Karen Plata
(Ciudad de México, 1986) es autora del libro Mamá es una nave (tico ticocruac, 2007). Ha publicado poemas en las revistas Plebella (2008), El poeta y su trabajo (2008), Reverso (2009), Letras Libres (2015). Es becaria del programa Jóvenes Creadores del Fonca 2008-2009 y 2015-2016. Actualmente cursa la carrera de intérprete traductor y el Taller Cinematográfico de Mantarraya Films.
Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2015 por Retratos de familia, (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2015).
MAMÁ ES UNA NAVE
dice la abuela que las ranas atraen la lluvia
que son signos de felicidad
que nuestro futuro se puede leer en sus panzas y en las estrellas
que si ves las estrellas con atención puedes saber el día de tu muerte
a mi no me gusta ver las estrellas
les tengo miedo
ayer al salir de casa vi tres ranas saltado en el patio
quise atraparlas pero al volver las tres estaban muertas
dice la abuela que la muerte esta en todas partes
no le creo
la muerte se esconde en las estrellas
ayer todas las ranas miraban al cielo con la misma mirada de mi abuela muerta
*
un día viré a mi madre desde el espacio
me la encontré de frente con las piernas abiertas al mar
con el mar saliendo de entre sus piernas
era mi madre un gran vientre
y nosotros los argonautas sus hijos
*
mamá dice que es peligroso pretender tocar el cielo
dice que un día su abuela quedó ciega cuando cerró los ojos
y extendió sus manos hacia el techo
que jamás había visto algo igual
mamá dice que un día la abuela le puso sus manos en el rostro
y desde entonces extraña la tierra
luego nos sigue contando más cosas para amargarnos la vida
*
mamá espera la muerte
mamá es la muerte en casa sentada en la sala
yo soy su hija chiquita y mugrosa
yo me hinco a lamerle las piernas de tanto lodo que trae cargando
soy la posibilidad en todas las cosas
*
me imagino a mamá muriendo
a mamá muerta en una esquina de la casa
con los labios morados y su pechito frío
me imagino que me sostiene en sus brazos
que soy su bebé
mamá me canta canciones para que me duerma
mamá canta mientras yo toco su piel
me sonríe y dice que es feliz
mamá ahora es más feliz que antes
*
asoma la cabeza para ver la nieve
se asoma
un puñado de pájaros cubiertos de sal
se sienta entre las ramas un vestidito azul
se sienta un par de piernas oliendo a sal
un corazón de tiza blanca
se asoma
nieve en la boca
un camino de hormigas hasta la casa
dos ramas de piernas de niña
tres moscas recogiendo la sal
un vestido teñido de azul
una sombra varita de nardo
la dimensión de la niña que no alcanza el lazo
la muñeca de niña que no habla
la abuela carga a su hija
la abuela descuelga
un par de pies a punto de tocar el cielo
un par de pies queriendo alcanzar y no
árbol viejo que mece
una niña que sigue bailando
tela azul enredada en su cuello
RETRATOS DE FAMILIA
Ella dibuja
el color blanco de las vacas
apenas
tirarse en la cama
mientras la sábana cae lentamente sobre su cara
ver todo blanco, decía
azul cobalto.
Hacer una casa sobre el cuerpo de una vaca,
hacer una casa para la vaca.
Pensar que tenía hermanos y primos y dibujarlos,
pensar en el pasto enorme de vaca, tragarse a la vaca.
Ella pinta el cielo azul en los ojos de la vaca,
la mirada perdida al techo en un cuerpo estático.
Un manto blanco. Y después el golpe.
Una vaca blanca con manchas negras bajo el sol, una vaca
esperando en medio del camino, una vaca recostada tomando
el sol con las pupilas dilatadas y el cuerpo hinchado a punto de
explotar. Así debe ser el cielo, una foto tomada cinco segundos
antes de voltear la mirada.
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