Tirso Medrano
Elpidio Tilso Medrano Bautista (Tirso Medrano), 16 de febrero de 1953, Santo Domingo, República Dominicana. EN 1996 Publica VIVENCIAS COTIDIANAS AFROAMERICANAS, convirtiéndose en uno de los máximos exponentes de la poesía afro-hispano-americana. En 1998, graba un CD de spoken Word bajo el nombre ESTAMPAS DOMINICANAS. En la actualidad se mantiene escribiendo y dando recitales de poesía a lo largo y ancho del Caribe. Sus poemas se encuentran en antologías, revistas entre otros medios físicos digital.
RETROSPECTIVA DE MI INFANCIA
Yo nací desde antes de nacer.
En el grito de los niños
sin pan y sin abrigo.
Yo nací después de haber nacido,
con los ojos matutinos
y el color de la sombra.
El sabor de la tierra
mojada me dio su aliento.
El llanto a los muertos,
su nostalgia sublime.
El renacuajo se miró
en mi perfil imberbe.
Acarició mi regazo
la estación de primavera.
Una partera misteriosa
violó mi sueño de maciza
madeja purpúrea.
Un enjambre de mariposas celestiales,
me llenó de trinos silenciosos.
Un coro de aves verticales,
me despertaron con salves
húmedas y salobres.
Con sus picos plásticos
de núbiles alegrías,
me empaparon de sonidos transparentes.
Yo nací cuando el inicuo melómano,
se había adueñado de la vida,
de las fases de la luna,
de la libertad de los hombres
y del donaire de la muerte.
Yo nací a mitad
de un siglo de horrores.
En un presídium,
en una isla prisionera
de una grotesca dictadura.
En un paraje verde y cimarrón.
Lleno de cuajadas esperanzas y amarguras.
Llamado San Miguel de Manoguayabo.
Era un largo y curvo camino sigiloso,
estrecho, calichoso, accidentado y triste.
Con las almas anquilosadas en sus raíces.
A la entrada una rigola
ebria de tilapias, lilas
y flor de lotos.
Luego una mina de caliche
presagiando el desierto.
Como si les sacaran oro a la tierra,
llena de incurables cicatrices.
A cien metros un bohío
en una curva empinada.
Prieto Guante, como un vigía,
saludaba las llegadas de los transeúntes.
Pequeños charcos lampadarios
bañaban el paisaje hasta perderse en la sombra.
Mi madre tenía fresca la edad
cuando me encubó en su nido purpurino.
En gestación yo alzaba los brazos como follajes.
Heredero soy de una mezcla
racial indescriptible.
Mi madre con sus labios
de girasoles y panderos,
me bordaba de besos.
Cuando las ubres se agotaron,
mi madre salió en busca de pan y abrigo.
Mi abuela me acogió
en su gigante pecho de mimbre.
Y a fuerza de tisanas, y sofritos
me le arrebató a la muerte primera.
Yo era dueño de todos
los azules del cielo.
De los verdores que goteaban
de las palmeras.
De los cerdos y los corrales;
De los postreros y los conucos…
Yo era dueño de todo.
Sin saber que nada era mío.
Un día desperté encuestándolo todo.
Preguntando el porqué de las cosas.
Comprendí lleno de furias vaporosas,
que todo este campo bañado de verde lumbre,
era un receptáculo de almas prisioneras.
YO MISMO
Yo Lemba, en el centro del fuego.
En el comercio de América,
activando la cosecha.
Yo Mgombe, en los palenques antillanos.
Yo hermano de Makandal y Boukman
Un antílope me exhibe en el circo
con modales en francés.
Yo en África rey del Congo.
Yo en Norteamérica, dueño del Mississippi.
Todo el tiempo me chupan el alma.
Me beben de boca en boca.
Me detienen el diamante del pecho.
Con una cruz de fuego me abrasan.
Un misántropo europeo sigue mi sombra.
BAILARINA MULATA
Un misterio marrón
surtido de lumbres.
Ungüentos de trasnochados tecnócratas.
Viajeros nocturnales introvertidos,
de siderales indumentarias niqueladas.
Insustanciales anaqueles
de usureras compraventas.
Tanga de epidermis
sepultureras de avispadas vulvas.
Bizcochos de chocolates
saltando por las luces.
Un olor vegetal clavado
en los senos ojivales.
Regias piernas
de renacimiento puro.
Flechas en contorsiones de magia.
Sentidas melopeas
triviales de zambas.
Escenarios de avispadas
percusiones instintivas.
Boca de charol y papeletas
donde baja y sube la pasión,
de un hotel de paso a un escaño…
para recrear el ocio burocrático.
Ansias enjuagadas de cocteles.
Toda una erupción ensimismada,
de sábanas planchadas entre comillas,
donde la respiración puede más que la vista,
para descubrir el obstinado alpinista.
Un juego dicotómico
de glúteos atomizados
por las contorsiones eléctricas.
Un rayo láser va dirigiendo el péndulo
que mece el futuro de las canciones.
La bailarina se desgrana
como una cerveza rota.
Sillas veloces se aproximan,
mesas y botellas rompen
en aplausos y los vasos vacíos
de hielo sangran de alcohol.
CARTA A UNA TÍA
Señora Gracita Pérez, distinguida tía.
Te escribo estas dos líneas con todas mis buenas fes,
Para decirte que mamá espera un niño este mes.
Con ese serán catorce y no se quiere convencer.
Ella no cree en curetaje, ni en eso de operación.
Ni en un programa radial de la planificación.
Papá todavía está preso, por culpa del hombre aquel?...
Ya los han jugado tres veces y no nos lo dejan ver.
Tuvimos que vender el rancho, que teníamos en Cristo Rey;
Porque la piña esta agria, ya no aparece que hacer.
Botan del trabajo a Pedro, porque donde él trabajaba.
Formaron un sindicato y se lo pegaron a él.
Francisco dejo los estudios, se ha tenido que esconder;
Porque hay un peje gordo que se lo quiere lamber.
Desde que ingreso a la izquierda, lo sigue siempre un calié.
Tío Carmelo, dejo a Gloria, eso iba a suceder;
¡Tanto que se lo advertiste y no lo quería creer.
Te manda a decir Ramona, que le diga a Rafael,
Que le da plazo hasta septiembre;
Porque se encontró en el Conde, un viejo de los países,
Que todos los dices en ingles y aunque ella no lo entiende,
Por los dólares puede ser….
Te manda a decir la Melliza, que este año la vela no se vas hacer,
Ni la fiesta de Candelo, ni la de San Rafael;
Porque los pesos no rinden, apenas para comer.
Y te cuento que la Bica, tuvo un hijo sin papá,
y la botan de su casa, trabaja en Gazcue, alquilá.
La abuela le cuida el niño y dicen que es de Colá.
De mi vida ni te cuento.
Mamá sigue como siempre dándome de novio a Andrés;
Pero a mí el que meda nota es un jevito llamado José,
que vive en la Marcos Adón y creo va a resolver.
El vino de nueva york y trajo y trajo su chevrolet.
Crucita la hija de Guancho, cayó presa otra vez.
¿Dicen que los de narcóticos, le encontraron no se qué?…
Del barrio debo contarte que todo anda al revés.
La luz se va todos los días y el agua nunca se ve.
Hay una de drogadicto que no quiera su saber.
Han hechos allanamientos y no los pueden detener.
Yo creo que es la impunidad que tiene esto al revés.
Ya no hay clubes sociales, ni sociedades;
Sino Clubes nocturnos y moteles,
discotecas y cabarés.
Y unos centros cerveceros que para que le cuento a usted.
han crecidos las bancas días y noches;
noches y días loterías, lotos, bingos y pale.
Los políticos corruptos y el pueblo perdió la fe.
El SIDA, este año entro duro, ya se ha llevado veintitrés.
Gracita, te espero pronto y que este año te vaya bien;
Y trae dólares cuando venga y mucha ropa también,
Te escribe tu sobrinita Juanita Pérez Dotel.
REENCUENTRO
Soy mis padres y mis abuelos juntos.
Astillas que en el dolor se hizo eterna.
Zumo que fertiliza mi genealogía,
de líneas abismales y geométricas.
Llevo entre la leche de mis mocedades,
una infancia agujereada de oprobios.
El ayer me ancla en estos puertos.
Vivo entre las raíces de los fósiles,
nutriéndome de fangos zodiacales.
Paso invisible por los festines de oropeles.
Las presencias imperiales me asustan,
con sus intríngulis de horrorosos escarpelos.
Junglas nutrientes me detienen,
agua de potentes ríos me hacen agua.
Solo ambiciono los Océanos,
donde todas mis pesadillas
se convierten en ciclones.
Aquí hasta los amaneceres
tienen dueños.
Solo estoy libre dentro de mis padres
y mis abuelos haciendo montoneras.
SOY LIBRE
Soy libre grité un día azul.
Con el color del hambre en mis mejillas.
Nadie salió a felicitarme.
En todas partes el obrero es sangre de los buitres.
Vidas empobrecidas, cuerpos envejecidos,
en las construcciones de los palacetes.
En las fábricas creando oropeles, fachadas,
para los halcones y las águilas.
Creando las herencias de los gusanos.
Me han usado en las huelgas,
en las independencias,
en las revoluciones…
usado, usado, usado!
¡Soy libre! ¡Soy libre!
¡Soy libre en un cuerpo encadenado
con grilletes invisibles!...
DIOS
Dios es vida que fluye sin control como la risa del mar.
Es el universo sincrético, luminoso, unísono.
Todo lo santifica con su solemne creación.
Dios es Yavhé, Jehová, Osiris, Júpiter,
Brahama, Eloín en el corazón de lo infinito.
Es Brahma, Buda, Cristo, Krisna, Mahoma.
Es el verbo de los ancestros.
Desde el principio es diluvio de energía vital.
Arquitecto de los invisibles mundos.
De los que atreves de los siglos se aproximan.
De los trillones de galaxias congeladas,
De los mundos paralelos.
Perceptible en la escalera vaporosa
que une la tierra con la luna.
Dios es arcoíris de luces en la noche,
de los sistemas planetarios caminantes.
En cada plano con sus dédalos de espumas
creas los micros y macros sistemas interminables.
Las aleaciones de los genes,
Las disparidades de las especies,
Las ovulaciones de los átomos.
Dios es sinfonía en movimiento.
Sus ojos son fuegos divinos de prolongables luces,
Impenetrables y silenciosos.
Dime constructor de los volcanes porque la grandeza del Misti,
Que en su profundidad nublada caben todas las rocas de los Andes Peruano.
Creaste el océano pacifico el rey de los océanos de la tierra.
Diseñaste el desierto inagotable de Sahara,
Donde las huellas de las civilizaciones se agigantan.
Creador de los ríos Nilo, Amazona y Mississippi, viajeros serpentinos
por donde navegan perpetuamente las aguas de los cielos.
Allí los imperios han dejados sus prolongadas muertes.
Creaste la sublime altitud del Himalaya
donde el portentoso pico Éverest, Sueña erguido.
Hiciste Señor el mar Caspio.
Colosal estructura hidrográfica
donde todos los lagos del mundo caben juntos.
Creaste en Venezuela el Salto Ángel cuya altura parece buscar la luna.
Oh, ingeniero unísono!
Explícame porque tan estrecho el estrecho de Dardanelos,
que al unir el mar de Mármara con el Egeo un obelisco horizontal parece.
Donde sacaste las actividades del volcán Kilauea,
Cuyo torrentes de lavas iluminan las noches de Hawái.
Dios de la luna y de la tierra, padre del cosmos en movimiento.
En que asteroides te inspiraste para modelar el archipiélago de las Antillas.
Verdes rocas ancladas en el mar Caribe,
Pasteles de tiburones y huracanes,
Pobladas de seres vermiformes y crustáceos trilobulados. ,
Moluscos gasterópodos y anfineuros caverniformes.
En Canadá creaste el cráter Chubb Meteor
donde cabe el ojo de una estrella.
En Chile el desierto de Atacama donde nunca crece el oasis.
En Arizona el desfiladero más largo de la tierra
donde caben todos los seres comprimidos.
Dios de las aldeas, que encendiste el fuego en las cavernas.
Dios de Israel,
Dios de Jesús,
Dios de Mahoma,
Dios de los vedas.
Dios de Egipto,
de Roma, de Grecia.
Saturno o Cronos,
Apolo o Febo,
Ecué o Changó.
Todos grandes y viejos, misteriosos y eternos son tu mismo.
La panacea de los arcontes, sembraron en los genes de los nordestales las odiseas, las guerras, el miedo, las religiones.
Las odiseas, las guerras, el miedo, las religiones,
han seguido al homosapiens y al homo dei,
como un juego de los dioses tutelares.
¡Yo creo en Dios!
En el que destronó todos los alatares de los dioses.
El que les quito la fragancia
y los misterios a los oráculos y las pitonisas.
Yo seguiré viajando contigo por esos chacras,
Que no tienen edad, ni cerebro, ni sexo.
Por los frescos espacios siderales,
Donde las almas simples y los demonios no andan.
ABUELA
Abuela, contigo crece y se sepulta la genealogía,
herencia vital de esta caricatura de manos agrarias.
Grieta de carne y caliche,
Jirones de bueyes y caminos.
Abuela, mamón maduro y guayaba.
Contigo se fue el folklórico San Miguel
de Manoguayabo.
Con sus orgullosos fogones de miserias,
Y las cruces vigilantes del bohío.
Donde las tinajas y las jumeadoras,
tenían absoluta preferencia.
Solo un cementerio flota en el tiempo,
de humores estercoleros y gentiles.
En cada cerca asesinaron el conuco,
Con aire de mecánico artefactos.
Ya se le cayeron los ojos a la cañada
Guajimia donde tu niñez se llenaba de frio.
Abuela Blanca, más de alma que de apodo.
El paraje San Miguel, se fue contigo.
Hoy luce triste, delirante,
llenos de invasores moribundos.
Nómadas depredadores.
Sembradores de desenfrenadas civilizaciones.
Ya San Miguel, Pueblo Chico, El Caliche, La Placeta,
Están sepultados con sus regueretes de sinceridad
en el vientre sideral de mi abuela.
ESTA MONTA
¡Está montá, esta montá!
Échenle mano señores,
que esa negra no se ajuma
y dicen que está montá.
¡Silencio! ¡Silencio!...
Que se acerca la guardia
Y ella ha dicho la verdad.
¡Solo por nuestra miseria,
se nos explota sin piedad.
La sangre corre en la zafra,
trapiche que se nos va.
Verde población de azúcar,
que corren hacia la mar.
Sudores, sangres y abusos,
en grande barcos se van!..-
¡Ay!.... ¡Ay!
Está montá, está montá.
Déjenla quieta señores,
esa negra no se ajuma,
tampoco tiene un Luá,
esa negra está diciendo
una pura realidad.
TRAGEDIA TRIBIAL
Nació en la Doctor Betances,
allí la vieron crecer.
Era una india trigueña,
cabello color de piel.
Vestido chemí morado,
de seda un cien por cien.
Cuerpo a guitarreado,
sus ojos color de miel.
Sus labios carnosos y tiernos,
como gladiolo o clavel.
Sus senos redondo y duro,
como punta de alfiler.
Bajaron del “Saratoga,”
hacia la “Barra Gardel”.
Eusebio Manzueta arriba,
hacia un viejo burdel.
Cigarrillos y cervezas,
relámpagos y nublazón.
Celos, sudores, lujuria.
Bachata, bolero y son.
Piquín desnudo a Mercedes,
la vellonera calló.
En su cuerpo de luceros,
solo un reguardo brilló.
Piquín salió de su cuero,
nadie a Piquín lo gritó.
Mercedes se hizo un rio,
la noche se la bebió.
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