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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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DIEGO MORA [13.116]

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Diego Mora 

(Vásquez de Coronado - Costa Rica, 1983) es poeta y narrador. 
Egresado de psicología de la Universidad de Costa Rica (UCR), con una maestría en literatura latinoamericana de la Universidad Estatal de Nuevo México, Estados Unidos, donde ha sido profesor de español y editor de la revista Arenas Blancas. Miembro fundador del Grupo/Taller Literario Libertad Bajo Palabra. Columnista del periódico El Coronadeño. Editor de la Cartonera Tuanis. Finalista del Premio Joven La Garúa (Barcelona, 2007). Su obra ha sido incluida en diversas antologías y revistas electrónicas costarricenses e internacionales. Ha publicado Mono a cuadros (Cuadernillo de poesía, Arboleda, 2006); Tótem Suburbano (Poesía, Andrómeda, 2006) y Estación tropical (Catafixia Editorial, 2010).




NO TODAS LAS CASAS TIENEN UNO COMO YO

Basta de ser lobo macho alfa el perseguidor ser prehistórico abandonado en Chepe Ni madre ni mujer Auténtico y autónomo Que baste conmigo Que llegue y no haya nadie suplantándome




[NOTICIA CENSURADA EN THE TIMES]

El príncipe Harry a sus veintitrés años ya lo había probado casi todo Cansado de los escándalos en centros nocturnos londinenses se le ocurrió otro capricho: matar cruel e impunemente y su abuela siempre complaciente dijo "a Irak" Así la casa real tuvo unos meses de paz mediática y Harry se ganó definitivamente el corazón del feudo al demostrar su patriotismo En Basora una niña aún recuerda al principito rodeado de guardaespaldas disparando como en un videojuego sin percatarse de la sangre persa en sus BatesDesert Boots




CONFESIONES DE UN ADICTO

A Ilama & Ramírez

La poesía es la madre de las drogas Sin ella no habría vicios ni abusos Los alcohólicos no verían elefantes rosados ni flores los jipis En la calle los piedreros no mendigarían y los cocainómanos se acostarían temprano Por eso la poesía sobrevive clandestina por vía intravenosa esnifada ingerida o aspirada Pero los hay que la consumen en su estado puro y pronto se vuelven adictos de la peor calaña Seres despreciables en la esquina contemplando un semáforo en rojo un perro con pulgas o simplemente los adoquines hexagonales del boulevar Es deprimente verlos en las bancas o buses leyendo No tarda mucho en aparecer el síndrome de abstinencia cuando los deberes los alejan por un instante del vicio Entonces mandan el sistema a la mierda y mazcan versos en la oficina para soportar el ruido de las impresoras y fotocopiadoras

Los adictos a la poesía —mal llamados poetas— se reúnen ocasionalmente a consumir sus palabras Se creen los seres más dichosos sobre el planeta cuando deducen que las musas o un enjambre de voces ha bajado o subido (dependiendo de la posición orbital) a revelar profesías y cánticos épicos Más de uno cae en cama ante la severidad de su intoxicación Otros pierden sus empleos y amigos con tanto exceso Quien entra al mundillo poético difícilmente saldrá a menos que choque en moto o reciba el Premio Nacional de Poesía en más de cuatro ocasiones Al final el poeta -para seguir utilizando el eufemismo- sobrevive con sorbos de lluvia cayendo de su cabello Con migas de pan encontradas en el camino y ratas de Hamelín en invierno

Es en noches ventosas que el adicto sufre terribles convulsiones accesos de ira y lucidez que expulsa por vía renal u oral Una materia viscosa se adhiere a las paredes sobre todo al papel Entonces ocurre lo más asqueroso Se tragan su propio vómito o materia fecal y caen de nuevo extasiados por el efecto de sus propias palabras

No vale la pena exaltar esta vida Podrían terminar como pequeños dioses huérfanos en una calle sin salida con fondo de reguetón mientras esperan estúpidamente el próximo Bigbang




BONUS TRACK

Déjenmelo a mí— dice una pero no Tampoco es ella No está marcado mi nombre en su espalda como dijo Gonzalo Rojas No cruza alambradas ni avenidas No es la mesera del Park Avenue —aunque no estaría mal que fuera ella— ni la vecina por suerte Mi mejor amante para no cansarlos con el cuento ni con otro ramillete de mujeres y para desilusión de todas las desilusionadas soy yo que me soy fiel y me doy de comer y me visto Yo que no cambio de cuerpo ni dono sangre y mucho menos mi riñón Yo que espero el tren conmigo y juntos vemos la ventana repleta de paisajes justo antes de besarnos




Cupón de descuento

Entré y de inmediato me di cuenta: ahí estaba yo Y eso no pasa casi nunca Menos en una cadena de supermercados al Sur de los Estados Unidos Me quedé mirando la nada de las cajas registradoras con filas de carritos repletos de todo y yo ahí detenido en el tiempo sin saber por qué me estaba encontrando así en una civilización no muy encontrada que digamos No sé qué iba a comprar pero me llevé a mí mismo y no me costó ni un centavo



A la piedra azul de Paul Auster

Es uno de éstos Pero no sé cuál Ni siquiera conozco el programa Pero sé que es uno de estos códigos De eso no cabe duda En principio servían para instalar un antivirus pero yo estoy absolutamente convencido que hay uno que suena a jazz Suena a Lena Horne cantando Singing in the rain al final de Lulu on the bridge No me pregunten cómo puedo estar tan seguro Un siete Un cero Un guión Una té Una hache Una equis Una eme Una uve Un uno Otro guión Una pe Una jota o una ye Luego una cé Un dos una be un nueve una jota un uno Luego puede ser un cuatro una pe una a o una hache Lo más lamentable es que tal vez el programa que busco no requiera código de acceso Tal vez alguien más lo esté utilizando en este momento Tal vez sea freeware y yo ni lo conozca Talvez.exe se llame el programa Tal vez no se haya diseñado y alguien lea algún día estas palabras y lo diseñe y coloque cualquiera de las opciones como clave de acceso y me regale una copia del programa y yo lo instale emotivo pero demasiado tarde para mi satisfacción orgánica A lo mejor no se trate de un programa y este asunto de los códigos no sea más que un pretexto para llenar de ceros y unos mi alargada espera de su nombre con ceros y unos sonriendo al mejor estilo de Mira Sorvino en una azotea neoyorkina con ese cabello tan sexy al lado de Harvey Keitel repleto de ceros y unos y códigos lamentablemente equivocados



Causas y defectos VI


I

Escena rechazada en Forrest Gump

A cien millas del pelotón soy un soldado que ve la guerra bajo los efectos del LSD Alucino turbas juveniles Sé que perderemos Antes que me traspasen las balas me adelanto a los hechos y sonrío Media vida menos de absurdos sueños americanos



II

Noticia censurada en The Times

Soy el príncipe Harry a los veintitrés años cansado de los escándalos en centros nocturnos londinenses Habiéndolo probado casi todo se me ocurrió otro capricho: matar cruel e impunemente y la abuela siempre complaciente dijo “a Irak” Así la casa real tuvo unos meses de paz mediática y yo me gané el corazón del feudo al demostrar mi patriotismo En Basora una niña aún me recuerda como el principito rodeado de guardaespaldas disparando como en un videojuego sin percatarme de la sangre persa en mis Bates Desert Boots



III

Historia prohibida en la campaña presidencial republicana

Veo la guerra bajo los efectos de la tv No sé si perderemos pero estoy triste desde que nací Entonces como si intuyera la estrategia del gobierno armamentista aprieto el gatillo en mi colegio Muchas vidas menos de absurdos sueños satelitales





Beaumont, Texas

Casas destartaladas Barrios enteros destartalados El pueblo completo destartalado como si America acabara de recibir deliciosos cocteles de plutonio catorce o una sabrosa invasión bacteriológica Estos autos oxidados a la orilla de la carretera son lo único que queda de una guerra perdida con rendición anónima





MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ ZAMBRANO [13.117]

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Miguel Ángel Hernández Zambrano

(MARACAIBO, VENEZUELA. 1983).
Poeta, dramaturgo, ensayista e investigador. Licenciado en Letras. Desde el año 2007, forma parte como miembro fundador del grupo literario Per Verso, al lado de los jóvenes poetas Luís Ángel Barreto, Adriana Prieto y María Elisa Vera. Obtuvo el XIX Premio Nacional de Poesía Fernando Paz Castillo, el I Concurso Nacional de Poesía Delia Rengifo, organizado por la Editorial del Sur y en septiembre de 2013, ganó el Concurso Nacional de Poesía en su cuarta edición, que entrega la Casa Nacional de las Letras “Andrés Bello”, con el poemario ¡Oh, Lorem Ipsum! Ha publicado: Antología del descapotable (poesías, 2006), en coautoría con Eduardo A. Pepper y utilizando el seudónimo Pinipón. Además tiene inédito dos libros de poesías. Obtuvo una Mención Especial en el I Concurso Nacional de Poesía Delia Rengifo (2011), con el poemario Un decir errado e incluido en Antología Poética (2013), publicada en Caracas por SUReditores.

Obra poética: Antología del descapotable (2006); ¡Oh, lorem Ipsom! (2013); Un decir errado (2013).




Selección de poemas


*


Algún día sabremos su nombre
pero hoy no
hoy se trata de instalar un insulto
en lugar de un semáforo roto.


*


Antes decíamos que nos gustabas
solo antes
ahora hemos crecido
visto algo de tus úlceras soleadas
y nos tapamos la boca.



*


Tus hijos explotan en el sol, en aceite caliente. Y no nos dimos cuenta. Miami es una
mariposa que revolotea en las cabezas.



*


¿Maracaibo?
No, no conozco esa ciudad.



*


Es un sol que odia
de cuervos que danzan alegres en el cielo.
Baralt no sabía nada.



*


INVENTARIO BREVÍSIMO DEL VERBO YA NO
Puerto, lago, puente, relámpago…
Maracaibo es una quimera
¡qué atrocidad!



*


—Estas calles…
—Perdón, ¿dijo calles?



*


¡Oh, pozo cristalino!
¡baba de lagarto!
¡dragón de Komodo!



*


Idiosincrasia

Somos así porque somos así porque somos así porque somos así porque somos así porque somos así porque somos así porque somos así porque somos así porque somos así porque somos así porque somos así… [bis]



*


Maracaibo se enciende de alegría

Con el encendido de las luces de la avenida Bella Vista se marcó el inicio de la celebración de la época más esperada del año.

[…]

El interruptor que dio inicio al encendido de luces de la avenida Bella Vista fue presionado por la máxima autoridad municipal en la región, ET en compañía del Gobernador del estado Zulia PP.

“Hoy se enciende la gaita, la emoción, y la fe pero sobre todo hoy salimos a recorrer esta hermosa Bella Vista que les ha querido brindar la gobernación y la alcaldía” 

La Verdad, 4-XI-2011



*


§

—¿Y ahora cómo hacemos?

—Es que por aquí no se puede pasar; están poniendo las luces.

—Nada, nos toca regresarnos, cruzar allá, bajar hasta la otra cuadra y ver si por el semáforo —si sirve— está abierto.

—Sí, si no, te dejamos por acá y a echar pierna…

[Risas]



*


¿Qué voz?, ¿cuál estilo? El poema, acaso por mímesis, tenía huecos y una alcantarilla destapada que exhalaba olores que alcanzaban incluso la primera página. Entonces hubo que rasparlo y echarle una mezcla negra para allanar la lectura. Sin embargo, con tales trabajos se fueron las voces que lo habitaban, no así las máquinas, aparentemente varadas en las curvas de una ese.



*


Clic
la avenida es brillante
esplendente
todas las calles cercanas la envidian
clic: la telaraña
los perros de Pávlov
—Vamos, ya viene la comida.



*


Utopía

Latitud: 10º 34’ 0” N
Longitud: 71º 44’ 0” O
Gloria a ti, casta señora,
de mi pueblo bravo y fuerte,
que en la vida y en la muerte
ama y lucha, canta y ora.

Gloria a ti, casta señora,
de mi pueblo bravo y fuerte,




LIYOU LIBSEKAL [13.118]

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Liyou Libsekal

Nació en 1990 en Etiopía y creció viajando con su familia, pasando la mayor parte de su infancia en diferentes partes de África oriental. En 2012, obtuvo una licenciatura en Antropología de la  Universidad George (Washington). Después, tras un breve período de tiempo en Vietnam, Liyou regresó a Etiopía. Desde enero de 2013 escribe sobre  cultura y sobre el entorno cambiante de su país en los últimos años para “Ethiopian Business Review” [*].

Su poesía gira en torno a las influencias de la tradición, la modernización y la globalización en el rápido desarrollo de Etiopía.

El poema, por el cual ha ganado el Premio Brunel, es “Riding Chinese Machines“, y su inspiración le surgió de la observación del crecimiento de Addis Abeba: el poema es el resultado de vivir en una ciudad que está en medio de un auge económico y una inmensa transformación. La construcción, el asfalto y las máquinas aparecen por todas partes y el boom económico, el cambio enorme y el auge de la ciudad forman parte del día a día etíope.

Lo que viene a continuación es mi interpretación del poema. El título se refiere a las “chinese machines” (las bestias de la modernidad y el mundo construido; unas motocicletas, o una oportuna mención muy significativa a China, en todo caso hace referencia a la máquina). Junto al feroz avance de la maquinaria de construcción y derribo, en el poema aparecen los leones, que el antaño emperador Haile Selassie poseyó, y que fueron símbolo en otros tiempos del imperio etíope; una manera de reflejar su fuerza y su poder (las bestias de la tradición y el mundo natural). Addis Abeba se ha convertido en un tumulto de carreteras a medio asfaltar, de obras en todos los sitios, envueltas en los ruidos de la maquinaria extranjera. Libsekal añade que es prácticamente imposible no participar de este progreso, al tiempo que se cuestiona. Todo un repaso al momento actual etíope (y africano).





Riding Chinese Machines 

There are beasts in this city
they creak and they crank
and groan from first dawn
when their African-tongued masters wake
to guide them lax and human-handed
through the late rush
when they‘re handled down and un-animated
still as we sleep, towering or bowing
always heavy

we pour cement through the cities
towns, through the wild
onwards, outwards
like fingers of eager hands
stretched across the earth
dug in

the lions investigate
and buried marvel rumbles
squeezed for progress


http://literafrica.wordpress.com/2014/05/17/liyou-libsekal-poemas-desde-etiopia/






FRANK MARSHALL DAVIS [13.119]

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Frank Marshall Davis

Frank Marshall Davis (31 diciembre 1905 - 26 julio 1987) fue periodista, poeta, político,  militante movimiento obrero y hombre de negocios.
Davis comenzó su carrera escribiendo para periódicos afroamericanos en Chicago. Se mudó a Atlanta, donde se convirtió en el editor del periódico Atlanta World Daily, luego se trasladó a Chicago. Durante este tiempo, escribió abiertamente sobre temas políticos y sociales, aunque también sobre temas que van desde los deportes hasta la música. Su obra poética fue patrocinada por la Works Progress Administration (WPA). También jugó un papel en el grupo de los escritores del lado sur.

A fines de 1940, Davis se mudó a Honolulu, Hawaii, donde se hizo cargo de una pequeña empresa. También se involucró en temas laborales locales y sus acciones fueron rastreadas por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Davis murió en 1987 en Hawai.


OBRAS:

Black Man's Verse ; Black Cat, (Chicago, IL), 1935.
I Am the American Negro , Black Cat, (Chicago, IL), 1937, ISBN 978-0-8369-8920-5
Through Sepia Eyes ; Black Cat, (Chicago, IL), 1938.
47th Street: Poems ; Decker (Prairie City, IL), 1948.
Black Man's Verse ; Black Cat (Skokie, IL), 1961.
Sex Rebel: Black (Memoirs of a Gash Gourmet) , (written under pseudonym "Bob Greene"); Greenleaf Publishing Company (Evanston, IL), 1968.
Jazz Interludes: Seven Musical Poems ; Black Cat (Skokie, IL), 1977.
Awakening and Other Poems ; Black Cat (Skokie, IL), 1978.
Livin' the Blues: Memoirs of a Black Journalist and Poet , ed. John Edgar Tidwell; University of Wisconsin Press, 1992, ISBN 978-0-299-13500-3
Black Moods: Collected Poems, ed. John Edgar Tidwell; University of Illinois Press, 2002, ISBN 978-0-252-02738-3
Writings of Frank Marshall Davis: A Voice of the Black Press , ed. by John Edgar Tidwell; University Press of Mississippi, 2007. ISBN 1-57806-921-1 ; ISBN 978-1-57806-921-7




Marshall Davis (1905-1987)


“Cuatro Ojeadas de Noche”

I

Ansiosamente
como una mujer que se apura por su amante
La Noche llega en el cuarto del mundo
y se extiende, tierna y satisfecha
contra el rostro fresco y redondo
de la luna.



II

La Noche es un niño curioso,
vagabundeando entre tierra y cielo,
entrando a hurtadillas por las ventanas y puertas,
pintarrajeando morado
el barrio entero.
El Día es
una madre humilde y modesta
siguiendo con una toallita en la mano.



III

Yendo puerta a puerta
La Noche vende
bolsas negras de estrellas de menta,
un montón de cucuruchos de luna-vainilla
hasta que
sus bienes están acabados,
pues arrastra los pies de camino a casa,
tintineando las monedas grises del alba.



IV

El canto quebradizo de la Noche,
hecho de plata, aflautado,
destroza en mil millones de fragmentos de
sombras silenciosas
con el estrépito del jazz
de un sol madrugador.




“Four Glimpses of Night”


I

Eagerly
Like a woman hurrying to her lover
Night comes to the room of the world
And lies, yielding and content
Against the cool round face
Of the moon.



II

Night is a curious child, wandering
Between earth and sky, creeping
In windows and doors, daubing
The entire neighbourhood
With purple paint.
Day
Is an apologetic mother
Cloth in hand
Following after.



III

Peddling
From door to door
Night sells
Black bags of peppermint stars
Heaping cones of vanilla moon
Until
His wares are gone
Then shuffles homeward
Jingling the grey coins
Of daybreak.



IV

Night’s brittle song, sliver-thin,
Shatters into a billion fragments
Of quiet shadows
At the blaring jazz
Of a morning sun.

Betye Saar_Black Girls Window_1969.



“Auto-Retrato” (del poemario Humores negros, 1948)



Yo sería
un pintor con palabras,
creando retratos ingeniosos
sobre el lienzo amplio de tu mente,
imágenes de esas cosas
moldeados por mis ojos
– algo que me interesa;
pero, porque soy un Décimo Americano
en esta democracia,
bosquejo una miniatura
aunque contraté por un mural.

Claro,
Entiendes esta democracia;
Un hombre es bastante bueno como el otro
– de una cabaña de troncos hasta La Casa Blanca –
– de chico pobre hasta presidente de una empresa –
Hoover y Browder, cada uno con un voto;
en un país libre;
con completa igualdad;
Ah SÍ…
– Y los ricos reciben devoluciones de la renta y
los pobres obtienen cheques de asistencia.

¿Y YO?
Pago cinco centavos por un sumario de los sucesos del momento;
veinticinco centavos por lo último sobre Hollywood;
tuerzo el dial por “Stardust” o Shostakovich;
y con mi talón de gradería guardo el derecho a gritar: “¡Mata’l cabrón!” al árbitro.
Pues, ¿por qué soy diferente a los nueve otros Americanos?

Pero escúchame, tú:
No te preocupes por mí
– porque tengo rango.
Soy el converso número 4711 de la Iglesia Bautista Beulah;
Soy Seguridad Social número 337-16-3458 en Washington;
¡Gracias, Señor Dios y Señor Roosevelt!
Y hay algo más que te quiero decir:
No importa lo que pasa…
¡Yo también puedo hacer señas a un policía!



“Self-Portrait” (from Black Moods, published 1948)


I would be
A painter with words
Creating sharp portraits
On the wide canvas of your mind   
Images of those things
Shaped through my eyes
That interest me;
But being a Tenth American   
In this democracy
I sometimes sketch a miniature   
Though I contract for a mural.

Of course
You understand this democracy;
One man as good as another,
From log cabin to White House,
Poor boy to corporation president,   
Hoover and Browder with one vote each,   
A free country,
Complete equality—
Yeah—
And the rich get tax refunds,
The poor get relief cheques.

As for myself
I pay five cents for a daily synopsis of current history,
Two bits and the late low-down on Hollywood,
Twist a dial for “Stardust” or Shostakovich,
And with each bleacher stub I reserve the right to shout “Kill the bum!” at the umpire—
Wherefore am I different
From nine other Americans?

But listen, you:
Don’t worry about me
– I rate!
I’m Convert 4711 at Beulah Baptist Church,   
I’m Social Security No. 337-16-3458 in Washington,
Thank you Mister God and Mister Roosevelt!
And another thing:—
No matter what happens
I too can always call in a policeman!

Traducción del inglés / Translation into Spanish: Alexander Best






ARTHUR CHRISTOPHER BENSON [13.135]

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Arthur Christopher Benson

A. C. Benson.
Arthur Christopher Benson, conocido como A. C. Benson, (24 de abril de 1862 – 17 de junio de 1925) fue un ensayista y poeta inglés y el vigesimoctavo director del Magdalene College de Cambridge.

Arthur Christopher Benson nació el 24 de abril de 1862. Fue uno de los seis hijos de Edward White Benson (arzobispo de Canterbury, 1882-1896) y su esposa Mary, hermana del filósofo Henry Sidgwick. Entre sus hermanos se encontraban Robert Hugh Benson y E. F. Benson. La familia de Benson fue excepcionalmente culta y dotada, pero su historia fue algo trágica. Un hijo y una hija murieron jóvenes, y otra hija, así como el propio Arthur, sufrieron mucho debido a su condición mental que probablemente era una psicosis maníaco-depresiva, que habían heredado de su padre. Ninguno de los niños se casó nunca. Arthur era homosexual, aunque sus diarios sugieren que tenía escasas o nulas relaciones sexuales.

A pesar de su enfermedad, Arthur fue un distinguido académico y un autor prolífico. Fue educado en el Colegio Eton y el Kings College de Cambridge. De 1885 a 1903, impartió clases en Eton y regresó a Cambridge a dar una conferencia de literatura inglesa para el Magdalene College. De 1915 a 1925, fue director en este último. A partir de 1906, fue el gobernador de la Escuela Gresham.

Un miembro de la Royal Society of Literature fundó en 1916 la Medalla Benson, que se concedería en el «respeto a obras meritorias en la poesía, ficción, historia y bellas letras».

Falleció el 17 de junio de 1925 y está enterrado en el cementerio de la Parroquia de la Ascensión en Cambridge.

Obras

Sus poemas y volúmenes de ensayos, tales como From a College Window, fueron famosos en su época; y permanece como uno de los diarios más largos jamás escritos, con alrededor de cuatro millones de palabras. Hoy es más recordado por ser el autor de la letra de la canción patriótica inglesa «Land of Hope and Glory», cuya música compuso Edward Elgar, y por ser el hermano del novelista E. F. Benson.





Sombras
Shadows

El alma imperiosa que no se dobla ante la voluntad de ningún hombre,
Que toma por derecho propio el servicio de su clase,
Flota en el aire libre, intocable, ilimitado.

Golpea lo que oye, esclaviza, caprichoso todavía.

Pero cuando se precipita sobre la tierra,
Rápida, rápidamente las visiones vacilan: su ala valiente
Ya no lo sostiene; y esa repentina cosa sombría

Acecha desde la oscuridad, y lo envuelve.

Entonces puedes ver el cernícalo que se cierne golpeado
Sobre el risco, en lento circular, piñones tiesos
Cayendo en la luz solar a través del viento.
Y mientras lucha por aferrarse a las rocas.
Su sombra huye a través de la caliza blanca
Y lo enfrenta, arrodillándose a sus pies.





DESIDERATO

     Oh, lost and unforgotten friend,
     Whose presence change and chance deny;
     If angels turn your soft proud eye
     To lines your cynic playmate penned,

     Look on them, as you looked on me,
     When both were young; when, as we went
     Through crowds or forest ferns, you leant
     On him who loved your staff to be;

     And slouch your lazy length again
     On cushions fit for aching brow
     (Yours always ached, you know), and now

     As dainty languishing as then,
     Give them but one fastidious look,
     And if you see a trace of him
     Who humoured you in every whim,

     Seek for his heart within his book:
     For though there be enough to mark
     The man's divergence from the boy,
     Yet shines my faith without alloy

     For him who led me through that park;
     And though a stranger throw aside
     Such grains of common sentiment,
     Yet let your haughty head be bent

     To take the jetsom of the tide;
     Because this brackish turbid sea
     Throws toward thee things that pleased of yore,
     And though it wash thy feet no more,

     Its murmurs mean: "I yearn for thee."
     The world may like, for all I care,
     The gentler voice, the cooler head,
     That bows a rival to despair,

     And cheaply compliments the dead;
     That smiles at all that's coarse and rash,
     Yet wins the trophies of the fight,
     Unscathed, in honour's wreck and crash,

     Heartless, but always in the right;.
     Thanked for good counsel by the judge
     Who tramples on the bleeding brave,
     Thanked too by him who will not budge
     From claims thrice hallowed by the grave.

     Thanked, and self-pleased: ay, let him wear
     What to that noble breast was due;
     And I, dear passionate Teucer, dare
     Go through the homeless world with you.




MIMNERMUS IN CHURCH

     You promise heavens free from strife,
     Pure truth, and perfect change of will;
     But sweet, sweet is this human life,
     So sweet, I fain would breathe it still;
     Your chilly stars I can forego,
     This warm kind world is all I know.

     You say there is no substance here,
     One great reality above:
     Back from that void I shrink in fear,
     And child-like hide myself in love:
     Show me what angels feel. Till then,
     I cling, a mere weak man, to men.

     You bid me lift my mean desires
     From faltering lips and fitful veins
     To sexless souls, ideal quires,
     Unwearied voices, wordless strains:
     My mind with fonder welcome owns
     One dear dead friend's remembered tones.

     Forsooth the present we must give
     To that which cannot pass away;
     All beauteous things for which we live
     By laws of time and space decay.
     But oh, the very reason why
     I clasp them, is because they die.




HERACLITUS

     They told me, Heraclitus, they told me you were dead,
     They brought me bitter news to hear and bitter tears to shed.
     I wept, as I remembered, how often you and I
     Had tired the sun with talking and sent him down the sky.

     And now that thou art lying, my dear old Carian guest,
     A handful of grey ashes, long long ago at rest,
     Still are thy pleasant voices, thy nightingales, awake;
     For Death, he taketh all away, but them he cannot take.




IOLE

     I will not leave the smouldering pyre:
     Enough remains to light again:
     But who am I to dare desire
     A place beside the king of men?

     So burnt my dear Ochalian town;
     And I an outcast gazed and groaned.
     But, when my father's roof fell down,
     For all that wrong sweet love atoned.

     He led me trembling to the ship,
     He seemed at least to love me then;
     He soothed, he clasped me lip to lip:
     How strange, to wed the king of men.

     I linger, orphan, widow, slave,
     I lived when sire and brethren died;
     Oh, had I shared my mother's grave, .
     Or clomb unto the hero's side!

     That comrade old hath made his moan;
     The centaur cowers within his den:
     And I abide to guard alone
     The ashes of the king of men.

     Alone, beneath the night divine—
     Alone, another weeps elsewhere:
     Her love for him is unlike mine,
     Her wail she will not let me share.




STESICHORUS

     Queen of the Argives, (thus the poet spake,)
     Great lady Helen, thou hast made me wise;
     Veiled is the world, but all the soul awake,
     Purged by thine anger, clearer far than eyes.

     Peep is the darkness; for my bride is hidden,
     Crown of my glory, guerdon of my song:
     Preod is the vision; thou art here unbidden,
     Mute and reproachful, since I did thee wrong.

     Sweetest of wanderers, grievest thou for friends
     Tricked by a phantom, cheated to the grave?
     Woe worth the God, the mocking God, that sends
     Lies to the pious, furies to the brave.

     Pardon our falsehood: thou wert far away,
     Gathering the lotus down the Egypt-water,
     Wifely and duteous, hearing not the fray,
     Taking no stain from all those years of slaughter:

     Guiltless, yet mournful. Tell the poets truths;
     Tell them real beauty leadeth not to strife;
     Weep for the slain, those many blooming youths:
     Tears such as thine might bring them back to life.

     Dear, gentle lady, if the web's unthreaded,
     Slander and fable fairly rent in twain,
     Then, by the days when thou wert loved and wedded,
     Give me, I pray, my bride's glad smile again.

     The lord, who leads the Spartan host,
     Stands with a little maid,
     To greet a stranger from the coast
     Who comes to seek his aid.

     What brings the guest? a disk of brass
     With curious lines engraven:
     What mean the lines? stream, road, and pass,
     Forest, and town, and haven.

     "Lo, here Choaspes' lilied field:
     Lo, here the Hermian plain:
     What need we save the Doric shield
     To stop the Persian's reign?

     Or shall barbarians drink their nil
     Upon the slopes of Tmolus?
     Or trowsered robbers spoil at will
     The bounties of Pactolus?

     Salt lakes, burnt uplands, lie between;
     The distant king moves slow;
     He starts, ere Smyrna's vines are green,
     Comes, when their juices flow.

     Waves bright with morning smoothe thy course,
     Swift row the Samian galleys;
     Unconquered Colophon sounds to horse
     Up the broad eastern valleys.

     Is not Apollo's call enough,
     The god of every Greek?
     Then take our gold, and household stuff;
     Claim what thou wilt, but speak."

     He falters; for the waves he fears,
     The roads he cannot measure;
     But rates full high the gleam of spears
     And dreams of yellow treasure.

     He listens; he is yielding now;
     Outspoke the fearless child:

     "Oh, father, come away, lest thou
     Be by this man beguiled."
     Her lowly judgement barred the plea,
     So low, it could not reach her.

     The man knows more of land and sea,
     But she's the truer teacher.
     I mind the day, when thou didst cheat
     Those rival dames with answer meet;

     When, toiling at the loom,
     Unblest with bracelet, ring, or chain,
     Thou alone didst dare disdain
     To toil in tiring-room.

     Merely thou saidst: "At set of sun
     My humble taskwork will be done;
     And through the twilight street
     Come back to view my jewels, when
     Pattering through the throng of men
     Go merry schoolboys' feet."




CAIUS GRACCHUS

     They came, and sneered: for thou didst stand!
     The web well finished up, one hand
     Laid on my yielding shoulder:
     The sternest stripling in the land
     Grasped the other, boldly scanned
     Their faces, and grew bolder:

     And said: "Fair ladies, by your leave
     I would exhort you spin and weave
     Some frugal homely cloth.
     I warn you, when I lead the tribes
     Law shall strip you; threats nor bribes
     Shall blunt the just man's wrath."

     How strongly, gravely did he speak!
     I shivered, hid my tingling cheek
     Behind thy marble face;
     And prayed the gods to be like him,
     Firm in temper, lithe of limb,
     Right worthy of our race.

     Oh, mother, didst thou bear me brave?
     Or was I weak, till, from the grave
     So early hollowed out,
     Tiberius sought me yesternight,
     Blood upon his mantle white,
     A vision clear of doubt?

     What can I fear, oh mother, now?
     His dead cold hand is on my brow;
     Rest thou thereon thy lips:
     His voice is in the night-wind's breath,
     "Do as I did," still he saith;
     With blood his finger drips.




ASTEROPE

     Child of the summer cloud, upon thy birth,—
     And thou art often born to die again,—
     Follow loud groans, that shake the darkening earth,
     And break the troublous sleep of guilty men.

     Thou leapest from the thinner streams of air
     To crags where vapours cling, where ocean frets;
     No cave so deep, so cold, but thou art there,
     Wrath in thy smile, and beauty in thy threats.

     The molten sands beneath thy burning feet
     Run, as thou runnest, into tubes of glass;
     Old towers and trees, that proudly stood to meet
     The whirlwind, let their fair invader pass.

     The lone ship warring on the Indian sea
     Bursts into splinters at thy sudden stroke;
     Siberian mines fired long ago by thee
     Still waste in helpless flame and barren smoke.

     Such is thy dreadful pastime, Angel-queen,
     When swooping headlong from the Armament
     Thou spreadest fear along the village green,
     Fear of the day when gravestones shall be rent.

     And we that fear remember not, that thou,
     Slewest the Theban maid, who vainly strove
     To rival Juno, when the lover's vow
     Was kept in wedlock by unwilling Jove.

     And we forget, that when Oileus went
     From the wronged virgin and the ruined fane,
     When storms were howling round "Repent, Repent,"
     Thy holy arrow pierced the spoiler's brain.

     To perish all the proud! but chiefly he,
     Who at the tramp of steeds and cymbal-beat
     Proclaimed, "I thunder! Why not worship me?"
     And thou didst slay him for his counterfeit.




A DIRGE

      Naiad, hid beneath the bank
      By the willowy river-side,
      Where Narcissus gently sank,
      Where unmarried Echo died,
      Unto thy serene repose
      Waft the stricken Anterôs.

      Where the tranquil swan is borne,
      Imaged in a watery glass,
      Where the sprays of fresh pink thorn
      Stoop to catch the boats that pass,
      Where the earliest orchis grows,
      Bury thou fair Anterôs.

      Glide we by, with prow and oar:
      Ripple shadows off the wave,
      And reflected on the shore,
      Haply play about the grave.
      Folds of summer-light enclose
      All that once was Anterôs.

      On a flickering wave we gaze,
      Not upon his answering eyes:
      Flower and bird we scarce can praise,
      Having lost his sweet replies:
      Cold and mute the river flows
      With our tears for Anterôs.




AN INVOCATION

     I never prayed for Dryads, to haunt the woods again;
     More welcome were the presence of hungering, thirst-
     ing men,
     Whose doubts we could unravel, whose hopes we
     could fulfil,
     Our wisdom tracing backward, the river to the rill;
     Were such beloved forerunners one summer day
     restored,
     Then, then we might discover the Muse's mystic hoard.

     Oh dear divine Comatas, I would that thou and I
     Beneath this broken sunlight this leisure day might lie;
     Where trees from distant forests, whose names were
     strange to thee,
     Should bend their amorous branches within thy reach
     to be,
     And flowers thine Hellas knew not, which art hath
     made more fair,
     Should shed their shining petals upon thy fragrant
     hair.

     Then thou shouldst calmly listen with ever-changing
     looks
     To songs of younger minstrels and plots of modern
     books,
     And wonder at the daring of poets later born,
     Whose thoughts are unto thy thoughts as noon-tide is
     to morn;
     And little shouldst thou grudge them their greater
     strength of soul,
     Thy partners in the torch-race, though nearer to the
     goal.

     As when ancestoral portraits look gravely from the walls
     Uplift youthful baron who treads their echoing
     halls;
     And whilst he builds new turrets, the thrice ennobled
     heir
     Would gladly wake his grandsire his home and feast
     to share;
     So from Ægean laurels that hide thine ancient urn
     I fain would call thee hither, my sweeter lore to learn.

     Or in thy cedarn prison thou waitest for the bee:
     Ah, leave that simple honey, and take thy food from
     me.
     My sun is stooping westward. Entranced dreamer,
     haste;
     There's fruitage in my garden, that I would have thee
     taste.
     Now lift the lid a moment; now, Dorian shepherd,
     speak:
     Two minds shall flow together, the English and the
     Greek.




ACADEMUS

     Perhaps there's neither tear nor smile,
     When once beyond the grave.
     Woe's me: but let me live meanwhile
     Amongst the bright and brave;

     My summers lapse away beneath
     Their cool Athenian shade:
     And I a string for myrtle-wreath,
     A whetstone unto blade;

     I cheer the games I cannot play;
     As stands a crippled squire
     To watch his master through the fray,
     Uplifted by desire.

     I roam, where little pleasures fall,
     As morn to morn succeeds,
     To melt, or ere the sweetness pall,
     Like glittering manna-beads.

     The wishes dawning in the eyes,
     The softly murmured thanks;
     The zeal of those that miss the prize
     On clamorous river-banks;

     The quenchless hope, the honest choice,
     The self-reliant pride,
     The music of the pleading voice
     That will not be denied;

     The wonder flushing in the cheek,
     The questions many a score,
     When I grow eloquent, and speak
     Of England, and of war—

     Oh, better than the world of dress
     And pompous dining, out,
     Better than simpering and finesse
     Is all this stir and rout.

     I'll borrow life, and not grow old;
     And nightingales and trees
     Shall keep me, though the veins be cold,
     As young as Sophocles.

     And when I may no longer live,
     They'll say, who know the truth,
     He gave whatever he had to give
     To freedom and to youth.




PROSPERO

     Farewell, my airy pursuivants, farewell.
     We part to-day, and I resign
     This lonely island, and this rocky cell,
     And all that hath been mine.

     "Ah, whither go we? Why not follow thee,
     Our human king, across the wave,
     The man that rescued us from rifted tree,
     Bleak marsh, and howling cave."

     Oh no. The wand I wielded then is buried,
     Broken, and buried in the sand.
     Oh no. By mortal hands I must be ferried
     Unto the Tuscan strand.

     You came to cheer my exile, and to lift
     The weight of silence off my lips:
     With you I ruled the clouds, and ocean-drift,
     Meteors, and wandering ships.

     Your fancies glinting on my central mind
     Fell off in beams of many hues,
     Soft lambent light. Yet, severed from mankind,
     Not light, but heat, I lose.

     I go, before my heart be chilled. Behold,
     The bark that bears me waves her flag,
     To chide my loitering. Back to your mountain-hold,
     And flee the tyrant hag.

     Away. I hear your little voices sinking
     Into the wood-notes of the breeze:
     I hear you say: "Enough, enough of thinking;
     Love lies beyond the seas."




AMATURUS

     Somewhere beneath the sun,
     These quivering heart-strings prove it,
     Somewhere there must be one
     Made for this soul, to move it;

     Some one that hides her sweetness
     From neighbours whom she slights,
     Nor can attain completeness,
     Nor give her heart its rights;

     Some one whom I could court
     With no great change of manner,
     Still holding reason's fort,
     Though waving fancy's banner;

     A lady, not so queenly
     As to disdain my hand,
     Yet born to smile serenely
     Like those that rule the land;

     Noble, but not too proud;
     With soft hair simply folded,
     And bright face crescent-browed,
     And throat by Muses moulded;

     And eyelids lightly falling
     On little glistening seas,
     Deep-calm, when gales are brawling,
     Though stirred by every breeze:

     Swift voice, like flight of dove
     Through minster arches floating,
     With sudden turns, when love
     Gets overnear to doting;

     Keen lips, that shape soft sayings
     Like crystals of the snow,
     With pretty half-betrayings
     Of things one may not know;

     Fair hand, whose touches thrill,
     Like golden rod of wonder,
     Which Hermes wields at will
     Spirit and flesh to sunder;

     Light foot, to press the stirrup
     In fearlessness and glee,
     Or dance, till finches chirrup,
     And stars sink to the sea.

     Forth, Love, and find this maid,
     Wherever she be hidden:
     Speak, Love, be not afraid,
     But plead as thou art bidden;

     And say, that he who taught thee
     His yearning want and pain,
     Too dearly, dearly bought thee
     To part with thee in vain.




MORTEM, QUAE VIOLAT SUAVI A PELLIT AMOR

     The plunging rocks, whose ravenous throats
     The sea in wrath and mockery fills,
     The smoke, that up the valley floats,
     The girlhood of the growing hills;

     The thunderings from the miners' ledge,
     The wild assaults on nature's hoard,
     The peak, that stormward bares an edge
     Ground sharp in days when Titans warred;

     Grim heights, by wandering clouds embraced
     Where lightning's ministers conspire,
     Grey glens, with tarn and streamlet laced,
     Stark forgeries of primeval fire;

     These scenes may gladden many a mind
     Awhile from homelier thoughts released,
     And here my fellow-men may find
     A Sabbath and a vision-feast.

     I bless them in the good they feel;
     And yet I bless them with a sigh:
     On me this grandeur stamps the seal
     Of tyrannous mortality.

     The pitiless mountain stands so sure,
     The human breast so weakly heaves;
     That brains decay, while rocks endure,
     At this the insatiate spirit grieves.

     But hither, oh ideal bride!
     For whom this heart in silence aches,
     Love is unwearied as the tide,
     Love is perennial as the lakes;

     Come thou. The spiky crags will seem
     One harvest of one heavenly year,
     And fear of death, like childish dream,
     Will pass and flee, when thou art here.



AMY LEVY [13.136]

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Amy Levy

(10 de noviembre de 1861 - 10 de septiembre 1889) 
Amy Levy fue una de las mejores poetisas victorianas, y un verdadero espejo en dónde los amantes de la eficacia literaria pueden reflejarse.

Levy nació en Clapham, un distinguido barrio de Londres, el 10 de noviembre de 1861
Levy sufría de episodios de depresión mayor de una edad temprana. En sus últimos años, su depresión empeoró en relación a la angustia que rodeó sus relaciones románticas y la conciencia de su creciente sordera. Dos meses próximos a su cumpleaños número 28, se suicidó "en la residencia de sus padres ... [at] Endsleigh Gardens por la inhalación de monóxido de carbono. Oscar Wilde escribió un obituario para ella en el mundo de la mujer en la que elogió sus regalos. 

Publicó algunas novelas, aunque cosechó mejores frutos a través de sus ensayos y poemas, muchos de los cuales vieron la luz en la mítica revista Women's World, dirigida nada menos que por Oscar Wilde. Su originalidad incluso la llevó a crear un poema que recrea la voz de la esposa de Sócrates, y en un tono que no imaginaríamos de una ama de casa griega.

Pero no todo era creatividad y deleite en la vida de Amy: una creciente sordera y una inclinación patológica a la depresión poco a poco la fueron consumiendo. Se suicidó el 10 de diciembre de 1889, inhalando una dósis letal de monóxido de carbono. Tenía 27 años.

OBRAS:

Xantippe and Other Verse (1881)
A Minor Poet and Other Verse (1884)
The Romance of a Shop (1888) novel (republished in 2005 by Black Apollo Press )
Reuben Sachs: A Sketch (1888) (republished in 2001 by Persephone Books )
A London Plane-Tree and Other Verse (1889)
Miss Meredith (1889; a novel)
The Complete Novels and Selected Writings of Amy Levy: 1861–1889





¿Es amor?
¿Is it love? 

¿Es Amor o es Fama
Esta cosa por la cuál suspiro?
Quizás no tenga sentido
Encontrarle un nombre terrenal.

No sé qué puede aliviar mi pasado,
Ni cómo llamar a eso que deseo;
La pasión de mis sentimientos
Ruge como un tigre encadenado.





En la Noche.
In the Night

Cruel? Creo que nunca hubo una trampa
más infame y agotadora que esta!
No es un sueño, así lo decía mi corazón,
con la sobria certeza del despertar.

Sueños? Yo conozco sus rostros,
en apariencia agradables; vaporosos,
adornados de alas multicolores;
He tenido sueños antes, y esto no es soñar.
Llega la luz del día, y la alegría cubre mi pesar.

Qué la hiere, amor mío; qué dolor la arrebata?
Pues ella en soledad empalidece;
y sus facciones lentamente se desvanecen.
No puedo unirme a ella,
Me estiro hacia allí sin sentido,
mientras mis brazos rodean el silencio y el vacío.





En el Bosque Negro.
In the Black Forest

Me acosté debajo de los pinos,
Miré hacia arriba, hacia el verde
Oscuro en la copa de los árboles,
Brillo sombrío que marca el paso del azul.

Cerré los ojos, y un increíble
Sentido fluyó sin criterio:
Aquí yazgo muerta y enterrada,
Y este es un cementerio.

Estoy en un reposo eterno,
Han terminado todos los conflictos.
Caí recta y sentí los lamentos
Por mi pequeña vida pasada.

Derecho injusto y labor perdida,
Sabio conocimiento despreciado;
La pereza y el fracaso y el pecado,
¿Yo fui triste por esto?

Me han puesto triste a menudo;
Ya nunca más asaltan mi pudor,
Mi corazón estaba lleno de dolor
Por la alegría que nunca tuvo.





Los dos terrores. 
The two terrors

Dos terrores atormentan mi alma noche y día:
El primero es la Vida, y con ella el tiempo;
Un cansado y lánguido tren de miserias,
Con ojos anhelantes, demasiado tristes para llorar;
Sobre cuyos rostros, pálidos y grises,
Se extiende la sombra de un infortunio.
La muerte es el segundo terror;
¿Bajo qué forma su manto negro se acercará?

Mi alma no encuentra alivio en la elección,
Podrá ser golpeada más nunca consolada;
Ella se balancea entre pena y dolor,
Atrapada entre dos términos, sacudida.
De uno teme lo que ya conoce,
Del otro, sus benditos horrores desconocidos.





A la Muerte.
To Death

Si dentro de mi corazón hay hastío,
Si la llama de la poesía
Y el fuego del amor se hace frío,
Lacera mi carne sin cortesía.

Rápido, sin pausa ni demora;
No dejes el campo de mi vida sobre el huerto
Con la ceniza de los sentimientos muertos,
Deja que mi canto fluya con ternura.





Sobre una Persona que ha muerto en el Lecho.
On a Person Who Died in Bed

Este es su final, aquí yace él.
El polvo en su garganta, el gusano en sus ojos,
Los hongos en la boca, la hierba sobre su pecho.
Este es su final, y eso es lo mejor.
Ya nunca yacerá despierto sobre el sofá,
Con los ojos abiertos, lacrimosos, hasta que el día llegue.
Ya nunca sonreirá sin sentido
Mientras su corazón atraviesa el tiempo.
Ya nunca estirará sus manos en vano,
Para acariciar y acariciar, nunca más.
Ya no pedirá pan, sólo recibirá piedras,
Aunque en su fantasía sólo degustará tierra.
Ya nunca se debatirá entre lo falso y verdadero,
Pesando y tomando notas sobre lo efímero.
Ya nunca el dolor se ahogará en suspiros.
Este es su final, y aquí yace él.





Borderland

Am I waking, am I sleeping?
As the first faint dawn comes creeping
Thro' the pane, I am aware
Of an unseen presence hovering,
Round, above, in the dusky air:
A downy bird, with an odorous wing,
That fans my forehead, and sheds perfume,
As sweet as love, as soft as death,
Drowsy-slow through the summer-gloom.
My heart in some dream-rapture saith,
It is she. Half in a swoon,
I spread my arms in slow delight.--
O prolong, prolong the night,
For the nights are short in June! 




New Love, New Life

I.

She, who so long has lain
Stone-stiff with folded wings,
Within my heart again
The brown bird wakes and sings.

Brown nightingale, whose strain
Is heard by day, by night,
She sings of joy and pain,
Of sorrow and delight.


II.

'Tis true,--in other days
Have I unbarred the door;
He knows the walks and ways--
Love has been here before.

Love blest and love accurst
Was here in days long past;
This time is not the first,
But this time is the last. 






A June-Tide Echo


(After a Richter Concert.)


In the long, sad time, when the sky was grey,
And the keen blast blew through the city drear,
When delight had fled from the night and the day,
My chill heart whispered, " June will be here!

" June with its roses a-sway in the sun,
Its glory of green on mead and tree."
Lo, now the sweet June-tide is nearly done,
June-tide, and never a joy for me

Is it so much of the gods that I pray?
Sure craved man never so slight a boon!
To be glad and glad in my heart one day--
One perfect day of the perfect June.

Sweet sounds to-night rose up, wave upon wave;
Sweet dreams were afloat in the balmy air.
This is the boon of the gods that I crave--
To be glad, as the music and night were fair.

For once, for one fleeting hour, to hold
The fair shape the music that rose and fell
Revealed and concealed like a veiling fold;
To catch for an instant the sweet June spell.

For once, for one hour, to catch and keep
The sweet June secret that mocks my heart;
Now lurking calm, like a thing asleep,
Now hither and thither with start and dart.

Then the sick, slow grief of the weary years,
The slow, sick grief and the sudden pain;
The long days of labour, the nights of tears--
No more these things would I hold in vain.

I would hold my life as a thing of worth;
Pour praise to the gods for a precious thing.
Lo, June in her fairness is on earth,
And never a joy does the niggard bring. 







ARTHUR O' SHAUGHNESSY [13.137]

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Arthur O' Shaughnessy

Arthur William Edgar O' Shaughnessy (marzo 14, 1844 hasta enero 30, 1881) fue un poeta británico de origen irlandés, nacido en Londres. 

A la edad de diecisiete años, en junio de 1861, Arthur O'Shaughnessy recibió el cargo de escribiente en la biblioteca del Museo Británico, a través de la influencia de Sir Edward Bulwer Lytton. Dos años más tarde, a la edad de diecinueve años, se convirtió en un herpetólogo en el museo zoológico. Sin embargo, su verdadera pasión era la literatura. Publicó su primer libro de poesía, Epic of Women, en 1870, dos años más tarde por Lays of France en 1872, y luego Music and Moonlight en 1874. Cuando tenía treinta años se casó y no produjo más volúmenes de poesía en los últimos siete años de su vida. Su último volumen, Songs of a Worker, se publicó póstumamente en 1881.

Con mucho, la más notable de las obras son las líneas iniciales de la Oda de su libro Music and Moonlight (1874):


Ode

We are the music makers,
  And we are the dreamers of dreams,
Wandering by lone sea-breakers,
  And sitting by desolate streams;—
World-losers and world-forsakers,     
  On whom the pale moon gleams:
Yet we are the movers and shakers
  Of the world for ever, it seems.

With wonderful deathless ditties
We build up the world's great cities,     
And out of a fabulous story
We fashion an empire's glory:
One man with a dream, at pleasure,
  Shall go forth and conquer a crown;
And three with a new song's measure     
  Can trample a kingdom down.

We, in the ages lying
  In the buried past of the earth,
Built Nineveh with our sighing,
  And Babel itself in our mirth;     
And o'erthrew them with prophesying
  To the old of the new world's worth;
For each age is a dream that is dying,
  Or one that is coming to birth.

A breath of our inspiration     
Is the life of each generation;
A wondrous thing of our dreaming
Unearthly, impossible seeming—
The soldier, the king, and the peasant
  Are working together in one,     
Till our dream shall become their present,
  And their work in the world be done.

They had no vision amazing
Of the goodly house they are raising;
They had no divine foreshowing     
Of the land to which they are going:
But on one man's soul it hath broken,
  A light that doth not depart;
And his look, or a word he hath spoken,
  Wrought flame in another man's heart.     

And therefore to-day is thrilling
With a past day's late fulfilling;
And the multitudes are enlisted
In the faith that their fathers resisted,
And, scorning the dream of to-morrow,     
  Are bringing to pass, as they may,
In the world, for its joy or its sorrow,
  The dream that was scorned yesterday.

But we, with our dreaming and singing,
  Ceaseless and sorrowless we!     
The glory about us clinging
  Of the glorious futures we see,
Our souls with high music ringing:
  O men! it must ever be
That we dwell, in our dreaming and singing,     
  A little apart from ye.

For we are afar with the dawning
  And the suns that are not yet high,
And out of the infinite morning
  Intrepid you hear us cry—     
How, spite of your human scorning,
  Once more God's future draws nigh,
And already goes forth the warning
  That ye of the past must die.

Great hail! we cry to the comers     
  From the dazzling unknown shore;
Bring us hither your sun and your summers;
  And renew our world as of yore;
You shall teach us your song's new numbers,
  And things that we dreamed not before:     
Yea, in spite of a dreamer who slumbers,
  And a singer who sings no more.



Dentro de la literatura, y especialmente dentro de ese género fantástico que llamamos mitología, y en ocasiones religión, existen innumerables lugares de trascendencia, casi para cualquier cosa que podamos imaginar: las almas de los piadosos conocerán cielo cristiano, o el Olimpo griego, el Tir-Na-Nog celta, los Elíseos romanos, o el Valhala escandinavo. Las almas impías conocerán el Hades, el Tártaro, el Sheol o el frío Helheim; incluso los animales y vegetales tienen su lugar de reposo final en las distintas mitologías. Pero el único sitio de descanso pensado para las lágrimas hay que buscarlo, naturalmente, en la poesía.

El poeta Arthur William Edgar O'Shaughnessy ha soñado con ese extraño país; donde la pena y la desdicha no son castigos, y donde la tristeza encuentra el único lugar donde es bienvenida. Probablemente, ustedes ya hayan visitado esta lejana tierra, pues todos alguna vez hemos sido transportados allí en las alas del infortunio. Hoy les pido que me acompañen nuevamente, dejando de lado el infortunio, y viajando sólo de la mano de la poesía; hasta aquella remota Fuente, en la que descansan todas nuestras lágrimas.



La Fuente de las Lágrimas

Atravesando desiertos y montañas,
lejos en el País del Dolor,
durante mañanas, días y noches,
o acaso durante meses y años;
con el corazón palpitando desgarrado,
el cuerpo sediento y abrumado,
ciertamente llegarás hasta tu destino,
en La Fuente de las Lágrimas.

Solemne y pacífico es aquel lugar,
sólo para el llanto lastimoso y el suspirar,
para los que en vida o muerte arriban,
junto con sus miedos y fantasías.
Sombríos cipreses adornan el lugar,
con máscaras que velan todos los rostros,
y de aquellas brumosas penumbras
brota cálida y hermosa, La Fuente de las Lágrimas.

Así flota y flota, en una danza
tan gentil como encantadora,
susurrando apenas su melodía armoniosa;
para aquel que debió sufrir y oír
(como tú, seguramente) en pesaroso silencio.
Arrodíllate allí y conoce a tu corazón roto,
y derrama la emoción tanto tiempo contenida,
allí, en La Fuente de las Lágrimas.

Porque crece y crece, como si al rozar
sus celestiales alturas uno pensase
si alguna de sus melodías pueden hundirse
en los oídos con más ternura.
Sí, venerable y bendita parece la Fuente
alcanzada tras el desierto y la montaña.
Allí caerás al fin en un profundo llanto,
y lavarás con lágrimas la tristeza de tu rostro.

¡Entonces el asombro! Mientras yaces allí por un tiempo,
y te debates entre la vida y la muerte,
abandonando la tierra que intentabas
alcanzar con tus miedos y esperanza,
el mundo se alzará y descenderá sobre tí.
Hombres fuertes no permanecerán para cuidarte,
ni se preguntarán porqué razón
tu camino es más duro que el de ellos.

Y mientras allí descansas, tus mejillas
no rechazarán las húmedas hojas,
ni te importará secar tus cabellos mojados,
o contemplar cómo el frío mundo amanece.
Tal vez, en aquel silencio que te rodea,
sientas que toda la Angustia finalmente te ha alcanzado.
Sí, hasta las nubes que sobre tí se pasean
quizás ayuden a vaciar tu alma de toda Pena.

Entonces puedes sentir, cuando una perdida hoja acaricie
tu rostro, que se trata de un beso que alguien ha enviado,
o soñar al menos que en algún sitio eres extrañado,
y que ese anhelo hasta tí llega, si eso te alegra.
O la humilde canción de un pájaro, desmayado y roto,
pueda pasar por una sensible palabra hablada,
mientras a tu alrededor se precipita
aquella Fuente que ahoga la vida en Lágrimas.

Y el llanto fluirá, cada vez más rápido,
confundiendo y derribando toda resistencia,
rodando abajo hasta que toda la desolación pasada,
bajo el peso de los años quede sepultada;
hasta que cubra cada hebra de tu desdicha,
y te dejen sin historia y sin mañana.
¿Pues quién entre los mortales puede someter
a la gran Fuente de las Lágrimas?

Pero la Angustia y las Lágrimas se encuentran y juntan,
y el sonido que emiten crece como el trueno.
¿En qué oscuro abismo, me pregunto,
descansa la pena de todos nuestros años?
Pues sólo la Eternidad parece llevar
la cuenta del gran Lamento humano.
Tal vez Dios, el Hacedor y Padre,
haya creado un sitio para nuestras perdidas lágrimas.

El poema La Fuente de las Lágrimas fue traducido por El Espejo Gótico. 






Fallen Flowers

One of the workers of the world
Living toiled and toiling died;
     But others worked and the world went on,
And was not changed when he was gone,
A strong arm stricken, a wide sail furled;
     And only a few men sighed.

One of the heroes of the world
     Fought to conquer, then fought to fail,
     And fell down slain in his blood-stained mail,
And over his form they stept;
His cause was lost and his banner furled;
And only a woman wept.

One of the singers among mankind
     Sang healing songs from an o'erwrought heart
But ere men listened the grass and wind
Were wasting the rest unsung like a wave;
     And now of his fame that will ne'er depart
He has never heard in his grave.

One of the women who only love
     Loved and grieved and faded away:
Ah me! are these gone to the God above,
     What more of each can I say?
They are human flowers that flower and fall,
This is the song and the end of them all.







SONG OF A FELLOW-WORKER

I found a fellow-worker when I deemed I toiled alone:
My toil was fashioning thought and sound, and his was hewing stone;
I worked in the palace of my brain, he in the common street,
And it seemed his toil was great and hard, while mine was great and sweet.

I said, O fellow-worker, yea, for I am a worker too.
The heart nigh fails me many a day, but how is it with you?
For while I toil great tears of joy will sometimes fill my eyes.
And when I form my perfect work it lives and never dies.

I carve the marble of pure thought until the thought takes form,
Until it gleams before my soul and makes the world grow warm;
Until there comes the glorious voice and words that seem divine,
And the music reaches all men's hearts and draws them into mine.

And yet for days it seems my heart shall blossom never more,
And the burden of my loneliness lies on me very sore:
Therefore, O hewer of the stones that pave base human ways.
How canst thou bear the years till death, made of such thankless days?

Then he replied: Ere sunrise, when the pale lips of the day
Sent forth an earnest thrill of breath at warmth of the first ray,
A great thought rose within me, how, while men asleep had lain.
The thousand labours of the world had grown up once again.

The sun grew on the world, and on my soul the thought grew too —
A great appalling sun, to light my soul the long day through.
I felt the world's whole burden for a moment, then began
With man's gigantic strength to do the labour of one man.

I went forth hastily, and lo! I met a hundred men.
The worker with the chisel and the worker with the pen, —
The restless toilers after good, who sow and never reap.
And one who maketh music for their souls that may not sleep.

Each passed me with a dauntless look, and my undaunted eyes
Were almost softened as they passed with tears that strove to rise
At sight of all those labours, and because that every one,
Ay, the greatest, would be greater if my little were undone.

They passed me, having faith in me, and in our several ways.
Together we began to-day as on the other days:
I felt their mighty hands at work, and, as the day wore through.
Perhaps they felt that even I was helping somewhat too:

Perhaps they felt, as with those hands they lifted mightily
The burden once more laid upon the world so heavily.
That while they nobly held it as each man can do and bear.
It did not wholly fall my side as though no man were there.

And so we toil together many a day from morn till night,
I in the lower depths of life, they on the lovely height;
For though the common stones are mine, and they have lofty cares,
Their work begins where this leaves off, and mine is part of theirs.

And 'tis not wholly mine or theirs I think of through the day,
But the great eternal thing we make together, I and they;
Far in the sunset I behold a city that man owns,
Made fair with all their nobler toil, built of my common stones.

Then noonward, as the task grows light with all the labour done.
The single thought of all the day becomes a joyous one;
For, rising in my heart at last where it has lain so long,
It thrills up seeking for a voice, and grows almost a song.

But when the evening comes, indeed, the words have taken wing.
The thought sings in me still, but I am all too tired to sing;
Therefore, O you my friend, who serve the world with minstrelsy,
Among our fellow-workers' songs make that one song for me.





St. John Baptist  (1870) 

Related Portals.related portals: Christian poetry.
I think he had not heard of the far towns;
Nor of the deeds of men, nor of kings' crowns;
Before the thought of God took hold of him,
As he was sitting dreaming in the calm
Of one first noon, upon the desert's rim,
Beneath the tall fair shadows of the palm,
All overcome with some strange inward balm.
He numbered not the changes of the year,
The days, the nights, and he forgot all fear
Of death: each day he thought there should have been
A shining ladder set for him to climb
Athwart some opening in the heavens, e'en
To God's eternity, and see, sublime —
His face whose shadow passing fills all time.
But he walked through the ancient wilderness.
O, there the prints of feet were numberless
And holy all about him I And quite plain
He saw each spot an angel silver-shod
Had lit upon; where Jacob too had lain
The place seemed fresh, — and, bright and lately trod,
A long track showed where Enoch walked with God.
And often, while the sacred darkness trailed
Along the mountains smitten and unveiled
By rending lightnings, — over all the noise
Of thunders and the earth that quaked and bowed
From its foundations — he could hear the voice
Of great Elias prophesying loud
To Him whose face was covered by a cloud.





COVENTRY PATMORE [13.138]

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Coventry Patmore 

Coventry Kersey Dighton Patmore.(1823-1896)
Poeta y crítico literario inglés, nacido en Woodford (Essex) en 1823, y fallecido en 1896. Alentado por una encendida vocación literaria, cursó estudios de Letras en varios colegios privados de Inglaterra y, posteriormente, en Francia, de donde regresó para ocupar, a partir de 1846, un puesto de bibliotecario en el Museo Británico. Merced a este cargo, pudo entablar relaciones con las principales voces del panorama cultural inglés de su época, entre las que destacan la del poeta Alfred Tennyson y la del historiador y filósofo John Ruskin. Además, tuvo contactos con los principales poetas prerrafaelistas, quienes le invitaron a colaborar en la revista El Germen con un destacado ensayo sobre el Macbeth de William Shakespeare.

Además de estas ocupaciones, Coventry Patmore se dedicó al cultivo de la poesía desde que era muy joven. En 1844 vio impresos sus primeros versos, Poems, en una opera prima que pasó inadvertida entre la brillante producción poética de aquellos años. Sin embargo, en 1856 dio a los tórculos cuatro extraordinarios poemas recogidos en un volumen, The Angel in the House (El ángel de la casa), que sorprendió por el tono de autenticidad lírica con que exaltaba la unión matrimonial.

La felicidad experimentada por Patmore a raíz del éxito que había obtenido con El ángel de la casa quedó ensombrecida en 1860 por el fallecimiento de su esposa, desgracia que le sumió en una honda crisis espiritual de la que salió convertido al catolicismo. Recuperado entonces el aliento creativo, volvió a asomarse a los anaqueles de las librerías con The Unknown Eros and Other Odes (El eros desconocido y otras odas, de 1877), donde se sirvió de un encendido vocabulario erótico para expresar la mezcla de amor divino y humano que creyó alcanzar tras su conversión religiosa. Naturalmente, este lenguaje erótico fue muy mal asimilado por las esferas católicas inglesas, y dio lugar a numerosas protestas, como las protagonizadas por el poeta y clérigo Gerald Manley Hopkins y por el filósofo y teólogo John Henry Newman. Respecto a la evolución formal de esta obra en comparación con sus poemarios anteriores, se apreciaba claramente un voluntario abandono de los moldes estróficos más estrictos, en busca de un ritmo poético mucho más flexible.

Finalmente, en 1895 Coventry Patmore publicó su última entrega poética, Rod, Root and Flower, obra en la que volvía a recurrir a la lírica para expresar los términos de su transformación espiritual, aunque sin apelar ahora a ese vocabulario erótico que tantas discusiones había generado.





El Amante Casado.
The Married Lover

¿Por qué me lamento después de conquistarla?
Porque la gracia vestal de su espíritu
Me incita incansable a perseguirla,
Y ella, como un espectro, elude mis abrazos;
Tan intensa es su femineidad que verla
Es como besar la mano de una Reina,
Caricia que no conforma ninguna familiaridad;
Sino que marca la justa altura
A la que puede aspirar la negligencia,
Así como las damas humildes hostigan
La gracia que confunden con imprudencia;
Entonces ella con cálidos favores alimenta
La lealtad de un amor tan grande
Que allí la presunción jamás se diferencia
En el acto o la palabra,
Tan humildes como la mujer humilde puede ser,
Sus modales al llamarme Señor
Me recuerdan la intensa cortesía;
Y no menos el consentimiento de su voluntad
Que mi orgullo herido afectó,
Pero aquel noble estilo todavía
La impulsa a un inalcanzable desierto;
Mientras recuerdo su risa y su aliento,
Recuerdo que cuando todo está ganado
Aún podemos preguntar,
Reflejar la luz de la nieve sin esperanzas
Que brilla en el éter de su virginidad,
Porque, aunque libre de otros templos,
Conservo este santuario bajo los cielos;
Ya que, en definitiva,
Ella nunca podrá ser mía.




El ángel en la casa.
The Angel in the House

El hombre debe ser complacido, pero complacido
en el placer de la mujer, 
Bajando por el golfo de sus necesidades

Ella pone su mejor esfuerzo, ella se arroja.
¡Y con qué frecuencia se arroja en vano! 

Estrecha su corazón en el capricho,
Cada palabra impaciente provoca otra,

No de ella, sino de él,
Mientras ella, suave aún para la réplica,

Espera de él una respuesta amable,
Espera su remordimiento,
Ya con el perdón en sus ojos.




Las profundidades del espíritu.
The Spirit's Depths

No es en la crisis de los eventos
De una esperanza musical,
O en los actos de graves consecuencias,
Donde la vida revela su profundidad.
El día de los días no está en el pasado,
En aquello que fue pospuesto, demorado;
La noche de la muerte
Se llevó nuestra lámpara lejos,
Sin ser la noche en la que, perplejo,
Mi amada llegó bajo la luna en el espejo,
A través de los umbrales de la tersura.
Caminando sobre aquella tarde profunda,
Dónde vimos las flores agitarse en el agua.


Traducidos al español por El Espejo Gótico





The Revelation

An idle poet, here and there,
    Looks round him; but, for all the rest,
The world, unfathomably fair,
    Is duller than a witling’s jest.
Love wakes men, once a lifetime each;
    They lift their heavy lids, and look;
And, lo, what one sweet page can teach,
    They read with joy, then shut the book.
And some give thanks, and some blaspheme
    And most forget; but, either way,
That and the Child’s unheeded dream
Is all the light of all their day.   






The Toys

My little Son, who look'd from thoughtful eyes
And moved and spoke in quiet grown-up wise,
Having my law the seventh time disobey'd,
I struck him, and dismiss'd
With hard words and unkiss'd,
His Mother, who was patient, being dead.
Then, fearing lest his grief should hinder sleep,
I visited his bed,
But found him slumbering deep,
With darken'd eyelids, and their lashes yet
From his late sobbing wet.
And I, with moan,
Kissing away his tears, left others of my own;
For, on a table drawn beside his head,
He had put, within his reach,
A box of counters and a red-vein'd stone,
A piece of glass abraded by the beach
And six or seven shells,
A bottle with bluebells
And two French copper coins, ranged there with careful art,
To comfort his sad heart.
So when that night I pray'd
To God, I wept, and said:
Ah, when at last we lie with tranced breath,
Not vexing Thee in death,
And Thou rememberest of what toys
We made our joys,
How weakly understood
Thy great commanded good,
Then, fatherly not less
Than I whom Thou hast moulded from the clay,
Thou'lt leave Thy wrath, and say,
"I will be sorry for their childishness."




MARTA DE ARÉVALO [13.160]

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MARTA DE ARÉVALO 

Montevideo (Uruguay), 1933. Autora de 28 títulos editados (poesía, narrativa, crónicas históricas, ensayo breve,  y poesía, cuento y canciones infantiles)
Dirige un taller poético y edita  dos revistas literarias que circulan en el ámbito hispano: B.L.A.N.C.O. (arte y cultura) y LUNITA DE PAPEL (colección de literatura  infantil ilustrada). En 1988 fundó el Grupo Cultural B.L.A.N.C.O.[1], que preside.

Algunos de sus títulos: Romances de la Villa, 1975, Romances Orientales, 1976; Ojo de Leopardo, 1981, 2da ed. en 1998;  Avisos Varios, 1982, 2da edición 1983, 3ra edición, 1984, Ediciones de la Plaza, Montevideo, 4ta edición Universal del libro, Madrid; Santa Corazón de Pan, 1985 (cuentos) Abran todas las puertas,1987, Espejos , 1992, Tierra América, 1992, La luz en que vivo, ediciones Índigo, París, Juego Terrible, 2002, Antología de la Poesía Cósmica de Marta de Arévalo, 2003, edición Frente de Afirmación Hispanista, México.

Su nombre figura en:  Biografía de Intelectuales Uruguayos" 1978;  "Almanaque Mundial" Panamá, 1981; "Diccionario Bibliográfico de la Mujer en el Uruguay", 1983; Su actividad se detalla, en " Los Barrios de Montevideo" -Tomo 3,”Villa Colón  y su entorno”- obra  del  historiador Académico Aníbal Barrios Pintos, que  edita la  Intendencia  Municipal de Montevideo, 1993; "Agentes culturales”, Guía informativa del Ministerio de Educación y Cultura, 1994; “Historia del Uruguay”  (Schurmann y Coolighan) Tomo 2, Capítulo sobre literatura actual, 1995. Texto Enseñanza Secundaria;  “Libros uruguayos”  Directorio 1991-1995. Editado por la Biblioteca Nacional, 1996; ”Muestra de literatura uruguaya”, Auspicio del Ministerio de Cultura Montevideo, 1996; “quien es quien en uruguay”, Editorial Panamericana, 1997.

Premios: Violeta de Oro, 1975; Medalla de oro, 1977; Intendencia de Venado Tuerto, Santa Fe, Argentina, 1978; Ministerio de Educación y Cultura  de Uruguay. 1975, 1981, 1982, y 1992;  Intendencia  Municipal de Montevideo, 1981-1982; así como en varios otros certámenes internacionales. En 1994, junto a otros cinco poetas recibió el Premio”José Vasconcellos”, de México, y  en el 2000, el Premio Internacional de Literatura Latinoamericana y del Caribe “Gabriela Mistral”, que otorga la Asociatión Côté-femmes, de Paris, “a escritoras en lengua española con una obra valiosa en cualquier género literario”, con adhesiones de personalidades e instituciones de Uruguay, Bolivia, México, Miami, España y Francia.





Silencio y obsesión

Lo absurdo y lo existente, lo vano y lo glorioso,
le alternan noche y día el silencio y la voz.
Fluyente y majestuosa consume a su elegido,
lo forja y lo deshace su excelsa vibración.

Es el Dos que ha parido la tristeza y la rosa,
de todo lo existente su imperio es creador.
Soplando entre los huesos, compartida y secreta,
se tiende con la hembra, se enlaza con varón.

Contraria y misteriosa, con todo se concierta.
Su aliento de milagro con nada se fundió.
Su mano solitaria va abriendo las distancias,
se llaman sus mil nombres: SILENCIO Y OBSESIÓN.

La nombro si me nombro, la nombro si la guardo.
La nombro en nombre oculto, la oculto entre mi voz.
Le debo la sapiencia, le debo astros y canto,
le debo los remotos serafines del sol.

La Tenue y Sigilosa en la noche es vibrante
-revelado secreto de poder y esplendor-
Desciende a mi delirio con reinar absoluto
y el halo de su magia me quema el corazón.

Me condena en su beso y en su beso me absuelve,
cordel con que me ciñe desata el Escorpión.
Yo intuyo su retorno al borde del abismo, 
musito nuestros nombres y aguardo comunión.





Aviso 38

SE BUSCA URGENTE un vientecito de primavera.
De aquellos que venían del Olimpo
con soplos de Afrodita
y efluvios de pámpanos y mirtos.
Cómplice en cabriolas de Dionisos.
Sáfico
Sátiro
y conmovedoramente grácil.

Se lo necesita para renovar los corazones
de los graves señorones que marean la política
que trafican con el átomo y el niño
que sueñan todo el día en ganancias suculentas
y comen en blanquísimos manteles pacifistas
mientras cuentan los favores
de los dólares que compran los misiles.

Se necesita un vientecito de primavera
para distraer esas mentes rigurosas
y salvar
lo que nos queda de sonrisa.






Yo espero
Tú sueñas 
Él tienta

Todos corremos.

Queremos 
el vientre del mundo
la piel de la galaxia
la curva que trazó
la estrella desaparecida hace milenios.

Queremos.
Deseamos.
Exigimos.
Nunca nos saciamos.







Yo espero
Tú sueñas 
Él tienta

Todos corremos.

Queremos 
el vientre del mundo
la piel de la galaxia
la curva que trazó
la estrella desaparecida hace milenios.

Queremos.
Deseamos.
Exigimos.
Nunca nos saciamos.






Desolación
Marta de Arévalo

Los horizontes del gran conocimiento
son inútiles
cuando el llanto inunda
la esperanza desprevenida.

Cierren todos lo libros
y quemen los ojos de los inteligentes.
Sepulten los profesores
de horario fijo
                      y traigan
un solo sabio
que me devuelva el sonido de los manantiales.





AMOR
tu nombre empieza con A
… y deseo estés bien
yo
desde mi exilio
de tu ciudad dorada
duermo mal estoy triste
pienso mucho
                                te escribo
esta carta 
para que me conozcas

no me odies
por molestarte
                                extraño
aquello días

gracias por la ternura.







octubre 15

ayer no tuve tus caricias
en un rincón azul robado al tiempo
no hubo eternidad para los dos

tanto tiempo sin tenerte
                             mucho infierno
misterioso edén
                             al compartir el beso
rescatar la vida
                             al darse
entregar el alma
                             a través del sexo
delirio sumo
                             perderlo todo


tonta existencia mujer de nadie
                                        alma
inútil sociedad consumista
todo con precio de marca y fama
                    aduana declarada
                    apellido certificado
tonta existencia
mujer de llanto meter silencio
en letras invendibles
                             tonta
existencia
                             mujer
de nadie
                             burilada
en tristeza perpetua.






a Dios

Caminante oscura de la angustia
con el corazón labrado en luz
voy en tu busca, Dios.

Tengo la cruz que me diste
y la arrogancia que yo quise.
Una sed desafiante
y un estandarte
bordado en sal y trébol.

Si no soy mejor no lo reproches.
En esta sombra que en florezco, desvarío
y mil veces olvido tu camino
y me aparto de tus silbos.

Planta un clavo de luz en mi costado
y encadena mi memoria en ese clavo.
Después
Dame una fuente y alto sol
que ilumine mi estandarte
una palabra donde quepa el cielo
y dos milagros para comprar recuerdos. 






Receta original

Una manzana madura
y perfumada.-
Un arcángel con espada de fuego.
Una serpiente mentirosa
Una olla y una mujer.

Religiosamente mezclado
con espíritu sensual.

He aquí el Paraíso.

La manzana es única.
Y todas las recetas 
descienden de ella.






Presencia

Estaba sola en la casa,
el alma en cavilación:

"¿Será verdad que el Espíritu
nos ronda en revelación ?
  
    ¿Será verdad que tenemos
mente adentro, en creación,
de las almas que ya fueron
como visiones sin voz?

   ¿Será verdad que llevamos
por la luz de la intuición
el pensamiento en contacto
vital y cósmico en Dios?"


Estaba sola en la casa.
Con fuerza extraña tocó
una presencia invisible
mi cuerpo que se erizó.






Vorágine

Sentada algún instante
en silla hostil de mundo circular
                           pienso
                   - cuando me dejan -
como era, antes.

El mundo entonces
                          - yo creía -
asomaba un ala transparente
tendida a la inocencia.
Había la virtud
jugando como en arpegios
su música desde la boca limpia
de mi padre.
Creyente, 
mi sed asimilaba su amor sin límite
ni dogma.

                Yo miraba el agua clara
                de un claro espejo
                de una fuente clara.

                Yo creía.
El mundo
ancho ilimitado estaba
revestido de una luz dorada
que surgía del entorno familiar
con armonía.
La música del alma
descansaba su ocio de existir
resplandeciente.
Y eran diáfanos
                    el día
                    el pan
                    el agua
                    y la palabra.

Noche que vino después
desde los siglos de la frente humana
buscando el sitio
mentido por los dioses
me hundió en la vorágine

En el remolino 
que hostiga sin dar pausa.


Ahora
sirenas de mares remotos
                           cantan
                           cantan
                            cantan
su voz metálica en mi oído
desde siempre
hasta lo infinito.







HUMBERTO ZARRILLI [13.161]

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Humberto Zarrilli

Humberto Zarrilli Caruso (Montevideo, 12 de diciembre de 1898 - Montevideo, 4 de diciembre de 1964) fue un poeta y pedagogo uruguayo.

Fue el tercer hijo del matrimonio de los italianos Ángel Zarrilli y Elvira Caruso. En 1917 obtuvo el título de maestro y a los 20 años comenzó a publicar cuentos, poemas, libros de lectura para escolares y otros textos.

En 1920 el Consejo Nacional de Instrucción Primaria lo designó redactor y traductor de sus publicaciones oficiales Anales de Instrucción Primaria y Enciclopedia de la Educación. y en 1927 lo envió a Europa para continuar su formación. A su regresó fundó la Revista Oral y la Revista Mural. Esta última se fijaba en los muros de Montevideo e incluía poemas y otros trabajos de Emilio Frugoni, Alfredo Larrobla, Emilio Oribe, Fernán Silva Valdés, Luisa Luisi, Manuel de Castro, Julio Verdié, entre otros.

En los institutos normales dictó clases de idioma francés, literatura, lectura y dramatización. Fue designado por el consejo para dirigir el Teatro Escolar Artístico, pionero en su género en América del Sur, y más adelante el Teatro de la Adolescencia.

Junto al profesor Roberto Abadie Soriano, publicó en 1926 los textos oficiales de enseñanza de idioma español y lectura Cervantes, Rubén Darío y Rodó. Ambos autores obtuvieron el primer premio en un concurso oficial de libros de lectura y la serie oficial de libros de lectura de primero a cuarto año. Fueron coautores de varias obras más, entre ellas: Patria, Democracia para escuelas rurales, Manual práctico de ortografía y Guía metodológica para la enseñanza de la lectura, etc.

Con motivo del centenario de la Jura de la Constitución, en 1930 el estado le encargó el libreto de la primera ópera uruguaya: Paraná Guazú, compuesta por Vicente Ascone. Fue autor de 143 obras de poesía, teatro para niños, textos de estudio para educación primaria y de iniciación a la lectura, etc.

Obras (lista parcial)

Cervantes (texto oficial de lenguaje, 1926) con Roberto Abadie Soriano
Rubén Darío (texto oficial de lenguaje, 1926) con Roberto Abadie Soriano
Rodó (texto oficial de lenguaje, 1926) con Roberto Abadie Soriano
Alegría (libro de lectura, 1927) con Roberto Abadie Soriano
Tierra nuestra (libro de lectura, 1927) con Roberto Abadie Soriano
Uruguay (libro de lectura, 1927) con Roberto Abadie Soriano
Optimismo (libro de lectura, 1927) con Roberto Abadie Soriano
Patria, con Roberto Abadie Soriano
Democracia para escuelas rurales, con Roberto Abadie Soriano
Manual práctico de ortografía, con Roberto Abadie Soriano
Guía metodológica para la enseñanza de la lectura, con Roberto Abadie Soriano
Vértices (poesía, 1928)
Libros de imágenes (poesía)
Pasión de la imagen (poesía)
Cántico de la imagen (poesía)
Paradoja de la imagen (poesía)
Poesía. Primer libro de lectura
La isla afortunada
La ciudad del Dragón
La conquista del fuego
El hada Mebisina
Gesta de la emancipación
El éxodo del pueblo oriental
Primavera
Farigada





Cántico del del pensamiento en reposo

Fábula de la brisa que no eludo 
porque la tarde se irisó en caireles 
y un alternado vuelo de petreles 
curvó la playa que cegó tu escudo.

Al llamamiento de esta paz acudo, 
duerma el azor y ayunen mis lebreles. 
Siento la hora inesperada en mieles 
y en mi crucero, deslizado el nudo.

En ociosa pleamar hoy mi esperanza 
frente a este mar refluye su ternura 
arrullando la antigua desventura.

El pensamiento cruel ya no me alcanza. 
Quede Argos cegado en tu cintura 
y al tábano feroz deje en holganza.






Cántico del guijarro que vuelve al río

Fábula de la brisa que no eludo 
porque la tarde se irisó en caireles 
y un alternado vuelo de petreles 
curvó la playa que cegó tu escudo.

Al llamamiento de esta paz acudo, 
duerma el azor y ayunen mis lebreles. 
Siento la hora inesperada en mieles 
y en mi crucero, deslizado el nudo.

En ociosa pleamar hoy mi esperanza 
frente a este mar refluye su ternura 
arrullando la antigua desventura.

El pensamiento cruel ya no me alcanza. 
Quede Argos cegado en tu cintura 
y al tábano feroz deje en holganza.





Cántico de la anunciación

Dejó en la tarde la solar oruga 
mariposa de llamas. Se agiganta 
la fiebre marinera que levanta 
olas de sangre que la playa enjuga.

¡Ay del cuitado que el terror subyuga 
y la tarde que muere lo quebranta! 
Campanada de boya en la garganta 
contenga al triste corazón en fuga.

Vamos, no temas corazón que hilaste 
y en capullo de tiempo te ocultaste 
dejando a los demás laurel y rosa.

En el último sol está la cálida 
anunciación que rompe tu crisálida 
en eterna y celeste mariposa.





Cántico por la noche del aire

Porque la luna es de aire para que la suspires 
y te incendia la llama de un fuego que no arde; 
porque la noche crece para que tú la admires, 
¡revelarás tu imagen, oh nube de la tarde!

¿De qué naufragio de oro eres flotante vela 
que desgarra, dorándose, mi sueño de cipreses? 
Camino te da el cielo para que lo regreses. 
¡Anda con tu color que al poniente consuela!

Vuelven al corazón latidos olvidados 
en un canto que escucho y no sé quién lo canta. 
Ante ti el lucero su esperanza abrillanta

y las ondas renacen en espasmos dorados. 
Sólo yo estoy erguido en mis días creados 
oyendo tu mensaje que me anima... y me espanta.





Cántico del arenal de las preguntas

Confiéreme trocar a mi mirada 
por esa tuya, de universo unido. 
No, a estos, me dejes, ojos que han perdido 
en sol y nube y más en carne amada

la familiaridad de tu morada. 
Confiere aunque en colores sumergido 
que vea amor; que por tu luz herido 
sea en tu flanco túnica plegada.

El polvo esparzas de las ya difuntas 
formas; y límpieme tu aliento 
avivando los fuegos que tu juntas

cuando en el valle desenredas viento. 
Dulce me vuelvas a mi nacimiento 
hollando el arenal de mis preguntas.






Cántico por la lluvia que a mi paso cae

Escalas de esperanza y galerías, 
de incierta luz y sombra ya segura, 
tú sabes que defiendo la armadura 
de lienzo que es tu viento y son mis días.

No hallo puente en tus torres y en las mías 
y ando entre asombro de aire y agua dura, 
perdida ya la lluvia de ternura 
que a mi paso, y en llanto, tú vertías.

Sin embargo es por ti, ardor de llama 
que olvidas y consumes, todo el drama 
de buscarte sin senda, en mi vagancia.

¿Cuándo estaré en tu voz amanecida 
recordando los sueños de mi vida 
a través de paredes de la infancia?





Cántico del dador frustrado

Tú das todo y no pides, 
ese es mi mal.

Van a ti mis arroyos jubilosos 
a dejar su caudal, 
y ni esta arena blanca necesitas 
que el agua y yo cargamos en el hombro.

¡Oh, mar que todo das 
y hasta el asombro!

Tu frialdad generosa nada pide 
y menos la dulzura 
con que, insistentemente, no te nombro.



                                  
                             ODA AL DR SCALTRITTI

                  Aunque la ciencia, vocación primera
                  Que alta y bendita la ejerciste, puro;
                  Quiso tu corazón labrar poesía,
                  Danza sin meta
                  
                  No en lerdo paso que enriquezcas muere,
                  Ni mano contraída hacia la dádiva
                  El tuyo corazón perdió la llave,
                  Cofre del cielo.
                  
                  Huésped fiel de las bohemias noches,
                  Nunca tu vino aciduló otra copa
                  Que trasvasar amor es tu destino
                  Noble  Scaltritti 
                   
                  Vida vivida como obra de arte
                  Vida integral en corazón y mente;
                  Como se da la llama  y la simiente
                  Tú la prodigas
                  
                  Si amamos sólo y al que fue testigo 
                  De aquellos nuestros gestos más humanos
                  Tú el más querido que atestiguará siempre
                  Nuestra alabanza
                   
                  Raúl, que lo mejor de nuestros años 
                  Recogiste en cálidos manojos,
                  Hoy meridión te rinde su homenaje
                  Homenajeándose






DEREK BEAULIEU [13.162]

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Derek Beaulieu

Derek Alexander Beaulieu (nacido en 1973) es un poeta canadiense, editor y antólogo.

Beaulieu estudió poética canadienses contemporáneas en la Universidad de Calgary . Su trabajo ha aparecido internacionalmente en pequeñas publicaciones de prensa, revistas, y en galerías de arte visual. Ha dado conferencias en la pequeña política prensa, financiación de las artes y la comunidad literaria en Canadá, el Estados Unidos , el Reino Unido y Islandia .

Él trabaja ampliamente en torno a temas de la comunidad y la poética, y en ese sentido ha editado (o coeditado) las revistas de llenar la estación (1998-2001, 2004-2008), Diente de León (2001-2004), y la nota final (2000-2001) .

Fundó housepress en 1997 de la que publica las pequeñas ediciones de la poesía, la prosa y el trabajo crítico hasta 2004 El fondo housepress se encuentran ahora en la Universidad Simon Fraser . En 2005 fundó la pequeña prensa sin prensa.

En 2005 fue co-editado Shift + Interruptor: nueva poesía canadiense con Angela Rawlings y Jason Christie, una antología de poesía nueva polémica que ha sido revisado a nivel internacional.

Beaulieu ha cambiado su enfoque en los últimos años a la ficción conceptual, específicamente visuales traducciones / reescrituras. Su libro Flatland consta de patrones visuales basado en la tipografía de Edwin Abbott Abbott 's novela clásica Flatland y su libro Color Local es una serie de bloques de color basado en el texto original de Paul Auster 'Fantasmas novellas.

Cómo escribir, una colección de prosa conceptual, fue publicado por Talonbooks en 2010.

Beaulieu vive en Calgari, Alberta .

Bibliografía:

With Wax. Toronto: Coach House, 2003 ISBN 1-55245-118-6
Frogments from the Fragpool: Haiku after Basho. Toronto: Mercury, 2005. ISBN 1-55128-112-0 (with Gary Barwin)
Shift & Switch: New Canadian Poetry. Toronto: Mercury, 2005. ISBN 1-55128-116-3 (edited with angela rawlings and Jason Christie).
fractal economies. Vancouver: Talonbooks, 2006. ISBN 0-88922-539-7
Flatland. York: information as material, 2007. ISBN 978-0-9553092-5-0
Local Colour. Helsinki: ntamo, 2008. ISBN 978-952-215-049-3
chains. Kingston, PA: paper kite press, 2008.
How to Write. Vancouver: Talonbooks, 2010. ISBN 978-0-88922-629-6.
Silence. Anchill Island: redfoxpress, 2010.
seen of the crime: essays on conceptual writing. Montreal: Snare, 2011.
Kern. Lafarge, WI: Xexoxial Editions, 2012.
Writing Surfaces: Selected Fiction of John Riddell. Waterloo, ON: Wilfrid Laurier University Press, 2013. (edited with Lori Emerson)
Please, No More Poetry: the Poetry of derek beaulieu. Waterloo, ON: Wilfrid Laurier University Press, 2013. (edited by Kit Dobson).





Por favor, no más poesía

La poesía es el último refugio de lo poco imaginativo.

La poesía tiene poco que ofrecer fuera de la poesía misma. Los poetas eligen ser poetas porque no tienen el impulso de ser algo mejor.

Los lectores son aforismos de un libro.

Toda la mala poesía surge de sentimientos genuinos. Ser natural es ser obvio y ser obvio es ser poco artístico. La poesía, lamentablemente, sabe que es poesía, mientras que la escritura no siempre sabe que es escritura.

El arte es una conversación, no una oficina de patentes.

Los poetas, en una ignorancia supina acerca de la capacidad de compartir –al contrario de acumular– sus textos, están ignorando potencialmente la innovación artística más importante del siglo XX: el collage. ¿Qué está en riesgo? Nada excepto por su propia obsolescencia. Si no compartes, no existes.

Esperamos de los gásfiter, electricistas, ingenieros y médicos, que tengan tanto un vocabulario específico y especializado, como también que estén en la vanguardia de los nuevos avances en sus respectivos campos, pero despreciamos a los poetas que hacen lo mismo.

Los poetas son juzgados ahora no por la calidad de su escritura sino por la infalibilidad de sus opciones.

No haber sido popular en la educación media no es razón suficiente para publicar libros.

Los poetas inmaduros imitan, los poetas maduros roban.

En teoría, no hay diferencia entre teoría y práctica. Pero, en la práctica, sí la hay.

La reglas son pautas para gente estúpida.

En poesía celebramos la mediocridad e ignoramos la radicalidad.

La poesía tiene más que aprender del diseño gráfico, la ingeniería, la arquitectura, la cartografía, el diseño automotriz, o de cualquier otro tema, que no sea poesía propiamente tal.

No se le debiera decir a los poetas que escriban sobre lo que saben. Ellos no saben nada, por eso son poetas.

La Internet no es algo que desafía quiénes somos o cómo lo escribimos es quienes somos y como escribimos. Los poetas –al ser poetas– son simplemente los últimos en darse cuenta de este hecho.

Si escribir un poema es inherentemente trágico, es porque es difícil creer que el autor no tiene nada mejor que hacer. Es inherentemente trágico porque todavía elegimos una forma anticuada como medio de argumentación.

Si tuviéramos algo que decir, ¿elegiríamos el poema – con su audiencia fragmentada y su falta de diversidad cultural – como escenario para anunciar esa opinión?

Por favor, no más poesía.

Traducción de Carlos Soto Román





Please, No More Poetry

                  Poetry is the last refuge of the unimaginative.

                  Poetry has little to offer outside of poetry itself. Poets chose to be poets because they do not have the drive to become something better.

                  Readers are a book’s aphorisms.                 

                  All bad poetry springs from genuine feeling. To be natural is to be obvious, and to be obvious is to be inartistic. Poetry, sadly, knows it’s poetry, while writing doesn’t always know it’s writing.

                  Art is a conversation, not a patent office.

                  Poets in ostrich-like ignorance of the potential of sharing—as opposed to hoarding—their texts, are ignoring potentially the most important artistic innovation of the 20th century: collage. What’s at stake? Nothing but their own obsolescence. If you don’t share you don’t exist.

                  We expect plumbers, electricians, engineers and doctors to both have a specific and specialized vocabulary and be on the forefront of new advancements in their field, but scorn poets who do the same.

                  Poets are now judged not by the quality of their writing but by the infallibility of their choices.

                  Having been unpopular in high school is not just cause for book publications.

                  Immature poets imitate; mature poets steal.

                  In theory, there is no difference between theory and practice. But, in practice, there is.

                  Rules are guidelines for stupid people.

                  In poetry we celebrate mediocrity and ignore radicality.

                  Poetry has more to learn from graphic design, engineering, architecture, cartography, automotive design, or any other subject, than it does from poetry itself.

                  Poets should not be told to write what they know. They don’t know anything, that’s why they are poets.

                  The Internet is not something that challenges who we are or how we write, it is who we are and how we write. Poets—being poets—are simply the last to realize the fact.

                  If writing a poem is inherently tragic it is because it is hard to believe that the author had nothing better to do. It is inherently tragic because we still choose an out-dated form as a medium for argumentation.

                  If we had something to say would we choose the poem—with its sliver of audience and lack of cultural cachet—as the arena to announce that opinion?

                  Please, no more poetry.





That’s not writing

“That’s not writing, that’s typewriting.”
                —Truman Capote on Jack Kerouac

“That’s not writing, that’s plumbing.”
                —Samuel Beckett on William S. Burroughs

            That’s not writing, that’s typing.
            That’s not writing, that’s someone else typing.
            That’s not writing, that’s googling.
            That’s not writing, that’s blogging.
            That’s not writing, that’s wasted, unproductive, tweaking time.
            That’s not writing, that’s stupid.
            That’s not writing, that’s a coloring book.
            That’s not writing, that’s coming up with ideas.
            That’s not writing, that’s waiting.
            That’s not writing, that’s a mad scribble.
            That’s not writing, that’s printing and lettering.
            That’s not writing, that’s tape-recording.
            That’s not writing, that’s word-processing.
            That’s not writing, that’s following the herd.
            That’s not writing, that’s copying and pasting.
            That’s not writing, that’s directing.
            That’s not writing, that’s using high-“polluting” words to confuse readers.
            That’s not writing, that’s aggregating, and there are already plenty of aggregators out there.
            That’s not writing, that’s printing.
            That’s not writing, that’s art.
            That’s not writing, that’s Tourettes.
            That’s not writing, that’s posing.
            That’s not writing, that’s button-mashing, and anyone can do that.
            That’s not writing, that’s vandalism.
            That’s not writing, that’s acting.
            That’s not writing, that’s blabbing.
            That’s not writing, that’s hiking.
            That’s not writing, that’s just a knife he’s using to eat pie with.
            That’s not writing, that’s bullying.
            That’s not writing, that’s dentistry.
            That’s not writing, that’s just endless blathering.
            That’s not writing, that’s yelling.
            That’s not writing, that’s butchery!
            That’s not writing, that’s a fortune cookie!
            That’s not writing, that’s emoting
            That’s not writing, that’s just dressing it up after.
            That’s not writing, that’s just playing around.
            That’s not writing, that’s daydreaming.
            That’s not writing, that’s showing off.
            That’s not writing, that’s keyboarding.
            That’s not writing, that’s calligraphy.
            That’s not writing, that’s mindless pasting.
            That’s not writing, that’s an action flick.
            That’s not writing, that’s a puddle.
            That’s not writing, that’s a tragedy.
            That’s not writing, that’s assembly line mass production.
            That’s not writing, that’s transcribing.
            That’s not writing, that’s computer-generated text.
            That’s not typing, that’s data entry.








RUHOLLAH JOMEINI [13.163]

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Ruhollah Jomeini

Ayatolá Sayyid Ruhollah Musaví Jomeini /ruːɦolˈlɒːh muːsæˈviː xomeɪˈniː/ (روح الله موسوی خمینی en persa) (24 de septiembre de 1902 - 3 de junio de 1989) fue un ayatolá chiita iraní, líder político-espiritual de la revolución de 1979 en Irán. Las potencias occidentales lo consideraban un líder mesiánico, cuyas iniciativas políticas ponían en peligro la estabilidad internacional. En 1979 derrocó al Shah de Irán, Mohammad Reza Pahlevi y gobernó el país hasta su fallecimiento en 1989.

Es considerado el fundador de la República Islámica de Irán. Fue conocido como Imam Jomeini en Irán y Ayatolá Jomeini en el exterior.

Nació en la ciudad de Jomein, una pequeña población situada a 300 km al sur de Teherán, como Ruhollah Hendi. A principios de los años 30 tomó el nombre de Jomeini (خمینی en persa) en alusión a su lugar de nacimiento. Sus padres, Jayed Mustafá Mussaví y Hajar Saghafí, tuvieron seis hijos, de los cuales el más joven era Ruhollah Hendi.

El peso de la tradición religiosa de su familia determinó desde temprana edad la vocación de Jomeini. Su abuelo Mirza Ahmad, su hermano Passaiden y su padre Jayed Mustafá fueron ayatolás, inculcando a este sus convicciones religiosas en un fervor político especialmente contra los kayares, la dinastía reinante en Irán a principios del siglo XX.

Jomeini decía ser un sayyid, ya que su familia afirmaba ser descendiente de Mahoma a través de la séptima parte de los Doce Imanes, Musa al-Kazim. Varios de sus cercanos antepasados se dedicaron a los estudios islámicos: su padre y sus dos abuelos fueron clérigos chiitas. El abuelo paterno de Jomeini, Sayid Musawi Ahmad Hindi, pasó muchos años en la India, antes de regresar a Persia para comprar una casa en la ciudad de Jomein, en la que vivió su familia hasta fines del siglo XX.

Cuando Jomeini tenía 5 meses de edad, su padre fue asesinado. Muchos historiadores creen que su padre pudo haber sido víctima de una disputa local. Una tía segunda procedió a criar a Jomeini hasta 1918. Ruhollah Jomeini comenzó a estudiar el Corán a los 6 años. Un año más tarde comenzó a asistir a una escuela local donde aprendió Matemáticas, Ciencias, Geografía, y otros temas tradicionales. A lo largo de su infancia Jomeini continuó su educación religiosa y secular con la asistencia de sus familiares, incluida su madre, su primo Ja'far, y su hermano mayor Morteza Pasandideh.

A la edad de 7 años, el joven Jomeini perdió a su tía y a su madre, quedando así huérfano, pero ello no fue impedimento para el joven Jomeini, que ansiaba aprender por encima de todo y poseía una vitalidad que le hacía destacar entre sus amigos de infancia. Su religión, sumada a la muerte de su padre, le harían verse a sí mismo como una víctima que debía tomar no sólo una revancha contra los que promovieron el asesinato de su padre, sino también contra todos aquellos musulmanes que se desviaran de la práctica del verdadero Islam.

Obras:

El Gobierno islámico, Tahrir-ol-vasyleh, Cuarenta Hadices, Adab as Salat

Influencias:Mulla Sadra, Abdolkarim Haerí Yazdí, Seyyed Hasán Modarrés, Mohammad Alí Shahabadí

Influenció a:Mohammad Beheshtí, Hosein Alí Montazerí, Morteza Motahharí, Seyyed Alí Jameneí, Akbar Hashemí Rafsanyaní, Fazel Lankaraní
Después de la I Guerra Mundial, su familia consiguió que estudiara en un seminario islámico en Isfahán, pero Jomeini se trasladó a Arak (1920) y comenzó sus estudios bajo la dirección del ayatolá Abdul Karim Haeri Yazdi. Al año siguiente, el ayatolá Haeri Yazdi transfirió el seminario islámico a la ciudad santa de Qom, al sudoeste de Teherán, e invitó a sus alumnos a seguirle. Jomeini aceptó la invitación y se trasladó a la escuela Dar al-Shafa, en Qom. Entre los estudios de Jomeini incluyeron la Sharia (ley islámica) y el Fiqh (jurisprudencia). Jomeini también adquirió interés por la poesía y la Filosofía Irfan. Así que al llegar a Qom, Jomeini siguió la orientación de Mirza Alí Akbar Yazdí, un estudioso de Filosofía y mística. Yazdi murió en 1924, pero Jomeini seguió con su estudio de Filosofía con otros dos profesores: Javad Aqa Maleki Tabrizi y Rafi'i Qazvini.

Sin embargo, la mayor influencia de Jomeini fue otro maestro: Mirza Muhammad Alí Shahabadí, además de una gran variedad de históricos místicos sufíes, entre quienes se incluyen Mulla Sadra y Ibn Arabi.

Profesor y estudioso

Política

Jomeini fue nombrado ayatolá en los años 50. En 1964 se exilió por sus críticas al gobierno del sha Mohammad Reza Pahlavi. Estuvo en Irak hasta que se vio obligado a abandonar el país en 1978, estableciéndose en Neaufle-le-Château en Francia.

Aspectos políticos

Jomeini volvió a Irán el 11 de febrero de 1979, cuando la revolución ya se había consumado, estableció la República Islámica con un presidente electo cada 4 años, reservándose para si la jefatura de estado con la denominación de Líder Supremo de Irán.

El gobierno de Jomeini interrumpió la occidentalización llevada a cabo por el sha, y la ley islámica fue instaurada.

En noviembre de 1979 algunos seguidores de Jomeini asaltaron la embajada de Estados Unidos en Teherán como protesta ante el intervencionismo estadounidense. La permisividad de Jomeini ante estos hechos provocó la denominada crisis de los rehenes, que duraría 444 días.

La nueva Constitución de la República Islámica de Irán, aprobada en diciembre de 1979, le convirtió en el supremo líder político y religioso de forma vitalicia. El gobierno iraní, bajo su dirección, apoyó activamente la actuación de grupos terroristas y la propagación de las creencias radicales fundamentalistas islámicas.

El 4 de febrero de 1980 Jomeini aceptó la elección de Abolhassan Banisadr como primer presidente de Irán.

Con el pretexto de una disputa territorial fronteriza entre Irak e Irán, en 1980 Sadam Hussein inició una guerra que duraría 8 años: la Guerra Irán-Irak. Jomeini acordaría contra su voluntad el alto al fuego final el 20 de agosto de 1988. A pesar del costo económico y humano de su gobierno, Jomeini disfrutó de un considerable apoyo popular dentro de Irán, aunque aparecieron signos de que su política más extrema no sobreviviría a su muerte, que se convirtió en un auténtico duelo nacional, y en la actualidad, su tumba es centro de peregrinaciones y culto multitudinarios.

Literatura y poesía

Aparte de la Filosofía, Jomeini también estaba interesado en la Literatura y la poesía. Su colección de poesía se publicó después de su muerte. Desde su adolescencia, Jomeini escribía poesía mística, política y social.

Su obras se publicaron en tres colecciones: El Confidente, El Decante de Amor y Diván.


Una faceta desconocida del líder de la revolución islámica en Irán. Aparte de la filosofía, Jomeini también estaba interesado en la literatura y la poesía. Su colección de poesía se publicó después de su muerte. Desde su adolescencia, Jomeini escribía poesía mística, política y social.




LOS BORRACHOS ATADOS 

En los círculos místicos no hallé
La alegría que buscaba;
En los monasterios no se oía
La música compuesta por el amor.

En la escuela no hallé para leer
Ningún libro que fuera del amigo;
En el minarete era difícil encontrar
La voz suya para atender.

En el amor de los libros no pude ver
Esa cara de belleza velada;
En las Escrituras no pude obtener
Las trazas del destino

En casa de ídolos toda mi vida
Pasó totalmente en vano;
En las reuniones de rivales no vi
Ni remedio ni dolor.

El anillo del amante ahora debo unir
Esperando hallar solaz
En el jardín de rosas del amado,
Una brisa agradable.

"Nosotros" y "yo" ambos son de la razón,
Usados como cuerdas para atar
En masa a los que están borrachos.
Ni "yo" ni "nosotros" puede hallarse.





ÉXTASIS DEL AMANTE 

¡Oh, no es un corazón
El que no ama tu bella faz!
¡Oh, no es sabio
El que no anhela ese lunar tuyo!

¡Oh, para el amante de corazón extasiado!,
Éxtasis es todo lo que hay en tu vino.
Para mí, aparte de este éxtasis,
¿qué más puede ofrecer la vida?

¿Quién me arrojó a este desierto?
Fue tu amor, ¡oh amigo!
¿Qué acto puede ahora rescatarme?
No se ve el fin de este desierto.

Si eres un amante de corazón extasiado,
Ponte pronto a un lado,
Para que entre tú y él no haya más
Que la pared de tu orgullo.

Si eres un viajero del camino del amante,
Quita la alfombra de rezar, abrígate.
No hay allí otro guía que el amor.
Remójate entonces en el amor.

Si eres un verdadero amante, entonces
No seas místico piadoso,
Ya que no puede entrar al círculo del amante
Sino sólo el grupo del amante.

Quisiera jugar con su cabello ensortijado,
¿Qué hay de malo en eso?, ¿qué es vil?
Un toque de locura y un golpe salvaje,
¿Qué más puede volver loco al amante?

Toma mi brazo y libera
Mi alma de esta túnica,
Ya que ésta no es sino sólo
El refugio del ignorante.

Conocimiento, misticismo, déjalos,
Ellos no conducen a la taberna;
Como el lugar donde residen los amantes
La falsedad no puede encontrar esposo.






EL REBAÑO DE LOS BORRACHOS 

¡Oh!, el día
En que yo sea el polvo de su camino,
Que dé mi vida por él,
Que permanezca como su verdadero amante.

¡Oh!, el día
Que una copa que agita el alma
Yo reciba de su mano gentil,
Y, olvidando ambos mundos,

Sea encadenado al rizo de su cabello.
¡Oh!, el día
Que mi cabeza esté a sus pies
Besando hasta que termine la vida,

Y yo esté hasta el Día del Juicio
Embriagado por su copa.
¡Oh!, el día
Que yo arda como amante

Siempre por él y contemple
Su dulce rostro,
Con mi mirada nublada de embriaguez.
¡Oh!, el día

Que yo esté completamente borracho
En el rebaño de los borrachos
Y llegue a conocer todos
Sus secretos no contados.

¡Oh!, el día
Que yo tenga al pie de la cama
La felicidad de José,
Y si no, como Jacob,

Esté enamorado de su perfume.





MIRADA DE AMOR

¡Oh mi amor!, mi mundo empieza
Y termina a tu puerta.
Si paso mi vida aquí,
No necesito nada más.

En taberna, mezquita, monasterio
Y el suelo del templo de ídolos,
Me postro esperando que
Tú me bendigas y adores.

El seminario no pudo hallar cura
Para mis problemas, ni el santo.
¡Oh!, sácame de esta confusión
Con tu mirada, o me desmayo.

¡Oh!, lleno de ego estaba el místico
Hasta donde pude ver.
¡Oh!, déjame tener tu vista
Para que mi corazón esté claro.

He expulsado de mí el amor
Así que ahora existo.
¡Oh!, dirige a mí tu dulce mirada,
A esta insignificancia.

Me!! aman hombre de placer,
Y me llaman simplemente amante.
¡Oh!, mi corazón rebosante de alegría
Seguro que nunca tuvo esta cubierta.

Vida de ermitaño he escogido
Por ese amado velado,
Para que con su amorosa mirada
Esta gota suene como un mar.







DULCE FINAL 

Con vino, ¡oh mi amor!,
Llena esta copa mía;
Que mi honor no crezca,
Que mi nombre no brille.

Ese escanciar en la copa
Que me abruma,
Que purifica el alma
De artificio para ti.

Ese fino vino de alegría
Que libera el alma,
Que hace correr el esplendor
Que hace huir a la gloria.

Ese vino sin respeto
Que beben todos los que no tienen gracia,
En qué sumisión se ahogan,
En qué humillación se hunden.

En el santuario de las mejillas rosadas,
En la taberna ven y mira
Desde toda abertura que entro
Las hadas me dan la bienvenida.

Ahora quizás deba irme
Al grupo de los amigos borrachos
Con el vino que limpia la mente
De ideas bajas.

¡Oh tú!, aire rarificado
Da un saludo a mi deseo
Cuando pases el río del otro mundo
A ese valle de dulzor.

En una copa crucé
El camino tortuoso de esta vida.
Decidle al prior del monasterio,
Qué dulce fue mi final.



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Webislam







JUAN CARLOS CABRERA PONS [13.181]

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JUAN CARLOS CABRERA PONS

San Cristóbal de Las Casas, México   1986.
Juan Carlos Cabrera Pons nació en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el 22 de noviembre de 1986. Actualmente estudia la licenciatura en Literatura y Ciencias del Lenguaje en la Universidad del Claustro de Sor Juana, en la Ciudad de México, donde radica desde hace algunos años.
Ha asistido a diversos talleres de creación literaria y realizado lecturas de su obra en varios lugares del país. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía "Mérida" 2008 por su poemario Cuatro piezas danesas.



Ángel en picada
(fragmentos)

I

La primera luz y la última
son y siempre han sido la misma luz.
Un golpe luminoso contra el pecho. Un golpe.
Al principio fue la herida y sólo entonces
—solamente entonces— la creación
y como consecuencia la caída. Insisto.
Somos y siempre hemos sido la misma luz:
el instante preciso anterior
al contacto contra el suelo.


II

El primer ángel cayó de las alturas
cayó desde una nube dorada. Acarició
su grito la penumbra
hirió de grietas
la oscuridad. Dijo:
“Hay una espina
en la tierra. Hay una espina que hiere
—dijo— y en su punta hay un jardín.”




La gaviota
(Rådhuspladsen)

Como una cabra alada la gaviota desentierra Copenhague
hunde el cuello entre sus brazos de ceniza
se relíe
y todo si no es blanco lo devora.
¿La has visto al amanecer?
¿mareada? ¿la gaviota?
¿mareada desde el alba
en su labor insólita de oleaje?
la corteza del pan no la perdona
y las manchas soñolientas de tu rostro
bajo sus viejas alas blancas las esconde.
Mareada dando vueltas como ciega
—más que ciega la gaviota
todo lo que no es blanco lo devora
y todo si no es blanco contradice.

Y Copenhague
la blanca
la blanca blanquísima Copenhague
el colmo de la nieve
desde una interior fuente se descubre
rompiendo los cimientos del planeta
elevándose en el aire
jalada en las alturas por gaviotas.
Desnuda se relíe
bosteza y se levanta.
El sol de molestarla se enrojece
y toda blanca de boda es Copenhague.

Entonces lo sabíamos
no se puede extrañar en Copenhague
no
ni morirse
que la ausencia que se cae como una roca
sobre sus viejas torres blancas se estremece
y el tiempo que se baila en tus arrugas lo devora
y todo si no es suyo contradice
y no
no se puede morir.
—¿La has visto? ¿la muerte?
¿desnuda como un muerto
en su labor insólita de río?
Es una encrucijada como ausente
y no
no se puede morir.

Toda blanca de boda es Copenhague
y todos expectantes blanquecinos
no despiertan al discurso pajaresco de la muerte
ni a las plumas de aquel pájaro inefable.






Johanna

Recordar cuando sólo me mirabas
antes
         aún antes de tu ombligo.

Enramada entre tus dedos
con tus manos tan temblando de temblores
y tus ojos tan temiendo de temor
mucho antes del contacto con tu ombligo
cuando sólo me llamabas
con tu voz incomprensible acariciando
mi nombre impronunciable
aún antes del primer contacto
recordarlo todo
desde el instante de mis manos en tu ombligo
hasta volverte a preguntar si ya eras mía
hasta el último temblor de ti
          es tan sólo un recuerdo
girasol.

                  Y recordar cuando sólo
me mirabas
es tan sólo un recuerdo.





Ida junto al fuego*

Ida es lo primero que recuerdo.

Debió ser antes el fuego
pero aquella noche juraba
que Ida fue primera en la creación.
Ida juraba lo contrario
con la botella verde entre los labios
recostada sobre la tierra
junto al fuego.

También recuerdo que hacía frío
y nunca supimos quién encendió la fogata
quién las demás fogatas
quién el primer fuego.
Yo cerraba los ojos por el humo
tocía de tanto en tanto
y me parecía que Ida
era producto de la ceguera.

Alrededor del fuego
un círculo de bultos hechos de pura sombra
–con o sin cigarro
con o sin frío
pero con botellas verdes
y definitivamente sin Ida–
no se percataban de la noche.
Esto hacía más difícil la soledad.
La soledad que era el mejor atributo de mí mismo.

"¿No la has visto –preguntó el de la guitarra
tomándome del brazo– ¿a Ida? ¿no la conoces?"
Tenía un aliento como de cremación
y sus ojos como cremados "¿no la conoces?".
Debía estar ciego de alcohol y de humo
un tanto más que nosotros "¿la has visto?".
"Se ha ido –le dijo Ida
rascándose la nuca– es ida con la noche
es ida por el fuego
se ha ido". Su cabello era por cierto
reflejo de la llama. ¿La has visto?

Él no me soltaba
sus ojos no me soltaban
lloraban por la noche lloraban
por el fuego lloraban
wish you were here 
de kan ikke slå os ihjel
¿es que nadie la ha visto?
Ida reía de su propia broma
y su garganta era la noche hecha caverna
mientras hurgaba mi cabello con su mano
y acercaba la botella hasta sus labios con la otra.
"Yo no lo sé –le dije– amigo
–a pesar de todo amigo–
pero me han dicho que a Ida sólo la encuentran
los que buscan la ceguera".

De todas formas él estaba ebrio
de noche humo y alcohol
y ve a saber qué pastillas.
De todas formas hacía frío.
Ida continuaba sobre el suelo
con sus ojos clavados en la llama
charlando de no sé qué canciones viejas
mientras yo cerraba los ojos por el humo
y por creer que todo aquello
era producto de la ceguera.

El de la guitarra parecía odiar
su garganta o su guitarra.
A ratos todavía nos miraba como buscándonos
como si nos hubiera buscado toda su vida
y yo a ratos me tomaba en serio
aquello de ignorarlo ciegamente.
De todas formas el aire estaba ebrio
y parecía invitarnos a seguirlo.
De todas formas estábamos perdidos
de todas formas.

A todo esto y alrededor del fuego
un círculo de bultos hechos de pura sombra
no se percataban de Ida
primogénita de la llama.
El mundo continuaba atravesando el fuego
convirtiéndose en humo
y se alejaba hacia la noche.

. . . . . . . . . . . . . . . .
*Nota: Poema incluido en el poemario Cuatro piezas danesas, ganador del Premio de Poesía "Mérida" 2008, otorgado por el Ayuntamiento de Mérida.






Muerte patas arriba

para Lea

1. Muerte patas arriba

Desde el revés de tu caída caigo
luciernagueo.
Luciernagueante revés de tu caída voy cayendo
voy cayendo hasta el abismo de tu sexo.
Mi situación es la caída y te lo imploro
no me sueltes porque caigo
porque caigo y ya no paro
y ya no paro.
Luciernagueo.



2. La mariposa negra gigante

Nació en la noche de mi ventana
y dio a posarse en un rincón del techo.
Yo era niño y le temía. Dije:
"Sobre una mariposa y otra
me has doblado las alas por la espalda.
Durmiendo estrepitoso entre alas negras
te he hecho el amor
me has volteado las alas."



3. Miles de mariposas blancas

Desde el letargo de tu vuelo caigo
luciernagueo. Pajareo lápices al vuelo
caigo.
De pronto caigo resolviéndome de mares
y de males
por cada agujero de tu cuerpo
y cada agujero brilla blanco
y parpadea.
Parpadeo.




Dice "burbuja"

Hermosa muerte la tuya
cosa incierta.
Venir a morir acaso a un mundo incierto
venir a morir y sólo
llegar acaso
y sólo llegar de frente hasta mis ojos
y casi al contacto tuyo
cuando en mi piel te bañas pluma enfermiza
sin tiempo de darte nombre
te me revientas.

Hermosa muerte la tuya
como diciendo "no te me mueras".





Rosa de los vientos

Mi rosa de los vientos se ha perdido
o la he perdido yo qué más me da
dejose y me ha dejado la marchita
¡Marchita!
Interrumpida rosa
dejose y me ha dejado interrumpido
sin norte desterrado testaruda
y marchito
la testaruda
que se ha perdido en mí como en la guerra
y se ha perdido en tal como ella sola
marchita rosa interrumpida de los vientos
que se ha perdido en mí que más me da
y no se encuentra ya la testaruda
que se ha perdido.





No sé qué de las aves

Algo de ave hay en su presencia
y en el disfraz impredecible de plumaje
que cubre el baile sigiloso de su recuerdo.
Algo silencioso en la distancia
parecido al vuelo
–imperceptible aunque presente–
ocurre en la amarga desnudez de su lejanía.
Y yo estoy como para morir cantando
eso de  que «yo soy Ícaro
y vuelvo de la muerte más profunda.
Que yo soy el eterno volador
y vuelvo porque amo la caída.
Vuelvo a ti para caer de nuevo
(y caería otras tantas veces
aunque el precio fueran las alturas)
porque la caída es mi plumaje».

El mundo un sueño me parece
como de estar volando. Un vuelo
–me parece– como de estar cayendo.
Un sueño como estar volando y cantar:
«Mísero yo y por siempre maldito
si de sus plumas no digo mi almohada
y de su ausencia no canto la sed.
Mísero yo y por siempre
por siempre desterrado de mí mismo
si de su vuelo no caigo desnudo
para cantar del mundo sus despojos.
Que estoy como para cantar llorando
que yo soy Ícaro el de las caídas
y mísero de mí si no me caigo
y de sus plumas no invento la muerte».






Plegaria del colibrí

para Lea

Porque espero devorarme de tus alas la impaciencia
y esclarecer de pronto
de aguaclara
la espuma lenta de tu pronto roce
porque espero
ojalá me lloviera de repente.
Y me lloviera lenta lluvia y cada gota
–pues cada gota entre las plumas inconstantes
de tu aleteo impaciente
es un instante o como instante
del imposible esclarecer de tu inconstancia.

Y aunque nada de esto es necesario
y todo instante es mentiroso
como cada gota entre los párpados renace
y cada pluma en realizarse parpadea
y no hay más ya nada sin caída
espero.

Porque no hay desnudez si no está el agua de por medio
y porque muero de arrancarte cada pluma
y cada una de tus plumas impacienta
y porque la impaciencia es una gota en la caída
y he de caer en la inconstancia de tu vuelo
y porque espero devorarme de tus plumas
y esclarecerte lo más pronto
y la continuidad de tu aleteo me impacienta
porque me va de arriba abajo
de sí que no
y porque en cada gota el mundo se detiene
y mi impaciencia se deleita de tus alas
de tus alas impacientes
–en pleno vuelo mía
en pleno vuelo espero–
espero
y ojalá me lloviera de repente.





De porqué las aves no usan sombrillas

No eras tú de plumas ni sequías
ni quién para escaparte.
Cansada de sillones y de nubes
de esperas
y de salas de espera
mirabas por la ventana
como soñando vuelos o caídas
haciendo el gesto de los muertos en la historia.

Y sin embargo
no cae la lluvia aquí para evadirte
ni cantan para ti los sapos
su canto sacro y perezoso
ni te esperaba el viejo
con su reflejo gris sobre la acera
y el dobladillo en trozos
los niños cazadores de resfriados
ni se hicieron para ti los puentes
o los pasos peatonales
ni te esperaba –en fin– el ave
bañándose en instante de caída
ni tú podías saberlo.
Ni creo que lo supieras:
los pájaros detestan las sombrillas.

Por mi parte fui testigo incerciorable
del acto más liberador:
súbitamente tú
girando la perilla de una puerta que era polvo
trazaste el gesto de un instante de caída suspendido
y abriste la sombrilla
por hacer un vuelo del abrirla.
Alada así
goteaste lento por las calles.









FAUSTO CARÁMBURA [13.182]

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Fausto Carámbura 

(Comitán de Domínguez, Chiapas, México; 1985). Editor y promotor cultural. Cursó la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana, en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). Ha colaborado en publicaciones literarias como Círculo de poesía, así como la revista Malinche, del proyecto Casa de las Américas (Alicante, España). Es director de Vozquemadura, revista electrónica de poesía alternativa; editor de la Agencia Cultural de Chiapas, de la revista impresa y digital UNIversa y coeditor de Producciones editoriales Jex. Fue director del suplemento cultural Rayuela, editado por el periódico Péndulo de Chiapas.



Quiero decir aquí 

I

digo: "ella se va" y el vacío aguarda al animal en la penumbra; quizá una tímida embriaguez recuerde el sonido del mar, su vago fondo que mi infierno no pudo despojar en el último de sus territorios. digo: "ella se va" y sus piernas apenas lograron ser cálidas y complacientes: creció de su sangre otra muerte, esa ráfaga de penumbras que perforaron mi cuerpo.


III

es tan sólo el final; la inevitable pérdida de la ciudad y sus muros. hallarás mi cautiverio, una manera de cruzar sigilosamente el vacío: innombrable fantasma cercenando los huesos.


V

mujer: conozco tu rumor, tu áspera manera con la que apareces clavándote un cuchillo. ¿es posible hallar una salida, un silbido de la sombra transcurriendo por tu rostro? —la luz se resiste de cruzar silenciosamente al vacío— yo no quise en tu corazón sentirme inútil (y la luz aún sin música ni sombra), yo no quise los nombres de las calles, sí quizás tu desnudez urgente para siempre.




quiero decir aquí

I

aquí
mi mano se abre
a través de nosotros.
aquí, quiero decir:
volví hace un año
a cercenar la cicatriz


II

aquí
al final de
la orquesta
el abundante
espuma de mar
llega con ojos
oscuros
y
en exhibición.


III

aquí
un hombre atrapado
entre cristales habla:
¿de quién esta sombra
contra mí reflejo?







IX

Acaso sueño necio
        madrugada y pesadumbre en la almohada
miedo húmedo bajo la sábana transcurriendo como horas en cero y acaso doce
             Es devenir esto del tiempo
             no hay tragedia entonces
por el agudo de la sangre........vacío de su estela
acaso pesadilla y después tu nombre
Mañana 
Llanto de piel quemada                    Huella palpitante





El tiempo nos persigue y nos des/hace (fragmentos)



           el tiempo nos persigue y nos deshace
mientras vuelvo el rostro a cualquier hora solitaria
desprendiendo la sílaba de mi reflejo desplomado
           duele la antigua herida
como duele el tiempo entre los ojos que lo piensan
imagen cubierta de símbolos
           anegando el camino pausado
de los otros que esperan la hora
sin todavía acabar de morir
en la sombra tardía de la aurora
levantando luz a quemarropa







        todos sin remedio estamos cayendo con el día
sin embargo no hay caída si las piedras alcanzan a perder su forma
aquí en la tierra
y los pájaros enlazan sus raíces al sonoro cruce del tiempo con los siglos
        el mundo cae hueco ya sin sangre
pero las mismas piedras son del río
o del camino en bandadas de aves migratorias
o del pulso del hombre asiendo su destino

        ¿hoy acaso morimos si somos como fruto aún verde,
   sin rostro, ni forma, ni nombre?
caídos sin caer en un rostro de tiempo apagado
desde el fondo sin fin
al borde del instante
regresando a la tumba de tierra escrita por el viento
         somos tan sólo caligrafía húmeda
en un reflejo suspendido






            mejor para morir como caligrafía escrita en las paredes
débil su historia rodeando los trazos invisibles
a nuestros ojos cerrados sin encontrar la orilla




GABRIEL CRUZ MAYORGA [13.183]

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Gabriel Cruz Mayorga

San Cristóbal De Las Casas, Chiapas, México  1972. Participó en el taller “Toda Luz debe morir” de Saúl Ibargoyen, en 1995. Egresado de la Generación XVI de la Sogem, D.F. Ha escrito De La Luz (Historias de entreten y miento, Coahuila, 1996), En el corazón del hombre ( Producciones editoriales Jech, S.C.L.C, Chiapas, 2003) y De espejos rotos y otros ruidos (colección La última piedra, Revista Tabique, Cuernavaca, Morelos, 2004). Pasante de la Licenciatura en Lingüística por la Enah, fundador de la revista Incuicatl, sobre lingüística y literatura. Actualmente reside en la ciudad de San Cristóbal, Chiapas.




Si el día ha terminado

Si el día ha terminado
si las aves vuelan hacia ningún aire
si duermen los árboles en su semilla
oscurecidos por su sombra

Si el día ha terminado
si apagas tu corazón y tienen otra fuente
tus sueños otro sonido
si ya amaste y dejas un fuego en un abrazo

Si hojeaste el diario
como si el mundo estuviera siempre en vilo
entre luces y penumbras

entonces puedes apagar la luz
como si apagaras una sombra
que ha crecido contigo todo el día





PREGUNTAS

                Al pueblo palestino, enero de 2009,
a 22 días de la invasión israelí a Palestina

Quién es el otro
                 a quién asesinan
qué rostros de angustia

cuáles son sus últimas palabras
          no escuchadas
lanzadas a un desierto

cuáles sus últimas ideas
        de dónde viene
la irrupción del fuego
en la ceniza cotidiana de la cocina
de los pies descalzos

dónde se fractura la mirada
             suspendida
por un horizonte clausurado

en los diarios y en la tele
atrás del infierno
de las voces anónimas
aparecen los ministros

firman tratados de paz
se dan la mano
negocian las fronteras
los ríos

atrás la muerte y su boca oscura
atrás la gente y su historia interrumpida
dislocado su hombro
por cargar sus muertos

quién es el otro
que desde adentro nos mira
quién nos traspasa su miedo
a través del sueño

quién enmudece





De la serie de poemas de Cartas no enviadas 



CARTA

amor
dónde estás
porqué dejaste
tus ojos
en la mitad de mí

ahora no sé
qué veo
cuando veo
amor
sino un cuerpo
que te busca
o unas palabras
que te hablan
en silencio

o una pared
donde me ausento
porque regreso
de la calle
y tengo la sensación
de que una mitad mía
no regresa conmigo

y es que he salido a buscarte
como un loco y un extraño

me he sentado a comer
al lado de la gente
y sin hablar
con un dolor común
cocidos con la misma aguja
en la misma mirada ausente

y es que los domingos
uno está más solo

en un plato se asoma el rostro
y el cielo es más limpio
pero nadie habita la tierra

a estas horas
en los domingos
nuestros pasos resuenan
en otro lado

son domingos
con los pies
metidos
en los zapatos
de los lunes

como verás amor
esto no es un poema
sino una carta
escrita
en las paredes
de la sangre
     




Carta al sur

                                 A Juan Gelman

Me la paso haciendo poemas que no escribo:
es extraño hablar
¿Hablo porque existo o porque quiero existir?,
¿Por qué la lengua se enrolla
hasta el silencio?

amor, te estoy buscando siempre
en el rostro que no tienes

¿Por qué no tendremos patria también
a qué memoria evocamos
cuando el país lo vemos ya sin nombre?

también por eso hablo:
se atraviesan puentes de aquí allá
con el mismo deseo intacto

¿A qué crimen vamos asistir hoy
y a taparnos los ojos?

¿Por qué todo lo queremos nombrar?

me la paso haciendo cartas que no voy a enviar
pues cuando escribo es para extrañarme
o de alguna manera espantar la ausencia:
soledad

¿Alguna vez estuviste en el sur?

hay niños allá que nadie nombra
mujeres erguidas con un árbol en la mano
hombres que caminan mostrando su espalda

yo tengo un hueco en la voz cuando estoy hablando del sur

me la paso atravesando ausencias
que no voy a nombrar

otra vez amor te has ido
sólo una canción dejas
en la memoria que va inventarla

en mi mano tengo un rostro
y la mano de una sombra
escribiendo por mí







YAMIL DORA [13.184]

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Yamil Dora

Poeta nacido un 2 de marzo de 1971 en la ciudad de Casilda; Provincia de Santa Fe, Argentina. Estudió lengua y literatura en el Profesorado Manuel Leiva de Casilda y filosofía en la Universidad Nacional de Rosario. Desde hace 20 años divide su tiempo entre la actividad literaria y la gastronómica, actualmente es dueño de un restaurante en Casilda, ciudad en la que reside. Poemas suyos ha sido publicados en revistas literarias de España, Argentina, México y Puerto Rico. Creador y coordinador del ciclo de poesía “historias de poetas argentinos”, por el que pasaron poetas como Rodolfo Alonso, Beatriz Vignoli y Leopoldo “Teuco” Castilla. Ha publicado el ángel solo (edición de autor, 2005); los barcos olvidados (Ciudad Gótica, 2007); Poemas de Casilda para chicos de todos lados (Municipalidad de Casilda, 2007), Una plaza un niño y un poeta (Plan Nacional de Lectura,  2009). “como playa que se puebla” (ciudad gótica, 2009) y “un mar que existe” (ciudad gótica, 2013).




Voces Familiares 1


Del libro Los Barcos Olvidados, capítulo "Voces familiares":

a veces pienso en mi abuela
que me encanta
cuando dice cosas
como que una rubia y una morocha
me andan buscando
yo le pregunto por dónde
y me dice que no lea tanto libro
que viaje por las nubes un poco más alto como el abuelo Luis que andaba por los techos enamorando pendejas la rubia va a venir en tren pero te vas a quedar con la morocha que tiene los ojos dulces aunque te haga llorar a veces vos siempre decile cosas lindas como tu abuelo que me hablaba del mar y hacía que la mama se me vaya de la cabeza todas las palomas venían a escucharlo hablar del mar tu abuelo sabía magia sacaba jazmines por todos lados avivate nene la morocha está esperando que vayas a hablarle del mar.





Voces familiares 2


A mi hija

Su ternura detiene el día
Lo aleja de pensar
Su risa resuelve mi costado con luces de mañana con besos pequeños  con manos pequeñas, Con tu cuchillo sin filo todavía.






Voces familiares 3

¿Señor que está mirando allá arriba?
¿Cómo?
Hace rato lo estoy viendo y para donde usted mira no hay nada.
Cómo no hay nada? En estos momentos estoy viendo un hombre y una mujer iluminados por los besos.
¿Y eso dónde está?
Mire bien.
Miro bien, pero no veo nada.
Buscá con tus ojos cerrados.
Si cierro los ojos veo menos todavía.
Tratá de mirar con tu pecho.
¿Qué usted mira con su pecho?
Por supuesto.
¿Y cómo hace?
Es que soy poeta.
¿Y qué es ser poeta?
Escribir poesías.
¿Y qué son las poesías?
¿Nunca soñás mientras dormís?
A veces.
Bueno.., yo escribo mientras sueño.
¿Y cómo hace para escribir dormido?
Es que no estoy dormido. Me hago el dormido para que vengan los sueños, y cuando llegan los escribo despacito para no espantarlos. Eso que queda escrito es la poesía.
¿Y cómo hace para ver lo que escribe y ver los sueños al mismo tiempo?
Con los ojos veo lo que escribo y a los sueños los veo con el pecho.
¿Yo podré mirar con el pecho?
Claro que sí.
Acaso no ves tus sueños mientras dormís y tenés los ojos cerrados.
¿Tiene razón, entonces yo también puedo ser poeta?
Así es, todos podemos ser poetas, sólo es cuestión de poder soñar despierto.










CARLOS ENRIQUE CARTOLANO [13.185]

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Carlos Enrique Cartolano 

(Punta Alta, Argentina  1947) Reconoce maestros en Joaquín Giannuzzi, Félix –Grillo- Della Paolera, Carlos Alberto Débole y en algunos que continúan presentes en tantos poetas. Publicó Los cantos van al canto (poesía, 1969); Poesía varia (poesía en colaboración, 1982); La resurrección de Neruda (poesía, 1997); Cuerdas (poesía, 2011); El piquete y otros poemas (poesía, 2011); Avisos y señales (poesía, 2011); Poemas del amor que vence a la muerte (poesía, 2011); Tierra regada –La independencia mal tenida- (ensayo, 2011); A ojo y de oídas (poesía, 2013); Satori –alumbramientos- (breviario, 2013). Mantiene pendientes la publicación de Completar la mirada –cuentos incómodos- (narrativa breve) y de Cuento hasta cinco (poesía de 2012). Son parte de múltiples textos inéditos. Integró numerosas antologías y participó de publicaciones colectivas impresas y virtuales, americanas y europeas. Fundó y dirigió las revistas Gente Joven, El Candil y Taller de Letras. Junto al poeta Jorge Castillo gestó y condujo recitales poéticos en tiempos agónicos (Taller de Letras en La Poesía, de Buenos Aires). Reprodujo estos recitales durante 2013 y 2014 en Mar del Plata, donde vive desde 2010. Con la poeta y docente marplatense Marcela Predieri fundó y conduce FIP Festival Internacional Poesía del Atlántico, adscripto al MPM (WPM) Movimiento Poético Mundial. Coordina talleres literarios en Mar del Plata y Miramar. Mantiene los sellos editoriales Taller de Letras y Lágrimas de Circe.




12.

extiendo la duermevela sábanas tibieza
después endurece la capa
                            samsa contra el mundo.

monoambiente de viaje: desde allí
verte con mis ojos es verme
en tus ojos.

Monoambiente, 2014






27.

ciego a tanto por tu mano ausente
seré el tiesto donde desagua
tu mirada pluvial                no me muevas

copiaré este cristalino musgo no sierpe
de mi pecho.

Monoambiente, 2014






32.

no sé si siddharta gautama se sentó
alguna vez al escritorio
                            cruzando piernas
y extendiendo el manto

pero estoy como él mirando la línea
del horizonte
una miríada de puntos luminosos
                            sobre mi pantalla.

Monoambiente, 2014






46.

quién necesita conocerle la cara al poeta
con la palabra en el espejo

alguien acaso habrá de preguntarle cómo
se cierne el lado oscuro del poema

o si libera al fin y al cabo
después de tanta vida.

Monoambiente, 2014





78.

nazco en días hembra o días macho
algunos son hijos porque tironean
guachos de poesía

         y todos huérfanos de tiempo
herederos
vírgenes
amantes
jamás traicionan.

Monoambiente, 2014






tremor

Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura,
y yo te siento temblar sobre mí como una luna en el agua.
Julio Cortázar, Rayuela 7


¿cómo no escribir cómo no postergar por describir
al ángel de cuclillas sobre mi mansarda? esa mirada
lejía del alma que rompe hervor desde el tuétano
hasta las uñas funde soledad con pelusas de la piel
¿cómo no postergar todo y ofrecerle este sábado?

a la hierba nueva de mi mejor lado a quien bautiza
poemas entre borbotones de la sangre a quien ama
esta boca apenas temblorosa a la que julio pensó
tendida sobre el agua ganando el diáfano en horas
de pasión ¿cómo no postergar cuando ella convoca?

Versión para Rigor de exilio, 2014






caronte

… Ahí yace Caronte, que gobierna la lúgubre costa
(…)
Sus ojos son como hornos huecos en el fuego …
Virgilio, Eneida. Según la traducción de John Dryden


sólo se apaga la pasión durante el cruce
diluida en aguas de aqueronte
ese río que puede nombrarse estigia
la corriente que el barquero atraviesa
cada noche dicen que eligiendo
sólo a quienes pagan.

acaso la pasión termine en un óbolo
echando monedas para la boca
del muerto acaso se someta la lengua
al cerrojo de la muerte extravíe
las llaves a manos de caronte el mudo
que extrema destinos con el remo.

habrá que reunir riquezas dicen
o pasarse de largo de la muerte sumar
cuerpo a la pasión combustible a la mirada
olvidar esa ribera confundir barqueros
echarle suertes al vino coronar la reina
mantener alta la llama y sin carontes.

La lengua es un pestillo, 2013





palabras

bandera
reflejo
broche
escápula
fuerte
hollín
vermes
óxido y fulgor
grana la viola
baden baden
tramonta
fuellean los colondros

palabras al sol parido ardor oceánico
él levanta castillos
la mente cautiva posesiones
reinos de sal evanescente alcohol
escaparate con pardo y florescencias

es la imagen del receptor cultura
de la prisión íntimo puñal de la conjetura
borgiana

también yo lo empuño al levantarme
y compruebo nada llevo
debajo resta arena
sin desove
mi trabajo satura con descanso
el poema de ayer horada
a pura chispa
mientras echa brote azul
otro
el porvenir

Por lo más delgado (2013)






Vacíos

Estoy vacío sentado al fondo del barril vacío como yo
Todo abandoné pendiente en manos de días por venir:
Sé que en esas horas se vaciarán los diccionarios todas
Las palabras se pondrán boca arriba sobre el escritorio
Repetirán sus nombres vaciarán contenido y hojarasca.

Allí abajo hay fiesta algunos vacían la noche de silencio
Prefieren las camas tumultuosas arroyos de burbujas
Gritan porque van vacíos bailan pero vacíos desconocen
Los nombres de la tierra y del aire y del agua. Ellos son
Viajeros de la nada. Vienen vaciándonos días por venir.

De Plumas y susurros, 2012








Memorias

Aquí estamos, mirándonos perplejos…
Marta Oliveri –Memoria para Ana Franck-


Fotos dedicadas con pluma la tinta azul destiñe en ángulos
Abriendo surcos de plata y silencio. También miradas alzan
Los espejos del tiempo: esas que languidecen cuando nadie
Quiere atarlas o bien añejan los nudos hilados por un amor
De apropiadores. Imágenes son que suman negro sepia río

Al estuario familiar retratos de época dicen los memoriosos
Esos no escriben: a punto están de perderse álbumes a flote
Islas del recuerdo deidades del atlántico o del mediterráneo.
Pero nuestras miradas sobreviven son recuerdo y trazo diario
Se sostienen son corriente continua rito ancla: lazo de amor. 

De Plumas y susurros, 2012






Quintetos digitales


Perfil

Esta imagen: esa tu cara
Quién sabe cómo es fuera de mí
Cómo pueden verla cientos y miles
De visitantes. Tu perfil es aire
Que respiro y me penetra las manos.


Colada

Por eso digo que no te parecés
A vos cuando estás aquí contenida
Cuando te vemos yo mi conveniencia
La propia espera: el plato en que gotean
Unas pocas palabras.


Carencia

Competimos por alcanzar las tierras altas
Peleamos todos contra todos
Por la rostra: una idea central un espíritu
Que habitara todo y todos. Y qué nos queda
Con Dios pendiente y sin amor.


Mundo digital

Es digital basta tocar: un solo clic
Y podré estar a tu lado
O esperándote en el porch de tu casa
Escudándome del viento con arena
De la playa. En tu boca y en tu corazón.

Brida, 2011.







Otras yerbas

- Mire vuestra merced, señor, pecador de mí, que yo no soy don Rodrigo de Narváez, ni el Marqués de Mantua, sino Pedro Alonso, su vecino; ni vuestra majestad es Valdovinos, ni Abindarráez, sino el honrado hidalgo del señor Quijana.

- Yo sé quién soy –respondió don Quijote- y sé qué puedo ser, no sólo los que he dicho, sino todos los doce Pares de Francia (°), y aún todos los nueve de la Fama (*), pues a todas las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron se aventajarán las mías.
Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, capítulo V


I.

Crecieron al principio como yuyos
Rondándome los pies. Después fueron hierbas
Y sahumaron mesiánicas.
Culturales. Sociales. Hermanas en soledad.

Cuando aprendí a estar solo
Me acompañaron las palabras
Acechándome en realidades. Me levantaron
Acelerando el giro.

Supe descansar en movimiento
Me lancé a zurcir
Palabra con palabra. Imagen por imagen.
Fugando de la esterilidad.

Ahora sé quién soy. Se quién puedo ser.
Son mis yerbas las que definen
Cada hora. Caminan encolumnadas
Respetan químicas orgánicas.

Lo demás son otras yerbas:
Estoy solo en medio de ellas
Añorando mi soledad.
Porque aún reconozco mis labios.

(La conciencia va más arriba de las narices
Todavía puedo abrir los ojos
Mis manos asen con fuerza tierna
Y curo el resfrío de la imaginación)

Las leyes y las culpas. Esas:
Son otras yerbas.


II.

Y tuve un nombre. Lo pronunciaban
A mi paso y aprendí a silabear.
Compartí/ Fui compartido. Amé
Sin saberlo y fui amado.

Después reconocí a mi parejera
La otra mitad que alumbró miradas
Soportó el ancla/ Convocó mis hijos:
La que releyó originales.

Yo continué tamborileando
Midiendo y escandiendo: Era mi rebaño
Pastoreaba día y noche
Almohadas/ Mesas de bar/ Altares.

Detrás venía la prosa confundida
Embrollándome / Mezclando todo:
Se movía en ella densidad ajena
Otras yerbas/ En verdad impuras.

Porque sólo el verso era curado
Y magnífico: una daga azul
Atravesando cortinados
Y ensartando primicias en palabras.

Por entonces un bosque fue mi mundo
Poblado de nidos/ Nacimientos.
Aunque sólo en el nosotros
Logré subir para avistarme.

Lectores y editores. Esas:
Son otras yerbas.


III.

Rigor y coherencia: ¡Arduo afán!
Caminar por la viña de los altos
Expone a cerrazones y dolor:
El éxito no sirve. Ni alimenta mundos.

Antes bien los quita poco a poco
Enmudece la piel y ciega
Y araña viento sur y llueve
Bajo los toldos y en las manos.

Llegan los naufragios. Son menores
Lentos como alfileres. Parciales.
Hoy se renuncia a cocinar
Animalitos con arroces. Mañana

Serán ardores/ Entregas/ Conquista
De aromas extranjeros. Corceles
Dibujando el horizonte.
Naufragios al fin. También parciales.

Y la memoria: esa subversiva
Que socializa placeres
Y condena el peor de los temores.
Esa es la yerba en flor. Encapullada.

Pero lo que va en carros ajenos
Lo robado. O marchanteado
Injusto. Siempre injusto:
Esos botines/ Son otras yerbas.

IV.

Pablo y yo. Pablo y nosotros
Caminantes de fe almenada
Vamos a derramarnos hoy
Mañana. No importa cuándo.

Como libaciones sagradas
Agotándonos. Raspando cuencos
Y conciencias. A sabiendas
De lo que somos y seremos.

No importa cuándo. Cada cual
Su cuchitril aterido/ Estrecho
Con sus hoyos. Su resbaladera
Su palabra última. Su alarido.

Aunque se está solo al final
Enroscado en mí mismo
Escupiendo para arriba/ Cacheteando
Mi carne fatalmente adormilada.

Lo que no se alcanzó entonces
Y en la lista quedó sin tachaduras
Esas cosas imposibles (prohibidas)
Esas: son otras yerbas.


V.

Evoé. Gigante cascarón
De tolerante oreja. Paraíso
Para inaudibles y profetas.
Bocina restada al olimpo

De estos dioses. Los de abajo:
Mercachifles de internet
Y propagadores de asepsia:

Filosofía de piel al sol
Seducción pública y pillaje.

Y los que corren a ambos lados
De toda frontera. En hileras
Trabajadores que no pisan
La franja amarilla. Hormigas

Negras afeitadas de sonrisas
Y genioles y aguas vivas. Donceles
Condenados de cuna y por vida
Si es que la vida alcanza

Para todos dijo Malthus-Thomas-Sir
A comienzos del diecinueve
Y encadenó pared con opiniones
Marcó senda al asesino

A sueldo. Cuando era postrimería
De los conquistadores
Y eran convenientes las reservas de gas
Y de moral por almorzar

Durante veinte siglos.
Evoé. Ñenque. Eureka. Lupus
De la lengua sometida:
Hormigas como esclavos

Devoran la yerba. Y caen
Mis lágrimas sobre la hierba
Como huevos de coleóptero
Son palabras huecas:

El futuro envasado en cajitas
De la felicidad. El cepillo
Pendiente del cuello. La pastilla
Cada ocho horas y en ayunas.

Sinfonía de los despertadores
El prado colmado de chatarra
Vuelcos del corazón de madrugada
Me despiertan a martillazos.

Lo que quedó sin consumir
Y lo que consumí sin querer
Eso: son otras yerbas
Drogas del encandilado.


VI.

¡Arre!
La medida. El vector ideal. Escuadra
Que encierra y ordena lenguaje
Imágenes/ Estrofas y pausas
Con ritmos de la creación.

Aquí llegamos. Íbamos con ímpetu
De mar amarronado. Náufrago yo
Y mi entorno a la zaga del madero.
Limpias las caries/ Bragadura fría

Y corazón en andas de la mente
(Monarca que disipa cerrazones):
Llegamos. Y al tocar paisaje
Mudamos a flecha/ A celo urgente

Nos vestimos escultores del barro
Yo inventé una corte de amigos
Para nacerme vestido/ Y reír
Porque era escuchado. Merendado.

¡Arre!
Ellos me arrastraron hasta la orilla.
Insistieron con la reanimación
De enciclopedias. Pero estaba echada
La suerte. Y me hundí en la arena.

Entonces fue cuando todo lo de pie
Transcurrió el drenaje de otras yerbas
Las verdaderas hierbas alcanzaron
Talla de árboles. Y nació el incendio.


(°) Los doce Pares fueron caballeros escogidos por los reyes de Francia, a quienes llamaron Pares por ser todos iguales en valor, en calidad y en valentía.
(*) Los nueve de la Fama fueron tres judíos: Josué, David y Judas Macabeo; tres gentiles: Alejandro, Héctor y Julio César, y tres cristianos: el rey Artús, Carlomagno y Godofredo de Buillón

De A ojo y de oídas, 2010-2011 






Nuevos quintetos de oriente



Voló

Harto del que asoma y no convence
Del que desenvuelve sin encuentro
De roturas entre manos cascanueces
Cansado del cuerpo traidor. Del rastrón
De algunas tardes y casi todas las esperas.



Candentes

Apenas se levanta. Casi canta:
Herrero de cresta amarilla luce
Y dilucida su chispa al oscuro
Disuelve en fúmina mezclado atardece.
Perfora/ Iguala/ Finalmente diferencia.



Vientos

Del fagot la broma sinvergüenza
Cala en oboe/ corno y clarinete. La flauta
Alza el montacargas melódico y satura
Color celeste: Lo que desata sube
La atadura hunde en barro y escarlata.

De Brida, Quinteto de oriente.








CLAUDE DARBELLAY [13.202]

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Claude Darbellay

Nacido 06 de enero 1953 en Trail, es un escritor y poeta de Suiza.

Desde la edad de dieciocho años, trabajó como obrero en la construcción, para mantenerse. Estudió literatura en la Universidad de Neuchâtel, antes de explorar otros ambientes, otras mentes: viajó a Italia, en el East End londinense, en Granada, donde estudió español. De regreso en Suiza, se trasladó a La Chaux-de-Fonds, donde enseñó francés e Inglés en la Escuela de Graduados de Negocios.
Ha recibido numerosos premios, entre ellos, el Premio Louis-Guillaume (France), por el libro de poemas en prosa, L'horizon n'a qu'un coté. En 1995 fue miembro fundador del Observatorio Europeo de Poesía con Jarkho Laine (Finlandia), Mauren Duffy (Gran Bretaña), Arie van den Berg (Holanda) y Jochen Kelter (Alemania)


BIBLIOGRAFÍA:

Si les crabes changeaient de direction , poèmes, (Edition du Baroque, Le Locle, 1983)
L'Ile , récits, (Éditions Zoé, Genève , 1987) ; réédition en poche, 1998
En sortant n'oubliez pas d'éteindre , poèmes, (Éditions Vernay, Genève, 1988)
La petite patrie , portraits, photos de Pablo Fernandez, (Edition du quotidien, L'Impartial, La Chaux-de-Fonds, 1991)
La cité , récits, (Les éditions G d'encre, 1991)
Anche i ciechi chiudono gli occhi , les aveugles ferment les yeux, récit, (éditions bilingue chez I Nani, San Miniato, 1992)
Vies de rêves , portraits, photos de Pablo Fernandez, (Edition du quotidien, L'Impartial, La Chaux-de-Fonds, 1992)
L'horizon n'a qu'un côté , poèmes, (Edition Pierre-Alain Pingoud, 1993)
Le Ciel plié , roman, (Éditions Zoé, Genève, 1995)
Plus au nord, le sud , poèmes,, (Éditions d'Autre Part, Delémont, 1998)
Les Prétendants , roman, (Éditions Zoé, Genève, 1998)
In Extremis , poèmes, bilingue, (Ed. Orient-Occident, Bucarest, 2001)
Vivre étonne , nouvelles, (Éditions Zoé, Genève, 2002)
L'Art de grandir , roman, (Éditions de l'Hèbe, Grolley, 2002)
Le Frère , récit, (Éditions de la Nouvelle Revue neuchâteloise, Neuchâtel, 2004)
L'Épidémie , roman, (Les éditions G d'encre, 2007)

De El horizonte no tiene más que un lado

Me gustaría -dijo- invitarme al festín 
de los dos ciegos y tres sordos que se
reparten el mundo en cinco partes
cuando la noche sucedía a la noche y la
oscuridad a la oscuridad.

*

Indiferentes al rumor, los sapos
copulaban alegremente rozados por el
zigzag de las libélulas que inventaban el
baile con un aleteo.

*

Tocaban una música de no se sabe
dónde, giraba en incansable ronda.
Ningún miedo martilleaba el tiempo. Se
ofrecía sin resistencia bajo su velo negro
de seda.

*

Una risa separó las tinieblas, lo negro se
puso azul. Dios se le apareció en sueños 
al idiota y le ordenó que sacara un
puñado de greda de sus bolsillos. Crea
-dijo. El idiota tuvo que hacerlo dos
veces. Dios montó en gran cólera. Hice
todo lo posible - se disculpó el idiota.

*

Siguió una confusión: el agua chorreaba
de las rocas, el cielo lamía la tierra
atizada por el viento. En los labios del
día, por vez primera, leyeron su nombre.

*

Tuvo ella dos hijos. Uno veneraba a su
padre (ese del que sólo se veía la voz) y
le ofrecía sacrificios. El otro se mantenía
apartado y buscaba las caricias de su
madre.

*

Una queja escapó de una criatura
informe, inacabada: Yo también quiero
existir. ¿Cómo explicarle que el más
ínfimo rincón ya había sido atribuido, que
hasta lo indecible tenía sitio numerado?

*

Bajo el cielo uniformemente azul sólo
esperábamos una confirmación. Se
acercaba un extraño: ¿eres tú? El
extraño pasaba. Y cada vez el idiota
añadía un rasgo.

*

Treinta días estuvimos esperando sin
movernos. Treinta noches acechando un
soplo. Al amanecer el trigésimoprimer
día el idiota cerró el libro.

*

Se fue dejándonos dos piedras blancas.
¿Qué es lo que tenía que revelar su
perfecta redondez?

Vamos andando. Cuando lo obscuro
cubre la sombra, nos detenemos.

*

Al despertar, enterramos los vestigios de
nuestros sueños y volvemos a andar con
el deseo, en los pliegues de la piel, de
un deseo para palidecer el día

*

crear un camino como los enamorados
se olvidan en la voz que los acaricia al
ritmo de su respiración

Palpitaba un secreto que nos
atravesaba. Desgranábamos un tiempo
dócil, a nuestra medida. El sueño ya no
rechinaba en sus goznes.

*

El silencio pesaba menos que el
clamor de las batallas. Los muertos
habían juntado sus huesos
desparramados y bailaban.
Todo era nuevo como antes del primer
día en que, torpe, el idiota tuvo que
hacerlo dos veces.

*

Se nos ensanchaba el pecho. En cada
uno inventaba la alegría palabras con
sabor a frutos.
De repente, cuando creíamos haber
llegado a la meta, se nos turbó la mirada.
Un viento ardiente secó los arroyos,
borrando su huella apenas visible en la
arena.

*

Nos volvíamos con frecuencia mientras
avanzábamos. ¿Qué es lo que habíamos
abandonado y por la memoria de qué
promesa?

El camino se había cerrado como vientre
tras el primer grito.

¿Cómo volver a hacerlo?


Versión en español de Norberto Gimelfarb
Festival Internacional de Poesía de Medellín






SEMEZDIN MEHMEDINOVIÇ [13.203]

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SEMEZDIN MEHMEDINOVIÇ

Nació en 1960 en Kiseljak, cerca de Tuzla, Bosnia-Herzegovina. Estudió Bibliotecología y Literatura Comparada en Sarajevo. Publicó su primer libro de poesía Modrac en 1984 y su segundo libro Emigrante en 1990. Poco antes de la guerra de Bosnia, en 1991, fundó la revista cultural “Fantom Slobode” (“El fantasma de la libertad”). Al estallar la guerra en 1992, permanece en Sarajevo con su familia. El mismo año, publica una primera versión de Sarajevo Blues. Poco después, él y un grupo de amigos fundan el semanario y revista política BH Dani (“Días”), para dar una voz a la democracia y el pluralismo, en los tiempos del genocidio. En 1994, durante la guerra de Bosnia, en cooperación con Benjamin Filipović, escribe y co-dirige la película Mizaldo, Kraj Teatra. En 1996, emigra a los Estados Unidos, donde reside actualmente, específicamente en Alexandria, Virginia. Sarajevo Blues fue publicado en inglés en 1998 y fue elogiado por el Washington Post como uno de los mejores documentos literarios de la guerra de Bosnia. La obra fue traducida al alemán, holandés y turco, mientras que partes del libro fueron traducidas a más de treinta idiomas. En 2002, publica otro libro de poemas titulado Devet Alexandrija, que más tarde fue publicado por City Lights de San Francisco bajo el título Nueve Alexandrias. Junto a Miljenko Jergovic publica recientemente el libro de cartas Correo Transatlántico.




DOS POEMAS DE SEMEZDIN MEHMEDINOVIÇ
(Traducidos del bosnio al inglés 
Por Carlos Soto Román)




MÁS DE VEINTE AÑOS

En mi vida
Su voz
Tiene más
De veinte años de edad.

Yo me pregunto: ¿a partir de qué momento
nuestra memoria empieza?
¿Hay una manera de transformar
El tiempo en el espacio?

Recuerdo que en Orebiç (1981)
Yacíamos desnudos en una playa de piedra:
Una mariposa azul se posó en su hombro
Y cubrió la marca de sus vacunas con un ala.





MORE THAN TWENTY YEARS

In my life
Her voice
Is more
Than twenty years old.

I ask myself: from which point in time
Did our memory begin?
Is there a way to transform
Time into space?

I remember in Orebiç (1981)
We lay naked on a stone beach:
A blue butterfly landed on her shoulder
And covered her vaccination mark with a wing.





BLANCO

Hoy me doy cuenta que he usado
Sólo blanco por años. No sé la razón
Pero he desarrollado un cariño por las camisas blancas
Mientras paseo a través de las tiendas de ropa.

Y para el mundo digo “mundo blanco”
Aunque blanco no es un color.
Es el color de los huesos, si no
La respiración de las heridas, el sabor de una nube en una lengua.

En la película “Blanco” de Kieslowski
Ese blanco aparece por primera vez en serio
Cuando la mierda blanca de un pájaro
Cae del cielo en la camisa de un transeúnte.




WHITE

Today I notice that I’ve worn
Only white for years. I don’t know the reason
But I’ve developed an affection for white shirts
While roaming through clothing stores.

And for the world I say “white world”
Though white is not a color.
Or else, it is the color of bone,
The breathing of wounds, taste of a cloud on a tongue.

In the movie “White” by Kieslowski
That white appears for the first time seriously
When a bird’s white shit
Falls from the sky on a passerby’s shirt.








DEBRAH MORKUN [13.204]

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Debrah Morkun

Philadelphia. EE.UU.
Es Master en Bellas Artes, mención Escritura y Poética, de la Universidad de Naropa, Boulder, Colorado. Trabajó para el Bowery Poetry Club en Nueva York. Es fundadora de los New Philadelphia Poets, un grupo dedicado a expandir los espacios para la poesía en Filadelfia. Actualmente enseña Inglés y Escritura en la Universidad de Temple y en el Community College de Filadelfia.


[Traducción Carlos Soto Román]



Barbello (fragmento)

El nombre de los restos
trascendentes ocultos. El lugar
obvio para buscarlos está entre
las vocales:

la rivalidad entre la hiedra
y el acebo –

asesinato, resurrección

el cementerio torna
al recuerdo

el culto de María la Gitana
vino a Inglaterra
por el camino de los pobres peregrinos españoles –
ramos de palmas en sus manos
copias de evangelios apócrifos
en sus carteras
y las conchas de vieiras de Afrodita
bordadas en sus capuchas

los números cambian – pares, impares

el festín comienza con la primera luna nueva del año –
mareas de la memoria

La Poesía, desde su rechazo al análisis científico, debe ser enraizada en algún tipo de magia y la magia es respetable. La tradición popular poética europea esta, de hecho, basada a fin de cuentas en principios mágicos. Ahora es sólo por una rareza de la progresión espiritual que los poetas hacen sus vidas mágicamente potentes en el sentido antiguo.




Barbello (fragment)

The name of the transcendent
remains hidden. The obvious
place to look for it is among

the vowels:

the rivalry between holly
and ivy –

murder, resurrection

the graveyard shifts
to reminisce

the cult of Mary Gipsy
came to England
by way of poor Spanish pilgrims –
palm branches in their hands
copies of apocryphal gospels
in their wallets
and Aphrodite’s scallop shells
stitched in their caps

numbers shift – even, odd

the feast began on the first new moon of the year –
memory tidal

Poetry, since it defies scientific analysis, must be rooted in some sort of magic, and magic is reputable. European poetic lore is, indeed, ultimately based on magical principles. Now it is only by rarity of spiritual progression that poets make their lives magically potent in the ancient sense.





Ida y Pingala (Fragmento)

ENTRE LAS TEMPESTADES

estoy fría y mi
garganta ha tragado
la bahía completa, la espuma
en mi boca, estoy
chorreando hielo



LA CAMA DE LA SRA. LILLY

viajas atrás de mí,
tu manta de césped
ocultando el polvo
acumulado, tus días
antiguos, tu madera de pino
acre que pensé
era el mismo pino
que usamos para construir
nuestras sillas fúnebres



EQUILIBRIO

Tuve sexo en las nubes
ella, embarazada, se acomoda
adelante y los pájaros

y sus madreselvas
y aguantamos nuestro aliento
de bebés, cansadas,

aguantamos el clímax
antes de que cada ola emerja
de este sexo nebuloso como parto conjunto



The Ida Pingala (Fragment)

AMONG THE TEMPESTS

i am cold, and my
throat has swallowed
the entire bay, the surf
in my mouth, i am
dripping ice



MISSUS LILLY BED

you travel behind me,
your blanket of sod
cloaking the gathering
dust, your ancient
days, your salty wood
pine i thought
was the same woodpine
we used to build
our funeral chairs



EQUILIBRIUM

I cloud-fucked
she, pregnant, ushered
forth, and the birds

and her honeysuckles
and we hold our babies
breath, tired, we

hold the surfacing
before each wave surfacing
this cloud-fuck like joint delivery




Solve et Coagula (fragmento)

La mañana siguiente
tuve que leer varios libros
para olvidar la noche anterior
En mi ejemplar de Doppelganger de Otto Rank
todas las páginas importantes
estaban pegadas
Pensé que había limpiado
su semen
de mi vestido
sentada cruzada de piernas
la ironía era que
sentarse con las piernas cruzadas
corta el flujo de la sangre
hacia el cerebro

Nunca sabré cómo es
despertar al lado de mi misma
(oh cómo la amé
sus dedos se sentían
casi como los míos)

una vela próxima a un huracán
el fuego no salvará
la inundación de la avenida

Noria le dijo a Noé que empacara sus cosas y construyera una barca. Ella tomó sus dos jirafas favoritas, una macho, una hembra. Él tomó dos llamas – una macho, una hembra. Tuvieron dos hijos – un varón y una hembra. Noé era hombre y Noria mujer. La mañana siguiente, el resto del mundo había desaparecido y Noria le dijo a Noé
que en la selva, muchos animales
usaban el apareamiento
como una manera de decir hola
así como también de despedida

un macho

y una hembra

La mañana siguiente
solo pude mirar en el espejo
tiernamente

en mi ejemplar Doppelganger de Otto Rank,
hay una foto
de una mujer
de pelo negro largo

la mañana siguiente dejamos nuestros espacios en fila para la autoayuda
mis labios asentados como reunión de dos amantes pasamos la sección fúnebre
bajamos hacia la floristería fuimos al mesón de la joyería optamos por un buen anillo mortuorio para acercarnos para advertir que nuestras memorias necesitan un eclipse lunar para guiarlas al conocimiento

la mañana siguiente
corrí hacia ti con un deseo de muerte
y me dí cuenta de que te veías
igual
que
yo




Solve et Coagula (fragment)

The morning after
I had to read several books
to forget the night before
In my copy of Otto Rank’s Doppelganger
all of the important pages
stuck together
I thought I had spring-cleaned
his sperm
from my dress
sitting cross-legged
the irony was that
cross-legged sitting
breaks the flow of blood
to the brain

I will never know what its like
to wake up beside myself
(o how I loved her
her fingers felt
just like mine)

a candle next to a hurricane
fire won’t save
the avenue from flooding

Norea told Noah to pack his bag and build a ship. She took her two favorite giraffes, one male, one female. He took two llamas – one male, on female. They had two children – one male, one female. Noah was male and Norea female. The morning after, the rest of the world was gone and Norea told Noah
that in the jungles, many animals
used sexual intercourse
as a means of saying hello
as well as farewell

one male

and one female

The morning after
I could only look in the mirror
lovingly

in my copy of Otto Rank’s Doppelganger,
there is a photo
of a woman
with long black hair

the morning after we left our spaces in line for personal development
my lips settled like two lovers meeting we past the funeral department
we went down to floral we went to the jewelry counter settled upon a nice death ring to bring us closer to warning our memories need a lunar eclipse to guide them into knowing

the morning after
I ran toward you with a death wish
and I noticed you looked
just
like
me






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