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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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YAMAZAKI SOKAN [17.593] Poeta de Japón

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Yamazaki Sokan

Yamazaki Sokan (山崎宗鑑) (1465-1553) fue un poeta renga y haikai Provincia Ōmi, Japón. Su verdadero nombre era Shina Norishige, y también fue llamado Yasaburo; "Yamazaki Sokan" era un seudónimo (haimyō).

Originalmente sirvió como calígrafo judicial con shogun Ashikaga, Ashikaga Yoshihisa, el poeta se convirtió en un monje budista y entró en reclusión tras la muerte del shogun en 1489. Recorrió las provincias de Settsu y Yamashiro. Finalmente se estableció en un lugar llamado Yamazaki. Su ermita, a la que llamó Taigetsu-an, adoptó el nombre Yamazaki Sokan. La ubicación de esta ermita se debate, ya que la ciudad de Shimamoto y Osaka, afirman contener sus restos, al igual que el Myōkian, un templo en Oyamazaki, de Kyoto.

Sokan dejó Yamazaki en 1523 y cinco años más tarde se instaló en la ciudad de Kan'onji en la provincia de Sanuki. En los terrenos de Koshoji, hizo una ermita para sí llamada Ichiya-an, donde pasó el resto de la vida componiendo sus poemas.

Aunque sus poemas no fueron ampliamente distribuidos en un principio, pronto fueron compilados en un texto llamado Daitsukubashū. También compiló y editó el-Tsukuba-shu Inu (犬筑波集), otra antología importante de renga y haikai. Su estilo refinado llegó a ser influyente e inspiró el desarrollo del estilo danrin en poesía, que surgió a principios del siglo 17.

Sokan murió en 1553, después de ganar un grado de fama y riqueza por sus poemas y la caligrafía.



Aunque haga frío
No te acerques al fuego
¡Oh Budha de nieve!


*

Si a la luna llena
Se le pone un mango
¡Un abanico!


*

El año termina
Nadie me da nada
este atardecer


*

Mudas las garzas
Trazarían en el cielo
Una línea de nieve


*

¡Ah, un cuco!/
cuánto tendré que caminar
hasta que me encuentre con alguien


*


¡oh, qué redondo
y qué largo este día
de primavera!


*





Si alguien preguntara
adónde ha ido Sokan,
decid tan sólo:
"Tenía cosas que hacer
en el otro mundo".

(de: "Poemas japoneses a la muerte" - Edit. DVD, 2000)






IÑAKI URIARTE [17.594]

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Iñaki Uriarte

Iñaki Uriarte (Estados Unidos, 1946)
Nació en Nueva York (1946), es de San Sebastián y vive en Bilbao.
Articulista, crítico literario y escritor español, conocido por sus diarios personales. Con su primer libro, Diarios (1999-2003), ganó el Premio Euskadi de ensayo en castellano (2011)1 y el Premio Tigre Juan (2011).2

Uriarte es crítico literario del periódico vasco El Correo, donde también publica artículos de opinión.

Antonio Muñoz Molina ha señalado la influencia de los autores franceses en Uriarte, especialmente de Proust, Montaigne y Pascal, y dentro de la tradición española, ha emparentado el tono de estos diarios con el que emplean Pío Baroja y Josep Pla.3

Obra

Diarios (1999-2003). Logroño: Ed. Pepitas de calabaza, 2010.
Diarios (2004-2007). Logroño: Ed. Pepitas de calabaza, 2011.
Diarios (2008-2010). Logroño: Ed. Pepitas de calabaza, 2015.



Noche 

Esta noche me has dado miedo, noche.

Tu impecable urdimbre de tensa plata,
tan quieta, como esperando,

la venenosa luna tan alerta,

¿qué querían?



*


Y acabar,
consumirse al fin del todo
en las llamas del tiempo inextinguible.

No haber dejado marcas,
ni ceniza,

y que nadie recuerde lo que ardió:
un puñado de nieve en el infierno.



LAS PELÍCULAS DE WOODY ALLEN

Una virtud que sí tengo es la de que me gustan las películas de Woody Allen. En mi sistema de valores, que a alguien le guste Shakespeare, Bach, el fútbol o los amaneceres, no es una virtud. Es algo neutro, tal vez una suerte. Que a alguien le gusten las películas de Woody Allen lo considero una señal de virtud. Creo que las personas a las que les gustan las películas de Woody Allen hacen el mundo más confortable.

‘Diarios’, tercer volumen, 2008-2010’. Pepitas de calabaza, ed. Logroño, 2015. Página 105.




Diarios

He estado en la cárcel, he hecho una huelga de hambre, he sufrido un divorcio, he asistido a un moribundo. Una vez fabriqué una bomba. Negocié con drogas. Me dejó una mujer, dejé a otra. Un día se incenció mi casa, me han robado, he padecido una inundación y una sequía, me he estrellado con un cohe. Fui amigo de alguien que murió asesinado y fue enterrado por los asesinos en su propio jardín. También conocí a un hombre que mató a otro hombre, y a uno que se ahorcó. Sólo es cuestión de edad. Todo esto me ha sucedido en una vida en general muy tranquila, pacífica, sin grandes sobresaltos.  

Diarios 1999 -2003




EL GATO BORGES. Entradas de un dietario, 2001-2008

Iñaki Uriarte

Estuvimos en Benidorm el fin de semana de Todos los Santos y nos hemos traído un gato recogido en la puerta del Parador de Teruel. Suponemos que alguien lo abandonó allí. Le hemos puesto de nombre Borges, pero le llamamos Borgito. Mari, la interina, que no sabe quién es Borges, le llama Jorgito. A Borges también le llamaban en casa Georgie.

Al gato le hemos puesto la cama en el cuarto de atrás, donde tengo los libros de poesía. Releo los poemas de Baudelaire y Borges sobre gatos. No sé si este va a saber comportarse a tanta altura. Ni nosotros. No sé si él va a aprender a ser «más remoto que el Ganges y el poniente», como escribe Borges, ni nosotros somos esos de quienes dice Baudelaire: «Les amoureux fervents et les savant austéres aiment, dans leurs mûres saisons, les chats…»


Qué placer al releer ahora este poema de Baudelaire. La poesía es para usarla, no para «contemplarla» y menos para estudiarla. (Creo que tengo todavía por ahí el libro aquel de Lévi-Strauss y Jakobson analizando al modo estructuralista este poema. No lo voy a comprobar, y eso que en su tiempo me pareció deslumbrante, lo poco que de él conseguí entender.)

Dejé solo en casa al gato por primera vez, para ir a Avilés. En la estación de autobuses sentí una angustia muy fuerte producida por la separación. No sé si debería contarlo, pero lo que me vino entonces a la cabeza, tras una de esas intrincadas y recónditas asociaciones de sentimientos de las que estamos hechos, fue el recuerdo de aquel día, a los 14 años, al final del verano, en que mi primera novia se marchó a Madrid para empezar el curso.

En el autobús no lee nadie nada. Me giro varias veces para estar seguro de que es así. ¿Qué hacen? Es de noche. Permanecen ahí, inmóviles, mirando hacia adelante. ¿Meditan? ¿Han alcanzado alguna especie de nirvana al que soy incapaz de acceder? Probablemente solo están fatigados, drogados de cansancio.

El gato no quiere ver a nadie, salvo a nosotros. Pienso que se parece un poco a mí, o que incluso es algún rasgo de familia. Me recuerda a aita.

Como ahora me gusta leer cosas sobre gatos, se me ocurrió releer «El gato negro», de Poe. Al coger sus «Historias extraordinarias» me di cuenta de que es el libro más viejo que tengo en mi biblioteca. Me ha acompañado desde los 13 años. No sé cómo ha sobrevivido. Alguna vez he contado las casas en las que he pasado por lo menos seis meses de mi vida, y creo que han sido dieciocho.

Ahora se meten mucho con ella, pero yo descubrí la literatura a través de la tele. Tendría unos 14 años. Daban algún programa que yo miraba con gran atención. Ama dijo: «Está basado en un cuento de un escritor americano que se llama Edgar Allan Poe. Si quieres, te compro un libro de él». Y aquí sigue.

Encontré a María llorando sentada encima de la cama. «El gato se ha escapado», dijo. Había venido un electricista y Borges había salido corriendo al oír el timbre. Registramos toda la casa y no apareció. Imaginamos que había huido por la ventana. Fuimos a comer a Los Gemelos, tristísimos. «Menos mal que no le quitamos las uñas —comentamos—. Así podrá defenderse en la calle». «Si no sabe estar en Benidorm, es casi mejor que se haya ido», llegué a decir yo. Pusimos carteles en el portal avisando de la desaparición de un gato gris rayado común. Preguntamos a varios vecinos y en la piscina. Nos dejaron la llave de uno de los apartamentos de al lado y lo registramos por si se había escondido allí. Nada. Lo dimos por perdido. Yo había reaccionado con cierta serenidad, pero empezaba a entrarme una angustia profunda. María seguía desconsolada. «A lo mejor vuelve por la noche», nos animamos mutuamente. «En ese caso, lo llevamos mañana mismo a Bilbao», decidimos. Tres o cuatro horas más tarde, mientras miraba desganado la tele, percibí de reojo un movimiento a mi derecha. Miré, y allí estaba Borges, hinchándose como un gato de dibujos animados y saliendo por una hendidura de detrás de un armario donde parecía imposible que se hubiera escondido. Pero era posible. Se había metido por una rendija en la que apenas cabe un periódico doblado. En la casa no se mueve una mosca sin que la detecte, pero ni un registro del FBI le hubiera descubierto a él. Ahora ya tiene su escondite seguro. Nos quedamos los tres muy contentos en Benidorm.

Los juegos con el gato me han hecho ampliar mi vida erótica. Con él he conocido el «sado maso» (tengo siempre cicatrices en las manos), el ménage à trois (se suele meter en nuestra cama), la coprofilia (disfruto viéndole hacer sus necesidades), por no hablar obviamente de la zoofilia.

Pero sobre todo me parece que he conocido algo así como el amor paternal. ¿Qué otra cosa es esa ternura que me produce ver esparcidos por el suelo sus juguetes: capuchones de bolígrafo, corchos, ratoncitos artificiales, gomas de borrar, algunas bellotas de encina que le trajimos el otro día?

Hoy incluso se me ha debido de caer encima de él un ascua del pitillo mientras lo tenía en mis brazos. De pronto ha habido un fuerte olor a chamusquina, aunque él ni se ha movido. Aita también nos quemaba con sus pitillos.

«Si el destino me dejara llevar mi vida a mi manera… elegiría pasarla con el culo sobre la silla», cita Lacouture como epígrafe en la primera página de su libro Montaigne à cheval, que vine ayer leyendo en el autobús al volver de Avilés. A lo mejor yo me la hubiera pasado en un tren o en un autobús. En cualquier caso, la sensación de libertad, ruptura de lo habitual, anonimato y mezcla de actividad y pasividad que me produce viajar, me hace feliz. Y me lleva a leer con una concentración estupenda.

En el libro de Lacouture vi que Montaigne, en su viaje a Italia, cuando peregrinó a Loreto, dejó en la capilla un ex voto que firmó así: «Michel Montanus. Gallus Vasco». ¿Qué significaría eso de «Vasco» para Montaigne? Lacouture traduce: «Francés de Gascuña». No tengo el Viaje a Italia, pero, por la noche, anduve fisgoneando en Internet (¡qué octava maravilla del mundo es Google!) y hallé el pasaje donde se cuenta la visita a Loreto: «El lugar de la devoción es una pequeña casita vieja y miserable construida con ladrillos, más larga que ancha…» Con gran esfuerzo, y recibiendo mucho favor, pude encontrar un espacio para colocar un cuadro con cuatro figuras de plata pegadas a él: la de Nuestra Señora, la mía, la de mi mujer y la de mi hija. Al pie de la mía está escrito, grabado sobre la plata, «Michel Montanus, Gallus Vasco, Eques regii ordinis, 1581».

Puesto ya a enredar con Internet, aprendí que Gascuña deriva de Vasconia y que, más o menos, incluía el territorio comprendido entre la Dordoña y los Pirineos, desde el Atlántico hasta la región de Toulouse. Luego introduje en Google las palabras Montaigne y basque, a ver qué salía. Uno de los resultados me indicó que había algo en la Apología de Raymond Sabonde.

Al irme a la cama me llevé el tomo II de los Ensayos, donde está lo de Sabonde. El gato se sentó en la butaca de enfrente y, después de mirarme un rato con los ojos muy fijos, vino a meterse conmigo entre las sábanas. Ha estado tres días solo y, al llegar yo a media tarde, me había recibido encantado, sin ninguna vergüenza de que se le notasen las ganas de verme. Nos saludamos con mucho cariño (no hay nadie en el mundo a quien salude yo con tanta efusión e impudor como a este gato), jugamos un rato por el pasillo con una pelota que le hice con un trozo de papel de aluminio y luego nos dimos muchos besos en el sofá. Una vez los dos en la cama, se durmió con la cabeza apoyada en mi pierna izquierda y empecé a leer.

A las pocas páginas del ensayo, Montaigne emprende un elogio de los animales, cuya inteligencia compara con la de los hombres. «Cuando juego con mi gata, ¿quién sabe si no me utiliza ella para pasar el rato más que yo a ella?», se pregunta. Unas líneas más adelante añade: «Ese defecto que impide la comunicación entre ellos (los animales) y nosotros, ¿por qué no ha de ser tanto nuestro como suyo? No se sabe de quién es la culpa de no comprendernos; pues no les entendemos más que ellos a nosotros. Por este mismo motivo, pueden considerarnos ellos bestias, como hacemos nosotros con ellos. No es muy extraordinario que nos les entendamos (tampoco lo hacemos ni con los vascos ni con los trogloditas)».

Anoche releí La metamorfosis y creo que entendí mejor que nunca a Gregorio Samsa, como lo haría cualquiera que conviva con animales.

Al poco de tener a Borges, me encontré por la calle con Guada y su novia francesa. Guada vio el entusiasmo con que yo hablaba de nuestro gato, se giró hacia su novia, que no entendía lo que decíamos, y le explicó con tono de resignación, como quien acaba de encontrarse con un loco más: «Il est entré dans le monde des chats». «Ha entrado en el mundo de los gatos». Me cabreó. ¿Qué tontería era aquella? ¿Alguna cursi expresión francesa?

Con el tiempo me he dado cuenta de que, al conocer a Borges, no solo entré en el mundo de los gatos, sino en el mucho más extenso mundo de los animales, a los que yo no había prestado casi ninguna atención hasta entonces. A partir de convivir con uno, todos sus congéneres han adquirido una presencia que yo antes no percibía. Borges me ha ampliado el mundo enormemente.

«Más remoto que el Ganges y el poniente», decía Borges —el otro— refiriéndose a un gato, en un verso de uno de sus poemas, y, sin embargo, qué cercanía me ha traído el nuestro a todos los animales en general. No hay uno que no vea por ahí que no me recuerde y no me haga pensar en él. Ayer me sucedió al contemplar a unos gorriones que picoteaban en la arena de la playa, y al sentir que un pez me rozaba un hombro en el agua. Son como Borges, pensé.

Hoy he puesto la tele para echar un vistazo a la corrida de toros que transmitían desde Bilbao. No había vuelto a ver toros desde que tenemos gato. He sentido un espanto que no había sentido nunca.

Hemos estado en Londres cinco días. De maravilla. La leona herida, del British. Me he acordado de El Gálata moribundo, de los Museos Capitolinos. Me impresiona más el sufrimiento de esos dos que el de los miles de Cristos que están por todas partes.

Aunque recuerdo que la compasión ante El Gálata quedó matizada por lo sexy de la escena, casi de bondage.

Tres bajones de insulina dieron más emoción al viaje. La diabetes me cambia de «turista» en «viajero». No me arrastraré de sed por un desierto, no me morderá una serpiente en la jungla ni me asaltará un grupo de bandidos sanguinarios, pero en un semáforo de Charing Cross podrá abalanzárseme de pronto una hipoglucemia.

Visiones: esa mirada tristísima del autorretrato de Rembrandt, ya sesentón, en la National Gallery; la exposición de Lichtenstein, algunas de cuyas imágenes me han acompañado toda la vida en la decoración de mis casas, en la Hayward Gallery; la instalación del gigantesco sol crepuscular de un artista moderno, cuyo nombre no recuerdo, en la sala de turbinas de la Tate Modern; la «capilla» de Rothko, en la que dan ganas de poner un sofá y una cama y quedarse unos días, también en la Tate Modern.

Estuve un rato largo ante el pequeñísimo San Jerónimo de Antonello da Messina, en la National. Siempre me ha llamado la atención la abundancia de representaciones de este santo en la historia del arte. San Jerónimo es algo así como el primer intelectual, el intelectual más antiguo de los museos y los libros de pintura. Está por todas partes.

Pero este cuadro me gusta, sobre todo, por dos cosas. Porque el pintor ha colocado al santo en un despacho estupendo, y porque ha puesto un gato a sus pies. Yo siempre he tenido «lugares de trabajo» imponentes, mesas amplias y rebosantes de libros y papeles, como si allí estuviera realizándose alguna investigación formidable. Ahora, además, tengo gato.

«Este gato lo que necesita es un psicólogo», dijo P. el otro día al ver cómo Borges salía corriendo al entrar él en casa.

«Tienen un gato gordo y neurótico», ha dicho esta mañana M.

Es curiosa la humillación y agresividad que despierta en la gente el que un gato no quiera ni verles.

Por otro lado, la delicadeza de Iñaki, el hijo de Pedro, de unos 6 años, que ha venido con su padre a casa esta tarde. Borges también se ha escondido. Cuando se han marchado, he encontrado en el suelo del pasillo una de las figuritas de gatos de porcelana que tenemos en la sala, exquisitamente centrada en el medio y mirando hacia el fondo, como una ofrenda, o un conjuro de magia simpática, como un pequeño ídolo en su altar por si Borges picaba y se acercaba a curiosearlo y jugar con él.

«Vuelvo a repetir, y toco madera, que creo encontrarme en una de las épocas mejores de mi vida. Hace ahora cinco años que vinimos a esta casa. El gato dormita con el cuello recostado sobre un tubo del radiador, que abrasa. María prepara sus clases en el cuarto de atrás. Y la flora: están saliendo de nuevo las violetas».

Este párrafo era de los apuntes del mes pasado. Lo había borrado, pero lo traigo hoy aquí porque me he acordado de él después de anotar esto: tienes todo el tiempo que quieras. Por qué esta prisa, esta ansiedad repentina. Nadie te exige nada. Exígete, si quieres, apuntar cosas de vez en cuando. Ninguna prisa. Y no dejes de leer y hacer extractos.

La típica anotación de un día con nervios. María no tiene estas turbulencias anímicas. Ni las violetas. Ni el gato. Aquí el más frágil soy yo.

Este impulso de hacerle fotos, decenas y decenas de fotos, con el mismo entusiasmo con que las haríamos entre los picos del Himalaya o en una playa maravillosa del Pacífico. Y todo en casa.

Y luego estas ganas de cogerlo en brazos, de acariciarlo y besarlo, como si fuera una primera y bellísima novia.

¿Cómo se puede ser tan torpe de no tener un gato?

Voltaire, a un cura que le rondaba a la hora de la muerte y no paraba de citarle a Jesús: «Y no me hable más de ese hombre, por favor».

Diez días oyendo hablar de papas.

Por fin, hoy, a media tarde, les he gritado a Mari y a María: «¡Habemus Papam!», y han venido corriendo al salón a ver al nuevo salir a la plaza de San Pedro.

Contagiados por la espectacularidad de los ritos, asistimos al espectáculo de la fumata blanca con un entusiasmo infantiloide.

Yo hago unas fotos y las dos me dicen a la vez, asombradas: «Caray, cómo te ha dado con este nuevo Papa». Pero les respondo que al que estoy haciendo la foto es a Borges.

En 1484 el Papa Inocencio VII emitió un decreto denunciando a todos los gatos y sus dueños. El Inquisidor Nicolas Remy dijo un siglo más tarde que todos los gatos eran demonios. Los curas presidían los festivales durante los que se quemaban a los gatos. Millones de gatos fueron destruidos y la especie estuvo al borde de la extinción.

Hoy hasta Ratzinger tiene gatos. Y llegará el día en que no haya papas y seguirá habiendo gatos.

No soy lo que se dice un tipo alegre. Pero creo tener un carácter más optimista que la media. No me quejo mucho, desconfío poco de la gente, tengo fe en el progreso y tiendo a ver las cosas buenas antes que las malas. Pese a ello, no me parece, en resumidas cuentas, que habría que traer a nadie a este mundo.

Acaba de nacer Ander, el nuevo hijo de Joana. El otro día vino ama a conocerlo y tuvimos una comida familiar en un restaurante de aquí abajo. Por la tarde, en casa de Tere, con un tranquilo Ander pasando de unos brazos a otros, especulamos sobre su futuro. En general, noté que a casi todos nos intrigaba más la cuestión de con qué genes habría venido al mundo que el futuro social con el que se encontraría. Joana dijo que en algún momento pensó que el niño se parecía al tío X., y se angustió imaginando que tal vez algún día acabaría siendo un alcohólico como él.

Está en el espíritu de la época. La determinación genética antes que la social. Hace treinta años habríamos hablado de otro modo. Ahora se le da muchísima importancia a lo que ya viene con los dichosos genes. No sé lo que se pensará en el futuro. Las teorías cambian según los tiempos y nos sumamos a ellas sin darnos cuenta de que no hacemos más que repetir lo que está en el aire. Ahora toca la «genología». Tal vez del mismo modo en que, entre los egipcios, lo que tocaba era la astrología.

Pero vuelta al recién nacido Ander, o a su hermano Jon, de dos años, que era el que me preocupaba aquella tarde. Jon ha visto su vida asaltada de pronto por un extraño que acapara todas las atenciones de los mayores. Pensando en ello, le traje de Benidorm un coche eléctrico teledirigido, una chapuza elemental e ingeniosa que vendían este año en todas las tiendas de chinos y que, en principio, compré para jugar con Borges por el pasillo de casa. A Borges no le gustó mucho. El coche solo anda en línea recta, hacia atrás o hacia delante, y, para girar, realiza unos movimientos aparatosos que a los humanos nos hacen reír, pero que a Borges no le hacen mucha gracia. En cuanto pongo en marcha el coche, se sube de un salto al sillón y lo contempla desde arriba y desde lejos, como a una cosa rara y temible. Hay una antigua leyenda china que dice que a los demonios solo les gusta moverse en línea recta. Tal vez los gatos lo siguen creyendo. A Jon le encantó el artilugio.

Nos ofrecen un gatito pequeño. Pero no quiero estropearle a Borges la extraordinaria vida que lleva. Este gato nuestro se ha hecho una idea de la existencia completamente errónea, y no voy a ser yo quien intente modificarla un ápice.

En principio, soy reacio a todo lo que tiene que ver con el Islam. Pero hay una anécdota sobre Mahoma que le salva. Una vez, al levantarse para ir a rezar, recortó la parte de sus vestidos sobre la que se hallaba dormido un gato, para no despertarlo.

Cómo oye este gato. Cómo tiene las orejas en perpetuo movimiento. De los oídos decía Nietzsche que son «el órgano del miedo». Pero cómo viene a saludar a la puerta tras haberme oído llegar cuando todavía estoy en el ascensor. También son órganos del amor.

Estamos cambiando el sistema de la calefacción. Se ha convertido en un asunto obsesivo.

Mari, la interina, le ha resumido a Begoña nuestras vidas: «Esos, los únicos problemas que tienen son el gato y la caldera».

No sé si hemos quedado como unos elegidos o unos mentecatos.

Los S. son circo hermanos mayores y solteros que viven juntos en Avilés. Tres hombres y dos mujeres. Muy amables, inteligentes y alegres. Parecen felices. Tenían un gato, Violín, que se murió. Pasaron unos meses. Un día Maribel no resistió decir en voz alta lo que todos pensaban: «¡Desde que murió Violín, esta casa está muerta!». Ahora tienen a Violín Segundo.

Borges ha llegado también a convertirse en el alma de esta casa. Es un animal, pero se ha transformado en un espíritu. Al menos, en algo más espiritual que nosotros. Esto sería digno del estudio de algún antropólogo dedicado a las religiones animistas primitivas, el chamanismo, el totemismo.

40 días seguidos yendo a la playa, mañana y tarde. Alguna vez pensé que sería muy feliz viviendo unos meses seguidos en Benidorm. Ahora me parece que no, por lo menos durante el verano profundo. Demasiada gente.No ha habido broncas. Al llegar, le dije a María: «Imagino que algún día tendremos un enfado». Pero no los hemos tenido. Solo mis nervios. Es estupendo bañarse al atardecer después de haber ingerido un tepazepán. No acabo de saber por qué me los raciono tanto, cuando he pasado decenas de años tomando sin ninguna aprensión muchísimas copas y otras substancias de procedencias sospechosas.¿Qué me ha faltado? Mi biblioteca, por ejemplo. Por lo visto, ya no me basta llevar conmigo una docena de libros para leer. ¿Excusas?Si no tuviéramos gato, habríamos cortado el mes y medio con algún viaje a Ibiza, Almería, o algún otro lugar cercano. Pero si no tuviéramos gato, seríamos mucho menos felices en general de lo que somos ahora. Y si hubiera sido por él, no nos habríamos movido de Bilbao. Está encantado de haber vuelto. Da gusto verle en esta casa. Un gato gana en proporción a la amplitud y la belleza del espacio en que vive. Los decoradores podrían utilizarlos como piedra de toque.

No solo no me enfada que el gato arañe y deshilache la tapicería de los sillones o las alfombras. Hoy ha aparecido un siete en el kilim del fondo del pasillo. Espero que lo agrande día a día, tenazmente, felizmente, con esa maravillosa ignorancia de lo que Mari y María piensan de semejantes actividades. Da envidia.

He soñado que el gato se caía por el balcón. Cinco pisos. He bajado corriendo a la calle. No estaba. He comenzado a buscarlo por los alrededores y he entrado decidido en la primera librería. Se había refugiado allí. Este sueño le habría gustado al otro Borges.

No sé si la estricta María Kodama nos cobraría algún canon si conociera el nombre de nuestro gato. Ella tenía uno, pero no lo quería mucho. Según cuenta María Esther Vázquez, Kodama propuso un día a Borges que se dieran una mutua prueba de amor matando cada uno a su gato a la misma hora. Borges le dijo que no podía, porque el suyo era del nieto de Fani.

¿Cuánto se tarda en ver un cuadro? Miras a la gente en una exposición o un museo y lo primero que notas es que no saben muy bien lo que debe hacerse. Desde luego, lo que no saben es cuánto tiempo permanecer ante cada cuadro.

Una novela, una película, una sinfonía ocupan un tiempo determinado de atención. Tienen un principio y un final. Pero ¿un cuadro?

Pasa igual con los paisajes. Te llevan a un lugar famoso por sus vistas, miras, y a los pocos segundos ya no sabes muy bien qué más hacer. Exclamar «¡qué maravilla!», tal vez. Lo que resuelve bastante bien estas situaciones son las cámaras fotográficas.

Le pregunté un día a José Luis Merino: «¿Por qué hay tantos pintores y galerías de arte en Bilbao y tan pocos escritores y editoriales?» «Porque es más fácil», respondió.

Un profano en pintura, como yo, conoce los nombres de cientos de pintores y es capaz de identificar las obras e incluso el estilo de muchos de ellos. Un profano en literatura no sabe nada de literatura.

El otro día, en un concurso de TV, que se precia de contar con participantes especialmente incultos, le presentaron a una chica una imagen del Guernica y le preguntaron por el nombre del cuadro. No lo sabía, pero dijo: «Por la manera de pintar, yo creo que es de Picasso».

A veces se habla del arte como sustituto de la religión. No tiene sentido. Por la religión se ha hecho, y se hace, cualquier cosa, desde matar a sacrificar la propia vida. Por el arte, viajes turísticos y, todo lo más, alguna cola.

Un profano en pintura, como yo, sabe quién es Tintoretto. Fuimos a Madrid con Mariluz a ver una exposición en El Prado. Ni siquiera había cola y la visita no duró más de veinte minutos. Tanto esfuerzo de aquel ímprobo trabajador para veinte minutos de contemplación nuestra. Mientras María tuvo tiempo de descubrir que su influencia sobre El Greco fue mayor de la que suponía, yo, que a estas alturas de la vida aborrezco cualquier cuadro de tema religioso, sea de quien sea, me fijé en que Tintoretto pintaba fatal los gatos. Por lo menos vi dos absolutamente indignos de un buen artista. Los dos en cuadros que representan La Última Cena.

Los gatos andan por todas las esquinas de la historia de la pintura. Y no se han perdido un acontecimiento religioso. Ya estaban en El Paraíso (en el grabado de Durero hay uno a los pies de Adán y Eva) y se ve que no faltaron a La Última Cena. A uno lo sorprendió incluso La Anunciación. Como es lógico, se dio un buen susto. Lo pintó Lorenzo Lotto.

«¡Desobediente!», le riñe a veces María a Borges. Sonrío.

Rousseau: ¿Le gustan los gatos?

Boswell: No.

Rousseau: Estaba seguro de ello. Es mi test para juzgar un carácter. Usted tiene el típico instinto despótico del hombre. No les gustan los gatos porque los gatos son libres y nunca consentirán en ser esclavos. Nunca harán nada que se les ordene, como hacen los otros animales.

Boswell: Tampoco las gallinas.

Rousseau: Una gallina obedecería sus órdenes si usted fuera capaz de hacérselas inteligibles. Pero un gato le entenderá a usted perfectamente, y no le obedecerá.

La capacidad para ser desobediente me parece una de las mayores virtudes que se pueden poseer.

A X. le dijimos que dejara entreabierta la puerta de su cuarto al ir a dormir. El gato podría haberse escondido debajo de su cama. «No me importa», dijo. No sabía que nosotros razonamos ya al revés. Nuestra preocupación no era la posible incomodidad de X., sino la angustia del pobre Borges, confinado en aquella habitación toda la noche, durmiendo con su enemigo.

Borges no quedó encerrado en aquella habitación. Pero pasó la noche lo suficientemente atemorizado como para hacer sus cacas en la bañera de nuestro cuarto de baño. Esto nos produjo una gran pena y ternura por él al día siguiente, incluso mayores que las que nos había suscitado X. al contarnos sus problemas antes de irse a la cama.

Al principio de salir con María los animales me daban igual. No había tenido trato próximo con ninguno de ellos. María se paraba en la calle cada vez que veía un gato y le hablaba y hacía cariños. Yo me irritaba, aunque no decía nada. Me parecía que aquello no era más que un gesto de teatral coquetería femenina, una actitud fingida para que yo pensase que ella era una persona muy sensible.

Al gato, no solo le hablamos. «¡Qué pensativo estás hoy», acaba de decirle Mari.

Tenemos un palacio en Avilés, siempre abierto, con un numeroso servicio permanente. Vamos de vez en cuando. Es el Palacio Ferrera, un hotel espléndido que es como un palacio que tenemos en Avilés.

Esta vez hemos visto varios gatos callejeros cerca del palacio ganándose la vida como pueden en la calle Rivero. Ahora miro a Borges y pienso: «Este es un gato millonario, y vivirá hasta su muerte rodeado de lujos suntuarios».

Recuerdo algunas entrevistas que le hicieron a Fernando Fernán Gómez al final de su vida. Era un viejo de tendencias libertarias, pero siempre se lamentaba de no vivir su ancianidad rodeado de lujos. «De lujos suntuarios», decía, «de los que disfrutan los verdaderos ricos». Y yo entendía muy bien la contradicción. Yo incluiría en la Declaración de Derechos Humanos un artículo que dijera, más o menos: «Todos los ancianos tendrán derecho a vivir entre los lujos suntuarios que deseen. Faltaría más».

Este no necesita un yate, ni un avión privado, ni limusina con chófer, ni una tarjeta de crédito sin límite. Tres personas como servidumbre y una casa probablemente tan amplia como la sala de Versalles donde vivía el gato de Luis XV son suficientes para decir que Borges es un auténtico gato millonario.

A veces, después de cenar, me lavo las manos antes de coger al gato y tenerlo un rato en mis brazos. Lo pide cada noche, puntual, maniáticamente. «Cada cosa tiende a perseverar en su ser», dijo Spinoza, que debió de tener gato. Me lavo las manos para que no le incomode algún extraño olor a comida.

El gato vive en el futuro. Oye los sonidos un instante antes que yo. Para cuando yo escucho sonar el timbre de la puerta, él ha salido corriendo. Alguna vez le he visto asustarse por un ruido que yo iba a hacer un momento después.

Alguna noticias graves, alarmantes, se las comunico al gato. Le basta una mirada, un bostezo, un rascarse la mandíbula, un lamerse la barriga, para tranquilizarme. ■ ■


El vasco tranquilo

Por Enrique Vila-Matas 


Iñaki Uriarte se siente donostiarra, pero nació en Nueva York, vive en Bilbao y veranea en Benidorm. Pasó tres años del siglo pasado en una destartalada torre de Barcelona y en esos días solía encontrármelo en las tertulias del bar Astoria o en extrañas escenas -noches duras las de entonces- de bulla callejera. Buen fajador, correoso y metafísico. Especialista en frustrar a los engreídos, a todos los absurdos intelectuales altivos de la cultura española. Irónico, independiente, vecino en aquellos días de mi amiga Lola y también del guardameta N'Kono. Parecía escapado de Última novela mala de Macedonio Fernández: "Delgado, abundante cabello negrísimo, muy moreno, no perdonándonos ocultación de nada". Pero es que no le escondíamos nada. Era un perfecto ágrafo y así de feliz creíamos que seguiría siempre. Cuando marchó a Bilbao, dejé casi de verlo. Le llamaba de vez en cuando y, si citaba a Montaigne, confirmaba que seguía en plena forma: "Toda la gloria que pretendo de mi vida es haberla vivido tranquilo".

Los nada domesticados 'Diarios' de Iñaki Uriarte se leen por momentos con absoluto asombro

Me dio una seria sorpresa cuando, hará unos siete años, me envió fragmentos del diario personal en el que venía trabajando desde hacía una década. Me impresionó la altura literaria y descubrir el verdadero mundo del extraño vecino de N'Kono. Ahora se ha decidido a publicar Diarios (1999-2003) y lo ha hecho en Logroño, en Pepitas de Calabaza (los de Pepitas se anuncian así: "Una editorial con menos proyección que un cinexín"). En plena mudanza de casa, he reencontrado algunos de aquellos pasajes ya leídos: "Mudarse es más que viajar. Son días en que uno no está en su casa y tampoco tiene una a la que regresar".

Una voz inteligente, ligeramente sombreada por diaristas como Renard, Pla, Ribeyro, García Martín. No se corta nada a la hora de comentar lo que lee y escucha, o ha escuchado, o aquello que recuerda, o cree recordar. Fibroso y valiente. Habla con voz libre, quizás porque nada de lo escrito tenía previsto publicarlo. Prosa cargada de destellos que por momentos parecen el centro de su poética de orgulloso vago, nada maleante: "He estado en la cárcel, he hecho una huelga de hambre, he sufrido un divorcio, he asistido a un moribundo. Una vez fabriqué una bomba. Negocié con drogas. Me dejó una mujer, dejé a otra. Un día se incendió mi casa, me han robado, he padecido una inundación y una sequía, me he estrellado en un coche. Fui amigo de alguien que murió asesinado y que fue enterrado por los asesinos en su propio jardín. También conocí a un hombre que mató a otro hombre, y a uno que se ahorcó. Solo es cuestión de edad. Todo esto me ha sucedido en una vida en general muy tranquila, pacífica, sin grandes sobresaltos".

Por este fragmento y por su antigua afición al jaleo callejero, puede sospecharse que en el fondo el diarista ha conocido la agitación normal de una vida que alcanza ya los 64 años. Pero no. Está siempre en su casa con su mujer y su gato. Es un hombre tranquilo, propenso a la ironía y a la desconfianza: "Distinguen muy bien la novela seria de la popular, como esos que distinguen muy bien el erotismo de la pornografía".

Sus estados favoritos son la ociosidad y la libertad: "Otro acto mínimo que casi no es ni acto, de los que a mí me gustan: tomar el sol". Cuando era ágrafo, sus soleadas frases en el bar Astoria me descolocaban. En el libro, las mismas frases suenan distinto, simplemente van alumbrando su carácter y componiendo un sobrio autorretrato. "No seas perezoso. Algo hay de bueno en el consejo. (...) Pero en esa recomendación hay sobre todo un imperativo: domestícate".

Sus nada domesticados Diarios se leen por momentos con absoluto asombro, quizás porque son insubordinados y no respetan a nuestros distinguidos popes y mafias literarias. Páginas vascas, además, de recurrente temple sarcástico: "Ni abertzale, que me suena a burro, ni constitucionalista, que me suena a catedrático. De nuevo: tertium datur".






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AURELIO PRUDENCIO CLEMENTE [17.595]

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Prudencio

Aurelio Clemente Prudencio (en latín, Aurelius Prudentius Clemens; Calahorra, 348 d. C. - c. 410) fue un poeta hispanolatino conocido simplemente como Prudencio. Algunos piensan que no nació en Calagurris, Calahorra, sino en Caesaraugusta (Zaragoza). Poseía una gran erudición escriturística y en cultura clásica. Está considerado como uno de los mejores poetas cristianos de la Antigüedad.

La cuestión de su lugar de nacimiento (Calahorra o Zaragoza) está aún indecisa, entre otras cosas porque el propio Prudencio llama "suyas" a ambas ciudades. Prudencio nació cuando ya hacía una generación de la "paz de la Iglesia" y tenía catorce años de edad cuando el emperador Juliano el Apóstata quiso regresar al paganismo infructuosamente.

De familia cristiana noble y opulenta, fue profesor de retórica y jurisconsulto y desarrolló una brillante carrera política como funcionario imperial y gobernador de dos provincias. Viajó mucho; estuvo en Roma y allí desempeñó el cargo de prefecto bajo el mandato de Teodosio; luego ejerció un alto empleo en la corte cesárea de Milán, con rango de proximus, durante el episcopado de Ambrosio de Milán, por lo que pudo ser testigo de su lucha contra el último reducto pagano (sentencia sobre el Altar de la Victoria en 383) y contra los herejes (entre 385 y 386 fue ocupada la basílica Porcia de Roma, reclamada por la emperatriz madre Justina), así como del descubrimiento de los restos de los santos Gervasio y Protasio (386) o de la penitencia pública de Teodosio I tras la masacre de Tesalónica (en 390), que demostró ya entonces el poder no sólo moral que poseía la Iglesia.

Ya mayor, hubo de acudir ante el Senado para defenderse de acusaciones que le perjudicaban, desconocidas para nosotros, de las que salió proclamado inocente. En la Praefatio que puso a la colección de sus poesías, nos cuenta que reflexionó sobre su vida, la consideró falta de contenido y a fines del siglo IV se retiró a un monasterio, en Hispania, para hacer una vida ascética (que incluía una rigurosa dieta vegetariana) y dedicarse a la poesía religiosa, que comenzó a escribir muy tarde, cuando ya tenía 56 años, en 404. Allí murió hacia el año del saqueo de Roma por Alarico (410), tal vez en el 413 y no antes de 405.

Su himno Da, puer, plectro (que incluye "Corde natus ex parentis") y el himno de la Epifanía O sola magnarum urbium ("Oh ciudad grande entre las grandes"), ambos del Cathemerinon, todavía se usan hoy en día. Se lo conoce como "el cantor de los mártires" cristianos, pero su obra más influyente es, sin embargo, la Psychomachia, inspiración y fuente de la literatura alegórica medieval.

Obra

Entre los años 404 y 405, habiendo regresado a Calahorra y abrazado a su obispo y amigo Valeriano, publicó una colección de sus poemas: el Peristéphanon, una colección de himnos a mártires, algunos de los cuales han pasado a la liturgia. Nos quedan más de 20 000 versos suyos, muchos de ellos aún inéditos. Sus fuentes son muy variadas: desde la Biblia, interpretada alegóricamente, compilaciones como las Actas de los mártires y los más dispersos autores, como San Ireneo, Tertuliano, Minucio Félix, Lactancio, San Cipriano de Cartago y, muy especialmente, San Ambrosio de Milán, sobre un fondo clásico de reminiscencias sobre todo de Virgilio y Horacio. Siguiendo el ejemplo de este último, además, utilizó muy diversos metros y estrofas.

Rindió homenaje a dos mártires de Córdoba, Acisclo y Zoilo, a las dos mártires sevillanas, Justa y Rufina y los dos mártires de Calahorra San Emeterio y San Celedonio.

Escribió Cathemerinon liber (Libro de los himnos o Libro de las tareas de la jornada), una especie de libro de horas que recoge 12 himnos; Hamartigenia (Origen del pecado); Contra Symmachum (Contra Símaco, en referencia a Quinto Aurelio Símaco); Peristephanon (Libro de las coronas de los mártires), célebre colección de catorce hermosos himnos a algunos mártires, entre los cuales figuran varios de los españoles, por lo que es importante también como fuente de valiosa información sobre ellos.

Sus himnos poseen fuerza y sentimiento, y en alguna manera preludian el futuro temperamento barroco español, también porque su estilo, refinado, culto y casi alejandrino, es profuso en imágenes y figuras retóricas. Supo con ello dotar de vigor a un lenguaje que exploraba por vez primera los valores de la virtud heroica de los mártires cristianos. Especial dedicación prodigó a los mártires de Zaragoza, entre los que se incluyen el relato del martirio de santa Engracia y sus dieciocho compatriotas, que recibieron el nombre de los «innumerables mártires» o «santas masas» de Caesaraugusta. También se encuentran registrados los tormentos de san Lorenzo de Huesca y san Vicente, diácono zaragozano que fue martirizado en Valencia.

Su famosa Psychomachia es un poema alegórico que representa el combate por el alma humana entre las virtudes y los vicios personificados, de forma parecida a como hará Pedro Calderón de la Barca en sus autos sacramentales. Esta obra ejerció una profunda influencia, tanto literaria como iconográfica, en el alegorismo medieval en general y en las piezas teatrales denominadas moralidades en particular.

El manuscrito más importante que recoge sus obras perteneció a Juan Francisco Andrés de Uztarroz, erudito y mecenas aragonés, y de ahí que su poesía fuera admirada, junto a la de Marcial, por escritores y poetas barrocos como Lupercio Leonardo de Argensola. Muestra de su difusión en esta época es que Luis Díez de Aux publicó una Traducción de los himnos que hizo Aurelio Prudencio (Zaragoza, 1619) y, más tarde, Vicente Blasco de Lanuza tradujo (Zaragoza, 1623) su Peristephanon.



Su poema más conocido es el Cathemerinon, del que ahora presentamos un corto fragmento, que empieza diciendo "SALVETE FLORES MARTYRUM" y que se canta en la fiesta litúrgica de los Santos Inocentes; dice así:



Salve flores de los Mártires
que en el mismo umbral de la luz
fuisteis arrebatados por el perseguidor de Cristo
cual rosas nacientes por el huracán
Vosotros sois las primeras víctimas de Cristo
tierno rebaño de inmolados
inocentes, bajo el mismo altar
jugáis con la palma y la corona




HIMNO
Del poeta Aurelio Prudencio Clemente
A SANTA EULALIA, VIRGEN.


El tercero del Peristephanon o Libro de las coronas de los mártires

Eulalia, ilustre y noble por su cuna,
Aunque, más noble que por la prosapia,
Por la clase de muerte que ha sufrido,
Es la virgen sagrada,
Ornamento magnífico de Mérida;
De Mérida, á quien ama,
Donde vió la primera luz del mundo
Donde sus huesos en paz descansan.

El lugar, que produjo tan insigne
Gloria, cercano al Occidente se halla:
Poderoso en el orbe, pueblo rico;
Empero al que la sangre derramada
En martirio cruento.
Y el virginal sepulcro más exaltan.

Tres veces y otras nueve
Del invierno al umbral ella llegara,
Cuando, en presencia de la vasta hoguera
Por fuego crepitante alimentada,
Maravilló animosa á los verdugos,
Qué, atónitos, temblando le escuchaban
Confesar que el suplicio
Le era dulcísimo y la muerte grata.

Ya, ántes de esto, señales vivas diera
De dirigirse con afecto y alma
Al solio excelso de Jesús, su padre;
De no estar dedicada
Su carne virginal, sus puros miembros,
Al tálamo nupcial. Y despreciaba
Los adornos de niña y atavíos,
No sabiendo jugar, cuando era párvula.

No daba aprecio alguno
Al brazalete cristalino de ámbar:
Si corona ponían en su frente,
El precio de las rosas eran lágrimas;
Y, si hermoso coral quizá le ofrecen,
El collar purpurino rechazara.
De faz serena, caminar modesto,
Y complexión sobrado delicada,
De los ancianos con el grave aplomo
Discurre en medio de su edad temprana.

Mas cuando á modo de tormenta horrible,
Persecución furiosa se levanta
Contra los siervos del Señor bendito.
Y á los cristianos fieles se les manda
Quemar incienso impuro
De los dioses mortales sobre el ara,
Y ofrecerles también en sacrificio
Del pingüe toro palpitante entraña…

Se exaltó vivamente
El religioso espíritu de Eulalia;
Y su esforzado corazón se apresta
A tumultuosas pelar batallas:
Y el indomable pecho de esta niña,
Que á Dios camina, del deseo en alas,
Luchas provoca, propias de varones
Al estruendo avezados de las armas.

El cuidado solícito de un padre
Oculta, empero, retirada en casa,
A la animosa virgen, quien muy lejos
Se encuentra ya de la ciudad poblada:
No sea que la intrépida doncella,
De la muerte por Cristo con el ansia,
Se decida á buscar en el martirio
El mérito sangriento de la palma.

Ella, á quien pareciera aborrecible
El consentir, mediante vil tardanza,
Esta tregua preciosa, que á su padre
Del campo la quietud proporcionaba,
A solas, sin testigo, por la noche
A las puertas se llega de su estancia,
Y, del espeso muro
Rotos ya los cerrojos, huyes salva-
Desde allí por lugares sin camino
A la ventura marcha.

Entrase, con los piés despedazados,
Por terrenos do crece espina y zarza;
Pero en aquellos sitios tan incultos
De arcángeles un coro la acompaña:
Y, aunque la horrible noche esté en silencio,
Le servirá una luz de guia clara

Así, en la antigua edad de nuestros padres,
Tuvo la raza de Israel magnánima
La columna de fuego esplendorosa
Que las negras tinieblas ahuyentara,
Marcando allá entre las nocturnas sombras
Senda segura con su lumbre grata,
Que del confuso Caos
Disipa las medrosas nieblas vagas.

No de otro modo la piadosa Virgen,
Que en medio de la noche caminaba,
Junto á sí vio la claridad del día
Sin que hórridas tinieblas la cercaran,
Cuando huía del reino de la tierra,
Y buscaba con ansia
Mas allá del imperio de los astros
Un camino que lleve á su morada-

Apresurando el paso vigilante,
Mucho camino recorriera Eulalia,
Ante que iluminase el horizonte
Con bienhadada luz la aurora clara.
Y al tribunal, apenas amanece,
Ya se dirige decidida, impávida;
Y, en medio de las fasces y lictores,
Con firme voz exclama:

Os ruego respondáis: ¿qué significa
Ese furioso empeño, que á las almas
De perdición en el tremendo abismo
Anhela ver al fin, precipitadas;
Y á corazones, de su ruina pródigos,
Al escollo de eterno mal arrastra?
Negar á Dios, omnipotente Padre,
No es el colmo, decidme, de la insania?

A las gentes de Cristo adoradas
Buscáis vosotros, infeliz canalla.
Pues aquí me tenéis: soy enemiga
De diabólicos ritos: soy cristiana-
Y vuestros vanos ídolos
Con menosprecio pisarán mis plantas-
A Dios, señor del mundo,
Confieso con la boca y con el alma.

Isis, Apolo, Venus; todos estos.
Y el mismo Maximiano ¿qué son? nada.
Aquellos, porque son sólo figuras
Hechas por la mano humana:
Éste, porque á las frívolas hechuras
De las manos adora y las ensalza.
Nada son ambas cosas;
Una y otra son fútiles y vanas.

Maximiano, que es dueño de riquezas,
Y á las piedras, no obstante, sirve y ama,
Prostituya y ofrezca su persona
A sus númenes: sea. Mas ¿qué alcanza
Con afligir, injusto,
Y molestar á generosas almas?

Caudillo bueno siendo, y juez augusto
Es la sangre inocente derramada
Su alimento; y, ansioso deseando
Poseer cuerpos puros, despedaza
Sin miramiento alguno
De víctima inculpable las entrañas:
Y se goza, con torpe complacencia,
En tormentos causar á la fé santa.

Ea, verdugo, pronto, quema, corta:
Estos miembros, que lodo son, desata:
Disolver una cosa frágil, débil,
Será tarea de trabajo escasa.
Penetrar en lo interno es imposible:
Aunque el dolor consuma, queda el alma>>

Sobreexcitada del Pretor la furia,
Al escuchar, pasmado, estas palabras,
Al lictor dirigiéndose, le dice:
De mi presencia pronto la arrebata:
Atorméntala presto con suplicios;
Sienta en sí que hay los Dioses de la pátria,
Y que del Príncipe el sagrado imperio
No es una sombra, ni mentira vana.
Mas ¡cuánto yo quisiera, sin embargo,
Antes de presenciar tu muerte, Eulalia,
Si es hacedero, torva jovencita,
Vencer tu oposición desatentada!
Mira cuánto gozar desaprovechas,
Cuánto solemne honor se te arrebata.

En seguimiento tuyo,
Viene, sumida en lágrimas, tu casa;
Y tu noble familia gime ansiosa,
Porque pereces en la edad temprana,
Flor tierna de la vida,
A quien tálamo y dote cerca aguardan.

Del lecho conyugal ¿no te fascinan
El regio ornato, ni las telas áureas?
¿No te mueve de tus ancianos padres
La compasión piadosa, veneranda,
Y el pensar que su muerte precipitas
Con tu loca conducta temeraria?
Hé aquí que de la muerte irreparable
Los instrumentos pronto por ti aguardan.

O herirá tu cabeza agudo hierro,
O las hambrientas fieras, despiadadas,
Destrozarán tus miembros doloridos,
O, de las teas a la humeante llama,
Ante los tristes gritos de los tuyos,
Disolvieráste en polvo vil tornada.

Escucha ahora: ¿qué trabajo cuesta
Esos tormentos evitar, que espantan?
Si, dócil, con tus dedos diminutos
Un poquito de sal, no más tocaras,
O exiguos granos de aromoso incienso,
La gravísima pena, que amenaza
Tu preciosa existencia,
De ti vieras al punto ya lejana.>>
La mártir, entre tanto, silenciosa,
No quiso responder á estas palabras;
Sino que, respirando estremecida
E indignada, saliva al rostro lanza
Del astuto tirano; y en seguida
De los dioses derriba las estatuas,
Y la torta, que está sobre el turíbulo,
La arroja al suelo con su firme planta.

Sin tardar un instante, dos verdugos
Sus tiernos pechos, torpes despedazan,
Y el acerado garfio de ambos lados
El virginal costado lo desgarra,
Penetrando hasta el hueso; y entre tanto
Les golpes que la hieren cuenta Eulalia.

Hé aquí, Señor, que para mi es escrita
Esta lección por vos. ¡Cuánto me agrada
Leer ¡oh Cristo! Aquestos caracteres,
Que trofeos de tu Pasión señalan;
Y observar que tu nombre sacrosanto
Mi roja sangre á su manera ensalza!>>

Sin llanto ni gemido, alegre, intrépida,
Tales razonamientos platicaba.
El dolor insufrible
Lejano de su espíritu se halla;
Y en nueva sangre tintos son sus miembros,
Que humeante brota y que su cutis lava.

El último suplicio desde entonces
A pasos gigantescos se acercaba;
Y no fue el afligirla con heridas
Que le infiriesen flagelantes varas,
Ni fue que destruyesen los ministros
Su piel con la violencia de las llamas:
Sino que de las teas encendidas
El humo y el calor por do quier vagan,
Y á los costados y hasta el vientre y pecho
Llegan, por fin, con furia desusada.

De sus cabellos la olorosa trenza
Cae flexible sobre la garganta,
Y, volando en seguida por los hombros,
Halló el recato de la virgen casta
Un velo en su cabeza, que la cubre,
Y su inocencia sin desdoro guarda.
Hasta el semblante mismo de la mártir
Llega, por fin, la crepitante llama.
Que, envolviendo contínuo la cabeza,
Ya por la cabellera alimentada,
Superó el mismo vértice. Y entonces
La vírgen que con ansia
Un fin presto á la vida apetecía,
Al respirar la hoguera, fue asfixiada.

Al punto se dejó allí de repente,
Más que la nieve, ver, hermosa y blanca.
Una paloma, que, al volar parece
De la mártir la boca abandonaba,
Y á la región inmensa de los astros
Se dirigía presurosa, rauda.
Era aquel el espíritu inocente.
El alma pura y cándida de Eulalia.

El cuello se doblega sobre el trono,
Del cuerpo estando ya lejos el ánima;
Y la hoguera encendida,
Extinguido su fuego al fin, se apaga
A los miembros exánimes, inertes,
La paz, después de la tormenta, es dada.
Triunfante el alma se remonta al éter,
Y, en las regiones altas,
Se dirige veloz y presurosa
De la inmortalidad allá á la estancia.

El satélite mismo allí presente
También ha visto la paloma blanca,
Que, ante el público atónito de asombro,
De la mártir la boca abandonara.
Estupefacto, presa del asombro,
Se alejó, huyendo de su propia infamia;
Y el lictor temeroso, amedrentado,
Un momento allí más tampoco aguarda.

Y he aquí que, el frío invierno,
Ampos sin cuento de las nubes manda,
Que, cubriendo el extenso anfiteatro,
Cubren los miembros, á la vez, de Eulalia,
Que yacían al pié del yerto poste,
Y les sirven de fúnebre mortaja.

Cese el dolor de aquellos,
Que suelen acoger siempre con lágrimas
De la vida del hombre
Los instantes supremos y desgracias.
Den tregua á la ternura de su afecto.
De Dios cumplida la orden soberana,
Oh Virgen!, ya los mismos elementos
Te prestaron exequias funerarias.

Hoy el lugar de su sepulcro es Mérida
Colonia de los Vetones preclara,
Por la que corre caudaloso el río
Memorable Guadiana,
El de verdes orillas,
Que veloz sus hermosos muros baña.

Aquí, donde los mármoles vistosos
Dan brillo á la basílica sagrada,
Conserva cuidadosa
En su seno la tierra veneranda,
Para el hispano y para el peregrino,
Estas reliquias y cenizas santas.

Resplandecen las bóvedas, lucientes
Con el destello de techumbres áureas,
Y simétricos jaspes en el suelo
Ostentan formas varias,
Hasta creer que los floridos campos
Allí matices diferentes cambian.

Cojed violetas purpurinas presto,
Y rojas amapolas arrancadlas;
Que el invierno festivo las produce,
Y el hielo frío de los campos marcha,
Para que vuestros canastillos llenos
Ya contempleis de flores perfumadas.

Esta ofrenda, con hojas muy vistosas
Le lleve el niño y la doncella casta;
Que á vuestro coro yo uniré las mías
Con dactílicos versos enlazándolas:
Flores pobres, marchitas;
Pero festivas mucho y entusiastas.

Así son venerados por sus hijos
Los huesos de esta MÁRTIR esforzada
Y el altar que delante de sus restos,
Por la piedad edificado se alza.
Ella, cerca del trono del Excelso,
De mirar á sus pueblos no se cansa,
Escuchando benigna
Del labio del creyente la plegaria.




Poeta y apologista, nacido probablemente en Calahorra vascona en 348 y muerto en 405.

Los únicos datos sobre su vida los da él mismo en su Prefacio compuesto ya al final de su carrera. Se disputan su lugar de nacimiento Zaragoza y Tarragona, luego se verá por qué. Fue esmeradamente educado habiendo estudiado gramática, retórica y leyes pasando su juventud, según lo confiesa, entre placeres y vicios. Tanto su familia como él fueron cristianos de práctica y convicción. Siendo abogado pasó a la administración ejerciendo de gobernador en la Tarraconense pero llamado por Teodosio a su Corte para ocupar un alto puesto. El año 401 hizo un viaje a Roma que prolongó hasta 403 o 405. Visitó las tumbas de los mártires y sostuvo una polémica con el retórico Símaco. Ya de edad se retiró a la vida privada para cantar las glorias a Dios en versos.

En 405 se pierden las noticias de Prudencio escribiendo su Prefacio. Sus numerosas obras están escritas en latín pero tienen los títulos en griego. Son las que siguen: -Cathemerinon liber, "Libro de los Himnos", que contiene doce largos himnos de poesía erudita, hecha para ser leída más que cantada. Algunas estrofas se conservan en la liturgia. 6 para los usos cotidianos: Ad Galli cantum, Hymnus matutinus, Ante cibum, Post cibum, Ad incensum lucernae y Ante somnium. 5 para ciertas fiestas y circunstancias: Hymnus jejuniantium, Post jejunium, Circa exequias defunctorum, Octavo Kalendas Februarias e Hymnus Epiphaniae. 1 dedicado a cada una de las horas del día: Hymnus omnis horae. En estos himnos se advierte una imitación estilística a Horacio. Namartigenia, "Origen del pecado", escrita contra el dualismo de los gnósticos. -Marcion, poema didáctico-teológico inspirado en Tertuliano. -Apotheosis. Se defiende en ella la divinidad de Jesucristo y se hace frente a diversos herejes como los arrianos, maniqueos, ebionitas y sabelianos. Sigue también a Tertuliano. Enuncia la doctrina cristiana de la Trinidad saliendo al paso de los errores enumerados. Doble prólogo de 12 hexámetros y 56 versos jámbicos; obra, 1.084 hexámetros. -Contra Symmachum.

En estos dos volúmenes escritos contra Symmaco tratan respectivamente, el primero rebatiendo las creencias en los dioses paganos, y el segundo en gran parte contra la petición de Symmaco de que fuera restaurado el altar y la estatua de la Victoria que había derribado Graciano. En definitiva es un canto al triunfo de la fe cristiana sobre el paganismo. Constan los dos volúmenes: el primero, de 89 asclepiadeos y 658 hexámetros; y el segundo, de 66 glicónicos y 1.131 hexámetros. -Psycomachia, "Combate del alma". Poema alegórico exponiendo la lucha que en el corazón humano se entabla entre virtudes y vicios. Menéndez Pelayo dice de ella: "en medio de cierta aridez consiguiente a la materia, al tono polémico existe una precisión áspera, un arte de dar cuerpo a las abstracciones y un vigor de frase, que recuerdan la enérgica manera de Lucrecio". Otros piensan más en Virgilio. Aunque de menor mérito literario fue este libro muy leído durante la Edad Media con influencia grande sobre la iconografía de estos tiempos, sobre todo escultores y miniaturistas, y finalmente en la tapicería y hasta en los autos sacramentales de Calderón de la Barca. Prólogo, 68 trímetros jámbicos; obra, 915 hexámetros. -Peristephanon, "Libro de las Coronas". Está integrado por 14 himnos:

1. A Emeterio y Celedonio, mártires en Calahorra. 
2. A San Lorenzo, mártir en Roma. 
3. A Santa Eulalia, de Mérida. 
4. A los 18 mártires de Zaragoza, con mención de los santos Vicente, Engracia, Cayo y Clemencio. 
5. San Vicente, de Huesca. 
6. A San Fructuoso, Augurio y Eulogio, martirizados en Tarragona. 
7. A San Quirico. 
8. Especialmente dedicado al Baptisterio de Calagurri: De loco in qua Martyrium passi sunt nunc Baptisterium est Calagorri. 
9. A la pasión de San Casiano. 
10. A la pasión de San Román de Cesárea. (Tan extenso que constituye casi un libro). 
11. A la pasión de San Hipólito. 
12. A la pasión de los santos Pedro y Pablo. 
13. A San Cipriano de Cartago. 
14. A la virgen Inés.

Constituye una fuente interesantísima para la historia hagiográfica del siglo IV. Su alusión a la "vasconum gentilitas" (1.er himno) ha hecho correr ríos de tinta:

Iamne credis bruta quondam Vasconum gentilitas
quam sacrum crudelis error inmolavit sanguinem?
Credi in Deum relatos hostiarum spiritus?
"¿Crees ya, antaño ruda gentilidad de los vascones 
cuánsagrada era la sangre que inmoló el error cruel? 
¿Crees que los espíritus de las víctimas han sido 
llevados a Dios?

La alta calidad de estos poemas colocan a Prudencio Clemente en la primera línea de los poetas latinos de la primitiva cristiandad. Bentley le ha llamado "el Horacio y el Virgilio de los cristianos". Estos poemas evocan el estilo de Lucano y Séneca con contactos con Ovidio, Juvenal, Cátulo y Lucrecio.-Dittochaeon. Se trata de un conjunto de 49 epigramas bíblicos. Explica las pinturas de una basílica de su tiempo. Muchos de los capiteles de la época románica son una mera expresión de los tetrásticos de este libro. -Hexameron. Se desconoce el contenido de este libro, hoy perdido, pero se sabe por su contemporáneo Ganadio que narraba y comentaba la creación del mundo hasta la del hombre y su caída por el pecado original. Se citan también como de Prudencio un Invitatorio al martirio y dos libros sobre Sancte Trinitate que le atribuye como suyos Tritemio. Cuando escribe Prudencio su himno al mártir Lorenzo, de Roma, indudablemente se hallaba en Calahorra como lo deja ver la estrofa en que alude al vasco Ebro. Murió Prudencio hacia el 405 o el 410.

Dónde nació Prudencio

El célebre poeta no dijo nunca dónde había nacido por ser cosa conocida de sus coetáneos y es lamentable que no lo dijera. Este hecho ha dado lugar a que historiadores y biógrafos se hayan dedicado a leer detenidamente sus escritos con la esperanza de hallar por lo menos indicios válidos. Se ha confirmado comúnmente su origen calagurritano pero no han faltado quienes opinan que nació en Zaragoza. En sus himnos a los mártires, le toca hablar de hijos de Calahorra, de Mérida, de Tarragona, de Valencia y de Zaragoza. Los aragonesistas se fijan en que dice "noster populus" o "nostrae Caesaraugustae" al hablar de Zaragoza: "nuestro pueblo", "nuestra Zaragoza".

Pero también dice "nostra gestabit Calagurris" al hablar del martirio de Emeterio y Celedonio, "nuestra Calahorra". Y el mismo hecho se da en los himnos a San Vicente y a San Fructuoso, naturales de Huesca y de Tarragona. Vuelve a aparecer el posesivo "noster" para ambas ciudades y en otro caso más, para Valencia. Vemos que el argumento de los historiadores enzarzados sobre la patria de Prudencio es nulo. Sin embargo, hay dos hechos que resuelven el caso en favor de Calagurris vascona. Hay un himno que dedica a San Lorenzo, que murió mártir en Roma; simula un coloquio con el santo desde el lugar en que se encuentra Prudencio y Roma y alude a la distancia y a los ostáculos que les separan. Esta estrofa es muy significativa aclaratoria:




Nos Vasco Hiberus dividit
Binis remotos Alpibus
Trans Cottidianorum juga
Trans et Pyrenas ninguidos.




Nos separa el Vasco Ebro
Distanciados por dos cordilleras
Una la de los Alpes,
Y otra, la de los nevados Pirineos.




La clave está en llamar vasco al Ebro, que no lo es por su parte alta ya que discurre por donde los cántabros, ni por su zona media y baja, que corre entre los edetanos o actuales agoneses. Precisamente el Ebro Vasco es el trecho que pasa por Vasconia en donde está precisamente Calagurris. En su obra se nota cierta predilección y cariño por Calahorra, ya que su Peristephanon, formado por catorce himnos dedicados a los mártires encabeza el magno desfile con las estrofas dedicadas a los Santos Emeterio y Celedonio de Calahorra, con preferencia a todos los demás incluso San Pedro y San Pablo (himno doce) y con una estrofa extra, la octava.


Ideas estéticas

Estudiando sus ideas estéticas, Menéndez y Pelayo recuerda que Prudencio, después de haber dado interpretación casi evhemista a la mitología, atribuye cierta influencia al arte y a la poesía clásica en los progresos del culto idolátrico:




Aut vos pictorum docuit manus assimulatis
Jure poetarum numen componere monstris,
Aut lepida ex vestro sumpis pictura sacello,
Quod variis imitata notis ceraque liquenti
Duceret in faciem, sociique poematis arte
Aucta, coloratis auderet ludere fucis,
Sic unum sectantur iter, et inania rerum
Somnia concipiunt et Homerus et acer Apelles,
Et Numa; cognatumque malum, pigmenta, camenae.




Y quizá no será aventurado creer que el gnosticismo de los priscilianistas, enlazado por su orígenes con el neo-platonismo, contribuyó a mantener vivas las antiguas tradiciones estéticas. En una nota añade el mismo autor que no hay que tomar al pie de la letra a Prudencio cuando, en el himno tercero de los Cathemerinom, exclama:




Sperne, Camena, leves hederas,
Cingere tempora quis solita es
Sertaque mystica detylico
Texere docta liga strofio,
Laude Dei redimita comas.




La misma elegancia y exquisito atildamiento de estos versos prueba cuán lejos estaba su autor de desdeñar esas leyes yedras que tanto le sirvieron para tejer sus guirnaldas místicas. A tal punto llegaba el entusiasmo de Prudencio, que en el mismo poema contra Symmaco, que es una obra de controversia y una acerba impugnación del paganismo,aboga por la conservación de las estatuas antiguas, purificadas de culto idolátrico:




Marmora tabenti respergine trincta lavate
O proceres: liceat statuas consistere puras
Artificum magnorum opera; haec pulcherrima nostrae
Ornamenta fuant patriae, nec decolor usus
In vitium versae monumenta coinquinet artis.




Antes había expresado igual deseo en las últimas palabras que pone en boca del mártir San Lorenzo en el himno segundo de los Peristeplumon:




Tunc pura ab omni singuine
Tandem nitebunt marmoaa;
Stabunt aera innoxia
Quae nunc habentur idola.




Aún dio mayor muestra de tolerancia solicitando que en gracia de su elocuencia no se destruyese el libro que en defensa de la idolatría había compuesto su adversario Symmaco:




Illaesus maneat liber, excelensque volumen
Obstineat partam dicendi fulmine faman:
Sed liceat tectum servare a vulnere pectus
Oppositaque volans jaculum depellere parma.




Contienen las obras de Prudencio datos inapreciables para la historia del primitivo arte cristiano. Recuérdese por ejemplo, en el himno XI de los Peristephanon en alabanza de San Hipólito, la descripción de las catacumbas, en que no olvida ni siquiera los epitafios de San Dámaso. Los modernos descubrimientos arqueológicos han venido a dar inesperado valor a estas declaraciones de Prudencio. La inscripción damasiana que él vio en la cripta de San Hipólito ha sido descubierta en 1882, y descubierto también el cubiculum y el locellus del Santo Mártir en la vía Tiburtina.

En cuanto a la pintura, se han disputado largamente Dollinger, Kraus, Müntz. De Smedt y otros arqueólogos se han inclinado a creer que era una invención poética de Prudencio, o bien que había tomado por representación del suplicio del mártir algún cuadro de la muerte de Hipólito, hijo de Teseo. Pero tan extraña opinión ha sido refutada con sólidos argumentos por Rossi, y después de él por Allard. El himno a San Casiano (IX de los Peristephanon) están fundado en otra pintura vista por Prudencio en Imola:

Erexi ad coelum faciem: stetit obvia contra
Fucis colorum picta imago martyris.

El mismo Dittocheum, poema atribuido con buenas razones a Prudencio y que resume en inscripciones de cuatro versos los pasos principales del Antiguo y Nuevo Testamento, ha sido considerado por muchos críticos como una serie de leyendas destinadas a ser puestas al pie de otras tantas pinturas, que presentasen de un modo gráfico los mismos asuntos.

Sentimiento religioso; poesía innovadora

Aurelio Prudencio Clemente arrodillado ante la tumba de Casiano. Códice 264 de la Staadbibliothek de Berna
Leyendo sus himnos a los mártires se percata uno pronto de la preocupación esencial del poeta por lo religioso. El mismo historiador se percata del patriotismo tarraconense de Prudencio: habla de su tierra "como de tierra de mártires, únicos héroes capaces de caldear en él el sentimiento patrio". Sin embargo, al historiar poéticamente a estos mártires, pronto se deja ver su afecto más singular e íntimo hacia la Tarraconense, la provincia romana en la cual se hallaba enclavada también la vascona Calahorra. A esta distinción, a este particular afecto hacia la provincia ístmica, al lado de la peninsular, y más al lado de Roma misma donde ya se siente como extranjero cuando ora junto al sepulcro de Santa Inés, hay que añadir su entusiasmo místico cuando canta a los innumerables mártires de otra gran ciudad ibérica, Cesaraugusta, que por tan singular motivo no puede admitir comparación sino con Roma misma.

http://www.euskomedia.org/aunamendi/119075/107569



SLAVE GJORGJO DİMOSKİ [17.596] Poeta de Macedonia

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Slave Gjorgjo Dimoski 

Nació en Velestvo, Ohrid, República de Macedonia en 1959. Se graduó de la facultad de psicología en Skopje. Ahora vive en Velestovo y enseña Lengua y literatura macedónicas. 

Ha publicado: 

Engravings (1979); Project (1982); Cold Urge (1985); The Last Manuscripts (1988); By-way (1991); Subjects and Arguments (1994); Anabasis (1994); Dark Place (2000). 

También escribe poesía para niños, ha sido publicado en diversas antologías y su trabajo ha sido traducido en varias lenguas.

Ganador de premios como el Miladinov Brothers para el mejor libro de poesía de Macedonia y el Premio Europeo de Poesía de la Fundación Rumana, su poesía se ha presentado en diferentes antologías y sus trabajos se han traducido a diversos idiomas.




Mi último manuscrito

Me siento a revisar
mi último manuscrito.

pero la mesa y la silla
desaparecen debajo de mí.

En vano trato de alcanzar
los versos que arrojé
por el aire.

Cansado, caigo al piso
y me golpeo con nada.

Me hundo lentamente. Mi cuerpo
se oscurece. Mi corazón
late rápido.

Miro
ese instante
y lo conservo.

Traducción de Adalberto García López


Oscura es la noche, Liebe Maria

Oscura es la noche, Liebe Maria,
la escucho temblar. Negra
es el agua que corre por mis
dedos. Tú eres negra. La noche

tirita incesantemente. Te toma
y te regresa. La noche
se mueve. Te transforma
en el polvo que inhalo.

Te transforma en un ala grande
que ondea en el horizonte
y se convierte en un punto,
Liebe Maria.

Traducción de Adalberto García López



EL NOSTRE INTERIOR

Que tranquil·la, la manera com
brilla i s'apaga La manera com consola
ens aixopluga ens protegeix
molt sovint lluny del jardí originari
dissortat que ens ajuda en el món
tan abandonat a si mateix
esdevé una emanació incomprensible Com
corre pel cel cada cop que el gos udola
i s'afanya a alçar tot el que cau Gemega

igual com la badia Cobra vida en les branques
en què pengen els nostres cossos.

Traductor: Xavier Farré 



DE NOU HIVERN

La vida passa – és de nou hivern
un llibre de cobertes blanc-neu
tancat davant dels teus ulls

                         irradia blancor

que llambreja
en aigües somes
                         s’esquerda el glaç

Passa – la vida: l’alè esmolat
com una volva de neu vola
al meu cor

                         En la gelera

la mà glaçada
busca traces.

Traductor: Xavier Farré 



Ana Dili

Sen de emmişsin
Ana sütünü
Ana dilinden.
Emmiş misin? Altın
Tabağa dilden sağılan
Ve masaya sunulur.
Bay yazar. (Genç?)
Sen emerken
Sadece o yiyeceği harcıyor
Savaş alanında
Senin için. Gece ve gündüz.
Gündüz ve gece..

Çeviri : Erol TUFAN



Işık Muazzam
Bir Sırdır

Işık
Muazzam bir sırdır
Adem’in dünyası
Üstünde
Tanrım, beni salla
Hafiftir kanatlarım
Mor suyun üstünde
Göklerin volkanı
Yıldızların ışığını
Söndürür
Dünya kapanırken
Gözükmeyen ve sır dolu
Morluk içine
Görünmeyen beni salla..

Çeviri : Erol TUFAN








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SEBASTIANO GRASSO [17.597] Poeta de Italia

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Sebastiano Grasso

Catania, Italia 24 de noviembre 1947. Periodista. Corriere della Sera (Jefe de Arte y enviado especial). Despedido en el 65, ha apelado y llegó a estar en la plantilla hasta el 70. 
Poeta. En 1971 funda, con Antonio Corsaro y Anna Di Stefano, el bimestral Questioni di letteratura, que dirige y del que aparecerán cinco números. Redactor jefe, responsable de Arte/cultura en el “Corriere Della Sera”, amigo de Alberti y Moravia, con quienes colaboró en diversos proyectos.

Entre sus colecciones: 

Il tuo pube nero befferà la morte (2000), Sul monte di Venere (2002), La preghiera di una vergine ( 2004 ), Il talco sotto le ballerine (2006), La cenere ringrazia della brace e della favilla (2007) e Tu, in agguato sotto le palpebre (2009), tutti editi da Es.

Il talco sotto le ballerine (El talco bajo las bailarinas), también se imprimió en Madrid por la editorial Huerga y Fierro, con traducción al italiano y prólogo del escritor José Saramago, premio Nobel de Literatura. 

• En el año 2011 recibió el premio Montale.


El talco bajo las bailarinas. Rama Dorada poesía, Huerga & Fierro Editores. Traducción de Fabio Rodríguez Amaya y Nieves Arribas Esteras. Prólogo de José Saramago.



Los demonios de nuestro infierno cotidiano.

Te quiero cuando dices: mira cómo te tomo, 
mírate mientras te tomo.
Te quiero cuando levantas mi cadera, me
deseas, estás dentro y me sacudes hasta la 
garganta. Me ahogo y te quiero.

GIULIANA


Imposible decir adiós. El rastrillo
recoge treinta y seis temporadas de supervivientes.
Te quiero aunque no reflexiones y la noche se desliza
sobre tus rodillas abiertas que se mecen.
("Mírame"...). Multiplicamos gestos, ideas,
besos, significados de lo que queremos y de lo
que hemos dicho sin creerlo. La desesperación
se hace voz y cuanto más se grita, más fuerte son orgullo
y pena. Cierra los ojos, amor, mis labios
viven de tus arrugas a los bordes del rostro
y de los demonios de nuestro infierno cotidiano.




ESCULTURAS EN PANTELLERIA

Te quiero cuando me tocas, ligero, distraído
porque estás mirando la televisión.

GIULIANA


Es tiempo que tus palabras familiares entren
en escena, mientras quedan sólo los rayos
de la televisión. Una tormenta recalienta
el asfalto en las afueras de un túnel. Estamos
lejos desde hace meses, ya es la locura. En Varsovia
los trencitos se alargan entre carteles y árboles,
persiguen las nubes bajas de una fábrica. El viaje
no termina nunca. Me hablabas de las esculturas de hierro
hechas por un artesano en Pantelleria ("Parecidas 
a las de Melotti"), bromeabas. No he
ido a tu isla (en los versos la sustituí
por Lampedusa, y tu casa me la contaron
los amigos) aunque quería amarte
entre los dammusi *, como sucede en la alta burguesía.

* Casas peculiares de la Isla de Pantelleria.





YA NO DICES QUE HABLAS CON LOS MUERTOS

Te quiero cuando por las mañanas preparas el
café sin pijama.

GIULIANA


En el balcón arrancabas la maleza de las plantas
las rociabas -era viernes por la mañana; ya a las ocho
la ciudad sabía de abandono- aún no habías 
tomado el té ("Más tarde, quizás, pero tu café
está listo en la cocina"). Hace ya un tiempo que no me dices
que hablas con los muertos, no obstante, anteayer
un amigo de tu marido falleció. El baño
engulle la luz que llega a los pies de la cama. Te tiendes
y tu ingle sabe a jabón: "Tenemos sólo 
media hora, debo prepararme para tomar el tren...".




LA CENA PUEDE ESPERAR

Te quiero cuando me sirves el plato
con demasiada comida.

GIULIANA


Oscila el plato y un dedo se unta de aceite
("Demasiado lleno", protestas). La ciudad queda
fuera de casa, el mundo se divide en dos sofás
uno frente al otro, la luz de la televisión
muda el paisaje doméstico al cambiar
las escenas y tu anillo centellea mientras
llevo tu mano a mi sexo y colocas la bandeja
en la mesa pequeña. La cena puede esperar.





BELLA Y REGIA

Te quiero cuando te desatas hablando siciliano
con los amigos te quiero más por tus locos celos
de siciliano.
Te quiero cuando me pones entre los labios
un trocito de chocolate.

GIULIANA


Una trompeta de jazz se ensaña contra
un acordeón callejero, desde un bar
veo rostros en los que busco un indicio tuyo.
La fachada se desmorona. En Sondrio incluso
tus detractores dicen che eras bella y regia:
eso también me pone celoso: como una sombra
aparezco y reaparezco entre los árboles del parque
Lesny Bródno (apretaba tus senos y con la dulzura
de los labios, besaba los vestigios de la gripe).





Sebastiano Grasso: «Además de música, la poesía también debe ser color»
Por MANUEL DE LA FUENTE / MADRID

Es una de las voces más personales de la poesía italiana. Labor reconocida con los más prestigiosos galardones, y con la traducción de sus versos a un buen puñado de lenguas europeas. Pero el italiano Sebastiano Grasso es él mismo traductor e hispanista de larga trayectoria desde que en su juventud pasase por la Universidad de Navarra. Gran amigo de Alberti (hasta fue su padrino de boda, allí en Italia), ha vertido al italiano a Lorca, Aleixandre (incluso conoció la mítica casa del poeta «de la mala salud de hierro», en Velintonia, 3),el propio Alberti, Machado, Neruda... Y es también periodista encargado de las páginas de Arte del «Corriere Della Sera».

Grasso presentó ayer en Madrid su libro «El talco bajo las bailarinas» (Huerga y Fierro), en compañía de César Antonio Molina y Luis Antonio de Villena, en la sede del Instituto Italiano de Cultura.

«El talco bajo las bailarinas» es un libro de original planteamiento y sutil realización, tamizado de erotismo y aliento sensual. Un título fruto de la relación amorosa del poeta con una colega de versos y de lecho. Ella, Giuliana, le escribió un largo poema («Te quiero cuando miro tu vientre con los ojos entornados, y soy un lago, caliente, a punto de enloquecer») y Grasso le contestó: «Cierra los ojos, amor mis labios / viven de tus arrugas a los bordes del rostro / y de los demonios de nuestro infierno cotidiano».

Concisión y claridad

Grasso es de los que cree que periodismo y poesía pueden y deben hacer buenas migas: «Ser periodista es útil para el poeta, porque el periodismo enseña a ser concisos y claro». Experto en arte, Grasso también explica que «hay una relación muy intensa entre la poesía, la música y la pintura. La poesía también es color, porque registra sensaciones y las sensaciones nacen de la mirada, y la mirada, por supuesto, incluye color».

El poeta italiano no es de lo que sienten pánico ante el terror y la miseria que las nuevas tecnología pueden significar para la cultura impresa porque él lo lleva con naturalidad: «Yo soy de la vieja escuela, reconozco que el correo electrónico, por ejemplo es muy útil, y evidentemente, para el Corriere escribo en el ordenador, pero me gusta el papel, no me veo leyendo un libro en ordenador, me gusta el tacto de los viejos libros, como aquella colección de Adonais, que necesitabas un cortaplumas o un abrecartas para ir abriendo las páginas...me gusta su olor, de hecho, un lector consumado podía percibir el distinto olor de cada editorial...».








SIGAL BEN YAIR [17.598] Poeta de Israel

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Sigal Ben Yair 

Sigal Ben Yair nació en Haifa, Israel, en 1970. Se diplomó en arqueología y se especializó en literatura hebrea comparada. Ha publicado poemas en diversas revistas especializadas. En 2011 publicó su primer poemario.

Sigal Ben-Yair, 1970. Israeli Poet. Her first book “Not Refined” was published in 2011, Helicon, Pegasus Series. Her poems were published in poetry journals “MITAAM, “ Helicon “,” Journal 77”, “Ktovet” and were published in various anthologies although, translated into French, Spanish, English and Arabic. Winner of “Teva” poetry prize in Metula poets festival 2011, and award winner of “Ramat Gan literature prize” 2013. Winner of Ministry of Culture and Sport of poets outset prize, 2014. Her second book “No Evidence” Hakibbutz Hameuchad – Sifriat Poalim Publishing Group was published in September 2014.



Eco

Me entrenaste para no llorar frente a la desdicha,
para morder mi rabia y detenerme antes
de que el suelo arda bajo mis pies. Me abrazabas
poco para que añorase el roce de toda otra piel,
para que respondiese a cualquier otra caricia.

Tienes un corazón fantasma
y cuando escucho que mi voz se trocó en la tuya
oigo un eco.

Ya no miro hacia atrás. Veme ahora:
soy, en resumidas cuentas, mi pasado.

Traducción: Gerardo Lewin




Even distance has

Lying naked in my memories
Even distance has its pleasure.
You are there. Other women enter and leave
Your doorstep, your bed, your arms.
I’m across the sea. The sea is a white lie.
Foam that I’m foaming.
The sea is a fairy tale, a deception, a distraction,
Mumble.
Thus beyond your back, squeezed in my memory
separate us houses
And fields,
And roads.




Secretry

I am a double-desked secretary, you have never seen
A double-desked secretary like me, A-legged, or in langless -
Legless. Model 803 cat. number 12985. Never have I left
My desk. Look at me through door no. 1918, floor no.
Minus three, I am all tabled up and shelf-limbed – leafing
Quickly from my waist up. I am a desked-woman, I have a screw-in
Spear pelvis, a handlebar transmitting commands to Turn – Bend – Type -
Print! In two copies please, 180 degrees of efficiency
Behind me they say, a beautiful landscape picture hanged. A clear lake
A dear and a sunset. At five past ten,
I rear my legs again – the excellent worker prize,
never, never have you seen my little legs, becomes longer,
Eaten, with the first florescent light of day.





At the mall

At new central station mall, forth row on the right
I conspire to steal
Books
The selected poems by Mayakovsky
118 NIS, recommended retail price.
My wallet is empty and I pray hundred
And Eighteen*
Calculating the sales lady field of vision
And the bored security guard. I want it so bad -
The selected poems by Mayakovsky . Now
I am trying to shake off
The dreadful fear of the commandments, and the slap sound of my bad mother hand
and the my arm bends
Wicked desire, hollow wallet, reposition threats
My weakening hand rests on my own stomach
I am crawling out.







JUDÁ LEIB GORDON [17.599] Poeta de Lituania

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Judá Leib Gordon

Judá Leib (Ben Asher) Gordon, también conocido como Leon Gordon, (7 de diciembre de 1830, Vilnius, Lituania - 16 septiembre 1892, San Petersburgo, Rusia) (hebreo: יהודה לייב גורדון) fue uno de los más importantes poetas hebreos de la Ilustración judía.

Gordon nació en familia acomodada, sus padres judíos eran dueños de un hotel en Vilnius. Como un niño privilegiado, fue capaz de estudiar Torá con algunos de los grandes educadores de la ciudad, y pronto demostró ser un estudiante excepcional. Ya había dominado toda la Biblia a la edad de once años, y recitaba cientos de páginas del Talmud. Su vida toma un giro brusco cuando Gordon tenía catorce años, y su padre fue a la quiebra. Incapaz de financiar la educación de su hijo por más tiempo, el joven Gordon comenzó un curso de estudio independiente en una de las muchas salas de estudio en la ciudad. En sólo tres años, había dominado casi todo el Talmud y decenas de otros textos religiosos. Para entonces, sin embargo, fue también arrastrado por el espíritu de la Ilustración que se extiende por toda la ciudad. Empezó a leer literatura secular y el aprendizaje de lenguas extranjeras, y se hizo amigo de algunas de las principales figuras de la Ilustración de la época, entre ellos Kalman Shulman, el poeta Abraham Dob Bär Lebensohn y su hijo Miqueas Joseph Lebensohn.

Con la situación de deterioro financiero en casa, Gordon, entonces con veintidós años, decidió que era tiempo para seguir una carrera. Recibió un certificado de enseñanza del colegio rabínico local y se convirtió en un maestro de escuela en algunas de las ciudades más pequeñas, incluyendo Ponivezh y Telz. Durante los veinte años que pasó como profesor, produjo su obra más importante como poeta y autor. Al tener una reputación sólida, fue invitado por la comunidad judía de San Petersburgo para servir como secretario de la comunidad y de la Sociedad para la Propagación de la Ilustración entre los judíos de Rusia. Murió en San Petersburgo en 1892.

Gordon tuvo una participación destacada en el renacimiento moderno de la lengua y la cultura hebrea. Sus sátiras hicieron mucho para despertar a los Judíos de Rusia a un nuevo sentido de la realidad de la vida, y Gordon fue el apóstol de la iluminación en los guetos. Su estilo hebreo es clásico y puro. Gran parte de su poesía gira en torno a temas bíblicos e históricos. Estos incluyen El amor de David y Michal (1857), el rey Sedequías en la prisión (1879), Las parábolas de Judá (1859), David y Barzilai, Osenath, hija de Potifera, con los dientes de león, y De las profundidades del mar.  Sus poemas fueron recogidos en cuatro volúmenes, Kol Shire Yehudah (San Petersburgo, 1883 a 1884); sus novelas en Kol Kitbe Yehuda (Collected Writings of Gordon, Odessa, 1889).



LA PUNTA DE UNA YOD

I

¿Mujer hebrea, quién conoce tu vida?
En la oscuridad vienes y en la oscuridad te vas;
tu dolor y tu alegría, el deseo que tú anhelas
se engendran en tu interior y mueren dentro de ti.
La tierra y cuanto la llena, todo bien y satisfacción
a las mujeres de otro pueblo les es dado como herencia,
pero la vida de la mujer hebrea es servidumbre perpetua
de su dominio no puedes salir;
concibes, das a luz, amamantas, crías
cueces y cocinas, y en muy poco tiempo te consumes.

¿Acaso no fuiste agraciada con belleza y con un corazón sensible.
y te concedió Dios talento e inteligencia?
Pero la Ley es para ti insipidez 1, la belleza es para ti humillación, 
todo talento es para ti carencia, (todo) conocimiento maldición.
Tu voz es vergüenza 2 y tu cabello horror';
y ¿qué eres toda tú? ¡Odre de sangre y estiércol 4!
El veneno de la serpiente sobre ti se derrama desde entonces 5
y como a mujer menstruante• tu pueblo te aparta y te arroja
de la escuela, del Templo
y de los lugares de placer para que cargues todos los lamentos.

Es bueno para ti que no conozcas la lengua de tus padres
porque la casa de tu Dios te cerraron,
pues ahora no tendrás que oír esa bendición humillante
«que no los hizo mujer», que rezan a diario 7•
Como a pagano y como a esclavo te consideran
permaneces como una gallina criando polluelos,
¿por qué una ternera (que da corcovos) en dehesa•, una vaca lechera,
se te enseñó a ser?
¿por qué no se ocuparon de tu educación
y aquél que se propone ese plan recibe una maldición?

Incluso el fruto de tu vientre te niega Dios
pues se lleva a tu marido en plena juventud,
y en la flor de tu vida eres una prisionera
y hasta tendrás que atender al cuñado para quitarle la sandalia 9•
Por tu padre lloras más que tus hermanos
aunque a su muerte sólo ellos, no tú, heredan 10•
Pero no sólo los bienes de la tierra te arrebatan             
también el rocío de los cielos apartan de ti:
para ellos, mezquinos, destinan 248 preceptos
a ti, la humillada, sólo te conceden tres 11•

¡Qué débil es tu corazón mujer hebrea!
Deseas aprender, vivir, pero no.
¡La semilla de Dios12 se pierde en un lugar seco
sin conocer el sol ni contemplarlo!
Suelo del mundo eres tú 13, fruto que da semilla,
pero tu barbecho no es cultivado, tu pelo dejas crecer libremente;
Aún no es prudente que seas una persona ilustrada
y ya fuiste entregada a un hombre y fructificas,
antes de aprender a ser hija de tus padres
te entregas y eres madre de tus hijos.

Te entregas ¿y acaso conoces al hombre al que te entregas?
¿lo amas? ¿lo miras cara a cara?
¿Amas? Desgraciada ¿todavía no sabes
que en el corazón de la hija de Israel no hay sitio para el amor?
A los cuarenta días de que su madre la conciba
ya dispone su jefe el enlace matrimonial 14
y ¿qué es lo que criticaría si lo viese ahora?
¿qué da, qué añade un amor tormentoso?
un amor como ése no conocieron nuestras madres
¿por ramera será tomada nuestra hermana"?

Cubre tu cabeza con el velo, cubre tu rostro,
y tus rizos por debajo córtalos;
respecto al que te toma en posesión ¿qué miras en él?
¿si es corcovado o débil, viejo o joven?
¡Una sola cosa hay para ti! Ciertamente no eres tú la que elige,
eligen tus padres, ellos te dominan,
como un objeto vendido pasas de una propiedad a otra.
¿Es que son ellos arameos para preguntarle su opinión a la muchacha 16? 
La mano de tu padre te domina en tu juventud
y cuando sales de su casa te domina tu marido 17• 

Tu marido tampoco creció con lozana juventud
ni plantó una viña, ni se construyó una casa;
cuando se agota su sustento, cuando se acaba la dote
y cuando se entretejen sobre él las ramas del olivo 18
entonces comienza a anhelar una vida activa y dinero
como hombre sin consejo, sin seso ni inteligencia,
y cuando ve que no hay nada, que toda esperanza se ha fugado,
huye y te deja 'agunah 19 •••
Esta es la historia de toda mujer hebrea
esta es la historia de la hermosa Bat-Sua. 



II

Aquél que no ha visto a la hija de Jéfer, Bat-Sua,
no vio nunca una mujer hermosa 20
no vio su esplendor, pues no era obra esculpida,
ni labor de un artesano, era una creación de pureza.
De piedras sin labrar fue construida esta costilla
y no se debilitaron en ella fieles talladores;
bajo las manos de ellos su integridad no se corrompió
y el sudor de sus frentes no se comió la vergüenza
por eso todas las excelentes cualidades de las hijas de Sión
encontraron su perfección en Bat-Sua, la más hermosa entre todas ellas.

Pureza, distinción y laboriosidad,
como un hombre excelso con espíritu caído,
el hombro inclinado para aguantar, paciente,
y junto a todo esto un hilo extendido de gracia y bondad.
Si a la modestia le atribuyéramos sangre y huesos 
carne y piel cubriéndola
de modo que adquiriera forma humana en la tierra
tendría aquélla la figura y el rostro de Bat-Sua;
pues no fue creada esta mujer igual que todo ser humano,
sino que surgió de la creación de un beso por parte de su Hacedor.

Un rayo de luz tomó del brillo que había a su alrededor
una gota de rocío luminoso y un trozo suave de cielo,
la sonrisa de un justo perfecto y el aroma de la primavera,
y los convirtió en su imagen puliéndolos mil veces,
y un alma pura sacó de aquel tesoro
cuando aún no conocía la tierra y sus deleites
y cuando le pareció bien la insufló en lo creado
y fue un alma viva, la besó
y con este beso una mujer llena de gracia fue creada
que fue llamada por la gente Bat-Sua.

Con un beso nació, con un beso creció.
Ni tutores ni nodrizas rodearon su cuna,
pero su alma en secreto recamaba sin reposo
y las mañanas y los instantes su belleza aumentaban.
Así (como) en la superficie desnuda de una roca la vid introduce una raíz
¡así ella enviaba a las rejas del cielo su verbo magnífico!
La loba amamantó a Rómulo y a Ciro
también a ella le sació de leche sus pechos
pues a la criatura le enseñó su padre Dios
a ser una nodriza incomparable.

La plenitud del sarmiento, la talla de la palmera,
esos ojos, lazos celestes,
la mejilla recamada, púrpura y lana,
ese fuego de leña menuda en la nieve líquida,
esa torre de marfil que llaman cuello,
esa colina de bendición que se oculta a los ojos,
sendas divinas que al viento se levantan,
y la hermosura de la voz que con majestad fluye como el vino.
¿Quién fue el que se consideró tan sabio
que deshonró todo esto sobre las piedras?

Esta graciosa mujer está ante nosotros
con su altura y su forma, con sus huesos y su carne;
todos permanecemos mirándola, sin saciar nuestros ojos
del encanto de su rostro y del conjunto de su majestad.
Veintitrés veces ha renovado el invierno
su estación año tras año sobre su rostro
no ha cometido falta, ha evitado cualquier comida impura.
De que es mujer casada y ya no doncella 
tenemos sólo un testimonio fiel:
la peluca sobre la frente 21•

Jéfer su padre era un hombre respetable e importante
en el lugar en que habitaba, la ciudad de Ayalón;
había puesto una flota de carrozas con robustos caballos, una caballeriza,
también un comedor para los viajeros y una posada.
Y su hija era la única señora de su casa,
pues su madre había muerto muy joven,
y los oficiales que iban de paso por esta ciudad,
todos, declaraban unánimemente acerca de ella
que no había en la tierra una mujer tan hermosa
como la judía, hija del dueño de la estafeta de correos.

Declaraban sobre ella aquellos tallos de lirios
que tal vez, si la hubiesen enseñado, habría aprendido a tañer;
que tal vez ese pie de gacela haría maravillas
si no le hubieran impedido bailar.
No había ido a la escuela, no había aprendido gramática
pero la lengua de tal o tal pueblo claramente habla
según la necesidad del momento y según todos los preceptos era «el modelo»,
tejía, bordaba, lúlaba, cosía.
Escuchad su agradable voz cuando canta suavemente
y hace dormir por la noche a su hija en la cuna.

Y el sábado cuando sube a la sinagoga
¡vedla y adnúradla cuán bellísima está en su majestad!
Sobre el vestido de seda una túnica de lino viste
joyas de oro y perlas sobre lo liso de su cuello;
el limpio turbante como una diadema sobre su cabeza,
como una reina erguida canúna entre sus anúgas,
incluso el fariseo, árbol seco, sale a hurtadillas para verla
pues también en lo secreto de su alma la desea para él
y la Sejinah de Dios se deleita en ella
cuando su talla esbelta empuja sus pies. 



III

Pero todo eso era hace muchos años;
ahora de aquella talla esbelta cuelgan piedras de molino22:
inquietudes económicas, dolor de la crianza de los hijos
pues Bat-Sua tiene una tienda y dos niños.
Y así como sobre su fuero se para un hombre fuerte
cada día permanece Bat-Sua en su tienda
y desde la mañana hasta el comienzo de la noche
mide, pesa, cuenta, calcula,
también vigila su casa y cría a sus hijos
porque es tanto madre como padre de sus hijos.

Padre de sus hijos ... , y su padre ¿dónde está?
¿quizás en silencio sus días la muerte cortó?
¿o como comerciante que viaja está por los pueblos?
¿o habita en una tienda y se ocupa de su Torah?
¿tal vez falto de corazón volvió a la casa de su padre
y a una mujer como ésta dio el libelo de divorcio?
La casa de su padre no lo ha visto, el se'ol dice: «¡No está en mí!».
y la Casa de Estudio: «me abandonó para siempre».
Tampoco lo busquéis en el mercado, no lo encontraréis allí;
él se ha perdido falto de comida por las provincias del mar.

Cuando Bat-Sua tenía quince años
su padre encontró para ella un novio a su gusto.
Aquellos rostros no se habían visto, ¿por qué y para qué?
Se unieron, vivieron juntos y el fin del amor llegó.
¿Acaso vio Abraham el rostro de nuestra madre Sara
hasta llegar al torrente de Egipto 23?
Como fueron nuestros padres, así serán nuestros hijos,
pues nuestro casamentero es el que habita en los cielos 24;
sin embargo Bat-Sua no desobedeció a su padre
ya que se había acostumbrado a aceptar.

Todos los caminantes conocían a Abdón
tenía una taberna en la aldea de Piratón;
también veían allí a un joven como una tablilla sin golpear, 
era HiHel su único hijo, era el novio.
Tenía ojos de novillo, crenchas como colas
su cara era como las caras de higo seco de Rabí Zadoq25
pero era «Un prodigio», experto en los tres Babar6
y con su sagacidad aplastaba montañas e investigaba
y cuando hizo bar-misvah 21 en aquellos días
investigaba el problema de «Unir dos matrices» 28 • 

Este comentario, que a toda la aldea estremecía,
lo escuchó Jéfer y se entusiasmó con el investigador
y dijo: este novio será para mi única hija
pero este santo será para mí, ¡él será mi hijo y heredero!
y habrá esponsales: porque durante dos años
irá el novio a la academia de Volozhin 29
el pago que dará Jéfer serán doscientas monedas
y durante tres años el alimento de su mesa,
y cuando vuelva HiHel de Volozhin habrá un día de fiesta
en mitad del mes pues una doncella le habrá sido destinada.

Todas las muchachas de Ayalon envidiaban a Bat-Sua:
«¡Dichosa ella! ¿por qué ella ha merecido esta grandeza?»
Una vida de riqueza y la gloria le auguraban.
¡Pero Bat-Sua ... ¿quién conoce los secretos del corazón de una doncella?!
Enrojeció como la púrpura el día que llegó la noticia
pero guardó silencio. No dijo ni una palabra;
un silencio equivale a admitir como es regla en la Torah (Yeb 87b)
sin duda ella se alegraba por su destino y era dichosa,
¿quién podía creer las palabras de las mujeres que hablaban falsedades
diciendo que Bat -Sua lloraba por las noches?

Lloraba ... ¿por qué habría de llorar? Hasta ahora ella había sido 
algo indeterminado 30,
ahora se convertiría en instrumento de un hombre ilustre que la engrandecería:
Este hombre, aunque no sabe preguntar las cosas de este mundo 
mueve las montañas en los arcanos de 'Abaye y Raba' 31;
aunque artes y lenguas no conoce
por lo menos sabe que una mujer se adquiere por tres caminos (Qid.I,l );
aunque en toda su vida no ha visto la forma de una moneda
más de mil hojas de Guemara' tiene acumuladas en su caja
aderezadas con el Midrai Ha-Gado/32 y con el Penei Yehoshua"
¿¡no es bastante para ti, amiga Bat-Sua!?

Cuando Bat-Sua tenía diecisiete años
la casó su padre con el hombre que había elegido para ella,
se celebró la boda en el día establecido
en la tarde del santo sabbat de la paraiah «que tú vendrás».
¡Ay, día de castigo! Tu suerte fue la de los extraños
que no se cumplió la profecía de las amigas de la hija de Jéfer
pues en vez de una vida feliz tuvo una vida amarga,
porque se cumplió en ella la maldición escrita en el Libro (Dt 29,19},
pues su infortunado marido se casó antes de
haber preparado medios para sacar adelante a su familia.

Con este Hil-lel ben Abdón de Piratón
se apresuraron en el día del casamiento, desde la sinagoga
y el hawn abrió la boca de la burra
y ésta declaró después de él: ciertamente tú estás santificada ...
Y cuando acabó el Rab las siete bendiciones
rugieron los poetas como cachorros de león
y desde todos los rincones las criadas dejaron caer
sobre la cabeza del novio y de la novia cuscuta y tostaduras
y todos los instrumentos musicales atronaron a viva voz
y las mujeres aplaudieron y formaron ruedas.

¿Qué suspiro humano quiebra y perfora
nuestros oídos en medio del bullicio?
«No hay sonido. de suspiros sino el ruido de la vasija de arcilla
_que se ha quebrado en recuerdo de la ruina de Jerusalén,..
·La ruina de la ciudad miles de años es recordada
por la ruina del pueblo endurecemos nuestro corazón
y con ruido son rotos los utensilios de arcilla el día del casamiento 
sin escuchar el lamento de nuestros hijos:
«¡Ay, el cántaro está roto y nosotros estamos cautivos
y en las fuentes del mar sin poder hacer pie hemos sido arrojados 
(Sal 69,3)!».

¡Tanto como la división del Mar Rojo son difíciles Jos casamientos"!
Un hijo y una hija de Israel, éstas son sus vidas:
alrededor de ellos hay un desierto de escorpiones y serpientes
tras sus huellas el enemigo, un mar colérico ante ellos,
«¡Habla y se pondrán en marcha (Ex 14,15)!» 
dicen Jos siempre tranquilos (Sal 73,12),
y ellos se apresuran hacia el mar con fe inamovible;
el comienzo de su camino es próspero; a su derecha y a su izquierda
son las aguas como rocas que gotean miel y aceite,
pero por la noche volverán las aguas voraginosas" ...
¡y en el Valle de la Decisión multitudes y multitudes 36!



IV

Bat-Sua y su esposo pasaron juntos tres años
y comieron el pan de los cielos a la mesa de Rab Jéfer;
ella concibió, dio a luz y amamantó a Jos hijos,
él rezaba, estudiaba y leía el Libro.
El cuarto (año) cesó el pan de Jos cielos, miraron las provisiones
a su alrededor y eran como columnas de piedra:
¿qué comerían? ¿qué les darían a sus niños?
¿cómo construirían su casa sin ladrillos ni paja?
Pues Jo mejor de sus años había pasado y nada habían hecho
excepto las almas que habían adquirido (Gn 12,5).

También Rab Jéfer veía en aquellos días
la mano fuerte _que humilla a los altaneros
¿quién es el que cree que se hará un milagro
aún en esta generación sin fe como en años antiguos?
Un carro de fuego con caballos de fuego voló con un grito de espanto
desde los días de Elías no se escuchaba nada igual 37,
se levantó en la tormenta en dirección al pórtico de Oriente;
en sus manos con el viento se inclinó la línea del caos:
la línea conducía la voz, enviaba cartas
y en el carro de fuego iban los pasajeros. 

Estos portadores de calamidad rodearon la provincia
a pesar de que de Ayalón antes se habían desviado;
cesaron ya los caballos, los mensajeros reales,
cada día disminuían los viajeros a caballo,
cada día que se levantaba Jéfer se debilitaba su bolsa de dinero,
las cuadras estaban desoladas, los caballos se vendieron,
se acabó el dinero de los viajeros y el sueldo del forraje
sólo cuatro caballos quedaron en la cuadra,
ellos le dieron en la vejez pan de estrechez
también a él y a sus hijos les atravesó la necesidad.

Entonces esperó HiHel buscar presa . ..
pero la vanidad corta a diestra y arrebata a siniestra
cuando todo el éxito le vuelve la espalda,
pues no comeremos hoy si no lo preparamos desde ayer.
¿Y qué iba a hacer un Talmid hakam sin conocimientos?
Para ser cobrador de impuestos no sabía la lengua del distrito,
para sohet era blando de corazón, para enseñar era débil de vista,
para negociar no tenía dinero, ni para hazan una voz melodiosa;
todavía tienen buena renta las casamenteras
pero por una de ellas hay siete desocupadas.

Mientras tanto un día seguía a otro, un mes a otro
las quijadas y el cuajar exigían su porción
el dinero disponible se derretía como el hielo
también los dones de la investigación cayeron en el olvido.
¿Cuál será nuestro fin ¡Hil·lel!? preguntaba Bat-Sua
¿es que te has olvidado de que eres un padre de familia?
«Voy a intentar ir a las provincias del mar;
allí, dicen las gentes, el dinero es como las piedras
quizás suceda que Elías venga hacia mí
y se alegren mis ojos al ver mi fuente de sustento».

Ay HiHel ¿qué vas a hacer? ¿Bat-Sua como aguardarás?
¡del Talit habéis retirado la corona
y las casas de dinero (han retirado) los tefilin
y la plata de desecho para purificar habéis vendido!
El dinero de los sacrificios era el último de sus bienes
HiHel lo cogió sin salvar a su familia
y se marchó a una tierra (lejos de) su mujer y de sus hijos;
Bat-Sua vendió sus joyas cuando él se fue
y se abrió un almacén y una tienda
para vender judías y lentejas, cereales y sémola.

En su tienda ella permanecía vigilante
cada día Bat-Sua desde la mañana hasta la noche, 
medía, pesaba, ordenaba su casa 
también criaba a sus hijos, era una mujer fuerte38•
Contemplad al niño de cinco años
cada mañana yendo al heder
se lavaba pulcramente y para calentarse llevaba doble traje
también llevaba su pan y sus libros para el seder,
su aspecto demostraba con una sola mirada
que los ojos de su compasiva madre lo supervisaban.

Y su hermana se quedaba en casa,
su rostro era de diferentes facciones que el de su hermano
su madre la vestía y la peinaba
y con una sonrisa tranquila observaba su rostro,
pues sus pequeñas manos estaban unidas sobre su corazón
sus ojos en su madre y con su vestido nuevo
la pequeña con voz de palomas recitaba cariñosamente:
«Una ley nos señaló Moisés, herencia ...
Escucharé la moral del padre, la ley de la madre obedeceré
y a los ojos de Dios y del hombre tendré como norma hacer el bien».

¡La moral del padre escucharás ... ! ¡ay, criatura huérfana!
tu padre se perdió por las provincias buscando a Elías
¿quién sabe dónde está? No lo contempla el ojo del buitre (Jb 28,7),
se olvidó de vosotros, incluso el sonido de sus palabras está oculto.
En el primer año aún a veces enviaba
algunas tarjetas de amor y cartas retóricas,
ahora han cesado sus palabras desde hace mucho tiempo;
en vano Bat-Sua miraba hacia la casa de correos:
«Centinela, ¿qué hay de la noche?, centinela, ¿qué hay de la noche (ls 21,11)?,
¡cuándo llegará una carta o una noticia de HiHel!».

Mientras tanto un día seguía a otro, una luna alcanzaba a la otra,
y ya la tierra había cambiado dos veces
las vestiduras del verano y el otoño del prado y el hielo
la pobre aún no había encontrado consuelo por la separación
aún estaban sus ojos enrojecidos, su corazón llagado;
y ya se la llamaba con un nombre nuevo en público
ya no era llamada por su nombre, «Bat-Sua»
«la 'agunah» la llamaban viejos y jóvenes,
y en vez de ser motivo de envidia por su juventud
era ahora como un movimiento de cabeza entre sus amigas. 

Los chismosos murmuraban por la ciudad
y llevaba el pájaro un rumor sobre otro;
uno dice que Hil-lel se ha casado con otra mujer,
otro que se ha ahogado en aguas profundas;
otro que se ha hecho rico y se ha ido a la isla de Chipre,
y otro que ha cambiado su religión y se ha vendido a los renegados.
Pues en Israel no había entoaces periódicos
para buscar a los maridos, para desmentir rumores falsos,
no quedaba para las desgraciadas mujeres abandonadas
mas que la dolencia del corazón y la debilidad de ojos.

¡También la angustia tiene un hermano (Pr 17,17), 
el sátiro un amigo (Is 34,14)!
Jéfer murió de repente. Cuando sus oídos escucharon
que iba a pasar también por la ciudad de Ayalón
el ferrocarril, le dio un ataque.
Ahora Bat-Sua sigue su vida
permanece solitaria, no llega su salvación;
aún se mantiene, dignamente levanta el rostro
aunque por las noches llora en su cama;
por eso, apresúrate a la redención de allí donde te llegue
antes de que seas oprimida y te pongan como espectáculo 39•

Pero el llanto del oprimido no es agua que se precipita,
en un tesoro es colocado como una buena perla;
el gemido de los pobres no es silbido de ganado
hay un oído que escucha y una salvación cercana.
Si en el corazón humano hay necedad, mentira en los falsos
que llenan el universo de infamia y de quejas,
el ojo de Dios está sobre sus criaturas (Sal 33,18) 
y su misericordia sobre todas sus obras (Sal 145,9)
Él hace con los oprimidos justicia y derecho;
Recupérate, Bat-Sua, la esperanza del alma ha triunfado,
también a ti te ofrece Dios misericordioso medicina para la herida.




V

Pasó el otoño y llegaron los días de primavera
la tierra se había quitado su vestido del invierno,
labradores y campesinos salieron a sus trabajos,
todos los terrenos desérticos se volvían activos ahora.
También Ayalón despertó a una nueva vida:
el trabajo comenzó. De todos los lados como águilas
vinieron a ella aplastadores, artesanos, 
maestros, y también cavadores y constructores de puentes,
y Fa by, el inspector para la construcción del camino,
llegó el primero para contratar obreros para el trabajo.

Faby era un judío, (Fa y bis era su verdadero nombre),
era un maskil en todos los aspectos, con un corazón generoso
era viudo (su mujer había muerto sin dejarle hijos)
y tenía treinta y dos años.
Por su buen carácter y su cultura
había conseguido de sus conocidos favor y amistad:
su jefe, (un hombre cristiano no de raza judía
que les daba a los judíos trabajo y les ponía en la administración)
tenía una visión amplia, era un alma bendita,
y le puso como jefe de los obreros.

Había una casa de piedra en frente de la tienda de Bat-Sua
que había sido construida como fortaleza de todas las casas de la ciudad
allí fijó Rabi Faby su residencia
allí está el despacho de los escribas, y él lo vigila.
En el escritorio lo encuentra la aurora
y a sus investigaciones se dedica hasta las diez,
desde entonces hasta el mediodía no está en su casa,
pues se ocupa en la ciudad, con los archivos e instancias
después sale al campo para ver el trabajo,
y por la tarde descansa. Cada día lo hace así.

Y cuando está desocupado no pierde el tiempo vanamente,
pues reflexiona con los libros, escribe y compone,
lee el periódico, toca el laúd,
o en las reuniones de los nobles sabios de corazón (Jb 37 ,24) habla;
o al jardín del pabellón sale a conversar,
o bien provisto de un catalejo
permanece junto a la ventana abierta
observa a los que pasan por la calle de la ciudad:
las arrugas de la frente de un hombre y las gotas del sudor de su rostro
lee que su oficio es penar (Qo 2,23), observa su lucha interior.

Y vio una mujer joven de muy hermoso aspecto
que estaba en la tienda que había frente a la puerta de su casa;
vio que cuando llegó un hombre a comprar a ella se le alegró el rostro
y cuando él salió enrojeció y se puso triste.
Vio que tenía apoyada en su mano izquierda
la cabeza y con la derecha acariciaba a sus niños
y los contemplaba con gran ternura
mientras por sus pestañas se vertían lágrimas; 
Preguntó: ¿Quién es esta honorable mujer?
Y le respondieron: ¡es Bat-Sua, la 'agunah!,.

Muchos escollos y tropiezos tienen las Alturas
que les son tendidos en la tierra al elegido entre las criaturas;
¿Quién alza la cabeza como una delegación de ángeles del mal(Sal 78,49)
abriéndole toda su vida brecha sobre brecha (Jb 16, 14)?
Todas las calamidades, todas las enfermedades, la vergüenza y la cólera,
la pobreza y la privación, el hambre,
la envidia y la burla, el temblor, el estremecimiento,
el corazón asustado, el alma triste, la languidez.
Para la mujer hebrea aún hay una calamidad más:
«el 'igun,., todas las calamidades se incluyen en él.

Al escuchar este nombre le atacó a Faby un temblor
se le conmovieron las entrañas de piedad por ella
pues comprendió el alma de la desgraciada
y decidió verla para saber de su vida.
Por eso fue a su tienda para comprarle algo
y cuando habló con ella lo hizo con energía
llevándola a propósito de un tema a otro,
ella le respondió clara y correctamente
y sus palabras eran tan dulces como su alma,
él comprendió que tenía ante él una gema manchada por el barro.

Aquella noche Faby sufrió de insomnio
estuvo dando vueltas en la cama
pues la figura de la 'agunah permanecía frente a él
y se alejó el sueño de sus ojos, la tranquilidad de su corazón.
¡También el sueño de Bat-Sua fue robado esta vez!
Era la primera vez en los días de sus desgracias
que le había hablado cosas buenas un hombre íntegro que tenía buen gusto
y con corazón inquieto le había preguntado por sus circunstancias.
Estas almas puras aún no sabían nada
de que se iba a robar por las noches la tranquilidad de sus ojos.

Y continuó Faby yendo en determinadas horas
a la tienda de Bat-Sua cuando veía que no había nadie:
iba a comprar bálsamos y dulces
y conquistó el corazón de ella pues mejor era su gusto que el vino (Ct 1 ,2).
Le contó Bat-Sua con franqueza
su desgraciada situación desde hacía dos años
que su marido que se había casado con ella en su juventud
la había abandonado privando de todo a ella y a sus dos niños.
Continuó diciéndole que según sabía la comunidad,
su marido se encontraba ahora en la ciudad de Liverpool. 

Faby tenía en Liverpool un conocido cuyo nombre era «Sasón»
el cual le enviaba piezas de hierro para su camino,
y le pidió que buscara a Hil·lel de Piratón.
Cuando pasó un mes recibió Faby su respuesta:
que había encontrado a Hil·lel ben Abdon de Piratón
en Liverpool un buhonero que frecuentaba las villas,
y he aquí que él había embarcado en el barco «Leviatán»,
el que navegaba durante un mes por las islas Azores
y convino mandar a su mujer un libelo de repudio 40
si ella le pagaba en mano quinientas monedas.

Faby no dijo nada de esto a Bat-Sua
y aquel mismo día dio la orden a su conocido
de pagar el dinero al contado a Hil·lel
y obligarle a cumplir su palabra.
Cuando pasó un mes recibió Faby desde Liverpool
una noticia decisiva por «telégrafo»
pues su conocido había hecho todo lo que le había pedido
y aquel día le había escrito Hil-lel en la casa del Rabino
el acta de divorcio para su mujer según el din y la halafsah
y se lo había entregado en mano al emisario.

Entonces fue Faby a Bat-Sua a darle una alegría,
le anunció que estaba cerca el día de su redención
¡quién podría expresar el regocijo de la 'agunah!
más aún, ¿quién podría tasar la intensidad de su felicidad y su alegría
cuando hincó Faby de pronto ante ella la rodilla
y una voz de palomas hizo salir de lo más profundo del alma
suplicándole: «Bat-Sua se acabó la relación,
sé mi esposa cuando quedes en libertad!
De todos tus días de miseria y amarguras te has saciado
y en mi pecho, tal como te mereces, encontrarás tu felicidad».

Se enfurecieron las mujeres venenosas,
las hijas del «Salid a contemplad», las hijas de «la oblación»,
¡apartad guardianes de los cielos, espías,
las sinuosidades de las palabras de los rastreros!
No conoce la lengua del alma el lenguaje del amor,
Así se llenaron las calles de Ayalon de calumnia y difamación
cuando detrás de la puerta y de la mezuzah escucharon 
a Bat-Sua responder a Faby cariñosamente:
«El que vence en la batalla levanta su cautiverio
te soy fiel, Faby», y lo besó.

Todavía (faltaban) cuatro semanas hasta que viniera
el que llegaba desde Liverpool hasta Ayalon,
dos (semanas) en barco y dos por carretera,
si es que no encontraba en su canúno algún contratiempo;
estos días con ansia
contaron los enamorados como los días de la gavilla,
núentras tanto hacían proyectos de futuro
y Bat-Sua florecía como una palmera
y, como aquéllos del pueblo eterno que esperan la venida del Mesías,
así ellos dos esperaban el día que llegara el emisario.

Y Faby decidió al terminar su trabajo
comenzar las construcciones en los canúnos
y trasladar su alojanúento a la capital del estado
y preparar allí su casa con proyecto esplendorosos.
Todo esto se lo confesó a ella sin ninguna reserva;
también ella esperaba ternúnar su formación,
encomendar a sus hijos al pedagogo Amán,
levantarse como dueña de la casa en su momento
y completar lo que faltaba de su educación en casa de Jéfer
estudiando música, escribiendo y leyendo.

Mientras tanto apareció un escrito en lo periódicos
que el barco de comerciantes «Leviatán»
había chocado contra una roca en la costa de la isla de Chipre
y todos sus pasajeros se habían perdido en el mar el día de la desgracia.
Bat-Sua lo escuchó y lloró
por su desgraciado marido que había desaparecido repentinamente
y con el corazón deshecho se dirigió al Dios de la salvación
pues Él había acelerado en su momento su salvación y liberación
ya que si no hubiera mandado a Faby hacia ella
ahora estaría atada hasta el momento de su muerte.

Y en la tarde del Sabbat de la parasah «que tu vendrás»
(¡ay día destinado ·a la catástrofe!) después del mediodía
llegó el emisario y trajo su carta
porque también el Rab de la ciudad ya había salido del agua;
por eso se fijó el primer día de la semana
para entregar el documento. Mientras tanto la ciudad estaba alborotada
por la noticia llegada, pues la 'agunah Bat-Sua
había recibido el documento de liberación y a todo hombre estaba permitida.
Y ahora se alegró el corazón de Bat-Sua y de Faby
¡que se estremezca tu alma, grita, si eres sensible! 

¡Pero qué es la esperanza del hombre, qué es la fe,
si alrededor lo envuelven olas de muerte (2Sm 22,5)!
¿Acaso ve el gusano que repta en el prado
de dónde se levanta el martillo sobre él?
Si el ojo de Dios (está) sobre sus criaturas 
y su misericordia sobre todas sus obras
y con sabiduría y con justicia estableció el mundo,
ay, el corazón del hombre es malo, la necedad de los vanos
corrompe su misericordia y la llena de clamor.
¡Ay, ay de ti, Bat-Sua, también tú tienes un alma noble
apresuraros, curanderos, a poner remedio a la herida!



VI

Anteriormente cuando en Israel había una Ley luminosa,
no (había) hacha que cavara en él, ni cepa arrogante (Pr 14,3),
había pocos sabios en cada generación,
todos ellos hombres santos y su nombre era para ellos refugio;
ahora, los sabios han sido un gran número de rabinos
hasta el punto de que por esto se mofen los jóvenes,
también tenemos sabios de distintas clases:
sabios verdaderos y sabios poderosos
sabios de sabios segundos y terceros
luminarias, águilas, columnas, martillos.

En Ayalón hay un Rab de rango superior,
no sólo es un sabio ordinario sino un sabio excelente,
especial y único entre los selectos,
el honor del nombre le glorifica: Rab Vafsi el Cuzari 41•
«Vafsi,.le llaman pues ése es su nombre en Israel,
¿pero por qué Cuzari como apellido?
¿acaso ciertamente su padre Tatari es descendiente de Ismael?
Al confirmar esto no permita a mi lengua pecar (Jb 31,30),
pero ya hemos escuchado de boca de los intérpretes de los signos 42
que llegó Senaquerib y mezcló los pueblos.

Pero el alma de Rab Vafsi es ciertamente tártara.
No hay en ella ni una de las excelentes cualidades
en las que se apoya la semilla santa (ls 6, 13), los lújos de la alianza:
en cuanto al dinero de Israel su ojo no perdona, 
no conoce el camino de la paz, la compasión le es ajena;
sólo sabe destruir y exterminar, desgarrar y prohibir;
y por su erudición en casuística y en Guemará
en los argumentos para sus sentencias no se priva de nada,
y se le llama jefe de los rigurosos
y se le considera entre los sabios poderosos.

En el día primero del Seder Nisabim
les leyó Rab Vafsi dos de sus leyes
y abrió lo primero el paquete de las cartas,
sacó el documento y lo leyó delante de ellos:
«todo está según la hala/s.ah, dijo, ningún vano empeño hay»;
«el emisario puede entregarlo a la repudiada».
Pero al poco de poner Rab Vafsi los ojos en el documento
exclamó al emisario: ¡no te acerques!
¿es qué no veis que el documento no es correcto?:
el nombre de Hil-lel está escrito en él sin yod, está incompleto.

El juez que leía, que era un cabalista conocedor de la ho/s.mah nisterah43,
decidió según Ha-'An 44• que Hil·lel se escribía incompleto.
También el segundo, según el Bedeq ha-bayif 45 dijo lo mismo,
y ambos dijeron que el divorcio era legal;
pero Rab Vafsi decidió que Hil·lel sí está completo
según el Zam y el Sam del Su/han 'Aru/s.46
y les gritó a todos ellos, diciéndoles que le extrañaba
cómo podían haber olvidado uha sentencia del Su/han 'Aruk,
y tanto así que sostuvo sus ideas como un erizo y como un árbol bien plantado,
y entonces dio una gran voz en yiddis: «¡El divorcio es nulo!».

Una llaga como de lepra se manifiesta en un hombre (Lv 13,9)
toda enfermedad, todo dolor le alcanza
hay médicos en la tierra y la paga del vaticinio en sus manos (N m 22, 7)
hay esperanza para los enfermos de que serán liberados;
pues peca un hombre contra otro hombre o un hombre contra Dios
y le hará echarse en tierra un juez según su culpa (Dt 25,2)
hay otro juez más importante
y cambia el juicio del sentenciado porque llega su clamor: 
pero una palabra de boca del Rabino quién la cambiará,
y ¿a quién se dirigirán los desgraciados para ser salvados?

Como una bala de plomo disparada desde un arma de combate
que produce matanza, destrucción y muerte
así alcanzó esta palabra explosiva de boca del Rabino
el corazón de la desgraciada que allí permanecía.
¡Cuál era ahora toda su esperanza ante el abandono!
De pronto la sacudió un espasmo
y con una voz como el alma que sale de un cadáver
cayó a tierra, muerta o desmayada;
entonces indicó el Rab a los dos ministros,
los cuales la levantaron y la sacaron en sus brazos.

Todos los que estaban allí observaron la desgracia,
se estremecieron y la oscuridad los cubrió,
pues también en sus almas secas y en sus corazones de piedra
sabían que este veredicto era para ella el veredicto de un juicio de muerte.
En la ciudad se corrió el rumor como un rayo:
«la 'agunah es 'agunah!» de punta a punta se declaraba.
Lo escuchó Faby y se irritó, rechinó sus dientes,
pero calló pues sabía que no había salvación;
Y los sinceros de corazón le decían a ella: «¡Ay, mujer angustiada,
no es una estela en el mar tu caso, sino una pequeña yod!».



VII

Cuando una piedra cae en un río de aguas tranquilas
por un momento se agitan sus aguas, rugen, borbotean
la piedra se sumerge ocultándose de los ojos
y como antes, quedan tranquilas las aguas, flotan y fluyen.
¡Así también la vida en la corriente de su fluir!
un día tras otro, pasaron tres meses,
todas las cosas en Ayalón volvieron a lo anterior
y la juventud de Bat-Sua triunfó sobre su dolor
se sobrepuso a la fiebre y se levantó del lecho
en el que se había metido el día en que se anuló su documento.

¡Cómo aumentaron las bondades de los habitantes 
de su ciudad en su enfermedad!
todo el pueblo sin excepción temblaba por ella
un enfermero cada día iba a verla
y mujeres compasivas cuidaron a sus criaturas.
¡Curanderos! ¿qué aprovechan los bálsamos medicinales
a un quebranto tan grande como el mar (Lm 2,1 3), 
a una enfermedad sin límites?
Misericordia y justicia no dieron salvación
en la tierra de la oscuridad había tinieblas y desorden; 
rojo y masilla para el espino y el cardo (ls 7 ,23)
si la calamidad permanece en las paredes de la casa (Lv 14,37).

Ahora se busca Bat-Sua otro modo de sustento
pues por su enfermedad la tienda hubo de ser cerrada;
y mientras ella busca le traen una carta
dónde está escrito: «¡mi amada querida!
Si no puedes ser para mí y tampoco yo para ti,
si no puedes compartir conmigo mi riqueza y mi morada,
permiteme que yo me encargue de tu sustento
y todas tus necesidades en secreto serán cargadas en mi cuenta;
pues sÓlo entonces me calmaré, sólo entonces encontraré felicidad,
cuando sepa que estás a salvo de pobreza y privación».

«No Faby, no tomaré hilo ni cordón de zapato (Gn 14,23)>>
-le respondió la infeliz como respuesta definitiva­
«Una mujer es la casa de su marido, la enriquece el esposo,
pero me avergüenza tomar de manos de un extraño,
si no ha querido Dios que yo viva legalmente contigo,
¡Adonay hace lo que es bueno a sus ojos!
sigue tu camino y Dios te bendecirá,
tampoco a mi me abandonará, quita la tristeza de tu corazón;
con el sudor de la frente comeré pan mientras tenga fuerzas,
cuando un extraño me dé una ofrenda gratis no la tomaré».

«¡No lo quiso Dios!» Padre nuestro que estás en el cielo,
todos los actos del hombre te los atribuyen a Ti
y Tú eres poderoso, Dios, un Dios que perdona, paciente,
estás mudo desde hace mucho tiempo, has ensordecido.
En tu nombre padres y madres misericordiosos se corrompieron
y a sus hijos en sus manos en el fuego extendieron 47
en tu nombre los falsos sacerdotes prendieron hogueras
y a cientos y a miles de hombres sacrificaron
y en tu nombre, Dios misericordioso, los exegetas
por la punta de una yod caída ¡a cuántas almas matan!»

Un día tras otro y tres meses huyeron;
Faby abandonó la ciudad no se sabe a dónde,
los misericordiosos hijos de misericordiosos olvidaron a Bat-Sua
cada uno sigue su propio camino, cada cual hasta el último, 
busca su provecho.
Sólo los estudiosos del Bet MidraJ y los holgazanes 
sólo ellos no la olvidaron y era para ellos motivo de conversación
sólo ellos aún conversaban a veces de los tiempos
en que la 'agunah coqueteaba con el constructor de caminos;
y ya cambiaron su status de 'agunah por el de «mujer de hombre»48
y a Faby lo llamaron Fayvis y luego Wabis.

Concluyó todo el trabajo del camino
y ya el carro de fuego, en tormenta y tempestad
sobre círculos de hierro, infundiendo el altanero relincho terror,
zarandea cada día a miles de hombres en la criba.
(Ahora en la Casa de Estudio prescindían de la 'agunah
y en la vía del camino se ocupaban todos los estudiantes solteros,
que después de una deliberación por unanimidad decidieron
que la locomotora era el perro negro
en el cual se ejercitarían para la compresión de la norma
como está escrito en el libro Brit Menuhah 49 a lo largo de sus páginas).

Cuando descansaba el carruaje a las puertas de Ayalón
y los viajeros salían a cenar opíparamente deprisa
venían a ellos desde los hoteles
mujeres hebreas pobres que vendían toda clase de comidas;
en medio de ellas una mujer las contemplaba:
de hermoso aspecto, sucia, vestida de harapos
su cabello se había vuelto blanco aunque no era anciana,
estaba encorvada, sus ojos hinchados,
y desnudos y descalzos a sus dos lados
se agarraban al borde de su traje sus dos niños.

«¿Quién eres tú desgraciada y cuál es tu vida?
¡tu rostro atestigua que no fuiste creada así!
¿Acaso Dios o los hombres fueron malvados contigo,
pues has llegado a esta situación, y así estás destrozada y afligida?»
No, bondadosos hombres, Dios no es malvado, ¡imposible!
ciertamente buenos talentos me ha dado Dios, mi Roca
también el éxito una vez mi rostro alegró
casi tuve todo lo bueno yo y mis hijos.
Pero como las mujeres 'agunot fui también yo
y la punta de una yod fue mi queja. 


UN MODELO DE MUJER JUDÍA EN EL POEMA DE YEHUDAH LEIB
GORDON <<LA PUNTA DE UNA YOD>>
A jewish woman pattem in Yehudah Leib Gordon's poem Kozo shel yod
ALICIA RAMOS GONZÁLEZ 


______________________________________

l. Sot. III,4: «Todo el que instruye a su hija en la Torá es como el que instruyera en cosas frívolas». 
2. Ber. 24a: «Dijo Shemuel: la voz de una mujer es una desnudez, como dice lo escrito: "Porque 
dulce es tu voz y hermoso tu rostro"». Véase también Qid. 70a.
3. Ber. 24a: «Dijo el rabí Sheshet: el cabello de una mujer es una desnudez, como dice lo escrito: 
"Tus cabellos como manadas de cabras"».
4. Sab. 152a: <<Se ha enseñado: La mujer es un odre lleno de inmundicia, y tiene la boca llena de 
sangre, pero todos corren tras ella».
5. Haciendo referencia al pecado de Eva. Véase Gn 3 y Ber. 6la.
6. Véase Lv 15,31-33; 20,18.
7. Pertenece a la oración de la mañana del Siddur.
8. El profeta Jeremías utiliza en su oráculo contra Babilonia este símil para recordarle a ésta su 
mala actitud (50, 11).
9. Haciendo referencia a la Ley del Levirato (Dt 25, 5-10), por la cual si un hombre muere sin 
haber tenido descendencia, el hermano de éste, si es que lo tiene, debe tomar a la mujer de aquel; al 
fruto de esta unión se le debía imponer el nombre del difunto para quedar éste perpetuado. En caso 
de que el cuñado se negase a tomar a la mujer, ésta ante un tribunal público de ancianos le quitaría 
una sandalia y le escupiría en la cara.
10. Ket.IV,6: «Esta es la explicación que dio R. Eleazar ben Azarías delante de los sabios en la 
viña de Yavne: "Los hijos heredan y las hijas reciben la manutención" ... ». También puede verse al 
respecto BB VIII, 1 y 2. 
11. Sabb.II,6: «A causa de tres transgresiones mueren las mujeres al dar a luz: Por no haber 
observado las leyes de la pureza, de la ofrenda de la masa y del encendimiento de la lámpara».
12. Isaías llama la semilla de Dios al Mesías (4,2).
13. En el sentido de algo que no decide, que no tiene actividad. Véase Ester 2 y Sanh. 74b.
14. Sanh. 22a: «Porque el rabí Iehudá dijo en nombre de Rab: Cuarenta días antes de que se forme 
la criatura se oye una voz del cielo que dice: La hija de Fulano para Zutano».
15. Véase el episodio sobre el rapto de Dinah y la venganza de Simeón y Leví (Gn 34; 
especialmente el versículo 31).
16. Referencia al casamiento de Isaac con Rebeca. Betuel y Labán le preguntaron a ésta si quería 
casarse con Isaac. Véase Gn 24,56-59. 
17. En Ex 20,17 se enumera a la mujer entre las demás posesiones de un hombre. Por otro lado 
la palabra ba 'al (dueño), denomina al marido de una mujer al igual que el ba 'al de una casa, por 
ejemplo. Una mujer casada es posesión de _su ba 'al. En Ket. IV ,5 se especifica: «Ella (la hija) 
permanecerá siempre bajo la autoridad paterna hasta que no pase, con las nupcias, a la dependencia 
del marido».
18. Haciendo referencia al Salmo 128,3: «Tu esposa será como una parra fecunda/ en el secreto 
de tu casa./ Tus hijos como brotes de olivo/ en torno a tu mesa».
19. La mujer casada que por algún motivo está separada de su marido y no puede volver a casarse, 
bien porque no puede conseguir el divorcio, o bien porque no sabe si su marido está vivo o muerto 
por estar dado como desaparecido. El problema de la 'agunah es una de las discusiones halakicas más 
complejas y por ello se ha desarrollado ampliamente en toda la literatura talmúdica.
20. En el texto bíblico la expresión «mujer hermosa» se aplica sólo dos veces a una mujer. La 
primera en Gn 29,17, a Raquel; la segunda, en Est 2,7 a Ester. 
21. En la Biblia la mujer cubre su cabeza con un velo o pañuelo como un signo de castidad y 
modestia. En Nm 5,18 una mujer por ser adúltera pierde el pelo y en Is 3,17-24, el cabello de la 
mujer es considerado como un castigo y una hunúllación, por eso el profeta dice: «Por debajo del 
bálsamo habrá hedor, por debajo de la faja, soga, por debajo de la peluca, rapadura, y por debajo del 
traje, refajo de arpillera». En el Talmud también la mujer cubre siempre su cabeza. Al respecto puede 
verse, por ejemplo, Ned. 30b o NmR 30:1 6. Pero el cubrirse la cabeza la mujer, nonnalmente era 
para las casadas, mientras que las jóvenes solteras podían dejar crecer su pelo hasta el día de la boda, 
sin tenerlo que tapar. A finales del siglo XVill.algunas mujeres empezaron a llevar peluca, aunque 
algunas autoridades llegasen a prohibir esta innovación. 
22. Una tarea destinada al hombre. Qid. 29b dice: «Enseñaron los rabíes: el que tiene que estudiar 
la Tora y tomar esposa, estudia [primero]la Tora y después toma esposa; pero si no puede prescindir 
de la mujer, se casa y después estudia la Tora. -Dijo el rabí Iehudá en nombre de Shemuel: la 
jurisprudencia dice que [primero] se casa y después estudia la Tora. -Dijo el rabí Iojanán: ¿Estudiar 
la Tora con una piedra de molino colgada al cuello?».
23. Gn 12,11; BB. 15a y GnR. 40:4.
24. Gn 24,50; Jc 14,4; Pr 19,14. 
25. Parece que Gordon está haciendo referencia a Zadoq ha Kohen de Lublín, sadiq hasídico, 
nacido en 1823, que fue un gran personaje del hasidismo.
26. Estos tres tratados del Talmud y la Misnah corresponden a lo que actualmente llamaríamos 
derecho civil.
27. Llegada de la madurez religiosa y legal. A partir de este momento se está obligado a cumplir 
todos los mandamientos de la Ley judía.
28. Hull. 70a. Se refiere al sacrificio de los animales.
29. Fundada por Hayyim Volozhiner en 1803 fue llamada Ez Hayyim en su honor.
30. Sanh. 22b: «Dijo el rabí Shemuel bar Uniiá en nombre de Rab: "La mujer [soltera] es un terrón 
informe que cierra trato unicamente con el que la transforma en un utensilio útil, como dice lo escrito: 
Tu marido es tu hacedor"». 
31. El Talmud Babli está repleto de dichos de estos dos sabios babilónicos y sus argumentaciones 
fueron consideradas como lo sumo del análisis y la discusión halákica.
32. Compuesto al parecer por David Ben Amram Adani, este tratado rabínico es fundamentalmente 
una recopilación de extractos de textos rabínicos del período talmúdico, entrelazados con gran cantidad 
de citas de antiguos rnidrasim tannaíticos.
33. El libro de referencia para los estudiantes del Talmud fue compuesto en el siglo XVIII por 
Jacob Joshua Falk. 
34. Sanh.22a: «Rabá bar Janá dijo en nombre de rabí Iojanán: Juntar [un hombre con una mujer] 
es tan dificil como partir el mar Rojo».
35. Sal 124,5. Haciendo referencia al paso del Mar Rojo.
36. JI 4,14. En el Juicio de los Pueblos, se Jlama Valle de la Decisión al VaJie de Josafat.
37. Véase 2Re 2. Ciclo de Elíseo: Elías es arrebatado al cielo. 
38. La "mujer fuerte" aparece en el poema de La peifecta ama de casa, con el que concluye el 
libro de Proverbios (31,10-31). 
39. Na 3,6. Castigo para las mujeres adúlteras. Véase también Os 2,5. 
40. El divorcio, e n e l judaísmo, se realiza por medio de un documento escrito donde el marido 
renuncia a su mujer. El documento debe de cumplir con una serie de requisitos en su elaboración y 
en su entrega. El divorcio está recogido ya en el texto bíblico de Dt 24, l. Véase también Is 50,1 y 
Jr 3,8.
41. Transposición de letras del nombre Yosef Zacarías Stem. Rabino y talmudista lituano. Es 
conocido por su actitud positiva hacia el movimiento Hibbat Zion, aunque parece que más desde un 
punto de vista teórico que práctico.
42. Antigua escuela palestina de intérpretes del texto bíblico, anterior a las de Hillel y Samay. 
Véase Sanh. l 04b y Ber. 24a. 
43. Sabiduría secreta. Nahmánides acuñó la frase yode 'ei hen, aquellos que conocen la gracia, a 
partir de Qo 9,11, donde hen se usa como una abreviatura de homah nistarah.
44. Isaac Ben Saloman Luria, cabalista de Safed, apodado Ha- ' Ari (el1eón sagrado), de las iniciales 
Ha-Elohi Rabbi Yizhak.
45. De Yosef Caro.
46. Código rabínico de Y osef Caro. El libro apareció por primera vez en Venecia en 1565 y tras 
las modificaciones de Moseh Isserles fue aceptado com el código de Ley judía por excelencia. 
47. Referencia a los sacrificios a Molok. Véase Lv 1 8,21; 20,2-5; 2R3 23,10 y Ir 32,35. En todas 
estas citas se menciona el sacrificio de un niño al que se le hace pasar por el fuego. Esta ceremonia, 
al parecer de origen cananeo, se realizaba en el Tófet, en el valle de Ben-Hinnim, cerca de Jerusalén. 
48. También e s u n estatus legal. 
81
49. Atribuida su autoría a Abraham ben Isaac de Granada, el libro fue considerado como uno de 
los principales trabajos de Qabbalah y se reconoció también en él la gran influencia del misticismo 
de Abraham Abulafia. 









SILVIA JAPAZE [17.600]

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Silvia Japaze

Silvia Japaze (Tucumán, Argentina 1973). Además de poeta, Japaze es Licenciada en psicología y trabaja como psicóloga clínica.

Leve, primer libro de Silvia Japaze (Huesos de jibia, 2014).






Leve fue prologado por Santiago Kovadloff, y además, contiene en su contratapa un texto escrito por Fabián Soberón.

Esto es lo que han dicho ambos autores acerca de este libro y su autora:

"Leve atestigua el ingreso de una voz al territorio de la emoción poética. Quien la encarna ha sabido dar ese primer paso que permite distinguir lo puramente confesional de lo literariamente expresivo; la espontaneidad sin más, de la elocuencia lírica". (Santiago Kovadloff)

"Silvia Japaze ha encontrado la morosa música que define una voz. Los versos crean y expanden un jardín y un tono, un perímetro y un yo. Para Silvia, la poesía no es lenitivo ni Prozac epistolar. Es breve tiempo que quema lentamente. En ese fuego arduo y hermoso, se abren los versos calmados y tensos. En ese aleteo tenue y fugaz se enciende el latido de un mundo. Silvia percibe las cosas y las examina con cautela. Entre la mirada y el mundo, entre los agapantos y el ojo, entre la filosofía y los sentidos, la poesía.
Lo que asombra es ese rumor reflexivo que zigzaguea en la superficie, esa cuidada desolación que repercute en lo hondo del poema. Los poemas nos elevan y en la altura encontramos la densidad alada o los pájaros procaces de la vida. En ese curioso arco, nacen la calma y el oasis de sus versos". (Fabián Soberón)





Las hojas de nácar
aplauden agudos roces
en la galería.
Enhebro los sonidos
como cuentas de un collar de siesta
que zumba a coro el haberte perdido.
Los ladridos, las hojas secas que arrastran los segundos,
los pájaros que se buscan sin saber si van o vuelven de su sitio.
Todo sucede
en mi oído,
donde todo sucedía.



La mañana
es extrañamente larga.
Pueden suceder en ella varios días extenuantes a la vez.
Reviso las noticias sin comentarlas,
flotan los titulares del diario como la nada misma flota
en un mundo que no es más que papel.
Las galletas sobran desde que no estás,
se humedecen
en esa rara manera de envejecer que solo las galletas pueden.
Me miro en el espejo antes de partir
y me pregunto cuál de ambas solas soy yo.




En esta tarde,
la más irreal de todas mis tardes irreales,
tu duda me reconstruye.
En tanto te cuestionas si soy para ti o no lo soy
sentirme me sacude,
decreta que sí soy
me salva de una muerte inminente en el ocaso.




Juan acomoda sus crateus todas las mañanas,
los entreteje en el alambre
(me alarma ver que cada vez son menos los rombos metálicos).
A fuerza de lastimar sus brazos,
Juan anhela ver el frente cubierto de un verde suyo.
Lamentaré, cuando eso suceda
no saber de Juan y sus obstinaciones matutinas;
perderme la síntesis de la torpeza y dulzura en sus dedos,
permanecer en la ventana preguntándome.
Lamentaré, cuando eso suceda
dejar de sentir que siente que lo observo,
dejar de ser una mujer en la ventana.





Recuerdo
el color desnudo
de tu piel arena,
mi sed
en la eterna siesta de tus brazos.
Recuerdo
el susurro del viento
entre los sauces
y la almohada nuestra,
su verde perfume al dormir
y ese buscar
en tus ojos
mi agua fresca.
Recuerdo
cada cosa
que no viví contigo.





Hablo con mi sombra a veces,
cuando más se aleja.
Hablo con las plantas, al regarlas
y al despojarlas del polvo o de sus hojas muertas.
No sé hablarles sin tocarlas o servirlas
ni indagar en mí sin atenderlas.
Hablo con la lluvia
y me sincero.
Tampoco sé fingir cuando hablo con la lluvia,
ni esconderme con la piel mojada.
Conozco mis maneras de no estar
y las invariables maneras de volver.
Los pasillos del silencio que transito
como yendo a casa.
El mínimo estremecimiento
que resiste mi regreso en las cosas.


Del libro " Leve" Huesos de Jibia 2014






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CARLOS ORTEGA [17.601]

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Carlos Ortega 

Nació en Valladolid, en 1957. Es poeta y ensayista. Licenciado en filología francesa y alemana. Fue director de la Biblioteca Nacional de España y director de la Editorial Losada. Actualmente dirige el Instituto Cervantes de Viena. 

Su labor como traductor abarca desde las narraciones de Julio Verne hasta la poesía de Robert Walser, pasando por los textos clásicos de Rousseau, Molière o Hugo von Hofmannsthal. 

Es autor de cuatro libros de poemas: La perfecta alegría (2008), La lengua blanda (1995), Recuentos (1992) y Cruciare semetipsum (1986). 


De "La perfecta alegría". Pre-textos. 

LA DICHA DE ADORAR

El mal que te hace pensativo
va con el cuerpo,
sin riego, sin savia,
como el árbol que crece en seco,
desgarra cuando brota, arranca un grito.
Delante aumenta muda
la oscuridad,
esa amenaza de no ver la vida
más minúscula,
el destino de los insectos,
su esclavo combate con los pájaros,
el hormiguero,
el temblor de la especie vegetal,
la irisación del aire.
Cuesta hacer fuertes los ojos, si todo
está dictado en otra parte.
Alguien cuida de que regrese ileso
en esta oscuridad,
el cuerpo dominado por lunares
de amargura, o rendido por la noche.
Alerta en la ventana,
sólo respira si yo llego,
ocupo toda su cabeza,
soy esperado.
Nadie anda y todo avanza
en las mil facetas mudables
de lo quieto, bullicio inmóvil.
Amor se dice una vez sólo
y de una vez por todas.
Las palabras se estrenan
en un único brote irrepetible,
con un único timbre,
que no se vuelve a usar.
La oración es siempre nueva,
y paga en lo más caro el despilfarro,
un rezo sin sentido,
el gesto que persuade y doma el cuerpo,
el cuerpo que lleva el pensamiento.
Lleno de adoración,
sobre las hojas pateadas,
sigo la historia con el dedo,
saltándome las condiciones
que han hecho que cambiaran tantos planes,
que pareciéramos lluvia y agua del arroyo.




KARLSPLATZ

+ Doris Winkler
Selbstmord durch Sprung
vor U-Bahn. RIP[1]

Pintada en el Metro línea 4, Karlsplatz, Viena

1

Vida fue un mandato del corazón,
pulso que se desangra
en la vida.

Y en el salto de Doris se disgregan
los sonidos del parque,
sonidos elocuentes como un stradivarius
que tocan sin prejuicios
en el corazón de la música.
Nada cambia el curso de la historia,
golpe seco, pulso
que se desangra en la vida.

Rapsodias hunden sus notas
en el corazón de Doris
que bombea
sol en la plaza, sol como agua,
curso de los astros,
y el tiempo te ha elegido,
el momento te escoge
entre todas las horas,
te señala el momento de la sangre,
todo a su tiempo, con su ritmo.

A Doris, que amaba las caminatas,
tirar piedras a las sílabas,
a-diós, a-mor,
le cuesta la pena capital,
golpe seco, amor
que se desangra en la idea.

De un lado mandato,
del otro, obediencia,
así saltamos,
para ganarle un minuto a la vida.

En Viena la música se rompe,
se agarra el sol
al reflejo de su cara en las casas
de cristal,
brillo que descompone
en hilos la gran bruma.

Baila Doris, baila
el ritmo roto de Viena,
baila con tu dolor suicida,
muévete sobre tu lengua azul,
oh, quienes te desprecian
te llorarán, Doris,
tu recuerdo perturbará sus noches
como brillo de puñal,
golpe seco, brillo
que descompone en hilos la gran bruma.

Para qué domar tu pasión,
salta al camino
de los pasos sin rastro,
estás donde estás,
ni más lejos ni más cerca,
las cosas son como son,
irreparables,
no pueden ceder:
salta, pues, cuerpo triste.


2

De algo vale la magia de los tilos,
cuántas veces pasaste
debajo de sus copas
para abrazar con sangre
las sílabas: a-mor, do-lor, a-mor.
Su verdad no está a la altura
de tus errores,
que juegan siempre con lo probable,
sin aire al largo fleco de lo incierto.

Deseo mueve el tren y mueve el beso,
deseo hace el milagro,
mientras las hojas vuelan,
encubren agua, encubren sal,
y el dado cae
sobre la cara indeseada.

No hay cálculo que no se ría
de su calculador,
resultado que no engañe
al alma del que juega:
todas las trampas en manos de la vida.

Gana tu suerte, Doris,
con cada paso por el brillo del riel,
gana contra el túnel, contra la ciencia,
contra el espectro gana de Viena.

Notas:
[1] Doris Winkler. Se suicidó tirándose a las vías del Metro. RIP.








BENOÎT CASAS [17.602] Poeta de Francia

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Benoît Casas

Nació en 1969 en Caen, Francia donde vive. Poeta, escritor, editor y fotógrafo.

Bibliografía:

L'Amant de Sophie, Prétexte, 2003. 
Diagonale, Nous, 2007. 
Il était temps suivi de Cap, co-édition wharf / Nous, 2010.  
Envoi (avec Luc Bénazet), Héros-Limite, 2012. 
L’ordre du jour, Seuil, 2013 




ALARMA. DIARIO DE STÉPHANE.


DÍA 51

Benoît Casas. 04 de abril 2015

Muestra de un
año de poesía
el ascetismo en arredro
es propicio para la escritura
el intenso reloj
en estas páginas
se impone con evidencia
se muestra indispensable
los contemporáneos
saben leer.


DÍA 50

Benoît Casas. 03 de abril 2015

Obstinación
que se llama lealtad
todo lo que hubo
de posible
él lo intentó
hoyo por ellos cavado
la existencia deslizándose
entre sus dedos
abriendo un mundo
de muerte.


DÍA 49

Benoît Casas. 02 de abril 2015

Tema de los ojos cerrados
trastorno cardíaco
retorno de sus olas
secreto rencor
este demacrado rostro
virus liberado
en la mirada
como una prohibición
espectro de las primeras
esperanzas.



DÍA 48

Benoît Casas. 01 de abril 2015

Él sabe sin saber
beberá para recuperar
un fingimiento de existencia
relegado al margen
disecciona los motivos
primera ruptura
sin duda inevitable
descenso ficticio del futuro
has sucumbido ante
el acto que separa
privado de todo medio.

Traducción de Gustavo Osorio de Ita





Il était temps suivi de Cap de Benoît Casas
Co-édition NOUS / wharf (Centre d’art contemporain de Basse-Normandie)
             
Fidèle à sa méthode d’écriture par blanchiment de prélèvements dans le corpus de ses lectures (où figurent presque exclusivement des livres de littérature et de philosophie), Benoît Casas poursuit ici son cycle D i.e., il était temps (sonate pour mégaphone) et Cap étant extraits de la cinquième séquence-livre.
       
Le premier ensemble est une version réduite, pour la scène [1], de cette séquence, adaptation qui est peut-être à l’origine des répétitions qui y figurent. Il compte trois parties où, à partir d’un ou plusieurs mots en capitales d’imprimerie, un texte se déploie en suivant la diagonale [2] de chaque double page :


Le titre de la première partie, Spectral, semble correspondre à la fois à une écriture qui exposerait à travers la langue les « subdivisions prismatiques de l’Idée » [3] et à la présence d’un sujet dont la parole est aussi diffractée qu’affirmée, souvent à la première personne. Du coup, on peut légitimement y voir une forme de lyrisme mais qui, contrairement à d’autres prétendument critiques (ou peut-être à prendre au énième degré), sait éviter toute grandiloquence en se décalant vers l’infrasoi :



             
La seconde partie, intitulée Nova en référence explicite à Dante, comporte par conséquent une dimension amoureuse plus marquée où l’écriture elle-même revendique clairement sa part d’érotisme :



             
Quant à la troisième, Futur, elle est plutôt centrée sur l’instant éprouvé dans sa perte inévitable. Du coup, à condition d’y être sensible, cette dépossession même (due non seulement au passage du temps mais aussi à l’absence apparente de tracé préalable, de sens – unique – de la vie, comme on dit) pourrait constituer un gain existentiel :



             
Enfin, l’autre ensemble, Cap (après-coup manifeste), n’est pas d’une facture différente, même si la disposition s’y trouve modifiée (en 11 paires de textes brefs centrés sur la page) et si le propos général relève davantage de ce qui fonde la démarche de l’auteur, en autant de balises qu’il tenterait de suivre, d’axes privilégiés : DIRE / TOUT / ÉTRANGER / HOPKINS / LA VOIE / ITALIE / CRÉER / etc. :

UNE ORGIE
de lecture
il faut avoir tout lu
et puis
de tous ces mots
écrire
un livre
qui n’existe pas
             Ce qui a donc été fait.

Bruno Fern
2 mai 2010






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TODROS HA-LEVI ABULAFIA [17.603]

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TODROS HA-LEVI ABULAFIA

Todros Abulafia (Toledo, 1247 - 1300) fue un poeta hispanohebreo, emparentado lejanamente con Meir Halevi Abulafia, pero sin relación próxima con Abraham Abulafia. Recopiló sus poemas en un diván, el Jardín de proverbios y enigmas, en 1298.

Todros ben Yehudá Halevi Abulafia nació el año 1247 en Toledo, donde vivió la mayor parte de su vida. El idioma árabe estaba, ciento cincuenta años después de haber sido reconquistada la ciudad, todavía en uso, y Todros estudió pronto árabe, y dominaba tanto el lenguaje como su literatura. También es probable que le fuera familiar la literatura vernácula cristiana.

Ambicionando hacer carrera en la corte de Alfonso X El Sabio, Todros logró, a través de un rico e influyente cortesano judío (cuyo favor ganó dedicándole numerosos poemas), conseguir una audiencia con el mismo rey. Además de su trabajo como poeta en el contexto de las cortes judías, Todros sirvió como recaudador de impuestos y correo diplomático.

Hacia 1279 el rey, cuya religiosidad aumentaba con los años, ordenó al patrón de Todros recaudar una extravagante cantidad de dinero entre la comunidad judía, para sufragar una campaña militar. El hijo del rey desvió los fondos en su propio interés y las tropas quedaron varadas. La furia de Alfonso llevó a la ejecución del patrón de Todros.

Todros era bastante mujeriego, y gustaba de tener relaciones con mujeres gentiles (cristianas y árabes), lo que se refleja en sus poemas. Como esas relaciones estaban prohibidas, Todros y sus amigos se metieron en problemas y fueron encarcelados dos años después; los capturaron cuando estaban en la sinagoga, junto con gran parte de los judíos de Castilla, que la Iglesia pretendía convertir. Todros escribió numerosos poemas durante su tiempo en prisión, y fue liberado ese mismo año. De algún modo, Todros consiguió reconquistar cierta posición en la corte del sucesor de Alfonso, su hijo Sancho IV (d. 1295).

No hay mucha información sobre los últimos años de su vida, y las evidencias firmes desaparecen tras 1298, cuando recopiló sus poemas en un diván, que tituló Gan HaMeshalim veHaHidot (Jardín de proverbios y enigmas).

Jardín de proverbios y enigmas

Todros recopiló su Jardín de proverbios y enigmas en 1298. Acompañó los poemas de un encabezamiento descriptivo, a la manera tradicional (aunque la mayor parte en hebreo en vez de en árabe). Escribió también una introducción a la antología que recuerda al diván de Ha Nagid y la crítica de Ibn Ezra.

Tras su muerte, no hubo prácticamente mención de su poesía en la literatura hasta el siglo XVII, en que su diván fue copiado en Egipto y el manuscrito circuló entre los coleccionistas de antigüedades de Iraq y la India. Ya en el siglo XX, el manuscrito llegó a manos de David Yellin, uno de los más importantes eruditos en poesía medieval hebrea de su época, quien preparó una edición crítica que fue publicada en tres volúmenes entre 1934 y 1937.




Me he esforzado en el amor 

Me he esforzado en el amor y nada he logrado 
y estoy atrapado en la trampa de un venadillo: 
una muchacha árabe. 
Mi alma 
tiene tanta hambre de un beso de su boca, 
que quisiera convertirme en una mujer: 
porque ella sí besa a las mujeres; 
pero estoy perdido, porque soy varón. 



Todros Ben Yehuda Ha-Levi Abulafia trazó en el campo poético senderos particulares. Una de las orientaciones más interesantes en su poesía es la introducción de expresiones extraídas de la tradición religiosa en poemas de puro carácter profano. El poeta se dirige a Dios con expresiones provenientes de un contexto general y nacionalista, utilizando una estructura característica de la poesía religiosa, para pedir ayuda para resolver problemas cotidianos; por ejemplo, invoca a Dios para que le ayude en su tarea de recaudación de impuestos y para que le alivie el molesto picor molesto de un ojo. Por ejemplo el poema encabezado: «el poema que escribió cuando deseaba
hablar con el rey sobre uno de los asuntos».


Yendo a casa del que es de hueso y carne, 
mis labios te expresarán alabanzas 
y anunciarán buenas nuevas. 
Me apoyaré sólo en su misericordia y a quien en Dios
se apoye ¿acaso le faltará el bien? 
Y confiaré en él con todo mi ser, y todo aquel
que en este mundo fue creado, me obedecerá, 
y Dios influirá en el corazón del Rey y sus ministros, 
según mis deseos, destruirá a los aduladores con palabras falsas
en sus bocas y guardará a los dotados de inteligencia y moralidad 

(Todros, 643 IB p. 99).


Además del Gan ha-mesalim we-ha-hidot, la obra poética de Todros ben Yehudah consta, como ya hemos indicado, de 48 poemas adicionales, moaxajas en su práctica totalidad.
Como él mismo nos explica, al compilar su propio diwan, Todros ben Yehudah Abulafia añadió a la mayoría de sus poemas un encabezamiento en prosa rimada, casi siempre en hebreo, pero en algunos casos, especialmente cuando eran breves, en árabe; le puso por nombre Jardín de los Proverbios y Enigmas, y también en prosa rimada le añadió la siguiente introducción:

Dijo Todros ha-Leví:


Al ver que a causa de las muchas
idas y venidas,
en los arriates de los jardines
se pudrían esparcidas mis melodías,
y que al estar cambiando continuamente de residencia
y viajando sin cesar,
mis pensamientos,
que habían sido dueños y señores,
partiendo de la cúspide de Ia hermosura
habían ido a parar a lugares de espanto,
y que estaban mis poemas perdidos
cual rebaño sin pastor,
desperdigados por todas partes,
dispersos, sin ninguna unión,
solitarios, cual pájaro
sobre el tejado,
concentré toda mí atención
en ese desierto»
y reuní algunas de mis composiciones
que estaban diseminadas y dispersas,
retoños que destacan
por encima de toda poesía;
planté, en este libro, jardines y vergeles
para que sirvieran de instrucción y testimonio 
y revestí el JARDÍN DE LOS PROVERBIOS Y ENIGMAS
con el ropaje de sus preciosos árboles.
No presté atención a lo escrito antes y después,
sino que me fijé únicamente en que formaran grupos,
como cancioncillas y endechas,
cantos de amor y agradecimiento,
de forma que tanto las antiguas como las recientes
estuvieran todas juntas.
De muchas que habían sido sólo encontré unas pocas,
cual gota de agua en el vasto y espacioso mar;
que mire y vea el Señor 
y devuelva a sus dueños las que se han perdido,
pues para los tiempos presentes fueron escritas,
pero también para ser recitadas en el futuro.
Como encabezamiento a cada poema voy a redactar unas palabras
en prosa rimada que cautiven los espíritus
y expliquen el contenido del poema,
pues el final de un relato es mejor que su comienzo.
De esta forma no pocas expresiones puras y novedosas
en mis palabras quedarán prendidas,
y muchas formas poéticas de la gente del país
se recitarán en hebreo.
Si recubrí con un manto de alabanza
a algunos de los hombres renombrados de Ia comunidad
lo hice sin la esperanza
de que fuera recompensado mi poema,
ni de recibir, a cambio de palabras,
regalos de cornalinas y topacios,
sino para realizar mi obra poética de la mejor forma
o por el mucho amor que me abrasa,
que es cual el ardiente fuego de la profetisa
mujer de Lappidot.
Y aunque allí se encuentran amorosas palabras
y dichos de mancebos y doncellas,
a cielos y tierra pongo por testigos
para que den fe de mis palabras
de que no hay en mis poemas nada lascivo
¡lejos de mí tal maldad!, ni pecaminoso, ni arrogante,
sino que son para dar a conocer lo que está oculto
de forma poética,
y mostrar que la Lengua Santa es deliciosa para la poesía,
no menos que la árabe, y que pueden expresarse en hebreo cosas sublimes,
como era costumbre entre los Profetas
y en los preceptos enseñados a los hombres.



La obra poética de Todros ben Yehudah Abulafia, que entronca directamente con la de los grandes poetas hebraico-españoles de los siglos precedentes, llamó poderosamente la atención del gran historiador de los judíos en España, el prof. Y. Baer quien vió en los poemas preciosistas y cultivados del joven Abulafia un singular testimonio de la situación personal del poeta y de la nobleza judía durante el reinado de Alfonso X y de su hijo Sancho IV, monarcas a los que Todros sirvió directamente asistiéndolos en sus finanzas.

Nació Todros ben Yehudah el año 1247 según puede fácilmente deducirse de una de sus poesías:


Mirad el grato libro,
bello para la inteligencia;
ni, como el oro, se oscurece,
ni, como el precioso metal, cambia;
veinticuatro años desde el día de la Creación
han transcurrido
y diecisiete son los años
del que recita sus poemas



A pesar de no haber recibido Todros ben Yehudah Abulafia de su señor la esperada dispensa a las órdenes del rey que Ie autorizara a vestir y cabalgar con el lujo y la pompa que acostumbraba, el propio poeta reconoce haberse beneficiado de la generosidad de su protector:


Ayer me cubrió, con sus mercedes,
de regias vestiduras, de un glorioso manto,
diariamente sus dones me presentan,
aves, cabritos y toda clase de manjares
y una apreciada muía...



Pero en aquellos aciagos días de principios de 1281 tampoco se libró nuestro poeta de la cólera del rey Alfonso ni de conocer de forma directa las prisiones del rey Sabio; gracias a ello ha llegado hasta nosotros este hermoso poema, en cuyo encabezamiento se compara a «José», sintiéndose injustamente perseguido y encarcelado; por eso hace suyas las palabras del hijo de Jacob: 

«Pues furtivamente fui hurtado del país de los hebreos y tampoco aquí hice nada para que me arrojaran al calabozo» (Ge 40, 15).
Emplea también el término «egipcios» para designar a sus persecutores y guardianes y, en general, a todos los que le rodean:


Encabezamiento

Y me arrojó el rey al calabozo 
juntamente con otros hombres principales,
al lugar donde estaban detenidos
los prisioneros reales.
Nada se nos dió para comer ni beber
salvo las aguas amargas.
A piojos y ratones, en cambio,
servíamos nosotros de alimento.
Enjambre de abejas nos rodeaba
para que no entrara ni saliera ningún compañero.
Voces como de golondrinas y tórtolas oí
como cuando en el monte se persigue a la perdiz;
y, entre los egipcios,
pronuncié estas palabras:


Poema

Por vida del amor, pajarillos,
volad hacia los amigos,
llevadles saludos de los que sufren
encarcelados en profunda prisión.

Por favor, decidles que están
hambrientos; que en verdad
el llanto es su único alimento,
la sangre del corazón su bebida.

Yacen como fetos
en un oscuro y profundo foso, entre
pulgas, mosquitos y piojos
se consumen y descansan,

Insignificantes bichos que aún
no han sido nombrados con un nombre
pululan por allí
como amantes en época de celo.

Allí zumba Ia mosca a Ia abeja 
y chirrían los dientes
de las ratas; juntamente contra cuerpos y almas
su emboscada preparan,
Nuestros opresores son enemigos diligentes,
nuestros guardianes,
y hasta los mismos cuervos recibieron órdenes
de negarnos el pan.




Encabezamiento

Al presentarme ante el rey para entrar a su servicio le entregué una copa labrada artísticamente, en cuyo borde mandé grabar la siguiente inscripción:


Poema

Jamás ha visto la fidelidad castigo
desde que DON ALFONSO como rey fue investido.
Al venir a serviros, a vuestra majestad traigo
una copa con un poema grabado.
¡Que al mandato de mi señor
nunca se levante vacía!



Otra poesía algo más larga dedica Todros a la alabanza del rey Alfonso. Es el último de los 48 poemas de ceñidor editados primero por H. Brody y posteriormente por D. Yellin, pero como ambos autores hacen notar se trata de una excepción, ya que no es una moaxaja. No tiene encabezamiento y consta de cinco estrofas con cinco versos endecasílabos cada una que riman del modo siguiente: abbaccb, abbaddb... En la primera estrofa faltan los versos 3 y 4a como hace notar el prof, D, Yellin. He ahí su traducción:



Cuán hermoso es la orden del rey obedecer.
Toda amargura DON ALFONSO aleja.
Su voluntad se cumple cuando algo decreta.
3
4a
En él no hay maldad, de ningún bien carece.
Nadie hay que el himno de su alabanza concluir pueda,
pues su loa no cabe en ningún poema.
Todo el bien que le otorgó el Creador Quien lo cantaría,
inmenso trabajo para un corto dia,
juntándose las creaturas, ni aun así podrían.
No tiene parangón entre los vivientes, no tiene igual.
Que no haya menesterosos en su único defecto, 
Su piedad convierte al indigente en príncipe heredero
Hombre valeroso, sólo la justicia ciñe sus caderas.
Sobre sus corceles galopa en la batalla, 
no se diga que para la victoria la montura es vana 
Riquezas no ambiciona, sólo quiere donarlas.
a Poderosos o míseros, el «no» nunca hallan entre sus palabras.
Responder sí y otra vez sí es lo único que anhela.
Su misericordia como el sol reluce como la luz del alba.
Su excelencia sobre las excelencias cual la luz destaca. 
Ama a todos los costados va volando su fama;
ya que su piedad, para volar, le dio alas.
Estrellas son los reyes, sólo él es el SoI
que nunca se eclipsa, ni lo cubren las nubes,
ni tiene noche, ni hay que ocultarse de su calor.
Siempre alumbra, y cual nube, sobre todos, su lluvia derrama.


JUDIT TARGARONA
Universidad de Granada







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AL-ACMA AL-TUTILI [17.604]

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Al-Tutili

Al-Acma al-Tutili o Abu l-Abbas Ahmad ibn Abd Allah ibn Hurayra al-Absi al-Acma al-Tutili (muerto en 1126) fue un poeta andalusí.

Al-A'ma' quiere decir 'el ciego' y 'Tutili' significa 'de Tudela', (Navarra). Al-Tutili nació en Tudela, pero creció en Sevilla y también vivió en Murcia. Murió a una edad joven y fue uno de los poetas y escritor de canciones (moaxaja y zéjel) más conocidos del período almorávide (1091-1145). Compitió con Avempace con composiciones ingeniosas en la corte de Ibn Tifilwit, el gobernador almorávide de Zaragoza. Escribió panegíricos dedicados tanto a los almorávides1 como a los Banu Qasi de Alpuente (Al-Sahla) alcanzando la fama con sus poemas de temática amorosa. Especialmente conocida es la elegía que escribió a la muerte de su esposa, a quien invoca con el nombre de Amina.


Moaxaja (fragmento) 

Lágrimas que se derraman y un pecho que arde: 
¡Agua y fuego! 
¡Cosas que nunca se unieron salvo por instantes! 
Por mi vida, es duro lo que ha dicho el censor, 
Pues la vida es breve, y las batallas del amor son largas. 
¡Oh, por los suspiros que traicionan al que ama! 
¡Y oh, por las lágrimas que corren como arroyos! 
El sueño está prohibido, lejos está cualquier milagro. 
¡No hay paz ni tranquilidad! 
¡Volaría, sin embargo no encuentro dónde volar! 
Oh, Ka’ba, hacia donde todos los corazones viajan 
Heridos de pasión que llama y respondiendo al amor, 
Llamaste a un pecador de regreso hacia ti; 
¡Aquí estoy! ¡No atiendo a las palabras del espía! 
Permíteme viajar y rezar allí dentro; 
¡No pongas excusas! 
Mi corazón es la ofrenda y mis lágrimas las piedras. 
Bienvenido sea él, aunque me exponga a la muerte; 
De cintura flexible y de ojos lánguidos. 
Oh, dureza del corazón que el amor ve suave, 
¡Me has enseñado que el pensamiento puede ser hostil! 
Desde que él se esfumó de aquellas noches que fueron cortas 
¡Mis lágrimas manan profusamente, 
Como si en mis párpados hubiera afiladas espadas! 
He elegido un señor que condena injustamente; 
A él aludo sin revelar su nombre 
¡Mi justicia se asombra a la vista de sus maldades! 
A él puedes preguntarle por el pacto y la negación. 
Él arrancó, de mi sincera pasión, toda mi obediencia. 
No puedo resistirme a él bajo ninguna condición: 
Un señor que acusa, trata duramente y se demora; 
Que me dejó en prenda a la angustia y la enfermedad, 
Y luego cantó con un aire entre el descaro y el amor: 
“Meu l-habib enfermo de mi amar. 
¿Que no ha d’estar? 
¿No ves a mibe que s’ha de no llegar?" * 

* "Mi amado está enfermo de amarme / ¿Cómo no lo ha de estar? / ¿No ves que le prohiben acercarse a mí?" 




Moaxaja I

Miradas de dulce embrujo
de amor me han llenado el alma,
más la grana de esa boca
que aun al censor es sagrada.

                    1

Si el corazón de esa cierva
se ablanda, posará el mío.
De su rebaño no cuida,
ni ve que el mío se ha huido.
Ella es todo para ella
y para mí, y la he perdido.
Estas son, ay mis censores,
de amor señas declaradas:
suspiros abrasadores,
aunque se aneguen en lágrimas.

                    2

Lo que ese talle de palma
carga sobre mí me abruma.
Que yo vele y ella duerma
me conduce a la locura.
No halla el corazón respiro
de tanto amor y amargura.
Deja de mi ser un poco
(ni creo que a quedar vaya),
y así verás a qué extremos
me conduce mi desgracia.

                    3

Mía, al lado de Hauzáni,
es la flecha ganadora.
¡Oh sable fino del Yemen
al que sus hazañas doran;
ángel con semblante humano
que la descripción desborda;
león de las espesuras;
muerte que plazos señala;
aurora que, cuando brilla,
el mundo entero engalana!

                    4

Abu Hafs, párate un punto.
Magias te recito: atiende.
De ti se gloria el imperio:
de un corazón bravo y fuerte.
El mío toma en albricias,
si a tu lado has de acogerme.
Para nutrir a los hombres
Dios te hizo a ti pura dádiva.
¡Tanta merced celebremos!
¡Subamos cimas tan altas!

                    5

A una de teñidos dedos,
que es de la belleza esencia,
doncella que todos miran
y que ilumina estas tierras,
fui a ver, entrando el verano,
y cantó por mí y por ella:
¡Albo día este día,
día de la Ansara en verdad!
Vestiré mi jubón brochado
y quebraremos la lanza.

Abu l-Abbas Ahmad ibn Abd Allah ibn Hurayra al-Absi al-Acma al-Tutili, incluido en Poesía de Al-Andalus (Asociación Andaluza de Profesores de Español Elio Antonio de Nebrija, Sevilla, 1999, varios trad.).









ALEX EPSTEIN [17.605] Poeta de Israel

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Alex Epstein 

Nació en Leningrado (San Petersburg) en 1971 y migró a Israel a la edad de ocho años. Ha escrito cuatro colecciones de historias breves y tres novelas. Su obra ha sido traducida a al inglés, francés, español, ruso, griego, holandés, croata e italiano. Obtuvo en 2003 el Premio Primer Ministro de Literatura. En 2007 participó en el programa internacional de escritura en la Universidad de Iowa. En 2010 fue escritor residente en la Universidad de Denver. Enseña escritura creativa en Tel Aviv.



El angel soñado por Brod y Kafka

Una vez Max Brod soñó con un ángel que sólo tenía el ala derecha. El ángel tocó la puerta de Brod y le preguntó donde vivía Kafka. Brod le indicó cómo llegar. Pensó, en su sueño, que nunca había visto en su vida algo tan atroz como este ángel de ala única. El día después Brod se encontró con Kafka. Kafka le contó que la noche previa había soñado con un ángel sin alas que le pidió la dirección de Max Brod.

(Traducción de Leonardo Valencia)



La luna real

Una vez, en Venecia, fotografié el cielo. Era invierno y su textura amarillenta se asemejaba a la tierra seca y quebrada. Ahora no tengo cómo probar que se trataba efectivamente de Venecia y que no estaba enamorado. Ni siquiera puedo asegurar la veracidad de esta otra breve historia: en un zoológico un niño de cuatro o cinco años corre hasta el letrero en el que han dibujado un elefante y exclama: “¡miren, un elefante!”. Sus padres no logran convencerlo para que mire a los elefantes que se pasean más allá de la zanja. “Miren, un elefante...” - susurra. Permanece por más de una hora junto al letrero. Cuando llega, por fin, el momento de marcharse, se alza en puntas de pie y besa la frente del animal.

Traducción: Gerardo Lewin



Otro encuentro bajo la lluvia

...y el viajero en el tiempo prosiguió hasta llegar al día de su propio funeral. Le habían advertido acerca de las paradojas por lo que, a la salida del cementerio, sólo le susurró esto a su anciana esposa: mañana volveré a enamorarme de ti a primera vista.

Traducción: Gerardo Lewin




Alex Epstein was born in Leningrad (St. Petersburg) in 1971 and moved to Israel when he was eight years old. He is the author of four collections of short stories and three novels; his work has been translated into English, French, Spanish, Russian, Greek, Dutch, Croatian, and Italian. In 2003 he was awarded Israel’s Prime Minister’s Prize for Literature. In 2007 he participated in the International Writing Program at the University of Iowa. In 2010 he was writer in residence at the University of Denver. He teaches creative writing in Tel Aviv.

Blue Has No South and Lunar Savings Time, his collections of short-short stories, are available now in English, from Clockroot Books.




From Lunar Savings Time, Clockroot Books, translated from the Hebrew by Becka Mara McKay:


On the Power of Russian Literature

My great-grandmother once shut a book by Tolstoy so hard that a spark came from its pages, and the spark climbed up the curtains, and ignited a fire, and our summer house went up in flames. I did not inherit this talent of my great-grandmother’s, but once I did try to write a story in which everything took place in reverse: the summer house goes up in flames, the curtain burns, a spark catches in the pages of Anna Karenina, and so on: my great-grandmother shut the book so hard that the fire was extinguished.



How the iPad Saved the Short Story

The truth of the matter is that the iPad did not save the short story, and in any case this was not the reason that one man, fed up with his life, jumped from the window of his apartment on a high enough floor. And then, in the middle of the journey to the sidewalk, he suddenly discovered he could actually fly. He began to hover above the city streets, and flew up and down and forgot that he had just jumped from the window to die, and even cautiously approached the utility lines (without which the world is demilitarized from sadness). After a few minutes, when he turned in the general direction of his window, he could no longer fly. He started to fall, managed only to think he should ascend one last time, but it was no use, he spun through the air, plummeting and crashing on the road just a few minutes’ walk from his home. What a brief and bizarre kind of grace this was. But grace nonetheless.



Gravity

My grandmother Rosa—I’ve changed a few details in this story—kissed Yuri Gagarin in 1961 in an elevator in Moscow. Which is to say, this wasn’t Gagarin, this wasn’t in an elevator, and above all in 1961 my grandmother was already living in St. Petersburg. More than once in my childhood, I saw my grandfather floating next to her in their apartment, a few centimeters above the parquet floor. I never saw a man float higher.



On the Painter of Doors

And so this painter used to go into residential buildings, jam a match into the light switch in the hall, drag his easel up the stairwell in search of another door he would paint, and so on. (Sometimes he would stay and work in the stairwell in the classic silence of night.) He painted, in oil on canvas, more than three hundred doors. It’s not unreasonable to assume that all his life he has loved the same woman.




From Blue Has No South, Clockroot Books, translated from the Hebrew by Becka Mara McKay:


A Wayward Text Message

From time to time, even though all the batteries were supposed to be sent to another warehouse, a short tune bursts from one of the phones in the used cell phone warehouse. The sleepy guard locates the defiant device and erases another love message that will go unclaimed.



More Names for Rain

The monk’s students asked him, what is Zen? He answered: It will rain in a moment; his students hurried to shelter him with umbrellas. The monk said: Now the rain has ceased.



All the Positions of Sleep

The spaceship drifted into deep space many years ago. Her transmissions grew more and more infrequent. The cosmonaut sends a greeting to his wife, and reports that even in conditions of weightlessness, in his dreams he always wakes up beside her in a different position than the one he fell asleep in.






MARÍA FERNANDA IWASAKI [17.606] Poeta de Perú

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María Fernanda Iwasaki 

(Lima, Perú, 1989). 

Licenciada en arte dramático por la RESAD y máster de literatura española e hispanoamericana por la Universidad de Salamanca. Poeta y actriz.

Ha publicado los poemarios Una vida escrita a mano (Premio Gustavo Adolfo Bécquer,2001 y Ordenando el armario (2008). En la actualidad reside en Berlín, donde redacta su tesis doctoral sobre los textos teatrales del Marqués de Bradomín.



Yo en sus poemas

Soy todo lo que queda de ti,
si estas páginas supiesen hacerme
el amor dejaría
de extrañarte. Escarbo siempre
más lejos, desentierro tus órganos
de papel, te descubro a trozos, entre
puntos y semillas. He saboreado
tantas noches tu tinta. Fui
pájaro y pluma, libre
entre tus manos. Quisiera
plegar la cama, prensar mi cuerpo
entre sus sábanas, hacerme
dibujo, ilustrar tu nido.



Poemas que pertenecen al libro inédito, El cielo que abandonamos:


LA ETERNIDAD

Sobre la espera hay un jardín de muchos árboles
y un olor a mermelada fresca.
Bajo la espera nosotros,
también erguidos, fermentamos.

La eternidad es un perfume.




A ETERNIDADE

Sobre a espera há um jardim de muitas árvores
e um cheiro a marmelada fresca.
Sob a espera nós,
também erguidos, fermentamos.

A eternidade é um perfume.

Tradução: J.G




LO QUE LES DA MIEDO

Tú nunca estarás sola
y no te envidio,
me gusta la vida contigo.
Desconoces lo que se siente cuando andas cerca.
Eres lo que hay después,
si existe algo después de todo.
Y es cierto que desaparece el miedo
y nos reconciliamos con la memoria
y todo es un ocurrió
que prosiguió su curso sin nosotros.
Y es cierto que viene el oscuro
y en el oscuro nos hacemos luz,
y que en la luz
uno se siente
desaparecido y único.
Tú eres para siempre
soledad,
eso es lo que les da miedo.



O QUE LHES DÁ MEDO

Tu nunca estarás sozinha
e não te invejo,
gosto da vida contigo.
Desconheces o que se sente quando andas por perto
És o que há depois,
se existe algo depois de tudo.
E é certo que desaparece o medo
e nos reconciliamos com a memória
e tudo é um aconteceu
que perseguiu o seu caminho sem nós.
E é certo que vem o escuro
e no escuro nos fazemos luz,
e que na luz
a gente sente-se
desaparecido e único.
Tu és para sempre
solidão,
isso é o que lhes dá medo.



EL DILUVIO UNIVERSAL

Hasta aquí nos siguió el ruido,
la carcajada imposible que anuncia la caída,
y ese cuerpo azul que parecía eterno.
Aún nos brilla en el espacio
la furia del salto,
la pasión de aquel desliz maravilloso.
El único, el irrevocable,
el imperdonable desliz de haber vivido.
Yo soy como esos charcos nuevos
los de este invierno
gris.



O DILÚVIO UNIVERSAL

Até aqui seguiu-nos o ruído
a gargalhada impossível que anuncia a queda,
e esse corpo azul que parecia eterno.
Ainda nos brilha no espaço
a fúria do salto,
a paixão daquele deslize maravilhoso.
O único, o irrevogável,
o imperdoável deslize de ter vivido.
Eu sou como essas poças novas
as deste Inverno
cinzento.

Tradução: J.G




HUGO MILHANAS MACHADO [17.607] Poeta de Portugal

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HUGO MILHANAS MACHADO 

(Lisboa, Portugal  1984).

Autor de:

Poema em forma de nuvem (2005),
Masquerade (2006),
Clave do mundo (2007),
Entre o malandro e o trágico (2009),
As junções (2010) e
Uma pedra parecida (2013);

Professor do Camões I.P. na Universidad de Salamanca; ciclista amateur.


SUPERMERCADO (ES)

Mi parte es la niebla cuando te acercas, el dibujo de dos y la calle. Tú mueves las piedras, las piedras tus pasteles, como un toro la piedra y muralla tu nombre. La sintonía de canción conocida, otro poema conocido.

Versión libre del autor
Salamanca, 27 de Janeiro de 2014



SUPERMERCADO 

Tu a chegar faço meu
o muro de névoa
que na rua só desenho
de dois se conheça

Mexes as pedras
tu mexes os teus pastéis
é como touro de família a
pedra por sintonia

Salamanca, 27 de Janeiro de 2014



CUADRA Y OLEAJE 

Mostrados todos los dibujos del barco canto un modo muy lejano en el balanceo de la ola, la ola es la cuadra, saber onde queda onde inventar la playa, ese palo levantado en la cuadra: ahora mismo, mi frase más sana.

Versión libre del autor
Salamanca, 19 de Janeiro de 2014



UMA QUADRA 

Mostrados os desenhos todos do barco
canto modo longe no embalo da vaga
saber onde fica onde inventar a praia
esse tal pau na quadra levantado

Salamanca, 19 de Janeiro de 2014



LETRA DEL TRABAJO

El mar es un trabajo y haber pasado, hermosa la fuerza en la actividad y el diálogo, también algún confort en los abrazos, una estrella, una carretera de músicas. La letra un trabajo y una costumbre, seguridad hermana la de algunos amigos. Me crece el imperio, es muy monarca el impulso del músculo cuando el cuerpo es simple cuerpo, un triunfo definitivo en los excesos. Me doy cuenta del punto de giro, investigo el eje del giro. El buen cuarto es un trabajo, a veces un regalo, y el primer poema del año.

Versión libre del autor
Salamanca, 24 de enero de 2014



A LETRA É UM TRABALHO

O mar um trabalho
treinada segurança na intuição da festa
o lembrar peça de roupa e gostar
desse plano que mudou

Termos no gozo aqui passado
mas convencidos em estrada das músicas
era força concedida na actividade
era bola conforto nos abraços

A letra um trabalho
e viragens estranhos repentes
viragens as melosas no crescer do império
todo monarca é o impulso do músculo

Se quando o corpo é só corpo um costume
triunfo capaz e último no exagero
como esforço nas diversões
o bom quarto um trabalho para dar

 (inédito).
Salamanca, 17 de Janeiro de 2014







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INÊS FONSECA SANTOS [17.608] Poeta de Portugal

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INÊS FONSECA SANTOS 

(LISBOA, 1979)

Jornalista e escritora.

Tirou o curso de Direito (Faculdade de Direito de Lisboa) e fez o mestrado em Literatura Portuguesa Moderna e Contemporânea (Faculdade de Letras de Lisboa).

Na televisão, trabalhou como jornalista nos programas Sociedade das Belas Artes, Laboratório (ambos da SIC Notícias), Câmara Clara e Diário Câmara Clara (ambos da RTP 2), do qual foi editora e apresentadora. Foi ainda responsável pelos conteúdos editoriais da série documental Tradições – Retalhos da Vida de um Povo (SIC Notícias).

Escreveu o ensaio A Poesia de Manuel António Pina – O Encontro do Escritor com o seu Silêncio (Dep. Estudos Românicos da FLUL); a biografia Produções Fictícias – 13 Anos de Insucessos (Oficina do Livro); os livros de poesia As Coisas, com desenhos de João Fazenda, e A Habitação de Jonas, com ilustrações de Ana Ventura (ambos da Abysmo); e o livro infanto-juvenil A Palavra Perdida, ilustrado por Marta Madureira (Arranha-Céus). Escreveu ainda para o Prontuário do Riso (Tinta-da-China) e colaborou com várias revistas: Ficções, Relâmpago, Textos e Pretextos, Elle, entre outras. Textos seus figuram em antologias portuguesas e estrangeiras.

Foi coordenadora do programa de rádio A História Devida (Antena 1/ Produções Fictícias) e organizou, com Nuno Artur Silva, a Antologia do Humor Português (Texto).

Na Casa Fernando Pessoa, coordenou o ciclo Humor de Pessoa (2013) e, ao longo de 2014, é responsável, com Filipa Leal, pelos debates Os Espaços em Volta.

A convite da Fundação Calouste Gulbenkian, é comissária do colóquio É então isto para crianças?: Criações para a infância e a juventude, que acontecerá em Fevereiro de 2015.

Mantém o blogue PIM! (inesfonsecasantos.blogspot.com), onde escreve sobre criações para a infância.




Y sucedía entonces el regreso de ella.

Ella regresaba a casa cada vez más
distante de él: por dentro de las paredes,
como un animal
manso.

Descalza, iba  por la madera; en las manos, los zapatos
soltando piedras.

Él la buscaba
recogiendo piedra a piedra
un destino:

el destino de él,
el destino de ella.

 “A habitação de Jonas” (abysmo, 2013)




E acontecia então o regresso dela.

Ela regressava a casa cada vez mais
distante dele: por dentro das paredes, como um animal
manso.

Descalça, ia pela madeira; nas mãos, os sapatos
soltando pedras.

Ele procurava-a
colhendo pedra a pedra
um destino:

o destino dele,
o destino dela.

A habitação de Jonas (abysmo, 2013)




En esos días, me recordaba: un planeta por estrella.
Y me acordaba de todo lo que había aprendido
en la escuela, en la catequesis, en el recreo

sobre la tierra, una cosa creada por alguien
para servir la casa: una costilla entablada en un mito,
una piedra esculpida como ilusión.

En ese planeta,
como en esta ciudad,
como en esta casa,
como en este cuarto,
como en esta pared,
ya se dijo todo lo que había que decir,
recordaba yo en esos días.

Y en eses días salía de casa
en dirección a la ciudad,
tropezaba demasiado en las calles
sin conseguir siquiera culpar
la geometría de la calzada portuguesa.

La culpa era del corazón contra las piedras
del corazón amansando las piedras.

A habitação de Jonas (abysmo, 2013)



V 

Nesses dias, recordava-me: um planeta por estrela.
E lembrava-me de tudo o que aprendera
na escola, na catequese, no recreio

sobre a terra, uma coisa criada por alguém
para servir a casa: uma costela entalada num mito,
uma pedra esculpida como ilusão.

Neste planeta,
como nesta cidade,
como nesta casa,
como neste quarto,
como nesta parede,
já se disse tudo o que havia para dizer,
recordava-me eu nesses dias.

E nesses dias saía de casa
em direcção à cidade.
Tropeçava demasiado nas ruas
sem conseguir sequer culpar
a geometria da calçada portuguesa.

A culpa era do coração contra as pedras,
do coração amansando as pedras.

A habitação de Jonas” (abysmo, 2013)



IV 

Había mucho días
que ella pasaba todo el tiempo gritando con él, conmigo.
Después de sonar las campanas, sonaban los gritos de ella.

Ella le preguntaba a él, a mí:

¿cuándo podré volver a escribir poemas de amor?
¿Cuándo podré volver a encender la luz por la noche
no porque tenga sed, sino para ver mejor tu verdadero rostro?

Yo no tenía respuestas, cuanto más él. hasta porque perdía
las preguntas, escondidas, refugiadas
dentro de las burbujas de la pared.

Igual que él, yo solo tenía
en el corazón la desobediencia de las piedras.

A habitação de Jonas (abysmo, 2013)



IV 


Havia muitos diasem que ela passava 
o tempo a gritar com ele, comigo.
Após soarem os sinos, soavam os gritos dela.

Ela perguntava-lhe a ele, a mim:

quando poderei voltar a escrever poemas de amor?
Quando poderei voltar a acender as luzes à noite
não por ter sede, mas para te ver melhor
o rosto real?

Eu na tinha respostas, quanto mais ele, até porque perdia
as perguntas, escondidas, refugiadas
dentro das bolhas das paredes.

Tal como ele, eu apenas tinha
no coração a desobediência das pedras.

A habitação de Jonas (Abysmo,2013)









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JOÃO VASCO COELHO [17.609] Poeta de Portugal

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JOÃO VASCO COELHO

João Vasco Coelho nasceu nos idos de 1979, em Coimbra, Portugal cidade onde vive no presente.

Autor de Na ordem do dia (Artefacto, 2013).



LAS COSAS NOS SON SIEMPRE CÓMO 

ESPERÁBAMOS QUE FUERAN


Por la mañana temprano,
las mujeres llevan seguras
un primer sudor debajo de los brazos.
Toman asiento, con la mano erguida,
pendiente de la luz parcial,
recuerdan la última primavera.

Sus cuerpos, en el autobús,
parecidos a figurines
bazos contraídos, sugieren
un sentido de necesidad,
una voluntad inclinada de confidencias.

Los hijos leen con el dedo,
preguntando, exigentes de cuidados difíciles,
a qué hora llega papá.
Algunas mujeres responden,
suavemente –son las madres.
Otras hacen confidencias
su suerte, ajena a un fértil
río corriente: sí, María, es lo que te dije,
ya he enviado currículuns.

Na ordem do dia (artefatos, 2013)
Traducción: M.V.G/ M.M



AS COISAS NÃO SÃO SEMPRE COMO 
ESPERÁVAMOS QUE FOSSEM 

De manhã cedo,
as mulheres levam seguras
um primeiro suor debaixo dos braços.
Tomam assento, de mão erguida,
pendente à luz parcial,
lembram a última primavera.

Os seus corpos, no autocarro,
semelhantes a figurinos
baços contraídos, sugerem
um sentido de necessidade,
uma vontade inclinada de confidências.

Os filhos lêem com o dedo,
perguntando, exigentes de cuidados difíceis,
a que horas chega o pai.
Algumas mulheres respondem,
suavemente – são as mães.
Outras, confidenciam
a sua sorte, alheia a um fértil
rio corrente: sim, maria, é como te disse,
tenho enviado currículos.

Na ordem do dia (artefatos, 2013)



UNA TIERRA PROPIA LABRADA EN EL ACTA

En el alma
tengo enfermedades delicadas

unas del aire del tiempo
otras simplemente difíciles

diferentes formas de espanto
y la vergüenza de gente como un peso.

Na ordem do dia (artefatos, 2013)
Trad. Montserrat Villar González



UMA TERRA PRÓPRIA LAVRADA EM ACTA 

Na alma
tenho doenças delicadas

umas do ar do tempo
outras apenas difíceis

diferentes formas de espanto
e a vergonha de gente como um peso.

Na ordem do dia (artefatos, 2013)




NINGUÉM ENTRE-NÓS 

Naquele mês

anoitecia muito
sempre que dizia adeus até já

devia ser a profundeza de ir
que só o amor concede.

Na ordem do dia (artefatos, 2013)






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PEDRO CRAVEIRO [17.611] Poeta de Portugal

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PEDRO CRAVEIRO


PEDRO CRAVEIRO (PORTO, 1990)

É Mestre em Estudos Literários pela Faculdade de Letras da Universidade do Porto com a dissertação: hoje sem musa apenas meu nome escrito na blusa: a Beat Generation e o Budismo Zen em Paulo Leminski (2014).
Foto: Vítor Dias




TO DIE IN L.A.

al principio era el verbo
breathe it in and breathe it out
todos los distritos en alerta amarilla
y tus rodillas eran mi casa
ese era el tiempo en que tu pelo
se enganchaba en el desagüe de la ducha
y yo protestaba               mamá no puede ver pelos en el desagüe

al principio era miedo
a amarte por completo
sin olvidarte a la mitad
todas las mañanas te esperaba en la ventana
y repetía, cómo te quiero más
pronto entendí que el miedo por prisión
era la verdad de nuestros flancos
tu sabías como convencerme
y traías siempre un libro para dos
cuántos poemas te escribí
una tarde, lo recuerdo ahora, preguntaste
si mi poesía cambiaría el mundo
está claro que no

al principio era la poesía
en cada chaqueta encontraba un mechero tuyo
en cada café tu sabor
en un paquete de malboro los días más ásperos.

(Inédito, 2015)
Traducción: Montserrat Villar González



TO DIE IN L.A.

no princípio era o verbo
breathe it in and breathe it out
todos os distritos em alerta amarelo
e os teus joelhos eram a minha casa
esse era o tempo em que o teu cabelo
fixava o ralo do chuveiro
e eu reclamava a mãe não pode ver cabelos no ralo

no princípio era o medo
de amar-te por inteiro
sem esquecer-te na metade
todas as manhãs esperava-te à janela
e repetia, como te quero mais
cedo entendi que o medo por prisão
era a certeza dos nossos flancos
tu sabias como me convencer
e trazias sempre um livro para dois
quantos poemas te escrevi
uma tarde, recordo-me agora, perguntaste
se a minha poesia mudaria o mundo
é claro que não

no princípio era a poesia
em cada casaco achava um isqueiro teu
em cada café o teu sabor
num maço de marlboro os dias mais ásperos.

 (Inédito, 2015)



HEARTQUAFE

a estas horas más o menos
estarás cenando en Heimlicher Strasse
la cocina italiana es tu talón de Aquiles
(y a mí solo me gustan las bruchettas)
es más que cierto: mirando hacia el Wesser y café
al final de la noche poesía & currywurst
en las escaleras de BöttcherstraBe

a estas horas más o menos
te espero en el café ceuta
(el sol de septiembre no te trae en la nube
más cercana)
hace algún tiempo te oía en esta mesa
hablando de los nibelungos
del norte de Niflheim
de los burgondos
de los ramphastidos de América
es domingo y yo te imagino lejos
entre mis labios y la taza de café
buscándote en todas las canciones de vh1
resignándome siempre con un grano de arena en el ojo
a estas horas
más o menos

 (Enfermaria 6, 2015)



HEARTQUAKE 

a esta hora mais coisa menos coisa
estarás a jantar em Heimlicher Strasse
a cozinha italiana é o teu calcanhar de aquiles
(e eu só gosto de bruschetta)
é mais que certo: vista para o Weser e café
no fim da noite poesia & currywurst
nas escadas de Böttcherstraße

a esta hora mais coisa menos coisa
espero-te no café ceuta
(o sol de setembro não te traz na nuvem
mais próxima)
há tempos ouvia-te nesta mesa
a falar dos nibelungos
do norte de Niflheim
dos burgundos
das ramphastidæ da América

é domingo e eu imagino-te longe
entre os meus lábios e o copo de café
procurando-te em todas as canções do vh1
resignando-me sempre com um cisco no olho
a esta hora
mais coisa menos coisa








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PEDRO TIAGO [17.612] Poeta de Portugal

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PEDRO TIAGO

Nació en Óbidos, Portugal en 1983. Vive entre Caldas da Rainha y Lisboa, donde estudia Lenguas y Literatura Modernas. Es autor de O comportamento das Paisagens (Artefacto, 2011) y de los blog: lonely gigolo e exanimatus.

Nasceu em Óbidos em 1983. Reparte o seu tempo entre as Caldas da Rainha e Lisboa, onde estuda Línguas e Literatura Modernas.

É autor de O comportamento das Paisagens (Artefacto, 2011) e dos blogues lonely gigolo e exanimatus.



APOYO TÉCNICO 
(CONSIDERACIONES DE PENÉLOPE)

mi vida doméstica e íntima forma parte de esta
mitología de lo cotidiano; quedarse sentada delante de la ventana
comiendo una pera mientras truena, y mi
amante se ducha para liberarse de mi
olor antes de ir al trabajo. tengo la Odisea
de Homero en la mesilla para tener la evidencia de
que nunca seré una poeta en serio. después,
me rasco las piernas. iguales a las de mi madre, las piernas.
grandes. y las caderas, de mujer entera,
de hembra paridera, de bestia mitológica que
origina los pecados, pero después se redime dando
a luz al Salvador del Mundo. mi amante abre una
cerveza y cierra la puerta tras él. truena y la pera
se termina, sin ningún mito, espero semidesnuda
aHomero en la mesa de noche. si Ulises
me amase sería todo más fácil.

O comportamento das paisagens (Artefacto,2011)
Traducción: Montserrat Villar Gonzales



APOIO TÉCNICO 
(CONSIDERAÇÕES DE PENÊLOPE)

a minha vida doméstica e íntima é parte desta
mitologia do quotidiano; ficar sentada à janela
a comer uma pêra enquanto troveja, e o meu
amante toma banho para ficar sem o meu
cheiro quando vai trabalhar. tenho a Odisseia
de Homero à cabeceira para ter a certeza de
que nunca serei uma poetisa a sério. depois,
coço as pernas. iguais às da minha mãe, as pernas.
grandes. e as ancas, de mulher inteira,
de bicho parideiro, de besta mitológica que
origina os pecados mas depois se redime, dando
à luz o Salvador do Mundo. o meu amante abre uma
cerveja e fecha a porta atrás de si. troveja e a pêra
acaba-se, sem mitos nenhuns, espero seminua
o Homero na mesa de cabeceira. se Ulisses
me amasse era tudo mais facil.

 O comportamento das paisagens (Artefacto,2011)




UNA CONVERSACIÓN DE ALMOHADA

te rebelabas, tu espalda doblada,
inclinada hacia delante, los senos rozando
las piernas mientras buscabas un calcetín
debajo de la cama y fruncías el ceño
como un niño que se despierta tarde:
«no comprendo porqué la poesía
tiene que ser tan absurda» y yo te contestaba
que tiene que ser así, porque el mundo
ya está lleno de cosas concretas y útiles
que no tienen ningún sentido.

O comportamento das paisagens (Artefacto,2011)
Traducción: Montserrat Villar González




UMA CONVERSA DE ALMOFADA

revoltavas-te, as tuas costas dobradas,
inclinadas para a frente, os seios tocando
nas pernas enquanto procuravas uma meia
debaixo da cama e franzias as sobrancelhas
numa cara de criança que acorda tarde:
«não percebo porque é que a poesia
tem de ser tão absurda». e eu respondia-te
que tem de ser assim, porque o mundo
já está cheio de coisas concretas e práticas
que não fazem sentido nenhum.

O comportamento das paisagens (Artefacto,2011)



PREVISIÓN MENOS MUSICAL DE UN FUTURO

será posible un día en que los bancos de jardín
sean llevados lejos y en las playas muchos
cuerpos antiguos desagüen, venidos de ríos
y de barcos naufragados. será el tiempo entero, completo, y en
la televisión se dirá que los bancos han quebrado y que en
todo el mundo se sienten los efectos del crash. será posible
que sea ese el momento en que la poesía hable
del crash y de la quiebra de los bancos, en el cine pondrán
películas inmóviles de vida salvaje y durante dos horas
se intentará inculcar el amor por el florecer de una
planta. será el tiempo de animales abandonados,
de papeles amarillentos y viento en las calles, un tiempo
oblicuo, de muchos profetas que hablan sin saber
qué palabras usar.

O comportamento das paisagens (Artefacto,2011)
Traducción: Montserrat Villar González



PREVISÃO MENOS MUSICAL DE UM FUTURO

será possível um dia que os bancos de jardim
sejam levados para longe e nas praias muitos
corpos antigos desagúem, vindos de rios e de barcos
naufragados. será o tempo inteiro, completo, e na
televisão dir-se-á que os bancos faliram e que por
todo o mundo se sentem os efeitos do crash. será possível
que seja essa a altura em que a poesia fale
do crash e da falência dos bancos, no cinema passarão
fitas paradas de vida selvagem e durante duas horas
tentar-se-á incutir o amor pelo desabrochar de uma
planta. será o tempo de animais abandonados,
de papéis amarelos e vento nas ruas. um tempo
oblíquo, de muitos profetas que falam sem saber
que palavras usar.

 O comportamento das paisagens (Artefacto,2011)









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RACHE G. HOFMANNSTHAL [17.613] Poeta de Portugal

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RACHE G. HOFMANNSTHAL 

(COIMBRA, Portugal   1980)

Residiu em Coimbra desde os 9 anos de idade, onde permaneceu até adolescente.

Concluiu licenciaturas em História da Arte (2006) e em Filosofia (2010).

Pós-graduação em Filosofia Geral (2011).

Fez investigação no Centro de História da Cultura (2008) e Instituto de Filosofia da Linguagem(2010).

Para além das áreas de estudos dedica-se à poesia, fotografia e desenho
Foto: Vítor Dias


LA ESCALERA

Hay algo en la vida, cuya presencia difusa
Trae halito de muerto
Miénteme con personas vivas, que acompasadamente matinales,
Recorren las calles de pluralidad estéril,
Con el deseo de mañana.

En el día siguiente somos todos sobrevivientes.

Y  mi madre sin altar,
(extraña coincidencia entre vientre y mujer);
Va por ahí diciendo tonterías,
Padeciendo de desnudez,
Queriéndome universal.

Inedito



O ESCADOTE

Há qualquer coisa na vida, cuja presença difusa
A hálito de morte
Mente-me com pessoas vivas, que compassadamente matinais,
Percorrem as ruas de pluralidade estéril,
Com vontade de amanhã.

No dia seguinte somos todos sobreviventes.

E a minha mãe sem altar,
(estranha coincidência entre ventre e mulher);
Anda por aí a dizer disparates,
A padecer de nudez,
A querer-me universal.

Inédito


(LA) RELIQUIA 

Me atraviesa un estado sordo, saltando en el cuerpo anónimo,
Un yacer de palidez cardiaca, que deletrea el secreto de haber sido niño.
Y de la eternidad provisional.
Se bifurca en torbellinos de tejido neutro, hablados en silaba,
por el discontinuo pulsar del corredor.

En las manos – acaso, – un rostro-retrato reduce la sombra
De lo que fui.

Allí,
Llora una arritmia interna, de lo que no puedo traer a la voz de la boca,
De lo que no puedo transgredir sin altares opcionales;
Vi un vientre materno marchándose, repentino,  cerrándose muerte con pasos de madre.

No me reconocí en un espejo impar, en un momento pasado,
Suspendida la religiosidad, de un cuerpo frío.

Inedito



(A) RELÍQUIA 

Atravessa-me um estado surdo, soltando no corpo anónimo
Um jazir de palidez cardíaca, que soletra o segredo de ter sido criança.
E da eternidade provisória,
Bifurcam-se infinitos torvelinhos de tecido neutro, falados em sílaba,
Pelo descontínuo pulsar do corredor.

Nas mãos-acaso, – um rosto-retrato decresce a sombra
Do que fui.

Ali,
Chora uma arritmia interna, do que não consigo trazer à voz da boca,
Do que não consigo transgredir sem altares opcionais;
Vi um ventre materno a ir-se embora, repentino, fechando-se morte com passos de mãe.

Irreconheci-me num espelho ímpar, num momento já ido,
Suspensa a religiosidade, de um corpo frio.

Inédito




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