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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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PATRICIA COLCHADO MEJÍA [13.758]

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Patricia Colchado Mejía 

(Chimbote, Perú 1981). Publicó la plaqueta de poemas Hypercubus (2000), y también los  poemarios Blumen (2005) y Las pieles del Edén (2007). Dirigió la colección de narrativa peruana Diamantes y Pedernales bajo el sello de Editorial San Marcos.
Asimismo, ha sido directora del sello Editorial Pájaro de Fuego.
Fue finalista en el 2011 en el XIV Concurso Internacional  de Poesía que convoca en Francia La Asociación Internacional La Porte Des poètes.
La publicación de su novela corta La danza del narciso ha sido considerada por el crítico Ricardo González Vigil del diario El Comercio, de Lima, como la revelación novelística del año 2011.



POEMAS de Blumen:


miro tu espalda
magullada por el deseo
las manchas de tu piel
el aroma helénico de tus cabellos
me miro ahora tendida
bajo la palidez de tus ojos
recién
mi tacto comprende
que tú amaneces en mí
                 y yo en tu sombra

azalea





abriéndose sin temor
mis labios sienten la pulpa
roja tierna
de una fruta
que se hace líquida en mi vientre
entre mis dedos
la noche se prolonga

lila





no me muestres tus pétalos
me basta oler tu aroma

gardenia





bajo tu seno
una línea naranja
           brilla adolorida
el espejo nos acusa
           y un sabor a terciopelo adormece mi boca

caléndula






la llovizna ya no nutre mi angustia
           apareciste infiel            en el puerto
           las gaviotas rodeaban ya
           las líneas de tus senos
el génesis de tu encanto
en tu ausencia jazmín
el amarillo intenso
ya no daña la arena

jazmín





dejaré mi cuerpo
como una señal
bajo el agua
para que tu rostro
                  asome
húmedo y bello
en la penumbra
narciso





del poemario Las pieles del Edén:


IX

Ve
vístete con esa túnica de lino
que tú misma tejiste
tu gracia aún perdura
a pesar de los años
no olvides adornar tus tobillos
con jugosas uvas
ahora prométeme
que escucharás al nuevo profeta
sentada ya
porque en ese tiempo
ni siquiera podrás andar
calla
guarda en tu memoria
los movimientos de mi danza
mi sonrisa de niña
que en aquel entonces
fueron
nuestro pan de cada día

(“Salomé”)




IX

Duermo soñada en ti
En este tiempo que son tus ojos

(“Eva”)








JORGE ESPINOZA SÁNCHEZ [13.759]

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Jorge Espinoza Sánchez 

Perú, 1952
Poeta, novelista y director del Fondo Editorial Cultura Peruana y de la Colección Perú Lee, pertenece a la generación del 70. 

Entre sus poemarios sobresalen Poeta en el infierno (1995), Documentos Secretos de Sodoma (2003),Sanatorio para enfermos mentales (2004), Papiros de Tiresias (2007), Orquesta de Gacelas (2010). 

En narrativa: El violador de Lurigancho, Las cárceles del emperador(2002)




         "Documentos Secretos de Sodoma" 


RAQUEL WELCH PIENSO EN TI CUANDO ESTOY 
MONTANDO A CECILIA

y esta noche he vuelto a soñar con tu clítoris húmedo
que destilaba placer sobre mi boca en aquel verano de fuego
vuelvo a desnudarte candenciosamente
aspirando el perfume de tus caderas
sintiendo el rozar de tu pubis sobre mis manos erizadas
vuelven a palpitar con más fuego que ayer
tus pechos pecadores
tu larga cabellera cae perezosamente sobre tus nalgas
rosadas /sedosas /tibias /redondas /generosas /ardientes /desgarradas.
Me incliné suavemente besé tus espaldas de seda enloquecedora
tus nalgas de lujosas carnes enloquecían mis ojos
y lechosas gotas de dulce rocío
empezaron a llover sobre mis piernas
al primero de tus gritos te tumbé en el lecho
y aullábamos de deseo estremeciendo la ciudad
golosamente saboreé la dulzura de tu sexo
y te invadió mi falo cubierto de relámpagos y metralla
Herida por la luz divina
pedías una legión de tigres en celo
te puse boca abajo con un pase mágico
y babeante galopé
la hermosa potra enloquecida por la serpiente.
Luego de conocer los más terribles misterios de la vida
resbalóse el zíngaro hacia la cueva de la profecía
aluviones de perlas y placeres inundaron mi boca.
Al escuchar tus gritos de placer
los muertos abandonaron sus tumbas
y copulaban en la capilla ardiente
y el mundo dejó de girar para nosotros.
Azotados por el látigo del deseo
cinco coitos en dos grutas encantadas sellaron la historia
cuando abandonamos el río sagrado
los tiburones sollozaban de amor
tu dulce calzoncito ensangrentado era un turbante en mi falo.
Abandonábamos ya la vida
nos arrastrábamos gangrenados sobre las brasas
hasta caer decapitados en la arena.
A lo lejos dos pescadores gigantescos
folgaban rubios sacerdotes con carnes de hembra.
Mientras el bardo agonizante introducía en una botella
este mensaje bíblico
Cecilia mamaba el arpón hasta calcinarse los labios.




EPIGRAMA

Mi mujer pequeña burguesa
mi mujer dulce culta y puritana
mi mujer que recita versos de Berceo
mi mujer que al atardecer riega amorosa sus jardines
mi mujer católica apostólica y romana
mi mujer Presidenta del Rotary Club.

¿Será esta la misma mujer
que en las noches escupe palabras obscenas
sobre mi rostro a la hora del orgasmo?

¿Será la misma?.




Tres poemas (inéditos) de Jorge Espinoza Sánchez



CONTEMPLANDO LA LUNA

Qué triste luce
el palacio del emperador
cuando la luz de la luna
ha sido desterrada de la colina
y guardamos los lirios
en la alforja de la nieve.
Ya no hay muchachas
adornándose en la fuente
ni fragor de grandes combates
en los llanos
sólo una estatua
cuyas lágrimas contemplan la luna.




LOS MUERTOS NO SON REBELDES

Los muertos no son rebeldes
son pudorosos galanes
que por un desdén de la luna
ocultan sus rubores bajo tierra.
Son filósofos no espantos
cual muchachas casaderas
les encanta las flores.
Los muertos son cosa seria
siempre parecen ofuscados
pero les encanta la rumba y el jaleo
han descubierto una manera particular de existir
no piensan en el mañana
filósofos al fin viven el presente eternamente.



ROSAS DEGOLLADAS

Breve fue la hermosa fiesta
gozando mirra cual olímpicos
coronada la frente de mirtos
conducías mis sueños en majestuoso carruaje
y era la morada del duende
el agua jubilosa.
Devastado por celosas gracias
aquel paraíso sepultado fue
el vino generoso el lujo de tu carne.
El crepúsculo de los dioses va a empezar
así de breve fue nuestro amor
todavía están frescas
las rosas degolladas
en el jardín del sediento pájaro.





El Libro de porcelana

Cómo no verte aún
atravesar los días más bellos de la tierra
suspirando en el lento atardecer
cabalgando sobre hermosas baladas.
Estás ahí con la hierba creciendo
en el fondo del recuerdo
pero nada queda ya
las mariposas pasan las páginas
del libro de porcelana
el crepúsculo canta en las fontanas
yo sé que nunca.

(Orquesta de Gacelas, 2010)






Tres poemas románticos del poeta Espinoza Sánchez, escogidos de su basta producción poética que descuella entre los actuales vates peruanos de la poesía amorosa, y que está ámpliamente difundida en el Perú
Espinoza Sánchez, uno de los más connotados poetas peruanos de la generación del 70, ha publicado muchos libros de poesía y narrativa corta y larga con gran suceso. Sus poemas han sido seleccionados para integrar importantes antologías nacionales e internacionales de la poesía amorosa, aquí hemos escogido tres de sus más notables poemas románticos. 



BREVE HISTORIA DEL AMOR

El amor muchacha
es un momento de eternidad
una inolvidable fragancia
frente al mar.
Ninguna dulce canción
ni caricia de ola
ni puesta de sol
puedes comparar muchacha con esta bella historia
tus labios sobre la limpia floresta de mi cuerpo
y la música.
El amor muchacha
no puedes contemplarlo
jamás se le vio
por el bosque o la alameda
sólo el beso de la corza
en la fuente dormida
y las lejanas notas de una extraña canción.
Muchacha
el amor es contemplar
la serena cabalgata de los cuerpos
en los prados luminosos
de la tersa estación
y no llorar cuando la vida se vaya
que en los lejanos parajes de otras estancias
volverán los días del amor muchacha.
Más dulce que la transparencia de tu alma
seguirás danzando
en la plenitud de tu belleza
donde vibra el canto de las orquídeas sangrantes.
Muchacha el amor
en la azul transparencia del mar
una dulce mirada el temblor de una mano
y caminar hacia lugares que nadie conoce
y no saber nada más.
Muchacha el amor
es algo que de pronto una tarde
encuentras a la mitad de una calle
en un parque baldío
o bajo el tenue rumor de un farol
sin una voz que te llame
y un nombre muchacha cuando el amor
es más hermoso que la luz delparaíso
y un fuego muchacha
cuando pronuncias el nombre amado
que abrasa tu cuerpo
como si te asfixiaras
y lo llamas
y no recuerdas los calendarios
y te ahogas sola en el lecho.
El amor muchacha
llega cualquier tarde
por la carretera polvorienta
como un cisne
como la camisa abierta a la eternidad.
Muchacha
el amor...



LA ESTACIÓN DE NUESTRO AMOR

I

Dormías como un suspiro perdido en el espacio
retozando en las playas de oceános viejos y desconocidos
jugando con la brisa
que aquella tarde era un amor lejano
querías para tus recuerdos como en los cuentos
que escuchabas de niña
urnas de cristal en medio de algún bosque encantado
el pasado extendía para ti sombras cada vez más lejanas.
Gemías cuando tus sueños juveniles
despeinaban dulcemente tus cabellos
querías flotar en el fuego de la Atlántida
coronada en algún reino mítico
3,000 años antes del dolor
y avanzabas batiendo rítmicamente
tu cuerpo de gacela perdida en los reinos de Enrique IV.
No querías recordar pero tus cabellos
mecidos por el silencio
lloraban al compás de una melodía de Joan Baez
te perseguían cinco continentes extasiados
pero nadie osaba tocarte
una noche mi ilusión te hizo fulgurar
en el cielo más ñlejano allá donde no alcanza mi mirada
muchas noches de desesperación
acabaron por gritarme en pleno rostro
como el corcho indiscreto de una íntima champaña francesa
muchos siglos mis sueños durmieron
como un poema escrito en la playa
allá donde no pueden alcanzarla las olas.
Sólo el continente de tu mirada
osaba despertarme de tarde en tarde.



II 

Corrías muy de prisa, reías enormemente
cuando mi voz lejana te decía:
Detente porque vendrán días grises
donde nadie querrá reconocerte
y todos pugnarán por olvidarte.
Ya no llegarán a tu rostro de seda
los largos veranos del placer
y querrás escuchar entonces al super grupo Ocibisa
perdiendose en el follaje de la vida
donde los hombres con corbatas de seda
inflan globos aerostáticos en los dulces vientres virginales
y huyen aterrorizados
entre los niños pequeños que al nacer no pidieron
venir al mundo ni voltearían ante el soberbio paso
de una dieciochoañera en hot pants rosados
como lo haría yo escrutando su fenomenal estructura
con mis catalejos hallados en la Costa de Marfil.



III 

No olvides nunca la historia rosa
que solías contarme en los días de tu adolescencia perdida
yo aún conservo tus cosas para no perder aquel entonces
aunque realmente ya estés perdida
y tu recuerdo me clava delicado puñal.




CARTA DE AMOR A UNA HERMOSA GITANA

Un río de sangre, un mar de sangre
es este beso estrellado sobre tus labios.
(Vicente Aleixandre)

Zulma, te escribo estos versos ensangrentados
desde la más terrible prisión del Perú,
quiero que los leas eternamente vestida de novia,
con tus ojos de llamaradas y diamantes
al pie del altar de nuestros sueños.
Hermosa gitana,
te escribo desde la trinchera de los muertos
a esta hora en que salen a vagar
los fantasmas de los combatientes.
Quiero que sepas amor mío
que ser poeta en este país demente
y sangrar desesperadamente por la vida
es ser perseguido, proscrito, presidiario
y condenado a la hoguera.
Paga el Perú con la cárcel
a Quijote enamorado,
amó a los hombres, amó a la golondrina, amó a la luna
y sobre todos los dioses te amó a ti,
ebria y bella hasta el delirio,
hoy me entierran en vida por amar la vida
y bajo la lluvia de balas y cadáveres
te sigo amando aún.

Zulma, es madrugada en la prisión,
hierve la hoguera de la historia,
tal vez jamás vuelvas a verme con vida,
es de poetas morir de crepúsculos,
pero no llores pequeño ángel,
amaste a un poeta,
es decir, amaste a todos los hombres de la tierra
y no hay historia de amor más bella que la nuestra.
Y si me extravío en la oscuridad de la muerte
búscame en los ojos de todos los niños tristes del mundo,
en ellos seguiré viviendo,
un abrazo a nuestros sueños,
un beso a los hijos que nunca tuvimos
y te dejo estos versos
eternamente rebeldes como nuestro amor,
se divulgarán por todo el mundo
y serán traducidos a otros idiomas tus besos,
preciosa gitana. Eternamente tuyo.
Muertas las siemprevivas,
enfermas las rejas del presidio,
llueven cadenas perpetuas sobre los muchachos,
metralla y muerte
sobre la espalda del hijo del hombre,
pero nuestros labios desollados
entonan aún las baladas de aquellos locos días
cuando el corazón era un gitano
y Liza tenía los ojos azules.

Muchacha,
todas las noches
la muerte se desnuda en mi lecho
y arroja su fétido aliento a mi rostro,
mientras la poseo le hablo de ti,
le cuento de ti, la embellezco de ti.
Afuera la metralla aulla enloquecida,
tiempos duros estos
para cantar la gloria de las muchachas hermosas,
el amor ha sido arrasado por los tanques
y la rosa encarcelada por los nuevos dispositivos
antiterroristas,
ahora cualquier metáfora puede costarnos la vida.

Zulma,
leí tu carta desde la bahía de San Francisco,
sentí tu besos y se rompieron mis cadenas,
de mano en mano tus perfumadas líneas
inflamaron el corazón de los muchachos.
¿Díganme pequeños fiscales y jueces perecederos
podrá ser prisionero un hombre intensamente amado?
Hermosa muchacha,
tatuada en la demente memoria de los siglos,
tu amor ha inundado esta mañana la prisión,
mandos políticos y militares
me preguntan por la dulzura de tus ojos
y el poderío bélico de tus besos.

Negra del alma,
mientras los poetas peruanos
se masturban en las cantinas
y se arrastran como mujerzuelas ante el poder,
aquí la historia baila ebria
sin calzón y sin corpiño,
loca de amor buscando un hombre nuevo,
aquí la poesía
vomita sangre y se le caen a pedazos los pulmones,
la muerte danza con pasos de ballet.

Zulma,
la otra tarde aquí en la prisión
a la hora en que la nostalgia
ataca con picos de botella a los prisioneros,
me preguntaron los muchachos lisiados por la guerra,
¿poeta, por qué no escribe Ud. sobre los campos de batalla
versos como fusiles vomitando fuego,
versos como el horror de los estudiantes hallados en las fosas,
versos como el dolor de tantos inocentes
pudriéndose en las cárceles del Perú,
poeta, por qué no escribe Ud. versos como... ?
Entiéndanlo amantes del próximo siglo,
ni la explosión de un coche bomba
ni la catástrofe de Tarata
es más terrible que la dulzura de su amor.
Perdón, muchachos, que os habéis jugado la vida,
qué más puede el poeta
sino escribir al amor aún en la horca.

Niñas hermosas, que leáis estos versos
escritos desde el infierno
quiero que sepan
que el poeta escribió bajo la metralla
para que la rosa siga perfumando vuestros sueños,
recordadme algún día
a la hora en que los jóvenes piratas
se lanzen al abordaje de vuestros cuerpos.

Zulma,
he descendido al infierno
y escribo estos versos
sólo por ceñir un laurel en tu frente,
sé que leerás mi carta
hasta calcinarte los ojos,
sé que serás valiente
porque sólo de valientes es vivir grandes amores.

No llores gitana,
nos tocó vivir una época terrible,
pero un amor bello como los sueños
de los que ya partieron.








EVA VELÁSQUEZ LECCA [13.760]

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Eva Velásquez Lecca 

(Chimbote, Perú  1968)

Poeta, escritora y docente. Integró el grupo literario “Creación” en Chimbote. 
Ha publicado las plaquetas Vida (2001), Oleaje de Mujer (2003) y Fantasía desplegada (2006). Premio Nacional de educación “Horacio Zeballos” (2004) en poesía. Autora de los libros Oleaje de Mujer (2005), La flor de la Gata (2010) y Pasaje Mar Amarillo (2013). 

Ha sido considerada en diversas antologías, entre ellas: Poesía Chimbotana de Víctor Unyén Velezmoro (2006), Los Amantes Vienen al Puerto de La Casa del Poeta Peruano (2006), De Quenas y Bandoneones, 70 mujeres de Argentina y Perú de Casa del poeta peruano (2012), Metamorfosis del verso por la Sociedad peruana de poetas ( 2012), Punto y aparte, muestra de poesía latinoamericana, ediciones Vicio Perpetuo (2012), Amor al rojo vivo de José Beltrán Peña (2013). Ha participado en encuentros culturales en Perú y el extranjero como “Demar y fuego, poemas y canciones de Perú y Ecuador” (Guayaquil, abril de2013); “Vanguardia Andina, poesía contemporánea,Ecuador, Perú y Argentina, Homenaje a Enrique Verástegui” (Quito, enero de 2014) y XII Parlamento Nacional de escritores de Colombia (Cartagena, agosto de 2014).






PENTAGRAMA

la música la llevó a la estación del tren
gentilmente la ayudó a subir
le acomodó el vestido y la cartera
la elevó en sus brazos
como niña la hizo entrar
un mar se quiebra
cuando no existen olas
deslizándose en su piel
le susurró en el pentagrama
es mejor retornar al hogar.




ARLEQUIN

aquella tarde había decidido llamarlo
quería estar con él
intentó marcar el número
sombras envolvieron sus manos
sintió que volaba
tocaba la araña prerománica
incrustada en el mármol
de la cúpula del techo
ángeles cautivos con la belleza del arte
escribían sonatas y rapsodias
el fulgor de sus ropas transmitían paz
arlequíes con helados y cara de diablitos
escribían entremeses y comparsas
de pronto un hombre antiguo
como
de
1000 a la N de años
universal y dulce
quebró la magia del momento
con normas y pleitesías
el ritmo de la dicha se extravió
descendió y marcó el pálido número.

(De Oleaje de Mujer)




SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
Al Cisne de Avon

el cuerpo gira abraza suelta vuela
toca el aire gime ríe sueña
no ve el paraíso el alma llora
Llora
por no encontrar la Lied que cubra su pena
la música la consuela le muestra un río
con colores pintados por hadas Titanias
Puck la está mirando la está besando
y la lleva en sus brazos
al compás
de Coplas de Locura
por abanicos multicolores
de mariposas atenienses
tú pidiendo amor al que está arriba
logras coger la luz
de Titania y de Oberón
en telas de araña con olor a violetas
con rosas almíbar en besos de luna
alguna vez encuentras la verdad en la fantasía
danzas con ellos y estás en la obra de Shakespeare
aplaudiendo sus travesuras
brillas como escarcha y eres feliz
Feliz
como los lunares que besan tu cuello
y te cuentan amores ya idos
vestida de hechizo con ropa transparente
caminas en cielos fugaces y eres feliz
Feliz
como las uvas que visten viñedos
fuerza pausa adelante murciélagos
La flor del Pensamiento
creada por Cupido

abril
la palabra
la academia
julio
la gracia
la complicidad
tu vida sigue proyectándose
en Sueño
de una Noche
de Verano
dos varones un amor equivocado
Puck malvado y galán a la vez
reescribe Coplas de Locura y me crea a mí
a Mí
con piedra arena
orquídeas fantasmas
luz
Soledad.

(De Fantasía Desplegada)



DUENDES EN EL BUS

Cuando cruzaba el Pasamayo
duendes
invadieron
el bus
abrieron la botella de champagne
que traía el más gordito
el de color naranja
entusiasmados cantaban sinfonías hechizadas
un piano gris recorría el bus
jugaban con sus teclas argentadas
preguntaban a cada pasajero
su nombre y apellido
creaban rimas con ellos
y se burlaban de los nombres extraños
el bus volaba sobre el mar perfecto
de las seis de la mañana
tranquilo
divino
brillante
Pacífico
los duendes saltaban al mar
y jugaban en sus olas
con sus manos muy rojitas
hacían hoyos en el agua
y extraían pececitos
con sirenas enamoradas
de sus locuras verdirojas de cada mes de marzo
cuando tienen permiso de sus padres
para ir a la tierra a fastidiar a los humanos
luego se sentaron sobre el bus
y bailaron cascanueces con las sirenas
los pececitos aplaudían embelesados
por la ternura del momento
después nos miraron por las ventanas
y empezaron a reirse de nuestras caras embobadas
con aires de miedo
el más travieso el gordito de color naranja
nos hacía muecas y mostraba el rabito
con colita de conejo
luego saludaba con su sombrero de paja
a cada uno de los pasajeros y nos daba caramelos
en forma
de luna y cielo
ola y tierra
era el momento más divino que hasta ahora había vivido
siete de la mañana el bus volvió a la ruta
los duendecillos se despidieron y nos dejaron sus emailes
los muy bandidos tenían la clave secreta
de cada uno de nuestros correos
miré por la ventana el gordito de color naranja
se despidió con un beso y me invitó a su cumpleaños
en el mes de marzo
del año 10006
te estaré esperando me dijo
aquí en el Pasamayo a las seis de la mañana
trae tus poemas
yo te daré mis caramelos
y la magia de los duendes.

(Inédito)





JAIME URCO [13.761]

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JAIME URCO

(JAUJA, Perú   1954) 
Nací en el Perú en los 50, ya grandecito estudié literatura en san marcos por varios años, incluso hice la maestría y el doctorado. en esos años publiqué libros de poesía, gané algunos premios, trabajé de profesor, editor y escribía artículos para revistas y periódicos.

En 2002 se me ocurrió hacer una maestría en creación literaria en la universidad de texas en el paso. he estado cuatro años en esta tierra del norte.

Sin embargo, lo invariable en todos estos años ha sido la poesía. ella se ha quedado conmigo todos estos años.


farewell to my arms

algún día esa vieja tonada que me arrastró por cuerpos calles se perderá mis ojos dejarán sus órbitas mis amores serán pasto que crecerá en la tumba los amigos vendrán con botellas con el recuerdo de un patio donde el sol entre árboles fue la promesa de la juventud
un día no abriré la puerta libre del deseo me escurriré entre sábanas el dolor no bajará conmigo sólo este parco organismo que vio tréboles azafranes en el vientre de la que se fue

morir no es raro

canto la tonada que una mujer me dejó en una noche de amor

ella no se acuerda






hijo del sol

en este instante en que el vacío colma mi vaso sella mi metafísica
recuerdo que alguna vez fui hijo del sol
primavera en el dorso de una mano

fui dios
no como ahora
mera disposición de células que miran la ventana miran la vida irse en un carromato una pareja feliz un sol de medianoche

mi carne marrón proclama su sureña naturaleza mi corazón habla de utopías el mantel de una doña que no ama y ya no importa
no tengo primaveras en el dorso de la mano tengo vida en el homóplato en el cojín rojo en el endecasílabo

vuelvo al sueño de ser un endecasilabo
no sufre
suena
vibra

nunca es un pinche olvido de silla





la noche los bares
dónde anda usted?

la paz no existe
sólo la lentitud de la masas siderales las horas arrojadas a un vaso mi nombre flotando en la garúa de la tarde los límpidos océanos y el caminar de ella rápido y seguro en la tarde ciega de noviembre






love for sale

thelma me enseña su carta de felicitación
thelma muestra su muñeca cortada y juega con la palabra suicidio

linda me invita a su fiesta de cumpleaños
el general se sienta a mi lado
grita su canción
lo miro con cariño
y le digo
que también llegaré a viejo
en esa silla
o una parecida

beto me pasa la mano
y me dice
con palabras de miel
que ella volverá

callo
y me entierro en lo único
que me pertenece

este vaso y una jarra de plástico

qué barata es mi pena
3 dólares y medio
y la propina




de  "Poca luz en el bar y otros poemas".



A UN HOMBRE NO LE CRECE HIERBA EN ZAPATOS Y CODOS


I

domingo por la tarde y rabio y entre dientes digo que no algo
déjenme el encargo nomás
ellos saben que estoy con el diablo encima
no me tocan
no me rozan
abro un libro y retomo lo que algunas borracheras me han
impedido terminar
leo más por olvidar mi memoria sola que por obligación
pienso que un hombre no debe dejarse crecer hierbas en
sus zapatos
no debe permitir el moho en su jardín y huesos
entonces me acuerdo de ti mi buena amiga ahora que te has ido
(Mariella,
ya no puedo levantar el fono y quedarnos en ver para
impedir que las malas artes me dejen tan sin vida
ahora el teléfono es otro aparato inservible
y la ciudad y sus miles de esquinas me ven con mi cara de
rata perdida)
leo echando mano a ojos olfato oído
porque al hombre que está con el diablo
no le crecen hierbas en los zapatos
y el día es nada
como el teléfono
como yo mismo
pero leo
no me dejo amedrentar aunque el dolor sea una barra
transparente clavada entre mis vísceras que nadie toca
pero que ahí reside comiéndose mi toda humanidad




METECO

La mujer que está sujeta a tu mano de pronto cae y cual
cristal barato se hace nada.
Tú la miras.
Ya no tienes nada que inventar,
suaves e indulgentes mentiras que impidan que la mar de la
joda se la coma con zapatos y penas toda.
La detienes en brazos.
Aciertas aún a tomar su nuca y llevarla a tu pecho. Y la vez
rodar.
Hondo,
extraña a tus brazos
y su llanto sacude tu índole fauna.
Lo sabes y no intentas nada.
No hay misericordia ni saña en tus gestos.
La escuchas hablar con pureza, con nobles y legítimos
sentimientos. Pero tú no puedes dar nada a ese
cuerpo que se hace barato y cae.
Fugazmente la admiras mientras a tus pies asoman sus
palabras para salvarte de esa pétrea nada con la que te
invistes.
Hembra buenísima desde lo más humano te alcanza su
vulnerable materia para que tú salgas de ese hoyo
donde no entra la bala enemigo ni amor.
El enemigo vive en casa, revelas y señalas tu flaco y
pequeño pecho.
Casi trastabillas, intentas equilibrio y tu cuerpo alcoholizado
es retenido por el aire de esa criatura que estás
matando,
pero tú sabes: nadie se muere de amor.
Nuevamente la agarras de los hombros y casi la ropas a tu
cara únicamente para que huela a tu fétido olor a
muerto y sepa que el muerto que tiene frente suyo no
es metáfora ni exceso de palabra.
Sin mala leche le das en las narices tu mortecino aroma
y piensas
uno de estos días
haré un ajuste de cuentas,
y todo será
la mar de rosas
la coca cola del desierto




A UNA BELLA APARICIÓN

Hello, I love you.
What's your name
de una canción
de Doors

Detenerte en la calle.
Preguntar por tu vida. Tu nombre.
Si los nobles ideales
Se han ido trocando
En una bagatela doméstica.
(Digamos un esposo)

Pero tú,
Con cara de poquísimos amigos,
Me quitas las ganas de acercarme,
De pedirte la tarde para vivir
(La mujer de facciones tristes no habla con extraños,
Menos,
Si éstos son casados)
Y yo, como quien patea latas,
Me quito de tu cuadra, de tu vida.
Silbando una canción feliz
Que habla del amor
A primera vista.




VARIACIONES SOBRE LO MISMO

A mitad del goce pides el juramento
Inútil: que te quiera siempre. Visto que no es
El momento de dar explicaciones
Hablo de colores vivos, de aves de suave plumaje.
A mitad del goce quedo,
Soñando con un puerto donde el amor eterno
Sea cuento viejo. Historia pasada.
Ave de suave plumaje.




ASUNTO FUERA DE CASA

Al largarte tú de casa
Por ese cuento
Que insististe en llamar
Tu derecho a tu propia vida.
(Que para mí, no era otra cosa
Que un hombre encontrado a mitad de la calle)
Volví a hojear los diarios
Revisando las ofertas de la semana,
Saltándome la página de locales
Y buscando
Tu nombre en los avisos necrológicos
Para dormir de largo
Y no seguir como imbécil
Esperando tu regreso
A las cuatro de la madrugada, entre disculpas,
Llantos
Y souvenirs
Traídos de una lejana tierra.




UN TANGO A LO GARDEL

Camino y no busco tu cuerpo.
Busco el ardid que diga
Que una mujer no vale, que tú no vales,
Que la soledad no es este apurado café,
Que el día que me quieras
Es tan sólo un tango.




ARGUMENTO DEL REINCIDENTE

La última vez que pisé esta casa
Juré no volver
A tener perro, gato ni mujer
Que atara mi ocio
A la limpieza, al diario
Recuento de monedas.
Ella vino del otro lado del mundo,
Cruzó los mares, husmeó los puertos
Y todo
Para ser el cepillo, la pantufla
Y por supuesto, el perro y el gato
Que hacen
Que hunda los dedos en los bolsillos
Y cuente, bendita oración,
Los días que faltan
Para quincena o fin de mes.





DESPUÉS DE LA VENTISCA

Ahora que el amor se ha marchado
Puedo escribir como quien pela una fruta.
Sé que no hay prisas ni demoras,
Que un café bien vale como el ayuno o tu ausencia.
No pienso (como cuando me amabas).
Pero ahora que el amor se ha marchado
Puedo vender los muebles y largarme de viaje,
Estirar mis oxidados miembros
Y emprender la gran juerga.
Para la próxima vez
No más muebles ni casa
Y el amor será como pelar la fruta,
Sin prisas ni demoras.




CÁLCULO DE PROBABILIDADES

Que estamos rodeados por mendigos,
Que la tasa de suicidios aumenta,
Que los índices de delincuencia
Amenazan ciertamente el paseo familiar
Poca cosa.
Nadie toma en serio las estadísticas
A menos que digan
Que esto aprieta,
Que ya no aguantamos más,
Que pedimos a gritos
La fiesta. El circo.





A JOHN BERRYMAN

Se instaló, una vez, algo en el
corazón de Henry
Tan pesado, como si tuviera cien
años
y más, y llorando, desvelado.
J.B. (canción 29)

Pensando en hacerte el poema recuerdo
El tuyo para Yeats, donde dices que la
Ingratitud es el camino necesario para
Hacer cosas nuevas. Fiel a tus enseñanzas te
Voy a dejar en el olvido una vez
Que tus ritmos, tonos y cadencias suenen
A cancioneta vieja en mis orejas.

Tu otra lección también la aprendo: no
Llevo peso alguno sobre el corazón, la época
No merece heroísmos y lejos ya
Los caballeros, el juego
Limpio y las cruzadas.




POEMA A LA DICKINSON CON VERSOS ROBADOS
A LA PROPIA EMILY

Ud. vivía en Amherst.
En una casa de ladrillos construida por su abuelo.
Rara vez dejó esos muros
Y a la muerte de su madre
Ud. no volvió a salir.
Los críticos que vinieron después
Hablaron de su morbosa soledad,
Su eterno vestido blanco.
Ud. cantó porque decía que estaba asustada.
Ahora,
En el otro polo del hemisferio,
Yo también tengo miedo
Y digo, con sus palabras, que Ud. era menuda
Como reyezuelo,
Con cabello rebelde como caparazón de castaña
Y con ojos parecidos al jerez que deja el huésped en el fondo
de la copa.
De su creencia en la resurrección de la carne
Mejor no hablar,
pertenecemos a distintas familias.
Mejor recordar sus poemas de amor
Con los que una mujer, muy distinta a Ud.
Alumbró mi lecho
Para que ningún sol naciente
Enturbiara esta tierra.






ANAHÍ VÁSQUEZ DE VELASCO ZORRILLA [13.762]

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ANAHÍ VÁSQUEZ DE VELASCO ZORRILLA

Lima, Perú   1976
Anahí Vásquez de Velasco, ha publicado poemas suyos en diversas publicaciones colectivas, como "La imagen de las palabras", "Voz orquídea", "Cuervo Iluminado". Poeta y difusora de arte, claro está una gran promotora cultural. 




YERBAS 

Yerbas largas
Largas yerbas
Torcidas por el aire
Que transita
Por el lomo
De un cerro.

Yerbas tumbadas
Yerbas erguidas
Bailan a los pies
De los árboles
Como dedos verdes
Que acarician un cuerpo
Un cuerpo quieto
Que se deja acariciar
Por el viento
En la mudez
Del tiempo.




PARACAS

Es delicioso sentir
Este viento en la cara,
El agua fresca y limpia
Que acaricia
Y es delicioso sentirte a ti,
Tan cerca,
Tan tibio,
Es tu calor
Que me hace volar
Aunque sea con la calidez
De un cerillo:
Fuerte y temporal.

Por primera vez
El agua atiza el fuego
De una tea,
Y estamos juntos
Aquí, flotando
En medio del mar,
Iluminando al sol,
Haciendo destellar sus reflejos
Sobre la espuma,
Quemando las gotas,
Viviendo esta combustión
Sin tocarnos las bocas.





FLOR

Cuando una flor
Empieza a descubrir el sol
Aún no es flor.
Es capullo.
No es flor.

Cuando un capullo
Va a convertirse en flor,
En el proceso
Puede quemarla
El sol.

Cuando quema el sol,
Al capullo que no es flor,
La flor nunca es flor.
Deja de ser
Capullo.

Cuando una flor
No llega a serlo
Tampoco el capullo lo sigue siendo.
Sólo es triste el color
Y el amasijo
Se lo lleva el viento.





CAMINANTE

Ves en el horizonte,
De tu camino interminable,
Espejismos magnéticos
Que ondulan y te seducen
Como las musicales notas
Que están adheridas
Al alma de tu cuerpo.

Los pies ya no los sientes;
No puedes quejarte,
De que tu elección duela
Porque ya están curtidas de callos
Hasta las suelas de tus zapatos.

Nacen crepúsculos en tus pupilas
Y mueren en tus párpados,
Cuando no decides prolongar sus vidas
Durante esos instantes, para componer
Las armonías que son tu gran compañía.

Te veo distante
Fundiéndote con el fin del mundo,
Con el marco serrano
Andando, caminando
Hasta volverte sólo una imagen
Entre mis recuerdos
Con el fondo de la voz de un río
Que le pone letra a tus canciones.

Caminante,
Camina más despacio
Para poder alcanzarte.




Flamencamente

La soledad ocupaba todo el espacio,
como al interior repleto de agua
de una botella que descansa
en el suelo sobre el que baila
el mar.

Mientras en trance,
bailaban flamencamente
las cortinas blancas y traslúcidas
como almas en paz.





Masturbando el corazón

Amaneció
y sólo recordé
mi inútil tránsito
por una escalera de madera
que se iba abajo
al estar tan sólo sostenida
por un endeble clavo
que dejaba escapar peldaños picados

Y empecé a recordar
momentos bonitos
de paseos y hacer el amor
ojos llenos de luz y de vida
suspiros vueltos el primero

Entonces
copé mi mente de recuerdos
escenas alegres, pasadas y ligeras
tan efímeras como lo son al exhalarlas
siquiera

Como estarse
masturbando el corazón
para sentir en la piel inexistente
que cosquillea
el contacto con simples recuerdos
lejanos y abstractos y
sinó, una especie de sino
sensible e iluminado.




Tenetud

No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Khalil Gibran

que no tengo un hijo de ojos negros
ni marido que amar ni que me ame
ni madre ni hermana ni padre extravagante
que no tengo casa ni vestido ni un parque
para dar la vuelta si ni tengo pétalos ni hojas ni árboles
en domingo si no tengo ni mañana ni semanas ni años
ni un camino que pisar si ni tengo pies para andar
que no tengo dinero ni para qué pedirlo sin bolsillos
que no tengo ni siquiera ojos ni boca ni piel ni oídos
ni una nariz que huela todo lo que no tengo
que no tengo nada más que eso
que es lo mismo que todos tenemos
y que más bien nos tiene y que siempre nos ha tenido
así
eternamente.





Recuerdos de extraños

Cuánto quisiera recordar
cada sonrisa que me han prodigado
los extraños
al andar por las calles grises por las que ando,
las calles mutantes e inmóviles de Lima
salpicadas con una garúa de
sonrisas tan jóvenes como viejas,
sonrisas de cielo y de monalisa,
sonrisas de madre y de abuelo,
sonrisas de niño y sonrisas de perros,
sonrisas que alguna vez pude jalar
yo, con mis ojos duros y oscuros
de árbol quieto arraigado a un concreto absurdo
del que quiere escapar.
Y las sonrisas las tuve adentro
y adentro del pecho las tengo.

*Para un niño serrano y, antes muy serio, caminando envuelto en humo y nubes.





Verbo Rea

Existir de repente
respirar por primera vez
llorar sin saber por qué
reir sin saber por qué

esperar por necesidad
sufrir por costumbre
ignorar por elección
saber por casualidad

caminar en compañía
parar para esperarla
seguir para encontrarla
voltear cuando ya no está

mirar lo caminado
encontrar lo buscado
perder lo encontrado
ganar en lo perdido

celebrar el existir de uno mismo
sonreir por poder sentir
ensordecer porque su voz es altísima
callar porque no necesita tus palabras

resistir el último dolor
enmudecer cuando se vuelve alegría
caer entre nubes
Descansar en tu Cama.





Lienzo de tocuyo

Soy una mujer lienzo de tocuyo
goce de gazas, balleta y bobos
-entre árboles de hacienda-

que no espera por su hombre pincel
que es tinta, paleta y óleos
-porque está a su lado-

leyendo y balanceándose apacible
en una mecedora de madera;

que fuma una humeante pipa
y escribe un poco, mientras el día se va.





ROGELIO GALLARDO BOCANEGRA [13.763]

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Rogelio Gallardo Bocanegra

Nació en Trujillo el 16 de septiembre de 1927y falleció en el año 1995. Su padre se llamó Andrés y su madre Julia. Rogelio fue un poeta en toda la dimensión de la palabra. Tuvo para vivir bien pero quiso lo contrario. Amigos le sobraron pero, el pero que nunca falta, pocos fueron los que le extendieron una mano generosa. De mirar punzante, firme, casi inquisitivo, nos parecía estar frente a un tipo enigmático y hasta desconfiado. Pero era todo lo contrario. Rogelio siempre navego en la aguas de la bondad.

Quien no lo conocía pensaba que este poeta sólo era un ente más del universo; pero quien sabía lo que era encontraba en Rogelio a un vate de prosapia y autoestima propios de los nacidos para hacerse querer. Es que Rogelio no era lo que sus harapos representaban. El, había, cursado estudios universitarios pero la bohemia le ganó la mano y con ella sus impulsos y es así como nace un poeta sin enredos ni falsos miramientos arrancando de su inspiración versos sólidos y tonificantes que sólo emergen del alma que siente lo que su realidad le infunde.
Cuantas veces enigmático y transido lo vimos surcar las calles de Trujillo. Sus pies arrastrando añejas sandalias que nunca desmerecieron su calidad humana. Aquellas para él fueron símbolo de austeridad y de guía pues lo llevaron siempre seguras hacia el cobijo que le esperaba en una de las esquinas de la calle Pizarro con Orbegoso o a las gradas del monumento de La Libertad. En esos lugares consumía gran parte del tiempo ya de pie, ya sentado, desplazando sus ojos escrutadores para devolver saludos que sus amigos le brindaban.

Y no sólo eso, en esos lugares nutría su espíritu con los golpes que da la vida. Ahí solitario y atento almacenaba los pertrechos cotidianos que más tarde los convertía en hermosas poesías humanas. Así nacieron sus poemas y sus libros; así este seguidor de Vallejo encontró la forma de volcar su cultura que mezclándola con la realidad, estampó para el mundo literario sazonados poemas de trascendencia universal.

El año 1961 publicó su poemario “Cantos al Hombre”. El año 1969 nos entregó su otro poemario titulado “Elevado Canto”, veinte años después dio a luz su otro libro “Silencio Perpetuo” y por último, en 1996 lanzó su poemario “Caminando más allá de mis pasos” que fue presentado con apoyo de una entidad cultural. y que Rogelio ya no estuvo presente.
“Silencio Perpetuo” es el poemario que reúne a sus libros anteriores es decir a “Cantos al Hombre” y “Elevado Canto” y que por supuesto incluye a los nuevos poemas que dieron lugar a “Silencio Perpetuo”.

Conforme fue escribiendo acrecentó su calidad humana. Los poemas de su primer libro frente a los del segundo hay una diferencia abismal. Capta con profundidad el alma humana e interpreta con certeza la realidad.
En “Silencio Perpetuo” aparece el Rogelio Gallardo en toda su magnitud poética. Retrata exactamente lo que era la vida para él. Anuncia su muerte y no teme llegar hacia el inexorable tránsito que nadie de nosotros puede eludir. Lo asombroso es cuando Rogelio nos da, sin quererlo, el secreto maravilloso que acompañó a su poesía que fue siempre dulce, afable y amena. El secreto radica, como nos lo hace comprender el mismo poeta: Rodar por la vida, amarla y comprenderla.

Sus frágiles sandalias y su humilde vestir causó que alguien sin conocerlo una vez le impidió ingresar a un recital poético del INC de Trujillo. Esa vida humilde en que se sumergió que jamás la convirtió en protesta, nos descubre a un hombre que en medio del dolor y la pobreza jamás se fatigó y más bien cubrió con fuerzas sobrehumanas las fatigas de la vida devolviéndoles animación, amor y recorriendo entero por el mundo su “esqueleto humano”.

El día de su entierro imperceptiblemente una mujer secaba una a una sus lágrimas mientras sus labios lanzaban una oración. Dijeron que fue adinerada dama que comprendió la forma de vivir de nuestro vate que falleció en Trujillo el 27 de noviembre de 1995.



[Te estoy observando]

Te estoy observando
por entre el hueco de una aguja.

Qué magnitud creada en tu grandeza.
Qué hondas tus pisadas
en el vagar sereno de tus luchas.
Qué simple la belleza en tus contornos.
Carne y hueso dentro de tanta vida.
Eres tú: Hombre Dios. Humano Dios.
Voy hacia ti. Hasta la muerte.
Te encuentro en todo
lo que hay dentro de mí. Feliz ser.

Silencio perpetuo ([1969]1989: 23-24)




Silencio perpetuo, Poema II

Desde este valle sombrío
desde esta angustia sin límites
desde esta terrible noche
escribo sobre mi muerte
con los dedos fosfóricos
profundizando imágenes...
oliéndome a cenizas...
porque ahora
ya no soy fuego vivo
para alumbrar de nuevo
la esperanza
que la veo apagándose
apagándose...
porque ahora
ya no sueño latitudes….
simplemente soy
delgada sombra
caminando sin rumbo
hacia la nada
sacudiéndome de nuevos dolores
en tanto mi corazón
se rueda colmado de dulzura…
Porque ahora
alimentándome estoy
de antiguos sufrimientos
y mis memorias son largas.

Dicen que el olvido sobre la muerte
no deja huellas.
Es cierto. Nada me importará
-entonces- un minuto de silencio
o las lágrimas que dejarán caer
otros llantos ya sin fuerzas
y aún así
persigan mi recuerdo
seguiré siendo traslúcido cadáver
de puro sol amanecido...
porque ahora
soy el único testigo
de mi extraña manera de morir.
Sé de donde vengo. Y callo.
Sé donde me esconderé. Y callo.
Me parezco un suicida sin luz
clavado en otra cruz
lleno de espinas...
porque ahora
estoy sintiendo por dentro
cómo duele el dolor
de mi ácida pobreza
y estas hambres durísimas
mordiéndome
secretamente las entrañas...
porque ahora
ya no tengo caminos para llegar
al otro lado de lo inmenso...
cuántos hermanos
estoy viendo pasar
rumbo a las tabernas
desgarrados mis ojos
y el corazón delatándome
de tal manera
que mi amargura sin fin
ha caído hondo. Hondísimo.
Hoy día he sufrido en cada vértebra
y qué poco he compartido mi tristeza.
Hoy día
más oprimido que nunca
más humano que nunca.
Hoy día
he regresado a mi vieja morada
y he vibrado terriblemente
me he sacudido desde mis raíces
y me he preguntado:
¿por qué llevo esta delgada sombra moribunda...?

Silencio perpetuo (1989: 85-89)


"Caminando más allá de mis pasos..."



POEMA INCORPORADO

Hoy
Me he visto caminando
sobre las huellas que con amor
grabó mi padre
y he llegado enternecido
a mi lejana infancia
pensando que allí estaba mi madre
como siempre,esperándome
para no caer tres veces
bajo la misma mirada.

Hoy
he reunido del todo
mis recuerdos de niño triste
y he jugado con ellos
hasta el atardecer...

Mi madre
dormía plácidamente
y que profunda mansedumbre
iluminaba mi cuerpo humano.

Hoy me he visto caminando ya de
regreso
sobre las huellas
que grabó mi padre tatarabuelo.

(de: "Poema incorporado")




POEMA 1

... Y me dejaron el recuerdo de tu muerte,
Oh, Javier de horizonte. Oh, Heraud de
infinito

Tu vuelo de pájaro rebelde
para siempre adormeció el paisaje
de pólvora y de sangre.

He de seguir el hilo de tus pasos
desde la honda huella que dejaste
enrojecido de coraje.

Y con mi lápiz
he de matar de frente alodio
que acribilló
la exacta dimensión
de tu esperanza.

Con un fusil
cargado de cantos y poemas
he de vengar
tu sangre derramada
mientras tú
vivas en mi pecho
profundamente hermano.

( de "Laurel para el poeta")




(CÉSAR VALLEJO NO HA MUERTO... 
VIVE DESDE SUS HUESOS HÚMEROS).

Me sopla un viento
venido de Santiago de Chuco.
Un viento que desde el alba cabalgó
como un adiós humano
como una sombra horizontal
que se incorpora
para sentir la viva delgadez
andante del poeta.

Aquí está el hombre. Invencible en el tiempo.
Aquí está el dolor. Colmando su profundidad.
Aquí está el poema. Contínuo testimonio de su vida.

París recogió su cuerpo inmóvil.
Su cuerpo que murió
de constante ingratitud.

Cómo nos duele en el Perú
la ausencia de sus huesos.
Cómo nos duele en el Perú
su soledad. su exilio.

Cómo nos duele en el Perú
el dolor humano de Georgette.

( de: "Aquí está el poema Contínuo testimonio de su vida...")




POEMA 1

Voy a dormir de cuerpo entero
y con las manos limpias
para que nadie
me detenga en el camino
que es mi camino.

La serenidad
de la paz
ha de cubrir mi rostro
anciano y triste
por haber amado mucho
hasta las cosas más pequeñas
que me sublimaron.

Voy a morir
pensando que la muerte no existe
y que he de seguir viviendo
más allá de mis huesos
y he de seguir caminando
más allá de mis pasos
hasta encontrar
la quinta escencia de la
inmortalidad.

(de: Más allá de mis pasos")





JUAN MARINELLO [13.782]

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Juan Marinello

(Jicotea, 1898 - La Habana, 1977) Poeta y ensayista cubano, una de las figuras intelectuales más relevantes de la cultura isleña. Marchó de niño a España y cursó estudios en Vilafranca del Penedés (Cataluña), tierra de su padre, hasta los dieciséis años, en que la familia regresó a Cuba. Ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, donde se licenció en derecho civil y en derecho público y volvió a España con una beca para doctorarse en la Universidad Central de Madrid (1921-1922).

De regreso a América fundó, junto a R. Martínez Villena, la revista Venezuela Libre, al tiempo que iniciaba una intensa actividad política, claramente antiimperialista, que le llevó al exilio en varias ocasiones. También participó en las fundación del Instituto Hispano Cubano de Cultura (1926) y de la Revista Avance (1927), año este último en el que publicó Liberación, su mejor libro de poemas.

Exiliado en México, ejerció de profesor universitario además de colaborar en distintas publicaciones políticamente comprometidas con la izquierda. Volvió a la isla tras la caída de la dictadura de G. Machado, aunque pronto fue nuevamente separado de su cátedra por figurar como director del diario proletario La Palabra, fundado por el Partido Comunista de Cuba. Regresó a México (1936-1937) donde escribió polémicos artículos a propósito de la Guerra Civil española.

Junto a N. Guillén viajó a España en 1937 para asistir en Madrid y Valencia al Congreso de Escritores por la Defensa de la Cultura. Su actividad política le tuvo permanentemente ocupado desde entonces, pese a que nunca desatendió sus labores periodísticas y ensayísticas ni el ejercicio de la docencia mientras pudo. Encarcelado en varias ocasiones bajo la dictadura de Batista, al fin, tras la Revolución de 1959, fue nombrado rector de la Universidad de La Habana (1962) y desde allí impulsó la Reforma Universitaria.



Colaboró en distintas publicaciones literarias, tanto de la isla como del extranjero (Unión Soviética, Francia, Costa Rica, Venezuela, México, Estados Unidos, entre otros) y ocupó diversos cargos como representante de su país ante la UNESCO. Especializado en la obra y el periodismo de J. Martí, dejó sobre "el apóstol", páginas que se consideran definitivas: Actualidad de Martí. Maestro de unidad (1942), José Martí, escritor americano: Martí y Modernismo (1961), Once ensayos martianos (1965) o Poesía mayor de Martí (1973), entre otros estudios y conferencias.

Poeta políticamente comprometido y antiimperialista, concibió no obstante poemas de alta trascendencia metafísica. En cuanto a su obra ensayística, además de sus estudios martinianos, cabe destacar: Juventud y vejez (1928), Americanismo y cubanismo literario (1932), Momento español (1939), Sobre la inquietud cubana y Picasso sin tiempo (1942) o Contemporáneos (1965).



Y sin embargo…

Lo he dejado todo;
Amores que sólo
Eran un reflejo
Del amor,
Mirajes
Que eran un trasunto débil del paisaje
Interior.
Todo se ha quedado detrás; la gloria
Del elogio fácil (dulce vanidad),
Las manos que estrechan, las manos que dañan,
El beso que enciende y el beso que calma 
La ansiedad,
Todo se vislumbra lejos; pero asciende
De las tibias ascuas- hogueras del ayer-
Un humo en que flotan ansias insepultas
Y maravillosas formas de mujer.
Todo lo he dejado;
Pero todo alienta dentro de mí ser.





TU FRENTE 

Aquella frente tuya, rumorosa,
hecha de luna y caracol marino
fue la dueña absoluta de la rosa
cuando emprendimos, juntos, el camino;

aquel erguido vaso peregrino
que encendió su presencia numerosa
ante cada dolor, y a toda cosa
impuso la pasión de su destino,

es esta misma frente conmovida
y quieta en su clamor, lumbre nacida
de las sombras mortales de la hora,

que vuelve en tiempo y luz y en la alborada
toda flecha enemiga disparada
sobre su fiel planicie vencedora.






«Amigos: Nada que no sea 
una completa paz; 
paz en el alma y fuera 
del alma, paz camino 
de insensibilidad. 
¿Llorar? Ojos enrojecidos 
y entrecortado sollozar, 
y luego para consolarnos 
buscar un tópico vulgar, 
¿Reír? Mueca inconsciente 
que es una forma de llorar. 
¿Ariel? Un vuelo inútil. 
¡Cómo sonríe Calibán! 
¿Jesús? Un sacrificio aprovechable 
para quien no lo pueda interpretar. 
¿Dionisios? No, Detrás de cada seno 
erecto está el Hastío 
con su insolencia de Falstaff. 
Amigos: Nada, 
que no sea 
una profunda paz». 





Ya no sentía la tarde

Ya no sentía la larde 
ni el alma. 

Viniste tú; 
y hubo un espanto de soles 
en los viejos corredores 
traspasados de tu luz,
Marcho en la tarde dorada, 
y el campo todo pregunta: 

«¿Cómo ilumina el sendero 
éste, que fue sombra y duelo 
eternos?» 
Hay un asombro 
en la pupila del río 
(y soy un dulce rubor 
al duro sol del estío). 

Me voy fundiendo en la llama 
de la nueva quemadura; 
tengo un gigante clamor 
que empavorece la altura
de los montes, y un rumor
estelar entre las sienes. 

No ven los miopes senderos 
en el pecho amanecido; 
solo me ven en la tarde, 
y voy marchando contigo. 
El alma ya no sabia 
de auroras. 

Llegaste tú, 
y hubo un espanto de soles 
en los viejos corredores 
traspasados de tu luz».




JOAQUÍN NICOLÁS ARAMBURU [13.783]

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Joaquín Nicolás Aramburu

(CUBA, 1855 - 1923 )
Joaquín Nicolás Aramburu nació en Guanajay, provincia de Pinar del Río. Siempre demostró un gran aprecio por su provincia natal. Fue un hombre de muchos oficios, entre los cuales se incluye el de lector tabacalero.

En la literatura cubana se reconoce a Joaquín Nicolás Aramburu como poeta y novelista. Desde su juventud se dedicó al periodismo. En Guanajay colaboró en varias publicaciones y fundó otras; De La Luz (1885-1894), El Criollo (en La Habana cerrada por el gobierno en 1895 por sus ideales separatistas) y El Occidente (en Guanajay después de la guerra). Colaboró en varias publicaciones nacionales, incluyendo una sección a su cargo del Diario de la Marina por cerca de veinte años. También aportó su talento en publicaciones extranjeras.

Entre halagos Dollero, 1921, lo describe de la siguiente forma: “En letras, nos parece Joaquín N. Aramburu el más grande, el más talentoso entre todos los escritores vueltabajeros, tanto por la brillantez y la robustez de su estilo castizo, que no cansa, como por la profundidad de sus conceptos. En los escritos de Aramburu hay un acendrado amor a Cuba, una filosofía sana y honda, un apego jamás desmentido a la verdad, un civismo sin quijoterías, un conocimiento exacto de los defectos de la raza y de los problemas que esos defectos la acarrean.”




PLÁCIDO 

Tranquila el alma, la mirada quieta,
inocente, sin miedo y resignado,
llega al suplicio, a muerte condenado,
el gran mestizo, Plácido el poeta.

Rota la lira que cantó discreta
las glorias de su pueblo infortunado,
yace bajo las plantas de un soldado
que ni talento ni virtud respeta.

Ya cae el buen cubano sin mancilla;
Dios no ha escuchado su dolor profundo
por más que le invocara en la capilla.

Pero del genio que brillo fecundo
aún repite la voz en nuestra Antilla:
¡Ay, que me llevo en la cabeza un mundo!




LA MAÑANA EN EL SITIO

Ya la primera luz de la mañana
baña el altivo monte y la colina
y, cual níveo celaje, la neblina
se reconcentra y flota en la sabana.

Por el techo, de verde palma cana,
se filtra el humo azul de la cocina;
pica, con sus polluelos, la gallina
el maíz que un muchacho le desgrana.

Relincha el potro; zumba la colmena
que sale en pos del néctar de las flores;
cerca del surco, de impaciencia llena,

la yunta está de toros bramadores
y el guajiro a la puerta de la choza,
bebiendo a sorbos el café, se goza.




A Dios

 ¿En dónde está ese Dios que no me oído
 cuando mil y mil veces le he llamado
 con gritos de dolor desesperado,
 en el naufragio de mi bien perdido?

 ¿En qué lugar del mundo se ha escondido
 que en vano por doquiera le he buscado,
 y en la lucha indefenso me ha dejado,
 del mal esclavo, de la duda herido?

 ¿Arriba estás? Pues ve desde la altura
 esta contienda desigual y horrible
 que el mismo tiempo que mi vida dura.

 Y si aún me juzgas corazón sensible,
 amante y resignado en mi amargura,
 pedirás, con ser Dios, un imposible.



El componte

 Ved la víctima allí. Sangran sus brazos
 bajo la cruel presión de las esposas;
 hieren su oído frases injuriosas
 y su espalda terrible latigazos.

 Ya le arrancan las ropas a pedazos,
 ya le imputan mil faltas bochornosas;
 no son hombres: son águilas sañosas
 que desgarran su carne a picotazos.

 Ya rodó en tierra. De su triunfo ahíta
 se yergue y ríe la insolente saña
 y en pos de nuevas víctimas se agita.

 ¡Cómo nos burla la cultura extraña,
 al ver que aún la Inquisición maldita
 funciona en tierras de la pobre España!





La bijirita

 Hay en mi Cuba un pobre pajarillo
 que vive libremente en la espesura;
 no seduce con trinos de ternura
 ni ostenta plumas de variado brillo.

 Volando de la jagua al mamoncillo
 solo su amada libertad procura;
 que él no puede vivir en jaula oscura
 ni llevar en el pie dorado grillo.

 Cuando un infame aprisionarlo quiere,
 tras el alambre el infeliz se agita
 y pocas horas de tristeza muere.

 ¡Oh, sí! Yo quiero ser la bijirita:
 que a mí también la esclavitud me hiere,
 mi paz enturbia, y mi ilusión marchita.





Sol sin fuego

 Hizo Dios tu poblada cabellera
 de un jirón de la noche tenebrosa,
 y tu pequeña boca primorosa
 de una tarde gentil de primavera.

 Del astro de más brillo de la esfera
 tomó la luz de tu mirar la diosa,
 y de un alba de Abril, la pudorosa
 mejilla que al clavel envidia diera.

 Hizo tu planta breve, de la brisa
 que se pasea en el vergel ameno,
 de un rayo de la luna tu sonrisa,

 de un diáfano celaje tu albo seno;
 mas, ¡ay! formó tu corazón, tan solo
 del blanco hielo que condensa el Polo.





IGNACIO MARÍA DE ACOSTA Y GUERRA [13.784]

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Ignacio María de Acosta y Guerra

( 1814 - 1871 )
Ignacio María de Acosta y Guerra nació en La Habana donde estudió filosofía en el Seminario de San Carlos. Se dedicó a la enseñanza.

Entre los poetas cubanos de la era romántica se encuentra Ignacio María de Acosta y Guerra. Activo colaborador en las publicaciones de la ciudad de Matanzas, donde residió desde 1833, y también en las publicaciones de La Habana. Usó el seudónimo “Iñigo”.

De acuerdo a Dollero, 1919: “En 1845 "La Aurora" ya elogiaba sus poesías "Delirios del Corazón"”, continúa, “Muy popular es en Cuba su poesía "El Carretero y el Eco"”. Dollero lo describe como un hombre de muy buenos sentimientos, haciendo relucir que su obra “Romance Histórico y Geográfico de la Isla de Cuba” fue dedicada a los niños; en otra ocasión, en colaboración de otros grandes talentos, contribuyó en el “Aguinaldo de Luisa Molina” para aliviar la situación económica de la poetisa.




A Cupido

Mira, traidor Cupido;
Mira, rapaz aleve
ya que mi mal te place
y mis tormentos quieres,
que no temo los tiros
de las saetas crueles
con que en el pecho triste
tan sin piedad me hieres.
Y si gustas burlarte
y atormentarme siempre;
hiere también a Elvira
y dos cautivos tienes.

Esta poesía forma parte del libro "Delirios del corazón".





Amor primero

Jugando Dorila
con un pastorcillo,
del pié de un tomillo
su planta picó
aleve una abeja,
que estaba formado
en niño vendado,
el pícaro Amor.

Sintió la zagala
al punto el veneno
correr por su seno
activo, sutil—
vagó por sus labios
preciosa sonrisa,
que el alma electriza
del tierno pastor.

Alzó los ojuelos
que amores bañaban...
al jóven miraban
con tanta expresión...
mas ¡cielos! la abeja
voló del tomillo,
y del pastorcillo
el seno picó...

Cubrióse de grana
su nívea mejilla—
la niña sencilla
también se turbó.
Sentáronse juntos,
habláronse tiernos,
y amantes eternos
el mundo los vió.

Esta poesía forma parte del libro "Delirios del corazón"




La sonrisa

Esa sonrisa hermosa
que entre tus labios juega
como el ligero soplo
del aura en la flor bella,
aquí, en el alma causa
una impresión secreta,
que a comprender no alcanza
mi pobre inteligencia.
Me burlan mis amigos,
y Clori la discreta
con sus malignos ojos
también me burla, Iselia,
si mústio, pensativo,
absorto en mis quimeras,
sorprñendenme en la choza
o bien en la pradera.
Ignoran mi secreto
y a mi aflicción extrema
ni aun el consuelo triste
de compasión le queda.
Pregúntanme la causa:
mas ¡cielos! quién creyera
que es tu sonrisa hermosa,
Encantadora Iselia...?

Esta poesía forma parte del libro "Delirios del corazón"





Al plan de Matanzas

 ¿Quién eres tú, gigante, en cuya frente
 se detienen las nieblas apiñadas,
 en tanto que a tus plantas, humilladas
 rugen las tempestades sordamente?...

 Tu fantástica forma sorprendente,
 tus crestas a los cielos levantadas,
 tus abismos, tus rocas despeñadas,
 ¿qué misterios encubren a la mente?...

 ¿Y pretendo tu origen misterioso
 penetrar, al través del tiempo inmenso
 que miraste pasar?... De luz un rayo

 ilumina mi espíritu; y lloroso,
 que eres la tumba perdurable pienso
 del pueblo antiguo que habitó en Yucayo.





Consejos a Fileno

Lloras Fileno? y de Dorina ausente
doblas la cuita que tu pecho aqueja
porqué a los ruegos vislumbrar no deja
un solo rayo que tu amor aliente...?

Quiéres que débil, a tu ardor presente
su altivo pecho a tu primera queja
cuando el que pide, el desamor semeja
atras volviendo la cobarde frente...?

Calma ese llanto: los pesares calma
y ese temor que por tu mal mantiene
turbada la razón, sin fuerza el alma.

Vuelve a Dorila y tu pasión previene,
pide, insta, ruega, y te dará la palma
que lleva siempre el que constancia tiene.

Esta poesía forma parte del libro "Delirios del corazón"






Dolencia de Iselia

Esa inquietud que sin cesar te agita,
ese tormento que te oprime el pecho,
y pone abrojos al mullido lecho
y tu semblante virginal marchita:

Esa lucha fatal que se concita
del corazón en el recinto estrecho;
y te arranca suspiros de despecho
en continua aflicción y amarga cuita:

Ese dulce mirar; tu afecto tierno,
que revelan un alma candorosa
que pugna por vencer un mal interno;

Esa delicia en fin que misteriosa
con las penas se mezcla del infierno;
esa es la llama del Amor, hermosa.

Esta poesía forma parte del libro "Delirios del corazón"






Hay una alondra en nuestro hermoso valle

 Hay una Alondra en nuestro hermoso valle
 que tierno atisba un cazador atento:
 Ave divina cuyo dulce acento
 al coro manda volador que calle.

 Y calla, y se suspende el escuchalle...
 que de la Alondra al divinal concento
 plega sus alas de placer el viento,
 y no hay ave ni flor que no avasalle.

 Triunfante su expresión desde su nido
 el valle todo con su voz encanta,
 y está el amor ante sus pies rendido.

 Nada turba el trinar de su garganta,
 y si suena en el bosque algún gemido
 es de la voz del cazador que canta.





Mi temor

No me espanta el rigor ni la porfia
del secreto poder de adversa suerte;
ni la cadena que con mano fuerte
en el cuello me ató su tiranía.

No me aterra pensar que llega el día
que impasible vendrá la torva muerte
y a su voz funeral, en polvo inerte
caeré deshecho ante su faz sombría:

Avezado a sufrir de mi fortuna
la dura mano y el rigor extremo
con que oprime mi ser desde la cuna,

qué puedo ya temer...? ¡Oh bien supremo!
de la tropa infernal que me importuna,
Iselia, solo tus enojos temo.

Esta poesía forma parte del libro "Delirios del corazón"




Mustia la rosa

Mustia la rosa, lánguida y marchita
al soplo de la brisa de deshoja;
publicando del bosque la congoja,
la rama seca que al pasar visita:

Apenada la dulce tortolita
de su seno el dolor cantando arroja,
a par que el alba la pradera moja
de tierno llanto que al pesar imita.

Porqué tanta aflicción, tal desconsuelo
el valle todo lúgubre deplora
con muestras tales de tan triste duelo...?

El campo y flor, la tóttola y la aurora,
si levantan sus quejas hasta el cielo,
es porque Iselia en su retiro llora.

Esta poesía forma parte del libro "Delirios del corazón"





Nace fragante, delicada, hermosa

 Nace fragante, delicada, hermosa,
 rica en colores, tímida y galana,
 entre perlas que riega la mañana
 en verde tallo la encendida rosa.

 El aura la acaricia voluptuosa;
 en agradarla el colibrí se afana;
 y la rosa gentil de la sabana
 es el hechizo y la adorada diosa.

 Pero si envuelto en polvoroso aliento
 con torpe labio y bárbara inclemencia
 besa la flor el huracán violento,

 entonces mustia, sin color ni esencia
 muere infeliz, cual muere en un momento
 al contacto del vicio la inocencia.




No luce el sol en el oriente un día

 No luce el sol en el oriente un día
 sin que nazca en mi pecho una esperanza;
 mas ese bien de la ilusión no alcanza
 a dar consuelo a mi desgracia impía.

 El prisma hermoso de la infancia mía
 hízome ver la dicha en lontananza,
 y soñar ese bien que no se alcanza
 y con delirio el corazón ansía.

 Pasaron mis risueñas mocedades:
 el cabello se encuentra encanecido,
 sin fuerza ni vigor mis facultades.

 Despierto del letargo en que he dormido;
 quiero gozar al fin las realidades,
 y encuentro sólo que ilusión ha sido.




Por más que quiera la prudencia mia

Por mas que quiera la prudencia mia
reflexiva y sumisa a la cordura,
sujetarse a la ley terrible y dura
que le impuso a mi amor tu tiranía;

un oculto poder, la simpatía,
a que llamas, cruel, fatal locura,
impide el olvidarte, y su ternura
será en mi pecho hasta la tumba fria.

Si ofreciera tranquilo obedecerte
en tan duro precepto y tan terrible,
fuera mi vida prolongada muerte:

Fuera yo entonces como tú, insensible
al fuego del amor, pues de otra suerte
ofrecer olvidarte, es imposible.

Esta poesía forma parte del libro "Delirios del corazón"





Un sueño

 Soñaba yo que por la senda hermosa
 de la virtud la humanidad corría,
 y el sol de la verdad resplandecía
 llenando el orbe de su luz radiosa.

 La torpe envidia, la calumnia odiosa
 abaten su poder y bastardía;
 y a la voz del progreso se veía
 la sociedad aparecer dichosa.

 Un pueblo sólo es el linaje humano,
 triunfa la ilustración, y por su empeño
 su templo cierra para siempre Jano...

 A tan mágico cuadro y halagüeño,
 al arpa de oro le tendí la mano
 por cantar tanto bien... ¡mas era un sueño!...



MERCEDES MATAMOROS "OFELIA" [13.785]

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Mercedes Matamoros "Ofelia" 

(1858-1906).
Poetisa, dramaturga y traductora cubano-española, nacida en Cienfuegos (Cuba) el 13 de marzo de 1858, y fallecida en La Habana el 25 de agosto de 1906. Asidua colaboradora en los principales medios de comunicación cubanos (en los que publicó numerosos escritos bajo el pseudónimo literario de "Ofelia", sobresalió en su época como una de las voces más fecundas y personales de la lírica hispanoamericana escrita por mujeres.

Quedó huérfana de madre cuando sólo contaba tres años de edad, por lo que toda su educación y crianza pasó a ser responsabilidad exclusiva de su padre, quien se esforzó en dar a la joven Mercedes una formación académica poco frecuente entre el resto de las mujeres de su tiempo. Así, entre las múltiples disciplinas humanísticas a las que tuvo acceso, pronto se decantó por el conocimiento de idiomas, lo que con el paso del tiempo le aseguró una brillante carrera profesional como traductora.

Sólo tenía nueve años cuando, sirviéndose ya del pseudónimo de "Ofelia", comenzó a enviar sus primeras colaboraciones a los periódicos más difundidos en su entorno geo-cultural, como El Siglo y El Occidente. Tal precocidad literaria no se quedó en mera anécdota, ya que en 1868 empezó a colaborar en La Opinión, de donde pasaría, poco después, a los rotativos El Triunfo, El Almendares y -cuando era ya adolescente- a la Revista de Cuba (1880-1883). Sin embargo, el próspero futuro que se le anunciaba como escritora se vio bruscamente ensombrecido por una repentina ruina de la economía familiar, sobrevenida a raíz de una enfermedad que acabó con la salud mental de su padre.

Este imponderable obligó a Mercedes Matamoros a abandonar su dedicación exclusiva a la creación literaria para centrarse en el ejercicio de la docencia y en la realización de traducciones de obras escritas en inglés, en francés y en alemán. De la primera de las lenguas mencionadas, vertió al castellano obras de Lord Byron, Henry Wadsworth Longfellow, Geoffrey Chaucer, Alfred Tennyson y Thomas Moore; del francés, tradujo a André Marie Chénier y a Alfred Victor de Vigny; y del alemán, hizo versiones de algunas obras de Johann Wolfgang von Goethe y de Johann Christoph Friedrich von Schiller.

Sin embargo, y a pesar de que había abandonado por razones económicas el cultivo de su vocación literaria, los ecos de antiguos poemas publicados en los medios de comunicación mencionados impulsaron a sus amigos y allegados a promover, en 1892, una feliz iniciativa: a instancias del escritor Antonio del Monte, se abrió una suscripción particular con vistas a recaudar fondos para la edición de las Poesías completas de Mercedes Matamoros. El éxito de esta iniciativa de sus amigos fue inmediato, ya que aquel mismo año de 1892 salió a la calle dicha edición, espléndidamente acogida por críticos y lectores. Este éxito animó a la poetisa de Cienfuegos a retomar sus afanes literarios, y así, al poco tiempo pudieron volverse a leer en los rotativos y revistas cubanos los artículos de "Ofelia", ahora prodigados en La Ilustración de Cuba, La Golondrina, El País, La Habana Elegante, La Habana Literaria y El Fígaro.

La palabra poética de Mercedes Matamoros cobró nuevos alientos a finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando quedó enmarcada en un grupo generacional integrado también por las poetisas Aurelia Castro y Nieves Xenes. En 1902, diez años después de la aparición de sus Poesías completas, ocupó los anaqueles de las librerías un espléndido poemario de la autora, El último amor de Safo, obra compuesta por veinte sonetos que tuvieron una enorme repercusión en los círculos literarios cubanos. Con esta nueva obra, la poetisa alcanzó un sólido prestigio entre los escritores de su tiempo, hasta el punto de que, cuando sobrevino su muerte, el Ateneo de la Habana se hizo cargo de los gastos ocasionados por sus funerales.

Al parecer, Mercedes Matamoros no sólo se dedicó al cultivo de la poesía y el artículo de costumbres. En su Bibliografía cubana del siglo XIX, Trelles cita una pieza dramática de la escritora de Cienfuegos, titulada Un invierno en flor, y fechada en La Habana en 1882. Se trata de una obra compuesta de un solo acto, que en la actualidad se considera perdida. Tampoco han llegado noticias hasta nuestros días acerca de su posible estreno.



CLEOPATRA

Del baño de alabastro, ante la clara
linfa, que ondula fresca y bulliciosa,
entre siervas, la infiel y voluptuosa
reina, al nuevo deleite se prepara.

El manto se desprende y la tiara,
y la seda de túnica lujosa,
quedando al fin desnuda y tan hermosa,
que la Venus de Milo la envidiara.

La sierva entonces que en su torno gira
al etíope le muestra allá en la entrada,
guardián inmóvil que en silencio admira;

Mas ella le responde indiferente;
-¡No es un hombre el esclavo! -y extasiada
se abandona entre espumas blandamente...





ANHELOS

Quiero aromar tus rizos abundosos
con perfume embriagante de verbenas;
y tu cuello enlazar con las cadenas
ardientes de mis brazos amorosos.

¡Quiero encender con besos fervorosos
la sangre que circula por tus venas;
y trocar en fogosas las serenas
miradas de tus ojos luminosos!

Porque siempre han de ser en mis amores
Venenosas las más fragantes flores,
borrascosas las noches y os días,

y así no olvidarás sus horas bellas;
¡que siempre dejan en el mundo huellas
las tempestades locas y sombrías.





CELOS

¡No me nombres jamás a otras mujeres!
Yo no anhelo saber si tus hermosas
sílfides son, o si parecen diosas...
Las odio a todas porque tú las quieres.

¡Cállate, por favor! No más alteres
mis sombrías pasiones silenciosas:
cual furias del Averno, tumultuosas
se alzarán contra ti, si me ofendieres.

Mas perdona...¡Oh dolor! ¡Yo bien ansió
doblar el cuello como dulce oveja,
y tras el golpe, acariciar tu mano!

¡Pero dueña no soy de mi albedrío!
Quien manda en mí y el crimen me aconseja,
es sólo el corazón, el gran tirano...!  





TORMENTO

Yo no puedo vivir sin contemplarte
ni puede ser dichosa sin oírte,
¡alas no tengo ya para seguirte;
voces no tengo ya con qué llamarte!

¡Quisiera ser voluble para odiarte;
quisiera tener fuerzas para huirte;
esquivez y desdenes para herirte;
orgullo y dignidad para olvidarte!

Mas no me atrevo ningún daño a hacerte
¡yo no puedo dictar fallo de muerte
contra el tirano cruel que me tortura!

Medito mi venganza hora tras hora
¡y en lo íntimo del pecho que te adora
para ti, caro bien. sólo hay dulzura!...





VENGANZA

Me levanté, febril, sin hacer ruido
a media noche; y cautelosamente,
fui a tu estancia, pensando amargamente:
-¡Podré matarlo cuando esté dormido!

¡Por tu abandono el corazón herido
lloraba sangre! Con furor creciente
a ti llegueme...¡te encontré sonriente
de blando sueño en el profundo olvido!

¡Cuán bello estabas! ¡por un breve instante
a la luz de la lámpara, mis ojos
vieron de Apolo el poderoso encanto!

¡Entonces recordé que fui tu amante!
¡Junto a tu lecho me postré de hinojos,
dejé el puñal y me deshice en llanto...!





VII. La orgía 

¿Te acuerdas...? Fue una noche deliciosa. 
¡Cupido en torno nuestro sonreía, 
y en el loco bullicio de la orgía 
a tu lado me hallé, tierna y gozosa!

Dulce vino de Chipre, en la preciosa 
copa, te dio a libar la mano mía; 
con mis trémulos brazos te ceñía 
¡más que nunca incitante y voluptuosa!

¡Sentí en mi boca un ósculo de fuego! 
Después, voluble, con suprema calma 
¡te fuiste, sin oír mi blando ruego!

Mas del beso fugaz quedó la huella, 
¡y aún palpita, encendido, aquí en mi alma, 
como en cielo nocturno, ardiente estrella!...





La bestia

En lo más negro de aquel monte umbrío, 
nuestro lecho, Faón, he preparado, 
¡de mi pecho el volcán se ha desbordado! 
¡de la fiebre fatal ya siento frío!

¿No escuchas a lo lejos al sombrío 
león, que con rugido apasionado 
responde a la leona, en el callado 
y hondo recinto de su amor bravío?

¡Amémonos así! ¡Ven y desprende 
de mi ajustada túnica los lazos, 
y ante mi seno tu pupila enciende!

¡Es el amor que humilla y que deprava! 
¡No importa! ¡Lleva a Safo entre tus brazos 
donde tocó el Placer le rinda esclava...!

Notas:
Poema retirado para no ofender los oídos de las damas habaneras...






La muerte del esclavo

Por hambre y sed y hondo pavor rendido, 
Del monte enmarañado en la espesura, 
Cayó por fin entre la sombra oscura 
El miserable siervo perseguido.

Aún escucha a lo lejos el ladrido 
Del mastín, olfateando en la llanura, 
Y hasta en los brazos de la muerte dura 
Del estallante látigo el chasquido.

Mas de su cuerpo de la masa yerta 
No se alzará mi voz conmovedora 
Para decirle: –¡Lázaro, despierta!–

¡Atleta del dolor, descansa al cabo! 
Que el que vive en la muerte nunca llora, 
Y más vale morir que ser esclavo.





I. Yo

Tengo el color de golondrina oscura; 
sombríos los cabellos ondulantes, 
y mis ojos ¡tan negros! ¡son diamantes 
en cuyas chispas la pasión fulgura!

Es urna de coral y esencia pura 
mi boca, en que los besos palpitantes 
buscan -cual pajarillos anhelantes- 
¡de la tuya el calor y la dulzura!

Mi cuerpo es una sierpe tentadora 
y en el mórbido seno se doblega 
¡lánguidamente el cuello como un lirio!

¿No es verdad que es tu Safo encantadora? 
¡Oh, ven! Y en este amor que a ti me entrega, 
¡tú serás el Placer y yo el Delirio!





XIX. Al amor carnal

Por tí olvidé -cual flores sin esencia- 
ilusiones de bien que fueron mías; 
y troqué por culpables alegrías 
lo más bello del alma, !la inocencia!

Lleváronse la paz de mi existencia 
tus locas noches y revueltos días; 
en el fuego mortal de tus orgías 
quemó sus níveas alas mi conciencia!

Hollé por tu favor lo más sagrado; 
apagué con tu risa el sentimiento; 
escondí en tu cinismo mis sonrojoas;

y en cambio, ingrato amor, ¿qué me has dejado? 
¡Sombrío, cual la noche, el pensamiento, 
inerte el corazón, secos los ojos!





En la muerte de Martí

Como aullidos feroces de jauría 
llega hasta mí la inmensa vocería 
de la turba española, que tu muerte 
hoy celebra con gritos de alegría. 
De espanto llena, con atento oído 
escucho ¡ay Dios! La historia infortunada 
del águila que ha sido 
por famélicos buitres destrozada; 
y siente el corazón el dardo agudo 
de un profundo pesar, como si viera 
hundirse para siempre en negro abismo 
al Genio, a la Virtud y al Heroísmo. 


Notas:
Primer homenaje literario hecho al Apóstol



EMILIA BERNAL AGÜERO [13.786]

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Emilia Bernal Agüero

Emilia Bernal Agüero (Nuevitas, 8 de mayo de 1882- 1964) fue una poetisa cubana, que también cultivó otros géneros como el ensayo, la traducción y la novela autobiográfica.

Vida

Nació y se crio en Nuevitas (provincia de Camagüey), donde su madre era maestra. A raíz de la guerra de 1895 la familia emigró brevemente a Santo Domingo, pero pronto regresó a Cuba, donde pasaron a vivir en La Habana. Allí comenzó a darse a conocer colaborando con diversos periódico. Pasó la mayor parte de su vida en el extranjero, viajando por América y Europa. En España, pasó por la Residencia de Estudiantes y viajó hasta Granada donde conoció a Manuel de Falla.1 Tuvo una relación con el mallorquín Llorenç Villalonga, a quien inspiró obras que reflejaban las diferencias de edad y de formación entre ambos escritores.2

La Fundación que lleva su nombre otorga anualmente el «Premio literario Emilia Bernal».

Obra

Alma errante (1916)
¡Cómo los pájaros! (1922)
Poesías inéditas (1922)
Layka Froyka; el romance de cuando yo era niña (novela autobiográfica, 1925, 1931)
Vida (poesía, 1925)
Cuestiones cubanas (prosa, 1928)
Exaltación (1928)
Martí por sí mismo (prosa, 1934)
Negro (poesía, 1934)
América (1937)
Ensayo sobre el problema de la raza negra en Cuba (prosa, 1937)
Sentido (prosa, 1937)
Sonetos (1937)
Mallorca (prosa y verso, 1938)






Ediciones La Gota de Agua publicó en Miami esta magnífica antología de la escritora y poeta Emilia Bernal Agüero, Poesía escogida. 


L’Incroyable

De mi escritorio en lo más alto había
un “incroyable” de biscuit muy bello:
Eran sus ojos verdes, y el cabello
de vivo rubio, como luz del día

¡Cuántas cosas intensas me decía
de la mirada en el fugaz destello!

Y cual si fuera de victoria el sello,
siempre, al mirarme, ufano sonreía.
Yo era la excepcional “maravillosa”
que en su silencio erótico llamaba
a sonrisa y mirada voluptuosa.

Mas cierta ocasión, lanzóse entre mis brazos
para decirme en ellos, que me amaba…
Y rodó al suelo… Y se hizo mil pedazos…







NIVARIA TEJERA [13.787]

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Nivaria Tejera

Nivaria Tejera es una poetisa y novelista cubana nacida en 1929. Fue galardonada con el Premio Seix Barral Biblioteca Breve en 1971 por su novela Sonámbulo del sol. Tejera vive actualmente en París.

Nivaria Tejera, hija de madre cubana y de padre español de las Islas Canarias, concretamente de la isla de Tenerife, nació en Cuba en 1929. Antes de cumplir dos años, se mudó con sus padres a Tenerife, en las Islas Canarias, donde su padre fue hecho prisionero tras el estallido de la Guerra Civil Española. No fue liberado hasta 1944. Tras su liberación, la familia regresó a Cuba, donde Tejera comenzó pronto a escribir y publicar poesía.

En 1954 se fue a París y ha continuado viviendo en esa ciudad, a excepción de breves períodos-por primera vez en 1959, cuando regresó a Cuba para trabajar para el gobierno cubano como mediador cultural agregado en Roma. En 1965, rompió sus lazos políticos con Cuba y regresó a París.

Obras

Luces y piedras (poemas, 1949)
Luz de lágrima (poemas, 1951)
La gruta (poemas, 1952)
El barranco (1959)
Innumerables voces (1964)
Sonámbulo del Sol (1971)
La barrera fluídica o París escarabajo (1976)
Rueda del exiliado (1983)
Y Martelar (1983)
Fuir La Spirale (1987)
Espero La Noche para soñarte, Revolución (2002)




LA HABANA UN DÍA

Un día
         mi palma crecerá hasta la Manchuria
un buen día
         pueblo mío
                            tú crecerás sobre el mar...

de pronto un día
los obreros felices pensarán en su ciudad
inventarán rampas infinitas
                                      parques transparentes
                            para que los niños corran
                            por el espacio libres
                            extraños a los ruidos de la ciudad
                            a la impaciencia de la ciudad...
Un día
         mi ciudad
         te cansarás
                            de esa rigidez ajena
                            de los dominadores...

(Mi ciudad de La Habana
         engarrotada
                            no se parece al mar
                            no se parece al cielo
                            ni a la palma
                            ni al Cauto
no se parece a mi isla
                                      despejada
                                                        serena
ni al ser isleño
                            vegetal
                                      sonriente...)

Un día
         mi ciudad...
                                      el mar te cubrirá
                                      crecerá sobre ti
                                      el mar...

Y tus obreros
         te construirán en el mundo.





Champ de Mars

Luces en la ciudad gris esta ciudad lechuza
           todo gira
Las primeras hojas otoñales caen penetran en
            mis ojos cerrados
Su sombra de miel cerca de la arboleda musgosa
Desnudez del movimiento este trazo visible del
            éxtasis

Mientras camino por el Champ de Mars detengo
            el ritmo de todo
¿En qué puedo pensar sino en mi vida y en mi
            muerte
Viendo las ramas engendrar su renacer?
Las dos imágenes inseparables figuras sugieren
La imposible inmortalidad que la nieve
Fija un instante ahí

Un cuerpo atraviesa Champ de Mars reniega
            la gravitación cae
Reaparece al fondo de la avenida colgado entre
            dos balcones
Ya no pienso en la vida ni en la muerte erro
            hacia abajo
Los ruidos de las hojas como los pasos de un
            amor que empieza
Mira busco indago alrededor de ese sol que no
            nace
Un páramo Champ de Mars

Las hojas de otoño se siembran al fondo de mis
            manos
Secreta alianza para volver ilegible sus heridas
Desde su vientre para volver el polvo levanta una música
            agazapada
Es el instante en que la torre Eiffel se acuesta
            en mis brazos
Una hemorragia su esqueleto de sal

Desde su coche un niño explica que Marx ya
            pasó
El barrendero sigue aplastando hojas
Ignora el malvado que soy
Una rama de aquel eucaliptus











CAMILO HENRÍQUEZ [13.805]

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Camilo Henríquez

El fraile José Camilo Henríquez González (Valdivia, CHILE 20 de julio de 1769 - Santiago, 16 de marzo de 1825) fue un sacerdote, escritor y político chileno, héroe de la independencia de su país y de América del Sur. Escribió varios ensayos, en particular la Proclama de Quirino Lemáchez, donde promovió la independencia chilena y la libertad social.

Camilo Henríquez nació en una casa que pertenecía a su abuela materna, Margarita de Castro, ubicada en lo que corresponde a la actual calle Yungay, en la ciudad de Valdivia, Chile. Sus padres fueron el capitán de infantería española Félix Henríquez y Santillán (1745-1798) y Rosa González y Castro (1747-1798). Aunque oriundo de Valdivia, Henríquez pasó la mayor parte de su juventud lejos de esa ciudad. Cuando tenía nueve años de edad, fue enviado a Santiago para iniciar su educación formal en el Convictorio Carolino.

Vida religiosa

En 1784, fue enviado a estudiar a Lima bajo la dirección de su tío materno Juan Nepomuceno González, miembro de la orden de los Ministros de los Enfermos Agonizantes de San Camilo de Lelis. En la capital del virreinato del Perú, recibió educación en un convento de la orden de su tío. Allí, en particular, fue alumno de fray Isidoro de Celis, autor de obras sobre lógica, matemáticas y física, y un fuerte defensor de la ciencia, el racionalismo y el humanismo. Henríquez ingresó a la orden de los Ministros de los Enfermos Agonizantes de San Camilo de Lelis, o "de la Buena Muerte", previa rendición de un informe de limpieza de sangre de sus antepasados en 1789, y profesó como sacerdote el 28 de enero de 1790. Posteriormente, se enclaustra para proseguir sus estudios. Allí entabla amistad con José Cavero y Salazar, un compañero de estudios, quien más tarde se convertiría en un destacado miembro del primer gobierno independiente de Perú y embajador en Chile. Durante su permanencia en Lima, Henríquez frecuentó los círculos literarios y se asoció con miembros de la sociedad local.

Inquisición española

En 1809, Henríquez es detenido e interrogado por la Inquisición española. El historiador Miguel Luis Amunátegui señala que Henríquez fue siempre reservado sobre las razones de su encarcelamiento y que las afirmaciones hechas al respecto por los historiadores son especulativas. Sin embargo, la explicación más comúnmente citada para esto es que estaba leyendo, o que poseía, libros prohibidos. Henríquez había sido fuertemente influenciado por la filosofía de la Ilustración francesa en sus primeros años y comenzó a leer literatura que había sido previamente prohibida por el gobierno español, como El contrato social, de Jean-Jacques Rousseau, que además se encontraba en el Index librorum prohibitorum et expurgatorum, y El año 2440, si alguna vez hubo un sueño (en francés L'an 2440, rêve s'il en fut jamais), de Louis-Sébastien Mercier. Después de su liberación, sus superiores de la Orden de la Buena Muerte lo enviaron a Quito para que fundara un nuevo convento para la orden.

Escritor, periodista y político



Obelisco dedicado a Fray Camilo Henríquez, Manuel de Salas, Manuel José Gandarillas y José Miguel Infante en el Parque Forestal de la ciudad de Santiago de Chile.

En Quito, Henríquez fue testigo de la violencia del Ejército Realista en América en 1809. Posteriormente, sus vivencias las escribió en La Camila ó La patriota de Sud-América, un drama sentimental en cuatro actos publicado en 1817, la más famosa de sus dos obras de teatro, en la que narra la historia de una familia de criollos que lucha por la libertad del continente latinoamericano. En 1811 volvió a Chile y se involucró en la vida política.

Redactó la Proclama de Quirino Lemáchez, seudónimo creado con un anagrama de su nombre, que circuló el 6 de enero de 1811, con el objetivo de promover la elección de hombres de ideas independentistas en las próximas elecciones para elegir el Primer Congreso Nacional, convirtiéndose en uno de los primeros y más importantes ensayos revolucionarios promoviendo la independencia de Chile y, además, en representante de la creciente popularidad de la independencia entre la educada élite criolla chilena. En él, Camilo Henríquez escribió:

Vosotros no sois esclavos: ninguno puede mandaros contra vuestra voluntad. ¿Recibió alguno patentes del cielo que acrediten que debe mandaros? La naturaleza nos hizo iguales, y solamente en fuerza de un pacto libre, espontánea y vo­luntariamente celebrado, puede otro hombre ejercer sobre nosotros una autoridad justa, legítima y razonable. Mas no hay memoria de que hubiese habido entre nosotros un pacto semejante. Tampoco lo celebraron nuestros padres [...] Estaba, pues, escrito, ¡oh pueblos!, en los libros de los eternos destinos, que fueseis libres y venturosos por la influencia de una Constitución vigorosa y un código de leyes sabias; que tuvieseis un tiempo, como lo han tenido y tendrán todas las naciones, de esplendor y de grandeza; que ocupaseis un lugar ilustre en la his­toria del mundo, y que se dijese algún día: la República, la poten­cia de Chile, la majestad del pueblo chileno.

Proclama de Quirino Lemáchez

El ensayo llamó la atención de muchos lectores en Europa, donde se volvió a imprimir y, a pesar de que su verdadera identidad aún no se había hecho pública, sus escritos al instante lo catapultaron a ser conocido en Chile.

Después de la toma del poder por parte de la Primera Junta Nacional de Gobierno, Henríquez fue parte de la fuerza patriota que sofocó el contrarrevolucionario Motín de Figueroa, el 1 de abril de 1811.

En el Primer Congreso Nacional fue diputado suplente por el Partido de Puchacay. También pronunció un sermón en la misa de la inauguración de las sesiones en el que sostuvo que la Iglesia Católica autorizaba al Congreso para generar una constitución nacional.

A pesar de sus incursiones en la arena política, Henríquez fue quizá más conocido por la promoción y contribuciones a los periódicos que realizó durante toda su vida: escribió para numerosos periódicos y editó al menos diez en Santiago y Buenos Aires. El 16 de enero de 1812, se convirtió en el primer editor de la Aurora de Chile, el primer periódico chileno, en el que se utilizó una imprenta traída desde Estados Unidos. El primer número fue publicado el 13 de febrero de ese mismo año. Henríquez utilizó el periódico como medio para abogar por los valores revolucionarios y defender el nuevo espíritu de la educación y la razón que, él creía, venían con la Aurora de Chile:8

Está ya en nuestro poder, el grande, el presioso instrumento de la ilustracion universal, la Imprenta [...] La voz de la razon, y de la verdad se oyrán entre nosotros despues del triste, é insufrible silencio de tres siglos [...] ¡Siglos de infamia, y de llanto!

Aurora de Chile 


Pintura de fray Camilo Henríquez.


Henríquez se describía a sí mismo como un educador y un filósofo, y sus publicaciones reflejan con frecuencia los ideales políticos revolucionarios y conceptos de la Ilustración, especialmente de Rousseau, de la libertad personal y de la libertad social.

Entre 1812 y 1814 fue senador, y en 1813 fue presidente del Senado. Fue autor de varios proyectos de ley, entre los que destacan el Reglamento Constitucional de 1812 y el de protección a los indígenas. Durante esa época, Henríquez puso en escena la obra de teatro La procesión de los tontos.

Debido a la censura establecida por el gobierno de José Miguel Carrera, comenzó a publicarse, bajo la dirección de Camilo Henríquez, El Monitor Araucano en sustitución de la Aurora de Chile, cuyo primer número se publicó el 17 de abril de 1813. También publicó el Catecismo de los patriotas dentro de las páginas del nuevo diario.

Luego del Desastre de Rancagua, batalla en la que su hermano José Manuel murió defendiendo una de las trincheras en la plaza de Rancagua, se dirigió a Mendoza para luego seguir a Buenos Aires, donde colaboró con La Gazeta de Buenos Ayres y dirigió El Censor. Allí escribió además dos obras de teatro, Camila o la Patriota de Sud-América, ambientada en una aldea omagua de la selva amazónica, y La inocencia en el asilo de la virtud, situada en Filadelfia. Luego de la Reconquista, regresó a Chile por petición de Bernardo O'Higgins, volviendo a trabajar para los periódicos en Santiago. Se le nombró bibliotecario de la Biblioteca Nacional y se le encargó la edición de La Gaceta Ministerial de Chile10 y la de otro boletín sobre la administración del país, que fue el precursor de El Mercurio de Chile.

En 1823 fue diputado suplente por Chiloé y después fue diputado suplente y titular por Copiapó en 1824. Durante este tiempo, Henríquez fue uno de los nueve miembros del Senado conservador, creado para asesorar a Ramón Freire, el nuevo Director Supremo de Chile.

Camilo Henríquez González murió en Santiago el 16 de marzo de 1825, declarándose un periodo de duelo nacional por parte del gobierno.



HIMNO PATRIÓTICO

En día tan glorioso,
coronad de laureles,
eternos y triunfales
de la patria las sienes:
dadle perpetuo honor.


I

Hoy sale de las sombras
y del sueño profundo
y se presenta al mundo
rodeada de esplendor.
Sacudió el yugo indigno,
que sufrió por costumbre:
la dura servidumbre
en Chile feneció.


II

Detestan las cadenas
los hombres animosos,
ni p chos generosos
sufren tal condición.
Aspiran al renombre
los ánimos marciales,
hazañas inmortales
anhela el corazón.


III

La libertad augusta
hoy desciende del cielo,
de los hombres consuelo,
fomento del valor.
¡Cuán varonil se muestra,
cuán robusta y gloriosa
enarbola gozosa
el patrio pabellón!



IV

Resplandece en su rostro
ardor republicano,
y en su cándida mano
divisa tricolor.
Respira independencia,
denuedo y heroísmo,
inspira patriotismo,
y disipa el temor.





LA FARAMALLA


Letrilla

Dizque entre el dicho y el hecho
suele haber mucho trecho,
porque ya es maña muy vieja
perder antes una oreja
que su palabra cumplir.
No lo quisiera decir.

Hombre, si ya prometiste
con tan expresivas muestras
cumplir con tu donativo
y tu generosa oferta,
¿por qué te echas ahora atrás
Con subterfugios y tretas,
que nadie puede sufrir?
No lo quisiera decir.

El mundo vio con asombro,
y aun con susto y con espanto,
que sacaste el talegón
guardado por tantos años.
Que tu oferta era de viento
se dijo; y aseguraron
que quedabas al parir.
No lo quisiera decir.

Si pueden dar al través
tus soñadas esperanzas,
empuña algún palo ardiendo
si no encuentras una tabla.
No seas ya tan trompeta;
deja a un lado tanta trama
y tan sutil discurrir.
No lo quiero más decir.





EL ARREPENTIMIENTO

Letrilla

Yo llamo buena elocuencia
a la que mueve y persuade,
y llamo discurso agudo
al que es de fácil encaje.
y pues, aunque he hablado tanto,
no he conseguido ablandarte
el pecho de pedernal,
ya veo que hablé muy mal.

Yo no sé cuál es más duro:
si tu pecho y asadura,
o esa mano de Alejandro
que no suelta lo que empuña.
y pues, aunque te conozco,
intenté con gran locura
volverte más liberal,
ya veo que hablé muy mal.

¿Te enfadas y haces mal gesto?
Perdóname, dueño mío;
yo quiero tru conversión
y que quedemos amigos.
Si mudares de conducta,
de lo dicho me desdigo
aunque soy hombre formal,
pues veo que hablé muy mal.






BERNARDO DE VERA Y PINTADO [13.806]

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Bernardo de Vera y Pintado

Bernardo de Vera y Pintado (Santa Fe, Argentina, 1780 - Santiago, Chile, 27 de agosto de 1827) fue un abogado y político argentino-chileno.

Fue hijo de José de Vera Mujica y de María Antonia López Almonacid Pintado. Fue primo de Mariano Vera, gobernador federal de la Provincia de Santa Fe.

Estudios

Realizó sus estudios superiores en la Universidad de Córdoba. Debido a que en Córdoba no se dictaba la carrera de leyes, en 1777 se trasladó a Chile acompañando al gobernador Joaquín del Pino, futuro virrey del Río de la Plata, quien era casado con una tía materna.

Cursó leyes y teología en la Real Universidad de San Felipe, alcanzando los grados de Bachiller, Licenciado y Doctor en la segunda en 1799, y el Doctorado en Leyes en 1806. Fue docente de derecho en esa Universidad.

Vida política

En 1808 ya era un revolucionario y su cargo de secretario del cabildo de Santiago de Chile le daba una importante posición política.

En 1810, el Gobernador Francisco Antonio García Carrasco lo hizo detener junto a Juan Antonio Ovalle y José Antonio de Rojas, acusados de conspiración. Camino al destierro hacia Lima, fingió estar enfermo y logró quedarse en Valparaíso. Después de la formación de la Primera Junta Nacional de Gobierno de Chile, el gobierno argentino lo nombró representante diplomático en Chile.

Colaboró con fray Camilo Henríquez en la redacción del periódico Aurora de Chile, publicado por primera vez el 12 de febrero de 1811. Fue secretario del gobierno en Hacienda (julio de 1814), y de Guerra (septiembre de 1814).

A causa de la derrota patriota en Rancagua, emigró a Mendoza, incorporándose al cabildo de esa ciudad. Cuando el diputado Tomás Godoy Cruz informó al mismo que el Congreso de Tucumán estaba evaluando la instalación de una monarquía para las Provincias Unidas del Río de la Plata, obtuvo del cabildo que se le prohibiera apoyar esas gestiones.

Regresó a Chile con el Ejército de los Andes en 1817, tras la victoria de los independentistas en la Batalla de Chacabuco.

En 1819 compuso el primer Himno patrio de Chile, en el que está basado el actual. Formó parte del Congreso como diputado por Linares (1823-1825), Fue vicepresidente del Congreso (1824) y Presidente del mismo en 1825. En 1826 fue designado profesor de Derecho Civil y Canónico del Instituto Nacional.




LA AUSENCIA

Me voy, pero vas conmigo;
te llevo en el corazón.
Si quieres otro lugar,
no conoce otro el amor.

Terribles contradicciones
componen nuestra existencia:
una de ellas es la ausencia
al lado de las pasiones.
Los amantes corazones
la miran como enemigo;
mas, mi pecho es un testigo
del fenómeno más raro,
porque, cuando me separo,
me voy, pero vas conmigo.

Este enigma portentoso,
que causa tanto tormento,
confunde al entendimiento,
y oprime un pecho amoroso.
¿Cómo es que no siento gozo,
si voy en tu posesión?
Porque hay cierta división,
entre ti y tu imagen bella.
Tú quedas, y yo con ella
te llevo en el corazón.

Sí, mi bien; el corazón,
el corazón que te adora,
es el centro donde mora 
tu beldad y mi pasión.
Es verdad que tu elección
puede de asiento mudar;
mas como no has de apagar
en mi pecho el dulce fuego,
es lo único que te niego
si quieres otro lugar.

Aquí está, mi bien, tu altar,
y tu holocausto incesante.
El oficio de tu amante
ya no es más que idolatrar.
Si quisieres enseñar
de una pasión el valor,
conduce al observador
a tu ara: mírala arder,
y dirá: Ve aquí el taller;
no conoce otro el amor.



JOSÉ ANTONIO TORRES [13.807]

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Caricatura de José Antonio Torres


José Antonio Torres 

(CHILE,  1828-1864)
Nacido en Valdivia y educado en el Instituto Nacional, José Antonio Torres destacó desde joven en el ámbito de las letras. Inició su carrera periodística a los 23 años, como redactor de El Mercurio de Valparaíso, periódico al que contribuyó con su amplio bagaje cultural, aguda percepción crítica y fecundo talento. Tanto en ese como en otros medios de prensa -El Progreso y La Civilización, entre otros- Torres desplegó una notable capacidad para escribir acerca de las más diversas materias, cultivando todos los géneros: "escribía, a la vez, estudios filosóficos serios, de controversia política o social, piezas dramáticas, artículos de costumbres y poesías festivas" (Figueroa, Pedro Pablo. Diccionario biográfico de Chile, p. 328).

En 1858, José Antonio Torres fundó el periódico El Correo Literario, primera publicación ilustrada de carácter satírico que circuló en el país. Su abierta oposición expresada a través de este medio contra el gobierno de Manuel Montt lo convirtió en víctima de persecución política por parte del régimen conservador, hecho que lo llevó a refugiarse en Lima hasta 1860.

A su regreso, continuó publicando obras de teatro y novelas, tanto de folletín como por entregas, cuyos amenos argumentos están teñidos de reflexiones de corte social. Esta inspiración quedó constatada en el prólogo a su novela de costumbres Los misterios de Santiago (1858), donde se confesó admirador de Eugenio Sue.

Destacan, de su producción, las novelas La hermosa Cadiére (1853) y el drama histórico La Independencia de Chile (1856), además de una serie de estudios sociales, históricos, de política, economía, derecho público y educación, como Educación e instrucción de la mujer (1854), Los jesuitas (1854) y Oradores chilenos: retratos parlamentarios (1860).




CONFESIÓN DE UNA SEÑORA MAYOR

-Me acuso, Padre, que un día
por las Delicias paseando
me iba absorta recreando
en un joven que venía
sus bigotes enroscando.
Y al pasar tan a su orilla
los ojos se me inflamaron,
y, ¡ay mi Padre!, me asaltaron
tentaciones de chiquilla.

-Eso, hermana, no es gran cosa,
que a nadie dañan sonrojos
cuando están muertos los ojos
y la frente está rugosa.

-Yo como soy tan cristiana
y ya cuento algunos años, 
miré como cosa vana
que a un joven diese la gana
de causarme desengaños.
Mas se cayó mi mantilla 
y al pasarla él diligente ...,
me cruzaron por la mente
tentaciones de chiquilla.

-Que usted tenga tentaciones
tampoco a ninguno daña,
y nadie hoy día se engaña
con las viejas... ilusiones.

-En la noche volví a hallarlo,
pues a un baile entramos juntos,
y mis ojos al mirarlo
sin que pudiera estorbarlo
se me quedaron difuntos.
Mas luego tras de mi silla
vino a pararse el malvado,
y tuve, al verlo a mi lado ...,
tentaciones de chiquilla.

-Eso, hermana, no la aflija
que ya no es usted chicuela, 
y nadie templa vihuela
que le faltan las clavijas.

-Él con semblante muy terco
cada vez más se llegaba, 
y al ver que yo lo notaba 
y no le decía "puerco", 
y del asiento zafaba,
me hizo el pícaro cosquillas 
y aunque firme me mantuve ..,
me acuso, Padre, que tuve
tentaciones de chiquilla.

-Eso, en verdad, no es tan casto
ni digno de una cristiana,
que eso es ya tocar, hermana,
la vihuela por el trasto.

-De ahí a poco a convidarme
a bailar cuadrillas vino;
pretendí en vano excusarme,
que él empezó a cargosearme
de un modo tan dulce y fino ...
Bailamos, pues, la cuadrilla 
y al hacer sansimoniana,
¡ay Padre!, me vino gana ...
de volverme una chiquilla.

-Perdió usted su salvación
y el mozo ganó el infierno;
él, por hacérsele el tierno,
y usted, por la tentación.






A UNA VIEJA BAILANDO

Salta otra vez, vieja mía;
¡Jesús!, ¡qué lindo! ¡Otra vez!
Esto es gozar a porfía.
¡Qué donaire!, ¡qué armonía!
¡Se ha vuelto el mundo al revés!

La juventud tiene penas,
tiene cansancio y fastidio;
la vejez, horas serenas
de encanto y delicias llenas.
¡Oh vejez, cómo te envidio!

Bien, viejita; ¡peregrina
tu cintura!, ¡vale un sol!
Cuando tu talla se empina
no hay como tú bailarina
en todo el mundo español.

¡Con qué soltura se mueve
tu pie al hacer la cabriola!
¡Vamos!, ¡si sobre ti llueve
su gracia Dios!, no hay manola
de más zandunga y más leve.

¡Y que digan que los años
son graves y son pesados,
y que tiene desengaños
y días tristes, cansados,
la vejez!... Necios engaños.

Sigue, viejita, bailando
y admire al mundo tu gracia
Mas; ¡ay!, te vas desarmando ...
las fuerzas te van faltando
y desfalleces, ¡Desgracia!








RODOLFO VERGARA ANTÚNEZ [13.808]

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Rodolfo Vergara Antúnez 

Nació en Talca, Chile  e! 24 de mayo de 1847.
Desde joven sintió inclinación por el sacerdocio: estudió humanidades en el Seminario de Santiago y fue ordenado en 1871. Siguió de profesor del mismo establecimiento hasta 1875. 
Entre 1878 y 1887 fue redactor de El Estandarte Católico, sin perjuicio de desempeñar e! cargo de secretario del Cabildo metropolitano, que se le confió en 1883. Hasta 1888 lo desempeñó, y desde esta fecha fue cura rector de la iglesia del Salvador, que rigió hasta su muerte.
En 1892 fue llamado a dirigir la Revista Católica, que acababa de ser restaurada, y dos años después fue nombrado promotor fiscal del Arzobispado.
Desempeñaba este cargo en 1896 cuando fue nombrado Rector del Seminario de Santiago. Dos años más tarde se le confiaba la Rectoría de la Universidad Católica, que también sirvió hasta su fallecimiento.
Además de una obra caudalosa como orador sagrado, el señor Vergara dejó huellas de su talento literario en muchas producciones sagradas y profanas. Entre estas últimas se citan sus libros sobre técnica literaria e historia de la literatura, biografías de don Rafael Valentín Valdivieso y de don Joaquín Larraín Gandarillas, y poesías.

Murió en Santiago el 15 de septiembre de 1914.

Bibliografía:
Poesías. Santiago, 1894. 254 pp.
Aparecen también en el tomo II de las Obras oratorias y literarias del autor, publicado en Santiago, 1905.
Sobre el señor Vergara considerado como historiador de la literatura aparece un artículo en Críticas y charlas, por M. L. Amunátegui Reyes, Santiago, 1902.




EL CLAUSTRO

En el confín de! valle solitario,
envuelto entre las sombras y el misterio,
levántase el torreón de un monasterio
dominando la vasta soledad.

Turba la calma en que resposa el valle
de cuando en cuando el esquilón herido,
que con pausado y lúgubre tañido
llama al cansado peregrino a orar.

Muchas aves del mundo fugitivas
bajo el viejo torreón tienen su nido,
donde a la sombra de perpetuo olvido
hallan reposo, soledad y paz.

En él encuentra reparado albergue
el que devora algún dolor profundo
el desdichado náufrago del mundo,
el que busca un abrigo contra el mal.

En vano al pie del muro silencioso
llega la voz de mundanal orgía,
incitando al placer y la alegría
al huésped de la augusta soledad.

En vano, sí, porque la sombra, el templo,
el llanto penitente, la plegaria,
el hielo de la celda solitaria
dicen al mundo y al placer: ¡atrás!

Allí en el seno de dormida calma,
lejos del ruido atronador del mundo,
todo convida a meditar profundo,
todo levanta el pensamiento a Dios:

la luz crepuscular, la noche obscura,
el fulgor de la luna tenue y suave,
el canto melancólico del ave,
que modular parece una oración.

Aquella soledad, aquel silencio
que apagan los rumores de la vida,
despiertan en el alma dolorida
el vivo anhelo de la eterna paz.

Aquel aspecto venerable y grave
de las arcadas y los viejos muros,
aquellos claustros lúgubres y obscuros
desligan de lo humano y terrenal.

En la mitad de la callada noche
suena el clamor de un cántico sonoro,
que sube envuelto en penitente lloro
la diestra del Señor a desarmar.

Son las voces del alma arrepentida,
que ante la imagen del madero santo
lava sus culpas en acerbo llanto 
y emblanquece la estola virginal. 

Y cuando el mundo en el placer sumido
la justicia de Dios provoca osado,
el monje gime en el alitar postrado
haciéndose holocausto de expiación.

El martiriza el inocente cuerpo
con el rigor del áspero cilicio,
y la sangre que arranca este suplicio
atrae la clemencia al pecador.

Breve es su sueño y su oración continua:
un raído sayal le presta abrigo,
desmantelada celda techo amigo,
lecho de pajas el descanso y paz.

Es lo que basta a su contento: el alma
de los lazos del mundo desatada,
libre levanta al cielo la mirada
en busca de la dicha celestial.

¡Qué mezquinos se ven desde esa altura
los goces pasajeros de la vida,
esos goces que llevan escondida
en su entrañas venenosa hiel!

¡Ay!, qué profunda compasión inspira
el esclavo infeliz del torpe vicio,
que ciego se abalanza al precipicio,
donde se halla la muerte, y no el placer.

Contempla el monje la tormenta airada
con faz serena y corazón tranquilo,
que al pie del muro de su santo asilo
quiebra sus furias el airado mar.

Y desde allí compadecido escucha
el clamor de los náufragos del mundo,
del viajero cansado y vagabundo,
que ha extraviado el camino de la paz.

Y les tiende los brazos cariñoso,
si llegan fatigados a su puerta,
cerrada al mundo, pero siempre abierta
al que busca consuelo en el dolor.

Al contacto amoroso de su mano
disípan en las sombras de la frente,
y cólmase el vado que se siente
cuando está lejos de las almas Dios.

¡Oh claustro! ¡oh soledad!, ¡oh santo albergue!
Con efusión dulcísima os bendigo;
pues sois del infeliz puerto y abrigo,
donde ve su esperanza renacer.

En medio del camino de la vida
sois como el fresco oasis del desierto,
a cuya sombra del viajero incierto
halla descanso el fatigado pie.

Sois cual la enhiesta y solitaria cumbre
do el cielo se divisa más cercano,
donde no llega mísero y liviano
el polvo de este mundo corruptor.

Cual la paloma, en vuestras anchas grietas
busca afanosa la virtud un nido,
impenetrable al terrenal ruido,
sólo abierto a los ojos del Señor.

¡Oh!, ¡cuán feliz transcurre la existencia
dormida dulcemente en vuestros brazos
libre por siempre de los duros lazos 
que le impiden volar hasta su Dios!

Préstame, ¡oh soledad!, tu sombra amiga
para morir en paz, lejos del mundo;
y tu silencio lúgubre y profundo
vele un día mi sueño sepulcral.





LA JUVENTUD

Bella es la hora en que al nacer el día
en luz se inunda el firmamento azul,
en que el sol derramando la alegría
asoma envuelto en vaporoso tul.

Todo canta y sonríe en esa hora
en que el mundo parece renacer:
el prado de matices se colora
y entona el ave cantos de placer.

Tal es también la juventud florida,
esa mágica edad de la ilusión,
alborada risueña de la vida
en que palpita alegre el corazón.

El alma entonces de placer rebosa,
porque la vida es encantado edén,
do sin espina cruel crece la rosa
y es la verdura eterna en el vergel.

Como audaz e inexperto marinero,
surca cantando de la vida el mar,
satisfecho de ver cómo ligero
cruza las ondas su bajel fugaz.

Y no importa que a veces negro manto
tienda a sus pies la mano del dolor;
que ella enjugando el pasajero llanto,
dice: Mañana alumbrará otro sol.

Y no siente los ásperos abrojos
que tapizan la senda del vivir; 
porque están fijos sus hermosos ojos
en la luz de un risueño porvenir.

Y a conquistarlo intrépida se lanza,
llena de ardor y de entusiasmo y fe;
pues nunca la abandona la esperanza
de conseguir el codiciado bien.

No la arredran obstáculos ni valles
cuando inflama su pecho una pasión;
y su sangre enardecen las batallas
en que combate por su fe y su Dios.

Ama la gloria y conquistar procura
frescos laureles para ornar su sien;
la atrae la virtud con su hermosura
y en ella encuentra celestial placer.

Mas, ¡ay!, es condición de la hermosura
el tener pronto y prematuro fin;
y por eso es tan breve la frescura
Con que encantas la vida, edad feliz.

Pasas tú como pasa la corriente
que en rápida carrera va hacia el mar;
y viéndote tan lejos, mi alma siente
el frío del crepúsculo otoñal.

Volaron ya tus venturosas horas,
como vuelan las hojas en abril;
pasaron ya las dichas que atesoras
y apenas un recuerdo queda en mí.

Pasaron esas dulces alegrías
que no se sienten en la edad viril,
y ya no vuelven los hermosos días
en que latía el corazón feliz.

Trocada la ilusión en desengaños,
pálpase al fin la triste realidad;
y nos enseñan al pasar los años
que en este mundo todo es vanidad.







BELISARIO GUSMÁN CAMPOS [13.809]

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Belisario Gusmán Campos

Belisario Gusmán Campos (Santiago de Chile, 1847 - 1925). Escritor y abogado. Según Raúl Silva Castro: "Su colaboración quedó dispersa en "El Ferrocarril", "La libertad Electoral", "La Tribuna", "La Situación", "La República", "La Familia" y la "Revista Chilena", fuera de otras publicaciones menores, y consistió generalmente en odas patrióticas, fábulas y algunos cantos amatorios".



¡INFELIZ!

¡Dichoso el miserable peregrino
que aunque exhausto de sed, en un desierto
sigue por senda fija, y está cierto
de hallar el agua al fin, en su camino!

¡Dichoso el que, obediente a su destino,
va en proceloso mar, mirando abierto,
su sepulcro en cada onda; pero a un puerto
sabe que llegará, si quiere el sino! ...

¡Infeliz el que en mar de sombra y duda,
perdidos la ilusión, la fe 'Y amores,
cual nave sin timón, sin rumbo avanza!

¡Infeliz el poeta de arpa muda
que ni siquiera entona sus dolores!
¡Infeliz quien no alienta una esperanza!





¿NADA. NADA?

¡Cuán pura mi pasión, cuán abnegada!
Así el rayo de sol que del oriente
cada día a besar llega tu frente
por darte vida y luz, no pide nada.

Así la flor su esencia perfumada,
sin interés te obsequia en el ambiente;
así, por sólo amor, sentidamente,
te canta una avecilla su tonada,

Así alma mía con pasión sublime,
el corazón por ti de amores gime; 
y nada aguardo en pago, a nada aspiro

¡A nada!, dije, ¡a nada! .. , ¡pero miento!
¡Quién te inspirase un dulce pensamiento! 
¡Quién te arrancase un tímido suspiro.





ETERNO

¿Dónde y cuando alma mía, en cuál estrella 
te amé ya con purísimos amores?
¿En cuál astro tus ojos soñadores
su luz me enviaban, pudorosa y bella?

¿Cuándo escuché primero la querella
de tu acento que envidian ruiseñores?
¿Desde cuándo esparciendo castas flores,
viene tu mano en mi espinosa huella? ..

¡Ah!, no se alcanza en sólo una existencia
de ternura inefable este tesoro,
este infinito, amante desvarío.

¡En vidas mil gocé de tu presencia;
desde una eternidad, firme te adoro
y eterno ha de vivir este amor mío!



POESÍA MONOSILÁBICA
CRÍTICA APARECIDA EN LOS TIEMPOS EL DÍA 1922-09-26. AUTOR: ANÓNIMO

En un interesante artículo de Ramírez Ángel, encontramos a lo largo de algunos comentarios sobre la actual prisa del vivir, sentada la curiosa teoría de que los poetas, influidos por el ambiente, tienden a escribir composiciones cada vez más breves, especie de poemitas sintéticos o de micro-poemas, de acuerdo con el ritmo de velocidad impuesto a la vida por el teléfono, el automóvil, el telégrafo, y más recientemente el aeroplano y el telégrafo sin hilos.

Según el citado escritor, ya no basta a los poetas traducir sus emociones en micro-poemas, sino que se sienten tiranizados por la necesidad de emplear de preferencia los metros breves, de no más de tres sílabas, opinando que el alejandrino y aun el endecasílabo están reñidos con el estilo lacónico que es el sello característico del lenguaje del día.

Y al efecto, recuerda algunos fragmentos de poemas de Espronceda y de Zorrilla “quienes por coqueterías con la musa o por gala de dominio de su instrumento, han usado, hace ya muchos años, versos de una sola sílaba y hasta de una sola letra.

Reproduce también algunos versos de Jules Lemaitre quien, seguramente para distraerse de sus pesadas labores de crítico, hizo tales travesuras con la pluma, y un poema completo titulado “Eva” cuyo autor no cita y cuyo texto es el siguiente:



-Eev
saas
treve
prends
vite
ta
fuite…
Va!”
-“Grace!”
-“Non!
Passe
done
Je
te
chasse.
Ta
faute
t’ote
ta
douce
paix!...
Pousse
mais
belle,
elle
fuit
L’orabre
suit…
L’ange
bleu
venge
Dieu!...



Apenas leída y saboreada esta extraordinaria elucubración, hemos debido recordar una serie de tres sonetos monosilábicos publicados hace muchos años, en un almanaque literario chileno con la firma de don B. Gusmán Campos, uno de los cuales, que se titulaba “Esposos Viejos”, decía así a la letra:



La
tos
nos
da

a
los
dos
ya...

Ve,
Paz:
haz

con
ron.



De la cosecha de otro poeta por el estilo es el siguiente fruto, ni mejor ni peor que los anteriores. Se titula “La Chismografía”. Lean y gocen nuestros abonados:



-Luz

Cruz
de
T.
se
fue.

-Diz
que
con
don
Juan
San
Luis,
chis-
ga-
ra-
bis.

-Ya

¿Y
des-
pués,
qué?

-Ni
yo
lo
sé.



Esto, por su brevedad, corrobora la teoría del escritor español. Pero se nos ocurre objetar que, mientras tanto, nadie tiene en cuenta el exceso de tiempo y paciencia empleados por los autores.

¿O será verdad que esos factores no afectan a los poetas, llámense Homero, Gabriel D’Annunzio o Rubén Darío…



MARIA MARINOVA [13.810]

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Maria Marinova 

Naciό en la ciudad de Dobrich (Bulgaria), pero vive en la ciudad de Sandanski y desde hace muchos años trabaja como bibliotecaria. Tiene 11 libros, 9 de los cuales  son para niños.

En el año 1986 sale su primer poemario, que resulta ganador de premio.

Maria Marinova es autora de escenarios televisiones folclόricos, obras teatrales para niños y textos de varias canciones infantiles.

Sus obras están publicadas en revistas y periόdicos electrόnicos y de papel.

Ella es miembro de la Uniόn de los escritores búlgaros.




НАСТРОЕНИЕ

Океанът днес е дружелюбен.
Мислите ми са се сплели
с прииждащите сребърни къдрици
на вълните му.
Подгонват се с пенливият им смях
и се присламчват 
в прегръдките на топлото крайбрежие.
Не, не потъват
в познатата бездънност 
на тъгата му.
Днес е синьо и прозрачно.
Ухае на сълзи от бор
и портокалов сок.
От сладост лепне и в душата ми.
Андалусия !
Глътка въздух !
                                     13.09.2014 




HUMOR

Hoy el océano está amistoso.
Mis pensamientos están trenzados
por los mechones rizados de las olas.
Corren juntos tras de sus risas,
después se cuelan
hacia los abrazos de las orillas
calientes.
No se hunden al fondo
de su tristeza.
Hoy está azul y transparente.
Huele bien a lágrimas de pinos
y jugo de naranja.
De la dulzura se pega mi alma.
¡Andalucía!
¡Un trago de aire!





ЗАЗОРЯВАНЕ

Часът е пет.
Утрото е тъмно, мразовито.
На хълбок дреме месечината
върху мастилночерен пух.
Все още будните звезди
надничат със отслабнал взор,
нетърпеливи да се гушнат
в бездънната завивка на безкрая.
Във шест -
небето посинява.
Нахлуват облаците белокоси.
Във шест и трийсет -
сякаш в кома -
плавно месечината във нищото потъва.
Отсреща хълма с пламък се зарежда.
Във осем -
е почти червен.
Изгрява слънцето.
Картина ненадмината.
Здравей, очакван, януарски ден !

         08.01.2014





AMANECER

Son las cinco.
Las primeras horas de la mañana
son oscuras y glaciadas.
Sobre su ijada duerme la luna
y sobre un plumόn negro,
como tinta.
Las estrellas, todavía despiertas,
se asombran
por su vista floja impacientes
y con ganas de cubrirse
con la frazada infinita
del espacio.
A las seis
el cielo se vuelve azul.
Invaden nubes peliblancas.
A las seis y media
como que está en coma,
la luna se hunde en el vacío.
De frente la colina se llena
de flama.
A las ocho casi está roja.
Sale el sol.
Una imagen exelente.
¡Buenos días, enero!





ПРОСТИТЕ НЕЩА

С години съм се срастнала със хола -
предмет с предметите застинал,
съжителствам с жената полугола
от рамката в пространство от картина.
Изкуствените пръсти на цветята
от вазата стърчат наглед красиви -
илюзия за вечност на нещата,
за техните непреходни мотиви.
Часовникът във ъгъла си дреме -
раиран котарак нает да служи,
навито на кълбо отрязък време -
отдавна непотребен и ненужен.
Единствен телевизорът - бърборко
умира в монолог да си говори,
преследва ме с усмивка синеока,
но кой го слуша, а и как да споря ?
Достатъчно ! От утре се отричам
от скучните подредби тежки.
Ще ида там, където хаотично
се движат простите неща човешки ! 

               МАРИЯ   МАРИНОВА 



ПЪТ

За някъде май, че бях тръгнала. 
Не знам закъде.
Толкова беше отдавна.
Нейде по пътя мойта  Голяма идея
свлече своята евтина кожа.
Навярно е вече със скъпо покритие.
В средата на изгрева зрял
се оказах в кръга на Деня безработен,
който обира от масите
трохите на мрака пируващ.
От пейката в чуждия град гледам тъпо .
В мене е тъмно.
Мъжделее дълбоко в главата ми
някаква смътна представа за братство,
за обич към  ближния,
за десетте божи заповеди,
които виждам се пукат като мехури
във въздуха над главите ни.
Дали пък към тях не бях се запътила.
Кой открадна живота ми ?
Някой ме беше ограбил.
Ще намеря ли, Боже, пътеката
със стъпки от мойте нозе ?
Или вече Вятърът-егоист
е навял всичкия пясък до зрънце връз тях,
издигнал е мъртви могили и е казал :

"Амин ". 



В ТАКАВА НОЩ 

Какво небе космично.
Безбрежен необят.
Отвсякъде наднича,
неземен, пъстър цвят.
Звезди златистокоси
са втренчили очи
и сякаш омагьосват
простора да мълчи.
Свещена тишина.Полепва
по мене звезден прах.
Дори и да прошепна,
направо ще е грях !
А в земната обител,
а в земните недра,
се леят новините
за кървави дела.
Дори във нощ такава !
Сред тази белота !
Когато Бог раздава
със шепи доброта !



МАРИЯ   МАРИНОВА
ШЕРП

Денят като шерп,
натовари на рамо мойте проблеми
и сънен запъшка по стръмния хребет
на свойта посока.
Луната - мома самодива,
не смогна дори
и косите си меки да върже -
в тревата среднощ  разпилени.
Пътят -
над пропасти с важни проблеми наднича.
Сред гъсти неволи кръжи,
препъва се в трудни дилеми,
под камък  притулва спешни решения.
Педя по педя -
шерпът нагоре се вдига.
Не трябва да губи и миг равновесие.
Само той знае
колко пот под езика си крие.
И как се зарича -
от утре,
всеки връх -
малък, голям 
да зареже
и кротко
по равния път да закрачи. 




MOZO DE CUERDA

El día, como un mozo de cuerda,
encargό mis problemas sobre su hombro
y soñoliento comenzό a resoplar
por la cresta estrecha
de la direcciόn.
La luna, una moza ninfa,
no logrό atar
sus cabellos suaves,
dispersados sobre la hierba nocturna.
El camino,
encima de  barancas,
llevando problemas importantes,
se asombra.
Está rodeado de tormentos,
tropezado por cuestiones dificiles,
guardando bajo la piedra
resoluciones urgentes.
Palmo por palmo se alza arriba
el mozo de cuerda.
Hace falta detener el equilibrio.
Sόlo el sabe
cuánto sudor esconde bajo su lengua
y cόmo se va a jurar de  mañana
que abandone todas las cimas montañosas
y tranquilamente va a pasar
por otros caminos,
tranquilos.




ИСТИНАТА

Душата ми -
фонтан.
А струйките й - хиляди,
на пръсти се повдигат,
за да докоснат истината свята.
Но все угасват
в празното пространство
не лизнали дори дъхът й.
Къде е тя ?
В безкрайното ?
В небитието ?
Или в усмивката
прикрита с длан ?
Ах, 
как не искам да си ида
преди да я усетя
и тялото ми да увисне
в две очи, които ще са мъртви. 




LA VERDAD

Mi alma es una verdadera fuente
y sus corrientes numerosas
se alzan por los pies
para que toquen la verdad sagrada.
Pero siempre se apagan como luces
en el espacio vacío, 
sin rozar al menos
su aliento.
¿Dόnde está ella?
¿En el infinito?
¿En la inexistencia
o en la sonrisa,
cubierta con la palma?
¡Ah! 
Cόmo no quiero irme,
antes de sentir de todo,
antes  de sentir 
que mi cuerpo colgado se hunda
en dos ojos,
que habrán sido apagados.
                      

Traducción directa de búlgaro: Violeta Boncheva













PABLO GARRIGA [13.811]

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Pablo Garriga

Nació en La Serena -Chile- el 22 de febrero de 1855 y estudió humanidades en el Liceo de Valparaíso y en el Instituto Nacional de Santiago. Recibió el título de abogado en 1881. Este mismo año fue nombrado profesor de literarura en el liceo de Valparaíso, y en 1883 promotor fiscal del mismo puerto.
Falleció en Santiago en 1893.
Publicó un primer volumen de Ensayos poéticos en Valparaíso, 1874; La huérfana, drama en tres actos, 1877, y Poesías, 1882, en forma de cuatro folletos de numeración separada con juicio de Francisco Vargas Fontecilla y prólogo de Benjamín Vicuña Mackenna; Una Oda y un canto, 1885.
Existen referencias sobre el autor en La poesía de Chile, por J. M. Torres
Arce, Revista Chilena 1878, t. XlI, p. 341.



DULCE ES MIRAR

Dulce es mirar en la aurora
brillar el rojo arrebol,
como un jirón encendido
de la túnica del sol;

dulce es mirar en la tarde
las blancas nubes del Cielo,
como velos que han perdido
los ángeles en su vuelo;

dulce es mirar en la noche
fulgurar la clara luna
y como un ojo del cielo
contemplarse en la laguna;

pero es más dulce, alma mía,
mirar tu frente a toda hora,
¡porque ella brilla más pura
que el arrebol de la aurora!

y es más blanca que la nube
de la tarde silenciosa
y en ella hay más poesía
que en la luna esplendorosa.





TODO HABLA

Hombre, escucha por doquiera
la voz de algún sentimiento:
todo habla en la azul esfera,
en la tierra y en el viento.

Sonriendo con la laguna
conversa tranquilo el cielo
y el búho dice a la luna
tristes palabras de duelo.

Los céfiros imprudentes
hablan con las tiernas flóres
y hácenlas bajar las frentes
con sus palabras de amores.

Y la nube que arrebola
el azul, veja al torrente
porque él nunca reflejóla
bien en su inquieta corriente.

Y las aves amorosas
hablan en tiernos arrullos
con las ramas temblorosas
que les mandan sus murmullos.

El monte mirando al cielo
le dice al astro fulgente,
le dice con mudo anhelo:
"Ven a besarme en la frente".

Y la flor agradecida
dice a la fuente serena:
"Gracia , tú me das la vida,
yo haré tu ribera amena".

Hombre, escucha por doquiera
la voz de algún sentimiento:
todo habla en la azul esfera,
en la tierra y en el viento.





CAMADEVA, EL DIOS DEL AMOR

(TEMA INDIANO)


La luna, el sol, los astros rutilantes
lucieron en el éter cristalino
con rayos más serenos y brillantes,
cual si estuvieran de placer radiantes,
cuando del cielo Camadeva vino.

De las flores los cálices se abrieron,
y sus hojas el tinte purpurino
de la rosada aurora obscurecieron,
y su aroma en los aires esparcieron
cuando del cielo Camadeva vino.

Durmióse el mar en su ribera undosa,
bañóse el monte en púrpura y en rosa,
y ante sus ojos de esplendor divino,
toda nube escondióse presurosa
cuando del cielo Camadeva vino.

Y el ave entre los árboles posada
de amor cantó en la plácida enramada,
soltó el león su presa en el camino
escondiendo su garra ensangrentada
cuando del cielo Camadeva vino.

Y el corazón del hombre, de contento,
se sumergió en un éxtasis divino,
y el arpa del poeta exhaló al viento
sus armonías de inefable acento
cuando del cielo Camadeva vino.

¡Y los seres sintieron nueva vida,
deliciosa embriaguez desconocida,
y hasta la muerte y el feroz destino
soltaron su guadaña maldecida
cuando del cielo Camadeva vino.





UN RECUERDO

Yo la amaba. Su vida era mi vida.
Mi corazón ante ella redoblaba
sus jóvenes latidos en mi pecho
y nueva fuerza a mis sentidos daba.

Cual se anima la flor, a los destellos
del sol naciente que los prados dora,
y abre su cáliz húmedo y helado
para beber los rayos de la aurora:

así mi alma en su angélica pupila
aspiraba la luz con ansia ardiente
al despertar en la mañana bella
de la dorada juventud naciente.

¿Y ora qué es de ella? Yo no sé; la busco
en vano aquí con ávida mirada;
pregunto al cielo y a la mar: "¿Qué se hizo?"
y el mar y el cielo me responden: "¡Nada!"

¡Fue una ilusión! Nació de mis quimeras
cual Venus bella de la blanca espuma,
y como Venus en el ancho espacio
se disipó cual vagarosa bruma.

¿Qué soy yo ahora sin su amor divino?
Astro sin luz errante en el vado;
y mi alma es flor que se agostó en la aurora
húmeda aún del matinal rocío.














PAMELA JANET RODRÍGUEZ [13.818]

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Pamela Janet Rodríguez Piminchumo

(Lima, Perú, 1983). Poeta Inca. Mujer de pluma. Un híbrido, un alud de sinfonías y letras. Interesada en toda pasión y afición de creación artística y poética. Actualmente pertenece a la Escuela Literaria del Sur-red de Escritores y Escritoras por el Alba. Colabora en revistas literarias de formato digital como artesanal: revista Cinosargo, La máquina de escribir, Delirium tremens de Perú, Revista digital Papirando y La Fanzine de España. Ha participado en las antologías poéticas: Libertad en mi cuerpo yo  decido, Cascada de Palabras, Cartonera (México), y Antología poética Mil Poemas a César Vallejo.




INVIERNO 

Como lluvia estucada en la sombra,
aspiro fruto y semilla.
Hojas de sal
en la boca;
sin augurios ni mar,
culmine desierto ausente de glorias.
Un ligero toque de verde,
pobre y desgastado,
andariego inmóvil,
se vuelve helado.





El infierno musical

Mil voces cantando,
engendros productores
de rondas nocturnas,
como perros vagos;
asesinos y suicidas
afuera duermen sin saber de mi vigilia.
Espíritu y alondra,
lo ebrio se contrasta en trino
y mi locura cuelga de una rama,
gorriones mudos me delatan
¡Neruda grita sus versos!
a través de los rocíos fríos
que salen a morir por un momento.
Los rojos versos
sonríen al espejo
góticos diafragmas ilustran
palabras mutiladas
buscando asilo en mi garganta.
Un espasmo cerebro vascular
asalta el eco de lo insensato
metáfora y jilguero, como en el diván de una plaza
escenarios de vanguardia
porque mis delirios vuelan
ceniza al viento.
¿Y por qué esta locura, y esta apuesta?
que reverbera en esa hoja con filo de un cuchillo.
Usurpa mis horas
al sondear sus sombras.
¿¡Sera demencia lo que tengo!?
estremeciendo el limo dormido
evocándose a sí mismo en un onirismo
ángeles y demonios
que dormitan extramuros
sola con mi criatura
con su alma y con la mía,
¡esquizofrenia maldita!
guardar tu gesta
una y mil veces recitada.





Al pueblo

Empalada, hice
de mi vida un sendero
una mano en la pedriza.
Juraría, que he sangrado,
montando en nácar
el sol de mi pueblo,
portando en la senda
reposando, a mi diestra
voluntad, gracia y fuerza
y en una pizca de sal
un leve toque de arresto.
No manosees el brote indefenso
porque entre hierbas seca da brillo
como ante la yesca al fin de la vida
al fuego se arriesga
ya arde, ya tiembla;
A subversión de quiméricas,
aviva un equinoccio para el brío
recorre una brizna,
de la última ofensiva
trae esfuerzo
¡Oh!, mi pueblo más puro y más sereno
un rayo de dolor dentro del pecho.
Cruel paleta de colores
y sangre en las verdes praderas
enflorará el valor en el desierto,
en esta futilidad de gobiernos.
¿Qué historia cruel recitara la metralla?
para pelear guerra mercenaria….
En el foso raíces exhortadas
Venciendo el silencio agobiado
broto un día la lengua eterna de mi antepasado;
Endeble tallo, que se congela en un bostezo
por un mísero traidor rastrero.
Ruda es la fraga
de la que emerge la campana,
liga de color rojo puro
y de blanco, dócil y ligero;
la llevó clavada entre el puño y la frente en alta
pues no optó por el silencio
artilugio que no es remedio
marea alta y mar adentro
para redescubrir las ganas sublevadas
cara-cara al horizonte
a la espera de la madrugada.




Tu mi Ave turpial

Tu mi Ave turpial
que vuelas al espacio infinito
me das de comer
del fruto prohibido de tu pico
te acicalas en mi vida
sin desfallecer con inquietos latidos,
al recorrer la celda, de tus ojos chinitos
por los que camino una y otra vez.
Tu mi hermoso vuelo, mi anhelo,
mi sueño, mi hermoso sueño,
me has montado en tus alas con feliz entrega
y alegría en mi vida, envuelta en esperanza.
Me abasteces de cobijo en tu nido
y un mirar de fresco cielo azul al amanecer
Te vi un día que no esperaba,
volviste, me viste y volaste,
eres libre, como siempre…
…Como antes…
Un día vi en mi ventana,
un par de ojos colgados,
sol radiante que engalanan
miraban con tanto amor, Que ahora me acompañan…
Mi amarillo-negro-blanco,
Mis sueños en el cielo… tu cielo…
Mis miradas en tus pupilas altas acostumbradas,
Tu pico hermoso, agudo me arrebata,
Dominio tuyo y mío, despertares de mañana,
Cantar afinado, Tu mi hermoso Turpial…
¡Te amo!





Mujer, nimbo y huella alean tu belleza

Mujer, nimbo y huella alean tu belleza;
Raíces ígneas nutren ya tus tierras,
sin más acción,
que de una gota de tu esencia.
De tus labios, brota un poema;
Porque tus caminos son golondrinas,
venas abiertas; en las moribundas sombras
de la carne impropia
del veneno que ahoga
del aliento que se desmorona a tu brisa loca. 
Versos feroces transfiguran,
sobre tu pecho reposan;
Y afloran, cual si fueran rosas,
manantiales audibles, 
madejas del azar.
Atusa, y sin pestañear;
desnuda,
músculos claveles
en los gestos que nacen,
con la dádiva dulce,
desde el regazo.
Mujer, saberte ardiente y belio en la memoria
Y que entre células desiertas creces hambrienta
¡Oh! de azules firmamentos
que mitigan en sonrisa.
Obtusa en la sombra cobra vida,
y crispan de rebeldía
¡Oh los nervios de tu sombra!
Que al contemplarla, el hombre, de-flexiona,
enmudece su vista
¡y traen a su aroma la fuerte brisa marina!


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