Clifton Ross
(Estados Unidos, 1953)
Es un poeta de la travesía, marcha incansable por la palabra y la libertad. Durante su juventud vivió en más de una docena de estados de su país natal y viajó por Europa, viviendo en Inglaterra y Alemania. En 1976, se mudó a Berkeley, California, donde trabajó en varios grupos cooperativistas religiosos, entre ellos, iglesias católicas y anabautistas pacifistas. Estudió teología de la liberación y fue militante en el Organismo Internacional Cristianos por el Socialismo, hasta su desintegración. En 1986, empezó su trabajo como traductor de poesía con A Dream Made of Stars (Un sueño hecho de estrellas. Una antología bilingüe de poesía nicaragüense). En 1978, trabajó como traductor en Cerigua, agencia de noticias guatemalteca, en Managua. Regresó a EE.UU. y trabajó en una cooperativa de imprenta. En 1991, fundó con dos compañeros la Editorial e Imprenta Cooperativista y Socialista Libertaria New Earth Press. En el año 2000, terminó su maestría en Letras (Universidad Estatal de San Francisco, California). Actualmente enseña Letras e Inglés como segundo idioma en Berkeley City College, Berkeley, y en escuelas para adultos en Richmond, donde vive. Es autor de los libros de poesía: Names (Nombres, 1983); An Easter Cycle (Ciclo de pascua, 1984); Fables for an open Field (Fábulas para un campo abierto, 1994, español, 2006) y When Bad Dogs have Good Dreams: Four American Poets (Cuando malos perros tienen buenos sueños: cuatro poetas americanos, 1996). Entre sus traducciones de materiales políticos sobre las luchas centroamericanas en los ochenta se cuentan: Light and truth (Luz y verdad,1984) de Augusto C. Sandino, y Voice of fire (Voz de fuego), primera compilación de materiales zapatistas publicada en inglés en 1994. Su libro de entrevistas con el poeta Beat, William Everson, The Light the Shadow Casts (La luz que lanza la sombra) salió en Inglaterra en 1996.
Jueves Santo
Para Oda
Estás podando el jardín y limpiándolo de mala hierba,
halando bejucos, invasores de las grietas en el concreto del
patio.
Ahora hay más luz aquí.
Encuentro un cenicero sobre la mesa
lleno de agua de invierno
y lo derramo sobre la grama.
Cicatrices negras aún manchan el fondo
donde apagábamos los cigarrillos mientras hablábamos,
en aquel entonces, enamorados, viendo nubes y
atardeceres
desvanecerse en la noche.
Ahora el romance es un hábito.
Las palabras, arrancadas de raíz, se pudren.
Tuvimos nuestra última cena en alguna parte,
no recuerdo dónde.
Un nuevo verano está ante nosotros,
incluso ahora siento el dolor de su agonía.
Traducción de Alejandro Silva
Apocalipsis de Oakland
La ciudad de horrores sin fin
y de sueños como tratados rotos;
un alarido continuo de calles;
pies y yardas que se miden por unidades de tumbas;
tierra con cicatrices de piedra, concreto y asfalto;
rascacielos que combaten al sol con sus corazas de cristal;
un huracán de aire aceitoso
que carboniza la negrura misma;
un bramar de acero,
un vórtice de voces
y una risa hecha de añicos de llanto
reflejadas en fragmentos de vidrio y metal;
manantiales y lagos agonizantes;
una cornucopia de autos viejos y edificios abandonados;
el naufragio de camiones, autobuses,
ladrillos, yeso y madera en fragmentos
y los dispersos restos de los ídolos de la decadencia.
Calles que así acordonan la ciudad me invitan
y las sigo a través del frío laberinto de desechos y oro
en el monumento al Hombre Perdido.
Tal vez un grito derrumbe los muros.
Tal vez el vacío que arde en nuestra fibra más recóndita
por fin encontrará las negras alas del vuelo
y se convertirá en ave que devorará a este mundo.
Me vacío en esta noche,
otra sombra que incuba alas.
(Traducción de: Luis Rey Ballesteros)
Grupo Casa Azul Revista Botella del Náufrago
Capital
Perros idénticos se disputan bajo la lluvia
una arrugada bolsa de papel,
la que el hombre gordo riendo
sigue tirando.