Elena Camacho Rozas
Escritora española (Santander, 1964). Es doctora en filología hispánica y trabaja como profesora de lengua y literatura en un instituto de su región. Ha quedado finalista en los premios José Hierro y Alegría, entre otros. Ha publicado los poemarios Versatilidad de la emoción y Ars adivinatoria / Trizas y trazos, así como el pliego de poesía La escala de Jacob, número 10 en la colección “Son de Sirena”. Textos suyos han sido recogidos en varias antologías poéticas de Cantabria.
Trizas y trazos
Extractos
Incendios fortuitos
Tu corazón tiene la dureza del pedernal
y la misma capacidad para encenderse.
Fondo de armario
La alegría en tus labios
es un traje que portas
sin ninguna elegancia;
es casi una mueca
de dolor que enmascaras.
La minifalda roja
que te ha quedado grande.
Breve
Es cansado llorar en largos versos...
¡Sea, pues, mi lamento contenido!
Fábula
Como las sierpes vamos arrastrándonos,
rugiendo cual león amedrentándonos,
intercalando abrazos de oso de peluche y fiera,
como anguilas fugaces discurriendo,
con la elegancia del gato de Angora,
la locura altiva de la cabra en el risco
y el sutil aguijón del escorpión.
Antirrefrán
Más valen cien pájaros volando
que uno solo y enfermo
en el cuenco implorante de tus manos.
Sensibilidad
La luz es invisible,
la ceguera también.
Pero la siente.
El jardinero
Cuando planto una planta creo crear
todo un mundo que nace de mis manos.
Mas contemplo en sus hojas la rúbrica
de la luz, la tierra, el agua... y siempre
me arrebatan su autoría.
Caja fuerte
Se crearon
los labios como conchas
para guardar en su caja fuerte
los secretos.
Pero buscando la gran perla
un pescador
severo horadó el misterio
de su cripta
entreabierta de vagina.
Cabeza de chorlito
Tienes pájaros en la cabeza
para que puedan posarse
en los nidos de tu sien.
La vida es vello
Los pelos que se te caen cuando te peinas
dejan un rastro de calavera
en tu cepillo.
Bendita inocencia
Envidias lo que tengo porque no me conoces.
Envidias lo que no tienes porque ignoras cuánto vale.
Envidio tu propia envidia: su inocencia la redime.
Ahogos
Llueve sobre mojado
por eso andamos
con el agua al cuello.
Alas de plomo
Se alzó de puntillas,
agarrada al alféizar,
para que el vértigo
no diese con sus huesos
en el centro de gravedad
de la cuestión.
Diccionario íntimo
Extractos
Evocación infantil
Trota, trota, trota, caballo veloz.
Caballito lindo, desliza tus crines, relincha,
llamea tu cabello airado al viento poniente.
No desistas, sigue; tus pezuñas duelen,
arañan, escarban, el sórdido suelo
del solar que ruedas y no se aclimatan
a la eterna ansia, ágil, voladora,
que te adelanta. No pares. ¡Descuida!
El chiquillo en silencio sutil galopea,
aunque sólo en sueños, sobre las laderas
de tus lomos negros... ¡Balancín de leña!
Si el temor terrestre de la tierra quieta
no se estremece ni voltea niebla,
insiste, chiquillo, astillas chirríen,
pertinaz jinete, que brote la savia
de carne de roble, la sangre de ébano.
Pequeño potrenco, amigo potrillo,
sufre su camino. Sigue, sigue, sigue.
Lucro
Crecerás entre máster y opiniones,
sorteando zancadillas hostigado,
crecerás entre el paro y los sueños
de burgués con casita y algún perro.
Crecerás para el prójimo, muchacho,
cuando el trabajo llame a manos llenas
a tu puerta y abras los bolsillos, la cartera,
y el corazón apenas. Crecerás, hijo,
cuando tu prestigiosa boca sepa
adueñarse del alivio precario de los otros,
mientras medras, medras, medras...
Memoria
Fui educando la memoria
para olvidar lo doliente.
Seleccioné el pasado
e hipotequé el presente.
Puse precio al futuro
a fuerza de ocultarme
de los hechos.
Si un día llegara a olvidar
mi amnesia,
moriría.
Pretérito
Qué sutil complacencia
en aquel atardecer de risas y farándulas.
Qué sutil complacencia
en tu sonrisa clara como lluvia de otoño
y en tus besos mordiendo mis palabras
para sellar cada una de sus quejas livianas.
Apacigua mi ánimo
el pensar en pretérito.