Sonny Rupaire
(en creole Soni Ripè, 1941-1991). Poeta guadalupeño, una de las grandes figuras del movimiento nacionalista en las Antillas y uno de los imprescindibles de la literatura antillo-guayanesa.
Nació el 7 de noviembre de 1940 en Capesterre-Belle-Eau, comuna del distrito de Basse-Terre, en Guadalupe, aunque algunos sitúan su lugar de nacimiento en Pointe-à-Pitre. (Guadalupe). Vino al mundo en el seno de una familia de maestros, pero su infancia estuvo marcada muy temprano por el fallecimiento de su madre, en 1947, a causa de lo cual fue criado por su abuela. Hizo sus primeros estudios en Capesterre-Belle-Eau y el final de la escuela primaria en Basse-terre. Prosiguió estudios desde 1953 en el liceo Carnot de Pointe-à-Pitre, y luego hizo estudios superiores en la Escuela Normal de Pointe-à-Pitre, desde 1959, etapa que marcó para él el inicio de una fraternidad compartida, pero sobre todo el lugar donde se reveló su alma de poeta. Participó en varias ocasiones en los Juegos Florales, donde obtuvo premios por los poemas presentados. Al coronar en 1957 a Sonny Rupaire, el consistorio de los Juegos Florales distinguió a un joven poeta dotado de un poderoso aliento y de una calidad de estilo poco frecuentes. Los poemas que por entonces componía se hacían ya notar tanto por su belleza formal como por su ardiente convicción. El joven poeta reafirmaba ya su compromiso. En lo sucesivo, sus preocupaciones políticas militantes irían adquiriendo cada vez mayor fuerza en su obra.
Una vez terminados sus estudios en 1961, Rupaire comenzó a trabajar como maestro de escuela en Saint-Claude (cantón del distrito de Basse-Terre, en Guadalupe). Por la misma época, al igual que algunos de sus coterráneos, se negó a vestir el uniforme militar francés para hacer la guerra al “pueblo hermano” de Argelia. Condenado por contumacia y por ese motivo obligado a partir al exilio, viviría largos años en Argel, donde trabajó también como maestro. Participó por entonces en la creación e implementación de una política educativa argelina.
Regresó a Guadalupe entre 1968 y 1969, de modo clandestino. Fue en aquel momento que decidió escribir en lengua creole.
Una vez concluido su período de exilio, Rupaire se convirtió en una de las figuras cimeras del movimiento nacionalista, además de ser un escritor importante de la literatura antillana.
Hacia fines de 1967, viajó a Cuba para representar a la A.G.E.G. (Asociación general de estudiantes guadalupeños) ante la OCLAE (Organización continental latino-americana de estudiantes), responsabilidad que ocupó de 1968 a 1969.
Sonny Rupaire introdujo por primera vez la noción de compromiso en la poesía creole: sus textos denuncian el destino de las clases trabajadoras en su isla al describir con fuerza sus sufrimientos, sus sueños, sus esperanzas. Inspirándose en el habla popular, su estilo muestra un arte poético creole emergente que no debe ya nada a Europa. Algunos de sus poemas como “Chyen” o “Mwen sé Gwadloupéyen” fueron en su tiempo muy populares.
Con Cette igname brisée qu’est ma terre natale, Gran parad ti kou baton, -Ese ñame quebrado que es mi tierra natal… publicado en 1971 por la l’AGEG (Asociación general de estudiantes guadalupeños) en Paris, Rupaire rompió el uso duduista del creole, que era el que había predominado en Guadalupe hasta entonces. Esos textos describen, con una sensibilidad estremecedora, la condición colectiva de un pueblo miserable víctima de la neurosis engendrada por la servidumbre. El poeta, sin embargo, está seguro de que el orden reinante, caracterizado por la desigualdad, será destruido.
En 1971, Sonny Rupaire participó en la creación de la U.T.A (Unión de Trabajadores Agrícolas de Guadalupe), primer sindicato guadalupeño no dependiente de una central sindical francesa.
De 1973 a 1991, participó en la creación de la U.G.T.G (Unión General de Trabajadores guadalupeños), del S.G.E.G. (Sindicato General de la Educación en Guadalupe) -en 1973, había sido reintegrado a la Educación nacional- y de la U.P.L.G. (Unión Popular por la Liberación de Guadalupe). Fue por otra parte uno de los primeros voceros de esta última organización, y uno de los redactores del órgano de prensa de dicha formación: Lendépandans. –La independencia.
Para Maryse Condé, que coincidió con Rupaire en un momento en que ambos escritores estaban en su Guadalupe natal, este escritor “fue humilde, fraternal, tolerante, sin dogmatismo alguno, respetuoso de la personalidad de escritores muy diferentes de él mismo”.
Sonny Rupaire falleció en Guadalupe el 25 de febrero de 1991. Puede ser considerado el padre de la poesía en lengua creole. Aunque no fue el primero en usar el creole para escribir literatura, pero sigue siendo ciertamente el primero en haber sistematizado su uso, y sobre todo un escritor que pensaba y practicaba una poesía creole autónoma respecto a los marcos de la poesía francesa, de alguna manera, una suerte de poética creole auto-centrada.
Rupaire es, junto a Saint-John Perse y Guy Tirolien, uno de los poetas de referencia de Guadalupe.
Bibliografía activa
Cette igname brisée qu'est ma terre natale / Gran parad ti kou baton, poèmes en français et en créole. A.G.E.G., Paris: Éditions Parabole 1971, 1973; Paris: Éditions Caribéennes, 1982.
Las huellas del Caribe
Por Lourdes Beatriz Arencibia Rodriguez
Uno suele pensar que el mar no deja huellas. Pero recuerdo que más de una vez recibimos en nuestra Sección de Traducción Literaria de la Asociación de Escritores de la Uneac, el requerimiento de personas que se interesaban por indagar si entre nuestros archivos poseíamos datos sobre un joven autor de la Guadalupe llamado Sonny Rupaire, más conocido entre los suyos como «Soni Ripè», que había sido en Cuba dirigente de la OCLAE (Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes) y que además, había escrito poemas en francés y en creol. En verdad, su nombre me sonaba sin tenerlo plenamente ubicado; tampoco conocía su obra, pero lo que más me motivaba a seguir indagando sobre la identidad de aquel muchacho caribeño era la conjunción en su persona de dos tempranas sensibilidades: la de dirigente político y la de poeta, una combinación que tan frecuentemente se había repetido en muchos y muy notables creadores de la América nuestra.
Poco a poco y sin sentirlo me fui acercando entonces al inesperado mensaje de una voz poderosa y decidida a hacerse escuchar dentro y fuera de su región. Esa voz en permanente «estado poético» y sensibilidad a flor de piel, había nacido un 7 de noviembre de 1940 en Pointe-á Pitre, Guadalupe y era la de Sonny Rupaire. Al igual que Saint John Perse, Aimé Césaire, Dereck Walcott o Guy Tirolien, estaba llamado a ser también una figura de referencia en la lírica antillana. Como poeta/ estudiante o como estudiante/ poeta, se entrenó de 1953 a 1959 -como bardo y como dirigente estudiantil a la vez-, en el Instituto Carnot y en la escuela Normal de Pointe –á – Pitre por un lado, y en los Juegos Florales, un certamen que marcaba a los mejores poetas de las islas antillanas de expresión francesa., por el otro. Al cabo, su militancia política le moverá a decantarse de otros creadores de su entorno que escribían en francés y empezará a escribir en lengua creol. Con el propósito definido de sistematizar la utilización de esa lengua en una literatura autónoma autocentrada y aunque no fue el primero en servirse de ella, se le ha llegado a considerar el padre de la poesía creol.
Sonny Rupaire pasó dos años en Cuba (de finales de 1967 a 1969) como representante actuante y pujante de la Asociación General de Estudiantes de la Guadalupe (AGEG.) en la OCLAE, donde realizó una labor bien valiosa y creativa que mucho merece ser conocida y reconocida. Cuando regresa a su isla natal, continuó escribiendo y trabajando en la clandestinidad hasta que el gobierno francés le concede una amnistía en 1971.
Su compilación de poemas titulada Ese ñame partido que es mi tierra natal (Cette igname brisée qu'est ma terre natale, o Gran parade ti cou-baton krey porèm an krèyol gwadloupèyen ), se publicó por vez primera a cargo de Editions Parabole, Paris, 1971 y tiene dos reediciones, una en 1973 y otra a cuenta de Editions Caribéennes, Editions Caribéennes, Paris, 1982. Pero también nos dejó un ensayo.
Su obra ha movido la atención de otros escritores de la región: Ronald Selbourne ha compilado en un libro titulado Sonny Rupaire; fils inquiet d'une igname brisée (Guadeloupe-Algérie-Cuba-Gwadloup) con prefacio de Maryse Condé. Pointe-à-Pitre: Jasor, 2013, un grupo de composiciones dedicadas a Rupaire de reconocidos poetas antillanos, entre éstos: Nancy Morejón, Michel Bangou, Dominique Berthet, Pattrick Chamoiseau, Nathalie Hainaut, Aude Ferly y otros.
De su bibliografía pasiva, cabría asimismo citar: Patrick Chamoiseau, y Raphaël Confiant. Lettres créoles. Tracées antillaises et continentales de la littérature: 1635-1975. Paris: Hatier, 1991: 9, 131-133, 175. pp.; Jack Corzani Une certaine conscience esthétique: la littérature engagée (capítulo 2, "Littérature ou militantisme?"). La Littérature des Antilles-Guyane françaises. Fort-de-France: Desormeaux, 1978, Tomo 5: 136-147 pp. y Roger Valy-Plaisant. Sonny Rupaire, ou La fierté d'être guadeloupéen. L'Héritage de Caliban, bajo la direction de Maryse Condé. Pointe-à-Pitre: Jasor, 1992: 13-18 pp.
Finalmente, me permito ofrecer a renglón mis traducciones al español de dos de sus poemas : Défi (integral) y Matouba (fragmento) tomados de: Cette igname brisée qu'est ma terre natale, Eds.Caribéennes , Paris, 1982:
Desafío
¿Quién se atreve a cantar del abanico de un papayo
que éste conserva aún poder purificador
sobre el olor de esta isla abierta como una llaga
al aliento careado de los carnívoros?
Que se levante
si se atreve
el de la ruta ancestral
Sin encrucijadas,
Sin desvíos,
rectilíneo
como la mira de un pelotón de fusilamiento
Que se levante
y diga:
“Estoy libre
en ese pozo
elaborado de siglo en siglo
ahondado de muerte en muerte
porque en su muerte se agotan los colores.
Estoy en el camino de la razón
pavimentado con
buenas intenciones
de quienes me dieron la noche
Así sea
Así sera.”
¡Ah! Que levante la mano
el de la ruta ancestral
¿Quién a la sombra de un flamboyán
se atreve a cantar
que ésta conserva aún poder de detención
sobre la fealdad de esta isla abierta como una llaga
a los agudos caninos de los carnívoros ?
Que se levante
si se atreve
el de la buena conciencia
sin remordimiento
sin nubes
lisa
como el único ojo de un pelotón de fusilamiento
Que se levante y diga:
“Estoy libre
en ese pozo
elaborado de miedo en miedo
descendido de escalón en escalón
porque ser desenvuelto no es pecado
Estoy desviado en el camino
sembrado de presentes ignorados
de quienes permanecen en la noche
sálvese quien pueda.
yo estoy salvado”.
¡Ah! Que levante la mano
el de la buena conciencia
¿quién se atreve a cantar de la espuma del océano
que ésta conserva aún el poder curativo
sobre la mierda de esta isla abierta como una llaga
a las garras belicosas de los carnívoros?
Que se levante
si se atreve
el de la satisfacción
sin marea
sin tempestad
pura
como la salva de un pelotón de fusilamiento
Que se levante y diga
“Estoy libre
en este pozo
ahondado de guerra en guerra
asimilado de ley en ley
porque jamás tendré una luz más pura
estoy en el camino de la Historia
triangular, ayer
desde entonces, linear
sin una escala
que nos salve de la noche”.
¡Ah! Que levante la mano
el de la satisfacción ¿Quién?
¿Quién se atreve a cantar que los andrajos de esta isla
aún conservan poder protector
sobre su cuerpo abierto como una llaga
a las codicias de los carnívoros?
Que se levante aquel de allí, si se atreve
pero quién dejará de custodiar
a quienes ven pasar el tiempo?
Matouba (fragmento)
¡Oooooooh!
Matouba
Encía verde
Matouba
Encía abierta
Matouba
Bajo el canino careado
de la orgullosa Soufrière carie-azul
Matouba
Quejosos los gomeros
Tienden sus largos brazos de lloronas.
Era esa misma noche. Era una noche peor
Matouba
la de veleros pesados como sacrilegios
Matouba
de chalanes hablantines y de dinero negro
Matouba
de muelas de trapiches y la caña aplastada
Matouba
y la caña sembrada y cortada y molida
Matouba
aquella donde “yo” no era pronombre para todo el mundo
Matouba Matouba
era la misma noche. Es todavía noche peor
Oooooooh !
Matouba
pecho verde
Matouba
pecho ofrecido
Matouba
bajo la muralla agrietada
de la orgullosa Soufrière gris-lagarto
Matouba
los acantilados temblorosos
tienden sus orejas de sordos.
Sin embargo ese es el día. Sin embargo ese fue el día
Matouba
el sol cegado por vivientes cuchillos
Matouba
y esos cuerpos desnudos que mueren en la punta
de los dedos de las olas
Matouba
y la sangre en el mar y la sangre en la tierra
Matouba
y trescientas sangres salpicadas hacia tu cielo Matouba
Matouba
crepúsculo eterno engarzado en nuestras memorias Sonny Rupaire; fils inquiet d'une igname brisée
Matouba Matouba
sin embargo ese era el día. Ese fue el día sin embargo .
¡Oooooooooh !
Matouba
tumba tan verde
Matouba
tumba desierta
bajo la muralla agrietada
de la orgullosa Soufrière gris- lagarto
Matouba
de voces que todavía débiles
buscan fuerza para gritar
Pero sobre ese arrecifre muere en su ataúd de mar
Matouba
la noche, la noche, la noche es una viuda dichosa
Matouba
en su taparrabo tejido con hilos de bananos
Matouba
y su vela que arrastra como un río de azúcar
Matouba
y sobre ese arrecifre muere el cangrejo a flor de miedo
Matouba
en esos filosos cortantes se siente todavía
Matouba Matouba
la chispa de sangre que brota de tu volcán
Selección y traducción de poemas de Lourdes Beatriz Arencibia Rodriguez.
Editado por Heidy Bolaños
http://www.cubaliteraria.cu/articulo.php?idarticulo=18862&idseccion=55
Cette igname brisée qu’est ma terre natale
Au détour de mes silences
j’ai trouvé une éternité.
Je suis la mangue qui prépare
à la saison des orgies.
Je viens mûri aux ardeurs du soleil.
J’ai craché mon latex à l’oreille du vent.
Curieux regards cherchez-vous à savoir
comment j’ai pu quitter si vite mon espoir ?
Lourde cette fleur blanche
de murmures d’abeilles
et subtil ce poison fermenté dans son sein.
La nuit a incrusté dans mon front de fœtus
deux étoiles couvant cette igname brisée
qu’est ma terre natale.
Je suis la sapotille
roulant dans le dédale
des sentiers où l’on craint trop souvent de marcher.
J’ai craché mon latex à l’oreille du vent
en suivant la tête crépue
de mon astre
plaquée sur la voûte céleste
comme un énorme sexe
dans la virginité monastique d’un mur.
Je suis une surette ocrée
par des atomes de lumières.
Et mon écharde garde encor mémoire d’une
contraction rose de chair blessée
et de la mélopée monotone d’un cœur
muée en frénésie.
Je suis une primeur au verger des poètes.
De la fumure des souffrances
jaillira le fleuve d’espoir
avec des cliquetis de chaînes qui se brisent.
Contradicteurs pleurez, ma vérité offense.
Regrets abandonnés au volcan de ma force
j’ai craché mon latex à l’oreille du vent.
Ma lave affermira les douleurs qui battent.
Au sein de l’Atlantique
mon igname brisée
ancrera ses racines.
Et qu’il me sera doux
ô
maître séculaire
d’entendre au fond des soirs multipliés d’insectes
pleurer ton rêve occidental
dans le coui de ma joie!
Défi
Qui ?
qui ose de l'éventail d'un papaïer
chanter qu'il a pouvoir purificateur encore
sur l'odeur de cette île
ouverte
comme une plaie
à l'haleine cariée des carnassiers ?
Se lève
s'il ose,
celui de la route ancestrale
sans croisée
sans détours
rectiligne comme la mire d'un peloton d'exécution.
Se lève
et dise :
« Je suis libre en ce puits
de siècle en siècle élaboré,
de mort en mort approfondi,
car dans sa nuit s'épuisent les couleurs.
Je suis le chemin de raison
pavé de bonnes intentions
de ceux qui m'ont donné la nuit
Ainsi soit-il. Ainsi sera. »
Ah ! qu'il lève la main
celui de la route ancestrale.
Qui ose de l'ombrelle d'un flamboyant
chanter qu'elle a pouvoir estompeur encore
sur la laideur de cette île
ouverte
comme une plaie
aux canines aiguës des carnassiers ?
Se lève
s'il ose,
celui de la bonne conscience
sans remords
sans nuages
lisse comme l'œil unique d'un peloton d'exécution.
Se lève
et dise :
« Je suis libre en ce puits
de peur en peur élaboré
de marche en degré descendu,
car débrouillardise n'est pas péché.
Je suis le chemin détourné
semé de présents ignorés
de ceux qui restent dans la nuit.
Sauve qui peut. Je suis sauvé. »
Ah ! qu'il lève la main
celui de la bonne conscience.
Qui ose de la mousse de l'océan
chanter qu'elle a pouvoir curateur encore
sur la crasse de cette île
ouverte
comme une plaie
aux griffes aguerries des carnassiers ?
Se lève
s'il ose,
celui de la satisfaction
sans marée
sans tempête
pure comme la salve d'un peloton d'exécution.
Se lève
et dise :
« Je suis libre en ce puits
de guerre en guerre approfondi,
de loi en loi assimilé,
car jamais n'aurai lumière plus pure.
Je suis le chemin de l'Histoire,
triangulaire hier,
depuis,
linéaire sans une escale,
et qui nous sauve de la nuit. »
Ah ! qu'il lève la main
celui de la satisfaction.
Qui ?
Qui ose chanter que les guenilles de cette île
ont pouvoir protecteur encore
sur son corps
ouvert
comme une plaie
aux convoitises des carnassiers ?
Se lève celui-là
s'il ose.
Mais qui le lèvera de garde
de ceux qui voient passer le temps ?
Le poème « Défi » de Sonny Rupaire est tiré du recueil Cette igname brisée qu’est ma terre natale / Gran parad ti kou baton, publié pour la première fois aux Éditions Parabole à Paris en 1971 et republié aux Éditions Caribéennes à Paris en 1982, page 57.
Kè ou lèstonmak (fyèl-é-kouraj ou fon-é-toupé)
A pa tou di répété kon léko :
« Sa ki la pou’w dlo pa’a chayé’y »,
lè sé adan menm ravin-la
swè a’w ka dégouté akontinyé.
Pou sa…lapenn pa vo!
A pa tou di bougonné anbafèy :
« Koken pa’a pwòspéré »,
lè tout volè alèz-kon-Blèz,
lè zafè a yo ka fè lò,
é lè sé’w ki òbò falèz.
Sé vré… lapenn pa vo!
A pa tou di wonchonné an bab a’w :
« Pli ta pli tris »,
si anmenmdètan ou pa vlé vwè
pou kilès
lavi-la pli antòch jou an jou.
Kwè mwen, lapenn pa vo !
A pa tou di chigné dèyè pòt :
« Ka’w vlé fè »,
si vou-menm pa sav
si vou-menm pa ka di sa’w anvi fè.
Lapenn pa vo!
A pa tou di èspéré :
« Bondyé bon !…dèmen ké on dòt jou »,
si apré jòdila séké jimo a jòdila,
pli lèd, pli rèd osi.
Non ! Non ! Lapenn pa vo !
Ka ki pasé’w ?
Ou sé padavwa ou tini onlo kè,
ou sé ni ou pa ni kè menm
pou’w pé sipòté sa !
Men lavalas ja ba’w twòp tòbòk anlè tèt,
zékobèl a solèy ja rantré an chè a’w twòp,
pou yo pé di
ou pa ni fyèl-é-kouraj !
A pa sa.
Sé davwa sé sèvi yo toujou sèvi èvè’w.
Sé twòp lèstonmak yo fè anlè’w,
ki fè ou onjan bat dèyè.
Ou pèd lafwa adan lézòt,
adan vou-menm
Mé kimafoutiésa ?
Pou pòk ou pòkò pòk !
E pon dòt moun ki’w menm
péké pé woté pyé a’w
adan pè pépa-la yo pri la.
Kwè mwen.. lapenn vo!
Ce poème de Sonny Rupaire, « Kè ou lèstonmak (fyèl-é-kouraj ou fon-é-toupé) », est tiré du recueil Cette igname brisée qu’est ma terre natale / Gran parad ti kou baton, publié pour la première fois aux Éditions Parabole à Paris en 1971 et republié aux Éditions Caribéennes à Paris en 1982, page 38. Les illustrations du recueil sont de Franck, Frédéric et Nathalie Dèglas, Richard Sainsily, Titò è Tiwap, et Tò è Simonn.
HOMMAGE
À GUY L’AN NEUF
Pour toi sans mémoire déjà corps exposé
Là dans ton cercueil lavande bougainvillées
Surveillent la veillée et tendent bien l’oreille
Les caciques acacias pointent leurs épées
Épiant à l’avant-garde la nuit sur La Treille
Et Grand-Bourg à leur pied si calme et reposé
Inhumé sans couronnes ni fleurs parfumées
Sans ronronnants répons pas plus que pleurs et cris
Hypocrites ou vrais par un vendredi gris
Te voilà dégrisant griots et coryphées
Nécrophages qui déjà façonnaient en douce
D’ineffables blablas sur la mort d’un vieux loup
Solitaire à l’aube chaude de ce mois d’août
Repose en paix frère amputé l’avenir pousse
Dans le serein j’attends l’heure où je m’en irai
Vers la vieille Soufrière endormie à peine
Triste d’être arrivé trop tard pour te serrer
La main d’aîné reclus et pourtant tant humaine
Les cendres de Damas nous avaient rapprochés
À Cayenne là-bas alors que nos rochers
Se touchent presque dans leur dérive accrochés.
Sonny RUPAIRE (Grand-Bourg, 5 août 1988)
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