Joelle Constant
Nació en Camp-Perrin, Haití, el 17 de junio de 1955 y aunque obtuvo varios diplomas es de profesión consejera financiera y pastora. Sus poemas intimistas y cristianos se pueden encontrar en Prières & réflexions [Plegarias y reflexiones] (2011), Camp-Perrin [Camp-Perrin], Réminiscences [Reminiscencias] (2011) y Amour et délices [Amor y delicias] (2012). Ha escrito otras tres obras inéditas: Poème à deux voix [Poema a dos voces]; Sans dieux et sans idoles [Sin dios y sin ídolos] (entrevistas); La femme et le Ministère [La mujer y el Ministerio] (ensayo y crítica). Hoy en día innova en el surplurealismo cristiano.
El amor, siempre el amor
Cuando tocaba amar desde el Edén
sin armaduras de carne y sin mentir
Adán el ancestro se organizó sin Dios
amó a Eva con un amor infinitesimal.
Desde entonces el gran Amor ha florecido
y dio a Noé la piedra de fuego
y a Abraham.
No hubo cartas de amor
ni palabras en pila
sino hojas voladoras llenas de savia
y fue el comienzo del verbo
y de la palabra Amar
Después vinimos al nacimiento
quienes hemos nacido de un cigoto
y luego de un embrión alimentado
con montones de agua
de la vida materna
porque nuestro padre estaba ausente de todo acabado.
Nacimos al dolor
y a la luz
porque la apertura de la garganta pertenecía
a todas las mujeres de la Tierra
Sí nací para amar
acariciando la vida y las letras recibidas
Y desde los 18 años
Amé como adolescente
a otro adolescente
sobre la arena de mi virginidad.
amé a ese hombre y con él me casé
y se convirtió en el padre de mis hijos.
El amor como el poema
es una experiencia tan dulce como amarga
y fui el fruto amado con voracidad
fiebre y rabia de pasión.
Reconocí al amor en todos sus estados
Con un barómetro asoleado
el compartir de las horas
el dormir acostado
y las esperas incómodas los días sin sol
el grito de los niños
y los cantos de los riachuelos
la huelga de los desempleados
las idas del amado
y la carta de la amante.
Tantas mujeres para un hombre
solo en el primer cielo (Tierra)
fue la guerra de los condenados
y la queja de los corazones encantados
Algunas conservaron sus tesoros de marido
Y otras los perdieron al caer la noche
En las cintas de la vida hoy
no más cartas dulces
no más caricias de horchata de cebada
no más lechos escondidos y nocturnos
no más serenatas en el vano
de las puertas de la duquesa.
Es más bien la hora de las cuentas
y las quejas a Dios
el momento de los grandes perdones
y de las insolubles soledades.
Es finalmente la Hora de preguntarse
si valía la pena
pelear con la espada de fuego
por tan poco… tiempo y loco amor.
Tomado de Amour et délices, 2012
Toi
Ton visage
Reflet de ta beauté intérieure
Ton expression
Témoin de ton cœur d’écrivain
Tes lèvres
Porte-parole de tes amours non avouées
Tes mains
Messagers infatigables de ta tendresse
Tes yeux
Porteurs de tes désirs inassouvis
Ton corps
Aimant attirant le pôle opposé
Ton Franc Sourire
Ton franc sourire
Une source d’émotions
Qui ne peut tarir
Une invitation
Chargée de désirs
La représentation
D’une histoire à écrire
Une poignée de chansons
Entonnées en délire
L’annonce d’une saison
Qui tarde à venir
Ton franc sourire
L’image de ton nom
Que je me plais à redire
Le poète
On ne touche pas un poète
Avec des mains d’acier
On ne parle pas à un poète
Avec des mots vulgaires
On ne regarde pas un poète
Avec des yeux méchants
On ne sent pas un poète
Juste parce qu’il est présent
On n’écoute pas un poète
Avec des oreilles distraites
On ne goûte pas un poète
Comme on goûte l’homme naturel
Un poète, on le traite
Avec délicatesse
Un poète, on le touche
Avec des doigts d’artiste
En interpelant son art
Un poète, on lui parle
Avec révérence
Comme à une divinité
Un poète, on le regarde
Avec les yeux d’un peintre
Car il peint aussi ses mots
Dans sa pensée
Un poète, on le sent
Même absent
Car son œuvre le tient présent
Un poète, on l’écoute
Même si son message
Nous déroute
Un poète, on le goûte
Tout en dégustant
La saveur de ses vers
Un poète, on l’élève
Parce qu’il transcende
Et parce qu’il est
Un poète.
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