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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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GLORIA DE LA PRADA [18.044]

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Gloria de la Prada

(Sevilla, 1886- ¿Madrid?, 1951)
Nace el 17 de junio de 1886. Su familia es andaluza. Comienza a publicar en 1910. "Literata de talento" la definen algunos medios, publica novelas, cuentos, pero destacó más en poesía, en libros como Mis cantares, Las cuerdas de mi guitarra, y El barrio de la Macarena.

Obras: La copla andaluza (Madrid: Renacimiento, 1955); Noches sevillanas: Cantares (Madrid: Imprenta de Alrededor del Mundo. Librería de los Sucesores de Hernando, 1912); (Londres: Forgotten Books, 1913).

Gloria de la Prada, con sus cantares, rescata la poesía popular 17 años antes de que lo haga García Lorca.


Tienen los gatos fechas
para quererse;
las personas estamos
en fecha siempre,
y aún nos quejamos
si en las noches de Enero
mayan los gatos.


*

Es mi alma una guitarra:
toditos saben que existe,
poquitos saben templarla.


*


No quiero mirar atrás,
que siento grandes deseos
de no dar ni un paso más.
           

*


Hay que ser como las tejas
reciben los aguaceros...
y no por ello se quejan.



IMÁGENES FEMENINAS EN LA POESÍA DE LAS ESCRITORAS ESPAÑOLAS DE PREGUERRA (1900- 1936)

Doctoranda: Inmaculada Plaza Agudo 

Gloria de la Prada (Sevilla, 1886- ¿Madrid?,1951) publicó varias colecciones de cantares, la mayoría de inspiración andaluza, durante la década de los diez. Además de poeta, fue narradora, publicando varias novelas y cuentos en algunas de las colecciones más populares del periodo como “Los Contemporáneos” y “El cuento Semanal”. Algunas de estas obras son Por una coleta, 1911; El cantar de los amores, 1912; El Ensueño se mete en casa (cuya fecha de publicación no he podido localizar); Los labios rojos, 1913?; El encierro, 1915; Salú la Corralera, 1916; La mejor firma, 1916, y El candilejo, 1930. Colaboró, asimismo, al igual que otras autoras como Elena Fortún y Josefina Bolinaga, en la sección “Gente Menuda”, del suplemento Blanco y Negro, del diario ABC; al tiempo que algunos de sus poemas aparecieron publicados en la revista Nuevo Mundo. Además de compositora de coplas, Gloria de la Prada fue intérprete.

El primero de los libros de poesía de la escritora, Mis cantares (1911), estaba precedido de dos prólogos de Felipe Trigo y Manuel Machado. En 1912, publicó Noches sevillanas. Cantares, precedido de un soneto de Francisco Villaespesa y de un cuento de la propia autora, en consonancia con su faceta como cultivadora de la novela y el cuento populares, muchas veces bajo el seudónimo de Mimí. En 1913, salió a la luz el tercero de sus poemarios, Las cuerdas de mi guitarra. Los dos últimos libros de cantares de Gloria de la Prada se publicaron en la prestigiosa editorial Renacimiento, El barrio de la Macarena (1917) y La copla andaluza (que aparece sin fecha).

Merece la pena detenerse brevemente en los paratextos que acompañan a los poemarios, ya que, en ellos, se da información relevante sobre un género que, por su carácter tipificado, se conceptualiza, muchas veces, como menos “personal” y más ligado a una serie de convenciones. Felipe Trigo, en su prólogo, “¡Coplas!”, a Mis cantares, destaca, así, el carácter espontáneo de la copla, la necesidad de no saber ni Retórica ni Poética para hacer verdaderos poemas de esta índole. De acuerdo a esta consideración, presenta a Gloria de la Prada como una joven “andaluza, de alma, de cuerpo, de sangre, de ojos”, que hace coplas de manera espontánea, sin apenas preparación y en cualquier tipo de espacio. Las suyas son, así, coplas que proceden, según su consideración, de lo vivido por la escritora –que aparece totalmente infantilizada-, lo que explica, de algún modo, la filosofía, basada siempre en la experiencia que de ellas emana:

Por eso, lector, verás cómo estas coplas que esta extraña Gloria de la Prada te ofrece en este libro, saben á una filosofía muy honda de la vida vivida ó enseñada sin cesar por una sutil morena fiera de los cielos, que lo mismo se emborracha de amores de un jazmín que de amores del sol y de la luna.

Yo la he visto desvanecerse, casi morir, teniendo contra su boca una gardenia.
Y la he visto llorar hora y media por un gato. (apud. Prada 1911: 12)

La visión que ofrece Felipe Trigo en este prólogo coincide, en este sentido, con la proporcionada por la propia Gloria de la Prada en el “Prólogo íntimo”, que coloca al frente de Las cuerdas de mi guitarra y en el que trata de resaltar el carácter personal de su libro. Insiste, así, en que los cantares que forman el poema “¿son? las vibraciones de mi ser (…) desgarros de penas, gritos de pasión, suspiros en que va un pasado de amor… ironías, que mal encubren el tedio que acarrea el vivir…” (Prada 1913: 7- 8).

Realiza, además, una exaltación del carácter popular de la copla, que, según ella, sólo en las raíces del pueblo (fundamentalmente en Andalucía), puede encontrar su origen más auténtico, frente, a otro tipo de géneros de tipo más intelectual. En el prólogo que precede a El barrio de la Macarena, tal y como el título sugiere –“A toda América, á todo corazón y a todos los americanos”-, Gloria de la Prada insiste en la dedicatoria del libro a la América hispana, con la que existe una comunidad de lengua que facilita la comprensión y a la que ella se siente especialmente unida, ya que su vocación poética nació precisamente tras la lectura de los versos del poeta modernista colombiano José Asunción Silva. El poemario se presenta, así, como una ofrenda de la mujer que de niña encontró en él el origen de su gusto por la poesía, lo que la transformó en una nueva persona:

Sean estas preces de una niña una salve de amor para el muerto poeta colombiano. Sea ahora la mujer la que, en justa honradez, os envíe una de sus obras, ya que á uno de vuestros poetas os debe la revelación de su espíritu. ¡Oremos, salve, diosa Poesía! (Prada 1917: 10) Formalmente, tal y como se insiste en los prólogos y como los mismos títulos de los libros sugieren, los cinco poemarios de Gloria de la Prada están formados por coplas de tipo popular, que tienen, la mayoría de ellas, no sólo una inspiración andaluza sino también trasfondo andaluz, concretamente sevillano, tal y como la incorporación de algunas referencias geográficas (Sevilla, el barrio de la Macarena) sugiere. En los libros es, por lo demás, posible distinguir varios tipos de coplas, que, en ocasiones, aparecen agrupadas bajo un mismo epígrafe. Hay, así, soleares, seguidillas y seguidillas gitanas, malagueñas, sevillanas y soleadillas. Los temas tratados en las coplas son los característicos de estas composiciones, que aparecen condensados en algunos de los versos del poema de Manuel Machado, “La copla andaluza”, que antecede y sirve de prólogo a Mis cantares: “Dice de ojos negros/ y de rojos labios/ de venganza, de olvido, de ausencia,/ de amor, y de engaño.// Y de desengaño./ De males y bienes,/ de esperanzas, de celos… de cosas/ de hombres y mujeres” (apud. Prada 1911: 14).

En efecto tal y como hemos visto para el caso de Carmen de Burgos, el amor se dibuja como el tema central de muchas de las coplas, siendo, en la mayoría de los casos, un amor “desgraciado”, dada la falta de comunicación entre los dos sujetos que parecen buscar en el vínculo amoroso cosas diferentes: 


“Besaba tu boca 
buscando tu alma 
y tú sólo besabas mis labios...
porque te gustaban”

(Prada 1911: 28). 


La angustia está, así, siempre presente en un yo dubitativo ante los verdaderos sentimiento de otro que, aunque podría complementar, aparece frecuentemente como ajeno y extraño: 


“Besando tus ojos,
besando tu cara… 
yo sentía una angustia muy grande
de ver que dudabas”

(ibid. 30). 


El amor aparece siempre indisolublemente unido al dolor y al desamor, ya
que entraña en sí mismo una gran paradoja que se asume, con todo, de un modo natural:


“Comprenderás si has querido,
¡que el querer es un encanto, 
¡y es el querer… un martirio!” 

(Prada 1913: 32). 


El sujeto que canta en los versos es, así, un sujeto desgarrado, que sufre hasta el límite de la angustia por un desengaño que no es capaz de superar -


“Tan dentro del alma 
te llevo metío,
que para quitarme de este querer tuyo
no encuentro camino” 

(ibid. 20) 

-y al que finalmente acaba renunciando –


“Quise dejar de querer, 
señal que estaba queriendo,
ahora me da todo igual…
señal de que ya no quiero” 

(Prada 1911: 67). 


El dejar de querer se convierte, así, en una liberación para un sujeto femenino que se ha entregado totalmente al amor 


-“Tiré al río mi querer, 
y me quedé tan á gusto 
de verme libre de él” 

(Prada 1912: 30)


- y que, aun “venciendo”, sufre:


En cuestiones de amores
todos robamos.

Unas veces perdemos,
otras ganamos.

Y hay ocasiones
en que son los burlados,
los vencedores. 

(Prada, La copla andaluza: 113)


En otras ocasiones, las coplas tienen un cierto tono moralizante, de manera que, en ellas, se recogen ideas que la sabiduría popular muchas veces ha condensado en proverbios y refranes: 


“Caminando, caminando, 
todos vamos por la vida
y al que camina ligero
se le interpone la envidia” 

(Prada 1911: 20); 


“Si quieres vivir contento
júntate con los que ríen… 
y ríe también con ellos” 

(ibid. 36). 


Es, así, frecuente, en algunas coplas, la exaltación del Carpe diem, del disfrute del momento presente como un refugio ante la visión negativa subyacente a la mayoría de las coplas, mientras que en otras se actualizan los famosos versos gongorinos “vaya yo caliente, ríase la gente”:


“El mundo entero va en mí,
¿qué me importan los demás…
ni que puedan decir?”

(Prada 1912: 39). 


En algunos de los poemas, se exalta el ideal estoico de la resignación ante las adversidades y dificultades de la vida 


-“Todo es hasta acostumbrarse,
cuando el tiempo va pasando
es la pena menos grande” 

(Prada 1913: 39)- 


al tiempo que se anima a seguir adelante en el camino sin nostalgia del pasado –


“El volver la cara atrás 
sólo se debe de hacer
cuando no quede qué andar” 

(Prada 1917: 56). 


La reflexión se puede llegar incluso a plantear en forma de pregunta: 


“¿A qué conduce viajar
si la ‘humanidad’ es la misma
y todo es a todo igual?” 

(Prada, La copla andaluza: 42).


En algunas de las coplas, se canaliza asimismo una reflexión sobre la propia actividad creadora, que se configura como un refugio ante las adversidades -


“Si me siento nerviosa
lo tengo visto,
cuando cojo la pluma
me tranquilizo;
hago cantares…
que son la medicina
de mis pesares” 

(Prada 1911: 46)


- y en la que, de acuerdo a la visión desengañada de la vida, predomina, con todo, en la mayoría de las ocasiones, un cierto tono amargo: 


“¡Que hay en mi canto amargura;
las medicinas amargas
son las que más pronto curan!” 

(ibid. 57); 


“Se rompió en el viento
el cante gitano…
y siguió el lamento temblando en el aire/ 
cantar amargo” 

(Prada 1913: 79). 


Pero, con independencia de su carácter más o menos “alegre”, la copla y el cante son exaltados de un modo reiterado en los cinco poemarios. El cante se dibuja, así, como el destino de un sujeto poético -


“Cantar es mi sino, 
cantar es mi suerte… 
¡enviar mi alma dentro de mi canto 
á toíta la gente!” 

(Prada 1912: 22)


que manifiesta su orgullo patriótico de ser andaluz y español: 


“Ser español es… la dicha, 
ser andaluza… la gloria,
ni aun para ser de los cielos… 
dejara el ser española” 

(ibid. 49). 


De acuerdo a esta consideración, el alma del sujeto se identifica con una guitarra, instrumento que por antonomasia acompaña al canto en la copla: 


“Es mi alma una guitarra:
toditos saben que existe,
poquitos saben templarla” 

(Prada 1917: 21).


Es importante, por lo demás, destacar que, en muchas de las coplas, se pone de manifiesto la desigual situación de mujeres y hombres, así como el doble criterio moral que se establece a la hora de juzgar los comportamientos masculinos y femeninos. La vida de las primeras se dibuja, por ello, como doblemente limitada y obstaculizada -


“¡Qué fatiga es ser mujer!; 
es tan sólo un caminito 
el que nos dejan correr” 

(ibid. 32);



“Por no querer trabajar
está la mujer sujeta…
al que la quiera pagar” 

(Prada 1912: 11)-


al tiempo que se desmitifican algunos mitos procedentes de la religión cristiana, como el de Eva, la mujer culpable, y Adán, cuya falta es siempre excusada: 


“A Eva se le echa la culpa 
de todo el mal de la tierra,
y puede que fuera Adán
el que la tuviera” 

“Vivan las seguidillas
que es baile alegre,
que moviendo los cuerpos 
gozan las gentes; 
arza moreno…
mira que esa chiquilla
está queriendo” 

(ibid. 95).



En otra de las coplas, en consonancia con una visión predominante en la poesía de muchas de las autoras, los versos, es decir la actividad creadora, son contemplados como hijos del sentimiento: 


“Son mis cantares hijos,
y así los quiero, 
son hijos de mis penas 
y mis contentos… 
En ellos vivo,
que va en ellos mi vida 
y mis cariños” 

(Prada 1912: 87).



La jota y el flamenco son, así, presentados como los dos emblemas de España: 


“La jota es canto de guerra; 
el flamenco, de pasión; 
los dos cantos de mi España 
tienen sangre y tienen sol” 

(Prada 1917: 38).


El concepto tradicional de la honra queda, por ello, deslegitimado: 


“Hay un grupo de mujeres 
reservadas para madres, 
hay otro grupo… de golfas… 
ellos son golfos… y padres” 

(Prada 1912: 46). 


En otras coplas se incide en la dependencia femenina en el amor, frente al desapego o indiferencia masculinos: 


“Lo mismo que la luna 
son las mujeres
que viven del reflejo
del ser que quieren.
Pero esto pasa,
cuando el querer se hace
dueño del alma” 

(Prada, La copla andaluza: 119). 


Se enfatiza, de este modo, el diferente interés que los hombres tienen en las relaciones con respecto a las mujeres, que anhelan un respeto, casi siempre imposible: 


“Te estás haciendo ilusiones
de que todos te respetan, 
¡el respeto de los hombres…
sólo lo tienen las feas!” 

(Prada 1911: 65). 

En estas coplas, se pone, por tanto, en entredicho la visión maniquea que tradicionalmente tienen los hombres de las mujeres, a las cuales perciben tan sólo como objetos de amor u odio: 


“Hablas de amor y mujeres
cuando te sientes poeta,
¡y cuando te sientes hombre…
te burlas y las desprecias…!” 

(Prada 1912: 47).


Con todo y a pesar de esta conciencia de género avant la lettre, en otras de las coplas aflora la visión androcéntrica y machista que caracteriza a la tradición popular española y que puede llegar incluso a justificar el maltrato: 


“Todo el que insulta á una hembra,
es que la tiene en muy poco,
ó que la quiere de veras. 

(Prada 1913: 61). 







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FEDERICO RONCORONI [18.045]

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Federico Roncoroni 

Nació en Como (Italia) en 1944, donde vive y trabaja. Escritor y ensayista, es consejero editorial y se ocupa de poetas y narradores del Ochocientos y del Novecientos, en particular de Gabriele D’Annunzio y de Piero Chiara. Ha coordinado, además de diversas ediciones de clásicos italianos, una gramática de la lengua italiana muy difundida en Italia y en el extranjero.

Es autor de numerosas obras poéticas, publicadas ahora con el título En la deriva del tiempo (2007), Un día, otro lugar (2013).


Traducción del italiano al español de Vincenzo Guarracino



EN LA DERIVA DEL TIEMPO

niño persigo una cometa
En el viento la adolescencia es una inexhausta
Espera entre deseo y pudor la juventud
Explota en el estruendo de millones de palabras
Leídas dichas escritas me pierdo en la maraña
De mil pubis multicolor la edad
No madura pero de golpe declina
Improvisamente se nubla
La visión un puntito blanco
Mira desde el centro de la pantalla negra
Niño sigo una cometa
En el viento



SIMILITUD

Por como
lo he comprendido yo,
corazón mío,
el amor
es como
el horizonte:
no se alcanza nunca
pero es necesario
para ir hacia adelante.



ON/OFF

En la oscuridad de las noches insomnes
No hay diferencia entre tener los ojos
abiertos o cerrados. Indóciles
delante de las pupilas se te encienden
fantasmas luminosos que sobrevienen
confundiendo las visiones: ráfagas
de sueños casi apagadas, miradas
que queman de mujeres olvidadas,
púbis llameantes en orgasmos
sin fin, cuarteos amarillos de almas
dolientes, relámpagos de lejanas
pasiones, fulgores que desgarran
El silencio como gritos enfermos.
Sólo el sueño cuando viene tira de las
Riendas hasta el día siguiente.



LA VIDA HA SIDO

La vida ha sido como tú
Me has anticipado. Si te
Hubiese escuchado quién sabe
Como habría ido.
Pero no tengo nostalgias
Y los remordimientos como sabes
No me han mordido nunca.



VIDA

Vida puerca y maldita
Apenas un poco que me das
Y me elevas, he ahí
Que de un golpe solo
De inmediato bien más me quitas
Y abajo me abates, vida
Carroñosa e infame, puta
Que todo me haces pagar
Y no te conformas nunca, vida
Traidora e ingrata, cáncer voraz
Que me consumes en el momento
Mismo en el que te me das, yo,
Federico, hijo de Geo y de Giannina,
Aquí estoy todavía, y te amo
Como todos aquellos que han estado a punto
De perderte y por retenerte han
Combatido fieras batallas,
Te amo desmesuradamente
Como te he siempre amado,
Pero ya no te quiero, vida.



CON ELLA

Me vendrá al encuentro liviana
como la noche va al encuentro
del día. Yaceré
con ella en un lecho de rosas
sin espinas. No nos verán
nadie más que las estrellas y los grillos,
sólo una noche
y nunca, nunca será el alba.



UN DÍA

Amor mío
siempre nuevo y siempre antiguo
en otra vida
yo seré el mar
y
tú la playa amiga.

desde En la deriva del tiempo, 2007 

(trad. de Ana Maria Pinedo Lopez y Vincenzo Guarracino)




NELLA DERIVA DEL TEMPO

bambino inseguo un aquilone
nel vento l’adolescenza è un’inesausta
attesa tra desiderio e pudore la giovinezza
esplode nel rimbombo di milioni di parole
lette dette scritte mi perdo nell’intrico
di mille pubi multicolori l’età
non matura ma di colpo declina
improvvisamente s’insabbia
la visione un puntino bianco
occhieggia al centro dello schermo nero
bambino inseguo un aquilone
nel vento



SIMILITUDINE

Per come
l’ho capita io,
cuore mio,
l’amore
è come
l’orizzonte:
non si raggiunge mai
ma serve
per andare avanti.



ON/OFF

Nel buio delle notti insonni
non fa differenza se tieni gli occhi
aperti o chiusi. Immiti
davanti alle pupille ti si accendono
fantasmi luminosi che divampano
confondendo la visione: scintillii
di sogni quasi spenti, sguardi
brucianti di donne dimenticate,
pubi fiammeggianti in orgasmi
senza fine, guizzi gialli di anime
dolenti, lampi di lontane
passioni, bagliori che squarciano
il silenzio come grida malate.
Solo il sonno quando viene li tiene
a bada sino al giorno dopo.



LA VITA È STATA

La vita è stata come tu
me l’hai anticipata. Ti
avessi ascoltata chissà
come sarebbe andata.
Ma non ho rimpianti
e i rimorsi come sai
non mi hanno morso mai.



VITA

Vita porca e maledetta,
appena poco che mi dai
e mi innalzi, ecco
che d’un colpo solo
subito ben più mi togli
e giù mi abbatti, vita
carognosa e infame, puttana
che tutto mi fai pagare
e non ti accontenti mai, vita
traditora e ingrata, cancro vorace
che mi consumi nel momento
stesso in cui mi ti dai, io,
Federico, figlio di Geo e di Giannina,
qui ancora sto, e ti amo
come tutti quelli che sono stati sul punto
di perderti e per trattenerti hanno
combattuto fiere battaglie,
ti amo smodatamente
come ti ho sempre amata,
ma non ti voglio più, vita.



CON LEI

Mi verrà incontro lieve
come la notte va incontro
al giorno. Giacerò
con lei in un letto di rose
senza spine. Non ci vedrà
altri che le stelle e i grilli,
solo una notte
e mai, mai sarà l’alba.

*

PARA FEDERICO RONCORONI

Un sentimiento contradictorio de la existencia, que habla de una pérdida y de una búsqueda incesante, de un “horizonte” (de vida y de sentido) a perseguir constantemente, quizás con la intermediación de la poesía de otros pero siempre en la verdad de una experiencia personal, sin temor al reto de temas que escuecen como la muerte y el eros, en una extraordinaria ejecución que hace pensar en el Leopardi de Amor y muerte: en esto consiste principalmente la poesía de Federico Roncoroni, en la que (véase Vida) se da voz a la percepción de la enfermedad con un alto grado de rebelión y desesperación, dejando transparentar la consciencia de los límites, con un lenguaje en el que, junto a la fiereza de los propios medios y de los recursos morales del yo, se mezclan lo alto y lo bajo de una expresión inmediata y esencial, potente.

VINCENZO GUARRACINO





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ALMA DEL CAMPO [19.046]

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ALMA DEL CAMPO 

Es el nombre artístico- registrado- de  María Inés Rodríguez  Martínez. Nació en Flores, el 12/01/1938, hoy radicada en Libertad- San José- R.O del Uruguay.       

Poeta-  Narradora- Dramaturga-  Gestora Cultural-  Creadora de los certámenes y encuentros literarios “Don Antonio M Hernández”- Fundadora del “Grupo Cultural Armonía”. Participante y organizadora de eventos literarios internacionales. Cuenta con múltiples  premios nacionales e internacionales. Integrante del grupo en línea “TU VOZ” (México) Autora del poemario “Lluvia de Hojarasca”- (1981) y del poemario “Desde la Piel de la Tierra”, en imprenta. Coautora de la Antología “Pentagrama de Sueños” (1991)- Coautora de “Palabras de este Tiempo” (2006) –Integra, además entre otras, las Antologías” Tiempo de Alas” (2013) y “Nuestra Voz”(2015).
   


AGUA AZUL

¡Agua azul -frágil milagro-
que corres entre las piedras,
que te extiendes en arroyos
y en cascadas te despeñas…
creyéndote de cristal,
solo por tu transparencia…!
¡Agua azul –caudal de vida!
¡Agua bendita, que aún sueñas,
dando energía, a las aves,
a los peces, a las hierbas…
y dando al hombre, por HOMBRE,
tu inagotable riqueza!
¿Agua azul que fecundizas
con tu mística la tierra…
hasta dónde podrás ir,
proclamando la pureza,
del rocío, de la nieve,
de la lluvia o de la niebla,
cuando, justamente, el HOMBRE 
día a día te envenena?
¡Como eres imprescindible
en la fiel naturaleza, 
siempre limpia, pura y clara,
temo, que si no despiertas…
cuando el nuevo siglo avance
coronado por la ciencia,
tu nombre sea un recuerdo…
y…por él, llore el planeta!

Publicado originalmente en Nuestra Voz (Argentina- Editorial Tersites- 2015). Musicalizado por el cantautor Raúl  Ríos-(Uruguay- 2015)  - Derechos Reservados- 




AMANECER INVERNAL

Abro la ventana… Es aún de noche.
A cierta distancia se recorta el parque
de donde el perfume de unos crisantemos
que ya languidecen, me llega en el aire.

Levanto los ojos… y caen sobre ellos
-en forma de estrellas- eternos diamantes,
y a su luz descubro que sobre la mustia
gramilla, un fantasma todo blanco, yace.

Su sábana cubre jardines y prados…
¡Y es tan fría!...¡Un filo que corta la carne!
¡Y es tan inconsciente, que del manso arroyo
-bajo un cristal yermo- nos oculta el cause!

¡Tiene como aliado un viento sin alma
que ahoga en los nidos mil trinos de aves!
¡Y aumenta la angustia del árbol que siente
morir poco a poco su verde follaje!

¡Pero, en las entrañas de una nueva aurora
ya palpita el sol…y de pronto… nace!
Y al besar sus rayos la faz de la tierra
el blanco fantasma trémulo se evade!
¡Sólo queda el viento con su hálito helado!
¡Pero, esto, hasta que el astro le inyecte en la sangre
la sabia  fecunda que lo torne tibio
con una caricia como hacen las madres!  

Publicado originalmente en “Palabras de este Tiempo”
(Libertad- Dpto San José- Uruguay: Crearte 2006)




AMIGO

 Al principio de la infancia
ya encontré al mejor amigo.
 Era rubio como el trigo
y de laurel su fragancia.
 Jamás pudo la distancia
ni la ausencia prolongada
alejarlo-para nada-
de esa evidente amistad,
que tuvo la claridad 
de una límpida alborada.

 En las malas, en las buenas,
en el triunfo, en el rechazo,
nunca me faltó su abrazo 
ni su aliento de azucenas.
 Siempre contuvo mis penas
con sus canciones de oro;
pero ahora ¡sufro!... ¡lloro!
porque la muerte sedienta,
justamente a los setenta,
me arrebató ese tesoro!!!

Inédito




BÚSQUEDA

Del árbol del alfabeto se desprenden tres retoños
con los que conforma  Dios una palabra fugaz.
Fugaz, porque es diminuta y con alas para huir
del Hombre que la reclama…y esa palabra, es, ¡PAZ!

Tiene siglos de existencia, ya que viene desde el Génesis;
pero, aún, pese a su tiempo no logra la Humanidad,
encontrarla y poseerla .Grabar su imagen de cielo
o retener sus caricias ávidas de libertad!

Yo… como todos, también, corro tras esa esperanza.
Vivo una continua búsqueda- enriqueciendo mi afán.
La busco en la fervorosa oración de los que creen,
en donde mueren las guerras y en la abundancia de pan.

Y… la busco en algún pájaro- sobre todo en la paloma-
cuando atraviesa el espacio bajo la luz matinal…
y… en el silencio del campo cuando lo baña el perfume
apacible y nostálgico de un día primaveral. 

La busco, pero tan sólo la vislumbro. o la presiento…
Y esto es, porque el Hombre, aún, no conjuga el verbo amar.
Prefiere el odio, el rencor, la venganza o la violencia
a la acción noble y sublime de aprender a perdonar.

Pero…si el Hombre puliera la piedra del sentimiento
y pintara para siempre una sonrisa en su faz,
él y yo, encontraríamos, luego de tan larga búsqueda
el modo de convivir a la sombra de la ¡PAZ!

Publicado originalmente en: GEALITTERA 14



CANTO AL ÁNGEL CAMPESINO                    
                                                                                             
          No sé si soy… mar o árbol…                                                                                                                                                                                                                                
          Si soy paloma o camino;                                           
          pero sé, sí, que en mi pecho                                               
          canta el amor por el niño.                                          
          No importa que sea negro                                                
          o  como  el sol amarillo.                                             
          Si es blanco, pobre o hermoso,                                    
          no me importa. Sólo el niño.
          Lo quiero porque es un ángel                                            
          de las estrellas caído...                                                 
          aunque es esta vez, mi canto                                              
          para el ángel campesino.                                              
          Para ese trozo de Patria                                                
          que crece como al descuido                                              
          y que tiene el alma azul                                                 
          igual que la flor del lino.                                                     
          Para ese trozo de Patria
          que sabe que es su destino                                            
          descubrir antes que el alba                                               
          la riqueza del rocío.                                                       
          Es para ese ángel que sabe                                                 
          que por la falta de un trillo                                            
          que le señale la escuela                                                      
          nunca lo besará un libro.                                                 
          Pero; sin embargo, sabe                                               
          que el pan es fruto del trigo,
          que la flora es un tesoro
          y que el caballo es un símbolo.                                                                         
          Sabe labrar el viñedo
          y moler a los racimos
          para ahogar, luego, el cansancio
          en unas gotas de vino.
          Sabe amar todo lo bello,
          arroyos, piedras y trinos,
          y entre las flores del campo,
          él viene a ser como un lirio.
          Es para él este canto...
          para al que a orillas del río
          pesca mojarras y sueños...
          y son sus sueños ¡tan lindos!!!
          Sus sueños, como este canto
          tienen música de grillos,
          ondular de mariposas 
          y el gorjeo de los mirlos.
          Es para él este canto,
          para ese cándido niño...
          que encierra en cada sonrisa
          su corazón diamantino. 

          Publicado originalmente en su Poemario Lluvia de Hojarasca.
          (Montevideo- Uruguay: Imprenta Artesanal- 1981)




CATEDRAL DE SAN JOSÉ
                               
¡Como radiante estrella, para el Bien,
impones en el Centro Josefino,
iluminando a todos el camino, 
que conduce a la cumbre del Edén!

¡Aunque no eres la estrella de Belén,
eres Luz y luz das al peregrino
que ruega a tu sagrario- Pan y Vino-
y por un mundo en Paz ora el Amén!

Eres fuego Divino- que consume-
la zarza del pecado en este suelo
cuando se eleva en cánticos la Fe…

y es de azucenas blancas el perfume
que fluye de tus naves, en un vuelo:
¡Excelsa Catedral de San José!

(Inédito)





CUATRO  LETRAS

¡MAMÁ!...! Cuatro letras santas
que son como estrellas
alumbrando el cielo de mis esperanzas!


¡MAMÁ!...¡Sublime palabra
que si la susurro
se endulzan mis labios con la miel del alma!

¡MAMÁ!... ¡Azucena blanca
que deshoja el viento
pero que da, siempre su excelsa fragancia!

¡MAMÁ!... ¡Caricia temprana
que florece en besos
cuando es tu cariño un ángel que abraza!

Por eso, ¡MAMÁ!... No te vayas!
¡No me dejes nunca
Porque si te pierdo seré, sólo, nada!

Publicado originalmente en mi poemario “Lluvia de Hojarasca”
             ( Montevideo- Uruguay- Imprenta Artesanal- 1981)





ELLA

Ella sentía en el alma
mas que una idea, el deseo
de pintar la gratitud
en un rectángulo inmenso.
Visualizaba el óleo
en un espacio selecto
porque era para un Mecenas
con el corazón de cielo.
Combinó varios colores,
en dónde el verde era el centro,
olvidando que la plástica
es un arte con secretos.
Su conciencia- como un ángel
desde el área de lo bello-
en un susurro de brisa,
le recriminó su esfuerzo.
“-No transpongas el umbral
de ese otro mundo de ensueño.
Tu aspiración es plausible.
De oro… tu sentimiento,
pero, tú, eres poeta…
Reconocido tu estro.
Pues, dedícale, un poema
-fruto de tu romancero-”

Ella… inflexible a la voz
que le brotaba de adentro
solidificó su afán,
en pos de su caro anhelo.
Ella sentía en el alma,
tan hondo- ese deseo-
de elevar su gratitud
y en el mas valioso lienzo.
Trémula, su frágil mano,
una mañana de enero
trazó la primera línea
de su cándido proyecto
Se imaginó frente a un crítico
que al evaluar su talento
le regalaba una orquídea
y una diadema de besos.
De pronto… la luz de un rayo,
igual que un monstruo de fuego
destruyó sus ilusiones
porque era – sólo- un sueño.

(Inédito)



                     

EN LA PRIMER ESTRELLA

No entiende el por qué nada me halaga
languideciendo en mí toda esperanza
cuando la sombra de la tarde avanza
y hábil, del sol, su luz de oro apaga.

Es que recuerdo aquella noche aciaga
traspasando mi alma como lanza;
la noche que en infernal mezcolanza
el fuego dejara tu carne en llaga.

Recuerdo tu voz y al blanco Rosario
que desgranaban tus frágiles dedos
sobre el áspero lecho: Tu calvario.

Y recuerdo ¡ TODO!!! cuando destella
- entre perfumes y rumores quedos –
en el ocaso la primer estrella.

(Inédito)



HOJAS
          
En las madrugadas rojas
-antes de salir el sol-
me vestía de arrebol
para escribir mis congojas.
Llené cientos…miles de hojas
con versos -en un cuaderno-
que reconocí fraterno, 
e inflexible a mi caricia…
y sentí que era justicia
ofrendárselo al Eterno!

Son… las hojas que he escrito
-con mi mano y con mi pluma-
una flor que me perfuma
o el beso del Infinito.
Desde esas hojas, hoy, grito
y en esas hojas, hoy, leo…
aquel sublime deseo
de ser fiel a mi ideal…
¡Delirante manantial
En el que, aún, me recreo!

(Inédito)




LA VOZ

  La llama de la muerte
devoró su existencia;
pero desde el fondo de las cenizas
que remueve el tiempo, una voz se eleva.
 Su voz… su viril voz  -fruto perenne-
que en todo palpita por su grandeza.
 Su voz, que era mezcla de flor y espina.
Inconfundible estrella… 
 Cálida en la ternura…
Augusta en la sentencia…
 Penetrante en el verso
y en la censura tierna,
tan tierna como la boca
de un querubín que besa.
Su voz… la que ha callado;
pero…¡desde otra dimensión se expresa!
porque esa viril voz, aún, se escucha 
en la diáfana fuente de las letras,
en el agua límpida del arroyo
que salta entre las piedras,
en el “trote chasquero” de otro moro
que sabe de distancias en mi tierra,
en el cimbrar del lazo  o del cabestro
cuando una mano gaucha lo maneja,
en el silbo del viento en las cuchillas,
en el verde del trigo en “primavera”;
y se oirá como siempre en los fogones
cuando un cantor reviva sus leyendas,  
o cuando…¡otra pluma nativista
 se le acerque a la pluma del POETA!!! 

Publicado originalmente en “Nuestra Voz”(Argentina-Editorial Tersites-2015)




MELANCOLÍA  CREPUSCULAR

Al morir la tarde, sobre mi ser, tiende,
un manto, con flecos, de melancolía,
ciñéndome¡ tanto!, que en mi alma se enciende,
un fuego sublime, que llamo… Poesía.

Y es esa poesía, campana que sabe,
despertar  el sueño de mi inspiración
cuando en ágil vuelo se reencuentra el ave
con su nido-templo de rama y plumón.

Y más cuando el cielo da paso a la luna
-antorcha plateada que derrocha brillo-
para que comience, junto a la laguna,
la orquesta que animan las ranas y un grillo.

Y es esa poesía quién de mí se adueña…
si en pos del silencio, me envuelve en lo agreste,
el silbido triste de un joven que sueña
a orillas de un río ondeante y celeste.

Toda esa grandeza satura mi mente
de mística fuerza para levantar
en alto, mi pluma y con  fe –consciente-
al HOMBRE, en su esencia, un lírico altar.!!!

(Inédito)




NO EXISTE EL OLVIDO

Por la calle larga -que abraza distancia-
deshoja sin miedo la flor de la ausencia
que de la violeta de mi amor, su esencia,
será siempre tuya….¡Tuya su fragancia!

Y cuando su manto -sobre la natura-
despliegue la noche que todo idealiza,
en el beso tierno que te da la brisa
mi voz cristalina, oirás, que murmura…

-Los labios que dicen, que existe el olvido,
que el tiempo es un río que ahoga el pasado,
son labios que niegan lo hermoso y sagrado 
de lo mas sagrado y hermoso vivido.

Publicado originalmente en la Antología: Pentagrama de Sueños.
(Central de Impresiones Ltda- Montevideo- Uruguay- 1991)



ROMANCE  PARA  UNA  LUZ
                        
En un rectángulo blanco
que como una cruz se eleva
en el sombrío silencio
de algún rincón de la tierra,
el DOLOR, monstruo incoloro
con frágiles cuerpos juega…
-Lágrimas, penumbras, sangre,
angustias, llagas y quejas-
hay  veces, que la esperanza
como de un sueño despierta;
pero otras…No!...qué espanto
la Muerte en puntillas llega!
Quiere robarnos la vida
de aquella madre famélica,
o de aquel anciano dulce
a de aquel niño poeta!...
Pero no siempre lo alcanza…
porque alguien le hace guerra!
¡Es una MUJER  anónima.!
Tiene la mirada tierna! .
Su voz es como de miel! 
Sus manos como la seda!
Cicatriza las heridas!
Calma el sufrimiento!...¡Alienta!
Llora, con aquel que llora
el calvario de una pena!
Al humilde lo acaricia,
y por el rebelde, reza!
¡ Es una MUJER… anónima
que  la llaman;  ENFERMERA!

Pero… yo, que la admiro
por su  límpida nobleza,
por su santa abnegación,
por esa total entrega…
no quiero verla sin nombre
ni que sea la ENFERMERA;
sino, con mi bendición…
una LUZ  en las tinieblas!!!

(Inédito)




TUS  OJOS  Y  LOS  MIOS*

A través del tiempo diáfana se asoma
la dorada tarde, que con tu presencia,
trajiste a mi alma el sol, y el aroma
a una flor marchita, que era, mi existencia.

Recuerdo... bordaba un dulce poema
en la seda azul de un sueño inocente,
mientras que el dolor, como una diadema
de agudas espinas, ceñía mi frente.

¡Era mayo y toda la belleza pálida
vivía el otoño en la fronda mustia!
Y pálido, tú, con tu risa cálida
cuando un bastón blanco me habló de tu angustia.

¡Por tus ojos muertos sentí que los míos
eran dos luceros prestándote luz,
y que, por mi rostro, como de dos ríos
bajaba un torrente borrando mi cruz!.

Publicado originalmente en la Antología “Tiempo de Alas”





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ALBERTO NAVERO [19.047]

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ALBERTO NAVERO
    
Alberto Navero (n. Constitución, Chile 1959), poeta chileno de profesión contador y relacionado con la pequeña empresa del área gráfica y editorial. Ha participado como colaborador de la Sociedad de Escritores del Maule y en diversos medios, destacando su actividad como director-editor de “Cuadernos de Maule”, diario Literario de formato tabloide de difusión para la poesía joven. Fue editor de la revista literaria “Plaza Pública”, período 1997-1999 en la ciudad de Constitución y fundador del grupo literario “El Guanaye”. Invitado al Primer Encuentro de Poesía en Talca, noviembre de 2008, con la participación de 40 poetas de diferentes puntos del país.

Bibliografía

Mar Escindido, o el secreto viaje a otras latitudes (2006)
Contemplación de paisajes que huyen (2010) en edición 
Versos prófugos (2009) en edición.
La raíz de un sueño imperfecto (inédito)
Grietas: una forma distante de mirarnos(inédito)




"CONTEMPLACIÓN DE LOS PAISAJES 
QUE HUYEN"

 “Perder contacto de aquella forma con la ciudad
era un modo de morir.”
Philip K. Dick



1

Después de un comienzo
algo así como desde la punta del dedo hasta la luna
ciertas cosas parecen aventurar 
en la eventualidad de aquellas cosas 
que parecen mover su propósito azaroso   
repentino
ligero de rondas por ciertas calles triviales    
su estilo obsesivo 
poemas rebuscados con tiempo libre
detalles para líneas que tal vez tengan sentido eufórico 
ficciones que emergen de espacios vacíos
huellas metafísicas
pálidas nieblas que luego pierden valor
y elogio, digo  
por no errar de atavismo maníaco 
simulacros 
sensaciones incontenibles
como el viento cuando ensaya su atajo en la arena.


2

Nuestras zonas de silencio se desplazan uniformes
como peces despreocupados en el mar del tiempo. 
Aquí lo que parece historia de amor
es el reflejo del asfalto en la ciudad con su mirada rota 
intenso jardín cubierto de huellas
que deambulan e improvisan
a paso lento 
la tibia felicidad posible.


3

Allí donde los caminos acaban perdidos
podías sostener cierta elíptica fuga 
y tu vientre abierto
como espectador del ancho mar 
la figura 
el retrato verdemar en caja de cartón
habitado de juegos irrelevantes 
anticuarios intoxicados
paradoja de cristales, agujas, hilos
viejas fotos como túnel del tiempo
y este afán de perpleja inutilidad


4

Alguna vez intenté trazar líneas
sostenidas unas de otras en los muros del aire  
pero dibujé nubes incoloras
cúmulos suspendidos en paisajes proscritos 
en este ir y venir de voces que ya no existen
que tal vez nunca existieron 
para mundos suburbanos
con aquella sospecha impasible  
de vacía inmortalidad
donde mejor es ser nadie
como toda esquina que se pierde en la ciudad.


5

¿Recuerdas que huir de rutinas
era reiterar mitos imposibles?
Valga el empeño de la piedra
por querer ser, sentir, oír el entusiasmo de la locura
y creer que vivir no es necesaria mentira
en este reino de resurrecciones.


6

Está en mi naturaleza alcanzar nubes
como la piedra que tropieza con techos húmedos.
A veces esta simple claridad
demuestra que existe algún trayecto mínimo
sencillamente esperado por encima de la temperatura
en otra parte del destino
         que precisa tu adolescente plenitud  
como aquellos relojes que articulan
teorías lujuriosas
y augurios de perfecta ironía.


7

Días enteros sin pensar en nada
y noches que nos llevan de la mano
a su reiteración desnuda
como tus dedos cuando rasgan la costa del oasis
esa tersa ondulación de la piel
el amplio arco de posiciones 
en medio de la frecuencia silenciosa de gatos insomnes 
y su negra sonrisa.


8

Mis lugares comunes tienen otros olores
en la simulación ligeramente precipitada
del viento que jamás nos reconoce
porque a veces somos aquel pájaro vagabundo
que planea silencioso su precipicio de ocasiones
no más que cementerio de siluetas  
en el comienzo cáustico de las cosas 
que se mueven
eventualmente
más allá de la perduración.


9

Alguna vez creí que el Universo 
reiteradamente 
naufraga
en la geografía oscura del corazón
donde barcos ordenadamente vacíos
platican del tiempo que vendrá
en una caja con paredes, fondo y tapa
y dentro de este parpadeo 
lámparas hedonistas, peces peregrinos
la cicatriz en busca del amor
algo de mínima lucidez
y yo
     de toda alma 
         de todo artefacto
 el más inútil.


10

¿Cómo, entonces, 
amar ríos que no habitaron mi corazón?
Quizá podría decirte palabritas hermosas
adornar el rastro que acusa cada acto de fuga
leer extraños objetos
dialogar sobre forma y color 
de aquello que estamos hechos
nuestras protuberancias óseas
tal vez, un comienzo
digo tal vez...
algo así
como mi silencio y tu ojo desnudo
comprimidos en la noche.


11

Digamos que certeza próxima a la sutil predicción
era esta piedra en mi garganta;
una bombilla por cerebro
                            alucinada con insípidos paisajes
la manzana sumergida 
en breve tiempo cortada en dos 
por motivaciones de último minuto.
Bien, digamos que 
                     aquella bruta certeza era ilusión
                                                       irrenunciable
como la estrecha relación de luces blancas 
                      después del relámpago
y su correspondencia al vacío.


12

Diríase que a pulso pienso 
en historias que se plagian a sí mismas
agujeros que nos engullen en el vacío
luego me resigno
a la lluvia, por ejemplo, que desfigura silenciosa
su ondulación de prohibiciones
en el espejo de otros hombres desposeídos.
Entonces, a saber  -dijeron-
mi ojo en tu lánguido ojo;
cóncavo afán llamado costumbre
¿qué piensan otros en este fondo negro de las cosas?


13

Es la inclinación del vértigo a la caída
más allá de muros y rutinas
como un dique al borde de su redonda desolación
apenas ausente
diríase a pulso en el color de la tierra
palabras que caen de las sombras
semillas perdidas en el vientre de los pájaros
mutaciones sin comienzo ni resultado
a medidas verdaderas
paisajes recortados con tijeras dulces
que se envuelven en espesa niebla
como el historiador que apenas conoce 
el abismo de su pasado.


14

Intuir curso de estrellas no es más que pretexto.
No es posible este discurso para caminos lentos.
La inmensidad del viaje en medio de su eco.
El color una condición de la sombra. 
Este vuelo militante de la locura
y sus pájaros 
en la curva arena de viejas repisas.


15

Antes comprendía que todo trayecto y destino
reconoce su final
como la huella que convierte en pretexto
su avance y retroceso 
que se detiene, que se instala en toda
sensación de perdurar 
como artilugios que cuelgan en el paisaje 
o en el espacio vacío de mujeres ardientes
y hombres ciegos sin amor.
Esta sensación abierta como herida 
a veces es un muro 
de bloques transparentes como el sol.



“El placer es un suave viento, 
el dolor es una tempestad,
La vida de cada día un estado intermedio...”
Aristipo

16

Por esa disímil proximidad a ciertas cosas ocultas
un perro cínico y teatral me habla de inmortalidades
en medio de tanta turbulencia 
allí donde enorme es el mar 
como un lienzo extendido
en torno a la nada.


17

Era yo quien huía de confesiones 
en un país de plástico
herido de hipótesis, sin línea de flotación
señaléticas elocuentes o palabras compulsivas;
huía de días eternos, días lluviosos. 
Huía del tamaño de mi tristeza. 
Era yo el desposeído. 
La precariedad de mi ventana de vértebras
era un ángulo agudo
de estrellas y nubes.


18

Cantan los grillos tu ausencia de sonido
a primera vista
en el exilio de farolas que no siempre alumbran 
caminos disidentes
pero, qué importa quién cante o no
en este mar altitonante
el acertijo de tu longitud horizontal.


19

¿Qué queda de aquellas pulsaciones?
¿La memoria que ilumina sus signos?
¿Fragmentos de intimidad y albedrío? 
¿El agua que busca su lenguaje?
Mi padre dijo alguna vez a sus amigos
amargo y adánico es el vino de nuestra copa, 
el insomnio y el mar la misma cosa sumergida 
y en esta sumersión extraviaron 
la costa orilla de voces e imágenes repetidas.



“Haz lo que amas. Conoce tu propio hueso,
róelo, entiérralo, desentiérralo y vuélvelo a roer”
Henry David Thoreau

20

Ya no conozco intensidades.
Algo pude haber querido esta ribera de río
y la sombra de algún futuro común.
Cómo saber si todo era verdad
en esta agua perezosa.
A veces olvido cerrar puertas y ventanas. 
Mi pasado es un huésped ajeno
como aquél turista “faluchero” del espacio 
que regresa con viejas preguntas
porque para ambos era lo mismo
la infancia
el olor de la noche
la supuesta palabra
el golpe del remo sobre el agua
el lugar irreal 
esa última hora del frío 
la íntima inmensidad.


21

Fácil es comprender que somos parte del paisaje
arma de doble filo que oculta su furia en el trayecto.
Bares comunes allí donde enorme es el mar
permanecen serenos
resignados
como el suicida que otorga crédito a su derrota
y se entrega al olvido  
porque sabe que vida y muerte
reconocen esa huella de infinitas ondulaciones.

22

Mientras hablamos de bárbaros y ficciones
llueve intensamente.
Arde el fuego que ignoramos pero no imitamos a Dios.
Hay palabras que corren tras el espasmo de los vivos
que tampoco imitan a Dios.
Mi padre descorcha generosamente botellas
tan oscuras como la noche
y luego asoman palabras llenas de frío.
En este humo de palabras mi madre sonríe 
y abre las ventanas a los seres amados.


23

Advierto la inclinación del paisaje
la figuración del camino
el sutil encadenamiento a la marcha de cangrejos
como una suerte de destino 
soportablemente perpetuo.


24

Quizá aprenda a contemplar el mundo
en esta vieja aldea y sus calles de cristal.
Tal vez pueda leer el vacío que dejan ciertas 
aves y sus prontuarios 
impulsados por la inercia.
La constricción inevitable a sentencias metafísicas.
El llamado a perderse para no morir
porque siempre alguien huye de su muerte
como el iceberg desprendido en silencio
que renuncia
y prefiere ser nadie.


25

Detrás de la intuición alguna teoría oculta.
Mis estrellas de mar en el pequeño universo 
de estas manos. 
Días enteros sin pensar en nada.
Sueños frágiles como espejo imprescindible.
Cometas prófugos 
puñado de pájaros
que vuelan hacia nosotros
en la espesa línea de atajos 
que conducen a la felicidad.


26

No existe amor más grande que el amor propio.
Asumir la estructura de esta historia
su fundamento definitivo
no tendrá efecto alguno en el paisaje y sus grietas.
A veces intento lanzar agujas al mar 
comunicarme con rincones oscuros
                desplazado
                             libre de manifestación 
tal vez, sin saber más 
acerca del puto efecto que traman las palabras
cuando entran y salen
del sótano. 

A veces
mi día perfecto carece de rostro.



DE “CONTEMPLACION DE LOS PAISAJES QUE HUYEN”
Introducción

Con el paso del tiempo siempre me pregunté, ¿por qué el pasado debe morir?, ¿por qué nuestros amigos y seres queridos deben morir?, y las ciudades, el paisaje, los detalles del entorno, la calle que transitamos en distintas edades. ¿Por qué el dominio de la transformación nos persigue desde la eternidad como una cosa viva y persistente? ¿Por qué todo lo conocido no es un eterno presente? Inevitablemente esta mutación, como cosa viva, perenne con su herrumbre, el óxido, sequedad y humedad, ejercen su dominio sobre el paisaje, sus elementos y en cada observador consciente. Y digo, consciente, cuando me doy cuenta, nos damos cuenta que, existe un espacio habitado por voces, sonidos, aromas y frescuras, imágenes, palabras, gestos, sinuosidades, símbolos, colores, alientos y habitantes que alimentan nuestra vida cotidiana. Lo interesante es que en esta escena sus actores (el nosotros) y sus voces, el yo y el ello van desapareciendo en lo externo del paisaje, su manifestación concreta y sin más opción que alojar cada acto en nuestra mente, so pretexto, de construir nuestra memoria colectiva e individual. Hoy nadie quiere estar solo, dice el Sr. Krishnamurti, “después de todo, se está volviendo cada vez más difícil estar solo aun físicamente. Las personas, en su mayoría, no quieren estar solas, tienen miedo de estar solas; se hallan ocupadas y desean estar ocupadas desde el instante en que se despiertan hasta que se van a dormir. Y aun entonces son perturbadas por los sueños. Y aquellos que viven solos en cuevas o, como los monjes, en sus celdas, nunca están solos, porque viven con sus imágenes, sus pensamientos y las prácticas que les prometen una futura realización. Jamás están solos; están repletos de conocimientos y de la oscuridad de la cueva o la celda en que viven”. Es posible, a mi modo de pensar, que marcharse de un lugar es normal, los cambios son buenos. Pero cierta lógica me dice que regresar y ver aquellos lugares comunes es como recuperar el libreto perdido la particular historia vivida, aquella en que respiramos y exhalamos nuestras impresiones más intensas. Permanecer solo en un presente demasiado cruel, silenciosamente cruel, reprimiendo palabras y sentimientos es caer lentamente en el olvido que nos rodea con su oxidación y destrucción.

Somos seres delicados, y que efectivamente, a pesar de todo, vivimos solitarios en esta alma colectiva y, el lenguaje, que no se duerme en el tiempo, tiempo que ni siquiera es nuestro como para modificarle, nos invita a reflexionar, hacer un alto y de una vez permitirnos naufragar una y otra vez en la ventura de la vida. Este libro nació así, en medio de un naufragio, ahí sentado sobre esta roca, con el cielo azul -asombrosamente azul- y el aire purísimo, incontaminado. Muy lejos y al otro lado de aquellos cerros que caen al mar. Tal vez, la necesaria soledad, es el ojo primordial en que pueden verse millas y millas de desierto. En medio de una percepción intemporal. A medida que el sol bajaba hacia el mar, el mar de mi memoria, imaginaba que algo en mí se abría a otros valles, a otro desierto, que todo alrededor estaba iluminado por este sol merodeando el paisaje, el campo y la arena, la brizna de hierba y las calles que se pierden en cada esquina, ese arbusto silvestre y el jardín de la plaza, el alto eucaliptus en medio de la tierra floreciente, la casa original, el patio y su silencio lleno de pájaros. Sentir estas cosas, desde la altura modesta de los cerros maulinos significó darme cuenta que estoy vivo frente al paisaje pero, cada minuto que se ahoga en el silencio, aparece la sugerente e inevitable mutación y su evidencia. Entonces me pregunto: ¿estoy viviendo la realidad, o es el pasado que vive en este presente donde no existe la posibilidad de futuro? ¿Entonces es el pasado el que nos da la cualidad de seres vivientes y con memoria? Este libro, estos poemas, retratan una voz, una voz colectiva y común que transforma el sonido del mar, el vuelo de las aves, la pausa de los habitantes y su cósmico lenguaje, su natural olvido, aquellos símbolos familiares e imágenes repetidas que se convierten en todo un ejército de fantasmas, y que toda esta legión de espectros nos siguen en nuestras mentes, como si fuera música inacabada. Música que desde lejos, da y quita vida, a pesar del cambio, la mutación cotidiana y este pagano óxido. Las motivaciones pueden ser muchas, los sentimientos y reacciones a los afectos naturales pueden ser incontables y anexarlos a un poema de manera adecuada, involucra descubrir el poder inmenso de una buena metáfora.

También, mi querido lector, confieso, que es inevitable sentir eso que llaman perpetuidad o resistencia al cambio, sin embargo, al leer los paisajes que nos han rodeado durante nuestra breve estancia, mi proyección se limita al estímulo del conocer y del querer sentir si estamos vivos en medio de tanta muerte. Cada verso es como un pequeño taumaturgo, aquel hacedor de milagros que disfraza la forma y el fondo de contenidos, y no deja de resistir frente a toda su realidad y contemplación. No sé si esta cosa viva o inventada tenga una existencia real, no sé si estoy aquí en plena conciencia, en este universo de creyentes absorbiendo fracciones de segundo. No sé si al escribir estos versos, después de muchas dudas y depuración insufrible, han dado con la respuesta que busco, si han modificado la soledad de mi pensamiento o el paisaje habito. Tal vez, exista una realidad mayor que se manifiesta por motivos o estímulos como algo independiente del poeta pero, por algún motivo esta cosa llamada escritura, reinvente, transforme observadores con delicadeza de hierro, porque de algo puedo estar plenamente seguro, es que todo lo que nos envuelve es tan inseguro en sí mismo, como una cosa inventada, un libro escrito por otros. Un susurro que atraviesa y se lamenta, que crea la inquietud extraña de callada desesperación y que en este estado regresan una y otra vez los seres amados y los paisajes que han huido a lo largo del tiempo y nuestras vidas inacabadas. Creo que en este libro he viajado, imaginando a escala, cambios y cosas nuevas, reemplazando lo que mi memoria rescató, mientras mi ojo ve, en el ahora, la expansión de un mundo cada vez más grande y distinto. Resumiendo, hay que creer, como dijera Werner Herzog, en “los paisajes interiores, nacidos del delirio de la jungla”.

Juan Alburquenque C. (Alberto Navero)
Talca, 30 de junio 2015





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ZURISADAY GÓMEZ TORRES [19.048]

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ZURISADAY GÓMEZ TORRES

Zurisaday Gómez Torres, Cuba, 1982. Es Licenciada en Estudios Socioculturales. Premio de Poesía “Félix Pita Rodríguez” (La Habana – 2000). Ganadora de la Beca El Reino de este Mundo (La Habana – 2016). Ha participado en diferentes eventos literarios de cuentos para niños, festivales de poesía y certámenes de poesía y narrativa con editores y escritores nacionales e internacionales. También fue parte del evento Arte Soy de Jóvenes Escritores y Artistas de Latinoamérica y del Caribe en el Festival de Poesía de la Habana (Mayo, 2014); así como del 4to y 5to Encuentro de Jóvenes Escritores y Artistas de América Latina y del Caribe. Ha publicado su libro “No soy poeta, soy simplemente, una mujer que ama” con la Editorial Unicornio (2000). Sus trabajos han sido presentados en numerosas antologías nacionales e internacionales. En este momento la poeta desarrolla la exposición fotográfica LUCES ATRAVE(R)SADAS que es el resultado de la Beca El Reino de Este Mundo.



Siempre regreso al mismo balcón
                  sin compromisos y encantado
que conoce el secreto
           de la azotea y el mío
donde dibujé palabras con grafitis
sobre el muro contencioso
en el que me inclino y apoyo mis brazos


Regreso a cosechar las palabras
                sin espesuras y embrujadas
que cayeron descomedidas
              de pasión e impetuosas
quizás por descuido
tal vez por no saber huir


Siempre regreso al mismo balcón
y le suplico a la tierra
que no erosione
a la tempestad que me guarde
                de un derrumbe
               de los compromisos
                de los encantos
                 de la pasión
                 del ímpetu
                de las palabras

Pero si fuera la tierra
¡ay si fuera la tierra!
          fértil
          madre
          viva
no existirían los balcones
y las palabras tuvieran
             profundas raíces
              compromisos
               encantos
                pasión
                ímpetu
Y si fuera tempestad
¡maldita tempestad en la que convierto!
erosionara a la tierra
           con ímpetu
                 sin pasión
                  encantos
                  compromiso
                  palabras
Mas soy
  soy quien se descuida y huye
no soy tierra
no soy tempestad
           -estoy al borde del derrumbe-
probablemente sea el balcón





Abrigo miedo del encuentro
temo al camino que se abre
y engendra el tiempo.
Me escondo tras el verso
tiemblo ante al poema concluido
y tu incertidumbre.
Persigues torturas
desacostumbrado a la hora
               en que naces
                   habitas
                   lidereas
Únicamente forastero
si te alejas de mi isla
si llegas y el viento te golpea
               con estampas
                 fotografías
                 nostalgias
Déjate caer
silba convencido
destroza el agrietado muro
arroja la mordaza deprimida
borra la excusa pretérita
muere solo si lloro
Abrigo el miedo
me escondo tras el verso
persigo liberarte
y ser tu isla





En el ejercicio de escribir
desordeno el armario
e intento disfrazar las libras
con un pulóver
       ancho  largo  viejo
y recojo una toalla
       ancha  larga  vieja
que seque el sudor tras la rutina


Lástima que el ejercicio de escribir
dicta más que
       1 2
      arriba abajo
     derecha izquierda


Intento cumplir disciplinadamente
el movimiento
       del ejercicio
       del lápiz
       de la tecla
pero cuando uno se quita el pulóver
              ancho  largo  viejo
y se mira en el dibujo ve más q libras
             1 2
            arriba abajo
           derecha izquierda


La toalla no ha evitado el sudor
la tinta no ha salpicado la penuria
el punto solo es en el final del verso
el final no es solo al cerrar el libro
la toalla solo es para secar el sudor de la rutina
y el ejercicio es más agotador si
           escribes
           entregas
           intentas


En el ejercicio de escribir
una va desnuda
sin pulóver
    ancha  larga  vieja

https://conexos.org/





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YESSICA ARTEAGA IBAL [19.049]

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Fotógrafa Zurisaday Gómez


YESSICA ARTEAGA IBAL

Yessica Arteaga Ibal (La Habana, Cuba 1988). Poeta. Miembro de la AHS. Licenciada en Bibliotecología y Ciencias de la Información en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Mención especial en el concurso de Poesía Juan Francisco Manzano 2013 de la Casa de la Cultura Julián del Casal. Segundo Premio en Certamen Internacional de Micropoemas de Humor en Invierno “Al calor de la risa” de la editorial Letras Como Espada. Finalista del III Certamen Internacional de Poesía Disertaciones. Beca de la Asociación Hermanos Saíz “El Reino de este mundo” con el proyecto Luces atrave(r)sadas de Zurisaday Gómez Torres. Su obra se encuentra publicada en varias antologías internacionales y de su país.




Rescate

El rostro de las manos,
dócil reto.
Respiro robusto del escape.
¿Será norte o sur?
belleza cardinal,
cuadro de ojos secos.
Decir: vivirás,
para contar los días,
para saltar las olas 
y rozar la tierra.
Las alas no son el camino,
ni el mechón que seca la lágrima.
En mis manos estuvo el amor todo
y todo se me ha ido de las manos.

 

 
 
Escape
 
Me gustan los pozos vacíos 
Las caídas de agua,
El ave que escapa,
El proyectil que genera la cicatriz del espacio,
Las ballestas que descubren manzanas,
Las mujeres que mutilan sus senos
Y encuentran placer en el reflejo,
Las jaulas donde despiertan alas,
La semilla que se precipita y busca el auxilio de las manos,
La sensación de sorprender a la serpiente, liberación de la carne.
En este momento,
la moneda mueve la cuerda alrededor de mi cuello.
 
 

 
Abandono
 
Emerjo del fondo del sol, donde los charcos sueñan con ser mares,
donde tu brisa dejó de ser la tormenta que bebí,
no quiero tu semblante de pozo vacío,
Destrocé la taza de café con tus labios,
Serví tu piel de río seco a la mugre,
acomodé las algas de mi piel
para alimentar viejos recuerdos.
Hoy tus garras no bordan las estrellas.
No quiero más
la soledad de regalo.
 

Anatomía del pozo 
porYessica Arteaga Ibal

I

El pozo es negro,
yo confundo el negro con el rojo,
el azul con el gris.
Entonces el pozo tiene flores mustias,
yo las veo rojas, el mustio es triste,
y la lágrima en mis ojos es roja.
Veo un candil en la palabra del pozo,
pero mi madre dice que su voz es ruin.
¿Será ruin la palabra del pozo, o la voz de mi madre?
Yo observo el pozo y el pozo me mira a mí.


II

La hora era triste y el temor se enredaba
en el letargo del tiempo.
Se enmudeció el espejo
que vio el despertar de la tormenta,
esperaba una flor, un beso, un gorrión,
pero la madrugada se puso el velo de queja.
La canción lejos de mí,
su tez lejos de mí
y la mesticia corrompe las venas de los ojos,
donde el pozo se oscurece.
 

III

Me escondo en el pozo
Y el aire habanero es lo único que llega
La ventana oxida cada partícula de sal,
viajera del soplo.
Hoy diviso el llanto de la moneda que compró el sexo
y en el musgo me marchito por la habanera.
El anteojo tiene mellas de tanto ojear las puertas ciudadelas.
Manoseo las sábanas y busco cada orgasmo que perdí
en la intrascendente almohada,
donde se tatúan los centímetros grises.
No quiero salir y encontrar el novio vestido
con la fruta dulce en la mano
ni recapturar las calles y sus autos.
No quiero salir para escuchar palabras con hambre,
hoy solo quiero estar desnuda.

 

IV

Este brazo no llega,
el antro está en el cerebro
y no alcanza el grito del órgano
para señalar la ruina que viene en cortinas.
Estirar las pestañas esta noche es necesario,
abrir las arterias de las sombras
que traen nupcias rojas,
pero todo es igual que ayer, no alcanza.
Si traes un traje rosa no se lo muestres
al vientre del perro, ni fijes el incendio a la arcilla,
mejor bloquea el deseo,
porque, no basta.
Ya le pusiste el punto final a la cacofonía barata,
no lo convenciste de alterar la poesía,
de replegar el bostezo,
de no colgar la foto del mismo fantasma,
pero como todas las tardes en el pozo
el hacha se pudre.


V

Roce hueco que desnudó la planta,
regó el hueco, rizo fecundo de una señal.
Hay un eco en la acera de la luz transparente.
Vivo en la turbina y me escondo de las aguas,
de las gotas que no miran la tierra.
Debajo del bache vive la renuncia de unos ojos blancos
que ríen bajo la cruz de un párpado de luciérnaga.
Se destoca un mal tiempo
y tu roce es lánguido en una isla que espera.


VI

Sola, toco mi cabello,
delante otra historia, no se parece a la mía.
El mundo una esfera y yo el líquido aceitoso
que mueves sin importar el vidrio donde me rompo.
Domingo, soy un objeto que reza el camino,
mueca feliz, estatua de hielo,
pesadilla vertical,
sombra de la sombra.
Me ahorca el tildar del encéfalo,
una lágrima se desahoga
y el papel se hunde,
se retuerce en cada gota.
La otra historia termina,
yo sin los belfos que prometieron luces a esta cueva.

 
VII

He echado mil
al río terso que reza a la sangre,
el bálsamo cristalino de ti.
He echado mil, gotas ásperas, escalofrío
al nombre del alba, bajo tus pies.
No pertenezco a la voz,
ni al cadáver que rozó la cuerda
donde viaja el secreto al pez.
Te alzo sobre la hierba mojada de mis mejillas
y la tierra que esconde las cicatrices,
siente la enfermedad de vivir,
en el frío del hueso.


VIII

Hay un enigma en la corriente que mece los gatos en la noche,
un secreto en morir y seguir respirando.
Misterio en roer la fruta y confundir el pecado,
sentir que el hueco es profundo y dormir en su lecho.
Hay quien se ahoga en su voz,
mira a la especie y le pisa la mugre,
le abraza la espalda,
saborea la lengua y se moja las llagas.
Hay quien quema el cuerpo con la raíz del humo
y siente el llanto del horizonte,
lo adula, lo palpa y lo desdeña,
pero prefiere el tálamo de su piel marchita.


IX

Rindo a la palabra, la luz grave del pozo,
caminé en su oscuro y soy más sabia
destilé gotas de su hambre
y el coro de sus ramas me tejió un camino.
Construí una semilla del grano gris del cenote
y se aturde el viento si toca mi pelo.
Salí del pozo, estoy en la fila aguda del horizonte.
 

 



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CAMILLA M. CEDERNA [19.050]

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Camilla M. Cederna 

Poeta francoitaliana, académica en la Universidad Charles de Gaulle en Lille, nos da a conocer parte de su obra, con la traducción al español de Aurelia Orrù, al italiano por la propia poeta.

Maestra conferencista, enseña literatura y civilización italianas como adjunta de Departamento de Estudios Romances, Eslavos y Orientales de la Universidad Charles de Gaulle, Lille. Su investigación trata sobre el teatro y la historia de las ideas de la época de las Luces. Actualmente trabaja en la circulación (traducciones, adaptaciones, reescrituras) del teatro italiano en Europa entre los siglos XVII y XIX. 

Camilla M. Cederna, maître de conférences, enseigne la littérature et la civilisation italiennes auprès du département d’Etudes romanes slaves et orientales (ERSO) de l’Université Charlesde-Gaulle, Lille 3. Sa recherche porte sur le théâtre et l’histoire des idées à l’époque des Lumières. Actuellement elle travaille sur la circulation (traductions, adaptations, réécritures) du théâtre italien en Europe entre XVIIe et XIXe siècles. Sur ces sujets, elle a publié plusieurs articles (le théâtre de Goldoni, Gozzi, Alfieri, Diderot, Mercier et les polémiques entre l’Italie et la France au XVIIIe siècle), ainsi que l’ouvrage : Imposture littéraire et stratégies politiques : le Conseil d’Égypte des Lumières siciliennes à Leonardo Sciascia, Champion, Paris, 1999, pp. 1-239. Pendant ses études de Master dans le département de littérature comparée de la New York University, New York, USA (1983-1985), elle s’est intéressée à la poésie italienne, française et anglo-américaine, moderne et contemporaine. Elle écrit (en italien, français et anglais) et traduit de textes poétiques du français et de l’anglais en italien, et de l’italien en français.



Poèmes de Camilla M. Cederna (traduction d’Aurelia Orrù al castellano)


Creo en un solo Dios (Maldición) 

En homenaje a los 43 estudiantes secuestrados y masacrados en México, y a todas las víctimas de masacres, genocidios, deshumanizaciones, asesinatos perpetrados en nombre de la política y la religión.

¿Se puede aún 
Escribir, 
o simplemente decir Poesía? 
¿Y Dios? 
¿dónde estás, 
dónde estás Dios? 
El cielo se ha quebrado 
Apagado el sol 
Puesta la luna 
¡Oh dulce melancolía 
Dime! 
¿Dónde estáis esperanzas? 
Almas enterradas en el mar 
Bajo la tierra podrida 
¿Dónde sueños, 
amores, 
ilusiones? 
El aire es mate 
Fragmentos de calaveras 
Espesa bruma de sangre
Lluvia 
De cenizas y huesos destrozados 
Nos envuelve al amanecer 
La carne 
Las manos, 
los pies quemados 
Las manos 
la carne 
Los ojos desgarrados 
Polvo de huesos 
Quebrados 
A podrir en bolsas 
Para siempre a podrir 
Trozos de piel 
¿Y la sangre de los corazones 
Las ideas 
Los cuerpos y pensamientos? 
Desmembrados 
Jóvenes rostros deshechos 
Sacrificados 
¿Y los ríos de sangre? 
A secar 
En los campos 
En el barro 
en el barro 
en el barro 
En las colinas 
Vidas degolladas 
Tirados a los perros 
¿Y los sueños? 
Engullidos en la arena de la nada 
Suben en los humos del amanecer 
Los gritos de horror 
Los últimos latidos 
El soplo de corazones 
Enloquecidos 
¿Y yo? 
¿Aún escribiendo, yo? 
Sobre el cielo 
¿Mi cielo? 
¿La luna? 
¿Y yo? 
Dios estás muerto 
Más bien nunca has existido 
Más bien te maldigo 
Dios del narcotráfico 
Dios de la rabia 
Dios 
Del dolor infinito 
De la locura 
Ciega es la sombra de la mariposa 
Tiemblan las flores en el frío 
Ahora y para siempre 
En el caos
En el vacío 
En la oscuridad 
Y en el silencio 
La poesía se acabó 
Y así sea


Credo in un solo Dio (Maledizione) 

In omaggio ai 43 studenti rapiti e massacrati in Messico, e a tutte le vittime di massacri, genocidi, disumanizzazioni, assassinii, perpetrati in nome della politica e della religione. 

Si può ancora 
Scrivere, 
o solo dire la parola Poesia? 
Dov’è Dio? 
Dov’è l’ombra della farfalla? 
Il cielo si è spezzato 
Spento il sole 
Tramontata la luna 
Oh dolce malinconia 
Dimmi ! 
Dove siete speranze? 
Anime sepolte in mare
Sotto la terra marcia 
Dove sogni, 
amori, 
illusioni? 
L’aria è opaca 
Frammenti di crani 
Una spessa nebbia di sangue 
Pioggia 
Di cenere e ossa in frantumi 
Ci avvolge nell’alba 
La carne 
Le mani, 
i piedi bruciati 
Le mani la carne 
Gli occhi strappati 
Polvere d’ossa 
Spezzate 
A marcire in sacchetti spazzatura 
Per sempre a marcire 
Brandelli di pelle 
E il sangue dei cuori 
Le idee 
I corpi e i pensieri? 
Smembrati 
Nell’acido 
Giovani volti disciolti 
Sacrificati 
E i fiumi di sangue? 
A seccare 
Nei campi 
Nel fango 
nel fango 
nel fango 
Sulle colline 
Vite decapitate 
Gettati ai cani 
E i sogni? 
Inghiottiti nella sabbia 
del nulla Salgono 
dai vapori dell'alba 
Le grida d'orrore 
Gli ultimi battiti 
Il soffio dei cuori 
Impazziti 
Ed io? 
Ancora a scrivere, 
io? 
Del cielo 
Il mio cielo? 
La luna? 
Ed io? 
Dio sei morto 
Anzi non sei mai esistito 
Anzi ti maledico 
Dio 
Dio del narcotraffico
Dio della morte 
Della rabbia 
Dio 
Del dolore infinito 
Cieca è l’ombra della follia 
Tremano i fiori al freddo 
Nel caos 
Nel vuoto 
Nel buio 
Ora e per sempre 
La poesia è finita 
E nel silenzio 
Amen



Je crois en un seul Dieu (Malédiction) 

En hommage aux 43 étudiants enlevés et massacrés au Mexique, et à toutes les victimes de massacres, génocides, assassinats, déshumanisations, perpétrés au nom de la politique et de la religion.

Peut on encore écrire? 
Ou seulement dire 
Le mot Poésie? 
Où est Dieu? 
Où est l’ombre du papillon? 
Le ciel s’est brisé 
La lune couchée 
Oh douce mélancolie 
Dis-moi! 
Où êtes vous espoirs? 
Âmes enterrées dans la mer 
Dans la terre pourrie 
Où? rêves, amours, illusions? 
L’air est opaque 
Fragments de crânes 
Un épais brouillard de sang 
Pluie 
De cendres et d’os en morceaux 
Qui nous enveloppe à l’aube 
La chair 
Les mains, 
les pieds, 
brûlés 
Les mains, 
la chair 
Les yeux arrachés 
Poussière d’os 
Brisés 
A pourrir dans les sac poubelle 
A pourrir à jamais 
Lambeaux de peau 
Et le sang des cœurs? 
Les idées 
Les corps, 
les pensées? 
Démembrés 
Dans l’acide 
Les jeunes visages dissous 
Sacrifiés 
Et les fleuves de sang? 
A sécher 
Dans les champs 
Dans la boue 
Sur les collines 
Les vies décapitées 
Jetées aux chiens 
Et les rêves? 
Engloutis dans le sable du néant 
Des vapeurs de l’aube 
J’entend monter 
Les cris d’horreur
Les derniers battements 
Le souffle des cœurs 
Et moi? 
Encore en train d’écrire, moi? 
Du ciel Mon ciel? 
La lune? 
Et moi? 
Dieu tu es mort 
Où bien 
Tu n’as jamais existé 
Où bien 
Je te maudit 
Dieu 
Dieu du narcotrafic 
Dieu de la mort 
De la rage 
Dieu 
De la douleur infinie 
Aveugle est l’ombre de la folie 
Les fleurs tremblent dans le froid 
Dans le chaos 
Le vide 
Le noir 
Maintenant et à jamais 
La poésie et terminée 
Et dans le silence 
Amen



Tengo hambre 

Tengo hambre de arena de mar y de cielo 
Tengo hambre de sal de rabia 
Silencio 
Hambre de la nada 
De pensamientos extraños 
De la nada de la oscuridad 
Del aire ligero 
Hoy como ayer 
Como el pan 
De la melancolía 
Hoy como ayer 
En las venas 
Ríos de nostalgia 



Ho fame 

Ho fame di sabbia di mare di cielo 
Ho fame di sale di rabbia 
Silenzio 
Fame di niente 
Di strani pensieri 
Del nulla del buio 
Di aria leggera 
Oggi come ieri 
Mangio il pane 
Della malinconia 
Oggi come ieri 
Nelle vene 
Fiumi di nostalgia 



J’ai faim 

J'ai faim de chair de terre de sel 
J'ai faim de sable de ciel 
De silence 
J'ai faim de la nuit
Du noir du nasant 
Aujourd'hui comme hier 
Je mange le pain de la Melancolie 
Aujourd'hui comme hier 
Dans mes veines 
Fleuves de nostalgie 



I am hungry 

I am hungry of meat of soil and of salt 
I am hungry of sand 
And the wind of the sky 
I am hungry of silence 
I am hungry of light 
I am hungry of hunger 
Of the nothingness night 
Today like yesterday 
I eat melancholia bread 
Today like yesterday 
In my veins floods 
Of nostalgia




Somos mariposas 

Somos mariposas 
Al viento 
Ciegas por la noche 
Abandonadas 
En el cielo, en la tormenta 
A solas 
Volamos sin cesar 
Chocamos contra faros 
Somos esperanzas 
Destellos de luz 
Voces, 
Mariposas sin cabeza 
Nos persiguen amaneceres rosados 
Tristes y rápidos trenes 
Somos criaturas extrañas 
El corazón sangrante 
Aún esperando 
Sueños e ilusiones 
Nuestro cantar inmóvil 
Nos lleva más allá de las fronteras 
Somos Mágicas Brujas Aladas 
Mariposas angelicales 
De alas quemadas 
Somos palabras libres, 
Sílabas duras y fuertes 
Palabras en llamas 
Frases prohibidas 
En vuelo sin velo 
Somos emoción 
Somos amor libre, 
libertad de expresión 
No hablamos una lengua 
Sino mil voces amargas 
Mil voces rebeldes, 
voces sin fronteras 
Nos quieren cortar extinguir cancelar 
Pero nosotras 
Frágiles palabras 
Seguiremos gritando 
Contra el ser humano 
Animal salvaje 
Seguiremos volando sin alas y a contra luz 
Nosotras mariposas angelicales 
En guerra con la guerra 
Criaturas celestiales 
Sal de la tierra




Siamo farfalle 

Siamo farfalle 
Al vento 
Cieche di notte 
Abbandonate 
Al cielo, alla tempesta 
Sole 
Voliamo senza posa 
Sbattiamo contro i fari 
Siamo speranze 
Lampi di luce 
Voci, 
Farfalle senza testa 
Ci inseguono albe rosa 
Tristi treni veloci 
Siamo creature strane 
Dal cuore insanguinato 
Sempre in attesa 
Di sogni e d’illusioni 
Il nostro canto immobile 
Ci porta oltre i confini 
Siamo Magiche streghe alate 
Angeliche farfalle 
Dalle ali bruciate 
Siamo parole libere, 
sillabe dure e forti 
Parole in fiamme 
Frasi proibite 
In volo senza veli 
Siamo emozione 
Siamo libero amore, 
libertà d’espressione 
Non parliamo una lingua 
Ma mille voci amare 
Mille voci ribelli, 
voci senza frontiere 
Ci vogliono tarpare estinguere annullare 
Ma noi 
Fragili parole 
Continueremo a gridare 
Contro l’essere umano 
Animale feroce 
Continueremo a volare senz’ali e contro luce 
Noi angeliche farfalle 
In guerra con la guerra 
Creature del cielo 
Sale della terra



Nous sommes des papillons 

Nous sommes des papillons 
Au vent 
Aveugles dans la nuit 
Papillons espoirs 
Voix 
Prisonniers des phares 
Des tristes trains très rapides 
Papillons sans tête 
Etranges apparitions 
Des aubes mélancoliques 
Nous, 
créatures éphémères 
Angéliques sorcières 
Aux ailes ensanglantées 
Nous sommes des mots brûlés 
Des phrases sans issue 
Nous sommes des émotions 
En vol, libres, sans voiles 
Des voyageurs migrants 
Au delà des frontières 
Noyées dans le néant 
Nous ne parlons pas une langue 
Mais mille voix étrangères 
Ont veut nous arrêter, 
éteindre 
Nous effacer 
Mais Nous Mots fragiles 
Âmes folles, 
rebelles 
Nous continuerons à crier 
Contre l’être inhumain 
Animal féroce 
Maître de haine, 
seigneur de la guerre 
Nous continuerons à voler, 
sans ailes, 
à contre-jour 
Nous papillons angéliques 
En guerre avec la guerre 
Créatures du ciel 
Sel de la terre



Espina en el corazón 

Espina en el corazón 
Secreta 
Tortura 
Me socavas 
Me grabas 
Me cortas las venas 
Veneno 
Espina asesina 
Imposible flor 
Me enciendes 
Me apagas 
Me matas 
Sin hacer ruido 



Spina nel cuore 

Spina nel cuore 
Segreta 
Tortura 
Mi scavi 
M'incidi 
Mi sveni 
Veleno 
Spina assassina 
Impossibile fiore 
Mi accendi 
Mi estingui 
Mi uccidi 
Senza fare rumore 



Épine dans le cœur 

Épine dans le cœur 
Silencieuse torture 
Tu me brises 
Tu me perces 
Tu me coupes les veines 
Poison 
Epine assassine 
Tu m’allumes 
Tu m’éteins 
Tu me tues 
Fleur impossible 
Insondable 
Secrète douleur




Sólo el mar 

Soy tu mar 
Déjate llevar por el viento 
Teatro de luz 
Déjate arrastrar 
En las orillas del ser 
Déjate 
Acariciar por las corrientes 
Sombra errante 
Deja tu cuerpo cansado 
Deslizar en el fondo 
Deshacerse 
En colinas de arena 
Acantilados 
Desvanecerse 
En silencio 
Deslizar en el fondo 
Y luego volar 
Desear 
Sólo el mar



Soltanto il mare 

Sono il tuo mare 
Lasciati andare al vento 
Teatro di luce 
Lasciati trascinare 
Sulle rive del sé 
Lasciati 
Accarezzare dalle correnti 
Ombra errante 
Lascia il tuo corpo stanco 
Scivolare sul fondo 
Sciogliersi 
Dentro colline di sabbia 
Scogliere 
Svanire 
In silenzio 
Scivolare sul fondo 
E poi volare 
Desiderare 
Soltanto il mare



Recuerdo…. 

Arena del Sahara 
Sutil polvo de solitud 
Bajo el sol 
Silencio de huesos 
Olvidados 
Sepultura 
Recuerdo… 
Arregla bien tu pasado 
Si quieres 
Kamar 
Tus cajones secretos 
Pero no tires la arena 
Del Sahara 
Nunca, nunca y jamás 



Je me souviens … 

Sable du Sahara 
Fine poudre de solitude 
Sous un soleil de plomb 
Silence des os 
Oubliés 
Sépulture 
Je me souviens … 
Range ton passé 
Si tu veux 
Kamar 
Tes graines de secrets 
Mais ne jette pas le sable 
Du Sahara 
Jamais Jamais Jamais 




Ricordo … 

Sabbia del Sahara 
Sottile polvere di solitudine 
Sotto il sole 
Silenzio d’ossa 
Dimenticate 
Sepoltura 
Io mi ricordo… 
Ordina pure il tuo passato 
Se vuoi 
Kamar
I tuoi cassetti segreti 
Ma non gettare la sabbia 
Del Sahara 
Mai, mai, mai




Exilio de voces 

Voces 
De un idioma lejano 
Deslizan en el aire metropolitano 
Voces furiosas 
Sílabas 
Aleteos 
Mariposas rabiosas 
Se mueren al amanecer 
Palabras de vidrio 
Y todo es sólo incomprensión 
Eclipse de idioma 
Desolación 
Me pierdo en el grito 
De esta extremada poesía 
Difracción del corazón 
Niebla escarcha solitud 
Nostalgia 



Esilio di voci 

Voci 
Di una lingua lontana 
Scivolano nell’aria metropolitana 
Voci furiose 
Sillabe 
Battiti d'ali 
Farfalle rabbiose 
Muoiono all’alba 
Parole di vetro 
E tutto è solo incomprensione 
Eclissi di lingua 
Desolazione 
Mi perdo nell’urlo 
Di questa estrema poesia 
Diffrazione del cuore 
Nebbia gelo solitudine 
Nostalgia 



Voix d’exil 

Voix 
D’une langue lointaine 
Glissent dans l’air métropolitain 
Voix étrangères
Battement d’ailes 
Papillons éphémères 
Cygnes 
Qu’à l’aube meurent 
Et tout est seulement 
Incompréhension 
Eclipse de langue 
Désolation 
Je me perds dans le cri 
De cette extrême poésie 
Diffraction du cœur 
Brouillard gel solitude 
Nostalgie



El amanecer me ha rozado 

Pero es demasiado tarde 
Sigo tu voz 
Flores en el carril 
Corre rápido 
El tren contra el viento 
Desvanecer en la luz 



L'alba mi ha sfiorata 

Ma è troppo tardi 
Inseguo la tua voce 
Fiori sulle rotaie 
Corre veloce 
Il treno contro il vento 
Svanire nella luce 



L’aube m’a effleurée 

Mais il est trop tard 
Je poursuis ta voix 
Fleurs sur les rails 
Le train court vite 
Contre le vent 
S’évanouir dans la lumière 





.

RENATO PITA ZILBERT [19.051]

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Renato Pita Zilbert 

Nació en Junio 1980, en Lima, Perú.  Estudió artes plásticas, dedicándose al diseño gráfico, también a las comunicaciones. Ha colaborado en revistas como "Arteidea" en Lima y "Kanatari" en Iquitos, entre otras. 

Publicó "Cuadernos del Neopregón" (2005), "Coro Contra Colonial" (2008), El animal muere en los límites de un país conocido (2015).


SOLEDADES

¿Dónde encontrarás la rama amiga que sea gente
Que se siente junto a la conciencia y al error
Como el misterio de un ángel?

Ayudas invisibles las que abrigamos adentro
Una moneda sin azares ideamos, un encuentro a veces…
Nuestro camino puede ser mejor con o sin él

Pero cuando el canto de un ave se nos aparece
El corazón musita al alba y calla ante el ave

De la rama de su simiente.  




DE MANCO NO TENIA NADA

Dicen que la debilidad de Manco Inca fue gustarle el ajedrez
Y tan bueno era que un contrincante español lo mató
De pura revancha perdedora / Usos de la conquista /
¿Creen que el español ese
Le ganó a la resistencia inca en ese movimiento?
La verdad es que estaban medio derrotados los incas / Repliegue vilcabambino /
Aunque la resistencia duraría muchos y muchos años más.
El arte de la guerra quechua hablante y quechua en silencio.
La leyenda cuenta que Manco Inca
Como jefe de rebeliones
Hizo bajar de los cerros a indios de todas partes / 50, 100 ó 200 mil /
Hizo bajar de los cielos a Santiago mata indios/ Usos de la conquista /
Y testimonios españoles señalan que hizo correr a la Virgen María
Por los techos de las casas / Usos de la conquista /
Como una caballería para salvar a Lima de la caída española.
En suma Manco Inca realizó a conciencia
El primer grito de resistencia
En quechua anti imperialista.
Honor al primer Inca de Vilcabamba
Su historia
No solo es de los libros de historia
Sino de acá junto a nosotros.




LA HIJA DE LOS ANDES

Soy hija de los andes
He de vivir con lo que queda del ayllu
Entre blancos wiracochas
Que miran con ojos de animal de los pantanos
Que me huelen cuando cruzan por mi lado.
Tengo que asumir una distancia ante el peligro
La comunidad ha ido muriendo
De extraños males que nos aquejan invisibles
Aparecen muertos luego de la noche
Se van con los hijos y no vuelven
Nuestros animales son devorados
Por quién sabe qué bestias.
Tal vez son esos caballos gigantes que pisan con furia
Tal vez el poco brillo de los óxidos metálicos.
Basta. Reitero, soy la hija de los andes
Creación de este poeta del siglo XXI.
No me callo nada
Pero ya no sé qué decir
Cuál es mi voz después de tanto dolo
Cuál es mi real respuesta a la ofensa, al esputo
Cuál es mi testimonio de parte si las armas que levanté
Mataron a cinco de ellos
Mientras a mí me han matado miles y miles de veces
Junto a cada cuerpo sobre la tierra.
Cuál es mi voz
Cuál es mi lágrima
Cuál mi silencio
Después de siglos de ser
No cuerpo bajo tierra
Sino cuerpo olvidado en desarrollo.
Soy hija de los andes
Y aún vago por ellos
Por acá, por todas partes
En memoria de todos los silencios.




LA PREGUNTA EN TODAS LAS PREGUNTAS

Cargamos con la Biblia de Atahualpa
Durante los siguientes años
Eso no nos hizo las almas más fuertes, ni
Más grandes las manos. Bravo el gesto de Inca, aún hoy.
Levantamos iglesias de piedra, verdaderos gigantes
Túmulos en donde las flores no son sino costras
Tiempo, venas y silencios de huacas y dioses.
Mientras eso sucede duele.
Vemos amanecer preguntándonos las caras
Vemos anochecer con la misma cara vemos
Las horas de sometimiento
Con la misma pregunta.
De repente nuestras riquezas compensan toda ofensa.
Eso vemos que se llevaban a mares
Sangre nuestra que vemos correr a mares
Que se friega en los atrios. Se bebe en las copas
Todo lo material nuestro.
Nuestro cuerpo en todos lados
Aire,
Montaña,
Agua,
Fuego,
Rayo,
Carne.
Nuestros elementos diluidos.
La misma pregunta sobrevive
Pintándonos la frente
Como si una pluma de ave nos brotara de pensar
(Solo entre nosotros la distinguíamos
Más aún durante las rebeliones):
¿por qué-cómo-cuándo?
Todas juntas todos los días una sola pregunta
Como una espada clavada en la frente
¿por qué-cómo-cuándo?
¿por qué-cómo-cuándo?


de: Coro Contra Colonial



WAWA

De las madres salen hijos e hijas como yo.
Soy hijo de todas partes
He dado mis primeros pasos, aprendo el castellano
En mis ojos crecen también bellas almas
Porque tenemos alma
Creciendo con el amén de algún sacerdote.
Yo tengo una de esas bendiciones
Me la dio el que dice mi madre que es mi padre
Un jesuita de voz oscura, distancia
Afín al aguardiente antes que al vino
Pero yo soy de todas partes
De los cuatro lados del mundo.
Mi madre es cusqueña, es descendiente
Tiene hermosos recuerdos secretos en casa. Ella dice
Que vivimos en el centro sagrado
Que somos privilegiados
Que somos cercanos a los rebeldes
Que guarde el secreto
Pues en mis ojos está la sombra del cóndor de Manco Inca
Yo tengo miedo
¿Su lenguaje blanco asesino al calor de la sangre y el sol
Está en mi sangre como un agua profunda?
¿Seré digno hijo de los Suyos del quechua
Con este pensar bilingüe en Amaru?
¿Seré un arma sabia y colérica?
¿Significa algo este apellido De Vivar sobre mi Yupanqui?
Yo me emociono, guardo silencio, veo los paisajes.
No soy esclavo, pero mis iguales
Me esperan.
Tengo la edad joven y creceré
Kausachum creceré.




TÚPAC AMARU II

Túpac Amaru II, se mundo.
Con tu lápiz de las primeras cartas
Con tus imprecaciones y sus bastas
Con las armas cubiertas de tierra
Con los hombros a la altura de los horizontes
Con tus palabras letradas y su retórica
Con tus oídos quechuas, con tus manos quechuas
Con tus grados coloniales en repudio
Con tu sangre muscular
Con tus músculos de sangre
Con tus cuatro caballos contenidos
Con tu ceño, tu esternón, tus falanges
Con tu pugilato derramado entre sudores
Con tu duda y sus vestidos a siete colores
Con Túpac Amaru adelante, antes que el José Gabriel
Con tu paso adelante
Con adelantes
Túpac Amaru II, el mundo.




FUEGO DE ELLA

Su nombre es Micaela Bastidas
Mujer de resistencia y fuegos internos
Anduvo con Túpac Amaru II
Entre gritos y fogonazos de Sangarará y Tinta
Sus guerras eran afirmaciones
Y ese SÍ, ese ADELANTE, ese SIGAN
Cargados de violencia solar
No se acabaron en una plaza
Llena de sombras
Llena de silencios
Completamente impropia
Para el Cuzco indio que vio por última vez
Ella, responsable heroica de ese levantamiento humano
Las manos involucradas en esa sangre de batallas
Han de cantar la voz de la claridad.
Aun sobre este caballo será ella
La rayo
Aun con las manos atadas
La cóndor
A pocos minutos de la muerte
La Micaela
Aún después de la muerte
Micaela Bastidas
Mujer
Rayo
Cóndor
Fuego interno
Sobre la tierra
Ella, gran inconveniente de la muerte.




de: Para salir el sol contigo



Brindis

Corazón, hoy que te veo cualquiera
Soy renato de mí mismo hasta el médano del alma.
Lo que boga aquí soy yo, yo donde me varo errante, medio feo medio otro.
Veo detenidamente cuando tus ojos me sonríen deformes como tus labios
Rojos sin maquillaje, corazón / Y me devuelvo la misma salud.
Siempre seré el impreciso para ti / mi mejor alcance a ti
mi vaso arriba, lleno corazón.




A – poética –

Pensando en Jorge Eduardo Eielson. Con su ejemplo…



Ala de todo inicio,
A de libertad, alerta, arrojo y cavilar
A para el horizonte habrá
A de armar o desarmar y peligrosa
A de movilizar igualitarias populosas justas, provistas de
Aes para todos de todas desde abajo hasta la propia
Autodeterminación de sus horas
A sin adalid sin retaguardia, en punta y llana
A de autonómica y de la automática y
Abanderada que no es de clase A sino de otra clase.
A que pueblas ancha pública y creciente
A de par en par, de uno en uno y de boca en boca
A corazonada y elemental y ante lo que se viene
A como dé lugar, serás
A que vencer-
A.





3 poemas de El animal muere en los límites de un país conocido (2015),
de Renato Pita Zilbert


SE EXPANDE UNA PLANTITA EN SU CUERPO DE HOMBRE Y LE TUPE
de follajes / desde donde nace la herida se le abre la trepadora
/ es un cuerpo verde en un cuerpo rojo confundidas las fibras
don caos germen de los tallos / rodea cartílagos rótulas tobillos
aprisionados ojo hoyos abiertos cubiertos / lógicamente el ano
orejas pene o vagina atiborrados salvajes de arbustos propios
no se reconocen / color clorofila de yerba ocupa el cuello
descollado de plantas luxa y crece a las extremidades exánimes
destituidas / falo o vulva dijimos o lo que sea el cenagal silvestre
de donde brota como agua orina tibia verde expandiéndose /
placer según los tallos

él o ella recuerda el último pasado cuando bebía agua en el
arroyo y miraba su reflejo en el agua del arroyo mientras oh él
oh ella eran y no el arroyo

oh verde decía / verde bermellón y verde agua de la sangre
abandona la orilla del cuerpo por los poros hojas verdes
aparecidas para hacer mejor la fotosíntesis / olor humus lotos
algas matas raíces da igual son olores sin sugerencia en la nariz
finada / igual todo ocurrió con la calma belleza consecuencia
del cuerpo que se deshace como buen arroyo sigue su curso
/ yace huerto abandonado el ex cuerpo / será su forma de ser
perdurable / alimenticio




COMPÁRALA

con la mancha negra sobre la historia muerta
que suprime una laguna por ejemplo.
compárala con lo otro que es el estiércol cenizo
de un ave azul o de un silencioso lagarto verde azul y verde
dos cónclaves invisibles a ti.

ahí donde surge hongo o larva es un lugar mejor
que la historia muerta en tus ojos o manos.

la pulpa y el acopio duermen extraños a ti y la paciencia
del cuerpo de una madre es simple y la tierra es simple
ahí donde se reintegran los nutrientes, entonces
el seno es simple y sin embargo total y redondo y cónclave

Pero tú no eres simple, ni tu historia.




SILBÓ COMO PARA CONTRARRESTAR EL DAÑO. LUEGO
te voy a hacer sentar donde se sientan las aves
te voy a hacer comer donde comen las aves
te voy a hacer dormir donde duermen las aves
te voy a hacer vivir donde duermen las aves
dijo el shawi

yo, como paciente
guerrero y aprendiz entre la noche de los árboles la memoria
paseo porque tengo madre que me acompaña y canto
te voy a hacer sentar donde se sientan las aves
te voy a hacer comer donde comen las aves
te voy a hacer dormir donde duermen las aves
te voy a hacer vivir donde duermen las aves
yo como paciente
dijo el shawi
silbó.


Algunos apuntes sobre el animal muere en los límites de un país conocido, de Renato Pita Zilbert 
Lima: Paracaídas, 2015

Andrea Cabel 
University of Pittsburgh 
&
Rafael Chanchari 
Sabio del pueblo Shawi – Docente de FORMABIA


Este breve ensayo surge como producto de dos lecturas, la de Rafico (Rafael Chanchari) que presentó el animal muere en los límites de un país conocido (Lima: Paracaídas, 2015) en la presentación dada en Iquitos en el 2015, y la mía, que dista un año de diferencia y que lejos de conocer el contexto profundo que esconden algunos versos de Renato, plantea más bien un análisis literario del texto. La conjunción del texto de Rafico y mío son un intento por mostrar a los lectores este pedazo de selva que es este poemario, ya que a lo que atendemos en este libro es a una selva muy personal, una que corresponde únicamente a la mirada del autor, y a su propio entendimiento y desentendimiento con los diversos parajes y experiencias que encuentra y vive en su estancia en la Amazonía peruana.

A modo de contexto general, Renato llegó a la Amazonía en el 2008 como docente de la Escuela de Bellas Artes de Iquitos, a los pocos meses ingresó a trabajar en el Programa de Formación de Maestros Bilingües (FORMABIAP) de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (por sus siglas, AIDESEP), y vivió en la ciudad de Iquitos hasta el 2012.Fueron cuatro intensos años en los que el vínculo entre su trabajo y los viajes a la Amazonía se estrechó a tal punto que hasta la actualidad se mantiene vigente. Su trabajo siempre ha estado vinculado a los pueblos indígenas, al fortalecimiento de la interculturalidad y a las comunicaciones. Los poemas de este libro fueron textos escritos casi al final de su estadía en la selva, es decir, luego de pasar por un intenso proceso de adaptación y de conocimiento de lugares y de gentes. Fue después de tres años de haberse establecido en Iquitos y de haber establecido también cierta rutina de viajes al interior de la Amazonía que comienza a “tomar notas” más que hacer borradores de los poemas que conformarían este libro –por lo que él mismo me cuenta, fue recién en el 2011 que se inicia este proceso–. Al respecto, en sus palabras, “no hubo un orden de escritura, sino más bien partes de anotaciones de viaje, y durante el trabajo”. Fueron estos textos que comenzaron a ser escritos entre el 2011 y el 2015 los que dieron forma al libro que ahora tenemos en nuestras manos. 

Con el fin de adentrarnos en el poemario, quisiera comenzar con una observación: este es un libro que incomoda al lector desde el título. Es decir, debemos estar preparados para entrar en un texto que no tiene intenciones de abrirse a nosotros, ni de ponernos fácil la lectura, sino que espera que nosotros, los lectores, nos involucremos en él y nos esforcemos por abrir trochas o caminos entre sus versos. No podrá ser de otra manera el entendimiento con este libro, tal como no podrá ser otra la lógica de la sobrevivencia en un monte, en un bosque, o en un río. Involucrarnos y aprender en el camino. En este aprendizaje, el lector debe despojarse de cualquier idea previa sobre un orden pre-establecido para encontrar una orientación en el peregrinaje que invoca Renato Pita. Un ejemplo del “desorden” que encontramos en el libro como marca particularmente lograda por el autor lo vemos en la portada. Esta, en vez de mostrar lo que tradicionalmente muestra una portada, como un título propio, muestra una figura que puede ser la de una serpiente reptando o la de un río torneados, o conformados, por el epígrafe que es el que da título al libro. No obstante, este epígrafe pertenece a otro autor, y no al poeta. Estamos ante un doble movimiento, el que se intenta emular en la portada y al que el mismo poeta emula colocando versos que son de Gimferrer, como señala en la última página del libro. Del mismo modo, llama la atención que la silueta formada por el título en la portada representa una poderosa naturaleza amazónica que no permite ser atrapada o encerrada, sea el río o la serpiente. Esto puede descuadrar (o incomodar incluso) a un lector que espera un texto más convencional, y que no esperaría leer como título un epígrafe del que no sabremos quién es su autor sino hasta buscar en la última página del libro.

Un punto más sobre la incomodidad que genera este libro, es que ésta no es únicamente estilística o meramente casual, sino que nos permite entender por qué no encontramos una temática clara en el poemario: este se asemeja –por el desorden al que apelan sus poemas–, a una chacra en la Amazonía, un espacio que tiene un orden y una lógica para los propios, más no para los ajenos. La chacra frente a una parcela plantada de monocultivo es una imagen a la cual podemos comparar el poemario, en este los epígrafes no están atados a su autor, sino que los tenemos que buscar al final del libro. Y de hecho, aunque el índice no señale que el libro tiene tres partes, siguiendo la nota que sigue inmediatamente a este, encontramos que sí son tres y que cada una de ellas está nombrada como un epígrafe. Un epígrafe que podría ser fácilmente confundido con los versos del poeta. En este caos en el que se confunden los versos ajenos con los propios, las partes del poemario con los versos mismos, y que no encontramos un único hilo conductor a lo largo de las partes y del libro, lo que sí encontramos son pistas. O mejor dicho, pinceladas, como asomos a una ventana y con ello, furtivas miradas a la imagen que está detrás de ésta.

Asomémonos a ver más de cerca algunos de los poemas del libro. Comencemos con el poema dedicado a los kukamas del Marañón en la página 73, “ya va a iniciar la asamblea”. Decidimos iniciar nuestro análisis con este poema porque desarrolla la idea medular de este poemario: la necesidad del despojo, de la humildad, de la ignorancia y con todo esto, la consciencia plena de una diferencia, es decir, de saberse diferente de ese otro al que está conociendo y de aceptar que no se le entiende ni se le conoce. Rezan los versos:

“aquí bajo el agua hay un familiar muerto que no entiendes/aquí sanan y hacen el amor con el mismo licor transparente/que no entiendes/y cuando no los conoces/te dan la mano suave como una hoja de árbol de castaña/que no entiendes/falta media vuelta y aparecerá la comunidad. /en tu delante abre su boca una laguna y aprendes / que no entiendes/lo que no conoces de una laguna/o de una asamblea. (73)

La belleza de estos versos recae en su mismo contenido: “que no entiendes” y “que aprendes”. Aquí está la postura desde donde parte del libro: desde la ignorancia, desde la incomprensión, desde el no entender, pero al mismo tiempo, desde el aprendizaje. El poema mismo comienza con una pregunta “¿entonces qué piensas que es una asamblea?”, y el resto de los versos intentan responder a esta pregunta, y enfatiza en la falta de conocimiento, en la falta de entendimiento, en este cruce con el Otro, en esta sensación de ser diferente. De ahí que comente “y los pobladores, diferenciados/por un color x en los mapas de distribución oficial/indican tiempo”, en estos versos sale de lo abstracto (el color “x”, los mapas oficiales) para fijarse en las personas, en esos pobladores, en ese grupo de gente que genera preguntas en él, que cuando abren sus bocas tienen lagunas, que tienen la piel suave como las hojas de los árboles de castaña.

Inmediatamente antes a este poema encontramos otro titulado “Silbó como para contrarrestar el daño”, un poema escrito a partir de un canto de curación  del sabio Shawi Rafael Chanchari. Este poema es particularmente valioso porque representa el momento en el que el poeta permite que su voz se intersecte con la voz del otro, con la de ese sujeto al que no entiende, y del que intenta aprender. El poeta se nombra en este poema “paciente, guerrero y aprendiz entre la noche de los árboles” y toma cuatro versos de Rafico y los coloca como la voz del mismo Shawi – personaje, para juntarlos a su voz. Al respecto, en la presentación realizada hace un año, Chanchari pudo explicar lo que significaban estos versos desde su propia mirada, y desde su propia cultura. Atendamos a su explicación:

“Te voy a hacer sentar donde se sientan las aves” [primer verso]; esto tiene que ver el hombre y la naturaleza. Ustedes se acordarán, y se van a acordar, quién al ver, por ejemplo, [un] picaflor, una perdiz, un tucán ¿Nos espantamos acaso? No, apreciamos: Qué lindo, si está como mascota; pero si está en el mercado, como para alimentarse, pasamos, diciendo, oh qué rico, como quisiera tener una moneda, comprármelo para comer. Nadie pasa delante de cualquier ave despreciándola. Por eso es esto [el poema] para medicina; para que los espíritus dañinos no nos puedan acercar con ese maldad, sino nos vea como aquel ave o como aquella ave, tan precioso, tan hermoso, tan apetecido y nada despreciable. Por eso son estos versos.

“Te voy a hacer comer donde comen las aves” [segundo verso]. Las aves comen aquellas frutas, aquella plantas que tiene sabrosas frutas, ¿acaso a un pájaro le falta durante el día?, tiene horas que vienen, ahí se amontonan, están felices, alegremente comiendo de aquel árbol. Por eso es que decimos te voy a llevar allá a comer. Entonces, el trasfondo, seré como una planta, [seré] como aquellas aves que comen igual, seré yo y no me harás ningún daño.

[Dice el sabio] “Donde duermen las aves” [tercer verso], la aves no van a dormir en cualquier rama, ni en cualquier soga, tiene que ser algo especial. ¿Seremos así nosotros como seres humanos, para que los espíritus del medio ambiente no nos puedan hacer daño? Por eso esto tiene un trasfondo. Es así como se purifica espiritualmente, físicamente una persona a través de la plantas. Eso puedo decir de este verso.

“Te voy a hacer vivir donde viven las aves” [cuarto verso], el lugar donde viven las aves ustedes saben que es la belleza de todo el bosque amazónico, todo es verde, todo es esperanza, aunque algunas cosas negativas están ahí. Eso es lo que trata de explicar estos versos.

Estos cuatro versos (te voy a hacer sentar donde se sientan las aves/te voy a hacer comer donde comen las aves…) que suelen ser cantados por Rafico y que han sido tomados y transcritos por el poeta/paciente, son los versos que curan y también representan la palabra tomada del otro que sale de la oralidad y se transforma en discurso escrito, medicina pegada al papel que invade nuevos espacios y nuevos cuerpos. Ahora la voz que repite estas palabras son las del poeta, y las del lector. Ahora todos repetimos estos versos de curación y nos mezclamos con ese otro al que no conocemos ni entendemos pero del que estamos aceptando su cercanía y su conocimiento. Así, el yo poético que se ha nombrado en este poema como paciente, guerrero y aprendiz, está compartiendo con nosotros una imagen de su propia selva, de su propia curación que hacemos nuestra, dándonos una imagen que él mismo ha construido a partir de sus experiencias como paciente, como aprendiz, y como guerrero, por qué no, de la palabra.

Finalmente, quisiera mencionar un punto que me ha llamado particularmente la atención en este libro. Me refiero al recuento de criaturas que hay en la primera primera parte del libro. El autor como un “hombre herido errado en su boca”, nos presenta una variedad ingente de animales, cada uno con una historia y con una característica muy particular. Estos son los animales de su selva, la que él nos regala en cada página de este libro, que como un árbol, nos regala diversas hojas de vida. El primer animal del que nos habla en el primer poema, tiene “colores reales” “hermosa piel, sombra bella” y es “oloroso” (7), la siguiente criatura no es un animal sino una corteza de la que nos dice lo siguiente: “y la sangre derramada es ahora/trémula corteza nueva/de gota a gota de rojo a verde limpio de hoja” (11). Luego nos describe palmeras (17), y después los grillos (18), “feos desgraciados que se transmiten la salud/en lengua propia” (19). Posteriormente, en el poema “Otro ejemplo”, nos presenta a un “hongo ancho y fabuloso [como de otro mundo]” que “vive en la lupuna, árbol ingobernable por su altísima talla como estatua de la libertad [otra libertad] escaso por la tala, el triplay entre otros” (21). En este poema nos presenta a dos criaturas, a la lupuna, árbol madre de otros árboles y al hongo que crece protegido por él. No deja de ser llamativa la vinculación entre la lupuna y la industria de la madera, es decir, de la tala al mismo tiempo que a su naturaleza indomable. Este contraste marca la voz del poeta como una doble, una de protesta y otra de admiración. La admiración por la belleza del árbol, la “esperanza” (21) que le da la talla y fortaleza de la lupuna, como la de la “nobleza de otro mundo” (21) del hongo.  Luego nos presenta a una tortuga que es “la carga de un hueso sin descanso” (25), un ser que sonríe aunque no se le note la sonrisa, y enumera sus años acumulados, y la belleza de su “longevidad sin gloria” (25), después nos habla del zancudo, que lo reconoce como una “luz hebra de bosque” (27) que es sustancialmente algo de él al tener su sangre. El yo poético se deja mezclar con el zancudo, siente que es su sangre la que vuela (27), y se permite ingresar a este mundo animal desde su mirada entrecortada. Su relación de animales, es decir, su intención por clasificarlos, por saberlos como parte de un universo propio, el suyo, llega a tal punto que en el poema “La selva, la noche” los enumera. Cito: “relación de bichos posados en la pantalla de la laptop: uno gótico, / otro pepita,/ uno sin precisar [vuela lento]…otro que es ni medio centímetro de ser feísimo…en total/nueve” (29).  Y con esta relación de animales termina la primera parte del poemario, que como las otras dos siguientes, apuntan a visibilizar el reflejo de la selva incompleta, salteada, y muy personal del autor. Una selva en donde “todas las noches se vuelve a descubrir el fuego”, una con finos versos, en las que “el calor es como una extraña espina regalada por la naturaleza o por un sol lejano” (61). Como estos versos, tenues y logrados, la poesía de Renato nos ofrece un universo o una mirada, en todo caso, la posibilidad de encontrarnos también en ellos.




UN HONGO ANCHO Y FABULOSO (COMO DE OTRO MUNDO) VIVE
en la lupuna, árbol ingobernable por su altísima talla como
estatua de la libertad [otra libertad] escaso por la tala, el triplay,
entre otros.

un hongo habita la lupuna y ambos son seres nobles [categoría
de otro mundo, nobleza de otro mundo] como también lo son
insectos, roedores, aves y demás compañía [otros compañeros,
otros vínculos, prácticas, etcétera].

es que de pie y entera, la lupuna es más y mejor como mundo
[otro mundo en este mundo] que como materia maderable

o sea como cierta esperanza necesitable le necesitamos




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JOHN RUSKIN [19.052]

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John Ruskin

John Ruskin (Londres, Inglaterra, 8 de febrero de 1819 - Brantwood, Cumbria, Inglaterra, 20 de enero de 1900) fue un escritor, crítico de arte, sociólogo, artista y reformador social1 británico, uno de los grandes maestros de la prosa inglesa. Influyó notablemente en Mahatma Gandhi. Abogó por un socialismo cristiano.

John Ruskin era hijo de un rico comerciante de vinos, cosa que influyó mucho para que él pudiese viajar a distintos lugares de Europa durante su juventud. Se crió en South London y fue uno de los promotores de la constitución de la compañía Ruskin, Telford y Domecq. Con su trabajo influyó notablemente en los gustos de los intelectuales victorianos. Entre sus amistades personales se contaba la familia de Robert Baden-Powell, a quien enseñó y vio crecer.

En 1837 ingresó en Oxford, universidad a la que le legó, una colección de grabados, dibujos y fotografías; también fundó una escuela de dibujo para los estudiantes. En la actualidad se conserva parte de sus obras entre dibujos de la naturaleza y otros más de distintas catedrales góticas.

Ganó un importante premio con su poema «Salsette and Elephanta» en 1839 y se graduó en 1842. En 1843 apareció el primer volumen de «Modern Painters, by a Graduate of Oxford», en el que Ruskin sostenía la superioridad de los paisajistas modernos sobre los viejos maestros. Descubrió al famoso William Turner, al que dedicó un famoso ensayo. Sucesivos volúmenes dilataron el tema hasta convertir la obra en un amplio tratado acerca de los principios que debían constituir los fundamentos del arte, lo que contribuyó a consolidar su prestigio como maestro esteta y crítico de arte. Su teoría sobre la arquitectura es meramente moral, una filosofía que está en busca de la verdad. En tanto que aplicó consideraciones parecidas a otro dominio del arte en sus «Seven Lamps of Architecture» (1849) donde apuntaba una especie de leyes o bases, que todo artista al momento de crear debe obedecer, y enumera siete:

Sacrificio, Verdad, Poder, Belleza, Vida, Memoria y Obediencia. Ruskin considera estas cuestiones como extra arquitectónicas.

En cada capítulo contiene abundantes principios técnicos y agudas observaciones sobre arte clásico y medieval. Ejemplos tomados de obras maestras de la arquitectura francesa e italiana. También sus «Stones of Venice» (1851-1853), obras que analizan la importancia religiosa, moral, económica y política de la arquitectura doméstica.

•Ideas «socialistas de Sheffield»

•Fundó la “Company of St George” para la mejora social y las artes útiles, desde donde defendió un Ornamentalismo ligado a la reforma de la sociedad; así como también, defiende la idea de que la restauración de edificios, es una destrucción no sólo para la arquitectura, sino también desde el punto de vista histórico. La restauración de vestigios arquitectónicos, según la filosofía de aquella época (prácticamente filosofías del resplandor del movimiento romántico), lleva a la destrucción de ideas, valores e ideales morales e históricos que nacieron con eses monumentos. Ruskin insiste, en que los estilos arquitectónicos ya existentes, bastan para las necesidades de la sociedad contemporánea; y concluye de manera dogmática, que no quiere nuevos estilos arquitectónicos. según él, cada estilo arquitectónico debe de someterse ala lámpara de la verdad ( lamp of truth) para ser aceptado como estilo universal. Para Ruskin, cada obra arquitectónica, debe poder deducirse de la naturaleza en su calidad de creación de Dios; es decir, cuando procede de la naturaleza del hombre, por una parte de sus facultades artesanales y las leyes naturales de los materiales empleados, y por otra, un uso acorde a la naturaleza de los mismos; además, exige sinceridad y amor a la verdad en el ámbito de construcción. prefiere materiales como la piedra y la madera, y observo que la elaboración de nuevos materiales puede ampliar las posibilidades de la arquitectura; Ruskin solo acepta esos nuevos materiales si son producidos directamente por el hombre de manera natural o artesanal. En su opinión, el uso de estructuras de hierro son una violación a la naturaleza; pero en el marco de una arquitectura meramente utilitaria, Ruskin tolera el uso de estos materiales, otorgándoles una dignidad propia, por lo que establece una diferencia entre la arquitectura como expresión de belleza libre de toda utilidad, y la arquitectura del ingeniero, que es utilitaria. En pocas palabras, son esferas separadas dentro de la misma burbuja de la arquitectura. Los argumentos de Ruskin son estéticos; se basa en la coherencia de los efectos en la pintura, y defiende un ideal de diversidad arquitectónica. desarrolla un abanico de adornos arquitectónicos que van desde lo orgánico hasta formas más abstractas.

La obra de Ruskin destaca por la excelencia de su estilo. Rebelándose contra el entumecimiento estético y los perniciosos efectos sociales de la Revolución industrial, formuló la teoría de que el arte, esencialmente espiritual, alcanzó su cenit en el Gótico de finales de la Edad Media, un estilo de inspiración religiosa y ardor moral:

“La arquitectura no es sólo técnica de construcción, también es arte, es el arte que dispone y adorna a los edificios levantados por el ser humano para el uso que sea, de modo que la visión de ellos contribuya a su salud mental, poder y placer...”

John Ruskin veía en la naturaleza, en las flores y en sus hojas, formas que podían ser llevadas a la arquitectura, y así el hombre podía entablar en el recinto arquitectónico, una sensación de apacibilidad, serenidad y belleza.

Su idea de belleza posee una doble naturaleza: la belleza abstracta de las cosas, sin ninguna consideración más que la forma, y la que se puede reconocer tras un proceso de elaboración y trabajo paciente del artista en la obra (de ahí su gran admiración por Fra Angélico).

Entabló amistad con los pintores Dante Gabriel Rossetti, Edward Burne-Jones y John Everett Millais; éste último, se casó con la esposa de Ruskin después de que se separaran.

También es conocida su fascinación hacia la belleza de las niñas. En 1859 Ruskin conoció en una escuela infantil de Wington a la que será más tarde su esposa, Effie Gray, de 12 años de edad. Según K. Clark en '3 Ruskin Today' , Ruskin tenía: "...una noción infantil de la feminidad, mitad gatito, mitad reina de las hadas, y cuando la confrontaba con la realidad retrocedía horrorizado" ("... a boyish notion of feminity, half kitten, half fairy queen, and when confronted with the real thing, he shrank back in horror").

Señaló a Rafael como autor del pecado de pintar con más detalle unas partes que otras. Los alumnos de Ruskin fueron llamados prerrafaelistas. Él mismo señaló a este grupo como la esperanza artística de Inglaterra.

Como economista y reformador social, se manifestó franco e inflexible enemigo de lo que consideraba egoísta y letal en las doctrinas de la llamada escuela manchesteriana, siendo en esta esfera donde se concentró su serie de cartas dirigidas a los obreros y braceros del Reino Unido, que influyeron en los reformistas sociales durante tres generaciones. Obtuvo la primera cátedra Slade de Arte de la Universidad de Oxford en 1869, cargo que ejerció hasta 1879. Legó a esta Universidad una importante colección de grabados, dibujos y fotografías, además de donar una importante suma de dinero para la creación de un centro de enseñanza del dibujo. Ruskin ilustró numerosas de sus obras con dibujos de su propia mano. Desde 1885 hasta su muerte en 1900 vivió retirado en Brantwood (en el noroeste de Inglaterra), después de que en 1889 quedara incapacitado por el agravamiento de los episodios de locura que venía padeciendo desde 1870. Entre sus obras sobre asuntos económicos, sociales y éticos destacan Sesame and Lilies (1865), Ethics of the Dust (1866) y Crown of Wild Olive (1866).

Obra

El espectro de temas abarcado por Ruskin fue muy amplio. Escribió más de 250 obras que empezaron en la historia y crítica del arte, pero que terminaron en materias tan variadas como la ciencia, geología, crítica literaria, ornitología, los efectos de la polución sobre el medio ambiente o mitología. Después de su muerte, sus obras fueron recogidas en una extensa colección, llevada a cabo por sus amigos Edward Cook y Alexander Wedderburn en 1912. Solo un índice así de extenso es capaz de reflejar la amplitud e interconexión de todos sus pensamientos.

Pintores modernos (1843-1860). Su primera obra, concebida en defensa del paisajismo de Turner.
Las siete lámparas de la arquitectura (1849). Su obra fundamental, donde desarrolla sus ideas estéticas.
Las piedras de Venecia (1851-1853). Obra escrita tras sus estancia en Venecia, también exponente de sus ideas estéticas, así como de su visión sobre el Gótico.
Conferencias sobre la arquitectura y la pintura (1853).
Economía política del arte (1857).
Dos caminos (1859).
Unto this last (1860-1962). Obra que influenció a M. Gandhi.
Sésamo y lirios (1865).
La moral del polvo (1866).
La corona de olivo silvestre (1866).
Fors Clavigera (1871-1887). Cartas a los obreros ingleses.
Las mañanas en Florencia (1874)
La Biblia de Amiens (1880-1885).
Praeterita (1885-1889). Biografía inacabada.


LAS COLINAS DE CARRARA

En medio de un valle de hojas florecientes
    donde la vid alarga su raíz sinuosa
y abultada se abate la gavilla otoñal
    y los olivos derraman su atezado fruto,
    y vientos leves, y aguas nunca mudas,
hacen de jóvenes ramas y guijarros límpidos
    un laúd universal.
Y aves vivaces, por el oscuro soto de mirto,
perforan con breves notas, y un plumaje bañado de rocío,
el silencio y la sombra de las sosegadas avenidas.


II

Lejos en la profundidad de cielos sin voz
    donde calmas y frías se esparcen las estrellas,
se alzan los cerros de la pálida Carrara.
    No hay ruido ni tormenta, ni rudo torbellino,
que puedan quebrar su serenidad de mármol solitario;
    los relámpagos carmesí en torno de sus cimas
podrán sostener sus fogosas disputas:
    ni escuchan ni responden; su venturoso descanso
no lo adornan cogollos, ni verdes pastos, ni el aliento
de cosa moviente alguna altera su atmósfera de muerte.


III

Pero más abajo, en un sueño plegado,
    se extienden borrosas formas de vida celestial 
de pálidos ceños y ojos vagos, sumidos
    en una dulce paz de sombra somnolienta,
cuyos miembros retorcidos, ataviados de roca,
    descienden como olas blancas sobre el humano pensamiento,
manifestado en sueños intranquilos;
    en sus secretos hogares de deseada duermevela,
se elevan inmortales, hijos del día,
brillando con divinas formas en la tierra, y en su ruina.


IV

Sí, donde los brotes tienen su origen más brillante,
    donde ampliamente reluce un florecer de oro,
allí se desliza la serpiente y se afana el gusano
    y negra la tierra se extiende por debajo.
¡Ah! no pretendas conocer el alma de los hombres;
    que visten con aparentes sonrisas sus baldíos parajes;
las palabras que se toman a broma el infortunio
    despiertan no con menos ligereza, pese al corazón roto,
al corazón burlón, que apenas se atreve confesar
incluso para sí, la fuerza de su propia amargura.
Ni juzgues que aquellos de frías palabras,
    los de frentes oscuras, los de corazón de acero,
con la fuerza acostada, furtiva, solapada,
    de pensamientos que ocultan y punzadas que sienten,
    necesiten de una cavilación en respuesta para romper su sello,
¿quién puede saber qué olas batirán el mar callado,
    bajo el pobre llamamiento
desde costas lejanas, de un viento que no sientes?
Qué sonidos se despertarán dentro de la caracola,
sensible al encanto de quien sabe tocarla.

(Traducción, Andrés Catalán)



The Hills Of Carrara

Autoplay next video
Amidst a vale of springing leaves
Where spreads the vine its wandering root
And cumbrous fall the autumnal sheaves
And olives shed their sable fruit,
And gentle winds, and waters never mute,
Make of young boughs and pebbles pure
One universal lute.
And bright birds, through the myrtle copse obscure,
Pierce with quick notes, and plumage dipped in dew,
The silence and the shade of each lulled avenue.


II

Far in the depths of voiceless skies
Where calm and cold the stars are strewed,
The peaks of pale Carrara rise.
Nor sound of storm, nor whirlwind rude,
Can break their chill of marble solitude;
The crimson lightnings round their crest
May hold their fiery feud-
They hear not, nor reply; their charmed rest
No flow'ret decks, nor herbage green, nor breath
Of moving thing can change their atmosphere of death.


III

But far beneath, in folded sleep,
Faint forms of heavenly life are laid
With pale brows and soft eyes, that keep
Sweet peace of unawakened shade,
Whose wreathed limbs, in robes of rock arrayed,
Fall like white waves on human thought,
In fitful dreams displayed;
Deep through their secret homes of slumber sought,
They rise immortal, children of the day,
Gleaming with godlike forms on earth, and her decay.


IV

Yes, where the bud hath brightest germ,
And broad the golden blossoms glow,
There glides the snake and works the worm
And black the earth is laid below.
Ah! think not thou the souls of men to know;
By outward smiles in wilderness worn;
The words that jest at woe
Spring not less lightly, though the heart be torn,
The mocking heart, that scarcely dares confess
Even to itself, the strength of its own bitterness.
Nor deem that they whose words are cold,
Whose brows are dark, have hearts of steel,
The couchant strength, untraced, untold,
Of thoughts they keep and throbs they feel,
May need an answering musing to unseal,
Who knows that waves may stir the silent sea,
Beneath the low appeal
From distant shores, of winds unfelt by thee?
What sounds may wake within the winding shell,
Responsive to the charm of those who touch it well.










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LAMBERTO ALPUENTE TORRES [19.053]

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Lamberto Alpuente Torres

Teruel.

Ha publicado:

-Barbitúricos y otros licores, 2013
-La sombra erecta, 2016



DE:
Barbitúricos y otros licores, 2013.



EL ACTOR

La historia siempre se escribe con grandes actuaciones.
Orientar la atención hacia cosas inexplicables para poder llegar
a la matriz. Alterar estados de conciencia y fingir locura
con la ventaja de jugar con una máscara impoluta e irrompible.
Eso hace que el conjunto se centre y base en otros pretextos.

Así es como se llega al núcleo, al origen, al centro de poder.

Los actores aprenden guiones
Y toman prestadas personalidades con el único fin de mendigar
el beneplácito del espectador ante su interpretación.
La mezquina naturalidad.

Los actores de la vida juegan y se divierten con la plebe,
Consiguiendo todo aquello escondido en sus más bajos
instintos.
Lo íntimo y auténtico de cada uno.
El cuerpo, la memoria, el orgullo, el corazón… El alma.

Me gusta esconderme tras esta careta y observar desde la cima
cómo el mundo se mueve lento, lento…


*



“Barbitúricos y otros licores”, los poemas de Lamberto Alpuente

El turolense Lamberto Alpuente  ha publicado recientemente su primera obra poética “Barbitúricos y otros licores”. Este libro ha sido posible mediante financiación colectiva, más conocida como “crowdfunding”

“Barbitúricos y otros licores” es la manera de exteriorizar todos los pensamientos y sentimientos que tanto tiempo Lamberto ha guardado en su interior, es una extensión de él, que en forma de libro ha querido compartir con el resto del mundo, las impresiones propias sobre la vida y su manera de sentir.

En este diario de a bordo, Lamberto expresa su manera de ver este mundo, su ciudad, los viajes al exterior buscando al yo interior, las reflexiones y acciones que realiza a diario, el amor, el desamor, las alegrías, las decepciones, la inocencia, la madurez, los diferentes estados de ánimo…



“…Prisionero de mi cárcel
No soy como el resto, ni quiero serlo.
Y no quiero recoger las sobras, y menos demostrar quién soy.
Y sé que no vendrás a verme, pero estarás…”



Se puede decir que está escrito con sangre y letra, siempre desde el interior, como primera persona de los hechos que ocurren en su contexto, en la cabeza y en el corazón.

El titulo de la obra “Barbitúricos y otros licores” es un juego de palabras, un rompecabezas. “Otros Licores” hace referencia a esas historias cotidianas y no tan cotidianas, extra sensoriales, que percibe día tras día, Como un juego entre el día y la noche.



“Tiempo de amar…Aunque el tiempo se agote…
Tiempo de subir al tren…Aunque pierdas el norte…
Tiempo…Aún nos queda tiempo…”



“Barbitúricos” es el motor principal de la historia. Es un paso al frente mucho más maduro. Viene a ser un antidepresivo. Como una medicina, que le ayuda a salvarle de los demonios que a veces afloran en su cabeza.



“Los ojos aman el riesgo del vuelo sin arnés.
Los ojos son Ícaros despreocupados que coleccionan méritos privados y aplausos en silencio.
De cómo el progreso hace experimentos y nos transfiere el delito o la magia.
De cómo las esperanzas multiplican los primeros planos de las estrellas.”



Las ilustraciones del libro corren a cargo de las amistades que ha ido conociendo a lo largo de los años relacionadas con bellas artes, está el santanderino Yeyo Riancho, al que conocio por su paso por Italia, y que aporta su psicodelia colorida, y  las turolenses Elena Castillo, Laura Villarroya, y Sonia Villarroya, que aportan su más que importante granito de arena con su realismo inocente, e incluso infantil. Laura además realizó la portada y la contraportada.

Después de este poemario su  idea es seguir escribiendo, como un diario donde va recopilando  apuntes, hacer algún poema pero sin la idea de hacer un libro. De esta manera surgió “Barbitúricos y otros licores”, que es el recopilatorio de más de dos años recogiendo vivencias.

 Un libro para soñadores, idealistas y gente que no vive con dogmas, que no está todo el día preocupado por el trabajo, por el dinero y por el qué voy a hacer, sino por la ilusión de salir a la calle y respirar. Así lo define el propio autor y que os animamos a leer.

Fuente: DiariodeTeruel






-Del libro ’La sombra erecta’ . Edición de autor, ilustrada por varios artistas. Lleva un prólogo de Javier Sabe, músico de hip hop. Lamberto dice: "Una persona, antes de marchar, me confíó un secreto, no dejar de luchar y soñar hasta que marchemos a otro reino".



Pescando furtivos (pag.23)

Nadie sabe de dónde viene la batería de magnetismo, pero los temporales eléctricos aconsejan cerrar parques, jardines y moradas si se adora a los trofeos de plástico.

Una cruz de casi dos metros es quizás el mejor ejemplo de mecanismo revelador.

Una fuente de ilusión comprometida con los salones clandestinos y las limosnas.

Se alimenta una vez al día y no hace ascos a la quincuagésima cerveza.

Nutre al uniforme de vómitos, saliva, y dedos acusadores.

Habla claro y extenso, con gorrito, o con el morado en el pincel.

Aunque viniera de largo, disfrutar provocando al cizañero, al señorito, al cobardica, y a la foto de perfil mal follada, manteniendo maniqueas conversaciones por lo callado e infame cuando la bestia ronca, reconozco mi casamiento con la diferencia, para en los buffets, fornicar a los hijos de las verdades absolutas, y sé que, en ocasiones, no veía muertos, pero tampoco merecía el perdón, mi perdón, ajeno o propio.

Desde luego me esperaban en el corredor, por vidas de plomo, pescando furtivos.




SolEdad (pag.30)

La soledad es un armario de abrigos apolillados.
Recordatorio de la versatilidad del bastón en batalla.
Un péndulo que fluctúa progresivamente maniatando al equilibrio nonato.
La soledad es la viuda negra que, sin pestañear, ama y odia oscilando entre la adulación al pesebre y los conocimientos anatómicos que declinan en la antropofagia.
La soledad es la quimera del Dorado.
El descendimiento del explorador hacia cromáticas bragas salvajes, y la descarnada huida sin brújula, víveres ni cantimplora.
La soledad consume aberración en gramos de alto standing, practicando populismo con la aristocracia de bote, los duendecillos en goce, y las traviesas alimañas del túnel de perpetuo alimento. 
La soledad es una ducha de agua fría esperando el roce del ilusorio cuerpo amado que nunca llega.
Sabe de tretas pero no vaticina soluciones, lucha con la mente hasta agotar existencias.
La soledad es el solsticio arado que esclarece a los amantes y pensadores.
La soledad tiene tu número...Y el mío...

  


El espía con notas (pag.54)

1 -El sol descansa-

Los ojos fotografían lo que nuestro interior desea ver...
Aviones de papel errando en el balcón de infancia.
Planetas girando en trance alrededor del chiquillo de nebuloso tejido cósmico y lengua salvaje, manos de aventura, café con leche y galletas.
Anaranjados mares ondulándose al cerrar los párpados.
Invisibles invasores dejando el poso del paraíso sanador de poniente.
“Yo sabía quién era”


2 -La luna crea-

“Todo está permitido” susurra el abstracto garabato de tinta china nocturna para la calle de mandolinas y escuela.
El espía protege sugestivas notas contra la pared en llamas, por la creencia de la coincidencia un día en su conciencia.

Sus pequeños pies en punta clavan dardos del perfume de agua fresca.
(El jurado de jaqueca y migraña no podrá con su marfil de paciencia).
De mi aprensión, las caricias de seda sorprenden al muerto de arrugas de lastres en pena. 
Labios de unicornio que secuestran miradas desnudas penetrando en la casa de ceniza.
¿Tendrás un segundo antes que la sombra erecta desaparezca?
“Yo sabía quién eras”


3 -Lamberto escribe-

Nunca seré como los demás, y por eso escribo a tu sonrisa con mis lágrimas de miedo, para que recuerdes hasta el fin del tiempo, que nunca nos equivocamos al soñar despiertos.

Te esperaré. 



El libro del Chamán (pag.62)

Entre las hojas sueltas de un libro muy deteriorado, coexisten el traficante de armas y esclavos, perdido en la duna sin pierna, y el superhombre que abraza y solloza a los pies del caballo, en plazas ansiosas de paseo moderno.

Biografía de la castración.

Áspera, receptiva y estucada.

Mostrar un dibujo del hipódromo, y también del tanatorio, a la incultura.

Espirales de peta-zeta para la tubería del desagüe.

Terma iconoclasta

Olvido, y después…Rebaño…

La polisemia no ha conocido antros de comida rápida.

Admira los manjares que esconden la verdad oculta: Conocimiento.

Saborea la magia que aborrece dogmas para aprender los nombres.

Etnia, antropología, ficción, y el humor de un corazón, no uno más, quizás como el tuyo, siendo maestros y neófitos, y mandrágora, inhibidora de los prejuicios.

¿Conoces la realidad?




Etílico III (pag.68)

En Melilla, agarrado con dientes y uñas a una valla, un inmigrante cae y es apaleado por la policía.

Las pateras son un macabro negocio de mentiras, desenfrenado y criminal trasiego. 

¿Quieres llevar algo al gaznate? Aprende a nadar.

La procesión dispara su crecimiento en busca de la aguja en el pajar.

El estado nos envenena de vicios “menores” pero no hipoteca sus impuestos para mejorar en sanidad y cultura. 

El pez grande no se muerde la cola.

Sin plantas, árboles, ríos, abejas…No hay futuro…

Los vampiros, como los insectos, han empezado a beber sangre de jóvenes vírgenes cada noche.

Muertes rápidas, muertes lentas, muertes silenciosas…


Vivo en una ciudad tan pequeña, que es peligroso procurar un grito.

Vivo en un país donde nadie entiende nada.

¿Cuánto de lo que nos han contado es cierto? ¿Acaso nos llenamos el paladar de ilusorias prometidas?

Podrás llamarlo “el próximo cementerio” o, quizás, “matadero del siglo 21”

Estimulan la educación de los perros para después deshacerse de ellos.

Un día cualquiera, elige de los 365, nadie puede convencerse de haber apostado correctamente.


Desgracia llamada “utopía”. Brega sin importar su nombre.

Sobresaltado ante un espejo, extraño, ridículo y enfermo.

Enciendo la televisión, abro el periódico, siento las distancias.

Sostener con vida mi proyecto de las responsabilidades creadas para ser cadenas, presiones internas para mitigar la represión. 

Saltar al ruedo sin blancas banderas.


Éste, este es un país corrupto, injusto y odioso, salpicado por ladrones, embaucadores y holgazanes, sentados en sus retretes neoliberales defecando democracias violadas, manejando el silencio de la manzana agusanada.


Mordaza y grillete, y laureles para los dictadores pasados.

Suyos son los triunfos de la pandilla basura.

Transformación de mariposa en larva.

Educación medieval para neandertales. Tecnología para gilipollas inhumanos.

Puestos de trabajo en barcos de esclavistas. Materialismo para no ser un don nadie en esta tierra de zafios.

Control de masas.


Cocerán habas. Partirán nueces. Lloverán palos.

Pero saldremos a la calle por nuestra dignidad y libertad, pese a los que lían el prospecto aún durmiendo en el convento. Pese a los juerguistas que terminan volviendo a su madre, y a sus pañales. Pese a hablar a las paredes de la revolución de las flores.

Pese a estar adormilados por los golpes del estado, y sus amigos, siempre confundiendo los ideales con el peligro.


Y no puedo mentir. No tengo un móvil. Más que un espíritu que se acelera con cada asesinato diario.

El pueblo habla. No puedo mentir. Me siento un extraterrestre pronunciando un testamento subido a un andamio. Con lecciones muy pesadas que hablan de un tipo experimentado que sigue buscando un abrazo en los polos, o en la desmemoria por no saber expresar las incontables razones que nos pierden en lodazales, ultrajes, e innumerables pérdidas.


Ten cuidado y preocúpate al verme callado.

Antes, tomaremos la penúltima. Parece que las luces no se han apagado.







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MARIÁN MUIÑOS [19.054]

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MARIÁN MUIÑOS   

Nació en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, República Argentina. Cursó estudios de profesora y traductora de inglés en su ciudad natal y comenzó a publicar en la vecina ciudad de Granadero Baigorria -donde vivió durante 13 años- y publicó bajo el pseudónimo de Marian Molinos Robles.

Su obra se encuentra publicada en varias Antologías e revistas de la región santafesina, y entrerriana y bonaerense. 

La primera, fue la revista artesanal Vertientes, que editaba el muy admirado poeta Eduardo Wheeler, fallecido a fines de 2012. Y a partir de 1993, con su participación en la antología De Baigorria con Amor, no dejó de escribir y publicar.

Tiene publicados tres libros en castellano: "Cuentos y Poemas para Niños""Antología de Amor" (ambos publicados en Argentina) y "Pacto con el Rosal" (libro de poemas publicado en formato artesanal de colección en México DF en primera edición y en segunda edición, con formato tapa policroma, editorial Dunken, Buenos Aires Argentina).

http://www.pacto-con-el-rosal.blogspot.com/

Ambos libros (primero y último) Auspiciados Institucionalmente por las Secretarías de Educación, Cultura y Turismo de las ciudades de Rosario y Granadero Baigorria, respectivamente.

En 1998 fue distinguida con un Reconocimiento por su labor como Escritora y poeta, por la Biblioteca Pública Municipal “José Hernández”, de la ciudad de Granadero Baigorria, donde coordinó talleres literarios, organizó eventos en homenaje a escritores latinoamericanos y españoles (Federico García Lorca), colaborando por difundir la lectura y el crecimiento de la Biblioteca. 

Desde 1999 hasta el mismo día anterior a su emigración a España, se desempeña como Coordinadora de los Talleres Literarios y de Escritura en los niveles: niños, adolescentes y adultos. Desarrolla también labores como Organizadora de Eventos en el Área Literaria en los proyectos de extensión a la comunidad, desde la apertura de la Casa de la Cultura de la ciudad de Granadero Baigorria, provincia de Santa Fe, Argentina.

Participó en numerosos festivales poéticos, encuentros literarios, y congresos internacionales de poetas, en Argentina, México, Cuba y España, y en entrevistas de Radio Mambí (Cuba), numerosos programas en FM (Argentina) y radios de España.

Fue distinguida como Embajadora Cultural de ciudad de Granadero Baigorria, con motivo de sus viajes y actividades como organizadora e coordinadora de Talleres Literarios y de Escritura en Casa de la Cultura de la ciudad de Granadero Baigorria.

En junio de 2001 viaja a España y se radica en la ciudad de Pontevedra, donde –durante 13 años- desarrolla una constante y fecunda labor literaria: poesía, cuentos cortos y novela-, conjugando su participación en distintos eventos, con publicación en Antologías en España y Argentina, publicaciones regionales (AUCA, de Alicante; “Siembra”, de Alcoy, Ola Pontevedra, Argentinos en León, Bahía Sur de provincia de Pontevedra),e internacionales (Canadá , Asociación de Hispanistas; Argentina, Acuarela Literaria) de poemas tanto en castellano como en gallego (idioma dos sus ancestros, que recuperó mediante el estudio y la práctica). También continúa componiendo algunos poemas en inglés.

Dejó de usar su pseudónimo Marián Molinos Robles, cuando su híbrida condición argentina-española le fue desvelada y –coincidiendo con el advenimiento del nuevo milenio- comienza a ser conocida como Marián Muiños, tal como atestigua el Diario de Pontevedra en la entrevista con la cual le da su recibimiento.

Sus obras aparecen principalmente en programas radiales de Argentina y revistas literarias de Argentina y España, así como también en varios sitios de internet. 

Fue invitada a participar en la exhibición mural de poemas expuestos durante el Congreso da Federación de Ciencias Sociales y de Humanidades, que tuvo lugar en la universidad de Manitoba, en Winnipeg, Canadá, en mayo de 2004, participando con un poema en castellano, traducido también al gallego y al inglés (ver página web:  

http://artsandscience.concordia.ca/cmll/spanish/antonio/ACH_Con_Ab/ACH_CA_Poemas_exilio.html#Muinos

Es miembro de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, con quien comparte poemas en la Antología "Confluencias" (diciembre 2005), y de la Red Mundial de Escritores en Español (REMES). 

Es miembro honorario del Foro Internacional por la Literatura y a Cultura da Paz (IFLAC) y miembro de honor de ASOLAPO (Asoc Latinoamericana de Poetas) en Argentina. También fue representante e corresponsal del Movimiento Cultural aBrace, y miembro de Poetas del Mundo.

En el año 2006 presenta "Pacto con el Rosal" en Buenos Aires, acompañada por poetas da talla de Mary Acosta, Lida Carrizo en mesa de presentación, e la presencia del poeta Gustavo Tisocco, entre otros varios asistentes.

Fue distinguida en noviembre de 2007, con un Diploma de Honor otorgado por la  Fundación Luso-Galaica y el Comité de Expogalaecia, y el Consulado General de la República Argentina en Vigo, por su participación en el stand de Artistas Argentinos, exponiendo a su obra "Pacto con el Rosal.  

Dicho libro fue también presentado en el Auditorio da Fundación Caixagalicia de Pontevedra, auspiciado por el  Consulado de Argentina en Vigo y presentado por la Cónsul Georgina Bortolotto en mayo de 2008, con el Auspicio Institucional del Consulado General de la República Argentina en Vigo, España.

Meses después presentó la Antología El arte de Crear Arte, editada en Argentina, y en la cual participó con poemas de su autoría, en el stand de Artistas Argentinos da Expogalaecia 2008, que tuvo lugar en la  ciudad de Vigo.

También colaboró en traducciones al inglés de poemas de sus compañeros de letras. www.mispoetascontemporaneoseningles.blogspot.com

Participó en las jornadas de Homenaje a Miguel Hernández en Alicante, Orihuela y El Campello en junio de 2010, como miembro invitado de Poetas del Mundo.

En 2012, facilitó la edición de la primera novela de la escritora Carmen Martínez Riveiro, natural de Pontecaldelas y la presentó en la Biblioteca de Soutomaior y en la  Casa da Cultura de Pontecaldelas, luego de realizar la corrección ortotipográfica de la mencionada obra.

En enero de 2013 conoció al grupo Encuentros, de Tres Cantos (Madrid), quienes la recibieron con gran amabilidad y disfrutaron de la lectura de alguno de sus poemas.

En el mes de abril de 2013, organizó un homenaje al nonagenario poeta argentino Rodolfo Leiro, que fuera nominado como candidato al premio Nobel en 2010, con quien continuó en contacto epistolar, vía correo electrónico, hasta la tarde previa en que fue llevado al hospital, donde falleció pocos días después (6 de agosto de 2014), habiendo cumplido sus 93 años, en absoluto estado de lucidez y continua producción de sus famosos sonetos.

En mayo coordinó una enriquecedora tertulia poética en la Fundación Cuña Casasbellas de Pontevedra.

En todos estos años no dejó de difundir la obra de sus colegas escritores y poetas, propiciando el contacto internacional para la presentación y/o publicación de sus trabajos.

También tuvo a cargo durante los años 2008 a 2012, el diseño y coordinación de Talleres Trilingües para Niños –de diseño propio-, propiciando la incentivación a la lectura y la escritura creativa, en la biblioteca de Soutomaior, según proyecto presentado por mediación de la Asociación Cultural Galinterlinguas. En dicha ciudad (conocida como Arcade) también coordinó talleres de escritura y fue voluntaria durante cinco años como monitora del club de lectura para adultos.

En junio del año 2013 presenta su libro de poemas Pacto con el Rosal en la ciudad de Tres Cantos (Madrid), y en Ferine (Madrid), por mediación de la poeta María Ángeles Fernández Jordán (miembro del grupo Encuentros) y el poeta Antonio Ruiz Pascual, presidente de Ferine. Ambas presentaciones de carácter interactivo con el público presente y amenizadas por música de cantautores locales de amplia trayectoria. En la semana siguiente el libro Pacto con el Rosal fue presentado en la ciudad de Alcoy, auspiciado por la escritora local Salomé Moltó, directora de la revista Siembra.

Durante 2013 facilita la difusión de obras de sus pares poetas, entre ellos, de su admirada y amiga poeta María Ángeles Fernández Jordán, cuyas obras Molinos de Viento y Poesía para la Travesía, son presentadas en Pontevedra, en la Fundación Cuña-Casasbellas y en mítico Café Savoy de Pontevedra, famoso por su relación con la promoción cultural.

Del 20 al 22 de junio de 2014, participa en tertulias literarias en Madrid (Día 20 “Nacidos contra la muerte”, en local galería Madiba, Madrid), y como invitada especial el día 22: II Festival de Música y Poesía “En el Principio fue el Verbo”

http://izona.org/index.php/cultura/186-ii-festival-de-poesia-en-el-principio-fue-el-verbo

Iniciando un nuevo periplo vital -a la fecha de actualización de este documento de su trayectoria como escritora- y siendo el mes de agosto de 2014, se encuentra radicada en El Masnou, provincia de Barcelona. CCAA Cataluña

Participa regularmente en Antologías Internacionales, y tertulias literarias en Madrid, y otras ciudades. En Lleida, en 2014, compartió el ambiente artístico y musical - siendo invitada por la eximia pianista Teresina Jordá, de fama internacional, natural de Lleida y radicada en Madrid-  en Lleida, XI Seminari Cervera-Jordà del 5 al 12 d'Agost - , con la lectura de poemas de su autoría, el día viernes 8 en Almenar, en la terraza del recinto de la Galería de Esculturas y Museo Lorenzo Quinn.

http://www.lorenzoquinnlleida.es/inici.htm

A lo largo de los años, compatibilizó su actividad creadora y literaria, con el dibujo y la pintura (que inició a los 6 años), participando en talleres de pintura de reconocidas pintoras de la ciudad de Pontevedra. También con el canto coral, en Argentina, y en Vilagarcía de Arousa (Coro del Liceo Casino) y con sus actividades de “supervivencia”, gracias a su profesión como traductora y profesora de inglés.

Su conocimiento del idioma inglés le facilitó el conocimiento de métodos de meditación y relajación, participando en diferentes eventos y seminarios a través de la web. 

En febrero de 2016 logró aunar el inglés y el español, en Oundle School, invitada como Hispanist in Residence, y presentando la poesía latinoamericana y española a los alumnos de todos los niveles del departamento de español en el afamado instituto, considerado quinto en prestigio en Reino Unido.

Algunos videopoemas de su autoría pueden encontrarse en                           www.youtube.com

https://www.youtube.com/watch?v=XZSzVqJiy5E
https://www.youtube.com/watch?v=2FEAAN8EfvA
https://www.youtube.com/watch?v=xS_x4K9I6pc

Premios 2009:

-1º Premio, I Concurso de Relatos eróticos" Punto e seguido ", organizado por la Concejalía de la Mujer del Concello de Soutomaior.
-Concurso de cuentos organizado por Revista Bahía Sur, que tuvo distribución en Rías Bajas:
- Ganadora do mes de julio de 2009, publicado no Nº 27 
- Ganadora do mes de octubre de 2009, publicado no Nº 29


LIBROS DE PRÓXIMA PUBLICACIÓN:

De paso por el mundo. (Poemario)
De mujeres e intimidades (Cuentos cortos)

Visita las webs: 

www.traductoraescritoramarian.blogspot.com
www.gacetillaacuarelaliteraria.blogspot.com
www.pactoconelrosal.blogspot.com
www.pactoconelrosalenpontevedra.blogspot.com

www.mispoetascontemporaneoseningles.com





NIÑOS SOLDADOS

Inusitado.
Imprevisible.
Los cavernícolas se abstuvieron.
Los animales jamás osaron.

Niños-soldados, 
la inocencia acribillada,
los juegos de la crueldad,
la muerte como balón.

Perdido el horizonte,
los límites, la conciencia.

Perdidos los niños
guiados por las bestias.

En el Congo, en Uganda,
en Sierra Leona.

Donde el rey de la selva
ha rapado su melena.

En Liberia, en Somalia,
en Burundi, en Costa de Marfil.
Donde el elefante
es una simple estatua de madera.

En Uganda, en Sudán, y Angola,
perdiendo las entrañas
en el corazón de África.

En Sri Lanka, en Filipinas,
en Burma, Nepal, Afganistán,
Myanmar - ex Birmania-
el miedo devorando la memoria.

En Colombia, donde las niñas
son forzadas a ser "novias"
de depravados adultos.
Y a siete mil niños soldado
los recluta la violencia.

En Sudamérica, en Asia,
en África.
Allí las víctimas y los verdugos.

En Norte América y en Europa:
las fábricas de armas.
Las mafias del tráfico
de la droga y de las tratas.

Niños violados, torturados.
Niños veteranos de guerra.
Heridos, asesinados,
con el alma perforada.

Y una sociedad que no se entera,
pero consume, mueve el dinero
con el que se compra
con el que se vende
con el que se mata.

Una sociedad que no pregunta
por temor a conocer la respuesta.

"Dejad que los niños vengan a mí."
(¿Quién los llama? ¿Quién nos llama?)





De:  PACTO CON EL ROSAL


PACTO CON EL ROSAL

Solicito de ti sin arrebatos,
pétalo y perfumes,
tu rubor de soles,
la belleza simple.

A cambio te ofrezco de mí
un poema en un papel,
el arrebol de mis mejillas,
la simplicidad de lo bello,

y la promesa
de no desnudar tus ramas
cuando una sola rosa baste
para sonreírle a la vida.




TRABAJADORA

Para no sufrir abandoné la lira
y los soles
y perfumes
y sabores.
Tomé el destino
con rienda fi rme
y vi el precio de cada día
inscrito en la cabalgadura.
Compré. Vendí. Alquilé. Presté.
Todo.
Menos atención a la soledad.
La disfracé de tiempo laborioso,
capitalicé las horas,
perdí dividendos de interioridad.
Sólo quedaron palabras
–madre, hijo, amor, padre–
gravitando sin sentido.
No recuperé los sones.
Los perdí por el camino.




HACIA LA LUZ

Caminaré la noche
largamente.
Intensamente
deslumbraré el alba.
La jornada y yo seremos una,
rodando cantarinas,
y silentes
–meditabundas ambas.
Mi ser inmaterial
se elevará sin alas
y el viaje será leve:
sin sobresaltos me mecerá el crepúsculo
y me entregará al regazo universal
donde el nocturno
es sólo recuerdo del pasado.



DETERMINACIÓN

No he de beber dos veces de igual cáliz
aunque la cepa prefi gure otra cosecha.
Sería la misma artera tierra infértil,
progenitora de sarmientos retorcidos.

Las vertientes de sus vides volcarían
la acidez de los recuerdos
en las hondas grietas de mis labios áridos.

Y sabería a miel azucarada.
Y su hedor me robaría madreselvas.
No habría nada puro en ese vaso;
sólo la hipócrita ilusión de un
machista arrepentido.




SILENCIO DE ARRAYANES

Silencio de arrayanes
petrifi cados por la fatiga
de la memoria,
de ayeres
candorosamente enmudecidos.
Hálito de la jornada crucial:
fi ligrana de acero.
Hazte cierto, sueño mío,
antes de que el principio del fi n
alcance mis huellas.




ME PROHÍBO

Me prohíbo escribirte otro poema.
No volarán más sones, plumas de oro,
ni estaré pendiente de tus ganas.
Tu nombre no arrullará mis insomnes
noches de alondra enamorada.
Y el amor...
... al amor sabré guardarlo
bajo cerrojo de siete llaves.
No habrás de beber mis intimidades
y mis labios serán los guardianes
de mi vulnerabilidad y mis ansias.
Me prohíbo escribirte otro poema
mientras el amor se me escape a raudales;
mientras mi sed no se calme con palabras
que me llegan metálicas, sin boca.
Me prohíbo escribirte otro poema
porque me hablas de amor y no me alcanza;
porque el mío crece, gigantesco,
y no lo tomas;
porque lo dejas fl otar sin esperanzas.
Me prohíbo escribirte otro poema.



METAFÍSICO

Ébano líquido fluye
entre el Tiempo y la Eternidad.
Una letárgica bruma se fuga
a hollar fl orestas y edenes.
El Tiempo huye.
Áureo diluvio circular,
arabesco de claridad,
el Puente.
Oye el ígneo tañido
y no temas cruzar a la otra orilla.
Atisba el frío escozor del Tiempo,
que subyace en intrépidas miradas.
Permite a tu ser alado
la libertad de decidir.
Y en dimensión de embeleso
fecunda tu aridez,
fenece al temor,
fl orece a la esperanza,
no permitas que la duda aleve
se enquiste en tus entrañas.
Serenidad y Paz es tu Puente;
abre tu mente y únete al Ser.




JINETES SIN APOCALIPSIS

Jinetes sin apocalipsis
con cielos de intimidades
resguardando, incólumes,
la bonanza de las horas.
Vibra el cuarzo en la amatista
y crujen silentes las piedras.
Creación de la nada
desbordante en jugos de primavera
adormecida de Luz.
Ven a mí.




TROVA Y CÍTARA

Trova y cítara suenan
sin sabor a soledades,
bebiendo de vides el jugo
luz de los recuerdos,
para embriagar a la noche
y perderse en lontananza.
Súbete al canto y cuenta
cuánto queda de quietud
bebiéndote besos vacíos
para decantarse en la nada.




PAN DE NUBES

Pan de nubes en mitológica presencia
exhala paz de viajes sin partidas;
navegan sus migajas por mansa marea,
y en la quintaesencia de una semifusa
se escapa una polifonía cromática.
Rosas anaranjadas maduran breves
para dejar que los astros cumplan su cita.
Una luna sensual convida al festejo
de Eros y Venus sobre Fuego y Centauro;
y nuestra sombra proyectada en otros
mares
también bulle en sinuosa alegoría.





MÁSCARAS

Ojeras
pozos de humillación,
por delatoras
rictus de máscara griega
tragedia Shakespeariana
una Julieta que no bebe su veneno
un Romeo
que no muere por amor
ojos ojerosos
que no ven
más allá de las máscara.





BREVE

En la clausura de las horas
bulle sangre.
Urgente mediación asombra
huestes de papel.
En la penumbra,
una estalactita refl eja mis edades.




CÓSMICO

Estriado origen del cosmos
en nieblas implacables
derrama sus laberintos
por doquier.
Sierpes enlazadas en ecuación
de trapecios sempiternos
clama las vidas y las muertes
sin treguas.




SORTILEGIOS

Quebrar sortilegios,
evaporar recuerdos
dejar que el aire lleve
aroma a violetas.

Porque también las plantas
renuevan sus fl ores
fecundo semillas frescas
para que el ayer no muera.




LUMINOSO

Luminoso el silencio
que me empuja a seguir callando
mientras la vida vibra
en cantares de grillo,
en la llovizna sobre arrayanes,
en el sol que cae a plomo sobre los trópicos,
en las mariposas que trepan
por los pies de las fl ores
y arriban sin más sombra
que la del ángel,
del ángel del silencio luminoso
que me empuja a seguir callando.




METÁFORA

En una canción voló su alma.
Dos garzas la llevaron
a través del río
una y otra vez cruzaron las espumas
para posarla en un nido nuevo.
A warm feathered body
trinó sobre una rama
reclamando al ánima su aliento.
Y en la calma del canto quiso
un espíritu fugaz
hacerse ave.





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JORGE ROBERTO AGUILAR AMADO [19.055]

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Jorge Roberto Aguilar Amado 

– Poeta – Guatemala
Nace en ciudad de Guatemala. en 1993, Estudiante de derecho, surfista y escritor.
Se inició en la literatura a los doce años de edad por medio de certámenes estudiantiles.
Ha participado en festivales de poesía en Nicaragua y Honduras, al igual que en varios recitales en centros educativos. Se ha involucrado en varias actividades literarias como talleres, recitales, discusiones, etc. Posee un diploma en aceleración de la lectura y técnicas de estudio. Ha publicado algunas de sus obras en sitios virtuales, revistas estudiantiles y en una antología de escritores ascendientes titulada “Frente al silencio.” Actualmente está iniciándose en la fotografía y el cine independiente.



La Bestia

Dejé todo atrás,
por un futuro fortuito.
Abordé incontables vagones de soledad,
tristeza, incertidumbre y aflicción.
Me convertí en un desconocido más,
en el tren hacia el norte.
Padecí las peores epidemias,
desde ilusión hasta xenofobia,
desde esperanza hasta racismo,
desde amargura hasta hipotermia.
Son las tres de la mañana,
y un agónico silbido,
indica la salida a Medias Aguas,
mi cuerpo implora descanso
y mi mente insufla
mis pulmones envejecidos,
para sujetarme a un sueño distante,
que se diluye,
en la longevidad de una pesadilla.
Fui diagnosticado con carcinoma espinocelular,
síndrome de Ulises,
estrés postraumático,
y una larga lista,
de enfermedades y achaques,
que ya ni recuerdo.
Ni el Desierto de Sonora
ni los cuernos de chivo,
ni los de la última letra,
pudieron conmigo.
Sin embargo,
caí dentro de las fauces de la bestia,
y algo más importante que un miembro,
mutiló mi alma.
Cuando me preguntan,
como sobreviví a la ruta del infierno,
les contesto que no lo hice,
la bestia…
me devoró.




El abuelo

El abuelo sucumbió a su agonía renal,
al mismo tiempo que un Maserati Gransport,
rugía en la 7a avenida acelerando impuestos
y derrochando todo lo que el anciano un día soñó.
En su lecho de muerte, senil y utópico,
invocaba una tierra de eterna primavera,
llena de aves coloridas,
paisajes despampanantes
y flores hermosas
que brillaban orgullosas
ante el sentimiento único de libertad.
Besé la frente del viejo,
como pago a Caronte,
mientras sus últimas palabras se desvanecían recitando
“vámonos patria a caminar yo te acompaño.”
El viejo ha muerto y junto a él,
todos sus recuerdos de una patria mejor.
Hoy me entristece ver el periódico
y saber que se lo llevó alguien que se denomina patriota como él;
alguien que juró velar por su seguridad y su bienestar,
alguien quien él (a regañadientes) decidió escoger.
Me parece irónico pensar cuántos sueños,
cuántos recuerdos, cuántas fantasías, cuántas flores,
cuántas aves y cuantos abuelos se llevó una puta urna de cartón.
Decidí guardar el luto, tanto por el abuelo y por el país;
y me sigo preguntando
¿qué debe hacer el hombre para que respeten su memoria?
¿qué debe hacer para que no se mofen de sus sueños?
¿hasta cuándo vamos a permitir ser la rechifla de nuestros gobernantes?
¿hasta cuándo señor presidente?
¿hasta cuándo?




Renacer

Hipérbole de mujer,
dirigida por sentimientos encontrados.
Tú le has puesto otra definición a la palabra sonrisa,
que desborda de tu rostro angelical.
La serenata de una golondrina nace de tus labios,
con cada palabra que pronunciás.
Sos como la esperanza que siente un prisionero,
al amanecer, en el último día de condena.
Sin manchas, ni arrugas.
Sin pecado concebido.
Ni te imaginás,
Las incontables veces,
Que te entrometiste en mis sueños;
Tanto de día como de noche,
Complaciendo cualquier fantasía,
Que no es digna de narrarse en poesía.
Te paseás por el vecindario,
Altiva y energética.
Parece algo irreal,
Ver el cielo,
Andando en tacones,
Pintando en cada paso,
Las grises avenidas,
De la colonia Minerva.
Me apresuro hacia la puerta,
Prendo un cigarrillo,
coartada de mi entusiasmo.
Escucho unos pasos crecientes,
mi corazón se contrae y se expande;
Mis palmas están empapadas,
Mis ojos de repente se han rebelado contra mi voluntad
y son subordinados de mis impulsos.
Ya no reconozco mi respiración;
Todo el manicomio,
Ha escapado dentro de mí.
Ahí venís tú, con toda tu belleza
y con todo tu esplendor. (Tono burlón)
Flotás como una mariposa inefable,
en un campo de lavanda angelical,
bajo un suntuoso atardecer.
Mi boca es una deshidratada planta desértica,
la marea sube en mis pupilas desbordadas de júbilo.
Te amo.
Te odio.
Quiero decirte tantas cosas,
Me falta coraje, me sobran ganas.
¡Ay, si tan solo supieras!
Entro a casa,
Estupefacto,
Atónito,
Inepto.
El cigarrillo a medias
y el filtro mordido.
De pronto,
he vuelto a nacer;
Así como lo he hecho,
En los últimos diez años.




La enfermedad de todos

El teléfono sonando desde muy temprano,
escuché a mi madre sollozando,
unas flores incoloras yacían en el piso;
ahora este parece tan amargo e inestable
que ya casi no lo reconozco.

La lista de espera,
que rebotaba de un lugar al otro,
dentro la burocracia del Estado,
autor de tantos epitafios,
había cumplido de nuevo su labor .

La reticencia batalla contra la realidad;
poco a poco me hago de la idea,
que mi nombre militaría,
en esa espera desesperanzada,
aguardando el día; ese día,
manufacturado para no llegar.

Prefiero no contar,
las lunas venideras,
ni los otoños inexorables,
ni los bufones que vienen,
o los bufones que se van.

¿Existe una ironía en el huérfano limosneando al vil ladrón?
¿Es acaso la vida, una sátira para esos que existen pero ya no viven?

¿Por qué lloraba entonces mamá?
La vecina había fallecido,
dejando atrás a un hombre inapreciable,
que hacía hasta lo imposible,
y una niña inocente
que comenzaba el kindergarten.

El cáncer mató a mi vecina,
murmuraban las viejas del vecindario.
¡Insensatas, el cáncer no mató a mi vecina!
Replicaba con vehemencia.

Ella padeció una enfermedad,
más engorrosa aún;
una enfermedad sin salida,
sin cura,
sin tratamientos;
a la deriva,
a la espera de la muerte.

Esa enfermedad que todos padecemos,
ésa enfermedad,
que actúa como nuestra tutora,
aquella llamada,
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.






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ANNA BUONINSEGNI [19.056]

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ANNA BUONINSEGNI

Anna Buoninsegni (Gubbio, Umbria, Italia), poeta y periodista. Se ocupa de diferentes aspectos de la comunicación multimedia. Ha publicado varos libros entre ellos: Páginas del mar, ocho cuentos irreales (1989), los poemas de Itinera (1992), El cuarto de Ana (Milán, 1997), el cual obtuvo una mención en el Premio Nacional Alpi Apuane. y los poemas AnnAlfabeti – Impronte di linguaggi (Huellas del lenguaje, Gubbio, Edizioni Unaluna 2010). Premio Internacional de Poesía Eugenio Montale con el poema Sin anestesia (Senza anestesia, 2000). Dirige la columna de discos compactos Voces de la poesía contemporánea, dedicada a varios representantes importantes del Novecientos italiano. 


Anna Buoninsegni umbra di nascita (nata a Gubbio dove tuttora vive e lavora), ma toscana di ascendenza, ha vissuto per alcuni periodi a Roma ed a Firenze, è laureata in filosofia ed è un'esperta negli aspetti multimediali della comunicazione.

Ha pubblicato cinque libri: "Pagine dal mare", otto racconti surreali (Arnaud, 1989), le raccolte di versi "Itinera" (Arnaud, 1992), "La stanza di Anna" con prefazione di Mario Luzi (Crocetti Editore, 1997), "Ad occhi aperti" con prefazione di Mario Luzi (Crocetti Editore, 2005) e la silloge poetica "AnnAlfabeti - Impronte di linguaggi" (Edizioni Unaluna, 2010) con incisioni a cura dello scultore e pittore italiano Walter Valentini.

Fa parte, come membro della giuria, del premio internazionale Mario Luzi, fondato a Roma. È la presidente del Centro di poesia e letteratura Oderisi[5] con sede in Gubbio, punto di riferimento della cultura letteraria umbra; ha curato la pubblicazione delle antologie "Anni ‘80 - Poesia italiana" (Jaca Book, 1993) e "I sentieri della notte" (Crocetti Editore, 1997). Ha curato l'organizzazione generale di tre forum internazionali sulla comunicazione, per conto della Federazione nazionale stampa italiana.

Ha organizzato ed organizza iniziative legate alla promozione della letteratura e della poesia contemporanea. Coordina cicli di incontri sia di letteratura che di poesia. Ha collaborato e collabora a riviste letterarie nazionali quali "Semicerchio", "Si scrive", "Poesia"[7].

È curatrice per Crocetti Editore della collana di CD audio “Voci della poesia contemporanea”, dedicata ai poeti Giovanni Giudici, Franco Loi, Mario Luzi, Dacia Maraini, Alda Merini, Giovanni Raboni, Enzo Siciliano, Maria Luisa Spaziani ed Andrea Zanzotto.

È stata musicata dal compositore italiano Luciano Sampaoli nei concerti "A una voce sola m'accompagno" tenutisi a Forlì nel 1997 ed a San Benedetto del Tronto nel 1998.

Nel 2005 è stata una degli autori di "Isola della poesia", progetto curato dal pittore italiano Marco Nereo Rotelli inserito nell'ambito dell'Esposizione internazionale d'arte di Venezia.

È stata sposata con l'editore e regista italiano Alessandro Sartori, scomparso nel febbraio del 2013.

Anna Buoninsegni è attualmente la direttrice responsabile dell'Ufficio stampa e relazioni esterne del Comune di Gubbio[11] e, tra i vari incarichi professionali da lei ricoperti, ha fatto parte del Comitato radiotelevisivo regionale[7] dell’Umbria.

OBRA

Pagine dal mare (Firenze, Arnaud 1989)
Itinera (Firenze, Arnaud 1992)
La stanza di Anna (Milano, Crocetti Editore 1997)
Ad occhi aperti (Milano, Crocetti Editore 2005)
AnnAlfabeti - Impronte di linguaggi (Gubbio, Edizioni Unaluna 2010)

RECONOCIMIENTOS

1998 - Premio Nazionale “Alpi Apuane” per il libro La stanza di Anna [12], fondato dal poeta e scrittore italiano Giuseppe Ungaretti
2000 - Premio Internazionale “Eugenio Montale” con la silloge poetica per "Senza anestesia" [13]
2005 - Premio Nazionale di Letteratura e Giornalismo Alghero Donna [14], per la sezione Poesia con "Ad occhi aperti"
2006 - Premio Internazionale “Torri di Quartesolo”[15], sempre per "Ad occhi aperti"
2011 - secondo premio ex aequo col poeta italiano Claudio Recalcati al Premio Internazionale di Poesia “Città di Marineo”[16], per AnnAlfabeti - Impronte di linguaggi




Las traducciones son de Erika Reginato.
http://circulodepoesia.com/2016/08/poesia-italiana-anna-buoninsegni/
(el invierno tiene un número blanco)

el invierno tiene un número blanco
muchas veces sustraído para jugar
lo que queda
de mis pasos demasiado rápidos
demasiado ligeros

este cielo irritado
sobre la cuenca del silencio que
de este a oeste no para de
rotar y de conocer la plegaria
de los animales a la tierra
no es por el hombre,
descuidado habitante
que el picoteo de la urraca

donde sea nos traspasa con sus huellas

no hablan por nosotros
y hoy nadie reconoce más
las señales del cielo
demasiado soberbio para advertir
que la suma de los errores da
en fin, es el número justo de la vida.


(l’inverno ha un numero bianco)

l’inverno ha un numero bianco
più volte sottratto per giocare
ciò che resta
nei miei passi troppo in fretta
troppo leggeri
questo cielo indispettito
sopra la conca di silenzio che
da est a ovest non la smette di
ruotare e di sapere la preghiera
degli animali alla terra

non è per l’uomo
disatteso habitante
che la gazza il picchio
ovunque ci traversano di tracce
non parlano per noi
e nessuno oggi rovista più
i segni del cielo
tanto superbo da pensare
che la somma degli errori dia
infine il numero giusto della vita


(el si bemol del universo)

el si bemol del universo
la música fiel de las esferas
que entonan los pensamientos de dios
pero desconecta aquellos de los hombres
que aturdidos
ponen a trabajar todos los presagios
para descubrir un tono
un intervalo musical pero no
la suave partitura
que dirige las idénticas caras
del movimiento
la infatigable armonía que
compone formas y claridades
el si bemol del universo
el único sonido del cual dios dispone
para estar en la panza del ratón
y en el vuelo del águila.



(il si bemole dell’universo)

il si bemolle dell’universo
la musica fedele delle sfere
che intona i pensieri di dio
ma disconnette quelli degli uomini

che storditi
mettono al lavoro ogni presagio
per scoprire un tono
un intervallo musicale ma non
il soffice spartito

che comanda le identiche facce
del moto
l’infaticabile armonia che
compone forme e chiarezze
il si bemolle dell’universo
l’unico suono di cui dio dispone
per essere nella pancia del topo
e nel volo dell’aquila.



(esta habitación ligera)

esta habitación ligera
es mi piel
estos muros tienen la fotografía
de tus ojos solos
rayos negros de bosques quemados
raíces centellas cicatrices y lila
el matrimonio ha sido como tú lo has querido
sin ti
con música de jazz torva y destructora

creía en el lujo del amor de aspirante
sin conocer de memoria
la paciencia de los ángeles



(questa stanza leggera)

questa stanza leggera
è la mia pelle

queste mura hanno la fotografía
dei tuoi occhi soli
lampi neri di  boschi bruciati
radici scintille cicatrici e lillà
il matrimonio è stato come lo avresti voluto
senza di te
con la musica jazz torva e sfacciata

credevo al lusso dell’amore da aspirante
senza conoscere a memoria
la pazienza degli angeli


(sólo los ángeles)

sólo los ángeles
de Rilke, de El Greco, de Jacob
tienen licencia para espiar
para aumentar la mirada
en los humanos lineamientos
de la pena por los arrebatos de la fechoría
condenados al cuerpo a cuerpo
entre inhumano y visible
agitan al viento sus abundantes llantos.


(solo gli angeli)

solo gli angeli
di Rilke di El Greco di Giacobbe
hanno licenza di spiare
di accrescere lo sguardo
negli umani lineamenti
della pena dello scippo del misfatto

condannati al corpo a corpo
tra visibile e disumano
agitano il vento del loro dirotto pianto



(detén esta noche de Chagall)

detén esta noche
de Chagall, ciudad de pocas
nubes rosadas
delicada intuición
las arrugas de pocas horas antes
de haber nacido
y ni siquiera
en estas manos

un disparo sobre mi piel
entierra este oscuro sonido
y la terrible espera
que nos soporta
por lo que quedará de nosotros
en la calma desolada
después del amor


(ferma questa notte di Chagall)

ferma questa notte
di Chagall città di poche
nuvole rosate
delicata intuizione
le rughe poche ore prima
di essere nate
e io non ancora
in queste mani

uno sparo sulla mia pelle
soterra questo buio suono
e la terribile attesa
ci sopporti
per ciò che di noi rimarrà
nella calma desolata
del dopo amore.

(nome di mare Ventotene)

nome di mare Ventotene
vento e catene
stringono dolcemente
la forma di piccolo animale

l’ugola dell’isola canta di notte 
sotto il cielo di cinque stagioni
al cenno delle onde 

un immenso spazio-tempo
pronto a levare l’ancora 
a perdersi nel buio
nel corpo oceanico fondo
a cui tutti i mari del mondo
misteriosi si chiamano



(dicono che la morte pesi 21 grammi)

dicono che la morte pesi 21 grammi
che la differenza dell’anima 
      soffiata via
sia una piuma in un paese di neve

      allora spiegami 
      padre mio
perché ha il peso di un incendio
questo tuo essere senza corpo 
      appeso al respiro

e perché la lontananza di te
è il carceriere                     
che ogni giorno porta in braccio
la mia solitudine



(che i morti non ci dimentichino)

che i morti non ci dimentichino
che non dimentichino di sorvegliarci 
nella nuda vastità della vita
che siano loro a vegliarci senza lasciare 
      cadere una carezza

che i morti non lascino sola
la nostra mano 
mentre bussiamo alla porta 
      che non si spalanca

che i morti ci guardino nello specchietto retrovisore
per capire che siamo con loro
      che i morti non si dimentichino 
di quanto li abbiamo aspettati



(in presa diretta sulla mia morte)

ha 50 anni l’isola di Surtsey
non sarebbero così beati i bagnanti
se sapessero  
di essere seduti sul pennacchio sulfureo  
che diritti li porta al cuore 
incandescente 
ultima presenza del gigante di fuoco 
in piedi al centro della terra

un fischio di allarme 
lì magari nel punto più preciso del costato

dove io sento le bordate assassine
dove c’è il coltello acceso 

siamo universo 
verso uno
mio amore apostolico
mio profitto d’acciaio trasparente

dove andranno i continenti in futuro? 
7 placche di crosta terreste 
7 pezzi separano pangea in fratture costali

è per questo che la crosta oceanica 
si è sgretolata sotto i colpi del martello celeste?

è per questo che radioso hai solidificato 
direzione e velocità 
per cambiare il mio e il tuo futuro?



(tu parli azzurro)

tu parli azzurro
quando dici in mio favore 
la parola

tu parli azzurro dentro 
il pianto che mi spaia gli occhi

ma io sento la notte
dolorarmi all’origine
blandirmi sfinirmi

prima del mattino delicato
io slaccio dentro i sogni
li faccio svelare via 
sciamano dall’intimo 

tu parla azzurro e ferma
la porta girevole del mio ombelico
e sbattimi lo slancio dentro

io sento il dolore della sedia che
partorisce il tarlo
il dolore dell’erba che ferisce il bosco 
il tremendo odore della vita 




.

ANNE KENNEDY [19.057]

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Anne Kennedy

Anne Kennedy. Nacida en 1959 en Wellington, Nueva Zelanda. Premiada novelista, poeta y filmwriter de Nueva Zelanda. 

Formada en Wellington, Kennedy era profesora de piano y bibliotecaria de música en sus primeros años. Se graduó con una Licenciatura en Música y Composición de la Universidad Victoria de Wellington y enseñó en el Trinity College de Londres

Desde 1986, ha sido guionista independiente. Anne Kennedy publicó su primera novela en 1988, y desde entonces ha publicado seis novelas y libros de poesía. 

Premios 

1985 Bank of New Zealand Katherine Mansfield Short Story Award.
1995 University of Auckland Literary Fellow
2004 Montana New Zealand Book Award for Poetry
2013 New Zealand Post Book Awards - Poetry category winner
2014 Fellowship for University of Auckland Residency at the Michael King Writers' Centre
2014 Nigel Cox Unity Books Award

Obras 

Poesía 

"What Fell"; "Towards Fourteen Ways of Looking at Pohutukawa"; "Berlin", Poetry New Zealand
"I am", Scottish Poetry Library
Sing song . Auckland University Press. 2003. ISBN 978-1-86940-295-2 .
The Time of the Giants . Auckland University Press. September 28, 2005. ISBN 978-1-86940-342-3 .

Novelas

The Last Days of the National Costume Allen & Unwin 2013
A Boy and His Uncle . Picador. 1998. ISBN 978-0-330-36057-9 .
Musica Ficta . University of Queensland Press. 1993. ISBN 978-0-7022-2457-7 .
100 Traditional Smiles . Victoria University Press. 1988. ISBN 978-0-86473-077-0 .

La escritura de guiones 

The Monkey's Mask

Ensayo 

The Source of the Song (ed. Mark Williams, 1995)

Antologías 

The Picador Book of Contemporary New Zealand Fiction . Trans-Atlantic Pub. November 1996. ISBN 978-0-330-33996-4 .
The Oxford Book of New Zealand Short Stories . Oxford University Press, USA. May 5, 1994. ISBN 978-0-19-558291-8 . 1st edition 1992
Bridget Williams, ed. (April 1, 2009). Some Other Country: New Zealand's Best Short Stories . Victoria University Press. ISBN 978-0-86473-588-1 .
Susan Davis, Russell Haley, eds. (1989). The Penguin Book of Contemporary New Zealand Short Stories . Penguin Books. ISBN 0-14-011007-0 .
Goodbye to Romance . Allen and Unwin. 1989. ISBN 978-99901-629-3-6 .
Alistair Paterson , Anne Kennedy, James Norcliffe, Stephen Oliver (2004). Poetry New Zealand . Brick Row.



En el marco de nuestro dossier de poesía actual de Nueva Zelanda, seleccionado y traducido por Andrea Rivas, presentamos la poesía de Anne Kennedy

http://circulodepoesia.com/2016/08/poesia-de-nueva-zelanda-anne-kennedy/



Monólogo de inundación

Nunca discutes con el río
y sin duda el río no quiere

tus discursos (su propio camino feliz)
pero ahora que vives cerca del río

un mosquito llega desde la orilla
y te muerde, y el río

está en tu sangre. Tú pules
el sitio de entrada como un trofeo.

Tu nuevo conocido, riendo,
lleva tus células al mar.


                    
*


Sigue toda la noche, dices a tus amigos
bebiendo vino para calentar la casa

(ya caliente), y ríes, claro
como un desagüe. Más tarde en tu espaciosa

cama escuchas su monólogo―
un avión ascendente que nunca alcanza

altitud. Tus dedos se extienden
de costa a costa para tocar

esta soledad, mientras el agua golpea
su cauce.



                    
*


No estás en ti misma.
Adolescentes van y vienen, el mosquitero

se azota, cardenales atacan el pequeño templo
que cuelga de un árbol. Un vecino con una bolsa

de semillas pregunta si te molestan
las aves. Ahí está el mosquitero, y la gripe,

pero no. En las mañanas, temprano
deslizas los ondulantes árboles a través

(del Bosque Burnham) y miras
seis loros levantarse como la anti-gravedad.



*


Al atardecer un sermón acerca de los platos―
¡tú has trabajado todo el día, a diferencia

de otras personas! Corre agua del grifo. El sol,
cayendo sobre Waikki, dispara a través de
los árboles, dora el río (innecesariamente),
te pasma en la habitación vacía. Cada día

durante diez años (te das cuenta, allí de pie)
has cruzado el puente donde está grabado Río

Mānoa, 1972, de ida y vuelta,
excepto el día en que el río creció.



                   
*


Algunos hechos: las Mangostas (sic) (presentando)
orinan en la corriente, se suman a las ratas y ratones,

el río está enfermo. Todos los ríos.
Los mosquitos ―tu mensajero y aquellos

que muerden a los adolescentes cuya joven sangre
es festiva como el maratón de Honolulu―

podrían cargar el virus del Nilo Occidental. Frecuentemente fatal.
Probablemente no, probablemente estén improvisando

como tú, y tú vivirás toda tu vida
y morirás al final de ella.



                   
*


El río no se ve enfermo. Da
un grácil viraje cerca de tu apartamento.

Los árboles son opulentos y proyectan
la sombra como de una casa a la que una vez entraste

en una galería (medios compuestos). El agua
enmascara su enfermedad como un noble Europeo

con la plaga  ―una pátina, y rizos.
Estás harta de los problemas de salud

del río, porque tiene
tu sangre y tú tienes su H2O.




*



¿Crees que es tranquilo cerca del río?
Los patos braman, despertándote 2 am,

o algo así. Las mangostas cazan
los huevos de patos, dice tu hijo. Ah, dices tú.

Los cuacs nocturnos son ruidosos, pero
tú inquiétate en paz. A veces los vagabundos

duermen junto a la orilla del río.
Inofensivos. Una vez uno tenía un cuchillo.

Siguen hablando al respecto y tú lo ves a él
fantasmagórico como una app contra los árboles.


                           
*


Todas tus cosas están cerca del río,
camas, platos, lámparas ―estás acampando

lejos de paredes, grifos y electricidad.
Tu laptop hace un ángulo como de espada,

y terrones ingleses calientan el cuarto
(ya caliente). Calientan tu corazón.

Sobretodo tienes mucho menos, porque
claro ―lo dividiste. Pero eres afortunada

o lo serías si el río rechinara
de limpio, y te hablara.



                      
*



El río ha causado un pequeño problema
en el pasado, p.e., la inundación. No es su culpa.

900,000 personas pavimentaron demasiado, entubaron
demasiado. Luego el diluvio. Desde una distancia

segura (a edad apta) viste
tu pequeño curso de agua inflarse y tronar

hacia el valle llevándose autos, sillas, árboles.
Miraste a una madre y su bebé rescatados

de una van ―un vagón flotante, con cuerdas―
la van trastabilló hacia el mar.


                            
*



Un apartamento en tu complejo
se llenó de agua durante la inundación. Y de lodo. Era
este apartamento. Lo has sabido todo el tiempo,
claro, porque has mirado.

Lo arreglaron. Levantaron las alfombras, usaron
ventiladores durante una semana. Repintaron.

No está mal. La puerta descolocada
aún necesita una mano. Bajo ciertas luces

sin embargo, en la pared, una marca de agua,
el monograma moteado del río.



                      
*


Estás usando clichés  ―agua bajo
el puente, cartas de amor de un abogado,

daños graves, hundidos sin ti.
El río ha estado en tu habitación,

y tú en la suya. Recuerda las cañas, el frío,
las tardes de verano. Tú amabas

el río. Sus aguas punzantes envían
un último mensaje en jugo de limón:

Si yo estoy jodido, tú vienes conmigo.
Sinceramente, el río.





Anne Kennedy is the author of three novels, a novella, three books of poetry, and many anthologized short stories. Her most recent book is the novel, The Last Days of the National Costume (Allen and Unwin). The Darling North (Auckland University Press) won the 2013 New Zealand Post Book Award for Poetry. Sing-song (AUP) won the 2004 Montana Award for Poetry and The Time of the Giants was shortlisted for the same award in 2006. Anne has also won the BNZ Katherine Mansfield Short Story Award and has held fellowships at the University of Auckland and at the University of Hawai`i at Mānoa, where she taught Creative Writing for a number of years. She now teaches Creative Writing at Manukau Institute of Technology.

After leaving high school, Anne studied for a Bachelor of Music in Composition at Victoria University of Wellington. She later completed at MA in English at the same institution.

For many years Anne worked in the film industry as a screenwriter and script consultant. Her screen credits include Crush, with director Alison Maclean, which was shortlisted for an Australian Film Critics Award and an Australian Film Institute Award, and The Monkey’s Mask (directed by Samantha Lang), an adaptation of the verse novel by Dorothy Porter.

Anne is the 2014 Michael King Writer’s Fellows at the University of Auckland.



The Darling North

I have now all New Zealand before me to caper about in; so I shall do as I like, and please myself. I shall keep to neither rule, rhyme, nor reason, but just write what comes uppermost to my recollectionof the good old days. – F. E. Maning, Old New Zealand



A Land Court

I woke in the morning when the clock dusted its hands
after an untidy night-time. Lips fluttered

travel plans into my back. My ribcage reverberated
like a cello. He had land so I called him Maning.

We were going up north, the thing to do
down here in the hemisphere.

I’d never looked at landscapes, only heard them,
which was safer, the ear a sieve for

devastation. I liked hubbub, how our apartment
undid the city like a corkscrew. A globe

webbed with lat. and long. and the tracks of former lovers
quivered in one corner. Every so often Maning or I

gave the Tropic of Capricorn a flick, exposing
the soft underside of the other, and the South Seas.

It was a disused schoolhouse in the Hokianga, a hang-out.
I’d been nearby, remembered mudflats, flatness, 

nothing much, soundtracks mostly.
I had a compass. I’d had a friend (she moved to England)

who said you should always sleep pointing due north.
It sounded feasible. Finding her waterbed too big to shift

she slept crosswise, fitfully, due to the uncomfortable overhang
of her ankles. Maning and I favoured a clock tower.

All through the night bells rang changes. Half-waking,
I felt them in my heart and in my lungs. In sunlight

I lay close to the coiled hairs on his legs, degrees
Celsius, a cast in my eye, and I lived there

small, below decks. I liked the hardness
of his thighs compared with my own. They were landowners,

his people, crops, sheep, but what I discovered was
if there were no women in the world

he would starve to death. That’s how the line
would die out. He was an artist: ideas, paint.

I once toppled through a sliding door he’d just cracked
a nut in. It jumped off its hinges. We lay on the bed,

rolls of dust under it: a childhood
belief that was where souls went and where they’d

come from. Air-born. Some afternoons
I mopped there and shook out the dead souls

into the wind above the clock tower. Evenings
I worked in a cardboard room, rather crowded, finding

mistakes in the newspaper. It was jovial – the proofreaders’
jokes, their anecdotes, although night was day

and up down. When the phone rang a subeditor’s voice
was drenched in sunshine. After midnight

I’d find Maning with his pen dipped in a pool of rainwater
turned black by the action of many nights upon it,

drawing figures, scarved friends who bopped their heads
to the blues, to vinyl, vodka, moonlight. It got later

despite the clocks, which ticked towards the shores
of the Hokianga, and the weekend.

The friends said oh you’ll love the north,
and not just north, Far North. The tip. Maning agreed:

Everyone goes north. I had listened to northness,
a hiss, a crackle, a buckle of air.

Auckland howled. A clock gonged at night, and at dawn
a bulldozer sorted the chunks

of a dream. I’d bought the alarm clock
so I could wake up in the morning. Maning took it,

set it every night for an obscure hour. At 8.23 a.m.
I blinked at his inventiveness, the way his hand

extended from his sleeve. I’d run my fingers
over my face to be sure of it. When we got to the land,

the disused schoolhouse on the shores of the Hokianga,
I would mop its floors. The night before

he is moving inside my body when the telephone rings.
At first I think it’s the clock tower.

It rings and rings. By thirty rings he has shrunk away,
gone naked to answer the greater urge.

I lie on the bed watching him, my body like strewn hay
(I imagine). He replies yes to a question and laughs

into the receiver. A love-nest is disturbed.
Back in bed he says his friend from France (from the long.)

flies in and out dans le weekend. We’ll be up north,
he says, so I’ll miss her. He’ll miss her

in the Hokianga. No no, I say, we don’t have to go.
Oh we do, he says. We don’t. (The deliberations.)

Shall we go north? No. Shall we go north? No!
We would stay in the south.



Stretch of Hokianga

His name by some stretch of the imagination is Stretch
and he lives with his parents in a little house

on the southern reaches of the Hokianga.
In a hundred years there’s been small change

in the land,
the silver-dollar harvest of the Moreton Bay figs,

in the movements of the family
apart from the sandspit spend by the sea, a brother dipped

over the hill, they are keeping everything
just as it was. But lately, to make ends meet,

Stretch has taken weekend tenants. Friday evenings
are hilarious with car horns.

An uncle owned it. It stood on his ripped-off bit
of the family plot, biggest house on the Hokianga Harbour,

eighteen rooms at low tide. Being a bachelor, childless,
as is the wont of uncles, he left

the house to Stretch, younger brother, because the elder
had gone marae. Married. There were so many.

It’s two-storeyed, wide-pillared, veranda attended by
Norfolk pines, a cypress thinner and more brooding,

wine bottles crooked in its arms,
banana palms shredded like important documents.

From the road at night, the house lit up,
a hundred diners rattle their knives and forks

and shake their frilly sleeves. In the house it’s just Stretch
operating a circular saw. Weeknights he renovates.

On Fridays he bumps home to his parents’ bungalow
across the valley, leaves the tenants

lugging their coffee-maker, their water-purifier. The tide
is stirred as it changes. They’re professional girls

in the book trade, perhaps jilted. Stretch watches
in the rearview mirror as they drape the veranda 

with ragged wedding dresses.
Once he told the lessee, a nice woman called Barbara,

he would like to live in the eighteen-roomed house with his wife,
whom he has not had the good fortune to meet yet.

(He is tall of course.) There are no eligible women
in the district. They all go to Auckland. His eyes

reflect all the blueness in the sky leaving the Hokianga
to silver. Later lights sit

in the cypresses, ghosts stalk the halls. He doesn’t like
to think. He knows his history,

the way the north pulled his forebears (the Fortunes)
south with the moon, and on a neap tide

they entered the mouth. Coughed up
diddly-squat (said Barbara

later) through the Land Court. Clutching a document
and a cattle station, they called it Oke Hanga,

built a veranda’d house in the vicinity of a church, a pa,
flour-mill, fish-canning factory, a sprinkling

of cottages and a schoolhouse
for their many children, little north in the south

but better, better. They’d been peasants
in the true north, in the lemon-coloured last night,

and now they were squires. (Maning by the way
thinks the treaty should be ratified. His family land sits

on the land.) I’d never lived with strangers
but after six months cohabitating with the ghost of a man

who had left taking everything with him apart from
his presence which still hung in the wardrobe,

lay folded in drawers and beside me at night
making me gasp,

I also packed up and departed, moved in with
two women in the book trade. Monday to Friday,

dressing-gowns, wings, on the way to the bathroom.
In the weekend I met them: Barbara, Issy,

told me they hawked advance copies in the south.
Nice to meet you, they said, let’s go north. Remember

The Navigator, when the boy shuts his eyes in order to see?
I soon found myself on the shores of the Hokianga

on the edge of a weekend
in the house next door to the disused schoolhouse,

Maning’s (my Maning), that we planned to stay in
but we never did. Now I go north with

Barbara and Issy because you go north.
In my black car I buzz the coast like an insect. I watch

the mudflats hold the tide, quivering, indecisive,
until finally as if going back

for its dove jacket, the water floods in . . . and so,
putting on the most unconcerned countenance possible,





The Time of the Giants 

3.

Moss picked her way
over the mosaic of strange things away from his bed and
buttoned herself out the door
while he was in the bathroom without saying goodbye.
Why? Because
goodbye seemed like an apple i.e. needing a lot of
explaining.
She walked along the street feeling new-born, stretched
to let in light.
The bark on the trees was rougher in the palms of her hands.
She carried
his weight in her backpack, his words as loose change
in her purse
his essence in a thermos for comfort and emergencies.
She noticed
she could see sideways. Cars approaching. The ghost
that she always knew
lived in the passage. I knew it. As a child rasping to bed
she'd open her eyes
as wide as possible to let in all the possible light
and the ghost in
but the moment she felt it passing (not dying, passing
as ghosts do)
she'd blink and the ghost would be gone. The others
(the living, Mum, Dad etc)
in the light of the living room as if etched on a jug
would call out
See? It was nothing, there is no ghost and look back
at the TV.
Now Moss is wide open and the ghost
is physical
you can reach out and touch it like this table this chair.

While she was out
a furniture truck came and moved her into his body.
In her room you can see
the marks on the wall where the furniture stood for so many
years. Years.





.

DANIEL VILÁ [19.058]

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DANIEL VILÁ

Nací en 1945. Fui corresponsal en la Argentina del diario “Unomasuno” de México (1982-89), jefe de política de la revista “El Periodista de Buenos Aires” (1987-89), prosecretario de redacción del diario “Sur” (1989-91), jefe de redacción de la revista “Ciudad Abierta” (1992-2000), columnista político de la revista “Acción” (1993 hasta la actualidad), colaborador permanente de “Le Monde Diplomatique”, edición Cono Sur y edición Brasil, codirector de la revista “Los 70” (1997-98). Profesor de Taller I, Taller II, Periodismo de Investigación y Política Nacional en TEA (1989-2010), Jefe de Trabajos Prácticos de Taller III Multimedios en la Carrera de Comunicación de la facultad de Ciencias Sociales de la UBA (1996-2011), profesor en la Maestría de Periodismo Político de la Universidad Nacional de La Plata.
Publicó en abril de 1976 el libro "Si apretamos los dientes" (edición clandestina).




ARGENTINA, 1976

¿Por qué suburbios de la vida andábamos?
¿Cómo fue que ocurrió?
Solo recuerdo voces, boliches atestados
de palabras convulsas, incestuosas
y al amor izando a tope sus banderas.
Veníamos del gris, de ver pasar el tiempo
como pájaros pequeños y cansados
y fuimos conociendo
El arcoiris, soltormenta, la aguja en el pajar.
Sin saber, estábamos empedrando
el camino del infierno
pero nos merecíamos un cachito de cielo,
por lo menos.
Atrás, convalecía lo imposible,
De pronto, nos convertimos en una tumba abierta,
un objetivo.
Auschwitz y Buenos Aires,
Treblinka y Santa Fe.
El granero del mundo tenía olor
a sangre chamuscada
(En el Tortoni, un tipo
tomaba su café como todos los días)




Poema

Todo estaba tan lejos
y tan cerca,
la piel se sublevaba
contra cada minuto
de certeza
y había que olvidar
palabras otoñadas,
buscar la pura pulpa
de las cosas,
hallar la sed
entre los manantiales.
Después creció un después
al pie de las urgencias
y la razón
impuso sus razones.
Olas de calma
abortaron la espuma
y lamieron la playa
como un perro sumiso.
Ya es tiempo de volver
desde ninguna parte,
de navegar sin brújula,
al garete,
de andar a contraviento,
a contramuerte.











.






JAYANTA MAHAPATRA [19.059]

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JAYANTA MAHAPATRA

(1928), poeta hindú. Su poesía es una mezcla de lirismo y elementos de la cultura hindú. Es conocido por ser el primer poeta hindú en ganar el premio Sahitya Akademi para poesía inglesa. Ha publicado más de veinte de libros de poesía.

Recibió el Premio Nacional  de Literatura de la India en 1981. Es un poeta que escribe en inglés, con una profunda sensibilidad introspectiva y una mirada nueva ante los problemas humanos del país. Tiene un vasto conocimiento de la tradición milenaria de su cultura natal.

Libros de Jayanta Mahapatra 

Poesía
Poetry

1971: Close the Sky Ten by Ten , Calcutta: Dialogue Publications 
1971: Svayamvara and Other Poems , Calcutta: Writers Workshop 
1976: A Father's Hours , Delhi: United Writers 
1976: A Rain of Rites , Athens, Georgia: University of Georgia Press 
1979: Waiting , Samkaleen Prakashan 
1980: The False Start , Bombay: Clearing House 
1980: Relationship , Greenfield, New York: Greenfield Review Press 

Prosa
Prose

1997: The Green Gardener , short stories, Hyderabad: Orient Longman 
2006: Door of Paper: Essay and Memoirs , New Delhi: Authrospress 
2011: Bhor Moitra Kanaphula . In Oriya. Bhubaneswar, Paschima 

La poesía, en Orissa
Poetry in Oriya

1993: Bali (The Victim) , Cutack: Vidyapuri 
1995: Kahibe Gotiye Katha (I'll Tell A Story) , Arya Prakashan 
1997: Baya Raja(The Mad Emperor) , Cuttack: Vidyapuri 
2004: Tikie Chhayee (A Little Shadow) , Cuttack; Vidyapuri 
2006: Chali (Walking) , Cuttack: Vidyapuri 
2008: Jadiba Gapatie (Even If It's A Story) , Cuttack: Friends Publishers 
2011: Smruti Pari Kichhiti (A Small Memory) , Cuttack: Bijayini 



Presentamos en Círculo de Poesía un poema de Jayanta Mahapatra (1928), poeta hindú. 
La traducción es de Aureliano Carvajal (1986).
http://circulodepoesia.com/2016/08/poesia-hindu-jayanta-mahapatra/




Esperando

Estoy sentado aquí, esperándola, sentado aquí
con la piel vacía colgando sobre mis hombros
como me he sentado tantas veces
junto a la misma ventana, en la misma vieja silla.
De vez en cuando observo mis cuadernos
me encuentro a mis palabras flotando
hacia el desierto al otro lado de la página.
Como el humo alejándose en la tierra ardiente
de mi propia carne. Cierro mis ojos cansados.
E intento no pensar en la piel dispuesta y tibia
de la niña de dieciocho años con la que estuve el mes pasado.
Estiro mis labios solitarios en una mueca imperdonable.
Giro el rostro hacia la oscuridad de mi recámara
y observo; pero yo no recuerdo ahora
cuándo fue que mi barba empezó a crecer.
Le permití al minuto desatar la hora sobre el suelo;
pero cada vez que regresaba, y yo tenía que hacerlo todo
nuevamente, con tal de relajarme.
Toco mis hombros; están desnudos, contritos.
Como la forma de una banca desierta bajo la lluvia.
¿Se me estaba acercando alguna especie de cambio?
¿O era la piel vacía del tiempo, esperando una excusa
para mover la sangre, para ocuparla en algo?
Allí están mis cuadernos, también mi bella esposa,
pero llevo con ellos mucho tiempo, mucho tiempo enamorado,
me han ido desgastando las orillas lentamente.
O tal vez no sean ellos mismos el motivo;
se trata del lugar de donde vengo, y de lo que
de pronto descubrí que deseaba en realidad:
la vida que mi vida busca, cuando llego a
resolverla; pero ha tomado otro camino
hacia donde no pude conocerla en absoluto,
mientras regreso al sitio en donde estaba, en la misma ventana,
sin pronunciar palabra, esperándola,
la piel vacía ondeando como banderas blancas en una guerra perdida.

  

Waiting

I sit here, waiting for her, sit here
with the empty skin drooping over my shoulders
as I had sat waiting many times before
beside the same window, in the same old chair.
Once in a while I’d open my notebooks,
find the words I had written float away
into the wilderness on the other side of the paper.
Like the smoke drifting over the burning-ground
of my own flesh. I shut my tired eyes.
And I try not to think of the quick warm skin
of the eighteen-year-old girl I met last month.
I stretch my lonely lips into an unforgivable grin.
I turn my face over in the darkness of my room
and peer into it; but I don’t remember now
when my beard started to grow,
I let the minute drop the hour to the ground;
but each time it came back, and I had to do this
all over again, to put my mind at ease.
I touch my shoulders; they are bare, contrite.
Like the shape of a deserted park bench in the rain.
Was some sort of change coming over me?
Or was it time’s empty skin, waiting for an excuse
to advance the blood, to keep it occupied?
My notebooks are there, my pretty wife too,
but I have been with them long, long in love,
and they have worn me slowly around the edges.
Or maybe it isn’t because of them, themselves;
it is because of where I came from, and of
what I suddenly realized I was really waiting for:
the life that my life seeks, when I go in
to answer it; but it had gone the other way
to where I couldn’t meet it at all,
as I go back to where I was, by the same window,
without a word, waiting for her,
empty skin flapping like truce flags in a losing war.




Deaths in Orissa

Faces of tree-bark and grief
hang against God’s hand in the world
that cannot lift itself up to help.
In the corners of women’s eyes
the rainbow breaks against the sunrise.

Nothing but the paddy’s twisted throat
exposed on the crippled bleak earth,
nothing but impotence in lowered eyes,
nothing but the tightening of the muscles
in Bhagyabati’s neck which her outcaste mother
would herself have liked to throttle to death,
nothing but the cries of shriveled women
cracking against the bloodied altar of Man,
nothing but the moment of fear
when they need a God who can do them some good.

Oh I am a poet who barks like a dog.
Open the window, I say, so I can breathe.
Let not my memory be like a tiger in ambush.
But there is this dangerously alive body
and only a baton or knife can tear it apart.




Genesis

The apple sits on an old examination bed 
in the world's foyer.

The stony silence of the men staring hard 
crosses the line of sanity.

Why do I think of this,
drowning in the depth of lost time?

Maybe nothing came from anything,
a long drawn-out yawn from nowhere.

Maybe my mother's soul set the apple free, 
making it roll down the road.

And I look for the same sense of stillness, 
hoping it will heal me.

The myth has its head stuck in the fork of a tree. 
And the spirits of knowledge won't let it pass.




Of that Love

Of that love, of that mile 
walked together in the rain, 
only a weariness remains.

I am that stranger now
my mirror holds to me;
the moment's silence
hardly moves across the glass.
I pity myself in another's guise.

And no one's back here, no one
I can recognize, and from my side
I see nothing. Years have passed
since I sat with you, watching
the sky grow lonelier with cloudlessness,
waiting for your body to make it lived in.




Hunger

It was hard to believe the flesh was heavy on my back.
The fisherman said: Will you have her, carelessly,
trailing his nets and his nerves, as though his words
sanctified the purpose with which he faced himself.
I saw his white bone thrash his eyes.

I followed him across the sprawling sands,
my mind thumping in the flesh’s sling.
Hope lay perhaps in burning the house I lived in.
Silence gripped my sleeves; his body clawed at the froth
his old nets had only dragged up from the seas.

In the flickering dark his hut opened like a wound.
The wind was I, and the days and nights before.
Palm fronds scratched my skin. Inside the shack
an oil lamp splayed the hours bunched to those walls.
Over and over the sticky soot crossed the space of my mind.

I heard him say: My daughter, she’s just turned fifteen…
Feel her. I’ll be back soon, your bus leaves at nine.
The sky fell on me, and a father’s exhausted wile.
Long and lean, her years were cold as rubber.
She opened her wormy legs wide. I felt the hunger there,
the other one, the fish slithering, turning inside.








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LIDIA FERNÁNDEZ [19.060]

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LIDIA FERNÁNDEZ

Lidia Fernández nació en 1945 en Buenos Aires, Argentina. Estudió Trabajo Social y más tarde Letras en la Universidad de Buenos Aires.  Fue Coordinadora de Proyectos Sociales en esa Ciudad y en Ruanda, África, Docente de la Universidad del Museo Social Argentino  y trabajó en Dirección de Cultura y Educación de Cdad. De Bs As.

Ha publicado: Crepitaciones, Poesía (1991), Abasto blues, Poesía (1997) Verde Rwanda, Roja herida, Relatos (2004), Río de Lelas, Novela (2009) Sonata a dos instrumentos: La fiesta en el puño, Poesía (2015). Desde el año 2006 Coordina el Taller de Escritura Pura Práctica. Dirige las antologías de narrativa de Taller Pura Práctica y gestiona algunos blogs literarios.



POEMAS INÉDITOS

1-En la basílica de Flores
Al costado de la basílica del cura
que hoy es Papa en Roma
hacen cola los sin techo para recibir su ración.
Antes han meado las columnas, las paredes,
no por maldad,
sino porque es el único lugar
donde pueden mear mientras esperan.
La callecita es breve y luminosa.
Ellas, ellos,
se rascan, se mueven en un pequeño radio,
intercambian voces, se sientan en sus bultos.
De ropa opaca y caras imprecisas,
parecen una bandada de pájaros
descansando
antes de emigrar para otra tierra



2-Suspensión
Voy al banco, hago cola y
salgo satisfecha con mi impaciencia vencida
En la pescadería, el olor rosa blancuzco y las húmedas curvas me suenan a estribor,
entro al mercadito chino, con su chino silencioso y sus góndolas y sus farolitos igual de silenciosos y chinos,
el verdulero acomoda frutas y verduras con precisión obsesiva,
elijo colores, sopeso volúmenes
calculo.
En la librería compro un lindo lápiz y saco fotocopias
Hay días en que me gusta, me place, me embriaga
este atareo de hormiga, de abeja en el panal




3-Sombra
Esta sombra penosa que llevo amarrada a la planta de los pies
pena que apenas afloja y
gira en el movimiento entero de mi vida  
oscilando 
con su tic tac de péndulo distante.
Cuanto más corta, más densa. Oscura, en medio de las cosas que estallan de energía radiante.
Cuánto más larga,
más insomne y gris tras mis pasos.                     
Cautiva yo de mi cuerpo, cautiva ella,
sumisas ambas
cuando en sus márgenes la vida se achicharra.



4-Tan solo agua
Otra vez la pobre planta apareció sin hojas.
¿Dónde las insaciables hormigas? ¿Los caracoles?
Ahí, oculta bajo un trozo de corteza muerta y húmeda 
de un árbol que tal vez vive: la babosa, saciada.
Ella hacía aquello para lo que estaba destinada
vivir, comer, morir.
No pensé que en esa ecuación era yo la cara de la muerte
ni dudé cuando con asco la aplasté en el suelo,  tan solo agua dispersa en el camino de piedras
ni se me ocurrió, hasta ahora, que también yo
aplastada,
sería casi toda agua 



5- Té
Tarda el té 
y no sé bien si es el té quien tarda, que bien se puede decir,
o es el fuego el demorado, 
quien al fin y al cabo es el responsable del té,
o si soy yo la que no alcanzo a preparar el té
porque hay un agua,
un fuego, 
una física atada al tiempo
y leyes que desafían y vencen con soltura, 
sin recurso alguno desde mi campo adversario, 
toda mi urgencia de té.




6- Partes
En Mogadiscio, a la vuelta de la esquina
 puede uno encontrar un dedo de niño
y en Tagir, una mano de mujer con un aro de alambre,
por el lado de Qunduz podrás hacerte de un brazo femenino y dos  pies de muchacho
mas una oreja con pelo, en Sabiyan,
En Hornas, de un par de ojos brillantes con apenas tres años de uso  (quizá haya varios a elegir, y serán muy grandes)
Podrás, en Khuzdar, mover algunas piedras y hallar un abdomen
con todo su interior, incluso el corazón,
seguramente habrá también una columna vertebral ya casi reluciente
Lamento decirte que eso será todo,
aunque viajes más allá y juntes muchas otras partes,
repetidas partes,
no podrás hacer un sentido completo





De La fiesta en el puño 



1-

Tal vez pueda elevar el alto paredón
determinar la ausencia
arrancar mi materia de tu silla
elegir paisajes quietos
doblegar huracanes con mis manos
vivir de espaldas al mar.
Si así fuera, desde entonces,
                              acechante, a oscuras, 
fetal, proscripta de mi misma,
con boca abierta
                                               garra
                                  y dentellada    
                            clausuradas;
atisbaré a lo lejos un destello,
un agua dulce,
alguna bocanada de viento que me traiga
una vibración arcaica, sobras o indicios de aquella
                              ajena 
                                       fiesta
                                            prometida




2-
Aplasté los tréboles que crecían 
en el valle de mis senos.
en la superficie de mi  vientre 
clavé con alfileres las mariposas doradas y las tapé con cadáveres de gorriones.
de las enredaderas dejé los tallos más 
ásperos anudándose a mis chirriantes articulaciones.
Inserté en los poros de mis manos 
agudas espinas de algarrobo.
Inmovilicé la sangre.

Pero en el silencio algo sucede
Entre los dedos de mis pies veo crecer minucioso un asombro de pétalo y 
mi frente 
deletrea un rumor  de inesperada y dulce agua.
A benemérita traición,
estocada inconsulta,
por la espalda de la lágrima,
me sorprende siempre esta raíz,
                                               la muy loca, tan obcecada.




3-
Hoy lo cotidiano nos mantiene separados
yo ensarto los actos y las horas en el agudo alfiler de mi espera
voy desbrozando la maleza del día
hasta llegar a ese refugio al descubierto
esa trinchera asediada donde exploramos
el tiempo detenido en nuestra piel
y sobrevolamos desde el vértigo
                                        los campos de batalla
                                         las humeantes ciudades
hasta morder por el amor                                                  
nuestra tajada de paz     






De Crepitaciones


1- Lugar común

Nazim Hikmet
poeta turco
militante comunista
premio Nobel de la Paz
dice en su poema autobiografía
“engañé a mis mujeres pero nunca hablé mal a espaldas de un amigo”

Yo hubiera querido leer:
He sido leal a todos mis amores,
O tal vez:
Jamás he traicionado a hombre o mujer en el amor o la amistad
O quizá, en honor a la autocrítica:
A algunos seres desprecié hasta la traición a otros amé hasta la lealtad,
E inclusive, en mérito a la originalidad:
Engañé a mis amigos pero nunca hablé mal a espaldas de una mujer,
O la humorada de decir:
Los años pares fui leal a las mujeres y desleal a los hombres y viceversa
Pero no,
hasta la bella alma de un poeta, 
militante y premio Nobel de la Paz
tiene su lugar común




2. Vejez

El umbral lo traspone
la vereda le camina los zapatos
y en la esquina lo dobla
el bar de don Cosme lo entra,
 lo remansa de café y lo sale
lo recorren varias calles conocidas
las casas le gritan mujeres
las vidrieras lo quieren comprar
la vereda lo cruza a través
la plaza le tira un olor a paraíso y lo arrastra
El banco lo sienta
el pantalón lo encoge
el diario le salta a los ojos
la campana de la iglesia lo escucha
el pasado lo recuerda
la muerte lo piensa…

Luego deja el diario sobre el banco
sacude el pantalón
mira las flores del paraíso
cruza la avenida
compra vino y pan
camina varias calles
saluda a los vecinos
pasa por el bar
llega hasta su casa
sola, vieja
y traspone el umbral



3- Es al amanecer
                         cuando el sol aún es una posibilidad incierta
y la noche la agonía de una certidumbre
cuando el campesino sale y mira el horizonte
cuando la mujer del obrero pone a calentar el agua y 
se mueve sigilosa para no despertar los niños
cuando los amantes reinician las caricias
cuando el sereno duerme al fin profundo,
ovillado en su catre
cuando los hombres ricos roncan su mal aliento
cuando sus mujeres se levantan a orinar
y se miran las arrugas
Es al amanecer,
en el momento en que se debería sonreír por los ojos
que presienten el sol
por el estómago virgen que espera el agua purificante y el pan saciador
por los miembros concientes de un tumulto de sangre renovada
que un hombre es arrastrado por el patio desierto
de una cárcel
que forcejea y grita una inocencia
que invoca a dios y llora
que no puede  comprender
que se resiste a creer
que implora

Es al amanecer la hora de las ejecuciones





De Abasto blues   

1- He soñado
                 que amaba a un pequeño
muy pequeño niño
he despertado feliz y preguntado
¿quién hay?
                       Nadie contestó
En esta ciudad
algunos seres solitarios sueñan ser amados



2-Quien podría afirmar
                              que elegí nacer en Buenos Aires
podría haber sido
en Puente Caldelas, Huinca Renancó, Flores o Montevideo
Me eligieron nacer en Buenos Aires
tímidos y graves fueron recorriendo el duro itinerario
del dolor y el éxodo
la insensata comarca de la esperanza y el amor
mientras parían hijos y sueños liberados a todos los vientos
como aves migratorias
desconcertadas palomas sin mensaje
banderas sin patria definida
Sin embargo
cuando cierro los ojos y miro este nudo vital voluntarioso
creo conocer que desde los huertos de Galicia o
aquellos del oriental Flores
desde las sierras de Córdoba y los montes del Yi o 
desde una austera aldea vascongada 
fui 
empujando genes y razones hasta llegarme 
un diciembre a Buenos Aires



3- Ando en mala compañía                                          
                                           vestido sucio
                                           pelo enmarañado
ando con un solo pie
partido el ritmo
ando con el ojo equivocado
a donde uno va se cruza el otro
ando con la mano en guante
                                            la piel en llaga
ando con la sangre en vino rancio
la voz en disfonía
ando con toda la ciudad en vertical
      el mundo en clave indescifrada






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KIRI PIAHANA-WONG [19.061]

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KIRI PIAHANA-WONG

Kiri Piahana-Wong, poeta originaria de Nueva Zelanda con ascendencia maorí, china e inglesa. Su primera colección Night swimming fue publicada en 2013 por Anahera Press. Kiri también es editora y poeta. Vive en una pequeña casa en medio de millas de campos en el noroeste de Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda.

Kiri Piahana-Wong is a New Zealander of Māori (Ngāti Ranginui), Chinese and Pākehā (English) ancestry. She is a poet and editor, and is the publisher at Anahera Press. Her work has appeared in many journals and anthologies, most recently in Essential New Zealand Poems (Godwit), A Treasury of NZ Poems for Children (Random House), Dear Heart: 150 New Zealand Love Poems (Godwit), and Puna Wai Kōrero (AUP). Kiri is an MC at Poetry Live, New Zealand’s longest-running live poetry venue. Her first poetry collection, Night Swimming, was released in 2013.


Dossier de poesía actual de Nueva Zelanda, seleccionado y traducido por Andrea Rivas
http://circulodepoesia.com/2016/08/poesia-de-nueva-zelanda-kiri-piahana-wong/



Llovía el día en que me dejaste

Llovía el día en que me dejaste.
La gente estaba afuera, en las calles, bebiendo
y jugando, usando pelucas y sombreros ridículos,
robando conos de tránsito y vandalizando los
autos de otras personas. Todos los limpiaparabrisas
de los autos de mi calle estaban rotos y apuntando
hacia arriba. Francia iba a jugar contra
Gales más tarde ese día.

Llovía la tarde en que me dejaste.
Estaba en la cama sangrándote en pedazos
Pidiéndote que te quedaras un minuto más
Pidiéndote que volvieras
En otro día
En otro año
En otro tiempo que te acomodara más.

Había un gorrión en el árbol afuera de
mi ventana, gorjeando, y el viento soplaba
pétalos rosas sobre todo el césped. Vi a Gretchen
afuera, en el jardín, cantando a sus guisantes.

Te he hablado todos los días, te he llevado tan
cerca de mí. He imaginado que tendrías
los verdes ojos de tu padre, mi cabello oscuro, y
toda nuestra excesiva creatividad, pero naturalmente
sin nuestras temerarias cualidades que te habrían
hecho un niño fastidioso de criar.
Incluso te he hablado de cosas inconsecuentes
Comerías tus vegetales o prefieres
McDonalds como tu madre
Me disculpé contigo por nuestra dieta imparable de Cajitas
Felices mezcladas con cafeína y pays cubiertos de papas fritas
Me he preguntado si te gustaría más la vegemite o la marmite[1]
Si tendrías un amigo imaginario

Pero en este día
Me acurruco, sosteniendo la sangre coagulada
que queda de ti, y digo―
Por favor vuelve
Siento incluso haber dicho que no te quería
Que deseé por un segundo que no estuvieras ahí
Por favor vuelve a mí

La ambulancia vino y por un momento me desmayé
y cuando regresé, Kayla estaba ahí.
Me trajo un libro de poesía femenina
y angustiada, la biografía de Slash (para recordarme
porqué es una mala idea salir con músicos), una manta
rosa con corazones, una manzana, un plátano,
una revista banal, un paquete de Grainwaves y
galletas de jengibre. Siempre es buena idea llamar
a una madre cuando tienes una emergencia.

Después de un largo rato el día terminó. El sol
se ocultó. Eventualmente salió de nuevo. Hay
tantas aves llamando, temprano en la mañana, y
el sol en mi rostro se siente como una bendición.
Mucho después en ese día, caminé hacia la playa y
vi que la marea se acercaba. Me recosté en la playa
y enterré mis dedos en la rasposa arena, y
pensé en todas las maneras en las cuales algo que
nunca quisiste puede dejar el más grande
vacío cuando te abandona, y ojalá
pudiese decir que la visión del mar llenando
la playa alivió algo de ese vacío, pero
todo lo que hizo fue recordarme que cada día, la
marea entra, solo para irse de nuevo.


Cuatro pinturas

Por la mañana
la luz toca las paredes
como una pintura
el sol matutino cae en finas pinceladas
el cabello de ella es un oscuro embrollo
la cara de él se empaña con sueño



Pintura #1: Cómo ella se enamoró de él

En esta pintura, ella usa
el vestido rojo con el que le gusta dormir
y éste ha caído hasta su cintura

Él está desnudo
sus brazos se curvan rodeándola
su boca se presiona contra el cuello
en el lugar donde a ella le gusta
que él la bese



Pintura #2: Su primera pelea

En esta pintura, ella está sentada
afuera de un bar
con un vestido negro de encaje.
Tras ella, la noche es un sólido bloque
de oscuridad.

Él está sentado a su lado con
una camisa verde pálido, el cabello
despeinado, de espaldas, inclinado
ligeramente hacia ella.

Los autos vierten el pasado con golpes
de luces brillantes.



Pintura #3: Lo que haya dicho, no lo dije en serio

En esta pintura él permanece solo
en una playa vacía.

El cielo se extiende a lo lejos en un resplandor.




Pintura #4: La reunión

En la pintura anterior él está
mirando hacia un camino

Ella usa un vestido lila con dorado
y el cabello echado hacia atrás
lejos de su rostro.

Empieza a atardecer. Sobre ella
el cielo dorado, abierto
y vacío.



Tan por debajo

Algunas veces me preocupa que
recuerdo tu vida mejor
que tú

Incluso las ocasiones anteriores a
que yo estuviera ahí

Cuando no puedes recordar
Me preguntas

Dices, estabas ahí
                        o era solo yo

La memoria cambia con el sol,
Resistimos a su influencia
como la marea
En los remolinos cerca de la orilla
un pez plateado salta

En el cielo, una nube
oscurece tu más brillante
deseo

Pero aquí en el suelo
Tan por debajo
Yo yazco con tus brazos
a mi alrededor
Mi nariz presionada contra el
hueco de tu garganta
Como si el tiempo no pudiera
borrarme

Otras veces
por la noche
sola,
yazco quieta escuchando
mis latidos

Arriba lejos las estrellas giran
Y el peso de la luna
presiona

Caigo dormida en el vórtice
del desrecuerdo

Pero en la mañana despierto
Y recuerdo

Estás caminando en una playa
de arena negra, tienes una playera
blanca, cargas mi bolso rosa,
tus pies están en el agua



Te extraño como

Te extraño como
los cigarros, como
el toque del sol
en invierno, como
café
espresso ― 10 tazas
al día con
galletas de chocolate
amargo.



Nadando en la noche

Vi luces en el agua
mientras nadaba en el mar
una noche.

Se adhirieron a mis brazos y piernas.
La luz emanó de las puntas de mis dedos.
Sacudí mis pies como un pez.
Dibujé círculos con mis manos
Temblé como una estrella cayendo

en las profundas aguas oscuras.


Nota de la traductora

[1] Tanto vegemite como marmite son pastas para untar, provenientes de la extracción de la levadura.


Four paintings 

In the morning
the light touches the walls
like a painting
the morning sun falling in thin brushstrokes
her hair a dark tangle
his face blurred with sleep



Painting #1: How She Fell In Love With Him

In this painting, she is wearing
the red dress she likes to sleep in
and it has fallen to her waist

He is naked
his arm curves around her
his mouth pressing against her neck
in the place she most likes
him to kiss her



Painting #2: Their First Fight

In this painting, she is sitting
in the outside area of a bar
wearing a black lace dress.
The night is a solid block of
darkness behind her.

He is sitting next to her, wearing
a pale green shirt, his hair
dishevelled, his back slightly turned
to her, facing away.

Cars pour past in streaks of
bright light.



Painting #3: Whatever I Said, I Didn't Mean It

In this painting he is standing alone
on an empty beach.

The sky stretches away in a blaze of light.



Painting #4: The Reunion

In the last painting she is
standing looking down a road

She is wearing a purple and gold
dress and her hair has blown
back from her face.

It is early evening. Above her
the sky is golden, wide open
and empty.

This poem from night swimming (Anahera Press 2013)




Hiding

I am a girl
with nothing to hide
My head is stuffed full of you
But my phone is empty
I shudder, I nearly fall
I compose messages that
I do not send
Over and over
My hand hovers
You are here: I can smell the
scent you wear, I can taste
you on the inside of my mouth,
your fingers run down
the inside of my arm:
you are here.
You are not here.
I am proud of my strength, and
I weep for it.
I am a girl
who is hiding
nothing.






.

ISABEL SALAS [19.062]

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Isabel Salas

1967, Málaga, España
Dos hijas de 19 y 11 años
Dos libros: EL CANARIO Y LA MÁQUINA DE COSER, 2015 y NAVAJA DE LLAVERO, 2016.

Biografía:

Isabel Salas, Málaga 1967: "He pasado la mitad de mi vida en España y la otra en Brasil, donde me vine a vivir en 1993.

Me casé dos veces y he tenido dos hijas, una de cada marido. He trabajado vendiendo muebles, dando clases de español para brasileños, en granja de avestruces y en otras muchas cosas.

Experiencias que me han enriquecido como persona y a las que debo mi visión actual de la vida.

Siempre he escrito y espero poder seguir haciéndolo, lo único que ha cambiado es que hace unos meses decidí mostrarle al mundo mi trabajo y antes sólo mi círculo más íntimo sabía que lo hacía".





1.MI CUERPO CANTA

Mi orgasmo
es un poema de rimas
arrimadas.

Un recital
de estrofas derramadas,
nacido
en el alma mortal
de cada uno de mis órganos vitales.

Canto
 que saluda al mundo,
sin vergüenza ni pena,
inmaculado rayo
de luna llena
bañado en aguas genitales.

 Desvarío letal.
Música, sonrisas, miradas que se buscan
en una unión total
de pensamiento, palabra y obra
como los pecados
preferidos de Dios.

Descontrol y locura
y muchas veces manso llanto.
Risa, desespero,dulzura
y canto.

Exaltación de todos los sentidos,
los cinco
por todos conocidos
y los improvisados
 que inventamos tú y yo
cuando
nos amamos.

DEL LIBRO NAVAJA DE LLAVERO



2.COLOREANDO

Hace tiempo
que nadie me miraba
como me miras tú.

Sin ojos, sin pasado.

A destiempo.

Hace bastante
que nadie me besaba
como me besas tú.

Sin labios rojos,
encariñado
.
Letra de cante.

Honda,
profunda,
desconsolada.

Cachonda,
seca
y enamorada.

Tocando notas adormecidas,
arpas y almas
desprevenidas.


Desazolvando,
acariciando,
coloreando.

INÉDITO




3.VELO DE NOVIA

Miras tu chorro de esperma
corriendo por mi cara
segundos después
de pedirme
que cierre los ojitos.

Aunque no puedo verte
sé que sonríes
contemplando tu obra.

Miras a la mujer
que transformaste en otra cosa.

La mujer,
que sin dejar de ser mujer,
es perra y es volcán,
es puta y flor,
es tuya,
Soy
yo.

Sé que sonríes,
sé que me miras
sé que me amas mientras me estás oliendo
y sé,
porque se escucha fuera,
en que piensas.

Siento como tu mano
sujeta mis cabellos
y aprietas un poquito,
lo suficiente
para inmovilizarme la cabeza,
señalar tu presencia,
mostrar tu fuerza
mientras dices que vas a hacerme
una sorpresa...
Una máscara hidratante de belleza.

Y funciona.
Mientras extiendes con tus dedos,
tu leche por mi rostro,
voy sintiéndome más y más bella
más bonita,
más pura.

 Cada gesto tuyo
atraviesa la oscuridad de mis ojos cerrados
e ilumina
la risa que  nace
mientras tu leche seca acartona mi piel
haciéndome cosquillas.

Cuando  lo digo
e intento incorporarme
haciendo el ademán de levantarme
para ir al baño
me sujetas más fuerte e impides que me mueva.

Ahora entiendo los motivos
por los que me agarraste por el pelo
y el porqué de tu juego.

No te muevas.

Dices que vamos a besar
que las cosquillas, si te amo, no estorbarán
que si te quiero me estaré quieta
hasta que tú me digas.

Sin protestar.
Sin rascarme, besando sin pensar en otra cosa.

Como te quiero...así lo hacemos.

Mi cara tiene un velo de leche seca
y tú me besas
como un hombre besa a su novia virgen,
con la dulzura y el cuidado
con qué tocamos lo sagrado.

Eres mía.

La entrega,
el regalo completo
que hace feliz a quien recibe
y hace brillar
a quien se da.

DEL LIBRO  NAVAJA DE LLAVERO



4. IDEM

Me tocas, me miras,
 me comes,  me bebes.
Me respiras.

Me besas, me tienes,
me arrullas, y a veces
me hieres.

Me hueles, me cantas,
me aplastas, me elevas.
Me encantas.

Me cielas, me lunas,
me nubes, me aires.
Me acunas.

Me corres, me llamas,
me tragas, me frenas.
Me amas.

Te idem.
Te llamo, te amo.

INÉDITO




5.ROTO COMO NUEVO

Como podía imaginarme
que las alas rotas vuelan tan alto,
que las manos de uñas rotas
acarician mejor
o que las bocas partidas por mil golpes
saben besar como ninguna.

Nadie me dijo que las velas rotas
de los barcos fantasma
saben atravesar los mundos
y nadar entre sueños.

Mi corazón roto
aprendió a dar cariño perfecto,
 mis ilusiones rotas
han aprendido a brillar con las luciérnagas
y ya no queman.

Vuelan.

 Como me podía imaginar
que romperse es bueno para escribir poemas,
para quererte,
para besar.

Soy el lobo de Caperucita.
Vuelo mejor, nado mejor
beso mejor.

Quien lo diría...

Que mi sonrisa de alma rota
parece nueva
y canta por alegrías.

DEL LIBRO  NAVAJA DE LLAVERO




6.TE MIRO

Con mis ojos abiertos te veo grande,
pero cuando los cierro hago un milagro.
Vuelvo a verte chiquita, te cojo en brazos.
Te canto musiquitas.


Con mis ojos cerrados te siento mía,
pero cuando los abro, hago un esfuerzo
para verte mujer y abro mis brazos
que te vieron crecer.

Con mi mente consciente te dejo ir,
corto todas las cuerdas para que vueles.
Te imagino cometa bailando libre.
Ha llegado la hora, debes partir.

Y otra vez la palabra ...
partir de parto, partir de ir.

La palabra tremenda que me partió dos veces,
que siempre que aparece me parte en partes.

En dos, cuando naciste para que tú salieses.
Y ahora....que te vas,
para dejarte ir,
me parte en mil.

DEL LIBRO navaja de llavero




7.EFECTO DOMINÓ

Tengo tantas heridas,
tan vivas,
tan mal cerradas,
tan queriendo sangrar como si fueran nuevas,
tan inconformadas.

Tantas heridas
que aún respiran, cuando nadie las mira,
por sus agujeritos de heridas,
que son como sus bocas
por las que gritan cosas
que me asustan.

Tantas heridas tengo,
tantas,
dispuestas a joder, que si me empujan,
o me presionan,
o me impresionan
o me hacen contener los gritos
que quiero gritar,
y alguna se abre,
es un desastre.

El efecto dominó
hace que se abran todas,
o la mitad,
 o algunas.

Tal vez sólo unas cuantas,
 pero eso basta
para ser una fuente de dolor infinito.

Tan inconmensurable,
tan horrible,
que dejo de ser mujer con heridas
por segundos eternos
y soy sólo la herida,
sin mujer.

Después, con mucha calma
y la eximia pericia hija de la costumbre,
busco la aguja de coser niñas tristes
y cierro
una a una, con cariño,
esas puertas sangrantes invisibles
con un punto de cruz.

Lo coso todo.
Lo dejo todo limpio,
desinfectado,
para seguir mañana a los ojos del mundo
caminando, mirando, sonriendo,
pareciendo ante todo,
 restaurada,
curada.

DEL LIBRO NAVAJA DE LLAVERO



8. OCHO BOLAS

Un día se acabarán mis días y me terminaré.
Dejaré  espacio libre para el próximo.
También le dejo un beso.

Le dejo el aire y las montañas,
para que respire,
le cedo mi asiento en el cine,
mi sombra en la parada,
mi silla en la biblioteca
para leer los libros que un día fueron míos.

Mi lugar en la fila del mercado,
mi toalla en la playa.

Yo estaré muriendo y él naciendo.
Cantará las canciones que yo también canté,
se bañará en mi mar,
jugará con mis olas.
Pedirá los helados como yo,
de todos los sabores
y tendrá como yo,
 los cojones,
de pedir ocho bolas.

 DEL LIBRO navaja de llavero






9.POEMA FUERA DE CONTROL

Quiero hacer un poema que rime
lleno de versos valientes
de zapatos con tacones
y de sonrisas calientes.
Cada verso una canción,
cada canción un lacito
que pongo en tu corazón.

Quiero hablar de castañas asadas
de nubes y de algodones
de puñales y quereres
helados y macarrones.
Cada helado de un sabor,
cada sabor un besito
que te ofrezco sin rubor.

Quiero andar un camino que brille
lleno de flores y gente
de músicas de colores
y de niños sonrientes.
Cada niño de una forma,
cada forma de un color
cada color de un sabor,
cada sabor un poema,
cada poema una flor.

Me salen mal los poemas.
No hay lacitos de tacón,
ni puñales de sabores
ni helados de macarrón.

Comenzó todo ordenado,
rimado, saboreado,
pero se puso anarquista
y al final se ha sublevado.

 DEL LIBRO EL CANARIO Y LA MÁQUINA DE COSER



10.TODO LO QUE PASÓ

Todo lo que pasó
pasó para poder pasar ahora
lo que está pasando.

Cada beso que te dieron o que diste.
Cada abrazo que perdiste.
Todos tus amores
y los míos.
Cada lágrima llorada
cada insulto, cada golpe,
cada caricia enamorada.
Todas las heridas con que heriste
o te hirieron,
herí
o me hirieron.
Todos los sueños y esperanzas
que salieron a comprar tabaco
y no volvieron.
Todo eso que pasó... que me pasó,
que te pasó,
que nos pasó por separado
sirve para intentar  ahora que las próximas cosas...
te pasen a mi lado.

Voy de frente.
Sin trucos.
Con todas mis heridas, y  agujeros,
mis golpes,
mis caídas antiguas  y mis nuevos deseos.
Con miles de  caricias atragantadas
y varios kilos
de esperanzas resucitadas.

Estuve calibrando el tamaño del daño
del miedo de sufrir que ambos tenemos.
Pensé bastante rato
y concluí
mirando el puto lado positivo
que tanto adoran los cabrones emocionalmente equilibrados
que si es para sufrir...
ya nos pilla entrenados
y si es para salir un gran amor
de todo este pasado tan lleno de desastres,
que sea cuanto antes.

Que sea bienvenido y dure lo que dure.
Como dice mi amigo Carlos Emiliano
si es para ser, que sea para mucho y no para un poquito
y para eso
mejor es agarrarse los huevos
 un tantito.



11.UN DÍA

Tú no eres mío
pero yo sí soy tuya
como soy de la Vía Láctea
o de mi pueblo.
Cosas que me poseen
porque nací dónde nací,
cuando nací,
y pertenezco así
adónde pertenezco.

Así me tienes tú,
como quien tiene una sonrisa dulce
o quien posee una mirada triste.
Te tocó tenerme,
y me tienes,
sin haberme escogido,
sin haberlo pensado.

Un día,
ya verás, tú también serás mío.
Serás tan mío como el Sol.
Tan mío
como el viento mío.
Me dirás toma mi corazón,
guárdalo.
Y yo lo tomaré.

Lo guardaré
en la caja vacía de guardar corazones
y ese día
se encenderán las luces de iluminar las cosas más hermosas.
Las que sentimos porque las sentimos
sin pensar si convienen
ni discutir razones.





ABRIL AÑIL

Mi cuerpo cumple años;
Y yo.
Y cada pedacito de mi piel,
cada gota de miel
de mis entrañas.

Cumplen años
mis pies
y mis pestañas.

Cumplen años mis manos
y mis arrugas,
mis canas
y mis verrugas.

Mis ojos cumplen años
meses y días.
Corre el tiempo en mi sangre,
y con él,
llegan caños
de dolor y alegrías.

El mes de abril me cumple
y cada año,
cumplo también con él.

Le presto cuentas,
que a veces son de hiel
y otras de calma
tras las tormentas.

Le cuento como ha sido,
como es vivir
y sucumbir,
levantarse y caer
amar,
perder,
ganar,
ceder.

Cada heridita nueva,
que me dejó el besar,
le dejo ver,
cada arañazo,
que me trajo el llorar.

 Y los contamos juntos,
el mes de abril
y yo,
discutiendo los dos,
cuales valen más puntos.

Los revisamos
en cada cumpleaños,
año tras año.

Dos viejos enemigos,
dos cómplices.

Mutuos testigos
de nuestros desengaños.


Mi mes de cumpleaños,
mi abril de recontar los daños
  y poner en papel
los versos que me sobran
escritos con palabras
vestiditas de añil,
que en mis mares,
zozobran.

Mes de pensar
de amar la primavera que me vio florecer.
De recordar las calles
que me vieron crecer
y sonreir
por las dos hijas
que de mí vi nacer.


Miles de lluvias soplan mis velas.
Y yo
agradezco la vida,
la pasión y las fuerzas
con que  a pesar de todo
enciendo mis candelas,
año tras año
con las llamas añiles
de mis abriles.


TRISTEZA

Que triste es mi tristeza a veces,
incluso
sin trigales o sin trigo
y sin los tres putos tigres.
Estando sola
o contigo.

Pura tristeza triste
pesarosa melancolía a secas,
daño infringido a pedacitos míos
arrancados a uña.

Triste tristeza mía teñida de negrura,
de muecas huecas
que el desaliento acuña.
Tristeza letal
que atora el canal de respirar
dejándolo chiquito,
 convirtiendo en deporte radical
la acción tradicional
de respirar.

Que triste es
estar tan triste así, tan triste y gris
tan afligido,
tan aquejado y tan de luto.
Tan compungido,
sintiendo honda la mordida
de un dolor tan puto.

Tanta melancolía
 hace que esta tristeza mía
contamine el mar y azul mis ojos.

Hace que infecte el aire
que sale de las penas pasando por mi boca
arrastrando despojos,
cocinando dolores
y quemando
rastrojos.

Triste tristeza trigueña
de tigres glotones
que sirve para hacer trabalenguas
sobre mujeres, hombres o niñas,
declamando corrido
o a tropezones.

DEL LIBRO NAVAJA DE LLAVERO


Análisis “El Canario y la Máquina de Coser”

por Fernando de la Rosa Castillo

Cada vez estoy más seguro de que los mejores escritores contemporáneos se encuentran escondidos tras los nombres de “Independiente” o “Novel”, y cuando llegan a mis manos joyas como la que compete a este análisis/crítica, esa seguridad se transforma en orgullo de literato.

Antes de empezar este análisis hay que aclarar algunos puntos. No soy un acostumbrado de los cuentos, sino un lector más afín a las novelas, mientras más complejas y entrelazadas mejor para su servidor; también rehuyo a las obras “realistas”, o el mal llamado “No-fiction”, pues mi corazón siempre le ha pertenecido a la Fantasía, la imaginación exacerbada de universos ajenos al nuestro. Es por esto que me entrego como mero lector, ajeno tanto al género como al tipo de relato, para analizar una obra que a mi parecer me ha revivido aquel gusto de infante por las letras cortas.

“El Canario y la Máquina de Coser” es un recopilado de cuentos y prosa poética, de la pluma de nuestra amiga Isabel Salas, de escritos ya distantes en el tiempo que se acumulaban lejos de la conciencia del mundo literario, solo para ojos de su familia y amigos.

Uno podrá decir que Latinoamérica es cuna de cuentistas grandiosos, y es cierto si desempolvamos a Jorge Luis Borges, Julio Cortazar, Gabriel García Márquez, y mi personal favorito Horacio Quiroga; pero pocos “nos” hemos molestado en mantener esa flama encendida del Boom Latinoamericano. Varias veces he criticado la falta de simbolismo, metáfora y alegoría, en lo que era nuestra bandera para el mundo; y es por esto que choqué bastante al inicio con esta obra, pues pintaba de realismo directo (y varios de sus  cuentos lo hacen), pero me enorgullece decir que me equivoqué en tan cerrada idea, y veo la luz que brilla tras estas hojas.

Pero dejemos de lado el tono rosa y emotivo, y hagamos un análisis objetivo como debe ser.

Trama y Argumento.

Un cuento es muy diferente a una novela. En las historias largas tratamos más los aspectos internos de los personajes, su evolución y emociones; pero en el cuento no hay tiempo ni líneas para algo tan complejo, en lugar de eso nos centramos en la historia, el proceso y avance hacia un objetivo o enseñanza.

El primer punto es la Trama, y le acompaña el Argumento. La mayoría (sí, la mayoría) de los cuentos en este recopilado son de corte “corazón” (erótico, sexual, romántico, despecho), en especial las prosas poéticas, que a nada están de llamarse poesía de no ser por las estrictas normas del verso, y que la autora nombra de manera exquisita “Pensaemas”. Con esto nos quitamos la idea de “obra infantil”, pues la casi totalidad de estos escritos no tienen ni la mínima intención de hacer dormir a los niños, y serán de particular gusto para los adultos que no suelen contar sus vivencias personales, pues este libro lo hará por ellos.

Cuentos como “Estrellas Chinas” que nos narran el avance a una noche anhelada, y el paso a paso de una situación entre divertida y deliciosa. “Nadando en los poemas”, que poco deja a la imaginación del que sabe de símbolos; “La última mariposa”, que nos recuerda de amores distantes en años y kilómetros. Muchas obras distintas con un mismo objetivo, hacer temblar al corazón.

Pero no solo encontramos roces a nuestro deseo, también encontramos relatos que pueden ser confundidos con literatura para niños, pero con enseñanzas que los más adultos agradecerán. Relatos como “El Canario y la Máquina de Coser”, que le da el nombre al libro, y abre con una moraleja que a su servidor le hacía falta escuchar. “Muerte Instantánea” y “Siempre el primero”, historias que aunque cortas, nos hacen sentir en el alma una lágrima corriendo, y un agradecimiento con la autora. Son estos relatos los que me hicieron recuperar la esperanza del simbolismo perdido, la mayoría impregnados con metáforas fáciles de entender, y que recomendaré ampliamente para los que inician en este mundo de moralejas.

Pero el tema, las distintas tramas cortas, y los muy bien enlazados argumentos no son lo que más me llamó la atención, ni de lejos lo que más hace a su autora tan reconocida en tan poco tiempo. Es su estilo.

Estilo Narrativo.

El Estilo Narrativo es una característica que se suele tomar muy a la ligera, pues bien se dice “prefiero mi arte a tu arte”, y el “cómo” se escribe suele ser gusto de cada quien. Pero hubo un tiempo donde el estilo era vital, en especial durante los tantos Romanticismos de Europa, cuando los escritores se unían bajo estandartes, y en lugar de nombres recordamos épocas o lugares. Hoy en día los autores pecamos de soberbia, y cada uno de nosotros tiene “su arte”, siendo el estilo propiedad intelectual incluso; esto nos ha obligado a dejar el “Estilo Narrativo” de lado, pues a los miles de estilos distintos es imposible clasificar, y preferimos temas o formas.

Pero no aquí, porque es el Estilo de Isabel Salas lo que levanta su obra por sobre todas las demás.

En términos técnicos, la autora usa un Narrador en segunda persona, participativo, algunas veces en forma de recuerdo, y otras en forma de charla. El lenguaje es coloquial, quizá el más coloquial, familiar e informal que jamás haya leído. Sencillo de entender, y más participativo que demostrativo, ayuda tanto a lectores como no lectores para explicar su argumento.

Ahora regresemos al tono rosa de su servidor. ¿Recuerdan esa sensación cuando están con un amigo o amiga, disfrutando un café caliente en una fría tarde de invierno, sentados a la mesa de su sitio favorito?, ¿recuerdan esas charlas de café sobre situaciones divertidas o acusadoras, de lo que compete el día o sucedió el anterior, riendo o llorando, dando imaginación al relato de su amigo e incluso ahogándose con un sorbo mal temporizado con una ocasional risa?. Espero que sí, porque esto es lo que sentí cuando leí a Isabel Salas.

El estilo narrativo de la autora es único, porque al fin encontramos en esta generación, después de tanto rebuscar en los autores contemporáneos, una narración como la cuenta un amigo. Una cosa es un escritor que carezca de educación literaria y crea que escribir con su mal vocabulario es darse a entender, y otra una persona, que con alma literaria, en efecto se de a entender con un lenguaje tan común como amistoso.

Véase a su servidor, un ajeno completo de los cuentos y aversivo de la literatura realista, que ha leído todos y cada uno de estos escritos con una casi inexistente fantasía, sentado casi sintiendo a la autora de frente, relatándole una graciosa anécdota de su pasado, mientras un leve estornudo me hizo reir con el café en la nariz. Si esto hizo con un crítico de su género, podrán imaginarse lo que hará por los ansiosos de una obra similar a las cortas latinas de la década pasada.

Simbolismo.

Es difícil hablar de simbolismos cuando se trata de literatura realista, en especial en cuentos y prosas, algunas eróticas, que prefieren dejar todo al descubierto, y poco les importa jugar con la imaginación del lector. Pero hay algunas obras, muy pocas, contadas; que Isabel maneja con exquisita metáfora, y moraleja sublime.

Quizá el que más me gustó fue el que dio nombre al recopilado. “El Canario y la Máquina de Coser” es uno de los cuentos/fábula más hermosos que he leído, pues a ojos de recuerdo de un niño, me hizo ver la lucha por cantar más alto, más fuerte, más rápido.

Casi no procuro cuentos de este tipo, y los que me conocen darán fe de ello con bibliotecas de Poe y Lovecraft, con pluma fría en descriptivas y cálidas en emociones; pero son cuentos como estos los que calientan la tinta, y reabren los ojos ante enseñanzas que creíamos perdidas.

“Pérdida de inocencia”, “superación”, “nostalgia”; son estos y muchos más temas los que encontré escondidos entre las letras de esta obra, en metáforas tan familiares como hermosas, cuyas lágrimas son testigos del toque al corazón de un servidor.

Con esto espero haber dado una idea clara de lo que es “El Canario y la Máquina de Coser” de Isabel Salas, una autora que se levanta, con un estilo único como todos los escritores, que espero brille para las siguientes épocas.

Y un obligatorio en mi biblioteca.





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VIKTOR LISIN [19.063]

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Viktor LISIN

(Nizhni Novgorod, Rusia  1992). Ha sido publicado en las revistas “Vozdux”, “Volga”, “LD Avant garde”, “Novaya Realnost”, “Grafit”, y en “Metromost”. En las recopilaciones “45 parallel” y en los sitios web Polutona y Novaya literaturnaya karta Rossii. Participó en los festivales “strelka”, “Rechet”, “Bu! Fest”, “Nedeli Molodoi poezii” y en la long-list del premio Arkadi Dragomoshchenko (2014).




Presentamos, en el marco del dossier de nueva poesía rusa preparado por Indira Díaz, un texto de Viktor Lisin.
 http://circulodepoesia.com/2016/08/poesia-rusa-viktor-lisin/







Con un pie en la tierra

(como las flores)

Cuando era niño pensaba
que los árboles simplemente cruzaban
de un lado al otro de la carretera
en realidad, sólo cambiaba
la posición del auto respecto a ellos
mientras íbamos hacia el pueblo
… ayer fue lo mismo que anteayer
Y mañana será lo mismo que pasado mañana…
Por eso el día dura
Dos veces más para mí
Así era cuando yo contaba los números
Por ejemplo (veintiocho-
Veintinueve- veintidiez)
Porque me gustaba hacerlo así
Y lo que me gustaba aún más
Era mirar las nubes y a los otros animales.







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