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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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BRUNO JAVIER RUELAS [18.320]

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Bruno Javier Ruelas

(Monterrey, México    1991)
Poeta. Coordinó de 2010 a 2013 y de 2014 a la fecha en curso el Taller de Poesía y Cuento Monterrey. Impartió en El Centro de las Artes del estado de Nuevo León el curso “Las Cinco Vías: para la creación y crítica literaria”. Creó en 2014 la primera feria del libro independiente como parte del festejo del día internacional del libro. Ha colaborado en varios estados del país dentro de revistas y antologías con creación poética y ensayo. Actualmente estudia la licenciatura en letras hispánicas por la UANL. Trabaja junto a varios escritores en el proyecto Vocalizar en La Casa de la Cultura del estado. Ganador del primer y tercer lugar en el concurso de literatura joven de la UANL en 2015.



oficio de olvidar

a traerte la melancólica edad donde hicimos flagelo,
ruptura,
olvido,
oficio de olvidar;
Abigael Bohórquez


olvidarte
es olvidar los días
cuando amanecías desnudo
y la luz del sol al entrar por la ventana
te desnudaba más
y los ojos negros se hacían miel
y la miel era el espejo de las cosas

olvidaría
también, que sacabas punta al lápiz
apretando la lengua con los labios

negar dos veces que en el café de media tarde,
viéndote,
me abandonaba el pensamiento
y entonces preguntabas
-¿¡qué!?
– Nada, nada.
Yo debí decirte algo

ahora para olvidarte
me niego de noche
me niego de día
y no andaré pensando
en que andarás pensando,
¿si aún duermes cobijado de mi voz?
¿o la de otro?
si algún día morirás
o si sigues vivo
y la cicatriz de mi lengua
se borrará con tu nombre
olvidarte, es no saber
de tu voz tibia, tu silencio
ni recordar la marca de tus cigarros
o el dinero que te presté
o los rostros de tus amigos
o los rostros de los vecinos
o las caras de las monedas
o el aroma de las cosas que has tocado
ni al ágata de tus labios
ni la depresión de tu madre
o al viento
olvidar las ramas de mi árbol sanguíneo
es oficio de olvidarte.

 

Buenos días alumnos
 (el canto a cuarenta y tres voces)

Là, tout n’est qu’ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.
Charles Baudelaire

Aquí
no hay más que orden y belleza
lujo, quietud y voluptuosidad.
Piensa en la dulzura, los niñitos, amar, morir, vivir a placer.
Piensa en las almas que nos han ocultado
y los soles en las miradas que no encontramos;
mira que la ausencia también esplende fruto
en las villas del entendimiento, los manantiales del poder
y en la aridez de la otredad.

El mundo es un gusano invisible, circunfiere al hombre, al miedo y al silencio.
Mi suerte: una nostalgia que pule huesos
Allá en el fondo, mi voz
abre los parpados de mi madre
y me busca cada madrugada en mi cama.
mi voz, sí, es mi voz
mi voz y sus lágrimas lo único que interrumpe sus rezos
Éramos estudiantes de cabecita rota
nos fracturábamos la mente estudiando en la pobreza
¡ah, los mandatarios!
Ellos terminaron de rompernos la cabeza y el cuerpo entero
andan por el mundo y El Estado con el tártaro de corbata.

Se sabe de Cristo el detalle de su masacre
Que se rifaron sus ropas, le molieron el cuerpo, escupieron en su cara
y hasta cuanta sangre perdió. Su madre sufrió con él,
lo vio morir y lo vio después
en cambio, de mí
se conoce mi ausencia mas no se sabe de mis ropas
si las llevo puestas, si las quemaron o las rifaron
si mi cuerpo está entero o ya soy mero polvo.
Nadie, ni mi madre, me han visto
muchas veces han pasado tres días y yo no puedo regresar
quisiera existir, no,
no hay más que orden y belleza;
lujo, quietud y voluptuosidad.

Hay un Dios metido en todo esto
y su transparencia
es como la de mi cuerpo.

Debería casarme,
ser bueno;
buscar a una hermosa mujer frondosa
cuyas nalgas derritan las banquetas de la iglesia
hundirme en su culo
y dejar de pulir vergas con la lengua,
apretarme entre las leyes familiares
que no me entran ni con lubricante cerebral,
dejar de buscar muchachitos deliciosos
de abdomen endurecido,
encontrar una mujer de finísimo tetaje;
ir a la casa de la voluptuosa en cuestión
sentarme a la cena con su padre
y en la noche de bodas
lazaría su diminuta cintura con un solo brazo
y cogerla hasta que chille ella
o yo.
Su padre obrero o banquero o político
se la pasaría pensando, al conocerme,
“este se quiere coger a mi Yahaírita”.
yo, en tanto, me forzaría en excitarme
al imaginar su tanguita azul,
con el hilo dental verde de tanto uso.
Sí, debería casarme,
ser bueno,
dejar de marcarle a mi mejor amigo
por la noche y preguntarle
por el bóxer que trae puesto,
si la tiene parada o si la tiene dormida;
yo ya no andaré pensando
con quien andar cochando,
masturbarme sería una rutina vital en mi vida.
Porque esta vida de maldito pecador es muerte lenta y dolorosa
y yo,
me quiero morir de muerte.

 

Azul

Tu vientre,
un mar.
Mi lengua,
peces voladores que tejen
el viento al agua.

 



.

JULIO MEJÍA III [18.321]

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Julio Mejía III 

(Torreón, México  1990)
Licenciado en Letras, en Filosofía, y Maestro en Ciencias de la Educación. Ha publicado poemas varias revistas nacionales e internacionales, destacando Kátharsis XXI, Hiedra Magazine, Los bastardos de la uva y Acequias. Coordinador editorial de la colección Palabras que cuentan de Difusión Cultural UDEM. Autor de Madame Bovary imparte cátedra sobre inteligencia emocional (Poetazos, 2014).


el amor en los tiempos de la coca-cola®

dicen que por cada arma que se vende en el mundo
veinte mil personas comparten una coca-cola®

esta es una de esas historias

la conocí junto a una máquina de cocas®
que rechazaba su billete arrugado de veinte pesos
como si se tratara de un wetback en sweet home alabama
así que me pidió cambio
y le ofrecí dos monedas de diez pesos
dos soles de niquel y cobre de 2.8 centímetros de diámetro
que (no lo supimos entonces) alumbrarían nuestras primaveras y otoños juntos
echó una
(y con ella sus esperanzas de una refrescante coca-cola®)
y le salieron dos latas idénticas
y entonces lo supe
y ella también lo supo
porque este tipo de cosas pasan sólo una vez en la vida
yo era un sediento osito polar en víspera navideña
y ella la última coca® del desierto

destapamos nuestra felicidad
juntos
y la vida
(a registered trademark of the coca-cola® company)
nunca supo mejor 
como dijo el sabio lope
esto es amor
quien lo probó lo sabe



veo a edgar caer como el relámpago

          ¡Lleva, pues, niño, lleva la jactancia
          y la gloria que el cielo te prepara,
          por haber, derribándote, vencido
         al que, subiendo, queda más caído!
         MIGUEL DE CERVANTES

corría el año 49 antes de nuestra era
–antes de que yisus hiciera la historia
que otros escribirían–
cuando julio césar
(un adúltero calvo
aficionado al battleship en alta definición)
quiso cruzar el rubicón
porque era ludópata y tenía el poder

a partir de entonces
el mundo ha estado cayéndose a pedazos:
jesucristo en el viacrucis
el imperio romano de occidente 
constantinopla
méxico-tenochtitlan
la manzana que inspiraría la ley de la gravitación universal
el sacro imperio romano germánico
el primer imperio mexicano 
juan escutia envuelto en el lábaro patrio 
el segundo imperio mexicano 
la casa de usher
el titanic con 1514 de sus pasajeros (incluyendo a leonardo di caprio)
el tercer reich alemán
la bolsa de valores de new york
el santo y blue demon desde la tercera cuerda
el muro de berlín
la unión de repúblicas socialistas soviéticas
el índice de analfabetismo en méxico
el halcón negro
el world trade center de new york
los ratings de popularidad de clinton bush y obama
juan gabriel en concierto
y el etcétera de esta lista
que se extiende como las franquicias de starbucks

corría el año 2006 de nuestra era
cuando edgar
(un morrito norteño
aficionado a las galletas de chocolate)
quiso cruzar ese riachuelo
como césar cruzó el rubicón:
como un emperador romano

jamás imaginó que su amigo fernando
sería su marco bruto
su judas
su yago
su benedict arnold
su victoriano huerta

sólo le quedó confiar a ciegas 
y lanzar imprecaciones vacías al aire:

vas a caer edgar:
no güey
ya güey
pinche pendejo güey

y cayó: como todo ha caído:
como resultado de la gravedad
y las invisibles fuerzas sociopolíticas
cuyo funcionamiento desconocemos

edgar
nos hiciste llorar
y reír
con tu caída

cobraste tu venganza
pero seguirás cayendo
como ya has caído
millones y millones de ocasiones
por los siglos de los siglos:
así sea

como a sísifo
hay que imaginar
a edgar dichoso




lady liberty

se llama libertad
y canta una canción de gloria trevi frente al espejo:
//y me solté el cabello me vestí de reina
me puse tacones me pinté y era bella//

se llama libertad
y con sólo pronunciar su nombre
se ruborizan sacerdotes políticos y empresarios

se llama libertad
y levanta el micrófono
a la manera de una antorcha
que ilumina y enceguece

se llama libertad
y su vestido (bajo un reflector anónimo)
es el llanto de una constelación solitaria
en una noche de lentejuelas

se llama libertad
y hoy está en la cárcel
por creerse tantitito su nombre
y haber renunciado a ser armando.



carpe diem

en una clase de literatura inglesa
impartida por el profesor john keating
(interpretado a su vez
por el garrick de la edad moderna)
en el verano del 89
se nos revela el misterio del lenguaje:
language was developed for one endeavor:
to woo women

nadie levanta la mano
ni pregunta por el sentido de la vida
pero el profe responde como quiera
con tono grave y con dos versos de walt whitman:

that you are here
that life exists and identity
that the powerful play goes on
and you may contribute a verse:

cómo me hubiera gustado
ser su alumno
y arrancar páginas de libros aburridos
y enamorar muchachas tristes con poesía
y escribir aquel verso de la historia

pero no fue así

aquí me tienen: viendo una repetición por canal 5
mientras la vida y la poesía
suceden en otra parte



ándeme yo caliente y ríase la gente

para emily quiñones


7:32 am (central standard time – mexico city):
mantequillas y pan tierno en la cocina
el leve aroma de café con leche
y el telediario matutino en la pantalla

la chica del pronóstico del clima
pronuncia unas palabras que no entiendo
(y no me esfuerzo mucho en que me importen)

yo escucho con mis ojos
su sonrisa de cerezo floreciente
su generoso escote veraniego
su minifalda que se deshoja día con día
y esas piernas como de nieve o leche fresca

a las 7:33 de la mañana
yo pronostico:

una ola de calor en mi entrepierna
y la mirada cariñosa de mi novia









.

OLGA CARRIZALES [18.322]

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Olga Carrizales 

(Monterrey, México  1989)
Ha publicado en diferentes revistas del país (Urbanario, Kátharsis XXI, Revista El Humo, entre otras) y ha participado en diversos ciclos de lecturas de la ciudad, así como en los Slam Poéticos organizados por el colectivo Slam Poetry Monterrey desde el 2012. Su trabajo aparece en la antología “No se toca, no se viola, no se mata” de la editorial chilena La Fonola Cartonera (2015), así como en la antología digital “Ecos del grito, Vol. II” de la organización Mujeres Poetas Internacional (2014) y en la primera antología virtual de Slam Poetry Monterrey (2013). Es autora de “Mi Barbie nunca tuvo un Ken” (Poetazos, 2014).



I

mi niña
en la esquina del salón
es porcelana

si la toco
¿se rompe?


II

¡niña mala!
grita entre los muros:
no sabes tener
las manos quietas


III

las niñas
se rompen

caen como ríos
por las mejillas
púrpuras


IV

niña mala:
al borde del suicidio

tus ojos como
gotas de cianuro


V

en la esquina del salón
no hay niña mala

no es
niña
no
es mala

es un reloj
sin cuerda
otra muñeca rota




Introducing Barbara Millicent Roberts

I

sobre el volante del Volkswagen Beetle
tiene los brazos estáticos

tiene los pies estáticos
en el suelo
junto al acelerador

la sonrisa distorsionada en el espejo
de plástico

lentes de plástico también y el cabello
quieto ante un viento falso

cabeza torcida cabeza torcida

hay un pequeño pasaporte en el asiento
y un maletín que no cierra
en la cajuela

es otro día para Barbara Millicent Roberts
el mismo día que no empieza y no termina



II

Barbara Millicent Roberts
el nombre de la mujer ejecutiva

todas las niñas de los 90
queríamos ser como tú

alta bella inteligente
rubia de ojo azul

la imagen de la perfección
en rosa



Barbie Hollywood

cotizada siempre en dólares
diosa de plástico
tú eres la verdadera
Queen B



Dear Barbie Butterfly Princess

todas las mujeres estamos rotas
somos versiones fallidas de ti

somos cuerpos
vendidos por separado

carne sangre huesos

sin tu talento para controlar
las mariposas



I’m Barbie

fuimos creadas a tu imagen y semejanza
para vendernos mejor en el mercado
de muñecas

nos cortaron los dedos para usar tus zapatos
nos inflaron el pecho para llenar tus brassieres

rompieron huesos de brazos y piernas
para colgarnos del cielo

arrancaron dientes y cabello
bajo la consigna:
la belleza cuesta




Barbie Mommy

Barbie mamá
no quiere ser mamá

no quiere enfrentarse
a una prueba de embarazo

no quiere saber si es niño
o niña
lo que hincha su vientre plano
con amor y patadas

no quiere cicatrices
ni leche rancia
saliendo de su cuerpo

Barbie mamá
no quiere ser mamá
y soltera menos

(papá se vende por separado)

hubiera preferido ser
Barbie astronauta,
karateca, abogada
o policía
(y tener una colt .45
escondida en el bolsillo de su abrigo
de mink)



MI BARBIE NUNCA TUVO UN KEN

mi Barbie nunca tuvo un Ken
y sin embargo

para sentirse poderosa
sacaba el mayor provecho
del marketing sexual

su cama siempre fue
un campo de batalla
entre Max Steel
un saiyajin
y Action Man

así la infancia:

mi Barbie
nunca tuvo
un Ken

ni por dónde
perder
la virginidad



Poeta infiel

Esos versos
me suenan conocidos.
Ese beso
es fantasma de otros besos.
Poeta infiel,
mi lápiz está desamparado
y yo te amo casi al borde
del soneto.
Si escribes para otras
no me engañes.
Si me das lo que ya has dado
no lo quiero.
No manches mis amores
con tus labios
si en tu piel hay derramados
poemas traicioneros.








.

DIANA MANOLE [18.323]

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Diana Manole

Poeta rumana y autora teatral. 
Nacido el 29 de diciembre de 1963 en Bucarest, Rumanía. 

Se graduó en 1991 de la Facultad de Idiomas Extranjeros (servicio de Rusia - rumano), Universidad de Bucarest y en. Teatro Facultad, Departamento de Teatro de Dirección de la Universidad de Teatro y Cinematografía. Durante 1982-l987 trabajó como dibujante y de ingeniero técnico cuando [PCM Bucarest). 

Fue profesora de lengua y literatura rumana en la Escuela no. 52 Bucarest (199l-l992) y el Colegio "FL Caragiale" (1992-l996). 

En 1996 se convierte en editora de la SRTV, Departamento Internacional de Rumanía, y en 1999 delegada productora de TV Rumanía Internacional. 

La publicación de poesía de su debut fue en 1989 en la revista "Luceafarul" ("Lucifer"). 

En Revistas publicadas "Viata studenteasca", "Amfiteatru", "Luceafarul". "Cuvintul", "Universitas", "Romania literara", "Contemporanul", "Vatra", "Art-Panorama", "Manuscriptum" s,a. 

También publicó volúmenes: Dragoste printre etaje (Ed. DU Stylc, 1997): Tabieturi de seara (Ed. Eminescu / Asociatia Scriitorilor Bucuresti, 1998):Copilul care nu vroia sa se nasca (teatru, Ed. Cartea Romaneasca. 1999. 

En antologia bilingva (romana - poloneza) STRONG. 28 de poete din Romania, alcatuita de Denisa Comanescu (Ed. Universal Dalsi. 1999). 

Actualmente es productora delegada TV Rumania Internacional. Es miembro de la Unión de Escritores de Rumanía, UNITER y miembro de la Asociación Internacional de Periodistas. 

Ha publicado nueve colecciones de poemas y obras de teatro. Ha  ganado catorce premios literarios. Después de mudarse a Canadá, ha publicado poemas en inglés y traducido en colaboración con Adam J. Sorkin en revistas en Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido. Además, se imprimieron traducciones de su poesía canadiense en varias revistas rumanas. 

B&W, su última colección de poemas, fue publicada en 2015 por Tracus Arte en una edición bilingüe en inglés y rumano.





Traducción: Claudia García


Violación. Revertida

Como si te estuviera violando anestesiada
como el doctor de Toronto que dedeaba
los hoyos del niño, de mami, y de abuelita
― la pericia de un especialista con las mejores
credenciales.
Del otro lado de la cortina azul,
cirujanos abriendo abdómenes,
esparciendo sangre
en las baldosas de cerámica ―
un desflore con las mejores intenciones.
“Saben que también quieren,” les dijo el doctor,
metiendo su pene completamente,
en bocas paralizadas
por drogas e incredulidad.

“Sabes que también quieres,” me repito a mí misma
antes de cada poema en el que
describo nuestro hacer el amor imaginario,
saboreando tu ternura sin que tú lo sepas ―
como un inmerecido rechazo de tu dignidad como hombre
liberado hace cientos de años
pero aún inquietamente fuera de lugar.

Sólo Dios sabe de donde surgen tantos
poemas desvergonzados.
            Tu cuerpo ―
            desapareciendo en la oscuridad,
            tus manos sujetando mis muñecas,
            impidiendo cualquier posibilidad de acariciarte.
            Te precipitas en mí con la prisa de un adolescente ―
            obedezco
            a pesar de mi dolor ―
            como si quisieras llenarme
            de pies a cabeza
            con una sacudida de alto voltaje
            para aniquilar cualquier inhibición.
            Jadeo ―
            un susurro frágil desvaneciéndose,
            inaudito,
            anticipando la muerte
            orgásmico.
Hacia la mañana
aun intento describir como hicimos el amor ―
infinitamente estirando demasiado dos o tres detalles reales
en metáforas eróticas e ironías autoindulgentes,
reinventando tu bondage
sin pensarlo dos veces.


         
Genealogía. Frente al espejo

Los ojos ardientes de cazadores,
sus cuerpos pintados en tonos fosforescentes
desafiando el desierto con gritos de batalla y
suspiros de amor.

Los inusuales dedos largos
de un escocés tocando la gaita
en la cubierta de un barco, su barriga llena de esclavos
de todas las edades.

El bigote de un beduino que se escabulló
en tu acervo genético
en el nombre del Corán
aprovechando una fata morgana.

Mujeres encadenadas
y esclavos esparciendo su semilla al azar
en el nombre de Europa,
hasta que una niña aborigen de dieciséis años en Nueva Escocia,
su sangre diluida por siglos de colonialismo,
murió dando a luz
al primer hombre libre de tu linaje.

“La gente se reunió y la gente hizo bebés,” dices
con ironía
para dignificar las violaciones y las factura de ventas
que enraízan tu árbol genealógico.



Color. Ciego.

Haces el amor
con el pánico de un hombre que ha intentado por décadas
afirmar la procreación como un arma
contra el racismo,
la amarga ternura de alguien que lleva la traición
grabada en su ADN.

Nos besamos y el mundo pierde sus colores
tu cara se desvanece en la cara de él ―
            un niño imaginario
            de dos años, tres a lo mucho,
            que se escabulle alrededor de los muebles
            abarrotados en mi sala
            arrastrando detrás de sí
            (como un perro con correa)
            un globo amarillo medio desinflado.

Te entierras en mí
como en una cama de flores
donde sigues intentando en vano sembrar
tu semilla.
            El niño ríe, con una sola exhalación apaga
            cuatro velas imaginarias en su imaginario
            pastel de cumpleaños
            (chocolate y vainilla con glaseado azul).
            Tiene tu cabello rizado
            y mi ligeramente puntiaguda nariz,
            huesos delicados
            como un pájaro que Dios olvidó crear,
            tus extrañas orejas y piel
            un poco humosa
            como todos aquellos sentenciados al nacer
            a una siempre confusa mezcla de identidad.

Mudamos de piel, como un par de serpientes perdidas en un paraíso
infestado de mala hierba y manzanas que ya han iniciado
a pudrirse,
alternando entre vino aromático
y vinagre de manzana que gotea
de los pies de Jesús.
            El niño, ya de seis, está a punto de entrar a primer grado.
            Asiente con diversión,
            ignorando nuestros ruidosos esfuerzos de hacer venir al otro.
            Hojea
            mis libros en rumano y tus libros en inglés.
            Cuando cree que no lo vemos, arranca algunas páginas
            y hace barcos de papel, ranas de papel, cruces de papel.

Hacemos el amor hasta que sangre fétida sale despedida de mí
a raudales
y el hijo que pudimos haber tenido
gorgotea por el desagüe,
llorando sin voz.
            “Pero puedo cuidar de ti,” me quejo.
            “La inmaculada concepción,” te burlas,
            escabulléndote ―ambos, padre e hijo
            deseando ― cobarde
            olfateando
            tras otro útero.



Orgasmo. Lamentándose

Penetras mi cerebro como un gato que mete
su espinoso miembro,
en todas las gatitas del vecindario,
llenando la noche con alaridos desesperados
para el horror de los padres y el desconcierto de los hijos
enviados a la cama con tareas sin terminar
y estómagos vacíos.

            (Cada ráfaga de viento trae un leve gemido
            como un vago signo de interrogación
            perdido entre los ruidos de la ciudad.)

Observas como me estremezco,
excitada y sin rastro de vergüenza,
y comienzas a reír ―
arrogante como un chamán primigenio
esperando la larga fila de esposas vírgenes
ansiosas por ser desfloradas por el
pene de piedra sagrada
como generaciones de mamás y abuelas
antes que ellas.

            (El llanto se vuelve cada vez más débil
            cubierto por los silbidos de los trenes,
            los jets estallando en los cielos,
            y los gritos melodiosos de los vendedores de agua.)

Tu rostro ― cada vez más y más impenetrable
como la obscuridad enmudecida dentro de una cueva
en el ferrocarril subterráneo
abarrotado con huesos de esclavos
que nunca encontraron el camino de vuelta
a su boca.

            (El llanto desaparece suavemente en los pulmones de
            recién nacidos negros
            asados en un pincho de madera
            hasta que la piel brota en ramos
            de flores sangrantes
            y los ojos explotan como huevos sobrecosidos.)

Tu eyaculas y rompes en llanto
lamentándote.





Air

1. First Breath

All I can do is breathe
and crystal pebbles gently drop into me one after another
with the sound of the childhood bell
announcing that the always overweight and slightly asthmatic Santa Claus
finally squeezed himself through the chimney
           you never knew Christmas existed until you left home
           for the first time
           and saw all the lights on the main street
           in the nearby city
crouched on the bed
eavesdropping
as if my sister and I could hear him crunching
the cookies left on the dining table
by the never-used fire place
his curly grey beard – unhinged and a bit smelly
full of chocolate chips and peanut butter
           “Christian holy days stolen by greedy corporations
           eager to sell us our own souls!” your mom yelled
           every December
           embarrassed by endless poverty
then, the glass of milk
just a bit sour
from so much waiting
           “Gifts good only to be regifted
           because money is tight and who needs all that crap!”
           she kept yelling starring at the empty stockings
finally, Santa’s belch
because a man is a man even when his main task is to bring
happiness
to everyone
           you, wrapping your thoughts in silvery paper
           with gold stripes
           and hanging them in the strands of hair of all the women
you meet on your way
Santa’s rowdy laughter strangely similar to the one
in the Salvation Army Christmas commercial
           you, some forty years later
           still laughing at yourself more than at anyone else
           a bit tired but smiling
           just like it befits a real man at the end of the work day
and off he goes!
up the narrow chimney
designed by an architect who stopped believing in
fairies, leprechauns, elves, spirits
and, of course, Santa Claus
after he got his first erection
and didn’t know what to do with it
           you, still trying to imagine the best gift
           that would heal
           a woman’s life-long missed opportunities and
           fake orgasms
Santa, finally on the roof
looking at the suburban neighbourhood where all houses
are one and the same
and all people share the same middle-class dreams
and nightmares
hunched under his bag full of Fisher-Price toys
and dollar store colouring books
from a time of economic recession and increasing mistrust
           you, a bit shyly but bravely deciding that you’re the best gift of all
“Who knew that one’s fate could still be prewritten long after
the Greek gods fell quiet
and Oedipus came to terms with his crimes?”

2. Last Breath

To love you, all I need to do is breathe.




Sărut / O carte. Fără titlu / Kiss / A Book

Diana Manole


Sărut

Mă săruţi într-o seară geroasă de sâmbătă
lângă Trinity Square
unde adolescenţii fugiţi de acasă petrec
irosindu-şi tinereţea -
braţe acoperite de tatuaje, inimi acoperite
de cicatrici,
guri futute în grabă, clătite cu votcă
"If it's oral it's not sex!"
şi dimineaţa poţi pretinde că nu-ţi aduci aminte.

Mă săruţi
sub privirile femeilor de serviciu care ne spionează
când dau cu aspiratorul prin mall
minunându-se în fiecare zi
de grămezile de prezervative şi seringi de unică folosinţă
aruncate în veceuri la Eaton Centre.

Mă săruţi
sub supravegherea discretă a paznicilor de noapte
cu doctorat sau măcar cu masterat
imigranţi din ţări unde dolarul este încă semnul diavolului.
"Who else would kiss in minus 28 degrees in the snow?"
se întreabă
siguri că suntem pe cale de a comite adulter
am merita să fim ţintuiţi pe un pat de tortură sau, şi mai bine,
să fim omorâţi cu pietre în mijlocul străzii
de copii fără păcat
dar gata pentru prima experienţă mistică.

Mă săruţi
cu graţia unei poezii de dragoste de la 1600
până când mă învălui în albastru regal şi mireasmă de crin,
un oftat se furişează din mine
fragil ca ultima suflare
a unei sfinte virgine
(oasele ei subţiri sfărâmate de leii flămânzi în faţa
mulţimii care se-ntrece în urale -
unul din multele spectacole
cu gladiatori, fiare sălbatice şi creştini
către sfârşitul imperiului).

Te apleci şi îmi mângâi părul,
iar copilul din mine începe
să facă tumbe de bucurie,
reafirmă principiul plăcerii şi
reinventează căldura pierdută demult a uterului.

Mă cuprinzi
cu braţe de sticlă gata să se spargă în bucăţele
la cel mai mic semn de respingere
până când măduva începe să tremure în oasele mele
tensiunea-mi creşte
peste 19,
iar dorinţa de sex devine dorinţa
de a fi.



O carte. Fără titlu

M-ai umplut de cuvinte şi mi-ai inspirat o carte când orice alt bărbat
mi-ar fi făcut un copil.
"Because poetry is what's left when nothing else matters
anymore!"îmi faci morală ca un orator înfocat
care pledează pentru dreptul oamenilor de a visa
şi de a fi vulnerabili,
un Don Quijote cu sânge amestecat
cântând aria dragostei şi înfrângerii după ce şi-a rătăcit morile,
iar Dulcinea din Toboso s-a resemnat cu jumătate de normă
în industria sexului
ca să-şi plătească taxele la facultatea de drept
"A curse is a curse even when it was fated!" protestez
cu sfială
cuvinte mi se târăsc prin fiecare încreţitură a creierului
ca o invazie de viermi izvorând din toate durerile
pe care-am încercat să le uit
"Great image! Keep at it!"îţi aud vocea
îmi dai ocol plin de curiozitate
"And this is common courtesy and just a tiny bit of lust!"
mă gândesc, dansând deasupra abisului
pe ritm de Miles Davis, Kind of Blue
şi continui să scriu.

Când îţi pierzi în sfârşit răbdarea, îţi ceri drepturile ca un nobil
la nunta fetei de ţărani,
mijeşti ochii la ecranul computerului meu
ai mare nevoie de ochelari şi un pahar de Merlot
"3rd day is SILENT, 4th day is QUIET,"şopteşti
dar nu te-nţeleg
şi brusc mi-e mai jenă să-ţi arăt ce am scris
decât să las să-mi cadă
sutienul din dantelă neagră cu patru perechi de copci
"Always too difficult to open!" mai găseşti
un motiv de reproş
sau să trag jucăuş într-o parte triunghiul de mătase
"Cotton, that's the secret!" vociferezi
dezvelind ceea ce tu încă mai consideri poarta raiului
"You're a very powerful woman," declari
după ce termini de citit
fără niciun pic de ironie deşi
pentru că m-ai prins de mână
mi s-au înmuiat genunchii,
mi s-a tăiat respiraţia,
mi s-au înroşit ochii, împroşcând lacrimi -
dovada maximă a bărbaţiei tale
care-mi anihilează cu voioşie instinctul de conservare
"You can never predict from the last round
how it's gonna go!" mustăceşti
gândindu-te la titluri pentru cartea mea
cu entuziasmul
unui tată în căutare de nume pentru fiul
pe cale de a se naşte.

Îţi ascult vocea
recitând solemn cartea de telefoane şi cuvintele stranii din
"Oh, Canada!"
şi mă întorc la scris.

(Poeme din volumul Tiger on a Leash, publicate în revista POEM a Centrului de Poezie al Universităţii Roehampton din Londra - redactor-şef fondator, Dr. Fiona Sampson.
Traduse din limba engleză de autoare, cu mulţumiri Ioanei Ieronim pentru sugestiile pline de subtilitate.
Diana Manole este poet, traducător, regizor de teatru şi profesor universitar, care locuieşte în Toronto, Canada.)




Kiss

You kiss me on a frigid Saturday night
near Trinity Square
where homeless teens are partying
their youth away
arms covered in tattoos and hearts covered in scabs
rushed blowjobs washed out with vodka
if it's oral it's not sex
and in the morning you can pretend you don't remember.

You kiss me
under the gaze of the cleaning ladies spying on us
while vacuuming the mall's floors
women of all ages with thick accents and rubber gloves
amazed every day
by the stash of used condoms and disposable needles
thrown away in the public washrooms at the Eaton Centre.

You kiss me
surrounded by security guards with Master's and PhDs
from countries where the dollar bill is still a sign of evil
and rich people have long beards
they can't help but take us as adulterers
"Who else would kiss in minus 28 degrees in the snow?"
wishing to cast us on a bed of suffering or better still
have us stoned in the middle of the street by children
without sin
but ready to have their first religious experience.


You kiss me
with the softness of a love poem from the 1600s
until you envelop me in royal blue and a scent of white lilies
a sigh oozes out of me
as frail as the last breath
of a virgin saint
(her light bones crushed by the hungry lion in front of the
cheering crowds
just one more show in the Coliseum
towards the end of the Empire).

You stroke my hair
until my inner child starts
wiggling around
reasserting the pleasure principle and
reinventing the warmth of the long-lost womb.

You hug me
with glass arms ready to break into pieces
at the faintest sign of disapproval
until my marrow starts shivering, blood pressure spikes over 190,
and the desire to have sex becomes the desire
to be.




A Book

You filled me up with words and gave me a book when any other man
would've given me a child
"Because poetry is what's left when nothing else matters
anymore!" you scold me like an overly enthusiastic
motivational speaker
still fighting for people's right to dream and be vulnerable
a miscegenated Don Quixote
singing an aria of love and defeat after he lost his windmills
and Dulcinea del Toboso had to settle for a part-time job
in the sex industry
to pay her student debt
"A curse is a curse even when it was fated!" I protest
faintly
words crawling in each crease of my brain
like an invasion of maggots springing from all the pain
I've been trying to forget
"Great image! Keep at it!" I hear your voice
as you snoop around once again
"And this is common courtesy and just a tiny bit of lust!"
I think, dancing over the abyss in the rhythm of
Miles Davis's Kind of Blue
and writing

Finally impatient, you claim your rights like the seigneur
at the peasant girl's wedding
squinting at my computer screen
in dear need of your reading glasses and a glass or two of red wine
"3rd day is SILENT, 4th day is QUIET," you say
but I don't get it
and showing you my words suddenly becomes more embarrassing
than dropping
my black lace push-up bra with four pairs of clasps
"Always too difficult to open!" you find
one more reason to admonish me
or teasingly pulling aside the silk panties I once worn by mistake
"Cotton, that's the secret!"
to unveil what you still think of as the gate to heaven
"You're a very powerful woman," you say
as you finish reading
without any bit of irony although
just because you grabbed my hand
my knees are weak, my breath shallow, and my eyes
red themselves spitting out tears
the biggest confirmation of your manhood
joyfully tearing down my survival instinct
"You can never predict from the last round
how it's gonna go!" you sigh
already thinking of titles for my book
with the excitement of a father thinking of names for his unborn son

I listen to your voice
solemnly reciting the phone book and the strange words of
"Oh, Canada!"
and go back to writing.

(în perioada 1 iunie 2015 - 31 decembrie 2015, curatorul acestei rubrici este poeta Ioana Ieronim)







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ALEJANDRO VON-DÜBEN [18.324]

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ALEJANDRO VON-DÜBEN

Alejandro von-Düben nació en Guadalajara, México. Creció en Chapala y actualmente radica en Ciudad Guzmán. Es estudiante de la carrera en Letras Hispánicas del Centro Universitario del Sur. Ha asistido a talleres de escritura creativa impartidos por escritores como Hugo Gutiérrez Vega, Juan Gelman y Guillermo Samperio. Textos suyos han sido publicados a nivel estatal y nacional en La Gaceta de la U. de G., el suplemento de cultura de La Jornada, en las revistas Papalotzi, Meretrices, Monolito, entre otras. Ha conseguido diversas menciones honoríficas a nivel estatal tanto en cuento como en poesía. Fue ganador de los juegos florales de Zapotlán El Grande en el 2014, los juegos florales nacionales de Lagos de Moreno en el 2015 y del concurso de cuento “Alfredo Velasco Cisneros” también en el año 2015.


(Una habitación oscura)

Morirás, dijo ella, en una habitación oscura
de un departamento en renta, solo, triste
como perro apaleado, rabiosamente solo,
con el cuerpo torturado por el frío y la rutina,
con las manos llenas de cenizas de cigarro
y de dolor por caricias nunca concedidas,
tras muchos años de haber estado viviendo
como un moribundo o acaso muriendo
como si la vida, después de todo,
nunca se te hubiese dado.


(Una cama destendida)

En el principio era la carne / y la carne era un cuerpo de mujer
encarnado a mi cuerpo / sobre una cama gradualmente destendida
sobre sábanas moviéndose arriba y abajo / como un Sísifo de las olas
mientras nos arrastrábamos a marea alta
y nos hundíamos hasta hacernos uno
mar derramado en la nada / ausencia que duraba un suspiro
porque llegaba una muerte pequeña / partiendo nuestro cuerpo en dos
carne desencarnada y al olvido / olor a carne quemada
y momento de prender la luz y el cigarro
y llenarse de aire soledad vacío
y entonces lo siento cariño
lo nuestro ha terminado

en el principio sólo era la carne / la edad la primavera que arde
el sexo opuesto el sexo inhiesto / el sexo sex geschlecht
en muchas lenguas ocasiones posiciones /con distintos cuerpos nombres
Lulú Ana Liliana / mujeres de agua salada de dulce remanso de curvas de río
con peces en las bocas en las entrañas / con la piel líquida
Beatriz Penélope Helena Serena / húmedas como el verano
anunciándose como lluvia / deslizándose hondamente
en la cama destendida los cuerpos tendidos las piernas abiertas
consumándonos como ángeles tentados por el infierno / detrás de cualquier caricia
consumiéndonos el fuego azotándose / contra la piel la cara la mirada caliente
implacables ojos de sol quemándome / quemándome
hasta los huesos la ceniza y el olvido

en el principio era la carne / y en la carne estaba la muerte
y la muerte era cada mujer fulminándome
hasta la llegada de Marcela / el recuerdo de la vida que me dio Marcela
en la habitación en la cama en silencio / mujer que era una y muchas
carne hecha verbo y costilla de nadie / mujer llena de gracia
cuando me tocaba con las manos tibias como declaraciones de amor
cuando me besaba con su boca evocando besos / que caían a bocajarro
en cada uno de mis poros respirándola / como respira la lluvia la vida vegetal
hasta dejar mi cuerpo húmedo en su cuerpo
hasta dejar la cama la habitación el día en vilo de la eternidad
hasta dejarme entre el alma y la sangre
hasta dejarme

ahora es la noche tendida en la cama destendida y sola
donde mi cuerpo como una sombra de carne y hueso
se hunde en ella como lo haría en boca o en sexo femenino
se hunde en ella como lo haría en cualquier

                                                                                                             abismo.




(Una lámpara apagada)

el único retrato tuyo que tengo ahora es esta oscuridad
José Carlos Becerra

Mamá era un conjunto de cuatro letras, una palabra como amor
esbozándose cada que nos miraba con sus ojitos de luciérnaga
abriendo de tajo la luz, abrazándonos contra la noche,
abrasándonos contra el frío con su mirada de donde brotaban
mundos de ternura, sueños frágiles como mariposas
que pronto caían y eran aplastadas por nuestros pasos mal encaminados.

Hijos, no tenemos mucho pero nos tenemos,
nos decía después de un divorcio, arrancándose el grito con la sonrisa,
queriendo calmar la furia de los días que la arrastraban sola
porque nosotros no conocíamos la soledad,
no sabíamos en qué consistía esto de ir muriendo,
porque nosotros únicamente le jalábamos las barbas al tiempo
y nuestro oficio era la infancia, mientras mamá sentía la pobreza como el infierno
donde metía las manos para calentarnos con la más pura de las llamas
hasta que una esperanza apareciera con forma de hombre y padre,
hasta sentirse desgastada por tanto aire que corría sin sentido
cada mañana con sus noches encima, cada noche con sus niños encima
pidiéndonos que dulcemente la besáramos
para saber si así se podía endulzar un poco su tanta angustia.

Hoy sé que de algún modo mamá deseaba que el tiempo
como un río de pájaros nos llevara al fondo del cielo
porque no soportaba la gravedad de tenernos en tierra,
porque sentía por el destino el mismo odio de una mujer mal amada,
pero su dolor siempre lo escondió bajo la carne
y mucho fue lo que cavó en su piel
que toda soledad llenó su cuerpo de vacío
hasta que por ese abismo abierto se le fue tanto la luz como la vida.

Hoy mamá no es más que una lámpara apagada
en un rincón cercano a la noche.




(Un cenicero de hueso)

Si de ausencias hay que hablar
la de papá tendría menor peso y mayor edad que cualquiera
podría decir que desde niña se hacía sombra en el niño que fui alguna vez
que desde mi pecho crecía como crece un árbol desenraizándose
hasta quedar sujeta a nada
porque nada era lo que podía esperar de esa ausencia sin imagen
rostro de papá sin rostro se me hizo en la cara de hijo
dicen tan idéntico a él que no he sabido quién soy desde entonces
que no lo he querido saber desangrándome de su sangre
con shots de aguardiente quemándome la voz que habla desde él
arrancándome cada día la viva carne suya
para quedarme con no más que un cenicero de hueso
único recuerdo que de él puedo conservar
y del cual hablar no vale la pena
porque sería como buscar un héroe
en el lugar donde sólo quedan cenizas.




(Un ovillo rojo)

Fue en una noche muy diferente a ésta
cuando Marcela en broma lo puso entre mis manos y me dijo
te entrego mi corazón
es un ovillo rojo como el hilo que nos une
el hilito de sangre que un día hicimos brotar de nuestros dedos
después de haber jugado contra la muerte
de haber jurado una vida juntos tomándonos del meñique ensangrentado
creyendo que la felicidad existía en un solo cuerpo que fue el nuestro
en un tiempo donde en las calles escuchábamos de fondo y a cada paso
música de Django igual que en las películas de Allen
o donde cuando no caminábamos
volábamos como personajes de cuadros de Chagall o de versos de Girondo
algo que en realidad no sucedía así porque no éramos arte ni poesía
aunque ahora así lo parezca porque Marcela se hizo ausencia en lugar de cuerpo
alma desnuda que se encarnaba en mí en la cama en la carne
deshaciéndonos de amor haciéndonos
cuando se avivaba en la fiebre enamorada cada grado de nuestra piel cada llama
con las manos quemándonos en caricias
besándonos hasta sentir gotitas de fuego en las lenguas que ardían
con palabras consumidas
consumándose el silencio de quienes se aman en el acto
sin hablarlo sin pensarlo siquiera sin razonar lo que podría suceder
porque entre Marcela y el adiós había un dios de rodillas
hilos invisibles se hilaban de nuestros meñiques 
y no había distancia entre los ovillos anudados en nuestro pecho
parecía que un destino causalmente nos unía
sin saber que en realidad formábamos parte de un juego de azar
que tarde o temprano terminaría como cualquier triste poema escrito al viento
con el aliento disperso en las estaciones gastadas cada día cada vida
con dos corazones deshilachados porque uno se fue sin decir que se iba
y el otro se arrancó de raíz enraizándose en la hora de la herida que se hila ahora
 cuando de tanto extrañar sus besos tengo los labios partidos de frío
y la noche se abre entre los muslos de Marcela como una guerra sin tregua
y la luz es la oscuridad de sus ojos cerrados soñando con qué
un largo hilo de sangre derramada es al final este ovillo
después de que Marcela me regalara una muerte
que aún me permite respirar coger reír como cualquier ser vivo
pero con los pies hundidos en la tierra. 



Poética de la infancia

Recordamos la infancia
Como un refugio para menos morir
José Ángel Valente


Decir que hace un buen día en Zapotlán sería decir una mentira
hoy llueve y entre mis huesos y el frío existe el mundo,
hoy mis ojos son una ventana que da a un domingo triste,
a esta mañana de principios de otoño,
gris como el cielo y el agua que cae sobre la ciudad y sus calles,
caminos que ya son ríos arrastrando consigo septiembre,
algunos nombres o vidas y recuerdos de la infancia,
cuando la lluvia no era nostalgia sino un pretexto para empaparme el alma,
o cuando en lugar de ventanas mis ojos eran un par de canicas
que brincaban de un lado a otro bajo la lluvia pero por encima de las nubes,
en ese entonces era posible visitar otros países
navegando los charcos del verano, sintiendo la brisa como un ciego frente al mar,
haciendo patitos hasta el horizonte o hasta la llegada de la noche,
cuando regresaba a casa y veía los días rompiéndose en la palma de mi mano
con una muerte bellísima por inexplicable que era.

Hoy en la lluvia los cuerpos se deshojaban igual que árboles viejos
y es como si sólo existiera esta soledad desbocada en el domingo triste
y en la memoria, en la nostalgia y en las horas que me duelen por todo el cuerpo,
tiempo destrozado como en una suite de jazz pero en silencio.
en la infancia no sucedía así: la música emergía en cualquier lugar e instante,
atravesaba cunas y cementerios brotando del aire y de mamá
que cantaba con un pajarito en el paladar o en las manos,
esas manos de mamá que eran cajitas musicales, refugio de palomas,
manos que con una caricia abrían de tajo la luz para bañarme en ella
cuando la oscuridad acudía a mi rostro nublado por un llanto pasajero,
recuerdo que a mamá le bastaba con sólo acariciar mi mejilla
y mirarme con sus ojos solares, dibujando un arcoíris inverso en mi boca,
una sonrisa, un gesto de alegría que tenía el hálito de una bala tirada al cielo,
haciendo que volviera el júbilo de la carne, mi inocencia de estar vivo y ser libre,
sí, a pesar de la escuela o de haber sido el menor en la familia
aunque no el único niño, también lo eran mi hermana y mis primos
con los que acostumbraba juntar sueños, amarrarlos a un hilito
y sacarlos a volar por el mundo para descubrir con ellos
ciudades recién inventadas, reinos de la infancia donde viví y morí
el día en que me gustó una niña por el olor a café de sus ojos americanos.

Ahora no soy más que una sombra desnuda,
los recuerdos caen como lluvia sepultándose entre gusanos de aire o de tierra,
busco algún sitio donde refugiarme, pero sólo encuentro un cuerpo cansado
junto a este poema que escribo para matar el tiempo
y que ahora termino y arranco –no como se arranca una flor,
sino como alguien que se extirpa el corazón rabiosamente enamorado-,
entonces, sin pensarlo, hago con el poema un barquito de papel y salgo de casa,
lo suelto bajo la lluvia, en el agua, en el río que es la calle y en el domingo triste
abordo este barquito ebrio que se arroja a los cuatro vientos de la poesía
para volver a la infancia o vivir en el intento.

2014. Ganador los Juegos Florales de Zapotlán el Grande, Alejandro von Düben por su poema “Poética de la infancia”






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JOSÉ FERNÁNDEZ ARROYO [18.325]

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José Fernández-Arroyo

José Fernández-Arroyo es un poeta, escultor y pintor español, nacido en Manzanares (provincia de Ciudad Real) el 12 de febrero de 1928.

Vivió en su pueblo natal los años de juventud, en los que trabó amistad con el pintor Antonio Iniesta que despierta en él el interés por la pintura. Es entonces cuando comienza a pintar sus primeros cuadros, al tiempo que escribe sus primeros poemas y artículos, que se publican en el diario regional "Lanza", en la página "Pensando en joven", que orienta el poeta Ángel Crespo.

Tras realizar el servicio militar en Ceuta, fija su residencia en Madrid en 1952, incorporándose al grupo Postista de los poetas y artistas renovadores Eduardo Chicharro, Carlos Edmundo de Ory, Ángel Crespo, Gabino-Alejandro Carriedo, Antonio Fernández Molina, Fernando Arrabal, los pintores manchegos Gregorio Prieto, Antonio Guijarro, Agustín Ubeda y el escultor Martínez Bueno, colaborando en las revistas del grupo: "Deucalión", "El pájaro de paja", "Doña Endrina", "Trilce", "El Despacho literario" y otras.

Poesía:

En 1953 inaugura la colección "Doña Endrina" con la publicación de su libro de casi-sonetos (sonetos de 13 versos) "En torno de lo último", seguido por los libros de poesía: "Tratado de las cosas alegres" (Col. Trilce, 1959)y "Especie pensativa", (Col. la piedra que habla, 1960). En 1961 colabora en un curioso libro de autoría compartida, "Sonetos Pánicos/Sonetos Postistas", escrito por Fernando Arrabal, Luce Arrabal, José Fernández-Arroyo, José Luis Mayoral y Gisela Micaux, quienes se alternaban verso a verso en cada uno de los sonetos. Los poemarios posteriores de José Fernández-Arroyo son: "Asuntos capitales", (Col. El toro de barro, Cuenca, 1977); "Cartas desde un coche" (Col. Cuencos Literarios, 1993); "Del tránsito a la noche", Premio Juan Alcaide 1998 (Col. Juan Alcaide, Valdepeñas, 1998); "Si mi lira delira" (Col. Paramigos Poesía, 2001); "No basta abrir una ventana" (Paramigos Poesía, 2004); "El tiempo, la palabra... y el olvido" (Paramigos, 2005); "Poesía Completa" (Ediciones de la Asociación de Escritores y Artistas, Madrid, 2006). En 1997 crea la Revista de divulgación poética KÁSKARA MARGA, que continúa publicando durante siete años, en colaboración con su esposa Lolita Juan Merino, así como la Colección de Poesía "Paramigos Poesía", en la que publican conjuntamente los siguientes títulos: "Recuerdos de Thailandia", 1993; "Viaje a Alemania", 1994; "A punto de dormir", 1995 y "Andar y ver - Las cuatro estaciones" en 1996.

Prosa

Sus libros en prosa son los siguientes: "El acontecimiento y otros relatos" (Col. Ojo de Pez, C. Real, 1995) y "Las preposiciones", en colaboración con Lolita Juan Merino, (Huerga & Fierro, Madrid, 1997). También destaca como obra prosística su diario íntimo -que ha venido escribiendo desde 1948 hasta el presente -, cuya primera parte, editada con el título "Edelgard, diario de un sueño, 1948-1953" por la Biblioteca de Autores Manchegos de Ciudad Real, en 1991 y reeditada en 2006 por la editorial zaragozana "Libros del innombrable". Un año después, esta misma editorial publica "No es un sueño", que recoge en un grueso volumen la continuación de sus diarios.

Traducciones

Alfred Jarry Gestas y opiniones del Doctor Faustroll, patafísico (March Editor. Barcelona, 2004)

Obra plástica

Al margen de su obra literaria, José Fernández-Arroyo, se ha dedicado activamente a la pintura y la escultura en hierro desde 1962, realizando ese año su primera exposición individual en la sala Abril, de Madrid. Destacan otras muestras personales, como las celebradas en la Galería Fernando Fe (1964), Galería Orfila (1980, 1994, 1997, 2008) y Casas de La Mancha (1978) y Soria (1983) de Madrid; Sala de Arte de la Biblioteca de Manzanares (Ciudad Real) (1964, 1977); Galería de Arte de Manzanares (1982, 1994) y Sala de Arte del Gran Teatro de Manzanares (1999); sala Barbasán, Zaragoza (1977); Casa de Cultura de Cuenca y galería Grisalla de Valladolid (1978); Sala Unturbe, Segovia (2000); Sala de Exposiciones del Castillo de Manzanares el Real (Madrid) (2001); Casa de los Picos (antológica), Segovia (2006).





Se llenaron los campos de muertos
y las ciudades se llenaron
de pañuelos tendidos a secar.



final del poemario de NO BASTA ABRIR UNA VENTANA

He viajado mucho tiempo, ya no sé cuánto,
siempre, semanas y años, eternidades, por países,
por tierras infinitas, pueblos vacíos, páramos y selvas.
He manejado mundos a mi antojo.
Como un conquistador de mundos,
mis mundos recorría dotándolos de dones singulares,
y así, uno tras otro los fui encomendando a sus destinos,
hasta este mundo último y pequeño y ya casi olvidado
de seres poseídos y lunáticos...
Viejo soy ya. Mis mundos
pueden sin mí seguir girando.




1

No basta abrir una ventana
para saber donde comienza el aire,
por ejemplo, o por donde
viene sobre nosotros construyéndose
la propia desazón del solivianto y el desasosiego.
Apenas muestra la ventana una apariencia de la realidad
y la fingida libertad que ofrece
sólo libera la confusión de tantas direcciones
que empiezan y concluyen en nuestro propio corazón
que, sin embargo,
en sí mismo se pierde y se extravía
en los espacios mínimos de su exquisita pequenez.
¡Ni la ventana abierta consigue dar salida a tanta incertidumbre!
No viene el mensajero cargado de palabras de esperanza.
El horizonte es solamente el principio de otras lejanías
y la ventana
es tan sólo la entrada
en nuestro corazón
del estupor y de la duda.





Del tránsito a la noche

¡AH, SI, ME GUSTA SU GRAN SOMBRA,
su terror aborigen, su latido de corazón profundo,
de seno maternal del universo!
¡Sí, la amo! Esa madre o madrastra,
manto negro que medio mundo acoge,
de la luz enemiga y compañera.
Noche.
Noche de las primeras revelaciones.
Noche-muerte, noche-vida, noche como un galope
de negros potros, como estampida de murciélagos,
como un puñal que rasga el corazón con entusiasmo,
noche como un dolor querido y estrechado con devoción,
noche como una posesión total del ser amado.
Muerte...
¡Muerte como una noche tejida a la medida del deseo,
como un libro cuya página sola, tremenda o infinita,
contiene en su vacío la razón de la vida, su sentido;
muerte-noche del día, que muere y resucita y cumple
su misión inefable, muerte cabal y redentora,
como un alivio, una revelación, como esa carta
largo tiempo esperada, una resurrección, un cántico,
una ascensión profunda a la cima de todos los abismos,
muerte-noche-día, oscuridad y luz
y fin del largo tránsito,
que esperándome estás a la salida!




Saludo y adiós a Pablo Neruda

 Fuiste esa voz, Neruda,
 que de pronto estremece como un grito o un cántico,
 voz que, nunca escuchada, te despierta, te agita
 y como tuya entiendes y acompasa tu paso.
 Pronto fuiste mi guía,
 mi farero y mi faro,
 pero hados adversos trocaron mis caminos
 y no alcancé los muelles de tu puerto oceánico.
 Como albatros perdido entre mil horizontes diferentes
 todo en mi fueron ciegos y torpes aletazos.
 Cien años ha, Neruda, que naciste
 y que te fuiste hace sólo treinta y un años,
 y aún nos queda el eco de tus cantos telúricos
 que despertaron tantos corazones humanos,
 que tantos duros muros de atávica injusticia
 han venido, a tu empuje, minando y socavando.
 Y ahora que el tiempo aventa todo a la lejanía
 y nos arrastra al frío rincón de lo olvidado,
 aún estás con nosotros y en nuestros corazones,
 en un cálido hueco para ti reservado

 Y ahora me llega el hondo eco de tus poemas
 que fueron para mí como un breviario
 y, con otro sentido y con otro destino
 siento en mi corazón tu verso resonando
 en esta hora decrépita en que nada se espera
-"La dura y fría hora" que sin temor aguardo-
 de aquel poema tuyo hondo y desesperado:
 "Abandonado como los muelles en el alba
 es la hora de partir, oh abandonado"




A SAGRARIO TORRES 
POR SU LIBRO “POEMAS DE LA DIANA”

¡Bien dieron tus poemas en la diana
de mi amor a La Mancha y su paisaje!
Se esponja en luz mi fibra castellana
con tu voz de azafrán y su mensaje.
Porque es tu voz henchida, plena y llana,
exenta de oropélico ropaje
la propia voz en su expresión humana
de La Mancha, tu amor y tu homenaje.

¡Cómo huele la tierra, cómo brilla
el herbazal, el ave cómo canta
en tu poema, cómo la sencilla
humildad del cabrero se levanta!
¡Qué ancha la anchura de mi tierra
en tus versos; el cielo, qué brillante!
¡Ah, Sagrario, qué clara y qué pujante
tu voz, que alma y corazón aferra!

Vuelo en tu libro por el campo: ¡Siento
que soy matojo, oveja, cepa, espiga,
abejorro, jilguero, monte, hormiga,
amapola, cardencha, luz y viento!
Y por este profundo sentimiento
que tu libro me da, Sagrario amiga,
que conmigo La Mancha te bendiga
y te torne en amor, por uno, ciento.

Publicado en la revista “Manxa” Junio, 1993





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ELLEN MARÍA MARTINS VASCONCELLOS [18.326]

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ELLEN MARÍA MARTINS VASCONCELLOS

Poeta Brasileña, natural de Santos. Graduada en Letras en la Universidad de São Paulo. Estudia la maestría en literatura latinoamericana contemporánea y su diálogo con la televisión y el cine. Trabaja como revisora y tradutora de textos. Profesora de portugués y español. 

Sus poemas fueron publicados en diversas revistas y antologías, incluyendo Anamorfoses (2014, editora Annablume - Brasil), y Frontera (2015, Lagrullita Cartonera - Chile). 

Autora del libro de poemas  Chacharitas y Gambuzinos , publicado por patois en dos idiomas (2015). 

Traductora del libro  Ângulo de guinada, del autor Ben Lerner, publicado en ebook pela e-galáxia (2015). 

Colabora editor Malla Fina Cartonera con el trabajo de traducción, entrevistas, artículos y en la línea de producción. También colabora con traducciones en la página de facebook de la  poesía de las Américas.



Escuchen la brasilera

Yo soy una chica rutera
me gustan las gasolineras
los baños de restaurantes
las ruedas llenas de grasa
los oídos llenos de cera
las rutas llenas de ratas
las heces llenas de tierra
las miradas llenas de sierras
de playas de playeras
de frentes de fronteras
y que no me siga nadie
por la calle o carretera
llevo balas en los ovarios
mi soledad es mi bandera
y en el día en que me muera
no busquen mi paradero
que derrita mis cenizas
un volcano en la cordillera.


No existe amor en São Paulo

Lamí tus dedos
como paleta mexicana
en la calle Augusta a las dos
de la tarde.
Devoré tus besos
entre el mar de gente
sedienta
en la Plaza de la República.
Mordí tus espaldas
mientras cantábamos
al son independiente
en un centro cultural.
Tragué tu hálito
como un sandwich de pierna
en la final de un partido
en la cancha de Pacaembu.
Bebí tu sudor
en el medio de un paseo ciclista
en una mañana de sábado
en el Parque Ibirapuera.
Mastiqué tus ojos
mientras esperábamos en la fila
del teatro
en la Casa Pompeya.
Comí tus piernas
con palomitas
viendo una película vieja
en la Muestra Internacional de Cine.
Engullí tu leche
mientras ardía
humo verde
en la Plaza Por-do-Sol.
Probé tu vientre
cuando el tren partía
en la Estación de la Luz.
Guardé tus restos
en un tupperware azul
en el fondo de mi
freezer.
Doné el refri
con todo dentro
por el facebook.



El efímero

En la sala de espera
del dentista
espera un señor
con un saco de sastrería
ser atendido
las revistas Caras en la mesa del centro
exhiben dientes blancos
y perfectamente en línea
en la silla izquierda
no hay nada
en la silla derecha
una adolescente toca el cielo de la boca con la lengua
mientras dice al padre
por un mensaje de texto
que será la próxima
del otro lado de la sala
la recepcionista bilingüe
come la uña
y busca promociones de pasajes aereos
a Cancún
en el baño
una mujer embarazada cepilla los dientes
con el dedo medio
en la puerta al lado
el dentista se prepara
alcohol gel, lienzo húmedo
pinzas esteriles
lava las manos con desinfectante
piensa en el culo de su mujer.
En diez segundos será otra cosa.




Mi despegue, tu aterrizaje

"Volver, vuelvo todos los años, pero no para quedarme. 
La pregunta para mí no es por qué no vivo en la Argentina
 sino por qué vivo en México. 
Y la respuesta es muy simple: 
Porque estoy enamorado de mi mujer, 
eso es todo". (Juan Gelman)

siete mil cuatrocientos cuarenta km
entre la lluvia ácida de la Ciudad de México
y la tierra seca de São Paulo

que se caiga el avión en la tormenta
así volamos sin paracaidas
y de ojos abiertos

que el destino de nuestro viaje ciego
sea las manos dadas
entre dos astronautas jugando rayuela.




Patria word reference

Yo fui a vivir en otro lado
y acá si me preguntan qué hago aquí solo digo vine
si allá me preguntan a qué fui no digo nada
hago el amor veinticuatro horas por día
siete días de la semana
y nadie más que tú tiene nada que ver con eso
pero quién querrá vivir del otro lado cuando hay tanta vida de éste
y si me preguntan si quiero irme de aquí digo nunca sola
solo vuelvo allá si voy contigo, solo vuelvo si allá
viviré tanto y tan bien como aquí
Soy extranjera en mi propio país.




Frasco de segredos.

Depois de um dia de muito calor, antes de tomar banho, passo o dedo indicador direito no meio dos seios, a palma da mão esquerda no pescoço, e coço o couro cabeludo com todas as unhas. E no nariz, quando levadas as extremidades dos membros superiores até ele, fica uma mescla de vários cheiros bons, e meus. Depois ela desaparece e quando saio da ducha, dentro do banheiro só sobra vapor. E intimidade.




Bestiária

É noite
se enterra o silêncio

Minha cabeça cansada
não sabe escolher o lado onde repousar
no travesseiro
cruza o quarto
vai a janela
e vê voar uma bandeira
solitariamente sentimental
que lentamente
também vai
ao encontro
do chão

Assim morre um pássaro
ou sonho?

É noite
se enterra o silêncio

Assim morre o pássaro
ou um sonho?




Em punho

Sempre saio
com um apito no bolso
um canivete na bolsa
dinheiro no tênis
rg na calcinha
são tantas as mensagens pra mim mesma

e o medo de olharem pra mim
o medo de me notaram sempre
que passo por alguém
que me assusta
faço cara de dor
e falo sozinha

passos rápidos
procurando um ansiolítico
na mochila das formigas

a velha calça cargo
com seis bolsos
pra levar o aluguel
a imobiliária não entende
quando saco duzentos reais de cada tênis
cem de cada bolso
ninguém entende
são as doze quadras mais longas da cidade
caminho com meu punho
fechado
fazendo força

Todo sigilo é pouco
eu sei
todo homem é louco
eu também sou
homem digo
e fico pensando em cada coisa

só o homem sentado na calçada
me dá
o olhar que dou
para aqueles que não me passam medo

não quero ficar louca
não quero ficar louca
não quero ficar na rua
lá vai outra louca na rua
repito
tantas vezes até voltar pra casa
com os pés quentes
e as notas
e o rg molhado

estará o perigo acontecendo agora?
estará o perigo
acontecendo onde?
pergunto enquanto
em punho
ainda ando.




Ser neta

Nunca pude saber
se seu pai quis ser meu avô
porque seu filho nunca quis ser
meu pai.



Classificados: Massa insurgente 
busca vanguarda revolucionária.

Requisitos obrigatórios:
Liderança, espírito de equipe, lista ativa de contatos com variados grupos oprimidos, autonomia e dinamismo. Fundamental saberes na área de gestão de pessoas e experiência com gerenciamento de conflitos. Excelente dicção, fluência em 3 línguas, capacidade de trabalhar sob pressão. Disponibilidade para viajar.

Conhecimentos indicados:
Retórica, história geral, educomunicação, principais correntes críticas filosóficas e sociológicas, literatura universal, geopolítica atual, manejo de armas. Desejável especialização em revolução russa e movimentos proletários.

Documentos necessários:
Um manifesto coerente e perspicaz que dialogue com a conjuntura da América Latina.
Carta de propostas a curto e largo prazo.
Curriculum com indicação.
CNH.

Funções:
Responsável por transmitir informação de maneira objetiva para as delegações, liderar o comitê executivo.
Coordenar as reuniões com as diversas áreas (recursos humanos, relações públicas, tesouraria, meios de comunicação, limpeza, alimentação, cuidados médicos, fabricação e armazenamento de armas, tecnologia), assegurar que o trabalho intelectual siga em confluência com o trabalho manual.
Fiscalizar diariamente as ações das equipes de estratégia política e resolução de problemas imediatos, fornecer e coletar ideias criativas para o seguimento da revolução.
Gerenciar a desestruturação das instituições coercitivas legitimadas pelo sistema capitalista, garantir o bom andamento da luta de classes.

Benefícios:
Desenvolvimento pessoal e profissional.
Pacote salarial atrativo.
Inclui três refeições diárias, moradia no local de trabalho, assistência médica.

Outras informações:
Trabalho de dedicação integral.
Não é necessária experiência anterior neste cargo.
Contratação imediata devido à proximidade com o colapso do capitalismo.

Interessados nesta vaga e que se encaixam no perfil, entrar em contato urgente com movimentos sociais, organizações políticas, mediadores de assembleias locais, líderes de ações populares, resistentes da causa operária e editores-chefes da imprensa de esquerda.




A poesia viverá
ainda que ninguém me escute
e veja a escuridão
ainda que a água siga subindo
e me doa o corpo
ainda que a rejeição se misture ao esquecimento
e nasça ratos
ainda que me peçam caos
e se abra um buraco no chão
ainda que eu morra na fuga

e alguém me chame
ainda que eu veja a luz
e a água siga baixando
ainda que me doa a alma
e o abraço se misture à memória
ainda que nasça flores
e me peçam silêncio
ainda que se faça amor no chão
e eu morra na espera
A poesia viverá




Ciências e Letras

Vejo um poema distante
que desaba
na mesma proporção
em que me aproximo
quando chego a um palmo de seu corpo
o poema não passa de um rastro
de um triz
de fiapo
agarrado
numa célula
da medula da ameba
num microscópio
de um cientista renomado
ganhador do prêmio Nobel
do ano passado.




Autorretrato

Pinta aquele que se vê
íntimo, nu
em simultâneo estrangeiro
onisciente, ínfimo
com direito a olhar a si
distinto
e ao mesmo tempo inteiro
Voyeur com um espelho
que fita o vivo e opaco
personagem-protagonista
fotografia de um pedestal vazio
porém adornado
Um corpo frio que se expande
e que nunca antes
houve outro igual
Finaliza a figura que o rebaixa a homem
e honra orgulhosamente
o nome
na assinatura de um poema.




Desaguo

Duas linhas cor-de-rosa
e outra vez o medo
do sangue
que sempre esteve por vir
e que eu termine
jogando um produto azul
para limpar o vaso.
Duas linhas cor-de-rosa
e outra vez o segredo
de blindar qualquer sorriso
antes do terceiro mês
e a espera eterna
de quem nunca viu
o sol nascer.
Duas linhas cor-de-rosa
e outra vez o silêncio
o luto por ninguém
às vezes tenho vontade
de estar só
às vezes só quero
que tudo não se parta.
Duas linhas cor-de-rosa
e a leitura do prospecto.
Me canso dessa escritura
sem relato.
É tão longe pedir
tão perto saber que não existe.



Crônica de uma fuga

O beija-flor
na hora do sexo
treme e resplandece
depois voa e desaparece.



O meio e a mensagem

Não cai uma gota
desde o ano passado
e na única emissora de rádio
com espaço para música clássica
não há previsão do tempo
mas depois do intervalo
o locutor sem esperança
derrama no ar 
As Quatro Estações
de Vivaldi.

Do outro lado
o ouvinte chora.




Se eu me sinto latino-americana?

Se roubam a prata como às uruguaias
Se me matam de fome como às peruanas
Se me secam de sede como às bolivianas
Se me arrancam a língua como às paraguaias
Se me tiram os olhos como às jamaicanas
Se me desaparecem as veias como às panamenhas
Se me queimam a pele como às dominicanas
Se me comem a carne como às brasileiras
Se me querem distante como às cubanas
Se me querem invisível como às guianas
Se me querem pequena como às equatorianas
Se me querem muda como às nicaraguenses
Se me querem surda como às salvadorenhas
Se me querem puta como às porto-riquenhas
Se me querem escrava como às mexicanas
Se me querem pobre como às haitianas
Se me querem morta como às guatemaltecas,
Sim, me sinto latino-americana
e inclusive depois de morta
seguirei sendo desta terra.






.

YOLANDA SEGURA [18.327]

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Yolanda Segura 

(Querétaro, México  1989). Estudió la maestría en Letras Latinoamericanas en la Universidad Nacional Autónoma de México y realizó una estancia de investigación en la Universidad de Buenos Aires. Es miembro del consejo editorial de la Revista Órfico. Su trabajo ha sido publicado en la antología Poetas Parricidas (Cuadrivio, 2014) y en diversos medios electrónicos e impresos, como contratiempo.mx, la-critica.org, Flint! y El Horizontal; participa en foros de poesía oral y colabora en el Periódico de Poesía de la UNAM; actualmente se desempeña como docente en la Universidad Autónoma de Querétaro y mantiene el blog elreversodelaspiedras.blogspot.mx




EL CIELO SOBRE BERLÍN

A Marta Favila


La felicidad cuando nos falta es un murmullo laxo
en el que no participamos,
un muro sobre el que colocamos imágenes sonrientes
para disfrazar la altura.

Tú siempre fuiste muchos, Damiel, legión para la nada:
quien ha sido ángel padece un problema de dibujo
porque no conoce la infancia
y sin preguntas no se puede ser un niño.

No sé si sabes que ser hombre
es apenas dar vueltas en círculos,
mirarse en el espejo
es reclamar el derecho al miedo
y tú no tienes:
sin espejo, sin circo y sin ella todo es falso
aunque Dios te diga lo contrario.

En su cuerpo hay una fiesta a la que no te invitan
(mirar nunca es existir
no es para ti la alegría de la piel frotada
porque sólo los que tocan tienen derecho a la nostalgia).

Decir alas es una mentira cruel:
el deseo no vuela, es tierra firme.




ANGÉLICA

La encontraron en un baño
como plantada en un jardín
aunque ya muerta.

Pasó ocho horas
lustrando pisos
para que las señoras de copete
pudieran mirarse los calzones
mientras compraban
sus regalitos de navidad.

Pero los últimos minutos
son un misterio:
maquillaron los golpes
perfumaron, acomodaron
y pusieron santacloses
sobre su memoria.

Se llamaba Angélica,
tuvo la indecencia
de ser asesinada
en la plaza comercial.

Tonta, quién se cree
ahora sus compañeras
tendrán que juntar los restos
limpiar sus zapatos
acomodarse el pelo
y aguardar el turno:

dentro de poco
entrarán los primeros clientes
a cagar aquí.




SI UNA VEZ DIJE QUE SAUCE DE CRISTAL

si una vez dije que sauce de cristal
                         hoy me arrepiento
si una vez dije que chopo de agua
                         no sé lo que pensé
                         estaba loco
si una vez dije que alto surtidor
            y que por ti el viento arquea
si una vez dije que
            no lo vuelvo a hacer
 también           era escritura
 también
                         alguien me cantaba

allá adentro
selena
          [gallo galante]
          [un árbol
            bien plantado
            mas danzante]
tu cuerpo se constela 
de signos verdes
porque somos 
de distintas sociedades.


           no                      dejes 
           de             tambalear
           voy     por tu cuerpo
           como por el mundo
           no  me  queda  más:
   
la sangre (tu sangre y una bala)
oficia sus misterios paralelos:
entre irse y quedarse
tu nombre selena tu nombre
prosigue sin cuerpo
busca a tientas
entre irse y quedarse   como la flor
enamorado de su transparencia
                                         como la flor.

*Mashupeado en un tiempo cercano al 31 de marzo de 2015, fecha del vigésimo aniversario luctuoso de Selena y el ciento un aniversario de nacimiento de Octavio Paz.



UNA FOTOGRAFÍA:

Dos hombres se colocan
tras el único muro en pie
de su casa derruida. 

Beben café
miran por la ventana
                    [principio
                    básico 
                    de límite,
                    marco 
                    para el
                    horizonte 
                    del miedo]
la calle, los sitios 
que ya no quedan 
por las bombas.

Juegan a sonreír a los vecinos,
levantan la taza vacía
en señal de saludo,
beben recuerdos de café
y aterrizan en el día.

Es una fotografía:
¿la veo o la invento?



Otra fotografía: 

Salen de ti los ojos
decenas de ojos
tras la ventana 
salen de ti
     no hay [ventanas]
         no hay [nuestra casa
               brazo amputado que 
                                           duele].

Bajo los escombros
las dos en otro día 
que no puede contarse.
Somos la guerra:
           nos mueve    nos aplasta 
           nos deja         aquí muy vivas
       sin preguntas.

No llores.

me toca hablar
buscar nombre para
                    este color del año
                    exceso de sangre 
                    en tan poco cuerpo.

un nombre
para tu sonrisa inerte.

Cómo arrullarte si te saqué del polvo
si tienes los ojos abiertos 
                pero no 
              
sólo para mí   
gime
un pequeño dios
enfermo.







.


ENRIKETTA LUISSI [18.328]

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Olga Gutiérrez García (EnriKetta Luissi) 


La poeta es originaria de Torreón, Coahuila, México. Físico-Matemática y escritora bilingüe, miembro de la Asociación de Haiku de San Diego. Editora regional del San Diego Poetry Annual. Publicada en diversas antologías y revistas en México, USA y España. Su seudónimo EnriKetta Luissi ha escrito una novela El Peso de los Ovarios y ocho libros de poesía Ostrich Sky Disclosed In Vitro Poetica Mathematica Binaria Dark Matter IIE y Re-Versed.

Muestra tres ejes visibles en su obra poética: La religión, la física-matemática y la sexualidad. Tres sólidas estructuras que dan forma a una escritura fresca, inteligente y sagaz. De esa divina triada deviene fondo, deviene forma. 

En los poemas de Gutiérrez García no es gratuito el síncope, el silencio ni el horror; tanto “ÍÍE” como “Dark Matter” son los libros muestra encargados de develar seductoramente el universo en el que vive y se alimenta EnriKeta Luissi. 



TRES PIES AL GATO

de sus amantes:
el gulp del esmartfón en la vagina

ante la cruz bajo mi ombligo  
               ¿es por esta que te crees Yisus?

un sorpresivo cunnilingus
le busca tres pies al gato

            no logro transfigurarme en la Emperatriz Wu
            ni electromagnetizar la vulva con las cenizas de su madre   
     
rehúso cauterizar su leche

                   (oh, Emily Nature and God- I neither knew)

                         en el closet
                                         632 pantaletas en formol





CALDO

porque la antiderivada pesa más que cien millones de estadios de fútbol y la comezón por la vida no se acaba con la teoría del campo unificado ni con el más olímpico deseo por desintegrarnos del Gran Ausente porque esto es lo que nunca nos enseñaron porque este es la verdadera Dark Matter porque el canto de los transfinitos explota dentro de una lata de cocaína y decimos salud estrellas mientras se esfuman los pulmones en pos del vellocino de oro y la piedra filosofal y palpamos como si la tinta pulpara la pulpa del purulento pulpo enloquecido en la escritura que no es más que la leche de un Dios ionizado por letras sin sentido cdkielaieulaihekkeeñgt aquí en la bóveda del cuarto testículo y en la rigidez de un tubo de Falopio como dientes de leche expulsados por un pentagrama de dioses inexistentes lamidos por ovnis que conocen los mas íntimos secretos de los quarks y demás pequeñuelos que nos parieron después del Big Bang y a los cuales volveremos como patos salados en un platillo chino hoy heroinizados a full speed y en el etílico intentamos salirnos de nosotros mismos y volamos volamos para estrellarnos con la fuerza que sostiene a la Vía Láctea y a pesar de esto noescapamos de esto que llamamos cuerpo y sólo sólo sólo la Nada aparece redentora para aquietarnos del horror del horroroso ojo de Aquel o Aquello que conoce nuestra composición exacta y del caldo en equilibrio del que estamos hechos para sostener la vida bajo la regla de cálculo y adentrarnos en la trinidad de números normales que fenecen como reses sobre las brasas de cualquier domingo del purgatorio

                                                                            amén




COLLAGE

el miedo es la dominatrix de las masas

canción de cuna:
                        ¡eureka! nací para morir

codifico
ojeras     cables rotos    la soledad de las tumbas
 anti-quarks

ante    ¡mi vida!     ¡mi cielo!    
¿cuál vida?     ¿cuál cielo?
ante    ¡mi amor!
¿cuál de todos?
  
después de Ayotzinapa
¿hay algo en mi que valga la pena conservar?
¿mis pecados  quizá?
(listen Borges:  no pecar es el peor de los pecados)
                           
amantísimo
un dedo roto
exhibe miles de cráneos
  
su patrón de
17 segundos exactos dentro de mi vagina
hacen de mi un haiku

amantísima
la bandera Narco-estado
sobre los 43
      picnic nocturno

no hablaré de Ayotzinapa
ni Iguala-ré ordaz-echeverri-fascismos 
con murillos   peñas y  nietos

su mejor virtud es ser lesbiana     dice

amantísimo
el miedo—dominatrix de las masas

en la calcinada luz  los cuarenta y tres:     

Abel   Abelardo   Adán   Alexander    Antonio    Benjamín
Bernardo    Carlos Iván     Carlos Lorenzo   César  Manuel

Christian Alfonso       Christian  Tomás    Cutberto
Dorian      Emiliano      Everardo     Felipe
Giovanni      Israel    Israel Jacinto       Jesús Jovany

Jonás       Jorge    Jorge Aníbal      Jorge Antonio    Jorge Luis
José Ángel Campos     José Ángel Navarrete     José Eduardo

José Luis     Jhosivani    Julio César      Leonel     Luis Ángel
Luis Ángel Francisco       Magdaleno      Marcial     
Marco Antonio      Martin     Mauricio  
Miguel Ángel Hernández         Miguel Ángel Mendoza
                       Saúl Bruno



DILETANTE
        
El césped se desenreda.
Escucho su voz
cauta. Siento su
cuidado. El manicure
de sus espadas y lombrices
contentas

          *

¿Qué tiene por
decir
el Ave del Paraíso?

Ha llovido
tan fuerte,

que es difícil
fallar de nuevo.

          *

A medida que
el cerebro

se
apaga,

siento el
silencio

y doy
pausa
al espacio.



SEX-ÁGONO
nos sex-agonámos.
avalas el Punto preciso y
exclamas he aquí el principio
del fin. te abalanzas sobre mis tetas
jóvenes y dulces.   no hay principio ni fin,
replico.   rellenamos de estricnina
el vacío.  geometrizamos a
a Dios y acentuados
nada nos ata.




DESPUÉS

1

Ser verdadero
y no
para el nucleótido
que recita en contra
                                    mía
su pus sincopada.

Mañana cantaré
que la verdad existe y no.


2

 ¿Cuántas veces habré de negar
el esperma del nucleótido
en mi
para que la Dark Matter
brille?

¿Dónde está Emily para
lavar mis manos?


3

Telómeros dicen tenemos la verdad.
Tacho sus ejes.  La luna
está presente. Los genes replican
cenizas vociferantes. No hace frío.
Es lo que debiera haber sido.
La brisa lo supo siempre, que
la verdad no existe, pero existe.


4

Me colman
de chocolates con almendras.

A mi lado mantengo
las tijeras.

Dreno palabras.

Mañana
hablaré de amor.




Fragmento del poemario Í Í É

cambiamos los Kótex por los Támpax y a la Ginsberg aúllamos en
Santa Pax          PowerPowerPower
cambiamos tabaco por mota
eyaculamos diluvios de semen  al beat de los transfinitos
la mar se cimbró tiesa   y nos vestimos de traje y corbata y Ferragamos
aplaudimos    Clap Clap Clap
aplaudimos hasta que la Función de Onda se hizo nuestra fan
aplaudimos al vernos tan correctos y alabamos al Infierno
Power    Clap Clap Clap   Hell

           radioactivos nos quisimos
           avivados por las propias cenizas
           bajo la helada niebla

a un punto de adrenalina
a una taxonomía de lluvia a los teoremas de incompletitud de Gödel
convergimos

THAT  TRIP   MY LOVE




CUPIDO EN CINTURÓN DE CASTIDAD

historia de histeria y más histeria y
el cliché de molerse el corazón
en óbolo óvulo óvalo avalo reestructura
croma pezones metáforas adenosina
fosfatos y etcéteras
a cero grados Kelvin  sutura amor
lo restriega en pechos corvas y pubis
gesticula palomas en avestruz
el timbre de voz es platino al beberse hada en colibrí

                                                   (Javier,    de Barthes retiene
                                                    “Esa mañana en … la bahía
                                                    … inmóvil
                                                   pensando en el ausente”)

en las comisuras de un semen negro espuma marido
en los electro-masajes pajarean sus muertos
(he aquí el Amor en Negativo)
eyacu-suda     Nevermore
never m-

ore                       oremos     oréemos       o    remos                   

                                                        Aquí
                                                              en la comisaría de la palabra






fragmento de 
EN LA GALAXIA DE NOMBRE IMPRONUNCIABLE

algo menos que polvo   eso seremos
una energía   vibrante   sin energía
una partícula   sin masa
un ion sin carga
una nada sin nada
con la frente      sin frente    en alto
donde no habrá alto ni bajo
haremos   del pan nuestro        que no es pan    ni nuestro
una plegaria  que no será plegaria
cada día de día no día
asignaremos un nuevo abecedario sin letras y
versos en secuencia infinita de no-versos incendiados
cinturón -tequila- palomita –obsidiana- pirámide –huizache- aleteo- vagina
crearemos ecuaciones  absurdas  que tendrán sentido
uno es igual   a pi
uno menos   pi es uno
uno entre uno es infinito
y serán bajo la lengua   como el canto de los pájaros
en el ojo que no es ojo
algo  o alguien
me dicta esto
puedo oler su   vestido blanco  y sus manos mamíferas transfiguradas en las mías






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RAFAEL ROLDÁN AUZQUI [18.329]

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Rafael Roldán Auzqui

•Nacido el 19 de mayo de 1960, en Córdoba (Argentina). Reside en su ciudad natal.
•Profesor y Licenciado en Letras Modernas (Universidad Nacional de Córdoba).
•Escritor: poeta, ensayista, narrador. Docente, especializado en Educación en Valores Humanos.

•Sus colaboraciones figuran en periódicos y revistas del país y del extranjero. Diversas antologías lo incluyen, entre ellas: Las provincias y su literatura –Córdoba (Bs. As., Colihue, 1985) y 500 Poetas Latinoamericanos (Valparaíso, Chile, Correo de la Poesía, 1992). 
•Ha recibido diversas distinciones en su trayectoria literaria, entre las que se destaca la del Fondo Nacional de las Artes (Secretaría de Cultura de la Nación Argentina), que lo designó Becario en la especialidad de Letras (Creación Literaria), en el Concurso Nacional de 1986, cuyo jurado de selección lo integraron, entre otros, la Prof. Mirta Arlt y Libertad Demitrópulos (ambas, de Bs.As.).
•Ha sido miembro de jurado en diversos concursos literarios y universitarios.
•Ha publicado una serie de plaquettes -en forma individual y colectiva-, la última –en 2008- bajo el título “Haikus en sorbos”, con el auspicio de la Asociación Cultural “Letras para el Café”.
•Es miembro fundador del Grupo Córdoba Haiku, creado en 2009, presentado en la Feria del Libro Córdoba (desde 2010 en todas sus ediciones), en el Consulado de Chile, etc.
•Coordina Talleres de Creación Literaria desde 1986 hasta la fecha (SADE –Sociedad Argentina de Escritores, Córdoba-, Municipalidad de Río Ceballos, Biblioteca Córdoba, etc.
•Su búsqueda espiritual y literaria, unida a su afán por configurar una cosmovisión que integre la cultura de Occidente y la sabiduría de Oriente, lo llevó a realizar diversos viajes a ciudades de Chile, Brasil, Perú, Francia, Malasia e India, entre 1991 y 2013.

•Enlaces URL a publicaciones electrónicas:
http://hispanoramaliterario2.ning.com/profile¬/RafaelRoldanAuzqui
http://www.poetasdelmundo.com/verInfo_america.asp?ID=5053

•Bibliografía de su autoría:

-La raíz del vuelo (1980), Ed. Díaz Bagú –Colección “Hojas de Laurel”-, Córdoba.
-La región del salto (1986), Alción Editora, Córdoba.
-Haikus a flor de voz (1997), Ed. del Copista, Córdoba.
-Emergencia solar (1998), Ed. del Copista, Córdoba.
-La Llave Dorada (2004), Ed. Brujas, Córdoba.
-Vuelo 25 / Flight 25 (2005): Antología bilingüe, español / inglés -con un poema traducido al sueco; con motivo de los 25 años de trayectoria poética-, Vaca Narvaja Editor, Unquillo.
-India en haikus y otros florilegios (2011), Ed. Ruinas Circulares, Buenos Aires.

-Blog del autor: www.rafaelroldanauzqui.blogspot.com.ar
-Correo electrónico (e-mail): roldan_auzqui@yahoo.com.ar

Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés, sueco y japonés.


CONVERSANDO CON ALEJANDRA
                                                 
A Alejandra Pizarnik (In memoriam).

"He tenido muchos amores -dije-
pero el más hermoso fue mi               
amor por los espejos". A. P.


Vos, Alejandra,
que te erigiste en pájaro mitológico,
cantando abismos de silencio y palabra,
¿qué abominable destino
te impidió desovar luz allí mismo,
en los meandros de tu mente,
consagrada al ulular de los vientos
que la noche al primer sueño amarra?

Vos, que pudiste amar los espejos,
quizá los mismos que a Borges tanto horrorizaban,
¿cómo no encontraste -en tu visión última-
la imagen prístina que te reconciliase
con la verdadera Alejandra:
aquella que puede conjurar pesadillas
de rostros incendiarios,
para que ella te abriera paso
a la mayor de las auroras:
la que te hubiera nutrido con tu esencia y linaje
de soñadora impenitente,
capaz de atravesar todos los fuegos
para acariciar la rosa distante
y nunca temer sus espinas,
convirtiéndolas -con alquimia de sigilosa lucidez-
en peldaños que te llevaran -sin escalas-
en espiral hacia el Infinito?

Vos, Alejandra,
que arremetiste contra el velo
detrás del cual nos contemplan
nuestros ancestros y aún los dioses,
sin importarte las admoniciones del Dante,
¿a qué poeta iluminado comunicarás
tu privilegiada visión,
lejos por igual del dolor y la apatía?

¿Cuánto habré de preguntarte
antes de que una misma luz
nos permita disfrutar de un eterno presente
jugando a dialogar,
con la íntima certeza de sernos uno,
-olvidados de nuestros nombres
y de la vana insistencia
en sentirnos cuerpos distintos-,
ya sin la sombra de ser, vos, la hechicera
y yo, el hechizado?



EN EL MES DE LOS VIENTOS- AGOSTO-

A mis amados padres, Elena y Rafael

La luz del viento asalta el corazón
coagula los bordes del abismo
libera la aquiescencia de la muerte.

Atávico viento
que trajo a mi madre
hacia un ya lejano 1925
que- según la sabiduría maya-
comunicó a mi padre el espíritu
en ese mismo año
- y aún a ambos ilumina-
que se disfrazó de tormenta
de rayos, polvo y agua
para convocarme a este mundo:
Todas coincidencias
que- en el juego divino-
hacen de la vida un arte sagrado.

Porque decir viento
es nombrar el esplendor del aire
la pujanza del silencio
la llegada de la Pachamama
y tener la certeza
de que es posible arar la tierra
por la sola voluntad de la semilla.




UNIVERSO

"Universo significa esto: vuelta a lo Uno. 
Círculo, o más bien:cerrar el círculo. 
¿Cuándo y dónde empezó?... 
Universo es una expresión paradójica.
La Razón se interroga ante él diciéndose si puede resolver
ese misterio... 
Su impotencia plantea dos salidas: la soberbia o el respeto 
ante lo Desconocido".



ARCOÍRIS

A los trabajadores de todo el mundo.

De los míticos trabajos de Hércules
-pasando por los que insumieron las pirámides-
hasta los de esta era cibernética
se tiende un fabuloso arcoíris:
una fuente solar lo sustenta
-el esfuerzo impar del espíritu humano-
que lucha por transformar la materia
y volver virtuosos a los hombres.

Esa fuerza extraordinaria
que aprendiera del fuego y sus secretos
que dibujara en las cuevas de Altamira
que ayudara a ilustrar las conciencias
que trazara rutas en la faz de la Tierra
que modelara catedrales colosales
que pintara, tallara y grabara infinidad de obras de arte
que levantara puentes y erigiera rascacielos
que amasara el pan de cada día
que lanzara al espacio sideral un mensaje de paz
que viene digitalizando
–hasta el infinito- el mundo de hoy

Esa misma fuerza
atraviesa nubes de impaciencia y debilidad
de impotencia y pericia
de ignorancia y egoísmo
transfigurando su oscuridad en colores soñados
que el corazón atesora
en su viaje atemporal hacia la luz y la belleza.

Así el trabajo
-más allá de sus sinsabores e incontables desafíos-
honesto
                perseverante
se convierte en fruto de amor
que siempre cosecha nuestro desvelo.

                                                                           01-05-2013



HOMENAJE A FACUNDO CABRAL

Viajero impenitente
maestro de la vida y el canto
recorría el mundo
     sin más equipaje que su guitarra y su talento
había hecho del vagar de una ciudad a otra
     su única frontera
su casa era el planeta y su jardín
     los escenarios de la Tierra.

Hablar con él
era lo mismo que verlo desde un palco:
había hecho de la conversación
una de las bellas artes.

Sobreviviente de sí mismo
asolado por la muerte
que tantas veces lo tuvo aferrado en un puño
ella -sin darle más tregua-
lo arrebató de este mundo
convirtiéndolo en mártir de la violencia
cuyas balas no sabían de su amor y valentía.

De a ratos -cuando estas lágrimas
de indignación y pena
dejan de nublarme la vista-
de a ratos -plenos de silencio y alta escucha-
yo sigo conversando con Facundo
y me invita -una vez más- a desayunar con él
a quien conocí por uno de esos misterios de la vida
y siempre acaba con las mismas palabras:
"Como ya no tengo casa, este hotel es mi casa
y mis amigos no pagan en ella".

En algún hotel de un remoto mundo
me seguirás esperando ¡amigo del alma!

¿Cuándo vendrás a la mía, Facundo entrañable,
que el desayuno se enfría?




ANTE UNOS OJOS DESBORDADOS DE ETERNIDAD

Desde la macabra mansedumbre
de su ojo
estancado en el presente
el primer saurio
que pisó el planeta
me contempla.

Libre de la intemperie
hace milenios
que arrastra su techumbre.

Presa de sí misma
desconoce la libertad
de elegir guarida.

En su boca
hecha de erosiones y diluvios
la eternidad sonríe.
(Quizá no sea una sonrisa.
¿Quién no vacila
ante los labios de La Gioconda?
Más aún ante una tortuga
que ni siquiera participa
de las veleidades del arte).

Bajo anticuado ropaje biológico
se empecina
en desafiar la leyes evolutivas.
O ha alcanzado una forma de perfección
que nuestra soberbia ignora.



RECORDÁNDOTE, BORGES

A J.L.B. In memoriam.

Una mujer te trajo a este mundo.
Otra te acompañó
hasta los umbrales del más allá.
Ciego fuiste aquí
-para leer aun en la oscuridad-
y -seguro- eres vidente
donde quiera que estés.
Luz y sombra fueron las espadas
con que enfrentaste 
los desafíos de la vida.

Esta ilusión de sobrevivirte
me sobrecoge a cada instante:
¿quién sobrevive a quién?
Te conocí en mi adolescencia
y -desde entonces-
leo y releo tus escanciados versos
y -con infructuosa paciencia-
busco el poema que te dedicara
cuando todo en vos se hizo inmortal.
Quizá tus fantasmales manos
están gestando con él
una merecida antología del olvido.

Mientras pienso y medito
en el ir y venir del tiempo
me doy cuenta
de que ya no es tu muerte
la que me apremia
ni la inmediatez de la conferencia
que tu fama te impidió dar
en la Córdoba de los setenta
a la que -iluso- pretendí asistir.
No es tampoco tu recuerdo
que -subrepticio- se deslíe
en esta evanescente evocación.

Sólo insiste en mi mente
-frente al prodigio de tus letras-
el saberte tan humano
que necesitaste una mujer
para venir al mundo
y otra para irte de él.
Ellas bastaron para tu vasta literatura.

No, Borges,
tu paradójico juego
de ser olvidado
nunca será posible.
Somos ya tres
-número que es semilla del infinito-
quienes lo vuelven ominoso:
aquellas dos mujeres
que prologaron tu futuro
-en esta y en la otra orilla-
y yo -tu oscuro lector-
que no sabiendo si tendré tu dicha postrera
soñaré con ese sueño
y -mientras la vida se me escapa de las manos
como ese poema que alguna vez te escribí-
también -a no dudarlo-
te aferraré a mi memoria.



HAIKUS 


Se inicia el fuego
lento de primavera:
tersos capullos...


*


De verde claro
a variados fulgores...
¡todo renace!


*


Luces y sombras
modulan el verdor...
Las aguas, mansas.


*


Desde la fuente
se lanzan las palomas…
¡Vuelo hacia ellas!...


*


India atardece
entre lentas palmeras…
Último Darshan*.

*Darshan: visión de lo divino.


*


Hasta el Sol
se funde en el Absoluto…
¡Soy esa barca!...


*


Vi a Sai Baba,
te vi, sagrado Ganges…
Morir ya puedo.


*


Templos domésticos,
calles como pasillos…
A mano, Dios.


*


Nunca fatiga
mirar el Taj Mahal…
¡Es la Armonía!


*


Ella, mendiga
de profesión, nos ruega
como a dioses…


*


Vacas y monos:
deidades domésticas…
¡hasta elefantes!...


*


Gente con hambre
y salones de oro…
¡todo a la par!


*


Al norte, templos,
al sur, dioses vivientes…
Dios alienta a India.


*


Niebla de otoño:
entre las ramas secas
el cielo espera...


*


Noche otoñal:
la luna va entre nubes...
La apura el viento.








.

LÁZARA NANCY DÍAZ GARCÍA [18.330]

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LÁZARA NANCY DÍAZ GARCÍA

Poetisa Cubana. Nacida en la provincia de Matanzas.
Graduada de Bachiller y  Relaciones  Publicas. Residente  en New York.
Miembro del movimiento de poetas del mundo.

Premios:

El mundo lleva alas - VI convocatoria al concurso Internacional de poesía. Editorial Voces de hoy. Miami  (Julio del 2013)   Mención especial.
Aromas de ciudad-  Certamen anual de Literatura Internacional. LAIA 
Latín American internacional Alliance  (Octubre 2013)  New York. Mención
Hoy mi habana viste lo mejor. Editorial Voces de Hoy (Noviembre 2013) Miami. Mención.
La palabra de mi voz.  Editorial Entre líneas. Miami. (Año2014) Segundo lugar.
Premio Impronta. Editorial Voces de hoy. Miami.( 2013) Única ganadora. Diploma y Placa.

Revistas:

Entre Líneas .Editorial del mismo nombre (Miami)
Editor. Pedro Pablo Pérez Santisteban.
Guatiní , en  Miami .Editor Ernesto R. del Valle
Galitera  (Argentina) Editoras. Cecilia Ortiz y Carmen Membrillo.
Azahar, España. (desde el 2007 ) Editor. José Luis Rubio Zarzuela

Antologías:

Sus  poemas aparecen en  antologías del escritor y Promotor cultural Chileno, Alfred Asís, desde Isla negra para el mundo.
Antologías a José Martí , Oscar Alfaro,Vinicius de Morais , Nicanor Parra, Sor Teresa de Calcuta, José María Arguedas, Charles Baudelaire, Nicanor Parra, Mara Lucy García, Gabriel García Márquez, Federico García Lorca,  Gertrudis Gómez de Avellaneda, Alfonsina Storni, Violeta  Parra, Mercedes Sosa  y Chabuca Granda, Por qué México, No al maltrato de la mujer .                    
Antología dedicada a los Balseros de Cuba, convocada por la Editorial Entre Líneas
Antología, Por ti caminare, convocada por la Editorial Voces de hoy. Editora Josefina Ezpeleta, con el fin de recaudar fondos, para los niños que padecen la enfermedad Distrofia muscular.(Año 2014)
Antología poética Internacional “Mujeres y sus plumas” en apoyo a las mujeres que padecen cáncer de mama. (Año 2014)
Publicó en CATALOGO RIMADO que se publica en Cuba promovido por la escritora Mariana E. Pérez.

Libros publicados:

“El pajarito cantor”  Literatura infantil. Editorial extramuros .Año 2009. Ciudad Habana, Cuba.
“Sueños de una abuela” Literatura infantil. Año 2012,   New York. Ediciones Palibrio.
“Donde nace un poema nada debe morir”. Poemas de amor. Editorial Voces de Hoy Miami
 ( Año 2014)
“Mano a mano en versos”. Poemario con la Periodista, poetisa y  prologuista Mercedes Eleine González. Editorial Entre líneas. Miami (Año 2015


POEMAS DE NANCY DIAZ. Cuba


LLUÉVEME 

Lluéveme desnuda,  taciturna 
en vaga silueta  dibujada 
sobre el pantano y con versos 
en la almohada, 

lluéveme de besos repartida, 
como si el resplandor del sol 
encendiera el leño, 

lluéveme de hoguera y fantasías 
tan gris como el invierno. 

Lluéveme de caprichos, de antojos 
de verdades y de labios. 

Lluéveme de celos, de temores 
húmeda de besos la sonrisa. 

Lluéveme de futuro, en el presente 
¡déjame  florecer en tu cascada! 
mis ramas rodeándote la espalda 
mis flores abriendo en tu mirada. 




ASÍ TE QUISE 

Desafiando todo perdía mis pétalos 
en la sonrisa de tus besos 
como una rosa gastada. 

Así te quise, solitario, 
abrazando  toda tu ausencia 
con los ojos rebosados de quimeras. 

-Te quise sin preguntas - 

Corría entre mis senos un río 
¡ incontenible  en su cauce ¡ 
éramos  cautivos en el vicio de amarnos 
- sollozaba  la noche 
embrujada en sus rumores-  

El amor crepitaba en las horas 
¡aroma de jazmines en la brisa! 
rocío en el camino sobre tu pecho 
sostuve el horizonte de un suspiro. 

Nos bendijo un ave 
…que contemplo en silencio 
el despertar florecido en nuestros cuerpos. 

Cerramos los ojos, y  nos embargó el silencio 
mientras regabas soles en mis sienes




ESPEJOS 
         
Píntame  de luna los espejos 
donde  la noche oculte mis secretos 
¡no es verdad que fui nombrada! 
ni siquiera me recuerdan  sus reflejos 
ni los de  aquel amor multiplicado 
que llenaba de luz el universo. 
           
Píntame  de lluvia los espejos 
para lavar las pupilas de sus lunas 
-miradas de  otros tiempos- 
para borrar la  nostalgia  
-el carmín de antiguos  besos- 
           
Píntame de rojo los espejos 
como  fuego que consume imágenes 
…y  quema los recuerdos. 
  ¡No es verdad que fui nombrada! 
ni siquiera aparezco en  sus reflejos 
frente a él , todo es mentira 
-el silencio es un  misterio- 
           
Como rosa  de extrema blancura 
palidezco ante mí -en la coqueta- 
donde una sombra plácida reposa 
ante mi pupila inquieta. 
          
Píntame de poesía  los espejos 
un rosario en la pared 
y en cada cuenta mis versos 
¡aunque  me niego a quererlo 
soy  yo la que más lo quiero!. 
Píntame  todos los espejos 
Yo seguiré siendo hermosa 
¡ellos  se pondrán tan viejos! 



¿SI NO  LLEGARAS? 

Le temes tanto a la lluvia al chasquido de tus pasos,        
a esos rayos  y  relámpagos que te hacen  cruzar los dedos- 

Sé que en algún momento llegas  bajo el paraguas, 
con tus botas y tu abrigo y un jazmín 

Mi casa huele a  incienso  de canela ¡te espero! 
he preparado un té,…por  si  la  tos  te importuna. 

¡Siento  una  brisa húmeda!  de esas brisas que te arrastran 
y te cobijan bajo sus ojos de agua. 

¡Claro que te espero! 
abiertas  están las alas  de mi puerta 
como quien abre los brazos 
¡ella también  te espera! la miro desde el sillón 
¡no me atrevo  a cerrarla. 

Es triste que aún no escampe, que se  está enfriando  el  té 
y que el incienso se apague. 



HUELLAS DEL TIEMPO 

Estaba llena de recuerdos 
como un cajón de esos 
… que por años se arrincona 
en alguna habitación. 
Parecía  yo, un universo doblado 
como un pañuelo antiguo. 

Sobre las huellas del tiempo 
anduve despacio … 
¡cuánta  remembranza!

¿Será que en cada minuto de este  tiempo 
renaces  bajo mi sombra? 

Puedo sentir tu aroma, 
-te respiro ebrio de mis ojos- 
No te amo de la misma manera, 
que me Amas, 
te amo desde la Cruz del Cristo 
hasta su sangre derramada. 
Te amo en serio y en sonrisas 
frente a ti y en la distancia 

¡No Te amo de la misma manera 
que  me amas!
yo te amo de cuerpo entero 
desde el oscuro cielo de tu boca 
hasta la luz divina  de tus pupilas. 

Tú  me amas, con un amor distinto 
Siempre lo dijiste:   ¡te amo a morir! 
me amas con los ojos encendidos 
y  me quemas  en la  hoguera de tu mirada. 




¡ASÍ PASA! 

Tras el cristal de la ventana te veo llegar con el cansancio dispuesto a rendirte; pero  abro el corazón y te cobijo sin  lágrimas visibles. ¡llora el alma! 

Llueve ...  una magia rompe el horizonte  se derrama el aire sobre tu cara. 
No articulas palabras. Tampoco  yo ... 

Sin embargo, los dos sabemos  cuanto pesan los deberes  que cargas en tu espalda. 



SILENCIOS, MÍOS 

Apaga las luces del silencio, 
asómate al balcón del horizonte, 
descuelga luceros de la noche 
y duerme sobre el suelo de mi  vientre. 

Dibuja los labios de la luna 
besando el minuto de esta hora 
y déjame despierta mientras dure 
las luces nocturnas de la aurora. 

Renazco lozana de tus brazos 
como ingenua caricia desprendida 
del iris que sostiene tu mirada 
sobre el marco de la vida. 

De  tus tantos desvelos y agonías 
vengo envuelta en nebulosa sombra 
que asoma sin pudor   
-casi desnuda- 
a la puerta del sol donde tus ojos 
me acarician con rayos de pupilas. 

Eres capitán de mi navío 
¡vuelves, deriva la corriente! 
das  pasos sobre el mar … 
y  turbulentas espumas en la brisa 
-vuelven ola mis cabellos en  tu frente- 



COMO GUITARRA 

Yo soy como tu guitarra               
Interprétame en el canto               
que en las cuerdas sin quebranto        
de mi cintura se amarra                                                            
tu verbo puro desgarra .                                                  

Desordena mi cordura                
  envuélveme  la cintura                                                  
reconquista  mi razón 
despierta  en  mi corazón 
sensaciones  de ternura. 




VIVO. DESTELLO 

En el río, peinaba su cabello.                       
y un cantor que venía bien temprano,        
entonando un himno desde el llano, 
la vislumbró en lo vivo de un destello. 

Le ilumina un collar sobre su cuello               
adornando  aquel rostro tan lozano            
cual obra que moldeara un artesano.          
¿era aquella mujer ,rosal más bello?          

¡Ella sonríe  hermosa y reluciente!    
es para el Hombre cual perla adorada,            
llama de amor que marcará su frente. 

¡Promete  que será siempre su amada!     
… le acaricia  su alma dulcemente... 
¡Como ella, más hermosa, no habrá nada! 



SAHUMERIO

Mi jardín se hace pleno en  girasoles 
bajo el sol con su fulgor dorado 
en el cielo se dibuja algún tornado 
mientras  brillan tus ojos como soles. 

Disuelvo en unos labios mis alcohóles 
cayendo en los  instintos del  pecado 
el pecho desnudo en su bronceado 
se me agita al compás de tus bemoles. 

  Ya bebo de tu boca dulce esencia 
donde reinan luceros de un imperio 
que resume en un verso mi existencia
tras la luna que oculta algún misterio.
Ya descubro en su clara  transparencia 
Un perfume  aromando aquel  sahumerio. 



EL BEMBÉ 

Jacinta no te alebreste que  tú no vas al bembé 
así que suéltate el moño  y  desamarra  tus  pie, 
¡no te me ofenda  mi  negra, que lo hago por tu bien!. 

¡Por favor  cambia  esa cara, porque me tienes cansá! 
no le echas a las gallina,  ni el  pienso que el negro muele 
                  Tú, ni me barre la casa 
                 ¡mira  a ver pa donde vá! 

¡Jacinta  no te alebreste que tú no vas al bembé.! 
¿qué te me habrás creío ?    -ten  reponsabilidá – 
ya  nosotro  tamos  viejos,  y tú,  no ayudas en ná. 

Mamita no diga eso,   yo no soy tan decará 
Le  juro  que hoy  hice  cosa, que me tienen  desarmá, 
salté  la reja del patio  y corrí  como  epantá 
porque  abajo de mi cama … había  un ratón mamá 
que salió muy  disparao   y  yo le caí  atrá. 

¿y  pa  donde dices tú, que  ese ratón se  fue? 

A  la casa del vecino, que me dijo:   ¡vete  pa  allá.! 
¿Negrita, pa  que usté vino?   

…pero  por miedo  mamita , sabes  dónde  fui a para 
¡envuelta  en los  edredones con  el  vecino  mamá.! 

Otra vez, vas a decirme    -que soy una decará- 
…pero usté  ta  equivocá   ¡eso  sí , yo  se lo juro! 
que  por gusto salté el muro. 
…porque  el ratón  ya  no está.

Y  depué  de tanto  miedo, lo que encuentré,             
               - fué un majá-. 

¡Jacinta  no te alebreste  que  tú no vas al bembé.! 

¡No se preocupe mamita, que  yo  la  repeto  a usté!. 
                         -Me quedo con  el  majá- 
                       Que  bembé,  ni que bembé. 



¿SIN RECLAMOS? 

En su lecho duerme el viento, 
la tristeza sin reclamos 
la humildad que ya traspasa, 
los límites de un  verano. 

Sin largos trajes, tacones , 
medias finas,  sin carmín 
y disimule en  sus labios , 
que ya no puede reír. 

Guarda hematomas de un golpe, 
que bajo del puño aquel 
olvidando que ella es , 
la ternura hecha mujer . 

Va  apuntando en su memoria,  
los agobios de su vida 
allí descansa en su lecho, 
con la mirada perdida 
desdibujando  la noche 
y reinventando  los días. 

Un  disfraz cuelga del  techo, 
con hilos de fantasía 
donde salen los fantasmas, 
para anunciar su partida. 

Siente miedo, de su miedo, 
de aquel que todos sentimos 
alguna  vez cuando  vimos,  
la injusticia  desmedida 

¡Mujer si tú eres la vida!
en cualquier lugar del mundo 
… reclama  paz, respeto, 
amor sincero, profundo. 

De tu vientre  ha  florecido,  
la vida  y se multiplica 
es  porque Dios nos indica 
lo valiosa que  tú eres 
al que te humilla  y te  hiere, 
al que te veja  y  maltrata 
aquel  que ya sin valores 
no puede ver ni tus lágrimas 
mientras  bebes   tu café,
junto a sus crueles  palabras. 
¡Alza tu voz!   ¡grita basta! 
No dejes que tu bandera 
¡siga ondeando  a  media  asta. 




BREVES 


Con los minutos 
de tu ausencia, 
he de  tejer un puente 
…punto  a punto 
menguando  distancia 
entrelazando  de norte a sur 
los  brazos del tiempo 
y sobre una ola 
¡traeré tus besos.! 



Tu amor es  lumbre que no se apaga 
porque lleva cerillos en los dedos 
en cada caricia aviva llamas 
en cada beso enciende el fuego. 



Abrió  la puerta  de mis ojos 
una lágrima traviesa 
la dejé  escapar 
…en realidad. 
¡Me dolía su tristeza! 



Breves 

No imaginas  cuantas veces 
doble páginas, 
…de un tiempo roto . 

Como caían en pedazos 
-las horas - 
...Y fallecía  mi boca




.

ANTON AŠKERC [18.331]

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Anton Aškerc 

(1856-1912)
Anton Aškerc nació el 9 de enero de 1856 en el pueblo d Globoco pri Rimske Toplice (Municipio de Laško, región de Estiria). A lo largo de su vida fue un poeta esloveno, sacerdote, archivero.

De orígenes humildes, cuando Anton cumplió los tres años, su familia se trasladó a Šmarjeta pri Rimske Toplice donde realizaría sus primeros tres años de estudios primarios entre 1965 y 1968. Ese mismo año moría su madre, a la cual era muy apegado. Su padre lo traslada a Celje donde realizaría el cuarto año de primaria en un colegio alemán. Allí entre el padre y el enseñante
Jože Kokolj decidieron abrir paso a la enseñanza superior del joven Anton. Fue entonces que entre 1969 y 1977 concluyó sus etudios de Gimnazija (es decir de secundario).

En 1877 entró al seminario en Maribor y fue ordenado a los tres años el 22 de julio de 1880. Como sacerdote trabajó en diversos lugares de la región de Estiria, entre ellos: Podsreda, Šmarjah pri Jelšah, Sv. Lovrenc v Slovenskih goricah, en Vitanje, Sv. Marjeta, Mozirje y Škalah pri Velenju. Sin embargo su beta literaria se mostraría en Ljubljana, Hasta entonces era sacerdote y escribía muy poco, por ejemplo, mientras servía como capellán (kaplan) en el pueblo de Podsreda entre 1881 y 1883, sus ojos se fijaron en Ana Pečovnik, a quien le escribiría la balada Anka. Desde ese momento Aškerc no podría evitar escribir, y comenzaría a plantearse si ser sacerdote era su verdadero oficio, o si lo que realmente debía hacer era continuar con su poesía.

Cabe destacar que entrar al sacerdocio tuvo mucha importancia el mandato familiar, su familia, especialmente su tía Agatha "Ajtke" Aškerc, quien había ocupado casi el lugar de la difunta madre de Anton y lo apoyó en sus estudio fue determinante a la hora de tomar aquella decisión. Durante el seminario Anton encontró la tranquilidad necesaria para reflexionar sobre aquella tradición, el pensamiento conservador y la ciencia moderna.

Más tarde, en 1884 serviría en la parroquia de Šmarje pri Jelšah, un lugar fuertemente influenciado por una germanización. Aškerc no pudo evitar tomar una fuerte posición e imponerse como un luchador de lo esloveno. Así comenzó su cruzada por defender su nacionalidad eslovena, la cultura y la liberación política. Por eso fue atacado fuertemente por la gaceta alemana Deutsche Wacht, pero junto a varios políticos de Estiria abogaron por una restricción de la germanización eslovena.

Esto lo fue llevando a un distanciamiento de la iglesia que respondía a otros intereses y, en 1898, se pelearía con el obispo de Maribor y decidió por cuenta propia tomar su jubilación anticipada. Lo cierto es que no podía entenderse con la religión que no podía apaciguar sus inquietudes. Interesado en la ciencia moderna, sobre todo en la teoría de la evolución, su escepticismo religioso era inevitable.

El alcalde de Ljubljana, Ivan Hribar (1851-1941) quien ejerció tal posición entre 1896 y 1910, le ofreció a Aškerc el cargo de archivero municipal, trabajo que realizaría hasta su muerte. Mientras tanto, durante sus vacaciones, Aškerc viajó por las tierras eslavas donde reuniría grandes experiencias. Entre 1900 y 1902 fue director de la revista Ljubljanski zvon, la cual editaría bajo su liderazgo el album de Prešeren con poesías del gran poeta esloveno e introducción de Anton Aškerc, este también fue editado y publicado por Poezja Dragotina Ketteja.

Entre 1904 y 1912 escribió sobre diversos documentos de la historia de Ljubljana en el Izvestjih Muzejskega društva za Kranjsko, particularmente desde la Iliria francesa (la ocupación de Napoleón 1807). Allći no contaba con muchos amigos, salvo el publicista Vatrslav Holz, Invan Hribar, Gregorj (Gojmirom) Krekom, Jožef Prochásk y Josip Wester. Ellos cuidarían el legado de Anton inclusive su poema postumo Atila v Emoni.
Anton Aškerc muere el 10 de junio de 1912, en Ljubljana, tenía 56 años de edad.

Un Viajero

Al abandonar el sacerdocio recorrió parte del muno eslavo para saber que sucedía en el mundo. Partició en reuniones internacionales en Praga, donde en 1885 se celebró el milenio de la muerte de San Metoda¡io (siglo IX). A allí conoció a Jan Leg y aprovechó para visitar Velehrad. En 1907 participó en el Congreso de Libres Pensadores donde fue elegido Vicepresidente.

En 1886, viajó a Croacia (Đakovo con Strossmayer, obispo de Eslovenia), Bosnia (Sarajevo) y Serbia (Belgrado).

En 1889 viajó a Eslovaquia vía Budapest, Polonia (Cracovia) y en 1893 Bulgaria y Turquía. En 1899 Italia (Venecia, Capri, Florencia, Roma, Pompeya y Nápoles). Entre 1901 y 1902 Rusia (Kiev, Moscú, San Petesburgo y Sebastopol). En 1902 llegó a Crimea y el Cáucaso. En 1903, se publicó su libro Dva Izleta na Rusko.

En 1903 Francia (París), en 1906 Egipto y en 1908 Grecia (Atenas, Corinto, Olympia).

El enmascarado y los inicios de su obra

Sus textos comenzaron a gestarse tarde, según compañeros de escuela, Anton no escribía poemas. Mientras realizaba sus estudios secundarios solía reunirse con sus amigos y compañeros (Anton Bezenšk, Josip Topolovšk, Jožet Smodej, Lover Požar, Jank Košan) en bares donde se llevaban a cabo en secreto las "Noches eslovenas" (Slovenskih Večerih). Eran años en los que el entusiasmo nacional y el antigermanísmo ardía en los jóvenes de su edad.

A partir del quinto año de secundaria había tomado conciencia del habla popular, del esloveno y sus dialectos, las tradiciones, la orientación humanista y los logros de la historia natural de la ciencia. Su primer poema publicado sería en la rebista Zgodnja Danica de 1877 titulado Sv. Ciril in Metod, sin embargofue considerado como un intento inmaduro. Como primer obra relevante se encuentra el que publico bajo el seudónimo de Gorazd en 1880: Trije Potniki (Zvon).

En 1881, en Lipica, publicó Sonet en el boletín seminarista de Maribor (del cual era editor). Sin embargo en 1883 se tomaría la poesía en serio una vez publicado por Ljubljanski zvon, su poema Anka, Ljubezenski Javor in Lipa y Oblaku (bajo el seudónimo de Nanad). Franc Levec fue una figura importante al conocer la obra de Anton y orientarlo como mentor al realismo poetico, la poesía narrativa.


Entusiasmado autopublicó en 1890 antes de lo previsto originalmente su antología de Romances y Baladas, lo que causó el descontento y polémica de algunos sectores conservadores como el crítico Gregorčič y el obispo Anton Mahnič. Esto se debió  los temas tratados, reaccionarios para los tiempos que corrían, así trataba momentos turbulentos de la historia nacional como: Atila y la Reina Eslovena; la tragedia Ilirska;  una balada a la corona de  "Stara Pravda"; la historia de los pueblos eslavos (Svetopolkova oporoka); historias bíblicas (Judit); tradiciones nacionales como "Botra", los tiempos modernos (Boj in Pirotu), etc. Estos textos demuestran su filosofía de vida y el pensamiento liberal que había enmascarado por mucho tiempo.

Entre las Baladas más importantes se encuentran: Mejnik, Brodnik, Godčeva balada, Svatba v Logéh. Aquí ha desarrollado una estructura de tres puntas con una breve exposición, la acción dramática desarrollada, el diálogo conciso, tenso y llamativo concentrado en un final.
Con un verso libre y un refinamiento de la métrica, Anton se había convertido en un maestro del poema narrativo esloveno, por lo que obtuvo el reconocimiento de su época salvo por los sectores más fanáticos como Mahnič.

En una de sus obras más reconocidas, luego de su viaje por Turquía, publicó Izlet v Carigrad (1893), resaltó aspectos positivos de los turcos lo que trajo una fuerte reacción de la iglesía católica y la opinión pública de muchos aristas. Hinko Smrekar (1883-1942) gran ilustrador esloveno, publicó una de sus últimas ilustraciones el 1 de enero de 1942 "Anton Aškerc na grmadi", lo que retrata la herejía de la que fue acusado el poeta. Por otro lado Ivan Cankar, quien en 1893 se había dejado influenciar por la poesía espiritual de Aškerc, a partir de 1896 comenzó a castigar sus obras con desprecio alegando que después de Romances y Baladas había perdido toda divinidad, y con el pasar del tiempo fue endureciendo aún más sus críticas diciendo que solo podríamos rescatar contadas poesías del autor. Aškerc tuvo oportunidad de responder al gran cuentista esloveno con un poema publicado en Slovenki Narod titulado Diversa (3 e diciembre de 1903). En aquella época Cankar había sido influenciado por el cura Janez Evangelist Krek quien defendía el activismo social sobre una base cristiana, tal como se enfatiza en el ensayo del escritor Dušan Pirjevec ('60s.)

De sus traducciones

A pesar de su importancia literaria, su presencia en las letras y en la cultura popular eslovena, es un autor que hasta el momento no ha sido muy traducido, a diferencia de los poetas eslovenos que tuvieron su gran momento en el siglo XX, en los '60s., o aquellos que por obvias razones son los contemporáneos del siglo XXI y a quienes se los puede invitar a conferencias o diálogos literarios facilitando la promoción y venta.

Sin embargo el destino fue sabio y Anton Aškerc fue uno de los tres escritores que fue traducido por primera vez al español. Esto se debió al infinito aporte de una inmigrante eslovena radicada en Argentina en los años 40. Me refiero nada menos que a Vanda Cehovin, tal cual está escrito su nombre en la portada del libro Recuerdos de Eslovenia, aunque podemos intuir que su apellido sería Čehovin. En aquel maravilloso libro Vanda traduce algunas leyendas y romances del mencionado autor y lo acompañan los gradiosos Prešeren y Gregorčič. Cabe agregar que Vanda sumó algunas creaciones propias a esta antología que abrió las puertas del esloveno a la lengua española en 1948. Una de esas traducciones podremos apreciar en breve, en este pequeño homenaje a Anton Aškerc.

La segunda traductora registrada fue María Francisca de Castro Gil en 1956, en algunas poesías que tradujo para Revista de Literatura de ese mismo año, un número con 23 páginas.

POESÍA

Balade in romance, Ljubljana, 1890, 1903, 1921, 1989 (faksimile, uredil in spremno besedo napisal Janez Menart), 2013 (elektronska izdaja).
Lirske in epske poezije, Ljubljana, 1896.
Nove poezije, Ljubljana, 1900.
Četrti zbornik poezij, Ljubljana, 1904.
Zlatorog : narodna pravljica izpod Triglava, Ljubljana, 1904.
Primož Trubar : zgodovinska epska pesnitev, Ljubljana, 1905.
Mučeniki : slike iz naše protireformacije, Ljubljana, 1906.
Junaki : epske pesnitve, Ljubljana, 1907.
Jadranski biseri : balade in romance slovenskih morskih ribičev, Ljubljana, 1908.
Akropolis in piramide, Ljubljana, 1909.
Pesnitve : peti zbornik, Ljubljana, 1910.
Poslednji Celjan : epska pesnitev, Ljubljana, 1912.
Atila v Emoni : romanca, Ljubljana, 1912 (spremna beseda Josip Wester).

PROSA

Izlet v Carigrad, Ljubljana, 1893 (potopis).
Dva izleta na Rusko, Ljubljana, 1903 (potopis).

DRAMA

Izmajlov; Red sv. Jurja; Tujka, Ljubljana, 1900.




La balada del músico

Cuando ven mi violín, me preguntan todos
¿por qué están sus cuerdas rotas de tal modo?

Al volver de una fiesta, justamente anoche,
cuando ya las campanas dan la medianoche,

al cruzar por el bosque, algo me detiene:
el brillar de dos ojos hacia mí se viene...

Me siento tres veces...Mas...terrible, aleve...
un monstruo se acerca sigiloso...¡se mueve!

Hago hablar al violín y sigo caminando,
mas el monstruo mis pasos imita, callando.

...Un...Dos.. ¡Cuatro!... Por poco me pongo a reír.
¡No es el diablo! En dos pies a lo más suele ir.

Como ustedes ahora, el peludo, el son
de mi música sigue, con gran atención.

¡Si pudiera!... ¡Ven! ¡Vete a mi casa, señor!
¡Te daré armonías y te enterraré mejor!

Continúo mi andar, mi violín, mi canción...
Mas de pronto la cuerda primera...¡rompió!

Me detengo pensando templar el violín,
y mis manos ya pueden descansar al fín.

Brillan aún más los ojos negros del terror,
también crujen sus dientes... y aumenta mi horror.

Mi arco muévese con fuerza misteriosa,
y una sola cuerda, de todas, queda airosa.

Sigue fiel a mi lado el tenebroso ser,
ateniéndome siempre con sin igual placer.

Y terrible, profunda, está la oscuridad...
El sendero nevado... ¿irá a la eternidad?

Nuevamente pretendo la cuerda templar,
reposar a un tiempo del salvaje tocar,

mas relucen de nuevo los ojos de acero
y se aprietan los dientes del ser compañero.

Juega el alba entre los árboles; entretanto
una cuerda acompaña, temblorosa, el canto.

Pero fiel a mi lado el tenebroso ser,
atendiéndome sigue con gozo y placer.

Voz y mano defienden mi vida, pelean..
al fin, cerca aparece la querida aldea.

Me parecen inquietos los ojos de fuego,
temeroso, me apuro, me acerco...¡ya llego!

Canto y toco mientras la salvación contemplo
Rompe al aire la cuerda y...¡un disparo al tiempo!

Mientras voz, cuerdas, manos ya rotas las siento,
queda muerto a mi lado un gran lobo hambriento.


Trad. Vanda Cehovin


Godčeva balada

Tů góslim se mojim vi čudite vsi —-
Zakáj na téh góslih strún danes ní?

Z gostije sinóč sem se vračal domóv ,
Polnóč že brnéla je z vaških zvonóv.

Tam v gozdu, stoj! nékaj zastavi mi pót,
Očíj zaiskrí se mi dvoje naprót!

Križ božji! — čez lice brž križe tri —,
A črna pošást se ne gane, stojí.

Najlepšo gredé si zagódem takój,
Pošást za petámi lepó za menój.

Po štirih? — posili že skoro me sméh —
Ne, "on" ni! «On» hodi, prê, vedno po — dvéh...

Kakó vam to vleče kosmáč na uhó,
Kakó mu po gódu je góslanje tó!

E, da bi te! ...Pridi mi rajši na dom!
Na tôplem še lepše zagódel ti bom! —

Pa stópam in góslam, kar móči mi,
A strúna tu prva že póči mi!

Obstanem, da strúno bi nóvo napél,
Od góslanja si oddehníti sem htél:

Očí se strašilu še bolj zaiskré
In óstre pokaže mi svoje zobé.

Lók góni po góslih mi skrivna moč,
A struna za strunoj — do zadnje je proč!

No zvesto na strani mi hodi pošást.
Poslušati gôdbo ji slast in strást.

Ne bode li kônec že té nočí?
In gaz tá snežena mar v večnost drží?

Obstanem, da strún bi si novih navíl,
Od góslanja divjega si počíl:

Živéje vzplamté spremljevalcu očí,
Groznéje z zobmí pred menój zareží.

Na struni poslednji sem godel in pel,
Skoz drevje že dan se je svítati jel.

A zvesto kraj mêne koraka pošást,
Poslušati gósli ji strást in slast.

Vse pésmi sem goslal in pel na ves glas,
Pred nama leží tů že znana vas.

Nemiren, továriš si moj, se mi zdí …
Čuj, mêni še bolj se mudí, mudí …

In goslam in pojem mrtvaško-vesél,
Strun zadnja mi póči — tám póči pa strél!

Kraj mêne sestrádan je črn in dolg
Ustréljen na stezo iztégnil se — volk.

                                                              Anton Aškerc

FUENTE PRINCIPAL: Slovenska Biografija





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ISABELLE PONCET-RIMAUD [18.332]

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Isabelle Poncet-Rimaud 

Isabelle Poncet-Rimaud nació en 1947 en Lyon (Francia) donde estudió Literatura. Desde 1985 ha publicado 14 títulos de poesía.

Isabelle Poncet-Rimaud nació en 1947 en Lyon (Francia) donde estudió Literatura. Desde 1985 ha publicado 14 títulos de poesía. Es un miembro de varias asociaciones literarias, del Pen Club internacional y es la secretaria adjunta de la “Académie Rhodanienne des Lettres”. Recibió varios premios, entre los cuales está él de la “Société des Ecrivains d’Alsace et de Lorraine” (Francia) en 1994. Fue publicada en numerosas antologías y revistas literarias tanto internacionales como franceses. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas (español incluido) y publicados en Rumania, Bulgaria, Portugal, Albania, Bélgica…

La aventura poética la ha atraído sobre caminos inesperados: traducción bíblica, trabajo de escritura para un gran grupo petróleo, entre otros. Creó y animó un taller de expresión poética para niños durante unos años. Fue también vicepresidenta de la revista “L’Encrier” durante 7 años. Presenta a poetas y sus obras durante tardes literarias. Le importa mucho la colaboración con otras formas de arte y su escritura está reforzada por encuentros con artistas, escritores, pintores o músicos. Así desde hace unos años el compositor Damien Charron ha musicalizado sus poemas que son cantados en Francia y otros países.



Tú eres mi libertad

Tú eres mi libertad,
mi espacio, mi canto,
mi profunda resaca
en el secreto íntimo
de las playas complacientes.
Tú eres la huella,
el paso que frecuenta el otro paso,
el camino que avanza
hacia el ardiente calor,
la fuerza de la sed,
el alivio del viento.
Tú eres mi libertad,
beso que abre
y le llama al mundo.





Poesía,
el dedo de la palabra
sobre la boca
del silencio

(Le mors au coeur - Éditions du Cygne - 2013
Traducción: Soraya García Bernardo)






Poemas, destellos de tiempo y espacio,
desgarros arrancados a las profundidades de la noche,
signos que se abren a las gargantas del mundo,
tramas y texturas de los universos,
Poemas, hijos del Dolor
apareado con el Placer
del Verbo...

(Les chairs de l'Aube - Éditions Oberlin - 1990
Traducción: Soraya García Bernardo)




Isabelle Poncet-Rimaud – Un regard sur l’épaule/Privire peste umar


«Entrer en soi
comme on entre en prière, 
dans l’aube fragile des soifs, 
sur la pointe des ombres,
faible murmure du désir
en reflet d’espérance.
Entrer en soi
comme on entre en prière,
pas à pas de patience
que sous-tend
la lumière.»




«J’ai rêvé tous mes mots 
en forme de phares ivres 
aux parfums de ma vie,
en fragments d’étincelles
au tangage du soir,
en caresses mouvantes
aux sucs éphémères.
Mais je ne savais pas
– comment l’aurais je su - 
les mots pleins
les mots sèves comme les mangues pommées 
les mots rouges qu’éclate le sang mûri 
les mots rudes à l’odeur animale
les mots rouilles que citrouille la lune
les mots tranches qu’orangent les bleus
les mots peaux que revêtent les sens
les mots ventres qu’inonde le râle mâle
les mots tout qui englobent
et vous gobent d’un coup
les mots bus qui vous laissent
la plage et la mer et le vent
et le vent et la mer et la plage
enfanter de vous/ infiniment…» .




«Si ne meurt l’enfance 
en terre d’adulte 
jamais ne s’affirmera
la force d’homme
qui unit
racine et fruit
en même joie.»




«Je vous vois mes arbres, 
à hauteur d’âme,
à fenêtre transpercée.
Je vous vois, sang de l’être, 
vert regard qui dit
l’aube entêtée,
la vie malgré tout,
la force attentive
à détacher un à un
les regains des douleurs.»





«Parole d’arbre dérangé 
sous le ciel en brouillon,
tu avances, pèlerin,
sac lourd rempli de tes hivers
sans lumière.
Nomade de tes espaces,
tu gardes cap, pèlerin,
vers ce désir du gué,
dos durci sous le poids de l’enfant
qui t’encombre.

De quel silence, pèlerin,
habilles-tu les bras du vent
où tu sais retrouver
l’impensable amour qui te dicte 
la force de marcher ?»





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PASCAL LECLERCQ [18.333]

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Pascal Leclercq 

Nació en 1975 en Lieja (Bélgica), donde vive. Licenciado en filosofía, traductor, novelista, pero, sobre todo, poeta, ha publicado en esta área, diez libros, fruto de una estrecha colaboración con pintores, músicos y también arquitectos.

Bibliografía:

Poesía:

"Torino 1995-1998", L’Arbre à paroles, coll. Traverses, 1999
"Rue Trottechien", L’Arbre à paroles, coll. L’Arbre à paroles, 2000
"Chausse-trappe", Le Clou dans le fer, coll. Poésie, 2002
"Demain revient de loin", La Dragonne, 2002, prix Emile Pollack (épuisé)
"Vous êtes nous serez vous sommes", image de Paul Mahoux, Tétras Lyre, coll. Lettrimage, 2002
"Des garous et des loups", l’Idée Bleue, coll. Farfadet Bleu, Chaillé-sous-les-Ormeaux
"Variations sur un visage", Esperluète, 2005
"Métiers de la matière", in Architexto 2, Nélis-Delincé architectes + Pascal Leclercq écrivain, Fourre-tout, 2007
"Un bâton", iconographie et environnement sonore de Jac Vitali, La Dragonne, 2007, bourse de la Fondation SPES
"C’est aussi mon histoire", Bookleg, Maelstrom, 2009
"Animali neri", traduction italienne d’Andrea Inglese, La Camera verde, 2009
"Animaux noirs", iconographie de Jac Vitali, La Dragonne, 2010
"Corps, corps, corps", avec l’architecte Pierre Hebbelinck, Othée, 2011
"La vie grouille d’insectes", le monde de tracas, chez l’auteur, Liège, 2013
"On disait", ill. de Paul Mahoux, Cadex, 2013

Libros de artistas:

"Septièmes Ciels", avec Paul Mahoux, éd. Lignes de tête, 2007
"Fabriken", avec Jac Vitali, Pina Delvaux, éditions La Dragonne, 2009
"Les Belles Absentes", catalogue S/S 2011 de la styliste Céline Pinckers
"Les virées en voiture", avec Jac Vitali, La Dragonne, Nancy, 2013



19.04

Los resignados, que se llevan la desgracia en la bodega, los rebeldes, los repugnados, los que regresaron de todo, por anticipado y de común acuerdo, esos mismos que se alían para librarse de aquellos con los cuales pretenden ser hermanos, esos que se aburren entre dos pausas, esos que tienen hambre entre dos bufés, esos que no tienen buen aspecto y los demás, aquellos que están sin blanca – tendremos que afeitarles gratis, hasta el último.



Textes

Il n’y avait pas d’eau
j’ai nagé dans l’air
tout en perdant mes dents dans la salive.

Il ne s’est rien passé, sauf 
les gens dans mon fauteuil
le toit sous la tempête
le dessus du grand meuble de la vie 
qui s’empoussière.

C’était ça, ce sentiment inconscient 
qui nourrissait ma tête
comme quand on a rien d’autre à offrir 
que le tour des poubelles.

J’ai glissé ma main sous les coussins
je ne l’ai jamais retrouvée.
Je n’avais même pas de sœur.

Je sortirai quand je serai quelque chose.



*


Tout toucher, tout dire,
flatter le chien
l’insulter parce qu’il a souri en prenant un objet
pour me faire des hot-dogs.

J’étais un personnage de film,
observations effrayées,
pensées mélangées,
j’ai voulu en faire trop.

Je rencontrais des amis à pied, dans l’autobus ;
le monde extérieur, fade comme avant,
quand on n’était plus le même.

J’ai dû m’écraser comme tous les passagers
pour être certain qu’ils suivaient ma première bouchée d’air.
J’étais ventriloque et mes genoux tremblaient, un peu confus.

Poèmes extraits du livre expérimental de Pascal Leclercq "La vie grouille d'insectes, le monde de tracas"




On disait, Pascal Leclercq
Recueil de poésie (Cadex éditions, 2013)





On disait
qu'on était des chats,
qu'on avait le poil noir et soyeux,
qu'on marchait sur des coussinets,
qu'on regardait le foot à la télé,
avec l'air paresseux
pour ne pas se faire prendre.

On disait
qu'on sentait le monde
avec nos moustaches,
qu'on déplaçait les choses
d'un coup de patte,
qu'on voyait dans le noir passer
des monstres violets,
qu'on ne disait rien
pour ne pas se faire prendre.

On disait
qu'on s'était mis au lait,
qu'on savait miauler,
qu'on mangeait des croquettes et du pâté,
qu'on ronronnait quand on nous caressait.

Pour finir on disait
que ce n'était pas vrai
qu'on n'était pas vraiment des chats
et qu'on offrait des lunettes
à ceux qui s'étaient laissés prendre.






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LUIS PONCE ROMERO [18.334]

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LUIS PONCE ROMERO 

Médico, Poeta y Filántropo.
Nació en Acaxochitlán, Tulancingo, México, el 10 de mayo de 1839.

Al morir su padre, su madre lo envió a Tulancingo, donde con el maestro Marciano Lezama terminó su instrucción primaria.

En 1850, protegido por su tío con José María Borja y Vivanco, ingresó al Colegio de San Juan de Letrán para estudiar varias materias humanísticas e idiomas que, sumados a sus conocimientos literarios, le permitieron ser traductor de Víctor Hugo, Berenger y Gilbert.

Ingresó a la Universidad y, terminada la preparatoria se inscribió en al Escuela Nacional de Medicina donde, en 1861 presentó examen profesional para obtener el título de médico.

Al presentarse la invasión francesa, debido a sus convicciones liberales ingresó al Cuerpo Médico Militar y asistió como miembro del Ejército de Oriente, comandado por Zaragoza, a la gloriosa batalla del 5 de mayo.

Terminada la lucha fue a radicar a Tulancingo y ejerció su profesión con humanitarismo.

Escribió sus ideas en varias publicaciones provocando la hostilidad de los conservadores que llegaron a lograr su destierro. Fundó en 1863, junto con el Lic. Emilio Barranco Pardo, el órgano periodístico El Tábano, con el que combatió a los partidarios de Maximiliano y llamó al pueblo a apoyar a Juárez.

Fundó también en la misma ciudad un hospital, realizando actos filantrópicos con los necesitados y prestigiándose de tal forma que aún sus enemigos políticos solicitaban sus servicios, que nunca negó.

En la Ciudad de México escribió en las publicaciones más importantes de su época, que también publicaron sus poesías merecedoras del elogio de los literatos más distinguidos. Especialmente colaboró en los notables periódicos Reconocimiento y La Orquesta.

Posteriormente, también en unión del Lic. Barranco Pardo, publicó El Ensayo, semanario de carácter e informativo.

Fue autor del libro Poemas y composiciones diversas con prólogo de Juan de Dios Peza, que es una selección de su producción literaria, y tradujo varias obras del inglés, francés e italiano.

A la muerte de su madre, acaecida el 10 de abril de 1875, sufrió un decaimiento alarmante hasta que, combatiendo una epidemia de tifo que surgió en Tulancingo, fue atacado por ese mal y murió en la misma ciudad el 16 de octubre del mismo año.

Sobre su tumba se escribió el epitafio que él quiso: "Luis Ponce no pudo vivir sin su madre".

(T. MANZANO: Dicc. Biográfico del Estado de Hidalgo. R. VEGA SANCHEZ: Antología de Poetas Hidalguenses. M. A. PERAL: Dicc. Biográfico Mexicano. DICC. PORRUA de Historia, Biografía y Geografía de México).




Literaria

El Poeta

En este valle de dolor, un día tomó el señor, de los humanos seres, uno cuyas miradas fulguraban bajo el nublado cielo de su frente: Pulsa –le dijo- este laúd sonoro, más valioso que el centro de los reyes; avasalla los tiernos corazones; sobre las alnas tu dominio ejerce.
       
Tuyo es el bosque con sus altos pinos, tuyo es el viento que las hojas mueve, tuyas las flores con su casta esencia, y tuya el ave que los aires hiende. Para ti guarda la tranquila noche el silencio, la paz, las auras leves, y la tarde sus nubes caprichosas y la hora del crepúsculo solemne. Tu sabrás encontrar en los sepulcros el misterio que halaga y que conmueve, tú comprender sabrás esos rumores que en la torrente mundanal se pierden. Átomo desprendido de mi mano, incendiaré tu corazón, tu mente, y en la siniestra noche de la vida estrella tú, deslumbraras a veces. Pero en cambio del necio la sonrisa, del cáliz del dolor, las agrias heces son para ti. La envidia, la calumnia te seguirán como irritadas sierpes; el pesar de los otros será tuyo, tuyos los sufrimientos en que mueren, y arrojará a tu alma gota a gota la hiel que en ellos la desgracia vierte.
      
Se mofarán de tus sentidos cantos los que elevarse como tú no pueden, los que arrastran en inmundo vicio; si hablas de la virtud, dirán que mientes, libre tú, del esclavo los insultos lapidarán tu corazón valiente; apóstol del progreso, los tiranos odian tu voz, tus cantos escarnecen, más las almas que sufren y que velan, los pechos que suspiran y que sienten, forman tu pueblo... y a tu acento laten y al eco de tu canto se estremecen.
        
De gloria y de dolor es tu camino, nadie goza cual tú, y a nadie hiere con más furor el mal; todos envidian ese poder que de los cielos viene. Esas coronas que a los lejos brillan, secan el corazón, queman la frente: Poeta, ciñe tu inmortal corona, y cumple así tu misteriosa suerte.
         
Y el ser privilegiado, el ser que lleva, una corona en su cabeza ardiente, cumple de Díos la voluntad suprema, reina en el corazón, canta y padece!  





En la Noche 

          
Cuando en la triste y silenciosa noche sueñes conmigo y lánguida me veas, acariciando mi abatida frente y oyendo el eco de mi voz contenta; Piensa que es mi alma que visita tu alma y en las alas va de su pasión, ligera, pues para el ser que quiere cual yo quiero es un paso el abismo de la ausencia.

En vano mi destino inexorable lazos tan tiernos destruir interna; si nuestros cuerpos separados duermen nuestras dos almas separadas velan!






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IGNACIO RAMÍREZ - EL NIGROMANTE- [18.335]

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Ignacio Ramírez Paulino Calzada

Juan Ignacio Paulino Ramírez Calzada, mejor conocido por su seudónimo periodístico de El Nigromante (San Miguel el Grande, Guanajuato, 22 de junio de 1818-Ciudad de México, 15 de junio de 1879), fue un escritor, poeta, periodista, abogado, político e ideólogo liberal mexicano. Es considerado uno de los artífices más importantes del Estado laico mexicano. Además, fue un reconocido masón, y varias logias en México llevan su nombre.

Frases célebres

“No hay dios, los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos.”
“El crimen más grande que puede cometerse contra cualquier ciudadano es negarle una educación que lo emancipe de la miseria y la excomunión”
“No venimos a hacer la guerra a la fe sino a los abusos del clero. Nuestro deber como mexicanos no es destruir el principio religioso sino los vicios o abusos de la Iglesia para que, emancipada la sociedad, camine”
“La constitución progresista debe considerar garantías individuales, educación laica y gratuita, igualdad de géneros, un México libre por la separación de la Iglesia y el Estado”
“De forma nefasta, el clero paga motines pretorianos en efectivo con el dinero del pueblo mexicano, que lo ha dado para alimento o cobijo de pobres y menesterosos”

Fue hijo de José Lino Ramírez y de Ana María Guadalupe Sinforosa Calzada. Su padre fue un insurgente durante la Guerra de Independencia de México.

Inició sus estudios en Querétaro, ciudad natal de su padre, y en 1835 fue llevado al Colegio de San Gregorio, en la Ciudad de México, donde estudió artes. En 1841 comenzó estudios en jurisprudencia y en 1845 obtuvo el grado de abogado en la Universidad Pontificia de México. Ingresó a los 19 años en la Academia Literaria de San Juan de Letrán, integrada por los hombres más ilustrados de la época. Es célebre en los anales literarios de México la presentación de Ramírez en dicha Academia, donde leyó un discurso sobre un tema tan controversial que entonces hizo el efecto de una explosión de dinamita. Ahí expresó: «No hay Dios; los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos». Fue aceptado no obstante las protestas que causó su tesis tan revolucionaria y el discurso que petrificó de estupor a la asamblea. Sin embargo, sería exaltado como el primer orador y más tarde como el mejor escritor de su tiempo.

Inicio de su carrera

Se inició en el periodismo en 1845, al fundar, con Guillermo Prieto y Vicente Segura, la publicación periódica Don Simplicio, firmando sus artículos con el seudónimo El Nigromante. Sus colaboraciones se distinguieron por ser encendidos artículos y agudos versos satíricos en donde hacía una terrible censura a los actos del gobierno conservador, abogando por la reforma del país en lo económico, religioso y político, lo que provocó que el periódico fuera suprimido y Ramírez, encarcelado.

También fundó el periódico Themis y Deucalión, donde publicó un artículo titulado "A los indios", que defendía a los indígenas y pugnaba por su libertad a rebelarse contra la explotación a que eran sometidos; ello lo llevó a juicio, pero resultó absuelto gracias a sus artículos editados en El Demócrata, en los cuales defendía su causa. Así mismo, en 1857, en compañía de Alfredo Bablot fundó El Clamor Progresista, con el que apoyaron la candidatura presidencial de Miguel Lerdo de Tejada.

En la ciudad de San Luis Potosí colaboró en el periódico La Sombra de Robespierre. También escribió para La Chinaca durante 1862; en La Opinión y en Estrella de Occidente, del estado de Sonora, a fines de 1864, y antes de su destierro a los Estados Unidos. Junto a Ignacio Altamirano, Guillermo Prieto y otros liberales, en septiembre de 1867 fundó El Correo de México, financiado por Porfirio Díaz. En esta época también colaboró con El Renacimiento, El Siglo Diez y Nueve y El Monitor Republicano.

Vida política

En 1846 fundó el Club Popular, donde divulgó sus ideas liberales avanzadas en materia de reforma política, económica y religiosa, por lo que estuvo en prisión. Al obtener la libertad, el gobernador del estado de México, admirador de los talentos de Ramírez, lo invitó para organizar su gobierno y éste correspondió trabajando día y noche en la reconstrucción administrativa y también en la defensa del territorio nacional invadido por los norteamericanos. Para predicar con el ejemplo, asistió con el gobernador, Francisco Modesto de Olaguíbel, a la batalla de Padierna y, a pesar de los gastos que demandaba la guerra, restableció el Instituto Literario de Toluca, donde, con la República libre de la invasión, fue catedrático de Derecho y de Literatura, pero a pesar de la irreprochable conducta de Ramírez en su vida íntima, los padres de familia, alarmados por sus ideas liberales, intrigaron hasta lograr su separación.

Entre fines de 1848 y principios de 1849, Ignacio Ramírez fue jefe político de Tlaxcala y regresó posteriormente a Toluca, donde se dedicó a la docencia y al ejercicio de su profesión hasta fines de 1851, cuando se trasladó a Sinaloa, donde ya se encontraba su hermano, Miguel Ramírez.

En 1852, el gobernador de Sinaloa, el general Plácido Vega, promovió su candidatura a diputado federal por esta entidad, defendiendo el liberalismo en el Congreso de la Unión. A su regreso a Sinaloa, fue secretario de Plácido Vega, sostuvo enérgicamente la extinción de las alcabalas —un tipo de impuestos—, propuestas durante el gobierno de Pomposo Verdugo. Acompañó a Vega hasta Álamos, Sonora, cuando éste fue derrocado. Posteriormente viajó a Baja California, donde descubrió la existencia de zonas perlíferas y canteras de mármol, sobre las que escribió brillantes artículos que revelaron aquella riqueza.

En 1853 se fue a radicar por un tiempo a la ciudad de México; ejerció como profesor en el Colegio Políglota. Criticó fuertemente a Antonio López de Santa Anna, lo que motivó que lo encerraran once meses en prisión, la mayor parte de ese tiempo encadenado. Al triunfo de la Revolución de Ayutla fue liberado y fungió como secretario personal de don Ignacio Comonfort; al advertir que éste falseaba sus principios liberales, renunció a su puesto para afiliarse con Benito Juárez, Melchor Ocampo y Guillermo Prieto en el partido liberal y combatir con su pluma al renegado.

Ramírez y la Constitución

Regresó a Sinaloa como juez civil, pero volvió a la capital del país como diputado por el estado de México al Congreso Constituyente de 1856-1857, donde fue el más notable orador y una de las más grandes figuras del ala izquierda jacobina; fue además miembro de la Comisión de Revisión de Credenciales; su suplente fue don Ramón Isaac Alcaraz, reconocido literato y liberal. Los otros dos diputados propietarios que representaron al estado de Sinaloa fueron los licenciados Antonio Martínez de Castro y Mariano Yáñez. Cabe mencionar que, según la Historia del Congreso Constituyente, obra de don Francisco Zarco, el licenciado Ignacio Ramírez ocupó un altísimo lugar como orador parlamentario y líder del radicalismo.

Ramírez y la Reforma

El Nigromante también participó en la elaboración de las Leyes de Reforma, y fue uno de los liberales más puros. Al ser derrotados los conservadores, el presidente Benito Juárez lo nombró Secretario de Justicia e Instrucción Pública, cargo que desempeñó del 21 de enero al 9 de mayo de 1861. Durante su gestión creó la Biblioteca Nacional y unificó la educación primaria en el Distrito Federal y en los territorios federales.

Ramírez como ministro de Fomento

Del 19 de marzo al 3 de abril de 1861 ocupó la Secretaría de Fomento. Asumió la responsabilidad de la exclaustración de las monjas; reformó la ley de hipotecas; hizo efectiva la independencia del Estado de la Iglesia; reformó el plan general de estudios; dotó con equipo los gabinetes del Colegio de Minería; seleccionó un excelente cuadro de profesores de la Academia de San Carlos; salvó cuadros de pintura que existían en los conventos, con los cuales formó una rica colección y formó una galería completa de pintores mexicanos; designó al pintor catalán Pelegrí Clavé, al arquitecto Xavier Cavallari y al escultor Felipe Sojo para que salvaran del Colegio de Tepotzotlán los tesoros de arte en arquitectura, pintura, tallado e incrustaciones que contenía aquel magnífico museo. La honradez de Ramírez fue acrisolada, pues cuando fue ministro pasaron por sus manos millones de pesos y nadie osó decir que se hubiera apropiado lo más mínimo de los tesoros que manejó. No tomó jamás ni un solo libro de los millares de volúmenes sacados de las bibliotecas de los conventos, ni una pieza de los centenares de cuadros extraídos de los claustros. No insinuó ni aceptó la menor recompensa por sus persecuciones y miserias que pasó por largos años, ni se adjudicó la más pequeña propiedad para pasar holgadamente el resto de sus días.

En Puebla, trabajó en la desamortización de los bienes del clero y en septiembre de 1861 fue electo presidente del Ayuntamiento de la Ciudad de México.

Ramírez durante la intervención francesa

Durante la guerra de intervención, combatió a los franceses en Mazatlán. En el período de 1863 a 1865, mantuvo correspondencia con Guillermo Prieto, la que posteriormente se publicaría como Cartas a Fidel. En noviembre de 1864, con domicilio en Sinaloa, defendió a presos políticos y escribió para La Opinión y La Estrella de Occidente, hasta que fue desterrado a los Estados Unidos.

Regresó a México antes de la caída de Maximiliano y fue encarcelado en San Juan de Ulúa y posteriormente en Yucatán.

Ramírez en la Suprema Corte de Justicia

El Congreso de la Unión lo nombró magistrado de la Suprema Corte de Justicia, cargo que ejerció durante doce años. De ese puesto no se separó sino al ser llamado por el presidente Porfirio Díaz, después de la batalla de Tecoac, para hacerlo Ministro de Justicia e Instrucción Pública, puesto que desempeñó pocos meses y por dos ocasiones, la primera del 28 de noviembre al 6 de diciembre de 1876, y la segunda del 17 de febrero al 23 de mayo de 1877. Después, regresó a ocupar el cargo de magistrado de la Suprema Corte de Justicia, hasta su muerte, registrada en la Ciudad de México el 15 de junio de 1879 por causa de un infarto.

Reconocimiento y homenajes

La Secretaría de Fomento publicó en dos tomos la obra dispersa de Ramírez que pudo encontrarse en periódicos revolucionarios; pero con lo publicado basta para proclamar que Ignacio Ramírez es uno de los altos representativos de las letras mexicanas y digno de ocupar su puesto en la Rotonda de las Personas Ilustres de la Ciudad de México.

Mediante el decreto número 56, publicado en el Periódico El Estado de Sinaloa, No. 18, del 14 de febrero de 1957, el Congreso del Estado de Sinaloa declaró Benemérito del Estado al ciudadano Licenciado Ignacio Ramírez, así mismo acordó se escribiera con letras de oro en el Salón de Sesiones del Palacio Legislativo la siguiente inscripción: "Lic. Ignacio Ramírez, "El Nigromante", Constituyente del Estado de Sinaloa. 1857."

Un pueblo del Municipio de Guadalupe Victoria, Durango, lleva su nombre y está dedicado a la agricultura y tiene alrededor de 5,000 habitantes, así mismo, en gran cantidad de ciudades del país existen calles con su nombre.

Mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central

Su ateísmo fue causa de escándalo cuando el muralista Diego Rivera pintó un mural en el Hotel Del Prado donde Ignacio Ramírez aparece sosteniendo un letrero que dice: "Dios no existe". Rivera se rehusó a eliminar la frase, por lo que el mural estuvo oculto por 9 años - luego de que Rivera acordara eliminarlo. El afirmó: "Para decir que Dios no existe, no tengo que esconderme detrás de don Ignacio Ramírez; soy un ateo y considero la religión una forma de neurosis colectiva. No soy enemigo de los católicos, así como no soy enemigo de los tuberculosos, los miopes o los paralíticos; uno no puede ser enemigo de alguien enfermo, sólo su buen amigo para ayudarlos a curarse.". El fresco fue agredido por estudiantes católicos, hubo marchas de católicos indignados y tuvo que ser cubierto hasta que el pintor lo cambió por "Academia de Letrán 1836", en alusión al sitio donde El Nigromante pronunció la provocativa frase, durante su discurso de ingreso a dicha academia.

Familia

Ignacio Ramírez contrajo matrimonio con Soledad Mateos Lozada, miembro de la familia de Juan A. Mateos, de Francisco Zarco y de Adolfo López Mateos.



AL AMOR

¿Por qué, Amor, cuando expiro desarmado,
de mí te burlas? Llévate esa hermosa
doncella tan ardiente y tan graciosa
que por mi oscuro asilo has asomado.

En tiempo más feliz, yo supe osado
extender mi palabra artificiosa
como una red, y en ella, temblorosa,
más de una de tus aves he cazado.

Hoy de mí mis rivales hacen juego,
cobardes atacándome en gavilla,
y libre yo mi presa al aire entrego.

Al inerme león el asno humilla...
Vuélveme, Amor, mi juventud, y luego
tú mismo a mi rivales acaudilla.




POR LOS GREGORIANOS MUERTOS

(Banquete fraternal de la Sociedad Gregoriana, 1872)


Cesen las risas y comience el llanto.
Esta mesa en sepulcro se convierte.
¡Vivos y muertos, escuchad mi canto!

Mientras que vinos espumosos vierte
nuestra antigua amistad, en este día,
y con alegres brindis se divierte;

y en raudales se escapa la armonía;
y la insaciable gula se despierta;
y va de flor en flor la poesía;

y el júbilo de todos se concierta
en una sola exclamación: ¡gocemos!,
y gozamos... La muerte está a la puerta.

Rechazar unas sombras, ¿no las vemos?
¡Ellas nos tienden suplicantes manos!
Ese acento, esos rostros conocemos.

¿No los oís?, ¡se llaman gregorianos!
Permíteles entrar, ¡oh muerte adusta!
He aquí su asiento... Son nuestros hermanos.

Pudo del mundo la sentencia injusta
proscribirlos, mas no de mi memoria:
Conversar con los muertos no me asusta.

Algunos de ellos viven en la historia;
otros, en florecer ocultamente
cifraron su placer, su orgullo y gloria.

Villalba asoma su tranquila frente
y el fraternal abrazo me reclama...
Y yo no puedo declararlo ausente.

¡Ay! en Fonseca ved cómo se inflama
el paternal cariño, no olvidado,
y, por nosotros, lágrimas derrama.

¿Será de nuestro seno arrebatado
Domínguez, que constante nos traía
un fiel amor y un nombre venerado?

¿No guarda nuestro oído todavía
los brindis que en el último banquete
pronuncian Soto, Iglesias y García?

Pero ¿será la Parca quien respete
los votos del dolor? ¡Empeño vano!
¡Turba de espectros, a tus antros vete!

¡Separóse el hermano del hermano!
Para sentaros a la mesa es tarde,
¡para irnos con vosotros es temprano!

Para vosotros, ¡infelices!, no arde
ya un solo leño en el hogar; ni miro
cuál copa vuestros ósculos aguarde.

¡Sólo va tras vosotros un suspiro!
Idos en paz; y quiera la fortuna
no cerrar a la luz vuestro retiro.

Odio el sepulcro, convertido en cuna
de vil insecto o sierpe venenosa
donde jamás se asoman sol ni luna.

Arraigue en vuestros huesos una rosa
donde aspire perfumes el rocío
y reine la pintada mariposa.

Escuchad sin temor el rayo impío;
y sonreíd al contemplar cercano,
vida esparciendo, un caudaloso río.

¡Para irnos con vosotros es temprano!
Aguarde, por lo menos, la Impaciente
que la copa se escape de la mano.

Más que a vosotros ¡ay! rápidamente
¿por qué de la existencia nos desnuda?
A éste despoja la adornada frente;

al otro dobla con su mano ruda;
a unos envuelve en amarillo velo;
y algunos sienten una garra aguda

en las entrañas, y en las venas hielo.
¡Ay! otra vez vendrá la primavera
y hallará en nuestro hogar el llanto, el duelo;

y este festín veremos desde afuera.
Tal vez alguno a despedirse vino.
Turba de espectros, al que parte, espera.

¿Sabéis cuál es el puerto, del camino
que llevamos? La tumba. Ya naufraga
nuestra nave; en astillas cae el pino;

quién en las aguas moribundo vaga;
quién a la débil tabla se confía,
y el que a la jarcia se subió, no apaga

la luz de la esperanza todavía,
y conviertan sus golpes viento y olas,
y el cielo inexorable un rayo envía.

Sube el fuego a bajar las banderolas,
y el ave de rapiña, el triste caso,
y las fieras del mar lo saben solas.

¿Qué es nuestra vida sino tosco vaso
cuyo precio es el precio del deseo
que en él guardan natura y el acaso?

Si derramado por la edad le veo,
sólo en las manos de la sabia tierra
recibirá otra forma y otro empleo.

Cárcel es y no vida la que encierra
privaciones, lamentos y dolores.
Ido el placer, la muerte ¿a quién aterra?

Madre naturaleza, ya no hay flores
por do mi paso vacilante avanza.
Nací sin esperanza ni temores:
Vuelvo a ti sin temores ni esperanza.



SONETO

Heme al fin en el antro de la muerte
do no vuelan las penas y dolores,
do no brillan los astros ni las flores,
donde no hay un recuerdo que despierte.

Si algún día natura se divierte
rompiendo de esta cárcel los horrores,
y sus soplos ardientes, erradores
sobre mi polvo desatado vierte,

yo, por la eternidad ya devorado,
¿gozaré si ese polvo es una rosa?,
¿gemiré si una sierpe en él anida?

Ni pesadillas me dará un cuidado,
ni espantará mi sueño voz odiosa,
ni todo un Dios me volverá a la vida.



Ignacio Ramírez y el romanticismo mexicano
El Correo del Maestro

Vanessa Tello

Todas las leyes de la naturaleza para el uso de cada individuo se someten a las leyes intelectuales; y éstas se forman por medio de la palabra. El estudio de un instrumento tan poderoso como es el lenguaje, constituye el objeto de la literatura.

Ignacio Ramírez

Introducción

El movimiento romántico adquirió fisonomía propia en la América Hispánica. Antes que nada, en su bagaje de reglas neoclásicas, nuestros románticos intentaron realmente deshacerse de todo canon. No quiere decir que siempre lo consiguieran de un modo claro. Nuestros poetas creyeron simplemente que se habían emancipado de la “limitación de los modelos”, y que el campo de sus temas se había ensanchado, lo mismo que su vocabulario y su repertorio de formas métricas. Pero además, habían adoptado un nuevo estilo emocional de composición y desarrollo en lugar de su técnica racional de los neoclásicos.

El romanticismo fue en Europa la literatura de la rebelión: rebelión contra la opresión política y en favor de la libertad; en ocasiones, también rebelión contra la sociedad misma. Después, los problemas sociales y políticos dejaron de ser poéticos; el poeta prefirió vivir en el aislamiento, en su propio mundo de imaginación y de sentimiento.

Para los románticos, la mitología dejó de ser el marco del universo pero, al mismo tiempo y como un deber al nuevo culto de la imaginación y de la emoción, abandonaron también el intento de alojar su poesía dentro de un mundo construido con los materiales de la ciencia moderna

El romanticismo desarrolla contradictorias aspiraciones de búsqueda de la identidad y afirmación nacional, por un lado, y de europeizada modernización, al mismo tiempo, por el otro. En la comprensión del romanticismo hispanoamericano operan, simultáneamente, la orientación hacia el mundo propio y la representación pintoresca de niveles medios y aun bajos de la realidad americana con la adopción particular e idiosincrática de las manifestaciones del romanticismo europeo.

Para Henríquez Ureña, el “descuido” de los románticos se “hizo moda” pues se sintieron libres de poder alterar las palabras para acomodarlas a las necesidades del acento o de la rima. La anarquía tan frecuente en la literatura como en la vida pública, y la intranquilidad política era otra causa de precipitación y descuido. Se dejaba que la inspiración lo santificase todo.

Pero también hubo poetas que siguieron siendo, en parte, clásicos. Llamar neoclásico o académico a algún autor expresa que su voz mantiene la arcadia académica como supervivencia de la educación humanística de la Colonia y que a partir del siglo xix fue sustituida por el academicismo, el que siguió manteniendo su cauce más o menos cercano al del romanticismo. Dicha mezcla, salvo en contados ejemplos, desautoriza la clasificación de poetas en exclusivamente románticos o clasicistas. La mutua ósmosis impide semejante separación de escuelas, las cuales se confunden, a veces, hasta el grado de que poetas de apariencia clásica tienen romántica la mentalidad y viceversa.3 Es éste el caso de Carpio y de “El Nigromante”.

Biografía anímica de Ignacio Ramírez

De su pluma se conserva cerca de un centenar de poemas, de los que más de la mitad son fragmentos o apuntes por desarrollar. Los versos más antiguos son de 1846, cuando contaba con 28 años e hizo en El rapto una estampa costumbrista. Los más tardíos son de 1876, ya con 58 años cuando, sintiéndose caduco, escribió el soneto El amor. Entre estos extremos son destacables, dentro de su obra, las meditaciones morales en que expuso sus ideas materialistas, el ciclo de poemas dichos en las conmemoraciones de la Asociación Gregoriana entre 1867 y 1872, los hermosos poemas de viudo desvalido escritos después de la muerte de su mujer, Soledad Mateos, y aquellos cuyo tema fue el del enamorado viejo los cuales dedicó a Rosario Peña entre 1872 y 1876.

Político, orador, poeta, de clara inteligencia y con un temperamento fanático por la pasión agresiva, Ignacio Ramírez hizo una religión de su audacia que asustaba a sus mismos partidarios. En el arte, en cambio, resulta más conservador que sus enemigos políticos.

Ignacio M. Altamirano nos pinta de este modo a Ramírez:

Su temperamento altivo, orgulloso e irónico; sus ideas materialistas a ultranza; su fervor por sus correligionarios caídos y su odio contra sus enemigos políticos; su desdeñosa superioridad intelectual; el prestigio y ascendiente de que disfrutaba en su medio, y el haberse enamorado —viudo, pobre y viejo— de una musa demasiado solicitada, todo este conjunto de circunstancias, favorables y desfavorables, se manifiesta en la pluralidad de sus escritos. Lo más eximio de su producción es clásico, pero en esa contextura hace sonar la nota romántica.

La mayor parte de la obra poética de “El Nigromante”, atendiendo a su contenido estético, es mediocre. Su arte, sujeto al servicio político y antirreligioso degenera en oratoria, prosaísmo. Su producción erótico-romántica no supera, en general, al estilo usual de su tiempo.

Lo que es innegable es que fue un hombre presto a la efusión y a estampar en la letra sus sentimientos. Por eso, quizás, lo retraten con mayor nitidez los poemas breves en los que dejó sus alegrías y sus penas, sus esperanzas, sus amores. El poema, entonces, le sirvió como vehículo para desnudarse y confesarse, para entregarnos el reflejo de su propio drama.

Hombre de realizaciones extremadas, su vida la ocupan, sobre todo, el ideal, la pasión, la política y la meditación.

Los aciertos y extravíos provienen de su exaltación y súbitos reflejos. Las emociones, las crisis frecuentes, quedaron en los versos como el testimonio por excelencia de que escribía bajo el imperativo de la inspiración:

¿Por qué, Amor, cuando espiro desarmado,
De mí te burlas? Llévate esa hermosa
Doncella tan ardiente y tan graciosa
Que por mi oscuro asilo has asomado 
Al inerme león el asno humilla
Vuélveme, amor, mi juventud, y luego
Tú mismo a mis rivales acaudilla6

“El Nigromante” y su idea de muerte

En el siglo xix sólo eran aceptadas en América las ideas filosóficas que tenían una inmediata aplicación política o social. Esto ocurrió precisamente con la intensa campaña anticlerical realizada por el grupo de políticos que lidereó la Reforma: Altamirano, Riva Palacio, Prieto, Lerdo de Tejada, Martínez de Castro y, por supuesto, Ignacio Ramírez.

El ideal de libertad, el afán de romper con todas las normas del pasado, el individualismo anárquico que por todas partes se manifestaba, son, lo mismo en lo político que en la literatura, tendencias características del romanticismo.

El materialismo y otras doctrinas que encontraron entusiasta aceptación en México, fueron acogidas más por lo que negaban que por lo que afirmaban y fueron empleadas como armas políticas para destruir las ideas tradicionales. Para los mexicanos no significaron tanto una nueva concepción del universo y de la vida humana como un conjunto de argumentos para combatir la religión, la metafísica, todo aquello que se consideraba ligado con el régimen de la Colonia.

Ignacio Ramírez contribuye a difundir el materialismo y el ateísmo, que, a la sazón, hacían sentir su influencia en el campo de la literatura, incluso en la propia lírica.

Samuel Ramos afirma que “El Nigromante” simboliza una de las encarnaciones más típicas del espíritu mexicano de rebeldía.

Sincero y activo jacobino que hizo pública profesión de su ateísmo con estas palabras:

No hay Dios; los seres de la Naturaleza se sostienen por sí mismos.
De este modo, Ramírez desenvolvía una teoría completamente nueva, y deduciendo de

Representando así al ideólogo que tiende a utilizar las doctrinas como instrumento de la negación, Ignacio Ramírez no fue propiamente un filósofo sino un literato y orador lleno de pasión y de ironía que no se detuvo ante lo inmediato y circundante, tomando también como tema de sus poemas las grandes cuestiones metafísicas: la vida, la muerte, la eternidad...

Y esto, ¿existencia se llama?
Roto, empañado cristal
Que fue espejo, manantial
Que en la arena se derrama;
Fuego que humea sin llama;
¡Como mi polvo no alfombra
La sepultura, me asombra!
Pero no opondré a la suerte
El escudo de la muerte:
¿Para qué? Soy una sombra.

Este querer sobrepasar los límites cercanos respondía también a lo esencial del alma romántica. Pero el límite máximo, la muerte, no es sólo para Ramírez el fin de su corporeidad, sino también el fin de su ser, de su existencia y de todo cuanto le da “forma”.

Ramírez plantea el problema de la muerte en el sentido del abandono del cuerpo, asumiendo por un momento la actitud del muerto futuro que todos seremos y, con sus ojos, contempla a los que van a contemplarlos:

¿Qué es nuestra vida sino tosco vaso
cuyo precio es el precio del deseo
que en él guardan natura y el acaso?
Si derramado por la edad le veo,
sólo en las manos de la sabia tierra
recibirá otra forma y otro empleo
Cárcel es y no vida la que encierra
privaciones, lamentos y dolores;
ido el placer, la muerte, ¿a quién aterra?
Madre Naturaleza, ya no hay flores
por do mi paso vacilante avanza;
nací sin esperanza ni temores,
vuelvo a ti sin temores ni esperanza.

Ignacio Ramírez habla del cambio como el único rasgo permanente del universo y del espíritu humano, como mera llama fugaz que desaparece con el cuerpo, expresando sus ideas materialistas en un lirismo desolado y altivo:

Otro poema de esta índole, aunque más inclinado a la reflexión filosófica, es El hombre-Dios, escrito en tercetos en 1866. Es una pura exposición de sus ideas materialistas, reflejo del escepticismo y exaltación de la materia con algunos rasgos satíricos:

Todo tiene su ley en este mundo,
Ya sol, se eleve al estrellado cielo,
Ya arena, caiga al piélago profundo.
Natura hizo esta ley, y no una vieja;
Y en vista de esta ley, sereno fallo
Que el Hombre-Dios no pasa de conseja
Bien pudo un sabio con traviesa mente
Figurarse una cosa sin figura
Y escribirle: “soy Dios”, sobre la frente.
Mas la sustancia pura, ni la impura,
¿Se han desnudado nunca ante el humano?
¿Quién sabe cómo tienen su natura?
¿El polvo vil disfruta esa potencia
Que con su agitación en tierra y cielo
De un espíritu anuncia la presencia?
“Un puñado de polvo, que del suelo
Cualquier patán levanta, ¿de qué suerte?,
Como bandada de ángeles, el vuelo
¿Puede armar? ¿La materia no es inerte?
¿No siempre ha proclamado el universo
Que quien dice materia, dice muerte?...”
Ya señor, ya juguete del destino,
A perderse en el sepulco un día;
Ya es buenas noches, ¡oh mortal divino!

Y Ramírez remata sus tercetos con una declaración, practicamente autobiográfica, en cuanto a su irreligiosidad y ateísmo:

Yo que en prodigios nunca llevo en cuenta
El testimonio ajeno, ni el del Papa,
No veré al Dios si no se transparente
Como la luz que de un farol se escapa.

Así, el poema es una afirmación de las ideas de nuestro poeta, de su ateísmo, de su “fe” en la materia (la existencia de la sustancia se manifiesta sobre todo en los cuerpos... La sustancia es un principio y una causa), y la constante alusión a la inexorable finitud de ésta, la muerte, de la que como él mismo afirma: Ni todo un dios le volverá a la vida.

La muerte, se vuelve un tema casi obsesivo en su vejez, y su poesía hace constante alusión a ella:
¿Sabéis cuál es el puerto, del camino
Qué llevamos? La tumba, ya naufraga
Nuestra nave; en astillas cae el pino;

Se siente viejo, de algún modo hasta decrépito, mucho más cerca de la muerte que de la vida, y se lamenta por no ser ya capaz, dada su edad, de cuanto podía hacer cuando era joven, aun cuando sigue siendo un ser humano con deseos:

No mi fuerte corazón
En la desgracia se abate;
Con fiebre juvenil late
Al fuego de una pasión.
Al brillo de una ilusión
Hacia mis labios se lanza;
Y en su atrevimiento alcanza
Ciencia, fama, poesía;
Todo él guarda todavía,
Menos amor y esperanza

Son los suyos versos tristes, sin esperanza, casi se asume muerto sin estar en la tumba. En el primer párrafo, el viejo —que es como se considera— ha perdido todo, hasta la esperanza de vida, haciendo de la muerte no más que el inexorable fin que a su cuerpo —viejo y cansado— le aguarda y que, de algún modo, ansía.

En otro de sus poemas, el poeta critica también la fe de los creyentes que lejos de salvarlos los somete a la voluntad clerical y los aleja de su libertad.

Supersticioso a todo pueblo vemos
Con la ayuda de un Dios juzgarse fuerte;
Nosotros solamente invocaremos
La indignación, la pólvora y la muerte.

Pero, ¿qué podríamos pedirle a un hombre que, como Ramírez, no creía más que en el intelecto y la materia? Si su sola razón era su fin y su argumento:

Más altas, es verdad, son las regiones
Donde vaga el fecundo entendimiento,
Y más que otro animal, tú, hombre, dispones
De ese social, espléndido elemento;
Él, con la voluntad y la memoria
La cabeza escogió por aposento;
Él manda en la palabra, ésa es su gloria;
Pero imparcial y asustadizo ordena
Cuando no puede, la pasión, su historia.
El espacio que tiene circunscrito
Tal vez traspasa y gobernar pretende;
Al hombre, cual si fuera granito
Del afecto más leve le desprende;
Proscribe los placeres y dolores;
Y un informe deseo en el alma enciende.
Nacen entonces los adoradores
Del suicidio moral, y la natura
Entre sus hijos ve sus detractores.

Nada de trascendencia ni vida ultraterrena; nada tampoco de omnipresencia divina: el hombre es dios para sí mismo y su vida adquiere pleno significado en su limitación.

Como afirma Larroyo, Ramírez fue un negativista furibundo, enemigo de todas las instituciones y transigiendo con las más avanzadas (...) sarcástico, cruel, duro e inexorable, pulverizando con su frase una serie de argumentos demoliéndolo todo con la risa de Voltaire.

Conclusiones

En general, el romanticismo hispanoamericano fue un romaticismo proyectado hacia afuera. Hubo sentimiento lírico pero se quedó, sobre todo, en la efusión erótica y en el dolor. Hubo también una poesía de noche, pero se quedó más en lo externo que en la penetración onírica, en el desnudar del inconsciente y en el mundo de los mitos y las relaciones mágicas. Pero uno de los temas (no exclusivamente romántico pues puede encontrarse a lo largo de toda la historia de la literatura) más socorridos es el de la muerte.

Para el romántico, la muerte se daba siempre en situaciones desgraciadas, trágicas, se refería casi siempre a la del amado, o la amada, siendo pues, sus obras, grandes odas de dolor y ausencia con un tinte melodramático.

La poesía de Ignacio Ramírez, aquella de tono sepulcral, no se refiere (en su mayoría) a la muerte “de otro”, sino que le sirve de reflexión sobre su vejez y, por tanto, de la cercanía de su propia muerte; de la finitud de la materia, que es como Ramírez considera a su cuerpo. En ella también se manifiesta ante la imposibilidad que le brinda su intelecto de pensar en un Dios, del que reniega ferozmente, o en una vida ultraterrena.

Pero es en esta meditación sobre el fin inexorable de su cuerpo en la que Ramírez desnuda su alma poética, y más allá de exponer sus ideas filosóficas nos muestra a un hombre profundamente angustiado y agobiado por su vejez, por el paso de los años que le ha robado la juventud y con ella las oportunidades. Ha logrado fama, conocimiento, sabiduría, pero eso, lejos de traerle esperanza (que sería para él la vida), le trae un profundo sentimiento de soledad que lo arrastra cada vez más rápido hacia la tumba.

Quizá su erudición y su eclecticismo literario lo hacen un personaje diferente a sus contemporáneos; su poesía “íntima” se aleja tanto de los cánones románticos como de los clásicos, e incluso de los nacionales, brindando en ella su muy personal idea de opuestos como vida-muerte y juventud-senectud, insertando una búsqueda personal en cuanto a la temática de su poesía se refiere.

No se puede decir que la poesía de “El Nigromante” haya traído a las letras mexicanas una nueva ideología o que haya revolucionado por completo la literatura nacional, lo que sí se puede afirmar es que no se ha hecho una valoración real de su obra pues, si bien no es en su totalidad una “obra maestra”, hay en ella un gran sentimiento y un trabajo erudito dignos de admiración.

Bibliografía

Altamirano, Ignacio M. La literatura nacional, México, Ed. Porrúa, 1949.
Obras completas ii. México, sep, 1988.
Carrilla, Emilio. El romanticismo en la América Hispánica, Madrid, Biblioteca Romántica Hispánica, Editorial Gredos, 1958.
Goic, Cedomil. Historia y crítica de la literatura hispanoamericana. Vol. II, “Del Romanticismo al Modernismo”, Páginas de filología, Dir. Francisco Rico, Barcelona, Editorial Crítica, 1991.
Henríquez, Ureña, Pedro, Las corrientes literarias en la América Hispánica, México, Fondo de Cultura Económica, 1969.
Larroyo, Francisco, Historia. Formas. Temas. Polémica. Realizaciones. México, Colección Sepan Cuántos, Editorial Porrúa, 1978.
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Ramírez, Ignacio, Obras completas, Tomo iv “Estudios literarios y poesías. Poemas y apuntes inéditos”’, pról. José Luis Martínez, México, Centro de Investigación científica Jorge L. Tamayo, A.C., 1987.
Ramos, Samuel. Historia y filosofía de México, México, conculta.






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REYNA BARRERA [18.336]

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Reyna Barrera

Reyna Barrera Escritora, poeta y crítica de teatro. Nació el 13 de octubre de 1939 en México. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fundadora y profesora del Colegio de Ciencias y Humanidades.

Obras

Aura, un tema universal (1989)
Salvador Novo: navaja de la inteligencia (1999)
Sandra: secreto de amor (2001)
Escena con otra mirada (compiladora) (2003)
Zona de teatro y letras: ensayos (2011)


LA POESÍA DE REYNA BARRERA: 
LO LÉSBICO EN UN MURMULLO

Por Elena Madrigal
Profesora-Investigadora del Departamento de Humanidades de la UAM-Azcapotzalco.


Darkly risen
the moon speaks
my eyes
judging your roundness
delightful.

Audre Lorde, “On a night
of the full mooon”


Un recorrido cronológico por la obra poética de Reyna Barrera (Premio “Rubén Bonifaz Nuño” 1997) revela, desde sus formas y topoi, al amor entre mujeres como constante de creación y vida. El itinerario de la poeta comenzó en 1965 y se ha caracterizado por un fructífero diálogo con las tradiciones poéticas mexicanas señeras y un mayor dominio técnico. A la par, se señala la creciente explicitud del tema lésbico en el contexto de aceptación de la diversidad sexual.

En la literatura mexicana contemporánea, la única escritora que ha publicado poemas sáficos con constancia y por casi medio siglo es Reyna Barrera (México, 1939), particularidad que he señalado en otra ocasión 1. Desde sus inicios, Barrera se afilió a la estirpe de poetas que han desafiado la moral convencional al establecer un pacto de fidelidad al amor lésbico. Si bien la crítica ha elogiado lo “bello e intenso” de las imágenes de Barrera y señalado su quehacer como ejemplo de la asunción poética de “un lugar en el mundo”, 2 una lectura detenida de su obra revela una originalidad sustentada desde sus orígenes en una sensibilidad única, la experiencia personal 3 y la impronta de poetas consagrados, elementos que la poeta ha puesto en juego para hablar del amor entre mujeres. En una conversación, Barrera 4 recuerda que su universo poético vio la luz en 1965, cuando Juan José Arreola le pidió algunos de sus escritos, y para su sorpresa, el maestro los publicó en el número 7 de Mester, Revista de Literatura, órgano del taller literario del autor de La feria. 5

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1 En unas cuantas líneas, en 2010, ubiqué a Barrera en el concierto de la poesía lésbica mexicana y analicé algunos filones de su poesía, tales como la significación renovada de la tradición modernista, los efectos de sonoridad y algunas figuras retóricas. Agradezco la oportunidad presente para ahondar en su obra lírica. 
2 José Francisco Conde Ortega, “El beso de Safo en el jardín de Venus”, pp. 176-177. 
3 Reyna Barrera ha asumido públicamente su identidad al participar en lecturas colectivas de poesía sáfica al lado de autoras lesbianas como Rosamaría Roffiel, Olivia Félix, Odette Alonso y Artemisa Téllez. 
4 Comunicación personal, mayo de 2009.
5 Óscar Mata caracteriza a Mester como una revista juvenil y de autores noveles que apareció en doce entregas de 1964 a 1967. Indica Mata que el taller literario inicialmente ocupó “una casa que le prestaban al Instituto Nacional de la Juventud Mexicana”, posteriormente se mudó, “según los recuerdos de Elsa Cross, en noviembre de 1963, […] a la casa de Arreola, en Río de la Plata 83.  Ocupó las oficinas de una revista y [finalmente] la sala de arte del OPIC, avenida Juárez 42, edificio C” (Oscar Mata, “Mester, 1964-1967: Revista del taller literario de Juan José Arreola”, p. 202).
_______________________________


El poema en prosa de Barrera compartió ese espacio literario con los de “Salvador Alcocer, Marta Obregón, Rafael Riquelme, Leopoldo Sánchez Zuber, Alejandro Aura, Elsa Cross, Guillermo Fernández […] y Homero Aridjis” 6 y estuvo acompañado de un poema de versos largos bajo el título compartido de “Para Rimbaud, de las hojas perdidas de su carnet”; la firma era un escueto “Por Reyna”. En el poema en prosa, el yo escriturario de Barrera se declara amanuense, alter ego y compañera del viaje hacia Une saison en enfer; en el poema, el verso inicial, “Ahora me vuelvo a murmurar”, es umbral y salmodia de una herejía poblada por “elegantes y viejas prostitutas!” y “pudorosas vírgenes de desnudas carnes”. Barrera se apropia, entonces, de una voz lírica masculina y de un par de emblemas decadentistas para cantar tempranamente al cuerpo femenino, a la vez que se hacen presentes el azul y la luna, prolepsis de un universo en el que la escritora hallará paulatinamente claridad y contundencia para poetizar el amor lésbico. En 1965, Reyna-Rimbaud pareaba el azul de la tinta y la luna, emblema ancestral de lo femenino, de esta manera: “Te escribiré este otoño, después no habrá más palabras […] azules, serán blancas como el aliento del invierno. Seré […] un éxtasis tras éxtasis hasta despedazar doce lunas que me dieron su espejo de tiempo”. Después de aguardar tres décadas debido a que “era maestra [normalista y debía pasar] a un segundo plano, tal vez a un tercer plano [para] pasar inadvertida”,9 Barrera emprende la publicación de autora de su obra como parte de su conciencia de que su escritura se dirige a un público lector doblemente minoritario:

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6 Óscar Mata, art. cit., p. 204.
7 Reyna Barrera, “Para Rimbaud, de las hojas perdidas de su carnet”, p. 41.
8 Ibid., p. 42. 
9 La explicación es parte de la entrevista que María Elena Olivera Córdova realizó a Reyna Barrera en 2008 y que a su vez forma parte de Entre amoras. Lesbianismo en la narrativa mexicana (véase la p. 142). En esta obra fundamental, Olivera incluye una semblanza biográfica-profesional de Barrera y una apreciación crítica sobre la novela Sandra, secreto amor (ibid., pp. 141-9), manifestación ficcional de la “visibilización positiva de la experiencia lésbica” (ibid., p. 172) de la disidencia sexogenérica posterior a la novela Amora de Rosamaría Roffiel. El enfoque feminista de Olivera permite ubicar a Reyna Barrera bajo las coordenadas de la política y la cultura de sus entornos familiar y de formación literaria en la UNAM en la década de los sesenta.
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el de la poesía y el del lesbianismo.10 Es decir, Barrera comparte con otras escritoras lesbianas y de lo lésbico la opinión de que […] to live, to observe, to write as a lesbian is to live, observe, and write from a position of difference. Belonging to a minority group that has behind it a long history of oppression and invisibility –one of oppression’s pernicious manifestations– the lesbian writer must in some manner attend to her lesbianism […] the lesbian writer cannot set aside such a strongly enforced self-consciousness as she goes about her business. To do so would isolate her art from her existence,
mutilating both the writing and the writer.11

Entonces, para hacer de su poesía el lugar de la expresión amorosa lésbica, en 1993 hace reaparecer el azul de sus primeros escritos, pero lo asigna a una mariposa en “Para recordarte, no basta…”12 y “Juntas vimos la mariposa azul…”,13 poemas de Material del olvido.14 En el segundo, la mariposa se halla sobre una orquídea, trasnominación del sexo femenino, y en un ambiente de sensualidad excesiva, generadora de vida y reiteradamente femenil.

Dicen los versos: “Juntas vimos la mariposa azul / sobre la orquídea de la selva / embarazada”. El adjetivo inequívoco “juntas” se repite al indicar que las amantes asimismo tocan “el borde de los sueños” propios y los de algunos seres selváticos: “el del tapir, el del mono araña, / el del mandril.” La elisión es parte del tratamiento delicado que, indica Barrera, merece la relación amorosa sáfica incluso a riesgo de que “la ternura [devenga] en cursilería”.15 Finalmente, en un plano de absoluta igualdad, las amantes también
son mostradas como dialogantes y partícipes de un entorno natural que evoca el vaivén y la musicalidad del encuentro amoroso:

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10 Reyna Barrera, “Reflexiones sobre la poesía lésbica”, mecanoescrito, s. p. 11 Joan Nestle y Naomi Holoch, Women on women. An anthology of American
lesbian short fiction, pp. 2-3. 
12 Material del olvido, p. 16. 
13 Ibid., p. 17. 
14 Este primer poemario constó de 500 ejemplares impresos sobre papel Torreón de Gvarro y 100 ejemplares especiales que fueron acompañados de un grabado de Arturo Nava, numerado y firmado. La riqueza y el cuidado en la factura es otra de las constantes de la obra de Barrera, gesto que subraya su idea de que “las caricias femeninas poseen otra tesitura, otro calidez en el color, otra música en la intimidad” (Comunicación personal, s. p.). 15 “Reflexiones sobre la poesía lésbica”, s. p.
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“Hablamos de la piedra interior / que nos robaba el alma / en un ir y venir de ceibas, / pájaros y ríos.”16

A cambio de abandonar los motivos del azul y de la luna, dos años más tarde, Barrera inaugura la explicitud de su inspiración en Escritura de árboles mediante la dedicatoria “Para Sandra, con amor vegetal”17 y retorna a algunos de los motivos de Material del olvido. Específicamente, “Ceiba”18 está profundamente relacionado con “Juntas vimos la mariposa azul…” La comparación en el verso de apertura aclara que la mujer es a semejanza de la ceiba y, a continuación, el yo lírico se declara enamorado y expresa su deleite
ante el cuerpo femenino amado:


Como la ceiba eres
mujer de transparencias
pezones encendidos
y fuego en los labios.

Tienes los pechos dulces
y los ojos tiernos
cuando te abrazo
o te digo que te amo.19


En los cuartetos finales, el yo lírico se enmascara en la prosopopeya “la pupila de la noche” para reiterar el disfrute que le provoca la mirada del cuerpo desnudo de la amada y la selva vuelve a ser el paisaje idílico de encuentro de las amantes:

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16 Material del olvido, p. 17. 
17 El paratexto funciona como declaración poética amorosa que incluso trasciende a la prosa de Barrera cuando publica la novela Sandra, secreto amor en 2001 bajo el sello de Plaza y Valdés. En mi acercamiento panorámico a la poesía sáfica mexicana subrayo la importancia interpretativa y el guiño a la lectora lesbiana que significa la dedicatoria a una o a varias mujeres por parte de una mujer (véase Elena Madrigal, “Poetas mexicanas que dicen el amor en lésbico: panorama y aproximación crítica”, del 2010). 
18 Escritura de árboles, p. 36. 19 Ibid., p. 5.
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La pupila de la noche
cuelga su manto de hojas
junto al río
en espera de que tú te bañes.

Como la ceiba eres
llena de risas y de mieles.
La selva entera

te envuelve y se te entrega.20


En 1977, Barrera vuelve al motivo de la luna –que pauta una tetralogía, a la fecha, dedicada a Sandra y al amor lésbico–. El conjunto inicia con Lunario (Siete lunas para Sandra), poemario distinguido con el Premio “Rubén Bonifaz Nuño” 1997, pero publicado en 2002.21 En él, la dedicatoria a la Sandra de Escritura de árboles es aún más notoria al ocupar el lugar del subtítulo y en aclaración parentética que he interpretado como la expresión gráfica de la luna en sus fases de cuarto menguante y creciente. En el poemario incluso hay una composición titulada “Para Sandra” con la que ha ejemplificado en otro lugar “la sencillez que en su apariencia oculta el control de una relación métrica entre versos pares e impares, los nombres de la amada y de la voz poética (en el texto y la vida) y los obsequios que se intercambian escritora y musa”.22 De explicitud semejante es “La mirada”, poema en el que la voz lírica en femenino se identifica con la amada y cuyas representaciones se fusionan por el deseo y en una imagen duplicada infinitamente en un espejo. La bisemia del término “luna”, satélite o espejo, permite una puesta en abismo de la especularidad entre los cuerpos femeninos, el cuerpo celeste y la pasión amorosa, como lo sugieren las estrofas de inicio y cierre de “La mirada”:

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20 Loc. cit. 
21 El tiraje constó de 500 ejemplares rústicos y otro de 100, impresos sobre papel elements, numerados y firmados por la autora, la artista plástica Simona Schaffer y Mario del Valle, autor de la Nota de presentación y editor de Material del olvido. El poemario posee características notables aún inexploradas por la crítica, como sucede con los poemas caligramáticos “Reina fingida de los sueños” (p. 13) y “En el ajedrez de la memoria permanece…” (p. 51). 
22 Elena Madrigal, art. cit., p. 210.
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Frente a tu mirada
en la luna del espejo
soy reproducción de tu deseo.

Estamos juntas.

Sé que estamos fundidas en la misma
imagen, voz y caricia.23
………………………………………
Los deseos crecen
en cuarto menguante,
se adivinan sus destellos
en los objetos que nos rodean
y que inventamos para seguir

mirándonos en la luna del espejo.24

Para aludir a la unión corporal de las amantes y al lazo emocional indivisible que hay entre ellas, el yo lírico se apoya en figuraciones translúcidas. Así sucede, por ejemplo, en “V”, composición que rememora a Las canciones de Bilitis por cuanto una diosa mítica preside el encuentro lésbico, en un marco de piedras preciosas y  claroscuros:


En tu baño
el vapor confunde
nuestros cuerpos
que como odaliscas
danzan en las sombras
–pero son sólo reflejo y transparencia–
……………………………………
y entre collares de diamantes
el agua se desliza
porque Afrodita nos enjoya con su
aroma y su luz en nuestro amor.25


“Juego de sombras” es otra instancia donde las amantes se refugian en los juegos de luz, pero no para esconderse, sino para dar lugar a la voz que ha de declararlas como tales y en unidad total.
En este caso, la luna ejerce las funciones protectoras y sancionadoras de la Afrodita del poema “V” a fin de que las amantes hallen el lenguaje propio:

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23 Lunario (Siete lunas para Sandra), p. 20. 
24 Ibid., p. 21. 
25 Lunario, “El baño de Afrodita”, V, p. 45.
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Del juego de nuestras sombras
el viento deriva
una infinidad de letras
de donde proviene el plural
de nuestro amor.
Cada noche la luna nos abre sus brazos
de plata,
su regazo de luz,
……………………………………
para que tú y yo soñemos
que somos una sola palabra
esa palabra única
aún no dicha.26


En el devenir poético de Barrera, el amor lésbico adquiere de nuevo  un mismo nombre propio, como sucede en 2008 con Luna plena, dedicado “Para Sandra siempre / Siempre Sandra”. En congruencia con su título, el poemario ostenta guardas de color plata brillante –como la luna en su esplendor–, un troquelado circular, un colofón en espiral que alude a la esfericidad de la luna, y una serie de viñetas de la autoría de Angélica Granados en las que predominan parejas de mujeres desnudas fusionadas, como en las imágenes poéticas de Lunario. A diferencia de los otros poemarios de Barrera, en Luna plena los motivos son casi exclusivamente de índole amorosa, como se señala desde los títulos de los poemas; es decir, escasea la reflexión sobre la poesía misma, no se tratan temas relativos a la naturaleza y tampoco hay irrupciones de figuras como la madre. De principio a fin, Luna plena es predominantemente un encadenamiento de variaciones sobre las insistencias poéticas de Barrera alrededor una obsesión: el amor entre mujeres.
Luna plena abre con “Nosotras”, voces plurales que hablan de sí mismas a partir de su cuerpo y su deseo: “Dueñas de nuestros cuerpos / compartimos el sueño y los orgasmos”.27 

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26 Lunario, “Juego de sombras”, p. 63. 
27 Luna plena, p. 7.
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Enseguida, la misma voz en femenino plural, en “Juntas”, incluso proyecta la unión de las amantes más allá de la muerte física, en “una tarde bordeada de amapolas / ……… / y juntas, sin decirnos nada / partamos hacia la otra orilla”.28 Páginas adelante, en una nueva combinatoria, reaparecen los motivos del espejo de “La mirada” y del diamante de “V” en otra coincidencia lunar. Describe el yo lírico de “Nuestra era la luna de diamante”:


La luna de diamante
cortaba la distancia
la noche, la hora
y astillaba el espejo.29


En “Soñábamos”, se reitera la fusión de las amantes al punto de la indiferenciación. Pregunta la voz lírica: “¿Cuál era el sueño de Una / y cuál el sueño de la Otra?”.30 De manera parecida a “Ceiba”, en “Un por qué de las dos” se recupera la imagen natural para describir el deleite del cuerpo femenino, específicamente de los pezones, ante la mirada de su amada:


Como racimos de uvas
tus pezones
Se balancean
goteando miel.31


Sin eufemismos, el yo lírico femenino redescubre los cuatro elementos del universo griego cifrados en la amada o le adjudica cualidades míticas, como en “Melusina”.32 Pero tal vez más significativamente aún para la interpretación inequívoca del amor entre mujeres, en lugar de que éste tenga lugar en el espacio idílico-utópico y atemporal de la naturaleza, la naturaleza es llevada a la cotidianidad de una recámara o de la casa común en “Melusina” y también en “Luna plena”, composición que da nombre al poemario y lo cierra para culminar un ciclo de amor triunfante. 

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28 Ibid., p. 8. 
29 Ibid., p. 11. 
30 Ibid., p. 12. 
31 Ibid., p. 14. 
32 Ibid., pp. 31-32. Para un comentario amplio sobre el tono divertido, cotidiano y cercano al prosaísmo de este poema, véase Madrigal “Poetas mexicanas que dicen el amor en lésbico: panorama y aproximación crítica”.
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Así, en las primeras estrofas de “Luna plena”, las amantes preparan el lecho,cierran puertas y ventanas, se desasen de las preocupaciones del día y, finalmente, se entregan al escarceo amoroso. Por primera vez en su historia textual publicada, Barrera explicita las acciones corporales de la iniciadora y luego, en dísticos, refiere a la reciprocidad de la pareja femenina:


Empiezas por besarme el cuello,
los hombros, el pecho,
la boca, los ojos, las manos.

Yo duplico la acción
en el espejo de tus ojos.

Me estrujas, levantas la manta
encuentras mi desnudez.33


A continuación, en la doceava estrofa, el yo lírico recurre a la naturaleza para expresar la llegada al orgasmo: se asume como una “garza guerrera” que aprisiona un pez, símbolo clitoriano, cuyo clímax es poetizado en tres estrofas:


Me lanzo y
el pez da coletazos,
huye hasta las profundidades,
pero el oleaje
es cada vez más fuerte.

Lo atrapo
y sin consideración lo aprieto,
acaricio su dorso, sus aletas,
suavizo sus escamas.

Juego con el pececillo
que rendido babea entre mis manos.34


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33 Luna plena, p. 36. 
34 Ibid., p. 37.
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Posteriormente, encuentro amoroso, poema y poemario concluyen con un vuelco a un lugar común de la tradición poética masculina según Ezra Pound, máximo exponente de la poesía moderna norteamericana, y de una concepción arquetípica de lo femenino: el asociar a la mujer con el caos y lo inasible del mar y sus habitantes. La última estrofa de Luna plena muestra a la mujer que se ha entregado al encuentro físico con su igual como conocedora del secreto que eludió a Pound y a otros, y como poseedora de la clave del gozo propio y el de la Otra:


Subo, desde la playa hasta la cumbre,
victoriosa, y orgásmica
y tú plena de ti, me besas
hasta perderme
en el Mar de los Sargazos.35


Cuarenta y cinco años después de los cien que se prometen en “Para Rimbaud”, Barrera publica Luna zoológica, poemario de factura artesanal,36 en el que cobran nueva fuerza los motivos naturales de Material del olvido y Escritura de árboles. En Luna zoológica también regresa el deseo no de escandalizar, sino –más refinadamente– de sorprender al dar cuenta de la sensualidad del encuentro amoroso entre mujeres. Una métrica libre, encabalgamientos epatantes e imágenes de animales salvajes son los recursos textuales con los que Barrera alude a una pasión avasalladora, a la vez que tersa, como la piel de un tigre, motivo común a dos delicados y feroces poemas: “Hasta ese tigre azul” y “El tigre de la noche”. En el primero, un tigre azul es metáfora de la pasión amorosa que contraviene, entre otras asociaciones anquilosadas, al rosado de la feminidad romántica y estereotipada; indican sus dos primeras estrofas:


______________________________
35 Ibid., p. 38. 
36 En Luna zoológica sobresale el juego del cartoncillo amarillo canario de las guardas y las hojas en papel parch de los interiores con las texturas armoniosas y contrastantes del pez y la luna de una portada realizada en cartulina ilustración negra y papel amate turquesa.
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Para hacer el amor
entre la espuma de sus fauces,
para que nuestros gritos
se perdieran en la intensidad de su oleaje.37


En el segundo poema, “El tigre de la noche”, una fiera es visitada, de noche, por las amantes, en una dualidad de oscuridad / luminosidad a la que corresponde una sinestesia sorprendente para decir el amor entre la voz poética y su amada: la dupla formada por la temporalidad y la ausencia de color de la noche no se opone, como podríamos pensar precipitadamente, a la diurnidad, sino al agua, uno de los cuatro elementos, emblema de la vida que
pasa, transparencia en la que a ratos anida el fango de una pesadilla.
Dice la composición:



El tigre de la noche
es distinto al del agua.

El oscuro
habla contigo
mientras estás dormida
o finges que el sueño te abraza.

El tigre del agua suspende
mi respiración nocturna
mientras yo bebo en la orilla
el agua fangosa de tus pesadillas.

Uno, fatiga el monte con su paso
el otro, sediento, se acerca al río.
Mis dos deseos
tigres del amanecer
te hacen mía.38


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37 Luna zoológica, p. 25. 
38 Ibid., p. 27.
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Los dos deseos finalmente son la unidad poético-amorosa del momento diurno del contacto con los otros y del instante de la comunión con el yo y la amada al abrigo de la intimidad nocturna. El deseo y sus símbolos –la sed, el abrazo, la cercanía, el caudal sonoro del río– tienen lugar en los encabalgamientos persistentes del poema y todos estos elementos apuntan a la indisolubilidad de forma y la unidad de las amantes en el contenido. “El tigre de la noche” se nutre de evocadoras imágenes y de tersura emocional para dar cuenta de un amor no estático sino en devenir, siempre pendiente de sus realizaciones más mínimas: el yo poético cuida la respiración y el sueño de la amada; acecha, cual tigre, la más menuda nota del decir amoroso.
Con pasión, con la voz bien alta, pero en murmullo, así invita Barrera a acercarnos a una poesía de las lunas que prometió en 1965, lunas celebratorias de una constancia poética y su fidelidad al decir “te amo” a “Sandra”, objeto y sujeto del amor lesbiano.

Barrera ha sido constante en su cuidado a la letra y al poemario, vehículo que la arropa, al vigilar detalladamente cada paso de la edición y la impresión, al invitar a artistas plásticos a embellecer y apoyar el trabajo literario. En 2010, despunta Luna vegetal, voto renovado de la irreverencia amorosa y la gracia poética de la que se volverá a murmurar. Así lo confirma el “Para Sandra, con amor vegetal”, dedicatoria y cita textual de aquella con la que en 1995
Barrera hacía público el nombre de su Otra amorosa.

A lo largo de su carrera literaria, Barrera ha avanzado convencida de su necesidad de apropiarse de algunas fórmulas poéticas masculinas y de su “insistencia [por] la figura de la luna, por su condición femenina, protectora de los amores secretos y todo aquello que se disfruta entre las sombras, que produce los reflejos con los que nos sorprende la media luz […] que nos cobija”.39
Cuando Reyna Barrera indica: “Sobre la luna seguiré escribiendo, porque ella es la inalcanzable y absoluta regidora de la vida interior”,40 se inscribe como conocedora de un motivo poético tradicional y simultáneamente como instauradora de una manera de poetizar la relación erótica entre mujeres. 
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39 Reyna Barrera, “Reflexiones sobre la poesía lésbica”, s. p. 
40 Ibid.
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En este segundo sentido, Barrera ha instaurado una doble posibilidad para la voz lésbica: una presencia autodefinida en el plural, puesto que las amantes
se han convertido en autoras, en agentes de su subjetividad, y una (con)fusión del decir con el cuerpo femenino, un hacer constante con el lenguaje y con el deseo entre los que media un texto donde se altera y se recrea una mujer en la forma de otra; es decir, se echa a andar el proceso de creación y de conocimiento de una identidad y de un mundo en el que no hay cabida para la culpa, la esclavitud o la desigualdad. Con estas cualidades estéticas y el tono de Barrera han de dialogar, para distanciarse o identificarse, las escritoras contemporáneas que opten por el venero del lesbianismo.
También, por qué no, en el diálogo ha de reconocerse la valentía de la generación de Reyna Barrera. Por ella “el futuro se abre para una [literatura] en la que las mujeres ya no tienen temas obligados, ni prohibiciones explícitas. Son conocedoras de las teorías y las técnicas para expresar la diferenciación de mundos y la aproximación de preocupaciones con respecto a la [literatura] escrita por los hombres. Son un poco más libres que antes”.41

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41 Luzelena Gutiérrez de Velasco, “La narrativa escrita por mujeres. 
Treinta años (1980-2010)”, p. 269
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ENRIQUE DE RIVAS [18.337]

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Enrique de Rivas

Enrique de Rivas (Madrid, 1931) es un poeta español perteneciente a la "Generación hispanomexicana".

Es hijo del famoso director de escena Cipriano Rivas Cherif y sobrino de Manuel Azaña, presidente de la Segunda República española. Tras la Guerra civil, se exilia en México. Allí se forma en el Colegio Madrid y el Instituto Luis Vives, centros educativos fundados por los refugiados españoles. Estudia más tarde en la UNAM, Puerto Rico y Berkeley. Desde 1956 trabaja como profesor en el Mexico City College, institución precursora de la actual Universidad de las Américas. En la década de 1960 se traslada a Roma (Italia), donde acaba estableciéndose, trabajando como funcionario de la FAO hasta su jubilación.

Como poeta, se le ubica dentro del grupo "hispano-mexicano", junto a otros exiliados que llegaron a México a una edad temprana y que por lo tanto recibieron allí su formación. Además de sus poemarios, es autor de ensayos sobre literatura medieval como Figuras y estrellas de las cosas y El simbolismo esotérico en la literatura medieval española. También publicó textos memorialísticos, como el libro de recuerdos de su infancia Cuando acabe la guerra y Endimión en España (Estampas de época 1962-1963), que recrea su primer regreso a su país natal. Tanto este último título como la totalidad de su obra poética antes publicada o inédita están recogidos en el volumen En el umbral del tiempo.

Obra

Poemarios

Primeros poemas (1949)
En la herencia del día (1966)
Tiempo ilícito (1981)
Como quien lava con luz las cosas (1984)
El espejo y su sombra (1985)
Fastos romanos (1994)
Epifanías romanas (2006)
En el umbral del tiempo (2013)
Libros de memorias
Endimión en España (1968)
Cuando acabe la guerra (memorias) (1992)

Ensayos

Figuras y estrellas de las cosas (1969)
El simbolismo esotérico en la literatura medieval española (1989)


Poemas de Enrique de Rivas en homenaje a Ramón Gaya

Voces de la luz

Homenaje al soneto de Ramón Gaya “El Tévere a su paso por Roma” y al gouache que corporiza en sus aguas a la mole-tumba del Emperador Adriano bajo la espada del Arcángel San Miguel, que es también espadaña.


Exordio

Aquí, donde el laurel, ciprés y pino
se inclinan bajo el gladio del Arcángelo,
y se curva entre nubes Michelángelo,
vengo hoy a respirar, en donde vino

a reposar Adriano su destino
de eterno anhelador; donde el anhelo
de Bernini a los ángeles del cielo
forzó a pisar el mármol del camino;

aquí, donde a la faz del agua asoma
la onda leve de un verso quevediano
y de Séneca en ecos se desmaya,

desde el más afilado aire de Roma,
quiero viajar al fondo de su arcano
respirando la luz de Ramón Gaya.





...sus aguas son de carne entreverdosa
...es una tumba viva y temblorosa
que va hundiéndolo todo en su regazo.
 R. G.


I

Voz del Tíber

Si es tumba viva mi corriente dura,
cuando el pintor me ausculta con pinceles,
tú, que naciste tumba entre laureles,
¿qué has de ser, sino doble sepultura?

Si en mi cuerpo desdoblas tu figura
mortalmente al revés, y somos fieles,
yo, al agua, tú a la piedra que ser sueles,
sólo mi cuerpo vida te asegura,

pues tu mole de almenas es ceniza,
polvo ya de futuro; y yo, presente,
doy mi carne a tu imagen que desliza
desde los ojos blancos de mi puente
la mirada pensante que eterniza;
mira como te salva: sabiamente.



II

Voz de la mole adriana:
(Castel Sant’Angelo)

No soy ya lo que fue; y si aún lo fuera,
sombra no más sería del ausente
que en mi cuerpo habitó con luz doliente
sabiendo que un testigo sólo era.

No era más, ni fue más la lenta espera
de su transcurso fiel por lo presente,
renovada en sí misma, tercamente,
fingiéndose corpórea y verdadera.

Verdad fui y no lo fui. También fui pura
resonancia de vida traspasada
filtrada en el amor de lo absoluto.

Mi presencia fue nada. Hoy, que perdura
hecha esencia, en tu cuerpo trasvasada,
da en la luz de tu luz, luz al minuto.






 Lo pintado no es nada, es una cita.
 R.G.

III

Voz del Tíber

Más que en mí, estás conmigo, en una cita
que el tiempo convocó sin consultarnos;
hoy que nos encontramos sin buscarnos,
el lienzo, en su silencio, nos medita.

Nos medita y nos crea, nos incita
una vez más a ser, y siendo, a darnos
mutuamente lo mismo que, al hallarnos,
quisimos ocultar; como quien quita

de sí mismo la carga que más quiere
para añadirla al ser que tiene lejos,
la música intuyendo de su modo:

tu cuerpo es mi dolor que mi agua hiere,
y al herir al pintor nuestros reflejos,
suena, viva en su luz, la luz del Todo.


Voces de la luz, escrito en la primavera de 1993 a raíz de la visita al Museo el 12 de febrero de dicho año.
Traducido al italiano se publicó en el catálogo de la exposición Ramón Gaya en Italia, celebrada en la Academia de España en Roma en mayo de 1995.




A Ramón Gaya en su tránsito

“Lo pintado no es nada, es una cita
-sin nosotros, sin lienzo, sin pinturaentre
un algo escondido y lo aparente”
 De “Mansedumbre de obra” R.G.


El caballete vacío

El caballete ahí, como esperando
el toque de su mano, su mirada,
el peso de la tela preparada
para la obra de hoy. Pero ya el cuándo
no cabe en el reloj. Desorbitada
la luna del espejo está buscando
luz e imagen en su aire respirando,
mas luz, imagen y aire son ya nada.

¿Son ya nada o ya Todo? Transparencia
es el hueco dolor de la madera,
el agua inmóvil que el espejo habita;
el alma, ya abandono; el ser presencia;
certidumbre el vacío de la espera
mansamente acudiendo hoy a la Cita.


El caballete vacío, escrito el 16 de octubre de 2005, un día después del fallecimiento del artista.



Acuarela con barca sobre un río
En el centenario de Ramón Gaya


TRÍPTICO

Cuando medía el tiempo
mis pasos por la tierra
sus signos encontraba
en esas nubes llenas
que caían al río
como si de sus velas
el navío del cielo
desprenderse quisiera.
Y yo las recogía
una a una, en la espera
de ponerlas de nuevo
sobre la nave aquella
que en el agua flotaba.
Eran nubes de vida
con vocación de estrellas,
y en el alba nacían
otra vez nubes nuevas.



Hoy que el tiempo quieto
tan sólo mido huellas
en la bóveda madre
donde la nave espera
zarpar por otro océano
sin nubes, sin estrellas,
oigo un eco de imágenes
en la corriente espesa,
como si de una música
que oscuramente fuera
las notas de las nubes
ya todas en cadena
de blancura, que el tiempo
sembrado devolviera
en signos trasparentes
de un alma, que acudiera
a entregárseme, entera.



Viene la luz ya tibia
con suavidad de plata
veteada de memoria
de una canción lejana.
Del dorso de la loma
nostalgia de campanas
a un punto eterno fija
el aire que ahora pasa.
Y queda aquí suspenso
un arco de palabras
que va de orilla a orilla
esperando la barca.
Vendrá la barca oscura
sobre ese cielo de agua
que pone en los paisajes
la turbiedad sagrada,
y se oirá en el silencio
romperse las palabras
una a una, cayendo
como gotas cantadas
de una canción: “va llena
de su carga la barca;
fijo ha quedado el aire
su luz tibia, de plata.”

Acuarela con barca sobre un río, escrito en 2010 y publicado en el catálogo de la exposición Homenaje a la pintura celebrada en el IVAM en el verano de 2010, con motivo del centenario del nacimiento del artista.




Las memorias de infancia de un poeta español exiliado que se refugio en la palabra

Cuando acabe la guerra


Aquel infierno empezó hace 75 años, en julio de 1936. "Fuimos los primeros en defender la democracia", decían muchos de los refugiados que habían escapado de España después de que el general Franco ganó la Guerra Civil. Decían esa frase con orgullo, pesadumbre y un resto de reproche a los países democráticos, que no habían sabido ni querido defender sus ideas en el debido momento y terminaron inmolando millones de soldados y civiles durante la Segunda Guerra Mundial. Se ha publicado mucho sobre la tragedia española; pero hay un texto notable que muestra un aspecto poco tratado de ese período: en el libro de memorias Cuando acabe la guerra (editorial Pre-texto), el poeta y ensayista Enrique de Rivas cuenta lo que fue su niñez y adolescencia de precoz refugiado político.

Enrique pertenecía a una familia prominente. Su padre era el escritor y prestigioso director teatral Cipriano de Rivas Cherif, que estrenó con la compañía de Margarita Xirgu La zapatera prodigiosa , Yerma y Doña Rosita la soltera , de Federico García Lorca. Además, una hermana de Cipriano, Dolores ("Lola), estaba casada con Manuel Azaña, el presidente de la República cuando empezó el levantamiento de Franco, por lo que Azaña era cuñado de Cipriano y tío de Enrique.

El primer recuerdo del autor relacionado con la guerra se desarrolla en circunstancias muy particulares. Tenía cinco años. A comienzos de 1936, su hermano mayor fue llevado a un "preventorio" porque sufría de una afección en los ganglios. Al mismo lugar, fue a parar Enrique, pero no porque padeciera de ningún mal físico. Con esa internación, intentaban curarlo de los frecuentes berrinches infantiles que infligía a su entorno. Una tarde, mientras él y su hermano descansaban al sol en el jardín del preventorio, llegaron un tío materno y "unos señores de uniforme militar" y los metieron en un coche. En verdad, los rescataron porque Francisco Franco se había levantado en armas contra la República. Los pequeños De Rivas comenzaron aquella tarde una peregrinación angustiosa que duraría varios años. Al principio, regresaron a Madrid. Pero no se quedaron mucho tiempo en la capital porque los pusieron en un tren y después de un largo viaje en el que cruzaron Francia, llegaron a Ginebra.

Con el cambio de país, los hermanos De Rivas ingresaron en una escuela internacional de método Montessori y allí empezaron a notarse las primeras secuelas de la Guerra Civil. En las clases de dibujo libre, Enrique sólo desarrollaba temas bélicos: cañones, cañoncitos y aviones que se caían. La maestra contemplaba con horror esas figuras que eran las pesadillas diurnas de un niño. El exilio introdujo tradiciones nuevas entre los españoles como el árbol de Navidad, el Día de la Madre y, más tarde, Papá Noel. Pero el aspecto más importante de ese período suizo fue el reemplazo del idioma materno por el aprendizaje del francés. Primera pérdida, primera ganancia de un exiliado. De todos modos, Cipriano combatía el olvido del castellano de sus hijos por medio de lecciones impartidas en el hogar con tiza y pizarrón.

Otra señal de que la guerra no había sido dejada atrás: antes de invitar a sus pequeños amigos a casa, los niños De Rivas debían informar al padre y a la madre (Carmen Ibáñez), de qué se ocupaban los padres de sus nuevas amistades. Si las ocupaciones respectivas no afectaban de un modo u otro la causa republicana, se los recibía. En una ocasión, quisieron invitar a un nuevo amiguito que los había conquistado por completo con su simpatía, pero sospechaban que el padre tenía ocupaciones reñidas vaya a saber de qué manera con la República, de modo que cuando Cipriano y Carmen les preguntaron cuál era la actividad de ese señor, los chicos dijeron que era preferible no formular esa pregunta para no enterarse de algo que impidiera la relación naciente. El niño de orígenes neblinosos fue recibido sin interrogatorio.

En enero de 1938, los De Rivas regresaron a España por un lapso breve. Se instalaron en las afueras de Tarrasa, cerca de Barcelona, en una finca llamada La Barata, donde un escultor esculpía el busto del tío Azaña. La casa estaba protegida por el ejército y, por la noche, podían ver a lo lejos cómo bombardeaban Barcelona. La derrota hizo que todos los habitantes de la propiedad debieran buscar asilo en Francia. Del otro lado de la frontera, una vez más, se adaptaron a nuevos usos. En Francia, los hermanos De Rivas iban a una escuela comunal, uno de cuyos maestros tenía como costumbre pegarles en los nudillos con una regla a los alumnos revoltosos: algo inconcebible para un ex alumno Montessori. Los chicos volvieron a expresarse casi solamente en francés, por lo que el padre les hacía leer en casa unos feos libros españoles de tapas grises. A los ocho años, Enrique se puso a escribir una novela donde contaba la historia de una familia que salía de su país a causa de una guerra y, tras muchas peripecias, unos acababan en Moscú, y otros, en México (texto profético). La novela quedó inconclusa.

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, hubo que mudarse de nuevo. Primero fueron a Pyla-sur-Mer, cerca de Burdeos. Vivían en la Villa L'Éden. Allí escucharon la típica acusación que se hace a los extranjeros en tiempos de crisis, sean o no exiliados; eran culpables de no ser nativos y de haber ido a Francia a comerse el pan de quienes habían nacido del lado bueno (por el momento) de la frontera.

Una vez que los franceses se rindieron a las fuerzas del Tercer Reich, los alemanes llegaron al balneario. Los chicos de la ciudad se dividieron entre los que les prestaban servicio a los soldados del Führer comprándoles cigarrillos, bebidas, comidas y haciéndoles pagar precios mucho más caros, además de la propina, como una forma de atacarlos, y los muchachitos que se negaban a tener cualquier tipo de contacto con el enemigo. Enrique pertenecía al último grupo; su hermano mayor, en cambio, se ufanaba de esquilmar a los invasores.

Las desdichas se precipitaron. Cipriano de Rivas fue apresado y, poco tiempo después, Manuel de Azaña murió en Montauban. Los De Rivas Cherif, privados del padre, lograron embarcarse en Marsella, rumbo a la isla de Martinica, después pasaron un breve período en Nueva York y, por último, se radicaron en la ciudad de México en calidad de refugiados políticos. El libro hace una distinción: "Nótese que entonces, y por muchos, muchísimos años, se ha hablado de «refugiados» y no de «exiliados», término elegante y con un no sé qué de literario dorado que para nada tenía que ver con nosotros (?). Al exiliado se le echa para que no estorbe; el que se refugia, lo hace para conservar la cabeza".

En México, los De Rivas se encontraron con la "gran familia" de los refugiados. Enrique y su hermano fueron al colegio Madrid, en el que sólo había niños de familias republicanas. La incorporación de los Estados Unidos y de México a las fuerzas aliadas produjo un cambio en los ánimos: los niños de la escuela se acostumbraron a una nueva frase llena de esperanza: "Cuando acabe la guerra?" Nadie dudaba de que el Eje sería vencido y como consecuencia inmediata el régimen franquista se derrumbaría. En esa espera, la sociedad republicana en el exilio se iba desgastando casi sin darse cuenta; pero también se convertía en una especie de institución que dejaba su sello en todos los países que habían acogido a los fugitivos, entre ellos México. Los colegios españoles del Distrito Federal, por la calidad de su enseñanza, se llenaban de niños y adolescentes mexicanos y eso acrecentaba la solidaridad entre los extranjeros y los nativos. En 1944, Enrique entró en uno de esos establecimientos secundarios, el Instituto Luis Vives, y, poco a poco, pasó a tener dos patrias.

La familia se la pasaba esperando las cartas de Cipriano, enviadas desde una cárcel. Esas páginas estaban escritas con un código familiar, especie de clave que lograba sortear la censura franquista. La madre para explicar a los hijos el código, que aludía a otros tiempos, debía hablar del pasado, de las calles de Madrid, de anécdotas históricas y así recreaba escenarios ya borrosos. Cipriano, que se había esforzado en Suiza y en Francia para que sus hijos no perdieran la lengua española, recibió en prisión uno de los primeros poemas de Enrique, un soneto sobre Madrid. Con sinceridad implacable, no le ocultó al hijo las debilidades de esos versos. Pero comprendió que las lecciones de castellano no habían sido inútiles.

Llegó la paz y Franco no cayó. La familia seguía sin poder volver a España, pero el padre fue puesto en libertad y, por fin, pudo unirse a los suyos en México. Todo había cambiado, empezando por el cuerpo de los niños, que ya no eran niños. Y también había cambiado la idea misma que Enrique se hacía de la patria. El exilio le había enseñado que la patria no sólo tenía que ver con el padre y la tierra, sino con el propio ser, con los antepasados que no había conocido, con las costumbres forjadas durante centurias. Todo ese tesoro pervivía en el idioma. Limitar el ser a las fronteras era mezquino para un poeta. "La patria real, la inamovible, estaba ahí, dentro de mí para siempre, acrisolada en un idioma que era el mío (?). El ser era lo que te daba la patria y el ser yo se lo debía a muchas personas en cadena interminable concretada en un eslabón indestructible que eran padre y madre. A ellos se lo debía, no ciertamente a un pedazo de papel en el registro civil o en un consulado." Conmovedora conclusión de un poeta para el que la verdadera patria del hombre es la palabra.

por Hugo Beccacece

Fuente: 
Diario La Nación 19/11/2011



Testimonios y textos recuperados por su interés.

LA AGONÍA DE AZAÑA

Historia 16 nº 178 febrero de 1991

Por Enrique de Rivas

MANUEL Azaña, Presidente de la II República, jefe de varios gobiernos republicanos, fundador del Partido Acción Republicana, sobresaliente periodista, escritor y orador, murió exiliado en Montauban el 3 de noviembre de 1940. Cuando acaba de cumplirse el cincuentenario de su fallecimiento, presentamos una extraordinaria investigación sobre los últimos meses de la personalidad más sobresaliente de la II República. Su autor, Enrique Rivas, hijo de Cipriano Rivas Cherif y sobrino de Azaña, ha contado con toda la documentación de la familia; con los recuerdos de su madre y de su tía, Dolores Rivas Cherif, y con sus propias vivencias infantiles, y ha buceado en toda la información hoy disponible en Francia y España. Estamos ante una terrible historia de impotencia, deslealtades, intrigas, secuestros, miedos..., que jalonaron los últimos días del Presidente.

Azaña en Montauban

Del asilo político al confinamiento a perpetuidad

Por Enrique de Rivas

La muerte de Manuel Azaña en Montauban, el 3 de noviembre de 1940, forma parte de la his- toda de la Guerra Civil Española (aunque cronológicamente la rebase), porque en ella se originaron las circunstancias en que ocurrió, fomentadas por los vencedores. También forma parte de la historia de la Segunda Guerra Mundial, ya que por la derrota de Francia, en junio de 1940, Azaña tuvo que abandonar precipitadamente su residencia cerca de Burdeos para irse a instalar (provisionalmente, pensó él) en la pequeña ciudad del Languedoc.

La desaparición de la III República francesa, el 10 de julio de 1940; la creación de un nuevo Estado encabezado por el mariscal Pétain y la colaboración tripartita entre sus funcionarios, las fuerzas alemanas de ocupación y el Gobierno español, constituyen el marco en el que se desarrolló la tragedia de Montauban centrada en la figura de Manuel Azaña.

Esta tragedia es sólo un episodio de una mucho mayor: la de los republicanos españoles acogidos al asilo político de la III República francesa, que no pudieron salir de Francia al sufrir este país una derrota aplastante infligida por la Alemania nazi. El caso particular de Azaña sigue en sus líneas generales el diseño esbozado. Los detalles que lo diferencian se derivan de la notoriedad del personaje, a la que se debió la protección incesante e incansable del Gobierno de México encabezado por su Presidente, el general Lázaro Cárdenas (que indudablemente le salvó del patíbulo), y a la que se debió igualmente la atención, tan incesante y pertinaz como la mexicana, pero de signo contrario, que le depararon representantes diplomáticos y funcionarios del nuevo Estado español.

Las páginas que siguen se concentran en las circunstancias, poco conocidas, que motivaron la permanencia de Azaña en Montauban desde fines de 1940 hasta su muerte. Si bien aspiran a ser una pequeña contribución a la historia de la Guerra Civil y de la represión que fue su corolario, quisieran también servir de estímulo para quienes se dedican a la investigación historiográfica, pues son muchas las lagunas que todavía existen relativas al tema.

I

Un viaje en ambulancia



Ultima fotografía de Manuel Azaña, tomada en Pyla-sur-Mer a comienzos de junio de 1040, justo antes de su traslado a Montauban.




El sábado 22 de junio de 1940, Francia y Alemania firman el armisticio. Sin embargo, las hostilidades continúan parcialmente, ya que su cese total depende de la firma, todavía pendiente, del armisticio con Italia (1). El día 23, a petición del Jefe del Gobierno francés, mariscal Henri Philippe Pétain, el canciller Adolf Hitler consiente en preservar de toda operación bélica la región de Burdeos, sede provisional del Gobierno francés. La zona queda demarcada por una frontera de banderas blancas (2).

Las cláusulas del armisticio son onerosas al máximo para Francia, en todos los órdenes, pero, sobre todo, en el geográfico. Tres quintas partes de su territorio, incluyendo la entera región de Burdeos, donde está Pyla-sur-Mer, residencia de Azaña, constituirán la zona ocupada. El día 24, el prefecto hace saber a Azaña, por medio del comisario para la vigilancia de extranjeros, que le autoriza a salir hacia Périgueux, capital de la Dordogne, en lugar de Montauban, como era el deseo del ex Presidente (3). La elección de Montauban se había decidido en familia en vista de que allí se hallaba refugiado el doctor Cabello, antiguo conocido de Azaña y amigo también del doctor Felipe Gómez-Pallete, su médico de cabecera desde el mes de mayo. El doctor Cabello había hecho saber que disponía de alojamiento provisional para Azaña en la casa del doctor Cave, donde él vivía en Montauban (4).

El permiso del prefecto incluía la utilización de una ambulancia, necesaria por la reciente gravedad del ex Presidente, quien todavía no se había repuesto del todo. La mañana del día 25 toman lugar en ella Azaña, su mujer Dolores de Rivas Cherif, el doctor Gómez-Pallete y el joven mayordomo del matrimonio Azaña, Antonio Lot (5). El recibo extendido por el Grand Garage de la Ville d'Automne de Arcachon, a nombre de la señora de Azaña, y por la cantidad de 1.700 francos, comprende un trayecto de 213 kilómetros hasta Périgueux, con la vuelta pagada (6). En la Villa L'Eden de Pyla-sur-Mer quedan los dos hermanos de la mujer de Azaña, Adelaida y Cipriano, la esposa de éste, Carmen Ibáñez Gallardo, sus cuatro hijos pequeños y tres fidelísimas personas adscritas desde hacía años al servicio de Azaña y de su mujer, y que, al salir de España en febrero de 1939, se habían negado a abandonarle: Epifanio Murga Hernández, José Ibáñez y Alejandra Sánchez (7). Al día siguiente de la marcha de Azaña de Pyla-sur-Mer, las primeras motocicletas del ejército alemán atraviesan la pequeña ciudad, dirigiéndose hacia el sur.

La intervención mexicana

Al llegar la ambulancia a Périgueux, el prefecto, después de cumplimentar a Azaña y a sus acompañantes en la Prefectura, dispone que se alojen en casa de la señora Eugénie Nobel, situada en BorieBrut Champcevinel (8). Allí pasan las noches del 25 al 27 inclusive, siendo incierto si también la del 28, pues ese día se anuncia que la casa ha de ser requisada para usos militares. Entonces Azaña recibe el permiso de dirigirse a Montauban, como él había deseado desde un principio (9).

En Montauban se alojan, como estaba previsto, en rue Michelet, 35, donde vive el doctor Cabello (10) en compañía del periodista y diputado Ricardo Gasset, de un diputado del partido de Martínez Barrio, de la señorita Josefina Leó y del señor Enrique Navarro, diputado de Izquierda Republicana (11). Durante los doce primeros días, según testimonio escrito de la mujer de Azaña (12), éste hace una vida de reposo, sin salir de casa, aunque llega a leer e incluso a escribir. Cada día le llegan cartas tranquilizadoras de Adelaida y de Cipriano de Rivas Cherif desde Pyla-sur-Mer, donde, a pesar de haberse completado la ocupación alemana desde el día 28, nada ha sucedido que perturbe la vida local. También Azaña les escribe una larga carta, contando su viaje, como sabemos, por Rivas Cherif (13).

El día 2 de julio, Azaña recibe la visita del Ministro de la Legación de México, Luis I. Rodríguez (14), siguiendo órdenes del general Lázaro Cárdenas, Presidente de México, y gran valedor de la causa de la República española y de sus infortunados defensores. La visita de Rodríguez es de cortesía. Durante ella, y a instancias de Azaña, preocupado por la provisionalidad legal de su permiso para residir en Montauban, le promete abogar por su situación en la entrevista que próximamente ha de tener con el mariscal Pétain.

II

Secuestros en tierra

Desde el 11 ó 12 de julio, las cartas de Pyla-sur-Mer dejan de llegar a la rue Michelet (15). Azaña se intranquiliza y hace gestiones para obtener noticias que expliquen el preocupante silencio de los habitantes de la Villa L'Eden. Ni el Ministerio del Interior francés, ni la Embajada de los Estados Unidos, ni la Legación de México en Vichy son capaces de darle satisfacción.

El día 17 se recibe de Arcachon un sobre a nombre de Gómez-Pallete; al leerlo, Azaña reconoce la letra de su hermana Josefa, a quien él había instalado en esa ciudad cercana a Pyla-sur-Mer en la Villa' Nadiége, junto con su marido y varias de las hijas de su fallecido hermano Gregorio. Azaña rasga el sobre y se lee la Increíble noticia: el día 10, de madrugada, Cipriano de Rivas Cherif y todos los habitantes de L'Eden han sido detenidos por la Gestapo y agentes españoles. Llevados a la Kommandantur de Burdeos, las mujeres y los niños han sido devueltos 48 horas más tarde a la casa, donde han quedado rigurosamente incomunicados. Los hombres han desaparecido, sin que se tenga la menor idea de su paradero. La casa ha sido registrada y saqueada, y el hilo del teléfono cortado por los perpetradores de la detención (16).

Azaña, a pesar de su extrema debilidad física, hace el esfuerzo de ir a entrevistarse con el prefecto, pero al llegar a la Prefectura su agotamiento es tal que le falta el respiro para hablar por teléfono con el ministro de México en Vichy. El prefecto lo hace en su lugar. Ese mismo día envía un telegrama a Luis I. Rodríguez (17), y el 18, Gómez-Pallete, a instancias de Azaña, envía al doctor Manuel de Rivas Cherif (el otro hermano de la señora de Azaña, refugiado en México) una carta mecanografiada (18) con copias para don José Giral (19) y Santos Martínez Saura, también refugiados en la capital mexicana. La carta repite sucintamente el contenido de la de la hermana de Azaña desde Arcachon, que incluye la noticia de haber sido detenidos también, con Rivas Cherif, dos grandes amigos de Azaña en Pyla, Carlos Montilla y Miguel Salvador; confirma la intranquilidad de Azaña desde que había dejado de tener noticias de su familia política en Pyla-surMer, y refleja la angustia del momento:

En resumen: se trata de obtener que Cipriano no sea enviado a España si es que no lo ha sido ya. En caso contrario, garantías para su vida; garantías para la seguridad personal del Presidente y su señora, mientras no puedan abandonar el país; liberación de la familia detenida e incomunicada en su casa de Pyla-sur-Mer. No necesito encarecerle la urgencia con que deben actuar (...)

Por primera vez aparece el temor de que pueda repetirse en Montauban, y en la persona de Azaña, lo sucedido a Rivas Cherif, Montilla y Salvador:


Manuel Azaña y su esposa, Dolores de Rivas Cherif, fotografiados a bordo de un destructor de la flota republicana anclado en el puerto de Barcelona, en el que fueron arbitrariamente confinados tras la revolución de octubre por el gobierno cedista.




Por otra parte, el suceso ocurrido es de tal naturaleza que me hace temer por la seguridad del propio Presidente. Es verdad que estamos en zona no ocupada, pero yo no considero un disparate la posibilidad de una incursión de la Gestapo o la concesión de una extradición. Por todo ello, el Presidente quiere a toda costa (y a pesar de los riesgos de un viaje, no me atrevo a quitárselo de la cabeza) salir de aquí y marchar a Vichy o a Lyon, o cualquier otro sitio. Si pudiera entrar en Suiza, sería la mejor solución.

Para lograr lo anterior, la carta sugiere que, a través, quizá, del Presidente Cárdenas, se logre obtener la intervención de Roosevelt ante las autoridades alemanas. El tono, el vocabulario y las repeticiones, salpicado todo de numerosos errores de máquina, revelan la extrema tensión y rapidez con que fue escrita la carta. Termina pidiendo que se le den instrucciones al representante de México en Vichy para que se ocupe efectivamente del ex Presidente, ya que no han vuelto a verle desde su visita del 2 de julio, ni recibido respuesta suya a varios telegramas. El resultado no se hace esperar, pues el 31 de julio el ministro de México recibe de su Gobierno instrucciones expresas de Cárdenas para actuar en el sentido pedido por la carta firmada por Gómez-Pallete.

Nuestro amigo enfermo

Mientras tanto, sin embargo, el señor Rodríguez había intervenido ya el día 20, yéndose a entrevistar con el mariscal Pétain, quien desde el 12 de julio se había convertido en Jefe del Estado. Saliendo de la entrevista, envía a las siete de la tarde el siguiente telegrama a Montauban, dirigido a Alberto Mena, antiguo coronel del ejército republicano:

Suplícole informar nuestro amigo enfermo señor Mariscal autorízalo permanecer territorio no ocupado hasta condiciones salud permítanle efectuar viaje México saludos.

Ministro Rodríguez (20)

El telegrama tiene sello de llegada a Montauban del 20-7-40, es decir, esa misma noche, pero al reverso dei mensaje, escrito por el cartero a mano, hay una nota que dice: A reprendre demain matin. Le porteur (21). Azaña, por lo tanto, no puede haberlo recibido antes del 21, lo que explica que una carta suya a Rodríguez del 20 no haga alusión a este telegrama, sino que hable sólo de lo que desde ahora será su obsesión: salvar a Rivas Cherif, y la suerte de aquellas señoras y aquellos niños víctimas de un atropello inexcusable (22).

Pero el texto del telegrama contiene elementos intrigantes: no está dirigido a la rue Michelet, 35, sine a las señas de Mena, a quien Rodríguez conocía por lo menos desde su visita a Montauban, el día 2, y se refiere a Azaña como a nuestro amigo enfermo, evitando el nombre y cualquier otra referencia que pudiera identificarle. Tampoco se refiere para nada a la situación de la familia que tanto angustiaba a Azaña, y de la que debía de estar enterado por su conversación con el prefecto el día 17 y por el telegrama que la siguió. Cabría pensar en la posibilidad de que el ministro, llegado a Francia sólo tres meses antes sin dominar el idioma, no hubiera entendido por teléfono las explicaciones del prefecto en francés, ya que Azaña no pudo darlas personalmente, o que el telegrama llegara con tres días de retraso por intervención de la censura; pero la causa de la discreción del texto del telegrama de Rodríguez parece originarse más bien en su entrevista con Pétain.

En ella le habló exclusivamente de la situación de Azaña y de su mujer, sin referirse a la de Rivas Cherif y su familia, limitando la conversación a la autorización para residir en Montauban, a la garantía de no sufrir extradición, al permiso para trasladarse a la Legación de México en Vichy apenas se lo consintiera su salud, e incluso al de marcharse de Francia apenas fuese posible. El texto de Rodríguez men ciona que Pétain se manifestó dispuesto a ayudarle con la mayor reserva. La expresión, mala traducción del francés sous la plus grande réserve (con el mayor sigilo), hace hincapié en la discreción con que Pétain desea proceder en este asunto, palabra que pronuncia al despedirse del ministro, y a la que éste se mantiene fiel, como lo prueba su telegrama a Mena del día 20.

Si las apariencias indicaban que se podía esperar en una relativa tranquilidad para Azaña y su mujer, pues les fueron concedidos papeles de residencia en Montauban hasta marzo de 1942, la situación de la familia Rivas Cherif seguía pesando sobre su ánimo. Evidentemente, el ministro de México había preferido proceder por partes, hablando de Azaña con el Jefe del Estado francés, y del otro asunto con el ministro de Asuntos Exteriores, Paul Baudouin. La entrevista con éste se celebra el día 21, al siguiente dé ver a Pétain. Rodríguez le habla de la situación de la hermana de Rivas Cherif, Adelaida, de la mujer de Rivas Cherif y de los cuatro niños, incomunicados en Pyla-sur-Mer, así como del secuestro y desaparición de Cipriano. Acerca del primer asunto, Baudouin se manifestó con optimismo, pues no creía tener dificultades por parte alemana, pero en el caso de Cipriano de Rivas Cherif lamentó hallarse imposibilitado para ayudarlo (23).



Cuando el día 22 el ministro de México llama por teléfono a Montauban para comunicarle el resultado de su entrevista con Baudouin a Azaña, éste, que sólo sabe que Rivas Cherif ha desaparecido, sin que se conozca su paradero, reacciona airadamente, amenazando entregarse espontáneamente a las autoridades franquistas para correr la misma suerte que los Rivas Cherif, si no se consigue su libertad, pidiéndole a Rodríguez que transmita sus intenciones a Baudouin (24).

Españoles y alemanes

La reacción de Azaña tiene una motivación de tipo pragmático que le da verosimilitud al testimonio de Rodríguez: el armisticio franco-alemán preveía en una de sus cláusulas que el reglamento de la policía en zona ocupada —incluyendo en él la vigilancia de los extranjeros en suelo francés— habría de depender de las autoridades francesas. Evidentemente, Azaña recurre al argumento de entregarse, pensando todavía que el asunto de su familia de Pyla-sur-Mer es de la competencia exclusiva de las relaciones franco-alemanas, y que, por lo tanto, el Gobierno de Vichy, ante el escándalo internacional que supondría una semejante entrega, reaccionada con energía. Lo que todavía no sabe Azaña el 22 de julio es lo que nos revela un informe confidencial del Comisario Especial, Jefe de Servicio, al prefecto de la Gironde, cuya parte esencial dice:

El 10 de julio de 1940, a las cinco de la mañana, las autoridades alemanas, acompañadas por un comisario de policía español y de un representante de los falangistas, han procedido a efectuar un registro en la Villa Eden. A petición de las autoridades españolas, los españoles han arrestado al señor Rivas Cherif, al señor Salvador, al señor Montilla, al señor Muerga y al señor Ibáñez. Además, se prohibió a la señora de Rivas abandonar la Villa Eden(25).

El informe da cuenta también del saqueo de la casa y de que todo lo capturado fue cargado en un camión alemán que partió en dirección a Burdeos. La frase clave, A petición de las autoridades españolas, demuestra que el 10 de julio de 1940 no se produce ninguna intervención francesa en la operación policíaca de Pyla-sur-Mer, es decir, que no se aplica la cláusula del armisticio mencionada, y que las autoridades españolas son las que piden directamente a las autoridades alemanas el arresto y confinamiento de las personas citadas, pasando por alto toda tramitación francesa de tipo policial. De hecho, las autoridades españolas mismas lo confirman, como vemos por un oficio de fecha 10 de agosto dirigido por el Secretario General de la Dirección de Seguridad a su Director General:

Excmo. Señor: Como resultado de los dos viajes realizados a París, cumpliendo órdenes de V.E., acompañado por personal de esta Dirección General de Seguridad, se ha llevado a cabo la detención de los elementos rojos reseñados al respaldo (..) (26)

La incógnita que se pone acerca de la no-intervención francesa en la operación del 10 de julio de 1940 se despeja examinando de cerca esta fecha, cargada de significado político: el día anterior, el Presidente del Senado de la República Francesa, Jules Jeanneney, tras una intervención de Edouard Herriot invocando la veneración que imponía a todos el nombre del mariscal Pétain, certifica en público el agradecimiento de todos a éste por el don renovado de su persona; las dos Cámaras votan el principio de la reforma constitucional, y, reunidas el 10 de julio por la mañana en Asamblea Nacional, oyen un discurso de Pierre Laval condenando el régimen parlamentario y todo lo que fue y ya no puede seguir siendo. A las dos de la tarde se propuso la aprobación de un artículo único confiriendo todos los poderes a la autoridad y la firma del mariscal Pétain. La votación a favor del artículo fue de 569 contra 80 (27). La III República Francesa había dejado de existir.

Las autoridades españolas que, según el informe citado, pidieron a las alemanas su intervención para llevar a cabo los arrestos en Pyla-sur-Mer, acertaron magistralmente al escoger la fecha del 10 de julio: desde el 9 por la tarde hasta la misma hora del día siguiente, existió una virtual parálisis de los poderes públicos, que hacía poco probable cualquier gestión —en contra o a favor— de las Prefecturas francesas, tanto más a las cinco de la mañana. Aquel día fue proficuo. Cayeron en la misma redada en zona ocupada doce personas, entre las que figuraban —además de las mencionadas— los socialistas Teodomiro Menéndez, Francisco Cruz Salido y Julián Zugazagoitia. Los dos últimos fueron fusilados en España cuatro meses más tarde, el 9 de noviembre (28). Pero esto nunca lo supo Azaña.


El presidente de la República con su esposa y el matrimonio Rivas Cherif

III

Un viejo amigo de Francia

Lo que sí supo fue el contenido de otra carta de Pyla-sur-Mer, llegada a Montauban entre el 23 y el 26 de julio. Era del doctor Monod, quien había atendido a Azaña durante su gravedad en la primavera de ese mismo año. La carta daba detalles acerca de la incursión de la Gestapo (la policía militar alemana) y de los agentes españoles en la Villa L'Eden, y del estado de aislamiento en que habían quedado mujeres y niños. También —y esto Monod lo dice como una suposición no confirmada— que Cipriano de Rivas Cherif, Carlos Montilla y Miguel Salvador habían sido llevados a España. Al leer esto, Azaña se derrumba; abrazado a su mujer, llorando, exclama: ¡Bien saben lo que me han hecho! ¡Esto sí que no lo resisto! (29)

El estado de abatimiento en que cae es tanto más terrible (30) en cuanto viene a corroborar —al margen de los sentimientos de afecto y de amistad—una antigua obsesión suya: la de sentirse culpable de cualquier daño que sus actividades políticas pudieran acarrear a sus allegados. Es un temor manifestado en ocasión de su encarcelamiento en Barcelona, de octubre a diciembre de 1934, la experiencia más amarga de su carrera, cuando escribe, refiriéndose a su familia política, a la que estaba muy unido: Yo soy, en realidad, el que está en deuda con vosotros, sobre todo desde que he degenerado en personaje histórico (..). No he podido evadirme del miedo que me daba pensar que también os zarandearan y maltrataran a vosotros, por causa mía, y hubiera querido poneros donde no os llegase nadie (31). Y en las mismas circunstancias, alude personalmente a Rivas Cherif, diciéndole: He procurado siempre que a ti no te metieran en ninguna locura por causa mía, porque era lo que más me habría herido (32). La sensibilidad, afilada por la noción de la injusticia vivida en carne propia, pero que victi miza a otro substitutivamente, es uno de los mecanismos psico-emotivos observables en Azaña durante la guerra civil, y que ahora, con el cuerpo enervado por la enfermedad, se agudiza hasta el límite con' la hiperestesia. Esta propensión de Azaña añade verosimilitud caracterial a la razón pragmática que hemos visto detrás de su impulso de entregarse espontáneamente al enemigo, al enterarse de la negativa de Baudouin a ayudar: significaba, en cierto modo, apropiarse de la injusticia destinada a otros.

Laval a escena

Sin embargo, como siempre o casi siempre en los momentos de crisis de su intensa vida, la fuerza de su inteligencia vence a la de su naturaleza: reacciona, se sobrepone y reanuda sus gestiones. El 27 de julio le escribe una carta a Pierre Laval, Vicepresidente del Consejo (33). La escribe en francés, a mano, y se la entrega para que se la lleve personalmente al ministro de México en Vichy, al joven capitán Antonio Haro Oliva, quien había sido destinado por la Legación a Montauban para estar cerca de Azaña. El ministro de México, al recibirla el día 29, tiene la feliz idea de copiarla antes de transmitírsela a su destinatario, por lo que nos es dado conocer este texto sencillo, de sobriedad casi notarial o castrense, apegado a los hechos escuetos, referidos con aparente serenidad:

(..) Pero el 10 de julio, muy temprano, ciertas gentes venidas de España penetraron, con el apoyo de los alemanes, en la casa (...), fueron arrestados y llevados a Burdeos. La casa fue saqueada (...)

Terminada la crónica desnuda de los detalles del suceso, viene el juicio breve e incisivo, sostenido por un casi imperceptible reproche, alusivo a la cláusula del armisticio ya mencionada:

Se ha tomado esta medida con el desconocimiento de las autoridades francesas. No tiene justificación posible (..).

Después de dedicar dos terceras partes de la carta a esta preocupación y de rogarle su ayuda, pasa a hablar de sus sentimientos por Francia, de su resolución de no intervenir en política en su suelo, que considera un deber, pero que, además, era su inclinación natural, dado que:

La experiencia por la que acababa dé pasar no era como para animar mi vocación.

 De esta escéptica y sutil ironía se eleva, mencionando como de paso, que su permiso de residencia lo es sólo hasta marzo de 1942, a consideraciones más generales:

Mis intenciones iban mucho más lejos. Esperaba no marcharme de Francia nunca más. La misma guerra no ha cambiado mis intenciones. Está claro que uno conserva siempre el afecto por su patria, algo que nada puede reemplazar. Pero no pudiendo, en lo que me queda de vida, volver a España, es solamente en Francia donde, por razones muy superiores a la política, podría encontrar una segunda patria.

Después de recordar a Laval —como de paso— que también él, que ha sido Jefe de Gobierno y Jefe de Estado, abogando siempre por reforzar los lazos con Francia, afirma no querer destacar estos títulos, sino más bien otro, el de ser un viejo amigo de su país. Antes de la despedida final, enumera su labor de intelectual francófilo durante la Gran Guerra, y sus publicaciones:

(..) para ayudar a mis compatriotas a comprender mejor lo que el genio de Francia tiene de más duradero y universal.

El día 30 de julio, Laval recibe en audiencia al ministro de México, quien le entrega la carta manuscrita del ex Presidente de la República española. Laval la lee con despreocupación y se mesa el pelo. Sigue un diálogo breve, tenso y casi brutal —a juzgar por la trascripción hecha (34)—, cuya sustancia es que Laval se niega a hacer la más mínima gestión, ni por la familia Rivas Cherif, ni por Azaña, viejo amigo de su país.

Entre la llegada de la carta del doctor Monod y la fecha en que Azaña le escribe a Laval, es decir, entre el 23 y el 26 de julio, Azaña intenta hablar con el antiguo Presidente del Consejo francés, Herriot, quien se pone al teléfono pero interrumpe bruscamente la conversación, temeroso de la censura. Recurre entonces Azaña a la Embajada de los Estados Unidos mediante otra conversación telefónica, pidiendo un coche para trasladarse a Vichy. El secretario de la Embajada de lo niega, aduciendo falta de gasolina (35). El día 30, mismo de su entrevista con Laval, Rodríguez comunica a Azaña su desalentador resultado. El día 31, como ya se ha señalado, el Presidente Cárdenas instruye a su ministro en Vichy en el sentido pedido por la carta de Gómez-. Pallete del día 18, llegada pocos días antes a México (36). Cuando Rodríguez, el día 1 de agosto, trata de hablar por teléfono con Azaña, se entera, por su mujer, de que éste ya no puede acudir al aparato.


Pierre Laval, vicepresidente del Gobierno de Vichy

IV

La despedida del prefecto

Azaña había tenido un amago de ataque cerebral que, de momento, le afectó la capacidad de hablar claramente (37). Fue entonces cuando los doctores Cabello y Gómez-Pallete llamaron a consulta al doctor Paul Pouget de Montauban. Con un régimen más riguroso y mucho reposo, los médicos consiguen una notable mejoría, y Azaña, ejercitándose con lecturas en voz alta, logra recuperarse. Durante las cinco semanas siguientes, su estado de salud se mantiene relativamente estable. Recibe algunas visitas, entre ellas la de su antiguo amigo y traductor Jean Camp (38) y de nuevo la del ministro de México, quien intenta convencerle de que se traslade a Suiza; pero ya el 3 de agosto Azaña había manifestado dudas respecto a trasladarse a cualquier parte: Respecto del viaje de que le han hablado a usted sus representantes en Suiza, creo que debe hacerse lo necesario para obtener el permiso de entrada, a reserva de utilizarlo o no según convenga; mientras tanto, no hay para qué gestionar aquí el permiso de salida hasta que no se decida el si es mejor marcharse o quedarse (39).

Cuando Rodríguez vuelve a Montauban, Azaña le hace saber el fondo de su sentir acerca de un posible viaje al extranjero: considera que, permaneciendo en territorio francés, su calidad de rehén en ciernes puede servir para mitigar la suerte de Rivas Cherif en España y de la familia de Pyla-sur-Mer, lo cual perdería sus efectos en caso de trasladarse al extranjero. Este razonamiento está implícito en la nueva carta que le escribe el 24 de agosto relativa a un traslado a la región de Marsella, donde Azaña había encargado al general Juan Hernández Saravia que le buscase alojamiento. La dificultad estriba en obtener permiso para el traslado a esa región, sujeto a la condición de tener visado para salir de Francia: Las autoridades de aquí permiten ir a Marsella a quienes presentan un visado americano, pero, según me informan, a estas personas únicamente se les permite estar en Marsella bajo condición de salir de Francia. A nosotros esto no nos vendrá bien mientras la mitad de mi familia continúe detenida en Pyla-sur-Mer y no puedan reunirse conmigo (40).

Un nuevo telegrama de Cárdenas, del 28 de agosto, alarmado por noticias llegadas a México, y publicadas por los periódicos, acerca de que Azaña ha sido arrestado para llevarlo a España, le pide confirmación y motiva la respuesta del ministro Rodríguez del 2 de septiembre: Ex Presidente Azaña protegido esta Legación desde principios junio (error: julio) virtud autorización obtuve mariscal Pétain viviera sin molestias lugar indicara zona libre stop acaba informarme teléfono no desea ir Suiza prefiriendo radicarse en Marsella adonde llevárselo cuando sus enfermedades permítanselo. Por razones que ignoramos, Rodríguez no transmite a su gobierno la condición que pone Azaña para ir a Marsella, vgr., que su familia de Pyla-sur-Mer quede libre para reunirse con él allí.

Confinados en Montauban

Acepta Azaña emprender el viaje a Vichy; su mujer se lo comunica por teléfono al propio ministro Mientras se cruzan cartas, telegramas, conversaciones telefónicas entre México, Vichy y Montauban, aparece en esta ciudad, hacia el 21ó 22 de' agosto, el señor Urraca, funcionario de la Embajada de España en París, acompañado por unos falangistas. Da la noticia el capitán Antonio Haro Oliva, destacado por la Legación de México a Montauban desde el 23 de julio, pero el rumor llega también por otros caminos al número 35 de la rue Michelet. Coincide esta noticia con el planteamiento de un nuevo problema: la hermana del doctor Cave, dueño de la casa, apremia a sus ocupantes a desalojarla (41). Esto último sirve de argumento a Dolores de Rivas Cherif para convencer a su marido de la conveniencia de trasladarse a Vichy, aceptando finalmente la invitación del general Cárdenas, sin necesidad de decirle toda la verdad: el peligro evidente que la presencia señalada en esa pequeña ciudad de españoles franquistas con representación diplomática supone, peligro acrecentado por el fácil acceso desde la calle al interior de la casa.
Rodríguez, y éste conviene en venir a buscar al matrimonio a Montauban el día 15, haciéndose acompañar por el señor Castro Valle, funcionario de la Legación (42), para transportarlos en su coche hasta el Hotel des Lilas, de Vichy, donde México tiene su sede diplomática. Azaña, siempre atento a las reglas de urbanidad, y más quizás en el país de la politesse, le pide a su mujer, la víspera del día concordado con el ministro de México para hacer el viaje, que vaya a despedirse en su nombre del prefecto, quien en varias ocasiones había demostrado deferencias y practicado atenciones hacia su persona. La más significativa había sido la invención por su parte de una misión oficial a realizarse en Pylasur-Mer, cuya verdadera finalidad era recabar noticias de las personas de la familia allí detenidas.
Acompañada del fiel Felipe Gómez-Pallete, llega a la prefectura la señora de Azaña. Recibida por el prefecto, al anunciarle el motivo de su visita, éste le comunica una noticia inesperada: El señor Azaña no puede salir de Montauban sin una autorización del Gobierno con sede en Vichy. Una vez de regreso en la rue Michelet, 35, intenta, convencer a Azaña. —temerosa de la impresión que pueda hacerle la advertencia del prefecto— de que, sin duda, el ministro de México llegará con la autorización al día siguiente. Pero Azaña no se llama a engaño. Me contestó en seguida —cuenta la señora de Azañaque no me hiciera ilusiones porque la realidad era otra: Confinados en Montauban, como ya había podido darse cuenta, no podría salir de allí por muchas gestiones que hiciésemos (43).

V

Confinados y vigilados

El 15 de septiembre, con muchas horas de retraso sobre la convenida, llega a Montauban el ministro de México, señor Luis I. Rodríguez; enterado de lo que sucede, intenta encontrar una solución con el prefecto, sin lograrlo. Sobre este punto, el testimonio escrito de Rodríguez y el de la señora de Azaña difieren sustancialmente, pues según el primero su plan era el de haberse llevado a Azaña sin autorización, para tramitarla en Vichy una vez allí, justificando esta trasgresión en la urgencia dictada por la gravedad del ex Presidente; pero el mismo Rodríguez se contradice en su texto cuando cita una carta de Azaña en la que éste no acepta salir de Montauban sin permiso especial, pues dice, me temo que este acto significaría por mi parte una infracción de las normas administrativas vigentes, la cual infracción podría ocasionar algún correctivo (44).

Ante la situación creada, Rodríguez decide volverse a Vichy, pero previamente toma la decisión de dejar instalados en el Hotel du Midi, en habitaciones a nombre de la Legación de México, y bajo la protección oficial de su Gobierno, a Azaña y a su mujer, al doctor Gómez Pallete y a Antonio Lot. Eh habitaciones cercanas a la de Azaña se alojan también, en perpetua vigilancia, el secretario de la Legación, Ernesto Arnaud, y el capitán Haro Oliva con su esposa (45).

Mientras el ministro viaja hacia Vichy, la tarde del 16 de septiembre, estando reposando Azaña en su cama y su mujer velándole, sufre un ataque cerebral de tal gravedad que los médicos desesperan de salvarle. Avisado el ministro, vuelve inmediatamente a Montauban. Pero Azaña no muere. El día 19 (46), Rodríguez emprende nuevo viaje a Vichy, con el objeto de hablar urgentemente con el ministro Baudouin. Coincidiendo con los dos viajes de Rodríguez, los días 15 y 16, un informante de la Legación señala que han llegado a Montauban, y se han ido, el malhadado Urraca y sus secuaces (47).

Entre el 24 y el 30 de septiembre, el señor Rodríguez se entrevista en el Ministerio de Asuntos Exteriores con los señores Bressy, De Seguin y, de nuevo, con Paul Baudouin. La negativa a permitir la salida de Azaña de Montauban es terminante. El ministro de México recurre entonces a los buenos oficios del Nuncio Apostólico, monseñor Valed, y del ministro de Chile, Gabriel González Videla. El primero se entrevista con el Jefe del Estado, mariscal Pétain, y el segundo con Pierre Laval (48). El resultado es nulo. El confinamiento de Azaña es, por lo tanto, una realidad.

Igual consistencia parece ir cobrando la vigilancia por parte de ciertos elementos perpetuamente instalados en las cercanías del Hotel du Midi; cuyos propietarios, los señores Fusié —deferentísimos en todo, desde el primer momento de la instalación de Azaña y su mujer en él—, señalan discretamente su presencia al capitán Haro Oliva (49). En los medios del Gobierno francés, en sus entrevistas con los altos funcionarios mencionados, el ministro de México recoge la versión de que la Embajada de España se opone a cualquier traslado de Azaña. Sin documentación fehaciente para comprobar este dato en lo que respecta al caso de Azaña, sí tenemos la suficiente para documentar en este sentido la situación, paralela a la del ex Presidente, que viven la mujer de Rivas Cherif y su hermana Adelaida en Pyla-surMer, mientras se va desarrollando la tragedia de Montauban.


El presidente Cárdenas, rodeado de un grupo de exiliados españoles recién llegados a México. Cárdenas trató de proteger a Manuel Azaña en su precaria situación.



El armisticio, violado

La vigilancia a la que están sometidas por parte de las autorités espagnoles, como dice el informe mencionado (5), es continua y efectiva. Al cabo de medio siglo, nos lo cuentan ellas mismas. El cónsul de España en Burdeos, don Enrique Beltrán Manrique, le escribe al Ilustrísimo señor don Mario Piniés, ministro consejero de la Embajada en París, en su carta confidencial del 12 de septiembre de 1940, a propósito de la Villa L'Eden: Visto que la casa pertenece a la hermana de Rivas Cherif, y visto que esta señorita propietaria la habita y siguiendo tus consejos (Sic), hemos decidido a fin de no levantar más polvo que se vigile la casa, siendo advertida su dueña de que nada de lo que hay dentro puede sacarse (51).

A estas alturas del juego, las autorités espagnoles ya no necesitan recurrir a las autoridades alemanas de ocupación, pues tienen la plena colaboración de las francesas, como nos dice el señor Manrique en el segundo párrafo de su carta: Me prometió el prefecto que tan pronto lleguen los señores Bueno y Macarrón solicitaremos (sic) el hacer pesquisas en dicha casa y él nos la acordará. Por lo tanto, está resuelto el problema. Así que cuando dichos señores tengan que volver a España, que se detengan un día y haremos lo necesario.

El 16 de septiembre (el mismo día que en Montauban sufre su grave ataque cerebral Azaña y que se señala allí la marcha de Urraca y sus secuaces), el comisario especial, jefe de servicio, siguiendo instrucciones del día 8 recibidas del prefecto de La Gironde (el que tan solícito se muestra con el señor Manrique, según su carta), se presenta en L'Eden para renovar personalmente a las señoras Carmen Ibáñez de Rivas Cherif y a su cuñada Adelaida la prohibición de salir de su residencia, notificándoles que están bajo la vigilancia de la policía. El procés verbal, cuya copia existe, fue firmado por las interesadas (52).

La renovación de la prohibición de salir se había hecho necesaria en vista de que el 14 de agosto las autoridades alemanas habían comunicado a estas señoras que quedaban en libertad (53). Azaña no andaba errado cuando le escribió a Laval, en su carta del 27 de julio, que creía haber comprendido que según las cláusulas del armisticio el reglamento policíaco en la zona ocupada sería hecho por las autoridades francesas (54). El armisticio, pues, al menos en este punto, había sufrido violación por parte de los alemanes, pero a favor de las detenidas. Lo que Azaña no podía suponer era que las autoridades francesas adaptarían la aplicación de sus prácticas policiales relativas al caso específico de su persona y de su familia, en un sentido exactamente opuesto al derecho de asilo —legalmente concedido—, es decir, conformándolas a los deseos explícitos de la Embajada y del Consulado de España.

VI

El sigilo de Pétain

El texto del telegrama del 2 de septiembre del ministro de México a su Gobierno repetía en lo esencial el resultado de su entrevista con el Jefe del Estado francés el 20 de julio (ver Cap. II), y certificaba la seguridad en que se hallaba el ministro de que Azaña podría escoger libremente el lugar donde vivir en zona libre. Que Azaña no compartía tal seguridad es evidente por su negativa a trasladarse a Vichy sin el permiso oficial requerido. Para el ministro de México significaba sólo saltarse un trámite de fácil arreglo ante el fait accompli; para Azaña, podía tener consecuencias más graves. La actitud del primero reflejaba su confianza en la palabra de Pétain; la del segundo obedecía a su permanente obsesión legalista, pero, obviamente, no las tenía todas consigo en cuanto al valor efectivo atribuible a las pala bras del mariscal, ya que la actitud de las altas jerarquías, desde Laval y Baudouin hasta sus subalternos, no parecía corresponder en absoluto al resultado de la entrevista del 20 de julio.

Si por un lado es probable que las dudas de Azaña se reforzasen con ciertos recuerdos de su experiencia de gobernante, paradigmáticos de la distancia que puede haber entre teoría y práctica del poder, por otro lado, entre las dos actitudes del ministro y del ex Presidente mediaba otro importante elemento: Azaña nunca se enteró del peligro efectivo en que estaba, aunque nunca sabremos hasta qué punto pudo haberlo sospechado, ya que, en aras de la tranquilidad de su mujer, manifestaba una preocupación por ella que le hacía, con asombro de todos, sobreponerse a su desgracia, con una entereza de ánimo tremenda (55). El ministro de México, en cambio —y sus ayudantes en Montauban, Haro Oliva y Arnaud—, conocían desde fines de agosto, por lo menos, las llegadas y partidas de agentes españoles con propósitos que no era difícil adivinar. Era obvio que la sede de la Legación de México en Vichy ofrecía mayores seguridades contra una posible acción de fuerza que la casa de la rue Michelet, 35.

Busca y captura

La negativa del prefecto de Montauban —quien se había mostrado hasta ese momento muy deferente hacia Azaña— a dejarle salir de la ciudad, oficializaba el confinamiento desde un nivel mucho más alto que el de la Prefectura. Revelaba claramente que entre el último contacto del ministro de México con las autoridades de Vichy (fines de agosto) y el 15 de septiembre se había producido un cambio de actitud de las autoridades francesas. El paralelismo entre la situación de Azaña en Montauban y la de la familia de Rivas Cherif en Pyla-sur-Mer coincidía tanto en lo que se refiere a los confinamientos como en las fechas. Los documentos del Consulado español de Burdeos y de la Prefectura de La Gironde son claros al respecto.

No poseemos los equivalentes para explicar la situación de Azaña, péro el oficio del 10 de agosto dirigido al Director de Seguridad de Madrid por el Secretario General de la misma establece, sin lugar a dudas, el origen de la operación policíaca del 10 de julio en Pyla-sur-Mer: ... cumpliendo órdenes de VE, acompañado por personas de esta Dirección General de Seguridad, se ha llevado a cabo la detención de los elementos rojos reseñados al respaldo... (56) Lo que no dice el oficio es que entre esos nombres no está el de Manuel Azaña, que era contra quien iba dirigida principalmente la operación, pues el 10 de julio de 1940 la Embajada española estaba segura de encontrar a Manuel Azaña en la Villa L'Eden, por los datos aportados por un testigo de excepción (ver Cap. IX). La primera noticia de que está en Montauban la recaban durante el interrogatorio al que sometieron a la familia Rivas Cherif en el mismo momento del allanamiento de la casa.


Cipriano Rivas Cherif, cuñado de Azaña y padre del autor de esta investigación. 


Lluis Companys, ambos fueron sacados de Francia y se encontraron en la DGS de Madrid

Desde mediados de agosto, como resultado dedo anterior, la atención dada al caso Azaña se bifurca en dos canales: uno, oficial, a través de Vichy, y otro, extraoficial, mediante el envío de agentes a Montauban. Sabemos que es el 21 ó 22 de agosto cuando se detecta la llegada del primero; en coincidencia con esto, corre el rumor, recogido por las agencias de noticias, de que Azaña ha sido arrestado. El telegrama de Cárdenas a su ministro en Vichy llama la atención sobre un punto clave: Noticias proceden París. Las tres palabras querían decir sencillamente la Embajada de España, que, contrariamente a la mayoría de las embajadas extranjeras después del armisticio, había mantenido su sede principal en la antigua capital, ahora ocupada por los alemanes, y no la había trasladado a Vichy. La noticia era falsa, pero la fecha —28 de agosto— corresponde al inicio de todos los movimientos observados, oficiales o no, tanto en Montauban como en Pyla-sur-Mer, que se transparentan en los documentos vistos, como es la correspondencia entre el cónsul de España en Burdeos y el ministro consejero de la Embajada en París, que es quien le guía en sus acciones, pues le da cuenta de lo que ha hecho siguiendo tus consejos (ver Cap. V). También es durante la segunda mitad de agosto cuando se intensifica en el territorio francés ocupado la búsqueda y captura de refugiados españoles que no cayeron en la redada del 10 de julio. El oficio ya citado del 10 de agosto del Secretario General al Director General de Seguridad de Madrid decía en su segundo párrafo: Igualmente, tomé medidas en territorio ocupado por las Tropas Alemanas, de acuerdo con la Policía de dicho país (sic), que permitirán en breve la detención del cabecilla catalanista Luis Companys y su conducción a territorio español. De hecho, unos días después, Rivas Cherif se encuentra en los pasillos entre calabozos de la Dirección General de Seguridad a Luis Companys, con quien logra hablar un momento (57). De los elementos rojos más importantes, no falta más que Azaña.

Comprobado por Rodríguez durante la semana del 23 al 30 de septiembre que el confinamiento de Azaña en Montauban es un hecho irreversible, y ante la noticia de que Rivas Cherif y sus compañeros han de comparecer ante un Consejo de Guerra, apremiado por su Gobierno, solicita y obtiene audiencia el 11 de octubre con Paul Baudouin, al que hace ver el peligro de muerte que corren los detenidos de Madrid. Baudouin le. dice claramente que nada puede hacer en favor de los presos. En cuanto a la suerte del ex Presidente, le dice a Rodríguez, en tono confidencial, que el Gobierno no permitirá su extradición (56).

Es la segunda vez desde el 20 de julio que el ministro de México oye de fuentes oficiales esta palabra. Recordemos que la primera fue de labios del Jefe del Estado, quien afirmó que se ocuparía de Azaña con gran sigilo, e hizo hincapié en la discreción necesaria para llevar a cabo su protección, que no se limitaba a evitar la extradición, sino que se extendía a la libertad de movimiento en la zona libre o para salir de ella. Pero hemos visto que del sigilo del vencedor de Verdún derivó una situación diametralmente opuesta a la que sus benévolos propósitos daban a entender. Tanta fue la discreción que los animó, que sus ministros y prefectos nunca se enteraron de ellos, o fingieron no enterarse, salvo en la promesa de no conceder la extradición. Lo que no sabemos, por falta de documentación francesa y española disponibles, es la causa que motiva las dos alusiones a la extradición, a distancia de dos meses y medio la una de la otra, y se impone la pregunta: ¿Había pedido el Gobierno español oficialmente la susodicha extradición? Todo parece indicar que el Gobierno francés había recibido una petición en ese sentido o que sabía que el Gobierno español estaba ejerciendo fuertes presiones para obtenerla.

VII

Extradición, no; confinamiento, sí (Razones de una ambigüedad)

La extrema gravedad de Azaña, que siguió al ataque cerebral del 16 de septiembre, motivó el que la familia de Pyla-sur-Mer intentase obtener un permiso de ida y vuelta a Montauban, con carácter urgente, ya que se temía un desenlace fatal de gin momento a otro. La petición de permiso que en su nombre hace el cónsul de México en Burdeos, señor Torres Vivanco, el.9 de octubre, enuncia claramente la razón: afin d'assister á sa mort —para estar presentes en su fallecimiento—. El documento, en forma de recomendación a las autoridades alemanas, no tuvo resultado alguno, sin que sepamos los detalles de su tramitación (59). Sabemos, por otra parte, que la extrema gravedad del ex Presidente persiste por lo menos hasta el 23 de septiembre, a juzgar por los numerosos telegramas que el Presidente Cárdenas hace llegar a la Legación de México ofreciendo toda clase de ayuda y apoyo (60). Sin embargo, pasados estos días, el estado de Azaña comienza a mejorar, como lo atestiguan las palabras de su mujer:

Contra lo que, incluso los médicos creían, el enfermo empezó a reaccionar, pero según pasaban los días, me daba más cuenta de que la mejoría no era la de tantas otras veces pasadas... Empezó a poder andar ayudándose con un bastón, por su poca seguridad para sostenerse; la parálisis facial le desapareció mucho, pero hablaba con gran dificultad, y más que nada me hacía verle acabado ya el que no razonara, aumentada esta impresión además por la expresión tan distinta a la que él tenía. Volvió después de estos primeros días a pasar tantos ratos discurriendo normalmente, que en ellos olvidaba yo su padecimiento, llegándome a hacer la ilusión de que desapareciera y volviera su imaginación a su estado normal (61).

Para esa época —primera quincena de octubre— se añade al grupo de amigos de Montauban el general Juan Hernández Saravia, fidelísimo de Azaña como jefe del Gabinete del Ministerio de la Guerra, y gran colaborador suyo en épocas posteriores. Los días del enfermo transcurren en una obsesión casi continua por los detenidos de Pyla-sur-Mer y los incomunicados en calabozos de la Dirección General de Seguridad de Madrid. A pesar del ataque cerebral, con los devastadores efectos que cuenta su mujer, Azaña no ceja en su búsqueda de medios o personas que puedan ayudar, sin obtener resultado alguno. Los médicos Gómez-Pallete y Pouget le visitan varias veces al día, y le proporcionan todos los cuidados necesarios. Francisco Galicia, el escultor refugiado en Montauban, figura entre los visitantes —Josefina Carabias recogerá el recuerdo que tenía Galicia de sus conversaciones con Azaña en su libro Los que le llamábamos don Manuel (62)—, y alguna vez recibe Azaña a otros menos asiduos, como la hija de don Rafael Altamira, esposa del doctor Acosta. Con ésta viene un día una monja, la hermana Ignace, que hacía poco tiempo le había pedido a la señora de Azaña que interviniera ante la Legación de México para ayudar a unas familias judías. Accedió a verla un momento para hacerle el encargo de buscar al padre San Sebastián Donostia, antiguo conocido de Azaña y de Rivas Cherif por sus afinidades musicales. Creía Azaña que en su calidad de eclesiástico podría intervenir ante las autoridades españolas a favor de los presos en Madrid. Pero la monja tampoco tuvo éxito (63).

Mientras tanto, el ministro de México intenta obtener de las autoridades suizas representadas en Vichy que se permita la entrada de Azaña en territorio helvético. Se le niega en aras de la neutralidad de su país (64).

El 15 de octubre, el doctor Gómez-Pallete es hallado muerto en su habitación. A la señora de Azaña los amigos la hacen creer de momento que está grave con un ataque de apendicitis en el hospital. Lo mismo le cuentan a Azaña, que nunca sabrá la verdad: su médico se había suicidado.

Una frágil inmunidad

El doctor Pouget considera que un clima más benigno que el de Montauban podría ayudar a mejorar al paciente: Si no curarse de cuanto tenía —escribe la mujer de Azaña—, sí guardaba la esperanza el doctor Pouget de que, con clima más templado y, sobre todo, en un ambiente más agradable, donde pudiera tener algo más que aquel pasillo triste de hotel, su estado nervioso había de calmarse. Pero el certificado médico que Rodríguez presenta a las autoridades de Vichy, con idea de hacerle venir a esa ciudad y luego trasladarle a Aixen-Provence, no logra su propósito: Azaña ha de seguir confinado en Montauban (65).

La persistente negativa del Gobierno de Vichy, incluso en las circunstancias de extrema gravedad en que se halla el ex Presidente, plantea otra incógnita en cuanto a su verdadera motivación. La incógnita se hace todavía más grande si se da el peso que merecen a las palabras que Baudouin le dijo al ministro de México el 11 de octubre en tono de confidencia respecto a no conceder la extradición, e incluso al hecho de que la Prefectura de Montauban había recibido órdenes de proteger a Azaña. Baudouin añadió —según el testimonio de Rodríguez— que el mariscal Pétain había designado a personas de su entera confianza para mayor seguridad del ex Presidente.

Lo incongruente de esta situación no puede entenderse sin hacer un razonamiento a la inversa: la firmeza en no conceder la extradición está en relación directa con la firmeza en no levantar el confinamiento. La primera se mantiene frente al escándalo que, dada la notoriedad de Azaña, su entrega oficial al Gobierno español podría provocar entre los países todavía amigos del Gobierno de Vichy (66), y el descrédito en que éste caería; la segunda se mantiene a petición de quien está presionando por la concesión de la extradición, como compensación a no otorgarla, y como consecuencia de un deseo expreso y firmemente manifestado ante las autoridades francesas, por alguien que está interesado, en vista de que no hay extradición posible, en mantener a Azaña en Montauban por sus condiciones geográficas, combinadas con la precaria instalación del ex Presidente en el Hotel du Midi.

A sólo unos 100 kilómetros de la línea de demarcación entre la zona libre y la ocupada, una acción de fuerza podía ser realizada rápidamente. Además, se hacía el cálculo de que una violación de la no muy bien definida inmunidad diplomática trasladada a un cuarto de hotel no podría acarrear por parte de un país tan lejano como México más que una reacción incapaz de cambiar los hechos una vez consumados, especialmente porque México no mantenía relaciones con el Gobierno de España.

El mariscal Pétain, presidente del régimen de Vichy, poco hizo por Manuel Azaña.

Ahora bien, las palabras de Baudouin acerca de la protección que la Prefectura de Montauban tenía instrucciones de proporcionar, y la del propio mariscal Pétain encarnada en personas de su confianza, indican que sabían que esta protección era necesaria; es decir, que tenían sospechas fundadas de que alguien iba a intentar un secuestro. ¿Por qué entonces no permitir el traslado a Vichy de Azaña, donde las condiciones de seguridad hacían impensable una acción semejante? ¿Duplicidad de Pétain? ¿Sinceridad de éste y duplicidad del blando y empalagoso Baudouin —como le llamó Churchill—? (67) ¿Deseos de cubrir apariencias de los dos, que hubieran tenido una coartada lista para, en caso de producirse un secuestro, demostrar que habían hecho lo posible para evitarlo? No podemos excluir tampoco la sinceridad posible de Pétain el 20 de julio, olvidada luego por efecto de su avanzada edad. Según Laval, Pétain concedía siempre lo que se le pedía, y lo olvidaba inmediatamente después (68). Su conocido desprecio por los republicanos españoles en Francia no avala la suposición de una actitud favorable basada en sentimientos personales. La falta de documentación probante en cualquiera de estos sentidos no permite dar una respuesta concreta a los interrogantes enunciados. De lo que no cabe duda es de que, a finales de octubre, cuatro días antes de expirar Azaña, se produce un movimiento inusitado en Montauban.

VIII

El sigilo de la Embajada

Los últimos días de vida del ex Presidente de la República española constituyen el final del libro de Cipriano de Rivas Cherif, Retrato de un desconocido. Es un final no escrito por él, sino por su hermana, la mujer de Azaña, quien fue el único testigo, presente ininterrumpidamente, de todo lo que sucedía entre las cuatro paredes del Hotel du Midi donde su marido agonizaba. En este final se cuenta lo que sucedió en el interior de la habitación. Lo que sucedía en el exterior, que es lo que nos interesa para elucidar los últimos epiSodios del confinamiento de Azaña en Montauban, proviene de otras fuentes, de testimonios orales probablemente bastante exactos en su origen, pero, a lo largo de medio siglo, disueltos entre fantasía, especulación y, por la gran debilidad humana del protagonismo, convertidos en relatos escritos que dicen más acerca de sus autores que del tema sobre el que escriben.

De todos estos testimonios escritos que se refieren a sucesos relacionados con la figura de Azaña existe uno que llama poderosamente la atención. Fue publicado en enero de 1981 por el periodista Isabelo Herreros, y contiene, en forma de entrevista, la información proporcionada por el señor J. G. de Valdés, antiguo republicano español que vivió en Montauban desde el final de la guerra civil (69). Lo que llama la atención de las declaraciones del señor Valdés al señor Herreros es su mezcla de inexactitudes —muy explicables al cabo de 40 años— en todo lo que se refiere al movimiento de personas dentro del Hotel du Midi, con la asombrosa precisión con que cuenta lo que sucedía en el exterior. Se tiene la impresión de que para todo lo que sucedía en el interior depende exclusivamente de datos proporcionados por terceros, a su vez poco confiables, sobre un fondo confusamente real, difuminado, a lo largo de cuatro décadas, en esa pizarra, falsa gemela de la memoria, y pariente espúrea de la historia, que llamamos leyenda.

En cambio, toda —o casi toda— la información que proporciona acerca de lo que sucedía en el exterior parece seguir una pauta precisa, linear; nombres y apellidos de personas, movimientos de éstas y de vehículos, horas exactas de citas y reuniones, como si todos estos datos estuvieran sacados de un cuaderno de bitácora que hubiese registrado una navegación en la oscuridad de la noche, siguiendo la precisión de los instrumentos de a bordo. La atmósfera en que se realiza esta navegación es la del sigilo. Precisamente éste es el elemento que comuna lo dicho por Valdés con los datos basados en los documentos de que disponemos, procedentes de la Embajada de España en París. Algunos ya han sido mencionados en el capítulo V y prueban el paralelo existente entre la situación de Azaña en Montauban con la de sus familiares en Pyla-sur-Mer. El elemento que interesa destacar ahora es el del sigilo.

En la citada carta del 12 de septiembre de 1940 del cónsul de España en Burdeos, dirigida a su Querido tío Mario, que es el Ilmo. Sr. Mario de Piniés, Ministro Consejero de la Embajada de España en París, después de comunicarle sus exitosas gestiones ante la Prefectura para reforzar el confinamiento y la vigilancia de la mujer y de la hermana de Rivas Cherif en Pyla-sur-Mer, añade un párrafo que dice: Esta carta no puede (sic) y no debo enviártela por correo y sólo espero que alguien de confianza vaya a ésa para entregártela personalmente, pues todo ello tiene carácter confidencial como ves.

Destaco las palabras no debo enviártela por correo, alguien de confianza, carácter confidencial. Este sigilo obsesivo aparece en otra carta del señor Beltrán Manrique a su tío, de carácter muy reservado, cuando —veinte días después de la muerte de Azañale da cuenta de la nueva operación de registro que hace en la Villa L'Eden de Pyla-sur-Mer ante una sugerencia de quien tú podrás sospechar,.y termina:

Eso es todo y quedas enterado; de esto daré cuenta a quien me sugirió la idea, que como verás quedó inmediatamente cumplida (70).

Los subrayados son míos, y son más elocuentes que toda explicación; ni siquiera entre parientes, funcionarios de la misma Embajada, que se escriben cartas entregadas a mano por personas de confianza, se rompe el sigilo acerca del nombre de quienes sugieren la operación. Es alguien cuyo secreto se protege incluso de los que le rodean físicamente en el lugar donde se encuentra, puesto que no se utiliza el correo oficial normal entre el Consulado de España en Burdeos y la Embajada en París.

El mismo sigilo envuelve la llegada de un coche a Montauban a las cinco de la mañana del 31 de octubre. Según el testimonio del señor Valdés, en el coche sin distintivos diplomáticos, viaja el embajador de España con su chófer personal y un policía de la Embajada. El embajador se aloja en casa de un abogado francés, antiguo afiliado a la Cagoule, movimiento clandestino de extrema derecha, fundado en 1936. Por la tarde, en su domicilio, se efectúa una reunión entre el embajador, un farmacéutico local, el jefe de un grupo de falangistas venidos a Montauban y el jefe del Grupo de la Gestapo francesa. El testimonio del señor Valdés da nombres y apellidos de todos ellos, menos del policía de la Embajada. Por los documentos del ministro de México sabemos que un señor Urraca había sido visto en Montauban a fines de agosto, y que en su libro de datos, de fecha 15 de septiembre, anota: Casi coincidí en llegar con el malhadado Urraca y sus secuaces, quienes fueron sorprendidos al descender del tren por algunos refugiados españoles (71).

¿A México?

La confrontación de los dos testimonios pone en claro que el ministro de México está hablando de la llegada de agentes de la policía española a mediados de septiembre; el testimonio del señor Valdés, antes de referirse a las personas reunidas el 31 de octubre, menciona que a finales del mes de septiembre se supo por un aviso estrictamente confidencial que se habían alojado en el Hotel du Midi tres sujetos, al parecer policías, de apellido francés, y dos policías españoles. Suponiendo una confusión de fechas en la memoria del señor Valdés, y que los dos testimonios se refieran al mismo hecho, existe el del coronel Antonio Haro Oliva (entonces capitán) (72), quien recuerda haber impedido personalmente la entrada al área donde estaba la habitación de Azaña a dos individuos identificados como agentes españoles.

Sin embargo, en la opinión de Haro Oliva, no era posible que la presencia de cinco agentes o policías en el Hotel du Midi no hubiera sido detectada por las personas que materialmente rodeaban la habitación de Azaña. Los hechos, como se ve, no están precisados, pero los tres testimonios concuerdan en la llegada a Montauban, en septiembre, de individuos señalados como pertenecientes a la policía española o francesa, o a ambas. Está claro también que de mediados de septiembre al 31 de octubre pasan seis semanas, plazo excesivamente largo para una acción de fuerza que es lógico Suponer tenía que hacerse en breve tiempo.

Sólo en el terreno de la hipótesis podemos situar el desarrollo posible de la planeada operación de secuestro. Habría que dividirla en dos etapas: la primera, de fines de agosto a mediados de septiembre (día 15, según el libro de datos del ministro de México), y la segunda, a fines de octubre, en la fecha que da el señor Valdés.

La primera etapa se habría iniciado al concebirse la idea del secuestro en vista de que las autoridades francesas se muestran inamovibles en cuanto a la concesión de la extradición de Azaña a España. El mandante de la operación destaca al señor Urraca el 21 de agosto para que vea sobre el terreno la topografía con la que hay que contar para realizar los movimientos necesarios; se cerciora. de que, en efecto, la casa situada en, el número 35 de la rue Michelet, de Montauban, es de fácil acceso desde la calle. El señor Urraca vuelve a París e informa. Con la lentitud característica del aparato estatal de todos los gobiernos y regímenes, tardan más de dos semanas en perfeccionar los planes para realizar la operación. Pero de repente, tienen que acelerarlos: una serie de indicios parece indicar que es inminente un traslado de Azaña a Vichy.

Se enteran de esta noticia a través de la censura, que les habrá comunicado el contenido de un telegrama del Presidente Cárdenas a su ministro, fechado el 13 de septiembre, en que le urge saque a Azaña de Francia rumbo México de preferencia vía Lisboa-Estados Unidos, bordo Clipper, o por la misma censura aplicada al teléfono entre la Legación de México y la casa de rue Michelet, 35, desde donde hablaba la señora de Azaña para ultimar los detalles del viaje a Vichy, finalmente concordado con el ministro. Ahora bien, los mandantes saben que las autoridades francesas no dejarán salir a Azaña de Montauban, aunque quizá también saben que el ministro de México está dispuesto a llevarse a Azaña sin el permiso legal, valiéndose de sus prerrogativas diplomáticas (73).

En la duda, se precipitan hacia Montauban. Al llegar, se encuentran con una situación imprevista: el señor Azaña ha sido alojado en el Hotel du Midi bajo la protección diplomática del Gobierno de México, y las habitaciones contiguas y fronterizas a la suya están ocupadas por un militar y funcionarios de la Legación, y el doctor Gómez-Pallete. Pero, además, el señor Azaña está a punto de escaparse por una puerta insospechada: la de la muerte. La operación queda suspendida.

José Felix de Lequerica, embajador en Francia, tramó el secuestro de Azaña, pero la muerte se le adelantó

Es verosímil pensar —si queremos dar crédito a la fecha de fines de septiembre que da el señor Valdés para la llegada de nuevos elementos policíacos franceses y españoles— que quizá se planeó una segunda intentona a partir de primeros de octubre, al conocerse la inesperada mejoría de Azaña. Pero no teniendo más elementos documentales a disposición, nuestra atención se concentra en un acontecimiento anunciado para principios de noviembre: la visita oficial a Montauban del Jefe del Estado, mariscal Henri Philippe Pétain.

IX

El plan de la barbarie y del crimen

Durante la segunda mitad de octubre se hace evidente para los observadores atentos que el estado de salud del ex Presidente, aunque muy deteriorado desde el ataque cerebral del día 16 de septiembre, permite pensar en la posibilidad de intentar de nuevo un traslado, puesto que el ministro de México lo vuelve a solicitar oficialmente, presentando un certificado médico del doctor Pouget (Capítulo VII); se sabe también que el ilustre enfermo ha vuelto a caminar por el Pasillo del hotel, aunque apoyado en un bastón o en el brazo de su mujer; sus condiciones le permiten leer, como se deduce por la anécdota de que estaba con el periódico entre las manos cuando se lo arrancaron para que no viese la noticia de la condena a muerte de Cipriano de Rivas Cherif y sus cuatro compañeros. Y se viene a saber que el 31 de octubre llegarán a Montauban 1.200 policías para garantizar la seguridad del mariscal Pétain durante su visita, a principios de noviembre (74).

En esta coyuntura vuelve a adquirir verosimilitud el testimonio del señor Valdés en cuanto a fechas y circunstancias. Nos cuenta que por la tarde del 31 de octubre, ya indicado como fecha de la reunión del embajador de España con sus amigos los agentes franceses y españoles, en casa de su anfitrión, el antiguo cagoulard, en Montauban, se concretan los últimos detalles de la acción programada para el día siguiente, viernes 1 de noviembre: seis u ocho hombres, vestidos con uniformes de la policía francesa, penetrarán en el hotel, sacarán a Azaña de su cama, lo meterán en una ambulancia, y ésta saldrá inmediatamente rumbo a Hendaya.

El testimonio del señor Valdés publicado por Isabelo Herreros no da más detalles. Llama la atención la exquisita consideración de proporcionar una ambulancia y el despliegue numérico de hombres. ¿Contaban los planeadores con la resistencia física de quienes rodeaban a Azaña? Con todo, la complejidad de la operación hace pensar en la necesidad de disponer de cómplices en el interior del hotel. Entre otros, para la apertura de la cerradura del cuarto de Azaña, que en esos últimos días de octubre se había tomado la precaución de mantener con la llave echada ininterrumpidamente (75). Estos detalles habrán de permanecer en el terreno de la conjetura a menos que se logre alguna vez prueba documental de los mismos. Esto último parece improbable. La presencia física del embajador de España en el lugar parecería indicar que el sigilo era tan extremado que él mismo no había querido confiarle a nadie la ejecución de esta operación, y cabe pensar en que le interesaba que no quedasen trazas escritas del suceso. También es lícito suponer que, por lo menos oficialmente, el Gobierno español en Madrid no estaba enterado del plan, cuyo efecto . sorpresivo, una vez cumplido con éxito, aparecería como una acción altamente meritoria. Pero pasó la noche del 31 de octubre, transcurrió todo el día 1 de noviembre, y la operación planeada no se realizó.

¿Que fue lo que la impidió? Las conjeturas al respecto pueden ser varias. Pero se produce un hecho nuevo que se sobrepone a todas: el 31 de octubre, precisamente, Azaña entra en coma.

El testimonio dado por el señor Valdés en su entrevista con Isabel() Herreros implica también a personajes eclesiásticos de alta jerarquía, quienes supuestamente habrían intervenido, a través de la persona del embajador, para que éste lograra realizar su propósito de secuestrar a Azaña; es decir, en sentido contrario a la intervención del Nuncio Apostólico ante Pétain a favor del ex Presidente, durante la última semana de septiembre (ver Capítulo V). La idea de tal complicidad eclesiástica choca con el sentido común e incluso con el práctico. Pero el testimonio del señor Valdés implica de modo preeminente a la persona del embajador de España en tanto que mandante y virtualmente ejecutor del planeado secuestro. En este punto, la verosimilitud del testimonio del señor Valdés encuentra apoyo en algunos datos históricos, de cierto relieve factual, significativamente indicativos de una predisposición caracterial relacionada con esta historia. Por ello, es imprescindible recordar en quién recaía la responsabilidad del cargo de embajador de España en Francia de junio a noviembre de 1940, por dos razones: una, que atañe a su posición de poder excepcional en ese momento, y otra, que atañe a sus relaciones personales con Azaña.

La primera derivaba del hecho de que don José Félix de Lequerica y Erquiza había sido intermediario entre el Gobierno alemán y el Gobierno francés para concertar el armisticio, a partir del 17 de junio de 1940; la segunda derivaba de circunstancias que se remontaban al lejano año de 1923, cuando Azaña, derrotado en las elecciones para diputado en el distrito de Puente del Arzobispo, impugnó el resultado de la elección ante el Supremo, y el señor Lequerica actuó como defensor del candidato impugnado.

De su importancia en Francia en 1940 nos da cuenta don Ramón Serrano Suñer, al decirnos que Lequerica se había significado como uno de los más exaltados germanófilos, colaboracionista en estrecha relación con Pétain, Laval, la Francia de Vichy y con la Gestapo, cuando fue embajador en Vichy, íntimo amigo —entonces— de Laval, y mentor político del viejo mariscal Pétain (76). De hecho, el nombre de Lequerica aparece en los papeles del ministro de México como el del obstáculo principal que encuentra incluso entre sus colegas latinoamericanos cuando trata de recabar su ayuda para aliviar la situación de Azaña, y tenemos, por lo menos, una prueba documental de que en el caso de la mujer y de la hermana de Cipriano de Rivas Cherif la Prefectura francesa y el Consulado español de Burdeos hacen depender de la autoridad personal del embajador la facultad de concederles o no permiso para salir de la zona ocupada (77).

El desahogo de Pétain

Por lo que respecta al pasado, sabemos que Lequerica había conocido a Azaña en el Ateneo de Madrid hacia 1921 ó 1922, y que en la ocasión mencionada de haber impugnado Azaña ante el Supremo el resultado de la elección de Puente del Arzobispo en la que salió perdedor, Lequerica, defensor del candidato ganador Leyún, se había pronunciado contra Azaña con un encono personalísimo (78). Desconocemos las causas de este estado de ánimo en 1923, pero sí sabemos la idea que tenía de Azaña en 1938, pues nos la describe él mismo en un artículo publicado en Domingo, de San Sebastián, el 7 de agosto de ese año (79), como comentario al reciente discurso de Azaña en Barcelona el 18 de julio, llamado el de las tres P, por el final de: Paz, piedad, perdón.

Tras recordar su encuentro con Azaña en un hotel de Toledo si la elección misma, en la que dice que, de puro tramposo, Azaña se había pasado de listo, traza una silueta moral de Azaña presentándolo como viejo falsificador, director del alzamiento armado de Cataluña contra España, en 1934, tipo práctico, aprovechado y muy a las jugarretas en las que ve su única salvación y la del empeño rojo, y en las que entrará de lleno y se prestará a todas las trampas. Resume la carrera política de Azaña clasificándole entre los liberales superados que se prestan, en nombre de cosas adjetivas, al plan de la barbarie y del crimen.

Enterados de la predisposición anímica del señor Lequerica hacia Azaña en 1938, nos es lícito suponer que para 1940 no se había mitigado su animadversión. También nos es lícito suponer que llevaba un propósito muy preciso cuando, en la primera quincena de junio de 1940, pocos días antes del armisticio, se tomó el trabajo de venir en el coche de la Embajada hasta Pyla-sur-Mer y se detuvo un momento ante el número 32 del Boulevard de L'Océan, emplazamiento de la Villa L'Eden. Los ocupantes de la casa, desde las ventanas del despacho de Azaña, le reconocieron; no sabemos si él llegó a distinguirlos desde la ventanilla de su automóvil (80). Lo que sí notó, sin duda, fue el emplazamiento exacto de la casa donde vivía el liberal superado que se había prestado al plan de la barbarie y del crimen.

Esto explica que, un mes más tarde, no tuviera necesidad de informarse a través de la Prefectura francesa acerca del domicilio de Azaña. Le bastó enviar a los agentes que la Dirección General de Seguridad en Madrid había puesto a su disposición (ver Capítulo VI) y que habían ido a París antes para cumplir órdenes, como nos dice uno de ellos en su informe del 10 de agosto dirigido al propio Director General de Seguridad: Como resultado de los dos viajes realizados a París, cumpliendo órdenes de VE, acompañado por personal de esta Dirección General de Seguridad, se ha llevado a cabo la detención de los elementos rojos reseñados al respaldo... (81).

Como hemos visto, el elemento rojo principal no estaba en la Villa L'Eden; pero fue por él por quien preguntaron primero al allanarla, acompañados por la Gestapo, a las cinco de la mañana, del 10 de julio de 1940. Desde el momento que lo supo ausente el embajador de España, transfirió su interés principal a Montauban. Quizás entre el 13 y el 19 de julio se contó entre las afortunadas personas que fueron recibidas en audiencia por el mariscal Pétain y le impuso de sus deseos respecto al ex Presidente de la República española, pues el sigilo y la discreción que el Jefe del Estado francés le recomienda al ministro de México respecto al caso de Azaña, en su entrevista del 20 de julio, parece indicar que Pétain estaba en antecedentes. Y quizá Lequerica insistió demasiadas veces acerca del mismo asunto, a juzgar por la anécdota —transmitida por el señor Valdés— que explicaría el fracaso del planeado secuestro: alguien informó a Pétain del mismo. Su reacción fue prohibirlo terminantemente, y se desahogó con estas palabras: ¿Es que el señor Leguerica se cree en su casa? ¡Empiezo a estar harto de su intriga! —Monsieur de Lequerica se croit chez lui, ou quoi? Je commence a en avoir assez de son manége!— (82).

Evidentemente, el sigilo de Pétain era un arma de dos filos para los fautores del secuestro. Acabó obrando en su contra. Y a favor de Azaña obró lo único que a esas alturas del juego podía ya salvarle: morirse.

NOTAS

(1) La l'elite Gironde (Edition du matin), Burdeos, lunes 24 de junio de 1940, pág. 1.
(2) (bid
(3) Dato tomado del primer borrador de Cipriano de Rivas Cherif, Retrato de un desconocido (Vida de Manuel Azaña); la versión definitiva no menciona la preferencia del prefecto por Périgueux.
(4) Lo mismo que nota 3. La versión definitiva del libro de Rivas Cherif omite las razones de la elección de Montauban.
(5) En Cipriano de Rivas Cherif, Retrato de un desconocido (Vida de Manuel Azaña), Barcelona, E &jaibo, 1980, pág. 494. (De ahora en adelante, abreviado en CRCH, Retrato) Este libro es la fuente general básica
(6) Documento existente en el archivo familiar.
(7) Alejandra Sánchez se volvió a España en agosto. De la suerte de los otros dos se habla en el Capítulo II.
(8) CRCH, Retrato, pág. 495 y carta manuscrita, con membrete, de la señora Eugenie Nobel a la señora de Azaña el 5 de noviembre de 1940.
(9) Parece ser que la razón por la que el prefecto había designado Périgueux en lugar de Montauban, el 24 de junio, tenía que ver con los movimientos de tropas en curso a finales de junio. No se sabe si el trayecto de Périgueux a Montauban se hizo en automóvil o en otra ambulancia, ya que la que vino de Pyla-sur-Mer volvió allí mismo el día 26 de junio.
(10) Dirección comprobada por las numerosas cartas llegadas a la señora de Azaña a Montauban, después de la muerte de Azaña, aunque éste murió en el Hotel du Mich; y por el doctor Cave, propietario de la casa que generosamente alojó a Azaña.
(11) Testimonio de la señora viuda de Azaña transcrito en nota al pie de la pág. 501 de CRCH, Retrato. La señorita Leó salió de la casa al llegar el matrimonio Azaña, pero siguió comiendo allí.
(12) Carta de Dolores de Rivas Cherif a éste en CRCH, Retrato, págs. 501-511.
(13) Esta carta de Azaña a Rivas Cherif fue robada durante el saqueo de la casa (ver Capítulo II) y no ha sido recuperada
(14) La fecha consta en una carta de Gómez-Pallete al doctor Manuel de Rivas Cherif en México, el 18 de julio de 1940, y consta igualmente en los papeles de Luis I. Rodríguez procedentes de la Legación de México en Vichy (ver infra, III).
(15) Se sabe que el día 9 no salió correo de la Villa L'Eden, pues una carta del hijo mayor de Rivas Cherif a sus tíos en Montauban, escrita ese día, quedó entre los papeles de la familia. Las cartas de Pyla-sur-Mer a Montauban tardaban dos días.
(16) Fuentes varias: CRCH, Retrato, pág. 502; carta de GómezPallete del 18 de julio (ver nota 4); Informe confidencial del 8 de septiembre de 1940 redactado por el Comisario Spécial Chef de Service (firma ilegible) de Burdeos dirigido a la Direction de la Sureté Genérale du Commisariat Spécial de Bordeaux. Procede del Archivo de la Administración en Alcalá de Henares. La carta de la señora Josefa Azaña no se ha conservado.
(17) Conversación telefónica y telegrama están confirmados, en cuanto a su,fecha, por copia del documento existente entre los papeles de la Legación de México en Vichy. El telegrama, redactado en francés, lo fue obviamente por una persona que no era ni Azaña ni su mujer, pues contiene un error de información inexplicable a la luz de la carta de Gómez-Pallete, recién recibida.
(18) La carta, escrita en una sola carilla a renglón cerrado, a máquina (57 renglones), fue enviada por correo, ya que los telegramas internacionales pasaban por la censura, pero hasta ese momento-no las cartas.
(19) Don José Giral fue el político y amigo republicano con quien Azaña mantuvo contactos epistolares más frecuentes en el destierro.
(20) El texto del telegrama reproducido en la copia de Rodríguez coincide con el original, pero no la fecha del 20 de julio del 40, que aparece en el timbre de la oficina de telégrafos de Montauban. Rodríguez lo da como del día 8, fecha imposible en vista de la carta de Gómez-Pallete, del día 18, en que se queja de que no se tienen noticias del ministro desde el día 2.
(21) Volverlo a llevar mañana por la mañana
(22) Ni la sintaxis ni el vocabulario de esta carta -firmada aparentemente por Azaña- son característicos del estilo de Azaña, ni de su mujer. Es probable que la escribiera otra persona (¿Gómez-Pallete?). El Libro de datos, como Luis I. Rodríguez llama a sus papeles inéditos, no da mayores detalles.
(23) Del Libro de datos de Luis I. Rodríguez. Este conjunto de documentos (inédito), constituido por los que tuvo a su alcance en su calidad de ministro de México en Francia (Vichy), reproduce, con comentarios propios, telegramas y cartas recibidos en la Legación de México en 1940. La reproducción mecanografiada de lo escrito por Luis I. Rodríguez contiene errores de datación que a veces hemos podido comprobar. Otras fechas sí coinciden con los hechos. Se indicará en las notas, abreviado en L. I. Rodríguez, Libro de datos.
(24) L I. Rodríguez, Libro de datos.
(25) Documento citado en Capítulo II, nota 16. El documento no lleva número de clasificación de archivo, y la firma es ilegible, pero el nombre de Duclos, con los mismos títulos, aparece en el documento citado en Capítulo V, nota 52.
(26) Los nombres que aparecen al respaldo son los de: Epifanio Muerga Fernández, Máximo Gracia Royo, Carlos Montilla Escudero, José Antonio Fernández Vega, Miguel Salvador Carreras,. Miguel Alfaro Reparaz, Julián Zugazagoitia Mendieta, Teodomiro Menéndez Fernández, Carlos Morales La Huerta, Francisco Cruz Salido y Cipriano de Rivas Cherif. La firma al pie del oficio es ilegible y el oficio no lleva sigla ni numeración. Sólo aparece el sello y el membrete de la Dirección General de Seguridad, Secretaría General. forma parte del expediente abierto en 1940 a Cipriano de Rivas Cherif en la DGS del Ministerio del Interior (entonces llamado Gobernación).
(27) Herbert R. Lottman, Pétain, héroe o traidor, México, Vergara, 1986, pág. 190, y Robert Aron, Histoire de Vichy, París, Arthéme Fayard, 1954, págs. 181-212.
(28) CRCH, Retrato, pág. 496 y pág. 500; Cipriano de Rivas Cherif, Tres mártires, en Tiempo de Historia, núm. 42, mayo de 1978.
(29) La carta de Monod no se conserva. Cita: CRCH, Retrato, pág. 503, y carta de Dolores de Rivas Cherif, viuda de Azaña, a la señora Isabel Biaggi de Masset, del 9 de julio de 1968 (inédita).
(30) Josefina Carabias, Los que le llamábamos don Manuel, Barcelona, Plaza y Janés, 1980, pág. 264. (Repite las palabras de Francisco Galicia: cayó en un terrible abatimiento.)
(31) Carta de Manuel Azaña a Cipriano de Rivas Cherif, del 2 de diciembre de 1934, en CRCH, Retrato, págs. 650-651.
(32) Carta de Manuel Azaña a Cipriano de Rivas Cherif, del mes de diciembre de 1934 (sin indicación de día), en CRCH, Retrato, pág. 655.
(33) Reproducida en Luis I. Rodríguez, Libro de datos.
(34) La transcripción de la conversación entre Laval y Rodríguez está en español en el Libro de datos.
(35) CRCH, Retrato, pág. 502; Rodríguez menciona la conversación con Herriot, pero la coloca en otra fecha, posterior al día 27 de julio.
(36) Los papeles de Rodríguez reproducen el texto del telegrama de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
(37) CRCH, Retrato, pág. 502.
(38) Testimonio verbal de la señora viuda de Azaña.
30/HISTORIA 16
(39) Los papeles de Rodríguez reproducen el texto de esta cara como de Azaña. No dice si es manuscrita o a máquina El estilo no parece ser el suyo, sino el de Gómez-Pallete o el de la señora de Azaña.
(40) Mismo comentario que para la nota 39.
(41) CRCH, Retrato, pág. 503. El doctor Cave estaba movilizado y ausente de Montauban.
(42) Ibid, pág. 503.
(43) Ibid, pág. 504.
(44) Mismo comentario que para notas 39 y 40 del capítulo IV.
(45) Sobre este punto coinciden el testimonio de la señora viuda de Azaña, el de Rodríguez y el del propio Haro Oliva (conversación con él en la ciudad de México el 18 de septiembre de 1990).
(46) Hay una divergencia de dos días entre el testimonio de la señora Azaña y Rodríguez. Creo que son compaginables. La señora de Azaña habla de ataque, el día 16, y Rodríguez, en su cable a México, del 19, de hemiplejia. Se trata de la misma dolencia a lo largo de tres días
(47) Del Libro de datos, de Luis I. Rodríguez.
(48) Ibid.
(49) Testimonio verbal del coronel Antonio Haro Oliva recogido en la ciudad de México, el 18 de septiembre de 1990.
(50) Véase el Capítulo II.
(51) El original de la carta (firmada Enrique) se halla en el Archivo de la Administración de Alcalá de Henares.
(52) Ministére de L'Intérieur -Diréction Genérale de la Súreté Nationale, 11/41 - Procés Verbal - An mille neuf cent quarante - Le Seize Septembre-. Firmado por Jean Chabreyrie, Inspecteur Principal de Police Spécial en Résidence a Bordeaux, Officier de Police Judiciaire, Auxiliaire de Monsieur le Procureur de la République.
(53) Dato anotado en una lista de fechas relativas a su confinamiento en Pyla-sur-Mer, conservado entre los papeles de Carmen Ibáñez de Rivas Cherif.
(54) Véase Capítulo 111.
(55) CRCH, Retrato, pág. 503.
(56) Ver Capítulo II, nota 26.
(57) CRCH, Retrato, pág. 499.
(58) L 1. Rodríguez, Libro de datos
(59) El original de la carta se conserva entre los papeles de Carmen 1. de Rivas Cherif. Rodríguez no hace alusión a esta gestión.
(60) Los papeles de Rodríguez reproducen dos telegramas del propio Presidente Cárdenas; dos en su nombre de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y cuatro de Rodríguez.
(61) CRCH, Retrato, pág. 505.
(62) Ver Capítulo III, nota 30.
(63) CRCH, Retrato, pág. 506.
(64) L I. Rodríguez, Libro de datos.
(65) CRCH, Retrato, pág. 508, y L I. Rodríguez, Libro de datos.
(66) Entre ellos, los Estados Unidos, cuyo embajador, Bullit, hizo alguna gestión (infructuosa), como se deduce de la correspondencia entre Claude G. Bowers, con Cipriano de Rivas Cherif y con la viuda de Azaña entre 1941-1953.
(67) Apud Robert Aron, Histoire de Vichy, ed. cit pág. 233: Le suave et doucereux Baudoin.
(68) ¡bid, pág. 175.
(69) Isabel() Herreros, Los últimos días de Azaña, en Tiempo de Historia, Madrid, año VII, núm. 74, enero de 1981, págs. 26-37.
(70) Carta de Enrique Beltrán Manrique, cónsul de España en Burdeos al Ilmo. Sr. Mario de Piniés, Ministro Consejero en la Embajada de España en París. Fechada el 25 de noviembre de 1940. Al margen, arriba: Consulado de España en Burdeos, y debajo: Muy reservado. Procedencia: Archivo de la Administración, Alcalá de Henares.
(71) Las alusiones al señor Urraca en el Libro de datos son tres: el 23 de agosto, el 15 de septiembre y el 17, con referencia al día anterior.
(72) Testimonio del coronel Haro Oliva recogido en la ciudad de México el 18 de septiembre de 1990.
(73) Versión de Rodríguez, que no aparece en CRCH, Retrato.
(74) Isabelo Herreros, ob. cit.
(75) CRCH, Retrata. La decisión de encerrarse con llave fue de la señora de Azaña.
(76) Ramón Serrano Suñer, Entre el silencio y la propaganda, la historia como fue. Memorias, Barcelona, Planeta, 1977, págs. 358-359.
(77) Carta de Carmen I. de Rivas Cherif y Adelaida de Rivas Cherif al embajador de España en París, de fecha 20 de enero de 1941. Procedencia: Archivo de la Administración, Alcalá de Henares
(78) CRCH, Retrato, pág. 123.
(79) José Félix Lequerica, Lo que no entiende Azaña en Domingo, San Sebastián, 7 de agosto de 1938.
(80) Testimonio de Ciprianoy Carmen de Rivas Cherif (año 1960).
(81) Véase Capítulo II, nota 12.
(82) Isabeb Herreros, ob. cit. Nótese que la palabra manége (intriga) está en singular, refiriéndose exclusivamente a la intriga en torno a Azaña. El plural hubiera justificado pensar que se refería a otras muchas intrigas en torno a la captura de republicanos españoles.
(83) CPLSB




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ELIZABETH MOLVER [18.338]

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Elizabeth Molver 

Nació el 7 de octubre de 1969 en Haedo, provincia de Buenos Aires, la Argentina, y reside en otra localidad de esa provincia: Ramos Mejía. Es Asistente Materno-Infantil, Profesora de Educación Especial, Bibliotecaria Escolar y Bibliotecóloga. A partir de 1998 concurrió a talleres literarios y cursó seminarios coordinados o dictados por Norma Ferrari, Liliana Leiva, Irene Gruss, Eduardo Dalter, Jorge Boccanera, Nora Dottri, Mirta Acucia. Poemas suyos se incluyen, por ejemplo, en la revista “Juglaría” y en la antología “Las voces de las mariposas” (de México). Publicó los poemarios “Según los ojos” (Ediciones La Carta de Oliver, 2004), “Postales personales” (Macedonia Ediciones, 2008), “Mujeres en un cuaderno borrador” (Macedonia Ediciones, 2011).


Elizabeth Molver selecciona poemas de su autoría para acompañar a la entrevista realizada por Rolando Revagliatti .



Isabel  de las cerezas

                                                Basado en el poema de
                                                Juan  Gelman: “Cerezas”
                                                y en los ojos de mi abuela

Porque vivía pensando
            en los pies de los otros
                                            que pisen blandito y seguro /
                                            que no sientan hambre ni frío                                          
tenía
         cerezas en los ojos
dos cerezas brillantes que ilusionaban
olor
       a cereza creciendo
                   con ramitas y todo

quien la miraba quedaba atrapado /
guardaba toda su vida en los ojos

su cuerpo
            se disfrazaba de pequeñez
            para no inquietar

con sus brazos
           rodeaba la casa entera
           desde la rosas del porche
                   hasta el limonero del patio /
                    
—necesito tocar las arrugas de tu codo
    para aliviarme /
prestarte mis piernas y que corras sola
    adonde quieras ir /
que me retes cuando agarro el dulce
a cucharadas /
verte otra vez lavándote el pelo
pileta del patio       jabón blanco
y tus manos haciendo el milagro /
tengo tu santo y no le doy perejil
¿será por eso que nadie consigue trabajo? /
¿cómo hacía el reloj para caminar a tu paso? /
¿por que siempre había una fruta  preparada
para los chicos que pedían ?—

ahí andabas, Isabel,
poniendo alfombras para otros
curando heridas con tu mirada
secreteando

¡ay, Isabel siempre andabas!
 masitas de crema
 el mate a toda hora
 cerezas en los ojos                                                                  

Se me antojan ángeles que caminan por la avenida
a paso lento con  arrugas como verdades
o apurados por llegar a ningún sitio
ángeles en bicicleta / en colectivo
un tren lleno de ángeles
ángeles enredados en sus enredos
en enredos ajenos
con cicatrices como única certeza
ángeles sin voz / sin oídos
sin ojos ni espejo donde mirarse
metidos en su mundosolo
ángeles que buscan su día en una bolsa mugrienta
despojos de los otros
empujados a la nada      sin nada
hartos de tanto no
ángeles sin cara de ángeles
alborotan /  trastornan  /  molestan
gritan su silencio
nadie sabe que son ángeles 

                            (de “Según los ojos”)



Basuritas

1

Entró sin que me diera cuenta
sin previo aviso
sin grandes protocolos
sin gestos exagerados.
Hasta aquí podría estar hablando
del amor, la vergüenza, la alegría, el miedo.
Hablo de una basurita en el ojo,
nada más
nada menos.

         
2

Ayer me entró una basurita en el ojo
menos mal
podría haber sido un vidrio,
un cuchillo, una bala
una mentira, un adiós y hasta nunca
un rayo, una pena inconmensurable
un taladro, una gota de ácido
una visión incestuosa,
la misma muerte.
Ayer me entró una basurita en el ojo
menos mal.

Como si Cromañón fuera nada más que un hombre primitivo,
como si no hubiésemos abollado las tapas de las ollas,
como si los atentados nunca,
como si Malvinas fueran sólo un par de islas,
como si las madres y sus pañuelos no,
estamos,
como si.

                                                (de “Postales personales”)


*


Ella con su rostro enorme
sus rasgos angulosos y marcados
sus remeras escotadas
la minifalda al día 
la silla en la vereda
sola o con otras
tomando mate o mirando
los colectivos, los autos,
espera un trabajo, su pan
que ese amor vuelva
cambiar algunos muebles
arreglar la casa
ayudar a la hermana
cuidar a la vieja
ella
en ese cuerpo equivocado

                                    (de “Mujeres en un cuaderno borrador”)  



de mujer

lo conoce desde cuando las miradas intimidaban
y le daba vergüenza pensarse a solas con él
desde ahí para adelante      todo
sabe por qué cosas moriría
sabe a quién mató o matará
estuvo ahí cuando el mundo lo vio llegar
estuvo ahí cuando el mundo lo vio caer
ella a su lado y las hijas
y todos en contra
y ella ahí
lo recostó en su cama
lo arropó
le acarició la frente la espalda
las benditas piernas
le eligió las más perfumadas verduras
le hizo un caldo tibio
buscó las más dulces frutas
para que las bebiera de a una
lo ayudó a sentarse
a hacerse fuerte de nuevo
a ponerse de pie
después dijo —hasta aquí
dicen que él también lo dijo

                                       (de “Mujeres en un cuaderno borrador”)



señora de

no sabe bien explicar el trabajo de su marido
sus reuniones interminables y a oscuras y en secreto
nunca supo si era bueno o malo decirlo
a veces su pecho quema y su garganta quisiera gritar
siempre vuelve a esa noche
él, tan nervioso
el uniforme manchado
su cara de esto es grave
se siente querida no amada
se siente señora de
sabe que siempre será así
no habrá posibilidad de cambio
de ninguna toalla ubicada en otro estante
ni una comida salada o quemada
no hay ni habrá errores
en esta vida prolija como un cuartel

                                         (de “Mujeres en un cuaderno borrador”)





esposa de

calentar la pava, sacar los pajaritos al sol
alimentar al gato y los perros
baldear el patio
los mates
los mandados
casi la única salida
no, también está el médico
la visita de Sara algún domingo
el rosario, llevar a la virgen por las casas
y el Tito que no quiere
es que trabaja todo el día
llega cansado y no le gusta salir
hacer un viajecito
es que el Tito no quiere
está sin ganas
ni una caricia me da
pobre Tito, pobre…

                                        (de “Mujeres en un cuaderno borrador”)




Elizabeth Molver: sus respuestas y poemas
Entrevista realizada por Rolando Revagliatti


          
1 — ¿Siempre has residido en el oeste del conurbano bonaerense?
         
EM — Casi. Nací en La Tablada, partido de La Matanza. Crecí allí hasta los quince años (con cambio de casa en el medio y cambio de estado: de hija única de familia en posible crecimiento… a hija de padres separados, pero con abuelos, tías y primos). Luego mi mamá y yo nos mudamos a Haedo, partido de Morón. Allí vivimos durante cinco años. Luego con mi mamá casada en segundas nupcias volvimos a La Matanza, en Ramos Mejía. Al poquito tiempo yo me casé y me mudé: a un departamento en Liniers, el barrio de la Capital Federal lindante con el conurbano. Después de dos años nos trasladamos de nuevo a Ramos Mejía, donde resido desde hace veintiún años. Allí creció mi hija que ahora tiene veintidós y nació mi hijo que tiene diecisiete. Y seguirá siendo mi lugar. Hasta que algún día podamos concretar con mi esposo el sueño de una casa en alguna provincia como San Luis o Córdoba.
          
2 — En más de un rol y en diversos ámbitos te has ido desempeñando. Te propongo que te refieras a los que ya no cumplís, y a lo que en la actualidad estás abocada.
          
EM — Fui docente en jardín y en educación especial, lo que me posibilitó aprender, estudiar, preguntarme, enojarme, pero por sobre todo disfrutar. Estar con chicos, pequeños o no tanto, es algo que siempre hice. De niña no sabía bien qué, pero sabía que alguna carrera relacionada con chicos quería estudiar.
          
Soy Profesora de educación especial. Trabajé trece años como maestra de grupo. Esto me dio la posibilidad de conocer a los chicos, sus familias, advertir sus avances. Trabajar en equipo con compañeras/os psicólogos, asistentes educacionales, otros maestros, profesores de materias como educación física, plástica, música, fonoaudiología, me generó la necesidad de compartir la mirada y pensar juntos abordajes con los niños. 
        
Sigo trabajando en escuelas, pero no como maestra sino como Bibliotecaria, por lo que mi tarea es acompañar, guiar, armar proyectos con otras personas. Y una de las funciones que más me complace es “dar de leer”; lo escuché en una capacitación una vez y me parece maravilloso: dar de leer, tratar de contagiar el placer de leer, de escuchar, de sentirse fascinado por un poema, un cuento. Que los que escuchan se queden atentos, reflexionando y con ganas de más. Este año, luego de un taller con mamás que hice en la Biblioteca, una de ellas me dijo: “Yo me preguntaba para qué nos reuníamos a leer, a escuchar y después me di cuenta: es una excusa para que también nos den ganas de leer.” Esta mamá se llevó un libro para leer ella en el verano y participó en una obra de teatro que creamos entre las madres y los alumnos más grandes. De esto se trata, de sembrar. Siento que en estos últimos tiempos he contagiado a más de uno con la poesía, participando en eventos como “Palabra en el Mundo”, donde yo solita convoqué y cada año se suma más y más gente. Éste será el cuarto año donde saldremos para mayo con la poesía y la música a la calle, con las dos escuelas.
         
Además, hace cuatro años que coordino un taller literario para chicos: “Palabrapan”. Comencé en mi casa y luego proseguí en bibliotecas públicas de mi barrio. Es uno de los roles que más me complace. Estimular a descubrir el potencial de los concurrentes, no sólo a los efectos de la creación, sino para leer entrelíneas, conocer autores, elegir. Apreciar cómo va cambiando su escritura, cómo logran ser críticos de sus escritos o de textos de los demás. Han expuesto sus poemas en varios eventos artísticos y repartido sus poemarios, con entusiasmo y buen recibimiento del público.
    
3 — Participaste en encuentros culturales.
          
EM — Si. En 2006 durante tres días en el Encuentro “Venado Poesía” en la ciudad de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. Concurrí con la poeta Patricia Verón, con quien coordinaba un taller en La Matanza. Allí estuvimos, junto a Eduardo Dalter, en casa de Mónica Muñoz, la poeta organizadora. Conocí a otros escritores, hermosas personas, como Daniel Tevini, Alejandro Schmidt, Emilce Strucchi, Roberto Malatesta. Y presentamos la revista “Alas de Gaviota”, en la que habíamos colaborado.
          
En 2011 fui invitada por el organizador Emilio Fuego —es el día de hoy que no he logrado explicarme cómo llegó mi nombre hasta él— al “XIX Encuentro Internacional de Mujeres Poetas en el País de las Nubes”, en Oaxaca, México. Todo fue emocionante. Era la primera vez que salía de Argentina, que hacía un viaje en avión tan largo, sola. Estar ocho días con mujeres poetas de otros países latinos y hasta una española, me produjo una energía increíble. Sintiéndome en la piel de esas poéticas, de esas mujeres todas y cada una tan diferentes y tan parecidas, los modos, las palabras, las comidas, el hablar tan distintas y tan iguales.
          
En 2012, Martha Elena Hoyos, poeta y cantautora de Colombia, organizó en su país, en el departamento de Quindío, una réplica de aquel encuentro. Y allí fui, esta vez con el viaje subsidiado por la Cancillería Argentina. Con algunas voces me reencontré: Dina Luz Pardo Olaya y Athena Ramírez, que habían estado en México. Conocí a otras tantas mujeres bellas, con las que hicimos lazos inmediatamente, como Marta Quiñonez, Gloria María Bustamante, Amparo Loaiza Andrade (colombianas), a una joven cantante mendocina, Paula Neder, con la cual sigo conectada y a la que he ido a escuchar más de una vez en Buenos Aires, o la poeta y chamana Margarita Rosa Tirado Mejía, a la que he visto en su reciente visita a nuestro país.
          
A partir de esos Encuentros en el exterior, concebí unos poemas que conforman la plaqueta “De mujeres en las nubes”, la que con un amigo músico, Fabián Juárez, presentamos en 2014 en un espectáculo, “Poemando Canciones Viajes”.
4 — Merecen apartados especiales tu incorporación al Grupo Autores de La Matanza y al de Artistas de Tapiales.
    
EM — En 2011 me entero de la existencia del Grupo Autores de La Matanza, fundado en 2008. Fui a la Feria del Libro de La Matanza a leer en un encuentro de micrófono abierto. Así, empecé a conocer al grupo y a participar en cafés literarios, en las actividades del Galpón Cultural de Tapiales. Con una reunión itinerante mensual (Biblioteca Pública “Almafuerte” de Ramos Mejía, Biblioteca Popular de San Justo, Biblioteca de Isidro Casanova, etc.), ya que no disponemos de un lugar físico que nos aloje. Es un grupo heterogéneo de autores de diversos géneros, algunos de los cuales ya han publicado libros. En todos está el ánimo de reunirse, leer y mostrar a los demás las producciones, receptivos a quienes quieran sumarse. Participamos en las Ferias del Libro de Virrey del Pino, La Matanza, Moreno. Realizamos caminatas literarias con “Todos por el Bosque”, agrupación de Ciudad Evita. Estuvimos por segundo año consecutivo en la Feria del Libro de Buenos Aires, con lecturas en stand del Municipio de La Matanza, y en 2013 en la Biblioteca Nacional llevando a cabo un encuentro de escritores. Desde 2012 participamos del Festival “Palabra en el Mundo”: Poesía a las plazas, yendo a escuelas y bibliotecas a efectuar lecturas, talleres, presentaciones de libros. Desde 2011 el Municipio nos edita una antología anual con textos de cada integrante.
          
Mi inclusión en el Grupo Tapial Es Arte devino como consecuencia del otro. El Galpón Cultural de Tapiales tiene una década de labor consecutiva. Recuperaron un Galpón, llevaron música y poesía a ese lugar, donde los vecinos aportaban lo que sabían hacer. Luego, por cuestiones de intereses políticos, les sacaron ese espacio físico, pero no las ganas. Siguieron funcionando en bares de la zona, en la plaza, en la Sociedad de Fomento. Y desde hace cinco años organizan un Festival que empezó concebido para una semana y a partir de 2015, dura ¡UN MES! Los viernes, sábados y domingos de noviembre hay actividades en diversas zonas de Tapiales, escuelas, plazas, salón de eventos, Sociedad de Fomento, bares. Todas gratuitas. Se ofrecen muestra de coros, música y danzas folklóricas, tango, melódica, rock, jornada de plástica y fotografía, feria de libros independientes, talleres literarios para chicos y adultos, lecturas. 
          
Es desde 2012 que con Fabián Juárez jugamos a buscarle la conexión a sus canciones y mis poemas en el espectáculo “Poemando Canciones”. En una tarde de 2014 conduje una réplica del taller literario “Palabrapan” en la Plaza de Tapiales, con niños que espontáneamente se acercaron y luego las expusieron leyendo sus producciones.

      
6 — Integrás el Colectivo Cultural Malapalabra.
    
EM — Ya con un año de existencia. Lo integramos las poetas y docentes Alba Murúa y María Sueldo Muller, el docente, historiador y cineasta Martín Biaggini, el poeta José Paredero, el diseñador, escritor y artista plástico Alberto Oris, el historiador y poeta Carlos Boragno y yo. La idea primaria fue la de reunirnos a compartir nuestros escritos, leer a otros, debatir. Hasta que nos centramos en publicar sobre un tema, cada mes, un cuaderno de cultura. Propiciamos una impronta nuestra, de La Matanza, con nuestras vivencias locales y cada uno desde su óptica: desde la poesía, la historia, la plástica, la fotografía. También contamos con dos o tres invitados por número. El cuaderno es financiado por nosotros mismos; lo vendemos, aunque a veces terminamos regalándolo. Tenemos una página en Facebook y allí reproducimos algunos escritos.
          
Hemos efectuado una presentación en octubre de 2015 en “Arte en Vivo”, en la Plaza Mitre de Ramos Mejía. Eventos que organizamos desde hace cuatro años, coordinados por el músico y docente Juan Carlos Freire, el docente y locutor Lucas Asensio y por mí; reunimos todas las artes en un día: bandas de música, poetas, exposición de fotografía y plástica, grafiteros, la orquesta sinfónica de la escuela Leopoldo Marechal, cuentos narrados y en cada ocasión sumamos alguna disciplina. También hicimos una participación especial en el espectáculo poético-musical “La Besana de los Sueños”.
         
6 — ¿Libros sin editar?
       
EM — Dispongo de un número suficiente de poemas con la particularidad de que en cada uno se halla la palabra “entonces” y que quieren reunirse en un libro. Me ha ocurrido con los anteriores que llega una instancia de introspección, de creación; cuando una todavía no sabe qué será de ellos. Luego viene otra, cuando percibo que deben socializarse, porque ya queman y hay que hacerlos rodar y que prosigan su camino en libro. No tengo un título aún ni la editorial, pero sé que estoy en esa última etapa del proceso.
         
Permanecen inéditos un volumen para niños: “Y entonces el verde se mezcla con el amarillo” (poemas de mi autoría y dibujos de Analía Boccella) y un poemario con poemas y fotografías tomadas por mí: “El oro del monte de San Francisco” (que hacen referencia a una ciudad de la provincia de San Luis a la que suelo ir de vacaciones).
         
 7 — ¿Y recuerdos de la infancia y de la adolescencia?
          
EM — Creo que, como la mayoría de la gente tengo muchos borrosos y algunos muy presentes. Con imágenes intactas. Como por ejemplo los que me llevan a las tardes de domingos en casa de mis abuelos maternos en La Tablada. Después de almorzar, los hombres de la familia: tíos, abuelo y papá se iban al comedor a jugar a las cartas, y la abuela, tías, primos y mamá nos quedábamos en la cocina, haciendo tortas fritas, cantando con mi tía que tocaba la guitarra o jugando a las radionovelas inventando historias que sonorizábamos. Ahora que lo rememoro, advierto la creatividad existente en esos encuentros. Y de la adolescencia, la imagen más vívida es de cuando me quedaba a dormir en la casa de una amiga y escuchábamos durante buena parte de la noche los casetes de Silvio Rodríguez. Sin mediar palabra, sólo escuchar y mi amiga daba vuelta el casete o ponía otro. Estas dos estampas mucho tienen que ver con mi relación actual con las palabras.
          
8 — ¿Te desenvolvés bien en la cocina o preferís que otros se pongan el delantal?
        
EM — Digamos que me desenvuelvo. No sé si demasiado bien. Pero en casa quien cocina soy yo. Disfruto mucho de hacer pizzas caseras y el momento de compartirla con mi familia o amigos. También me encanta cuando mi esposo hace un rico asado o pollos a la parrilla y yo sólo me encargo de lavar y cortar la ensalada. Todo esto sin delantal. La única que usaba delantal en mi familia era mi abuela.
        
9 — De un texto de Abelardo Castillo, transcribo: “…fueron un cuento y una novela de Hermann Hesse, cuyo sentido nunca llegué a comprender del todo en mi adolescencia, los que me entregaron, como hipnotizado a la literatura. Vale decir, al intento de justificar con palabras la existencia.” ¿Tenés detectado, Elizabeth, qué te volcó a la literatura?
     
EM — En mi infancia y adolescencia me gustaba escribir: cartitas, tarjetas, frases copiadas o letras de canciones. No era excesivamente lectora. Luego hubo un impasse. Más tarde, estudiando un post-grado de “Estimulación temprana”, una de las profesoras leyó un cuento de Ángeles Mastreta que me atrapó. Averigüé el título del libro que lo incluía, el nombre de la autora y me lo compré. Ese texto instaló mi fascinación con la literatura. Cómo esas palabras, esa historia de dos carillas podía ser tan real y tan poética, cómo me pude imaginar la situación, cómo me emocionó el final. Son inquietudes que no tienen resolución exacta, ya que para cada persona puede significar algo distinto y ésa es la magia.
          
Con la poesía me pasó algo similar, años después. En una capacitación docente, la profesora y escritora Lidia Blanco leyó poemas de Juan Gelman y Gioconda Belli. Rememoro la maravilla que me produjo escuchar y luego leer esas palabras hilvanadas con imágenes, atravesadas de dolor. Ese golpe de realidad tan dura, simple y a la vez bellamente escrita. Si bien ya estaba volcándome a leer y a escribir, estos episodios son los disparadores de mi relación definitiva con la literatura.
          
10 — ¿Qué textos considerás fundamentales en tu “educación poética” o qué autores te han marcado más?
          
EM — Como ya nombré, los primeros: Juan Gelman (el poema “Cerezas”), Ángeles Mastreta (“Mujeres de ojos grandes”). Mientras leía las últimas páginas de la novela “La mujer habitada” (de Gioconda Belli) y mi corazón latía como si lo estuviese viendo en una película. Eso me sorprende, me enamora de los relatos. La manera en que están escritos, que me sitúen en ese espacio-tiempo: creerlo. Por más absurdo que sea, si me lo creo: funciona. Como Cortázar y sus cuentos (“Casa tomada”, “Carta a una señorita en París”), Gabriel García Márquez, Franz Kafka, Isabel Allende. En esa línea he comprado libros de autores poco divulgados. También me apasioné con Abelardo Castillo y los primeros cuentos de Dalmiro Sáenz, bastante más realistas. Me falta todavía amigarme con Borges, me tengo que volver a acercar. Una cuenta pendiente.
          
En poesía, Alejandra Pizarnik, Diana Bellesi, Jorge Boccanera, Olga Orozco, Mario Benedetti, Irene Gruss, Javier Adúriz, Jorge Paolantonio. Y entre los más cercanos, los poetas compañeros como Eduardo Dalter, Carlos Dariel, Patricia Verón, David Birenbaum, con los que he compartido mesas de lectura, ciclos literarios y reflexiones acerca de la poesía propia.
          
Y en la mal llamada literatura infantil (porque como decía Graciela Cabal, la literatura es una) soy fanática de María Cristina Ramos, Graciela Montes, Gustavo Roldán, Laura Devetach, Graciela Cabal (mi hada madrina, inspiradora de mis primeros escritos), Luis María Pescetti y la inigualable María Elena Walsh.
       
11 — ¿Sos de prestar libros? ¿Le hacés saber al que demora en devolverte el ejemplar que ya es hora de que retorne a tu biblioteca?


EM — Sí, suelo prestar libros. A veces, los anoto. Pero siempre a gente que sé que ama los libros como yo. Cuando un libro me sedujo, quiero compartirlo. Y pienso a quién le puede gustar, a quién le puede llegar como a mí. Pero si no me lo devuelven no tengo vergüenza de pedirlo. Lo reclamo, hasta que algún día regrese. Puede ser que alguno se haya quedado a vivir en otra biblioteca.
          A mis libros les pongo mi nombre. Antes, cuando venía escrito el precio en la primera hoja, me encantaba hacer eso de borrar la cifra para asentar mi nombre.
          
12 — ¿De qué escritores te atraen más sus avatares que la obra?
          
EM — Pocos. Alfonsina Storni, de quien me impacta más lo que sé de sus vicisitudes, su lucha para hacerse un lugar como poeta, que sus poemas en sí. Pero en general, amo a los escritores y sus vidas. Los tengo que querer por algo. Los leo porque los quiero y al revés. Igual me sucede con artistas plásticos o de cine o de televisión, de ésta o de épocas pasadas. Pepe Biondi, Niní Marshall, Marta Minujín, Antonio Berni, Frida Kahlo, Mercedes Sosa… y una lista interminable. Los admiro como artistas y sé que sus trayectorias están cargadas de encuentros, búsquedas, de recorrer los caminos más sinuosos para llegar hasta donde llegaron.






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LAURA SCHIOPPA [18.339]

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LAURA SCHIOPPA

Laura Schioppa nació en Isernia (Italia) en 1992.
Ha publicado: Pensieri solitari e Fragmenta.



MÁSCARAS

Eres afortunada y no lo sabes
tienes a alguien que
en la oscuridad más solitaria
repentina
hambrienta
te adorna
de teorías coloreadas
y en el pecho
enciende estrellas.

Traducción: CARLOS VITALE




MASCHERE

Sei fortunata e non lo sai
hai qualcuno che
nel buio più solitario
improvviso
ti costella
di teorie colorate
e in petto
accende stelle.





PERFUMES DE MAR

Perfumes de mar
de esos que surcar
al alba de cada día,
de esos que alejan el horizonte
con tal de tenerte más
entre sus olas.

Traducción: CARLOS VITALE




PROFUMI DI MARE


Profumi di mare
di quelli da solcare
all'alba di ogni giorno,
di quelli che allontanano l'orizzonte
pur di tenerti di più
fra le loro onde. 







“Fragmenta” 


Incipit

Viviamo di cure
di passi sulla sabbia e di ali di sogni
– potessero volare sempre –
viviamo di stelle e d'infelicità
e di questa brilliamo sereni
fra il mormorio della gente beffarda.
Viviamo di sorrisi, falsi
come le primule a dicembre
faticosi, come una giornata
da finirsi
fra incertezze
e paure
che mischiano al sangue
il delirio di una vita
che ci strappa di dosso
carne e mai dolcezza.
[...]




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