Juan Malebrán
(Iquique-Chile-1979).
Parte de su trabajo se encuentra antologado en Chile, Perú, Bolivia y El Salvador.
Ha participado en diversos encuentros entre los que destacan: “II y III Encuentro Latinoamericano de Poesía Actual: Poquita Fe” (2006-2008), “I Festival del Libro Arequipa-Perú” (2007) “XXIV Encuentro Internacional Arcoíris de la poesía-Puerto Montt-Chile” (2008), “XXIII Feria Internacional del Libro de La Paz-Bolivia” (2008), “I y II Encuentro Internacional Días de Poesía- Sucre-Bolivia” (2008-2009), “III Feria Internacional del Libro Cochabamba-Bolivia” (2009), “Idee in Transito” Nova Milanese-Italia (2009).
Ha sido responsable de “Gira de Intercambio Lírico-narrativa (I a V región-Chile)” (2004), “Gira “de (cierto) norte” 5 autores chilenos: La Paz-Cochabamba-Sucre” (2008), “Gira “Bolivia 09 o érase una vez” (2009), “Gira Editorial Canita Cartonera –Perú-Bolivia-Argentina” (2010).
Durante el año 2005 obtiene la Beca de Creación Literaria del Consejo Nacional del Libro y la Lectura-Chile, con el poemario “Reproducción en Curso” publicado el año 2008, por la editorial Boliviana “Yerba Mala Cartonera”.
HABITANDO EL BARRIO DE LO MISMO
Atravesé el desierto cargando sacos con perros muertos que esperaba vender a buen precio llegando al centro del país, pero llegado al centro del país descubrí que estaba lleno de vendedores de perros muertos y de otras tantas novedades que yo ni sueños había imaginado y retorné a los restrojos y al sicoseo de perder los días levantando el polvo de las mismas calles del mismo barrio, con el hocico abierto mirando al sol, esperando el irreversible retorno de mis escupitajos, sin sacos, ni perros, ni ganas de insistir en vender algo.
SU MUJER JAMÁS CONOCERÁ SEVILLA
Cruzó el atlántico en un mercante, porque su sueño era ser un gran libertario indigenista y aquí lo tienes en plena gloria, bajo la luz de un fluorescente, reducido a la culata de una sartén, al interior de una caseta de salchipapas.
Esclavo de la fritanga. Noche tras noche hasta el domingo reflejando la gratitud de su cara en la hediondez negra del aceite.
El sueldo que apenas le alcanza para pagar el techo, la luz y el agua y la comida de las tres crías que nunca quiso tener, se lo paga un indio con diente de oro, que secretamente cobra venganza.
CENTRO DE REHABILITACIÓN
Este baño tiene un espejo que cubre de esquina a esquina la pared, una tina con cerámicas y un piso de baldosas, las llaves del lavamanos relucientes, como la perilla de la puerta y el aluminio de las ventanas.
En lugar de cortinas tiene mamparas de vidrio corredizas y las toallas están impecables, limpiecitas, tanto así que al moverlas dejan todo pasado a soft.
Cagar aquí definitivamente es fenomenal, no existe punto de comparación, con hacerlo sobre cuatro tablas, en una caseta de cholgúan, con temor a que se te meta un ratón por el culo.
Este baño tiene la cualidad de hacerte sentir superior te incita incluso a echarle un ojo a lo que fuiste, por ejemplo, ahora que ya es de noche y me cepillo los dientes con aquafresh, me acuerdo que en más de una ocasión, tuve que cepillarme con sapolio y que otras tantas, a falta de cepillo, no me cepillé.
PANDERETA
Falso el punto en que se rompe el circulo, falso el paso, el giro, la tuerca con que se espera ajustar la cuenta, falsa la idea de familia, el vicio, lo único cierto en esta esquina.
SE NECESITA SEÑORITA BUENA PRESENCIA
(LA TENTACIÓN DOS MIL UNO)
No hay nada que deteriore más a una mujer que sus hijos y el hambre de sus hijos.
Por ellos aprendió a disimular golpes y quemaduras con ángel face y asumió la desvergüenza frente a sus vecinos, que años antes la aplaudieron al representarlos en traje de baño en los festivales poblacionales.
De mesa en mesa, ella es ahora todo el desamparo de unos labios con boquera tarareando a Juan Gabriel.
(Destapa mi botella y parte)
Una moneda se ha atorado en el Wurlitzer
Golpea la maquina hasta hacerla caer y al agacharse descubro en su muslo una delgada flecha rota atravesando un malogrado corazón verde cárcel.
Se levanta, muestra los cien pesos y sonríe.
((Los dientes que le faltan se los voló su amante de un piedrazo))
LA INTERNACIONAL
Ella es la bailarina que ganó cinco mil soles mensuales en Lima, a la que maquillaban como a una gran estrella, mientras le daban las últimas instrucciones antes de salir a escena.
La nena que frente a las cámaras sonreía y a quien los reflectores seguían en cada uno de sus movimientos.
Por ella gritaron entusiasmados los espectadores en el estudio y en sus casas cientos de niñas imitaron cada uno de los pasos de sus coreografías.
Ella es la misma que atravesando las luces de la capital, regresaba a llorar sola bajo su almohada, anhelando volver pronto a caminar, por las mismas calles de su triste barrio.
((Ahora, con varios kilos de más y con las tetas caídas, su único sustento es un aviso en el diario y el ring tone de su celular))
AL PARTIR DE ARAOS
Nunca salió del barrio y
sus hijos nunca saldrán,
se instalarán con una vulcanización y
con las manos hediondas a grasa,
les tocarán las guatas con estrías a sus esposas dueñas de casa.
Un domingo en la tarde, mientras los evangélicos gritaban con megáfono y a su esposa
cerca del vertedero un micrero con gonorrea le chupaba una teta, fumando pasta en la
esquina le dio un ataque al corazón del que nadie se dio cuenta y por horas estuvo ahí
tirado, con los ojos blancos y la lengua afuera, mosqueándose al lado de media caja de
vino.
EN EL PATIO
Sábanas blancas tendidas en un alambre de cobre
estilando el resabio del cloro y
en el horno de la carcaza de la cocina a parafina donde anoche parió la gata: moscas
posadas en los
manchones de leche y de sangre;
en el medio:
una higuera marchita y en los bordes:
un cerco de calaminas, donde cada tarde llegan a pararse las palomas, después de recorrer
los basurales, con pelos de perros muertos en los picos y pedazos de toallas y pañales.
en las esquinas:
amontonados sacos con latas y cartones, para salir a vender en carretilla y en el fondo,
unos cholguanes, paredes de una letrina, que es un hoyo y un cajón.