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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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IGNACIO DI TULLIO [14.069]

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Ignacio Di Tullio 

Buenos Aires, Argentina  18 de agosto 1982.
Poeta y traductor. Estudió Ciencias de la Comunicación y Literatura. Trabaja como profesor universitario y en la escuela Secundaria En poesía, escribió los libros Abrazo a la distancia (2006) y Famiglia (Inédito, 2010). Coordina talleres literarios y de escritura creativa.



Ignacio Di Tullio / De "Famiglia"



REPUBBLICA ITALIANA
Passaporto per l´ estero
7 Genn 1950

El padre de mi padre me mira fijo desde el papel amarillento. Quiere escapar de la fotografía. Su pasaporte dice manovale, figlio di Enrico e di Giovanna. Pondrá manos a la obra, cruzará el océano, bajará de un barco. Con esa mirada podría arrancar orejas con los dientes. Quiere desgarrar, fornicar, comer tierra. Vulnerar el corazón de una nación. Un hombre capaz de comerse a otros.
¿Pero qué culpa tenía tu hijo de todo esto? ¿Por qué no puede pronunciar tu nombre? Me contaron acerca de las trompadas en las orejas. Y ahora a mi padre le falta oído para algunas respuestas.
En la foto de la renovación tampoco quiso hablar. Luce cansado. Viste saco y corbata, se ha sacado el bigote. ¿Cómo será vivir en las fotografías descargando golpes en la cabeza?
Yo debería poder decir nonno. Mi padre, hablar de vos. Pero tiene tu nombre empozado en una mano. Y cada vez que lográs escapar de las fotos, la cierra.




Recuerda siempre al hombre
que cada sábado te despertaba
para que lo ayudaras con la casa.
Decía para qué llamar a alguien
si el único problema
que no tiene solución
es la muerte.
Recuerda su cara crecida de sombra
y los ojos achinados
por el humo del cigarrillo.
Subía a altillos y tejados
pero lo esperabas al pie de la escalera
con la caja de herramientas.
Fuiste su instrumentista.
Odiaste a ese cavernícola
que decía dejá y pedía
que le alumbraras con la linterna.
Parecía que no enseñaba pero recuerda
cuando arreglaba las cosas
te pedía que lo acompañaras.
Recuerda
su catequesis





Mi padre elige frutas... 

Mi padre elige frutas en el mercado.
Detuvo su coche camino al trabajo
para bajar a tocarlas.
Desoye las recomendaciones del vendedor:
sus manos sabias bien educadas
prescinden de consejos
saben que se someten a una cuestión moral.
Presiona con sus yemas la piel de un durazno,
verifica la blandura de su carne.
Después pesa una pera en el hueco de su palma.
Con la otra mano envuelve una ciruela
y se adueña del mundo.
También su padre elegía las frutas camino al trabajo.
Entraba con mi padre y sin decir palabra
sujetaba una fruta en cada mano, las pesaba
y lo educaba en el ejercicio de la duda.
Era una escolástica muda y presencial.
Las frutas maduras siempre son las más dulces:
Ahora es mi padre quien deja caer el proverbio.
No me mira al hablar. Piensa en voz alta
y espera que me agache a recogerlo
y lo elija, si quiero.




Pienso en mi padre

Pienso en mi padre:
cuarenta años visitando la misma peluquería,
retomando las cosas, su callado ritual.
El hombre golpea siempre en el mismo sitio:
trabaja para tener las manos limpias,
escribe el largo poema de su reincidencia.
Otra vez, mi padre
confiándole su vida a un desconocido,
cortándose el pelo:
las tijeras silencian muchedumbres a cada susurro;
dos filos parecidos a dos riesgos cualquiera.
Y reflejada en el espejo
una inocencia de humano abatido,
Toda una resignación.
También un peluquero, hace cuarenta años
escribe el mismo poema.
Allí se marcha mi padre vivo una vez más.
Cierra la puerta a espaldas de la fatiga de las tijeras
y de un hombre de manos limpias que barre los cabellos
de los hombres.




En respuesta a la más primitiva pulsión…

En respuesta a la más primitiva pulsión
Unos chicos juegan al fútbol en una plaza.
Si fuera por ellos jugarían hasta caer muertos.
Como un matemático calculo sus edades,
trato de reconocer un algoritmo oculto en sus movimientos
un patrón que me devuelva
el estado puro de las cosas
pero claro, hay ciertas cosas que ya no comprendo.
El que hace el gol sale corriendo perseguido por la manada.
Otros dos se matan a trompadas adentro del arco.
Yo observo la violencia del relato y pienso
ellos, que ahora cifran la infancia
ignoran que un día serán hombres
y se acabarán los juegos.
Soy un adulto jugando a recordar
la niñez del miedo.




A través de la oscuridad

A través de la oscuridad
veo la percha
colgando de la puerta del placard.
Mi uniforme de hombre
prolijamente dispuesto
como cada noche:
pantalón, camisa
y un saco arrugado por el cansancio
esperan que dentro de cinco horas
alguien les preste un cuerpo.
Una humanidad duplicada
ficha y cumple horarios,
los trabajos nocturnos
a espaldas del mundo.
Son las dos:
aquel difuso ser que no soy
cuelga de una percha.
Se cobra cada hora
y espera a que se hagan las siete
para que alguien me vuelva a llamar
como dicen que me llamo.




El sudor de mi padre

Cuando yo tenía siete años, todas las mañanas después del ejercicio, mi padre dejaba su remera colgando del perchero, secándose. Mientras se duchaba, yo entraba a su habitación y olfateaba con curiosidad biológica. Varias veces al día regresaba a comprobar cómo variaba el olor del líquido seco en su ropa. No tenía la violencia del uniforme de los desconocidos. Con el correr de las horas, la ropa de mi padre se transformaba en el sudor seco de sus respiraciones. Mismas ropas, vueltas a sudar, cada día, durante semanas. Otras veces, después del trabajo, en sus camisas, la calle: los lugares donde había estado. Cuando yo tenía doce años, en la intemperie seca en su ropa, la esencia densa y concentrada de quien él era. Mi padre, sus jugos: no recuerdo el día exacto en el que todo el proceso fisiológico se convirtió en un solo aliento. El día de la transpiración, cuando agua y palabras brotaron de una misma sangre. 






HÉCTOR RAMÓN CUENYA [14.075]

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Héctor Ramón Cuenya 

Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, Argentina 22 de agosto 1963

Nací en la Patagonia, Río Gallegos, 1963 y siempre recuerdo el desierto que me rodeó durante la mayor parte de mi infancia y adolescencia, eso y muchas mesas con pañolenze y cartas, ya que las cartas eran para mi padre uno de los regalos más lindos que tiene la vida. Nacer en Río Gallegos es algo así como ser demasiado joven en un lugar demasiado viejo, lo cual posiblemente origina mi terrible inmadurez como forma de protesta. Escribo poemas y prosa desde muy chico, inspirado en mi madre que escribía y pintaba en viejos cuadernos.





Malvinas L4A2, 7.62 MM.

Cuando la metralla entró sentí un fuego suave dentro de mi cuerpo y caí al suelo en sueño con los ojos abiertos. Miré en el cielo un Sea King encantador y un Gazella, disparando su ametralladora. Cielo azul. Llamas. Frío perfecto de mañana. Olor a mar quemado. Rojo carmín fatal en mis labios. Risa de shock. Antes de cerrar los ojos odié al mundo todo.

Los cadáveres exquisitos beben sangre en el hastío.

Dulces paralelas, Ediciones Milena Caserola, 2009.





GORE

Héctor Ramón Cuenya



A Eleonora Flavia Cannistraci.


Siempre más sonriente al desastre más bello.

MALLARME




SPLIT SCREEN

la ciudad es un campo de concentración disfrazado 
ciudad de colt calibre 38 automática

mientras aspirás el perfume de la noche 
por la ventana abierta donde están los ruidos que entran

hablando mal y pronto
las gordas se suicidan con pastillas

la gente se esfuerza por sentir

la tumba de la maría salomé loredo de subiza
siempre es visitada

el mausoleo de carlos gardel
siempre tiene flores y en su mano derecha
sostenido entre los dedos
nunca falta un cigarrillo encendido
y están las placas de agradecimiento

y todos los chorros quieren y piden 
a san la muerte

pancho sierra de pie con una cruz en la mano
y una imagen de la virgen al pie
donde nunca faltarán flores

el día de las almitas
en la mesa las ofrendas se amontonan 
los dulces, comidas frutas, bebidas y hojas de coca 
para alimentar a las almitas de los antepasados 

deolinda correa desbordada de ofrendas
dejan botellas de agua en tu honor
en tu santuario en san juan
nicolino locche dejó sus guantes
carlos monzón su pantalón
nélida lobato sus zapatillas de baile
el taxi de caputo aún se conserva en el lugar donde fue asesinado 
cuando iba a visitar el santuario de la difunta correa en san juan
las ofrendas son llantas partes de carrocerías repuestos bujías patente placas de bronce
ofrendas de hijos espirituales

la soledad es no tener poder
un mundo que esconde cadáveres
un cementerio todo para vos

un tipo dentro de los dibujos de james ensor

la vida es un secuestro extorsivo
seguido de muerte




GRAND GUIGNOL

witoldo se hace coger
en los baños de retiro
y abre la boca grande
cuando lo mean en la cara

witoldo los prefiere jóvenes
y no hay quien lo culpe

witoldo miente

witoldo vive entre vampiros
pero los usa
y luego se va y los deja viudos
que lo lloran durante cien vidas

witoldo es irrespetuoso
resulta que no es un caballero

tiene várices en las piernas
y para él es un escándalo

witoldo tiene suerte de principiante
siempre
porque nunca le interesa
conocer las reglas

witoldo es de cualquier lugar
porque sabe que lugar no hay

witoldo se pregunta:
¿cómo debo comportarme ante una vaca?

witoldo dice que todo nos traiciona

witoldo muere de un ataque a su corazón



GIALLI

eleonora a veces me marea

eleonora duene bailador
de salsa conga merengue y cha cha cha

eleonora ogro simpatiquisimo
qué hermosa mujer
qué le encanta que la miren

eleonora a veces me marea
marea de mar de marihuana

eleonora hace swing y clown
la viste con una flor en el ojal
vestida de payaso
mientras esperabas el semáforo
y estabas apurado porque el día se iba

asesina al sol




SPLATTER

decile a la gente
que fui yo el que mató 
a las gallinas del corral
y a los perros
no quería hacerlo
tratá de que entiendan
no soy malo
es la naturaleza de las cosas que vivo

me iré de casa
en un lluvioso día
haré dedo 
me llevara
un camionero sucio y pervertido
y lo asesinaré
no dejaré rastros
luego trabajaré en un circo
encontraré una trapecista
dulce y tonta
con un padre domador de leones
tendré un mono 
lo haré amaestrado
me hará reír
será mi amigo
le hablaré
y será el único que sepa la verdad
de mi terrible sufrimiento

trataré de ser feliz 
pero no lo lograré

en una noche oscura
iluminada por una tenue luz de luna
lo haré de nuevo

no soy malo
es la naturaleza de las cosas que vivo




SNUFF

papa comió con los muchachos
como todos los sábados

los muchachos matan gente
que pide por sus vidas
tirados en el piso chillan

traerá una docena de empanadas picantes
y en la sobremesa
me dirá que deje de fumar
yo le diré que no deje de tomar

comentaremos los crímenes más espantosos
como técnicas sin pasión
diremos que el mundo es así
diremos que la gente está dispuesta a todo
sobre todo las mujeres jóvenes y bonitas
nos miraremos 
diremos que es terrible

preguntará si quedó vino
yo diré que es imposible que falte
luego me guiñará un ojo

y pensaremos 
que es un mundo sabroso



ZOMBIE

no dormiste
no importa
hay modafinilo 200 mg
en cajitas vigicer 
hiperrealismo escenográfico de la vida

ire caminado por la ciudad
a comprar la historia oficial del partido comunista chino
ediciones lenguas extranjeras de beijing

la luz de las nueve de la mañana
hiriendo los ojos 
hiriendo mi corteza cerebral

caminando
en un mundo ajeno y lento

todos eran buenos amigos
mientras jugaban al trompo
con un pibe 

la gente quiere aprender por la 
tele a jugar al balero
pompas de jabón y aislamiento

alguien con un aro metálico jugando hula-hula
en un encierro de cielo abierto en una plaza

las chicas del colegio normal
jugando a la sillita de oro
a la gallinita ciega con los ojos vendados
en el medio de la ronda
deben adivinar tocándole la cara
quien es la nena que tiene enfrente

los maricas juegan a las figuritas a la soga a las escondidas
y con la rayuela y el barrilete estarán cada vez más cerca del cielo
al martín pescador por las calles de baires
ta-te-ti rango y muñecas de porcelana

santo vacío

sentís un jaguar dentro del jardín





KITSCH

no soy de buen gusto
coleccionista de muñecas de porcelana
y enanos de jardín
amante del colorinche

gustos de un viejo puto de pueblo chico
que por las noches toma levalorfan

las cholas me adoran
cuando les compro
frutas y verduras en la vereda

soy un grasa pretencioso y mercón
mi casa es una pensión del once
muy sucia 

comida pudriéndose sobre la mesa
jeringas vacías en platos grasos

la sed lo ocupa todo
el vacío es inaguantable
y grito para no escucharme

no soy de buen gusto
el gusto es todo mío




GORE

le arrancaste un brazo a tu novia 
que resultó ser un extraño vampiro
la sangre salpicaba todo
junto con un líquido blanco y espeso
no lo quisiste hacer
pero eras vos o ella

¿tendrás pesadillas?
¿te despertarás sonámbulo 
en cualquier parte?
¿algunas veces la recordarás?
¿y sufrirás?

pero sufrir es respirar
y sufrir y atormentarte 
no te llevará a la piedad

ahora vas al cementerio de monstruos 
que tenés en el sótano de tu casa
y dejás 
rosas rojas para tu amor desencantado




CUCO

quisimos un mundo 
de chicas lindas con secretos 
a punto de ser asesinadas 
asesinos sádicos
asesinatos divertidos
mujeres fatales
mujeres tontas

las trampas y la fiebre
y el delirio es la moral
de la forma de narrar
y la cocaína omnipresente

universo darío argento
el mundo es un frío infierno

ser joven es ser eterno
ser eterno es ser joven

la muerte haciendo karaoke
te recuerda que vivir es divertido




S/M

mientras la golpeás
un ejército animal de insectos
devoradores de anos dilatados
vienen para vos

lo que nos alimenta nos mata

resulta que no sos lo que sos
lo que sos esta vacío
y se llena y harta solo por segundos

solamente estás tratando de encontrar
alguien que te venga como guante

le gritás
dejate morder
dejate dar

juguemos con cuchillos
tajos

querés asfixiarla
querés ahorcarla con el cinturón

quemaduras de cigarrillos
hacen bellos dibujos en su piel

no hay veneno sino dosis

dame la parte mía
que no quise conocer




ABRACADABRA

el insomnio que está rodeado de sueños
que hacen recordar
los gritos de maría perschy
en el jorobado de la morgue 

laurel & hardy van a lamerme las bolas
hasta la madrugada

el realismo no es realista
está lleno de pochoclo maní garrapiñada

venta callejera de horror por las calles empedradas

decime a dónde vas alegre mascarita que me gritas al pasar
bullicio corsos bailes multitudes manifestaciones populares
murgas disfraces con dibujos excéntricos adornos alta fantasía
casémonos con la reina del carnaval

voy a desordenarme el cerebro
para sentirme saludable

bailemos twist antes de que nos pongamos serios





SATÁN

el sol se muere

adentro nacen mis tinieblas 
la parte maldita
mi dulce satán mío

y mientras tanto la gente enloquece
para entender al mundo
para tratar de hacerlo suyo

y otros con la vaca atada y puerta por puerta

y otros tantos empiezan a sospechar
que nosotros no somos de este mundo




MARIHUANA OCTUBRE

Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros
y nos acariciaba suavemente como la brisa fresca del río.
SCALABRINI ORTIZ


fenómeno maldito 
el de la pobreza y su mal olor
turbas borrachas
conglomerado aullante
patas en las fuentes con olor
por la calor y la caminata

no hubo violencia 
solamente quemamos alguna que otra cosa
y alguna que otra patada a gente insoportable
y hubo unos tiros
no se ahorquen con sus trajes 
dijo una vieja

a una cita de amigos sólo se lleva armas cortas

la partera de la historia viene a tomar unos vinos al bar 

la negrada tuvo su síndrome juana de arco

los cuchilleros del sur mueren de amor por el coronel




SANTA VENUS

que a las 20 y 25 del 26/07/1952
año de nuestro libertador
nadie entre a ninguna inmortalidad
que nadie tenga velorio que dure 15 días
que no exista una imponente cola de cuadras y cuadras 
por avenida de mayo para verte por última vez
en la capilla ardiente del consejo deliberante

doñas arrodilladas rezando el rosario
que no te embalsamen

hada rubia 
vivirás en el corazón de los humildes

que gente hecha de mierda
no escriba 
viva el cáncer

que las necrológicas no estén preparadas
con un mes de anticipación

que no sepamos que la magia termina




X

A Griselda Garcia

griselda vampiresa
griselda abuela
griselada de zen y de yoga

calor abrazador 
en noches desangeladas
tratando de disolver el dolor
en palabras

un dulce martillo de flores
nos golpea el cuerpo
haciéndonos temblar

garabateando en bares de liniers
escuchando 
los coches pasar de la autopista perito moreno
todo apesta a rosas




JAURÍA LIBERTAD

isidro velázquez y vicente gauna
están por llegar a tu taco aguja
champaña francesa
medias de red
el paisaje mejora 

bairoletto y juan chiappa
la muerte los besa con labios rojos 
húmedos
y mejoran el paisaje

nada y vacía son mis hermanas
siempre me vienen a buscar

la vida es un chiste sólo para entendidos

el paisaje es tan lindo
como extraños que se miran por la noche
y que se ríen de la misma broma



POSTALES DE AMOR CARMÍN

Estaba con esa mujer porque me recuerda a usted... 
sus ojos, su cara, su risa...
todo me recuerda a usted...
excepto usted

GROUCHO MARX


1

Yo
Él

Nosotros
problemas.


2

¿Por qué has sido tan cruel
y despechada
Cassandra?
matando a Carla en el ropero
antes de la cena.


3

Nutramos nuestros cuerpos y almas para seguir amándonos.
Salgamos a comer al bar del barrio
y que la gente envidie
nuestra completud absoluta e infinita.


4

Romualdo desea a su sirvienta
con toda su alma.

La sirvienta se masturba y sueña
con la mujer de Romualdo.

La mujer de Romualdo
sólo quiere ir al shopping.

Salado es el cuerpo del sexo.


5

El mal nos hace mejores personas.


6

Nadie es profeta en su tierra
pero no hay mal que por bien no venga a tu reino.
Mas perdona de nuestros pecados
así como nosotros perdonamos a Dios.


7

Atardecer en la playa
dos se quieren
y el mundo está a sus pies 

que son tocados por las olas del mar.


8

Amores imposibles
que nos arrancan los corazones
y nos hacen arder la piel.


9

Despertar y sentirse horrible
ya que tú no estás
y sentirse estúpido
por haberte perdido
para siempre.
Cosita.


10

Dios los cría.
Ellos se juntan
y se reproducen.


11

El mal nos hace más interesantes.


12

Gente que tiene más problemas que el plomero del Titanic.
Gente que no sabe lo que quiere.
Gente que no sabe nada del amor.

Gente ideal para invitar a una fiesta
y pasarla lindo con mi chuchi.


13

El mal te hace más sexy.


14

Todo es tan solitario
sin ti.

Si al menos tuviera dinero
para pagar 
una chica como tú.


15

Ella se desviste de espaldas
y va hacia la mar en coche.

Ella es mi pequeña alegría.


16

¿Qué sería de nosotros
sin nuestra enfermedad?


17

Escribí tu nombre en la arena
y el mar con una ola
lo borró

no así mis lágrimas.


18

No te sientas mal.
No llores.
No te arrepientas.
No andes por los rincones
dando lástima.

Sólo fuiste
una piedra en el camino
y tengo alma de camionero.


19

Inventé el amor

pero demasiado tarde.


20

Un piano blanco
de juguete 
tirado en la playa

llueve

y veo tus pisadas 
en la arena


21

¿Por qué ellos que se odian
la pasan tan bien?


22

Te esperaré.
Avisame cuando se te haya pasado 
esta personalidad.



23

Dios es un loco 
que fabricó el amor.

Y a partir de ahora es una fábrica 
bajo control obrero



24

Una vieja se enamoró
de unos gatos

y los llevó a bailar tango 
y luego de paseo.

A la noche se suicidó 
en su casa llena de olor a encierro.

A ella nadie le había
escrito un poema de amor.




FICHA TÉCNICA

Los dibujos del libro Dogme et Rituel de la Haute magie, 1854, de Eliphas Levi, me dieron una o dos manos, alas, unas cucharadas de imágenes muy bien asociadas, algunas pesadillas y el placer de los libros viejos.

Patricia Murua, estuviste siempre. Como si no te hubiese ido, viviendo en mi imaginación con tus discos viejos, como aquel de Gardel cantando en francés, con tus títeres, tus pinturas y el dibujo que me hiciste, colgado en la pared.
Chapa, pintura & editing Diego E. Suarez.





CHRISTOPHE MANON [14.076]

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Christophe Manon 

(Bordeaux, Francia  1971)

PUBLICACIONES:

Ruminations, Atelier de l’agneau, 2002
Cyberhaïku, L’Attente, 2004
La Mamort, (avec Michel Valprémy), Atelier de l’agneau, 2004
Grande Beuverie de poètes au ciel, Le Clou dans le fer, 2006
l’éternité, Dernier Télégramme, 2006
Constellations, avec un CD, musique motif_r et yod, Ragage éditeur, 2006
Fiat lux, MIX., 2006
l’idieu, ikko, 2007
Victoire sur les ténèbres, Dernier Télégramme, 2008
Protopoèmes, Atelier de l’agneau, 2009
Univerciel, NOUS, 2009
Qui vive, Dernier Télégramme, 2010
Ballades du temps jadis, Derrière la salle de bains, 2010
Heureux qui n’en a pas, Derrière la salle de bains, 2010
Extrême et lumineux, Derrière la salle de bains, 2011
Testament, d’après François Villon, Editions Léo Scheer, 2011
Cache-cache, 2012



BALADA

que en cianuro y en arsénico de roca
en vitriolo en ricina y en polonio
en plomo hirviente para mejor machacarlos
en hollín y brea diluidos en el agua de lavada
hecha de mierda y de meado de chacal
en sudor de testículos de leprosos
en deshechos de pies y de viejos zapatos
en sangre de hurones y venenos descompuestos
en bilis de lobo de zorros de tejones
sean fritas sus lenguas viperinas
que en el cerebro de un gato que deteste cazar
negro y tan viejo que ha perdido sus dientes
en baba y saliva de un viejo perro
(que vale lo mismo) enfermo de rabia
en la espuma de una asmática mula
trinchera mínima con filosas navajas
en agua donde las ratas hunden sus hocicos
ranas sapos y bestias peligrosas
serpientes lagartos y otras bellas aves
sean fritas sus lenguas viperinas
que en plástico explosivo
y en el ano de una anaconda viva
en la sangre contaminada que se pone en bolsas
las noches de luna llena
una negra la otra más verde que un gargajo
en chancro y en tumor
y en las aguas claras de las alcantarillas de París
en los baños de bidet de las putas
(aquél que no comprende
jamás ha frecuentado los burdeles)
sean fritas sus lenguas viperinas
camarada pasa todos estos buenos trozos
(si no tienes ni filtro ni tamiz ni cedazo)
por el fondo de un calzón pleno de excremento
pero que antes en trozos de mierda de puercos
sean fritas sus lenguas viperinas







-Citoyens de l’aveniverciel, délégués des océans et des hauts plateaux, représentants des globes terrestres et des sphères célestes, militants des avenirpossibles, résistants internationalistes d’une lutte qui recule toujours à travers les désespoirs accumulés des siècles, ressortissants de la bataille fantôme bombardés par un excès de preuves aveugles, déserteurs des troupes sceptiques de la corrélation,  forçats des rêves splendides, voyageurs de la pensée semblables aux voyageurs de l’espace et du temps, fédérés des communes égalitaires, apatrides errants des singularités infinies, compagnons d’armes des politiques d’émancipation, maquisards et insurgés des utopies fraternelles, mutins des vérités génériques, guérilleros de la lutte des classes, éclaireurs des situations de masses, téméraires et audacieux indisciplinés qui mêlent l’idée à l’action et
l’action à l’idée, renégats des proses policières, fellahs de la révolution de l’esprit, partisans de l’esprit de la révolution,

---sœurs chiennes, frères chiens,
---loriots, fourmis, baleines, macaques,
---bêtes bêtes bêtes,

-vous tous qui mourez et vivez sans peur,
---venez à moi.
---Nous sommes tous, nous tous sommes habitants du
séjour infini de la Terre.
---Nous sommes frères.
---Nous baignons dans la même lumière, la même
lumière, nous baignons dans la même
---lumière.
---Camarades,
---ce que je dis maintenant ce n’est pas moi qui le dis,
---cela fut exhumé.Nous avons perdu la mémoire du soleil.
---Cent fois les hommes ont rêvé d’une vie nouvelle et
cent fois leur rêve a sombré
---dans le sang. Je viens d’une défaite où j’ai survécu à
toutes les morts, à toutes les morts, j’ai survécu à toutes
---puis j’ai pris le destin d’un autre comme habit. Il est
grand temps, grand temps,
---il est grand temps que vous le sachiez : je suis un homme
de l’époque. Regardez comme je sais marcher et parler.
Essayez donc de me séparer du siècle et je vous garantis
---que vous vous briserez la nuque.

J’ai vu des mondes fondre avec la guerre démente. J’ai
traversé bien des exils. J’ai appris la science des adieux et
du deuil dans les combats perdus. Et j’ai appris comment
s’effondrent
---les visages,sous les paupières comment émerge l’angoisse
et la douleur se grave sur les joues, comment le sourire
se fane sur les lèvres soumises et dans un petit rire sec
comment tremble
---la frayeur. Je sais la lumière aspirée sauvagement par les
barreaux. Je sais les douleurs partagées sur le seuil de la
fraternité, le doux miel
---des mutilations volontaires.J’ai bu l’une après l’autre mes
petites illusions. Les grandes je les ai conservées précieuse
ment pour qu’elles éclairent mes nuits. J’ai joué à cache
cache avec la mort et j’ai traversé un enfer si miraculeux
---qu’il ferait effroi aux pierres.
---Maintenant je vais moi-même maintenant à ma propre
rencontre. Un troisième œil m’arrive
---de derrière la tête. Elle qui a d’abord deux fois deux,
puis deux fois deux fois deux avec 2 /3 de queue et 1/3
d’oreille.

-Éblouissantes sont mes écailles, radieuses mes
bronches, rutilants les estuaires de ma gorge.
---L’œil ouvert je fixe l’horizon. Je suis le monde, l’univers et ses milliards de galaxies. Je communie avec toutes
les planètes et les astres sont mes frères.
---Mon cerveau je l’enveloppe dans un nuage d’éclairs et
de grêlons. Sous mon pied naissent les constellations. Ma
bouche boit l’immensité diluée et se nourrit de poussière
d’étoiles.
---Je suis la trajectoire. Je lève la main. J’indique le danger.
Je pressens les désastres à venir et je pointe la cime des
événements, des événements, je pointe la cime
---des événements. Puis je bondis au sein du mouvement
et j’offre mes chants de guérisseur aux crabes clandestins
de la Cellule Alexandre Kroutchonykh et aux mésanges
mutilées de la Brigade Vélimir Khlebnikov.

Par mon souffle, par le battement de mon cœur, ma
voix, par chaque pointe de mes poils, par tous les trous de
mon corps, par les fusils de mes yeux, par mes dents toutes
grinçantes d’un cri de fauve, par ma peau de lapin, par les
plis de mes sourcils en colère, par mes pores, littéralement
par tous mes pores j’oppose un refus ferme et définitif
à ce temps de cloportes, notre passé d’esclaves, tout cet
essaim de petitesses et de lâchetés qui font de notre vie un
tombeau, un tombeau, qui font de notre vie.
---Désormais mon cerveau désormais est parfaitement
net, ma langue nue, je parle simplement. Si je dis
---b c’est une nouvelle bombe lancée à la gueule des.
---Chacun de mes mots est une dent que j’ai contre le
Clan des Renoncipleutres et des Volimenteurs. Chacun de
mes mots vise juste dans l’image et touche au but.
---Fier face au ciel et bien plus grand que lui je commande
aux étoiles, j’enfonce des pieux dans l’esprit du monde,
puis je me jette dans le soleil d’or, dans le soleil, le soleil je
me jette
---d’or, considérant les mortificiers de mon œil de guer
rier. Maintenant je veux plonger maintenant mes yeux
dans le regard des hommes et peupler de désirs déchaînés
notre avenir et rêver,
---rêver et écouter le bruissement du monde.
---Toujours la montre des émeutes manquées toujours
continue de tourner. Même les souvenirs qu’on croyait
ineffaçables ont quitté leur place. Après des années de
défaites et de grands malheurs s’éveillent les images devant
---le monstrueux spectacle des échecs répétés et des
espoirs brisés. Maintenant je vois
---les morts ressortir des ombres de leurs ombres, renaître
de leur matière furieuse et noire avec des yeux repus dans
les trous. Je les vois se lever ainsi
---des balanciers perpendiculaires, chercher l’air de leur
poitrine ardente. Je vois
---les morts ressurgir de la terre sépulcrale, tituber dans le
réveil et se rétablir pour accomplir
---ce qui doit être accompli. Innombrable population de
tous les morts, de têtes recouvrées, de seins recomposés.
---Morts vrais, morts chargés de colères, surgis de la
matrice de la terre. Sujets violents, brillants, gravitant et
sans nombre qui cherchent du regard l’aube d’un jour
nouveau où l’on ne craindra plus
---d’être récompensés. Il en sort encore et encore soule
vant le sol comme
---des taupes rutilantes. Tous également nus, de chair
armés et caparaçonnés d’os.

Maintenant il nous faut maintenant réapprendre
---les siècles à tâtons, réapprendre les siècles il nous faut
---à tâtons. Lancer nos plus beaux assauts vers le ciel et
poursuivre jusqu’au renversement des grammaires et au
départ en exil
---des langages et des signes.
---Maintenant le ciel du Nord est comme le ciel du Sud,
---lequel est comme le ciel de l’Ouest,
---lequel est comme le ciel de l’Est.
---Maintenant des lambeaux de jour attendent tapis
derrière l’obscurité, l’obscurité, ils attendent tapis
---derrière l’obscurité.
---Maintenant les esprits des morts avant l’âge sont
revenus hanter les corps des vivants. Ils font semblant,
semblant, ils font
---semblant d’être des rochers. Si seulement,
---si seulement nos yeux étaient assez sauvages pour les
voir, nos oreilles pour entendre leur cri qui pénètre dans
nos corps, circule le long des artères jusqu’à la gorge, puis
éclate dans un hurlement, un sanglot qui ressemble à une
---e-x-p-l-o-s-i-o-n.

[............]





MARIO MORQUENCHO [14.077]

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Mario Morquencho 

Mario Martín Morquencho León (Los Órganos, Piura, 1982). Vivió toda su niñez y adolescencia cerca al mar, en su distrito natal. Al terminar la educación secundaria, se trasladó a la ciudad de Trujillo donde estudió la carrera técnica de Contabilidad. Empezó a escribir y publicar poemas en distintas webs de poesía. Radica en Lima desde el 2006. Formó parte del colectivo Heridita (Lima) y participó en el Grupo Literario Signos (Lambayeque). Ha participado en distintas ferias y recitales de poesía. Tiene publicado su poemario “Ciudadelirio” (Sol negro, 2010) y su segundo poemario “Un Mar Alcoholizado”.


RÍMAC

Yo me molesto con la vida
— Y no sé por qué con ella—
Cuando paso el puente
y veo flotar cartitas de amor en heces por el río.
¿Suicidarse desde allí?
—¡Ni loco!—
Seguro la muerte no se animaría
a recoger mi alma confundida
entre toda esa mierda debajo congelada
donde el sol y el infinito
cierran los ojos para no reflejarse en las aguas.
Hasta he llegado a creer que mi reloj se malogró
y dejó de jadear, por hacerme el valiente
estando más de un minuto,
con la esperanza de ver algún loto
entre esa nausea acuática.
Ningún arco-iris se atrevió
a defecar por esos lares,
sólo las nubes que a veces escupen,
o algún borracho que micciona decadencia.
Si alguno de nosotros fuera pez,
estar en esos charcos sería:
cumplir cadena perpetua
encerrado en la comunión de todos los gases,
o respirar en la entraña de los estreñidos.
Yo me molesto mucho con la vida
cuando paso el puente y veo ese río,
como un portal parecido a los que salen
en las películas de ciencia-ficción:

este río es el portal que nos aborta
hacia el vomito infinito
de dios.



ASESINATO EN LA CALLE OMICRÓN

Lo he matado. Me he vengado de los meses de invisibilidad. De ser como cualquiera. De ir a trabajar un día como hoy, de estar afeitado y tener el cabello recortado, con el rostro impecable, el piqué y el pantalón de color azul pulcros y planchados, los zapatos negros brillantes como un charco que la lluvia ha creado… y nunca olvidarme del fotocheck con mis 26 años encima y la cara de loco olvidado en la maquinaria cotidiana de las horas  de ser un empleado con el sueldo mínimo. 

Me he vengado de abrir la puerta y bajar las escaleras a las 7 y 30 de la mañana, de lunes a viernes, bajar las escaleras de fierro y en espiral todos los días sin tropezar siquiera porque salgo a las justas. Me he vengado de subir al bus de la rutina, del diario matutino, del noticiero de las 6 de la mañana, del gallo que sobrevive como un reloj en la azotea, del café con leche y la carretilla de la esquina. 

Lo he matado con el cuchillo con que corto el pan y lo unto con mantequilla.
¡En mis manos sangra cotidiano! La epilepsia, la agonía, la sangre por la boca, los ojos que se alejan de ser ojos, el rostro que se aleja de ser rostro.
¡Lo he matado, estoy seguro!

Me he cansado de ver su rostro, de ver los restos inmóviles, la incertidumbre de la muerte y el crimen. He optado por envolverlo con los periódicos pasados, envolver los restos, al cadáver cotidiano envolverlo con las noticias de la semana pasada, con el suicidio de ayer en un hostal perdido en la bruma de la madrugada en Lima, envolver sus extremidades con el abuso policial y la corrupción de los ministerios y el puto sistema capitalista, envolver su dorso con las estadísticas económicas y las encuestas políticas, volverlo a envolver con la injusticia social, con los jubilados que mueren haciendo cola, con los enfermos y los niños que lo único que tienen en la vida es una enfermedad extraña que se llama olvido, con los jueces que se hacen ricos y los clérigos prostituyendo el paraíso. Los buenos son pocos y contaditos.

Después de envolver al cuerpo como una estatua de papel periódico, como una obra de arte de lo que lees antes de ir al trabajo o lo que ves en las noches antes de dormir, bien envuelto todo, cada uno de los cabellos, las uñas, los bellos sombríos, envuelto el reloj y la alarma, el tatuaje en el hombro, la cicatriz de la rodilla, los pies, los caminos, la lagartija que le sale del sueño envuelto como un regalo y todo desaparecerlo dentro de una gran bolsa de plástico negra, canjearlo por una nube, por un día sólo conmigo mismo…
Lo he matado, sí
¡Lo he matado!
¡Lo he matado!

El cuchillo en la mesa viste bermejo
y baila tango…
baila tango el muy pendejo.

De Ciudadelirio (2010)



1

Sólo perro y gato
entran al bar por la puerta
—qué vieja tiene el vaso—

sigamos hablando del gringo que mató
de un arponazo al viejo buzo
el mar se contrajo a charco de sangre
y la abertura en la cabeza liberó peces
en el cielo rojo como el sexo de esta playa
donde los veleros se levantan
reclamando aire y aventura
—pon otro bolero y tráeme la correa
que estos chibolos joden la paciencia—

                       Ay diosito
envuelven la sobriedad como un cadáver
      HOY ESTOY AL DÍA EN LA LOCURA
           como una estatua que huye
    donde el viento consuela las palabras

la divagación de este ebrio canta:
«vida mía, qué quieres que yo diga
                 qué quieres que yo haga»
si esta botella tiene las últimas gotas
                      de sangre y de cerveza

cómo nos arde el espinazo en la faena obligada
                                      al frente            mar!
                                          detrás            mar!
                             a los costados            mar!
                en todos nuestros ojos            mar! mar!
espéranos con un pez en la boca
que en altamar no hay bares ni momentos como este
                       —qué vieja tiene el vaso—

perro chusco cruza la calle y es tan hermoso el pulgoso
                                                 manclenco
                         menos el ladrido ardiente
al besar el ave muerta las faldas del cerro
    que tienden la sombra sobre las arenas

    Ay mamita linda
porque hay tanta gente que no entiende
dónde van mis pies caigo podrido
y las viejas dicen:

                            miren al hijo de tal
                            es un palanejebe
                            y tiene pa’ sus aguas
desnudo bailando en medio de la plaza
grito:

miren   carajo  este borracho
   tiene vidas como el gato
      pulgas como el perro

        este borracho bien volao
            pide su vaso y su cigarro

              este borracho grita:
                  delirio ocupa este vaso

                    este borracho
                       con la humanidad al aire
                           alimenta a las aves del pueblo

                este borracho   cruza la calle
   perro chusco pulgoso   cruza la calle
             y pican los versos rechonchos
                                             de sangre

A YYY P O E S I A P O E S I A P O E S Í A
                      como el gringo que mató
                de un arponazo al viejo buzo
                            INCRÚSTAME este vaso
                                         en la cabeza




3

Rodarán las cabezas de familia
                   por el piso rojo pegajoso
                          y maloliente de los bares
rodarán como el desplume de las aves
destripadas en la orilla de los mares

ahora nuestro amigo pide a señas la ronda de esta tarde
ahogando la decencia con un sorbo de cerveza
mientras que la dama del costado nos enseña
                                               la pradera de sus piernas
nos dice que ha llegado a esta tierra por engaños
y que tiene un hijo en la selva que la espera

¡SALUD! mis muchachas extranjeras
pienso mientras Janis mueve las caderas
la cumbia que le sale de las venas
es la danza infectada de cometas
que abarrotan de clientes estas mesas:
cabezas de familia que ruedan
en los pechos de estas hembras
                                  destetadas por la luna
que tienen el hombro más grande que esta playa
hembras con el sexo acosado por las aves:
             pájaros bohemios llorando una pena
             pájaros en celo tras musgo de tristeza

hay tantos perros que ladran estas cuevas
y se rigen a los puños el dominio de las perras
profanan la belleza ahorcada en los cabellos de Jimena
confunden los ojos de Graciela
con los sueños en la noche de centellas

porque mi corazón no es un tacho de basura
en la plaza más oscura
Jazmín    déjame decirte
               que te quiero como mierda
              aunque seas la más puta
              de esta tierra

Oh mujeres de la mala vida
pido otra ronda en esta tarde que se apaga
por la lluvia venidera
                           y las noches del mañana





10

¡No es posible que me haya quedado sin ellas!
                     si andan como el aire
                         en todas partes

         ¡Es imposible de que no diga nada!
si mi boca comulga de ellas a cada instante

es una bajeza ir por el mundo
     teniendo nudos en la garganta
                     tragando caos tras caos
dejando a la belleza vestida de esqueleto
bajo el enorme monolito de silencio
junto a los gusanos que un día hemos de montar
con toda el ansia de vivir y estar muertos

es imposible dejar amarrada nuestra lengua
                                         a un palote de muelle
existiendo a flote en un inmenso mar de contradicciones
es imposible no navegar no naufragar
                     ahogarse es posible
ahogarse y dejar de ser anfibio
                      treparse de la orilla
                  de alguna orilla erguirse
y caminar y caminar hasta encorvarse
porque es imposible impedir ser un cadáver
es más posible que florezca de aquello
                                   un inmenso jardín de arte

¡Es imposible haberme quedado sin ellas!
y si un día me cortan la lengua me resta el seso
      mi mano lapicero
      mi mano lápiz
      mi dedo pluma
      mi dedo carbón
      mi dedo humano
      mi dedo hueso
      mi dedo nube




4

Aquí trasbordan mi cuerpo
desde las profundidades del amanecer
sobre este mar donde bailan los barcos desolados
             viene el Santa Lucía con mi tonelada muerta
             enredado y carcomido por
             los peces fosforescentes del amor

Aquí llega mi cuerpo pálido y plateado
                                          no azul como el cielo
                                    sino verde hastiado por el sol
                             mis ojos grises de orfanato de sirenas
                              mi frente de Poseidón desmenuzado

                   Aquí bailan los barcos desolados del amor
                   en los aires gallinazos de rojiza cabecera
                           se rigen mis tripas descompuestas
    se ennegrecen las nubes en cada parte de mi cuerpo
mientras el Santa Lucía ancla la soledad cerca al muelle
apagan el motor los corazones y las chalanas obedecen
                       la triste canción de la marea

Proas cortan la danza de la marejada
el sol a estribor desierto cruza
las espaldas desnudas de los pescadores
que observan desde el puente
mi cuerpo vencido
con la barba de San Pedro desempleado
con el corazón a babor expuesto a la mañana
   mi corazón   que es un barco solitario
                        que baila en medio de la nada
   mi corazón   que mece el sueño de las aves
   mi corazón   que es una luna escamoteada

Ahora que ya no me sirven las agallas
       ni pesa tu mirada en mis escamas
ya no hay un Divino Cristo que me salve
sólo el canto de los barcos desolados:

                                             manicomio de tu voz
                                             a la hora del ocaso



14

Te ocultas bajo sábanas de incienso
 con tu hombro lleno de moluscos
  tu hombro diestro besado por el mar
   por aves guaneras que apenas
    te veo apenas:
    piel salada
    roca de ensueño
¿a qué hora te levantarás bronce durmiente?
     cuando el sol exhale el incienso
tus cabellos    tu rostro     tus sueños
no dejarán de escabullirse en el fondo
a qué hora te levantarás pedacito de mujer heroica
                    amante del profundo frenesí oceánico
a qué hora vas a parpadear exiliada emoción de encanto
                    cadera solitaria de lo inesperado
verte incorporar al mundo como resorte de algas
ver crecer niágaras desde tus senos verdes
 ver desprender peces desde tus vírgenes ojos
  ¡todo podría suceder cuando la tarde llegue!
    y dejarás corales conquistando tus manos
    una cueva que albergue todas las corrientes
    un paisaje para el amor la soledad y el arte
    porque estás entregada al mar
                  enamorada del oeste
     ultrajada por la melancolía de un barco fugitivo
                              que todos los días esperas
porque la esperanza sigue anclada a tu corazón desconocido
                      y te ha convertido:

                                                en una isla


15

Deja que salga
que la nausea matutina no lo agobie
      escucha la tronazón de la marea
      el aguacero desatado en la cabeza
deja que se levante
       se lave la cara
irrumpirá en la realidad como las nubes
      deja que está a tiempo
      de refregar sus ojos aún nocturnos
la sed descalza que le anda en la garganta
              es un pueblo a pie por el desierto

Déjalo… ya irá

primero que se busque
se encuentre en pleno tropezón del equinoccio
           caiga de la cama unas cien veces
           observe en el espejo
           la penumbra elástica del rostro
           y las ojeras de pie sobre las dunas
déjalo que sufra
se pueble de espinas
           una ola lo revuelque
           y sienta el remezón de la corriente
           mano que lo samaquea hondo
no importa
se dará cuenta que pierde todo
le gritarán la verdad en la cara
      inmaduro
              atorrante
                     bacancito
      D    E    S    P   I    E   R    T    A

se hará el incomprendido
mar agitado que despierta a cada rato
cielo que se encoge y que se estira
llanero solitario sobre una tabla de surf

                                                    y la rebelión
explosión que exponen sus ojos rojos y saltones
                                                       lágrimas
lluvia que se cuela por los agujeros de la calamina
polvo que traspasa la celosilla de los sueños
ordena cerrar los ojos al crepúsculo
ciego albatro que se estrella contra el cerro

              escucha el ala rota
la cuerda oscura entre los trópicos
el ventarrón que cría una carraspera
ahógate       arrástrate     convéncete
        intérnate en los chicheríos
           encuentra a tus amigos

señora Vilma… una jarrita de chicha
           que adormite la tristeza    la rabia
   el animal desmembrado en la basura

                       pasa el poto
                  chupa   ríe   canta
  báilate con la doña esa cumbia de moda
                      luz libertina
                     crepita dentro

                        oh vaivén
                          repítete
                     reprime el frío
                   la ausencia solar
                       el silencio
            paciente pescador al borde:
    s á c a l e l a n z u e l o a l b a g r e
                          corre
                          huye
                 escarba en la arena

              encuentra estas palabras


De Un Mar Alcoholizado 



OFELIA ZEPEDA [14.084]

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Ofelia Zepeda 

Poetas indígenas del mundo: Ofelia Zepeda (Nación Tohono O'odham, Estados Unidos)

nació en Stanfield, Arizona, Estados Unidos, en 1952. Es poeta, lingüista y profesora universitaria. Obtuvo una maestría y un doctorado en lingüística de la Universidad de Arizona y es autora de una gramática de la lengua de los Tohono O'odham, Una gramática Papago, 1983. Otros de sus libros publicados: Poder del océano: Poemas del Desierto, 1995 y Movimientos de la Tierra Jewed'l-hoi, poemas O'odham, 1996. La poesía de Zepeda roza la lingüística, las tradiciones O'odham, el mundo natural, y la experiencia de la vida contemporánea O'odham. Su obra está influenciada por temas y canciones tradicionales Papago.




PRESENTACIÓN DE LA DANZA DEL VENADO

Pregunta: ¿Puedes hablarnos acerca de lo que él lleva puesto?
Bueno, los cascos representan los cascos del ciervo,
el pañuelo rojo representa las flores que comió,
el chal, la piel.
Los capullos hacen el sonido del venado caminando sobre hojas y hierba.
Escucha.
Pregunta: ¿Qué es lo que late?
Un tambor de calabaza. El tambor representa el latido del corazón del venado.
Escucha.
Cuando el tambor late, trae el ciervo a la vida.
Creemos que el agua en la que reposa el tambor es santa. Es la vida.
Adelante, tócala.
Bendícete con ella.
Es santa. Ahora estás a salvo.
Pregunta: ¿Cómo el niño se vuelve bailarín?
Sólo lo sabe. Su madre dijo que él tenía sueños cuando sólo era un niñito.
Ya sabes lo que pasa. Simplemente lo tenía en él.
Entonces empezó a trabajar con los más ancianos, quienes le enseñaron a bailar.
Hizo muchos sacrificios por su baile aunque fuera sólo un niño.
Las personas coinciden: "Sí, puedes verlo en su cara."
Pregunta: ¿Qué hacen con el dinero que les lanzamos?
Oh, sólo lo reparten entre los cantantes y el bailarín.
Probablemente llevarán al niño a McDonald’s, por hamburguesa y papitas.
Los hombres se tomarán una cerveza probablemente.
Hoy hace calor, sabes.





PROCLAMACIÓN

El hijo de Cuk es una historia.
Tucson es una alternativa lingüística.
La historia está en muchas lenguas
que aún se escuchan aquí
en las Montañas Negras.
Están en el eco de lo perdido, lenguas olvidadas
escuchadas aquí incluso antes de que llegara la gente.

La verdadera historia de este lugar
recuerda la gente caminando
desiertos su vida entera y
continuando hoy, aunque sólo
en sus sueños.
La verdadera historia suena
en sus pasos en un
lugar tan silencioso, que pueden oír
la sangre fluir
por sus venas.
Sus historias dan forma a la
montañas que rodean este lugar.
Wa:k* es la historia de los
recuerdos del agua de este desierto.

Ciudadanos gravitan en torno al Cañón Sabino.
El canturreo, el zumbido, el repiqueteo de la vida acuática,
el milagro de arroyos del desierto
sobre rocas lisas.
Las piedras, sedimentos más viejos que la vida misma
sirven como recordatorios.
Debería ser innecesario que notas adhesivas
nos recordaran qué lugar es un desierto.
Un lugar depende de lluvias de verano,
ligeras capas de nieve,
la rareza de lechos secos como ríos rebeldes.
Es la verdadera gente del desierto la que alza
sus rostros con los primeros signos de humedad.
Saben cómo inhalar apropiadamente.
Reconocen el aroma de la creosota en la distancia.
Liberado el ciclo empieza de nuevo.
Estas personas son dignas de alabanza.

Son otros quienes lamentan el calor de
un día de junio, simultáneamente
encontrando orgullo en sobrevivir
el calor -un calor seco.
Estos individuos deberían simplemente
ser tolerados.

Contrario a quienes se mueven
desde un ambiente con aire acondicionado
a otro, nunca reconociendo el calor del verano.
Ser agradecidos con noviembre, cuando
las temperaturas caen por debajo de los treinta,
quejándose de la falta de estaciones en el desierto,
dirigiéndose a las montañas
para ver colores--
de estas personas, bueno ¿qué podemos decir?
Debemos tenerle lástima a los perros de Tucson.
Que ladran como si pertenecieran a alguien y
que, antes de la lluvia, desean ser de un color diferente al negro.

* Wa:k es el nombre del lugar O'odham, marcando la referencia a las fuentes de agua naturales. Wa: k es también el lugar de San Xavier del Bac, cerca de Tucson.





HUMO EN NUESTRO CABELLO

El olor de la leña ardiendo guarda
El recuerdo más fuerte.
Mezquite, cedro, piñón, enebro,
todos son distintos.
Mezquite es el aire seco del desierto y el invierno blando.
Cedro y piñón son lugares más fríos.
Aire de invierno en nuestro cabello se aleja,
y el olor a humo se asienta en su lugar.
Nos paseamos por el resto del día
con el aroma que reposa en nuestros hombros.
El dulce aroma sostiene el recuerdo más fuerte.
Estamos alrededor del fuego.
El sonido del crepitar de la madera y la chispa
es efímero.
El humo, como los recuerdos, impregna nuestro cabello,
nuestra ropa, las capas de nuestra piel.
El humo viaja profundamente
hasta el asiento de la memoria.
Caminamos lejos del fuego;
no importa cuán lejos caminemos,
llevamos este olor con nosotros.
Nueva York, Francia, Alemania-
atrapamos el aroma de la leña;
nos lleva a casa.
(Traducción León Blanco)



Ofelia Zepeda 

Worldwide Aboriginal Poets: Ofelia Zepeda (Tohono O'odham Nation, United States)

Ofelia Zepeda was born in Stanfield, Arizona, USA, in 1952. She is a poet, linguist and university professor. She earned an MA and a PhD in linguistics from the University of Arizona and is the author of a grammar of the Tohono O'odham language, A Papago Grammar, 1983. Zepeda’s poetry collections include Ocean Power: Poems from the Desert, 1995 and Jewed’l-hoi/Earth Movements, O’Odham Poems (1996). Zepeda’s poetry touches on linguistics, O’odham traditions, the natural world, and the experience of contemporary O’odham life. Her work is influenced by traditional Papago themes and songs.




DEER DANCE EXHIBITION

Question: Can you tell us about what he is wearing?
Well, the hooves represent the deer’s hooves,
the red scarf represents the flowers from which he ate,
the shawl is for skin.
The cocoons make the sound of the deer walking on leaves and grass.
Listen.
Question: What is that he is beating on?
It’s a gourd drum. The drum represents the heartbeat of the deer.
Listen.
When the drum beats, it brings the deer to life.
We believe the water the drum sits in is holy. It is life.
Go ahead, touch it.
Bless yourself with it.
It is holy. You are safe now.
Question: How does the boy become a dancer?
He just knows. His mother said he had dreams when he was just a little boy.
You know how that happens. He just had it in him.
Then he started working with older men who taught him how to dance.
He has made many sacrifices for his dancing even for just a young boy.
The people concur, “Yes, you can see it in his face.”
Question: What do they do with the money we throw them?
Oh, they just split it among the singers and dancer.
They will probably take the boy to McDonald’s for a burger and fries.
The men will probably have a cold one.
It’s hot today, you know.




PROCLAMATION

Cuk Son is a story.
Tucson is a linguistic alternative.
The story is in the many languages
still heard in this place of
Black Mountains.
They are in the echo of lost, forgotten languages
heard here even before the people arrived.

The true story of this place
recalls people walking
deserts all their lives and
continuing today, if only
in their dreams.
The true story is ringing
in their footsteps in a
place so quiet, they can hear
their blood moving
through their veins.
Their stories give shape to the
mountains encircling this place.
Wa:k* is the story of
water memories of this desert.

Citizens gravitate to Sabino Canyon.
The humming, buzzing, clicking of water life,
the miracle of desert streams
on smooth boulders.
Rocks, sediment older than life itself
serve as reminders.
It should be unnecessary for sticky notes
to remind us what a desert place is.
A place dependent on rains of summer,
light dusting of snow,
the rarity of dry beds as rebel rivers.
It is real desert people who lift their faces
upward with the first signs of moisture.
They know how to inhale properly.
Recognizing the aroma of creosote in the distance.
Relieved the cycle is beginning again.
These people are to be commended.

It is others who lament the heat of
a June day, simultaneously
finding pride on surviving
the heat—a dry heat.
These individuals should simply
be tolerated.

Opposed to those who move
from one air-conditioned environment
to another, never acknowledging the heat of summer.
Being grateful for November, when
temperatures drop below eighty,
complaining of the lack of seasons in the desert,
heading for mountains
to see colors—
these people—well, what can we say.
We must feel for the dogs of Tucson.
Who bark as if they belong to somebody and
who, before the rain, wish they were a color other than black.

* Wa:k is the O’odham place name marking reference to natural water sources. Wa:k is also the place for San Xavier del Bac, located near Tucson.





SMOKE IN OUR HAIR

The scent of burning wood holds
the strongest memory.
Mesquite, cedar, piñon, juniper,
all are distinct.
Mesquite is dry desert air and mild winter.
Cedar and piñon are colder places.
Winter air in our hair is pulled away,
and scent of smoke settles in its place.
We walk around the rest of the day
with the aroma resting on our shoulders.
The sweet smell holds the strongest memory.
We stand around the fire.
The sound of the crackle of wood and spark
is ephemeral.
Smoke, like memories, permeates our hair,
our clothing, our layers of skin.
The smoke travels deep
to the seat of memory.
We walk away from the fire;
no matter how far we walk,
we carry this scent with us.
New York City, France, Germany—
we catch the scent of burning wood;
we are brought home.


http://www.wpm2011.org/node/591









OODGEROO NOONUCCAL [14.085]

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Oodgeroo Noonuccal

Poetas indígenas del mundo: Oodgeroo Noonuccal (Nación Quandamooka, Australia)

Oodgeroo Noonuccal nació en Australia en 1920. Fue una poeta, artista, educadora, ensayista, escritora para niños y activista política. La primera nativa australiana en publicar un libro. Libros de poesía publicados: Árbol de caucho municipal, 1960; Nos estamos yendo, 1964; El amanecer está a mano, 1966; Mi pueblo: una colección de Kath Walker, 1970; El pasado, 1970; No más boomerang, 1985; Kath Walker en China, 1988; El bar del color, 1990; Oodgeroo, 1994; Que no seamos amargados, 1990; Blanca Australia, 1970; Todo una raza, 1970; La raza infeliz, 1989; Luego y ahora, 1970. Murió en 1993.



EL ÚLTIMO DE SU TRIBU

El cambio es la ley. Lo nuevo debe expulsar a lo viejo.
Te miro y vuelvo tiempo atrás,
Viejo Pinaroo, solitario y perdido aquí,
El último de tu clan.
Quedaste sólo con tus recuerdos, te sientas
Y piensas en la multitud alegre, el pueblo feliz,
Las voces y las risas
Todas se han ido, todas se han ido,
Y permaneces solo.
Te pregunté y me dejaste oír
La suave lengua llena de vocales, a ser escuchada ahora
Nunca más. Representas viejas escenas
Para mí, los modos antiguos, tú que has usado
Boomerang y lanza.
Tú, cantor de antiguos tonadas tribales,
Tú, líder una vez en el corroboree*,
Tú, dos veces en feroces batallas tribales
Con oscuros enemigos salvajes del otro lado del río,
Todos se han ido, todos se han ido. Y siento
El repentino ardor de las lágrimas, Willie Mackenzie
En el Albergue del Ejército de Salvación.
Un desplazado en tu propio país,
Solitario entre las rebosantes multitudes de la ciudad,
El último de tu tribu.

*Un corroboree es un evento en el cual los aborígenes australianos interactúan con el Tiempo del Sueño, a través de la danza, la música y la vestimenta. (Wikipedia).





NOS ESTAMOS YENDO

Llegaron al pueblito,
Una horda semi-desnuda, sometida y silenciosa,
Lo que quedaba de su tribu.
Llegaron aquí, al lugar de su viejo suelo bora
¿Dónde está ahora la multitud de hombres blancos a prisa como hormigas?
El aviso de la inmobiliaria reza: “Arroje basura aquí”.
Ahora cubre ella la mitad de las huellas del antiguo círculo bora.
Parecemos extraños aquí ahora, pero la tribu blanca es la extraña.
Pertenecemos aquí, somos los modos antiguos.
Somos el corroboree y el suelo bora,
Somos las viejas ceremonias, las leyes de los ancianos.
Somos los cuentos de asombro del Tiempo del Sueño, las leyendas tribales contadas.
Somos el pasado, las cacerías y los juegos de risa, los fuegos del campamento errante.
Somos el relámpago sobre la colina Gaphembah
Rápido y terrible,
Y el Tronador después de él, aquel compañero bulloso.
Somos el amanecer silencioso que destiñe la laguna oscura.
Somos sombras fantasmas retirándose mientras se merman las hogueras
en los campamentos.
Somos la naturaleza y el pasado, los modos antiguos
Ya idos y dispersos.
Los matorrales se han ido, la caza y la risa.
El águila se ha ido, el emú y el canguro se han ido de este lugar.
El círculo bora se ha ido.
El corroboree se ha ido.
Y nos estamos yendo.





ÁRBOL DE CAUCHO MUNICIPAL

Árbol de caucho en la calle citadina,
Duro asfalto rodea tus pies,
En cambio deberías estar
En el mundo fresco de corredores frondosos
Y llamados de aves silvestres
Me parece que te asemejas
A aquel pobre caballo de tiro
Castrado, quebrado, algo maltratado,
Sujetado y abrochado, su infierno prolongado,
Cuya cabeza gacha y aspecto apático expresan
Su desesperanza.
Árbol de caucho municipal, es doloroso
Verte así
Situado en tu negro césped de asfalto
O conciudadano,
¿Qué nos han hecho?

Traducción: León Blanco




Oodgeroo Noonuccal

Worldwide Aboriginal Poets: Oodgeroo Noonuccal (Quandamooka Nation, Australia)

Oodgeroo Noonuccal was born in Australia in 1920. She was a poet, artist, educator, essayist, children's writer and political activist. She was the first Australian native to publish a book. Her books of poetry published include: Municipal Gum, 1960; We Are Going: Poems, 1964; The Dawn Is at Hand: Poems, 1966; My People: A Kath Walker Collection, 1970; The Past, 1970; No More Boomerang, 1985; Kath Walker in China, 1988; The Colour Bar, 1990; Oodgeroo, 1994; Let Us Not Be Bitter, 1990; White Australia, 1970; All One Race, 1970; The Unhappy Race, 1989; Then and Now, 1970. She died in 1993.





LAST OF HIS TRIBE

Change is the law. The new must oust the old.
I look at you and am back in the long ago,
Old Pinaroo lonely and lost here
Last of your clan.
Left only with your memories, you sit
And think of the gay throng, the happy people,
The voices and the laughter
All gone, all gone,
And you remain alone.
I asked and you let me hear
The soft vowelly tongue to be heard now
No more for ever. For me
You enact old scenes, old ways, you who have used
Boomerang and spear.
You singer of ancient tribal songs,
You leader once in the corroboree,
You twice in fierce tribal fights
With wild enemy blacks from over the river,
All gone, all gone. And I feel
The sudden sting of tears, Willie Mackenzie
In the Salvation Army Home.
Displaced person in your own country,
Lonely in teeming city crowds,
Last of your tribe.

* A corroboree is an event where Australian Aborigines interact with the Dreamtime through dance, music and costume (Wikipedia).





WE ARE GOING

They came in to the little town
A semi-naked band subdued and silent
All that remained of their tribe.
They came here to the place of their old bora ground
Where now the many white men hurry about like ants.
Notice of the estate agent reads: ‘Rubbish May Be Tipped Here’.
Now it half covers the traces of the old bora ring.
‘We are as strangers here now, but the white tribe are the strangers.
We belong here, we are of the old ways.
We are the corroboree and the bora ground,
We are the old ceremonies, the laws of the elders.
We are the wonder tales of Dream Time, the tribal legends told.
We are the past, the hunts and the laughing games, the wandering camp fires.
We are the lightening bolt over Gaphembah Hill
Quick and terrible,
And the Thunderer after him, that loud fellow.
We are the quiet daybreak paling the dark lagoon.
We are the shadow-ghosts creeping back as the camp fires burn low.
We are nature and the past, all the old ways
Gone now and scattered.
The scrubs are gone, the hunting and the laughter.
The eagle is gone, the emu and the kangaroo are gone from this place.
The bora ring is gone.
The corroboree is gone.
And we are going.





MUNICIPAL GUM

Gumtree in the city street,
Hard bitumen around your feet,
Rather you should be
In the cool world of leafy forest halls
And wild bird calls
Here you seems to me
Like that poor cart-horse
Castrated, broken, a thing wronged,
Strapped and buckled, its hell prolonged,
Whose hung head and listless mien express
Its hopelessness.
Municipal gum, it is dolorous
To see you thus
Set in your black grass of bitumen--
O fellow citizen,
What have they done to us?



http://www.wpm2011.org/node/589



SAMUEL WAGAN WATSON [14.086]

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Samuel Wagan Watson 

Poetas Indígenas del Mundo: Samuel Wagan Watson

Samuel Wagan Watson nació en Brisbane en 1972 y es un poeta indígena australiano, con antepasados irlandeses, alemanes, Bundjalung y Birri Gubba. Hijo del novelista y activista político Sam Watson, quien era el único estudiante indígena en la Universidad de Queensland, en 1971. Reconoce entre sus influencias las de Nick Cave, Tom Waits, Jack Kerouac, Charles Bukowski y Robert Adamson. Su poesía oscila entre la observación de la vida cotidiana y los efectos de la colonización en un lenguaje vívidamente directo, casi táctil. Ha publicado los libros de poesía: De Musa, Vagabundeo y Medianoche, 1999, Premio David Unaipon de poesía para jóvenes escritores indígenas; Blues Itinerante, 2002; Hotel Hueso, 2001; Secretos Encriptados en Humo, 2004, Premio de Poesía Kennett Slessor al mejor libro de poesía del año, 2005; Perros de Tres Patas y otros poemas, 2005. Entre otros reconocimientos recibió en el año 2000 un importante premio por sus contribuciones sobresalientes a la cultura australiana.



ARROJA SAL

Nuestros Sabios están bien familiarizados con la Mala Suerte,
Y reconocen la Muerte por su signo,
No cruces cuchillo y tenedor en la mesa de la cocina
Porque justo estás invitando al diablo a cenar,
Arroja sal.

Un búho es la pluma mala de la premonición,
Un gato negro puede leer sólo tiempos oscuros,
Mientras perros de ojos rojos merodean la encrucijada de la Misión y las colinas
Cuando alas de murciélago expresan fácilmente el brillo de la luna,
Arroja sal.

Para lo que nos aflige está el aceite de hígado de bacalao,
Habla de los muertos y se curvará tu columna vertebral,
Deje un vaso de agua protector sobre el alféizar de la ventana de la noche,
Apostar el sábado te volverá ciego,
Arroja sal.

Toca madera y arroja sal sobre tu hombro
Arrójala una vez al día y hazla divina,
Ser supersticioso es ser uno; con Dios y la naturaleza oscura,
Ser supersticioso es ser sublime,

Arroja sal,
Arroja sal,
Arroja sal...




MONSTRUO

No puedo hablar la lengua de mi abuela y nunca he estado en la tierra de mi abuelo,
He viajado aquí y allá,
mi cultura replicada en laboratorios financiados por el gobierno;
Soy un Frankenstein del Tiempo del Sueño,
Soy un Frankenstein del Tiempo del Sueño.

Carne reanimada que una vez cantó líneas de canciones naturales
extirpada quirúrgicamente mi alma cristiana y reparada con diseño indígena,
un patriota de bandera negra, amarilla y roja, sin embargo,
soy daltónico.
Soy un Frankenstein del Tiempo del Sueño.

¡Soy una mutación de la política de la Australia blanca!
¡Soy un Frankenstein del Tiempo del Sueño!
Soy la pesadilla viviente del sueño Australiano; ¡un aborigen educado!
Asusto a algunas personas blancas con mi inglés; ¡Soy un Frankenstein del Tiempo
del Sueño!
En la sociedad actual, mis vecinos cantarán, Adelante Australia Justa, y al igual que la abominación que soy Sólo puedo preguntar ¿Adelante Australia Hacia Dónde?
Pensar negro es un crimen de pensamiento, no necesito Reina o país profanado y sólo el nacionalismo australiano puede definir, que soy un renegado del contexto indígena; soy un Frankenstein del Tiempo del Sueño…




LOS HOMBRES TORCIDOS

Mi Padre enderezó a los hombres torcidos
En la vieja caseta de la lavandería
Sobre herramientas de pesca y botes de tuercas y tornillos
Donde sobre un escurridor
Sus formas desnudas y retorcidas colgaban del cuello,
El vello corporal como agujas de pino,
Restringidos por abrazaderas soldadas
Y dientes de trampa de acero
Brazos hidráulicos y poleas
Y una brillante bandeja de goteo en el suelo
Para recoger el expulsado odio ennegrecido

A veces ocho, a veces diez
Los hombres torcidos
Con caras como ciruelas pasas
Tatuajes y cicatrices
Y lenguas que ya no funcionaban
Inundadas por obscenidades
Mientras goteaban día y noche
En la vieja caseta de lavandería

Y fueran agradecidos o no
Los hombres torcidos,
Tampoco estaban en deuda con mi padre
Y su escurridor increíble,
En estos días en que su odio iba a chorrear por el refugio de mi patio trasero
Ahogando los olores de la tarde de sábado y la hierba recién cortada
Y el ladrido del labrador
Y la inocencia perdida
Por los hombres torcidos...




Samuel Wagan Watson

Worldwide Aboriginal Poets: Samuel Wagan Watson

Samuel Wagan Watson was born in Brisbane, Australia, in 1972. He is a poet, narrator, storyteller, academic, musician, artist and activist. Some of his books of poetry are: Of Muse, Meandering and Midnight, 1999; Itinerant Blues, 2002; Hotel Bone, 2001; Smoke Encrypted Whispers, 2004; Three legged dogs, and other poems, 2005 and The Curse Words, 2011. Among other important recognitions, he was the winner of the David Unaipon Award.




MONSTER

I can’t speak my grandmother’s tongue and I’ve never been on my grandfather’s land,
I’ve travelled here and I’ve travelled there,
my culture replicated in government-funded laboratories;
I am Frankenstein of the Dreamtime,
I am Frankenstein of the Dreamtime.

Reanimated flesh that once sung natural song-lines
surgically removed my Christian soul and repaired it with Indigenous design,
a patriot to a black, yellow and red flag, yet I am colour-blind.
I am Frankenstein of the Dreamtime.

I am a mutation of the white Australia policy!
I am Frankenstein of the Dreamtime!
I am the Australian Dream’s living nightmare; I am an educated Aborigine!
I scare some white people with my English; I am a Frankenstein of the Dreamtime!
In today’s society, my neighbours will sing, Advance Australia Fair, and like the abomination that I am I can only ask Advance Australia Where? Thinking black is a thought-crime, I have no need for Queen or desecrated country and only Australian nationalism can define, I’m a renegade of Indigenous context; I am Frankenstein of the Dreamtime . . .





THE CROOKED MEN

My Dad straightened out the crooked men
In the old laundry shed
Above the fishing gear and jars of nuts and bolts
Where on a rack
Their naked, twisted forms did hang from the neck,
Body hair like pine-needles,
Restrained by welded g-clamps
And steel-trap teeth
Hydraulic arms and pulleys
And a shiny drip-tray on the floor
To catch the expelled, blackened hate

Sometimes eight, sometimes ten
The crooked men
With faces like prunes
Tattoos and scars
And tongues that could no longer work
But engulfed by obscenities
As they leaked night and day
In that old laundry shed

And they were not grateful or ungrateful
The crooked men,
Nor were they in debt to my father
And his amazing rack,
In these days when their hate would trickle through my backyard haven
Drowning the smells of Saturday afternoon and freshly cut grass
And the yap of the Labrador
And innocence lost
To the crooked men...



http://www.wpm2011.org/node/581




ROSE-MARIE HUUVA [14.087]

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Rose-Marie Huuva

Poetas indígenas del mundo: Rose-Marie Huuva (Nación Sami, Noruega)

Rose-Marie Huuva nació en el pueblo Rensjon Sami, norte de Suecia, en 1943. Poeta, ensayista y artista visual. Pertenece a la Unión de escritores de Suecia y a la Unión de Artistas Visuales del mismo país. Escribe en su lengua materna sami y ha publicado cinco libros de poesía. Sus esculturas, instalaciones y otras obras plásticas han sido exhibidas en Europa, Japón, Estados Unidos, Rusia y Panamá.





En aquellos días
el alcohol era un conocido bien de comercio
entre los sacerdotes

Laestadius predica
exhortando a los samis pecadores
a la salvación
por conversión

su mercancía es
de otro tipo:
cráneos sami

el sacerdote y su sirviente
excavan tumbas
desprendiendo cráneos de los cuerpos
rellenan grandes costales
incluso la plata desaparece

los bienes de Laestadius
tienen buena venta
alto valor de mercado

ocasionalmente
recibe órdenes especiales
un científico racial
exige el cráneo
de un niño sami

Un borde afilado
corta la cabeza
desde el frío cuerpo del niño

la familia está velando a su hijo





2.

en el funeral
la madre y el padre
se salvan de saber que el sacerdote
está bendiciendo su hijo
sin cabeza
para la bienaventuranza de los bienes

cráneos samis
estuvieron en gran demanda
entre los científicos raciales

los institutos de investigación
y las colecciones de los museos
rebosan de cráneos

¿No es hora de devolverlos?

Los restos de nuestros ancestros
sin sus cabezas
esperan en los sepulcros
la resurrección


Rose-Marie Huuva

Worldwide Aboriginal Poets: Rose-Marie Huuva (Sami Nation, Norway)

Rose-Marie Huuva was born in Rensjon, Sweden in 1943. She belongs to the Samiu Nation. She is a poeta, enssayist and visual artist. She belongs to the Sweden Writers Union and also the Visual Artist Union. She writes in Sami and has published five books of poetry. Her sculptures, installations and other art works have been exhibited in Europe, Japan, USA, Russia and Panama.





In those days
alcohol was a common trading goods
among the priests

Laestadius is preaching
exhorting the sinful Sámi people
to conversion
salvation

his commodity is
of another kind
Sámi craniums

the priest and his servant
are digging the graves
severing the skulls from the bodies
stuffing in big sacks
even the silver disappears

Laestadius goods
have a good sale
high market value

occasionally
he gets special orders
one racial scientist
demands the cranium
of a sámi infant

A sharp edge
cuts the head
from the childs cold body

the family is mourning their child



2.

at the funeral
the mother and father
are spared from the knowledge
that the priest
is blessing their child
without a head
to Goods blessedness

Sámi craniums
were in great demand
among racial scientists

the research institutes
and the museums collections
are filled with craniums

Isn’t it time to return them

Our ancestors remainings
without their heads
are waiting in the graves


http://www.wpm2011.org/node/569



MARRY A. SOMBY [14.088]

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Marry A. Somby

Poetas indígenas del mundo Marry A. Sombi (Nación Sami, Noruega)
Submitted by wpm2011 on Sun, 10/19/2014 - 09:48

Marry A. Somby nació en Noruega en 1953. Pertenece a la nación Sami. Hizo su debut en 1976, cuando escribió el primer libro para niños en lengua sami. Después ha publicado varios libros de poesía, ha escrito mucha dramaturgia y también ha sido actriz y pintora. Libros publicados: Ráiddostallan, 1983; Raiden går, 1993; Solens datter: et samisk eventyr, Beaivvas nieida, 1990; Uhcastáloš, 1993; Guovžža gazza; ja Guovssahasa lávlla, 1993; Krigeren, elskeren og klovnen = Mu apache ràhkesvuohta, 1994; dikt, samisk og parallelltekst Ráhkisvuoða soahki. Beaivváš sámi teáhter, 1996; Samisk skyggespill. Med Anne Helgesen. Dukketeatermanus, 1998; Okto = Alene; et drama om John Andreas Savio. Beaivváš sámi teáhter, 2002; Bajándávgi, 2004; somban.com: portretter og bokomslag Birkeland, Risa, Vold. 2005; Morten Haugen (red.). Barnas forfatterleksikon. Damm, 2003.




Antes de conocerte
libré batallas
cargué las pesadas cadenas de Stilla
sobre montañas bajo guardia

Me senté en barricadas de hielo
con lágrimas de humo
con mi pueblo entre pieles
La fuerza vino
quebró cascos de reno
y chupó el tuétano
de aquel
que una vez fue un río fluido

Emprendí largos viajes
por desiertos de
cactus y arena
sobre rocas y tierra violada




TODOS NOSOTROS EN ESTE PLANETA

Imaginas
que tu mundo es el único planeta habitado
en el Universo
imaginas
que tu tierra, tu tierra
es la mejor nación sobre La Tierra
imaginas que tu raza es la mejor
sangre sobre la Tierra
imaginas que tu pueblo
es el mejor pueblo del país
e imaginas que
tu familia
es la mejor del pueblo
Y luego piensas
que eres el mejor
de tu familia




EL GUERRERO

Mi guerrero
grita ijoho
el grito de guerra
pinta su rostro
tiene pistolas pesadas
enterradas en la selva
mezcla cocteles molotov
en botellas de gasolina
con el payaso
rueda
por la tierra
se ríe de los cuervos
se ríe de Pachamama,
Madre Tierra
le canta
una estrella



Marry A. Somby

Worldwide Aboriginal Poets: Marry A. Sombi (Sami Nation, Norway)

Marry A. Somby was born in Norway in 1953. She belongs to the Sami Nation. She is a poet, playwright, painter, actrees and writer for children. Her books published are: Ráiddostallan, 1983; Raiden går, 1993; Solens datter: et samisk eventyr, Beaivvas nieida, 1990; Uhcastáloš, 1993; Guovžža gazza; ja Guovssahasa lávlla, 1993; Krigeren, elskeren og klovnen = Mu apache ràhkesvuohta, 1994; dikt, samisk og parallelltekst Ráhkisvuoða soahki. Beaivváš sámi teáhter, 1996; Samisk skyggespill. Med Anne Helgesen. Dukketeatermanus, 1998; Okto = Alene; et drama om John Andreas Savio. Beaivváš sámi teáhter, 2002; Bajándávgi, 2004; somban.com: portretter og bokomslag Birkeland, Risa, Vold. 2005; Morten Haugen (red.). Barnas forfatterleksikon. Damm, 2003.





Before I met you
I fught battels
carried heavy Stilla chains
over mountains under guard

Sat in barricades of ice
with smoky tears
among my people in skins
The force came
broke reindeer hooves
and sucked out the marrowbones
of that
which once was a flowing river

Traveled long journeys
thruogh deserts of
cacktus and sand
over rocks and raped erarth





ALL OF US ON THIS PLANET

You imageine
that your world is the only inhabited planet
in the Universe
You imagine
that your land that your land
is the best nation on the Earht
You imagine that your race is of the best
blood on the Earth
You imagine that your cuonty
is the best cuonty in the cuontry
and you imagine that
your family
is the best in the cuonty area
And then you think
that you are the very best
of your family





THE WARRIOR

My warrior
shouts ijoho
the war cry
paints his face
has heavy pistols
buried in the jungle
mixes Molotov cocktails
on gasoline bottles
with the clown
rolls
in the dirt
laughs at the crows
laughs at Patchamama,
Mother Earth
sings her
a star


http://www.wpm2011.org/node/568










JENNY MASTORAKI [14.089]

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Jenny Mastoraki

Jenny Mastoraki (en griego: Τζένη Μαστοράκη) (Atenas, 1949) es una poetisa y traductora griega . Estudió filología en la Universidad de Atenas.

Pertenece a la «Genia tou 70» (generación de los años 1970), que es el término utilizado para describir a los autores griegos que comenzaron a publicar su trabajo durante esta década, especialmente al final del Régimen de los Coroneles y los primeros años de la Metapolitefsi.

Poesía

Διόδια 19721
Το σόι, 1978
Ιστορίες για τα βαθιά (historias de lo profundo), 1983
Μ'ένα στεφάνι φως (Con una guirnalda de luz), 1989

Selected translations

Sallinger, J.D., Ο φύλακας στη σίκαλη (The Catcher in the Rye), 19782
McCullers, Carson, Πρόσκληση σε γάμο (The Member of the Wedding), 1981
Canetti, Elias, Η τύφλωση (Die Blendung), 1985
Böll, Heinrich, Οι απόψεις ενός κλόουν (Ansichten eines Clowns), 1986
Highet, Gilbert, Η κλασική παράδοση (The Classical Tradition), 1988
Poe, Edgar Allan, Λιγεία (Ligeia), 1991




El poeta

Debe ser difícil
la tarea del poeta.
Personalmente, no lo sé.
Yo toda mi vida
escribía sólo
unas largas, desesperanzadas cartas
sobre barrios áridos,
las encerraba en botellas
y las arrojaba en las alcantarillas.

en Peaje, 1972





Resumen

Hijo, mi madre
me ponía sobre la piel el padrenuestro
y talismanes azules de Tinos.
Tomaba una gran llave
y cerraba dos veces mis ojos.
A la mañana enumeraba los sueños
y los registraba en un cuaderno.
Ahora me exorciza
el canto en los labios
cuando duermo
y todas las noches mi cama
se convierte en un tapiz
donde borda: “Libertad o muerte”





La alegría de la maternidad

Por las noches hago trabajos peligrosos.
Ato grandes cuerdas
de ventana  a ventana
y cuelgo diarios clandestinos.
Qué puedo hacer, la poesía ya no rinde.
Nos lo dijeron también otros, te dicen.
Y después, hay algunos que cantan
la alegría de la maternidad.
Mi hija nació
como todos los niños.
Al parecer, tendrá también fuertes pies
para correr a las manifestaciones.

En: Poesía griega moderna, Bs. As., Vinciguerra, 1997
Traducciones: Horacio Castillo




Eran un pueblo inofensivo. 
incapaz incluso de contar 
el sexo de su ganado. 
Alta la cabeza, dormían 
su vulnerable sueño 
que mantuvo largas túnicas de lino 
para los días entre el maíz. 
Eran un pueblo inofensivo. 

Este negocio de ser poeta 
debe ser sin duda difícil. 
Por mi parte, no pude decir 
sino que en toda la vida 
he compuesto apenas 
ciertas letras, y abatido entonces
me he dirigido a los desérticos
suburbios: los  pondría en botellas 
y vertería en las alcantarillas.

Jenny Mastoraki (Grecia, 1949)





Jenny Mastoraki, Gedichte / Τζένη Μαστοράκη, Ποιήματα (μτφρ. Jan Kuhlbrodt & Γιώργος Καρτάκης)
ΜΑΡ 12Κατηγορία: Luftfracht-griechisch deutscher Lyriktransfer, καταχώρηση από: Σωτήρης Παστάκας

1

Ήθελα να σου πω το τραγούδι
του τυφλού ποιητή της Βαβυλώνας
γεμάτο παραμύθια, σαν την Παλιά Διαθήκη
πριν απ΄τους Εβδομήκοντα.
Για τα ελάφια που γυρεύανε
νερό στο βενζινάδικο
και το Χριστό που δούλευε μικρός
σε συνεργείο αυτοκινήτων.
Τότε ένα γράμμα
γεμάτο κατάγματα
ήρθε από πολύ μακριά
και μας παράγγειλε να κλείσουμε τις πόρτες.



*



Ich wollte dir das Lied
des blinden Dichters aus Babylon singen,
voller Märchen wie das Alte Testament
vor den Septuaginta.
Von den Hirschen,
die an der Tankstelle nach Wasser suchten
und von Christus, der als er jung war,
in einer Autowerkstatt arbeitete.
Da kam ein Brief an
voller Brüche
und von weither und wies uns an, die Türen zu schließen.





2.

Ο Δούρειος ίππος τότε είπε
όχι, δε θα δεχτώ δημοσιογράφους,
κι είπαν γιατί, κι είπε
πως δεν ήξερε τίποτα για το φονικό.
Κι ύστερα, εκείνος
έτρωγε ελαφρά τα βράδια
και μικρός
είχε δουλέψει ένα φεγγάρι
αλογάκι σε λούνα πάρκ.



*



Das Trojanische Pferd sagte:
Nein, ich werde keine Journalisten empfangen!
Und man fragte: Warum? Es sagte,
dass es nichts über den Mord wisse.
Und außerdem hielte es am Abend Diät
und als es klein war,
habe es einen Mond lang
als Karussellpferd auf einer Kirmes gearbeitet.



3.

Βουλιάζουμε ολοένα και πιο βαθιά
μέσα μας.
Αποκρυπτογραφούμε τους ήχους
της απόλυτης σιγαλιάς
και οι κραυγές των χρωμάτων
μας πληγώνουν.
Το φεγγάρι ορμάει από τις χαραμάδες
και λεηλατεί τις κάμαρες.
Τώρα και πάντα
ο ποιητής
στις σκαλωσιές και στα γιαπιά
στεριώνει με καρφιά και δόντια
την ελπίδα.



*



Immer tiefer versinken wir
in uns.
Wir interpretieren
der vollkommenen Stille Klang
und das Schreien der Farben
verletzt uns.
Der Mond quillt aus Rissen
und plündert die Kammern.
Jetzt und immer
macht der Dichter
die Hoffnung
mit Nägeln und Zähnen
an Gerüsten und Rohbauten fest.





4.

Οι μεγάλοι
κουβαλούν πάντα μέσα τους
το παιδί που υπήρξαν
στο δεύτερο παγκόσμιο πόλεμο
το κορίτσι που δεν πρόφτασαν να φιλήσουν
έναν αγιάτρευτο καημό λαχανίδας.
Το πρώτο χνούδι στο πανωχείλι τους
τους Βαρβάρους του Καβάφη
και μια παλιά φυματίωση.
Τις μέρες τους
καταχωρημένες σε δελτία τροφίμων.
Ένα καρφί στον τοίχο
μπορούσε να σημαδέψει μια εποχή
- τα καλοκαίρια ξυριζόντουσαν
με τον καθρέφτη κρεμασμένο στο παράθυρο.
Όνειρα συνοικιακά
σα μια μοτοσικλέτα
με καρότσα για πολυμελείς οικογένειες.
Εμείς
κουβαλάμε, απλούστατα, μέσα μας
τους μεγάλους.



*



Die Großen
haben immer noch das Kind in sich,
das sie im zweiten Weltkrieg waren,
das Mädchen, das zu küssen ihnen nicht gelang,
den unheilbaren Kohlrübenkummer.
Den ersten Flaum auf der Oberlippe,
die Barbaren von Kavafis
und eine alte Tuberkulose,
die Tage in Brotmarken eingetragen.
Ein Nagel an der Wand
könnte eine ganze Epoche markieren
- in den Sommern rasierten sie sich
am Spiegel, der vorm Fenster hing.
Stadtteilträume
wie ein Motorrad mit Kutsche
für große Familien.
Wir tragen, ganz einfach, in uns
die Großen.





5

Οι άνθρωποι πεθαίνουν
μονάχα στη μνήμη των λαών.
Κολακεύονται
στις εξάρσεις της μακροθυμίας
του όχλου.
Ζουν αχόρταγα
τα βουβά διαστήματα
ανάμεσα σε δυο λέξεις
ή δυο χειρονομίες
κι ύστερα σβήνουν
με μια βαθιά υπόκλιση
- ένδειξη υποταγής
ή περιφρόνησης-
σε μια δυναστεία
συγκεντρωτικών
ανελέητων στιγμών
που ήταν ωστόσο
μονάχα δικές τους.



*



Die Menschen sterben
ausschließlich im Gedächtnis der Völker.
Sie sind geschmeichelt
durch den enorm wachsenden Großmut
des Pöbels.
Sie sind voller Gier
nach den lautlosen Lücken
zwischen den Worten
oder den Gesten
und löschen sich aus
in der tiefen Verbeugung
- ein Zeichen der Unterwerfung
oder Verachtung -
vor der Herrschaft
unbarmherzig
totalitärer Momente,
die jedoch ihren Ursprung
in ihnen selbst haben.



6

Η γέννηση
Βλάστησα σ΄ένα θερμοκήπιο
μπετόν αρμέ.
Μια φωνή αγελάδας
μου βοσκάει τα σωθικά.
Περιορίστηκα
σ΄αυτή τη φυσική κατάσταση.
Δε μίλησα.
Δεν προκάλεσα κανέναν.
Μονάχα που πάντα ευδοκίμησα
στα μέρη όπου τα λεξικά
αρνήθηκαν επίμονα την ύπαρξή μου.



*



Geburt
Ich keimte in einem Treibhaus
aus Stahlbeton.
Ein Muhen
walkte mein Eingeweide.
Ich begnügte mich
mit diesem natürlichen Zustand.
Ich sprach nicht.
Ich provozierte keinen.
Nur dass ich einzig an Orten gedieh,
an denen durch Lexika
meine Existenz beharrlich geleugnet wird.



7

Παρακμή
Η παρακμή
δεν έχει χρονικά περιθώρια.
Έρχεται σαν εξώδικη πρόσκληση
κι έτσι απλά
σου βγάζει τα έπιπλα στο δρόμο.
Γύρω σου τα παιδιά
περιεργάζονται
την πλάτη της καρέκλας σου
εκεί που σε μια παραφορά
της εφηβείας
είχες γράψει:
Ψέματα - Ψέματα - Ψέματα.
Τελικά
φορτώνεις μόνο το κρεβάτι
σε μια περαστική μοτοσυκλέτα
και μετακομίζεις
σε άγνωστη διεύθυνση.



*



Verfall
Der Verfall
kennt keine Frist.
Er kommt wie eine außergerichtliche Forderung.
Ganz einfach wirft man dir die Möbel auf die Straße.
Kinder stehen neben dir,
bestaunen das
was du im pubertären Wutanfall
auf der Rückenlehne deines Stuhles
kritzeltest:
Lügen - Lügen - Lügen.
Schließlich
packst du nur das Bett
auf ein vorbeifahrendes Motorrad
und ziehst einzig damit um,
Adresse unbekannt.




8

Οι φθόγγοι
Χιλιάδες κεφάλια
μετέωρα.
Παίρνουν μια λέξη
και την κατασπαράζουν.
Παρακολουθείς
απερίγραπτες συσπάσεις
των φθόγγων
από στόμα σε στόμα.
Λένε όλοι τους
το ίδιο πράγμα
διαμελισμένο.



*



Die Laute
Schweben tausende Köpfe.
Sie erfassen ein Wort
und reißen es in Stücke.
Du verfolgst
unsagbares Gehüpf
der Laute
vom Mund zu Mund.
Sie sprechen alle
die gleiche
zerrissene Sache.







EDUARDO MOLINA VENTURA [14.090]

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Eduardo Molina Ventura 

(Santiago de Chile, 1913-1986) 




"Los amantes eternos", 
de Eduardo Molina Ventura





Un viejo y su vieja
Yacen por fin tendidos bajo la tierra
La podrida mano de él en la podrida mano de ella
A través de sus labios ya desaparecidos
Se comprenden sin decir palabras
Y mientras escuchan
El lento y grave canto de la tierra
Que de ellos se alimenta
Se preguntan en su vacío corazón
Si han de morir algún día


en Eduardo Molina, un poeta mítico, o mejor llamado Del otro lado del espejo (Poemas de los cuadernos del poeta Eduardo Molina Ventura), 1996



EDUARDO MOLINA VENTURA
El Antecesor de Hesse
Por Cristián Cruz 


Poeta misterioso era este chico Molina como todos le llamaban. Jamás escribió un verso según relatan sus amigos de juerga, entre ellos Teófilo Cid, Jorge Teillier, Rolando Cárdenas y otros, ya que este personaje era habitual en la bohemia santiaguina ligada al campo de la poesía y la literatura en general.

A él se le atribuye una de las anécdotas más jocosas de la literatura chilena. Se cuenta que un día llegó a la Unión Chica, bar ubicado en la calle Nueva York 11, para contarles a sus contertulios que ya había terminado sus gran trabajo literario y que se llamaba " El Lobo Estepario" , luego comenzó a leerles capítulo por capítulo dicho trabajo, dejando a todos boquiabiertos por tan magna obra y recibiendo a su vez, una gran cantidad de halagos. No paso el tiempo cuando se dieron cuenta que dicho trabajo pertenecía al escritor alemán Herman Hesse , y que Molina solamente lo había traducido antes de que en Chile se editara dicha obra. Esto causó un revuelo especial en torno a su figura y al contrario de lo que todos podrían pensar, Molina siempre tuvo el respeto de sus pares, a pesar de que como decía Jorge Teillier: " Molina es un poeta que jamás escribió un poema" . Molina Ventura siempre estuvo en el ambiente literario, prologó libros de escritores tan importantes como nuestro poeta Efraín Barquero y su opinión siempre buscada por todos, ya que tenía un ojo especial para dilucidar la poesia en su estado más profundo. Un ejemplo de ello es parte del prólogo que escribió para el libro "Arte de Vida" del poeta Efraín Barquero y que representa la certera visión que Molina tenia por la poesía: " Todos vamos tejiendo con nuestros actos más usuales e insignificantes una trama secreta de misteriosos hilos, cuyo origen desconocemos y cuyo fin ignoramos, y que forman, sin nosotros saberlo, las figuras de un tapiz fabuloso cuyo sentido nos desborda"

En este texto lleno de respuestas, Molina nos asegura su talento y sus virtudes literarias que si bien jamás publicó un libro en vida, dejó de manifiesto su alto vuelo poético y su verdad estampada en las letras nacionales. 

Eduardo Molina Ventura, vivió gran parte de su vida en Lo Gallardo refugio de poetas y escritores bajo el alero de la mecenas y escritora Inés Balmaceda del Río, que tenía una gran propiedad en los alrededores del río Maipo y de la cual hoy no queda más que el recuerdo. Allí se refugiaban poetas como Efraín Barquero, Luis Oyarzún y el pintor Roberto Humeres. En este lugar el poeta escribió gran parte de sus textos que fueron compilados después de su muerte por Miguel Ruiz quien dice haber escuchado gran parte de ellos y que eran prácticamente aprendidos de memoria por todos los que frecuentaban el grupo de poetas de las riberas del Maipo. Roberto Humeres lo definía de la siguiente manera " ser festival y multiforme, alma transparente de abanico".

Molina tenía sus versos clásicos como " Una muchacha debe ser fresca como un huevo del día" o cuando parafrasea a Rimbaud : " Senté a la fealdad en mis rodillas, y no la hallé amarga, y no la injurié". Un poeta de virtud y de hermandad con sus pares, así fue definido Eduardo Molina ventura, que murió en Lo Gallardo en 1986 rodeado de las mujeres del lugar, que llevaban flores a su querido poeta, que despedían a un grande de la poesía chilena sin saberlo, pero que admiraban su sensibilidad y apego a la poesía más pura y eterna.





Los Amantes Eternos

Un viejo y su vieja
Yacen por fin tendidos bajo la tierra
La podrida mano de él en la podrida mano de ella
A través de sus labios ya desaparecidos
Se comprenden sin decir palabras
Y mientras escuchan 
El lento y grave canto de la tierra 
Que de ellos se alimenta
Se preguntan en su vacío corazón
Si han de morir algún día




Se nos ha pasado la vida

Se nos ha pasado la vida
como en una gran casa triste
que todos los vientos atraviesan
corrientes de aire golpean las puertas
y sin embargo ninguna pieza está cerrada
Allí pasan polvos desconocidos y cansados
de no se sabe qué

Es casi la calma

Es casi la calma
El viento debe cantar más allá de las nubes
Es el momento en que las manzanas
caen sin saber por qué.


Poema

Una chinita
cruza mi página en blanco




El poeta Molina
Por Ramón Díaz Eterovic
en Quintarueda, junio 2004

Eduardo Molina Ventura -"El poeta Molina"- podría ser uno de los escritores que menciona Vila-Matas en su libro Bartleby y compañía. Escritores que reservaron su talento literario para si mismos o para un reducido grupo de amigos. Que esquivaron el coqueteo de las musas o se negaron a publicar lo que de tarde en tarde pergeñaban. Molina vivió hablando de libros que estaba escribiendo y que nunca publicó. Sus textos, poemas, fragmentos de ensayos y novelas quedaron dispersos, olvidados, y sólo después de su muerte, el poeta Miguel Ruiz recogió algunos de sus poemas en el libro Eduardo Molina, un poeta mítico (Ediciones Platero, 1995). Poemas sobre los cuales ni siquiera Ruiz cree estar seguro que sean de Molina. "Sé que al publicar estos textos -dice en el prólogo del libro- corro el riesgo de que alguno pudiera no ser de él, pues en los originales no existe separación entre sus poemas y los que ha transcrito de algún poeta que le gustaba". Molina -dice Miguel Ruiz- llenó muchos cuadernos que "fueron quedando abandonados en diversos lugares, a lo largo de su vida y las andanzas del poeta".

Lo cierto es que Molina ocupó un lugar destacado en las tertulias literarias de los años 30 en adelante, hasta el año 1986, cuando muere en Lo Gallardo. Molina fue compañero de Huidobro, Luis Oyarzún, Enrique Lafourcade, Jorge Teillier, Enrique Lihn, Teófilo Cid, Rosamel del Valle, Eduardo Anguita. Este último, al evocarlo en su articulo "Nada nuevo sobre Molina", señala: "Con el girar alterno de su cabeza a izquierda y derecha y un aleteo de brazos más marino que volátil, el Chico Molina iba y venia, flotando sobre sus pasos, por las tertulias literarias, en casas o peñas, donde repartía impertinencias y halagos, deslumhrando con sus conocimientos al día de lo que era más nuevo y audaz de la literatura europea por los años treinta, cuarenta y siguientes".

Conoci a Molina en el bar Unión, donde solia aparecer cuando viajaba de Lo Gallardo a Santiago, a cobrar una jubilación o cierto arriendo del que nunca daba muchas luces. Parecia un duende. Bajo, gordo, de cabellera y barbas blancas. Rostro de piel blanca, ojos claros y estrábicos, que según Jorge Teillier se debía al empeño de Molina por leer, simultáneamente, los diarios El Mercurio y El Siglo.

Solia vestir un grueso abrigo azul y un sombrero que cubría su calva rosada. Hablaba en voz baja, con un hilo de voz que obligaba a acercarse a él para seguir su conversación. Solia decir que habia sido la "guagua más linda de Chile" y hacía referencia a una foto que Lafourcade incluyó en su libro "Animales literarios de Chile". Fueron famosos sus viajes a París y las despedidas que motivaron cada uno de ellos. Al parecer sólo viajó una vez a París y gran parte de su tiempo en la ciudad luz lo ocupó en buscar a la mítica Nadja de Bretón.

Los poetas franceses eran uno de sus temas favoritos. Solía mencionar al Premio Nobel Saint-John Perse, de quien decia ser el primero que lo habia leido y publicado en Chile. Varias veces me ofreció entregar traducciones de poetas franceses para que los publicara en la revista La Gota Pura. Nunca vi los poemas y tampoco la novela que decia estar escribiendo durante muchos años, y de la cual sólo comunicaba su titulo: "El gran taimado". Los poetas que se reunían en el bar Unión solian regalarle sus libros, y él, en una siguiente visita, retribuía los regalos con algún comentario que se perdía entre el bullicio del bar.

Hoy, en una época de mercaderes, hacen falta seres mágicos como el poeta Molina. Seres que llevan la poesía dentro de sí, como algo auténtico, que ni siquiera requiere ser expresado en palabras o papeles. ¿Quién sabe? Es posible que Molina siga recorriendo las calles de Santiago, como un poema arrastrado por el viento.


Poesía, bares y santidad. (Chile, 1953)
Por Alvaro Ruiz

He visto morir de cirrosis a grandes poetas y escritores. Se empinaban sendas cañas antes del mediodía y miraban en los vidrios catedrales de las puertas batientes de los bares sombras de personas que murieron, fantasmas que atravesaban con los pies en puntillas la distancia que existe entre el inframundo y la realidad. 
De inútiles furores e inmensas alegrías estos poetas pasaban a un estado de profunda tristeza metafísica, donde los signos leídos en la borra de los vasos advertía de adversidades y desamores aún mayores, de inminentes días ahítos de dolor, locura y miseria. La lista beoda en Chile es larga, larguísima. Son los santos de la poesía. Todos tenían una aureola violácea, el más profundo, el más elevado de los colores, la aureola, la circunferencia del vino tinto. 

El notabilísimo escritor inglés Malcolm Lowry, arcángel y parroquiano frecuente de cantinas y tugurios durante su residencia y escritura de Bajo el Volcán en México, muchas veces tambaleante de borracho al amanecer, se encaminaba al templo de la Virgen de la Soledad, en Oaxaca, donde fervientemente rezaba a la madre "de los que no tienen a nadie con ellos", a "la virgen de los desamparados", rogándole para que hiciera real el mundo de lo imaginario.

Sin embargo, la realidad nunca se apiadó de lo imaginario en Chile. Gran parte de sus poetas murieron de cirrosis, marginados y sin recursos de ninguna especie.
Es de mediano conocimiento que a lo largo de la historia de la literatura chilena, muchos autores han tenido una estrecha relación, y otras veces una clara adicción, con el alcohol. En esta lista de notables escritores bebedores se me vienen a la memoria los nombres de Pedro Antonio González, Alberto Rojas Jiménez, Teófilo Cid, Eduardo Molina, Carlos de Rokha, Rolando Cárdenas, Martín Cerda y los hermanos Jorge e Iván Teillier, entre otros. De las escritoras, María Luisa Bombal, Stella Díaz Varín y Yolanda Lagos (la coneja).

A Eduardo Molina Ventura (Santiago, 1913-1986) lo conocí personalmente en las maratónicas reuniones literarias que se llevaron a cabo durante años en la Unión Chica, bar a estas alturas bastante conocido por esas mismas hoy legendarias reuniones, generalmente capitaneadas por el poeta Jorge Teillier, y a la que asistían regularmente los escritores y poetas Rolando Cárdenas, Enrique Valdés, Ramón Díaz Eterovic, Carlos Olivarez, Iván Teillier, Aristóteles España, Ramón Carmona, Juan Guzmán Paredes, Roberto Araya, el pintor Germán Arestizabal y el infrascrito, también bebedor, entre otros habitantes del poblado de La Esperanza. 
Como en el Club de Tobi, raramente llegaban mujeres. Se bebía indiscriminadamente vino tinto y vino blanco, para que adentro peleen los gatos, sostenía Rolando Cárdenas, en evidente referencia a la marca gato negro y gato blanco de la viña San Pedro, botellas que traían en el gollete un gato plástico en esos colores.

Recuerdo perfectamente una entrevista que me concedió el “Chico” Molina y que posteriormente fue publicada en el libro Nueva York 11 (Editorial Galisnost, Stgo, 1987), antología literaria que incluía a todos los autores de esa chalupa ferozmente dionisíaca llamada Unión Chica, barcaza que navegaba a punta de zozobras contra la corriente de aquellos días sedientos y oscuros.
En esa entrevista el poeta Molina textualmente declara:
“Nací en Santiago en el mes de septiembre de 1913 en casa de mi padre, Eduardo Molina Lavín, precursor de la aviación chilena. Hoy la Facultad de Química de la Universidad de Chile, en Avenida Vicuña Mackenna.
Estudié Antropología, Filosofía, Derecho y Psicología.
En mi ataúd deseo un ejemplar de Monsieur Teste (Paul Valery).
En mi funeral, música de Robert Schumann. En caso de equivocación a Carlos Gardel o, por último, al “Guatón” Gustavo Loyola.
Católico fui, hoy ateo, por la gracia de Dios.
Chile es un país regio, sin embargo hay muchos feos, con cara de puñete.
París es la gran ciudad del mundo y de París mismo lo más sobrecogedor es la morgue, las cloacas y el matadero de “La Villette”.

Molina tenía fama de mitómano. Conocía París por mapas y por libros como nadie. Un buen día una millonaria norteamericana sobrecogida por el conocimiento parisino de Molina y al enterarse posteriormente de que jamás había estado en París, decidió generosamente pagarle los pasajes a la ciudad de las luces, alojándose algunos días el poeta y mago, en las dependencias de la embajada chilena, cuando su amigo el escritor Jorge Edwards era primer secretario de la legación diplomática encabezada por el flamante embajador Neruda.

Molina siempre me dijo que yo era un lobo disfrazado de oveja, con cierta picardía y generosidad. Que de todos los escritores y poetas chilenos el mejor de ellos era sin duda el mismísimo Eduardo Molina Ventura. 
También recuerdo una carta que le escribió de puño y letra a Jorge Teillier al psiquiátrico El Peral, de la cual fui portador y finalmente testigo al constatar junto al destinatario que el texto eran puros signos jeroglíficos y las pocas palabras claras y legibles eran a su vez absolutamente ininteligibles. 

Por lo demás y con el afán de desmitificar debo confesar que el poema atribuido a Molina en ese mismo libro Nueva York 11, titulado Los castillos del juglar, fue enteramente escrito por Jorge Teillier, Carlos Olivarez y yo, a modo de cadáver exquisito, un mediodía de rayos de luna (whisky con jugo de manzana) en casa de Teillier, en la calle San Pascual. 
Molina había fallecido el año anterior en un campamento miserable de la periferia santiaguina en estado de iluminación. El poeta Eduardo Anguita declara en su poema Única razón de la Pasión de N.S.J.C. , lo siguiente a modo de coro: 

…Nuestro Señor Jesucristo subió al Calvario por el Chico Molina…
Mago, poeta imaginario y santo mentiroso.










MIRZA RACHAN KAYIL [14.096] Poeta de Afganistán

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MIRZA RACHAN KAYIL

Nació en Kachemira (1850) de padres musulmanes. Su verdadero nombre fue Hussein Izzat Rafí. Llegó muy joven a Kabul, la capital de Afganistán.

Rachán Kayil murió inédito. Lo que conocemos de su obra se publicó después de su muerte, que acaeció el año de 1901 al verse complicado en la conjura tejida por Babis en Teherán contra el Sha de Persia. El poeta fue hecho prisionero, juzgado sumariamente y condenado a la horca. La ejecución de la sentencia se llevó a efecto tres horas después de haber sido  pronunciada. Moría Rachán Kayil, pero su poesía comenzaba a vivir, desde entonces, mucho más intensamente.



Yo te cantaré mis más hermosas baladas,
esas que tú compraste a tu mendigo de amor
con los diamantes de tus lágrimas,
las perlas de tus sonrisas y los rubíes de tus labios.
                                                                                                    Mirza Rachan Kayil 




MIRZA RACHAN KAYIL

Nació en Kachemira (1850) de padres musulmanes. Su verdadero nombre fue Hussein Izzat Rafí. Llegó muy joven a Kabul, la capital de Afganistán.

Rachán Kayil murió inédito. Lo que conocemos de su obra se publicó después de su muerte, que acaeció el año de 1901 al verse complicado en la conjura tejida por Babis en Teherán contra el Sha de Persia. El poeta fue hecho prisionero, juzgado sumariamente y condenado a la horca. La ejecución de la sentencia se llevó a efecto tres horas después de haber sido  pronunciada. Moría Rachán Kayil, pero su poesía comenzaba a vivir, desde entonces, mucho más intensamente.



Yo te cantaré mis más hermosas baladas,
esas que tú compraste a tu mendigo de amor
con los diamantes de tus lágrimas,
las perlas de tus sonrisas y los rubíes de tus labios.
                                                                                                    Mirza Rachan Kayil 







POESÍA AFGANA MIRZA RACHAN KAYIL
Por Juan Cervera Sanchís*

En Afganistán hay dos clases de poetas: los shair y los dumos, lo que es igual a decir los bardos y los trovadores. Los primeros pueden considerarse como los ilustrados, los segundos son genuinos poetas populares, que cantan en putchú, dialecto derivado de la lengua persa y que es en realidad el idioma del pueblo. Cuentan que al oír hablar por primera vez la lengua putchú, el profeta Mahoma dijo:


“-Deben hablar afgano en el infierno.”


No cabe duda de que no exageró, pues quienes conocen a fondo esa lengua piensan que a través de ella se puede expresar el fuego del amor quizá con más fuerza que en ninguna otra. Tan es así que la poesía afgana tiene coincidencias con “El Cantar de los Cantares” de Salomón. Al decir de Adolfo Thalassó, “esta poesía es la más voluptuosa de todas las poesías asiáticas”. Y más: en tanto que la poesía árabe e hindú miran el alma y las poesías armenias y persas se insinúan hacia el corazón, la afgana no se dirige al corazón ni al alma, sino que se enfila directamente a la carne. Así es, esta poesía se endereza hacia los sentidos poniendo en la piel, según Thalassó, “su escozor de catárida”. Debemos acentuar que los poetas dumos son iletrados. La mayoría de ellos apenas si saben escribir y se nos dicen en su salvaje y seductor idioma con enfebrecida intensidad desacostumbrada. Estos poetas no publican sus versos sino que los van diciendo de pueblo en pueblo y ciudad en ciudad animados por la música del retab, la guitarra afgana. Los dumos hacen de la poesía su modus vivendi y se dejan seguir por sus discípulos o novicios a los que transmiten sus composiciones en forma oral. Mucha de esta poesía de los dumos se ha perdido. No existe en todo Afganistán ninguna recopilación de estas musicales y apasionantes composiciones. Hay una colección única y publicada en Occidente. Es la James Darmesteter y a ella hemos acudido para hacer este pequeño ensayo dedicado a nuestro admirado Mirza Rachán Kayil, quien cantara a la mujer amada de esta manera:


“Bien sé que eres bella como Kachemira al rayar el sol, 
pero no tengo celos de ti, ¡oh pérfida Kharó!,
ni del amante que te prendó y que esta noche tomará
mi lugar en tu lecho.
Por eso puedes invitarme a tu gaudemus, a tu holgorio vesperal…
Porque…
¡Yo ya estoy impregnado del olor de tu cuerpo!”


Rachán Kayil está considerado como el más grande de los poeta afganos. Él, contrariamente a lo que suele suceder con los demás dumos, fue un hombre excepcionalmente instruido y de alta inteligencia. Nació en Kachemira (1850) de padres musulmanes. Su verdadero nombre fue Hussein Izzat Rafí. Llegó muy joven a Kabul, la capital de Afganistán y allí se hizo famoso como poeta dumos cantando por plazas y mercado sus “car baítas”, especie de cuartetas:


“Nada temas. Yo llevaré la ambrosía para yantar;
yo llevaré el néctar para libar…
Las caricias marchitan el vientre
y los besos las gargantas resecan.
Yo te cantaré mis más hermosas baladas,
esas que tú compraste a tu mendigo de amor
con los diamantes de tus lágrimas,
las perlas de tus sonrisas y los rubíes de tus labios.”


Para Rayán Kayil no hubo otro motivo para el canto que la mujer amada. Toda su poesía, al menos la que ha llegado hasta nosotros, es, verso a verso, un canto de amor, a ese amor siempre impregnado del olor del cuerpo de la amada. Mirza, título que se le da a Rachán, quiere decir príncipe, pues él era un príncipe del amor, aunque no fuese de origen noble, un príncipe que hablaba brillantemente, que esto quiere decir su nombre (el que habla brillantemente), es decir Kayil, vocablo árabe, y la palabra persa Rachán. Todos los poetas dumos suelen, al igual que los monjes, adoptar un nuevo nombre al consagrarse por entero al arte poético y es que, la poesía, en Afganistán, es una religión que canta a la carne estremecida frente a la emoción de la amada:


“Y verás, cuando yo te sirva, palpitante aún,
todavía cálido, todo suplicante,
mi corazón al que tus desdenes han transformado en kebap.
Y para calmarte la sed te serviré en un cántaro,
en lugar de leche cuajada,
toda la sangre de mis venas, que consiento
vaciarlas como prueba de mi amor por ti.”


Estos cantos de Rachán Kayil, donde se nos dice que el corazón se ha transformado por los desdenes de la amada kebap, es decir, en cordero asado y, donde para calmar la sed de la amada, el amante esta dispuesto a ofrendar su sangre, es, sin duda, un modo de ver el mundo muy peculiar, el mundo del amor, que se transforma en templo y sacrificio. Pero este sacrificio es enteramente carnal y frenéticamente sensual y colorido:


“Olor hecho de miel, de sándalo, de leche
y de agua de rosas,
con el cual se confunde la humedad que rezuma
tu piel en los transportes del amor,
igual que ámbar líquido…Porque…
¡Yo estoy impregnado del olor de tu cuerpo!”


Y es que el amor lo es todo y de él nos dice Rachán Kayil: “Es la más bella irradiación de Alá sobre la tierra.” Y canta:


“Después de haber creado el fuego, el agua, la tierra
y el aire, quiso Alá crear un elemento en que s 
sumaran todos aquellos. 
E hizo el amor.
El amor, el amor, que es más veloz que el aire,
porque el pensamiento del amante corre hacia 
donde se halla la prenda del deseo,
no importa que se encuentre en el fin del universo.”


Y la amada, que lo es todo para Rachán Kayil le hace decir:


“La voluptuosidad de tus caricias es más profunda 
que los mares océanos, y el amante,
del brazo de la bienamada, se sumerge en un piélago de felicidad. 
Porque el deseo enciende los sentidos como una llama,
como el fuego de los celos quema los párpados,
como la hoguera transforma en pavesas la separación material 
de los corazones amantes.”


Y el poeta habla de sí mismo, ya en la cúspide del canto amatorio: “Porque Rachán Kayil, como los demás hombres, lleva en el corazón ese elemento que se compendian los demás.”Y así surge la universalidad enamorada en la voz-alma del poeta que, como auténtico dumos, canta siempre en él y por los demás. E insiste:


“El amor es la irradiación más bella de Alá sobre la tierra, 
porque sus deliquios voluptuosos, a pesar de ser cortos,
encierran en sí, cada uno de ellos, toda una eternidad.”


Y la eternidad, así como la presencia palpable de Alá, buscó siempre Mirza Rachán Kayil en el acto amoroso. Cada uno de sus poemas puede considerarse como un estremecido acto de amor. El poema en sí era para él como un santo orgasmo y a poesía era su gran amada, pero ni el poema ni la poesía son posibles sin antes beber en la fuente del amor, que era, para Rachán, la mujer:


Recogeré de tus senos, oh amada, todas las flores 
que comienzan a desprenderse: narcisos, violetas, rosas…


Rachán Kayil murió inédito. Lo que conocemos de su obra se publicó después de su muerte, que acaeció el año de 1901 al verse complicado en la conjura tejida por Babis en Teherán contra el Sha de Persia. El poeta fue hecho prisionero, juzgado sumariamente y condenado a la horca. La ejecución de la sentencia se llevó a efecto tres horas después de haber sido pronunciada. Moría Rachán Kayil, pero su poesía comenzaba a vivir, desde entonces, mucho más intensamente.




POESÍA AFGANA MIRZA RACHAN KAYIL
Por Juan Cervera Sanchís*

En Afganistán hay dos clases de poetas: los shair y los dumos, lo que es igual a decir los bardos y los trovadores. Los primeros pueden considerarse como los ilustrados, los segundos son genuinos poetas populares, que cantan en putchú, dialecto derivado de la lengua persa y que es en realidad el idioma del pueblo. Cuentan que al oír hablar por primera vez la lengua putchú, el profeta Mahoma dijo:


“-Deben hablar afgano en el infierno.”


No cabe duda de que no exageró, pues quienes conocen a fondo esa lengua piensan que a través de ella se puede expresar el fuego del amor quizá con más fuerza que en ninguna otra. Tan es así que la poesía afgana tiene coincidencias con “El Cantar de los Cantares” de Salomón. Al decir de Adolfo Thalassó, “esta poesía es la más voluptuosa de todas las poesías asiáticas”. Y más: en tanto que la poesía árabe e hindú miran el alma y las poesías armenias y persas se insinúan hacia el corazón, la afgana no se dirige al corazón ni al alma, sino que se enfila directamente a la carne. Así es, esta poesía se endereza hacia los sentidos poniendo en la piel, según Thalassó, “su escozor de catárida”. Debemos acentuar que los poetas dumos son iletrados. La mayoría de ellos apenas si saben escribir y se nos dicen en su salvaje y seductor idioma con enfebrecida intensidad desacostumbrada. Estos poetas no publican sus versos sino que los van diciendo de pueblo en pueblo y ciudad en ciudad animados por la música del retab, la guitarra afgana. Los dumos hacen de la poesía su modus vivendi y se dejan seguir por sus discípulos o novicios a los que transmiten sus composiciones en forma oral. Mucha de esta poesía de los dumos se ha perdido. No existe en todo Afganistán ninguna recopilación de estas musicales y apasionantes composiciones. Hay una colección única y publicada en Occidente. Es la James Darmesteter y a ella hemos acudido para hacer este pequeño ensayo dedicado a nuestro admirado Mirza Rachán Kayil, quien cantara a la mujer amada de esta manera:


“Bien sé que eres bella como Kachemira al rayar el sol, 
pero no tengo celos de ti, ¡oh pérfida Kharó!,
ni del amante que te prendó y que esta noche tomará
mi lugar en tu lecho.
Por eso puedes invitarme a tu gaudemus, a tu holgorio vesperal…
Porque…
¡Yo ya estoy impregnado del olor de tu cuerpo!”


Rachán Kayil está considerado como el más grande de los poeta afganos. Él, contrariamente a lo que suele suceder con los demás dumos, fue un hombre excepcionalmente instruido y de alta inteligencia. Nació en Kachemira (1850) de padres musulmanes. Su verdadero nombre fue Hussein Izzat Rafí. Llegó muy joven a Kabul, la capital de Afganistán y allí se hizo famoso como poeta dumos cantando por plazas y mercado sus “car baítas”, especie de cuartetas:


“Nada temas. Yo llevaré la ambrosía para yantar;
yo llevaré el néctar para libar…
Las caricias marchitan el vientre
y los besos las gargantas resecan.
Yo te cantaré mis más hermosas baladas,
esas que tú compraste a tu mendigo de amor
con los diamantes de tus lágrimas,
las perlas de tus sonrisas y los rubíes de tus labios.”


Para Rayán Kayil no hubo otro motivo para el canto que la mujer amada. Toda su poesía, al menos la que ha llegado hasta nosotros, es, verso a verso, un canto de amor, a ese amor siempre impregnado del olor del cuerpo de la amada. Mirza, título que se le da a Rachán, quiere decir príncipe, pues él era un príncipe del amor, aunque no fuese de origen noble, un príncipe que hablaba brillantemente, que esto quiere decir su nombre (el que habla brillantemente), es decir Kayil, vocablo árabe, y la palabra persa Rachán. Todos los poetas dumos suelen, al igual que los monjes, adoptar un nuevo nombre al consagrarse por entero al arte poético y es que, la poesía, en Afganistán, es una religión que canta a la carne estremecida frente a la emoción de la amada:


“Y verás, cuando yo te sirva, palpitante aún,
todavía cálido, todo suplicante,
mi corazón al que tus desdenes han transformado en kebap.
Y para calmarte la sed te serviré en un cántaro,
en lugar de leche cuajada,
toda la sangre de mis venas, que consiento
vaciarlas como prueba de mi amor por ti.”


Estos cantos de Rachán Kayil, donde se nos dice que el corazón se ha transformado por los desdenes de la amada kebap, es decir, en cordero asado y, donde para calmar la sed de la amada, el amante esta dispuesto a ofrendar su sangre, es, sin duda, un modo de ver el mundo muy peculiar, el mundo del amor, que se transforma en templo y sacrificio. Pero este sacrificio es enteramente carnal y frenéticamente sensual y colorido:


“Olor hecho de miel, de sándalo, de leche
y de agua de rosas,
con el cual se confunde la humedad que rezuma
tu piel en los transportes del amor,
igual que ámbar líquido…Porque…
¡Yo estoy impregnado del olor de tu cuerpo!”


Y es que el amor lo es todo y de él nos dice Rachán Kayil: “Es la más bella irradiación de Alá sobre la tierra.” Y canta:


“Después de haber creado el fuego, el agua, la tierra
y el aire, quiso Alá crear un elemento en que s 
sumaran todos aquellos. 
E hizo el amor.
El amor, el amor, que es más veloz que el aire,
porque el pensamiento del amante corre hacia 
donde se halla la prenda del deseo,
no importa que se encuentre en el fin del universo.”


Y la amada, que lo es todo para Rachán Kayil le hace decir:


“La voluptuosidad de tus caricias es más profunda 
que los mares océanos, y el amante,
del brazo de la bienamada, se sumerge en un piélago de felicidad. 
Porque el deseo enciende los sentidos como una llama,
como el fuego de los celos quema los párpados,
como la hoguera transforma en pavesas la separación material 
de los corazones amantes.”


Y el poeta habla de sí mismo, ya en la cúspide del canto amatorio: “Porque Rachán Kayil, como los demás hombres, lleva en el corazón ese elemento que se compendian los demás.”Y así surge la universalidad enamorada en la voz-alma del poeta que, como auténtico dumos, canta siempre en él y por los demás. E insiste:


“El amor es la irradiación más bella de Alá sobre la tierra, 
porque sus deliquios voluptuosos, a pesar de ser cortos,
encierran en sí, cada uno de ellos, toda una eternidad.”


Y la eternidad, así como la presencia palpable de Alá, buscó siempre Mirza Rachán Kayil en el acto amoroso. Cada uno de sus poemas puede considerarse como un estremecido acto de amor. El poema en sí era para él como un santo orgasmo y a poesía era su gran amada, pero ni el poema ni la poesía son posibles sin antes beber en la fuente del amor, que era, para Rachán, la mujer:


Recogeré de tus senos, oh amada, todas las flores 
que comienzan a desprenderse: narcisos, violetas, rosas…


Rachán Kayil murió inédito. Lo que conocemos de su obra se publicó después de su muerte, que acaeció el año de 1901 al verse complicado en la conjura tejida por Babis en Teherán contra el Sha de Persia. El poeta fue hecho prisionero, juzgado sumariamente y condenado a la horca. La ejecución de la sentencia se llevó a efecto tres horas después de haber sido pronunciada. Moría Rachán Kayil, pero su poesía comenzaba a vivir, desde entonces, mucho más intensamente.






ANTON VAN WILDERODE [14.097] Poeta de Bélgica

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Anton van Wilderode

Cyriel Pablo Coupé (Nació el 28 junio 1918 y murió el 15 junio 1998) fue un escritor y poeta belga, también conocido por el seudónimo Anton van Wilderode.

Coupé nació en Moerbeke-Waas. Fue ordenado como sacerdote el 21 de mayo de 1944, y se graduó en Filología Clásica en la Universidad Católica de Lovaina. Desde 1946 hasta su jubilación en 1982, trabajó como profesor en Sint-Niklaas en la Sint-Jozef-Klein-Seminarie. Entre sus alumnos estuvieron Paul Snoek y Tom Lanoye.


Bibliografía

Dis al (1939)
De moerbeitoppen ruisten (1943)
Herinnering en gezang (1946)
Najaar van Hellas (1947)
Het land der mensen (1952)
Het herdertje van Pest (1957)
Bloemlezing (1958)
De antikwaar: opera for television (1959)
Filip De Pillecyn (1960)
'Vergilius' Aeneis 1-6 (1962)
De dag van Eden (1964)
André Demedts (1965)
Sint-Niklaas en het Land van Waas (1967)
Maria moeder (1967)
De dubbelfluit (1968)
Dier-bare poëzie: gedichten over dieren (1971)
Het groot jaargetijdenboek (1971)
Vergilius' Bucolica (1971)
Vergilius' Aeneis 7-12 (1971)
Verzamelde gedichten 1943-1973 (1974)
Vergilius' Georgica (1975)
Gedichten (1976) Collected poems, 1974)
Dorp zonder ouders (1978)
Albert Van Dyck (1978)
Vergilius' Bucolica, Georgica, Aeneis (1978)
Circus (1979)
Verzamelde gedichten (1980)
Gustaaf Van Loon (1980)
Gies Cosyns (1981)
Jan De Smedt (1981)
En het woord was bij God: 500 religieuze gedichten uit de Nederlandse letterkunde (1981)
De overoever (1981)
Luisteren naar fluisteren (1981)
Moerbeke-Waas toen en thans (1982)
Het land van amen (1983)
Daar is maar één land dat mijn land kan zijn (1983)
Zingend brons (1983)
Een tent van tamarinde (1985)
De vlinderboom (1985)
De dag begint bij een puin: IJzerbedevaarten in verzen (1985)
Dienstbaar het woord (1985)
Herman Jacobs, kunstschilder (1986)
En het dorp zal duren (1986)
Het tweede jaargetijdenboek (1987)
Op hoop van vrede (1988)
Zachtjes, mijn zoon ligt hier (1988)
Liederen uit mijn landhuis: 50 gedichten van Horatius (1988)
Het hart op de tong: romantische verhalen uit de 19de eeuw (1990)
Het sierlijke bestaan der steden (1990)
De zeven slapers (1991)
Poedersneeuw (1991)
Apostel na de twaalf (1991)
Brugge Brugge (1992)
Een plek voor louter klaarte (1993)
In al begonnen Vrede (1993)
Ex libris (1994)
De aarde van mijn geheugen: Europees huldeboek (1994)
Cortewalle (1994)
Het zonnelied of het loflied der schepselen (1995)
Het oudste geluk (1995)
Barmhartig hout: 30 middeleeuwse misericordes (1996)
Buitengaats (1996)
Tweegelui (1997)
Hout op snee (1997)
Het beeld van de dichter (1998)
De dag sneeuwt dicht: herfst- en wintergedichten (1998)
Jan Hoogsteyns (1998)
Reizend naar het licht: de mooiste religieuze poëzie (1999)
Volledig dichtwerk (1999)



Canción de otoño

Las manzanas golpean sordamente las tejas
y oigo el hondo susurro de la noche otoñal.
Los perros ladran en el frío portal.
El agua que no corre es salobre de tan densa.

Vanamente esta luna tan azul boga rauda
tras los estremecidos árboles esbeltos
e infructuosamente se confunde en los sueños
el corazón que aspira a la otoñal jugada.

El viento llama a las ventanas machacón,
pero el sentido del mensaje nos escapa.
Dados al ocio, a la indecisión y al orden, una manta
nos emboza y nos tapa la cobardía hasta el mentón.


Alhambra

Rosas pulverizadas en los nichos
y en el estanque un loto solitario
gira. Los halcones trazan esos rúnicos
caracteres aéreos del lagarto.

Las fuentes soplan las trompetas del lirio
que sólo dan un único registro.
Y hasta en el reino malva de los peces
se revelan las hondas aguas verdes.

Bien se presiente la leyenda eterna
que crece aquí como el helecho terne,
arisco y desmedido: lo dudoso.

Queda en mi mano una gran rosa abierta
casi ardiendo, que ahuyenta las perennes
sombras que aún traigo de mi cielo umbroso.

Incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna 
(Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. 
y trad. de Francisco Carrasquer).




El árbol de las mariposas


De El árbol de las mariposas del poeta belga de expresión neerlandesa Anton van Wilderode ya escribió Álvaro Valverde hace unos años (A estas alturas del camino A.V. ha escrito ya sobre casi todo, y aún tan nuevo, diariamente, con atrevimiento, con tino). 

Aquí, sólo cuatro datos biográficos y un poema con traducción de José Luis Reina Palazón. 

Anton van Wilderode, seudónimo de Cyriel Coupé, es uno de los poetas belgas de expresión neerlandesa más conocidos y estimados en Flandes. Nació en Moerbeke-Wass el 28 de junio de 1918  y murió en Sint-Niklaas el 15 de de junio de 1998. Estudió Filosofía en Sint-Niklaas y en Gante, y Filología Clásica en la Universidad Católica de Lovaina. En 1944 se ordenó sacerdote y en 1975 la Universidad de Lovaina le concedió el título de Doctor Honoris Causa.

Tiene una obra abundante pero muy poco traducida. En español este El árbol de las mariposas. Un ejercicio retórico. 96 poemas en los que Anton van Wilderode pone en boca de Carlos V la historia de su vida, la de este y la de aquél, supongo. Desde la infancia a la muerte, siempre el único camino. 


En dan

En dan de dood. Eén amper ogenblik
(de leeggedronken beker valt aan scherven)
of een langdurig langzaam henesterven
(de wortelstok geleidelijk losgewrikt).

Zal het des nachts zijn zonder ander licht
dan wat de maan laat in de kleine ruiten,
misschien een morgen als het dag wordt buiten
of binst de weldaad van de schemering?

Zal het najaar zijn in grijs en rood,
verrukkelijk een lentedag vol vlinders
of als het koud wordt en wanhopig bitter?
En dan de dood, denk ik, en dan de dood



Y entonces

Y entonces la muerte. ¿Apenas un momento
(bebido hasta el fondo el vaso cae en pedazos)
o un largar y quedo irse acabando acaso
(como el rizoma arrancado lento, lento)?

¿Será de noche, sin otra luz nada más
que la que la luna al chico vidrio envía
mientras una mañana fuera se hace día
o en buen acto de la luz crepuscular?

¿Será un otoño en gris y rojo, fuerte
día primaveral de mariposas colmado
o hará frío e invierno desesperado?
Y entonces la muerte, pienso, la muerte.




A ÁRVORE-DAS-BORBOLETAS

Por sobre o denso mato vai movendo
longas guias até cima. Unidos
ímpares no alto os botões floridos
malva e lilás, azul quase acolhendo.

Borboletas no voo e emoção
(as brancas cor de arminho oceladas)
vêem-na longe ou perto deslumbradas;
de invisível odor nasce a atracção.

De algures ser em voo, em convento
silente de asas e pétalas, giram
e juntas embalando-se respiram
na única vontade ao movimento.




YUSTE 

Dif’rente a calma que tenho encontrado.
O silêncio de frutos d’ oliveira,
de carvalho seco, da sua madeira,
de mármore e pedra no lajeado.

Um fogo imóvel activo no lar
que nunca mais há-de ‘star apagado,
poltrona e leito nunca mais mudados,
cadeiras quietas a mesa a rodear.

E apenas algo audível na estival
noite quieta, na rama onde calados
pares de pássaros ficam guardados
ou a água quando rega o canal.




TESTAMENTO 

Cortou a pluma de ganso o estilete,
retirada está a tampa do tinteiro
e o pó de ouro, de um brilho ligeiro,
sobre os florais motivos do tapete.

A mão direita não sabe neste dia
como começar, com que expressões,
o atormentado pergaminho põe
como antes sempre fazia

e no branco a ponta da pluma
a irresolução decidido a superar.
Escrevo contra a luz do sol, a traçar
sobre o grão vazio letras uma a uma.




QUEM VAI, QUEM FICA

O mundo continuará depois do pranto,
árvores jovens, adultas, baloiçantes
sobre o verde de tantas ervas deslizante,
por tudo se espraia das aves o canto,

as estrelas com o mesmo nome ao girar
ante outros homens com nomes alterados
em suas órbitas dadas para tempos dados
enquanto o sol durar e a luz estival,

um aluvião de rosas decerto haverá,
redonda neve de inverno nos caminhos
e a chuva dará suas voltas peregrinas,
e dia e noite e dia quando me vá.

(Traduções de Ruy Ventura)





JULIA TULKENS [14.098] Poeta de Bélgica

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Julia Tulkens

Julia Tulkens (Tienen, Flandes   6 de octubre de 1902 - Tienen, 12 de marzo de 1995) fue una poeta flamenca.

Nació Julia Boddaer y estudió en el Departamento de Inglés de la escuela normal Geldenaken. En 1923 se casó con Leo Tulkens, profesor e historiador.

Julia Tulkens debutó en 1931 con Heibloempjes. Inicialmente, escribió a principios poesía clásica. 

Obras 

Heibloempjes (1931)
De liedjes van Hilda (1932)
Liederen bij schemeruur (1933)
Krans (1934)
Veertien kinderliederen (1936)
Ontvangenis (1936)
Twee wiegeliederen (1937)
Vader (1938)
Tien gedichten (1945)
Zo zingt mijn blondje (1948)
De aardse bruid (1950)
Na het bruidslied (1953)
Nog breken mijn handen (1963)
Drie kinderliederen (1964)
Gemarmerd in tijd (1975)
Yggdrasil (1977)
Verzamelde gedichten (1978)
In u vergroeid (1988)
Kinderwereld (1989)
De eeuw is aan het kantelen (1991)



¡Oh Eva, tan lejana...

¡Oh Eva, tan lejana, tan perdida en el tiempo,
perdida en las fronteras de la vida y la muerte:
cómo vemos tu sombra flotando en nuestro espejo,
oh tú, cuya mirada al mundo entero envuelve!

¿Cómo aprendiste a ser la primera novia, única,
puesto que Dios te hizo virgen y hembra en un día?
¿Cómo aprendiste el nombre de las flores y frutas
y al primer reír de hombre reflejar tu alegría?

Eva, hermana lejana, aún nos queda tu nombre.
Aún vestimos igual tu amor y penitencia.
Tras tu sombra perdemos el paraíso al hombre
con igual desespero, humildad y paciencia.

¡Oh Eva, Eva lejana, perdida en el agrado
de amar al primer hombre y hundirlo en tu regazo
hasta que la coyunda te dio el hijo primero...
Mas tu maternidad ¡llevaba el mortal sello!

Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).





O Eva, verre vrouw

O Eva, verre vrouw, verloren in de tijden,
verloren aan de grenzen van leven en van dood,
hoe voelen we uw schim in eigen beeld verglijden,
o gij, die in uw blik de hele wereld sloot.

Hoe hebt g’allene bruid het leven leren dragen,
want God schiep u als maagd en vrouw op eend’re dag ?
Hoe leerde gij de naam van bloem en vruchten vragen
en spiegelde g’uw vreugd in d’eerste mannenlach ?

O Eva, verre zuster, uw  naam is ons gebleven.
Wij dragen zelfde kleed van liefde en van schuld.
Wij zijn langs uwe schim uit ’t paradijs verdreven,
met zelfde kreet van wanhoop, van deemoed en geduld.

O Eva, verre Eva, verloren in’t behagen
de eerste man te minnen, te binden aan uw schoot,
tot gij, in deze val, het eerste kind mocht dragen,
maar in dat moederschap…het teken van de dood !

Uit: De aardsche bruid




Ben ik nog schaduw

Ben ik nog schaduw,
ben ik al licht,
of is d’oneindigheid
mijn aangezicht ?

Treed ik in wolken
of in hemelgrond ?
Er ruist een hooglied
aan mijn lichte mond.

In uw omarming
hoe ik rijzend ril….
Mijn haren wuiven
en de tijd valt stil.

Uit: De aardsche bruid




J U L I A    T U L K E N S

Julia Tulkens (1902-1995), dochter van een Vlaamse vader en een Waalse moeder, volgt een de facto tweetalige opleiding aan de normaalschool van Jodoigne. Als jong meisje is ze verliefd op de drie jaar oudere Waalse dichter Maurice Carême, die in Tienen studeert. In 1922 trouwt ze met Leo Tulkens, die haar aanzet om Nederlands te schrijven.



Julia Tulkens debuteert in de jaren 1930 met eenvoudige verzen die nog enigszins waren geïnspireerd door Alice Nahon. Ze schrijft daarnaast gedichten voor kinderen. Maar de grote openhartigheid van haar bundel Ontvangenis (1936) wekt verontwaardiging. Het gaat om emotioneel sterk geladen, maar sobere poëzie, niet echt “klassiek”, maar toch mijlenver verwijderd van het expressionisme. Tulkens doorbreekt echter ook een heleboel taboes. Ze schrijft over erotische verrukking en over het moederschap als bekroning van de lichamelijke liefde. Willem Elsschot en Marnix Gijsen drukten hun waardering uit voor de bundel.

In 1938 volgt de bundel Vader over haar overleden vader. De dood staat hier centraal. De dichteres krijgt er de literaire Prijs van de provincie Brabant voor. In 1950 verschijnt De Aardse bruid, opnieuw een lofzang op de liefde, vol “opzienbarende heftigheid en ongewone openhartigheid”. Tulkens ontvangt de Vijfjaarlijkse Prijs van de Vlaamse Provincies. Na de dood van haar man verschijnt Germarmerd in de tijd (1976), haar laatste belangrijke bundel. Heimwee speelt een grote rol. In 1978 rolden bij Orion haar Verzamelde Gedichten van de pers. Tien jaar later publiceert Tulkens hieruit de selectie In u vergroeid. In 1991 verschijnt nog De eeuw is aan het kantelen.

Liederen voor de man

(1)

Mijn jonge lijf plooit als een wisse
onder de macht van uw begeert,
terwijl ge mij de heimenisse
van nemen en van geven leert.
Ge hebt in mij de laatste schaamte
der vrouwe voor den man versmacht.
Nu is mijn lichaam ene weelde
die blij op uw bezitting wacht.

(2)

Ik heb mijn leden loom gedronken
aan uwe eigen, dronken mond.
Ik heb mijn lichaam blij geschonken,
daar ‘k in die gave, uw gave vond.
Ik heb mijn lichaam blij gegeven,
maar dat verliezen maakt me rijk.
Ik kreeg de wijding van uw leven.
En zie, hoe word ik u gelijk.

Ontvangenis, 1936



REMIGIO CORNEEL VAN DE KERCKHOVE [14.099] Poeta de Bélgica

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Remigio Corneel Van de Kerckhove 

(Malinas, Bélgica  25 de septiembre de 1921 - Duffel, 2 de enero, 1958 ) fue un poeta flamenco. Debutó en 1939 con la Noche de Raids.

Fundó junto con Ene Walravens la vanguardia -Tijd en Mens- literatura experimental después de la Segunda Guerra Mundial. Fue secretario de redacción y responsable editorial.

Además de su obra literaria Van de Kerckhove tuvo una carrera notable. Jugó fútbol 1938-1947 como delantero centro en el primer equipo de Racing Mechelen. A partir de 1953 fue reportero de fútbol para el NIR, el precursor de la VRT. Debido a que no podía combinar este trabajo con su papel de liderazgo en la Expo 58, se acercó a un ex compañero de equipo para que lo sustituya como comentarista. Este fue el comienzo de las carreras de radiodifusión de Rik De Saedeleer.

Van de Kerckhove, a la edad de 36 años murió en un accidente de tráfico.

Bibliografía 

Nachtelijke razzia (1939)
De andere weg (1941)
Gebed voor de kraaien (1948)
Ebbe en Vloed (1954)
Bloemlezing uit zijn gedichten (1964), postuum samengesteld door Louis Paul Boon
Verzamelde gedichten (1974), postuum







Como al caer la tarde huelen los árboles

Como al caer la tarde huelen los árboles a filtros de cupido
así estaba la lluvia embebida de paraísos
luego corren las ratas
corren las ratas
detrás mío

un ruido sordo despega los labios de los enamorados
el espectro de memling rompe a reír a carcajadas
porque es tan viejo todo abrazo
más viejo que el pan
de los cisnes humanos

guido gezelle
está solo
en la noche
la estatua está muerta
la estatua está fría

orillas del gruuthuuse
corren las ratas corren las ratas
al lado
mío

cuando por el caer de la tarde la angustia se desliza a mi lado
me coge me besa me sacude
me susurra que tengo que morir
y estar muerto estar muerto estar muerto
y luego corren las ratas corren las ratas
a mi lado

Remigius Corneel van de Kerckhove, incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).





ANTONIO GONÇALVES DIAS [14.100] Poeta de Brasil

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Antonio Gonçalves Dias

(Caxias, Brasil  10 de agosto de 1823 - Delhi 3 de noviembre de 1864) fue un poeta y dramaturgo brasileño. 
Se le considera el primer y más grande romántico brasileño, que cantó a la patria y al indio, iniciando así la literatura indianista en el Brasil.

Hijo de un portugués y una mestiza, cruce de negra e indio, estudió leyes en Coimbra y leyó la poesía de los románticos.

Publicó Primeiros cantos (1846), Segundos cantos (1848), y Últimos cantos (1851). También se cuentan entre sus obras Sextilhas de frei Antào (1848), en las que utilizó el portugués tradicional del siglo XVI, así como un importante Dicionário da lingua tupi (1858), y dejó inacabado el poema épico Os timbiras.

De regreso de un viaje de Europa, muy enfermo, murió a bordo del buque Ciudad de Boulogne que naufragó en las costas del Marañón.



Deprecación

¡Tupá, oh Dios grande!, con denso velaje
Cubriste tu rostro de plumas gentiles;
Y yacen tus hijos clamando venganza,
¡Perdidos los bienes que otrora les diste!

¡Tupá, oh Dios grande, tu rostro descubre:
Ya mucho sufrimos tu dura venganza!
Ya lágrimas duras lloraron tus hijos,
Tus hijos que lloran tan fuerte mudanza.

Añangá implacable de lejos nos trajo
Los hombres que el rayo manejan cruentos,
Que viven sin patria, que vagan sin tino,
En busca del oro, voraces, sedientos.

La tierra que pisan, y el campo y los ríos
Que asaltan son nuestros; nuestro Dios tú eres.
Si el rayo de muerte que lanzan es tuyo,
¿Por qué tal pujanza concederles quieres?

¡Tupá, oh Dios grande! con denso velaje
Cubriste tu rostro de plumas gentiles;
Y yacen tus hijos clamando venganza,
¡Perdidos los bienes que otrora les diste!

Tus hijos valientes, en guerra temidos,
Al romper el día, cuán fuertes los vi.
La muerte habitaba sus plumadas flechas,
La maza de guerra, el arco Tupí.

Y hoy, cuando las aguas del río cien veces
Solamente he visto crecer y bajar...
Pocos de los tuyos quedan ya que puedan
De los suyos, muertos, los huesos llevar.

Tus hijos valientes terror infundían,
Tus hijos llenaban los bordes del mar,
Las olas cuajaban de estrechas canoas,
De flechas el aire solían llenar.

Ya no más persiguen en bosques frondosos
Las corzas ligeras, el nasón coatí...
¡La muerte habitaba las plumadas flechas,
La maza de guerra, el arco Tupí!

El Piaga nos dijo que breve sería
La que nos inflinges, cruel punición;
¡Y aún vagan los tuyos por sierras, por valles,
Buscando un asilo por hostil sertón!

Tupá, oh Dios grande, descubre tu rostro:
¡Ya mucho sufrimos tu dura venganza!
Ya lágrimas tristes lloraron tus hijos,
Tus hijos que lloran tan larga tardanza.

Descubre tu rostro, resurjan los bravos
Que al rayar el alba he visto luchar:
¡Los fieros confiesen al verse vencidos
Que te vengas y eres grandes, oh Dios, Tupá!




El mar

Frappé de ta grandeur farouche
Je tremble... est-ce bien toi, vieux lion que je touche,
Océan, terrible océan!

Turquety


Océano terrible, mar inmenso
De procelosas olas que se enroscan
Floridas reventando en blanca espuma
En uno y otro polo,
Al fin... al fin te veo; al fin mis ojos
Trémulos clavo en tu cerviz indómita,
Y tu iracundo, bárbaro rugido
Al fin medroso escucho.

¿En dónde hubiste, oh piélago profundo,
Ese rugido tuyo? En vano el mazo
Enloquecido de los vientos hiende
Cuanto golpea, y llama.

Del abismo profundo las mil olas
Que avaro guardas en tu seno undoso;
Al terrible rugir del viento bravo
Tu rugido ensombrece.
En vano truena horrísona tormenta;
La voz del trueno, que estremece al cielo,
No cubre tu clamor. ¿Dónde la hubiste,
Majestuoso Oceano?

Oh mar, ese rugido es eco incierto
De la voz creadora que te hizo:
Sea, dijo; y tú fuiste, y a las rocas
Tus olas arrojaste.

De noche, cuando el cielo es puro y limpio,
Tornas tu suelo azul, corren tus olas
Sobre luceros mil; los ojos nuestros
Entre los cielos túrbanse.
De la voz de Jehová un eco incierto
Pienso que es tu rugir; sola, perenne,
Imagen de lo eterno, reflejando
Las acciones de Dios.

Sola contigo, pues, la mente libre
Se eleva, sube al cielo ardiente, altiva,
Y de este lodo terrenal se limpia,
Como el bronce en el fuego.

La ardiente musa, a tu canción unida,
Glorifica al Señor de las alturas
Con la frente más alta que las nubes
Y los pies sobre ti.

¿Qué hay más fuerte que tú? Cuando se eriza
Tu terrible melena, la flotante
Nao, de artificio extremo, en breve tiempo
Húndese y se aniquila.

Nada en la tierra tu poder resiste,
Pero un grano de arena te detiene,
¡Tan fuerte contra el hombre, tan sin fuerza
contra cosa tan flaca!

Pero en aquel instante que me espera
En que de esta prisión he de evadirme,
Iré tan alto, oh mar, que allí no llegue
Tu sonoro rugido.

Aún más fuerte que tú será mi alma:
Sin saber de temor, espacio y tiempo,
Con un gesto abrirá el estrecho círculo
del mundo y de los cielos.

Entonces, entre estrellas consteladas,
Cantando himnos de amor en arpas de ángeles,
Sonará más potente que tus olas
Al morder la áurea arena.

Será más dulce que el sencillo canto
De nostálgica virgen, cuando llena
La noche el mundo, y que la mansa brisa
Que suspira entre flores.





Lecho de hojas verdes

¿Por qué tardas, Jatir, que con desgana
A la voz de mi amor mueves los pasos?
La brisa de la noche, entre las hojas,
En los altos del bosque rumorea.

   Bajo la copa del altivo mango
Nuestro lecho gentil cubrí celosa
Con delicada alfombra de hojas blandas,
Donde la luz lunar juega entre flores.

   ¡La flor del tamarindo abrióse ha poco
Y ya exhala el jazmín más dulce aroma!
Como una prez de amor, como estas preces,
En la noche silente el bosque exhala.

   Brilla la luna, brillan las estrellas,
Vuelan perfumes al volar la brisa,
A cuyo influjo mágico respírase
Un desmayo de amor, mejor que vida.

   Sea en valles o en montes, tierra o lago,
Donde quiera que vayas, día o noche,
Siempre va en pos de ti mi pensamiento;
¡Mío tú, tuya yo, sin más amores!

   Mis ojos otros ojos nunca vieron,
No sintieron mis labios otros labios,
Ni otra mano, Jatir, sino la tuya
La flor del arazá me ciñó al talle.

   La flor del tamarindo está entreabierta
Y ya exhala el jardín más dulce aroma;
También mi corazón, como estas flores,
Mejor perfume con la noche exhala.

   No me escuchas, Jatir, ni tardo acudes
A la voz de mi amor, que llama en vano.
¡Oh Dios ya rompe el sol: del lecho inútil
Barra las hojas mañanera brisa!

Antología de la poesía brasileña. Desde el Romanticismo a la Generación del cuarenta y cinco (Editorial Seix Barral, Barcelona, 1973, trad. de Ángel Crespo).





TEXTOS EN ESPAÑOL
Traducción de Washington Delgado


CANCIÓN DEL EXILIO

         Kennst du das Land, wo die Citronen blühen,
            Im dunkeln die Gold-Orangen glühen,
            Kennst du es wohl? - Dahin, dahin!
            Mocht ich ... ziehn.
                                               GOETHE

Mi tierra tiene palmeras
En donde canta el sabiá;
Las aves que aquí gorjean,
No gorjean como allá.

En nuestro cielo hay más luces,
En nuestras vegas más flores,
En nuestros bosques más vida
Y vida con más amores.

Al pensar, solo, en la noche
Más placer encuentro allá;
Mi tierra tiene palmeras
En donde canta el sabiá.

Mi tierra tiene primores
Como no las hallo acá;
Al pensar -solo y de noche­
Más placer encuentro allá;
Mi tierra tiene palmeras
En donde canta el sabiá.

No permita Dios que muera
Sin que vuelva para allá;
Sin que goce los primores
Que no encuentro por acá;
Sin que vea las palmeras,
En donde canta el sabiá.




DESEO

¡Que no me muera sin gustar, al menos
Por un breve momento, en esta vida
         Amor igual al mío!
Permite, Dios, que en esta tierra encuentre
Una mujer, un ángel, la obra tuya
         Que sienta como yo.
¡Un alma afín, hermana de la mía
Que mi silencio escuche, que me siga
         Por la amplitud del aire!
¡Que estrechamente unidas, nuestras almas
Dejen la tierra y hacia el cielo suban
         En éxtasis de amor!





!NO ME DEJES!

Asomada a las aguas del arroyo
         Dijo en vano la flor
A la corriente donde se miraba ...
         "iAy, no me dejes, no!

"Quédate aquí o trasládame contigo
         A la amplitud del mar.
Límpida o turbia, te amaré por siempre.
¡No me dejes jamás!"

La corriente pasaba, iban las aguas
         Tras otras siempre en poso
Inclinada la flor, decía en vano:
         "!Ay, no me dejes, no!"

A las aguas que huían incesantes
         En igual sucesión,
Siempre hablaba la flor, en vano siempre:
         "!Ay, no me dejes, no!"

Por fin desfallecida, ya en el suelo,
         Marchita y sin colar,
Busca el arroyo aún para decirle
         Que no la deje, no.

La impiadosa corriente la envolvía
         Y, mortal, la arrastró.
AI hundirse decía, pobrecita:
         "!No me dejaste, no!"




I JUCA-PIRAMA
(fragmentos)


IV

Mi canto de muerte,
Guerreros, oíd:
Hijo de la selva,
En selvas crecí;
Guerreros, provengo
De tribu tupí.

EI hado inconstante
Ha tornado errante
La tribu pujante
En la que nací.
Norteño, por suerte,
Soy bravo, soy fuerte,
Mi canto de muerte,
Guerreros, oíd.

Ví en guerras e intrigas
Tribus enemigas,
Las duras fatigas
Guerreras probé.
En ondas falaces
Sentí los mordaces
Silbidos fugaces
Del viento que amé

Corrí luengas tierras,
Luché en duras guerras,
Vagué por las sierras
De los Aimorés.
Ví lides de bravos,
Ví fuertes esclavos
De hierros cargados
En manos y pies.
Ví campos talados,
Arcos vi quebrados
Y brujos cuitados
Sin sus maracás.
Vi a tiemos cantores,
Sirviendo a señores,
Que fingen traidores,
Amor a la paz.

Sin hogar ni abrigo,
Al golpe enemigo,
mi mejor amigo
¡Cayó junto a mí!
Con faz como ajena,
Plácida y serena,
Tan amarga pena
Callado sufrí.

Mi padre a mi lado,
Ciego y quebrantado,
De penas calado,
Se apoyaba en mí.
Entrambos, mezquinos,
Por malos caminos,
Cubierto de espinos,
Llegamos aquí.

El viejo, entretanto,
Sufría ya tanto
El hambre y quebranto
¡Que ansiaba morir!
Ya no me contuve
Al bosque me atuve,
Las flechas que tuve
Me iban a servir.

Luego, forastero,
Caí prisionero
De un grupo guerrero
Con el que topé.
Los trágicos ruegos
De mi padre ciego
Al ver que no llego,
Triste imaginé.

Era yo la guía
En su hora sombría,
La única alegría
Que Dios le dejó.
En mí se apoyaba,
En mí se afirmaba,
En mí descansaba,
¡Hijo suyo soy!

¿Qué resta al cuitado
Viejo quebrantado,
Ciego, abandonado?
Tan sólo morir.
El tiempo tan breve
Que su vida leve
Acabarse debe,
¡Dejadme vivir!

Yo, sin menoscabo,
No vil sino bravo,
Seré vuestro esclavo,
Volveré hasta aquí.
Corre sin desdoro
EI llanto que lloro,
La vida no imploro:
¡También sé morir!     

Extraído de TRES POETAS ROMÁNTICOS: GONÇALVES DIAS, CASTRO ALVES, SOUSÃNDRADE. Prólogo de Luis Jaime Cisneros. Traducciones de Washington Delgado, Arturo Corcuera y Javier Sologuren.  Lima: Centro de Estudios Brasileños, 1984.  109 p.
(Tierra Brasileña. Poesía, 20)





TRADUCCIONES DE JAIME TELLO
De CUATRO SIGLOS DE POESÍA BRASILEÑA
Caracas: Centro Abreu Lima de Estudios Brasileños, Instituto de Altos Estudios de América Latina, Universidad Simón Bolivar, 1983


LECHO DE VERDES HOJAS

¿ Por qué tardas, Jatir, que con demora
A la voz de mi amor mueves tus pasos ?
La brisa nocturnal mueve las hojas
y en las ramas del bosque rumorea.

Bajo la copa del altivo mango
Nuestro lecho gentil cubrí celosa
Con mimoso tapiz de blandas hojas,
Donde un rayo lunar salta entre flores.

La flor de tamarindo abrióse, ha poco,
¡ Ya exhala el jazmín más dulce aroma!
Como una prez de amor, con estas preces,
En nocturnal silencio el bosque exhala.

Brilla la luna, brillan las estrellas,
Corren perfumes al correr la brisa,
A cuya magia aspírase un quebranto
De amor, ¡ mucho más dulce que la vida!

Sean valles o montes, lago o tierra,
Doquiera que tú vayas, noche o día,
Va siguiendo tras tí mi pensamiento;

Soy tuya, tu eres mío: ¡ nunca amé a otro!

Mis ojos otros ojos nunca vieron,
No sintieron mis labios otros labios,
Ni otras manos, Jatir, sino las tuyas
Ciñeron a mi cuerpo la arasoia.

La flor del tamarindo está entreabierta,
Ya exhala el jazmín más dulce aroma;

También mí corazón, como estas flores,
Mejor perfume ante la noche exhala.

¡ No me escuchas, Jatir, ni tardo acudes,
A la voz de mi amor que en vano llama!
¡ Tupã !* ¡ Ya nace el sol! ¡ Del lecho inútil
La brisa matinal barre las hojas!

* Denominación Tupí del trueno, empleada
por los misioneros jesuítas. (N. del T.)




MARABÁ*

Vivo sola; ¡ nadie buscarme procura!
Pero, ¿acaso hechura
No soy de Tupã?             
Si algún hombre acaso de mí no se esconde,
    '”Eres", me responde,
    "¡Eres Marabá!".
" Mis o jos son garzos, color de zafiro,
Tienen luz de estrellas, y tierno brillar;
Imitan las nubes de un cielo de añil,
¡ Sus colores copian las ondas del mar!".

Y si algún guerrero no huye a mi paso;
"Tus o jos son garzos",          
Responde enojado: "Eres Marabá".
Prefiero unos ojos bien negros, lucientes, ;
    '”Ojos refulgentes,
    “Negros y retintos, ¡ no como anajá!. **;

"Oh, mi rostro tiene blancura de lirios ,
Color de la arena pulida del mar;
Las aves más blancas, lasconchas más puras
Nunca son más blancas, nunca brillan más".
Y si aún me escuchas mis acres delirios:
"Blanca como lirios,
Eres", me responde; "pero Marabá: ,
"Prefiero una cara color de guayaba,
'”una piel tostada
“Del sol del desierto, ¡ no flor de cajú !".***

'”Mi cuello tan leve se curva agraciado,
'Pecíolo pendiente del cactus en flor;
“Mimosa, indolente, me tiendo en el prado,
“ ¡ Como un sollozante suspiro de amor!".
“Amo la estatura flexible, ligera,
“Cual una palmera",
Me responden: “Pero eres Marabá:
“Más prefiero el cuello de la ema**** orgullosa,
“Que anda vanidosa,
“Reina de los campos que cruzando va."

“Mis rubios cabellos en ondas descienden
“Nunca el oro puro tuvo un brillo así;
“Las brisas del bosque de ellos se prenden,
“Al verlos tan bellos como un colibrí".

Pero me responden: "Tus largos cabellos
“Son rubios, son bellos,
“Pero son rizados; eres Marabá:
“Prefiero cabellos bien lacios, bien lisos
“No pelo de rizos,
“Color de oro fino, como curajá''.

¿ Y las dulces voces que tenía aquí dentro
A quién las diré?
El ramo de acacia en la frente de un hombre
Jamás ceñiré;

Jamás un guerrero de esta arasoia
Me despojará:
Vivo solitaria, llorando mezquina,
¡ Que soy Marabá!

(  *) Mestiza de blanco e indio. (N. del T.)                    i
( **» Maximiliana regia Mart., una especie de palmera. (N.delT.l
( ***) AnacardiumoccidentaleL.elmarañónomerey (N.delT.).
{****) Rhea americana (L.) el avestruz ema. o ñandú suramericano
(N.delT.)




SI TE AMO, ¡NO SÉ!

¡ Amar! si te amo, no sé.
Oigo por ahí pronunciar
Esa palabra de modo
Que no sé lo que es amar.

Si amar es soñar contigo,
Si es pensar, despierto, en ti,
Tenerte en mi alma presente
¡ Todo olvidado de mí!

Si es codiciarte, quererte
Como bendición de Dios.
Solamente a ti en la tierra ¡
Como allá, arriba, al Señor;

Si es dar la vida, el futuro,
Para decir que te amé;

Amo; aunque si te amo
como oigo decir —¡ no sé !.






CANÇÃO DO EXÍLIO

         Kennst du das Land, wo die Citronen blühen,
            Im dunkeln die Gold-Orangen glühen,
            Kennst du es wohl? - Dahin, dahin!
            Mocht ich ... ziehn.
                                               GOETHE

Minha terra tem palmeiras,
Onde canta o Sabiá;
As aves, que aqui gorjeiam,
Não gorjeiam como lá.

Nosso céu tem mais estrelas,
Nossas várzeas têm mais flores,
Nossos bosques têm mais vida,
Nossa vida mais amores.

Em cismar, sozinho, à noite,
Mais prazer encontro eu lá,
Minha terra tem palmeiras,
Onde canta o Sabiá.

Minha terra tem primores,
Que tais não encontro eu cá;
Em cismar, —sozinho, à noite—
Mais prazer encontro eu lá;
Minha terra tem palmeiras,
Onde canta o Sabiá.

Não permita Deus que eu morra,
Sem que eu volte para lá;
Sem que desfrute os primores
Que não encontro por cá;
Sem qu'inda aviste as palmeiras,
Onde cantei o Sabiá.

            Coimbra - Julho 1843.




DESEJO

         E poi morir.
            METASTÁSIO

Ah! que eu não morra sem provar, ao menos
Sequer por um instante, nesta vida
         Amor igual ao meu!
Dá, Senhor Deus, que eu sobre a terra encontre
Um anjo, uma mulher, uma abra tua,
         Que sinta o meu sentir;
Uma alma que me entenda, irmã da minha,
Que escute a meu silêncio, que me siga
         Dos ares na amplidão!
Que em laço estreito unidas, juntas, presas,
Deixando a terra e o lodo, aos céus remontem
         Num êxtase de amor!

            (De Primeiros Cantos)




NÃO ME DEIXES!

Debruçada nas águas dum regato
         A flor dizia em vão
A corrente, onde bela se mirava ...
         "Ai, não me peixes, não!

"Comigo fica ou leva-me contigo
         "Dos mares à amplidão,
"Límpido ou turvo, te amarei constante
         "Mas não me deixes, não!"

E a corrente passava; novas águas
         Após as outras vão;
E a flor sempre a dizer curva na fonte:
         "Ai, não me deixes, —não!"

E das águas que fogem incessantes
         A eterna sucessão
Dizia sempre a flor, e sempre embalde:
         "Ai, não me deixes, não!"

Por fim desfalecida e a cor murchada,
         Quase a lamber o chão,
Buscava inda a corrente por dizer-lhe
         Que a não deixasse, não.

A corrente impiedosa a flor enleia,
         Leva-a do seu torrão;
A afundar-se dizia a pobrezinha:
"Não me deixaste, não!"
            (De Novos Cantos) 




I JUCA-PIRAMA
(fragmentos)

IV

Meu canto de morte,
Guerreiros, ouvi:
Sou filho das selvas,
Nas selvas cresci;
Guerreiros, descendo
Da tribo tupi.

Da tribo pujante,
Que agora anda errante
Por fado inconstante,
Guerreiros, nasci:
Sou bravo, sou forte,
Sou filho do Norte;
Meu canto de morte,
Guerreiros, ouvi.

Já vi cruas brigas,
De tribos imigas,
E as duras fadigas
Da guerra provei;
Nas ondas mendaces
Senti pelas faces
Os silvos fugaces
Dos ventos que amei.

Andei longes terras,
Lidei cruas guerras,
Vaguei pelas serras
Dos vis Aimorés;
Vi lutas de bravos,
Vi fortes — escravos!
De estranhos ignavos
Calcados aos pés.

E os campos talados,
E os arcos quebrados,
E os piagas coitados
Já sem maracás;
E os meigos cantores,
Servindo a senhores,
Que vinham traidores,
Com mostras de paz.

Aos golpes do imigo
Meu último amigo,
Sem lar, sem abrigo
Caiu junto a mil
Com plácido rosto,
Sereno e composto,
O acerbo desgosto
Comigo sofri.

Meu pai a meu lado
Já cego e quebrado,
De penas ralado,
Firmava-se em mi:
Nós ambos, mesquinhos,
Por ínvios caminhos,
Cobertos d'espinhos
Chegamos aqui!

O velho no em tanto
Sofrendo já tanto
De fome e quebranto,
Só qu'ria morrer!
Não mais me contenho,
Nas matas me embrenho,
Das frechas que tenho
Me quero valer.

Então, forasteiro,
Caí prisioneiro
De um troço guerreiro
Com que me encontrei:
O cru desasossego
Do pai fraco e cego,
Em quanto não chego,
Qual seja, — dizei!

Eu era o seu guia
Na noite sombria,
A só alegria
Que Deus lhe deixou:
Em mim se apoiava,
Em mim se firmava,
Em mim descansava,
Que filho lhe sou.

Ao velho coitado
De penas ralado,
Já cego e quebrado,
Que resta? —Morrer.
Em quanto descreve
O giro tão breve
Da vida que teve,
Deixai-me viver!

Não vil, não ignavo,
Mas forte, mas bravo,
Serei vosso escravo:
Aqui virei ter.
Guerreiros, não coro
Do pranto que choro;
Se a vida deploro,
Também sei morrer.




CANÇÃO DO TAMOIO
(Natalícia)

Não chores, meu filho;
Não chores, que a vida
É luta renhida:
Viver é lutar.
A vida é combate,
Que os fracos abate,
Que os fortes, os bravos,
Só pode exaltar.

II

Um dia vivemos!
O homem que é forte
Não teme da morte;
Só teme fugir;
No arco que entesa
Tem certa uma presa,
Quer seja tapuia,
Condor ou tapir.

III

O forte, o cobarde
Seus feitos inveja
De o ver na peleja
Garboso e feroz;
E os tímidos velhos
Nos graves conselhos,
Curvadas as frontes,
Escutam-lhe a voz!

IV

Domina, se vive;

Se morre, descansa
Dos seus na lembrança,
Na voz do porvir.
Não cures da vida!
Sê bravo, sê forte!
Não fujas da morte,
Que a morte há de vir!

V

E pois que és meu filho,
Meus brios reveste;

Tamoio nasceste,
Valente serás.
Sê duro guerreiro,
Robusto, fragueiro,
Brasão dos tamoios
Na guerra e na paz.

VI

Teu grito de guerra
Retumbe aos ouvidos
D'imigos transidos
Por vil comoção;
E tremam d'ouvi-lo
Pior que o sibilo
Das setas ligeiras,
Pior que o trovão.

VII

E a mãe nessas tabas,
Querendo calados
Os filhos criados
Na lei do terror;
Teu nome lhes diga,
Que a gente inimiga
Talvez não escute
Sem pranto, sem dor!

VIII

Porém se a fortuna,
Traindo teus passos,
Te arroja nos laços
Do imigo falaz!
Na última hora
Teus feitos memora,
Tranquilo nos gestos,
Impávido, audaz.

IX

E cai como o tronco
do raio tocado,
Partido, rojado
Por larga extensão;
Assim morre o forte!
No passo da morte
Triunfa, conquista
Mais alto brasão.

X

As armas ensaia,
Penetra na vida:
Pesada ou querida,
Viver é lutar.
Se o duro combate
Os fracos abate,
Aos fortes, aos bravos,
Só pode exaltar.

  




VICENTE DE CARVALHO [14.102] Poeta de Brasil

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VICENTE DE CARVALHO

(1866-1924)
Nacido en Santos, Brasil publicó su primer libro de poesía, Ardentias, en 1885. Se graduó en Licenciatura en la Facultad de Derecho de São Paulo SP. participado en el Abolicionista Bohemia, el envío de los esclavos fugitivos a la Quilombo Jabalpur. Compitió por diputado provincial en el congreso republicano en 1887, en São Paulo, fue editor de la Revista de Santos, y fundó el Diario de la mañana en Santos. Se convirtió en diputado en el Congreso Constitucional del Estado en 1891, luego de participar en la Comisión Constituyente del Escritor.

Fue elegido miembro de la Academia Brasileña de Letras en 1909. En el período de 1914 a 1920 fue Ministro de la Corte de Justicia del Estado, en Santos. En 1924 publicó Louisette, comedia en dos actos.  

Poesía: Ardentias (1885), Relicário (1888), Rosa, Rosa de Amor (1902), Poemas e Canções (1908), Verso e Prosa (1909), Páginas Soltas (1911) e Versos da Mocidade (1912). 

Es considerado uno de los principales nombres de la poesía parnasiana brasileira.  



Sugestiones del crepúsculo

                    
I

Al caer el sol, por la tristeza
Que trae la luz crepuscular,
Tiene el acento de quien reza
            La voz del mar.

Crece, se arrastra y va pausado
Por las laderas del otero
De sombra el yermo, vago y huero,
De un cielo de astros despojado.

Todo se apaga; en todo anida
Una fatiga, un desconsuelo...
Cual la mirada dolorida
Que al muerto empaña en triste velo.

Vencida, pues, por un instante,
Por la escena que le rodea,
Melancólica balbucea
La voz piadosa del gigante.

Cede la ola y ya no lucha,
Se humilla, empieza a murmurar...
¿Qué pide al cielo que no escucha
             La voz del mar?

                    
II

Extraña voz, extraño salmo
Aquel salmo y aquella voz,
Cuya humildad y acento calmo
No parecen del mar feroz;

Del mar pagano, en desenvueltas
Distancias libres, cuya vida
Corre, agitada y desabrida,
En tempestad de olas revueltas;

Cuya ternura asustadora
Agrede a todo cuanto ama
Y una vez duerme y otra adora
A la playa en que se derrama...

Torvo gigante repelido
En su pasión lasciva y loca,
Es todo furia, y en su boca
Aúlla el dolor, mora el rugido.

La desnudez sueña: e impuro,
Blanco de espuma, ebrio de amor,
Desnudar quiere el seno duro,
Virginal, de la tierra en flor.

La tierra en flor teme y se apoca,
Quiere escapar: huye y se apena
Tras los montículos de arena
Y del granito tras la roca.

Tras de las huellas de la amante
Que se le hurta, sigue el mar;
Suelta las olas adelante,
Como jauría, a olfatear.

Y, hallado el rastro, con sus blancos
Penachos de olas y su airada
Fuerza, en la tierra devastada
Lame las rocas y barrancos...

                    
III

Más formidable se revela,
Más amenaza y más asombra
Aullando, aullando entre la sombra
Las hondas noches de procela.

Tremendo y próximo se advierte,
Llenando el aire y devastando,
El ruido de un combate a muerte
Que cielo y mar van disputando.

En cada ráfaga violenta
El viento agride al mar sañudo,
Roza su faz con el agudo
Latigazo de la tormenta.

De entre el estruendo, un estampido
Crece y estalla, alto y mayor,
Cuando, tirano enfurecido,
Truena el cielo amenazador.

De cuando en cuando, leve huella
De llama vese, entre lo oscuro...
Y el mar recibe el golpe duro
Que le descarga una centella.

Mas la batalla es suya: cede
El viento al fin... sosiega el vuelo...
La somnolencia le sucede
Y la luna ilumina el cielo...

Del campo su agua se apodera
Y el monstruo, lleno de osadía,
Maldice, insulta, desafía
Y al cielo escupe su salmuera.

                    
IV

El alma torva y libertina
De ese tenaz batallador
Que del escombro y de la ruina
Hace trofeos de su amor;

El alma osada y descompuesta
De ese pagano y descreído
Que se desquita y da respuesta
Al mismo cielo enfurecido;

El alma altiva, alma bravía,
Del mar, que vive combatiendo,
Se entrega a la melancolía
Conventual, atardeciendo...

En su clamor desfallecido,
Confuso y espiritual
Vibra un trasunto del gemido
De un órgano de catedral.

Y por las playas donde el cielo
Sombras y paz dejando va;
Y por las vegas donde el vuelo
Mudo detiene el sabiá;

Oyen los yermos espantados
Del mar contrito en el clamor
La confesión de los pecados
De aquel eterno pecador.

                    *
Escucha bien... De atardecida,
Bajo la luz crepuscular,
Es cual plegaria conmovida
La voz tristísima del mar.

Vicente de Carvalho, incluido en Antología de la poesía brasileña. Desde el Romanticismo a la generación del cuarenta y cinco (Editorial Seix Barral, Barcelona, 1973, trad. de Ángel Crespo).




AVES FUGITIVAS

Aves fugitivas que pasáis en bando
Por la tarde azul sobre el azul mar,
Aves huidizas que pasáis cantando,
iQué hacéis, pues? Pasar.

Pasáis de repente. En el vasto cielo
Blanco torbellino de repente crece,
Pasa, se retira como vino, en vuelo,
Y desaparece.

De plumas blancura blanda, rumor leve
De alas que se mueven sin prisa,
Pasáis como copos de nieve
Que en el viento susurran y disuelve la brisa.

De todo esto ¿qué queda? Un casi nada: en suma
Contemplo distraído
Una vaga impresión de blancura de pluma
Y el eco de un rumor cantándome al oído.

Trad. de Àngel Crespo 




VELHO TEMA

I

Só a leve esperança em toda a vida
Disfarça a pena de viver, mais nada;
Nem é mais a existência, resumida,
Que uma grande esperança malograda.

O eterno sonho da alma desterrada,
Sonho que a traz ansiosa e embevecida,
É uma hora feliz, sempre adiada
E que não chega nunca em toda a vida.

Essa felicidade que supomos,
Árvore milagrosa que sonhamos
Toda arreada de dourados pomos,

Existe, sim: mas nós não a alcançamos
Porque está sempre apenas onde a pomos
E nunca a pomos onde nós estamos


II

Eu cantarei de amor tão fortemente
Com tal celeuma e com tamanhos brados
Que afinal teus ouvidos, dominados,
Hão de à força escutar quanto eu sustente.

Quero que meu amor se te apresente
— Não andrajoso e mendigando agrados,
Mas tal como é: — risonho e sem cuidados,
Muito de altivo, um tanto de insolente.

Nem ele mais a desejar se atreve
Do que merece; eu te amo, e o meu desejo
Apenas cobra um bem que se me deve.

Clamo, e não gemo; avanço, e não rastejo;
E vou de olhos enxutos e alma leve
À galharda conquista do teu beijo.


III

Belas, airosas, pálidas, altivas,
Como tu mesma, outras mulheres vejo:
São rainhas, e segue-as num cortejo
Extensa multidão de almas cativas.
Têm a alvura do mármore; lascivas
Formas; os lábios feitos para o beijo;
E indiferente e desdenhoso as vejo
Belas, airosas, pálidas, altivas...

Por quê? Porque lhes falta a todas elas,
Mesmo às que são mais puras e mais belas,
Um detalhe sutil, um quase nada:

Falta-lhes a paixão que em mim te exalta,
E entre os encantos de que brilham, falta
O vago encanto da mulher amada.


IV

Eu não espero o bem que mais desejo:
Sou condenado, e disso convencido;
Vossas palavras, com que sou punido,
São penas e verdades que sobejo.

O que dizeis é mal muito sabido,
Pois nem se esconde nem procura ensejo,
E anda à vista naquilo que mais vejo:
Em vosso olhar, severo ou distraído.

Tudo quanto afirmais eu mesmo alego:
Ao meu amor desamparado e triste
Toda a esperança de alcançar-vos nego.

Digo-lhe quanto sei, mas ele insiste;
Conto-lhe o mal que vejo, e ele, que é cego,
Põe-se a sonhar o bem que não existe.

V

Alma serena e casta, que eu persigo
Com o meu sonho de amor e de pecado;
Abençoado seja, abençoado
O rigor que te salva e é meu castigo.

Assim desvies sempre do meu lado
Os teus olhos; nem ouças o que eu digo;
E assim possa morrer, morrer comigo
Esse amor criminoso e condenado.

Sê sempre pura! Eu com denodo enjeito
Uma ventura obtida com teu dano,
Bem meu que de teus males fosse feito".

Assim penso, assim quero, assim me engano
Como se não sentisse que em meu peito
Pulsa o covarde coração humano.

  

A FLOR E A FONTE  

"Deixa-me, fonte!" Dizia
A flor, tonta de terror.
E a fonte, sonora e fria,
Cantava, levando a flor.
"Deixa-me, deixa-me, fonte!
" Dizia a flor a chorar:
"Eu fui nascida no monte...
"Não me leves para o mar".
E a fonte, rápida e fria,
Com um sussurro zombador,
Por sobre a areia corria,
Corria levando a flor.
"Ai, balanços do meu galho,
"Balanços do berço meu;
"Ai, claras gotas de orvalho
"Caídas do azul do céu!...
Chorava a flor, e gemia,
Branca, branca de terror,
E a fonte, sonora e fria
Rolava levando a flor.
"Adeus, sombra das ramadas,
"Cantigas do rouxinol;
"Ai, festa das madrugadas,
"Doçuras do pôr do sol;
"Carícia das brisas leves
"Que abrem rasgões de luar...
"Fonte, fonte, não me leves,
"Não me leves para o mar!...
" As correntezas da vida
E os restos do meu amor
Resvalam numa descida
Como a da fonte e da flor...



  
PALAVRAS AO MAR

Mar, belo mar selvagem
Das nossas praias solitárias! Tigre
A que as brisas da terra o sono embalam,
A que o vento do largo eriça o pêlo!
Junto da espuma com que as praias bordas,
Pelo marulho acalentada, à sombra
Das palmeiras que arfando se debruçam
Na beirada das ondas - a minha alma
Abriu-se para a vida como se abre
A flor da murta para o sol do estio.

Quando eu nasci, raiava
O claro mês das garças forasteiras:
Abril, sorrindo em flor pelos outeiros,
Nadando em luz na oscilação das ondas,
Desenrolava a primavera de ouro;
E as leves garças, como olhas soltas
Num leve sopro de aura dispersadas,
Vinham do azul do céu turbilhonando
Pousar o vôo à tona das espumas...

É o tempo em que adormeces
Ao sol que abrasa: a cólera espumante,
Que estoura e brame sacudindo os ares,
Não os saco de mais, nem brame e estoura;
Apenas se ouve, tímido e plangente,
O teu murmúrio; e pelo alvor das praias,
Langue, numa carícia de amoroso,
As largas ondas marulhando estendes...

Ah! vem daí por certo
A voz que escuto em mim, trêmula e triste,
Este marulho que me canta na alma,
E que a alma jorra desmaiado em versos;
De ti, de tu unicamente, aquela
Canção de amor sentida e murmurante
Que eu vim cantando, sem saber se a ouvia,
Pela manhã de sol dos meus vinte anos.

O velho condenado,ao cárcere
das rochas que te cingem!
Em vão levantas para o céu distante
Os borrifos das ondas desgrenhadas.
Debalde! O céu, cheio de sol se é dia,
Palpitante de estrelas quando é noite,
Paira, longínquo e indiferente, acima
Da tua solidão, dos teus clamores...

Condenado e insubmisso
Como tu mesmo, eu sou como tu mesmo
Uma alma sobre a qual o céu resplende
- Longínquo céu - de um esplendor distante.
Debalde, o mar que em ondas te arrepelas,
Meu tumultuoso coração revolto
Levanta para o céu como borrifos,
Toda a poeira de ouro dos meus sonhos.

Sei que a ventura existe,
Sonho-a; sonhando a vejo, luminosa.
Como dentro da noite amortalhado
Vês longe o claro bando das estrelas;
Em vão tento alcançá-la, e as curtas asas
Da alma entreabrindo, subo por instantes...
O mar! A minha vida é como as praias,
E o sonho morre como as ondas voltam!

Mar, belo mar selvagem
Das nossas praias solitárias!
Tigre de que as brisas da terra o sono embalam,
A que o vento do largo eriça o pêlo!
Ouço-te às vezes revoltado e brusco,
Escondido, fantástico, atirando
Pela sombra das noites sem estrelas
A blasfêmia colérica das ondas...

Também eu ergo às vezes
Imprecações, clamores e blasfêmias
Contra essa mão desconhecida e vaga
Que traçou meu destino... Crime absurdo
O crime de nascer! Foi o meu crime.
E eu expio-o vivendo, devorado
Por esta angústia do meu sonho inútil.
Maldita a vida que promete e falta,
Que mostra o céu prendendo-nos à terra,
E, dando as asas, não permite o vôo!

Ah! cavassem-te embora
O túmulo em que vives - entre as mesmas
Rochas nuas que os flancos te espedaçam,
Entre as nuas areias que te cingem...
Mas fosses morto, morto para o sonho,
Morto para o desejo de ar e espaço,
E não pairasse, como um bem ausente,
Todo o infinito em cima de teu túmulo!

Fosse tu como um lago,
Como um lago perdido entre as montanhas:
Por só paisagem - áridas escarpas,
Uma nesga de céu como horizonte...
E nada mais! Nem visses nem sentisses
Aberto sobre ti de lado a lado
Todo o universo deslumbrante - perto
Do teu desejo e além do teu alcance!

Nem visses nem sentisses
A tua solidão, sentindo e vendo
A larga terra engalanada em pompas
Que te provocam para repelir-te;
Nem buscando a ventura que arfa em roda,
A onda elevasses para a ver tombando,
- Beijo que se desfaz sem ter vivido,
Triste flor que já brota desfolhada...

Mar, belo mar selvagem!
O olhar que te olha só te vê rolando
A esmeralda das ondas, debruada
Da leve fímbria de irisada espuma...
Eu adivinho mais: eu sinto... ou sonho
Um coração chagado de desejos
Latejando, batendo, restrugindo
Pelos fundos abismos do teu peito.

Ah, se o olhar descobrisse
Quanto esse lençol de águas e de espumas
Cobre, oculta, amortalha!... A alma dos homens
Apiedada entendera os teus rugidos,
Os teus gritos de cólera insubmissa,
Os bramidos de angústia e de revolta
De tanto brilho condenado à sombra,
De tanta vida condenada à morte!

Ninguém entenda, embora,
Esse vago clamor, marulho ou versos,
Que sai da tua solidão nas praias,
Que sai da minha solidão na vida...
Que importa? Vibre no ar, acode os ecos
E embale-nos a nós que o murmuramos...
Versos, marulho! Amargos confidentes
Do mesmo sonho que sonhamos ambos!



NO TEU ANIVERSÁRIO 

No lar cercam-te vozes d´alegria 
em bando, em nuvens doiro, mariposas 
que o teu olhar atrai. Canções e rosas 
sob os teus pés desfolham-se à porfia. 

A noite, alva corbelha de mimosas 
sobre ti volta o arcanjo da poesia. 
Nublam-te o sono as ondas vaporosas 
do turib´lo do amor, como de dia. 

Vives feliz no angélico ambiente 
de fortuna, feliz. Mas considera, 
que em um pobre, misérrimo, eu doente, 

eu vibraria a lira, se pudera 
vibrar a lira frágil e inocente 
a bruta e hedionda garra duma fera.





De 
Vicente de Carvalho 
POEMAS E CANÇÕES 
(SEGUNDA EDIÇÃO) 
Porto: Livraria Chardon, 1909 
250 p. 18 cmx 12 cm.

(Conservamos a ortografia antiga, original)



CAIR DAS FOLHAS 

“Deixa-me, fonte”! Dizia 
A flôr, tonta de terror. 
E a fonte, sonora e fria, 
Cantava, levando a flor. 

“Deixa-me, deixa-me, fonte!”” 
Dizia a flor a chorar: 
“Eu fui nascida no monte... 
“Não me leves para o mar”. 

E a fonte, rapida e fria, 
Com um sussurro zombador, 
Por sobre a areia corria, 
Corria levando a flôr. 

“Ai, balanços do meu galho, 
“Balanços do berço meu; 
“Ai, claras gotas de orvalho 
“Caídas do azul do céu!...” 

Chorava a flor, e gemia, 
Branca, branca de terror, 
E a fonte sonora e fria, 
Rolava, levando a flor. 

“Adeus, sombra das ramadas, 
“Cantigas do rouxinol; 
“Ai, festa das madrugadas, 
“Doçuras do pôr do sol; 

“Caricia das brizas leves 
“Que abrem rasgões de luar... 
“Fonte, fonte, não me leves, 
“Não me leves para o mar!...” 

As correntezas da vida 
E os restos do meu amor 
Resvalam numa descida 
Como a da fonte e da flor...





SAUDADE 

Belos amores perdidos, 
Muito fiz eu com perder-vos; 
Deixar-vos, sim: esquecer-vos 
Fôra de mais, não o fiz. 

Tudo se arranca do seio, 
— Amor, dezejo, esperança... 
Só não se arranca a lembrança 
De quando se foi feliz. 

Rozeira cheia de rozas, 
Rozeira cheia de espinhos, 
Que eu deixei pelos caminhos, 
Aberta em flor, e aprti: 

Por me não perder, perdi-te; 
Mas mal posso assegurar-me 
— Com te perder e ganhar-me 
Si ganhei, ou si perdi... 

  


QIU JIN [14.103] Poeta de China

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Qiu Jin

Qiū Jǐn (秋瑾) (8 de noviembre de 1875, Minhou, Fujian - 15 de julio de 1907, Shānyīn, Zhejiang) fue una feminista y escritora china, revolucionaria contra el Imperio qing. Fue ejecutada después de alzamiento fallido. Hoy en día, en China es considerada una heroína.

Nacida en Minhou (Provincia de Fujian), Qiu creció en la villa de Shānyīn (subprefectura de Shaoxing, Provincia de Zhejiang). Una vez casada, Qiu entró en contacto con las nuevas ideologías del momento. En 1904 decidió viajar y estudiar en Japón, dejando atrás a sus dos hijos. Se hizo famosa por su ideología de izquierdas y por vestir ropa masculina occidental. Se unió a las tríadas, que entonces luchaban por el derrocamiento de la dinastía Qing y un gobierno basado en la soberanía popular. Se unió también a las asociaciones Guangfuhui (Sociedad por la Restauración), lideradas por Cài Yuánpéi, y a Tongmenghui (Alianza Revolucionaria China) establecida en Tokio, liderada por Sun Yat-sen. Volvió a China en 1905.

Fue una oradora elocuente, destacando sus discursos por los derechos de las mujeres, tales como la libertad de casarse, educación y la abolición de la costumbre del vendado de los pies. En 1906 fundó en Shanghái un periódico feminista radical con otra poetisa, Xu Zihua. En 1907 fue nombrada directora de la escuela Datong en Shaoxing, oficialmente una escuela para maestras de deportes, pero en realidad una base de entrenamiento para revolucionarios.

El julio de 1907, a raíz de un alzamiento fracasado encabezado por su primo Xu Xilin, Qiu fue arrestada en la escuela. Después de ser torturada sin revelar ningún secreto, fue ejecutada públicamente pocos días después en Shānyīn, a los 31 años.

Qiu quedó inmortalizada en la literatura y el imaginario colectivo de la República de China después de su muerte. En la actualidad está sepultada en Xī Hú (Lago del oeste) (Hangzhou). La República Popular China estableció un museo dedicado a ella en Shaoxing.

Obra literaria

A pesar de ser reconocida internacionalmente como feminista y revolucionaria, no se debe hacer de menos la calidad de su literatura, principalmente ensayos y poesía. Alcanzada su educación en literatura clásica china, refleja en sus escritos la poesía más tradicional ("shi" y "ci"). Qiu compuso versos con un gran abanico de metáforas y alusiones, mezclando mitología clásica con retórica revolucionaria.
Por ejemplo, en el poema cuyo título Ayscough traduce como "Seleccionando rimas con en Shih Ching desde la tierra raíz del Sol" (147):


秋瑾〈日人石井君索和即用原韻〉
漫雲女子不英雄,萬裡乘風獨向東。
詩思一帆海空闊,夢魂三島月玲瓏。
銅駝已陷悲回首,汗馬終慚未有功。
如許傷心家國恨,那堪客裡度春風。



No me digas que las mujeres
no están hechas de la madera de los héroes,
yo toda sola cabalgué sobre vientos
a la Mar del Este durante 300.000 millas.
Mis pensamientos poéticos entonces se extendieron,
como una vela entre el océano y el cielo.
Soñé tus tres islas,
todas gemas, todas resplandecientes con la luz de la luna.
Me entristezco al pensar en los camellos de bronce,
guardianes de la China, perdidos en espinas.
Avergonzada, no he hecho nada;
ninguna victoria a mi nombre.
Sólo hice sudar a mi caballo de guerra.
Contraída porque mi patria
me hace daño en el corazón. Así que dime;
¿como puedo aprovechar mis días aquí?
¿una invitada disfrutando las brisas de primavera?

Traducción del inglés, de la versión de Zachary Jean Chartkoff

Los editores Sun Chang y Saussy (642) explican algunas de las metáforas:
4ª línea: "Tus islas" (en el original "sandao", "las tres islas") se refiere a Honshū, Shikoku y Kyushu, omitiendo Hokkaidō. Es una manera antigua de denominar el Japón.
6ª línea: los "camellos de bronce" son los guardianes simbólicos en la entrada del palacio imperial. Su condición refleja el estado de salud de la dinastía reinando, pero en el simbolismo de Qiu, reflejan el estado de salud de China.




De esa época temprana son sus primeros poemas -cantos a la naturaleza- que, poco a poco, evolucionan a la exaltación de las mujeres guerreras que hubo en la historia de China, alabando su belleza, su heroísmo y su fortaleza. Contrajo matrimonio como era preceptivo. Y tuvo dos hijos -la maternidad era tan preceptiva como casarse-. No tenía más que diecinueve años cuando su padre la obligó a unir su vida a la del hijo de un rico mercader. Qiu Jin, obediente y sumisa, accedió. La mujer que se opuso a una dinastía, a un sistema feudal, a la crueldad y al poder… no había sido capaz de oponerse a unas nupcias que la llevarían a una vida infeliz (más tarde ella señalaría que su marido era peor que un animal, que la trataba como si fuera menos que nada…Y que, inevitablemente, al pensar en él le recorría la espalda un miedo cerval).

Aquella seguridad en sí misma cuando escribía poemas de mujeres guerreras empieza a abandonarla. Ya solo le queda el eco de una poesía macilenta, llena de espantos y soledad. Pero esa forma de poesía desangrada fue la excusa precisa para volver a buscar el encanto de las heroínas, el destino de China y de sus mujeres. La semilla de la rebelión germinaba y lo hacía a pasos agigantados: quería servir a su país, quería liberarlo de opresiones. Una misión nada fácil por muchos motivos. El más cercano: su propio matrimonio, una terca cadena que le impedía volar. Y sin embargo…voló. No hay nada como el deseo visceral como para que las alas crezcan espontáneamente. Dejó al marido y a los hijos y se fue a Japón. Hay que reconocer que las circunstancias jugaron providentemente a su favor: en 1903 a su marido lo trasladan a Pekín (Beijing), un nuevo ambiente que le permitió a Qiu Jin sumergirse en escritos feministas e ir tomando posiciones a favor de la liberación de las mujeres. Bien le debieron de aprovechar tales lecturas y muy rápido debió de madurar en ella la certidumbre de haber encontrado un lugar definitivo entre el espectro de penalidades que el destino le ofrecía. A poco de llegar a la capital es cuando emprende el viaje japonés. No debió de ser fácil. Lo consigna su poema:



El sol y la luna no abandonan la luz, la tierra está oscura;
nuestro mundo femenino se hunde profundamente, ¿quién nos puede ayudar?
He vendido mis joyas para pagar este viaje a través de los mares.
Amputando mi familia, dejo mi patria.
Quitándome las vendas de los pies limpio mil años de veneno;
con el corazón efervescente despiertan todos los espíritus femeninos
Ay, este pañuelo delicado
está mitad manchado de sangre y mitad de lágrimas.








XIE YE [14.104] Poeta de China

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                                                Xie Ye    y       Gu Cheng 

Xie Ye

Xie Ye nació en Shangai, China y murió en Nueva Zelanda en 1993. Fue poeta y se destacó también por sus trabajos de crítica literaria. Es conocida por la historia que vivió con su esposo, el también poeta Gu Cheng (Beijing, 1956). Ambos simpatizaban con los poetas brumosos y se casaron en 1983. En 1988 se exiliaron en Nueva Zelanda y Gu Cheng fue profesor de la Universidad de Auckland. Vivieron de modo autárquico, recolectando raíces y en Gu Cheng, poco a poco, fue creciendo el desequilibrio mental. Tuvieron un hijo al que dio en adopción por querer ser el único hombre dentro de su casa. Las penalidades de la pareja y la arbitrariedad de Gu Cheng fue ampliamente conocida por el medio literario chino. Gu Cheng se enamoró de una de sus estudiantes, Li Ying.

Xie Ye pensó que si se acercaba esta mujer a su esposo ella podría evadirse y recuperar a su hijo. Le pagó un boleto a la estudiante y la instaló en su casa. Vivieron una especie de relación ménage à troi en la que las dos mujeres trabajaban para sustentar al hombre.

Para aliviar un poco la condición de pobreza extrema en la que vivían viajaron a Alemania. Li Ying se quedó y escapó con un instructor de artes marciales que le doblaba la edad. Gu Cheng se desquició y ya en Alemania compró un arma y trató de estrangular a Xie Ye. Comenzó a pensar en el suicidio y terminó en un hospital psiquiátrico. Xie Ye no presentó cargos y, por el contrario, decidió hacerse cargo de él. Más tarde, repuestos ambos, viajaron de vuelta a Nueva Zelanda. En 1993, Gu Cheng asesinó a Xie Ye y se ahorcó.





Al fin doy la espalda
Por fin doy la espalda
A lo lejos se oyen risas.
Los ojos de las arañas
Aún se arrastran en el callejón.
En el camino seco nadie ríe.
El viento deja sus huellas.
Florecen remolinos de dorado polvo
La primavera entrecierra los párpados
Detesto el viento.
Tampoco le temo.
Voy a olvidarlos a mi modo
Y caminaré siguiendo el llamado de la costa.
Hay barcos viejos
Jarrones y conchas despostilladas.
El agua es azul y brillante
Y cubre la paz eterna.
Seré del mar, voy a pertenecerle.
La vida verdadera. La espuma de las olas.
Consagraré las flores y amaré el coral
Sacrificándose a sí mismo.






Gu Cheng y Xie Ye



Gu Cheng y Xie Ye

En 1987 Gu Cheng escribió: “El poeta es justo como el cazador de la fábula que hace la siesta junto a un árbol, a la espera de que las liebres corran de cabeza contra el tronco y se partan el cráneo. Después de esperar largo tiempo el poeta descubre que él mismo es la liebre”. Estas palabras resultaron proféticas, y seis años después, su colisión terrible y sórdida contra el árbol casi suprimió lo que hubo antes. Sus poemas, de modo inevitable e injusto, se leyeron como reminiscencias de su muerte.

Hijo de un distinguido poeta y oficial del ejército, Gu Gong, nació en 1956 en Pekín. A los doce años de edad escribió un poema de dos versos que a la postre se convirtió en lema de la nueva poesía no oficial:

Hasta con ojos oscuros, un don de la 
                  noche oscura

Busco la luz que deslumbra

En 1969 la Revolución Cultural envió a su familia al desierto de sal de la provincia Shandong para arrear cerdos. Los habitantes de la localidad hablaban un dialecto que Gu Cheng no podía entender y a causa de su aislamiento quedó ensimismado en el mundo natural: “La voz de la naturaleza se hizo lenguaje en mi corazón. Fue la felicidad”. Su libro favorito eran las decimonónicas anotaciones y dibujos entomológicos de Jean-Henri Fabre; coleccionó insectos y observó aves; escribió poemas en la arena con una ramita, poemas con títulos como “La florecilla sin nombre” o “El sueño de la nube blanca”. Al igual que John Clare, encontraba poemas en los campos y los redactaba. Tiempo después afirmó: “Oí un sonido misterioso en la naturaleza. El sonido se hizo poesía en mi vida”. Escribió que su “primera vivencia de la naturaleza de la poesía” fue una gota de lluvia. Su infancia fue una visión del paraíso de la que nunca se recobró.

Volvió a Pekín en 1974 y trabajó en una fábrica. Escribió con frenesí, incluso –al igual que Charles Olson– en las paredes de su habitación. Detestaba la ciudad: “esas cajitas llenas de luz, los crisoles en los que se funde la antigua humanidad”. Se tenía a sí mismo por un insecto vivo “prendido a un tablón con patas bailoteantes”. Pero se alineó con un grupo de poetas –Bei Dao, Duo Duo, Yang Lian, Mang Ke, Shu Ting, y otros– casi todos siete o diez años mayores que él, los cuales crearon la primera revista china en samizdat, Jintian (Hoy). La expresión literaria del nuevo movimiento Muros de la Democracia –de hecho, su primer “número” fue una serie de carteles furtivamente fijados en los muros de Pekín– había rechazado el realismo socialista y su épica de héroes revolucionarios y cosechas gloriosas, para escribir poemas en primera persona, introspectivos e imagistas.

Uno de los primeros poemas de Gu Cheng,

El cielo es gris
El camino es gris
Los edificios son grises
La lluvia es gris
En este diseminado gris muerto
Caminan dos niños
Uno es rojo intenso
Otro es verde claro

fue calificado por un crítico oficial de menglong y la palabra acabó por etiquetar a todo el grupo. Menglong significa literalmente “brumoso”, pero sin las connotaciones sentimentales y efímeras que tiene en inglés: una traducción menos literal y más precisa sería “oscuro”. Bei Dao propone que sean conocidos como grupo Hoy, pero infortunadamente el nombre Poetas Brumosos ha quedado para la posteridad. Como Gu Cheng afirmó en aquel entonces: “No es brumoso en absoluto. De hecho, algunas cosas están quedando más claras”.

Se convirtieron en la conciencia de la generación y en sus estrellas pop. Bei Dao fue su John Lennon cerebral y Gu Cheng su Bob Dylan, su poète maudit lírico. Leyeron poemas en estadios repletos de jóvenes y tuvieron divertidas aventuras y astracanadas directamente de A Hard Day's Night, huyendo de multitud de exaltados que los adoraban.

La burocracia no sabía qué hacer con ellos. Sus obras fueron prohibidas y se les condenó en las campañas Contra la Contaminación Espiritual y Contra el Liberalismo Burgués. En una acción quizás sin precedente literario, el padre de Gu Cheng, Gu Gong, escribió un ensayo que comienza así: “Me veo cada vez menos capaz de entender la poesía de mi hijo. Me está irritando cada vez más.” Un ensayo lleno de frases como “cuanto más leo más me enfado”, “me enfureció”, “me decepcionó y deprimió”, el artículo al concluir procura, por fin, una reconciliación a regañadientes: “bien, debemos intentar comprender a esta nueva generación…”.

La obra de Gu Cheng dio un delirante salto desde la lírica con El expediente de Bulin , el primero de sus poemas seriales, en 1981 . Centrado en una figura guasona, Bulin, como el rey Mono de la novela clásica china, Viaje al oeste –Gu Cheng mismo había nacido en el año del mono– es un conjunto de cuentos de hadas bobos y delirantes canciones de cuna que parecen escritas por un niño que hubiera comido hongos alucinógenos por equivocación. Aunque Bulin no se parecía a nada escrito con anterioridad en chino –y acaso en ningún otro idioma– Gu Cheng nunca lo consideró su obra definitiva. Ésta habría de llegar unos años más tarde.

En 1983 se casó con Xie Ye, una bonita estudiante de poesía que había conocido en un tren. El día de la boda le dijo: “Suicidémonos juntos”. Ella era vivaz y práctica, él se perdía en ensoñaciones y a menudo en la melancolía. La persuadió de que abandonara la universidad para que fueran inseparables.

En 1985 tuvo una revelación. Antes había “intentado ser hombre”, pero se había dado cuenta de que el mundo era una ilusión, había aprendido a dejar atrás su identidad para vivir una suerte de existencia sombría. Antes había escrito “poesía lírica sobre todo”, pero había “descubierto un fenómeno extraño y único: las palabras mismas se comportaban como gotas de mercurio esparcidas que se desplazan en todas direcciones”. Tituló una de sus series Mercurio líquido . Escribió: “cualquier palabra puede ser tan hermosa como el agua, siempre que esté libre de trabas”.

En una entrevista con su traductor al inglés afirmó: “Creía en aquel entonces que lo importante del lenguaje era no cambiar su forma, nunca cuestionar la manera en que se usa: no se trataba de coger ese trozo de madera y hacer un tablón… Lo importante era darle un golpe: se convierte en vidrio; dárselo de nuevo y se vuelve bronce; de nuevo, y agua. Cambios en la textura del lenguaje”. En uno de sus poemas de Mercurio líquido podemos leer:



Di di da

Peces delicados

Danzan en el aire

Di di da di da

Los peces traen árboles al aire

Di di da

Los peces traen árboles al

Aire

Patas arriba color de óxido en el

Aire



Lo extraordinario es que Gu Cheng desconocía buena parte de la modernidad occidental –los pocos poetas que conocía y admiraba en traducción eran Lorca, Tagore, Elytis y Paz– pero había recreado buena parte de la historia literaria del siglo xx . Del imagismo y simbolismo de sus primeros poemas había pasado por el dadaísmo o uno de los futurismos. Al final aterrizó en un rincón del surrealismo completamente propio. Se puede afirmar con alguna certidumbre que Gu Cheng es el poeta más radical en dos mil quinientos años de poesía china escrita.

En 1988 Gu Cheng y Xie Ye se mudaron a Nueva Zelanda. Al principio disfrutó de un puesto de profesor de chino hablado en la Universidad de Auckland. Se sentaba en silencio mirando fijamente a los alumnos a la espera de que comenzaran a hablar, y ellos a su vez esperaban a que él iniciara la conversación. Pronto dejaron de asistir a clase y, cuando se descubrió el hecho, Gu Cheng fue despedido.

La pareja se trasladó a una casa ruinosa en Waiheke, una pequeña isla de la Bahía de Auckland. Gu Cheng intentó con ello recobrar el paraíso de su infancia. Recogían crustáceos, raíces y moras; elaboraban toscas vasijas y rollitos primavera que intentaban vender en el mercado de la localidad; tuvieron un hijo al que llamaron Mu'er (Oreja de Madera) por el hongo que crece en la madera podrida, muy común en la cocina china. Xie Yie mecanografiaba y editaba todos sus manuscritos y él le pagaba con billetes de juguete que pintaba de oro y plata. Se rehusó a hablar inglés o cualquier otro idioma, pues, explicaba, “si un chino aprende otro idioma perderá la noción de la existencia de su ser, de su identidad”. Arruinó lo cacerolas de la cocina haciendo vaciados de plomo con sus huellas. Siempre se le veía llevando un alto sombrero cilíndrico hecho con la pernera de un vaquero.

Esto era más o menos lo que yo sabía de Gu Cheng, y lo que se sabía en general, cuando lo conocí en 1992 . Aquel año residió en Berlín con una beca y estaba de visita en Nueva York con otros cuatro poetas del grupo Hoy.

La primera noche Gu Cheng, Xie Ye y yo fuimos a un restaurante del barrio chino. Al sentarnos, mi primera pregunta, previsiblemente, fue acerca del sombrero. Me respondió que siempre lo llevaba para que ninguno de sus pensamientos pudiera escapársele de la cabeza. Xie Ye afirmó que siempre dormía con él a fin de no perder los sueños.

Gu Cheng cogió el menú y eligió un plato. Xie Ye estaba sorprendida. Nunca antes había pedido algo en un restaurante, pues prefería comer lo que le servían. Ella colocó una grabadora en la mesa para registrar nuestra conversación. Me dijo que todo lo que Gu Cheng dijera debía conservarse.

Hablamos durante horas, pero entendí poco. Cada tema de inmediato se desviaba hacia una disquisición sobre las fuerzas cósmicas: la Revolución cultural era como el caos que precede a la creación en la mitología china, antes de que las cosas se separaran en yin y en yang, y la Plaza Tiananmen representaba su continuado desequilibrio; Mao Tse Tung era, de un modo que yo no alcanzaba a comprender, la encarnación de wuwuwei, la no no-acción taoista. Xie Ye, que traducía, lo miraba embelesada siempre y ambos irradiaban una inocente ternura. Me pareció que con Gu Cheng estaba en presencia de uno de aquellos chiflados sabios montañeses de la tradición china.

En algún momento de la velada Gu Cheng se dirigió al baño, y en cuanto se perdió de vista, Xie Ye se volvió hacia mí sonriente y dijo: “Ojalá se muera”. Me explicó que en Nueva Zelanda la había obligado a dar en crianza a su hijo a una pareja maorí, pues Cheng exigía su atención indivisa y quería ser el único hombre en casa. Añadió: “No puedo recuperar a mi niño a menos que muera”. Me había reunido por primera vez con ellos hacía unas cuantas horas.

Sus penalidades privadas muy pronto se hicieron de sensacionalista conocimiento público. Antes de volver a Nueva Zelanda Gu Cheng se había enamorado de una estudiante –aunque aún no se había involucrado con ella–, Ying'er. La correspondencia continuó y a Xi Yie se le ocurrió la maquinación de que si invitaba a Ying'er a la isla de Waiheke, podría reemplazarla, abandonar a Gu Cheng y reunirse con su hijo. Pagó el billete de Ying'er. Gu Cheng, con todo, quería vivir como el héroe de El sueño del aposento rojo ( La historia de la piedra ), como el príncipe del “Reino de las Hijas”, rodeado de mujeres en un jardín de placeres alejado del mundo. Ying'er, por su parte, aunque se hizo amante de Gu Cheng, estaba horrorizada por sus condiciones de vida. Transcurrido un año de complicado acuerdo, Gu Cheng y Xie Ye fueron a Berlín a fin de ganar algo de dinero para reparar la casa. Se suponía que Ying'er iba a esperarlos, pero desapareció con un instructor de artes marciales mucho mayor que ella.

En Berlín compuso uno de los libros más extraños jamás escritos: Ying'er , un relato vagamente narrativo, con largos pasajes de pormenores físicos, sobre su relación y rompimiento. Es obsesivo y alucinado, narcisista y compasivo consigo mismo, preciso e incoherente, ramplón y aterrador: en suma, más un documento que una obra literaria que resulta ya imposible leer con mera distancia estética. Gu Cheng dictaba el libro a una grabadora y Xie Ye lo transcribía, añadiendo algunos capítulos y párrafos propios a la historia. Mientras mecanografiaba el manuscrito Xie Ye comenzó a ver a otro hombre.

Al mismo tiempo, él estaba escribiendo algunos de sus mejores poemas, sobre todo la última serie, Ciudad (Cheng), una evocación panorámica y simultaneísta del Pekín que detestaba y había perdido. (Bajo los castaños en un parque aquel verano, se oyó a Gu Cheng murmurar una y otra vez “¿Cómo será China hoy?”) El poema era autobiográfico en aspectos nada evidentes. El título era el Cheng de su nombre, y en un recital presentó el poema refiriéndose a “los aterradores viajes en autobús que cruzan Pekín, cuando el conductor vocifera: ‘Próxima parada, Ciudad Prohibida (Gugong)', pues suena como ‘Próxima parada, Gu Gong', mi padre”. (“La familia –había escrito– es donde comienza la destrucción”.) Sus esporádicos pasajes violentos se leen ahora como augurios. Pero, sobre todo, su collage de viñetas se pretendían ilusiones que a sí mismas se borraban en un mundo ilusorio. “En mi poesía –había escrito– la ciudad desaparece y lo que aparece en su lugar es un campo para apacentar”. A su modo es la versión taoista del lema que los situacionistas habían escrito en los Muros de la Democracia del París de 1968: “Bajo la acera, la playa”.

Según todos los testimonios Gu Cheng se había vuelto cada vez más megalómano y violento. Se había tomado las parábolas de Chuang Tzu literalmente y las había convertido en una suerte de “todo está le permitido” al superhombre nietzscheano. En un discurso en Francfort señaló: “al que sigue el Tao le está permitido matar, suicidarse y de hecho hacer cualquier cosa, pues en realidad está ocupado en no hacer nada”. Durante una entrevista le preguntaron acerca del budismo y contestó: “El budismo es para los que no saben. Sí ya sabes, entonces ya no existe”. “Pero –añadió de modo distintivo– todo es tuyo”. Pasaba casi todo el tiempo dormido y sostenía que aquello era su verdadero trabajo: “Sólo me doy cuenta de la frialdad del corazón humano cuando despierto”. Declaró que compraría un arma, intentó estrangular a Xie Ye y terminó en un hospital psiquiátrico; fue dado de alta unos días más tarde cuando ella se negó a denunciarlo y aceptó responsabilizarse de él.

Volvieron a Nueva Zelanda vía Tahití, donde visitaron la tumba de Paul Gaugin y llegaron a la isla de Waiheke el 24 de septiembre de 1993 , en su trigésimo séptimo cumpleaños. El 8 de octubre Gu Cheng asesinó a Xie Ye y luego se ahorcó.

Ying'er se publicó en China unas semanas más tarde y la historia se volvió una sensación para cultos y no tanto. En Nueva Zelanda se consideró un ejemplo extremo de violencia doméstica, pero en China se le tuvo por símbolo de la desolación espiritual de la generación que había madurado en la Revolución cultural, o de la vida martirizada del exilio, o del artista, o de la opresión varonil en China, o de la trágica vida de la musa. Parece que todos los que alguna vez los conocieron participaron con un libro o artículo, algunos de los cuales calificaron a Gu Cheng de monstruo y otros afirmaron que Xie Ye lo había convertido en uno. La madre de Gu Cheng recordó que los problemas habían comenzado cuando en la infancia él se había precipitado desde una ventana y había sufrido una lesión cerebral. Ying'er misma escribió un libro titulado Acongojada en Waiheke , con prólogo de un ex novio para demostrar que Gu Cheng no había sido el único hombre que había conocido. Incluso hubo una película ñoña, El Poeta , con una hermosa y desnuda aspirante japonesa en el papel de Ying'er. Gu Cheng y Xie Ye se habían convertido en el Ted Hughes y la Sylvia Plath chinos.

En una de sus últimas cartas escribió: “Si lees mi libro sabrás que estoy completamente loco. Sólo mis manos son normales”.

Escribió: “Cuando recorro el camino de mi imaginación, entre el cielo y la tierra sólo estoy yo y una especie de césped verde claro”.

Escribió: “Lo más profundo de mí nunca ha tenido más de ocho años”.

Traducción de Aurelio Major


ZHENG DANYI [14.105] Poeta de China

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Zheng Danyi

Zheng Danyi nació en 1963. Es quizá el poeta más leído de su generación. De niño trabajó en in ingenio azucarero. Su presencia y penetración entre el público chino creció durante los años noventa, cuando realizó numerosas lecturas de poesía en universidades, cafés, bares y pubs. En 1999 Zheng Danyi se exilió en Hong Kong, donde creció su presencia en los círculos poéticos internacionales.

Su poesía se ha caracterizado por el empleo de metáforas nuevas y extravagantes así como por un tono de cinismo, crítica y desparpajo donde la meta fundamental es la innovación.





Pero amor
pero amor ama sólo tres minutos borracha en la borrachera, el abandono
nada tiene que ver con el vino o con cómo la copa de los sobrevivientes blande
reflejos
de dagas y sables, nada que ver con la luz de la luna
láctea pasión, la aprieto desde la ventana sur, luego salgo hacia
la norte dejando nada sino el denso aroma del sudor y el regocijo,
nada que ver con peces saltando en la bahía, y
la canoa en tu corazón
desafiando un domingo de aire y olas, nada que ver
con aire y olas –, junto a ti
aquel extraño con un corazón quebrado
murmurando en sueños-
ame ayer en la noche, por amor al amor, amé incluso
el sueño de tu mantel floral, y
y qué renuencia a despertarme al otro día –pero amor
llega puntual sin falta, el amor es sólo una visión distante
que nada tiene que ver con la vista




Wings of Summer
夏天的翅膀

by
Zheng Danyi

(Translated by Luo Hui, University of Toronto)


 

1. Dedication

This is to you: bleeding gold of April and May. To you: July
The devil’s wheel, electrified sky, and
Extinguished fire. To you—
A bent knife, an odd metaphor, a spilt
Bottle of wine, my last bit of wealth, I give to you

Gem, poison, broken hell, all to you
Even if you are a paradise, a paper moon
I’d still give—to you. Even if
It’s a ruse, fool me again. Even if
It’s an umbrella that won’t close, money already spent

Even if it’s a stone faking jade, or a regressed fish
Climbing the stairs of despair. Even if
It’s a sack of dull potatoes buried in the depth of time
Even if it’s a mud boat thrown to the sea, or a plague, a shower
A derailed train heavily panting

I’d still give—to you! To you: a collapsed
Homeland, an autumn in free flesh
Or after too much waiting, a jumping spring—now lying paralyzed
Like a belt tired from whipping, an empty promise
An expired pill—this is to you, all to you

A halted action, serrated blades, pain
Already forgotten. And here is more:
A broken clock—my heart—crying, trying to stop
The clock, my last paradise, take it!
Even if you are ruins, or hell… I’ve given, to you




2. The World I See is Always the Back

Now wait, let me face the front of your soul
I want to know, where to find water
For no reason, I want to know how you became my illness
It’s the husky gold that leads me moaning here

What is this, my darling? And what is this, my dear?
I can’t predict how the fog, years later, would travel
Between these lines. For no reason, I can’t predict
Which wind would blow it away, then ring the doorbell of my seclusion

Once again, we suffer shame and sorrow; once again, are you
My fiery part? Now wait, let us
Go through life on foot, like a lamp
Wanting to light other lamps, a man wanting to be a people

But the world I see is always the back. Oh, my harmonica
The tiny trembling heart, and you
The noble spirit hiding inside. Harmonica, please forgive
My confessing voice. Oh, sing for the one who deserted autumn

The heart we break is a heaven, and I see all the roses
Approaching her. Now wait,
Look at this man—thin, pale, mixing flesh into voice! Oh
For the one who deserted happiness, despair is the luxury of desperation



3. No, This Isn’t True

All winter I’ve been waiting for you. But no, this isn’t true
What’s become of you? Wind? Cloud? Or the center of a tragic storm?
How can I believe that yesterday
The wine in the wind illumined your fractured star

No, this isn’t true. When the fire in the stove dies, when night falls
I can still see roses, bowing in praise
Embracing a heart. Ah, now at nineteen, they
Pull out their little prisms, waving, echoing the murmuring of summer

Leave it—to paper, to pen, to the most painful fate
I decide to forget. No, this isn’t true
For fire has reached fire, over the limbs, through the crowds
For we, with tears in eyes, have seen overcast skies suddenly brighten

Ah, fallen leaves in my heaven, coldness at the heart of the sun
I won’t sing those light songs any more. No, this isn’t true
For how can I believe that, sadly, in you, woman of all women
Love has vanished? Yet, you still cruise my grievous blood

You still enter my misty dreams. Oh, enter now
Goddess of my heart! When winter ends, let the swallows bring you
Back! But I say, no, even this isn’t true
For you had never reached my broken heart




4. Crystal

They say your fate is clear and fair, then why do I see
All the splitting rays? Why do we huddle, wings to wings?
Ah, closer, your fiery part. Closer still, my precious one
Let me, hard and steadily, look at you deeper inside

Let me see you grow, from head to toe, from ice
To water, running to me, until I discover
In you, the star of my afterlife, leading a sky full of starry lights
Until finally, I see my own face, passing through summer

Passing through fall, traveling back and forth on different roads
Sighing high and low in different rooms. Ah, why are you a mirror?
Following me, forever a happiness—fervent, desolate
Simple, sad—changing faces to exchange with m

A day? Or a door that opens a flower, or perhaps
Last June that opened this fragrant chapter. But I—
I want to give you other decorations. Ah, look
In the fleeting summer, a rose has all her redness inside

She has decorated you, and I her. Ah, with the past fading like smoke
I want to get rid of decorative poses and prose! We
Would be simple then, peaceful, and finally
Immaculate. And I—I would forget those resentful faces



5. The Wings of Summer

When all but one summer day is left thundering here
I lean inward, and see you, wings folded in a loose shirt
Walking on my clean floor. Evening breezes are gentle
And cool, in a place autumn wind does not reach

Where are you from? Like a fireball, you make the metals in me shine
And tinkle, now left, now right… We hover
Over a crowd of strangers, in circles and spirals, … Ah, summer
Happiness attacking my heart, how do you enchant me so much?

Oh, higher, let us watch like birds. Look, a world
Of tiny hearts, wriggling. Look, there—
Our fated homeland. Ah, summer wants to ripen all the fruits
Below! Look, the fall wind is climbing over the snow mountains

Ah, why aren’t you the grand dream of a spider, all your life
Wearing ill-fitting clothes? Ah, why aren’t you a butterfly
Within a butterfly? In your warm body, there is sadness cold as water
Hot will turn cold. Ah, in the glimmer of your fire, I want to put on

A pair of summer wings! Following you, like a fireball
Collecting all the fleeting rays of the summer day, to make a song
Oh, my wings, see me leave the ground, elevate, choose a
Direction. Why do I find in your name the moon of my life?




6. Love Letters

Ah, orators of happiness, our decadent half
I confide everything in you, like lips
Holding petals of lips. I confide everything in you
As dusk passes by a fragrant rosy face

Ah, paper of tenderness, how shall I begin?
With a little sigh. If I misspell a word
I’ll let you decide, Summer! We belong
To us… Our beautiful names always make me dizzy

Ah, grant me evening wind, the gentlest of all winds. Grant me
Chaos, the chaos of crackling fire. Ah, I am willing
Willing to be your hostage, gently singing and dancing
Waiting for the timely appearance of the beautiful spirit

Some people we missed are forever gone. Some pages we missed
Are never read again. Ah, If I misuse a word
I’ll let you decide, Summer!
The first page in our lives always makes us dizzy

Ah quick, keep our secret agreement, in flesh and blood. Quick
We, ambassadors of happiness, are here! Quick, open me up
Right in the middle! Ah quick, my reader, look—
The drowsy hour of dusk is dark. Read on, the inside is darker still




7. But Time Will Take It All Away

The only night, and many nights like it—I hear fire
Running in a pure clean body… shining on you
And shining on my flyleaf, all night through! I would
Be lost, like a nearsighted orange that has broken apart

You would be blind. Ah, my interior—guess how beautiful it is
A fine afternoon, leaves falling over leaves falling…
Ah, let me rewrite! Guess how beautiful it is
A bud after a shower, seeing its own heart lightly open

You before me, I before the autumn wind. Oh, what a night
Has suddenly fallen to rest in my startled garb?
Oh, who are you and why am I afraid? I am
You. Yes, my gentle sister, but time will take it all away

But time will take it all away! Autumn would sink deeper and deeper
As my candles would. Would I feel pain
Like the lost swallow flying into darkness? Sorrow will be
There… so will death. But time will take it all away

Give me back my freedom and let me remember. In my dream, you
Are my little ghost. Ah, the only night, and many nights like it!
No more fainting. There, moonlight falls on the book leaves
But even that, my gentle sister, time will take away



8. Maybe, Nothing Really Matters


Then swallow back the spit blood, change the swans
Back to crows. Maybe, nothing really matters
Then let me burn down the planted crops
And return the fruit peels to their broken branches

Let my dead horse drink its fill, and take the crushed grapes
Back home. Make the fallen leaves fall, the sore throat
Even sorer, emptiness forever empty, and the homeless
Still homeless. Maybe, nothing really matters

Then let the assembled machines fall apart, and healed wounds
Reopen! Let the sick become sicker, the loud even louder
The beautiful more beautiful! The rotten rots more!
Oh, let everything go, let everything come!

Knock out the teeth, shave the head, replace all the insides
What must collapse will collapse; what’s poisonous poisons itself
Let me tell you, you are no other but destruction itself
Maybe, nothing really matters! Then

Let the singing hearts break! Let all the souls wear out!
But you, let me catch my breath. Oh Melancholy
Teach me how to be cruel! Since darkness
Rules the world, would I go on to punish a rose?




9. Where Do We Find the Vanished Years?

Retarded salt adds to melancholy. Oh, where
Do we find the vanished years? Take out wind, take out rain
Take out all the old stuff in our fate. You, where do I find you
As you dip your hair deep in the poems from our past

You certainly have, somewhere, smelled that smell
Morning’s fingernails? Or hoofs passing by night?
One orange, two metaphors. Gentle wind still brings drizzling rain
But the summer day! The summer day has long fallen apart

An address, once lost, will no longer be visited
An object, once broken, will quickly become something else
A vanished face will reappear in other faces
Oh look, the hands sharing gold have also shared jade

But, where do we find the vanished years? Open
Your melon, close your album, see autumn wind pour into the tower
It, too, is looking for itself, till its limbs turn red, and leaves yellow
Everywhere. Oh, the fallen leaves from last autumn are still lying

In the yellowing books. As you truly smell the smell of old days
Mellow and fragrant, as the water from last night is sounding again
Sad and dreamy! She looks at me, I at you
Oh, tell me, where do we find the vanished years?




10. Goodbye, Stony Village

It’s time to go. In Stony Village, a disaster seems to be falling
Sadly, the neighbors look up to the sky. The dogs, howling and sniffing
The door, I can’t push open. Oh, Stony Village, autumn leaves have fallen
It’s time to go. In Stony Village, a disaster seems to be falling

Will I come back? Loving, singing the song of farewell
Among the scattered cottages, in Stony Village, I put out the light
The stars are still whispering above, oh please, don’t be sad for me
Will I come back? Loving, singing the song of farewell

Goodbye, Stony Village, I am wind, a wanderer who’s passing by
Oh you, my flowerpot, my clean sheets, with happiness you
Waited for me, and for me, you lit a little fire in your body. Oh
Goodbye, Stony Village, I am wind, a wanderer who’s passing by

Oh, some other days, I will think of the fire in your winter stove
Like children, we fought, we took walks as beautiful as the stars
We quarreled, like children, we cried, and bore up sickness and hunger
Oh, some other days, I will think of the fire in your winter stove

Wind is tugging at my clothes. Stony Village, I’m returning to my fate
I have delayed too long. I have broken too many mirrors
Now I’ve said my prayer. Come, say goodbye, my dear ones
Wind is tugging at my clothes. Stony Village, I’m returning to my fate









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