Judá Leib Gordon
Judá Leib (Ben Asher) Gordon, también conocido como Leon Gordon, (7 de diciembre de 1830, Vilnius, Lituania - 16 septiembre 1892, San Petersburgo, Rusia) (hebreo: יהודה לייב גורדון) fue uno de los más importantes poetas hebreos de la Ilustración judía.
Gordon nació en familia acomodada, sus padres judíos eran dueños de un hotel en Vilnius. Como un niño privilegiado, fue capaz de estudiar Torá con algunos de los grandes educadores de la ciudad, y pronto demostró ser un estudiante excepcional. Ya había dominado toda la Biblia a la edad de once años, y recitaba cientos de páginas del Talmud. Su vida toma un giro brusco cuando Gordon tenía catorce años, y su padre fue a la quiebra. Incapaz de financiar la educación de su hijo por más tiempo, el joven Gordon comenzó un curso de estudio independiente en una de las muchas salas de estudio en la ciudad. En sólo tres años, había dominado casi todo el Talmud y decenas de otros textos religiosos. Para entonces, sin embargo, fue también arrastrado por el espíritu de la Ilustración que se extiende por toda la ciudad. Empezó a leer literatura secular y el aprendizaje de lenguas extranjeras, y se hizo amigo de algunas de las principales figuras de la Ilustración de la época, entre ellos Kalman Shulman, el poeta Abraham Dob Bär Lebensohn y su hijo Miqueas Joseph Lebensohn.
Con la situación de deterioro financiero en casa, Gordon, entonces con veintidós años, decidió que era tiempo para seguir una carrera. Recibió un certificado de enseñanza del colegio rabínico local y se convirtió en un maestro de escuela en algunas de las ciudades más pequeñas, incluyendo Ponivezh y Telz. Durante los veinte años que pasó como profesor, produjo su obra más importante como poeta y autor. Al tener una reputación sólida, fue invitado por la comunidad judía de San Petersburgo para servir como secretario de la comunidad y de la Sociedad para la Propagación de la Ilustración entre los judíos de Rusia. Murió en San Petersburgo en 1892.
Gordon tuvo una participación destacada en el renacimiento moderno de la lengua y la cultura hebrea. Sus sátiras hicieron mucho para despertar a los Judíos de Rusia a un nuevo sentido de la realidad de la vida, y Gordon fue el apóstol de la iluminación en los guetos. Su estilo hebreo es clásico y puro. Gran parte de su poesía gira en torno a temas bíblicos e históricos. Estos incluyen El amor de David y Michal (1857), el rey Sedequías en la prisión (1879), Las parábolas de Judá (1859), David y Barzilai, Osenath, hija de Potifera, con los dientes de león, y De las profundidades del mar. Sus poemas fueron recogidos en cuatro volúmenes, Kol Shire Yehudah (San Petersburgo, 1883 a 1884); sus novelas en Kol Kitbe Yehuda (Collected Writings of Gordon, Odessa, 1889).
LA PUNTA DE UNA YOD
I
¿Mujer hebrea, quién conoce tu vida?
En la oscuridad vienes y en la oscuridad te vas;
tu dolor y tu alegría, el deseo que tú anhelas
se engendran en tu interior y mueren dentro de ti.
La tierra y cuanto la llena, todo bien y satisfacción
a las mujeres de otro pueblo les es dado como herencia,
pero la vida de la mujer hebrea es servidumbre perpetua
de su dominio no puedes salir;
concibes, das a luz, amamantas, crías
cueces y cocinas, y en muy poco tiempo te consumes.
¿Acaso no fuiste agraciada con belleza y con un corazón sensible.
y te concedió Dios talento e inteligencia?
Pero la Ley es para ti insipidez 1, la belleza es para ti humillación,
todo talento es para ti carencia, (todo) conocimiento maldición.
Tu voz es vergüenza 2 y tu cabello horror';
y ¿qué eres toda tú? ¡Odre de sangre y estiércol 4!
El veneno de la serpiente sobre ti se derrama desde entonces 5
y como a mujer menstruante• tu pueblo te aparta y te arroja
de la escuela, del Templo
y de los lugares de placer para que cargues todos los lamentos.
Es bueno para ti que no conozcas la lengua de tus padres
porque la casa de tu Dios te cerraron,
pues ahora no tendrás que oír esa bendición humillante
«que no los hizo mujer», que rezan a diario 7•
Como a pagano y como a esclavo te consideran
permaneces como una gallina criando polluelos,
¿por qué una ternera (que da corcovos) en dehesa•, una vaca lechera,
se te enseñó a ser?
¿por qué no se ocuparon de tu educación
y aquél que se propone ese plan recibe una maldición?
Incluso el fruto de tu vientre te niega Dios
pues se lleva a tu marido en plena juventud,
y en la flor de tu vida eres una prisionera
y hasta tendrás que atender al cuñado para quitarle la sandalia 9•
Por tu padre lloras más que tus hermanos
aunque a su muerte sólo ellos, no tú, heredan 10•
Pero no sólo los bienes de la tierra te arrebatan
también el rocío de los cielos apartan de ti:
para ellos, mezquinos, destinan 248 preceptos
a ti, la humillada, sólo te conceden tres 11•
¡Qué débil es tu corazón mujer hebrea!
Deseas aprender, vivir, pero no.
¡La semilla de Dios12 se pierde en un lugar seco
sin conocer el sol ni contemplarlo!
Suelo del mundo eres tú 13, fruto que da semilla,
pero tu barbecho no es cultivado, tu pelo dejas crecer libremente;
Aún no es prudente que seas una persona ilustrada
y ya fuiste entregada a un hombre y fructificas,
antes de aprender a ser hija de tus padres
te entregas y eres madre de tus hijos.
Te entregas ¿y acaso conoces al hombre al que te entregas?
¿lo amas? ¿lo miras cara a cara?
¿Amas? Desgraciada ¿todavía no sabes
que en el corazón de la hija de Israel no hay sitio para el amor?
A los cuarenta días de que su madre la conciba
ya dispone su jefe el enlace matrimonial 14
y ¿qué es lo que criticaría si lo viese ahora?
¿qué da, qué añade un amor tormentoso?
un amor como ése no conocieron nuestras madres
¿por ramera será tomada nuestra hermana"?
Cubre tu cabeza con el velo, cubre tu rostro,
y tus rizos por debajo córtalos;
respecto al que te toma en posesión ¿qué miras en él?
¿si es corcovado o débil, viejo o joven?
¡Una sola cosa hay para ti! Ciertamente no eres tú la que elige,
eligen tus padres, ellos te dominan,
como un objeto vendido pasas de una propiedad a otra.
¿Es que son ellos arameos para preguntarle su opinión a la muchacha 16?
La mano de tu padre te domina en tu juventud
y cuando sales de su casa te domina tu marido 17•
Tu marido tampoco creció con lozana juventud
ni plantó una viña, ni se construyó una casa;
cuando se agota su sustento, cuando se acaba la dote
y cuando se entretejen sobre él las ramas del olivo 18
entonces comienza a anhelar una vida activa y dinero
como hombre sin consejo, sin seso ni inteligencia,
y cuando ve que no hay nada, que toda esperanza se ha fugado,
huye y te deja 'agunah 19 •••
Esta es la historia de toda mujer hebrea
esta es la historia de la hermosa Bat-Sua.
II
Aquél que no ha visto a la hija de Jéfer, Bat-Sua,
no vio nunca una mujer hermosa 20
no vio su esplendor, pues no era obra esculpida,
ni labor de un artesano, era una creación de pureza.
De piedras sin labrar fue construida esta costilla
y no se debilitaron en ella fieles talladores;
bajo las manos de ellos su integridad no se corrompió
y el sudor de sus frentes no se comió la vergüenza
por eso todas las excelentes cualidades de las hijas de Sión
encontraron su perfección en Bat-Sua, la más hermosa entre todas ellas.
Pureza, distinción y laboriosidad,
como un hombre excelso con espíritu caído,
el hombro inclinado para aguantar, paciente,
y junto a todo esto un hilo extendido de gracia y bondad.
Si a la modestia le atribuyéramos sangre y huesos
carne y piel cubriéndola
de modo que adquiriera forma humana en la tierra
tendría aquélla la figura y el rostro de Bat-Sua;
pues no fue creada esta mujer igual que todo ser humano,
sino que surgió de la creación de un beso por parte de su Hacedor.
Un rayo de luz tomó del brillo que había a su alrededor
una gota de rocío luminoso y un trozo suave de cielo,
la sonrisa de un justo perfecto y el aroma de la primavera,
y los convirtió en su imagen puliéndolos mil veces,
y un alma pura sacó de aquel tesoro
cuando aún no conocía la tierra y sus deleites
y cuando le pareció bien la insufló en lo creado
y fue un alma viva, la besó
y con este beso una mujer llena de gracia fue creada
que fue llamada por la gente Bat-Sua.
Con un beso nació, con un beso creció.
Ni tutores ni nodrizas rodearon su cuna,
pero su alma en secreto recamaba sin reposo
y las mañanas y los instantes su belleza aumentaban.
Así (como) en la superficie desnuda de una roca la vid introduce una raíz
¡así ella enviaba a las rejas del cielo su verbo magnífico!
La loba amamantó a Rómulo y a Ciro
también a ella le sació de leche sus pechos
pues a la criatura le enseñó su padre Dios
a ser una nodriza incomparable.
La plenitud del sarmiento, la talla de la palmera,
esos ojos, lazos celestes,
la mejilla recamada, púrpura y lana,
ese fuego de leña menuda en la nieve líquida,
esa torre de marfil que llaman cuello,
esa colina de bendición que se oculta a los ojos,
sendas divinas que al viento se levantan,
y la hermosura de la voz que con majestad fluye como el vino.
¿Quién fue el que se consideró tan sabio
que deshonró todo esto sobre las piedras?
Esta graciosa mujer está ante nosotros
con su altura y su forma, con sus huesos y su carne;
todos permanecemos mirándola, sin saciar nuestros ojos
del encanto de su rostro y del conjunto de su majestad.
Veintitrés veces ha renovado el invierno
su estación año tras año sobre su rostro
no ha cometido falta, ha evitado cualquier comida impura.
De que es mujer casada y ya no doncella
tenemos sólo un testimonio fiel:
la peluca sobre la frente 21•
Jéfer su padre era un hombre respetable e importante
en el lugar en que habitaba, la ciudad de Ayalón;
había puesto una flota de carrozas con robustos caballos, una caballeriza,
también un comedor para los viajeros y una posada.
Y su hija era la única señora de su casa,
pues su madre había muerto muy joven,
y los oficiales que iban de paso por esta ciudad,
todos, declaraban unánimemente acerca de ella
que no había en la tierra una mujer tan hermosa
como la judía, hija del dueño de la estafeta de correos.
Declaraban sobre ella aquellos tallos de lirios
que tal vez, si la hubiesen enseñado, habría aprendido a tañer;
que tal vez ese pie de gacela haría maravillas
si no le hubieran impedido bailar.
No había ido a la escuela, no había aprendido gramática
pero la lengua de tal o tal pueblo claramente habla
según la necesidad del momento y según todos los preceptos era «el modelo»,
tejía, bordaba, lúlaba, cosía.
Escuchad su agradable voz cuando canta suavemente
y hace dormir por la noche a su hija en la cuna.
Y el sábado cuando sube a la sinagoga
¡vedla y adnúradla cuán bellísima está en su majestad!
Sobre el vestido de seda una túnica de lino viste
joyas de oro y perlas sobre lo liso de su cuello;
el limpio turbante como una diadema sobre su cabeza,
como una reina erguida canúna entre sus anúgas,
incluso el fariseo, árbol seco, sale a hurtadillas para verla
pues también en lo secreto de su alma la desea para él
y la Sejinah de Dios se deleita en ella
cuando su talla esbelta empuja sus pies.
III
Pero todo eso era hace muchos años;
ahora de aquella talla esbelta cuelgan piedras de molino22:
inquietudes económicas, dolor de la crianza de los hijos
pues Bat-Sua tiene una tienda y dos niños.
Y así como sobre su fuero se para un hombre fuerte
cada día permanece Bat-Sua en su tienda
y desde la mañana hasta el comienzo de la noche
mide, pesa, cuenta, calcula,
también vigila su casa y cría a sus hijos
porque es tanto madre como padre de sus hijos.
Padre de sus hijos ... , y su padre ¿dónde está?
¿quizás en silencio sus días la muerte cortó?
¿o como comerciante que viaja está por los pueblos?
¿o habita en una tienda y se ocupa de su Torah?
¿tal vez falto de corazón volvió a la casa de su padre
y a una mujer como ésta dio el libelo de divorcio?
La casa de su padre no lo ha visto, el se'ol dice: «¡No está en mí!».
y la Casa de Estudio: «me abandonó para siempre».
Tampoco lo busquéis en el mercado, no lo encontraréis allí;
él se ha perdido falto de comida por las provincias del mar.
Cuando Bat-Sua tenía quince años
su padre encontró para ella un novio a su gusto.
Aquellos rostros no se habían visto, ¿por qué y para qué?
Se unieron, vivieron juntos y el fin del amor llegó.
¿Acaso vio Abraham el rostro de nuestra madre Sara
hasta llegar al torrente de Egipto 23?
Como fueron nuestros padres, así serán nuestros hijos,
pues nuestro casamentero es el que habita en los cielos 24;
sin embargo Bat-Sua no desobedeció a su padre
ya que se había acostumbrado a aceptar.
Todos los caminantes conocían a Abdón
tenía una taberna en la aldea de Piratón;
también veían allí a un joven como una tablilla sin golpear,
era HiHel su único hijo, era el novio.
Tenía ojos de novillo, crenchas como colas
su cara era como las caras de higo seco de Rabí Zadoq25
pero era «Un prodigio», experto en los tres Babar6
y con su sagacidad aplastaba montañas e investigaba
y cuando hizo bar-misvah 21 en aquellos días
investigaba el problema de «Unir dos matrices» 28 •
Este comentario, que a toda la aldea estremecía,
lo escuchó Jéfer y se entusiasmó con el investigador
y dijo: este novio será para mi única hija
pero este santo será para mí, ¡él será mi hijo y heredero!
y habrá esponsales: porque durante dos años
irá el novio a la academia de Volozhin 29
el pago que dará Jéfer serán doscientas monedas
y durante tres años el alimento de su mesa,
y cuando vuelva HiHel de Volozhin habrá un día de fiesta
en mitad del mes pues una doncella le habrá sido destinada.
Todas las muchachas de Ayalon envidiaban a Bat-Sua:
«¡Dichosa ella! ¿por qué ella ha merecido esta grandeza?»
Una vida de riqueza y la gloria le auguraban.
¡Pero Bat-Sua ... ¿quién conoce los secretos del corazón de una doncella?!
Enrojeció como la púrpura el día que llegó la noticia
pero guardó silencio. No dijo ni una palabra;
un silencio equivale a admitir como es regla en la Torah (Yeb 87b)
sin duda ella se alegraba por su destino y era dichosa,
¿quién podía creer las palabras de las mujeres que hablaban falsedades
diciendo que Bat -Sua lloraba por las noches?
Lloraba ... ¿por qué habría de llorar? Hasta ahora ella había sido
algo indeterminado 30,
ahora se convertiría en instrumento de un hombre ilustre que la engrandecería:
Este hombre, aunque no sabe preguntar las cosas de este mundo
mueve las montañas en los arcanos de 'Abaye y Raba' 31;
aunque artes y lenguas no conoce
por lo menos sabe que una mujer se adquiere por tres caminos (Qid.I,l );
aunque en toda su vida no ha visto la forma de una moneda
más de mil hojas de Guemara' tiene acumuladas en su caja
aderezadas con el Midrai Ha-Gado/32 y con el Penei Yehoshua"
¿¡no es bastante para ti, amiga Bat-Sua!?
Cuando Bat-Sua tenía diecisiete años
la casó su padre con el hombre que había elegido para ella,
se celebró la boda en el día establecido
en la tarde del santo sabbat de la paraiah «que tú vendrás».
¡Ay, día de castigo! Tu suerte fue la de los extraños
que no se cumplió la profecía de las amigas de la hija de Jéfer
pues en vez de una vida feliz tuvo una vida amarga,
porque se cumplió en ella la maldición escrita en el Libro (Dt 29,19},
pues su infortunado marido se casó antes de
haber preparado medios para sacar adelante a su familia.
Con este Hil-lel ben Abdón de Piratón
se apresuraron en el día del casamiento, desde la sinagoga
y el hawn abrió la boca de la burra
y ésta declaró después de él: ciertamente tú estás santificada ...
Y cuando acabó el Rab las siete bendiciones
rugieron los poetas como cachorros de león
y desde todos los rincones las criadas dejaron caer
sobre la cabeza del novio y de la novia cuscuta y tostaduras
y todos los instrumentos musicales atronaron a viva voz
y las mujeres aplaudieron y formaron ruedas.
¿Qué suspiro humano quiebra y perfora
nuestros oídos en medio del bullicio?
«No hay sonido. de suspiros sino el ruido de la vasija de arcilla
_que se ha quebrado en recuerdo de la ruina de Jerusalén,..
·La ruina de la ciudad miles de años es recordada
por la ruina del pueblo endurecemos nuestro corazón
y con ruido son rotos los utensilios de arcilla el día del casamiento
sin escuchar el lamento de nuestros hijos:
«¡Ay, el cántaro está roto y nosotros estamos cautivos
y en las fuentes del mar sin poder hacer pie hemos sido arrojados
(Sal 69,3)!».
¡Tanto como la división del Mar Rojo son difíciles Jos casamientos"!
Un hijo y una hija de Israel, éstas son sus vidas:
alrededor de ellos hay un desierto de escorpiones y serpientes
tras sus huellas el enemigo, un mar colérico ante ellos,
«¡Habla y se pondrán en marcha (Ex 14,15)!»
dicen Jos siempre tranquilos (Sal 73,12),
y ellos se apresuran hacia el mar con fe inamovible;
el comienzo de su camino es próspero; a su derecha y a su izquierda
son las aguas como rocas que gotean miel y aceite,
pero por la noche volverán las aguas voraginosas" ...
¡y en el Valle de la Decisión multitudes y multitudes 36!
IV
Bat-Sua y su esposo pasaron juntos tres años
y comieron el pan de los cielos a la mesa de Rab Jéfer;
ella concibió, dio a luz y amamantó a Jos hijos,
él rezaba, estudiaba y leía el Libro.
El cuarto (año) cesó el pan de Jos cielos, miraron las provisiones
a su alrededor y eran como columnas de piedra:
¿qué comerían? ¿qué les darían a sus niños?
¿cómo construirían su casa sin ladrillos ni paja?
Pues Jo mejor de sus años había pasado y nada habían hecho
excepto las almas que habían adquirido (Gn 12,5).
También Rab Jéfer veía en aquellos días
la mano fuerte _que humilla a los altaneros
¿quién es el que cree que se hará un milagro
aún en esta generación sin fe como en años antiguos?
Un carro de fuego con caballos de fuego voló con un grito de espanto
desde los días de Elías no se escuchaba nada igual 37,
se levantó en la tormenta en dirección al pórtico de Oriente;
en sus manos con el viento se inclinó la línea del caos:
la línea conducía la voz, enviaba cartas
y en el carro de fuego iban los pasajeros.
Estos portadores de calamidad rodearon la provincia
a pesar de que de Ayalón antes se habían desviado;
cesaron ya los caballos, los mensajeros reales,
cada día disminuían los viajeros a caballo,
cada día que se levantaba Jéfer se debilitaba su bolsa de dinero,
las cuadras estaban desoladas, los caballos se vendieron,
se acabó el dinero de los viajeros y el sueldo del forraje
sólo cuatro caballos quedaron en la cuadra,
ellos le dieron en la vejez pan de estrechez
también a él y a sus hijos les atravesó la necesidad.
Entonces esperó HiHel buscar presa . ..
pero la vanidad corta a diestra y arrebata a siniestra
cuando todo el éxito le vuelve la espalda,
pues no comeremos hoy si no lo preparamos desde ayer.
¿Y qué iba a hacer un Talmid hakam sin conocimientos?
Para ser cobrador de impuestos no sabía la lengua del distrito,
para sohet era blando de corazón, para enseñar era débil de vista,
para negociar no tenía dinero, ni para hazan una voz melodiosa;
todavía tienen buena renta las casamenteras
pero por una de ellas hay siete desocupadas.
Mientras tanto un día seguía a otro, un mes a otro
las quijadas y el cuajar exigían su porción
el dinero disponible se derretía como el hielo
también los dones de la investigación cayeron en el olvido.
¿Cuál será nuestro fin ¡Hil·lel!? preguntaba Bat-Sua
¿es que te has olvidado de que eres un padre de familia?
«Voy a intentar ir a las provincias del mar;
allí, dicen las gentes, el dinero es como las piedras
quizás suceda que Elías venga hacia mí
y se alegren mis ojos al ver mi fuente de sustento».
Ay HiHel ¿qué vas a hacer? ¿Bat-Sua como aguardarás?
¡del Talit habéis retirado la corona
y las casas de dinero (han retirado) los tefilin
y la plata de desecho para purificar habéis vendido!
El dinero de los sacrificios era el último de sus bienes
HiHel lo cogió sin salvar a su familia
y se marchó a una tierra (lejos de) su mujer y de sus hijos;
Bat-Sua vendió sus joyas cuando él se fue
y se abrió un almacén y una tienda
para vender judías y lentejas, cereales y sémola.
En su tienda ella permanecía vigilante
cada día Bat-Sua desde la mañana hasta la noche,
medía, pesaba, ordenaba su casa
también criaba a sus hijos, era una mujer fuerte38•
Contemplad al niño de cinco años
cada mañana yendo al heder
se lavaba pulcramente y para calentarse llevaba doble traje
también llevaba su pan y sus libros para el seder,
su aspecto demostraba con una sola mirada
que los ojos de su compasiva madre lo supervisaban.
Y su hermana se quedaba en casa,
su rostro era de diferentes facciones que el de su hermano
su madre la vestía y la peinaba
y con una sonrisa tranquila observaba su rostro,
pues sus pequeñas manos estaban unidas sobre su corazón
sus ojos en su madre y con su vestido nuevo
la pequeña con voz de palomas recitaba cariñosamente:
«Una ley nos señaló Moisés, herencia ...
Escucharé la moral del padre, la ley de la madre obedeceré
y a los ojos de Dios y del hombre tendré como norma hacer el bien».
¡La moral del padre escucharás ... ! ¡ay, criatura huérfana!
tu padre se perdió por las provincias buscando a Elías
¿quién sabe dónde está? No lo contempla el ojo del buitre (Jb 28,7),
se olvidó de vosotros, incluso el sonido de sus palabras está oculto.
En el primer año aún a veces enviaba
algunas tarjetas de amor y cartas retóricas,
ahora han cesado sus palabras desde hace mucho tiempo;
en vano Bat-Sua miraba hacia la casa de correos:
«Centinela, ¿qué hay de la noche?, centinela, ¿qué hay de la noche (ls 21,11)?,
¡cuándo llegará una carta o una noticia de HiHel!».
Mientras tanto un día seguía a otro, una luna alcanzaba a la otra,
y ya la tierra había cambiado dos veces
las vestiduras del verano y el otoño del prado y el hielo
la pobre aún no había encontrado consuelo por la separación
aún estaban sus ojos enrojecidos, su corazón llagado;
y ya se la llamaba con un nombre nuevo en público
ya no era llamada por su nombre, «Bat-Sua»
«la 'agunah» la llamaban viejos y jóvenes,
y en vez de ser motivo de envidia por su juventud
era ahora como un movimiento de cabeza entre sus amigas.
Los chismosos murmuraban por la ciudad
y llevaba el pájaro un rumor sobre otro;
uno dice que Hil-lel se ha casado con otra mujer,
otro que se ha ahogado en aguas profundas;
otro que se ha hecho rico y se ha ido a la isla de Chipre,
y otro que ha cambiado su religión y se ha vendido a los renegados.
Pues en Israel no había entoaces periódicos
para buscar a los maridos, para desmentir rumores falsos,
no quedaba para las desgraciadas mujeres abandonadas
mas que la dolencia del corazón y la debilidad de ojos.
¡También la angustia tiene un hermano (Pr 17,17),
el sátiro un amigo (Is 34,14)!
Jéfer murió de repente. Cuando sus oídos escucharon
que iba a pasar también por la ciudad de Ayalón
el ferrocarril, le dio un ataque.
Ahora Bat-Sua sigue su vida
permanece solitaria, no llega su salvación;
aún se mantiene, dignamente levanta el rostro
aunque por las noches llora en su cama;
por eso, apresúrate a la redención de allí donde te llegue
antes de que seas oprimida y te pongan como espectáculo 39•
Pero el llanto del oprimido no es agua que se precipita,
en un tesoro es colocado como una buena perla;
el gemido de los pobres no es silbido de ganado
hay un oído que escucha y una salvación cercana.
Si en el corazón humano hay necedad, mentira en los falsos
que llenan el universo de infamia y de quejas,
el ojo de Dios está sobre sus criaturas (Sal 33,18)
y su misericordia sobre todas sus obras (Sal 145,9)
Él hace con los oprimidos justicia y derecho;
Recupérate, Bat-Sua, la esperanza del alma ha triunfado,
también a ti te ofrece Dios misericordioso medicina para la herida.
V
Pasó el otoño y llegaron los días de primavera
la tierra se había quitado su vestido del invierno,
labradores y campesinos salieron a sus trabajos,
todos los terrenos desérticos se volvían activos ahora.
También Ayalón despertó a una nueva vida:
el trabajo comenzó. De todos los lados como águilas
vinieron a ella aplastadores, artesanos,
maestros, y también cavadores y constructores de puentes,
y Fa by, el inspector para la construcción del camino,
llegó el primero para contratar obreros para el trabajo.
Faby era un judío, (Fa y bis era su verdadero nombre),
era un maskil en todos los aspectos, con un corazón generoso
era viudo (su mujer había muerto sin dejarle hijos)
y tenía treinta y dos años.
Por su buen carácter y su cultura
había conseguido de sus conocidos favor y amistad:
su jefe, (un hombre cristiano no de raza judía
que les daba a los judíos trabajo y les ponía en la administración)
tenía una visión amplia, era un alma bendita,
y le puso como jefe de los obreros.
Había una casa de piedra en frente de la tienda de Bat-Sua
que había sido construida como fortaleza de todas las casas de la ciudad
allí fijó Rabi Faby su residencia
allí está el despacho de los escribas, y él lo vigila.
En el escritorio lo encuentra la aurora
y a sus investigaciones se dedica hasta las diez,
desde entonces hasta el mediodía no está en su casa,
pues se ocupa en la ciudad, con los archivos e instancias
después sale al campo para ver el trabajo,
y por la tarde descansa. Cada día lo hace así.
Y cuando está desocupado no pierde el tiempo vanamente,
pues reflexiona con los libros, escribe y compone,
lee el periódico, toca el laúd,
o en las reuniones de los nobles sabios de corazón (Jb 37 ,24) habla;
o al jardín del pabellón sale a conversar,
o bien provisto de un catalejo
permanece junto a la ventana abierta
observa a los que pasan por la calle de la ciudad:
las arrugas de la frente de un hombre y las gotas del sudor de su rostro
lee que su oficio es penar (Qo 2,23), observa su lucha interior.
Y vio una mujer joven de muy hermoso aspecto
que estaba en la tienda que había frente a la puerta de su casa;
vio que cuando llegó un hombre a comprar a ella se le alegró el rostro
y cuando él salió enrojeció y se puso triste.
Vio que tenía apoyada en su mano izquierda
la cabeza y con la derecha acariciaba a sus niños
y los contemplaba con gran ternura
mientras por sus pestañas se vertían lágrimas;
Preguntó: ¿Quién es esta honorable mujer?
Y le respondieron: ¡es Bat-Sua, la 'agunah!,.
Muchos escollos y tropiezos tienen las Alturas
que les son tendidos en la tierra al elegido entre las criaturas;
¿Quién alza la cabeza como una delegación de ángeles del mal(Sal 78,49)
abriéndole toda su vida brecha sobre brecha (Jb 16, 14)?
Todas las calamidades, todas las enfermedades, la vergüenza y la cólera,
la pobreza y la privación, el hambre,
la envidia y la burla, el temblor, el estremecimiento,
el corazón asustado, el alma triste, la languidez.
Para la mujer hebrea aún hay una calamidad más:
«el 'igun,., todas las calamidades se incluyen en él.
Al escuchar este nombre le atacó a Faby un temblor
se le conmovieron las entrañas de piedad por ella
pues comprendió el alma de la desgraciada
y decidió verla para saber de su vida.
Por eso fue a su tienda para comprarle algo
y cuando habló con ella lo hizo con energía
llevándola a propósito de un tema a otro,
ella le respondió clara y correctamente
y sus palabras eran tan dulces como su alma,
él comprendió que tenía ante él una gema manchada por el barro.
Aquella noche Faby sufrió de insomnio
estuvo dando vueltas en la cama
pues la figura de la 'agunah permanecía frente a él
y se alejó el sueño de sus ojos, la tranquilidad de su corazón.
¡También el sueño de Bat-Sua fue robado esta vez!
Era la primera vez en los días de sus desgracias
que le había hablado cosas buenas un hombre íntegro que tenía buen gusto
y con corazón inquieto le había preguntado por sus circunstancias.
Estas almas puras aún no sabían nada
de que se iba a robar por las noches la tranquilidad de sus ojos.
Y continuó Faby yendo en determinadas horas
a la tienda de Bat-Sua cuando veía que no había nadie:
iba a comprar bálsamos y dulces
y conquistó el corazón de ella pues mejor era su gusto que el vino (Ct 1 ,2).
Le contó Bat-Sua con franqueza
su desgraciada situación desde hacía dos años
que su marido que se había casado con ella en su juventud
la había abandonado privando de todo a ella y a sus dos niños.
Continuó diciéndole que según sabía la comunidad,
su marido se encontraba ahora en la ciudad de Liverpool.
Faby tenía en Liverpool un conocido cuyo nombre era «Sasón»
el cual le enviaba piezas de hierro para su camino,
y le pidió que buscara a Hil·lel de Piratón.
Cuando pasó un mes recibió Faby su respuesta:
que había encontrado a Hil·lel ben Abdon de Piratón
en Liverpool un buhonero que frecuentaba las villas,
y he aquí que él había embarcado en el barco «Leviatán»,
el que navegaba durante un mes por las islas Azores
y convino mandar a su mujer un libelo de repudio 40
si ella le pagaba en mano quinientas monedas.
Faby no dijo nada de esto a Bat-Sua
y aquel mismo día dio la orden a su conocido
de pagar el dinero al contado a Hil·lel
y obligarle a cumplir su palabra.
Cuando pasó un mes recibió Faby desde Liverpool
una noticia decisiva por «telégrafo»
pues su conocido había hecho todo lo que le había pedido
y aquel día le había escrito Hil-lel en la casa del Rabino
el acta de divorcio para su mujer según el din y la halafsah
y se lo había entregado en mano al emisario.
Entonces fue Faby a Bat-Sua a darle una alegría,
le anunció que estaba cerca el día de su redención
¡quién podría expresar el regocijo de la 'agunah!
más aún, ¿quién podría tasar la intensidad de su felicidad y su alegría
cuando hincó Faby de pronto ante ella la rodilla
y una voz de palomas hizo salir de lo más profundo del alma
suplicándole: «Bat-Sua se acabó la relación,
sé mi esposa cuando quedes en libertad!
De todos tus días de miseria y amarguras te has saciado
y en mi pecho, tal como te mereces, encontrarás tu felicidad».
Se enfurecieron las mujeres venenosas,
las hijas del «Salid a contemplad», las hijas de «la oblación»,
¡apartad guardianes de los cielos, espías,
las sinuosidades de las palabras de los rastreros!
No conoce la lengua del alma el lenguaje del amor,
Así se llenaron las calles de Ayalon de calumnia y difamación
cuando detrás de la puerta y de la mezuzah escucharon
a Bat-Sua responder a Faby cariñosamente:
«El que vence en la batalla levanta su cautiverio
te soy fiel, Faby», y lo besó.
Todavía (faltaban) cuatro semanas hasta que viniera
el que llegaba desde Liverpool hasta Ayalon,
dos (semanas) en barco y dos por carretera,
si es que no encontraba en su canúno algún contratiempo;
estos días con ansia
contaron los enamorados como los días de la gavilla,
núentras tanto hacían proyectos de futuro
y Bat-Sua florecía como una palmera
y, como aquéllos del pueblo eterno que esperan la venida del Mesías,
así ellos dos esperaban el día que llegara el emisario.
Y Faby decidió al terminar su trabajo
comenzar las construcciones en los canúnos
y trasladar su alojanúento a la capital del estado
y preparar allí su casa con proyecto esplendorosos.
Todo esto se lo confesó a ella sin ninguna reserva;
también ella esperaba ternúnar su formación,
encomendar a sus hijos al pedagogo Amán,
levantarse como dueña de la casa en su momento
y completar lo que faltaba de su educación en casa de Jéfer
estudiando música, escribiendo y leyendo.
Mientras tanto apareció un escrito en lo periódicos
que el barco de comerciantes «Leviatán»
había chocado contra una roca en la costa de la isla de Chipre
y todos sus pasajeros se habían perdido en el mar el día de la desgracia.
Bat-Sua lo escuchó y lloró
por su desgraciado marido que había desaparecido repentinamente
y con el corazón deshecho se dirigió al Dios de la salvación
pues Él había acelerado en su momento su salvación y liberación
ya que si no hubiera mandado a Faby hacia ella
ahora estaría atada hasta el momento de su muerte.
Y en la tarde del Sabbat de la parasah «que tu vendrás»
(¡ay día destinado ·a la catástrofe!) después del mediodía
llegó el emisario y trajo su carta
porque también el Rab de la ciudad ya había salido del agua;
por eso se fijó el primer día de la semana
para entregar el documento. Mientras tanto la ciudad estaba alborotada
por la noticia llegada, pues la 'agunah Bat-Sua
había recibido el documento de liberación y a todo hombre estaba permitida.
Y ahora se alegró el corazón de Bat-Sua y de Faby
¡que se estremezca tu alma, grita, si eres sensible!
¡Pero qué es la esperanza del hombre, qué es la fe,
si alrededor lo envuelven olas de muerte (2Sm 22,5)!
¿Acaso ve el gusano que repta en el prado
de dónde se levanta el martillo sobre él?
Si el ojo de Dios (está) sobre sus criaturas
y su misericordia sobre todas sus obras
y con sabiduría y con justicia estableció el mundo,
ay, el corazón del hombre es malo, la necedad de los vanos
corrompe su misericordia y la llena de clamor.
¡Ay, ay de ti, Bat-Sua, también tú tienes un alma noble
apresuraros, curanderos, a poner remedio a la herida!
VI
Anteriormente cuando en Israel había una Ley luminosa,
no (había) hacha que cavara en él, ni cepa arrogante (Pr 14,3),
había pocos sabios en cada generación,
todos ellos hombres santos y su nombre era para ellos refugio;
ahora, los sabios han sido un gran número de rabinos
hasta el punto de que por esto se mofen los jóvenes,
también tenemos sabios de distintas clases:
sabios verdaderos y sabios poderosos
sabios de sabios segundos y terceros
luminarias, águilas, columnas, martillos.
En Ayalón hay un Rab de rango superior,
no sólo es un sabio ordinario sino un sabio excelente,
especial y único entre los selectos,
el honor del nombre le glorifica: Rab Vafsi el Cuzari 41•
«Vafsi,.le llaman pues ése es su nombre en Israel,
¿pero por qué Cuzari como apellido?
¿acaso ciertamente su padre Tatari es descendiente de Ismael?
Al confirmar esto no permita a mi lengua pecar (Jb 31,30),
pero ya hemos escuchado de boca de los intérpretes de los signos 42
que llegó Senaquerib y mezcló los pueblos.
Pero el alma de Rab Vafsi es ciertamente tártara.
No hay en ella ni una de las excelentes cualidades
en las que se apoya la semilla santa (ls 6, 13), los lújos de la alianza:
en cuanto al dinero de Israel su ojo no perdona,
no conoce el camino de la paz, la compasión le es ajena;
sólo sabe destruir y exterminar, desgarrar y prohibir;
y por su erudición en casuística y en Guemará
en los argumentos para sus sentencias no se priva de nada,
y se le llama jefe de los rigurosos
y se le considera entre los sabios poderosos.
En el día primero del Seder Nisabim
les leyó Rab Vafsi dos de sus leyes
y abrió lo primero el paquete de las cartas,
sacó el documento y lo leyó delante de ellos:
«todo está según la hala/s.ah, dijo, ningún vano empeño hay»;
«el emisario puede entregarlo a la repudiada».
Pero al poco de poner Rab Vafsi los ojos en el documento
exclamó al emisario: ¡no te acerques!
¿es qué no veis que el documento no es correcto?:
el nombre de Hil-lel está escrito en él sin yod, está incompleto.
El juez que leía, que era un cabalista conocedor de la ho/s.mah nisterah43,
decidió según Ha-'An 44• que Hil·lel se escribía incompleto.
También el segundo, según el Bedeq ha-bayif 45 dijo lo mismo,
y ambos dijeron que el divorcio era legal;
pero Rab Vafsi decidió que Hil·lel sí está completo
según el Zam y el Sam del Su/han 'Aru/s.46
y les gritó a todos ellos, diciéndoles que le extrañaba
cómo podían haber olvidado uha sentencia del Su/han 'Aruk,
y tanto así que sostuvo sus ideas como un erizo y como un árbol bien plantado,
y entonces dio una gran voz en yiddis: «¡El divorcio es nulo!».
Una llaga como de lepra se manifiesta en un hombre (Lv 13,9)
toda enfermedad, todo dolor le alcanza
hay médicos en la tierra y la paga del vaticinio en sus manos (N m 22, 7)
hay esperanza para los enfermos de que serán liberados;
pues peca un hombre contra otro hombre o un hombre contra Dios
y le hará echarse en tierra un juez según su culpa (Dt 25,2)
hay otro juez más importante
y cambia el juicio del sentenciado porque llega su clamor:
pero una palabra de boca del Rabino quién la cambiará,
y ¿a quién se dirigirán los desgraciados para ser salvados?
Como una bala de plomo disparada desde un arma de combate
que produce matanza, destrucción y muerte
así alcanzó esta palabra explosiva de boca del Rabino
el corazón de la desgraciada que allí permanecía.
¡Cuál era ahora toda su esperanza ante el abandono!
De pronto la sacudió un espasmo
y con una voz como el alma que sale de un cadáver
cayó a tierra, muerta o desmayada;
entonces indicó el Rab a los dos ministros,
los cuales la levantaron y la sacaron en sus brazos.
Todos los que estaban allí observaron la desgracia,
se estremecieron y la oscuridad los cubrió,
pues también en sus almas secas y en sus corazones de piedra
sabían que este veredicto era para ella el veredicto de un juicio de muerte.
En la ciudad se corrió el rumor como un rayo:
«la 'agunah es 'agunah!» de punta a punta se declaraba.
Lo escuchó Faby y se irritó, rechinó sus dientes,
pero calló pues sabía que no había salvación;
Y los sinceros de corazón le decían a ella: «¡Ay, mujer angustiada,
no es una estela en el mar tu caso, sino una pequeña yod!».
VII
Cuando una piedra cae en un río de aguas tranquilas
por un momento se agitan sus aguas, rugen, borbotean
la piedra se sumerge ocultándose de los ojos
y como antes, quedan tranquilas las aguas, flotan y fluyen.
¡Así también la vida en la corriente de su fluir!
un día tras otro, pasaron tres meses,
todas las cosas en Ayalón volvieron a lo anterior
y la juventud de Bat-Sua triunfó sobre su dolor
se sobrepuso a la fiebre y se levantó del lecho
en el que se había metido el día en que se anuló su documento.
¡Cómo aumentaron las bondades de los habitantes
de su ciudad en su enfermedad!
todo el pueblo sin excepción temblaba por ella
un enfermero cada día iba a verla
y mujeres compasivas cuidaron a sus criaturas.
¡Curanderos! ¿qué aprovechan los bálsamos medicinales
a un quebranto tan grande como el mar (Lm 2,1 3),
a una enfermedad sin límites?
Misericordia y justicia no dieron salvación
en la tierra de la oscuridad había tinieblas y desorden;
rojo y masilla para el espino y el cardo (ls 7 ,23)
si la calamidad permanece en las paredes de la casa (Lv 14,37).
Ahora se busca Bat-Sua otro modo de sustento
pues por su enfermedad la tienda hubo de ser cerrada;
y mientras ella busca le traen una carta
dónde está escrito: «¡mi amada querida!
Si no puedes ser para mí y tampoco yo para ti,
si no puedes compartir conmigo mi riqueza y mi morada,
permiteme que yo me encargue de tu sustento
y todas tus necesidades en secreto serán cargadas en mi cuenta;
pues sÓlo entonces me calmaré, sólo entonces encontraré felicidad,
cuando sepa que estás a salvo de pobreza y privación».
«No Faby, no tomaré hilo ni cordón de zapato (Gn 14,23)>>
-le respondió la infeliz como respuesta definitiva
«Una mujer es la casa de su marido, la enriquece el esposo,
pero me avergüenza tomar de manos de un extraño,
si no ha querido Dios que yo viva legalmente contigo,
¡Adonay hace lo que es bueno a sus ojos!
sigue tu camino y Dios te bendecirá,
tampoco a mi me abandonará, quita la tristeza de tu corazón;
con el sudor de la frente comeré pan mientras tenga fuerzas,
cuando un extraño me dé una ofrenda gratis no la tomaré».
«¡No lo quiso Dios!» Padre nuestro que estás en el cielo,
todos los actos del hombre te los atribuyen a Ti
y Tú eres poderoso, Dios, un Dios que perdona, paciente,
estás mudo desde hace mucho tiempo, has ensordecido.
En tu nombre padres y madres misericordiosos se corrompieron
y a sus hijos en sus manos en el fuego extendieron 47
en tu nombre los falsos sacerdotes prendieron hogueras
y a cientos y a miles de hombres sacrificaron
y en tu nombre, Dios misericordioso, los exegetas
por la punta de una yod caída ¡a cuántas almas matan!»
Un día tras otro y tres meses huyeron;
Faby abandonó la ciudad no se sabe a dónde,
los misericordiosos hijos de misericordiosos olvidaron a Bat-Sua
cada uno sigue su propio camino, cada cual hasta el último,
busca su provecho.
Sólo los estudiosos del Bet MidraJ y los holgazanes
sólo ellos no la olvidaron y era para ellos motivo de conversación
sólo ellos aún conversaban a veces de los tiempos
en que la 'agunah coqueteaba con el constructor de caminos;
y ya cambiaron su status de 'agunah por el de «mujer de hombre»48
y a Faby lo llamaron Fayvis y luego Wabis.
Concluyó todo el trabajo del camino
y ya el carro de fuego, en tormenta y tempestad
sobre círculos de hierro, infundiendo el altanero relincho terror,
zarandea cada día a miles de hombres en la criba.
(Ahora en la Casa de Estudio prescindían de la 'agunah
y en la vía del camino se ocupaban todos los estudiantes solteros,
que después de una deliberación por unanimidad decidieron
que la locomotora era el perro negro
en el cual se ejercitarían para la compresión de la norma
como está escrito en el libro Brit Menuhah 49 a lo largo de sus páginas).
Cuando descansaba el carruaje a las puertas de Ayalón
y los viajeros salían a cenar opíparamente deprisa
venían a ellos desde los hoteles
mujeres hebreas pobres que vendían toda clase de comidas;
en medio de ellas una mujer las contemplaba:
de hermoso aspecto, sucia, vestida de harapos
su cabello se había vuelto blanco aunque no era anciana,
estaba encorvada, sus ojos hinchados,
y desnudos y descalzos a sus dos lados
se agarraban al borde de su traje sus dos niños.
«¿Quién eres tú desgraciada y cuál es tu vida?
¡tu rostro atestigua que no fuiste creada así!
¿Acaso Dios o los hombres fueron malvados contigo,
pues has llegado a esta situación, y así estás destrozada y afligida?»
No, bondadosos hombres, Dios no es malvado, ¡imposible!
ciertamente buenos talentos me ha dado Dios, mi Roca
también el éxito una vez mi rostro alegró
casi tuve todo lo bueno yo y mis hijos.
Pero como las mujeres 'agunot fui también yo
y la punta de una yod fue mi queja.
UN MODELO DE MUJER JUDÍA EN EL POEMA DE YEHUDAH LEIB
GORDON <<LA PUNTA DE UNA YOD>>
A jewish woman pattem in Yehudah Leib Gordon's poem Kozo shel yod
ALICIA RAMOS GONZÁLEZ
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l. Sot. III,4: «Todo el que instruye a su hija en la Torá es como el que instruyera en cosas frívolas».
2. Ber. 24a: «Dijo Shemuel: la voz de una mujer es una desnudez, como dice lo escrito: "Porque
dulce es tu voz y hermoso tu rostro"». Véase también Qid. 70a.
3. Ber. 24a: «Dijo el rabí Sheshet: el cabello de una mujer es una desnudez, como dice lo escrito:
"Tus cabellos como manadas de cabras"».
4. Sab. 152a: <<Se ha enseñado: La mujer es un odre lleno de inmundicia, y tiene la boca llena de
sangre, pero todos corren tras ella».
5. Haciendo referencia al pecado de Eva. Véase Gn 3 y Ber. 6la.
6. Véase Lv 15,31-33; 20,18.
7. Pertenece a la oración de la mañana del Siddur.
8. El profeta Jeremías utiliza en su oráculo contra Babilonia este símil para recordarle a ésta su
mala actitud (50, 11).
9. Haciendo referencia a la Ley del Levirato (Dt 25, 5-10), por la cual si un hombre muere sin
haber tenido descendencia, el hermano de éste, si es que lo tiene, debe tomar a la mujer de aquel; al
fruto de esta unión se le debía imponer el nombre del difunto para quedar éste perpetuado. En caso
de que el cuñado se negase a tomar a la mujer, ésta ante un tribunal público de ancianos le quitaría
una sandalia y le escupiría en la cara.
10. Ket.IV,6: «Esta es la explicación que dio R. Eleazar ben Azarías delante de los sabios en la
viña de Yavne: "Los hijos heredan y las hijas reciben la manutención" ... ». También puede verse al
respecto BB VIII, 1 y 2.
11. Sabb.II,6: «A causa de tres transgresiones mueren las mujeres al dar a luz: Por no haber
observado las leyes de la pureza, de la ofrenda de la masa y del encendimiento de la lámpara».
12. Isaías llama la semilla de Dios al Mesías (4,2).
13. En el sentido de algo que no decide, que no tiene actividad. Véase Ester 2 y Sanh. 74b.
14. Sanh. 22a: «Porque el rabí Iehudá dijo en nombre de Rab: Cuarenta días antes de que se forme
la criatura se oye una voz del cielo que dice: La hija de Fulano para Zutano».
15. Véase el episodio sobre el rapto de Dinah y la venganza de Simeón y Leví (Gn 34;
especialmente el versículo 31).
16. Referencia al casamiento de Isaac con Rebeca. Betuel y Labán le preguntaron a ésta si quería
casarse con Isaac. Véase Gn 24,56-59.
17. En Ex 20,17 se enumera a la mujer entre las demás posesiones de un hombre. Por otro lado
la palabra ba 'al (dueño), denomina al marido de una mujer al igual que el ba 'al de una casa, por
ejemplo. Una mujer casada es posesión de _su ba 'al. En Ket. IV ,5 se especifica: «Ella (la hija)
permanecerá siempre bajo la autoridad paterna hasta que no pase, con las nupcias, a la dependencia
del marido».
18. Haciendo referencia al Salmo 128,3: «Tu esposa será como una parra fecunda/ en el secreto
de tu casa./ Tus hijos como brotes de olivo/ en torno a tu mesa».
19. La mujer casada que por algún motivo está separada de su marido y no puede volver a casarse,
bien porque no puede conseguir el divorcio, o bien porque no sabe si su marido está vivo o muerto
por estar dado como desaparecido. El problema de la 'agunah es una de las discusiones halakicas más
complejas y por ello se ha desarrollado ampliamente en toda la literatura talmúdica.
20. En el texto bíblico la expresión «mujer hermosa» se aplica sólo dos veces a una mujer. La
primera en Gn 29,17, a Raquel; la segunda, en Est 2,7 a Ester.
21. En la Biblia la mujer cubre su cabeza con un velo o pañuelo como un signo de castidad y
modestia. En Nm 5,18 una mujer por ser adúltera pierde el pelo y en Is 3,17-24, el cabello de la
mujer es considerado como un castigo y una hunúllación, por eso el profeta dice: «Por debajo del
bálsamo habrá hedor, por debajo de la faja, soga, por debajo de la peluca, rapadura, y por debajo del
traje, refajo de arpillera». En el Talmud también la mujer cubre siempre su cabeza. Al respecto puede
verse, por ejemplo, Ned. 30b o NmR 30:1 6. Pero el cubrirse la cabeza la mujer, nonnalmente era
para las casadas, mientras que las jóvenes solteras podían dejar crecer su pelo hasta el día de la boda,
sin tenerlo que tapar. A finales del siglo XVill.algunas mujeres empezaron a llevar peluca, aunque
algunas autoridades llegasen a prohibir esta innovación.
22. Una tarea destinada al hombre. Qid. 29b dice: «Enseñaron los rabíes: el que tiene que estudiar
la Tora y tomar esposa, estudia [primero]la Tora y después toma esposa; pero si no puede prescindir
de la mujer, se casa y después estudia la Tora. -Dijo el rabí Iehudá en nombre de Shemuel: la
jurisprudencia dice que [primero] se casa y después estudia la Tora. -Dijo el rabí Iojanán: ¿Estudiar
la Tora con una piedra de molino colgada al cuello?».
23. Gn 12,11; BB. 15a y GnR. 40:4.
24. Gn 24,50; Jc 14,4; Pr 19,14.
25. Parece que Gordon está haciendo referencia a Zadoq ha Kohen de Lublín, sadiq hasídico,
nacido en 1823, que fue un gran personaje del hasidismo.
26. Estos tres tratados del Talmud y la Misnah corresponden a lo que actualmente llamaríamos
derecho civil.
27. Llegada de la madurez religiosa y legal. A partir de este momento se está obligado a cumplir
todos los mandamientos de la Ley judía.
28. Hull. 70a. Se refiere al sacrificio de los animales.
29. Fundada por Hayyim Volozhiner en 1803 fue llamada Ez Hayyim en su honor.
30. Sanh. 22b: «Dijo el rabí Shemuel bar Uniiá en nombre de Rab: "La mujer [soltera] es un terrón
informe que cierra trato unicamente con el que la transforma en un utensilio útil, como dice lo escrito:
Tu marido es tu hacedor"».
31. El Talmud Babli está repleto de dichos de estos dos sabios babilónicos y sus argumentaciones
fueron consideradas como lo sumo del análisis y la discusión halákica.
32. Compuesto al parecer por David Ben Amram Adani, este tratado rabínico es fundamentalmente
una recopilación de extractos de textos rabínicos del período talmúdico, entrelazados con gran cantidad
de citas de antiguos rnidrasim tannaíticos.
33. El libro de referencia para los estudiantes del Talmud fue compuesto en el siglo XVIII por
Jacob Joshua Falk.
34. Sanh.22a: «Rabá bar Janá dijo en nombre de rabí Iojanán: Juntar [un hombre con una mujer]
es tan dificil como partir el mar Rojo».
35. Sal 124,5. Haciendo referencia al paso del Mar Rojo.
36. JI 4,14. En el Juicio de los Pueblos, se Jlama Valle de la Decisión al VaJie de Josafat.
37. Véase 2Re 2. Ciclo de Elíseo: Elías es arrebatado al cielo.
38. La "mujer fuerte" aparece en el poema de La peifecta ama de casa, con el que concluye el
libro de Proverbios (31,10-31).
39. Na 3,6. Castigo para las mujeres adúlteras. Véase también Os 2,5.
40. El divorcio, e n e l judaísmo, se realiza por medio de un documento escrito donde el marido
renuncia a su mujer. El documento debe de cumplir con una serie de requisitos en su elaboración y
en su entrega. El divorcio está recogido ya en el texto bíblico de Dt 24, l. Véase también Is 50,1 y
Jr 3,8.
41. Transposición de letras del nombre Yosef Zacarías Stem. Rabino y talmudista lituano. Es
conocido por su actitud positiva hacia el movimiento Hibbat Zion, aunque parece que más desde un
punto de vista teórico que práctico.
42. Antigua escuela palestina de intérpretes del texto bíblico, anterior a las de Hillel y Samay.
Véase Sanh. l 04b y Ber. 24a.
43. Sabiduría secreta. Nahmánides acuñó la frase yode 'ei hen, aquellos que conocen la gracia, a
partir de Qo 9,11, donde hen se usa como una abreviatura de homah nistarah.
44. Isaac Ben Saloman Luria, cabalista de Safed, apodado Ha- ' Ari (el1eón sagrado), de las iniciales
Ha-Elohi Rabbi Yizhak.
45. De Yosef Caro.
46. Código rabínico de Y osef Caro. El libro apareció por primera vez en Venecia en 1565 y tras
las modificaciones de Moseh Isserles fue aceptado com el código de Ley judía por excelencia.
47. Referencia a los sacrificios a Molok. Véase Lv 1 8,21; 20,2-5; 2R3 23,10 y Ir 32,35. En todas
estas citas se menciona el sacrificio de un niño al que se le hace pasar por el fuego. Esta ceremonia,
al parecer de origen cananeo, se realizaba en el Tófet, en el valle de Ben-Hinnim, cerca de Jerusalén.
48. También e s u n estatus legal.
81
49. Atribuida su autoría a Abraham ben Isaac de Granada, el libro fue considerado como uno de
los principales trabajos de Qabbalah y se reconoció también en él la gran influencia del misticismo
de Abraham Abulafia.