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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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BLANCA ISAZA DE JARAMILLO MEZA [13.270]

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Blanca Isaza de Jaramillo Meza

Abejorral (Antioquía)-Colombia, 1898 – Manizales, 1967
Desde su juventud colaboró en los principales diarios y revistas del país  y del continente.  Dirigió con su esposo la revista “Manizales”, fundada en 1940, órgano literario al servicio de la cultura colombiana.

Escribió 16 libros de poesía, crónicas, cuentos, cuadros de costumbres y conferencias, de los cuales publicó:  “Selva Florida” (poesía 1917); “Los cuentos de la Montaña” (1926);  “La Antigua Canción” (Prosa y Verso 1935); “Claridad” (Poesía 1945); “Del lejano Ayer” (Prosa 1951); “Preludio de invierno” (Poesía 1954); “Itinerarios Breves” (siete volúmenes de crónicas diversas); “Al margen de las Horas” (Prosa); “Cuentos, Cuadros de Costumbres y Conferencias”, y “Alma” (poemas escritos de 1954 a 1960.  Su obra poética está muy difundida por el continente.

En 1951, con motivo de las fiestas centenarias de Manizales y por sugerencia de intelectuales y poetas antioqueños, ella y su esposo fueron coronados en ceremonia brillante.  Colaboró en el libro “Mujeres en Colombia” en Manizales.

Su obra literaria se ha difundido en el continente y los críticos de España y de América que han juzgado sus libros sitúan su nombre al lado de las grandes poetisas americanas, cono Juana Ibarbourun, Delmira Agustini, Alfonsina Storni y Gabriela Mistral.





MANIZALES

Desde Antioquía maternal vinieron
a la conquista de la selva brava
nobles aventureros que traían
en la homérica hazaña,
la fe en el corazón y el brazo fuerte,
tendido al sol manejaron
como invencibles armas,
a lo largo del bosque de la vida
el rosario y el hacha...
Qué bien que te fundaron los abuelos
de frente al porvenir abierta y clara.






VIENTO DE OTOÑO

Y he pasado la vida humilde como aquellas
fuentes que en la montaña
su frágil copa líquida modelan
o entretienen las horas
tejiendo manteletas
de algodón y azúcar de vidrio para los hombros
de la piedra.
He tenido ese culto apasionado
de las cosas pequeñas...
he sido ingenua como el chal de encaje
de la nube viajera...
y más bien que ser águila he querido
ser rosada falena...
Esta autobiografía
fue bien fácil hacerla
si es tan trivial la historia de una vida discreta.





TU Y YO

Y Juntos miramos el invierno y llega
de este paisaje en blanco una dulzura
que nos recuerda la inicial ternura
conque al ensueño el corazón se entrega.

Aunque la tarde a la distancia pliega
sus abanicos de fulgor, perdura
la luz en nuestras vidas, y madura
está la mies para la augusta siega.
Fuimos al arte y la belleza fieles,
cosechamos espinas y laureles
en el azar de la jornada intensa.

La muerte apenas separarnos puede
¡y qué congoja sentirá el que quede
solo, en el borde de la noche inmensa!.





ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE CALDAS

Vamos por el camino
que nos traza el Señor,
Sembrando un trigo nuevo
de bondad y de amor 


I

La canción en el labio despierta 
Al futuro confiadas marchamos 
Y encendida la antorcha llevamos
Contra el viento que agosta la mies;
Y en el aula que signa escudo 
De los brazos de Cristo yacente 
Depuramos el alma y la mente
En el claro crisol de la fe.



II

El estudio nos da la alegría
De mirar sin temor el destino
Y encontrar en la sombra el camino
Floreciendo de rosas de luz;
El deber nuestros pasos orienta
Al país de la dulce esperanza, 
Donde hallamos serena confianza
Al amparo de amor de la cruz.





A MANIZALES

Ayer, el bosque inmenso de huraños esplendores,
los cedros milenarios, la fronda desolada,
la hermosura inquietante de la selva inviolada
que dominó la audacia de los conquistadores.

Hoy, la ciudad alegre que en himnos triunfadores
glorifica el Progreso, tierra predestinada
que rinde culto al Arte, a la Cruz y a la Espada
y ha forjado en el yunque sus poemas mejores.
Mañana, la gran urbe tentacular, la hazaña
más grande que en su seno presencie la montaña,
la ciudad cuyo símbolo fue una antorcha encendida

y que tras la tortura esquiliana del fuego
asciende hacia la gloria como el mito griego
en la clámide roja del incendio ceñida




MARIELA DEL NILO [13.271]

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Mariela del Nilo

(Buga, Valle del Cauca, Colombia  el 25 de Febrero de 1917 - Cali, Viernes, 26 de Septiembre de 2008)

Mariela del Nilo, cuyo nombre es Alicia Emma Arce de Saavedra, nació en Buga, Valle del Cauca el 25 de Febrero de 1917, donde vivió hasta que terminó los estudios de educación secundaria. Recién casada se trasladó a Palmira, ciudad donde nacieron sus cuatro hijos. Fue docente en distintos colegios de la ciudad y cuando se separó del magisterio dirigió la Biblioteca Pública Municipal durante veinte años. Durante este tiempo realizó certámenes culturales de carácter nacional.

Fue condecorada periodista con la Cruz al Mérito “Ricardo Nieto” y en 1996 es recibida en la Academia Colombiana de la Lengua. 

La poetisa uruguaya Dora Isella Rusell dice sobre la poesía de Manda: «El desánimo, la angustia, la amargura, suelen ser patrimonio de los espíritus finos, más capacitados para lastimarse al mínimo roce. Cunde una neblina entristecedora que opaca su luminoso cielo —ese cielo colombiano tan propio a la poesía—, neblina que la luz atraviesa, sin embargo, porque no llega nunca al tono amargo y desabrido de los que tienen resentimientos vitales; neblina impalpable, tejida de recuerdos...».

Igualmente Oscar Echeverri, en el prólogo de Secreta Soledad,  afirma: “(…) ella nació con el don del canto, al igual que el ruiseñor, a quien nadie le enseña el trino pues lo trae consigo al nacer. La poesía se lleva en la sangre y aflora en la yema de los dedos al momento de escribir, sin partitura ni cartabón: se es o no se es poeta, y Mariela recibió la poesía al nacer. Desde entonces ha vertido su alma en poemas, publicados en sus tres libros anteriores y en periódicos y revistas del país y del exterior”. (…) Mariela ha ido puliendo su obra por sí misma, hasta lograr una nombradía que sólo debe a sus propios méritos, a su amor al arte y a la entrega total a la poesía. Su roce y amistad con eminentes figuras literarias del país han producido –gracias a su fina sensibilidad- un estilo propio que la destaca en la actual poesía colombiana” .




Obra Poética



ESPIGAS (1949)

Yo te daré mis versos
Yo te escribiré versos!
Yo te daré mis versos hondos,
para que tú los leas cuando me encuentre lejos…
Más allá del silencio…
Lejos… lejos de todo!

Yo sé que has de leerlos,
no sé qué día, bajo el azul del alba,
en el jardín en donde en cada lirio
y tras de cada perla de rocío,
encuentres suspendida mi mirada.

Sé que habrás de leerlos…
No sé qué día,
bajo la tarde perfumada y grávida
de lilas y de moras,
en que mirando hacia el azul sin límite
del país donde yazgo,
te asedie la tristeza de mis pupilas hondas,
y el ritmo de unas alas cruzando los espacios,
te traiga la cadencia sutil de mis palabras.

Yo sé que has de leerlos…
y recordar muy triste este presente
que tortura la angustia del mañana,
cuando ya yo esté lejos,
bien lejos de tu vida,
y estén mis manos lejos de tu manos,
y mi boca sellada a la sonrisa,
y mi boca sellada a las palabras,
y lejos estos días en que escribí mis versos,
versos hondos de mi alma hacia tu alma…!





TORRE DE NIEBLA (1968)


He de Olvidar

He de olvidar tu nombre que fue todo lo mío
y en torno de tu nombre crecerá mi silencio.

He de olvidar tu nombre como un poema triste,
que por triste lo damos al espacio y al viento.

Yo, que amé por tu nombre el tiempo sin destino.
(Ese es como ausencia, que pasa sin saberlo…)

He de olvidar tu nombre como borran los árboles
su tristeza ceniza cuando pasa el invierno.

Yo, que amé por tu nombre la noche innumerable
y el sol del mediodía de la playa en mi cuerpo,

he de ver que tu nombre desciende hasta el olvido,
con el sonido sordo de los racimos secos.

Tu nombre será un día esa música errante
y que por lo lejana no se percibe el eco…

Todo será neblina en torno de tu nombre…
¡Que la neblina borra los rostros y el recuerdo!...





Solo un día Dirán

Sólo un día dirán: Mariela ha muerto
Dejó un libro de versos malherido.
Acento vago, desengaño cierto
y un plácido desdén por lo vivido.”

Sólo un día dirán, con tono incierto:
“Llevóse el corazón ensombrecido.”
Después la soledad, el surco yerto,
y sombra en soledad será el olvido.

Nadie sabrá por qué esta pasajera
abandonó la orilla a la manera
de piloto que va tras de su sino.

Nadie sabrá la fábula del viaje,
ni en qué sitio del alma iba el tatuaje,
cuando la noche le cerró.





CLARO ACENTO (1969)


Herencia

Todo en mí viene desde lejos…
Soy un velero antiguo…
Me labraron las manos de dos razas.
Viajo de continente a continente.
Esta herencia me dieron mis abuelos.
¡Soy América! ¡España!

Llevo nombres escritos en las velas
con dura sal amarga.
Los conocen las islas y los puertos.
Huáscar…Cachaputec…
Baltasar…Atahualpa.
Y las piedras de América se estrechan
en el idioma de las lágrimas.

Soy un velero antiguo…
Llevo sueños escritos con palabras.
Los conocen las islas y los puertos.
Guadalquivir…Cádiz…Castilla…
Andalucía…Granada…
Y en mí gritan los siglos…
Y la tarde se apaga con azul de romance
y claveles en rojo
sobre el atlas de España.

Todo en mí viene desde lejos.
¡Es una herencia!
Y quien se acerca a mí besa distancias,
como el rayo de sol besa en el mármol
la casta desnudez de las estatuas.







SECRETA SOLEDAD (1992)


Las horas vacías

Como quien llega hasta el altar del fuego
en cumplimiento de altas profecías,
al dios del mar en esta tarde entrego
mi cántaro ritual de horas vacías.

Porque hoy al templo de Neptuno llego
y alzo mi treno de melancolía,
como el que pierde en la mesa del juego,
como el que juega la paz de sus días.

Como los primitivos a sus dioses
Amé la mar, a Ulises, los veranos
Y de todo quedaron los adioses.

¡Ah! ¡el cansancio de tantas lejanías!
Hoy me asalta la tarde y en las manos
Presento a Dios mis ánforas vacías.






Rescate de la soledad

Es cierto que he perdido la alegría.
No recuerdo su voz ni su estatura,
ni advertí cómo el tiempo desceñía
la ilímite verdad de su dulzura.

Pienso que fue un enero, y yo tenía
clara la risa, intacta la ternura,
el gesto en paz y en el vivir había
rosas de amor en la mañana pura.

De pronto, en las hogueras de un verano,
fue un bautismo de sangre sobre el llano.
Vi devastarse mi comarca exacta.

Torné a buscar el pulso de la vida
Y rescaté de mi heredad perdida
esta mi antigua soledad intacta.








CAYETANO CÓRDOVA ITURBURU [13.285]

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Cayetano Córdova Iturburu

Cayetano Policinio Córdova Iturburu (16 de febrero de 1899, Buenos Aires, Argentina- 25 de abril de 1977, Buenos Aires) Periodista y poeta, fue uno de los decanos de la crítica de arte de Argentina, fue incorporado a la Academia Nacional de Bellas Artes. Sus amigos y colegas lo apodaron ¨Policho¨.

Córdova estudió en el Colegio Nacional de La Plata y en el Colegio Nacional Mariano Moreno de Buenos Aires.

Fue periodista del diario La Razón y luego Clarín y El Mundo y la revista El Hogar. Escribió el guion del filme Ponchos azules estrenada en 1942.

Hacia 1950, creó la Asociación Argentina de Críticos de Arte, junto a Basilio Uribe, Guillermo de Torre, Julio Llinás, Vicente Caride, Romualdo Brughetti, Sigwart Blum y Osvaldo Svanascini, Córdova Iturburu realizó importantes portes bibliográficos: "Como ver un cuadro", "La Pintura Argentina del Siglo XX", ensayos sobre importantes artistas como Lino Eneas Spilimbergo, Victorica y Emilio Pettoruti.

Su libro "80 Años de Arte Argentino" es un título reconocido por críticos de la talla de Herbert Read, Giulio Argan, Pierre Restany.

Activo animador del grupo de Florida, promotor de las vanguardias artísticas, son notables sus colaboraciones en Proa y Martín Fierro entre 1924 y 1927.

En 1934, se afilió al Partido Comunista pero hacia 1948 en un seminario se enfrentó a Rodolfo Ghioldi que promovía la necesidad de adoptar un cánon estético realista único y fue expulsado del mismo.

Fue presidente de la SADE, Sociedad Argentina de Escritores, entre 1965-69.

En 1971, fue incorporado a la Academia Nacional de Bellas Artes.

Se casó con Carmen de la Serna (hermana de Celia de la Serna, madre del Che Guevara), su hija es la arquitecta Carmen Córdova.

Filmografía

Adaptación
Los hombres las prefieren viudas (1943)

Obra

El árbol, el pájaro y el bosque (1923)
La danza de la luna, 1926
España bajo el comando del Pueblo. Cubierta de Pedro Olmos. Vivencias del autor en la Guerra Civil Española. Editorial Acento. Buenos Aires, 1938
La civilización azteca, 1944
El viento en la bandera, 1945
Vida y doctrina de Sócrates
La Revolución Martinfierrista (1962).
Cómo ver un cuadro: del arte tradicional al informalismo, 1962
Pettoruti, 1980
La pintura argentina del siglo veinte, 1958
80 años de pintura argentina
Dónde se habla de las cosas
Patria Argentina (1967)

Ensayos sobre su obra

Verón, Irrazabal,: El rol del crítico de arte en la Argentina del siglo XX, editado por las fundaciones Espigas, Telefónica y FIAAR.





Paso como una sombra

                               Cuando partió yo abrí los ojos.          
Fue necesario que partiera para saberlo todo...
 
   Sólo dos veces la besó en la frente.
Sin saberlo le di mi despedida.
Sólo dos veces la besé en la frente;
¡pero ya estaba fría o casi fría!
 
   Nunca hablamos de nada.
Hay amor que se nutre de silencio,
como hay flores que se abren en sudarios
sobre agua muerta, entre basaltos negros.
Hay amores que son cual despedidas
entrecortadas de presentimientos,
en que todo se calla como si uno
horror tuviera de tentar al cielo.
 
   Hablábamos,
y de pronto entre nosotros
se interponía el silencio.
 
   Reíamos a veces.
Reíamos con infantil cascabeleo;
pero en verdad, lo único importante
era estar en silencio;
un silencio viviente que latía,
opaco y sordo,
como un oculto corazón enfermo.
Pasó como una sombra luminosa.
Yo no advertí que iba mirando lejos...
 
   Hablamos solamente de las cosas
inefables que se hablan en silencio
y la besé dos veces en la frente,
arrodillado de respeto.
 
   Suelo pensar que no existió y fue sólo
el fantasma de un sueño...
 
   Nunca hablamos de nada.
 
   Sin saberlo
siempre estuvimos juntos
y Ella se fue primero.
 
   Sólo cuando partió yo abrí los ojos.
Fue necesario que partiera
para saberlo todo...
 
 




Final

   Mi libro es una sombra de lo que yo he soñado.
Persiguiendo fantasmas se desgarró mi empeño.
Lector: no pude dar más de lo que te he dado;
el Arte es una amarga resignación del sueño.

(«El árbol, el pájaro y la fuente»)
 
 



Norah Lange

   Ocres y lilas velan el agua de la tarde.
Norah Lange: en tu nombre se mecen las campanas.
Rampa la noche sobre el crepúsculo que arde
y la Vida y la Muerte van como dos hermanas.
 
   Sonambulismo trágico y dulce de ojos de ángel
y de dos trenzas de ébano sobre una vaga túnica...
Norah Lange: tu nombre pasa como un arcángel
y acongoja el paisaje de una tristeza única.
 
   Berenice, Ligeia... Sombras de terciopelo...
Medianoche de espectros en soledad sin Dios.
Norah Lange: tu nombre resuena en mi desvelo
y hay algo más terrible que la Muerte en mi voz.
 
 



Versos del futuro improbable

   Iluminando estampas me pasaré la vida.
Te narraré los cuentos que asombran en la cuna
y hará santas las horas de cada anochecida
interpretando el múltiple paisaje de la luna.
 
   En el balcón, de codos, miraremos callados
cómo la noche enciende luces en las ventanas
cuando la tarde cierra sus párpados cansados
mecida en un reposo conventual de campanas.
 
   Por la senda de Otoño que ausenta tus pupilas
emprenderemos juntos inolvidables viajes
al país de las tardes y las noches tranquilas.
Tu amor es un perfume que revela paisajes.
 
   Paisaje futurista de cubos y letreros,
la fiebre de la frágil ciudad de cartón-piedra
asumirá a tu lado la paz de los senderos
y de las abadías que envejece la hiedra.
 
   Sentirás el silencio de mi amor que te loa
en su lengua profunda y bajo el cielo utópico
la vida será lenta como un viaje en canoa
entre el silencio de árboles de una noche del trópico.
 
   Recogeré las risas con que la vida pueblas
y esconderé las horas que quisiste dejarme
para que fuerte me halles el Viernes de Tinieblas
en que cierres los ojos para no perdonarme.
 
 




Elogio de la Parroquia de San José de Flores

   Flores es una calle llena de árboles
con olor a jardín recién regado,
una niña que espera en una puerta,
unos chicos que juegan y a lo lejos un piano.
 
   En el cielo de Flores hay un montón de estrellas
que el Centro no conoce.
Otras constelaciones y una luna más nueva
tiene el cielo de Flores.
Es cielo de los tiempos melancólicos
del organito de Evaristo Carriego.
Sin exasperaciones luminosas, es limpio
y amplio, sin violencias de rascacielos.
Cielo para familia acomodada,
para tertulias en el patio,
para castos paseos,
desciende hasta la calle y como un humo
descansa en los jardines delanteros.
 
   Vámonos por sus calles. Las conozco.
Se me dieron andando, compañero.
Tienen un alma dúctil de niña casadera.
Son complacientes con los mozos serios.
Cantan por la mañana, trabajando,
y acurrucan ternuras, de tarde, sobre un pecho.
 
   Junto a la verja de una casa quinta
nos detendrá un piano romántico
a la hora profunda en que la noche
se abandona en los brazos de los últimos tangos.
 
   Flores es tan romántico
que las nubes rojizas que desde el Centro vienen
al llegar a su cielo,
para ponerse a tono, palidecen.

(La danza de la luna) 





CAYETANO CÓRDOVA ITURBURU.
Una vida dedicada a promover el arte

por Laura Feinsilber

Organizado por la Academia Nacional de Bellas Artes se desarrollaron a lo largo de este año importantes mesas redondas para homenajear a relevantes figuras fallecidas del quehacer artí­stico nacional.

Recientemente el Presidente de la Academia, Dr. Jorge Taverna Irigoyen, el escritor Antonio Requeni y la autora de esta nota integraron el panel correspondiente al poeta y crí­tico de arte Cayetano Córdova Iturburu (1902-1977) con motivo de cumplirse treinta años de su muerte.

Taverna Irigoyen recordó a las figuras sobresalientes de la incipiente crí­tica de arte en la Argentina a partir de Sarmiento, Miguel Cané, Eduardo Schiaffino y ya en los 30 y comienzos de los 40 la importancia de José León Pagano, Atalaya y Julio Rinaldini, quienes comprometen expresiones valorativas más afinadas a través de la polémica y esquivando todo compromiso ocasional.

Surgirán más adelante personalidades destacadas, entre ellas, Julio Payró, Aldo Pellegrini, Jorge Romero Brest así­ como Policho Córdova Iturburu que realizan una labor orientadora y participativa de todo un proceso del arte argentino que comienza a ocupar un lugar dentro del plano internacional.

Hacia 1950, fecha de creación de la Asociación Argentina de Crí­ticos de Arte, otras figuras cuyos nombres deben ser recordados, Basilio Uribe, Guillermo de Torre, Julio Llinás, Vicente Caride, Romualdo Brughetti, Sigwart Blum y el aún muy activo Osvaldo Svanascini, contribuyen también a la construcción de nuestro arte. 

Córdova Iturburu realizó importantes portes bibliográficos: "Como ver un cuadro", "La Pintura Argentina del Siglo XX", ensayos orientadores sobre varios importantes artistas, entre ellos, Spilimbergo, Victorica, Pettoruti, tres de nuestros emblemáticos maestros. Asimismo "80 Años de Arte Argentino" es un tí­tulo de un tiempo preciso en el que el arte argentino es reconocido por crí­ticos de la talla de Herbert Read, Giulio Argan, Pierre Restany. Se le debe reconocer a Córdova Iturburu su impulso para abarcar corrientes y movimientos del arte nacional, más allá de convenciones historicistas o planteos cronológicos.

Antonio Requeni se refirió al amigo de Garcia Lorca, de Fernández Moreno, de Borges, a la experiencia del poeta en España en tiempos de la guerra civil y citó uno de los textos que atestiguan la impresión que significó para su sensibilidad esta guerra fraticida. Leyó varios poemas que expresan su lirismo y ternura como el dedicado a su esposa, algunos versos de "El árbol, el pájaro y la fuente" publicados en Martí­n Fierro (1924) así­ como un soneto dedicado a Pettoruti en el que "funde su condición de poeta con su amor a las artes plásticas".

En mi intervención no pude dejar de mencionar al seductor y elegante crí­tico cuando me cruzaba con él por Florida, por las salas de van Riel, Witcomb o en la mí­tica Ver y Estimar.

Activo animador del grupo de Florida, promotor de las vanguardias artí­sticas, son notables sus colaboraciones en Proa y Martí­n Fierro entre 1924 y 1927.
En 1934 se afilia al Partido Comunista pero hacia 1948 en un seminario se enfrenta a Rodolfo Ghioldi que promueve la necesidad de adoptar un canon estético realista único. Córdoba Iturburu polemiza con valentí­a en defensa de la apertura a la vanguardia y a la libertad en la creación. Por supuesto que este enfrentamiento se desarrolló en un clima de alto nivel intelectual lo que no impidió que fuera separado del partido.

Vale la pena releer sus conceptos sobre nuestra pintura: por ejemplo, "los registros cromáticos, medias tintas, tonos agrisados, colores atenuados, son determinados por causas históricas, geográficas y humanas" o "En cómo ver un cuadro" (1962), "quien no comprenda el arte actual no se halla en condiciones de comprender el arte antiguo". Sobre Pettoruti, su gran amigo, escribió: "la fuerza de su pintura residí­a en que era verdadera, despojada y libre, una ideal ordenación de equilibrios".

En cuanto a la crí­tica de arte consideraba que debí­a ser apasionada y partidaria... "una afirmación de aquello que se juzga imprescindiblemente saludable para los intereses de la verdad, del bien y de la belleza".











ROBERTO LEDESMA [13.286]

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Roberto Ledesma

(1901-1963)
Poeta argentino, nacido en Buenos Aires en 1901 y fallecido en su ciudad natal en 1963. Autor de una notable producción poética que se caracteriza por su rigor y perfección en el cultivo de los moldes estróficos clásicos (con especial predilección por la compleja arquitectura del soneto), está considerado como uno de los poetas argentinos que con mayor acierto supieron recrear los modelos conceptistas propios de la tradición española del Siglo de Oro.

Entre sus primeros poemarios, conviene recordar algunos títulos que, como Caja de música (1925) y Transfiguras (1933), le otorgaron, aún en plena juventud, un merecido prestigio como sonetista. Posteriormente, la rica pirotecnia de sus juegos verbales -auténtica resurrección de las poéticas más felices del barroco hispánico- brilló en otros poemarios como Tiempo sin ceniza (1943), considerado por críticos y lectores como una de sus obras maestras. Hacia mediados de los años cincuenta, ya consagrado como una de las voces más elocuentes de la lírica austral contemporánea, Roberto Ledesma ofreció sendas recopilaciones de sus mejores poemas, agrupados bajo los títulos de La llama (1955) y El pájaro y la tormenta (1957).





Lied

                               Ella era toda alegría          
y él era todo dolor;
y un buen día,
se encontraron en la vía
del amor.
 
   Como la noche y el día
se juntan, en el temblor
de la tarde en agonía,
confundieron la alegría
y el dolor.
 
   Y otro día
se apartaron de la vía,
de la vía del amor,
      y él se llevó la alegría
      y ella se guardó el dolor.



 
 
Renunciamiento

   Estas tardes frías de nublado ceño
escuchando el cierzo que mi puerta rasa,
siento un ansia viva de quedarme en casa,
con una indolencia de hastío nordeño.
 
   Me echaría al lado de la roja brasa
y me haría el muerto para todo empeño,
oculto debajo de un ala del Sueño,
sin sentir los pasos del tiempo que pasa.
 
   Y vería el fuego con fijeza triste,
para anestesiarme con mi descontento
contra lo que existe, por lo que no existe,
 
   y olvidarlo todo, como cosa inerte:
mi ser, mi destino y el duro tormento
de toda la vida con toda la muerte.

(Caja de Música.)
 
 


Melodía del alma que divaga

   ¿Qué vago mundo es éste, de sombras y reflejos?
Estoy ausente y solo, como en un largo viaje,
mientras mi cuerpo ocioso se ha quedado allá lejos
y, silenciosamente, caído en el paisaje.
 
   Nada le importa al alma de haberse despojado
de su envoltura; pero, su melodía es triste;
no es la nostalgia honda por lo que se ha dejado,
es la tristeza suave por lo que ya no existe.
 
   ¿Qué vago mundo es éste? Mi cuerpo está allá abajo,
y esto que soy es ritmo que vaga en el ambiente;
no sé por qué regiones desconocidas viajo,
ni cuanto ha transcurrido desde que estoy ausente.
 





Aguafuerte de la cantina

   Canciones dionisiacas y un tufo de bodega
te la anuncian de lejos, -tal el vaho selvático
de la fiera;- penetras y el ambiente te ciega:
está llena de humo, como un globo aerostático.
 
   Luego, de turbio en turbio, como en un sueño gris,
ves en escena tipos de un exotismo burdo,
y de improviso sientes el sentimiento absurdo
de ser un forastero dentro de tu país.
 
   Sicilia, Pisa, Nápoles, Calabria... ¿Qué región
de la abolenga Italia, políglota y eufónica?
El cuadro está en carácter y sobra sugestión
para la nueva crisis de tu bohemia crónica.
 
   Un mostrador, delante de un dúo de barrigas,
preside una asamblea de bancos y de mesas;
hay fiambres y ricotas colgados en las vigas
del techo; -lo demás son todas bordalesas.
 
   Sentado en un rincón, un viejo de «papirus»
fuma una pipa larga y artrítica como él;
todo se lo ha comido pacientemente el virus
del tiempo: es una tumba metida en una piel.
 
   Para que sea igual a todas las cantinas,
no han de faltar los rústicos que juegan a la murra,
y si te place hacer figuras, imaginas
que son unos arrieros pegándole a una burra.
 
   Un inmigrante joven compone su maleta;
bebe un malevo criollo, («debe essere un ladro»),
y un coro de borrachos copia a lo vivo el cuadro
báquico de Velázquez, cantando «La Violetta».
 
   Antes de que te sientes, solícita muchacha
viene a servirte al punto, fresca como un repollo,
con dos mofletes llenos, color de remolacha...
No es moza todavía, ¡pero qué desarrollo!
 
   Y entonces, como influido de grata adormidera,
sueñas, bajo los tules densos de los cigarros,
amores ideales con una cantinera,
-mientras el vino ardiente circula por los jarros.
 
 



Muchacha

   Tiene mustios ojos, como un perro flaco,
y ojeras que acusan sus noches eternas,
como la muchacha que va a las tabernas
a esperar las luces en brazos de Baco.
 
   La seduce el hombre que huele a tabaco,
cuando la requiere sin palabras tiernas,
cruza las calzadas mostrando las piernas
y atrae los ojos con golpes de taco.
 
   Es fatua entre niñas y entre hombres coqueta,
baila con el mozo que mejor la aprieta
la cintura blanda como grácil ola,
 
   y en su turbio insomnio... ¡sabe el lecho tibio
cuántos artificios no darán alivio
a su desconsuelo de dormir tan sola!

(Inéditos) 








PEDRO JUAN VIGNALE [13.287]

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Pedro Juan Vignale

(Argentina, 1903-1974)
Participó en la revista argentina de vanguardia Martín Fierro. Fue director de la revista Poesía. Junto con César Tiempo organizó la antología Exposición de la Actual Poesía Argentina.





El granadero muerto

                               Angelita, tú coses, y tú que bordas, Juana          
y tú Gabriel, que sabes hacer de carpintero,
unas el atavío y el otro la peana
haced que resucite este buen caballero.
 
   Con su corcel muriose en batalla campal
¿y quién le despintara las botas y el jubón
sino el Gran Capitán,
el capitán de barbas azules y dorado galón?
 
   El tenía la cara toda rosa y tenía
una novia: María;
y también tenía una casa y un huerto
el granadero muerto. 
Durante los descansos
cuidaba las gallinas, los patos y los gansos;
y curaba el jamón y el tocino.
Le decía a su madre: «Esto anda bien, mamá»
Y tomaba su copa de vino.
 
   Pero he aquí que ahora, el caballito overo
y el buen granadero
en un rincón, en un rincón están,
todos empolvados, con telarañas ya...
 
   De noche los ratones pasan por sobre ellos
con sus pasos menudos y sus cuerpos de estaño.
¿Quién no ha oído en la noche suspirar al granadero?
¿Quién no ha oído el bufido ronco de su caballo?
 
   Cuando la luna entra e ilumina el altillo
el buen granadero se siente remozar...
   Ve su madre, su huerta, el peral y el membrillo;
oye para el almuerzo afilar un cuchillo,
y con María se quisiera casar.
 
   Angelita, tú coses, y tú que bordas, Juana,
y tú Gabriel, que sabes hacer de carpintero,
unas el atavío y el otro la peana,
haced que resuciten caballo y caballero.

          (Versos para niños «El País» Montevideo. 1922).
 
 




Córdoba
           
                                  ¡Córdoba la bella,
redonda de cúpulas
como una doncella!
 
   Un cielo clarísimo
de agua y de raso,
Don principalísimo
 
   de alcurnia beata:
tan sólo a un Dios reza
con cara de plata.
 
   Ciudad doctoral,
tiene tu español
tintín de cristal.
 
   Córdoba: ¡te irrita
el champagne... prefieres
el agua bendita!
 
   Córdoba: tan vieja
que aún guarda flores
detrás de la reja.
 
   Y por las mañanas
perezosa sale,
paso de campanas.
 
   Y oye una misa,
y vuelve a los patios
callada y sumisa.
 
   Ronca un tren lejano...
Un tranvía eléctrico
chispea el aldeano
 
   reposo. Y la vieja
oye y mira esto
por entre la reja.
 
   -¡Jesús, ay Jesús
qué tiempos vivimos!
Y signa la cruz.
 
   Córdoba: alfajores
y yerbas que curan
todos los dolores.
 
   Lucen tus paisajes
pátinas latinas
de los beguinajes:
 
   sierras y cortijos,
ásperas caleras
y los nuevos hijos
 
   en burros begardos...
Azuzadles: ¡vais
dos siglos de tardos!
(Naufragios. 1924).
 
 




El regreso

I

   ¡Dos eucaliptos como dos reclutas
del viento y de la sombra! Rojas tejas,
pardos ladrillos de los viejos ranchos
blanca la carretera.
 
   Y al doblar un sendero en herradura
bajo la palma azul de la arboleda,
como una amarga aparición: tu casa,
la ajena voz y la entornada puerta.
 

II

   ¡Luna de oro sobre los eucaliptos!
Lánguidamente su cabeza apoya
bajo el cielo estrellado y diáfano.
La casa muda y sola.
 
   Un perro ladra al miedo, en lontananza
y -con su dentadura luminosa
mordiendo el horizonte- entre el boscaje,
un tren su ringla murmurante enrosca...
 

III

   Es una angustia intraducible, esquiva,
a quien jamás daremos caza;
va con nosotros, lucha con nosotros,
y, sin embargo, escapa,
huye de nuestras manos pordioseras
con un fugaz escalofrío de agua...
 

IV

   Noche clara, noche clara
como para andar de novios,
con el gastado aparato
de estrellas, luna en recodos
-¡luna inmóvil!- lejanías
de aullidos, caminos solos...
 
   Dialogando con mi pena
-masoquista niño astroso-
he salido, noche clara
como para andar de novios.
(Naufragios. 1925) 
 


 
El hijo pródigo

                                                  El Recuerdo
   Es una sombra y otra sombra, amigas
que llegan, en silencio con sus huecas
voces, a remover intrigas
como el viento gruñón las hojas secas.
 
   Y se oye un diálogo reñido. Luego
una como angustiosa expectativa.
La sorda voz de un prolongado ruego.
Una puerta cerrada en agresiva
 
   forma, brutal, estrepitosamente.
Después... ¡aquel profundo sueño
de algo definitivamente ausente!
 
   -Que era el silencio rígido de leño
que se clavaba en todas las veladas
para cerrar las bocas más amadas.
 
                                                   Hoy
   Puedes entrar, ya tiene
la liviana maleta preparada,
la faz sonriente del que ya proviene
el trance, y esa queja amortajada.
 
   No es el de ayer enfático enemigo
del orden viejo que el hogar comparte;
hoy le hallarás como al perdido amigo
que vuelve al pueblo, de cualquiera parte,
 
   cansado de girar, entre la muerta
calle del mundo, su astrosa vagancia,
como quien busca el claro de una puerta
entre la sombra prieta de la estancia.
 
   Puedes entrar, hoy es
el hombre amable que lo sabe todo,
que todo lo comprende, tan cortés
que engaña con su fino modo.
 
   No parece, por cierto, que anduviera
-un perro trashumante- por la vida,
su fugaz primavera
viviendo apenas, en la oscura huida.
 
   Hoy se esconde a los ojos del profano
temeroso de que se le pregunte
por la derrota que marcara en vano
su niñez, hecha a trazos, como apunte.
 
   Sabe que nadie le ha de comprender
y le atormentan las explicaciones,
porque él mismo es ayer:
su sonrisa, sus breves efusiones,
 
   la sombra repentina
que tórnale su faz de niño, austera,
-quizá el claror amargo de la ruina-
su voz segura, sorda y forastera.
 
   La alegría fugaz que, junto al piano,
le crispa cuando suenan algo heroico,
y la lágrima vieja, que la mano
aparta en el bochorno del estoico...
 
   Entra. No le acongojes más
y llega hasta él. Te aguarda,
lo dice siempre, desde tiempo atrás:
-¡Cuánto tarda esta muerte, cuánto tarda!

(Naufragios. 1925)
 




Hora

   Las palabras más tiernas
me suben a la boca
como agua borbollante
de manantiales hondos
¡Oh mujer!
Hoy te acariciaría
como lo hace una sombra
de nube a las imágenes
que en las fuentes dormitan
¡Oh mujer!
¿Cuándo acariciaré
tus cabellos, tu nuca,
y tu cuello caliente
y tus dos senos líquidos
con esta gran ternura?
Se me crispa la mano
cuánta ternura en vano
como arroyo perdido,
como fruto maduro
en la copa de un árbol,
como pájaro muerto,
como canción recóndita
¡Oh mujer!
 
   Quizá te tenga un día
-Clara, Juana o María-
Y un día te tendré
pero estaré más pobre
y esmirriado de amor
que santo sin milagros,
o el San Miguel que pudre
en la humedad del atrio.
O me habré vuelto ciego
como el primer San Pedro,
o tendré la acritud
de un limón o un membrillo
para tu boca dulce
como cualquier distancia.
¡Oh mujer!
Para tus ojos dulces
como agua sobre peñas,
como cielo de aurora
o frescor de cisterna.
Para tus manos suaves
como color de otoño,
como musgo lunar
o viento en la arboleda.
¡Oh mujer!
yo seré una torpeza
 
como un niño en la noche.

(Inédito)






ANTONIO VALLEJO [13.288]

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Antonio Vallejo 

Fray Antonio Vallejo (22-01-1904 - 2-08-1976): En la década del ’20 formó parte del grupo de los intelectuales de la vanguardia martinfierrista. 
En 1940 ingresó en la Orden Franciscana. 





Atardecer
                               
Esta ventana abierta sobre un último piso,          
alzada entre los nervios de una ciudad moderna,
me arranca a los anónimos del tráfico indeciso,
poniéndome delante la soledad materna
 
   del mar. Van por encima de torres colosales
las miradas de oro hacia la inmensidad,
y ascienden las marcas por tácitos canales 
hasta besar la cumbre cordial. De la ciudad
 
sólo tengo estos muros que afirman la atalaya,
sólo alcanzo un rumor de la colmena activa,
mientras ando en escuchas por la cambiante playa,
conquistada en cariño la verde perspectiva.
 
   Tiembla la tarde azul sobre el imperio alto
de la luz; y asombrando en su irrupción al mar,
un cirrus sonrosado y audaz, contra el cobalto,
como una flecha eterna no acaba de pasar...
 
   Agua y cielo unifican las brumas de levante
donde la vista apoya sus dedos con recelo
por si es verdad que aquella embarcación distante
como en los áureos cuentos navega por el cielo.
 
   Una invasión activa de oscuridad se cierne
y alarga húmedos brazos de niebla en el silencio.
Antes que la inminencia de la sombra consterno
y arrumbe los milagros de luz que aun evidencio,
 
   quiero gozar el juego fantástico de luces,
la danza de reflejos sonoros y vibrantes,
la rebelión unánime de agujas y de cruces
sobre las altas cúpulas y torres deslumbrantes,
 
   que están aquí no más en vecindad austera,
debajo de mis ojos, debajo de mis manos,
al lado de mi rostro patéticas y enteras,
llenas de sugestiones y prestigios lejanos...
 
   Véome ante los hombres ungido por la altura,
arriba del prejuicio, del odio, de la ley,
sobre la grey promiscua que la sombra depura,
actor posesionado de mi papel de rey.
 
   Abajo empieza el sórdido reflujo de la vida;
se despreocupa el gesto, se cansa el movimiento,
y en la holgura que deja la gente distraída
pueden andar más libres amor y pensamiento.
 
   Me desplomo en el vértigo del ascensor, y salgo:
ya eres del frío fondo corazón que recorres
la calle indiferente -pero parece que algo
de mí, queda allá arriba soñando con las torres...

                                                          Pan y la Fuente.
 
 



Retrato

   El sol adentro, apenas en los ojos
se burla del encierro de su forma,
porque está en toda ella como el presentimiento
de dulzura en la fruta que el deseo demora.
 
   Al andar el camino de evocarla
siempre se me retarda la memoria
dormitando la siesta de su carne morena
o repitiendo el verso de su forma.
 
   Cuando teme el recodo de las noches, y cree
que el olvido la acecha al doblar en la aurora,
desea entre sus manos mi presente
para tardarlo en besos a través de las horas.
 
   Y cuando sabe cierto mi cariño se marcha
                                                      más allá de las cosas:
si la traigo en mí voz retorna a su silencio
y desde allí me tiende su mirada amistosa.
 
   Pura como la vida
en las horas desnudas de la aurora,
su nombre siempre está junto a la tarde
su ausencia es como el agua que murmura en la sombra.

                                                                Inédito. 1925.
 
 



Natación

   Azulejos de la piscina
celosos de frescura como frutas.
 
   Honduras de sueño
en esta solución glauca de espejos.
   Confianza en los juegos
con esta fiera domesticada: el agua.
 
   Y alegría.
Alegría que rebota en los pechos
inflados de salud.
Salud que se desborda por los brazos abiertos.
Cuerpos que esbozan relámpagos de euritmia en el salto,
y cuerpos que se dan como en un lecho
con abandonos de mujer.
 
   Desde los pies
descalzos sobre el ancho frescor de las baldosas
me invade un júbilo de redención.
Y antes de entrar al agua
la epidermis desnuda me abraza.
 
   Zambullida
          descenso trémulo
          hasta el fondo previsto,
          y el agua que se enreda a los oídos
          con rumor crespo y fresco.
 
   Fondo opalino del acuarium
                                 patio mudo.
Y en las sienes
opresión del silencio radiotelefónico,
 
Sueño del cuerpo.
Pero como en las pesadillas
el pulpo de la asfixia
viene
         creciendo
                         a mi encuentro.
 
Ascensión...
                    De pronto despierto a la vida
                    el rostro anhelante con su lluvia de perlas
                    y el corazón sonriendo al oxígeno.
 
   (Medusas
en la fruición de flotar sin esfuerzo)
 
Los brazos empiezan a poseer el agua,
y el agua que apartan
Vuelve a reunirse airada detrás de la marcha.
 
   Caen a un tiempo los cuatro cuerpos jóvenes
con la recta intención de cuatro flechas,
inaugurando la fiesta del esfuerzo
en el clamor del agua abierta.
 
   Sólo oigo mi sangre,
y presiento a izquierda y derecha
estas tres voluntades que tratan de dejarme
en el atrás oscuro y revuelto
             de sus estelas.
 
Los miembros se esfuerzan por fatigar el agua.
 
y los dedos
                    tendidos
                                    acercan la meta.
 
   El cansancio
estruja la sonrisa en el rostro de los vencedores.
 
   Y el agua vencida
como una esclava los cubre de perlas.

                                                               Inédito. 1925.
 
 




Retorno

   Vengo de lejos.
Me empiné sobre el último repecho
y vi una pampa enorme evadiéndose en todos los caminos
hacia el otro silencio donde doblan los soles.
Un río ancho y lento la cruzaba.
 
   Tajo de savia unánime resuelto en cántico de tiempo,
distancia desatada,
fervor de vida impostergable que levanta caídos horizontes:
ahora veo el río que cruza tus mañanas.
 
   Más allá del remanso, reposo de tormentas
que deriva la sombra de los árboles muertos,
las orillas se alcanzan la mano:
catarata exaltada donde gritan los miedos del agua,
salto mortal de la alegría que desciende hasta el musgo de los fondos
y despierta un enjambre de noches como anguilas.
 
Mojado de rocío nombro todas las cosas que convienen tu fiesta:
árboles acampados a la orilla del agua,
nubes que desertaron de la noche,
canciones olvidadas que hacen su nido en el viento,
rebaños blancos éxodos de vellones,
y alegres comparsas de peces elásticos que van a las fiestas del mar.
 
   Ahora veo el río que cruza tus mañanas.
Pero los árboles vinieron antes que yo y han empezado a divulgar la sombra,
el silencio ya estaba y ahora levanta su niebla de astros,
y con la tarde sobre las imágenes del río
cae de bruces la sed de los siglos cansados.
 
   No importa: la noche desnuda tus piernas,
secreta cosquilla del mundo tus pasos de danza en la sombra mueven las estrellas,
y en tu abrazo resuelto
se enciende la luz de los besos.
 
   El silencio acontece las horas.
 
   Y Dios muestra de nuevo el lado azul del alba.
 
   Hoy
sales del sueño y buscas la huella de mis pies sobre la arena,
con los brazos en alto te asomas a la orilla:
tu zambullida salpica la turbia madrugada
y nuestros gritos rompen la pereza del mundo
que empieza a andar a tientas con la última estrella de la mano.
 
   Sol,
carne desnuda,
árboles simultáneos a la orilla del agua,
mediodía, velero cargado de frutas,
atardecer compás de ramas musicales;
al fin tu soledad y la mía encontraron su fiesta.
El cielo es ahora la bóveda-eco de todas las luces,
y sobre las piedras soleadas
desciende una dulce bandada de días con patas de garza.

                                   Los Turistas del Alba. 1927.










FRANCISCO ORTEGA [13.305]

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FRANCISCO ORTEGA

(México,  1793-1849)
Hijo de Don José Ortega y de Dona Gertrudis Martinez Navarro, y descendiente de la farnilia de los condes del Valle de Oploca, nació Francisco Luis Ortega en Mexico el 13 de Abril de 1793. Huérfano de padres desde la infancia, le recogió su padrino el Canónigo Dr. D. José Nicolás Maniau, poniéndole al cuidado de una dama culta y aficionada a las letras, Doña Manuela Armero.
En el Seminario Palafoxiano de Puebla cursó latín y filosofía, y comenzó a estudiar ambos Derechos. Mientras tanto, trabajaba para contribuir a su subsistencia; comenzaba a ocuparse en labores de literatura, y fundó una asociación literaria de jóvenes.
Pasó a Mexico en 1814, concluyó el estudio del derecho canónico, e hizo prácticas de abogado en el despacho del Lic. Don Manuel de la Peña y Peña: no llegó, sin embargo, a completar la carrera. Pronto se dió a conocer literariamente en Mexico: obtuvo premio en el certamen celebrado en 1816 en honor de los Jesuítas; además, tomó parte en las tertulias del Dr. D. Luis Montaña, donde fué premiado en concurso su poema sobre  La Venida del Espiritu Santo (el cual se publicó en El Noticioso General, el 26 de Mayo de 1817, con la firma F Argote: es distinto del que con el mismo título incluyó entre sus Poesías, publicado en el mismo Noticioso el 31 de Mayo de 1819)



LOS OJOS DE DELIA

Pastor, escúchame antes
que vayas a la aldea,
que quiero como amigo
hacerte una advertencia:
verás enajenado
mil bellas zagalejas,
más frescas que las rosas,
más blancas que azucenas,
que, entre bailes festivos,
amorosas contiendas
y sencillos cantares,
bulliciosas se alegran.
Entre tanta zagala
verás una muy bella,
de ojos negros, vivaces,
y que se llama Delia.
Guardate de sus miradas
que en sus ojos se alberga
el hijuelo maligno
de Venus Citerea.




A Iturbide en su coronación

[Nota preliminar: edición digital a partir de Poesías, de C. F. Ortega, México, [impreso por Ojeda], 1839, y cotejada con Poesía de la Independencia, edición de Emilio Carilla, Caracas, Ayacucho, 1979, pp. 217-219, cuya consulta recomendamos.]




   ¡Y pudiste prestar fácil oído
a falaz ambición, y el lauro eterno
que tu frente ciñera,
por la venda trocar que vil te ofrece
la lisonja rastrera
que pérfida y astuta te adormece!

   ¡Sús! despierta y escucha los clamores
que en tu pro y del azteca infortunado
te dirige la gloria:
oye el hondo gemir del patriotismo, 
oye a la fiel historia,
y retrocede ¡ay! del hondo abismo.

   En el pecho magnánimo recoge
aquel aliento y generoso brío
que te lanzó atrevido
de Iguala a la inmortal heroica hazaña,
y un cetro aborrecido
arroja presto, que tu gloria empaña.

   Desprecia la aura leve, engañadora,
de la ciega voluble muchedumbre,
que en su delirio insana,
tan pronto ciega, abate como eleva,
y al justo a quien hosanna
ayer cantaba, su furor hoy llega.

   Con los almos patricios victoriosos,
amigos tuyos y en el pueblo electos,
en lazo fiel te anuda;
atiende a sus consejos, que no dañan:
sólo ellos la desnuda
verdad te dicen; los demás te engañan. 

   Esos loores con que el cielo te alzan,
los vítores confusos que de Anáhuac
señor hoy te proclaman,
del rango de los héroes, inhumanos,
te arrancan y encaraman 
al rango ¡oh Dios! fatal de los tiranos.

   ¿No miras, ¡oh, caudillo deslumbrado,
ayer delicia del azteca libre!
cuánto su confianza,
su amor y gratitud has ya perdido, 
rota ¡ay! la alianza
con que debieras siempre estarle unido?

   De puro y tierno amor, no cual solía
allegarse, veráslo ya a tu lado,
y el paternal consejo 
de tus labios oír; más zozobrante
temblar al sobrecejo
de tu faz imperiosa y arrogante.

   La cándida verdad, que te mostraba
el sendero del bien, rauda se aleja 
del brillo fastüoso
que rodea ese solio tan ansiado;
ese solio ostentoso,
por nuestro mal y el tuyo levantado.

   Y en vez de sus acentos celestiales,
rastrera turba, pérfida, insolente,
de astutos lisonjeros,
hará resonar sólo en tus oídos
loores plancenteros:
¡ah, placenteros..., pero cuán mentidos!

   No así fueron los himnos que entonara
Tenoxtitlán cuando te abrió sus puertas;
y saludó risueña
al verte triunfador y enarbolando
la trigarante enseña, 
seguido del leal patricio bando.

   ¡Con qué placer tu triunfo se ensalzaba!
La ingenua gratitud ¡con qué entusiasmo
lo grababa en los bronces!
¡Tu nombre amado con acento vario,
cuál resonaba entonces
en las calles, las plazas y el santuario!

   Ni esperes ya el clamor del inocente,
ni de la ley la majestad hollada,
ni el sagrado derecho
de la patria vengar: que el cortesano,
de ti en continuo acecho,
atará para el bien tu fuerte mano.

   ¿De la envidia las sierpes venenosas
del trono en derredor no ves alzarse,
y con enhiestos cuellos
abalanzarse a ti? ¿Los divinales
lazos de amistad bellos
rasgar y conjurarte mil rivales?

   La patria, en tanto, de dolor acerbo
y de males sin número oprimida,
en tus manos ansiosa
busca el almo pendón con que juraste
la libertad preciosa
que por un cetro aciago ya trocaste.

   Y no la halla, y en mortal desmayo
su seno maternal desgarrar siente
por impías facciones;
y de desolación y angustia llena,
los nuevos eslabones 
mira forjar de bárbara cadena.

   ¡Oh, cuánto de pesares y desgracias,
cuánto tiene de sustos e inquietudes,
de dolor y de llanto;
cuánto tiene de mengua y de mancilla,
de horror y luto cuánto
esa diadema que a tus ojos brilla!




JOSÉ MARIANO BERISTÁIN Y SOUZA [13.306]

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José Mariano Beristáin y Souza

José Mariano Beristáin y Martín de Souza (22 de mayo de 1756, ciudad de Puebla - 23 de marzo de 1817, Ciudad de México) fue sacerdote, doctor en Teología, orador, literato, poeta, pero sobre todo un eminente bibliógrafo cuya obra Biblioteca Hispano-Americana Septentrional publicada entre 1816 y 1821 fue la única fuente bibliográfica de consulta durante todo el siglo XIX y posterior a él en la materia de producción intelectual que se dio no solo en México sino en la América hispana en el lapso de la dominación española. Muy opuesto, en lo político a los independentistas los persiguió con su oratoria desde el púlpito y con su pluma.

Nació en la virreinal Puebla de los Ángeles; su padre fue Juan Antonio Beristáin y su madre Lorenza Martín Romero. Cursó las primeras letras en su ciudad natal, con los jesuitas del Seminario Conciliar Palafoxiano, y de ahí pasó a la Pontificia Universidad de México, donde recibió el grado de bachiller en Filosofía. Viajó luego a España acompañando al obispo de Puebla Francisco Fabián y Fuero, quien había sido nombrado obispo de Valencia.

Oficios

En Valencia se doctoró Beristain en Teología. Demostró un talento excepcional, y fue nombrado para enseñar la materia en la Universidad de Valladolid. De ahí pasó a ser canónigo magistral en la Catedral de Toledo y luego canónigo doctoral en la de Vitoria.

De regreso a su patria después de haber adquirido fama, ocupó en la capital de la Nueva España los cargos de rector del Colegio de San Pedro, canónigo, arcediano y deán de la Metropolitana, de secretario de Cámara y Gobierno del Arzobispado y Visitador extraordinario de éste.

Perteneció a numerosas academias españolas y mexicanas, fue Caballero de la orden de Carlos III y Comendador de la Orden Americana de Isabel la Católica.

La Biblioteca Hispano-Americana Septentrional

Beristain tuvo sieimpre en mente la misión de conversión de los indígenas y la necesidad de hispanizar y divulgar la cultura. Pero además buscó demostrar en España que los reinos de ultramar no eran simples establecimientos coloniales, y que México y otras ciudades novohispanas eran verdaderos centros de cultura y de gran comercio.

La inconclusa Biblioteca Mexicana de Juan José de Eguiara y Eguren, que cayó en las manos de Beristáin cuando estudiante, fue su inspiración para continuar el estudio del desarrollo cultural novohispano comenzado por Eguiara. En 1790 Beristain se puso a trabajar en su propio catálogo bibliografico, pero un naufragio cerca de las Bahamas durante un viaje a España coartó este propósito, que continuaría una vez que obtuvo el cargo de canónigo de la catedral de México.

Después de recabar todos los escritos de Eguren, Beristain se dispuso a consultar las bibliotecas de las poblaciones novohispanas: Tacubaya, Churubusco, Tepozotlan, Querétaro, San Joaquín, Texcoco y San Ángel, además de Puebla, Valladolid y Guadalajara.

La primera edición de su obra vio la luz entre los años de 1816 y 1821 con el nombre de Biblioteca Hispano-Americana Septentrional o catálogo y noticias de los literatos, que o nacidos o educados o florecientes en la América Septentrional Española, han dado a luz algún escrito, o lo han dejado preparado para la prensa.

La obra bibliográfica de Beristáin comprende a 3,687 artículos sobre autores hispanoamericanos seglares y religiosos y abarca toda la época de dominio español. Uno de sus propósitos principales era desmentir la idea de unas colonias al margen cultural de la metrópoli, la cual las consideraba faltas de ilustración.

La biblioteca es una obra de consulta nutrida de notas bibliográficas; pese a sus inevitables descuidos, incorrecciones, errores y lagunas, sin ella se habría perdido para siempre el nombre de numerosos escritores novohispanos e hispanoamericanos cuya producción tuvo lugar a lo largo de tres siglos.

Obras

Biblioteca Hispano-Americana Septentrional. 3 vols. México, 1816-1821. Imprenta de Valdés.
Oda a Filopatro, ilustradas con notas históricas, poéticas y mitológicas dedicadas al Real Seminario de Vergara.




Oración eucarística
José Mariano Beristáin de Sousa


Oración eucarística que en la solemne acción de gracias que tributaron al Todo Poderoso El Capitán, Oficiales, Tripulación y Pasajeros de la Fragata Correo de S. M. la Diana, por haberles salvado del naufragio padecido en los Bancos de Bahama, y restituídoles al Puerto de la Coruña, a los siete meses de haber salido del de la Habana, dijo, el día primero de julio de este año, en la Iglesia de S. Agustín de la Coruña, El Doctor Don Josef Mariano Beristáin, Canónigo Lectoral de la Iglesia de Vitoria, Pasajero en el expresado Buque. Con licencia. En Madrid, por Pantaleón Aznar. Año M.DCC.XCII.



                                        Dios, principio y fin de todas las cosas.           
El día 27 de Diciembre consagrado a S. Juan Evangelista
del año de 1791.
Llegaron náufragos a este asperísimo sitio
68 españoles,
que caminando a su patria desde el puerto de la Habana
en la fragata correo llamada La Diana
teniendo bravos y contrarios vientos
dieron en las peñas y escollos
llamados Las Maravillas,
a las 8 de la noche del 12 de dicho mes,
en que se les rompió, arrancó
y perdió enteramente el timón,
golpeándose siete veces en tierra
la quilla del barco.
 
Pero con el favor de Dios óptimo Máximo,
y por la intercesión de la Virgen María
salvaron todos las vidas.
     Si acaso llegas aquí,
náufrago infeliz, detente;
y sirva a tu quebranto de consuelo,
que otro antes que tú pisó este suelo.
¿Te admiras? Pásmate también.
     Pues, para ti,
unos debilitados españoles
desnudos, hambrientos, sin armas y sedientos,
rompiendo con heridas plantas
tanta piedra y duro pedernal,
ese camino hicieron bien igual:
     Para ti,
rompiéndose los brazos,
con pinos que arrancaron,
esas chozas o casas fabricaron:
     Para ti,
en tiernas hierbas y palmitos tiernos,
con que la selva abrasando,
dos meses la vida mantuvieron,
dulce manjar y viandas previnieron:
     Para ti,
media legua hacia el sur de aquí distante
dejaron agua dulce en una fuente,
si buscada con ansia,
hallada felizmente:
     Para ti, finalmente,
por mar y tierra muchos contratiempos
con singular paciencia resistiendo,
y siempre despreciando
infinitos peligros de la vida
con increíble fortaleza de ánimo:
poniendo la esperanza del remedio
en Dios Providentísimo,
Rector del universo sapientísimo,
y por ancla a María,
decretando devotos verdaderos
en cuantos riesgos fieros
fluctuaron noche y día,
de virtud, religión, piedad constantes
dejaron los ejemplos más brillantes.
     Preguntas ¿dónde estás?
en la Gran Bahama,
por todas partes isla anegadiza,
airosa, pedregosa, inculta,
donde ni pueblo hay, casa, ni fruta,
donde cotorras hallarás muy pocas,
mas zarzas, muchos pinos,
venenosos muchísimos mosquitos.
     ¿Deseas marchar de aquí?
del mar la orilla corre
a una y otra parte,
hogueras muchas encendiendo y grandes:
vendrán a tu socorro ligerísimos
pescadores ingleses humanísimos,
que te llevarán gustosos a la isla
llamada Providencia,
que está de aquí 120 millas.
Da crédito a quien habla de experiencia,
y vete con presteza.
¡Quiera Dios te suceda felizmente
como a la española gente!
que salió de aquí toda
en el día veinte y cinco de Febrero
de 1792,
que al bienaventurado
Sebastián de Aparicio es dedicado,
de cuyo casto cuerpo unas reliquias
a España conducía
José Mariano Beristáin, presbítero,
de Victoria en la Iglesia lectoral,
y en suerte tan fatal
y naufragio fiero
triste compañero,
que por encargo de Manuel de Abona,
capitán comandante
de la dicha fragata naufragante,
este recuerdo hacía
a la posteridad y lo escribía,
y en botija de barro lo encerraba,
y del Pino Atalaya lo colgaba.







IGNACIO MARISCAL [13.307]

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Ignacio Mariscal

Ignacio Mariscal Fagoaga (*Oaxaca, 5 de julio de 1829 - †  Ciudad de México, 17 de abril de 1910). Fue un político, jurista, diplomático y escritor mexicano.

Primeros años y su labor como jurista

Ignacio Mariscal pertenece a la generación de liberales que llegaron al poder en 1854, con la salida definitiva de Antonio López de Santa Anna de la presidencia. Ignacio Mariscal nace en la ciudad de Oaxaca el 5 de julio de 1829. Existen pocos datos sobre su familia, su padre fue Mariano Mariscal, diputado durante la Intervención estadounidense en México. Estudio en el Instituto de Artes y Ciencias de la Ciudad de Oaxaca, donde obtuvo el título de abogado en 1849.

Emigra a la Ciudad de México en 1854 como protesta por las actividades a favor del presidente Santa Anna del gobernador de Oaxaca, Ignacio Martínez Pinillos. Pertenece a la colonia oaxaqueña de liberales que arribarán al poder, entre ellos Matías Romero y Benito Juárez. El presidente Juárez reconoce sus talentos como jurista y lo nombra asesor federal del gobierno en la ejecución de las Leyes de Desamortización.

Debido a sus conocimientos en materia jurídica, fue propuesto como diputado por el Estado de Oaxaca al Congreso Constituyente de 1856 y 1857, participando en la redacción de la Constitución como miembro de la Comisión de Justicia. Su labor como miembro de esta Comisión destacó en la redaccción y aprobación de disposiciones en contra de los fueros militar y eclesiástico, así como de la regulación del destierro y competencia de los tribunales federales.2 Con el inicio de la Guerra de Reforma, viaja junto con el presidente Juárez hasta establecerse en Veracruz.

Con el triunfo del bando liberal, retorna a la Ciudad de México, formando parte de la II Legislatura de la Cámara de Diputados entre 1861 y 1862. Como diputado, perteneció a la Comisión de Puntos Constitucionales, que entre los temas relevantes que revisó se encontró la fundación del estado de Campeche en 1861.

El inicio de su carrera diplomática

En 1863 es designado consultor jurídico de la Legación mexicana en Washington D.C., cargo con el cual acompañará a Matías Romero durante el tiempo que durará la Intervención Francesa. Esta experiencia le servirá durante todo el tiempo que ocupará la Secretaría de Relaciones Exteriores.

A pesar de su aprendizaje en Washington, con ek triunfo de la República y considerando su experiencia en materia legal, el presidente Benito Juárez lo nombra en 1869 Secretario de Justicia e Instrucción Pública, teniendo como principal objetivo presentar un proyecto de ley de amparo.

No obstante, en 1871 es nombrado por primera vez Secretario de Relaciones Exteriores Desde esta primera experiencia al frente de la Secretaría, buscará ampliar las relaciones de México con otros países. En ese sentido, se destaca que en este periodo se establezcan relaciones diplomáticas con el Imperio Alemán y España.

Considerando su experiencia al frente de Relaciones, en 1873 es nombrado como ministro de México ante el gobierno en Washington D.C.. Ocupará este cargo durante casi toda la década para retornar al país en 1877. En este periodo estará encargado de negociar las reclamaciones de ciudadanos mexicanos y estadunidenses desde el término de la guerra con Francia.

La consolidación de su carrera diplomática

El 16 de noviembre de 1879 es nombrado nuevamente Secretario de Justicia e Instrucción Pública, cargo que ocupará hasta su nombramiento como Secretario de Relaciones Exteriores.

En 1880 es nombrado por segunda ocasión Secretario de Relaciones Exteriores, cargo que ocupará por más de 26 años

En 1883 es nombrado Ministro de México en Londres.
Muere en la ciudad de México el 17 de abril de 1910

Mariscal, académico y escritor

En 1882 publica el libro Historia de las dificultades entre México y Guatemala. Ese mismo año es nombrado miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, ocupó la silla XVI.
Por su dominio del inglés, tradujo al castellano a Shakespeare, a Longfellow, a Edgar Allan Poe y a Lord Byron.
En 1909, es elegido presidente de la Academia Mexicana de la Lengua, cargo en el que durará hasta el día de su muerte.

Libros publicados

Exposición sobre el código de procedimientos penales (1880) México;
Historia de las dificultades entre México y Guatemala. Proyectada Intervención de Estados Unidos. Algunos documentos oficiales (1882);
Discursos de los Exmos. Señores L. Marroquín é I. Mariscal en la Academia Mexicana de la Lengua (1899) México: Imp. Francisco Díaz de León.
Memoria que en cumplimiento del precepto constitucional presenta al duodécimo Congreso de la Unión, el C. Ignacio Mariscal rendido ante el Senado acerca del tratado de límites entre Yucatán y Belice (1893) México;
El Cuervo, original de Edgar Allan Poe, traducción (1895);
Concurso científico nacional (1897);
Don Nicolás Bravo o la clemencia mexicana (1900);
Juárez y el libro de Bulnes (1904);
Episodios en la vida de Juárez (1906);
Poesías (1911) Madrid. Editor Balbino Dávalos.




POESÍAS 
DE 
IGNACIO MARISCAL 




POCA AMBICIÓN 

No aspiro ni al poder ni á la fortuna, 
Mi esperanza de dicha lisonjera 
Allá se esconde en la tranquila esfera 
Donde rodó mi cuna; 
Y si el capricho de la suerte un día 
Me alzara hasta el cénit de sus favores, 
Poder, riqueza, gloria, cuanto el mundo 
Mirando se extasía, 
Cuanto idolatra con amor profundo 
De la virtud y el mérito en olvido, 
Cuanto sueña el poeta en sus cantares 
De terrenal pasión enloquecido, 
Cambiara yo al momento 
Por la apacible luz de mis hogares, 
Por ese tierno, delicado goce 
Que la ambición desdeña 
Y la rastrera envidia desconoce. 
¡ Oh dulce vida fácil, ignorada 
Y exenta de temores! 
Por gozarte, con mente alborozada 
Bajara yo de la empinada cumbre 
Do se engríen del mundo los señores. 

Así el vapor de las flotantes nubes 
No asciende á la región de los querubes, 
Que ansioso de volver al campo humilde 
Donde nació entre flores, 
Deja la triste altura 
Y, condensado en el ambiente frío 
Que allí lo invade con la noche oscura, 
Vuelve á la madre tierra 
Disuelto en blancas perlas de rocío. 

1854. 





TORMENTA Y CALMA 

Negras nubes ocultan el cíelo, 
Que presagia horrorosa tormenta; 
Sin cesar el relámpago aumenta 
El pavor con fatídica luz. 
Truena el rayo, y veloz resbalando 
Su fulgor entre densos vapores, 
Sólo alcanza á mostrar los horrores 
Que enlutaron la bóveda azul. 

Lanza el viento espantosos rugidos; 
Y al cruzar por la recia arboleda, 
El silbido crispante remeda 
Que descubre alevoso reptil. 
Y ora al lejos parece escucharse 
Algazara tremenda, alaridos; 
Ora lánguidos, tristes gemidos 
Y confuso clamor y ayes mil. 

De, repente, con fiero estallido 
Que en el ámbito oscuro sonando 
Por el éter huyó retumbando, 
Nuevo rayo se ve fulgurar. 

Y, rasgando su seno las nubes, 
Se desploma la lluvia del cielo 
En mil gotas que azotan el suelo 
Con estrépito horrendo al chocar. 

A torrentes el agua desciende 
Y copiosa los campos inunda, 
Que doquier una capa circunda 
De agitado, negruzco vapor. 
Lago inmenso es la fértil llanura, 
Y en suaves, hermosas vertientes 
Forma el agua abundosas corrientes 
Que se arrastran con sordo rumor. 

Mas ya cesa el turbión, y á lo lejos 
Va barriendo la brisa el nublado, 
Que en cien partes huyó desgarrado 
Y los astros dejó relucir. 
Libre en fin de su horror el espacio, 
Yo vi alzarse la luna de un monte, 
Y su faz retrató el horizonte 
En un campo de puro zafir. 

Oaxaca, Mayo 4 de 1850






DESPEDIDA 

Parte, bien mío, de este ingrato suelo 
Donde reina una atmósfera letal; 
Busca el abrigo de más claro cielo, 
Aquí todo se unió para tu mal. 

No llores, no, porque de mí te alejas 
Que en nuestra temporal separación 
Un cuerpo solo, sin el alma, dejas 
Y contigo se va mi corazón. 

Huye, mi bien; tu delicado seno 
Destroza hoy la bárbara inquietud, 
Y gota á gota apuras el veneno 
Que devora tu triste juventud. 

Víctima aquí de sacrificio inútil. 
Sucumbes ¡ay! al filo del dolor, 
Y, sometida á su capricho fútil, 
Te inmola en sus altares el Error. 

Huye... las penas de tu cuerpo y alma 
Tregua hallarán que es imposible aquí, 
Dios te dará la apetecida calma 
Y al fin, tranquila, pensarás en mí. 

En tanto volará mi pensamiento 
Siempre afanado de tu huella en pos, 
Y de tu ausencia calmaré el tormento 
Por ti rogando sin cesar á Dios. 

Septiembre de 1858. 






¿A QUIÉN? 

Un secreto amoroso el pecho mío 
Guardará para siempre en su interior, 
Donde yace, cual gota de rocío 
En el cáliz profundo de una flor. 

Cual lágrima del, cielo cristalina 
Que el sol naciente colorando va^ 
Si la luz de tus ojos lo ilumina, 
Con las tintas del iris brillará. 

¿He dicho mi secreto? No, bien mío; 
Aun lo vela densísimo capuz: 
Descubro que te adoro; mas confío 
En que falta saber... quién eres tú. 





A UNOS OJOS 

Hay unos ojos negros que mi mente 
Doquier inflaman y doquier inspiran; 
Su luz, como la estrella del Oriente, 
MÍ rumbo marcan, y en su torno giran 
Las ansias que devora mi alma ardiente. 
Cuando esos ojos con placer me miran, 
¡Gran Dios!, tanta ventura en ellos leo 
Que juzgo estar soñando y... ¡no lo creo! 
Ellos me brindan con celeste gloria, 
Contento y dicha sin igual me ofrecen... 
i Ay! ¡ Ventura falaz, dicha ilusoria 
Que locos mis sentidos apetecen...! 
Mas si ellos me hacen olvidar mi historia, 
Si en dulcísimo encanto me adormecen, 
Si disipan mis ásperos enojos, 
¿Cómo no delirar por esos ojos? 

México, Marzo de 1834: 






SOLO A TI

Je nieurs de ne pouvoir 
nomraer ce que j'adore. 
LAMARTINE 

"¿Sabes lo que es amor? —con tierno acento 
Partenia dijo al bárbaro Ingomar— 
Dos almas con un solo pensamiento, 
Dos senos que palpitan á compás." 

Y yo, que de pasión inextinguible 
Siento el fuego abrasar mi corazón; 
Yo, que adoro en el mundo un imposible, 
También puedo decir lo que es amor. 

Antor es una fiebre, es un delirio 
Que, estando oculto, mina nuestro sér; 
Para el que gime á solas, un martirio 
Que atroz le mata en invisible red. 

En tanto lucha por romper sus lazos, 
Presa de horrendo pólipo en el mar, 
Sofocado en sus pérfidos abrazos, 
Sin poder ni aun lamentos exhalar. 

Y no presume su dolor eterno 
El triste que no alcanza á verle fin... 
Amor es para algunos un infierno, 
Mas no el de Dante y de creyentes mil; 

Que todo amante forja una esperanza 
Tal vez en mofa absurda á la razón, 
Y viéndola confusa en lontananza, 
Del fuego fatuo se encamina en pos. 

A sus tibios y pálidos reflejos 
Surca atrevido el piélago sin luz, 
Náufrago delirante que á lo lejos 
Divisa faro que no existe aún. 

Y aquel fantasma luminoso, extraño, 
Valor le infunde en la tremenda lid; 
Mas ¡ay! si llega á comprender su engaño, 
Se abandona en las olas á morir. 

Así, cuando descubro en tu mirada 
Vislumbres de amorosa compasión, 
Revivo con el alma entusiasmada 
Y renace en mi mente la ilusión. 

Mas, si huyendo de mí tus negros ojos, 
Al fin me miras con glacial desdén, 
Trocado el mundo en páramo de abrojos, 
La muerte ansio cual supremo bien. 

Quizá á mi porvenir la vista lanzo 
Por ver si allá en el fondo te hallas tú, 
Y en balde lo escudriño, á ver no alcanzo 
Sino nieblas y fúnebre capuz. 

Tu imagen otras veces me alucina 
Dibujada en fantástico telón, 
O sáleme al encuentro y me fascina 
Cual la flama al insecto volador.  

Es ella la que mi hálito sustenta, 
La que fuerza me da para vivir, 
La que á un tiempo me halaga y atormenta, 
Color y pena dando á mi existir. 

Mujer idolatrada, ¡quiera el cielo 
que nunca sufras lo que sufro yo!... 
Si mi ventura ha de causar tu duelo, 
¿Qué más?, he de pedir tu desamor. 

Antes mil veces que romper tu calma 
Y hundirte en el abismo en que me ves, 
Vivir acepto destrozada el alma, 
Y en silencio á la tumba descender. 

Mas no por eso indiferente y fría 
Te muestres á mi férvida pasión, 
Que en tus miradas sólo, vida mía, 
En tu sonrisa está mi salvación... 

¡ Ah! si amor no pudieres,, su apariencia 
Concédeme, ángel mío, por piedad. 
¿ Es cierto que en helada indiferencia 
Tu pecho se abre sólo á la amistad ? 

Si herido al fin tu corazón se siente 
Por otro amor feliz y dulce unión 
Meditas ¡ay!... tu dicha solamente 
Será mi dominante aspiración. 

No temas que, importuno y egoísta, 
Surja entonces mi oculto padecer, 
Que, huyendo para siempre de tu vista. 
Sin lanzar un gemido partiré.

Duda, ansiedad, tormentos sin medida 
Tal es amor, al menos para mi: 
Con él nació el secreto de mi vida 
Que á nadie he revelado, sólo á ti (I). 

(I) Estos versos pertenecían á una novela que dejé sin concluir hace 
algunos años.—Nota del Autor










JESSICA PIAZZA [13.308]

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Jessica Piazza

[EE.UU.]


En versión de José Luis Justes Amador, dos textos de la poeta norteamericana Jessica Piazza. Es, a pesar de lo breve de su obra todavía, una de las voces más interesantes de la poesía usamericana contemporánea. Desde su primer libro, Interrobang (Red Hen Press, 2013), ha demostrado una preocupación constante por el lenguaje y sus posibilidades. 
http://circulodepoesia.com/


Esta tendencia se mantiene, a través de la écfrasis, en su próximo libro This is not a sky (Black Lawrence Press, 2014), al cual pertenecen estos dos poemas.






Terraza de café en la noche
sobre un cuadro de Van Gogh

Los caballeros y las damas, apuestos y atildados. Las lámparas astrales brillan gayamente: el cielo antes ominoso, candelabro y dorado y precioso.

(Es Venecia. O París.
Están achispados. Radiantes).

Las terrazas son cuadros para los que pasan, los de ojos con miradas fijas, los que no tropiezan, los que no se desconciertan con las idas y venidas por el empedrado. Los clientes, deslumbrados en rojas alfombras tejidas, beben café au lait, limoncello y vino.

(¿Y ella? No pasa nada… ella está bien)

A pesar de lo oblicuo del toldo y de la patina dorada no tiene rostro y como ya pasada, la forma de una sombra. Un hombre en la puerta. Un hombre que ella puede que conozca.

(Ve por favor. Ve, por favor)

Y la curva de su abrigo convoca pensamientos de una lámpara que destella cruelmente en los espejos que ella ha humedecido con gasa. Ese bajar, esa pérdida. Esa luz que baja.

(Una noche terrible que da pausa a todas las otras noches)

Pero las estrellas. Las estrellas. Las horas del paseo. El tiempo y el color. Las memorias cortadas por la risa, su lavar, sus olas. Nadie se va, nadie tiene tumbas.

No hay tumbas.






Lluvia, vapor y velocidad – El Gran Ferrocarril del Oeste sobre un cuadro de Turner

El clima es de un amarillo que se arremolina, arriba y abajo. Las ventanas en las que los pasajeros se apoyan –mientras las millas avanzan secuestradas y secas- son más húmedas que el cielo.

Esos pasajeros aspiran niebla en las ventanas.

(Antes de los aviones, la única concepción del vuelo
era observar a los pájaros o los sueños o un adiós arrojado del techo).

La humedad sin enmarcar de Londres una maravilla más allá. Detrás: una tormenta.

Detrás: las historias que se desarrollan pierden la causa; la unión obliga a una promesa; los daños.

Alambre espino en la cercas de las granjas.

Las memorias incesantes que el río escribe de los muertos.

(Pero adelante. Hacia delante.
Todo metal; todo movimiento).

Sus nuevas vidas imaginadas son más reales que la verdad.

El tren se estira: todo silbato, todo lamento. Entre los raíles, una canoa diminuta se tambalea en el oleaje, sus remeros entre la niebla, no se ven bien.

Adiós, oh tarde sin horizonte.

(Un cruce de caminos
es todavía un marcharse).



Jessica Piazza is the author of two poetry collections:  Interrobang (Red Hen Press, 2013) and the chapbook This is not a sky (Black Lawrence Press, 2014).   She holds a Ph.D. in English Literature & Creative Writing from the University of Southern California, where she currently lives with her scientist husband and her crazy-looking dog.

​Born and raised in Brooklyn, New York, she earned her B.S. in Journalism from Boston University, where she worked as an intern at the Favorite Poem Project under the supervision of US Poet Laureate Robert Pinsky.  The project—which invited people of all ages and from all walks of life to write in about their favorite published poems—sparked her ongoing fascination with the potential poetry has to foster change on an individual and community level.
​​
After college, Jessica attended workshops at the New School and the 92nd Street Y in New York City.  With the poet Rebecca Lindenberg, she founded the Speakeasy Poetry Series in downtown Manhattan, which routinely featured poetry greats such as Paul Muldoon, David Lehman and Marie Ponsot alongside emerging and mid-career poets.
Bio
Jessica moved to Austin, TX to pursue her M.A. in English (Creative Writing) at the University of Texas at Austin.  While there, she worked with R.J. Lambert and James Capozzi to found Bat City Review, and edited its inaugural issue.  She taught American literature, world literature and creative writing to undergraduates, and in her final year at UT Austin she won the prestigious Keene Prize for Literature.

In 2007, Jessica moved to Los Angeles to begin her candidacy in the Ph.D. program in English Literature and Creative Writing at the University of Southern California, where she co-founded Gold Line Press.  Jessica’s scholarly work sits solidly in the emerging field of Cognitive Poetics.  Her academic dissertation explores the relationship between neuroscience and literature; specifically how the brain processes the visual and sound information of text, and how the reactions to that information inform literary analyses.  She teaches undergraduate Composition and Rhetoric, pairing with courses on a variety of social issues, including Changing Family Forms, Religion and Morality, Environmental Ethics and LA and the American Dream.

Throughout her graduate work, Jessica has retained her commitment to arts advocacy through volunteer work with amazing organizations.  She has mentored underserved elementary school students with The Young Storytellers Foundation , taught creative writing to teenagers impacted by HIV with Hollywood Heart, and run a writing workshop for high school kids who need alternative learning environments with Red Hen Press’ Writing in the Schools program.
Currently, Jessica serves as Contributing Editor at The Offending Adam. Among other places, her work has appeared in The National Poetry Review, Agni, Indiana Review, 32 Poems, The Missouri Review, Mid-American Review, No Tell Motel, 42 Opus, Pebble Lake Review, Rattle, Hobart, Country Dog Review, Coconut, Barefoot Muse, Forklift Ohio, and the anthologies 150 Contemporary Sonnets (U of Evansville Press) and Hot Sonnets (Entasis Press).



Asthenophobia
Fear of weakness



Hallow

A holy man holds holly plants aloft,
so wholly bent on kissing every saint.
Though he mis-thought (it’s mistletoe he wanted),
my haunted face will dip beneath the branches,
masquerading as each missing martyr.
Watch me barter for his hijacked heart.




Hollow

What wasn’t there was never mine to lose.
(Empty: the promise. Empty: the noose.)
When he pressed the depression at my throat,
he was not cruel. I was not forced.
Like me, the tree’s worst weakness is its hollow.
I always do regret tonight tomorrow.





Heresyphilia

Love of radical deviation

The way change sounds you think there’ll always be more of it; jingling cacophony for the bus ride, for the Laundromat, reinventing itself the way change does—hands empty one moment and the next, windfall. You’d think all change happens that way: a misinterpreted conversation and suddenly you’re in Rhode Island, two days later, four hundred miles and gas money you didn’t have, your last quarter plinking into the steel eyeslit of a vibrating bed the likes of which you’ve only seen in movies, highway high-beams bursting two by two in the window like searchlights, working alchemy on your parasol of cigarette chain-smoke so the whole damn room shines like a steel ceiling. The way change happens you’d think the air always looked like this, like furious fog hiding the highest peaks of a bridge inside her coat, but a breeze shivers through the room and now everything’s different, and you’re younger than you remembered and Rhode Island is perfect, perfect. The conversation was not misinterpreted, you see that now, it was a dozen conversations plaited together to keep them tidy and smaller than they were. You left because you wanted to. There was nowhere to go, but here: the extraordinary thing about the horizon is that it is everywhere.





Kakorrhaphiophobia

Fear of failure

Derailed, your vantage point is not of stairs
you’ll scale, but stars you can’t. Wrong turns advance
no grace and no divine. Anywhere
you land feels falsely fine. When you commence,
each errand’s a half-empty glass to sip
your water from, to sip your wine. You start
a dialogue with never done, a trip,
a wire, a current to defibrillate
your half-stopped heart. Breathing uncaught. Unfailed,
you delve. Another devil is de-veiled.
A doppelgänger born with every task:
the evil twin of its unfinishing.
The harbor, never there, is menacing.
Its ebb, unanswered question asked and asked.




Lack

Of shock. Of dread. 
Of this shock, redressed. 
A man in the flesh, 
engaged, incensed. 
Stock-still. Undressed. 

What a fucking mess. 

Our fucking gone-too-farness. 
The foregone conclusion 
is boredom, I guess. 

Like sailors pressed into duty on a ship, 
we measure the length of our endless 
trip in knots. Raise wet canvases of nots 
and wait for wind to strip the deck. 
I tell knock-knock jokes. You either 
laugh, or you don't. 

My easy consonance. 
Your queasy countenance. 
A stray tucked back in place. 

Our come-uppance. 

I didn't see the glass. 
I didn't notice your eyes. 
I've not gone crazy yet 
(though, it's implied). 

But the floor’s declared a war. 
and I propose a truce. 
Truth is: 
There isn't any more to lose. 



HUMBERTO PINEDO MENDOZA [13.309]

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HUMBERTO PINEDO MENDOZA

Humberto Honorato Pinedo Mendoza (Lima, Perú, 4 de febrero de 1947) es un historiador, poeta y periodista peruano, desarrollador de una peculiar visión poética en su país. Aparece en 1968 cuestionando el concretismo simplemente visual brasileño para darle más importancia al contenido social pero sintetizado en sus versos que lo denomina "poesía concreta". Como también escribe libros de historia Rostros y Rastros del Callao y La Historia de San Miguel buscando reforzar la identidad cultural de su pueblo. Como periodista ha escrito artículos de un gran contenido social cuestionando al sistema social por discriminativo.

Sobresale en su época por su espíritu iconoclasta en la literatura(poesía concreta) muy a su estilo de poemas con sensibilidad social. El crítico Abelardo Oquendo desde el dominical del" Comercio" de 1973 nos diria que los poemas de Humberto Pinedo golpean y que están separados por pausas y en donde se reitera la angustia , la incomunicación y el furor. Siguió sus caminos humanistas y fue profesor del curso P.P.F.F.R.R.H.H en la I.E. Simón Bolívar de Palomino - Lima en el año 2004 hasta la actualidad.Hijo de Honorato Pinedo Salinas y María Luisa Mendoza, empezó su educación secundaria en el Colegio Alfonso Ugarte de San Isidro. Pertenece a la Generación Poética de 1970. Su afición por la literatura, la docencia, la historia y el periodismo se da en la adolescencia. Estudiò en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos hasta el 2002.

Sus inicios

Comienza en 1972 en el Congreso de Poetas de Jauja organizado por el Historiador Juan José Vega. Fue incluido por primera vez en la revista literaria "La Cantuta" en 1973 de la Universidad Guzmán y Valle. Luego publican poemas concretos en el suplemento cultural de "Garcilaso" del diario "Ojo" en 1972 y en 1976 en el suplemento de "Estampa" en el diario "Expreso", y se decide a colaborar en la revista "Oiga". Desde donde se convierte en un francotirador cultural desde su independencia crítica para lograr una mayor participación del pueblo. Léase sus Cartas de protesta desde 1969 a 1975 en la revista de Francisco Igartua desde donde se plantean diferentes cambios en la política cultural. Debate con José Miguel Oviedo y Winston Oriillo en "Oiga" y el diario "Ojo" de 1973

Gleba Literaria

Junto con el poeta Jorge Ovidio Vega representaron una corriente literaria denominada "El Realismo Continuo" y el "Realismo Concreto". A Humberto Pinedo se le conoce como "El poeta concreto" desde 1972. Impusieron desde la revista "Gleba Literaria" un nuevo estilo literario. Es en el Gleba Literaria N-3 en donde delinean los tipos de rupturas literarias y culturales. De acuerdo a algunos críticos eran muy originales para esa época usando arcaísmos, rompiendo el lenguaje y tocando a la realidad inmediata como testimonio. Quizás muy influenciado por Huidobro, Vallejo, Paz. Así lo sostiene el crítico Augusto Tamayo Vargas. Es la época en que se rompe "Gleba Literaria" y se crea "Hora Zero" cada uno en posiciones diferentes. En "Gleba" se hacía ruptura contra la literatura populista, panfletaria, buscando otras formas de comunicarse, en "Hora Zero" se planteaba la ruptura literaria contra todos los escritores peruanos, rescatando el aporte de César Vallejo y Javier Heraud.

Otras actividades

Ha trabajado como periodista en el diario "Expreso" y "Extra" de 1975 a 1984 y el diario "El Faro" del Callao en 1994, en la revista "Oriental", "Nuevo Callao", "Nuevo Reportaje", "El Maretazo" y en la actualidad en la revista "Prensa Ancashina". Enseñó Periodismo en la Escuela Superior de Periodismo Jaime Bauzate y Meza. La importancia es que en la mayoría de estos medios fue columnista cultural y articulista. Participó en diferentes congresos de escritores en 1972, en Jauja en 1978, en Tingo María en 1975 en el Congreso de Escritores de Venezuela. Luego en los eventos literarios realizados por la Casa del Poeta del Perú. Fue Presidente de la Casa del Poeta del Callao en 1987 buscando darle mayor oportunidad a los jóvenes escritores.

Obras

Ha publicado:

Olguita amando 1 (1972);
Topus 2 (1985);
Avizor (1987);
Rostros y Rastros del Callao (1991);
Convulsión (1998);
La Historia de San Miguel 3 (2010);
¡Yo no hice nada!: Sobre la idiosincrasia peruana (2013);

Ha sido incluido en las revistas literarias "Mabu", "Harawi", "La Cantuta", "Girangora", "Península", "Tortuga Ecuestre" y en los suplementos dominicales del diario "El Comercio" en 1973 y "Ojo", como también en el libro de Historia "El Callao para los principiantes" en el 2006 Luego ha sido incluido en las 2O antologías de poesía, cuento y ensayos de la editorial "Amantes del País" de José Beltran Peña. También entrevistaba a los intelectuales en el programa televisivo "Caras de la Cultura” de Jn 19 hasta el 2011. Ha sido Especialista de Cultura de la Dirección de Educación del Callao en el 2005.Incluido en los blogs literarios de "Noble Katerba", "Villa Literaria", "Chim Pum Callao" y la Biblioteca Municipal de San Luis. En Youtube ha sido incluido en una selección de poetas chalacos y de la Historia de San Miguel. Como también se le ha editado un CD de los poetas chalacos Región Callao 2008.

De la misma forma han sido incluido sus comentarios literarios en Letralia 257-Venezuela-Portal de la poesía venezolana el 22-3-12 y en las imágenes de Poemas Concretos del blog Discover Latest Info Washington el 5 abril del 2012. Sus comentarios también lo toman en cuenta en la revista de la Sociedad Cultura Chilena en el 2011.
Investigación sobre sus obras

Humberto Pinedo ha sido estudiado por los críticos literarios Augusto Tamayo Vargas, César Toro Montalvo, Jesús Cabel,José Beltran Peña, Leoncio Luque Ccota donde llegan a la conclusión de que Humberto Pinedo está influenciado por los poetas del siglo de oro español, el experimentalismo concreto brasileño y la fuerza social de Vallejo. El crítico Augusto Tamayo Vargas en su libro de Literatura Peruana agregaría que también usa arcaísmos peruanos para darle una mejor tonalidad expresiva a sus versos. "Frunzo mi ceño y no me corro" o "Por caballero lío idílica afrenta a raposos burócratas". Carlos Zúñiga dice de su libro "Olguita Amando" que es un florilegio vital de profundos poemas de amor profesado con su primera esposa Olga Vigo. En cambio Leoncio Luque Ccota refiere que "Convulsión" testimonia la época vital y existencial de la subversión el Perú entre 1980 al 2000. Como también César Toro Montalvo sostiene con respecto a su libro "Topus"" que Humberto Pinedo practica un realismo concreto con un experimentalismo a ultranza buscando darle sentido a las palabras y al ritmo fonético para conseguir una mejor comunicación con el lector sobre sus libros de Historia "Rostros y Rastros del Callao", refiere el crítico Mario Aragón que es un documento histórico de gran valor para los estudiantes chalacos.


                              POEMAS CONCRETOS DE HUMBERTO PINEDO MENDOZA



Con los poetas Jorge Ovidio Vega, Ricardo Falla, Manuel Morales y Humberto Pinedo


GENERACIÓN MUTILADA

Quisimos ser hombres y fuimos matones
Quisimos ser amantes y fuimos puteros
Quisimos ser familia y fuimos estorbo
Quisimos ser dioses y fuimos morbosos
Quisimos ser gloriosos y fuimos traición
Quisimos ser poetas y fuimos borrachos
Quisimos ser hidalgos y fuimos mediocres
Quisimos ser señorío y fuimos groseros
Quisimos ser andantes y fuimos burgueses
Quisimos ser honrados y fuimos fachosos
Quisimos ser gallardos y fuimos suicidio
Quisimos ser humanos y fuimos bufones


                                  
CAMINAR DOLIDO

Padre, estoy hastiado de vivir en un tobogán necio
Quiero perderme en el mundo buscando señera justicia
Madre, dame fuerzas para curar mi rebelde soledad
De heridos meses sin bandera y sin valores gratos
Esposa, comprende que arden mis sueños sin hacer nada
por ancianos mujeres y niños muertos de hambre y frio
Hermanos, de que sirve cantar al cisne si pierdo norte
pobre tiempo que corrompe consciente libertad de amar
Hijos, mi furia tómenlo para que construyan trincheras
dopado tiempo que entrego a la vida con maldita pasión


                                 
CAMBIO DE GUARDIA

Maldito poder ahora necios y mañana corderos de perversos héroes
loando hombres padres e hijos que harán vengado condición
Maldito poder tontas mujeres patanes machos guiarnos quieren
roedores de vidas de épocas de vergüenzas destruyen inocencia
Maldito poder tantos cargos tantos pulmones sin horizontes justo
gendarme tiempo pobres vidas arrojan al tacho con permiso oficial
Maldito poder Dios perdió los estribos deseando entronarse


                          
MADRE DEVORA CORRER PROFANO

Regálame segundos, minutos, horas, paciencia honrada
besándote cruzo montes, ríos ,campos inspira vecinos
trueno vida ,pensar triste, bicho parido morena raza
fuerza presta corriendo profano madre querida añoro
soñando caricia abonado trecho dormiré tierna espera
olfateo mundos pequeño hombre sangro huyendo legado
furor herido golpéame luces perdóname locura entrega
nostalgia ruedo madre abrigome guiando pasos sigo
cariño puro buscando madero Caracas muero furioso



POR CABALLERO LIO IDÍLICA  
AFRENTA A RAPOSOS BURÓCRATAS

Zurró a palos a mandón estado su lomo, su cogote su hocico
fósil raza de lechuzas ladinas que castra mi avance de coplero lunado
lapido con golpe a la sien a momias jamonas que pongo quietos del cerco
estoque alimón que pincho y hiero facha ladina de podrida condición de hueso
placer elegiaco que masco y sin asco pateo por idílica afrenta a caballero
flagelo por mi hechura a raposos burócratas y mi hígado reviento de odio
mojigato rezago que atasco lisura anti-histórica de Quijote suicida que lió


                                                
FARDO

Costra noche gorra espuma que adorna restos de escozor torpeza que cual cuervo arro
Soporto cargado de sueño rudos ojos que flameo que amago año amamanto y amamanto
Costra noche escollo aplomo que rato en rato bollos duros aguanto y empalmo al salto
Me confio del hoyo rasco años muy racio muy torpe rasco vahos copos que agoto todo
Y profano me atasco me agarro cual asno cual cerdo cascos saco y marco pasos raros
Costra noche que agoto al codo al hombro al ojo que escozor torpeza empalmo al salto
Forro mi desecho vaho que bardo mi ombligo rasco y torpe desplanto gordo al año racio
Combato mis huevos estallo y ronco de sombrío tiempo mis testes de adorno al sistema nombre propio


                                              

FARDOS FARDOS Y FARDOS


TOPO VIDA


Patria exilio hogar tapo
hiervo torpe ímpetu ciego
recojo calor ahugero monte
concho torpe cambio vida
època grata  huelo lejos
araño tierra sangro trecho
hocico saco agresivo salgo
dolor pobre ojeroso miro
hombre bestia matando niños
cólera monto sonzo quedo
topo regreso pancho niego




EL PERÚ HA PARIDO UN HUESO METÁLICO HOMBRE DE CUERO ROLLIZO

Al Perú muerdo su alma cual topo embarrado todo dudosos cuerpos mi rostro sudosacos de hastio amontono chamusco genes campo abierto al mundo que marco
Comploto  guardo gans cabros locos putas rosas siervos rostros que amarro duro al Perú tiempo humoso que compro ,antro que rechazo amargo de mi rostro fornico al día hallazgo que reporto cual ñaño deshonrado chorros de bollos muerdo
Sociólogo manchado de razón reparto manos de hombre humoso  de suelo molido el Perú brama de tanto cepo, de tanta joda, de tanta mugre, de tanto tiempo fugaz
Comploto cual ñaño flagelo almas de somnífero encierro que rechazo de mi rostro compro mi concho de tumbo en tumbo  y mi condición de humano barro rabio



                                   
MUJERES ALTIVAS

Cuantas necias engañan sumisas a sus maridos y esposos tiernos
por andar con un par de botas que la vitrina atiborra con alegría
Y después protestan cínicas amarrando al macho por sangría interés
pero que fácil consiguen dinero por un momento de antojos bajos
Que acostarme contigo perversa compañía es pregonar tus maldades
entregando tu cuerpo con desprecio  a los bárbaros deseos de patanes
Pero sus madres callan porque no les alcanzan para tapar vergüenzas
a ti mujer que pellejas tu  vagina te maldigo por destruir hombres


            

                   
EL DOLOR DEL POBRE

Comprendo Manuel que tu sueldo no te alcance
y tu mujer tenga hambre y no sueñe amor contigo
Que tus hermanos sean golpeados como ratas necias
y castiguen al patriota consciente que intenta salvarlos
Comprendo Juana que sufras olvido con hijos engañados
que tu marido se asfixie en las minas buscando sustento
Y que tu familia herida de justicia odiando mueran
maldito hombre que acepte centavos por delatar rebeldes


                                 
RANCHERÌAS VITALES

LA MANO DE DIOS
Quisiera robarle poder sufrido al creador
para que no se meta donde no lo llaman
VOLVER Y VOLVER
Regresar sediento cayendo en mil pedazos
pagando nostalgia con fugaces mujeres
NO VALE NADA LA VIDA
Hervido corazón que regalo al necesitado
robando dolores a mis amigos de sueños
LLEGO BORRACHO EL BORRACHO
Dopada suerte  que enciendo de justicia
y regalo al hombre sin mascara mi destino
LA MISMA
Necias mujeres que destruyen su inocencia
En manos perversas de golgorios de amor
SE SUFRE PERO SE APRENDE
Trecho perdido que recojo con orgullo de señor.
mi cuerpo mi sangre mis nervios apaleados
PARA MORIR IGUALES
Rodando por el mundo añoro mi compañía
herida sin escarnio por  un saqueador de vidas


                         
PELOTA DE CABEZA

Espíritu pateado enferma criatura
jugador endiosan dopando muchacho
pueblo mediocre carnado silencio
morbosea estadio hambreo toreado
cerebro peruano golazo abriendo
macabro suicidio pelotean cabeza
salario arquero estomago penado
patraña devociòn alienado quedan


                          
CARACAS PARA TODOS

Fiebrada hechura tacones heridos bárbaros pisan
callosa gracia sentida afrenta calzando burgueses
doblada ciudad pobreza ganando metrópoli aplasta
caótico hombre mercantil trampa Caracas rajando
invierno espíritu aguacero calor negros blanqueado
engañada multitud engordan ricos quemando hombres
joropo exòtico despoblan llanos ranchos creciendo
criollos revientan coñada aventura capital pajean
mezquinos gallegos portugueses rudos metidos colombos
híbrida posesiòn copulean pueblo, Bolivar matando




POR LA GAITA MOQUERO

Colgado del mohoso cuello del año abocho mi nido
confiado moquero, lo abocho
cual idolo de barro en tu pecho mozo me gravo moquero
por si acaso me gravo
copado de humor en 1972 cocino tu caso,lo cocino y de
encienzo bocado todo
pero de un tajo ahueco tu chacado cuerpo de un tajo minu
to a minuto hoy
molido de amor entrego fallo de los dioses y  el castigo al
al mañoso enemigo
pero por millones de huèrfanos lucharemos tras una  noche
achacosa y coja
por la gaita ruin de un mujir peruano que el ronquido de tu
pecho lo reconozco
copado de humor cual idolo de barro aparezco moquero
luchando codo a codo por la gaita de tiempo en tiempo.





MUSGOS Y MUSGOS

Reposo años cual musgo rostros vagos poseo y controlo
rumo muertos me gasto tramo monto y rumo
de bocado olfateo alientos mordiendo fardos huesos reposo
me confundo tropiezo con mis sueños y sus años rudos
me mortifico, rabio, comparto mis brazos con desgano
no no es raro lo comprendo desbordo el fardo sin reparo
gruño cuelgo siervos muertos y màs muertos por un rabo
rastreo demoro me atraco fardos musgos con acierto
cual raposero muertos nervios y musculos los congelò




ENSOMBRADO EL CASO AGOTO AL COPLERO

Coplero sudor que ensombro ,que derramo, que atoro y chillo rato
que morbo molido de  weekend me mojo de catarro, de esputo todo
cual ñaño labriego canto chillo y mil años de coplero lloro
emboto el caso cogñac tomo de atajo en atajo ,amarro al gallo
pero rapido muy rapido¡ exclamo¡ que la monta ,que la fonda manyan
quejidos mujidos ensamblados todos, manyan
de pirañas que devoran mis dietas mis sueños mis tajos de estragos
que ensombro madre y mis vates de oxigeno agoto.





INFLAMO MIS PULMONES EN ESTADO DE SITIO

Que mañoso bicho muy terco me apretò el gatillo
mis huesos rajo y mi herido costado husmeo
que bocado agrio me drogò mi hombrado año
camino al mortuorio con mi concho el tiro enfrio
e inflamò mis pulmones en pleno estado de sitio
que mastico mi antojo gusto y mi daño muy sobrio
muy callado hacia mi lecho de raposos hombres
muy cangroso muy mosqueado muy dolido los pàso
en caminos de smog y smog que rompo por pedazos
e inflamo mis pulmones en pleno estado de sitio.




MOHO Y MOHO

Mi mudo cuerpo de rudo mundo a porrazos lo robo al
suelo rostro de Lima tomado al sueño
Barranco ,mi humor compro robo mi tiempo,mi cuerpo to
mo domo años y derramo sueños
mi mudo cuerpo mi rostro tomo su humo masco oscuro
moho que ha tiempo rompo
mi cuerpo de tarro moho lo robo al año daños resumo de
remanso amorio me domo
Barranco ,mi rumbo tomo quemo sueños como sueños cual
moho sueño
estrello mi llanto contra el viento a mi modo rumo  y domo
y me rompo solo
mi mudo  cuerpo, ardo con mis años ato mis sueños al viento
cual moho me rapo.





EXTRANJERO TERRESTRE DE CAPOTE TULLIDO

Complacido estado que recado hastio me incendio de emociòn todo
motivado amago ,desmorono el cerco, cual especimen, mi cogote marco
exploto fomento el embriage cual enfermo me arrastro y cojo lodo
toldo especimen cual jumento encargo mi sueño y rapo al tacho mi amago
mustio afònico me angustio me emboto cual polvo mi torrida mano
ceboso quejido que oxigenada colina 25 años mios cual galgo empaco
mi tullida mesa que ensombro crujido que engolino terrestre letrina
pierdo la sonrisa cual ñaño desolado excroto mi chaco efimero
zairirme quejido sublime de emociòn trucada que arrastro huellas cual polvo
Jorge Ovidio amazo mi tiempo si Jorge Ovidio lo amazo cual anacoreta y agradezco
a mi  madre por su matriz  por haberme parido diferente a tanta mierda.




FRUNZO MI CEÑO Y NO ME CORRO

Frunzo mi ceño cobijo mujeres de pecho rojo que ira santa trago claros bollos
me canso robo mi cuerpo empaco mi mundo mi trueno que herido contemplo solo camino ahogo pasos ido muy ido los tomo ,los reporto, consolado, redomo mi mundo cobijo bollos me canso, robo mi alma, robo mi sol, robo mi dia, que opaco guardo pomposo tiempo que empaco que anudo desgarradao rostro de copioso nudo todo frunzo mi ceño me embarro solo nutro al dia sombras meto garra rebelde saco combato, bicho raro de muchos, redomo mi hechura, que a perro mundo mato contemplo hermano nuestros años colgados sudaban, habiamos nacido al mundo
                                    hermano habiamos nacido



                                               
PUEBLO GITANO

Gitano tu raza nomade ganarà su destino con libertad
luchando contra despotas matones y decretos  perros
romperas maldiciòn de naciones egoistas siguiendo llamado
griterios de reencuentro y persecucion regiran tus meses
tenaz hombre tu sangre rodarà los campos de justicia
Gitano mil injurias combaten tus sentidos hijos por el mundo
valiente entrega que aumenta martirio con alaridos cantes
lamento guerrero que desgarra fibras de herido soñador
Gitano tu alma telùrica es la rebeldia de pueblos heridos




MONSIEUR POR ACCIDENTE A LAS 430AM

Que purificado chorro enturbiò el ropaje cuerpo de un ganzo rociado por el baño en tragado tiempo que corroe rajados cuerpos de solapado tramo ante el mundo hoy el mar cae sobre cuatro cabezas que emociòn torpe lavamos molidos andrajosos amores emplazamos asi al vago al poeta moñero a la proxeneta y a la calle mortuoria a las 430a.m
Monsieur mi hocico abro y de un perdigòn fulmino la lluvia sagrada del fin de año en el intrioto mi amigo Caifas se ha rasurado el tiempo y ebrios todos orinamos deseos sobre sus barbas purificados asi cuatro cabezas de fuego ante el viejo año por accidente colgamos nuestros mundos en la calle mortuoria a las 430a.m. mutados cual inflamado cowboy baleamos de ira al sueño y maldecimos dolidos al beato flaco su adyecto retorno.
Monsiur cogidos al vilo con Jorge Ovidio abrimos a a la vida  a neuròtico feto que vomito tenaz a la historia cedemos mugroso estado de hombres en el nuevo año


                                   

MERCADO DE ILUSIONES

Recado grato adoro lleno amado motivo
juego de niño los cojo vivos cegada ilusiòn
furor santo libro batalla  fetal  con un reo
època màgica de tren de barro que viajo
pasado trecho iluminados nomades atrapo
infancia mia imagino un bayo en el trono
cargando gnomos de parpados brios
que ciego de amor derramo mi fruto a tanto imbecil




GABRIELITO MI VACIO TORPE LO LLENO DE TI

A mi nietecito Gabrielito Medina Pinedo


Gabrielito picado duro mi amor propio muy rajado lo hiero muy rajado
muy lleno de valores humanos carnoso pulmòn abro al mundo lo  abro
molido mi embriòn sano lo desangro cortado por el fino sentir del tiempo
pero masco mi loto mi ocio pago mi bolo paso dopado fugo de todo
por los miticos dioses que me ato a tus años ,a tu infancia amada muy noble
muy picado mi viejo deseo a capazo limpio paterno amor muy tierno te doy
pero blasfemo al oraculo sagrado jugado hado que ahujeros precoces hayo
muy mascado picoton y picoton de veces mi vida la lleno de ti cual vacio torpe

                              SUICIDIO PERFECTO


Mi festin de goce placido cedo que costreñido mostacho de años ciño
me mareo que puerto iberico de tufo en tufo kms y kms de empeño repongo
comparto mi bocio con hombres topo que ahorco de maloliente tiempo
recostado al poste mi carnoso empeño demuelo y mi silencio sacro guardo
prohibido de amar mi daga saco y a retazos demuelo infierno mundo de loco
mi sequito de muertos adultero que tupido fllechazo mi conducto ennegresco
corrido kms y kms ciño mi mate portico que coso bravio mi furia aplaco
por las astas al toro clavo luminoso toque que suicidio perfecto ciño mi otoño
                                       del infierno mismo




    
EL TOPO Y LA ARAÑA

El topo le dijo a la araña tu mundo armas con tus brazos partidos
la araña le respondio con pavor, tu reino lo poblan barbaras pisadas
el topo sangrando comenzò a recoger su doblado hogar pateando invasiòn
la araña furiosa encierro dominò rajando sueño de hidalgo
el topo casi ciego planteò quieren saquear nuestras llaves,nuestras claves
la araña herida sentenciò, escapar nos duele escondernos tambien


                                 

PABELLON 20

Rincòn paleado tierra herida me delata
mi època de locura,mi rabia,mi lucha
pabellon 20 mi fibra nerviosa la alargo
sitio mio a terrenos rufianes que roen
mi principado que defiendo con derecho
Rimbaud mi trance me inspiras muy sabio
pabellòn 20 me recluyo y sueños usurpo
alucino pasiòn oprimidos años los rompo
de furor a la diestra madre que vida gano





CORCUNCHO

QUE PARA QUE NACI
QUE PARA QUE VIVO
QUE PARA QUE SIRVO
QUE PARA QUE PIENSO
QUE PARA QUE HABLO
QUE PARA QUE AMOR
QUE PARA QUE GENIO
QUE PARA QUE MUERO
QUE PARA QUE ESCRIBO
QUE PARA QUE DIOS




PAN HONRADO DIOS MIO UN DELITO

Galope vertigo pierdo camino
corro posta cual perro maldito
que incho de golpes cinco años
pan honrado dios mio un delito
y rasco pedazos de azar a verdugo
y pierdo  mi juicio al estar vivo
que insano en esta tienda rajo
pan honrado Dios mio un delito





Humberto Pinedo y Jorge Ovidio Vega 



MANUEL MARTÍNEZ DE NAVARRETE [13.310]

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Manuel Martínez de Navarrete

José Manuel Martínez de Navarrete conocido también como fray Manuel de Navarrete (Zamora, Michoacán, 1768 - Tlalpujahua, Michoacán, 1809), periodista y poeta novohispano.

Semblanza biográfica

Sus padres fueron Juan María Martínez de Navarrete y María Teresa Ochoa y Abadiano. Realizó sus primeros estudios en Valladolid (hoy Morelia). En 1787 ingresó en la Orden Franciscana en Querétaro, donde amplió sus estudios de latinidad estudiando en Celaya. Se desempeñó como cura párroco en Tula (en el actual estado de Tamaulipas) y como guardián del Convento de Tlalpujahua. Fundó periódicos como el Diario de México (1805), en los que publicó poesías líricas. Fue elegido mayoral de la Arcadia Mexicana, academia poética fundada por los redactores del Diario. El tono de su poesía es neoclásico, señalándose en su obra el magisterio de Juan Meléndez Valdés, especialmente en sus anacreónticas. Se le han señalado algunos rasgos prerrománticos. En 1923 se publicaron sus Entretenimientos poéticos en dos volúmenes.




A UNA INCONSTANCIA

Suspende, fuentecilla,
tu ligera corriente,
mientras que triste lloro
mis ya perdidos bienes.

¿Cuántas veces, estando
en tus orillas verdes,
Lisi me aseguraba
su amor hasta la muerte?

Aquí su diestra mano,
más blanca que la nieve,
en esta arena frágil
escribió muchas veces:

'Primero ha de tornarse
el curso de esta fuente
que a su Salicio quiere.'

Mas tus promesas, Lisi,
no han sido menos leves
que el papel que escogías
para firmarlas siempre.

Las letras se borraron
por los soplos más tenues
del viento, y tus promesas
por lo que tú quisieres.

¡Ay, contentos soñados
de prometidos bienes!
¡Ay, inconstancia propia
de fáciles mujeres!





A UNOS OJOS

Cuando mis ojos miraron
de tu cielo los dos soles,
vieron tales arreboles
que sin vista se quedaron.
Mas por ciegos no dejaron
de seguir por sus destellos,
por lo que duélete de ellos,
que aunque te causen enojos,
son girasoles mis ojos
de tus ojos soles bellos.





LA SEPARACIÓN DE CLORILA

Luego que de la noche el negro velo
por la espaciosa selva se ha extendido,
parece que de luto se han vestido
las bellas flores del ameno suelo.

Callan las aves, y con tardo vuelo
cada cual se retira al dulce nido.
¡Qué silencio en el valle se ha esparcido!
Todo suscita un triste desconsuelo.

Sólo del buho se oye el ronco acento;
de la lechuza el eco quebrantado,
y el medroso ladrar del can hambriento.

Queda el mundo en tristeza sepultado,
como mi corazón en el momento
que se aparta Clorila de mi lado.





Duda Amorosa

dos corazones de amor
Si por una cosa rara
dos corazones tuviera,
en uno Filis entrara,
en otro a Doris pusiera,
y allí a las dos contentara.

Pero si uno solo tengo
no podré darlo a ninguna,
porque luego me detengo
en que si le doy a una
al rigor de la otra vengo.

Darlo a las dos es buscar,
si se examina despacio,
guerra en que siempre han de estar;
porque en un solo palacio
dos no pueden gobernar.

Qué hacer en tal confusión
no alcanzó; mas si supiera,
que no había de haber cuestión,
sin duda a cada una diera
la mitad del corazón.

Así una vez discurría,
y amor, que en mi pecho estaba,
en lo interior me decía
que si a dos darlo pensaba,
a ninguna lo daría.

que es la ley la más oportuna,
aunque de un tan ciego dios,
que se quiera sólo a una;
porque aquel que quiere a dos
no quiere bien a ninguna.

Luego el corazón lo di
a Doris; y mal pagado,
al punto me arrepentí,
de que no lo hubiera dado
a Filis. ¡Triste de mí!




La mañana

Ya se asoma la cándida mañana
Con su rostro apacible: el horizonte
Se baña de una luz resplandeciente,
Que hace brillar la cara de los cielos.
Huyen como azoradas las tinieblas

A la parte contraria.  Nuestro globo,
Que estaba al parecer como suspenso
Por la pesada mano de la noche,
Sobre sus firmes ejes me parece
Que lo siento rodar.  En un instante

Se derrama el placer por todo el mundo

¡Agradable espectáculo! ¿Qué pecho
No se siente agitado, si contempla
La milagrosa luz del almo día?

Ya comienza a volar el aire fresco,
Y a sus vitales soplos se restauran,
Todos los seres que hermosean la tierra.
El ámbar de las flores ya se exhala
Y suaviza la atmósfera; las plantas

Reviven todas en el verde valle
Con el jugo sutil que les discurre

Por sus secretas delicadas venas.
Alegre la feraz Naturaleza

Se levanta risueña y agradable:
Parece, cuando empieza su ejercicio,
Que una mano invisible la despierta.
Retumban los collados con las voces
De las cantoras inocentes aves:
Susurran las frondosas arboledas,

Y el arroyuelo brinca, y mueve un ronco
Pero alegre murmullo entre las piedras

¡Qué horas tan saludables en el campo
Son éstas de la luz madrugadora,
Que los lánguidos miembros vigorizan
Y que malogran en mullidos lechos

Los pálidos y entecos ciudadanos!




Influjo del amor

Célebres calles de la corte indiana,
grandes plazas, soberbios edificios,
templos de milagrosos frontispicios,
elevados torreones de arte ufana,

altos palacios de la gloria humana,
fuentes de primorosos artificios,
chapiteles, pirámides, hospicios,
que arguyen la grandeza americana:

¡Oh México!, sin duda yo gozara del gusto
que me brinda tu grandeza,
si causa superior no lo estorbara.

De tu suelo me arranca con presteza
el suave influjo de la dulce cara
de una agraciada rústica belleza.







SERGIO MUÑOZ ARRIAGADA [13.322]

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Sergio Muñoz Arriagada– Gabriel Cereño


Gabriel Cereño (Sergio Muñoz Arriagada) nació en Valparaíso, Chile  en 1968. Es profesor de Música por la Universidad Católica y dirige el Taller de Poesía de La Sebastiana. 
En el Centro Cultural La Sebastiana ha organizado, entre otros, los ciclos: “Poesía en Valparaíso”, “Voz de Mujer”, “Encuentro con la Poesía Chilena”, “50 Años del Canto General”, “A 30 Años del Premio Nóbel”, “Literatura en Pareja”, “Neruda: 30 Años de Ausencia”, “Poesía Prisionera”, “Al Encuentro de Neruda” y “Escritores del Alma”. En 1998 dirigió el “Taller de Encuentro con Poetas Chilenos” y al año siguiente recibió la Beca del Consejo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura. El 2003 fue uno de los ganadores del Concurso de Publicaciones del Gobierno Regional de Valparaíso. Ha participado en diversos encuentros de poesía y recitales de su obra en Chile, Argentina y Perú. Desde el 2003, dirige talleres literarios y musicales en la Cárcel de Valparaíso y otros recintos penitenciarios de la región. Desde el 2004 co-dirige el Seminario de Reflexión Poética en el Centro Cultural La Sebastiana.
Ha publicado los siguientes libros individuales: “LENGUA MUERTA” (Ed. La Trastienda, Santiago de Chile, 1998); “27 POEMAS – LENGUA EN BLUES” (Imprenta Herrera, Valparaíso, 2002) y “LENGUA ÓSEA” (Edición del Gobierno Regional de Valparaíso, 2003).
Poemas, reseñas y artículos suyos aparecen publicados, entre otros, en los libros y revistas LIBERTAD 250 (Sociedad de Escritores de Chile, Viña del Mar, 1996); EL ESPÍRITU DEL VALLE (Santiago de Chile, 1998); METÁFORAS DE CHILE (Lom Ediciones – Corporación Altamar, Santiago de Chile, 1999); ALCHEMY 2002-2003 (A Magazine of Literatura and Art – Portland Community Collage, Portland, Oregon, USA); LOS POETAS DEL 5 (Mérida, Venezuela, 2004); AS DE COPAS (Santiago de Chile, 2004); AÉREA (Santiago de Chile, 2005); PENSAR Y POETIZAR (Instituto de Arte PUCV 2004 – 2005); ANTÍTESIS Nº 2 Y 3 (Valparaíso, 2006 y 2007); EL MAPA NO ES EL TERRITORIO / Antología de la joven poesía de Valparaíso (Ismael Gavilán, Agencia Editorial Fuga, Valparaíso, 2007).
Desde 1994, ha participado en innumerables conferencias y charlas sobre poesía en Colegios y Universidades chilenas y extranjeras, antologías, recitales y presentaciones de libros en librerías, cafés, pubs, ferias del libro, programas radiales y televisivos regionales y de Santiago.




Gabriel Cereño enfrenta a Sergio Muñoz

por Juan Cameron

Desde 1994 el Taller de Poesía de La Sebastiana es dirigido por Sergio Muñoz Arriagada, quien trabajara además para la Fundación Neruda, propietaria del inmueble turístico; en esta labor formativa lo ha secundado su amigo y colega Ismael Gavilán.

Muñoz entrega su primer libro, Lengua muerta, bajo este nombre; libro que recoge su producción entre 1988 y 1998. A partir de 27 Poemas/ lengua en blues esta mención aparece tachada, a lo Juan Luis Martínez, agregándose al lado “Gabriel Cereño”. Nada tiene que ver con el Benito de Moby Dick; se trata del apellido de su padre biológico, aclara después en Lengua Ósea, edición entregada el 2003.

Muñoz Arriagada, ahora Cereño, intenta establecer en su primer trabajo algunas relaciones con el idioma, forzando a veces el vínculo entre lo narrado (su personal percepción del mundo, la amada, etc.) con la forma escritural. Sus notorios quiebres y aliteraciones se presentan como ejercicios retóricos y el excesivo conocimiento de la técnica, a ratos perjudica la lectura. Paradojal resulta que, al evadir la natural musicalidad de las palabras (es profesor de Música) entre, en casi todos sus versos, con el acento en tercera sílaba.

Su forma de negociar con la palabra -como diría Pound- continúa en Lengua en blues. El texto fugaz resulta entonces una declaración de principios más que una simple poética: y aunque la muerte entra en esta cicatriz/ tibias de memoria           desnudan el juego de palabras/ con su carácter y símbolo/ lo significan  le dan color y eufonía/ deletrean sus labios  lo retocan de infancia. Aunque más adelante rescata la experiencia como fuente de este decir. Así, en vuelo, declara: yo hablo de lo que sé// y lo que sé        se reduce apenas a la noche (...) al tiempo errante de una lengua desnuda.

Fiel a esta convicción, en Lengua ósea da cuenta del cambio de nombre y del estrecho vínculo entre poesía y vida. Lengua ósea muestra, a primera vista, un desarrollo importante en la escritura de Cereño. Sin embargo, esta sensación se debe al tema central de su estructura y al profundo sentido lírico aportado por la veintena de textos que lo conforman. Pues, de ellos, dos pertenecen al primer libro, ocho al segundo y uno aparece en la muestra colectiva Metáforas de Chile, cuyo editor es el poeta Pedro Araya.

La historia del poeta deja aquí de ser personal y se convierte en la anécdota literaria. Cereño es hijo natural de Alicia, su mamá tía, y ha sido inscrito como hijo de Sergio, tu tío materno. El padre verdadero resulta un mero signo extraviado. A la muerte del abuelo Muñoz, y de su madre, el tío demanda la venta de la propiedad natal del poeta, expulsándolo del paraíso familiar. Allí se produce el quiebre. Gabriel reclamará entonces no sólo su legítimo derecho hereditario, sino también el de llevar el nombre del pater familias, ese pariente del novelesco personaje que habrá de dar razón a la lengua que parla y a su existencia; para que haya comercio entre la realidad y el mito. Gabriel Cereño (Sergio Muñoz Arriagada) nació en Valparaíso, en 1968. 


SELECCIÓN DE POEMAS 

Fragmentos del poema Nuevas aliteraciones para un ojo crítico, del libro
“lengua muerta” (Editorial La Trastienda, Santiago de Chile, 1998)



las luces -lumbres leves-
levantan líquido lejano
los labios liberan lucidez
las letras luchan
limpiando las lágrimas

los lunares -latiendo-
llevan llamas lentejuelas

lasciva lectura los lamo





catalejo carajo
como cuando carraspeas
ciñes cañerías certeras
ciegas crines
cumbres caídas como cantinas
cálidas caballerizas colmadas
centellean como cálamos
cubriendo cada centímetro
con cuerpo con cadera





abra sus ojos mire estos signos unidos
robándose -oscuros- su tiempo

retroceda orille esta nueva música
imagine páginas invisibles
eléctricas llagas

asome su rostro en mi piel





mientras imagina
recorra este ademán sobre un único llanto
trueque intimidad minutos o alas

los relojes errarán dulcemente
esplendor de oscuro ritmo

mire a su último alrededor




postdata

aconsejaría malgastar el olvido
es decir soplar sobre las caras de los otros
como si fueran las velas intactas de algún festejo

porque además se es feliz soplando así
yendo a buscar algo de comida para la noche
que es tan larga en sí misma
y nos duele por ser tan honda y negra como es

aconsejaría correr por los peldaños de uno
caer por ellos cada noche
mirar los perfiles del mundo
tocarnos hasta perdernos
como si fuéramos la sombra de algo
más intenso y pleno que nosotros

basta decir que el cielo
no nos tuvo entre sus elegidos

y esto es digno de los condenados





Jadis

Jadis, si je me souviens bien, ma vie était un festin
où s’ouvraient tous le coeurs...
arthur rimbaud

antes mucho antes de ser
antes de hablar de esa mitad de uno
que anda suelta que se hunde hasta el cuello
del festín fetal del arrullo de esas yeguas aladas
del llanto veo labios partidos veo sangre
a lo largo y a lo ancho del mundo
y una hermana impensable
vuela a los brazos feroces del verbo
y no hay oxígeno no hay luces
en la nueva placenta y su cuerpo
cae lejos del mío antes mucho antes de ser
cuando soplaba el uno en la violencia materna del vértigo
y alcanzamos aún a tocarnos como animales que fuimos
como estrelas que fuimos en el tren familiar de los beijos
de algún plazo escrito en los labios mal escrito
en los guiños del sueño alcanzamos a unir
nuestros dedos sólo eso escuchamos el canto
de unas venas veloces que se desvestían
y la sangre corriendo y unos hilos
colgando hacia el suelo sólo eso
antes mucho antes de ser
antes de hablar de esa mitad de uno
que anda suelta





huenún

a jaime luis huenún

fue así como ocurrió cabezas cayeron bajo los puentes
y el acero se impregnó de ciénaga y de flores
sin desnudez los caballetes estallaron de olor y muerte
y en el alcohol de cada párpado
se escondió el oído intacto de un metal que florecía al viento

el cabello suelto del mar fermentaba en la risa opaca de las olas
y la arena la arena devoraba a los cuerpos
que detenían el silencio del rapto

fue así los columpios de la memoria -quietos aún-
fueron recogiendo el vaivén de su infinita cautela
y caídas las carnes de su desolación
los cuchillos y las crines los cisnes temblorosos de su niñez
galoparon tristeza de un papel sonámbulo en sus dedos
en la muda mirada de yugos oblicuos
de cicatriz de aquella voz tatuada en el río
como en espejo y memoria

huenún jaime luis sietemesino feo
cada vez hay más preguntas y oídos que quisieran ser piel
en tus papeles de origen y destello página
y metro rapto en el vientre del lenguaje
temblor y furia huilliche pétalo efímero
como esos días de lluvia o de cisnes
en esta ribera tan fugaz
donde te escribo






lengua en blues

a vicente y francisca

“soy, pero soy también el otro, el muerto,
el otro de mi sangre y de mi nombre”
jorge luis borges

escuché tiernos pétalos tristes
navegando por rieles que cercaban mi voz
galopé en la piedra imaginé una lengua
que desangraba sus máscaras e indagué en la sombra
del espejo y no me vi sino en la síncopa ciega de mi tacto
que no es sino lo que es y lo que la noche me dice que es

recordé la luz intacta y errante
desnudé esa piel oscura que huía y traté de atarla
a su límite le ordené caí bajo su manto
la asemejé a mi mano e intenté dibujar el vuelo
del colibrí que se oculta que la trae y la lleva
que la entrega y la quita con su zumbido y su prisa

porque para mí la idea es el hecho la idea
es la imagen concreta del vuelo -pero no su figura-

la idea es el recuento de esas alas que zumban
como élitros locos como aspas que me comunican
y me alejan del sangramiento del parto como voces
que salpican videncia y se mueven de un lado a otro
en el éxtasis de morder un alfabeto
que se descascara y se ahueca
se relumbra y se inflama y vuelve a arder en la sombra
del torrente sin fin del río que nos llama
por nuestro nombre bastardo y ciego

por ese nombre que aletarga el ala
y misteria la sangre de los hijos
y nos obliga a vivir heridos
la mirada

a través de la cicatriz retorné a las raíces
relajé el reflejo del relámpago en el río
tendí la mano lenta en el agua
y el oleaje respondió mi ruego
me colibrí en el animal que zumba en su talón


me hice hélice del tiempo y traje la aurora y su aullido
me hundí -arena- en su llama y aplaqué el lenguaje de la sangre

me vertí en la luz del espejo y grité
grité de nuevo nombre gemí de nuevo signo
lamí las manos y la sombra
me aletargué tras el último vestigio de la noche
fui directamente a la ceniza y me hice hueso
detalle óseo del que era y del que fui

busqué mi reflejo en los jardines idénticos del fuego
miré mi rostro por última vez
y me reí me reí me rehice
cambié la faz de esas sílabas fugaces
las llené de verdad me revolqué en el filo de mí
me revolqué en el olor de mi nombre
me revolqué en el color de mi sangre
me revolqué en el mirar de los míos
me nombré
y fui Cereño



467

me apego al tránsito del cielo en su retraso
veo una cicatriz que deambula por el margen
por la orilla de mi apego al espejo
por el río -en fin- de oscura terquedad que aún me habita
y que es mi hábito y mi pérdida y mi ser

por albricias que al aleteo se fijan
en los vértices de mi recuerdo
por lámparas que cuelgan con infinito hastío
de tablas que no puedo alejar por la prisa
de esta materia sangrante
que ya nace y no yace dentro del reflejo que fui
por la máscara errática
que fue mi faz por la sombra que idealicé
y no era más que un despojo
en la inmediatez de la noche y el parto

ahí cuando el filo aúlla su terquedad
y la mano trepa en el laberinto líquido
que huele a sangre

ahí cuando despierto
en la penumbra que me nombra
solo suave apaciguando la imagen
de unas horas que aletean su fijeza
la imagen que proyecta mi voz
en las amarras de un oído ebrio
intacto definido
como en los límites de su volumen

ahí cuando la mezcla de tanta ceguera
enluta la errancia y su goce
cuando simplemente soy y aúllo
como un cascabel erizado por su sombra

cuando te veo venir sin luz
y huelo la tristeza del aire

cuando te veo ir hacia otra luz
y destilo esta mitología que me salva

y me asemejo al humo
que es más y es a la vez algo más que más
me asemejo a todo lo que siendo
es más de lo que es
enloqueciendo en el registro inmóvil
de este ser sin ser
que mira al espejo
y fija la atención en la memoria

pues yo no soy más que el frágil simulacro
de este aleteo transparente
que no perdura en la unidad de la llama

alterno con la fugacidad del ropaje
pero no soy ni la fugacidad ni el ropaje

apenas me hundo en lo digital extraño
lo volátil de este templo que no existe
araño el otro rostro

doy vueltas por la piel que está en mi piel sin ser
buscando lo sagrado que habita esta pared de adobe
y vuelvo a unos dedos que me marcan a labios
a figuras que no concluyen con la noche
a un forcejeo de sombra contra sombra

repito mi nombre y por terquedad o por rigor
deslizo la simetría del alba en las paredes de lo idéntico

rasguño entre los puños de la memoria
digo un número
y perduro en lo remoto de esta exactitud sin voz

hablo por ella que anuda en mi rastro
tercas condenas de silencio
-amarras que dibujan lo que no sabría decir-
y escapo de este laberinto que no es
que a nadie aguarda
que huye a la velocidad de la noche





fuga

guardo mi lengua natal en cavidad de troncha angosta
y a veces cuando hay lluvia o cuando hay río
me tiendo a enumerar las gotas
de un lenguaje fantasma que es y no es
que emociona y fastidia cuando arrulla su arrullo

trazo el eje
me encaramo sobre rieles que apenas recuerdo
pero a la memoria a veces le inventamos su redondez

cuando calza en el oído la simetría imperfecta de su roce
una a una llamaradas de una época que no se deja ver

- ecos
- erratas
- manchas que la lengua evapora

calzan como calza el laborioso ser de lo que viene

su quejido sangre que en el oráculo no se alcanza a descifrar
por más geometría que uno intuya en el borde

transpiración y lágrimas faenas destinadas al olvido
que corre tercamente por el labio del que susurra sus nombres

aún así tengo la certeza de que el tiempo es sólo esto

- un monólogo infinito plagado de heridas
- el guiño indecible de otras cosas
- un torrente que no se domestica ni se muestra
- el túnel que atraviesa una montaña ausente
- algo de lo que no podremos decir nada

tengo la certeza de que el tiempo es la ausencia de certezas

el límite donde lo que somos parece hilar cada instante

la hoja que se abre para esta letra y su fuga





dorsal

en lo ancho quince líneas que cuelgan
de mis párpados a tus párpados
líneas que trizan los trapecios de tus ojos en los míos
dibujos que en la hoja de izquierda a derecha
van llenando de signos un capítulo blanco de memoria

yo extraigo su olvido arranco el vacío de ese árbol
le entrego frutos de diversas texturas
agrieto el hábito de tanta sombra
y aleteo en la penumbra de un jardín
que empieza a llenarse de sol
luego en el estricto límite que el verso deja atrás
desato oblicuo el rito que llevo dentro
muevo las alas y tras ellas
veo cómo el jardín se empequeñece
hasta ser más estrecho que mi pie




el tiempo

a antonio colinas

se sabe que es también una derrota
un hilo de invisible filamento corroído
por la estela que en el agua se apaga

y aunque siempre recordemos a los muertos
y bailemos tristes rondas sobre pisos florecidos de silencio
algo late en las íntimas esquinas de una calle devastada por la sed y la sombra
algo late en la desolación que al fin pareciera decirnos

acaso las señas del tejido umbilical que alguna vez nos retuvo?

acaso la evidencia de un paisaje que destiñe dolor?

yo sé que el río es el río
y que su curso me cambia irremediable del que he sido al que soy
que me limpia de esos trozos de muerte que se adhieren sin remedio a mi piel
que me encuentra el descanso de una lumbre agrietada en el número exacto
y maltrecho en que voy malherido en la cuenta que en el día se esfuma
en efímera estela que se hunde en la memoria que aún late en el torrente

espejismo infame el de la noche
como si el tiempo fuera algo más que el límite que es
dictando en su filo la simetría del adiós
en los idiomas transparentes de todas las edades
en su arameo polvoriento en su chino que destila inmediatez

yo sé que en venecia en ramo corte querina hay una luz que no se apaga
que parece ventilar el ajetreo del verano lúcida y cautiva
por la extensión de sus errores con ronda y cántico
con magia y fuga para la especulación de lo que fuimos

se sabe que es también una derrota
un hilo de invisible filamento corroído
por la estela que en el agua se apaga





De la presente selección de poemas:

Lengua muerta (Ed. La Trastienda, Santiago de Chile, 1998)
- Fragmentos del poema “Nuevas Aliteraciones para un ojo crítico
- Postdata

27 poemas – lengua en blues (Imprenta Herrera, Valparaíso, 2002)
- Jadis
- Huenún
- Lengua en blues

Lengua ósea (Ediciones del Gobierno Regional de Valparaíso, 2003)
- 467

Las lenguas del jardín (Inédito)
- fuga
- dorsal
- el tiempo






Lengua ósea de Sergio Muñoz: tachadura, identidad y biografía

Por Andrés Urzúa de la Sotta 

Más allá de los criterios formales que podrían emparentar los versos de Lengua ósea con una poesía de la melopeia (en el decir de Pound), lo que me llama poderosamente la atención es la radical relación entre escritura y biografía que se plasma en el libro. 

Si Enrique Lihn se propuso en algún momento establecer una suerte de poesía situada, lográndolo de manera definitiva en su agónico Diario de muerte, aquí encontraría un ejemplo tan radical como aquel, pero inverso: el de situar el origen y la identidad. Pues Lengua ósea es un doloroso y dolorido recorrido por la biografía más íntima de ese otro Sergio Muñoz que es Gabriel Cereño (o de ese otro Gabriel Cereño que es Sergio Muñoz). 

En este sentido, la tachadura del nombre sergio muñoz, la cual se vislumbra desde la puerta de entrada del libro que es la portada, no alude a aquella oposición al concepto de autor propia, por ejemplo, de Juan Luis Martínez (ni a sus intenciones progresivas de propender a la anonimia), sino que hace referencia a una constatación identitaria del autor: el rechazo hacia un nombre y apellido que le sirven de identidad (Sergio Muñoz), mas de los cuales quisiera poder renegar o desprenderse (Sergio Muñoz). 

Lengua ósea, entonces, asume abiertamente su calidad de testimonio, sumergiéndose en la intimidad más medular de la persona que hay detrás del autor, y exhibiendo sus llagas abiertas desde el inicio. Así, al lector se le ofrece lo siguiente: un libro abierto que combina confesiones en prosa, documentos testimoniales (como un acta de nacimiento, un informe de ADN y una demanda, entre otros) y poemas que aluden metafórica, lírica y cadenciosamente a aquellas circunstancias (los cuales por momentos se convierten en puro significante, quizás espejeando la distancia entre materialidad verbal y significado, del mismo modo como el nombre del autor (Sergio Muñoz) no refleja su identidad (Sergio Muñoz, Gabriel Cereño)). De esta manera, la oposición entre la cadencia de los pasajes en verso y la opacidad de la biografía exhibida, es un componente que apunta a tensar aún más la relación entre escritura y biografía.

Ahora bien, ¿qué situación se expone en el libro? En resumidas cuentas lo que se narra es la muerte de una hermana innominada en el parto del autor, la cual cifrará inexorablemente la identidad del mismo. A su vez, se revelan una serie de sucesos desafortunados, como la carencia de un padre biológico, llamado Gabriel Cereño, y la traición de su tío, Sergio Muñoz Alarcón (el cual es su padre ante la ley). De ahí en más, el poeta trazará una urdimbre que a partir de la mitad del libro va a dejar atrás los componentes testimoniales para devenir exclusivamente en poesía en verso, revelando la estrecha e incomprensible relación entre las circunstancias biográficas de la persona (Sergio Muñoz) y su transformación en poeta (Sergio Muñoz). 

En este sentido, Lengua ósea es, probablemente, junto a Purgatorio (Raúl Zurita, 1979), Diario de muerte (Enrique Lihn, 1989)y Veneno de escorpión azul (Gonzalo Millán, 2007), uno de los libros chilenos que más lejos ha llegado en el tema de la famosa ecuación arte-vida, extremando la relación y tensión entre la biografía y la escritura, y dejando al lector en evidencia, como un voyerista morboso o un obsceno lector de diarios de vida.     




Ida y vuelta

Vuelvo sobre mis pasos 
en la ciudad que me prestaron. 
Caminata desde la Universidad 
cruzando el puente sobre el Amstel, 
para seguir hacia la Plaza Reembrandt 
y luego la feria de las flores, 
una pasada por las librerías, 
errabundo por 
estrechas calles de adoquín 
casi siempre húmedas, 
desemboco en el bulevar que 
hormiguea de compradores 
y continúo hasta 
la Central Station y 
los tranvías.

Yo no tenía intención de 
encariñarme con lo ajeno; 
Aquello debía ser 
circunstancia pasajera, 
exilio solamente. 
Pero la nostalgia no hace caso. 
Va y viene 
como una sombra pegada a los talones.








Esquizoide

Me vigilo de cerca 
sin perderme pisada. 
Me pido cuentas. 
Me apruebo/desapruebo. 
Me miro en el arroyo. 
Me doblo y desdoblo. Hago 
juego diversionista. 
Me simpatizo en algunas ocasiones. 
Me agarro ojeriza frecuentemente. 
Me soy indiferente más de 
una vez por semana. 
Me tomo en serio. Me 
doy risa. 
Me engaño a sabiendas. 
Me doy explicaciones que no creo. 
A mí no me vienes/vengo con 
esos cuentos. 
Me ataco por el lado flaco que 
conozco bien. 
Me saco de quicio. 
Me condeno sin apelación. 
Me perdono con indulgencia. 
Yo soy tú soy yo. 
Me recrimino ciertas conductas. 
Me tiendo una mano en 
situación desesperada. 
Y sin más alternativa, 
me quedo conmigo.







Sombras

A veces, 
en la esquina menos pensada, 
creo reconocer 
al torturador que 
aquella noche, 
sin trascender a su faena, 
cumpliendo solamente 
los deberes cotidianos, 
fue capaz de arrastrarme 
hasta el borde 
de la metafísica.






El lado de acá

El sol me da de lleno en el rostro 
mientras paseo cerca de 
los faldeos de la cordillera. 
Parecen dilatarse mis sentidos. 
Hay un aroma de malvas en la calle. 
Suena la campana de una escuela, 
voces de niños. 
Desde el verdor intenso de su jardín 
una linda muchacha me sonríe.

Entonces, 
despierto entumecido, 
con los pies amarrados al camastro, 
teniendo que mirar sin querer mirar 
la sucia cara de la realidad. 
Un nuevo amanecer en la celda de Villa Grimaldi. 
Es invierno. 
Estoy solo. 
Un temblor profundo me llega 
hasta los huesos.

El mundo se ha vuelto al revés. 
La vida estaba al otro lado. 
Despertar es la pesadilla.







Tres Alamos

Lo difícil era 
sobrellevar los atardeceres como 
hombres solos. 
caminábamos lentamente 
los pocos metros del patio 
conversando en voz baja, 
hasta llegar al muro y 
nos devolvíamos, una 
y otra vez, sombríos. 
Desde la caseta alta, 
un carabinero nos vigilaba inútilmente. 
De todos modos, 
nos empeñábamos en sobrevivir. 
Ya entrada la noche, 
recordábamos a nuestras mujeres 
y cantábamos tangos.









Aprendizaje

En los peores momentos, 
cantábamos el Himno a la Alegría,






Derecho de propiedad

Existe constancia documental de que 
importantes señores 
han tratado de 
inscribir el país a su nombre 
en el Conservador de Bienes Raíces.






Gente distinguida

Dueños de sí mismos.

Dueños de los medios 
para ser dueños de si mismos.

Dueños de la parte ancha del embudo.

Dueños de las páginas de 
"Vida Social" de El Mercurio.

Dueños de los nueve décimos.

Dueños de la parte del león.

Dueños de Chile.

Y sin embargo, 
ciertas noches despiertan asustados 
después de soñar que han perdido 
sus bienes muebles e inmuebles. 
títulos bursátiles, 
cuentas bancarias, 
especies valoradas, 
etc., 
y tienen que caminar por las calles 
confundidos entre la multitud. 
opacos, 
insoportablemente iguales a los demás.







Estado de Sitio

Los pasajeros del Metro 
miran con desconfianza hacia 
los lados, 
temerosos del puñal que 
puede esconderse bajo cualquier poncho, 
hablan bajito, 
ponen cara de apolíticos.





Francamente

Si, 
un sentimental es lo que soy, 
y allí está la clave de 
las razones que sigo considerando 
valederas, los 
motivos de fondo, algo 
de filosofía, 
allí están las 
explicaciones aceptables, los 
únicos argumentos que me convencen, 
el impulso de todos los días, 
allí radica mi debilidad, 
pero también 
mi fuerza.




JESÚS ORTEGA HELLER [13.323]

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Jesús Ortega Heller 

Nace en Caracas en 1932. Es chileno de acuerdo a la Constitución y sueco por su residencia en Suecia hace más de treinta años. Sus primeros estudios son de pintura en la “Escuela de Bellas Artes” de Santiago y pantomima con Alejandro Jodorowsky. Entre 1965 y 1968 estudia pintura con Manuel Viola en Madrid, becado por el Instituto de Cultura Hispánica. Vuelve a Chile con “Las Pizarras del Mundo”, su primer poemario. Su versatilidad lo lleva a otros campos, hace teatro, incorporándose al grupo “Ictus”, de Santiago. Más tarde actuará en dos largometrajes y en programas de televisión en más de veinte países. Se presenta en circos, varietés, etc. En los descansos pinta. Hace cuatro exposiciones, dos de ellas en Chile, “Fina labor de taracea” escribe A. Romera en el diario “El Mercurio”.
Radicado en la ciudad de Malmö se desempeña primero como profesor en la Escuela Superior de Teatro. Luego formará grupos de pantomima con los que recorre Europa. Suele cantar flamenco. Desde 1996 mantiene un club literario: “Atelier 63”, donde cada mes presenta a un poeta. En Suecia se han publicado cuatro de sus cinco libros, todos traducidos al sueco. Ortega reconoce que su quehacer fundamental es la poesía.


BIBLIOGRAFÍA

Bibliografía: Las pizarras del mundo (Santiago de Chile: Ed. Arancibia Hnos., 1968)
Serpentímetra (Malmö, Suecia: ed. bilingüe, trad. Lasse Söderberg; Ed. Aura Latina, 1987)
La vidriera irrespetuosa (Estocolmo, Suecia: Ed. Saltomortal, 1995)
Det respektlösa skyltfönstret (Estocolmo, Suecia: trad. de Lasse Söderberg de La vidriera irrespetuosa; Ed Symposium, 1995)
Modestísima proposición (Malmö, Suecia: ed. bilingüe; trad. Lasse Söderberg; Ed. Aura Latina, 2004)
De este mundo y del otro (Estocolmo, Suecia: Ed. Symposium, 2005)
Epigramas y poemas breves (Malmö, Suecia: Ed. Aura Latina, 2007
La trampa.Fuskverket (Malmö, Suecia: Ed. Aura Latina, 2010)


COLECTIVAS

Poetas chilenos en escandinavia (Santiago de Chile: Alfonso Freire; Ed. Dolmén, 1985.
Irrande Trädgårdar, Malmö, Suecia: Antología Pancho Perez, Ed. Aura Latina 1987
Hjärtat i Munnen, ( Internationella poesidagarna) Trick Novapress. Lund 1995
50 poetas latinos en Escandinavia. Sel: Juan Cameron, Talleres Gráficos ZM, Malmö 1990





MUNDO APARTE

Sin ti todo sería a medias.
Vería sólo hemisferios,
calas,
sinopsis de este mundo,
puzles incompletos,
mediaslunas.

Me llegaría todo parcial,
cortado en sus mitades
y yo solo con una.
Pero aunque el falso compás
y los cuadrantes
te digan lejana,
telefónica, postal,
mi alma telescópica te trae
vertical
desde tu estrella.
Y llegas siempre a tiempo,
cuando todo se escapa, desafina,
se va en ráfagas,
se apagan, impares las visiones.

Llegas astral, pensada o dicha.
y son las niñas de tus ojos
las que alumbran con los míos
el paisaje que yo solo
no abarcaba.
Tú quieres sin embargo capturarlo todo,
para ti sola, .
quedarte
con tu gesto en el espejo,
el ancho del paisaje en tu ventana,
el rosa de las cumbres,
y el azul de los mapas
o del cielo.

Pero aunque tú pretendas
que en esa soledad
lo tienes todo

y ante la luna henchida
de su luz prestada
te niegues a los dos asombros,
yo pienso que sospechas
que por detrás de ti
me acerco
y aunque no lo confieses,
y no vuelvas el alma
para verlo,
sientes en tu soledad
que por encima de tu hombro
yo me asomo.






VOY A TIRAR LA ESCAFANDRA

Voy a tirar la escafandra,
las sondas,
los libros de sicología.
No voy a bucear en ti
buscando a la que llevas dentro.

No llevas otra adentro,
no hay otra.
Eres la que eres, la que amo,
de ti misma nacida.
A qué buscarte angélica,
en la espiral de unos sueños
ya vencidos.

Ven balanceándote en la duda
de tus tacos,
ven fea esta mañana,
sin la gracia de tu aire en el espejo,
y queriéndome menos a esta hora.

No voy a inventarte nunca mas
en punta de pies,
sobre ti misma empinada,
ni a soñarte en postales de dicha florida.
Si no fueras tú no me amarías,
y es el tú que me ama
el que amo yo,
y tú me quieres porque así te quiera,
con tus días menos pensados,
tus lunas menguantes
y tus viernes de ceniza.
Pero tú entera de tí,
libre ya de mis novelerías






A LISA EN LA DUCHA

Resbalo por tu piel, ya no te abrasa
mi ardor, que se va con el venero,
cae con la espuma, lava o lavasa,
y se ahoga en el resumidero.

Entre pompas y cálidos vapores
se deslizan mis huellas digitales.
Con mis besos, mi savia, mis humores,
se hunden mis pecados capitales.

Mas nunca podrá esa catarata
jabonosa arrasar de tus entrañas
aquello que en el beso no es antojo,

ni humedo, ni pulpa, ni escarlata,
que sólo arrastra pelos y pestañas,
jamás mi amor recóndito el remojo.





NO CAMERON, NO ESCRIBO POCO

No Cameron, no escribo poco,
Emborrono centenares de cuartillas
Pero entrego a la llama el verso tosco,
El fuego inmola y en sus lenguas brilla.

Mas no debiera dejar un solo verso
Sin sufrir el flamígero castigo,
Que después de todo pienso
Cameron, querido amigo,

Que igual lo que arde y lo que absuelvo
La traidora errata
Y lo florido,

Se ha de comer el polvo
o el diente crecido de la rata
dos maneras semejantes del olvido.





SI, GONZALO ROJAS, ADVERTIDO

“..de lo que uno se muere es de maniquí”
G. R.

Si, Gonzalo Rojas, advertido,
de maniquí termina uno,
sobre todo si arriba al importuno
momento sin haber vivido.

Que cruzado el lùgubre dintel
hay quien llega con el alma seca,
y pasa, hueco èl,
ella muñeca.

Y como todos por igual en la resaca,
baja uno a la fosa horizontal
a un yantar no prevenido,
donde no se es comensal
sino el comido.

Porque al fin,
maquillado y bien vestido
se llega al gran festín
con todo el aderezo,
pero eso que devoran en la fosa,
aunque baje tieso,
Gonzalo Rojas te juro, no es de loza,
ni mayólica, ni acrílico, ni yeso.





LA CAJA CHINA

Perdió un paisaje inmóvil
y ganó el vértigo de los caminos.
Perdió una mujer de uñas nacaradas,
encontró el amor que no se enreda en los tacos.
Perdió un sueño que era el sueño de tantos,
dentro de ese sueño dormía otro mayor.
Es el juego de la caja china,
pero al revés:
Se saca la grande de la pequeña





TU Y YO SOMOS

dos fragmentos de un espejo roto
cuyos bordes coinciden
en ua herida exacta.

Viendo aquello que los hombres entienden por fortuna
yo cultivo el fracaso como un girasol
y mi zapato agujereado
es el teléfono que uso
para hablar con las musas.





CUÁNTAS VECES

Cuántas veces Pedro?
Tres veces?
Treinta veces?
Trescientas o tres mil veces?
Tal vez treinta mil veces?
Cuántas veces vas a negar al Cristo?
Cuándo vas a echar del Templo
a los mercaderes de la guerra?
Cuándo Pedro entrarás en la ONU
con un látigo en la mano?
O vas a negar al Cristo
hasta que la bomba explote tres veces?






EL ÁRBOL DE LA CIENCIA

Crece en lugares sombríos,
Cerca de las tumbas.
El cuervo transporta la semilla.
Seriega con sangre
Y se poda con una guadaña.
Es el mejor para colgar a un hombre.
Su sombra crece con el miedo.
Sus raíces se pudren en la tierra,
su copa en Hiroshima
Casi llega al cielo.





LA BOTELLA DE TROYA

Entonces, cuando el enemigo se hubo retirado
los hombres abrieron las puertas de la ciudad
y entraron una enorme botella de coca-cola.




PLUMAS AL AIRE 

(Pequeña selección)
Los rieles son la cremallera
con que la locomotora abre el paisaje.

*

A las alfombras las han golpeado y pisoteado tanto
que ya no pueden volar.

*

Las máquinas fotográficas sirven para congelar la dicha.

*

Los polos de la riqueza son dos bancos.
Uno es al aire libre.

*

Las locomotoras modernas son mas veloces
porque han dejado de fumar

*

El arcoíris es el aviso publicitario de la felicidad.

*

El lenguaje es el follaje de un árbol plantado
en medio del jardín. Si lo deshojamos se esfuma el jardín.

*

Los flamencos alzan una patita porque
siempre están que se orinan.

*

El hot-dog es un emparedado con visagras.

*

El secador de pelo es un suicidio cotidiano.

*

El general lleva gafas negras
porque tiene las niñas de los ojos muertas.

*

La trompeta está hecha
del mismo bronce que las salivaderas

*

La tierra es como un globo;
Mientras mas se aprieta de un lado mas engorda el otro.

*

El violín es un violoncello en la madurez y un contrabajo cuando llega a viejo.

*

La caja de fondos del National City Bank guarda, sin usarla,
cantidades enormes de felicidad.

*

Las películas actuales son a 24 balazos por segundo-

*

Los teléfonos celulares ensucian el espacio mucho mas
Que las palomas mensajeras del pasado, las señales de humo de los pieles rojas, y el caballo de Miguel Strogoff.







PAULO DE JOLLY [13.324]

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PAULO DE JOLLY 

Paulo de Jolly nació en Santiago de Chile en 1952. Ha publicado Luis XIV (Universidad de San Juan, Puerto Rico, 1982), poemario que ganó el Concurso Internacional Juan Ramón Jiménez. El año 2006 publica la plaquette Príncipes, duques y mariscales de Francia (autoedición). En el año 2006 reedita Luis XIV.

Poeta de culto, nacido en Santiago. En 1982 publicó el poemario Luis XIV -editado por la Universidad de San Juan de Puerto Rico-, breve volumen que por mucho tiempo permaneció como su única obra. Este trabajo le valió el reconocimiento de sus pares y lo hizo conocido en el ámbito literario como un personaje excéntrico por su fijación con la corte del monarca y el siglo XVII francés.

Entre los años 2003 y 2006 publicó una segunda obra titulada Príncipes, duques y mariscales de Francia, siempre dentro de la temática que lo apasiona y acorde con su propósito histórico y literario de subsanar la falta de un gran poeta en la corte del "Rey Sol" que llevara al verso los esplendores de la nobleza.

El poeta Enrique Lihn lo describió así: "La primera vez que vi a de Jolly fue en uno de esos Encuentros de Arte Joven (Santiago, 1979). Habían leído algunos de los ya maduros poetas de los grupos Trilce y Arúspice, y yo, menos joven que ellos, hacía un comentario de la lectura. De Jolly me interrumpió, en nombre de la juventud, que también tenía cosas que decir, pero no parecía representar a la que estaba allí concentrada, toda ella disidente. Su pinta -quizás su disfraz- era el de un Militante de Patria y Libertad, de cuello y corbata, peinado a la gomina. Decretó llorones a los lectores, no poetas, porque la poesía -dijo- es una construcción arquitectónica que debe elevar al autor por encima de sí mismo. Para decirlo con sus propios versos: 


Y ni siquiera el brillo lejano
de todo el reconocimiento del mundo
en mis palabras
podrá desviar mis intenciones
esenciales
que son como la eternidad
en mis salones de Versailles
en cambio el mundo es indeciblemente transitorio
y todo rey como hombre
tiene su final.

(Enrique Lihn. "Luis XIV soy yo". En: El circo en llamas: una crítica de la vida. Santiago: Editorial LOM, 1997 Pág.185-186)

El poemario Luis XIV, ganador del Concurso Internacional Juan Ramón Jiménez, fue reeditado en Chile en el año 2006 con prólogo de Diego Maqueira.




LUIS XIV Y LOS POBRES

No me parece bien que Cristo
hablase el lenguaje de los pobres
no siento afecto por ellos
no he querido enterarme de la
condición triste y desesperada
de la mayoría de mis súbditos
mucha gente tuvo que lamentarse
por haber intentado informarme de esto
no repararé en injusticia alguna
con tal de obtener los pobres necesarios
los pobres merecen su destino





Luis XIV al arquitecto Vauban 

Lo que una vez cantado dio renombre a tu insigne boca
de fiel intérprete de las sílabas del agua
fruto imperecedero es
serás siempre el vivo anhelo
de lo que contra todo el odio del mundo
desde el principio quiso ser
arquitecto de tales como aquellos
fulgores primaverales evidentes
tratando de intervenir la atmósfera nupcial
del rocío y de la aurora
y ni siquiera el brillo lejano
de todo el reconocimiento del mundo
en  mis palabras
podrá desviar mis intenciones esenciales
que son como la eternidad
en mis salones de Versailles
en cambio el mundo es indeciblemente transitorio
y todo rey como hombre tiene su final.




Poesía de lujo

"Louis XIV" de Paulo de Jolly
Tajamar Editores. Santiago, 2006, 100 páginas.

Por Felipe Cussen 
Revista Universitaria N°94


«Para cantar de Luis el intrépido coraje no hay voz bastante templada ni palabras grandiosas que puedan trazar la imagen; el silencio es la lengua que debe cantar sus hazañas». Así expresan los pastores del prólogo a El enfermo imaginario de Molière la insuficiencia de las torpes palabras humanas para describir la grandeza del Rey Sol. A pesar de esta advertencia, el poeta chileno Paulo de Jolly ha convertido al monarca en el objetivo exclusivo de su escueta obra poética encarnando en la mayoría de sus textos la voz misma de Louis XIV. No contento con eso, en sus apariciones públicas, este autor se ha proyectado como un personaje inseparable de las lujosas aspiraciones de su poesía, citando sus gustos aristocráticos o posando en traje de jugador de polo. Esta ambigüedad en la delimitación de los roles se convierte en una dificultad para el lector, quien duda de la real intención de sus textos: ¿habla en serio? ¿está siendo irónico? ¿estará chiflado?, y en esos devaneos, nuestra lectura corre el imperdonable riesgo de no traspasar la cáscara de aquella primera impresión. Pero la confusión ya podría borrarse con la declaración que hiciera De Jolly en 1979: la poesía «es una construcción arquitectónica que debe elevar al autor por encima de sí mismo». No importa, entonces, el modo en estos versos no reflejaría los sentimientos del sujeto que los creó, sino el modo en que responden a la máscara que está intentando crear, y que aquí lo llevan a traspasar el límite de la ironía para alcanzar una inocencia radical.

Esta condición obedece a una intimidad con Louis XIV mucho más allá de los libros de historia, dejando de ser un fantasma para empapar por completo sus poemas. De Jolly escribe como si todos fuéramos europeos, y nos conduce con total naturalidad. Por eso, antes que un lenguaje anticuado o rebuscado, prefiere la transparencia, el respeto y el decoro, y el único preciosismo a nivel de vocabulario es el que obliga la precisión. Esto no quita que su paleta de recursos formales sea muy variada, desde las enumeraciones con las que monta sus escenografías, el uso ocasional de aliteraciones, rimas internas, repeticiones y juegos simples de combinatoria, hasta estrategias propias de las primeras vanguardias, como el uso de minúsculas, la ausencia de puntuación, los versos alargados por espacios en blanco, la presencia de neologismos y jitanjáforas. Todo ello, sumado a una sintaxis muchas veces transpuesta, con frecuentes anacolutos, pareciera promover la impresión de que en el traslado de los siglos el discurso ha sufrido deterioros y desconexiones, que más que mermar su esplendor lo enrarecen. Esos son los escasos momentos en que el autor parecería salir de su imperturbable ensimismamiento y permitirse un vistazo hacia el contexto histórico en que estos textos se estaban inscribiendo, pues es evidente que no se ignora la potencial incomprensión con que habrán cargado en una época en que la palabra poética se veía obligada brutalmente a una condición de lucha y denuncia. Imagino lo provocativa que habrá resultado su primera lectura en la década de los 80, cuando la insistencia en la palabra «regio» no sólo funcionaba como adjetivo de realeza, sino también como marca lingüística de la clase alta que encontraba que todo estaba, precisamente, «regio»... Pero creo que De Jolly estaba consciente de la oscuridad dominante y la ocupa precisamente como el fondo en que sus poemas conseguirán más brillo.

No es tanto un impulso melancólico, a fin de cuentas, el que aquí prima, sino la fe en la eternidad del arte más allá de la finitud del hombre. Me pregunto, sin embargo, si estamos suficientemente dispuestos a dejarnos conmover, si aceptaremos limpiar nuestros ojos para admirar esta belleza que ya se creía perdida, y de la que sólo podemos obtener una nueva imagen debida a la sofisticación y al artificio. Paulo de Jolly, por su parte, ha produndizado su impredecibilidad y excentricidad, y convierte su libro en un canto de felicidad: 


«aquí está el coraje infinito  
de luchar por la luz 

indestructibles son las alegrías  
de mi alma 
aquí está 
la afirmación de la vida 
oh santa humanidad 
Versailles debe quedar». 


Con el mismo ímpetu cantaron también los pastores de Molière: «Lo que por Luis hagamos no se perderá nunca. (...) Felices aquellos que pueden consagrarle su vida».












MARÍA ESTHER VÁZQUEZ [13.340]

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María Esther Vázquez

María Esther Vázquez (Buenos Aires, 1937) es una escritora argentina. Hija única, su infancia transcurrió rodeada del afecto materno y con la presencia de su abuela, en una suerte de matriarcado, ya que tanto su madre como su abuela enviudaron muy jóvenes. A los 16 años, ingresó en la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires. En 1957, empezó a trabajar en el Departamento de Extensión Cultural de la Biblioteca Nacional, de la calle México, donde conoce al escritor Jorge Luis Borges.

La amistad con Borges me abrió las puertas al mundo, esa es la verdad. Por ejemplo; él me llevo a Sur, conocí a Victoria Ocampo y a todo ese pequeño mundo que estaba separado, como si fuera una escalera superior. También por él amplié mis conocimientos de muchos escritores que yo no conocía o conocía muy poco; sobre todo de literatura inglesa. Viajé con Borges a congresos de literatura muy importantes, recorrimos toda Europa juntos y conocí a mucha gente con la cual después seguimos por correspondencia una bella amistad. Durante un año trabaje en la Biblioteca Nacional. Entonces recibí una beca y me fui a Europa y al regresar retome el trabajo, aunque iba un día si y un día no.

En 1964 se casó con el poeta y ensayista Horacio Armani (nacido en Trenel, La Pampa el 30 de septiembre de 1925), con quien estuvo casada hasta la muerte de este, el 31 de mayo de 2013.

Es autora de los libros de cuentos Los nombres de la muerte y Desde la niebla, entre otros; de los ensayos Introducción a la literatura inglesa y Literaturas germánicas medievales -escritos en colaboración con Jorge Luis Borges-; y las biografías Victoria Ocampo y Borges. Esplendor y derrota. Como columnista del diario La Nación, publicó más de mil quinientos artículos. Recibió el Premio Konex (1987 y 2004), el Premio Comillas de la Editorial Tusquets en España (1995) y el Premio de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (1997).


Obras

"Los nombres de la muerte". Cuentos. María Esther Vázquez, Emecé, Buenos Aires, 1964.
"Introducción a la literatura inglesa". Ensayo. María Esther Vázquez y Jorge Luis Borges, Columba, Buenos Aires, 1965.
"Literaturas germánicas medievales". Ensayo. María Esther Vázquez y Jorge Luis Borges, Falbo Librero Editor, Buenos Aires, 1966.
"El mundo de Manuel Mujica Lainez". Ensayo. María Esther Vázquez, Fundación Editorial de Belgrano, Buenos Aires, 1983.
"Desde la niebla". Cuentos. María Esther Vázquez, Emecé, Buenos Aires, 1988.
"Victoria Ocampo". Biografía. María Esther Vázquez, Planeta, Buenos Aires, 1993.
"Borges. Esplendor y derrota". Biografía. María Esther Vázquez, Tusquets, Buenos Aires, 1996.
"Borges, sus días y su tiempo". Biografía. María Esther Vázquez, Vergara Editor, Buenos Aires, 1999.
"Butler. Conversaciones con María Esther Vázquez". Entrevista. María Esther Vázquez, Ministerio de Cultura de Buenos Aires, Buenos Aires, 2001.
"Victoria Ocampo. El mundo como destino". Biografía. María Esther Vázquez, Seix Barral, Buenos Aires, 2002.
"La memoria de los días". Relatos. María Esther Vázquez, Emecé, Buenos Aires, 2004.
"Crónicas del olvido". Relatos. María Esther Vázquez, editorial Victoria Ocampo, Buenos Aires, 2004.





En el descolorido paño verde

(julio 2013)

En el descolorido paño verde
que exacto cubre las teclas del piano
hay tres notas bordadas y un vago pentagrama
que las sostiene como una abierta mano.
No hay una melodía en la mínima línea,
sólo el recuerdo de los marchitos dedos
sosteniendo la aguja en el adorno inútil.
Alguien bajó la tapa y una descolorida
punta verde se asoma sorprendida
del lado de los graves.
Nadie advirtió el detalle
porque han vuelto a morir
las melodías de Schubert y
el Beethoven de las sonatas tristes y aquel
Doménico Scarlatti, a veces sttacato;
un liviano juguete bajo sus bellas manos
reveladas en las fotografías dispersas por la casa.
Una, en que de niño, se adivinan las lágrimas
en la boca crispada por caprichos negados.
De adolescente tímido, a joven ya consciente
de su alta estatura y su figura amable,
de sus ojos tan claros, de su sonrisa cálida
y de su voz alzada sobre toda belleza
de los versos amados.
Llenan la casa sus fotografías y su presencia
sube, silenciosa, hasta el cuarto más alto.
Porque nunca se ha ido,
está seguro aquí, al lado.
Sonriendo, como siempre,
tolerando sin ganas la estupidez ajena
que nunca entiende nada.
Se ha detenido el péndulo del reloj.
Y aunque se le da cuerda
los sábados de mañana
ceremonia ya hábito
no se oye el sonido de las horas
ni la media ni el cuarto
y el diario se ha caído, sin abrir, olvidado.

Estrategia de la pena (inédito)



ROALD HOFFMANN [13.341]

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Roald Hoffmann

Roald Hoffmann (Złoczów, 18 de julio de 1937, nacido Roald Safran ya que Hoffmann es el apellido de su padrastro) es un químico teórico y profesor universitario estadounidense, de origen polaco, que ganó el Premio Nobel de Química en 1981. Actualmente es profesor en la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York.

Roald Hoffman nació en Złoczów, Polonia (ahora Ucrania) dentro de una familia judía, con el nombre de Roald Safran, en honor al explorador Noruego, Roald Amundsen. Él y su madre fueron los únicos miembros de su familia que sobrevivieron el holocausto, una experiencia que influyó de manera importante en sus creencias y en su trabajo.

Emigraron a los Estados Unidos en 1949, consiguiendo la nacionalidad estadounidense en 1955 y cambiando su apellido Safran por el de Hoffmann, apellido de su padrastro.

En 1955 se graduó en química en la Universidad de Columbia, consiguiendo el doctorado en la Universidad de Harvard en 1962 junto a William Lipscomb. Desde 1965 es catedrático de Ciencias físicas en la Universidad de Cornell.

Investigaciones científicas

Hoffman ha investigado las sustancias orgánicas e inorgánicas, desarrollando herramientas computacionales, así como métodos como el método Hückel extendido, el cual propuso en 1963.

También desarrolló, junto con Robert Burns Woodward, las reglas para elucidar los mecanismos de reacción de los productos químicos, conocidos como las reglas Woodward-Hoffmann.

Estudió con éste el inesperado transcurso de una reacción química que Woodward se proponía a utilizar en la síntesis de la vitamina B12, descubriendo que el mecanismo de muchas reacciones queda determinado, más que por otros criterios, por el del mantenimiento de una simetría identificable en la descripción matemática de los orbitales afectados, formulando una serie de principios que constituyen la teoría de la conservación de la simetría orbital molecular. También introdujo el pincipio isolobal.

Hoffman también es un escritor de poesía y ha publicado dos coleciones, "The Metamict State" (1987, ISBN 0-8130-0869-7) y "Gaps and Verges" (1990, ISBN 0-8130-0943-X), así como libros de química para el público general. También escribió una obra llamada "O2 Oxygen" acerca del descubrimiento del oxígeno, pero también acerca de lo que significa ser un científico y la importancia del proceso de descubrimiento en la ciencia.

En 1981, Hoffman recibió el Premio Nobel de Química, el cual compartió con Kenichi Fukui. E.J. Corey ha declarado recientemente que él fue uno de los dos que le dieron a Woodward la idea de aplicar grupos simétricos a los problemas, y por lo tanto, al menos en parte, Corey debió de haber recibido también el Premio Nobel que Hoffman ganó. Hoffman ha dicho constantemente que Woodward jamás dijo nada al respecto. Priestley fue reconocido con la Medalla Priestley en 1990.

Es miembro de la Académie Internationale des Sciences Moléculaires Quantiques (Academia Internacional de Ciencias Moleculares Cuánticas) y es miembro del Comité de Patrocinadores del Bulletin of the Atomic Scientists (Boletín de Científicos Atómicos)[1].

Hoffmann protagoniza, junto con Don Showalter, la serie de videos World of Chemistry.

Desde la primavera del 2001, Hoffman ha sido anfitrión de una serie mensual en el Cornelia Street Café de la ciudad de Nueva York llamado Entertaining Science, donde explora la conjunción entre las artes y la ciencia.

Premios

Premio Nobel (Premio Nobel, 1981]])
Medalla Nacional de la Ciencia (1983)
Medalla Priestley, concedida por la American Chemical Society (1990).
Premio Arthur C. Cope en Química orgánica
Premio en Química Inorgánica (American Chemical Society)
Premio Pimentel en Educación en Química
Premio de Química pura
Premio Monsanto
Academia Nacional de Ciencias
Miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias
Miembro de la Sociedad Filosófica Americana
Miembro extranjero de la Royal Society






Tsunami

Un SOLITÓN
es una singularidad
en una onda
en movimiento, un borde
que se desplaza
sólo en esa dirección.
Filmamos en una ocasión
uno que se movía
indiferente
por una superficie de platino.
Los solitones pasan
imperturbables
unos
a través
de otros.
Tú eres una onda.
No estás de pie, ni
viajas, ni satisfaces
ecuación alguna.
Eres una onda qué no será
sometida
al análisis (de Fourier).
Tú eres una onda; en
tus ojos me
hundo de buena gana.
No somos solitones,
no podemos atravesar
inalterados.




Tsunami

A SOLITON is
a singularity
of wave
motion, an edge
travelling just
that way. We saw
one, once
filmed moving leed-
lessly cross
a platinum surface.
Soliton pass
through
each
other
unperturbed.
You are a wave.
Not standing, nor
travelling, satisfying
no equations.
You are a wave
which will not be (Fourier)
analyzed.
You are a wave, in
your eyes I sink
willingly.
Not solitons,
we can’t pass through
unaltered.




JUNIO DE 1943

Otros regresaron mucho después
de acabar la guerra, así que yo estaba seguro
que tú no estabas muerto, padre.
Cuando te conducían por la ciudad,
probablemente escapaste,
corriendo. Era otro al que habían disparado
en tu lugar. Un día
tú volverías,
flaco, raído, para contar historias
de los pantanos donde te escondiste.
Un día volverías,
recorriendo un largo camino desde Rusia.

Y cuando me fallaste
y no viniste, le pedí a mi madre
que me contase una vez más
lo que había pasado,
y me obligué a entrar en la mente
del judío que te delató,
oh padre mío,
el que reveló donde ocultabas tus armas,
tus planes de fuga.
Yo le hablé de tu valor.

Cuando esto no sirvió, padre,
soñé que tenía poderes,
que podía bombear vodka
en la sangre, paralizar
al policía ucraniano
que disparó su arma
cuando atacaste al jinete de las SS.

Y cuando esto también falló,
oh padre,
cerré las persianas
y les torcí el rostro
a las personas forzadas
a mirar en la plaza,
para que no pudieran verte caer,
para que no pudieran oírte decir,
dos veces, el nombre de mi madre.







para Carlos Fuentes

1

Para ser animal, inteligente, las células eucariotas 
cercan sus membranas, duplican,
las librerias codificadas del nucleo, se enredan,
se fusionan a la cruda red de sacos del retículo endoplasmático.

Harto de órganos subcelulares que potencian sus células
con la habilidad para rechazar trasplantes,
envuelven una capa de mielina alrededor de una neurona, 
ves rojo, y entonces, ves amarillo.

Mejores microscopios distinguen más divisiones.
En la emergente textura interior, libertad,
transformación, se construyen lipidos cercos entallados,
prisiones cálidas, donde la enzima percola gel.

Ingeniosas formas de dar y recibir:
Cual poros, troneras, y ésta escalera química
llamada transporte activo. Fluyen, mosaicos,
funciona la membrana perforada para el secuestro.


2

En 1655 Juana Inés de Asbaje rogó a su madre
para disfrazarse de muchacho, así 
podría estudiar en la Universidad de México.
En la corte del virrey ella asombró a cuarenta profesores
con sus matemáticas y odas latinas.

Pero no fue un tiempo para las mujeres letradas en México,
así Juana ingresó al convento de San Jerónimo;
donde vio a dos niñas jugando al trompo, y nació
lo que llama su oscura inclinación por la sabiduría,
tenía harina espolvoreada, por lo que, 
al tambaleo de la peonza por perder el impulso
uno podría ver la huella en espiral, y no un círculo.

Juana mezcló tierras, y en una biblioteca
de 4000 volúmenes escribió teología y poemas de amor.
Sor Juana Inés de la Cruz, se encerró en la celda donde 
el conocimiento es permitido 





for Carlos Fuentes

1

To grow animal, smart, the membranes
of eucaryotic cells rim, twice, the
coded library of the nucleus, tangle
then fuse to the gaudy network of sacs
of the endoplasmic reticulum.

Pinched off subcellular organelles empower cells
with the know-how to reject transplants,
wrap a myelin sheath around a neuron, see
red, and then, see yellow.

Still better microscopes make out more partitions.
In the emerging inner texture, freedom,
to change, is built from lipid-tailored
confinements, warm prisons where enzyme
brews gel.

Ways in and out are ingenious:
shaped pores, embrasures, and this chemical
escalator called active transport. Fluid,
mosaic, the membranes' holed sequestering works.


2

tirando un trompo In 1655 Juana Inés de Asbaje begged
her mother to dress her as a boy, so
that she could study at the University
of Mexico. At the court of the viceroy
she astounded forty professors with her
mathematics and Latin odes.

But it was not a time for learned women in Mexico,
so Juana entered the convent of San Jeronimo;
within, watched two girls spinning a top, and
from what she called her black inclination
for wisdom, had flour sprinkled, so that as
the top danced out its loss of momentum
one might see its spiral trace, and not
a circle.

Juana mixed earths, and in a library
of 4000 volumes wrote theology and love
poems. Sor Juana Inés de la Cruz, shutting
herself in the cell where knowing is permitted.




Química y lectura. Roald Hoffmann: «Evolución»

Roald Hoffmann es un caso poco usual de científico prestigioso y poeta reconocido. Nacido en 1937 en Z?oczow (Polonia), emigró a los 12 años a Estados Unidos y allí se graduó en Química. En 1981 compartió el premio Nobel de química con el japonés Kenichi Fukui (1918-1998).

Sus poemas no siempre hablan de ciencia, pero sí lo hacen a menudo. A continuación reproducimos «Evolución», donde se refiere a las feromonas, las hormonas que en varias especies animales sirven para el reclamo sexual.




Había escrito tres páginas
a propósito del buen químico que hay en cada insecto;
citando el atrayente sexual del gusano de seda,
el escarabajo artillero, que rocía peróxido
de hidrógeno caliente cuando se siente amenazado.
Y estaba a la mitad de la historia
del escarabajo del pino occidental,
que posee una feromona de congregación
para llamar a todos los interesados (de su especie).
La feromona, por cierto, tiene tres componentes:
uno en el macho, la frontalina;
otro, atributo de la hembra, la exo-brevicomina;
y un tercero, abundante (ingenioso),
con olor a brea, aportado por el pino anfitrión, el mirceno.
Había escrito esto la noche anterior
recortando las frases.
Cuando desperté el domingo y me puse a trabajar,
con sosiego y una segunda taza de café,
el sol estaba ya en mi escritorio.
Había recogido algunas flores en la colina que reposaban
en un florero: altramuz de arbusto, amapolas de California,
y unas hierbas de por aquí. Apenas unos centímetros
separaban las brácteas en los tallos herbáceos.
Eran cáscaras color canela, finamente trazadas;
su contorno dominado por el de una espiguilla oscura,
flagelo endurecido más que espina.
Algo plumoso se insinuaba en su interior.
El cálido sol hizo estallar algunas vainas
que cayeron sobre lo escrito
(las palabras se perdieron en el sol), cayeron
por azar, junto a las sombras de las semillas que aún
colgaban, y las semillas liberadas,
como saltamontes durmientes,
con sus barbas ahora retorcidas
proyectaron una segunda ola
de sombras más finas.
Entonces te vi caminando por la colina.


Extraído de Catalista. Poemas escogidos (ed. bilingüe). Madrid: Huerga y Fierro Editores, 2002.





La ofrenda bovina
Ocupado con el negocio
de la vida, tú

boñiga cubierta 
de moscas, pardos

remolinos, ati-
borrada de la vital

dura dorada in-
mundicia, lo vaciado

en galáctica
forma

congelado; qué fauna 
se aglomera en ti,

ahora pustulosa
bosta bullente

de verde cárabo.
Es lo que surge

después de mucho ru-
miar.

Como lava, 
pero más rápida,

sustentará 
tanta vida. Lo que

deja atrás, 
sólo para cebar

el mayor ciclo de 
todos los ciclos. 










GUILLAUME VAN DER GRAFT [13.342]

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Guillaume van der Graft

Nació: 15-08-1920 
Fallecido: 21-11-2010 
Holanda
Seudónimo (s): Guillaume van der Graft es el seudónimo de Wilhelmus (Willem) Barnard. 

Poesía:

In Exilio (1946)
Achterstand (1946)
Poëzie in practijk (1948)
Kerstgroet voor het leger (1950)
Mythologisch (1950)
Ballade van de heldere nacht (kerstgroet, voor het leger (1950)
Landarbeid (1951)
In memoriam M. Nijhoff. Twee gedichten (bibliofiel, 125 ex.) (1953)
Boven de watersnood van het begin (1953)
Vogels en Vissen (1954)
Woorden van Brood (1956)
De maan over het eiland (1957)
Het Landvolk. Oosterbeekse gedichten (met JW Schulte Nordholt, Jan Wit, Muus Jacobse en Ad den Besten) (1958)
Het oude land (1958)
De adem van het jaar (1959)
Overzee (1961)
Gedichten (bloemlezing) (1961)
Een stadsmens (1961)
Een keuze uit zijn gedichten (1964)
Na veertig (1973)
Oude en nieuwe gedichten (1975)
Veldboeket als bloemlezing (door Lenze L. Bouwers) (1979)
Verzamelde gedichten (2 delen) (1982)
Op zoek naar leven (1982)
Winter en later (1984)
Verzamelde gedichten (1985)
Verzamelde liederen (1986)
Ter gedachtenis (1987)
Tegen de bosrand (1988)
Over de brug. Gedichten over Nijmegen (nieuwjaarsgeschenk) (1989)
Niettegenstaande de tijd (1990)
Geloof, vertrouwen (1991)
De hondewacht (1993)
Wat heeft Cecilia gezien? (1994)
De kiezels van Klein Duimpje (1995)
Onbereikbaar nabij (1996)
Mythologisch. Gedichten, oud, nieuw en herzien (1997)
Een ongedurige dageraad (1999)
Uw naam is met wijn geschreven (1999)
De weg van de wind, gedichten korter dan een sonnet (2001)
Lijfeigen - Liefdespoëzie 1942-2002 (2003)
Oevertaal (2004)
Praten tegen langzaam water. Gedichten 1942-2007 (met CD) (2007)



La tercera verdad

Tan sólo los poetas dicen la verdad
realmente indomable, conforme a sus medidas
y que se moriría en los moldes centenarios.
Los poetas esos hipocondríacos
anarquistas del gozo y la alegría
que destruyen los muros
por el lenguaje alzados hacen del mundo
un ventanal que da al negro universo
y desde esta su vista
los árboles se encogen hasta el punto
de volverse semillas en la lengua del viento
las estrellas se ensanchan como estanques
los hombres se hacen bancos
de pececillos transparentes
             las zorras tienen sus guaridas
y corren de un lado para otro por mis ojos.

Los poetas desmienten la lengua desmontándola
y hacen logaritmos
de las cosas aisladas
sus extraños recursos nos encantan
pero quien no se rinde lo paga con tormentos.

No, los poetas hacen comparecer al mar
que está escondido en todas partes
y hacen inundar las casas
y desbordar las bodegas
de lo conquistado hace ya tiempo,

lo que más les gusta es convocar
la marea alta hasta que la verdad
llegue a los labios de todos.

Y entonces puede
que para escapar también a esta verdad
se apronte una fósil mentira
que se vuelva a ablandar como légamo y flores
cuando se la pisa con los pies descalzos
y que llamamos
la tercera verdad por cierto orden.

Guillaume van der Graft, incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).




Wij speelden op het strand

Wij speelden op het strand, wij waren 
van voor de oorlog en de zee 
was toen nog een uitgestrekte vrede. 

Hij had iets behouden van dat voormalige 
of het niet ophield, of het niet afliep 
of het nooit uitlopen zou 

op een landinwaarts dat zich uitrekt 
achter ons om 
tot het de zee weer tegenkomt. 

uit: 'Vrede is eten met muziek', 2005. 




Van Lieverleed

Al wat voorbij is 
en nooit voorbij 

niet meer van mij is 
voorgoed voor mij 

van lieverlede 
zal het weer komen 

een schijn van vrede 
over de bomen 

van lieverlei 

als het weer mei is 
maar niet voor mij. 

uit: 'De weg van de wind', 2001 





De tijd weet van niets

Oud worden is niet moeiijk, 
het is onmogelijk, men blijft 

het nadenkende kind, de popelende 
minnaar, de man, de beschaamde vader, 

maar steeds meer afgedane tijd begraaft zich 
in huid en lijf en leden tot 

alles is eengeworden met de dagen 
die zijn voorbijgegaan. Men sterft vanzelf. 

uit: 'Mythologisch. Gedichten, oud, nieuw en herzien', 1997 




Darlington

Vijf jaar is Renee. Ze gelooft in kabouters. 
Ze stuurt mij een briefkaart omdat ik op reis ben. 
Ze ruimde de bladeren in de tuin. 

Wanneer de winter voorbij is, de zomer 
gekomen als tweemaal twee is vier 
wie zal haar verzekeren dat wij leven? 

Wij worden niet ouder dan kabouters. 
Wij sterven zo ongemerkt als dwergen 
aan bomen van kennis, een volk vol ernst. 

Uit: Gedichten, 1961. 





herfstmiddag

Nu het stortregent 
en ieder ding verdwijnt, 
in 't overwegend en onbelijnd 
geweld van overvloed, 
wordt mij bewuster 
wat ik geloven moet: 
men kan geruster 
zijn als de ramp losbreekt 
over het leven, 
dan waar de lamp verbleekt 
in angst en beven, 
want in de overmacht 
van 't reppend oerbegin 
zet God weer onverwacht 
herscheppend in. 





Schrijvenderwijs

Schrijvenderwijs was ik ingeslapen, 
schrijvenderwijs werd ik wakker bij nacht 
omdat er woorden stonden te blaten 
onder het open raam waar ik lag. 

Wie had hen daar bijeengedreven, 
was het de honger of was het de wind? 
Ze stonden in een beginnende regen 
doodstil te kleumen op het grind. 

Toen heb ik ze mee naar boven genomen, 
de grote ruit van de spiegel besloeg. 
Ik had voordien nooit geweten hoe men 
woorden halfslapend naar boven droeg. 

Maar 's morgens vroeg toen ik ontwaakte 
waren ze weg en de deur stond los. 
De zon scheen hoog en droog, er zaten 
vogels te lachen in het bos. 




MARCEL WAUTERS [13.343]

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Marcel Wauters

Aalst, Bélgica. Nació el 09 de octubre 1921 y falleció en el año 2005.

BIBLIOGRAFÍA:

-1950Er is geen begin en geen einde. (poëzie) 
-1958Apoteek. (poëzie) 
-1960Anker en zon: album. (proza en poëzie) 
-1962Hipoteek. (novelle)
-1967Nota’s voor een portret. Wit tegenbericht.
-1969Als de nachtegaal toeslaat (verhalen) 
-1971Voor een waterdruppel 
-1971Voor een waterdruppel . 2de deel . 
-1972Remy C. van de Kerckhove. (essay) 
-1975Vingerknippen naar een vlinder: tekeningen, gedichten. 
-1976Voor een waterdruppel. 
-1980Vergeeld dossier. (poëzie) 
-1981Haperingen: zeven gedichten, zeven etsen. 
-1990Hoe besnuffelt Marcel Wauters de muze ?
-1997Versnipperde intenties. 

OBRA PÓSTUMA EDITADA:

-2008Er is geen begin en geen einde. 



El despertar del dolor de lo que se repite...

El despertar del dolor de lo que se repite
los ojos aún cansados aún cómo no ven nada
pero para qué
hasta cuándo y cuánto tiempo durará esto aún cuánto tiempo
no está el ansia nunca cansada nunca joven nunca vieja por qué
hay una razón por qué
fuera hay ventanas por todas partes
por todas partes hay ventanas fuera con los vidrios sucios por la niebla
pero espera un poco todavía
que vamos a pensarlo más
que vamos a seguir
sin parar sin quedarse sin
ya lo ves también se ha quedado el canto ahora colgado

alarga la mano pared a través
tras el borde del país del tiempo
hay arena

Marcel Wauters, incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).




Del aire azul de Chagall...

Del aire azul de Chagall
cae una bola de fuego un pájaro rojo
por las buenas sobre el mundo asombrado

el techo de pensar tardo del cortijo escucha
pero no oye nada
como ves por el ojo y la nariz de la campana de la chimenea

hay también un asno
pero un asno es siempre un asno
y se ha puesto la cabeza al revés

entre bastidores
menea el pintor la cabeza
ante tanto equívoco
y limpia abatido sus pinceles en un libro

que tú no lees

Marcel Wauters, incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).




BONAVENTURA CARLES ARIBAU [13.344]

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Bonaventura Carles Aribau

Bonaventura Carles Aribau i Farriols (Barcelona, 4 de noviembre de 1798 - 17 de septiembre de 1862) fue un escritor, político y economista español, considerado el iniciador de la Renaixença catalana.

Estudió retórica y poética en el seminario, así como hidrostática, estática y física experimental en la Junta de Comercio.

Fundador de la Sociedad Filosófica de Cataluña, publicó Ensayos en 1817. En 1820 se adhirió a la revolución liberal y colaboró en el Diario Constitucional. Publica un himno titulado Libertad libertad sacrosanta. Fue secretario de la Diputación de Lérida (1822 1823). Terminado el trienio liberal, se refugia en Barcelona. Miembro de la Acadèmia de les Bones Lletres desde 1820, fundó junto con Ramón López Soler la revista divulgadora del panorama literario europeo El Europeo en 1823. En 1826 se trasladó a Madrid para hacerse cargo de los negocios de la la casa del Marqués Gaspar de Remisa al que le dedicó en 1833 su célebre Oda a la Patria, su obra cumbre. Trabajó en La nación, La España y El corresponsal, fundado en 1839 por Gaspar Remisa en los dos últimos figura como fundador. En La Nación llevó la parte rentística o de Hacienda. Impulsó, junto al editor Manuel Rivadeneyra, la Biblioteca de Autores Españoles. Fue nombrado director general del Tesoro (1847), de la Junta de Aduanas y Aranceles (1850), de la Casa de la Moneda, Minas y Propiedades del Estado (1852) y secretario de la Intendencia de la Casa Real y Patrimonio (1857).

Principales obras publicadas

Ensayos poéticos (1817)
Libertad, libertad sacrosanta, himno revolucionario (1820)
La libertad restaurada, colaboración con otros autores (1820).
A la señora Leticia Cortesi (1821).
Oda a la Patria (1833).
All'eximia artista cantante Manuela Oreira Lema de Vega, che dimorava nella casa contigua a quella dell'autore (1840)
A la virgen de los Dolores (1845)
A la Srta Maria Dolors de Belza





A la patria

Adiós, montes y cerros, adiós por siempre adiós,
oh sierras desiguales que, allí en la patria mía,
por el reposo eterno y el color más azul
de las nubes y el cielo de lejos distinguía.
Adiós, viejo Montseny, que, desde alto palacio,
bajo niebla y nieve, cual guarda vigilante,
por agujero miras la tumba del judío,
y en el inmenso mar la mallorquína nave.

Yo, tu soberbia frente conocía entonces
cual conocer pudiese la frente de los míos;
conocía también la voz de tus torrentes
cual la voz de mi madre o el llanto de mis hijos.
Mas, arrancado luego por los adversos hados,
no conozco ni oigo como en tiempo mejor;
cual árbol transplantado en muy lejanas tierras
pierde su gusto el fruto, su perfume la flor.

¿De qué puede valerme que una engañosa suerte
las torres de Castilla me hiciera ver de cerca,
si el canto de las trovas no lo oye mi oído
ni en mi pecho recuerdos generosos despierta?
En vano voy en sueños a mi dulce país
y veo del Llobregat la playa serpentina,
que no tengo consuelo ni me queda placer
más que el poder cantar en lengua lemosina.

Me place aún hablar la lengua de los sabios
que llenaron el mundo de sus usos y leyes,
defendieron derechos y vengaron agravios,
la lengua de los fuertes que acataron los reyes.
Muera, muera el ingrato que, al sonar en sus labios
por extraña región su propia habla, no llora,
que la sagrada lira de los suyos no coge
y, al pensar en sus lares, no se aflige y añora.

En lemosín sonaron mis primeros vagidos
al beber dulce leche del materno pezón;
en cantos lemosinos soñaba cada noche
y en lemosín rogaba cada día al Señor.
Cuando me siento solo, y a mi espíritu hablo,
otra lengua no oye: le hablo en lemosín,
pues mis razones salen del centro de mi pecho,
mi boca ya no sabe ni sabría mentir.

Sal, pues, para expresar el más sagrado afecto
que en corazón de hombre pueda el cielo grabar,
oh lengua a mis sentidos más dulce que la miel,
que la virtud devuelves de mi inocente edad.
Sal, por el mundo grita que el corazón ingrato
de mi patrón la gloria siempre habrá de cantar;
y pase por tu voz su nombre y su memoria
a los propios y a extraños, a la posteridad.

Bonaventura Carles Aribau, incluido en Poesía catalana contemporánea (Editorial Espasa-Calpe, Madrid, 1983, edición y versión de José Corredor-Matheos).





Número del 24 de agosto de 1833 del periódico El Vapor donde apareció publicada la Oda a la Patria que inició la Renaixença.




La pàtria 

Adéu-siau, turons, per sempre adéu-siau,
oh serres desiguals, que allí, en la pàtria mia,
dels núvols e del cel de lluny vos distingia,
per lo repòs etern, per lo color més blau.
Adéu tu, vell Montseny, que des ton alt palau,
com guarda vigilant cobert de boira e neu,
guaites per un forat la tomba del Jueu,
e al mig del mar immens la mallorquina nau.

Jo ton superbe front coneixia llavors,
com conèixer pogués lo front de mos parents,
coneixia també to so de tos torrents,
com la veu de ma mare o de mon fill los plors.
Mes, arrencat després per fats perseguidors,
ja no conec ni sent com en millors vegades;
així d'arbre migrat a terres apartades,
son gust perden los fruits e son perfum les flors.

Què val que m'haja tret una enganyosa sort
a veure de més prop les torres de Castella,
si el cant del trobador no sent la mia orella,
ni desperta en mon pit un generós record?
En va a mon dolç país en ales jo em transport,
e veig del Llobregat la platja serpentina,
que fora de cantar en llengua llemosina,
no em queda més plaer, no tinc altre conhort.

Plau-me encara parlar la llengua d'aquells savis,
que ompliren l'univers de llurs costums e lleis,
la llengua d'aquells forts que acataren los reis,
defengueren llurs drets, venjaren llurs agravis.
Muira, muira l'ingrat que, en sonar en sos llavis
per estranya regió l'accent nadiu, no plora,
que en pensar en sos llars, no es consum ni s'enyora,
ni cull del mur sagrat la lira dels seus avis!

En llemosí sonà lo meu primer vagit,
quan del mugró matern la dolça llet bevia;
en llemosí al Senyor pregava cada dia,
e càntics llemosins somiava cada nit.
Si quan me trobo sol, parl amb mon esperit,
en llemosí li parl, que llengua altra no sent,
e ma boca llavors no sap mentir ni ment,
puix surten més raons del centre de mon pit.

Ix, doncs, per a expressar l'afecte més sagrat
que puga d'home en cor gravar la mà del cel,
oh llengua a mos sentits més dolça que la mel,
que em tornes les virtuts de ma innocenta edat.
Ix, e crida pel món que mai mon cor ingrat
cessarà de cantar de mon patró la glòria
e passe per ta veu son nom e sa memòria
als propis, als estranys, a la posteritat.

(de l'edició de Barcelona: Biblioteca de Catalunya, 1933) 










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