ocurre indefectiblemente con una dama triste
No es la muestra de lo que la prestancia puede
Sino lo que nuestro infierno debe darle
De beber a una sedienta dama clausurada para el matrimonio
Debido a las tortuosas consideraciones de la moral cristiana
Empleada en beneficio de las instituciones parroquiales
Y de los curas monarcas absolutos de sus conventos
A pesar de todo ésta es una tristeza que a veces logra salvarse
Por medio de elegantes cabriolas de cuñados hermanos primos
Y toda suerte de bichos que poseen un hermoso aparato
Genital y esto es lo que ocurre en la menor parte
De las ocasiones

Un silencio un rezo desgranado como un insecticida colocado al borde
De una jeringa descartable un morderse los dientes
La sangre que apesta cada 28 días o cada vez que ese recuerdo
Logra abrir una brecha como un barreno sobre los movimientos
De la imaginación pero esto no es todo: desconoce
La delicia de la muerte pequeña y sus manos se vuelven
Símbolos del sexo o símbolos del rezo que es más o menos lo mismo
Y encienden lentamente una vela
Que siempre estará húmeda entre otros muslos
Entre otros labios entre otros senos
Sólo la luz se corta en la angustia maravillosa de sus
Atisbos de felicidad y un pequeño niño hace las veces de un cloqueo
Inocente y entonces sólo un ramo de rosas rojas
Puede combatir ese estado de tristeza cataléptica
Y a pesar de todo se descubren a veces las espinas
Que están entre las rosas y entonces cómo duele
Cómo arde silenciar los gritos de las piedras 

Estas tristes damas
Sólo saben calcular el eco de una flauta sobre los pies desnudos
Y conocen la idolatría de sus cuerpo las ventajas de
Afeitarse por la noche el temor de babear por cuento
Miembro ágil se coloca al alcance de sus manos esa cualidad
Terrible de saber que ese objeto soñado soslaya unos muslos
 Queridos familiares
Entonces es cuando la piel se pone blanda en caso de encuentros
Inesperados de relaciones femeninas en lugares remotos y a horas
Desacostumbradas examinan cuanta posibilidad les permita regresar
Al rito de autocontemplación frente al espejo
Provistas de sus manos crispadas arrugadas arrugadas como manos de locos

Entonces suele aparecer el primero y último hombre de su vida
Sus ahorros tienen la característica de un mágico imán
Y a pesar de conocer sus diferencias proverbiales se dan
A toda máquina y es entonces cuando sus coyunturas no responden
A la garganta juvenil del sexo que intensifica los amueblados
Gastos diariamente llevando a su propia cama otros cuerpos
Otras bocas que saben disfrutar de la euforia que los dioses
Le niegan a la dama triste que recibe rosas rojas para
 Combatir por siempre su tristeza.



Un afiche que refresca la memoria

Pienso en las mujeres que han sufrido que han amado
En medio de este descabezamiento sobregirado de sangrientas
 Agonías
Pienso en los muertos los atroces muertos
Tajeados troceados vendibles como cualquier animal sacrificado
Según las leyes específicas del depto. de salubridad
Un rastro que la sombra de muerte arroja esputos sobre nosotros
Quejidos sobre nosotros mierda sobre nosotros
Abrevaderos de esperanza para el futuro
Un dolor subterráneo que se ramifica en lugares estratégicos
Pienso en los impulsos homicidas indiferenciados de un evadido
De una liquidación colectiva
Pienso en ese cardumen de asesinos a sueldo o no que enseñan
Todo su poderío homicida obsesionante sobre débiles esqueletos
Reunidos en torno a la luz
Esos monstruos antropomorfos que poseen una piel perforable
Agarrotados por ansias de poder como pirañas impulsadas
Por el dolor insoportable de la sangre
Entonces uno piensa: hay que hacer reventar este absceso
En las narices sádicas perfumadas de crimen hay que
Establecer la ley del Santísimo Coctel Molotov
Rastrear nuestro valor ante el futuro cotidiano del suceso
Que conste en acta: la verdad es el soplete de nuestros estigmas
Y el recurso último de nuestra capacidad de amar




Un monólogo inconcluso

Intento dar a vosotros a nosotros a ellos
Una explicación a este desatinado uso de la razón
Que ejercito de rato en rato con amables pausas
Cuando contemplo las estrellas y la luna
En primer lugar quiero ponerme de acuerdo en cuanto a mi
Autocatarsis que os voy a predicar como una especie de medicina
Pervertida de hongos sagrados
Extraída con forceps desde el fondo de mis razonamientos
Algo así como un gemido de odio lanzado desde el fondo
De un útero que aborta
Una conciencia castradora del erotismo que siembra en el nosotros
La desnudez
De un monólogo inconcluso entre comillas y si es cierto
Que poseemos cierta repugnancia al derramamiento de sangre
En las capillas y los lugares de modas esto es lo que
Probablemente nos distingue de los animales
Enteramente situados en la retaguardia de nuestra manera de ser
Un montón de chongos de colores rodeando el vértigo
Del carroussel de la vida en la etapa eterna de la acumulación de fuerzas
Una tristeza discreta que llevo de pasta a pasta exactamente
Como un libro o una noche que cae de mi cintura para abajo
Un asco exorbitante que derramo porque perdonen
Uno se lleva el corazón a la mano y extrajudicialmente declara
Frente al plato de frijoles la Bestia la Bestia en
El instante en que el peso de las deudas lo van empujando
Así a pequeños empujoncitos a la tumba en que no les debo
Nada a los gusanos mas cómo aseverar que esto resulte
Cierto y no me diga usted entonces que mediante
Estas líneas se puede calcular lo cabrón que es uno a veces
Estoy solitario como un poema de Vallejo
Tendrán que perdonar mis lágrimas de cocodrilo en celo giro sobre
Un torno fresco aún lanzando profiriendo muchas
Palabras muchas verdades que ustedes no podrán decir
A grito pelado con las manos en la bolsa alimentando el recuerdo
Solamente de pequeños frutos ácidos un salón vacío
Horadado por numerosas puertas cerradas impregnado de vivencias
Oblicuas complejas como el fenómeno poético una profundidad
Semejante a dos niños negros caminando de la mano
Entre la pasmosa celeridad de los Sumos Sacerdotes en el Ritual de la
Violencia y aún más tienes
Que jugar con los pies descalzos sobre un suelo de brasas
Profetizar sobre la tragedia del vecino adúltero que llora en
Sus frecuentes borracheras
Que adora divinamente a su mujer pero la pobre no está de acuerdo
Con ese funcionamiento glandular con esa
Falsa alegría de navidad con ese aumento de salario
Que le prometieron a usté desde hace cuatro meses
Con ese par de huevos fritos que constituyen su alimento
Su carne su sangre que el señor derramó por nosotros
Y por muchos para la redención de los pecados de esa gatita sexual
Llamada brigite puede usté entonces
Refrescar solamente sus recuerdos de infancia
Que siempre serán mejores que su futuro de plato de z¡nc que
Se va pelando en los fines de mes todo untado de manteca nieve
Jugador confuso prófugo en la tierra de nadie que habitamos
Y que somos
Y todo esto porque no le doy tiempo a mi mujer que sueña
Junto a la almohada húmeda de lágrimas y enojos
Mientras estrecha esa raíz veleidosa que la posee con intenciones
Malignas esa Gran Raíz el pilar de la seguridad del hogar
Y este oficio complicado con las vidas que me rodean.





Escuchando los ruidos de tu cuerpo

Por lo menos eso o aquello un solo afán de permanecer agazapado en la
Oscuridad que dilata mis emociones sin ti despojado del mundo de
Los sabores de todas las sonrisas del día que vuelve a amanecer
Sin ti una nueva espera de la sangre que arde al poseerte
Te busco en un simulacro de cámaras repletas de pacientes te busco
Entre mis cobijas orinando de deseo te busco te he buscado siempre
Soy sin amor soy mudo exquisitamente odioso no hay música no hay
Voces sólo esta tierra roja absurda contra las rocas
Tú que eres capaz de estar embarazada diez días sin parir que discutes
De esas cosas que desconozco menudita redonda de espanto tierna
Desnuda y más desnuda tendida escuchando los ruidos los ruidos de tu cuerpo
Apoderada de las sombras pequeña espesura que yo Penetro amando
La vida silenciosa que se escapa entre los sucios recuerdos de una
Esperanza vacía sin sueño atrapando centímetros tatuados de epidermis
Escuchando el tiempo que asoma entre los muslos de las hojas de una
Puerta abierta a la eternidad esperando en una isla de deseo
Solitario las veinticuatro horas del día yo te busco asqueado de vagar
Por esta ciudad vacía una cloaca olvidada por el amor soy amor soy
Deseo soy lecho caminando entre gentes pensando en tu cosa en tu
Manera de amar en la luz recortándose contra el filo de tus senos
Desnudos menuditos gritando que la soledad no existe que la noche nunca
Termina apoyando tu corazón contra mi vientre contra mi tristeza
Cotidiana lanzando un poco de hierba sobre mis labios despiertos
Entonces no sé dónde está la soledad y el odio y la muerte
No sé qué es la filosofía ni la medicina ni la literatura ni el hombre
El tiempo se desboca hacia un camino perdido sobre los abundantes
Cerebros de tu piel a la mierda la noción de la vida vivir entregarme
Entregarnos donde el día termina para siempre.





Criaturas fosforescentes. Niños

Paría una yegua. Su olor hacía florecer esas sombras plateadas que se hunden en la
noche
Hermoso el fuego y el fango
Su boca se abrió en todos los sitios iluminados
Como tocando ansiosamente la alegría infinita que estallando empuja su
Cabeza en el torrente de su sangre y tu boca es un nido
Un gato habita los músculos de tus manos
Hermosa al llorar Paría una mujer
El mar con sus criaturas fosforescentes sacude sobre la playa las parejas
Envueltas en sus cuerpos enloquecidos
Cuando los caracoles lentamente se devoran
Y hay una estrella única que palpita en el pecho de ella: dios
Inmensa como su grito
La mujer que paría su fruto de tactos
Sangre como savia
Sangre como el agua del mar y la lágrima

Un río agitado en sus cabellos
Un río que canta sus reflejos en los ojos de alguien
Alguien que asoma con sus muslos a ese nacimiento de alas
A esta cosa que palpitando nos une de cara al invierno
El mar con sus criaturas fosforescentes que se buscan en los sueños de los niños

Esa belleza estática que nos ciega
Nos detiene los ojos
Sin reconocer la voz persistente del taco que busca
Su río de calor en la mirada
En el cuerpo
Somos parte de un fuego demoledor que respira para mantener la vida en la tierra
Esta sombra profunda no es en el vacío
Es sobre el surco de pájaros de tierra
Como un mar agitado locura de dios alejamientos





ROLANDO ELÍAS [14.315] Poeta de El Salvador

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Rolando Elías 

Nació en la ciudad de Mejicanos, El Salvador el 27 de enero de 1940. Murió en San Salvador el 24 de mayo de 1999. Desde muy joven comenzó su pasión por la literatura y por el periodismo. Fue encargado de prensa de la Embajada de la República Federal de Alemania en El Salvador, corresponsal de editoras internacionales, Redactor de El Diario de Hoy, Diario El Mundo, La Prensa Gráfica, y Diario Latino. En este último, mantuvo junto con los poetas Mario Noel  Rodríguez y André Cruchaga, la Página de Juan Caminos. Además se desempeñó como Jefe de Relaciones Públicas del Ministerio de Economía y Banco Central de Reserva de El Salvador. Fue miembro de número de la Academia Salvadoreña de la Lengua.

Entre la obra editada se encuentra: Crónica de Alemania, Ritual de la mirada y otros rituales, Poemas del amor sobreviviente, Homenaje a la pintura, Siete crónicas y un discurso, Pasión de la memoria, Cantata de mayo y Celebración de la rosa.


Del libro: Pasión de la memoria



Brevedad del poema

La guitarra
Suena como una piedra del río a medianoche.

La bugambilia morada
Tiembla en los brazos del verde.

El limonero sestea
Hasta que lo toca el viento.





Recuerdo

Yo palpaba tu cuerpo como palpar el agua.
Me hundía en ti como en el mar un náufrago.

Yo vivía en el ámbito de tu respiración.
Aleteaban los cuerpos como pájaros ciegos.
Tú andabas en el aire con sigilo de brisa.





Memorial del adiós

Voy a decir adiós
 Nunca lo dije
Voy a decir adiós
 Lo estoy diciendo
Todos los nunca llegan

Adiós al tú que dije
Al yo que tú dijiste
Apretando los labios con los ojos cerrados
Adiós no a la memoria
A las manos frotándose
A la crepitación del fuego alzado
A las llamas del tiempo compartido
Adiós sí a la palabra
Recogida en el cuenco de tu oreja
 Tu mejilla
 Tu pecho

Voy a decir adiós
 Lo estoy diciendo
Adiós no a la memoria
Se quedará por siempre en esta página





Celebración de la luz

III

El alma no está sola: se desnuda
De memorias y tiempo; pero insiste
En ser esta campana que persiste
Pese a la realidad que cambia y muda.


IV

Si vivir no es negarse a la pasión,
Morir sería consentir la vida.
Y por eso es el alma la que anuda
A Dios con la conciencia y la razón.




Del libro: Celebración de la rosa



Del fusil y la rosa

Un aire me circunda o me traspasa.
Un aliento dulcísimo me embriaga
Con una sensación desnuda y vaga,
Porque la sombra alúmbrame la casa.

Y si pone en mi herida suave gasa
No hay fusil que la tronche ni deshaga.
Porque la rosa en su virtud de maga,
Los ruidos del metal calla y rebasa.

Por eso está en mi mano, palpitante,
Floreciendo la rosa en la desnuda
Desnudez del asombro y del instante.

Y aquí se quedará mientras trasuda
—en la Hora terrible y acuciante—
sombra la muerte con su guerra cruda.




Asunción del poeta

No la cerca el perfume ni la espina
(esa espina que hiere como esquirla)
nada habrá que pretenda consumirla.
Tiene luz de la estrella matutina.

Luz de perpetuidad que no de
Rebrote del aroma. Al asumirla
El poeta, ya sabe como asirla
Si con la frente grave se le inclina.

Así estará la rosa rediviva.
Así de tan sencillo, que al decirlo
Por la sola palabra se reviva

Como revive en canto el dulce mirlo.
Y así se quedará libre o cautiva,
La rosa que al poeta ha de asumirlo.





La hora del poeta

La guerra estaba necia en su denuedo
De sangrar al país. Yo en mi retiro
Sorbía sal de agónico suspiro,
Mientras corría sangre por el ruedo.

Así el testigo fui de tanto miedo
Sin esperanza casi, sin respiro.
Pero llegó la paz y en ese giro
Señaló el horizonte con el dedo.

Y entonces el poeta fue quien dijo:
—viva la rosa ardida en su secreto—
que triunfa sobre el fuego avasallante.

La rosa de la paz, de la que es hijo
Este poema en forma de soneto
Que celebra la autora de ese instante.





Mensaje

Que la alaben los liróforos.
 Alabadla.
En verdad os digo que ya vivió
Ahora es sombra buscando asilo.
André Cruchaga

Alabadla, poetas, a la del orto
De oro bruñida en su tersura.
A la del día o noche oscura.
A la del suelo, sea largo, o corto.

A la rosa, poetas, que yo aporto,
Arrimadla al temblor de la ternura,
Y cobijad con ella la armadura
Del corazón atónito y absorto.

Cantadla, sí, poetas, y alabadla,
Porque la rosa pide vuestro asilo
Para su ángel de aroma palpitante.

Miradla así poetas, celebradla.
Y en el verso llevadla como en vilo
Mientras vive el milagro del instante.



Del libro: Cantata de mayo


Mayo de mis abuelos
Mayo de viento fresco, pajarero.
Mayo de temporal que no termina.
Mayo de la cosecha campesina.
Mayo de dulce chonte mañanero.

Mayo-azahar y aroma en limonero.
Mayo de la alborada matutina.
Mayo de la tristeza vespertina.
Mayo crepuscular del clarinero.

Mayo de mis abuelos. Mayo mío.
Tuyo también María de las flores.
Mayo de árbol dormido sobre río.

Mayo-pericos. Mayo-ruiseñores.
Mayo del verde y del azul umbrío.
Mayo de amor. Amor de los amores.




Cielo de Mayo

Cielo de Cuscatlán. Cielo de Mayo.
Cielo gris. Cielo azul. Cielo caído.
Cielo a las veces como decaído.
Cielo asustado en repentino rayo.

Cielo tila también es un desmayo
De Dios que lo ha pintado distraído,
Mientras estaba acaso distraído
Pintando una pintura de soslayo.

El cielo así por el pintor mirado
Con azules, violetas y con grises
Tras la lluvia ha quedado despejado.

Salen de la barranca codornices
Y el día se despierta iluminado
En los ojos de Dios que están felices.




Hablo de mayo

Mayo es un cántaro que suda
El trasegado vino del invierno.
En el árbol chorrea sentimientos
Y moja el tiesto agónico del día.

El pájaro se interna en la arboleda
Y se refugia en la orfandad del aire,
Mientras la flor de mayo desparrama
Su frescor en plena lluvia.

En la mojada tierra hay un aliento
De savia natural que se condensa
Con olores de ocote lagrimeantes.

Yo hablo de mayo porque estoy sediento
De sorber agua en poros de tinaja
Y de escuchar al ángel del rocío.





I

No vengo de tan lejos
Pero algo hay en mi vida
Que se fatiga
Y busca ya el reposo.

Vengo apenas de ayer
De ahora mismo
Y sin embargo
He caminado tanto
Que me duelen los huesos
Y hasta el alma me duelo.



II

Nada me duele tanto en estos días
Como esto de no salir a recibir la lluvia
Cuando toca mi puerta con su túnica
 De frescura marina.

Nada me duele tanto como el alma
Que anda un tanto de prisa
 En estos días
Arreglándolo todo para un viaje imprevisto.




De: Poemas sueltos


Ruego

I*

Dame, Señor, la gracia del olvido
Para todo lo que haya en mi dejado
—como estigma de sombra y de pecado—
el ánimo contrario y confundido.

Dame la plenitud de esto que pido:
Conciencia para verme reflejado
En el fuego que se ha purificado
Lo que soy, lo que fui, lo que he vivido.

Y después que ya me hayas concedido
La gracia de lavarme de la escoria,
Dame la luz y el aire con el día.

Dame para el camino la poesía,
Que yo con ella iré —modesta gloria—
Contando por ganado lo perdido.


II

Yo no te pido más sino que vuelvas
A encender esta lámpara quebrada
En las aristas ciegas de la nada,
Y que la luz con ella me devuelvas.

Yo no te pido más sino que absuelvas
Toda mi obscuridad encadenada,
Toda la lumbre que quedó empozada
Y que ahora te pido la resuelvas.

¿No le darás por fin claro sosiego
al alma que así clama y así ruega
desde su pozo de honda quemadura?

¡Responde a los clamores de mi ruego!
Que estoy velando entre la noche ciega
Por la mañana azul y el alba pura
_____________
*(Revista Dominical de La Prensa Gráfica, octubre 25 de 1992, San Salvador, El Salvador)





Variaciones sobre el Ser y el Tiempo.**

1

Nadie conocerá el desasosiego
En que consiste estar como despierto,
Con toda la razón al ser abierto
Y con toda la fe transida en ruego.

Nadie conocerá salvo este ciego
Que camina al azar en su desierto;
Y sin embargo, ¡vaya si no es cierto!
Su luz es de otra luz y de otro fuego.

Nadie conocerá salvo el que aquieta
Su clamor interior con una suerte
De intuición superior, la del poeta

Que le dará en el ánimo una fuerte
Sensación de vencer, como el profeta
Los enigmas del tiempo y de la muerte.




2

Nada niega el valor de la quimera.
Todo afirma el valor de la esperanza.
Nada niega la fe que nos alcanza.
Todo afirma la luz que persevera.

Nada niega la voz que condujera
Al caminante que al andar avanza.
Todo afirma el amor que así nos lanza
A la ventura del amor que espera.

Nada niega el clamor de la paciencia.
Todo afirma la sed de la confianza.
Nada niega las luces de la ciencia

Que alumbran el camino en el que afianza
Sus verdades primarias la conciencia,
En justa simetría y fiel balanza.




3

En recordar parece que yo insisto.
No sé por qué, opero es que así parece.
Y es que ese recordar conmigo crece
Mientras en la memoria yo persisto.

Es que así la memoria me ha previsto
De una forma de ser que no parece
Aunque la edad dijera que decrece
Y al azar me señale lo imprevisto.

Lo imprevisto del tiempo acaso sea
Otra forma de ser con la memoria
Que en el estar perenne se recrea.

Y así renueva el hilo de la historia:
Ésta que ahora enciendo como tea
Repitiendo el milagro de la noria.



4

Sabe a bosque la hora vespertina
En que navega el sol hacia el ocaso,
Cuando la tarde amarra como un lazo
A la noche que el día se encamina.

Sabe a fulgor de llama y trementina
La hora de la tarde que da el brazo
A este noctambulismo en que me abraso
Como un leño en el fuego que rechina.

Sabe la hora a tiempo detenido.
Sabe a silencio grave. Sabe a viento.
A fuego en la ceniza contenido.

Y sabe a fluir de vida y sentimiento
Que se desliza como un sol vencido
Con el ritmo solar del pensamiento.



5

Yo no he quedado huérfano de esperas.
Estoy más bien ardido de quimeras,
Porque en Otoño sueño Primaveras
Y en el erial cultivo enredaderas.

Yo estoy en la penumbra iluminado
Por una piel con luz en mi costado,
Y estoy, por eso, como al día atado
Y por la mano del amor tocado.

Yo estoy. Yo soy. Yo siento. Vivo
En mi presente el tiempo fugitivo
Como pájaro suelto y no cautivo.

Yo estoy, por eso, entre las luces preso
Pues tengo con el ánimo confeso
La sensación de estar salvo e ileso.

______________
**(Suplemento: Filosofía, Arte y Letras de El Diario de Hoy, 5 de noviembre de 1994, San Salvador, El Salvador)Rolando Elías Poemas 




Acción de Gracias***

Yo también le doy las gracias, con Rosita,
A Dios que esta faena a permitido
De hacer la realidad sueño cumplido
Y por el cual aquí nos damos cita.

Y es que este aniversario lo amerita
Por tanto libro sabio que ha venido
—como el pan en el horno bien cocido—
a la mesa en que un ángel nos invita.

Y también le doy gracias Roxana,
Y desde luego con José y Silvita,
A Dios en cuya ciencia soberana

A soñar con el arte nos invita
—en fantasía fraternal y humana—
con Roxsil de la mano de Rosita.
_______________
***(Poema leído por el poeta el 8 de octubre de 1994, en ocasión de celebrar los veinticinco años de fundada la Editorial Clásicos Roxsil, El Salvador)




Poema para el fin del camino****

A Hugo Lindo

Bien.
Se ha dicho bastante del origen.
Desde el vagido de las rodillas de la madre primera
Hasta los libros y las explicaciones de la historia.

Se ha dicho ya la soledad del hombre en el jardín primero
Y de su hallazgo dulce como fruto del árbol de la vida,
Cuando sus manos tocaron sentimiento
 Tocaron emoción
 Tocaron carne
Y no sabía nada ni del bien ni del mal.

Podemos, pues,
Estar seguros del origen
Con la evidencia que reflejan los ojos
En nuestro cuerpo de ángel indomable,
En nuestra historia
Y hasta en cosas tan simples como un zapato
O el lápiz vacilante que no encuentra el camino tan claro
 De la página en blanco.

La vida es un camino y aquí vamos
A veces con nostalgia de los primeros pasos,
Y hay en todo esto plena certidumbre:
Porque si estamos somos, y venimos.

Pero intentemos ver un poco más adentro
O más allá de la inmediata circunstancia,
Hasta dar si es posible
Con la clave segura del final del camino.

Dicen que ahí la sangre se detiene
Y el cuerpo es solamente destino de cenizas,
De abandonados huesos,
Materia disolviéndose o cambiando
Como el agua en el aire,
Como flor en espacio donde reina
La fugaz permanencia del aroma.

Y la vida es verdad como el origen
Pero ambos son los miembros de este cuerpo
Que es la historia de todos, tuya y mía.

Tiene que haber, entonces, algo
A partir del minuto en que la sangre
Comience a convertirse en materia deshecha.

Yo me miro las manos y los ojos
Y sé que no envejecen pero cambian,
Sé que caminan
Fieles a su destino de temporales formas
Y que al rostro me suben los caminos del tiempo.

Pero algo me recorre debajo de la piel
O encima de los huesos
O alrededor del cuerpo –donde sea.

Antes del fuerte impulso de la sangre,
Del vientre conmovido por la vida,
Algo se abría paso como una flor en su raíz.

Algo. No es sólo una palabra.
Le veremos la cara cuando estemos despiertos
Pese al inmóvil gesto de los cuerpos que yacen
Y luego poco a poco se disuelven
En su tiempo de olvido.

Le varemos la cara
Y será como un fuego al que el agua no apague.

_____________
****(Poema publicado en la Revista Dominical de La Prensa Gráfica, el 29 de septel 29 de septiembre de 1985, El Salvador. Con este poema, Rolando rindió tributo al poeta Hugo Lindo, fallecido el 9 de ese mes y año) 

La presente compilación y selección de la muestra poética de Rolando Elías, ha sido realizada por el poeta André Cruchaga.






EFRAÍN CARAVANTES [14.316] Poeta de El Salvador

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Efraín Caravantes

Efraín Antonio Rivera Caravantes (San Salvador, 1983). Formó parte del Taller de Poesía de la Universidad Tecnológica entre los años 2003 y 2004. En el año 2004 fue el ganador del Certamen Letras Nuevas, en la rama de poesía, con “Memoria de Poemas”. Actualmente estudia Relaciones Públicas y Comunicaciones en la Universidad Tecnológica (UTEC) y Artes Visuales en el Centro Nacional de Artes (CENAR).




En el profundo mar de la noche

“How can I feel
 abandoned even when the world surrounds me?”
Dream Theater

Una ola de tierra me transporta
casi sin moverse
hacia otros lugares.
Desde aquí
muchas son las luces que flotan
en el profundo mar de la noche.

Allá abajo brillan los conciertos,
los dientes blancos de las sonrisas,
los asaltos en las calles y en las camas,
las casas vacías y las llenas,
la saliva de los besos,
las despedidas, las lágrimas
que se quedan en los ojos
y las que comulgan con el mar
de una almohada o de un hombro.

Allá arriba se juntan las otras luces
para orientar a los viajeros ciegos
con sus signos Braille.
Ellos las leen, deslizan sus manos
por el la página perforada del cielo
en busca de su destino.

Muchas son las luces que flotan
en el profundo mar de la noche
y a pesar de todo, aquí y ahora,
me siento como un viejo Adán
con sus costillas completas.




Nube

Acabas de pasar por aquí
como acaba de pasar la lluvia
por esta nostalgia llena de tarde.

Acabas de pasar por aquí
y talvez sigo amarrándote a mi cielo,
tan sólo para sentir de nuevo
tu rocío, el recuerdo
de lo que un día fue nube,
y que hoy sigue siendo nube
lejos de aquí.

Acabas de pasar por aquí
y quiero creer
que detrás de ti viene la luz.




A navegar

Construir un caballete
es construir un barco.
Echarlo al agua,
izar las velas,
es lo que queda.

El aire hace hermosas pinturas.




Árbol arriba

Bajo la lluvia
sólo alcanzo a ver
raíces de luz.




Pequeño ensayo sobre el arte

El arte es una de las voces del tiempo
que agita banderas y piedras,
tintas y papeles, fotografías
de sus propias manos,
de su propio cuerpo
moviéndose
sobre las tablas,
al ritmo de la historia.

Es una voz muy peculiar
y no es sólo una voz,
son muchas.

Más de alguna encuentra en nosotros las rocas,
las paredes que forman la cueva propicia
en donde dicha voz se convierte
en eco de carne y hueso.



Isla

Ando como isla,
tierra pequeña, aislada,
alejada de la tierra grande
donde los ciegos
construyen su oscuridad.

(Ando como Cuba o Japón.)

Eso sí, me hace bien
respirar otro aire, otra gente,
necesitar otro sol. Saberme lejos,
con otros caminos y otros árboles,
pensarme con otros horizontes.

Ando como isla y me siento bien
con tanto mar alrededor.

(En el fondo, sin embargo,
es una la tierra.)




“Y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo”
Cien años de soledad
Gabriel García Márquez

Son largos y numerosos
los pergaminos del destino
y son inútiles.
Las palabras son siempre absurdas;
nos hablan insospechados signos
de remotos tiempos.
La soledad nos advierte,
nos abre los ojos.
Lo único que nos queda
es el instante,
la vida que se nos filtra
cuando parpadeamos
y el deseo inerme
de no querer conocer los vientos
del huracán que viene hacia nosotros.




Ojalá

Ojalá no fuera tan grande esta casa.

Ojalá tuviera sólo árboles y flores en el patio,
ojalá olvidara la soledad y las grietas del piso,
ojalá no fueran tan blancas las paredes,
ojalá recordara las sonrisas olvidadas
en los rincones más remotos del jardín,
ojalá tuviera techo sobre mis sueños,
ojalá en mis venas cargara sólo mi dolor.

Ojalá no fuera tan grande esta casa
y no estuviera en la ventana
viendo a la tristeza caer del cielo.




¿Ser o no ser?

“Yo no sé lo que quiero,
porque aún no estoy muerto.”
Luis Cardoza y Aragón

Uno es algo
hasta que se muere,
hasta que es un muerto definitivo
de pies a cabeza.

Mientras tanto me gusta ser
el peatón de la vida,
el pasajero del tiempo,
el actor del teatro del mundo
que va escribiendo su papel,
el jugador de fútbol que piensa
que la vida es algo tan hermoso
como patear un penalti
y fallar.

Y es que aún quedan cosas por hacer,
y son tan inútiles y tan necesarias
como las que ya se han hecho.
A veces tengo ganas de desescribir la historia,
de ir caminando y no encontrar las calles
donde están,
y otras veces me amanecen
las ganas de escribir algunos sueños
para el después que comienza ahora:

quiero tragarme el movimiento,
quiero que el destino sea lo que quiera ser,
quiero que me recuerden sin recordarme,
como un recuerdo sin nombre,
un recuerdo blanco que sin querer
les guiña un ojo desde no sé dónde
y les pinta una sonrisa
sin más.

Lo único que quiero, con frecuencia,
es que me confundan
con el silencio.



Poema de variétés

Se abre el telón,
la música comienza
a escribir el poema en el escenario.
Aparece el artista, el actor, el poeta,
el que es como todos: distinto,
el que con sus manos
comienza a barajar las palabras,
las corta,
las reparte entre los asistentes,
las desaparece
en labor encomiable de prestidigitador.
Y luego se vuelven duras las palabras
como esos bolos
que sirven para hacer malabares,
y dan vueltas en el aire:
roma se vuelve amor,
asir se vuelve risa
y ríen los presentes
porque el payaso hace malabares con bolsas
vacías
donde caben cada una de sus cabezas.
Otros lloran, otros no están ahí
y si están
frente al gimnasta que seduce a su pareja.
Sus cuerpos se mueven,
se unen, se mezclan como el agua
-¡agua frotándose con agua!-
en el escenario contenida
como en una vitrina.
La música sigue.
La pareja es ahora un violín y un piano,
y se hablan con música.
Él dice con notas:
“te necesito para esta canción”,
y ella responde con la mirada
de un si sostenido
mientras el telón va cerrándose,
mientras el poema sigue bailando,
cambiando de escenarios y actores
constantemente.




RUBENS ZÁRATE [14.327] Poeta de Brasil

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RUBENS ZÁRATE

Santo André, SP, Brasil,  1959. Productor cultural en Diadema Municipal de Cultura, coordinador en el Punto de Laboratorio de Cultivo de la poesía, profesor en el sistema estatal de educación SP. Educación: Historiador y antropólogo de la Universidad de São Paulo / USP.
Ha publicado: Pedra (1978), Barra (1978) e Medium coeli, Campus stellae (1980).


[ELLOS ESCRIBEN, ESOS RELÁMPAGOS]

Ellos escriben, esos relámpagos
en la carne. Ellos escriben en las tinieblas ofuscantes
                                                          [de la noche
de la carne. Ellos se escriben a sí mismos.
Esas luces,
            esos destellos se escriben
en la carne, en las tinieblas de la noche de la carne.
Luces destellantes, esas hojas
en la piel, en la carne en tinieblas del poema,

esas hojas se escriben a sí mismas.
Esas luces fugitivas,
                       esas cuchillas,
                                     esos
dientes de cobra negra & sinuosa.

                         Esas dagas se escriben en las tinieblas,
puñal subterráneo.

                         Esas colas de escorpión negro
que se escriben a sí mismas, cuchillas luciendo en la brea,
esos gestos de relámpago, para abajo & para adentro,
esas agujas de aborto.

                 Esa carne sangrienta gritando
en los ganchos de los mataderos. Esas luces
[centellantes se
escriben a sí mismas,
en las tinieblas ofuscantes de la noche
                                       de su propio poema. Centellas
afiladas, esas aristas eléctricas sobre tus curvas de gata,

esas dagas se escriben en la piel. Cuchillo
enterrado en el jardín, en las tinieblas de la noche de
                                                                     [la tierra,
en la sangre de los ciruelos bajo la caricia de un hacha,
esos relámpagos se escriben. Se diluyen
en su propia savia negra, escríbense
a sí mismos & se raspan. Escríbense & nunca se apagan:

la cicatriz de un resplandor nunca se cierra.







ANTOLOGÍA DE POESÍA BRASILEÑA, edición de Jaime B. Rosa. Organización Floriano Martins y José Geraldo Neres.  Muestra gráfica y portada Hélio Rôla. Edición bilingüe  Português - Español.   Valencia, España: Huerga & Fierro editores, 2006.  247 p   13,5x21,5 cm.   



[ELES ESCREVEM, ESSES RELÂMPAGOS]

Eles escrevem, esses relâmpagos
na carne. Eles escrevem na treva ofuscante da noite
da carne. Eles se escrevem a si mesmos.
Essas luzes,                
                 esses coriscos se escrevem
na carne, na treva da noite da carne. Luzes
                                   [coriscantes, essas lâminas
na pele, na carne em treva do poema,

essas lâminas se escrevem a si mesmas.
Essas luzes fugidias,
                          essas facas,
                                         esses
dentes de cobra negra & sinuosa.
                          Essas adagas se escrevem na treva,
punhal subterrâneo.

Essas caudas de escorpião negro
que se escrevem a si mesmas, facas luzindo no breu,
esses gestos de relâmpago, para baixo & para dentro,
essas agulhas de aborto.

                             Essa carne sangrenta berrando
nos ganchos dos açougues. Essas luzes consoantes se
escrevem a si mesmas,
na treva ofuscante da noite
                                     de seu próprio poema. Coriscos
afiados, essas arestas elétricas sobre tuas curvas de gata,

essas adagas se escrevem na pele. Facão
enterrado no jardim, na treva da noite da terra,
no sangue das ameixeiras sob a carícia de um machado,

esses relâmpagos se escrevem. Borram-se
em sua própria seiva negra, escrevem-se
a si mesmos & se rasuram. Escrevem-se & nunca se
                                                                   [apagam:

a cicatriz de um clarão não sé fecha.



Rubens Zárate (Santo André, SP, 1959) publicou os livretos Pedra (1978), Barra (1978) e Medium Coeli, Campus Stellae (1980). Participou de Una Antología de Poesía Brasileña (Huerga y Fierro, Madrid, 2007). Poemas e traduções nas revistas Cult, Zunái, Germina, Mallarmargens, Cinosargo, entre outras. Historiador e antropólogo, trabalha como produtor cultural. 



ESCULTURAS MUSICAIS 10
RUBENS ZÁRATE


A Tribo das Estrelas & todos os mundos habitáveis. O sol visível & el-Corazón-de-la-Madre. As espécies da vegetação & os Espíritos Animais. As espécies animais & os Espíritos da Flora. 

Les Féeries do Fogo Sagrado. Dícen los brujos lo que dícen. 


***


:: toda fala (incendiada) é uma fala-em-face-de-uma-fala
(imagens copulam, / transbordam) ::

:: a récita do fogo obscurece, ilumina (expõe ao sol do sacrifício / o negro conteúdo das crisálidas: sequestra o mundo visível / em sua zona de sombra) – tudo / fala – & todo diálogo é louco ::

:: todo delírio é análogo : desejo : parúsia : rapto : presença ::



***


A tiara tenebrosa do sol é visível & invisível. Sua miríade de chifres faz estalar o esqueleto da terra, florido.




***


Para os maia-quichê o céu noturno (pintado) é a imagem em negativo, ou o avesso escalpelado, de uma pele de pantera (estrelada).

O império dos sentidos é, em seu duplo sentido, o reino da dualidade (invertido). Do sol vemos apenas sua treva: vivemos assim no avesso do que vemos. O fogo amarelo é na verdade violeta; já a vegetação não é verde (como sangue), mas vermelha.

O negro mais negro é a cauda do pavão do arco-íris.



***


O círculo é o sonho (florido) do mundo. As flores (do sonho) são nove. As cicatrizes são quatro: sudeste, sudoeste, noroeste, nordeste.

O sudeste é a ventania luminosa da volúpia. O sudeste é nomeado: Porta da Infância, Lugar das Parteiras, Senda do Pólen, Clã das Vidas que Rastejam, Conselho dos Narradores. O sudeste localiza-se entre a-mais-luxuriante-das-figueiras& fogo-intenso-das-veias.

O sudoeste situa-se entre o-mais-doce-dos-prazeres & gemidos-que-se-ouvem-entre-as-éguas. O sudoeste é nomeado: Porta do Sêmen Dourado, Lugar dos Curandeiros, Trilha da Tara do Incesto, Clã das Línguas Bifurcadas, Conselho dos Bruxos Obscuros. O sudoeste é a brecha do lagarto do crepúsculo.

O noroeste é a conexão entre as almas que viajam. O noroeste é nomeado: Porta dos Anciãos, Lugar das Carpideiras, Senda da Purificação, Senda da Segunda Morte, Clã das Manadas que Correm, Conselho dos Alienígenas. O noroeste localiza-se entre a-mais-crepitante-das-pedras & pele-queimada-&-cabelos-brancos.

O nordeste se situa entre deleite-para-os-olhos & garras-de-gato-selvagem. O nordeste é aquilo que não se nomeia. O nordeste é nomeado: Porta do Útero Prenhe, Lugar das Cerimônias, Senda do Sol das Orquídeas, Clã das Penas de Rapina, Conselho dos Sacrificadores.

O mundo é o círculo (florido) do mundo. As fêmeas são Aquelas-que-Fundam-as-Flores. Os machos são Aqueles-que-Transmitem-Cicatrizes. As crianças são os mestres; os velhos são os loucos. 


***


O fogo fala das pedras em sua língua mais negra. O oeste é o lado das águas.

Éramos treze corpos de cócoras, no interior de uma cúpula em chamas – cobertos de lama & secreções, enquanto a curandeira cantava – meu corpo a sudoeste, minha alma a nordeste – o lagarto sonhava entre as brasas – no sol pleno, em meio à mais física das noites.

Havia ali três espíritos anciãos, antiquíssimos: juntos teriam mais que a idade da Terra – indígenas não eram – nem nórdicos – estrangeiros? 

Durante os cânticos da terceira porta minha cabeça aninhou-se entre as coxas de T, farejando – sua menstruação misturada à terra – ela abriu suas pernas & tocou minhas vértebras, a extinta cauda – a morte veio dócil & úmida; fêmea, agressiva, estranha como o planeta em que estamos. 


***


A beleza é sempre bárbara; qualquer forma de beleza é bárbara; somente a beleza é bárbara.

  

*de nigra sed pulchra, inédito


***


:: lillys de catorze anos com crucifixos invertidos :: luanas em lycra negra encarnando juliettes :: thalitas étnicas, com anzóis de piercing::  simones incestuosas, secretas :: angélicas que se insinuam sinuosas :: barbies de jubas panterinas & collants de zebras em manada na savana :: janes com rendas rasgadas & gótica maquiagem :: roxanes blondes, mamíferas, com pentagrama entre as glândulas :: pequenas ninjas do funk tocando o terror nas esquinas :: natashas :: najas das treze horas à entrada dos colégios ::

:: uma balbúrdia de perfumes indiscretos inaugura agora os massacres da primavera ::

***



:: lolita, labareda of my life, ó relaxada :: de leite suas coxas, que agora levemente se rebelam :: (impérios de impropérios sussurrados) :: de pelúcia os escolares tornozelos, tatuados, agora recostados na janela do automóvel, 

a porta 

um pouco aberta :: florestas lá fora :: (é tarde de outubro, quente) :: & é ciciante o buquê dos plissês de sua saia :: ó floras ::

***

:: indomada: ancas de égua & modos de cavala: petulante :: garçonete na taberna ao lado da barbearia: 

solta a cabeleira após as 15 horas :: (blonde: pele blanca: belas nádegas) ::

:: medalhinha de são francisco & argolas, reluzindo / na treva abafada da despensa :: suor :: no dorso do delírio, entre facas & cebolas :: (sagitária: arrogante: sem troco) :: 

:: desafia o céu de outubro com a chuva violeta de seus olhos ::


***

:: amas como amuletos, como vela para os tormentos, uma vela torcida & queimada ::  como brasas de são joão para exorcizar manadas :: como pedras para os raios, amas como alfinetes, como colares de dentes :: como cura da hérnia ou da sarna, como flores para as pústulas, ou bodes para a luxúria :: amas como candelas :: como maldizes as cólicas, amarras como os anzóis, as réstias de alho à janela :: amas de uma só cor; algumas vezes o branco; geralmente em vermelho escuro ::


***


:: a hora a escolhe o diabo: se há luciérnagas,  se há meio-dia a comer o que é negro, ou meia-noite a mijar tanta luz; se tanta inconstância, se tantos velos & máscaras, se tudo alucina há luciérnagas; se há sortilégio há luciérnagas; ou se restam apenas plumas no ar, porque se tratava da alfombra do sábado, em que só se caminha entre plumas; se há carnes, se confusões perniciosas de abomináveis plumas, se há ninas em negro há luciérnagas; belas, confusas, em braseiros, unicamente embruxadas :: 

:: mariposa, hieróglifo magnífico ::



***



provérbios populares do inferno

:: nesta terra pisamos em carne & luxúria :: o sábado é dos bodes :: o sábado é dos lobos :: dezembro é todo festa & todo negro :: dezembro é negro na luz :: o prato do padre é pequeno, mas é saboroso :: em terço se reza o pecado :: em bonecas se amarram amores :: boca aberta: sonho ou fome :: um sonho é um domingo do desejo :: noite sem sonho, vida em branco :: a satisfação não vê a fome :: a fome não cheira a comida :: estrangeiro, lugar de feras :: o diabo é sábio por ser velho :: o vinho doce tem quatro olhos :: o alho corta os sete males :: o estábulo é  do diabo :: dia que às seis escurece, dia de matar o porco :: chuva ao meio dia, chuva o dia inteiro :: lenha velha, fogo alto :: manhã vermelha, tarde chuvosa :: santa bárbara troveja em orós & chove em markina :: luar & neblina, lugar de bruxas :: em dente que dói se encontra a língua :: eco, as paredes respondem :: telhado velho, telhado verde :: sobre o bem & sobre o mal: nasce & morre o mesmo sol :: sem deus nem santa maria, para a frente & para o alto :: que faça bem a comida, & nenhum mal a bebida :: o sangue sem fogo ferve :: viver até morrer :: o que é costurado no escuro é confundido no claro :: prado do bode, prazer das cabritas :: o que é nomeado existe :: esta terra, povo de bruxas ::


*de lolita em prado de bode, 2013, inédito












ANTÓNIO MOURA [14.328] Poeta de Brasil

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ANTÓNIO MOURA

Nacido en Belém do Pará, Brasil   en 1963. Poeta, autor, guionista y video. Reside en Belem. 

Obra poética: Dez (1997), Hong Kong & Outros Poemas (1999) e Rio Silêncio (2004).

  




ANTOLOGÍA DE POESÍA BRASILEÑA, edición de Jaime B. Rosa. Organización Floriano Martins y José Geraldo Neres.  Muestra gráfica y portada Hélio Rôla. Edición bilingüe  Português - Español.   Valencia, España: Huerga & Fierro editores, 2006.  247 p   13,5x21,5 cm.   




MANCHAS

Una pequeña mancha negra ave en el techo del día.
El día que se yergue desde el son de las estrellas.
Ave sobre la tierra y que suave anida
en las retinas del hombre que, pequeñito,
entorna los ojos dirigidos hacia arriba.
Una pequeña mancha en la tierra
y una pequeña mancha en el cielo,
reflejándose en sus imágenes provisionales.
La mancha que planea y
la mancha que se arrastra,
pero que también se eleva cuando
la vista del pájaro le presta alas.
Mancha presa en el césped mirando
la mancha negra suspendida en el azul,
venidas del vientre secreto del mundo
para incertidumbre de la faz visible de la naturaleza.
Mancha celeste, mancha terrena.
Entre ellas apenas el rumor del viento
susurra el polvo y la nube de la existencia.
Pequeñas manchas negras sobre el blanco del día.
Ave y hombre, dos puntos, al borde del silencio.





MANCHAS

Uma pequena mancha preta ave no topo do dia.
O dia que se ergue do sono das estrelas.
Ave sobre a terra e suave se aninha
nas retinas do homem que, pequenino,
entrecerra os olhos lançados para cima.
Uma pequena mancha na terra
e uma pequena mancha no céu,
espelhando-se em suas imagens provisórias.
A mancha que flutua e
a mancha que se arrasta,
mas que também se eleva quando
a visão da ave lhe empresta asas.
Mancha presa na relva mirando
a mancha preta suspensa no azul,
vindas do ventre secreto do mundo
para a incerteza da face visível da natureza.
Mancha celeste, mancha terrena.
Entre elas apenas o rumor do vento
segreda a poeira e a nuvem da existência.
Pequenas manchas pretas sobre o branco do dia.
Ave e homem, dois pontos, à beira do silêncio.





DONDE

Donde la voz es tan aguda que
su punta de diamante corta
el cielo de vidrio, y donde la luz
es tiniebla, por el tan intenso brillo

Donde el presente es eterno y lo
eterno tan efímero, que el tiempo,
inmóvil, es un Buda sentado al
borde y a la sombra de sí mismo

Donde la belleza es temible de
tan radiante, rostro, rosa, que
nos interroga en el silenció de -los
espacios infinitos que aterra

Donde el vacío es un estar lleno
de nada, y donde todo no pasa
de espacios-entre las estrellas, vida,


muerte, en una única centella


        
ONDE

Onde a voz é tão soprano que
sua ponta de diamante trinca
O céu de vidro, e onde a luz
é treva, de tão intenso o brilho

Onde o presente é eterno e o
eterno tão efémero, que o tempo,
imóvel, é um Buda sentado à
beira e à sombra de si mesmo

Onde a beleza é medonha de
tão radiosa, rosto, rosa, que
nos interroga no silêncio dos
espaços infinitos que apavora

Onde o vazio é um estar cheio
de nada, e onde tudo não passa
de espaços entre as estrelas, vida,
morte, numa única centelha





TRAS EL DILUVIO

Por la mañana, tras el diluvio, el légamo en las calzadas,
los restos de la tormenta en el final, el silencio blanco

del cielo empapado, en gasa, las casas de, lodo
y las alamedas disparando sus alarmas, los

cangrejos cayendo de los; nidos de los árboles
y las aves, en el suelo, queriendo reemprender el vuelo

con el peso del barro y las hiedras sobre las alas,
el barco encallado en lo alto de un tejado,

los animales estatuas bajo la arcilla encostrada a la orilla
del mar muerto de sed bebiendo viento en las manos

en concha de arena, los jardines, oh, los jardines
desabrochando en lodo, la sangre de los niños

chorreando de los grifos de los palacios y corriendo
a caños hacia las alcantarillas, el sol lamiendo

la piel de las serpientes que -relámpago- ahora
cambian de cascara y penden entrelazadas

en los parapetos de los edificios entre las flores entre
abriendo los párpados de musgo para el arco iris

reflejado en los ojos del rostro sobreviviente,


que aspira el aire, aún húmedo, después del diluvio

         


APÓS O DILUVIO

Pela manhã, após o dilúvio, a lama nas calçadas,
os cacos de trovões no chão, o silêncio branco

do céu ensopado em gaze, as casas de lodo
e as alamedas disparando seus alarmes, os

caranguejos caindo dos ninhos das arvores
e as aves, no solo, querendo refazer o voo

ao peso do barro e das h'eras sobre as asas,
o navio encalhado no topo de um telhado,

os animais estatuas sob a argila crosta à beira
do mar morto de sede bebendo vento nas mãos

em concha da areia, os jardins, Ó, os jardins
desabrochando em lodo, o sangue das crianças

jorrando das torneiras dos palácios e correndo
em sarjetas para os esgotos, o sol lambendo

a pele das cobras que — relâmpago — agora
mudam de casca, e pendem entrelaçadas

nos parapeitos dos edifícios entre as flores entre
abrindo as pálpebras de musgo para o arco-íris

refletido nos olhos do rosto sobrevivente,
que aspira o ar, ainda úmido, após o dilúvio





EN UN LIBRO DE SAN JUAN DE LA CRUZ

Entre las páginas de un libro de
San Juan de la Cruz me encuentro

con la vida entrelazada a la muerte al
acaso, entre la vida que allí florece

en palabras, voz humana que
en el desierto en .blanco se propaga,

el cuerpo muerto de un insecto entre
las páginas habla de lo que puede estar

siendo y — en un relámpago — haber sido,
fuego sofocado por la mano desconocida

que, súbitamente, cierra el libro






NUM LIVRO DE SAN JÜAN DE LA CRUZ

Entre as páginas de um livro de
San Juan de La Cruz deparo

Com a vida entrelaçada à morte ao
acaso, entre a vida que ali floresce

em palavras, voz humana que
no deserto em branco se propaga,

o corpo morto de um inseto entre
as páginas fala do que pode estar

sendo e — num relâmpago — ter sido,
fogo abafado pela mão desconhecida

que, subitamente, fecha o livro






Crepúsculo City

Urbo rubor

                   Ruído

O sol-motor
carbura cor

         dor

                   a diesel




Nosferatu

Quando a lua uiva
sobre sonos e sopra
o pó das sepulturas,
exalo meu perfume e
negro lume, escapo

A capa, asa de negrume
envolve teu corpo, ar
repiando o dorso, car
ícia de brasa gelada

E por fim deixo em tua
pele-página, orifícios,
dupla marca, ver
melho sangue: cravadas



TRAVESSIA

Um dia para atravessar – sol
entre duas noites imensas,

tendo como companhia o corpo,
este pequeno animal que não

te pertence e que, sem nada
perguntar, se oferece, devotadamente,

ao tempo, deus que também é
o próprio corpo em silêncio

Um dia para transpor tendo por alimento
a poeira da estrada que se estende

branca, do nascente ao poente e
que, lentamente, transforma-se em

riacho negro que passa sob a
ponte suspensa da Via Láctea

Ir, à outra margem, de acordo
com o que a própria ida engendra

Ora com o silvo das serpentes sob o passo
Ora andando sobre as águas do poema



MOURA, Antonio.  Hong Kong & outros poemas.  Cotia, SP: Ateliê Editorial,1999.   91 p.  14x20 cm.  Projeto gráfico e capa: Marcelo Cordeiro.  Editor: Plínio Martins Filho.  ISBN 85-85851-92-9   “ Antonio Moura “  Ex. na bibl. Antonio Miranda



Até que ponto a lírica suporta o "desaparecimento eloçutório do poeta", a supressão do sopro pessoal de sua frase, da respiração expressiva do verso? Se o poema, destinados a todos e a ninguém, implica sempre, como Gottfried  Benn afirmou, na questão do Eu, não será esse desaparecimento a metamorfose do sujeito de enunciação? É o que perguntamos diante desses últimos textos de António Moura severos, ascéticos, impessoais, os versos como que desenhados na página. BENEDITO NUNES


ABRIL, 22, 1999

Mãe, outra vez em

teu ventre (voz
tornada à ostra

estrela — silêncio

atrás da porta
que se fecha
ao ar mundano

e mesma abre-se
a outra brisa,
noite, jardim

que não se extingue



NOITES, DIAS

          A LUCIANA MEDEIROS

Noites de seda        obsedantes
Dias de caos           causticantes


Um céu silêncio      de estrelas
explosão                diamantes

Um sol confusão     de homens
nomes entre si       distantes

Um céu                  macio, sexo
Um sol                   duro, osso
Um mundo             sem nexo
exigindo                corpo
  



MARIA ESTHER MACIEL [14.329] Poeta de Brasil

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MARIA ESTHER MACIEL

Nació en Patos de Minas, Brasil  el 1 de febrero de 1963. Vive en Belo Horizonte desde 1981. Profesora de la Universidad Federal de Minas Gerais - UFMG. en Teoría de la Literatura

Poeta y crítica literaria publicó: Dos Haveres do Corpo (poesia, 1985); As vertigens da Lucidez: Poesia e Crítica em Octavio Paz (ensaio, 1995), A Lição do Fogo (ensaio, 1998), Triz (poesia, 1998),Vôo Transverso (ensaio, 1999), A memória das coisas (ensaio, 2004) e O Livro de Zenóbia (prosa poética, 2004).

Fue una revelación el descubrimiento de María Esther Maciel como poeta. Rigurosa en el tejido de los versos, en la construcción de imágenes. (Antonio Miranda) 



ANTOLOGÍA DE POESÍA BRASILEÑA, edición de Jaime B. Rosa.  Edición bilingue  Português - Español.   Valencia, España: Huerga & Fierro editores, 2006.  247 p.   13,5X21,5 cm.  Col. A.M.  




NOCTURNO

            (a T. S. Eliot)

El día es noche en el poema:

Sombras, piedras, lunas secas
encubren la estación de las flores.
Sobre el desierto
memory and desire
todavía quedan:

ecos entre las cenizas
de este verso.

Will it bloom this year?

En la tierra triste del poema 
entierro el fin y el infinito:
me hago silencio, eclipse.

                      [Trad. Carlos Osario]





NOTURNO

             (a T. S. Eliot)

O dia é noite no poema:

Sombras, pedras, luas secas
encobrem a estação das flores.
Sobre o deserto     
memory and desire
ainda restam:

ecos entre as cinzas
deste verso.

Will it bloom this year?

Na terra triste do poema
enterro o fim e o infinito:
me faço silêncio, eclipse.





PAISAJE CON FRUTAS

Dos peras sobre la mesa
esperan tu hambre.
El día es verde
y el, viento tiene colores provisorios.

Sobre el muro
un pájaro mudo
de mirada oscura
escudriña tu sombra


Él sabe
que nadie sabe
en qué azul
ocultas
tu absurdo.

              [Trad. Carlos Osorio]



PAISAGEM COM FRUTAS

Duas peras sobre a mesa
esperam a tua fome.
O dia é verde
e o vento tem cores provisórias.

Sobre o muro
um pássaro mudo
de olhar escuro
perscruta a tua sombra

Ele sabe
que ninguém sabe
em que azul
ocultas
teu absurdo.




Extraídos da antologia OIRO DE MINAS a nova poesia das GERAIS. Seleção de Prisca Agustoni.  S. l.: Pasárgada; Ardósia, 2007. 


   AULA DE DESENHO

         Estou lá onde me invento e me faço:
         De giz é meu traço. De aço, o papel.
         Esboço uma face a régua e compasso.
         É falsa. Desfaço o que fiz.
         Retraço o retrato. Evoco o abstrato
         Faço da sombra  minha raiz.
         Farta de mim, afasto-me
         e constato: na arte ou na vida,
         em carne, osso, lápis ou giz
         onde estou não é sempre
         e o que sou é por um triz.



OFÍCIO

Escrever
a água
da palavra mar
o vôo
da palavra ave
o rio
da palavra margem
o oco
da palavra nada.




SOBRE UM FILME DE WONG KAR-WAY

O corpo e seus possíveis.
O dentro que, na pele,
     vira flor.
Os cheiros, a memória
do que, de tão breve,
                     não fica
senão  como  sombra
                      líquida
quase cítrica
            desse amor.




AMOR

Na véspera de ti
eu era pouca
                e sem
sintaxe
eu era um quase
           uma parte
sem outra
               um hiato
de mim.

No agora de ti
        aconteço
tecida em ponto
            cheio
um texto
com entrelinhas
         e recheio:

um precioso corpo
um bastante sim.




A VOZ E O ESPELHO

 (sobre um paradoxo de Octavio Paz) 

Tu presencia me deshabita:

saio a esmo
sem medida do mesmo
no ermo de mim:
faço-me diversa
convexo-me em ti

no reverso
onde me perco
revejo-me, reescrita
e recomeço, inversa
embora a mesma

mas ao medir-me
não mais te vejo
e no instante
do espelho finito
reflito:

tu ausência me habita.     


RODRIGO GARCIA LOPES [14.330] Poeta de Brasil

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Rodrigo Garcia Lopes 

Nació en Londrina (Paraná, Brasil), el 2 de octubre de 1965. Licenciado en Periodismo.  Publicó la página literaria de las revistas "Leitura" e as revistas "Hã". Trabajó en los periódicos de São Paulo ("Ilustrada") e Curitiba ("Nicolau").De 1990 a 1992 vivió en los Estados Unidos, donde logró un título de maestría en la Universidad Estatal de Arizona con una tesis sobre las novelas de William S. Burroughs. 
Vive en la isla de Florianópolis. 

Bibliografía 

Poesía 

-Nômada. Rio de Janeiro, Lamparina, 2004. 
-Polivox. Poemas 1997-2000 Rio de Janeiro: Azougue Editorial, 2001 
-Poemas Selecionados (1984-2001) Londrina: AtritoArt Editorial, 2001 
-Visibilia. Poemas 1994-1997. Rio de Janeiro: Sette Letras, 1997. 
-Solarium. Poemas 1984 -1994. São Paulo: Editora Iluminuras, 1994

Traducción 

-Iluminuras: Gravuras Coloridas. Tradução de “Illuminations–Painted Plates”, de Arthur Rimbaud. São Paulo: Editora Iluminuras, 1994. 
-Sylvia Plath: Poemas. Apresentação e seleção de poemas de Sylvia Plath. São Paulo: Editora Iluminuras, 1990. 
-Mindscapes: Poemas de Laura Riding. Tradução e apresentação da poeta modernista norte-americana Laura Riding. São Paulo: Editora Iluminuras, 2004 
-Leaves of Grass / Folhas de Relva Tradução fac-similar da primeira edição de Leaves of Grass, de Walt Whitman. São Paulo: Iluminuras Lançamento: primeiro semestre de 2005. 
-The Seafarer / O Navegante Tradução do poema anglo-saxão (c. 450-c.1100) Rio de Janeiro: Lamparina, 2004. 

Entrevistas 

-Voces y Visiones: Panorama de Arte y Cultura de América del Norte en la actualidad. Entrevistas con 19 escritores, críticos, poetas y artistas americanos (Marjorie Perloff, John Cage, John Ashbery, Meredith Monk, Nam June Paik, Allen Ginsberg, Laurie Anderson, Gary Snyder y otros). São Paulo: Editora Illuminations 1996. 
Música (CD) 
-Polivox (Independiente, 2001) 

Teatro 

-Iluminaciones. Estampados coloridos. Con Mauricio Arruda Mendonça, Sidney Giovenazzi y Adriano Garib (1994) 




ANTOLOGÍA DE POESÍA BRASILEÑA, edición de Jaime B. Rosa. Organización Floriano Martins y José Geraldo Neres.  Muestra gráfica y portada Hélio Rôla. Edición bilingüe  Português - Español.   Valencia, España: Huerga & Fierro editores, 2006.  247 p   




EN RIDING

Vivir en uña realidad de palabras,
con la conciencia de que, a cada paso, falla,
mientras atenta a lo que cada instante despierta,
es la ambición de la poesía cuando traba,
con el artificio mortal de la absorción —esclava
del son que la persigue como un alerta—
entre letra y mente una batalla.





EM RIDING

Viver numa realidade de palavras,
com a consciência de que, a cada passo, falha,
no entanto atenta ao que cada instante desperta,
É a ambição da poesia quando trava
com o artificio mortal da absorção — escrava
do som que a persegue como um alerta —
Entre letra e mente uma batalha.






SPIRITUS MUNDI

La voz toca el vientre de la aceleración. En el Museo del
Día objetos reverberan en el tatuaje de la memoria de
sus habitantes. Abducido, el ojo humanimal es de un
metal necrosado y devorador, racimo de genes durante
la presurización. Claros del bosque. La matriz translúcida 
como presencia del religare, tigre de Lascivia y su
danza filosófica. La vía del tacto. Islas femeninas. Dentro 
y fuera comercializan artículos baratos y tapetes persas 
donde me encuentro: la escritura de luz en las espaldas 
de la joven geisha dispersa, un continente hecho de
bloques semovientes y parpadeantes de hielo. Atraqué
consonantes, con cimitarras certeras, y nada. Alguien
subiendo el volumen de la mata. Los nómadas mirarán
hacia atrás: entreverán la avalancha en su dirección,
nada que un abanico no pueda indicar, un tiro de
alguien. La captura se da al camino, con nuestras presas
envueltas en tejido de tul, casi transparentes. En la fuga,
casi sin saliva, la araña deja sus huéspedes de cera para
su exposición en Lexotan, mientras contorsionistas rigen
el viento con un manual de hermenéutica. Es preciso
reconocer las trillas jesuítas, marca de agua revelando
minas, musgos y brotes en densidad alborozada, proliferante, 
una imagen de mundo que no refleja nuestra
mente, mar entrando surto. El lugar desde donde te veo
es tan distante que bien podría ser aquí.




SPIRITUS MUNDI

A voz toca no ventre da aceleração. No Museu do Dia
objetos ecoam na tatuagem da memória de seus habi-
tantes. Abduzido, o olho humanimal é de um metal
nécrosadò e devorador, racimo de genes durante a pres-
surização. Clareiras. A matriz translúcida como pre-
sença de religare, tigre de Lascívia e sua dança filosófi-
ca. A estrada dó tato. Ilhas femininas. Dentro e fora
comercializam artigos baratos e tapetes persas onde me
encontro: a escrita de luz nas costas da jovem gueixa
dispersa, um continente feito de blocos moventes e pis-
cantes de gelo. Atraquei consoantes, com cimitarras cer-
teiras, e nada. Alguém aumentando o volume da mata.
Os nómades olharão para trás: enxergaram a avalanche
em sua direção, nada que um leque não possa indicar,
um tiro de alguém. A captura se dá a caminho, com nos-
sas presas embrulhadas em tecido de tule, quase trans-
parentes. Na fuga, quase sem saliva, a aranha deixa
seus hóspedes de cera para exposição em Lexotan,
enquanto contorcionistas regem o vento com um
manual de hermenêutica. É preciso reconheceras trilhas
jesuítas, marca d'água revelando ruínas, musgos e bro-
tos em densidade alvoroçada, proliferante, uma imagem
de mundo que não reflete nossa mente, mar, entrando
em surto. O lugar de onde você veio-é,tão distante que
pode muito bem ser aqui.





       DESCALZA, LA MENTE SE SIENTE MÁS AMPLIA,
instaura su imperio fugaz.
No te conduce -repetida narrativa
soltando hilos por el camino-
y sí pariendo cortes abruptos
en la veranda:
La nota rápida, espasmo en el diafragma, detalle de leño.
Dar continuidad es negar el acaso -ejemplo
de milagro y sincronía, cuando el sueño
roza el rostro y se torna visión.

El objetivo es inmediato: fusión.
El yo no se apodera de las cosas
las deja (sus almas ociosas)
hablar, farfullar, hasta el fin, fallar.

La historia simultánea de las cosas
un día contará su fábula.




          DESCALÇA, A MENTE SE SENTE MAIS AMPLA,
instaura seu império fugaz.
Não te conduz — repetida narrativa
deixando fios pelo caminho—
e sim parindo cortes abruptos
na varanda:
A nota escrita rápida, espasmo no diafragma, detalhe
de lenho.
Dar continuidade é negar o acaso — exemplo
de milagre e sincronia, quando o sonho
Roça o rosto e vira visão.

O objetivo imediato é: fusão.
O eu não se apodera das coisas
Deixa-as (suas almas ociosas)
falar, farfalhar, até o fim, falhar.

A história simultânea das coisas
Um dia irá contar sua fábula.

        (Em Polivox, Atrito, 2001)




Cityscape

Carros avançam em nossa direção: eis o épico contemporâneo. Ítaca na esquina, Odisseu o mendigo lendo um anúncio travado no chão. Brisa de buzinas o atordoando, atraindo-o para o fluxo & atropelo. Da sinagoga slogans na multidão de rostos anônimos. Ele é o herói transubstanciado de outras eras, ou uma hera plugando o meio das coisas com o que sua flora de aço, voracidade, revela: não há silêncio, luzes traçam linhas de fuga, teu rosto fugaz atrás dos vidros, mancha de detalhe, disparo. Tudo sucede por fluxo e acumulação. Prolifera, fera, néon das lojas de conveniências, você sob eterna vigilância, e as imagens, as imagens. O minuto pede pra ser consumido como mais uma comodidade (impossibilidade) por isso precisa ser veloz, para que a morte não tenha como amortecer as interrupções que a ferem até sangrar para que a verdade não tenha tempo de instalar seu leão de gerânios, sua folha de erva e visão. Pense em Agora e toda uma rede se instala em seu cérebro. Este perfume vindo da vitrine lembra uma idéia, e se estilhaça no instante necessário para que o tempo pare.

(Em Nômada, 2004)




ZEITGEIST

Nocauteando celebridades disfarçadas de pingüins
Monitorando a muvuca das transações e trapaças alpinistas
Serpenteando entre escadarias cravejadas de citações
Chutando o balde do crepúsculo com o bebê da aurora dentro
Chegando firme na dividida com a mentira, pisando o calo da calúnia
Colecionando estoques de paciência e delatores pederastas
Beliscando morenas de fiberglass e pixels de altíssima definição
Pegando marqueteiros pela orelha, levando o bispo milionário pelo pescoço
Mostrando seu catálogo de golpes de jiu-jítsu para web designers
Apavorando editores de moda com crucifixos de merda
Partindo pra ignorância pra cima das floriculturas
Esfaqueando a manhã e as boas intenções com sua adaga afiada
Pulverizando jogadores de genoma e modelos chipadas
Dando geral nos arquivos adulterados dos tribunais de justiça
Assaltando pipoqueiros metafísicos e banqueiros artistas de fim de semana
Distribuindo pirulitos de ácido para críticos literários
Arrebentando a boca da razão com denúncias inconseqüentes
Estrangulando docemente a tarde carregada de câmeras de vídeo & trance music
Pregando a irresponsabilidade fiscal, e anthrax para todos,
Rifando o shopping lotado de idéias fixas com um grito de jihad
O homem-bomba entra no poema.

(Em Nômada, 2004)




EL DUENDE

O dia lapida
o lado mais raro
da dor.

A mulher transpira
pelos poros iridescentes
dos dias.

Há dias
em que um homem
tem o tamanho de uma flor.

(De Polivox, 2001)





Há anos vende seu peixe
podre
seu suflê de vísceras
para vegetarianos sem o menor senso de humor.

Há tempos leciona
o dialeto do caos
dá conselhos ao sol
vende orquídeas escritas com
seu sangue
para vampiros que têm medo do vermelho.

Há séculos ele pratica
a extinta arte da pluviometria
fabrica idéias inúteis
conta os carros da esquina
compondo um poema longo e atroz.

Há minutos ele liga
Para uma secretária eletrônica
Que repete, estranho, exatamente
A gravação de sua própria voz.

(De Nômada, 2004)





Rito

Alertas, trapaças, cobranças, compromissos:
Quantas ilhas sem edição, vidas sem viço,
A morte visita sem aviso?
E, afinal, pra que mesmo tudo isso?

O que deu nesse mundo, caduco,
O que ficou do tempo em que viver
Era mais que só mudar de assunto
Era rito, um estado de espírito?

Ou quando olhar era uma reza,
Pensar que revelava a leveza,
Música vindo de dentro
(Precisa de centro?)

Uma revolução do sentir nos fez ateus:
Quisemos então ver a face de Deus.

E você a meu lado, lembra
De quando bastava uma fagulha
Pra explodir uma Bastilha?





Poemas extraídos de NA VIRADA DO SÉCULO: poesia de invenção no Brasil, organização de Claudio Daniel e Frederico Barbosa.  São Paulo: Landy, 2002.  348 p. 



            STANZAS IN MEDITATION

         para Henry David Thoreau

Folhas negras caem, rufam em profusão. O vento encrespa a
Água, Tempo, enruga
faces. Um vale revela
canyons, grutas:
em silêncio, exploramos o interior

destas montanhas: uma chuva fina, estranha,
começa a cair
e súbito dissipa —
O ruído áspero
de uma vespa. Este é o céu, claro, como metal. E aquilo,

A fumaça abandonada por um trem, talvez. Flores
Se dissolvem nos olhos, e nos debruçamos sobre velhas lendas
conferindo as pegadas de um animal desconhecido.
A trilha termina num riacho.
A água se surpreende com este vento todo
que vem do Oeste
e que agita a sinfonia das árvores.

Neblina nítida, colinas, um vapor neste espelho.
Num ponto qualquer da paisagem captamos
seus olhos verdes, mudos, fixos na relva úmida.
Um animal e você contemplam do mirante
este milagre
a baía vazia
— a areia do dia exibindo sua rasante —
rochedos & distâncias, como antes,
animada pelas danças do vento
fazendo desta ausência
presenças manifestas em tudo:

chuva
que desaba
entre os olhos
abertos
da serpente.
Um flash
de luz
entre os bambus

o silêncio do sonho
traduzindo
uma imagem-movimento
que se desfaz
entre a verdade dos instantes.




ERÓTICA DAS SOMBRAS

Lendo na contraluz que o tempo alucina
Nas rótulas de ondas que em amarelo artéria barbarizam
Enquanto a boca apressa, sibilina,
entre sons (devorados de sentidos). Içam
o mar vertiginoso e kanjis de nuvens
nos olhos cheios de deus, Sal.
No biombo das montanhas — rugem
No sfumatto mental da fala e do Caos.
Na textura sépia da superfície de sons
Uma face letal lateja e se transmuta
(Estátua de estrondos, trilha de acenos)
Muda e nos sorri. Escuta
os espelhismos cifrados da manhã,
Lábio, na pele da romã.


*


inimigo
espelho da face
ecoa
(inacabado)
cai em rubra cortina
—em
câmera
lenta —
dobras sobre colinas
atordoado argumento:
qual paisagem
é real?
A de Jade, pedra de flanco, ou a que é já?
Vôos reluzem (circulares) — é o azul que se desfolha
Entre jatos
Minaretes-araucárias imprimem em  símbolos
inventam a fala na pele de Laylak.
A hora furiosa solta-se, inçada
de vegetais e estática.
Sombras vomitam a distância,

Mandala de espantos.


*


No centro, alguma agulha o olho —
Agharta: lágrima no céu laranja.
Plumas de carne escrevem
a tarde celofane.
Ouro ecoa.
Quando voa —
está dormindo.
No agora gótico das sombras
teu lábio (calêndula) modula (calcina)
o matiz da invisível voragem
de ondas gongas:
Tempo, tudo o que a íris invê
no sudário das dunas, na curva de um silêncio.



FABRIZIO CARPINEJAR [14.331] Poeta de Brasil

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Fabrizio Carpinejar

Fabrizio Carpi Nejar, o Fabricio Carpinejar (Nació en Caxias do Sul, Brasil el 23 de octubre de 1972) es un poeta, columnista y periodista brasileño, hoy en día uno de los jóvenes poetas y críticos de mayor reconocimiento en todo el país.  Vive en São Leopoldo, Rio Grande do Sul.

Libros publicados 

1998 - As solas do sol
2000 - Um terno de pássaros ao sul
2001 - Terceira sede
2002 - Biografia de uma árvore
2003 - Caixa de sapatos (antologia)
2004 - Cinco Marias
2004 - Porto Alegre e o dia em que a cidade fugiu de casa (Série Paralelepípedos 2)
2005 - Como no céu/Livro de visitas
2006 - O Amor Esquece de Começar
2006 - Filhote de Cruz Credo
2006 - Meu filho, minha filha
2008 - Diário de um apaixonado - Sintomas de um bem incurável
2008 - Canalha
2009 - www.twitter.com/carpinejar
2010 - Mulher perdigueira
2010 - O menina grisalho
2011 - Borralheiro
2011 - A menina superdotada
2012 - Beleza Interior - Uma viagem poética pelo Rio Grande do Sul
2012 - Ai meu Deus, Ai meu Jesus
2012 - Bem-vindo - Histórias com as cidades de nomes mais bonitos e misteriosos do Brasil

Premios

Prêmio Fernando Pessoa , da União Brasileira de Escritores (1998)
Prêmio Destaque Literário da 46º Feira do Livro de Porto Alegre (2000)
Prêmio Açorianos de Literatura (2001)
Prêmio Marengo D'Oro – Itália (2001)
Prêmio Cecília Meireles , da União Brasileira de Escritores (2002)
Prêmio Açorianos de Literatura (2002)
Prêmio Nacional Olavo Bilac , da Academia Brasileira de Letras (2003)
Prêmio Jabuti (2009) 





TEXTOS 
Trad. de Martha Leñero y José Manuel Mateo 



Un trío de pájaros al sur
 (fragmento)

Ninguna herida
cortaba tus pesadillas.
Cuando a media vida te viste

por una selva oscura, me quedé
a conversar con tus camisas,
y me calé las boinas

que encendían tus cabellos.
Tenía siete anos exactos
y una Luna cómplice jugaba

carreras conmigo.
Me demoré entre la ropa
Alineada

como un ejército en revista,
para intentar
que al menos una prenda

delatara tu deserción.
Cuando a media vida te viste
por una selva oscura, me quedé

alimentando el acuario
de las corbatas.
Pedí privacidad a las polillas.

Vestí tu camisa,
y me ví copiando el ritmo
de sus pliegues,

la respiración copiosa,
de mi propio
y definitivo padre.





Segunda elegía

Ser íntegro cuesta caro.
Me dividí por no dividirme.
Atrás de la apariencia, hay una pizca de miseria,
es el gusto por las sobras.

Parto en expedición hacia las pruebas de que viví.
Excavo boletines, cartas, álbumes
—el gesto reaccionario de mi letra de gancho.

EI pasado tiene sentido si permanece en desorden.
La verdad organizada es una mentira.

El musgo envanece las reliquias. Los dedos retiran las telarañas,
y asisto al revuelo de insectos que se vieron atrapados.
Huyo de la claridad, resplandece el polvo.
El par de rodillas permanece inmóvil como una roca.

Reviso el testamento, alisando la textura
como un gramático de la seda.
Descubro mi herencia de tajo.

No tengo lo que ansiaba
y tropiezo con objetos desposeídos de lógica
que me encuentran antes de que los busque.

Mi vida cabe en una caja de zapatos.





Coleccionaba trozos de madera

Coleccionaba trozos de madera: figuras
adornadas con la punta menuda del cortaplumas.
Alá estaba una de las sobrevivientes, borrosa,
cerca de las medallas escolares
y de los tornillos llorosos de herrumbre.

Un autorretrato no sería tan fidedigno.
Era yo aquella grieta del piso roto, la costra y la podre.

Cuántas fueron las pequeñeces que no combinaron
con el conjunto y, a falta de armonía
se quedaron en el sótano de ]a infancia?

Y si faltó valor para vivir con ellas
faltó coraje para expulsadas definitivamente.

Somos el dolor de lo que herimos.
No aprendemos a desaprender.
No heredamos nada, ni la palabra heredamos.

El desván tiene vida propia
y conoce nuestros juegos.
Lo que rehusamos en la cena es hoy nuestro bocado.

Todo puede fermentar: la piel, los pasos, el olor del brazo.
Todo puede nacer sin el mérito del grito,
como un murmullo o el estallido de un abrazo.

Todo puede nacer, aunque sofocado.   





ANTOLOGÍA DE POESÍA BRASILEÑA, edición de Jaime B. Rosa. Organización Floriano Martins y José Geraldo Neres.  Muestra gráfica y portada Hélio Rôla. Edición bilingüe  Português - Español.   Valencia, España: Huerga & Fierro editores, 2006.  247 p   13,5x21,5 cm.   Org. Trad. de Xosé Lois García


Las rocas encuentran
alas en la espuma.
Ninguna despedida compensa

la fidelidad de la casa.
¿Cómo devolverá tu memoria
las calles prestadas

para interrumpir la infância?
¿Qué eclipse, o calendario,
va a mitigar

la nostalgia del futuro?
¿Quién inventará el fuego
sin el estilo del creador?




Vuelve a la Pampa, padre,
estamos amor-tecidos
en el agua tensa

del charco.
Protege sus sienes
con la palma de la mano izquierda,

la luz nocturna es traicionera.
No nos sirve
el remédio de la aurora.

Vuelve, la harina
y la carne seca
esfrían en la tinaja. 




Tu carcajada denuncia
la desesperación.
Las respuestas llegaron

antes que las preguntas.
Si, la cicatriz del Alba
influye en la inclinación

de las ramas.
Si, desate la cabellera de la guitarra
y el entorno del instrumento

parecia la pupila
de un homicida.
Si, el día del regreso.





O mundo aparece demasiado explicado.
Teu jeito calado indica esperança,
mas quem diz que não é remorso?

Sou fiel aos hábitos; tu, aos mistérios.
Não coincidimos nossa lealdade.
Suporto, sobrevives.

O que adianta transbordar
se não dás conta do mínimo?
O que adianta me retrair
se não percebo o invisível?



             *   *   *

Não ter sido compreendido
condenou-me a assumir verdades
que desconhecia, filhos que
não eram de minha boca,
compromissos que não quis ir.

Ao longo da fala,
abri correspondências alheias.
A ausência de clareza
me perturbou a viver de favor
em meu corpo.


        *   *   *


Não me inquieto
quando não recebo as respostas
das perguntas que não fiz.
Eu me conformei
em reservar alguma coisa
de ti para saber depois.
Um pouco de nosso amor
será póstumo.
É recomendável
não descobrir todos os segredos.


          *   *   *


Para a morte, sofre de um problema.
Não estou todo em um único lugar.


      *   *   *

Os dias no verão
são cadeiras
para fora da casa.
Armar o ar,
desempalhar
a luz e deslizar
na esponja noturna da grama.

Ponha esse sol de janeiro
em minha conta.


       *   *   *

Alguém dentro de mim
mente para me proteger.
Não sei quem tem razão
sobre meus desastres.
Se permaneci em excesso
e não varei a outra margem.
Se me deixei fora por muito tempo
e esqueci o endereço.

Quando estamos próximos de dizer
é que não estamos mais aqui.


         *   *   *

Não conto meus pesadelos ao acordar.
Não termino mais uma frase inteira.

O começo de uma conversa é difícil
Depois mais difícil se toma
quando ela aconteceu
sem começar.   

Extraídos de COMO NO CÉU; e, LIVRO DE VISITAS.  (Rio de Janeiro: Bertrand Brasil, 2005).





De
Fabrício Carpinejar
Cinco Marias
Rio de Janeiro: Bertrand Brasil, 2010     
128 p.   ISBN 978-85-286-1055-0

Saiu mais um livro do Carpinejar pela Bertand. Vale a pena conferir. Ele é sempre inovador, sua poesia flutua entre o coloquial e o reflexivo, é senhor de seu estilo. Reproduzimos um poema, para não ferir as regras, a título de promoção.


Minha parte feliz não era fiel.
Estou conspirando
sem me dar conta,
na conversa do trem, ao telefone,
no bar, escrevendo.
Num canto da rua, existe alguém sob suspeita.
Do outro, à espreita.
Sobram enganos para incinerar o que me cerca.



De
UM TERNO DE PÁSSAROS AO SUL
Rio de Janeiro: Bertand Brasil, 2008.
ISBN 978-85-286-1313-1


        
As rochas encontram
asas na espuma.
Nenhuma despedida recompensa

a fidelidade da casa.
Como tua memória devolverá
as ruas emprestadas

para atalhar a infância?
Qual o eclipse, o calendário,
que vai emborcar

a nostalgia do futuro?
Quem inventará o fogo
sem as feições do criador?




Volta ao pampa, pai,
estamos amor-tecidos
na água tensa

do charco.
Protege as têmporas
com a palma da mão esquerda

a luz noturna é traiçoeira.
Não nos serve
o encantamento da aurora.

Volta, a farinha
e a carne seca
esfriam na gamela.





Tua risada denuncia
o desespero.
As respostas vieram

antes das perguntas.
Sim, a cicatriz da alvorada
influencia a inclinação

dos galhos.
Sim, desatei a cabeleira da guitarra
e o bojo do instrumento

parecia a pupila
de um homicida.
Sim, o dia do regresso.




Obedecias unicamente
ao instinto de ressuscitar,
cintilando

uma enseada ao longe.
Traçavas com mistério
versículos e frases,

as cordas da embarcação
no interior do frasco.
Transparente do combate,

viril em sua fragilidade,
recolhido no exílio
de estar pleno de si.





           Tua respiração
nos escombros,
o pulso disciplinado,

afinado como um plano.
Levanta do fino trato
com os finados.

A chama engana sua altura
ao pavio que a sustenta.
Viajas como o olhar do regresso,

chegas com o olhar da despedida.
O dia recusa a inocência,
tem o gosto de sol nos cabelos.

                   *

O pão fica acorda apenas
um dia em nossa fome.
O pão e o fogo

são do mesmo trigo.
Volta a pampa, pai.
A sombra está presa

Ao pescoço.
O sangue anoitece.
Anoitece

debaixo da pele
para amanhecer
os músculos da terra.

                   *

A palavra é falível
posta em outra boca:
o horizonte deitou

o fuzil dos pássaros.
Volta , pai, que a fundura
não está nos passos,

a tapera dispersa
a caça e o paradeiro
das pegadas.

A queda atalha a subida,
o homem permanece
uma pronúncia inacabada.




CAPRINEJAR, Fabricio.  Biografia de uma Árvore.  2ª. edição.  São Paulo: Escrituras, 2002.  194p.  ISBN 85-7531-041-0Capa e projeto gráfico: Ricardo Siqueira.  Col. Bibl. Antonio Miranda



III. Fome de Insetos
(fragmento)

AS MANIAS SÃO VISTAS COMO DEFEITOS.
Depois, traços da personalidade.
Com a separação, transformadas em virtudes.

Calcificado, o ouro não derrete mais.
A aliança já é um osso no dedo.

Ter se acostumado um com outro
não significa que avançamos.

Somos residências geminadas        
se correspondendo pelos muros.





CARMEN AMATO TEJEDA [14.335] Poeta de México

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CARMEN AMATO TEJEDA 

Nació en la ciudad de Aguascalientes, México en 1952, pero ha vivido en Ciudad Juárez desde la edad de cuatro años.  Obtuvo su doctorado en Literatura Hispanoamericana en la Universidad Estatal de Arizona (ASU), y su maestría en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP).  Ha sido coordinadora de diversos eventos literarios entre los que se cuentan los Encuentros de Poetas en Ciudad Juárez por 7 emisiones consecutivas (1998-2005);  las Jornadas Literarias Jesús Gardea,  El Primer Encuentro de Niños Escritores en Ciudad Juárez.  También ha sido coordinadora del Taller Literario Punto de Fuga en el Centro de Rehabilitación Social de Ciudad Juárez  (Ce.Re.So.). Ha participado tanto en Congresos y Encuentros académicos como en innumerables Encuentros de poetas nacionales e internacionales. Ha colaborado en revistas literarias nacionales e internacionales, así mismo en revistas electrónicas

Ha publicado los poemarios: Estación Tempe (Izote Press, 2010), Los Ángeles, California. Soytodo lo que vuela. Poesía de Dolores Castro. Fotografía de Carmen Amato. Libro Electrónico. Agosto 2010.  Ni cincel ni fragua. Poesía y Fotografía. Libro Electrónico. Febrero 2009.  EstaciónTempe. Libro Electrónico. Mayo 2008.  Gestación de la luz. Chihuahua Arde Editoras (2006).Ciudad Delicias Chihuahua, México.  El silencio de lo que cae (coautoría). Colección Ala del Tigre. Universidad Nacional Autónoma de México (2000). México D.F. El silencio que se hiela en la blancura de las hojas. Ayuntamiento de Ciudad Juárez (1997). Ciudad Juárez, Chihuahua.Ciudad que se restaura. Ediciones Azar (1996). Chihuahua. México. Hoy somos el silencio.Ayuntamiento de Ciudad Juárez (1992). Ciudad Juárez, Chihuahua. En 2010 fue distinguida con la presea Edmeé Álvarez como Chihuahuense Destacada en el área de Literatura, otorgada por el Congreso del Estado y con el de “Mujer Cultura 2006” por el Ayuntamiento de Ciudad Juárez.

“Nací en una ciudad húmeda y cálida justo cuando partía el verano. Llegué a vivir a la frontera mucho antes que el río grande y bravo que demarcaba el límite se volviera “pequeño” y “manso”. Me gustan las palabras, las imágenes y lo que existe en medio de ellas, me gustan los encuentros, vivirlos y propiciarlos, enseñar y aprender, observar, crear, transformar, intervenir, interactuar. Creo que la historia del Siglo XXI debemos escribirla entre todos, con párrafos pequeños diferenciados por el estilo personal, pero unificados por la experiencia del tiempo que nos toca vivir.” Carmen Amato    


NO SE TURBE TU CORAZÓN

Bajo este mismo cielo hay otras como tú.
¡Míralas, mira sus cuerpos cómo se aproximan,
cómo abrazan y sostienen. Mira sus rostros, la delicada
curva de sus manos. Sin embargo, qué diferente eres. Tú no miras
como ellas, ni sienten como tú.  Mírate mujer a punto de llorar! Estás tan
afligida como distante, tan solitaria y huérfana como tu propio hijo. ¡Míralo
no  te  tiene!  Los dos están  aquí por  un giro del azar  ¿o acaso del amor?
¿Quién consolará a quién?  ¿Qué tempestades toman por umbral tus ojos?
¿Qué  resonancia  pone su  vórtice  en  tu pecho? Temes por él y eso te
vuelve vulnerable.  No temas,  indefenso  no está y será  lo que será
sin ti, aun a tu pesar. No, no eres como las demás,  pero ahora
tu orfandad a nadie le viene bien, ¡Guárdala bajo el mantón !
y aprende de las demás que juegan bien su papel, quizá
se sienten como tú,    pero  mira  que  bien  se ven.
¡Vamos mujer!   No se turbe tu corazón.

(Mirando una madona de Botticelli)





Todo pudo haberse ido por la coladera 
pero lo salvó el instante. 
Lo que siempre está, pasa de largo 
si no lo fija el ojo: la mirada: 
ese “push pin” que pone en el pizarrón 
de la permanencia el instante fugaz 
como una mariposa que aunque efímera 
queda impregnada en la retina del tiempo 
     -espectador de la vida- 
y pasa de la invisibilidad a la permanencia. 

Todo pudo haberse ido por la coladera
de la prisa, pero lo capturó el ojo
de la cámara y lo mantendrá cautivo
hasta la decoloración 
                                 o el olvido.




1

SIGNOS

Éstos son sólo los signos que me nombran
entre ellos danza mis esencia
como entre los orificis danza el aire.
Yo soy la soledad sin maquillaje
el alarido que se prende a las paredes
el rostro oculto del silencio
y en el diluvio de las horas, el naufragio.
Yo soy flecha que el sol enérgico dispara
y da en la diana del deseo y el vértigo
soy la palabra buscando su sentido
en la caverna semiótica del eco.

Soy la palabra
                     en busca de su voz


2

A DONDE VAYA

A donde voy me voy completa
con mi colección de dolores
con el albúm familiar en la espalda
con el nido vacío en el pecho
la canción que aún no he cantado
la llevo en la garganta
y el nombre de mi hijo en la palma
de la mano izquierda.

A donde voy me llevo toda
cargo conmigo a mis ancestros
a los amantes y las hijas que no tuve
las plantas y las piedras
de mi antigua casa.

A donde voy me llevo toda.
Me voy completa a donde vaya.



3

HOY SOMOS EL SILENCIO


Éramos
los volátiles signos del párrafo perfecto
donde la eternidad se comprimía

Éramos
las lúdicas figuras donadas por la risa
a las estrofas del poema

Éramos
la obra de los labios
la interna voz de nuestras manos
de todo nuestro cuerpo conversación constante

Hoy somos el silencio
escrito por la luz
en una hoja en blanco.


4

UN VICIO MÁS DEL PENSAMIENTO

¿Quién pudiera decirme si valen de algo los afanes?
¿A ti te valieron de algo?

¿Das por bien servidos tus mejores años,
el amor que pusiste en el cuerpo de mi padre, 
tu propio cuerpo entre nosotros repartido?

¿Valió la pena
ofrendar tus horas para curar la soledad de otros?
¿Ceder tu pan para calmar su hambre?

¿Valió la pena
tu cansancio y tu destrozo? ¿Tu azotada entraña,
tu jardín saqueado?

¿Valió la pena
dejar tus venas  en la cama, tu sangre repartida
en hospitales, tu cordura y tu memoria
lastimadas?

¿Valió la pena
el dolor de aquella herida que llenó de cruces
tu cabeza igual que un camposanto?

¿Valió la pena
haber parido tanto, haber lavado tanto?
¿haber orado tanto por un  destino
que se fue abriendo impostergable?

Y cuando la vida  te hizo acostumbrarte
al canto de los pájaros
¿valió la pena
que te haya derrumbado como un árbol?

¿Valió  la pena
renunciar al aire, al alimento,
abrirte al dolor cuando partías
y que la vida hurgara entre tus venas
para sembrar
su semilla más nefasta?

¿Valió la pena sentirnos esa noche junto a ti
y no poder mirarnos, oir las voces
 y no poder quedarte?

¿Y al llegar allá
qué fue lo que encontraste?

¿Quién acudió a tu encuentro?
¿Quién recibió tu mano?
¿Cómo fue otra vez tu nacimiento?
 el íntimo bautizo de la tierra
¿Qué fue lo primero que miraste?
¿Ahora quiénes son tus padres?

Vamos dime algo,
dime que estoy equivocada,
que no estás tan distante,
que las estrellas se ven lejos
pero desde una tú te asomas
para mirarme por las tardes.

Dime que allá todo es mejor,
que la memoria crece y no hay olvido
que se oponga; que el dolor no existe,
que es sólo un vicio más del pensamiento.

Dime que no es real el abandono,
que tú me abrazas igual que a ti tu madre,
y a ella la suya propia,
que igual yo abrazaré a mi hijo
y seremos motivo para el abrazo siempre.

Vamos, díselo al corazón para que aplaque
la incertidumbre y el dolor que siente,
no sólo por ti, también por mí,
porque aquí y desde ahora
me está doliendo ya mi propia muerte.



5

EL SUR

Al Sur se mueve la utopía
la luz inalcanzable
la verdad de los sueños

En el umbral del Sur
la oscuridad pronuncia
un alfabeto extraño

Los puntos cardinales
son Norte  Sueño  Noche y Río
allí se afirman los encuentros
 si un elemento falla el Sur no existe

El Sur no es un lugar
es el origen
de donde vienen los corazones restaurados

No es un tiempo
es el instante de la memoria
que el mismo sol activa

Del Sur se entra al territorio del olvido
donde se cristalizan las cosas más tangibles

Reino de la vigilia el Norte es el exilio
Limbo en que despertamos
                                   los desterrados.



6

CIUDAD SITIADA

En la ciudad de mi infancia
quedaron los dulces años;
mi adolescencia atravesó sus calles
sin temor ni sobresalto;
la juventud fijó espacios
entrañables, construyó en despoblado.
Aquí ejercí mi primera profesión,
aquí cuajaron mis afanes;
luego llegó el tiempo de horror:
la muerte de mujeres,
las cruces rosadas en baldíos,
la mirada del mundo sobre Juárez.
Los puentes anchos se volvieron ínfimos
contactos, abismo abierto, muro levantado,
territorio en disputa entre ejército,
habitantes y capos.
La ciudad de mi infancia
-ahora una ciudad sitiada-
se desangra;
retenes, militares, metralletas,
tanques:
todo un campo semántico.
Campo minado.
Campo Marte.
Campo Santo.
Campo abierto, campo
cuyas flores van muriendo
sin reparo.
Mala yerba que se arraiga
sin jardinero que la arranque.


7

LETANÍA DE SUS NOMBRES

Yo no quería,
Yo no podía escribir acerca de ellas;

quién puede reflexionar sobre el dolor
cuando el dolor agobia.

Yo no quería hablar de ellas
porque su muerte estaba adentro,
enquistada,
extendiéndose en el silencio
y la impotencia.

Yo no quería tocar la llaga,
miraba desde lejos el funeral
en el que yo era también difunta.

Yo no quería
me hastiaba tanta muerte dentro
y fuera,
pero esta tarde,
cada nombre en esa lista
fue una gota de aceite ardiendo
entre mis venas.
Se aceleró mi ritmo,
la rabia y la impotencia
subieron a los ojos,
bajaron a los labios
y pronunciaron pausadamente
cada uno de los 281 nombres
cuyo registro otras mujeres
                            levantaron
como estandarte en la memoria,
más las cruces de otras mujeres muertas
sin rostro y sin nombre,

aquí su letanía
para que en esa ausencia
el sonido de su nombre se encienda:
Adriana, Aída, y Alejandra,
Alicia, Alma, Amalia,
Amelia, Amparo, Ana, Apolonia,
Araceli, Argelia, Bárbara,
Bertha, Blanca, Brenda, Brisa, Carolina,
Cecilia, Celia, Cynthia, Clara, Claudia, Cristina, Dalia,
Deisy, Domitila, Donna, Dora,
Elba, Elena, Elsa, Eliza beth, Elodia, Elsa,
Elva, Elvira, Emilia, Eréndira,
Erika, Esmeralda, Estefanía, Eugenia
Fabiola, Fátima, Francisca,
Flor, Gabriela, Gladys, Gloria,
Graciela, Guadalupe, Guillermina, Hester,
Hilda, Ignacia, Inés, Irene, Irma, Jacqueline, Jessica, Juana Julieta, Julia,
Karina, Laura, Leticia, Liliana, Lilia, Linda, Lorenza, Lourdes, Luz, Lucila,
Manuela, Marcela, Margarita,
María Agustina, María de Jesús, María de la luz, María de los Ángeles, María del Rosario, María Elena, María Estela, María Eugenia,
María Inés, María Irma. María Isabel, María, Isela, María, María,
María Luisa, María Rosa, María Sagrario, María Maura,
María Santos, María Saturnina, María Teresa, María Victoria,
Maribel, Maritza, Martha, Mayra, Mercedes, Mireya,
Miriam, Nancy, Nora, Norma, Olga Alicia, Otilia,
Paloma Patricia, Paula, Paulina, Perla, Petra,
Raquel, Reina, Rocío, Rosa Margarita,
Rosalba, Rosario, Sandra, Silvia, Sofía
Soledad, Sonia, Susana, Teresa, Teresita, Teodora,  Tomasa,
Vanesa, Verónica, Victoria, Violeta, Virginia, Viridiana,
Yolanda, Zenaida, Zulema…
Y setenta cruces más sin nombre,
Y setenta cruces más sin rostro,
Pero setenta veces siete más viva su muerte
brillando por su ausencia.


Sus nombres son estrellas
en la noche de la injusticia humana.

Sus nombres como flores marchitas
pudren el aire
de la justicia escamoteada.

Sus nombre: fuego ardiendo
en la memoria de los años.

Las cruces con sus nombres
son malas notas
en la conducta del gobierno,
tachas (X) en lo que de humanidad
le queda al mundo.

Que esta letanía
sea el nuevo grito insurgente
que se escuche en cada celebración
de la Independencia
                     por los siglos de los siglos
       hasta que  algún día se haga Justicia.




8

¿Cuántos seres viven dentro de nosotros?
¿a cuántos seres les vivimos dentro?

Lindes tocan lindes y linderos,
seres fantásticos hechos de átomos
como todos,  solo átomos
atomizando el aire;
tenemos una cara llena de fulgores,
una mente que destella girasoles negros,
una piel elástica, un muslo largo,
un torso al aire, un pico, un cuerpo
de atleta resguardado todo entre garra y trapo.

¿Cuántos seres son vividos por nosotros?
¿cuántos lindes quiebran y deslindan nuestros sueños?

El deseo es rehilete que gira dentro,
el cansancio asiento, la sorpresa celeste asombro;
cruzamos de un cuarto a otro
sobre un piso lleno de certezas
pero en el medio, el desconcierto,
la alberca, el vacío, el abismo:
salto entre estrellas.

Desde algún ángulo el dorado triunfo nos sonríe
y el zarpazo mecánicamente
se reactiva.

¿Cuántos seres maravillosos, increíbles,
llevamos dentro?, ¿a cuántos seres mágicos
o turbios damos aliento?

La vida es un acuerdo
y hay que deslindar la voz del gesto,
la mirada del parpadeo, 
el garboso andar de lo inclinado.

¿A cuántos seres llevamos dentro? ¿De cuántos
somos su contorno?


9

Aquí pongo el poema
y en él  lo que de corazón me sobra
los satélites de la mente
el juego del lenguaje

en él sublimo mis excesos
mis residuos y mis vuelos altos
en el poema soy un punto
y seguido viene el suspenso

aquí pongo el poema y en él me embarco
lejos de esta realidad
que ya no puede contenerme,
porque la espera es el vacío
la eternidad sin movimiento
la fe detenida en el espasmo.

Ya agoté los senderos,
las rutas de la fuga y el abandono
ahora estoy aquí esperando
que el poema me salve
que sea el placebo para el dolor
de vivir en la esperanza;

aquí pongo el poema
y junto a él me yuxtapongo
como una palabra
que al abordar la barca
de la revelación
aún no conoce su sentido;

como una palabra guiada
por su sonido, por su silabeo,
por el ritmo de cada estrato suyo
librado de su liga.

Aquí pongo el poema
y junto a él me expongo
tomada de la mano
              del Alfa-omegadario.


10

Por más sal que deje el mar en su resaca,
por más hiel que de la rabia escape,
por más que el doloroso acampe en nuestra cuadra,
la realidad mayor nos habita dentro.

No digo que sea miel
                      ni tan siquiera azúcar,
acaso un invisible puente que pareciera roto,
pero puente al fin
                     que no sucumbe a nuestros actos
porque está con cañamo amarrado
                     y no podrán trozarlo.

Aún cuando se alce la distancia en medio,
y el silencio se robe las palabras
y la única respuesta sea el tedio
al alcanzar la puerta estaremos frente a frente.

No sé que hagas tú en ese instante;
quizá aceptes también que ese invisible puente
con cordel de cañamo amarrado              
existe,
para que nunca dejemos de cruzarlo.





CARLOS ACOSTA GUERRERO [14.336] Poeta de México

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Carlos Acosta Guerrero

Poeta y narrador.

Nació el 5 de mayo de 1954 en Antiguo Morelos, Tamaulipas; México. 

Autor de  los poemarios Sucede a Diario (CECAT, 1996), El Suburbio de los Sueños (Círculo Literario Manuel F. Rodríguez Brayda, 1997), Escarbar (UAT, 1996), Espiral de Luz (ITCA, 2003), Campanas en la Niebla (Ediciones Colectivo 3, 2004), Marotas  (Ediciones Colectivo 3, 2006), En Memoria de estos años (Consejo Municipal de Cultura de Ciudad Mante, 2007), Décimas  (Ediciones Colectivo 3, 2011),  El zarzo de los Pemoles (ITCA, 2012), Espiral de Luz/Spiral of light (ALJA Ediciones, 2013). Ha publicado también narrativa para niños.

Obtuvo el Premio Estatal de Poesía “Celia Esperanza” convocado por el Círculo Literario Manuel F. Rodríguez Brayda, y el Premio Estatal de poesía “Juan B. Tijerina” 2002, otorgado por el Gobierno del Estado de Tamaulipas.





ESPIRAL DE LUZ 

1

Aurora que despunta en otro sueño
Este amanecer es el final de un día
Somos animales cíclicos
Vamos y volvemos al origen de lo eterno
Un destello marca lo más alto del monte
Y ahí comienza el descenso hacia el abismo
Cuando el pecho queda vacío de turbulencias
Es señal de que ya se engendran otras
Cerrar una puerta es entrar a otra luz
Nunca seremos un lago de aguas quietas


3

Alguna vez    en el albor de un sueño
Un rayo de alegría nos escinde el alma
Somos animales lúdicos
Renace en nosotros el habla de un niño
Corremos al filo de una risa limpia
Y no caemos a ningún abismo
Nos canta la sangre en su ir y volver
Y su canto amoroso nos mantiene vivos
No hay sitio donde pongamos los ojos
Que no tenga el brillo de nuestras palabras


9

Nos reímos de la vida y su drama
Sabemos que detrás está la farsa
Somos animales cínicos
No de otra manera seríamos felices
Si para vernos y para encontrarnos
Hace falta una buena dosis de descaro
Nuestras mentiras nos devastarían
Si no fuésemos malditos disfrazados
Veneramos los espejos       su vacío
Sólo para llorar      Sólo para reírnos



***





1

El Sol de mediodía quema por las calles
El pueblo rebosa de silencio
Se pueden escuchar el silbo del pijuy
y el vuelo del viento entre las hojas de los eucaliptos
Desde una loma cercana
como el murmullo de los días perdidos
nos llega un bullicio de fiesta
Un grupo de hombres
quizá una veintena
bailan al tiempo que caminan
animados por un violín y una guitarra
que entrelazan los sonidos de sus cuerdas
Vienen alegres
mas no cantan
Y traen la cara cubierta


2

Los antifaces son de vil cartón
Cualquier caja de zapatos o cervezas
es útil para la confección de las máscaras
No hay colorido en ellas
Ningún barro sagrado milenario
es el material moldeado
No hay dios ni fetiche
que sugiera estigmas o creencias
Nada las adorna
que para esconderse da lo mismo
un pedazo de cartón
que una máscara de plata


3

Dos hombres de piel curtida y ojos ladinos
pegados al pecho llevan violín y guitarra
El sombrero de paja     circular y amplio
es otra máscara que los esconde del Sol
y del polvo
y de la muerte si pudiera
Cantan una canción antigua
aprendida entre las faldas de la madre
repetida en el tiempo del barbecho
en el andar sobre el surco detrás del arado
Renacida a lomos de una yegua
en las noches sólo rotas
por el amor de los grillos
y la brasa del cigarro


4

Son monstruos disfrazados de nada
Ropas viejas    descoloridas    recubren los cuerpos
Bajo una tela roja esconden cara y cabeza
Y sobrepuesta     la máscara
Las medias son de un blanco percudido
y las faldas
porque todas las marotas son hembras
de color verde y con grandes flores moradas
La blusa es de manga larga
y los pechos y las nalgas de estas damas     son grandes
muy grandes
y se mueven al compás del baile
con un ritmo que ya quisieran las bailarinas exóticas

De Marotas (2006)








ALEJANDRO ROSALES LUGO [14.337] Poeta de México

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Alejandro Rosales Lugo 

Pintor y poeta, nació en Ciudad Victoria, Tamaulipas, en 1945. Realizó estudios de Filosofía y Letras en la UNAM y en la Academia de Bellas Artes de Roma. Trabajó como ilustrador para la Imprenta Universitaria de la UNAM y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y actualmente es profesor de Diseño Gráfico y Psicología del Arte en la ULSA-Victoria.

Rosales es artista desde 1976, y su trabajo, que podríamos describir como “realismo mágico, con un toque surrealista” forma parte de diversas colecciones privadas y de murales que engalanan algunos edificios públicos de Tamaulipas como el Hospital General, la Torre de Cristal, el Tecnológico de Victoria y el Centro de Convenciones de Matamoros.

En junio de 2013 presentó Tatuajes en la magna biblioteca de la Universidad La Salle en el Distrito Federal, y ha expuesto en Monterrey, Guadalajara, Guanajuato, San Antonio, Austin, Nueva York, Roma, Argentina y Malasia, entre otras ciudades y países.  En octubre de 2001 abrió su galería de arte y diseño plástico en Ciudad Victoria, donde recibe a quien quiera ser testigo de su proceso artístico pues no es celoso con su técnica ni con su trabajo.

Como poeta ha publicado cuatro libros: Bicicleta de poesía (1967), Mamaleón (1978), El Paisaje del Cuerpo (1978),  De Adán a Cezanne pasando por Newton (2004) y Bodegón (2011), además de un libro de crónica: Personajes de mi ciudad; locos, cuerdos y sabios, 2010.



Apenas Un Minuto

Para Santiago

Apenas un minuto suspira la vida
y por un minuto en el reloj del cielo
la fruta madura y gira entre los dientes
como los engranes del aire a los pulmones
minuto a minuto el tiempo se hace ahora
y en manos de las horas quedamos ya sin tiempo
pero en el suspiro entra el aire todo
y abrimos la garganta al fuego que no espera
pero sí el fruto de las manos
el piro
la hoguera de las horas convertidas
en suspiros
y apenas un minuto la vida gira
como un corazón de arena
el polvo del tiempo
y todo lo que queda
en el toque de la noche la luz de una pera
el fruto de la espera
delicia de la boca en los dientes de la vida
y apenas un minuto de amistad sincera.





Lámpara de Letras

Mientras la lámpara de escritorio deja caer su luz
como un pájaro nocturno picoteo las teclas
que brincan de una letra a otra
levantando palabras
en las yemas de mis dedos
que tocan como si fuera un piano
las letras de tu nombre en las formas
en que esta noche me amparo





Todo

Lo que tus manos tocan
lo que tus ojos miran
lo que tu oído escucha
lo que tu corazón contiene
y el espíritu de un Dios invisible que te lleva
por los caminos sagrados de las letras
cantando, soñando, el trabajo de ser mujer
y estar viva como una fruta para mi boca.



El cuerpo

(Es cosa de dejar que el cuerpo y sus costumbres se disuelvan en otros moldes de arena)


El cuerpo es un pez grabado por los siglos
Es una armonía que viaja desnuda
A golpes de luz se erige una estrella
A golpes de viento en hojas
El cuerpo se abre como celeste pez
En mar celeste
Es casa de sí mismo
Estampa tan antigua/tan nueva y tan distinta


V

Crezco como un sueño húmedo
En mí circula la emoción del viento
No tengo nombre
Soy lo que tú eres.

El tiempo camina en mis adentros
Y en frágiles instantes se evapora

Más allá de tu cuerpo está la vida
Ayer
El río
Pasó en nosotros
Como una serpiente disuelta en luna
Eras
Un fresco lirio en mis riberas
Recuerdo que tu cuerpo tenía un olor a almendras.


XXI

A Gemma Testi Nardi


Un aire húmedo de ruinas
Precipita a la memoria de los ojos
El encaje celeste de los mares.

Te escucho lluvia saltar entre las piedras
Campanas van campanas vienen
En los vitrales de la tarde.

Fuentes flores murciélagos de agua
En los labios de las calles
La lluvia camina en ti ciudad
Con su ondular de nubes en las torres.




XXXIX

A Rosaelia, Rosalía, Rosbiel, tres ríos

Nos metimos en el río y el río se volvió mar
Cuando llegamos a casa la sala era un acuario
Abrimos las ventanas para que escapara la sal
Salimos del mar y el mar se volvió río
Cuando llegamos a casa de lirios invadida
Abrimos las ventanas para que escapara el sol.

En el bosque los ríos cantan
En el mar las sirenas cantas.

Esa ansia vegetal que nos circunda
Como un rabioso y transparente río
Nos vuelve casi aves y casi flores
Hundidos por un sol de trigo
Porque antes que amantes somos árboles
Árbol es tu cuerpo deshojándose
Árbol es mi cuerpo floreciendo
Árboles somos y en los caminos
En fruta y sombra andamos.



Disección

A Víctor Hugo y Socorro

Si abrimos un árbol por su frente
Encontramos nubes oxidadas
Pájaros
Aviones antiguos
Si cortamos su cintura hallaremos polvo
De los besos
Y si desnudamos la raíz
Ladrarán los perros.

Aserradero:

Entre los dos crece el tiempo encanecido
Como los versos en el árbol
Lejos del cerco
Bajo los postes mágicos del cielo
Nuestros cuerpos reverdecen.

De El paisaje del cuerpo (1998)









Mientras se abría la rosa

Cada mañana
no sabían los dioses
que en sus pétalos movían
el ardor del sexo
no sabían
los dioses que las rosas
pregaban al viento sus dolores
de saberse lejos de otras flores





Las hojas del árbol de la vida

Páginas no escritas
palabras detenidas
frustación en la portada de un poema inconcluso
no puedo competir con superhombres
soy un pirata    sin mar    sin cuchillo
             y de antifaz





He puesto mi palabra en el andamio

                a Homero de la Garza Tamez

Contribuyo una casa de palabras
de cal y arena al viento
cargar palabras pesa y pesa sostener
el cuento y la novela en las fragiles columnas de la poesía
somos obreros en dura carga y amasijo de letras
sin palabra de toque todo inicio es frágil
ignoramos por dónde vuela el viento
pero toda palabra tiene un arquitecto
que tiembla y goza en una casa nueva
     
del poemario Bodegón, 2011







FREDRIK EKELUND [14.338] Poeta de Suecia

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Fredrik Ekelund

Nací en Uppsala, Suecia en 1953 y vine para Malmö en 1963, donde he vivido desde entonces con interrupciones cortas cuando vivi en otros países. Empezé como escritor con una novela sobre la vida en el puerto de Malmö, ”Stuv Malmö, kom!” (algo como ”Estiva en Malmö, cambio!”) en 1984 y después han sido publicados dieciséis libros (novelas, novelas policiales, libros de poesia y dos libros sobre fútbol). He escrito también drama y he hecho dos películas (juntamente con el autor de películas documentales Lasse Westman) y trabajo como traductor de los siguientes idiomas: danés, español, português y francés. Si quieres contactarme puedes hacerlo simplemente utilizando mi dirección electronica, freddan53@gmail.com

En princípio contesto siempre rápido por internet.

Mi producción es:

1984, ”Stuv Malmö, kom!” (novela, Albert Bonniers Förlag)
1990, ”Fotbollskarnevalen” (un libro sobre la Copa del Mundo in Italia 1990, con Ulf Peter Hallberg, Östlings Bokförlag Symposion)
1991, ”Självgeografi” (poesía, Albert Bonniers Förlag)
1993, ”Taxi sju-två bland drömmare och dårar” (novela, Albert Bonniers Förlag)
1995, ”LIVS öppet” (poesía, Albert Bonniers Förlag)
1996, ”Jag vill ha hela världen!” (novela, Albert Bonniers Förlag)
1999, ”Nina och sundet” (novela policial, Albert Bonniers Förlag)
2001, ”Torget” (163 contos cortos, Albert Bonniers Förlag)
2002, ”Sambafotboll” (un libro sobre la historia del fútbol brasileño, Ordfront)
2003, ”Pojken i eken” (novela policial, Albert Bonniers Förlag)
2004, ”Blueberry Hill” (novela policial, Albert Bonniers Förlag)
2005, ”Casal Ventoso” (novela policial, Albert Bonniers Förlag)
2008, ”m/s Tiden” (novela, Albert Bonniers Förlag)
2010, ”Fadevår, tack för ljuset!” (novela, Albert Bonniers Förlag)
2012, ”Joggarna” (novela policial, Booklunds förlag)
2013, ”Som om vi aldrig hade gått här” (novela, Albert Bonniers Förlag)
2014, ”Hemma-Borta (correspondencia con Karl Ove Knausgård, Arx förlag en Suecia, Pelikanen en Noruega)

El ”Sambafotboll” , algunos extractos
Sobre ”Sambafotboll”
Poemas, traducción: Françoise Roy


Poemas de Fredrik Ekelund (traducidos por Ángela García, poeta colombiana viviendo en Malmö desde hace muchos años):

1

(Antisoneto I, para un
pintor de Flandes)

Plaza de Sergel: Ateridas se deslizan las personas sobre
el frío piso público, ¿qué puede tu amor
por esas almas heridas entre las arcadas de pilares? La
mujer solitaria trata de vencer la oscuridad
con su organeta eléctrica. En el marco a veces tu gran
luz rezuma de las costras de las heridas pero nadie
cree más en lo completo y lo redondo: gente en
patines una mañana del Medioevo en Europa,
parecían siempre descansar en algo más grande, una fe es
palabra demasiado evidente, una confianza en que el hielo aguante
es mejor, aquí en mi imagen de este fin de siglo se mueve
la gente tan poco segura en tierra firme – que de nuevo
hace el mundo claro y redondo, como en tu tiempo, que
un solo breve instante hace ponerse sus patines


2

(sin título)

Convertirse en árbol humano
con raíces hacia las lombrices
y la edad media y
brazos hacia el cielo, crecerse
adulto, convertirse en un árbol
adulto, agitarse en el viento contra
todos los demás árboles,
alguna vez sucede
que las hojas cayendo
cruzan sus mutuas trayectorias,
que los ramales extendidos se
tocan mutuamente cuando los árboles
caen, las hojas son palabras que
giran en el viento, promesas &
mentiras que caen en la
grama de este parque alrededor
de los árboles humanos


3

(sin título)

¿No se puede devolver el reloj, Fredrik?
delante nuestro: fotos en distintas edades, infancia,
escuela, paisaje, “este también soy yo, así
me veía, con tres años y medio, diecisiete, veinte, aquí
estoy recibiendo mi grado”,
las fotos están quemadas en el borde, la vida
ha ardido en todos los extremos, él es blanco
de edad y alcohol, hace poco un gigante trabajador
del puerto, mostrando los músculos en el sol
en la cubierta del barco en los muelles,
“seis botellas Aurora por día
¿no son nada verdad?”, el papagayo Jacko
único amigo ahora, el cuarto de la madre muerta
está intacto como si se esperara su regreso,
¿recuerdas
cómo nos divertíamos
en el puerto?


4

(sin título)

espera pero no esperes
porque toda vida corre,
se merma la cumbre
del día, la marea nos
lava y nos llena
de mugre, conocer esta
agua oscura, el ritmo
del río, en el
agua que corre
hacia adelante, hacia atrás, hacia adelante
a través del parque,
en el pozo, hacia la luz,
hacia el sepulcro,
hay que ir al trabajo, no olvidar
la comida, cómo fue
el partido? –nos movemos
en una danza quieta alrededor
de las grandes preguntas: por qué
existimos, por qué recordamos,
por qué siempre nos alcanzan
las oscuras aguas
del río -en el pozo,
hacia el sepulcro, no olvides
la comida, nos vemos en
el partido? – aquí estamos,
aquí recordamos, aquí
nos alcanzan las oscuras
aguas de la noche.


5

(el barco oxidado)

el reloj de la pared
habla cada cuarto de hora, sordo y
creciente de recuerdos de esta rama
del curso de la infancia, tu clase nunca es
tan nítida como aquí en las porcelanas y
la plata, estamos mutuamente gravados
lo que sea que yo quiera, mi rebelión
contra la fuerte corriente
en vano, murmura alguna criatura
en mí: pero es una barcaza oxidada
200 metros encima del abismo
de las cataratas del Niágara, un barco
y una tripulación “extraviados”
en 1911 y arrastrados contra el abismo,
el milagro surgió en forma
de pocas piedras y una pequeña formación
de rocas, un obstinado No
desde la profundidad del río frenó
lo evidentemente inevitable:
y claro se puede vivir aquí,
en el pañol de una oxidada
barcaza, somos muchos y las
salvajes salpicaduras furiosas del río
son una parte de nuestra
idiota inspiración


6

(sin título)

me detengo al lado del camino, paraje y cielo
quietos, un afilado cuchillo lunar vigila oculto
en lo azul
entonces
de repente
se derrumba una estrella en el profundo bolsillo del cielo,
me empino, la recojo, subo en el auto, conduzco
derecho a casa y te la entrego.


7

(La Calera, Chile 1985)

Escalamos la montaña en la canícula del mediodía, Miguel, el
guía, señala la gruta de la que nadie regresa vivo,
hacia abajo se extiende la ciudad gris cemento,
el río menguado y la palabra tristeza gira como polvo a lo largo
de las calles, un jinete cruza el agua la luz se refleja
en el cuerpo del caballo, festejamos la navidad y el nuevo año con
muertos y vivos, la canción de Julio se eleva sobre el aluminio
corrugado del tugurio, Pablo habla de los electrodos y la espalda
que nunca mejora, aquí donde las familias son lo único que
queda de la sociedad, la lección de historia de la burguesía marcha
hacia su fin y los estudiantes ejecutados se desentierran del piso
de cemento de la fabrica este verano. Para el profesor se construirá
un día una estatua de agua






(poemas traducidos del francés por Françoise Roy a partir del original en sueco, revisado por el autor)


(Värnhem 2)

en el anillo de luz del centro comercial: la madre soltera, sola,
rodeada de envases de leche, de niños y artículos, si
el volcán explota en ese momento y
la lava se derrama a lo largo de Östra Förstadsgatan retorciéndose
como un reptil enrojecido seremos, conmigo que la observo aquí
y ahora, tragados y embalsamados y los
febriles arqueólogos que en unos mil años nos extraerán
de nuestro olvido notarán enseguida su alma solitaria
de madre soltera, mi mirada entristecida: nos juntarán,
nos exhibirán y redactarán una tesis de doctorado sobre nuestros rostros:
ninguna de esos futuros doctores podrá jamás
entender esta época, la pena de esta solitaria madre soltera


(Värnhem 3)

el crepúsculo a mediodía en la plaza Värnhemstorget,
el canto hendido de la negra descubre
una rendija azul en la capa de nubes, un hombre solo
con una gorra realista, cabecea rumbo
a la locura


(en el Louvre)

cúpula de voces, muro de olas con miles de palabras que naufragan
hacia el cielo de cristal, franquea
las criaturas marinas
tú en la calle
el Señor Príncipe o Gay Lussac, los años transcuridos y
“O tú, hete aquí, ¿qué hiciste con tu juventud?” las imágenes
surgen de los efluvios de la memoria, conversación en el Select,
risa grave y sonora, largos paseos
nocturnos de bar en bar, el resto son
imágenes desintegradas en mi mano, esos
acontecimientos repetidos constituyen una “historia”
las voces suben hacia esta bóveda de cristal, se hunden y retiran
como la marea, oigo en el silencio
las olas murmurar
que ninguno de nosotros será jamás más real que ese romper de olas,
esta música que hierve en nosotros desde tiempo inmemoriales


(para A)

bruja de carne y loba de belleza
has alimentado las hogueras a lo largo de los siglos y hablas un idioma
que me gusta pero jamás podré aprender,
me devoras con tus ojos de fuego experimentados, el sendero
enlaza nuestros cuerpos, color de acantilado,
las olas se alzan espumosas y
vuelven a caer triunfantes en la sábana,
nos refugiamos bajo el techo, la tormenta
purifica el verano mientras la carne dice que no
al lenguaje, baile indómito
mientras explota la savia y los cuerpos quedan iluminados,
¿qué ves en mi cuerpo interior?
¿qué ves en tu cuerpo interior?
luz & lluvia
se notan a lo lejos, más allá de ese instante en el mundo
donde nos resguardamos durante esos instantes
que jamás querrán repetirse, el paseo
a caballo río arriba, el jinete
es bruscamente arrojado de su caballo y vuelve en sí una corta
eternidad más tarde, en su montura, lisos y fríos de olvido
calentamos el mundo de nuestros cuerpos, quiero
comer y ser comido y te llevo salvaje
como un conquistador más allá del sol y la luna,
te arremolinas y gruñes
y cuando llueve sol en la pieza,
cuando resucitamos no hay ningún recuerdo
para mentirnos la verdad, juntamos las
sobras del sol detrás de nuestros párpados,
tienes nuevo rostro que dice amarme, el sol
atraviesa las cortinas por vez primera,
rocío de amor sobre nuestros amansados cuerpos,
el departamento: un naturaleza muerta de objetos calientes y purificados
abordamos de nuevo el lenguaje,
bruja resplandeciente
con un mar en cada ojo


(sin título)

la niñita se acuesta cuán larga es entre los grandes edificios
bebiendo el oro del sol, todo está representado en imágenes
cuando franqueo el paso vertiginoso de un ser
a otro,
mirada,
fui llamado y seguí
mi camino, la hoja del cuchillo
brilla aún en mi mano,
serás tú, en
cada esquina se abre la realidad abrupta,
la mujer que traga dos bocanadas en su bicicleta
en pleno tráfico de las horas pico matutinas queda inmortalizada, ni
siquiera la muerte parece espantosa bajo esta luz


(antisoneto 1, a un
pintor flamenco)

Sergels torg: la gente congelada se apura sobre la fría
superficie de la sociedad, ¿en qué podría tu amor ayudar
a esas almas heridas entre esas hileras de columnas? la mujer
solitaria trata de dominar las tinieblas

con su piano eléctrico, ahí donde tu luz generosa se escurre
a veces por los bordes de la costra de la herida pero nadie
está dispuesto ya a suavizar las cosas: patinadores, en una
mañana dominical en Europa, ustedes parecían siempre reposar

en algo más grande, creencia es una palabra demasiado explícita,
más bien la confianza de que el hielo siempre aguanta mejor es más adecuado,
ahí en mi imagen de ese siglo en el ocaso

la gente ni siquiera se mueve sin riesgos sobre suelo firme –
de hacer de nueva cuenta el mundo alumbrado y redondo, como en tu casa,
un solo y breve instante, de poder amarrar sus patines de hielo


(antisoneto 4)

la puta de cristal, ¿la viste? Vio
a la vez Dios y Diablo y sabe quién
se cansa más rápido, la llevo al barrio de Söder
al de Hjorthagen, no sabe dónde estamos y

cuáles son nuestros nombres, yo no sé tampoco quién soy y
languidezco padre y madre y los años 50, la puta de cristal
tartamudea y tirita, ella quiere que la deje
en casa de Åke y María, viven ahí en algún lado en la oscuridad,

damos vueltas en círculos, en círculos en el velódromo de las tinieblas,
la ciudad es un laberinto y el policía observa mudo y el aire
atontado, la puta de cristal desciende en la noche,

con una bolsa de plástico llena de revistas porno en la mano, invierno,
sociedad y aguas sombrías. Y yo. Que dejo
aquel lugar para fundirme con la noche.


(sin título)

volverse un árbol humano,
con raíces al encuentro de los versos
y del pasado lejano y
brazos alzándose hacia el cielo, volverse
adulto, ser un árbol adulto,
luchar en el viento contra
todos los demás árboles,
sucede a veces que
se entrecruzan la trayectoria de las
hojas que caen,
que unas ramas extendidas se toquen
al momento de ser derribado el árbol,
las hojas son palabras que
se arremolinan en le viento, promesas y
mentiras que caen al
suelo, aquí, en ese parque alrededor
de los árboles humanos


(Escania)

mi alma
sí, más y más creo
en ella, incluso en la tuya,
que el ojo incendia grandes espacios,
más de lo que yo antaño creía, sí
mi alma y el día
son tan vastos como el mundo, pequeños
como un dios,
mi alma y yo estamos
más y más en una simbiosis,
está ahí donde menos
lo espero, sí mi alma
y yo
podríamos ser
una pareja maravillosa


(sol lleno)

sol lleno, una imagen ahuyenta la otra,
todo no es sino reconciliación: isla y mar, bosque
y campos, hombre y vida,
el Kattegat es como un jardín azul, somos
ángeles difícilmente soterrados
en cuerpos bronceados, la muerte
no tiene cabida aquí
hoy


(inventario sucesorio)

declarar la sucesión, dice el hombre con
un bolígrafo y un papel, el ave dejó
una cruz negra sobre el suelo,
alguien alza una cuchara de plata
hacia el sol para buscar
las alas del desaparecido, nadie sabe nada,
si el ave escondió la plata en
el tronco del árbol,
entre corteza y corona,
pertenezco a la misma tribu,
por eso aplico a los objetos
el soplo de mi vida,
nadie me ve cuando
oigo la risa del desaparecido,
alzarse desde el nido, el albacea
pone orden en todas las páginas del testamento
salvo una que
da respuesta a todas sus preguntas
y parece en la ventana como un ala
blanca sobre el hielo y la nieve, morir
es abandonar los objetos
sin palabras





Fredrik Ekelund

Hej och välkommen till min hemsida! Här hittar du det mesta som har med mitt skrivande att göra. Och även en del annat. Jag föddes i Uppsala 1953 och kom till Malmö 1963, där jag bott sedan dess med avbrott för kortare vistelser utomlands. Jag debuterade som författare med hamnarbetarskildringen och generationsromanen Stuv Malmö,kom! 1984 och har sedan dess givit ut ytterligare sexton böcker (vanliga romaner, kriminalromaner, diktsamlingar och tre böcker om fotboll). Jag skriver även dramatik, har gjort två filmer (tillsammans med dokumentärfilmaren Lasse Westman) och arbetar som översättare (från danska, spanska, portugisiska och franska).Vill du komma i kontakt med mig, gör du det enklast via min epostadress: freddan53@gmail.com  Jag svarar i princip alltid på epost.
Min litterära produktion ser ut som följer:

1984, ”Stuv Malmö, kom!” (roman, Albert Bonniers Förlag)
1990, ”Fotbollskarnevalen” (en bok om Fotbolls-VM i Italien 1990, tillsammans med Ulf Peter Hallberg, Östlings Bokförlag Symposion)
1991, ”Självgeografi” (dikter, Albert Bonniers Förlag)
1993, ”Taxi sju-två bland drömmare och dårar” (roman, Albert Bonniers Förlag)
1995, ”LIVS öppet” (dikter, Albert Bonniers Förlag)
1996, ”Jag vill ha hela världen!” (roman, Albert Bonniers Förlag)
1999, ”Nina och sundet” (kriminalroman, Albert Bonniers Förlag)
2001, ”Torget” (163 kortkorta berättelser, Albert Bonniers Förlag)
2002, ”Sambafotboll” (om den brasilianska fotbollens historia, Ordfront)
2003, ”Pojken i eken” (kriminalroman, Albert Bonniers Förlag)
2004, ”Blueberry Hill” (kriminalroman, Albert Bonniers Förlag)
2005, ”Casal Ventoso” (kriminalroman, Albert Bonniers Förlag)
2008, ”m/s Tiden” (roman, Albert Bonniers Förlag)
2010, ”Fadevår, tack för ljuset!” (självbiografisk roman, Albert Bonniers Förlag)
2012, ”Joggarna”, kriminalroman (Booklunds förlag)
2012, ”Fubbick Town och Fubbick – Återkomsten” (två pjäser, på förlaget Stilbildarna i Mölle)
2013, ”Som om vi aldrig hade gått här” (självbiografisk roman, Albert Bonniers Förlag)
2014, ”Hemma-Borta”, en brevväxling med Karl Ove Knausgård mot bakgrund av VM i Brasilien (Arx förlag)

Utdrag ur ”Fadevår, tack för ljuset!”
Utdrag ur ”m/s Tiden”




JUDITH ORTIZ COFER [14.339] Poeta de Puerto Rico

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Judith Ortiz Cofer

Judith Ortiz Cofer (nacida en 1952) es una puertorriqueña poeta y escritora. Su obra aclamada por la crítica y galardonada abarca una gran variedad de géneros literarios, incluyendo la poesía, cuentos cortos, autobiografía, ensayos y Literatura juvenil. Ortiz Cofer es la Emérito Regents y Franklin Profesor de Inglés y Escritura Creativa en la Universidad de Georgia, donde impartió clases de pregrado y postgrado talleres de escritura creativa durante 26 años. En 2010, Ortiz Cofer fue incluida en el Salón de la Fama de Escritores Georgia, y en 2013, ganó el 2014 Premio al Logro del sudeste Facultad Conferencia de la Universidad de Georgia. 

Ortiz Cofer proviene de una familia de narradores de cuentos y basa en gran medida su escritura de su experiencia personal como mujer estadounidense de Puerto Rico. En su trabajo, Ortiz Cofer trae una perspectiva poética a la intersección de la memoria y la imaginación. Escribiendo en diversos géneros, que investiga asuntos de la mujer, la cultura latina y la Sudamericana. Ortiz Cofer entreteje la vida privada y el espacio público a través de los retratos íntimos de las relaciones familiares y ricas descripciones de lugar. Sus manuscritos y documentos se encuentran actualmente en la Universidad de Hargrett Libros Raros de Georgia. 

OBRA:

Multi-Género Obras 

The Latin Deli: Prose and Poetry (1993), U of Georgia Press, ISBN 978-0820315560 . [ 9 ] Second edition: (2010), University of Georgia Press, ISBN 9780820336213
The Year of Our Revolution: New and Selected Stories and Poems (1998), Arte Publico Press, ISBN 1558852247
Silent Dancing: A Partial Remembrance of a Puerto Rican Childhood (1990)


Poesía 

A Love Story Beginning in Spanish (2005), University of Georgia Press, ISBN 0820327425
Reaching for the Mainland and Selected New Poems (1995), Bilingual Press, ISBN 092753455X
Terms of Survival (1987), Arte Publico Press, ISBN 1558850791

Prosa 

The Line of the Sun (1989), University of Georgia Press, ISBN 0820313351

Libros estudio

Lessons from a Writer's Life: Readings and Resources for Teachers and Students (2011), co-authored by Harvey Daniels, Penny Kittle, Carol Jago, and Judith Ortiz Cofer, Heinemann, ISBN 0325031460
Woman in Front of the Sun: On Becoming A Writer (2000), University of Georgia Press, ISBN 0820322423
Sleeping with One Eye Open: Women Writers and the Art of Survival (1999), editor Marilyn Kallet, University of Georgia Press, ISBN 0820321532
Conversations with the World: American Women Poets and Their Work (1998), contributor Toi Derricotte, Trilogy Books, ISBN 0962387991

Joven Literatura Adultos 

If I Could Fly (2011), Farrar, Straus and Giroux, ISBN 0374335176
Call Me Maria (2004), Scholastic, ISBN 0439385784
The Meaning of Consuelo (2003), Farrar, Straus and Giroux, ISBN B008AFRU8W
Riding Low on the Streets of Gold; Latino Literature for Young Adults (2003), Arte Publico Press, ISBN 1558853804
An Island Like You: Stories of the Barrio (1995), Scholastic, ISBN 0531068978

Libros para niños

The Poet Upstairs (2012), illustrated by Oscar Ortiz, Piñata Books, ISBN 1558857044
Animal Jamboree/La Fiesta De Los Animales: Latino Folktales / Leyendas (2012), Piñata Books, ISBN 1558857435
A Bailar!/Let's Dance (2011), illustrated by Christina Ann Rodriguez, Piñata Books, ISBN 1558856986





La Deli Latina: un Ars Poética

Preside desde el mostrador de formica,
con la Madona y el Niño de plástico imantados
por arriba de una antigua caja registradora,
con olores embriagantes de latas abiertas de
bacalao seco, racimos verdes de bananos
colgando de sus palos como ofrendas votivas:
ella es la Patrona de los Exilios,
una mujer sin edad que nunca fue bonita,
que pasa sus días vendiendo recuerdos enlatados
mientras oye a los puertorriqueños quejarse
de cuánto más barato sería volar a San Juan
que comprar aquí dos kilos de café Bustelo;
a los cubanos perfeccionando su discurso
de un “glorioso retorno” a la Habana, donde a nadie
se le permite morir ni cambiar hasta que llegue el día;
a los mexicanos que pasan con la cantaleta
de cuántos dolaritos van a ganar en El Norte, queriendo todos
del español hablando, para contemplar el retrato de familia
de su rostro ancho y plano, su busto generoso
derramado en sus brazos regordetes, su mirada denotando interés
cuando hablan con ella o entre sí
De sus sueños y sus desilusiones.
Cómo se ríe al comprender,
cuando caminan por los pasillos angostos de su tienda,
leyendo etiquetas de paquetes en voz alta como si
fuesen nombres de amores perdidos: suspiros,
merengues, los dulces racios de la infancia de cualquiera. Ella se pasa los días.
rebanando jamón y queso y envolviéndolos en papel de parafina
atado con mecate: puro jamón y queso
más barato en el A&P, pero que no saciaría
el hambre del viejo frágil perdido en los pliegues
de su abrigo de invierno, que le trae listas de víveres
y se los lee como poemas, o de los demás,
cuyos antojos ella debe adivinar, conjurando productos
de lugares que ahora sólo existen en sus corazones:
puertos clausurados donde ella debe comerciar.

Versión de Zulai Marcela Fuentes




The Latin Deli: an Ars Poetica

Presiding over a formica counter,
plastic Mother and Child magnetized
to the top of an ancient register,
the heady mix of smells from the open bins
of dried codfish, the green plantains
hanging in stalks like votive offerings,
she is the Patroness of Exiles,
a woman of no-age who was never pretty,
who spends her days selling canned memories
while listening to the Puerto Ricans complain
that it would be cheaper to fly to San Juan
than to buy a pound of Bustelo coffee here,
and to Cubans perfecting their speech
of a “glorious return” to Havana –where no one
has been allowed to die and nothing to change until then;
to Mexicans who pass through, talking lyrically
of dólares to be made in El Norte- all wanting the comfort
of spoken Spanish, to gaze upon the family portrait
of her plain wide face, her ample bosom
resting on her plump arms, her look of maternal interest
as they speak to her and each other
of their dreams and their disillusions-
how she smiles understanding,
when they walk down the narrow aisles of her store
reading the labels of packages aloud, as if
they were the names of lost lovers: Suspiros,
Merengues, the stale candy of everyone’s childhood. She spends her
Slicing jamón y queso and wrapping it in wax paper
Tied with string: plain ham and cheese
that would cost less at the A&P, but it would not satisfy
the hunger of the fragile old man lost in the folds
of his winter coats, who bring her lists of items.
that he reads to her like poetry, or the others,
whose need she must divine, conjuring up products
from places that now exist only in their hearts-
closed ports she must trade with.




El olvido (según las madres)

Es una cosa peligrosa
olvidar el clima del
lugar en que naciste; alejar
las voces de los parientes muertos cuando
en sueños ellos te llaman por
tu nombre secreto; peligroso
rechazar las ropas que has
nacido para llevar para estar a la moda;
usar armas e instrumentos afilados con los que tú
no estás familiarizada; peligroso
desdeñar los santos de escayola ante
los cuales tu madre se arrodilla rezando por tí con
embarazoso fervor para que sobrevivas en
el lugar que has escogido para vivir; una habitación
cara, elegante y con pocos muebles, sin cuadros
en las paredes: un lugar de olvido donde
ella teme que mueras de frío.
Jesús, María y José.
El olvido es una cosa peligrosa.




El olvido (según las madres)

It is a dangerous thing
to forget the climate of
your birthplace; to choke out
the voices of the dead relatives when
in dreams thet call you by
your secret name; dangerous
to spurn the clothes you were
born to wear for the sake of fashion;
to use weapons and sharp instruments you
are not familiar with; dangerous
to disdain the plaster saints before
wich your mother kneels praying for you with
embarassing fervor that you survive in
the place you have chosen to live; a costly,
bare and elegant room with no pictures
on the walls: a forgetting place where
she fears you might die of exposure.
Jesús , María y José.
El olvido is a dangerous thing.





LA LECCIÓN DE LA CAÑA DE AZÚCAR

Mi mamá abrió bien grandes los ojos
parada al lado de la plantación
lista para cortar.
"Respirá hondo",
           dijo en voz baja,
"no hay nada tan dulce:
nada más dulce."
           Al escucharla,
papá dejó la goma pinchada que estaba cambiando
bajo un sol que sacaba la brea del asfalto,
y me agarró del brazo, quebró mi corrida
hacia una planta:
"La caña puede asfixiar a una niña: snakes, las víboras
se esconden donde crece más alto que tu cabeza."

Y nos llevó de vuelta al auto lisiado
donde transpiramos nuestra penitencia,
por haber antojado más dulzura
que la que nos es permitida,
más de la que podemos manejar.





THE LESSON OF THE SUGARCANE

My mother opened her eyes wide
at the edge of the field
ready for cutting.
"Take a deep breath",
               she whispered,
"There is nothing as sweet;
Nada más dulce".
               Overhearing,
Father left the flat he was changing
in the road-warping sun,
and grabbing my arm, broke my sprint
toward a stalk:
"Cane can choke a little girl: snakes hide
where it grows over your head".

And he led us back to the crippled car
where we sweated out our penitence,
for having craved more sweetness
than we were allowed,
more than we could handle.




MUJERES QUE AMAN A LOS ÁNGELES

Son esbeltas
y rara vez se casan, viven
sus largas vidas
en amplios salones, puertas francesas
que dan a parques geométricos
donde crecen profusas
flores aromáticas.
Tocan el piano
al atardecer,
sus cabezas inclinadas
en un ángulo lleno de gracia
como si estuvieran escuchando
notas entonadas más allá
del oído humano.
La edad las hace traslúcidas;
cada palpitación de sus corazones,
visible en la sien o el cuello.
Cuando se mueren, les ocurre mientras duermen;
sus espíritus se sacuden suavemente para liberarse
de una anfitriona demasiado refinada
como para protestar.



WOMEN WHO LOVE ANGELS

They are thin
and rarely marry, living out
their long lives 
in spacious rooms, French doors
giving view to formal gardens
where aromatic flowers
grow in profusion.
They play their pianos
in the late afternoon
tilting their heads
at a gracious angle
as if listening
to notes pitched above
the human range.
Age makes them translucent;
each palpitation of their hearts
visible at temple or neck.
When they die, it’s in their sleep,
Their spirits shaking gently loose
from a hostess too well bred
to protest. 







MATILDE DE MAGDEBURGO [14.349] Poeta de Alemania

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Matilde de Magdeburgo

Matilde de Magdeburgo -Mechtild(e) de Magdeburgo- (Nació hacia 1207; Magdeburgo, Alemania  - Murió en 1282; Eisleben, Sajonia-Anhalt) monja cisterciense del convento de Helfta y mística del siglo XIII. Al principio de su vida perteneció al movimiento de las beguinas. Contemporánea y compañera de santa Gertrudis de Hefta y Matilde de Hackeborn.

Se señala como el año de nacimiento de Matilde el 1207. A los doce años comenzaron sus experiencias místicas. Desde su juventud y durante gran parte de su vida fue beguina en Magdeburgo dónde permaneció hasta que ingresó al convento cisterciense de Helfta, cerca de Eisleben, alrededor de 1270, cuando tenía ya cerca de sesenta y tres años. Ahí fue compañera de otras dos importantes místicas: Gertrudis de Helfta y Matilde de Hackeborn. Murió alrededor de 1282.

Obra

Por 1250, cuando todavía era laica, comenzó la escritura de un libro, fruto de su experiencia mística, al que tituló Luz fluyente de la divinidad (originalmente «Vliessende lieht miner gotheit», en alemán moderno: «Das fließende Licht der Gottheit»), título que fue inspirado en una de sus visiones. Escribió el libro en un periodo de treinta años. Redactó el último capítulo cuando ya estaba en Helfta, la obra completa estaría integrada por un total de siete.


Al parecer, su familia pertenecía a la nobleza.

A los doce años sintió su primera y decisiva revelación,  viendo "a todas las cosas en Dios, y a Dios en todas las cosas." 
Se sabe que en 1235 entró en una de las casas de las Beguinas -posiblemente uno de los primeros movimientos feministas de la historia- ya que esas mujeres que no eran monjas, ni guardaban una relación formal con la Iglesia, llevaban una vida comunitaria, practicando la castidad y la pobreza, así como el trabajo social. Una viuda, por ejemplo, podía construir su casa dentro del Beguinazgo y vivir ahí con las ropas más sencillas, por el resto de su vida, primero cuidando a otras y más tarde siendo ella misma cuidada.

Allí estuvo muy enferma  y, cuando se curó, escuchó una voz que le indicó que escribiera una descripción de las revelaciones que fuese recibiendo. Así lo hizo durante los siguientes catorce años, siendo el fruto de ese trabajo un libro llamado "La fluyente luz de la mente Divina".

Aunque el original de ese libro se ha perdido -estaba escrito en lo que se denomina bajo alemán*-, se ha conservado una versión alemánica y otra, temprana, en latín. Se ha comentado que este libro ejerció una influencia destacada en el Dante. Según algunos críticos, Mechtild (Matilde en castellano) es la Matilda de Purgatorio xxviii.

En 1270, Mechtild hizo los votos formales y entró en el convento cisterciense de Helfta, conocido como el convento más importante de Alemania. 

Su influencia afectó también a las tres monjas visionarias residentes en ese convento, la abadesa Gertrude de Hackeborn, su hermana Mechtild de Hackeborn, y la joven postulante Gertrude la Grande.



CÓMO EL ALMA LE HABLA A DIOS

Señor, tú eres mi amante,
Mi anhelo,
Mi arroyo fluyente,
Mi sol,
Y yo soy tu reflejo.




EL DESIERTO TIENE MUCHAS ENSEÑANZAS

En el desierto,
Vuélvete hacia la vaciedad.
Huyendo del sí mismo.

Quédate sola,
No pidas la ayuda de nadie,
Y tu ser se aquietará,
Libre de la atadura de las cosas.

Aquellos que se aferran al mundo,
Empéñate en liberarlos;
Aquellos que son libres, alaben.

Cuida de los enfermos,
Pero vive sola,
Feliz de beber de las aguas del dolor,
Para encender el fuego del Amor
Con las ramitas de una vida simple.

Así es como vivirás en el desierto.





CÓMO VIENE DIOS AL ALMA

Desciendo sobre mi amor
Como el roció sobre una flor.





EL VERDADERO AMOR

El verdadero amor en todo momento alaba a Dios.
El amor anhelante trae una pena dulce para los puros.
Buscar el amor pertenece sólo a sí mismo.
El entendimiento del amor se da a sí mismo igual a todos.
El amor iluminado está mezclado con la tristeza del mundo.
Pero el amor sin sí mismo porta su fruto sin esfuerzo,
Trabajando tan calladamente aún el cuerpo no puede decir
                                                                  [cómo viene y va. 




SER UNA CON DIOS

Un pez no puede ahogarse en el agua,
Un pájaro no se cae en el aire.
En el fuego de su fabricación,
El oro no desaparece:
El fuego ilumina.
Cada criatura que Dios hizo
Debe vivir según su propia verdadera naturaleza;
¿Cómo podría yo resistir a mi naturaleza,
Que vive para ser una con Dios?




BAILAR

No puedo bailar, Oh Señor,
A menos que´Tú me conduzcas.
Si Tú deseas que yo brinque gozosamente,
Déjame verte bailar y cantar a Tí-

Entonces yo saltaré al Amor-
Y del Amor al Conocimiento,
Y del Conocimiento a la Cosecha,
Ese dulcísimo Fruto más allá de los sentidos humanos.

Ahí me quedaré Contigo, girando.





SIN ESFUERZO

Sin esfuerzo,
El Amor fluye de Dios al hombre,
Como un pájaro
Que navega el aire
Sin mover sus alas.
Así nos movemos hacia Su mundo
Uno en cuerpo y espíritu,
Aunque aparentemente separados en la forma.
Mientras la Fuente tañe la nota,
La Humanidad canta-
El Espíritu Santo es nuestro arpista,
Y todas las cuerdas
Que son tocadas en el Amor
Deben sonar.




DE TODO LO QUE DIOS ME HA ENSEÑADO

De todo lo que Dios me ha enseñado
Sólo puedo decir la más pequeña palabra,
No más de lo que una abeja
Se lleva en la pata
De un desbordante jarro.


NOTA
Sólo para que se vean las resonancias entre la poesía de Mechtild y el Dante, incluyo unos versos de éste:

El amor de Dios, indecible y perfecto,
 fluye hacia un alma pura del modo que la luz
 corre hacia un objeto transparente.
Cuanto más amor encuentra, más se entrega
 de tal manera, que mientras crecemos claros y abiertos,
 más completa es la dicha del cielo.
Y cuantas más almas resuenan juntas,
 mayor es la intensidad de su amor,
 y, como en el espejo, cada alma refleja a la otra.

Purgatorio, xv, 67-75. Habla Virgilio.
Dante Alighieri (1265-1321)

* El bajo alemán es uno de los dialectos alemanes.
Estos se dividen tradicionalmente en los siguientes tipos: septentrional o bajo alemán; meridional o alto alemán; y alemán central. Los términos "bajo" y "alto" son sólo un reflejo de la topografía de esas zonas: la llana planicie  del norte de Alemania en contraste con las tierras altas del sur. Magdeburgo está en el bajo alemán occidental, pero cerca de la 'frontera' del bajo alemán oriental y del alemán central oriental. (Ver: Glanville Price (dir.). De las lenguas de Europa. Gredos, 2001.)

FUENTES

Jane Hirshfield. Women in Praise of the Sacred. 43 Centuries of Spiritual Poetry by Women. HarperPerennial, 1995. Stephen Mitchell. The Enlightened Heart. An Anthology os Sacred Poetry. HarperPerennial, 1993.




Desde sus cuarenta y tres años (1250) hasta los setenta y cinco (1282) Matilde estuvo dedicada a escribir una obra que se presenta enteramente como revelación de Dios. En un pasaje de la Luz se refiere a la escritura del libro hablando en primer lugar del temor que justamente le suscita escribir:




Me advirtieron de que tuviera cuidado con este libro
y los hombres me amonestaron:
¡si no quería renunciar a él
sería consumido por el fuego!
Entonces hice lo que había hecho desde niña,
cuando estaba triste, y me puse a rezar.
Me dirigí a mi amado y le dije:
Ay, Señor, ahora que he sido golpeada por tu honor,
¿tendré que quedarme sin tu consuelo?
Tú me empujaste
y me llamaste a escribir (II, XXVI, 2-7)




Ich wurde vor diesem Buche gewarnt
und von Menschen also belehrt:
Wolle man davon nicht absehn,
dann wird es in Flammen aufgehn!
Da tat ich, wie ich als Kind schon pflegte,
wenn ich traurig war, musste ich immer beten.
Ich wendete mich zu meinem Lieben und sprach:
Eia, Herr, nun bin ich um deiner Ehre willen geschlagen,
soll ich von dir jetzt ungetröset bleiben?
Denn du hast mich dazu getrieben
und hiessest mich selber es schreiben. (Buch II, cap. XXVI)



Los temores de Matilde no son en modo alguno infundados, pues en efecto surgieron muchas críticas contra las nuevas formas de manifestaciones religiosas.
Es tal vez por eso que ella incluye en sus libros muchos versos que tienen el fin de señal al libro como venido directamente de Dios y de que este goza de su protección.
En concreto en el libro de Matilde hay una referencia a Guillermo de Saint Amour (IV, XXVII), autor de un tratado acerca de los peligros de los nuevos tiempos (De periculis novissimorum temporum), del año 1255. Primero se dirigió en contra de las órdenes mendicantes; luego en contra de los movimientos religiosos femeninos, especialmente en contra de las Beguinas.



Matilde habla de sí misma describiéndose como a una mujer sin cultura que no sabe el latín; inferior, insignificante; sin embargo relata como la palabra de Dios le indica el camino hacia la libertad y hacia una forma de autoridad espiritual. Y con ello ella abre la discusión sobre la autoridad espiritual de las mujeres en los temas espirituales.
Además no importa cual ha sido el genero literario usado para sus escritos otra característica personal y exclusiva de ella es el uso del “yo”
Para ella el hombre así como la mujer poseen una naturaleza espiritual, y están hechos a imagen y semejanza de Dios:



El pez no puede ahogarse en el agua,
el pájaro no puede caer en el aire,
el oro no puede destruirse en el fuego,
pues de él recibe su claridad y su brillo.
Dios a concedido a todas las criaturas
ser acordes con su naturaleza.
¿Cómo podría yo resistirme a la mía?
Tuve que dejarlo todo para acercarme a Dios,
que es mi Padre por naturaleza,
mi Hermano por humanidad, mi Esposo por amor,
y yo soy suya sin comienzo.
¿Creéis que no siento mi naturaleza? (I, 44)



Der Fisch kann im Wasser nicht ertrinken,
der Vogel in der Luft nicht abstürzen,
das Gold kann im Feuer nicht zugrunde gehen,
denn es erhält dort seine Reinheit und seinen leuchtenden Glanz.
Gott hat alle Kreaturen so geschaffen,
dass sie gemäss ihrer Natur leben sollen;
wie könnte ich dann meiner Natur widerstehen?
Ich müsste (doch), alle Dinge verlassend, in Gott eingehen,
der mein Vater ist von Natur,
mein Bruder aufgrund seines Menschseins, mein Bräutigam durch die Liebe
- und ich schon immer die Seinige!
Wollt Ihr vielleicht, dass ich ihn nicht deutlich spüre? (Buch I, Kap.44)



Matilde y las revelaciones

Ella trata de hablar de sus revelaciones pero no puede. De todas formas en las verdades a ellas reveladas se ve claramente la influencia de sus creencias religiosas, de las cuales ella habla en su libro claramente identificándose a sí misma como a una mujer cristiana, hija de padres cristianos.



Ministerio de los ángeles

Me pedís que escriba más no puedo, porque las
delicias, el honor, la claridad, la intimidad, la verdad
exceden de tal manera mi inteligencia que me asombro y
enmudezco totalmente, y no puedo expresar lo que alcanzo a
conocer. Sin embargo hay en los cielos, en el pecho
de cada hombre un espejo de la suma Trinidad, cuyos
esplendores calan tan hondo que se perciben las obras
gratuitas del cuerpo y los dones espirituales del alma que
los recibe. En este brillante esplendor resplandece el Hijo
en el Padre y el Espíritu Santo en ambos. Mas el resplandor
angélico brilla con la luz del amor; porque nos aman,
promueven nuestra salvación, sirven sin esfuerzo, y
aumentan su premio mientras este mundo exista. [El verdadero
Dios amor posee la misma fuerza en los ángeles
que en los hombres; sin embargo, nosotros servimos con
fatiga y por eso podemos caer en pecado](Libro II, cap. III)



La entrada a lo profundo

Para Matilde Dios es libertad infinita; él es libre de venir, de quedarse o de irse. Por eso para poder adherir a Dios el alma tiene que renunciar a todo y entraprender el camino del desierto (espiritual).
Ella escribió algunos versos muy significativos al respecto. He aquí algunos que se pueden interpretar como vaciar la mente o el abandonar todo antes de acceder a lo profundo:


Debes amar la nada (niht),
debes huir al yo (iht),
debes estar solo
y no acudir junto a nadie.
No debes ocuparte de mucho
sino que debes liberarte de todas las cosas.
Debes soltar a los presos
y vencer a los libres.
Debes deleitar a los enfermos
y tú no tener nada.
Debes beber el agua del dolor
y encender las brasas del amor con la madera de las virtudes:
de este modo vivirás en el verdadero desierto (I,XXXV,1-15)



35.Die Wüste hat zwölf Dinge
Du sollst minnen das Nicht,
du sollst fliehen das Icht.
Du sollst allein stehen
und sollst zu niemanden gehen.
Du sollst nicht sehr geschäftig sein
und dich von allen Dingen befrein.
Du sollst die Gefangenen entbinden
und die Freien überwinden.
Du sollst die Kranken laben
und doch selber nicht haben.
Du sollst das Wasser der Pein trinken
und die Liebesglut mit dem Holze der Tugenden entzünden:
Dann wohnst du in der wahren Wüste.









SÁNDOR CSOÓRI [14.350] Poeta de Hungría

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Sándor Csoóri

Sándor Csoóri
Nacido03 de febrero 1930 Zámoly, Hungría, es un poeta húngaro, ensayista, escritor y político.

Premios:

Attila József Prize (1954, 1970)
Herder Prize (1981)
Istvan Bibo Prize (1984)
The Book of the Year Award (1985, 1995, 2004)
Tibor Déry Prize (1987)
Joseph Fitz Award (1989)
Kossuth Prize (1990)
Sower Nívódíja Publishing (1990)
Radnóti Biennial Poetry prize (1990)
Eeva Joenpelto Award (1995)
Károli Gaspar Award (1997)
Hungarian Heritage Award (1997, 2005)
Order of Merit of the Republic of Hungary , Commander's Crosses with Star, civilian ( hu:A Magyar Köztársasági Érdemrend középkeresztje a csillaggal , 2000)
Hungarian Art Prize (2004)
Balint Balassi Memorial Sword Award (2006)
Prima Primissima Award , 2008

Obra, escribe en inglés:

"Letter to the American Poet, Gregory Corso", AGNI
"A Hidden Self-Portrait"; "A Wind-Crown on My Head"; "Devastation", "I Hunt Yellow Bird", The Drunken Boat
The Selected Poems of Sándor Csoóri . Port Townsend: Copper Canyon Press. 1992. ISBN 978-1-55659-047-4 .
Sándor Csoóri (2004). Before and After the Fall: New Poems . Rochester: BOA Editions, Ltd. ISBN 978-1-929918-46-1 .






MIS AMOS

¿Dónde, dónde están mis amos?
En el pasado aparecían sin siquiera ser llamados.
Venían antes del primer repique de las campanas,
a través de yermos parajes: locos, poetas,
santos alcohólicos; venían desde los pantanos de la noche,
Sosteniendo la peonía rota de Hungría en sus manos.

Uno de ellos veía con una inundación,
otro de entre repiqueteantes huellas,
otro rengueando, con la blanca escarcha de Bakony en su
                                                                             [espalda.

Y yo siempre leía las palabras 
en sus inmóviles labios.
¿Dónde andarán merodeando ahora?
¿Dónde pueden tenerlos esperando?
¿Con quién comparten sus muertes,
así como los prisioneros de guerra comparten una solitaria
                                                                                    [papa?
Como si estuviesen avergonzados 
de este nauseabundo paisaje que se hundió en sí mismo,
y de su obscena misión.




UNA FINA, NEGRA VENDA

Desde que no despierto con ella,
desde que no me siento a la mesa para cenar con ella,
desde que la muerte fluyó en mi boca riente
y quedé atrapado entre las lluvias,
como entre los listones de un cerco de hierro de los días de
                                                                          [mi infancia:
puedo ver una fina, negra venda temblando largo rato
ante mis ojos.
Se acerca, esfuma, otra vez surge,
como si la vena sanguinolenta meciéndose en un ojo
me hipnotizara de la mañana a la noche.

Puedo verla, también, entre las columnas masivas del museo
en el sesgado, declinante brillo del sol,
ante las bocas-de-nieve de las estatuas de Enero,
y cerca de las caras de las mujeres en el mercado, en la calle,
paradas en las escaleras del subterráneo.
América se destiñe dentro mío, la luz de los Grandes Lagos,
como cuando se apaga una lámpara.
Asombrado, miro a mi alrededor, y con vacilante paso
empiezo a creer que los muertos, también, son veleidosos,
y no detendrán su juego secreto
una vez que, mientras vivían, lo han iniciado.

El viento gira, gira entre los esbeltos muelles,
toca apenas sombreros y techos,
lanza el anzuelo desde el medio del Danubio en el aire,
la brincante tromba,
atrae a mis ojos, los tienta con su cebo,
como una hebra de pelo negro que no puede ser atrapada.





HISTORIA DE TODOS LOS DÍAS

Levantarse
y encender el fuego de la estufa,
en el cerebro después del aspar del humo,
en los ductos de los huesos fríos de insomnio,
y buscar el camino a la mano,
desde la mano al vaso de bebida,
los remanentes de las cenizas de ayer en los vacíos de la cara,
tal vez una tormenta de viento empujada por los pájaros
pueda revivirlos todavía,
y vagar 
de un cuerpo a otro,
y como reyes nómades: buscar el terruño cotidiano,
y, habiéndolo encontrado
o no, 
pasar la noche en la carpa de una única sonrisa,
y caminar en la Creación como un extraño,
para respirar en el amanecer
veneno de los árboles,
el polvo de hierro de los pueblos,
para ir a todas las guerras.
para usar las hojas de lilas alrededor del cuello
como un collar de perro
y, entendiéndolo todo
y entendiendo nada, separarme de lo que amo
y enardecerme por lo que he amado,
descaradamente, como el hombre alquilado
de mi propia vida.





MEMORIA DE LA NIEVE

A veces el invierno cambia de idea
y comiena a caer la nieve,
en copos gruesos, desesperadamente,
como si asustada de que no verá el mañana.
Es mejor descolgar el teléfono,
desconectar el timbre de calle,
hervir a fuego lento vino con clavos de olor,
hojear entre cartas del pasado
y mirar mi vida pasada
como si no hubiese ocurrido.
Como si ningún cañón me hubiese mirado en los ojos,
ni unos ojos lascivos,
ni ninguna mano gastada se extendiera nunca hacia mis
                                                                            [manos
y todo lo que fuese política, amor
y el clamor de las campanas
me esperasen como a través de la distancia de un océano.
Es mejor imaginar
que yo podría llorar sobre mi cabeza perdida;
el viento sopla los brotes de lilas sobre camas,
torsos y desordenadas almohadas.
Y yo podría pararme ante el juicio final
junto a buenos amigos, con una camisa finita, un saco li-
                                                                                [viano,
más allá del humo, las tabernas. Cementerios.
Miraría a un país 
que está envileciéndose fuertemente.
En mi cabeza el recuerdo de la nieve;
nieve, nieve-
el yeso de una catedral
pelándose silenciosamente.





EN CASA, DE NOCHE

La luna está llena esta noche
y no puedo dormir.
Me escapo a Zamoli sobre suelas 
hechas de grandes hojas de bardana.
Un bicho me pasa zumbando 
y un perro ladra.

Nuestro abrevadero está lleno de agua rancia,
está lleno de mi sombra.
Y el granero está abierto de par en par
como un desvalijado mausoleo.

¿Quién va a cuidar las cosas de noche?
¿Quién va a cubrir el aljibe con la cubierta de madera
antes de irse a dormir?
Padre se consume bajo un acolchado de plumas,
madre en el cementerio.
Cerca su cabeza en el bosque
con toda la quietud de mi vida.

Me quedo ahí largo rato, insonoros sondeos
bajo la luz de la luna.
Tal vez su muerte fue un descuido
y ella está volviendo para trillar
los negros porotos de Agosto.

Pero sólo un ganso grita en su sueño
con una voz lastimera.
Sólo un murciélago de las celdas de la muerte
hace rodar la lata vacía
del aljibe.


 "Desde el comienzo ha estado presente en mi trabajo, en cualesquiera de los géneros, un sentido general de inquietud acerca de cómo mantener la existencia de la personalidad humana más allá de las grandes campañas de despersonalización."
 "La desesperanza es auto-defensa, la fuente de la calma final. Y sin eso, ¿cómo podría cualquiera obrar? En otras palabras, el Europeo del Este no sólo está condenado a la existencia, sino también al existencialismo, ya que sólo puede preservar su salud mental y su honestidad a través del proyecto conciente o instintivo, o tal vez hasta la religión, de la acción desesperanzada."
Este es, básicamente, el pensamiento de Sandor Csoori y su posición ético-estética de la escritura en la Hungría stalinista de la posguerra.

FUENTES
J.D. McClatchy. The Vintage Book of Contemporary World
                           Poetry. Vintage Books, 1996.
Nicholas Kolumban. Turmoil in Hungary. An Anthology of
                           Twentieth Century Hungarian Poetry. New
                           Rivers Press, 1982.
                                 
Publicado por Robert Rivas  http://inutilesmisterios.blogspot.com.es/





MEMÓRIA DA NEVE

Às vezes o Inverno muda de parecer
e começa a nevar,
neva espessamente, em desespero, como se temesse
não viver até o dia de amanhã.
Nestes casos é melhor desligar o telefone, a campaínha da porta,
pôr vinho a ferver em cima do fogão,
folhear cartas antigas
e olhar para trás, também, para a minha vida,
como se ela não tivesse acontecido.
Como se não me tivesse olhado o canhão, nem olhos lascivos,
como mão surradas, não se tivessem alongado pela minha mão;
e tudo que fosse polkítica, amor, dobre de sinos,
me esperasse de novo num horizonte de oceano.
Nestes casos o melhor é imaginar
que ainda posso chorar pela minha cabeça perdida,
o vento atrai os lilases para cima
de camas, meios-corpos e almofadas desgrenhadas,
e no juízo final terrestre
posso estar de pé ao lado de bons companheiros
em camisa macia e casaco leve
além de fumo, tascas, cemitérios,
fixando o olhar nos olhos dum país a perverter-se
sublimemente,
na minha cabeça há memória de neve,
neve, neve como se o reboco duma catedral
tombasse silenciosamente.




NO BAGO DE UVA DEIXADA CAIR NO PASSEIO

Neste ano também houve um Outono magnífico, um Novembro ensolarado
mas por toda a parte só velhos deambulavam de um lado
para o outro, interminavelmente,
mexiam-se com lentidão na forte luz solar
como punhos a debulhar milho.
Eu andava entre eles, cabeça baixa, no parque, nas avenidas.
Não queria que vissem: a morte lembra-me apenas
o teu corpo que sempre se torna de novo primaveril.
Foi isso que procurei no bago de uva caída no passeio:
ver se nele descobria a presença na rua
do teu dinamismo doce,
o teu sorriso a condizer com o céu
rodeado de folhas que borboleteiam espessamente, amarelas de morte.


§



POEMA A DUAS MULHERES AO MESMO TEMPO

Vocês vêm, tocam a campaínha,
passando a maçaneta rapidamente de uma para a outra.
Tu, loira, enlutada, de preto,
ela em saia azul de jeans, poída,
como quem após semanas molhadas até aos ossos
estivesse a enxugar-se no Maio inteiro num topo de colina.
Contigo vem também o bosque, também o cemitério,
países, com uma sensualidade oculta,
o mel,
a imprecação;
a anarquia reprimida do álcool
e enxames de moscas loucas
que dançam loucamente sobre a tua cabeça.
E não há Inverno, se vires, não há Verão,
há só febre dentro das costelas, imenso azul
e palavras a despirem-se na boca.
Ela chega sempre de improviso, apenas como quem traz
uma boa nova, como se trouxesse notícias de si própria.
A sua pestana: caniço preto,
em redor das suas ancas de uma vez duas Primaveras
e a sua boca abre-se para sorrir: como se um
comboio branco
passasse silenciosamente.

Vocês vêm, tocam a campainha, rindo uma para a outra
não suspeitando quem é que é a outra:
se amiga, companheira?
se amiga, amante?
mulher de limpeza dos sonhos?
pois as vossas caras só eu as enfrento, egoisticamente,
e brinco, ocultamente, com as vossas mãos também
na mesma cama,
ao mesmo tempo,
na mesma ausência -
das covas secas do mundo
ponho-me a rir, separadamente, por vosso gosto
e não me entristece ser isso uma condenação:
na minha morte serei,
sem falta, indivisível.





The Time Has Come 

The time has come, my Lord, for me to sit out here before
          you on the hilltop.
I can see the sky's already clouding over above your church.
And in the garden growing Octobery,
my dog, too, bites your fattest roses in two,
     like cock-heads tossed on a dung heap.
            Decay organizes itself, my Lord, against us,
       it would be a mistake to deny it.
I, who wanted to survive your light in my eyes,
can see continents loaded with garbage gliding into each other
                                                  daily,
and indifferent empires spitting into the sea.
Smoke, smoke, poisoned dust and the gang
     of poisoned words roam among our quiet hours.
What, my Lord, will become of your waterdrops? What will
                                become of your snowdew?
What will become of your psalmy bees fallen into a swoon?

Poem is by Sandor Csoori, translated by Len Roberts












GENEVIEVE TAGGARD [14.351] Poeta de Estados Unidos

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Genevieve Taggard 

(Nació el 28 de noviembre 1894 en Waitsburg, Washington - Murió el 08 de noviembre 1948 en la ciudad de Nueva York ) fue una poeta estadounidense. 
A los 2 años, su familia se mudó a Hawaii. Sus padres eran misioneros. Durante los siguientes 18 años, Genevieve vivió en plantaciones con portugueses, chinos, portorriqueños, coreanos, filipinos y nativos de Hawaii. Estos tiempos son los reflejados en un libro al cual pertenece "El Luau", llamado "Hawaii", de 1946. A los 20 años  se mudó a California, donde inicia actividades vinculadas al socialismo. A los 26 se muda a Nueva York. Se casa y tiene una hija. Una beca Guggenheim la lleva durante un año a la España previa a la Guerra Civil. Todo esto contribuye a formar aún más sus convicciones en torno a la lucha por los derechos civiles, que, junto a sus afectos, a la enseñanza y a la escritura, formaron los ejes de su vida.

Poesía

For Eager Lovers. New York: Thomas Seltzer. 1922.
Hawaiian Hilltop, Wyckoff & Gelber, 1923
May Days: An Anthology of Verse from Masses-Liberator, Boni & Liveright, 1925
Words for the Chisel, AA Knopf, 1926
Travelling Standing Still, AA Knopf, 1928
Not Mine to Finish: Poems 1928–1934 , Harper & brothers, 1934
Calling Western Union, Harper & brothers, 1936
Collected Poems: 1918–1938, Harper & brothers, 1938
Long View , Harper & brothers, 1942
A Part of Vermont, The River Press, 1945
Slow Music Harper & brothers, 1946
Origin: Hawaii: poems, D. Angus, 1947

Biografía

The Life and Mind of Emily Dickinson, AA Knopf, 1930






EL LUAU

Olor de algarroba, tentación del escape.
Perfume de lehua roja y fresco aroma de maile...
Estas palabras e imágenes te ayudarán más tarde un poco.
Palabras hipnóticas emergen y florecen en la mente,
Nombres anestésicos... Zumbido seco de abejas
Que hacen la miel del desayuno
De una colmena como coral roto...
¿Los sueños vaticinan la miel? Rompen el hechizo.

Asi que regreso a mi casa en el valle Kalihi,
Pies descalzos en la dura tierra, estambres de hibiscos
Enrollados en mis dedos como un molino de papel,
Rueda de color, carmesí, los pétalos grandes.
Beso del pétalo, táctil, ligero, intenso...

Ya estoy de regreso. Puedo tocar a los chicos:
Mi raza humana, en la que vive lo humano,
Sus nombres son todas las razas... de una sola piel.
Pues nuestros juegos eran tácitos, sin nada borroso.
¿Qué me hace regresar a ellos a pasos agigantados?
¿Qué fiesta despertó en mí esta fabulosa sed?
¿Qué fruta de verano encontramos y comimos
Atrevidamente, con los hijos de Adán?

Un juego y una búsqueda diaria
En la cosecha de los árboles. Jugamos a una parábola.
Poseíamos un valle, devorábamos el jugo, denso
Joyas de apetito colgaban al alcance,
En racimos y en fuentes hacia el mar.
Mangos de carne dorada, con piel y olor de trementina
Cortar ciruelas de manchas de tinta
Y la bolsa de caquis. Dátiles que se obtenían
Trepando el tronco de un árbol. Cocos
Con centros de crema. Manzana rosada y cremosa,
Eugenia, rosa, limón y pequeñas naranjas
Guava semillosa y áspera, y la escondida poha
Y el higo con forma de bolsa, para ser desgarrado, 
Para ser visto, para ser saboreado.
Qué ásperamente dulce el chupar la caña de azúcar.
Las papayas y las bananas se dan por sentado.

Con pasos gigantescos, con sueño, dolor y pena
Regreso a la fiesta fabulosa, a la vieja comunión,
Con hambre y sed incorpóreas. ¿Por qué he venido
Lejos del mundo adulto donde la raza es guerra?

Aquí estamos mojando y pasando la calabaza
En ceremonia de amigos; yo también;
Pero en frenesí y dolor distorsiono
La simple necesidad, sabiendo cómo se derrama la sangre.
         Sentarnos juntos
Bebiendo el océano azul, comiendo el sol
Como una fruta...

[Luau: en hawaiano equivale a Fiesta]





RECIEN PRESENTADOS

¡Sólo unas pocas horas!
Bailamos como viento,
Nuestras caras como flores del mediodía,
Sobre un delgado tallo sostenidas, vueltas de lado
Vos volaste, yo te seguí, emparejando tus largos pasos
Y sostuve tu pausa, y me mecí y me partí a lo ancho

¡Sólo unas pocas horas!
Bailamos como viento.
Sedientos como flores sopladas,
De párpados pesados, ojos-con-temor.





ALQUIMIA COTIDIANA

Los hombres van mudamente a las mujeres por su paz;
Y ellas, que carecen aún más, la crean cuando
Hacen- porque deben, amando a sus hombres-
Un solaz para tristes cabezas dobladas sobre su seno. Ahí
Está toda la exigua paz que los hombres pueden hallar,
Y en ninguna otra parte.

Ningún espacio de montañas, ningún árbol de plácidas hojas,
O melancolía detrás de los cabellos de una joven,
Ningún sonido de campanas del valle sobre el aire otoñal,
O cuarto hecho hogar con palomas a lo largo de las vísperas,
Alcanza nunca una paz así, derramada por mujeres pobres
Desde la pobreza de sus corazones, para hombres desgastados.





PERDIDA PARA SIEMPRE

Perdida para siempre -como pájaros que volasen eternamente,
Buscando desolados espacios,
En círculos, y con el viento sur aullando
A través de la faz de la tierra.

Convertida en flecha vuelo, y como ellos perdida para siempre,
Habiendo visto una vez
Escarlata en una jungla, junto a un río profundo-
Escarlata y verde.

Robert Rivas    http://inutilesmisterios.blogspot.com.es/



With Child

Now I am slow and placid, fond of sun,
Like a sleek beast, or a worn one,
No slim and languid girl – not glad
With the windy trip I once had,
But velvet-footed, musing of my own,
Torpid, mellow, stupid as a stone.

You cleft me with your beauty's pulse, and now
Your pulse has taken body. Care not how
The old grace goes, how heavy I am grown,
Big with this loneliness, how you alone
Ponder our love. Touch my feet and feel
How earth tingles, teeming at my heel!
Earth's urge, not mine, – my little death, not hers;
And the pure beauty yearns and stirs.

It does not heed our ecstacies, it turns
With secrets of its own, its own concerns,
Toward a windy world of its own, toward stark
And solitary places. In the dark
Defiant even now; it tugs and moans
To be untangled from these mother's bones.





The Enamel Girl

Fearful of beauty, I always went 
Timidly indifferent: 

Dainty, hesitant, taking in 
Just what was tiniest and thin; 

Careful not to care
For burning beauty in blue air; 

Wanting what my hand could touch–
That not too much; 

Looking not to left nor right 
On a honey-silent night; 

Fond of arts and trinkets, if 
Imperishable and stiff 

They never played me false, nor fell 
Into fine dust. They lasted well. 

They lasted till you came, and then 
When you went, sufficed again. 

But for you, they had been quite
All I needed for my sight. 

You faded. I never knew 
How to unfold as flowers do, 

Or how to nourish anything
To make it grow. I wound a wing 

With one caress, with one kiss 
Break most fragile ecstasies…. 

Now terror touches me when I 
Dream I am touching a butterfly.






Beach Cabin

I dreamed you were the sea; 
I dreamed you pounded
With foamy fists, the sad face of the shore. 
Waking, I lay beneath you,
And the room resounded
With the hoarse fury of the mounting ocean's roar.





Frost In The Air

Winter put his shoulder 
       To our door, 
Nights are turning colder 
       More and more; 
We are old–or older 
       Than before. 

Poppied sleep and honeyed breath 
Are an antidote for death. 

If your fingers tingle 
       Hold them here: 
Doom has drawn a single 
       Circle clear;
Lean to me and mingle 
       Fear with fear…. 

Poppied sleep and honeyed breath 
Are an antidote for death.





Married

Your face from my face slips, 
Lover of my lips.
Holder of my heart,
For all our close companionships, 
We are apart.
Apart, apart, we are apart. 

Crying beauty leaves me dumb,
Your fire, cold and still.
I watch the hours of morning come, 
And always will,
With this dull agony in my heart–
We are apart. 

Strong, solemn, stupid-kind; 
Parting, we leave behind 
Silence, where our foot-steps sound 
Dead on the hollow ground. 

With a singing river I used to run 
Wild with wonder: now
There is no river, there is no sun, 
Only an old vow. 

And this dull chant goes through my head, 
And this dull moan sinks in my heart: 
Half of my body must be dead,
We are apart.




MARIE-FRANÇOISE PRAGER [14.352] Poeta de Holanda

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Marie-Françoise Prager 

(Nacida en Holanda en 1925).

Misteriosa poeta que nació en Amsterdam en 1925, de padres franceses y que vivió buena parte de su vida en Italia. En 1966 publicó su primer libro: "Narcosis". Tanto Roland Barthes como Gaston Bachelard y Jean Rousse-
lot expresaron su admiración por su poesía.






Actuaré como en un sueño raro
rengueando como un pájaro roto
aullando un nombre una y otra vez como una hiena
restallando un ala abierta como un abanico contra una luna medio comida
eligiendo un grano de la arena de tus labios cerrados
y desandando mis pasos y siempre
volviendo en medias sombras
maldita por el ala que he dejado
yo soy la señal que te nombra.


Fuentes: "Women Poets From Antiquity to Now". Edited
by Aliki Barnstone and Willis Barnstone. Schoken Books,
NY, 1992.






DANIEL GARCÍA GRANDA [14.353]

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DANIEL GARCÍA GRANDA 

(La Pola, Siero, Asturies, 1972), profesor de Inglés en un instituto de Ávila y columnista de EL COMERCIO, presentó su quinto poemario, el primero que edita en asturiano: 'Poemes del últimu salvaxe', editorial La Baragaña, de Palma de Mallorca, 2012



«Gay»

lo peor es tener que pagar
por el rescate de la explicación.
tener que desatar la intimidad
de ésa explicación, ofrecer
un testimonio carnal
que suscriba la vergüenza.
ver cómo la libertad se ahorca ante sus ojos.
y retener la raza del momento
y amputar el abrazo en el semáforo
y no poder vivir para olvidar
al angustia pubescente.
escuchar cómo la libertad se traga la lengua
ante sus bocas
tener que ponerse a cubierto
en el campo abierto del amor.

De Daniel García Granda, Cómo desaparecer completamente (Ilmo. Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, 2007.
III Premio «Águila de Poesía»).



nota eterna 

en esta hoja azul y épica 
de nuestra biografía 
hay un hombre que toca 
una nota imposible 
y hay un tiempo que rueda 
verdugo y vacío 
y una burla redonda 
como un tango de luna. 

La esperanza es esa nota eterna 
Que vuela 
Sin engendrar ecos.

CÓMO DESAPARECER COMPLETAMENTE 
Con este poema se abre el libro ganador del III Premio “Aguila de Poesía”, organizado por la Concejalía de Cultura y la Biblioteca Pública Municipal del Illmo. Ayuntamiento de Aguilar de Campoo (Palencia). 





POEMES DEL ÚLTIMU SALVAXE
DANIEL GARCÍA GRANDA

La vida ta siempre amestada a una tierra, una tierra que para nós ye'l mundu enteru, pero solamente dende esa tierra podemos partir pa ver el restu del mundu. Ensin tierra nun hai puntu de partida. Dende ellí García Granda regálanos una colección de plegaries, onde va dando cuenta de la ilusión y del crime d´ilusión, de lo que nos ye dáu y de lo que nos ye arrebatáu. El salvaxe, igual qu'un personaxe d'una novela de Steinbeck, reza-y a un dios desconocíu, esi amestu estraño de realidá y tierra.

La vida ye siempre una batalla, una batalla perdida, pero ye la nuesa y ye vital pa nós entamala. L´enemigu ye la perda total de la inocencia, la resignación, la doma.  Tou lo que significaría danos por vencíos, en fin, y convertinos nunos desgraciáos pa siempre. Hai motivos suficientes, hai pistes permanentemente al nuesu alredor, y yo acabo de dar con una d'elles: esti llibru. Ye un prestar atopar a Daniel García Granda reivindicándose como últimu salvaxe nestos poemes, ye unos d'esos raros placeres importantes y emocionantes.

La Vida está siempre unida a una tierra, una tierra que para nosotros es el mundo entero, pero solamente desde esa tierra podemos partir para ver el resto del mundo. Sin tierra no hay punto de partida. Desde allí García Granda nos regala una colección de plegarias, donde va dando cuenta de la ilusión y del crimen de ilusión, de lo que nos es dado y de lo que nos es arrebatado. El salvaje, igual que un personaje de  una novela de Seinbech, le reza a un dios desconocido, esa mezcla extraña de realidad y tierra.

La vida es siempre una batalla, una batalla perdida, pero es la nuestra y es vital para nosotros entablarla. El enemigo es la perdida total de la inocencia, la resignación, la doma. Todo lo que significaría darnos por venidos, en fin, y convertirnos en unos desgraciados para siempre. Hay motivos suficientes, hay pistas permanentes a nuestro alrededor, y yo acabo de dar con una de ellas: este libro. Es un placer encontrar a Daniel García Granda reivindicándose como último salvaje en estos poemas, es uno de esos raros placeres importantes y emocionantes.

Del prólogo de Nacho Vegas



                      
***

Dir a la yerba yera creyer
que cada día paría polo menos otru branu.
Yera naguar siempre la triente
pa que te dexaren namás agarrar el garabatu.

                            
***

El carru cola yerba runfiando
cuesta arriba
pasando más que xustu ente les cases.
L’esfuerzu pindiu
bufando en cada vaca
que rayaba’l llombu nes fachaes.
Toos nosotros enriba saludando,
diciendo adiós
a aquellos díes.
La grana qu’inundaba
d’aire gris tola tená,
y nosotros toos pisando
cola risa a flor d’alerxa
la yerba d’un pasáu yá curao.
Rascando como llocos d’allegría
los mapes d’aquel sangre
reseco nos todiellos.

                  
***

Allá per mayu mio güelu inventó
una canasta
fecha con verdiasques d’un ablanu
y un sacu piensu pa les vaques.
Colgóla torcía
na barandiella’l corredor
xusto en mediu l’amariellu espectador
delles riestres de panoyes.
Pasaba la tarde, cayía
la nueche
y yo siguía siendo’l gran Rimas Kurtinaitis.

                
***

Llambíame detrás de cada palabra
y preguntábame
si n’inuit o en mandarín habría
forma de dicir tarrecer o empapiellase
o llamaríen a un rapazu dalgo
paecío a gandayiru o torollón.
¿Tendría un alemán frases bastantes
pa echar un pigazu o cagase
na Santa Fesoria?
¿Afayaríase bien un mozu inglés
cuando andaba per fuera Inglaterra?
¿Taríen refalfiaos los americanos
depués de fartucase coles hamburgueses?
¿Diría’l maestru a les neñes franceses
qu’en cuenta pintar escarabayaben?
¿Reñería una güela a los nietos nipones
diciéndo-yos que diben a garrar la muerte
por nun querer poner la trenca
depués de sudar como coríos?

                   
***

Yes el guah.e
escondíu pa siempre
detrás del balagar.

Poemes del últimu salvaxe 
Publicado por JORGE ESPINA 









ELIA MAQUEDA LÓPEZ [14.354]

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Elia Maqueda López 

(Badajoz, 1984). Tiene publicado el libro Recortables (Anidia Editores, 2008)



POÉTICA

Sois todos tan,
tan guapos.
Se os cae la belleza de los bolsillos.
Y discutir qué es la poesía,
con la lengua de trapo y enormes las pupilas,
es lo más grande que os ha pasado nunca.
Me gustaría hacer una galaxia
con todos nuestros lunares.
La llamaría, por supuesto, Poesía.
Allí seríamos,
todos,
            insultantemente felices.





Adivina quién viene a cenar...

esta noche...

todos llevamos un poema en la entrepierna
como todos nos hemos arrastrado alguna vez
a las horas más altas del alba
por los umbrales más bajos
borrachos de vergüenza

a veces terminaba acurrucada contra el cabecero de la cama
de cuyos dueños dueños no recuerdo más que ráfagas
de recuerdos

todos hemos llorado después de una mala noche
con la luz gris repartida por las extremidades
y un sudor extranjero en el paladar
y los ojos cerrados tan fuerte
que no puedan escaparse las lágrimas

no siempre suena música fúnebre en las pesadillas
a veces hay actores en blanco y negro
bailando canciones de moda
que dan más miedo, si cabe

(Del número 1, diciembre 2007, de la Revista poética "es hora de embriagarse (con poesía)")





El retorno del rey

Nada auguraba el regreso inminente del rey a palacio
las piernas cruzadas de los súbditos
las manos en las bocas, el infierno, las epidemias,
el miedo a no volver a escuchar el galopar de los caballos.

Temporada otoño-invierno en los bosques del reino
los ciervos vagaban tristes por los claros desolados,
tan sólo quedaba el frufrú de las hojas besando la hierba
y un pueblo entero sin brillo en los ojos.

Hasta que un día, de repente,
apareció la figura del monarca en lo alto de una loma,
montado en su burro blanco, resplandeciente de heridas.

– Todo vuelve – dijo, con su boca de arce y su voz complicada.
–Todo vuelve.

Y cayó el primer copo de nieve del milenio.






Veinticuatro costillas

Hoy tengo una vida atada a los cordones

mañana dos docenas de pecados capitales

del mundo en mapas mudos.
Siempre
ha consistido en eso,

en conquistarme los sueños a puñados

y los puños enzarzados en un beso bipolar;

la inconstancia tiene que ser un problema de páncreas

o un daño colateral de aquella insuficiencia hepática

que apenas recuerdo.


No tengo más que mis cinco lenguas favoritas

y veinticuatro horas como veinticuatro costillas,

un día entero con su noche rimando en mi caja torácica.


Qué bonita es la palabra “disyuntiva”,

me encantaría saber bailar.

Llevo más tiempo del que creía recorriendo

esta eternidad de carreteras secundarias del viejo continente

y se me atasca esta impresión de tener siempre

un par de cosas a medias,

y la vida en la guantera de un coche

que no es ni muchos menos mío

que el moreno de estos párpados.


Hoy tengo mis terrores agrupados,

los encantos afilados, y mañana

mañana no me duelen los ayeres.

Simplemente uñas y cabello diferentes

cada año, y sin embargo

este pecho, cavidad y corazón,

piel y alfombra de palabras,

este pecho es el único que va conmigo

hasta la última puesta

de todos los soles.







operación detectives salvajes

La bella Elia por pepeltenso..
(New paragraph)

– Observa, querido amigo,
guarda bene com’è che finisce l’amore, 
como la sopa, a sorbos de pena de viejo de triste y de frío.
Se termina el amor y nos llevamos
la nostalgia de las ceras de color en los bolsillos.

Y yo, salvaje, tomando decisiones:
pasearé tantas ciudades como otoños,
romperé la soledad de la alacena,
seré detective: investigaré el final de los amores.

Tan violento como un dios con gabardina
vigilaré los restaurantes;
los comensales gordos que sorben el caldo,
la intensificación del tintineo de las cucharas,
el final irremediable de la carta de postres.

Presenciaré todos los finales
para redactar el epílogo definitivo…
Estoy preparada,
escondida bajo el ala del sombrero.

No me cogerán nunca más por sorpresa
los puntos y aparte.



ALEJANDRO CALDERÓN [14.365] Poeta de Perú

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Alejandro Calderón 

Poeta peruano nacido en 1960 que lleva más de 30 años viviendo en París. 
Estudió filosofía en la Universidad de París VIII y literatura comparada en la de París III. Ha publicado los poemarios “Transmigración”, traducido y con prefacio de Claude Couffon, París (1992), “Parution de Nazca”, traducido y con prefacio de C. Couffon, París (1994), “A través de la penumbra” traducido por C. Couffon e introducción del crítico literario peruano, Américo Ferrari, París (1996), “Pestañeo de la nada”, traducido por C. Couffon, introducción de A. Ferrari, frontispicio de Alberto Guzmán, París (2000), recopilación de los libros anteriores. Hay que decir que al hispanista, traductor y también poeta Claude Couffon, ya jubilado como catedrático de literatura española e hispanoamericana en la Sorbona, se le rindió un merecido homenaje el 21 de mayo de 2008 en la Casa de América de Madrid.



CENTELLA

Acelero la extinción. Consigo
fijar velas en tus quejidos;
algunos se suceden como ecos,
otros son balsas que transbordan
escamas de las estrellas. Hago
que sin fintas veas los procesos,
y si las uvas urden aliviarte,
ágil multiplico las pepas y
tiño el orín. Así logro reducirte
al tic que, si no estalla,
fusiono a mi velo vil.
Aceleras la fantasía. Evasivo
abres mis cortinas de humo
y te alejas por la escalera azul.
Sencillamente careces de fin,
y el otoño te erige como hoja
o te recuerda como centella.



ENIGMA

Sabías que tuviste que evitar el
prisma de ceniza que el cuerpo
cultivaba. A mis derrumbes de
greda te escabullías por la espiral
breve hasta el filtro sutil;
cuando la encía en llamas hizo
del espíritu oxigeno calcinado
hiciste de ti un enigma sin hilos,
al cual no alcanzo ni lamo.
El delfín sabe cómo despegaste.
Vivirás en silencio en una piedra
o en la paloma del nabo puro;
no te horquilla el lente del
recuerdo. Carbón son mis costados.
De los peldaños del molino fluyes
al cometa que revela lo efímero
de la existencia, y con fibra
de lino lo ligas a tu estatua.



TIEMPO

La proyección de su vértice
alcanzó tu vigilia móvil;
súbitamente una pepa de vidrio
saltó de los labios, vaciándote
de tu esencia. Recinto de
sed, ansia y quebranto
quedaste hasta erguirte
en fantasma fértil de osadía.
En la carona de los segundos
corres sin cesar tras el cristal
que raptó la élite del tiempo
desde donde capta el radio
de sus semillas. Si sus
ondas exageran el movimiento
y su flujo desborda el espacio,
pierdes los modales y el estribo.
Mas la prisa imaginaria y
la sequía en tus venas evocan
su dispar ironía: a un lado de
la albarda eres ruda, y en el otro,
audaz pintas de blanco la muerte.



AVES

Oscuro salí del cuerpo. Momentos te
tuve en el arco que te hubiese expulsado
a las aves que en sueños llevarse
quieren tus ojos. Familiares te son
sus garras que tallan constelaciones.
Supiste despertar cuando su pico
te hubiera hecho mendigo sin remedio.
Hice canales que llené con sangre gris
de mis cabellos, sangre que al encuentro
con la tuya, algunas veces producía
un eclipse, o sino un arco iris; ambos
le constan al horizonte; ambos hicieron
serpentina de tu cuerpo. Enloquecías.
Tus pestañas están despiertas por temor

a las aves. Nunca dormirás tranquilo.




MEMORIA DEL OLVIDO

Algunas veces ser viejo es ser la sombra
Vicente Aleixandre


Wifredo LAM

Sonidos canijos carcomen el atalón
de ficciones del Caribe, en su afán,
grafismo de aire es secuencia
de individuación, entre estandartes
de almizcle del discreto río Amarillo,
son esquirlas y brillos de cáñamo
de levadizo miliciano. Al margen 
de la metáfora en pampas del Ebro,
donde oscureció su sombra y su retoño,
aprendió que la felicidad era plana,
y que una sola fuerza se rompe
en los herbazales, y no restituye
lo que se disipa en ralos vitrales
de las plantas. Sacudido en su soledad,
breve fulguración, pulsando la brisa,
en obtuso azul socorre verduzco lodo
de luz. Su inmersión en helechos,
troncos y tonos ocres, agrieta la energía
errante, escurridiza en la grisura 
del presagio; y en fina hamaca 
de luciérnagas, irisada por símbolos
de caoba, su movimiento pendular,
en el trapecio de lianas, perfila
facial fisonomía con sonidos canijos.

Paris, 20 Mars 2014





Alberto GUZMÁN

Cae la hoja blanca de las ondas fervientes
del desierto, distante el follaje de algarrobos,
el equilibrio puro plasmará su huella transparente.
Vástago en la cáscara del eclipse de su madre,
confinado a esa corteza de greda, juega 
con la paja visual de promesas de regalo;
sus dedos describen elipses al cielo,
como quien intenta modelar el vacío,
amplificado por la flauta de pastores de cabras.
Mata de agua de ese primer abismo,
en su zanja de ruego, pistilos color incendio
borronean el radio de la circunferencia
con su lectura orientada a su polo.
En la aguada del monte, su escudo tupido
de cantos de grillos, esgrime mástil
equidistante a los ángulos de las estrellas.
Vigor de la cima que es cascada de viento.
Porque lo humano desborda,
la luz es lenta en el mármol,
y desdobla la nervadura de la mariposa blanca.

Paris, 25 Août 2013





Claude COUFFON

En la oscura rama de la noche,
lejano ya a las lenguas de Occidente,
pasas con soltura de una nube
a otra, con el ceño sombrío
de generosa parra. Verde el marco
de la nostalgia, la luz en ángulo
en tus codos, suspende tu presencia
transitoria, bruñida de palabras
en los reflectores; y en chorro
que desgarra lo espectral, los neones
de tu anecdotario, empastan con rubor
el volumen. Adverso a la fanfarronada
y lo deslumbrante, la injuria 
de los astros remotos, hará trizas
la coraza del recuerdo; mas 
tu versión, atoldada en la inmensidad,
vencerá a la epístola ramosa
de granizo. Cultivaba sutil ceniza
su relumbre azul, fuente de su conmoción
aguda, destilada en incesante sensualidad,
en la rama oscura de la noche.

Paris, 9 Janvier 2014





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