Ioana Trica
Ioana Trica (1956, junio) nacida en Grindu, provincia de Ialomita en Rumanía. Licenciada en filología (lengua rumana y francesa), Universidad de Bucarest. Poeta y traductora, tiene poemas en idioma original y traducciones (del francés y del reto-romanche) en periódicos rumanos de Canadá, Francia, España, Argentina, Albania, Suiza, etc. Le gustan mucho las lenguas románicas o neo-Latinas y busca sus raíces en común.
Fueron publicados varios poemarios : Altcineva/ Alguien otro, 2005. Continente suspendate / Continentes suspendidos, 2008. El tiempo con rostro extraño (Obsidiana Press 2008, traducido al español por François Szabo. Timpul poeziei / Time of poetry (antología bilingüe )2009. Cruciadele somnului / Cruzados del sueño 2011. Noaptea sarpelui / La noche de la serpiente 2013, O insula in Nord / Una isla en el norte, 2015 etc. Premio Naji Naaman en 2009 para el manuscrito Des hommes seuls / Hombres solos y premio de excellencia SIMFEST 2005 para la traduccion Luisa Famos -Poesias- Poezii.
Miembro del PEN club frances y de World Poetry Movement.
Poemas de Ioana Trica, traducidos por José Alejandro Peña:
I-am vorbit
I-am vorbit despre golurile care rămân
după moartea stelelor
Urmăresc cu degetul o linie pe cer
Harta stelelor pe chipul lui alb
se roteşte şi ea
odata cu casa cu strada
şi cu cercurile desenate pe geam
Chipul lui se luminează a singurătate.
Yo hablé con él
Yo hablé con él
sobre las lagunas que quedan
después de la muerte de las estrellas.
Sigo una línea en el cielo con el dedo.
El mapa hecho de estrellas en su blanco rostro
también gira
con la calle y la casa
y los círculos
dibujados sobre vidrios
Su cara se ilumina
de la soledad.
Dimineți
Dimineți dezgolite
de apele lacului
De pe pragul durerii
Ofelii ale timpului
se-neacă.
Mañanas
Mañanas descubiertas
por las aguas de los ríos
En el umbral del dolor
Ofelias de tiempo
ahogándose.
Ca o furtună uşoară
Dragostea e ca un gol
în care se întorc apele
şi ploile suspendate în nori
Lasă-ţi sufletul să calc peste el să te doară
apoi voi veni să te vindec
cu ploile mele curate
ca cerceii sunând în urechi
Simt îmbrăţişarea ta de departe
dorinţa ta aspră şi vie
Aşteaptă răsăritul de lună
să crească în trupul tău lumina
Abia atunci
să mă chemi alunecos ca o trestie
tăcut şi singur.
Să mă rotesc în jurul tău
ca o furtună uşoară
ca o floare ce se deschide încet.
Como una ligera tormenta
El amor es como un espacio en blanco
donde las aguas
y la lluvia suspendidas en las nubes
regresan.
Deja tu alma
para que yo pasa por encima y la lastime
Entonces voy a venir a sanarte
con mis lluvias limpias
Como aretes sonando en los oídos
Siento tu abrazo desde lejos
tu bronco y vívido deseo.
Espera que la luna salga con su luz
creciendo en tu cuerpo
sólo entonces
llámame resbaladiza como la caña
silenciosa y solitaria.
Voy a girar alrededor tuyo
como una ligera tormenta
como una flor que se abre lentamente.
Pe uşa aceea nu intră nimeni
Ziua aceea ce semăna
atât de mult cu limpezirea
a devenit floarea rezemată
de clanţa uşii
Prietenii mei
şi-au lăsat spadele în teacă
şi au plecat în ţara zăpezilor
Pe uşa aceea nu intră nimeni
timp de o viaţă.
Nadie entre por esa puerta
Ese día que re-ensambló
tanto su claror
Se convirtió en flor inclinada
por la manija de la puerta
Mis amigos
dejaron las espadas en sus vainas
y se fueron a la tierra de la nieve.
Nadie entre por esa puerta
mientras dure la vida.
*
Poemas de Ioana Trica, traducidos por François Szabo:
Alguien ajeno
Alguien ajeno hechiza
mi tiempo
alguien ajeno humea mis miradas
me deslizo por las noches calientes
hasta el olvido
hasta que olvide que existo
miro tras las ventanas del tiempo
alguien ajeno mira por mi
salgo la cabeza bajo el canal de la noche
a buscar mi estrella
es una estrella blanca
en una nebulosa forastera
de otro cielo
de otro universo
alguien ajeno escribe ese poema
alguien ajeno borra mis recuerdos
que debía tener
en otro cielo
en otro universo.
Mi patria feliz
Mi patria feliz
y su imagen celebrada
esos últimos tiempos
yéndose
hacia una meta indefinida
La imagen cantada
largamente vacilante de mi patria
se desmorona sola
en miles de astillas
y cada uno de nosotros
lleva una en su alma.
Hombres solos
Hombres solos
de madera de fresno, de madera de morera
vuelven a la lengua materna del mundo
bajo el primero y el ultimo cielo
con miradas llenas de la luz del sol poniente
y de la luz de la alba seca
hombres de mayo
hombres de junio
luminosos / transparentes / solitarios
bajan en silencio hacia
las fuentes primitivas.
Como un dolor rechazado
Esa mujer, si está,
como un dolor rechazado
era la música
el sueño el silencio
ella dormía
en sus sueños como
el serpiente de la casa
envuelta en el amor, incomprendida
como la muerte.
Las islas de la noche
Las islas de la noche
dibujan contornos blancos
a la desesperanza
hasta muy tarde
hasta ese punto en donde
las aguas se secan
y el alejamiento se enciende
como arenas amargas
en el viento.
La belleza vencida del poema la noche
La belleza vencida del poema la noche
como una estatua al centro del mar
centelleando ligeramente bajo la lluvia de los rayos
me recuerda
esa noche extraña calma y nevada
sin límites y sin hora cortadas
de un tiempo blanco
ningún hombre
solo un pájaro dibujando su perfil de noche…
estaba en un golfo calmo y lleno de luz
de donde el negro se levantaba
y una otra manera de mirar mientras
los blancos y los altos alveolos del cielo
como por enormes y profundas conchas.
El rey de los pájaros
A Attar, poeta persa del siglo XIII
Rodeado de su propia luz
Duerme Simurg
Rey de tres mundos :
Del fuego del aire y de los pájaros
Rey del sol de mediodía
del sol de medianoche
del reino de ninguna parte
y de cualquier parte
Sus alas gigantes
a través mis cielos
me dejan un único lugar
para mirar
la danza redonda del tiempo
y de mi estación
Cubierto de su ala de luz
duerme Simurg
rey y pájaro de tres mundos :
del fuego del aire y de la gente
Así duerme
Simurg – Señor
del último cielo.
Crepúsculos
Sobre los jardines salvajes se caen
gigantes crepúsculos
Sabor a ceniza en hierbas
del oro y del brasero –
Un mar de sombras se va al
archipiélago de las grandes ciudades
Un mar movedizo de sombras y de espadas
espera en la oscuridad
una señal del Dios
quien viene cabalgando una montaña.
La ilusión que seamos reales
Estado de relato otoñal
y ninguna imagen ninguna señal
que bajaremos en un amarillo
luminiscente de cobre
en un cielo soterrano
con constelaciones decepcionantes
estado de relato otoñal y
la ilusión que seamos reales.
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