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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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MARINA ROMERO SERRANO [9587]

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MARINA ROMERO SERRANO
(MADRID, 1908-2001)

Marina Romero Serrano fue ahijada del Doctor Luis Simarro Lacabra. Fue alumna del International Institute for Girls y del Instituto-Escuela. Hizo Magisterio, inicio estudios de Medicina aunque luego se cambió a Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid hoy Complutense. Antes de la guerra civil española se trasladó a California (U.S.A) con una beca del Smith College y del Gobierno español. Acabó sus estudios en el Mills College en 1935 obteniendo licenciatura en "Master of Arts".  Se trasladó entonces desde California a New Jersey. Allí, junto a Princeton, fue profesora de Lengua y Literatura Españolas de la Universidad de Rutgers durante más de treinta años.

Fue Directora de la Casa Española del Douglass College. Aunque desde 1938 tenía establecida su residencia en New Brunswick siempre mantuvo los lazos con España. Aquí regresaba los veranos y a principios de los años cincuenta construyó un chalet en Mojacar (Almería) .  Apasionada fotógrafa, para mostrar la imagen de España a sus estudiantes de allende los mares, edita e ilustra una antología de autores del 98 titulada Paisaje y literatura de España, obteniendo un premio del Instituto Nacional del Libro Español. 

En 1970 regresa definitivamente a Madrid y realiza una fructifera actividad poética en la que destacan sus poemas para niños.En 1982 se estrena Cantata Divertimento de Antón García Abril, coro para niños basado en su obra Alegrías. Fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de R.T.E. en el Teatro Real de Madrid y el el Palau de la Música de Barcelona y se publicó como disco en 1982, emitido por Radio Nacional de España y Televisión Española.

En 1992 recibió la Medalla de honor de la Universidad Complutense. Ese mismo año hizo una donación al Legado Luis Simarro de un retrato de su padrino pintado al óleo por Luis de Madrazo. Fue Presidenta de Honor de la Liga española Pro-Derechos Humanos.

Falleció en Madrid el 15 de Agosto de 2001. Sus cenizas fueron a la mar en la playa de Mojacar.     

Obra Poética :

Poemas "A". Asociación de Alumnos de la Residencia de Estudiantes. Madrid 1935.
Nostalgia de Mañana. Rueca. México 1942.
Presencia del Recuerdo. Colección Insula. Madrid, 1952.
Midas. Poema de Amor. Insula. Madrid 1954.
Sin Agua, el Mar. Agora. Madrid 1961.
Honda Raíz. Ediciones Torremozas. Madrid 1989.
Poemas de Ida y Vuelta. Editorial Torremozas. Madrid 1999.

Ensayo:

Paisaje y Literatura de España. Antología de la Generación del 98. Prólogo de Julián Marias. Editorial Tecnos. Madrid, 1957 (Premio INLE).

Obra para niños:

Alegrías: Poemas para niños. Editorial Anaya. Madrid, 1973.
Alegrías. Editorial Escuela Española. Madrid, 1979. (Reedición en 1987).
Campanillas del Aire. Editorial Escuela Española. Madrid, 1984.
Churrupete Va a la Luna en Busca de la Fortuna. Editorial Escuela Española. Madrid, 1985 (Teatro).
Disparatillos con Masacha. Editorial Escuela Española. Madrid, 1986.
Poemas a Doña Chavala y Don Chaval. Editorial Luis Vives. Madrid, 1987.  (Reedición en 1989,1992 y 1994).
Cuentos Rompecabezas. Editorial Escuela Española. Madrid, 1989.
Poemas Rompecabezas. Editorial Luis Vives. Madrid, 1989. (Reedición en 1991,1992 y 1995).



Bienvenidos
a este valle de lágrimas.

Y cuidad que la sal
no os amargue
alguna noche,
y para siempre,
los labios.




                                            

  "y yo me iré
   y se quedarán los pájaros cantando."
                    Juan Ramón Jimenez                           
                                                                                                                                 
Y yo me iré, 
y tu te quedarás
pensando en otra espera
tigre en celo.
Y yo me iré
con la mar en borrasca
rebuscando el camino
sin la luz de tu estrella,
y quedarán sangrantes
desgarrones de vida
en la reja del puerto.
Tu corazón y el mío
habrán bebido todas
las nuevas alegrías,
y tú te quedarás
con mi recuerdo
clavado en las pupílas
mirándolo crecer.
                                 







Midas
                           
                              A todos los que habéis sentido
                                        el dolor de la distancia.


Si ésta, la soledad, es transitoria,
también de paso va la compañía,
inútil anhelar que cualquier día
nos llegue al corazón firme memoria.

Es difícil tejer sólida historia
de imposible amasar con alegría,
no es la vida continua algarabía
ni canjilón monótono de noria.

Hay que darle al momento lo que pida
sin esperar jamás chorro constante
que mitigue la sed del alma ardiente.

De momentos de hacer se hace vida
porque un sorbo de luz dura un instante,
y el que afirme lo eterno, miente, miente.



 



 
Que me abrace el mar,
que me acaricie el mar,
que me ponga palomas blancas
en los labios, el mar.
Rodeada de su azul,
de su gris,
por todas partes el mar.
Marina yo, su amante.

Que me arome la jara del monte,
que me cante el tomillo del monte,
que me ponga miel en la boca
el monte.
Anegada de su verde
de su rojo,
por todas partes el monte.
Romero yo, su amante.

Que me abarque tu nieve, sierra,
que me abrace tu frío, sierra,
que me ponga ansia blanca
en las manos, sierra.
Deslumbrados de tu luz
mis ojos.
Blanco en azul
infinito acabarse.
Serrano yo, tu amante.
                                                                   






El tacto de esta ola
en otra orilla
posible de añoranza...
Tan ignorado
ese segundo roce,
esa incógnita caricia
caldeada de soles meridianos
acunada de noches
inquietas de sal,
enlazada en anillos
latentes de distancia.
Esa ola,
monótona de ires
y venires,
huyéndose,
encontrándose,
esa ola exacta
me besará los labios
algún día.

                             
                                 




  

ELISABETH MULDER [9588]

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Elisabeth Mulder
Elisabeth Mulder Pierluisi, o de casada Elizabeth Mulder de Dauner, (Barcelona, 9 de febrero de 1904 - Barcelona, 28 de noviembre de 1987) fue una escritora, poetisa, traductora, periodista y crítica literaria española.

Su padre era un médico holandés, y de él heredó el Marquesado de Tedema Toelosdorp de los Países Bajos, aunque ella nunca usó el título. Su madre tenía estudios musicales.
Pasó parte de su infancia en Puerto Rico y en Barcelona, hacia donde marchó con siete años. Vivió una vida cosmopolita y viajó por Europa, aprendiendo 4 idiomas además del español y del inglés, ambos nativos. Dominaba además el alemán, el francés, el italiano e incluso el ruso, lo que le permitió traducir directamente a Pushkin. También recibió educación musical y estudió piano teniendo como profesor a Enrique Granados en la escuela que éste dirigía en la Ciudad Condal. En 1919 ganó un concurso de poesía con el poema Circe y por estos años comienza también su colaboración periodística en El Noticiero Universal, de Barcelona, en el que se hace cargo de la mencionada sección sobre literatura inglesa, en la que Elisabeth se dedicaba al comentario de la novela victoriana. En 1921 se casó con el abogado y político catalán Ezequiel Dauner, y estuvo casada nueve años hasta que falleció su esposo en 1930, con quien tuvo un hijo. Publicó su primer poemario en 1927, Embrujamiento y su primera novela en 1934, Una sombra entre los dos, a la que siguió La historia de Java (1935), un relato de delicado lirismo sobre la historia de una gata, independiente y errabunda, a la que llaman Java porque "andaba con una elegancia emocionante, a la vez decadente y ritual, de bailarina de Batavia". Además cultivó la literatura infantil y el teatro (Casa Fontana y Romance de media noche) en colaboración con María Luz Morales y otras inéditas. Antes de la Guerra Civil comparte estas actividades poéticas con las colaboraciones periodísticas en los diarios Mundo Gráfico y El hogar y la moda de Madrid; Las Provincias de Valencia, y La Noche, de Barcelona. También traduce, principalmente poesía, aunque de esta época data su traducción de La buena tierra, de Pearl S. Buck. Viene a continuación la etapa de colaboración de los cuentos en prensa en Brisas y Lecturas. (año 30 al 35) con una treintena de cuentos. Durante la guerra sufre una grave nefritis que la tiene en cama durante un año, en el que escribe Preludio a la muerte, novela ésta que no aparece hasta 1941 y que tendrá problemas con la censura a causa del suicidio de la protagonista. Será adaptada para el cine con el título de Verónica, pero no se conserva en la Filmoteca Nacional. Aparte de esta novela, la traducción es su actividad fundamental.
Entre los cuarenta y los sesenta formó parte del círculo cultural de Eugenio d'Ors en la Academia del Faro de San Cristóbal y en la tertulia Trascacho. Colaboró en las revistas Ínsula y Vértice. Tradujo de varias lenguas; destacan sus versiones de Baudelaire, John Keats y P. B. Shelley. En el año 1944 publica una de sus obras más famosas: El hombre que acabó en las islas (Barcelona, Apolo), que relata en buena parte el proceso de aprendizaje y madurez de un joven en los escenarios de España, Países Nórdicos y finalmente Puerto Rico, donde recrea el ambiente de su propia infancia. En 1945 da a luz una nueva colección de relatos breves titulada Este mundo (Barcelona, Artigas, colección Sirena) que, sin duda, es una de sus obras más interesantes. En 1947 aparece Alba Grey, otra de sus novelas de gran mundo que la consagrarían definitivamente junto con El hombre que acabó en las islas. En 1953 publica su novela más barojiana según la crítica: El vendedor de vidas (Barcelona, Juventud). En el año 1954 escribe Flora, otra novela breve, en la colección ya mencionada. Luna de las máscaras (Barcelona, AHR) es su última novela publicada en 1958. En ella se ejerce una técnica perspectivistica, contando una historia en la que cada fragmento pertenece al punto de vista de un personaje distinto. Durante los años cuarenta y cincuenta también publica cuentos en prensa, unos cuentos en los que se ocupa con muy especial interés del tema de la identidad, que adquiere un aspecto inquietante. Los publica en los diarios Destino, Solidaridad Nacional, El correo Literario de Barcelona; en la revista literaria Ínsula.
Elisabeth Mulder cultiva también la narración infantil en dos libros, Los cuentos del viejo reloj (Barcelona, Juventud, 1941), y Las noches del gato verde (Salamanca, Anaya, 1963). Además en el año 1976 tradujo el libro infantil La lente mágica de Astrid Bergman Sucksdorff, (Barcelona, RM). Sigue alternando su producción literaria con la periodística colaborando en La Vanguardia, Destino y Solidaridad Nacional, de Barcelona, ABC, de Madrid e Índice Literario de Caracas, entre otros, y en 1954 y 55 se hace cargo de la sección “Letras inglesas” de Ínsula de Madrid. En los años 60 y 70 desarrolla una intensa labor como conferenciante, requerida por importantes instituciones y universidades españolas y extranjeras, las de Boston y Puerto Rico la reclaman. En los ochenta pierde progresivamente la vista. Acaba aun así una novela, El retablo de Salomé Amat, que según se deduce de algunas declaraciones suyas era una novela en la que llevaba trabajando durante más de veinte años, aunque conoció sucesivas redacciones y tuvo algunas modificaciones. En esta novela se narra la historia de una familia a través de cuatro generaciones de mujeres de la misma. Y recopila también un libro de relatos titulado Al otro lado de la calle, compuesto por seis cuentos, tres ya publicados anteriormente y tres inéditos.
En su poesía pasó de un Simbolismo decadentista atormentado al equilibrio clásico del Novecentismo. Su narrativa se encuentra entre la novela deshumanizada de Vanguardia y la novela neorrealista de posguerra, pero posee elementos característicos interesantes, como su concepción de la identidad y del amor o la utilización del humor como elemento destopificador. Son novelas psicológicas, de ambiente niquelado y moderno; las protagonistas de sus novelas suelen ser jóvenes que hablan idiomas, viajan por el extranjero, van a colegios suizos y juegan al bridge. Heroínas que se enfrentan al amor con una resolución no desprovista de cierta ambigüedad (no es difícil adivinar en sus obras comportamientos levemente lésbicos). La escritura de Mulder recuerda en ocasiones a escritoras como Katherine Mansfield, Rosamond Lehmann o Elizabeth Bowen. Existe además un número antológico de la revista venezolana La Lírica Hispana dedicado a ella en el año 1962.

Obras

Embrujamiento. Barcelona: Cervantes, 1927. Poesía.
La canción cristalina. Barcelona: Cervantes, 1928. Poesía.
Sinfonía en rojo. Barcelona: Cervantes, 1929. Poesía.
La hora emocionada. Barcelona: Cervantes, 1931. Poesía.
Paisajes y meditaciones. Barcelona: Atenas, 1933. Poesía.
Una sombra entre los dos. Barcelona: Ediciones Edita, 1934. Novela.
La historia de Java. Barcelona: Juventud S.A., 1935. Novela.
Romanza de media noche, 1936. Teatro.
Preludio a la muerte. Madrid: Pueyo, 1941. Novela.
Una china en la casa y otras historias. Barcelona: Surco, 1941. Cuentos.
Los cuentos del viejo reloj. Barcelona: Juventud S.A., 1941. Cuento.
Crepúsculo de una ninfa. Barcelona: Surco, 1942. Novela.
El hombre que acabó en las islas. Barcelona: Apolo, 1944. Novela.
Más. Barcelona: Selecciones literarias, 1944. Novela.
Las hogueras de otoño. Barcelona: Juventud S.A., 1945. Novela.
Este mundo. Barcelona: Artigas, 1945. Cuentos.
Galerstein: Apolo, 1946
Alba Grey. Barcelona: José Janés, 1947. Novela.
Casa Fontana, 1948. Teatro.
Poemas mediterráneos, 1949. Poesía.
Día negro. Madrid: Rollan, 1953
Flora. Madrid: Tecnos, 1953. Novela.
El vendedor de vidas. Barcelona: Juventud S.A., 1953. Novela.
Eran cuatro. Madrid: Tecnos, 1954. Novela.
Luna de las máscaras. Barcelona: AHR, 1958. Novela.
Pareja y borras, 1958
Las noches del gato verde. Madrid: Anaya, 1963. Cuento.
Sentados en un banco de piedra, 1984. Cuento.
Sol y el niño, 1985. Cuento.




La dulce música

Fuente,desgrana tu pena
en esta tarde azulada.
Rima tu copla encantada
en esta tarde serena.

Bella amiga, mi hada buena,
di tu mágica balada.
¡Canta tu dulce tonada
que es toda gracia llena!

Y la fuente me escuchó:
y su romance cantó en el suave atardecer.

Y cada gota caía
como divina harmonía
en el fondo de mi ser.






Sinfonía en rojo

Roja, toda roja...

Roja, toda roja vi siempre la vida;
como una inmensa hoguera
donde quemaba bien
mi pobre corazón, rojo también.

Todo rojo el camino,
todo rojo el sendero
a seguir
y el día a vivir.
Y rojo el mundo entero.
Rojo de amor.
Y de dolor y de horror...

En este vasto incendio
(brasa, flama, carbunclo),
que todo centelleante apareció
en esa luminaria,
¿qué habia de ser yo,
alma furtiva
y temeraria?
¿Qué habria de ser yo
sino una llama viva?





La zarpa

Noce de estío, que en inquietud me sume...
Una flor lentamente se deshoja
entre intensas oleadas de perfuma;
y hay una luna grande, hiriente y roja.

La brisa espesa muerde perversamente
con el hábito tibio de un suspiro,
y acaricia la boca febrilmente
con el ávido beso de un vampiro.

No hay estrellas. El cielo es esta noche
la misteriosa comba inmaculada
prendida únicamente con el broche
de una luna de faz congestionada.

Quizás mañana habrá tormenta;
acaso en esa obscuridad se está preñando
el rayo y la tormenta paso a paso,
y el torrente pluvial que ha de ir saciando
esta ansia intensa de humedad que encierra
una agria emanación calenturienta
que sube de la entraña de la tierra
seca y resquebrajada, ardorosa y sedienta.

Nocturno de estío. Hora febril y palpitante
en que el silencio y la fragancia arrullan
y toda la existencia se hace un interrogante
y en la calma tan sólo los sentidos aúllan.

Mañana habrá tormenta. Esta noche expectante
me deja dolorida de emoción
como una zarpa alucinante
que me fuera exprimiendo el corazón.





Molinos de viento

Molinos de viento...
¡Alma, si pudieras
tú como ellos, dar
máximo provecho
de la fuerza inútil
que te hace girar!





YO MISMA

¡Si pudiera salir de mí
Acaso me salvaría!
Tal vez se marchitaría
Como una flor
el dolor
en que mi vida se abisma
si no diera a lo exterior
tan gran parte del horror
de mí misma

Un misterioso capuz
me oculta a la vida extraña
que fuera de mí florece.
Al acercarme a la luz
Me transformo en niebla huraña
que la tamiza y empaña
hasta que la luz fenece.

¡No poder nunca ver nada
como los otros lo ven!
Tener luz propia: alborada;
Y sombra propia: la nada,
Y en este luchar eterno
Por apartarme de mí
ser esclava del infierno
fatal donde me sumí
por ignorar lo que hacía.
¡Si pudiera salir de mí
acaso me salvaría!

¡Pero no puedo!
En vano mi alma buscó
algo distinto a su «yo»
en la misteriosa prisma
de la vida donde ahondó,
porque tan sólo encontró
un reflejo de si misma.
¡Y fue una imagen tan triste
La que acertara a mirar
que ahora el alma se resiste
 a volverla a contemplar!

¡Y ahora es tarde!
Es ella sola, yo sola
lo que en la vida he de ver.
¡Estandarte que tremola
sobre la hoguera y la ola,
sobre el dolor y el placer;
mi sombra, que huye de mí
cuando avanzo hacia una cosa,
mi sombra, ¡Oh fatalidad!,
compás, pauta, ritmo, norma,
mi sombra, que a todo da
los contornos de mi forma!

Y es triste, cuando uno ama
Lo externo, vivir así:
sin más noche que su noche,
sin más llama que su llama,
en febril
agitación,
arrimándose al candil
de su propio corazón
que se alimenta de su pena.
¡Es triste vivir así
cuando uno adora la ajena
palpitación!

¡Prisionera!
Prisionera en la demente
Personal limitación
del plano en que me coloco.
Y es tal la concentración
en que me llego a abismar,
que aunque me adelante un poco
sólo consigo avanzar
las rejas de mi prisión.

Como figuras lastimosas
vuelven a mí todas mis penas.
Soy de esas almas misteriosas
esposadas con sus esposas
y atadas con sus cadenas.
Yo soy mi propio carcelero.
Soy mi tirano y mi señor.
Yo soy el propio constructor
del patíbulo donde muero.

Abrasada en mi misma llama
y asfixiada en mi mismo humo,
en vano la paz mendigo
porque ha de morir conmigo
el fuego en que me consumo.

Mi cuerpo es tan sólo un cirio.
¡Oh fuego, blasón y emblema
de esta existencia que quema
con convulsión de delirio!

Mientras viva no veré extinto
el fuego de mis hogueras,
como no escaparé del recinto
de mis fronteras.

Sin otro que mi sol,
sin otra losa que mi losa
para ocultar mi existencia;
sin otro estol que mi estol
para seguir mi demencia
terrible y maravillosa,
soy igual que una alquimista
portentosa
filtrando de su crisol
el extracto de su esencia
misteriosa.

Soy la eterna sombra, que avanza
ante mí quiero ir lejos.
Soy la noche de mi esperanza.
¡Soy un reflejo de reflejos!

Y es triste vivir así
cuando hecho polvo de rubí
todo mi ser disgregaría…
¡Si pudiera salir de mí
acaso me salvaría!




RAFAEL MILLÁN PINILLOS [9589]

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Rafael Millán

Rafael Millán Pinillos

Nació en Castro del Río (Córdoba) en 1919 – Falleció en Cambridge (Massachusetts, EEUU) en 2010
De la localidad cordobesa de Castro del Río, el impresor, editor y poeta Rafael Millán Pinillos, era uno de sus mejores embajadores culturales. 
La vida de este castreño, nacido el 1 de noviembre de 1919, estuvo ligada desde la infancia a la tipografía ya que comenzó como aprendiz a los 10 años. Durante la Guerra Civil apoyó al bando republicano, lo que le supuso ciertas represalias tras la contienda.

Millán abandonó su localidad natal para asentarse en Madrid, donde se dedicó a la impresión. Su inquietud por la cultura que fluía en la capital le hizo pronto volcarse también en actividades literarias y editoriales. Allí fundó la colección de cuadernos de poesía Ágora y la revista del mismo nombre, de gran importancia en las décadas de los 50 y 60 y en las que participaron el abogado cordobés Rafael Mir Jordano, Gloria Fuertes, Edmundo de Ory, Gabriel Celaya y la también cordobesa Concha Lagos (que fue directora de la publicación durante varios años), entre otros muchos intelectuales de la época. Las ilustraciones de Ágora venían de la mano del pintor y grabador José Ortega y del artista cordobés Antonio Povedano. Estas colaboraciones demuestran que, en Madrid, Millán logró hacerse un hueco y se convirtió en uno de los hombres más influyentes de la cultura que poco a poco resurgía tras los corsés impuestos por el régimen franquista.

Poco tiempo después, el poeta castreño comenzó a trabajar en la editorial Aguilar como impresor, empresa con la que se desplazó hasta Brasil en 1958. Tras unos años de estancia allí, en 1963 viajó a EEUU, donde continuó con su labor editorial y poética, además de desarrollar diferentes actividades artísticas como la traducción, la fotografía y el diseño gráfico.

Antes de su marcha al extranjero, sus amigos poetas le organizaron en Madrid un homenaje al que acudieron, para mostrarle su apoyo y gratutid, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, José García Nieto, Gabriel Celaya, Federico Carlos Sainz de Robles, Antonio y Carlos Murciano, Ángel Crespo y Pablo Corbalán, entre otros muchos.

Millán, falleció el 9 de enero del año 2000 en EEUU, ha pasado a la historia de la Literatura por ser un destacado representante de la poesía de la postguerra española. En su labor editorial, publicó libros suyos como Hombre triste, Presencia, De la Niebla, Poemas, Amante amigo, De las cosas y el hombre, y de multitud de poetas de su época.




Hombre triste (1952)



Hombre triste

TRISTE bípedo ciego
hombre crujiente que escupes espesas sonrisa
al suelo,
rumias con la afilada prisa del cuchilla
que llevas adentro,
una anunciación de gestos maquinales
sin color
sin calor de cosa viva,
macilentos...

(Gestos,
inacabados gestos,
y un sabor de parábolas absurdas
acunadas en el pecho.)

¿Qué arpón de oscuras frases
—o silencios—
hundió un mar de confuso oleaje
en tus ojos?
¿Cuándo,
lento,
empezaste a morir con ese triste
descorazonamiento?

(Hundid estás,
hombre triste,
en las mínimas guerra que incendian tus raíces.)







Sensación

A veces me sorprendo de espaldas a las cosas
embebido en un hambre de esperanzas despiertas
y siento que en la sangre se me coagulan miedos,
oscuros miedos torpes que la sangre atropellan.

Estéril es gritar, en voz sin resonancia
madura lentamente el gesto torpe y terco,
sobran entonces las frases que resbalan
sobre la vida, sobra el pensamiento.

Y no puedo llenarme las venas a puñados
de sencillos ensalmos que alejen la pereza
que obstruye los camino reacios a mi paso.






Presencia (1954)



A Miss Diana Nil

Quien quisiere ser amado,
trabaje por ser presente,
que cuan presto fuere ausente,
ten presto será olvidado:
y pierda toda esperanza
quien no estuviere en presencia,
pues son olvido y mudanza
las condiciones de ausencia.
Jorge Manrique
Estoy triste, amiga

ESTOY triste, amiga, y no conozco
la raíz de esta espesa tolvanera
que sacude mis nervios y los aplana
tras frío y silencioso forcejeo.
La verdad, tornadiza y cambiante,
me rehuye
como se nos hurta en la vida.
He rechazado su mágica evidencia
otras veces,
enajenando la posible entrega
que pudiera colmarme de tibieza,
de la dulce tibieza de sentirme
un poco santuario,
un poco campo florecido de vivas
sensaciones.
     Ahora, siempre y todos,
cobardemente rehuímos las esquinas
donde puede sorprendernos, donde
puede bañarnos la sorpresa limpia
de su clara presencia;
entonces abocados al llanto,
al desconsuelo,
al seco llanto del temor sin causa,
inventamos razones que no valen.
Entonces somos barcos anclados en un muelle
que añoran la lejana bahía
de la infancia,
donde todo floraba verdadero
ante los ojos nuevos y asombrados.
Amiga,
el tiempo ha puesto tépidos cristales
entre la verde granazón de lo cierto
y nuestros pobres, ciegos corazones
ansiosos.

Estoy triste, amiga, y no conozco
la verdad de mi tristeza.

Presencia (Madrid: 1954): 13-14







El agua del río...

EL agua del río a nuestro encuentro
parecía venir.

(Tu mano en mi mano era un dócil
timón invisible;
y en tu mano la mía era el apoyo
que enhebraba la ruta.)

Gris en su cauce el agua desdoblada
de la recién nacida primavera,
acunando un claro sol temprano
nos pedía silencio en un susurro.

(Calladamente por la verde orilla
ascendimos.
Y ya en el puente,
los ojos sabían que no era la tristeza
—nuestra par tristeza—
más que un resquicio para la esperanza.)

Bajo los arcos, pasaba sin descanso
el río.

Presencia (Madrid: 1954): 17-18


Rafael Millán, junto a una máquina de impresión por tipos.








De la niebla (1956)



De la niebla

RODEADOS estamos de fantasmas:
desdibujados rostros y presencias
que emergen de la niebla.

Vuelven los olvidados
amigos de la infancia ya lejana;
y mujeres que acaso nos amaron.
(Nunca lo supimos hasta ahora,
cuando el hondo viraje de la vida
evidenció distancia.)

También pequeñas cosas vuelven, traen
silenciosos contornos, desvaídos
recuerdos tintos en escalofríos
o en alegría ingenua.

Idos hermanos vuelven que al marcharse
apenas si dejaron febles mimbres
para reconstruirlos
con sus gestos, su voz,
con sus pequeñas luces débiles ante el soplo
que vencer no pudieron.
Y entonces nos habita la garganta
un agua gruesa
y naufragan asombros y palabras.

Mas no podemos hilvanarnos miedos:
son de la niebla, 
de la niebla vienen,
y vuelven a la niebla tras hablarnos.

De la niebla (Madrid: Ágora, 1956): 9-10







Crecía la muerte

MIENTRAS la muerte crecía en tus ojos,
mi corazón se hacía pequeño.

Después se ha henchido de nuevo,
de nuevo volvió a ser
plétora de un vivir acostumbrado a la alegría,
a los vaivenes que los días ofrecen
como un regalo preciado o despreciable.

A veces he olvidado que tu muerte dejaba
un vacío en mi aliento;
otras, he percibido cómo una mano fuerte
—acaso era la tuya—
me exprimía en sollozos.

Desde que me dejaste, el tiempo ha escrito tristes
pensamientos sobre me frente: mira,
ve las tristes arrugas que te dicen
de mis acongojadas peripecias.

También las alegrías hicieron huellas
sobre esta frente que te enseño ahora
como un mapa fiel de mi persona;
ellas hicieron que el camino arisco
que mis pies pisaban
no fuera interrumpido por la sima
de una accesible muerte.

Hoy —desde hace tantos años— te recuerdo
y no tengo lágrimas ahora
para llorarte un poco.

De la niebla (Madrid: Ágora, 1956): 11-12






Poemas (1958)


1

...algo nuestro de ayer, que todavía
vemos vagar por estas calles viejas!

Antonio Machado





A una pianista

En la raíz misma de la música
estás.

Allí donde nace el sonido
cama el aliento sin mácula de un ave
pequeña.

El sencillo prodigo se consuma
imperceptiblemente:
sonoras aguas afluyen,
complementan colores,
vibran por los profundos ríos
que el tacto te revela.

Estás ahí,
en la raíz o ala o misterio envolvente;
en su tibia estructura te recluyes,
alejada y cercana de mis manos
—oh mis manos que saben de tus fibras,
de tus miedos a nada—,
en mis manos cuando regresas.

(Amor es entonces vuelo herido
en tus ojos.)

Te pienso
en ese mundo ingrávido y puro
donde se gesta el sonido,
donde tejes las líquidas voces
que vives y te viven,
oh amiga,
mientras yo permanezco en tus orillas
apacentando tenues escalofríos.






Regreso

A una triste humillación he vuelto
arrepentido desde mi palabra,
zaherido por sonrisas en silencio,
con torpeza hilvanadas.

Vacilante caída que me duele
como el desvío de la amiga carne;
fallo imprevisto que detiene —enfría—
mi corazón en la tarde.

Hay momentos, como hijos desgraciados,
que no supieron de la paz en vida:
vienen a mis umbrales con los rostros
de una raza enemiga.




Quedan siempre

Quedan los viejos pasos,
las pisadas cargadas de cansancio
de muchos años de la inútil vida;
pasos envueltos, inmersos en el barro
del espíritu absorto.

Clamar, preguntarse la incógnita
de los pasos perdidos en el tiempo,
en el juego arriesgado de la vida,
inútil es.

Quedan siempre, constantemente,
los viejos pasos
envolviendo nuestro amado hoy,
nuestro lento caminar descalzos.





Amante amigo (1963)




A Martie

...en paz las horas cuéntelas conmigo,
una de amante, veintitrés de amigo.
José Vargas y Ponce
E te amo como se ama un passarinho morto.
Manuel Bandeira

Deseo

El día en que yo muera, cuando
mi cuerpo rompa las amarras
que lo unen al tuyo,
no debes llorar;
ese día la tristeza
habrá llegado al ápice en mi último
momento,
y ojalá que el miedo no se asome
a mis ojos entonces,
porque al margen de la vida
y de la muerte
yo seré siempre parte de tu cuerpo,
de tu alma también
y muriendo en ti mi parte de vida
vivirás tú en mi muerte.

No llorarás, te pido, en ese día;
no deberás pensar en el espacio
que yo ocupaba;
leyendo mis palabras en poemas
o cartas,
la voz ya no existente te dirá
lo que estando hablaría si aquí;
y al ver la flor de que gustaban mis ojos
te parecerá que con los tuyos
para mí la acaricias.

Sé que esto no es bastante,
que no basta pensar en lo que fuera
un hombre,
pero déjame sentirme inolvidado,
para siempre menos muerto
que el común de los muertos anónimos
sin nombre,
sin nombre siquiera en el recuerdo
de nadie.

Triste consuelo, tonto
querer ser recordado más allá
de la indecisa frontera de sombra;
tonta vanidad pensar ahora
en cosas tristes sin motivo.
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Acércate, mujer,
besa mis labios con tu amplia ternura
de vida hembra;
el optimismo nace en cada instante
para mí de tu aliento.
     La vida
es contigo en mi ser para siempre.





Momento

Ayer, cuando mi mano se posaba
sobre un suave macizo de albahaca,
al olerla sabía que la vida
merecía la pena de vivirse.

Hoy que la misma mano te acaricia
y sabe de tu cuerpo los secretos,
canta la alegría en tus sorpresas
y la vida es bellamente deseable.




Yo

Lo sabes: mi pozo
no es triste, le rie
dentro luz de sol.






Paisaje

El paisaje me atrae tenazmente
y dejo que penetre por mis poros
con su tépida y suave languidez.

El bem-te-vi prende su grito alegre
de las ramas más altas,
y pájaro y grito caen después
sobre todo un mundo de optimismo.

Con amorosa pericia, cada beija-flor
clava el pico en los rincones
más escondidos de la belleza.

Todo es música simple, todo ritmo
en el paisaje.
     Y tú,
integrada en la espesura o flotando
sobre el agua del dorado riachuelo,
eres palpitante medida de las horas.
De las horas empapadas de calma
que pasan sin sentir bajo las ondas
del aire que acaricia tenuemente
nuestros cuerpos en paz
bajo el sol de la tarde.





De las cosas y el hombre (1989)



I

POEMAS DEL ENFERMO

Hueso que te copo en parte
Rroelo con sotil arte.

Alfonso Alvarez de Villasandino

Fiebre

El poeta despertó con una rosa
en la mano.

De los dobleces del sueño la traía
y, maravillado,
por la tierna raíz del milagro preguntaba.

(Por su aire adentro le oyó la mañana
sus interrogantes maduras de sorpresa,
de enajenamiento).

Más tarde, la rosa, envuelta en silencio,
fue lentamente regresando al sueño
de donde naciera.





Juego

Como en un tonto juego,
como si fuese un tontear el juego
de la vida y de la muerte,
a veces el dolor sorprende al hombre
con las artimañas del que sabe
herir a destiempo.

(Siempre es a destiempo llegada
la mueca,
la espantada postura forzada que clava
miembros en el aire).

Y no sirve esconder bajo el ala
la salud y el gozo,
con su hálito perverso
y la falacia como paso venenoso
el dolor nos penetra
la armazón sorprendida y un día
malamente amanecemos.

(Y un día malamente amanecemos
al borde de insospechado abismo.
O tal vez hundidos
en el fondo de una noche).




Noche oscura

Hay una noche oscura del recuerdo.
Hay una noche oscura en los sentidos.
Hay una noche oscura de miserias
en los momentos más alegres.
Hay una noche oscura en cada hora
en que se vive y muere pese a todo.
Hay una noche oscura si se miente
y una noche oscura si se calla
y una noche oscura si caemos
en palabras estériles, vacías.
Hay una noche oscura que acechante
siempre lo cubre todo.
     Pero en ella está la raíz donde arde
vivo y claro día.






Insomnio

Apoyado en nada,
todo limitado del peso de ausencias
imposible se hace mantenerse
con el increíble equilibrio de los justos.

No es que la boca diga, que gestos indiquen,
que cualquier cosa revele
furias como ácidos;
ni que vísceras duelan más de lo que solían
—oh frío frío frío dolor—,
es que la deidad traidora acecha
con sus múltiples filos
y, uno a uno, los caminos todos
que llevan al sueño
son por ella cortados inapelablemente.

¿Qué hacer de la noche
desmesurada y sin soporte?
¿Qué hacer con el vacío que sólo puede
henchirse
de manante sueño como tibia leche
de la grande ubre nocturna?

Apoyado en nada
—pasan horas como lentas letanías aburridas—,
espero el día.






Dolor

Cuando llega, felinamente artero,
desprevenidos estamos.
Puede pensarse en él a todas horas,
su helado silbido conocer,
pero cuando llega con garras y dientes,
desprevenidos estamos.
Y nuestra entereza de súbito es talada
como un bosquecillo de flébiles arbustos.
La lágrima, blandamente agria,
asoma su brillo y espera,
paciente junto a nuestra espera,
por si su presencia, total como un ay,
fuese necesaria
(hay dolor tan fuerte como mil dolores).

Es inútil aguardarlo,
la vigilia puede ser infructuosa:
sólo una cosecha de temor y miedos.
Mejor sustraerse, pensar en Ann Arbor,
en los verdes campos de la Pennsilvania,
en Málaga, en Cuenca, en las olorosas
tascas cordobesas...
Y cuando ya estemos a orillas de todo,
el dolor vendrá
     —sorprendentemente—.





Anestesia total

No sabría decide cómo el aire
es en esta tarde en que el otoño
finge ser alegre para darme
un motivo de contentamiento;
no sabría, no, cómo contarte
que intimida, encoge, la inminencia
de perder la noción de plena vida,
de saber que el limite se acerca
entre ver tus ojos y el no verte.
ajeno en voluntad y pensamiento,
enajenado el cuerpo, los sentidos,
lejos y tan cerca del dolor,
lejos y tan cerca del presente
a tu lado, contigo...

Que me tienes al lado, pese a todo,
tras la hábil artificiosa muerte
que el hombre creara para el hombre.

Ya de vuelta, todo dolorido,
todo confundido de memorias
enredadas como mis raíces,
vivir en tu presencia con la mía
es la verdad que admito como cierta.





Solitario

Extrañas cataratas de notas,
plenilunios sensibles.
     (Anda diciendo tu madre...)

Cuando el alba tiene sueño
los colores son niños.
     (... no quiero que me desprecies...)

Y el gato rompe silencios con su voz
de noche hambrienta.
     (... anda diciendo...)

Están las cosas sobre el alma
como en mercado de inútiles trastos,
y él te aguarda en la mesa como un niño
que quiere juguetes sorprendidos
a solas.
     (La niña se está lavando...)

Ah la noche con sus múltiples
esquinas como acordes,
con sus oscuras previsiones...
     (... ha recibido la morenilla..)

El coñac tiene finos dientes como espirales
y saluda en sombras al devoto de su culto.
     (Ay, ay,, aaaaayyy...)

Café, noche, coñac,
noche, noche, noche...



MIGUEL PIZARRO ZAMBRANO [9590]

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Miguel Pizarro Zambrano 

Alájar (Huelva), 1897-Nueva York, 1956. Poeta. 
El poeta, dramaturgo, periodista, diplomático y profesor de español Miguel Pizarro Zambrano nace en Alájar, Huelva, el 24 de junio de 1897 y fallece en Brooklyn, Nueva York, en enero de 1956. Con pocos años se establece con su familia en Granada, donde estudia Filosofía y Letras. obteniendo la licenciatura en 1917. En 1915 es uno de los fundadores de la revista Granada. Forma parte de la tertulia de “El Rinconcillo”, que se reunía en el café Alameda de la plaza del Campillo, en la que participan Federico García Lorca, Melchor Fernández Almagro, Manuel Ángeles Ortiz, José Fernández Montesinos y Antonio Gallego Burín, entre otros. 

Mantiene una gran amistad con Federico García Lorca, que le dedica varios poemas. 




" ¡Miguel Pizarro!

¡Flecha sin blanco!
¿Dónde está el agua
para un cisne blanco?
El Japón es un barco
de marineros antipáticos.
Una luna y mil faroles.
Sueño de papel pintado.
Entre la roca y la seda,
¡la roca! Miguel Pizarro.
La seda reluce ausente
y a la roca vienen pájaros."

Federico García Lorca.



Se traslada a Madrid, donde traba amistad con Pedro Salinas y Jorge Guillén, trabaja en el Centro de Investigaciones Históricas y colabora en La Esfera y El Sol, diario que en 1921 le envía a Japón como corresponsal y llega a ocupar la cátedra de español en la Escuela Oficial de Idiomas de Osaka, ciudad en la que sobrevive a la fuerte sacudida sísmica de marzo de 1927, también se dedica a la enseñanza del idioma en Kobe, donde permanece hasta 1934. Lorca dedica la sección “Andaluzas” de Canciones a su amigo, con esta dedicatoria: “A Miguel Pizarro (En la irregularidad simétrica del Japón)”. A su regreso de Japón en el Transiberiano es asaltado por bandoleros manchúes. En 1934 imparte clases de español en la Universidad de Bucarest, donde conoce a la que seria su mujer, Gratiana Oniciu. El inicio de la guerra provocada por la rebelión militar del general Franco le sorprende en Barcelona, pero es nombrado por Fernando de los Ríos cónsul y enviado a San Francisco, donde recauda fondos para la causa republicana. Una vez en Washington, organiza el depósito temporal del Guernica de Picasso asegurando su conservación y ejerce como primer secretario de la embajada de la República Española con Fernando de los Ríos. Regresa a España, en enero de 1938, y al finalizar la guerra, desde Figueras emprende el camino del exilio cruzando a pie los Pirineos. Desde Francia retorna nuevamente a Estados Unidos, se establece en Nueva York, en el barrio de Brooklyn, y trabaja como profesor en el Brooklyn College y en la New School for Social Research, hasta pocos días antes de su muerte.
La obra poética de Pizarro, Versos, con prólogo de Jorge Guillén, no se publica hasta 1961. Posteriormente aparece Poesía y teatro (2000), con una introducción de su hija, Águeda Pizarro, en la que se incluye su obra teatral Auto de los despatriados, de la que escribe el autor en el prólogo : “Me he valido en su composición de recursos y formas dramáticas propias a los noh japoneses -por ejemplo el Coro- y de otras de nuestros autos viejos y farsas sacramentales”. Recientemente se ha publicado Poesía reunida.
En su constante peregrinaje la “flecha sin blanco” fue a dar en el exilio. Ya en 1931, desde Japón, a modo de premonición, le escribe a su amigo Federico: “Sólo el vacío que crea el destierro llama la atención sobre la propia persona”. Al final de su vida, en un diario desgarrador escrito en Brooklyn, nos dice: “Muertos y callados para siempre. Y yo ahora siento de golpe todo el hueco de tu ausencia de tantos años”.



“Flecha sin blanco. / Volando voy sin tino, / 
volar será mi blanco, / mi destino, / 
eterno en el instante del camino. Saeta de
Zenón. / Quieta en el aire. / Sin herir ni caer,
/ sin dar en otra parte.” 

Miguel Pizarro





La escritora y filósofa malagueña María Zambrano se enamoró de su primo Miguel Pizarro, poeta y dramaturgo, cuando aquella soló contaba diez años de edad y mantuvo con él una intensa relación, compartiendo ambos también el amor por la literatura. El padre de María prohibió por incestuosos los amores con su primo, hecho que causó a los novios un gran dolor y motivó la salida de España de Pizarro. Para Maria Zambrano su primo sería siempre el gran amor de su vida y, muchos años después, confesaría: “Miguel Pizarro era el ser más bello por dentro y por fuera que yo he conocido”.






Dime por qué huyes de mí 
Con amor aún en la boca, 
¡ay Casandra, junco, fábula, 
verso sin posible glosa! 

¿No clama tu pecho, el mío,
necesidad, sangre sola,
corazón a corazón,
sin más pozo que tu boca
sin más agua que tu lengua
sin más pan que tus palomas,
suave ligazón extrema? 






“¿Cómo no salir de mí
si dentro estás sin salida?
Si te vas con noche oscura,
Mañana estaré vacía,
Ya no hallaré yo el camino
Que me conduce a mí misma
Por tus labios y mi boca.”
El cielo, negra guarida.
¡Ay, las cosas sin remedio
qué malas de contar, niña!

(Dedicada a María Zambrano)








Fui por los pueblos buscando,
pregunté de puerta en puerta...
El reino que yo perdí
a ninguna luz se encuentra.



Poesía y teatro, p. 23. Dip. de Granada, Granada, 2004. El lector
interesado podrá encontrarlo también en PIZARRO, Miguel: Poesía reunida (Bca. de la Huebra, 2005).







Mis amores ya no son
ni nadie que de ellos sepa.
Pero el vacío en mi pecho
me canta que espere y crea.
A la orilla de la espuma
me saldrá la luna llena


Op. cit, p. 153. El lector interesado podrá encontrarlo también en
PIZARRO, Miguel: Poesía reunida (Bca. de la Huebra, 2005).






EL LOTO DE KITANO

El loto en el lodazal
fugitivo de su cieno.
Silencio.
No se me acaba el sentir
de adentro.

El corazón que me late,
el tiempo
El agua del olvido,
recuerdo.

La pena que me limpia,
anhelo.
El barro de mi carne,
el suelo
de un sueño.

El loto en el lodazal,
ya distante de su cieno,
tan alto y blanco,
puro y sereno.
Silencio.

Op. cit, p. 132. El lector interesado podrá encontrarlo también en
PIZARRO, Miguel: Poesía reunida (Bca. de la Huebra, 2005).

LUIS PÉREZ INFANTE [9591]

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Luis Pérez Infante 
(Galaroza (HUELVA) 1912 ─ Montevideo (URUGUAY) 1968), es un autor absolutamente desconocido entre nosotros. En 1936 fundó junto a J. Ruiz Peña y Francisco Infantes Florido la revista Nueva Poesía, adscrita a la poesía pura. Especialmente borrascosa es la polémica que el propio Pérez Infante mantiene en esta revista con el oriolano Ramón Sijé, pocos días antes de la muerte de éste. La sublevación fascista lo sorprendió en Madrid, realizando oposiciones. Afiliado al partido comunista, trabajó en la redacción de Hora de España y El Mono Azul donde publicará La muerte de Durruti, uno de los romances más celebrados de la contienda. En Madrid trabó amistad con Alberti, Neruda o Bergamín. El 3 de agosto de 1939, enfermo, se embarca en el mítico Formosa, fletado por Neruda desde Burdeos hasta Valparaíso, con un pasaje de más de 50 intelectuales españoles, entre los que se encuentran los hermanos de Antonio Machado, José y Joaquín. De Chile pasa a Argentina y de allí a Montevideo (1946) ciudad que ya no abandonará, salvo para pronunciar conferencias sobre el drama del exilio español. En la capital oriental colaboró con La Casa de España y el semanario España Democrática. Falleció el 29 de abril de 1968, cuando ya el régimen franquista, tocado de esclerosis, se disponía a su disolución monárquica.


[Selección poemas y notas Manuel Moya]


VOLUNTARIOS DE LA LIBERTAD

No importa de qué tierras.
Olvidasteis el nombre
de la ciudad que os asombró de niños.
Las canciones de cuna
quedaron repitiéndolas los yelos
dorándolas espigas
o negras al amor de ardientes soles.
Dejasteis los talleres,
el campo y su abundancia, los lugares
en vida convertidos
por vuestros rudos, vigorosos brazos,
el hogar y su lecho
que a descansar invita diariamente.
No importa de qué tierras
cuando la patria es una para todos.
Las letras se olvidaron,
las que dieron el nombre a las amadas
cosas, a la caricia
de la angustiada madre, a su ternura,
a su palabra trémula
que conmueve el oído de la amante.
Las que os sirvieron luego
para calar muy hondo en el estudio
las bellísimas letras
que hicieron vuestros ojos admirados,
niños de las ventanas,
que inundaban de luz tantas verdades.
El idioma no importa:
los hombres libres hablan una lengua.
Nos importa esa lengua.
Aquí la habéis hablado,
si en treinta y ocho idiomas diferentes,
vibrando al mismo impulso,
con una sola voz enardecida,
entera, clamorosa,
que es la voz d ela sangre cuando canta.
Confundida, revuelta,
la sangre del latino y del esclavo
con la del triste negro,
con la sajona, vedla derramada,
vedla aquí conquistando
una segura paz a las naciones.
Nos importa esa lengua
que a los hombres del mundo glorifica.
Que ya canta el Jarama.
Madrid y el Manzanares,
la Alcarria y el rumor de sus colmenas,
la Mancha y el Quijote,
Castilla la gentil, hidalga, honrada,
la oliva y el naranjo
harán reverdecer vuestros laureles.
Mas aquellas provincias
hoy tristes de pisarlas invasores,
mañana liberadas,
reforzarán la voz que España os debe,
sumándose a este coro
al aire levantado en vuestra gloria.
Que ya canta el Jarama
la sangre que cantó por sus orillas.

Este poema se publicó por vez primera en Homenaje de despedida a las brigadas internacionales, Ediciones Españolas ¿1937?, en las que interviene, además de Infante, Alberti, A. Machado, Altolaguirre, Hernández, Neruda, Prados, etc...




A MADRID

Por todas partes, Madrid,
te ofrece el fascio pelea.
¡Búscala! ¡Sal a los campos!
Remonta las carreteras
que conducen a la muerte,
antes que la muerte venga!


El poema fue publicado en El Mono Azul, nº 10, Madrid, jueves 29 de octubre de 1936.
Este poema, que no publicamos en el libro La muerte de Durruti y otros poemas recuperados, apareció en el libro España heroica, (homenaje en el 2º aniversario de lucha por su independencia), Ed. Teatro del pueblo, Buenos Aires, 1938.




LA MUERTE DE DURRUTI 
(FRAGMENTOS)

En los frentes de Aragón
se libraba gran batalla
cuando llegó la noticia
de que a Madrid se acercaban
cinco ejércitos rebeldes
con las más modernas armas:
Buenaventura Durruti,
pelo en pecho, dura barba,
con sus hombres más valientes
va por tierras castellanas.
Sus ojos llevan el mar
hasta las llanuras pardas
-abrazo para Castilla
de Cataluña, su hermana-.
Los vientos de la meseta
soplan gentiles. Abrasan
de ardor que nació en la nieve
y que afiló la distancia
los pechos de sí encendidos
de las tropas catalanas.
Empujado por el viento
y empujado por sus ansias
llegó Durruti a Madrid
con el clarear de un alba.
-¡Quién dijera, Manzanares,
pequeño río sin agua,
que tu cauce había de ser
nuestro límite con África!
Que si tu orilla derecha
pisan Franco y su canalla,
la que de Marruecos vino
al son de promesas falsas,
de tu izquierda brota, viva,
fresca y ardiente savia,
templada ya en el combate,
de la verdadera España,
la de los trabajadores
que no reconocen castas.
Te prometo, Manzanares,
que en lo que te falta en agua
lo llenará el rojinegro
de mi sangre libertaria,
antes que ver por Madrid
a las turbas africanas.
[...]






LA VOZ DE LOS MUERTOS

Sí, porque estamos más vivos que nunca,
con la vida gigante del que sabe
morir en pie cuando la Vida ordena,
de entre esta tierra y esta sangre -fango
que si nos cubre el cuerpo no nos mancha
salimos, camaradas -frente único
que hemos forjado para hablaros, vivos-:
Mirad en nuestros pechos las heridas
que empaparon de sangre nuestros campos,
y mirad en la luz de nuestras frentes
el signo inconfundible de los hombres.
Os hablan -frente único- los muertos.
Recordemos que un traje, compañeros,
aunque sea bello el cuerpo que lo vista,
no es más que un saco lleno de vacío
en tanto que la Vida no reclama
la evidencia del ser en su momento.
Vuestro momento aquí: mirad que invade
todo el espacio enorme que os rodea,
que paraliza el viento, que se filtra
por la roca y el monte; que los hiere,
que hasta el reloj se pasma y lo señala.
El momento está aquí. Y allí la prueba:
la Muerte y el mirarla pecho a pecho.
... Y lograréis la libertad del mundo
y la impalpable vida de los héroes.







BELLVER

El aspirar del aire.
SAN JUAN DE LA CRUZ

El aire de los pinos
con fuerza he aspirado.
Lleno de polen, sol y bronquios verdes,
todo pulmón, mi pecho hacia lo alto
lleva en seguido vuelo
mi espíritu vibrando.
Mi cuerpo, alimentado en el respiro
-¡oh, delicado almuerzo de lo ingrávido!-
Sin peso ya de lastre,
globea por los ámbitos.
¡Y llegaré hasta el mar, desde los pinos,
el aspirar del aire pilotando!
Prepárale al enemigo
pasillos con puerta abierta,
que lo lleven a los pozos
más profundos de la tierra.
Y deja todas tus calles,
todas tus casas, dispuestas
a da el pecho a la muerte
por si la muerte viniera.
No te importe que las balas
silben sobre tus cabezas
ni te asusten los «capronis»
hijos de la Italia negra,
ni te acobarde la furia
de la legión extranjera.
No te desespere el paso
lento, aburrido, que lleva
la diplomacia, al firmar
tratados de «no ingerencia»,
tratados que el oro rompe
cuando la tinta está aún fresca.
Mírate a ti, Madrid, mira
lo que pierdes si la guerra
llegara a cuajar tu sangre,
tu sangre que siempre ardiera.
Perderías la libertad,
que levantaste en bandera,
y no serías la esperanza,
preñada de vida nueva,
de todo el proletariado
que te ve tras las fronteras.
Y más, Madrid, perderías
la vida, porque si llega
el fascismo a penetrar,
triunfante, por tus mil puertas
la tumba que estás cavando
para él, sería la cueva
que sepultase tu cuerpo
si la sangre no te ardiera.

La muerte de Durruti y otros poemas recuperados,
 Col. Biblioteca de la Huebra, Jabugo 2003.








Poema dedicado al 90ª aniversario del nacimiento de Antonio Machado, 
publicado ya a final de su vida, creemos que los últimos días de la guerra los pasó en la Barcelona acribillada, donde solía visitar al poeta sevillano:



Cuántas veces, maestro,
siempre que alguno más traza un surco, una estela,
cuántas veces, Antonio, tú que fuiste el primero
en abrir con tus pasos de gigante vencido
el camino difícil
de la España peregrina,
recuerdo aquellas tardes,
en aquel caserón con pátina y verdines
-cerca el jardín umbrío
de la muy leal y acribillada Barcelona.



OLGA GOLDENBERG GUEVARA [9592]

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Olga Goldenberg Guevara

Nací en San José, Costa Rica, el siglo pasado, hace ya 72 años. El gusto por la poesía y la necesidad de escribir han sido una constante en mi vida desde mi adolescencia. Sin embargo, otras urgencias ocuparon mi tiempo. La escritura quedó relegada durante años en los que, además de parir y criar cuatro maravillosos hombres, hice algunos estudios que me dieron los títulos de Bachiller en Literatura y Ciencias del Lenguaje y de Licenciada en Pedagogía por la Universidad Nacional. La militancia política de izquierda y el interés personal me llevaron a estudiar en forma autodidacta asuntos propios de las ciencias sociales y de las desigualdades de género en el desarrollo humano sostenible. 

En el campo laboral me desempeñé como docente e investigadora en la Escuela de Planificación y Promoción Social, en la Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica. Por un breve tiempo me hice cargo del tema de género y desarrollo en la sede de FLACSO Costa Rica.

En los años 80 incursioné en el área de educación popular y fui Coordinadora de la Red Latinoamericana de Educación y Economía Popular para el Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL).

Por invitación del Dr. Rodrigo Alberto Carazo Zeledón, formé parte del equipo fundador de la Defensoría de los Habitantes de la República y dirigí durante su gestión el Área de Defensa del Derecho al Desarrollo Humano Sostenible. 

Durante los últimos 10 años de mi vida laboral activa, trabajé como Consultora en Género y Desarrollo Humano para:
Proyecto Informe Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible. Consejo Nacional de Rectores. CONARE. Costa Rica.
Despacho de Gloria Valerín, Ministra de la Condición de la Mujer. INAMU, y posteriormente Diputada a la Asamblea Legislativa, Costa Rica.

Actualmente estoy jubilada. Ahora tengo tiempo para escribir poemas.



LILITH

Noche a noche me saco las costillas,
las acomodo en fila, 
las dejo reposar sobre las sábanas.

Analizo su blancura de cal,
su calidad flexible y resistente.

Celebro el amoroso abrigo
que dan a mis pulmones,
el soporte que dieron a mis senos,
la erguida simetría y proporción que guardan
pese al pasar y al peso de los años.

Infatigablemente andando mis caminos 
ninguna se extravió.

Ninguna alimentó el falaz,
el quimérico encanto de la transmutación.

Ninguna jugó el juego delirante 
de pretender estar fuera de mí conmigo
-herido mi costado-
en las complicidades de furtivos abrazos 
y el tiritar de madrugadas húmedas.

Cada noche las cuento de una en una.

Están todas completas.

En su jardín 
Adán nada en la sombra.

Nada encuentra.





Yo pez


Soy el cristal que fluye con el río.

Soy  la gota que va contracorriente.

Yo soy de agua.

Soy ese pez que mira de costado
al pez que sube,
que mira de costado
al pez que baja.

Yo soy el pez caído del estanque,
como el ángel
el día que lo pescaron 
en pecado. 





NAUFRAGIO

Al borde de esta sábana abismo
que nos cubre,
al filo de los fríos y el silencio
que tus ojos amparan,
hay una piedra seca y aprendida
para decir los golpes,
anegar la palabra,
sumergir los anillos,
anclar a la deriva, 
soltar en la borrasca
el pez y la barcaza.

Esta mujer sin pies 
no fue invitada.

Esta mujer sin ojos
destejida en tu cama.






PROBADAS

Quienes fuimos traídas y puestas en tutela,
erigidas guardianas 
de nuestros propias cárceles,
cercadas, 
“desnegadas” del ser por treinta siglos, 
treinta lúgubres túneles, 
treinta laberintos, 
treinta pesadas losas catacumbas,
treinta mil cerraduras
engarzadas en la única puerta del milagro
del cuerpo
que nos fuera expropiado.

Quienes fuimos tentadas por encuentros furtivos
y acudimos
-aunque dejáramos prendida el alma en los aleros- 
a los desdoblamientos y las máscaras,
al flujo de las metamorfosis, 
al azaroso devenir,
transformadas de ingrávidas libélulas
o garzas de majestuoso andar,
en letárgicas boas, 
fugaces lagartijas, grillos saltarines, 
vacas nutricias,
apacibles ballenas de ojos soñolientos, 
lentas jorobas, dilatados vientres 
y ajenos horizontes migratorios
coronados por altos surtidores de sal.

Quienes empecinadamente renacidas
achicamos las aguas del naufragio
hasta abrazar azul el horizonte,
elevar papalotes, la palabra, la voz
y atrapar los demonios de las sombras
con la punta de un lápiz.

Quienes sin indagar respuestas 
de incógnitos espejos, 
brujas madrastras de lo cotidiano,
podemos inventar  nuevos ensalmos 
de alasvuelocolor multiplicadas,
y expertas en sostener el punto
discurrimos la edad 
y sus anillos deslumbrantes,
ya no estamos a prueba.





LO FATAL 

           y no saber a dónde vamos,
           ni de dónde venimos!...
                                                   Rubén Darío.
No la idea de morir, 
sino el fantasma 
de la descabellada amiga
que pospone las citas a su antojo,
que pierde en un recodo su guadaña 
y no viene a cortar, cuando la espero,
el hilo. 

No la idea de morir,
sino las circunstancias,
el momento del trance sin aviso, 
en territorio incierto, 
la persona sin vela en el entierro
a la que toque el gesto intrascendente
de cerrarme los ojos
y acomodar mis manos sobre el pecho.

No es lo fatal la muerte.
Lo fatal es la vida
que conmigo la aloja, la alimenta,
y la anima a que tome ella la rienda
que ya mi aliento no retiene
y suelta.

Lo fatal es la vida, 
¡esa traidora!
Aparenta ser mía, mas conspira,
confabula con la otra a mis espaldas.

Sospecho que al tenor  de  sus acuerdos,
ella es quien burla mi control
y escapa.


IACYR ANDERSON FREITAS [9593]

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Iacyr Anderson Freitas
Patrocínio do Muriaé, Minas Gerais, BRASIL 1963

Formado en Ingeniería Civil por la Universidad Federal de Juiz de Fora, cuenta, además, con la licenciatura en Teoría de la Literatura. Ha publicado poesía, ensayo y narrativa, con importantísimos premios tanto en Brasil como en otros lugares.

Su obra se encuentra divulgada en otras lenguas y países (Colombia, España, Argentina, USA, Francia, Chile, Malta, Italia y Portugal). Colabora con frecuencia en la prensa brasileña y poemas y textos de crítica suyos han aparecido en  Arquitrave (Colombia), Común Presencia (Colombia), Fokus (Malta), International Poetry Review (USA), Los rollos del mal muerto (Argentina), O comércio do Porto (Portugal); Private, Punto di vista, Ricerca research recherche, Semicerchio (Italia); Rimbaud Revue (Francia), Saudade (Portugal),  Serta (España)... 

De  entre su abundante acervo bibliográfico cabe estacar: Messe (Premio  Cidade de Belo Horizonte – Poesia, 1990, y Premio Joaquim Norberto, União Brasileira de Escritores, 2001); Oceano coligido (Premio Internazionale Il Convívio – Poesia, Italia, 2002); As perdas luminosas (Premio Centenario de Oscar Mendes – Ensayo, 2002); A soleira e o século (Premio Internazionale Il Convívio – Poesia,  Italia,  y Premio Nacional Centenario de Hely Menegale, 2003); Trinca dos traídos (Mención Especial em el Premio Casa de las Américas, Cuba, 2005); Terra além mar , una antología de su obra poética, publicada em Portugal.






Sentido

Sin duda un ritmo
algo impreciso
en sus conchas,
sabrá recordar
lo que se escribe ahora,
en la cincha
que el calor murmura,
pero en contienda,
sin otros lazos
que el delito de esas flores,
oh pobres, oh desguarnecidas,
como el sol
de un tejado corroído
bajo la piel.

un ritmo: sin duda
muy poco
ante el vestigio
de lo que aquí se espera.

de repente la hora calla
en las marismas.
el sentido duerme,
la pasión indaga
la muerte, otra quimera.







Muriliames 

me llevaron de la mano
por el heno
me hicieron reconocer
los océanos que me modelaron
para el ocaso

ahora entiendo
el espasmo que retoña
de ajenos frutos
el herrumbre y el claustro
bajo toda la magnitud que amo

hace mucho olvidado
- en la distancia que se prolonga
antes
y después de mi nacimiento -
he de tocar ese día

con los ojos en el fuego
me hicieron reconocer
los vientos que me anticiparon

el ocaso con sus surcos

y la tiniebla
sobre toda la extensión
que amo

(de Messe)







 
Constelación 

Durante incontables noches
durante días tan numerosos
como las leguas de viento
en su geografía o espanto
navego ese mar que me entierra
busco la isla prometida
la constelación de islas
o incluso la tierra
- esa

que regresará sobre mi cuerpo
cual ciudad
de cosas muertas o vencidas
cosas nacidas del limbo
crecidas del limbo
para cualquier mitología
que desconozco.



Traducciones de Francisco Álvarez Velasco


EN EL CUARTO

más allá de esas paredes
se agota el mundo
el tiempo es solamente
lo que se ve en el cuarto
                                                                         
allá fuera
un vértigo
que se apaga siempre
donde la vista alcanza
                                                                         
esta noche (la misma
del nacimiento de todo)
sólo nuestro cuarto existe
                                                                         
a lo lejos suena un río
con millares de años de espera
en cada orilla
con millares de muertos
y perros que lloran
a la puerta de las ciudades
y preguntas que quedaron
en las maletas
                                                                         
esta noche
hay solamente
lo que se ve en el cuarto
                                                                         
algo que
de tan pequeño
en nosotros
también se agota






ERA EL DESIERTO
                                                                      
Sólo ahora el conocimiento de todo,
que duele tan hondo.
                                                                         
Sólo ahora el tránsito, la certeza del tránsito,
amparo de ningún futuro. 
                 
Eso de estar noche afuera
sin mapa y sin memoria.
                                                                         
Cuando pedimos pan, era tarde.
Y mil bocas, mil hambres en alarde.
                                                                         
Cuando pedimos agua, albedrío,
todos los ríos habían huido.
                                                                         
Era el vacío.
                                                                         
El aire, un incendio tan bello
que importaba poco
estuviera cerca o lejos.
                                                                         
Era el desierto.







COMO SI MÁSCARA HUBIESE  
                                                                      
No tiene sentido
lanzarme así
contra tu cuerpo,
                                                                         
conociendo en ti
cada vez
los aposentos todos.
                                                                         
Todos los aposentos
de tu cuerpo.
                                                                         
Como si máscara hubiese,
y tan honda,
por debajo de tu rostro.
                                                                         
No tiene sentido
buscar sentido
donde sólo cuerpo:
                                                                         
materia
sin lenguaje, cielo
cavado en el hueso,
                                                                         
harmonía que oigo
al este de mí,
en desacuerdo.
                                                                         
Fruta que sólo me entrega
su sabor
cuando me muerdo.
                                                                         
Así es el mundo
que leo, a partir
de tu cuerpo.






EXERCÍCIO ESTRANGEIRO



NARCISO

nada existe
quando de mim
o sol se ausenta

procuro-me assim
embora haja treva
ou tormenta

o corpo que me leva
me alimenta






CINCO EXERCÍCIOS FINAIS

Primeiro: abrir bem a boca
para provar o dia.

Demasiado doce, escuro?

Segundo exercício: respirar fundo
até sentir um sino.
Dois badalos
é sinal de domingo.

Terceiro: tocar com a falange esquerda
uma das sete pontas da aurora
até doer o azul - e bem doído.

Quarto: olhar avesso, olhar para dentro
e ver o menino que corre
sobre a ponte.

Quinto: ouvir o arrasto
da hora, suas engrenagens
e, ao centro, todas as outras horas
em que estivestes nascendo.

Em que estivestes nascendo
para esses inúteis exercícios.







TODA A GENTE


GAROTA VERÃO 74

Ruga, estria, celulite,
culote, mil pés-de-galhina,
vejo então que o tempo é convite
para a dor que não me convinha.

Vejo agora: o tempo é martelo,
algo que em sonho me prometa
transformar o rosto que velo
num maracujá de gaveta.







TENTAÇÕES DE PADRE ANTÃO

Sempre me dizem que o mundo é vasto,
mas para fugir dos olhos teus
não encontro um lugar, e me gasto
tentando fugir também de Deus.

Se essa fuga não cabe no mundo,
se é loucura esquivar-se de Deus,
entrego-me a ti, e então me inundo
do exílio que escapa aos olhos teus.







LEVINDA, ESCREVENTE MUNICIPAL

Algo me diz
que essa tarde de agora
já passou por mim
com sua fauna, sua flora,

que esse desamparo,
essa triosteza sem fundo
é apenas o eco
de um passado no mundo.

Algo me diz
que deverei repeti-lo
indefinidamente
sem termo e sem asilo.

Repeti-lo assim
sem quarquer sentido,
feito essa tarde que agora
acende o meu vestido

com sua fauna, sua flora.







LUÍS BERTO, LAVRADOR

Nada me deu a vida
de que agora
me ausento.

Nada ou menos que isso:
que é quando
um homem carece
domar seu alimento.

Domar com enxada,
ancinho, foice,
ou outro qualquer
instrumento.

Isso é mais
domar-se que domá-lo,
mais sentir no trote
a sela que o cavalo,
ouvir descer o vento
e a terra toda
pero ralo.

Escutai,
senhores
do alto desse tribunal
a que não fui chamado:

nada me deu a vida
de que falo.




A POÉTICA DO ESCASSO




A DESPEDIDA DE SÓCRATES

Não era uma derrota e, todavia,
seria forçoso sentir-se triste.
«Devemos um galo a Asclépio», dizia,
como se amasse um bem que não exist.

Matava-se a moléstia com cicuta
e, diante, outra maior nascia.
«O que não tem valor, não se disputa».
E tal divisa era mais doce e fria

que a justiça, que a si mesma tortura.
Não chorava a própia morte, a sua,
mas a de seu mundo, cuja loucura
é uma fera que jamais jejua.







SCHOPENHAUER

De unma  filosofia
que não transcende o dia

(esse tão claro dia)
quem necessitaria?






DO CATECISMO ESTRUCTURALISTA,
OU COMO NÃO LER UM POEMA

Por favor, não fume. Respire fundo.
Relaxe os braços e abaixe o volume.
Há coisas bem piores neste mundo.
Com calma, não há quem não se acostume.

Coloque à margem o que o verso adora.
Isso é vida, e à vida pouco importa.
Sem regra perde-se a chave que, embora,
num chegou a abrir nenhuma porta.

Para o que punge, faça um bota-fora
com o lema: «emoção, descanse em paz».
Do pouco que fica, escolha agora
um pedaço. Qualquer um. Tanto faz.







JOÃO CABRAL E OS RIOS

Soubeste que um leito seco de rio
de todo nunca se encontrava vazio,

que há nesse leito a nudez, tu disseste,
que se aumenta quando o verão a veste,

que um rio só esta vazio quando
de seu própio sonho ele for secando,

que um rio será sempre grande em nós,
quando o soubermos sem nascente ou foz.

Só tu compreendeste, amigo, que um rio,
embora seco, nunca está vazio.





MIRANTE



PRIMEIRO MIRANTE

Em pânico, um vento entrou porta adentro.
Trouxe consigo um perfume de outrora.
Uma renúncia posta no seu centro.
E viva, aberta a meio dessahora.
Uma renúncia: fruto que se sente
quando toda a lembrança foi-se embora,
quando já não resta um céu diferente
do antigo que na foto, se descora.
Do céu que tange nas mãos, de repente,
uma lua extinta, mas que devora
o própio negativo à sua frente.
Céu que se aprofunda, tão sem demora,
no passado, com seu chão, sua gente,
tudo sendo arrastrado noite afora.







NONO MIRANTE

Bem pouco a conheço. Surge sozinha.
Traz nas mãos unma ingratidão só dela
e uma beleza que aniquila a minha
escasa convicção. Surge mais bela
que toda a inmensidade resumida.
Não há consolo: seu corpo é a cela
que nubla de agostos a minha vida.
Como poderei libertarme-me dela?
Uma luz de velas cinge adiante
um ramo de trevas. Onde a saída?
Onde o final que me alivie e encante?
Agora rompre a aurora, dolorida.
Já não tem nenhum pudor, nesse instante,
sua imagem, que a tudo me convida.







TRIGÉSIMO SEGUNDO MIRANTE

Desisto de olhar o que já foi visto
por todos, e por todos esquecido.
Do que se passou, guado apenas isto:
uma completa ausêcia de sentido.
Uma procura que jamais se esconde,
que não sa be sequer o que procura,
que desconhece até mesmo por onde
se esquivou a sua própia aventura.
Assim vou seguindo. Há tempo ainda
para esse amor que foge a meu comando
e que busca, sem descanso, outra vinda.
Uma qualquer resposta. Algo que, quando
surgir, torne toda a procura finda
e acenda o mundo em mim, recomençando.









JUSTO BRAGA [9594]

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Justo Braga
Justo Luis Braga Suárez nacido en 1959 en Urbiés (Asturias, España) es un periodista español. Es el actual Director de contenidos de la Radio del Principado de Asturias (RPA) además de locutor en el programa de radio de esta misma emisora "Vidas públicas, vidas privadas" (programa basado en estrevistas a personajes de la actualidad). Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo. Fue militante de las Juventudes Comunistas Revolucionarias; organización juvenil de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) , de ideología troskysta
Justo Braga Suárez empezó su carrera en 1979 en Radio Asturias, también participó en 1982 en la creación de Antena 3 Radio en Oviedo, y en 1989 de inorporó a la Productora de Programas del Principado de Asturias.
Ha realizado durante este tiempo documentales sobre el poeta Carlos Bousoño, la escritora Dolores Medio, etc. Es guionista de otros formatos televisivos, como Documento TPA y 24x30.Para la Productora de Programas ha colaborado en el Canal Internacional de TVE. En una etapa posterior y también para la TPA es autor de una serie de entrevistas y perfiles a numerosos personajes de la vida cultural, social y política de España entre los que destaca el poeta Angel González, la escritora Corín Tellado, el músico José Ángel Hevia, el director de cine Gonzalo Suárez o el futbolista del Sporting de Gijón "Quini", el científico López Otín o el presidente de la Academia Española Víctor García de la Concha.
Durante 8 años fue director de Radio Langreo. En su etapa en Antena 3, ejerció como redactor y jefe de programas en la emisora de Oviedo, donde también condujo durante algún tiempo el espacio matinal que dirigía Jesús Hermida Viva la gente. En 1988 obtuvo la Antena de Plata de la Asociación de la Radio y la Televisión de Asturias. Posteriormente, Justo Braga se convirtió en director de Antena 3 León, así como también de la incipiente Radio 80. Durante este corto periodo de tiempo en León, colaboró en actos culturales, conferencias y charlas sobre asuntos relacionados con la política, el periodismo y el teatro. Ha escrito algunos guiones para el cine . Ha sido articulista de opinión en La Voz de Asturias y el Diario de León. 

Ha publicado algunos libros de poemas:  Poemas del apacible interior, La Casa, El aire perfecto, Interiores, Matarnos antes de morirnos y ha escrito critica sobre cine y teatro. Ha publicado el libro de cuentos cortos "Verdad o mentira" y la novela "La bola de cristal". Además, ha colaborado en revistas literarias y culturales y ha formado parte de varias compañías de teatro en Asturias durante los últimos años de la década de los 70, como "Catarsis" o "Etopeya-68", representando obras de Valle Inclán, Bertolt Brecht, Kafka, Ionesco y algunos autores asturianos como Nel Amaro, entre otros. En 1980 fundó la revista teatral La Máscara, de la que fue editor y director.








La fábula del viento



LOS POETAS

Los poetas se reúnen por la noches.
Beben vino y comen versos.
Buscan sentido a las palabras.

Los poetas dan un giro a los sonetos.

En este tiempo hostil, propicio al odio,
los poetas conspiran a crédito.
Rastrean en lo barroco de sus versos.

Están tan distantes de la vida
que han caído en un hondo onanismo sin remedio.





EL HORIZONTE

¿Recuerdas la playa de Poniente?.

Tú, distante de mis ojos, contemplabas
los músculos atroces de aquel negro.

Esperabas expectante
la caída de la tarde.
Absorta, mirabas, las olas de la playa de Poniente.

El negro, en la distancia, contemplaba a otras bañistas.
Eran sirenas varadas en la arena negra de occidente.
Hay gaviotas por todas partes.
Están al acecho , vigilantes.
Dominan con los ojos todo el horizonte.
Tienen las pupilas enormes, las garras imponentes.

El negro de la playa de Poniente
pone sus negras manos sobre el pecho dulce de una ninfa a punto de ahogarse.
Se estremecen las gaviotas desde el aire
que ven cómo el negro arrebata su presa.
Chillan.
Se desespera el resto de bañistas que quieren
también ahogarse en la playa de Poniente.





EL PISTOLERO

Hay noticias que parecen versos:

Un pistolero a sueldo asesina a una portera.
El catedrático de química se bebe una probeta.
El lingüista se atraganta en un fonema.

Hay versos que parecen silogismos .
Si llueve, diluvia.
Se inundan los fonemas.
Si se muere una portera,
el pistolero recibe recompensa.

Hay lingüistas tartajas,
porteras muy finas que apenas se atragantan
y fonemas diluviando en cada letra.

Hay versos que parecen probetas.
Silogismos que matan a porteras.

Hay porteras por todas partes.
Hay pistoleros en todas las esquinas,
al acecho
esperando a que pasen los lingüistas,
disparando a discreción
sobre sí mismos.





TUS ENTRAÑAS

Bulle en mis entrañas un suceso reciente.
Debe de ser Eloísa cultivando su conciencia.
De vez en cuando recuerdo las marismas,
el agua salada,
el sol quemándome la espalda.

Eloísa está leyendo,
tumbada en la arena,
ya digo,
cultivando su conciencia.
Boca arriba.
Las piernas abiertas.
Desnuda.
Sudorosa. Coqueta.

Enfrente hay un negro inmenso,
cabezón,
azorado.
Mira sus pechos ardientes.
No distingo muy bien si hay regocijo o bullicio
en su mirada.
No sé si lo que espera Eloisa es que la miren o la sueñen.
Debe de ser muy excitante
mirar a Eloísa cultivando sus entrañas.





 LOS QUE TIENEN SUERTE

Tienen suerte quienes miran la tragedia
desde el cielo.
En Colombia un terremoto ha matado a un millón de niños.

En otro lugar del planeta,
el dictador de turno se pasea
entre tinieblas.
Hay un gañán en alguna parte que escribe decretos de hambre.

Hay un ingeniero
que le ha tomado afición a los tálamos
y se sube a los árboles
cada vez que anuncian lluvias.
Tiene suerte este ingeniero del verso.
Casi nunca improvisa.
Iluminado por una fúnebre linterna
contempla los arcanos sin inmutarse
y escribe letrillas al azar ,
sin prisa,
consternado,
eso sí,
por la ausencia de tiranos
y porque hoy no televisan
La Champions League.





EL TIRANO

Levanta el hacha este tirano.
Esdrújulo, mandril y fiero.
Frunce el ceño
y como una rata,
se esconde antes de ir al matadero.
Con saña y arte de carnicero
asesina al alba,
a quien llama Rosa –triste-vuelo.
A quien despierta a deshora ,
atruena y mata.

Este orangután despechado
lleva por armamento sus garras,
se inspira en el terror
y no se asusta por nada.

Hunde su diabólica energía
como si de un escarabajo se tratara.
Luego se acojona.





TESALINA

Él leía cartas de amor a Rosaura.
Ensalzaba su apacible hermosura.
Ella,
azorada,
tras la falda,
no perdona a Corina
el infortunio que su mirada empaña.

Él leía versos de amor y desamparo,
mientras anuncia,
triste
su delito:
dar tregua a su juventud y su codicia.

Mientras Corina avanza por la acera,
Rosaura mira anhelante.
Arrepentida espera
hallar en cualquier parte
su inocencia.

Los negros de Oklahoma
quebrantan su fragancia
y como un capricho a Mesalina
se inyectan en la vena la escritura de versos.
Consumen cocaína adulterada.
Recitan sonetos
armados de esa hermosa manía
de orinar en las esquinas.





BELISA

Belisa enmudece.
Recibe la noticia que ya espera.
Ahuyenta su mirada con natural destreza.
Aparta de su vista
la hoguera que detesta,
el fuego que la mira,
la luz que la ilumina.

Belisa palidece,
sin matices.
Belisa se desmaya,
sin desorden.

Belisa exhala estéril el invierno.
Indómita
e infecunda ofrece
su boca y sus pechos
al océano furioso en que se baña.

En la orilla,
una multitud contempla el cuerpo desnudo de Belisa.
Aplaude agitada su destreza.
De repente,
un débil devaneo en las miradas,
confirma que Belisa ha muerto.





PRIMERA CARTA A FABIÁN

Me has escrito Fabián esta mañana
preguntando por los viejos camaradas.
Yo te he dicho,
viejo colega,
que nada sé del Pigarra,
ya sabes,
el pope del partido.
Mis hijos,
sobre todo el mayor,
se parte de risa
con estas batallitas.
Ya sabes que soy de pocas palabras.
Tengo,
eso sí,
cierta retranca,
cuando hablo del pesoe.

Nada sé de Lydia,
La maligna.
Sé que estaba dolida contigo
y conmigo
y con todos.
Bien conoces su disgusto por los versos
que escribimos en el wáter
hablando de sus tetas.

Pedro está en Bosnia
con la boina de sargento de paracas.

Yolanda es banquera
o bancaria,
no sé muy bien cómo se dice. Gana una pasta.

Santi está en Dinamarca.
Es diputado de la extrema derecha.
Y a mí,
ya ves,
eso me hace gracia.

De Amanda nada te cuento.
Sólo te diré que se casó con Horacio,
el quiosquero,
y no he vuelto a verle el pelo
de su pubis
-el de Amanda me refiero-.

Ahora he vuelto a Misa
como en los viejos tiempos.
Comulgo casi a diario
y me confieso
pecador
de mis pecados.

Me han nombrado presidente
de escalera. Por algo se empieza.
Tengo,
tú bien lo sabes,
afán por superarme
y estoy estudiando esperanto. Nunca se sabe.

Acabo de comprarme
una escopeta de caza
y un pantano abrupto en las afueras
de mi barrio.
Cualquier día me mato. No sé.
Lo estoy pensando.





YO MISMO

Ese tipo pálido y febril
Que estoy mirando
Soy yo.
Yo mismo que me miro
De un modo impertinente.
Yo mismo
vestido de primera comunión,
Feliz como unas pascuas.
Con un poco de suerte,
ese infante de la foto
se meará en cualquier momento,
si nadie se lo impide.

Es posible que después
de enamorarse varias veces
descubra el modo extravagante del deseo.




POETA

Repróchate a ti mismo no haber ganado
un premio
literario.
Eras un autor de éxito,
un poeta en ciernes, te decían
los críticos de versos.

Acudías,
cada invierno,
a las justas poéticas de Oviedo.
Y entre tanto ganado de escritores
tú no eras más que un montón de huesos
afilados.
Un paquete de habanos apagados
en un cenicero cargado de estertores.

Ella, sin embargo,
encendía para ti la primavera.





SEGUNDA CARTA A FABIAN

Te escribo Fabián nuevamente
sorprendido
por tu ultima carta.
En ella me preguntas,
-ya sé que molesto- ,
por Aurora,
la abogada.
Y no sé que decirte,
viejo amigo.
No sé si Aurora se ha muerto.
Lo cierto es que está perdida,
desaparecida de mi vida por completo.

Ya sabes, Fabián, que nunca la he echado de menos.
Es más, te digo , que casi la desprecio.
No soportaba más sus guisos, su potajes, sus anhelos.

La última vez que cenamos
casi me indigesto con sus besos,
-ya ni te cuento
el mal sabor de boca que me dejaron sus versos-.

Sé que tú la quieres.
Sabes que yo la temo.
Me alegro,
por tanto ,
de verla pocas veces,
-las menos que puedo, lo confieso-.

Aun así te digo
que, de vez en cuando, aún me acuerdo
de su cara,
de sus pechos,
de sus pubis pelado como un huevo.

Y te aseguro , viejo amigo, que tengo arcadas
cada vez que lo pienso.

Creo que exageras cuando dices
que Aurora era una ninfa, una diosa, una delicia.
El tiempo
-tan tenaz-
pone las cosas en su sitio
y no encuentro razones suficientes
que me hagan pensar que me equivoco
cuando invoco
su desidia,
su risa petulante,
su mal carácter,
su perfil desnudo,
indefinido.

Al hilo de estas cosas
se me ocurre que deberías buscarla
si es que tanto te enamora.
Nunca es tarde,
amigo Fabián.
Tú verás lo que haces.
Yo te advierto,
amigo mío ,
que es mejor el onanismo a cualquier hora
que una tarde de domingo con Aurora.

De todos modos ya sabes que yo tolero
poco las mentiras, los engaños
y ya no soportaba por más tiempo
tanta estridencia nutritiva,
tantos apaños que ella hacía por parecerse a Marilín,
la peluquera.
No aguantaba ni un minuto
sus eructos,
su desgana,
su compostura inútil.
su cara de aceituna y su arrogancia.

Esperaba verla muerta cualquier día
y ganar así la recompensa
de su pésima filosofía.

No fue posible.
No sabes cuánto lo lamento





AL FINAL DEL DIA

La tarde entra pronto en la cocina:
a eso se reduce el misterio
cada día.

También hay razones suficientes
Para pensar en la inútil existencia
del párpado que cae
y ensombrece las pupilas.

Hay sueños que se olvidan.
Otros se insinúan solamente.
Algunos apenas se perciben.
Casi todos se terminan.
Los más se derrumban sin fortuna,
-inútilmente-.

Al final del día descansa la noche,
soberbia,
pero herida de muerte.





EL REFUGIO

Refugia su hermosura como si fuera un espejismo.
Pero no puede evitar tanta belleza.
Hay en su cuerpo llanuras y colinas.
Bosques misteriosos,
lúcidos torrentes,
grandes cataratas entre sombras,
poderosos campos repletos de amapolas.

Así que leve y suavemente
ilumina cuanto toca.





NADA

El también te esperaba
desde diciembre.
Harto como estaba de tu ausencia
se fue con mujeres malas,
-casi todas de derechas-.
Anduvo en todas las pesquisas policiales.

Delincuente común,
intransigente,
ladrón de aves submarinas y de besos
se hizo un ser solitario, huidizo.
Dejaba como estela unos labios sutiles
y el eco de sus rezos mahometanos.
Paso de cientos a miles de millones de altercados
con las bandas enemigas de tu barrio.
Mareado por los ruidos de sirenas
se hizo nadie en nada
y ahora es imposible borrarlo.





MI CALLE

Vivo en una calle
con nombre de Académico
mundano,
pero fino.
Arriba,
en la azotea,
anidan todavía
sus versos
que jamás he leído.





ESCAPARATES

Me gusta cuando sales de paseo
a ver escaparates –simplemente-
y te fijas en detalles inocentes
que nadie ha visto: esas medias
rojas llenas de arabescos, esos
guantes de lana tejidos con mis huesos.

Me gusta cuando explotas de alegría
-¡y yo sin entenderte!-





LOS GIMNASTAS

Ahí están los gimnastas
gastando inútilmente su energía.
¡Cuánto mejor sería
ahorrar tanta destreza!

Se esfuerzan cada día,
en un una nueva marca.
Recorren mil metros al minuto
mientras atisban a lo lejos la meta
y se mofan de nosotros,
los poetas holgazanes sin honra.

No saben estos gimnastas puristas
que también a ellos se les va la olla
con tanto estimulante que se toman.

No saben estos analistas
de mentiras,
cuánto hay de miseria en sus axilas.
Cuánto sudor desprenden del sobaco.





ÁNGELES CARBAJAL [9595]

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Ángeles Carbajal
(Argüelles -Asturias-, 1959)

Es Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo.
Ha colaborado en revistas Literarias como Reloj de Arena y Clarín.
Pertenece a la asociación literaria "Voces del Chamamé".
En varias ocasiones ha sido jurado de concursos literarios y de artes plásticas.
Ha realizado ilustraciones para publicaciones.
Participó en publicaciones colectivas.
Ha publicado el libro La Caligrafía de la Distancia, colección Cuadernos del Bandolero - Gijón 1993 y La sombra de otros días, Editorial López y Malgor - Oviedo 2002.
Desde hace varios años dirige talleres de lectura y creación literaria para adultos promovidos por la Obra Social y Cultural de CajAstur y también por el Ayuntamiento de Oviedo.

Ha ganado el XXII Premio Teodoro Cuesta de Poesía por el poemario 'En campu abiertu'.




La sombra de otros días





“...Uno quisiera
que de verdad el viento fuera alguien”
FRANCISCO BEJARANO

“Miramos hacia atrás y hacia delante
y suspiramos por lo que no existe”
PERCY BYSSHE SHELLEY


POÉTICA

Tal vez tengas razón
y sea una tonta manía
la de intentar convencer a las palabras
para que escriban juntas un poema
que hable de ti, de mí...
si todo lo que somos ya lo saben
estos días azules
y a nadie más le importa.


I

ÚLTIMOS AUXILIOS

Al final caemos solitarios
junto a otros solitarios.
Sobre el puente levadizo de la noche
cruza la luna y parece esconder
su cara de exilio y contrabando;
cruza la luna y se lleva tus ojos,
y de repente tus ojos
son disparos al aire, pero yo,
que ya soy apenas nada más
que aire, no muero.

Áspera ciudad de angustia,
inventaré esta noche
una forma de melancolía
en tus húmedos lagos,
donde beben nebulosas
y yo tiemblo.

Y caeré en tus brazos
para que me rescate el frío
 y apriete mi abandono
a su pertinaz respiración boca a boca.


LA SOLEDAD NO SABE

La soledad no sabe
tomar decisiones por su cuenta,
llegar a un acuerdo, por ejemplo,
con su legítima tristeza.

Cuando todo lo perdido
rebrota en la medianoche,
amurallada y vencida
bajo la persistente consigna del frío,
se te acerca con los nervios arrasados,
espera que tú consientas,
necesita una vez más
dormir contigo.


INSOMNIO

Noche más allá de la noche,
cuando las palabras
no escriben el poema,
y el poema sin palabras
es el poema infinito.


TARDE DE JULIO

Tu carta se quedó inacabada
en el último renglón de la melancolía.

Llueve.
La habitación, casi a oscuras,
es una burbuja.
Detrás de los cristales
un cielo impetuoso
golpea lo que debiera deshojar;
verdes ramas
que hubieran debido ser nuestras
y son de la tempestad y de la lejanía.

Crece la humedad entre las piedras
de la casa que guarda a contraluz
otras vidas que fueron
realidad y sueño, prisioneras del tiempo.
Ellas conocieron también
esta verde soledad mojada de frío;
gotas de lluvia verde cayendo solas,
mojándonos de ausencia, mojándonos de sueño.

Mojadas están las cartas que escribió
la melancolía de la vida que huye
cuando tú no estás y la tarde
es tan sólo una tormenta de verano
y de nunca más.


A VECES

A veces nada ocurre y todo pasa,
y la vida es
débil música
mojada por la lluvia
-quizá tan sólo desconsuelo-;
ella misma me tiende
no sé si una mano o una trampa;
un papel en el que escribo
un poema para huir
de las manos oscuras del miedo.


VIEJOS AMIGOS

En la calle tomada por el frío
y por los compradores de regalos
cruzamos unas palabras que me recuerdan
días de paciencia y desventura.
Una fotografía de entonces
tiene un fondo de árboles incandescentes
y una flor de humo deshaciéndose en el aire.
Tal vez no sabían a nada aquellas navidades
y sin embargo algo de ellas
se adhiere aún a los labios
parecido al sabor del desamparo.
Recuerdo ahora las aceras plateadas
alargando las noches como se alarga una espera;
nunca nos sentimos tan solos, ni tan juntos.


JARDINS DU LUXEMBOURG

De un azul cielo, y leve, y perezoso,
pasean al atardecer, entre el día y la noche
como entre dos delicadezas.
Sonríen mientras leen, y en sus pupilas
hay algo transparente, tan dulce,
tan nunca sabré cómo ni por qué...
Desde las sillas verdes
que salpican los jardines,
apacibles ancianas me regalan
un instante de su serenidad,
sonríen al vernos pasar; jóvenes viajeros
con grandes mochilas y sin paz.


ALGUNAS TARDES DE DOMINGO TIENEN LOS OJOS TRISTES

Algunas tardes de domingo tienen
los ojos tristes.
Es como si en ellas
se hubiera detenido la vida para siempre.
Lirios azules, pensamientos,
silenciosa enredadera de las madreselvas;
las humildes flores de la estación tiemblan.
Un tren se pierde borroso en la lejanía
y es la imagen de un tiempo que no existe;
un cuadro, una inquietante eternidad.
Otro silba y pasa como el vértigo.
El universo se precipita en su abismo.
Pero los rostros de los viajeros
no se inmutan, todo parece irreal,
extrañas figuras
en un tren absurdo como la vida.
Y dan pena los campos, su verde esplendor
como dispuesto para algo, algo hermoso,
algo feliz. Da pena el verde solitario.
Y nadie sabe qué luz extraña se posa en las paredes.
Y nadie sabe 1o que busca en esas tardes,
ni la razón de su maniática tristeza.
Y nadie sabe por qué
le ahoga su corazón sin nadie.


EXTRAÑO DESPERTAR

Extraño despertar.
Abro el armario y encuentro
la toalla de aquella lluvia
de verano contigo.
Abro el armario
y encuentro ropa de entonces,
tan tibia al amor de ayer.
Y me parece extraña la vida.
Acaso no perdono
que las cosas permanezcan
cuando tú y yo
nos vamos convirtiendo
en difíciles recuerdos.
Será que no comprendo
por qué debemos irnos
sin árbol verde,
sin pozo blanco...


VIVIR

Vuelve a tu memoria
aquella aldea de humo, su cabello,
y el rumor de la brisa entre las ramas.
Fue un día feliz.
Y recuerdas que ya entonces
supiste que hoy te iba a doler
su eterno esplendor, tu imposible regreso.
Y aprendes que de nada te sirve cuanto sabes.


DETRÁS DE LA PALABRA NADA

Detrás de la palabra nada
miro la blancura
de esta playa alargándose
como un bello animal dormido
(su piel de arena brilla).

Desde este acantilado
suspendido en la noche
comprendo que no sé nada de mi vida
(el mar dibuja espumas).
La madrugada ha de ser lenta,
traerá una luz muy débil,
húmeda y lejana
como la primera distancia.


TU CASA

Tu casa aparece en mi sueño.
Un aire pequeño habita sus rincones
y a veces se duerme
y parece que no está.
Yo paseo por ella descalza,
cubierta apenas
por una camisa blanca
de algodón.
Y hacemos a menudo
zumos de naranja y negros cafés
y tostadas crujientes y mermeladas
de ciruela de melocotón de fresa...
Y son infinitamente dulces
tus labios.
Pero lo cierto
es que no existes y tu casa
es un sueño de mentira,
un antojo, este poema.


AJUSTE DE CUENTAS

Reconozco, alma mía, tu candidez.
Sé que malherida mientes
detrás de una sonrisa
por no devolverle al mundo
su verdad y su miseria.
Pero reconozco también tu pereza,
tu desprecio, tu indiferencia;
sonríen cuando tú sonríes
y dejan creer que crees
que tus amigos son, al fin y al cabo,
tus amigos, que tus amores
te quieren según dicen, vamos,
que te quieren, que esta vida, en fin,
es la vida, más o menos.


LA SOMBRA DE OTROS DÍAS

 Pero, ¿alguien ha existido alguna vez
que no se retorciera de dolor por la  dicha pasada?
John Keats

Bien lo sé, somos criaturas del aire,
de las corrientes aguas, puras, cristalinas,
de los árboles que se están mirando en ellas.
En un instante sube por nuestros brazos,
salvaje y espléndida,
la inmediatez de la vida;
al siguiente algo nos dice
que muy pronto será tarde y será octubre.

Pero seamos cautos:
a la sombra de otros días
esperan
el dulce veneno de los versos
y el mar abierto a la aventura.
A un paso del infierno
acecha el paraíso.



II


LA TIERRA PROMETIDA

Fue corto el viaje:
un instante, una eternidad, un mundo;
la vida entera.
Alguien me acompañaba
y se alejó después.
En soledad, no pude
soportar aquella dulce
tierra prometida,
y como alma que lleva el diablo,
hui.


SÓLO UN RECUERDO

Salí del hotel, tomé un taxi,
tuve que huir con helada locura
de la ciudad que amaba.
No volverían a detenerse en ella
los pasos de la felicidad,
nunca más en el aire
iba a encontrar su risa, nunca más
la palma de su mano, su voz, su boca...
Pasaban las últimas calles
por mi cuerpo vacío
y mi alma sólo era espanto.

Mas el dolor anda y desanda
todos sus caminos,
y al cabo vale la pena un recuerdo;
el del amor perdido,
la delicia de las costumbres
que su ternura me regalaba.


DOS LUGARES EN EL MUNDO

Sobre la mesa varias fotografías de Taliesin West,
casa, taller y escuela hecha de lonas,
madera pintada y piedra sin pulir, y
desde su dilatado espacio horizontal
abierta en logia al sol, a la vegetación,
y a los lagartos del desierto de Arizona.
Nunca estuve allí.

Frente al balcón la gata blanca
vigila el juego de sus crías
entre las paredes resquebrajadas
de la casa de Oliva.
Mi madre me cuenta
que tras una de sus ventanas
Olivita cantaba, escondida del sol,
hasta el día en que un viajero
se la llevó a Madrid,
y de Madrid al cielo.
Nunca estuve allí.


EN EL CAMINO

Todo queda en el camino:
los brazos abiertos
y este no ir a parte alguna;
todas las inútiles preguntas,
los pasos sin fin.

Detrás de los cristales de la noche
hay un horizonte eterno
que ha vivido siempre
con nosotros
y no sabe decirnos nada.


EL LUGAR DE LA DICHA

Se vuelve al lugar de la dicha
para saber que fue cierta,
que mienten las pupilas rotas de febrero,
el miedo en el reloj;
el asfalto que brilla en la noche
y se duerme
en una esquina de tu cama.



    III


EN LA HISTORIA DE UN FRACASO SIEMPRE HAY UNA CARTA QUE NUNCA LLEGA

Todavía recuerdo tu mirada fija
y no 1a entiendo, ni sé qué decir
de aquella primavera
sitiada por los besos.

A ti y a mí nos debe carta un sueño
de orillas rotas y una nube
descubierta en la travesía
infinita del olvido.

Todas las ciudades tienen
semáforos que se abren y se cierran;
son pequeños paréntesis
del rojo al verde (ni rojo de labios,
ni verde de selva),
pequeños paréntesis de espera.
Y esperamos
al borde de la calle, quietos,
como inexistentes, un segundo antes
de retomar el paso con un rencor anclado
en mitad del corazón.

Nos debe carta un sueño, te repito;
tú y yo
no nos debemos nada.


UNA GOTA DE AGUA

Una gota de agua sobre un cristal se vuelve a veces
un borroso círculo de polvo. Yo no quiero que esta
lágrima -y por eso me la trago
se convierta en otra cosa.


FUI

Fui un loco enamorado,
pero un día atendí a razones
y ahora soy
la sombra airada
que recorre mi desconsuelo.

RAZONES

Porque ya no sufro
ni sueño
con ella.
Porque tantas veces nunca,
tantas veces nadie,
tantas veces nada...
(y porque
a mi edad ya no soporto
despertarme en mitad
de una mentira)
empiezo a perderle
el respeto
a la vida.


QUÉ EXTRAÑA TODA ESA GENTE

Qué extraña toda esa gente.
Llenan los comercios, las calles, las oficinas,
amables, bien vestidos, sonrientes.

Qué extraña toda esa gente
a la que el corazón sólo obliga
a dejar de fumar y
hacer ejercicio moderado.


DISTRAÍDA FELICIDAD

Es el vaivén cíe la ciudad
amigable escaparate
de una vida que parece lo que es;
suave roce de ricas telas,
delicioso goteo de sutiles aromas,
café, conversaciones, risas,
libros tan buenos que emocionan
a esos huéspedes contentos de una vida
que no parece lo que es;

horas malpagadas,
grisácea letanía de siempres
y de nuncas,
inalcanzables las cosas más cercanas,
para aquel
que lejos de sí mismo
y de todos
tiende la mano
a la distraída felicidad.


LOS OJOS MÁS DULCES DE LA TIERRA

Desengañémonos:
aquellos que más nos quieren
no nos convienen nunca.
Acaban siempre
por tener que tomar alguna
decisión muy grave; nos dejan.

Cuando unos días más tarde
nos caemos en medio de la calle,
de dolor, de debilidad, de desamparo,
alguien a quien ni siquiera conocemos
es quien nos ayuda, y al despertar
en cualquier camilla de hospital descubrimos
en la enfermera de turno que nos cuida
los ojos más dulces de la tierra.


MI CASA

Margaritas, petunias, geranios,
vacas, grillos, cordeles, cestos,
mariquitas de Dios, maíz, telas de araña.
Las golondrinas dibujan
sobre la pared encalada
idénticos e irrepetibles vuelos.
Sombrero de paja, pantalón corto,
camisa vieja, alpargatas; un día más
en el ajetreo feliz de la casa
y de los días sin fin.
Sábanas blancas de algodón
revolotean en el aire.

Pero un día, blancas sábanas de algodón
y de infancia y de madre...
¿qué haré yo sin eternidad?


RESACA

Mis resacas, amigos,
nunca fueron de alcohol,
sólo de desesperanza y de tristeza.

¿Debí tal vez
confiaros mi debilidad
y dejarme llevar,
alegre y feliz,
por lo vivido?

Preferí tener sobre los hombros,
mala o buena, pero la mía, mi cabeza.
Cuando hice el idiota
fue a conciencia.


DEBAJO CORRE EL AGUA

Bajo los playeros las mismas rocas,
cubiertas de pétalos y ramas;
desde ellas asciendes y me alcanzas,
oscura hiedra de las tardes perdidas.

Debajo corre el agua.

Seguiré adelante
con el jersey atado a la cintura
como entonces,
saltaré de piedra en piedra
sobre el frío secreto de los musgos.

Tal vez resbale.



IV


VOLVER

Sin saber por qué, has vuelto,
y miras la tarde soleada: la misma enredadera verde,
las flores junto al muro, la verja de hierro carcomido,
el amarillo pálido de la pared gastada.
Has vuelto como si estuvieras todavía
bajo el antiguo hechizo,
como si en algo te parecieras
todavía a ti (hubo un tiempo de minuciosa eternidad
en el que tu corazón, alborozado huésped
de la vida, nada sabía de lo que hoy sabe).

Arrastrando la hojarasca
de los años pisados, los errores, el cansancio
y el dolor de páginas ciegas, has vuelto
para descubrir cuánto dura lo que creías eterno
y encontrar un raro consuelo; soñar que ni siquiera existes
a la orilla de esta tarde sin sentido y perfecta.


UN ENAMORADO IMPORTUNO
 PRESENTA SUS EXCUSAS

No fue mi intención,
disculpa.
No se elige el amor,
es como una marea...

No sé cuándo
devolverá a la playa
mi tembloroso corazón
desnudo y roto.


UN ESPACIO PARA TI

Habrá un día en mi vida
un espacio para ti al que siempre
podrás volver sin que te haga daño;
allí donde yo te haya olvidado
y tú no me recuerdes.

Entretanto, no temas.
Ya sabes que el invierno es solamente
un sortilegio de aire y lluvia
sobre los días
y en esas noches
en las que pasa de largo nuestra soledad.


MALEFICIO

La arena de otra orilla,
la noche de otro cielo,
una silenciosa madrugada
con el mar al fondo
como un sueño.
Otras manos en mis manos.
Otras calles y no éstas.

Mi vida
es una cita a ciegas
a la que nunca llegas tú,
o de la que ya te has ido
para siempre.


LA PRIMERA PALABRA DE TU REGRESO

Volveremos a subir
los peldaños granates de las tardes.
Pero antes, deja que se vaya
todo lo que te abandonó o abandonaste
y adivina quién
lee tus libros y escoge
para ti palabras
que se pronuncian o se callan
sin olvidarse nunca.

Flor de agua entre las manos,
bolígrafo y papel, adivina
quién enamora la luz de invierno
sobre el cesto de fruta de Caravaggio.


ESTILO

Me cuentan que te vieron,
que llevabas un traje sastre,
un traje estilo en la edad
del remordimiento.

Yo que no tengo esa edad,
pero sí el remordimiento
-de lo que no te he sabido decir,
de lo que no me he sabido callar-,
decido que debo
salir al sol,
ver dos o tres películas,
plantar azaleas
y comprarme
una camisa de muchos colores
estilo estaba la pájara pinta
sentada en el verde limón.



Hoy de nuevo he buscado
la mesa de un café
para leer,
para escribir este poema,
para no entender
lo que no entiendo,
para imaginarte
como tantas veces,
en la penumbra
de las horas lentas,
entre las páginas
de un libro
y otro libro,
paseando bajo la lluvia,
en los museos
de Viena, de París, de Roma...
en el amarillo toscana
de una pared
de la Toscana,
en el prau carballalu
una tarde de yerba
y de tormenta,
en las noches azules de lavanda,
 una mañana de campanas
en la abadía de Melk,
en las clases de francés,
quels étaient son nom,
sa demeure, sa vie, son passé,
il souhaitait connaitre
les meubles de sa chambre,
toutes les robes qu'elle avait portées,
delante de un gran cuadro de Marc Rothko,
en Monteverdi y en Beethoven,
en los horizontes cercanos del invierno,
y dondequiera
que mis ojos se posaran
era siempre el mismo mi deseo:
tus manos cerca, tu voz,
volver a casa
y que estuvieras tú.


TÚ, OTRA VEZ

Que no hayas existido,
que no existas,
que no hayas de existir jamás,
nada importa;
nunca sabré perderte.



V


ESTOS FRÁGILES INSTANTES

Recuerda: estos frágiles instantes
que caminan hacia el olvido
no son la vida, somos nosotros.
Ella seguirá distante,
no va a pedir disculpas
ni ha de volvernos a ver.


EN LA RAMA DE UN CEREZO

Qué importa que no me quieras;
en la rama de un cerezo
la primavera se deja
tocar el corazón.




En este libro, como en la propia vida, se rastrean huellas de otros libros, de la música, de la pintura. Lo habitan las emociones que otros me han contagiado. Alguno de los puentes que cruzamos es el puente de Munch. En el rumor del agua leemos a Jorge Manrique, a Garcilaso... Ciertas luces que alumbran nuestras horas, y ciertas sombras, ¿serían nuestras de no haber sido antes de Turner, de Monteverdi...? Hay en él presencias voluntarias y evidentes; "versos robados" que reconocerá cualquier lector: "corrientes aguas puras, cristalinas" de Garcilaso, "criaturas del aire" de Fernando Savater, "noche más allá de la noche" de Antonio Colinas, "sin árbol verde, sin pozo blanco" de Juan Ramón Jiménez, "quels étaient son nom, sa demeure, sa vie, son passé? Il souhaitait connaître les meubles de sa chambre, toutes les robes qu'elle avait portées", de L'Education Sentimentale, de Flaubert.

En cada página que leemos nos impregnamos cíe la sustancia dulceamarga de la vida; no deja de ser la literatura una de las más felices formas de maquinar nuestro inocente ajuste de cuentas con ella, tan extrañamente vulnerable a la inquietud y seducción de las palabras. Ellas son las que tantas veces toman por nosotros insospechadas decisiones, y acaso nunca sepamos su error o su acierto.



RAMÓN CARIDE OGANDO [9596]

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Ramón Caride Ogando
(Cea, Ourense, 1957)

Ramón Caride Ogando viene publicando libros desde 1986, fecha de su primer poemario, Paisaxe de verde chuvia.  El volumen recopilatorio As máscaras de Cronos (Poemas 1994-2005) y  Criptografías (2009) son sus anteriores entregas poéticas.

Como narrador, sus últimas novelas editadas son Sarou/Louzós (2012), O frío azul (2007) e Tempos de Fuga (Porto, 2004). Además, es autor de libros de relatos como Exogamia 0.3 (2011), Dedre (2004)  ou Boca da noite (2003); así como de teatro, poesía e narrativa infantil e xuvenil, con obras como Perigo vexetal (1995), Historia dunha sobreira  (2001), A negrura do mar (2004)  ou  Andanzas de Xan Farrapeiro (2009); y las recientes A pombiña Dona Paz (2012) e El Pájaro Arcoiris (Oaxaca-México, 2011).

Entre los premios recibidos figuran "Blanco-Amor", "Risco", "Merlín",  "Cidade de Ourense", "Café Dublín", "Lueiro Rei", "Frei Martín Sarmiento"....

En la  colección "Nume de Toxosoutos" publicó, en 2010, O gume dos espellos, antología de su obra periodística dispersa..

           






Poesía accidental




Arqueologías  de la memoria

Tierras de nadie


              

Arqueologías  de la memoria

1983



(PÓRTICO)

Memoria esquiva de tan perdidos ecos,
tortuoso laberinto inexplorado que ocultas
recuerdos de tiempos nunca ocurridos.
Memoria, cárcel que tienes
la imaginación cautiva
y a veces, estremecida, su vuelo alzará.

Memoria, vana ilusión de recobrar lo imposible,
sello de nuestro destino y final
de nuestro sueño.
Que la vida es sólo un destello fugaz
cuyo duelo redime el amor.



ARQUEOLOGÍAS

Poesía metafísica de antaño
de amor incorregible emponzoñada,
de viejo antiguo olvido sepultados
cadáveres de perdidas ilusiones
ya casi polvo.

Reliquias enterradas por el tiempo,
versos deshilachados de tanto
perderse y reencontrarse
combinándose de nuevo en una
repetición imposible.

Arquitectura infiel
de la memoria.
Arqueologías
ruinosas e imprecisas
que siempre duelen
de un modo
inexplicado y sutil.



ARQUEOLOGÍAS (II)

                     Y la única inocencia es no pensar...

El desierto fatal,
los vientos extraviados,
los rumbos equivocados
y un incierto mirar.

Los inciertos olvidos
pisoteando banderas
en cualquier mar misterioso
y un sentido dormido
de esperar.

Voraz, el horror del día 
nos lleva al momento
supremo del beso,
entre restos hundidos
en pasados naufragios.

Y, en las nubes de herrumbre,
bajo las aguas sólidas
del aire
en progresión descendente
vuelve atroz
el hierro de la costumbre.



OTOÑO

Melancolía
poco original,
entre las hojas tenues
dorados ocasos.

Piezas caídas
ajedrez disperso
tiempo atrás
futuro incierto.

Nace el viento
entre las luces últimas
y se estrella
contra tu destino.



INSTANTE

 siempre hay algo aunque no haya nada
Despacio, tal vez
mañana
será tarde.

Esperando,   y sabiendo
la longitud de la espera
se consume la partida.



AYER

Nada.
Y a veces esta palabra
 lo resume todo.

Silencio.
 A pesar de tanto ruido
 y del hedor que desprenden    
 las ilusiones podridas.

El tiempo pesa asfixiante,
El espacio es un concepto irreal
en la soledad.

Nada.
Y a veces el vacío lo llena todo.
Cuando faltas tú.



SUCESIÓN

Incesante vaivén.
Las hojas brotan y acaban
como las flores
Renacer y final.
Como el viento
desaparecemos
para volver
Amor eterno
en otro tiempo y lugar.

Quizás
incesante resurgir
o tal vez final
término de los sentimientos,
automática mentira
de un miedo rutinario.
Alfabética soledad.
Estrellas rotas.



AZUL Y SOL

Los olivos retorcidos
hacen nudos
al cuello del aire inmóvil.

En la estepa de luz y polvo
las miradas divergentes
estudian
el horizonte incierto
donde tierra y cielo
se confunden.



ARQUEOLOGÍAS (III)

Sbre la desolación  
de las piedras caídas
se yerguen desafiantes
y agónicos
los últimos arcos.

En la soledad
de los recuerdos desterrados
surgen todavía
llamaradas de vida.

Al borde del camino,
rastrojos y espinos,
los ojos heridos por el polvo
encuentran al fin
un ansiado reposo
frescor de las sombras
bajo el sol implacable.



ARQUEOLOGÍAS (IV)

Lentamente nos disolvemos
en la memoria
y nunca,  en verdad,
llegaremos a saber  
si nuestros sueños
huyen o nos pierden.

Hay demasiados silencios
o acaso
sean sólo frecuencias inaprensibles
por nuestros receptores sensitivos
localizados en el oído interno.

Los últimos camaleones
copulando
sobre le tierra reseca
a despecho de coleccionistas,
tiernas crisálidas reventadas
de las que brotan
mariposas nocturnas,
innúmeras lombrices
removiendo
toneladas de suelo
y la sangre deslizándose
como un río incansable,
por ejemplo.

Quizás
sean sólo frecuencias inaudibles
o tal vez
nuestros oídos atrofiados.



ACTUALIDAD
  la producción y el comercio de la muerte
Una vez más
-triste es reconocerlo‑
todos somos iguales
pero es distinta
nuestra cotización de mercado.

Una vez más
-y van...‑
la verdad no pertenece
a quien la posee
sino al que sabe
aprovecharse de ella
hipotecarla,
negociarla,
convertirla en préstamos
a interés compuesto
para así poder
seguir financiando la miseria.



ACECHOS

El humo se deshilacha en las esquinas,
agonía de cuerpos encerrados.
Un hambre de vivir recorre las aceras
y se camufla detrás de los semáforos.

Incógnita sombra
de lo que nunca vino nos trae
a veces aromas fugitivos.

Es el final de un siglo como siempre
el principio.
Es el año dos mil
es decir Madrid o nada.



SILENCIO
A Ángel, en un viejo pueblo
Río que fue religión de amor y odio,
cuerpos esquivos y plateados
hendiendo la corriente.

Río que fue precioso limo,
aristas desgastadas
del roce contra el lecho.

Río que fueron juncos,
cañas, espadañas,
ánades y arena, agua:
Vida en la estepa.
Ahora es cauce sucio,  
cansado y estéril
recuerdo.
Años después
ni siquiera.



FINALES

Mecánicas máquinas de contar maravillas
programan las ilusiones sucedáneas
de tantos cráneos vacíos.
Monstruosos desfiles totalmente previstos
se ofrecen a cuantos quieren
pagar su precio.
Multitudinarias alternativas desquiciadas
recorren el difícil camino
de la nada a la miseria.
Escépticos casuales sapos vagabundos en los arrabales
contemplan el paso de la noche y cantan
ignorantes del falso
correr de los siglos.



FINALES (II)

Gregarios gorriones saltan y revolotean,
últimas plumas fugaces
en los parques residuales.

Agudas aristas cortan las miradas,
no hay espacio alguno
para nidos cálidos.

Viejas palomas de ciudad descoloridas,
grandes ratas ocultas en noches de insomnio,
raquíticas hierbas que en el asfalto gimen,
esqueléticos árboles de las avenidas...
¡Qué lejos la fuerza de sierras agrestes
y encinas oscuras!



DESPERTAR
... y el mundo parece joven
después de quererte
Se mecen los pinos
con una brisa fugaz
y la claridad impoluta de las caricias
me lleva
a ti.

Estar a tu lado
es el secreto
y la vida
se renueva.

Brota la primavera
de tu cuerpo
fértil.



AHORA

Amor,
le más bella palabra
si eres tú
quien la pronuncia.

En tus labios la vida
es una risa fresca.

Ilusión,
la más cálida historia
si eres tú
quien me mira.

En tus labios la vida
es un remanso amigo.

Ternura,
la sensación más dulce
si eres tú
quien acaricia mi piel.

En tus manos la vida
es un abrazo puro.

Tiempo,
la realidad más preciosa
cuando transcurre
a tu lado.

En ti mi vida
encuentra su sentido.
Contigo soy,
sin tí nada valgo.



FINALES  (III)

Cuando llegue el día
todos callaremos.

Recogeremos nuestros sacos
llenos de esperanzas,
ilusiones, sueños,
y autoengaños.
Dejaremos
de fingir que somos
y luego
nos iremos.



07. 03. 84

A Carmen, en un desfile accidental
Mientras retumban
los ecos de la esperanza,
se abre paso
la fiesta
desde las catacumbas.

El Carnaval aquí
no es un dragón de mil colores.
Es el baile fantasmal
de las encinas
taladas,
quemadas
arrancadas de cuajo
de un suelo que era suyo

Ahora los niños
tienen raíces y alas.
Pero nadie más lo sabe.



ABRIL

Primavera que estalla.

La resucitada sangre
se abre paso
entre las hierbas calcinadas por el hielo.

De repente
con la sorpresa de los siglos transcurridos
nos descubrimos vivos aún.



AZUL Y MAR

Principia el día.
Las aves planean leves
sobre un mar y sobre un cielo
tan azules
como el aire.

Tersas, tibias
las mañanas
de la playa .

Baten las olas
otra vez
sobre mis ojos
y oigo latir el agua,
espuma
cerca de ti.

El sol se despereza entre susurros
y nos cuenta
tantos sueños...



INCIDENCIAS

Hay terrores gigantes,
cordilleras insalvables
que cortan nuestro camino,
abismos y barrancos
de donde nunca volvemos.

Y hay horrores cotidianos,
traicioneros y súbitos
cual guijarros afilados
que nos hieren de repente,
y luego
nuestros pies sangran .



FINALES (IV)

La Historia se derrumbará
como todas las historias,
pero quedará algo.

Las palabras correrán
en pos del humo,
mas nosotros volveremos
cualquier mañana...

Hoy no sabemos nada
y apenas nos atrevemos
a inventar
nuevas sonrisas leves
que alegren los ocasos
y hagan guiños
a la luna nueva.



ARQUEOLOGÍAS FINALES (V)

 Cuando ya nada se espera...
Ahora que ya nada vale
sino su valor de cambio.
Ahora que sobrevivimos sin alcanzar
el horizonte preciso.
Ahora faltan los gritos
y no hay nadie para despertar
a cualquier dios imaginario.
Pero queda un paisaje de olvido
hecho de amaneceres imposibles
y viejas piedras caídas
cobijan palomas grises.
Y también el eco desdibujado
de tantos días y noches
que murieron al repetirse...

Sobre la aburrida continuidad del tedio
y el peso opaco de la monotonía aún
se alza alguna voz
para abrazar lo absurdo
y alumbrar maravillas
sumergidas en el tiempo.



TÚ SABES

en mi amor hay otras cosas
...pero tú sabes
que sentirnos unidos
por esta manía irreprimible de vivir
nos redime
de tantas miserias cotidianas
que respiramos

pero tu sabes
que en realidad nada acaba
y nunca
es una palabra más
en el diccionario

...pero sabemos bien
que en los ojos hay océanos
y en los pechos nace la luz
 para calentar un mundo oscuro
            
     


              


Tierras de nadie

1986



ANOTHER PLACE, ANOTHER DAY

Hay un repiqueteo absurdo
del agua inacabable.
Gastadas losas de piedra
ocultando la falsedad del tiempo.
O carteles de neón
hiriendo la pureza de las tinieblas.
Y un atenuado rugido de motores
que presagian un terrible
despertar mañana.
La plaza semeja una isla
en el centro de la nada.
El hombre un muro
rodeado por el silencio.
La ciudad un domingo sudoroso
una esperanza saqueada.
La soledad una raíz honda
buscando un corazón
                para encarnarse
                                      veintinueve 
                                          septiembre
                                             kilómetros
                                                gorriones
                                                   estatuas
                                                       acacias.
               Inventario
               recóndito
               de desprecios
               aquilatados.
        Continuas tierras de nadie.



COTIDIANAMENTE
la revolución se pierde a cada instante
en nuestro cuerpo
Un vacío inmenso
o la alegría:
belleza aniquilada
oxidada tierra roja
deforestación carnal
melancolía resquebrajada
paraíso perdido
nuevo mundo al fin hallado
cuando constatas
(¡no hay remedio!)
que nunca la poesía
podrá redimirte de la vida
nunca valdrán las palabras
el calor de una piel perdida
el tacto de unos ojos
cuyo color olvidamos
aquellos segundos imprevisibles
que pudieron cambiar
nuestra historia.



PAISAJES

El viejo pueblo manchego
eternidad de ansias apagadas
polvo y sedimentos
sol color tierra
varado en la planicie
como un naufragio más.

Acaso
las tercas sierras ocres
soñarán con un Norte imposible
en su verdor y su escarcha
imposible en sus castaños
y en su lluvia oblicua y distante
-que diría Pessoa-.

Cansa mirar tanto otoño inexistente
resbalar la mirada
por hectáreas de nostalgia
y no descubrir nada diferente a sí mismo
por los siglos de los siglos
(el paisaje no es sino
traidor espejo del que mira).



POEMA(S) ACUMULATIVO(S)

Superficies homogéneas de olivos
vides colinas rastrojos
sequedad
distancia
deseo
palabras desnudas
para enmascarar el alma.
Silencio.



ADIVINANZA (CON UN FINAL AL MODO
DE NICOLÁS GUILLÉN)

El mundo
ese espectáculo insólito y casual
de cada día
tiene también agazapado
el terror en cada esquina
y ellos ven
con sus miradas vacías

verdes grises azules uniformes
uniforme vestimenta peculiar
que usan los individuos pertenecientes etcétera
o bien uniforme vestimenta o indumentaria
que reduce al individuo
a un número prestado puntos suspensivos

sigamos pues con la absurda rima
consonante
machacante
como las órdenes escupidas
en cualquier lugar país o continente
obediente
aseado
preparado y revisado
cuidadosamente equipado
y entrenado

sea en selva o desierto
montaña o valle
aire incluso mar
pero todo su paisaje es accidente
y su oficio la muerte
-se reemplaza la baja
en su caso no hay cuidado-
Resuélvase la elipse.



A DESTIEMPO

Imagínate un mundo, un siglo,
un lugar o una historia,
imagínate que navegamos
a bordo de un sueño,
pasajeros o náufragos
arrancamos a los dioses
nuestro destino.
Y entonces
libres al fin
de repente somos
más que una aventura
carne y sangre,
piedra viva, delirio
y dolor
y rabia,
puro amor en definitiva
..................................
Imagínate que existimos.



CUMBRE

El mundo aquí
adquiere una tonalidad efímera
y los hombres se pierden
igual que los sueños en la memoria.

El aire y la sangre
moviéndose en oleadas
son las únicas realidades posibles.



CONTROL DE ENTRADA

Años horas días joven viejo
felicidad experiencia miedo etcétera
-campos semánticos adyacentes
o tangentes-
Difícil
es entender
asimilar siquiera tanta
información evaluación comunicación
coeficiente paro gafas de sol
bronceado sexo arte asco
copulación belleza arte rima
deducción huella beso etcétera
-enumeraciones posibles
sin olvidar las demás consonantes:
candor dolor sabor temor
cabeza dureza pobreza tristeza-
Dejémoslo ya,
busquemos un hueco
para los dos
entre la inmensa frialdad de tantas palabras previstas
amor que aún suena nuevo
inesperado e improductivo
(en el sentido estrictamente económico
del término, aclaro)
dejémoslo ya,
cultivemos el silencio
como la vida
amenazada flor delicada
especie en inminente peligro
de desaparición por asfixia.



SUCESOS

La vida aprendida a martillazos
andamios grúas humo cansancio
El río está lejos
alcanzarás la vida
en cómodos plazos de ilusión y tiempo
vidrio cemento temblor cansancio
El patio está vacío
regresarás con la filosofía obtenida
del sueño que te robaron
tráfico luces hierro cansancio
Los kilómetros que separan
tu partida del retorno
son demasiados
plástico dolor horas cansancio
y luego un ruido brusco un grito
un salto inmóvil nada
espacio consumido por el tiempo
igual a velocidad
víctima de un accidente casual
sin portadas de prensa
precisa reposición
andamios vidrio tráfico plástico
a menudo el aire fresco
es sólo una hipótesis hecha de espera



  NOITE VELLA

Nada acaba, corazón
relojes y despedidas
quieto despertar cansado
amanece en la larga
carretera a ningún sitio.

Nada acaba, tan siquiera
el cereal ni la rabia la ceniza ni el estiércol,
el placer o la alegría.

Nada acaba, ya lo sabes,
sed de tiempos olvidados
o pedazos de ternura
que aguijonean nuestra piel
en los instantes felices,
felices y fugitivos.



16. 04. 86

Minutos de espera.
Horas de agonía
cuando el azul puede
teñirse de sangre dulce
y la voluntad del fin
borrar con odio un futuro confuso.
Encima de nuestra resignada
tristeza anquilosada
y tibia espesa angustia
sólo dos desnudos huesos cruzados
—símbolo precristiano—
afilarán la guadaña
que nos siegue
absurdo fruto madurado
para una cosecha inmunda.

Debajo late la fiebre
y el amor
pero nadie quiere
saberlo hoy
en los cuerpos despedazados
de los niños
alguien acaso descubrirá
una sonrisa cínica
y dirá que
lo han merecido.
Los asesinos de sueños
siguen deshaciendo también
nuestras vigilias.

Esta tardía primavera
las flores aplastadas
agonizan bajo las ruedas
de los carros.
Los bandos de los señores
repiten incesantes:
calma normalidad absolutas incluso
pero el aire
está cargado de presagios
y hay sonidos de muerte
en las paredes
¿hasta cuando seguiremos
siendo carne
para alimentar el cañón que otros disparan?



NOTA. AL MARGEN

Tal vez hablar de mariposas doradas
o fragantes amaneceres o locuras con-
sentidas. Y no de sudor, vísceras
(estómagos, corazones, intestinos)
arrancadas, deyecciones, sangre,
semen, circunstancias en definiti-
va de tiempo y lugar .

Inventar la realidad
a nuestra medida el mundo
a nuestro antojo desprovisto
de hielo y rabia impotencia.
Y no ver no oír
ser sólo
la sombra en la hierba trémula
del viento leve que pasa
(perdonen la metáfora final
plagiada de Pimentel y al reloj
su ser no ser siendo y mientras tanto
flota la niebla sobre nuestras cabezas).



CRÓNICAS (CIRCULARES) DEL CORAZÓN

El sol es un punto inmóvil
que recorre el cielo entre la aurora y el ocaso.

En la retina se almacenan imágenes sucesivas y cambiantes
que se funden en el horno helado de la memoria.

El aire cargado de vendimia y a veces de mar
sustenta nuestros cuerpos idénticos.

Y el corazón, bomba infinita, renueva la sangre
en el circuito incesante de las arterias.

La gente, de vez en cuando, vive
y a veces incluso sueña.

Los poetas mezclan unidades discretas
de belleza sonora en dosis convenientes
con unas gotas de amargura
añaden una pizquita de rabia
mantienen todo a fuego lento (fuego lento: terrible
definición de la vida)
y lo presentan todo
bien guarnecido de metáforas
-agítese antes de leer-



TIERRA
De los viejos campesinos...
¿qué más puede decirse?   
Hombres de siempre y de nunca
que nadie fue vuestro dueño
cuando brillaron las hoces
(horas de saña y justicia
que no cuentan los que hablan
del destino resignado)
abriendo surcos sin tregua
en las resecas llanuras
que ahogan un sol de plomo
o bajo el manto verde
de una lluvia triste y mansa,
destruidas vuestras entrañas por el olvido
arrastráis
en vuestras manos de tierra
el desconsuelo y la espesa amargura
de una historia que os quitaron.



DESDE UN MAR INVISIBLE

Sumergidos en ti,
inmenso azul desnudo
compartir un oxígeno
que a veces sabe a hiel
y a calavera,
cuando al fin a gozo seminal
y tersa epidermis húmeda.
Odiados hermanos desconocidos
enemigos encontrados saludos
adioses enterrados en un ayer que nos devora,
mientras tú vas y vienes
entre nuestras bocas
invisible camino
como si no existieras
depósito de nuestros venenos
cavidad superior de una humanidad
que ya no te reconoce
destino último de nuestros sueños
y de los anhelos hijos del recuerdo.

Aire
mar
Aire-mar donde vivimos
ajenos a este milagro.



RETORNO

A Lula, mi razón

Del fondo de tu entraña
nace un cielo y un grito
que se pierde buscando
la flor marchita, la nieve oscura
le brillante arena, polvo
de la vida infinita.

Y te busco, lo sabes,
murmurando levemente imposibles
un anhelo sin principio
me arrastra y me lleva a ti...
porque tú has nacido
merece la pena existir
levantarse del lecho espeso del sueño
y seguir aún aquí ahora

amor,
porque has nacido
la vida puede
ser vivida y tu vientre me trae la alegría
y tu seno la esperanza
el cielo que ya no nos prometen


-es trivial y absurdo hablar de amor-
pero tú eres
y por eso
merece la pena caminar
sentir el sol el viento el frío el agua
a pesar de qué le vamos a hacer perdone
ya sabe usted sin embargo teniendo en cuenta
qué cosas pasan no digas instancias pertinentes
existen tus dedos y tu piel y tu boca
existen tu presencia y tu ausencia y tus ojos
y no preciso dios ni futuro
cuando te siento cerca.








LUCIANO CASTAÑÓN [9597]

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LUCIANO CASTAÑÓN
(GIJÓN, 1926-1987)

Poesía: Barrio de Cimadevilla, El bardo,  Barcelona, 1967; De la mina y lo minero,  autoedición, Gijón, 1968; Poemario Asturiano (I),  Alazán, Bilbao, 1979).

Narrativa: El viento dobló la esquina, Planeta, Barcelona, 1958; Los días como pájaros, Caralt, Barcelona, 1962; Vivimos de noche, Caralt, Barcelona, 1964; Los huidos, Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1973; Siete cuentos asturianos, autoedición, 1983).

Teatro: El detenido, Primer Acto, Madrid, 1964) . 



Barrio de Cimadevilla fue publicado en El bardo, la colección de poesía dirigida por José Batlló.




Barrio de Cimadevilla



«MAXIMINO»

Estáis ahí:
tú, Maximino, tocas el laúd,
tu vieja madre, ex-artista
canta con voz cascada
—estrangulada e íntima—.
La Traga y otras dos vacas marinas,
bajo el parlante mirar de La Muda,
atienden el bar.
¿El bar?
Ángulo de habitación
con marineros de mirada erecta,
hombres de profesión indefinida
y un niño en andador
que come sesos y son las tres de la mañana.

Maximino,
como todas las noches,
una voz de abeja y misteriosa
te cita por teléfono
—en el muelle—;
no vayas,
tu madre dice
que quien te llama es un m.


LA PESCA

Desenfrenada boca de mujeres.
Cabeza de tortuga; promontorio
acunando la pena y el jolgorio
al compás de miserias o de haberes.

Sonríes en verano cuando quieres
demostrar el colmado aunque ilusorio
rebullir de peces, premonitorio
mensaje de ausencia de placeres.

En invierno tu barca en tierra queda;
enmudece el rapaz, no te despierta
al alba. La galerna es la moneda

que percibes. Escuchas la reyerta
de marejada y olas. Siempre rueda
la ilusión: «Mañana...», si no está muerta.


FIESTA

Virgen de la Soledad,
fiestas en el barrio alto.

Vociferante y taimada
engatusa la música mecánica;
y el oropel:
rizados papeles de colores
de la bodega al balcón,
del corredor al dintel.

La pobreza se esconde avergonzada.

Las sumidas arrugas de la anciana
—sin ducha ni agua caliente—
vibran atónitas su risa
por la felicidad
que gratuitamente le suponen
los forasteros en danza.

La vieja: Un esposo
o un hijo en la taberna
y mañana al mar,
al albur del mar.

Evidente y muy dura
la recatada miseria
—cohibida—
tras el visillo vela.
La vieja.
¿Caliente? Nada de agua.

Oscila la marea humana.
Ya se sabe:
día de mucho, víspera de nada.


RED

    —Arría, chacho.
y desciende la red hasta el panel.
    —Va boya.
Preludia el va boya la saliente cuerda
donde el corcho se ha de atar.

Quedas plegada en el fondo,
arrebujada como un monstruoso gato, red
Del puerto zarpas hacia el dudoso mar.

Reposan las manos en la espera inquieta
avizorando el instante huidizo y breve
en que el horizonte decapite el sol
para alertadamente
nerviosa deslizarte vertical,
sorbiendo entonces tus escaques
todo el agua y sal del mar .
Ha de ser cuando el sol expire;
sólo entonces descenderás
porque en ese sincronizado y efímero momento
si es posible que la sardina rauda
sature de aprisionadas agallas
la red de Cimadevilla.

La mirada de la red
—ojos en rombo—
puede quedar vacía,
pero si el azar del mar es bondadoso
y conduce bien la manada de sardinas
entonces:
¡Izad la red, marineros,
que está llena de alegría!


LA BARQUERA

Dicen: La Barquera,
y ya se sabe,
es la solana del ocio;
marineros a la espera,
conjeturas, casi nada,
calafates que entretienen
a jubilados caducos
con la boina comiendo su mirada
porque el neto sol de Junio
resbala más allá.
La Barquera: barcas sobre las losas,
agua próxima y menestrales de la ciudad.
Allí están —cotidiano reloj, mañana y tarde—
los curtidos hombres elementales
gramaticando frases ya subversivas
ya claudicantes.
Vana esperanza;
las reivindicaciones
en La Barquera
sólo son inertes diálogos
que diariamente huyen
—en retahíla de vésperos—
tan anodinamente
como el sol primaveral.
En La Barquera
pintan las barcas;
el color verde
es de Esperanza.
    —¿Qué esperáis, hombres
de La Barquera?
    —Que el mar nos dé
lo que no da la tierra.


HUELE A SALITRE

«Huele a salitre».
Estas ellas y estos ellos también son personas,
pero con sumisión, sexo, harapos
y edad indefinible.
Escasas de dinero
y con más indigencia que descanso,
trasladan los peces muertos
—caja o cesto o balde de la cabeza en lo cimero—
desde la Rula a las bodegas
que pueblan las estrechas
—y muy redondamente deshuesadas—
calles del barrio.

«Huele a salitre».

Esas sí que son personas,
tienen su despectivo apodo: focas.
Focas de rostro burilado
por el menesteroso oficio,
rostro que raramente ríe
la tristeza de su enfado.
Ríen no obstante sus bolsos
al son y peso metálico
de las piececillas
que justifican sus viajes grávidos.
—Toma y daca—,
en la bodega es el cambio.
Cuando las focas regresan
—de vacío e ilusionadas—
las chapas rózanse con peso cálido.

«Huele a salitre»:
es la saya, el pantalón,
la palma de la mano,
el zueco y la alpargata;
es el brillo de la escama
y el hilillo salitroso
que por la cara resbala.
Su oficio: —vaivén de focas—
¿quién se lo compra?


OTROS BARES

Ahora es diferente. Las tabernas
genuinas quedaron desbordadas
por bares de paredes decoradas
y asientos para incomodar las piernas.

En la noche, parejas nada eternas
perseguidas por las ciegas miradas
de otros, presentidamente envidiadas
por el futuro goce. Las alternas

canciones culebrean las gargantas
mientras las vibrátiles lenguas rosas
—o beodamente oscuras por tantas

libaciones— se mueven perezosas
o dulcemente bondadosas.
                                           Santas
parecen los sábados las cosas.


LA RULA

Brilláis como el oro, residuales peces.
Metálico es vuestro torso verde
o amarillo. ¿En qué tono inaprensible
y vuestro mi pupila ahora se pierde?

Color de peces raudos bajo el agua;
(en el estanque peces de colores);
fantasmal color de peces en la lonja
allí donde mis ojos son deudores.

Te subastan, humilde calamar,
Y a ti también, sardina parabólica:
de ojo bicolor, contorno azulado
y ya sin tu velocidad diabólica.

Besugo, bruñido besugo, cara
de simple, dile con enfado a la mujer
que no te arrastre ni tu lomo clave,
asciende vengativo tu boca de beso
y muerde a la mujer donde más pueda doler.

Eres ancha, ancha raya;
cartílago rosa, raya;
aeroplano plano, raya;
masa viscosa,
pero graciosa
en la resbaladiza losa, raya.

—Pero qué feo, pero qué feísimo
es el pez que ahora veo.
—Si me insultas diré que son más feos
tu padre y tu madre, y no lo creo.

Congrio —tiemble la voz—, es
tu boca de rana y labios de risa
estuche pluridentado y temido
por el pescador.
Ya sin vida, qué
bueno eres en tu circunferencia de nido.

Una palidez de enfermo
trasuda el lenguado liso.
Bonito azul, ¿sabes que tu contorno
tan exacto y convergente
lo envidia el geómetra más preciso?

Juntos estáis, ¿por qué, rape y merluza?
Mal compagina la gris elegancia
junto a la cabezota triangular
—de caperuza—.


Sable, ¿qué enigma esbozas en el suelo?
¿Qué murmura tu ondulación pringosa?
Rígidamente quedas impávido cuando
te dejan tendido sobre la losa.

El suelo de la Rula parece una pecera hueca.
En él ojos equidistantes
oblicuados por la muerte.
En brevísimas cimas, apiñados:
cachalotes locos, arácnidos de mar,
bondadosas tolinas, congrios ávidos,
peces de Cristo, pulpos del demonio
amedrentando un sueño de tentáculos.
Ya no sois peces, oh peces. Sin vuestra
libertad ácuea sólo sois seres ahogados.
Por la baba resbaladizo el suelo.
La alcantarilla rasgada bebe que bebe
el limo residual de peces muertos.

Vientre desnudo,
sangrienta agalla,
aleta y cola
mienten la playa.


MUELLE

El corazón sobre los hombros
por la tristeza de las adensadas nubes
y el monótono entrechocar de hierros;
por la alta pesadumbre en el todo muelle
en el cargador,
en el marinero,
y tanta en mí;
en el cielo y en el suelo.
Tú, muelle,
muelle solo y mañanero,
iza bandera, hiéndeme tu arpón,
aviva la politonía
de tus panzudos barcos:
negro mortuorio, blanco
sucio, rojo de macelo,
casi verde en el fondo.
Muelle,
agua puerca de turbia gelatina
en sucísimo balanceo;
gaviotas sombras deslizándose
—carroña en los picos curvos
y alas escoradas geometrizando el aire —;
olor a pinos,
a carbón,
podrido olor;
sabor a red salada,
a grúa;
olor con sabor;
gustoso asco podrido.


NIÑOS

Lisa, lisa es la barriga que enseñáis;
os la tiñe o lame el sol,
ese sol que se incrusta en la angostura de las canes
iluminando vuestros sexos,
sexos que por infantiles y opuestos
hacen la delicia locuaz y procaz de tantas madres.

Niños,
testarudos o sonrientes, jugáis
moviendo vuestras tiernas piernas de alambre.
y con indiferencia paladina,
niños de Cimadevilla,
mostráis el culo al aire.


MI PADRE NO ERA MARINERO

Recuerdo con amoroso dolor
la dilapidación tonta
del obrero sonriendo
—sábado y domingo—
la miseria de su sueldo.

Me apenan los nueve duros
semanales
—por el año treinta—
de mi padre.

Si unos quisieran
ver su desvergüenza
y otros comprender
el sentido de su miseria...

Cuando las adormideras
son rotas
—hirviente el corazón y cálida la garganta—
es consecuente que la sangre corra.

A veces en Cimadevilla
vive un obrero que no es marinero


UN HOMBRE

Con qué precisión de troquel me hablas, hombre
Sabes de la mar salada
más que el Emperador Celeste,
más que los Coleccionistas,
más que los Catedráticos,
más que los Buzos y Directores de Museos;
también más que las gaviotas
que en el mar deyectan, comen, duermen.

Continúa, continúa transvasándome
tu sabiduría marinera.
¡Qué elocuencia resbaladiza de pez!
¡Qué hábitos marisqueros me descubres!

Como tu piel,
tienes los ojos atezados de conocimientos
misteriosos para mí.
No te afeites; es igual.
Ahora vuelve a contarme
lo de la lapa y el camarón
su lucha, esa rabiosa y continua pelea
de los seres húmedos que como en la tierra
huyen, abusan, se esconden,
matan con recochinamiento.

Pero calla un instante, hombre
Y déjame pensar.


LA ATALAYA

Atalaya, cima cimera,
de la ola marinera.
Desde ti se atalayaba
el oleaje en blanca geometría;
hoy, un destacamento militar
rompe tu armonía pecera
con alambres, uniformes
y voces de: «¡Fuera, fuera!»

Atalaya,
aún sirves para cobijar amor,
y para que a los niños les nazcan
los dientes de la inquietud aventurera,
tan aventurera como la ya lejana
de los playos (*) cuando iban
a la caza —y no pesca— ballenera.
—¿ Vienes a l' Atalaya? —
Pregunta la Filo a Rosa.
Van allá. Parlotea una
para que la otra cosa
mientras la tarde triste o rosa calla.
_____________________________
(*) Playos: habitantes de Cimadevilla


CALLES

Calles, callejuelas tristes
en las que todo es vereda.
Encuentras la que no buscas
y buscas la que no encuentras.

Entra, tú, mira qué nombres:
Tránsito de las Ballenas,
Virgen de la Soledad,
el Callejón de las Fieras.

Si los quieres religiosos
hay Las Cruces y el Rosario;
belicoso: Artillería;
la Corrada es asturiano.

Calles trazadas por un
delineante loco que
tras reír su locura
innominado se fue.

Sube, baja, tuerce el pie
no hay iguales ni dos losas
ni dos casas. Con las nasas
no se cazan mariposas.

Callejuelas, callejones
de Cimadevilla,
que atenazáis corazones.


ALBA Y PEZ

De madrugada es cuando el borracho
cruza su vaivén en la calle pina
con el adormilado marinero
que va en busca del alba y la sardina.

Alba que irremediablemente llega
—ya cobre de sol ya tristura gris—,
desperezando suave al nuevo día
—nodriza de las dudas del vivir—.

No tan indefectible es el pez que
ansia el marinero desvelado,
pez en plural, pez agónico en el
aire que lo ve renacer atado
a una muerte de mil rebrillos húmedos
apagando su vida en los espasmos.





Leer completo:
[http://www.portaldepoesia.com/Biblioteca/Luciano_Castanon.htm]





FA CLAES [9598]

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Fa Claes nació en Mechelen (Bélgica) el 20 de febrero de 1928. Estudió Lenguas Germánicas en la Universidad de Lovaina. Se graduó de doctor por esta universidad en el año 1959. Desde 1954 hasta 1984 ejerció como profesor de colegio en su ciudad natal, pero vivió en medio del campo en Rijmenam, un pequeño pueblo a unos 12 km de Mechelen. Escribió varios poemarios, la mayoría de los cuales se encuentran en su sitio web. Durante años fue colaborador en la revista literaria flamenca Kruispunt, en la que publicó centenares de reseñas de libros de poesía, de filosofía y de astrofísica. Desde 2004 reside en Brugge (Brujas), quizás la ciudad más conocida e historicamente más interesante de Flandes (Bélgica). Para la revista electrónica De Contabas/Stanza se ocupa actualmente de traducir poesía en lengua española al neerlandés.




UNIVERSUM RIJMENAM  /  UNIVERSO RIJMENAM



AÑO NUEVO

Bailarinita, Año Nuevo,
tan dulce, tan alegre, agachada todavía,
y ella misma una lazadilla
para que con una lazadilla
sus zapatillas
pueda atar.

Un momentito todavía,
y me yergo
y empiezo a bailar
lazadilla tras lazadilla
para que a todos, el uno al otro
y a todos a mí, pueda atar.



HORMIGUEAR


Hormiguean
veinte millones en la ciudad de México.
¿Cuántos millones en Nueva York?
¿Cuántos millones en Pekín,
en Shanghai, en Hong Kong,
en Bangkok, en Hanoi?

Hormiguean en París diez millones.
¿Cuántos millones en Moscú?
¿Cuántos en Buenos Aires, o en Río,
cuántos en Londres?

Hormiguean en Atenas tres millones.
¿Cuántos en Roma, en Madrid,
en Ankara? En Viena, a millones;
en Amberes, a cientos de miles;
en Malinas, a decenas de miles;
en Rijmenam, unos miles.
Y aquí con mucha cautela hormigueo yo también.



TRANSEÚNTE


Lo único que pasa aquí es el tiempo.
Canto en todas las tonalidades de poesía,
dichoso estoy cuando cierro los ojos
y dormito, ¿quién sabe?, duermo.
Y sueño.

Salimos de mañana
miramos a lo alto y elegimos
el rumbo donde ninguna nube
nos moleste.

Ninguna nube. Hasta eso solo
es motivo para cantar
¡hurra! para lo que crece.
Con garbo y bandera
anchos y azules como el aire,
pero inadvertidamente traslúcido cual tiempo,
desfila ante nosotros.
Adiós, queridos amigos.



CERTEZA


¿La certeza respecto al hombre?
Hay una: morirá.
Y por más que el mundo jure y
rabie resistencia: ¡eso jamás!
Probaremos a toda costa
que somos inmortales
y, si no sale bien,
salta, mozo, salta
en el pozo de la fe.

Y saltar es lo que hacen, hombre,
por centenares, a millares, en compañía;
y están seguros de esto:
cuanto más gente salta,
tanto más segura se torna su fe.



NAVEGAR


Cerca de la ventana en Rijmenam
contemplo el campo,
hasta el Mar del Norte
millares de años.

El agua alcanza océanos;
trazo una huella de navegación;
millares de años
alrededor del mundo.

Delante de mi ventana en Rijmenam
muchedumbres pasan,
mil millones los vencedores,
mil millones los mártires
aherrojados y esclavos;
millares, millares de años
alrededor del mundo.

Delante de mi ventana en Rijmenam
de la hierba brota la tumba 
sobre años de espanto
y estoy mirando con los ojos fijos
y me pregunto.



MAGNITUD


¿Las dimensiones de Rijmenam? ¿Qué piensas?
Mira por mi ventana un instante
y dónde termina
haz el favor de decírmelo.

Siglos hace que miro por mi ventana:
Nuevo México, Manila, Moscú, Londres;
veo lo insignificante, Rijmenam,
las aguas de la Dila, el océano.

¿Y qué, cuando subo las montañas,
las montañas desnudas y sus laderas?
¿Y qué, a la vuelta?
Todos vuelven descalzos.

Pero, ¿y las dimensiones de Rijmenam? ¿Qué piensas?
No terminan cruzando Manila.
No terminan cruzando los agujeros negros
y el horizonte final.



PREDICACIÓN


Tantos siglos pasan en el mundo
y el hombre va paso a paso arrastrando los pies
por su historia,
una lucha incesante
contra miedo y fábula.

Se oyen vítores y triunfo
Esplendidísimo: 'vae victis',
¡mátalos!, no hay nadie
más poderoso que yo, Alejandro; que yo, Hitler;
matamos el miedo.

Se oye el convulsivo lloriqueo
de los creyentes
y la cobardía del sumo sacerdote y del papa,
ellos saben que su dios es imposible
y lo predican.

Y yo aquí, en Rijmenam.
Veo cómo pasa la primavera,
el verano. Siento mi otoño.
Acercándose, el miedo. La fábula, asumiéndose.
Pasando, arrastran mi historia arrastrando los pies.



¿QUÉ? ¿DÓNDE?


Desde Rijmenam lanzo pensamientos,
lazos por el espacio;
y, mira, flotan sueltos
se tornan aros y
¿qué?, ¿dónde?; no vuelven a mí.

Estoy sentado aquí y pienso ¿dónde están
mis aros, dónde mis lazos?
Y presumo que mis
pensamientos muy allá lejos preguntan
¿qué? ¿dónde?: es Fa Claes en Rijmenam.



NOTARÍA 


Algún día hallaremos la fórmula
que nos indique la vastedad del universo
y la amplitud de nuestro corazón.

Algún día hallaremos la clave
en que ha sido compuesta la música
de las esferas y la encerraremos también
en nuestro corazón, levitados
canturreando satisfechos:
¡lo hemos conseguido!

Algún día hallaremos a Dios,
ya sabes, el Todo, a secas.
Sigo esperando para anotarlo
aquí en Rijmenam
con la fecha de mañana,
dentro de mil quintillones de años, hoy
con mi nombre y función, yo,
Fa Claes, notario del universo.



DIFERENCIA


Vemos el sol girar alrededor de la tierra;
pero eso no es el caso,
giramos alrededor del sol.

Pensamos el espacio tal una gran caja vacía
en que brotamos y crecemos;
pero eso no es el caso:
el espacio crece.

Pensamos el tiempo tal una magnitud existente,
una regla graduada deslizándose
desde el mañana, cruzando el ahora hasta el ayer;
pero eso no es el caso:
el tiempo crece con el espacio espacio-tiempo.

Pensamos el mundo un universo invariable
que, inmóvil, se ha quedado estático
con todas sus bolitas esféricas en su precisa posición,
todo un árbol de Navidad, y no puede romperse nunca;
pero eso no es el caso:
todo torna y vuela y choca y estalla.

Pensamos a Dios un padre amable
que no deja que un gorrión se caiga del tejado,
un perfecto que crea perfecciones, un omnipotente
cuya omnipotencia se manifiesta en sus criaturas,
un existente que existe fuera de todo lo existente;
pero eso no es el caso:
un cubo esférico no puede existir.

Pensábamos que Rijmenam
era diferente,
pero eso no es el caso:
no porque no sea un océano,
no porque no sepa lo que es montaña,
no porque no sea una isla,
no porque no sea inhabitable,
no porque no sea polo,
no porque no sea ecuador;

pero sí porque son todos quarks
y todos leptones
desde todos los tiempos y antes de eso
en todo espacio y al lado de eso.

Amigos, somos.
Pero quién sabe la diferencia.



PUEBLO


Coge a uno de los siete de la mano
y llévalo a Blancanieves.

Tan pronto como concibe lo que ella
tiene escondido bajo sujetador y braguitas,
agarra la manzana y muerde.

Cuando viene el príncipe
y la besa, sus entrañas
se desgarran.

Los otros esperan en Rijmenam,
tienen su erección en la mano.
En su reseca manita apretada.



CUENTO 


¿Pequeño? Aquí en Rijmenam
todo es pequeño.
La plazuela es pequeña,
las calles son pequeñas,
los hombres son pequeños.
En Rijmenam todo es pequeño.

¿Pequeño? Aquí en la tierra
todo es pequeño.
El ansia del dinero es pequeña,
la crueldad sanguinaria es pequeña,
y sobre todo el amor es pequeño.
En la tierra todo es pequeño.

¿Pequeño? En el universo
todo es pequeño.
Los quarks son pequeños,
los leptones son pequeños,
e incluso en cualquier parte
los siete enanos son pequeños.
Entonces, ¿qué me importa a mí
que tenga que ser pequeño en el universo
o en Rijmenam?



LOCURA


¿De dónde la locura en nuestras cabezas?
Ves a millones creyendo
y no das crédito a tus ojos. A millones
los ves listos para morderse
la yugular unos a otros porque
no pertenecen a la misma tribu.
Se desprecian unos a otros, reniegan
unos de otros, se asesinan unos a otros. ¿De dónde,
de dónde esa locura en nuestras cabezas?

Los ves negros, blancos, amarillos y de todas las
mezcolanzas. No puede servir de nada. Son
completamente iguales, digamos de cuerpo y alma.
Pobres y ricos, grandes, pequeños, letrados
o analfabetos, cubierta su ropa con las mismas
desvergonzadas pruebas de su ilusión hipócrita.
¿De dónde?, de donde no se puede averiguar.
Mas no tienes que adivinar el resultado:
esto -'esto' son los cuerpos- yace alrededor de ti.

Pero ¿qué tiene eso que ver con Rijmenam?
Se está apacible por aquí. Nadie agarra
a otro por el cuello. ¿Y por qué no? Hay abundancia.
Espárragos con bistec, por la noche tele,
cortado a tiempo el césped, a tiempo
copular un poco con la propia compañera o
tomas prestada a alguna, unas habladurías generales
y de noche cerrados los postigos. Locura,
llegarías a jurar que no existes.



FILOSÓFICO


Diga pamplinas sobre la lengua exterior e interior,
me voy al huerto, voy a cavar, 
Añés prefiere puerro este invierno,
preparo un bancal para plantarlo,
acaso mañana ya.

Adiós, Merleau-Ponty, Lacan,
Wittgenstein y compañía,
hombres letrados todos juntos,
que sólo filosofan
porque la criada lava sus calzoncillos,
plancha sus camisas, hierve sus sopas.

Señores, he hablado con ustedes;
es decir, les he oído a ustedes,
su palmadita y su risa sardónica.
Ninguno de ustedes
escuchó al otro o a mí.
Juntos seguían simultáneamente
su ininterrumpida charla.

Con asombro atento he callado
y riendo entre dientes -pero eso no lo pueden saber-
ahuyenté su relincho hacia el armario , ¡atrás!, digo.



SESENTA Y OCHO


Sesenta y ocho y estoy sentado aquí
con mi añoranza de
antes de cincuenta años,
como si ella llegara al fin,
se desnudara
y en ella metiera yo
mi beatitud.

Sesenta y ocho y estoy sentado aquí
con mi perspectiva de
mil millones de veces, mil quintillones de años,
y de todo lo que he esperado
o creído o con lo que nunca he podido soñar
ni pizca, por muy poco que sea,
es verdad.

Sesenta y ocho. ¿Eones? ¡Ojalá!, años.
La diferencia es un pelo
no más ancho que el que hay entre Rijmenam 
y el horizonte perceptible. 
Esa distancia con un gesto
único se puede determinar:
de aquí hasta allá.

Sesenta y ocho años de preguntas,
nada más que preguntas
quién, cuándo, qué,
dónde, cómo y por qué.



OJEADA


Por una vez quiero todos mis pensamientos juntos,
una vida entera, mil quintillones de ficheros,
que abarco de un vistazo.

Temo que me cubran por completo,
enano entre rascacielos
que se espesan sobre mi cabeza.

Entonces desde dentro se vuelven arena
y se derrumban, una loma como una pirámide,
y nadie nunca sabe ni qué ni por qué.

Por consiguiente da perfectamente igual.
En Rijmenam bajo un Himalaya de pensamientos
de mí mismo, hasta yo mismo no sé qué ni por qué.



LUCY


"No sé si puedo hablar,
no sé si puedo pensar.

No sé donde está África o Rijmenam,
no sé que la tierra es esférica,
ni que el sol no se levanta,
ni que el agua es H2O,
y tampoco que E es igual a m
multiplicado por c al cuadrado.

Siento lo que es hambre y sed.
Saboreo las raíces que como,
las nueces y las bayas.
Le huelo cuando se acerca,
él a quien mi piel desea.

Sé cuánto temor me asalta
cuando tiembla el suelo,
cuánto temor en la noche
cuando las tinieblas gotean de los bosques.
Me encojo, me arrastro
por los suelos. El terror
es terrible. El infierno
estalla alrededor de nosotros
y a ése lo llaman Dios."



DE PUERTAS ADENTRO


Leo filosofía,
un pavo disecado,
la enfermedad de lujo,
teorizante con un chorro de ron,
vanidad con una gota de nata,
el gusto una lengua gorda.

¿Qué es verdad de toda esta
bien revuelta prueba rociada con salsa?

No superas la estructura,
no pasarás de unos ismos;
en mi cinturón, diez cabecitas
del tamaño de un puño.

Sal al mundo, hombre.
Con un paso estoy
entre las amapolas
y de rojo encendido florezco
hasta el fin de todos mis tiempos
en este único instante en Rijmenam
y nunca nunca nunca
después.



RESIGNACIÓN


Estoy tumbado aquí con toda mi filosofía
en mi sillón en Rijmenam.
Fuera, la niebla flota. Gris
se desliza por la ventana, gris pálido.

La calefacción susurra un murmullo.
Poco a poco hace maravilloso por aquí.
Cruzo los brazos sobre mi vientre,
cierro los ojos. Y bajo.

Al pie de la escalera
se abren puertas en las tinieblas
donde el bienestar a mí y a todo,
para siempre, completamente…



NAVIDAD


Rijmenam, penumbra, noche.
Sosas, las noticias en la tele:
exterminación étnica en los Balcanes, en África, en Timor,
medio millón de muertos, cadáveres, calaveras.
En mi propio país un asesino violador de niños
y su mujer. ¡Venga ya! ¿Es verdad?

Noticia internacional: un futbolista
que acaba de jugar. ¿Quién
se lo imagina?

A continuación un reportaje sobre
deportación, gitanos, judíos,
holocausto. De pronto se te aprieta el gaznate;
mira, mientras son filmados,
los niños sonríen a la cámara
y una chica seductoramente guapa
entra en la cámara de gas.

¿Qué demonios estamos haciendo?
Conversamos por redes superpobladas,
apresurados y siempre demasiado tarde.
La creación, pienso, ¿ha empezado?
Dale marcha atrás, Dios, corrige, recomienza.

¿Quién me oye? ¿Quién en Auschwitz
escuchó la oración de millones?
Es Navidad 1996 en Rijmenam,
enviamos felicitaciones de año nuevo,
Creemos apenas en nuestra esperanza
y seguimos trabajando, muy mudos.







N I E U W J A A R 


Balletdanseresje Nieuwe Jaar
zo lief zo luchtig nog gebukt
en zelf een lus
om haar schoentjes
met een lus
te binden.

Nog even
en ik richt mij op
en ik begin te dansen
lus na lus
om allen aan elkaar
allen aan mij te binden.



K R I O E L E N


Ze krioelen
twintig miljoen in de stad Mexico
hoeveel miljoen in New York
hoeveel miljoen in Peking
in Sjanghai in Hongkong
in Bangkok in Hanoi

Ze krioelen in Parijs tien miljoen
hoeveel miljoen in Moskou
hoeveel in Buenos Aires of Rio
hoeveel in Londen

Ze krioelen in Athene drie miljoen
hoeveel in Rome in Madrid
in Ankara in Wenen bij miljoenen
in Antwerpen bij honderdduizenden
in Mechelen bij tienduizenden
in Rijmenam een paar duizenden
en daar krioel ik heel voorzichtig mee.



V O O R B I J G A N G E R 


Het enige wat hier voorbijgaat is de tijd.
Ik zing in alle toonaarden van poëzie
gelukkig ben ik als ik mijn ogen sluit
en sluimer wie weet slaap.
En droom.

We komen buiten 's morgens
kijken omhoog en kiezen
de richting waar geen wolk
ons klaagt.

Geen wolk. Zelfs dat alleen
is reden om te zingen
hoera voor wat groeit.
Het trekt met zwier en vaandel
breed en blauw gelijk lucht
maar ongezien doorzichtig gelijk tijd
aan ons voorbij.
Dag, lieve vrienden.



Z E K E R H E I D


De zekerheid aangaande de mens?
Er is er één: hij sterft.
En hoe de wereld vloekt en
raast verzet: dat nooit!
met alle middelen zullen we bewijzen
dat we onsterfelijk zijn
en lukt dat niet
spring, jongen, spring
in de put van het geloof.

En springen doen ze, man,
met honderden, met duizenden samen
en zijn er zeker van:
hoe meer er springen
hoe zekerder wordt hun geloof.



V A R E N


Voor het raam in Rijmenam
kijk ik uit over land
tot over de Noordzee
duizenden jaren.

Het water strekt oceanen;
ik trek een spoor van varen
duizenden jaren
de aarde rond.

Voor mijn raam in Rijmenam
trekken de scharen voorbij
miljarden de overwinnaars
miljarden de martelaren
geketenden en slaven
duizenden duizenden jaren
de aarde rond.

Voor mijn raam in Rijmenam
groeit het gras het graf
over jaren ontzetting
en ik sta te staren
en ik vraag me af.



G R O O T T E 


Hoe groot is Rijmenam, denk je?
Kijk eens door mijn raam
en waar het eindigt
wil je mij dat zeggen?

Ik kijk al eeuwen door mijn raam,
New Mexico, Manilla, Moskou, Londen,
ik zie de habbekrats Rijmenam,
het Dijlewater oceaan.

En wat als ik de bergen opga,
de blote bergen en glooiingen?
En wat als ik terugkom?
Iedereen komt blootsvoets terug.

En toch. Hoe groot is Rijmenam, denk je?
Het eindigt niet voorbij Manilla.
Het eindigt niet voorbij de zwarte gaten
en de laatste horizon.



P R E D I K I N G


Er gaan in de wereld zoveel eeuwen voorbij
en de mens schuifelt voetje voor voetje
door zijn geschiedenis
een niet aflatend gevecht
tegen angst en verzinsels.

Je hoort het gejuich en triomf
overheerlijk vae victis,
sla dood, er is niemand
sterker dan wij Alexander, wij Hitler,
wij moorden de angst.

Je hoort het krampachtig gesnotter
van de gelovigen
en de lafheid van hogepriester en paus
die weten dat hun god onmogelijk is
en ze prediken hem.

En ik hier in Rijmenam.
Ik zie hoe de lente voorbijgaat,
de zomer. Ik voel mijn herfst.
De naderende angst. Het kwijnende verzinsel.
Ze schuifelen mijn geschiedenis voorbij.



W A T    W A A R


Vanuit Rijmenam slier ik gedachten
lasso's de ruimte door
en zie, ze drijven los
worden hoepels en
wat waar keren niet terug.

Ik zit hier en denk waar zijn
mijn hoepels waar mijn lasso's
en ik vermoed dat mijn
gedachten ver weg vragen
wat waar is Fa in Rijmenam.



N O T A R I A A T


Ooit vinden we de formule
die zegt hoe groot een heelal is
en hoe ruim ons hart.

Ooit vinden we de sleutel
waarin de muziek der sferen
werd gecomponeerd en we sluiten ze
mee in ons hart dat nog ruimer zaligt
en gonst van voldoening,
het is gelukt.

Ooit vinden we god,
je weet wel, zonder meer alles.
Ik zit te wachten om dat op
te tekenen hier in Rijmenam
met de datum van morgen
over een quintiljard jaren vandaag,
met mijn naam en functie, ik
Fa Claes, notaris van het heelal.



V E R S C H I L


We zien de zon rond de aarde draaien
maar dat is niet het geval,
wij draaien rond de zon.

Wij denken de ruimte als een grote lege doos
waarin wij ontstaan en groeien
maar dat is niet het geval,
de ruimte groeit.

Wij denken de tijd als een bestaande grootheid
een lange meetlat die voorbijschuift
uit toekomst over nu naar verleden
maar dat is niet het geval,
de tijd groeit met de ruimte ruimtetijd.

We dachten de wereld een onveranderlijk heelal
dat onbewogen onbeweegbaar bleef
allemaal mooie bollen op hun juiste plaats
een hele kerstboom en hij kan nooit kapot
maar dat is niet het geval,
alles draait en vliegt en botst en springt.

Wij dachten God een lieve vader
die geen mus van het dak laat vallen
een volmaakte die volmaaktheden schept
een almachtige wiens almacht uit zijn schepsels blijkt
een bestaande die buiten al het bestaande bestaat
maar dat is niet het geval,
een bolle kubus kan niet bestaan.

We dachten dat Rijmenam
wat anders was dan anders
maar dat is niet het geval,
niet omdat het geen oceaan is
niet omdat het geen bergen kent
niet omdat het geen eiland is
niet omdat het niet onbewoonbaar is
niet omdat het niet pool is
niet omdat het niet evenaar is,

maar wel omdat het allemaal quarks
en allemaal leptonen zijn
sinds alle tijd en daarvoor
in alle ruimte en daarnaast.

Vrienden, wij zijn.
Maar wie kent het verschil.



D O R P


Neem een van de zeven bij zijn hand
en breng hem naar Sneeuwwitje.

Zodra hij begrijpt wat zij
onder beha en slipje bergt,
grijpt hij de appel en bijt.

Wanneer de prins komt
en haar zoent, scheuren
zijn ingewanden.

De anderen wachten in Rijmenam,
zij hebben hun erectie in de hand.
In hun schraal dichtgeknepen handje.



S P R O O K J E


Klein? Hier in Rijmenam
is alles klein.
Het plein is klein
de straten zijn klein
de mensen zijn klein.
In Rijmenam is alles klein.

Klein? Hier op aarde
is alles klein.
De geldzucht is klein
de moordlust is klein
en bovenal de liefde is klein.
Op aarde is alles klein.

Klein? In het heelal
is alles klein.
De quarks zijn klein
de leptonen zijn klein
en zelfs de zeven dwergen
zijn overal klein.
Wat maakt het mij dan uit
dat ik in het heelal moet klein zijn
of in Rijmenam.



W A A N Z I N


Vanwaar de waanzin in ons hoofd?
Je ziet ze bij miljoenen staan geloven
en je gelooft je ogen niet. Je ziet
ze bij miljoenen klaar om elkaar
de strot over te bijten omdat ze
niet tot dezelfde stam behoren.
Ze verachten elkaar, miskennen
elkaar, vermoorden elkaar. Vanwaar,
vanwaar die waanzin in ons hoofd?

Je ziet ze zwart, blank, geel en alle tussen-
staten. Het kan niet baten. Ze zijn heel
en al elkaars gelijken, zeg maar in hart en ziel.
Armen en rijken, groot, klein, geletterd
of analfabeet, hun kleed bedekt dezelfde
onbeschaamde blijken van hypocriete waan.
Vanwaar, vanwaar is niet te achterhalen.
Het resultaat echter hoef je niet te raden:
het - 'het' zijn de lijken - ligt om je heen.

Maar wat heeft dat met Rijmenam te maken?
Het is hier vredig. Geen tast de ander naar
de strot. Waarom ook. Er is overvloed.
Asperges met biefstuk, 's avonds tv,
op tijd het gras gemaaid, op tijd
eens paren met eigen partner of
je leent er een, wat roddel vice versa
en bij nacht de luiken dicht. Waanzin,
jij zou nog zweren dat je niet bestaat.



F I L O S O F I S C H


Zeg, beuzelarijen over taal of over binnen en buiten,
ik trek de tuin in, ik ga spitten,
Agnès heeft liever prei deze winter,
ik leg een bed gereed om hem te planten,
misschien al morgen.

Salut, Merleau-Ponty, Lacan,
Wittgenstein consorten,
geleerde heren allemaal samen
die maar filosofeert
omdat de meid uw onderbroek wast,
uw hemd strijkt, uw soep kookt.

Heren, ik heb jullie gesproken,
dat wil zeggen: ik heb jullie gehoord,
jullie schouderklop en grijnslach.
Geen van jullie heeft naar de ander
of naar mij geluisterd. 
Jullie praten ging simultaan
samen ongestoord voort.

Met aandachtig verbazen zweeg ik
en grinnikte - maar dat mag je niet weten - 
jullie gehinnik de kast in, zeg ik, terug.



A C H T E N Z E S T I G


Achtenzestig en ik zit hier
met mijn heimwee van
vóór vijftig jaar
alsof ze eindelijk zal komen
haar kleren afleggen
en ik zal mijn zaligheid
ingaan in haar.

Achtenzestig en ik zit hier
met mijn vooruitzicht van
miljard maal quintiljard jaar
en van al wat ik heb gehoopt
of geloofd of ooit kon dromen
is zelfs het geringste greintje
niet waar.

Achtenzestig. Eonen? Ach, jaren.
Het scheelt maar een haar
niet breder dan dat tussen Rijmenam
en de waarnemingseinder.
Die afstand kun je bepalen
met een enkel gebaar:
van hier tot daar.

Achtenzestig jaar vragen,
niets anders dan vragen
wie, wat, wanneer,
waarom, hoe en waar.



O O G O P S L A G


Voor een keer wil ik al mijn gedachten
een heel leven bij elkaar, een quintiljard bestanden
die ik met een oogopslag overzie.

Ik vrees dat ze me overwoekeren,
een dwerg te midden van wolkenkrabbers
die dichtgroeien boven zijn hoofd.

Dan worden ze van binnenuit zand
en riezelen neer, een terp als een piramide,
en niemand weet ooit wat en waarom.

Het maakt dus geen enkel verschil.
In Rijmenam onder een Himalaya gedachten
weet over mezelf zelfs ik niet wat en waarom.



L U C Y


"Ik weet niet of ik spreken kan.
Ik weet niet of ik kan denken.

Ik weet niet waar Afrika ligt of Rijmenam,
ik weet niet dat de aarde rond is,
niet dat de zon niet opkomt
niet dat water H2O is
en niet dat E gelijkstaat met m
maal c kwadraat.

Ik voel wat honger en dorst is.
Ik proef de wortels die ik eet,
de noten en bessen.
Ik ruik hem wanneer hij nabij is
naar wie mijn huid verlangt.

Ik weet hoe bang ik word
als de grond schokt,
bang 's avonds als het donker
uit de bossen druipt.
Ik krimp ineen, ik kruip
tegen de aarde. De vrees
is vreselijk. De hel
barst los rond ons
en die noemen ze God."



B I N N E N S K A M E R S


Ik lees filosofie
een opgezette kalkoen
de ziekte van luxe
kamergeleerdheid met een scheut rum
vanitas met een scheut room
de smaak een dikke tong.

Wat is van al die goed geroerde
sausovergoten denkproef waar?

Je komt niet boven structuur,
niet verder dan een paar ismen,
tien koppen aan mijn gordel
ter grootte van een vuist.

Betreed de wereld, man.
Ik sta met één stap
midden mijn papavers
en ik bloei gloedrood open
tot aan het eind van al mijn tijden
in dit één ogenblik in Rijmenam
en nooit nooit nooit
daarna.



B E R U S T I N G


Hier lig ik met al mijn filosofie
in mijn zetel in Rijmenam.
Buiten hangt nevel. Grijs
schuift langs de ruit, grijs-vaal.

De verwarming suist geruis.
Stilaan wordt het hier heerlijk.
Ik kruis mijn armen over mijn buik,
mijn ogen sluit ik. En ik daal.

Heel onderaan de trap gaan
in het duister de poorten open
waar welbehagen mij en alles
altijd helemaal.



K E R S T T IJ D


Rijmenam, deemstering, avond.
Saai, het nieuws op t.v.,
volkerenmoord in de Balkan, in Afrika, op Timor,
een half miljoen doden, skeletten, schedels.
In eigen land een moordenaar kinderverkrachter
en zijn vrouw. Allez, gauw.

Wereldnieuws: een voetballer
die niet meer voetbalt. Wie
stelt het zich voor?

Daarna een reportage over
wegvoering, zigeuners, joden,
holocaust. Plots knijpt je keel dicht,
kijk, toen ze gefilmd werden
lachten kinderen naar de camera
en een meisje verleidelijk mooi
stapt de gaskamer in.

Waar zijn we mee bezig?
We converseren langs overbevolkte netwegen
haastig en altijd te laat.
De schepping, denk ik, is ze begonnen?
Draai ze terug, God, verbeter, herbegin.

Wie hoort mij? Wie verhoorde
in Auschwitz het miljoenengebed?
Het is Kerstmis 1996 in Rijmenam,
we sturen nieuwjaarswensen,
geloven nauwelijks onze hoop
en werken voort, heel stil.



C U L T U U R


Ik sta in Rijmenam tussen bergen.

Binnen de tijd dat ze twee keer
het concerto voor trompet en trombone
van Peter Cabus hebben gespeeld,
heb ik in de woonkamer het stof
afgenomen, ben langs de etsen
van Karel Mechiels en Frida Duverger
gegaan, langs schilderijen
van Lily en Ingrid De Volder
en langs portretten van René Smits.

'Aha', denk ik hardop tegen mezelf,
sta met mijn arm in mijn zij rond te kijken
'allemaal kunst, allemaal kunstwerk,
ons huis blinkt ervan,'
en ik denk opnieuw.

Tot mijn verbazing hoor ik
mij mezelf met ontzag vertalen:
'god, god, wat sta ik hier luisterrijk
overstelpt tussen echo's
tussen bergen mijn vrienden
meesters mijn bewondering
overmaat.'



O N M E N S E L IJ K


Is het onmenselijk wat ik wil?
Leven toont mij de vruchten
en maatschappij zegt: blijf af.
Het is onmenselijk wat leven
en maatschappij mij aandoen.

Alleen als ik wegkruip - dat heet berusting,
dat is menselijk, zeggen ze -
voel ik na een tijd niet meer
hoe het mes in mijn vlees kerft
en zij stelen - onmenselijk - het volle pond.

Zie maar, meisjes van twintig
zijn menselijk ieder jaar
twintig in hun strakke huid die ik
niet mag raken, en ik beef.

In mijn lijf verlangen
in mijn hoofd besef
in mijn hart een heelal
en ik alles samen in Rijmenam
- onmenselijk - mens die niet weet
wat met mij aan te vangen.



K A R A K T E R


Zeg eens, rotkarakter van me,
dat is wat om daarmee te leven,
stel je maar voor, sinds mijn geboorte
sleep ik je overal mee.

Kijk, hoe bezadigd nu, een vast-
gelopen wrak. Nauwelijks denkt het,
nauwelijks haalt het adem met
uitgemergelde kiekenborst.

Dag, jij daar, dag in het duister.
Och, een vergissing, wij samen ik,
wij met zijn velen de onverdraaglijken
die de uren verzuren voor elkaar.

Zeg eens in het duister: dag.
Leven met jou sleep ik sinds mijn geboorte
overal mee. Stel je maar voor hoe
onverdraaglijk vastgelopen.
Rot op karakter. Rot op wrak.



A N D E R S


Of het ergens anders
anders kan?

De nachtmerrie van mijn dromen
het oerwoud van haat en liefde
de wildernis van paren vreten moorden.

Mijn vrijheid; en midden daarin ik
die mezelf sta samen te rapen
uit brokstukken geheugen, verlangen
en als het moet verzinsels
uit de lijnen van mijn hand,
ik hier in Rijmenam.

En of het ergens anders
anders kan.



B E E S T


Amai.
We zijn een wild groot beest
dat uit miljarden cellen leeft,
je noemt ze mensen.

Soms trekt het ze - amai - met duizenden saam,
stuurt daarvan tweeëntwintig op het veld
en zet de anderen in wijd ovaal er rond.

In heftige contracties vaart de 'wave'
doorheen de cellen en na veel kabaal
stuurt het beest ze in groepen weg.

Soms trekt het ze - amai - met miljoenen mee,
ze schetteren dat de aarde scheurt en
heffen met geweld een vuile poot
en hun pretentie omhoog.

Maar stuikt hun praats ineen,
ze kruipen elk in gangen, kokers,
krochten, aarde, Rijmenam,
waar ieder van zichzelf denkt: 
ik, het andere is stront, is wereld
en dat is van heel veel minder,
nee, van geen belang.
Amai. Amai. Zeker
drie keer amai.



O V E R D E N K I N G


Ik zit hier in Rijmenam te overdenken:

ze willen groot schijnen in elkaars ogen,
ze kruipen de ladder op hoger en hoger
altijd meer geld en meer eer
altijd meer gekruip met nog grotere mond

en ik zit hier vol verbazing toe te kijken.

Af en toe dringt geluid tot mij door,
afkeuring natuurlijk, ik ben asociaal;
elke gedachte, elke diepte, steekt
met hoofd en schouders boven ze uit

met het besef alleen te staan tegen de meute.



M O R A A L


Mens, mens, wat doe je als je weet
dat je het niet kunt weten?
Heelal of Rijmenam, het zelfbewustzijn,
persoonlijkheid, de oorsprong van de cel,
neem onverschillig welk punt dat
als vertrekpunt dient,
neem god desnoods.

Geen enkel punt is een 'verklaard' begin.
Ik zeg: ieder vertrekpunt
is een middelpunt.
Je staat midden in de woestenij,
onoverzichtelijk uitgestrekt,
ze eindigt nergens, niemand
kent de maat.

Een middelpunt?
Aan alle kanten uitzichtloos,
afstand, verte, tot aan de waarnemingshorizon.
Daarachter liggen - wie zal het weten - weetbaarheden.

We zullen ze nooit weten,
Tokyo, New York, Mexico,
Beijing, Calcutta, Rijmenam.
En dan?
Wat doen we als we weten
dat we het nooit weten, nooit?

Zoals altijd. We doen voort
waarmee we bezig zijn.
We eten en drinken, paren,
brengen kinderen groot,
jagen naar geld en macht
en snijden hém de strot af
die de weg verspert.



S C H E M E R T R O O S T


De mooie kant van het leven?
Dat hij zijn tegenhanger heeft
in de afschuwelijke andere kant
maakt hem in niets mooier
al vernietigt hij die niet.

De twee staan
onverstaanbaar naast elkaar.
Het is bijzonder moeilijk om
vanuit de donkere ogenblikken iets te zien
dat ook maar schemer licht kon zijn.

Eerlijk gezegd, ik zou niet weten waar
in Rijmenam, waar in het heelal
ik troost zou vinden.
Maar wat ik erger vind,
ik weet niets waarmee ik
Rijmenam of het heelal
kan troosten.

Dat stapelt pijn op pijn.
Ik denk. Ik buig mijn hoofd.
Werk voort.



D R O O M D E N K E N


Als ik gedachten uitstuur 's avonds
mijn dromen en ik val in slaap...
's morgens ontwaak ik een ander.

Ze komen na een tijd, ze komen
stuk voor stuk en ik herken ze,
ik herken ze niet.

Ik moet ze ordenen. Ik orden.
Ze schikken zich naar mij of niet,
en het gebeurt dat ik begrijp.

Ik neem ze weer, ik fleur ze op
met een woord, met een gebaar
in mijn fier knoopsgat Rijmenam.

Kijk, zeggen ze, vreemd, weer thuis,
opnieuw de bloem van je overweging,
wij, anjer van de intellectueel.



P O D I U M


Het hele podium buiten Rijmenam
aan alle kanten spetters
bloemfusee's lichtboren
kurkentrekkers knaleffect op knal
hemel vol barstend vel
spat bloed.

Fusee vuurpijl raket
hoog hoger om het hoogst
met elleboog en voetstoot
schrilt cliché: het leven is een strijd.

Eerlijk gezegd, het haalt niets uit.
Daarna wordt het weer stil
en Rijmenam en heel het podium
zakt in duister weg, de zon brandt op,
heelal krimpt naar de nieuwe oerknal
en niemand daarna, niemand weet
of hier ooit Rijmenam of Aarde,
zonnestelsel of galaxis is geweest.



W I S S E L V A L 


Ik weet dat ik eigenlijk moet zingen,
ik zou moeten juichen, de hazelaar
staat in blad, de kerselaar bloeit,
de perzik en de pruimelaar, het voorjaar
is vroeg en heftig, alles bloeit tegelijk.
Alles bloeit en de zon schijnt.

Ik zie het met onrust. Er kruipt zoveel
moeite langs mijn gedachten en
langs mijn hoop. Onder de moeite
schuilt verdriet. Wij zijn ineens
de oude generatie, zeventig en meer.
Dat het voorbij is laat me niet meer los.

Is het voorbij? Hoe zeldzaam ook,
de twijfel die je anders ondermijnt
komt je nu troosten. Het is nog niet
voorbij. De zon schijnt nog, ik zie
de hazelaar in blad, de kerselaar in bloei.
Voorbij? Nog niet, ik leef nog met verdriet.

Denk je? Ik leef nog vaak met vreugde.
Wat spijtig is, ik ben vlug moe en kan
meer zon op mijn koud lijf verdragen.
Rimpels en kromme rug van anderen
zijn geen troost. En zeg mij nu, waar
haal ik dan mijn vreugde?

De ware vreugde ligt in het opbouwen
van de gedachte. Je bent structuur
van cellen die zelf weer bestaan uit
miljarden deeltjes, dezelfde van de hazelaar,
de kerselaar, de zon. Zo zie je maar.
De rest is zingen. De rest is licht.



B E D E


Zorg, Goede God, dat je bestaat;
zorg ervoor dat je groot en goed bent,
zo groot en goed dat je een beetje
voor de mensen kan zorgen,

dat je een beetje voor mij kan zorgen,
kijk, daar beneden in Rijmenam;
raap mij samen uit de hele verstrooiing
gedachten, gevoelens, instincten,
je weet wel, de hele psychologie;

raap ons allemaal samen uit de diaspora,
de onverklaarde verwarring;
en zorg ervoor dat je de chaos bedwingt,
want zoiets afschuwelijks kan nooit
door een God zijn voortgebracht.



O P V O E R I N G


Als ik de gordijnen opentrek:
de hele scène staat in bloei
magnolia, kerselaars, perzik en nu
breken de seringen los
met bas-tonen purper,
de slag op de gong.

Hier sta ik te gloriën tussen
de grote verspilling,
miljarden kersenbloesems van mijn tuin
vriezen in één nacht dood.

Maar de merel jubelt, hij voelt
de aardwormen onder zijn poten groeien
en danst ze uit de grond.
Zo schuimen duizenden flamingo's
de lagunes af naar roze garnalen
en elke dag zijn er roze garnalen genoeg
om duizenden flamingo's te laten vreten
tot ze er rozerood van kleuren
voor hun plezier.

Heel die optocht trekt voorbij
allemaal quarks en leptonen
en vormt een nieuwe stoet
we weten niet eens welke.
Daar staan we naar te kijken
horen er helemaal bij, och erger,
wij bestaan daaruit en trekken mee
met of zonder zin, genoegen of doel.

En ik daarin:
ik hoef hier niets te doen,
niets dringt, alles gebeurt vanzelf.
Ik ben mens, en dat is: met vakantie.
Toevallig of niet in Rijmenam
op planeet Aarde.

Maar het betekent ook
foert werk, foert politiek.
Ik ben als iedereen toeschouwer
in de felste loge.

Waar is het oosten waar het doek opgaat?
Geen zorg, het licht kent elke weg.
Iedere morgen straalt glorieus
ex oriente lux
uit alle hemelstreken.



M O R G E N G R O E T


Hoe gaat het in de wereld, Rijmenam?
Slaan ze de Hutu's nog dood in Ruanda?
De lijken puilden uit het t.v.-scherm,
een half miljoen skeletten na een week,
wat heeft het daar gestonken bij die hitte,
niemand om lijken te begraven bij
het grote larvenfeest.

De Wilden van Europa zijn gestopt
met moorden, Vukovar, Sarajevo,
ze zien rood genoeg van bloed.
Tsjetsjenië? En Pakistan?
En Noord-Korea? En Vietnam?

De honger in Somalië is geen mode meer,
Guatemala is van de lijst, San Salvador
kan niet gelukkiger, en Argentinië, Brazilië,
Mexico, vulkanen maar gedoofd
in armoe en in bloed.

Gisteren beefde Iran, een heel klein stukje,
niet erg, nog geen drieduizend doden
in een minuut of twee.
Japan deed beter in de Sagami Baai,
bijna honderdduizend, een redelijk getal
maar veel te lang geleden,
de sensatie is eraf.

Wat maakt het uit, sensatie!
De aarde beeft voor zo velen
als hun tijd komt
en ze schudt ze van zich af.
Een paar keer schudden min of meer,
het komt er niet op aan,
zelfs zonder schudden loopt het
- een eufemisme voor 'het struikelt' -
niet goed af.

Ik weet wat mij te wachten staat,
de poort staat open op een grijns
die ik wellustig haat maar waar ik
op mijn tijd doorheen zal gaan,
onverschillig hoe het nu en verder
met de kosmos, met de wereld,
met mijn Rijmenam staat



G E N E S E


Wacht hier een ogenblik,
ik kom terug.

Eerst moet ik even in mezelf
verdwijnen, ik zoek mijn Schepper,
God, iets groots, iets eeuwigs,
iets wat mij voldoet of toch
de indruk geeft dat het voorgoed
zal blijven en helemaal
vervult.

Eén ogenblik dat alles
zal bevatten en dat mij nooit
verlaat.
Dat ogenblik waarvan ik zei
wacht hier,
en kijk, ik kom terug,

ik kom nooit meer terug
die hier dit ogenblik
ontsta.



V O L E I N D I N G


Middag maar zwart de lucht,
het stormt, de regen davert en
de bliksem klieft.

We staan plots eeuwen achteruit.
De aarde dampt, kolkt, bruist.
Watertitanen vlagen,
lucht schettert als het vuur
de voorhang scheurt.

Evolutie is amper begonnen
hier ik in Rijmenam.

God, god, mocht morgen een quintiljard
eonen en nog verder staan,
ik wil voleinding schrijven
van de moeiten,
van zoveel moeite
eindelijk uitkomst,
het meest voldongen resultaat.



D I A L O O G


Het gesprek was eentonig.
Ik heb Newton gehoord en Einstein
ze vochten elkaar de nagels van hun vingers.

Het resultaat was een wereld zoals nu,
aan alle kanten mensen met lange messen,
met revolvers, met geweren.
Allemaal eisten ze bloed.
Desnoods dat van henzelf.

De noorderbreedte bleef even breed,
de Andromedanevel even ver.
De gelovigen staken kaarsen aan,
brandden wierook of knielden
vol overtuiging.

Het knarsetanden kan ik horen
tot in Rijmenam.



P R O M E N A D E


Is dat het leven?
Ik begin eraan, elke dag opnieuw.
Ik slijp mijn messen,
laad revolver en geweer.

En ik zeg tegen mezelf: arm hoofd,
kom mee, we gaan wat wandelen
in de zon.

Zij schijnt nog eeuwen.



P A R A D E


De twintigste eeuw paradeert.
Lenin voorop met offerschaal
proletenbloed. Stalin daarna,
dansend de dodendans op Trotski zijn lijk.
Volgen schoft Hitler en zijn meute
honden vol zelfverachting
voor wie de mens fictie betekende.
Achter gesloten hoogmoed kruipt
Hiro Hito die geen haar beter was.
De rijzende zon ging ten onder
in bloed.

Roosevelt, Truman, Bush.
Heb ik in hen geloofd? Ieder van hen
was een ontgoocheling.
Welk andere droeve grapjas zal Amerika
de twintigste eeuw uit paraderen?

Ik heb ze slechts bij naam gekend,
die machtigen der aarde.
Ik heb ze niet erkend
die geen ander recht kennen
dan dat van de sterkste hond,
die geen andere liefde kennen
dan die van de felste hond,
die geen ander leven kennen
dan dat van de hond.

Als ik bedenk dat zij over de wereld
heersen, dat Rijmenam
niet aan hun greep ontkomt,
knijp ik mijn lippen op elkaar,
mijn hart krimpt samen en 
ik schud bedenkelijk mijn hoofd.

Nee, denk ik, nee, ik ken hem niet, 
Chirac, Jeltsin, Milosevic,
Bill Clinton.
Ik ken hem niet, Mobutu,
Assad, Papa Doc,
kleine garnaal van groter kwaad.

Ontken het niet, ieder van ze
heeft eigen kwaliteiten.
Precies die lust ik niet.
Ik denk niet dat wij -
zij en ik, bedoel ik -
vrienden kunnen zijn.

Ik heb een absoluut gebrek aan respect
voor wie ook maar de schijn geeft
dat hij macht gebruikt
dus macht misbruikt.



S Y M B O L I E K 


Je moet het zien:
groen in alle tinten onder zon,
daarachter een heel veld kamille
golvend wit

en daarin vinnig vlekt rood roder roodst
zes keer papaver.

Je moet het zien in Rijmenam:
de dreef naar ons domein onder zon,
daarachter weggeborgen huis

en daarin zij, Agnès, het gloeiend rood
midden de rode gloed van ons 
van vier keer rood papaver onder zon
van elk van onze kinderen.

Je moet het zo zien:
god, god, ieder van ons
heel planeet Aarde rood
papaver zes keer zon.



S A M E N H A N G 


Zie jij de samenhang?
Een hart is ervoor nodig,
dat is nummer één
en dan een wijd, een groot,
een heel gezond verstand,
zoiets dat uit de grond groeit,
netels en distels, de volle fleur,

zoiets vanzelfsprekends
als de zon, als het ogenblik
waar een ogenblik op volgt,
een donderslag na de bliksem -
voor wie overblijft.

Het is zo moeilijk niet.
Het is zo simpel als de filosoof
die in de zon zit op het terras
en koffie drinkt.

Anderen plukten de bonen,
anderen voerden ze aan, brandden ze,
kookten het water.
Anderen spraken het woord
en hij kauwt daarop
en kauwt en praat en bouwt
en Babel groeit op Babel
het onvoorstelbaar hoog
gezichtsbedrog.

Wacht tot het avond wordt,
wacht tot de nacht.
Rond de poolster draait de hemel
rond zijn samenhang
rond Rijmenam.



A C H T E R   D E   E I N D E R 


Soms, in de mist, - je raadt alleen maar schimmen, -
is alle verte gekrompen rond je,
een benauwende kring voor je zoekende ogen,
je zoekende zin.
Je staat midden geluiden, maar gedempt,
midden het land dat kilte dampt,
midden beklemming en vragen.

Gelukkig wie het overkomt dat plots de mist
wegschuift, gordijn dat langzaam diafaan
aan alle kanten tegelijk naar achteren verdwijnt.
De klaarte dringt voorzichtig tot het eerste grijze huis,
tot aan de bomen, tot aan de torens en de stad.

Dan, plots,
straalt helder hemelsblauw van bovenuit.
Het huis wordt baksteen, rood,
de boom wordt spar en groen.

Voor en achter je, overal zie je
de verten van het land, de lucht, de torens,
het nieuwe licht, het lachende leven.

Je zou zweren: ginder
- achter de einder, altijd aan de einder -
lacht en juicht en wenkt de nieuwe tijd,
alvast het nieuwe jaar,
en je hoeft niets te doen
dan vraag te zijn en wens
en op vervulling wachten.



N I E U W J A A R   2000 


Een beetje gelijk een morgen als de zon opgaat,
de schemer wijkt, de nevel uit je ogen.
Je ziet de kleuren helder worden,
licht tilt je hart op en hoop slaat
een golf over je heen. Vandaag.
Nog even en alles kan vandaag,
het kan lente worden in de winter,
zomer en zon en glimlach en we roepen
en horen roepen: 'Ik kom, ik kom.'
We zullen elkaar in de ogen kijken
en zeggen en horen zeggen: 'Lief
heb ik je, ik heb je grondig lief.'

Gelijk de morgen als de zon opgaat.
Wie voor de poorten staan - wij staan
voor de poorten, we staan er allemaal, -
zien de vleugels wereldwijd wijken
op het verlangen, de goede wil.
'Ik kom'. Door de poorten stromen
de menigten gelijk licht, gelijk
water, gelijk tijd en eeuwigheid,
een droom gelijk nieuwjaar tweeduizend
dat in geen enkel opzicht
van vandaag verschilt
in Rijmenam het universum,

iedere morgen als de zon opgaat.






ANIA VAREZ [9599]

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Ania Varez

Nace en Caracas, VENEZUELA 1991. Se dedicó a la danza, fue miembro del taller Experimental de Danza . Piso Rojo. En el 2011 su ensayo sobre educación fue ganador del II Concurso BCVoz Económico, mención publicación. Actualmente cursa la carrera de Estudios Internacionales en la Universidad Central de Venezuela. Ha participado en talleres de poesía dictados por Edda Armas y Gabriela Kizer.  En el presente año 2012, la editorial Bid&Co publicó su poemario, titulado “No es la línea ni el segundo”.




MI PADRE CAMINA POR CARACAS

Mi padre camina por Caracas
como si ésta le hubiera ofrecido un beso.
No lo ahoga el cemento,
cuando viene muerte
se extrae un árbol de los ojos y lo deja en la esquina.
Mi padre fue bautizado entre el frío y la guerra
cerca de una playa sin gaviotas,
Mediterráneo y manzanas.
Creció entre piedras, cepillando el cabello de una anciana
a la que me parezco,
el vino con el que lo alimentaron
traía pedazos de tierra y temblaba en el tazón de madera
con el ladrido de los perros.
Lo cierto es que más tarde
mi padre eligió esta ciudad como a una mujer.
Pero nunca pudo cambiar su forma de caminar,
con paso de agua sobre piedra,
como en el camino a Santiago.
Así, de pie bajo el sol extraño, mi padre
respira aún con restos de tierra en la garganta,
y alza un gesto entre la espesura señalando
lo blanco del árbol, de la niña, de la calle que ha de caminar
cuando la tarde le pida un techo
y él se retire a preparar café, a beberlo gris
como cabello de anciana,
tinto como ladrido.
Mi padre sabe que los hombres deben aprender de las piedras,
que sólo sobre piedra el paso no se da en falso.
Me digo que una ciudad es cosa de ojos, de humo o agua en los labios
que la nombran,
de piedras en las venas, en la espalda
o en las manos.
Yo sólo sé que el Mediterráneo no es mío,
pero sigo buscándole las piedras
a Caracas.







No puedo nombrarte. Déjame creer que fuiste tú quien me abandonó en este cuerpo. Que mi furia seguirá atada a tu sombra, que reirás mis pasos y bastará tu gesto para detenerme. Tú, que me has hecho venir desde tan lejos, me dices márchate al primer beso, porque sólo es belleza lo que jamás tendremos. Tú, que estarás mirándome aunque no vista el tórax adecuado, mirándome cada vez que regrese a mis cuatro dedos torpes y te dibuje un rostro. Dime que ayer me esperabas con cuchillos ocultos tras tu espalda y decidiste darme otra tarde, como la promesa de una sed que por fin sacie al mar y a su vigilia. Dime que es para ti este poema que habito, este cansancio que, sin embargo, creó una brisa.





Aunque el gancho del carnicero
sigue halándome de la nuca,
ya no lo siento.

Es la culpa de subsistir colgada
lo que me fuerza a bailar de puntillas.





Plié

¡Al menos te recuerda
que sigues siendo carne!

Más abajo
con las piernas abiertas
la fortaleza se talla
en bambú




Ya lo sabías.

Te esperaba con la alergia y el sueño ocultos
en el sostén.

Cuando finalmente me mires, dejaré escurrir a propósito lo flácido
de mis nalgas y lo impreciso de mis costillas,
como en un burdel barato.

Sonriendo, halaré mis pliegues, mi mirada
amarilla zanjará tu entereza.

Nunca acertaré a tocarte, pero sé persuadir a los cuerpos
que quiero.

Suelo extender mis dedos de alambre a su paso, así
dejar sus ropas prendadas en la fuga.

Entonces les ruego que canten desnudos para mí,
que canten aunque me haya ido,
porque el eco de los tacones no cesa de arrastrarme.

La ira no te servirá de nada.

Antes de oír el disparo, muerdo.

Pero aquí tienes
aquí mi ternura de párpados gastados
aquí mi inapetencia mi urgente discernir
aquí los años que me sobran
aquí mi deseo
aquí el muslo que me queda.

Soy tu ficción
pese a que no dilucido
mi cuerpo en ti desconozco mi origen o qué murmuro
ni el momento en que te sorprendo no sé.

Pero allí me tallas allí
donde soy greña de otra lengua
me ofrendas a las máscaras
y mi voz lavada golpea el estómago de la quimera
que lleva mi nombre
y mis cejas.

Te pertenezco cuando mi mano alcanza la taza y
la grieta, y el tacto sabe de los siglos que lo esperaron
de los siglos que esperará.

Porque vacías los rostros de esta vida
vida que llevo al médico que objeto
que uno en santo matrimonio
vida de trazos
no más que resonancias de tu gesto.



Poema

aunque sea yo la mentira
caminaré desde ti
con las manos blancas.

De nuevo
seré creada en tu adentro.







Del libro No es la línea ni el segundo 2012


I

cada vez
me vencen los cipreses
vuelven nítida la noche
en donde rasgas todo silencio
al tocarme
cada vez
mi grieta y tu sosiego
ágiles volvemos a disgregar los celajes
en aguas calmas

cada vez
me miras desde tu tarde de sol
y mis andares de naufragio te siguen
para ti, todo lo cálido del dolor
para ti, toda la luz
aunque me ciegue


II

no es la línea lo que buscas
ni el segundo

solo la vastedad de la urgencia
y sus fugas

siempre
la tinta trepidante
y el blanco vulnerable
de las manos


III

lo heroico queda latiendo en las piedras
caídas
esas que fueron una vez vértices del anhelo
de la montaña
las que desbordaron tantos versos
tantos
para luego dejarse ir
porque la cumbre no colmaba




MARIAN SUÁREZ [9600]

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MARIAN SUÁREZ
Avilés (Asturias) 

Libros de Poesía publicados:

-Escribo los silencios (Avilés, 1985)
-Tú, la compasión humana de los dioses (Sevilla, 1989)
-Mal de siglo. Plaquette. (Avilés, 1989)
-Distancia (Ferrol, 1994)
-La muerte tiene llave, junto con Aurelio González Ovies (Avilés, 1994)
-Fuegos prohibidos. (Burgos, 1995)
-Con los cinco sentidos con Aurelio González Ovies (Avilés, 1997)
-Libro de Áloe (Extremadura, 1999)
-Mujer de arena (Las Palmas de Gran Canaria, 2002)
-De los hilos que sujetan la cometa (Gijón, 2003)
-Una realidad aparte, junto a Aurelio González Ovies (Avilés, 2006)
-Las calendas griegas. (Ferrol, 2006)
 -Puente colgante sobre el abismo de las sensaciones Antología (Retrospectiva 1985 –2007).
 Ferrol, 2008.
 Incluida en la Antología CON VOZ PROPIA (1970 -2005) ED. Renacimiento, Sevilla 2005  

ESTUDIOS Y PONENCIAS SOBRE:
-ALEJANDRA PIZARNIK: LA BELLEZA CONVULSA
-MARGUERITE YOURCENAR: LA PRIMERA HUMANISTA
-POETAS ESPAÑOLES EN EL EXILIO
-TANGO. SÍMBOLO Y LEYEND A

Ensayo La mujer en los medios de comunicación de Asturias. Pieza ensayística. (Gijón, 1998)

Además de la poesía ejerce el periodismo literario y de opinión. Es, asimismo, Codirectora de la Colección Fíbula, de Poesía y, recientemente, cofundadora de CREACTIVA (Espacio nuevo para la creación literaria)  www.grupocreactiva.com

Ha sido galardonada, entre otros, con los siguientes premios: Ángaro (Sevilla, 1989); Accésit al Premio de Poesía Esquío (Ferrol,1993); Premio “Ciudad de Burgos”, 1995); Premio de Extremadura a la Creación (Junta de Extremadura, 1998); Premio Internacional de Poesía Las Palmas de Gran Canaria (2001); Premio Internacional de Poesía Ateneo Jovellanos (Gijón, 2002)

En 1993 fue distinguida con el Premio “Acebo” de Literatura en Lengua Castellana al escritor@ más destacad@ del año.






De Escribo los silencios


EN los rostros de aquellos muchachos que no amaste algunas ve-
           ces respiras la inocencia de cierta forma de mirar irrepetible
          que desde entonces no has podido encontrar porque son sus
          frentes de laurel las que quizá te nombran cuando la vida
          irrumpe cuando la piel se abre
          a otros muchos lugares
                                                               de los que todo lo ignoras

aunque vengas de muy mayor sobre las cosas o escribas con oficio
           pensamientos filosóficos que muchos te comentan con agrado
           cuando la vida llega para que  sepas que todo está dispuesto a
          tu alrededor sin haber sido tan siquiera para ello consultada

abril en muchos labios que te dicen de manera distinta que ya son
          otros los signos que te abrazan mujer otros los secretos que
          tú irás abriendo poco a poco por si alguien desde ahora dibu-
          ja el osario atento de tus pasos tú que ya tienes dispuesta la
          alcancía para darte el acomodo silencioso de unas manos que
          viertan al papel lo que tanto
          callaste.



No soy de nadie. Yo soy de mí. 
Mira el cielo en sus lumbres; 
él no es de nadie y sin embargo brilla.
V. Aleixandre.


De nadie
                 sino de la muchacha azul de la otrora inocencia qué lejos sobre
                 abierto páramo su vuelo a este preciso instante que cuento
                 como con vida propia

que he sabido a tu lado cómo agoniza el tiempo y el corazón ya cuenta
                 de los ciclos tristísimos que no quiere volver a fre-
                 cuentar no obstante ya vencido
                 de otras muchas razones

en las cimeras luces otra sustancia nueva primitiva amanece en la
                 magia de las azules horas las que la niña un día quiso
                 que su brillo  alcanzara.






Luego deja la pluma o cierra la máquina de escribir, 
se queda pensativo  y, al anochecer, muere.  
                                  J. Seifert

TAL vez en otro instante
alcance lo que ahora no pudo la palabra

sobre el papel se posará más hecha
y dirá lo que ha visto
traducirá los sueños
y será en la metáfora el guiño rutilante

                                          mas no seré yo entonces
no serán estos signos los que ahora me empujan
a escribir muy desnuda

y no será lo mismo el cristal de mis manos
el ruido de la pluma al rozar la cuartilla

no será lo mismo
la verdad que ahora enseña
su inocencia.




De Tú, la compasión humana de los dioses



AUTOGRAFÍA

POR lo demás no importa que yo escriba
                                                                       esta tarde
una composición muy triste
                                                                 las palabras
no son sino el pretexto de cerciorarte en ellas
al perpetrar recuerdos y adelgazar otoños
                                                                         lo que
intento decir
                              -si acaso interpretar para mí mismo-
con la fidelidad solar de los espejos
es que fuera de aquí ya está la vida
                                                             y que
las únicas razones que te restan serán de
                                                                       acabamiento
mejor
            de cierta sensatez
incluso aceptación de lo negado
                                                           porque ya estaba escrito
fuera de aquí el amor estaba escrito
que lo pregona el mar desde muy lejos
y la avecilla frágil en una tarde rota
igual a ésta
                     desde el asedio incontenible
de las linfas
a la abdía de la sangre
en corazón del solo
                                   tú
que ya vas para viejo
contigo a solas preguntándote
si ya nada es verdad para seguir viviendo
                                                              tú
la compasión humana

        de
               los
                      dioses.
           


TEOREMA

YO sé que algunas noches has vuelto a ser Señor
de un cielo anónimo

que has contado la lluvia como si fueran lágrimas
y has tendido las manos al calor del brasero

-cedro altivo y antiguo al fragor del invierno-

yo sé que muchas veces hay un torzal de angustia
que te crece en la boca
un empellón de sílabas doblegando memorias
sobre el compás abierto de alguna herida
                                                                       tuya
-por batallas de amor únicamente al más alto
 esplendor de cualquier guerra-

cuántas veces al hombre ausente en leve espuma
como en carne de niño le bastaría un mundo
sorprendido al envés

transportando ternura desde un ayer a hoy
de un corazón a otro
                                     en otro tiempo nuevo
y verosímil.




Cuando cuarenta inviernos rocen
tus sienes y surquen tu rostro
liso como un arado la tierra...
                                  (W. SHAKESPEARE)

CANCION DE CUNA PARA HOMBRE MAYOR

DIGAMOS que estoy solo
y que he de acostumbrarme
                                                -de modo natural-
a dialogar conmigo mismo
                                                tomar
cada mañana el mismo libro y recorrer la casa
vigilar sus rincones
                                  -por si acaso –
aspirar sus silencios de cuanto fue ventura
antes de hoy
                          con ademán cansado
retirar los espejos
-las huellas de sus manos
en el piano-
cambiar todas las rosas de la sala
como si fueran años que se han quedado quietos
al estertor silente de las aves
                                                  -al verdugo
imparable de las horas-
                                         digamos
que he de hacerme a los sucesos mínimos de respirarme
a solas
             tiernamente
                                   acaso reconocer también
las razones vertidas en los primeros versos
y una causa de amor que se quedó dormida
en el fondo de un diario
                                          a la memoria invoco
la tristeza del inocente niño
y en sus manos me asilo dulcemente
para empezar
                           de
                                nuevo.



INSOMNIO

NO estoy nada seguro si hay rostros de verdad
capaces de alumbrar todas mis noches
                                                                   si existen
seres dilapidando amor por un instante solo de
ternura
               o si en el rincón de alguna página
alguien habrá dejado escrito
                                                  cuán bella fue la vida
                                                  y cuán inútil
y cuestionarse un día si ha usado de su tiempo
cabalmente
                          o acaso si no es tarde
si no resulta un día ya muy tarde para dar de su labio
a la inocencia
                                    llamarla por su nombre
en la fascinación
                               de un niño.


Pero...¿qué es un sueño?
"Es eso que piensas cuando
duermes"
(Respuesta de un niño de cinco años)



CON/FABULACIONES

NO estar en ningún sitio sino en el pensamiento
de las primeras cosas que aprendí
dejar atrás las últimas razones y apenas
si existir
           en la memoria sola
-sobre la carne sola-
de una dulce materia y un saber que no es
nuestro
             alcanzar la armonía
de las fresas silvestres en los labios
de un niño.

(Una vez la inocencia y luego enloquecer)




De Distancia


Interpretar la forma del deseo como tierra
   que absorbe su simiente dando a la realidad
   humano
                 alcance.


En cielo nunca hollado artesanar las nubes,
   repujar de mariposas negras la opalescente
   lluvia.


Del oficio de amar cubrir todas las tapias de la
  melancolía,
                       no acomodarse al dios que más alumbra
tanta mediocridad; la gota inmensa donde el día
  se refleja y se sacia:

la forma del vacío adolescente.





No, yo no soy de los vuestros.

Yo vengo de la desobediencia de los
   hombres,
de la fragilidad carnal de la palabra,
de la mortal herida del lenguaje.

-Vivo en la noche de los búhos-

Traigo octubres de formas, panales de
   tristeza
y un secreto pasar de las costumbres.

-Mi reino no es el mismo--

Yo voy y vengo de los
                                      libros.
Vivo en un corazón de obras agotadas,
   que el tiempo,
                            -a contraluz-
se está llevando.





La noche en que estés triste
cultivarás las rosas más pequeñas,
las huellas diminutas de otros
seres que te han ido dejando.

La noche en que estés solo
acudirás al dios de la palabra
que despeje tus miedos uno a uno.
Reprocharás al dios de los mutismos
-su silencio fue la noche de tu vida-
de su mano de sal sobre la tierra.

Querrás saber
                         -por Dios-
si ser cristal de olvido significa
cambiarse de memoria o darse a la ironía
cabalmente;
                      cuerpo al viento del tiempo
que nos huye
                       como si el mundo entero te
sobrara.






Qué danza absurda y rota
circula entre la nieve
e infunde en la memoria
percepciones de piedra,
la hendidura en el muro
del olvido:
                   una imagen
de lenta despedida.

Con los brazos abiertos
a la noche: en qué fugaz
instante nos
                      murieron.
A qué pie de qué árbol nos
cortaron toda esperanza
puesta en el futuro:
nuestros nombres
                                sembrados
al vacío.
La muerte en que creemos
nos enseña el color de la
tristeza última:
                          el callado
furor que nos devora.
  
                                                Color de olvido
                                                (J. A. Valente)



Pero su mano
como ausencia.
Su mano
la campana
que desnuda
el crepúsculo.
Sus dedos
la caricia,
su aliento
la memoria
que hace gemir
la noche,
los sonidos
-ocultos-
de la tarde
desde su labio
al mío.
Su huella
en mi costado.
-La escultura
de un músculo
encendido
que se humilla
a la sangre-
Su piel
sobre mi piel
enajenada.
(Y alguna
indefensión:
algún delirio.)



De Fuegos prohibidos



Presiento que no es fácil que esto llegue
a ocurrir, así de pronto,
que la piel al abrirse recobre su inocencia, luego
un encendimiento
y más tarde el clamor de un sincopado río.
Después le toca el turno al peso de ser tierra,
materia fragilísima,
en donde alguien puso la señal del dolor,
como una deuda íntima
que es preciso pagar con moneda muy honda.
Mas el tiempo es muy breve y es su reloj la carne
y su hermana la muerte.
Prisioneros de culpa, esta noche, gran madre, nos
conduce al abismo;
fáciles del morir, desesperadamente fáciles.






Él no tiene la culpa de ya no ser el mismo.
Sus ojos, que no extrañan, ya no se abren al sol
como acero bruñido.
Ya no es su mirada la primera mirada con que
despierta el mundo,
                                               pereza de la muerte.
Él ya incuba los días en su pecho sin alas,
en sus noches sin sueño,
en el temblor solemne que anida en su garganta;
la raíz del dolor,
      desnuda y breve.
De su mundo extinguido yo soy el despertar
de algún poema,
el soplo taciturno de la tierra, la memoria de Dios,
la luz, jamás usada, del delito.






Yo crecí en los desechos de las fábricas, asistí
-desde muy pronto-
al desamor de las especies y al derrúmbe de las
constelaciones.
Cabalgué desde muy niño en los caballos de vesania.
Yo no sé cuántas liendres despojaron mis huesos,
las humedades de las piedras, las hijuelas compasivas
de la sangre.
No supe cuánta infamia logré ganar un día a cambio
de un mísero salario.
(Las redes de mi orgullo me impidieron volver a echar
las cuentas).
Sobre un suelo drogado de cansancios habité entre
los muertos.

(Qué triste, desde entonces, me ha parecido siempre
la belleza).






Le dije: Respetarás la noche de los hombres
cansados,
no beberás del vino de su espanto, no harás crecer,
amargo,
el polvo de su pena.
Quise que depusiera su orgullo, sustancia de los
débiles,
que germinase en su silencio la palabra del tiempo
y sus equívocos.
Le dije que mi poesía venía del fuego de la tierra,
de los males heredados de mi especie, del holocausto
de la duda.
Yo guardaba para él, como una extraña ofrenda, el beso
de la muerte.






La fuente del placer está contigo,
brilla en ti, fluye en tus manos
con una fuerza oscura.
Pero sabes muy bien que nada queda
sino ese oscuro pasar de los deseos
sobre la piel de un tiempo
que nos finge.
Sabes que nuestra eternidad dura un instante
de intensísimo ser, sólo un trayecto núbil
que equivale a un morir de causa extraña
a la velocidad que dicen de la luz.
La vida sólo vale este momento
que es preciso gastar impunemente.






Tal vez sin yo saberlo
he querido pactar con la palabra
y he podido mojar en el tintero
un corazón
en avanzado estado de renuncias.
Acaso a mi manera he construido
un mundo de ceniza,
un fugaz calendario
y una fingida tregua.
Pero llegó el destino, celosísimo,
y arrancó de mi boca los secretos
de fuegos heredados
en un viejo cuaderno de poeta.




De Libro de Áloe



HOJA DE BOJ

Madre,
este es el mismo lugar donde hemos estado muchas veces.

El mismo territorio en donde anidan los castaños
y cimbrea el helecho un viento de semillas
que tú cogías siempre
para sembrar de sueños las macetas.


Madre,
esta luz que ahora alumbra,
despiadada,
en el mismo corazón de la memoria
aún custodia tus pasos desde entonces.

Aquí están todavía la higuera y el gorrión,
las praderas encintas del maíz
y la nube que anuncia la tormenta,
fantasma de mis miedos.
Aquí, todavía, las moreras
y el arrogante pino
de los montes poetas de mi infancia.

Hubiera vuelto a ver la dimensión del fuego
en el solsticio del verano,
la guadaña templada al filo de la luz
y la orfandad del roble.

Volvería a sentir tus manos artesanas dibujando
impacientes, por mañanas de escuela,
dos trenzas de alfabeto en mis cabellos rubios.

Pero fiel a tu noche,
a tu morir con prisa,
hoy he posado en el poema esta herida muy vieja
que oculté para ti
debajo de las sábanas.

Y he querido, por una sola vez,
romper el tiempo,
y acercarme al rosal y acariciar la rosa
(que me cortabas siempre)
como fruto de tierra, como hambre de siglos
de un instante de amor
o de breve caricia.



Volver es construir de nuevo una mirada
alrededor del tiempo.
Teñir de nuevo al sol los incendiados ojos
en alas de un dragón de mil cerezos.

Regresar otra vez hacia los mismos prados
y cortar su simiente con guadañas de humo
hasta que nunca más retoñen, padre.

Recorrer en precario cualquier día de entonces
fijando en los espejos el idioma del agua,
las funerarias lluvias
que esparcieron al mar nuestros silencios.



Ella viene de una mirada que aún recuerda el invierno
y el carburo encendido
por las altas paredes de la infancia.

Ella fue quien, callada, construyó territorios
de pétalos de rosa
por si un día llegaba a ser princesa.

Ella, que al caer de la noche inventaba ciudades
y buscaba entre sombras el fruto prohibido
para darle un bocado a la rutina.



Llega la luz,
la noche se ha llevado un silencio de arena,
fragmentos de algún crimen
y muchas lunas rotas
en la mano vencida ya sin tiempo.

Alza su rostro el sueño.
Sabe que ha perdido la noche
y que ha de volver muy pronto
a correr la cortina que hoy separa
-al alfabeto oscuro del idioma-
la vida de la muerte.




De Mujer de arena


JUEGOS NOCTURNOS

YO soy la narradora,
la autora del único relato
que firmo con mi nombre.

Ha llegado el instante de la página en blanco
y en mi párpado nace el hijo de la luna.

Hundo la mano en mí,
acaricio por dentro las cuerdas del violín
donde nadie me escucha.
Al instante que llego hay luz en la bombilla
y ojos que, desde lejos,
ni me miran.

Mis dedos, de por sí contradictorios,
adquieren precisión de ser ajenos
al momento en que escriben.
En lo oscuro tropiezan, se rebelan,
preguntan por mi frío y por mi fiebre
y un poco más cansados y más tristes,
en las primeras luces, me abandonan.



JARDÍN DE INVIERNO

ERA como yo misma.
Venía de muy lejos
con mucho sol de invierno
en las pupilas.

Jamás le pregunté
de cuántas ciudades regresaba
ni a cuántos hombres
había conocido
o, tal vez, olvidado.

No quise preguntarle
por qué,
después de tanto tiempo,
aún brillaba en sus ojos
la rosa de mis noches.



EL HUSO DE LA RUECA

CIERTO,
lo incierto de ser hombre queda escrito
en el cristal de un siglo.
Pero son precisas las palabras,
la herramienta tenaz de la memoria,
el musical latido.

Quema el ayer la vida,
arde en el espejo el brillo de una lágrima,
acaricia el dolor la belleza perdida.

Miro caer el agua:
el río desbordado trae un pájaro muerto
como un cuerpo de niño abandonado.

Escribo, ya es silencio.



FUEGOS FATUOS

HAY alfabetos como perros de presa
Que colonizan muchas voces.
Fragmentos de lecturas que se cuelan
amparadas en los oficios del lenguaje.

Hay quien simula ser la lanzadera
de apócrifas memorias,
quien se arroga el oficio de contar como nadie
las verdades a medias de la farsa;
el resto de las ruinas
que cada cual sostiene
como la última columna de su templo.



POÉTICA

LLEGAN como ladrones dispuestos a pagarme con dieciséis
monedas.

No saben que habito en una isla donde aún es posible esta
neutralidad del pensamiento, esta costumbre -nunca rota-
del silencio.

Ignoran que llegar hasta aquí no ha sido fácil, que habré
dejado atrás las secreciones vanas del lenguaje, la partición
de las metáforas, los cielos protectores de las antologías,
como punto de apoyo (o de castigo) según mis propias
normas.

Yo asumo el rostro del exilio, la noche que engendra mi
escritura, el justiprecio de mis versos.


En la poesía no hay lógica ni razones previas
o posteriores, sólo hay la radicalidad de la
expresión, su entrega libre.  
        A. ARKOVSKI






De De los hilos que sujetan la cometa



EXPIACIÓN DE PRIVILEGIO

Yo soy la cómplice perfecta
de todos mis errores.
Sujeto femenino y reincidente
en cuantas infracciones se me imputan
de extrema rebeldía:
sobre todo con las instituciones.

Habré jugado con ventaja
muchas veces,
habré dado la espalda
a emociones más fuertes
-en oficios de amor
confieso no haber sido
demasiado indulgente
con las debilidades de los otros-.

Que no se culpe a nadie
de esta cuota de libertad sin límites,
yo sola me he ganado por la mano
el derecho a estar sola,
sencillamente sola
a solas con mi vida.



DE LOS HILOS QUE SUJETAN LA COMETA

Aquí están mis dominios:
la prueba más palpable de mi infidelidad
al orden natural de la existencia.
Encontré muy temprano
mis propios laberintos,
las sombras que cubren de misterio
las raídas cortezas de los árboles.
Descorro los crepúsculos
de una ciudad perdida entre la niebla
lo mismo que un fragmento
de una historia futura.
Al sol de mi destierro
acaricio el plumaje de los amaneceres,
el vaho entretejido de nostalgia
que tiñe de imposible cuanto miro.
Desde un vitral de insomnio,
dejo mi cuerpo a solas
viendo pasar el mundo
rodando en una lágrima.



RETRATO

J. NIZÁN
MONTMARTRE (PARÍS). FEBRERO, 2001


Permanece en reposo
el rostro que ahora miro
con tristeza.


Propaga su desnudo la pupila,
habla el silencio
de un instante de luz
irrepetible.

Hay momentos
en que me devuelve lo vivido
como una carga que le excede
demasiado:
la juventud ardida,
la infancia declinada,
los rasgos,
deliberadamente humanos,
de la muerte.

Sobrecoge
esa quietud armónica
del labio,
la protección del párpado
para ocultar al lienzo
las huellas del cansancio,
el tiempo retenido en esos ojos
que nunca volverán a ser los míos.

                        Para Aurelio González Ovies.



APOTEGMA

Existir,
al igual que el amor,
puede ser como un juego
que nos crea adicción
e inmediatamente
nos destruye.

Existir,
al igual que el amor,
es un suicidio
a corto o medio plazo.



NO

Amigo o enemigo
qué más da,
si una palabra es todavía
la jugada maestra
que nos sitúa ante la vida
en igualdad de condiciones.

Sencillamente,
para que tú y yo juguemos limpio
es preciso,
con anterioridad,
inventariar los restos
de los sometimientos,
los adverbios de negación
al uso,
un instante el silencio
de todos los relojes,
antes que Dios
reparta fichas.




De Las calendas griegas



La luz jamás usada

No es igual el invierno
que hoy respira la tierra cuando llueve,
ni es lo mismo la luz
que pone en pie la sombra
de los árboles.

Extraña ver la vida a través
de un cristal
que tiende a simular tanta belleza,
mirar la luz
                      caer
entre los muros divisorios
de mis ojos.



El canto de los pájaros
      (El cant dels ocells)
                       (P. CASALS)

Otra vez el invierno se abre paso
a un viejo atardecer
de lunas rotas. Otra vez es la nieve
quien desnuda mis ojos
como entonces.

Sólo sé que es febrero
-no sé ni de que día ni que año-
y que mi madre ha vuelto a colocar
sobre la silla
mi ropa, recién planchada
de domingo.

Más, de pronto,
alguien borra la imagen
del color de mis años,
la luz de una muchacha
en mis ojos de ahora.



Armadura

Nada que declarar.
Pero sabéis que llevo
encima
instrumentos sensibles,
herramientas,
de afilado perfil,
armas,
de regular calibre,
capaces de vulnerar
-si fuera necesario-
ordenanzas al uso
del bien y buen vivir
cada vez que la vida
me hace trampas.



Transterrado

Hacía colocar sobre la puerta
la siguiente inscripción:
"el poeta trabaja
los días que está triste",
y así instauró la fórmula
de afinar hasta el límite
la soledad primera,
la perfección de los adioses
a que se debe someter
toda escritura
para ser ella misma.

Pertenecía a un mundo
en avanzado peligro de extinción;
la belleza de entonces se ha ido,
igual que su recuerdo, disipando.

Mas acaso el dolor
ya no resiste las celdas del saber ,
el material desnudo de su voz,
esa forma callada de elegir
(entre la locura y la razón)
otra forma distinta
de aceptar como propias
las razones secretas del idioma,
las noches que alumbraron
por sus ojos
los instantes más fríos,
los amaneceres más secretos.



Tiempo de calendas

Fueron muy intensos
pero breves,
los instantes guardados,
los días diferentes
que hasta ahora cumplí.

Como un ayer intacto
hoy miro en el espejo
una luz de fogata
que se ha quedado ardiendo
detrás de la memoria.
Y veo su fulgor,
la bruma entreverada
de las brasas
que dan fuego a mis ojos
como una muestra
de creación latente.

Parece que fue hoy
cuando aún medía el cielo
por estrellas fugaces,
cuando febrero resucitaba
en mí la tácita armonía
del invierno,
y era realmente hermoso
mirar el firmamento
con la súbita urgencia
de una emoción desconocida.

Era hermoso tener el mundo
entre las manos
-la ofrenda generosa de sus dones-
y no saber qué hacer con él,
no querer,
                   apasionadamente,
                                                   retenerlo.



De Cuadernos de poesía Fíbula



FARO DEL FIN DEL MUNDO


Puedo,
si así lo quiero,
cambiar de soledad en un instante,
porque el silencio no admite compañía.

Si sobrevivo aún,
es porque no ignoro
que se ha cumplido el tiempo
de no perderlo más.

Y no ha de ser igual el mundo
que hoy desnuda mis ojos
ni idéntico el sonido de la lluvia
en el verde del brote de la hoja.

No habrán de ser lo mismo
los colores,
                     el peso de la luz
sobre la intimidad del río,
la licenciatura de los árboles
que otorga a cada hoja en movimiento,
las preguntas que tuve que guardarme
para saber de mí,
imán, rumbo y objeto de mí misma
geometría sin voz,
espejo donde poder mirarme,
ser yo misma.

Tras mucho caminar
habré encontrado al fin,
sobre el azul, alzadas,
-diseminados los perfiles y la historia-
bandadas de cometas,
los dones primigenios de belleza
otra vez tan desnuda,
cada día más lejos.




http://www.portaldepoesia.com/



MARIANHE JALIL [9601]

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Marianhe Jalil nació en el puerto de Veracruz, México en 1966. Hija de madre libanesa y padre mexicano. Creció rodeada de expresión artística en la familia. Su primer contacto con la poesía fue a los 14 años de edad, cuando en la clase de Literatura solicitaron un ejemplo de este género. Con sorpresa notó su soltura, y continuó expresando sus sentimientos, opiniones, experiencias a través de la poesía.  En el año 2003 publica su primer obra titulada “Una pizca de poemas para unas recetas de amor” con la Editorial Edamex, combinando su poesía con recetas de platillos afrodisíacos, que fue acogida con gran éxito en México, y ciudades con población latina de Estados Unidos como Los Ángeles, Chicago, Nueva York. Además de Costa Rica.  Habiendo sido publicada en el 2004 la segunda edición de esa misma obra. Desde el año 2005 es colaboradora en el periódico “El Dictamen” de su Estado con la columna titulada “Melée”, con temas de política, economía, sociedad y educación siempre en un estilo “cotidiano”. Preocupada por la difusión literaria, en el 2006 en este mismo periódico colabora con la columna “Rescatando la poesía” en donde promueve a autores famosos y desconocidos del género. Estudió la Licenciatura en Pedagogía en la Universidad Cristóbal Colón en su ciudad natal. Estudió la maestría en Desarrollo Organizacional en el Centro de Estudios de Postgrados del Estado de México.

Ha publicado los poemarios Una pizca de poemas para unas recetas de amor, Con sabor a mar y En un mínimo infinito; y las antologías Palabras al viento, Antología de nuevos poetas hispanoamericanos en Madrid, Amantes de Mar y Tierra en Perú, Vibración de Voces de una Década, Versarias ondinas y bucaneras, Cuentos para leer y Poemas para suspirar un siglo en México.

Su obra ha sido publicada en diversas revistas y blogs de poesía latinoamericana, ha participado en varios encuentros internacionales en México y el extranjero; labora en el IVEC como promotora de actividades literarias; coordinadora del Encuentro Latinoamericano de Poesía 2010 y miembro de Al Fannán, sociedad de artistas e intelectuales descendientes de libaneses en México.



Sueños 

Cierro los ojos, te pienso 
Y así paso los largos días; 
Haciendo de las horas, sueños, 
Volviendo irrealidad tu lejanía. 

Vuelvo al cielo mi mirada 
Y las estrellas en luces yo convierto, 
Para volver a la ciudad lejana 
Donde todo, sin querer, fue dulce y tierno. 

No quiero ya soñar, 
Pero te pienso... 
Y es que me duele recordar 
Que fue un intento 

De poder lograr amar 
En solo unos momentos. 
Y ahora tú olvidarás 
Lo que ahora sola recuerdo. 

Por eso...cierro los ojos, y te pienso 
Pasando lentos todos estos días. 
Haciendo de las horas sueños, 
Volviendo irrealidad tu lejanía. 

No quiero ya soñar, pero te pienso. 

1



Recordándote 

Me gustaría acariciarte ahora, 
Y sentir en mí tus labios. 
Pero tu presencia es solo ya una sombre 
Que se aleja decadente en un adiós. 

Fui una tonta por querer aprisionarte, 
Creyendo que tu tiempo era mío, 
Buscando en cada beso tu cariño 
Alejándote de mí, ya por hartarte. 

No buscábamos ni tu ni yo lo mismo; 
Para ti yo era un pasatiempo 
Que tirarás ahora en el abismo 
De la obscura realidad que es el olvido. 

Mientras en mi corazón tú te alojaste 
En un pequeño rincón, cálidamente. 
Y ahora que te fuiste, no puedo arrancarte 
Costándome una lágrima, cada noche, recordándote.


1



Esperando a alguien 

Vivo esperando a alguien, 
Sentada ansiosa en la ventana 
Procurando disimular una lágrima 
Que recorre mi mejolla al no encontrar a nadie. 

Vivo buscando a alguien 
Que pueda amarme enteramente, 
A quien yo pueda entregar mi alma, 
Y compartir mis días con él por siempre. 

Vivo pensando en alguien, 
Dibujando imágenes difusas en la mente, 
Que no pertenecen a nadie, ciertamente, 
Pero siendo suyas, especialmente. 

Vivo esperando a alguien, 
Sentada en la ventana tristemente, 
Procurando disimular una lágrima, 
Por la duda de saber si ese alguien existe. 






Gotas 

Gota de lluvia caen ahora en mi cara, 
Mientras por las calles camino vaga; 
Me estremezco y me siento empapada, 
Uniéndose el sudor, la lluvia y una lágrima. 

El conocerte, no lo planeaba. 
Y mira ahora lo que me pasa, 
Que hasta amarte yo llegara 
Para que ahora, mi alma esté quebrada. 

Mi corazón, ya ha perdido fé, 
Me costará ahora poder creer 
Que alguien me desee querer 
Sin tener miedo de otra vez perder. 

Tal vez jamás te vuelva a ver, 
O tú nunca de mí quieras saber. 
Pero todavía te perteneceré 
Y esperando al amor yo permaneceré. 

Siento frío y me envuelvo en mis brazos, 
Necesito respirar y así, suspiro. 
No sé si llueve sal, o lluvia lloro, 
Ruedan por mi cuerpo gotas transparentes 
Con olor a amor. 






Rosa Gris 

Una tormenta de pétalos de rosas grises 
Inunda la espesura de mi amor ahora, 
Por las huellas del dolor que, en cicatrices, 
Fueron marcando el corazón, hoja por hoja. 

Repetidas veces escuché que nada es para siempre, 
Sin embargo, quería inmortalizar esos momentos 
Que juntos compartimos, siendo vano todo intento. 
Aunque un recuerdo tuyo perdurará en mi mente. 

Marchito quedó mi corazón, que un día fue rosa, 
Con tus formas diferentes hiciste florecer, 
Primero como un botón, que abrió sus pétalos lentamente, 
Para encontrar que el sol se sefumó, dejando paso a una tormenta. 

Arrancó el viento uno a uno sus pétalos entristecidos, 
Que fueron tornando del color de vida 
A otro que anunciaba una triste muerte 
De un amor que quedó en el tiempo suspendido. 

Tal vez las nubes grises se esfumarán mañana, 
Dejando traslucir del sol sus rayos; 
Y vuelva a iluminar a la rosa arrinconada 
Que lucirá, entonces, ya marchita y deshojada. 




ANTONIO VIRGILIO DE ANDRADE [9602]

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Antonio Virgilio de Andrade
Poeta y Escritor Antonio Virgilio de Andrade nació en diciembre de 1955, en Pernambuco / Brasil; residió en Río de Janeiro, San Paulo, y actualmente vive en Brasilia. Con el advenimiento de la Internet, su literatura pasó a ser publicada en varios sitios literarios en idioma portugués, español e italiano. La poesía de Antonio Virgilio de Andrade, cuya participación poética se difunde en la fase del pos-modernismo brasileño, marca la pauta de una poesía con una línea personal que se aleja de lo concreto y lo cotidiano para descubrir mundos abstractos que tejen su red en las sensaciones, tiene un fino sentido del sarcasmo, posee dosis de ironía a la manera de dardos de palabras y nada le es ajeno, ni ¡COMO, UNA COMA!, ni Terceto del Bién-Querer, ni AGUERRIDA, de otros ingenioso, romántico y de caliente erotismo, ni DESTINO GITANO, ni DURO CINCEL DEL ESPÍRITU, ni POTRA. Si por momentos su poesía tiene el rigor de la geometría, la desmesura de los enfrentamientos, de otros inmiscuye la poesía como noticia poética, como es el caso de Poetas como Manuel Bandeira y Oswald de Andrade, mas nunca, se aparta de la definición del verso y su temática poética.
En su promisora carrera literaria, fue seleccionado por el ENTREPAÑO BRASILEÑO NUEVOS TALENTOS para participar en el CATÁLOGO BRASILEÑO DE POESÍA CONTEMPORÁNEA.
Recibió cita honorabilísima del Centro Cultural de Aricanduva - San Paulo; premiado en el VII Concurso Internacional Literario de Otoño; premiado en el VI Concurso de Cuentos promovido por la Revista PONTO DE VISTA. Su coetánea poética RASTILLÓ DE PROSAS, fue seleccionado para edición en braille, por la Asociación dos ciegos e ambliopes de Portugal - ACAPO.

LIBROS EDITADOS:

Coetánea Poética: RASTILLÓ DE PROSAS; ADOLESCER DOS GIRASOLES; FRACTALS; ANDRADE's POÉTICA GENEAL ANTOLOGIA.
Cuentos: CAZADA A PIRA-BRASILIA; AGUA SOMERA NO CORRIENTE FONDO; Le PRÍNCIPE QUE ABATIÓ DO CIELO.
Crónicas: CRÓNICAS DO COTIDIANO Y DO BURRADA; y
Suyo Romance: OINOTNA, LE ÚLTIMO ERMITAÑO.








  ¡COMO, UNA COMA!

Soy un providencial gravito en medio del camino.
Una advertencia para que los transeúntes
pisen con cuidado en la pavimentación.
Pues, cuando se trasega en piso excesivamente escurridizo,
Es muy común resbalar y terminar en el suelo.

En la oración el mismo se da conmigo.
Y no aconsejo las vírgulas sedientas los golpes de vino
Tan menos, abstenerse del placer de la virgulación.

Finalmente, soy yo que doy cadencia al habla.
Cuando el lector se niega obedecer a la señal de pausa:
Es muy probable que muerda la lengua.







AGUERRIDA

Ya hace tiempo que el sol no despierta,
Es todo un negro anochecer.
Ay! cuánto tiempo en esta trinchera
No se hace un amanecer.
Ya hace tiempo, ya hace tiempo...

Ya hace tiempo que no te miro,
Con mis ojos de buen muchacho.
Ay! cuánto tiempo no te veo
En las páginas de los periódicos.
Ya hace tiempo, ya hace tiempo...

Ya hace tiempo que no te toco, no te oigo,
Caricias tuyas, no me tras.
Ay! cuánto tiempo sin tu cuerpo
Que su recuerdo no me satisface.
Ya hace tiempo, ya hace tiempo...

Ya hace tiempo que siembran bombas,
Cultivando el odio del pasado.
Ay! cuánto tiempo en este jardín de sombras
Cosecho cuerpos mutilados.
Ya hace tiempo, ya hace tiempo...







¿Sexo?

Sexo
Tal vez un día haga
Con toda las letras y con todo despudor.
Hoy estoy lleno
Sólo quiero saber de amor.








Terceto del Bien-Querer

Ganas
Atracción química de la carne
Copa de baño animado dónde se funde la naturaleza cóncava y convexa.

Pasión
Dulce flagelo del alma
Postre de fresa madura con cobertura de chantilly sazonado con pimienta.

Amor
Alquimia del espíritu
Ampolleta de savia cósmica que eterniza sentimientos.

Amistad
Sintonía digital Del compañerismo
Pisadas de armonía en las veredas de la vida.








DURO CINCEL DEL ESPÍRITU

La danza loca de tu lengua
Desata en el cuerpo agonía
Y endulza la hiel de la eterna soledad.

La navaja del duro cincel del espíritu
Hiere de muerte a la serpiente kundaline
Desangrando luz en la boca de la oscuridad.

El gozo es lujuria marina
Torpes espumas en las piedras del muelle
Siembras de rocío las fibras del corazón.









SABOR A HORTELANA Y EL FRANCÉS EN TU BOCA

¡Qué ganas!
El gusto de hortelana en la boca tuya
El sol dorado o sedoso encarnado de piel fina
El viento jugando en los laberintos del plumaje de la ninfa.
Tu cuerpo fluctuando en las arenas de Amaralina
Y yo adentro de él.

¡Qué emoción!
Desnudar tus vueltas de las sábanas de la cama.
Viví contigo una fantasía loca
Tu hálito me revela que me amas
Besar el susurrar francés de tu boca
Y oír mi nombre dentro de ella.








POTRA

La miel de la boca
en las curvas del cuerpo
Despierta el barro bronceado
De la piel en flor...
Deseos carnales.

En la hendidura de los labios carnosos
Cosecha agua del deseo...
Sede de los animales.

Desnudas, dos
Siluetas a bailar
gozo del placer incontenido.
Brazos y piernas...
Abrazo voraz.

Arqueo ante coito en suspiro lánguido.
El caballero se hace de montaría...
A montaría de caballero se hace.








POR TI

No era mi poema
mis poesías no eran.
Era el gorjeo de la juriti
que rasgaba mi corazón.

No era mi sentimiento
mis emociones no eran.
Era una estrella cadente
que anocheció en el infinito.

No era mi deliro
Mis caricias no eran.
Era una brisa pasajera
que al mar la vela llevó.

No era mi presente
mi futuro no era.
Era el epílogo
deseando suceder al prólogo. 







DESTINO GITANO

No soy abeja en búsqueda de miel
Pero en la flor de tu boca cosecho el néctar dulce.

Mi alma es gitana
Padezco la enfermedad de las cigarras
Vivo cantando para espantar mis desengaños.

Mis noches son léves
La brisa es serena
El sueño profundo...
Sólo recuerdo cuando el sol viste el manto y reina impávido.

La presencia de amigos ausentes
No comparte la alegría que transborda del corazón.
Dicen que soy irresponsable y soñador:
Tal cual niño.









SONETO A LA JUVENTUD

Fuí feliz cuando cumplí quince florecimientos
Parecía que mi mundo se iba a desmoronar
Para apaciguar prometidos desabatimientos
Gané loción y crema de afeitar.

Con la llegada de esos nuevos días
Descubrí que la edad es difícil de tolerar
Estoy solo, mis noches son tan frías
Y nada de un nuevo enero llegar.

Dicen todos que en esta fase no me debo precipitar
Que vendrá y tendré incontables primaveras para amar y quedar
Están; todo lo que un día no fue, en mí, en ti, será.

Es una angustia una eternidad un sufrimiento.
Pero la desventura eterna de este lamento
Tal cual noche después del día, un día... pasará.








COTIDIANO

Aprisa
El descaso
Laberintos y soledad.

Deseo durmiente
Juguetes en los ojos del niño...
Alma huérfana de esperanza, en la esquina.

Orgasmo cotidiano
outdoor teñido de consumo
Miseria sembrada en el calcadas

Violencia gratuita
Libertad prisionera del miedo...
Salvación sin rumbo o dirección.

Selva de asfalto impregnada
Tiro al señal en el señal indigente
Secuestro relámpago

Rutina y tacaño vivir
Tatuajes de ángeles en la posguerra...
Tren de la vida a contra-mano.

No!, un basta no se basta.
No me basta sufrir
No me basta correr
No me basta olvidar
No me basta gritar: NO!!








DESILUSIÓN 

I

La democracia,
es un cuadro rojo
pintado de azul
expuesto en sala sombría.


II

La Poesía,
una pasión torturante
que se nutre de amor platónico
y se embriaga de soledad.



CALOR PATERNO

Yo quería
Yo sólo quería tener un padre
Para conmigo juguetear, y
Bromear de la precoz masculinidad reflejada en el espejo:
Cuando fuera a afeitarme.

Yo quería
Quería que él me impusiera castigos
Que me cortara sueldo
Que se enojara conmigo
Por quedar despierto hasta altas horas de la madrugada.

Yo quería
Yo sólo quería tener un padre
Descomunal o pequeño
Feo o bello...
Alguien a quien llamar padre.

Bien sé, que muchos así no piensan
Que no comparten el valor de tal relación;
De la amistad y del trillar el mismo camino
De la falsa libertad en la cárcel paterna
Del cordón umbilical que supera la emancipación.

Pero yo no estoy ni ahí!
Daría todo para merecer ese martirio
Tener a mi sombra alguien imprevisible
Que fuera mi héroe, mi amigo...
Alguien a quien llamar padre.



SIMPLE

Amar es simple
Cuando se ama simplemente.
Son olores, sonidos, colores y gestos simples
Que se quedan con la gente
Como aquella mirada cómplice
O un no mirar simplemente.

Ella cruzó mi camino 
Y fue posesionándose de mi, 
poseyéndome simplemente 
Me ofreció su candor
Y con modales indecentes,
Me llevó a hacer toda suerte de locuras
Ser feliz simplemente.

Un día... mi mundo cayó
Fue todo tan de repente
Como vino, partió...
Me abandonó simplemente.








Náufrago 

Ainda corro contra o tempo...
Ele me é implacável.
Ainda navego sentimentos...
Ele me é indomável.
Ainda choro enquanto você sorri. 

Ontem me fiz pranto...
Acordou-se em mim uma dor antiga.
Hoje me pego cantando...
Escondendo tristezas da vida.
Ainda me confortam pedaços de nostalgia. 

Na parede um retrato adolescente envelhece
No cabideiro as traças devoram a casimira
No espelho entrevejo um rosto pálido
No travesseiro sinto o hálito da bebida.
Ainda descaminho no meu caminho.






ABRIL DISSIMULADO

Todo mundo já sabe
Você desabrochou
Mesmo assim, insiste em negar
Com quem saiu
Por onde andou
Onde estava.
Olha que absurdo!
Quando o véu se abriu
Ofuscando a luz da cidade
Você sorriu
Disse que era o fruto da maldade
E hoje rejeita a si mesma
Como se fosse uma flor de abril dissimulado
Renunciando a felicidade.







FLOR DE MAIO

Sexo perfume
viço no viço silvestre
artrópode nos pelos
jura eterno amor,e
no lívido da Flor-de-Maio
suga o néctar desejo. 

Também fico enamorado
cobiço teu florescer
o bálsamo doce-inebriado  
que exalas no cio, e
me faz passarinho
para no bico colher tua flor.







A COR DOS TEUS OLHOS

Queria vivenciar teu mundo cor-de-rosa 
Desvendar cada polícromo das tuas  fantasias
Pois bem sei, que o VERDE dos teus olhos CASTANHOS
Só me olha pela lente do preto no branco da rotina.
Pois saibas que meus olhos são mestiços 
Contempla o arco-íris do teu ser
Te vejo pelo azul do coração
E te desejo com vinho da paixão.







QUERO SOMBRA

O sol nasceu para todos; a sombra...
Somente que foi concebido sob arvore frondosa vive a plenitude da vida.






O POEMA

O POEMA é um passarinho liberto do cativeiro. 
O único laço que o prende ao Autor é o sentimento do dever cumprido.


AMAR, SINÔNIMO ILUSÃO

Eu e meu coração comungamos as mesmas desilusões, mas sempre escolhemos a pessoa certa a ser amada.  
A pessoa Amada: quando menos, não sabe ser a Amada da gente.






NIEVES VIESCA [9603]

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Nieves Viesca 
Poeta y narradora, nace en Gijón, ciudad donde reside.
Su andadura literaria comienza en el periódico El Noroeste, desde su fundación en 1978 hasta la desaparición del mismo.

Tiene publicados los siguientes libros:

La danza del equilibrio (1996) - Relatos.
Metamorfosis del sentimiento (2002) - Relatos.
Diecinueve o Veinte Líneas (2009) - Relatos.
Manual de Tinta (2012) - Poesía.

Figura en las Antologías:

Sembrando ilusiones (2003).
Tejedores de palabras (2005).
Muestra Siglo XXI de Poesía en Español (2006).
Tankas para la primavera (2007).
XX Colección Voces Nuevas de Poesía (2007).
Los mejores Bilordios de Pinón (2007). Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo
Palabras con Ángel (2009).
Miniantología XXX Aniversario Fundación Prometeo (2010).

Premios:

III premio en el concurso de cuentos Radio QK (1995)
Accésit en el XI Premio San Esteban de Sograndio, Oviedo (1999)
II premio de poesía anacreóntica en el Festival de Otoño, Segóbriga (2003)
Premio Voces Nuevas de Torremozas, Madrid (2007)
Primer premio en el IV concurso de microrrelatos Minimorum “La Voz de Asturias” en la modalidad de Llingua Asturiana, (2008).
Seleccionada en el X Encuentro Nacional de Escritores y Poetas de ANUESCA (2011).
Ha recibido una subvención a la Creación Literaria de la Consejería de Cultura y Turismo del Principado de Asturias por la obra Diecinueve o Veinte Líneas.
Colaboraciones en revistas literarias y periódicos de arte. Lecturas poéticas en la Sala Trovador, Madrid.
Participación en las jornadas Mar Adentro, Candás; en el Jardín Botánico Atlántico de Gijón, en Los Encuentros Poéticos de la Fundación Municipal de Cultura, Vagamar de L'Arribada (2011) y en las XI Jornadas de la Asociación de Escritores de Asturias.



VERANO ENTRE LOS ÁRBOLES

Fuera de ti, el mar sediento ahoga,
se torna muro, bosque de maleza.

Contigo el agua al viento
en fuga, silba ardiente vapor. Sube,
asciende igual que un hilo
de globo sin alcance.

Tu embrujo es filtro y fuego,
vals de olas que no mueren en la playa,
cofre irisado en sol.

Si velas el océano, la hoguera
de mi vida es frescura,
el barro del camino labra el cántaro
que escancia la oquedad del ser nutrido
con sueños del verano entre los árboles.









En el Centenario del Nacimiento de MIGUEL HERNÁNDEZ


                                                                POEMA-HOMENAJE
A
LA MEMORIA

                                                                                                  Algo se ha roto
                                                                                     en las solemnes estancias
                                                                                                   de la memoria.
                                                                                                (Victoriano Crémer)

EL silencio
                          que clama en tus heridas
fue algún tiempo registro
del hambre y del cuchillo de la nieve
más oscura. Rechinan y retumban
los recuerdos que invierten,
bajo el manto que escala los caminos
del Ayer, una voz
por tu sangre estancada.

Arañaban la tierra
los difíciles años de la guerra.
Se enzarzaban en lucha,
                                    en muerte,
                                                 en hilos
de una infancia nocturna,
negra como la música
que acosa tu memoria en La Memoria,
la que muere viviendo tu niñez
un poco cada día.

Con el alba se instalan
todavía, los muros de la paz.
Hoy su luto es volcán
de cenizas, la estela que proclama
retrocediendo en el tiempo, una Luz
ilesa que devuelve,
sin levantar la vista del camino,
Aquel héroe latir de corazones.






AMARILLO

¿Dónde abono el trigal fertilizado
con la espiga del Hombre?

La savia de los pueblos es pajiza.


El Dolor del Hambriento
no pronuncia ni brama
su voz descalza. Estéril
y harto de sinsabores,
                               el Dolor
permanece a las puertas
de la espera,
                               con brazos
desnutridos y bocas en reposo.


Por el vientre y el blanco del pañal
la luna arrulla un campo de mazorcas.
Cómo será el paraje
                             del niño que desvela
el pecho sin mimosa y girasoles… 

(Del Poemario Paleta de colores Ediciones Torremozas)








EL ESFUERZO

Antología "Tejedores de Palabras" A.P.Prometeo

Latido que bracea
 con las extremidades
         fraguadas en un suelo de hormigón.

-¡Mi mano en mi otra mano con el ansia
de apretarse entre sí...!

Los labios, con mutismo visceral,
son peces que entre barcas aletean.

El tiempo es yugo, alambre
oprimiendo al sudor
que implora lluvia y luz,
holgura en el cemento
del hombro a la muñeca.


Sobre el asfalto, empeño y ansiedad,
la fama del laurel,
y ese viento de nieve en la mejilla.


-¡Mi mano en mi otra mano
con anhelos de a-sir-se...!

En medio, la espesura de las sombras.








ASIER VÁZQUEZ [9604]

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Asier Vázquez (Bilbao, 1981) 

Periodista y poeta.
Ha publicado los poemarios:

-‘La ciudad prohibida o las flores de orégano’, 2006
-‘Bésame entre la niebla’ (Ediciones El Gallo de Oro, 2012)





Bésame entre la niebla. Ediciones El Gallo de Oro. Poesía. Bilbao, 2012.



AL OTRO lado del jazz
está la lluvia
y los vagos contornos de la empuñadura del tiempo:
ruinas que sepultará la madrugada a su paso,
humo que asciende hacia el ciego crepúsculo y la noche.

Al otro lado del jazz está tu cuerpo
envuelto en el humo que asciende,
temeroso de la ciudad y sus asuntos.
Y yo,
que ya no creo en la primavera,
camino bajo cielos y más cielos
de plata y penumbra
y añoro,
añoro tu luz sinuosa,
tu cuerpo de silencio entreabierto,
tu boca alerta,
y la ciudad baldía que me entregaste entonces.






DESOLACIÓN
mire donde mire.

Desolación cósmica
de uso cotidiano.

Las gentes salen a la calle
como en el instante posterior
a una gran explosión silenciosa
con miradas pavorosamente perplejas.

Perfumes que jamás agrietarán la memoria del dolor,
los desvencijados mármoles del amor que ya no es,
el abismo rojo de la distancia,
la ausencia.

¿Dónde estás además de ante mí?
¿En qué íntima lejanía te ocultas?
¿Dónde clavas tus ojos, brevedad azul?

Norteñas ciudades de barro en las que dormiremos a la intemperie,
la esperanza que tejes de día y destejes de noche,
la desapacible superficie del mundo,
bares en los que entrar
a entreabrir los labios
para pronunciar tres o cuatro palabras de amor
y besarte la boca
y de ella su silencio.





DE QUE el cosmos reserva para cada cosa
un breve pero exacto lugar
estoy seguro.

También sé
que en cada una de esas cosas
hay un hondo y diminuto hueco
para cada instante y cada fragmento del universo.

Antes de proseguir,
quisiera aclarar que por cosa entiendo
alma y cuerpo,
objetos vivos y muertos irracionales en general,
y todo el resto de atrezo cósmico más o menos intangible:
las estrellas, el utópico tiempo, los abrigos, etcétera.

Pero a veces ese infinito equilibrio se desordena
como tu pelo en los días de viento.

Entonces,
solo queda esperar
sentado entre la niebla de algún bar
a que llegues sonriendo.

Basta con tenerte cerca, y que me beses,
para que se restaure
el hondo y diminuto hueco para el universo en las cosas,
nuestro breve y exacto lugar en el cosmos.





SI PIENSO en los poetas
imagino a Angel González
solitario
en alguna soleada avenida de Madrid.
Es un sábado de mediados de enero
y camina
con las manos desnudas en los bolsillos.
Viste americana con camisa
y te está esperando.

Si pienso en la poesía
te imagino a ti
brotada en mitad de este invierno,
azulmente hermosa,
absorta
ante la fugacidad
de un escaparate repleto de sombreros.
Es un sábado de mediados de enero.
Hace sol y la gente abarrota las calles y las tiendas.
Llevas minifalda y se te ha rizado el pelo
y yo ya he llegado.





APUESTO A que has olvidado a propósito
el cetro del amor
en casa.

Sé que hay canciones
que no podremos volver a cantar
nunca más: yo también aprendí
la muerte
muy pronto,
poco tiempo después que tu.

Quizá por eso
o a pesar de todo sonríes
y te quitas las sandalias
y hundes tus pies descalzos
en los alcorques de los árboles.

Escucho a Dylan
mientras ahí fuera
transcurren los primeros instantes
de la desigual batalla
entre el fulgor y la melancolía.

Dime tu,
amor mío,
de qué lado se han puesto
nuestros corazones.





ÁNGEL ERRO [9605]

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ÁNGEL ERRO
Ángel Erro (Burlada, Navarra 1978), licenciado en Derecho y en Filología Vasca, es autor de dos libros de poemas en euskera: Eta harkadian ni (2002) y Gorputzeko Humoreak (2005), que recibió el Premio de la Crítica de ese año y fue finalista del Premio Nacional de Poesía.





En esta foto mamá era una niña, mira
qué desamparada parece,
como ahora, qué atemorizada, sin saber
a dónde la llevará la vida,
quién va a abrazarla.
Yo quisiera tranquilizarla, decirle
que no tema (cogerle la mano),
que yo conozco su futuro,
desde donde la estoy esperando.




Argazki honetan ama haurra zen, begira
zein babesgabe dirudien,
orain bezala, zein beldur, ez dakiela
bizitzak nora eramanen duen,
nork besarkatuko.
Nik nahiko nuke lasaitu, esan,
ez dadila beldur (eskutik heldu),
ezagutzen dudala haren etorkizuna,
non ni ari natzaion itxaroten.

(Zurgai 2012)




Tiempos heroicos (nº 7)

No soy capaz de ligar si no bebo,
me dices, Nacho; pero si he bebido,
quince poetas vienen en mi auxilio
(recuerdo, o casualmente están pinchando,
aquella canción de los Pet Shop Boys,
You only tell me you love me when you're drunk).
Y tú empiezas a recitar poemas
de Catulo, con los ojos cerrados.
Estás muy bebido; si no, de qué.
Dame mil besos, dame cien mil besos,
no lleves la cuenta. Si fuesen tantos
los besos (y tú no abrieses los ojos),
yo te pondría el gorrión de Catulo
en la mano. Vivito y coleando.



Garai heroikoak (7)

Edan gabe ligatzeko ez naiz gai, 
esaten didazu, Nako, edanda 
hamabost poeta datozkit lagun 
(You only tell me you love me when you're drunk 
Pet Shop Boys-en kanta gogoratu zait 
edo jarri dute kasualitatez). 
Katuloren poemak hasi zara 
begi hertsiekin errezitatzen. 
Edanda zaude, bestela bai zera. 
Emazkidazu ehun, mila musu, 
oraindik gehiago. Esan adina 
balira (begiak ireki gabe), 
Katuloren txoritxoa nizuke 
-berriz bizirik- eskura emanen.

(2002) y Gorputzaren humoreak

[Los humores del cuerpo] (2004), 
finalista del Premio Nacional de Poesía.



JON GEREDIAGA [9606]

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Jon Gerediaga Goitia
Goitia (Bilbo, 1975)
Es licenciado en Antropología Cultural. Actualmente prepara una tesis doctoral en torno a los mapuches. Ha sido profesor e investigador en lugares como la Universidad de Deusto, Leiden o la Araucania chilena.

Entre 1998 y 2006 fue guionista -e investigador- en la Fábrica de Teatro Imaginario de Bilbao, lo que le llevó a participar en los siguientes montajes: 8 Olivettis Poéticos, 8 Olivetti Poetiko, Caja XXI KutxaLa niña que sueña lunas también se mea en la cama, Nekropolis gure azken lur zatia, Mundopolski: Extragedia y Rebelión, Mundopolski: Erreboltaren Ziaboga, YURI SAM: Otoitza (Premio Donostia, 2004), Ritos Gure azken lur zatia, Kaputen kanta eta Au revoir, Triunfadoreak.

Ha colaborado en la revista cultural Bart y el cuaderno de poesía Ni Ta Tum de Holanda.

Publicaciones

1999 8 Olivettis Poéticos | Beste batzuekin batera, Hiru
2004 Fitola Balba, Karpuki Tui | Pamiela
2007 8 Olivetti poetiko/Mundopolski, erreboltaren ziaboga | Beste batzuekin batera, Artezblai
2007 Yuri Sam. Otoitza/Au revoir triunfadoreak! | Beste batzuekin batera, Artezblai
2008 Jainkoa harrapatzeko tranpa | Pamiela
2012 Zentauro-hankak | Pamiela





RECOGIDO EN EL BOSQUE

He encontrado un madroño ya maduro
caído en la cuneta del camino
como una nariz abandonada de payaso
más tarde he visto una castaña
asomándose entre una cáscara de espinas
como un erizo caído de algún árbol
luego he caminado por un suelo
repleto de bellotas de los robles
en cuyos troncos se juran los amores
y yo pisaba y crujían las bellotas
como invitado en una boda entre dos robles
y después he cogido entre las manos
la casa vacía de un caracol blanco
que era como tener entre las manos
la casa vacía de un caracol blanco
y al fin, entre los pinos de los montes
se ha ido apagando el día poco a poco
como un recién nacido que se duerme
y yo he guardado en mi cesta de recuerdos
todas las cosas que hoy he recogido
como las ardillas que recogen
y que guardan nueces para el invierno
sí, como nueces para el invierno.




BASOAN BILDUTAKOA

Garangorri mardul bat aurkitu dut
bide bazterrera jausia
ahaztutako pailazo sudur bat bezala
gaztaina zimel bat ikusi dut gero
arantza artean mutur nabarra ageriz
zuhaitzetik eroritako trikua bezala
ehundaka ezkurren zoruan ibili naiz hurrena
maitasun juramentuen hariztian
bi haritz ezkondu balira bezala
eskuan hartu dut jarraian
barraskilo baten oskol zuria
eskuan barraskilo baten oskol zuria bezala
azkenik mendiko pinuen atzetik
astiro-astiro lausotu da eguna
lokartuz doan jaioberria bezala
eta nik oroimenaren sehaskan
banan-banan gorde ditut bildutako gauzak
kattagorriek negurako
pilatzen dituzten intxaurrak bezala
bai, negurako intxaurrak bezala.


Siete poetas vascos (ed. bilingüe)
Editorial: Pamiela




EZINTASUNA
      
Poesiaren hitz elbarrituak
aski ez direnean mundua izendatzeko
zuhaitz, leiho edo azaroko itsaso
zentzu osoz esatea ezinezkoa zaigunean
isilunea komeni da
entzun nahi ez genuen sekretua ahoskatzeko.

Ume batek esnea isuriko du
hautsontzi itoaren barnean,
zabor tontorrak konkistatu eta
azala rniazkatuko dute katuek,
baten batek bilduko ditu
bedarrean etzandako saltar mardulak.

Latza da,
mundu guztia doa poeten Parnasora
eta ni bakarrik geratuko naiz hiri abandonatuan
kearen erdian adjetiboak bilatzen.






MAITASUN PSIKOTIKO BLUES
     
Nik ez daukat heroi bokaziorik
baina deabruaren egoitza burua da
era horren aurka borrokatzen naiz egunero
nik ez baitut Maitasuna ezagutzen
gazteegia naiz horretarako
pelikula gehiegi ikusitakoa,
baina entzun al dituzu inoiz
zure maitearen hezurrak apurtzen
esistitzen ez den tortura gela batean?

Ni ez naiz erromantiko tragikoa
heroiak ez dira esistitzen honezkero
eta Maitasuna ez omen da hain gauza epikoa
eta euria ari du kalean era hori ez da aldatuko
nahiz eta nik Maitasuna ezagutu
edota heriotza,
baina saiatu al zara inoiz
burua paretaren kontra txikitzen
ezagutzen ez duzun Maitasuna salbatzeko?

Nik ez daukat hitz handien beharrik
goizero gosaria prestatzeko
letra larriek ez didate kafea berotuko
ez dure berogailua ordainduko
era goizegi da era hotzegi,
baina ohartu al zara nahiago nuela
zure sorbaldan nire infernua lokartzea
zure sexua baino?

Nik ez dut Maitasuna ezagutzen
gazteegia naiz horretarako
pelikula gehiegi ikusitakoa.






EUROPA (Antiutopia)

Mugarri bat jarri genuen atarian
Eta mugarriaren parean harresia
Eta harresiaren gainean arantzak
Ez zedin beldurra gure etxaldeetan sar
Ez ziezaieten gaueko basa-piztiek
gure sutondoei, gure ortuei
gure emazteei kalterik egin
Mugaz haraindi gera zitezen iluna
eta ilunaren kedarraren morroiak
Ez zitzaten beleek gure umeak iratzar
Euren sehasken kulunkan egin zezaten amets
Euren arimen graziak biziraun zezan
Harresitik kanpo utzi genuen jainkoen amorrua
Ez gintzaten ekaitzek ikara
Ez zezaten etsaien geziek gure larrua urra
Ez zitzan gure lurrak kimu arrotzak erna
Guk ereindakoa baino ez zedin haz
Zazpi sarrailekin itxi genituen
gure erresumako atari eta zeruertzak.
Begira zure ingurura, ene seme. Ikusten?
Gure izerdiaren fruitua da dakusazun guztia
Hau da gure herria, gizon egiten gaituena
Hau da gure odolaren odola, biziraungo duena
Hau da gure haragi eta hezurren aldare bedeinkatua
Hau da guri agindutako lurra
Gure errauts zuri orbangabeei lur emango diena.




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