Victoria Asís
Argentina.
Comienza su tarea a partir del Taller Literario: Almafuerte (1994) coordinado por la escritora María Buroni Valle (Faja de Honor) de la SADE) por su libro Tierras Bajas.
En antologías ha participado: Antología Poética, Imágenes Perfumadas editada por Creativos Argentinos (1995) Antología Poética de la ciudad de Magdalena(1998).. Antología de lujo de la literatura actual - Grupo Editor Sur – 1999. Antología 300 escritores hacia el 2.000.
Dirige por el lapso de 5 años el programa radial (La radio y los Creativos) FM Ciudad 92. 9 - Magdalena. – Invitada (1997) por la Secretaría de Cultura de Magdalena compone junto al músico Rubén Calandria el tema apertura del Primer Festival de la Danza y el Folklore ´98 - A tubicha - en ritmo kaani.
Ha Coordinado talleres literarios en la Unidad N°28 Magdalena de varones. Unidad N° 9 de mujeres La Plata Pcia de Bs.As .
Edita dos libros personales:»Voces del Paraíso» 2.002 y «duo» 2.004 bilingüe, español - portugués, junto al poeta de Minas Gerais - Iacyr Annderson Freitas, ganador del Premio Casa de las Américas -Cuba- (2.005) por su libro»Trinca dos traídos» - Narrativa.
Es directora y editora de la revista de interés cultural de alcance internacional «Alas del Sur» actualmente va por el N°87
Poema N° 7
Serpentina voluptuosa
mi presencia,
avalla tu onírica torre.
Mi lengua ondulada caricia,
en sinuoso recorrido,
llega a las movedizas arenas
de tu ser.
Me unges con dolor cuando me besas
y sin embargo, deseo ese oscuro broche
que dejas en mi boca, húmeda sombra
de tus centelleantes labios.
Íntimo veneno, zumo babelico
que me bautiza en un rito de piel y fuego
Seguimos paladeando, la deleitosa fruta terrenal
que nos sabe a miel a desatinos
que nos moja cual velo sutil
empapando a la pasión , toda.
I
Sólo su boca
llega a mí,
Volando se acerca mariposa roja.
II
Alas de seda
nínfula del jardín de las Hespérides
Sobrevuelas.
III
Hija del atardecer soy.
Vladimir;
Me llamó Lolita.
Poema I
El dolor atemperado,
hoy es la dulce nostalgia
donde siempre te encuentro.
No hace falta un motivo, una canción
para sentir,
tu abrazo cálido y mudo.
La lluvia de los ojos,
no borran tu sonrisa, tu perfume
el contacto de tus manos están en mí
se quedaron en la piel protegiéndome
del silencio, del olvido. . .
Poema II
Un caudal de ternuras
sobrevuelan en mi entorno.
En un ritual de cenizas,
digo adiós - carnem-levere
me libero de cadenas y ambiciones.
Otra vez. . .
El corazón se puebla de sueños
pero en ellos permanecen
tu sonrisa, tu voz.
Y mis ternuras sobreviven
sólo para vos. . .
Poema III
Me ata el cordel sonoro
de su risa, de su acento
Me quedo noches enteras
platicando con su sombra
seguro es la manera
de retenerlo conmigo
En las penumbras inciertas
brillan sus ojos sinceros;
Y los sigo peregrina
por las veredas de siempre
Sé, me encontrará su abrazo
entonces todo llanto será inútil
cuando con su mano en la mía
iniciemos los traspasos. . .
Poema IV
tal vez mañana
lo busque
desde otro punto cardinal.
Ya no tan frío ni distante
sin nada que decir en apariencia
dejando todo guardado en el fondo,
en la forma del poema.
Tal vez mañana mis ojos sin sueño
gastados por el tiempo lo encuentren
desandando el universo. . .
Poema V
Este dolor inédito en mí,
hace que toda mi estructura
se resquebraje.
Todo consuelo es una utopía
sin ninguna posibilidad de calma.
Los retos que me impone la vida hacen
que descrea de la poca fe que aún me espera
Todo queda tan lejano, ese amor incondicional
que nos unió,
ese dios de los milagros, de los clavos y la cruz. . .
Todo tan lejano.
¡Ay! Dolor,
cuánta vida nos queda. . .!
Juegos de la mente. . .
Espera, encuentro, juegos de la mente?
Y el corazón?
Una roja rosa, deshojada y marchita.
El mismo lugar.
Ventanas entreabiertas
Penumbras que subyugan y dentro.
La pasión arrasándonos con su fuego.
Y siempre la palabra, la suya
alentándome a trascender
Con todo lo que callan mis versos. . .
¿Qué pasará en nuestro encuentro?
¿Tendrán memoria sus manos?
Cuando toquen mi piel.
¿Desde hace cuanto?
Ahora no!
No te diluyas de mí
llévame en tu vuelo
o quédate aquí;
No te esfumes en la espesura
de las horas del tiempo
Dame la certeza de sentir tu abrazo
Háblame, pero que tu voz
no pronuncie esa palabra
que duele y lastima
Visítame con la lluvia
humedece mis raíces, dame vida
otra vez
O quédate aquí para cerrar mis ojos. . .
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Mujer con sombrero
Sabiamente cumple con el ritual
deja correr el lápiz sobre su boca.
Sonríe pensando como jugará con su inocente
impaciencia y su postura de amante.
No le tiemblan las manos,
que sujetan el rímel y las sombras
Lentamente memoriza los gestos, la mirada.
Solamente quiere sorprenderlo
verlo agitado la seduce,
la predispone al beso, a las caricias.
Se ve al espejo,
descubre a esa mujer que día tras día
se maquilla, se peina, se coloca el sombrero,
cómplice que esconde cada gesto, cada suspiro
Ni siquiera el viejo Chagall,
descifraría esa sonrisa salvaje, impúdica.
Sale a vivir la aventura inesperada
que le ofrece la vida justo a las diez. . .
Poesía Breve
No sólo son signos,
y giros del idioma,
es la metástasis que invade
mis sentidos los que me impulsan
a nombrarte. . .
A cantarte.
El por qué
Tus ojos un día me miraron.
Desnudando mi ser
No sé qué infiernos descubrieron
Para que ellos sangren
en mí,
con desconsuelo. . .