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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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JORDI LLORET PACHECO [13.695]

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JORDI LLORET PACHECO

El poeta Jordi Lloret Pacheco, nació en Santiago de Compostura, Chile  en 1957. Ha publicado en poesía Soñándote (1980), Deslecturas (poesía visual, 1981), Alaridos de un náufrago (1982), Insopmío (1994), Solotoñernos (1999) y Ladridos (2002) ; y las prosas Ráfagas de cosas (1989) Textos Áticos (1998) y Cuento y Poesía (con Juan Muñoz Veillon, Talca, 1998). En la década de los '80 tuvo una destacada figuración en la capital, donde dirigió el Taller Matucana, como en Barcelona, ciudad donde residió por varios años. Su nombre es, además, vastamente conocido en el ambiente nacional y no son pocas las publicaciones donde aparece. Como gestor de programas televisivos y radiales ha entregado una valiosa contribución en el género. Por estas razones, una tirada tan pobre -y de excelente diagramación debe añadirse- resulta dolorosa, aunque una clara muestra de nuestra realidad literaria. Lloret ha incursionado también en la música y en las artes visuales. Actualmente integra el grupo de poesía y arte mapuche Acuy Piam (llegó dicen...).



Nanita pala Toña de Soñándote (1980)


Palín palán
correr quiero correr
para ser viento
y vuestros pelos mover.

Palán palín
soñar quiero soñar
para construir una barca
y vogar y vogar.

Palín palán
cantar anhelo cantar
con todos los niños
para a los grandes enseñar.

Palán Palín
amor anhelo amor
para tiernamente
jugar y jugar.





Inténtalo

...vuelas palomita sureña
ternura de cuculí, corazón del aire;
juntas palitos en las callampas de la urbe
para lechos circunstanciales,
que se prenden y apagan
cual destellos de luz
en la tormenta.
...alegre bosque austral
salitreña boa del loa,
perteneces a la montaña
a al tundra
a los huanacos y pumas;
no revolotees vestidos de reyes
ni botellas vacías,
deja las máquinas y el asfalto
y vete a soñar
a las ciudades verdes que aún quedarán.




de Ladridos (2002)


(Estoy echado
al lado del poeta que escribe
hace varios días
sobre nosotros
y de vez en cuando
me mira
ora riéndose
ora llorando)




Merlet

Logré salvarme de la redada feroz
y con dos amigos
logramos llegar al cerro mauco.
Vivimos en silencio
en lo más alto de este valle
del Aconcagua y nuestra mirada
no rebota en kilómetros.
Pero el hambre
pone la música en nuestro estómagos.
A veces caen algunos ratones o pájaros.
Los días felices algunos conejos
y mucha melancolía.
El otro día
vino una pareja buscando
restos antiguos
e intentaron hacer un asado
pero soy un hijo de ladrón
necesitado y veloz.




Caminando en la noche del día

Paseamos por bosques de jilgueros
cubiertos de risas de parra
   nos sentamos aletargados
   sobre duraznos de miel
escuchando anonadados
a las llamas chilotas
   a los cóndores de la capital y
   el morro se fue a Valdivia
una isla marchó a  Til Til:
Lota cosechó trigo
   Coquimbo pescó salitre
    y un lago nació en Los Vilos:
Fingimos ser estatuas
sobre pedestales de
   damascos sin cuesco
   repetíamos una y otra vez
los aullidos del búho
el croar del gato montés
   los ladridos del queltehue
   y obstinados por nuestra sed
le llamamos selva al norte grande
Antártica al valle central
   desierto al Bío Bío
   y ciegos por el hambre
nos mordimos unos a otros
nos pusimos nombres de mariscos
   nos bebimos al compás de la zampoña
   nuestra salada cordillera
nuestro nevado mar mineral
arrojados desde helicópteros.





Nuri

El oleaje de las tempestades
me arrojó sobre la playa
de donde un día catalán
mi padre salió nadando.

Yo venía vestido de dolor
y ansioso de humo humano:
venían mis torcazas buscando
algún arrullo tierno.

Era inexperto en los tabús del amor
y en las artes elementales
del corazón.

Los charcos me decían:
¡Gorrión mojado de pico en pena!
¡Aymara altanero y triste!
¡Mapuche libre y lejano!

Un día,
caminando por un trigal
mientras conversaba con el tiempo terco
t o m a d o d e l a m a n o t u y a
el amarillo del trigo
se fundió con mi rojo ardor
y un tropezón:

No sé
quién se preocupó más de estar
en los lugares por donde pasaba el otro
sólo
guardo y recuerdo
un poema
que dice:

“Cuando muera no me enterréis
tiradme al fondo del mar.
De tus ojos
ni una Orihuela ha de salir,
piensa que estoy navegando
muy lejos,
entre peces de extraños colores
que sólo un marino
podrá decirte cómo son
amor: Soy del mar
si un día me quieres recordar
sube a lo alto del acantilado
y mira a los pies…la mar.
Piensa que estoy en el fondo
en medio de las algas
con mis ojos en el azul.
Cuando muera no me entierres:
arrójame al fondo del mar!”.




Insopmío

Obligada circunstancia
en el altiplano de los momentos inhóspitos,
un aire cargado a nostalgia
se cierne sobre ti y los demás
de vez
             en
cuando
              alguna alteración
entre miles de seres-allí-ajenos a ti:
-Ciudad Trueno en ruinas-
-Pueblo Hundido-
s í m b o l o s
que pasan a ser cementerios antiguos
o Rapanuis de la historia:
pensamiento confuso, amor perdido…
-Cordillera de los Andes!
(caminante por las Ramblas)
-¡E s p e r a n z a ¡





Concierto

En Sol mayor
para trutruca i cultrún

Primero la carrera feliz
de la que todavía soñaba
tras mariposas libres
entre trigales…

Luego el descanso
 de la perseguidora
entre risas de sol i aire…

La huída hacia el gemido
de los amantes
agitados de corazón
y esa respiración de antes…






(amándote)

Munáway
  Munakúway
    Munaríway
      Munarikúway
         Munariririkúway
      Munalláway
    Munarikulláway
   Munaririkulláway






Hilos de sol

en los tejidos cotidianos
encuentro cristalinamente,
sus brisas de rumores insolentes
alteran la quietud
de modernos terrores:
Soñándote
me encuentro en este
vuelo de colibrí atolondrado,
cordillerano polen
i todonada arrebato el mío,
viditay alegre y libre
valiente morena corcoveante
a los uniformes de la muerte
provoco por invitarte:
¿Nos desnudamos
para tocarnos

nuevamente ?.





PÍO BAROJA [13.700]

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Pío Baroja

Pío Baroja y Nessi (San Sebastián, 28 de diciembre de 1872 – Madrid, 30 de octubre de 1956) fue un escritor español de la llamada Generación del 98. Fue hermano del pintor y escritor Ricardo Baroja, de la escritora Carmen Baroja y tío del antropólogo Julio Caro Baroja y del director de cine y guionista Pío Caro Baroja. Durante un tiempo ejerció la medicina.

Pío Baroja perteneció a familias muy distinguidas y conocidas en San Sebastián, relacionadas con el periodismo y los negocios de imprenta. Su bisabuelo paterno, Rafael, fue en Oyarzun impresor del periódico La Papeleta de Oyarzun y de otros textos durante la guerra contra Napoleón. Su abuelo del mismo nombre, Pío Baroja, editó en San Sebastián el periódico El Liberal Guipuzcoano (1820–1823) durante el Trienio Liberal e imprimió la Historia de la Revolución francesa de Thiers en doce tomos, con traducción de Sebastián de Miñano y Bedoya. Los hijos de Rafael Baroja, Ignacio Ramón y Pío, continuaron con el negocio de imprenta y un hijo de este último, Ricardo, tío del novelista, será, con el tiempo, editor y factótum del periódico donostiarra El Urumea. Entre los ascendientes de la madre había una rama italiana lombarda, los Nessi, a la que el escritor debe su segundo apellido.

Su primer apellido es originario del solar vasco si bien de etimología incierta, y desde luego no eusquérica. En sus Memorias el propio don Pío aventura una fantástica etimología, según la cual «Baroja» sería una aféresis de ibar hotza, que en euskera significa 'valle frío' o 'río frío'. Aunque también podría tratarse de una contracción del apellido castellano Bar(barr)oja.

Pío fue el tercero de tres hermanos: Darío, que murió joven aún en 1894; Ricardo, que sería en el futuro también escritor y un importante pintor, conocido sobre todo por sus espléndidos aguafuertes, y Pío, el hermano menor, que dejaría la profesión de médico por la de novelista hacia 1896. Ya muy separada de ellos, nació Carmen, que habría de ser la inseparable compañera del novelista y la mujer del futuro editor de su hermano, Rafael Caro Raggio, ocasional escritora también. El padre de los Baroja, Serafín, era, al par que hombre inquieto y periodista de ideas liberales, un ingeniero de minas del Estado, lo que llevó a la familia a constantes cambios de residencia por toda España. El continuo ir y venir de su familia inculcó al futuro novelista la afición a los viajes y le permitió conocer bien el país, pero lo transformó en un desarraigado. A los siete años marchó con su familia a Madrid, donde el padre obtuvo una plaza en el Instituto Geográfico y Estadístico; sin embargo, volvieron a Pamplona y otra vez de nuevo a Madrid. Baroja se aficionó a la literatura mientras era joven, habiendo devorado buena parte de la literatura contemporánea desde el siglo XVIII después de clásicos juveniles como Stevenson, Julio Verne, Thomas Mayne-Reid y Daniel Defoe. Se libró del servicio militar, que le repugnaba. En 1891 terminó la carrera de medicina en Valencia y se doctoró en 1894 en Madrid con una tesis sobre El dolor, estudio psicofísico.

Formación académica

Como estudiante no destacó, más por falta de interés que de talento, y ya por entonces se le apreció un carácter crítico; ninguna profesión le atraía, solamente escribir no le disgustaba. Se decidió a publicar a fines del siglo XIX, cuando regentaba una panadería propiedad de un tío suyo, D. Matías Lacasa (la primera Viena Capellanes, en Madrid). Por entonces leyó bastante filosofía alemana, desde Inmanuel Kant a Arthur Schopenhauer, decantándose finalmente por el pesimismo de este último. Su amigo suizo Paul Schmitz le introduciría más tarde en la filosofía de Nietzsche. Era un hombre de pensamiento y no de acción, pensaba y no actuaba; dicho apocamiento y la dificultad de encontrar esposa de su nivel intelectual, contribuyó a que no se casara. El mero hecho de que buscara una relación basada en la intelectualidad con las mujeres, descarta la misoginia que largamente se le ha imputado.

Tras defender su tesis, marchó en ese mismo año de 1894 a Cestona, en Guipúzcoa, con una plaza de médico que había leído anunciada en un diario. Esa vida le parecía monótona, dura y no muy bien remunerada: p. ej. en invierno tenía que ir en mula con nieve, viento, etc. a los pueblos de donde le llamaban; prefería volver a Madrid e intentarlo como escritor; tuvo alguna diferencia de criterio con el médico viejo, con el alcalde, con el párroco y con el sector católico del pueblo, que le acusaba de trabajar los domingos en su jardín y de no ir a misa, pues, en efecto, era agnóstico; nunca simpatizó con la Iglesia desde su misma niñez, como cuenta en una de sus autobiografías, Juventud, egolatría; tras pasar un año allí volvió, pues, a San Sebastián, dispuesto a probar suerte en el mundo literario, y encontró su oportunidad en la bullente villa de Madrid, donde su hermano Ricardo dirigía una panadería (Viena Capellanes) porque una tía materna les había legado el negocio; Ricardo le había escrito que estaba harto y quería dejarlo y Pío decidió encargarse él mismo de regentar la tahona. Sobre eso le gastaron bastantes bromas que le agradaban poco: «Es un escritor de mucha miga, Baroja» —dijo de él Rubén Darío a un periodista. A lo cual respondió el escritor: «También Darío es escritor de mucha pluma: se nota que es indio». Instalado en Madrid, empezó a colaborar en periódicos y revistas, simpatizando con las doctrinas sociales anarquistas, pero sin militar abiertamente en ninguna. Al igual que su contemporáneo Miguel de Unamuno, abominó del nacionalismo vasco, contra el que escribió su sátira Momentum catastrophicum.

Pío Baroja pensaba que había que acercar el País Vasco al resto de España, a Madrid, y no al contrario. Daba por sentada la existencia de España, con su tierra natal incluida en ella.

Escritor

En 1900 publicó su primer libro, una recopilación de cuentos titulada Vidas sombrías, la mayoría compuestos en Cestona sobre gentes de esa región y sus propias experiencias como médico. En esta obra se encuentran en germen todas las obsesiones que reflejó en su novelística posterior. El libro fue muy leído y comentado por prestigiosos escritores como Miguel de Unamuno, que se entusiasmó con él y quiso conocer al autor, por Azorín y por Benito Pérez Galdós. Baroja fue así acercándose cada vez más al mundillo literario y abandonando el negocio de panadería hasta dejarlo por completo. Estrechó una especial amistad con el anarquista José Martínez Ruiz, más conocido como Azorín, e hizo, impulsado por él, algún intento de entrar en política, presentándose de concejal en Madrid y de diputado por Fraga, pero fracasó. Al acercarse Azorín al partido de Antonio Maura, rompió su antigua amistad. De igual manera cultivó la amistad de Maeztu. Con él y Azorín formaron durante un breve período el grupo de los Tres.

A principios del siglo XX (1903) estuvo en Tánger como periodista corresponsal de prensa escrita de El Globo, impreso en Madrid. Viajó después por toda Europa (residió varias veces en París, estuvo algún tiempo en Londres, y pasó por Italia, Bélgica, Suiza —donde tuvo un gran amigo, el filonazi nietzscheano Paul Schmitz—, Alemania, Noruega, Holanda y Dinamarca) y acumuló una impresionante biblioteca especializada en ocultismo, brujería e historia del siglo XIX, que instaló en un viejo caserío del siglo XVII destartalado pero con magnífica construcción, que compró en Vera de Bidasoa y restauró paulatinamente y con gran gusto, convirtiéndolo en el famoso caserío de «Itzea», donde pasaba los veranos con su familia.

Prefería el clima, luz, paisaje y vegetación del Norte, por eso eligió Navarra para veranear. Esto le salvó la vida en 1936 permitiéndole huir a Francia tras el Alzamiento del 18 de Julio. Pasó una noche detenido por carlistas, que le odiaban por ser agnóstico. Su parecer sobre el clima cambió circunstancialmente en tiempos posteriores, debido a razones de salud (reumatismo, etc.).

Sus viajes por España los hizo casi siempre acompañado por sus hermanos Carmen y Ricardo, pero también por Ramiro de Maeztu, Azorín, Schmitz e incluso José Ortega y Gasset en una ocasión, en la que recorrieron en automóvil gran parte del recorrido realizado por el general Gómez con su famosa expedición durante la Primera Guerra Carlista. En 1921 fue operado, con cirugía abierta, de próstata, y, tras 37 días en cama, logró recuperarse; pero quedó impotente. Siempre negó la existencia de la «Generación del 98» por considerar que carecían sus pretendidos componentes de las necesarias afinidades y similitudes.

Su principal aporte a la literatura, como él mismo confiesa en Desde la última vuelta del Camino (sus memorias compendiadas, Ed. Tusquets, 2006), es la observación y valoración objetiva, documental y psicológica de la realidad que le rodeó. Tenía conciencia de ser persona dotada de una especial agudeza psicológica a la hora de conocer a las personas. Es un mito su pretendida misoginia, habiendo descrito numerosos personajes femeninos encantadores o sin denigración alguna hacia éstos, más bien al contrario, mostrándose un observador imparcial de la mujer con sus virtudes y defectos. Valoraba las razas humanas, las formas de las cabezas de las personas, con cierto toque antropológico, hallándose en este particular muy influido por concepciones del siglo XIX y los estudios de su propio sobrino Julio Caro Baroja, quien fue en su juventud ayudante suyo.

En sus novelas reflejó una original filosofía realista, producto de la observación psicológica y objetiva («Ver en lo que es», como decía Stendhal), impregnada quizá con el profundo pesimismo de Arthur Schopenhauer, pero que predicaba en alguna forma una especie de redención por la acción, en la línea de Friedrich Nietzsche: de ahí los personajes aventureros y vitalistas que inundan la mayor parte de sus novelas, pero también los más escasos abúlicos y desengañados, como el Andrés Hurtado de El árbol de la ciencia o el Fernando Ossorio de Camino de perfección (pasión mística), dos de sus novelas más acabadas. Ideológicamente, terminó por identificarse con las doctrinas liberales y no abandonó en ningún momento sus ideas anticlericales, fue cofundador el 11 de febrero de 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, creada en unos tiempos en que la derecha condenaba los relatos sobre las conquistas del socialismo en la URSS. En 1935 fue admitido en la Real Academia Española; fue acaso el único honor oficial que se le dispensó.

Guerra Civil

Cuando estalló la Guerra Civil veraneaba en su casa de Vera de Bidasoa, junto a la frontera con Francia. Lo detuvo la columna carlista que desde Pamplona se dirigía a Guipúzcoa. Tras pasar un día en prisión, fue puesto en libertad por intervención del militar Carlos Martínez Campos, duque de la Torre (años más tarde preceptor del príncipe de España, don Juan Carlos). Se trasladó inmediatamente a Francia en un automóvil, estableciéndose en París, en el Colegio de España de la Ciudad Universitaria, gracias a la hospitalidad que le ofreció el director de dicho colegio, el Sr. Establier (hospitalidad que le fue agriamente reprochada al director por el entonces embajador de la República en Francia, Luis Araquistáin, que personalmente y a través de su esposa hizo repetidas gestiones ante el director Establier para que expulsase a Baroja de su alojamiento, gestiones que gracias a la caballerosidad de dicho director no dieron el menor resultado).

En el periodo 1936–1939 regresó a España («zona nacional») varias veces, y una de ellas fue a Salamanca (enero de 1938) para jurar como miembro del recién creado Instituto de España y para gestionar la publicación de artículos periodísticos muy críticos con la República en general y con los políticos republicanos (como el muy famoso «Una explicación», publicado en el Diario de Navarra, 1–IX–1936).

Posguerra

De algún modo, su mejor literatura termina con la guerra, salvo la composición de sus memorias Desde la última vuelta del camino, uno de los mejores ejemplos de autobiografía en lengua castellana. Terminada la Guerra Civil, residió todavía una corta época en Francia y se estableció más tarde definitivamente entre Madrid y Vera de Bidasoa. Siguió escribiendo y publicando novelas, sus Memorias (que alcanzaron gran éxito) y una edición de sus Obras completas. Sufrió algunos problemas con la censura, que no le permitió publicar su novela sobre la Guerra Civil, Miserias de la guerra, ni su continuación, Los caprichos de la suerte. La primera fue publicada por sus sucesores en 2006, en edición del escritor Miguel Sánchez-Ostiz, precedida, entre otros títulos, por Libertad frente a sumisión en 2001. Sostuvo en su domicilio de Madrid una tertulia de sesgo escéptico (en la cual participaban diversas personalidades, entre ellas novelistas como Camilo José Cela, Juan Benet y otros).

Su hotelito de la calle Mendizábal (paralela a la calle de la Princesa, cerca de la Plaza de España) fue destruido por una bomba nacional durante la Guerra Civil, perdiéndose muchísimos documentos de valor que allí tenía archivados. Tras la Guerra Civil, se mudó a la calle Ruiz de Alarcón, cerca de la Bolsa.

Toda su vida fue un gran andarín, habiendo paseado por Madrid y todos sus alrededores en su juventud, como queda reflejado en su trilogía La lucha por la vida (La busca, Mala hierba y Aurora roja). En sus últimos años fue un gran paseante por el Parque del Buen Retiro madrileño, de forma que se le levantó allí la estatua que guarda su memoria (cruce con la Cuesta de Moyano y Alfonso XII).

Su hermana Carmen murió en 1949 y su hermano Ricardo en 1953. Afectado poco a poco por la arterioesclerosis, murió en 1956 y fue enterrado en el Cementerio Civil de Madrid (junto al de La Almudena) como ateo, con gran escándalo de la España oficial, a pesar de las presiones que recibió su sobrino, el antropólogo Julio Caro Baroja, para que renunciase a la voluntad de su tío. Ello no obstante, el entonces ministro de Educación Nacional, Jesús Rubio García-Mina, asistió en su calidad de tal al entierro. Su ataúd fue llevado a hombros por Camilo José Cela, Pérez Ferrero, Alberto Machimbarrena entre otros. Ernest Hemingway asistió al sepelio y John Dos Passos declaró su admiración y su deuda con el escritor.

Obras

Baroja cultivó preferentemente el género narrativo, pero se acercó también con frecuencia al ensayo y más ocasionalmente al teatro, la lírica (Canciones del suburbio) y la biografía.

El propio autor agrupó sus novelas, un poco arbitrariamente, en ocho trilogías y dos tetralogías, aunque es difícil distinguir qué elementos pueden tener en común: Tierra vasca, La lucha por la vida, El pasado, El mar, La raza, Las ciudades, Agonías de nuestro tiempo, La selva oscura, La juventud perdida y La vida fantástica.

Tierra vasca agrupa La casa de Aizgorri (1900), El mayorazgo de Labraz (1903), Zalacaín el aventurero (1909) y La leyenda de Jaun de Alzate (1922).3
La lucha por la vida integra La busca (1904), Mala hierba (1904) y Aurora roja (1904).
La raza está formada por El árbol de la ciencia (1911), La dama errante (1908) y La ciudad de la niebla (1909).
El pasado: La feria de los discretos (1905), Los últimos románticos (1906) y Las tragedias grotescas (1907).
La vida fantástica: Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901), Camino de perfección (pasión mística) (1901) y Paradox rey (1906).
Las ciudades: César o nada (1910); El mundo es ansí (1912); La sensualidad pervertida: ensayos amorosos de un hombre ingenuo en una época de decadencia (1920).
El mar: Las inquietudes de Shanti Andía (1911); El laberinto de las sirenas (1923); Los pilotos de altura (1931); La estrella del capitán Chimista (1930).
Agonías de nuestro tiempo: El gran torbellino del mundo (1926); Las veleidades de la fortuna (1927); Los amores tardíos (1942).
La selva oscura: La familia de Errotacho (1932); El cabo de las tormentas (1932); Los visionarios (1932).
La juventud perdida: Las noches del Buen Retiro (1934); Locuras de carnaval (1937); El cura de Monleón (1936).
A las novelas de la última etapa de la vida del escritor se las suele llamar «novelas sueltas» porque no terminaron de formar trilogía, pero no por intención del autor, ya que debido en primer lugar a su agotamiento como escritor propio de un hombre de más de 70 años, como por razones de censura (así las de tema de la Guerra Civil) u otras razones no se hicieron así: Susana y los cazadores de moscas (1938), Laura o la soledad sin remedio (1939), Ayer y hoy (publicada en Chile en 1939). El caballero de Erlaiz (1943), El puente de las ánimas (1944), El hotel del Cisne (1946) y El cantor vagabundo (1950). Tanto el Puente de las ánimas como El cantor vagabundo formarían con otra no publicada o nunca escrita la trilogía Saturnales. El hotel del Cisne sería la primera pieza de otra inconclusa trilogía que llevaría por nombre Días aciagos. En sus últimos años intentó escribir una nueva trilogía sobre la Guerra Civil, pero la censura franquista impidió la publicación; sin embargo, con la llegada de la democracia, han empezado a imprimirse algunas de ellas; la primera ha sido Miserias de la guerra, y se anuncia la publicación de la siguiente, A la desbandada.

Entre 1913 y 1935 aparecieron los veintidós volúmenes de una larga novela histórica, Memorias de un hombre de acción, basada en la vida de un antepasado suyo, el conspirador y aventurero liberal y masón Eugenio de Aviraneta (1792–1872), a través del cual refleja los acontecimientos más importantes de la historia española del siglo XIX, desde la Guerra de la Independencia hasta la regencia de María Cristina, pasando por el turbulento reinado de Fernando VII. Son las siguientes: El aprendiz de conspirador (1913), El escuadrón del «Brigante» (1913), Los caminos del mundo (1914), Con la pluma y con el sable (1915), que narra el período en que Aviraneta fue regidor de Aranda de Duero, Los recursos de la astucia (1915), La ruta del aventurero (1916), Los contrastes de la vida (1920), La veleta de Gastizar (1918), Los caudillos de 1830 (1918), La Isabelina (1919), El sabor de la venganza (1921), Las furias (1921), El amor, el dandysmo y la intriga (1922), Las figuras de cera (1924), La nave de los locos (1925, en cuyo prólogo se defiende de las críticas hacia su forma de novelar vertidas por José Ortega y Gasset en El Espectador), Las mascaradas sangrientas (1927), Humano enigma (1928), La senda dolorosa (1928), Los confidentes audaces (1930), La venta de Mirambel (1931), Crónica escandalosa (1935) y Desde el principio hasta el fin (1935).

Baroja apareció publicado en 1938 en la editorial Reconquista: Comunistas, judíos y demás ralea, libro formado por fragmentos de obras y artículos de Baroja anteriores a 1936 y del tiempo de la propia guerra.4

Baroja publicó también cuentos, como los que recogió en Vidas sombrías (1900) e Idilios vascos (1902); libros autobiográficos y de memorias (Juventud, egolatría y los ocho volúmenes Desde la última vuelta del camino, compuestos por El escritor según él y según los críticos, 1944; Familia, infancia y juventud, 1945, Final de siglo XIX y principios del XX, 1946; Galería de tipos de la época, 1947; La intuición y el estilo, 1948; Reportajes, 1948; Bagatelas de otoño, 1949; y La Guerra Civil en la frontera, 2005).5 Además redactó biografías como Juan Van Halen, el oficial aventurero (1933) o Aviraneta o la vida de un conspirador (1931); ensayos, como El tablado de Arlequín (1904), La caverna del humorismo (1919), Momentum catastrophicum, Divagaciones apasionadas (1924), Las horas solitarias, Intermedios. Vitrina pintoresca (1935), Rapsodias. Pequeños ensayos, El diablo a bajo precio, Ciudades de Italia, La obra de Pello Yarza y otras cosas, Artículos periodísticos y algunas obras dramáticas: Nocturnos del hermano Beltrán, Todo acaba bien... a veces, Arlequín, mancebo de botica, Chinchín, comediante y El horroroso crimen de Peñaranda del Campo.

Defensor de una novela abierta, ya que considera ésta como un fluir en sucesión («La novela en general es como la corriente de la historia: no tiene principio ni fin; empieza y acaba donde se quiera»), compone sus obras a través de una serie de episodios dispersos, unidos, muchas veces, por la presencia de un personaje central.

La mayor parte de los personajes barojianos son seres inadaptados, que se oponen al ambiente y a la sociedad en la que viven, aunque impotentes, incapaces de demostrar energía suficiente para llevar lejos su lucha, acaban frustrados, vencidos y destruidos, en ocasiones físicamente, en muchas otras moralmente, y, en consecuencia, condenados a someterse al sistema que han rechazado.

El escepticismo barojiano, su idea de un mundo que carece de sentido, su falta de fe en el ser humano le llevan a rechazar cualquier posible solución vital, ya sea religiosa, política o filosófica y, por otro lado, le conducen a un marcado individualismo pesimista, y no por ello anarquizante.

A menudo se ha reprochado a Baroja su descuido en la forma de escribir. Eso se debe a su tendencia antirretórica, pues rechazaba los largos y laberínticos periodos de los prolijos narradores del Realismo, actitud que compartió con otros contemporáneos suyos, así como el afán de crear lo que denomina una «retórica de tono menor», caracterizada por:

Empleo del período corto.

Sencillez y economía expresiva: «El escritor que con menos palabras da una sensación de que es mejor».
Impresionismo descriptivo: selección de rasgos significativos más que reproducción fotográfica al detalle característica de los minuciosos y documentados narradores del Realismo.
Tono agrio, selección de un léxico que degrada la realidad a tono con la actitud pesimista del autor.
Breves ensayos e intensos intermedios líricos.
Tempo narrativo rápido, cronotopo dilatado.
Diálogos respetuosos con la oralidad y la naturalidad.
Deseo de exactitud y precisión, rasgos estilísticos que confieren la amenidad, el dinamismo y la sensación de naturalidad y vida que el escritor pretendía para sus novelas.
Cabe destacar también su colaboración con el cine en las dos adaptaciones de su novela Zalacaín el aventurero. En la versión de finales de los años veinte de Francisco Camacho él mismo interpreta el papel de carlista. En la de Juan de Orduña, de los cincuenta, hace de sí mismo junto con el propio director, que va a visitarle como prólogo a la historia.

Si bien no era mucha su afición al teatro ni a los espectáculos populares, adaptó su obra teatral Adiós a la bohemia y compuso el libreto para la ópera chica homónima, con música de Pablo Sorozábal, estrenada en 1933.





CANCIÓN DE LOS ARTRÍTICOS

Somos la flor y nata
de los artríticos,
somos la quinta esencia
de los nefríticos;
tenemos casi siempre
hipertensión
y una vaga hipertrofia
del corazón.
Nuestra elegancia es cosa
bien manifiesta,
nuestra presencia nunca
es muy molesta.
Somos unos Petronios
de alta tensión,
más fervientes del plato
que de Platón.
No pueden compararse
con los artríticos
los gafos ulcerosos
o sifilíticos.
Somos productos natos
de selección,
que marchan por la vida
con distinción.
Nos lleva suavemente
nuestro organismo
a la gota, a la artritis
y al reumatismo,
y nos mete, por último,
de un empujón,
en el coma, que es signo
de conclusión.
Somos la flor y nata
de los artríticos,
somos la quinta esencia
de los nefríticos;
tenemos casi siempre
hipertensión
y una vaga hipertrofia
del corazón.  





Prólogo un poco fantástico 

Locura, humor, fantasía,
ideas crepusculares,
versos tristes y vulgares,
eterna melancolía,
angustias de hipocondria,
soledad de la vejez,
alardes de insensatez,
arlequinada, zozobra,
rapsodias en donde sobra
y falta mucho a la vez.

Viviendo en tiempo brutal,
sin gracia y sin esplendor,
no supe darles mejor
contextura espiritual.
Es un pobre Carnaval
de traza un tanto harapienta,
que se alegra y se impacienta
con murmurar y gruñir,
con el llorar y reír
de su musa turbulenta.
Y como no hay más recurso
que escuchar a esta barroca
furia, que siga su curso
y que lance su discurso
la amargura de su boca.





CAFÉ CANTANTE

 El guitarrista aparece
circunspecto en el tablado,
y se sienta en una silla
con poco desembarazo;
el cantador, cerca de él,
va a colocarse en un banco,
y con una vara corta
que lleva a la diestra mano
a su manera, sin duda,
va los compases marcando.
 El guitarrista es cetrino,
moreno, peludo y flaco.
El cantador es un gordo
con cierto aire de gitano.
 Comienzan las florituras,
los arpegios complicados,
en la guitarra, y de pronto,
empieza el gordo su canto.
 Se eleva una queja extraña
en el aire, como un pájaro,
y cae después como cae
un ave con un balazo;
vuelve a subir nuevamente,
otra vez, por lo más alto,
y tan pronto es una queja
de teológico arrebato,
que llega casi a tener
la emoción de algo sagrado,
como parece una broma
o un comentario muy zafio.
 Bailan después seguidillas,
sevillanas y fandangos
unas mujeres morenas
con grandes ojos pintados
y batas con faralaes
que les llega a los zapatos.
 Alguna estrella del arte
se menea como un diablo,
y danza con tanta fuerza
un bailoteo tan bárbaro,
con un estrépito tal,
que tiembla todo el estrado.







ABELARDO "LALO" DELGADO [13.701]

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Abelardo "Lalo" Delgado 

Nacido en una humilde familia en Chihuahua, México, el 27 Noviembre de 1931 murió en Denver, Colorado en 2004.



EL INMIGRANTE 

golondrinas cortando betabel,
americanos de papel,
este Mexico-Americano
o nomás mejicano
que migra con to y familia
a los campos de colorado,
illinois, califa, y michigan
se me hace que no es más que puro gitano.
salmones en el desaije
con un ojo a las colonias
a las cuales muy pronto volverán,
no les voy
a decir porqué lo hacen
porque la verdad ni ellos saben,
quizá el cariño a la tierra
mamado de una chichi prieta,
quizá el corazón libre
que diacta la jornada,
aunque el carro esté muy viejo
y la gasolina cara.
turistas sin un centavo
de vacaciones en nebraska,
aun alabama
es un descanso de tejas.
bumerangas que la mano de dios
por este mundo tiró,
gente buena,
gente honesta,
gente víctima de su necesidad de migrar,
la lechuga o la justicia es lo que van a sembrar.




Abelardo Delgado -Poesía, lucha y dignidad-


En 1848 con el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, México cede a los Estados Unidos más de la mitad de su territorio, aproximadamente 2 millones de kilómetros cuadrados que incluyen los actuales estados de California, Nevada, Utah, Colorado y Nuevo México. Entre los notables aspectos del tratado, se encuentran los siguientes: se estableció al Río Bravo del Norte o Río Grande como la línea divisoria entre Texas y México; se estipuló la protección de los derechos civiles y de propiedad de los mexicanos que permanecieron en el nuevo territorio estadounidense. Además, Estados Unidos aceptó patrullar su lado de la frontera y los dos países aceptaron dirimir futuras disputas bajo arbitraje obligatorio. Los 75,000 mexicanos que no se movieron de sus territorios pasaron a conformar una "minoría étnica". Con el tiempo esa minoría fue creciendo hasta llegar a los treinta millones de personas de "origen mexicano" que viven hoy en en todo el territorio "americano" es de destacar que cuando el senado estadounidense ratificó el tratado, eliminó el Artículo 10, el cual garantizaba la protección de las concesiones de tierras dadas a los mexicanos por los gobiernos de España y de México. también debilitó el Artículo 9, el cual garantizaba los derechos de ciudadanía de los mismos dejando a los chicanos en una situación de indefensión y de marginalidad.

Es probable que la palabra "chicano" venga como apócope de "mexicano": y es de suponer que fuera en principio una palabra denigrante (dada la mala pronunciación de la x transformándola en ch) pero los chicanos con una solida literatura de resistencia y de lucha, con intelectuales surgidos en su mayoría de la clase trabajadora que valientemente denunciaron entre deportaciones y vueltas la discriminación a la que eran sometidos sus compatriotas, con su intenso activismo político transformaron el termino hasta convertirlo en materia de orgullo. 

Es dentro de esta tradición de resistencia y lucha que se inscribe la poesía de Abelardo Delgado nacido en una humilde familia en Chihuahua, México, en 1931 con la que se traslado a El Paso donde pasó su niñez en un bloque súper hacinado con veintitrés familias y sólo tres baños a pesar de la pobreza y de jugar con todo en contra Abelardo se graduó de Bowie High School en 1950. En ese momento, la universidad, para un inmigrante mexicano era prácticamente imposible así que por muchos años trabajó en la construcción y en restaurantes. 

En 1955, Lalo comenzó a trabajar con los jóvenes pobres en un centro comunitario en El Paso, ayudando a encontrar puestos de trabajo y oportunidades educativas. Ocho años después de terminar la escuela secundaria, Lalo logró encontrar su camino a la universidad y obtuvo una licenciatura en español de la Universidad de Texas en El Paso en 1962. A comienzos de los años 60, trabajó con César Chávez en el movimiento campesino, y más tarde se convirtió en el Director Ejecutivo del Consejo de Migrantes de Colorado. Durante este tiempo, también empezó a escribir poesía,. En 1969, publicó "Chicano: 25 piezas de un Chicano Mind", que incluía "Estupid America", su más conocido poema. Su poesía refleja las luchas, las esperanzas, sentimientos, deseos y sueños de los mexicano-americanos. 

Además de su legado como artista y activista, Lalo fue un maestro ayudó a desarrollar muchos programas de Estudios Chicanos en universidades de todo el Oeste de los Estados Unidos, incluida la Universidad de Colorado, enseñó durante 17 años en el Metropolitan State College de Denver





Estúpida América

Estúpida América, mira a ese chicano
el gran cuchillo que tiene entre sus manos
no quiere asesinarte,
quiere sentarse en un banco 
y tallar cristos,
pero tú no lo dejas.
Estúpida América, oye a ese chicano
que grita maldiciones en tu calle 
es un poeta sin lápiz ni papel
y como no puede escribir estallará.
Estúpida América, recuerda a aquel chicano
que triunfó en matemáticas y en inglés
él es el Picasso de tus estados del oeste
aunque muera con mil obras maestras
colgando sólo en su cerebro.






Un día viene 

Un día se acerca 
en que la miseria terminará. 
un día se acerca 
en el que la pobreza 
abrirá cuentas bancarias 
en todas las naciones. 
Un día se acerca
lo oigo venir
en el que los paisanos
reunirán a sus hijos una verde primavera 
y se iran de vacaciones. 
Creo que casi lo veo
un día se acerca 
en el que los soldados
serán condecorados por tender los brazos
en lugar de matar a sus pobres hermanos. 
Un día se acerca 
en el que los amantes 
se servirán en grandes tazones 
un amor cálido y fiel
Un día se acerca 
en el que el Cristo que regresa 
será el Cristo, que nunca se fue. 
Un día se acerca 
en que los que los padres pedirán a sus hijos
una amistad duradera
en lugar de respeto. 
Un día se acerca 
en el cual los estudiantes
y los pobres obrero 
serán mitad y mitad
de algo más fuerte.
Un día se acerca 
en que los presos 
saldrán a campo abierto
gritando libertad.
Un día viene, 
Yo lo veo venir. 





El Barrio 

Yo soy ese pedazo de tierra 
que siempre está esperando recibir la mano, 
el único,
el que esta ciudad está tratando de ocultar.
Soy la casa de la gente a la que el sueño americano 
mintió descaradamente. 
Desde mi esquina quieta
veo las jóvenes morenas sin futuro 
en su Lunes repetido de lavadanderos 
veo como cuentan sus fábulas desgarradas
como un chisme de secado al sol 
y como algunas comadres van de boca en boca. 
Soy este desorden de calles con basura, 
y el peso innumerable de la necesidad. 
Mi naturaleza se llama emergencia 
y nadie escucha. 
Yo soy el alma mater de las almas y los cuerpos perdidos.
Soy la promesa incumplida del laboratorio
de un estúpido trabajador social.
Yo eructo como un volcán disgustado en sus entrañas
escupo al enfermo igual que al delincuente.
Soy el colchón podrido de una puta anciana 
el lugar donde se entierran las ambiciones. 
Yo soy el barrio, la favela, el gueto, 
Donde el progreso se llama dolor en el pulgar
y se respira en el espíritu común 
que termina siempre en explosiones
Yo Fabrico derrota de una plausible calidad,
conservadora, cómoda, alienada,
soy una casa para todos 
los que sufren, la sed y el hambre. 
Hasta formar un precioso escombro. 
Soy humano, 
mi piel absorbe enfermedades. 
A través de la médula de mis huesos 
una rata de juguetona 
echa las cartas a tres cucarachas
mientras los piojos bailan una festiva pieza
como un barrio preparándose para la venida de Jesús. 





El camino más seguro

Queremos ir a un lugar, 
sin tenernos que arrastrar, 
donde 
la leche 
y la miel 
sean ríos y lagos. 
Vagos esfuerzos 
en la historia 
nos traen a la memoria 
que no hay tal lugar. 
Uvar 
que no crece a araña, 
que no teje telaraña, 
no atrapa moscas 
y pronto se muere. 

El camino más seguro 
es el más duro, 
el de piedra, 
el de asfalto, 
el de lucha. 
Sólo luchando 
se cumple el destino. 
Sólo soñando 
podemos 
comparar 
la realidad 
que corta 
y nos hace sangrar. 
Lograr 
quisiera 
vivir 
tanto tiempo 
para poder ver 
tal lugar 
donde los niños juegan, 
las mujeres, a más de ser amadas, 
son respetadas, 
donde los hombres 
no conviertan sus prójimos en bestias, 
donde los humanos no sean molestias. 

Nota: La salvaje y bastante libre traducción de estos versos corrió a cargo de Carlos Juric y ojalá el poeta desde donde esté ahora no me lo tome a mal.

http://lasletrassalvajes.blogspot.com.es/







JOSÉ CARLOS CORONEL [13.702]

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José Carlos "Tucu" Coronel, un militante Montoneros que fue víctima de la represión militar durante la década nefasta



José Carlos Coronel 

Nació en Tucumán, Argentina en 1944 y murió en septiembre de 1975.

Acusado de pertenecer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (F.A.R.) es condenado a cinco años y seis meses de prisión y amnistiado el 25 de mayo de 1973. Dos años más tarde es muerto en combate como integrante de Montoneros.

Publicó Gestos y algo más.




TOTALMENTE INCOMUNICADO

Totalmente incomunicado
la frase procesal se retuerce y avanza
como un gusano helado por mis huesos.
Tiemblo. Es el silencio.
                              La oscuridad.
                                                   El frío.
Las manos contra la pared las piernas bien abiertas
quiénes son sus compañeros dice una voz y los golpes
suenan en mi espalda como las tormentas
calientes del verano de Tucumán.
La sangre en los labios las calles inundadas
los barquitos de papel el jadeo entrecortado
(las risas de los torturadores me bañan
en un aceite grueso y asfixiante)

Totalmente incomunicado
se repiten unos a otros los soldados
que me guardan
sus ojos negros a veces inocentes
se clavan en mí con curiosidad
me apuntan con sus armas si me muevo
pero les hablo y se acercan a mí
y comprueban que somos idénticos
pero se hace otra vez la noche
y vienen a buscarme. ¿Tienes frío?
Preguntan y me desnudan a tirones.
El frío. Tiemblo. El frío atroz y amarillo
de sentirme impotente en un presente
constante y opresivo.
Este momento. Este golpe. Este sacudón
la pregunta lanzada como un ácido
sobre la piel
ellos y yo el aullido y el cuerpo
retorcido de dolor y asco

Totalmente incomunicado
¿de quién? ¿de vos? ¿de mis hermanos
oprimidos? Ilusos pequeños hombrecitos
juegan a que no saben nada de su muerte
como si mis muertos no vinieran
a darme aliento entre golpe y golpe
como si no escucharan los pasos decididos
de mis compañeros cuando el estallido blanco
de mi cerebro electrificado
y me alzan entre dos y me dejan

Totalmente incomunicado
¿de quién? ¿de Dios?
¿de la victoria inevitable?
Pobres hombrecitos temblorosos.
Hemos decidido anunciarles
que la obscena liturgia que practican
es estéril y también suicida
pues el tiempo vendrá como la lluvia
con el estallido verde de los límites finales.




José Carlos Coronel -Otro salvaje anónimo-

De José Carlos conocí hace unos años los versos que siguen a continuación (por regalo de un entrañable amigo argentino) y que me maravillaron por su contundencia, quise hacer una reseña del poeta y el hombre revolucionario pero la falta de información acerca de ciertos poetas en la red es sospechosísima por escasa e incompleta, los datos que encontré fueron los siguientes: nació en Tucumán (Argentina) en 1944 y murió en septiembre de 1975. Acusado de pertenecer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (F.A.R.) es condenado a cinco años y seis meses de prisión y amnistiado el 25 de mayo de 1973. Dos años más tarde es muerto en combate como integrante de Montoneros en un enfrentamiento con el ejército argentino. Publicó un único libro “Gestos y algo más.” Si alguien conoce más información o poemas de este hombre ruego los haga llegar a “Letras Salvajes”




MONÓLOGO DEL BUEN CIEGO

Tu dolor es tuyo y puedes flagelarte con él si lo prefieres
tiembla si te abruma el horror contemporáneo
reniega de las paredes que reducen los espacios
finge adaptarte si ya no puedes más y odia
pero no te rindas

también -¿recuerdas?- existen otras cosas
el amor por ejemplo de una mano inesperada sobre el hombro
el tiempo que tarda nueve meses en madurar naranjas
la cerveza lenta generando los planes increíbles
en las tardes
y todos esos días

no no recuerdas nada y gritas tanto que aturdes
no me digas que hay ciertas sombras
no las veo
que existe el odio el resentimiento
la salvaje y brutal batalla
que nada quedará para mis manos
y diques y barricas de pena y hambre
en las veredas

no me digas nada pues nada veo
y sueño tanto de ese modo.





JOSÉ CARLOS CORONEL aquello que no existe todavía


José Carlos Coronel nació en Tucumán el 27 de diciembre de 1944. Se casó con Cristina Bustos (detenida desaparecida desde 1977). Tuvieron dos hijas: Lucía y María. Murió combatiendo a la dictadura cívico-militar el 29 de septiembre de 1976.


 “Creo que una de las primeras características que conocimos mi hermana (Lucía) y yo de mi viejo es que escribía, que era poeta, aunque no hayamos tenido mucha idea de lo que significaba. Al describirlo, dos palabras venían a la cabeza: poeta y montonero. No dimensionábamos el peso ni el significado real de ninguna de las dos.

Mi abuela en su afán de acercarnos a él (para tenerlo ella un poquito más cerca me parece) insistió en enseñarnos a leer y a escribir desde los 4 años porque mi papá había aprendido a los 3 (siempre contaba cómo lo veía a los 4, 5 años, sentado leyendo la biografía de San Martín). Lucía se resistió dignamente y se dedicó a mostrarme las letras a mí. Debo confesar que encontré una pasión. Ya a los 4 años, cuando entré al jardín, me dedicaba a leerle cuentos a mis compañeritos y a eso de los 6 escribí mi primer poema.

A medida que fui creciendo la escritura se transformó en un escape, en una vía para ser libre de las diferentes y siempre complicadas situaciones que tuvimos que atravesar con Lucía.

El primer encuentro con la historia y la personalidad de mi papá la tuvimos cuando teníamos 14 y 13 años respectivamente. Conocimos a sus amigos de la época donde fue "sólo" poeta. Y conocimos por fin esas famosas poesías. Nos regalaron su libro Gestos y algo más. Fue realmente como encontrarlo. Sentí que las palabras, todas, eran de él, le pertenecían; empecé yo a esconder lo que escribía.

En este rompecabezas llamado “padre”, también descubrimos que su amor por la poesía estuvo ligado directamente a su amor por la militancia. Todos sus momentos vividos fueron retratados en sus textos pero, al igual que él, muchos de esos registros se perdieron en manos de la dictadura. Nos contaron que cuando entró a Montoneros escribió un poema titulado "Me voy de la fiesta". Tenía también uno para mi madre ("María") y otro para nosotras; nada de eso hemos podido encontrar.

Cada escrito o poesía que rescatamos fue sentida como su legado afectivo e ideológico para sus hijas. Cuando Juan y Julián se contactaron con nosotras para publicar este trabajo consideramos que era el momento justo y pudimos entrever en ellos a dos compañeros que iban a tratar esta herencia de mi padre como lo hubiésemos hecho nosotras.

Ojalá aquel que lea los poemas de mi padre, José Carlos Coronel, pueda reconocer en ellos el ser humano comprometido, sensible, dotado de humor negro e ironía deliciosos, y el militante que fue nuestro papá”. MARÍA CORONEL, Tucumán, 2013.


Libros de la talita dorada,
Colección Los detectives salvajes / 16
City Bell: De la talita dorada, 2013. 56 p.
ISBN 978-987-1918-07-2






OCTAVIO ROCHA BUSTAMANTE [13.703]

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Octavio Rocha Bustamante 

Nació en Granada, Nicaragua, un 8 de diciembre de 1910, y falleció en esa misma ciudad el 29 de noviembre de 1986. Estamos conmemorando los cien años de su nacimiento, en este espacio, EL CORREO, nombre que tomamos del diario que dirigiera su padre Carlos Rocha Avellán, y en donde fué acogida la Página de Vanguardia que dirigeran Octavio Rocha y Pablo Antonio Cuadra. En su texto "Octavio Rocha y el Movimiento de Vanguardia". dice José Coronel Urtecho: "Es por lo menos en el contexto del paso del vanguardismo a la poesía nicaragüense actual, que tuvo su lugar -un lugar importante- Octavio Rocha. Fuera de sus más próximos familiares y amigos, deben ser pocos los que lo recuerden, puesto que él mismo, cuando empezaba apenas a darse a conocer como escritor y periodista literario, inesperadamente se empeñó en desaparecer de la literatura, que él más que nadie había contribuido a remover. Más todavía que a remover, a renovar."



Castigo

Quedé en mi silencio absorto
con la intención de ablandarte
y quise así castigarte
con ese mutismo corto
(No he sido más que un aborto
de una desdicha muy larga
es un tóxico aún ignoto
para el que no hay antídoto
en toda la tierra larga).




Sirena

Con un trágico letargo
yo vi hundirse la sirena;
¡tenía una voz tan buena
en aquel ambiente amargo
¡qué dulzura! y sin embargo
el impasible Argonauta
dejó el oro de su flauta
por edenes entrevistos
allá en sus sueños malquistos
de Romántico sin pauta.





Parque

Con entusiasmo frenético
te besé bajo el simbólico
mármol de un monje hiperbólico,
sensual, adusto, y hermético.

Juzgué el acto, audaz; herético,
miré al monje y pedí al rudo
proceder, su perdón mudo;
mas sonrió con picardía
y unió tu testa y la mía
con su blanco pie desnudo.






Ecos

Yo fui explorando los huecos
que al grito cierto responden,
y allí supe que se esconden
y no regresan los ecos.

Una tarde, los muñecos
partieron ventura andando
y regresaron contando
que en los espejos acústicos
espantaron ecos rústicos
y que salieron volando.





Cisne Burgués

Bajo y obeso,
obeso y bajo,
así es, así es,
majo y sin seso
sin seso y majo,
¡cisne burgués!





Cisne Poeta

Para Cristino Paguaga Núñez

El Cisne Poeta
Vive en la fuen-
te de agua inquieta
el cisne poeta;
y ama a Rubén.


Ha leído a Wordworth
Southey y Burns.

Cuenta los círculos concéntricos
y ve al pájaro que cruza
por el espejo de fuen-
te de agua inquieta
el cisne poeta
que ama a Rubén.




Octavio Rocha

No habrá muchos que sepan qué fue o significó lo que en los años treinta y cuarenta se llamó Vanguardismo entre nosotros. Se podría decir que se trató de una ruptura con el Modernismo predominante entonces en el país, lo cual marcó el avance hacia la libertad y la novedad que todavía caracterizan nuestra literatura, empezando por la poesía. De modo que no sería del todo incorrecto empezar con la poesía de los treinta y cuarenta para acercarnos a la de ahora. Es en el contexto del paso del Vanguardismo a la poesía nicaragüense actual que tuvo su lugar --un importante lugar-- Octavio Rocha.

Fuera de sus más próximos familiares y amigos, deben ser pocos los que lo recuerden, puesto que él mismo, cuando empezaba apenas a darse a conocer como escritor y periodista literario, inesperadamente se empeñó en desaparecer de la literatura, que él más que nadie había contribuido a remover. Más todavía que a remover, a renovar. Formaba parte del grupito de seis o más muchachos de Granada que se llamaban a sí mismos poetas vanguardistas, para indicar su rompimiento con el pasado y su dedicación a la poesía experimental y sin antecedentes conocidos. Octavio Rocha no era entonces más que un adolescente inclinado a la poesía que aún no había cumplido los veinte años.

Como los otros vanguardistas, estaba incómodo en el ambiente granadino, que era no sólo ajeno, sino contrario a la poesía o la literatura, consideradas como enemigas del comercio y el dinero, que era la verdadera razón de ser de la ciudad. Los poetas, y en especial los vanguardistas, se oponían abiertamente a la mentalidad comercial granadina, como también se pronunciaban en contra del trabajo considerado sólo como medio de hacer dinero. Además, eran temidos como adversarios de la alta sociedad granadina, que ellos llamaban despectivamente burguesía. También es cierto que ellos siguiendo a algunos artesanos fueron los que pusieron en circulación las palabras burgueses y burguesía, dándoles corrimiento en el sentido despectivo que desde entonces tienen en el país.

Fue en esos días que Octavio Rocha hizo un breve poema sobre la pomposidad y la autocomplacencia burguesa, titulado Cisne Burgués. El cisne dariano, imagen de la belleza y la armonía, pasaba a ser motivo de irrespeto. Fue como una consigna entre los vanguardistas el ser irrespetuoso con los cisnes. El Vanguardismo nuestro no sólo suponía para nosotros una ruptura con el pasado, sino ante todo, con la burguesía. Pero nuestra polémica con ella era más literaria que económica y política.

Lo de la ruptura con la burguesía y el hecho de publicar regularmente en el periódico local favorito de los burgueses, lo que escribían los jóvenes poetas de la vanguardia, que se jactaban de ser antiburgueses, sólo puede atribuirse a la intervención de Octavio Rocha, que en esto como en todo fue decisivo. Él sacó el Vanguardismo de su rincón privado y lo hizo público trasladándolo al campo abierto del periodismo. Lo que él y sus compañeros practicaban casi en privado, a la manera de un deporte destinado a llenar el vacío mental de Granada, no hubiera tenido ocasión de escapar de las estrechas salas con puertas a la calle o los rincones de corredor de las casas de sus familias, donde se daban cita para leerse unos a otros sus poemas recién escritos y sus últimas traducciones de poesía extranjera contemporánea, generalmente vanguardista.

Algunas veces lo hacían juntos varios de ellos como una forma de diversión. Octavio Rocha, sin embargo, no era propenso a ese tipo de reuniones, ni a ningún otro. Aunque tenía, como pocos, el don de la amistad y un trato fácil y natural, tal vez por su carácter más bien introvertido, no creo que haya sido la sociabilidad la principal de sus virtudes. Él se inclinaba más a cultivar las amistades particulares que a frecuentar corrillos y tertulias de sus amigos, aunque no se mostraba cerrado, ni esquivo, cuando los otros vanguardistas lo buscaban.

Contaba con la confianza de todos, pero se consideraba como el amigo casi inseparable y en cierto modo el socio de Pablo Antonio Cuadra. Las cualidades que compartían, al parecer, los predisponían al llevar juntos a cabo lo que estaba planeado, ya que los dos mostraban por encima de sus tendencias vanguardistas una especie de innata formalidad o corrección que los libraba de los desórdenes de que no estaban del todo exentos sus demás compañeros. Eso, seguramente, había contribuido a formar y fortalecer tanto en Octavio Rocha como en su socio Pablo Antonio Cuadra sus innegables hábitos de trabajo. No dejaba de ser una aparente semejanza, además de remota, lo que solía señalarse entre los hábitos de trabajo de los jóvenes burgueses que los empleaban en servicio de sus padres y los de los poetas vanguardistas Octavio Rocha y Pablo Antonio Cuadra, que eran sólo poetas y trabajaban sólo como poetas.

En esa época eran sólo poetas y por añadidura poetas vanguardistas. Por más trabajadores que fueran en lo suyo, o mejor dicho, entre más trabajadores fueran en lo suyo, como ninguno de ellos era estudiante de leyes o medicina, ni dependiente de comercio, sino todos poetas, y sólo poetas, eran vistos en Granada sólo como vagos.

Como poeta, Pablo Antonio era más abundante, más caudaloso, más inspirado, como hubieran dicho entonces, con más amplio registro de temas del campo y de la orilla de Granada y las haciendas de ganado, como también, ya desde entonces, con su característica retórica, casi siempre de buena ley, que reunida con otras corrientes retóricas de varios orígenes, dio el tono hasta hace poco a la poesía latinoamericana de lo que va del siglo. En cambio, Octavio Rocha era, como poeta, la misma parquedad, la sobriedad, la reserva, la puntería, el pulso, el tino, la agudeza mental, calidades que no volvieron a aparecer en la poesía nicaragüense hasta la llegada de Mejía Sánchez y después de éste, de Beltrán Morales, que aunque ninguno de ellos proviniera de Octavio Rocha --y ni lo conociera-- no sería inexacto situarlos en la línea iniciada por él, sin que ninguno de ellos dejara de aportar sus diferencias personales y su propia originalidad inconfundible. Los tres a su manera introdujeron la ironía o por lo menos el sentido moderno de la ironía en la poesía nicaragüense.

No se tenía conocimiento de la poesía irónica como distinta de la poesía cómica. Se diría que Octavio Rocha fue el primero que hizo poesía entre nosotros con la substancia de su ironía. Aunque no la mostraba en su trato personal --si no es, si acaso, en su silencio-- es evidente que la ironía era lo que en el fondo le sobraba en su interior. Me inclino a creer que esto era lo que más que otra cosa lo diferenciaba de Pablo Antonio Cuadra, que a mi ver siempre ha sido carente de ironía. No ha tenido siquiera sentido del humor y sin éste es difícil hacerse una imagen irónica de la vida y la gente.

Octavio Rocha y Pablo Antonio Cuadra --más propiamente para el caso, Octavio Rocha-- ­empezaron a sacar uno de tantos sábados en El Correo, un verdadero suplemento literario semanal que llamaron Página de Vanguardia. Parecía increíble que el órgano de la burguesía entregara una página a los vanguardistas, antes definidos como antiburgueses. Casi todo lo que salía en esa página resultaba inentendible para los lectores de El Correo. Casi todo les parecía escrito en una lengua que ellos desconocían. Era para ellos un galimatías que ni se molestaban en examinar, atribuyéndolo a un pasajero ataque de excentricidad de un diario conservador como El Correo. Ignoraban que lo característico de los vanguardistas era el culto del disparate, mejor dicho el cultivo del disparate. El disparate por el disparate era la fórmula con que sustituían el lema modernista del arte por el arte.

Pero la clave, sin embargo, la causa de que existiese la Página de Vanguardia, consistía en que el padre de Octavio Rocha era el dueño de El Correo. Este señor estaba lejos de tener preocupaciones literarias, pero no se oponía, sino al contrario, le agradaba que un hijo suyo las tuviera, y cuando Octavio Rocha le pidió permiso para sacar semanalmente en El Correo una página literaria en compañía con Pablo Antonio Cuadra, le dio su apoyo.

Lo que, ante todo, se proponía la Página de Vanguardia era dar cabida a los escritos en verso y prosa de los jóvenes que formaban el grupo vanguardista en Granada y de los que buscaban algo nuevo en las otras ciudades. De ese modo, se fueron publicando poemas inéditos de los editores de la página, Octavio Rocha y Pablo Antonio Cuadra y de sus compañeros Joaquín Pasos, Luis Downing, Pérez Estrada, Luis Alberto Cabrales, Manolo Cuadra, Alberto Ordóñez y hasta de algunos poetas callejeros como el Morrongo y Bruno Mongalo. Los redactores y colaboradores de ese diario, con la excepción de Carlos A. Bravo --considerado precursor y hasta maestro de algunos vanguardistas--, no pasaban del bajo nivel cultural de los conservadores granadinos. La otra tarea de la página fue la de dar a conocer la literatura extranjera de entonces, especialmente la más avanzada o de vanguardia.

En lo de traducir al español del francés y el inglés, colaboraba yo con Joaquín Pasos, que parecía haber nacido con el don de lenguas. Él no sólo leía francés e inglés, sino también --como ninguno de nosotros-- podía no sólo leer, sino hablar alemán, sin que hubiera salido nunca de Nicaragua, ni recibido clases de idiomas en las escuelas donde se enseñan. Las traducciones nuestras de esa época fueron quizás las mejores que se han hecho en nuestro país.

En Nicaragua no había habido nada semejante, a no ser una Antología general de poesía extranjera de principios del siglo, recopilada por el grupo de escritores modernistas reunidos alrededor del diario La Noticia. En ésta se agrupaban varios poetas modernistas, como Sáenz Morales, que le daban al periódico lo que hasta entonces no habían tenido los otros del país. Pero la Página de Vanguardia representaba una tendencia distinta y hasta contraria a la de La Noticia. Lo de más largo alcance de ese acontecimiento no son siquiera los valores intrínsecos de la página, ni por mucho que sea la introducción del Van­guardismo en Nicaragua, y la influencia que tuvo en la literatura nicaragüense posterior, sino ante todo y sobre todo, el hecho de haber sido el primer suplemento literario que formó parte de un periódico y circuló con él.

Los escritores modernistas del círculo de La Noticia, la mayor parte de lo suyo lo publicaban en un semanario llamado Los Domingos. Pero lo que ocurría por ese lado --el Modernismo-- era más bien algo que estaba en el ocaso, mientras lo que sacaban en su página de El Correo los dos muchachos vanguardistas no llegaba ni a ser un movimiento literario, pues se jactaba de ser más bien un antimovimiento antiliterario que apenas empezaba. Ése fue, en parte al menos, el origen de la nueva literatura nicaragüense, que no negaba, si no al contrario, reconocía sus orígenes en Rubén Darío. Aunque no lo admitían entonces, en eso se hermanaban y hasta se parecían en uno por otro rasgo los dos adversarios, el Modernismo y el Vanguardismo de Nicaragua que, como todo lo demás en la literatura moderna de la lengua, provenía de Rubén.

Alejado como yo estaba no sólo de Granada sino hasta creo que del país, no me di cuenta cuándo dejó de aparecer la Página de Vanguardia, como tampoco cuándo dejó de salir El Correo, pues tiempo después la ciudad, ya indeteniblemente precipitada en su decadencia, quedaba sin periódicos. Se podía decir que Granada --todo es que en Granada tenía significación-- se trasladaba a Managua. Con esa especie de éxodo, cambiaba todo y hasta en cierto sentido la naturaleza o por lo menos, la dirección del vanguardismo. De éste sólo quedaba --fuera de ciertas modalidades-- la aspiración a la libertad y la necesidad de la novedad, dos cosas que en Managua adquirían otro sentido. Lo que pasó con la presencia de los vanguardistas en Managua se puede tomar como el principio de una revolución literaria nicaragüense o como un nuevo giro de revolución poética de la lengua iniciada por Darío.

El que lo realizó esta vez fue Pablo Antonio Cuadra, solo. No hay que culparlo, porque en el ínterin Octavio Rocha había desertado de la literatura. Pablo Antonio logró trasladar los propósitos del primer suplemento literario a un ­periódico de Managua, quiero decir, al que era entonces el principal periódico del país. Se trata del diario la Prensa, que en ese tiempo ya dirigía Pedro Joaquín Chamorro, primo hermano y admirador de Pablo Antonio Cuadra, al que estimaba mucho, entre otras cosas, por su dominio del periodismo literario, que ya había mostrado ampliamente en la Página de Vanguardia.

Así empezó a salir, bajo la dirección de Pablo Antonio Cuadra, el suplemento literario de La Prensa que todos conocemos como La Prensa Literaria. Se vio inmediatamente que venía a llenar no sólo un gran vacío, sino una urgente necesidad de la cultura nicaragüense. Por lo demás, atrajo hacia La Prensa a todos o casi todos los jóvenes que escribían o cultivaban las artes en el país. La Prensa Literaria trazó amplios límites y abrió sus puertas con un espíritu menos discriminatorio o sólo dirigido por las tendencias vanguardistas puras y que dejaba lugar para todas las formas, tanto experimentales como tradicionales, que se ensayarían en Nicaragua, siempre que no escaparan del campo de la autenticidad. Pero no hay que olvidar que las líneas iniciales fueron trazadas en la Página de Vanguardia.

El que llenó el vacío del aliado de Pablo Antonio Cuadra en La Prensa Literaria fue el hijo único de Octavio Rocha, el poeta Luis Rocha. No cabe duda que Luis Rocha se manejaba a la perfección como asistente de Pablo Antonio Cuadra y esto hacía más viva, si cabe, la actividad del Director de la Prensa Literaria. Creo yo que hasta entonces no había habido ningún periódico ni sección de periódico --menos aún suplemento literario-- que haya ejercido, como La Prensa Literaria, tal influencia en el desarrollo de la literatura nicaragüense y en general de su cultura. El suplemento literario de La Prensa no sólo comunicaba un sentido de dirección, sino que, con ejemplo, creaba una especie de conciencia común entre los del oficio --que allí se daban a conocer-- y daba pie a unas nuevas lenguas de libertad y novedad, capaces de presentar la realidad en otros planos o niveles.

Basado en eso, puede decirse que fue La Prensa Literaria la que instituyó en la literatura nacional nuevos niveles de exigencia, cuando no simplemente niveles de exigencia desconocidos hasta entonces entre nosotros, niveles que tal vez son ya como la base del gusto literario en Nicaragua. Por lo demás, es innegable que La Prensa Literaria fue el escenario por el que han pasado casi todos los poetas, escritores, artistas o intelectuales nicaragüenses contemporáneos.

En esa forma siguió el asunto, puede decirse que sin tropiezos, hasta que el triunfo de la Revolución Sandinista se convirtió en motivo de división y aun de separación entre los propietarios de La Prensa. De allí salió, como es sabido EL NUEVO DIARIO, producto de casi todos los trabajadores despedidos de La Prensa, que lo fundaron bajo la dirección de Xavier Chamorro, hermano de Pedro Joaquín, el héroe nacional asesinado por elementos del régimen dinástico. Poco después de aparecido EL NUEVO DIARIO, se completó con su correspondiente suplemento literario, llamado NUEVO AMANECER CULTURAL a cargo de Luis Rocha, el ex compañero de Pablo Antonio Cuadra en La Prensa Literaria. En cierto modo seguía, pues, la línea: Página de Vanguardia, Prensa Literaria y NUEVO AMANECER.

Por lo que oigo decir no sólo bajó de nivel La Prensa Literaria, sino que prescindió de casi todos sus colaboradores.

Los suplementos literarios con los que yo, desde luego, mantenía contacto más o menos irregular eran NUEVO AMANECER CULTURAL y Ventana, de Barricada. La diferencia entre ambos es, a mi ver, que NUEVO AMANECER sigue la línea anterior de La Prensa Literaria, que más o menos era la de la Página de Vanguardia, mientras Ventana, empezando por su formato, es a su modo la continuación de la primera revista Ventana, que sacaban en León, a la sombra de la universidad, Sergio Ramírez, y Fernando Gordillo. Ésta fue, según creo, la primera publicación literaria nicaragüense francamente orientada hacia la izquierda. A causa de Ventana, la de Barricada, y por NUEVO AMANECER CULTURAL, de EL NUEVO DIARIO, es que ha ocurrido en Nicaragua la compenetración de la cultura con la política.

Sería inútil preguntarse qué hubiera pasado si Octavio Rocha hubiera seguido trabajando con Pablo Antonio Cuadra, en vez de abandonar su ocupación de periodista literario y su propia dedicación a la literatura. Sospecho que la vitalidad de lo comprendido no sería tanta sin el empuje de Luis Rocha, más sostenido que el de su padre. Se dice que desde entonces no volvió a hacer poemas, ni siquiera en secreto. Hasta yo mismo, que le tenía particular cariño, lo perdí de vista. Cuando ya no salía la Página de Vanguardia y sin que se pensara aún que Pablo Antonio Cuadra sacaría La Prensa Literaria, lo que se contaba de Octavio Rocha entre los vanguardistas era sólo que estaba perdidamente enamorado y que pasaba casi todo el día en la casa de su novia. Algo después se supo que se casó con ella y de su matrimonio nació Luis Rocha, que en su tiempo completaría y superaría lo que dejó su padre sólo empezado.

Octavio Rocha era tranquilo y dueño de sí mismo, aunque en el fondo --en las profundidades del amor y el sexo-- parece que tenía una explosiva reserva de hipersensibilidad. Parecería que lo hipersensitivo de su carácter íntimo haya sido lo que en un arrebato de celos --a mi ver infundado-- lo hizo un día alejar de su lado a su esposa, la entonces joven madre de Luis Rocha. Ella era no sólo joven y linda, sino también inteligente como lo son en general las mujeres de su apellido. La intempestiva separación de la pareja marcó, al parecer, el resto de sus vidas y fue quizás el motivo para que Octavio Rocha abandonara sin retorno su vocación de poeta.

Cuando decidió casarse, Octavio Rocha debe haber empezado a pensar en los cambios que tendría que hacer en su modo de vida para encontrar los medios de mantener su hogar. Cuando era vanguardista nunca pensó que tendría que ganar dinero. Su relación con el dinero, si acaso la tenía, debe haber sido siempre casual e improvisada. Ya casado y más aún, recién separado de su esposa --a la que tendría que ayudar a mantenerse con su hijo pequeño-- la solución que él escogió fue dedicarse a los negocios. No sé lo que sucedió, ni cómo ocurrió la transformación del poeta Octavio Rocha en hombre de negocios. Lo que quisiera es entender cómo se convirtió, de un día para otro, de poeta y editor de poesía en hombre únicamente dedicado a hacer dinero.

Se me dijo una vez que ya tenía cierta posición como agente de películas de cine norteamericanas en Panamá. Allá puso las bases de lo que luego fue su floreciente empresa comercial en Managua. Allí tuvo una tienda que las dos o tres veces que pasé por ella no me causó mala impresión --pese a que soy alérgico a las tiendas-- en la que se vendían, me parece, radios y cosas por el estilo a una clientela que entraba y salía casi seguidamente, creando un ambiente de prosperidad. Mis rápidas pasadas por la tienda de Octavio Rocha no eran por verlo a él, sino a su hijo, Luis Rocha, cuya amistad conmigo ya era mayor entonces que la de su padre, que no quería ser visto como poeta, sino como comerciante, mientras su hijo quería ser sólo poeta.

Siendo poeta, no lograba adquirir una conciencia de comerciante. Me imagino que fue por entonces que Luis Rocha dejó la tienda de su padre y empezó a trabajar con Pablo Antonio Cuadra, ya no recuerdo si en la UCA o en la Prensa Literaria. Así empezó a llenar el vacío que había dejado su padre.

Octavio Rocha seguro tendría las relaciones indispensables con los representantes del mundo de los negocios y con la gente de los bancos, pero no creo que participara en las actividades sociales y políticas y menos aún en las diversiones de la clase burguesa. Era evidente que no quería pasar por burgués, ni conducirse como burgués. De haber querido aburguesarse, claro que hubiera sido recibido en la burguesía con los brazos abiertos, pero no quiso pertenecer a la clase que tanto había despreciado. Por eso mismo, era admirable que haya tenido éxito en los negocios, como quien dice, desde fuera.

Para llenar el hueco de lo que había abandonado --la imaginación, la creatividad y la poesía, o sea las actividades desinteresadas-- buscaba la compañía de la mujer, y en sus momentos más solitarios o desolados se rodeaba de ciertas mujeres. En sus últimos tiempos, cuando ya se iba quedando solo, lo fui a ver a su casa, acompañado de su hijo Luis Rocha, y las personas que se ocupaban de lo suyo --él estaba algo enfermo-- eran dos llamativas muchachas que de seguro lo distraían de alguna manera en su soledad.

Por atavismo, sin embargo, él era un hombre de familia. Durante cierta época con su segunda esposa y dos hijas --entonces pequeñas-- ­que tenía con ella, pero las tres se trasladaron algún tiempo después a los Estados Unidos, adonde él iba a veces a acompañarlas por una temporada. Aquel modo de vida, a la vez solitario y necesitado de compañía femenina, no dejaría de tener efecto en su persona y hasta posiblemente en sus negocios. En esto --como en otras cosas-- no podía contar con la ayuda de su hijo Luis Rocha, del que ya conocía la actitud no inclinada al comercio y más bien refractaria a toda manifestación de comercialismo. Con el paso de los años, Octavio Rocha fue dependiendo cada vez más del apoyo moral y de la asistencia personal en multitud de cosas, de su hijo Luis Rocha, que aunque sea sólo poeta, es eficiente en todo.

Ya se había cerrado la entrada a la llamada tranquilidad burguesa, lo mismo que se había incapacitado para las ascensiones y los vuelos a las alturas de las artes, y lo que es peor aún --lo verdaderamente grave-- ya no podía encontrar el camino hacia la verdadera vida del amor. Estaba ya como aprisionado en las vaciedades del éxito económico, en realidad ya declinante o descendente y casi en el ocaso, lo que, añadido a sus privaciones intelectuales y espirituales, desembocaba en el vacío. Ni siquiera podía encontrar lo que necesitaba en el refugio de la familia, de su hijo, Luis Rocha --sus lindas nietas, hijas de éste-- para las que no había hecho lugar en su intimidad por pequeñas discrepancias o diferencias anteriores que no supo a su tiempo manejar, ni corregir. De esa manera le fue tocando en sus últimos años ir pareciendo más que el padre, el hijo de su hijo.

A Octavio Rocha se le debe de todos modos la línea seguida después por su hijo Luis Rocha, con sostenido y multiplicado éxito cultural y en parte al menos --y desde luego inicialmente-- el campo abierto por los medios de difusión literario y artístico establecidos con permanencia y carácter ejemplar por Pablo Antonio Cuadra, su inicial compañero y seguidor.


Fuente: http://impreso.elnuevodiario.com.ni/2006/11/25/suplemento/nuevoamanecer/4144

ALBERTO ORDÓÑEZ ARGÜELLO [13.704]

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Alberto Ordóñez Argüello

Alberto Ordóñez Argüello (Rivas, Nicaragua, 16 de marzo de 1914, y San José, Costa Rica, agosto de 1991), fue un escritor, periodista y editor centroamericano. Integró el Movimiento de Vanguardia poética en su Nicaragua natal. Fue uno de los intelectuales centroamericanos de mayor vocación unionista. Tuvo una destacada actividad política combatiendo las dictaduras mesoamericanas.

Nació en Buenos Aires, Rivas, Nicaragua. Estudió los colegios Salesiano de Granada y La Salle de Managua. Hacia 1930 incursionó de pleno en las letras y en el periodismo, publicando en la ciudad de Managua las revistas literarias Nicaragua, 1937 y 1938. Trabajó también en las revistas Vanguardia y ¡Ya!

Formó parte del Movimiento de Vanguardia de Nicaragua, donde también militaron los poetas José Coronel Urtecho, Pablo Antonio Cuadra, Luis Alberto Cabrales, Joaquín Pasos Argüello, Luis Downing Urtecho, Octavio Rocha, Manolo Cuadra y el caricaturista Joaquín Zavala Urtecho, entre otros. Primo hermano y amigo fraternal de Joaquín Pasos Argüello. De este grupo se nutrió la generación posterior integrada por Ernesto Mejía Sánchez, Ernesto Cardenal y Carlos Martínez Rivas, que fue también su amigo.

Por su posterior enfrentamiento a la dictadura de Anastasio Somoza, rompe con la gente de Vanguardia y emigra a Costa Rica en 1942, en un exilio que duraría el resto de su vida. Desde entonces mantuvo una beligerancia constante contra las dictaduras latinoamericanas a través de la prensa y otros medios. En San José da inicio su larga amistad con Francisco Amighetti, León Pacheco y Arturo Echeverría.

Residió luego en Guatemala- Preso y deportado por Ubico, regresa para colaborar con el gobierno de Juan José Arévalo y la Revolución de Octubre. Se nacionalizó guatemalteco. Gran amigo del doctor Arévalo, de Miguel Ángel Asturias (Premio Nóbel de Literatura) y de Carlos Wyld Ospina. En 1946 residió en México por un año. Colabora con la Legión del Caribe, que buscaba la democratización de la región. Junto con el profesor Edelberto Torres Espinoza y otros exiliados nicaragüenses en Guatemala, crea la Junta Defensora de la Soberanía de Nicaragua. Compañero de Adolfo Ortega Díaz en actividades políticas y literarias.

Luego vivió en El Salvador y Honduras, donde colaboró como funcionario de publicaciones de los gobiernos electos de Óscar Osorio y Ramón Villeda Morales. Compartió afanes poéticos y amistad con Serafín Quiteño, Salarrué, Claudia Lars, Alberto Guerra Trigueros, Claribel Alegría y Clementina Suárez.

Ordóñez Argüello siguió la vena unionista centroamericana de un Francisco Morazán. Entre 1944 y 1949, editó la revista cultural La Estrella de Centroamérica, con el fin primordial de la divulgación unionista centroamericana, cuyo director honorario fue don Francisco Gavidia.

En 1958 y desde Lepaguare, Honduras, participó en una frustrada acción armada revolucionaria contra Somoza, terminando preso. Cubrió por seis meses el triunfo de la Revolución Cubana, como corresponsal y representante del exilio nicaragüense.

En 1959, contrae matrimonio con María Eugenia Chacón Jiménez, pintora y profesora de arte costarricense, con quien tuvo cuatro hijos. Anteriormente, había procreado una hija en El Salvador.

De 1963 a 1972 trabajó en Guatemala, El Salvador y Costa Rica para la Secretaría de Integración Centroamericana (SIECA), como jefe de publicaciones y consultor. Elaboró los Anales completos de la Integración Centroamericana. Adversó al régimen sandinista de Nicaragua. Compuso varias canciones de tema centroamericano, algunas de las cuales fueron prensadas en disco sencillo. Vivió en San José de Costa Rica los últimos veinte años de su vida.

Obra Literaria

La novia de Tola. Teatro folklórico nicaragüense, 1941.
Poemas para amar a América. Poesía. Premiado en el Concurso Literario Centroamericano. 1951. Editorial de Educación Pública, Guatemala, 1952.
Ébano. Novela sobre el atlántico nicaragüense. Ministerio de Cultura, El Salvador, 1954.
Tórrido sueño. Poemario al alimón con Serafín Quiteño. Segundo Premio Centroamericano de poesía. Ministerio de Cultura de El Salvador, 1957.
Invocación a Centroamérica. Primer Premio Centroamericano de poesía, VII Certamen nacional de Cultura, Ministerio de Educación, El Salvador, 1962.
Amor en tierra y mar. Poesía. Colección Caballito de mar, Ministerio de Cultura, El Salvador, 1964.
Cantos verdes de Costa Rica. Poesía. Ministerio de Cultura, Costa Rica, 1974.
Del Azar y del Presentimiento. Poesía. Libro póstumo. Co-edición Editorial Lunes - Estrella de Centroamérica. San José, 1993.
Referencias[editar]
"Encontré a Alberto Ordóñez Argüello como se encuentra un botón de cuello perdido. Si no le hubiera encontrado, me sentiría impreciso, desabrochado; me molestaría la garganta como en la ausencia de las personas amadas cuya falta molesta por ser imprescindibles como el botón del cuello". Joaquín Pasos Argüello (agosto de 1932).

"A Alberto Ordóñez Argüello, que une la canción a la idea, su vida bohemia al fino equilibrio del verso" Miguel Ángel Asturias (dedicatoria en libro).

"A través de los años, la vibración de tu sensibilidad sigue igual, llena de júbilos secretos y de inagotables motivos de realidad y sueño" Miguel Ángel Asturias (en carta del 6 de mayo de 1965)

"A Alberto Ordóñez Argüello, compañero y guía primero; quien, con su poesía nicaragüense, contribuyó a forjar la conciencia increada de nuestra Centroamérica". Carlos Martínez Rivas (dedicatoria en libro).

"Su palabra y su amistad han sido siempre benéficas para los que sabemos cuánto talento y cuánta pureza revolucionaria hay en usted". Juan José Arévalo (en carta del 26 de julio de 1954).



Canciones cimarronas de Alberto Ordóñez Argüello:

«Yo soy don Pedro de Urdemales
Tú eres la Juana sin Tripas
Yo, cierto-güís que te canta.
Tú, la gallinita loca
      cacaracá
      ponedora
      cacaracá
      huevos de oro».

Alberto Ordóñez Argüello, poeta del ostracismo


Por José Danilo Centeno, México D.F. (Especial para La Nueva Prensa)

A cinco kilómetros de la ciudad de Rivas, entre los municipios de San Jorge y Potosí, hay una población llamada Buenos Aires. En ese pueblito rivense en el que había media docena de casas principales, una iglesia y una plazuela en la que se paseaban los muchachos los domingos, nació en 1914, Alberto Ordoñez Argüello poeta, dramaturgo y periodista nicaragüense.
     
Fue este Ordóñez una de las voces prominentes de la poesía vanguardista en Nicaragua y Centroamérica. Su obra hundió sus raíces en el folclore, en las tradiciones nicaragüenses y por eso cultivó una poesía robusta, coloquial, pletórica de color, vitalidad, panteísmo y musicalidad, inspirada en los cantares del pueblo y en combinación con formas más elaboradas, todo esto sin perder originalidad ni altura literaria.
    
Entroncar lo nicaragüense con la tradición hispánica y con el tiempo que le tocó vivir, es decir con «su actualidad», y alcanzar la universalidad partiendo de lo local es el reto que se propuso este vate, en cuyos versos lo individual y lo social se funden indisolublemente. En lo político fue un opositor a la dilatada dictadura de los Somoza, manía esta que le llevó a vivir en el exilio la mayor parte de su vida.
    
Para Alberto Ordóñez Argüello el lenguaje que le presentaba la poesía en aquel entonces era un medio de expresión limitado, por eso echó mano del elemento lúdico, del lenguaje cotidiano, de la imagen transgresora, de la riqueza verbal que captaba a su alrededor saltando entre el pueblo mismo, con la frescura y naturalidad de un arrollo; el poeta pugna por la libertad a través de la subversión y el rechazo al materialismo imperante en ese mundo que propone la burguesía floreciente y que representa la alienación, el alejamiento de la naturaleza y del hombre mismo. 
    
El movimiento de Vanguardia

Hacia finales de la década de los veinte José Coronel Urtecho y Luis Alberto Cabrales regresan a Nicaragua provenientes éste de París, y aquél de California. Cada uno trae la idea de aplicar en su país, de manera creativa, las ideas en boga en Francia y los Estados Unidos, respectivamente. A estas corrientes hay que sumar la tradición de la literatura hispana.
     
Estas tres corrientes convergen, pues, para dar impulso al movimiento de Vanguardia nicaragüense que se aboca a la creación de una literatura que da la espalda a la parte más superficial del Modernismo, y se propone dotar de identidad nacional a la literatura, echando mano del neo-popularismo, como lo habían hecho en España García Lorca, Vicente Alexandre, y el resto de la Generación del 27.
    
El grupo vanguardista fue creado por José Coronel Urtecho, Pablo Antonio Cuadra Cardenal y Joaquín Pasos Argüello, a ellos se adhieren Luis Alberto Cabrales, Manuel Antonio Cuadra Vega (conocido como Manolo Cuadra), Octavio Rocha, José Román Orozco, Salvador Cardenal y el caricaturista Joaquín Zavala Urtecho. La capital literaria del movimiento fue Granada, cuna de la «aristocracia» nicaragüense.
    
Y así se divulga en el país, a través de excelentes traducciones, la obra de Walt Whitman, Carl Sandburg, Ezra Pound, Marianne Moore, Thomas Stern Eliot, Jules Supervielle, Valerie Larbaud, Jean Cocteau, Blaise Cendrar y Charles Cross.
    
Alberto Ordóñez Argüello se unió al movimiento desde su natal Rivas. Su oposición a los Somoza lo llevó muy pronto al exilio, vivió en todos los países de Centroamérica, y estableció contacto con la intelectualidad centroamericana. Escribió un poema al alimón con Miguel Ángel Asturias, escribió el poemario TÓRRIDO SUEÑO en coordinación con Serafín Quiteño. Finalmente se asentó en Costa Rica hasta el día de su fallecimiento el 24 de agosto de 1991.
    
El poeta y su obra

A él se debe una de las obras cimeras, a decir de los entendidos como Socorro Bonilla, de la dramaturgia nicaragüense, LA NOVIA DE TOLA, 1941; y una novela que aborda la explotación de las compañías norteamericanas en la Costa Atlántica con la complicidad el somocismo, ÉBANO (1954).
    
Sin duda fue la poesía la que acaparó el quehacer literario de Ordoñez Argüello. Su obra poética está reunida en los libros Poemas para amar a América (1952); INVOCACIÓN A CENTROAMÉRICA (1962), Primer Premio Centroamericano de Poesía compartido con Isaac Felipe Azofeifa; TÓRRIDO SUEÑO, escrito con el salvadoreño Serafín Quiteño, 1957 (Segundo Premio Centroamericano de Poesía); AMOR EN TIERRA Y MAR (1964); CANTOS VERDES DE COSTA RICA (1974); DEL AZAR Y DEL PRESENTIMIENTO (1993).
    
Tras su muerte, su obra ha sido relegada al olvido por cuanto gobierno ha habido en Nicaragua. Las nuevas generaciones desconocen la labor periodística y literaria de este bardo, sus sueños centroamericanistas, su oposición a las intervenciones extranjeras y a la implantación del somocismo en el suelo patrio, los años vividos en el ostracismo y el abandono del que su obra aún no ha podido salir.




POEMAS DE ALBERTO ORDÓÑEZ ARGÜELLO


«SONETO DE LA SOMBRA»  
                                                                
Y a vivir en la sombra acongojada.
Y a morir en la yerba desyerbada.
Donde siembras tu pie, Amor se atreve.
Amarga soledad cuando no llueve.

Albahaca de llanto despeinada.
Perfume de cristal, alero leve.
Nada, nada, hada. Nada y sombra.
Un milagro de bien que huele a hada.

El paso de tu ser por una alfombra.
El silencio es la sombra de la Amada.
Y hay luz en la presencia acongojada.

Mi voz sin voz en el callar te nombra.
Sombra de la perdida enamorada,
Recuerdo en flor de la perdida sombra.

Alberto Ordoñez Argüello y Miguel Ángel Asturias






ELEGÍA DE PANCHO

Era el rancho de Pancho
paloma de la loma.
Ventana de la oscurana.
Y ajuar del claror.

Con el canto del gallo se abrían las pitahayas.
Un perro vigilante rondaba en los papayos.
Una vaca tranquila suspiraba por Mayo
cuando el hijo vendría como suspiro o flor.
Ya estaban par entonces sazonando los mangos.
Del río iban las mozas al mes de abril cantando
con sus tinajas rojas, pocitas de cuadril.
Lamía el sol con lengua de fuego en la sequía. 
Un recuerdo de invierno remoto se entreabría.
Y en los lejanos llanos silbaba la perdiz. 

De pronto, como un viento huracanado y feo,
en la campiña quieta se percibió un tropel.
¡Oh escolta que buscaba reclutas campesinos!
Un pavor de matanza retorció los caminos.
Al dolor de la suerte gritaron los destinos.
Y el eco fue un lamento de aquel atardecer.

Hoy el rancho de Pancho
es escombro en el hombro
de una loma que asoma su faz hacia el lar.
Ronco son de cañones retumba tras el monte.
Un pajonal de balas inflama el horizonte
donde empezó la siembra de la muerte fatal.

No hay un rumor de vida que alegre la alquería.
Las vecinas son sombras de sigilosa vía  
que en sus rebozos negros llorando esperarán.

Ya Pancho, muerto un día, no volverá. 
¡Lo juro! Por ser gañán de arrestos
hoy muerde el suelo duro.
Y en el futuro olvido su nombre no será.

¡Qué cuadro más tremendo! 
La perra de la guerra ladra bajo la noche serena de esta tierra,
ladra sobre los vientos que cruzan el erial.
Ya no quedan las aves de los bosques amigos.
Ni las parvas doradas de fantásticos trigos.
Ni la res retozona, -novia del manantial.

Ya este rancho de Pancho
es espanto del llanto.
Vallado abandonado, triste voz de dolor.
Un árbol sólo queda: fragante limonero
que esparciendo con copos de flores el sendero,
nos conduce al recuerdo del humilde ranchero
que jamás retornó.




Alberto Ordoñez Arguello, In Memoriam

Por Jaime Ordoñez

Mi padre, Alberto Ordóñez Arguello (poeta y dramaturgo, nacido en Nicaragua el 16 de marzo de 1914 y fallecido en San José, Costa Rica, el 24 de agosto de 1991), hubiese cumplido un siglo de vida hoy domingo que escribo estas líneas. Me he tomado una pausa larga esta mañana para aquilatar su figura, como gran intelectual y patriota centroamericano que fue, y también como padre. Lo hago con el amor y el cariño del hijo que siempre le recuerda y le extraña. Y también con la distancia que el tiempo otorga y permite ver a un hombre que perteneció a una excepcional generación de centroamericanos, hoy prácticamente extinta.

Como escritor, formó parte de ese extraordinario grupo de poetas del Movimiento de Vanguardia que incluía a José Coronel Urtecho, Pablo Antonio Cuadra, Luis Alberto Cabrales y a Joaquín Pasos- Argüello, su primo hermano. Fue un poeta poderoso y creativo, Primer Premio Centroamericano de Poesía en 1964 por “Invocación a Centroamérica” (el cual compartió con Isaac Felipe Azofeifa), ganó otro premio centroamericano por los poemas al alimón escritos con Serafín Quiteño. Escribió doce libros, dos novelas, y una excepcional obra de teatro, “La Novia de Tola”, que es consustancial a la tradición vernácula de Nicaragua. Compartió amistad y trabajo creativo con los principales intelectuales de la Centroamérica de su época: con Carlos Martínez Rivas, con Edelberto Torres Espinoza y Torres Rivas, con Francisco Amighetti, León Pacheco, Claribel Alegría, Claudia Lars y con su gran amigo Miguel Angel Asturias (Premio Nobel de Literatura), con quien compartió el exilio en México.

Como político y luchador cívico, desde muy joven salió de Nicaragua por su enfrentamiento con la dictadura de Somoza y sus pasos lo llevaron por varios países del mundo, en un exilio que duraría el resto de su vida. Vive en El Salvador y llega Costa Rica en 1942. Desde entonces mantuvo una beligerancia constante contra las dictaduras latinoamericanas a través de la prensa y otros medios. Residió en Guatemala, donde fue preso y deportado por Ubico, habiendo regresado luego para colaborar con el gobierno del Presidente Juan José Arévalo, de quien fue amigo personal. Junto con Edelberto Torres Espinoza y otros exiliados nicaragüenses en Guatemala, crea la Junta Defensora de la Soberanía de Nicaragua. Luego vivió en El Salvador y Honduras, donde colaboró como funcionario de los gobiernos electos de Óscar Osorio y Ramón Villeda Morales. Fue fundador y miembro de la Legión Caribe, y ayudó a conseguir las armas para la revolución de José Figueres en 1948. A pesar de que fue un ferviente anti-somocista toda su vida, en sus últimos años adversó el sandinismo por considerar que había traicionado los principios de una revolución cívica y democrática. Fue uno de los hombres más puros, idealistas e inchantajeables que jamás conocí.

Formó parte de la generación de centroamericanos que sentó la base de la SIECA, liderada por intelectuales como Pedro Abelardo Delgado; Jorge Sol Castellanos; Dante Ramírez, Carlos Manuel Castillo y Roberto Mayorga Cortés. Una generación extraordinaria que, en efecto, creía en el afán morazánico de una región unida. Hoy—cuando Centroamérica es básicamente un exitoso proyecto comercial—mucho le haría falta un proyecto de integración de derecho público similar al que diseñaron ellos.

Sus exilios lo llevaron a Costa Rica, donde se casó con una gran mujer de Cartago, mi madre, María Eugenia Chacón Jiménez—a quien aún tengo viva-- pintora, de la primera generación de discípulos de Margarita Berthaeu y don Paco Amighetti. Y así se define la vida. Mis hermanos y yo, nacidos aquí en Costa Rica, somos en consecuencia puros hijos de exilio, resultado de esa Centroamérica fragorosa y sangrienta del siglo pasado. Alberto Ordóñez Arguello era, además, uno de los hombres más vitales, simpáticos y alegres que he conocido. Su carcajada estruendosa era capaz de levantar un vuelo de palomas, de cortar el aire y de llenar de alegría a todo quienes tuvieron la gran fortuna de conocerle.

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Sobre el autor...

Jaime Ordoñez es Doctor en Derecho Internacional por la Universidad Complutense de Madrid y Master en Ciencia Política por The George Washington University, Washington D.C. Ha sido profesor invitado de las universidades de Columbia, New York, Maryland y Tulane, New Orleans en E.E.U.U, asesor del Banco Mundial, del BID, del PNUD, del CEPAL-ILPES, del Gobierno de Noruega, del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), de UNICEF y ACNUR. Es Director de la Cátedra de Teoría del Estado de la Universidad de Costa Rica y miembro de la Comisión de Dirección de la Maestría Centroamericana de Ciencias Políticas. Ha publicado 12 libros y más de 60 artículos en revistas especializadas en América Latina, EEUU y Europa. Actualmente es Director del Instituto Centroamericano de Gobernabilidad (ICG) y del Programa Observatorio de la Democracia en Centroamérica, con sede en San José, Costa Rica.




GREGORIO ROMERO DE LARRAÑAGA [13.723]

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Gregorio Romero de Larrañaga

Gregorio Romero de Larrañaga (Madrid, 1814 - ibíd. 1872), periodista, dramaturgo, poeta español.

Estudió Derecho en la Universidad de Alcalá de Henares y en la de Madrid. Llevó una vida retraída y enferma (Barcelona, 1863-1867). Trabajó como abogado y oficial de la Biblioteca Nacional. Fue asimismo secretario particular de Manuel Bretón de los Herreros. Defendió apasionadamente los postulados dramáticos del Romanticismo y formó parte de la tertulia literaria conocida como El Parnasillo. Participó activamente en el Liceo y colaboró en publicaciones como el Semanario Pintoresco Español (donde aparece su nombre por primera vez en 1836) y en El Mentor de la Infancia; también en otros muchos periódicos, entre ellos El Español. Dirigió la revista de literatura y modas La Mariposa (1839) y se encargó de la parte literaria de La Iberia Musical y Literaria (1842-1846), una de las primeras revistas españolas consagradas a la música.

Obra

En sus poemas líricos imitó a José de Espronceda y en los de corte orientalista o legendario a José Zorrilla. Recogió su obra poética desde 1835 en Poesías (Madrid: Vicente de Lalama, 1841), dos tomos, publicadas a instancias del Liceo artístico. El primero contiene su creación lírica, cuyos ejes temáticos son el amor, la tristeza, el paso de la hermosura, el oriente, y son algo tópicas, salvo quizá "Un sueño de un sueño", que recuerda a Edgar Allan Poe. El segundo, titulado Cuentos históricos, leyendas antiguas y tradiciones populares, de carácter narrativo, se abre con una introducción en verso donde enumera lo que va a evocar: brujas, castillos árabes, caballeros. Además de este volumen de poemas narrativos o leyendas escribió otros: Las ferias de Madrid, 1845, El sayón (1836) -inspirado en El bulto vestido de negro capuz de Patricio de la Escosura- e Historias caballerescas españolas (1843)

Dejó una novela histórica, La cruz y la media luna, sobre el matrimonio de una hermana de Alfonso V con un moro, y otra sentimental y costumbrista, La enferma del corazón (1846-1848). Se consagró en especial al drama histórico: Jimena de Ordóñez, 1838; El gabán de don Enrique (sobre don Enrique III el Doliente); La vieja del candilejo (sobre Pedro I el Cruel), en colaboración con Elipe y Manuel Juan Diana; Fernán González (1847); Juan Bravo el comunero (1849), El héroe de Bailén (1852), sobre el general Castaños; El licenciado Vidriera, inspirado en la novela ejemplar homónima de Miguel de Cervantes. Uno está dedicado a Garcilaso de la Vega (1839), poeta al que admiraba mucho. Un buen éxito obtuvo Felipe el Hermoso (1845), en colaboración con Eduardo Asquerino.


DEL SOL Y LAS RÁFAGAS 

Del sol las ráfagas momentos plácidos,
desapareciéndose, horas dulcísimas,
la sombra ocúltalas que en sueños célicos
en su capuz nos consoláis,
Sólo entre móviles, huid, que al ánima
nieblas fantásticas, llorosa y tímida,
luceros débiles en vez de jubilo

quiebran su luz tormento dais



Amar con poca fortuna : novela fantástica, en verso por Gregorio Romero Larrañaga 



Siguiendo el curso al Tiber cenagoso 
que cruza esquivo la ciudad de Roma, 
murmurando de imperio tan famoso, 
cuyo escombro á su orilla se desploma, 
y avergonzado de besar el foso 
del castillo San Angelo, que asoma 
á su márjen las torres eminentes 
por verlas junto al cielo en sus corrientes: 

Allá donde terminan los collados 
que al romano confín aun pertenecen, 
y donde empiezan los feraces prados 
que las brisas del golfo ya florecen, 
hay dos valles umbríos y apartados 
que espesos bosques entre sí guarecen, 
y á su entrada se encuentra un pobre asilo, 
mansión feliz de un pescador tranquilo. 

La cuesta que alli guia, en la montaña, 
es áspera y fatiga á los viajeros, 
que entonces ven en la infeliz cabana 
un magnífico alcázar de hechiceros! 
Fecundo el Tiber sus paredes baña: 
y el son de sus rumores lisonjeros 
al viajador seduce, y le encamina 
con fuerza oculta á la mansión mezquina. 

Después de recorrer el Mar Tirreno 
que traga al Tiber en su seno umbrío, 
volvía yo de Roma al campo ameno 
una tarde apacible del estío: 
el viento suave, del perfume lleno 
de las flores que dan guirnalda al rio, 
murmuraba en los ramos desmayados 
de dos llorosos sauces abrazados. 
El solitario albergue cobijaban 
entre su verdes y pomposos brazos, 
que un toldo espeso en derredor formaban 
con mil floridos y flexibles lazos: 

De los vientos del Norte, le ocultaban 
con tanto afán, que haciéndose pedazos, 
por demostrar su paternal desvelo, 
las ramas le estendian hasta el suelo. 
En los troncos veíanse esculpidos 
dos nombres, diestramente entrelazados; 
de tulipanes secos, y encendidos 
un tiempo, con guirnaldas coronados; 
pero ya largos años transcurridos, 
los tallos solamente allí clavados 
se conservaban aun, para memoria 
de alguna triste, enamorada historia! 

Al pie de los dos sauces, que á mis ojos 
dos sombras abrazadas parecían, 
vi de una sensitiva los manojos, 
que mustios y mezquinos florecian 
en medio de un zarzal, cuyos abrojos 
tan prodijiosamente se estendian 
que, hasta el rústico techo ya trepaban 
y el dintel de la puerta enmarañaban. 
Iba á arrancarlos, mas juzgué prudente 
florecerían con designio acaso, 
cuando su dueño, el pescador, consiente 
que así embaracen de su choza el paso: 
por sus espinas sus amores cuente 
quizá, ó las horas de su mal no escaso; 
y asi esclamé: «Creced, rudos abrojos, 
florestal vez del llanto de unos ojos!» 

Óyelo el pescador. Me abre , en seguida, 
la puerta de su casa y de su pecho, 
pues, bondadoso y franco, me convida 
con su hogar, con su mesa y con su lecho. 
Pasé la noche allí; supe su vida, 
y él parte de la mia; y satisfecho 
de hallar en mí quien bien le comprendiera, 
me confló una historia lastimera. 

Aquella misteriosa sensitiva 
quizá era una mujer enamorada, 
que entre aquellos abrojos fiel cautiva 
vivia, hasta en la muerte, encadenada. 
En los sauces, también eterna y viva 
estaba una memoria conservada: 
eran sombras de amantes desterrados 
sobre el tumulto agreste desposados! 

»Esos los restos son de mis mayores; » 
me dijo el pescador, sus negros ojos 
enjugando en las ramas: « sus verdores 
« crecen sin duda con su sangre rojos. 
«Ay! desdichados fueron por amores ! 
«Nunca cojieron flores, siempre abrojos! 
«Mirad la pobre herencia que guardaron 
«al único heredero que dejaron! 
«Pues sois poeta, en vuestra hermosa España 
«os consiento cantéis esta aventura: 
«es verdadera, aunque parezca estraña 
«por rasgos de un amor que fué locura. 
«Variad todos los nombres, la cabana... 
«Ay! por respeto á mi familia oscura: 
«Referir los sucesos, sí os permito! » 
Al darme un tierno adiós, me dio este escrito. 


I

Rujiero y Eloísa eran amantes 
que desde la niñez se idolatraban; 
tan finos y constantes 
que, según ellos, antes 
de que al mundo vinieran se adoraban. 

Eloísa era pálida y morena, 
ardiente y espresiva, 
de hermosos ojos cual la noche oscuros; 
de mirada dulcísima y serena, 
destello al fin de sus afectos puros. 
Sus vivos movimientos 
el vaivén semejaban de las flores 
cuando ceden al soplo de los vientos: 
en su voz, los sentidos ruiseñores 
sus querellas dolientes aprendían, 
para soltar después en la espesura 
los inspirados cantos que la oian, 
sin imitar su singular dulzura. 

Como la palma del desierto erguida , 
como la estrella del amor hermosa , 
aquella joven para amar nacida, 
era en Roma tenida 
no por mujer por vírjen milagrosa. 
Pero sus bellas prendas naturales 
eran todo su hechizo: 
aunque, á decir verdad, por celestiales, 
no pudiera soñar otras iguales 
ni para un serafín Dios que los hizo. 
Y aun con ser tan perfecta la doncella 
en Roma murmuraban , 
que otra joya mayor brillaba en ella 
que sus gracias divinas que admiraban: 
y el caso averiguado 
fué, que sin duda relación hacían 
al corazón ardiente, enamorado, 
grande, entusiasta, noble y delicado 
que en la bella romana suponían. 

Verdad es que jamás junto á su puerta 
llegó á tocar el infeliz mendigo, 
sin que la hallase á su clamor abierta , 
y amparo y mesa en su modesto abrigo. 
Las doncellas del valle enamoradas 
la contaban sus cuitas, 
y oyendo sus razones inspiradas, 
juzgaban exaltadas 
ser ya las horas de su amor benditas. 

Los jóvenes galanes 
la elejian por tierna intercesora 
de sus dulces afanes: 
y á fé que por tan linda mediadora, 
casi siempre dichosos conseguían, 
ó aplacar los enojos 
de las serranas bellas que ofendían, 
ó por lo menos, ver que les volvían 
con blandas iras los crueles ojos. 
Eloísa, aquel ánjel de belleza, 
de virtud, de inocencia y de ternura, 
un defecto ocultaba: 
presumía de sí y de su hermosura: 
y orgullosa, el aplauso y la grandeza 
su corazón vehemente ambicionaba. 

La vanidad ahoga la ternura ! 
De esta joven, tesoro verdadero 
escondido de Roma en las entrañas, 
era señor, Rujiero; 
joven de edad, de aliento caballero, 
pero pobre y nacido en las montañas. 
Digo señor, porque era de Eloísa 
con tanto estremo amado, 
que ella misma afirmaba con sonrisa, 
que le amaba cual Dios, aunque remisa 
llegaba á confesar que era pecado: 
y asi no hay que estrañar si se jactaba 
de ser su amante y su rendida esclava. 
El joven, á decir lo que pensamos, 
puesto que en tal obligación nos vemos, 
merccia su amor, lo confesamos, 
y le correspondía con estremos. 

Frájil de cuerpo, aunque de talle erguido, 
de noble rostro y despejada frente, 
de sus ojos el brillo oscurecido 
revelaba en Rutero: «él ha nacido 
para amar con locura eternamente I 
Entre sus negros lúbricos cabellos 
su blanca palidez mas resaltaba, 
y eran a fé tan largos y tan bellos, 
que mas de una mujer juró que entre ellos 
preso en sus redes el amor volaba. 
También negros sus ojos y rasgados 
cual dos estrellas de divina lumbre, 
casi siempre á los cielos levantados 
brillaban eclipsados 
con lágrimas de oculta pesadumbre. 

Y asi es que su tristeza 
sordamente, sin duda, devoraba 
del pobre joven la jentil belleza, 
por eso su cabeza 
sobre el pecho á la tierra se inclinaba: 
notándose en su rostro peregrino , 
el misterioso sello que se advierte 
en los que acaso señaló el destino 
para encontrar muy pronto en su camino 
la sombra helada de la horrenda muerte. 
Por eso , atribuyendo su martirio 
á mal de amor profundo y encubierto, 
las romanas, queriendo su delirio 
merecer, le llamaban blanco lirio 
silvestre del desierto. 

De Eloísa el buen padre, 
y de Rujiero la amorosa madre, 
en su enlace gustosos consentían, 
y aun desde niños ya los destinaron, 
para ver si en sus hijos renacían 
los frutos de su amor que se pasaron! 
Por qué jemia el infeliz Rujiero 
cuando todo en su dicha conspiraba, 
y por dichoso Roma le envidiaba? 
Por qué con tristes aves , lastimero, 
su contraria fortuna lamentaba? 
No era para él afable y cariñosa 
como el alba de abril para las flores 
su prometida y lánguida Eloísa? 
No brillaba para él siempre amorosa 
su hechicera sonrisa? 

Sus ojos seductores 
no eran la clara luz de sus enojos? 
No le decian con afán risueño 
tan peregrinos ojos, 
«mi Rujiero, tú solo eres mi dueño? » 
Cual es pues esa sombra que oscurece 
los dulces sueños de su amante gloria? 
Esperemos , lector, si te parece, 
á que lo aclare el curso de esta historia. 

(......)






Gregorio Romero Larrañaga

Hoy quiero hablar de uno de nuestros poetas románticos menos conocidos: Gregorio Romero Larrañaga, con el que me unen lazos familiares, ya que era el padre de mi tatarabuela.
Gregorio  nació en Madrid, en la actual plaza  de Tirso de Molina, el 12 de marzo de 1814. Su padre era de Sigüenza y su madre de Simancas. Estudió en el Colegio Imperial de la calle de Toledo y después cursó 
estudios de leyes, examinándose en la Universidad de Alcalá. 

Comenzó a publicar sus versos en 1836.  Su primera novela, El sayón, publicada ese mismo año, fue elogiada por  Mesonero Romanos y Bretón de los Herreros. 
Participó en la tertulia literaria de El Parnasillo, celebrada en un café situado junto al teatro Español. . Colaboró en periódicos y revistas como el Semanario Pintoresco Español, El Mentor de la Infancia, El Español, La Mariposa (de la que fue director en 1839), El Reflejo o La Iberia Musical y Literaria.
Participó en El Liceo, del que fue director literario y brilló en las veladas del palacio de Villahermosa, donde fueron premiadas varias de sus composiciones, entre ellas la que dedicó a la exhumación de los restos de Calderón.



Dentro del estilo romántico más exaltado, publicó novelas como La enferma del corazón (1848), su obra más conocida, o La cruz y la media luna.
Creó sobre todo dramas históricos como Misterios de honra y venganza (1842), Felipe el Hermoso, Jimena de Ordóñez, Fernán González , o El héroe de Bailén, la mayoría ambientados en la Edad Media. Otra obra exitosa fue "Historias caballerescas españolas" escrita en prosa. 
Escribió obras populares como "Cuentos históricos, leyendas antiguas y tradiciones populares", o "Historias caballerescas españolas" y "Las ferias de Madrid", participando en la redacción de la obra burlesca "Los amantes de Chinchón". Su poesía, muy influenciada por Espronceda y Zorrilla, estaba marcada por una profunda melancolía.
Gregorio residió en la madrileña calle del Rollo. Trabajó en la Biblioteca Nacional de Madrid y en la Biblioteca Provincial de Barcelona. Hombre de salud delicada, murió en Madrid en 1872 sin que la prensa se hiciera eco de su fallecimiento.


"Venid, venid en torno del Trovador que canta, 
hora que alumbra el fuego del chispeante hogar; 
veréis al dulce estruendo que su laúd levanta 
los siglos ya pasados su tumba abandonar. 

Le basta en recompensa, si alguna vez contando 
lances que ya ha sentido por ciertos vuestro amor, 
cerráis su pobre historia, llorosas recordando 
el canto misterioso del dulce Trovador."



En el cuadro "Los poetas contemporáneos" de Antonio María Esquivel (1846), Gregorio aparece al fondo a la derecha, en la fila de detrás. En esta conocida pintura vemos a la mayoría de los escritores románticos escuchando una lectura de José Zorrilla en el estudio del pintor Esquivel.

Puedes leer algunas de las obras más conocidas de Romero Larrañaga en la página web de la Biblioteca Digital Hispánica

http://caminandopormadrid.blogspot.com.es/









GONZALO CANTÓ VILAPLANA [13.724]

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Gonzalo Cantó Vilaplana

Gonzalo Cantó Vilaplana (Alcoy, 1859-Madrid, 1931) fue un periodista, dramaturgo y poeta español.

Cursó sus estudios en Madrid, donde colaboró en varias publicaciones como La Raza Latina, Blanco y Negro o Madrid Cómico, y fue redactor jefe del semanario satírico La Avispa, al tiempo que publicó artículos en diversos periódicos de Alcoy.

Fue nombrado hijo predilecto de Alcoy en el año 1923.

Obras

Casa editorial (1888), con Carlos Arniches
La leyenda del monje (1890), con Carlos Arniches
El fuego de San Telmo (1898), con Carlos Arniches
El asistente del coronel (1898)
El maño (1906)
La real mentira (1906)

Poesía

Buenaventinas (1917)




AURORA Y OCASO 

Tarde llegas a mí, tierna criatura,
arquetipo del ser más delicado;
tarde llegas a mí; mas te he besado
y no puedo esperar mayor ventura.

La ilusión, el amor y la ternura,
al besarte, en mi pecho has despertado,
y el corazón, de palpitar cansado,
late cerca de ti con más soltura.

Llegas tarde a mis brazos, y por eso
despierto se me encuentra a toda hora
siempre esperando que me des un beso.

¡El beso del ocaso y de la aurora!...
Turna la noche con su manto espeso;
la aurora ríe y el ocaso llora.




FICCIONES VIDA Y OBRA DE GONZALO CANTÓ VILAPLANA
POR CARLOS VALLS GARCÍA

(FRAGMENTOS)




VERDAD. 

Pues más adulteración
verás en la sociedad.
De sus defectos insanos
estoy harta, lo confieso; 
el mundo está como el queso
Rochefort, lleno de gusanos.

(La verdad desnuda, p. 22).




Como llegue a ser un hecho 
el submarino Peral,
iremos a cantar coplas
al Peñón de Gibraltar.
Y una vez que ya logremos
por el estrecho pasar...
puntos suspensivos,
más vale callar. 

(Ortografía, p. 41).




Las manías

MAN.—Por ti, bien mío,
la lira pulso;
sensibles fi bras
sus cuerdas son.
Así las notas
dulces que vierte
hieren directas
al corazón.

MAR.—¿Qué de mí fuera
sin tu cariño?
¿Qué de la vida
sin fe ni amor?
Campo sin fl ores,
árbol sin hojas,
noche sin luna,
día sin sol.

CON.—Cloc, cloc,
cantaba la rana
cloc, cloc,
debajo del agua.

INO.—Y el cuco, que no dormía,
cu, cu,
cu, cu,
repetía.

(Las manías, p. 26-27).





La Noche 

¡Qué penita es estar preso
detrás de una reja fría
Y sin poder darte un beso,
morena del alma mía!
¡Yo beso la reja 
que tu mano toca,
pero ella me deja 
amarga la boca!



En La leyenda del monje escuchamos la historia fantástica a través de un cantable interpretado por Martina, composición de un tono poético exquisito:


MARTINA.— A una pescadora,
como dos no había,
un monje en mal hora,
amó sin pudor,
y con gran misterio
a nado venía
desde el Monasterio
a calmar su amor.
Para que acudiera
el monje a la cita,
en dónde él la viera
ponía una luz; 
y el monje malvado,
con ansia infinita,
por ir a su lado
dejaba la cruz.
De esta infamia poco a poco
enterose el pescador,
y juró, de celos loco,
castigar al seductor.
Y una noche, entre las rocas,
el farol colgó el marino,
por si el monje libertino
acudía a la señal;
y quedándose en acecho,
al verle llegar a nado,
en el pecho del malvado
clavó su agudo puñal.
A la clara luz del día
descubrieron
los que fueron
a pescar,
su cadáver solitario,
que tenía 
por sudario
las olas del mar.
Y en las noches de calma
y recogimiento,
se ve siempre el alma
del monje vagar,
cual frágil barquilla,
juguete del viento,
sin remos ni quilla
perdida en el mar.
Desde el día 
misterioso
de aquel crimen
tan cruel,
no hay ninguna
pescadora
que a su esposo
le sea infiel.

(La leyenda del monje, p. 6-7).




VIEJOS Y VIEJAS.— Música.
El pasante que tiene el notario
que es un chico de mucha conciencia
nos ha dicho al salir del rosario
con misterio lo del medallón.
Nos ha hablado del conde y del hijo
y que al hijo le deja una herencia
aunque nada se sabe de fi jo
y se ignora si es hembra o varón.
¿Quién podrá ser
esa mujer
que el conde amó?
Nunca lo creí.
Cuando hoy lo oí
me sorprendió.
¿Será la Pascuala?
¿Será la Manuela
que ha sido muy mala
en su juventud?
¿Será la tía Gala?
Porque la tía Mela
ha sido modela
y aún es de virtud.
Quién podrá ser
esa mujer
etc., etc.,

(Las peluconas, p. 361)



El Cristo de la Luz, misterio en un acto, inspirado en una leyenda toledana, y que según Adrián Miró no fue estrenado, asienta sus valores literarios en la calidad poética y en los efectos teatrales —sobre todo, los luminotécnicos— encargados de diseminar un halo misterioso-legendario. Gonzalo Cantó une en este caso su pluma a la de Leopoldo López de Sáa, buen poeta, que tuvo mucho que ver en la pulcra ejecución poética de la pieza. 


¡Llega el día! La luz vaga
del amanecer, oculta
el error que se sepulta
con la vida que se apaga.
Crepúsculos de ilusión
la vida humana refl eja.
¡Ay del que apagarse deja
la fe de su corazón!
¡Jesús de Getsemaní!
¡Dios de la tierra y del cielo!
Ya que mi amor y mi anhelo
por tu piedad conseguí,
no me niegues de tu Cruz
la claridad protectora.
¡Muéstrate a la que te adora!
¡Salve, Cristo de la Luz!

(El Cristo de la Luz, p. 46).




El gobierno de Dato pidió a Cantó que escribiera el Himno a Cervantes, en su último centenario, encargo que el bueno de don Gonzalo no llegó a cobrar. Reproducimos aquí el Himno, al no haberlo hallado en ninguna de las publicaciones sobre el autor:




I

Príncipe excelso del patrio idioma,
triste cautivo, bravo guerrero,
nuevos laureles de grato aroma
pone a tus plantas el pueblo ibero.

Poeta que las musas llevaron al Parnaso
con Tirso y Garcilaso, con Lope y Alarcón,
en raudo pensamiento ha sido tu Pegaso, 
y en él por todo el orbe corrió tu inspiración.

Y ya que el mundo tu nombre aclama
y a honrar España va tu memoria
las aúreas trompas cantan tu fama
y los poetas himnos de gloria. 

Tu busto se destaca nimbado de arrebol
y al genio portentoso admira el pueblo en él;
su trono sempiterno de luz te brinda el sol
que tiene sus más vivos destellos por dosel.


II

Trasunto somos, fi el semejanza
de un cuerpo loco, de un sabio zote; 
todos llevamos un Sancho Panza
como escudero de Don Quijote.

Unidas las banderas, el pueblo americano
pregona con España su hermosa creación,
al ver con alegría que se habla el castellano
por todo el nuevo mundo, que descubrió Colón.

En esa lucha desesperada
que con galana pluma describes, 
rendiste al turco mano y espada
mas no la pluma, por la que aún vives.

Tus glorias van contando con júbilo y amor
las aves por el aire, las olas por el mar,
y alegres los obreros suspenden su labor
y en alabanza tuya disponense a cantar.




Quintilla inédita, improvisada y recopilada por Enrique Botella Martín:


“De vindre sempre tinc ganes
tan sols per vore les chiques
perque son com fl ors tempranes
¡Ay, que cares mes boniques!
Les de les meues paisanes”.














OCTAVIO DÍAZ-PINES [13.725]

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OCTAVIO DÍAZ-PINES

Manzanares (Ciudad Real)-España,1922 - Madrid, 2012
Poeta, colaboró con la revista Cántico



MUJER SIN AMOR

Verdad que dejaste morir en las esquinas
De tu cuerpo tangible.

Surgiendo de ti el lastre
De amores que se ocultan
Cuando del corazón tú te perdías
En los hielos del alma.

Pobre mujer, remando al mar de lágrimas,
Que la sangre domina y deposita
En el árbol ya leve
Sombra del paraíso.

Eras tú, siempre en grito,
Aunque te aplane
El temblor de esos labios que en ti vagan
Por países prohibidos.
Aunque seas mujer sin el amor de cada día,
Cueva donde la luz pudre su íntimo
Gotear dulcemente que suspira.
Mujer muerta en la sombra con mil sueños
Haciendo ruido por las sienes frías.

No quieres dejar en tigres lánguidos
Tu cintura o tu vientre,
Tus suaves pechos ya minuciosos de quemarse
En cada mañana tuya que provocas.

Pobre mujer que tiene que rendirse,
Como una torre, a la piedad del viento
Y escapar por espumas de obsesiones
A la caída de la tarde.

Pobre mujer cogida en propia trampa
-lastimosa y cruel-,
Cepo que estruja
Miembros desconcertados en la súbita
Negación todavía enderezable.
¡Pobre! ¡Pobre!

Ella que otra destruye inaccesible
En rojas caracolas
Que muslos aprisionan
Cercando en espirales poco a poco.
Ella que enciende su amorosa nuca
Con dedos ágiles.
Ella que muere al filo de una rosa
Suavemente amarilla.
Ella en aliento de un amor sin rostro
En silencio de lirios. Ella que quiere 
Irse con la caricia que nos sobra.
Ella que amor le niega el triste corazón del amante.
Ella besándose en silencio. Sola en ardiente bosque.
Más triste cada vez y más intacta.
¡Pobre! ¡Pobre!
Pobre mujer que yo saludo ahora
Con estos versos de responso.
-Que Dios perdone nuestro ruego-.
Por mí que vivo
En esta orilla donde el amor hiere.





RETRATO

La estoy mirando y mis sentidos dudan
-asombroso poder de una mano levantada-.
Ya no se sabe decir: “Los frágiles caminos
Han vuelto a la dulce obediencia”.

La ternura me lleva hacia el reflejo
Que sus hombros ocultan
Pero rendido aguardo a que me llame

Está sentada; ahí, junto a la puerta
Su cabeza sin sombras bajo el calor de julio
Mueve su flequillo leve, despeinado.

En su sonrisa acaban las sonrisas
De los que la miramos en silencio.

Se entreabren sus labios.
Se detiene, en un gesto que ya inicia
Su breve pecho insinuado,
Y levanta una mano mientras dice:

“En agosto estaré en Inglaterra con mis padres”


Antología de Poesía Amorosa Contemporánea 
Recopilación de Carmen Conde 
Editorial Bruguera, Barcelona, 1969





VÍCTOR SOLIÑO [13.726]

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Víctor Soliño 

Nació en Pontevedra, España en 1897. De pequeño se estableció en Montevideo, Uruguay; Escribió Sainetes y para revistas musicales, trabajando tambien en la radiotelefonía.Fué Periodista en el Diario El plata de Montevideo. Falleció en Montevideo, en el año 1983.

Nacido en España pero rioplatense por adopción, Víctor Soliño, autor de Garufa y Adiós mi barrio, fue uno de los letristas de tango más importantes de la historia.Víctor Soliño

Nacido en España, llegó muy joven al Río de la Plata, donde se afincó para siempre.

El periodista Alfredo Carlos Dighiero reseña que el escritor fue creador de obras notables que hoy en día continúan recorriendo el mundo, como Garufa, Niño Bien, Adiós mi Barrio o Mocosita.

Estuvo ligado profundamente a uno de lo baluartes de la cultura popular: la Troupe Estudiantil Ateniense. Fue también hombre de radio y propulsor de la colega CX 14 El Espectador.

Además, y por todo eso, Soliño fue un testigo excepcional del crecimiento y desarrollo de Montevideo, con los lugares más típicos de un siglo atrás como fueran el clásico café Tupi Nambá, el Teatro Royal, el Teatro Artigas.

Cultivó amistad con Mattos Rodriguez, Ramón Collazo, Roberto Fontaina, Blixen Ramirez yAdolfo Mondino, entre muchos más.

Sus páginas de tango recibieron la consagración definitiva en la interpretación de la legendaria cancionista argentina Rosita Quiroga.
También Carlos Gardel le consagrú su obra compartida con Mattos Rodríguez; Mocosita.





Niño bien

Niño bien, pretencioso y engrupido
que tenes berretin de figurar.
Niño bien que llevas dos apellidos
y que usas de escritorio el "Petit Bar."
Pelandrun que la vas de distinguido
y siempre hablas de la estancia de papá
mientras tu viejo, pa' ganarse el puchero
todos los dias sale a vender fainá.
Vos te crees que porque hablas de ti,
fumás tabaco inglés,
paseas por Sarandi
y te cortás las patillas a lo Rodolfo
sos un fifi;
Porque usas la corbata carmin
y allá en el Chantecler,
la vas de bailarin
y te mandas la biaba de gomina
te crees que sos un rana
y sos un pobre gil.
Niño bien que saliste del suburbio
de un bulin alumbrado a querosén
que tenes pedigrée bastante turbio
y decis que sos de familia bien.
No manyas que estas mostrando la hilacha
y al caminar con aire triunfador
se ve muy claro que tenes mucha clase
para lucir detrás de un mostrador.




Adiós Mi Barrio

Viejo barrio que te vas
Te doy mi último adiós
Ya no te veré más.
Con tu negro murallón,
Desaparecerá
Toda una tradición.
Mi viejo barrio sur,
Triste y sentimental,
La civilización
Te clava su puñal.
En tu costa de ilusón
Fue donde se acunó
El tango compadrón.

Ya se fue tu famosa muralla,
Cuyas sombras sirvieron mil veces
De testigo a los guapos de laya
Que morían por un corazón.
Y en las noches de luna febriles,
Al compás rezongón de las olas,
Los muchachos con sus tamboriles
Ya no entonan su alegre canción.

El boliche ha cerrado su puerta,
Ya no hay risas, ni luz, ni alegría
Y en la calle ruinosa y desierta
Sopla un viento de desolación.
La piqueta fatal del progreso
Arrancó mil recuerdos queridos
Y parece que el mar en un rezo,
Demostrara también su emoción.

(recitado)
Barrio sur... viejo barrio querido
Que te van arrancando a pedazos
Perfumao con olor de leyenda,
Para vos es mi canto.
Para vos barrio sur de mis sueños
Que me has visto jugar de muchacho
Y guardás en tus calles estrechas
Mil recuerdos sagrados.
Para vos viejo barrio compadre,
De pañuelo y chambergo ladeado,
Que tenés mansedumbre de niño
Y arrogancia de macho.
Para vos viejo barrio sur de mi vida
Que engendraste el tango
Con pasiones, tragedias y risas
Para vos es mi canto.
Viejo barrio que te vas
Te doy mi último adiós
Ya no te veré más.





MUÑEQUITA
Canción

Muñequita de ilusión

más fragante que un rosal,
no desdeñes mi pasión
escucha mi madrigal.
Es tu cara sin par,
tan fresca como una poma
donde la sonrisa asoma
cual aurora al despertar.

Son tus ojazos tan negros,

Ladrones que acechan
en la oscuridad.
Es tu boca pecado
como un paraíso
de felicidad,
y tu sonrisa la estrella
que alumbra las noches
de mi soledad.

Tu voz es como una alondra

que arrulla su nido
con suave cantar.
Tus manos blancas de reina
parecen que fueran
espuma de mar.
Y las perlas de tus dientes
joyas escapadas
de un regio collar.

Al excelente amigo y cantor Alberto Vila.





GARUFA

Tango 1927

Del barrio La Mondiola sos el más rana

y te llaman Garufa por lo bacán;
tenés más pretensiones que bataclana
que hubiera hecho suceso con un gotán.
Durante la semana, meta laburo,
y el sábado a la noche sos un doctor:
te encajás las polainas y el cuello duro
y te venís p'al centro de rompedor.


Garufa,

¡pucha que sos divertido!
Garufa,
ya sos un caso perdido;
tu vieja
dice que sos un bandido
porque supo que te vieron
la otra noche
en el Parque Japonés.

Caés a la milonga en cuanto empieza

y sos para las minas el vareador;
sos capaz de bailarte la Marsellesa,
la Marcha a Garibaldi y El Trovador.
Con un café con leche y una ensaimada
rematás esa noche de bacanal
y al volver a tu casa, de madrugada,
decís: "Yo soy un rana fenomenal".




MAULA

Tango 1927

No pises el cotorro

que no te puedo ver.
No ves que hasta vergüenza
me da ser tu mujer.
Yo quiero, pa' que sepas
tener siempre a mi lado
a un hombre bien templado,
no a un maula como vos.
A un hombre que se juegue,
si llega la ocasión,
la vida en una carta,
sin sentir emoción.
A un hombre que sea hombre
y sepa responder
y no llore cobarde,
igual que una mujer.

Maula

que ante el insulto callaste.
Maula
que cobarde te achicaste.
Maula
que sólo te creés valiente
cuando una noche de farra
te ves enfrente de una mujer.


La barra del boliche

borracha de pernod
mi nombre que es el tuyo
por el suelo arrastró
y vos que de una mesa
oíste aquella infamia
bajaste la cabeza,
cobarde, sin chistar.
Al verte tan compadre,
con tu aire de matón,
te juro por mi madre
te tengo compasión.
No vuelvas al cotorro,
porque mi corazón,
se ha hecho para un hombre
y vos no sos varón.







LUZ POZO GARZA [13.727]

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Luz Pozo Garza

Nacida en Ribadeo en 21 de julio de 1922, es una poeta y miembro de la Academia Gallega.

Con catorce años a causa de la Guerra Civil española y la persecución de que había sido objeto su padre, se trasladó con su familia primero a Lugo y luego a Larache (Marruecos). De vuelta a Galicia, se estableció en Nursery. Promovió la revista Orion Key.

Es miembro de la Academia Gallega desde 29 de noviembre de 1996 . Su discurso se tituló Diálogos con Rosalía y fue contestado por Jesús Montero Alonso.

Luz Pozo Garza es, según Rosario Alvarez "una voz distinguida en nuestra poesía desde la publicación de su primera colección de poesía en gallego, la boca del pájaro (1952), que inauguró la colección Xistral". En su obra posterior Luz escribe una poesía llena de sensualidad, profunda, en la que el amor, la ansiedad existencial, la patria, la libertad e incluso la muerte se entrelazan al componer textos de sublime autenticidad y madurez.

En 2001 fue nombrada socio de honor de la Asociación de escritores en lengua gallega .

El condado Culleredo le dedicó una calle de la ciudad .

Obra en gallego 

Poesía

O paxaro na boca , 1952 , Xistral.
Últimas palabras / Verbas derradeiras , 1976 , Nordés.
Concerto de outono , 1981 , Edicións do Castro .
Códice calixtino , 1986 , Sotelo Blanco .
Prometo a flor de loto , 1992 , Deputación da Coruña .
Vida secreta de Rosalía , 1996 , Espiral Maior .
Ribadeo, Ribadeo , 2002 , Xunta de Galicia .
Medea en Corinto , 2003 , Linteo , edición bilingüe galego-castelán.
Historias fidelísimas: poesía selecta 1952-2003 , 2003, PEN Clube de Galicia .
Memoria solar (obra poética íntegra), 2004 , Linteo.
As arpas de Iwerddon , 2005 , Linteo.
As vodas palatinas , 2005, Espiral Maior.
Deter o día cunha flor , 2009 , Baía Edicións . Con ilustracións de José Valentín.

Ensaio

A bordo de "Barco sen luces" ou o mundo poético de Luís Pimentel , 1990 , Sotelo Blanco. Edición corrixida e ampliada no 2011 , publicada en Alvarellos .
Álvaro Cunqueiro e "Herba aquí ou acolá" , 1991 , Galaxia .
Galicia ferida: a visión de Luís Seoane , 1994, Edicións do Castro.
Diálogos con Rosalía , 1996, Real Academia Galega.
Ondas do mar de Vigo: erotismo e conciencia mítica nas cantigas de amigo , 1996, Espiral Maior.
Tres poetas medievais da ría de Vigo , 1998, Galaxia.

En antoloxías e obras colectivas 

Antoloxía da poesía galega actual. Nordés , 1978 , Edicións do Castro.
I Festival de Poesía no Condado , 1981, SCD Condado.
Os escritores lucenses arredor de Ánxel Fole , 1986, Concello de Lugo.
Daquelas que cantan. Rosalía na palabra de once escritoras galegas , 1997 , Fundación Rosalía de Castro.
Tres poetas medievais da Ría de Vigo: Martín Codax , Mendiño e Johán de Cangas , 1998, Galaxia.
A poesía é o gran milagre do mundo , 2001 , PEN Clube de Galicia .
Poetas e narradores nas súas voces. I , 2001, Consello da Cultura Galega .
Antoloxía consultada da poesía galega 1976-2000 , 2003, Tris Tram . Por Arturo Casas .
Carlos Casares . A semente aquecida da palabra , 2003, Consello da Cultura Galega .
Negra sombra. Intervención poética contra a marea negra , 2003, Espiral Maior.
Poemas de amor. Xeración dos 50 , 2004, Tórculo. Por Maximino Cacheiro Varela.
Son de poesía , 2005 , Edições Fluviais, Lisboa .
Amor en feminino: antoloxía das poetas galegas de Rosalía á Xeración dos 80 , 2006 , Baía Edicións . Edición de Maximino Cacheiro Varela.
Poemas pola memoria (1936-2006) , 2006, Xunta de Galicia.
Poemas coruñeses: antoloxía de textos poéticos dos séculos XIX e XX sobre a Coruña , 2008 , Espiral Maior.
Actas do Congreso Manuel María . Literatura e Nación , 2009, Fundación Manuel María.
Erato bajo la piel del deseo , 2010 , Sial Ediciones.
Poemas para Carmen Blanco , 2010, Libros da Cebra.
Poetas con Valente , 2010, Universidade de Santiago de Compostela .
To The Winds Our Sails , 2010, Salmon Poetry. Tradución do galego ao inglés.
Tamén navegar , 2011, Toxosoutos .
Cartafol de soños, homenaxe a Celso Emilio Ferreiro no seu centenario ( 1912 - 2012 ) , 2012, AC Alexandre Bóveda.
Unha cesta de pombas e mazás. Homenaxe a Isaac Díaz Pardo , 2013 , Academia Real Isaac Díaz Pardo.

Obra en castelán

Poesía

Ánfora , 1948 , Vigo.
El vagabundo , 1952, Ribadeo.
Cita en el viento , 1962 , edición da autora, Viveiro.
Sol de medianoche , 2013, Eurisaces.

Premios

Premio á Creación Feminina da Consellería de Cultura no 1991, por toda a súa traxectoria literaria.
Premio Celanova Casa dos Poetas no 2001.
Premio Miguel González Garcés no 1992, por Prometo a flor de loto .
Premio da Crítica de poesía galega no 2009, por Deter o día cunha flor .
Premio Cultura Galega das Letras da Xunta de Galicia no 2013 .
Premio Laxeiro no 2014 .




Clave poética

Su voz se revela en Luz
en hondura poética de Pozo
en sensual elegancia de Garza


Luz Pozo Garza, nombre que describe un eufónico Zig-Zag y contiene las claves de una escritura culta y refinada, sugestiva y vital. Compruébenlo en los versos que siguen. El poema que les dejo identifica la obra poética de la autora: sus temas predilectos – el amor, el paso del tiempo, el recuerdo y la muerte-, el gusto por la utilización de símbolos y sinestesias, las referencias a la lírica trovadoresca y a la literatura clásica, a la música y la pintura, artes que también cultivó la escritora. En Agora que regresa a primavera, el yo lírico nos traslada de un aquí-ahora a un ayer vivido. La belleza y armonía del paisaje contemplado desde el hoy se asocian al recuerdo de un tiempo luminoso que despierta una profunda y punzante Saudade por perdidos paraísos. Disfruten con la intimista y evocadora primavera de Luz (les ofrezco la traducción) y el melancólico fado en la voz de Mariza.




Ahora que regresa la primavera
sobre Seivane en las tierras de Abadín
y va dejando sámago en los mimbres.

Agora que retornan las floraciones antiguas
y una brisa delicada fragmento de escritura
va liberando el alma.

Ahora me doy cuenta de la presencia del amigo
cuando las aves conciertan el equinoccio celeste
y los bueyes en Lamanide
llevan en la cornamenta una rueda solar.

Atrás quedó la aldea
la página purísima escrita en nieve
el principio de la patria
la pureza inocente que respiran los niños
y da tempero al alma.

¿Recuerdas, amigo?
La luz dejaba formas de saudade
y la frescura de las piedras
podía modular los ámbitos del río
lámina impresionista en la mañana fugitiva..
Era el tiempo
en que las muchachas jóvenes recogían los helechos.

Te acordarás a veces de la mudanza de las hojas
de los espacios marcados por una lluvia limpia
de la textura de la flor rosada de las zarzas
de la imprecisa distancia que va de la vida a la muerte
allá por Vilarente.
La tarde descendía como un palio
sobre las tierras de Mondoñedo
en el tiempo de los hexámetros latinos.

Era la consagración de la primavera
en la materia de los árboles en la alegría del vértigo
en la memoria de las églogas:
Silvestrem tenui Musam meditaris avena.
Venía la palabra nueva
en la fábula del amor en el principio de la música
en el esplendor imprevisto de los manzanos.
LLegaría una carta de Virgilio:
Sunt nobis mitia poma.

Huían las oscuras peonías
lejos del corazón adolescente:
Todavía no entraras en los palafitos de la muerte.





Agora que regresa a primavera
por riba de Seivane nas terras de Abadín
e vai deixando sámago nos bimbios.

Agora que retornan as floracións antigas
e unha bris delicada fragmento de escritura
vai liberando a alma.

Agora me decato da presencia do amigo
cando as aves concertan o equinoccio celeste
e os bois en Lamanide
levan na cornamenta unha roda solar.

Atrás quedou a aldea
a páxina purísima escrita en neve
o principio da patria
a pureza inocente que respiran os nenos
e dá tempero a alma.

¿Lémbraste, meu amigo?
A luz deixaba formas de saudade
e a frescura das pedras
podía modular os ámbitos do río
lámina impresionista na mañá fuxidía.
Era o tempo
en que as rapazas novas apañaban nos fieitos.

Lembraraste ás vegadas da mudanza das follas
dos espacios marcados por unha chuvia límpida
da textura da frol rosada das silveiras
da imprecisa distancia que vai da vida á morte
aló por Vilarente.
O serán descendía coma un palio
sobre das terras de Mondoñedo
no tempo dos hexámetros latinos.

Era a consagración da primavera
na materia das árbores na ledicia do vértigo
na memoria das églogas:
Silvestrem tenui Musam meditaris avena.
Viña a palabra nova
na fábula do amor no principio da música
no esplendor imprevisto das maceiras.
Chegaría unha carta de Virxilio:
Sunt nobis mitia poma.

Fuxían as escuras peonías
lonxe do corazón adolescente:
Aínda non entraras nos palafitos da morte.

( De Códice Calixtino,Luz Pozo Garza)




La lluvia

Va cayendo
la lluvia
lenta
tierna
como llanto
sin tiempo
en la oscura mejilla,
como llanto en la turbia memoria
que recobra la sombra el recuerdo

ya no sé
si me llueve o voy llorando





ARBOL MÍO, MI AMOR


Arbol mío, mi amor,

Erguido con mi lluvia.

Es tan dulce tu sombra
Que la luz se detiene 
A consolarse

Amor mío, lejano,
Susurrando en la noche
Mensajes que se acercan 
Al corazón.

Arbol mío, vigilia
De la noche sin límites,
Envuélveme en tu sombra
De virginales días.
Lluéveme tiernamente
Hojas recién nacidas
Lluéveme tu recuerdo
Matinal,
La
Juventud primera.
Tu clarísima sombra me desvela.
Yo mido la tristeza
De tu blanca estatura.
Y estás como aquel día.
Esperándome siempre
En una primavera
Eternamente clara. 

Tibias están las ramas
En la noche.




VENTANA AL AMOR

Por este dulce hueco, abierto sobre el aire,
Estoy en balanceo, en columpio, cantando.
Mi cuerpo está aquí dentro, mi espíritu tan fuera
Como aquella cometa preciosa de la infancia.
Esta ventana mía parece un espiráculo
Por donde, como pájaro, circula este trasiego,
Este salir, brotar, como un chorro continuo,
Este enamoramiento, este enamoramiento.

Me digo si te llegan las ondas que me nacen,
Que me surcan el pecho y lo dejan exhausto
Igual que si nacieran casi infinitamente,
Casi continuamente, en suave alternativa,.
Me pregunto si sientes mi sangre por la tuya,
Vida vifivicándote, en suceso de gracia,
Sin saber este salto de ventana a ventana,
Renovándote sólo, naciendo de mi impulso.

No es el agua, tan sólo, lo que te refrigera
Ni la pura alegría de vivir en el mundo
Ni el sueño rumoroso como un bosque de cedros
Ni la figura dulce con ropa de muchacha.
Yo soy, también, tu vida, aunque no lo sospeches,
Yo, que te estoy soplando hálitos de bonanza
Por cima de los bosques que cruzas desbocado.
Yo soy tu providencia pequeña y efectiva.

(Ventana al amor, Inédito, 1953)


Antología de Poesía Amorosa Contemporánea 
Recopilación de Carmen Conde 
Editorial Bruguera, Barcelona, 1969






O PAXARO NA BOCA

Os teus paxaros choven miudiño
sobre das miñas arbres e tamén
sobre destes meus beizos que che cantan.
Eu fago conta de que son de terra
ou son unha silveira no teu coloa
na túa beira de aire e peixes louros
Recibindo o sabor da túa paisaxe:
húmedas aves novas do teu peito.
Aquí estou meu amor, aquí me choves





UN CUNCO AGORA

Vin de queimar madeira tal vez noites
nos arrabaldos murchos.Bate o vento
na pechada fiestra.

Extinguíanse as mans os cabelos a nuca
por onde esvaran os conxuros

Fiquei no limbo da tristura
non sei cal era a cor do ceo.
Sobor da cinza morna
enformei a fogaza da miña soidade

Auga da fonte chora.
Se atopo un cunco agora
enchereino de bágoas.





Medea

Que eu non son daquelas que cantan as flores e as pombas
das que se resignan ante o desamor.
E rezan e consumen bágoas sobre da almofada.

¡Non! ¡Eu son Medea!











ANTONIO OLIVER BELMÁS [13.728]

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Antonio Oliver Belmás 

(Cartagena, Murcia 29 de enero de 1903 - 28 de julio de 1968) fue un poeta, crítico literario e historiador del arte español, perteneciente a la Generación del 27.

De familia de intelectuales, lee en la adolescencia a Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío y a los autores de la Generación del 98. Enamorado del campo y de los molinos de viento, pasa los veranos en el litoral murciano del puerto de Mazarrón, lugar que inspiró sus primeros versos.En 1922 ingresa en el Cuerpo de Telégrafos. Durante una breve estancia en Madrid en 1924, conoce a Juan Ramón Jiménez y José Bergamín, y decide editar en Cartagena una revista mensual literaria, Verso y Prosa para la que pide las colaboraciones de los poetas del momento: Juan Guerrero, Pedro Perdomo Acedo y José María de Cossío. Su actividad crítica y literaria se extendería a diversos diarios y revistas literarias nacionales e internacionales. En 1925, publica Mástil, libro de poesía sencilla e ingenua, posicionándose en la línea lírica de los poetas de la Generación del 27. Se aprecia en este libro la influencia juanramoniana, los brotes ultraístas, el neopopularismo, la valoración de la metáfora, el gusto por el lenguaje, un suave panteísmo y una clara exaltación vitalista. Alumno de Jorge Guillén en la Universidad de Murcia, su presencia se deja notar con asiduas colaboraciones en revistas como Alfar, Mediodía, Caracola, Noreste, Revista Avance de la Habana, Mensaje, etc. Su segundo libro, Tiempo Cenital, se inscribe claramente en la vanguardia del Creacionismo.

Conoce a la poeta Carmen Conde en febrero de 1927, con la que se casará en diciembre de 1928, año en el que, además, cofundarían la Universidad Popular de Cartagena para instruir a los adultos de la clase proletaria, llevando a cabo una amplia labor cultural. Comenzó su actividad el 10 de marzo de 1932 con cursillos y conferencias a cargo de las figuras más prestigiosas de la intelectualidad española. Por sus aulas pasaron conferenciantes como Margarita Nelken, Elena Fortún, Manuel García Morente y María de Maeztu, realizando homenajes en el tricentenario de Lope de Vega y el centenario de Gustavo Adolfo Bécquer. Además, se dieron lecciones sobre Concha Espina, Azorín, Cossío, Ramón y Cajal, así como un recital de Miguel Hernández. Entre los años 1933 y 1935, esta Universidad, junto a la Escuela Normal de Murcia, solicita las Misiones Pedagógicas, con el objetivo de fomentar la cultura general a través de la creación de bibliotecas y museos fijos y circulantes, proyecciones cinematográficas, orientación pedagógica para los maestros de las escuelas rurales y la educación ciudadana. En ellas colaboraron activamente. En 1933 nace muerto el único hijo del matrimonio. Eso sirve para iniciar Guardado llanto, libro que comienza en los años 30 y al que el poeta fue añadiendo dolor tras dolor.

Al comenzar la Guerra Civil Oliver es destinado al frente sur de Andalucía, donde presta diferentes servicios profesionales en gabinetes telegráficos dirigiendo la emisora de radio. Durante los primeros años de la postguerra reside clandestinamente en Murcia. Comienza a escribir sus Conversaciones de Andrés Caballero, aludiendo a uno de los diferentes seudónimos que utilizaría, y a colaborar en la página dominical de La Verdad con la sección ‘Solaces infantiles’, labor que se extendería hasta marzo de 1943. Cuenta para ello con la discreta protección de su amigo José Ballester Nicolás, director de La Verdad, que le facilita también la comunicación epistolar con su esposa, que vive en Madrid, bajo nombres ficticios. En abril de 1946 se le exculpa de los delitos por rebelión militar y se le concede el indulto y la libertad definitiva. Esta época supone el marco en el que empieza a escribir sus primeras "Loas", publicadas en conjunto en 1947 como Libro de loas y ampliado hasta 1960. Este libro vale al autor el Premio Polo de Medina de la Diputación Provincial de Murcia. Elementos sustanciadores de esta poesía: la comunicación con la naturaleza, el gusto por la forma, la querencia de lo popular y autóctono, las impresiones sensoriales, la visión de la realidad, su universalismo y su liberalismo, su concepto de la patria, una ternura ingenua y una inclinación por las cosas humildes. Logra una licenciatura tardía en Filosofía y Letras en 1947, y un doctorado con Premio Extraordinario por la Universidad de Madrid en 1954, con una tesis consagrada al escritor peruano José Gálvez Barrenechea. Enseña durante esos años Lengua y Literatura Españolas en el instituto Cervantes de Madrid. Su labor como crítico se inició en colaboraciones fijas en el ya citado diario La Verdad de Murcia. Otro de los aspectos que le une a sus compañeros de viaje de la generación de 1927 es su interés por la literatura española del Siglo de Oro, y así destacan sus trabajos De Cervantes a la poesía (1944), Don Luis de Góngora (1963), Vida y obra de Lope de Vega, su biografía novelada Garcilaso de la Vega (1965), Garcilaso, capitán y poeta, y la biografía dramática sobre el poeta toledano Morir sino sin miedo.

Compaginó su vocación poética con labores de docencia e investigación sobre autores hispanoamericanos, principalmente. De ahí nació su interés por llegar a conocer a Francisca Sánchez del Pozo, última mujer de Rubén Darío, y a catalogar y clasificar los fondos del poeta nicaragüense, logrando rescatar su archivo, extraviado en la Sierra de Gredos. Recibirá una subvención de la Fundación Juan March para escribir una biografía de Rubén Darío a la luz de los nuevos documentos, por lo que se le concederá el Premio ‘Aedos’ de Biografía con Este otro Rubén Darío. Como premio a la catalogación del archivo de Rubén Darío y de su biografía se le invistió Doctor Honoris Causa en Managua. En efecto, fundó, creó y dirigió el Seminario-Archivo Rubén Darío en Madrid, adonde llevó el archivo del poeta.

Fue además un activo promotor y difusor de las artes murcianas (escribió 1900-1950. Medio siglo de artistas murcianos, Madrid, 1952) y como crítico abogó por un arte sin fronteras, hermanador de culturas, una literatura moderna que no rompa con la tradición. Recluido en sus últimos años por una prematura dolencia cardíaca que padecía desde joven, trabajó intensamente hasta el momento de su muerte, el 28 de julio de 1968, poco después de la publicación de Obras completas de Darío.

Obra

Mástil, 1925
Guardado Llanto
Conversaciones de Andrés Caballo
Libro de Loas, 1947
De Cervantes a la Poesía, 1944
Don Luis de Góngora, 1963
Vida y Obra de Lope de Vega
Garcilaso de la Vega, 1965
Garcilaso, Capitán y Poeta
Morir sino sin miedo
Este otro Rubén Darío
1900-1950. Medio Siglo de Artistas Murcianos, 1952



El pescador

Este hombre que aquí levanto es un hombre de arena.
Todo en él transita; sólo la mar se queda.
Yo sé que ante su alma se inclina la marea;
Que el viento pone un halo de azul en su cabeza.
Su mirada es lejana. ¡Cuánto horizonte lleva!
Y en sus manos hay algas, peces, soles, estrellas.
¡Cómo manda este hombre en su brava frontera!
Los pies, los pies desnudos son el grado que ostenta.

Desnudo de mujer



II

Óleo vivo y presente.
Cuadro, cuadro te miro.
Sólo, sólo pintura.
Desnuda, sí, mas no en Naturaleza.
Yo no sé, dulce amiga, quién te brota.
¿Los pinceles?... ¿Los ojos?
Sólo sé que amaneces, que te alzas.
Que hay dos suaves alcores en tu pecho.
Que tu cabello es hierba de los prados.
Canta una nube, amor, sobre tu hombro
y ahí, bajo tus pies, muere la niebla.
Lienzo, lienzo te miro;
puro cuadro; ventana
que cruzan y asaltan vientos.



III

Los jazmines blancos
en tu pelo negro.
La noche, con luna.
El balcón, abierto.

¿Recuerdas?
Recuerdo.

Mis manos salobres.
Desnudo, tu cuerpo.
No eras hembra. Eras
bronce manifiesto.

¡Qué justo equilibrio!
¡Qué canon perfecto!
¡Qué Venus lejana
del Renacimiento!





DE LAS ESTRELLAS


Amigas, sí, vosotras,

Cuando toda la vida es enemiga;

Ya me pensaba solo,
Pero estáis encendidas.
Sobre la lucha humana,
Sobre la ciega ira,
Cómo brilláis serenas,
Sosegadas, queridas.
Prestáis una asistencia
Cada noche más limpia;
Ilumina a los triste
Vuestra luz infinita.
Amigas, sí, vosotras,
Cuando la muerte ronda en las esquinas;
Cuando la Tierra, torpe,
Gira sin melodía.
Sois las flores del cielo,
Coj la estación distintas;
El generoso pecho de la madre;
La novia, la caricia;
Sois, en torno a mi frente,
La gracia femenina.
Amigas, sí, vosotras,
Fieles a la amistad y a la sonrisa,
Que me acortáis distancias,
Almas, labios, enigmas






EN UNA HOJA DE ROBLE

En tanto crece el laurel,
¡viva el roble!
Porque con el roble –amor-,
La firmeza no se rompe.
Aquí están, aunque estén lejos,
La peña, la fuente, el bosque;
Aunque apartados, se hallan
Aquí la mujer y el hombre.
Aquí, sobre los suspiros
Cantan nubes, aires, montes;
“en tanto crece el laurel,
¡viva el roble!”

(Del Libro de loas)

Antología de Poesía Amorosa Contemporánea 
Recopilación de Carmen Conde 
Editorial Bruguera, Barcelona, 1969







Antonio Oliver, en Baza, (Guerra Civil).

Antonio Oliver Belmás, dedica su tiempo libre a su principal afición. Ya sabemos que fue, durante su estancia en nuestra ciudad,  el Director de la Emisora FRENTE POPULAR N.º  2, instalada por el Estado Mayor del Ejército del Sur en el Campo de Jabalcón, en La Colonia. En sus obras deja traslucir su espíritu poético, componiendo versos  en los que nos dejó estos  recuerdos.



EL JABALCÓN

Frente a ti, sierras lunares;
Arcaicas orografías;
sílices; alegorías
de yedras y de hontanares.
De la hoya bastetana
Eres castro, promontorio;
Por tu evidencia lejana
Cruza un viajero ilusorio,
Jabalcón de la mañana.
Te mira con sus yerbascos, 
tus barrancas, tus riachuelos,
tus horizontes, tus cielos,
tus laderas, tus peñascos.
Con Zujar, tu amiga, fiel
Como una blanca cordera.
Y también de otra manera
Surges con Benamaurel.
En tus cumbres, Jabalcón,
el águila,  el huracán,
el cuervo y el aquilón.
Y a tus pies, campos de pan
que pueblan la evocación.




EL BAÚL

Perteneció este Baúl
a la gente de Mahoma;
pero la que ahora lo toma
no es tampoco de Saúl.

Yo miré tras la nevasca
Sus rápidas humaredas;
sus casas, sus arboledas
de pino, chopo y carrasca.

Es humilde este Baúl,
mas contiene buen reparo.
Que tenga tanto no es raro,
Que no es su dueño gandul.

Guarda fruta, leche, pan,
fuego, repletos corrales,
Y unas serranas juncales
que, en vez de pedir, nos dan.

Se halla abierto este Baúl,
pues no lo cierra el avaro,
Para el viajero es amparo
bajo la intemperie azul.

Guarda queso, miel, aceite,
manteca que al gusto es suave.
Y aunque no les pones llave
guarda sonrisa, deleite.

La ausencia, que es malla, tul,
lo separa de mi anhelo,
Pero rememoro, vuelo
y me meto en el Baúl.





CANILES

Caniles-  ¡ Sierras de Baza!-
no es un pueblo granadino,
no es una villa, una plaza
es un pan, es una hogaza,
sobre una mesa de pino.
Ganas me dan de besarlo,
de partirlo, de cortarlo,
de comerlo con tocino.
Y ante todo de mirarlo
Otra vez, junto al camino.





CARIDAD ARENCIBIA OMS [13.732]

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CARIDAD ARENCIBIA OMS

Camaguey, Cuba Promotora cultural, miembro de Talleres Literarios, guionista, productora de espectáculos artísticos. Su poesía ha sido publicada en la  Antología  EL  AMOR EN SU HECHIZO, seleccionada y prologada por el poeta y Editor cubano, Ernesto R. del Valle.

Es miembro de la Asociación Latinoamericana de Poetas  en España, ASOLAPO-ES y de la Asociación Latinoamericana de mujeres en Río de Janeiro, Brasil., colaboradora de la Revista Literaria Guatiní.

Con el sugerente título UMBRAL DE SILENCIOS , publica Caridad un poemario lleno de erotismo, donde lo femenino manifiesta a través de una poesía que nosadentra a un proceso creative a considerer en el desarrollo de la poesía escrita por mujeres que, como ella, sienten desde muy jóvenes la necesidad de expression, llena de sinceridad y basada en experiencias dentro de su realidad vivencial.

CARIDAD ARENCIBIA OMS / CUBA





UMBRAL   3

Amor
de tornasolados,
muro de trampas
edificado por sueños
al alcance de mis dedos
en despedidas inocentes
y torpezas encantadas,
anfitrión de oficio
en horas acostumbradas
al susurro,
apariencia del beso
que suavemente 
asesina mi boca,
amante refugio
de mis credos
y versos.




UMBRAL  5

Arteria sin miedo
a las memorias,
en medio de las espesuras
de la ciudad
en la que luego de fornicar
con los recuerdos
escapa cada amanecer
entre pájaros jíbaros
a la ineludible
metamorphosis 
del tiempo.




UMBRAL   9

Dejo la senda
de extraños paseos,
repetidos pozos,
agonizantes leyendas,
sueños de éter
llenos de abrojos,
en los últimos pensamientos,
la noche
sin accesorios galantes
y espacios de caprichos
mide en mi mente
las longitudes del pasado
y quiere ver terminada
tus ansias de viajero
en tu último viaje de placer
sobre mi pecho.



UMBRAL   11

Mírame así… despacio…
como despedida eterna,
bésame hondamente, 
con un beso tangible
de amor  y ternura
y cada risa del día
cabalga en mis costados.
despoja
los miedos cotidianos
entiende las profesías
de lo que fui, soy y seré,
la siempre tuya.



UMBRAL  12.

En lucha con el reloj
que me acompaña
trato inútilmente
ignorar los acertijos
y adivinanzas,
tertulias infantiles
de mi alma.
indefensa
a rezos y noticias,
mis confesiones
rompen los espejos
llenos de limosnas
y arrugas,
y arriesgo mis suspiros
en busca de una constelación
 donde florezcan.



UMBRAL   17

Yo sigo siendo
la muchacha de la lluvia,
la que danza en los charcos,
parques, calles, bosques
y canta en las aceras.
La muchacha 
que cada noche
llega con la lluvia
para acariciar tu piel
y marcha con la aurora
pero regresa siempre.

Del poemario unipersonal  ®UMBRAL DE SILENCIOS.



PATRICIA MERIZALDE [13.733]

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PATRICIA MERIZALDE

Quito Ecuador
Poeta y Escritora. Maestra, Coreógrafa y Ballerina. Directora de Artes Escénicas. 
Productora y  Presentadora de Radio y Televisión Cultural. Activista cultural permanente
Ha publicado libros de Poesía y Cuentos. Ha laborado en los más importantes medios de comunicación de Esmeraldas, fue productora y presentadora en Telecosta Canal 5 Tv. Esmeraldeña y desde hace 21 años es Productora y Presentadora de la Radio Revista  SIEMPRE PATRICIA que en la actualidad se trasmite por radio CARIBE 95.1 Y 95.3 FM a nivel nacional. 
Articulista de la revista PALABRA DE MUJER, Órgano de Difusión de la CCE Núcleo de Imbabura
Articulista de la Revista TIERRA VERDE Órgano de Difusión de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Esmeraldas. 
Ha participado en  Congresos y Encuentros Nacionales e Internacionales de Poesía. 
Presidenta del Círculo Femenino de Cultura de Esmeralda.
Miembro Correspondiente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana . 
Miembro de la Asociación Ecuatoriana de Escritores, 
Fundadora y Directora de la Escuela de Ballet, Danza y Expresión Corporal de Esmeraldas.
Coordinadora e Artes Escénicas de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres 
Fundadora y Directora del Ballet de la Universidad Técnica. Luis Vargas Torres 

OBRAS PUBLICADAS 

-Sensaciones y Sentires.- Poesía  1ra. Edición 1994  Casa de la Cultura Ecuatoriana.-  Quito Ecuador.
-Salmo Sacramental de la Culpa.- Poesía 1996 1ra. Edición  Casa de la Cultura Ecuatoriana.-  Quito
-Movimiento Etéreo.- Cuentos 1ra.Edición 1998 Casa de la Cultura Ecuatoriana .- Quito
-Las Cofradías de Eros.- Poesía 1ra. Edición 2012. Casa de la Cultura Ecuatoriana.- Esmeraldas
-Del Amor y otros Fuegos.- Poesía 1ra. Edición  2012 Casa de la Cultura Ecuatoriana.- Esmeraldas 
-Callada Ternura.- Poesía  1ra. Edición 2012 Casa de la Cultura Ecuatoriana.- Imbabura
-Poeta de Gorriones.- Poesía 1ra. Edición 2014 Casa de la Cultura Ecuatoriana.- Imbabura

RECONOCIMIENTOS

-UNIVERSIDAD TÉC. LUIS VARGAS TORRES
Excelente participación poética en el SEXTO ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS POESIA EN PARALELO 0 Año 2014
-PONTIPICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL ECUADOR
Excelente participación en el Recital Poético ADALBERT ORTIZ 2012
-UNIVERSIDAD TEC. LUIS VARGAS TORRES
Magnífica participación poética en el SEPTIMO FESTIVAL DE ARTE CIENCIA Y CULTURA NELSON ESTUPIÑAN BASS 2012
-UNIVERSIDAD TEC. LUIS VARGAS TORRES 
Magnífica participación  ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS
POESIA EN PARALELO 0  2011
-UNIVERSIDAD TECNOLOGICA EQUINOCCIAL
Brillante participación en el II ENCUENTRO POETICO  NACIONAL
 en honor a EULER GRANDA 2010
-UNIVERSIDAD TEC.  LUIS VARGAS TORRES
Magnífica participación  ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS
POESIA EN PARALELO 0  2011

-Premio GABRIELA MISTAL, Embajada de Chile. 
 Concurso Nacional de Poesía GABRIELA MISTRAL 1998
-Premio ÁGUILA INTERNACIONAL.- 
Guadalajara México  Mejor Escuela de Ballet  1999 y 2000
-Premio  MERITO CULTURAL
Ilustre Municipalidad de Esmeraldas 1997
-PREMIO MUJER DEL AÑO PRIMERA LABOR ARTISTICA
Unión Nacional de Periodistas 1986
-MERITO CULTURAL
Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión N. de Esmeraldas 1992
-MERITO LITERARIO 
Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión  N. de Esmeraldas
Concurso de Cuentos 1996
-MERITO ARTISTICO CULTURAL
15 Años de Creación del Taller Experimental de Danza u Expresión Corporal 
Ilustre Municipio de Esmeraldas 1996
-MERITOS CIVICOS CULTURALES
Ilustre Municipalidad de Esmeraldas 1985
-MERITO LITERARIO
Superintendencia de Balao 1995
-MERITO CULTURAL Y MEJOR POETA DEL A ÑO 1994
LOS DIEZ MEJORES DEL AÑO
Empresa Colonial 1994
-MEDALLA CIVICA CULTURAL 1997
LOS DIEZ MEJORES DEL AÑO
FUNDACION FILANTROPICA EMILIO HERNANDEZ

MERECIMIENTOS

-Consta en la Antología Ecuatoriana Poesía del Libre Amor.-de Edgar Allan García Campaña Nacional Eugenio Espejo.- Quito Ecuador 2010
-Consta en la Antología Ecuatoriana  AFRO DI SI ACA Editado por el Centro  Cultural Benjamín Carrión.- Quito Ecuador 2011
-Consta en el libro Mujeres del Péndulo .-Testimonios de Fuego 
de la Dra. Susana Álvarez  Editado por la Casa de Cultura Núcleo de Loja 2013
-Consta en el libro Palabras que Hablan, II Encuentro Nacional de Poesía en  homenaje a EULER GRANDA Editado por la Universidad Tecnológica  Equinoccial Quito 2010
-Consta en el libro Testimonio Cultural de Esmeraldas de  Ramón Macías 1992
-Consta en el libro Escritores Esmeraldeños  de Argentina Chiriboga 1996
-Consta en el libro Apología Rimada  de Julio Micolta, 1996
-Consta en el Diccionario Bibliográfico de Esmeraldas de Victoria Morán de Ojeda 2012




“ENTRE EL AMOR Y LA NOSTALGIA, LA LUZ CREADORA”...

En mágica y exquisita combinación  de reciedumbre, finura y nostalgia, Patricia Merizalde, entrega a Esmeraldas y al país, su primer libro de poemas: SENSACIONES Y SENTIRES. Bien por esta esmeraldeña de corazón, de franco corazón abierto para nutrirse y nutrir de savia creadora que se plasma, en esta vez, en Sensaciones y Sentires, quien ratifique a Esmeraldas como madre prolífica del arte, y la mantenga con nombre y obra dentro del ámbito patrio, en la galería de honor reservada para el artista auténtico.

No en vano  los versos de esta poetisa grafican con magnificencia en las formas  melódicas, delicadas, la contundencia del mensaje.

“Demando del amor,  las mieles y su vuelo.
Distinguir en la tierra, el infierno del cielo,
para al fin – deliberadamente - tallar un poema”

Esta obra de Patricia no la encasilla en el vanguardismo irreverente, desbocado, pleno de vericuetos abstractos y prosaicos, ni en la atadura métrica. Esta obra es una comunión  precisa y necesaria de los elementos de ayer, de hoy y del futuro, recogidos y tamizados con criterio de esteta y natural sentido humano que, ubican a Patricia, muy lejos de la pose que algunos imaginan ver, en condición de llamarse con todo mérito poeta innovadora.

En ella y sus poemas, languidece la mujer y sus ansias:

“Sintiendo en mi piel
calar  más preciso
el quebranto del miedo
La indeleble nostalgia”

Buscando lo primigenio de su herida, perenne, cuestiona:

“¿No te has preguntado
si nos saturó el silencio?”
“Solo es la tristeza
tú dirás
y yo sentiré hondo sus huellas
sus desvelos y sus llagas”

Ante la agresión se levanta y señala:
“Hieles de ilusas espinas
pretenden en su ignominia
que la miel  se una al veneno”

Lo subjetivo se trueca  en determinación objetiva:

“Nada puede unirnos
a pesar de tu rabia        
Todo nos separa
aunque los muros caigan”


“Espera...
lentamente despierta mi anhelo
Templa el arco de mi deseo
Incítame
Enséñame a amar”

Danza, la danzarina:
“Sensaciones
Bamboleo azul
luz y fuego”

Describe figuras la coreógrafa:
“Gasas tremolinas
en insinuante juego
rompen la simetría
que empecina la tarde”

Habla la maestra, enternece la madre. Se revela la conciencia  inconforme contra la injusticia de todo tipo, sin estridencia inútil, desnuda el espíritu con valentía, sin temores. Con “sangre guerrera” se enfrenta a la vida y no se da cabida a la hipocresía. Todo sin perder la dulzura ni la melodía, aunque “desate tormentas, al sembrar palabras”.
Sensaciones y Sentires, es un libro que  compila la belleza, desde la portada, cuya ilustración  corresponde a esa gran figura de la plástica ecuatoriana, Oliverio Corrales, hasta el último de sus poemas, por su ubicación, es incuestionable, el amor de la autora por Esmeraldas, su tierra adoptiva:

“Cumpliendo su destino
este río impetuoso
que nace y delata
la altivez de mis Andes
desemboca y se queda
-desaguando nostalgia-
desde hoy y por siempre
aquí en Esmeraldas”

Con estricto sentido de justicia señalo que, en este poemario cumple para el venero de la creatividad de Patricia Merizalde, la misión de trasmitir nítidamente, casi en colores, casi en movimiento, las sensaciones y sentires  de  su alma. Búsqueda, añoranza, rebeldía, maternal ternura, realidades que duelen, vigencia de tambores, danzas con palabras, palabras en danza. Versos delicados, delicadeza sensual. Maestría en las figuras. Ideas transparentes de transparente espíritu, eso es SENSACIONES Y SENTIRES.

Amor que se ansía. Amor que se extravía. Nostalgias que se siembran. Digo con Violeta Luna que Patricia reivindica, entre el amor y la nostalgia, la luz creadora de la vida.

Carmen Rivadeneira Bustos






             Del Amor y Otros Fuegos

Poesía


De  Nácar

Vívido lienzo 
de exóticas esencias  
estancias satinadas 
en raso 
terciopelo 
y nácar
Tú… 
eros de pinceles 
y lúdicos colores 
Tú… 
manos de luces digitales  
lentas y certeras 
de mimos exactos 
y hábiles giros
Manos magas
Avaricia sobre mi cuerpo



CORPUS EN YO MAYOR

Yo… 
ritmo vaivén
balanceo
en la cadencia del beso
Yo… 
claro luz 
entre tu boca y mis ansias
Yo… 
vida 
corpus  
poesía y fuego
Yo… 
Poesía de latidos
néctares de luna
Sobre azuladas olas
Vocablos 
Murmullos  
asuspiradas delicias 
en quejas leves


MIO CORPUS EN PRELUDIO

Vuelo de caricias
Sobre la llama de la tarde
Tú… 
titán del deseo 
guerrero seguro  
triunfal en el gozo 
colmando de lirios 
cataratas de mieles
Tú  
Yo… 
cósmica configuración
de mitos sagrados 
Tú…  
Yo… 
hierro fundido 
en cristales celestes  

  Tú… 
Yo… 
fuerzas capaces  
- en un solo beso – 
inventar milagros 
Preludios del éxtasis…



Pórtico 

…Amor 
me rinde 
el poderío de tu deseo 
Me rinde 
la convicción 
de tu doctrina de Eros
Me rinde 
tu lealtad 
hiedra aferrada 
al pórtico dorado 
de mis piernas
Me rinde 
tu descubrir 
latido a pincelada 
nuevos colores al fuego
Me rinde 
tu morir 
tu vivir 
tu último respiro 
tu júbilo perfecto 
en manantiales y hogueras

Me rinde 
tu reverencia 
tu gozo 
tu locura 
tu extasiarte 
en el hechizo 
de frenéticas cascadas
Me rinde 
- sin remedio – 
tu ansiedad 
sin límite 
sin medida 
Me rinde
mi propio asombro
guardado en mi arrecife 


   
Del vino y las palabras 

Hemos llegado a casa 
estancia de gozos 
sinfonías 
arrebatos 
en miel y lilas 

Hemos llegado a casa 
a repartir las huellas 
del vino y las palabras
Hemos llegado a casa 
a sembrar delicias 
luceros de amor 
ríos de esperanza
Hemos llegado a casa 
desesperados por llegar 
y encender llamaradas
Hemos llegado a casa 
a salpicar de nostalgias 
la distancia anticipada
Hemos llegado a casa 
refugio sin fin 
solo para amarnos 




Provocación 

Loca provocación 
la de tus besos 
Almíbar 
inventando amor 
en noches de soles 
e inolvidables ríos 
Palabras 
paladeadas 
en ternuras 
Manos repletas de avidez 
sobre mi cuerpo
Simetrías 
cóncavos 
convexos 
tu agitado respirar 
sobre mi boca 



Premonición 

Sí por mi bien o por mi mal 
arribaste a mi estación de soles
en medio del desatino 
de horas en contravía 
Si fue un error 
si nunca debió ser 
eso responderán relojes de arena
Si fue premonición 
la certera caricia 
que marcó mi alma

Si fue fuego 
el fuego 
que alimentó mi fuego
Si fue sosiego 
la calma inesperada 
en tu tranquila sonrisa
Si fue embriaguez 
- no lo niego - pecadora sensación 
en nuestras pieles
Si fueron tus manos 
seguros depósitos 
de mis anhelos
Si fue tu calor 
 pasión encendida 
al filo de las brasas
Si fue una loca historia 
o una historia de amor 
eso… 
eso, mi vida  te contarán mis besos 

   


Las Cofradías de Eros

POESÍA

Las Cofradías de Eros

Patricia Merizalde

Premio Embajada de Chile 1998
XXVIII Concurso Nacional de Poesía
GABRIELA MISTRAL



Saturnales de arena

Desde ayer
me acapara
un sol desconocido

Vislumbro en la oquedad
tangibles deseos

Intuyo
tu vorágine
carnal de Changó

Presiento tu marejada
celestino argonauta
en saturnales de arena

¿Fuiste íntimo de Emmanelle
o cicerone de Salomé
en su templo de profanos desmanes?

No sé por qué me sugieres
ser frutal sensación
para sumergir en vinos



Minotauro

Desde ayer
en febril revoloteo
cálidas mareas
recorren mis sentidos

Quiero evadir
el alud
que tu voz
ha derramado

Te dibujo
minotauro
cíclope
troglodita

Mas
al filo de mi lengua
te presiento unicornio 
con
vocación
de fuego



Las Cofradías de Eros

Guerrero guardían
¡Oh monje desconocido!

Ayer
tu río de sándalos
liberó los demonios
cautivos en mi memoria

Hoy
resbalo
por el almizcle
que tú has regado
en mis sienes

Adrede me enredo
a la orgía
desparramada en tus versos

A sabiendas 
adhiero mis uñas
a la trampa 
de tus yemas vocablos

Hoy me son indiferentes
castrantes conjuros

Hoy urgo
- sediciosa -
en las cofradías de Eros



Rituales

Húmedos asombros
Acechan en mi centaura

¿Qué quieres?
de mi
ya no depende

Me acapara
por ti
un sol desconocido

Te  imagino Obatalá
estremeciendo milenios

Y yo
pitonisa
en lujuriantes rituales
premoniciono
la bacanal
de tu embestida


Oníricos secretos

Hoy
sobre mi piel
cobran vida tus palabras

Hoy
tu poesía
de punta a punta
me profana

Certero
extiendes
sobre mi 
la perfección de tu arco

Me agigantas

Haces trizas
la hojalata de mi enagua

Paladeo sin verte
los más hondos vuelos

Alada 
voy pariendo
oníricos secretos

Deletreando el jadeo
del amor
y la tarde



Canicular

Ayer
tu voz despertó
canicular a Ondina

Hoy 
me urge
inmiscuir tu fuerza
en el salvaje reventar
de mis olas



Fuego azul

¿De dónde surgió este fuego?
¿De dónde este azul?
iluminando palmo a palmo
los deseos nacarados de mi cuerpo

¿Crees que ignoro
que entre apretados relojes
(o por descuido)
Podríamos dejar escapar allegros
saltamontes
o caracoles de arena?

¿Crees que ignoro
que no es fácil
hacer que el fuego arda?

Sé que no basta
frotar piedra con cuerpo
sangre con dientes
noche con ritos secretos

Sin embargo
por ti
bien valdría
inventar nuevos gemidos
nuevas vocales
para el crujido
fuego azul
de tu abrazo



Arrecife

Es cierto
podría mentir
decir que soy bella
y conquistarte

Podría
(lo sabes)
encarnar a la Bardot
y subyugarte

Tornarme 
Lolita
Pandora
Medusa

Ser Diana
en plan de guerra
e intimidarte

Es cierto
podría mentir
o ingenua
frente a la verdad
desafiarte

Desnuda
entonces
podría arriesgarme
podría exponerme
podría mostrarte
-cara a cara-
la luz que se desborda
en mi arrecife



Simetría de ola

No lo niego

Soy capaz
del ardid
de las palabras

Soy capaz
de deletrear
uno a uno 
el desafuero
de mis versos

Y ya ves
no descarto
(un día de estos)
sentirte imaginario
o negado para siempre
en la fría rigidez de un templo

No lo niego
soy capaz de la nada
mas
hoy por ti
traza mi piel
simetría de olas

Te amo
a sabiendas
de saberte protegido
protegiéndote
protector de osamentas
y amarillentas sombras



Esfigie

Ya ves

Hoy podría
dejar caer mis velos
ser tórrida danza
o salvaje río

Podría ser ostra

Y no mar
insertando corales
al resplandor del deseo

Podría declararme muerta
Esfigie
Estatua de sal
de arena
de barro
de piedra

Mas 
¿qué quieres?

Apenas 
soy mujer
de carne y sueños



Saturnales inconclusos

Hoy podría
-y tú lo sabes-
desmenuzar distancias
sin la inútil
anuencia del tiempo

Podría enredar
en tus brazos 
la mansa sugestión
de mi entrega

Podría
no ser Patricia

Ser solo un libro
un solo verso
ser una silla
o espejo niquelado

Mas
hoy soy mujer
extraviando el miedo
por la sola posibilidad de tus besos



Sinónimos

Podría
(lo sé)
no anhelar tu vaivén
a pleno sol
piel a piel
y a fuego lento

Podría 
poner a buen recaudo mis besos

Podría
no intuir en tu piel
mil sinónimos de pecado

Podría 
salvar mi alma

Podría

Mas 
no quiero



Torbellinos

Yo no debo
Tu no debes
Ni debemos

Debería eludirte

Ignorar ciertos verbos
y salvarme

Mas
desde ayer
respiro el torrente
de tu fragancia

Conjugo sobre azucenas
Encendidos oleajes

Rasgo
el cabrilleo
de mis tules

Hoy descubro torbellinos
donde antes fueron
mis serenos bordes

Yo puedo
Yo quiero
Yo debo




A punto de mies

¿Todavía no adivinas
el exorcismo
de mi piel
a través del viento?

¿Todavía no presientes
que mis versos
clausuran
aletargados silencios?

¿Es que ignoras que mi voz 
irrumpe
en prohibidas liturgias?

Déjame que te diga
que aún
sin conocerte
inventas para la noche
intensos instantes
a punto
de mies




Apetencia

Ven

Me hace gracia
que descubras
la intensidad danzarina
que transpiro

Admírate

A mí misma
me sorprende
la púrpura insinuación
que se escapa
y se torna violeta

Dime

¿Intuyes 
el riesgo de Afrodita
en mi apetencia?





Argonauta

Es cierto

Al final
podría callar
Mentir
Bastarme

Fingir que sobrevivo
al orgiástico ciclón
que provoca tu poesía

Mas
¿ya te lo dije?

Te imagino Obatalá
estremeciendo milenios

Presiento tu marejada
celestino argonauta
en saturnales de arena



Trigo al fuego

Lo sé
Al final
podría ser prudente
el silencio

Mas
desde ayer
(alma adentro)
me posee
una cascada de fuego

Vital
torna en sacrilegios
mis vinos

Convierte
en manjar de mangos
mis senos

Transforma
en hostias de pureza
mis ansias por tu trigo

Fluye
-vivadanza irreverente-
en la euritmia sensación
de tus besos




Reventar de olas

Amor

Hoy
danza sobre ti
la lluvia pasionaria
de mi deseo

Hoy
me urge
inmiscuir tu fuerza
en el salvaje reventar
de mis olas

Amor
¡Encuéntrame!

Le ha nacido a mi piel
mil ojos
solo para reconocerte





La cimbreante  constelación 
de Patricia Merizalde…

La Poesía es más que simple sonido, más que simple letra, más que simple forma. De ahí que no todos los libros de poemas pueden llamarse como tales si no tienen ese aliento mágico del supremo asombro.
En el caso de Patricia Merizalde, la situación es sumamente clara. 
Quién mejor que Ella que acuna en cada poro el ritmo y la cadencia para saber certeramente lo que es escribir con poesía, lo que es crear entidades líricas, musicales escencias, subjetivos perfiles. Quién más que Ella para transitar alada por ese espiral de soles que esplende de su propia armonía.
En su obra, debajo de las necesarias gasas, Patricia insinúa y deja palpar virtualmente su danzarina sangre, su altivo sensualismo de mujer entera.
Y en ese prisma Ella se mueve como cimbreante constelación, como tornasol gaviota que ejecuta el ritual indescriptible de la poesía, porque para Patricia Merizalde la danza y la poesía son un mismo almíbar, una misma pasión, una misma libertad.
VIOLETA  LUNA

Qué duda cabe: estamos ante una poeta de gran fuerza que, sin embargo,  sabe disimular ese brío –a ratos tan indómito- con puñados de ternura y de tristeza. Como acaso lo he insinuado ya, Patricia Merizalde, despliega una sensualidad a un tiempo terrenal y mística, un panteísmo que sacraliza lo que nombra y, como aquellas bailarinas de los templos paganos ella baila para agradar a los dioses del amor y los buenos vientos, baila contra la insidia de los que no han descubierto sus propias alas, baila para espantar la terrible sombra que nos acecha…
EDGAR  ALLAN  GARCIA                                                                                                                   




Sobre “El Salmo Sacramental de la Culpa”

Querida Patricia:

Te felicito por este poemario excelente, que desde  su título, anuncia una temática existencial humanística entrañable. Tu discurso lírico es impecable, original, intenso. El poder de síntesis que ofrece cada uno de los poemas  constituye otra de las virtudes de tu escritura.
Contrastantes elementos se sucedes verso a verso y diseñan tu espíritu de artista y de criatura sensible que trasciende la compleja cotidianidad, con sus goces, infortunios y misterios.
Vuelvo a felicitarte y pedirte que continúes brindando frutos estéticos de calidad como se dan en este poemario. Ojala podamos contar con tu material poético que – sin duda – honraría las páginas de FRANCACHELA.
Con la  admiración: 
NORMA PÉREZ MARTÍN 
Directora de FRANCACHELA Revista de Integración Cultural  y Artística
Buenos Aires Argentina

Patricia Merizalde es una de las voces más puras de la poesía actual. Poesía intacta y que puede repartirse entre todos nosotros, ardiente con ese calor del fuego cotidiano, melodiosa como la canción que va por las calles sin caerse de los labios, poesía sólida u viva, valedera y germinadora: Es su misma  calidad poética que la jerarquiza, y esta poeta lo sabe, puesto que ella encuentra en el poder de su palabra, su lealtad inclaudicable de todo cuanto ama.
HUMBERTO NAPOLEON VARELA

  



El vuelo de la danza con el trino de la poesía …
Treinta años de una Escuela de Ballet
                                        
Si partimos del ideal de que el arte en sus diversas manifestaciones debería ser un derecho para todos, lamentablemente, tenemos que concluir que esta aspiración, indispensable en una sociedad civilizada, ha quedado reducida, en la gran mayoría de nuestra Patria, a un sueño quijotesco.
Esmeraldas, por ejemplo, dueña de una incomparable belleza natural, aún contempla con asombro y justificada impaciencia, lo poco o casi nada que los organismos gubernamentales competentes han otorgado a su pueblo, en aspectos concernientes a infraestructura cultural.  
 Con estos antecedentes, no causa admiración que el cultivo de las bellas artes, cumpliendo con el  rol de la desidia o las típicas oposiciones políticas de turno,   hayan convertido, la obligación de la cultura para un pueblo, en la cenicienta de todos los tiempos, a la que se le aplica la ley de la postergación, por quienes inexplicablemente no cumplen con  el deber de mantener la vigencia del arte y su trascendencia, como fiel reflejo del verdadero  progreso.
En medio de estas  circunstancias contradictorias, decido  fundar en Esmeraldas, en 1982, LA ESCUELA DE BALLET de Patricia Merizalde. Nace con el objetivo  de restituir a la sociedad  el derecho a conocer sus raíces culturales, sus valores históricos y, sobretodo, como una guía para reencontrar el necesario camino del arte.  De inmediato  tiene gran acogida y se convierte en una sólida propuesta para la niñez  y juventud esmeraldeña, dentro de las áreas del Ballet y la Danza Contemporánea, disciplinas que utilizo como enriquecedores recursos pedagógicos, para alcanzar el desarrollo de la personalidad y autoestima, tan  necesarios en los seres humanos.
Con objetivos precisos y ambiciosos fue fácil, desde su inicio, ampliar sus horizontes para incursionar con idénticos fines en el teatro y la expresión corporal.
Este consolidado trabajo del Ballet y la Danza  cumple, hoy por hoy, tres décadas que se sintetiza en la presencia motivadora de niñas y jovencitas, que han permitido llevar al escenario un sinnúmero de recitales en los que se destaca EL  CULTIVO DE LA CREATIVIDAD INDIVIDUAL.  Son treinta años en los que he puesto a consideración de la crítica entendida y del público en general, las más selectas Galas del arte esmeraldeño, ecuatoriano, latinoamericano y universal. Estas propuestas coreográficas han cumplido con el ideal de inculcar el respeto y la admiración  a los  poetas y canta-autores, a la vez que ha inspirado el nacimiento de nuevos artistas.
Esta permanencia, marca una trayectoria  de compromisos irrenunciables con la bella Esmeraldas y es la misma que  ha permitido que el sueño de una  ballerina,   se constituya, por criterio  del pueblo, en la Primera institución de la Danza y el Arte Escénico esmeraldeño. 
Así lo confirman los reconocimientos de la Casa de la Cultura Benjamín Carrión, la Unión Nacional de Periodistas o criterios internacionales como el del Instituto de Mercadotecnia, de la ciudad de Guadalajara, México, que concediera a mi Escuela, por tres ocasiones, el premio AGUILA INTERNACIONAL A LA CALIDAD Y PRESTIGIO. Reconozco que uno de los más altos galardones ha sido merecer el nombramiento de Directora de Artes Escénicas de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres.
“Gracias por conjugar el vuelo de la Danza con el trino de la Poesía”… Así se expresa en un artículo  la connotada poetisa Violeta Luna; expresiones que se suman a las voces de  escritores, como Nelson Estupiñán Bass, Horacio Hidrovo  Peñaherrera, Carlos Ojeda San Martín, Napoleón Varela, Simón Zabala Guzmán, Antonio Preciado, César Ayala Paredes, Fernando Esparza Dávalos, cuya nobleza determina de excelente el trabajo desplegado dentro y fuera de la provincia por esta escuela de arte. 
Efectivamente,  he cumplido  tres décadas de continuo esfuerzo en el quehacer dancístico. Sin embargo, considero que aún no existen políticas culturales que de manera definitiva asuman la obligación de velar por el despertar y desarrollo de esta área artística. A nivel privado resulta muy difícil afianzar un grupo permanente de ballet o danza contemporánea que refleje la reconocida plasticidad de  los hijos de esta hermosa tierra.
Qué saludable sería contar con un decidido apoyo, que permita la superación estética e intelectual de nuestra juventud en base de una formación de espíritu que  conceda, a hombres mujeres y niños,  la convicción de que  esta disciplina  es un privilegio para el alma y una de las más sublimes formas de belleza.
 Por encima de todas las instancias, el arte en todas sus expresiones, deberían  primar como un derecho, un bien común y una opción para la vida.

PATRICIA MERIZALDE 






FERNANDO CHELLE [13.734]

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Fernando Chelle 

(Mercedes, Uruguay 1976). Profesor de literatura en Uruguay (en los departamentos de Soriano, Montevideo y Canelones). En el año 2011 se radica en Colombia, en el Departamento Norte de Santander, en la ciudad de Cúcuta, donde se ha desempeñado como Profesor de Lengua Castellana en bachillerato y como docente universitario al frente de la Cátedra de la asignatura Competencias Comunicativas de la Universidad Simón Bolívar.
Es ensayista, corrector de estilo y crítico literario. Autor de los libros, Poesía de los pájaros pintados (Colombia 2013) y Curso general de lectoescritura y corrección de estilo, guía para formular escritos correctos (Colombia 2014). Ha sido corrector de estilo de las revistas, Respuestas (publicación oficial de la Universidad Francisco de Paula Santander, Norte de Santander, Colombia) y Fronteras del saber (publicación oficial de la Universidad Simón Bolívar Extensión Cúcuta); Director de Contenido y Redacción del Periódico El Libertador (publicación oficial de la Universidad Simón Bolívar Extensión Cúcuta). Sus ensayos y críticas literarias se han publicado en revistas, periódicos y portales literarios de diferentes países. 



Selección poética tomada del libro 
Poesía de los pájaros pintados (Colombia 2013)


Yo lírico

Poeta de la espuma circunstancial
Cazador de recuerdos
De fragancias pasadas
Avaro de ese cofre
Donde descansa tu nombre
Tallado a punta de diamante.

Poeta de un río, negro
Como el abismo
Y dulce como el oboe
Alfarero de esa bohemia
Hechicera de paso lento
Ojos de fuego y manos de tierra.

Poeta del humo
Cobijo del amor
Que duerme y sueña,
Descansa
En su nervio de ceniza alada. 

  


Calles de mi ciudad

En estas calles de la ciudad mía,
Y extranjero en las calles de mi ciudad
Yo tuve patria donde corre el Negro
Por entre verdes islas
Y fantasmas de viejos eucaliptos.




Farolito de papel

Excepcional exilio voluntario y voluptuoso
Solitaria rebeldía
Pasionalmente anárquica
Sueño ensoñado de belleza
Subjetiva, idílica,
Terreno exquisitamente melancólico
En la naturaleza apacible,
Divina
Místicamente enamorada del poeta
Llama de la eternidad.




Al Gran Sol

Ilumina el templo con el poncho
que hasta los ricos se verán deleitados.

Pon tus hebras de fuego extendidas
sobre la tenebrosa y profunda unidad.

Haz arder los rostros de los suicidas
para que con tu humo no se esfumen
y años de albañilería no sucumban
en un momento de derrumbamiento.

Entibia la guarida de la esperanza
que como un lagarto se dejará a-dorar
ante tu imperio de luz.

Infunde en mi tu poder,
haz que yo haga amanecer
encendiendo palabras y sonidos
colores y notas.




Mieles de luna

Donde, mi hechicera bohemia, andan tus pasos
tus ojos de fuego, tus manos de tierra.

Acaso arrastrarías tu manto de estrellas
por las estrechas calles de esta noche sin luna.

Ven a poblar mi soledad de árbol
mi ausencia sin canciones
mis poemas febriles
como viudas sin dote.

No dudaría en arrebatar tus labios de sangre
derramarme en la miel de tu vientre,
y guardar mis nervios, dagas que me atraviesan
en el cofre blanco que se esconde
en las lunas de tu pecho.




Casualidad

Mujeres altas
Faunos de mi existencia.
El vértigo ha vuelto a apuñalarme,
Ayer salieron de un recuerdo de Artaud,
Recuerdo de una escoria,
Hoy vienen con esta lluvia de jueves,
Lluvia germinal,
Altura de precipicio
De verticalidad
De erección infinita
De perspectiva que dirime
El extrañamiento
Del salto.




Caeré en tu pecho

Caería como una manzana
fundido por tu dulzura,
presipitándome ante tu carne morena,
así podría beber de tus ojos de gata
y arrebatarte tus labios de sangre.

Caería como Adán ante Eva
en el cascabel de un nido de serpientes
y junto a ti, sublime
contra todo lo esperado
lograría despojarte de tus perennes hojas.

¡Oh mujer de mis delirios!
mi débil carne gime por ti
y siento que la sangre que me habita
late en tu pecho
como en su nido.




Credo poético

Creo en la flor de la tarde
agitada como abanico de sangre
caída a tus pies de ninfa.

Creo en el ave de hierro
dejando caer sus plumas
como cuchillos de sombra.

Estoy seguro de la seguridad
de los volantes, de los dados
y de tu vientre de niña.

Me he convencido de la caída
y de la ascensión, pero mi grito
quisiera apuñalar
la ley de gravedad.




Trampos

Será mañana este hoy
Que está sujeto,
Hundido en el letargo de la quietud.

Pero el reflejo viene desde un solo lugar.

Huir de los espejos
De las caídas narcisistas.

Solo el sol me llama
El vidrio extiende su filo.

Caen mis pedazos
Después de viajar sin asideros
Sin transitados muelles.

Suena el acordeón del Mingo
Al solcito de Poulliér.




Despertar

Amanezco junto al mar,
Me confundo con las gotas que
Caen en mi carpa, tercer pilar
De Santa Lucía del Este.

Toc, toc, tero, tero…
Un lugar del mundo
Donde la arena es libre
Donde el emperador silencio
Ha llegado con su orquesta
De vientos

Y el amor?
Duerme y sueña
Y el amor, hombre de fuego?
Descansa
En su nervio de ceniza
Alada.




Recuérdame

De romántico a trágico
Imposibilitado el amor
Se levanta el muro.

Calla el exterior para dar paso
A dos balas en direcciones distintas
Que se rozaron.

El tiempo no ha mudado su costumbre
Dejando nuevos colores
No siempre vivos
Y algunas veces
Inesperados.

Entonces, nosotros, los de entonces
Ya no somos los mismos.
Y bien, quedémonos con la flor
La espina no, la flor
Porque hubo flor.




Del río al mar

Nací herido por los rayos de la luna lorquiana
Cerca de un río solitario
Negro como el abismo
Con la pupila fría de las quimeras.

Hoy soy un toro con una flor en la boca
Tratando de hacer sentir su peso,
Ya mi desesperación
Te picará en los ojos mujer
Porque será imposible
Ponerle diques al mar.




Patio de la abuela

Ciprés ascendente en precipitación vertical verde,
Espinas de un marchito borracho combustible,
Azahar de naranjos cargados de continuo,
Nota amarilla de un limón colgante,
La tierra en su sequedad se ha partido.

1959 dicen tus pilares arcanos,
Agujas que descansan en una
Almohada de terciopelo,
Lento como tu sombra veo caer el sol.

Tu bastón de la tarde
Ha reflejado un grito
En el largo pasillo
Que lleva a los pinceles.

El búfalo en su cueva observa extrañado
El discurso que un día supo ser resistencia
Y ahora que tu perfume
No puebla ya esta tierra
Llegó para quedarse tu verde melodía.




Una tarde en la Coqueta

Me fui cazando los recuerdos y alguna fragancia al pasar.
Me suele suceder cuando miro brillar los adoquines del barrio.
Llego al río,
al único,
a ese que es Negro como el abismo pero dulce como el oboe.
Encallo en el puerto y me convierto en humo,
eso si,
como ellos están atrás echo sobre mí un manto,
el manto de la vida,
el manto de los sueños,
ese que seguro no verán jamás.
Y ahí descanso, al menos hoy,
como descansa mi cigarro,
en su nervio de ceniza,
alada.





JULIA DEL PRADO MORALES [13.738]

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Julia del Prado Morales 

(Lima, Perú). Es bibliotecaria, periodista, escritora. De ancestros arequipeños universales. Autora de Estampas y leyendas de Huacho y del Norte Chico. Huacho: 1999; En toda el alma hay una sola fiesta.; libro de poemas. Huacho: 2000. Encuentro con Huacho y allende los mares. Lima: Biblioteca Nacional del Perú, 2001 primera edición agotada. Cabriolas (historias en verso para niños). Lima: Editorial San Marcos, 2004. La Tortuga Alicia. Libro para niños. Lima: 2007. Tendido de sol maduro.: libro de poemas, Lima: 2009. Libro virtual o e-book para niños: Jipirapafapa. Libro virtual o ebook: Tendido de sol maduro Jipirapafapafa. Lima: 2012. 
Promotora cultural de la región Lima – Provincias y de la Provincia de Huaura. 

Pertenece a la Comisión de Escritoras del PEN Club Peruano, que preside la destacada escritora peruana Marita Troiano y a la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ). 
En Medellín, Colombia, se especializó en Bibliotecas Escolares y Literatura Infantil en la Universidad Nacional de Antioquia, becada por al Organización de Estados Americanos. Recorre continuamente América y nuestro país, En preparación actual un libro de minificción.



Abrí el libro y su lectura...

Abrí el libro y su lectura
en una noche de insomnio;
bebí de esas líneas que dejaste 
marcadas o selladas
en ese tiempo, que fue tuyo.
Tomé una hoja en la que decías:
-hoy amamanté nuestro sueño y tu figura -
quedé así meditando en tu palabra 
despierta permanecí
con el sonido de tu voz, en acogida.
Lejos estás, más allá del círculo 
que trazó ese diciembre 
de extraña despedida.




Tardes con poca luz
noches híbridas.

Corazón sangrante





Las casas viejas hablan

de desasosiego y descanso
de elogios en declaraciones sonoras
dicen
holas desde ventanas añejas
a los transeúntes en paso
guardan
secretos de redondos recuerdos

Las casas viejas traman
historias en juegos eternos
suenan
en agudos chasquidos
de graves sonidos
esconden
baúles de historias
de noches de invierno

Las casas viejas adornan
calles y avenidas
con olores a mirra, tabaco e incienso
mientras el hombre lo quiere

Y hay casas de esas viejas
Malolientes
Sedientas
Abandonadas
Siniestras





PADRE, HOMBRE

Estás aquí hoy.
En la tertulia
que como agua mansa
recorre la palabra.

Estás aquí y te extraño.
En los claveles y rosas,
permaneces en ternura.

Con esa alegría tuya
que dejabas volar ...
de palomitas, en curva.

Estás aquí hoy.
En mi contenido,
con la picardía
de tus ojos hablantes.

Tu mano ha tocado la mía.
Es tu señal y mi evocación.

¿Cómo te extraño hoy?
Padre, porque tú
eras hombre.

¡Te extraño!
Y te siento conmigo.
En este día de casa,
en tu silencio en sordina
y en tu mano a la luz
de la pluma.



Sinfonía de un Domingo de Carnaval

En las afueras de
una cocha de dulce miel,
estaban el zancudo Milonga
y la carachupa Orfeo
creando un aire fresco
una danza de carnaval.

En plena historia de armonía
juntaron en primorosa ocurrencia
la patita y el tambor de sus abuelos.

En sensación sonora
de fina melodía,
los tonos de patita y caparazón
de los abuelos
de Milonga y Orfeo,
producen en dulce aire
una sinfonía de pasión.

Armonía en danza de fiesta,
echada al vuelo,
en domingo de carnaval.




"TENDIDO DE SOL MADURO"
Julia del Prado Morales nos ofrece este poemario. Con una marcada presencia marina. "Mare Nostrum-Mare Magnum"; la primera parte del libro nos ofrece poemas que siempre están vinculados al mar y sus habitantes. Llevándonos a observar el amor y la vida con seres marinos. La segunda parte llamada "Tendido de sol maduro". Que da nombre al libro nos ofrece poemas muy intimos, familiares, personales. Algunos dedicados a familiares (abuela, hijos y más). 




De los caballitos de mar

Cómo responderte hoy
de este nuestro mar
si hay caballitos de mar
que acojo en mi casa
me cuentan historias
Cómo responderte hoy
su lenguaje no me es ajeno
esos hombres orientales
cazan ballenas
y también delfines
hasta sus ecos
de esa mar / lobos de afuera
de esa mar / de adentro / lobos.





Tarde de mar

Ayer tuve mar
tarde de mar

Vino la garza blanca
se posó cerca
sentí su pluma
paseo sutil
sobre mi cuerpo
No me dijo:-¡Adiós!
sólo pronunció un hasta luego.





Cantan las ballenas

Cantan las ballenas
no sólo en Nueva Zelanda
sino en los mares del Sur
dejan su canto
dentro de los pianos
y de las guitarras
teclas cuerdas
arpegio de última ola
Herman Melville
el viento las trae.




JULIA DEL PRADO 
(Vida y Memoria entre palabras)

Por Ernesto R. del Valle (Cuba/EUA)

 Aquí está Julia del Prado (Lima, Perú) sin artificio alguno, sin maquillaje verbal ni seudónimos literarios. Una mujer metida de lleno en la literatura y por la cual, su mundo se mueve a más de 24 horas por día y su vida más veloz que 60 segundos por minutos. Tal vez porque sus raíces son arequipeñas por parte de padre y madre, su sangre sea como lava volcánica dentro de sus venas. Además de querer a Arequipa y a Lima, se entiende mucho con la selva de su país, “Me atrae. Me subyuga, su paisaje, sus leyendas” dice. Y hay un libro para niños que tiene gran base en ella: Cabriolas. Quizás el Misti o el Pichupichu la hayan influenciado a la hora de escoger las palabras como su modo y forma de identificarse ante la sociedad.
Mujer muy activa. Por lo tanto, con poco tiempo para exponer su imagen a entrevistas, reuniones, etc. Pero aquí la traigo rescatada con una carga al machete al estilo del General Máximo Gómez, para que argumente sobre Julia mujer, Julia escritora, esa ambivalencia que existe en todo ser humano pero que, en los que entregamos parte de la vida en letras, es algo diferente, no común y a veces hasta agotador.
Mi primera pregunta va directa a su infancia,
                                                      
1.- ¿Cómo recuerdas el lugar de tu infancia, en Lima, tus primeros juegos y actividades escolares?


El lugar de mi infancia, simplemente lo recuerdo con amor, amor al patio de la casa de las abuelas donde los niños y adolescentes jugábamos a la gallinita ciega, a la soga, al mundo y la rayuela. A la cercanía de libros en la casa de la tía abuela donde los niños leíamos en el suelo, en redondo, en círculo, apoyados por los tíos. Y hablábamos con los fantasmas. Tenía un amigo secreto, se llamaba Aposento, en mi casita de Lince. Los patines en competencia. La infancia ligada a la bicicleta que iba, de mi barrio al barrio de mi abuela materna cada martes o miércoles, en particular visita. Y al patinete de la prima hermana. Juegos en el barrio al gran monetón.  El escondite y la pega- pega. Más la mar, la mar, la mar y el paseo en barquita en el puerto del Callao. Los primos, la abuela haciendo tortas en tardes de domingo. Carnavales en fiesta de talco, agua, Pierrot y Colombina. Papa a la huancaína que hacía Asención Cáceres, quizás la hija perdida del Brujo de Los Andes, Andrés A. Cáceres. Mi gata Mariana que un día al mudarnos de barrio se declaró en ausencia. Gatos, gatos. El aparador de la casa donde guardaba los juguetes que mi padre me compraba. Los cuentos que mi madre me leía. Juegos cómplices de niños en fiesta.
Todo esto transcurrió en Lima, una Lima tranquila entonces. Los paseos al Jirón de la Unión, donde se comía los riquísimos helados en la vieja Botica Inglesa. El tranvía que le daba un olor especial a la ciudad, en diferentes barrios y  veo aún a mi único hermano, colgado al medio de sus dos vagones. Me dices de la escuela, ligada a la huerta y al patio de juegos. A la marcha con cantimplora en ocasiones, porque pertenecía a la Cruz Roja. La escuela cercana a un bosque que se llamaba de Matamula,  en Lince y que hoy no existe más. A viejas maestras que nos dieron junto con la madre, con generosidad, las primeras letras. Eso fue primera escuela. Conservo amigas hasta hoy, pero ya de la escuela, desde cuarto grado de primaria hasta quinto de secundaria. Y soy amiga de una Maestra de Historia y Geografía, peruana, que fue musa de poetas.

2.- ¿Su encuentro con Arequipa fue traumático, algo desconsolador que fue asumiendo trago a trago? Porque regularmente nuestra salida del lugar donde nacimos, es desolador, dejamos vivencias, amigos, rincones queridos y amoblados por nuestra presencia. ¿A qué edad fue? ¿Cómo fue ese encuentro con Arequipa?

 Que quede que nací en Lima, en la vieja Lima, en la Maternidad, en pleno centro. En lo que hoy se denomina el Centro Histórico. Lima del desierto y capital de América con mar. Una bahía que hoy se recupera en ascendente.
Arequipa, la Ciudad Blanca, estuvo presente siempre desde que recuerdo en mi casa cuando mi madre, cada día como se hace allá, cocinaba un plato diferente de esta culinaria tan variada. La chicha servida en “bebes”, como dicen los arequipeños, las conocía ahí y en la casa de mis abuelas.
Mis raíces están ahí efectivamente, nacieron por parte de mi padre en un lugar llamado Sihuas, en el campo (Arequipa), a donde llegaron mis ancestros españoles. Los de mi madre en Cayma, donde andan mis ancestros indios. Diría, como dicen en el Perú, que tengo de “inga y de mandinga”, y eso es lo que soy.

Arequipa, trece años, primera visita con mis padres. La campiña era grande todavía, ahora se empequeñeció porque la ciudad creció. Dicen que todos los arequipeños son parientes, “los de aquí, los de allá y los del río”. El río Chili, claro. Sentí su fuerza telúrica, esos volcanes tutelares: El Misti, el Chachani y el Picchupichu. Su Plaza Mayor tan hermosa, el paseo por El Fierro cerca a San Francisco; la vieja casa de mis abuelos paternos en San Francisco, la historia de saber de quién procedía. Creo que de hecho estaba cercana a mis abuelos a quienes sólo los conocía por retrato, porque mis padres narraban cada sitio, cada calle y percibía su aliento. Santa Catalina, el convento de clausura de historial viejo y sillar rosado.
Arequipa, la capital, ciudad andaluza en su viejo casco, de sillar blanco, piedra volcánica. La vieja Universidad San Agustín donde se dieron batallas, en pos de los derechos universitarios y donde mi abuelo materno fue su Rector.  Arequipa no fue un descubrimiento, la conocía. Pero si fue asombro, asombro que siempre late cada vez que voy por ella y a ella. Yanahuara y sus calles en subidita con esos balcones en el que cuelgan geranios. Vallecito, donde vivió mi madre. San Isidro y la vieja casona de la abuela materna, casona que todavía existe. Ampatacocha y San Lázaro, antiguos barrios arequipeños. Me llamaron la atención sus nombres como Characato, Sachaca, Sabandía, Paucarpata, de los lugares turísticos que aún quedan. Puente Grau y Puente Bolognesi. Las picanterías, ir a esta ciudad es ir a su cocina, a su rocoto arequipeño, al cuy chactado. El Mercado de San Camilo donde se come rico y se conserva limpio.
Arequipa y su abolengo. Es la segunda ciudad del Perú y los arequipeños se destacan por ser trabajadores, luchadores y por haber tenido poetas, escritores, políticos, héroes que figuran en la escena nacional.

3.- Todos tenemos una primera vez en la vida, aunque hay teorías que desmienten esto. De todas formas yo quiero creer que sí, que existen infinitas “primeras veces” en nuestra vida. Y tu primera vez, al encontrarte con esa inquietud de decir algo diferente a lo que decían los demás y además, expresado por escrito, ¿cómo fue ese encuentro con lo que tú sabes hoy que es Literatura?

 Sí, existen infinitas “primeras veces” en nuestras vidas y esto se da a diario en nuestro aprendizaje como especie humana. El encuentro con eso que se llama Literatura, de decir algo diferente, pues es eso al principio y no sé si hasta ahora: difícil, en ocasiones poco comprendida o entendida. Uno al escribir necesitas dejar algo para ti, hacer una exploración en tu ‘yo’ interno primero y luego en camino para los demás. Necesitas de la lectura de otros para sentirte bien, necesitas que te acojan y te mimen y “te arrullen en cuna”. No siempre se da. Hay que luchar por ello. Por eso como tú dices naces y renaces cada vez que escribes algo, sí.

4.- Háblame de “La bicicleta”, ese tu primer cuento perdido en el tiempo, pero que sigues pedaleando todavía en tus sueños y anécdotas.

¿Que te puedo decir de “La bicicleta”? no existe más. Quedó ahí en la lejanía de una niña y su placer de volar en ella, de sentir la libertad, la travesura en esa bicicleta roja que un día adquirió con tus propinas en “un chanchito” o en una alcancía con llave que sus padres le regalaron. Adoro la bicicleta hasta ahora y la monté desde los seis años, hasta edad madura. Hoy la monto, pero dentro de casa, jajaja. Me gustaba verlos a mis hijos estar en su bicicleta, era  un gran goce.



5.- ¿Asististe a algún Taller Literario?

No, no asistí a ningún Taller Literario. Mis padres me hicieron lectora y no se cansaron de darme el bagaje cultural que me precio tener. A ellos les debo mi ser de escritora. El hogar culto, la familia. Mi padre Julio del Prado Chávez, fue el mejor corrector literario de su tiempo y además un animador de “noches limeñas”, un charlista, un conversador que quería a los jóvenes y los motivaba. Mi madre Regina Morales Delgado, lo supo acompañar, la recuerdo en su cama leyendo y ayudando a mi padre en sus correcciones. Leían en voz alta y se pasaban el libro en las noches, para leer una obra de capítulo en capítulo. Y la música rondaba la casa en esos tocadiscos y en los discos de vinílico 76 y 45 ¿recuerdas?.  Íbamos a conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional en el Teatro Municipal de Lima y en el Campo de Marte. Y a otros conciertos de artistas extranjeros que venían. Me hicieron amar el teatro, me encanta. Leí desde pequeña obras teatrales como El espectro recuerdo, de Ibsen, tendría 11 años. Que mejor taller literario que el fomentado en familia. Y con los tíos, qué tíos ¡Madre Mía!.

6.- ¿Quién es entonces Julia del Prado mujer, esa señora que pasea su cuerpo por las calles de Lima o de Arequipa, en busca de sus vivencias que no siempre es el pan de nuestros días? 

¿Quién  soy? Difícil de expresar. Me parece que ya lo puedes ver en todo lo que te he expresado anteriormente. Como mujer me parece que soy enigma, jajaja. Nací un 28 de enero, soy acuariana, creo en los signos, pero también en la educación y en lo que captas de la sociedad. Uno es eso la simbiosis de todo esto. Gracias a Dios o a los Dioses que hay vivencias que como dices no siempre son el pan de nuestros días. Sabes me descubro día a día, la vida es un total misterio y cuando me pellizco, digo no: ¿Somos holograma?.  En mi como en muchos está el mar, el campo, los animalitos, mis hijos, mi nieta Lola, mis perritas shitzu Lorelai y Quilla, ahora.

7.- Tus lecturas favoritas, tus entretenimientos, tu vida familiar. ¿Eres una mujer doméstica?

Durante mucho tiempo mis lecturas favoritas estuvieron ligadas a los dramaturgos, Ibsen, O’Neil, los hermanos Machado, Ionesco, Shiller, Brecht, Genet, García Lorca, entre otros. Los peruanos Sebastián Salazar Bondy, Juan Ríos, Hernán Cortés a quienes además conocí personalmente, los dos primeros por la cercanía a mi padre. Y los libros de aventuras como Salgari, Verne, Kipling, Dickens, otros más. Los poetas: Tomas Elliott, Borges (lo leo y releo), Octavio Paz, Whitman, Neruda, Nicolás Guillén, Antonio Machado, entre los más cercanos.  Vallejo, Arguedas y Eguren, entre los Maestros peruanos.  Hay más hasta ahora. Acabo de descubrir a Carver, escritor norteamericano por un amigo argentino virtual. Hay unos cuentos que quedan grabados en mí: El Collar de Perlas, de Maugham. Stevenson. Y los rusos que captan la psicología de ellos como Chejov, Tolstoi, Gorki.  Leo y releo. Leía mucho más hasta hace una década pasada, pero me doy el tiempo aún para ello. Los llamados escritores del boom, término que no los une porque escriben distinto como: Vargas Llosa, Cortázar y García Márquez me agradan y algunos de sus libros me llegan más que otros. Carpentier, Asturias y Amado son mis amigos también. Leo además leyendas de nuestros pueblos. El Perú es muy rico en leyendas, sobre todo la selva de mi país, con atractivas y a veces alucinantes historias.

Mis entretenimientos: el cine ya te dije, me encantaba antes ir al cine y aún ahora eso de pisarlo, de ingresar, de tomar un cafecito antes de ver y comentar la película luego a pie o en casa. El ir al teatro y hacer casi lo mismo que cuando vas al cine, ese olor que está en cada pieza teatral, el mismo local, el escenario, es único.

Me encanta viajar, es un enorme placer descubrir paisajes, charlar con sus habitantes, palpar su historia y geografía.

Si soy ama de casa, bueno. Sabes tengo que decirte algo, como muchas otras mujeres que trabajaron o trabajan, me di tiempo para mis hijos, para leerles, contarles historias;  para compartir sus vidas, cosa que hago hasta ahora. Nos escuchamos y aconsejamos. Me da mucho placer verlos. Limpio mi casa, lavo la ropa, menos mal que hay adelantos como la lavadora y demás. Cocino poco, no es mi arte. Aplaudo muchos platos que hace mi marido,  quizás por este ejemplo mi hijo menor salió chef. Me gusta el hogar y la familia, incluso la familia extendida. Y soy amiga, se serlo. Me gusta invitarlos a mi casa y en ocasiones tomar un cafecito, preparar desayunos o tecitos.

Me gusta también ir y participar de recitales e ir a exposiciones pictóricas y fotográficas. He  hecho y hago todavía periodismo de carácter literario-histórico, cultural. Fui Bibliotecaria a tiempo casi completo, lo que incluye promoción lectora. Promotora cultural de la Provincia de Huaura que es donde viví mucho tiempo.

 Es interesante haber vivido y formado parte de dos siglos: el XX y el XXI que caminan rápido y en el hubieron y hay transformaciones vitales para el hombre, como la tecnología.  Tengo amigos virtuales, trato de saber quiénes son, es difícil. Manejo mis casitas virtuales o blogs. Pronto haré una web. Y participo de algunos foros literarios, así como revistas virtuales.



8.- Y ahora háblame de Julia del Prado, la escritora. ¿Cómo escribes, es decir cómo te es más cómodo escribir? Ernest Hemingway y Virginia Wolf escribían parados, claro que no existía la computadora en su época. ¿Alguna influencia al escribir?

Me es cómodo escribir en la cama, muy cómodo y estar sola en esos momentos y hacerlos en cuadernos o libretas. Ando con libretitas viajeras, para la inspiración y tomar apuntes. Luego voy a la computadora y ahí corrijo, parece que la computadora te dice que corrijas o te ayuda mucho, en hacerlo. Como han dicho otros escritores nunca un escrito está terminado, lo revisas, te lo revisan. Pero nunca está totalmente concluido y menos en poesía. No escribo parada. Me gusta hacerle consultas a mi familia sobre lo que escribo, se los doy a leer antes de publicarlos, sobre todo antes de llevar los libros a la imprenta. Mis escritos son motivo de charla para ella, aportan mucho, me hacen sugerencias. Y tengo algunos amigos en  los que confío para que me ayuden en la corrección. Esto me ha dado  buenos frutos. 

Pues como poeta, escritora de cuentos y micro cuentos y haikus, las influencias no las advierto. Los lectores y críticos literarios son los que hablan de ello, y bueno en cuanto a mi poesía comentan en el Perú que pertenezco a la Escuela de Eguren y no a la de Vallejo. En mis poemas musicales dicen, puede haber influencia del cubano Nicolás Guillén. Me parece que todos los escritores tenemos influencia de alguien que lo antecedió en años y en siglos,  sin lugar a dudas así es el arte de escribir. Soy amiga una "bucanera de los mares".

9.- Desde tu primer libro hasta el penúltimo editado, ¿te has sentido cómoda con ellos? Porque sucede como con  los hijos, a todos los queremos, amamos, atendemos pero hay uno que vemos con un cristal diferente a los demás. ¿Te sucede eso?

Creo que con cada libro se siente algo distinto, es un nacimiento. Y cada libro surge con alegría, lucha, con sentimientos encontrados. No no me he sentido cómoda cuando los voy a parir, no. Es cada  uno de ellos un maravilloso reto. Si veo a alguno con un cristal diferente, eso me lo guardo. Me alegra mucho haber escrito tres libros para niños y haber sido inspirados ellos en la fábula y en la leyenda.  

10.- ¿Qué piensas sobre el libro virtual y el libro editado en una imprenta?
Tenía mis reparos con el libro virtual por lo mismo que soy bibliotecaria y lectora y haber palpado hojas, papel, el paso de cada página. El libro editado en una imprenta tiene un gran atractivo, todavía y qué bueno verdad, pero para promocionarlo tienes necesidad de un agente literario y no siempre  lo puedes tener, sobre todo cuando editas como edición de autor. Cuando editas con editor, tiene la ventaja que circula más rápido y el editor lo promociona, pero existen sus bemoles.

Hay que situarse en la época actual y aplaudo el nacimiento del e-book o libro virtual. Veremos con el tiempo que lugar ocupa en la vida de los humanos y si desaparecerán o no los libros editados en imprenta. Esto es motivo de polémica.
Tienes que ubicarte y tratar de que tus libros sean conocidos y hasta vendidos a través del internet. Y que sean leídos a través de la computadora u ordenador.

11.- ¿Cómo ves la Literatura femenina en Perú?, en un plano general sin diferencia generacional.

Mira me parece que la entrevista se hace larga, no responderé minuciosamente  a lo de Literatura femenina en el Perú porque es tema de todo un artículo y hasta de un libro, hay escritoras peruanas que la han estudiado. Admiro a las y a los que se han dedicado a estos estudios. Conozco a muchas escritoras peruanas de siglos pasados como Amarilis, Mercedes Cabellos de Carbonera, Clorinda Matto de Turner y poetas, escritoras del siglo pasado y de este siglo, algunas son cercanas a mí y hasta amigas. Pero me parece que la literatura no debe estar ligada al género, sino que es universal.

12.- ¿Consejo a los escritores noveles?

Me hubiera gustado hablarte de otros temas, pero no es oportuno. ¿Qué les aconsejo a los escritores noveles? que lean, lean y lean y escuchen a otros escritores que han leído o ellos los descubran en los círculos donde se reúnen. Cuiden el idioma en el que escriben, por supuesto todo escritor hace aportes o giros o crean palabras nueva

Gracias querida Julia, por tu tiempo, tu vida y lo más importante, tus memorias recogidas en tu literatura. Muchas gracias.

Westchester, Miami, Octubre 8, 2011 





JUAN W. YUFRA [13.739]

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Juan W. Yufra 

(Ilo, Perú  1977) estudió Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa – Perú. Con Crónica de Colisiones obtuvo el Primer Premio de Poesía en los Juegos Florales Universitarios de 1998; ese mismo año apareció la primera versión de su libro Búhos Escarbados. En el 2003 publica Graffiti de zoo, y en el 2004 su libro Monólogo de Lea obtiene el Primer Premio en el Concurso de Poesía Guillermo Mercado convocado por la Municipalidad de Yanahuara (Arequipa). Ha publicado la plaquette Difícil y algunos poemas de una manera irresponsable –como deben ser las cosas– y que integran su Instalación (2005). 



Crónica de Colisiones / 1998


Poema 1

a veces
el suicidio de la memoria

el sol
con los pasos que se te caen del cuerpo

las piedras que señalaban a los vivos y
los cráneos más ilustres 
colgados en la noche




Poema 2

el silencio de agua en la época de las colisiones

un mar 
en ruinas que se descascara en la oscuridad
del zodiaco

la locura que muere en tu boca




Poema 3

deja que mis esquirlas
te alcancen
los ojos

que mi cabeza incendie
tu silencio





Poema 4

abro mi conciencia
a la órbita
de los siglos que se queman 
en tus entrañas

tu piel es señal de fuego
d’erosión

mi cuerpo es tierra inmortal en tu cadáver




Epílogo

el metal vuelve a las generaciones sólidas del verbo

el ruido cóncavo de la risa ha muerto en los 
médanos de la intemperie

era dromedario en las estepas de la lengua

una mujer que abre las piernas 
de la A a la Z



Búhos Escarbados / 1998


SIGLO UNO

Era espantapájaros

Mueca
El sol indio de la tierra


Todos los hombres
Despedazados en mi lengua




SIGLO DOS

Piedra o agua inmóvil
Escualo
Los cuervos beduinos del cuerpo

Nacer en tu pico
disecarme
Cabalgar 
de polvo a 
cernícalo con espinas asteroide

Tótem de tu carne

Danzan células
Roen
Petroglifos





SIGLO TRES

Oh Valle Sagrado, valle de piedra
Piedra con piedra 
Golpeada
(Odi Gonzales)

Repta el mundo con los gusanos apátridas





SIGLO CUATRO

Arrastro 
Mi cuerpo a la memoria de las chullpas

Mi lenguaje 
Por rutas de cerámica





SIGLO CINCO

Cuando catapultas mi huesos

Merodean buitres

Tu sangre 
en grito de tierra




SIGLO SEIS

En mí nacía 
Con los Búhos de la risa

El entorno era un insecto desprendiéndome del universo

Era 
sangre Fósil

Colmillos de brea que se rompieron en mi sombra





SIGLO SIETE

Las vasijas del Ande son aves de cobre
Kipu

Estos animales no son la imagen de la muerte





SIGLO OCHO

Todo pubis tiene el cansancio del salitre

Marioneta escarbada del aire

Cernícalos
que bostezan en el pecho de la vigilia





SIGLO NUEVE

Menstrúa el tiempo

Corta tus senos
Este ruido mamífero

Tus ojos rasgados
Mis orejas pantanosas




SIGLO DIEZ

Mi risa 
Es vómito urbanizado

Pezones encamándose en mi boca





SIGLO ONCE

MIS OJOS MACERAN TU CUERPO LADRADO





SIGLO DOCE

DESPLUMO EL SOL A PICOTAZOS

TOCO EL FÓSIL DEL SEXO
LA ORUGA DE LA CEGUERA





SIGLO TRECE

APEGO EL PLUMAJE A TU MEMORIA
DESCONCHO MUNDOS

SAURIO DE LA PALABRA





SIGLO CATORCE

Graffiti

Mi naturaleza hiberna

Fosa

Aerolito afaníptero
El Ave es el Lenguaje
Tuétano
Alga rupestre



SIGLO QUINCE

Das tu voz a los reptiles

Quisiera evitarte el universo

La órbita de Hoyos Negros

envolverte
en mi sílaba acéfala





SIGLO DIECISÉIS

Moscas de insomnio

Animal ebrio (extinto)

Autopsia del mundo

La Mantis Religiosa

Nuca que se expande





SIGLO DIECISIETE

Ameba
Rex de mi conciencia anfibia
o
Azufre




SIGLO DIECIOCHO

Tu rostro de explosión
( Escama )
Onomatopéyico zoológico - pre hispano
Mujer
Demonio de escasas memorias




SIGLO DIECINUEVE

Nosotros
la erosión del vocabulario
Orificio
Luna otorrinolaringológica
Voz




SIGLO VEINTE

Habitamos búhos escarbados del ojo
de la memoria
Oh célula
coloca nuestras vísceras a la sombra

El hombre no basta para la sangre del mundo




SIGLO VEINTIUNO

Destino de animal

uno muere varias veces en la vida ( es la experiencia co-
mún ) – la primera al nacer – las otras – tarde o temprano
Westphalen


Criatura:
Bulla en la sangre
Vómito rupestre del sol
Seno desierto / tu cara de voces
manto y cicatriz
Osos que huelen a hormigas
A planeta

El lagarto que trepa los Andes
Los dolores de cerámica ; piel de alacanto
insomne
de las batallas
Péndulo : ojo en los peñascos
Murciélago incógnito de mis labios

La bestia que pasa de Este a Oeste por los siglos de los siglos





Instalación / 2005



surge tu piel 
una excusa
ojos hundidos por el sol
la cabeza erosionada
-un mal augurio-
hablo de las cosas en mi lengua
al final los cangrejos se esconderán en tu oído




entonces vendrá diciendo / no tengo por qué decir nada
en mi cabeza las abs que nadie ha hecho
(otras palabras que se encarguen de decir lo que escribo)
ahí vas
-toda esa vaina que no se escribe-
luego sólo unos gestos con la boca




es posible tu cuerpo
girar la cabeza




leer 
(los barcos varados / con las velas incendiadas
en un mar disperso
en las manos
-falso-
el error es imprescindible
las abs en una farsa poética




el aire el ruido de algo en el horizonte
los ojos traspasando olas
el alma disuelta llena de arena
condenada a las lagartijas
a veces el aire
el sol : un cactus
-en tus ojos el agua es de mar-
estas palabras no intentan decir eso

(a veces la imagen de una vela encendida)



el viento en la cabeza ( en esa excusa recorren las abs)
las palabras sueltas
-a mi alrededor unos ruidos-
las olas en estas letras
nada / sólo esta piel
-en tus ojos esto que nada-
fueron las abs de arriba / luego una garúa
en mi memoria una voz / esta huida



en otro contexto –claro- diría
aún arden mis huesos que no fueron entregados al sacrificio
o
en tu sexo veo el descuartizamiento de mis dioses
pero –ahora-
como si esas formas densas en su cuerpo fueran
artefactos extraños para su palabra
disimula
y cree pronunciar: esto –supongo- son peces



escribir las palabras que existen por sí solas
escenas que no nos llegan nunca de la memoria
garabatos
sólo criaturas incomprensibles
tu lengua condenada a la neblina




decir
con la cabeza / las cosas
-en los ojos algo de lluvia
con una excusa tangible
el cuerpo 
en algún lugar
en blanco
a una distancia inverosímil
intentando ocultar esta sombra de todas estas figuras inaccesibles 
(la humedad a esta hora -en Ilo- es de 77%)
como una palabra
disuelta
entre las olas la imagen de una manta-raya sobre el cascajo / su cola se mueve y la espina que se tambalea en el aire deja escapar un gesto / un detalle 
el muro
los espacios que arden 
sobre la roca unos animales
roídos con una piedra lanzada al agua según manda Westphalen en sus últimos libros 
y ahí – en ese gesto
en esa circunstancia – lo que se escribe
entonces la cabeza / por fin erosionada
por lo días nublados
– sin una palabra
que logre encerrar a todas estas abs que cruzan / digitadas / a través de tus ojos clavados en esos peces antiguos 
no hay otra
a veces las cabezas de pescado 
ella cogía los caballos de mar en la oscuridad
y en su conciencia la sua vita è la stessa di sempre con notti senza piume che dormono con il mio cuore in mezzo e con silenzi nella maschera del sole
nada –legible- desde luego
(su excusa se iba repitiendo en el fondo con una piedra - para que me escuches en tu lengua

las olas borraron sus ojos




Abs 4

crece
- sin otro viento -
al final de cada marea
la marea dibuja con sus propias olas


Abs 8


sin abs
con la cabeza
donde las olas
inventan las aves


-1-


Igual que las aves
Cruzo
La tierra
Sin dejar otro silencio
Mi piel es una sombra
Un océano
En donde los ojos se inundan


-11-


Y ella es (de una piel oscura)
Un precipicio
Un lugar







STANLEY VEGA REQUEJO [13.740]

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Stanley Vega Requejo 

(Cajamarca, Perú 1972) 
Bachiller en Educación en la especialidad de Lengua y Literatura (Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo). Ha publicados los poemarios Inútil Inventario (2001); Soliloquio de las Hojas (2007) y Danza finita (Hipocampo editores, Lima 2009). Sus textos poéticos han sido publicados en las antologías Poesía Perú S. XXI 60 Poetas Contemporáneos (Fundación Yacana, Lima 2007) y2 + No antología No Contemporánea de los Poetas Amigos (Estanoesunaputaeditorial, Lima 2008). Recibió la Diploma de la Cultura del Instituto Nacional de Cultura (1998, Chiclayo). Obtuvo el Primer Puesto en los Juegos Florales de Poesía, Universidad Agraria la Molina (2006) y el Primer Puesto en el V Concurso de Cuento Breve A toda página organizado por el Centro Peruano Americano El Cultural (2012). Participó en calidad de invitado en el II Festival Internacional de Poesía “El Patio Azul” organizado por Antares y Letras (2003 –Cajamarca) y el III Festival Nacional de Poesía “Novísima Verba” (Lima, 2004), entre otros importantes eventos.
En el ámbito de la gestión, fue Presidente del III Encuentro de Poetas Jóvenes Lambayecanos “José Carlos Mariátegui” ( 1994, Chiclayo); miembro del comité organizador de la serie de recitales poético-musicales “Cantos de Ahora Mismo” I, II, III, IV, V, VI y VII realizados en el INC (1995-1997, Chiclayo); I Encuentro de Poetas Jóvenes de la RENOM “Luis Hernández Camarero” (1996, Chiclayo);  “II Congreso Internacional de Escritores Chiclayo 97”;  VI Encuentro Regional de Poetas Jóvenes (1997, Chiclayo);  “IV Congreso Internacional de Escritores  Chiclayo 99”; Coordinador General del Conversatorio Nacional “Literatura Peruana Durante las dos Últimas Décadas”(2004,  Chiclayo).  Ha dictado diversos talleres de literatura, creación literaria y poesía desde el 2001 hasta la fecha. Actualmente se desempeña como director de Ediciones Prometeo desencadenado.
Dirige el blog  http://prohibidoestacionarse.blogspot.com/. Administra el blog personal http://stanleyvegarequejo.blogspot.com/




Selección de poemas de Stanley Vega
 "Danza Finita".



1

Cuando llegue la hora de partir
jamás olvides colocar
tu corazón en la mochila.
En cualquier aldea
existe una linda muchacha
esperando la llegada de un forastero
con los muslos tibios
y acogedores.



5

La ciudad existe
más allá de estas cuatro paredes.
Pero eso  no importa
mientras mis manos
aún enciendan fogatas en tu cuerpo.
Siempre hay invierno en mí.




9

el amor es un puerco
que gozoso se revuelca
en el charco
de nuestros corazones.




12

A través de tu vientre
deseo llegar a la noche.
Y caminar en silencio.
Sin nadie en rededor.
Con la única sensación
de tener tu mano entre la mía.




15

Mi corazón
cual perrito contento
no cesa de mover la cola
cada vez que te ve.





16

Y si no fuera
por el aburrimiento
jamás hubieramos descubierto
un décimo planeta
donde ahora
tan sólo existimos tú y yo
haciendo el amor.





17

No hay nada
en qué aferrarse.
Ni siquiera los vellos
luminosos de tu sexo
pueden salvarme
de esta caída
inevitable.



21

En las ruinas de este corazón
habita una eterna inquilina.
Oh, soledad, soledad
vano es resollar y gritar
en esta rara niebla que de olvido
lo inunda todo.




24

A un refresco de lima
sabía tu cuerpo

A un refresco de lima
bajo una mañana de verano
frente al mar.




29

Ocurre que Dios
de pronto quiso verse 
frente al espejo.
Y sólo vio
el aire
que flotaba en silencio.



31

Era tu silueta un mar anochecido.
Lugar perfecto para suicidarse



38

No son estos pies
los que sostienen mis sueños.
Es cada latido
que me susurra cosas ininteligibles
bajo mi propia piel.






SOLO QUIERO DESPUÉS DE MUERTO
vivir navegando en la memoria de un ave.
Alimentarme de insectos
en tanto recorra las ramas
de una estación cualquiera.
Despiojarme las alas.
Beber agua turbia de los charcos
pasada la lluvia
y cagar
cagar mientras vuelo
sin pensar en mi última lectura
o el sentido de mis huellas
dejadas en esta existencia.
Solamente olvidando,
olvidando esta terrible idea de ser humano.





RECOSTADO A LAS ESPALDAS
de un árbol solitario
cierta tarde se me ocurrió
escribir tu adorable nombre
con mi orina
en el pleno azul del cielo.

Y así fue.
Que hasta hoy
ni siquiera el sol a las nubes
han podido borrarlo.





Y SI DIOS OYE TODA VOZ NUESTRA
- como dijiste -
el oído de Dios debe tener
un tamaño descomunal
ya que viviríamos allí, dentro
y el mundo sería pues en este caso
una triste y miserable bolita de cerumen.

De Inútil inventario



ESTHER CASTAÑEDA VIELAKAMEN [13.741]

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Esther Castañeda Vielakamen

Esther Castañeda Vielakamen (1947 – Lima, 24 de febrero de 2010). Fue una poetisa peruana. Destacó en el campo de la literatura. Desempeñó el cargo de directora de la EAP de Bibliotecología y CCII de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1987, Catedrática de Literatura en la misma universidad y editora literaria.

Obras

Guía hemerográfica de "Cuadernos Semestrales de Cuento". -- Miraflores : UNMSM, Instituto Raúl Porras barrenechea, 1974
El vanguardismo literario en el Perú. -- Lima : Amaru Editores, 1989
Interiores. -- Lima : Amaru, 1994
Carnet. -- Lima : Magdala Editora, 1996
Falso huésped . -- Lima : Eds. Flora Tristán, 2000
Piel. -- Lima : Magdala Ed., 2001
Chosica ; Fiebre de familia. -- Lima : Magdala Editora, 2005

Compilaciones

Antología poética : Tercer Encuentro de Poetas Sanmarquinas 2001. -- Lima : Magdala Editora, 2003 (Junto a Elizabeth Hiromi Toguchi)
Catálogo : 30 años de poesía peruana en revistas, 1971-2000. -- Lima : Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Biblioteca Central Pedro Zulen, 2002 (Junto a Elizabeth Toguchi)
Las muchachas malas de la historia : antología poética por los diez años de Magdala, 1995-2005. -- Lima : Magdala Editora, 2005 (Junto a Elizabeth Hiromi Toguchi)

Editora de las siguientes series

Antología mujer, junto a Elizabeth Toguchi.
Lilith & Eva, junto a Elizabeth Toguchi.
Pandora, junto a Elizabeth Toguchi.
Poesía mujer, junto a Elizabeth Toguchi.




RECORDANDO A LA POETA ESTHER CASTAÑEDA VIELAKAMEN

O viceversa

Te filtras en mi cama
y en mi raíz cuadrada
por los ángulos de la puerta
te filtras en la inconsciencia ajena
en el abrazo de la palabra
a tropezones en la memoria
entre los misterios del cuerpo
te filtras por las rendijas de mi vida
cuando hago juramentos para el olvido
te filtras por las paredes de mi habitación
encantos y desencantos
de gozos y llantos o viceversa
te filtras por mi sueño
y vagabundeas con tu lengua
amante de pasados foráneos
los candelarios se sumergen en el vino comprado la
víspera del adiós
y te evoco como a través de las persianas
¿con cuántas ya habrás enterrado mi nombre?
las marcas de la aventura en agonía
en este último verso.




Falso Huésped

ángulo
ponto
cerebeloso
así comienza
viajero
increíble
ajeno
falso
huésped
mío
vivo
redivivo




Ídolo

antes del cierzo
levanta
brazo derecho
todos los días
cautivo peso
delgado ídolo



MI CUERPO

En el lugar
más pequeño
de mi cuerpo
albas
aromas
y atardeceres
libres




SIN RESTRICCIONES

Amo tu piel
durazno
las ondulaciones que a cierta hora
adoptas
el olor que flota en mí después
y extiendo
perezosamente
otra vez
mi edad




LIMA

Lima cubre de elegías este espejismo
de puerto lejano

Con el saco al viento
tu cuerpo oscila como ícono envuelto en seda
retiro las cortinas
y me hundo en el desnudo
en el placer de peinarnos
bajo las aguas.

Vértigo familiar
las posibilidades se repiten como imágenes.




ESPACIOS PARTICULARES

Todos los espacios están comprendidos en mi reino
alzo la voz
y se extiende la sangre
como el humo en las batallas.

Sin pudor
embisto conceptos
plegarias
y las oleadas surgen en una biblioteca
el aula
la vieja avenida Pizarro
construida al impulso de tu cuerpo.

Así fundé mi casa
y el deseo.





ASOMBRO

Puedo reproducir tu figura
mas tu cabello se pierde en la memoria

Los años conducen
a conocimientos incompletos.





ELLA

A Diana Miloslavich

Ella
niega atardeceres
antiguas máscaras
elige
práctica personales
mitos personales
en un bar ignoto extiende la invitación
pequeñas negativas
nuevamente
y echa un brindis
al demonio





LLUVIA

resbala
lluvia
cobíjame





ALONDRA

vuela a tu rama preferida
rózala
rodéala
alondra





AMANTE

gaviota
te vuelves arena
al borde de sus brazos




AZUL

tu voz
seda empecinada
agua dulce
flor azul




ESTHER CASTAÑEDA

INTERIORES, 1994
CARNET, 1996
FALSO HUESPED, 2000
PIEL, 2001




Esther Castañeda Vielakamen: POETA, siempre

Uno termina preguntándose que son las soledades ante a la muerte. Y es que la noticia llega como si el terremoto de Haití volviera sobre nuestro cuerpo derrotado. Caído. Conocí a Esther Castañeda Vielakamen (1947-2010). Solía acompañar a los poetas jóvenes y fue la que decididamente, con Rosina Valcárcel, Diana Milosvavich y Dalmacia Ruíz Rozas lanzaron el Encuentro de Poetas San Marquinas. Una lucha de género por hacer la palabra también limpia y sin atropelladura hispánicas como eso de llamarlas poetizas. Como maestra era una docente disciplinada, dedicada, atenta. Investigadora nata (El vanguardismo literario en el Perú, 1989). 

La última vez que trabajamos juntos entramos en una aventura que hoy medida a la distancia tuvo sentido. Recuperar la memoria escrita de la poesía de los 1970-2000. Los 30 años de poesía peruana fue una grata manera de hacer y compartir cosas. Ella volvió sobre los fonos y redes, al igual de varios de nosotros. Conseguimos lo que hoy tiene la Universidad de San Marcos, una colección de revista y suelto de la poesía peruana de esas tres décadas. Esta puede revisarse en portal de nuestra universidad: http://sisbib.unmsm.edu.pe/Exposiciones/30_poesia/Default.htm







Como poeta era de tono sencillo, sensible. De fibra:

Con el saco al viento
tu cuerpo oscila como icono envuelto en seda
retiro las cortinas
y me hundo en el desnudo
en el placer del peinarnos bajo las aguas

De ese tejido de palabras son sus poemarios Interiores (1994), Falso huésped (2000), Piel (2001) y Chosica/ Fiebre de familia (2005).

Animó por muchos años la editorial Madgala uno de los focos de producción poética de mujeres, puede revisarse el trabajo que compartió con su inseparable amiga Elizabeth Toguchi: Las muchachas malas de la historia: antología poética por los diez años de Magdala, 1995-2005 (2005) y en San Marcos, inicio, con tesón y innovación el curso de Literatura Escrita por Mujeres. Está pendiente la publicación de sus escritos sobre la poesía femenina del siglo XIX que solo la estupidez y desconocimiento hace imaginarlas como inexistente.



Cómo entonces, no estar triste esta noche que nos llega la noticia. ¿Cómo? Tal vez el mejor homenaje a Esther sea seguir siendo mejores en todo lo que hacemos. Y, repito las palabras que nos llegan por el correo, el de Rosina, el de Róger, "Algo se muere en el alma cuando un amiga se va".

En la fotos:
Los jóvenes investigadores:
Luis Fernando Vidal, Esther Castañeda, Miguel Ángel Rodriguez Rea
Esther Castañeda, Daniel Matews. Carlos García-Bedoya, Marco Martos, Jorge VAlenzuela, Gonzalo Espino (1997).

publicado Gonzalo Espino Relucé 



RAFAEL ROBLES OLIVOS [13.742]

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Rafael Robles Olivos 

(Lima, Perú  1982). Ha escrito los poemarios “Mira lo que has hecho, Claudia”, “Be(r)sos con lengua”, “Las chicas del NO”, “Vida y obra y muerte del osito de peluche”, “Las historias que le contaré a Mateo cuando crezca”, “Cuaderno de M” y “Los dos lados del cuadrado”. Sin embargo – y con toda justicia- sólo a fines del 2005 la editorial estruendomudo se animó a publicarle el libro de poesía “Buena suerte Peter Parker!”. Finalista y ganador de algunos concursos literarios que sólo le importan a él. “Cibermaratonista”. Ha tenido chicas lindas entre brazos y está detrás de la nueva revista Aeropuerto (www.aero-puerto.net) y de varias mujeres que no le dan bola (¿todavía?). Ah, calza 45, por si acaso.


Super

Mi super héroe favorito siempre fue el hombre araña.
hasta que te lo tiraste...
Ahora no sé qué pensar.
Peter Parker debe ser un gran hijo de puta en la cama, ¿no?
No te habrá dado ni tiempo ni ganas de arrepentirte.
Pero en fin, tú ya no te acuerdas de eso. 
Ahora tienes otro más y hasta vas a casarte
Pero me cago de risa, no has aprendido nada.
Al menos yo
ya perdí los héroes
y trato de matar todas las arañas que nacen de mi pelo descuidado.
...yo y mi super descuido.



S/T 2

Me gustan tus faltas de ortografía
tu metro y medio de lindura
y tus conversaciones importantes en mitad de la película

Me gusta que ya no seas virgen
que beses con lengua y que mis manos arreglen tu cabello
que te pongas celosa con la señora de la farmacia
y que tengas berrinches sin lágrimas contra la pared. 

Me gustan tus piernas cerradas y tus ojos pintados
tu cuarto puesto en un concurso de sonrisas 
y mi correo lleno de correos tuyos con faltas de ortografía. 
También me gustan tus bolsitas de caramelos
Tus te amo, tus no me dejes
Mis no te dejo, sonsita, Mis yo te escribo yo te escribo
Me gusto yo cuando eres una prolongación de mis labios
o de mi pene recto y emocionado. 
Me gustan nuestras manos tocando piano sin pasar el sombrero
Nuestro mes y medio que parecen tres años
Tu parecido a una niña que me dejó hace tanto
Mi parecido a tu ideal de patán azul de cuento de hadas
El árbol en el parque y mi terror de ir al estadio
Las lágrimas del torero y las del toro asesinado
Los sacones que usan los vagabundos contra el calor del trabajo fijo. 
Tus faltas de ortografía
y que tu nombre no rime ni con sillón presidencial.




4.

Intentar algo contigo es inútil como tomarle fotos al sol con una kodak 4.1 y echarse bronceador en Río de Janeiro. Es divertido como las películas de terror en blanco y negro y frustrante como los sueños del elefante enamorado de la tortuga de altamar.

Intentar algo contigo es ridículo como decir esternocleidomastoideo a la hora de la eucaristía o saltar de un quinto piso gritando tu nombre sin más red que una piscina llena de turistas. Es cruel como una pizza congelada a las tres de la mañana o ganarse la lotería en pleno cáncer terminal. Intentar algo contigo es irse de cara contra el puño de tu hermano. Es placentero como un dolor de estómago en las puertas del cielo y triste como aplaudir en el entierro de alguien que nunca conocimos y que por alguna razón nos ha dejado solos.



6.

Si quieres puedes irte, que me conozco tus mentiras como las madres reconocen la sonrisa de sus hijos muertos. Puedes irte, aunque deba confesar que me faltarían tus dedos en punta cambiándome de radio, tu sistema óseo violentando mi abrazo de australopithecus macho en celo. Me faltaría pagar por una película criminalmente estúpida a las diez de la mañana y cerrar los ojos cuando me hables de tu año nuevo en San Bartolo. Ni qué decir de tus talones martillando la punta de mis pies, tus suaves y melancólicos talones haciéndome la vida un poco menos ortográfica. Tus iliacos pregonando obscenidades en mi dolor de espalda, tu juguito de piña y tu forma de mirarme sólo porque aplaudes hasta el hueso mis infartos de sapo enamorado. El mismo sapo enamorado que tiembla cuando, de casualidad o de pura borrachera, tus labios se estrellan con los míos por un rato, para luego regresar a la pista de baile como se alejan las olas del mal: amenazando con volver.


7.

Para quedarse con la chica es preciso convencerla de que somos la mejor opción de rana ejecutiva que ofrecen en los supermercados. Las rosas rojas podrían verse como una maniobra recomendable para cualquier boticario con remedos de galán. Nosotros usaremos jabones de mandarina y puercoespines silvestres cuya mayor predilección sea la de recitar poemas en francés. Luego, cuando la chica haya comprendido nuestras intenciones de quedarnos con ella, daremos rienda suelta al sentido del humor como armamento sorpresa. ¡Hágala feliz, señor! Que suelte la risa burlona que derriba hoteles y luego desaparezca como los grandes. Bórrese del mapa sin mayor aviso, hágase el interesante y ruegue que los puercoespines sepan improvisar canciones de amor cuando se les termine el repertorio… o el francés. Lo que venga primero.




Frustración 6: pintar un desnudo tuyo.

Sería bueno
no ser tan malo pintando
porque así tendría
un pretexto antibalas
para vestirme mal
y quitarte la ropa.




Concepto 1.

Masturbarse es un oficio triste, ver películas, eyacular
es un camino largo y es un horario de universidad
es un domingo, un lunes
un sábado en la tarde.

Masturbarse es una huelga de hambre
una mano que se alza en el océano pidiendo que la reconozcan

Masturbarse es una imposición más que un oficio triste
la forma más terrible de irse a la cama.
Es quedarse con las manos atadas a la espalda
y una fotografía que nos mira.

Si no te hubieras ido de conmigo y yo en otra parte
no hubiera escrito esto y la masturbación no sería un oficio triste
sino simple y felizmente: un pajazo.


"Aquí murió el payaso", Estruendomudo, 2008. Conjunto de poemas desde donde les extraigo unos poemas que en lo personal me gustaron y que deseo compartirles a ustedes. Hubiese deseado ya poder tener esos versos en algunos poemas mios. Pero siempre se pueden usar como epígrafe, verdad Rafael.




DISCURSO DE CANTINA A LAS 3 DE LA MAÑANA

Te voy a robar de tu casa como hizo tu padre con tu madre. Subiremos a los trenes y nadie nos atrapará. No preguntes cómo, pero no pasará nada malo en ese viaje. Importa poco sí no hay tiempo de preparar las maletas. Importa poco si le dimos un beso a los abuelos. Vas a escaparte conmigo esta noche. Es todo lo que haremos. Vamos a alejarnos de esto. Escaparemos una sola noche. Sólo tomara una noche. Y luego volver.

Es algo que los japoneses nunca entenderán.




TERMINAL

Eres mi cáncer, mi cólico, mi menstruación. Eres la piedrita en el zapato. El pájaro que escapa. Que se extraña en las mañanas y se odia por la tarde. Y yo te odio como odio a mis queridos padres. Como a una enfermedad incurable. Como al jarabe. Te odio como a la vainilla en los helados tricolor. Como a quedarme solo cuando quiero estar contigo. Como a morirse solo cuando quiero matarte lentamente con dolor.

Me duele el cuerpo. La pestaña. Me pesan los brazos y camino con dificultad. Una enfermera viene en las noches a medirme la presión, a pincharme el culo (y no al revés). A veces la acompaña un tipo duro que parece ser su novio. Los oigo besarse mientras me adormezco. Los odio cuando hacen eso, de la misma forma que odio las canciones, las películas que antes coleccionaba. Ahora no quiero nada de eso. Quiero dormir, desaparecer en el intento de curarme de ti. Una pastilla más, una inyección que termine con todo.He pasado noches y tardes mirando una jaula vacía que cuelga frente a mi ventana. No habrá nadie esperándome despertar. Se terminaron las siestas, los juegos de salón. No habrá nadie esperándome despertar, pero ambos sabemos que puedo soportarlo. Y tú también.


HACER EL AVIÓN

Hasta que te armaste de valor y me cortaste las alas. Ya no importa cuantas veces me deje la barba. Tú estás aburrida de mi cara, de mi ropa, de mi nombre. Estás aburrida de todo menos de escapar. Y te fuiste rápido, sin pensarlo dos veces. Como tu pantalón de buzo aterrizando en mis zapatos. Como tu avión estrellando el cuerpo contra todos. Menos contra mí, que tanto necesito un accidente.




Entrevista a Rafael Robles Olivos

“No es necesario sacrificar nada por la poesía. No es necesario que te rompan el corazón para escribir”

Publicar un poemario en el Perú dejó de ser hace rato cosa de unos cuantos bendecidos. Publicar en sí ya no es cosa de otro mundo. No hay prisa por corregir ni reescribir los textos: como la espuma de la cerveza las nuevas editoriales no dejan de burbujear (Pajaro en los Claves, Vagón Azul, Casatomada, Matalamanga, etc) El zambo Verasteguí argumentaría “Y esto te urge más que una palabra perfecta” Lo que importa son los riesgos. Hay diferencias y diferencias. Con Rafael Robles Olivos (Lima, 1982), un “poeta” que no se computa “poeta”, la cuestión es sabrosa. Ya tiene dos libros publicados: “Buena Suerte Peter Parker!” y “Aquí murió el payaso”, (según tengo entendido su último libro de poemas), gracias a Estruendomudo. Y una actitud sincera que desentona por estos lares. ¿No asumir poses es también una pose? Esta y otras preguntas fueron recogidas por los tajadores. No fue fácil. Aquí sus respuestas.

1. Empecemos por definir de la manera más populosa el asunto ¿por qué y para qué la poesía?

Hay cosas que no tienen explicación. La poesía, como la pintura y el cine (y más cosas), no tienen un por qué definido ni un para qué explícito. Se escribe porque sí, porque te dieron ganas, porque se te antoja. No creo en los mandatos celestiales que te dictan poemas ni tampoco creo que el poeta sea un ser privilegiado. La gente que, como yo, escribe literatura (en este caso poesía), no es más importante en el mundo que el arquitecto, el abogado o el técnico de computadoras. Es una profesión más. No somos Anakin Skywalker ni mucho menos poetas torturados del siglo 19. Se escribe y punto.

2. ¿Qué piensas de las nuevas propuestas que hay en el medio? ¿Estas de acuerdo con alguna? ¿Se puede seguir creyendo en los movimientos literarios?

Las propuestas que conozco no me entusiasman mucho. La poesía que he leído de mi generación, en su mayoría, no me interesa. Conozco a muchos y hasta me caen todos muy bien, pero siento que la poesía "nueva" no tiene nada de nuevo. Salvo algunas honrosas excepciones.

3. ¿A qué edad empezaste a escribir? ¿Cómo se definió tú vocación literaria?

Empecé a escribir bien tarde. Tenía 16 años cuando leí -tampoco leía hasta esa edad- una brevísima reseña sobre la vida de Kafka. Me impresionó tanto el hecho de que hubiera querido quemar todo lo que había escrito, que le pedí a mi padre que me comprara "Metamorfosis". Creo que ahí empezó mi fascinación por leer y por escribir un poco más en serio (aunque todavía no escriba en serio). Antes, claro, había escrito algunos poemitas pero todos malazos, copias terribles del Poema XX de Neruda, cursis, incluso con una rima forzada y predecibles y efectistas como las canciones que suenan en la radio. Creo que, en cierto modo, soy dos personas diferentes desde los 16. Siempre tuve la inclinación por sentir diferente. Por ejemplo, de niño me trepaba al techo de mi casa y me ponía a pensar por horas cualquier idiotez que me pusiera triste. ¿Para qué hacía eso? Nunca lo supe. El punto es que, cuando empecé a escribir, sentí que había encontrado una manera de que todo eso que pensaba no se perdiera en mi azotea. Supe que podía intentar darle forma a toda esa nube negra que siempre he tenido adentro.

4. ¿Qué te impulso a lanzarte al abismo de publicar?

La vanidad. Las ganas de diferenciarme de los miles de chicos que escribían y escriben poesía. Quería que me tomaran más en serio porque cuando confesaba que escribía (con todo el ánimo de recibir un mérito por eso), me salían tres o cuatro amigos más que decían "yo también, yo también", y todo terminaba pareciendo un club de nerds hablando de textos que nadie leería jamás. Entonces ahora, cuando digo que tengo uno o dos libros publicados, pocos me responden que ellos también los tienen. Eso es lo bueno de no parar con escritores.

5. ¿Qué significa ser poeta en el Perú? (sigue siendo, cómo diría el bueno de Domingo de Ramos, una situación que no se la desea ni a superman)

Para mí ser poeta (odio esa palabra, me parece tan cursi y sobrevalorada), en general (tendría que saber qué se siente ser poeta en otras partes del mundo para responderte bien esto) es algo normal. Me parece que no hay país donde se pueda vivir de esto, al menos casos excepcionales. Ser poeta, en todo caso, significa entender que por ningún motivo debas cometer el error de añorar una muerte por tuberculosis bajo una banca de parque. Significa que, contra todo cliché, escribir no tiene nada que ver con ser un borracho, un mal esposo o un bohemio adicto a las mujeres. Me dan risa todos esos falsos "malditos". En fin, puedes escribir y tener una buena vida, con otra profesión y un carro bonito esperándote en el garaje. No es necesario sacrificar nada por la poesía. No es necesario que te rompan el corazón para escribir.

6. Poesía social o pura ¿cuál es tu caucau?

Por ahora, la poesía egocentrista. Tal vez después me muevan más otros temas, los sociales, los amorales, los románticos. Escribo lo que me nace, supongo que como la gran mayoría. Para escribir de los demás es que soy periodista.

7. ¿Cuáles son tus escritores incondicionales?

Me han gustado muchos por diferentes etapas. Desde lo que escribieron Kafka, Prevert y Bukowski, hasta Ray Loriga, Bret Easton Ellis, Max Brooks (con el que actualmente estoy obsesionado). También están Ribeyro, Bryce, MVLL, Sabina, Thays, lo último de Calle 13 y Los Planetas.

8. ¿Qué significa crecer literariamente? ¿Ganar premios, becas...? (Existe eso que se llama el éxito)

No creo que se pueda crecer en algo que suele ser tan subjetivo. En todo caso, se puede cambiar de estilo, de temas y de visiones del trabajo que uno quiere hacer. Es la situación en la que estoy ahora, buscando un nuevo estilo. Creo que ya lo he encontrado. Los premios, en todo caso, hacen que crezca tu cuenta bancaria (en el mejor de los casos) y tu siempre agradecido ego. ¿Las becas? Un golazo. ¿El éxito? Creo que si te consideras exitoso podrías dejar de esforzarte, perderías en mojo (como diría Austin Powers). Estoy seguro de que Vargas Llosa sigue escribiendo 8 horas diarias después del Nóbel. Esa es.

9. ¿Que autor peruano te parece sobrevalorado?

No creo que valoren a ninguno lo suficiente como para sobrevalorarlo.

10. Lees poesía actual, ¿Hay alguno que te interese?

Antes leía más, compraba libros con el floro de que estaba "analizando a la competencia". Luego dejó de interesarme cuando lo que leía pocas veces me gustaba, me parecía que no tenía fuerza. Me desconcertaba un poco hablar con ellos y encontrar personas chistosas, sin miedos, y luego ver textos inútilmente complejos, aburridos, apagados y sin riesgos, textos que nada tenían que ver con las personas que los habían escrito. Bueno, es trabajo de ellos, no mío, así que los respeto. Además, yo no he estudiado literatura, no he escrito nada memorable todavía y no he leído demasiada poesía como para dar una opinión real. Tal vez, sin darme cuenta, yo quiera escribir canciones y de escritor de poesía no tenga nada. Igual, si menciono nombres me gusta lo que hacen Alvaro Lasso, Manuel Fernández y Fernando Pomareda. Diego Lazarte también tiene cosas bien pajas. Lo mismo Cecilia Podestá. Por otro lado también están Antonio Cisneros y Verástegui (quienes, por adultos, no dejan de ser actuales). La poesía hecha por jóvenes en Argentina es buenísima. Mi favorito es Mariano Blatt.

11. ¿Qué le dirías a un "joven poeta"? (en el caso de que eso de ser joven y ser poeta no sea una invención de Disney)

No mucho, en realidad. Fácil que solo escriban, sin tanta cosa. La publicación puede venir después. Escribir, si realmente les gusta, ya vale por sí mismo, porque es rico hacerlo. Escriban pero no sean poseros (aunque nadie está libre de eso).

12.La última pregunta, en una o dos palabras, define la vida:

Un carro muy rápido y muy grande que nadie sabe bien cómo conducir (fueron 13 palabras).


BONUS TRACK TAJADOR

¿Crees que el Jaguar mato al esclavo?

El esclavo se mató a sí mismo. Siempre estuvo muerto.

¿Por qué siempre los personajes de Bryce terminan triste, solitario y final?

Eso habría que preguntárselo a Bryce o al buen Pedrito Balbuena

¿Cuál es el secreto para mantenerse joven y ser feliz?

Llamarse Jimi Hendrix.

¿Qué chucha se espera después de Varguitas?

Que Daniel Alarcón gane el segundo Nobel en 30 años.

¿Hay remedios contra los adictos a Cohelo?

En un país que no lee, el hecho de que lean (a quien sea y lo que sea) ya es algo bueno y no debe buscar curarse. La verdadera enfermedad es que no se lea ni el periódico.

¿Quién se robo mi queso?

Seguramente fue Jerry.

¿El viejo Buko es mito o realidad?

Sus libros son realidad.


                              Entrevistador: Julio Barco







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