Jean-Paul Mestas
Nació en 1925 en París. Estudió letras y ciencias políticas, pero fue en el campo de la ingeniería en el que comenzó su vida profesional.
Vivió en África hasta 1941 y enseñó literatura rumana en la Sorbona. Comenzó a publicar su poesía en la revista Jano en 1949.
De 1951 a 1976 se interesó sobre todo por la poesía de Europa del Este, América Latina, especialmente Brasil y Uruguay, y Asia, y también de Grecia, Portugal y Rumanía. Como ensayista estudió a varios autores, no sólo franceses - especialmente Charles Péguy - sino también de otros países (Marguerite Grepon, Mara Guimarães, Alberto Mazzocchi, Yannis Ritsos, Nichita Stanescu), y entre ellos algunos clásicos como Pierre Corneille. La síntesis de su pensamiento poético se vierte en el libro L'Illusion Lyrique, 2006.
Poeta, ensayista, traductor, crítico, antólogo y conferenciante, autor de más de 80 obras de poesía y ensayo, Soleils Noirs, 1967, Chant pour Chris, 1989, Le livre des Visages, 2002, Magiques, 2005, Automnal, 2007, Sob o Friorento Olhar do Tempo, 2008, etc.
Tiene poemas traducidos a 23 idiomas.
PARÍS, GANGOTENA, LA LLUVIA Y EL ECUADOR
EN UN JARDÍN
Para Margarita Guarderas
El domingo está hecho para recordar
los monumentos de flores
y mujeres que han vivido
como en dos vidas
tal vez nacidas del mismo suelo.
En París el domingo está hecho
de estanques bajo las miradas
y de espectros apresurados
entre las fuentes de la madrugada
Se puede adivinar eso, las calles
están oscuras
y los ángeles que las atraviesan
tienen el sol de las mieses
que ofrecer a los muros, para deslizarlo
entre las estatuas viudas
y los caballos de apoteosis...
Escuchadme, yo hablo en nombre
de un Gangotena fabuloso
en nombre de la niebla azul de las palabras
cuyo memento bendice el cielo
mientras un reloj se detiene
oyendo sonar su cuarta aguja:
Escuchadme, el instante está cargado
de una idea que no existe,
de otra que ha muerto
y de las voces que el viento detiene
en un pañuelo de nostalgias
Ah! La primavera nada pretende,
no enloquece a los pájaros
no tiene sino que franquear una puerta para ver los hibiscus
calcinados de alegría y la sombra
extraña de la suerte
sin nombre.
Paris, Gangotena, la lluvia,
¿Qué habremos hecho de este reino
en donde antepasados están provistos
de la imaginación futura,
donde niños y hierba crecen
en el borde del fuego de la memoria,
donde los silencios de la piedra
confiesan sus follajes secretos…?
Los milenios son, lo creo,
terriblemente íntimos.
Es eso un desafío?
El miedo?
Qué decir de un Mayo triunfante
contra el hombro de París,
en la mano de Gangotena,
sobre las copulas de lluvia;
qué decir de un viaje otrora
y este camino hacia la nada
ante la ciudad abierta
que promete su vientre y abre sus insomnios.
Pero qué mañana tranquila aquí,
Qué redondez de pecho!
La edad no irrita, lo blanco
retrocede a su primer pecado
y el Ecuador en un jardín
firma sus acuarelas
con cejas del Nuevo Mundo,
con guitarras de esos dioses
que el exilio parece convertir
en sus propias metamorfosis
Y el Ecuador en un jardín
dibuja uno no sabe qué
el río
o el destino
como un poema inconcluso
sigue el abismo y persigue
a alguien.
París, Gangotena, la lluvia,
su Ecuador en un jardín.
Paris. Mayo de 1981 (Traducido del francés por M. G.)
In Diario El Tiempo, suplemento dominical La Gaceta, 20 de septiembre 1981
Poemas. Tradução al portugués de Cristino Cortes
1. Fernando Pessoa
Personne
et masque de théâtre
Un rien
qui ne demande rien
mais paradoxe
à peine mieux traduit
que la plus terne des paniques
acculée au dilemme
L’inutile a ses garde-fous
la poésie son buraliste
un troupeau du soir est juché
sur les épaules de Lisbonne
amante au chant de Philomèle.
Pessoa
e máscara de teatro
Um nada
nada perguntando
paradoxal
por pouco melhor traduzido
que o mais terno dos pânicos
encurralado no seu dilema
O inútil tem os seus parapeitos
a poesia a sua tabacaria
à noite um rebanho empoleirou-se
nos ombros de Lisboa
amando o trinado de Filomela.
2. Henriqueta Lisboa
Fragile
et comme un trait d’union
dans une valse de chimères
eut son intime caravelle
aux villes déférentes
à l’aven des îles perdues
sur un arroyo d’infortune.
Frágil
como um traço de união
numa valsa de quimeras
teve a sua íntima caravela
em cidades deferentes
no abismo de ilhas perdidas
sobre um riacho de infortúnio.
3. José Afrânio Moreira Duarte
Je vous sais quelque part
dans le dernier quartier
de nos esperances communes;
il s’y existe encore
un coin pour les poètes
et des médaillons qui s’ajustent
aux songeries tardives.
Les jours mal nés racontent
une histoire sans queue ni tête
à leur public candide,
vous et moi restont circonspects
tels des troubadours égarés
dont les sèves perdurent.
Sei que estás em qualquer parte
no último recanto
das nossas esperanças comuns;
se existe ainda
um canto para os poetas
e medalhas próprias
para as quimeras tardias.
Mal nascem os dias logo contam
uma história sem pés nem cabeça
ao seu ingénuo público,
tu e eu fiquemos sisudos
quais trovadores perdidos
na sua energia perdurando.
4. Virgílio
Matin et soir
nous nous croisons.
La vanille envahit les rues
des oracles tombent de haut.
Il reprend corps
il joue
à recenser les emblavures
où parressent des troglodytes
et les mélancolies somnolent.
Cruzamo-nos
de dia e de noite.
O nevoeiro invade as ruas
os oráculos caem do alto.
Retoma um corpo
diverte-se
a anotar as terras semeadas
onde os trogloditas preguiçam
e as melancolias cabeceiam.
5. Miguel Barbosa
Pour Fernanda
Le plus beau des parcours
Lisbonne
héroine adulée
dont le fado
ouvre sur un planetarium
que j’orne de couleurs
empruntées aux fruits de l’amour.
Je sais qu’il n’est jamais trop tard
pour la flûte enchantée
dans les faubourgs nocturnes
avec ce que les illusions
surprennent ou délivrent.
Ici le jour se lève
à l’appel des clarines.
Para a Fernanda
O mais belo dos percursos
Lisboa
heroína adulada
cujo fado
abre sobre um planetário
por mim ornamentado de cores
provindas dos frutos do amor.
Eu sei que jamais é demasiado tarde
para a flauta encantada
nos subúrbios nocturnos
onde as ilusões
surpreendem ou libertam.
Aqui levanta-se o dia
no apelo dos clarins.
6. Florbela Espanca
Quel chemin suivais-tu?
Une larme aurait pu le dire
ou le renfort des clématites;
or tu préférais vivre
en lassitudes florissantes;
un ultime clin d’oeil
du printemps te prit par le brás,
Et l’absence fut jalouse.
Que caminho seguias tu?
Uma lágrima talvez o dissesse
ou o reforço das clematites;
ora tu preferias viver
em florescentes lassidões;
num último pestanejar
a Primavera tomou-te pelo braço
E a ausência ficou ciumenta.
7. Maria Madalena
S’arrêta comme s’arrêtèrent
à la fois toutes les clepsydres.
L’instant eut le souffle coupé.
Jésus mit ses yeux dans les siens
qu’n baliveau s’y feuille.
Parou tal como pararam
ao mesmo tempo todos os relógios.
O instante teve esse sopro cortado.
Jesus fixou os olhos nos seus
uma marcação que nunca falha.
8. Maria
Venue par la porte du fond
vit hésiter la foule.
Des lucarnes s’ouvrirent
une lueur entra
timide
enfin coiffée
inévitable.
Vinda pela porta do fundo
sentiu hesitar a multidão.
Frestas se abriram
entrou um luar
tímido
tudo cobrindo por fim
inevitável.
.