LI YE
Li Ye (China, ¿?-784). Natural de Xiazhong, también conocida por Li Jilan, fue una de las tres más célebres poetisas de la dinastía Tang (las otras dos fueron: Xue Tao y Yu Xuanji). Vivió muchos años en la provincia de Zheijiang y tuvo muchas amistades entre los poetas famosos de la época. Cuando los rebeldes de Zhu Ci ocuparon Chang'an, la capital, la obligaron a dedicarles un poema, y fue por eso que, tiempo más tarde, tras la recuperación de la ciudad, el emperador Dezhong la acusó de insurrecta y fue ejecutada. Sus versos fueron recopilados junto con los de Xue Tao.
Poetisa y prostituta china
La poesía en China data, según los expertos, del siglo XVIII a. C., es decir, de mil años antes que Homero. Pero es durante las dinastías Tang (618-907) y Song (960-1279) cuando la poesía alcanza su apogeo. Desde finales del siglo VII, la composición poética era el contenido principal de los exámenes oficiales para optar a un puesto de funcionario público, de manera que quien deseaba entrar en la administración tenía que conocer bien la poesía y ser poeta, o por lo menos, versificador. Sí, habéis leído bien. Han cambiado mucho las cosas, ¿verdad?
La poesía no era sólo para una reducida élite. Al contrario, había poetas barqueros, campesinos, artesanos… y también poetas prostitutas. La difusión de la poesía llegó a un grado sorprendente, según explica Guojian Chen en su libro Antología de poetas prostitutas chinas (siglo V – siglo XXI): “Se presentaba un poema al solicitar empleo y se dedicaban versos a los amigos que se despedían, a los oficiales que se marchaban a la guerra, a los colegas que sufrían”. Los versos del afamado poeta Bai Juyi aparecían inscritos en las paredes de las escuelas, de los templos, de las oficinas de correo. Se vendían copias de sus versos en los mercados o se trocaban por vino en las tabernas. El país miraba hacia la poesía. ¿No os parece esto un top manta milenario y poético?
Las poetas prostitutas escribían sobre el amor, el desamor, la injusticia social, la exaltación de la naturaleza, la amistad y la nostalgia. Las instruían en los burdeles con el fin de atraer a clientela exquisita y solvente
Y es en ese contexto histórico en el que empiezan a proliferar poetas prostitutas. Las dueñas de prostíbulos buscaban jóvenes hermosas que se encontraran en situaciones difíciles, algo frecuente pues China durante milenios ha sido un país feudal y machista que ha despreciado a las mujeres. En los burdeles las instruían en la poesía, con el fin de atraer a clientela exquisita y solvente.
Las poetas prostitutas escribían sobre el amor, el desamor, la injusticia social, la exaltación de la naturaleza, la amistad y la nostalgia. Muchos de sus versos están llenos de dolor. Es fácil imaginar la discriminación y el desprecio que sufrían, pero sobre todo la soledad y el deseo de volver a sus aldeas, a sus orígenes, el deseo de recuperar sus vidas, de ser libres, sin ataduras.
Durante la última década, se han realizado esfuerzos en la investigación y recuperación de estas poetas prostitutas. El libro del que hablamos recoge una colección de exquisitos poemas, recopilados por Guojian Chen y publicado por la editorial Visor. Un recorrido y un homenaje a estas poetas, a estas mujeres que huían de sus vidas a través de la poesía. Un libro lleno de historias y de belleza.
Alegría por la visita que me hizo Lu Hongjian,
a la orilla del lago, cuando estaba enferma
Te marchaste, la última vez, al claro de luna,
en medio de una copiosa escarcha.
Vienes ahora, entre brumas glaciales,
a verme aquí, tumbada, enferma.
Las lágrimas me quitan la palabra.
Te pido tomar el vino de Tao,
el del famoso poeta
retirado a la montaña,
e improviso un poema para agradecerte.
Una borrachera casual.
No viene mal.
¿Qué hacer, si no?
Dedicado a mi amigo Zhu Fang
Subiendo a la alta montaña,
contemplo el agua del gran lago.
Las añoranzas no distinguen
entre el día y la noche.
Pienso yo en ti y tú en mí,
meses tras meses, años tras años.
Verdean lozanos bosques.
Flores silvestres compiten en abrirse.
Cuando volvamos a vernos,
te diré todo lo que estoy sufriendo.
Ocho superlativos
El más cercano y el más lejano:
El Oriente y el Occidente.
El más profundo y el menos hondo:
Arroyo cristalino.
Los más altos y los más resplandecientes:
El sol y la luna.
Los que más se aman y los que más se desaman:
Marido y mujer.
Añoranzas de los enamorados
No hay nada más profundo que el mar,
así dice todo el mundo.
Mas creo que su profundidad
no alcanza ni en mitad
a la de las cuitas y añoranzas
por el amado ausente.
El mar tiene su orilla,
y éstas no tienen fin.
Laúd en mano, subo al alto pabellón,
vacío, pero lleno de luz de luna.
Vibran acordes de amor.
Se me quiebran las entrañas.
Y también las cuerdas.
Escuchando a Xiao Shuzhi tañer su laúd
Balada de los manantiales de las tres Gargantas
Vivo entre las nubes de la sierra Bruja
y oigo a menudo susurrar los manantiales.
Las hermosas melodías, lejanas,
surgidas de tu laúd de jade,
me llevan a un sueño.
Las caudalosas aguas de las Tres Gargantas
se lanzan de un golpe a mi silenciosa alcoba.
Bajo tus dedos, las rocas se derrumban.
De tus cuerdas se alzan olas rompiendo el cielo.
Se ha desatado una furiosa tormenta.
Después, se escuchan sollozos ahogados:
La corriente ha perdido su ímpetu y fuerza
y fluye cada vez con más calma.
Gotas y gotas de agua caen sobre las piedras.
Me ha hechizado tu interpretación.
Me recuerdas a Yuan, el gran maestro antiguo.
Ojalá pudiera oír siempre los sones de tu laúd,
como estos manantiales que fluyen y fluyen.
Li Ye, incluido en Antología de poetas prostitutas chinas (Siglo V-Siglo XIX) (Visor Libros, Madrid, 2010, ed. y trad. de Guojian Chen).
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