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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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CARMEN BANDRÉS [18.824]

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Carmen Bandrés Sánchez-Cruzat

Nacida en Jaca, Carmen Bandrés se trasladó muy pronto a Zaragoza; desde entonces reside en la capital aragonesa. Diplomada en Técnico de Empresas y Actividades Turísticas por la Escuela Oficial de Turismo de Madrid.

En el ámbito literario, Carmen Bandrés comparte sus escritos periodísticos con los novelísticos, con notables incursiones en el relato breve, poesía y otros géneros. Sus relatos han sido recogidos en publicaciones de muy diverso origen, así como en algunas obras en colaboración con otros autores. Puede señalarse, igualmente, la edición de narraciones como consecuencia de la recepción de numerosos galardones, entre los que destaca por su prestigio y palmarés el concedido por el Col. Internacional Meres, en Oviedo, 1997, cuyo jurado estaba presidido por el ilustre académico Emilio Alarcos. Carmen Bandrés es la primera y única mujer que ha recibido este premio, del que también fue finalista en 1996.

Obra literaria:  Las ventanas del alma (2000), Sedimentos, Danza de máscaras (Huerga&Fierro, 2004), La voz queda de la gente del barrio, El hijo del sol (Huerga&Fierro, 2007), Noche de azahar (Mira, 2010), María Rosario de Parada, el arte de vivir (Huerga&Fierro, 2012), El latido del cierzo, (Editorial Pirineos, 2015), Soles en el mar (2016).


Lorca

Buscan con denuedo tus restos gloriosos
perdidos en una cuneta teñida de sangre;
¿cómo no te encuentran, si tus ojos son 
dos soles y en tu boca duerme la luna?
Quizá no te hallan porque no son como tú,
que con el corazón en la mano, colabas
por las paredes tu verso y tu alegría;
que no eras de nadie porque de todos eras
y tu risa semejaba tañido de campanillas 
y en tu mirada yacía un mensaje de amor.
No te encuentran, no pueden,
los histriones mezquinos, pobres de espíritu
ciegos a la luz que resplandece
en Andalucía, en Iberia y en el orbe entero.
Ya gritan los de tu sangre
que toda tu alma, todita, yace en Granada,
en la casa de Bernarda y en la cueva oscura;
en tartana de gitano errante y,
de luces ataviada, en el albero dorado.
Todos te quieren, vivos y muertos,
hermanadas las dos Españas;
que no te busquen unos ni te encuentren otros,
que habitas en el viento al alcance de todos
cuando se acuesta el sol y torna la luna,
siempre en el corazón del pueblo.



La noche

Noche oscura sin luna que se extiende sigilosa; 
el niño la siente, desamparado, en soledad.
Despacio, despacio, se iza a la ventana,
sobre el alféizar con manos trémulas.
Mirada profunda, sima sin fondo;
ojos que espían el firmamento.
Lucen y titilan las estrellas
con radiante esplendor.
¿Dónde estás, mamá?
Se desvanece el fulgor
en el cielo antes risueño.
Desalentado cierra el vano,
cuitas alzadas a la nada infinita;
estéril ilusión de una estrella fugaz
que meciera su sueño con delicada voz;
tan dulce y amorosa que disipara, enérgica,
su desvarío nocturno en el desconsolado lecho.



Enojosa sinceridad

A veces,
decir lo que se piensa es no pensar,
pues nuestras palabras hieren.
Decir lo que se piensa es una lanza
que ensarta la inerme piedad.
Decir lo que se piensa es redimirse
para esclavizar el sentir ajeno. 

Enojosa sinceridad
ávida de refutar mentiras blancas
que aligeran la evidencia
y palabras legas de ánimo baldío
sin leal ni veraz propósito. 

Amarga sinceridad
franco caudal de espinas sembradas 
como abrojos en el camino 
que dilapidan la ingenua esperanza 
sin comprensión ni cortesía.

Doliente sinceridad:
Tantas veces hiel y jamás bálsamo.



Pasión

Es tan grande
la dicha a tu lado, 
que todo lo doy por 
retenerte un instante;
empero, vano es mi afán.

Quimera eres, 
espejismo inasible,
nacida para esfumarte 
como sueño infantil que 
al despertar se desvanece.

Por ese tenue relámpago
con que envolviste mi ser
en el dulce hálito de tu brisa
invoco esta mañana sin aurora
el abrazo que ayer acunó mi piel.


Besos amargos

Porque tu boca paladeó otros labios 
y la mía sólo supo de tus besos,
llevo tu dulce sabor, 
mas tú no guardas el mío.

Porque buscaste la caricia de otras manos
mas yo quedé cautiva de la nostalgia,
tu luz añoré, 
pero jamás te iluminé.

Porque navegaste en las redes del engaño
mientras mi piel palpitaba fascinada,
me enseñaste a soñar 
para luego quebrar mi ilusión.

Porque tu versátil corazón 
jamás conoció la dulce renuncia
de la fidelidad compartida,

Lloro por ti.

Porque amado fuiste, 
pero nunca supiste amar.



El perdón y el olvido

Nace el perdón para calcinar
en la llama del olvido 
la infausta vileza humana.
Grande es el perdón, mas vacío
cuando el recuerdo lo escolta.

Fatal aliada es la memoria
tenaz en evocar viejas afrentas
de tantos y tantos que, 
a tu espalda, agitan las monedas 
que tomaron al venderte.

Es el olvido
germen noble y sagrado 
donde florece el perdón
para saciar con agua clara 
la sed del caminante.

Mas, cuán escaso el manantial
en el desierto humano, 
donde el perdón se mancilla
para ocultar en sus entrañas
sus más crueles enemigos: 

Desconfianza y memoria.


Volver a verte

Cuando sueño contigo,
vuelas con alas doradas
y surcas sosegados mares
mecido en olas de libertad.
Cuando sueño contigo,
el viento es alquimia
que muda en perlas 
tu mágica estela.
Cuando sueño contigo,
tu voz es nirvana
que el eco acompaña 
por el universo entero.
Cuando sueño contigo
un arco iris impregna el cielo sombrío
y la noche despunta plena de estrellas.
Cuando sueño contigo.



El plagio

Cuánto falso amigo zanganea ávido
para catar goloso el pasto vecino.
Cuántos, listos a regir otros predios 
y usurpar el fruto del trabajo ajeno;
cuántos, que no saben de respeto y
todo lo ignoran del trabajo honrado.

Cuánto parásito, invasor diligente
en señorear mesa y lecho foráneos
que no para mientes en exprimir el 
sudor ajeno con burlona reverencia.

Cuánta mano vana y ociosa se alza 
siniestra, sin recato ni vergüenza,
eternamente presta a suplantar
la del sincero y genuino creador.

Cuántos sin rostro 
se miran al espejo y no ven sino vacío, 
astutos zorros prestos al expolio, vigías 
depredadores a quienes nada escapa.






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MANUEL VIOLA [18.825]

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MANUEL VIOLA

Manuel Viola (Zaragoza. España 1916 - San Lorenzo de El Escorial. Madrid. España 1987)

José Viola, conocido como Manuel Viola (nombre que adoptó tras finalizar la Guerra Civil Española), fue un pintor español de estilo abstracto miembro del Grupo El Paso. Su pintura se caracteriza por un tratamiento informalista y colorista en la línea de las vanguardias que se desarrollaron en España a partir de la década de 1950.

José Viola Gamón nace el 18 de mayo de 1916 en Zaragoza, en el barrio de San Pablo. Al poco tiempo se traslada a Lérida, donde cursará el Bachillerato, pero sin perder contacto con su ciudad natal. Es en esta ciudad catalana donde vivirá sus primeras incursiones en el mundo artístico. En esta ciudad, funda en 1933 la revista de vanguardia Art, junto al grafista, tipógrafo y artista Enric Cruos Vidal (1908-87), al escultor Leandre Cristòfol i Peralba (1908-98) y al pintor Antonio García Lamolla (1910-81). En 1934, Viola se traslada a Barcelona para continuar sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras. Allí conoce a los escritores Guillermo Díaz Plaja (1909-84) y Salvador Espriu (1913-85). Manuel Viola entra en contacto con algunos miembros del Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATEPAC) y con el grupo Amigos del Arte Nuevo (ADLAN). En esta época realiza sus primeros dibujos surrealistas.

En la Guerra Civil española tomó parte por el bando republicano ingresando como miliciano en las filas del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Participó en el desembarco de Mallorca a las órdenes del capitán Alberto Bayo (1892-1967) y en el frente de Aragón. En 1939, se traslada con los restos del ejército republicano a Francia y es internado en el campo de concentración de Argelés Sur Mer. Manuel Viola salió del campo ingresando en la Legión Extranjera y tomó parte en las operaciones de Dunkerque, después de lo cual fue confinado en el campo de Valbonne. Manuel Viola consigue escapar y se incorpora a la resistencia francesa con el apodo de “Manuel” y con las falsas identidades de Manuel Adsuara Gil y Jean Ribes. En 1940, Viola se instala en París, donde entra en contacto con el poeta surrealista Benjamín Péret (1899-59) y con el pintor surrealista Henri Goetz (1909-89). En 1941, participa en las publicaciones clandestinas del grupo surrealista, La Main à Plume y conoce a la poetisa surrealista Laurence Iché (1921-2007) que traducía sus poemas al francés, y que más tarde sería su mujer. En 1944, en la región de Normandía hace sus primeras obras al óleo.

En 1945, después del desembarco aliado, Viola regresa a París, donde conoce a los pintores Francis Picabia (1879-1953), Hans Hartung (1904-89), Gérard Schneider (1896-1986), Pierre Soulages (1919), Raoul Ubac (1910-85) y Camilla Bryen (1907-77) y los críticos de arte Charles Estienne (1908-66) y Louis Clayeux (1913-2007). Viola expone con ellos en el Salón des Surindépendants de París. Inicia la búsqueda de su propia estética, mediante un lenguaje poético, con fuertes insinuaciones a la naturaleza y citas literarias. Consigue la fuerza expresiva en sus cuadros, mediante el trazo y el color. La pintura de esta época es ligeramente geométrica y tendente a lo abstracto.

También en 1945, participa en el mural realizado en el Centro Psiquiátrico de Sainte-Anne, junto a los pintores Honorio García Condoy (1900-53), Luis Fernández (1900-73), Oscar Domínguez (1906-57), Frédéric Delanglade (1907-70), Marcel Jean (1900-93), Francis Bott (1904-98), Maurice Henry (1907-84), Jacques Hérold (1910-87) y Baltasar Lobo (1910-93). En 1946, participa, bajo el seudónimo de Manuel, en varias exposiciones colectivas, entre ellas las del grupo Espagnols de L´Ecole de París, junto a Pablo Picasso (1881-1873), Oscar Domínguez, García Condoy, Luis Fernández, Francisco Bores (1898-1972), Ginés Parra (1896-1960), José Palmeiro (1903-84) y Pedro Flores (1897-1967), en el mes de la UNESCO en el Museo de Arte Contemporáneo de París. En 1949, Manuel Viola regresa a España, sin perder el contacto con sus colegas de París y contrae matrimonio con Laurence Iché. Deja de pintar durante algún tiempo, hasta que 1951, reanuda su actividad en Torremolinos (Málaga) mientras se gana la vida confeccionando artesanía de paja y caña.

La década siguiente comienza la difusión internacional de su obra, presentada en Lisboa, Friburgo, Basilea, Milán, París, Oslo, Berlín, Viena o Roma dentro de los circuitos europeos, a las que debe sumarse las ciudades de Río de Janeiro, Sao Paulo, Montevideo, Buenos Aires, Quito, Nueva Orleans, Nueva York, Chicago o Tokio. En 1953, realiza su primera exposición individual en la Galería Estilo de Madrid. En 1956, la Galería Claude Bernard de París adquiere la totalidad de su obra. Ese mismo año pinta La Fragua. Esta obra, marcará algunos de los rasgos definitorios de su futuro estilo; inclinación por la paradoja, la inclusión del negro como elemento de contraste y los barridos de color. Su marcado interés por la materia le llevará al informalismo. La Saeta, de 1958, da comienzo a una etapa austera, protagonizada por dos colores: blanco y negro. Fijado dentro de una estética tenebrista y de dramatismo escenográfico inspirado en los grandes maestros como Goya, Zurbarán y el Greco, de los cuales será asiduo visitante en el Prado. Estos cuadros nos hablan de la Semana Santa y los encapuchados.

El año 1958 marca el inicio de su estilo personal, a la vez que se integra junto al escultor canario Martín Chirino (1925) en el grupo El Paso que había sido fundado en febrero de 1957 por el escultor Pablo Serrano (1908-85) y los pintores Antonio Suárez (1923-2013), Juana Francés (1924-90), Manolo Millares (1926-72), Manuel Rivera (1928-95), Luis Feito (1929), Antonio Saura (1930-98) y Rafael Canogar (1935), junto a los críticos de arte Manuel Conde (director de la Galería Fernando Fe) y José Ayllón. El Paso fue uno de los primeros movimientos vanguardistas de la España de posguerra, introduciendo las premisas del informalismo y del expresionismo abstracto en nuestro país, y recogiendo el testigo de las vanguardias históricas.

Viola abandona la figuración vanguardista y desarrolla un estilo informalista muy expresivo y con gran preocupación por el color y por la tradición pictórica española. Intenta desarrollar una pintura abstracta de carácter expresionista y de gran inquietud por el color. Hasta entonces primó en su quehacer las referencias figurativas y la alusión al paisaje, como muestra su obra Pelea de gallos. Sin embargo, desde su adscripción al grupo El Paso a finales de los años cincuenta, su pintura opera a partir de enérgicas formas visuales generadas a partir de una masa central. Trabaja fundamentalmente los aspectos cromáticos y lumínicos desde la geometrización abstracta y sin dejar de lado el trabajo en las texturas y un vago carácter cósmico. Su paleta y maneras recuerdan, en todo caso, a la pintura barroca española, el gran referente cultural y artístico de sus cuadros. En los primeros años de su cambio de estilo de 1958 su pintura prescinde del color, y trabaja básicamente a partir de blancos y negros, con una amplia gama intermedia de grises y alguna tierra de gran efecto. Más tarde evolucionará hacia una gama mucho más amplia donde dominan los colores cálidos y el contraste con pinceladas de tonos verdes y azulados.

En 1962, Manuel Viola realiza un decorado para el Tablao Flamenco Zambra, que se representó en el Teatro de las Naciones de París. Desde entonces desarrollará la escenografía y el decorado teatral como un campo más de su expresión artística. En 1964, el promotor de exposiciones Luis González Robles (1916-2003), que de 1968 a 1974 sería Director del Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid, le selecciona para representar a España en el pabellón nacional de la Bienal de Venecia de 1964. En 1968, es el único invitado no sudamericano de la Bienal de Quito (Ecuador).

En 1971, realiza una exposición antológica en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, siendo ya director del museo Luis González Robles. En 1974, CAMPSA le encarga un gran mural cerámico para su sede central de Madrid, al que le seguirá en 1978 otro para la sede central de Banco de España. En 1978 la ciudad de Zaragoza le rindió un homenaje en su primera gran exposición antológica en La Lonja y dos años después con la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad. Viola pasó los últimos días de su vida en San Lorenzo del Escorial, donde residía usualmente desde hacia 25 años. Falleció en este pueblo madrileño a los 68 años de edad el día 8 de marzo de 1987 debido a un cáncer de pulmón.

Viola ha sido un personaje contradictorio, odiado y amado pero nunca olvidado. A pesar, de que en ocasiones su imagen ha sido devaluada, por el hecho de sentirse heredero del arquetipo ibérico (pasión por el flamenco y los toros), no se debe olvidar, que fue un personaje culto e intelectual que introdujo la corriente informalista en España y estuvo comprometido políticamente toda su vida. La obra plástica de Manuel Viola cala hondo por su violenta gestualidad y la poderosa energía de sus cuadros forma parte ya de las mejores colecciones del mundo. Sus lienzos son estallidos de luz y color que traen a la memoria explosiones estelares en el espacio exterior. Su fuerza creativa queda plasmada en la agresividad de una pincelada que gira y se retuerce a velocidad vertiginosa para canalizarse finalmente en estilizadas trayectorias de escape. Es la batalla constante entre la luz y la sombra que tiene al lienzo por escenario.




Manuel Viola comenzó su carrera artística como poeta, en los círculos vanguardistas de Lérida, y fundó la revista surrealista Art. En 1934 inició los estudios de Filosofía y Letras en Barcelona y entró en contacto con la vanguardia local. Al llegar la guerra civil, combatió en el frente de Aragón, en las filas del P.O.U.M., y allí conoció al poeta Benjamín Péret.

Exiliado en Francia, se enroló en la Legión extranjera. Durante la ocupación estuvo vinculado al grupo surrealista La main à plume, y mantuvo relación con Óscar Domínguez y con Pablo Picasso. Colaboró con la resistencia (y al mismo tiempo se vio mezclado en el tráfico clandestino de obras de arte). Tras la liberación se dedicaría a la pintura, produciendo sus primeros cuadros abstractos, emparentados con la obra de Hans Hartung.

Viola regresó a España en 1949, y cuatro años más tarde tuvo lugar una exposición de su obra en la Sala Estilo de Madrid. A partir de ahí desarrollaría su versión del informalismo gestual, entablando amistad con los jóvenes que formarán el grupo El Paso, donde llegaría a integrarse. Sus cuadros se basan en una técnica gestual automática, a base de grandes brochazos barridos de color blanco sobre fondos oscuros, que producen efectos como de explosiones, con contrastes dramáticos de luces y sombras. Este estilo, que Viola seguiría cultivando en la década de 1960, se ha vinculado con la tradición pictórica española.

En sus últimos años, Viola se convirtió en un personaje popular, invitado habitual en fiestas y saraos, amigo de toreros y flamencos. Cultivó los temas figurativos como las vistas de Miami, la Sagrada Familia de Gaudí, los arlequines... y las peleas de gallos, una serie de pinturas que se prolonga desde comienzos de la década de 1970 hasta la muerte del pintor. Son versiones sencillas de sus abstracciones anteriores, donde la intensa gestualidad sirve para ilustrar el motivo vistoso. (Texto de Guillermo Solana Díez, dentro del libro "El Arte en el Senado", editado por el Senado, Madrid, 1999, pág. 392).



BRÚJULAS DEL SILENCIO

Las brújulas ocultas del silencio
conducen a las plazas desiertas
conducen a las calles cubiertas de ceniza
conducen hasta el secreto de la Esfinge
con ojos de andén solitario
con labios de arena incandescente
con cabellos de mineral soterrado
de diamante ardiendo
en la palma de mi mano de yeso

*Este texto, que no llevaba puntuación en el original, se lo mandó Manuel Viola desde Barcelona a su amigo Leandre Cristófol.




LOS POROS DEL VIENTO

Los pechos se sueldan en las barricadas del alba
en medio del aire
que pasa las páginas de ventanas ciegas

Atrás
las lámparas se alumbran por dentro

Urna óvalo de las fermentaciones rigurosas

Los labios de corcho han agotado las fuentes de los errantes
que olvidan sus rostros en el parapeto de los puentes
Las piedras que lastran sus corazones
son más ligeras que el aire caliente
de vuestras bocas palideciendo como un yugo
enganchado a la moldura de abismos anudándose en cámara lenta

Aquí las lágrimas se estiran como raíles de plomo
sobre la palma de los desiertos
Aquí los latidos del cielo caen sobre el techo de la mesa
Aquí las ruinas instantáneas
los ojos incultos labran la realidad invisible
a la manera de arados de oro
Aquí la llanura ondea como una bandera negra
Aquí el horizonte vertical mástil del silencio
Aquí la rueda distraída cava sus carriles
en todas direcciones
Aquí el cielo deshuesado.

*Poema ‘Les pores du verre’, de 1943, que tradujo Lorenza Viola, su primera esposa.

**Estos dos textos figuran en el libro ‘Escritos surrealistas’ (1933-1944) de Manuel Viola, que publicó el Museo de Teruel en 1996 con edición e introducción de Emmanuel Guigon. 

http://antoncastro.blogia.com/




Quizá sea este el primer poema que escribió bajo el influjo de Lorca y tal vez Rimbaud, a quien admiró mucho:

EN LA ESCUPIDERA DEL SOL

En la escupidera del sol,
donde baila la Muerte
con cintas de color,
Y risas de persianas y tacones de charol.
El vino tinto del aire se riza
en un desnudo esqueleto de caballo.
Las cerezas estallan angustiadas
y los naranjos se abalanzan en el mar.
Entre níquel y cristal
tres gritos brotan de un clavel.
En la luna fría
derrama sangre un hocico.

*Este texto se publicó en ‘Art’ de Lérida en 1933. Tenía el autor 16-17 años.


Último poema, 1987

Sueño quieto, helado, vacío: muerte
Sandalias de hierro, bóveda, cráneo,

Granito negro

El silencio pone tensa la piel de la noche
Una sábana inmensa
Cubre toda la tierra

Espantapájaros que azotáis el horizonte
Coged el  arco iris como látigo

On meurt plusieurs fois dans la vie, mais on
Me sait jamais quand c’est la derniere

[se muere varias veces en la vida, pero
No se sabe cuál es la última]

**Este texto lo recoge Javier Lacruz en su libro imprescindible sobre Manuel Viola de 2014.

http://antoncastro.blogia.com/





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ELENA BARRIO [18.826]

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Elena Barrio 

(Barcelona, 1990). Enamorada de la narrativa y de la poesía más directa desde muy joven, siempre tuvo claro que tanto su vida profesional como la personal irían estrechamente ligadas a los libros del modo que fuese. La idea de publicar uno propio no era siquiera un objetivo un año atrás, pero la capacidad que descubrió en armar un manuscrito con cierta cohesión y coherencia para comprender mejor le empujó a intentarlo. Fruto de ese trabajo, aquí tenemos su primer libro, Hormigas en el aire, que explora rincones oscuros del ser como la angustia, la soledad, el dolor, la muerte o la ansiedad aunque sin dejar de lado esos ventanales llenos de luz en los que se reflejan el amor, la rebelión, el sexo, el placer y la libertad como utopía necesaria. Desde la obsesión por la palabra, en este poemario intenta ofrecer un contexto en el que se puedan aceptar tanto las luces como las sombras para conocer y conocernos mejor, por mucho que duela.


Poética

La palabra me fulmina y tiro del hilo para ver qué hay detrás: una rabia que no había reconocido como propia, un amor desconocido que me hará daño, una sombra profunda que me lima las tripas  desde dentro.

La palabra me fulmina y quiero jugar con ella, bailar con sus fonemas, sus gritos primitivos. Los sonidos que me quiebran por dentro son buenos; los dulces, resultan amargos. Quiero una lengua bífida para poder pronunciarlos todos en un pestañeo, hablar en 3D.

La palabra me fulmina y disfruto al coser de nuevo mi alma a los órganos esparcidos por el césped irregular. Las puntadas son firmes y bastas, contienen y liberan el llanto. El verso mastica cada sílaba y me recuerda que tengo un estómago y un corazón que padecen más de lo necesario.

La palabra me fulmina y, sólo entonces, cuando me da la mano, y yo la paseo sobre la tinta húmeda, soy la más feliz de las perdidas.


Inéditos

No hay mañana

Veo con claridad
a todas las mujeres que quieren romperse
pero se conforman con el traqueteo
del vagón.
Ellas, como yo,
derrotadas por un amor acrobático,
llorarán cuando estén solas
en un baño
impersonal
y dirán, con una sonrisa idiota en las encías,
“estoy bien” cuando las hienas pregunten.

Es más cansado que doloroso
luchar contra el pellizco elástico
que se ríe desde dentro
como el gato colocado de Alicia.



La noche orgullosa

Regada con la sangre de mis talones
la hierba renace a mi paso
las flores me acarician
me elevan sobre el asfalto tardío…

Esta noche orgullosa me protege:
es oscuridad en un manto
que revienta feliz sobre mí
mientras tarareo distraída.

Solos Richard Hawley y yo
en mi cabeza
(cigarros de humo púrpura)
la vibración sube desde las rodillas
al infinito húmedo

y secreto.




Mala digestión

Sosa cáustica desciende
desgarra destroza
el esófago inocente,
cuando pienso
sobre mojado.

Enmarco el dolor
para que no me torture
sin permiso previo:
me ignora cada vez
me remueve por dentro.

‘La idiota’
reza el cartel sobre la frente,
no más cruel que el juicio
que el espejo me devuelve.

Otra noche de ceniza.
Otra noche estúpida.
Otra noche inmersa
en los jugos gástricos
de la bestia que me habita.





De Hormigas en el aire (Valparaíso Ediciones, 2015)


Centellas

Mi cuerpo

débil, triste,

no tenía toma de tierra,
me quemé profundo.

Tosiendo humo,
me levanté,
 agarré un bastón,
intenté seguir.

Las ganas habían muerto

sin pestañas a las que agarrarme,
ojos soldado,

sobre la hierba negra.

Fulminada por los nervios
no quise conoceros
deseaba fuerte morir

sin muerte de por medio.




Tesoro Bendito

Como si fuera un tesoro maldito,
lentamente y

con miedo,

abrí la caja
torácica.

Separé las costillas,
con amor,

y buscando mis latidos,
los hallé

en el estómago.

Los pulmones
húmedos y cansados
me riñeron fuerte,
hartos de pinchazos eléctricos.

Con las manos
mojadas y cálidas
guardé todo 
mi tesoro malherido,
mi tesoro humano.



Aproximación poética a Magical Girl

Me siento
como la pirada de Magical Girl.
Espejos maltratados
con fuerza lenta.
Soy la niña de fuego
de 
ojos acalorados
sin color latente
botes medio vacíos.

Las pastillas
recorren la vida
junto a los glóbulos
rojos, rojísimos.
No pediré
lagartos negros
ni abrazos extraños:
no tengo hojalata
a la que aferrarme. 

Sólo quiero fumar
tumbada junto a ti
con una cicatriz que llora
sobre miles que descansan
bajo la piel
interna
rosada, color carne.

De Hormigas en el aire (Valparaíso Ediciones, 2015)



El libro dulce e íntimo que te enseña 
a ser valiente
Elena Barrio publica su primer libro, 'Hormigas en el aire', donde destapa el dolor y placer que todos llevamos dentro

Por: Helena Moreno Mata


Me siento como la pirada de Magical Girl.
Espejos maltratados con fuerza lenta.
Soy la niña de fuego de ojos acalorados


Así, con sentimientos similares a los de Bárbara, la protagonista de Magical Girl, la poeta  Elena Barrio nos abre una ventana al dolor y el placer en su primera obra, Hormigas en el aire (Valparaíso Ediciones). Un poemario que se vertebra sobre las experiencias más dolorosas de nuestras vidas a la vez que hace renacer todo aquello que algun día nos hizo sentir felices.

Hormigas en el aire supone un bálsamo de las sensaciones que nos embriagan desde el primer minuto de nuestra existencia, y que más tarde —cuando nos hacemos adultos— llenan nuestras vidas de recuerdos.


El amor, el sexo, la rebelión, la libertad

En Elena, esos anhelos se ven quebrantados por la fuerza del dolor y la angustia, que acechan continuamente. Pero recuperan parte de su esencia al refugiarse en todo aquello que nos hace sentir bien: el amor, el sexo, la rebelión o la libertad. De esta forma, la escritora explora sus propios límites y sale a la búsqueda de sí misma. 

El libro, fruto de dos años de trabajo, se estructura en tres colores: azul, violeta y rojo. Cada uno de ellos asociado a una de las etapas que ha vivido la autora. Así, Elena hace un recorrido por su trayecto vital, pero también por el de cada uno de nosotros: períodos grises, otros de subversión, y quizás algunos de intensa felicidad.

Todos esos sentimientos se ven además reflejados en referencias del imaginario pop que han pasado por nuestras vidas, y que hacen de Hormigas en el aire un espejo de su tiempo y de su generación. Además de referentes como Magical Girl, también nos encontramos con figuras como la de Uma Thurman, sexual y guerrera en Kill Bill, de quien Elena deja constancia así:

Seremos abeja y capullo
mi traje de Kill Bill
tus pétalos rosados
prometo besarte de veras
salir volando para olvidarte.

Leer a Elena Barrio es ver a una joven que desde siempre ha volcado sus deseos en escribir; que se abre como un capullo para mostrarnos que dentro de él hay mucho que contar, y que demuestra que su miedo al silencio por fin ha desaparecido.

Porque igual que en sus poemas, en Elena la valentía siempre deja su huella al final del camino, escondida, prácticamente inexistente, pero esperanzadora





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MARÍA GARCÍA DÍAZ [18.827]

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MARÍA GARCÍA DÍAZ

(Oviedo, 1992). Es graduada en Física por la Universidad de Oviedo y actualmente cursa el Máster de Física Cuántica en la Universidad de Ulm (Alemania). Es violinista en la OCAS (Orquesta de Cámara de Siero) y en la Ulm Universitätsorchester. Su libro de poemas Espacio virgen ha merecido el premio Gloria Fuertes de Poesía Joven en su XVI convocatoria.

María García quedó entre los 20 finalistas del II Premio Internacional de Poesía ‘Pilar Fernández Labrador’.




Los textos forman parte de “He muerto… y he resucitado”, Antología del XVIII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, coordinada por Alfredo Pérez Alencart, poeta y profesor de la Universidad de Salamanca


Porque dime tú, amigo cordelero,
¿hay quién trence una escala con la arena y el polvo?
León Felipe


Ella 
entrega un rumor de harina
cada vez que vuelve las palmas,
ella invita a la blancura con los dientes,
con su voluntad de viaje,
con la piedra y el fuego
que sudan tras su flequillo.
Ella ha paseado por la orilla
durante el sueño de las lonjas
y después ha trenzado el pan en el silencio.
Con arena y polvo ella ha tejido
la miga, la escala, este poema.



BAILANDO
en la cueva del color salvaje,
el trazo fiero,
las melenas ígneas.
En el fragor de las membranas
la luz le abre heridas a la roca,
nos alza los párpados,
nos pasa un paño de agua
por los ojos.
Descosernos los hábitos
en la lucidez,
reconocer los muros, amarnos
en el conocimiento de lo cognoscible.
En la esperanza de reconstrucción
acariciarnos.



HOMBRO

Desde pequeña amó el agua.
El dedo cercenando la corriente,
la instantánea noción de la frescura
significaban estar viva. 
Había esperanza fuera
de la introspección,
fuera del parqué y de las almohadas.

Ahora un hombro.
Tostada región objeto
de labios, ahora un hombro 
como estímulo cumbre, irreverente
hombro 
escapado de la manga.
Conocimiento de la brisa.

Hombro y melena.

Por la piel nos punza el velo.

(Inédito)


LA OTRA COLMENA

Tengo un dolor que es culpa del pueblo.
Estoy llena de muros que yo
no he levantado.
A qué utopía migrar ahora.
En qué vasta cama dan calor
y guardan el prejuicio.
Dónde las ramas serenas. Dónde
el lino justo, los niños libres,
la miel respetuosa.




Mujer y bañera

prohibidas las prendas
en el valle de loza

los vestigios del paraíso
son blancos y son fuentes

mi hermana está evocando la frescura

la vida entra mejor por ciertas
latitudes

si pudiera abarcarla 
la incorporaría a mí en un abrazo
me empaparía la camisa

pero solo las partes nos son dadas

el cabello
anhelo que se ondula
más deseado el más inerte

mis dedos son raíces de champú
en su cuero templado

ella sabe
que está viva por mis yemas
(Inédito)



POÉTICA

Ansia de rasgar un lienzo con vehemencia.
De percutir un himen.
De ser fisura en la realidad alienada de realismo,
de deformar los espacios
ilegítimamente concedidos
al objeto y al sujeto. De arrimar la frontera
de lo onírico
al mundo recio de los rascacielos
y las camisas blancas.
Lluvia incisiva de chocolate,
vertido cadencioso de pintura negra
sobre las tensas estructuras.


SINFONÍA MECÁNICA, PRIMER MOVIMIENTO 
(OXFORD, JULIO 2013)

La hembra yace en el prado bajo racimos de hojas que se elevan como un velo de impresiones. Las ramas hincadas en el verde, sudario que es testigo de la desnudez desde lo alto. Porque la hembra comparte con la hierba la frontera mínima. Solo el musgo revistiendo, verde intrínseco al espacio, naturaleza volcada al verde y sedimento de alfombra. La isotropía preserva el pecho fértil aunque los ojos roten. La caricia de la bruma no es continua en ningún caso: de la fruta a lo ferviente por la estepa crepita la conmoción. La boca es una herida en la verdura. Pero la celda: la dulzura, la turgencia, el apetito, son perspectiva, inexorablemente. El reverso de los muslos es de tierra.

(Inédito)



Yo, que de lejos vine
por renovar el tacto y dar gusto a los ojos,
por llenar con luz nueva mi soledad de siempre

Juan Ruiz Peña


Yo, que he conocido la inercia,
el movimiento escrito fuera de las manos,
yo que he acariciado melenas
al aire de un aliento ajeno,
yo que he criado filosofías
siempre al abrigo de la historia,
he venido aquí, donde mora la frescura,
donde clama vida la corriente.

He venido al paraíso con mis celdas
para ensortijar con flores los barrotes.

(Inédito)



Espacio virgen
Ediciones Torremozas María García Díaz
XVI Premio Gloria Fuertes de Poesía Joven, 2015.


Pero hija,
vas a comer ciruelas
a las cuatro de la mañana
cuánta nada, cuánto
espacio virgen
pero hija,
has dormido en casa
de la mujer morena
cuánta nada, cuánto
espacio virgen
pero hija,
cómo que la muerte
es inminencia dulce
cuánta nada, cuánto
espacio virgen
pero hija,
cómo que el dolor
cuánta nada, cuánto
espacio virgen
      ¡cómo que la cueva!


RESEÑA DE “ESPACIO VIRGEN” DE MARÍA GARCÍA DÍAZ

Espacio Virgen. 2015. María García Díaz, (Madrid: Torremozas). XVI Premio Gloria Fuertes de Poesía Joven.

Por Sara Torres

El miedo multiplica las formas. Inagotable, proyecta sombras desde cada objeto disponible en el paisaje. Un recorte de la idea de yo se convierte en un yo—en peligro, yo—amenazado por la contaminación, por el avance y el ataque de lo otro. María García Díaz (1992) en su libro Espacio Virgen, merecedor del XVI premio «Gloria Fuertes» de Poesía Joven, pulsa la escritura hacia un estado de las cosas en su primera entereza; un pacto del habla donde la blusa es blusa y el trigo es trigo, donde el territorio virgen quiere sacudirse la ideología de la decencia y se presenta como una corporalidad “negra y hermosa”.

 En un abrazo que activa tanto lo general como las expresiones más íntimas de los espacios a priori privados (la casa, la memoria), María García Díaz teje una búsqueda poética de afinidades esenciales bajo la propuesta de reconocer “lo Otro” como parte de lo que nos conforma: “Redefinamos lo otro como extensión de nuestras manos/ si somos todo nada querrá herirnos” (45). Al cambiar la voluntad en la agencia a ese “nada querrá herirnos” y llevarlo a una postura de paz y reposo, María también formula una fortísima afirmación que tal vez podría traducirse del siguiente modo: Nada podrá herirnos si nuestra idea de yo acepta su ser—parte indivisible, estar en todas las cosas, cuerpo tranquilo en sus transformaciones.

Deconstrucción y celebración expresiva (canto) son los movimientos que integran a la voz poética en un mundo substancialmente afín: “No tiene por qué ser triste/ asomarse a una calle extraña/ con edificios que olieron a muerte/ un domingo de otoño”(51). Desde su especialización académica en el campo de la Física, María señala la construcción del discurso científico a través de un lenguaje que necesariamente modifica “lo real” al tratar de nombrarlo desde la actualidad de las morales de turno. La edificación de la “realidad” es por tanto una tarea que comprende el ejercicio científico y el poético: reconocer esto abre un potencial enorme de intervención creativa. “Tengo un dolor que es culpa del pueblo” (24) el sujeto hablante hereda una idea de mundo donde la parte mamífera se debate entre: 1) la obediencia a la norma cultural y 2) lo que favorece una vida buena, entendida como aquella que busca evitar el displacer y tiende a la fluidez en sus funciones. En Espacio Virgen encontramos un camino tierno hacia lo último, eso que también se llama felicidad bien entendida, y que precisa un escapar de cualquier régimen de auto-negación. El “cuerpo bueno” (15) que llena las páginas de este libro, encuentra esa felicidad en pequeñas materialidades de una belleza que emociona.

Un recorrido, casi una caída a lo concreto, nos lleva a la presencia indiscutible de “la manga negra de un jersey” (13) o de la compañía de la amante “ella aguarda como ética callada” “calor, rizado chocolate”. El amor ya no se funda en una lucha de fuerzas contrarias, y el dualismo, ya desbancado por las ciencias, no tiene lugar en una erótica que desea “Un cuerpo raso que no hiriese / un cuerpo que fuera de la otra/ casi tanto como mío” (28). La escritura templa y registra como familiar lo que la cadena de significantes va alejando del cuerpo que los pronuncia o escribe: “Es niebla la frontera/ entre el deseo y lo real” (25).

La sección segunda “nosotros deconstruimos” abre con el poema “Poética” que manifiesta abiertamente ese ansia “De ser fisura en la realidad alienada de realismo/ de deformar los espacios/ ilegítimamente concedidos/ al sujeto y al objeto”. Cierra aquí con una victoria radical después de la crítica a todos los heroísmos: La imagen de una “lluvia incisiva de chocolate” cayendo vehemente “sobre las tensas estructuras”(23). Esta victoria es el triunfo de la vida desnuda, su dignificación y celebración total:

Soy Naturaleza
en mí se encuentra toda
la hierba húmeda, soy roca,
soy ramajes eléctricos,
soy cuerpo hinchado,
soy todas las luces
y todas las aguas,
soy vello,
soy la balsa frondosa
que levanta niebla. (11)







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JOSÉ MARÍA LIMA [18.828]

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José María Lima

José María Lima (Ceiba, 1934 - ibídem, 2009) fue un poeta puertorriqueño.

Estudió biología, artes plásticas, teatro y matemáticas en Berkeley. También estudió arquitectura en Harvard. Fue profesor de matemáticas en la Universidad de Puerto Rico durante los conflictos de los años sesenta.

En el año 1963 viaja a Cuba donde se relaciona con otros artistas y se declara marxista. El poeta sufrió persecución política que más tarde repercutió en su enfermedad mental.

Por muchos años su poesía estuvo guardada. Sus poemas se hallaban esparcidos por distintos periódicos del país. En el 1982, el poeta y editor José Ramón Meléndes publicó sus poemas bajo el título: La sílaba en la piel.

Fue esposo de la fallecida poeta puertorriqueña Ángela María Dávila con quien publicó en el 1966 Homenaje al ombligo. Más tarde, Elidio La Torre Lagares publica nuevamente un libro titulado: Poemas de la muerte que contiene poemas publicados en La sílaba en la piel y algunos nuevos.

Legado

La poesía de José María Lima tiene una carga poética y filosófica significativa. El primer trabajo completo en forma de libro sobre la obra poética de José María Lima quedó plasmado en el libro de la escritora puertorriqueña Zoé Jiménez Corretjer y se titula: "Lógicas del extravío: Anatomía existencial en la poesía de José María Lima". San Juan: Ediciones Puerto, 2010. En este libro se amplían los estudios formales de la poesía de Lima desde los ángulos estéticos, históricos, míticos y filosóficos. En este estudio también se compila una amplia bibliografía sobre los eventos políticos del poeta durante los años 60 y 70, una bibliografía del autor y una bibliografía de los ensayos sobre su obra poética.

Poemarios de José María Lima

Homenaje al ombligo. San Juan: Quease, 1966.
La sílaba en la piel. San Juan: Quease, 1982.
Poemas de la muerte. San Juan: Terranova, 2009.





Atila, guerra
alita, por inversión, paz
(pero con vuelo)
del huno al hotro
intercalo una red, un puente, un tronco
es decir: Tiendo (o entiendo)
voy y vengo para salir,
mis armas que me asistan.
Para venir
me basta la sonrisa

(de "La sílaba en la piel", José M. Lima)




el caracol se duerme un día
y no suena más cuando se duerme el mar
y las hormigas se cansan
y los pájaros voltean la cabeza cuando llueve
y abren el ojo que da al cielo

Fragmento de Sobre mi tumba suena un caracol





Me iré quedando solo cuando no haya salidas.
Cuando los trenes murmuren, bajo, un nombre
que no será el mío
porque yo me habré ido
preguntando a cada esquina
por caminos de niebla y plomo.

Fragmento del poema Este frío glacial que me sorprende




Ahora digo ayer
aunque lastime.
Camino despacio
este tablado.
Reúno, resucito, respiro.
Escogidas palabras
a una señal,
acuden
a despertar desvelos
olvidados.
Me recuesto a dormir
en las fisuras
(es sabio;
no agrede la ventisca,
de este lado del muro
conozco el empedrado
y las alturas,
el residual espacio
las lagunas
las voces desteñidas
los molinos
los odres engañosos
las bacías vacías;
es tibio)
de reojo
la sorprendo restando
y disponiendo restos.
“Habla a solas”
murmuran los vecinos
yo sé que dialoga
sé a quién promete
aquel lugar oscuro
rodeado de antiguas
fantasías,
ahora pálidas,
pero no le respondo.
antes desconocía
sus mañas
me escurría
hasta sus predios,
mi alforja rebosante
de inocencias.
me parecía leer
en sus tapices
las horas con fortuna
de los días en acecho,
la calma
que encerraban
las borrascas
las fragantes fronteras
del dolor,
la alegría aferrada
a las desgracias.
en ocasiones
me tendió golosinas
mi moneda más limpia
se posó sabiamente.
cuando me dio
la espalda
adiviné fulgores
debajo de sus cuencas.
no tuve la osadía de sonreír
espero que lo sepa.
yo sé de carcajadas necias
con las que hizo
su agosto.
así aprendí sus tretas
más filosas.
ya no invado
su jardín de delicias
me bastan
los antiguos trofeos
secos y patinados
que penden
de mis muros.

(-de Testamento, en Poemas de la muerte).





Los poemas que siguen son de La sílaba en la piel. 


¿Por dónde anda mi nombre?
Con sangre de palomas
apretada en el pecho
y desgarrando penas arrugadas,
en mitad del camino
le ha sorprendido el viento.
Un ruido de gendarmes
le atravesó la cara
que traía sostenida en la diestra.
En medio de la noche
le ha sorprendido el tiempo
y un coro de medios-niños
le señaló la ruta
que lleva hasta el dolor
de las fieras hambrientas.

¿Por dónde anda mi nombre?

Por las esquinas duras
de los jueces sin carne
y sin dolor en el cerebro.
Por entre pequeños abogados
de túnica sangrienta,
por entre soldados
con la mitad del cuerpo
hecha de roca estéril
y entreabierta.

¿Por dónde anda mi nombre?

Por entre las piernas rígidas
de un esqueleto musical
y la barriga sonora
de un contador público.
Mi nombre anda por entre
las estepas cerebrales
de un magistrado
hecho de manteca celeste.
Mi nombre baila en la cabellera
de un ángel
hecho plomo y pólvora.
(Mi nombre se sostiene peligrosamente en
la nariz de un obispo honrado que estu-
dia el movimiento de la bolsa cuando le
queda tiempo después de comer niños.)

Mi nombre tiene una arruga
en la frente
y tirita de frío
bajo la planta de un coloso indigestado.
Mi nombre tiene un ojo antiguo
que parpadea de vergüenza
frente a las nalgas
del odio empaquetado,
envuelto en papel de regalo, transparente.

Pero mi nombre es nombre
y nada más.
Se gasta.
Se va consumiendo poco a poco
en la moneda.
Mi nombre no resiste
la avalancha de sombra
que inventó el abuelo
o quién sabe si antes
cuando alguien golpeaba la piedra
y hacía los templos
que después le cayeron encima.

Mi nombre tiene la mejilla
cubierta de musgo
y una flor amarilla muy pequeña
deshechada en su pelo.
Tiene hábito de dormir
debajo del dolor congelado
que heredó de los siglos.

¿Por dónde anda mi nombre?

Muy oscuro, dormido,
enmohecido, disuelto en cigarrillos
de larga longitud,
en estandarte rígido,
en copa de árbol ciego,
en inodoros de plata centelleante.
Mi nombre dividido
se me cayó del rostro
y después de un largo
proceso de evolución
apareció redondo e inútil
en el escaparate de una tienda
adonde venden penas por docena.



----



¿qué culpa tengo yo, peregrinando
con esta boca amarga?
¿y quién le dijo al grano,
a la piedra,
a todos los heridos del mundo,
al que me socorre
y al que me deja su uña en el pellejo:
“mira, ése es tu hermano,
en tu sal se levanta,
en tu espejo se mira,
oye por tu oído
y es casi tuyo.
muérdelo –sabes morder-
y penetra su sangre
y deja tu retrato en sus arterias”?
¿hasta dónde me sigue
ese dedo teñido?
escupan, caballeros,
orinen con orden
y dejen en su esquina
el diente que les sobra.
yo no quiero escribir
encima de otros huesos.
yo no quiero hacer
con células ajenas
caminos,
ni montañas,
ni habitaciones.
sólo sé que en mi casa
al llegar me saludo
y me despido al salir,
pregunto por mí y contesto:
“acaba de llegar y está dormido”
y si acaso despierto
con un gusto a pasado en la garganta
me lo trago y digo:
“estoy enfermo,
no puedo más,
me muero”.
después, con mis manos cargadas,
con trucos en mi piel,
juego al presente
sin preguntar,
sin hablar nada,
dejo caer el músculo al tablero
y pierdo.
siempre perdí, desde antes,
porque quiero perder,
porque es justo perder,
porque es de hombres perder,
porque perdiendo gano.
¡sujétenme!, después díganme “ahora”.



---


Ciudad de las heridas
vuelve atrás esta tu cara de los espantos
milenarios
rescata al polen
dale tu cacharro al estiércol
moja tu índice
que la arena descanse de su sueño
y diga su historieta
al lado del asfalto
o en su ausencia
por un momento asesina
a los asesinos de las furias verticales
a los aniquiladores de la raíz precisa
a los encerradores de los abridores
a los atadores de los manantiales
a los burladores del buen odio.


---


1.     El lenguaje es antes que nada algo como un cuchillo o una soga.

1.i    Aplicado a una porción de la realidad la transforma para nuestro beneficio. La guía hacia el sujeto.   

1.ii   Se hace llegar a algo para transformarlo conforme a un deseo o necesidad.

1.iii  El lenguaje antes de decir, hacía.

2.     La expresión, o la situación o la particular conformación de la materia “puede que…” es a veces algo como el sueño o el reposo. Porque la indiferencia es reposo y sin ella duele el movimiento.

2.i    Se hizo el cuchillo de las conchas y las piedras y la dureza de ambas. Se hizo el lenguaje de estas mismas cosas y además del color de las conchas y la blandura del aire y de ciertos olores y de la humedad que los abrigaba. Se hizo del deseo de permanecer que es el sexo y la osadía y la cautela que son deseo de permanecer.

El lenguaje mienta, miente y enmienda, pero mendaba antes de enmendar y esto último antes de mentar o mentir. lo que quiere decir que llenamos ciertos agujeros y estamos en actitud de sentir la separación y nos duele y hay que separarse para sentir la alegría de la separación que es promesa de futuros encuentros. Eso es hablar.

El lenguaje es sexo. Que nadie lo olvide. Opinión subjetiva y parcial pero correcta.

El olvido es muerte que es también reposo porque así lo deseamos. Somos los inventores del olvido. Recordar es sabernos, casi en el sentido cartesiano. Porque sabernos es ser. La sé (a la hembra) cuando recuerdo su hondura húmeda y caliente y los accidentes que me la proporcionan y las muertes en ella.

No podemos reducir la realidad al lenguaje porque estaríamos reduciendo el todo a una de sus partes, y aún cuando fuera cierto que no vamos a caer en contradicción haciéndolo, conocimiento y consistencia no son sinónimos. Pensar una estrella no es tocarla.

Si la contradicción formal es anatema sea, pero siempre ha habido equivocaciones y en el desarrollo del pensamiento algunos cráneos rotos. Ciertos regalos hay que desenvolverlos rompiendo la envoltura. Todo virgo destrozado es una contradicción formal.

La totalidad del saber humano no se reduce a Principia Mathematica ni a Tractacus Logico-Philosophicus. Si así fuera ya nos hubiéramos atrevido a quemar todo lo otro.

El lenguaje es camino sujeto a todas las contingencias del desarrollo y viviendo de sus contradicciones internas. Ser lógicos es admitir que sabemos en que consiste, que tal vez nunca lo sepamos pero que tal vez lo somos en mayor medida.

La lógica es un camino encontrado y otros que nos vamos haciendo, atrechos o enmiendas a los obstáculos reales o imaginarios.

Ser lógicos es alcanzar, cubriendo camino, creciendo en conocimiento y concordancia con todo lo que es menos que yo o que no sea yo en absoluto.

Pensar es también pensar sobre el pensamiento y pensar que pensamos sobre el pensamiento. Aturdirnos y abandonar el pensamiento, tal vez para no volver a él. La locura pudiera ser una parte exquisita del pensar o espinosa o ambas. Muchas veces sentimos que tenemos derecho a la locura otras veces que tenemos la responsabilidad de eludirla. Esa misma relación guardamos con muchas otras cosas como el amor desenfrenado por ejemplo.

El lenguaje es una espada con el mango al rojo vivo. Lo de dos filos ya está gastado.

El lenguaje me separa de las cosas y al mismo tiempo me permite caminar entre ellas.

El lenguaje es coraza, lanza, gancho y balsa. Por supuesto que ni víboras ni águilas ni pirañas lo resisten pero la piraña no es, entre otras cosas, su mordedura hasta el hueso. Y también cultivar margaritas desde el lado oscuro. Por ese saber no lo queremos. Por eso lenguaje es mampara y que se joda. En esa pared nos rascamos con fruición la espalda y tenemos orgasmos. Como la niña en la bicicleta o la dulce llaga en el tobillo.

¿Qué es la raíz de la lengua? ¿Qué es la fuente de la lengua? ¿Qué es la multitud de condiciones que la engendraron? Las diferentes texturas que el movimiento muestra en su desarrollo. Por eso se mostraba antes del lenguaje. El dedo índice y los labios impulsaron los movimientos especiales de la lengua. Quizá también los no-tan-especiales. Puede que se deba al hecho de que la adquisición y la admisión del sustento material depende en gran medida de ellos. Porque queremos ser eternos antes que sentir que lo somos. Y los seguimos deseando después de sentir que no lo somos.  



José María Lima en sus propias palabras

POR EUGENIO GARCÍA CUEVAS  

El poeta y matemático José María Lima nació en Ceiba, P.R., en 1934 y murió en 2009. Es autor de una exigua, pero descomunal y honda obra poética. Sus libros poéticos son “Homenaje al ombligo” (1967) en coautoría con la poeta Ángela María Dávila, “La sílaba en la piel” (1982), “Rendijas” (2001) y “Poemas de la muerte de la muerte” (2009). Lima es, sin titubeo alguno, una de las voces poéticas más originales y renovadores de la producción poética del país y quizás el poeta más influyente en la promoción de poetas de los 80.

Hace diez años, en 2006, conversé con el poeta en La Placita de Hostos, de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras. Además del busto de Hostos que distingue la pequeña isleta, el contorno sobresale por los cientos de cotorras que viven y anidan en los altos de los árboles del pequeño pulmón verde. Aunque la crónica-entrevista se compuso hace una década había permanecido inédita por diversos motivos. Es la primera vez que sale a la luz pública.

Es la mañana de un 17 de marzo de 2006. El poeta José María Lima llega caminando lentamente, mirando hacia arriba. Parecería que sus emblemáticas sandalias conocieran el camino empedrado del lugar; también se sienta con discreción en el mismo banco de cemento donde le espero desde hace unos minutos. Su voz surge con mucha pausa al responder al saludo. Al contestar las primeras preguntas que le hago es como si quisiera nutrirse del silencio que se aturde en el bullicio que emiten las cotorras que aletean, como peces voladores, en las ramas de los árboles que cobijan la placita Eugenio María de Hostos de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras: allí nos habíamos dado cita para esta entrevista.


Espacios poéticos

Las cotorras a lo alto complotan, pero la voz humana se salva de la conspiración colectiva: “A mí se me hace muy difícil ligar el derrotero poético con la vida personal y señalar las tangencias, circunstancias y explicaciones”, contesta Lima a la primera indagación que le hago sobre la relación entre biografía y poesía. No obstante, amplifica: “Hay cuatro espacios poéticos que yo considero esenciales, no en toda la poesía, sino en la mía. Que son la poesía de guerra, que es la poesía de protesta, poesía ideológica, pero que en el caso de mi poesía eso aparece más en la prosa poética. Otro es el que yo llamo poemas personales, problemas de las psiquis personal, de lo puramente personal, claro que tiene tangencias con todos los demás espacios, no hay duda de eso. Otro es la poesía amatoria, que yo le llamo los óleos esenciales y, por último, que viene corriendo desde el inicio de la concepción poética mía, que es un tipo de poesía que llamo atrechos por el extravío, que viene de mi época surrealista, porque yo me identificada con el Surrealismo en mi juventud y eso tiene que ver con mi condición natural de maniaco-depresivo”.

Muy a pesar del griterío de las cotorras y los cotorros de allá arriba, insisto en lo biográfico y Lima dice: “Yo soy oriundo de Ceiba, pero estudié la escuela superior en Fajardo, ya que en aquellos años en Ceiba no había escuela superior. El nombre de mi madre es Aurelia Rivera y el de mi padre José María Lima. Mis padres eran gente trabajadora, mi madre era costurera y mi padre se fue a trabajar a Islas Vírgenes donde tuvo suerte. Tengo dos hermanos varones: Cheíto y Raúl. Yo entré a la universidad de Río Piedras terminando de cumplir los 16 años, a la Facultad de Ciencias Naturales, y ahí entré en contacto con los grupos de teatro y grupos artísticos de los años cincuenta que trabajaban dentro y en los alrededores de la universidad”, indica Lima lanzando su mirada hacia arriba.


Descubrir la poesía y el teatro

Es irresistible no indagar en los inicios de un poeta. La pregunta queda viva. Entonces Lima dice: “Yo escribía poesía en la escuela elemental, pero luego que entro a la universidad, pues tenía que mantenerme al día en mis estudios en Ciencias Naturales y Matemáticas y el tiempo que tenía libre lo dedicaba al teatro y seguía escribiendo poesía que algunas personas leyeron y me aconsejaron. Entonces en un periodiquito que publicaba Juan Ramón Jiménez empezaron a aparecer poemas míos que a él le gustaron”.

Tras esta respuesta surge la otra pregunta: ¿Cómo te descubres poeta? “Mira yo hacía poesía en Ceiba, en la escuela superior y elemental, pero luego que entro aquí (se refiere a la universidad) fue que decidí coger mi electiva en Teatro y trabajé en algunas obras de teatro. No podía perder mucho tiempo ensayando obras en que yo tuviera papeles de muchos parlamentos, que me cogieran mucho tiempo, por mi disciplina científica y en ese tiempo que tuve en el teatro seguía escribiendo cosas que algunas personas leyeron y me aconsejaron: Eugenio Fernández Granell, Victoria Espinosa y un compañero de teatro, Tuto Machuca. Tuto me aconsejó para aquel tiempo, ya digamos en el 52 o algo así. Tuto era compañero de teatro y me dijo que por qué yo no le llevaba esos cuadernos para darme su opinión y llevárselo a Juan Ramón porque yo era tímido. Entonces se lo llevó a Juan Ramón y Juan Ramón me mandó una notita que decía: ‘Señor Lima es usted un poeta y me alegro de haberlo sabido por mí mismo’. Entonces yo fui ya con ese apoyo y entonces me invitó a la página poética, por ahí andan algunas cosas, yo diría que eran poemas en prosa, un tanto metafísicos”, recuerda el poeta mientras su mirada sigue fija en lo alto, donde siguen las cotorras, no empece a las hebras de luz solar que siguen bajando.

He oído que tú fuiste el mejor actor de la generación del 50. “Para una época fui actor en que trabajaban buenos actores. En términos generales el teatro me impactó mucho y leía teatro e iba mucho al teatro nada más que a ver los ensayos y decidí coger mis electivas en Teatro, pero que también iba a los estudios de pintura, en lo bajo de una biblioteca que había allí, detrás de la Torre, donde enseñaban Granell, don Cristóbal Ruiz y Osiris Delgado. Granell fue quien nos introdujo al Surrealismo, porque él venía del grupo de Bretón y jugábamos los juegos surrealistas y los cadáveres exquisitos, entre otras cosas”, expresa Lima, ahora con la mirada estacionada en la entrada de la torre de la universidad.


La traza surrealista y los inicios

Con lo dicho al final hay un retorno al Surrealismo: Se ha planteado, le digo, que el Surrealismo francés es más descosido, suelto e irracional que el Surrealismo español, que tiende a ser algo más tímido y apegado a la lógica de un lenguaje más sujetado a la tradición. ¿Con cuál de ellos sientes que encontraste más cercanía? La mirada de Lima regresa de la torre y pronuncia: “Mira, con los dos, porque del Surrealismo lo que sobrevive todavía, y que yo creo que es esencial, fueron las técnicas como la escritura automática, el sueño y lo sicológico que no se puede expresar nada más que poéticamente y eso lo llamo atrechos, por eso de la misma espontaneidad”. Lo dicho da para más, por eso la pregunta se alarga: ¿Tú descubres el Surrealismo o tú te descubres surrealista? “Nosotros no nos llamábamos surrealistas y en cierto sentido lo éramos, bajo las enseñanzas de Granell, que venía del círculo de Bretón. Eso nos llenaba de orgullo y tratábamos de entender el Surrealismo y, al principio, vivir como surrealistas, aún cuando no entendiéramos bien, asumirlo como vida, porque aquí no había tablado, como en Francia y en otros países”, resume Lima a lo que inmediatamente añado: ¿Además del Surrealismo, ¿qué otra corriente de vanguardia, crees que de alguna manera te tocó? “Mira, mi motivación primera era el placer que me daba juntar palabras, que tuvieran sentido y ritmo, el Surrealismo es lo que más me atrajo”.

Vamos a otros principios, a los formativos: ¿A qué poetas leías? Lima baja una mano, creo que la derecha, sacude algo de una sandalia y espaciosamente dice: “Yo en mis inicios leía a los que lee todo el mundo. Estando en la High a Bécquer, a poetas clásicos, a Espronceda, a Darío, a De Diego y Lloréns. Cuando yo entré aquí a la universidad, te dije que tenía 16 años, me fascinó el ambiente y me dedicaba a visitar las distintas Facultades y el Teatro”. Una pregunta forzada: ¿Te viste motivado alguna vez a escribir teatro? “Yo empecé unas cosas, pero hay que ver que yo entré a Ciencias Naturales y eso ocupaba la mayor parte de mi tiempo. Así que, si yo quería aventurarme en otras cosas, lo más directo y fácil era la poesía”. ¿Además de Juan Ramón, que otra persona te motivó, leyó y te validó como poeta? “Bueno, a mí me recomendó Granell que le enviara mis poemas en prosa a Johnny Martínez Capó, pues Martínez Capó empezó a publicarme en la Página Poética (se refiere al periódico El Mundo) todo lo que yo le enviaba”, resume Lima, a lo que a renglón seguido añade que como lector en lugares públicos se inició tarde, en la Guagua de la Poesía, sobre todo en Río Piedras y sus contornos.

Seguimos con otras inauguraciones: le indago sobre una posible definición de lo poético, si es posible una conceptualización. Lima lo piensa, pero se lanza: “Eso es bien difícil de definir, como es bien difícil la pintura y cualquier arte. En la misma cita de Picasso cuando le preguntan ¿que usted busca con eso? y él dice: ´yo no busco, yo encuentro´, y eso a mí me parecía que me estaba ocurriendo. Yo no estaba buscando nada a través de la poesía y tuve encuentros felices con la poesía”. La respuesta de Lima invita a otra repregunta: ¿Tú crees que un poeta nace con una predisposición, una intuición especial, o acaso un poeta se hace golpe a golpe? Su respuesta esta vez tarda menos en salir: “Mira yo te diría que ambas cosas. Porque se necesita un chispazo que no puede venir nada más que de uno, apoyado por otras personas importantes, pero en el caso mío la poesía era, hasta que me gradué. Después que empecé a trabajar aquí en la universidad y después de las experiencias de mi viaje a Cuba –yo fui a Cuba en 1963–, desafiando una ley y haciendo claro que íbamos para Cuba, distintos estudiantes de distintas universidades americanas, se consiguieron 47. Eso no me costó la expulsión de la universidad, pero me ocasionó mucho dolor. Se levantó el país en contra mía y el editorialista de El Mundo y entonces empecé a hacer poesía y leía por ahí por Santa Rita y donde consiguiera leer”.


Expulsión de la universidad, matemáticas y poesía

Ligado casi toda su vida a la vida universitaria, otra pregunta se impone sobre el mismo tópico: ¿Pero posteriormente fuiste expulsado de la universidad, ¿qué aprendiste de esa experiencia? “Tuve muchos años de sufrimiento, la universidad me mantuvo tres años, porque me enfermé y no sabía qué era de lo que me acusaban”. ¿De qué te enfermaste? “El tiempo que salí de la universidad todavía no se había descubierto que yo era maniaco-depresivo, lo que llaman ahora bipolar y, bueno, allá el Decano se encargó de jubilarme, después que el Seguro Social dijo que ya no me iban a dar más pagos y yo vine y solicité mi plaza de nuevo y se me negó, hasta que tuve que entablar juicio”.

Me parece fascinante –le digo– que un país tenga un poeta-matemático de tu altura, porque no todos los países del mundo pueden tener un poeta que también trabaje con el saber científico, como es el caso del chileno Nicanor Parra, que es físico. Entonces sale la pregunta: ¿Cómo se concierta la poesía con las matemáticas? “Las matemáticas le dan a uno una disciplina que es también necesaria en la poesía, por más surrealista que uno sea, porque en el Surrealismo sí hay disciplina, pero las matemáticas me han ayudado, hay algo en mi poesía de disciplina. Tiene sus tangencias y sus divergencias con la poesía porque en la poesía uno no puede ser riguroso con las palabras y asignarle un valor absoluto, como se hace con ciertos conceptos matemáticos”.
Hay que regresar a la poesía, que es lo principal para un poeta: ¿Cómo nace un poema en ti, lo sientes como una revelación o una vibración interior que tiene que salir o acaso eres un poeta que se sienta a buscar el poema? “Mira yo no sé, yo pensaba frases, dejaba que me llegaran frases a la mente y después recordaba algunas y las elaboraba. Cuando yo conocí a Ángela María empezamos a tener una actividad de intercambiarnos, siempre diariamente. Nos intercambiábamos un poema, y eso fue lo que se coaguló después en Homenaje al ombligo, poemas sin dibujos, Ángela estudió dibujos que aparecen en ese libro y de los mejores dibujos que yo he hecho, están en ese libro”. ¿Un poema es una vibración no? “Si algo así, y que uno lo va apreciando más a medida que lo va queriendo, no entendiendo, y aún mas, después de publicado o leído”.

¿En qué momento consideras que llegaste a tu madurez poética? “Mira yo no sé si he llegado. En La Sílaba en la piel hay un inicio. Yo no he hecho mucha poesía después de eso. “¿Y cuando llega lo poético, ¿qué haces, lo dejas ahí? “Para decirte la verdad, es que a veces no llega”. ¿No te angustia eso? “Sí, me angustia y, por ende, forzarme a escribir con esa soltura que escribía, pues no me atrae tampoco”. Un poeta, más allá de la crítica profesional o académica tiene derecho a valorar su propia obra, por eso la pregunta: ¿Cuál de tus libros crees tú que es el más logrado, es decir el que mejor te representa como poeta? “Pues mira, Homenaje al ombligo aparece en La sílaba en la piel, en su totalidad y Rendijas aparece en La sílaba en la piel. Yo diría que La sílaba en la piel es mi libro, hasta ahora, y no sé cuando eso va a cambiar”.

Desde que Alfonso Reyes lo planteara, la discusión sobre la función ancilar de la literatura y el arte se retoman cada cierto tiempo. El tema es, si alguna, la misión social de la poesía te atrajo, ¿creíste alguna vez en esa idea? “No, porque siempre creí que era necesaria esa vertiente y he admirado a artistas y a poetas que dedican su vida entera a hacer poesía comprometida, con un programa social e ideológico, pero yo personalmente no me creí comprometido porque creí que mi poesía iba a vivir, en ese sentido, como en los otros poetas puertorriqueños, De Diego y Palés, en que esas cosas, por lo menos el arte amatorio y el arte de protesta, convivían”.

Hay un supuesto, de que toda poesía es en última instancia, testimonio de algo, te pregunto si hay algo de eso en tu poesía. “Es testimonio de muchas cosas, no te voy a decir, primeramente, de la psique personal, es testimonio de eso, de la historia personal, pero es también de la historia de la sociedad, circunstancial y del entorno. Sí, tiene necesariamente que ser, en algunos momentos testimonio de eso. Pues si algo tiene que testimoniar la poesía es la alegría y el sufrimiento de la grey, además de la psique personal, pero que uno no puede disociar, divorciar el testimonio personal del testimonio colectivo, porque eso está ahí cada minuto. Uno entra y sale y le dicen que mataron a cuatro, en Barceloneta o en Juana Díaz, y eso impacta a uno, como ahora mismo la cuestión de los deambulantes. Hay por lo menos, aquí en Rendijas (se refiere al tomo de su poesía editado por Jan Martínez) unas cosas que me salieron, que son como intentos de describir lo indescriptible que es un festival de deambulantes, en que todos se reúnen”, dice Lima mostrando la página y señalando los poemas aludidos: “Estos son poemas que algunos se refieren a los deambulantes de Río Piedras, es como volver a los poemas de guerra, pero enroscando”.

Una obra poética tan arrítmica, en términos difusivos, como la de Lima demanda algunas indagaciones en lo que concierne a la ordenación y edición de sus poemas: ¿Estás conforme con la manera en que se han organizado tus poemas, tanto por Che Meléndez como por Jan Martínez, es una ordenación cronológica? “No es cronológico, en los dos es más bien por tema”. ¿Te gusta más el orden temático que el cronológico? “Sí, yo creo que sí. Y una cosa que yo he dicho y que alguna gente se espanta es que cuando yo me sentía en un poema, que tenía que tomar partido entre el significado y el ritmo de un poema, sacrificaba el significado. Eso, porque yo sabía que después de ese punto ese significado, que yo había aparentemente sacrificado, iba a aparecer en el poema después. Siempre apostaba al ritmo porque ese significado volvía. ¿En ese poema o en otro? “En ese poema o en otro. Yo pensaba, y ese era el trato, que ese significado volvía porque si eso ha salido del ente, está ahí todavía, aunque yo lo haya retirado de circulación por un tiempo”.

Una curiosidad: ¿Por qué no le pones título a los poemas? “Porque ponerle título a un poema es escatimarle algo al lector; porque el poema cuando se ofrece es para que el lector lo lea como le dé la gana, le dé la lectura que entienda. Si uno le da título estamos imponiendo un deseo personal, un significado personal que incluso años después puede haber cambiado para el mismo autor. Es darle una dirección de lectura y eso no ayuda al lector, eso lo desayuda. El lector debe considerarse abierto a darle la interpretación que él quiera al poema y si ve un título ya se siente obligado a pensar en ese título”, asevera tajantemente Lima liberando a sus lectores potenciales.


Generación y ética

Miembro de la casi secreta Generación del 50, le pregunto por el componente generacional y por los que vienen luego: los del 60 y del 70. De los suyo recuerda a Antonio Quiles y a Jaime Vélez Estrada. Entonces al llegar a Guajana se detiene: “Guajana no me atraía, bueno, porque yo creía que la poesía debía tener otras cosas, además de poesía de barricada, debería, y claro no abandoné nunca la poesía de barricada o poesía ideológica, pero que me alaban otros hilos, como te dije en esos cuatro espacios”, ya esbozados al principio de la entrevista.

Parecería que con lo dicho Lima cierra el tópico, pero no. El poeta reconquista la voz y abunda: “El problema era que mucha de la gente que hacía arte, lo mismo poesía que pintura y grabado estaban bien comprometidos ideológicamente y nosotros sentíamos –en realidad lo sentíamos– y yo creo que el curso que tomó mi poesía le da un poco la razón: que no teníamos que comprometernos absolutamente con el aspecto ideológico del arte, porque nosotros veníamos haciéndolo también, dentro de nuestra poesía. Solo que no lo tratábamos de señalar, nuestros poemas de guerra, los poemas identificados con la desgracia humana están ahí, pero que yo no quería que se identificara en la totalidad de mi poesía con ese aspecto, como no quería que se identificara con la poesía amatoria completamente y mis poemas de índole personal, que yo también, vamos a decir, los amaba mucho. Después que los escribía me gustaban, me movían, me impulsaban”, concluye el poeta, quien antes de ser editado en el soporte de libros ya había publicado en periódicos, incluso en la revista Zona, según sus palabras.

Le indico que a él se le reconoce como el poeta vivo puertorriqueño más importante, pero que, no obstante, su poesía no ha recibido la difusión que merece ese reconocimiento. ¿Tiene esto que ver acaso con tu militancia nacionalista o tuvo que ver? A lo que el poeta confiesa categóricamente: “Militancia nacionalista yo no me atrevería a arrogarme”. Un sector de los llamados poetas de los 80 ha reclamado tu influencia a raíz de la publicación de La sílaba en la piel. Es decir, que querían rescatar lo que usted había hecho, pero sin dejar de patrocinar la nación, darle una autonomía a la poesía. “Sí, porque nosotros creíamos que la poesía, si era verdadera poesía, pues el país la necesitaba también. Claro, eso es una cosa que uno se da cuenta tarde. Después uno entra en cuenta que algo de valor tiene eso como toda actividad de todo puertorriqueño porque el país la necesita también, si es que tiene valor”.

En términos de proposiciones filosóficas, ¿qué te atrae: existencialismo, fenomenología, etc.? “Yo conozco con fondo filosofía, casi ninguna. Del existencialismo he leído a Sartre y el Surrealismo mismo que proclamaba una manera de vida”. ¿Qué es lo que más admiras de una persona? “Que se sostenga en lo que dice, la consistencia, la facultad de vivir sus palabras, de arrepentirse si hay que arrepentirse, que reconozca el error como parte de sí mismo. Ver lo que fueron sus errores. Eso: vivir amparándose en sus dichos y hechos y no negar, de buenas a primeras, como si no hubieran sido, dichos y hechos”, afirma el poeta mirando ahora hacia la lejanía.










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SAMUEL LUGO [18.829]

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SAMUEL LUGO

(1905-1985) Natural de Lares (Puerto Rico). Poeta que se vincula a los atalayistas en sus inicios  y da a conocer su poesía en sus medios. En 1934 publica Donde caen las claridades; y Yumbra en 1943. Ronda de la llama verde en 1949. Antología poética en 1971.



CONCESIÓN GALANTE

Que no la hiera nada.
Ni tú, nocturno de mayo,
con el crepón de tu sombra.
Espera a enguantarte de luna
para no manchar su piel de rosa.
Entra la ventana de tus astros por su ventana
y úngela de constelaciones.
Para besarla espera
calzarte tu sandalia de silencio.
No la despiertes.
Sacrifícale una estrella
que bañe luminosa el rumbo de su sueño
Y antes que despierte
y al sol la vendas,
ahórcate en la aurora.
Alma Latina



MADRUGADA

Amanece...
una bandada de pájaros
tira el carro del alba.
Camino del pueblo va la campesina.
Hacia allí le sigue el campo.
¡A yerbamora y menta le huelen
los pies descalzos...

El ánfora de su cuerpo que fue al arroyo,
regando fue la corriente
de blancos nardos.
Camino de la iglesia ella seguía:
y a grupas del céfiro le acompañaba la
madrugada
por prenderle alfileres al moño de rocicleres
mientras
pasajeros de mieles
se hacían las frutas
que se daban al pájaro
por viajar en los trenes de sus canciones
...............................................
¡las hojas del camino la iban
abanicando...



NOCTURNO

La etiope de la noche
ha surgido para bañarse en las duchas siderales.
Sobre sus formas, pálida lavaza se ha hecho
el jabón de la luna
mientras el clavo de las sombras perforando el cielo
un guayo de estrellas lo ha hecho.
¡Oh, las estrellas, los clavos áureos
de donde cuelgo el vuelo soñador
de mis ojos vagabundos...!



Las soledades 

Las soledades tienen el olor a madera
de las casas antiguas, el soplo de los vientos
por los muros en ruinas, ráfagas de humedades
y el sabor de la herrumbre en las puertas sin dueños.

Son frías, con el frío de las casas sin gente,
y oscuras como el fondo de las ventanas rotas,
tienen la indiferencia muda de los rincones
que comen telarañas bajo las muertas sombras.

Las soledades tienen el habla de los siglos;
por entre las ruindades yo he escuchado sus voces,
soplan en las rendijas, dan vuelta a los cerrojos
y llaman en los cuartos bajo la medianoche.

Se entierran en los ojos y nos persiguen siempre
prendidas a la nube de polvo del pasado;
a veces son paraguas sin dueños tras las puertas,
y sombreros de nadie colgando de los clavos.

Se trasmutan y salen a pasear al crepúsculo
en carne de murciélago de aterradoras alas;
las soledades tienen pasión por transformarse
los cuerpos voladores en fuga de paraguas.

Buscadla más al fondo de las pupilas graves
y escucharéis el mundo de su pasado muerto;
la boca de los siglos detrás de los rincones
comiendo telarañas ... indiferente al tiempo.



Alba 

Amanece...
Hay temblor de duchas en las hojas
y una de frascos rotos de esencia en el ambiente.
Las sombras se desperezan en los confines,
que se desnudan húmedos,
mientras lejos un ruiseñor
hace gárgaras de trinos
en la ventana
del alba.




MIREYA

Mireya, tú estás en la tarde
y en el manso paisaje que mira
su tristeza en el agua.

Tú, en las buenas hijas de los labradores
que tienen las carnes honradas
porque no han querido
dejar las montañas.

Tú, en las hojas nuevas y en el canto lila
que vierte el labriego,
a esa hora que tiene la tarde
no sé qué tristeza tan dulce a lo lejos.

Tú, en el barro del cántaro fresco
de las campesinas
que van a los cerros
a buscar el agua que alumbra el asomo
del primer lucero.

Tú en la huella leve
de los pies descalzos de las montañesas
que van por los blandos caminos de carro.

Tú, el presentimiento
que a veces sentimos
de vernos con alguien bajo de los árboles.

Tú, esa voluptuosa dicha que sentimos
de unos labios frescos
que besan los nuestros,
de unos ojos claros
que nos miran mansos
cuando nos echamos
bajo de las hojas
a escuchar los pájaros.

Tú, el agüita clara
que bebe en el río la errante boyada;
y al lamerse la boca tan negra, parece
cual si te lamiera.

¡Quien sabe, Mireya,
si ayer nos cruzamos en la misma senda,
cuando al blanco chorro los cántaros iban
con las campesinas,
y tenía el camino las huellas recientes
de unos pies descalzos, canciones lejanas,
muchos ramos rotos
y frondas dispersas! 




AGUA  REDONDA

Distante en la brizna
Dios prende en la noche de amor un rocío.
Tiemblan los yerbales,
platea el camino.
La noche que avanza, de pronto
ahora tira una estrella en el río, y el astro en el agua
dibuja una araña brillante
que cuelga de un leve y fantástico hilo.
-Que el agua redonda que estaba en la brizna lejos se ha caído.-
-Señor, ¿Cómo ha sido?-
-La tumbó de un salto verde
el saltamontes al verse
los ojos saltones temblando
en el fondo del mágico vidrio.
¡Qué estruendo gigante
para los oídos del duende
habrá sido, al golpe plateado de pronto.
en la piedra, del agua redonda
que se ha desprendido!
-Señor, que en la noche
la trémula gota radiante se pierde…
-Jamás de ha perdido.
-¿Y adónde se ha ido?
-A los redondeles rútilos del tiempo
de donde ha venido;
y acaso mañana, desde  el arcoiris,
(por ser vagabunda),
la verás tirarse de nuevo en el río.





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CARMELINA VIZCARRONDO [18.830]

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Carmelina Vizcarrondo

(1906- 1983) Natural de Fajardo (Puerto Rico). Su verdadero nombre fue María del Carmen Vizcarrondo Álvarez. Casa con su primo Euclides Quiñones Vidal. Es una de las dos poetisas asociadas al movimiento poético atalayista. Eventualmente derivó a una lírica intimista. Se destacó como escritora y poetisa. Tomó parte en distintas organizaciones culturales como la Sociedad de Autores Puertorriqueños y el Ateneo Puertorriqueño. Colaboró como redactora en la revista ínsula, la cual promovía el movimiento poético posmodernista denominado “Integralismo” del cual ella formó parte.
 
Obras principales:  Pregón en llamas (1935), Poemas para mi niño (1954), Minutero en sombras (1941) y, después de su muerte, Campanerito azul.




LOÍZA ALDEA
 
La carretera asfaltada
le va coqueteando al río
y le hace seña en la curva
con su codo de peligro
 
Los árboles espinosos
hacen punzante el camino
y un automóvil glotón
se traga el paisaje vivo.
 
La ceja negra del puente
sobre el agua en remolinos
va remolcando cantares
y poemas vitalicios.
 
Atrás un dragón de azúcar,
en sus marfiles pulidos,
lleva una carga amargada
por contrapesos de hipos.
 
Más acá nube de pájaros
con nostalgias en los picos,
Cerca del cerro, a lo lejos,
martilleos de relinchos.  

El río se va ensanchando
en el lienzo del retiro
y los ancones sombrean
la turbulencia del limo.
 
El verde nos va marcando
su sosiego relamido,
y el automóvil glotón
se traga el paisaje vivo.
 
Loíza nos abre inquieta
sus brazos negros y finos,
mientras entramos tanteando
sus redondeces de siglos.
 
Loíza negra en la playa,
negra en tus cocos blanquísimos.
Negra en tu teje maneje,
negra en tus negros mestizos.
Negra en tu parejería,
y en tus rones de domingo.
 
Por un collar de rocallas
y unas enaguas de brillo,
das tu apretamiento recio,
tu chinchorro y tu bohío...
 
Loíza, negra en la sangre,
rubia en tu contorno rico.
Mirar azul en tu playa
blanca de espuma y graznidos.
 
Plata charol de tus jueyes,
maña gris en tu escondrijo.
Trepadora de palmeras,
incansable tostadillo
donde lento se derriten
salmorejos y remilgos;
baile, botella y baraja,
Santiago, yuca y mosquitos.
 
Frente a tu estampa azabache
la sangre azul da un respingo.
 
Trepidando en la carrera
del asombro presentido,
van brillando las gaviotas
como pedazos de vidrios.
 
En tu carnaval de julio
que es problema metafísico,
mueves la caratulada
salsa prieta de tus ritmos.
 
Loíza, negra en casabes,
en tortillas y en hechizos,
¡si parece que te bañas
en sirop de tamarindo!
 
Un abandono de voces
deja el paisaje dormido.
La aldea sueña en la tarde
reminiscencia de nido,
y el flamboyán centenario
a la iglesia del pueblito,
le da una media verónica
con su capote encendido.




Búscame 

¿Qué no me encuentras?
¡Si es que no me has buscado!

Búscame tras tu sombra
o en las retinas de tus ojos claros.
Búscame entre tus dedos
o en tu boca de sándalo.

Yo soy un soplo vivo
a tu vida arraigado.

Búscame por tu alcoba
entre tu sueño alado,
o por la senda rosa
de aquel amor lejano.

Por sobre tu orgullo,
en las flores azules de los prados.
Yo estoy dentro de ti
como un amor sellado.

¿Que no me encuentras dices?
Siendo en tu misma vida
que me pierdo…
¡Si es que no me has buscado!




Duerme alma mía 

Duerme alma mía, y descansa.
Desde hoy velaré yo.

Duerme que te estoy cantando
nanas de mi corazón.

Sosiega tu vida inquieta
saturada de dolor.

Velaré mi cuerpo sano
tu sueño reparador.

¡Ya bastante has trasnochado
por esas calles de Dios!...

Duerme que te estoy cantando
nanas de mi corazón.

Duérmete que si no duermes,
volveré por ti mi amor.




El rayo de sol 

¡Que se escondió un rayo de sol
por debajo del árbol en flor!
Van las niñas a cogerlo,
pero es lagarto y veloz
y no deja que las manos
le apaguen su resplandor.
Cinco pares de manitas,
diez manitas y un cartón.
Una sobre de la otra,
sobre de ellas el cartón,
¡y todo a la vez
sobre el sol!...
...mas el sol dando un saltito
se trepó sobre el cartón
como una puñaladita
de luces y de emoción.
¡Qué inútil las diez manitas
contra los juegos de Dios!





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PEDRO CARRASQUILLO [18.831]

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PEDRO CARRASQUILLO

(Utuado, Puerto Rico 1902-1973). Poeta que estuvo muy relacionado con el Atalayismo. Lo apodaban San Pedro por ser el portador de la llaves del Ateneo donde los atalayistas entraban sin permiso de noche a usar el plantel para discusiones literarias y libar en época de la Prohibición.  
Publicó algunos versos en Alma Latina y en Gráfico de Puerto Rico. Luego se movió a una estética neocriollista. Publicó Requinto (1958) y ya, en el exilio neoyorquino de manera póstuma, Quirindongo (1975).



GRACIANY MIRANDA ARCHILLA

Este príncipe soñador
ama lo bello y lo trágico;
cada sueño es una flor
y cada flor, un cuento mágico.

Dice que duendes y hadas
han mordido con afán
a las barbas embrujadas
de la puerta de San Juan.

Seguí una noche sus huellas
y miré que a las estrellas
taladraba con agujas...

Le acompaña por destino
una luz de lo divino
y un aquelarre de brujas.




LA ATALAYA DE LOS DIOSES

Esta regia Atalaya de los dioses del arte
erguida sobre un yunque de oro acrisolado,
levanta majestuosa simbólico estandarte:
del ritmo azul celeste de un olimpo olvidado...

Oíd en voz de bronce cual profeta de Cristo
que ha llegado entre rosas en la primavera...
En una aurora blanca líricamente ha visto
desdoblarse los pliegues de su amplia bandera...

Pues estos dioses vienen a romper los cristales
de las fuentes enfermas... Mil llamas musicales
como avispas rabiosas brotan de cada lira...

Los he visto de noche mientras unos dormimos
subir hasta los astros, formarlos en racimos
y después sacudirlos con temblores de ira...

Gráfico de Puerto Rico




Utuado tuvo y tiene su poesía del exilio. Pedro Carrasquillo, el poeta de la escuela Atalayista que incorporó como nadie el decir jíbaro en sus poemas, es un clásico ejemplo. En uno de sus más hermosos poemas, Luna Jíbara, plasma esa vocación de memoria y recuerdo que siempre define el rumbo de los grandes poetas.


Esta noche en mi ribera,
Luna, tú me has derramao
Como un guiso sancochao,
En mi dita de jigüera…
Luna, estoy que te comiera…
Y a pesal que to´los díaj
Como plátano y yutías
Y otras viandas de alimento,
¡Siempre me paso jambriento
De alturas y lejanías!


El poeta nunca cesará de evocar el paraíso perdido de su patria chica. Toda la poesía de Carrasquillo es un canto a la raíz, a la identidad jíbara. Es la afortunada resonancia de la voz jíbara, el eco que quiere regresar a su origen.





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ANTONIO CRUZ Y NIEVES [18.832]

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Antonio Cruz y Nieves

Poeta vanguardista inscrito en el movimiento atalayista. (1907-1974). Nació en Bayamón, Puerto Rico. También es narrador de cuentos y novelas cortas. Autor de de Cuentos (1963). Fue periodista de El Diluvio y de Puerto Rico Ilustrado.



PRESENTACIÓN DE LOS ATALAYISTAS
 
Yo quiero presentaros, gente vulgar y chata
este grupo de almas palpitantes de vida,
que adora la leyenda de la flauta panida
y llora la tragedia de la tarde escarlata.
 
Es un tropel de locos que saben de la grata
sensación de tener en el alma escondida
la gema subyugante de una ilusión querida
engarzada a una inédita sonoridad de plata.
 
Adoptando gallardas y juveniles poses
perdidos en las nubes: Atalaya de los Dioses,
avizoran por sobre de nuestros horizontes.
 
Y, cuando pasen, de ellos podrá decir la Historia
que desde su Atalaya se fueron a la Gloria
como una caravana de líricos sinsontes.

1929




BREA NOCTURNAL

Nubarrones ―fracaso del calendario
que menciona luna―
Cerrazón.     Pesimismo...
Rana croando pecho adentro.
Trapisondista maravilloso es
Marte que miente un astro
asomado como un ojo de oro
entre un descuido de dos nubes.
Brea de sombras ha entintado el bosque.
Y psiquis es un buzo
que no teme embrearse de noche.
Ru-rú.   Ro-ró.    Zum-zummm.
En el fondo del pozo de brea
ronca un zancudo de motores Liberty
que va a picar el de la noche.





Nocturno 

Murmura el mar en la noche
sus soliloquios de espumas
y se traduce en capullos
tornasoles su amargura.

En áureas rutilaciones,
blanca de toda blancura,
sobre una nube que corre
salta la faz de la luna.

Ven a contar las estrellas.
Tu mirada por aguja
en el hilo de tu ensueño
engárzalas una a una.

Ven desnúdate en la playa
y pulcramente desnuda
deja que caiga en tu espalda
en chorros de luz la luna.

Los pezones de tus pechos
la seda del viento punzan
y un barniz de astros lejanos
de rútila luz los unta.

Fosforescencias extrañas
en tus cabellos pululan
y hay matices de crepúsculos
en el nácar de tus uñas.

Tu vientre en sombras envuelto
tiembla, palpita, fulgura
y a tus amplios muslos blondos
estambres de luz se anudan.

Dancemos juntos la danza
de las almas que se aúnan
y las bocas que se besan
y los cuerpos que se buscan.

Cual diamantes las arenas
brillan en la noche bruja.
Lecho radiante te ofrecen
las arenas de la duna.

Y es un canto epitalámico
que suena en la paz nocturna
el murmullo de las olas.







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RENÉ GOLDMAN -DIONISIO TRUJILLO- [18.833]

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René Goldman

(Puerto Rico, 1912-1985) Su verdadero nombre era Dionisio Trujillo Betancourt. De oficio linotipista. Autor del poemario Atalayando vibraciones (1931).



EL POEMA ATALAYISTA

Fue una tarde roja, cuando en pugilato vermillón
se combate el horizonte con los postreros rayos del astro rey.
Era una tarde, atalayísticamente bella.
La musa del poeta, se enrosca en el humo del cigarrillo, que en una laxitud fuma éste, que mide cual agrimensor, las distancias de lo ignoto...

Êl está sentado en el último piso de El Atalaya de su inspiración y desde allí canta, y su canción causa estupefacción a sus oyentes.

De pronto cayó pesadamente la pared oscura de la noche sobre la impoluta hoja de papel del día que contempla el poeta...

El poeta está viajando por sus interiores indescifrables, incomprensibles.

¡Luz! ¡Chispazo! ¡Estridencia! Nunca en éxtasis de pose romántico. ¡El poema atalayista está creado!

El sol me ahoga con sus rayos enroscados en mi cuello,
se desprenden cuando me tomo un refresco.
 
El viento abofetea mi cara,
y me consume el bochorno.
 
Revienta el proyectil del ocaso y el horizonte se esparce,
la sangre de los muertos.
 
Los lampos
corazones abiertos
del fin del cielo.
El crepúsculo,
danza de ninfas en gasas rojas,
bailando al son de las flautas,
panidas.
Se fueron los carmines,
viene la opacidad: la noche...
La noche embrea las calles
y yo le doy luz con mis ojos.

La Linterna, 1929

 

VERANO
 
En la ducha solar he tomado un baño
de calor.
Esas puras linfas, sonoramente
cruzaron el arco del triunfo del verano
Grita mi alma que tiene calor
Y el poema azul del cielo mitiga 
su desespero.
Busca aire refrescante por los caminos
olorosos a arcaísmos españoles:
La Puerta de San Juan.
El sol se aleja en carrera Marathon
Llegando jadeante y sudoroso a la meta
vermillón del ocaso.
Atracción sideral para el calor:
El sol en su agonía cósmica



La crisis del panorama

Máquina:  tizne, bronce, música.

Se abrió la ventana
y entró alegre el paisaje
como una mariposa.

Se aplasta el proletario
con el peso de sus penas
y se cae de sus labios la risa.

Vaho repugnante de agrio sudor.

Las doce meridiano.

Un silbido parte en dos el espacio.

Caravanas de hombres fornidos
parten a la Siberia de sus hogares.

Jornal mínimo ¡pan negro, desesperación
hecho sollozo acostado en el panorama.

La fábrica cierra sus puertas
como el final de una carcajada.

Máquina ¡silencio, desempleo;

Poleas ¡moho, silencio...



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ARTURO DESIMONE [18.834]

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Arturo Desimone 

(1984) nació en la isla de Aruba (Mar Caribe, Antillas del reino holandés) en una familia de exiliados de Argentina, Polonia y Rusia. A los 22 emigró a Holanda (donde residió por 7 años y donde hoy expone sus dibujos). Actualmente vive en Argentina. Sus poemas y cuentos de ficción en inglés han sido publicados en diversos jornales literarios en Estados Unidos e Inglaterra (Drunken Boat, New Orleans Review, Adirondack Review, Hamilton Stone Review, entre otros) Sus artículos sobre política y crítica del arte se publican en revistas de Estados Unidos y Holanda.

http://circulodepoesia.com/2016/06/poesia-de-aruba-arturo-desimone/


A los 22

A los 22 hago lo que hace un hombre en la cárcel

levanto pesas,
leo,
fumo
espero a que Goliat,
cabeza-isla empedrada,
abra su boca
para dejarme salir, como una mosca de aletas enfermizas


Nosotros los exiliados

Nosotros los exiliados simplemente escribimos mejor
Desde la más petiza juventud vivimos en memorias
hemos aprendido
a florecer ante el dolor
a mantener una roca en el ombligo
jardinería de recuerdos que nunca se cosechan.
Escupimos rechazando ilusiones que endulcoraron
los mirares de los jóvenes imposibles

Todo lo que tocan nuestras lenguas grises, en un instante se amargó
en un instante de pasión, se quemó y pudo alimentarme
Las caricias que me enviaron se perdieron
en un lento oleaje
o rondan aún
por oficinas postales de una colonial
burocracia de cristal
en redes de un maldito pescador industrial

Hemos conocido
el fracaso al florecer
fracaso primaveral, deleite deleite
delito

El lenguaje
de los jóvenes hombres y mujeres de este nuevo campo brillante
(giraldas y mentiras de la nueva ciudad)
no cuaja en mi estomago
Sí el lenguaje de los cuerpos
estímulo para aprender a leer de nuevo

Volaban cenizas de sus bocas
juguetes, máquinas de cobre

Sabemos todos los detalles picantes
del fracaso divino
de los chismes sobre nuestros pueblos dañinos borrados de esta tierra
que nunca será la nuestra
ni siquiera en socialismo
ni en muerte


Poema para osos

oso entre los cerdos

1

Entre los cedros libaneses del placer, que tiran como pescadores
largos hilos-sombras de dolor,
encontramos el oso.
El oso en su soledad ha dibujado un amante en el barro
y en las hojas mojadas, juntando unos higos caídos para dar la perfección
Da consuelo saber que las fantasías más fuertes nacen del encierro sin muros
oso, en su retiro y capaz de permanecerse solo,
es animal superior al hombre,
solo la fantasía con manos opositores a lo material
hacen nacer peces de sueño en manos juntando barro, cielo, y luz verdea
Animal creador en retiro

(Deseo
respirar la luz verdea de tu hocico
y ayudar
tu creación-amante
a caminar,
desnuda y ciega,
alrededor de ti.)



2

Las tristezas son mas duras
que los cascos de soldados asirios en el bosque
de cedros.

Más inclemente son los ríos, arrastran con cascos,
con épocas y balas, árboles

Los osos tienen espíritu mas fuerte que el hombre,
detienen los ríos mejor que los metales, mejor que el subsuelo,

y el desconsuelo.

Aunque el Río tiene sus recursos,
el Desconsuelo quizás sea insuperable,
sin Ciénaga,
y sin Agoto.



Óyeme

años sin luz
la Lejana me mandó una carta desde Polonia
que no era para mi,

la Lejanía me habla de vez en cuando,
pero no es lo mismo.
dentro de un mes había un día sobre cual
se escurrieron varios años sin luz
en tierra sin muertos,
la gente que viven aquí
practican la cremación
aquí no se puede desenterrar a los muertos
el pulso de la historia no latiga bajo las sombras de los árboles,
no hay lirios
si respiro unos alientos
ya participé en la cremación
y ya he pulido los amortiguadores de la lejanía

no hay arroz que crecerá
somos ecologistas y económicos, seanlo ustedes también
practiquen la cremación
decían los carteles en el pais de los buen-alimentados, no-sonrientes

seré consecuente y práctico;

ya no sentiré el deseo hacia hijas pálidas como el arroz
nunca eran pálidas como el nenúfar
no se si nenúfar es muy arcaico en el Castellano y aunque ”lirio” es menos eccentrico
Nenúfar me hace pensar en Niloufar, en persa, Nilüfer en Turco, y en la lejanía que abracé
he pasado de ser orientalista a ser oriental y lírico
he matriculado, mundo,
ahora dadme obsequios extraños

busco satisfacer mi orientalismo
nenúfar.

óyeme
ábrete.



Teogonía

En la creación los trópicos eran los genitales del mundo,
allí donde yo nací madrugando de un sueño sobre los genitales del mundo
la creación duró muchas épocas,
todavía seguía cuando nacieron hijos de exiliados judíos
como bolsas de sombra, expulsadas por las flores

ciencia:
el hibisco del Caribe es idéntico
al hibisco sirio, hibiscus siriacus, flores Orientales de mi infancia

cuando se habla de flores, siempre hay conspiraciones
implícitas,
son objetos arcaicos
vienen de una época feudal,
antes de inventos modernos como la ironía,
los accidentes, la castidad



Letters to Karl Marx | Cartas a Karl Marx
Poemas de Arturo Desimone | Trad. Diego Alfaro Palma


CARTA A MARX UNO ONE

Marx no te escribo
como Roque Dalton pudo,
llamándote un poeta
por tus asexuadas neoplatónicas baladas
dedicadas a Jenny von Westphalen
Roque al menos era un poeta
que escribió sobre tu gusto
por los brazos rechonchos y las tetas de Jenny

(Por las lecherías de Renania donde el fantasma
del primer atacante a la ética del trabajo como el tú flojo leyendo
Schlegel junto al río

donde los señores feudales aplastaron
los levantamientos campesinos de los primeros
revolucionarios protestantes, traicionados por Lutero
tu laúd no los vengó a ellos tampoco, eran campesinos
no trabajadores industriales
Te viste a ti mismo en el río, la barba aún no tan larga,
no viste la calavera al fondo
en la que la serpiente de agua habitaba)

Roque conocía algo de la carnalidad divina y esplendida
como Rubén Darío, quien no nació tan lejos
de donde Roque fue ejecutado
por sus propios camaradas de armas.
Desearía que hubieras mencionado a la sirvienta
en la bodega pagada por el padre de Friedrich Engels
el apareamiento contrae una especie de dialéctica —
para mí la fertilidad no es puramente material.



LETTRE A KARL MARX UNO ONE

Marx I do not write to you
as Roque Dalton would,
calling you a poet
for your sexless Neoplatonic ballads
to Jenny von Westphalen
Roque at least was a poet
who wrote of your yearning
for the fat arms and mammaries of Jenny

(\by the Rhineland milkfarms where the ghost
of the work-ethic first assailed you as you lazed reading
Schlegel by the river

where feudal landlords crushed
peasant uprisings of the first revolutionary
protestants, betrayed by Luther
your lute did not avenge them either, they were peasants
not industrial workers.
You saw yourself in the river, beard not long enough,
you did not see the skull at bottom
in which the watersnake lived)

Roque knew some divine and splendid carnality
as Ruben Dario, who was born not far
from where Roque was executed
by his own troop comrades.
I wish he had mentioned the maid
in the wine-cellar paid by Friedrich Engels’ father
the mating act involves a kind of dialectic–
to me fertility is not purely material.



CARTA A MARX DOS TWO

Karl, comenzaste tu último trabajo sobre la estética,
prometiste en tus cartas “que sería lo mejor de todo”
a Engels le dijiste “no has visto nada aún” pero moriste
por la bebida, la sirvienta, cigarrillos luego del primer párrafo.
Brecht lo interpretó para ti, en su especial
y pragmática forma alemana,
Nunca escribir con el estomago vacio,
Comúnmente me levanto y escribo poemas
por la mañana mientras siento hambre.
alternando perder la semilla
y la vitalidad de los fantásticos amantes que vi en las vacaciones en Polonia
después de eso termino este poema,
o me arriesgo a seguirlo, estoy lejos de la panadería
para comprar el almuerzo-
un deslenguado e irracional eslavo soy, olvido comprar pan, los problemas prácticos son Hidras,
no resuelvo el problema hasta
que Marx me diga que necesito ser racional, la revolución de los esclavos no tiene magia o sinos

o cualquier tipo de fantasía científica catalogada por Dvorak.



LETTRE A KARL MARX DOS TWO

Karl, you began your final work of aesthetics,
you promised in your letters “this will be the best ever”
to Engels you said “you ain’t seen nothing” but died
from drink, maid, cigars after paragraph one.
Brecht interpreted it for you, in his own special,
Germanic pragmatist way,
Never write on an empty stomach
Usually I wake up and write poems
in the morning while hungry,
alternative to losing seed
and vitality to fantasy lovers I saw on Polish vacations
therefore before I finish this poem,
or dare continue it, I am off to the baker
to buy lunch—
irrational tongueless Slav I am, I forget to buy bread, practical problems are Hydras
and I don’t solve the problem until
Marx tells me I need to be rational, the slave revolt cannot have magic or fates
or any such fantasies scientifically inventorized by Dvorak.



CARTA A MARX TRES THREE PIDIENDO 
UNA RESPUESTA SOBRE SU POESÍA

Marx
Vuelvo de mi almuerzo con estas preguntas, estoy releyendo contra estos
poemas para Jenny que me enviaste pidiendo mi opinión,
perdóname por el lápiz rojo.

alguna vez aprendiste
“Miel et Lac Sub Lingua Tua”

Primer verso en latín de Darío, a los 3 años –
No puede ser hallado en Cicerón,
Es incluso anterior
Los proletarios romanos susurraban estas líneas
en oscuras chozas de barro, no temiendo que las moscas vengan
comiendo las bocas melosas de los hambrientos

Incluso la plebe les quitó la mirada, prohibió sus pies
de ser lavados en las fuentes
fueron capturados como esclavos, en un sueño mis ancestros
de las islas de Sicilia, Tracia
desde los ilimitados bosques de Polonia.

Pero “que pasaría si” la historia es Imaginación burguesa
y yo soy un Hombre de mis Tiempos.


LETTRES A MARX TRES THREE INQUIRY 
AS TO FEED-BACK ON YOUR POETRY

Marx
I ran back from lunch with these quests, am rereading again these
poems for Jenny you sent me for my opinion,
forgive me for Red pencil.

did you ever learn
‘Miel et Lac Sub Lingua Tua’

Dario’s first Latin line, age 3—
Not to be found in Cicero

Maybe ancient
Roman proletariat whispered these lines
in dark clay huts, not fearing flies would come
eat honeyed mouths of the hungering afflicted

Even plebs shunned their eyes, forbade their feet
from washing at the foot-fountains
They were captured slaves, in a dream my ancestors
from islands Sicily, Thrace
from the limitless forest Poland.

But “what-if” history is bourgeois Imagination
and I am a Man of my Times



CARTA A MARX CUATRO FOUR

Karl, me pregunto por lo que ahora ves
desde tu bodega de vinos que cruza
el océano del mas allá,
vuelves a este mundo, tratando
lanzar páginas de tu prometida nunca entregada Estética
a las oscuras olas, esperando al viento
al pez que coma las diatribas para traerlas de vuelta,
El último Prometeo que escribió tontas baladas a Jenny,
y que leía Goethe a sus hijas, y los Amores
de Ovidio a su criada, en la bodega de vinos pagada por el padre de Engels

Karl,
descubridor de la importancia de lo material,
me preguntaste cuándo comenzaré el infierno también
quiero lanzar estrellas y columnas shir-ha-shrim al suelo
y crecer, convertirme en un ser humano,
a ratos parezco un animal simbólico,
más inútil a la revolución.

Pero te necesitábamos
a ti
necesitábamos la lámpara para dar vida con un alma al barco de acero de Espartaco
nos diste estúpidos remadores,
tu estética podría haber sorprendido y prevenido:
el pragmatismo de Brecht que interrumpió cualquier de diálogo
con alguna oda a la economía, al materialismo, las cosechas, al proletariado,
y su cansadora oda a la flacidez ruidosa de la vagina de una vieja prostituta
la estética del cavar anterior al espíritu, las rupturas, la perdida de aire

deberías haber prevenido las revoluciones culturales,
deberías haber prevenido la fantasía posterior a la Guerra Fría de hoy
más vampírica que cualquier parasitismo capitalista
el Arte es una Democracia, Annus Domini

Poetas actúan de “obreros intelectuales”
La alemana Geistelijck, relacionada a la psique y a los fantasmas,
inferior al arduo laburo de trabajadores y supervisores,
Craft (del Al, Kraft.)
gracias por esto,
¿Te explicaste a ti mismo?, ¿podría Brodsky haber sido juzgado
por parasitismo? –
El no fetichizó los grados ni el contrato
su único empleador: un misterioso dios anterior a Jesús,
Hijos de judíos errantes ocultaron sus ídolos a dioses como playboys
de la mirada fulminante de las letras en la columna,
El alfabeto semita del rechazo, si me quedo contigo, déjame ser por fuera
un viejo eslavo.

Tal vez el joven Marx hubiera castigado a Brodsky
ante el Tribunal,
tal vez diciendo por él que dios es solo la falsa conciencia del lumpen
metáfora ceniza de
Padre Trabajador,
Pador,
apareándose con Madre Naturaleza,
Maza
en la gran bodega de vinos en la cual la tierra está suspendida
habrás contado en la corte
la historia del cruce de Maza y Pador
como los egipcios Nut y Geb, con el enorme pene verde y las estrellas
lo habrías defendido, como tu hermano parasito,
nunca tuviste un trabajo, pero te pegó – Brodsky nunca fue a la secundaria.
Y yo tampoco.



LETTER TO KARL FOURTH /CUATRO

Karl, I wonder what you now see
from your winecellar that floats
across the ocean of afterworld,
do you look back on this world, trying
to throw pages of your promised never delivered Aesthetics
to the dark waves, hoping the wind
the fish that eat diatribes will bring back to us,
farewell Prometheus who wrote silly ballads to Jenny,
and who read Goethe to his daughters, and Ovid’s
Amores to his maid, in the winecellar paid by Engels’ father

Karl,
discoverer of the importance of material,
you asked me when i will start the hell I too will
throw stars and shir-ha-shirim columns to the side
and grow up, become a human being,
I rather remain a symbolic animal,
it is more useful to revolution.

But we needed
you
we needed the lamp to animate with a soul the iron Spartacus-ship
you gave us foolish oarmen,
your Aesthetics might have surprised and prevented:
pragmatist Brecht who interrupts every few lines of dialogue
with some ode about economics, material, harvests, proletariat,
and his tired ode to sagging noise vagina of an aged prostitute
the aesthetics of grub before spirit, ruptures, loose air

might have prevented several cultural revolutions,
might have prevented today’s Post Cold War fantasy
more vampiric than all other capitalistic parasitisms
Art is a Democracy, Anus Domini

poets perform ”intellectual labor”,
German Geistelijck, relating to psyche and phantoms,
inferior to drudgery of workers and managers,
Craft (from DE, Kraft.)
thank you for this,
had you explained yourself, would Brodksy have been put on trial
for parasitism?—
He did not fetishize degrees or wage-labor
his only employer: mysterious pre-jesus god,
Sons of Jewish peasants hid their idols to gods like playboys
from burning stare of the letters in the column,
Semite alphabet of reproachful, if I keep you, let me be an ancient Slav
on the outside.

maybe the young Marx would have corrected Brodsky
at Tribunal,
maybe saying for him god just a lumpenproletarian’s false consciousness
ash metaphor of
Father Labor,
Fabor,
mating with Mother Nature,
Mona
in the great wine-cellar on which all earth is suspended
you might have told the courtroom
Story of Mona and Fabor mating
like Egyptian Nut and Geb, with the giant green prick and the stars
you might have defended him, as your brother parasite,
you never held a job either, but he beat you—Brodsky never even went to high school.
And neither did I.

*Letters to Karl Marx aparecen por primera vez en inglés en 2013, en CounterPunch Magazine, revista estadounidense de política de izquierda.

Biografía del traductor: Diego Alfaro Palma (Limache, 1984- ) es poeta, traductor, editor y librero. Fue el encargado de Antología de Ezra Pound en Chile (Ed. Universitaria, 2011) y Poesía Reunida de Cecilia Casanova (Ediciones Universidad de Valparaíso, 2014) Su segundo libro de poemas Tordo se publica en 2015 con Cuneta Editora.



TODOS QUEREMOS SER

1.

Todos queremos El Ser.

Todos queremos tener en esta hoguera
en un mundo bien yenito de miseria
un pedazo propio para ingerir sin demasiado daño
para agrandecer y exagerar,
sube como el río
alrededor de los muslos del quien
midió mal su altura en contra de un ciprés ciprio que cae por el mediodía,
solo un poco,
para arrojar
nidos de los pájaros mediocres
esos pajeros, se arrojan siempre
al sucio lodo como las mentiras
ante el puerto del infra, ultra, ante u otro mundo.


2.

Todos queremos ser famosos.

Todos queremos ser el jorobado de Amsterdam
el narciso de la guardia civil en el Sacromonte y en Santiago
y el joroba de las ancianas, un amor nunca dicho
todos queremos ser infinitamente feos
que es lo mismo que ser cristalinos y inmaculadamente hermosos
deseos cristalinos
ante metamorfosis
sin que sea
violento
pero así no se irguen
las estrellas ni las manzanas del paraíso
Los arboles del paraíso tienen cuerpos
que mueran sollozando y raíces infinitas
que beben sangre,
y todos fanáticos religiosos desde los Macabí
y todos revolucionarios seriamente utopiados en la mente
entendían como se alimenta un paraíso.
Todos queremos ser exóticos, víctimas,
Italianos huyendo de Venecia,
hacia Libya
o gitanos, o maharajas y rajas humillados,
viviendo su destierro en Londres
Alemanes huyendo de Weimar o Nuremberg
a vivir su condena en Valparaíso
hermosos altos arios
o cipreses persas colgados con lacrimosas antiguas.
todos queremos ser
aristócratas en su destierro comentando
en el mundo de su Arrojo,
o burgueses emprendedores caídos—no fracasados,
hermosamente caídos
vencidos por lo Rojo,
arrastrados
como hombres en ruta a ser fusilados por sus frutas
o arrastrados
como deudas de tarjeta de crédito inmortales
números de bermeja golpean en el viento
y los bancos cantan como angelitos
Todos queremos ser lo Griego y nunca lo troyano,

menos la belleza y palidez perfecta
de Elena,
(una nombre Eslava
y no Italiana como mintió
ese Virgilio de los nacionalistas)

Yo cobarde, yo guerrero
morí cazando tantas chicas Rusas!
Las Rusitas,
después de la guerra fría
adoptaron valores fríos,
a pesar del bermejo.

Ellas, como Rosina preferían
hombres quienes cargaban las llaves
a maquinas de cristal
y portales en el cielo de naves

Pues yo, del mundo de la época del pez de bronce no las obtuve.

Prostituta,
prostituta,
Rosina, te había ofrecido:
naranjos de Lorca
mejor, mas antiguos
enormes arboles
naranjos de lazarillo.

Como los que tu compraste de ese emprendedor
con quién te comprometiste,
los míos eran para dar
Los míos no eran de cristal
(yo no soy cristalino, de mi lo único
que no sea transparente son mis finanzas
yo no soy
un castillo de arena caro)

Antes que el viento más fuerte que un oso en su insomnio digno y inmedicable
los sacude.
Recuerda de eso.
recuerda de ese cliché
dentro de tu sed.

Este oso solo te quiso dar un beso y algo más que eso

enfrío los recuerdos y mi corazón echándoles el ámbar
mientras lo que permanece de mi juventud se escurre
y tu no me ayudaste, rusalka de los ríos
imaginado por el Tchaikovsky (quién no te hubiera deseado, sorprendiéndote hasta el terror)
te ofrecía naranjos

Aun espero de poder ser tu joroba de anciana,
lo nunca dicho.

Elena Elena Elena
Ele na Ele na
Eli Eli
Sabbachtani—

le dejaste caer
como un lazarillo,
como un kilo de duraznos de veinte pesos.

este judas te quiso,
nada mas que eso.

y también,
te ofrecía naranjos.

Y también, te susurraba navaja,
navaja de caracol.






.

ALEJANDRO MAUTINO GUILLÉN [18.835]

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Alejandro Mautino Guillén 

Alejandro Giancarlo Mautino Guillén (Huarás, Perú 1988) es profesor de Literatura Peruana y Latinoamericana y Licenciado por la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo. Ha realizado estudios de postgrado en Literatura Peruana y Latinoamericana por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Participó como ponente en diversos certámenes académicos en el país. 

Ha publicado Huandoy y Huascarán. Narraciones orales clásicas de Ancash (2006), La orgía inmóvil. Antología de la poesía joven en Ancash (2009), "Breve Anatomía de la Sombra" (Premio Nacional de Poesía “Libro verde, Garza Blanca, 2011”), "Diálogo de los Silencios" (2012, Mención Honrosa en el “Concurso Nacional de Creación Literaria José Watanabe Varas – 2011”, organizado por la Asociación Peruano Japonesa), "La biblioteca del Minotauro. Entrevistas con escritores ancashinos" (2014) y "Para ahorcar pájaros con tu cabello" (obra Finalista en la XVI Bienal de poesía Premio Copé 2013).

Dirige la revista de literatura e investigación "Casa de Asterión" de la UNASAM. 


Te he llamado en XXI

ALGUNA VEZ TE HE LLAMADO con una voz que no ha sido
tuya ni mía
cuántas veces he asesinado a mi hermano piedra
con la cólera humeante de mi cigarrillo
cuántas veces en mi mano
la angustia aprendió a dar en mi bolsillo
ojerosos movimientos y levemente transitar
en el taxi amarillo de mi agonía tras el raso beso
de un seco cielo
alguna vez te he llamado, muerte
con el negro cimbel de mis odios
y te he abierto una herida, una voz
en lo más hondo de mi silencio
cuando los pies de los hombres eran aún ahogados en el polvo
celebraba la condición humana
no el agua ni la carne no el movimiento ni el silencio
celebraba
su antigua voz ardida en la piedra
su indescifrable aliento trastornado en «A» mayor
sus fluviales besos, sus caminantes parpadeos
sus discordios bilingües
y cuántas veces su y sus naufragios
alguna vez te he llamado, muerte
y la condición humana
morir en el S. XXI  es vivir,
naufragar lo innaufragable
y poner estos labios a otra orilla.



PAISAJE ELEGIDO

Fluye entre dos fantasmas
una ciencia casi inútil: el amor.
Rickson Pulhan

ELIJO UN LUGAR entre tu cuerpo
abro las puertas que se cierran
me recibe un simulacro
disimulo una batalla entre
las arenas y las aguas de tu boca
y sobre las playas
me atrevo a sumergirme
en lo profundo
ahorco mariposas
toco un relámpago en su desnudez
aturdido el silencio endurece
siembro un pálido cadáver
siembro un cuchillo
en un angosto paisaje del amor



LOS SILENCIOS
QUE REGALA LA TARDE

EL CIELO el viento
golpea canta vuelve
retorna al silencio
los árboles la sombra al grito
regresa el silencio al ruido
el viento abre la puerta golpea a la ventana
regresa el silencio
baila tiembla
el ruido estropea la tarde
gira camina
y la muerte es un milagro en las paredes
su boca es de agua y su mano me adivina las horas




Intersticios de Nada
De (Axthedmio Mau Guil)


Axthedmio Mau Guil

Axthedmio Mau Guil, seudónimo de Alejandro Mautino Guillén, nació en Lima-Perú, en abril de 1988.Cursa estudios de Lingüística y Literatura en la UNASAM. Ha integrado diversos círculos y grupos literarios .En su haber encontramos los inéditos poemarios: Baladas a la Muerte (2003), Húmedo Húmero (2006), Breve Anatomía de la Sombra e Intersticios de la Nada (2007
Sus creaciones, junto a otros jóvenes escritores han sido publicadas en diversas revistas físicas y virtuales a nivel nacional e internacional. Actualmente prepara su breve antología de cuentos, Pálidas Noches.



I° Del Discordio Bilingüe de una sombra:

UN POEMA

Estoy leyendo la afasia de un poema
desde la hemipléjica palabra invertebrada
desde la otra orilla de una mirada y un labio
que camina tan monosílabo
musicalizando el silencio escribo y no escribo
con la única sombra mamífera de algún acústico insomnio
la tristeza ayunó su melancolía esta noche en mi plato
y
en la pared de este blanco
las mariposas de los días y su intermitente aliento a vida
aprendieron a anclarme esos ojos náufragos de padre
en la perfecta curvatura que fecunda cadáveres
con el único perro primitivo
prologando a mi costado los huesos de los estambres de los días
el suicidio nos revienta de palabras
es pálido escribir desde la estepa calcinada de un plato vació y somnífero
con las únicas sombras anfibias de voz recorriendo
la curvatura huraña al andar de unos dedos
con un silencio ápodo
tan de tan parecidas
a
Las heces de la muerte



ADÁN

Saber de su color
Pálido abril humedecido
Resbalándose en nuestros turbios ríos de melancolía
Su impúdica rosa desdoblada en
Dromedarios abriles
Me aterra el silencio de las moscas
Hoy que la sangre se desnuda en átomos de trece aéreos caracoles
Tengo en tu mirada un lunar de duda
 Y
Entre los bolsillos una falsa verdad de NADA




Dromedarios abriles en tibios apellidos de nada

“La muerte es grande.
 Le pertenecemos, con la risa en los labios.
Cuando nos creemos en el corazón de la vida,
Osa, de pronto, llorar en nosotros”
Rilke.

Cierro mis ojos
Cierro las celdas de mi cráneo
Cierro el extraño ruido del silencio
Que ociosas van tomando forma de poema
Pienso y no pienso en un asesinato
Resuelvo en una triste ecuación cuadrática de besos
Estos dromedarios abriles góticos de amor
Pienso en la naturaleza del cuchillo
Y entre su desnudez artística me secuestro
A veces pienso y cierro los no ojos
El mundo parece apretar mis parietales con los muslos
De mis ojos
 Pienso en no
Una sílaba enloquecida
Resbalándose bajo la espalda de junio
Que toma forma de híbridos ataúdes
Y en cada una de ellas
Un tibio apellido con olor y sabor a Nada 


Cinco agostos de mis brazos

Con sus labios a mi orilla
La mujer prematura de estolidez ortopédica
Desnuda y loca va comiendo los peces agrios de melancolía
Varado en un cuerpo de mujer
La rutina es niña otra vez de un día
Anclada entre el treinta y cinco agosto de mis brazos
Ella deshojando la negra flor de su onceavo otoño
Juega con mis huesos
Los va tejiendo de travesuras haciendo ostias de locura
Con la curvatura de su lengua en irónicos sexos
Preocupada viste el traje suicida que la convierte en asesina
De esta nada
Y tiene por testigos los ojos de dos centinelas niños
Que van tomando forma de barro y error
De huesos e invento de mujer
El mar dobla sus labios a mi orilla
Inventa ser mujer
Inventa ser…
Testigo de la sombra



Sólo una isla:
un océano de mujer

Dispongo de estas líneas
Un labio que camina en la cabellera de los días
Desnuda y loca deambula su monosílabo noviazgo
Comiendo peces agrio de melancolía

El reloj es un viejo hueso

Sepan que no es la historia
Que cuenta la que saluda
No es un hola
Fragmentado en mi plato
Sepan entonces que es una sílaba
Vegetariana recorriéndome bilingüemente la melancolía
Digo sexo y un hervor de nombres
Quien me crea y me reinventa te deshace y te recrea 



Mustio Zumbido a Eva
 (In memoriam)

…Indirecta y torpemente a Octubre


Para alguien que silva con forma de mujer
Coágulos de luna reptando pronto
En tactos fatigados
Saboreando con los dedos
La leve hierba
El labio perfumado de la muerte
Con su seca esquizofrenia y su
Cereal hormigueo en nuestras vidas
La muerte es a veces
Un breve pájaro que canta desnudo
En ramas de los techos en leve concierto
Con los labios de los ojos
Indirecta y torpemente nos fecunda
Abriéndose como un libro plegado de páginas
Con forma de un mar hueco
Y
Con
 Forma de
 Algún animal soñado por Borges 




PARA AHORCAR PÁJAROS CON TU CABELLO
Autor: Alejandro Mautino Guillén
Editorial: Killa
Año: 2015

Por: Jim Anchante Arias

Para ahorcar pájaros con tu cabello es el tercer poemario de Alejandro Mautino Guillén. A nivel de su estructura externa, lo primero que se aprecia es una recia simetría: la agrupación de siete poemas en cada una de sus tres partes. En total,  21 poemas cuyos títulos van desde “Pájaro 1” hasta “Pájaro 21”. Pero no es lo único: cada parte representa una etapa del día: “Los pájaros del alba”, “Los pájaros del mediodía” y “Los pájaros de la noche”. Organización no gratuita en lo absoluto,  como apunta atinadamente Camilo Fernández en el prólogo. La lectura de los poemas se desenvuelve como un recorrido temporal, pero no de una temporalidad lineal, sino cíclica o mítica, como nos sugiere el locutor del “Pájaro 10” cuando nos dice: “oigo morir  a todos los hombres / por ese tres tan mortal / de repente / la serpiente se muerde la cola / ipso facto” (p. 29). Tres tan mortal. La muerte como oposición a la vida, pero a la vez como complemento de un viaje circular o cíclico, como el vuelo de las aves. Porque no olvidemos que el símbolo-base del poemario es el ave, como pájaro sagrado de o para el amor.

Pues debemos señalar que, ante todo, el presente es un libro de amor. Experiencia gozosa del amor, representada a través de imágenes alucinantes, surrealizantes, que nos recuerdan la sensorialidad y versatilidad nerudiana, así como la sobrecogedora imaginería alexandriana. Pues, como evoca el autor de La destrucción o el amor, el sentimiento esencial del universo establece una comunión no necesariamente calma, sino las más de las veces cargada de violencia: la misma acción de “ahorcamiento” en el título connota una acción belicosa pero a la vez profunda: sobre los restos inertes brota vida, una nueva vida lista para amar: “Porque debajo del sol todos somos solo sombras / alimentando a las horas y a los gusanos más tarde”. Y en el mismo poema: “Porque el amor invoca a todos los muertos / y los conduce a otro infierno memorable” (p. 15). La fiesta memorable del amor es la fusión de Eros y Tánatos. Por eso “desollo a las fieras de la noche que me hablan de ti” (p. 45).

La solemnidad, sin embargo, da paso en ciertos momentos al humor coloquial y al prosaísmo. Por eso, “tú y yo por eso somos en el aire uno solo / chanchos como caballos montados en el charco del amor / cogoteándonos los cuerpos” (p. 44). Hay, así, una visión ecuménica que traspasa las acciones de los pájaros y de las voces que alimentan el poema. Y esos pájaros son víctimas y a la vez victimarios, enemigos y aliados. Esa aparente contradicción explica el amor, como nos recuerda el famoso soneto quevediano. Por eso, en “Pájaro seis” se llega a la desfachatez de enseñarnos cómo serle infiel a una mujer con ella misma. Desfachatez que mantiene vivo el vuelo diurno (o nocturno, son lo mismo) del amor.

Mautino no inventa nada. Pero sí continúa, con peculiar sensibilidad e imaginería, una tradición amatoria cuya llama se apaga y se enciende, casi infinitamente. Como el paso de los días.





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WILSON GONZÁLEZ ALFONZO [18.836]

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Wilson González Alfonzo

Maestro Inspector, Profesor de Ciencias de la Educación y Director de Formación Docente, poeta y escritor, nacido en Trinidad, capital del departamento de Flores, República Oriental del Uruguay, el 10 de abril de
1945.

Como docente ocupó en Educación Primaria una amplia escala de cargos hasta llegar a las más altas jerarquías; Maestro de clase, Maestro Director de Escuela Rurales y Urbanas de distintas categorías, Inspector de Zona, Inspector Departamental, Inspector General e Inspector Nacional. 
En Formación Docente, fue Director de Institutos y Profesor de Ciencias de la Educación por veinte años. 
Comenzó a escribir poesía desde muy joven y es el poeta de mayor trascendencia del departamento de Flores, reconocido además a nivel internacional.
          
Por su labor literaria ha recibido más de cien premios, la mayoría de carácter internacional, en Uruguay, Argentina, Chile, Perú, Brasil, Colombia, Estados Unidos y España.
  
En 1985 fue proclamado “Poeta del Centenario”, al conmemorarse los cien años de la creación del departamento de Flores; en 2001 fue homenajeado por el Consejo Deliberante y la Municipalidad de Santiago del Estero, Argentina; en 2003 fue reconocido por su “trayectoria cultural” por la Municipalidad de Laspiur, provincia de Córdoba, Argentina; en 2004 la Biblioteca Nacional del Uruguay lo distingue “por su aporte literario a la comunidad”; en 2007 es premiado “por su trayectoria en las letras” en San Francisco, provincia de Córdoba, Argentina; también en 2007 es homenajeado como “Poeta Destacado”, en Villa Dolores, Capital de la Poesía, provincia de Córdoba, Argentina; en 2013 recibió en San José, Uruguay, la “Pluma de Plata”, máximo galardón para los poetas uruguayos; en 2016 el Gobierno de Flores y la Junta Departamental le otorgaron el “Premio Chamangá” “por su invalorable aporte a la cultura de nuestro departamento”.

OBRAS PUBLICADAS

Hasta el momento (2016) ha publicado, entre otros, los siguientes libros:
- Los Templos Azules
- Poemas Floresinos
- El Numen de los Días.- Gran Premio Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, 1986.
- Latitud (prosa).- Premio Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, 1987.
- Tiempo y Espejos
- Estigmas de Sentimientos y Palabras
- Huéspedes de Ceniza
- Memorias del Alfarero, etc.

Integra además unas cincuenta antologías internacionales y sus poemas son publicados también en Internet.

          
¿ P O R   Q U É? 

¿Por qué no puede haber un mundo
donde los hombres se agiganten
dando la mano a otros hombres
sobre las tierras y los mares?

Donde las lenguas que se hablen
se vuelvan miel en cada voz,
se vuelvan pan en las alforjas,
vuelo con rumbo a la ilusión,

entonen cantos de alabanzas,
alegres loas al amor,
himnos de paz y de concordia
para sembrar la comprensión.

¿Por qué no puede haber un mundo
donde la pena y el dolor
hayan trocado su estandarte
por una gran exultación?

Un nuevo mundo, solidario,
donde no existan marginados,
donde los niños rían siempre,
donde no vivan condenados.

Donde no existan las fronteras
y donde reine la hermandad,
donde  haya siempre una esperanza
y cada uno tenga pan.

Donde una mano sea el emblema
de la nación universal.



GOLONDRINAS

¿En qué lugar se esconden                                              
las golondrinas
cuando llega el otoño
y el sol declina?

Cuando el aire comienza
como a agitarse
y las ramas y hojas
a balancearse,

¿dónde esconden sus nidos
las golondrinas?
¿bajo el palio aromado
de las glicinas?

¿en las pestañas pardas
 de los aleros
o en los huecos musgosos
de los maderos?

¡Quién fuera primavera
que se avecina
para vivir un sueño
de golondrina!



GOTA A GOTA 

Gota a gota se forma la lluvia
y la lluvia se filtra y se pierde
por secretos y oscuros caminos
o resbala y genera corrientes.

Gota a gota se forma la idea
y la idea se vuelca en acciones,
las acciones producen efectos
que transforman o dan nuevo orden.

Unas veces la idea subyace
como el agua profunda que espera,
luego aflora y genera su impulso
nuevos logros y nuevas ideas.

Otras veces avanza a la vista
-agua clara, tranquila o violenta-
pero siempre buscando el efecto
de incidir de manera directa.

Gota a gota el agua y la idea
acrecientan su fuerza latente,
vigorizan su pródigo avance
y la vida de pleno florece.



PALOMA  DE  NIEBLA

Paloma de niebla, gris,
como gris es la distancia:
tu vuelo fácil, ligero
hacia el horizonte avanza
sin un rumbo definido
pero seguro y sin pausa,
columbrando soledades
en tu corazón de escarcha.

Vas más allá de la duda
y aún la duda te asalta.
¿Cuál es tu ignoto destino?
¿Cuál tu enigmática cábala?
¿Cuál la fuerza misteriosa
que le da impulso a tus alas?

Eres emblema y escudo,
símbolo, pasión, nostalgia,
eres, paloma de niebla,
sorpresa y desesperanza,
el final de una sonrisa
y el comienzo de una lágrima.



LA  LUMBRE  DESVELADA

Todo estará en la lumbre desvelada
que disipa las sombras,
en el rojo pendón de la alta noche
que sacude al insomnio
como el ojo avizor que todo alcanza
y logra traspasar al horizonte
con destellos sutiles
para llegar al fondo de la vida.

Todo estará sin prisa y a la espera
de la emoción que surja desde adentro
para explicar misterios intrincados,
para crear la majestad del vuelo,
para sentirse libre como el aire
e ingrávido ascender hasta los cielos.

Cuando llegue la aurora
se han de conjugar las emociones
y el hombre en triunfo llegará a la vida
para empezar de nuevo
a pensar en la lumbre desvelada.

                 
CENDALES  DE  SETIEMBRE

No en vano la esperanza
libera sus cendales en setiembre
cuando sopla la brisa
sobre el trigal profético
y la armonía se adentra en el paisaje
mientras crece el asombro en primavera.

Las lunas diamantinas
destellan al ocaso
y surgen por miríadas más tarde
las estrellas repletas de misterio.

El hombre se proyecta en pensamiento
mientras arde la hoguera en occidente
y un vendaval de trinos
se agolpa en la garganta de la noche.

El corazón  palpita apresurado,
el ser es un destello hacia  el futuro
y se hace luz su alma en primavera.

No en vano la esperanza
libera sus cendales en setiembre.



AMIGOS

Son estos líquenes verdosos
a viejas ramas adheridos
amigos íntimos del tiempo
y del amor un claro símbolo.

Exiguos péndulos agrestes,
espesos nódulos torcidos,
junto al misterio de la vida
son de los años los testigos.

Conviven junto a la nostalgia
en hermandad, incomprendidos
por todos quienes no perciben
su fiel mensaje definido.

Como estos líquenes agrestes
han de ser siempre los amigos;
nobles y firmes cual si fueran
de toda unión un claro símbolo.



CUAL  MERCURIO 

¿Qué llevas en tu mente, transeúnte,
que vas por los caminos de la vida
con manos cerealeras y frutales
y la mirada azul de golondrinas?

Tienes, como Mercurio, pies alados
y como él, alado tu sombrero,
por lo que puedes avanzar de prisa
y conquistar el mundo de los sueños.

¿Qué vivencias, qué ideas, qué esperanzas
pueblan tu mente mientras el camino
a veces recto, a veces zigzagueante,
se muestra ante tus ojos infinito?

Eres consciente de lo cotidiano
pero a lo que trasciende lo inmediato
no consigues captar tan claramente
y te asaltan las dudas y el espanto.

Es tan hondo el misterio de la vida,
las emociones son tan intrincadas,
somos tan ignorantes los humanos
y vulnerables como gota de agua,
que es difícil pensar que manejamos
nuestra existencia en forma meridiana.

Marionetas de un tiempo y un espacio
con vanidad de seres superiores,
briznas apenas que a merced del viento
giran y marchan sin saber a dónde.

Poniendo voluntad, fervor, empeño,
puedes modificar el recorrido
y ese dios erudito que te habita
ha de guiar tus pasos, peregrino.

Tus manos cerealeras y frutales
y tu mirada azul de golondrinas
te ofrecen perspectivas victoriosas  
y logras enfrentar así la vida
y seguir cual Mercurio conquistando
todos los sueños que en tu mente habitan.


        
COMO  UNA  LLUVIA  GRIS  DE  PRIMAVERA

Como una lluvia gris de primavera
habrás de ser dentro de poco tiempo
cuando el vasto horizonte despiadado
borre tu imagen
y quede tu figura recortada
sobre el cielo distante.

Irás con rumbo al  norte
-esa es la zona cardinal que marca
la brújula insensible de la vida-,
vuelta tu espalda al sur a donde un día
retornarás, sin duda,
para volverte vino en tus lagares.

Como una lluvia gris de primavera
ha de ser la nostalgia
y nubes de alabastro
recorrerán el cielo,
solemnes y distantes
como viejos navíos
cargados de leyendas.

¡Cuántas horas pasadas
mutilarán silencios con los gritos
del corazón doliente!
¡Cuánto temblor de pájaro aterido
sobre la tibia manta del recuerdo!

Mientras tanto
¡cuánta melancolía y cuánta angustia
poblarán los minutos de tu ausencia
como una lluvia gris de primavera!


   
NOSTALGIA EN EL PUERTO

De nuevo el mar y la bahía extensa,
de nuevo la canción ronca del viento,
el olor a este puerto y las gaviotas
enhebrando distancias con sus vuelos.

De nuevo la cadencia de las olas,
las grúas y los barcos soñolientos,
la niebla que se esfuma en lejanías,
la nostalgiosa voz de los recuerdos.

Los cabos y las anclas herrumbrosas
abandonados en la orilla, inertes
como viejos testigos silenciosos,
nos hablan de otro tiempo y de otra gente.

De nuevo el gris de barcos y depósitos,
el del agua, el del cielo y la distancia
y el otro gris, imperceptible y hondo,
que pretende aflorar por la mirada.

¡Qué profunda nostalgia dan los puertos!
Siempre quedarse es la acción más vana.
O llegar o partir: todo está en tránsito;
solo quedan las huellas de las lágrimas.

De nuevo el mar, el puerto y las gaviotas,
de nuevo la nostalgia.



ESTRELLA  ERRANTE 

Cuando se apague el ruido en las esquinas
y el eco en la distancia se detenga,
cuando la luna en su corcel de plata
galope libremente en la pradera,
impúdica y sublime como diosa
que no oculta sus íntimas preseas,
saldré a vagar al borde de la noche
libre de pensamientos y de ideas.

Seré como una hoja desprendida
de un árbol, una hoja aventurera,
que al impulso del viento gira y gira
sin que nada ni nadie la detenga.

Una hoja que anda a la deriva
libre en su ensoñación, sin la condena
que le impone el trajín de los instantes
cuando pende del árbol su existencia.

Iré ascendiendo hacia la alta noche,
-a lo que denominan noche plena-
y a medida que avance, lentamente
comulgaré con todas las estrellas.

Recorriendo la rosa de los vientos
cual oxidado gallo de veleta
me detendré en un punto para luego
integrarme a la magia de la esfera.

Y al fundirme con todo el universo
seré una estrella errante que destella.


         
TIEMPO   AUSENTE 

Alguna vez el tiempo se habrá ido
en absoluta y total ausencia
hacia una eternidad que desvirtúa
lo básico y profundo de su esencia.

Entonces no habrá hoy ni habrá mañana,
no habrá espera, ni pulso ni latido;
un eterno presente sin fronteras
se extenderá en la base del abismo,
allí donde la nada prevalece,
allí donde reposan los caídos,
allí donde la vida sin la vida
ha perdido el más mínimo sentido.

No habrá memoria ni mastín  que guarde
la entrada a la conciencia o la inconsciencia,
no habrá una llama en el altar sagrado
porque no habrá ni altar ni diferencia
entre lo que es sagrado y lo profano;
no habrá una roja flor en la pradera,
Eros habrá doblado sus rodillas,
Júpiter, cancelado sus audiencias
y las musas –extrañamente ausentes-
dormirán para siempre en la leyenda.

Será, sin dudas, el final de todo,
el reinado absoluto de la nada,
la confusión del polvo con el polvo,
la clausura total de la jornada.





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FRANCISCO CHECA Y OLMOS [18.837]

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Francisco Checa y Olmos 

Natural de Lanteira (Granada), nació en 1960. Allí creció y estudió, hasta que se trasladó a Cehegín (Murcia) y Hellín (Albacete), donde cursó estudios de primaria y el bachiller. Volvió a Granada para licenciarse en Filosofía pura (1984) e iniciar sus estudios de Antropología Social, que culminaron con la Tesis Doctoral que redactó precisamente sobre Lanteira: un estudio de comunidad (1991) que años más tarde publicaría bajo el título de ‘Labradores, pastores y mineros en el Marquesado del Zenete’.Fue en este momento cuando se inició como profesor de la Universidad de Almería, si bien es cierto que durante el lustro anterior había impartido clases en diferentes institutos de enseñanza secundaria de Andalucía.

Según el autor, lo escribe “obligado”, pues no era su intención de poeta ni sufrirlo ni escribirlo. La repentina muerte de un ser querido, como su hermano, es la razón vital para desahogarse en un río de versos. “El poeta es lo que pretende ser… y lo que las circunstancias le exigen. Por eso los poetas son necesarios, nos alimentan nuestros sentidos y nos conducen y agrandan los sentimientos, máxime en la sociedad en la que vivimos, donde prima más el prisa que el sosiego, lo estéril que lo humano, el usar y tirar que la cultura”, afirma.

‘Los hombres lloramos en círculos’, publicado por la editorial catalana Icaria (2009) consta de 36 poemas, acompañados de 23 ilustraciones de 17 magníficos pintores/as. El proceso de escritura ha permitido a Checa superar su propia angustia y reflexionar sobre los grandes existenciales que preocupan al ser humano. “He aquí también la poesía como terapia para quien la lee. Celebro, al mismo tiempo, que este poemario venga acompañado de unas magníficas ilustraciones, llegadas desde múltiples lugares, buena prueba de las extraordinarias personas que tengo como amigos y amigas”, comenta el autor.

Francisco Checa es conocido fundamentalmente por su faceta de investigador del fenómeno migratorio, donde ha publicado multitud de trabajos, impulsados desde su Grupo de Investigación. Ha organizado 12 congresos de inmigración y, más recientemente, ha sido nombrado para ponerse al frente del Centro para el Estudio de las Migraciones y las Relaciones Interculturales que el Ministerio de Trabajo e Inmigración ha creado en la Universidad de Almería. Aunque su faceta de poeta es más bien desconocida, éste es su tercer libro después de ver la luz ‘Rincones Deshabitados y Estación azul, y un cuarto poemario publicado "El mar que no piso", (Círculo Rojo, 2016).



MAGDALENA EN SUS ÚLTIMOS PASOS

Hoy mi madre
desanda el camino de la vida;
no lleva retorno,
yo lo sé,
también ella lo sabe.

Se llevará consigo nuestro amor,
nos deja la agonía de haber nacido.
Meterá en su maleta
rayos de soles nuevos
y su voz, eternamente callada.
El silencio más profundo.
Fue paz y resignación,
jirones de sufrimiento,
siempre desnuda.

Nos trajo el agua para la garganta
y el caldo más dorado,
la ternura más amplia
y el jabón más áspero:
su dolor oculto, su corazón débil, su suelo.
Para ella, siempre nada.

La veo caminar mirando el cielo del ayer
y, en un ¡ay!,
baja la mirada:
pies que tropiezan en la raya de un lápiz
que nunca supo dominar.
Se va yendo despacio,
silenciosa como su cara humilde.

Sólo la veo sonreír
cuando sueña nietos,
añoranza de una infancia robada.
Se lleva la llave de la bondad,
yo lo sé,
ella también lo sabe.

Cincuenta años más tarde,
ante el altar
-azahares en su pelo-
empezó a desandar la tierra y buscar el universo.
Ya lo ves,
así es el mundo.
Despacito, despacito…

Ella lo sabe,
nosotros también.

(Rincones deshabitados, 2007)




GRITOS Y SILENCIO

El grito es la esperanza
de la desolación,
a medio camino
entre el vacío y el deseo.

El grito es el clarín ronco
del dolor y el llanto,
a medio camino
entre la angustia y la aurora.

El grito es el tambor
de un enamorado,
a medio camino
entre la ausencia y el beso.


***


El silencio
es la máscara del alquimista que oculta recuerdos,
es el obsequio de los enamorados,
el mosaico oscuro de los solitarios.

El silencio
es el aquelarre de los tristes,
la histeria mustia de la soledad.
Es el dintel de la sonrisa,
pátera de la juventud,
la hebilla de los iracundos,
lauda funeraria de los moribundos.

El silencio
se refugia en la lucerna de los sabios,
es el cadalso con nardos de los pecadores.

El silencio…

(Rincones deshabitados, 2007)





Todos los rosales serán blancos,
junto a la ribera del lodo
o en mis campos de estrellas.
Y yo te regalaré rosas blancas
blancas, blancas, siempre blancas…
(o amapolas).

Y cuando crezca algún jardín
que sus rosas no sean blancas,
yo esperaré regalártelas
un día que la nieve
les haya lavado la cara.

(Rincones deshabitados, 2007)




LA LLEGADA DEL OTOÑO

Se me ha colado el otoño
por el costado
y ha herido con hojas
mi memoria dormida…

¡Frío de arrayanes
-con sabor a espuelas-;
noches de verano
-con olor a lunas-!

Se me enredan los sueños
en el reflejo del agua.

(Estación azul, 2008)




LOS ESCONDITES DEL COSMOS

¿Por qué no tienen
agua los espejos?
Porque viven
laberintos de sueños.

¿Por qué no guardan
tierras las pisadas?
Porque son
alas de peregrino.

¿Por qué no tienen
fuego las almenas?
Porque sueñan
con peces de hielo.

¿Por qué no guardan
aire las ciudades?
Porque son
esclavas del olvido.

(Estación azul, 2008)




LAS PALABRAS DEL ALBAYCÍN

Cuando anochece, Granada
se inventa el mundo
y cada esquina
es una imagen presa del recuerdo.

Sobre la bella cristiana,
el Albaycín callado:
vómitos de otoño
en cada carmen,
hálitos de jazmín
sobre la frente,
sobresaltos de estrechez.

Altozano de altares
conduce las miradas
por callejuelas de llantos.
Bullicio en San Nicolás
sobre el aljibe sin agua;
plazuela que irrita la memoria,
llamada a quien no está
y un beso traicionero.

El Albaycín callado…
con puertas sin dintel
y hogares llagados por el tiempo.

Hoy, una paz sin salida,
una risa de algodón,
un poema;
tetería que socorre a dos amantes…
y silencios.

Tambor de plata
bajo balcones que perfuman
las piedras
de escaleras sin vientos.
Y otro beso.

¡Si el Albaycín hablara…!

Blancura de tus ojos son
espejos de amor y sombras,
yedra de angustia y vida.

El Albaycín… 
¡ay, amante de la Alhambra
herido por el río!

(Estación azul, 2008)




SI HOY LLOVIERA

Si hoy lloviera…
yo tendería mi ropa al sol para secarla,
de mi juventud las migajas asomadas al puente,
pestañas de recuerdos
cosidos a la piel de la quebrada.

Si hoy lloviera
yo regaría la tierra
con las pompas rotas al amanecer
y secaría la penumbra
con una tempestad de sombras,
alimento de frutos hueros.

Si hoy lloviera
yo viajaría por todos los senderos
descalzo,
ausente,
peregrino de sotos sin cruces,
errante,
mirando al mar desde cualquier otero
silencioso…
esperando encontrarte
seco entre la lluvia…

(Los hombres lloramos en círculo, 2009)




AMANECERES

Yo te veo
todas las mañanas
donde ahora habitas:
sembrado junto al naranjo
y un laurel,
abono de la tierra
que antaño trabajamos;
te miro y veo
clavado de espinas
de un rosal de inciensos.
Sé que no vendrás,
mas te llamo y oigo,
te saludo…
y sigo,
fanal de argucias y requiebros
por no encontrarte desnudo.
Aun sabiendo que no estás,
te atisbo en la prisa de los días
y sigo…

Oscurece lentamente…
Hasta mañana.

(Los hombres lloramos en círculo, 2009)



EL LLANTO

Allí vi, de frente,
desmoronarse un padre
y llorar a una madre.

Los hombres lloramos en círculo, 
colgados de bucles de hielo.
En la cara ponemos la luz de los días,
la ilusión de las mañanas,
los quehaceres de seres vivos,
quizá el amor.
El vino y la taberna,
la rabia y el fútbol,
la tele y un beso de otros
endulzan desayunos de leche agria.
De frente, la cara de los sueños.

Por la nuca, los ojos del crepúsculo
son agua de escarchas heladas,
cárdenos pinos de miel
enraizados al corazón.
Las espaldas son espejos
de nuestra esencia: 
oyen nuestros llantos quienes nos siguen.

Llorar en círculo
es la forma ingrata
de plantarle cara a Dios.

Yo he llorado,
como todos los hombres de la tierra,
y los he visto llorar
en el ocaso de soles verdosos.

Por amor solloza una madre,
en una esquina ríen dos enamorados;
llora un niño al elevarse su globo.
He visto llantos desbaratados,
obscenos, pueriles, abiertos,
llantos roncos con sonrisas de almíbar,
lágrimas contenidas sobre un podio.
Lloros en la impotencia de nuestra pequeñez.
Llantos en círculo,
enfrentados al destino y a dios.

Yo había llorado
-como todos los hombres-
colgado de bucles de acero.

En aquel febrero de sucios tejados,
desde las entrañas de la tierra y frente a Dios, 
todos llorábamos en círculos rotos.

No hay un llanto
que llega de lo más profundo,
más lejano,
más extraño,
más largo,
más transido de dolor,
más inhumano,
más hondo,
más angustioso
y más humano,
que el llanto que dice adiós.

(Los hombres lloramos en círculo, 2009)




TRILOGÍA

Soñar por soñar sueño
que llegarás un día,
que no te irás;
que si vuelves siendo
el mar que te regalo
serías el sueño que te trajo.


***

En tu cuerpo oigo el mar
reflejado en sal, sol, luna y arena,
refrescado en son, ser, agua y fuego.
Tatuada tu figura en la marea,
por la espalda... el viento.


***

Frente a ti…
me has devuelto a la tierra,
mojado de esperanza
y descalzo de niñez.
Cuando aprenda a hablar contigo
podré contarlo.

(El mar que no piso, 2016)





EL MAR POR TESTIGO

El labio de arriba el cielo,
y la tierra el otro labio.
Miguel Hernández

Entre el cielo y la tierra
un árbol,
frondoso, erguido, abierto al aire,
inquieto y deshojado
cargado de fruto.
Bajo el cielo
un ciprés;
sobre el suelo
tierra de negro musgo.

Te acercas y susurras tu hambre, 
tu dicha enmelenada
y tu pasión de estar viva,
sobre el páramo desnudo
con el voraz deseo de saciarla.
Y te alejas…
deslenguada y hambrienta,
sobre el insaciable abrigo de la carne.

Entre el suelo y el cielo
¡cohete cubierto de miel!,
donde los pájaros acuden
sin el plumaje ocre de las noches,
donde las abejas liban
una rosa color humano.

Y te acercas… 
(¡otra vez!)
y te alejas…
Y llegas al tiempo que esa boca
(a la sombra)
ofrece un beso.

(El mar que no piso, 2016)






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PEDRO ROSA BALDA [18.838]

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PEDRO ROSA BALDA

Pedro Rosa Balda, (Ecuador). Reside en Francia, país en el que ejerce la docencia y la traducción. Es autor de los poemarios "Veladuras" (Editorial "El Conejo" Quito, 2007) y "Uves como cuervos" ("El Ángel Editor" Quito, 2013). Se dedica también a la pintura y a la fotografía.

Pedro Rosa Balda, (Équateur). Poète, peintre, photographe et Professeur. Il réside à Manta et à Paris, ville où il est Professeur d'espagnol et de traduction. Auteur des recueils de poésie Veladuras (Éditions "El Conejo" Quito, 2007) et Uves como cuervos (Éditions "El Ángel" Quito, 2013).

Quelues extraits de son recueil Uves como cuervos :
(traduction de Rémy Durand et de l'auteur)



Poeta, como tú quise pasarme a limpio,
ponerme en claro, dar a luz
mi incertidumbre.





Poète, comme toi, j'ai voulu me mettre au propre,
me mettre au clair, donner le jour
à mes incertitudes.


***


Yaces al fondo de la hoja sudario,
insecto boca arriba, mimo del papel,

sin saber cuál mama de la noche apretar
para que mane el verbo y te puedas
abrevar hasta la saciedad.

Pienso en el cantor afásico, en el poeta artrítico
muriéndose de sed junto a la fuente.

Tu escritura : tu despedida.






Tu gis au fond de la feuille linceul,
insecte renversé, mime du papier,

sans savoir quelle mamelle de la nuit presser
pour que le verbe jaillisse et que tu puisses
t'abreuver jusqu'à la satiété.

Je pense au chanteur aphasique, au poète arthritique
qui meurt de soif au pied de la source.

Ton écriture : tes adieux.


***

Si escribes sangras, si no escribes sangras ;

en cada palabra tuya, en cada silencio tuyo
se escucha un grito :

tu musa no es un ángel sino un tábano
o una mantis religiosa.





Tu écris, tu saignes, tu n'écris pas, tu saignes ;

à chacun de tes mots, à chacun de tes silences
on entend un cri :

ta muse n'est pas un ange mais un taon
ou une mante religieuse.


***


Con esta vida demasiado quieta, demasiado
llana, no escribirás nunca el Poema.

Debes arder, pero careces de fuego.

¿ cómo encender la llama del Poema
si no con tu cuerpo, con tu alma ?

Se te acusará de haber ennegrecido vanamente hojas.

(tu mejor página : una página en blanco)





Avec cette vie trop calme, trop banale
tu n'écriras jamais le Poème

Tu dois brûler, mais tu manques de feu.

Comment allumer la flamme du Poème
autrement qu'avec ton corps, qu'avec ton âme ?

On t'accusera d'avoir noirci des feuilles vainement.

(ta meilleure page : une page blanche).



***


Tu monstruosidad proviene sin lugar a dudas, del hecho
de haber permanecido al asedio de las palabras, de haber vivido
en sus inmediaciones sin haber conseguido jamás alcanzarlas.






Ta monstruosité nait à n'en pas douter du fait
que tu es resté à l'affût des mots, que tu as vécu à leur proximité
sans avoir réussi jamais à les atteindre.



***


La eventualidad de que escribir sea para lo único que sirvas;
la eventualidad de que lo que escribas no sirva.






Il est possible que tu ne sois bon qu'à écrire ;
il est possible que ce que tu écris ne serve à rien.



***



No culpes a la escritura de tu falta de sentido,
no la hagas responsable de tu irrealidad : sé absurdo
de manera discreta, sin aspaviento.




Ne blâme pas l'écriture de tes insuffisances,
ne la rends pas responsable de ton irréalité : sois absurde
discrètement, sans affectation.


***


El arte no salva ni justifica al hombre,
simplemente lo disculpa.






L'art ne sauve ni ne justifie l'homme,
il ne fait que l'excuser.



***


Advierte que ninguna obra se termina nunca, que el arte
será siempre una herida abierta (a menudo purulenta),

un grito, el grito más desgarrador del hombre.






Constate qu'aucune œuvre ne se termine jamais, que l'art
sera toujours une blessure ouverte (souvent purulente),

un cri, le cri le plus déchirant de l'homme.



***



Va a amanecer con las misma voces dentro.

¿Quién no se calla nunca?
¿Quién sigue restregando brasas ardientes
sobre los parietales resecos?

En una pizarra rota de la infancia escribe:
"La noche cruje"






Le jour va se lever avec les mêmes voix intérieures

Qui jamais ne se tait ?

Qui ne cesse de brasser des braises
sur les pariétaux desséchés ?

Sur un tableau noir brisé de l'enfance il écrit :
« la nuit grince ».



***



¡ Qué canto tan cruel el de la belleza !

Cantabas bajo los aplausos
de los ausentes.

Cantabas e iban hacia tu corazón
los sanatorios, los cementerios, la pesadumbre
de los arrabales.






Quel chant si cruel que celui de la beauté !

Tu chantais sous les applaudissements
des absents ;

Tu chantais et allaient vers ton cœur
les sanatoriums, les cimetières, la lourde tristesse
des banlieues.



***


Estuvo en mi cuerpo, lo oí murmurar una palabra mía.

Miró con mis ojos : aquélla no era mi mirada, aquéllos no eran mis colores.

Me mostró el lugar donde los lirios aprendían a vadear miedos.

Mojó sus pinceles en los jugos de mi corazón.






Il a habité mon corps, je l'ai entendu murmurer l'une de mes paroles.

Il a regardé avec mes yeux : ce n'était pas mon regard, ce n'étaient pas mes couleurs.

Il m'a montré l'endroit où les iris apprenaient à traverser, à gué, la peur.

Il a plongé ses pinceaux dans les jus de mon cœur.



***


Trajinar de tu pensamiento
en mi pensamiento :

mide aire, se clava espinas,

de pronto se pone a pensarme con mi pensamiento.






Va-et-vient de ta pensée
dans ma pensée :

Elle mesure l'air, s'enfonce des épines.

Soudain avec ma pensée elle me pense.



***


Huye por mí, parecido al esqueleto de un filósofo ;

escarba en mis adentros,

se mueve como un huracán enfermo, como un animal
al que le han inoculado de repente,
toda la historia del ser humano.






Il fuit à travers moi, semblable au squelette d'un philosophe ;

il fouille mes entrailles,

il se déplace comme un ouragan malade, comme un animal
à qui on a inoculé soudain
toute l'histoire de l'être humain.



***



Posa tus palabras sobre las hilas,
prueba el silencio de las torundas,
liba el agraz de mi melancolía,
¡ que nuestro amor sea !






Pose tes paroles sur les bandages
goûte le silence des pansements,
lèche l'amertume de ma mélancolie,
Que notre amour soit !



***



Las moscas del último invierno ofician
en pleno verano, la ceremonia de nuestro celibato.

Sobre los altares gualdos no hay dios.






Les mouches du dernier hiver célèbrent, en plein été,
la cérémonie de notre célibat.

Sur les autels dorés il n'y a pas de dieu.



***


Ciertas noches, depositaba su cuerpo al fondo de una zanja,
lo recubría con hierbas de otoño (a pesar del verano), moría.

Dejaba que la lluvia abrevara sus coronas de zarzas y gusanos,
que olas de insectos negros penetraran en su corazón, rastrearan su silencio ;

después venían los relámpagos, los remolinos de hojas muertas

y por fin, nuevamente la calma ;

la letanía de las cigarras lo hacia volver a la vida : lo sé
por haber sido tantas veces él durante aquellas ceremonias.






Certaines nuits, il déposait son corps au fond d'une tranchée,
il le recouvrait d'herbes d'automne (malgré l'été) et il mourait.

Il laissait la pluie abreuver ses couronnes de ronces et des vers,
des vagues d'insectes noirs pénétrer dans son cœur, ratisser son silence ;

ensuite venaient les éclairs, les tourbillons de feuilles mortes

et enfin, le calme à nouveau ;

la litanie des cigales lui redonnait la vie : je le sais
pour avoir été si souvent lui pendant ces cérémonies.



***


I

Mi nombre es femenino, mi apellido masculino
o viceversa,

no sé cuánto tenga del hombre,
cuánto de la mujer, cuánto
del hermafrodita.

Mi estar no está, mi ser no es, mi ir se ha ido,
mi saber no sabe;

el alma la perdí al nacer, al caer en la trampa ;

yo revolotea, va de un desconocido a otro,

tiene problemas congénitos de visibilidad,
de consistencia,

está hecho de apagones más o menos largos,
de cortes más o menos profundos ;

le duele el esfuerzo por acercarse o alejarse de mí,

por ir de una ausencia de mí a otra ausencia de mí,

por estar encima/al lado/dentro de mí...sin mí.


II

No hay nadie en el miradero,
un desierto cabe en el óvalo
asomado al espejo,

un jirón de oscuridad, una pirueta vacía.

Las fiebres y las noches han desleído los rasgos, las señales
y la memoria lisa, opaca, zigzaguea
a tientas por los campos desolados de la mente.

No hay nadie en el miradero,
imprimo gestos sobre un espejo alzaimico,
mi reflejo está cansado de mí y de sí mismo.

Miradero : moridero.


III

Hora hueca.

Sinfonía de alambres.

Nudos de viento salido de las prisiones.

Faros enloquecidos por las circunvoluciones de la noche.

La luz restriega sobre los escaparates
la improbabilidad de un rostro: ¡forma,

¡ te pareces demasiado al monstruo de mis pesadillas !

¿ también tú te vas a poner a sufrir dentro de mí ?






I

Mon prénom est féminin, mon nom est masculin
ou vice-versa,

Je ne sais quelle est ma part d'homme,
ma part de femme,
ma part d'hermaphrodite.

Je suis là sans y être, mon être n'est pas, mon aller s'en est allé,
ce que je sais ne sait pas ;

Mon âme j'ai l'ai perdue à ma naissance,
quand je suis tombé dans le piège ;

je voltige, il va d'un inconnu à un autre,

il souffre d'invisibilité congénitale,
d'inconsistance ;

il est fait de courts-circuits plus ou moins longs,
d'entailles plus ou moins profondes ;

l'effort pour s'approcher ou s'éloigner de moi

pour aller d'une absence à une autre absence de moi

pour être sur/à côté/dans moi... sans moi
lui fait mal.


II

Il n'y a personne dans le miroir,
dans l'ovale qui s'y reflète
il y a tout un désert,

un lambeau d'obscurité, une pirouette vide.

Les fièvres et les nuits ont dilué les traits, les marques
et la mémoire lisse, opaque, zigzague
à tâtons dans les champs désolés de l'esprit.

Il n'y a personne dans le miroir,
j'y imprime des gestes alzaïmiques
mon reflet est las de moi-même et de lui-même.

Miroir : mouroir.


III

Heure creuse.

Symphonie de barbelés.

Nœuds de vent échappé des prisons.

Phares que les tourbillons de la nuit ont rendus fous.

La lumière râcle sur les devantures
l'improbabilité d'un visage : forme

tu ressembles trop au monstre de mes cauchemars !

Toi aussi, te mettras-tu à souffrir à l'intérieur de moi ?



***


¿ Cómo digo equilibrio sin sentir hueco el pie,
sin el peso de andar vacío ?

En cada gesto mío hay un cuerpo a la deriva,

cualquier graffiti puede suprimirme,
cualquier apretón de manos intempestivo,

cualquier nombre pronunciado al azar
al fondo de un callejón sin salida.

He dado un paso adelante para reírme,
dos hacia atrás para llorarme;

he atravesado todos los encuentros,
todas las despedidas: no he sobrevivido,

la cuenta de mis caminatas es negativa.




Comment dirais-je "équilibre" sans que je sente le vide sous mes pieds et le poids de mon marcher vain?
Dans chacun de mes gestes il y a un corps à la dérive,

n'importe quel grafitti, n'importe quel
serrement de mains intempestif,

n'importe quel nom prononcé au hasard
au fond d'une voie sans issue peut me défaire.

J'ai fait un pas en avant pour me rire
deux pas en arrière pour me pleurer ;

j'ai traversé toutes les rencontres,
tous les adieux : je n'ai pas survécu,

le bilan de mes errances est négatif.



***

Quitarse el hombre, quedarse solo,
desnudo de hombre y solo,

vestido de desnudez y a menudo
también desnudo de desnudez ;



sombra envuelta en otra sombra envuelta
en otra sombra envuelta en otra sombra,



Matrioska de ceros clavada en lo vacuo,
diminuta como un ácaro por el cuerpo de dios
(que de todas maneras no existe).







Oter de soi l'homme, rester seul,
dépouillé d'homme, et seul,

vêtu de nudité et souvent
nu aussi de nudité ;



ombre enveloppée dans une autre ombre elle-même
d'ombre enveloppée



Matrioska de zéros clouée dans le vide, minuscule
comme un acarien sur le corps de dieu



(qui de toute façon n'existe pas).




***



"Los poemas nos enseñan que una cabeza vacía
suena a hueco en cualquier idioma"
William Carlos Williams.



Caído y medio, torcido y medio,

ninguno y medio
(quizá dos hacia abajo);

el 0,001% del 0,001%;

habito el lado poroso, casi invisible
de una cabeza, el sector donde se organizan
las formas de la locura.

Se me ve poco fuera de mí :

permanezco entre las cuatro
paredes de mi pensamiento,

replegado en un puñado de células
enclaustrado en un fuera de lugar, en un
fuera de tiempo

escuchándome pensar.

En mi cabeza roída por las sombras

(la sombra del suicida, la sombra
del animal descuartizado, la sombra
contorsionista, incandescente de la nada)

los pensamientos exudan sus jugos,
negros como las grasas del alma.

Pienso y mi cabeza se ríe de mí...

sería más feliz matándola.


***



 «Les poèmes nous apprennent qu'une tête vide
sonne creux dans n'importe quelle langue»
William Carlos Williams.

Tombé et demi, tordu et demi,

aucun et demi
(peut être deux vers le bas),

le 0.001% du 0.001% ;

j'habite le côté poreux, presque invisible,
d'une tête, le secteur où s'organisent
les formes de la folie.

On me voit peu hors de moi :

Je demeure entre les quatre murs
de ma pensée,

replié à l'intérieur d'une poignée de cellules,
cloîtré dans un hors lieu , dans un hors temps

à m'écouter penser.

Dans ma tête rongée par les ombres

(l'ombre du suicidé, l'ombre
de l'animal dépecé, l'ombre
contorsionniste, incandescente du néant)

les pensées exsudent leurs jus, noirs
comme les graisses de l'âme.

Je pense et ma tête rit de moi...

Je serais plus heureux en la tuant.

*******



Sobre el traductor:
Rémy Durand. Nace en Caracas en aquella América indo-afro-europea que ha dejado en su vida huellas profundas. Niñez y estudios en Caracas. Sale a los diez años para Francia y de ahí se marcha para África, en Dakar. Maestría en la Universidad de Aix-en-Provence, Francia. Desde 1974 trabaja para la Alianza Francesa, sucesivamente en Colombia, India, Ecuador e Irlanda. De 1995 a 2009, es Director cultural en la "Inspection académique" de la Provincia del Var, en Toulon – Francia. Rémy Durand ha publicado poemarios, ensayos, relatos, novelas cortas, artículos de crítica y ha dado conferencias sobre la poesía francesa y la francofonía. Crítico de arte, crítico literario, ha publicado numerosos artículos en la prensa latino-americana (Colombia, Ecuador). Fundó en 2001 en Toulon – Provincia del Var- Francia) la Asociación Gangotena (organización de encuentros de poetas). Es traductor de poetas latinoamericanos.

Material enviado a Aurora Boreal® por Rémy Durand. Publciado en Aurora Boreal® con autorización de Pedro Rosa Balda y Rémy Durand. Foro Pedro Rosa Balda © Pedro Rosa Balda. 


http://www.auroraboreal.net/literatura/poesia/1872-poesia-de-pedro-rosa-balda .






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NORBERTO GIMELFARB [18.839]

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NORBERTO GIMELFARB

Norberto Gimelfarb, Buenos Aires, Argentina 1941. En Suiza desde 1966: ha enseñado el español en las Universidades de Lausana y Ginebra. Publica en español, francés e inglés artículos, libros, poemas, narraciones y reseñas sobre temas literarios, lingüísticos y musicales. Miembro correspondiente de la Academia Nacional del Tango de Buenos Aires. Traductor del francés, inglés y alemán al español, del español al francés y al inglés, del catalán al francés. Algunos libros publicados: Una antología de la poesía suiza francesa contemporánea, Songs Of(f) Songs. Sca(n)t Rhyming for Song and Jazz Buffs, La novela intermitente.


Americrósticos sobre Américo Ferrari

1.

Artista
Magno
Estéticamente
Rotundo
Igneo
Conector de
Observaciones

Fuertes
Elaboradas con
Ríspidos
Roquedales
Ardiente y
Ricamente
Inventivos


2.

Américo
Modula
Enigmas
Raros
Inventos
Caladores de
Orígenes

Ferrari
Elige
Reordena y
Remite a
Animada y
Regia
Ideación


3.

Ah
Medita
Escruta
Indaga
Recorriendo
Intimidantes
Comarcas
Olvidadas

Fantásticamente
Eruptivas
Rastros
Remoción de
Astros
Rodeados de
Imaginería


4.

Artificiero
Muy
Erudito
Reacciona
Invariablemente
Con
Obra

Fértil
Escarpada
Rescatando
Recónditos
Accesos a
Recodos
Interiores


5.

Asaca
Marca
Excava
Remata
Incentivos
Capaces de
Originar

Febriles
Elipses
Raras
Retortas
Abiertas
Rotundamente al
Inventar


6.

Andarín
Muy
Estimulante
Rebuscador
Inventor
Creador
Orífice

Fuerte
Estileteador
Relata
Ritos
Amenazadores
Regados con
Intima savia


7.

Artífice
Mitificador
Estudioso
Riguroso
Invencible
Comentador de
Obscuridades

Forja
Enigmas
Resonantes
Rabiosos
Ardides
Redactados
Intensamente


8.

Aras
Monta
En
Radicales
Insensatos
Conceptos
Ondosos

Feliz
Escalador de
Radiantes
Rebalses
Azarosos
Romances
Indagatorios


9.

Ameriza en
Mares
Erizados de
Recurrentes
Intrincadas
Cavilaciones
Ominosas

Feroz
Elector de
Riesgosos
Ramalazos de
Audacias
Razonablemente
Imposibles



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CLAUDE DARBELLAY [18.840]

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Claude Darbellay 

(Suiza, 1953)
Claude Darbellay es Licenciado en Letras de la Universidad de Neuchatel. Ha recibido numerosos premios, entre ellos, el Premio Louis-Guillaume (France), por el libro de poemas en prosa, L’horizon n’a qu’un coté. En 1995 fue miembro fundador del Observatorio Europeo de Poesía con Jarkho Laine (Finlandia), Mauren Duffy (Gran Bretaña), Arie van den Berg (Holanda) y Jochen Kelter (Alemania). 

Ha publicado los siguientes libros: 

Si les crabes changeaient de direction, poèmes, (Edition du Baroque, Le Locle, 1983)
L'Ile, récits, (Éditions Zoé, Genève , 1987) ; réédition en poche, 1998
En sortant n'oubliez pas d'éteindre, poèmes, (Éditions Vernay, Genève, 1988)
La petite patrie, portraits, photos de Pablo Fernandez, (Edition du quotidien, L'Impartial, La Chaux-de-Fonds, 1991)
La cité, récits, (Les éditions G d'encre, 1991)
Anche i ciechi chiudono gli occhi, les aveugles ferment les yeux, récit, (éditions bilingue chez I Nani, San Miniato, 1992)
Vies de rêves, portraits, photos de Pablo Fernandez, (Edition du quotidien, L'Impartial, La Chaux-de-Fonds, 1992)
L'horizon n'a qu'un côté, poèmes, (Edition Pierre-Alain Pingoud, 1993)
Le Ciel plié, roman, (Éditions Zoé, Genève, 1995)
Plus au nord, le sud, poèmes,, (Éditions d'Autre Part, Delémont, 1998)
Les Prétendants, roman, (Éditions Zoé, Genève, 1998)
In Extremis, poèmes, bilingue, (Ed. Orient-Occident, Bucarest, 2001)
Vivre étonne, nouvelles, (Éditions Zoé, Genève, 2002)
L'Art de grandir, roman, (Éditions de l'Hèbe, Grolley, 2002)
Le Frère, récit, (Éditions de la Nouvelle Revue neuchâteloise, Neuchâtel, 2004)
L'Épidémie, roman, (Les éditions G d'encre, 2007)





Poemas inéditos en español de El horizonte no tiene más que un lado

Me gustaría -dijo- invitarme al festín 
de los dos ciegos y tres sordos que se
reparten el mundo en cinco partes
cuando la noche sucedía a la noche y la
oscuridad a la oscuridad.


*


Indiferentes al rumor, los sapos
copulaban alegremente rozados por el
zigzag de las libélulas que inventaban el
baile con un aleteo.


*


Tocaban una música de no se sabe
dónde, giraba en incansable ronda.
Ningún miedo martilleaba el tiempo. Se
ofrecía sin resistencia bajo su velo negro
de seda.


*


Una risa separó las tinieblas, lo negro se
puso azul. Dios se le apareció en sueños 
al idiota y le ordenó que sacara un
puñado de greda de sus bolsillos. Crea
-dijo. El idiota tuvo que hacerlo dos
veces. Dios montó en gran cólera. Hice
todo lo posible - se disculpó el idiota.


*


Siguió una confusión: el agua chorreaba
de las rocas, el cielo lamía la tierra
atizada por el viento. En los labios del
día, por vez primera, leyeron su nombre.


*


Tuvo ella dos hijos. Uno veneraba a su
padre (ese del que sólo se veía la voz) y
le ofrecía sacrificios. El otro se mantenía
apartado y buscaba las caricias de su
madre.


*


Una queja escapó de una criatura
informe, inacabada: Yo también quiero
existir. ¿Cómo explicarle que el más
ínfimo rincón ya había sido atribuido, que
hasta lo indecible tenía sitio numerado?


*


Bajo el cielo uniformemente azul sólo
esperábamos una confirmación. Se
acercaba un extraño: ¿eres tú? El
extraño pasaba. Y cada vez el idiota
añadía un rasgo.


*


Treinta días estuvimos esperando sin
movernos. Treinta noches acechando un
soplo. Al amanecer el trigésimoprimer
día el idiota cerró el libro.


*


Se fue dejándonos dos piedras blancas.
¿Qué es lo que tenía que revelar su
perfecta redondez?

Vamos andando. Cuando lo obscuro
cubre la sombra, nos detenemos.


*


Al despertar, enterramos los vestigios de
nuestros sueños y volvemos a andar con
el deseo, en los pliegues de la piel, de
un deseo para palidecer el día


*


crear un camino como los enamorados
se olvidan en la voz que los acaricia al
ritmo de su respiración

Palpitaba un secreto que nos
atravesaba. Desgranábamos un tiempo
dócil, a nuestra medida. El sueño ya no
rechinaba en sus goznes.


*


El silencio pesaba menos que el
clamor de las batallas. Los muertos
habían juntado sus huesos
desparramados y bailaban.
Todo era nuevo como antes del primer
día en que, torpe, el idiota tuvo que
hacerlo dos veces.


*


Se nos ensanchaba el pecho. En cada
uno inventaba la alegría palabras con
sabor a frutos.
De repente, cuando creíamos haber
llegado a la meta, se nos turbó la mirada.
Un viento ardiente secó los arroyos,
borrando su huella apenas visible en la
arena.


*


Nos volvíamos con frecuencia mientras
avanzábamos. ¿Qué es lo que habíamos
abandonado y por la memoria de qué
promesa?

El camino se había cerrado como vientre
tras el primer grito.

¿Cómo volver a hacerlo?

Versión en español de Norberto Gimelfarb

http://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Festival/Antologia/darbellay.html

*


Les lunettes noires ne protègent que du soleil, et encore

Écrasons tout
fourmis, cafards, araignées
le rêve des autres
les nôtres
la confiance que j’avais en toi
que tu as en moi
les étoiles filantes
le premier baiser
tous ces beaux souvenirs de jeunesse.
Puis cadenassons nos noms
à la barrière d’un pont
que personne n’oublie
que nous avons aimé.




.

SANTIAGO GRIJALVA [18.841]

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Santiago Grijalva

Ibarra (Ecuador), 1992. Actualmente estudia en la Universidad Politécnica Salesiana psicología social y comunitaria, ha participado en diversos recitales de poesía, formó parte de la revista “Utopía”, miembro del grupo de poesía “El tornillo” y el grupo de literatura “Aporema” (Universidad Politécnica Salesiana) público su primer libro “La revolución de tus cuerpos” (2015) en la colección “Opera Prima” bajo el sello de El Ángel Editor.



A ellos

Mis muertos andan de un lado a otro
con mujeres distintas de las tendidas a su costado;
por eso se despiertan siempre anhelando el sueño.

Solo quedan los nocturnos escondidos
tras las ventanas; ahogando su memoria,
gritando algún poema, solos al igual
que su costado.

No me atrevo a separarlos;
siempre luminosos,
atrapados en espejos;
que la sociedad distorsiona.

Cuando las luciérnagas se apagan;
se acaba el sinsentido
inertes duermen los muertos.

Para amarnos quedamos los dos;
tu allá;
leyendo mis ojos,
yo acá;
suspirando tus vientos.
tu; al otro lado de la avenida
yo; entre dos aceras.

Tras la ventana
quedamos solos;
cavando algún poema
reciclando la memoria.

Es de noche;
Ha empacado la última luciérnaga
ahora solo tenemos la libertad
que los muertos nos dan.





La revolución de tus cuerpos 

Por Jorge Luis Bustamante

Escribir poesía es un acto de rebeldía y de revolución, cuando se trasciende de ver lo evidente (la cosa) a ese algo más, tal vez pueda ser el adentrarse en esos mares donde muchos naufragan y la poesía tenga la suerte de ser ese canto sirena. Borges decía que un poema gana si es la manifestación de un anhelo y no la de un hecho y tenía razón, tal vez por eso escribir poesía sea uno de las salvaciones más grandes que pueden existir.

Aunque no se hable mucho de ella, no escriba y se la lea, acompañado de esta soledad inmensa, a cuestas con el olvido y su saber, nace un nuevo nombre en la poesía Ecuatoriana, Santiago Grijalva nos abre su maletín de rescoldos y experiencias.



¿Quiénes todos? 
Yo soy nadie, 
Somos nadie.



La relación entre la nada, ¿Qué es lo que sigue después del amor?, ¿Cuál es la deuda que este nos deja a plazos? Un eterno espiral que cambia de cuerpo pero no de sentir, como diría Mario Benedetti, el olvido está lleno de memoria, a esto parecen acercarnos los poemas de Santiago, eterno aprendiz de la soledad y de las duras despedidas con la edad justa y en el momento preciso quema sus naves de la pequeña juventud en cada poema.

El amor es revolución, no importa la época, el lugar o el modo de producción, escribir esta palabra siempre será un acto de rebeldía. Y sin miedo Santiago nos muestra esta verdad en sus poemas donde la palabra amor y plaza de mayo tiene la misma carga simbólica, el significante de ambas palabras en la poesía de Santiago nos conduce a una palabra, revolución.



¿Cómo no quedarme?
tu amor me enseñó a estar furioso
ante un sistema que prohíbe la vida
y legaliza la muerte.
Esta noche, me acuesto contigo;
¡Qué mejor revolución que esa!




La palabra se sorprende ante la profundidad de la poesía de Santiago en donde él nos deja leer su estantería de cartas quemadas y nos hace cómplices de una lectura cuya médula es la experiencia. Se da una pausa breve de la vorágine de la vida, ahora ya nadie tiene tiempo para el amor, parece que este ha quedado sepultado en un oficio obligado más que un sentir adecuado, por eso la poesía de Santiago nos salva de ese naufragio de la cotidianidad.


Existen hallazgos impresionantes en la poesía de Santiago, ¿cómo poder decir tanto de una mujer y luego quedar en la nada? Es tal vez el amor la más dura despedida de la infancia, de la juventud. Tal vez el amor, amar, signifique abrazar la inocencia de niño y olvidar, es tomar la posta de la adultez, sea lo que sea Santiago nos deja ver como en sus poemas existe una eterna vuelta, una eterna despedida de ese algo cosa, algo árbol, algo mar que es el amor.


Resumen de ella

La brevedad, el desnudarse ante una realidad, el aceptar al amor como recuerdo, el convivir con él a gatas entre letras es el oficio que Santiago nos trasmite en este libro, mucho se dice del amor y es poco a la vez, este libro es una muestra que del amor hay que decir lo justo porque en aquellas cosas se encuentra la aorta que da vida a esta palabra.



Mudanza al desnudo

Aun esta carta sin nombre 
llegará para quedarse.
Es un secreto;
al escribirla me despojo de todo,
solo tu sabrás entender mi desnudo.

Este libro nos muestra que una revolución sin amor no es una revolución, una poesía social que habla de amor. Entre tantos oficios ejerciendo este que no es de él como diría Gelman, los poemas de Santiago nos llevan a amar ese odio, ese rencor, esa tozudez del olvido, en estos tiempos son un soplo de aire fresco. El camino ha iniciado y no se detendrá Santiago Grijalva ha elegido este estilo de vida que es de pocos, sus palabras quedan perennes en su libro, esperemos que este vate continúe su camino y nos siga salvando y salvándose con esta dulce condena. Ni más ni menos.



Ojo de pez

Soy el mismo que fue testigo de 203 bienvenidas
cuando llegaste con el amor en un saco
junto a tus juguetes, infancia asfixiada;
a los amores de adolecente pérdida
madurez y libertad aplastada.
Vida con un andén de despojos 
y la luna de testigo.
me destinaste en un lugar significado
junto a tu madurez, que nunca conocí
me abracé a tu infancia
esa época de perderlo todo
en un tirar los dados.
Hoy vuelves y el único testigo
es ese ojo de pez 
que irradia luz cuando te ve llegar,
se oscurece cuando 
las sombras de tus ojos buscan los míos.
Ahora lo sé.
Me quedé aferrado a ese ojo de pez
con esperanza de verte partir
cargando un saco y dejándome a vista de cualquier puerta
como esperando llegar a tu infancia y quedarme,
por fin,
tu madurez.



A un amigo

En la marginalidad hemos vivido, querido amigo.
Sin sentido, sobre los cuerpos
alimentándonos de aromas de mujeres
pero intoxicándonos con las letras
que llenan de violencia a esa poca razón que vuelve
cuando su cuerpo no es más que una hoja sucia y gastada
en única palabra.
Ese adiós escrito con labial gastado
tenía en su espalda nombres de amigos, conocidos
exiliados y su espalda querido amigo
me llevo a escribir.
¿Amor? ese egoísta, como si Dios hubiera jugado a los dado antes de conocerla.
Así es el amor breve, nos cala hasta los huesecillos del pie
y no nos permite caminar
¡Querido amigo ¡
así roce su espalda y me olvide que ya no llevaba falda
volví a lo burdo y extenuante que puede ser el febril sueño
de no encontrar una nota bajo la cama, profiriendo un adiós.
Sentados en la nada, en una plaza con un amigo a la mano, preguntándole al aire.


Desaparecidos

En Argentina, las locas de Plaza de mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
Eduardo Galeano

El teatro se enmudece
quedan abiertos los corazones.
Los que nos dejan sin autoridad;
dejan nostalgias 
ilusiones tiradas en las aceras
dientes apretados,
sabores agrios,
quédate por favor, sin saber a quién decir esas palabras.
Omisión de leyes
que alegría podemos manifestar.
Corazones ahogados en desapariciones
indiferentes ante una verdad tangible
como la gente que se une en un solo lamento,
quédate por favor
que la revolución aun no empieza.


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ALEX LIMA [18.842]

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Alex Lima 

Nació en Guayaquil (Ecuador) y reside en Long Island (Nueva York) donde es profesor adjunto de español en Suffolk County Community College (SUNY). Ha publicado tres poemarios, Inverano (2008), Bilocaciones (2011) y  y Alba (2015). Un sinnúmero de poemas en revistas y antologías dentro y fuera de los Estados Unidos. Es miembro del colectivo We Are You Project y cofundador de Latino Arts Council of Long Island. Se doctoró por la City University of New York (The Graduate Center) con una disertación sobre poesía del siglo dieciocho. 




Turquesa

¿Cómo pudo el óxido
crear tanta belleza?

Torso de bronce, dedos de bronce,
lengua de bronce,
revestida en turquesa
como la Estatua de la Libertad
o las fachadas de hierro forjado de Manhattan,
como el cascarón de petirrojos reciénpuestos
frágiles y precisos como la vida misma,
como la silueta de los rascacielos
enredada en estos dedos de bronce,
forjadores de versos— versos que también
se oxidarán—.

¿Cómo pudo el tiempo oxidar
tanta belleza?
Vida desteñida de turquesa sagrado,
turquesa tóxico e imposible de
recrear como la vida misma,
vida que se vuelve de color turquesa
a medida que nos oxidamos,
a medida que nos acercamos
al otro lado…

(Alba)






ALEX LIMA
BILOCACIONES



FUNDACIÓN MÍTICA DE LA 17

Dicen que llegaron por las enaguas del estero
los Murillo, los Quiñones, los Barahona y los Reto,
exiliados de Gómez Rendón y Esmeraldas,
allí donde ponía inyecciones la Polita.
A punta de machete, pico y pala,
clavaron dos estacas en el caparazón de la jaiba
y demarcaron sus parcelas con las barbas
de los bagres.

El chalet de caña se asentaba sobre cimientos de lodo
mientras el CFP les prometía escrituras
a cambio de albergar futuros mítines políticos.
Había que ir a buscar agua a Gómez Rendón,
allá donde mi tío Fidel se resistía ir, según él,
con su pinta no había nacido para esos menesteres.

Luego llegó el cascajo y después el asfalto,
el dispensario médico y las pandillas: los Pitufos, Mano
Negra,
Sí Café con Abdalá ofreciendo “jama, caleta y camello”.
De algún modo la salsa erótica y el rock latino
nos ayudaron a sobrellevar el relajo de los ochenta.
Así es la historia de mi barrio: invasión, machete, caña y
soga,
siempre piratas sin embarcación y sin vela.


EL CAJÓN

Volvían todos los años
mis abuelos de Nueva York
y a la semana llegaba un cajón
con cachivaches de la tierra prometida:
consola de Atari con joystick,
Space invaders, PacMan, Land, Air and Sea,
y otro joystick de ruedita
para el Pinball, Boxing, Tennis;
el carro de Ken, la casa de Barbie

Los Nike, las Reebok,
la cachina todavía Made in USA,
el Betamax y el View-Master,
el ecualizador, después el VHS,
chocolates con crema de coco,
chocolates con crema de maní,
Corn Flakes y otras novelerías.

El día posterior al cajón,
llegaba el maestro con 
oficiales:
planchas de madera,
planchas de zinc,
carretas a doble jornada,
olor a concreto, chocolate con coco
y crema Dove con gravilla. 

Días después
acompañaba a mi abuela al municipio:
prenda, tramitador y escrituras
de una casa cada año más propia
certificada por el mecanógrafo
que a punta de humo y matasellos
hacía más oficial la diligencia.

De ahí nos íbamos a La Palma,
a tomar helado con relámpagos,
tartaletas y un vaso de agua
bien helada.

Un año de esos llegó otro cajón
con el cadáver de mi tío.



CUARTO GRADO

 Homenaje a Langston Hughes


Todos teníamos que declamar
poemas
para las fechas cívicas
hasta que un día del cuarto de primaria,
el maestro
me escogió como declamador oficial de la clase para el
alivio de mis compañeros
que ya no tenían que memorizar
aquellos versos.

Así, como quien no quiere la cosa,
me volví poeta.

Ya de pequeño tenía dos banderas
y la corbata mal puesta
aunque preferiría no tener bandera alguna—
cada bandera como cada dios (Louise Glück)
tiene su enemigo por antonomasia.

No quiero ser enemigo
de nadie
quiero seguir siendo el ñaño
del ñáñigo antillano.



CARNAVAL

A Fernando Balseca


Cubo de agua,
transeúnte, carnavaleros,
catarata efímera de desperdicios,
espuma de carnaval pa’ los más
finos.

¡Qué salvajada!, dicen las señoras.

Harina, achiote,
polvos con carmín, confeti,
huevos putrefactos,
globos pedradas,
globos escurridizos,
globos que manchan,
¿bolsas de orina o Inca Kola?,
excremento mezclado con lodo
en la alcantarilla precuaresmal
donde se expurgan los viandantes
y se escurren las desdichas.

¡Qué salvajada!, dicen las señoras.

El carnaval no es ninguna salvajada
es un acto milenario de purificación.



HUELLAS INDELEBLES

Tengo el alquitrán pegado en los zapatos
blancos
de lona con los que peloteaba.
Voy dejando huellas por el paso peatonal,
por la línea amarilla divisoria,
por la fuente de agua for Whites only,

por las fronteras ficticias de naciones inventadas,
por establecimientos con cartel English only.
Voy dejando mis huellas por libros ya leídos
y versos nunca escritos (quizás los mejores
que se me han ocurrido hasta ahora),
por chabolas de gitanos y reductos culturales,
por la alfombra roja y la grama del vecino,
por los proyectos de Brooklyn y los faros de Long Island,
por mis estudiantes futuros y los que ya tuve.

Voy dejando huellas de alquitrán como testimonio
de que fui y estuve sin dejar de ser quien soy.



LIVONIA

A Tony Pineda


Cuando me conviene ser de barrio, soy de barrio,
manejo los códigos del Brooklyn profundo
para sobrevivir el tramo del ascensor al metro,
la choco con el tecato y muevo la cabeza hacia
atrás en complicidad con el mafiosillo de turno.

Contemplo desde mi ventana la ciudad inalcanzable,
contemplo a las palomas de Mike Tyson
haciendo torbellinos al atardecer de un trapo viejo
antes de largarse a volar por otros condados
y regresar días después, al igual que yo,
duque del palomar,
conde del desengaño. 




POEMA DE LA M-30

A mi familia madrileña
Cuando transito por la M-30
recuerdo que somos jóvenes mortales.
Será por las viñetas de Historias del Kronen,
por los tanatorios,
o por las fábricas que cambian de dueño
y de nombre;
será quizás por los pisos vacíos
en espera de inquilinos indignados.

Me tomaré la última copa en el tanatorio
de la M-30
antes de que caduque la noche
y Emilio Alonso padre exclame:
¡qué pena!




¡AY, SI VALLEJO VIVIERA!

¿Qué culpa tengo yo de que esos niños de la tele no
coman?
Con mis impuestos subvenciono esas M-16
que cuelgan de los huesos de soldados rasos;
esta camisa que llevo puesta la cosieron
también esos niños en algún sweatshop
cuando los mayores se cansaron de hacer la guerra.

La solución:
No pagar impuestos
sin recibir un desglose de todas las atrocidades;
andar desnudos y volvernos pre-adánicos
para desandar seis mil años de vergüenza,
avergonzarnos hasta de la hoja de higo—
vaya unidad de medida que escogieron los economistas
para cuantificar las cosas,
como si las hojas de higo valieran
más que algunas personas.








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JORGE LUIS NAVARRO HONORES [18.843]

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Jorge Luis Navarro Honores 

(Santiago de Chile, 1986)

Bibliotecario Documentalista. Ha participado en los talleres de poesía impartidos por Kurt Folch y Germán Carrasco.

Ha publicado:

-Testigo (1ª edición 2007 y 2ª edición 2016).
-Instrucciones para incendiar una ciudad, Ediciones Filacteria, 2016





Instrucciones para incendiar una ciudad, de Jorge Luis Navarro
Ediciones Filacteria, 2016

Presentación por Felipe Poblete (Poeta)

La visión, para nada onírica, de la ciudad como un incendio de cemento es la que nos retrata este poemario orgánico y vigoroso, escrito con sinceridad honda y una aguda destreza, casi oriental. Desde la catástrofe rutinaria el autor alza la vista para confirmar el corazón del cielo, que palpita al ritmo del suyo: inventándose una ciudad adentro de otra, con ese mismo azul y esas mismas nubes peregrinas, cuya forma de viajar ensaya el libro: un ritmo, sí, zigzagueante y paulatino que sin embargo sabe hablarnos al oído, trasmitirnos experiencia en fin: entre estas páginas palpita y se desangra una historia de amor inseguro, una que alimenta su fuego con el combustible de la propia sangre, el propio día: direcciones, tránsitos, canciones y objetos cotidianos que le dan vida una vez más al amor: ese incendio que amenaza consumir al corazón que también la ciudad –de esa que no sabemos cómo huir– es. He aquí las instrucciones:


Estación Constitución, Buenos Aires

Toda ciudad guarda en sus entrañas
calles y rincones de otras ciudades
aloja trozos del mar
para refrescarnos
en lugares lejanos a la costa
dejamos que el calor del valle
toque nuestra piel
como larga sucesión de olas
en algún litoral en pleno invierno
toda ciudad contiene
los semáforos de Punta Arenas
que parpadean en la madrugada
por calle Chiloé
pero nada de eso me bastaba
si ninguna ciudad contenía tu mano
guiándome por los andenes
de estación Temperley


INSTRUCCIONES
PARA INCENDIAR UNA CIUDAD

Ama a tu ciudad como si fuera tu sangre
pero no temas
a los cuchillos de las esquinas
porque inevitablemente
sabrán llegar
a tu carne
ama con rabia a sus habitantes
describe sus movimientos
utiliza tu libreta de notas como atizador
lleva un catastro
de todos los desastres cotidianos
que veas al pasar
comprende que la soledad y el dolor
también se reflejan en las vitrinas
sus luces encandilan
al igual que el brillo
que provocan los pisos encerados
de los supermercados

 


Libro: Testigo 
(1ª edición 2007 y 2ª edición 2016).

1.

El dolor es un marcador
de páginas

Avanzar en realidad es
remover el lugar
de las heridas.

 

2.

Te acostumbraste
a no salir sin tu libreta:

Terapia sin diván
palabrabalas de una pistola
que guardas en el bolsillo interior.

 

3.

 La niña que dibuja
aquel corazón sobre
el vidrio empañado
con los años sabrá
que justamente todo
se trata de aquello.

Dibujar corazones 
sabiendo que estamos
destinados física y químicamente
a desaparecer.

 

4.

No veo revoluciones en las miradas de los pasajeros de este bus.
veo democracias tan partidas como las manos de los obreros
que acumulan rabia en las botellas para beberla en los asientos traseros.
veo miradas tan largas como números de cuotas bancarias 
viajando quién sabe en qué mundo paralelo
dejando en la ventanilla el vaho de los bailes interrumpidos.

Entre tanta libertad -de los mercados o lo que fuere- 
quedamos cada vez más presos, como perfecta compaginación 
de un libro que se quema 
a sí mismo.

 

5.

Insistes en cruzar a media calle
en forma diagonal

Alfil que ha perdido su tablero
se mueve
en el recuerdo
de batallas perdidas
donde no hubo técnica suficiente
para firmar tablas
ni menos
para enamorar reinas

Terminas abatido
porque sin darte cuenta
tu lugar en el mundo
es la trayectoria 
del enemigo.

 

6.

Cambiar de ciudad
es cambiar de vida
-o al menos eso piensan 
los personajes de Carver-

Nueve meses que duran
las horas del viaje,
andenes que son hospitales
pasajeros concebidos y paridos
a cada minuto,
al son de los silbatos
del empleado que guía 
el tránsito.

 

7.

Existe cierto cliché
entre los escritores 
acostumbrados a las mudanzas
en utilizar como escritorio
las cajas sin desembalar.

El hogar está 
en lo que guardan en ellas
sobretodo libros que no se atrevieron
a dejar atrás, historias 
dañando la espalda 
de tanto llevarlas de un lado a otro.

 

8.

(Marilyn)
Ella no sólo fue una
cara bonita un pelo
reluciente una boca deseada

Caderas como el cielo
-y sus tormentas-
un lunar eclipsando 
su generación.

Leo sus poemas 
y noto que ella
también fue una víctima-

 

9.

Somos cuerpos
que habitan de manera
perpendicular a la propia sombra.

El atardecer, el sol en tu rostro
es un eclipse en otra parte del mundo
una hoja de calendario en el suelo
recibiendo las huellas como timbres
de un pasaporte a ninguna parte.

 

10.

Si me preguntan alguna vez
dejo dicho que

El poema debiera ser
como un gato
que por impulso cruza
a media calle sin mirar
alrededor.

 



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