Rui Augusto
Rui Augusto, escritor y político angolano, nació el 26 de Julio de 1958, en la región de Camabatela. Fue uno de los jóvenes que en la efervescencia de la Independencia integraron las fuerzas armadas. Estudió Economía en la Universidad Agostinho Neto. En la década del 80 se vinculó al mundo editorial y laboró como revisor en el Diario de Angola, además de ser miembro del consejo editorial del semanario cultural Angolê-Artes y Letras y de la revista Mensaje. Es miembro de la Unión de Escritores Angolanos.
Desde 1992, dedicado a la política, ejerció el cargo de funcionario de la Secretaría de Estado de la Cultura y ocupó el cargo de diputado por el Partido Renovador Democrático.
Su obra literaria se ha dado a conocer en publicaciones nacionales y extranjeras. Entre sus libros de poesía podemos encontrar: La leyenda del té (1987), El amor civil (1991), Collar de maldiciones (1994).
Selección, traducción y nota: María de los Ángeles Rezk Pimienta, 18 de diciembre de 2012
Flor oculta
Despierto siento como el tiempo
viene a habitar en mí
Despacio como cuando crecemos
e imperceptibles se nos apagan
en el rostro
los rasgos de la mocedad
Mi destino, ambiguo destino
se mezcla al destino
de las cosas que pasan
y yo recojo la embriaguez
de lo efímero:
flor oculta
en las raíces del mundo
Inundada la frente del existir
se cristalizan en mi corazón,
basto jardín
donde los frutos tardan
en madurar,
las semillas del tiempo.
Siento la luz y la sombra
de los contornos del tiempo
cristalizando en el infinito
arte de los días
con números señalizados
en los calendarios
mi comunión con el mundo
Humilde soy pues ese día
que anónimo pasa
lleno de antiguas
y cotidianas cosas;
el crepúsculo escarlata
al que la ciencia
no retira la belleza
y que se apaga poco a poco
acompañado del rumor de las olas
y de la danza ritual del mar.
Mis aguas
Diferentes son hoy los ojos
con que te abrazo la cintura azul
Oh mar diferentes también
nuestras posturas ontológicas.
Hoy yo te vislumbro
como espectador atento
de la violenta ruptura
del vidrio de mis aguas.
Y casi me igualaría a ti
en la simulación de los colores
si no fuesen mis tonos
tan oscuros.
Habla bajo corazón
Ella venía hecha de mar
dejaba en mi playa
sus vestidos, sus perfumes
las algas de sus pies.
Era cuando el niño
que aún vive en mí
salía a pasear
por las calles, entonces carreteras
todas llenas de juguetes
de mis vanas certezas.
Hoy todo aquello ya no está,
incluso dicen, que ella murió
vean solo cuanta vuelta
el mundo dio
Ahora el amor
solo de viejas fantasías
se viste.
De esas cosas pequeñas
que más parecen cuentos de hadas
habla bajo corazón
No sea que tu fuerte voz
despierte
lo que hace mucho se durmió.
Si el Amor regresase
Sé que el amor
nos visitó,
pero nosotros no estábamos
atentos
Teníamos dieciocho años
y éramos veloces
como los corceles en la pradera
y efímeros como las flores
que mueren
en la estación de las lluvias
Hoy, si el amor regresase,
yo sé que lo reconoceríamos
por la ansiedad
que provoca
y por el brillo que nos deja
en la mirada,
Pero maduros,
tal vez no lo aceptásemos,
porque labrado
su incendio
sobre los meridianos
del corazón
poca seguridad tendríamos de sobrevivir.
Talismán
Pesado es el equipaje del viajero
que va del no existir al existir
y del existir al no existir
Mientras dura ese viaje
que otros me donaron como herencia,
y a fuerza de tanto vivirlo
lo hice mío,
de buen grado me libraría
de tantas cosas que llevo
y me curvan los hombros.
Para que la vida me fuese leve
tan leve que pudiese volar
como un ave
de pronto me libraría
del lastre de lágrimas
que me torna resbaloso el piso
o de la vasija de hiel
que se mezcla al agua que sediento
bebo
De buen grado me libraría
de los amores perdidos
de los malos recuerdos
y principalmente
de las culpas
que tuve
esas que me hacen arrastrar los pies
como pesados grilletes.
Sin embargo
suceda lo que suceda
no me separaré nunca
de un pequeño talismán
que me ofrecieron y del que aprendí
no sin amargura:
“La imperfección de las cosas,
espejo del sueño,
donde es casi perfecta la faz de lo que amamos”.
Rui Augusto Ribeiro da Costa
Nasceu em 25 de Julho de 1958, Camabatela, província do Kwanza Norte, Angola.
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QUASE EXÍLIO
Nem só a cidade em que nascemos
é bela.
Assim ó poeta
rasga as saudades
do que te é tão familiar
e parte...
Teu coração universal
deixa-o ubíquo vogar
(o mundo é grande!)
Longe
no marulhar das vozes
em infinitas ondas
há-de haver
timbre igual!
Parte pois ó poeta
enquanto é cedo
e não te mancha
ainda as mãos
uma espada...