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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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GLORIA CÁCERES VARGAS [18.904]

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Gloria Cáceres Vargas 

Nació en Perú en Colta, en el departamento de Ayacucho. A partir de los 7 años, su niñez se desarrolló entre la región de Lima y su ciudad natal. Sus estancias en Colta son un recuerdo maravilloso, teniendo por escenario su lengua y su cultura quechua. Más tarde, luego de que se convirtiera en profesora, se encuentra con un lingüista chileno que trabaja con lenguas autóctonas de Costa Rica, y es ahí que se produce la revelación: debe hacer algo ella misma por su lengua materna, el quechua. Está identificada con los procesos de la Educación Intercultural y Bilingüe del país. Fue Decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades y ejerció cargos de responsabilidad académica y administrativa en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. Dictó cursos de lengua quechua en el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales (INALCO) de París; de español y de civilización latinoamérica en la Universidad París 3 Nouvelle Sorbonne y en la Universidad de Cergy-Pontoise de Francia. Se  desempeñó como especialista en la Dirección de Educación Intercultural y Bilingüe del Ministerio de Educación del Perú (2008-2009). En la actualidad labora en la Universidad Peruana Unión de Ñaña.

Bibliografía Gloria Cáceres Vargas

1. Riqsinakusun. Conozcámonos, 1996. Colección de adivinanzas quechua (watuchis), canciones, poemas, historias cortas. Bilingüe quechua-español.
2. Munakuwaptiykiqa, Si tú me quisieras, 2009. Colección de poemas que «canta la fragilidad del amor y la soledad del ser humano en un universo contradictorio, misterioso e inquietante» (César Itier). Bilingüe quechua- español.
3. Wiñay suyasqayki, Te esperaré siempre, 2010. Libro de relatos sobre aquéllos qua emigran hacia las ciudades con la nostalgia en el corazón y la esperanza de regresar a su pueblo. Bilingüe quechua-español.
4. Yuyaypa K’anchaqnin. Fulgor de mis recuerdos, 2015.





¿IMANASUNMI KUNAN?

Pukllaysapa quyllurkuna
sapa ch'imsispa yachachiwan: 
qarim kanga kuyanapaq
mayupa ch'uyan waqaychanapaq
mallkim yupaychanapaq
aqchim ñanninchikta k'anchananpaq

¿Imanasunmi kunan
kayna chika kuyaywan?




¿Y AHORA QUE HAREMOS?

Aquellas estrellas traviesas
en cada pestañeo me advierten: 
será hombre para amarlo, 
rìo para cuidar su pureza, 
árbol para venerarlo y
luz para iluminar nuestro camino

Y ahora ¿què haremos
con tanto amor?




PUÑUSPAQA MISQUYKUWAY

Puñuspaqa musquykuway
Richk'arispaqa waylluykuway. 

Ripuspaqa llakiyta apakuy
Kutimuspaqa wapsichiykuy

Kuyawaptiyki qampam sunquy
Chikniwaptiyki qampallataqmi.

Musquypi maskamuykim, 
Tutata hap'ispa

K'atataq sunquyta suñakuyki, 
Ama p'akipuwaychu.




SI DUERMES SUEÑA CONMIGO

Si duermes sueña conmigo,
si despiertas arrúllame. 

Si te vas lleva mi tristeza, 
si regresas, esfúmala.

Si me amas, mi corazón te pertenece, 
si me odias también es tuyo. 

Te busco en mis sueños, 
atrapando las noches. 

Te brindo mi corazón tembloroso, 
no lo quiebres.




TUTA ASUYKAMUN

P'unchaw yaykuykamun, 
K'anchaq tumpa-chiri
Achikyay wayrawan. 

Tuta asuykamun
Tuqsiqilla, llakikuspa, 
Wañuq wachihinam. 

Tutayasqa kantumpi
Qunqawasqaykimanta
Rumiyasqa kani. 

Qantaq, astawan karupi
Ayqiq kuyakuqpa
Samayninhina
Wapsirikunki
Wichay puntakama
Maypi taytaychakuna
Tiyakamunku.



LA NOCHE SE ASOMA

El día llega
tibio y luminoso
con el viento de la mañana. 

La noche se asoma
punzante y lúgubre
como el dardo de la muerte. 

En el limbo de la penumbra
quedo petrificada
por tu olvido. 

Y tú, tan lejos, 
como el aliento
del amado ausente
te evaporas
hasta las alturas
donde moran
los dioses.

Estos poemas fueron tomados de la revista Maestra Vida No. 1, 2da. Epoca 



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GABRIELA PAIS [18.905]

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Gabriela Pais 

(Buenos Aires, Argentina 1970). Es Perfusionista en Cirugía Cardíaca y Trasplante Cardíaco por la UBA. Facultad de Medicina. Es Profesora y Licenciada en Letras por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Facultad de Ciencias Sociales. Especialista en Estudios Culturales y Comparados. Es poeta, narradora y dramaturga.

Acaba de editar su segundo libro de poesía Las Ruinas. Poemas de la Hembra-Hebra. Ediciones El Mono Armado. 2014 que fue presentado el día 12 de junio en la sala Cortazar de la Biblioteca Nacional de la República Argentina, la mesa estuvo integrada. Por el Lic. Juan Carlos Rivera Quintana, Escritor, Periodista de Presidencia de la Nación, el trabajo de la Dra. Marta Bermúdez, Dra. en Letras, becaria de la Beca Milstein, Universidad Nacional de Tres de Febrero, en la voz de la Lic. Patrzia Frugoli Marchese, Lic. En Letras por la UNLZ. Escapada de la forma ausente es su primer libro de poemas, Ed. La Bohemia. Bs As 2000 y Ed. Tinta Nueva, México, 2005. Tiene inéditos en poesía: Ruta Ancestral, El diario de las frustraciones y Crack. La puta que siempre quise ser Novela: El arte de arrugar y teatro: Las abandonaditas. Está invitada al III Festival Internacional de Poesía de México D.F. en el marco de la Feria Internacional del libro del Zócalo. México D.F. y al XIV Festival internacional de Poesía de Cajamarca. Perú. Hasta el 2008 dirigió Editorial La Bohemia. Entre los años 2000 y 2007 organizó diversos festivales y encuentros culturales a nivel nacional e internacional dependientes de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.




De su libro Las ruinas


Aguas abajo

Sin alivio, sin aliento,
ríos descontrolados  aguas abajo,  aguas abajo,
azulejos pálidos, paredes blancas devuelven la imagen,
"de lo que viene
y lo que va".
Reptil inmóvil mi cuerpo de dolor.

El nombre de esta enfermedad es mi nombre.
Lo sustantivo aquello que se nombra,
verbo ontológico.

Eterno es el rebote de pared en pared.
Ay los precipicios, los adentros y las profundidades.

La herida inconmensurable abre su mandíbula

y muerde
hasta tragarme.


Bambú

Siete son los días del Bambú y siete mis ciclos
de vara madura,
siete vidas el embrión árbol
y la vida de los gatos.

Soy hebra hembra al final de las ruinas.

Hay raíces en las leyes de este mundo
y ramas
en el lenguaje de los frutos.



Selección de poemas de Ruta Ancestral, libro inédito 


Aeropuerto

Que sean los gendarmes quienes la cuiden de los vientos,
porque hoy el verde conduce la ruta femenina:
pétalos, perfumes, obsidianas y amatistas,
saberes ancestrales,
la madre cruel
que hay que sanar,
que hay que saber.
La recuperación estética alumbra
una gruta sagrada tierra,
transitar liviana, suave, chamánica,
este fluir de dedos o maracas.
Cualidad y cremas el movimiento de la gran sacerdotisa sobre ella,
las manitos que la cuidan embellecen el adentro,
poros abiertos
hacia el centro de la violencia que es;
de la ternura que es;
se refleja en los rostros de otras violencias y máscaras,
excesos de generosidad, dar amor sin límite,
la medida y la balanza o el perfume,
la avaricia,
dos caras de la misma moneda
cuando de amar se trata.
Para arrojar luz en esta ruta
se solicita la propiedad del pétalo
lluvia mansa acaricia,
penetra picante en secretos de piedra,
 la piel,
 es reverso en la revelación.
Lluvia, humedad, presión en los ojos,
el entrecejo,
caricia, colonia de rosa,
como el nombre de su madre,
sabe a aceitunas, a champaña
e instrumentos de viento como el jazz
este adentrase sin lágrimas
a lo oscuro.


Hay jardín en las abuelas;
pensamientos y margaritas,
las huertas de otras abuelas,
 las manos de la cosmiatra,
y su madre, verde los ojos de su madre,
que llueven esta lluvia de pétalos y sahumerios
de templos y talismanes
donde habitar el descenso
de un largo y doloroso viaje.
¿Descansar finalmente?
Si es que se pudiera acaso
sin morir, latiendo
como los corazones de los donantes
o las madres.
Flores ámbar coronan,
clausuran lo que se revela en el bar,
dar  gotas, miel,  humedad a los pétalos,
canal hacia abajo,
hacia la puerta de entrada a casa
que fue forzada por  ladrones
mientras dormía o callaba
o viajaba
o volvía
de lágrimas ajenas
u otras leyendas,
¿a tiempo?
Es el camino del regreso para quien sabe,
violencias, traiciones, asesinatos, muertes naturales,
mordeduras tajantes y otras hierbas,
pero es el pétalo el camino de la fuente,
el olor a talquito,
a semillas de lino, a esmalte.
Es en la estética de la peluquería donde hay  rutas a tierra,
aterrizaje hechicero;
hambrienta luz la belleza que se expresa,
el centro es femenino,
suave lo que domina o blando en el lenguaje sapiencial
de la filosofía, pues su madre es ella, lo que de ella hay
en  esta tarde de perros peluqueros
y pintores violentos.
Nunca más será extranjera en su tierra,
ni humillada, ni asesina asesinada
ni muerta en un hogar que no sea pertenencia,
doliente duelada la mujer que necesitaba cuidar,
dar más que recibir en calidad de madre,
recibir en cualidad de mujer
aquello signado por la herencia.
Resucitado  el canal;
que da luz, a luz,
a viva voz.
Sean benditas las palabras.
Hay aeropuerto en un Bar de Barracas.
Es pétalo con un pelo precioso.
Entra a casa, escribe: ¿quién soy en las mujeres que me habitan? ¿Qué hay de mi en la tradición de curanderas de palabra y sanadoras profanas?
 Soy la que soy, dice,
no estoy para complacer a nadie,
¿ni a mí?,
 ah la violencia,
las máscaras,
pongamos arte en el parque de la vuelta que hay niños que aman a los perros
y son generosos en su dar.
Soy Poeta, dice, y adoro a los niños.
El fuego sagrado en la Gran Sala se enciende
asciende envolvente la naturaleza del amor
y habita los rincones de la casa
iluminada, ahora, con su aura.
Los gendarmes, alegremente, reportan el incidente. 



La Ciudad del Padre

Los grandes conductores también erran la bajada.
Hay indicaciones incorrectas, malas interpretaciones de los mapas,
errores conceptuales y sorderas varias
cuando de falta de autoridad se trata
o negaciones identitarias.
El camino se pierde, pide huella al origen,
cartel.
Voces ancestrales son ecos que retumban profundamente,
la voz del corazón habla desde un silencio anterior a la ciencia.
Pero los Estacionamientos y las Basílicas
les devuelven la razón del viaje, el objetivo, la ruta y la raíz.
Los grandes conductores también son atropellados,
aún cuando dominen el arte de conducir ciudades.
Es la falta de seguridad lo que sale por la nariz,
lo que se estornuda y se tose
en la Ciudad del Padre.
Qué aquí sean los gendarmes quienes pongan a resguardo la evidencia del accidente.
El verde no conduce al campo esta vez.
La vía paterna está inundada de tal manera
que es imposible soñar con caballos
y respirar
sin sentir que la raíz ancestral  y chamánica
se pudre en el pecho.
Falta media raíz que escrita con Z es tremenda,
dice el gendarme;
o el camino es perfecto al anegar la ruta
para evitar desvíos innecesarios.
Entonces hay que sanar los pulmones en la ciudad,
a orillas del lago o sobre la mesa donde se airean pastas
que recuerdan a Cosenza,
abuelas congregadas en el sabor de la acelga y  pastelitos,
evocan carneadas, jamones, quesos, salames y corderos entre otras violencias
y mudanzas,
segundas conquistas o planes gubernamentales
en la historia de esta tierra.
La ambulancia se lleva el atropello.
Es entonces cuando recupera  el amparo y el certificado de pertenencia
que por error perdió en el baile
mientras reían y jugaban
cual niños en el centro de jubilados.
Qué no se enteren del accidente,
qué nadie se dé cuenta del infortunio
a estas alturas evidente.
Pero se supo, el gendarme labró el acta.
Ella misma deberá, por ley, poner a punto la conducción y la estética,
 enderezar la rueda y  encontrar la ruta,
mientras sana los pulmones con caramelitos de Ambay y Propóleo,
entre otras medicinas apetitosas.
Su  Padre ofrece colocar la cerradura en la puerta
para que se sienta más segura,
propone cambiar de compañía
a fin de asegurar los daños ocasionados.
Grueso error es pedir justicia por los bronquios
y verdad en los informes.
Las pólizas no están para reparar siniestros ancestrales.
La terapia de la cebolla es la indicación
si lo que se necesita es llorar
o disfrutar sin culpa
de los zapallos con derecho de autor.
Hay indígenas nómades en su carta natal,
Oh Pampa, tierra del sur.
Su apellido sigue siendo español,
esa fue la primera conquista,
la derrota definitiva
y la verdad.



Costureras

Como ellas, también posee el don.
Como ellas también es canal,
juntas habitan el mundo socavando piedra
con la persistencia y la paciencia de una gota,
homeopática gota, o savia de plantas con propiedades curativas
u otros bálsamos.
Acarician y peinan los largos cabellos del mundo
o muerden con opciones viables
la realidad etérea de hombres de poca monta.
No se identifican con las brisas.
Aérea su naturaleza y su luz,
prefieren vientos y  huracanes
¿Será por eso que el cabello es largo y enrulado?
Padecieron los excesos del reino
es por ello que temen a esta fuerza femenina
que poseen por herencia.
Les gusta el otoño; contradicción, y fuerza en las letras;
¿será que deben exorcizar el ocre?, pues las acosan las filtraciones
y los accidentes a esta altura del año,
¿Será la fuerza de la O y la mudez de la H lo que las aterra?
cuando el orden no es asombro
sino complemento.
Lo hicieron de palabra, de acción y gesto,
cortaron las tormentas y desviaron los vientos o los empachos,
con mancha a tales sometimientos,
por eso eligieron la costura,
el hilo y el carretel
o la tinta.
Saben de violencias, iras, arrebatos, celos, tinieblas, envidias,
pérdidas, brújulas falsas, hambre de luz, omnipotencia, mentiras y derroteros.
Saben de manantiales y viveros
de viajes al centro y salas de reconciliaciones o cristos negros carniceros;
conocen de sabores, intensidades y texturas.
Es geografía de lágrimas
el camino del retorno
después de algunas costuras gentiles
o remiendos.
Se conformaron con sapos
en lugar de príncipes a la hora de la ciencia
y los grandes descubrimientos,
o los príncipes eran hombres tan humanos,
tan niños que había que cuidarlos más que a los niños
 por eso prefirieron los mapas a las rutas,
los libros a los besos, diversas formas de penetración,
salvoconductos en máquinas de coser, cuadernos,
fortalezas ancestrales
y otras deficiencias emocionales.
Hay templo.
Hay ruta verde, entre ríos, entre aguas,
para las costureras.
Hay un encuentro en septiembre en la ciudad de las lágrimas
que empieza con G como mi nombre.
Hay un plazo para el adentro, una asunción,
Emperatriz o Gran Sacerdotisa de un reino y un condado o todos o varios.
Hay  hilandera y costura,
pues el mapa se mueve de acuerdo a las ganancias o las pérdidas
dependiendo siempre de variables mesurables
a los ojos mortales.
Hay ruta tierna y rosada en sus pezones,
lo transparente de la piel,
la palabra translúcida,
pétalo a pétalo hasta el pitillo,
madurar aquello que es por derecho
en términos de justicia
o recto en palabras del padre.
Poseen el cetro y la balanza,
pira o talismán
la estrella encendida en el centro,
la lámpara de sal es el premio
para alumbrar la gran tela,
el tul de novias
que no fueron
vírgenes
todo el tiempo.



Hasta sanarnos

Aunque recorramos todos los templos del mundo,
todas las selvas,
todas las costas y  geografías
todos los idiomas y ciudades,
es imposible olvidarnos.
Es la estirpe de luz la imborrable,
es la tinta en los tatuajes, las partituras el veneno o el cáliz
para corazones felinos de estas y otras latitudes,
el latido, el dolor, el registro de los besos y los dones recibidos del abrazo.
Hay un camino a fuerza de escobas, viajes, encuentros y despedidas
aunque se paralice la lengua y el cuerpo pinche en las noches del miedo;
volveremos a vernos.
Hay un templo donde hallarme,
hay propiedad de ladrillo y calidad de madera, aquí,
hay ruta verde
pues verde son los herrajes de mi casa,
como las plantaciones y los jardines o las huertas donde alimentarnos.
No es dónde sino cómo vivir
la pregunta fundamental en el lenguaje del viajero,
por eso no le tengo miedo a las escobas,
son ellas las artífices de la alquimia,
las compañeras del baile
en la vida íntima de las mujeres solitarias como yo.
Querrás beber la luz de mi templo y mis escobas,
pues duermo desnuda a la luz de las gemas,
herencia ancestral de la vía materna,
hay panqueques y mermeladas y otros productos de sanación casera.
Pedirás a gritos saciarte de mis elementos,
y acariciarás mi larga y enrulada cabellera
una noche cualquiera
bajo una luna cualquiera
a tientas de escobas
y manjares a mi templo;
seré complaciente esta vez a la caricia desnuda de la palma y el mapeo.
Beberemos juntos el veneno
tramo a tramo, sorbo a sorbo hasta sanarnos,
¿Perdonaremos los desencuentros y las traiciones?
Sí, cuando es sí, no cuando es no y basta cuando es basta,
la sagrada autoridad de las palabras.

https://literariedad.co/2015/05/03/gabriela-pais-de-ruta-ancestral/




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SORE SNID BERRÍO [18.906]

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Sore Snid Berrío 

Nació en Medellín, Colombia. Es poeta y artista plástica, cofundadora del Grupo Juglares del Sueño, en el que fue guionista y voz por cinco años. Sus poemas han sido incluidos en diferentes revistas y periódicos nacionales. Con su libro inédito Diálogo in-verso en-verso, publicado en 2010, obtuvo el segundo premio en Ediciones Embalaje Museo Omar Rayo, Encuentro de Mujeres Poetas Colombianas, 2009.



Piel del poeta

He vivido en esta madriguera
que abriga a todos y a uno
recorriendo el pasillo de los sacrificados
rumiando entrañas al lado del estiércol
Algunas cucarachas vienen a saborear mi exilio

Tuve un sueño
donde caminaba apretando con fuerza
un báculo en forma de hongo
y llovían flores de loto como lagrimas

Hay tierra sobre mí y debajo de mí
Para despertarme cada día debo escarbar con las uñas
la tierra de los ojos

Por las paredes transcurren rostros
que vienen a hacer su concierto sin palabras
Intento escuchar la música

Un sobresalto en la arena me recuerda el abismo
Y empiezo a girar.




Estirpe de espaldas

Manifiesto la decadencia en la efervescencia sicodélica
Estas lágrimas ya no son de tristeza
las usamos como lupas
los ojos son proyectores
Disponemos de un aleteo cargado de color
Somos un reptil metamorfoseado
Las gotas atmosféricas son neón a nuestro paso
 cargamos la dosis del ámbar creativo

Nos pronunciamos como
Heliogábalo destilando veneno
Una llama de conexión estereográfica
La maga fonética volando entre letras 
Un ángel de azufre y labios carnosos
Un hacedor de pájaros  en rojo y negro
La sonoridad de abejas en la miel del todo
Estirpe de humedad alimentando abismos

Caemos en picada
(de las caídas en diagonal ya no sabemos)
Vamos sacudiéndonos el polvo de estrellas
para levantarnos en otra constelación.

*

Busco un beso en los aposentos del sol
Un beso cósmico que abrace sin herir el cuerpo
Un beso Aleph seguro de lo incierto
Un despertar oblicuo en la cinta del infinito
Navego en lo absoluto como medusa etérea.






Golosina

Nada para hacer
Esta algarabía en la cabeza
La mano fluye con la maquina
tranquila sobre esquirlas de plomo
Saboreando pasado
queriendo ser más
lograr más
calcinar distancias
y permitirme una hazaña
una golosina de piel.





La maga

La maga tenía los ojos rojos y la espalda rígida
La mano derecha obedecía al sol
La izquierda al fluir de los mares
La cintura de la maga conocía todos los recodos de las piedras
Y cada pierna, la primicia del viento y los huracanes celestes.
La maga habitaba en el sombrero del universo y viajaba a las pléyades
… a saborear hongos.

Porque la maga 
tenía los ojos rojos y la espalda rígida
La mano derecha obedecía al sol
La izquierda al fluir de los mares
La cintura de la maga conocía todos los recodos de las piedras
Y cada pierna, la primicia del viento y los huracanes celestes.
La maga habitaba en el sombrero del universo y viajaba a las pléyades
… a saborear la carne de dios.



*

Cierra los ojos
Filigranas de luz sobre un pórtico de oro

Cierra los ojos
Destellos ámbar en medio del iris
Lanza el vuelo

Cierra los ojos
Letras en hilos de plata

Desenfoca la visión

Engendra tu luz





Los ojos

Pensamiento aborigen
razón milenaria de una casta chamánica
El suelo en el hombro izquierdo
La llama engendrada en la mano
Siete silbidos o cánticos del recuerdo
Se dirige al bosque de venados por entre la fortaleza
apunta y dirige su arco
un mantra
El aura recorre espacios sin tiempo y llega al volcán de lava azul
La marea en los labios
El párpado erigido con la fuerza de tres dioses
Un centenar de visiones al futuro
instauradas en el instante perfecto de la pluma
Comienzo de la cadena en círculo
El gato maúlla la verdad
Un cóndor se aproxima al paraíso
La serpiente repta sobre las piedras del subsuelo
Y los ojos…
Los ojos que son tus ojos
y los ojos del mundo entero
mirando a través del cristal de la historia.









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JEAN FRANÇOIS BRIERRE [18.907]

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Jean-François Brierre

Fecha de nacimiento: 23 de septiembre de 1909, Haití
Fecha de la muerte: 1992, Puerto Príncipe, Haití

A los treinta años, se hizo conocido por su postura en contra de la ocupación militar de su país por los Estados Unidos.

Su poesía cuenta la lucha de los negros contra la esclavitud, elogia al héroe de la independencia de Haití. Se encuentra entre los humanistas y poetas de la negritud.

Sus textos son largos gritos de sufrimiento contra injusticias, abusos y humillaciones de los extranjeros. La matanza del 6 de diciembre 1929 de un grupo de campesinos a la encrucijada Marchaterre por soldados estadounidenses le dejó una profunda impresión. Su novela "Provincia" y su texto dedicado a "La Cruz Marchaterre" son particularmente inspirados por el triste suceso.

También estudió la carrera diplomática y fue nombrado embajador en Argentina.

Bajo la dictadura de Duvalier padre e hijo, se trasladó a Jamaica antes de instalarse en Senegal, por invitación del presidente senegalés Senghor.

Después del final del período Duvalier, Brierre regresa a Haití. Murió en Port-au-Prince, en la noche del 24 al 25 diciembre de 1992.


OBRAS:

POESÍA:

Chansons secrètes. (préface de Richard Constant.) Port-au-Prince: Imprimerie Haïtienne, 1933, 74 p.
« Toinon, cette mosquée », « Métem-psychose » et « Me revoici Harlem ». Gerbe pour deux amis, par Jean-Fernand Brierre, Roussan Camille et Félix Morisseau-Leroy. Port-au-Prince: Deschamps, 1945, 26 p.
Black Soul. (illustrations de Geo. Remponeau). La Havane: Editorial Lex, 1947.
Dessalines nous parle. Port-au-Prince: Deschamps, 1953, 8 p.
La Source. Buenos Aires (Collection du jubilé du docteur Jean Price Mars), 1956, 38 p.
La Nuit, poème. Lausanne: Held, 1957, 44 p.
Aux Champs pour Occide; sur un clavier bleu et rouge. Hommage au Maître Occilius Jeanty. Port-au-Prince: Imprimerie N. A. Theodore, 1960, 43 p.
Or, Uranium, Cuivre, Radium, poèmes. Port-au-Prince: N. A. Théodore, 1961, 25 p.
Découvertes. Paris: Présence Africaine, 1966.
Chansons secrètes; 10 Works. Nendeln: Kraus Reprint, 1973 (édition bilingue français-anglais ; français-espagnol pour Pétion y Bolivar). (Chansons secrètes ; Nous garderons le dieu ; Black Soul ; Belle ; Les Aïeules ; Dessalines nous parle... ; Pétion y Bolívar [El adiós a La Marsellesa] ; La source ; La nuit ; Or, uranium, cuivre, radium.)
Images d'argile et d'or (illustrations de Jacques Mazière). Dakar: Nouvelles Éditions Africaines, 1977, 95 p.
Un Noël pour Gorée. Paris: Silex, 1980, 101 p.

ENSAYOS:

Nous garderons le dieu. En hommage au grand leader haïtien de gauche: Jacques Roumain. Port-au-Prince: Deschamps, 1945, 27 p.
Un Autre Monde, essai sur l'Union Soviétique. Dakar: L'Observateur africain, 1973, 131 p.
Sculptures de proue. Paris: Silex, 1983, 101 p.

NOVELAS:

Les Horizons sans ciel. Port-au-Prince: Deschamps, 1935; 1952;
Province, roman autobiographique (inachevé et inédit).

TEATRO:

Le Drapeau de demain, poème dramatique en deux actes. Port-au-Prince: Imprimerie Haïtienne, 1931.
Les Aïeules : sketch en un acte 1945. Port-au-Prince: Deschamps (Collection du bi-centenaire de Port-au-Prince), 20 p.
Belle, Port-au-Prince: Imprimerie de l'État, 1948, 26 p.
Pétion et Bolivar, et l'Adieu à la Marseillaise (édition bilingue). Buenos Aires: Editorial Troquel, 1955, 201 p.
Gorée, sketch historique. Paris: 1966 (publié à l'occasion du Premier Festival Mondial des Arts nègres à Dakar).



Tambores

Vísteis caer al indio
en los colmillos de perros feroces
y cuando izaron el cuerpo real y rojo
de nuestra dulce reina indeciblemente bella,
el hada,
la cantora,
la madona india,
la palpitante,
la del más dulce ritmo inscrito a lo largo de un cuerpo,
la lánguida Anacaona,
tres testigos fuísteis
en sentiros heridos:
la luna cantada por ella la poetisa
y que se sintió morir en sus ojos,
la luna, página de cobre
que esperaba el poema indio de su amor,
la cruz...
y vosotros, grandes exiliados, invencibles rebeldes,
soberbios insumisos torturados por los siglos
porque deslizábais vuestras detonaciones
en las palabras de las elegías y los conciertos nocturnos.
Y sollozáis aún como al pie de un cadáver
desde cuando la gran sombra trágica
se tendió en vosotros como en un féretro.

Tomado de M. Laroche, Haití et sa littérature, Ageum, Québec 1963.
POESÍA DEL CARIBE FRANCÓFONO Haití y Antillas francesas 
Traducción de Rosalía Cortés R. (Bogotá 2005)





14 de junio de 1956. El día que Haití le puso el pecho a la fusiladora de la mano de su embajador Jean Brierre y su esposa Therese Brierre.

Crónica de un bochornoso episodio ocurrido en 1956, en el que la impune cobardía de las fuerzas militares argentinas que perpetraron el mismo contrastó en inversa proporcionalidad ética con la heroica valentía de un matrimonio de diplomáticos haitianos

Por Florencia Pagni y Fernando Cesaretti

“Los pequeños países deben ser respetados mas escrupulosamente por ser pequeños. Para que el derecho sea un imperativo moral y no de fuerza. “
Jean Brierre


El asilo diplomático, una peculiaridad latinoamericana

El asilo diplomático es casi una peculiaridad de los estados latinoamericanos, dado que en otras latitudes se lo ha aplicado ocasionalmente. El asilo diplomático es aquel que se concede en la sede de las legaciones y en naves de guerra estacionadas en puertos extranjeros a perseguidos políticos cuya vida o libertad se haya en inminente peligro. Algunos países sin reconocer esta institución han otorgado no obstante, refugio temporal a individuos por motivos políticos. No es procedente de acuerdo a derecho conceder asilo en tiempos normales a los inculpados de delitos comunes.
La misión diplomática que ha concedido asilo debe informar de ello al gobierno local y solicitarle salvoconducto para que el refugiado abandone el país. El gobierno local debe otorgar el salvoconducto, a menos que considere que el asilo no es procedente en el caso que en particular se trate, ya sea porque el asilado es culpable de delitos comunes o por otra razón.
El Derecho de Asilo Diplomático latinoamericano fue siendo normado en virtud de los tratados que las jóvenes naciones fueron firmando entre finales del siglo XIX y mediados del XX.
Así el Tratado de Derecho Penal Internacional, suscrito en Montevideo en 1889; en su artículo 17 reconoce el derecho de conceder asilo en legaciones o buques de guerra, surtos en aguas territoriales de otros estados contratantes, a los perseguidos por delitos políticos.
En 1928 la Convención de La Habana reglamentó la práctica del asilo diplomático reconociendo nuevamente el derecho de otorgar asilo a perseguidos políticos. No obstante esa Convención nada normó en referencia a la calificación de la figura de asilado, lo que ha sido materia de frecuentes controversias entre los estados asilantes y los estados territoriales, pese a que un lustro después la Convención de Montevideo, introduce una pequeña innovación, la que afirma que la calificación del carácter político o no, de los móviles que llevan a un individuo a buscar refugio corresponde al estado que presta el asilo. Pese a esto, la nebulosa jurídica continúa por esos años.
Consecuencia directa de esta imprecisión fue la larga controversia entre Perú y Colombia en relación al caso del líder aprista Víctor Raúl Haya de La Torre, que tras el triunfante cuartelazo del general Manuel Odría en 1948, se asiló en la embajada colombiana en Lima, en cuyo edificio debió permanecer seis años. Recién en 1954 pudo salir del país rumbo al exilio, en este caso al siempre acogedor México heredero de la impronta libérrima del general Lázaro Cárdenas, ese Tata hijo de la chingada que abrió generosamente las puertas de su país a un variopinto escenario de refugiados, desde un notorio Trotski a miles de anónimos republicanos españoles.
Fue precisamente en 1954 cuando la Convención de Caracas actualizó los puntos esenciales del derecho de asilo, reafirmando la facultad del estado asilante de calificar la naturaleza política o común del delito, otorgando a ese estado la facultad para apreciar la situación de urgencia que es condición para la concesión de asilo. Esta Convención que está ratificada por casi todos los Estados Latinoamericanos, dispone en su artículo 1° que el asilo diplomático podrá ser otorgado en legaciones, naves de guerra y campamentos o aeronaves militares.

Un poeta de la negritud

1954 es también el año en que llega a la Argentina acreditado como embajador de Haití, Jean-Francoise Brierre. Nacido en 1909, este hombre a horcajadas entre la juventud y la madurez, es ya un veterano de múltiples combates donde la literatura ha sido el arma para denunciar el constante atropello del imperialismo yanqui a su pequeño país.
Seis años de edad tan solo cuenta Brierre cuando los Estados Unidos inician una ocupación que durará casi dos décadas. Largo tiempo en que ese niño se hará adulto, sufriendo las consecuencias como negro de la importación por parte del ocupante, de los modos racistas del Profundo Sur.
Una consecuencia de la larga intervención estadounidense es el abrir entre los jóvenes intelectuales haitianos (grupo naturalmente minoritario en relación al total de la población pero muy dinámico e influyente) un debate sobre la identidad nacional. Penetra en ellos una fuerte ola de africanismo que hace que hacia la década de 1930 se imponga la novela y la poesía del negrismo, fenómeno que se hace carne en toda la literatura caribeña, especialmente en Cuba con autores de la envergadura, por ejemplo, de Nicolás Guillén.
El negrismo (o negritud) como concepto se nutre de la influencia del marxismo, el psicoanálisis, los movimientos literarios de vanguardia y de la necesidad de cuestionar las convenciones y prejuicios sociales. Su propósito es recuperar la dignidad del negro como individuo sometido durante siglos a la discriminación y el desprecio por su supuesta inferioridad; reivindicar la herencia africana en la cultura y vida cotidiana occidental; exaltar la relación del mundo negro con la naturaleza y afirmar su mayor sentido del ritmo.
El negrismo ha nacido en el lugar “natural” del exilio cultural de esos intelectuales africanos y caribeños: París. Su referente es el poeta senegalés Léopold Senghor. Este será un guía para el joven Brierre, por esos años en que como agregado subalterno a la modesta estructura de representación exterior haitiana, alterna los ambientes bohemios parisinos y neoyorquinos. La relación entre ellos se mantendrá solidaria e inalterable a lo largo del tiempo. Así cuando en la década de 1960, Brierre tras pasar un tiempo en las cárceles del dictador haitiano Francois Duvalier, el temible Papa Doc, es expulsado de su patria, encuentra la generosa acogida de su amigo Senghor, por entonces presidente de Senegal y ya considerado como el más importante intelectual africano que ha dado el siglo.
Jean Brierre expresa en su poesía la amargura y la esperanza. Sus versos denuncian la opresión de su patria y de su raza. Y también recupera la simbiosis entre su patria y África. Su patria que ha sido no solo la primera república latinoamericana sino también la primera republica negra del mundo en un mundo donde la esclavitud era aun un hecho omnipresente. Y que vio surgir azorado y escandalizado a esa “insolencia independentista” construida por quienes estaban destinados “naturalmente” a llevar cadenas. Brierre vuelve entonces la mirada a su África dolorosa y maternal, como una manera de encontrar en ella a su propio Haití, igualmente doloroso y maternal.
Ese Haití, el país más pobre del continente, a quien el destino le lleva a representar diplomáticamente en el país más rico de Sudamérica. País cuya capital –poderoso faro cultural- le promete una estadía, a el y a su esposa, tranquila y reposada. Y así vivirá en Buenos Aires el matrimonio Brierre la vida muelle propia del mundo de las representaciones extranjeras destacadas en una nación amiga, hasta que en el gélido mes de junio de su segundo año como embajador, las circunstancias alejarán para siempre toda esa vana fruslería protocolar.

Operación Masacre

Comenzado a última hora del sábado 9 de junio de 1956, el movimiento militar que contra el gobierno de facto presidido por el general Pedro Aramburu encabezó un antiguo amigo y compañero de promoción de este, el general Juan José Valle, fue neutralizado y reducido en poco tiempo. A media mañana del día 10 se rendía el último foco rebelde en Santa Rosa. Por entonces, fracasados los intentos de copamiento de unidades militares y/o emisoras de radio en Buenos Aires, La Plata, Campo de Mayo y Rosario, la insurrección está definitivamente vencida, demostrando en su rápido fracaso, tanto su falta de preparación y cohesión, como el grado de infiltración previa por parte de los servicios de inteligencia del gobierno faccioso.
Este episodio podría haber pasado a la historia como uno más de los tantos pronunciamientos y “fragotes” del ciclo que se inicia en 1930. Sin embargo, la forma brutal en que fue aplastado le dio una entidad distinta. Por primera vez en la Argentina moderna, un gobierno ejecutó a algunos de los participantes (reales o supuestos) de un conato de rebelión. Durante los tres días que siguen al comienzo de la “revolución de Valle”, son fusilados dieciocho militares y nueve civiles. Tal vez este derramamiento de sangre injustificable encuentre explicación en el temor del gobierno de facto a que el levantamiento degenerase en guerra civil.
En esencia a la conspiración que encabezó el general Valle secundado por el general Raúl Tanco, se le puede categorizar como un movimiento que obedeció a una lógica interna militar. En primer lugar fue retroalimentado por el descontento de muchos oficiales y suboficiales que habían sido retirados en la purga que siguió a la destitución de Perón primero, y de Lonardi después. Tan solo luego acudió en su constitución (aunque determinante en su ejecución y en la mística que generó con posterioridad a su derrota), el clima de resistencia generalizada en los sectores proletarios de la población a algunas medidas regresivas en materia económica y social adoptadas por el faccioso gobierno provisional con claro sentido de revancha clasista para con los simpatizantes del régimen populista depuesto. Fue en este contexto de intranquilidad donde los responsables castrenses de la insurrección lograron (en contraprestación a las muchas deserciones de último momento de oficiales previamente comprometidos), el apoyo de civiles peronistas.
A pesar de esa simpatía activa de los partidarios del justicialismo que transformaba al golpe en un movimiento cívico militar de indudable raigambre popular, los jefes militares del mismo esperaron en vano la aprobación de Perón. El ex presidente por entonces exilado en Panamá, fue sumamente duro con los alzados. Resentido aún por la actuación de la Junta de Generales (de la que fueron integrantes Valle y Tanco), que había operado como transición en su salida del poder en setiembre de 1955, le escribió el 10 de junio a su delegado personal John William Cooke: “-si yo no me hubiera dado cuenta de la traición y hubiera permanecido en Buenos Aires, ellos mismos me habrían asesinado, aunque solo fuera para hacer mérito con los vencedores”. Aunque con posterioridad el imaginario peronista ubicó a Valle y a los otros oficiales alzados en junio de 1956 como figuras destacadas del martirologio del movimiento popular, lo cierto es que en el momento de los hechos, estos clamaron en vano el nombre de un líder que sin reciprocidad se comportó en la contingencia con la misma hostil indiferencia con la que un siglo antes actuó Urquiza en relación a los alzamientos que en el poniente argentino efectuaban esperanzados en el caudillo entrerriano, Peñaloza o Varela.
Ese componente plebeyo altamente presente no solo en los protagonistas civiles sino en el importante número de suboficiales sublevados, tal vez también sea una clave para comprender la crudeza y el grado tal de represión aplicado por parte del gobierno de facto, al punto que la ley marcial solo fue suspendida el 12 de junio luego de ser detenido y fusilado al general Valle, jefe del levantamiento. Sin embargo los sectores más duros del régimen entendían que igual suerte debía correr el otro general complotado, Raúl Tanco. El problema era capturarlo…

Un chalet en Vicente López

Eso es físicamente la embajada de Haití en ese tiempo de convulsiones. Una confortable edificación de alargado muro frontal tras el cual se extiende un amplio parque, situada en el bucólico paisaje de los privilegiados suburbios septentrionales allendes a la capital argentina. Dato no menor por los hechos que van a sobrevenir es que cuenta con una construcción anexa utilizada como garaje, con varias habitaciones en la planta alta. La tranquilidad del barrio es solo alterada por el estruendoso paso de los coches de una línea de colectivos que sirve para espabilar periódicamente al agente policial de facción ubicado permanentemente frente a la embajada…y también para que uno de esos coches en los hechos que van a sobrevenir juegue con su oportuna aparición en escena, un papel providencial.
A media tarde del lunes 11 de junio golpean a la puerta del chalet dos hombres. Se trata del teniente coronel Alfredo Salinas y del gremialista Efraín García, ambos participantes de la frustrada rebelión que llegan a la legación haitiana buscando asilo. Este les es concedido sin objeción alguna por el embajador Brierre. Los familiares de los refugiados enteran a otros de la generosa disposición encontrada y en las horas siguientes acuden a pedir asilo los coroneles Ricardo González y Agustín Digier, el capitán Néstor Bruno y el suboficial Andrés López. Se les aloja en las habitaciones del anexo situadas arriba del garaje.
Al día siguiente Brierre se traslada a la Cancillería a informar formalmente el otorgamiento de asilo a los refugiados en la embajada. En la madrugada del jueves 14 aparece por la sede diplomática otro perseguido en busca de amparo. Se trata del general Raúl Tanco, quien llega muy cansado y ganado por una sombría depresión luego de sortear casi de milagro el ser capturado por la parafernalia de fuerzas que el gobierno dispuso para encontrarlo.
Tanco será el último que traspase la reja a la libertad de la embajada, pues inmediatamente esta será rodeada por fuerzas policiales que impiden el paso por la cercanía a los viandantes. Sin embargo la custodia en si de la sede diplomática desaparece pese a los reclamos infructuosos de Brierre a la Cancillería. El embajador está alarmado por los continuos llamados telefónicos anónimos que preguntan a lo largo de ese día por “el hijo de puta de Tanco”.
Anochece la jornada del 14 de junio cuando Brierre abandona la embajada con la finalidad de agregar en Cancillería el nombre de Tanco a la lista de asilados. Estos, alojados en el anexo, se sienten a resguardo de cualquier peligro ya que esa casa de Vicente López de acuerdo al derecho internacional es territorio extranjero, con mayor precisión: territorio soberano de la República de Haití donde no puede alcanzarlos la represión que impera en la República Argentina.
Se equivocan. A poco de abandonar Brierre la residencia, dos vehículos se estacionan frente a esta, descendiendo de los mismos una veintena de hombres fuertemente armados. Quien comanda el grupo es el general Domingo Quaranta, jefe del temible Servicio de Informaciones del Estado (SIDE), que tras ordenar el retiro del retén policial, penetra violentamente en la sede diplomática, sacando por la fuerza del anexo de la misma a los siete asilados.
Estos son obligados a ubicarse a lo largo de la verja exterior. El grupo asaltante se posiciona frente a ellos preparando sus armas. La intención es fusilarlos allí mismo. Pero en ese instante aparece corriendo desde el interior de la casa, Therese Brierre, esposa del embajador. Ante la inminencia de lo que se va a perpetrar, la señora Brierre comienza a dar gritos desesperados. El general Quaranta la aparta bruscamente mientras le vomita el insulto natural a su lógica racista y sexista: “-callate negra hija de puta”. Ante el escándalo un grupo de vecinos se acerca y forma corrillos en el lugar. El jefe de la Side toma entonces una decisión. Parte de su grupo se queda conteniendo al vecindario mientras que el resto parte con los prisioneros hasta la esquina, para allí, sin testigos inoportunos consumar la matanza. En ese menester están cuando aparece providencial, un colectivo que se detiene para bajar pasajeros. Ante esta nueva intromisión a sus planes, Quaranta decide cargar a los secuestrados en el mismo colectivo y llevarlos a otro lugar donde poder impune y “legalmente” perpetrar el asesinato de los mismos.
Ese lugar es un cuartel ubicado en la Capital Federal. Allí los prisioneros son identificados y despojados de sus efectos personales. La muerte les ronda tan de cerca que en uno de los sobres donde se depositan esos efectos puede leerse: “pertenencias de quien en vida fuera el general Tanco”. Ante tan tétrica evidencia, este y sus compañeros de infortunio se van resignando a sumarse a la lista de fusilados.
Pero quien no se resigna es la señora Brierre que por vía telefónica denuncia inmediatamente el hecho a las agencias internacionales de noticias y se comunica con el ministerio de asuntos exteriores haitiano solicitando su intervención. Poco después llega a la embajada Jean Brierre, que tras ser puesto al corriente del atropello, retoma sobre sus pasos y se dirige nuevamente a la Cancillería, donde es recibido por un subsecretario, burócrata menor a quien le exige la búsqueda y devolución de los secuestrados. Oficialmente el gobierno de Aramburu afirma no tener nada que ver con el episodio, prometiendo “investigarlo”. Pero Brierre no se conforma con esa promesa. Protesta con vehemencia, interesando al mismo tiempo en el asunto a la embajada de Estados Unidos. Solo entonces el gobierno faccioso de Aramburu asume el escándalo internacional al que su torpeza y su sed de venganza para con los vencidos, está dando lugar.
Cerca de esa gélida medianoche, los prisioneros que desde su traslado hace horas al cuartel, esperan en la intemperie del patio de armas el momento de su fusilamiento (ahora si a punto de concretarse tras ser dos veces postergado en esa jornada), son llevados a una oficina, donde el alma les vuelve al cuerpo al ver aparecer al embajador Jean Brierre acompañado de dos burócratas argentinos: el subsecretario de Relaciones Exteriores y el jefe de Ceremonial del Estado, que con hipócrita solemnidad le “devuelven” a aquel sus asilados. Uno de estos le comenta a Brierre que les han hecho firmar bajo coacción declaraciones, lo cual está vedado por el derecho internacional. Brierre manifiesta que hay que romper las mismas. Los burócratas se oponen hasta que la firmeza y decisión que denota la voz del haitiano impone su destrucción.
Minutos después en dos automóviles iluminados en la tenebrosa noche de una Argentina dividida por la refulgente luz grana y azul de la bandera haitiana, hacinados a tal punto que alguno de ellos viaja literalmente en las rodillas del embajador[1], siete argentinos salen de la muerte y vuelven a entrar en la vida.

¿Un embajador al servicio del Tirano Prófugo?

Jean-Francois Brierre no tuvo reconocimiento alguno en su momento por parte de las fuerzas políticas no peronistas por haber salvado a esos siete argentinos. Por el contrario, su valiente gesto le valió que apenas poco más de un mes después debiera ser "rescatado" por el Ministerio de Asuntos Exteriores haitiano, dándole un nuevo destino diplomático alejado de la cada vez más hostil Buenos Aires.
Debemos entender el clima de odio que dividía irreconciliablemente a la sociedad argentina, y que había llegado a su crescendo en esos días. El domingo 12 de junio, cuando la asonada militar estaba definitiva y absolutamente derrotada, una multitud se reunió en la Plaza de Mayo para brindar apoyo al gobierno provisional. Entusiasmados por el rotundo fracaso del alzamiento peronista, coreaban consignas que lejos de expresar piedad para con los vencidos, pedían lisa y llanamente la eliminación física de los mismos. Este clima fue editorializado tres días después por el dirigente socialista Américo Ghioldi en el órgano partidario con una frase que se haría célebre: -"se acabó la leche de la clemencia...ahora ya saben que la letra con sangre entra".
Ghioldi, en definitiva no era más que el circunstancial vocero de un antiperonismo visceral que permeaba con mayor o menor grado a vastas capas de la sociedad argentina. El partido al que pertenecía tenía un encono especial con el régimen depuesto, toda vez que aquel lo había desplazado del rol sociopolítico que entendía hegemónico en relación al liderazgo de la clase trabajadora. Los líderes socialistas habían visto con impotencia como Perón desde 1945 les "robaba" a las masas proletarias, que por cierto no estaban constituidas por un actor ideal de blusa azul y alba moralinajuanbejustiana, sino por actores reales que preferían las conquistas tangibles de ese populismo demagógico y corrupto, a las teóricas y virtuosas leyes de los legisladores socialistas, leyes por otra parte que en las décadas anteriores nunca terminaban de tener aplicabilidad efectiva. Todo esto es esencial para entender el porque fue que tras la fracasada asonada, en la prensa escrita, el más virulento y draconiano antiperonismo se expresó a través de "La Vanguardia", vocero del Partido Socialista, antes que por los órganos naturales de los sectores conservadores. Esa consecuente y eficazmente machacona prédica de intolerancia tuvo en esos días en la figura del embajador Brierre a una preferente víctima propiciatoria.
Así entre el 16 y el 21 de junio de 1956, en referencia al atropello sufrido por la soberanía haitiana en su embajada en Argentina, "La Vanguardia" tras congratularse cínicamente por la devolución de los asilados secuestrados, hecho este que atribuye exclusivamente a la "generosidad" del gobierno provisional argentino, pasa luego a justificar el violento secuestro de esos asilados efectuado por las fuerzas militares con el pueril argumento de que éstas desconocían el lugar donde actuaban, es decir “sin saber que el edificio era la residencia del embajador de Haití”. Más adelante sumaba otros justificativos, todos ellos absolutamente insostenibles, a saber: 1) que la residencia del embajador “no tenía signo exterior que lo identificara como una sede que goza de los derechos de extraterritorialidad”; 2) que a dicha residencia el embajador “se había mudado hacía pocos días”; 3) que los servicios de seguridad que irrumpieron en la casa “ignoraban quiénes vivían en el local”; y 4) que pese a todo ello, el gobierno hizo entrega de los detenidos al diplomático haitiano, incluyendo el general Tanco, “a quien seguramente le correspondía la aplicación de la pena de muerte”(textual).
Indignado, Brierre mandó una nota refutando las afirmaciones del diario, que este recién publicó en un recuadro en páginas interiores el día 5 de julio. El embajador rebatía los infundios de "La Vanguardia", pormenorizando que se hallaba viviendo en esa residencia no desde hacía unos días sino desde varios meses, que la misma tenía visibles en su frente el escudo y la bandera de Haití, por lo cual consideraba imposible "que los asaltantes que invadieron mi casa fuertemente armados para cumplir su vandálico acto pudiesen ignorar" que estaban violando una sede diplomática.
Ante esto el vocero socialista publicó una serie de contra réplicas. Ya no hacía mención al hecho del secuestro de los asilados dado que su versión era insostenible, tal lo había demostrado el embajador y el mínimo sentido común. El ataque pasaba ahora por convertir a Brierre...en peronista. Así en inmediata respuesta a la nota del embajador, con indignación se señala que este "es un conspicuo admirador de Juan Domingo Perón y de Eva Perón". Que el chalet donde funciona la embajada se lo había arrendado a “ un peronista prófugo en la actualidad, hombre que ha andado en negocios con los primates (SIC) del peronismo". "La Vanguardia" también sugiere -sin fundamentar su acusación -complicidad previa de los sublevados con el embajador.
Luego el ataque adquiere un tinte racista apenas disimulado al señalar que en esos días se ausentaban del país hacia "climas cálidos acordes a su organismo" la esposa y un hijo de Brierre, a quienes "no les sienta bien nuestra ciudad".
Ya en el borde de la injuria al anunciarse finalmente también la partida del diplomático haitiano, el vocero socialista expresaba que "queremos agregar que a los argentinos libres no les sienta bien la presencia del embajador Brierre, cuyas actividades y juicios peronistas hemos puntualizado en un comentario reciente. De modo pues que todos saldremos ganando con el viaje del embajador".
La fulminante campaña de "peronización de Brierre" por parte del diario socialista culmina exitosamente cuando este el 19 de julio de 1956 abandona definitivamente suelo argentino.

El legado de los Brierre.

 El regreso de Jean-Francoise Brierre a su país preanunció para el y su familia un futuro incierto. Como tantos otros intelectuales y políticos haitianos sufrió a partir de 1957 la persecución y el encarcelamiento por parte del nuevo hombre fuerte de su atribulada tierra, Francois Duvalier. A principios de los sesenta fue expulsado al exilio. Este como ya expresáramos, adoptó la forma -gracias a una generosa invitación de su amigo Léopold Senghor- de un fecundo cuarto de siglo de residencia senegalesa. Allí Brierre continúa con su labor literaria, dando a luz en este período algunas de sus mejores obras. Senegal impuso en mérito a su labor cultural en 1998 el premio “Jean Brierre de Poesie”, destinado a fomentar las inquietudes de jóvenes valores en África y América.
En 1986 con el peso de los años a cuestas y la nostalgia por su patria, Jean Brierre retorna a Haití donde fallece en plena transición de la dictadura a la democracia, a fines de 1992. La muerte le impidió ver a su país encauzado en un rumbo por el que había luchado toda su vida.
En la Argentina había sido casi olvidado hasta que en 1964 el historiador revisionista Salvador Ferla rescató el protagonismo que tuviera con su esposa en los hechos de junio de 1956, dedicándoles varios parágrafos de su libro Mártires y Verdugos. Sin embargo Ferla, más allá de lo encomiable de su intención, muestra la actuación del matrimonio Brierre bajo una óptica paternalista y un apenas disimulado racismo. Así en su relato Brierre es “un negro que tiene alma, nobleza, bondad…Acaso para castigar la soberbia racial de algunos blancos Dios produce casos como este”, y en el epílogo del episodio es “el negro (que) los saca (a los prisioneros) del infierno blanco”. De las condiciones y antecedentes intelectuales de Brierre, no dice una palabra. La señora del embajador es “una mujer de color” y finalmente una “!negra linda y virtuosa!”, definición que en algún modo recuerda, aunque en sentido contrario, el insulto brutal pero menos hipócrita que un asesino como Domingo Quaranta le espetó a Therese Brierre. Este al gritarle: “-callate, negra hija de puta”, mostró sin cortapisas un discurso racista (y machista) común a la sociedad argentina de esa época. En esa misma sintonía opera una fabulación construida al calor del “luche y vuelve” por Rodolfo Walsh a principios de la década del 70, cuando pone en boca de Brierre, sin citar fuente ni circunstancia la siguiente definición: “nosotros como descendientes de esclavos no podemos ser otra cosa que peronistas“. Frase muy encomiable desde el punto de vista de la épica política, pero evidentemente apócrifa. Y que como vimos, ya en sentido contrario al laudatorio que le daba Walsh, lo había intentado imponer "La Vanguardia" en el momento de ocurrencia de los hechos.
Tarde llegó el homenaje del pueblo argentino a Jean-Francoise Brierre. Recién en el año 2004, en el bicentenario de la independencia de la primera republica latinoamericana, de la primera república negra del mundo, el Congreso Nacional, la Cancillería y la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recordaron con sendas placas su nombre. Resonó entonces en esos recintos, como una voz espectral surgida de lo más recóndito de la razón y la justicia el argumento esgrimido en 1956 por el embajador ante el gobierno dictatorial argentino: “No porque Haití sea una nación pequeña va a permitir semejante atropello. Por el contrario, los pequeños países deben ser respetados escrupulosamente porque son pequeños, para que el derecho sea un imperativo moral y no de fuerza.”
Jean y Therese Brierre[2] demostraron a todos los argentinos con la ejemplar conducta mantenida en una época lamentable de nuestra historia, que los derechos humanos no se actúan, se ejercen.





Florencia Pagni y Fernando Cesaretti.
Escuela de Historia. Universidad Nacional de Rosario
grupo_efefe@yahoo.com.ar



BIBLIOGRAFIAFERLA, Salvador. Mártires y verdugos, Ediciones Revelación, Bs. As., 1964.
PAGE, Joseph A. Perón, Ed. Javier Vergara, Bs. As., 1984.
PANELLA, Claudio. Los socialistas y la Revolución Libertadora. "La Vanguardia" y los fusilamientos de junio de 1956, en Anuario del Instituto de Historia Argentina Nº 7, Bs. As., 2008.
PERON-COOKE. Correspondencia, Bs. As., 1973.
POTASH, Robert A. El ejército y la política en la Argentina (II), Ed. Hyspamerica, Bs. As., 1986.
ROUQUIE, Alain. Poder militar y sociedad política en la Argentina (II), Ed. Hyspamerica, Bs. As., 1986.
WALSH, Rodolfo. Operación Masacre, Ediciones de la Flor, Bs. As., 1972.



1956 - Jean Brierre, poeta y embajador de Haití en Argentina




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LEÓN LALEAU [18.908]

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León Laleau

Léon Laleau (Puerto Príncipe, Haití 3 de agosto de 1892 - 1979) fue un escritor, político y diplomático haitiano. Laleau es reconocido como "uno de los más brillantes escritores de su tiempo". Recibió varios premios internacionales, tales como el Premio Edgar Allan Poe en 1962. Fue miembro de la Academia Ronsard y de la Académie Méditerranéenne.

Laleau obtuvo dos diplomas, en derecho y en letras, y ciencias. Como político, ejerció los cargos de Ministro de relaciones exteriores y Ministro de Educación, de Agricultura, y de Trabajo. Estuvo presente en diversos cargos diplomáticos, como Jefe de la Misión Diplomática en Roma, Londres, París, Santiago, y Lima y Embajador en Misión Especial en el Panamá, Cuba, Naciones Unidas, y UNESCO. Fue uno de los signatários del acuerdo que acabó con la ocupación norteamericana de Haití en 24 de julio de 1934.

Obras

Oeuvres principales:

Poesía:

À voix basse. 1919.
La Flèche au cœur. (Préface de Maurice Rostand). Paris: H. Parville, 1926.
Le Rayon des jupes; ou, Treize poèmes pour Tristan Derème.Saint-Calais (France): Imprimé par E. Lefeuvre, 1928.
Abréviations. Compiègne: Imprimerie de Compiègne, 1928; Paris: Librairie de France, 1929.
Musique nègre. Port-au-Prince: à compte d’auteur, 1931; Montréal: Mémoire d’encrier, 2003.
Ondes courtes. Port-au-Prince: Imprimerie de l’État, 1933.
Apothéoses. Port-au-Prince: Deschamps, 1952.
Oeuvre poétique. Port-au-Prince: Deschamps, 1978.
De Bronze et d’Ivoire, inédit.
Musique nègre (Le Rayon des jupes, Abréviations, Musique nègre, De Bronze et d’Ivoire, Ondes courtes). Port-au-Prince: Presses Nationales d’Haïti, 2005.

Teatro:

Une cause sans effet, comédie en deux actes (avec Georges N. Léger). Port-au-Prince: Imprimerie de L’Abeille, 1916.
Amitiés impossibles; lever de rideau en un acte (avec Georges N. Léger). Port-au-Prince: Imprimerie de L’Abeille, 1916.
L’Attelage, 1916.
L’Étau, 1917.
Les Petites Marionnettes, 1917.
La Question des frontières, 1917.
Le Tremplin, 1919.
La Pluie et le beau temps, 1919.
Un Duo à trois, 1919.
Lorsque le soir descend, 1919.

Novelas:

La Danse des vagues, roman haïtien. Port-au-Prince: Imprimerie A.A. Heureaux, 1919.
Le Choc: chronique haïtienne des années 1915-1918. Port-au-Prince: Librairie La Presse, 1932;  Port-au-Prince: Imprimerie Centrale, 1975.
Nouvelles sélectionnées:

« Comment mademoiselle a passé sa mi-carème ». Le Matin (1912).
Jusqu’au bord, nouvelle. Port-au-Prince: L’Abeille, 1916.
Essais:

Maurice Rostand intime. Paris: Éditions du Monde moderne, 1926.
Divagations à propos du chef: œuvre posthume 1950. Port-au-Prince: Deschamps, 1980.
Apothéoses.Port-au-Prince: Deschamps, 1952.

Premios y distinciones:

1935     L’ordre mexicain de l’aigle Aztec decerné à Laleau, Ministre des Affaires Étrangères d’Haïti
1962     Prix Edgar Poe de la maison de poésie et société des gens de lettres à Paris.
1968     Rose d’Or des poètes de la société des poètes français.
1978     Prix Henri Deschamps, pour Oeuvre poétique.
Membre de l’Académie Ronsard.
Membre de l’Académie méditerranéenne.
Membre de l’Académie diplomatique internationale.
Grand-Croix de Saint-Grégoire-le-Grand du Vatican.
Officier de l’Instruction publique et Grand Officier de la Légion d’Honneur de France.
Grand Officier Honneur et Mérite et Commandeur de l’Éducation nationale d’Haïti.






Traición
Trahison

Este corazón obsesivo que no concuerda
Ni con mi lengua ni con mis ropas
Y sobre el que muerden como un arpón
Sentimientos prestados y costumbres
De Europa. ¿Sentís este sufrimiento
Y este desasosiego a ningún otro igual
De domesticar con palabras de Francia
Este corazón que me vino de Senegal?

Tomado de Musique nègre 
POESÍA DEL CARIBE FRANCÓFONO Haití y Antillas francesas 
Traducción de Rosalía Cortés R. (Bogotá 2005)


         
Trahison

Ce cœur obsédant, qui ne correspond
Pas avec mon langage et mes coutumes,
Et sur lequel mordent, comme un crampon,
Des sentiments d’emprunt et des coutumes
D’Europe, sentez-vous cette souffrance
Et ce désespoir à nul autre égal
D’apprivoiser, avec des mots de France,
Ce cœur qui m’est venu du Sénégal ?

          

Jazz

Le trombone vient d’Honolulu,
De la Barbade, le saxophone,
Et le grand mulâtre au nez poilu
Qui grimace une chanson bouffonne,
Un soir, s’est enfui de Port-de-Paix.

« Mais avec qui des trois, se demande,
(Tous les trois ont de crépus toupets !)
Se demande la putain flamande,
Avec qui passerai-je ma nuit,
pour n’avoir pas une nuit d’ennui » ?

          
Cannibale

Ce désir sauvage, certain jour,
De mêler du sang et des blessures
aux gestes contractés de l’Amour,
Et de percevoir, sous les morsures
qui perpétuent le goût des baisers,
Les sanglots de l’amande, et ses râles !
Ah ! vieux instincts inapprivoisés
De quelques ancêtres cannibales !

          

Silhouette

La dame qui vient de Rotterdam,
En route pour sa saison à Cannes,
Songe, en arpentant le macadam,
Aux Antilles, à ses champs de cannes,
À sa cousine créole Ruth
Qui parle encor de ce pique-nique
Où ses chairs éprouvèrent le rut
d’un mulâtre de la Martinique.

          
Sacrifice

Sous le ciel, le tambour conique se lamente
Et c’est l’âme même du noir :
Spasmes lourds d’homme en rut, gluants sanglots d’amante,
Outrageant le calme du Soir.

Des Quinquets sont fixés aux coins de la tonnelle,
Comme des astres avilis.
L’ombre sue un parfum de citronnelle
Séchée à l’acajou des lits.

Et moment, par moments, du houmfort tutélaire,
Parmi des guirlandes d’encens
Les bêlements du bouc qui, dans la brise, flaire
L’odeur prochaine de son sang


Ces cinq poèmes sont extraits du recueil de Léon Laleau, Musique nègre, publié pour la première fois à compte d’auteur en 1931 et republié aux Éditions Mémoire d’encrier à Montréal en 2003.






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CLEMENTINE VON RADICS [18.909]

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Clementine von Radics 

Poeta. Nació en 1992, escritora y editora con sede en Portland, Oregon. Nació en Alameda, California y creció en Medford, Oregon.

Fundadora de Where Are You Press, una editorial comprometida a publicar poesía accesible, innovadora para una diversidad de voces. También uno de los miembros fundadores de colectivos Slamlandia, Portland's first and only scored slam. 

Fue la ganadora de the nation-wide PSI sponsored video slam  a nivel nacional, en la que ganó la oportunidad de competir con mujeres del mundo poetas en 2016, donde ocupó el lugar 40 en el mundo.

Su poema “For Teenage Girls", ha sido presentado en el Huffington Post, Upworthy, Everyday Feminism, y fue elegido por  Button Poetry como el cuarto mejor poema de 2015.

Su primer poemario, Mouthful of Forevers, fue editado en abril de 2015 por Andrews McMeel universal, que apareció en varias listas de los más vendidos y fue nominado a la mejor elección Goodreads Poetry Book. Su segunda colección, Dream Girl, fue editado en diciembre de 2015 por Where Are You Press. Ambos libros están disponibles a través de Where Are You Press, en línea y en las librerías de todo el mundo.

Actualmente, está diseñando un cuaderno que aspira a incitar e inspirar a los jóvenes artistas a través de Sterling Giftbooks, que estará disponible exclusivamente a través de Barnes & Noble.




Traducción de Daniela Birt


Bruce Banner was not always The Hulk

He became that way as a result
of a failed experiment
with a gamma bomb.
Most of us, I think,
have some failure we can point to in our past.
This, we say,
This is why I’m monstrous.

The Hulk does not hulk out 
randomly, only when he’s stressed, 
or angry. When Bruce Banner 
disappears into the other guy,
he doesn’t really care that he is Bruce Banner,
He’s just some wild force of nature 
who can’t control his hands.

When you flashback 
to the worst of your memories, 
it’s like living through death.

Suddenly your kitchen, 
the bed, a street corner, 
becomes bullets again. 
Forever now, you 
are at war with a battle 
you have already lost.

A body should not be able 
to endure that kind of fear
and keep breathing.

The Hulk can’t kill himself.
He has tried.
It is so hard to live half-monster, 
to hurt everything you love
by trying to protect it wrong.

I keep trying to protect you 
from me. From the nights 
I don’t remember
and all my sickness, my envy,
the days when the shame catches up 
and I don’t get out of bed at all.
I don’t Deal With Things well.
I’m not Good At Being An Adult.

When I get scared
I can’t control my hands,
I would do anything, anything
to make myself feel better.

When I calm down,
when I can breathe again,
I am the superhero at the end 
of the movie,
when the credits have rolled 
and the war is over. 
And I have to walk home 
through the wreckage
of the city I destroyed
trying to be a savior.

If I am being honest, I know 
I can’t save you from me.
I can’t even save myself.

The thing about the Hulk 
is he would give anything
to just be Bruce the scientist.

To be normal,
to never again wake up
naked and lonely, 
staring at the destruction
with no one to blame 
but herself.




Bruce Banner no siempre fue Hulk

Se convirtió en eso como resultado
de un experimento fallido
con una bomba de rayos gamma.
Creo que casi todos nosotros 
tenemos algún fracaso qué señalar en nuestro pasado.

Es esto, decimos, 
esta es la razón por la que soy monstruoso.

Hulk no se convierte en Hulk
al azar, sólo cuando está estresado
o molesto. Cuando Bruce Banner
desaparece en el otro tipo
deja de importarle que él sea Bruce Banner, 
simplemente es una fuerza de la naturaleza, salvaje, 
que no puede controlar sus manos.

Cuando tu mente retrocede
hasta tus peores recuerdos
es como volver a vivir esa muerte.

Súbitamente tu cocina,
la cama, una esquina en la calle
se vuelven a convertir en balas.
Por siempre, ahora, estás 
combatiendo una batalla
que ya perdiste.

Un cuerpo no debería poder
soportar esa clase de miedo
y seguir respirando.

Hulk no puede matarse.
Lo ha intentado.
Es muy difícil vivir siendo mitad monstruo,
hiriendo todo lo que amas
al intentar protegerlo de manera equivocada.

Todavía estoy intentando protegerte
de mí. De las noches
que no recuerdo
y toda mi enfermedad, mi envidia,
los días en los que la vergüenza me alcanza
y no logro salir de la cama.
Yo no Manejo Bien las cosas.
Yo no Sé Bien Cómo Ser Adulto.

Cuando tengo miedo
no puedo controlar mis manos.
Haría lo que fuera, lo que fuera
para hacerme sentir mejor.

Cuando me calmo
cuando puedo respirar de nuevo, 
soy el superhéroe al final
de la película
cuando ya salieron los créditos
y la guerra ha terminado.
Y tengo que irme a casa
entre del desastre
de ciudad que destruí
intentando ser el salvador.

Si estoy siendo honesta, ya sé
que no puedo salvarte de mí.
No puedo ni salvarme a mí misma.

La cosa con Hulk
es que él daría lo que fuese
por ser solamente Bruce el científico.

Por ser normal, 
por no tener que despertar otra vez
desnuda y sola
mirando fijamente toda la destrucción 
sin más a quien culpar
que a ella misma.



It’s Just So Strange

He used to love me, 
and now
he’s just a stranger
who happens to know
all my secrets.



Es tan extraño

Antes me amaba
y ahora
es sólo un extraño
que curiosamente sabe 
todos mis secretos.




Out East Beyond The City It’s Quiet

And the rain- soaked porch
still feels like your lips
on my forehead.

In the living room, 
Johnny Cash is groaning again
about the beer he had
for breakfast.

The beer I had for breakfast
just punched its way
out of my mouth. The sun
is squinting at my bad decisions.

I’m trying to dry out, 
but I’m worried my hands
will shake too hard to write.
I’m worried I will earthquake
from my body.

I wonder what you’d think
if you saw me now.

If you read this, 
I’m doing just fine.
I’m still a sheep in wolf’s clothing.
I’m still struggling with all
the old questions.

I’d still give anything
to hear you call me Darlin’.

If you read this
and you’re thinking of me,
I am thinking of you too.




Muy al este más allá de la ciudad está silencioso

Y el pórtico empapado de lluvia 
todavía se siente  como tus labios
sobre mi frente.

En la sala de estar
Johnny Cash está gimiendo otra vez
por la cerveza que
tomó de desayuno.

La cerveza que yo desayuné
acaba de salir a golpes 
de mi boca. El sol
está mirando con disgusto mis malas decisiones.

Estoy intentando enderezarme
pero me preocupa que mis manos
tiemblen demasiado como para poder escribir.
Me preocupa salir en terremotos
de mi cuerpo.

Me pregunto qué pensarías 
si me vieras ahora.

Si lees esto, 
me está yendo bien.
Sigo siendo un cordero disfrazado de lobo.
Sigo batallando con todas
las preguntas de antes.
Sigo dando lo que sea
por escucharte decirme Mi cielo.

Si lees esto 
y estás pensando en mí,
yo también estoy pensando en ti.

 http://www.periodicodepoesia.unam.mx/







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EDGAR BOWERS [18.910]

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Edgar Bowers

Poeta
Fecha de nacimiento: 2 de marzo de 1924, Rome, Georgia, Estados Unidos
Fecha de la muerte: 4 de febrero de 2000, San Francisco, California, Estados Unidos
Educación: Universidad Stanford (1953)
Premios: Beca Guggenheim en Humanidades, Estados Unidos y Canadá
Nominaciones: Premio Nacional del Libro por Poesía

Publicaciones:

The Form of Loss (Alan Swallow, 1956)
The Astronomers (Alan Swallow, 1965)
Living Together (David R. Godine, 1973)
For Louis Pasteur (Princeton University Press, 1989)
Collected Poems (Alfred A. Knopf, 1997)



Amor Vincit Omnia

El amor ya no es.
Murió como la mente muere: el deseo puro
que renuncia a la forma dichosa que usó,
el gozo y la claridad abundantes expiran.

El arrepentimiento es inútil.
Entonces no sufras por lo que pudiste borrar,
la falla repentina del pasado, el dolor
de su cambio reticente, y la desgracia.

Abandona la inocencia,
y cambia tu naturaleza por el duelo
que plantea indiferencia a la voluntad
que ningún deseo es permanente para el sentido.

Despídete de mí
¿Qué recompensa, o piedad, o engaño
puede curar, o qué serenidad supuesta
disimula la pérdida mortal que repetimos?

La mente se transformará, y la transformación será el consuelo.

Traducción de Cristian M. Torres




Amor Vincit Omnia

Love is no more. 
It died as the mind dies: the pure desire 
Relinquishing the blissful form it wore, 
The ample joy and clarity expire.
Regret is vain. 
Then do not grieve for what you would efface, 
The sudden failure of the past, the pain 
Of its unwilling change, and the disgrace.

Leave innocence, 
And modify your nature by the grief 
Which poses to the will indifference 
That no desire is permanent in sense.

Take leave of me. 
What recompense, or pity, or deceit 
Can cure, or what assumed serenity 
Conceal the mortal loss which we repeat?

The mind will change, and change shall be relief.

http://www.periodicodepoesia.unam.mx/





An Afternoon at the Beach

I’ll go among the dead to see my friend. 
The place I leave is beautiful: the sea 
Repeats the winds’ far swell in its long sound, 
And, there beside it, houses solemnly 
Shine with the modest courage of the land, 
While swimmers try the verge of what they see. 

I cannot go, although I should pretend 
Some final self whose phantom eye could see 
Him who because he is not cannot change. 
And yet the thought of going makes the sea, 
The land, the swimmers, and myself seem strange, 
Almost as strange as they will someday be.






The Mountain Cemetery

With their harsh leaves old rhododendrons fill 
The crevices in grave plots’ broken stones.
The bees renew the blossoms they destroy,
While in the burning air the pines rise still,
Commemorating long forgotten biers.
Their roots replace the semblance of these bones.

The weight of cool, of imperceptible dust
That came from nothing and to nothing came
Is light within the earth and on the air.
The change that so renews itself is just.
The enormous, sundry platitude of death
Is for these bones, bees, trees, and leaves the same.

And splayed upon the ground and through the trees
The mountains’ shadow fills and cools the air,
Smoothing the shape of headstones to the earth.
The rhododendrons suffer with the bees
Whose struggles loose ripe petals to the earth,
The heaviest burden it shall ever bear.

Our hard earned knowledge fits us for such sleep.
Although the spring must come, it passes too
To form the burden suffered for what comes.
Whatever we would give our souls to keep
Is merely part of what we call the soul;
What we of time would threaten to undo

All time in its slow scrutiny has done.
For on the grass that starts about the feet
The body’s shadow turns, to shape in time,
Soon grown preponderant with creeping shade,
The final shadow that is turn of earth;
And what seems won paid for as in defeat.




John

Before he wrote a poem, he learned the measure
That living in the future gives a farm--
Propinquity of mules and cows, the charmed
Insouciance of hens, the fellowship,
At dawn, of seed-time and of harvest-time.
But when high noon gave way to evening, and
The fences lay, bent shadows, on the crops
And pastures to the yellowing trees, he felt
The presences he felt when, over rocks,
Through pools and where it wears the bank, the stream
Ran bright and dark at once, itself its shadow;
And suffered, in all he knew, the antagonists
Related in the Bible, in himself
And every new condition from the beginning,
As in the autumn leaf and summer prime.
Therefore he chose to live the only game
Worthy of repetition, in the likeness
Of someone like himself, a race of which
He was the changing distances and ground,
The runners, and the goal that runs away
Forever into time; or like two players
At odds in white and black, their dignities
Triumphs refused or losses unredeemed.
For the one, that it be ever of the pure
Intention that he witnessed in the high
Stained windows of King’s Chapel--ancestral stories,
The old above the new, like pages shining
From an essential book--he taught his mind
To imitate the meditation, sovereign
In verse and prose, of those who shared with him
Intelligence of beauty, good, and truth
As one, unchanging and unchangeable,
Disinterested excitement through a sentence
Their joy and passion. For the other, as
A venturer asleep, he went among
The voiceless and unvisionary many--
Like one who offers blood to know his fate
Or hold his twin again--deep in the midnight
Baths of New Orleans, on its plural beds
And on the secret banks beside its river,
The many who, anonymous as he was,
Uncannily resembled him, appearing
Immortal in a finitude of mirrors.

But when the sudden force of the disease
Tossed him, in a new garment, on the bed
Where he had wakened, mornings, as a child--
Despised by all the neighbors, helpless, blind
And vulnerable to every life, he listened
Intensely to the roosters, mules and cows
As well as to the voices of the desk,
The chair, the books and pictures, pastures and fields,
The tree of every season, the age of seas
And, on its surge, the age of galaxies,
The bells within the spires of Cambridge, bodies
And faces revealed or hidden in the flow,
All that we knew or could imagine joined
Together in the sound the stream flows through
As witness of itself in every change,
Each trusting in its continuities,
All turning in a final radiant shell.
Then, on his darkened eye, he saw himself
A compact disk awhirl, played by the light
He came from and was ready to reenter,
But not before he chose the way to go.
And so it was, before his death, he spoke
The poem that is his best, the final letter
To take to that old country as a passport.



For Louis Pasteur

“Who is Apollo?” College student

How shall a generation know its story
If it will know no other? When, among
The scoffers at the Institute, Pasteur
Heard one deny the cause of child-birth fever,
Indignantly he drew upon the blackboard,
For all to see, the Streptococcus chain.
His mind was like Odysseus and Plato
Exploring a new cosmos in the old
As if he wrote a poem--his enemy
Suffering, disease, and death, the battleground
His introspection. “Science and peace," he said,
“Will win out over ignorance and war,"
But then, the virus mutant in his vein,
“Death to the Prussian!” and “revenge, revenge!”

How shall my generation tell its story?
Their fathers jobless, boys for the CCC
And NYA, the future like a stairwell
To floors without a window or a door,
And then the army: bayonet drill and foxhole;
Bombing to rubble cities with textbook names
Later to bulldoze streets for; their green bodies
Drowned in the greener surfs of rumored France.
My childhood friend, George Humphreys, whom I still see
Still ten years old, his uncombed hair and grin
Moment by moment in the Hürtgen dark
Until the one step full in the sniper’s sight,
His pastor father emptied by the grief.
Clark Harrison, at nineteen a survivor,
Never to walk or have a child or be
A senator or governor. Herr Wegner,
Who led his little troop, their standards high
And sabers drawn, against a panzer corps,
Emerging from among the shades at Dachau
Stacked like firewood for someone else to burn;
And Gerd Radomski, listening to broadcasts
Of names, a yearlong babel of the missing,
To find his wife and children. Then they came home,
Near middle age at twenty-two, to find
A new reunion of the church and state,
Cynical Constantines who need no name,
Domestic tranquility beaten to a sword,
Sons wasted by another lie in Asia,
Or Strangeloves they had feared that August day;
And they like runners, stung, behind a flag,
Running within a circle, bereft of joy.

Hearing of the disaster at Sedan
And the retreat worse than the one from Moscow,
Their son among the missing or the dead,
Pasteur and his wife Mary hired a carriage
And, traveling to the east where he might try
His way to Paris, stopping to ask each youth
And comfort every orphan of the state’s
Irascibility, found him at last
And, unsurprised, embraced and took him in.
Two wars later, the Prussian, once again
The son of Mars, in Paris, Joseph Meister--
The first boy cured of rabies, now the keeper
Of Pasteur’s mausoleum--when commanded
To open it for them, though over seventy,
Lest he betray the master, took his life.

I like to think of Pasteur in Elysium
Beneath the sunny pine of ripe Provence
Tenderly raising black sheep, butterflies,
Silkworms, and a new culture, for delight,
Teaching his daughter to use a microscope
And musing through a wonder--sacred passion,
Practice and metaphysic all the same.
And, each year, honor three births: Valéry,
Humbling his pride by trying to write well,
Mozart, who lives still, keeping my attention
Repeatedly outside the reach of pride,
And him whose mark I witness as a trust.
Others he saves but could not save himself--
Socrates, Galen, Hippocrates--the spirit
Fastened by love upon the human cross.







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EMILI RODRÍGUEZ-BERNABEU [18.911]

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Emili Rodríguez-Bernabeu

Emili Rodríguez-Bernabeu (Alicante, 1.940 es un cardiólogo, poeta y escritor valenciano, en lengua catalana. 

Su iniciación en la literatura catalana se remonta a la época de estudiante de bachiller en su ciudad, teniendo como autor de cabecera al poeta Jacint Verdaguer. Cuando se traslada a Valencia a estudiar Medicina, es cuando toma contacto con el grupo literario fraguado alrededor del Editorial Torre y de la Universidad de Valencia y aumenta su pasión por la literatura catalana.

Fruto de este contacto, comienza a escribir poesía formando parte del grupo de poetas que editaría la antología "Poetas Universitarios Valencianos" (1962). De este periodo son los libros "Poemas del fin" (1964) y "La playa", Premio Valencia de Literatura-Poesía en 1965 . Después de "La playa", se observa en el autor un cierto acercamiento hacia el realismo civil con "La ciudad de la playa" (Premio Ausiàs March de poesía 1971, Gandia) y "La catacumba" (1974 ).

Pero la actividad literaria de Emili Rodríguez-Bernabeu no se limita a la poesía, la crítica y el ensayo ideológico forman parte importante de su obra. La crítica se concreta en artículos y comentarios publicados en revistas especializadas. En cuanto al ensayo destacan de temática general "Noticia literaria de Alicante" publicado en la Revista de Cataluña (num. 53), y de temática poética "Introducción a la Obra Poética de Joan Valls", "Antología poética de Joan Valls "," La obra literaria de Emili Boils "," Maria Ibars y Ibars, innovación o continuidad ", entre muchísimos más. Esta tarea crítica empujará al Departamento de Literatura Catalana de la Universidad de Alicante nombrarlo Profesor Colaborador Honorífico.

Médico cardiólogo, de profesión intensamente ejercida, la medicina ha tenido escasa presencia en su obra literaria, al menos desde un punto de vista de representación formal, o evidente. Sólo en algunos aspectos de su obra ensayística encontramos la huella de su formación médica.

Obra

Poesía 

1964 - Poemes de la fi
1968 - La platja
1972 - La ciutat de la platja
1974 - La catacumba
1982 - Viatge al teu nom
1988 - Teoria del somni
1990 - Domini del sol
1992 - El matí de les fulles
1992 - El rostre de l'amant
1996 - Escandinàvia
1998 - Alacant
2000 - Dring

Antologías 

2003 - Antologia poética bilingüe (Trad. i Introduc. de Lluís Alpera )
1962 - Poetes Universitaris Valencians
1964 - Nova Antologia de la Poesia Catalana (Confegida per Joan Triadú )
1974 - Antologia da novissima poesia catalâ (per Manuel de Seabra )
1975 - Gespa-Price: Festival de Poesia
1977 - Price-Congrés (a cura de Tarotdequinze)
1977 - Poetes valencians del segle XX
1983 - Homenatge a Vicent Andrés Estellés
1984 - Homenatge a Picasso
1987 - Dinou poetes dels seixanta (a cura d'Enric Balaguer)
1989 - 1990 - De koele hoeken en kanten van de schaduw. Hedendaagse Catalaanse poëzie (a cura de Rafael Alemany i Vicent Martínez)
1992 - A Alacant. Els dimarts poètics de La Naia 1987-1989 (a cura de Lluís Roda )
2000 - Poetes de L'Aiguadolç. Llibres de l'Aiguadolç
2003 - A Carlos Mateo
2003 - Grans plats, grans cuiners, grans artistes, grans escriptors. 100 plats i menges de la cuina catalana que cal conèixer
2004 - Poetes del Sud (Coordinen Gràcia Jiménez i Josep-Lluís Rico)
2005 - Jocs Florals a Cavanilles

Ensayo 

1987 - Les relacions d'Alacant amb Catalunya com a contrapunt València-Catalunya
1988 - Els intel·lectuals alacantins i la idea d'Espanya enfront del fet nacional valencià
1988 - Alacant a l'ombra de la palmera
1988 - 750 aniversari: ¿projecte de futur?
1990 - Alacant i la qüestió nacional valenciana
1991 - Notícia literària d'Alacant
1993 - Alacant i els seus intel·lectuals
1995 - Novament el Sureste
1994 - Alacant contra València
1995 - La vertebració econòmica i territorial. IX Jornades del Nacionalisme Català a la Fi del Segle XX.
1995 - Ciència i literatura
1996 - 1997 - Vertebració del Sud del País Valencià

Crítica

1977 - Migjorn. Poesia jove de les comarques del sud del País Valencià
1981 - Introducció a l'Obra Poètica de Joan Valls (estudi crític)
1975 - Maria Ibars i Ibars, innovació i continuïtat
Verdaguer, Maria Ibars i jo
1993 - Jaume Pérez Montaner: culminació d'una etapa?
1990 - Anàlisi dels títols en l'obra de Joan Valls
1991 - Antologia Poètica de Joan Valls, estudi crític
L'obra literària d'Emili Boïls
1996 - Una veu inimitable, estudi sobre la poesia de Lluís Alpera
1996 - Evocacions i invocacions, ressenya crítica sobre El barranc i els còdols d' Antoni Prats
1997 - Crítica objectiva i crítica de creació
1997 - La clonació humana, el mite de Narcís i Roís de Corella
1980 - Òliba de la foscúria, d' Andreu Morell
1981 - Caterina, de Bernat Garcia i Aparici
1985 - Rondalles de l'Alacantí, de Joaquim González i Caturla
1991 - El secret de les gavines, de Josep Antoni Aznar i Pérez
1994 - Dic el teu nom, d' Antoni Prats i Gràcia
1996 - Amor de mar endins, de Lluís Alpera
1999 - Navilis silents, de Lluís Ferri i Silvestre
1999 - Poemas desde la frontera, de José Antonio Buil
2002 - Solari, de Josep Lluís Bernabeu Rico
2004 - Una tenue luz separa en libertad sueños y deseos , de Diego Marín
2004 - La clau del cor, de Josep Lluís Garcia «Guchi»


ANTOLOGÍA


El que resta de tu

Jo no sé quin indici,
ni quina antiga onada,
ni quin nom,
ni quan em vas sobtar.

Sé que els dies m'allunyen
i el món no s'ha vestit de noces.

Com farem perdurar
aquesta catalanitat translúcida
que vaig trobar entre vosaltres?

El que resta de tu
és només un record
i unes paraules.
Sé que és només un pòsit.
Sé que la gent venia
d'arreu del món al port,
i que tot canviava.

Algú podrà demà
retrobar una idea?
Refer una paraula?

Alacant, 25 de març de 2004





DRING (Fragment)

La matèria feixuga té l'única resposta,
única i previsible, cruel, definitiva
per al treball dels homes que basteixen un somni.
I el somni viu entre valls i muralles,
tancat, mentre l'albada és l'esguard virolat que l'anuncia.
Propòsit invisible entre tanta bellesa,
propòsit oblidat en la fonda recerca del plaer i la fúria.
I el somni viu
com a cadència imperceptible,
translúcid de besllum suprema,
entre el desori radical dels lémurs.
L'horitzó no té nom ni línia coneguda,
només el llamp l'entreveu a vegades
a l'entrellum d'una terra remota
que copse com un buit de la meua memòria,
com un llac isolat sense fons,
com un llac llemicós impalpable,
com un final ombrívol,
com un presagi
de la mort.
Per on
puc
jo
sortir
d'aquest paratge alís sense retòrica?


DRING (Fragment)

He vist, al verd profund del bosc,
algú que hi palpitava.
He vist que s'encongia
a l'aguait entre els albers.
He sabut que volia –distant – la companyia.

He vist que s'allunyava
esquerp, silenciós
pel camís inextricable dels boscos primigenis.
Tot és dins la consciència?
Hi és com una andròmina que ningú no recorda?


DRING (Fragment)

Sí,
vetla;
mentre sona,
a trenc de pensament,
vorera del no-res, el vidre.
No sents ja cap objecte;
romans enllà, vora la persistència.
El temps, l'instant, només proclama
l'esbart densíssim de moguts ocells.
I l'ens vibrant desconegut batega...





COM UNA ENDEVINALLA

Des del cim decorria
Groc i blanc de la llum
Que refà la sequera
Eixuta amb la carícia
Del vent que fantasieja
Encontres de l'atzur
Navegant solitari
Imaginàries formes
Cap a l'indret del lleure
A les hores de l'ombra
Abaltides de sestes
Indiferents becaines
Sota els pinars marítims

d'Alacant





METAMORFOSI

No tinc altra memòria d'infantesa
sobre el voltant inexplorat de la ciutat
que aquell bell cercle blau de les muntanyes.

D'aquell bell cercle màgic de muntanyes,
un món, o laberint, d'ombries i de cingles,
d'humits indrets irrevocables
– amb l'amenaça alternativa de sequeres –,
Aitana n'és la reina,
amb les neus remotíssimes d'hiverns que imaginàvem
al redós del tendur.

Un món que colombràvem
agrest, puixant, reblert de meravella,
desconegut, profund a l'hora baixa,
sempre observat de lluny,
interior, verge, somiat.

d'Alacant



II. Passeig nocturn pel Hudson

Per al meu fill i company de viatge

Mentre les aigües tèrboles del Hudson davallaven,
augmentava el murmuri la soledad del riu,
la negra pregonesa poblada de vestigis,
de races isolades,
en la nit que evocava la ciutat dels vells somnis.

Era l'èxit futur en la muntanya fosca,
il.luminada, encesa de clares lluminàries,
d'hipnòtiques voreres des del Battery Park,
de les Torres Bessones que emmarquen melangies.

La serralada màgica habitada d'engrames
on les llums de neó ens omplen de miracles,
de les joies vessades sangonoses del Greenwich,
des del centre del món.

Hem arribar ací del llarg itinerari,
amb l'orgull acomplert de ser el que volíem,
i estimar la bellesa i la bondat tenaç.

Enllà del Brooklyn Bridge
i del Manhattan Bridge,
resten el nous projectes que ens daran la victòria,
mentre la pregonesa negra
de les aigües del Hudson
mormolen profecies, fidelitats preades, destinacions ocultes
que se'n pugen al Chrysler
per albirar l'aurora.

NewYork, gener de 1997
d'Alacant





LA MARCA DEL DESERT

Transfiguració lenta
d'una terra esquelètica,
d'uns homes que van mirar el sòl sense esperança.

Invasió del desert.
Un ròssec clivellat,
uns arbres morts i soques esporàdiques,
parracs per tot arreu.

El vent fa rodolar carcanades de bot ges
sobre la terra blanca i neta,
assedegada, inhabitable, sola.

d'Alacant






CINC IMATGES DEL PORT

1.

Ventall de la nit a Copenhaguen

La nit replega guanys, collites,
i transforma amb bec negre el futur dels vaixells
que engronsen les voreres
amb el dolor del mar.

Sempre els colors vivíssims dels pobles mariners,
sempre l'ampla tristesa pels molls indefugibles.



2.

Inquietud

Cuques de llum,
o gestes fracassades en la foscor del dia,
reposen ignorades dintre els navilis orfes
del perill de naufragi.



3.

Retorn

Sonen les xàrcies dels velers ancorats,
i amb la certesa tornen
demà per la badia.

Vindrà l'aniversari de l'últim comiat,
tantes veus estimades que foraden l'atzar.



4.

Terrassa vora la mar

Regalima l'escuma
pels ulls, mentre els gots s'enjogassen
amb el delit del sol.

La joventut rossola
sobre l'aigua blavenca
capficant-se en els besos.



5.

Port d'origen

Després d'aquell viatge
innombrable per l'extensa ferida
plena de mar, a estones perfumada
d'una matèria de boira i de salnitre,
arribàvem ací,
país o llar d'inici,
la fondària d'entranyes on vivia aleshores
reblert d'una bondat sobtada
on els teus ulls centraven
l'univers que m'empenta,
on començava l'aigua.

d'Escandinàvia




AVINGUDA DE LLIBRES A UPPSALA

Passeig de dia clar
per un carrer de cases i exotismes,
amb ocells emblemàtics en joieries d'or,
amb lloros virolats i papagais vermells.

Amb un solell teranyinat contemplo
l'esperit d'una terra de seny universal,
amb habitants translúcids que recerquen el sol.

Amb un posat de fruïció escodrinyo
un entorn cultural que és estrany, però nostre,
amb botigues de llibres d'autors ben coneguts:
l'Estellés, Rodoreda, Ausiàs March, Tirant...

La nostra llengua ve amb la barreja densa
d'altres mons estimats:
Anglaterra i Castella bescanvien l'esguard,
conversen amistoses al damunt dels estants.

Mentre el sol escasseja,
i els homes s'entristeixen,
i miren cap al sud
tot enyorant atzurs
amb escates d'argent,
gaudint en l'equilibri fugisser
d'un dia blanc llunyà de la tempesta.

d'Escandinàvia





OQUES SALVATGES SOBREVOLEN EL PARK FROGNER

Idil.li de tudons,
idil.li clar que esclatava a la gespa.
Anhel en blau – i sempre més intens –
envers la llar de Bòreas
on la llum evocava
avantpassats de glaç sobre la neu.

Qui esmolava núvols
sobre el record vivent de la infantesa?

Dorm el bell territori de la imat ge.
Dorm el somni daurat de l'existència.

Enllà dels tossals foscs i del silenci,
el cel orb blau tramet indicis
que en els deserts crepuscles de la cendra
contemplen uns camins imperceptibles
que exhalaven els boscos
batent ertes aurores
en obagues profundes
que les ales rebutgen després d'acomiadar-se.

d'Escandinàvia





L'INICI DE LA SELVA

Recorren
dreceres sensitives
tot a trenc de fugida,
esquerpes
paraules encalçades.

Somiem raigs de l'alba.
I la pluja de fulles que esborra la sendera
concretava un món mític:
els mots que l'aura venta
als cimals dels grans arbres.

Suraven transparències
en l'obaga recòndita
on tranuiten les bèsties.

Místic recer de vidre:
la blanca lluna estesa
sobre flaires antigues
de fenc i de reseda.

La selva primigènia...
L'inventari lletreja
una pàgina muda
del misteri, vorera
més enllà de la terra,
tènue polsim,
anunci
d'una vella promesa
feta de gespa,
de gessamins,
de pluja.

d'Escandinàvia





LA MORT DE NARCÍS

ECO PLORA ENTRE ELS CINGLES

- Hauràs de recordar-me sobre l'aigua
que remourà l'onada
a les noces remotes...

Eco dorm en silenci dintre el fons dels espills,
dintre el rostre profund que l'acompanya,
en la fosca carícia dels albirs impossibles.

Immaterial esposa
dels sexes enigmàtics
descansa entre els abismes del deliri
que mai no ha d'arribar
a la suprema joia de la pell.

Tràgic destí d'amors sense esperança.




LA PLUJA I NARCÍS

Mentre l'aigua quieta
del llac esdevenia núvol,
i la pluja, revenja dels déus de l'esguard,
naufragi dels espills esborraven de l'èxtasi
la troballa del rostre.




LA MORT DE NARCÍS

No sé si les ondines esborraren el rostre
a l'espill de les aigües,
o el frec de les libel.lules,
o l'aura que es llevava,
o tu mateix vas caure
sobre els déus de la terra
i esdevingueres flor, èxtasi de la riba.

Copse la teua absència
per les voreres àrdues,
la incògnita frescor d'un ròssec d'immanència
que s'enreda pels joncs
i mormola paraules
dèbils i imperceptibles
que nien fongs i aspreses.

Llarga cua dels somnis
em dava la resposta.
Conreu de la mirada
que cercava les hores
netes des de la casa
on cada vespre tornes.

Ulls de l'antic amor,
amant desarrelat pel camp de l'esperança,
sense remei desfet,
cada vegada més, entre les aigües.

d'El rostre de l'amant





DONA FOSCA SOBRE EL CAPVESPRE DAURAT

Dubtosa vida
Dubtosa vida sobre la penombra,
amarg exili per a la gaubança,
terme d'origen sobre el mar que adores.
Desfetes nanses.

Vingueres fosca sobre el mar de vinyes,
eterna, insomne des de la carena
on amples cercles evoquen la brega
que sempre plores.

Des d'una immensa soledat vingueres,
indestriable del destí, refugi
d'extenses vores de benevolència
que ens acaronen.

Empenta les naus com la maregassa,
encèn els astres amb la teua vida,
immola pels déus tots els sacrificis
que t'ofrenàvem.

Torna a l'encontre dels qui t'estimàvem,
vestida amb randa i arracades belles,
oberta al tàlem que ens oferiria
sort a la terra.

d'El rostre de l'amant




VETLADA D'HIVERN

L'impuls de la tristesa
tramet isardes noses
a l'escalf del tendur.

Espai de la cadència,
compàs de la feblesa.
S'eternitzaven llibres,
envans, projectes, quadres...
Contacte de l'enyor
fet somieig, paraula,
furtiva coincidència,
intimitat covada
amb els sexes fantàstics,
amb tions que ens abranden.

Història que vessa
enderrocs de l'oblit,
dies melangiosos
que imaginem sublims
oberts sobre el misteri.

El teu millor somrís
ha tramès la bellesa
dels recers en la neula.

d'El rostre de l'amant






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ROBERT P. T. COFFIN [18.912]

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Robert P. T. Coffin

Robert Peter Tristram Coffin. Escritor y poeta.
Fecha de nacimiento: 18 de marzo de 1892, Brunswick, Maine, Estados Unidos
Fecha de la muerte: 20 de enero de 1955, Brunswick, Maine, Estados Unidos
Educación: Bowdoin College

Profesor y poeta norteamericano, nacido en Brunswick (Maine). Alumno del Bowdoin College y de las universidades de Princeton y Oxford, fue profesor del Wells College (1921-34) y del Bowdoin (desde 1934). 

Con su Strange Holiness (1935) obtuvo el Premio Pulitzer de Poesía 1936. 

Sumamente polifacético, cultivó con éxito diversos géneros: la poesía (Ballads of Square-toed Americans, 1932, Maine Ballads, 1938, Colleted Poems, 1939 y Poems for a Son with Wings, 1946); la novela (Lost Paradise, 1934 y John Dawn, 1936); el ensayo (An Attic Room, 1929); la biografía (The Dukes of Buckingham, 1936); y la historia (Kennebec: Cradle of Americans, 1937).

OBRA:

No-ficción:

Book of Crowns and Cottages (Yale University Press, New Haven, 1925)
Laud, Storm Center of Stuart England (1930)
The Dukes of Buckingham, Playboys of the Stuart World (1931)
Portrait of an American (The Macmillan Company, New York, 1931)
Lost Paradise (Autobiography) (The Macmillan Co. New York, 1934)
The Kennebec: Cradle of Americans (Farrar & Rinehart, 1937) (First volume in the Rivers of America Series)
Maine Ballads (The Macmillan Co., New York 1938)
Primer for America (1943)
Mainstays of Maine (The Macmillan Co., New York, 1944)
Maine Doings (Bobbs-Merrill, New York, 1950)

Ficción y poesía:

Christchurch (Thomas Seltzer, New York, 1924)
Dew and Bronze (Albert & Charles Boni, 1927)
Golden Falcon (The Macmillan Co., New York, 1929)
The Yoke of Thunder (The Macmillan Co., New York, 1932)
Ballads of Square-Toed Americans (The Macmillan Co., New York, 1933)
Strange Holiness (1935)
Red Sky in the Morning (The Macmillan Co., New York, 1935)
John Dawn (1936)
Saltwater Farm. J. J. Lankes (illustration). (The Macmillan Co., New York, 1937.)
Thomas-Thomas-Ancil-Thomas (1941)
Book of Uncles (The Macmillan Co., New York, 1942)
Poems for a Son with Wings (1945)
People Behave Like Ballads (1946)
Yankee Coast (1947)
One Horse Farm (The Macmillan Company, New York, 1949)
Apples by Ocean (The Macmillan Company, New York, 1950)
On the Green Carpet (1951)



La traducción es de Sergio Eduardo Cruz.


El corazón secreto

Él recordaría a través de los años
a su padre de una forma particular.
En la hora más negra del anochecer,
despertaba viendo la luz encendida.
A medio sueño, él era un gigante
con las manos cubiertas de flamas.
El hombre había encendido un fósforo
para ver que su hijo estuviera dormido.
Juntaba en sus palmas la chispa densa
que su amor había invocado en la oscuridad.
Sus dos manos parecían tener la forma
de un corazón entero, lleno de belleza.
Parecía al hijo que su padre vistiera
un corazón que brillara de tal manera
que ni él ni nadie, despierto, pudiera ver.
Le parecía que su rostro, en ese entonces
era demasiado tierno para las trazas del día.
Y, en un instante, después de iluminar todo,
el corazón secreto tuvo que apagarse.
Pero, al menos, brillo por tiempo suficiente
para que él se diera cuenta de las manos
que podían sostener el sol.



The Secret Heart

Across the years he could recall
His father one way best of all.
In the stillest hour of night
The boy awakened to a light.
Half in dreams, he was his sire
With his great hands full of fire.
The man had struck a match to see
If his son slept peacefully.
He held his palms each side the spark
His love had kindled in the dark.
His two hands were curved apart
In the semblance of a heart.
He wore, it seemed to his small son,
A bare heart on his hidden one,
A heart that gave out such a glow
No son awake could bare to know.
It showed a look upon a face
Too tender for the day to trace.
One instant, it lit all about,
And then the secret heart went out.
But shone long enough for one
To know that hands held up the sun.

http://circulodepoesia.com/2016/07/100-pulitzer-poets-robert-p-t-coffin-1936/



The Way To Know A Father

No man knows his father till he sees
His father in the son upon his knees;
The best way for a man to understand
His father is to hold him by the hand.

When he is small enough, a father s face
Is full of starriness and looks like space
Above the trees upon an August night,
And his dark future is unfathomed light.

What his son and his son’s sons will be
Is there for any man to see;
The father sits with wonder in his gaze
To see the sure design of his own days.

What was behind the sorrow and the lust,
What was behind his father s work in dust
Was holy, single life unearthly keen,
Clean as the petals on a star are clean.

A grandson tells what no man dares to tell
When he is deep in living and feels well:
That any son is more than one man s heir
And wears all proud men s glory on his hair.




The Foot of Tucksport

Colonel Jonathan Jethro Tuck
  Was a gold-lace man,
He had lived in clover all
  His ruddy threescore span.

He had a house with porticoes
  Above Penobscot River,
Eleven tall and handsome sons
  Had fallen from his quiver.

The forest had been beaten back
  By his plow and harrow,
His cattle made a dozen hills
  Groan with milk and marrow.

He had a wife whose powdered hair
  Stood high as a crown,
The tortoise combs upon her head
  Came from London Town.

The buckles on her slender shoes
  Came from far Peru,
The roses of rich France were in
  Every breath she drew.

The King’s word was the colonel’s word,
  The colonel gave the law,
The colonel’s name was on the town
  And all the fields he saw.

No ship put out of Tucksport Town
  Without the colonel’s nod,
Upon the blue Penobscot hills
  The colonel lived like God.

There was only one small cloud
  In all the wide blue sky --
A bent old woman with a strange
  Blue fire in her eye.

She lived where the forest reared
  Its head against man’s coming,
She had much to tell herself,
  She filled her house with humming.

The pine boughs met above her roof,
  The partridge raised her brood
By her doorstep, and the owl
  On her ridgepole whooed.

The Tucksport boys walked miles around
  Rather than pass her door,
At night, thin tongues of flames stood up
  Along her roof, they swore.

No white man drew her latch’s string,
  But sons of Ishmael
Came by night with painted cheeks
  Red as flames of hell.

The woman had a single son,
  His arms were grown man-size,
He trailed his fingers in the dust
  Beside his boy-length thighs.

When good people met the waif
  On a woodland way,
They said the Lord’s Prayer to themselves
  And rued the ill-starred day.

The creature’s eyes were like the eyes
  Of moths by candle light,
His comrades were the Indians,
  His daytime was the night.

But the forehead and the hair
  On this misshapen man
Were the forehead and the hair
  Of Colonel Jonathan.

The aged woman of the woods
  Smiled horrible to see
When the colonel passed her hut
  In lace and finery.

Her face had had a beauty once,
  The ruins of it showed
When her blue and blazing eyes
  Were bent upon the road.

No one knew the woman’s name,
  But she had sojourned there
From the year the colonel broke
  The wild sod with his share.

When she walked the Tucksport streets,
  Miserable and wan,
The children dogged her heels and cried,
  "Red **** of Babylon!"

One day when the wind was up
  And whitecaps flecked the tide,
The woman stopped the colonel's coach
  And spoke to the colonel's bride.

They brought the colonel's Lady home
  With fingers hid with rings,
But her face was whiter than
  The seagull's windy wings.

She lay and never spoke a word
  But twisted at her lace,
She turned her eyes away to sea
  From her husband's face.

The colonel buckled on his sword
  And set his jaw Like stone,
He rode into the windy night,
  And he rode alone.

What passed between the woodland crone
  And Colonel Jonathan
Lay with God. 'Twas never known
  To any mortal man.

But people living near heard screams
  Above the wind and weather,
"I will not go! In life, in death,
  We will be together!"

Some there were who swore that lights
  Flickered thin and blue,
And there were some who smelled the smell
  Of blazing brimstone, too.

And in the morning there were coins
  Scattered on the mold
And the King's face staring up
  With his eyes of gold.

Next day, the colonel sat in church,
  The pastor sat beside,
And the woman sat below
  With her thin hands tied.

"If there be any Christian here
  To swear this dame is evil,
Let him speak, that we may judge
  If she be of the Devil!"

A man with deep-set eyes arose,
  "I, Jotham Merriam,
Saw this woman ride one night
  On a shining tam!"

A woman rose. "I have no child.
  When I am brought to bed,
This scarlet woman taps my door,
  My children are born dead."

"I, Jared Snow, have seen a track
  On this woman’s roof,
It was printed on the frost
  Like a deer’s split hoof!"

"I, Ebenezer Scattergood,
  Find my horses' tails
Full of knots, and all my joints
  Are full of red-hot nails!"

"I saw this woman’s son go up
  And walk upon the trees,"
Another swore. "He walked upon
  His hands and twisted knees!"

"When this woman looks at me,
  Spoke little Nancy South,
"I fall down on the road, and snakes
  Come squirming on my mouth!"

"I saw this woman stand one night,"
  Cried Noah Waitstill Phipps,
"A big black-man a-hugging her
  And kissing of her lips!"

The pastor rose, pale as a sheet,
  And to the judge he turned,
"Holy Writ makes plain the brood
  Of Endor should be burned.

Judge Tuck got upon his feet,
  He drew deep in his breath,
"I sentence thee, Ann Harraway,
  To be burned to death!

"Thou shalt be bound to thine own house,
  And we will burn the whole,
And may the living, gracious God
  Have mercy on thy soul!"

There was a silence as between
  The lightning and the thunder,
Then the mob rose up to lay
  Their hands upon their plunder.

The withered woman shrieked and called
  On God and Holy Writ,
"If I wear scarlet, there he stands
  Who painted me with it!

"There stands the father of my son
  Who swore to wed with me!"
"Out and away!" the pastor cried,
  "On this foul blasphemy!"

Hands reached out and stopped her mouth,
  Hands reached and tore her gown,
The people dragged her from the church
  And out of Tucksport Town.

The afternoon was blue and bright,
  But thunder reared its crest,
Whiter than the driven snow,
  High up in the west.

They dragged the crone to her poor hut,
  They tied her to her door,
They brought and heaped the withered boughs
  Against the rags she wore.

The thunderhead touched on the sun,
  And a shadow came,
Just as Colonel Tuck bent down
  And touched the boughs with flame.

As the fire bit the wood,
  The woman’s voice rang clear,
And every person in the place
  Her dying words could hear:

"I curse thee now, Jonathan Tuck,
  With my dying breath!
I curse thee for thy days in life
  And thy days in death!

"Thy life on earth shall be a hell,
  And hell shall be thy grave,
Awake or sleeping, quick or dead,
  Naught thy soul may save!

"The sweat that trickles from thy brow
  Shall bring to thee no peace,
Thy fruit shall wither, and thy dreams
  Shall bring thee no release.

"By sun, by starlight, sick or hale,
  I will be with thee still,
I will go beside thy way
  To turn all things to ill.

"And so long as a monument
  Marks a grave of thine,
So long shall my curse inscribe
  Thy tombstone with my sign!"

She finished, and a thunderclap
  Rent the heavens after.
The flames leapt up and folded her,
  And she burst into laughter.

Peal on peal the thunder rolled,
  And every spine there tingled
To hear the woman laugh at death,
  And mirth and thunder mingled.

The fire took the little things
  The woman had befriended,
Mice and tiny finches screamed,
  And in the red blaze ended.

A little adder, scorched and hurt,
  Crept from out the coal,
"See!" the people hissed, "there goes
  To Satan her lost soul!"

The storm burst blackly overhead,
  The lightning forked its tongue,
One of the woman's bony legs
  In the fire swung.

At that instant from the woods
  There came a mortal groan,
The old crone’s son came running out
  And seized the smoking bone.

He clasped the poor foot to his heart,
  And lit by thunder light,
The dwarf ran to the woods and plunged
  Forever from men's sight.

Then the rain came and the wind
  And washed the earth like new,
And men went home and thanked the Lord
  The sorry work was through.

Colonel Tuck went back to see
  To oxen and to ships,
But jest or smile there never was
  Again upon his lips.

The colonel's lady lingered on
  Until the Autumn rains,
The colonel buried her when leaves
  Lay golden in the lanes.

Colonel Tuck lived to himself
  In his empty house,
People said the man was wrong
  Not to take a spouse.

His cattle covered all the hills,
  His grandsons spread like grass,
Every man in Tucksport touched
  His forelock as he'd pass.

But the lord of Tucksport went
  Like a man apart,
The memory of his wife, folks said,
  Had closed and sealed his heart.

When he was old and full of years,
  They bore him on their shoulders
To his grave, and set above
  One of his own boulders.

But on the granite face of it,
  Below his honored name,
Within a week of burial,
  A strange, dark symbol came.

It was like a bony foot
  No scrubbing could erase.
The family had the mason come
  And cut another face.

But in a day the foot returned,
  And memories were stirred,
People put their heads together,
  And whisperings were heard.

The family raised a granite wall
  Around their founder's tomb,
But the whisperings went on
  And the word of doom.

Two hundred Winters have not washed
  The Tucksport stain away,
The foot is on the colonel's grave
  Till the Judgment Day.





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LÊDA SELMA [18.913]

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Lêda Selma

Baiana de Urandi, Lêda Selma (de Alencar) reside em Goiânia-GO-Brasil, é graduada em Letras Vernáculas e pós-graduada em lingüística. 

Presidenta da Academia Goiana de Letras/AGL, é membro da Associação Nacional de Escritores/ANE, União Brasileira de Compositores/UBC, União Brasileira de Escritores/UBEGO, Instituto Brasileiro de Culturas Internacionais/InBrascI. 

Poetisa, contista, cronista, palestrante. Integra várias antologias nacionais e internacionais. É verbete em diversos trabalhos críticos goianos, e, também, em obras de alcance nacional e internacional. 

Participou, com noites de autógrafos, de várias bienais internacionais do livro. Publicou 16 livros: Poemas - Das sendas à travessia; A dor da gente; Fuligens dos sonhos; Migração das horas; Silencios de viento y mar; À deriva; Sombras e sobras e De Sinas e ceias. Contos/crônicas – Pois é, filho...; Até Deus duvida; Nem te conto; Hum...Sei não!, Eu, hem?!; Sortidos e requentados e Mexidos e remexidos. Ensaio – Erro médico: uma ferida social. Recebeu vários prêmios, troféus e diplomas.
Foram-lhe outorgados os títulos de Cidadã Goianiense (Câmara Municipal de Goiânia) e Cidadã Goiana (Assembleia Legislativa de Goiás)  

ESTUDOS ACADÊMICOS SOBRE SUA OBRA:

Dissertação de mestrado PUC/GO – Profª Mestre, Maralice Silva Borges A pluralidade de gêneros e imaginário na obra de Lêda Selma (livro). 

Estudo de Pós-doutoramento – Prof. Dr. Iêdo Paes – UFR/PE - Por entre águas, morte e desejos: a tessitura do imaginário em Lya Luft e Lêda Selma – uma incursão pelos labirintos poéticos (no prelo).



POEMAS DE LÊDA SELMA

                               DO LIVRO SILENCIOS DE VIENTO Y MAR

                               
VUELA

                                      Si tu sueño                                        
es mayor que tú,  
alarga tus alas,
destroza tus miedos,
amplía tu mundo,
dimensiona el infinito
y parte en busca de la estrella...
Vuela alto. Vuela lejos.  
Vuela libre. Vuela.
Y desparrama por el camino
la soledad que te robó
tantas fantasías,
tantos cariño
y tanta vida.
                                

SOLEDAD

Soledad no es apenas
sentirse solo,
    sofocarse en la nada
    y apagar las estrellas.
Soledad no es embriagarse
    en la soledad del miedo,
   quedarse al margen del sueño
  o del silencio del río. 
                       
Soledad es, sobre todo,
    saberse visceralmente
    vacío.                   
                       

         
INSTANTE

Siéntate aquí,
bien junto a mí,
escucha atento mis ojos,
pon mi corazón en su regazo
y tu deseo en mi vientre.
Es noche.
    Y el tiempo
    tiene todo tiempo.

Siente los pasos de mis dedos
sobre tus caminos de fuego,
 desata tus  miedos todos
 y deja el sueño escapar.
Ven.
El tiempo 
es madrugada.
En el milagro del instante,
tranquiliza tu desasosiego,
acoge esta voluntad febril,
 haz de la entrega una tregua
y deja la verdad huir.
Es día.
Y el tiempo
tiene prisa ahora..



FUI TUYA

 Fui tuya
 hasta cuando soporté
 ser sola
 y tuve el coraje
  de mantener el peso
  de tus miedos
  y de tu soledad.


SIN REPARACIÓN

Quebrado estás
y han escondido tus pedazos.
        En silencios olvidados
        los miré jugados.

Me quedé a juntarlos,
pero he conocido, ahí,
sin consuelo, la verdad:
        no había más reparación.




CERTEZA

Es preferible
el silencio
de los dolores guardados
y la soledad
de las saudades envejecidas,
que el rastro sin dolor
de la nada.

                         
DÉJAME

...fingir la saudade
que no llegó
ni ha enviado aviso.

Déjame mentir
la ausencia insípida
del sueño muerto.

Déjame sufrir                
    la verdad 
 de esta mentira 
vacía 
    hasta el mismo 
    dolor.


CONTRADICCIÓN
 
La esencia perdida de mí
he buscado en tu profundidad.
Y nazco de tus manos
como un jazmín de oro
en pleno otoño de Dios.

En tus manos,
clavos: cariños rasgados,
restos de espera,
hilos de casi nada
y soledad a veces.

RESTOS DE SUEÑOS

Lavé los secretos
 que olvidaste
 en mis ojos.
De tus sueños,
 nada he guardado.

Lavé las marcas
 que olvidaste
 en mi soledad. 
De tus miedos
 algunas semillas.

Poco he guardado           
 de nuestro amor:
 sólo vacíos de violín
 en el viento,   
 y los daños
 que aún caminan terribles
 por mis sueños 
 en restos.



EN MEDIO DEL PECHO

Bicho indomable,
   el corazón mira
   por los ojos
   el silencio huyendo.
Y siente que la lámina
  (sin corte)
   duele más,
   mucho más!
Y hace el dolor 
       más rojo.

    (... en el medio del pecho,
    un corazón, sueños baldíos
    y muchas piedras).




INERCIA DEL MURO

He violado la inercia del muro
 con mi grito rojo.
La palabra empuñada
 he colgado
 en el eco viajero.
Y sin retoques
 dejé expuesta la cara
 sin forma del mundo.

Y el muro que era
 sólo blanco           
 – y omiso –
 tiene ahora boca
 y también grita.
 Y es poeta!





.

TERESA TORRES [18.914]

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Teresa Torres

Nace un otoño en Cádiz, en el seno de una familia numerosa; ocho hermanos, un varón y siete niñas siendo ella la penúltima, hecho que marcó agradablemente su infancia; siendo aún muy pequeña se traslada a Málaga con su familia, aquí, pasea, vive, crece, se enamora y es madre. 

Adora esta ciudad, la gente, el mar, las calles de Picasso, por eso acaba definiéndose como gaditana de nacimiento pero boquerona de sentimiento.

Lectora empedernida de autores básicos para ella como Borges, Sabines, Neruda, Cortázar, y aunque resulte contradictorio nutriéndose de tanta la lectura confiesa que nunca le atrajo la escritura y que lo que la motivó a escribir fue el querer expresar sentimientos del día a día que son los que más influencia tienen en ella, por ello decide decantarse por una poesía más intimista y amorosa. 

Ha mantenido a lo largo de años diferentes blogs personales, así mismo publican sus trabajos en varios blogs literarios y colabora habitualmente en revistas digitales.

Comparte la poesía también de una forma más directa, entre tertulias y recitales poéticos.

Siendo partícipe en Ronda de la 1ª Jam Session en el Encuentro de las Naciones Unidas de las Letras.

Colaborando para Amnistía Internacional- 5º Grito de Mujer. En Ecópoeticas y Lecturas contra la Homofobia, e incluida en la antología internacional la Luna en Verso creada para la Noche en Blanco de Granada. 

Y sigue, en un no parar, con esa inquietud que no la abandona nunca de necesitar -como en el amor- siempre un poco más.

Algunos sitios dónde ha recitado:

-Ateneo de Málaga- Ciclo Encuentro entre amigos-. 
-Liceo de Málaga- En sus ciclos poéticos-.
-Museo Revello de Toro- Ciclo palabra cruzadas. 
-MUPAM- Museo del patrimonio municipal- 
-Primer Encuentro de las Naciones Unidas de las Letras- Ronda.
-Festival internacional de poesía para Amnistía Internacional- 5º Grito de Mujer- Málaga. 
-Museo Carmen Thyssen- Lectura de poesía- Homenaje a la Mujer- Málaga.
-Radio Onda Azul -Programa “La radio es tuya” de Manuel Reina Olmedo. Málaga.
-El Pimpi marinero- Ciclos de poesía con el grupo XXI.
-Café con arte - XXII Tertulias poéticas artísticas- Málaga.
-Máslibroslibres Recitales poéticos en los aniversarios.
-Ecópoeticas y Lecturas contra la Homofobia- Organizados por Máslibroslibres.
-Plenilunio siglo XXI- Poética en movimiento- Torremolinos.
-Namasté- 16º Poesohail-  Fuengirola.
-Carretería 19- I Encuentro del grupo "POESÍA DEL SIGLO XXI"
-La Noria- II Recital de “Poesía del Siglo XXI” - Málaga.
-El Descorche Vinoteca- Ciclo "Encuentros con la Cultura" -Torrox-costa.
-Sala Chelamar- Ciclo de poemas Nocturnos.  Málaga. 
-Librería Rayuela-  Ciclo de poetas inéditos. 



Poemas del poemario inédito:
 “Vaivén”




Más allá de todas las lunas,
hoy ya sé
que voy a entregarte un millar de mañanas.


VAIVÉN INFINITO

Ciernes cómo fragua tu peso en mi cuerpo.
Eres empuje, puro afán
caricia en mi vientre
y vaivén infinito.

Fábula volcánica… que ya no pudo esperar más.




RENACER

Como lo haces ahora,
bautiza las alas de mi silencio 
con la rúbrica lenta, 
suave y amorosa de tu boca. 
Ampárame en el vaho de tus ojos, 
en la transparencia de tu cariño
y en los surcos desnudos de tus manos.
Hazlo, para que yo vuelva siempre,
como lo hago ahora,
a renacer por encima de todas las nubes.



EN TI

Son imparables las ganas
de identificarme de nuevo en tu aliento
y entregada desnudar la fiebre en cada beso.

Sí, volver para pronunciarme en tus venas
llevando el deseo al extremo,
cuando sibilina repte por ellas,
que me sientas sustancia
imprescindible de tu ser, 
ser de ti en ti.

Que me lleves,
que me vivas,
eso quiero vida mía,
que en tus venas siempre me vivas.



GLADIADOR DE MIS DESIERTOS

Quiero que atravieses todas las tierras,
gladiador de mis desiertos,
que mantengas sobre mi vientre 
-como siempre-
todas las lluvias.
Que todos los días con tu boca,
declames  un zarpazo certero,
desenterrando las causas que me cautivan,
las que subyacen azules 
en los delirios oscuros de mi lengua.



PÁJAROS

¿Si llegara la intemperie de tu boca a mi cuerpo,
amanecería sin el cantar de las gaviotas?
¿Sin la cotidiana melodía de los canarios?
¿Sin el zureo de las palomas?
¿Sin el trinar de ese pequeño gorrión
que es okupa en el alfeizar de mis ojos?
¿Si llegara la intemperie de tu boca a mi cuerpo…
se morirían todos los pájaros?



DISCERNIR

Que sólo fue;
Traspasar las tinieblas
para brotar
en el vórtice febril de una perfecta simbiosis,
cuando saciando la espera
era la entrega,
entre el soberano ritmo de tus formas
y el lascivo aljibe de tu boca.

Qué luego sólo fue;
El despropósito intento de discernir
para no caer en la demencia.



OLOR A BOSQUE

En mis manos ahora
todos los murmullos calientes
mientras el cielo se expande 
y yo empiezo a pensar 
en lo que somos
y por qué no somos siempre así
igual que cuando trepidamos lo puro.

Ven.

Haremos el amor, 
cómplices emanando olor a bosque.
Mi labios devorarán explicaciones,
tus garras quemarán retornos.




Poemas del poemario inédito:
“El hábitat del camaleón”




De luz y hondura
toda la noche se detuvo
dentro de aquella magia.
Una mirada y se ofreció el mundo
sin versos.
Descendían luces en la oscuridad
ocupando dulcemente mi carne devota
y mi corazón.
Nunca la eternidad sembró tanto en los surcos de unas manos.


***


Eres la piel de la marea donde quisiera ser verso algún día.

La vida fluye como un río solo por seguir besando sus orillas

él estaba allí apostado sobre las tinieblas,
desprendido de matices,
ofreciéndome la inmensidad de sus latidos.

Yo vadeaba las dudas hasta llegar desnuda y plena;
como el delta de un río fluyendo
hacia el interior de un sueño,
abierto e irrenunciable.


***


Nunca llega como la calma

rebosa el amor
que me patalea el aliento,
gana todas las guerras
y viste de luz mi ser.

Este amor que me tiene suya,
que penetra mi cuerpo
hilvanando sílabas,
que me abre a los abismos
y aplaca lo preciso; 
que sostiene lo soluble,
y se me clava como la vida.

Es donde me cobijo
para vencer todas las noches de marzo.


***



Quédate conmigo

hagamos un nido 
con nuestras manos
que oculte dentro la noche.
Refugio de dragones 
agotados y sin rumbo.
Hagamos que suavicen su sed, 
que retornen al saber de su inmortalidad
contemplando el elixir de la luna.


***


Decían que sus ojos eran tierra de nadie
que no hubo flores en aquella ventana
ni en el tiempo de los jazmines.

Decían que tras las cortinas
se ocultaba un ser insoportable,
sin luz ni para crear su propia sombra.

Ella guardando en su pelo el silbido
de un secreto,
suspiraba taquicardias,
impregnando de aliento los cristales,
extendiendo su lengua hacia el infinito,
dibujando junto a su sonrisa... un mundo de pájaros.


***


Nunca des todo el corazón.
Butler Yeats.

No hubo ventanas donde dejar marcado el aliento

y dibujar un signo que perviviera en nuestra mente.

Casi sin esperanza de volver a tocarnos
y después de elevar todo el rumor sobre las sábanas,
entregando, floreciendo, abriendo...
todo el rojo de un amor envuelto en distancia,
nos dormimos.

¿Cómo pudimos dormirnos?
Ahora soy el vaho de un corazón ahogado de insomnio,
y tú el cristal donde me derribo.



***


Necesito volver a descansar desnuda
 bajo la sombra de los alisos,
mientras tú esparces por mis labios
 todos los perfumes prohibidos de la tierra.


Allí, donde las islas
navegué por la ternura que me dejó la memoria
por el escalofrío del privilegiado
y en silencio y desde el silencio
se alzaron mis alas 
-nuevamente-
hacia allí, donde las islas. 
Allí que siempre me aguarda
la profundidad de nuestro cielo, 
ese que nadie ve.


***


El enjambre de este vuelo no es lejanía.

Al costado de los océanos siempre se alinean las nubes
cuando sin fronteras los sueños derriten la nieve
y viajan sobre el color azul y sobre el gemido del viento.

Como un eco en la eternidad del verdadero verbo,
como el aire entre las alas de los ángeles,
y como lo inmortal de tu boca al fondo de mis piernas.

Y yo mientras… mortal y tuya.



***




Quizás fue la encrucijada

o el pentagrama silencioso del agua
esperando los acordes 
de unas yemas.

Quizás la caricia o los gestos
deslizándose 
como ovillos de seda.

O quizás, no sé, la vida que se vuelve ágil
y te descalza... para que sepas.






.

CLAUDIA BRAVO MARTÍNEZ [18.915]

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Claudia Bravo Martínez

Nació en la ciudad de Talca, al sur de Chile, el 12 de julio de 1981.
Claudia Bravo Martínez es periodista de profesión. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación, entre los que se cuenta un destacado paso por el Diario El Centro.El año 2015 publica un librillo de poesía denominado “Trozos de mí”. El 2014 obtiene el tercer lugar en el Concurso Mujer Talquina con el cuento “La obra de arte”, acaba de publicar “Claustro”. Helena Ediciones, Talca, 2016. 




Sueño nocturno

Mi vida la tengo hundida
en tu mundo pasajero.
Tu oscura vivencia
en penumbras placentera.

Amarrada me tienes
a tu mástil indómito.
Las mareas de tus brazos
mecen mi barca con violencia.

A lo lejos
en mi horizonte
está mi aura tormentosa.

Ahógate tú
en mis profundidades.
Desplázate en ellas,
mézclate conmigo...

Que me pierdo en ti,
sin esperanza alguna
de ser salvada.




Titubeas 

Titubeas mientras recorres el contorno de mi cuerpo
Y tus labios exploran mi cuello 
Mis manos ansiosas aprisionan tu sexo
Y los besos arden en un vaivén peligroso
Las lenguas entrelazadas ansían la compenetración de los cuerpos

Titubeas mientras un fuego interior dirige tus actos
Te detienes y me observas,
Te agitas y me besas 
Me aprisionas la cintura mientras tus palmas me invaden bajo la ropa

De espaldas me apegas a tu cuerpo
Te siento tan cerca
Tu gemido callado sólo es perceptible para mi oído
Me deseas fundida en ti
Y yo te deseo dentro de mí…

A pesar de todo, paradójicamente entre tus actos
Titubeas
Vuelves a detenerte…
«No puedo continuar»
La contención se tensa con mi cuerpo entre tus brazos

Quieres seguir…
Pero no puedes…
«Te deseo», me dices…
Yo también te deseo
También quiero algo de ti en mi sistema
Poseerte completamente…
Pero…
Lástima…
Es el tiempo quien nos cierra la puerta…






La escritura como ejercicio en el encierro
(Sobre el poemario “Claustro”, de Claudia Bravo. Helena Ediciones, Talca, 2016. 52 páginas.)

Por Bernardo González Koppmann 


“Quizá la locura no sea sino una excusa para seguir soñando”
Leopoldo María Panero



Al introducirme en esta Poesía tuve que ir apartando, como lector, lentamente, todo lo superfluo que me impedía respirar el aire puro de las cosas verdaderas, al revés de quien antes de encender una fogata debe apilar leña seca, partirla, astillarla, para luego arrimarle una chispa a esa chamiza que incendie el tiempo y el espacio donde habitamos por estos días de nieblas bajas, bajas, tan bajas que parecieran brotar de nuestro propio jadeo existencial. Es el devenir de toda historia personal y colectiva: pararnos frente a un abismo brumoso para, enseguida, añorar el refugio, el hogar, el lar donde reconstruir las utopías. Es la imagen que me invento, la del mendigo o mendiga que brega en la búsqueda de una paz interior extraviada en los caminos de la vida, sentado o sentada frente a las llamas que bailan en los muros de su encierro, de su claustro.

Claudia Bravo (Talca, 1981) en esta obra llamada, precisamente, “Claustro” nos induce a encontrarnos con nosotros mismos en la soledad y en el silencio de lo absoluto. Desde ahí, desde lo primordial, nos describe su tránsito errabundo por el territorio de los sueños y los temores; repta, nada, vuela a través de las sombras de sus noches de insomnio hasta que vislumbra resplandores de un arcano, de un secreto amanecer, antes que lo cubran nuevas tormentas que nunca cesan de ir y venir por su alma inquieta, por su conciencia traspasada de dudas y certezas,  torbellinos que entrechocan y se entrecruzan en estas páginas tras una restauración o un atisbo de cordura donde, al fin, se pueda templar el espíritu acongojado.

En ese vaivén -entre la angustia y la euforia- se han escrito estos poemas, como una forma de liberarse de tantos fantasmas que nos persiguen en esta sociedad fracturada, lejos de los valores esenciales del ser humano; fantasmas, a saber, como el miedo, la pena, el vacío de los objetos en series, el nihilismo, la despersonalización, la degradación de lo metafísico y otros vicios modernos que sería largo enumerar.

“Claustro” está compuesto por cuatro apartados o capítulos -“Anidación, “Manía”, “Claustro” propiamente tal y “Redención”- que en su conjunto reúne 27 textos, escritos todos ellos con un lenguaje coloquial no exento de tropos y figuras literarias, a través de las cuales logra comunicar sus pesadillas, opresiones y congojas dentro de un proceso donde la presencia de la ciclotimia como trastorno bipolar se incuba, desarrolla y desaparece revelando un yo poético frágil y vulnerable frente a la contingencia y sus crueles intemperies. Sin embargo, y he aquí lo esencial de esta propuesta, a mi humilde parecer, el hablante cuando se halla más acorralado, agobiado o vulnerable brega incansablemente contra el destino y se va humanizando verso a verso hasta el límite de concebirse como un nuevo ser, como otra persona ya restaurada, lúdica y plena en las palabras a las cuales se aferró durante y después de cada crisis.

Así, la Poesía adquiere toda su potencia estética, cuando transfigura el caos en luz genésica, fundadora de seres imaginarios, alegóricos, metafísicos, rebosantes de aromas, colores, sonidos y texturas que vienen a otorgar la dignidad de lo perdurable y de lo trascendente a aquello que parecía irreversible: el dolor.

Sólo la fe en la lectura de sus autores amados y la escritura de estos apuntes y borradores, donde se reconcilia con su ánima, parecieran acompañar a Claudia Bravo en la búsqueda de la paz interior.

En la palabra, en la Poesía, ella se ovilla y se expande, se exilia y retorna, se sacrifica y resucita a una vida que, a pesar de los pesares, aún vale la pena respirar, olisquear, degustar, palpar y compartir, ya sea en una mirada, en una sonrisa o en un suspiro imperceptible que se escapa al hojear este libro de poemas como el mejor de los paraísos.

Enhorabuena.





MARTHA LETICIA MARTÍNEZ DE LEÓN [18.916]

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Martha Leticia Martínez de León

(D.F. México, 1980). Editora y correctora de estilo

Actualmente me desenvuelvo como profesional independiente interesada en colaborar como escritora, editora, investigadora, correctora de estilo o creadora de nuevos proyectos, esto dentro del ámbito de la Educación, Política y la Cultura principalmente. Cuento con más de 15 años de experiencia en el campo académico y profesional.

Escritora. Más de diez libros publicados en poesía, narrativa, dramaturgia, cuento infantil, arte, y doce en temas relacionados con Ciencia y Religión. He escrito artículos para diversas revistas tanto en edición impresa como digital en México, España, Estados Unidos e Italia. Mis investigaciones y escritos han sido traducidos al inglés, italiano y francés.

Editora. Me he desarrollado como Directora editorial, coordinadora de diversas colecciones, editora Web, editora, dictaminadora, correctora de estilo y a la creación de música en unión con artistas reconocidos para apoyo de las colecciones.

Conferencista. A nivel nacional e internacional en temas de educación, cultura, erotismo y religión.

Investigadora. Colaboro para diversas Organizaciones en temas relacionados con Bullying, Trata de Personas, violencia en niños, adolescentes y mujeres, Perspectiva de género, Derechos humanos e infantiles, Psicología de cuentos infantiles, Literatura Surrealista, Competencias educaciones y libros digitales.

Guionista. Para telesecundaria, y documentales. lo cual me ha llevado a conocer los programas educativos de la SEP.

Catedrática. Universidad Intercontinental. Área humanidades. Teología y Filosofía.   Letras clásicas  Griego, Latín y Griego Bíblico,

Creadora. He desarrollado una forma contemporánea de enseñar a los niños y adolescentes las materias de los programas educativos de la SEP y UNAM a través del arte, la meditación y a partir de enseñar una materia humana con la base en una ciencia exacta y en la sonoridad de la lingüística.

Hermeneuta. En libros Sagrados (Vedas, Talmud, Tanaj, Biblia y Corán).

Mis estudios realizados en la Universidad Pontificia de México (Licenciatura) y en la Comunidad Internacional Teológica de México (Maestría)  están relacionados con la filosofía, escritura, lingüística, literatura, arte, religión e idiomas muertos y modernos.

La preparación y experiencia que he tenido han permitido tener un conocimiento amplio en todo lo referente al estudio de los grandes pensadores, culturas, mitologías, cuentos, literatura y sobre todo a interpretar el pensamiento antiguo frente al moderno a través del conocimiento del idioma y sus diversas interpretaciones; estos estudios los he ido complementando con diplomados, talleres y cursos en temas como Lingüística, Literatura Surrealista e infantil, Diplomados en composición e interpretación musical, Competencias en la educación, Historia del arte y la escritura  lo cual me ha llevado a tener claro el tipo de ilustración y colores que necesita cada colección, así como el lenguaje que tiene que ir destinado a cada libro o colección.

Mis áreas de oportunidad y desarrollo:

Actualmente me profesionalizo en el conocimiento de otros idiomas, así como en el desarrollo editorial de libros digitales y didácticos.

Desarrollo la teología del Silencio y de la Carne con conocimiento del Papa Francisco con fecha 24 de mayo de 2014.





POEMA 1

Arcángeles de tinieblas custodian la salida de mi espíritu

 arcángeles negros proveen de deseo mi cuerpo sobre un escritorio
entre libros
rezos
y un  Crucifijo

 me beneficio de mi misma
en  la soledad de Tu  sábana tibia
no Santa
y me arrastro como serpiente

Áspid Mujer
creada de barro y  carne
consecuencia de Tu crucifixión



POEMA 2

En intervalos te niego al saberte ajeno
indescifrable tras dos cristales
lentos como la naturaleza de la Virgen
       lento como la muerte de Cristo en la Cruz
lento como mi orgasmo al pensar en ti…



POEMA 3

Consumí Tu carne
más nunca mis labios se posaron
en el Cáliz  (custodia de Tu sangre)
sólo absorbieron falos falsos
ante la verdad de mis muslos
hoy descarnados por la Eucaristía



POEMA 4

Soy la voz que clama en el desierto

la voz que calla el grito de mi cuerpo
frente a tu Misterio

la voz que se asfixia con los flujos
 que regresan a mi boca



POEMA 5

En el borde de mi cama
despójate de la Cruz
y crucifícame
 rézame una plegaria sin María
y en su silencio
 abandona a Dios en las tapias



POEMA 6

Coloca el cuerpo de Cristo en mi boca
 mientras los cantos lucubran
mi amén entre sus piernas…



POEMA 7

Como si fuera la virgen María
mírame con mi silencio en tus labios
 absórbeme al besar mi mejilla
y en mi asunción
en el nombre del Padre y del Hijo
desnúdame y cata mi cuerpo



POEMA 8

Crea  una plegaria
y rézala sobre mis senos
 persígnate
  enciende una veladora en mi útero seco
híncate
y sin levantar tu rostro
 cuestiona a Dios

 álzate
vete
cúbrete con tu hábito
y abriga la protesta de tu falo al dejarme



GRITOS EN MI SILENCIO


TIEMPO

El tiempo es inversamente proporcional sobre mi propio dolor


BUSCÁNDOME

Quizá alguna vez, entre mis segundos de niñez,
ritualicé la réplica de una sonrisa falsa y tardía
Nunca fue real
fue tan sólo real el miedo contenido,
la ansiedad inexplicable bajo un vacío fondo de gritos
y desesperación en la felicidad congelada,
escasa de suspiros anhelantes con el mentir en la boca hiriente,
seca de saliva de quedarse en Silencio
mientras los pisos de la habitación
se convertían en vertientes carreteras eternas
frente al cerebro que no deja de girar y de fugarse
del propio cuerpo embarazado de tiempo
convertido en fracaso
Tiempo:
Quizá un minuto en los segundos logré alcanzar una estrella fugaz
Tiempo:
Quizá un minuto en las horas lograré resucitar
a aquella niña perdida
en mi propia ciudad



CONFUSIÓN

Si la luz es depresión
la oscuridad muerte
el cuerpo es sueño
y la vida es una ironía
¿qué es mi reflejo?


SIN RESPUESTA

Me pregunto
¿Por qué no eres feliz en los distintos lugares en donde implantas las semillas
de tus pies?
¿En dónde creces y en dónde la vida se va distorsionando?
¿En qué atmosfera vives?
Tu cuerpo mortal y perfecto
sin reencarnar
con la muerte entre las manos estiradas



DEPRESIÓN

Es tanta la compañía
que se vuelve soledad

SOLEDAD

Pensaba en tocarme y empezar a sentir emociones
conforme a mis caricias
crearme mis propios instintos entre la masturbación
enredada en los tronidos de mi boca mientras los dedos
empiezan a recorrer mis piernas un poco tenebrosas por la moral
que entre cada declive de las manos se hace insignificante

Mis cabellos rozan lentamente pis senos perdidos en su propia pureza
al tiempo que los ojos se van cerrando

La respiración se hace cada vez más intensa compitiendo con la soledad

Los dientes se resisten a gemir y cierra los labios para no gritar
mientras manos no paran de succionarme

Morir en mí
Irónica felicidad falsa
¿Qué más da?

Mis uñas rasgan mi espalda
y, de vez en vez,
el vientre que hace a mi cuerpo revolcarse entre las pieles del vuelo terso
tibio por mi sudor corporal

La mente se va creando una atmósfera falsa mientras las gotas de agua
suspenden la palpitación interna del sexo

Procrearme entre mis propios óvulos conjugados
consumidos por papel y cigarros
mientras la cabeza se hace hacia atrás

y reflexiona
El cuerpo se inhibe y el ama se culpa
por haberse tragado a sí misma ante el espejo frío y salado
por la verdad de saberse otra vez dentro del cuerpo lleno de soledad
que sólo las propias manos
logran amar






Diecinueve plegarias y un credo... según la carne
(kata sarká) 


TRES 1

Padre eres Nuestro,
pero te sospecho ajeno.
Tu Cielo no es mi suelo
y hoy
mi espíritu necesita Tu lisonja.

Padre eres Nuestro,
es eterno Tu reino
pero en mí este infierno es tan largo...
y mis piernas sucumben
se abren
Te santifico en mi cuerpo
y aún así no Te encuentro cercano.

Padre eres Nuestro
mas Tu voluntad no es la mía
porque me recuesto en tres miembros
y olvido rezar
al poner la soledad de mi sexo en mis manos.

Padre eres mío
¡no me perdones
y no apartes la tentación
de reconocerme en Tu cuerpo
hasta encontrarte en mi orgasmo!

_________________________________
1
La numeración corresponde al orden dado en la edición del libro.



CINCO

Salve Dios
mi cuerpo estructurado en el caer de sus piernas,
al lamer sus llagas
y saciar el hambre de mis senos,
al intercambiar mis pezones
por sus clavos.

Salve Dios
la incapacidad de mis sueños
al no evitar sobre la cruz
mis pasiones
Dale Dios
misericordia a mi alma,
no a mi corteza,
para separar al amor de la concupiscencia
sin evitar que el segundo Adán
yerre en la humedad de mi garganta
al tragar mi salvación
y sentenciarlo.

Sálvame, Dios,
de lo que soy
de lo que no soy
de lo que fui
al clavarme en su cruz
y llevarlo al pecado.

Salve Dios
la caída,
su caída entre mis manos.




SEIS

Te doy gracias, Señor
por la desnudez de mi cuerpo
por los símbolos de vida que pusiste en mis senos
para amamantar la continuidad
de Tu propia creación.

Te doy gracias, Señor
porque al abrir mis piernas entre su cuerpo
mis ovarios se disponen
y mi seno cobijará un feto negado por la razón.
Te doy gracias, Señor
por mi vientre,
por la eyaculación del barro
y por mi sangre dormida.

Y te doy gracias, Dios
porque así creaste al mundo.




OCHO

Escribo un evangelio
para proclamar la encarnación
de tu piel en mi carne.

Te despojo de espinas,
la corona adorna mi semblante
resbalan tres gotas de sangre,
no las limpio,
no pretendo curarte.

Bautizo con saliva tu bajo vientre,
tómala como unción purificante
y olvida la cruz.

No eres tú mi eucaristía:
no codicio ni tu pan ni tu vino,
no persigo esos signos;
quiero hurgar tu cuerpo
y resucitar en ti
al crucificarme yo misma
Yo soy tu eucaristía.




Yo confieso...
(segunda parte)


I

Mi alma
sombra de tu caminar en el asfalto
Mi voz
espíritu de tus palabras
deshojada de dogmas, libre por tu pensamiento
Mi insomnio
pedregal donde mis sueños arrastran
dogmas no manifestados
por tus madrugadas de fantasmas
Mi sexualidad ninfómana
donde mis manos ocupan el lugar del sexo
al victimizar tu recuerdo
Mi religión
signo que acrecienta este pecado
al apetecer la irreverencia de tus votos húmedos
en la madurez de mi vagina utópica
bajo el murmurar de tus rezos




III

Es entre palabras de ausencia
que mi espíritu rezaga lejanías
en la proximidad de las letras
fue bajo aullidos de loba
que decidí no reconocerte en mis tempestades
es en la confesión de mis piernas
que tu voz se desangra
en los reproches de mi propia muerte
es en la melancolía de mi olvido
ante la luz de Cristo
donde tu rostro es arena
y Tu Ordenación se derrama en mis muslos




IV

Te dedico un Padre Nuestro
y te rezo un poema
te recito tres Ave María
y persigno mi silencio en tu insomnio
y entre jaculatorias sin credos
compito con Dios por tu cuerpo







.

ANTONIO CRUZ ROMERO [18.917]

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ANTONIO CRUZ ROMERO

(Baza, Granada 1978). 
Aunque nació en la ciudad granadina por razones circunstanciales, el autor ha vivido siempre en María, Almería.

• Diplomado en Magisterio, Universidad de Almería. 
• Titulado como profesor de Conservatorio en la especialidad de Saxofón Clásico, Real Conservatorio Superior de Música de Almería.
• Máster (M.A.) en Ciencias Judaicas, Universidad a distancia de Bar Ilán, Israel. 

PUBLICACIONES

POESÍA 

• Hay una luz remota. (Poemas en torno a Valente), Ravenswood Books Editorial, 2015.
• (Breve) Antología del Epitafio Maldito, Edición del autor, 2015. (Prólogo del crítico y poeta Duco Perkenss). 
• Poemas Apócrifos. Los hijos malditos de Job, Ravenswood Books Editorial, 2013. (Prólogos del editor Antonio J. Huerga y del poeta Juan José Ceba).
  
ANTOLOGÍAS POÉTICAS

• Panóptica primera. CU4TRO poetas. («El hierro de la lengua marchita»), La Galla Ciencia, 2015. (Antología poética (de textos inéditos) de los poetas Valeria Canelas, Antonio Cruz, María M. Bautista y Pablo Velasco Baleriola). 

NARRATIVA 

• Cuentos macabros y otros relatos, Ravenswood Books Editorial, 2014.

ANTOLOGÍAS NARRATIVAS

• Oil (Relato corto), Instituto de Estudios Almerienses, 2013. (Dentro de la obra colectiva Relatos Velezanos II).  

TRADUCCIONES 

• JEFFERS, Robinson. El último cantor de Walt Whitman. Poesía ensencial, Editorial Huerga & Fierro, 2016. (Inglés)  
• SLAUERHOFF, Jan Jacob. El reino prohibido, Editorial Huerga & Fierro, 2014. (Neerlandés)  
• SLAUERHOFF, Jan Jacob. Sólo en mis poemas puedo vivir. Antología esencial, Editorial Huerga & Fierro, 2012. (Neerlandés).

PRÓLOGOS 

• OSUNA, Manuel. Hollywood Boulevard, Ravenswood Books Editorial, 2015. (3ª edición). Prólogo (poema): Treinta años después (o Gil de Biedma, el primer Goonie). 
  
PREMIOS

• (2016) 2º Premio del Concurso de Poesía «Letras Cascabeleras» (Cáceres) por el poemario Grecia: Guía de viaje para antipoetas y soñadores.    

EDICIÓN

• Fundador y editor de la revista literaria RaVeNsWoOd Magazine. 

REVISTAS

• El coloquio de los perros. Mayo 2016. (ISSN: 1578-0856)
• Carátula. Revista cultural centroamericana. Número 71. Abril-Mayo 2016. (ISSN: 2218-2713)  
• La Galla Ciencia. Número 4. Octubre 2015 (ISSN: 2386-7965)  





NÁUFRAGOS

y llega cada ola a acariciar
esta costa, tan vieja, de poetas
que la han cantado triste antes que yo.

JOAN MARGARIT

Aquí estuvo Javier Egea antes que yo,
bajo los mismos techos de humedad salina
y envuelto en el delicado
rumor de este antiguo oleaje.
Esas pueden ser las mismas jarcias
y los hierros oxidados; las redes rotas
de los pescadores que respiraban todavía.

(El movimiento del dedo índice...
parece sencillo, acabar la vida así.)

En la fonda resuenan ecos
                                    y voces moribundas
de nautas y poetas sin alma;
es como un cementerio en donde
esperan recuperarla, o al menos robar alguna.

(La dulcificante sonrisa de Noa
difumina los negros nubarrones
que se pierden tras las rocas de volcanes).

Me pregunto a dónde han ido
a parar las cenizas de los muertos
que aquí han esparcido tan delicadamente:
en donde piso
se encuentra el preciso lugar de los naufragios.

La Isleta del Moro, Semana Santa, 2016



– I Del libro GRECIA:

GUÍA DE VIAJE PARA ANTIPOETAS Y SOÑADORES
(MANUAL PARA UN NAUFRAGIO YA PASADO)


YA NO CELEBRAREMOS MÁS BANQUETES OPULENTOS
Los hijos malditos de Job (Take 2)

Los padres comieron el agraz,
y los dientes de los hijos
sufren la dentera.
Ez.18,2

Ya no celebraremos más banquetes opulentos
ni brindaremos con vino de parras centenarias,
transformadas ahora en odres horadados
y lágrimas negras de una tierra junto al mar.

La Hélade ha sufrido una segunda y definitiva derrota:
de nuevo sus ruinas milenarias derrumbadas,
en las universidades se desaprende lo que ya se sabe,
derogan las sentencias y pensamientos de Aristóteles
y Platón, la raíz oracular de los profetas, la oratoria
intachable de Dios, y las directrices de los maestros
de escuela; ya no visitan los cementerios ni a sus
muertos, las tumbas con hierba de los poètes maudits.

Impregnados del dolor primigenio, la misma estirpe de
partos doloridos y vástagos injertados desde la misma
esencia, somos todos los hijos malditos de Job.

¿Por qué desoímos a los clásicos?
¿Por qué no nos castigaron antes de llegar a esto?

El advenimiento del Desorden del nuevo Orden.



MUSEO DEL NO PRESENTE

Es extraño no ver perros en Atenas, sólo algunas
palomas desalmadas, gatos escuálidos, voraces
mosquitos que chupan la sangre cuando descansan
los mortales, y las chicharras violinistas cantando en
do historias al dormir a los que creen estar vivos.

Bajo el cristal, las entrañas y la vida difunta de la
antigua ciudad que fue, sobre la que recorro ávido
las salas, adoptando la apariencia de las imponentes
esculturas, mutiladas; me entristezco al ver
el falso Partenón, expoliado por los ingleses.

Y mientras medito sobre los perros que no veo y
evoco con rabia a los británicos, en una roca de
monos resuenan ahora ecos de ficticios cañonazos.

Pocas historias han cambiado en estos siglos
mal andados: mosquitos, chicharras, saqueadores.




ACRÓPOLIS

Somos lo que no somos, y en
alguna ocasión otros sí fueron.

Aparece luminoso, revestido
de amarfiladas y marmóreas piedras:
el sol ciega a los que traspasan sus
dominios en forma de derruidas columnas.

A cada paso desandas un siglo, rejuveneces
cien años, dejas lastres, cesas de hablar a los
que te rodean, y ya no sientes el calor abrasador;
sólo contemplas.

Poco a poco percibes que has dejado de
respirar, pero aun así, vives. Sientes que el cuerpo
abrasado por el sol ya no es carne, ni hueso: es ceniza.

¡Eso es eternidad!, te susurran al oído…
y sientes envidia.

Percibes la brisa acariciándote la negra barba,
lamiendo el rostro de los dioses que ahora escupen
sobre Grecia.
Somos lo que no somos, y en
alguna ocasión otros sí fueron.
Avanzamos sedientos y sudorosos hasta la cola de salida,
sobre el légamo de la insultante inmortalidad.



ATHENS REVISITED (2013)

¡No me vengáis con conclusiones!
La única conclusión es morir.
F. PESSOA

Decían: (al socaire de versos sublimes)
“Vendré a esta tierra
y beberé de ella y de sus vientos,
y si puedo la esquilmaré
sin compasión, pues sé
que no hallaré otra mejor;
siempre en mí a la ciudad llevaré.”
¿Hay en ello más pasión?

Allá donde alzo la vista
sólo veo las ruinas de las vidas,
con las murallas en ellas confundidas,
caducado el porvenir que aún está
por venir, acotadas por una posteridad
que no será, que ya fue, un pasado
transcurrido en el futuro y un presente
que nunca ocurrió, viejas antes de nacer.

¡Y no me vengáis ahora
con vuestras conclusiones!,
no cantéis milongas que aquí
nadie entiende: otros ya hurtaron
el mañana y hasta lo pasado es incertidumbre.
Y les dicen ahora que nada quieren; ahora…
¡Y lo dicen! Es el eco de lo que callaban otrora.


MANUAL PARA UN NAUFRAGIO YA PASADO

Estaré demasiado triste para entenderlo.
Ya no hará falta seguir la guía de viaje ni
el manual para un naufragio ya pasado,
puesto que en un futuro no lejano he
sido yo quien los ha redactado.

Allí enumeraré todas las patas de pulpo,
matarratos de un demente, las piedras
que le faltan a cada ruina, anunciaré las
coordenadas en cuyos acantilados se
inyecta el rumor del mar y los graznidos
de las gaviotas, pero nadie, nadie me esperará
ya allí porque nunca nadie me ha esperado,
ni la muchacha del ultramarinos echará en falta
mis asépticas visitas a comprar racimos de uvas,
ni el pescador me echará de menos porque no
era yo sino un fantasma el que allí estuvo.

Ya no se acordará el mar de mi rostro y
triste figura. Nadie entonces me llorará
cuando falte (ni cuando aquí también lo
haga), nadie enviará mis flores no preferidas
a parientes de tercer grado ni escribirán
esquelas en latín con caracteres griegos,
porque no era yo quien vagó por allí, sino
un espectro vestido de marinero, un espíritu
que soñó ser un dios, dios menor y circunstancial
o puede que un lánguido poeta del que algunos
afirman vieron beber ouzo hasta el amanecer
en las tabernas. No se acordarán ya de mí, no,
y yo estaré demasiado triste para entenderlo.






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SARA FERRO [18.918]

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SARA FERRO 

(León, España, 1990). Estudió Bellas Artes en la Universidad de Salamanca. Sus poemas pueden leerse en diversas revistas literarias, como El humo o La Tribu de Frida, compartiendo espacio con algunos de sus ilustraciones y grabados.


INERCIA

Pasé por el instituto
igual que otros pasan por una sala de espera
y después de la universidad
supe que no hay tiempo para segundas oportunidades.
Escribí la carta más larga que nunca había escrito
y no se la envié a nadie,
la partí en trozos y la metí debajo del grifo.
Leí una última carta de amor de otro que hablaba de las ansias de vivir y del fin.
Con el dedo metido en el ombligo he cogido aire
para escuchar una historia que pensé que no llegaría a existir.
Ahora me siento y espero,
espero a que se me duerman las piernas.


Cien patas. Linóleo


La tarde

Si llego a casa y enciendo una vela,
una de esas que sólo se utiliza si hay tormenta,
y enchufo una lámpara pequeña,
hiervo agua en un cazo de porcelana
para que las hierbas me acallen las tripas.
Si busco algo en la radio
y abro un cuaderno y se queda abierto,
recibo una llamada y me levanto a por el teléfono
y es mi madre, que resulta
que está en la habitación de abajo
y claro, no contesto.


Vórtice


Vale…

Al preguntarnos el nombre lo intercambiábamos
porque estábamos cansadas de tener que decirlo
porque nos daba igual como se llamaran los demás,
sobre todo si eran más mayores y nos hablaban con voces
agudas, inclinando la cabeza.



Repeticiones




Humedad

Cuando el último tejado de la última casa
termine por hundirse
quizás ya sólo resistan los gatos en el pueblo
amontonándose en el alfeizar de alguna ventana con el cristal reventado
o bajo el  quicio de otra puerta que se cierre con una cadena y un agujero en la madera.




Luna Negra




Buenas tardes

Pasará otra mujer asustada
con la mirada vidriosa del que parece estar alerta
y se le marcaran las ojeras
como si fueran lo único que tiene en la cara
bajo el pelo grisáceo, oscuro
con el abrigo marrón acolchado
esperando a que se llene la garrafa en el caño.



Caida Linóleo



A ti.

Señora,
caminas por una calle vacía, de casas vacías
alcanzas dos palmos menos de los que alzaste  algún día
y tu cuerpo menudo pero redondo se apoya dificultoso
casi sólo sobre una pierna.
Empujas un carro azul de la compra,
y tardas casi tanto en llegar del supermercado hasta tu casa
como tardo yo en recorrer  todo el pueblo.
Pareces tan mayor cuando te veo
pero al decirte hola contestas con voz casi de yema
aunque tu barbilla juega como si escondieras una dentadura de las de pega.
Pienso que quizás vivas en la casa que está un poco más adelante,
aún te costará un rato llegar
la que tiene ropa tendida:  negra, marrón, azul oscuro
en el corredor de madera;
está al girar la esquina,
dejando atrás los matojos de hierbas que arden desde ayer
entre las berzas.





Ánimas. Linóleo.



Semillas

Sé que existe, tanto,
como existe esta rueda en mi cabeza,
tanto,
como para dejarle de comer
y observar cómo se aleja saciado,
tras la mirilla.
Como el animal asustado
que abandona el nido tras ser revuelto.
Hablo de semillas
y encuentro una,
hurgo en ella con un palo,
la tiño de negro,
escupe alimento.





Ánimas Xilografía.



Mecanismo

Masticando la comida fría
el mismo número de veces,
desempeñar, sin amor,
los mismos hábitos.
Resbalar el frío en los pies
dejando las botas embarradas
en el portón de la casa.
Resigna su habla al anhelo de otro tiempo,
dando la espalda a lo que queda,
avanzando hacia atrás.










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ELA IAKAB [18.919]

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ELA IAKAB

Ela Iakab nació en Lugoj, Rumanía, en 1976. Se doctoró en literatura por la Universidad de Timisoara, con una tesis sobre el gran poeta rumano Tudor Arghezi. Compagina la docencia con trabajos de prensa y crítica literaria. En la actualidad, prepara su primer libro de poemas.


Traducciones de Martha Asunción Alonso
http://latribudefrida.com/poesia/cinco-poemas-ineditos-de-ela-iakab/



Vienen los ángeles  

por mi sangre agotada surcan y surcan
crepusculares febriles

inmóvil moribunda en este mar de polvo
digo tu nombre

mi muerte alcanzará a llorarte con una nueva voz
cuando la carne se me vuelva piedra
cuando mi cuerpo astral no sea más que añicos
de otra luz

cada vez que la muerte nos acerca
vienen los ángeles
los prodigiosos ángeles
que dejan brillar extraños fuegos dentro mis heridas



Epifanía

nunca nadie en este mundo me amó
hasta el punto de no temer consumirse a fuego dentro

sólo el desierto con sus arenas alucinógenas
sabe cómo encenderme las heridas

sólo el desierto
con su ofrenda sin palabras
sabe cómo trazar la angelical frontera
entre la muerte y yo



Pelegrinaje

he recorrido la espesa oscuridad
cuajada de visiones

los furiosos guardianes
me marcaron frenéticamente
las alas

me marcaron con hierros
y cuchillos

cruzo la séptima puerta para ofrendar
la luz hecha semilla
luz que una vez brotara
de las heridas de Jacob el peregrino



La melancolía del sabio

siento latirme dentro
como el haz luminoso que debe de ser el grito de Dios
en los templos que levantamos los mortales
la melancolía de un viejo sabio ciego
que me esculpe en las plantas de los pies
con un cincel de piedra
un extraño jeroglífico



Escritura fantasma

miles de espejos
a través de sus lunas corro y corro
en pos de algún olvido

hay espectros que llenan mi desnudez de nudos
con sus manos translúcidas
y la arrastran inerte
entre polvo de estrellas como espejos quebrados

quizás quieran exorcizarme esta tristeza
quizás yo misma me haya arrojado a los añicos
y en sus destellos
me cicatrice
un poema fantasma



Vin îngerii

prin sângele meu istovit au trecut
înfrigurări fără nume

nemişcat am rămas în pulberea imensă
strigându-te cu glas de moarte

te va striga şi moartea mea cu glasul ei
când trupul meu de carne va fi amorţit
când trupul meu astral îşi va fi sfâşiat
ultima lumină

de câte ori moartea mă apropie de tine
vin îngerii
şi sădesc focuri stranii
în rănile mele


Revelaţie

nimeni pe lume nu m-a iubit
până la blânda mistuire

numai deșertul cu pulberea lui nălucitoare
a știut să ardă în rănile mele

numai deșertul
cu jertfa lui mută
a pus vamă îngerească
între mine și moarte



Pelerinaj

am străbătut până la tine
bezna cu vedenii

păzitori scrijelau frenetic
semne
în aripile mele

semne rostitoare
și răni de cuțit

la cea de-a șaptea poartă
ți-am lăsat ofrandă
semințe de lumină
ascunse cândva
în rana pribeagului Iacob



Melancolia înţeleptului

înlăuntrul meu bate,
cum fluxul incandescent al Zeului
în inima templului ridicat de pământeni
melancolia înţeleptului orb
care a desenat în carnea tălpilor mele
cu spini de piatră
hieroglifa ciudată



Scriere nepământeană

oglinzi miriade
prin care alergam hăituit
până mă prăbuşeam în uitare de sine

năluci miriade îmi legau trupul gol
de mîinile lor evanescente
şi mă târau fără noimă
prin cenuşa de astre dinlăuntrul oglinzilor

poate mă exorcizau de tristeţile mari
poate sinele meu era pergamentul
în care incandescenţe
pecetluiau
o scriere nepământeană









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MARÍA BARBARA TOLUSSO [18.920]

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María Barbara Tolusso 

María Barbara Tolusso nació en 1967, en Pordenone, Italia, se graduó en Literatura Moderna. Vive entre Trieste y Milán. Ha publicado los poemarios L’inverso ritrovato (Lietocolle, 2003), Il freddo e il crudele (Stampa, 2012) y la novela L’Imbalsamatrice (Gaffi, 2010). Es redactora del Nuovo Quadernario di Poesia dirigido por Maurizio Cucchi. Ha publicado en revistas como Nuovi Argomenti o Almanacco dello Specchio (Mondadori). Colabora con el blog de poesía del Corriere della sera y administra el blog Cover. Cose di letteratura para el diario Il Piccolo. Ha recibido el premio Pasolini (2004) y el Premio Fogazzaro (2012).


EL CUERPO ELEMENTAL

Es cada vez más difícil en estos tiempos ofrecer una definición exacta a la idea de cuerpo, entendido éste en su sentido material. El cuerpo de nuestra época nos devuelve una materialidad virtual, metafísica, mas no por ello menos real. La seducción que sobre mí ejerce la idea de “cuerpo” conlleva también su instinto, su animalidad, la ausencia de cualquier añadidura en la comunicación: si el dolor es dolor, el gozo es el gozo. Argumento éste aun más fascinante en una era como ésta de total mediación y de un paulatino desvanecimiento de la corporeidad. Sin embargo, es el cuerpo (el mismo que hoy en día intentamos que sea cada vez más duradero) el que nos lleva constantemente a un sentido de final, del que surge la neurosis de una materialidad casi inorgánica, perfecta.
            
Con otras miradas intento poner en primer plano cuerpos desangelados, presas de su propia miseria, desnudos de cualquier otro valor que no sea el de la materia, cuerpos equiparables a organismos-huéspedes. Ni siquiera en mis imágenes más sórdidas el abuso de la carne pretende asumir una valencia moral o una función sentimental o consolatoria. El cuerpo se convierte en un magnífico instrumento rabdomante para “sentir” la ausencia, la brevedad, los lugares comunes, la finitud, el azar… y por lo tanto estimular en un modo más completo y responsable el sentido de nuestra participación.



El mundo se sucedía sin guerras.
Quiero decir que yo era
mi padre.

Gregorio Scalise



Ha elegido con atención los huesos y las manos,
ha sido un hombre escrupuloso.
Es por lo tanto él mismo, su criatura,
nacida como todos, hijo
de un ser real, un dependiente
de los dioses, uno que lo llevaría
a conocer la propia
inconsistencia. Dicen que del padre
ha sacado los pies, el cerebro
y la manera de cerrar las pestañas
contra el viento, respirable
por ahora. Así nació también él.
Ha venido al mundo y se distrae
con la trampa de los nombres, no se ha doblegado
no consigue decir nada más ése
es mi padre ha dicho solamente.


***


Las actividades físicas conllevan una sensación horrible. El cuerpo entrenado
es el predominante,  y responde a cada estímulo. Queda sólo la impresión de quedarse ahí,
con un palmo de narices, mientras tu cuerpo te traiciona.



***


El ADN no sabe nada y de nada se ocupa; simplemente es.
Richard Dawkins


Desnudo de todo bien, nada hay más concreto
que el cuerpo. Ése era el pacto: destruir
la razón, enloquecer de alegría, absolver
la medida de lo conocido. No tiene un sentir oblicuo
el cuerpo, sino tejidos, músculos, huesos, la consistencia
elemental de los finales donde no podrás redimirte del sueño.

No tiene sueños el cuerpo
si lográis entender lo que os digo.



***


Es la crisis del rostro la que te somete cuando recuerdas a un muerto. Las mejillas, los
dientes, el perímetro de los músculos frontales. La cara se disuelve en el sueño, el
cadáver trágico, cual trágica es la luna.
Tenme fijos los ojos sobre el blanco deshecho del sexo,
a la cara del destino, y abiertamente.

El resto decía así:
que él se fue dulcemente
por el azul ordinario de los cuartos.



***


Y por lo demás, y por una buena cantidad de razones
ningún periodo del pasado nos es tan
desconocido como las dos o tres décadas
que separan nuestros veinte años
de los de nuestro padre. Por ello
puede ser útil recordar que en los malos
tiempos nacen costumbres horribles y
pésimos poemas siguiendo los mismos principios
de los tiempos buenos; y que todo joven
varón se esfuerza en destruir los buenos
resultados de una época con la convicción
de mejorarlos. Sin embargo, siempre  adoraron
el sol, la salud y el culto a los héroes
nunca fue denominado “subhombre”.
Pero esta vez, digámoslo,
las cosas se ponen mejor imposible,
hay un espíritu de reforma y de conciencia
feliz. Los tiempos no son ya
los del padre, un brote,
una aurora, una pequeña resurrección.
No se escuchan perros aullar, ni se ven
empalizadas en las calles. Más allá del seto
una forma cansada remonta, brilla sola.



***


Il mondo procedeva senza guerre.
Voglio dire che io ero
mio padre.
Gregorio Scalise

Ha scelto con cura le ossa e le mani,
è stato un uomo scrupoloso.
Dunque è proprio lui, la sua
creatura, nata come tutti, figlio
di un essere reale, un commesso
degli dei, qualcuno che l’avrebbe
portato a conoscere la propria
inconsistenza. Dicono che del padre
ha preso i piedi, il cervello
e quel modo di battere le ciglia
contro l’aria, respirabile
per ora. Nato, così, anche lui.
Venuto al mondo si distrae
con la trappola dei nomi, non arreso,
non riesce a dire altro «quello
è mio padre», ha detto soltanto.



***


Le attività fisiche includono una sensazione orribile. Il corpo allenato ha il predominio,
risponde ad ogni stimolo. Rimane solo l’impressione di rimanere lì, con un palmo di
nao, mentre il tuo corpo ti tradisce.



***



Il DNA non sa nulla e non si cura di nulla. Il DNA, semplicemente, è.
Richard Dawkins


Spoglio com’è d’ogni bene, nulla è più concreto
del corpo. Ed era quello l’accordo: spezzare
la ragione, andare pazzi per la gioia, assolvere
la misura del noto. Non ha un sentire obliquo
il corpo ma tessuti, muscoli, ossa, la consistenza
elementare della fine dove non potrai riscattarti dal sonno.

Non ha sogni, il corpo –
se capite ciò che voglio dire.



***


È la crisi del volto che ti sconfigge quando ricordi un morto. Le guance, i denti, il
perimetro dei muscoli frontali. La faccia si dissolve in sogno, un cadavere tragico com’è
tragica la luna.
Tienimi fermi gli occhi sul bianco sciolto del sesso,
in faccia al destino, e apertamente.

Il resto diceva così:
che lui se ne andò dolcemente
nell’azzurro dozzinale delle stanze.



***



Del resto, e per una quantità di ragioni
nessun periodo del passato ci è tanto
ignoto quanto i due o tre decenni
che dividono i nostri vent’anni
da quelli di nostro padre. Perciò
può essere utile ricordare che nei tempi
cattivi si fanno orribili abiti e pessime
poesie seguendo gli stessi principi
dei tempi buoni; e che ogni giovane
uomo si impegna a distruggere i buoni
risultati di un’epoca nella convinzione
di migliorarli. Sempre, invece, hanno
adorato il sole, la salute e il culto
degli eroi non è mai stato chiamato
«sottouomo». Ma stavolta, diciamolo,
le cose si mettono al meglio,
c’è uno spirito di riforma e di felice
coscienza. I tempi non sono più
quelli del babbo, uno sboccio,
un’aurora, una piccola resurrezione.
Non si sentono cani ululare, né si vedono
palizzate sulle strade. Oltre la siepe
un’orma stanca risale, brilla sola.


Notas y Traducción de Juan Carlos Reche
http://latribudefrida.com/poesia/poetas-italianas-actuales-3-mary-barbara-tolusso/




Quando ti dicevo: piano piano... infilarli 
sempre dalle dita, poi il pollice, il medio... poi 
sistemare il polso, la prima volta infilzarli 
lentamente. 
Non sono i guanti ma è il gesto che decide. 
Che fai cadere gli angoli 
dell'aria per durata e distinzione, 
che ti porti alla bocca le dita 
per poi lasciarle andare

dimmi, amore, c'é qualcosa de apicale.


***


la foglia accartocciata faceva pensare 
al mal bianco. bisognerebbe 
eliminare le parti infette, restituire 
la forma al passaggio 
dei germogli. lasciare 
che l'aria li renda bianchissimi.


***

dovrei piangere qui, quando accendo l'idromassaggio, 
sull'ossigeno soffocato dai liquidi. 
ma vedi, non immagino i morti, solo la sostanza, 
la secrezione interna, 
gli elementi del sangue, con imbarazzo, 
i piedi stretti nella fascia bianca, vestito di tutto punto.
" Ma io non c'entro, 
io non ho fatto niente...l'infarto... lo sa bene "

è troppo tardi per ricominciare, 
o forse, tra qualche anno, sarò 
una donna arrivata.

***

Cammino con impurità minime, 
ferro ed altri elementi. Si effondeva 
una luce di parole in grado 
di resistere, 
ma la porta era già chiusa allo spettro 
delle stelle. Abbiamo aspettato. 
Non sono tornati.

***

Sarà solo una questione di numeri 
scissi in elementi più semplici, 
meno nobili. Separare il corpo 
conduttore, trattenere solo il plasma, 
declinarlo al vocativo 
naturale, chimicamente 
ridursi all'essenziale.

***

Ma quell'inverno di vestaglie piatte 
chi se lo scorda? 
E la giacca azzurro mare 
mica l'avevi data a tuo fratello. 
Erano minuzie, la qualità 
rugosa delle cose a catturarti, 
a dire che una volta, in aeroplano, 
mi ero vomitata addosso un po' di carne. 
Per non confondere le cose 
tornavo sempre, ogni fine settimana, 
con quella strana voce sulle mani, 
tornavo per il metro a nastro del vestitino 
di Natale, per la lucciola morta nel barattolo 
che avevo scelto come ospite.

***

Fuori è la calura del giorno, 
soprattutto a Ponte rosso, 
dove la cavalleria non esce 
da un'armatura di Milano, 
ageminata, lucidissima sotto la visiera. 
Una slovena invade una colonna 
a spirale, ha occhi di bistro e una breccia 
sfatta sulla gonna. Un grand'uomo 
va in pezzi, deve venire da molto in alto 
come un libro che si tenga a galla.

***

Meglio liberarsi con grazia, credimi, 
nella felicità casuale degli atomi. 
Se ci fosse uno spazio per vincere gli oggetti, 
la maglietta che ti piaceva tanto, la credenza 
tutta rotta. Ma che strane 
dentature ha il tempo nella bocca 
mezza scema.Vedessi quello che riusciamo 
a cancellare in queste 

ore che sembrano tenere, buone.






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HOLLIE MCNISH [18.921]

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HOLLIE MCNISH

Lugar de nacimiento: Reading, Reino Unido
Libros: Nobody Told Me: The Poetry of Parenthood
Géneros: Poesía, Slam, Spoken word

Hollie McNish pertenece a una generación brillante de poetas jóvenes anglosajonas en la que se pueden incluir a las estadounidenses Caitlyn Siehl, Emily O’Neill o Rebecca Hazelton, y las también británicas Kate Tempest o Warsan Shire.

Si hubiera que elegir un solo rasgo que caracterizara la producción poética de estas mujeres, éste bien podría ser el entendimiento de la poesía como un medio de intervención social o, más concretamente, como un medio de denuncia de las situaciones que se consideran intolerables, dolorosas o conflictivas: el sexismo cotidiano y, particularmente, la violencia sexual (véase, por ejemplo, el nuevo libro de Emily O’Neill, You Can’t Pick Your Genre; el poema “Try Violence”, en el libro Bad Star, de Rebecca Hazelton; o el aquí traducido “Clubbing”, de Hollie McNish), ola desigualdad creciente en un mundo globalizado (de manera general, por ejemplo, Holdy our Own, de Kate Tempest, o el poema “Mathematics”, del libro al que dedicamos este texto). Estas poetas prestan además una cuidada atención a la experiencia vital desde el cuerpo, en especial, desde el cuerpo sexuado y, como tal, cuerpo juzgado. Las expectativas sociales sobre las mujeres jóvenes y mayores (un tema transversal en Cherry Pie), la vulnerabilidad del cuerpo femenino en nuestras sociedades patriarcales, la fluidez del género (el género como un espacio de cuestionamiento pero también de juego, de búsqueda, de travesía) son aspectos esenciales en la obra de estas poetas. Pero también el cuerpo tembloroso de hombres y mujeres migrantes en barcas improvisadas o esos mismos cuerpos, inertes, cayendo lentamente hacia el fondo del océano, como se relata en el impresionante “OceanFloor”, traducido a continuación.

En ese sentido, no sería extraño pensar que estas poetas estarían de acuerdo con la afirmación de Audre Lorde de que la poesía no es un lujo sino un instrumento para poner los cimientos de un futuro diferente. O con las ideas de una coetánea y amiga de Lorde, Adrienne Rich, cuando afirmaba que la poesía no solo es un medio para recordar nuestra mutua dependencia sino también para cuestionar las narrativas dominantes sobre la opresión. La poesía atrapa la experiencia personal, cercana, pero también los acontecimientos políticos y sociales que ocurren a kilómetros de distancia: “en un tiempo de ataques frontales tanto al lenguaje como a la solidaridad humana, la poesía puede recordarnos lo que estamos en peligro de perder- nos perturba, nos incentiva a abandonar la resignación”, dirá Rich. Volviendo de nuevo a Audre Lorde, la ira como respuesta de las mujeres aparece en la obra de estas jóvenes poetas como un mecanismo para conservar y reivindicar la voz, para denunciar los discursos y las prácticas que oprimen a las mujeres en múltiples espacios a lo largo de sus vidas (en los medios de comunicación, en las relaciones de pareja, en espacios públicos), especialmente aquellos discursos y prácticas que tienen el cuerpo femenino en el centro.

No obstante, estas autoras hacen uso de instrumentos que no estuvieron al alcance de sus antecesoras: las nuevas tecnologías, que son entendidas como medios al servicio de esa transformación social. El uso de las redes sociales o de la plataforma Youtube sirve no sólo para difundir su trabajo poético sino también para implicar e interactuar con lectores y lectoras, y con otros poetas. Las nuevas tecnologías dan un nuevo sentido a la afirmación de Adrienne Rich de que la poesía sirve para conectar los fragmentos dispersos en nuestro interior pero también para conectarnos con los otros, ya sean semejantes a nosotros o totalmente ajenos. La discusión  de los poemas a través de la Red, la puesta en común de borradores o la lectura en voz alta de nuevos poemas supone un tipo de interacción que puede revertir en la amplificación del poder de la poesía, si no para el cambio social, sí para la discusión de temas importantes en la agenda feminista contemporánea: la violencia contra las mujeres, el cuestionamiento del binarismo de los géneros, el cuerpo como espacio de reivindicación y placer.



Cherry Pie, de Hollie McNish

Cherry Pie (2015) es una obra que incluye una colección de poemas de Hollie McNish y un conjunto de ilustraciones de autoras contemporáneas, que acompañan, ensalzan y se adaptan al estado de ánimo que transmiten los poemas.

Muchas de las características que se han enunciado anteriormente están presentes en la obra de la autora. Hollie McNish parte del objetivo de dar vida a la poesía (“bringing poetry to life”) y para ello se sirve del proyecto “Page to Performance”, un espacio de creación poética donde se imparten talleres literarios, se organizan conferencias o eventos de Slam Poetry, certámenes en los que poetas noveles recitan su obra original(la propia McNish ganó en el año 2009 el certamen británico de Slam Poetry). Además, McNish cuenta con un canal en Youtube donde lee sus poemas e interactúa con sus seguidores y seguidoras, y en su cuenta de Twitter sus poemas y audios son continuamente retuiteados.

La poesía de McNish persigue la conexión con los otros a la que se refería Adrienne Rich, tanto en espacios virtuales como físicos, para plantear temas esenciales de la agenda política y feminista actual: el racismo, la migración, la pornografía, la opresión de género y clase, los cuidados de niños y niñas en los espacios públicos o los conflictos en el ejercicio de la parentalidad. No obstante, uno de los temas más interesantes en su obra es su foco sobre el cuerpo: en la poesía de McNishl os cuerpos importan, por usar la afortunada expresión de Judith Butler. El cuerpo violentado de las mujeres en el espacio público, tal como se refleja en el poema “Clubbing”, en “Cupcakes and Scones” o en “EatMyFig”; el cuerpo hipersexualizado de las mujeres en los medios de comunicación, como expresa el poema “Reverse”; el cuerpo de las mujeres mayores y su significado ambiguo en el espacio público, como se refleja en “Café Culture”. Pero también el cuerpo precarizado y violentado por la acción política: por la guerra, en “Cherry Pie”; o por políticas migratorias que redundan en la producción de cuerpos vulnerables, como se cuenta en “OceanFloor”. El protagonismo del cuerpo se acentúa en su último libro, publicado con el expresivo título Nobody Told Me: Poetry and Parenting (Nadie me lo contó: Poesía y Parentalidad) donde aborda su experiencia del embarazo, el parto, la lactancia, los cambios en el cuerpo, los cuidados en el espacio público.

El feminismo contemporáneo, desde las últimas décadas del siglo XX, ha enfatizado la importancia de mirar hacia el cuerpo en su vulnerabilidad, en su potencial transformador. La poesía feminista contemporánea no es ajena a esa preocupación y aborda las problemáticas que tienen al cuerpo en el centro, en muchas ocasiones, desde la experiencia corporal propia. Y ello tiende hilos, y los hilos conforman redes, donde la experiencia se comparte, se amplifica, se cuestiona, se piensa de nuevo. No es poesía sobre el cuerpo sino desde el cuerpo. Y por ello es una poesía que nos concierne, que nos explica, que nos interpela. Que da belleza al mundo.

“Tú, una mortal, tú, una mujer que no quiere ser pequeña en ningúnsentido de la palabra. Tú, una poeta, tú, una feminista, que busca la belleza en, y más allá, de lo cotidiano”.

Nelly Wong

‘En busca de mi misma como héroe’
Esta puente, mi espalda



Selección de poemas

De marcha

el cartel decía-
en uno de cada tres casos denunciados la violación ocurre cuando la víctima está borracha

una
chica en
la foto
tumbada en
el
suelo-
joven
sudorosa
el pelo

no me enfada inmediatamente
la idea de una familia protectora media
lo entiendo
cuando salgas y bebas es menos seguro
no te emborraches- hollie

pero en la parte de atrás del cartel está el resto de la estadística-
si en un tercio de todos los casos denunciados ellas están por encima de lo permitido
entonces, ¿dos tercios están sobrias? usando pantalones
parkas abotonadas hasta el cuello- pijamas- zapatos planos
zapatillas- uniformes de colegio- medias grises de lana
sentadas en casas de familia y en cocinas
dormitorios y salas de estar
con gente que conocen

pocos carteles de ese estilo
no son lo suficientemente inmorales para ser clavados en una valla publicitaria quizá
como si ser -tranquilo- hombre- niño- feo- viejo- abstemia- enferma- rara- tímida
fuera una protección contra el delito

– pero es el poder- violencia y control
–     no atracción ni impulso sexual

el cartel decía
en dos de cada tres denuncias la violación le ocurre a una víctima sobria
no sé nada sobre los atacantes- el cartel no decía nada sobre ellos




Al revés

me encantaría que las cosas fueran al revés por un día
un breve paréntesis para quienes dicen que está todo bien
simplemente por un día
me gustaría ver lo que la gente despreocupada diría
si los medios de comunicación cambiaran
completamente

simplemente por un día
en la sección estilo de vida de las mujeres en los estantes de revistas
vería un mar de temas a elegir
no simplemente debates sobre dietas y sobre cómo verse bien
sino también artes gráficas política moda
deporte y arte- alimentación y ciencia
porno en el estante superior – quizá
y observar cómo todos miramos tristemente
y nos preguntarnos por qué la sección de estilo de vida de los hombres
está llena de portadas de hombres desnudos y demacrados
luchando con otros en ropa interior

solamente por un día
juro que gritaría
por ver televisión en la franja de día
presentada por un grupo de presentadoras de cabello gris
con arrugas de expresión marcadas
mientras que los jóvenes a su lado sueltan risillas educadamente
a todo aquello que ellas dicen
mientras se preocupan por cuántos años tendrán
cuando un tipo más joven
sea inevitablemente contratado en su lugar

solamente por un día
me gustaría ver en un periódico
una doble página sobre los brazos de obama
cuando él usa manga corta
diez páginas para hablar sobre la elección de calcetines y crema de manos
del primer ministro
mientras se concentran en la titulación de katemiddleton
y cómo se siente acerca de su libertad personal
junto a imágenes de las diez chaquetas más usadas este verano
por el príncipe william

solamente por un día
me gustaría leer páginas deportivas
tabloides que transmitieran noticias
sin observar cómo babeamos
por tetas de veinte años
al tiempo que me preocupo por nuestros niños creciendo
en un lugar donde los periódicos de las familias
aún alardean de los cuerpos de nuestras adolescentes
negando en muchos casos cualquier desigualdad actual
y tuits que amenazan con violaciones
por una cara femenina en nuestras monedas[1]

y solamente por un día- me pregunto qué ocurriría

si hubiera hombres retocados
y semi desnudos
en la portada de cada revista para mujeres
si hubiera hombres retocados
y semi desnudos
en la portada de cada revista para hombres
si hubiera hombres retocados
y semi desnudos
en cada escaparate de cada tienda
y montones
de mujeres completamente vestidas
en fotos
en todas partes
cámaras haciendo zoom sobre sus caras
fotos de primer plano
sus arrugas retocadas para que se vieran más profundas
como se hace con cada gran hombre de la revista gq
solamente por un día
tendría una mtv
donde cada celebridad masculina
estuviera bailando en una barra vertical en calzoncillos
instrumentos prohibidos
mientras todas las mujeres
completamente vestidas
estuvieran de pie
simplemente cantando
o tocando la guitarra
porque ése es su talento

solamente por un día
tendría unos grammys
donde todos los artistas masculinos fingieran que son estripers
al tiempo que mis colegas varones lo lamentan
¿no es suficiente que él sea un gran cantante- por qué no puede usar ropa
en sus videos y por qué tiene que usar un tanga brillante de cocodrilo
cada vez que actúa sobre un escenario?

y escucharía a mis amigos decir

¿por qué tengo que ver a dos hombres
usando mini tangas
ambos fingiendo echar un polvo
en una coreografía
de factor x
a las 7 en punto frente
a mi hijo?

y escucharía a la gente decir

¿por qué se define el sexo siempre
por el momento en el que ella se corre?

y escucharía a la gente decir

vale
quizá no estás simplemente con la regla
quizá no estás simplemente celosa de sus tetas
quizá hay algo más que todo eso


[1]Diferentes medios británicos recogieron la noticia del acoso y las amenazas sufridas en 2013 por la activista feminista Caroline Criado-Pérez por defender que los billetes de diez libras llevaran impreso el rostro de Jane Austen 
(Por ejemplo
http://www.theguardian.com/lifeandstyle/2013/aug/04/caroline-criado-perez-twitter-rape-threats) [Nota de la autora del post].



El fondo del océano

cuando mi hija tenía tres años
me preguntó
qué había en el fondo del mar
¿había sirenas rocas y algas?
mirando hacia mi
no le conté la historia escrita en el periódico de la mañana
le dije
que cuando yo tenía su edad- sí
solía haber sirenas allí
agarrándose a las rocas
deseando tener piernas
espiando a los marineros en sus barcos cantando cancioncillas
para mostrarles el camino hacia las orillas seguras
esas sirenas salpicarían con el giro de los remos
peinando su cabello cerca de los barcos de pasajeros
soñando con besos humanos que transformaran sus colas de pez en pies
jugando hasta que se producía la llamada nocturna desde abajo
momento en el que se irían
nadarían a través de los arrecifes
eso pensaba

pensaba que el fondo del océano era un lugar para las sirenas y la arena
y cangrejos caribeños cantarines llamados sebastian
sus candelabros brillantes
en antiguas ciudades del mar
a través de pilares subterráneos
restos de palacios y el titanic como los desperdicios de los platos de la cena
y fiestas con reyes del mar y pulpos violinistas

los cínicos argumentan- no hay ya espacio- aquí arriba

ahora en embarcaciones improvisadas
a través de los mares
miles de cuerpos reman entre falsas creencias
adelantey atrás a través del océano
de la tortura la muerte la guerra huyen
y quizá
alcanzando zona segura
les digamos
regresad- no hay sitio en nuestra tierra

mientras continúan remando con manos esperanzadas
nosotros esperamos
nuestras orillas ahora rodeadas de alambradas
faros reemplazados por el brillo de sirenas azules
las sirenas se precipitan de las rocas
en las que los guardias de control de fronteras se sientan y observan
y esperan
ahogados en el suave brillo del deleite
pistolas apoyadas sobre los dedos

esperan
esos barcos
flotando donde el cielo negro de la noche sobre el océano se funde con el frío
y los helados vientos atraviesan las almas que huyen
y las innumerables olas despiertan a bebés que chillan
y la gente asustada se acurruca
sueñan con poco más que alcanzar una zona segura
les decimos
regresad- no hay sitio en nuestra tierra

dunkerque queda ahora lejos en nuestra memoria
las historias de los periódicos
presumían de barcos salvandocuerpos asustados que huían
los desgastados remos bendecidos
por la compasión del hombre
nuestros titulares ahora rezan
regresad

mientras las manos reman durante semanas adelante y atrás
les decimos que regresen
mientras las puntas de los dedos tiemblan y se agrietan
les decimos que regresen
mientras las caras recuerdan los hogares que tenían
les decimos que regresen
mientras voces susurrantes rompen en lágrimas
y justo cuando sus barcos se aproximan
les decimos
regresad- no hay sitio para vosotros aquí

aquí
en una tierra donde las ovejas pastan graciosamente en interminables colinas onduladas
y el vodka se derrama de las bailarinas manos en las discotecas
donde las abuelas hacen el almuerzo sobre bocadillos
bandejas de tres pisos que se tambalean por las esponjosas victoria y las rock cakes[1]
con cucharas plateadas removiendo tés azucarados
les decimos
regresad

vi titanic cinco veces en la gran pantalla
las lágrimas corrían por mis mejillas cuando oía al remero gritar
¿hay alguien ahí? ¿hay alguien aún vivo?
luces de linternas en negros cielos nocturnos buscando supervivientes
a través de congeladas aguas rezando por encontrar cuepos tiritando
o sonidos de silbato
o chapoteos o respiración
o algo

solía pensar que todas las luces de linternas en los océanosbuscaban cuerpos que salvar
estaba equivocada
con hollywood ahora ausente
nuestras luces de linternas brillan sobre caras asustadas
condenando pieles extranjeras
les decimos
regresad- ésta es nuestra tierra

mientras padres desesperadoslanzan a su suerte a sus niños envueltos en mantas
rezando para alejarlos de las balas del control de fronteras
mientras los bebés se hunden hacia los reinos de allá abajo
donde los cangrejos bailan entre el coral
y los erizos de mar tocan las trompetas para dar la bienvenida a las nuevas multitudes de visitantes

mientras los barcos volcados envían más gente a la fiesta allá abajo
y los cuerpos se alinean en el fondo marino sin sitio alguno al que ir
y las sirenas se sientan cantando para mostrarles el camino
deseo
que al menos ellas digan

bienvenidos
venid aquí
sentaos
ahora estáis seguros con nosotros

[1]Dulces típicos ingleses



Cultura de café

Me encantaría ver a mis abuelas en soho
sentadas en un café
mientras salen sus almuerzos
sobre platos de corteza de madera
me encantaría verlas de volviéndolos
y pidiendo un plato normal
puedo simplemente imaginar cómo lo harían
¡qué desfachatez!
Luego cambiaremos
Nuestros adornos de latón
Por restos de Madera sucia sacada del mar



CLUBBING

the poster said –
one in three reported rapes happen when the victimis drunk

a
girl in
the photo
lieson
thefloor-
Young
sweaty

It doesn’t make me immediately angry
a standard protective family idea
i get it
when you’re out and you’red runk it’s less safe don’t get off your face – hollie
but on the back of the poster is the rest of the statistic –
if one third of all reported rape victims are over the limit
then two thirds are sober? Wearing trousers
duffle coats buttoned up to the collar – pyjamas – flat shoes
slippers – school uniforms – woolly grey tights
sitting in care homes and kitchens
dormitories and family rooms
with people they know
less posters of them
not sinful enough to be pinned to a bill board perhaps
or too close to the bone
as if being – quiet – male – child – ugly – old – dry – ill – geeky – shy
Is protection from this crime
–  but it is power – violence and control
–  not attraction and sex drive


the poster said
two in three reported rapes happen to a sober victim
i don’t know about the offenders – the poster said nothing about them





REVERSE

i would love to reverse things for one day
a short break for those who say it’s all ok here
for just one day
i’d like to see what people who don’t care less would say
if the media flipped
the other way around

for just one day
the women’s lifestyle section of the magazine rack stands
would see a sea of choice of topics
not just diet fights and looking good
but graphics politics fashion
sport and art- food and science
top shelf porn- perhaps
and watch as we all look forlorn and wonder why men’s lifestyle sections
are full of naked pouting men on covers
fighting others in their underwear

for just one day
I swear I’d scream to see daytime tv
presented by a bunch of grey-haired
laughterlineladen
female presenters
while the younger male side kicks giggle politely
at everything they say
while worrying how old they can get
before a younger guy
is inevitably hired instead

for just one day
I would like to see a newspaper
take a double spread about obama’s arms
when he wears short sleeves
ten pages to talk about the prime minister’s
choice of socks and hand cream
while focusing on katemiddleton’s degree
and how she feels about personal freedom
next to images of prince william’s
top ten jackets worn this summer season

for just one day
I’d read the sport pages
and tabloid news reporting
without watching as we gawp
at twenty year old tits
as I worry about our kids growing up
in a place where family newspapers
still parade our girl teenager’s bodies
and so many deny
any current inequality
and tweets threaten rape
for a female face on our money

and for just one day- I wonder what would happen

if there were airbrushed
half dressed posed men
on the front of every women’s magazine
and airbrushed
half dressed posed men
on the front of every men’s magazine
and airbrushed
half dressed posed men at the front
of every shop window
ad loads
of fully dressed women
in photos
everywhere
cameras zoomed into their faces
in shoulder shots
their wrinkles photo-shopped deeper
like every great gq magazine man feature

for just one day
I’d have an mtv
where every other male celebrity
was dancing on a pole in pants
instruments banned
while all the females
fully clothed
stood back
just singing
or strumming away
cos that’s their talent

for just one day
i’d have a grammys
where all the male performers pretend thet they are strippers
as my male mates complain
is it not enough that he is an amazing singer- why can’t he wear clothes
in his videos for f’sake and why does have to wear a flashing crocodile
toothed jock strap every time he performs on stage?

andi might hear friends say
why do i have to watch two men
in g strings
pretending to shag one another
in a dance routine
on x factor
at 7 o’clock in front of
my son?

andi might hear people say
why is sex always defined as
when she comes?

andi might hear people say
ok
maybe you’re not just on your period
maybe you’re not just jealous of her tits
maybe there is more to this


OCEAN FLOOR

when my daughter was three
she asked me
what was at the bottom of the sea
was it mermaids rocks and seaweed?
staring up at me
i didn’t tell her the story written in the morning paper

i said
wheni was her age- yes
there used to be mermaids there
gripping rocks
wishing for legs
spying on seamen on boats singing shanties
to show them the way to the safety of shores
these mermaids would splash with the turning of oars
dreaming of human kisses turning fish-tales to feet
playing games till night-time calls from below
when they’d go
swin away through the reefs
soi thought

i thought the ocean floor was a place for mermaids and sand
and Caribbean singing crabs called Sebastian
his candlesticks glowing
in ancient sea cities
through subterranean pillars
remains of palaces and titanic like leftovers on dinner plates
and parties with sea kings and octopus violinists

cynics argue- there’s no space anymore- up here

now in makeshift boats
across the seas
a thousand bodies row in false beliefs
back and forth through ocean seas
from torture death or war they flee
balanced between a boarded sea and maybe
reaching safety
we say
go back- there is no space on our land

as they row on with hopeful hands
we wait
our seashores now barricaded by wires
lighthouses replaced by blue siren fires
mermaids dashed off rocks
where border
control guards now sit and watched
and wait
shininh floodlights of teeth into villainous waves
they wait
drowned in the soft glows of gloating
guns rested between fingers
ears pricked for shivers
they wait for those boats
floating where black night skies above the ocean burns with cold
and frozen winds pierce fleeing souls
and never ending waves wake screaming babies
and frightened people huddle
dreams of little more than reaching safety
we say
go back- there is no space on our land

dunkirk now far from our minds
where newspaper stories
bragged of boats saving scared fleeing flesh
the worn paddles blessed
by man’s compassion
our headlines now read
go back

as hands row for weeks forward and back
we say go back
as fingertips shiver and crack
we say go back
as faces think back to the homes they had
we say go back
as whispering voices break with tears
eyes full of streaming freeze with fears
and just when
their boats are getting near
we say
go back- there is no space for you here

here
in a land where sheep graze gracefully on never- ending rolling hills
and vodka spills from disco dancing hands
where grandmas do lunch over sandwiches
three tiered trays toppled by victoria sponges and rock cakes
and scones  and jam and clotted cream
with silver spoons stirring our sugary teas
we say
go back

i watched titanic five times on the big screen
tearsstreming down my cheeks as i heard the oarsman shriek
is anybody out there? is anybody still alive?
flashlights in black night skies searching for living
through freezing waters praying for shivering skins
or whistle sounds
or splashing or breathing
or anything

i used to think all flashlights in oceans were searching for bodies to save
i was wrong
with Hollywood now gone
our flashlights shine in frightened faces
condemning foreign skins
we say
go back- this is our land

as desperate fathers throw blanketed children to fate
praying away from border control  bullets
as babies sink into kingdoms below
where crabs dance through coral
and sea  urchins blow trumpets to welcome the new crowds of visitors

as boats topple people into the party below
andcrpses line seabeds with nowhere to go
and mermaids sit singing to show them the way
i hope
at leatst they say-

welcome
come here
sit down
you’re safe with us now




CAFÉ CULTURE

i’d love to see my nans in soho
sitting in a café
as their lunch comes out
upon a piece of bark
i’d love to watch them give it back
and ask for a plate of that
i can just imagine how they’d do it
what a bloody cheek!
next we’ll be replacing
our brass ornaments
with dirty driftwood out form sea


TRADUCCIÓN Y NOTAS: Silvia López Rodríguez
http://latribudefrida.com/poesia/los-cuerpos-que-importan-en-la-poesia-de-hollie-mcnish/






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EDUARDO ESCALANTE GÓMEZ [18.922]

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EDUARDO ESCALANTE GÓMEZ

Nació en Antofagasta, Chile (1942). Licenciado en Lingüística y Literatura, Universidad de Chile, Magister en Ciencias Sociales, Universidad de Gales, Gran Bretaña. Es investigador, académico, ensayista y poeta. Ha publicado diversos artículos científicos en revista con referato en Chile, Argentina, Perú, Colombia, México, Nicaragua, España, también varios libros sobre investigación y estadística en Chile y Argentina. Ha sido incorporado a los sitios Arte Poética, Proyecto patrimonio cultural, escritores y poetas en español (letras.s5) en lo que se han publicado varios de sus poemas. Ha escrito cientos de poemas inéditos.




Soy, un simple hombre que ...

                                es ola que
                                rompe en su orilla

                                tiene días que
                                no puede cantar

                                 vive la esperanza que de viejo
                                 puede apoyar su cabeza tranquilo en la almohada

                                 aguarda que unos pocos rayos de sol
                                 crucen su trayectoria.

                                 quiere no ir a tribunales, 
                                 ya hizo todo lo que podía hacer

                                 espera el día ciego



Rescate

Las palabras fueron a mi rescate
y me tienen hoy donde estoy.
Pero las palabras alguien las pronuncia.

Nunca sabré quién abrió la puerta de una casa,
rodeada de árboles, y la pintó del color del mar
(aunque lo he de suponer). Gratitud.

Se enciende el fuego y nunca sabré quién fue 
el que dejó los alimentos y bebidas, y una nota 
sobre el alféizar de la ventana en la que se lee:
permanece aquí todo el tiempo que desees.
(aunque lo he de suponer). Amor.



Grano de arena

¿Cuánto traigo en mí de millones de años?

dejaré un grano de arena para los millones que vienen.
Este nadará en el tiempo como un pez a su propio gusto.
de más de una ola se enamorará.
solitario quedará en algún momento
depositado en una alfombra de algas,
que lo rescatará de la tormenta.
en algún otro tiempo observará el
epitafio de un barco hundido y
una escama de pescado lo salvará de la
picadura de una medusa.
como lleva setenta veranos en sus pulmones
resistirá los oleajes.
en algún puerto bailará al revés,
dentro de una botella de whisky que flota
con mensaje en busca de una amada



En ángulo recto a la pantalla

En este lugar, la jornada nocturna llega a su término,
un jirón de niebla de la mañana, como acostumbra, 
despierta a un árbol dormido, y también al techo de mi casa.
Verán, el aire gris toca las cosas y a nosotros.
En mi cama, me doy vuelta y un recuerdo estalla en mi cabeza,
como la nuez cuando la martillo, ruidoso, no es dolor de cabeza, 
pero pensaba que lo había dejado en el baúl.
Fácil, lo vuelvo boca abajo y escribo su epitafio,
quedó con sus dos piernas congeladas.
La crueldad del reloj me hace levantar, y no por el que dirán,
es que la pantalla pregunta: y usted a qué hora llega.
Parece que la niebla también la tocó. Bien,
el mandato es punzante, miro desde la ventana, 
sigo la variación de los colores, una palabra viaja
rauda y quiere que la vista. Mis ojos trazan un ángulo recto
y se lanzan sobre la pantalla.



*



que necesita aparte de la madrugada para empezar el día.
cierto, aún nada escrito, pero el jardín lo hizo para siempre,
salió como un reflejo de los más íntimo del corazón,
ahora necesita esos ojos mirando fijamente el insecto
que lo elige y enterarse del aroma del que se desprende.

cierto es también, que teme que teme al diario gorrión 
con cara de silencio, es su invento. Pero también sabe
que, desde las nueve a las doce, música aparece en los árboles,
salvo que no la escuche porque algún órgano suyo
quiere seguir durmiendo y no escucha lo que está sonando
en este momento.

sólo necesita un instante de vacío consigo mismo,
la luz solar espía a un real, entonces el jardín le habla.
un poco más lejos, una gaviota cansada se abraza 
con una piedra, y una naranja mantiene su silencio.

ya avanzado el día, la calle también se hace presente, cinco perros callejeros,
un auto abandonado y tres pares de ojos observándolo,
dos señoras de edad conversando libres de resentimiento,
sus manos reflejan el cariño.



Uno y sus intérpretes

Te levantas temprano, quieres apagar tu incendio
piensan que es otro de tus inventos
Hasta las migas de pan parecen una panadería
Tus maceteros son un prado
Tu cocina, un restaurant
El cuadro en el living, un museo
Se quema una ampolleta, la plaza queda sin luz
¿por qué esto que hablo es un crimen?
¡Es verdad, así te sientes!
Pero no te creen, te miran no te dicen nada
Pareces una extraña.
Es como si te pidieran callar la boca
¡lee en silencio tu propio cuento!
A lo mejor Freud me entiende
han confundido enfermedad con cansancio
el mar hay que nadarlo, los enfermos
se ahogan en un vaso de agua
a las que nos dejan mudas
nos ahogamos en el silencio
Ahora estás en tu propio poema
de tu fría mañana, como un pájaro que tiene que cantar
su sí mismo en la colina
Mis palabras son trampas
No me había dado cuenta que yo misma las elegía
y también a sus intérpretes
Quiero acabar la novela de mi vida
y empezar mi realidad que la tengo metida en la sangre
sacudiré mi colchón
abriré todas las ventanas para que entre luz
cualquier otro a la cárcel, pero mi propia
persecución es injusta.
Ella se endereza, se levanta, camina
tímida e incongruente
a través de bloqueos de carreteras y colas del pan
Abandona la lengua del otro, dice su propio lenguaje
Sale del cuarto oscuro donde el otro ya no ingresa
no deja que nadie transpire en su hombro
borra el número de teléfono
Mejor hacer otro mundo para mí, para mí
¡total, sola tendré que dar cuenta!




Una octava de distancia

En algún desperdicio de tiempo,
cada uno piensa dónde se irá cuando se muere.
Ella piensa que va a morir a una playa.
Piensa en ello: un cielo rosado anacarado
donde, a excepción de su vestimenta,
todos llevan tela transparente,
y salvo sus orejas,
todo el mundo se parece a su madre.
Esa playa, lucha de amarillo y blanco,
en el mapa: matrimonio con el azul
del mar. Son suficiente dos pasos
para hacer una melodía con ellos.
Dos pasos, una octava de distancia.




En primavera

la realidad es parte de mi naturaleza,
llevo la primavera con su verde desbordado
de sueños que se inician, horas en las que los entierros
ocultan el negro, las flores se alzan como antenas
y lucen sus colores. No hay advertencia de temporal,
el tiempo es parte de las voces de las aves que en
coro cantan al sol, el óxido se desprende de las piedras
el calor inicia sus efectos. Todo es música de cámara de la vida,
escucharla con total atención y no apagarla.
El choque de las olas ha desprendido su adolescencia, hoy
tienen un cuerpo adaptado. Me puedo sentar en la roca que rodea
el océano lila con aroma. Un barco golpea la mirada incesante en la distancia




¿Lengua o lenguaje?

digo hablo la lengua
me respondes digo el lenguaje
qué me quieres decir
recuerdo a tu mamá
haciéndote dormir
la vi acostar a los Arcontes de habla celestial
en tu almohada
espantar a los Arcontes de habla infernal
hago lo mismo
con mi lenguaje
también
conspiraba con ella
aunque detrás de una cortina
en tu cama ponía
helados de frutilla
frotaba galletas de colores
una pelota colocaba entre tus pies
ella oraba
que las aguas limpias
en las que se mira Moisés lo acompañen
en caso de piedra en el camino
que el Humilde lo salve




Intensidad

hace doscientos años
duermo arriba de una roca
sus algas ahora son blancas
la roca es parte de mi espalda
contiene:
aire, fuego, arena, viento, lluvia, sol radiante; asombro, un espejo, carcajadas, simulacros,
un sinfín de mentiras sin personalidad, una cuota de caos, crujidos y costuras,
por supuesto, abismos...
...caídas que nunca quisieron ser caídas...
soy ese matorral
sin ilusión de cosa grande.
pesa, y bastante
pero qué.
Los poemas que lees son la limpieza
de mis huesos,
cuántas leguas de tierra cuesta cada palabra
seguro recibirás la roca
afirma bien el piso.




Determinación

siempre atento
observo tu cadencia al caminar
me dice de ti, de tu vida
cada paso tuyo
habla una lengua diferente
tu balanceo
es fascinante
y misterioso
con ojos cerrados
veo tu voz
en cada instante
entras silenciosa
al espacio que has
elegido
lo presiento
porque entras
como si fueras
el espacio
me llevas
desde adentro
me has
construido
me sostienes
aunque te hayas
equivocado
me dices
eres otro
pero aún eres yo
no habitas
tierra extranjera
eres pared de mis sueños
no te aseguro tu orden
la ley del padre
hablo mil lenguas
así lo quieres
haces
que seamos
el movimiento
escalamos
me haces posible
tú y yo y yo y tú y tú y yo y el mundo de tú y yo





Se camina la existencia

Camino
en medio del estallido de las olas
y el silencio de los árboles.
Camino
enredado en claro-oscuro.
existo en ese camino.
nombro.
inexacto, por no escapar de la tribu,
se me escabulle lo que no hace ruido.
escucho mirando, renombro.
nombrar es escribir con mi mano,
salvo querer quedar sin cabeza
o incendiar la lengua en una hoguera.
las estrellas empiezan mintiendo.
“la mano es la mirada del guante”,
soy la mirada del amor.
en mí llevo el truco que convierte
la pena en alegría, lo gris en luz.
sigo mi camino.
no comienza,
nunca termina.





Amor

pequeño niño
quiere saber de dónde salen
mis dedos imaginarios
esos que escriben.
qué hay antes del cero
que no sea menos cero.
se tumbó un verso
poema soñó nueva palabra
son
las ocho menos diez
te amo todavía


*


Misa para el instante, ataúd para la hora.
¿dónde se pierde la extrañeza y se refugia la constancia?
Una fuga de la revelación en vagas fronteras.
La ausencia se enmascara. ¿Qué hay bajo la lona?
Cuesta encontrar donde se inscriben los errores.
Cámaras termales pueden penetrar los ladrillos
cuando uno está en el refrigerador y los latidos
del corazón se hacen lentos y la arritmia toca su melodía



*


saqué el picaporte a la puerta
y encendí la luz
no era necesario pincharse el
cráneo con una aguja

mala letra tengo, mala
mala clase no soy
sí he tenido que forjar espada rota

así giramos las cosas
en una muestra de respeto,
hay estándares incluso entre ladrones

Clavos, martillo, y una sierra.
Más madera, lija y brea para sellados y junturas.
Una vela.
Un cuaderno y once lápices (negros y de los otros).
Y mis fuerzas.
Suficiente.





.

ATILA LUIS KARLOVICH [18.923]

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Atila Luis Karlovich

Nació en Bogotá (Colombia) en 1953. Estudió filosofía y filología hispánica en Zurich (Suiza). Doctorado en 1981 (Dr.phil.I). Vive en Buenos Aires (Argentina). Trabajó en bancos internacionales, periodismo cultural, labores campestres y en la docencia a nivel secundario (latín e historia) y universitario (quechua) en la Universidad de Buenos Aires. Publicaciones académicas varias sobre filosofía y literatura popular (cultura quechua, sobre todo del dialecto quichua santiagueño).

Publicó primeros poemas (en alemán) en el suplemento literario del diario zurichense Die Tat (1974-76). Publicaciones ocasionales de poemas en diversas revistas literarias, entre otras en El Malpensante Nº 2, enero de 1997. Ganador del Concurso Literario “Ana María Rutllant de Caycedo” (Concurso Brantevilla) 1994 con el poemario De hoteles y lunas que se publicó en una edición del concurso.

Tiene un poemario inédito De esta mi vida sin suelo.




Zafra

(Hato San Pedro, Monte Plata)

hay que esperar la noche
con su lumbre, con su desluz,
para saber del mediodía, del incendio,
del viento que desmesura la luz
en los cañaverales.

baila entonces el sol
sobre los machetes
y la caña se derrumba cansina,
cantando vientos,
ritmando sueños
de guinea, biafara remota.

como si cargaran
con el peso del mundo
avanzan lentos
sobre los rastrojos que hierven
los bueyes esclavos
con su cornamenta grotesca
y sus nombres de novia.

el grajo de los picadores
asciende dulce
a las narices del señor
enroscado en los cielos,
bailando cruel en la sangre,
riendo en cada machetazo,
borracho de ron.

ahora la luna calla gorda sobre el batey llovido:
sombra palomina,
charcos, silencios de paladio
que estallan verdes en el lodo,
machetazos que relumbran de sangre.

sombra filosa de caña,
sombra de sordos atabales,
de sufrires, de zafra, de furioso sol.





Nocturno de Polifemo enamorado

         imitador undoso / de las obscuras aguas de el Leteo
                                                        Luis de Góngora y Argote



la zampoña feroz de polifemo cegado
surca la paz
refractaria
de la trinacria.
el sol es negro y salado,
la luna un fuego violento que asoma entre nubarrones.

hace horas que la caterva abandonó la isla:
sólo la risa burlona del polítropo pende
como perfume infame de un brezo.

el sol es negro y salado,
la fiebre arde y lo sacude.
en su ciclópea llaga de niño herido
pastan y
acarician solícitos ángeles predadores,
(ángel galatea,
ángel paloma,
ángela ángel)
asustados animalitos alados,
cocuyos
que calman hambrientos sus encendidas heridas,
que lamen ansiosos su ojo destrozado.

caricias se apilan sobre su cuerpo
como un traje de escamas:
(lo ataja aquí su misterioso linaje marino,
hijo de poseidón,
navegante en furiosos cauces de lágrimas,
selacio cautivo
en atarraya rupestre).
como un traje de escamas,
como una camisa de fuerza,
como una coraza de algas viciosas se apilan, una sobre otra, las caricias
que lo hacen bramar cantos de tinieblas:

charco de aguas negras y saladas
donde se ahogan de los que aman las negruras y los pesares.





Entrar y salir del paraíso

en la puerta señalada
no encontrarás más que la espada extinta.

entra, amigo, que
no hay un alma.

en las sábanas deshechas
anidan
lagartijas doradas,
hay vasos rotos,
botellas vacías
preñadas de las dactilares de dios,
hay desparramo de plumas,
cucarachas que corren desconsoladas,
loza sucia que se amontona en los fregaderos.

negra
la melodía de un ruiseñor
insospechado
enjaula la brisa del tiempo,
entreteje
el agrio olor de la eternidad.

han saqueado el paraíso,
hachado las famosas arboledas de edén,
y colgado del viento
el pellejo de la culebra que sabía el mal y el bien.

ya no da tregua el sol tan cercano.
un calor silente aúlla por los esteros antaño nemorosos.
los ángeles que escaparon baten sus alas
como tostados espíritus palustres
y no tienen adónde posarse:
los aguardan
arenas movedizas,
caimanes famélicos,
el índice rugoso del señor.

huye, amigo, si puedes,
huye, si es que encuentras la puerta.



Tradición oral y empeño por la escritura
en la literatura del quichua
de Santiago del Estero

Atila Karlovich
Asociación Investigadores en Lengua Quechua
adilq@hotmail.com


    
El quichua santiagueño es el único dialecto quechua que sobrevive en la Argentina. Si bien tiene aproximadamente cien mil hablantes, prácticamente todos ellos son bilingües (con una gran variedad de competencias en los dos idiomas) y casi todos iletrados en el quichua, lengua ancestralmente ágrafa y reprimida desde afuera y desde adentro. No es probable que bajo estas condiciones se desarrolle algo que se pueda llamar literatura. La cultura literaria supone conciencia del valor propio y un entramado institucional y social que en la época actual implica escolaridad, oportunidades para publicar y un público lector interesado en lo que se escribe. No hace falta insistir en que casi todo esto siempre faltó y sigue faltando. Sin embargo, de hecho, algo hay. Preguntamos por la literatura, porque estamos convencidos de que sin ella cualquier idioma está condenado a la extinción. Recapitularemos el contexto histórico y abordaremos las letras quichuas desde la perspectiva de la disyuntiva de oralidad y escritura que está en sus orígenes y que las sigue caracterizando. Desde ahí podremos encarar también brevemente las cuestiones que se imponen respecto a su futuro.  

    
Sabemos que la época colonial había sido relativamente propicia para el quechua, debido, principalmente, a su oficialización como vehículo de catequesis en los Concilios limeños. La prohibición de usar el idioma por parte de Carlos III data de 1770 y se inscribe dentro de la política lingüística centralizadora de este monarca. Si el gobernador Matorras implementa medidas inmediatas, la presión sobre la lengua se intensifica después del levantamiento de Tupac Amaru (1780). De hecho, el idioma desaparece en Tucumán y otros centros urbanos del noroeste en los primeros decenios del siglo XIX. Por otra parte, el período independiente no podría haberse iniciado más auspiciosamente para las culturas indígenas. Los criollos se alían con los caciques pampeanos para combatir a españoles e ingleses, Mariano Moreno sostiene en sus escritos la necesidad de la hermandad entre criollos e indígenas, en el Congreso de Tucumán se discute, con toda seriedad, la alternativa de una monarquía inca (y nadie menos que el General San Martín apoya esta idea), el quechua y el aymara aimara están presentes en el documento fundacional de la Nación Argentina, el Acta de Independencia de 1816, el himno de López y Planes evoca las glorias del incanato y la bandera que crea Belgrano incluye - uno hoy casi diría ingenuamente - un Inti incaico. Ninguna otra de las naciones hispanoamericanas hizo tamaña reverencia a su remoto pasado precolombino. Pero esta ventura cambia radicalmente a partir de mediados de siglo, con el desenlace de las guerras civiles, cuando se impone como doctrina de unificación nacional la ideología liberal y modernizadora que representan Domingo F. Sarmiento. El ejército y la escuela son sus instrumentos. A partir de ahí no hay más tolerancia con la indianidad. Pronto comienza la guerra de exterminio contra los indios del sur, que deja a la vista la conjunción de intereses económicos e ideología. Tampoco es una casualidad la desaparición del quechua en Catamarca, La Rioja y Salta en los cincuenta años que siguen a la publicación de Civilización y Barbarie. 


II

El caso de Santiago del Estero es especial, tanto en el contexto argentino, como americano. Primera fundación española en territorio argentino, Santiago paradójicamente casi desde el principio se ubicó entre las más postergadas. Deben haber sido los insoportables calores y la caprichosa sucesión de sequías e inundaciones, lo que provocó que gobernadores, obispos y vecinos pudientes prefirieran residir en alguna de las fundaciones filiales de clima más benigno. La capital del Tucumán parece nunca haber encontrado su ritmo metropolitano y en vez de progresar se amodorraba cada vez más. Si bien la pequeña minoría española, que se quedaba por haberle tomado cariño o porque no tenía cómo escapar, ocupaba los primeros bancos de la rústica catedral y decidía absolutamente todo, en los hechos la inmensa mayoría indígena imponía calladamente mucho de lo suyo. Mientras no se tocaran los privilegios de la sociedad de castas ni se discutieran los dogmas católicos, en Santiago imperaba un espíritu provincianamente tolerante y ecléctico que irradiaba sobre los pueblos de indios vecinos y les hacía llevadera la integración cultural. Mientras los indios resignaban sus diversas lenguas y ropajes, y aprendían el catecismo menor de memoria, guardando creencias y costumbres disidentes para la intimidad, las familias patricias reservaban sus remilgos castellanos para los grandes discursos en el Cabildo y las fiestas patronales. En un proceso de mestización notablemente exitoso, indios y españoles se fueron amalgamando en una raza de costumbres homogéneas. Lo extraordinario es que el quichua que había llegado a la comarca no sabemos con certeza cuándo, con los españoles o antes de ellos (y no queremos discutir este controversial tema aquí), se convirtió en un denominador cultural común, en una verdadera "lengua general" para indios y españoles. A medida que avanzaba el mestizaje y perduraba el aislamiento y la postergación, el quichua, mechado de bocados, dejos y tonadas lules y andaluces, cacanes y castellanos, fue lengua principal y materna de casi todos los santiagueños. Por lo tanto, desde que es santiagueño, el quichua es una lengua híbrida y esencialmente mestiza y en nuestra opinión la incorporación de elementos ajenos a la lengua original en cualquier orden no debe considerarse como contaminación sino como adaptación, transformación y enriquecimiento.

La situación lingüística del Santiago colonial - esto tiene que quedar claro - es por lo que sabemos, excepcional en todo el ámbito de la América hispana y tampoco es representativa para el resto del Tucumán. Esta excepcionalidad se toca con la que imperaba en el Cusco y en el ámbito jesuita-guaranítico, pero cada uno de estos casos caso es sui géneris. Si bien en la gran mayoría de los territorios coloniales el conocimiento de dos lenguas era difundido entre indios y españoles, el uso era habitualmente circunscripto a los contactos interétnicos. Era cosa de curas y capataces conocer lenguas americanas y de ladinos saber expresarse en castellano. Y por más interferencias que hubiera, se distinguía claramente entre las lenguas subordinadas y de uso solamente oral de indios, y el castellano privilegiado, idioma de españoles y mestizos, exclusivo en todos los órdenes de la vida pública. Para definir con claridad conceptual la relación de quichua y español durante la Colonia en Santiago todavía hace falta mucha investigación  investigacíon, pero a partir de lo que sabemos podemos arriesgar la opinión provisoria de que el quichua era la lengua que usaban todos los santiagueños en el orden privado, en el trabajo y en el comercio local como vehículo de comunicación oral, mientras que el castellano hacía las veces de lenguaje oficial, escrito y ceremonial. Por lo tanto cabe suponer también que mientras el quichua era la lengua hablada por casi todos, salvo por los españoles recién llegados, y había una porción importante de hablantes exclusivamente monolingües, sobre todo en el campo, el dominio del castellano se restringía a las familias patricias, al clero y a los indios y mestizos que de una u otra manera intervenían en los asuntos públicos.       
    
Con la Independencia, Santiago seguía viviendo su languidez y su aislamiento, las estructuras y el espíritu de la Colonia seguían vigentes y los santiagueños seguían hablando en quichua. La prédica antiindígena sarmientista que erosionaba la vigencia de las lenguas americanas en todo el país no encontraba eco, principalmente porque el campesinado santiagueño no se sentía identificado con la indianidad. Hacía siglos que había resignado su identidad de indígena, porque indyus o runas eran para él eran las tribus chaqueñas que conocía por sus frecuentes incursiones belicosas en los campos del norte. Esto no quiere decir que la herencia indígena no haya sobrevivido fuerte, pero discreta y a veces vergonzosamente ocultada debajo o detrás de la nueva identidad santiagueña. Así lo atestiguan muchas de las tradiciones, costumbres y creencias que se mantienen vigentes en Santiago, y más que nada la supervivencia del quichua. Pero hay algo más: mientras que en el resto de las provincias norteñas las clases dirigentes, enfáticamente orgullosas de la vertiente peninsular de su ascendencia, no querían ser asociadas con el demonio de la barbarie e identificaban el castellano con la argentinidad y el quechua con la indigna condición de indios y extranjeros, los terratenientes y caudillos santiagueños se identificaban con la lengua ancestral del campesinado y seguían siendo bilingües. Tenemos testimonios concluyentes que demuestran que las clases dirigentes siguieron cultivando el idioma sin complejos y hasta con orgullo elitista hasta ya entrado el siglo XX y que hasta esa época era habitual escuchar el quichua hasta en los salones de la capital. De hecho en ningún recodo de la Argentina el discurso sarmientino tardó tanto en surtir efecto como en Santiago. Recién la indoctrinación de los maestros y la clase media urbana, el servicio militar obligatorio y sobre todo la escolarización de los campesinos, complicada y precaria, introdujo primero el bilingüismo generalizado y comenzó a cambiar las cosas. La represión de la lengua por parte de la escuela fue implacable y caló hondo en la conciencia de los niños quichuistas haciendo que estos asociaran su lengua con una condición humana inferior. Si los viejos caudillos habían utilizado el quichua para manipular a las masas campesinas, como aseguran algunos, la represión del quichua fue un instrumento de dominación mucho más sutil y perverso porque forjó un pueblo sumiso a partir de la conciencia de la propia inferioridad. Finalmente la clase dominante, ya en decadencia, también se plegó a la irresistible ideología nacional. Las fatales transformaciones económicas que terminaron  terminararon en el ecocidio del monte santiagueño y la tremenda emigración forzada que caracteriza la historia de la provincia hasta nuestros días y parece eternizar la postergación santiagueña, hicieron el resto. La suerte estaba echada. 


III

De cualquier manera, hasta muy entrado el siglo XX todavía existía un núcleo poblacional demasiado grande sobre el cual no había como ejercer influencia sin la ayuda del quichua. Esto lo sabían los curas y los políticos y lo aprendieron también los comerciantes. Así se da que los primeros testimonios escritos de los que hay noticia en el dialecto santiagueño pertenezcan precisamente a la época de mayor presión: son oraciones, proclamas políticas y ofertas de venta, todos textos destinados a influir desde afuera sobre los quichuahablantes.
    
Y lógicamente la historia del quichua escrito hubiera terminado aquí mismo. Hacia mediados del siglo la escuela y los medios de comunicación cada vez más presentes habían  conseguido una población bilingüe a la que se podía acceder sin el atajo del quichua. Pero mientras disminuía la vitalidad efectiva de la lengua, se debilitaba también la vigencia indiscutida del discurso sarmientista. La historia oficial empezó a ser cuestionada en el ámbito nacional y esto permitió una nueva mirada sobre los valores de la cultura tradicional y autóctona. En Santiago y para el quichua fue decisiva la labor del médico Orestes Di Lullo cuyo trabajo El Folklore de Santiago del Estero, de 1943, causó gran impacto en los círculos intelectuales de la provincia. Ayudó también el éxito que tuvo la novela Shunko de Jorge W. Ábalos, de 1949, y en general la actitud de muchos maestros rurales como el de la novela, que estando en contacto permanente con la lengua comprendieron su valor y se sintieron culpables por el papel que objetivamente cumplían. Pero lo decisivo fue la labor de Domingo A. Bravo, otro maestro de escuela de la misma generación. Autodidacta como lingüista y sin poder apoyarse en prácticamente ningún antecedente, Bravo logra a mediados de los años 50 presentar un panorama amplio del dialecto santiagueño, una versión de la historia de su origen, un esbozo elemental de su gramática, su vocabulario, sorprendentemente completo, y una antología de su poesía oral. 
    
Por otra parte, en Barrancas (Depto. Salavina), en el medio del monte santiagueño, había nacido en 1915 Sixto Palavecino, un talentoso muchacho campesino, quien muy pronto conquistó su lugar entre los músicos santiagueños. Pero la vivencia de la represión de su lengua materna era una espina clavada que no dejó de torturarlo. La historia de lo que podríamos llamar su "destape" como quichuista está documentada en su chacarera doble Penqakus kawsajj karani. Refiriéndose a la situación objetiva del idioma, diagnostica olvido colectivo, falta de memoria individual y desprecio público. En cuanto a su situación personal, plantea su dilema socio-lingüístico: por un lado la vergüenza de su propio idioma, y por el otro una dolorosa incompetencia en el idioma dominante. Aparentemente el círculo vicioso de desprecio, autodesprecio y silencio, que genera más desprecio, es tan profundo que no deja romperse si no es por iniciativa de la sociedad identificada con el idioma dominante. Son las actividades a favor del quichua del profesor Bravo (como maestro de escuela representante cabal de la cultura oficial) que provocan en Palavecino que se anime a cantar los gatos y chacareras que tanto tiempo había callado. Y para su sorpresa le va bien. Se rompe entonces el embrujo del silencio y la vergüenza se convierte en orgullo. Palavecino solicita un lugar en la radio local, y junto a otros músicos e intelectuales quichuistas funda el Alero Quichua Santiagueño, institución que ha contribuido enormemente al aumento de la autoestima de los quichuahablantes y a la difusión de su cultura. Es en su contexto donde tenemos que situar los comienzos de una literatura quichua en Santiago.

   
IV

Ahora bien, si diagnosticamos el surgimiento de una literatura, no podemos desconocer que esto no hubiera sido posible si la cultura quichua no hubiera contado con raíces que supieron mantenerse sólidas a pesar de la vergüenza, en la clandestinidad de los decenios represivos. De hecho existía una tradición oral vigorosa y comprobable de la cual pudieron nutrirse las incipientes letras de los años cincuenta. Por un lado está la poesía de transmisión oral - en quichua, en castellano y bilingüe - que conocemos a través de los cancioneros. Se trata por una parte de rimas infantiles y adivinanzas, y por la otra de versos de arte menor generalmente destinados a servir de soporte a la música y entroncadas en la antigua y rica tradición de la copla hispánica. Son poemas y poemitas de muy diversa calidad, compuestos por autores anónimos, transmitidos de boca en boca y por cantores populares semiprofesionales, y finalmente recopilados por estudiosos, folkloristas y maestros de escuela durante la primera mitad del XX. Si bien la mayor parte de estas composiciones se distingue de las castellanas nada más que por el idioma, sería exagerado excluir completamente la impronta prehispánica. Esto es evidente en la vidala, forma musical de cuyos orígenes andinos no cabe ninguna duda. Además valdría la pena averiguar las raíces de los temas animalísticos alrededor del comisario qaray puka, la comadreja, la mulita y el walitu delincuentón. Sugerimos modestamente que esta temática, por lo que sabemos ausente en los cancioneros de otras provincias, podría incluso remontarse a una tradición anterior a la entrada del quichua en Santiago.   
    
Además de la poesía existe una narrativa tradicional, cultivada ancestralmente y con notable maestría en los hogares campesinos, donde no había libros y adonde las noticias llegaban solo de tanto en tanto. Para amenizar las horas alrededor del fogón se contaban cuentos, fábulas y anécdotas, humorísticas y de espanto más que nada, relacionadas con personas y  leyendas conocidas por todos. Si tomamos Estado Actual del Quichua Santiagueño que Domingo Bravo publicó en 1965 y que es  la única colección de textos orales que existe hasta el presente, encontramos que más allá de diálogos, relaciones de costumbres antiguas, recuerdos y testimonios personales, aproximadamente la mitad de los textos pertenece de una u otra manera a estos géneros narrativos. El que se acerca a estos textos leyéndolos como literatura escrita nomás, siempre quedará abrumado por sus desprolijidades. Es que se trata de composiciones orales, en las cuales el acto de composición, es decir la factura de la narración, queda mucho más expuesta que en un texto escrito y corregido. En realidad hay que agradecerle a Bravo que no haya cedido demasiado a la tentación de emprolijarlos. De cualquier manera, para acercarse adecuadamente a estos textos, hay que escucharlos y no leerlos. Entonces se achican sus falencias y se lucen sus virtudes. 


V
    
Antecedentes literarios escriturales encontramos de un solo tipo: las oraciones rimadas. Ya las habíamos mencionado brevemente cuando hablamos de los primeros testimonios escritos del dialecto y decíamos que se trataba de textos destinados a influir desde afuera sobre los quichuistas. Esto es correcto porque hay buenas razones para creer que la mayoría de ellas sale originariamente de la pluma de sacerdotes no quichuistas conocedores del idioma y su intención indisimulada es la propaganda fidei. Pero hay que ver algo importante: los curas rimadores, algunos más dúctiles e inspirados que otros, supieron demostrar por primera vez que el quichua no era solamente un "dialecto" (en el sentido peyorativo de la palabra) capaz de expresar intimidades del pago y nada más, sino apto también para los conceptos más elevados de la teología, y que además era maleable desde el escritorio. Vale decir, que era posible crear un lenguaje específicamente literario. Más allá de sus logros y sus torpezas, hay que ser consciente de que cualquier lenguaje literario siempre difiere del lenguaje de los hablantes. Y cabe agregar que sus esfuerzos no fueron estériles, ya que sus creaciones penetraron en el acervo popular ingresando en la tradición oral y rescatando incluso creencias anteriores al cristianismo, como lo demuestran las deformaciones populares en algunos casos muy significativas. 
    En este contexto hay que considerar también el empeño del polémico Instituto Lingüístico de Verano, que con idénticas intenciones a las de sus antecesores católicos y con resultados muy comparables entre aciertos y desaciertos, se abocó durante los últimos años setenta a la traducción de algunos pasajes de los Evangelios. Independiente de las simpatías y antipatías que uno pueda tener por el fundamentalismo evangélico, hay que ponderarle que después de la iglesia católica fue la única institución que desde afuera tomó el idioma en serio e hizo esfuerzos para ampliar sus posibilidades intrínsecas. ¡Ojalá otros - los gobiernos, las universidades - hubieran hecho lo mismo!   


VI
    
Ya vimos como a mediados del siglo pasado habían mejorado las condiciones generales para el quichua. Pero también sabemos, por otra parte, que se trataba de un momento históricamente crítico, no sólo para el quichua sino para toda la cultura tradicional argentina. Los cambios socioeconómicos que condicionaron la tremenda emigración del campesinado a las aglomeraciones urbanas y el avance de los medios masivos de comunicación pusieron definitivamente en juego la sobrevivencia de las culturas tradicionales. El afán de los recopiladores folkloristas coincide con un debilitamiento ostensible de la vitalidad oral. Es fácil conjeturar que si para la literatura quichua no se hubieran dado las condiciones para entrar en la zona escritural justo en aquel momento histórico, también se hubieran perdido irremediablemente las tradiciones orales que hasta el momento constituían toda su literatura. Los cancioneros hubieran ingresado como letra muerta en las bibliotecas, y la lengua se hubiera quedado sin uno de sus instrumentos más efectivos de sobrevivencia. Los que empezaron a escribir a partir de los años cincuenta pudieron agarrarse cuasi a último momento de una tradición en estado crítico pero todavía viva entonces, es decir supieron enlazar su quehacer escritural con las prácticas orales que los precedían. La literatura quichua que tenemos, revisada cincuenta años después de sus inicios, se deja definir a partir de su relación con la tradición, y los autores y las obras encuentran su lugar ubicándose dentro de esta encrucijada entre oralidad y escritura. En lo que sigue analizaremos algunos casos sintomáticos. 


VII
    
La primera obra literaria publicada que contiene un texto en quichua es El Desierto Saladino de Ángel Luciano López, cuya primera edición data de 1938. Se trata de una mezcolanza florida de notas, ensayos, narraciones, semblanzas,  poemas y dibujos, todos referidos a temas localistas de la zona del río Salado. En uno de sus apartados recoge bajo el título Originales versos en "quichua" de la costa saladina siete coplas anónimas que Bravo posteriormente incluye en su Cancionero. Y en otro apartado presenta una breve narración en quichua, Mawka Tyempos, Leyenda quichua, a la cual hace seguir una traducción al castellano, que conserva el espíritu del relato y de la lengua, pero cambia algunos detalles. Más allá de la  pregunta que se impone, si se trata de un relato oral recopilado o de una composición en quichua del propio escritor, lo importante para nosotros es que, poniendo el relato en el contexto en que lo pone, López utiliza por primera vez el quichua (el suyo y/o el de su informante) como lengua literaria en el sentido moderno, escritural, del término.
    
En la entonces floreciente Villa Atamishqui, en el año 1953 el poeta, músico y escultor José Antonio Sosa, quien además hacía de policía y curandero en su pueblo, presenta al público Pallaspa Chinkas Richkajjta (Juntando lo que se va perdiendo), un poema épico en versos de excelente factura que trata de la vida de un muchacho pobre que egresa de la Salamanca, la legendaria cueva del diablo donde los muchachos campesinos aprenden las artes en las que quieren destacarse, y encuentra su camino en un mundo rural en donde asoma la historia santiagueña y sus caudillos y la tradición del monte está plenamente vigente. A pesar de este ambiente colmado de supersticiones y leyendas, en el poema hay un clima muy distinto al de los relatos supersticiosos tradicionales: sorprende el comportamiento del protagonista que no parece compartir los miedos irracionales que rigen las vidas de los demás. Es como si fuera un viajero en el tiempo, un "moderno" desprejuiciado trasladado a tiempos pasados, tiempos que el autor extraña sin sentir ninguna nostalgia (valga la paradoja). El título es sintomático y refleja con absoluta precisión el momento histórico en el que el mundo tradicional va desvaneciéndose inexorablemente. Pero hay más: desde el mismo título Sosa equipara su labor poética con el quehacer de los recopiladores y en el prefacio queda expresamente dicho que la obra va dirigida a la intelectualidad y no al público al que el mismo Sosa suele dedicar sus vidalas y chacareras: He escrito la presente obra en la lengua autóctona que se habla actualmente en las regiones interiores de Santiago del Estero… con el ánimo de colaborar con los estudiosos dedicados a esta especialidad, documentando una forma de expresión verbal que se iba perdiendo y que agraciadamente, con la acertada medida de Gobierno que establece que el quichua sea enseñado en los diversos establecimientos, … encontrará asidero para perdurar… Referente a su contenido de fondo, he aprovechado para hermanar el lenguaje a la serie de fábulas, mitos y relatos de la cosmogonía vernacular (sic), creando un personaje…En otras palabras, el objetivo prioritario del poema no es tanto ese mundo que se está perdiendo y que en definitiva no vale la pena rescatar, sino la lengua quichua que está en peligro de desaparecer con él, pero que ahora tiene una nueva oportunidad. Se trata del futuro y no del pasado. El diagnóstico de Sosa en cuanto al momento histórico del idioma es tan correcto como (tal vez demasiado) optimista. La forma de expresión verbal está por entrar, tiene que entrar en su fase escritural. El poema escrito que el autor presenta es un complejo primer paso para que el quichua salga de su condición ágrafa. Sin embargo no puede dirigirse a su público natural, a los quichuistas, por su condición de iletrados. El segundo paso imprescindible, para que sea para ellos y para que la lengua cambie de estatus, es consecuentemente la escolarización de la enseñanza del idioma que el autor confía que va a implementar el gobierno. En todo caso queda claro que para Sosa sin literatura y sin escolarización no hay futuro para la lengua, una vez anulado el contexto ya insalvable de la cultura tradicional y oral. Un diagnóstico impecable.                          
No hay duda de que Sixto Palavecino es la figura más importante en la cultura quichua de los últimos cincuenta años y la única que ha sabido trascender transcender sus fronteras. Su fama nacional se la debe en primer lugar a su importancia como músico folklórico pero también a su rol de defensor de la cultura quichua. Si es que el argentino promedio sabe algo sobre el quichua, lo sabe por y a través de Don Sixto. Pero su vigencia es aún mayor hacia adentro. La débil autoestima del quichuista tiene poco en qué apoyarse, pero la figura de Palavecino le basta para atemperar sus inseguridades. En lo que se refiere a las letras quichuas, no hay otro que haya acumulado en los últimos cincuenta años una obra que, entre textos poéticos, cuentos y traducciones, se parezca a la suya en volumen y transcendencia pública. Por otra parte es evidente que su estética nunca rebasó el umbral estricto de la oralidad. En comparación con la concepción de Sosa que plantea una relación cuasi dialéctica entre obra oral (versos para los quichuistas) y obra escrita (para la intelectualidad),  Palavecino mantiene una posición mucho más conservadora que nunca se aleja de la oralidad y de su público quichuista. Don Sixto es violinisto y cantor ante todo, y el pueblo campesino es el destinatario primordial de su arte y su mensaje. Que también le guste a los no quichuistas le sorprende, le divierte, le agrada mucho y lo agradece, pero no lo hace cambiar en nada, al contrario, le refuerza sus ideales estéticos. Desde luego nunca se ha considerado algo así como un escritor y efectivamente tampoco lo es. Sus poemas nunca son un fin en sí, sino están subordinados a su función como soporte de la música, sus cuentos nunca son totalmente independientes de la situación en la que los cuenta y de los interlocutores presentes. Sus composiciones se lo deben todo a las antiguas prácticas de los versificadores y cuentistas populares, que no concebían sobre una hoja en blanco sino sobre una oportunidad que los invitaba a improvisar. De ahí su inmediatez y su desparpajo, tan atractivos, pero de ahí también sus aparentes defectos que incluso pueden resultar chocantes para el lector desconocedor de los procederes de la literatura oral. Sin embargo no hay duda de que una cantidad importante de sus obras se sostienen solas como obras poéticas y narrativas, sin el contexto improvisatorio y sin la música para la que fueron concebidos. Sus trabajos han sido compilados y editados, es decir han sido contextualizados dentro de la literatura, pero su gran aporte sigue siendo el de haber resumido toda la tradición oral y haberla entregado viva e intacta a la nueva época escritural.  

Prácticamente en las antípodas estéticas de Palavecino se sitúa su amigo, el poeta figueroano   Vicente J. Salto, otro de los fundadores del Alero Quichua Santiagueño. Es que mientras Palavecino es kichwap waan, hijo del pueblo, el arte de Salto, nieto del caudillo Antonino Taboada, se encuadra dentro de las polaridades contradictorias del orgulloso aristocratismo populista que siempre mantuvo esta familia tan importante para la historia de la provincia y del idioma. Cuentero, cantor y guitarrero, Salto era un maestro de la palabra improvisada, sobre todo en ronda de amigos. Pero cambia de actitud cuando produce literatura. Para él hay un abismo entre la oralidad y la escritura. En su libro de poemas Para Yaku, de 1969, su poesía aparece siempre culta, casi altanera, a veces cerebral y a veces atormentada, cuando se abisma en cavilaciones filosóficas, pero tierna también cuando dedica sus versos a sus seres queridos, y cuando canta el paisaje que ama resurgen tonos que recuerdan, estilizados desde luego, los populares. Su quichua corresponde a estas actitudes: lejos de la lengua hablada, es un lenguaje eminentemente creativo y conscientemente "difícil" que bucea en la insospechada riqueza de recursos del que naturalmente dispone y busca la máxima concentración expresiva en la fórmula elaborada, ahonda en el vocabulario heredado ampliando sus posibilidades en forma sorprendente, sin hacer la más mínima concesión a los préstamos del español. Cabe agregar que Salto también ha incurrido en la prosa moral y filosófica, en el pequeño ensayo Llajjtayku kichwakuna por ejemplo, en el que consigue demostrar la aptitud del menospreciado dialecto para decir las cosas más complejas con un mínimo de palabras.    

En el prólogo de su libro de cuentos Wawayay que incluye los episodios más importantes de la saga del zorro don Juan, Aldo L.Tévez asegura haber recopilado estas fábulas en su pago natal. La tradición oral no sólo inspira, sino todavía da legitimidad a lo escrito. Que las haya recopilado es cierto en un sentido poético, pero no técnico. Es que Tévez no es un recopilador del tipo académico, que anda por los campos con grabador y cuaderno de notas, sino un escritor que reelabora con sus propias palabras y mediante procedimientos escriturales las historias que alguna y muchas veces le fueron contadas, se le grabaron en la mente y desafiaron su creatividad desde la niñez. Su lenguaje no es el mismo que hablan los quichuistas de su comarca, ningún lenguaje literario lo es. Aunque no se aparta del todo de lo coloquial, es evidente su empeño por la pureza del lenguaje: sin llegar a extremos, evita los préstamos castellanos, revive vocablos caídos en desuso e introduce nuevos a partir de otros dialectos quechuas. También en su poesía prefiere un quichua descontaminado del castellano, pero la frontera entre lenguaje hablado y lenguaje escrito, entre literatura y práctica oral no es tan rígida como en Salto. Su quichua por lo general es más accesible, más popular, su tono menos aristocrático que el del poeta figueroano. Podría decirse, además, que su inspiración es más exotérica y su poética definitivamente ecléctica. En su poemario Qomer Pacha, de 1994, incluye poemas que están en la línea trazada por Salto, pero también hay coplas y chacareras de auténtico tono popular, al lado de un poema americanista celebratorio del espíritu quichua y andino y otro de influjo nerudiano, además de varias traducciones. 

Tal vez el más culto entre los escritores quichuistas sea Mario Cayetano Tebes. De padre terrateniente y madre maestra, integrante del clan de los Taboada, nació en Pozo del Castaño en 1927. Su niñez en los campos de Figueroa estuvo impregnada de la música y del sabor de su lengua, pero desde el hogar tampoco le fueron ajenas las contradicciones lingüísticas con las que tienen que vivir los quichuistas de todas las condiciones sociales. Sus padres prefirieron que siguiera sus estudios en Santiago, y ya a los veinte años partió para Buenos Aires, donde sigue viviendo hasta la fecha. Aunque nunca dejó de frecuentar a sus coterráneos ni de practicar su lengua, recién de grande sintió la necesidad de dedicarse cada vez con más intensidad a su idioma materno. Entonces estudió con Domingo Bravo y siguió estudiando, profundizando y manteniéndose siempre a la altura de la más reciente investigación sobre el dialecto santiagueño. Trabajó también con Ricardo Nardi, Donald H. Burns y Jorge Alderetes y desde hace muchos años enseña en el Instituto de Lingüística de la Universidad de Buenos Aires. Dedicado enteramente a la investigación y la enseñanza, es hoy una autoridad indiscutida sobre la materia, y sin embargo encuentra tiempo para recordar y escribir. Su lenguaje literario es el quichua figueroano más acendrado y al mismo tiempo más cercano a la lengua hablada por los campesinos. Su intención estética se acerca a la de Sosa, en cuanto su finalidad es más que nada el rescate del idioma. Los protagonistas de su obra cuentística, prácticamente inédita hasta ahora, son los shalacos - habitantes del las costas del río Salado - pícaros y ocurrentes aun en la torpeza. La quichua que les sale del alma y la trabajosa castilla, son dos expresiones que compiten y chocan, se subsidian y se confunden en la boca de estos entrañables personajes. Su bilingüismo asimétrico conforma un escenario que da lugar a jugosas y risueñas anécdotas que Tebes cuenta con esa maestría natural, tan difundida en los pagos del Salado.

Una mención aparte merece Hipólito Tolosa, conocido como Don Ishicu. Su historia personal calca en principio la de miles de campesinos santiagueños que sufrieron como él pobreza, analfabetismo, discriminación y exilio. Pero su inteligencia y su talento lo llevaron a superar estas contingencias sin renegar de lo suyo. Ya adulto, Tolosa aprendió a leer y escribir y, ya sesentón, no ha perdido las ganas de terminar el secundario. Poeta, cuentero, conferencista, mudanciador y defensor de la cultura autóctona, este hombre, que es por siempre alumno y pedagogo a la vez, es un verdadero personaje de la escena cultural quichuista de Buenos Aires. Y a pesar de haber aprendido a escribir ya de grande, es un escritor en el sentido cabal, que si bien también abreva en las fuentes orales de la tradición, se inspira muchas veces en la lectura. Es palpable que concibe sus cuentos y conferencias con el lápiz en la mano y que busca conscientemente, acertando y desacertando, un lenguaje literario que se diferencie del lenguaje cotidiano. Como Salto, como Tévez y como otros que no mencionamos aquí, sabe que la innovación y la creatividad de sus poetas es la única oportunidad que tiene el quichua de mantenerse vivo, de renovarse escapando de un estado de indigencia progresiva que no es otra cosa que la extinción lenta pero cierta.


VIII
    
Terminamos con un balance que puede llegar a sonar pesimista, pero que es ineludible. A pesar de sus logros, aciertos y joyitas, es evidente que la literatura quichua no es una gran literatura ni se encuentra floreciente en estos días. Sus protagonistas escriben poco, publican menos y menos todavía se los lee. Con preocupación constatamos además que muchos autores viven y escriben fuera de su provincia y sin el contacto cotidiano con el lenguaje vivo que es la materia prima de su labor. Tampoco notamos demasiados indicios de un recambio generacional urgente. Con contadísimas excepciones, como la de Vitu Barraza que anda en sus cuarenta, los escritores que nos constan ya han muerto o son señores mayores y muy mayores. El surgimiento de una nueva generación de escritores es para el quichua una prueba de vida, ya que las nuevas camadas que tendrían que estar escribiendo ahora se criaron en una época en la que la tradición oral ya estaba extinta. Se trata de probar que una literatura quichua definitivamente post-oral también es posible. Que a pesar de las condiciones adversas, el quichua encontrará el camino para seguir vigente en el mundo cambiante e imprevisible que tenemos por delante.

BIBLIOGRAFÍA 
(esta lista se ciñe estrictamente a la literatura utilizada y mencionada en este trabajo)


Ábalos, Jorge W. [1949] (2000). Shunko. Buenos Aires: Losada.

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