MAIA LOSCH BLANK
Maia Losch Blank (Montevideo, 1971). Ganó el concurso internacional de poesía “Versos de la Torre del Reloj” en España en 2011, y al año siguiente obtuvo primera mención en el X Certamen Literario Gonzalo Rojas Pizarro (Chile) con el relato "Presagios". “Allí donde el viento espera”, su primera novela publicada (Editorial Sinerrata), apareció en España en 2013. A los 25 años se trasladó desde Uruguay a Israel, donde reside actualmente con su marido y sus dos hijos y edita el blog Errante y errata (http://maialoschblank.wordpress.com/). Tiene estudios en Letras y Antropología y ha incursionado en las artes plásticas (maiablank@gmail.com).
CONDENA
Un ángel perdido en el desierto.
Un juicio aplazado mil veces.
El abrazo de un manco que busca consolarte.
La caparazón de una tortuga que murió hace tiempo.
Una ruta nunca recorrida.
Un tren sin destino.
El exilio obligado.
Un cura enamorado.
Tu lado de la cama.
Vacío.
El espacio entre tu boca y la mía
en medio de una reunión.
Una carta que llega tarde, a destiempo.
Desesperante.
Como tu silencio.
LA TOMA DE LA PASTILLA
Dos por día
antes del desayuno
con el estómago vacío
y un vaso de agua no muy fría
para evitar dolores de estómago.
A la media hora una fruta,
no excederse con las comidas
para evitar aumentar de peso.
La pastilla abre el apetito.
Hoy no me las tomo, que venga la tristeza.
Me la trago entera con un vaso de vino y agua hirviendo.
COSMOLOGÍA
Todas las palabras me llevan a tu nombre.
cual sinónimos.
Muro-Pájaro-Camino-Puente.
Hoy leí el diario.
Decía:
“Un derrame incontrolado de desamor ha caído sobre el mar. Varias especies marinas se encuentran en grave peligro de extinción. Vertebrados acuáticos han intentado un suicidio colectivo negándose a respirar”.
Como verás,
es un océano de nada mi vida en tu ausencia.
Debes volver antes.
Antes de que tu nombre se vuelva el antónimo
de todo cuanto existe en mi universo.
LO HE INTENTADO MIL VECES
Lo he intentado mil veces
hice carne de mi alma y mi alma he vuelto carne
para encontrarme, para no perderme
por no ver la soledad rondando entre mis piernas
como un gato que hace ochos,
en busca del contacto de otro cuerpo.
Lo intenté hasta el cansancio
hasta el límite de mis fuerzas y mis goces
sin ponerle peros al amor
temiendo, es cierto, cuestionando;
por falta de certezas me fui quedando en blanco
recibí en respuesta una moneda
con una sola cara: la mía.
¡De qué me vale la libertad tan sola
de qué me vale tan sola la entereza!
Quiero ser débil, decirle sí al cansancio
acostarme sabiendo que en la noche
alguien limpiará mi rostro,
me verá dormida.
Sonreirá.
Dormir
ese sueño plácido con el que sueño
sin temer al derrumbe ni al olvido.
Y ahora me detengo
-una se cansa también de andar pidiendo-
"ya no grito más, el que quiera escuchar que escuche" dije
y creí que alguien lo haría. Mas
sólo una nube pasa amenazando lluvias
han pasado mil inviernos bajo mi frazada
los pies fríos en los de mi niña
dándome el único amor que aún me aguarda
cuando vuelvo del ruedo
cada día…
Todas las mujeres que no soy
No soy la mujer que vos querías
y apenas la mujer que yo creía.
Me convertí en otra con el tiempo
igual que antes pero más yo misma,
buscando identidades no encontradas
sin saber a dónde se fueron las perdidas.
No soy la mujer que yo soñaba,
soy sí la que sueño ser un día.
más confiada,
más estable,
más segura.
Con el ancla en un puerto
que no siempre encuentro.
No soy ya la rebelde sin causa
y dejé atrás las causas sin razones.
Ni tampoco la razón de ser yo misma.
Soy quién sabe quizás todas
y todas las mujeres que no soy.
En el principio fue la palabra Ser.
Luego fue la tierra y el agua, las tinieblas y la claridad.
Mas no había movimiento.
Y dijo el Verbo Ser, que es omnipotente: Sea el movimiento.
Y surgieron los demás Verbos.
Y el movimiento era posible
mas no fue suficiente.
Y ordenó el Ser: “Haya sentimientos en el Verbo“,
y surgieron los Adjetivos.
Y la tierra y las acciones, que son movimiento,
se dividieron en buenos y malos, mejores y peores.
Y fue el Sujeto y el Yo.
Y codició el hombre a la mujer y la mujer al hombre
y el hombre al hombre y la mujer a la mujer
mas no fue suficiente.
Y el hombre y la mujer crearon objetos y les dieron nombres
y fueron Sustantivos.
Y estaba el Ser y los demás Verbos y el Adjetivo y el Sujeto
y el Sustantivo y creyeron que era bueno.
Luego el hombre y la mujer que Eran dijeron: “esto es mío”.
Y se creó el Pronombre posesivo y surgió la envidia.
Y con la envidia el odio y con el odio la guerra.
Y el hombre fue esclavo de los Sustantivos que se multiplicaron
por doquier.
Y el Verbo gobernó a los Adjetivos.
Y el tiempo transcurrió y surgieron las preguntas y la Sintaxis.
Y con las preguntas el dolor.
Y el hombre creó a Dios para aplacar las dudas
mas no fue suficiente.
Y surgieron los signos y los símbolos y las matemáticas,
la ciencia y la política y el arte y todo conocimiento
mas no fue suficiente.
Y así fue.
Y fue el Caos.
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