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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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ROBERT MELANÇON [18.141] Poeta de Canadá

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ROBERT MELANÇON

Robert Melançon (Montreal, Quebec, Canadá 1947). Desde la aparición de Peinture aveugle (1978), emergió en el contexto de una poesía quebequense en plena ebullición. Su acercamiento a los márgenes de calma del espacio urbano, pero sobre todo su atención delicada por la observación fueron nutridas por su destacado conocimiento de la pintura y las artes plásticas. Para este poeta, traductor y profesor de la Universidad de Montreal el ojo es un órgano central. Quizás la aparición sea el término de uno de los aspectos cruciales del ejercicio poético de Melançon. En ese suceso, la luz baña el volumen y la forma propiciando el lento y delicado surgimiento del mundo, inmerso en el color. Ahora retirado en algún jardín a las afueras de Montreal, Melançon recibió el Premio del Gobernador General dos veces: tanto por poeta como por traductor (junto a Charlotte Melançon). 


Traducción de Víctor Bermúdez (Mexicali, 1986)




Amante

Como el agua de un pantano (horas,
semanas, meses, años,
intervalos, momentos) el tiempo
podría acudir (infecto, verde)
sin forma, sin nombre. Pensé
desierto, piedra, silencio.
Tú viniste a mí como revela abril
al mundo que era más que probable
su variedad, el murmullo
de la luz en las hojas. El tiempo
me lleva hacia el jardín de tu presencia.





L’amante

Comme l’eau d’un marais (heures,
Semaines, mois, années,
Intervalles, moments) le temps
Pouvait être (infect, vert)
Sans forme, sans nom. Je songeais
Désert, pierre, silence.
Tu es venue à moi comme avril révèle
Au monde qui n’était que possible
Sa variété, le bruissement
De la clarté dans les feuilles. Le temps
Ma porte dans le verger de ta présence.
                                 




Pintura ciega

Como terreno elijo el blanco,
la superficie dispuesta debajo de la lámpara.
El prado, el río, la avenida pueden
sostenerse si mi mano alza
la hierba, la luz, las piedras.
Sólo reina el azar, la noche
ha barnizado las ventanas, ha abolido
la confusión del mundo.
Yo pertenezco a lo posible.





Peinture aveugle

J’élis pour domaine le blanc,
La surface posée sous la lampe.
Le pré, la rivière, la rue peuvent
Y tenir si ma main suscite
L’herbe, la lumière, les pierres.
La chance seule règne; la nuit
A laqué les fenêtres, aboli
La confusion du monde.
J’appartiens au possible.


http://traducciones.lagallaciencia.com/2016/01/robert-melancon.html






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FERNAND OUELLETTE [18.142] Poeta de Canadá

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Fernand Ouellette
 
Fernand Ouellette. Montreal, Canadá, 1930.
Este autor central de la poesía quebequense ha bañado sus versos de un voltaje místico y filosófico que lo colocan en la tradición de una poesía que lo mismo es roca que nieve. Un recopilador del pensamiento de su tiempo y de su sociedad, sediento de volumen. Imprevisible, ingobernable, esta escritura enérgica dejará ver múltiples territorios y facetas desde obras como Ces anges de sang (1955) hasta L’absent (2010). Aquí recogemos apenas algunos de los lúmenes que su obscuridad desprende, ya que a nadie se le escapa que las páginas de Fernand Ouellette son ante todo velas de luz sudando sombra.
| Le Soleil sous la mort (1965) | Dans le sombre (1967) | Ici, ailleurs, la lumière (1977)



Traducción de Víctor Bermúdez
http://victorbermudez.me/category/fernand-ouellette/



LA FELICIDAD

Pero nada calcina
el follaje
ni cierra el mar.
El día parece engastado al árbol.
Pasan las horas,
los pensamientos de luz.
¿Quién no sabría amar
de espaldas a la muerte?
Dejemos al cuerpo
verter sus oros sobre el alma.

en En la nuit, la mer (1980-1981)




LE BONHEUR

Or rien ne brûle
le feuillage
ni ne ferme la mer.
Le jour paraît serti dans l’arbre.
Passent les heures,
les pensées de lumière.
Le dos contre la mort,
qui ne saurait aimer ?
Laissons le corps
couler ses ors dans l’âme.





LA MAÑANA

La mañana sin atavío
alisa tu fatiga.
Se calma tu rostro
como un agua murmurante
se hace espejo
Otra vez te encuentras en el margen,
palabra olvidada que invade lo real.
Expulsando su vertiente,
lentamente la noche cae de tu cuerpo,
y limpia tus sombras
arranca tus pesadillas.
Apenas nocturna te acercas
a la ventana, sin abrir la palabra,
al llegar a la orilla del mundo
justo donde los árboles se ensamblan.
Aceptando la luz
recibes al pinzón,
y la onda pujante
desde el tordo en el suelo.
Avanzas hacia mí,
me ofreces el mar
en un destello de tus miradas.

en En la nuit, la mer (1980-1981)




LE MATIN

Le matin sans apprêt
lisse te fatigue.
Se calme ton visage
telle une eau murmurante
devient miroir
Une autre fois tu te retrouves en marge,
mot oublié que le réel envahit.
Quittant son versant,
lentement la nuit tombe de ton corps,
et lave tes ombres,
arrache tes cauchemars.
À peine nocturne tu abordes
la fenêtre, sans ouvrir la parole,
comme on rejoint la lisière du monde
en pleine espace où les arbres s’assemblent.
Acceptant la lumière
tu reçois le pinson,
et l’onde puissante
par la grive au sol.
Vers moi tu t’avances,
me donnes la mer
dans un éclat de tes regards.




LOS PENSAMIENTOS

Los pensamientos se dispersan,
similares a sombras del deseo alto.
El pájaro quebrará su larga errancia…
Los amantes que se abrazan
presienten el horror.
Los álamos se agitan a los lejos
en el delirio del aire.
¿Pero debe toda palabra
obscurecerse?
¿Sin visión el corazón
tan sólo puede desistir?
¿No hace falta morir
desde la noche de la mirada?
Entonces la mañana pasa
sin que el árbol se enderece,
pasa a veces muy alto
como un acorde del mar.
Se sumerge la golondrina entre nosotros,
en pleno sueño,
lámina azul y fina.
Se apaga el alma.
El cuerpo nos cierra el horizonte.

en Ici, ailleurs, la lumière (1977)




LES PENSÉES

Les pensées se dispersent,
pareilles à des ombres du haut désir.
L’oiseau brisera sa longue errance…
Les amants qui s’étreignent
en pressentent l’épouvante.
S’agitent au loin les trembles
dans le délire de l’aire.
Mais toute parole doit-elle
s’enténébrer ?
Sans vision le cœur
ne peut-il que choir ?
Ne lui faut-il mourir
depuis la nuit du regard ?
Alors le matin passe
sans que l’arbre se redresse,
passe parfois très haut
comme un accord de la mer.
Parmi nous plonge l’hirondelle,
en plein rêve,
lame fine et bleue.
L’âme s’éteint.
Le corps nous ferme l’horizon.





EL RÍO EN EL ÁRBOL

Cuando el azul en él lo purifica
de los viejos ahogos, del hielo muerto:
el sol se jacta y se despliega
cargándolo de glifos
en una onda benévola,
una lengua de címbalo
amortiguada por el edredón
de mil tórtolas.
Demasiado naciente, demasiado pura,
la luz en él ofrece en holocausto
la mirada que no sabe acoger
el estrépito del centelleo.
Así el río camina
alborozado de primavera
fecundo de transparencia
como un árbol que se ensambla al aire.

en Ici, ailleurs, la lumière (1977)




LE FLEUVE EN L’ARBRE

Quand le bleu en lui l’épure
des vieux noyés, de la morte glace :
le soleil jubile et s’y déploie
en le chargeant de glyphes
dans une onde bienveillante,
une langue de cymbale
feutrée par le duvet
de mille tourterelles.
Trop naissante, trop pure,
la lumière lui offre en holocauste
le regard qui ne sait accueillir
le fracas de l’étincellement.
Ainsi le fleuve chemine
éperdu de printemps,
fécond de transparence,
de même qu’un arbre s’accorde à l’air.




EL RÍO VERTICAL

Tantos signos
            tantas esperanzas chocando contra el cielo…
Mucho tiempo
            la vertical germinó en la arcilla.
Luego el río se puso de pie
            como un macho alargado se rehúsa
            al silencio de las efigies.
El río se convierte en árbol,
            el vergel que asciende
            aligerado
            por el alborozo las de las flores.
Con el alga
            la pesadez de los sueños de granito
            y las miles de agujas de los peces muertos
como pájaros carpinteros
            sobre la carne de la memoria,
            vino la caía de las sombras
el tiempo de la sangre a lo largo de los ríos.
Sueño de cal,
            pulverizando el rostro de un país puro
            y huyendo los ojos
como pájaros
bajo los plomos.

Oh, ¡la obsesión de una vida boreal
antes de que la historia sea el relato de las estatuas!
¡El espacio!
el río lo avivará para un mundo.
Los fetos ya no reventarán de sed.
Vendrá la muerte bajo la mordedura del sol.

de Le soleil sous la mort (1965)





LE FLEUVE VERTICAL

Tant de signes
            tant d’espoirs percutant contre le ciel…
Longtemps
            la verticale a germé dans l’argile.
Puis le fleuve se tint debout
            comme un long mâle se refuse
            au silence des gisants.
Le fleuve devint l’arbre,
            le verger qui monte
            allégé
            par la liesse des fleurs.
Avec le varech
            la pesanteur des rêves de granit
            et les milles aiguilles des poissons morts
            comme des piverts
sur la chair de la mémoire,
            vint la chute des ombres
            le temps du sang le long des rives.
Songe de calcaire,
            s’effritait le visage d’un pays pur
            et fuyaient les yeux
comme des oiseaux
sous les plombs.

Ô la hantise d’une vie boréale
avant que l’histoire soit le dit des statues !
L’espace !
le fleuve l’animera pour un monde.
Les fœtus n’éclateront plus de soif.
Viendra la mort sous la morsure du soleil





LA MONTAÑA

Aunque la montaña…
¿No traza la vertiente su llamado
ahí donde ni los árboles ni las sombras proclaman?
Y se apaga la sonrisa misma,
finamente fija en el oriente,
que un sol abandona.
Alto llevo del vigilante el blanqueo
y este ojo lavado en ardor
contra el anticipo tan sonoro
del suspiro.

en La terre d’où (1968-1971)




LA MONTAGNE

Certes la montagne…
Le versant ne trace-t-il son appel
où les arbres ni les ombres ne clament ?
Et s’éteint le sourire même,
finement figé à l’Orient,
qu’un soleil abandonne.
Haut je porte du veilleur le blanchir
et cet oeil levé en brûlance
contre l’avancée très sonore
du souffle.






EL VERANO

Que lento es el ser que viene
a iluminar el aire.
En la orilla de un muslo nos disolvemos
para tender el corazón hacia las sendas
de los olores umbríos
y el resplandor de las palabras de azafrán
Pese al cielo de hojas que palpitan,
por el sol la montaña se hace grave
sobre la nuca.
En soledad el alma se fatiga.
Las ciénagas levantan las rejillas
como cáscaras alrededor del soplo.
¡Qué exceso en lo infinito
de luz que estalla sobre el ojo cerrado!
Incluso las manos se diluyen contra la curva
de la presencia aún, pese a todo, tan viva.
Y el pensamiento se mutila
en los arbustos de las cigarras.
Que sorda es la fuente bajo el bochorno 
y secreto el pasaje del invitado.

en La terre d’où (1968-1971)





L’ÉTÉ

Que lent est l’être qui vient
illuminer l’air.

Sur la rive d’une cuisse on se dissout
à tendre le coeur vers les traînées
des odeurs ombreuses
et la luisance des paroles de safran

Malgré le ciel de feuilles qui scintillent,
du soleil la montagne s’appesantit
sur la nuque.

L’â̂me est lasse dans l’esseulement.

Les marais montent les grilles
comme des é́cales autour du souffle.
Quelle outrance dans l’infini
de lumière qui retombe sur l’oeil clos !
Les mains même se diluent contre la courbe

de la présence encore pourtant si vive.
Et la pensée se mutile
dans les buissons des cigales.

Que sourde est la fontaine sous la touffeur

et secret le passage du convive.





OXÍGENO

Alcanza el sitio donde se extiende la cometa en hilo
            de luz.
Alcanza el sonido que condensa nuestras albas, el cuerpo
            que crece del ojo hacia el abismo.
¡Eh! ¡habitarán las piedras el instante del vuelo,
            y el espacio en vano perseguirá tu rostro!
¡Que nadie ose inventarte el milagro del hueso
            que canta!
Inmóvil, da el salto de una pluma que el sol aspira.

Ces anges de sang (1955)



OXYGÈNE

Parviens au lieu où la comète s’allonge en fil
            de lumière.
Parviens au son qui condense nos aubes, au corps
            qui croît de l’œil à l’abîme.
Ah ! les pierres habiteront l’instant du vol,
            et l’espace en vain cherchera ton visage !
Quel nul n’ose te feindre le prodige de l’os
            qui chante !
Immobile, fais le bond d’une plume que le soleil aspire.





Y LLORA LA LUZ

En el hombre conozco un viento antiguo,
un viento ardiendo por completo con músicas humeantes.
Y llora
         entonces
                  la luz,
y llora el silencio
en el hueco de la mañana
dormitando en el niño

en Ces anges de sang (1955).




ET PLEURE LA LUMIÈRE

Dans l’homme je sais un vent mûr
un vent tout brûlant de fumantes musiques.
Et pleure
            depuis
                        la lumière,
et pleure le silence
au creux du matin
endormi dans l’enfant.





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GILLES CYR [18.143] Poeta de Canadá

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Gilles Cyr

Gilles Cyr. Gaspesia, Quebec, Canadá, 1940.
Entre sábanas de nieve Gilles Cyr construye una escritura contenida, elegante en su trazo sintáctico y secreta. En la página el trazo asemeja figuras orientales (no en vano ha ejercido de traductor de poetas coreanos). Voz discreta, reservada, de orígenes modestos, la escritura cyreana revitaliza un paisaje concreto pero compartimentado desde el cuerpo, sugerido apenas en bosquejos perceptivos que los sentidos articulan. Lo luminoso, aquí, compone una textura de la que todo surge. Emerge entonces la refracción.

Entre los reconocimientos a su obra se encuentran el prix du Gouverneur général du Canada (1992) y el prix Arthur-Buies (2010). También traduce insaciablemente, desde algún café del plateau Mont-royal, a poetas armenos y coreanos.
| Sol inapparent (1978) | Diminution d’une pièce (1983) | Fruits et frontières (2006) | Huit sorties (2012)



Traducción de Víctor Bermúdez
Más poemas de Gilles Cyr
http://victorbermudez.me/category/gilles-cyr/


[Gran jardín]

Gran jardín
cerca del barranco
sin una sola gota de agua
  
en la zancada
intento cosas
  
el fruto, frutas
caídas a cierta altura
  
cuando caen
hay que decirlo
  
el fruto rojo
la fruta amarilla
  
me sirvo ya
la fruta contiene
  
habría que ver
lo que contiene
  
entonces pelo
hasta el hueso pelo
  
el hueso dice
que hay que ceder

de «Fruits» en Fruits et frontières (2006).



[Grand jardin]

Grand jardin
près du ravin
sans une seule goutte d’eau
dans la foulée
j’essaie des choses
le fruit, des fruits
lâchés à une certaine hauteur
quand ceux-là tombent
tout se complique
a couleur préférée
faut-il la dire
le fruit rouge
le fruit jaune
je me régale déjà
le fruit contient
il faudra voir
ce qu’il contient
alors je pèle
jusqu’au noyau je pèle
le noyau dit
qu’il faut céder



[El viento, la sequedad]

El viento, la sequedad
tuercen los árboles

la vid crece en todas partes

en ningún sitio del mundo
surge tan bien

sabed que la vid
asciende a mil quinientos metros
  
pasajes encordados
  
no os sobrecarguéis
traed un tentempié
  
y también un bolso grande
  
aún se encuentra
a mil ochocientos metros
  
sobre un guijarro vertical
  
las águilas os vieron
silban de admiración
  
os lo ruego
  
cuando creáis
que eso es suficiente
  
es el momento de bajar de nuevo

en Fruits et frontières (2006)



[Le vent, la sécheresse]

Le vent, la sécheresse
tordent les arbres
la vigne pousse partout
nulle part au monde
elle ne réussit mieux
allez plus haut
découvrez que la vigne
monte à mille cinq cents mètres
passages encordés
ne vous surchargez pas
apportez un casse-croûte
de même qu’un grand sac
on la trouve encore
à mille huit cents mètres
sur caillou vertical
les aigles vous ont vus
sifflent d’admiration
je vous en prie
quand vous trouvez
que cela fait beaucoup
c’est le moment de redescendre




[Creyendo extraviarme]

Creyendo extraviarme
atravieso un bosque

además de las suyas

el roble puede cargar

las hojas de otro árbol
el roble es generoso

viscosas las bayas del muérdago
se pegan al pico del tordo

que crecen al frotarse
repetidamente sobre las ramas

elijo imitar
los tordos no están allí

con gestos naturales
ahuyenta la fauna

hay que esperar un poco
mis gustos se modifican

¿acumular los nombres
para mostrar las cosas?

pido cistas
y hojas de laurel

de «Fruits» en Fruits et frontières (2006)



[Croyant m’être perdu]

Croyant m’être perdu
je longe une forêt
outre les siennes
le chêne peut porter
les feuilles d’un autre arbre
le chêne est généreux
visqueuses les baies du gui
collent au bec des grives
qui s’en débarrassent par frottement
répété sur les branches
je choisis d’imiter
les grives ne sont pas là
naturellement gesticuler
fait fuir la faune
il faut attendre un peu
mes goûts se modifient
accumuler les noms
pour montrer les choses ?
je demande des cistes
et à feuilles de laurier




[Árbol torcido y perforado]

Árbol torcido y perforado
se cortará
el parte engorrosa

una sierra sube

todos improvisan
es inquietante
  
algunos pedazos
aterrizan en el río
  
catástrofe anunciada
  
construir sobre el agua
que no sea por la metáfora
  
al final es el arbusto
  
recibimos más de una planta
que serán evaluadas
  
esencialmente ciudadanos
  
entonces entro en escena
tiro de las raíces
  
nos alejamos un poco
  
cómo creer que vuestro árbol
subió allí

La enérgica Elodea
¿la conocéis?

¡Yo no la planto!
una peste de las aguas

hojas cortas
sobre un tallo ramificado
  
bloquea los barcos
en Europa donde
  
fue introducida
cuándo y cómo
  
aquí no a la Elodea, a la barca
os subís de un salto
  
lindo, bien audaz
para visitar el país
  
un país bastante grande
y algo singular
  
es otro país
al parecer

de «Fruits» en Fruits et frontières (2006)




[Arbre tors et troué]

Arbre tors et troué
va-t-on couper
la partie encombrante
une scie monte
tous improvisent
c’est affolant
quelques lambeaux
atterrissent dans le fleuve
catastrophe annoncée
construire sur l’eau
autrement que par métaphore
à la fin c’est la houppe
on a reçu plus d’une plainte
elles seront évaluées
essentiellement des citadins
dès lors j’entre en scène
je tire sur les racines
c’est tout de même très bien
n’est-ce pas que c’est bien ?
éloignons-nous un peu
comment croire que votre arbre
montait là-bas


L’énergique élodée
connaissez-vous ?
Je ne la plante pas !
une peste des eaux
des feuilles courtes
sur une tige ramifiée
elle bloque les barques
en Europe où
elle fût introduite
quand et comment
ici pas d’élodée, la barque
vous y montez d’un bond
joli, tout en souplesse
pour visiter le pays
un pays assez grand
et un peu singulier
c’est un autre pays
apparemment



[Trabajos ligeros]

Trabajos ligeros
mañana nevará
y toda la nieve

que se asiente en las frutas
enfriará el té
  
en las espinas esta mañana
es el pulgar que pica
  
nada se deduce
  
asperidades y compañía
se revisan
  
luego al detenerse
frente a una fronda
  
que quizás comienza
  
percibo el envés de las hojas
no es un fracaso

Espítulas y púas
  
decía fronda
por abuso de lenguaje
  
voy por los alrededores
  
una almáciga
se asegura de que estoy
  
se ramifican los tallos
  
penetrantes observaciones
que se desarrollan frente a mí
  
logran convencer
  
estas especies en otro tiempo
habían migrado lejos
  
todas tan notables
  
se me propone una variedad
que florece en cien años
  
no es para tanto
  
no, ni siquiera en mi casa
encuentro nunca
flora pobre

de «Fruits» en Fruits et frontières (2006)



[Travaux légers]

Travaux légers
demain il neige
et toute neige
qui se dépose sur les fruits
refroidira le thé
dans les épines ce matin
c’est le pouce qui a pris
je ne viens plus chaque jour
on n’en déduira rien
aspérités et compagnie
sont passées en revue
puis en arrêt
devant une frondaison
qui peut-être commence
j’aperçois le dessous des feuilles
ce n’est pas un échec

Stipule et piquants
disais-je frondaison
par abus de langage
je me déplace en banlieue
une pépinière
fait en sorte que j’y suis
les tiges se ramifient
de pénétrantes observations
développées devant moi
achèvent de convaincre
ces espèces autrefois
avaient migré très loin
toutes plus remarquables
on me propose une variété
qui fleurit à cent ans
de quoi fouetter
non, même chez moi
je ne trouve jamais
de flore pauvre







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VÍCTOR DÍAZ GORIS [18.144]

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Víctor José Díaz Goris 

Nació en San José de las Matas, República Dominicana, el 26 de Mayo de 1966. Realizó sus estudios primarios en el colegio Marcos A. Cabral y el bachillerato en el Liceo Secundario Canadá. 
En 1984 se muda a Santo Domingo a realizar sus estudios universitarios y en 1990 obtiene el título de Licenciado en Psicología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
En 1991 se gradúa con méritos académicos del programa de inglés como segunda lengua (ESL) de la universidad Apec. En 2001 se gradúa de la Maestría en Gerencia de Marketing en Unapec, con índice equivalente a Cum Laude. En 2005 se gradúa de la Maestría en Educación Superior del Proyecto Unapec-Camaguey con índice equivalente a Magna Cum Laude, y en 2013 se gradúa del Posgrado en Educación Virtual de Virtualeduca con índice equivalente a Magna Cum Laude.
Ha realizado numerosos cursos pedagógicos en las áreas de de ESL y Psicología. Desde 1991 es docente de la Escuela de Idiomas de Unapec, y desde 2002 imparte docencia de diversas asignaturas del área de Psicología en la referida universidad, habiendo obtenido varios reconocimientos por excelencia académica.
Como poeta y ensayista, textos suyos han sido publicados por la revista Agora de Unapec, la revista cultural Vetas, el periódico Listín Diario en su versión digital, y el periódico El Nacional, en cuas páginas publica con cierta frecuencia.
Fue miembro juramentado del grupo de poetas Juglares de la Academia, de la Academia Dominicana de la Lengua.
Desde 1992 está casado con Ángela Ruiz  y es padre de dos hijos, Víctor José y Víctor Natanael.



LA ACÚSTICA DE LAS ANSIAS 

La daga de tu mirada
sostiene en vilo a la noche
mientras una a una
mis palabras te desnudan.

El temblor de tu cuerpo
igual que un barco que se hunde
va extendiendo su aroma
desde el lecho hasta mi sed.

Tus senos elevan
la roja firmeza de sus puntas
hasta el ávido fulgor
que va poblando mis labios.

Tu piel, que oculta las palabras 
de todos mis silencios
tiene la forma de una duda satisfecha
sabor a luna llena
la textura de un pensamiento.

Van cayendo sobre nosotros
hojas de sangre y fuego
en el ritual de dos cuerpos
bajo todas las formas del Deseo
mientras tu aliento desnudo
escribe tu nombre en mi piel.

Mi voz, puñal de ojos abiertos,
reclama el sabor de tus labios
en la ceniza del dolor.

Luego me baño de ti,
en los ríos gemelos de tus piernas
en los desquiciantes destellos de tu pubis
del que nace un sol alado cada noche
y donde se esconde
bajo el ardor de tus esencias
la sagrada cifra de las Ansias.

Cuando todo se consuma,
la noche nos acerca a la Muerte,
en la herida del orgasmo, en el cansancio del querer
y vas andando, aún desnuda, mariposa en la punta de un beso
mientras, a la luz de tu cuerpo,
el día sangra de amor. 



CREACIÓN

Tu boca bisiesta
me nombra y me crea
y vengo a ser porque así lo decidiste
demiurga de ocasos
plagiadora de amaneceres.

Del barro de la derrota 
formaste mi piel
en la negra hierba de carne 
que recoge el cadáver del mar.

Con espejos rotos 
creaste mi carne
y pusiste a conciencia
una corona de espinas
a mi pensamiento.

Con los restos de un relámpago
construiste mis huesos
y los llenaste de ansiedad
vestida de palomas muertas.

En la inesperada rutina del trueno
inauguraste mi sangre
y con la esperada sorpresa del dolor
mi aliento.

Soy obra de tus labios
del aire y la tierra.

Por tal razón soy tú
en la insospechable finitud del tiempo.

Pero tú eres yo 
en la sospechable infinitud 
de Eros.   



AMAR 

Es tener
un ruiseñor en la sangre
con las alas desplegadas 
en melodía de luz.

Es oír una alondra
alzar vuelo desde un beso
y su voz de primavera
cuando perfuma la piel.

Es degustar una estrella 
con sabor a nacimiento
en una nube de guacamayos 
con sonrisa de mujer.

Amar es ver la tarde 
derretirse en el espejo
reflejo de dos cuerpos
ungidos de placer.

Amar es la alegría 
de un juguete encontrado
el aroma de un abrazo
al ver la noche lunecer.

Es el fulgor de la sangre 
que se eleva al infinito,
albedrío de las ansias,
bajo el imperio de la sed. 




TUS OJOS 

Tus ojos de cascada hacia arriba
de meandro de río que se va a secar
son carne de luces 
que se anudan al hastío
cayenas con labios en sus pétalos
diorama de emociones
en cópula con la noche.

Tus ojos de clavel bañado por la luna
son huracanes alegres
que destruyen mis ocasos
fresas colgantes en los cabellos de una nube
pífanos de un atardecer
suspendido en la memoria.

Tus ojos de guitarra afinada
igual que una garduña 
que persigue a una sombra
son las arenas movedizas que me llevan 
a la Eternidad.




TU BELLEZA VERTICAL

Tu belleza cayendo va
igual que un arcoíris
surto sobre un quetzal.

Ella es jardín
florecido de palomas
reflejo de dagas
rielando sobre el silencio.

Tu rostro como una tarde en forma de campana
moja a la maña de altos ojos
pétalo de luz en sonora expansión.

Tu piel es un Ave Lira 
sentada en la mirada de la noche
homilía de labios que se anudan
bajo el nimbo del crepúsculo.


Tu aliento es el alfanje
que decapita a la Inocencia,
agua virgen, llena de ojos,
lunecida de ánforas y fulgor.
Tu belleza deletérea
en alas de primavera
es el horizonte vertical
que preludia la muerte.




EL RUISEÑOR

Un ruiseñor brota 
de la rama del silencio
con una gota de sol
en la punta de las alas.

vuela, orgulloso
para agradar a tu mirada.

Tus labios se abren
para liberar
el cisne oculto en tu aliento
e inauguran una sonrisa 
en forma de corazón.

Tu voz, igual que un ser vivo,
se desprende de tu cuerpo,
y va acercando tu boca
al pico del cantor.

Una flor hecha de nubes
perfuma a la aérea pareja
que, en pleno vuelo,
                        ya se apareó.
El aire tiembla:
Es la rutina
de otro milagro de amor.




EL ESPEJO Y TÚ

De tu piel surge un espejo
y de éste, un crisantemo.

Una golondrina azulece 
los delicados estambres de tu voz.

Tu piel es surcada
por un aluvión de ojos zurdos
manantial de labios de arena
que te llena de fulgor.

Tus manos férvidas sostienen
ramas de soles florecidos de amor.

El arpa de tu cabello 
arpegia el crepúsculo,
torbellino de sangre
en busca de un Redentor.

Voy en busca de la fiera
que se esconde en tu mirada
del trueno bivalvo
que se humedece entre tus piernas.

Ato La Noche a tu cintura
una estrella a tus caderas
un violín a tus labios.

Tu cuerpo moldea mis excesos y,
al tocar tu mirada de humo cristalizado,
mis pupilas asesinadas
se derriten sobre tu boca.

Te hundo en mis manos
reminiscencias de Caribdis
y te corono de eternidad
en la dulzura del dolor. 



DOLOR DE EDÉN 

Tus muslos apodícticos
detienen la luz y el tiempo
ni siquiera el silencio 
de ellos puede escapar.

Peces con ojos en la cola
nadan felices 
en tus carnes
mientras tus huesos escilan
el cadáver de la Eternidad.  

Todo es absorbido 
por las ráfagas de tu cuerpo
tornado omnisciente altivo
que provoca y mata el placer.

Hasta el fuego se acobarda 
frente al arco de tus piernas
ante ésa casi omnipotencia
¿Qué puede el pensamiento hacer?

Las fuerzas de la nada
ortan la noche de ti
y hacen que mi piel sienta
la dulce angustia del sufrimiento
el trauma inevitable 
de un nacimiento,
el cuasi orgasmo de morir.  



CAÍDA

Caminabas
igual que un Ave Del Paraíso seducida por Adonis
sobre la noche muerta.

El desangrado cristal del crepúsculo
se agitaba sobre tu cabeza.

Tus pasos aleves
acuchillaban al viento.

Los alerces se estremecían 
ante el cimbrear de tu mirada.

En tu aliento recién construido
se balanceaba un turpial de sonoras plumas.

El claro caudal de tu voz
era aprisionado
por el hilo de plata
de la tarde al caer.

Veías, con toda claridad
como por los pétalos del Deseo
fluían los rubíes del Mal:
La Muerte venía de prisa
a lomos de una espada de luz
y flores silvestres. 

Serena la viste pasar.

Al verte, 
tuve un desequilibrio
(consciente)
en mis pulsiones y sentidos. 

Mi sombra, desecha,
corrió igual suerte.

Era violenta la quietud
en la que tu cuerpo, (no tú),
me sumergía.

Al final
sufrí otra derrota:
volví a entrar en tu piel.




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ELISHEBA GRINBAUM [18.145]

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Elisheba Grinbaum 

(1965-2004) fue una poeta y dramaturga israelí. En vida publicó un único poemario, Retaguardia de la luz en el 2000. Tras su muerte se publicaron Súbitamente la tierra (2005) que reúne poemas y textos cortos y Tres dramas (2006) que reúne su dramaturgia.





Primer día de clases

Un millón de niños acude hoy a la escuela,
uno de ellos se aferra a mi mano.

Emana un perfume de cuadernos y cartera de cuero nueva.
Su cabello recién lavado exhala conmoción.

Apretado murmullo de fin de sueños de verano
en las suelas de sus sandalias diminutas.

Tu pequeña mano húmeda aprieta la mía
al entrar en el patio, el terror conocido

de comenzar todo otra vez, nosotros dos
contra el mundo, dame un minuto más

antes de soltar tu mano, serás entonces tú solo,
un hombrecito de cabellos recortados frente al mundo.

Yo desviaré la mirada, mujer en cuyo cuerpo
muchos entraron
aunque nadie nunca salió,

y me iré.


Traducción: Gerardo Lewin





http://decantasion.blogspot.com.es/






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RACHEL CHALFI [18.146]

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Rachel Chalfi 

Rachel Chalfi nació en Tel Aviv, donde vive y trabaja actualmente. Su tío fue el poeta y actor Abraham Halfi. Tiene un título de máster en Literatura Inglesa de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y estudios posteriores de teatro en la Universidad de California y en el Conservatorio AFI de Hollywood. Trabajó como periodista y cineasta independiente. Da clases en la Universidad de Tel Aviv. Ha filmado documentales y películas experimentales. Ha escrito, además, obras de teatro por las que obtuvo premios en Israel y el exterior.

Ha recibido los premios Primer Ministro, el Premio Ashman y el Premio Bialik de literatura.


OBRA:

POESÍA:

Underwater and Other Poems, Hakibbutz Hameuchad, 1975; 1989 [Shirim Tat-Yamiyim Va-Acherim]
Free Fall, Marcus/ Achshav, 1979 [Nefila Chofshit
Chameleon or the Principle of Uncertainty, Hakibbutz Hameuchad, 1986 [Zikit O Ekron Ee Ha-Vada'ut]
Matter, Hakibbutz Hameuchad, 1990 [Chomer]
Love of the Dragon, Hakibbutz Hameuchad, 1995 [Ahavat Ha-Drakon
Hidden Passenger, Hakibbutz Hameuchad, 1999 [Nosa'at Smuya]
Solar Plexus: Poems 1975-1999, Hakibbutz Hameuchad, 2002; ext. ed. 2005 [Mikla'at Ha-Shemesh]
Portrait of Father and Daughter [with Shimshon Chalfi], Keshev, 2004 [Tmuna Shel Aba Ve-Yalda]
Secret Details from the Transparent Portfolio, Hakibbutz Hameuchad, 2007 [Pratim Sodiyim Mi-Toch Ha-Klaser Ha-Shakuf]
Witches, Keshev, 2009 [Mechashefot]
Portrait of Mother and Daughter [with Miriam Baruch Chalfi], Keshev, 2010 [Tmuna Shel Ima Ve-Yalda]
Poems for Daniel, Keshev, 2011 [Shirim Le-Daniel]
The Book of Creatures, Hakibbutz Hameuchad, 2011 [Sefer Ha-Yetzurim]
China, Hakibbutz Hameuchad, 2013 [Sin]
Margins, Hakibbutz Hameuchad, 2014 [Shulayim]
Ballet on Ice, Keshev, 2015 [Balet Al Ha-Kerach]

FICCIÓN:

Blue Against the Evil Eye (stories), Hakibbutz Hameuchad/ Siman Kriah, 2012 [Kachol Neged Ayin Ha-Ra]



Qué es

Qué es estar deprimido a los 20
comparado con ducharse a los 90
Qué significa irse a la cama con una mujer a los 21
frente a levantarse de la cama sin una mujer a los 81
Cuánto vale leer poesía a los 16
en comparación con atarse los cordones a los 89,
cuánto escribir poesía a los 39
al lado de poder desnudarse a los 93
Cómo califico el emborracharse a los 30
en contraste con poder beber un vaso de agua sin derramarlo a los 90
De qué vale completar un doctorado en lingüística a los 29
en contraste con recibir un papelito del oficinista idiota a los 74
Qué valor tiene el escalar el Himalaya a los 26
medido contra el poder subir a un autobús a los 86
Cuánto importa dirigir una asamblea a los 55
si lo comparo con digerir normalmente a los 83
De qué sirve escuchar música clásica a los 32
si se equipara con oír que golpean a la puerta a los 82
Qué mérito tiene levitar meditando a los 37
en tanto logremos permanecer de pie en la bañera a los 97

Qué es escribir esto, sentado, a los 40
comparado con leerlo, acostado, a los 90
y luego intentar

pararse.

Traducción: Gerardo Lewin



"On the Shore, Tel Aviv, Winter 1974" 
from  Reality Crumbs by Raquel Chalfi

A crocodile cloud swallowed a cloud-cloud.
All is clogged
and where did the war go?
The pier is painted red and yellow
with the inscription: Tel Aviv.
The drums of the depths are indifferent.
In the sky shadowy figures
frolic unhurriedly.   An infinite wrestling arena
in slow-motion takes.
A crane rises above the luxury hotel
Hilton. And where did the war go.
A crocodile cloud swallowed a cloud-cloud. Where
did the war go. Up    in the depths
soft clouds make love to planes.
The air fills the lungs
with spiky salt and laughter.
The sun, a fading photograph.
Birds on the shore grayly peck the sand.
The sea – its muscles groan.
A lone woman, a synthetic kerchief
on her head     what is she
in face of a thunderstorm.
The diving board, too, is painted orange.

An old woman, her lips attempt:

                                                   He was an angel
                                                   He was an angel

[translated from Hebrew Tsipi Keller]






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ANTONIO JOSÉ ROYUELA [18.147]

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Antonio José Royuela García 

(Córdoba, España). Antonio José Royuela es diplomado en Ciencias de la Educación y Licenciado en Psicopedagogía y trabaja actualmente como maestro de Educación Primaria.

Entre sus publicaciones y premios se encuentran:

-Ganador del Primer Premio de Minirelatos La Casa del Poeta. 2009
-Mención Especial en el I Concurso de Poesía Giaconda Belli en su apartado de Poesía Social.
-Varios poemas integrados en antologías realizadas por el Centro de Estudios Poéticos.
-Poemas y relatos recogidos en el recopilatorio titulado ‘El Desván de las Luciérnagas’.
-Finalista en el II (2007) y en el III (2008) concurso de Poesía Erótica Internacional Búho Rojo.
-Seleccionado como finalista en los Encuentros Nacionales para Poetas y Escritores de Anuesca a favor de Manos Unidas durante las convocatorias VII (2008), VIII (2009) y IX (2010).
-Carta de amor seleccionada y publicada en el libro titulado ‘Soñadores Ocultos’.
-Finalista del I Concurso Búcaro de Poesía y Microrrelato en su modalidad de Poesía.

Ha publicado:

-Desajustes, 2008
-La mente del mono, Editorial: Punto Rojo, 2011
-Zonas, Lastura, 2015



Los tiempos son círculos cerrados

No me resulta fácil expresar amor
en el poema
y al mismo tiempo, convencer
de que todos mis versos nacen de él.

Independientemente
del metal y brillo con el que estén hechos.

Ahora que no me olvido de ti
y he recuperado mi jardín de atrás
gracias a tu dictados
de cómo encontrar la respiración
aquellas veces que la olvido.

Ahora que he aprendido
a trabar la lluvia que esconden las nubes
de mis poemas,
porque camuflas mejor que nadie
el paraguas en mi maleta.

Ahora sé que el amor de este poema
no es un relámpago,
ni tiene nada que ver con la sed de la noche.

Ahora, cuando descubro
que mi juventud
ya no quiere seguir andando en todas direcciones,
y tú, a pesar del frío que da mi invierno,
mantienes el norte como una brújula
a la espera de ser avistada.
Ahora sé,
que un reloj de arena marca un tiempo,
y que los tiempos son círculos cerrados
que pertenecen a alguien,
como el amor de este poema te pertenece a ti.



Te hallo y me pierdo 

Te hallo 
en los labios de la noche, 
en la melaza de tus pezones, 
en la querencia de tus oquedades 
y en el buen hacer de tus manos 

y me pierdo 
en los besos ausentes 
de una boca nómada, 
en la sombra de unos turgentes 
y distanciados senos, 
o en el vaivén 
de unas caderas infidentes. 

Te hallo 
en la batalla cuerpo a cuerpo 
hecha cama y en tu gemir 
cuando pides que azote tus nalgas 
mientras la luz de tus ojos 
solicitan continuidad en el movimiento 
de nuestros torsos adheridos, 

y me pierdo 
en la orilla sin mar 
que aleja tu espalda, 
en la angustia de saberte acariciada 
en el fuego de otro calendario 
o en la imagen rota 
de un despertar abrazado a tu ausencia. 

En este círculo 
de hallarte y perderme 
es donde la necesidad de la certeza 
es un cielo en aquelarre. 



Despedida 

Una noche cualquiera, 
de un día con cielos grises, 
despertaré abrazado 
a la ausencia de tu mundo, 
que es el mío cuando tú no estás. 

Entonces acariciaré tu pelo 
convertido en una ciudad apagada. 
Tu cuerpo semidesnudo, 
será sombra en las esquinas de las calles 
de esa misma ciudad sin luz, 
donde el sueño de recordarte 
juega a defenderse. 

Una noche cualquiera, 
fría como la nieve cuando tú me faltas, 
sentiré miedo al oír el temblor 
de tus muslos 
cruzar la puerta sin mirar atrás. 

Entonces estaré mirando 
Una mirada de otros ojos 
con rastro de amor. 
Sintiendo como por dentro se derriba todo. 

Una noche cualquiera, 
cuando las verdades sin contar 
apaguen las cenizas de los labios, 
cuando los silencios han perdido su crédito 
y tu piel sea una cicatriz de la mía. 

Entonces el rumbo de tu sonrisa 
me dirá la isla dónde naufrague. 

Para ese momento, 
los dos habremos maldecido 
las cosas que no se pueden compartir, 
la intransigencia de los ojos de ciego, 
las paradas donde no llega el metro 
y el taxi queda lejos. 

Esa noche cualquiera, nosotros, 
volveremos a ser tú y yo. 




Esperanza y utopía 

Esperanza y utopía 
algo tienen en común. 
Origen en el deseo, 
sustento para las metas 
y su labor como jueces del destino, 
en la fuerza del desánimo 
elaborada por el paso del tiempo. 

¿Quién de nosotros se atreve a juzgarlas? 

Nada es lo que parece 
y aquello que parece, 
a veces no lo es. 

Como en todos los cielos, 
existe asimetría en el horizonte 
de las miradas, 
distinta profundidad 
en el latir de sus corazones 
y el desencuentro en los espacios comunes. 

Pero, ¿quién conoce todas las lenguas de las venas? 

Un beso no cambia de color 
por tener patrias diferentes, 
y aunque el origen no fuese convencional 
es tan válido como los que se dan 
bajo la misma luna. 

El amor no va más allá de la idea que lo genera. 

Dame tus manos, tu frente alta. 
Sin urgencias, 
acompáñame por los pormenores. 
Seamos la nostalgia de nuestro futuro. 

¿Esperanza o utopía? 



Acompáñame 

Acompáñame 
esta noche de cristales rotos. 
Salgamos en busca 
de irresponsabilidades 
a las tabernas donde las pupilas dilatadas 
presagian batallas entre labios 
de osadías sin dudas, 
cuando vivir nada tiene que ver 
con la vida. 

Acompáñame 
por los jardines donde el silencio 
es cómplice de poetas, héroes y villanos. 
Salgamos tras la luz roja 
de los enardecidos corazones, 
tras los ruidos 
de una ciudad veloz 
al borde de un ataque de nervios. 

Pero sólo acompáñame 
si el olvido es más fuerte 
que la nostalgia, 
si te ves capaz 
de avivar la llama apagada 
de nuestros ojos, 
si la renuncia 
no abarca a los deseos vejados 
de nuestras manos. 



Te ofrezco un trato 

Te ofrezco un trato 
que incluye algo de magia. 

¡Escúchalo! 

La noche escondida tras la noche 
a tus dudas y a tus sombras. 
Los besos sin billete de vuelta 
aún desconociendo el destino. 
Velar tu corazón 
cuando el frío del invierno llegue y lo roce. 
La entrega del que quiere ser vencido. 

¡No respondas todavía! 

El truco de hacerte invisible 
sólo a mis manos, 
el de esconder mis labios 
tras tu espalda 
mientras nuestras manos aparecen entrelazadas 
como una enredadera a tu cintura. 

Aún no, ¡no respondas todavía! 
por favor. 

Todo y más, 
a cambio, sólo te pido: 
el brillo de tus ojos en la mirada, 
el vello de punta 
que esconde el deseo tras tu sonrisa 
y alguna palabra de aliento 
cuando percibas mojada la pólvora de mi piel. 

¿Qué contestas ahora? 



Fisgón

Te gusta posar tus ojos en los contornos, 
abrir tus oídos al rumor. 

Descifras como nadie acertijos 
de contrabando 
y aunque se dice que mercadeas 
con oro radioactivo, 
a tu ética le gusta el riesgo 
del contraespionaje. 

Guardas en tus bolsillos arena escrita, 
mapas del tesoro, restos de aire. 
A veces, pólvora en buen estado 
que como buen mercader 
sabrás colocar. 

Lo más extraño, 
es que harás de todo, menos reconocerlo.




Vieja historia 

¡Oh, palabras, cuántos crímenes se han cometido 
en vuestro nombre! 
Eugène Ionesco 


Hay palabras encadenadas 
que arrastran la sombra del tiempo. 
Condenadas al ostracismo, ahora, 
reclaman su derecho. 

Son los ojos de revolucionarias feministas 
como Olympe de Gouges y tantas otras. 
Las manos de heroínas literarias, 
como Virginia Woolf y tantas otras. 
El corazón de hembras guerreras, 
como María Pérez y tantas otras. 

Palabras tratadas con sevicia, 
que ahora desasidas, buscan su lugar 
en las calles donde ardieron. 


O bien ningún miembro de la raza humana posee verdaderos
derechos, o bien todos tenemos los mismos; aquel que vota
en contra de los derechos del otro, cualesquiera que sean su
religión, su color o su sexo, está abjurando de ese modo
de los suyos.


Condorcet 

II 

Exploremos de la mano 
las estrellas del amanecer. 
El viento no es patrimonio del hombre 
ni la piedra de la mujer. 

Por las complicidades de los sueños 
ultrajados tantas veces. 
Por el peso del dolor, 
pocas veces compartido. 
Por la piel jugada, 
por lágrimas derramadas, 
por los naufragios libres de culpa, 
por la robada gloria. 

A ti mujer, 
que el viento esparza las cenizas 
de esta vieja historia 
y tus sueños vuelen a la ciudad 
libre de penitencias. 

Seamos uno en derechos 
y uno en obligaciones 
amantes y amados por igual. 

Por tantos trapos sucios que 
tuviste que lavar. 
Por las primaveras sin libertad. 
Por las balas esquivadas, 
por el destino secuestrado, 
por tu respirar sin rencor 
y tus manos siempre tendidas. 

A ti mujer, 
para que el aire se desnude de su engaño 
y la piedra se vista de libertad. 




LLUEVE OTRA VEZ

El otoño se empeña en traer lluvia que no le corresponde.
Por la fuerza con la que cae
parece una lluvia del trópico,
acostumbrada a arrasar poblados, ciudades enteras.

El dolor no respeta los términos del contrato
y las lunas del taxi
ahondan en la crueldad que la imaginación aflige.

Tal vez,
la mujer con la que voy a encontrarme
no sea más que un recuerdo.






I

Una historia
de versos tristes
para corregir su diseño.



II

Con la presteza del colibrí batiendo sus alas,
un gigante de brazos de fuego
impuso su vasallaje de sótano sin luz.
Desde entonces, un paisaje mutilado
y un futuro en estampida de gentes atormentadas
es la fotografía de aquel jardín
donde Adán y Eva dieron su primer bocado.





Habitación de hotel

No son palabras
en la memoria del amor.

La cama desierta
me grita desde la ciudad despoblada.
Ausencia de tus ojos.
¿Cuántas veces te nombro en el fuego encencido
de mis manos que viven en ti?

No son palabras
en la memoria del amor.

La habitación vacía
arremete desde la paz con desorden
en la melancolía de tu respiración.
Tus pechos desnudos en mis labios abiertos.
¿Cómo compensar la lluvia de tu boca
desde los arrabales del deseo?

El amor no tiene memoria.
Vive desnudo en las palabras no habladas
mientras yo te las escribo.




ZONAS de ANTONIO JOSÉ ROYUELA 






Calle Deseo

Es la vieja calle del arco iris doble,
desde el más puro e intenso carmesí al frío malva.
En ella puedes encontrar a la mujer que llora
o a su hermana gemela que ríe.

Desde sus esquinas,
puedes otear la grandeza del mar
y elegir en la intimidad su pobreza.
Leer en los rótulos luminosos:
                                   la vida es muy corta y los anhelos muy tercos.

Esta es una calle
de ilusión crepuscular.
Los desesperados acuden para que los ilumine.
Han oído de sus milagros
cuando uno se despoja sin miedo de su congoja.

Consumido el apetito inicial,
el tiempo lo va desgastando,
                                               -te hace signos que no entiendes-
pero este no muere nunca del todo.
Esta es una calle
hecha con la sustancia barata de la esperanza.

Sofocado el dolor de un fracaso,
la calle mantiene latente el germen
de un nuevo alumbramiento.



Residuos de antiguos yerros

Aunque ahora trates de disfrazarlo,
te delatan tus pasos.

Te gustaría
que las escasas recompensas
de un viejo escenario cargado de desafueros,
mantuviesen alejado el gris horizonte
con raíces en un ego de hojas sin luz.

Aún así,
admiro la gallardía de mirar al frente,
tu destreza para abrir camino
entre el ramaje esparcido
o la calma parecida a la del yonqui
tras inyectarse el nirvana
con la que gestionas
los pocos rayos de un sol
que te permiten nombrar la palabra
                                                           felicidad
sin tartamudear,


ante las puertas del infierno de Dante.




Surcos para la siembra
Zonas
Antonio José Royuela
Lastura, 2015

(por Laura Gómez Recas)


Zonas, libro de Antonio José Royuela, termina con este verso: “Hasta aquí otra vez yo”. El punto final inapelable para quien finaliza la lectura y toma conciencia de que la poesía es más que un medio, es el autor y lo que dentro de él se conmueve, es la naturaleza escribiente de un alma.

Royuela es autor de poesía y de prosa, domina el instrumento y es directo en el verso, explícito y comprometido con él mismo y con el mundo que le rodea. Este libro, que Lastura ha ornado con una cubierta llena de ventanas, incita a la lectura para descubrir, la curiosidad es protagonista cuando se comienza a leer y en su título se adivina la variedad de contenidos que van a abrirse de página en página. Zona cero, zona líquida, gaseosa, sólida, sin clasificar, capítulos en los que el autor va dejándose la piel ante un mundo insólito y desafiante, “en ocasiones, / el lobo que llevo dentro se alejó tanto de mí, / que me asusté”. Las zonas por descubrir de Royuela son estratos de su sentir humano cuajados de realismo y también de idealismo, como indica la prologuista Lluïsa Lladó; en esas zonas de difícil tránsito, él afronta su verdad y su criterio con sinceridad, tan directo que desgarra el lenguaje poético. Puede que ahí radique la originalidad de este libro, su carácter. Con una hábil y nada tópica utilización de la imagen, se hace valedor de sus raíces y fuentes de sabiduría literaria, reminiscentes en muchos versos, nuestros autores de mitad del siglo XX, la llamada generación de los 50. A aquéllos nos recuerda esa toma de conciencia del leguaje como un medio al que cuidar, pero con dosis de “coloquialismo” que acercan el mensaje con absoluto realismo al lector y hacen del poema una rompiente feroz de lo poético: 

Sin embargo, es ahora, 
recluido mi corazón donde las ánimas 
y tú, tan lejos, 
donde los pájaros construyen nidos fríos, 
cuando me pregunto:
si me amabas tanto como decías, 
por qué carajo nunca te encontré 
cuando más te necesitaba.


Las zonas se desvelan sin pudor, con la naturalidad del compromiso al abordar el desahucio, la educación, el hambre, la sanidad, el terror, la caza. Directo como un editorial tocado por la pluma del poeta, “La eliminación del dolor no debe ser / una alegoría lumínica, / ni depender de la altura del mundo donde se viva”, el autor confiesa no la inutilidad de la palabra, sino el coraje del distanciamiento, como expresa en el poema Ciudad Juárez II:  

De nada te sirve la poesía 
que incendia hojas alejadas de la dársena. 


Maldice con crudeza, “maldito mundo de perros” y es capaz de bañar de desolación al lector con una imagen como ésta: “… en un desahucio / se maltrata la intimidad de un cajón”. Con esa misma naturalidad aborda el tema del amor, su relación con el sentimiento es sincera y honesta y el poema fluye en esa dirección sin búsquedas trasnochadas ni onanismos sentimentales “No me escandaliza reconocer / la cicatriz en la médula. / En el amor, todo es batalla”. Hay un análisis de la nostalgia, del sentimiento, del otro como antagonista no idílico, pero sin la renuncia al lirismo, puntual e inapelable:

Te quiero, 
ocho fonemas para los aduaneros del mar.



En Zonas, encontramos el trazo de lo injusto, la necesidad de humanismo, el reconocimiento de lo cercano, de lo que nos sustenta desde niños, la madre (“siempre encontré en tus bolsillos / la comprensión que requiere el orden de las pasiones”), el amigo, el amante, el reconocimiento del otro a través del dolor. Cada zona del sentir en un capítulo, trazando así un mapa que no presume de categórico, pero sí de reconocible y honesto. Una honestidad a escala en la zona sin clasificar gracias al posicionamiento moral e intelectual ante el acosador, el payaso, la maldad, la mujer o el amor. Gracias a la verdad del autor:

nadie debería comprar la mercadería  
que quemó a Galileo.

En este libro, Antonio José Royuela emplea la primera persona del singular en femenino en dos poemas como una apuesta literaria curiosa y extrema, sobre todo, en el poema relativo a la lactancia. Un hecho que nos hace pensar que el otro debe ser objetivo de empatía, que es un ejercicio asumible y enriquecedor para el autor y para el lector.

En geografía, una zona es una franja de terreno acotada con una extensión considerable. Así se presenta el libro, como un lienzo de franjas que necesariamente se ha de atravesar mientras se vive, sobre las que el autor se manifiesta como un actor-espectador implicado trabajosamente. Hay un verso inequívoco que delata esa horrible sensación de impotencia en este viaje: “Mis sueños son arrastrados por bueyes”. Los poemas de Zonas constituyen un mensaje lleno de generosidad. Ante la devastación, la injusticia y el compromiso, los sueños, el equipaje más preciado, aún por abrir. O, quizás sea esta materia intelectual y escrita la que compone el cuerpo de los sueños del poeta que, sin él saberlo, acumulan surcos para la siembra.

Este libro contiene un regalo para el lector, ya que en su solapa aparece un código QR para descargar en formato digital un libro de microrrelatos, Resiliencia, un título que los une en temática y en el que se puede apreciar la prosa lúcida y actual de Antonio José Royuela. Cuidadosamente tratada en todos los micros, se revela excelente en alguno de ellos como el que da título a esta gratificación digital.






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DAVID PUJANTE [18.148]

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David Pujante

David Pujante (Cartagena, 13 de febrero de 1953) es Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Valladolid. Poeta cuya obra aparece en el panorama español "a caballo entre la última tensión de la Generación del 70 y las primeras apariciones de la Generación del 80".

Realizó sus estudios en las universidades de Murcia y Barcelona. Se doctoró por la Universidad Autónoma de Madrid con una tesis sobre Juan Ramón Jiménez. Tras una primeriza y breve incursión en la narrativa, su interés creativo se centra en la poesía, tanto en traducción como en producción propia.

Profesor de Lengua y Literatura Española, como agregado y después como catedrático, en institutos de Murcia, Madrid, Cocentaina (Alicante), La Unión (Murcia) y Cartagena. Durante estos años, su interés se centra en la poesía, tanto en traducción como en creación. La lectura de los clásicos griegos y latinos junto con un emocionado interés por la cultura germana (que le despertaron sus repetidas estancias juveniles en Suiza y Alemania) son clave culturalista del mundo que aparece en el primer libro de poemas que publicó, La propia vida (1986). Su contribución al conocimiento en España de la poesía de Pessoa en los años 80 fue su traducción del largo poema inglés Antinoo.

Consigue una plaza de Profesor Titular para la Universidad de La Coruña (1991), tras haber publicado el segundo libro de poesía, Con el cuerpo del deseo (1990), que representó un importante cambio de registro. Según Pedro J. de la Peña: "En la sobriedad y en la depuración del texto se encuentran los requisitos más auténticos". Fue un libro de desamor, franco y descarnado. Estación marítima (1996) es su tercer libro, producto de los años en Galicia, según palabras de Díez de Revenga "ofrece una estación del exilio en la que confluyen sentimientos de distancia, soledad y desarraigo." También de esos años gallegos es la publicación de Sonetos venecianos y otros poemas de August von Platen: "Muy cuidada versión, es digna de una atención muy especial, por ser la primera traducción que se hace en España de este gran romántico alemán". La dedicación profesional de David Pujante a la retórica se fragua en el libro El hijo de la persuasión. Quintiliano y el estatuto retórico (1996 y 1999). En el año 1997 publica una amplia reflexión sobre el pensamiento estético del primer Nietzsche, Un vino generoso. (Sobre el nacimiento de la estética nietzscheana: 1871-1873). Gana una nueva oposición de titular para la Universidad de Valladolid y luego otra de catedrático. En esta nueva tierra de residencia, forja el cuarto de sus libros poéticos, La isla (2002), del que el poeta y crítico Soren Peñalver dijo que era "uno de los más bellos libros de poesía aparecidos este año". Con el título de Itinerario salió publicada al año siguiente (2003) una amplia antología de toda su poesía. También a esta nueva etapa pertenecen su Manual de retórica para la Editorial Castalia (2003) y una amplia monografía sobre la obra poética de Francisco Brines, poeta de la Generación del 50 y académico de la RAE, Belleza mojada. La escritura poética de Francisco Brines (2004). En 2013 aparece su último libro de poemas publicado, Animales despiertos, que es considerado de inmediato por Luis Antonio de Villena como “su cenit hasta el momento”.

Obra creativa

Narrativa

Evelinda es un nombre inocente (Editora Regional de Murcia, 1981).

Poesía

La propia vida (Editora Regional de Murcia, 1986).
Con el cuerpo del deseo (Universidad de Murcia, 1990).
Estación marítima (Huerga y Fierro, 1996).
La Isla (Pre-Textos, 2002).
Itinerario (Editora Regional de Murcia, 2003).
Animal despierto (Renacimiento, 2013).
La piedra de hoy (inédito).

Antologías españolas y extranjeras en las que aparece su poesía

"Cinque poeti spagnoli", junto a Antonio Colinas, Francisco Chica, Pedro Gimferrer y Àlex Susana —, Arsenale, Roma, nº 9-10, año 3, enero-julio 1987, páginas 89-106.
Nuevo cancionero: una generación apócrifa, antología de Clemente Casín, Anthropos, suplemento nº 10, diciembre, 1988.
Murcia. Antología general poética, realizada por Santiago Delgado, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia (Murcia), 1993.
Tras la espesa corteza de los días, antología de David López García y David López Sandoval, Universidad de Murcia (Murcia), 2002.
Poesie autografe di autori spagnoli contemporanei, edición de Miguel Salas, Rímini (Italia), Raffaelli Editore, 2006.
Antología de la poesía española contemporánea (1966-2000). 50 poetas hacia el nuevo siglo. Metalingüísticos y sentimentales, Madrid, Biblioteca Nueva, 2007.
Tre poeti murciani, traductor y antólogo Francesco Dalessandro, Roma, Poesia 2.0, 2013.

Traducciones

Fernando Pessoa, Antinoo (1985, reed. en Salto de Página, Madrid, 2014).
August von Platen, Sonetos venecianos y otros poemas (1999).
Luis Antonio de Villena (compilador), Amores iguales (en este libro David Pujante traduce a los poetas August von Platen, Fernando Pessoa, Rainer W. Fassbinder, Gino Hahnemann, Detlev Meyer) (2002).

Obra académica

David Pujante en la Universidad de Göteborg, Suecia
De lo literario a lo poético en Juan Ramón Jiménez (1988).
Mímesis y siglo XX (1992).
El hijo de la persuasión. Quintiliano y el estatuto retórico (1996 y 1999).
Un vino generoso (Sobre el nacimiento de la estética nietzscheana: 1871-1873) (1997).
Manual de retórica (2003)
Belleza mojada. La escritura poética de Francisco Brines (2004).






Me gustaría tanto tener claro
que ya no te amo, que ha pasado el tiempo
y ha arrastrado consigo
aquella sensación de estar soñando
cada vez que miraba hasta tus ojos.

Y el caso es que en presencia, cuerpo a cuerpo,
una furiosa desazón me obliga
a creer que ya nada permanece.
Deseo que te vayas, estar solo,
salir a pasear con mis amigos
y serte infiel con ellos al contarles
los íntimos secretos
que celamos con gusto, en connivencia,
cuando todo era un mundo entre nosotros,
antes de estarse el mundo deshaciendo.

Creo tenerlo claro cuando marchas
y quedo solo, en el primer instante,
porque salto de gozo, y la alegría
de esa primera libertad me vuelve
más vivo, con más ganas...
Me preparo
un traje, y la corbata y los pañuelos
me son una elección regocijada;
quieren decir que libre, que animoso,
saldré a la conquista de las calles;
a perderme entre sombras, entre brazos
furtivos, en portales
donde se pide fuego con los ojos.

Pero qué extraña sensación la angustia
de que todas las ansias de locura,
de libertad, de serte infiel, se agoten
tan pronto, y un vacío, una inquietud
de soledad me inunde y me convierta en
desamparado huésped de mí mismo.

¡Cómo entonces te busco en la difusa, oscura lejanía;
cómo sospecho las claves de todo
lo que nos pasa; cómo justifico
tus injustas celadas!
Sólo ansío
que de nuevo te lances a mis brazos;
pero dejo el teléfono en silencio,
porque es volver a comenzar lo mismo,
porque en llamarte cifro mi fracaso.

del libro Animales despiertos 



                                                     
LEVE DON
              

¡Un extraño misterio son los dioses!
Conocemos sus hechos: sus dones y también cuanto nos niegan.
No entendemos ni lo uno ni lo otro.

Te han dado la hermosura:
una piel tersa y blanca como la alta lujuria de los sueños.

Te han concedido hablar en varias lenguas
casi perfectamente.

Y te niegan lo más habitual
entre las concesiones de los cielos.
Te niegan el lenguaje sencillo de las pieles.
Te envaran el espíritu en la noche del cuerpo.

             
II

Cuando la suave mano que pide la caricia
pasa del justo punto del pudor (invento ajeno
a la verdad del cuerpo),
una oscura serpiente en tu interior
se retuerce y se anuda
y te cierras sobre tu oscuridad.

¿Por qué (pero los dioses no contestan)
no puedo acariciar tu joven cuerpo,
hablar con él la lengua del afecto?

            
III

Lentamente, en silencio, se conocen los hombres;
avanzando con paso, si cauto, decidido.
No me niegues la dicha de este nuevo diálogo:
Transitar por tu alma, por tu cuerpo y mi ensueño.

           
IV

En la profundidad de tu mirada
(dos negras insolencias),
las edades se agolpan.

¿Qué hiciste en otras vidas para sufrir ahora este castigo?
¿Qué no hice yo contigo, cuando nos conocimos, para este desamparo?

Llegaste un día a mi casa y te colaste
en mi coto cerrado, en mi amable reducto.
Nos miramos, nos dimos las manos y quedaron
un tiempo entrelazadas,
como cediendo al tacto ese decir
que aún no era de la boca.

¿Qué me engañó de ti, qué gesto,
qué intención aparente
que luego me negaste?

             
V

Como ocurre a menudo en el amor (palabra grande,
difícil de sostener, casi siempre más allá de lo oportuno),
los afectos encuentran a sus dueños
cuando no esperan nada,
cuando van descreyendo de que un regalo nuevo les aguarde.
Gran parte de la fuerza del amor suele ser la sorpresa.

            
VI

Nada tiene futuro en esta vida, y menos esto nuestro.
Así que no pregunto, me entretengo
en mirarte a los ojos, en pasar
la mano con la mente por tus sienes,
en todo lo que sé que he de perder un día,
sin pensar nada.
Como en la vida. Sin planes.
¡Qué digo como en la vida! ¡Estúpido lenguaje!
Nada de como, es la vida
que de nuevo me sorprende
inoculándome su fuerza
tras años de espectador ansioso por tocarla.

            
VII

No estás entre mis brazos
y me parece, en cambio, que quieras formar parte de mí mismo.
Pero lo que te asombra y lo que te divierte,
lo que te gusta y te hace sonreír ¡me es tan ajeno!
Vive tu vida en gozo
y yo estaré en mi sitio.
Los días que la vida nos une
son un portento inexplicable.

          
VIII

No puedo cometer el error de cerrarte el círculo
sobre mí mismo y asfixiar tus años.
La inteligencia también vale en el amor
y debe ser una especia que bien sazone
los ingredientes de la locura.

                                           (De Animales despiertos)




CENDAL DE BRUMA

     A Alfonso Martínez Rebollo

I

Si el mundo se alejara un día lentamente
y me dejara verlo tras un cendal de bruma,
suavemente apartándose: soles que se deslizan
hacia la incandescencia,
apagándose tanto, y tanto, y tanto
que todos mis recuerdos, como estrellas, cobraran aún más vida
que la verdad, ya última, ese momento opaco
que es la extinción,
que es el desasimiento,
la vertical caída
por la negra pendiente que no vemos el fondo.

Y todo sin congoja.


II

¿No sería magnífico,
en el límite mismo de la muerte,
que surgiera de pronto, como revelación,
el sentido de todo lo vivido?
Como unas alas nuevas, venidas desde un cielo que ignoramos,
para darle razón a todo lo pasado,
para llevarme en vuelo
alto a una nueva esfera,
un mundo aún por soñar.
Una roca segura, que irrumpiera
de entre la negra niebla que parece esperarme.


III

¡Y todos los anhelos
de pronto pierden cuerpo,
y todos los fantasmas temidos se disuelven
en un contra-aquelarre,
mientras los vientos rudos, contrarios de la vida
unen sus latitudes en un único polo,
se encalman en un único paisaje,
suave, de mar y cielo!
¿No sería magnífico?


IV

Y alejándose el mundo lentamente,
apagándose todos sus murmullos,
pábilos parpadeando
hasta extinguir sus luces, sus latidos,
mientras que el corazón va acompasándose
con esa dormición sin dolor, ese gozo
de música callada que acompaña
lo natural del mundo en su ir y venir,
en su nacer y en su extinguirse.


V

¿No sería una forma
perfecta de morir?
¿Por qué entonces, el dios supuesto que ha creado
la vida, no lo ha impreso
como un modo rotundo de acabar las criaturas?
¡Acaso no ha podido?
¿Acaso no ha querido?
¿Acaso no pensó nunca en la muerte,
que un día se coló en su creación, sin saber cómo?
¿Acaso deseaba, con sadismo divino,
maltratar sus criaturas,
haciéndolas confiarse en el vivir,
para darles, después y de improviso,
el zarpazo cruel del sufrimiento?


VI

¿O no hay dios ni hay verdad
ni explicación alguna a este estar en el mundo;
y todos nos metemos en la cruel pesadilla
creyéndola un ensueño delicioso
(que lo es por momentos);
creyendo en el derecho a la felicidad,
a toda plenitud, por un tiempo inconcreto —
que obnubilamos el cerebro para
pensarlo sin contornos, como un tiempo infinito,
y aplazar y aplazar así la herida
que nos ha de partir el corazón?


VII

Sería tan hermoso
que se diera ese día sencillo, en el que el mundo
—despeñándose el sueño,
descerrajado el duelo innecesario—
de pronto se alejara suavemente,
tras un cendal de brumas,
y todo se apagara con dulzura,
en paz el gozo incólume de haber vivido el don de la existencia.




HIC ABUNDANT LEONES (2002)

I

Los antiguos cartógrafos,
cuando confeccionaban los mapas de la tierra,
en las altas regiones,
sobre las inexploradas y desconocidas planicies,
ponían una frase:
Hic abundant leones.


II

Al pasar de los años,
y cuando el trazo firme de la vida nos tacha
los tiempos que teníamos en reserva;
cuando la madurez nos sitúa decantados
hacia un final de irrecuperables añoranzas
y contra una agonía de balances improductivos;
para los oscuros callejones por los que se nos condujo,
para la frontera impalpable de este lado de sombras,
tan sólo nos quedan frases como aquella
de los cartógrafos medievales:
Hic abundant leones.


III

De fórmulas como esa
nutrimos la poesía los humanos;
la poesía, que no es algo distinto
que ofrecerle al lenguaje
la frágil ocasión
de decir sobre aquello que ignoramos.

Hic abundant leones
podría ser también
un conjuro de tantos que construyen la vida.

Porque ¿qué es la poesía y qué es la vida?:
Decir lo que ignoramos,
sentir lo inexplicable
y poblar de leones el misterio.

(De La Isla, Valencia, Pre-Textos, 2002, pp. 63-64).






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JOAO MOITA [18.149]

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João Moita

Nacido en Alpiarça (Portugal), en 1984, es  licenciado en Estudos Portugueses e Lusófonos y mestre en Estudos Comparatistas. 

Ha gestionado la biblioteca de su localidad natal, muy marcada, ésta, por su resistencia antimonárquica y, posteriormente, antifascista. Actualmente reside en São João dos Montes–Alhandra, tierra significada también por la resistencia. Con tres libros, O vento soprado como sangue (2009), Miasmas (2010) y  Fome (Enfermaria 6, 2015), debe considerársele uno de los poetas más interesantes de su generación. 

Está en curso de edición su tesis sobre el erotismo en el contexto de la obra de Vergilio Ferreira. De Antonio Gamoneda, en mayo del actual 2013 (Assírio & Alvim, Lisboa), ha publicado, con selección, traducción  y estudios, una amplia antología títulada Orãçao fría. 


2010
Poema publicado no nº2 da Revista Ítaca



Como um antiquíssimo astro
o seu rosto pende crepuscularmente
mostrando os sinais evidentes
da volúpia e da morosidade.

Um dia, ao passar por ali,
encontrei-o segurando nas mãos
o seu coração gelado.

Vi que era um anjo muito puro e lento,
o seu olhar era um horizonte escuro,
a neve derretia-se debaixo da sua respiração.

Havia a monotonia dos dedos
contando as luas e os meses,
perdendo-se e recomeçando.

Disse: «Aproxima-se o tempo dos pentagramas.
Quero estar preparado para esse exercício
de violentas ciladas.»

Assim rejuvenescem as flores, intensamente belas.
Assim crescem os filhos junto da enseada
e as labaredas do amor incendeiam as sepulturas
e as mitras das deusas claras.

Disse: «És muito bela e o teu corpo dança
onde o horizonte é uma lâmina rasa.
Eu conheço o teu nome.

E eu recebo-te:
abro lanhos na pedra que ofereces,
trabalho nela com os dentes,
insidiosamente.»

As palavras estão sentadas em arcos de fogo,
pulsam.
Se o poema o visitar,
ele desaloja as palavras
e senta-se calado,

ardendo.

Disse: «Escrevo,
caminho para um profundo silêncio.
Essa eloquência.

Escrevo para incendiar a memória.
Acreditar que as mãos criam
a fragilidade do corpo,
que existem porque moldam
a intranquilidade da paisagem.

Um dia os deuses regressarão aos moinhos,
absortos nos seus desígnios.
Observarão as mós girar
como se a solidão nunca os visitasse.
Não convocaria agora as suas navalhas.

Eu estou aqui.
Soergo-me e caio.
À entrada das cidades,
serei todos os pórticos em fogo.»

Os homens são assim.
Inventam uma luz para nela mergulhar
a sua escuridão.

Disse-lhe: «Virás por essa estrada.
Tocarás a brisa com os teus dedos
levemente apagados
como se dissessem:
Procura-me antes dos meus passos
porque depois deles já não estarei
e neles estou apenas de passagem.

O céu é uma primavera transfigurada:
as flores em seus abismos.

Eis os instrumentos do teu labor.

E eu vou assim,
o coração sem timbales,
os pés feridos.

Chegou a hora do silêncio.
As palavras repousam agora nas margens,
são o sustento de uma ausência.

É por isso que te peço,
dá-me o fogo tripartido do poema,
a sua fulguração.
Como se de chama em chama
a tua face se tornasse mais habitável
para os sinos da manhã.
Como se ensinasses a juntar o silêncio,
peça a peça,
até se escutar essa argêntea fissura que perpassa
as palavras.

Resumem-se a isto os ciclos da fertilidade,
a estas quatro luas incendiadas.

Um cão corre pelas vinhas.
E nunca aprendi
a não me demorar sobre o fogo.»



Divina Música - Antologia

Há uma voz encantada que me chama mas eu venho
pela chacina e pela vista abrasada a grisu.
Há uma voz encantada e a beleza é ainda bela
e sem necessidade de explicação
mas eu venho pelos espasmos e
pelas silhuetas vulcânicas
que vogam iradas e imateriais.
Há uma voz que encanto a golpes e blasfémias
e que transluz nocturna,
voz-napalm que estendo como corda.
Eu venho açular os maxilares contra a palavra
a palavra com sangue
a palavra sangue
dita
atirada com sangue e espasmos
como coração exangue
com o sangue sufocando a voz
e a voz encantando ainda já sem voz
onde eu estou como a descoberto para cantar por baixo.



O vento soprado como sangue

X

Não é como se a mão hesitasse no gesto fundador.
O movimento espera que um astro se incendeie
em todos os tendões
para que nenhuma palavra seja o frio nexo da loucura
ou o vento soprado como sangue.
Uma pedra sobre a boca pode ser o único sustento
para essa fome.
Mas a mão que escreve avança como faca
arrancando à garganta o seu êxtase carbonizado.
A violência é a religião de Deus.


XVI

De cada vez que um de nós morre
há uma faca apontada às jugulares:
o silêncio como mantimento.

A morte equilibra-se em nossos corações
com o deslumbramento.

Há-de haver um corpo que transite de alma em alma
e em cujos olhos se alumie a força brutal da mesma vida.
Há-de haver uma voz desvairada que se derrame como napalm
sobre a noite que nos envolve.

Por agora não sei como tocar a distância de onde nos falam.






João Moita, Miasmas, Cosmorama, 2010.


Miasmas

I

É uma voz de veias acutilantes:

devolverei ao silêncio a sua mais sórdida cadência.



IX

A ferida põe o corpo em perspectiva.
Eu levanto-me triunfal para o crânio do dia
onde mãos divinas remexem
inquinando o culto.
A efemeridade dura.



X

Deus e Deus sabem que me agarro furiosamente,
que amo o fogo e o fogo atado à solidão.
Olho o mundo com os globos sob os cascos maduros.
Hoje sou uma revelação metódica:
traio a disciplina.
Canto com o bafo de todas as disposições.
Vi sobre as córneas a besta erguida:
as garras infectadas na pele de Deus,
o caldo rutilando.
Ambos sabiam:
era a Grande Obra.
E eu atava-me aos elementos.
Sublimava-me.
Era na terra uma ocultação.
Deus e Deus amavam-me furiosamente
e eu sabia que me agarrava ao fogo e ao fogo de passagem.
Os pés com que corro são cascos que florescem
sobre os olhos.
A beleza é uma hemorragia que bebo
amargamente.
Hoje canto com uma disposição muda.



XIV

Criarei liricamente a combustão de que
a luz é só a transparência mais visível :
por dentro há carne revolvida.
Fez-se uma sangria nesta fábula -
o  poema sacrifica todos os objectos
à sua curva anémica.
Não usarei outro artefacto que as escórias
desta metalurgia vascular.
A sedição é aqui ao meio.
O poema à volta.
Um grito eleva o hálito da distinção:
se ele queima é por baixo da linguagem.



XIX

A minha veia poética é alimentada a seringas
do alto da contrição.
Excita-me o que me definha.
O meu coração encolhe se usado como símbolo:
esta é a parábola da compensação.
O sujeito lírico afila-se em sua índole jazente,
verte uma veia,
aguarda do alto o alimento,
ergue-se nas patas –
estamos no domínio da moralidade.
Eu pronuncio-me apenas sobre o que é do domínio da agressão,
da beleza escorchada,
do bafo intravenoso.
Venho para anunciar que tudo contribui
para a hipóstase do recomeço.



XXX

Aqui sou o que respiga o sangue.
É um estímulo nocturno,
a ínvia música nocturna dos meus dedos,
a água música nocturna do meu sangue.
Está uma paisagem deslumbrante retorcida pela água,
o rosto em chaga,
as mãos entradas na contenção.



XXXII

Confio-me às minhas transgressões.
Sempre que me afasto dos seus desígnios 
a  situação fica oh tão frágil.






in Fome, Lisboa, Enfermaria 6, 2015: 


O mundo é a tua vigília.
Levas milénios acordado,
velando a tua esperança.
Velas, teus acólitos seguram
as tuas pálpebras.
Esperas o impossível:
que se erga da terra um rumor que embale.

*

À força de êxtases,
a fé podou o amor.

Quando veio o desejo,
brincámos com a fome dos corações.

*

A descrença celebra o seu apóstata,
reclama o seu arado:

chegará o tempo da sega,
mas cultive-se primeiro o amor,
essa deformação.
                           Se espigar,
haverá fome por mantimento
e uma colheita tardia
para a distração.

*

Não escrevia para não roubar tempo à leitura: aprendia a humildade. Agora escrevo, aprendo a humilhar-me.

*

Se falham o primeiro voo,
as aves não chegam a voar.
Delas não se pode dizer
que tinham o voo por condição.
Inata só a altura do ninho
e a vertigem do solo.
O resto é conquista das asas.

*

Uma consciência tranquila dorme de noite, mas de dia é uma insónia insuportável.

*

Os mastins dormiram esta noite
junto ao leito do nosso amor.
Partiram antes da alba
para paragens menos desoladas
com as marcas dos nossos dentes
sobre o dorso.

*

Fiquei em silêncio até já ter dito tudo
e só depois me ergui da fogueira-

Tive de queimar a pele para ferver o sangue.









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IGNACIO "NACHO" SUÁREZ [18.150]

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Ignacio "Nacho" Suárez

Ignacio “Nacho” Suárez, poeta, docente, escritor, productor y periodista, nació en Rocha el 9 de setiembre de 1944. Radicado en Montevideo desde su adolescencia, comenzó una intensa actividad artística, cultural y comunicacional en Televisión, Radio, Prensa, Publicidad y Relaciones Públicas.

Ha sido cronista y crítico literario, musical, teatral y cinematográfico. Ha conducido Festivales, Congresos, Convenciones y hasta debates televisivos entre candidatos presidenciables de diferentes partidos .

Ha entrevistado a protagonistas del más alto nivel nacional e internacional como productor, director y conductor de programas periodísticos y culturales, tanto en Uruguay como en el extranjero.

En el año 1976, fue el creador del Movimiento “Estudiantina Internacional”, que nucleó -durante cinco años consecutivos- a miles de jóvenes, a lo ancho y largo del país y de los países que luego conformaron el MERCOSUR. Entre esos artistas se han destacado, entre otros: Pablo Estramín, Omar Romano, Fernando Torrado Parra, María Elena Melo, Adriana Lapalma, los Dúos Pareceres o Solipalma, etc.

Próximamente editara -con Editorial Rumbo- un libro con cuentos, entrevistas y relatos periodísticos y literarios. Ha integrado como poeta y conductor, los espectáculos teatrales dirigidos por el Maestro Julio Frade en el Cine Plaza, con la participación de Valeria Lima, Ledo Urrutia, Mario Núñez, Julio Cobelli y Edison Bordón, entre otros.

Formó parte del proyecto creador de la Orquesta Matos Rodríguez y participó en el ciclo de Galas de Tango realizadas en el Teatro Solís interpretando actoralmente al autor del mítico tango, La Cumparsita.

Es recordado por su integración a programas de gran éxito televisivo -a lo largo de casi cuarenta años de labor- como Yo y un millón; Tertulia 12; Completissimo, Telenoche 4, El Taller de Norma Suártez; Tarde de sábado, Inventario 10 o Siempre en domingo.

Habiendo realizado en ellos, eventos únicos, como la primera trasmisión en directo -desde el Hospital de Clínicas- de una operación al corazón; el encuentro en Maracaná de los futbolistas uruguayos y brasileños del campeonato de 1950; la cobertura de la llamada “ La Tragedia de los Andes” directamente desde la cordillera chilena (lo que luego le permitió hacer el primer libro sobre los compatriotas sobrevivientes: “ La verdad sobre le milagro de los Andes”); la cobertura de la primera marcha hacia Montevideo de los cañeros de Artigas, la muerte de Eduardo Víctor Hedo en Punta del Este, la de Vinicius de Moraes en Rio de Janeiro, o la de Anastasio Somoza en Asunción del Paraguay.

Ha ejercido profesionalmente en ondas de CX 14, El Espectador, CX 16, Radio Carve, CX 12, Radio Oriental, CX44, Radio Panamericana, Alfa F.M., Emisora del Siglo, Radio Independencia, y los Diarios El Debate, Ya!, De Frente, El Popular, Época, El País y Mundocolor. En Revistas como Centro, Exclusivo, Repórter, etc.

Ha sido Director Artístico o de Programación de tres Emisoras -siempre apostando a la participación de profesionales periodísticos y de artísticos uruguayos: CX 44 Radio Color Panamericana; CX 14 El Espectador y Radio Alfa F.M.

En el año 1972 editó poemas musicalizados e interpretados por Yamandú Palacios desde un histórico trabajo -“long play”- denominado “Poeta al sur”.

Algunos de los temas de ese L.P. como “Los boliches”, “Poeta al Sur” y “María de las esquinas” han sido grabados por artistas del nivel de Alfredo Zitarrosa, Mercedes Sosa o Fernando Cabrera. 

Entre otros artistas han musicalizado sus poemas, los Maestros Edison Bordón, Julio Frade, Raúl “Ciruja” Montero, Julio Víctor González, Carlos Albero Rodríguez, Carlos Benavides, Enrique Gómez, Omar Romano, Carlos Benavides, Juan José de Melo, Silvio Ortega, Enrique Rodríguez Viera, Daniel Queirós -con quien, además, compuso temas para obras teatrales-.

Como periodista y docente ha dictado charlas y conferencias sobre temas relacionados con la cultura rioplatense y, especialmente, uruguaya, montevideana. Ha realizado charlas en el marco de actividades de instituciones como los Movimientos de Leones o Rotarios sobre Depresión, Drogadicción y Suicido, tanto en Montevideo como en el interior del país.

Ha compartido poemarios y antologías con importantes escritores nacionales y latinoamericanos. Publicó con Rumbo Editorial su libro antológico “ Casi Tango- Poemas rotos” y es autor de varios tangos, canciones y milongas.

En el mencionado título- ya agotado-el novelista y poeta Enrique Estrázulas sostiene que: “rescata poéticamente sus vivencias de infancia campesina, comarcal, de pueblo chico y de ciudad del interior; así como sus experiencias en las grandes ciudades del mundo: Buenos Aires, México D. F., Madrid o Londres. Por ello, sus primeras canciones de proyección folclórica, ceden paso a la desolación de la multitud en sus poemas urbanos. La crítica especializada ha detectado en sus “tangueces” que su obra tiene ese color esencial de la ciudad que lo reconoce como su poeta: nuestra Montevideo”.

Fue el creador de una Productora para propuestas radiales y televisivas: “Ignacio Suárez Producciones” realizadora-, entre otros programas periodísticos- como del histórico programa “La Cofradía de la Luna “- audición de Resistencia a la pre-dictadura y al golpe cívico militar de 1973.

Y, durante 14 años consecutivos, del clásico televisivo “Un día en la vida”, emitido por Televisión Nacional de Sodre. 

Anteriormente, había organizado espectáculos masivos de Canto Popular en el Palacio Peñarol y el Velódromo municipal- especialmente antes del plebiscito de 1980- habiendo creado y conducido una Peña de artistas nacionales- de fuerte resistencia al “Proceso Cívico-militar”- llamada “La Pulpería” instalada en la esquina de Mercedes y Rondeau de la ciudad de Montevideo.

En el año 2008 ejerciendo la intendencia capitalina el Dr. Ricardo Ehrlich, fue declarado / con el apoyo unánime de todos los Ediles de la Junta Departamental “Ciudadano Ilustre” de Montevideo, precisamente, por su aporte al arte y la cultura. 

La Academia Nacional del Tango de la República Argentina, presidida por el poeta e investigador Horacio Ferrer lo declaró, en una sesión extraordinaria en los altos del Café Tortoni de Avenida de mayo, Catedrático Correspondiente de la misma.

Editó junto con la Editorial “Botella al mar” un poemario titulado “Los pájaros azules…y otros tangos”, obra presentada en Montevideo y en Buenos Aires, así como en las ciudades argentinas de Rosario de Santa Fe y en Paraná. Actualmente agotado en ambos países.

Ha realizado una importante gira por el interior del país presentando la obra” Erótica Tanguera”- basada en sus poemas- dirigida e interpretada por la actriz Estrella Laurta, con la participación alterna de músicos como Edison Bordón y Lucho Martínez, Maxi Suárez; el dúo Gotán.uy- integrado por Gonzalo Gravina y Pablo Cámpora- las voces de Adriana Barreiro y Natalia Bolani y el concertista Dr. Álvaro Córdoba, obra ésta basada íntegramente en sus poemas. .

Actualmente es Asesor cultural de la Presidencia y del Consejo Directivo de AGADU, y Coordinador de actividades artísticas de la Sala Mario Benedetti, del Centro Cultural Casa del Autor y de la Comisión de Relacionamiento Público de la Asociación General de Autores del Uruguay, de la que es socio desde 1972.

Además, ha sido declarado Socio de Honor de SUDEI, la Sociedad uruguaya de artistas intérpretes.

Integra, junto al periodista Nelson “Laco “Domínguez y al Prof. Hugo Indart la Asesoría Cultural de Futango (la Federación Uruguaya del Tango) entidad que nuclea a la mayoría de las más importantes entidades de Tango del Uruguay.

Ha editado para la Editorial “Botella al mar”- en coautoría con la escritora argentina Alicia Bederián Arcani, el libro “Tango por 2”- un poemario bilingüe sobre temática tanguera rioplatense, que cuenta, además, con el aporte de obras de artistas plásticos Martha Escondeur de Uruguay y del pintor argentino Alejandro Debonis.

Es creador, director y conductor del programa periodístico-musical denominado “Nacho de noche”- “El programa para la gente despierta”, trasmitido hasta hace muy pocas semanas, de lunes a viernes de 2 a 6 de la mañana, por la histórica CX 30, Radio Nacional de Montevideo. 

Ha obtenido innumerables reconocimientos por sus actividades culturales y periodísticas como el Premio Morosoli, de la Fundación Lolita Rubial de Lavalleja; en dos oportunidades el Premio Tabaré del diario La República; el Premio Iris del diario El País; El Premio Rodó del Círculo de la Prensa del Uruguay; El Ciudadano Destacado de los diarios La Mañana y El Diario; el Premio Personalidad Notable de La Paloma; el de Ciudadano Ilustre del Departamento de Rocha; el Premio Gaucho de RAMI (las Radios del interior); Visitante Ilustre del Departamento de Durazno: El Premio Artigas de la Asociación Cultural Oriental; El Premio CX del Museo de Viviente de las Comunicaciones.

Recientemente fue honrado con el Premio San Miguel de Oro, 2013, en el Festival de su pueblo de infancia, San Miguel en el departamento de Rocha. .

Es integrante de la Institución Parva Domus Magna Quies en calidad de “Artista Parvense” además de haber ejercido la Gerencia de la Organización Paseo Cultural de la Ciudad Vieja, coordinando actividades artísticas y culturales del casco histórico de Montevideo. En ese marco, creó el Centro Cultural “Arte a Salvo”, instalado en el pasaje del Palacio Salvo- desde la Plaza Independencia hacia la calle Andes- inaugurado con obras escultóricas del Maestro Octavio Podestá.

Con motivo de la realización del último Campeonato Mundial de Fútbol, realizado en Sud África, instaló (conjuntamente con el Ministerio de Turismo y Deporte; la Intendencia capitalina y la Presidencia de la República -a través de la Casa Militar-) una pantalla gigante convocante para la multitud de compatriotas que invadió la plaza y la Av. 18 de julio, presenciando juntos, la participación de la nuestra selección celeste.

Viaja periódicamente a dictar conferencias en Universidades de los países del Mercosur, (Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, Tucumán y San Pablo- Brasil-) en el marco de las actividades de La Academia Nacional del Tango de la República Argentina y para el grupo Cuadro de Amigos- dependiente de ella, orientado por Fabio Zerpa-.

Actualmente integra la CIAT- Comisión Interministerial de Apoyo al Tango- creada por decreto presidencial, integrada por los Ministerios de Educación y Cultura, Relaciones Exteriores y Turismo y Deportes.



APLAUDIR

Habrá que buscar otro lenguaje
otro atajo en el bosque de palabras
otros caminos o signos que entendamos
para romper los silencios de tantas soledades
escondidas en la parte de atrás de muertes sueltas
desoladas en claves de orfandad en un juego de espejos
coloridos, divertidos, modernos laberintos del show televisivo
de risas desbocadas  de abrazos y de besos virtuales maquillados
como esa luz azul nocturnal que invade  todas las vidrieras las casas
y las almas con sangre y noticieros. Y la ilusión del dinero y de ser alguien.
Alguien que baja por el caño yo escribo filosos poemas de semen y de lágrimas
mientras un asistente con un cartel ordena: Ahora silencio. Luego aplaudir a rabiar.
El gran ojo que manda: Aplaudir a rabiar. El becerro de oro, ordena: Aplaudir a rabiar
El falso Dios indica: Aplaudir a rabiar. El yerno, hoy gerente: Aplaudir a rabiar. Aplaudir.
Mudos y sordos. Marionetas de la piolas como trompos. Aplaudir a rabiar. Pero a rabiar de rabia.




Poeta al Sur

(Ignacio Suárez - Yamandú Palacios)

Porque estás vivo y al Sur
entre los muertos y el mar
y canta tu corazón,
cuando quisiera llorar,
llorar por eso de andar
solitario y sin saber
en qué verso has de beber
la lluvia azul del atardecer.

Vienes de barcos que están
pintados sobre la piel,
unos queriendo zarpar,
otros queriendo volver,
volver sin andar el mar,
gastados de andar y ser
versos, barcos de papel,
ocaso azul antes de amanecer.

Y en el andar hacia vos
por esas calles, estás
herido de bandoneón,
enfermo de eternidad,
desnudando el corazón,
golpeado de realidad,
soñando lunas tendrás
la luna azul de tu tiempo y el mar.

Gris oficio el de poeta,
deber y culpa, tal vez,
andar y ser de sombra y luz,
surco en el aire y sentir
que sólo de andar cantando y en el dolor,
aprendemos a morir,
que sólo de andar cantando y en el amor,
aprendemos a vivir.*

* Alfredo Zitarrosa repite “que sólo de andar cantando y en el dolor, / aprendemos a morir”.




Los boliches

(Ignacio Suárez - Yamandú Palacios)

Otra vez los boliches nocturnos,
amarillos de sueños perdidos,
quinieleros de suertes extrañas,
azulados en humos y vinos.

Viejas radios rezongan canciones,
un Gardel arrullando su trino,
y en la mano madera de un tango,
un borracho camino al ayer.

Desgastadas paredes que miran
sin fervor, sin asombro las cosas,
por el ojo de buey descordado
de un reloj que hizo el tiempo y murió.

Opacados espejos que imitan
otra vida mejor, o la misma,
marioneta de pan en la niebla
tras un sol empañado de alcohol.

La soledad, con el alcohol,
suelta un gorrión, que por el aire del alma se va.
Con el alcohol, la soledad,
tibio gorrión que por el aire del alma voló.

El boliche conversa en silencio
sus palabras de vidrio y tabaco,
cuando llueve las sombras florecen
desolados versos de papel.

Los amantes se buscan el alma,
naufragados de urgencias preguntan,
y el destiempo les duele en el alma,*
laberintos de mar el amor.

La soledad, con el alcohol,
suelta un gorrión, que por el aire del alma se va.
Con el alcohol, la soledad,
tibio gorrión que por el aire del alma voló.
Y otra vez vuelvo a buscar,
boliche viejo en tu ayer, lo que nunca volverá.

* Alfredo Zitarrosa dice “el destiempo les duele en la sangre”.




María de las esquinas

(Ignacio Suárez - Yamandú Palacios)

Sólo la noche supo su silencio,
su vuelo circular, el ala rota,
y –trascartón– la muerte…

María quiso encontrar
de su sombra su color
y perfumó de mujer
la esquina del callejón.

María quiso volar
con sus alas de cartón,
la noche con su espiral
de cuchillos sin dolor.

María qué viento sur
golpeó tus ojos de mar,
cuando roto el corazón
se alzó luna en soledad.

María por la ciudad
gastando fue su color,
y en la lluvia volverá
a su esquina de malvón.

María qué viento sur
golpeó en tus ojos de mar…









LUCIO MUNIZ [18.151]

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Lucio Muniz

Juan María Lucio Muniz (16 de mayo de 1939, Treinta y Tres) poeta, compositor, músico, cantante y artista plástico uruguayo.

Nació en la ciudad de Treinta y tres el 16 de mayo de 1939, fruto del matrimonio de Tomás Baldomero Muniz y María del Carmen Muniz, del cual es el sexto hijo. En enero de 1942 la familia se radicó en Montevideo.

Se casó con Ana María Mariño con quien tiene seis hijos: Gabriel, Leonardo, Trilce, Laura, Leonel y Fabián. Vuelve a radicarse en Treinta y Tres en 1969, aunque sus visitas a esta ciudad habían sido continuas. Tres de sus hijos le dieron dos nietos cada uno: Sofía, Lucas, Rafaela, Cecilia, Anahí y Ernesto. En 1972 dirigió un programa de radio llamado "Encuentro", posición de la cual fue retirado luego del primer allanamiento a su casa. En 1977 fue despedido de la empresa ONDA en la cual trabajaba desde 1955.1 En los años de dictadura cívico-militar (1973 - 1985), sufrió persecuciones, varios allanamientos más y encarcelamiento en el Batallón 10. Luego de su liberación pasó un tiempo recuperándose de los malos tratos recibidos en ese establecimiento.
En 1987 regresó a Montevideo, donde reside desde entonces.

Vida literaria

Su vocación artística tiene influencia de su padre -reconocido poeta, guitarrista y periodista - y de un ambiente vernáculo y universal en el cual convivió de niño. Hacia 1963 comienzaron a salir publicados sus poemas en las revistas literarias "Aquí, Poesía" y "Cuadernos de Mercedes". Al año siguiente, esta última editó su primera obra de poemas titulada "Piel y ceniza". En 1967 recibió un Premio del Ministerio de Instrucción Pública por su obra de poemas, titulada "Octubre" y el "Premio Aquí Poesía" por "Todo el otoño".

"Su poética es cotidianamente universal, en una dialéctica entre lo íntimo y lo trascendente, haciendo enclave en la trascendencia de eso íntimo, y construyendo un yo propio con el que lee, confesándose él mismo lector: Para apresar un poema ajeno /es necesario / aspirarlo en silencio muchas veces / y muchas en voz alta; / hay que buscar interiormente («Breve reflexión sobre la poesía», en Clave de sombra, Ediciones de la Crítica, 1996)".

En el período dictatorial solo editó el libro "Poemas para viaje", cuyo tema central es el exilio de algunos amigos y contiene sutilezas y alusiones muy comunes entre los artistas de la época que debieron enfrentar la censura. Otros poemas escritos en esta época fueron recogidos y editados en 1987 en la obra "Poemas del Testigo" , cuyo carácter es definido por el autor en su presentación:

Estos poemas fueron escritos durante los años de mordaza. En ellos he intentado reflejar silencios, barrotes, miserias.

Compositor y músico

Además de su faceta poética, ha desarrollado una intensa labor como músico, componiendo canciones o interpretando él mismo sus textos. Es co-autor de canciones de artistas uruguayos como Alfredo Zitarrosa, Santiago Chalar, Los Zucará, Carlos Benavides, Ruben Aldave y Braulio López entre muchos otros.

La primera canción de su autoría registrada en disco fue la milonga cruzada «De no olvidar» que, en 1966 formó parte del primer larga duración de Alfredo Zitarrosa (Canta Zitarrosa, Tonal cP 040), la cual se ha difundido en el siglo XXI por la interpretación de La Vela Puerca.»

Desde 1970 crece la integración de sus canciones en los repertorios de muchos intérpretes uruguayos. Ha editado más de diez álbumes producidos como solista o en colaboración con otros artistas. De estos últimos, cabe destacar el álbum de 1978 "Calles", realizado junto al dúo Los Zucará, los cuales popularizaron además, su canción "En tu imagen", considerada por los rochenses como un himno a su departamento.

Alrededor de doscientos de sus textos han sido grabados en distintos álbumes, y muchas de sus canciones han sido interpretadas por varios artistas.

La composición musical no se reduce a las canciones, sino que Muniz es autor de bellas páginas guitarrísticas, acrecentando el repertorio y la literatura para este instrumento. En 1965, compuso y gravó la música para el documental "En marcha", de Alberto Miller, proyectado en el Festival de Cine Nacional auspiciado por el SODRE. Más adelante Muniz realiza la composición instrumental en la obra temática "Manos para la guitarra" y "Obras instrumentales de Lucio Muniz" (Orion-fonam, 2005), donde participan los guitarristas Ana Inés Zeballos, Ramiro Agriel, Robert Ravera, Mario Payssé, Eduardo Larbanois, Leonel Muniz, Bruno Casciani y Heber Marco. Ese CD es una muestra de la integración de lo clásico con lo folclórico, cuya ejecución da cuenta de la concepción musical, el conocimiento y el buen gusto de Muniz a la hora de componer. Esta obra es difundida habitualmente por Radio Clásica 650 AM (SODRE) en el programa "Cuerdas y guitarras", dirigido por Juan José Aldado.

Intérprete

Muniz también es intérprete de sus temas para lo cual posee un timbre de voz que le da el matiz apropiado, con una voz modulada, de registro grave.

En 1976 grabó su primer disco simple con dos canciones: «Del que espera» y «A don Tomás», para el sello Orfeo y continúa su discografía (solista o colectiva) hasta sumar más de 70 canciones, con solos de guitarra, acompañamientos guitarrísticos, poemas dichos, o palabras e introducciones al canto de los distintos intérpretes.

Discografía

Simple (Orfeo. 1976)
Boliches viejos (Sondor. 1978)
Savia (Sondor. 1979)
Calles (con Los Zucará. 1980)
Cuando es dura la copla (Sondor. 1981)
Entretodos (Sondor, junto a artistas invitados. 1982)
Vertientes (R.C.A. VICTOR, junto a artistas invitados. 1983)
Guitarra libre nomás (1985)
Viento esteño (en coautoria con Walter Seruga y con la participación de Maruja Santullo, Washington Carrasco y Cristina Fernández, José Luis Guerra y Jorge Burgos. Sondor. 1993)
Propuestas (con Walter Seruga, 1995)
Primera antología personal (1978 – 1993) (Sondor. 1996)
Retrato (Sondor. 2008)

OBRAS COLECTIVAS

Folclore con Humor (Sondor. 1976)
Alborada (Sondor-Radio Sport. 1978)
Gurí (Sondor. 1978)
Uruguay (Sondor. 1980)
A los 17 (Sello Manchester, casete del programa radial "Americando". 1990)
Fogón oriental (Sondor. 1995)

Reediciones

Calles (con Los Zucará, 1998)

Obras literarias

Libros publicados

- "Piel y Ceniza", poesía, Editorial Cuadernos de Mercedes, 1964.
- "Octubre", poesía, Edición de "Aquí, Poesía", (Premio Ministerio de Instrucción Pública, 1967).
- "Todo el otoño", poesía, Editorial Signo, (Premio V Aniversario de "Aquí, Poesía", 1967).
- "Hombre", poesía, Editorial y Librería Ejido, 1971.
- "Poemas para viaje", Acali, 1980.
- "Octubre", con texto de Jorge Medina Vidal, reedición, Acali, 1980.
- "Los Rostros", carpeta de pintura y poesía, conjuntamente con el plástico Antonio Lista, Ediciones de la Crítica, prólogo de Juan Carlos Legido, 1986 .
- "Poemas del Testigo", Ediciones de la Crítica, presentado por Saúl Ibargoyen Islas, 1987.
- "Instantánea", Plaqueta de poesía, Ediciones de la Crítica, prólogo de Juan Carlos Legido, 1988.
- "15 perfiles rochenses", Entrevistas, edición de la Intendencia Municipal de Rocha, 1992.
- "Treinta y tres en quince nombres", Entrevistas, Ediciones de la Crítica, 1992.
- "Uruguayos de Raíz Vasca", entrevistas, Ed. del CENTRO EUSKARO-ESPAÑOL, Montevideo, 1994.
- "Clave de sombra", Ediciones de la Crítica, con prólogo de Gustavo Espinosa, 1996.
- "Andar en versos", poesía, prólogo de Mericy Caétano, Ediciones de la Crítica, 1997.
- "Antología mínima de poemas breves", Ediciones Piratas, Publicación artesanal, 1997.
- "Escalas de la noche", poesía, Ediciones de la Crítica, 1998.
- "Uruguayos de memoria", Entrevistas, con prólogo de Mario Delgado Aparaín, Editorial Fin de Siglo, 1998.
- "Versos en cuatro estaciones", separata de "De Aquí y De Allá" (Treinta y Tres) y separata de “Panorama de la Aguada”, 1999.
- “Escalas de la noche”, poesía, Edición bilingüe. Brescia, Italia, 1999.
- "ÚLTIMA ZONA", -Poemas desde la computadora-, Ediciones de la Crítica, con prólogo de Selva Casal, 1999.
- "Sin amor", poesía, Edición electrónica, Brescia, Italia, 2001.
- "PALABRA LLANA", poesía, prologado por el profesor Oscar Yañez, Edición electrónica, Brescia, Italia, 2002.
- "BREVES POEMAS CON LUNA y otros poemas", Ediciones de la Crítica, con prólogo de Roberto Genta Dorado, 2003.
- "Cambiar la voz", prologado por el poeta Salvador Bécquer Puig, Ediciones La Gotera, 2006.
- "Llave de sangre", con prólogo de Claudia Carneiro Viana, Ediciones La Gotera, 2006.
- "Antología Brevísima", Selección de Gustavo Espinosa, en separata de “El Mangangá amarillo” (Treinta y Tres), 2006.
- "Serafín J. García, poeta social", Ensayo, con palabras de Hugo Bervejillo y prólogo de Alfredo Gravina, Edición de "La Crítica" y "La Gotera", 2007.
- "Tras los lentes", poesía, Ediciones La Gotera, 2007.
- "Despoemar", poesía, Ediciones de La Gotera, Prólogo de la licenciada Marianela González, 2007.
- Prólogo a "Osiris Rodríguez Castillos, pionero del canto popular" (biografía) de Hamid Nazabay, Fonam, 2009.
- “Desde Sarandí del Yí”, poesía, edición de la Intendencia de Durazno, 2010.
- "Instantánea", reedición de la plaqueta, Intendencia Municipal de Montevideo, 2011.
- "El Juego del Tiempo", poesía, Edición de Revista de poesía LO QUE VENDRÁ / colección A FUEGO LENTO. 2011

Conferencias

Bases para un relevamiento cultural de Treinta y Tres (llevada a cabo en la Biblioteca Nacional el 1982, publicada por la revista "Hoy es historia", 1992)

Reconocimientos

En 2010 Muniz fue declarado ciudadano ilustre de Montevideo, además de haber recibido otras importantes distinciones:2
1987 -Plaqueta - en el Festival Derrochando Coplas
1995- Plaqueta- en el Country Club Lagomar
2003- La Guitarra Olimareña
2008- Socio de honor de SUDEI
2011- El Sol de Rocha
2012- El Morosoli de Plata



Las preguntas

 ¿Y si yo resultara necesario?
¿Si me necesitaran con esta misma cara
y estas manos
y fuera importante que estuviera 
a esta hora
en un lugar determinado del planeta?
¿Si resulta que yo que pienso que no sirvo
quizás me equivocara 
y pudiera ser útil?
Entonces sería injusto continuar
postergando
estos papeles
destinados a otros
y guardados en el cajón de un mueble,
y debo hacer que vuelen ya
y que lleguen
a los demás
gritando su mensaje
de paloma y de piedra.

poema del libro "Despoemar" 



Sin título

 Cielo azul
viento tibio
sol que “sale para todos”
basural y pobreza.

(“Ranchos de lata por dentro”
de lata también por fuera).

Campo en ciudad y junto a una cañada
que es un primario campo de batalla
donde cada mañana el que despierta
se pone la coraza
a las puteadas
y va a empujar el carro
de la vida
aprendiendo otro llanto
porque el carro se mueve
casi rengo
lento 
chirreando 
y hamacado
por la vejez de desparejas ruedas.

poema del libro "Despoemar" 



Paisaje de ciudad

 Montevideo con su arquitectura
naciendo del pincel y la poesía
de la paleta de Torres García
soltándose al color y la estructura.

Montevideo ayer en la aventura
pequeña, de correr sobre la vía
lejano y rumoroso ese tranvía
que es el centro vital de la pintura.

“Paisaje de ciudad”, mil novecientos
dieciocho, y congelado el tren se queda
con sueños de metal, de trole y rueda.

Hoy soplan otros cantos y otros vientos,
y el motorman, no impulsa con su mano
lo que antes fuera orgullo ciudadano.

25/2/97
De "Siete sonetos pictóricos y un asoneto"



Los habitantes del barranco

 Con el tema social como raíz,
con el ojo y el alma en su trabajo
de estética al servicio del de abajo
George Bellows retrata un mundo gris.

Él sabe que esa gente no es feliz;
en vez de cumbres, ha observado el bajo
asestando al sistema un hondo tajo
sin dar la espalda sino la nariz.

Me instalo en Nueva York: ropas colgadas
encima de la calle, turbio cielo,
paisaje humano apretujado y franco.

Hay pobres, me parece que lo huelo
por esas vigorosas pinceladas
que hay en “Los habitantes del barranco”.

27/2/97
De "Siete sonetos pictóricos y un asoneto"


 

La Gioconda

 Pocas obras lograron tanta fama
desmintiendo al olvido y a la prisa
como ésta, en que posando Mona Lisa
pasó a la Historia convertida en dama

que el Hombre reproduce y que reclama
paredes, donde luzca su sonrisa
con mucho de ironía que desliza
en la mudez paciente que algo exclama.

El rostro no es hermoso y es apuesto,
y sobre es todo la actitud, el gesto
que algo tiene de planta y algo de ave
y se adivina que su piel es suave.

Le llueve el pelo hasta mojar el hombro,
y es lisa, Lisa; lisa hasta el asombro.

25/2/97
De "Siete sonetos pictóricos y un asoneto"




María Margarita

M e lame el sol que lame la mañana
A marillando en su pincel la hora,
R emando por el aire que se dora
I mán de luz que es luz, y luz emana.

A briendo la visión –tras la ventana-
M ido la nube, (del espacio flora),
A ndadora en celestes, voladora,
R isueña en barcos de fingida lana.

G uitarra encuentra arpegios, pecho adentro,
A cordes nuevos para un nuevo encuentro
R imador de sonrisas y alegrías

I naugurando frutas y armonías.
T oro y plumón descúbrele a mi verso;
A leación de Misterio y Universo

De "Seis sonetos acrósticos"




Amparo Luraschi

A rde el sol en la tarde luminosa
M ientras azules vivos miente el cielo.
P asan aleando pájaros en vuelo,
A rriba, va la nube presurosa.

R osas cuelgan al aire, un ave posa
O ro de plumas en la rama, el suelo
L uce esplendores de jardín, yo velo
U nido a ese paisaje que reposa.

R iza el viento de pronto a la arboleda
A rdiente de aire denso que desata
S obre la sombra en hálito que siento.

C harla el pájaro y canta y luego queda
H aciendo raudos vuelos; brilla El Plata
I nmenso de ancho; salitral. Violento.

De "Seis sonetos acrósticos"



Llegando a Sarandí 

Desde Capilla, (último paraje 
con rumbo a Sarandí), señalizadas
hay veinte curvas, que son transitadas
como los riesgos últimos del viaje.

Es verde a los costados el ropaje
de las pasturas, ya dignificadas
por el vigor del agua, en continuadas
lluvias, que enaltecieron el paisaje.

Descubro un brazo de metal echado
sobre el temblor brillando en “Agua Sucia”.

Estamos ya más cerca algo hay de astucia
en quien controla el norte del rodado.

Ya se ve boulevard, casona y gente,
desde los hierros del segundo puente.

“Desde Sarandí del Yí”



Parque

Lamen las aguas arenada orilla
junto al alto verdor de la arboleda
donde despliega un pájaro la seda
de una garganta, que al cantor humilla.

El sol en el cenit tras nubes brilla
y las oscuridades desenreda.
El aire un tanto detenido queda.
La arena rubia, quema de amarilla.

Cercana al rudo monumento al mate,
con los brazos al cielo, quieta late 
una carreta, vieja y en desuso.

Vibrando al movimiento que la marque
quisiera revivir, estando en uso,
y no inactiva, decorando el parque.



Reencuentro

Buscaba una palabra
entre las hojas
de unos libros
escrito con los dolores,
la sombra,
y con la luz de otros.
(Fuera de mí, buscaba).
Hoja a hoja miraba,
leía y olfateaba al revés y al derecho.
(Fuera de mí).
Recorría las hojas laceradas,
repasaba también algunos poemas
que olían a manzanas.
Pero nada ni dónde; apenas nada.
Nada encontré porque está todo dentro.
(Fuera de mí, buscaba la palabra).



Palabra llana

Meditar en lo vivido.
Revivir a diario.
Hablar con palabras cotidianas.
Decir "alegría"
y sentir risas.
Dejar memorias en las hojas.
Asumir la sombra 
gesto a gesto
y perseguir la luz y la tenura
buscando claves
de panal y pájaro.





Para Juana Goday

P alabra por objeto es mi presente
A cariciando climas de sesenta,
R imando seis por diez está mi cuenta
A brazado a los versos tras la lente.

J uego es vivir y es juego diferente:
U n constante ejercicio que se inventa
A ndando zonas sin esperar renta
N i más premio que Ser, y andar de frente.

A cá te reconozco en repartida
G estación y tibieza te reclamo
O tra vez y brindándote a la vida,

D ando desde tu mesa compartida.
A cá en flor de tu risa espero el ramo,
Y la luz de tus ojos que proclamo.

De "Seis sonetos acrósticos"



Casona

Elías Regules ha dejado “huella”
que opone una Casona a “La Tapera”
en el costado de la carretera;
(supe estar una vez, dentro de ella).

La cuidan con orgullo, como estrella
recortando en el cielo su figura.
Sus ventanas, balcones, su estructura,
están firmes y el tiempo no los mella.

Pobló la soledad en esa zona
en que fue levantada junto al río.

Tiene algo de palacio la casona
que es memoria del poeta nativista.

La disfruto al mirarla y me sonrío
con mayor interés que el de un turista.



Uno

La voz perdida
asoma
a las aguas de la memoria.
Intento rescatarla en laberintos
donde busca la mano solitaria
y a tientas como un ciego.
(Había una ventana
filtrando nuevas luces,
y el aire penetraba-raro duende-
dorando los objetos.
Aparecían rostros incoloros
como migas de Tiempo).
¿Cuándo oprimí esa tecla traicionera
que oscureció los frutos y el paisaje?
¿Qué pantalla traidora trasegaba
el zumo, del pre-sueño?
(Adiós y para nunca a las palabras
que guardan el secreto).

(Poemas desde la computadora)





.

CLAUDIO ROJO CESCA [18.152]

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Claudio Rojo Cesca 

(1984, Ciudad de Santiago de Estero, Provincia de Santiago del Estero, Argentina.) Es psicoanalista y escritor. Publicó la plaqueta de poesía, Fotos de mi chonga desnuda dentro de una nave espacial (Larvas Marcianas, 2015). Su libro de cuentos, Viñetas del insomnio no resuelto (Ministerio de Cultura de la Nación, 2015), fue editado para la colección Leer es Futuro. Además, escribió artículos para Nuevo Diario y La Gaceta (Tucumán). Sus cuentos y poemas fueron publicados en las revistas literarias Los Inquilinos, Maten al Mensajero y Tardes Amarillas;  en los fanzines Larvas Marcianas, El Megáfono y Quince minutos con vos (Almadegoma Ediciones)  y en el blog Toukouman Literatura. Dos de sus cuentos integran el Picados-Antología Lata Peinada (Editorial Bellas Alas, 2015). Actualmente forma parte del espacio Editorial Larvas Marcianas.



Me da miedo Vicente Luy,
la costumbre de estacionar la vida
en un frasco de pastillas.
Que la poesía no sobreviva
después de él
y que tampoco sobreviva yo,
por no tener jardines
donde quemar la basura.

Claudio Rojo Cesca




CATEXIA CHIMANGO

Mi respuesta valiente es que salgamos
los dos
a la calle
esta madrugada
Que nos encontremos
en la puerta
de tu casa
y caminemos
sin prisa
por ese pasillo
de paredes altas, escritas
con crayones
por chicos
que van a jugar
todas las siestas.
Y vos no me preguntes qué me pasa
y yo no te pregunte
si volviste a escribir algo
desde el último lunes.
Y me invites a tomar cerveza
en tu dormitorio
y yo tome
y vos tomes
y nos apure
un silencio incómodo
a meternos
en el cuerpo del otro
y vos te sonrojes cuando diga
que nunca he dejado de pensar
en tus piernas.
Y después de coger tanto
y tan lindo
nos quedemos un rato
acostados en tu cama,
fumando
bajo las aspas
del ventilador de techo,
o leyéndonos poesía mientras
nos seca el aire
y nos prepara
para cancelar
esta felicidad precoz
y un poco
caníbal.



TEXTO ESCRITO AL DORSO
DE UNA PUBLICIDAD DEL IAC

El chico que me dio este papel podría llamarse Horacio.
“Horacio” me recuerda a alguien que conocí en la escuela y era buena persona.
Igual que el chico del papel, tenía el pelo muy corto a los costados
y un buzo azul oscuro con letras blancas.
La mayoría de la gente que conozco tiene
o tuvo, en algún momento de sus vidas, por lo menos un buzo azul oscuro
con letras blancas.
Cuando los veo con el buzo puesto
pienso que son buenas personas, como Horacio de la escuela,
e imagino que el mundo es
un lugar menos brutal y mezquino
de lo que nos quieren pintar.
Gracias, Horacio de la escuela, por estos lindos castillos
en el aire.
Y gracias, Papelito, por esta ventana de tinta.




CAGÓN!!!!!!

Me da miedo Vicente Luy,
la costumbre de estacionar la vida
en un frasco de pastillas.
Que la poesía no sobreviva
después de él
y que tampoco sobreviva yo,
por no tener jardines
donde quemar la basura.
Tengo miedo de que lo tóxico
se convierta en mi alimento.
Que mis uñas se caigan
una por una
y sobre la piel expuesta
crezca una filmina rojiza
y filosa
que lastime
mis dedos.
Tengo miedo de que me quieran
toda la vida.
Que alguien me abrace desnudo
cuando cumpla ochenta años
y no le importe, ni siquiera un poco,
el deterioro de mi sangre.
Miedo de que entren a mi pieza
engendros pisadores de espaldas,
y remuevan de mis ojos, de una vez y para siempre,
la prenda rosada
que me preserva de la luz.
De una aparición fugaz entre lunas,
de la voz de mi padre, resucitado.
De un pie desconocido
soldándose
a mi cuerpo.
Miedo
del color verdadero
de la noche
cuando ya no quede nadie
para nombrarla.




El zumbido de la mujer mosquito

Vuela en dirección al rostro
y pica el párpado cerrado,

zumba, mientras chupa,
el gel blanco que escurre
desde el fondo. 

La mujer mosquito sobrevuela 
mi pecho
burlándose de la ciencia 
de la espiral y su brasa,

eso que sirve para embrutecer 
y alejar
a hordas de picadores
se vuelve inútil en ella
mientras se recrea
en el humo venenoso
como una atleta.

Intuyo, como cada noche, que estaremos 
juntos hasta que aparezca el sol
y fulmine su encatamiento 
de sorber a oscuras
la viscosa memoria de los ojos. 

Me vuelve a zumbar, gigante y perfecta,
en su disfraz humano.
Ningún mosquito imita mejor
un par de piernas de mujer,
los pechos ínfimos y blancos
que se deslizan hacia la mordida,

el murmullo empalagoso
en la hora veloz del sudario.

Sólamente la delatan
unas alas de celofán alambrado
y la sangre reseca alrededor
de los labios.

Mujer mosquito
zumba y duerme y agosta
su cuerpo amedrentado
por el rayo de sol. 
Me vacía y se quema
y nada conserva en su retorno
a la forma original.
Nada mío,
nada de ella,
nada en mis cuencas abiertas
donde reverbera
el dolor del último beso.  

(inédito)



Elegante flameo de banderas blancas

Mi palabra contra
la tuya.
Leche contra leche, dada en el beso,
en el celaje que precede
al refusilo nocturno. 
Cama: la fiesta de los rivales.
Por este reposo de nubes, un cansancio
de la existencia de mi nombre
y todo lo que mi nombre lleva 
con él. No te conozco 
tanto, pero te combato,
pérfido enemigo, y lo haré
hasta que por fin te conquiste
con mi amor de pieles suaves, 
de apretarme con vos en la silla 
y despertar a los vecinos.
Mi palabra candombe en tu baile
de caretas, rival abierto y desnudo
con el pecho donado al forraje 
de la luna. 
Habitante fugaz, mate en mano, bombilla
entre labiecitos rojos, mordidos,
puestos a secar
luego de desabrigarlos para 
la nieve. 
Todo se volverá humo, adversario bello, incluso
la tormenta de tu orgasmo.
Y no habrá recuerdo de la tregua
excepto, quizás, en la memoria
de mis cortinas. 

(inédito)




Suficiente hidrógeno para matar una ciudad

Creo que he sido bueno todos los días
excepto los martes.

Los martes me gana
la sensación de venir de otro nido. 

Una nube con forma de pájaro 
me caza de las muñecas
y me alza por el aire
más allá del espanto 
de volverme líquido.

Recuerdo, mientras vuelo,
haber tenido huesos,
y haber sufrido
ataques de pánico cuando veía pasar a esa piba
por la peatonal Tucumán, 
con una mochila cargada de libros. 
Y entonces, convertido en piedra sudorosa,
me reía del amor que la piba tiene por los animales.
Un amor inútil, incapaz
de rozarse con lo humano. 


Yo deseaba, en esos momentos, 
que fuera martes
para soltarme de la nube
y caer
al ruido
y al asfalto
como una bomba 
de hidrógeno. 

(de la plaqueta de poesía: “Fotos de mi chonga desnuda dentro de una nave espacial”, Editorial Larvas Marcianas, 2015)





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FRANCISCO SQUEO ACUÑA [18.153]

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Francisco Squeo Acuña

Francisco Vicente Squeo Acuña, el Sacronte, alias "duende de la albahaca" nació en la ciudad de La Rioja el 27 de octubre de 1938. Falleció en Buenos Aires, a causa de un trágico accidente, el 11 de abril de 2006.


Se recibió como mejor alumno en el colegio Joaquín V. González, promoción 1960. En ese mismo año codirigió el periódico Eco Estudiantil con Juan F. Deleonardi. En 1963 fue miembro fundador del núcleo de artes y letras Monoblock al Sur, Avellaneda, junto a Alfredo Carlino, Angélica Copetti y Walter Fumarola. Estudió abogacía en Córdoba y en La Plata, abandonando los estudios en 1964.
En ese año volvió a La Rioja y se quedó cuidando a su madre mientras realizaba la huerta de Santa Justina. 

Durante los años 1965 y 1968 dirigió el periódico literario
Arauco. Abandonó luego La Rioja y se instaló en Buenos Aires. Colaboró en la revista Macedonio dirigida por J. C. Martini Real y Alberto Vanasco.

El 17 de diciembre de 1969 ofrece su primer recital de poemas en el Teatro del Centro acompañado por el concertista de guitarra Rodolfo Fernández Brac. Realizó recitales en la mayoría de los centros culturales del país.
Trabajó en la editorial corregidor corrigiendo numerosos libros de autores nacionales y extranjeros.

En 1967 recibió el primer premio en el certamen nacional sobre Felipe Varela y Pozo de Vargas en la provincia de San Juan.

Su primer libro, Cantos Cisandinos (Editorial Rayuela,1972), fue presentado por Alberto Vanasco. Diente de león (Milton, 1988), fue presentado en el Viejo Almacén con un breve festival.

Squeo Acuña es un poeta errátil, hacedor de comidas, labriego y entendido en fitoterapia. Sus poemas figuran en numerosas antologías nacionales y del exterior.



Cuento del mishi

Tuve un gato
era negro
perteneció a mi padre
comía o saboreaba el pan con vino
al volver de sus andanzas
muchas veces lo vi feliz
como un manto de zorzales
Fue muerto a balazos
un día de carnaval
para festejo
de la gente de la calle trece
Según mi padre
su mínino pagó el pujllay
que se les seque el perejil, maldijo
a los apetecibles bandidos
Mi padre ya no tuvo otro gato
el pan con vino
se los daba a los gorriones
con ellos se fue un otoño
lo vi galopar por querer alcanzarlos
No sabía que por envidia en el barrio
a su gato lo llamaban fechor.



El huésped de fuego

Porque soy un ágil tarco que tira lilas en noviembre
voy gastando los vapores del cansancio
y la ilusión de los productos inefables.
He raspado la picardía con ojos estallantes
para perforar el miedo de la infancia
que gime con gritos de silencio.
Suspiro con el recuerdo de mis padres
y con su voz ligada en el viento
hago un desenvolvimiento de sorpresas.
Con ello, violento la aureola de los necesitados.
Voy poseyendo la velocidad del animal suicida,
una inteligencia colmada por ancestros
y la misma aventura para el vuelo.
Ante mi mujer me inclino en su pira
y en sus llamas me agilizo emocionado;
estoy pidiendo tener concurso de reino
en el valle de la imaginación

y el carnet para viajar por las heridas de mi pueblo.




CRÓNICA RIOJANA

En la tarde fuerte
del otoño, los sapos vienen
a enterrarse en mi espalda
y ofrecen su canción acuática
Al anochecer las serpientes
llegan a dormir en mis orejas
Una espiral de vidalas
abre la mañana, es la hora
en que me saco los ojos
y voy a la huerta, pongo mi gordo
corazón en la sartén del sol
y con tu nombre comienzo
a derretir el valor de la realidad.

(Diente de León, 1988)



MI MADRE Y MIGUEL HERNÁNDEZ

Mi madre y Miguel Hernández
están durmiendo en mis bolsillos de tierra.

Cuando hablo en fuerte ternura
ellos suben por mi áspero cuerpo
y rematan floreciendo albahaca.

Tomo su canto de aromas
y me voy a la huerta con maíces y escardillos;
allí los entierro,
porque seguramente saldrán en primavera
creciendo en chacritas
y apuntando en fusiles.

(Cantos cisandinos, 1971)



Colastine

Avatares correctos
la canción no sale
boinas azulinas tiñen la siesta

Mezclado en el estar apacible
de las ramas gruesas de un eucalipto
la soberana inicial de apuntar al cielo
la legítima esperanza personal
de creer que uno siente peligros
enroscados en el aire de la partida

La madrugada
se escapa suavemente
mientras el trago de cognac
enrosca a la heladita
que persiste en el barrio.







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ANA ZEMBORAIN [18.154]

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Ana Zemborain 

(Buenos Aires, Argentina 1958). Poeta, abogada. Tiene publicados varios libros de poemas, el último, Jamaica, de donde fueron extractados los poemas.




De “Cuadros de la memoria” escrito entre 2001 y 2004. 
Ediciones Fundación Victoria Ocampo 2004


Viamonte y San Martín

Las cúpulas me llevan a tierras lejanas.
Espero la voz que marque la hora.
Obedientes se inclinan en una misma dirección.
Sus cuerpos suben bajan suben bajan
en cuartos, calles, plazas.
Con la salida del sol las aguas se aclaran.
Terminó el rito. La magia no.



De “La ventana” escrito entre 2004 y 2006. 
Ediciones Fundación Victoria Ocampo 2006


Bombay, India
En la calle


I

Caminando entre
mancos y leprosos,
mujeres vestidas
de preciosos colores,
bocinas, autos,
echada, una vaca,
oigo detrás de mí
Ana, Ana.

En el tumulto de tiendas
sedas y alfombras,
un vaso de té,
miradas,
otra vez
la misma voz
Ana, Ana.

Me doy vuelta
pero no estás.



II

Niñas mujeres descalzas
de ojos oscuros, pelo largo,
un chico en un brazo,
en el otro collares,
piden con una sonrisa
hasta obtener lo necesario.
A cambio, una fotografía
con su retrato.



III

Igual que basura,
hombres y mujeres
duermen en esa vereda,
lloran los chicos
de hambre,
la gente pasa
como si nada.
Cierro la cortina
de este cuarto de lujo
y acostada entre sábanas
de hilo me pregunto
por qué ellos y no yo.



IV

Vestidas de amarillo, rojo, verde
esas mujeres son pinceladas,
ellas me alivian los ojos
de tanto horror



V

Durmiendo
en un cuarto ajeno,
rodeada de gente
que no conozco,
me encuentro
en otro país.
Aún tan lejos, estoy
más cerca de mí
que nunca.



Mirar mucho para pensar poco.
Ricardo Güiraldes
Xamaica



Preferencia

Siempre me gustaron las palabras
con más vocales que consonantes
como Poesía o Jamaica.




Anónimo

Un solo perfecto
canta ese pájaro
que no conozco.

Entre los almendros
sube y baja
esa vocecita afinada.

Deja flotando en el aire
su anónima melodía

Nunca sabré qué dice
Pero ¿importa acaso?



El mismo mar

Sé que este mar  amable,
que suave me despierta
con el rumor de sus gotas,
y me hunde en los misterios
marinos de la noche

puede ser feroz, destruir, ahogar
pero, quién no.



Necesidad

La ventana un poco abierta,
para que siempre pueda entrar

el ruido del agua, del viento,
la agitación de las ramas,
la voz de un pájaro desvelado,

pero sobre todo para que entre
el silencio, ese silencio que respiro.







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ALBERTO PARISE [18.155]

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Alberto Parise 

Nació en el Gran Buenos Aires. Publicó: Animal resuelto (poemas, 2003), Bosque iniciático (poemas, 2006). Pelea de lobos (novela, 2007), Palabras de arena (poemas, 2008), Flores de viento (2013), Luna de agua (2015). Tiene en preparación su segunda novela.



Luna de agua

Escribir
gota a gota
alguna consistencia
capaz de andar
sin el tormento
de la novela negra
un argumento
que defina
un límite
otra luz
para seguir.





Nadie oye
lo que dice este silencio
ese espacio interno
donde algo se congela
o no hay temperatura
un géiser rasga el aire
el de adentro
ese que nadie respira.





Sentir asusta
lleva años de esfuerzo
entender
de qué va la cosa
la vida propia
expresarla    formularla
en la propia cabeza
un poco de luz cierta
donde mucho de lo claro
define la oscuridad
y sus consecuencias.






Una ventana en el aire
mi adolescencia
porque nunca se ha ido
la custodian escondidos
ciertos íntimos duendes
ese perfume violeta
en el jardín de tu casa
solero de flores y sangre
primera piel irrepetible
hacerse
hombre y mujer
el sexo conmovido en plena tarde.






El lobo oscuro
cruza la lluvia
pierde la ciudad
cualquier posible ángel
mi voz en exilio
late y siente
los muchos que soy
los muchos que he sido.






Mi memoria lleva
su memoria
y el cuarto aquel
escondido
pasado o presente
un río subterráneo que maneja hilos.





No fue un gesto vano
soy todo efímero
pero algo tengo

para decir.





BOSQUE INICIADO (2006)


Ando la arena. El cielo y el mar me enseñan fugacidad.Tantos has pisado las huellas que le agua borra.
Sólo soy un caminante más, bañado por un sol de tantos miles de soles, bajo un cielo que es ilusión celeste.
Soy una ilusón marcada por palabras.Engañado, doy crédito a límites hechos de símbolos.
Escribo mi asombro. El asombro me escribe, atravesando espejos ciegos.
Me pierdo en la vanidad de la memoria, un repetido andar por imágenes ya idas, a las que pretendo me sirvan de ancla, para escapar de la sensación de vértigo, hoja al aire en manos de viento caprichoso.
No tengo mas valor para el universo inmenso que el gorrión que come migas a mis pies. Solo que, absurdo como cualquier hombre, me pienso, luego pretendo poder sobre las cosas, aspiro a eternidad, sin entender hasta que sea tarde, que mi consistencia no es diferente, en modo alguno, a la sombra del viento.
Crines al viento
entretanto
mi retina atesora
el precioso instante.
Centauros.


El arquero dispara
con ojos cerrados
no yerra el blanco
dispara sobre si mismo.


En extraña época
mirábamos sin ver
cuesta descubrirse
ignorante,
cuando la sangre late
no es una recta
el camino más corto.

Temblor
sacude los huesos
que sostienen
lo que inquiere
sobre modo en abordaje
un soporte
solidez flexible para
lo nuevo
alcanzar
desconocido estado
donde la historia sea
experiencia
y no prisma.

Allí casi imperceptible
dobla el camino y
va al sitio desconocido
que vale vivir
abandonando
la comodidad del tránsito
cualquier señal perdida
te manda al absurdo
del orden callejero
entre semáforos y
aprobaciones
pulgares en alto y
palmadas al hombro
camino al podio
que el pedacito de
tu corazón no podrido
sabe
se llama cadalso.


*



Horizonte fugaz
imponiendo majestad
a la escena
baña en plata
su derredor
en generoso vivir.

Nada dice el diario
nada se lee
en ningún rostro
él sabe
es la hora fatal y
lo que no fue es todo
donde el espejo
eco del soñador
desconocido
vuelve el aire en
amargura tangible
absurdo
lo nunca existido
llora la pérdida.
Amanecer
de tiempo no vivido.

Miro la noche oscura
ramas de árbol
tiemblan
no hay amenaza
solamente
recuerdo de lo ido
promesas en el viento.

Tras los visillos
escribir
propio de
primera persona
con trazo desconocido
índigo que fue blanco
un movimiento
sin música
gestos preciosos
pepitas de oro
en la íntima calidez
del hogar.

Rebusco
en los arsenales
de palabras
traigo al fin
el misil de
vocales y consonantes
que arranca
mueca de dolor
a tu discurso.

Las vueltas de laberinto
vacían mis huesos y
estremece en nudo
mi garganta
sentir el ancho
horizonte.
Se pierde ahí la urgencia
de espolear el deseo.

En la tierra de los sueños
el invierno asoma
fuera de eje
asombro en
tiempo del presente
lo impensable
ha tenido lugar.



*




La creación
siempre viva
en oleaje rumoroso
agua de oro
sobre un río
reflejos de sol.

Los sones de la música
despiertan
voces dormidas
de la infancia
cuando patria
eran color
olor y palabra
sin marcha ni
confusiones
frases amargas o
vientos cruzados.

“La Muerte es nuestro negocio. Los negocios marchan bien”




Viste camuflado
pisa escombros y
casquillos vacíos
rocía muerte en abanico
su fusil en bandolera
lo amparan
dragones modernos helicópteros
la parafernalia
“maquina verde” y
el dios del imperio
musita su plegaria

Walking Irak.






ANIMAL RESUELTO (2003)


CRUDAS ESCRITURAS

Voz desnuda
última belleza
alma escrita
Un puñado de palabras
que
eviten volarse la cabeza.

Crear.

Me intriga
la belleza que se hace espacio
imagen cotidiana
grises que engañan colores.
Miro la bondad inteligente
en el rostro de mi perra
entiendo que siempre
es cuestión de vida o muerte.
Gris indefinido de las cosas
naranja inverosímil
guión confuso desde el nombre
caja de pandora sutiles cadenas
el hijo de la poesía que me escribe
no engaña a mis ojos cerrados
del nacimiento
última belleza.

Enamorada mirabas a otro
desconocida
me condena a nostalgia
cuando vivir era urgente
y la única estatua
el David.

El enigma de hacer pie
en lo valioso sin coartadas,
perder el escudo razonable
raciocinio inexplicable
la historia
conseguir
que el nombre propio del suicidio
sea texto, marca
no un negocio con cuerpo con-sagrado
ni el sagrado deber de
terminar en desastre.
Insondable álgebra
tiempo necesario para
conjugar en primera persona
aceptar y perder, antes que
el presente
sea verbo de imposible abordaje.
Ya lo decía Primo Levi
hay que temer a los hombres comunes,
entenderás entonces
temerle al amor
ese embustero capaz de arriesgar a muerte
renunciar
esconderte del futuro.
Un buen día
un rostro extraño vuelve hacia vos
infinitas navajas se te clavan en el cuerpo
bajo una luz irreal
que te hace pensar
no puede estar pasando esto.

En vano protesta el letargo
reclama el sueño,
antes de no ser
han comenzado a habitarme
todos los demonios.




EL SINO

Cueva, sensaciones trágicas
certeza sin esperanza,
indicaciones sin réplica,
obligado a pasar junto al olor
inolvidable de la miseria
desde la cuna.
Al borde de las lágrimas
sigue corriendo la farsa,
se consume el oxígeno y
el espejo no miente
el disimulo escinde mis partes,
abulto mi sombra y comprensivo
me ocupo en lo que no me importa.
Apropiarse del deseo
hacer un giro brutal
sangre
ríos de tinta
cataratas de fuego azul
quizá entonces
utopía se llame la tierra
y su fugacidad
valor distinto de lo estéril
así sea.
Una mirada salvaje
puño apretado,
grito desde las entrañas,
tapo
el rugido de miles
hoy escribiré voces
algo ha sucedido
algo ha cambiado.

Mi incomodidad me escribe esta noche y
es todo lo que tengo
angustia y palabras
Entiendo
del sueño olvido
su parentesco
Entiendo
despojado de lo humano
la necesidad de seguir andando
el dolor y la envidia al tiempo
ese maldito inmarcesible
que no retrocede
vacila
ni cesa
Entiendo esta noche.
Caminos nuevos
garantizan
pérdida incertidumbre dolor
enigma
la locura de
ser extraordinario
inhumano
saltar al agujero giratorio
hacer pedazos
la tranquila y predecible
canibalidad de
apasionarse urbanamente
por la ignorancia.
Paradoja
Arrancaste hasta las raíces
y la tierra se llena
de amaneceres insomnes.
Rompiste la máscara
más que desnudo huyes de los espejos
delataste mentiras
y sin brújula la
desorientación es incredulidad
Quebraste la vieja paleta de colores
y no sabes qué hacer
con un mundo en blanco y negro.
Es cierto
fue más fácil declarar la guerra.
Entre rutinas y
el global andar de las cosas
la mirada busca en vano
la diferencia
marca distinta
gesto
rictus
romper el equilibrio mecánico
alcanzar el milagro
de celebrar la vida.







.


CRISTIAN DAVID LÓPEZ [18.156]

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Cristian David López 

Nació en Lambaré, Paraguay, el año 1987.

Es narrador y poeta. Escribe en español y guaraní. Tras residir un año en Argentina, actualmente vive en Oviedo donde participa en diversas actividades culturales.

Ha publicado Poemas del exilio (Universos, Mieres, 2010) y ha sido incluido en la antología Tempus Fugit (Círculo Cultural de Valdediós, 2011). En 2012 ha editado y traducido con José Luis García Martín, Guarani purahéi / Cantos guaraníes (Gijón, Impronta, 2012) y el más reciente, Permiso de residencia (Ediciones de la Isla de Siltolá, Sevilla, 2o15).



El Jakaré

Mamá ha cerrado la puerta
para no dejarte entrar.
Dejo mi ventana abierta
para que puedas pasar.

                *

Si no quieres verme triste
no digas que ya te vas.
Deja a tus besos decir:
"Chau, mi amor, mañana más"


En Paraguay, se le llama "Jakaré" al impertinente amante que visita a su amada en las madrugadas, y que acostumbra, como un Romeo, entrar por la ventana. Las madres siempre rezan: cuidado con el jakaré.



Lui-Lui

Aipyso che kuã
Lui-Lui asapukái.
Lui-Lui oguahe,
Ogueru ipepoguype
yvyty piro’y.
Lui-Lui oguejy che kuãre.
Ha oikojey che hegui
mitã'i koygua,
okyhyjeva he’i hagua
ndeve: Rohayhu.



Espérame aquí

Hace tiempo que ya no te conozco,
me olvidé de tu voz, de los gestos
que hacías con los labios.
Tu cabellera negra que se encendía,
poco a poco se me apagó.
¿Qué será de ti, qué será de mí?
Le pregunto al del espejo,
ese que lleva una bolsa en los ojos,
tal vez de tanto esperar, de tanto soñar.

¿Dónde estará ese lugar
en que tal vez volvamos a encontrarnos?
Hambrientos de apagar lo que nos entristece.
¡Vaya camino que nos separó!
“Espérame aquí”, dijiste. Recuerdo la lluvia
y que, como una enorme raíz,
el tiempo me abrazaba.
Quedé indefenso
y mi alma se oscureció.

Y pasaron los años, millones de gotas sucedieron,
se cayeron los edificios a mi alrededor,
se multiplicaron las calles con mis pasos
las ratas me miraron maquiavélicas,
temblé y la tierra a mi alrededor
se fue rompiendo,
me volví tal vez duro.

Y como al demonio el fuego te siguió,
con tu imagen se marchó,
lloré unos años, miles de noches extinguí
y algunos días no te soñé.

A veces creo que aún estoy en esa esquina,
en donde me dijiste
“Espérame aquí”.
  



Huérfano

La serpiente que se arrastra es huérfana
de los pies y el ciego de la luz.
Quedarse huérfano
no fue en vano, siempre hubo un fin, una prueba.
La vida te ocultó el calor de la madre
para valorarlo, la caricia
para saber del dolor, los adultos
para que nadie decida por ti,
te mostró los fantasmas que habitan en tu cabeza
y así saber realmente quién eres.
Un huérfano no eres:
eres la caricia misma, el fantasma, el guerrero,
la resurrección. Arranca de tu costado una costilla
y de ella fórjate una espada.
Llámala Voluntad.
Nadie podrá resistirse a tu lucha tenaz.
Serás un ser de piel dura;
por más que quieran borrarte no podrán.
Comprenderás que lo huérfano es una forma de estar,
un estado de ánimo contagioso.


Humo-sapiens

“La gloria, es dulce” me dice una voz.
No soy el héroe que buscáis,
valquirias de alas rotas, de rostros estelares.
Solo soy uno más
atraído por el imán de la tierra
del cual sin querer soy otro esclavo.
Pero a pesar de la noche que me oculta la luz
procuro seguir esos pasos
las huellas en el desierto
que tal vez, me hagan volver,
junto a esa que cocinando, y cantando
en bicicleta va pensando en mí.
¡Sí, señor!
No creo en el futuro,
creo en esas manos que se agitan al verme.
Solo conozco un camino: el presente.
Desconfío del destino
de mil rostros de espejos,
alma ingrata que engendra sorpresas.
Por eso me anticipo a sus desgracias
disfrazadas de carnavales,
lo remedio con volver a intentarlo siempre.
Soy la hormiga que sube la montaña
tras una miga de esperanza
y soy la oruga anillada que medita cual Buda
en su bola de lana, tranquilo y tibio.
Seguro como el feto en el útero de la madre.
¡Sí, señor!
En el fondo es todo lo que busco:
Ser protagonista del sitio que ocupo.
La verdadera gloria es identificarme
como humo-humano,
si al final eso es lo que soy.
Subir, subir alto
y desaparecer…



Luciérnaga

No quiero ser el reflejo
de la luna en el lago.
Yo quiero ser algo más.
Totalmente independiente.
¡Yo quiero ser, al menos,
luciérnaga  que alumbra
en el oscuro bosque
con su propia luz el vuelo!



Interesado

Ella era tan fría conmigo…
Y a mí eso me gustaba.
Porque solo la quería
para enfriar mi cerveza.



“Sy”

El poema “Sy” (madre, en guaraní), escrito por Cristian David López y galardonado como Mejor Poema del Mundo por el concurso Premio Internacional de Poesía Jovellanos, es un homenaje a las madres paraguayas.

Este anuncio de Itaú Paraguay incluye una emotiva recitación del poema, diciendo: “Para la mejor mujer del mundo, el mejor poema del mundo”.

Poema: Cristian David López – Sy

Sy
Ahai nde resa
ha mitãnguéra oma’ẽ.
Ahai nde juru
ha mitãnguéra opuka.
Ahai nde réra
ha mitãnguéra oñe’ẽ.



Madre
Dibujo tus ojos
y los niños miran.
Dibujo tu boca
y los niños sonríen.
Dibujo tu nombre
y los niños hablan.

Concluye el anuncio con estas palabras: “Solo nuestro idioma es capaz de expresar todo lo que ella nos inspira”. Al leer esa frase, especialmente en el contexto del poema, no es de sorprender que la lengua que sentimos como propia, es decir, “nuestro idioma”, suela llamarse nuestra lengua materna.

El poema también nos hace pensar en la entrevista que nos concedió Jaime Zacher, cantante de Bohemia Urbana: “Paraguay es un país muy matriarcal“.





CRISTIAN DAVID LÓPEZ. PERMISO DE RESIDENCIA

Permiso de residencia
Cristian David López
Ediciones de la Isla de Siltolá
Sevilla, 2o15

DESPERTAR A SOLAS


   El escritor Jorge Luis Borges es un inagotable almacén literario, un expendedor de citas que siempre deja satisfecho al consumidor; sus palabras tienen una semántica moldeable que se ajusta, como licra, a cada poemario. Así sucede con el libro de Cristian David López  Permiso de residencia, al que define por su carga autobiográfica este párrafo: “Toda poesía es plena confesión de un yo, de un carácter, de una aventura humana”.
   En cada conciencia individual gravitan siempre las coordenadas del origen, ese lugar que sobrevive a cualquier contingencia. Se aloja en los recuerdos para despertar a voluntad, como si concediera un sitio habitable a la memoria. La evocación define al presente como carencia y búsqueda. Cristian David López nació en Lambaré (Paraguay) en 1987 y el legado cultural de sus raíces es un signo estable del quehacer literario. Con el poeta y crítico José Luis García Martín, coeditó y versionó al castellano Cantos guaraníes / Guarani purahéi. Además impulsó la salida de Aforismos y reflexiones, del modernista paraguayo Rafael Barrett y dejó en su novela La patria del hombre una crónica marcada por una profunda estela vivencial que hace recuento de un intervalo remoto asociado a la infancia. Con ese bagaje bibliográfico no pasa inadvertido el título de su primera compilación lírica, Permiso de residencia; de nuevo remite a la inmersión en un entorno distinto y a la pertenencia eventual a otro contexto social. La acreditación legislativa permite fijar una residencia estable y realizar actividades laborales pero no borra la condición de transterrado, la certeza de no ser sino un extranjero que busca sitio.
   El enfoque de Cristian David López está muy lejos de la extrañeza reivindicativa, no se siente un expulsado del paraíso. El sujeto poético tiene una mirada diáfana y abre los brazos  con una nítida propuesta dialogal a la gente común, sin argumentaciones solemnes y con un saludable punto de ironía. Leemos en el introito “La llamada”: “Vengan, / los que no aprietan el tubo de dentífrico por el medio, / los que no cruzan los pasos de peatones en diagonal, / los que no manipulan el móvil al caminar por las calles, / los amantes del vino y la poesía, / los que se bañan para dormir, / los que tienen alguien con quien soñar / (aunque cada noche duerman solos)…”. Son versos que unifican coloquialismo y sentimentalidad, que conectan con el hombre de la calle despojado de cualquier dimensión épica, que hacen de la historia personal un estar común que apela al lector a reconocerse en los otros cercanos.
  De este modo el sujeto poético postula una reflexión en la que afloran las señales de un tiempo a través de composiciones breves, de dicción despojada, que solo precisan mínimos elementos de uso y que tienen un claro sentido aforístico en los finales. Algunos poemas se ajustan al molde versal del haiku, una estrofa ligada al ciclo estacional, al temporalismo y al contacto con la naturaleza. Resalta en esta primera parte la naturalidad expresiva, esa aparente confianza en mostrarse ante la otredad sin máscaras ni artificios, como si las palabras pronunciaran un sencillo ideario estético: “Desnudos los pobres / desnudos los enamorados, / los ciegos, los lisiados, / los huérfanos, los exiliados, / los sueños / desnuda la poesía “.
   El tramo central del poemario, “Biografía de ausente”,  agrupa composiciones más reflexivas. Los poemas reconstruyen un trayecto biográfico desde su epifanía, como si la existencia dispusiera un recorrido en el que junto al estar caminara el desarraigo y la incertidumbre, pero también la invitación al amor que marca varias composiciones del cierre final, “El viejo sueño”.
  Cristian David López organiza Permiso de residencia como un animado relato experiencial en el que los bloques poéticos tienen una aparente independencia, aunque comparten una voz cercana, que ofrece contenidos emocionales, y que tiene un sentido humanista del estar. Si la vida resulta aleatoria y umbría, no viene mal dar a los que recorren sus calles un poco de aire limpio, una alegría sujeta con un clip pasajero, un respiro que haga de la esperanza un trabajo estable. 

Publicado por JOSÉ LUIS MORANTE 



En la biblioteca

La luz entra por la ventana.
Es una luz limpia,
recién hecha por este día
que envejece conmigo
y contigo y con esos
libros de anaqueles 
olvidados.

La luz nos acaricia,
uno a uno,
y, como ladrona sigilosa,
algo se lleva de ellos,
de ti y de mí.

Necesita la luz
nuestra luz
para ser siempre 
joven,
para ser siempre 
luz.







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NOEL OLIVARES [18.157]

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José Noel Olivares 

(Las Palmas de Gran Canaria, 1954). 

Ha publicado, entre otros, los siguientes títulos:

MANDOLINA, 10 poemas bilingües – (Revista Internacional de Poesía “Maná”, Berlín, 1992)
FAVOR DEL CIELO Y COMIDILLA DE DIFUNTOS – (El árbol de Poe, Málaga, 1996)
CRÁNEO O FLOR – CD de poesía, (El Gato Gris, Valladolid, 2000)
ME AMARÁS CUANDO ESTÉ MUERTO – (Lumen, Barcelona, 2001) (libro coescrito con Leopoldo María Panero)
¿QUIÉN SOY YO? (APUNTES PARA UNA POESÍA SIN AUTOR)
(Pre-Textos, Valencia, 2002), (coescrito con Leopoldo María Panero)
RASGOS EPIGRAMÁTICOS. Premio Angel Urrutia (Casa de Cultura. Lekunberri (Navarra 2004)
INSULAS ENCANTADAS. (Relatos) VV.AA. (Anroart Ed. Las Palmas de Gran Canaria, 2005)
TIRANIA DEL GOZO. Poesía erótica – AlHarafishedita, en prensa.




José Noel Olivares, el poeta mudo
El poeta mudo: al filo de las palabras

La poesía que José Olivares avienta es exigente. A ratos de tradición humanista, a ratos de gran simbolismo onírico y/o recursos simbólicos. El poeta lanza una palabra al aire y olfatea su vacío, juega con rasgos epigramáticos, dotando de nombres propios y cotidianidad a sus personajes, cerca gestos dañinos y heridas abiertas; todo por distanciarse de dogmas y encuadres fijos. En sus poemas se toca fondo y se renace de nuevo cual ave fénix, hay hundimientos eternos, preguntas y estaciones corporeizadas, un tiempo que sólo la carne nombra; tan pronto no pasa nada como hace uso de leyendas a “favor del cielo y comidilla de difuntos.”¿Acaso en un intento de complicidad con la vida, donde la muerte y la palabra es una misma cosa?, más bien pareciera que el poeta, de forma sutil, agarra a la muerte de la mano o se deja seducir por ella en un bel morir. Quizá tan solo en su erótica encuentre el hilo de Arianna que lo rescate, o lo encadene a su silencio eterno: al filo de las palabras por siempre. 
M. Nieves Cáceres.

[De “MANDOLINA” 1991 (Publicación parcial en “MANA” Revista internacional de Poesía, Berlín, junio 1992]

44

En una rama de alerce
Un dorado grano
Sobrevive al
Ala reveladora de cuervo

En el ramaje espeso
Un hilo dorado
Confundido en el negro refulgente
De plata ciega
Incinera el invierno



46

Día y noche ruedan juntos
Por el intervalo de tu cuerpo
Tendido al borde del cielo
Oscuro abismo
          Tu cuerpo solo
Atento a la migración de pájaros y la
Traílla bullanguera
                     Ruedan
         Los nombres y los soles
Inidentificados
El filo del hacha y los mechones apilados
De cada estación pretérita
En la vastedad al infinito ruedan
Inagotables


52

Habita tu carne y no dejes
La herida abierta del dulce festín inacabado
Sus ascuas afligidas
Y la malvasía insana del trastorno
Oh reidora
En el estuche de tus lágrimas
Se esconde el jengibre venenoso flor de bienaventuranza
Que adormece el crimen
En el engastado revólver de los besos

[De “Favor del cielo y comidilla de difuntos” (El árbol de Poe, Málaga, 1996) (Sonetos)]





LEYENDA DESVELADA DE UN TENTETIESO QUE LLEGO A GOBERNADOR

A esta carroña notable y famosa
Que esperó de su condición guerrera
Atravesar la gloria de era en era
Los tiempos la empujaron a otra cosa

Esta carroña brilló por revoltosa
Sembró el terror como quien da tijera
Cortó, podó, de forma lisonjera
Y a muchos mandó rectos a la fosa

En nombre de su patria hizo campañas
Cristianizó incluso las alimañas
Y salió ileso salvo algún rasguño

Señoreó la flor de un continente
Más que regente fue puro accidente
Grano y malformación de nuevo cuño



CÚMPLESE LA MUDANZA QUE ACECHA EN TODAS LAS COSAS TERRENAS

Borrasca de los cielos otoñales
Sobre la losa el musgo tiene vida
Y unos ojos contemplan aún la herida
De los cielos las sábanas fatales

Una copa sombría por señales
Quebróse en el crepúsculo homicida
La vela consumió su luz huída
Y fue el silencio tumba de mortales

El canto goteó secreta fuente
Hundido el pecho en éxtasis alado
Allá lejos lanzóse desde el puente

Y dio cobijo la muerte de su grado
Al ser que naufragó en negra corriente
Divino y dividido por su estado

[De “Cráneo o flor” (El gato gris, Valladolid, 2000)]




La muerte de Nerval

Mi sombra agazapada en el callejón de la vieja linterna
Como una virgen ante su verdugo
Solloza en el estertor de la noche helada
Un guiñapo arrojado contra la pared

Es mi carne marchita, deudora de todos los vinos
La que susurra un secreto a las estrellas
Y en mi sombrero el nido del cuervo dibuja
La seductora muerte, oh lívida flor del ahorcado




Cráneo o flor II

Veladas lágrimas esculpen en tu rostro
Un arrebatado ángel de dolor
En la oscuridad llena de manzanas de oro

[De “Rasgos epigramáticos” (Casa de Cultura, Lekunberri, 2004)]




II

A ti Iris, la más bella entre los mortales
La de blondos cabellos y mirar huidizo
Acercas tu mano para saludarme
Y me pierdo en la contemplación de tu cintura
Sólo puedo soportar tu presencia unos instantes
Después te olvidaré por mi propio bien



XV

Sabe, Ganímedes, que la noria
Es siempre la misma y renovada
Tu hermosa cabeza sonríe
Cuando el sol te despierta ya muy alto
Y exento de los trabajos te conformas
Y tus hermanos ebrios parlotean
Y salen dentro de ti y la bella
Muerta repite su rezo de todos
Los días



XXX

Divinamente pagano, Claudia, tu amante
Lleva una fotografía de su época de soldado
El gesto arrogante, la pose medida
¿qué me importa a mí si yo antes he sido tuyo
y tú después de mí has tenido otro antes que él
y él ha tenido también otra antes que tú?
Pues yo no voy por ahí contando mis pesares
Ni sembrando cizaña entre mis conocidos



XXXIX

Escucha mi oda, oh Pétulo, la he
Recortado por los extremos
Y retoqué la parte central,
Al cabo de no pocas digresiones
Y tras la sola ayuda de mi ingenio 
Quedó esto que ves en estas líneas



POESIA INEDITA

[De “Sed en los huesos” (2002)]

2

LA SANGRE DEL PÁJARO. POEMA SOBRE LA NIEVE

El poema se nutre de las cuerdas vocales de los amantes
El poeta deja su sangre en la página en blanco
No recuerda nada de la noche pasada
Salvo una pesadilla donde ella habla a los pájaros abatidos
En la nieve los colores sucios crean el horizonte
Y desfilan ahorcados en trajes de Armani
En la nieve sin ojos el viento sube lento
A llevarse las páginas inmortales de los amantes
La grafía del pájaro desangrado y el poeta mudo



6

EL HOMBRE DESMEMBRADO EN UNA ESQUINA DE LA SOMBRA

Encontré mi cabeza en un agujero lleno de hormigas
Encontré mis extremidades cortadas como en tiempos de Hernán Cortés
De mi tronco calcinado ¿quién puede dar referencias?
Un niño jugaba con un trozo de fémur en una playa al
                                        atardecer
Mi pene completo se lo comió un amigo en un ritual de
                              buenas costumbres
De mi corazón sólo sé que fue devorado en una bacanal de
                              mujeres borrachas
Un águila arrancó mis ojos con la pericia de un estilista
Y hallé un omóplato semienterrado en una desértica tierra
                              de nadie
Donde hoy se levanta la ciudad que mi espíritu eternamente
                              maldice



11

ABRE LAS PIERNAS: SOJUZGAMIENTO DE LA CRITICA DEL VERSO

¿Usted sabe lo que es la poesía? ¿el prurito loco de insaciabilidades?
¿Usted sabe lo que es el hambre y el hambre del hartazgo?
¿Usted sabe lo que es la muerte, el sexo en sus extremos?
¿Usted sabe lo que es el sueño, la locura de la razón pura?
Abre las piernas, la poesía va fluyendo
Entre los muslos del verso, el tronco del árbol renegrido
Abre las nalgas, la poesía se derrite como cera caliente
Como sangre en la cara, como semen perfecto
¡No me comparen con el poeta de la cita perpetua!

[De “Poemas a punta de pistola” (2001-2003)]




POETA LOCO, POETA CUERDO

Amarás a un cadáver como la sombra de Li Po
Amaba a Li Po después de muerto
Poeta loco, poeta cuerdo
Mejor que un poeta vivo es un poeta muerto.

Amarás a un cadáver que una vez existió
Como deseo maltrecho
Amarás el verso duro y el hueso versus aura
Los dientes irregulares de la sombra del perro

Amarás tu calavera y tu carne mutante
La estrella cegadora, su hálito de nieve
Amarás tu desdicha de amor insurrecto
El cadáver sin nombre que la noche ofrece
A los labios del dios ahíto y ebrio

Un cadáver baleado a la sombra del perro
Que muestra los colmillos fulgurantes del miedo
La vaharada caliente del crimen cantando:
Poeta loco, poeta cuerdo
Mejor que un poeta vivo es un poeta muerto.



MASACRE

El hombre en paro se levantó muy de mañana
antes del canto del gallo
y sentóse frente a la línea roja y negra de la alborada
hizo una breve carrera por el asfalto en traje de chándal
después tomó una ducha fría
y desayunó zumo de frutas, tostadas, café y huevos fritos
con el último dinero prestado,
cogió un fusil ametrallador de treinta y cinco milímetros
y lo metió en la funda de cuero alrededor de la camisa
completó su atuendo con una gabardina y gafas negras
tomó un taxi hacia la agencia de seguros donde había 
                    trabajado sólo dos meses antes
subió las escaleras y en el primer piso vio a tres excompañeros
dos mujeres y un hombre
sin mediar palabra
abrió fuego contra ellos y cayeron como muñecos
ninguno tuvo tiempo de decir nada
sólo uno alzó los brazos en alto con una expresión de horror
                                        en la cara
luego penetró en un despacho
un hombre corría hacia el cuarto de los lavabos
“buenos días, buenos días”, balbuceó nuestro protagonista
“¿dónde vas tan deprisa, sanguijuela?” cruzó su pensamiento
                    una frase lapidaria
hasta que una ráfaga le alcanzó por la espalda justo en la
          puerta del aseo de caballeros
quedando semientornada con el cuerpo del jefe de seguros
                    atravesado en medio
para entonces sonaba ya la sirena de un coche de policía
nuestro exterminador se dirigió al piso superior donde no se
                    oía el ruido de una mosca
la puerta de la oficina se encontraba cerrada
le descerrajó media docena de tiros y la cerradura voló 
                          como mantequilla caliente
oyó gritos desgarradores, llantos desesperados y vio cuerpos
                    rodando bajo las mesas
un músculo de su cara saltó de gozo, ahora se producía el 
          despiadado ajuste de cuentas con el mundo
disparó hasta vaciar el cargador con vértigo demoníaco
disparó hacia todo lo que se movía, hacia lo que resbalaba
y se sentó un momento a recargar el arma vacía
entonces oyó pasos y voces acercándose,
unas voces conminatorias que le instaban a rendirse
su respuesta fue inmediata: una nueva ráfaga de metralla
          le segó los sesos para ahorrarse los detalles
                    de las explicaciones.

[De “Tiranía del gozo” (de próxima publicación en Al-Harafish, Las Palmas de Gran Canaria) Poesía erótica]




VISITA AL MARQUÉS DE SADE

señores libertinos: queda inaugurado el baile de máscaras
          viernes 13 octubre 1769

aquí todo es posible: el latrocinio o la virtud
¿no es aquel el señor marqués 
acompañado de dos damas, tan divino y cortés?
entre risitas y jadeos partió al reservado
que nadie moleste al artista invitado,
una dama muestra un trozo de liguero
la otra retoza en tono lisonjero,
el señor marqués hace los honores al derecho y al revés
un sirviente trae champán, un chasquido se oye en el diván
cuatro nalgas rosadas con lacitos negros
obstaculizan las faldas hasta el enrojecimiento
con tiernos azotes expían travesuras,
el señor marqués como siempre se ha extraviado
pero son ô ma beauté! cosas de enamorado
“es únicamente una furcia que sólo adora la fusta” 
se oyen gritos y ayes, viene la madame de la casa
“ruego a los señores desalojen la escena”
todo crimen tiene premio ¿y la virtud? su apremio
señores libertinos: se reanuda el baile ¡divertíos!



LAS SEIS EXTREMIDADES

la mano derecha repta recta por tus medias,
la mano izquierda es una garra en guante de seda,
el pie derecho inicia en equilibrio un paso de danza,
el pie izquierdo es la base firme de una columna romana,
un sueño de reptiles en retozos morbosos
lleva tu cintura a considerable altura,
el pie derecho gana en diplomacia lo que el izquierdo en acrobacia,
la mano derecha besa mientras la izquierda desgarra,
la quinta extremidad acerca su apéndice emocionada
inhalando emanaciones de tu fruta salada,
la sexta penetra audaz en el nido peligroso
y jadeante se inmola en un suplicio de gozo

[De “La puerta de Oriente” (2004)]




II

DESDOBLAMIENTO DEL MUNDO DE LA ILUSION

El bosque se mece y conserva la quietud
como el agua fluye en rumor de silencio
siete veces llevo la copa a los labios
y la amargura bate las alas del pájaro
sólo la conciencia insomne
dulce enemiga
dibuja la carga encima del pie



XXVII

VISIONES SOBRE EL VACIO

El azul tras la rama es una presencia mística,
el aire lleno de zumbidos resplandece,
la belleza desciende los escalones de agua
y el espíritu enmudece en la contemplación,
aquellos seres amados ya libres de sufrimiento
fulguran y desaparecen en la retama
y puedo tocar la nieve sobre la falda del cielo








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ZHOU BANGYAN [TCHEOU PANG-YEN] [18.158]

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ZHOU BANGYAN [TCHEOU PANG-YEN]

1056-1121 
Poeta dinastía Song. En 1083, después de presentar un fu [prosa rimada] al trono, fue nombrado para el cargo de Jefe de aprendizaje en la Academia Nacional y mantuvo el cargo por el resto de su vida. Se le conoce como uno de los poetas más importantes de la ci [] lyric, adornado en su dicción, alusivos en su expresión y sofisticados en su sentido musical. También escribió poesía y prosa shi.




El arroyo de durazno

¡Cuánto me arrepiento
de no haberme quedado
en el Arroyo de Durazno!
La raíz de loto de otoño,
una vez rota,
ya no se junta.
Recuerdo que aquellos días
nos esperábamos uno al otro
en el Puente de Barandillas Púrpura.
Hoy, solo, la busco en vano
por el Camino de Hojas Amarillas.
Entre brumas se yerguen calladas
innumerables montañas verdes.
Gansos silvestres, bañados
por el rojo sol ponente,
se van a la lejanía.
Mientras mi amada se había esfumado
como una nube
llevada por el viento sobre el río.
Y mi sentir,
las pelusas del sauce llorón,
que, azotadas por la tormenta,
caen al suelo.

en Poesía clásica china, 2001





Cuchillo que brilla como el agua.
Blanca sal que recuerda a la nieve.
Ella, con sus finos dedos,
desgaja otra naranja.
Cálida ya la alcoba de brocado,
perfumada por inciensos.
Sentada frente a mí, toca una flauta
y me pregunta en voz baja:
-¿Adónde vas esta noche?
Ya han dado la tercera alerta en la muralla.
El caballo resbalará sobre la helada,
y la calle estará desierta.
¿No sería mejor que te quedaras?






Luna esplendorosa.
Cuervos intranquilos.
Terminan las gotas de agua
de la clepsidra.
Llega el alba.
Ruidos de la cabría del pozo.
Ella fija en mí sus ojos,
brillantes, humedecidos.
Helada está su almohada,
empapada de lágrimas.

Nuestras manos unidas.
cabellos al viento frígido.
Es hora de marcharme.
Mas no quiero moverme:
me da pena dejarla.
¡Qué desolador es decir y oír
las palabras de adiós!
Ya está la Osa Mayor
encima de la casa.

http://www.davidzuker.com/wikilydia/2012/01/24/poesia-amorosa-china/





Sand of Silk-Washing Brook

Four hanging jade screens—
The clear, cloudless skies,
Surround the upper floors,
A green void at its feet—
The fragrant grasses stretching
To the ends of the earth.
I beg you, please, do not climb the highest stairs.

The once-fresh, slender shoots have already
Become sturdy stands of full-grown bamboo,
The bright fallen flowers are all woven
Into the dark mud of the swallows’ nests.
And I can no longer bear to hear the weeping
Of that lone cuckoo somewhere in the woods.

Translated by ANDREW GRIMES GRIFFIN




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MIGUEL ÁNGEL ORTIZ ALBERO [18.159]

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Miguel Ángel Ortiz Albero 

(Zaragoza, 1968). Poeta, artista plástico y dramaturgo. Pasea y observa. Ha escrito y le han publicado los libros de poemas: "Cuaderno azul de la distancia" (Ed. Zambucho/Corral, Madrid 1999), "Donde comienza el desorden" (Lola Editorial, Zaragoza 2001), "Cuaderno de la sal en la mirada" (Ed. Aqua, Zaragoza 2005), "Sbattimento, notación para un libro de las sombras" (Ed. Diputación Provincial de Zaragoza, Zaragoza 2006), "Algunas palabras para las desapariciones" (Ed. Eclipsados, Zaragoza 2008), "Nombrar el lugar, decir silencio" (Ed. PUZ, Zaragoza 2009) y "Troupe" (Olifante Editorial, Zaragoza 2010). También el libro "Bajo un centenar de cielos" (Ed. Los Libros del Canal, Zaragoza 2003), ilustrado por su hermano, el dibujante Álvaro Ortiz, y las novelas "La herida es el comienzo" (Ed. Comuniter, Zaragoza 2010), "Un día me esperaba a mí mismo" (Jekyll & Jill, Zaragoza 2011) y La danza de la muerte. Bailar lo macabro en la escena, la literatura y el arte contemporáneos (Fórcola, 2015).





Como se anotan las palabras, en el cristal empañado, para que desaparezcan. Palabras para las desapariciones, para los silencios. Palabra de silencio y desaparición, que se traza con la yema. Y que abre huecos para ver las calles. Sois, somos, para los transeúntes, el escaparate móvil, la galería de retratos de este tiempo. Somos, dentro de esas palabras que, en el cristal, trazamos. Hacedlo. Y mirad por ellas a las gentes de afuera. Que así veréis, de nuevo, a la mujer del cuaderno azul en e1 regazo, la que espera callada, con gestos en las manos para subir de nuevo con la mirada entornada. Buscadla en las calles y trazad la palabra. Trazad vuestra palabra azul, en los silencios vuestros.

Título: “Algunas palabras para las desapariciones” de Miguel Ángel Ortiz Albero. Editorial ECLIPSADOS, colección de poesía.




XVII

Qué bocanada preciosa es esta que respiro, de tu mapa de vida tatuado en mis pupilas. Qué nervio es éste que siento de tus músculos abiertos en venas sobre mi pecho. Qué es tan de fuego esto que siento que a tu piel me encadena y a tus labios, y me cose a tus ojos con hebra de oro hilada de tu pelo. Qué es todo este asombro tan buscado que se abre al fin al fondo de mis pasos y es tu rumbo y es el mío hallados en huellas de arena y espuma de mares. Qué es que no puedo dejarlo ni pretendo, pues habría de ahogarme si lo hiciese. No sé qué es y lo sé sin embargo, que siendo lo que eres lo eres todo, mi centro, mi vientre, mi reina y mi sirena.

poema de su libro de amor Cuaderno de la sal en la mirada





'La danza de la muerte'
Miguel Ángel Ortiz Albero
FÓRCOLA


Espejo del mundo en que nacieron, las Danzas Macabras o Danzas de la Muerte han alcanzado ya todos los lugares, todas las épocas, todos los universos posibles. Desde la Edad Media se han repetido sus cantos, pasos y gestos en la plástica, en la danza, en la poesía y en el teatro. El espejo es, más que nunca, universal.

Esa macabra ceremonia de las sensaciones, que desde sus orígenes han sido estas «danzas de la muerte», ha impregnado también numerosas manifestaciones artísticas y literarias contemporáneas, desde Baudelaire a Pina Bausch, desde Bertolt Brecht a Jan Fabre, o desde Thomas Mann a Tadeusz Kantor. Han sido, son y serán muchas y variadas las modernas formas de poner en escena la Muerte, de dejarse arrastrar de su mano, de bailar con ella para conjurarla o para celebrarla: bailar por no morir, danzar hasta la Muerte.

A medio camino entre la narración, la poesía y el ensayo, La danza de la muerte no pretende sino retomar esa idea de la «Danza macabra» para, desde ella, reflexionar acerca de esos modos y maneras de llevar a la escena el último baile. Miguel Ángel Ortiz Albero escribe cerca de una literatura mixta o mestiza, de una literatura en la que los límites se confunden y la realidad puede «bailar» en la frontera con lo ficticio. A partir de conceptos como la condenación, el umbral, el deambular, el vuelo, el abandono del cuerpo, la máscara, el temblor o la sombra, su ensayo trata de convertirse a sí mismo en una Danza de la Muerte contemporánea que refleje las distintas danzas que en el teatro, la poesía, el arte o, por supuesto, en la danza misma han sido en el mundo moderno, así como las distintas formas en que otros ya han narrado tal proceso. Coreografiar la Muerte no es nada nuevo. La sombra de las danzas es alargada. El intento es, tal vez, legítimo y necesario.



AQUÍ, DE ESTE LADO

«Todo pende de un hilo.»
Tadeusz Kantor

La tarde en la que todo comienza, o la tarde en la que todo termina, debiera ser, me dicen, una tarde sin límites, o de límites confundidos, al menos, y desdibujados. Una tarde en la que la realidad pudiera bailar con lo ficticio sobre las líneas invisibles, turbias, de esas fronteras que debieran ser inexistentes, como así me repiten ahora o desde siempre. Es el ritmo de ese baile, me dicen, el que borrará todas las fronteras que, de un tiempo a esta parte, obligan a alejarse de ellas, a hacerse extranjero. El ritmo de ese baile de lo cierto con lo incierto es el ritmo que nos aleja, el que nos arrastra más allá, el que nos invita cautelosamente a ser extranjeros, acaso, de nosotros mismos, aun sin saber muy bien si esto, ser extranjero de uno mismo, es ahora posible o no. Así me lo dice, así nos lo dice, Enrique Vila-Matas.

La tarde en la que todo comienza, o ésta en la que todo tal vez termina, una multitud de espectadores desciende las escaleras que conducen a los sótanos de la Galería Krzysztofory de Cracovia. Afuera sopla un fuerte viento que golpea las ventanas y abre, una por una, todas las puertas. Se escucha el bramido de una tormenta de mediados de noviembre, así como la orquesta de un baile lejano, demasiado lejano. La multitud de espectadores va situándose. Repartidos por la sala todavía no saben si han entrado o no, si han ocupado sus propios sitios o no, si son, o no, espectadores de algo, sea ese algo lo que quiera que sea. Tan sólo una cuerda, apenas un cordel, los separa de lo que debiera ser el escenario. Acaso no sea el lugar más propicio, y a nadie hubiese extrañado que a la entrada, sobre el dintel de la puerta, una inscripción, como se sabe que así sucedía en el anfiteatro anatómico de Toulouse, advirtiese de que ése es el lugar en el que la muerte gusta de ayudar a la vida. Hic locus est mors gaudet succurrere vitae, sí, parecen pensar algunos de los muchos espectadores, éste es el lugar, este sótano de bóvedas de ladrillo, este lugar de nada o de nadie a este lado de una cuerda que apenas nos separa de algún otro lado.

[Principio del libro] 






GOTTHOLD EPHRAIM LESSING [18.160]

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Gotthold Ephraim Lessing

Gotthold Ephraim Lessing (Kamenz, Sajonia, 22 de enero de 1729-Brunswick, 15 de febrero de 1781) fue el escritor alemán más importante de la ilustración. Con sus dramas y ensayos teóricos tuvo una influencia significativa en la evolución de la literatura alemana.

Lessing, hijo de un pastor y redactor de obras teológicas, creció en Kamenz. Después de iniciar en 1737 su formación en el colegio del pueblo y seguirla desde 1741 en la academia Santa Afra de Meissen, comenzó en 1746 a estudiar Teología y Medicina en Leipzig, que finalizó en 1748. De 1748 a 1760 vivió en Leipzig y Berlín, donde trabajó como crítico y redactor, entre otras publicaciones, del periódico Vossische Zeitung. En 1752 obtuvo el título académico de Magister (equivalente a la "licenciatura" actual) en Wittenberg. De 1760 a 1765 fue secretario del general Friedrich Bogislav, Conde de Tauentzien. En 1765 retornó a Berlín desde donde se trasladó a Hamburgo en 1767 para trabajar como dramaturgo y consejero del Deutsches Nationaltheater ("Teatro Nacional Alemán", en alemán). Allí es donde conoció a Eva König, su futura esposa. En 1770 fue nombrado bibliotecario en la Herzog-August-Bibliothek ("Biblioteca del Duque Augusto") de Wolfenbüttel. No obstante, su trabajo se vio interrumpido en múltiples ocasiones debido a varios viajes, entre otros en 1775 junto con el príncipe Leopoldo a Italia. En 1776 contrajo matrimonio con Eva König, quien se había quedado viuda, en Jork (cerca de Hamburgo). Eva Lessing murió en el año 1778 después del nacimiento de un hijo que tampoco logró sobrevivir. El 15 de febrero de 1781 murió Lessing mientras visitaba al mercader de vinos Angott en Brunswick.

Su creación

Lessing fue un escritor (que, de hecho, consideraba superior el arte de la poesía al de la pintura, al incorporar el concepto de tiempo,1 pensador y crítico literario interesado en muchos temas. Siendo uno de los representantes más sobresalientes de la ilustración alemana, se convirtió en el pionero intelectual de la nueva autoconfianza de la burguesía. El estilo irónico y polemizante es característico de sus escritos teóricos y críticos. En este sentido su peculiar empleo del diálogo le ayudó a observar cada cosa desde varios puntos de vista e incluso a buscar trazas de verdad en los argumentos de su adversario. Nunca consideró que la verdad fuera algo estático, que alguien pudiera poseer, sino que entendió la búsqueda de la verdad como un proceso de acercamiento.

Muy pronto dirigió su interés hacia el teatro. En sus ensayos teóricos y críticos relativos a este tema, así como en sus propios trabajos como autor, intentó contribuir al desarrollo de un nuevo teatro burgués en Alemania. Se opuso a la teoría literaria de Gottsched y sus discípulos, que fue la generalmente aceptada en sus tiempos. Criticó particularmente la simple imitación de los dramaturgos franceses y abogó por el regreso a los principios clásicos de Aristóteles, así como por el acercamiento a la obra de Shakespeare. Fue precisamente Lessing quien inició la entrada de Shakespeare en Alemania, trabajando con varias compañías teatrales.

Hasta 1769 intentó, junto con otros, crear un Teatro Nacional alemán en Hamburgo. Hoy en día se admite que sus trabajos fueron prototipos de la dramaturgia burguesa alemana que se desarrolló más tarde. "Miss Sara Sampson" y "Emilia Galotti" son consideradas las primeras tragedias burguesas, "Minna de Barnhelm" modelo para muchas comedias clásicas alemanas y "Nathan el Sabio" (en alemán Nathan der Weise), el primer drama ideológico. Sus obras teóricas "Laokoon" y "Dramaturgia de Hamburgo" (Hamburgische Dramaturgie) siguen siendo la vara de medir para la discusión de los principios estéticos y teóricos de la literatura.

En sus trabajos religioso-filosóficos defendió la libertad de pensamiento de los cristianos creyentes. Argumentó en contra de basar la creencia en revelaciones y fue contrario a entender la Biblia al pie de la letra, como defendía la predominante opinión ortodoxa. Siendo "hijo" de la ilustración, confió en un "cristianismo de la razón", que se orientaría en el espíritu de la religión. Creía que la razón humana - impulsada por la crítica y contradicción - evolucionaría también sin revelaciones divinas. Con el fin de iniciar una discusión pública contra la ortodoxa "fidelidad a la letra", publicó entre 1774 y 1778 siete "Fragmentos de un Innombrado" (Fragmente eines Ungenannten) escritos por Hermann Samuel Reimarus, fallecido en 1774, lo que llevó a la llamada "Controversia de los Fragmentos" (en alemán Fragmentenstreit). Su adversario principal en esta controversia fue el pastor principal de Hamburgo, Johann Melchior Goeze, contra quien Lessing redactó, entre otros, once esctritos llamados Anti-Goeze.

Además, en numerosos enfrentamientos con los representantes de la opinión ortodoxa tomó partido por la tolerancia frente a las demás religiones del mundo. Cuando se le prohibió publicar más ensayos teóricos, Leesing expresa este posicionamiento en su drama "Nathan el Sabio". En el escrito "La educación de la humanidad" (Die Erziehung des Menschengeschlechts) expuso coherentemente su opinión.

El concepto de la libertad (del teatro frente al dominio del modelo francés y de la religión frente al dogma eclesiástico) fue el hilo conductor de toda su obra. Consecuentemente, se comprometió con la liberación de la burguesía de la tutela de la nobleza. Asimismo, siempre se esforzó por la independencia de su propia existencia literaria. No obstante, difícilmente pudo imponer su ideal de la posibilidad de una vida siendo escritor libre frente las presiones económicas. Así fracasó en Hamburgo su proyecto de una editorial autogestionada por los autores que intentó realizar junto con C. J. Bode.

Sus obras

El joven erudito (Der junge Gelehrte), 1748
Los judíos (Die Juden), 1749
El librepensador (Der Freigeist), 1749
Miss Sara Sampson, 1755
Philotas, 1759
Fábulas (Fabeln), 1759
Laocoonte o sobre los límites en la pintura y poesía, 1766
Minna von Barnhelm, 1767
Dramaturgia Hamburguesa, 1767
Emilia Galotti, 1772
Anti-Goetze, 1778
Nathan el Sabio (Nathan der Weise), 1779
La educación de la humanidad (Die Erziehung des Menschengeschlechts), 1780



Loa a la holgazanería

Holgazanería, ¡por fin voy a dedicarte
también a ti una loa!
¡Oh,... qué... pesado... se me hace
cantarte con dignidad!
Pero trataré de hacerlo lo mejor que pueda:
Tras el trabajo es bueno descansar.

Máximo bien del que te posee,
cuya vida sin molestias...
¡aaah,... bostezo!... me vuelvo... desganado.
Bueno, me perdonarás
que no pueda cantarte:
eres tú quien me lo impide.

Gotthold Ephraim Lessing, incluido en El Lied clásico. Haydn, Mozart y Beethoven (Ediciones Hiperión, Madrid, 2003, selec. y trad. de Judit G. Viloria).




Laocoonte (fragmento)

El cuadro de Pandaro, del canto cuarto de La Ilíada, es uno de los más acabados y de los que mayor poder tienen para suscitar imágenes y asociaciones con el lector. Desde que Pandaro coge el arco hasta que la flecha cruza los aires no hay un solo momento que no esté pintado, y todos ellos están tomados de un modo tan próximo y, con todo, tan diferenciados unos de otros, que, aunque no supiera como se maneja un arco, sólo con esta pintura podría aprenderlo. Pandaro saca el arco, coloca la cuerda, abre el carcaj, escoge una flecha nueva y bien emplumada, apoya la flecha en la cuerda, con la muesca de la flecha encajada en la cuerda tira de las dos hacia atrás, la cuerda se acerca al pecho, la punta de hierro de la flecha se acerca al arco, el gran arco, curvado, se distiende de repente con sonido, la cuerda vibra con un zumbido, salta la flecha y vuela por el aire en busca de su presa. 





Epigramas de Gotthold Ephraim Lessing 


Für Betty Tuxpan, gracias por leerme, pero sobre todo,
gracias por brindarme tu amistad, “buena mujer”.


Die Sinngedichte an den Leser

Wer wird nicht einen Klopstock loben?
Doch wird ihn jeder lesen? — Nein.
Wir wollen weniger erhoben
Und fleißiger gelesen sein.


Los epigramas al lector

—¿Quién no va a elogiar un Klopstock?
¿Pero lo leerán todos? —No.
Nosotros queremos elevarnos menos,
y ser leídos con mayor diligencia.



An Grillen

Sei kürzer! sprichst du, Grill. Schweig, Grill! du bist nicht klug.
Ist das dir kurz genug?



Al grillo

—¡Sé breve! —dices, Grillo. —¡Calla, grillo! No eres sensato.
¿Es esto suficientemente corto?



An den Paul

Es scheinet, daß du, Paul, der einz’ge Trunkne bist:
Denn du willst nüchtern sein, wo keiner nüchtern ist.



A Pablo

Parece que tú, Pablo, eres el único ebrio,
porque quieres estar sobrio donde nadie lo está.



Turan

Die Knabenliebe log dem redlichen Turan
Der ungerechte Pöbel an.
Die Lügen zu bestrafen,
Was konnt er anders tun, als bei der Schwester schlafen?



Turán

Los muchachos aman al honesto Turán,
y la prole miente injustamente.
Para castigarlos y desmentirlos,
¿qué podía hacer sino acostarse con su hermana?



Hänschen Schlau

Sagt Hänschen Schlau zu Vetter Fritz,
Wie kommt es, Vetter Fritzen,
Dass grad’ die Reichsten in der Welt,
Das meiste Geld besitzen?



Juanito el astuto

Dice el astuto Juanito a su primo Fritz:
¿Cómo es que los más ricos del mundo
poseen la mayor parte del dinero?



[Grabschrift auf einen Gehenkten]

Hier ruht er, wenn der Wind nicht weht!



[Epitafio de un ahorcado]

¡Aquí descansa cuando el viento no sopla!


Publicado por César Abraham Navarrete Vázquez
http://caesarisnv.blogspot.com.es/2012/04/epigramas-de-gotthold-ephraim-lessing.html






Miss Sara Sampson, de Gotthold Ephraim Lessing

por FEDERICO OCAÑA

Miss Sara Sampson, Gotthold Ephraim Lessing,G.E. Lessing (Kamenz, 1729- Brunswick, 1781) escribió Miss Sara Sampson, la primera tragedia burguesa (bürgerliche Tragödie), que presentamos en la edición de Escolar y Mayo, en un momento clave de su vida. En efecto, en 1755, fecha de redacción de Miss Sara Sampson, Lessing había dejado atrás los tiempos de estudiante de Teología en Leipzig (“un lugar en el que se puede ver el mundo entero en pequeña escala”), ciudad donde había canalizado su vocación literaria gracias a la traducción de obras teatrales francesas. Con el apoyo de Christlob Mylius, primo de Lessing y escritor con cierto prestigio en Prusia, nuestro autor conoció a la afamada Caroline Neuber, cuya compañía teatral estrenó en 1748 su primera comedia: Der junge Gelehrte (El joven erudito), a la que seguirán Damon, oder die wahre Freundschaft (Damon o de la verdadera amistad), Die alte Jungfer (La vieja solterona), Der Misogyn (El misógino). Como revela Santiago Sanjurjo en el estudio introductorio, “el teatro alemán de comienzos del siglo XVIII se revelaba profundamente insatisfactorio […]: por un lado estaba el teatro cortesano, demasiado orientado al gusto cortesano de la aristocracia y dominado por la ópera italiana y por el drama francés (que representaban en su lengua compañías provenientes de Francia); y por otro lado se encontraba el teatro popular de las grandes ciudades, destinado a la población inculta, y del que se encargaban agrupaciones ambulantes alemanas que solo en contadas ocasiones actuaban en la corte”. Pero ninguno de estos géneros, que podrían verse como los latigazos del Barroco, recogía la independencia o autosuficiencia -económica, política y, a partir de ahora, también estética- de la burguesía, ni el gusto de una nación alemana cuyos intelectuales se encontraban ya en plena tarea Ilustración.

Será Johann Christoph Gottsched (1700-1766) quien impulse, aunque aún de forma ingenua, la creación de un teatro ilustrado y nacional: Gottsched propone una “poética crítica” (Critischen Dichtkunst) al servicio de la racionalidad, o, en palabras de Sanjurjo, “que la literatura no atente contra los principios de la filosofía de la Ilustración, de la religión o del pensamiento utilitario burgués”. Pero las reformas de Gottsched, su afán por elevar el teatro alemán a un nivel en que pueda servir de instrumento para la educación del burgués, o, en general, de cualquier hombre racional, no eran suficientes. Si Gottsched se inspiraba en modelos franceses y apoyaba un teatro moralizante (que se ha definido como “sächsische Komödie”, “comedia sajona” o “comedia de carácter”), Lessing tomará partido por la Empfindsamkeit: junto con Der Freigeist (El librepensador), Die Juden (Los judíos), de 1749, Miss Sara Sampson ejemplifica la continuidad de Lessing con los ideales de la Ilustración y al mismo tiempo la búsqueda de un nuevo modelo.

En tanto que tragedia burguesa, Miss Sara Sampson no se ocupa de héroes de clase alta, no muestra una moral única o unívoca: los problemas morales se muestran tal cual, aunque eso suponga un mayor número de monólogos y una mayor longitud de los mismos, lo que hace de la obra de Lessing particularmente recomendable para la lectura, aunque sea problemática a la hora de su representación. Al mismo tiempo, como advierte Sanjurjo, la sensibilidad de la tragedia puede resultar chocante si no se tiene en cuenta la evolución histórica a la que hacíamos mención.

La tragedia se cifra precisamente en un curso de los acontecimientos que va y viene no según el destino -heroico- de los personajes, sino en función de la complejidad de sus sentimientos, siempre a medio camino entre la virtud y el vicio.

MELLEFONT: […] Arruiné mi fortuna, es cierto. El castigo llegará a su debido tiempo y tendré ocasión de experimentar los rigores y las humillaciones de la necesidad. He frecuentado mujeres disipadas, lo admito. […] Todavía no había raptado a ninguna Sara de la casa de su amado padre, ni la había obligado a seguir a un hombre indigno que ya no era en modo alguno dueño de sí mismo.

Al comienzo de la tragedia es Sara quien desea volver a ver a su padre, Sampson, y al mismo tiempo no renuncia a Mellefont, a quien, en cambio, vemos dubitativo, recordando su nada virtuoso pasado y pensando antes en la herencia que espera que en el perdón de Sampson. Lessing abre la tragedia in media res, justo en el momento en el que Sampson parece dispuesto a tolerar la afrenta, pero introduce, en un tiempo simultáneo, a la malvada Marwood, amante despechada de Mellefont y madre de la hija de éste. Así, a la innovación poética se une la alianza entre el concepto de tolerancia y el de tragedia: Lessing inaugura el espacio romántico, logra emocionar y conmocionar al público de la época, y propone nociones filosóficas claves de la Ilustración.

Si Nathan der Weise (Natán el sabio) puede ser considerada la obra maestra del citado concepto de tolerancia, Miss Sara Sampson resulta relevante para entender el camino que le lleva hasta esa meta: aquí ya se presenta una tolerancia real, absoluta, entendida como aquello que “sobrepasa todas las expectativas”. Sampson no sólo busca la reconciliación con su hija, sino que aprueba finalmente su unión con Mellefont, al mismo tiempo que decide tratar a su criado, Waitwell, también como un igual.

SARA: Me ruega… ¿Me ruega? ¿Un padre a su hija? ¿A una hija culpable? ¿Y qué es? (Lee para sí) Me ruega que olvide su precipitada severidad y que no lo castigue por más tiempo con mi ausencia. […] No dedica una sola letra a mi crimen. (Prosigue leyendo para sí.) Quiere venir a recuperar a sus hijos en persona. ¡Sus hijos, Waitwell! ¡Esto sobrepasa todas mis expectativas!

Sólo en estas condiciones de tolerancia e igualdad se puede producir la tragedia, ahora sí, burguesa, sólo en esas condiciones puede el público, aristócrata o burgués, identificar dónde está la virtud en cada escena, en cada personaje, sólo en estas condiciones tiene sentido la virtud por sí misma, aunque sea determinada por la emoción que se quiere buscar y por algo tan arbitrario y heterogéneo como los caracteres humanos, donde felicidad y tristeza se mezclan con la misma facilidad con que lo hacen la suerte y la desgracia en la vida.

MELLEFONT: Eso, mi querida Sara, es, como vos misma habéis dicho, la natural y temerosa confusión de verse inmerso en una inmensa dicha. ¡Ay, vuestro corazón tenía menos reparos en creerse infeliz que ahora, para su propia desgracia, en creerse dichoso!


Miss Sara Sampson, de Gotthold Ephraim Lessing. Edición de Santiago Sanjurjo. Escolar y Mayo, Colección El álgebra y la luna, 2014. 156 páginas, 






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